Biotecnología Aplicada A La Industria Textil
Biotecnología Aplicada A La Industria Textil
Biotecnología Aplicada A La Industria Textil
* Stone wash: Tipo de lavado industrial utilizando piedras que le da al material un aspecto
“usado” o “gastado”.
AMILASAS
Al comenzar el tratamiento de la fibra, se debe extraer el almidón que la recubre (proceso
llamado desengomado).
El proceso de desengomado convencional puede ser realizado por hidrólisis (ruptura del
almidón en presencia de agua), donde los productos textiles son tratados con ácido, álcalis
o agentes oxidantes. También se puede eliminar por descomposición del almidón por
fermentación, en agua con microorganismos presentes en forma natural, que
descomponen el almidón del tejido.
Actualmente, estos tratamientos se encuentran en desuso debido a las dificultades
propias del método, dejando lugar al uso de las enzimas amilasas. Las amilasas son
enzimas que intervienen en la degradación del almidón. Para ello se utilizan las amilasas
bacterianas provenientes de Bacillus subtilis y Bacillus lichenformis, las cuales son
estables a altas temperaturas.
Para evitar la desnaturalización (pérdida de la estructura terciaria y la función) de esta
enzima durante el desengomado, primero se debe añadir agua, calentar hasta alcanzar la
temperatura óptima (entre 60 y 100ºC), establecer el pH óptimo (neutro) y entonces
añadir la enzima.
Según su temperatura óptima, se distinguen 3 grupos de amilasas:
temperatura óptima de 60-70ºC: se utiliza para el desengomado en un baño de
larga duración que dura entre 2 a 6 horas.
temperatura óptima de 80ºC: usadas en máquinas de lavado continuo por algunos
minutos.
temperatura óptima 100ºC: tratamientos con vapor por 1 a 2 minutos.
LIPASAS
Son enzimas que degradan lípidos y son usadas en la industria textil, junto con las
amilasas, para el desengrasado de las fibras.
PECTINASAS
En el tratamiento de las fibras de algodón, se deben extraer las pectinas de la pared de las
células primarias del algodón. Las enzimas pectinasas (que degradan esta sustancia) son
utilizadas en el lavado alcalino del algodón. Numerosos estudios realizados muestran que
un tratamiento usando solamente pectinasa, seguido por un enjuagado en agua caliente,
es capaz de hacer que la fibra de algodón se vuelva hidrófila y absorbente, facilitando su
posterior utilización.
CATALASAS
En la industria textil la catalasa es utilizada para descomponer en oxígeno y agua el
peróxido de hidrógeno (H202) residual después del blanqueo de las fibras de algodón. La
remoción de este producto es necesaria para que las fibras puedan luego ser teñidas. La
catalasa es una enzima que se encuentra en organismos vivos y su empleo disminuye el
consumo de productos químicos, de energía y de agua.
Después del blanqueo, se produce el enjuague, se aplica ácido acético y se aplica la
catalasa en un baño nuevo o en propio baño de teñido por aproximadamente 10 minutos,
a temperaturas entre 20 y 50ºC, con un pH de entre 6 y 10.
PEROXIDASAS
Los restos de peróxido de hidrógeno utilizados en la etapa de blanqueo, en contacto con
pigmentos sensibles a la oxidación, pueden provocar pequeñas alteraciones en la
tonalidad causando reducción en el color. En el proceso convencional, los residuos de
peróxido de hidrógeno son removidos a través de varios enjuagues o de la adición de un
reductor inorgánico, el cual causa gran carga de sales en los efluentes. Para minimizar este
efecto, se utilizan las peroxidasas que reducen el peróxido de hidrógeno. La cantidad de
enzimas usada es menor que la cantidad de agente reductor inorgánico y no causan
problemas ecológicos, como la elevada carga de sales.
Las peroxidasas también pueden ser utilizas después del teñido, para la reducción de
colorantes residuales.
CELULASAS
Las fibras están compuestas básicamente de celulosa la cual, al ser un material no
biodegradable, constituye un problema para el posterior tratamiento de efluentes.
