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Arquitectura Barroca en Italia

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Arquitectura barroca en Italia

La arquitectura barroca italiana se refiere a la arquitectura barroca


practicada en la península itálica, en lo que hoy es Italia, en una época
en que las ciudades-estado gradualmente habían ido perdiendo su
independencia y estuvieron bajo la dominación extranjera, primero
bajo España (1559-1713) y después Austria (1713-1796). Se inició en
Roma a principios del siglo XVII, se difundió primero por las
ciudades italianas y, luego en al resto de Europa y América y ejerció
su influencia en todo el mundo católico. Precedido por el
Renacimiento y el manierismo, se desarrolló a lo largo de todo el siglo
Plaza de San Pedro de Roma,
XVII, durante el período del absolutismo,1 y fue sucedido por el donde, bajo la cúpula renacentista de
rococó y el neoclasicismo.Nota 1 El término barroco, originalmente Miguel Ángel, destacan los
despectivo, indicaba la falta de regularidad y orden, que los elementos barrocos: la fachada
defensores del neoclasicismo, influenciados por el racionalismo de la (1607-1626) de Maderno y la
Ilustración, consideraban una indicación de mal gusto.1 De hecho, las columnata de Bernini
características fundamentales de la arquitectura barroca, altamente
decorativa y teatral, fueron las líneas curvas, con patrones sinuosos,
como elipses, espirales o curvas con una construcción policéntrica, a
veces con motivos que se entrelazan entre sí, para ser casi
indescifrables. Todo tenía que despertar asombro y el fuerte sentido de
la teatralidad empujaba a los artistas a la exuberancia decorativa,
combinando pintura, escultura y estuco en la composición espacial y
subrayando todo a través de sugestivos juegos de luces y sombras.

El estilo barroco se considera generalmente consustancial con la


Contrarreforma, aunque luego también fue adoptado por las élites de
los países protestantes del norte de Europa y por los del mundo eslavo
Iglesia de Sant'Ivo alla Sapienza
ortodoxo. Su nacimiento en Roma a partir del Manierismo es
(1643-1662), Roma
coincidente con el de la compañía de Jesús —fundada en 1537 para
fortalecer la influencia católica perdida y evangelizar el Nuevo
Mundo— y con la del Concilio de Trento (1545-1563), que reformó
los excesos más patentes de la Iglesia católica, cuya reputación se veía
empañada por el patrocinio sistemático y por el escándalo de las
indulgencias. Coincidió con el establecimiento de nuevas órdenes
religiosas —barnabitas, jesuitas, oratorianos, teatinos— que
demandaban nuevas iglesias, de un nuevo que inspirasen sorpresa y
asombro, lugares para la propaganda de la fe católica en los que se
perseguía la belleza con unas decoraciones cada vez más expansivas.
Santa Maria della Salute (1631-
Los arquitectos barrocos tomaron los elementos básicos de la
1687), Venecia, obra de Baldassarre
arquitectura renacentista, incluidas las cúpulas y las columnatas, y los
Longhena
hicieron más altos, más grandiosos, más decorados y más teatrales.
Los efectos interiores a menudo se lograron con el uso de la
Quadratura, o pintura trompe-l'oeil, combinada con la escultura; el ojo era dirigido hacia arriba, dando la
ilusión de que se está mirando al cielo. Grupos de ángeles esculpidos y figuras pintadas se amontonan en el
techo. La luz también se usó para lograr un efecto escénico; fluía desde las cúpulas y se reflejaba en una
abundancia de dorados. Las columnas retorcidas también se usaron a menudo para dar una ilusión de
movimiento hacia arriba, y los cartouches y otros elementos decorativos ocupaban cada espacio disponible. En
los palacios barrocos, las grandes escaleras se convirtieron en un
elemento central.4

Los primeros ejemplos en los que este estilo es plenamente


reconocible se pueden encontrar en algunas obras de Carlo Maderno
(fachada de Santa Susanna (1585-1603), fachada y nave de San
Pedro del Vaticano (1603-1626) y la basílica de Sant'Andrea della
Valle (1608-1625), cuya fachada fue completada en 1655-1665 por
Carlo Rainaldi), de Martino Longhi, el Joven (fachada de la iglesia de
los Santos Vicente y Anastasio (1644-1650) en Trevi) y de otros, en
La Basílica de Superga (1717-1731)
los que destaca el intento de reforzar el eje central de las fachadas cerca de Turín, obra de Filippo
mediante el uso gradual de pilastras, semicolumnas y columnas. Juvarra

Alcanzó su apogeo en el alto barroco (1625-1675), cuando Gian


Lorenzo Bernini —cuya influencia en la vida artística de la época se
ha llegado a calificar de dictadura5 —, Francesco Borromini y Pietro
da Cortona contribuyeron a desarrollar aún más el lenguaje barroco,
ya no solo en la aplicación de elementos decorativos, sino en la misma
concepción del espacio basándose en la elaboración de nuevas formas
como elipses, espirales y curvas policéntricas. La mayoría de sus
contribuciones están relacionadas con edificios religiosos: iglesias de
Sant'Andrea al Quirinale (1658-1670) y de la Asunción, en Ariccia,
de Bernini; Sant'Agnese en Agone, San Carlo alle Quattro Fontane
(1634-1646), Sant'Ivo alla Sapienza (1643-1662) y nave central de
San Giovanni in Laterano (1646-1650), de Borromini; San Lucas y
Santa Martina (1634-1650), Santa Maria della Pace (1656-1667) y
fachada de Santa Maria en Via Lata, de Cortona. Aunque no faltaron
fábricas civiles (como el palacio Barberini, de Bernini y Borromini, el
palacio Montecitorio, de Bernini y Carlo Fontana, el palacio Chigi-
Odescalchi, también de Bernini, y el palacio de Propaganda Fide y la
galería en perspectiva del palacio Spada, de Borromini). Después de
Bernini y Borromini, Carlo Fontana fue el arquitecto más influyente
de Roma (fachada cóncava de San Marcello al Corso). La cúpula de la capilla de la Sábana
Santa (1668-1694), de Guarino
Cabe destacar también las transformaciones urbanas, principalmente Guarini
debido a la actividad del papa Sixto V que, con el apoyo técnico de
Domenico Fontana, promovió el primer proyecto moderno de
planificación urbana de la ciudad de la Roma. Se trazaron nuevas vías en grandes ejes rectos que conectaban
las áreas más importantes de la ciudad y los principales edificios religiosos y administrativos, y se construyeron
o reorganizaron grandes plazas (plazas del Popolo, Navona y San Pedro) y edificios importantes.

El estilo barroco pronto se extendió más allá de los confines de la ciudad, llegando primero a Turín, donde la
corte la casa de Saboya, particularmente receptiva, necesitaba plasmar en obras ambiciosas su reciente
promoción política, y para ello empleó a un destacado trío de arquitectos: Guarino Guarini, Filippo Juvarra y
Bernardo Vittone.6 7 </ref> Destacan la expansión de la ciudad de Carlo y Amedeo di Castellamonte, las
residencias de la casa real de Saboya, las villas y palacios de Turín,8 y en especial la capilla de la Sábana
Santa, la iglesia de San Lorenzo y el palazzo Carignano, todos de Guarini.

El estilo llegó a Milán —iglesia de San Giuseppe, de Francesco Maria Richini—, a Venecia —basílica de
Santa Maria della Salute, de Baldassare Longhena, con una planta octogonal unida a un santuario bordeado
por dos ábsides—, a Nápoles —donde Francesco Grimaldi, Cosimo Fanzago, Ferdinando Sanfelice estaban
activos, de los que se recuerdan respectivamente la capilla real del Tesoro de San Gennaro, la iglesia de Santa
Maria Egiziaca en Pizzofalcone y el palazzo dello Spagnolo—, a la región de Apulia —basílica de Santa
Croce en Lecce, con decoraciones derivadas del plateresco español— y a Sicilia9 —especialmente después
del terremoto de 1693: catedral de Sant'Agata en Catania, catedral de San Giorgio en Ragusa, iglesia de San
Domenico en Noto—. La Toscana, por otro lado, permaneció vinculada a los gustos tardomanieristas (capilla
de los Príncipes, con una planta octogonal, adornada con ricas incrustaciones creadas con piedras
semipreciosas) y la producción más propiamente barroca puede datarse a principios del siglo XVIII.

