Responsabilidad Civil Lorenzetti
Responsabilidad Civil Lorenzetti
Responsabilidad Civil Lorenzetti
PRIMERA PARTE
I. Introducción
En la responsabilidad como deuda, la pregunta gira en torno al sujeto deudor. Por esta
razón se pone acento en el estudio de la acción, la antijuridicidad y la culpabilidad. La
autoría es fundamentalmente individual y la solvencia está enlazada al patrimonio del
solvens.
Los maestros ya hablaron durante los últimos treinta años: ¿se trata de repetir el concepto
aplicándolo a situaciones particularísimas? En cada injusticia que se ve en la sociedad, se
observa un daño resarcible, pero es evidente que falta una base científica para estudiar su
factibilidad.
La seguridad social ha entrado en una crisis que pareciera haber debilitado las esperanzas
que se tenían en ella como herramienta sustitutiva de la responsabilidad por daños.
1) La concepción de la doctrina
Para castigar hay que averiguar la causa del daño; por lo tanto la doctrina se preocupa
mayormente por aquellos aspectos vinculados con el origen "causal" del daño, y menos por
sus efectos.
La acción antijurídica culpable es la causa fuente de la deuda. De ello se sigue que los
estudios se centran en dicha deuda y en el deudor, averiguando cuándo se produce la
configuración del débito. La mirada puesta en el deudor, en el responsable y en la deuda.
En este esquema los presupuestos que más interesan estudiar son los vinculados con la
acción humana y la antijuridicidad, aunque en todos los demás se nota una influencia clara
del modo de ver referido.
Sólo se reconoce la acción cuando hay voluntariedad y sólo hay autoría cuando hay acción
voluntaria.
En toda acción humana existe un cálculo físico y jurídico y en base a ello se elabora la
previsibilidad subjetiva (3), la que se diferencia claramente de la causal que es abstracta,
estadística, basada en la normalidad que trasciende al sujeto.
Una muestra clara de esta unión es que los libros sobre responsabilidad se titulan "La culpa
en el derecho civil moderno" (Chironi), o "Culpa aquiliana" (Colombo), o
"Responsabilidades derivadas de la culpa extracontractual civil" (6).
Para que un hecho sea imputable a un autor debe existir un vínculo objetivo (nexo causal) y
uno subjetivo, que importa culpa o dolo. La concepción de la culpa es profundamente
personal y síquica.
Cuando se expande la responsabilidad civil, se sigue afirmando que hay una culpa
presumida, culpa objetiva, o bien que el fundamento último de la doctrina del riesgo creado
es la culpa.
Todo ello para afirmar el lugar central que ostenta dicha noción en una responsabilidad de
alto contenido moral.
E. El daño: El daño tiene un lugar subalterno. En el derecho hispánico por ejemplo, (partida
7ma. título XV, ley I), se indicaba que daño es "empeoramiento o menoscabo o
detrimento... por culpa de otro".
La noción de pena ilumina los caracteres del resarcimiento. Por ejemplo, el daño moral se
concibe como "agravio", como pena al que produce un detrimento a otro.
Asimismo, la culpa sirve para determinar la extensión del resarcimiento, como sucede en la
responsabilidad contractual (arts. 520 y 521, Cód. Civil): cuando hay culpa se responde por
las consecuencias inmediatas y necesarias; cuando hay dolo, también por las mediatas
previsibles.
Al decir "ojo por ojo" en la ley del talión se revela una regla de equivalencia que también
era aceptada en la economía del trueque: dar una cosa igual a la perdida. En legislaciones
como el Código de Hammurabi (8), esta duplicidad se hacía sobre la persona del dañador.
Como se ve, es la causa fuente de la obligación a cargo del deudor y el grado culpabilístico
de su conducta los criterios que sirven para articular los ámbitos de la responsabilidad.
Responder sólo por la propia culpa significa también un subsidio, sobre todo en actividades
industriales. Las externalidades negativas propias del desarrollo no son imputadas al
causante sino a toda la sociedad como un costo necesario para el mismo. Así sucede con los
daños causados por las cosas o al medio ambiente que no se contemplan en el horizonte de
la resarcibilidad.
Además, este tipo de respuesta es ante todo tranquilizadora, puesto que nos exime de la
preocupación de los problemas que no provengan directamente de ella (9). La
responsabilidad no se ocupa de lo que está fuera de la relación bilateral.
Por último, la temática del resarcimiento se vinculaba con la protección de las situaciones
de poder sobre los bienes oponibles a terceros, que eran catalogados como derechos
subjetivos. El primero era la propiedad. A posteriori se añadiría la tutela de los atributos
fundamentales de las personas, como la integridad física, la libertad de movimiento, el
nombre, el honor (10).
