Embargo Retentivo Exposicion
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https://biblioteca.enj.org/bitstream/handle/123456789/78633/000017.pdf?sequence=1
https://0201.nccdn.net/1_2/000/000/16c/4fa/acta-de-embargo-retentivo-Wrivera-
gaceta-judicial--2019-01-10-17.20.02-1-.pdf
EMBARGO RETENTIVO
EL embargo retentivo puede estar desvinculado de dos aspectos que son comunes a todos
los embargos que entran en un contorno mucho más amplio, que es la vía de ejecución. El
Embargo Retentivo entra en una categoría que la mayor parte de la doctrina ha llamado
Embargo Conservatorio en oposición a los que se llaman Embargos Ejecutivos.
-------------Luego de lo anterior dicho, hay varios embargos conservatorios como hay varios
embargos ejecutorios. Sin embargo, en esta ocasión sólo nos referiremos al embargo
retentivo, que pertenece a los conservatorios.
------------------Hablar de cualquier medida de este tipo, implica referirse a dos aspectos que
son fundamentales: Primero, los aspectos generales o principios generales de las vías de
ejecución que se encuentran dispersos en toda la legislación; y segundo los aspectos
particulares, los cuales se refieren a cada uno de los puntos específicos, a los cuales se ha
referido el legislador al tratar cada uno de los embargos de manera específica. Han sido
tratados o previstos en el Código de Procedimiento Civil y en alguna otra legislación.
Hablar del embargo retentivo implica tomar en consideración cada uno de los puntos
tratados por el legislador desde el artículo 557 al 572 del Código de Procedimiento Civil.
Por lo que esta legislación fundamentalmente nos va a llevar a establecer:
a) Tribunal que debe autorizar el embargo retentivo, en los casos que deba ser
autorizado;
b) Procedimiento que debe seguirse para trabar el embargo retentivo;
c) Procedimiento que debe seguirse una vez trabado el embargo retentivo; y de manera
muy particular, y
d) La competencia de los tribunales para conocer de los diferentes actos que tienen que
realizarse después de haberse trabado el embargo retentivo.
El embargo retentivo puede ser trabado por todo acreedor personal del deudor embargado,
sea éste quirografiario, privilegiado o hipotecario, pero siempre tomando en cuenta la
limitación del artículo 2209 del Código Civil, el cual expresa, no puede el acreedor
proceder a la venta de los inmuebles que no le hayan sido hipotecados, sino en el caso de
insuficiencia de los bienes que lo hayan sido. Pero es imprescindible que dicho acreedor
tenga capacidad de administración; que tenga capacidad para actuar en justicia, ya que
esto es necesario para hacer la demanda en validez, pues ésta es una verdadera acción
judicial.
Un acreedor quirografario es aquel que tiene como garantía la prenda común de los bienes
del deudor. Es el que no tiene ninguna garantía especial para el cobro de su crédito.
Este embargo puede practicarse contra todo deudor, excepto contra aquellos que han sido
declarados inembargables; contra los incapaces inclusive, salvo el caso de las modalidades,
en cuanto a la persona en manos de quien se notifique.
El embargo retentivo se puede practicar en manos de un tercer deudor o detentor de
muebles del embargado; en mano del Estado o sus instituciones y órganos del Estado, con
diferencia en cuanto a la notificación (Ley 1486 de 1938); y en manos de sí mismo
(aplicación del artículo 2092-93, Cód. Civil, y sentencia No. 39, diciembre 20 de 1927, R J.
No. 4, Pág. 411.
El embargo retentivo sólo puede trabarse sobre bienes muebles materiales que pertenezcan
al deudor embargado, y sobre alguna suma de dinero.