La última fase de la arquitectura barroca italiana se ejemplifica en Nápoles por el Palacio de Caserta, de Luigi
Vanvitelli. Transición ya hacia la arquitectura neoclásica, siguiendo el modelo de otros palacios borbónicos
(palacio de Versalles, palacio Real de Madrid), se integra en el paisaje circundante. Sus dimensiones son
extraordinarias; se le considera el mayor edificio de la Europa del siglo XVIII.

Las fachadas de las grandes iglesias barrocas romanas

Santa San Carlo alle San Lucas y Santos Santa Maria della Pace
Susana en Quattro Santa Vicente y (1656-1667), de Pietro da
las Termas Fontane Martina Anastasio de Cortona
de (1638-1641) (1634-1635), Trevi (1644-
Diocleciano, de Pietro da 1650), de
diseñada Cortona Martino
por Carlo Longhi, el
Maderno en Joven
1596

Santa María in
Campitelli
(1659-1667),
de Carlo
Rainaldi

Véanse también: Arquitectura barroca, Barroco napolitano, Barroco leccese, Barroco siciliano y Barroco
milanés.
Índice
Contexto histórico
Periodización
Italia central
Roma
Iglesias
Palacios
Plazas
Italia meridional
Nápoles
Sicilia
Italia septentrional
Turín
Milán
Venecia
Génova
Véase también
Notas
Referencias

Contexto histórico
El Seicento fue un período caracterizado por una variedad de
tendencias nunca antes experimentadas. La concepción del cosmos
había sido completamente revolucionada durante el siglo anterior,
mientras que las divisiones maduradas dentro de la Iglesia se habían
convertido en el símbolo de la desintegración de un mundo unificado
y absoluto. En el campo artístico, el sentido de la duda y la
consiguiente alienación del individuo habían encontrado expresión en
el manierismo.

Entre finales del Cinquecento y principios del Seicento, se pueden


observar cambios en la actitud humana. Descartes, al descubrir que de
todo podía dudarse, llegó a la conclusión de que la duda representaba
la única certeza; separando el acto de dudar de cualquier elemento
extraño, eliminó los fundamentos del escepticismo. Así, el hombre
volvió a perseguir la seguridad, eligiendo entre las alternativas
ofrecidas por la época; el nuevo mundo se volvió «pluralista»,
ofreciendo al hombre una variedad de opciones y alternativas, tanto La iglesia del Gesù de Roma, punto
de partida del arte de la
religiosas como filosóficas, económicas y políticas.N-S. 1
Contrarreforma
Mientras que el universo del Renacimiento era cerrado y estático, la
actitud fundamental de la era barroca se convirtió en la de pertenecer a
un sistema absoluto e integrado, pero al mismo tiempo abierto y dinámico. Favorecieron esa actitud los
grandes viajes de exploración, con el descubrimiento de un mundo más amplio, la colonización y la evolución
de la investigación científica. Esto condujo a un aumento en la especialización de las actividades humanas, con
la consiguiente ruptura del binomio arte y ciencia, una combinación que había sentado las bases para el
hombre universal del Renacimiento.N-S. 2

La destrucción del viejo mundo culminó en la Guerra de los Treinta Años, que a principios del siglo XVII
paralizó gran parte de Europa Central. Durante ese período, la reforma protestante se difundió en muchas
regiones de Europa, comenzando el desarrollo de varias iglesias reformadas. La consecuente Contrarreforma,
iniciada por la Iglesia católica con el Concilio de Trento, tuvo considerables repercusiones también en el
campo artístico: se promovió la importancia didáctica de las imágenes y se fijaron toda una serie de reglas en
las artes para subrayar la distinción entre el clero y los fieles.Fus. 1

Esta actitud llegó a todas las regiones del mundo católico gracias al trabajo de los jesuitas y, a pesar de su
carácter rígido y defensivo, favoreció el desarrollo del arte barroco. De hecho, en el siglo XVII, la Iglesia
católica comenzó a buscar un compromiso con el poder político, dejando de luchar contra las intromisiones de
la realidad histórica10 y tratando de conciliar los asuntos de fe con aquellos inherentes a la vida mundana;
precisamente por esa razón, el barroco se convirtió en un estilo capaz de expresar tanto los dogmas de la fe
como las frivolidades de la mundanidad.Fus. 1

Periodización
La arquitectura barroca, que ya se preanunciaba a mediados del
Cinquecento en algunas de las obras de Miguel Ángel, se desarrolló
en Roma y alcanzó sus mejores logros entre 1630 y 1670; desde allí
se extendió al resto de la península itálica y al mundo occidental,
mientras que en el siglo XVIII Roma volvió de nuevo al clasicismo
siguiendo el ejemplo de París.Pev. 1 Generalmente se divide en tres
periosos:

barroco temprano (1584-1625), dominado en gran medida Iglesia de Santa Maria della Pace
por el trabajo de arquitectos romanos, como Giacomo della (1656-1667), Roma, de Pietro da
Porta (en particular, la Iglesia del Gesù consagrada en Cortona
1584), Carlo Maderno (iglesia de Santa Susanna (1603),
fachada y columnata de la basílica de San Pedro
(completada en 1612) y Pietro da Cortona (los fastuosos Interiores del Palacio Barberini (1633-
1639). Corresponde a la obra de artistas como Annibale Carracci, Caravaggio, Pieter Paul
Rubens.
alto barroco (1625-1675), con las obras mayores de Gian Lorenzo Bernini (la columnata de la
basílica de San Pedro, 1656-1657)), Pietro da Cortona (iglesia de Santi Luca e Martina, 1635-
1650) y Francesco Borromini (San Carlo alle Quattro Fontane (1634-1646), quienes hicieron
de Roma el principal centro de atracción artística de toda Europa. Más precisamente, bajo los
pontificados de Urbano VIII (Barberini, p. 1623-1644), de Inocencio X (Pamphili, p. 1644-1655)
y Alejandro VII (Chigi, p. 1655-1667) el barroco se convirtió en un estilo internacional que la
ciudad de los papas extendió por todo el mundo occidental.Fus. 2 En Venecia, las obras del
Alto Barroco incluyeron Santa Maria della Salute de Baldassare Longhena.

barroco tardío (1667-1750) vio cómo el estilo se extendía a todas partes de Europa, y a las
colonias de España y Portugal en el Nuevo Mundo. Los estilos nacionales se hicieron más
variados y distintos. Está vinculado a la decadencia de la Santa Sede después de la muerte
del papa Alejandro VII, en 1667;Fus. 3 la expulsión de Bernini del proyecto de ampliación del
palacio del Louvre coincidió con el comienzo de la decadencia de Roma como ciudad-guía y
la afirmación de París en ese papel.Fus. 4
La periodización del Barroco en Italia no coincide con otras periodizaciones en otros país europeos. Por
ejemplo, en Francia, la periodización no se relaciona con el trabajo de artistas individuales, sino que se debe a
la política cultural de Luis XIV, que llevó a identificar este estilo con el nombre del soberano.Fus. 5 Vale la
pena recordar también que a finales del siglo XVII, la revocación del edicto de Nantes provocó la migración
de numerosos hugonotes franceses a los Países Bajos e Inglaterra: en el primer caso, eso puso fin a la
autonomía de la escuela local, desarrollada algunas décadas antes con el auge político y cultural de
Ámsterdam; en el segundo caso, la migración francesa coincidió con un cambio en el sentido barroco de la
arquitectura inglesa.Fus. 5 La influencia del Barroco no se limitó solo al siglo XVII; de hecho, a principios del
siglo XVIII se afirmó el rococó, que aunque no es una simple continuación del primero,Fus. 6 puede
entenderse como la última fase del barroco.11 La decoración esculpida y pintada que cubre todos los espacios
en las paredes y el techo caracterizarán este estilo