Las celulasas son enzimas que degradan las fibras de la superficie (fibras sueltas y
microfibrillas) haciendo a los tejidos más lisos y blandos.
También son usadas para producir la apariencia “stonewashed” en los jeans.
Tradicionalmente esta apariencia en los tejidos Denim (nombre de la tela con que se
realizan los jeans) es otorgada por un proceso que utiliza piedra-pómez para desgastar el
color localmente por roce. Este proceso presenta muchas desventajas ya que causan el
desgaste rápido y rotura de las máquinas utilizadas, provocan gran abrasión empeorando
la calidad de la tela y causan problemas ambientales ya que se generan efluentes no
biodegradables.
La ventaja en la utilización de celulasas en el proceso de desgaste del jean en relación al
proceso convencional, es que no causa gran degradación de la fibra como la piedra-pómez
y el desgaste es más uniforme.
Las celulasas son utilizadas juntamente con las piedras o sustituyéndolas totalmente.
El procedimiento general para su aplicación consiste en:
introducción de los artículos de celulosa en la máquina
ajuste de las condiciones del baño de tratamiento con pH entre 5,5 y 8,0 y
temperaturas de 50 a 60ºC
adición de la enzima y control de las condiciones de reacción (tiempo,
temperatura, pH y agitación mecánica)
interrupción de la actuación de la enzima: agregando carbonato de sodio y/o
aumentando la temperatura hasta 80ºC durante 10 minutos
En el futuro podría ser perfectamente factible usar vestidos y trajes fabricados con
materiales derivados de plumas y desechos vegetales. Así lo afirman los científicos de la
Universidad de Nebraska, quienes están planeando desarrollar métodos para convertir los
desechos de la actividad agropecuaria en fibras textiles, como una manera de reducir el
empleo de fibras sintéticas derivadas del petróleo. En el caso de las plumas, que
normalmente son un desecho de la producción avícola, consiguieron transformarlas en
fibras que lucen como la lana, y en el caso del rastrojo de arroz, las telas resultantes se
parecen a las de lino o algodón. “Esperamos que esta investigación estimule el interés por
emplear desechos o productos secundarios de la actividad agropecuaria para hacer fibras
y telas”, señaló Yiqi Yang, profesor de Ciencias Textiles de esa Universidad. Con millones
de toneladas de plumas de pollo y rastrojo de arroz que se descartan cada año, estos
materiales representan una alternativa abundante y barata a las fibras sintéticas basadas
en derivados del petróleo. Pero además, a diferencia de las fibras sintéticas, son
biodegradables. El proyecto más avanzado es el de arroz. El rastrojo consiste en los tallos
de la planta de arroz, que quedan después de la cosecha de esos granos. Como el lino y al
algodón, el rastrojo de arroz está compuesto principalmente de celulosa. Usando una
especial combinación de químicos y enzimas, los investigadores lograron desarrollar fibras
a partir del rastrojo. “Las propiedades de estas fibras indican que podrían emplearse para
confeccionar telas usando las máquinas textiles comunes. El resultado tendrá una
apariencia similar a las telas de lino o algodón”, explicó Yang. En cambio las plumas de
pollo están constituidas principalmente de queratina, la misma proteína que tiene la lana.
Los investigadores están trabajando para fabricar fibras inclusive mejores que la lana,
basándose en la arquitectura particular que tienen ciertos aportes de las plumas.
Un grupo de científicos chinos acaba de describir un método que podría servir para
modificar el color de la fibra de algodón sin la necesidad de teñirla. La clave está en usar
los genes que la bacteria Streptomyces antibioticus emplea para la síntesis de melanina,
que le otorgarían al algodón un color pardo. Los investigadores usaron los genes dORF438
y dtyrA para transformar genéticamente al cultivar de algodón ‘Xinluzao 6’. Estos genes
estarían involucrados en la síntesis de la enzima tirosinasa, necesaria para la síntesis de
melanina. Los autores ensayaron los genes primero en tabaco, y vieron que en la plantas
transgénicas se acumulaba melanina en los tricomas de las hojas (apéndices epidérmicos).