Sobre este asunto no hay disposiciones específicas por lo que nos remitimos al artículo 551,
del Código de Procedimiento Civil, en el cual encontraremos las siguientes observaciones:
De conformidad con el artículo 557 y 558 del Código de Procedimiento Civil el embargo
retentivo puede ser trabado:
Art. 557.- (Modificado por la Ley 1471 del 2 de julio de 1947). Todo acreedor puede, en virtud de
títulos auténticos o bajo firma privada, embargar retentivamente en poder de un tercero, las
sumas y efectos pertenecientes a su deudor u oponerse a que se entreguen a éste.
Párrafo. - En ningún caso la indisponibilidad producida por el embargo retentivo excederá al
doble del valor de la deuda que lo origine.
Art. 558.- Si no hubiere título, el juez del domicilio del deudor, y también el del domicilio del
tercer embargo podrán, en virtud de instancia permitir el embargo retentivo u oposición.
Es decir:
a) En virtud de un título auténtico o bajo firma privada; a falta de uno u otro, con la
autorización del Juez.
b) En virtud de una sentencia. Que esta sentencia se beneficie de la ejecución
provisional; que sea condenatorio; puede emanar de un Juez de los referimientos,
Corte de Casación, Juez de Expropiación, Juez Administrativo, Sentencia Arbitral,
Sentencia Extranjera; que sea expedido en la forma prevista por la ley; no importa
que haya sido recurrido en apelación, oposición, casación, en defecto o
contradictoria; no importa la materia (civil, penal, administrativa), todas las
situaciones anteriores influyen en el procedimiento de validación.
El embargo retentivo se puede practicar en virtud de un título o sin título. Los títulos son:
las sentencias, los actos auténticos y los actos bajo firma privada.
Toda sentencia es un título cualquiera que sea el tribunal que la haya dictado. En este
orden de ideas, valen como títulos las ordenanzas dictadas por el juez de los referimientos y
las sentencias extranjeras sin exequátur. Una sentencia, aunque haya sido impugnada por
medio del recurso ordinario de oposición o de apelación, es un título a los fines de un
embargo retentivo.
Son títulos ejecutorios, las primeras copias de los actos auténticos que contienen
obligación de pagar sumas de dinero en época fija. Se admite que cuando se trata de títulos
auténticos extranjeros, también valen como tales, aunque no hayan obtenido el exequatur.
A los fines de la primera fase del embargo retentivo, todo acto pasado ante notario, es un
título que puede servir de base al embargo, sin permiso del juez. Los actos bajo firma
privada, como el pagaré, el cheque, son títulos privados que permiten trabar embargos
retentivos.
El título en el cual se apoya el embargante, debe establecer, sin equívocos, que haya un
acreedor y un deudor, de tal manera que el ejecutante sea titular de un crédito cierto, líquido
y exigible u obtener autorización del juez competente.
El acreedor que tiene título privado no tiene necesidad de solicitar u obtener autorización
del juez para trabar un embargo retentivo. En caso de muerte del deudor, el acreedor no
tiene la obligación de notificar el título a los sucesores del difunto, mientras el embargo está
en su fase conservatoria.
Por ejemplo: si la persona que llamamos A le debe a una persona llamada B pero los bienes
o sumas de dinero de A se encuentran en manos de un banco, que viene a ser C, A
embargará los bienes de B en manos de C. Aquí se da la relación:
Lo que tiene A, que posee C, puede ser embargado por B. De donde se desprende que:
De esta relación se desprende entonces, que es necesario para que se produzca el embargo
retentivo, que exista una relación Acreedor-Deudor, por motivo de un crédito no pagado.
Lo que justifica las medidas del embargo retentivo, es el peligro que corre el crédito,
cuando el acreedor entiende que el deudor se le quiere escabullir, no le quiere pagar, realiza
actos fraudulentos, actos que si no son por lo menos inmorales son cuestionables, entonces
el acreedor comienza a preocuparse; esa preocupación le da un derecho a la recurrencia a la
ley, y la ley considerando la posibilidad de que el deudor se insolvente, justifica al acreedor
para que tome una medida cautelar, una medida precautoria, una medida conservatoria.