Italia central

Roma

La arquitectura sagrada del período barroco tuvo sus inicios en el


paradigma italiano de la basílica con nave y cúpula en el crucero. Las
iglesias manieristas se ejemplificaban en Il Gesù, una ruptura del ideal
renacentista de iglesia de planta central, que había sido diseñada por
Giacomo Barozzi da Vignola en 1568 —la portada fue modificada
por Giacomo della Porta en 1584— y que fue la primera y sirvió de
modelo de las iglesias jesuíticas.12 Su interior era un ejemplo de
cómo el Clasicismo romano podía combinarse con una simplicidad a
gran escala: altas ventanas que perforan la bóveda de cañón y un
anillo de ventanas en el tambor de la cúpula para iluminar con luz
natural el interior, creando un dramático contraste de luz y oscuridad
en un espacio relativamente difuso.13 Una de las primeras
edificaciones romanas que rompió con esas convenciones fue la
iglesia de Santa Susana en las Termas de Diocleciano, diseñada por
Carlo Maderno en 1596 y cuya construcción se finalizó en 1603. El
ritmo dinámico de las columnas y pilastras, la masa central, los
elementos salientes y la decoración condensada en el centro añaden
complejidad al edificio. Hay un juego incipiente con las reglas del
diseño clásico, pero todavía manteniendo el rigor. Tenían techos
abovedados. Sant'Ivo alla Sapienza: Francesco
Borromini.
El mismo énfasis en la plasticidad, en la continuidad y en los efectos
escénicos son evidentee en el trabajo de Pietro da Cortona, ilustrado
por las iglesias de San Lucas y Santa Martina (1635) y de Santa Maria della Pace (1656). Este último edificio,
que tiene unas alas cóncavas diseñadas para simular un escenario teatral, presiona hacia adelante para llenar
una pequeña plaza dispuesta frente a él. Otros conjuntos romanos de la época también están impregnados de
teatralidad, dominando el paisaje urbano circundante como una especie de entorno teatral.

Probablemente el ejemplo más conocido de este tipo de solución sea la plaza trapezoidal de San Pedro, que ha
sido elogiada como una obra maestra de la escenografía barroca. La plaza está formada por dos columnatas,
diseñadas por Gian Lorenzo Bernini en una escala colosal sin precedentes para adaptarse al espacio y propiciar
emociones de asombro. El diseño favorito de Bernini era la iglesia oval policromática de San Andrés del
Quirinal (1658), que, con su impresionante retablo y su elevada cúpula, ofrece una muestra concentrada de la
nueva arquitectura. Su idea de la residencia nobiliaria en la ciudad barroca está caracterizada por los romanos
palacios Barberini (1629) y Chigi-Odescalchi (1664).

El principal rival de Bernini en la capital papal fue Francesco Borromini cuyos diseños se desvían de las
composiciones regulares de la Antigüedad y del Renacimiento, incluso de forma aún más marcada.
Considerado por las generaciones posteriores como un arquitecto revolucionario, Borromini rechazó el
enfoque antropomórfico del siglo XVI, y optó por basar sus proyectos en complicadas figuras geométricas
(módulos). El espacio arquitectónico de Borromini parece expandirse y contraerse cuando es necesario,
mostrando cierta afinidad con el estilo tardío de Miguel Ángel. Su icónica obra maestra es la pequeña iglesia
de San Carlo alle Quattro Fontane, que se distingue por una planta ovalada y por los complejos ritmos
convexos-cóncavos. Una obra posterior, Iglesia de Sant'Ivo alla Sapienza, muestra la misma antipatía por la
superficie plana y refleja una juguetona inventiva, ejemplificada en la linterna en espiral de la cúpula.

Tras la muerte de Bernini en 1680, Carlo Fontana se asentó como el arquitecto más influyente que trabajaba en
Roma. Su estilo temprano se ejemplifica en la fachada ligeramente cóncava de la Iglesia de San Marcello al
Corso. El enfoque académico de Fontana, aunque sin la brillante inventiva de sus predecesores, ejerció una
enorme influencia en la arquitectura barroca, tanto a través de sus prolíficos escritos, como a través de los
arquitectos a los que formó y que difundirían el estilo barroco por toda Europa durante el siglo XVIII.

El siglo XVIII vio como la capital del mundo arquitectónico europeo se trasladaba desde Roma a París. El
rococó italiano, que floreció en Roma a partir de la década de 1720 en adelante, estuvo profundamente
influenciado por las ideas de Borromini. Los arquitectos más talentosos activos en Roma —Francesco de
Sanctis (Escalinata de la plaza de España, 1723) y Filippo Raguzzini (plaza Sant'Ignazio, 1727)— tuvieron
poca influencia fuera de su país natal, al igual que numerosos practicantes del barroco siciliano, incluidos
Giovanni Battista Vaccarini, Andrea Palma y Giuseppe Venanzio Marvuglia.

Iglesias

A finales del siglo XVI, Roma se convirtió en el centro de desarrollo


de la arquitectura vinculada a la Contrarreforma y ejerció su influencia
en todo el mundo católico. Las premisas para la afirmación del estilo
barroco se pueden encontrar ya en las obras de Giacomo della Porta
(1533-1602), que levantó la fachada de la iglesia del Gesù en las
últimas décadas del Cinquecento.Fus. 7

Unos años más tarde, en 1603, se completó la fachada de la iglesia de


Santa Susana en las Termas de Diocleciano, diseñada por Carlo
Iglesia de Santa Susana (Roma)
Maderno (1556-1629) y generalmente considerada como el «primer
(1585-1603), de Carlo Maderno, el
ejemplo completamente realizado de arquitectura barroca»;N-S. 3 a
«primer ejemplo plenamente
pesar de que la distribución espacial todavía parece manierista.Br. 1 realizado de arquitectura barroca».
Maderno reforzó el eje central mediante el uso gradual de pilastras,
semicolumnas y columnas hacia la parte central del edificio,
acentuando así la plasticidad ya surgida en la obra de della Porta. Comparado con della Porta y con la fachada
de la iglesia del Gesù, la novedad sustancial residió en haber extendido el uso de las columnas al primer orden
de toda el área central y haberlo reemplazado, en el nivel superior, con una serie de pilastras.14 En general, se
trató de un gran salto respecto a la frialdad académica hasta entonces en boga y evidente, por ejemplo, en la
fachada de San Girolamo dei Croati, una obra creada por Martino Longhi, el Viejo, alrededor de 1588-
1589.Wit. 1
En este contexto, se construyeron numerosas fachadas con el mismo
fin propagandístico,N-S. 4 algunas con resultados muy particulares,
como en el caso de la iglesia de los Santos Vicente y Anastasio, de
Martino Longhi, el Joven (1602-1660), donde se concentran
numerosas columnas en la parte central del alzado. El mismo
Maderno recibió el encargo de prolongar un brazo de la basílica de
San Pedro, a fin de que la iglesia fuera adecuada para recibir un
mayor número de fieles; también en este caso, la fachada (1608- Fachada de San Pedro del Vaticano,
de Carlo Maderno
1612), una de las obras más comentadas en la historia de la
arquitectura,15 muestra una mayor intensidad plástica hacia el centro.

Un nuevo enfoque, basado en la transformación de las formas más


que en la aplicación de los elementos decorativos, llegó con la
afirmación de Gian Lorenzo Bernini (1598-1680), Francesco
Borromini (1599-1667) y Pietro da Cortona (1596-1669).N-S. 4

Bernini fue el dominador durante medio siglo de la escena artística


romana.16 El baldaquino de San Pedro (1624-1633), después de los
límites e incertidumbres que surgieron en la restauración de la iglesia
de Santa Bibiana, fue el verdadero comienzo de su carrera. Sin
embargo, no representó un punto de inflexión repentino, sino un
camino autocrítico gradual que se prolongó durante casi una década
de trabajo. Bernini definió los soportes del baldaquino con cuatro
columnas salomónicas que, aunque no eran una novedad absoluta en
la escena arquitectónica romana, diferían claramente del diseño de las
pilastras de la basílica vaticana, haciendo del ciborio el punto focal de
todo el edificio. Sin embargo, la principal novedad radicaba en la
coronación, en cuya definición está documentada la contribución de Baldaquino de San Pedro (1624-
Borromini, con esa ligera maraña de volutas que, legítimamente, 1633)
puede considerarse el manifiesto de la arquitectura barroca.17

Unas décadas más tarde, comenzando a partir de 1658, el mismo


arquitecto creó la pequeña iglesia de San Andrés del Quirinal, con
una planta ovalada fuertemente dilatada y caracterizada por la
presencia de numerosas capillas dispuestas en el muro perimetral; una
cúpula, no muy evidente en el exterior, descansa sobre el
entablamento que serpentea por encima de los recintos laterales.