5) La regulación
1) La concepción de la doctrina
El derecho mira a la víctima, y ya no le interesa castigar, sino reparar (11). Entre nosotros
se ha hecho la clásica afirmación de que se atiende a la reparación del daño "injustamente
sufrido", antes que al "injustamente causado" (12).
En la concepción de la responsabilidad como deuda, todo el peso recae sobre la víctima que
debe probar la causa fuente de la obligación del deudor. Se le exige que ponga en marcha el
sistema, que acredite la existencia de una acción antijurídica culpable.
En el enfoque actual, hay un principio favor victimae que tiende a aliviar su carga. La sola
existencia de daño dispara una flecha contra una categoría de sujetos y cada uno de ellos
debe decir "yo no fui" para eximirse; ha cambiado el efecto inercial (13).
Mucho se ha escrito para señalar que son las mutaciones sociales las que inspiraron este
giro copernicano.
Ahora importa la reparación antes que la sanción de autores que se conocen poco o bien son
anónimos o tienen una culpa disminuida.
C. La imputabilidad: El principio de que no hay responsabilidad sin culpa fue superado por
la explosión de numerosos factores objetivos de atribución: el riesgo creado, la garantía, el
abuso de derecho, la equidad, la culpa objetiva, etcétera.
La jerarquía entre todos ellos es igualitaria, pero es claro que cuantitativamente apreciados,
son mucho más trascendentes los factores objetivos, ya que la mayoría de las pretensiones
se canalizan a través de ellos (21).
Esta mutación se traslada también a los criterios de apreciación, que aun siendo concretos
de conformidad con el art. 512 del Cód. Civil argentino, se valen cada vez más de modelos.
Estos derivan del bonus pater familiae, y se denominan "buen empleador", "buen médico",
"buen administrador"; suponen una exigencia mayor para el deudor, quien debe
comportarse de conformidad con patrones sociales.
D. La causalidad: Se recurre cada vez menos a la doctrina penal. La pregunta por el nexo
causal sigue siendo la misma que en la etapa anterior, pero la respuesta es distinta.
La causalidad revela además un importante aspecto: no interesa sólo a nivel de autoría, sino
para determinar la extensión del resarcimiento. En ello viene a sustituir poco a poco al dolo
y la culpa.
Como consecuencia de este ordenamiento hay temas que pierden relevancia. Por ejemplo,
si en lo sustancial, el dolo tiene la misma consecuencia que la culpa, su aplicación práctica
se debilita.
Sólo en aquellos casos en que hay una conducta dolosa o de culpa grave de un autor
identificado importa realmente la sentencia penal.
Decía Ripert que el espíritu científico que estudia la causalidad de los acontecimientos debe
sustituir al teológico, que se ocupa de la moralidad de las acciones (27).
La ciencia que vino a cumplir esa función, de la mano del realismo jurídico, ha sido la
sociología. La responsabilidad por daños fue altamente sensible a las mutaciones
sociológicas, y en el intercambio con ellas ha configurado sus actuales institutos.
5) La regulación
Enunciaremos algunos de los problemas que enfrenta actualmente este modo de ver la
responsabilidad.
Otra orientación perceptible es la que nos lleva a las fronteras o fuera del ámbito específico
del instituto.
2) La ineficacia
Se sigue avanzando sobre nuevas hipótesis, pero cabe preguntarse qué ha pasado con las
clásicas.
Por ejemplo, ¿se ha dado solución al problema de los accidentes de tránsito que constituyen
una de las principales causas de muerte en Argentina? No sólo no han disminuido sino que
se han incrementado, y se ha prostituido el sistema.
Postula el autor que son necesarias más bien intervenciones inmediatas en la organización
de los procesos mismos, y no una tutela reparatoria como la aquiliana.
Hay un descuido por la distribución del costo entre los deudores y por la función preventiva
que tiene el mismo resarcimiento.
Si la función de la responsabilidad fuera sólo la reparación, no se entendería por qué hay
diferentes sistemas compensatorios. Estos se instrumentan a través de leyes especiales que
atienden a la posibilidad de pagar los costos que demanda el resarcimiento, como por
ejemplo sucede en el derecho aeronáutico, en los accidentes de trabajo, etcétera.
Es necesario reducir los accidentes, por lo que importa que quien los pague sea alguien con
capacidad de hacer lo necesario para que no vuelvan a suceder.
A. Efectos mediatos adversos: En primer lugar, sus efectos mediatos no siempre son
buenos, porque si no hay una adecuada distribución del costo, lo terminan pagando las
propias víctimas a través de incremento de los precios de los bienes y servicios. Este efecto
cascada debería neutralizarse a través de una dispersión entre los legitimados pasivos
mediante acciones recursorias.