Las sentencias condenatorias no tienen ningún valor cuando no pueden hacerse efectiva,
cuando no se pueden concretizar en un cobro, pues en definitiva la sanción que el
legislador ha previsto para un deudor o contra un deudor, no es tan sólo la
condenación, es que esa condenación se pueda concretizar en un cobro, que pueda, a
través de una vía condenatoria definitiva, prevista por el Código de Procedimiento
Civil, ser capaz y suficiente de poderse hacer efectiva, de convertirse en un cobro
definitivo, de hacer realidad el derecho que tiene el acreedor frente a un deudor.
En el embargo retentivo un acreedor triunfa cuando logra que el deudor le pague lo debido.
La medida condenatoria abre el camino hacia el triunfo del acreedor, porque ella permite
que él preserve su derecho de poder ejecutar. Por eso, toda medida sea conservatoria, y
dentro de ella el embargo retentivo, lo que hace es que le pone un no, un obstáculo al
deudor; le dice: usted no puede continuar realizando actos de disposición sobre sus
bienes, esos actos quedan en suspensión; usted sigue siendo propietario, pero no tiene
el derecho de disposición porque sus bienes se encuentran en un estado de
indisposición y en consecuencia hasta que se resuelva este conflicto, que debe ser
resuelto a través de un acto jurídico llamado sentencia, usted no podrá disponer de
sus bienes.
Pero el embargo retentivo, tiene que realizarse bajo una visión; no se le puede permitir a
cualquier acreedor que de manera antojadiza cree un caos en la administración de los bienes
del deudor. Nadie le puede decir a otra persona lo que debe hacer con sus bienes. Ahora
bien, el fraude nunca está permitido, ni legitimado en derecho; el fraude lo corrompe todo.
Por eso, si el acreedor considera que el deudor está realizando actos que puedan concebirse
como fraudulentos, puede o tiene el derecho de pedir una intervención en la administración
del patrimonio de su deudor.
Por lo que, lo que obliga al acreedor, cuando no tiene un título ejecutorio, a dirigirse al juez
para que sea éste quien autorice la intervención en la administración de su deudor.
Porque si no fuera así su urgencia, el peligro en el cobro del crédito seguirá existiendo, y al
contra rio, se agravaría más, pues desde el momento en que el deudor se vea con el poder
de disposición sobre sus bienes los va a transferir a manos de un tercero.
Si el acreedor tiene una sentencia condenatoria no tiene que ir donde el juez de Primera
Instancia para que le autorice a trabar el embargo. Esto basado en lo establecido en el
artículo 2123 del Código Civil, referente a la hipoteca judicial, según el cual toda sentencia
condenatoria da derecho al acreedor a inscribir una hipoteca sobre los bienes del deudor.
Tanto la doctrina como la jurisprudencia, señalan que el artículo 2123, del referido Código,
se aplica a todas las medidas conservatorias.
Este derecho se mantiene no obstante cualquier recurso. El artículo 457 del Código de
Procedimiento Civil, que se refiere al efecto suspensivo de la apelación; el 548, que fue
sustituido por el artículo 115 de la Ley 834, y el artículo 64 del Código ya mencionado, son
precisos en señalar que los recursos no suspenden el derecho de tomar las medidas
conservatorias, aun cuando éstas se traben en manos de un tercero.
El artículo 64 del Código de Procedimiento Civil y el artículo 115 de la Ley 834 son
aplicables al embargo retentivo, por el hecho de que éste se traba en manos de un tercero y
estos artículos se refieren a las medidas conservatorias que tienen que ser ejecutadas en
manos de un tercero.
Por otra parte, si el acreedor no tuviere una sentencia, pero tuviere a su favor un acto
auténtico o bajo firma privada tampoco tiene que ir donde el juez de Primera
Instancia a pedir la autorización del embargo retentivo. El artículo 557 del Código de
Procedimiento Civil establece que el embargo retentivo u oposición puede realizarse en
virtud de título auténtico o bajo firma privada.