El tema del óvalo, adoptado por Bernini también en la desaparecida


capilla de los Magos (1634) y en la plaza de San Pedro (concluida en
1667), también debería haber sido tomada por Carlo Rainaldi (1611-
1691) en la iglesia de Santa María in Campitelli, pero en el momento
de la construcción, la nave elíptica se transformó en un espacio
biaxial, privado de curvas, con una serie de capillas que se
estrecharon hasta el área del ábside. En particular, el cuerpo anterior Planta de San Andrés del Quirinal
de la iglesia fue unido a un santuario cubierto por una cúpula circular, (1658).
de acuerdo con un esquema en uso en el norte de Italia que, sin
embargo, no se siguió en Roma.Wit. 2 El curso dentado de la nave,
resaltado por la presencia de columnas y pilastras sobre los que se dispone el entablamento, se repiten también
en la fachada principal, donde incluso emergen en una sucesión de edículos, columnas adosadas y pilastras.
La búsqueda de espacios creados dentro del muro perimetral es evidente en la iglesia de la Assunta, en
Ariccia, un pequeño pueblo ubicado cerca de Roma.Fus. 8 El proyecto, de nuevo de Bernini, se puso en
marcha a principios de los años 1660; en comparación con San Andrés del Quirinal, la planta es circular y está
flanqueada en el exterior por dos propileos dispuestos al final de un corredor que circunda la parte posterior del
edificio. Si la figura en planta muestra una tablatura clasiceante, referible a los modelos Bramantescos o al
Panteón de Roma, en el exterior la invención del barroco se manifiesta en la disposición urbana del complejo,
con el corredor anular que representa un exterior y un interior al mismo tiempo, y con el volumen de la iglesia
que «genera a la vista su cara espacial, que no es de contención, como en Borromini, sino de expansión
controlada y medida».Br. 2

Obras de Bernini

Iglesia de San Andrés del Scala Regia (1663-1666), en Plaza de San Pedro (concluida en
Quirinal (1658-1678) el Palacio Apostólico 1667), Roma
Vaticano

Sin embargo, fue en la iglesia de San Carlo alle Quattro Fontane de


Borromini donde el tema de los espacios creados en el perímetro del
edificio alcanza su apogeo.Fus. 8 Esta iglesia, tan pequeña que podría
estar dentro de un pilar de la basílica vaticana,Pev. 2 se inició en 1638
en un lote de reducidas dimensiones donde, además del lugar del
verdadero culto, también se insertaron el claustro y el convento
adyacente. La planta de San Carlino se puede reconducir al óvalo,
con paredes cóncavas y convexas que se alternan para formar las
capillas laterales. La cúpula tiene una base ovalada y está excavada
por un profundo artesonado en el que se alternan diferentes formas; la
conexión entre la cúpula y el cuerpo del edificio se logra por medio de
cuatro pechinas que se apoyan en el entablamento. El movimiento
ondulado de los muros y la alternancia rítmica con formas
Planimetría de la iglesia de San
sobresalientes y reentrantes dan lugar a un palpitante organismo
Carlo alle Quattro Fontane con el
plástico, cuya forma está subrayada por la ausencia de decoraciones
convento y el claustro.
suntuosas.

En la fachada, que se comenzó solo en los últimos años de la vida de


Borromini, destaca la búsqueda de un intenso dinamismo, con superficies sinuosas dispuestas en dos órdenes:
la parte inferior se caracteriza por una sucesión de superficies cóncavas-convexas-cóncavas; la superior está
articulada en tres partes cóncavas, de las cuales la central alberga un ediculo convexo.

Borromini participó en varias obras en construcción en Roma: creó el Oratorio dei Filippini (cuya fachada,
llena de concavidades y convexidades, es una feliz fusión entre un palacio y una iglesiaFus. 9 ), la iglesia de
Santa Maria dei Sette Dolori (incompleta) y, a partir de 1642, comenzó lo que podría considerarse su obra
maestra,N-S. 5 la iglesia de Sant'Ivo alla Sapienza. Directamente conectada con San Carlo alle Quattro
Fontane, la iglesia de La Sapienza se dispuso al final de un patio preexistente diseñado por della Porta. La
planta, generada esencialmente por la intersección de dos triángulos equiláteros contrapuestos, está coronada
en alzado por una cúpula con una linterna acabada en espiral. La planta de Sant'Ivo, una vez más formada a
través del uso de la concavidad y la convexidad, es una de las más unificadas en la historia de la arquitectura,
aunque, debido a su audacia, no encontró aplicaciones similares en las obras de sus contemporáneos.N-S. 6

El mismo arquitecto, por encargo del papa Inocencio X, también intervino en la restauración de la gran basílica
de San Giovanni in Laterano; Borromini mantuvo la estructura original, incorporando las columnas de las
naves dentro de grandes pilastras, mientras que el previsto techo abovedado no se construyó. Según los
críticos, aunque el proyecto no se ha ejecutado completamente, «San Giovanni in Laterano tiene una de las
más hermosas naves que existen»:N-S. 7 la integración de los espacios se vio acentuada por las amplias
aberturas que recorren la nave, mientras que los pasillos de las naves laterales están formados por pequeñas
unidades centralizadas, con ángulos cóncavos que continúan también en las bóvedas.

Unos años más tarde, trabajó en la iglesia de Sant'Agnese en Agone, iniciada por Girolamo Rainaldi (1570-
1655) y continuada por su hijo Carlo en 1652, creando uno de los alzados más clasizantes de su producción
artística. El edificio, en el que Carlo Rainaldi de nuevo retomó el control, era una de las obras más
significativas del período, ya que tuvo una influencia considerable en la escena internacional.Fus. 10 La planta
es una cruz griega que se combina con el recinto circular coronado por una gran cúpula; es una revisión
barroca de la planta central de San Pedro.Wit. 3 La inventiva de Borromini reside en la fachada, donde retiró el
frente principal con el fin de obtener un patrón cóncavo firmemente conectado al tambor de cúpula convexo;
luego extendió el alzado a los palacios laterales, para construir dos torres campanarios caracterizadas por una
tendencia escalonada hacia la cima. Inventos similares también se encuentran en el campanile de Sant'Andrea
delle Fratte (un trabajo inacabado de Borromini), que termina con una especie de linterna de planta circular.

Obras romanas de Borromini


Oratorio dei Iglesia de Iglesia de Interior de San Giovanni in
Filippini San Carlo Sant'Ivo alla Laterano
(1637-1667) alle Quattro Sapienza
Fontane (1643-1662)
(1638-1641)

Iglesia de Sant'Agnese
en Agone (1652-1657),
iniciada por Girolamo y
Carlo Rainaldi

Carlo Rainaldi también se dedicó a las iglesias gemelas de la piazza del Popolo. La primera, dedicada a Santa
María en Montesanto, se inició en 1662, y luego fue concluida por Carlo Fontana (1638-1714) según diseño
de Bernini; la segunda, dedicada a Santa Maria dei Miracoli, se llevó a cabo en 1675, nuevamente con la
colaboración de Fontana. Las dos iglesias, dispuestas simétricamente alrededor del tridente formado por la via
del Corso, la via di Ripetta y la via del Babuino, tienen el mismo aspecto, pero en realidad, para adaptarse
mejor a la distribución de los lotes, se diferenciaron en las plantas: para Santa Maria dei Miracoli se adoptó una
planta circular, mientras que para la adyacente Santa María en Montesanto, erigida en un solar más grande, se
eligió una forma elíptica, de dimensiones transversales similares a la anterior, para mantener la simetría
aparente desde el frente.N-S. 8