Luego transformaron plantas de algodón, donde los genes se expresaron también
correctamente, observándose la producción de melanina en las células epidérmicas y la
coloración marrón de las fibras.
Biotecnología y Nutrición
El hombre y su alimentación
Todos los seres vivos dependen para su subsistencia del entorno con el cual intercambian
materia y energía. La energía es necesaria para cumplir con sus funciones cotidianas, y las
sustancias aportan el material de construcción del cuerpo, le permiten crecer, reparar
tejidos y reproducirse. Entre las sustancias que conforman a los seres vivos, se pueden
identificar cuatro grupos de biomoléculas complejas denominadas también compuestos
del carbono o sustancias orgánicas: proteínas, lípidos, glúcidos y ácidos nucleicos. A
diferencia de los organismos autótrofos, que elaboran dentro de su cuerpo estas
sustancias complejas a partir de sustancias simples que incorporan del entorno, los
organismos heterótrofos (entre ellos el ser humano) obtienen estas sustancias complejas
“ya listas” a partir de los alimentos. Estos alimentos provienen de vegetales y/o de otros
animales. Este hecho no es arbitrario: los vegetales y los animales están compuestos por
el mismo tipo de sustancias, por lo cual resultarán nutritivas para el comensal. Es decir, le
aportarán las sustancias y la energía que su organismo requiere. Por lo tanto, una de las
actividades que, desde siempre, ocupó un lugar preponderante en la vida de la especie
humana, al igual que en la del resto de las especies, es la procuración de alimentos. La
dieta y la salud -que se halla íntimamente vinculada a la nutrición-, son dos de los factores
que determinan la supervivencia de los individuos y su reproducción y, en consecuencia,
las fluctuaciones en el crecimiento de las poblaciones humanas a lo largo del tiempo.
Algo de historia
Desde siempre y hasta el día de hoy, a través de sus actividades, el hombre ejerce gran
influencia sobre el medio ambiente que le da sustento. En algunos casos, esa influencia es
positiva y mejora sus condiciones de vida, pero en otros las perjudican. La revolución
agrícola comenzó hace 10.000 años. Varios grupos sociales pequeños dejaron de ser
cazadores-recolectores, pasaron a ser productores de alimentos, y empezaron a tener
cierto control sobre su medio ambiente. La agricultura y la domesticación de animales
permitieron un mayor abastecimiento de alimentos mediante una actividad
potencialmente más segura que la caza, que posibilitaba además el almacenamiento de
excedentes de alimentos para épocas de escasez. El hombre buscó la manera de mejorar
sus cultivos para obtener plantas más nutritivas, con mejor sabor, textura y resistencia a
las enfermedades. Esto mejoró la supervivencia y produjo un crecimiento rápido de la
población. Sin embargo, el aumento de la densidad poblacional sumado a un uso intensivo
del suelo y la deforestación que causó déficit de combustible -utilizado para cocinar y
calentarse-, produjeron sucesivas crisis en el abastecimiento que obligaron al desarrollo
de nuevas técnicas agrícolas. Hacia el año 1.000 de esta era se produjo una nueva
revolución agrícola signada por un perfeccionamiento de los métodos de labranza, el
desarrollo del arado, el abono de la tierra, la mejora de las variedades vegetales
cultivables, la construcción de canales de riego y la rotación de cultivos, permitió un
aumento de la productividad y una fuerte expansión demográfica.
Desde la revolución agrícola se produjeron grandes cambios en las actividades humanas,
como el desarrollo de la industria (Revolución industrial en el siglo XVIII), del comercio, de
las comunicaciones y del transporte. Desde la culminación de la Segunda Guerra Mundial
(1945), con el crecimiento de la población, la extensión de la producción industrial y el uso
masivo de tecnologías, se produjo una aceleración en el ritmo de deterioro del ambiente,
asociado a problemas económicos y sociales. En ese momento comenzó a crecer la
preocupación por el agotamiento de las reservas de petróleo que se había convertido en
la principal fuente de energía, y que se creía inagotable, y se impulsó el desarrollo de
energías basadas en recursos naturales renovables, como la luz solar, las mareas, los
alcoholes. También se inició la revolución científico-tecnológica que impulsa la utilización
de la energía nuclear, la bioenergía, y los desarrollos biotecnológicos a través de los cuales
el hombre aprovecha organismos en la industria, en la alimentación y la salud.