Todo acto que reúna las condiciones de esas disposiciones legales, y que además contenga
la obligación de pagar suma de dinero, puede servir de base a un embargo retentivo. Pero
siempre que ese acto auténtico no haya sido objeto de una querella principal en
falsedad en los términos de los artículos 145 al 147 del Código Penal, sancionado por
el artículo 150 del mismo Código.
De acuerdo con el artículo 1319 del Código Civil, si el acto auténtico ha sido objeto de una
falsedad, como está planteado en los tres artículos 145, 147 y 150 del Código Penal, el
carácter ejecutorio del acto inmediatamente se haya pronunciado en relación a la falsedad
de que ha sido objeto el documento.
Si se trata, por el contrario, de una falsedad incidental o falso incidental civil, entonces, de
acuerdo con el mismo artículo 1319 del Código Civil, es al juez que le corresponde decidir
si el documento argüido de la falsedad incidental debe mantenerse como título ejecutorio o,
por el contrario, debe suspenderse en su ejecución.
Pero no solo el acto auténtico permite el embargo retentivo. También, de acuerdo con el
citado artículo 557 del Código de Procedimiento Civil, puede ser trabado en base a un
acto bajo firma privada, el cual no se ataca por la inscripción en falsedad, se ataca por el
procedimiento de la denegación. Esto de acuerdo al artículo 1322 y siguiente del Código
Civil.
Estos títulos son los que van a probar la calidad de acreedor y deudor, pues una cosa trae la
otra. Calidad de acreedor, calidad de deudor, crédito, título y objeto son aspectos
íntimamente ligados en toda medida de ejecución y en consecuencia en todo embargo
retentivo.
Los cinco (5) aspectos generales de la vía de ejecución, y por consiguiente del embargo
retentivo, son: un acreedor, que es el sujeto activo de la vía de ejecución; un deudor, que
es el sujeto pasivo; los bienes, que constituyen el objeto de la vía de ejecución; un crédito,
que es la causa; y un documento que es el título mediante el cual se va a trabar el embargo.
Estos son a los que el legislador quiso referir se de manera específica en la parte relativa a
esas medidas. Estos aspectos particulares del embargo retentivo aparecen en el artículo 557
y siguientes del Código de Procedimiento Civil.
Todo embargo retentivo implica los siguientes pasos: partiendo del supuesto de que ya el
acreedor tiene el documento en base al cual se va a trabar el embargo:
a) El embargo retentivo;
b) La denuncia del embargo,
c) La demanda en validez del embargo retentivo;
d) La contra denuncia de la demanda en validez; y
e) La demanda en declaración afirmativa.
Lo primero que hay que hacer es notificar al tercero embargado. Este acto de alguacil
debe estar encabezado por el título en base al cual se realiza el embargo; en segundo lugar,
debe decir claramente por qué cantidad se realiza el embargo, es decir, el monto del
crédito. Sin embargo, si el crédito es de una suma, el embargo tiene un efecto doble, es
decir, si la acreencia es de 25 mil pesos, el embargo produce un efecto hasta 50 mil pesos.
En ese sentido, dice el artículo 557 del Código de Procedimiento Civil, que el embargo
retentivo produce indisponibilidad hasta el doble del crédito embargado. Debe decir,
además, por qué razón y para qué seguridad del crédito se está trabando el embargo,
haciendo la salvedad o advertencia de que si el deudor del deudor, o sea, el tercero
embargado, irrespeta el embargo retentivo, éste será pasible de los daños y perjuicios que
su actitud negativa pueda irrogarle al embargante.
Ese es el primer acto que se notifica, que va desde el acreedor hacia el tercero embargado, y
del cual todavía no tiene conocimiento el deudor embargado. Este no tiene conocimiento
porque el embargo retentivo está liberado del mandamiento de pago previo. Y esto así
porque si al deudor embargado se le avisare que va a ser embargado, su actitud, será retirar
inmediatamente la suma de dinero del banco depositario.