Si así ocurre, disminuye el costo marginal y hay una menor tendencia a descargarlo en los
consumidores (32).
Un ejemplo de ello es el caso de los pacientes que se suicidan o sufren daños en uso de una
libertad concedida por la clínica tendiente a favorecer su rehabilitación. Si se imputa
responsabilidad absoluta de la entidad asistencial, sin contemplar el hecho de la víctima en
uso de esa libertad, se inducirá a las primeras a terminar con los sistemas libertarios, en
perjuicio de los demás pacientes (35).
De igual modo ocurre con los denominados "riesgos del desarrollo" derivados de
medicamentos que, luego de lanzados al mercado, se descubren dañosos. Si la empresa
responde por ellos en función de una imputación objetiva, no tendrá ningún interés en
prevenirlos. Justamente, la manera mejor de evitar esos perjuicios es la investigación del
fármaco en el mercado, que se denomina farmacovigilancia. Si hacer farmacovigilancia es
indiferente a los fines de la reparación, nadie se verá inducido hacia ella. Por eso hemos
postulado la imputación culposa en esos casos (36).
Los problemas antes expuestos surgen porque van cambiando los bienes protegidos y las
finalidades de la responsabilidad.
También se notan grandes cambios en otros planos, como el medio ambiente. Este
problema era visto desde los derechos reales como una "restricción al dominio", en un
conflicto entre la propiedad industrial, la agraria y la individual, subsidiándose a la primera.
La protección de bienes económicos no alcanza con la regulación del hurto o la estafa (arts.
1091 a 1095, Cód. Civil), propios de la "concepción de la deuda", o con la protección de la
propiedad individual, característicos de la "concepción del crédito".
Algunos institutos son conmovidos por este nuevo entorno y reinterpretados. Por ejemplo,
los jueces se han preguntando si constituye abuso de derecho la acción destinada al propio
progreso, o la seguridad individual perjudicando a otro. El caso "Bradford Corporation vs.
Pickles", fallado en 1895 sigue siendo utilizado para explicar este conflicto en los textos
ingleses (42): Una persona quiere que su vecino le compre su tierra a un precio que él fija;
entonces realiza excavaciones en su terreno impidiendo que el agua aflore en el terreno de
aledaño, con el fin de obligarlo a comprar. ¿Es lícito que alguien defienda su propio
progreso económico de esa manera?; el tribunal dijo que sí; entre nosotros la respuesta es
probablemente distinta. Pero el conflicto de valores sigue vigente.
Los bienes referidos no pueden ser protegidos sólo con la responsabilidad civil, sino
mediante el concurso de otros auxilios. Dentro de nuestra disciplina, tampoco puede
pensarse solamente en la reparación, o en la responsabilidad objetiva.
Se trata de problemas complejos que convocan a las ciencias, y no de ciencias que articulan
su problemática.
Como se ve, esto es bastante más complejo que afirmar que hay que castigar o reparar. Esta
amplitud de finalidades provoca la necesidad de revisar las herramientas conceptuales
disponibles y la orientación de los estudios.
Nunca abandonaremos los ideales, ni éstos dejarán de reunirse alrededor de utopías. Temas
como la protección del medio ambiente, la repulsa de la discriminación, la protección de la
vida, la salud, la libertad, constituyen deseos fundamentales de los ciudadanos de hoy.
El derecho recepta estas conformaciones a través de valores que obtienen poco a poco carta
de ciudadanía jurídica, en un proceso de constitucionalización de principios que obligan al
derecho civil a asumir un nuevo rol.
La ciencia no debe repetir lo que se dice en las calles, sino darles solución a esos reclamos.
Por ello, la responsabilidad asume una función de garantía cuando supera el estadio
declamativo y diseña los instrumentos específicos para proteger bienes jurídicos de los
individuos. Nuestra materia no puede ocuparse de todos los problemas, pero puede aportar
algunas herramientas.
El derecho de réplica ha sido pensado por nuestra Corte Suprema como un medio para el
combate del monopolio de las ideas, asumiéndose así claramente la función de garantía de
la que hablamos (45).
Cuando a pesar de la reparación del daño, subsiste la causa que lo genera, los jueces se han
animado a dar órdenes que apuntan a modificar el proceso productivo (47) tendientes a
garantizar la tutela de los individuos. En esta corriente se advierte la cada vez más
importante producción en torno a los intereses difusos y sus modos de protección.
Esta nueva finalidad confiere una impensada actualidad al juicio de reproche, y entre ellos,
a la culpa, que adquiere renovados bríos a nivel de eximentes y como base de procesos
cautelares.
El daño es transferido a quien, por ser el organizador de la actividad productiva, puede muy
bien distribuir sobre otros el costo del accidente (49).