Otro trabajo notable de Rainaldi fue el exterior del ábside de la basílica de Santa María la Mayor, ubicado en el
eje visual proveniente de la iglesia de Trinità dei Monti; el arquitecto cubrió el ábside con una superficie
plástica, integrándola perfectamente con las espaldas laterales y creando una joya espacial entre las más felices
de todas las barrocas.Br. 3

Si las obras de Carlo Rainaldi, aunque muestran soluciones originales, se refieren a los temas del barroco
primitivo, se puede sentir una mayor integración plástica entre espacios, masas y superficies en Pietro da
Cortona.N-S. 9 Su iglesia de San Lucas y Santa Martina (1635), articulada sobre una planta en cruz griega,
recuerda los patrones renacentistas de Santa Maria della Consolazione de Todi, aunque con diferencias
significativas: de hecho, un brazo de la nave es alargado, lo que hace que la iglesia vuelva al tipo de plantas
longitudinales, mientras que la fachada, aunque siendo convexa, no refleja la curvatura de los ábsides internos.
Luego está el rechazo del uso del color: el interior de la iglesia es completamente blanco, mientras que las
bóvedas de los ábsides están ricamente decoradas. Además, las columnas aisladas insertas dentro de los muros
son un tema típicamente florentino (desde el Baptisterio de San Giovanni hasta la Biblioteca Medicea
Laurenziana), que se repite en otras obras de Cortona, como en el tambor de la cúpula de San Carlo al
Corso.Wit. 4

El estilo de Pietro da Cortona emerge con mayor vigor en la disposición de la iglesia de Santa Maria della
Pace, donde, entre 1656 y 1657, se dedicó a la construcción de una nueva fachada. La intervención no se
limitó a la fachada del edificio religioso, sino que también se extendió a los edificios laterales, con la
construcción de una pequeña plaza escenográfica dominada en el centro por la columnata de la iglesia
semicircular; Además, la solución de la exedra en la fachada influyó profundamente en Bernini en la
concepción del mencionado Sant'Andrea al QuirinaleFus. 11 y, en la elección del orden dórico con
entablamento jónico, anticipó la solución adoptada por Bernini para las columnas de la plaza de San
Pedro.Wit. 5

Entre las iglesias de planta longitudinal derivadas del esquema de Il Gesù, se debe recordar en primer lugar el
de Santa Maria ai Monti (1580), de Giacomo della Porta; la iglesia tiene un tamaño modesto y un transepto sin
desarrollar, con una cúpula en la intersección con la nave principal.N-S. 10

La basílica de Sant'Andrea della Valle es bastante más imponente, iniciada también por della Porta en 1591 y
completada por Carlo Maderno; la fachada, la más barroca de las fachadas romanas,Br. 4 fue agregada por
Carlo Rainaldi después de mediados del siglo XVII. La planta, aunque adopta el modelo de la iglesia del
Gesù, presenta capillas laterales menos profundas y notablemente más altas; la nave está articulada por las
pilastras laterales que marcan, junto con la cúpula, el fuerte ritmo vertical del edificio.N-S. 11

Otras iglesias barrocas romanas

Basílica de Iglesia de San Las iglesias gemelas de Fachada de San Marcello


Sant'Andrea Lucas y Santa la piazza del Popolo de Santa Maria al Corso
della Valle Martina Carlo Rainaldi: a la izda., in Via Lata (1681-1687),
(1608-1625), (1635), Roma, Santa María en (1658-1660), de Carlo
obra de Carlo obra de Pietro Montesanto, y a la dcha., de Pietro de Fontana
Maderno, da Cortona iglesia de Santa Maria dei Cortona,
cuya fachada Miracoli 1658-1660.
fue
completada
(1655-1665)
por Carlo
Rainaldi

Palacios
Los principales arquitectos del barroco romano dejaron importantes
huellas también en la arquitectura civil. En 1625 Carlo Maderno
comenzó el trabajo del mencionado palazzo Barberini con la
colaboración de Borromini, a quien se le atribuye la escalera
helicoidal; a la muerte de Maderno, cuatro años después, el trabajo fue
realizado por Bernini. Es cierto, sin embargo, que la planta se había
decidido antes de enero de 1629. Anteriormente se destacó que la
distribución del edificio, privado del patio interior clásico, difiere de la
tradición del palacio italiano; al estar en las afueras de la ciudad,
Galería perspectiva del palacio
Maderno cambió la concepción original del palacio ciudadano en una
Spada.
especie de villa suburbana. Incluso la fachada, la parte más clásica de
la obra, presenta elementos innovadores en los arcos extendidos del
último orden.N-S. 12

A partir de 1650, Bernini también ejecutó el palazzo Montecitorio, posteriormente completado por Carlo
Fontana. La fachada, en la que se mantuvo sustancialmente la huella del proyecto inicial, tiene un patrón
convexo y muestra, a los lados de la planta baja, algunas masas en piedra rústica. También de Bernini es el
palacio Chigi-Odescalchi (1665-1667), construido alrededor de un patio diseñado por Maderno. A pesar de las
alteraciones sufridas durante el siglo XVIII, la fachada agregada por Bernini puede considerarse un verdadero
modelo para las fachadas de los palacios barrocos:N-S. 13 presentaba un resalte en la parte central
(desaparecida durante las ampliaciones del siglo XVIII), definida por lesenas gigantes y coronado por una
balaustrada en la parte superior.

Otra construcción importante seguida por Bernini fue la construcción de la Scala Regia en el Vaticano.
Realizada después de 1660, la escalera, que debía servir para la conexión entre los palacios del Vaticano y la
fachada de San Pedro, se construyó en una parcela muy pequeña e irregular, ubicada entre la basílica y la
residencia papal. Bernini usó estas características para su ventaja. En una especie de carrera de obstáculos,
concibió una escalera de anchura decreciente, cubierta por una bóveda de cañón. Sin embargo, las paredes
convergentes entre las cuales insertó la escalera habrían dado la impresión de una mayor profundidad; sin
embargo, en este sentido, la escalera no tiene nada de ilusionistica. La corrección de la perspectiva se obtuvo
mediante la disposición adecuada de una serie de columnatas a los lados del corredor; las columnas parecen
avanzar en los escalones, sugiriendo una dirección de movimiento contraria a la vertical de la escalera.Br. 5

Incluso Borromini dejó algunas contribuciones significativas en esta área. Suyo es el efecto de trompe-l'œil en
la galería en perspectiva del palazzo Spada (1652-1653), que sugiere una profundidad diferente de la real.
Además, a mediados del Seicento preparó sus estudios para el palazzo Pamphilj en la plaza Navona, edificado
por Girolamo Rainaldi, pero sus logros más interesantes se encuentran en los palacios eclesiásticos, como el
Colegio de Propaganda Fide (dentro del que está la capilla de Re Magi), donde levantó una fachada formada
por compresiones y dilataciones, de gran efecto dramático.N-S. 14

Palacios barrocos romanos


El Palazzo Barberini, Palazzo Pamphilj Palazzo Montecitorio,
empezado por Carlo (1644-1650), de obra de Bernini (1650)
Maderno (1625-1629) y Girolamo Rainaldi completado por Carlo
acabado por Bernini Fontana

Palazzo Spada (1652- Palacio Chigi-


1653) Odescalchi (1665-
1667), de Bernini

Plazas

Finalmente, en el tratamiento del barroco romano es importante


recordar las principales transformaciones urbanas de la ciudad,
referidas al plan querido por el papa Sixto V, quien también recopiló
algunas intervenciones ya implementadas por sus antecesores. En
particular, el tridente de la piazza del Popolo (incluso antes de las
transformaciones promovidas posteriormente por Giuseppe Valadier)
es uno de los elementos de mayor relevancia y fue el prototipo de uno
de los motivos básicos de la ciudad barroca;N-S. 15 verdadera puerta
de entrada a la ciudad, se convirtió en un punto nodal del sistema
Plaza del Popolo en un grabado de
viario a partir de 1589, con la erección de un obelisco y la
Piranesi antes de la transformación
construcción en el siglo XVII de las ya mencionadas iglesias gemelas
de Giuseppe Valadier.
de Rainaldi.