El primer acto que se notifica en mano del tercero embargado se llama Acto de
Embargo Retentivo o Procedimiento Verbal del Embargo Retentiva. Este se puede
notificar en manos de un particular.
La segunda condición es que el alguacil tiene que estar provisto de un poder, pero la
ausencia de dicho poder no da lugar a la nulidad del embargo. Lo que dice la doctrina y la
jurisprudencia es que el alguacil podrá ser obligado a presentar poder si el tercero
embargado se lo requiere, pero sino presentará dicho poder, podrá demostrar
posteriormente que en el momento en que trabó el embargo tenía ese poder.
Por otra parte, el poder tampoco va a ser requerido si el acto de embargo ha sido firmado
por el requeriente, lo que implica el poder que se le ha dado al alguacil.
La ausencia de firma o poder tampoco tiene inconveniente cuando el embargo se traba en
base a una sentencia, porque dice la Ley 834 de 1978 que la entrega de una sentencia a un
alguacil implica poder para que éste le de ejecución.
El embargo retentivo puede trabarse también en manos del Estado. Hay que tener bien
claro que aquí no es al Estado que se embarga. Se embarga al deudor del embargante en
manos del tercero embargado, que en este caso es el Estado.
En este caso debe cumplirse con los procedimientos establecidos en la Ley 1486, sobre
Representación del Estado en los actos jurídicos, que se refiere a las notificaciones en
manos del Estado.
La persona que traba un embargo retentivo en manos del Estado en un pueblo del interior,
corre el riesgo de que antes de llegar a manos del Tesorero Nacional, si es que éste es el que
tuviere que desembolsar, ya se le haya pagado al deudor embargado y en consecuencia la
medida se haya convertido en frustratoria.
Además, cuando la institución es del Estado quien traba la medida, debe haber otorgado
poder o por lo menos haber firmado el acto y la persona que recibe el acto debe visarlo.
Estos señalamientos están previstos en la Ley 1486.
De manera que el embargo retentivo tiene particularidades dependientes de los pasos que
figuran como tercero embargado, que pueden ser un particular, una institución bancaria o
una institución estatal.
Una vez trabado el embargo el acreedor embargante tiene un plazo de 8 días francos para
realizar dos actos de procedimientos subsiguientes:
Se trata de un plazo único, de 8 días francos, y hay una diferencia capital en relación a este
aspecto con referencia a los demás embargos conservatorios.
Por ejemplo, si alguien traba un embargo conservatorio de muebles en manos del propio
deudor, el embargante tiene el plazo que el juez le haya dado para demandar la validez de
ese embargo. Si el juez autoriza un embargo conservatorio, dice en la misma autorización
si el plazo será de 30 días, 2 meses o 15 días para que el embargante demande la validez
del embargo.
Eso no ocurre en el embargo retentivo, porque el plazo para demandar la validez de este
embargo no está determinado por el juez; es la ley que lo determina; es el legislador quien
ha de terminado taxativamente el plazo dentro del cual se debe hacer la demanda en
validez; y es el mismo legislador que ha previsto el plazo de 8 días francos para hacer la
denuncia del embargo. Ahora bien, ese plazo de 8 días francos se aumenta de manera
doble; tanto en consideración de la distancia que hay entre el domicilio del embargado y
del domicilio del tercero embargado, como la distancia que hay entre el domicilio del
embargante y el tercero embargado. Me refiero a los actos que son diferentes: la denuncia
del embargo retentivo y la demanda en validez.
KISAURY ZAPATA
El acto de denuncia es un acto de alguacil sencillo lo único que tiene que decir, además de
que contiene todo tipo de acto de alguacil, es lo que "en fecha tal y mediante acto de
alguacil tal, se trabó un embargo retentivo por la suma de tanto en manos del banco
X; que ese embargo retentivo fue trabado en virtud del crédito que se consigna en el
documento tal, del cual se da copia en cabeza del acto" No hay que decir más nada.