Este dato comporta la necesidad de tomar conciencia de que todas las postulaciones en el
marco de la relación bilateral tienen efectos mayores, que hay que estudiar a los fines de
determinar si, al fin del recorrido de sus consecuencias, la solución resulta eficaz o no.
Frente a la existencia de daños, uno puede preguntarse cómo los administra, y quién los
paga. Tenemos a nuestra disposición el derecho penal para sancionar, la economía para
pagar, la seguridad social y la responsabilidad para administrar.
4) La función de reparación
Esto exige compatibilizar las nociones de derecho privado patrimonial con una concepción
general de la reparación.
En otro sentido, cabe afirmar que todos los sistemas de reparación a lo largo de la historia
estuvieron de acuerdo con la ratio económica de su tiempo. Resulta de gran importancia
adoptar fórmulas indemnizatorias que se usan en la actividad que finalmente responderá,
como ocurre por ejemplo con el cálculo actuaril en la actividad aseguradora.
Englobando ambos polos, surge la función de eficiencia, que intenta que se satisfagan los
otros objetivos al menor costo social posible.
El hecho dañoso causa una obligación indemnizatoria cuyos sujetos son la víctima acreedor
y el autor-responsable. Seguidamente, y en un grado de dependencia unilateral, surge una
obligación indemnizatoria derivada, cuyo sujeto es quien pagó y el pasivo es el verdadero
responsable.
Un paso siguiente es difundir el riesgo entre toda la comunidad, con lo que pasamos al
sistema de seguridad social.
Esto último obliga a realizarnos dos interrogaciones: la primera es cuándo dejamos de estar
en el campo de la responsabilidad civil para pasar a hablar de otro instituto, y la segunda, si
es cierto que las víctimas estarán más protegidas con la cobertura de garantía.
Dice Bustamante Alsina (50) que responsabilidad civil significa "la determinación de un
responsable, o sea quién tiene el deber de dar respuesta al reclamo de la víctima inocente de
un daño injusto".
La mayoría de las cuestiones que ocupan a la responsabilidad civil son sensibles a una
conducta preventiva. Por eso es que se sanciona de alguna manera a quien los ocasiona. Por
ello, es que siempre estará mezclada de alguna forma la culpa como instrumento de sanción
preventiva.
Cuando el daño es causado por un individuo identificado, o por una clase de individuos, el
derecho determina responsables indicando al autor culpable o al titular o guardián de cosas
riesgosas.
Cuando la autoría es grupal, la situación se resuelve imputando al grupo (51). Ello es así
porque se considera que es un grupo de riesgo, y es razonable que las personas que
participan de ellos influirán para que no adopten conductas peligrosas si saben que pueden
ser condenados a pagar indemnizaciones. Este argumento surge claro cuando se exime a un
individuo que demuestre que no participó en el grupo, o bien que, habiendo participado,
identifique al responsable. Se incita a la prevención.
A pesar de lo dicho, hay riesgos genéricos que se canalizan en la seguridad social. Así
sucede con los accidentes de trabajo, que en muchos países son tratados dentro de este
marco (52). Hay aquí un problema de disminución de costos, cuya complejidad excede este
nivel de análisis. Pero es de notar que todos ellos son "sistemas transaccionales abiertos",
ya que consagran una opción por el derecho común por culpa o dolo o por riesgo creado en
algunos casos, lo que prueba la necesidad de prevenir (53).
El otro problema es que resulta injusto. La mayoría de los problemas que se tienen que
solucionar son riesgos específicos, ya que son producidos por un sector y no por toda la
comunidad. Podrá señalarse que toda la sociedad se beneficia con ellos, pero en realidad
esto es bastante difuso, los beneficios directos los recibe el sector que crea el riesgo y las
pérdidas se socializan en un sistema de seguridad social.
Esta unicidad se refiere a la independencia de la causa fuente del crédito: cualquiera sea la
causa se aplican los mismos principios.
Sin embargo, los valores inherentes son distintos y cada vez más parcelados. Si bien todos
responden a los principios de la responsabilidad aquiliana, no es lo mismo un accidente de
tránsito que la responsabilidad precontractual; no es equivalente el daño ecológico que la
transmisión de enfermedades de padre a hijo.
Por esta razón, surge el derecho estatutario en la responsabilidad civil: Los accidentes de
trabajo (ley 24.028 --Adla, LI-D, 3914--), los de minería (Código de Minería), Código
Aeronáutico (17.285 --Adla, XXVII-A, 826--), daños nucleares (Convención de Viena, ley
17.048 --Adla, XXVI-C, 1625--), actos discriminatorios (ley 23.592 --Adla, XLVIII-D,
4179--), accidentes de tránsito (decreto 692/92 --Adla, LII-B, 1725--), los deportivos (ley
24.192 --Adla, LIII-B, 1340--).