Otro espacio importante fue la piazza Navona, construida sobre las


ruinas del antiguo estadio voluntad del emperador Domiciano y que, en el siglo XVII, asumió las
características de una plaza típicamente barroca, tanto comopara ser identificada como el verdadero y propio
centro de la Roma seicentesca. Aquí se colocaron los cimientos de la iglesia de Sant'Agnese en Agone, un
elemento prominente de una cortina muraria casi unitaria, cuya cúpula se destaca de la marcha ligeramente
cóncava de la fachada; el centro de la plaza está subrayado por la fuente de los Cuatro Ríos (el Nilo, el
Ganges, el Danubio y el Río de la Plata), en los que es posible leer una alusión al poder de la Iglesia en el
mundo que se conocía en ese momento.N-S. 16
Esta serie de plazas barrocas encuentra su ápice en la famosa piazza
San Pietro, completada por Bernini bajo Alejandro VII entre 1657 y
1667. La solución final tuvo en cuenta los problemas litúrgicos,
simbólicos y las emergencias arquitectónicas preexistentes: el espacio
fue articuladomediante una plaza ovalada conectado a la fachada de la
basílica vaticana con dos brazos oblicuos, dispuestos en los márgenes
de un área de forma trapezoidal. La conexión entre el óvalo y el
trapecio, más estrecho que la anchura de la fachada de Maderno,
modificó la perspectiva hacia la basílica, haciendo que pareciera más Plaza de San Pedro con el terzo
pequeña la gran mole de la fachada. La plaza oval, delimitada por braccio.
imponentes columnas dispuestas en varias filas, debería haberse
cerrado con un tercer brazo, pero nunca se ejecutó; a pesar de esto,
Bernini creó un espacio bien definido, pero al mismo tiempo abierto al exterior e integrado con el resto de la
ciudad gracias a la permeabilidad ofrecida por las grandes columnatas.N-S. 17

Bernini también planteó en un eje con la vía di Borgo Nuovo (desapareció con la realización de via della
Conciliazione) la puerta de bronce que conducía a Scala Regia, dentro de la ciudadela del Vaticano; así creó
un recorrido sorprendente que acompañaba al espectador desde las estrechas y articuladas calles de la "Spina
di Borgo" hasta la grandeza de la plaza de San Pedro, pero cortándola asimétricamente, en el lado norte, para
ofrecer evocadoras y siempre nuevas escorzos hacia la fachada de la basílica y hacia la cúpula de Miguel
Ángel.18

... con las nuevas calles rectas, con los tridentes, que se convertirán en la fórmula perfecta para el
nuevo urbanismo barroco, con los nuevos edificios que las flanquean, Roma se transforma de
forma sorprendente y casi maravillosa, incluso ante los ojos de sus propios habitantes,
convirtiéndose a sí misma en objeto de contemplación, pues Sixto V no se olvida de añadir lo
artístico a lo funcional creando en la ciudad numerosos puntos decorativos como las fuentes,
inaugurando una tradición que gozará de gran favor durante los siglos XVII y XVIII, y que
jugarán un papel importante en la creación del mito de la Roma barroca... Aunque Sixto V se
preocupó de relacionar su ensanche con el casco antiguo de la ciudad, lo cierto es que en su plano
regulador dejó a éste de lado, abandonando la ciudad medieval a las transformaciones de su
propia dinámica; porque en Roma, junto al urbanismo de interés público e insertándose sobre él,
existe otro movido por el interés privado de la aristocracia romana -importante en tanto que la
Iglesia optará decididamente por ese modelo como expresión de su ideal de vida- que utiliza en su
provecho las estructuras urbanas existentes sin modificarlas. ... Estas prácticas constructivas de las
grandes familias ... y la falta de visión global ... al remodelar sus palacios buscan un marco
estético apropiado a su posición, pero ... no se preocupan de suministrar las infraestructuras
necesarias...
Fernando Checa19

Vistas de las plazas barrocas de Roma


Veduta dei piazza Navona (1699), Piazza di Popolo (1750),
óleo de Gaspar van Wittel de Hendrik Frans van
Lint (1684-1763)

Peterskirche in Rom (ca.


1700/1710), de Gaspar van
Wittel (1653-1736)

Véase también: Fuentes de Roma

Italia meridional
En la parte meridional de Italia, destacan dos focos del barroco que han permitido establecer variantes locales:
Nápoles y Sicilia, aunque también hay ciudades en las que hay buenos ejemplos, como Lecce.

Nápoles
Véase también: Barroco napolitano

La arquitectura barroca en la Italia meridional produjo sus resultados


más significativos solo en el siglo XVIII.N-S. 18 Sin embargo, desde
1610 y en las décadas siguientes en Nápoles se construyeron muchas
iglesias barrocas, a menudo adornadas con ricas decoraciones de
mármol o estuco (comparables con las interiores berninianos), pero
privadas de los inventos espaciales y la fusión entre la arquitectura
típica del barroco romano.20 Los locales investigan en la actividad de
arquitectos como Francesco Grimaldi (1543-1613), autor de algunos Interior de la iglesia de Santa Maria
Egiziaca a Pizzofalcone, Nápoles
edificios religiosos importantes (como la Basílica de Santa Maria degli
Angeli en Pizzofalcone y la capilla de San Gennaro) en la que se
aplicó la decoración barroca todavía sobre plantas clásicas.21 La
figura más prominente en la ciudad de Nápoles fue Cosimo FanzagoWit. 6 (1591-1678), quien trabajó en la
Certosa de San Martino, erigió la iglesia de Santa Maria Egiziaca en Pizzofalcone, el Palazzo Donn'Anna y la
Guglia di San Gennaro. La planta de Santa Maria Egiziaca, la iglesia más hermosa de Fanzago, se relaciona
con iglesia de Sant'Agnese en Agone, mientras que el diseño de la cúpula deriva de Sant'Andrea al Quirinale
de Bernini; sin embargo, contrariamente a los modelos romanos, existe una economía extrema en la definición
de los detalles y el énfasis puesto en las partes estructurales, pintadas de blanco, que producen un efecto de
imponente simplicidad.Wit. 7 El Palazzo Donn'Anna (nunca completado)
y la Guglia di San Gennaro, en cambio, representan dos extrañas
creaciones compuestas que atestiguan la versatilidad de Fanzago para
dominar el amplio abanico de posibilidades que ofrecía la arquitectura del
siglo XVII: desde la reinterpretación de los motivos tradicionales hasta la
mezcla de elementos manieristas y barrocos.Wit. 7

Sólo a principios del siglo XVIII con Ferdinando Sanfelice (1675-1748)


la arquitectura napolitana se dirigió hacia una verdadera sensibilidad El palacio barroco de Caserta
(1752-1774), cerca de Nápoles,
barroca para las formas espaciales complejas.22 Sanfelice fue sobre todo
genial diseño de Luigi Vanvitelli
el artífica de una arquitectura civil de elegancia incomparable, basada en
la interpenetración de espacios interiores y exteriores, que alcanzaron los
niveles más altos en las grandiosas escaleras de doble bóveda, como las
del palazzo dello Spagnolo y del edificio que el arquitecto construyó para él y su familia en el Rione
Sanità.Br. 6 La última fase de la arquitectura barroca en Italia se ejemplifica en el palacio de Caserta (1752-
1774) de Luigi Vanvitelli, supuestamente el edificio más grande erigido en Europa en el siglo XVIII. Inspirado
en los modelos franceses y españoles contemporáneos, el palacio está hábilmente relacionado con el paisaje.
En Nápoles y Caserta, Vanvitelli practicó un estilo académico clásico y sobrio, con igual atención a la estética
y a la ingeniería, un estilo que haría fácil la transición al neoclasicismo.

Palacio Real de Nápoles Real Albergo dei Poveri Foro Carolino (1757-
(1600-1616), de Domenico (1751-?), de Ferdinando 1765), de Luigi Vanvitelli,
Fontana Fuga, una de las ejemplo del urbanismo
construcciones barroco napolitano
europeas más grandes
del siglo XVIII 23

Palazzo dello
Spagnolo
(1738), de
Ferdinando
Sanfelice y
Francesco
Attanasio
Sicilia

El barroco siciliano es una variante local de la arquitectura barroca


italiana que se desarrolló en la isla de Sicilia, en la Italia meridional,
durante los siglos XVII y XVIII, un estilo distintivo gracias al trabajo
del historiador del arte inglés Anthony Blunt. El estilo se reconoce no
solo por sus típicas curvas y florituras barrocas, sino también por sus
máscaras sonrientes y "puttis" con la particular extravagancia que le
ha dado a Sicilia una identidad arquitectónica única.