El acto de denuncia es un acto de conocimiento que implica que el acto que realiza, el
embargante no puede permanecer desconocido para el deudor embargado. Que si bien es
cierto que el embargante no estaba en la obligación de avisarla antes que iba a embargarle,
no menos cierto es que, una vez que él realiza el acto de embargo, no puede que darse
callado y mantener el acto en secreto en per juicio de los intereses del deudor embargado.
Por eso, todo acto de embargo retentivo, tiene que ser denunciado dentro de un plazo
previsto taxativamente por la ley. Si no se denuncia el embargo, éste estará afectado de
nulidad. Esa nulidad no puede ser invocada por el tercero, pues a este no le perjudica. La
nulidad tiene que ser invocada por el deudor embargado.
Por lo que, ocho días después de la notificación del acta de embargo, más los plazos en
razón de la distancia que sean necesarios, en atención a los términos del artículo 563 del
Código de Procedimiento Civil, el persiguiente notifica al deudor un acto de
alguacil encabezado por el acta de embargo notificada al tercero embargado, haciéndole
saber al deudor que el embargo se ha efectuado.
Efectos de la Denuncia del Embargo. Su efecto único es el de llevar a conocimiento del
embargado la realización de la traba.
Este se acto de demanda en validez es porque mediante este acto, al deudor embargado se
le emplaza para que constituya abogado, para que ese abogado le defienda por ante el
tribunal apoderado; porque ese tribunal apoderado va a conocer de dos aspectos
fundamentales:
Toda demanda en validez de un embargo retentivo se refiere tanto a la forma del embargo
como al crédito que sirve de causa al embargo.
a) Se hace saber al deudor embargado que mediante acto de fecha tal, de tal mes, de tal
año, fue trabado un embargo retentivo en manos del banco X.
b) Que ese embargo retentivo fue trabado en virtud del documento tal, del cual se da
copia en cabeza del acto. Es decir, se dice el título mediante el cual se realiza el
embargo.
c) Que el embargo fue hecho cumpliendo con todas las formalidades exigidas por la
ley, por lo que éste es regular en la forma.
d) Que el embargo retentivo se ha hecho en virtud de que el requeriente embargante es
acreedor del embargado por la suma de tanto, y que ese crédito es serio y que como
no fue pagado a tiempo, es decir, dentro el plazo que habían convenido las partes,
está ventajosamente vencido; sin que aún el deudor lo hubiese pagado, por lo que
procede que el tribunal apoderado, por ejemplo, la Cámara de lo Civil y Comercial
de la Primera Circunscripción del Juzgado de Primera Instancia, falle en el caso
siguiente:
Porque sucedería de modo distinto, por ejemplo, si se tiene una sentencia definitiva e
irrevocable que condene a (A deudor) a pagar la suma de 50 mil pesos. Y se sabe por
ejemplo que A tiene dinero en el banco X, y le hago el embargo. Entonces, no tiene que
pedirle al tribunal de Primera Instancia que condene a -(A)- a pagar la suma de 50 mil
pesos porque ya A había sido condenado.
En este caso simple y llanamente se apodera al tribunal de Primera Instancia para que
declare que el procedimiento que se siguió conforme al procedimiento o vías de ejecución,
para trabar el embargo es correcto en cuanto a la forma y además ha sido trabado en base a
un título ejecutorio, por lo que procede ordenarle al tercero embargado que pague al
acreedor embargante lo que al momento del embargo debiere el deudor embargado.
Es decir, que el contenido de la demanda en validez, que sigue siendo un acto introductivo
de instancia, va a variar según la naturaleza del título mediante el cual se traba el embargo.
El art. 1242 del código civil, que se refiere a la oposición de pago, es aplicable al embargo
retentivo, porque este sigue siendo una oposición; aunque es una oposición de carácter
particular.