Dentro de una unidad científica sistemática hay que identificar el bien jurídico protegido y,
en función de ello, se concretizan los principios.
Por otra parte, cada subsistema tiene su economía interna, y es por ello que hay pluralidad
de sistemas compensatorios. No es posible pensar que el tipo de resarcimiento que se prevé
para el hecho del dependiente de la gran empresa sea aplicable al hecho de la dependiente
doméstica de una maestra que sale a trabajar.
B. Responsabilidad contractual y extracontractual: Tampoco son iguales la responsabilidad
contractual y la aquiliana. Lo que ha pretendido la doctrina es suprimir las injusticias que
derivan de un diferente régimen en materia de prescripción, de competencias, de extensión
de la reparación, que tienen su origen en la fuente del crédito.
Sin embargo, la unificación absoluta no es tarea fácil (54), y subsisten diferencias entre uno
y otro.
3) La antijuridicidad
La noción de causalidad tiene dos funciones: 1) determinar la autoría, esto es, si un hecho
es materialmente imputable a un autor; 2) fijar la extensión del daño resarcible, es decir,
hasta qué punto se repara. A partir de las elaboraciones de autores alemanes, esta doctrina
tiene un aura filosófica que lleva a la consabida cita de las distintas escuelas. Este aspecto,
de relevancia por cierto, no debiera ocultar que la cuestión es en definitiva, disponer de un
criterio para establecer quién es responsable y hasta qué punto lo es.
Este último es el enfoque que va predominando, puesto que en general todas las cuestiones
vinculadas al tema se relacionan con criterios de asignación de recursos.
De modo que, además de la cita de las doctrinas iusfilosóficas conviene cotejar los datos
con una hermenéutica de la intención del legislador en materia de asignación de recursos.
En algunos casos hay una cadena de responsable. No es justo que uno de ellos soporte todo
el peso, sino que debe descargarse ese sobrepeso a través de las acciones de repetición.
En otros, hay una persona jurídica que responde en razón de su solvencia, pero el hecho
imputable deviene de uno de sus integrantes. La ineficiencia de los dirigentes hace explotar
las personas jurídicas; ejemplo de ello es el Estado. Las soluciones deben buscarse a través
de la responsabilidad de los administradores, gerentes, auditores, insiders y otros.
El factor de atribución de responsabilidad se vincula cada vez más con las eximentes, las
que configuran la extensión de la imputabilidad. Ejemplo de ello es la noción de caso
fortuito, que tiene distinta acepción en la ley 24.028 de accidentes de trabajo, que en el art.
1113 del Cód. Civil, que en materia de desechos peligrosos.
En realidad hay pluralidad de factores de atribución, según la eficacia que tengan para
atender una determinada problemática. La culpa es pertinente en responsabilidades
personales basadas en la conducta, como las profesionales; el riesgo tiene distinta acepción
en cada ámbito que se lo mira.
En esta función cumple un importante papel la culpa, que retorna en el plano de las
eximentes con un nuevo esplendor. La responsabilidad objetiva permite asistir a las
víctimas y luego la culpa permite la repetición.
Las influencias más notorias en esta etapa provienen de la filosofía del derecho, la que se
ocupa del problema fundamental de la responsabilidad: el estatus de la persona y su
protección.
También es muy importante la economía que aporta una enorme cantidad de leyes propias y
que nos plantea el conflicto entre eficiencia y equidad. En este aspecto es de gran
trascendencia y utilidad el análisis económico del derecho y principalmente, las
contribuciones de Calabressi y sus seguidores.
Finalmente, cabe poner el acento en la intradisciplinariedad. El derecho civil patrimonial no
puede ya sobrevivir sin el auxilio del derecho constitucional que atiende al fenómeno de la
constitucionalización de los principios civiles.
Asimismo, el derecho procesal da instrumentos de gran valor como las acciones de clase o
la distribución de la carga probatoria. El maestro Morello ha señalado un camino en este
sentido.
Para finalizar, nos parece que frente a la confusión de fines, límites e ineficacia, se hace
necesario aportar una racionalidad arquitectural, que organice y dé pertinencia a las
herramientas disponibles para cumplir fines asequibles.
La noción de sistema, que pone el acento en la profunda interrelación de las partes y en sus
relaciones con el contexto, parece apropiada al instituto de la responsabilidad civil.
(1)ALTERINI - LOPEZ CABANA, "Revue trimestrelle de droit civil", París, 1987, I.1;
publicado en versión castellana en el libro "Derecho de Daños", Ed. La Ley, Buenos Aires,
1992; en el derecho argentino ver BORDA, Guillermo, "Responsabilidad extracontractual:
fundamentos y tendencias", en "Derecho de Daños", p. 93 (Ed. La Rocca, Buenos Aires,
1989).