El estilo barroco siciliano voló durante la gran reconstrucción edilicia


que siguió al terremoto de 1693. Previamente el barroco había sido
usado en la isla en una forma ingenua y de alcance local, que había
evolucionado a partir de la arquitectura híbrida nativa más que de los
grandes arquitectos barrocos de Roma. Después del terremoto los
arquitectos locales, muchos de ellos formados en Roma, tuvieron
múltiples oportunidades de recrear la arquitectura barroca más
sofisticada, que había ganado popularidad en la Italia continental. El
San Benedetto (Catania), con
trabajo de estos arquitectos locales —y el nuevo género de grabado frescos de Giovanni Tuccari
arquitectónico que ellos iniciaron— inspiró a otros diseñadores locales
para seguir el ejemplo. Alrededor de 1730, los arquitectos sicilianos
habían desarrollado confianza en el uso del estilo barroco. Su
particular interpretación los llevó paulatinamente a generar una forma
de arte altamente localista y personalizada. De 1780 en adelante, el
estilo fue gradualmente reemplazado por la nueva moda del
neoclasicismo.

El estilo decorativo del barroco siciliano duró apenas cincuenta años,


y reflejó perfectamente el orden social de la isla en una época en que
—dominada nominalmente por España— fue gobernada de hecho por
una aristocracia hedonista y extravagante. La arquitectura barroca ha
Nave de la Chiesa del Gesù
dado a la isla un carácter arquitectónico que permanece en el siglo
(Palermo) (1590-1632)
XXI.

En el año 2002, la Unesco incluyó las «Ciudades del barroco tardío


del Valle de Noto (sudeste de Sicilia)» como Patrimonio de la Humanidad, una selección de monumentos
barrocos de las ciudades de Caltagirone, Militello, Val Di Catania, Catania, Modica, Noto, Palazzolo, Ragusa
y Scicli por «proporcionar un testimonio sobresaliente del arte y la arquitectura del barroco tardío» y
«representar la culminación y florecimiento final de arte barroco en Europa».24
Catedral de Noto Catedral de Módica Monasterio de San
(1694-1703, 1776), (1702-1738), obra de Nicolás de la Arena
obra de Rosario Rosario Gagliardi (1702-1747) (Catania),
Gagliardi y Vincenzo obra de Antonino Amato,
Sinatra Francesco Battaglia y
Giovanni Battista
Vaccarini

Catedral de Basilica Maria


Siracusa (1725- Santissima
1753), de Andrea dell'Elemosin
Palma a o Colegiata
de Catania,
de Stefano
Ittar, ca. 1768

Otros ejemplos barrocos en la Italia meridional


Basílica de Palacio de los Iglesia de San Francisco Iglesia de San
Santa Cruz, Celestinos de Asís, Matera Gaetano, Barletta
Lecce (prefectura) (1549-
1695), en Lecce

Basílica de San
Martino (Martina
Franca) (1747-
1785),
tardobarroco con
rasgos rococó

Italia septentrional

Turín

En el norte de Italia, especialmente en Turín, los monarcas de la Casa


de Saboya fueron particularmente receptivos al nuevo estilo.
Emplearon una brillante tríada de arquitectos, —Guarino Guarini,
Filippo Juvarra y Bernardo Vittone— para ilustrar las grandiosas
ambiciones políticas y el recién adquirido estatus real de su dinastía.

Hacia finales del siglo XVI, Turín todavía estaba encerrado dentro de
la antigua estructura romana del castrum; pocos años más tarde,
durante el reinado de Carlo Emanuele I, la ciudad se convirtió en un
importante centro barroco, un punto de encuentro de tendencias La basílica de Superga cerca de
romanas y francesas,Fus. 12 en una síntesis singular entre aspectos Turín, obra de Filippo Juvarra
contrarreformistas y laicos.N-S. 19

Ascanio Vitozzi (1539-1615) estuvo a cargo de la sistematización de la piazza Castello, alrededor de la cual se
desarrollaron los nuevos distritos de la ciudad; los trabajos fueron realizados por Carlo di Castellamonte (1560-
1641), quien a partir de 1621 continuó el desarrollo hacia el sur de la ciudad según un sistema de ejes
ortogonales entre sí. El mismo arquitecto fue responsable de la formación de la vasta piazza San Carlo (en ese
momento piazza Reale), un espacio derivado de la place royale
francesa y centrado alrededor de una estatua ecuestre; sin embargo, a
los lados de la directriz principal se dispusieron dos iglesias gemelas,
en una solución similar a la implementada en la piazza del Popolo en
Roma. Este valor dual, fruto de la unión entre elementos sagrados y
elementos laicos, también se encuentra en el Palazzo Ducale (más
tarde Real), que se puso en comunicación directa con el
Duomo.N-S. 20
Piazza San Carlo, ejemplo del
El plan de expansión de Turín fue continuado por Amedeo di
urbanismo barroco turinés, 1638
Castellamonte (1610-1683), hijo de Carlo, quien planeó el desarrollo
de la ciudad hacia el este. En 1673, de acuerdo con el proyecto del
arquitecto, se inició la construcción de una vía para unir la piazza
Castello a la puerta Po; a lo largo de la nueva vía se levantaron
palacios con un diseño uniforme, mientras que hacia el río se
completaba la vía con una exedra (pórtico en un lugar abierto, a
menudo con asientos para conversar), una referencia simbólica a la
apertura de la ciudad al territorio circundante.N-S. 20

El mismo Amedeo di Castellamonte trabajó en varias residencias de


los Saboya; prestó su trabajo en el palacio Ducale y alrededor de los
años 1670 Carlo Emanuele II le encargó diseñar el Reggia y el burgo
Palazzo Ducale (1640-1656),
de Venaria Reale, cerca de Turín.
reformado por Carlo y Amedeo
En los mismos años, Guarino Guarini (1624-1683) puso fin a la
capilla de la Sábana Santa, que había comenzado precisamente
Castellamonte en la parte posterior de la catedral turinesa. La capilla
debía tener tres entradas (dos de la catedral y una desde el Palazzo
Ducale adyacente) y esto condicionó la planta del edificio. El recinto,
de planta circular, se dividió en nueve partes, y en correspondencia
con las entradas se situaron tres arcos, sobre los cuales se dispuso el
tambor de cúpula; la cúpula en sí está definida por un extraordinario
juego de costillas, enfatizado por la luz difundida a través de las
numerosas ventanas que emergen curiosamente en el exterior de la
estructura.Wit. 8
Reggia de Venaria Reale (1658-
1679), obra de Amedeo di
Guarini fue un monje peripatético que combinaba muchas tradiciones
Castellamonte
(incluida la de la arquitectura gótica) para crear edificaciones
irregulares notables por sus columnas ovaladas y por las fachadas
poco convencionales. Sobre la base de los hallazgos de la geometría y
la estereotomía contemporáneas, Guarini elaboró el concepto de «arquitectura oblicua» que se aproximaba al
estilo de Borromini en audacia tanto teórica como estructural. El palazzo Carignano de Guarini (1679) puede
haber sido la aplicación más llamativa del estilo barroco al diseño de una residencia palaciega particular en el
siglo XVII.

Las formas fluidas, los detalles ingrávidos y las amplias perspectivas de la arquitectura de Juvarra anticiparon
el arte del rococó. Aunque su práctica se extendía mucho más allá de Turín, los diseños más llamativos de
Juvarra fueron creados para Víctor Amadeo II de Cerdeña. El impacto visual de su basílica de Superga (1717)
deriva de su techo elevado y de su ubicación magistral en una colina sobre Turín. El ambiente rústico fomentó
una articulación más libre de la forma arquitectónica en el pabellón de caza real de la Palazzina di Stupinigi
(1729), quizás uno de los trabajos más originales del barroco final.Fus. 13 Juvarra terminó su corta pero intensa
carrera en Madrid, donde trabajó en los palacios reales de La Granja y Aranjuez.
Entre los muchos que fueron profundamente influidos por la brillantez y la diversidad de Juvarra y Guarini,
ninguno fue más importante que Bernardo Vittone. Este arquitecto piamontés es recordado por un afloramiento
de iglesias rococó extravagantes, cuadrufoliadas en planta y de detalles delicados. Sus diseños sofisticados a
menudo presentan múltiples bóvedas, estructuras dentro de estructuras y cúpulas dentro de cúpulas.