Como es una oposición tiene los efectos de ésta, de acuerdo con el artículo 1242 del Código
Civil. Pero como es una oposición de carácter particular, el acto de embargo tiene que estar
seguido de otros actos de la simple oposición.
No obstante, las diferencias que la separan, la vinculación entre una y otra es tal, que ha
sido decidido que se trata de demandas conexas; En el mismo sentido sostiene la doctrina,
que toda demanda en validez luego del embargo lleva implícita una demanda de pago, por
lo que el tribunal no estatuiría “ultra petita” cuando en ocasión de dicha demanda pronuncia
la condenación al pago de la suma reclamada.
La demanda en cobro de pesos es un procedimiento civil ordinario llevado a cabo por los
tribunales de justicia con la finalidad de cobrar el crédito adeudo por el deudor principal,
esta es aplicada en el embargo retentivo cuando el deudor no posee título ejecutorio,
llámese sentencia, acto autentico o bajo firma privada, entre otros, teniendo el deudor que
acudir al juez a solicitar autorización para trabar embargo retentivo, en esta autorización se
validara la liquidez, la certidumbre y la exigibilidad del crédito.
Al no existir título ejecutorio para la interposición del embargo el juez autoriza a trabar el
mismo y en el momento de la validación del juez debe verificar tanto las reglas de forma
como de fondo llevada a cabo por el acreedor y debe condenar a deudor al pago de lo
establecido en la ordenanza distada por él.
La demanda en validez está sometida a las reglas del procedimiento civil ordinario, en tanto
que el procedimiento de la demanda en cobro de pesos depende de la cuantía, la naturaleza
o el origen del crédito. Cuando ambas demandas son llevadas conjuntamente se crea entre
ellas una especie de invisibilidad, de la cual resulta que la sentencia que acoge la demanda
en cobro de pesos acoge la demanda en validez, a menos que por un vicio de forma, esta
última deba declararse nula o inadmisible; y la sentencia que rechaza la demanda en cobro
de pesos, rechaza la demanda en validez.
Dice la Suprema Corte de Justicia que el tercer embargado no es juez ni del crédito ni de las
regularidades del embargo. La competencia para conocer de una demanda en validez es
exclusiva del Tribunal de Primera Instancia en atribuciones civiles.
Por otra parte, de acuerdo al artículo 567 del Código de Procedimiento Civil, el único
tribunal de Primera Instancia competente para resolver acerca de la validez de un embargo
es el del domicilio del embargado.
Ahora bien, de conformidad con el artículo 558 del referido código, puede autorizar un
embargo tanto el juez de Primera Instancia del domicilio del embargado como el Tribunal
de Primera Instancia del domicilio del tercero embargado.
Vencido el plazo de los 8 días para la denuncia del embargo y de la demanda en validez que
se le hizo al deudor embargado, el embargante tiene 8 días más para volver al banco y
notificarle a éste que mediante acto de fecha tal, yo, embargante, le denuncié al deudor
embargado el embargo que yo trabé en fecha tal y además, lo demandé en validez, por lo
tanto le estoy contra-denunciando la demanda en validez y en consecuencia la suspensión
del pago que operó el embargo, ya es definitiva por lo que el banco no puede pagar hasta
que el tribunal decida definitivamente.
Esto quiere decir que cuando se notifica un embargo retentivo, la suspensión de pago es
solamente por 16 días; 8 días que tiene el embargante para denunciar el embargo y
demandar en validez, y 8 días para hacer la contradenuncia de la demanda en validez en el
banco.
Todos los pagos que haga el banco a partir de la contradenuncia no son válidos. Por lo
tanto, si el banco paga después de habérsele hecho la contradenuncia, tiene que pagar dos
veces.
Debe llevarse por ante el Juzgado de Primera Instancia del domicilio del tercero
embargado; mediante ella se procura que el tercero declare de manera oficial y judicial, si
en el momento del embargo él era deudor o no del embargado, entonces ese tercero
embargado tiene que decir si debía o no debía en el momento del embargo. Si el tercero no
debía en el momento del embargo, sólo tiene que decir que no le debía al embargado.