(2)BREBBIA, Roberto, "Hechos y actos jurídicos", t. I, p. 84, Ed. Astrea, Buenos Aires,
1979.
(3)SOLER, Sebastián, "Las palabras de la ley", Fondo de Cultura Ec., Méjico, 1969, y su
"Derecho Penal Argentino", 8ª reimpr., Ed. Tea, Buenos Aires, 1978.
(4)CHIRONI, G. P., t. II, ps. 7/8, Ed. Reus, Madrid, 1904.
(5)SANTOS BRIZ, Jaime, "Derecho de daños", Revista de Derecho Privado, 1963.
(6)BORREL MACIA, Antonio, 2ª ed., Ed. Bosch, Barcelona, 1958.
(7)HEDEMANN, Justus, "Tratado de Derecho Civil", trad. J. Santos Briz, t. III, p. 115,
Rev. Derecho Privado, Madrid, 1958.
(8)Conf. traducción de CASTRO DASSEN y GONZALEZ SANCHEZ, Ed. Libr. del
Jurista, Buenos Aires, 1982.
(9)VILLEY, Michel, "En torno al contrato, la propiedad y la obligación", Ed. Ghersi,
Buenos Aires, 1981.
(10)LIPARI, Nicolo, "Derecho privado - Un ensayo para la enseñanza", Publicaciones del
Real Colegio de España, Bolonia, 1980.
(11)RIPERT, Georges, "El régimen democrático y el derecho civil moderno", p. 266, Ed.
Cajica, Méjico, 1951.
(12)LOPEZ OLACIREGUI, José, "Esencia y fundamento de la responsabilidad civil", t. II,
p. 941, Revista del Derecho Comercial y de las Obligaciones", N° 64, 1978.
(13)Conf. ALTERINI, Atilio, "Responsabilidad objetiva derivada de la generación de
confianza" en "Derecho de Daños", p. 558, Ed. La Rocca, Buenos Aires, 1993;
LORENZETTI, Ricardo, "La responsabilidad civil del médico en el proyecto de unificación
de la legislación civil y comercial" (Buenos Aires, LA LEY, 1988-B, 904).
(14)Para una exposición y crítica de este distingo, conf. GIORGANNI, Michele, "La
obligación", p. 179, Ed. Bosch, Barcelona, 1958: BETTI, Emilio, "Teoría general de las
obligaciones", t. I, p. 281, Revista del Derecho Privado, Madrid, 1969; VON THUR,
"Derecho Civil", vol. I, p. 138, Ed. Depalma, 1946; MARTY, Gabriel, "Derecho Civil-
Teoría general de las obligaciones", vol. I, p. 19, Ed. Cajica, Méjico, 1952.
(15)MOSSET ITURRASPE, Jorge, "Responsabilidad por daños", t. I, p. 161; ZANNONI,
Eduardo, "El daño en la responsabilidad civil", Ed. Astrea; CIFUENTES, Santos, "Los
derechos personalísimos", Ed. Lerner.
(16)MOSSET ITURRASPE, Jorge, "Responsabilidad por daños", t. I, p. 143.
(17)KEMELMAJER de CARLUCCI, Aída, "El daño a la persona. ¿Sirve al derecho
argentino la creación pretoriana de la jurisprudencia italiana?", en "Revista de Derecho
Privado y Comunitario", núm. 1, p. 93, Ed. Rubinzal Culzoni, Santa Fe, 1992.
(18)ALTERINI, Atilio, "Responsabilidad civil - Límites de la reparación civil", p. 179, Ed.
Abeledo Perrot, 2ª ed., 3ª reimpr., Buenos Aires, 1979.
(19)En los iusnaturalistas encontramos por primera vez la afirmación de que todo daño,
derive o no del incumplimiento de una obligación, debe ser resarcido no sólo cuando así lo
sancionen específicas disposiciones, sino también cuando concurran los requisitos de la
contravención a una ley natural que castigue el dolo o la culpa. Pothier, por su parte, afirma
(POTHIER, Robert, "Tratado de las Obligaciones", p. 72, Ed. Heliasta, Buenos Aires,
1978) que delito es el hecho de la persona que, con dolo, causa un daño o un mal a otro,
mientras que cuasidelito es el cometido mediando una imprudencia inexcusable. Tales
afirmaciones aparecen sostenidas de nuevo en los varios proyectos del Código Civil
francés, y en el Código Napoleónico dándose la base para la expansión de la antijuridicidad
material a través del principio genérico de no dañar a otro.
(20)Conf. ALTERINI, Atilio, "Responsabilidad civil", p. 66, Ed. Abeledo-Perrot, Buenos
Aires, 1979; LOPEZ CABANA, Roberto, "La demora en el derecho privado", p. 63, Ed.