La biotecnología y el mejoramiento de los alimentos
La modificación genética para el mejoramiento de los cultivos no es un hecho nuevo. Los
agricultores vienen realizando cruces e hibridación de plantas por generaciones con el fin
de identificar las mejores características en un cultivo y favorecer su aparición en las
siguientes generaciones, aún sin saber cuáles son los genes involucrados. Del mismo
modo, la mutagénesis que provoca cambios azarosos en el material genético, da la
posibilidad de generar una gran variabilidad sobre un determinado genoma (con sus
consecuentes efectos no intencionales).
La modificación genética moderna, a través de las técnicas que emplea la biotecnología,
brinda a este proceso mayor direccionalidad y precisión. Esto se debe a que la nueva
característica se logra transfiriendo uno o unos pocos genes asociados con la característica
de interés mediante técnicas de ingeniería genética, haciendo que el mejoramiento sea
dirigido, y no al azar como en el mejoramiento tradicional. El organismo resultante se
denomina OGM (organismo genéticamente modificado) o transgénico.
La introducción de estas nuevas características en los cultivos, proveen a los agricultores e
investigadores las herramientas más avanzadas en la búsqueda de mejores alimentos.
Mediante la biotecnología de alimentos, los investigadores están desarrollando cultivos
que requieren menos superficie de cultivo, así como plantas más rústicas que pueden
resistir condiciones climáticas adversas tales como calor y sequía.
Próximamente, los cultivos tendrán nuevas características que les conferirán mayor valor
nutricional, como es el caso del “arroz dorado” que, al contener beta-caroteno (precursor
de la vitamina A), contrarrestará la deficiencia de la misma, que es la causa principal de
ceguera en niños de países en vías de desarrollo. Recientemente se ha conseguido un
nuevo evento transgénico llamado “Arroz Dorado II” que añade otro gen de maíz a los
genes ya insertados al “arroz dorado original”. Este nuevo desarrollo contiene 23 veces
más vitamina A que el original, y constituye una herramienta muy importante para la
lucha contra la desnutrición, que se debe combinar con el uso de complementos
alimentarios y otras medidas.
Muchos son los avances que se están realizando en el área de biotecnología en alimentos
y todos apuntan a brindar al consumidor alimentos beneficiosos para la salud y la
nutrición.
En un futuro no muy lejano, podremos contar con granos, frutas y vegetales que
contengan más nutrientes, tales como proteínas, vitaminas y minerales; frutillas con más y
mejores nutrientes; maní sin alérgenos; tomates con antioxidantes naturales, entre otros.
Tipos de biorremediación
En los procesos de biorremediación generalmente se emplean mezclas de ciertos
microorganismos o plantas capaces de degradar o acumular sustancias contaminantes
tales como metales pesados y compuestos orgánicos derivados de petróleo o sintéticos.
Básicamente, los procesos de biorremediación pueden ser de tres tipos:
1 Degradación enzimática
Este tipo de degradación consiste en el empleo de enzimas en el sitio contaminado con el
fin de degradar las sustancias nocivas. Estas enzimas se obtienen en cantidades
industriales por bacterias que las producen naturalmente, o por bacterias modificadas
genéticamente que son comercializadas por las empresas biotecnológicas.
Por ejemplo, existe un amplio número de industrias de procesamiento de alimentos que
producen residuos que necesariamente deben ser posteriormente tratados.
En estos casos, se aplican grupos de enzimas que hidrolizar (rompen) polímeros complejos
para luego terminar de degradarlos con el uso de microorganismos (ver en la próxima
sección). Un ejemplo lo constituyen las enzimas lipasas (que degradan lípidos) que se usan
junto a cultivos bacterianos para eliminar los depósitos de grasa procedentes de las
paredes de las tuberías que transportan los efluentes.