Si el tercero le debía antes del embargo y dice que en el momento en que específicamente
se trabó el embargo ya no le debía, tiene que demostrarlo, al través de un depósito junto a la
declaración de los actos mediante los cuales se liberó frente al deudor embargado.
La declaración afirmativa que haga el tercero debe ser lo mayor ilustrativa posible que le
permita al tribunal decir si la declaración que se hace es cierta o no.
Si el banco dice que no le debía al embargado, y el embargado dice que sí, porque está
interesado en liberarse de la deuda, puede iniciarse un litigio que envuelve a las tres partes
relacionadas en el embargo retentivo.
Tanto para el objeto, como por sus fines, como por su competencia, ambas demandas se
llevan por ante tribunales diferentes, procuran fines diferentes y envuelven personas
diferentes.
La demanda en validez se lleva por ante el tribunal del domicilio del deudor embargado,
para que éste se pronuncie sobre la validez y el cobro del crédito, y envuelve al embargante
y al embarga do;
mientras que la demanda en declaración afirmativa se lleva por ante el tribunal del
domicilio del tercero embargado; tiene por finalidad que éste declare si es o no deudor del
embargado, y envuelve al embargante y al tercero embargado.
De manera que son dos demandas diferentes en fines, competencia y en calidades. Sin
embargo, la excepción es, si el tribunal que conoce de la validez del embargo fuere el
mismo que debe conocer de la demanda en declaración afirmativa y el embargo se ha
trabado con un título ejecutorio, las dos demandas se pueden llevar de manera común y no
hay ningún problema, porque sólo tiene el tercer embargado el derecho a interponer la
declinatoria cuando se le haya emplazado para ante un tribunal incompetente.
La disposición del artículo 577 del C.Pr.Civ. establece una sanción constitutiva de una
verdadera pena contra el tercero embargado y debe, en tal virtud, ser interpretada
restrictivamente; de aquí que el tercero embargado no incurre en dicha sanción en los casos
en que haya hecho la declaración que requiere la ley, aunque en la misma incurra en el
empleo de inexactitudes, salvo que dicha declaración provenga de un fraude, mala fe o
simulación,
Al no establecer el Art. 577 del C. Pr. Civ. un plazo para que el tercero embargado presente
la declaración afirmativa, vencido el cual se le consideraría deudor puro y simple de las
causas del embargo, la misma puede ser hecha en cualquier momento, salvo cuando no
cumpla con un plazo que para esos fines le haya otorgado una decisión judicial.
Para que el tercero embargado pueda ser declarado deudor puro y simple de las causas del
embargo retentivo mediante la misma sentencia que declara la validez, es necesario que el
embargante cite y emplace en declaración afirmativa a dicho tercero embargado. El tribunal
que ha sido apoderado exclusivamente de una demanda en validez de embargo retentivo en
contra del embargado no puede instruir, conjuntamente con dicha demanda, el
procedimiento de declaración afirmativa.
Son de la competencia del tribunal apoderado del embargo las demandas que surgen contra
el tercero embargado por negarse a presentar la declaración afirmativa.
Una declaración afirmativa errónea de parte del tercero embargado no genera por sí sola el
derecho a la reparación, salvo prueba de los daños y perjuicios realmente sufridos.
Dice la Suprema Corte de Justicia que, el tercero embargado no está obligado a hacer la
declaración hasta que no se le haya notificado una sentencia definitiva sobre la validez, o
sea que él puede permanecer callado hasta que la sentencia definitiva sobre la validez no le
haya sido notificado. Pero notificado la sentencia definitiva sobre la validez, él tiene la
obligación de hacer la declaración.
Y aún si en Primera Instancia fuera condenado como deudor puro y simple, él puede apelar
y si en la Corte de Apelación hace correctamente la declaración afirmativa, entonces el
tribunal de apelación lo descargará.