Abeledo-Perrot, Buenos Aires, 1969.
(21)Conclusión de las Jornadas Marplatenses sobre Responsabilidad Civil y Seguro, 1989,
concl. 3.B., firmado por Bueres, Pizarro, Ghersi, Alterini, López Cabana, Parellada,
Kemelmajer de Carlucci, Mosset Iturraspe, Gabriel Stiglitz, Goldemberg, Gesualdi,
Banchio, Giménez, Sandoval, Bazán, Flah, Smayevsky, Laplacette, Liz, Messina, Marsili,
Lorenzetti).
(22)Conf. GOLDENBERG, Isidoro, "La relación de causalidad en la responsabilidad civil",
Buenos Aires, 1984; BREBBIA, Roberto, "La relación de causalidad en el derecho civil",
Rosario, 1975.
(23)MOSSET ITURRASPE, Jorge, "Responsabilidad por daños", t. I, p. 11, Ed. Ediar,
Buenos Aires, 1979; BUERES, Alberto, "El daño injusto y la ilicitud de la conducta", en
"Derecho de Daños", p. 142, Ed. La Rocca, Buenos Aires, 1989.
(24)BUSTAMANTE ALSINA, Jorge, "Teoría general de la responsabilidad civil", p. 649,
Ed. Abeledo-Perrot, Buenos Aires, 1993.
(25)Ver entre otros: ALTERINI, Atilio, "Carga y contenido de la prueba del factor de
atribución en la responsabilidad contractual", en "Derecho de daños"; VAZQUEZ
FERREYRA, "La prueba de la culpa médica", Ed. Hammurabi, Buenos Aires, 1992;
LORENZETTI, Ricardo, "Carga de la prueba en los procesos de daños", LA LEY, 1991-A,
995.
(26)GOLDENBERG, Isidoro, "La unicidad de lo ilícito. Su problemática", Revista Jurídica
San Isidro, 1-75; conclusión XII Jornadas Nacionales de Derecho Civil.
(27)RIPERT, Georges, "El régimen democrático y el derecho civil moderno", p. 289, Ed.
Cajica, Méjico, 1951.
(28)TUCCI, G., en "Derecho Privado", p. 423, Publ. Real Col. de Esp., Bolonia, 1980.
(29)Conc. III Congreso de Derecho de Daños, Com. I, dict. A, suscripto por Ghersi, puerta
de Chacón, González, Bassano, Porro, González, Efron, Arcidiácono, Petrone.
(30)Conf. ZAVALA de GONZALEZ, Matilde, "Daños derivados de discriminaciones
injustas", en "Derecho de Daños", p. 143, Ed. La Rocca, Buenos Aires, 1993.
(31)TUCCI, G., en "Derecho Privado", cit. p. 466.
(32)Un ejemplo de ello es el caso que comentáramos en el que el dentista fue condenado a
pagar una importante suma por un desperfecto en el torno, el que podría ser descargado en
el técnico que lo controla o el fabricante (conf. nuestro trabajo: "Causalidad y daño en el
contrato de servicios profesionales", del 3/8/88).
(33)"In re": "Torres, Francisco c. Provincia de Mendoza", SC Mendoza, LA LEY, 1989-C,
514.
(34)ZANNONI, Eduardo, "Tutela de la persona por nacer y la responsabilidad civil", en
"Derecho de Daños", p. 627, Ed. La Rocca Buenos Aires; ALTERINI, Atilio - LOPEZ
CABANA, Roberto, "Cuestiones de responsabilidad civil en el derecho de familia", publ.
en "Derecho de daños", p. 237, Ed. La Ley, Buenos Aires.
(35)Conf. KRAUT, Alfredo, "Responsabilidad profesional de los siquiatras", p. 100, La
Rocca, Buenos Aires, 1991.
(36)"Salud y perjuicio: responsabilidad por daños derivada de la prescripción de
medicamentos", LA LEY, 1990-E, 431.
(37)MOSSET ITURRASPE, Jorge, "Responsabilidad por daños", t. I, p. 135.
(38)Conf. SALMOND-HEUSTON, "On the law of torts", p. 32, 20 ed. Sweet Maxwell,
London, 1992.
(39)Puede verse una larga enumeración de casos en Inglaterra: (conf. SALMOND-
HEUSTON, "On the law of torts", p. 32, 20 ed. Sweet Maxwell, London, 1992; en USA:
PROSSER-KEETON, "On torts", p. 643, 5ª ed. West. Publ, Co.; en Argentina en relación a
este tema se puede ver KEMELMAJER de CARLUCCI, "La responsabilidad civil por daño
ambiental", p. 179, Academia Nacional de Derecho y Ciencias Sociales, Anales del
Cincuentenario, Córdoba, 1991.