Otras enzimas que rompen polímeros utilizados de forma similar son las celulosas,
proteinasas y amilasas, que degradan celulosa, proteínas y almidón, respectivamente.
Además de hidrolizar estos polímeros, existen enzimas capaces de degradar compuestos
altamente tóxicos. Estas enzimas son utilizadas en tratamientos en donde los
microorganismos no pueden desarrollarse debido a la alta toxicidad de los contaminantes.
Por ejemplo, se emplea la enzima peroxidasa para iniciar la degradación de fenoles y
aminas aromáticas presentes en aguas residuales de muchas industrias.
2 Remediación microbiana
En este tipo de remediación se usan microorganismos directamente en el foco de la
contaminación. Los microorganismos utilizados en biorremediación pueden ser los ya
existentes (autóctonos) en el sitio contaminado o pueden provenir de otros ecosistemas,
en cuyo caso deben ser agregados o inoculados (ver Cuaderno N°46)
La descontaminación se produce debido a la capacidad natural que tienen ciertos
organismos de transformar moléculas orgánicas en sustancias más pequeñas, que resultan
menos tóxicas. El hombre ha aprendido a aprovechar estos procesos metabólicos de los
microorganismos. De esta forma, los microorganismos que pueden degradar compuestos
tóxicos para el ambiente y convertirlos en compuestos inocuos o menos tóxicos, se
aprovechan en el proceso de biorremediación. De esta forma, reducen la polución de los
sistemas acuáticos y terrestres.
La gran diversidad de microorganismos existente ofrece muchos recursos para limpiar el
medio ambiente y, en la actualidad, esta área está siendo objeto de intensa investigación.
Existen, por ejemplo, bacterias y hongos que pueden degradar con relativa facilidad
petróleo y sus derivados, benceno, tolueno, acetona, pesticidas, herbicidas, éteres,
alcoholes simples, entre otros. Los metales pesados como uranio, cadmio y mercurio no
son biodegradables, pero las bacterias pueden concentrarlos de tal manera de aislarlos
para que sean eliminados más fácilmente.
Las actividades microbianas en el proceso de biorremediación se pueden resumir en el
siguiente esquema:
FIG 2: “METABOLISMO MICROBIANO”. Los microorganismos ingieren contaminantes como
fuente de carbono y algunos nutrientes como fósforo y nitrógeno. La digestión de estos
compuesto en sustancias más simples como parte del metabolismo del microorganismo,
puede resultar en la degradación del compuesto en forma parcial (transformación) o total
a dióxido de carbono (CO2) y agua (H2O).
Ventajas:
Las plantas pueden ser utilizadas como bombas extractoras de bajo costo para
depurar suelos y aguas contaminadas.
Algunos procesos degradativos ocurren en forma más rápida con plantas que con
microorganismos.
Es un método apropiado para descontaminar superficies grandes o para finalizar la
descontaminación de áreas restringidas en plazos largos.
Limitaciones:
El proceso se limita a la profundidad de penetración de las raíces o aguas poco
profundas.
Los tiempos del proceso pueden ser muy prolongados.
La biodisponibilidad de los compuestos o metales es un factor limitante de la
captación.
Las plantas pueden incorporar las sustancias contaminantes mediante distintos procesos
que se representan en la siguiente ilustración y se explican en la tabla que continúa:
FITORREMEDIACIÓN: Tipos de fitorremediación, en donde se indica la zona de la planta en
donde ocurre el proceso.
En general, hay plantas que convierten los productos que extraen del suelo a
componentes inocuos, o volátiles. Pero cuando se plantea realizar un esquema de
fitorremediación de un cuerpo de agua o un área de tierra contaminados, se siembra la
planta con capacidad (natural o adquirida por ingeniería genética) de extraer el
contaminante particular, y luego del período de tiempo determinado, se cosecha la
biomasa y se incinera o se le da otro curso dependiendo del contaminante. De esta forma,
los contaminantes acumulados en las plantas no se transmiten a través de las redes
alimentarias a otros organismos.