Basílica de Superga, Cúpula de la iglesia de Cúpula de Interior de la


junto a Turín, de Filippo San Lorenzo (Turín), de la capilla de cúpula de la
Juvarra Guarino Guarini la Sábana capilla de la
Santa Sábana
(1668- Santa
1694)), de
Guarini

Milán

Francesco Maria Richini (1584-1658) fue el arquitecto milanés más


importante.25 Entre 1607 y 1630 construyó la iglesia de San
Giuseppe, que, como la iglesia del Gesù en Roma, estaba pensada
para practicar el exceso sobre la moda académica manierista hasta
entonces en uso.25 Richini introdujo una planta combinada, que
consiste en dos áreas centrales, derivadas de Sant' Alessandro,
también en Milán. El efecto plástico también se nota en la fachada,
decorado por una serie de nichos superpuestos.

Posteriormente, en 1627 se dedicó a la fachada del Collegio Elvetico


(ahora sede del Archivio di Stato), donde apuntó a una integración
entre el interior y el exterior a través de un prospecto cóncavo. Esta
interesante solución, posiblemente la primera fachada curva del
período barroco, es anterior a ciertos temas expresados más tarde por
Borromini, y confirma a Richini como uno de los más grandes
arquitectos del barroco temprano.N-S. 21

El interior barroco del palazzo Litta


de Milán.
El barroco palazzo Litta en Milán.

Venecia

El barroco veneciano, según la práctica local,N-S. 18 vio a Baldassarre


Longhena (1598-1682) como su principal exponente.26 Después de
la peste de 1630, comenzó la construcción de la iglesia de Santa
Maria della Salute, utilizando una planta central. En el cuerpo
octogonal de la basílica, Longhena agregó un santuario bordeado a
ambos lados por dos ábsides, similar al adoptado por Andrea Palladio
en la basílica del Santísimo Redentor; esta solución fortalecía el eje
longitudinal del templo, que de hecho se convirtió en el cuerpo central
en la propia nave. El estilo barroco del templo es evidente en la
conformación de las masas externas, dispuestas a lo largo del Gran
Canal: el cuerpo octogonal cubierto por una gran cúpula está
flanqueado por la corona del santuario y los dos campanarios. La
profusión de los detalles plásticos en Loghena alcanzó su punto
máximo en la fachada de la iglesia dell'Ospedaletto (terminada en la Basílica de Santa Maria della Salute,
década de 1670), decorada ricamente y con fantasía con atlantes, Venecia
cabezas gigantes y máscaras de león.

Longhena también trabajó en el campo de la arquitectura cívica: su


Ca' Pesaro (1652-1710) presenta una planta aparentemente
convencional, pero el juego de luces y de sombras que se encuentra
en la fachada ricamente ornamentada le confiere un carácter
típicamente barroco.

Otros arquitectos venecianos de la época fueron Andrea Tirali27


(iglesia de los Tolentini, palacio Manfrin Venier), Giuseppe Sardi
(1624-1699)28 (Santa Maria del Giglio)29 o Domenico Rossi30
(San Stae, Ca' Corner della Regina).31

Fachada de San Moise

Edificios barrocos venecianos


San Stae Ca' Corner della Palazzo Savorgnan, de Ca' Rezzonico (1667-
(1709) Regina, de Giuseppe Sardi. 1682), de Baldassare
Domenico Rossi. Longhena.

Ca' Pesaro (1652-


1710), de Longhena.

Génova

La segunda mitad del Cinquecento, gracias a la excepcional


prosperidad económica de la República genovesa, fue una época muy
fructífera desde un punto de vista arquitectónico. Los mejores
ejemplos son los edificios de la recién nacida Strada Nuova, las
numerosas villas suburbanas y las cuatro principales iglesias de
Génova después de la catedral: Santa Maria Assunta de Carignano,
San Siro, el Gesù y Santissima Annunziata de Vastato, todas estas
nuevas iglesias obras documentadas por Rubens en su obra Palazzi di
Genova, publicada en Amberes en 1622, y acompañada por las
plantas y alzados de esos edificios, considerados como modelos
ejemplares de arquitectura.

Algunos de esos grandes palacios han sido considerado por los


críticos entre los más importantes del panorama italiano.32 Entre ellos
se recuerda el palazzo Doria Tursi, que puede considerarse una
combinación interesante de palacio y villa; de hecho, el frente en la Bartolomeo Bianco, Palacio de la
calle pública ofrece la imagen de un palacio típico de la ciudad, Universidad de Génova, patio
mientras que el jardín interno, elevado y ópticamente separado de la
red de calles externa, crea una proporción más íntima. La
configuración planimétrica del vestíbulo, unida al jardín interno, más alto, por medio de una amplia escalera,
también denuncia la presencia de un movimiento en profundidad.33

En el Seicento, Bartolomeo Bianco (1590-1657) será el intérprete principal en el campo arquitectónico, el


mayor arquitecto del barroco genovés,34 dedicado principalmente a abrir una nueva calle, la actual Via Balbi,
que comenzó en 1618 y que dará vida a un distrito residencial noble con la construcción de siete palacios —de
propiedad de los Balbi— además del colegio de los Jesuitas y de la iglesia dedicada a los santos Víctor y
Carlos. Son de gran efecto escenográfico, en especial, la fachada con las dos grandes alas del palacio Durazzo-
Pallavicini, la articulada estructura del palazzo Balbi-Senarega, donde creó un doble piso noble para los
hermanos comitentes Giacomo y Pantaleo Balbi, y sobre todo el colegio de los Jesuitas (ca. 1634), actual
palacio de la Universidad de Génova, considerado su obra maestra.35 El palacio tiene planta en forma de U y
el arquitecto se inspiró en el palazzo Doria-Tursi de Giovanni Ponzello, aunque en comparación con el palacio
Doria muestra una mayor permeabilidad entre el interior y el patio. Sacando provecho de la difícil topografía
de un área especialmente pronunciada, Bianco creó una extraordinaria escenografía urbana, con un vestíbulo
tan ancho como el cortile y con una serie de logias y de escaleras superpuestas. La continuidad espacial es
mucho más fuerte que en los palacios romanos de la época.33

Véase también
Barroco italiano

Notas

En el período barroco tardío (1675-1750), llegó hasta Rusia y las colonias españolas y portuguesas en
América Latina, a partir de aproximadamente 1730, una variante aún más elaboradamente decorativa llamada
Rococó apareció y floreció en Europa Central.2 3
Norberg-Schulz, C. (1998). Architettura Barocca. Venecia: Martellago. ISBN 88-435-2461-5.
Laterano possiede una delle 15. Norberg-Schulz, C., 1998,
1. Norberg-Schulz, C., 1998, più belle navate che p. 19.
p. 5. esistano"
2. Norberg-Schulz, C., 1998, 8. Norberg-Schulz, C., 1998, 16. Norberg-Schulz, C., 1998,
p. 6. pp. 24-25.
pp. 19-20.
3. Norberg-Schulz, C., 9. Norberg-Schulz, C., 1998, 17. Norberg-Schulz, C., 1998,
1998. "primo esempio p. 29.
p. 180.
pienamente realizzato di 18. Norberg-Schulz, C., 1998,
10. Norberg-Schulz, C., 1998, p. 183.
architettura barocca"
p. 60.
4. Norberg-Schulz, C., 1998, 19. Norberg-Schulz, C., 1998,
11. Norberg-Schulz, C., 1998, p. 46.
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5. Norberg-Schulz, C., 1998, 20. Norberg-Schulz, C., 1998,
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fascia spaziale, che non è di

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