(40)Nuestro trabajo: "La responsabilidad precontractual como atribución de los riesgos de
la negociación", LA LEY, 1993-B 712.
(41)STIGLITZ, Rubén y Gabriel, "Responsabilidad civil por incumplimiento del deber
precontractual de información", en "Derecho de Daños", 2ª parte, p. 561, Ed. La Rocca,
Buenos Aires, 1993.
(42)Conf. en SALMOND-HEUSTON, "On the law of torts", p. 22, 20 ed. Sweet Maxwell,
London, 1992.
(43)Nuestro libro: "Responsabilidad por daños y los accidentes de trabajo", Ed. Abeledo-
Perrot, Buenos Aires.
(44)La bibliografía es abundante, entre muchos otros: TUNC, André, "La responsabilité
civile", p. 135, Ed. Ec. París, 1981; VINEY, Ginevieve, en "Traité de droit civil. Les
obligations-La responsabilité", dir. por Ghestin, París, 1982, 51; ALPA, Guido, "La
responsabilité civile en Italie: problemes et perspectives", en "Revue Internationale de Droit
Comparée", 1986, num. 4, p. 1101; CALABRESSI, Guido, "El coste de los accidentes", p.
11, Ed. Ariel, Barcelona, 1984; en Argentina ver MESSINA de ESTRELLA GUTIERREZ,
Graciela, "Función actual de la responsabilidad civil", en "Derecho de Daños", p. 37, Ed.
La Rocca, Buenos Aires, 1989; STIGLITZ, Gabriel, "La responsabilidad civil. Nuevas
formas y perspectivas", Ed. La Ley, Buenos Aires, 1984.
(45)Causa: "Ekmekdjian c. Sofovich". Ver nuestro comentario en este sentido en p. 673:
"Constitucionalización del derecho civil y derecho a la identidad personal en la doctrina de
la Corte Suprema".
(46)KRAUT, Alfredo, "Faceta preventiva y sancionatoria del derecho de daños. La culpa
como agravación de la responsabilidad objetiva", JA, 1989-III-907; más recientemente
PIZARRO, Daniel, "Daños punitivos", en "Derecho de Daños", p. 287, 2ª parte, Ed. La
Rocca, Buenos Aires, 1993.
(47)Conf. CFed. La Plata, del 26/5/89; Tribunal Colegiado de Responsabilidad
Extracontractual, Santa Fe (jueces Saux, Abello, Sánchez Gambino), public. en Zeus, t.
52.J.43.), con comentario de VAZQUEZ FERREYRA, Roberto, "Daños y perjuicios,
función de prevención de la responsabilidad por daños".
(48)FLEMING, J., "An introduction to the law of torts", p. 8, Oxford, 1967.
(49)Conf. P. TRIMARCHI, "Rischio e responsabilita" ps. 53 y sigtes., Oggetiva, Milan,
1961. Del mismo autor, cfr. "Economia e diritto nel sistema della responsabilita civile", en
"Politica del diritto", 1971, p. 353 y siguientes.
(50)"Teoría general de la responsabilidad civil", p. 98, 8ª ed., Ed. Abeledo-Perrot, Buenos
Aires, 1993.
(51)MOSSET ITURRASPE, "Responsabilidad por daños - Responsabilidad colectiva", Ed.
Rubinzal-Culzoni, Santa Fe.
(52)Por ejemplo en España: ALONSO OLEA, Manuel, "Instituciones de seguridad social",
Ed. Civitas, Madrid, 1985; en Brasil: PEDROTTI, Irineu, "Acidentes do trabalho", 2ª ed.,
Ed. Univ. de direito, Sao Paulo, 1992.
(53)Ver nuestro trabajo "Responsabilidad por daños y accidentes de trabajo", cap. II, Ed.
Abeledo-Perrot, Buenos Aires, 1993.
(54)KEMELMAJER de CARLUCCI, "La responsabilidad civil en los albores del siglo
XXI", JA del 5/5/93.
(55)TUCCI, en "Derecho Privado", cit., p. 458.
(56)MOSSET ITURRASPE, Jorge, "Daños causados por un miembro no identificado de un
grupo determinado"; ZAVALA de GONZALEZ, Matilde, "El daño colectivo", en "Derecho
de Daños", p. 440, Ed. La Rocca, Buenos Aires, 1979.
(57)ALTERINI, Atilio, "Responsabilidad objetiva derivada de la generación de confianza",
en "Derecho de Daños", segunda parte, Ed. La Rocca, Buenos Aires, 1993.
(58)BUERES, "El acto ilícito y la ilicitud de la conducta", en "Derecho de Daños", en
homenaje a Jorge Mosset Iturraspe, p. 165, Ed. La Rocca, Buenos Aires, 1989.