En los últimos años, los avances en ingeniería genética han permitido el desarrollo de
organismos transgénicos. Y la biorremediación hace uso de esta nueva tecnología para
resolver varios problemas de contaminación. El futuro promete aún más.
Muchos grupos de investigación están desarrollando en el laboratorio, plantas y
microorganismos genéticamente modificados para ser mejores agentes de
biorremediación, es decir que degraden mejor o más eficientemente a los agentes
contaminantes.
Por ejemplo, se puede utilizar material genético de bacterias resistentes a metales para
insertarlo en el genoma de una planta que, entonces, adquiriría esta nueva característica.
Un grupo de investigación utilizó un gen llamado merA, que codifica para la enzima
reductasa del ion mercúrico, altamente tóxico, que cataliza su reducción hasta la forma
volátil y poco tóxica de mercurio elemental, gaseoso en condiciones de temperatura no
muy elevadas. Estos investigadores, consiguieron la transferencia del gen bacteriano merA
a cultivos de Liriodendro tulipifera (álamo amarillo). El gen se expresó adecuadamente en
ese material vegetal, de modo que las plántulas regeneradas germinaron y crecieron
vigorosamente en los medios de cultivo, que contenían niveles de iones mercurio que son
normalmente tóxicos, siendo capaces de captarlo en su forma iónica y de reducirlo en el
interior de la planta, tras lo cual era liberado en la forma gaseosa no tóxica.
Esta investigación ha abierto el camino para que en el futuro sea posible realizar
plantaciones arbóreas transgénicas que, mediante este proceso de fitovolatilización u
otros parecidos, sean capaces de descontaminar terrenos con altos niveles de
contaminantes.
Entre los desarrollos biotecnológicos que se están llevando a cabo para procesos de
fitorremediación se encuentran los siguientes:
Rizofiltración para la extracción de Uranio de aguas subterráneas en Asthabula, Ohio,
EEUU.
Rizofiltración a nivel de cultivo in vitro para detoxificar compuestos fenólicos en aguas
contaminadas (por ejemplo los derivados de los herbicidas tradicionales y
contaminantes como el 2,4-D) en la Universidad Nacional de Río Cuarto, Córdoba por el
grupo de investigación de la Dra. Elizabeth Agostini.
Fitovolatilización de mercurio (Hg) por medio de plantas transgénicas (Arabidopsis
thaliana) que fueron transformadas con dos genes provenientes de microorganismos
que pueden transformar el mercurio iónico en mercurio más estable.
Plantas transgénicas de tabaco con genes provenientes de bacterias que le permiten
detoxificar TNT y GTN en suelos de campos minados.
Plantas transgénicas de Arabidopsis thaliana que toleran la acumulación de cadmio,
arsénico y mercurio.
Bacterias Pseudomonas transgénicas que son capaces de degradar compuestos tóxicos
que contienen cloro en compuestos menos nocivos.
Microorganismos capaces de degradar TNT, un explosivo de gran potencia y muy
agresivo para el entorno.
Bacterias capaces de reducir las formas altamente tóxicas de mercurio en otras menos
tóxicos y volátiles.
Bacterias que transforman metales del suelo en formas menos tóxicas o insolubles. Por
ejemplo: la reducción de cromo (Cr+6 a Cr+3).
La utilización de la bacteria Deinococcus radiodurans para eliminación de elementos
radiactivos presentes en el suelo y aguas subterráneas. Este microorganismo es un
extremófilo que resiste condiciones extremas de radiación, sequedad, agentes
oxidantes y diversos compuestos mutagénicos.
Cianobacterias a las que se le han introducido genes de bacterias Pseudomonas con
capacidad de degradar diferentes hidrocarburos o pesticidas.
4
Actividad: Elegir y marcar con una (X) la/s respuesta/s correctas en las siguientes opciones
múltiples:
1 _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _A_ _ _ _
2 __ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _M_ _
3 B_ _ _ _ _ _ _ _
4 _ _ _ _ _ _ _ _ _ I_ _ _ _ _ _ _ _
5 _ _ _ _E_ _ _ _ _ _ _ _ _
6 _ _N_ _ _
7 T_ _
8 _ _ _ _ E_ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _