Cumbre de Río
Cumbre de Río
Cumbre de Río
INGENIERIA AMBIENTAL
CONCEPTO
La Cumbre de Río fue una reunión fundamental y más trascendental donde se sentaron las bases
para la lucha contra el cambio climático y afrontar las amenazas que se ciernen sobre la vida en
la Tierra, con miras al siglo XXI. Río fue la madre de las conferencias, convenciones y
declaraciones climáticas; principios relativos a los bosques; lucha contra la desertificación;
convenios sobre la diversidad biológica; Agenda 21 o acción climática mundial para promover el
desarrollo sostenible.
OBJETIVOS
Entre los objetivos de la Declaración de Río podemos considerar la creación de una nueva forma
de cooperación entre los Estados, los sectores y las personas, sobre temas relativos a la protección
del ambiente y un desarrollo económico sostenible en armonía con el medioambiente y la
cooperación entre los países para proteger, preservar y restablecer las condiciones de la Tierra.
Actualmente, la mayoría de los objetivos de la Cumbre de Río no se han alcanzado. Por más que
la ONU, las ONG y otros entes se esfuercen en lograr los propósitos para revertir el cambio
climático y sus efectos adversos, por ahora se les ha hecho difícil convertir sus intenciones en
realidades. Esto se debe, principalmente, a la resistencia al cambio de parte de los grandes
intereses, permanentes frenos y muros de contención ante cualquier acción que afecte sus haberes.
SUSTENTABILIDAD
Este concepto pretende encontrar un equilibrio entre el medio ambiente y el uso de los recursos
naturales. El ser humano en lo que lleva conviviendo en el planeta tierra, ha degradado los
recursos naturales de tal manera que hoy en día es necesario contar con un plan consciente de
extracción de recursos pensando en las generaciones futuras.
En la cumbre para la tierra en Río de Janeiro, las Naciones Unidas acordó 27 principios
relacionados a la sustentabilidad que se materializan en un programa mundial conocido como
Agenda 21.
PRINCIPIOS
La declaración de Río sobre el Medio Ambiente y Desarrollo consta de 27 principios que
consagran el objetivo de “desarrollo sostenible”. Es en esta Declaración donde se empieza a hablar
del derecho al desarrollo, de la necesidad de que la protección ambiental sea parte integrante del
mismo, de las responsabilidades comunes pero diferenciadas, etc.
PRINCIPIO 1
Los seres humanos constituyen el centro de las preocupaciones relacionadas con el desarrollo
sostenible. Tienen derecho a una vida saludable y productiva en armonía con la naturaleza.
PRINCIPIO 2
De conformidad con la Carta de las Naciones Unidas y los principios del derecho internacional,
los Estados tienen el derecho soberano de aprovechar sus propios recursos según sus propias
políticas ambientales y de desarrollo, y la responsabilidad de velar por que las actividades
realizadas dentro de su jurisdicción o bajo su control no causen daños al medio ambiente de otros
Estados o de zonas que estén fuera de los límites de la jurisdicción nacional.
PRINCIPIO 3
El derecho al desarrollo debe ejercerse en forma tal que responda equitativamente a las
necesidades de desarrollo y ambientales de las generaciones presentes y futuras.
PRINCIPIO 4
A fin de alcanzar el desarrollo sostenible, la protección del medio ambiente deberá constituir parte
integrante del proceso de desarrollo y no podrá considerarse en forma aislada.
PRINCIPIO 5
Todos los Estados y todas las personas deberán cooperar en la tarea esencial de erradicar la
pobreza como requisito indispensable del desarrollo sostenible, a fin de reducir las disparidades
en los niveles de vida y responder mejor a las necesidades de la mayoría de los pueblos del mundo.
PRINCIPIO 6
Se deberá dar especial prioridad a la situación y las necesidades especiales de los países en
desarrollo, en particular los países menos adelantados y los más vulnerables desde el punto de
vista ambiental. En las medidas internacionales que se adopten con respecto al medio ambiente y
al desarrollo también se deberían tener en cuenta los intereses y las necesidades de todos los
países.
PRINCIPIO 7
Los Estados deberán cooperar con espíritu de solidaridad mundial para conservar, proteger y
restablecer la salud y la integridad del ecosistema de la Tierra. En vista de que han contribuido en
distinta medida a la degradación del medio ambiente mundial, los Estados tienen
responsabilidades comunes pero diferenciadas. Los países desarrollados reconocen la
responsabilidad que les cabe en la búsqueda internacional del desarrollo sostenible, en vista de
las presiones que sus sociedades ejercen en el medio ambiente mundial y de las tecnologías y los
recursos financieros de que disponen.
PRINCIPIO 8
Para alcanzar el desarrollo sostenible y una mejor calidad de vida para todas las personas, los
Estados deberían reducir y eliminar las modalidades de producción y consumo insostenibles y
fomentar políticas demográficas apropiadas.
PRINCIPIO 9
PRINCIPIO 10
El mejor modo de tratar las cuestiones ambientales es con la participación de todos los ciudadanos
interesados, en el nivel que corresponda.
En el plano nacional, toda persona deberá tener acceso adecuado a la información sobre el medio
ambiente de que dispongan las autoridades públicas, incluida la información sobre los materiales
y las actividades que encierran peligro en sus comunidades, así como la oportunidad de participar
en los procesos de adopción de decisiones.
PRINCIPIO 11
Los Estados deberán promulgar leyes eficaces sobre el medio ambiente. Las normas, los objetivos
de ordenación y las prioridades ambientales deberían reflejar el contexto ambiental y de desarrollo
al que se aplican. Las normas aplicadas por algunos países pueden resultar inadecuadas y
representar un costo social y económico injustificado para otros países, en particular los países en
desarrollo.
PRINCIPIO 12
PRINCIPIO 13
PRINCIPIO 14
Con el fin de proteger el medio ambiente, los Estados deberán aplicar ampliamente el criterio de
precaución conforme a sus capacidades. Cuando haya peligro de daño grave o irreversible, la falta
de certeza científica absoluta no deberá utilizarse como razón para postergar la adopción de
medidas eficaces en función de los costos para impedir la degradación del medio ambiente.
PRINCIPIO 16
PRINCIPIO 17
Deberá emprenderse una evaluación del impacto ambiental, en calidad de instrumento nacional,
respecto de cualquier actividad propuesta que probablemente haya de producir un impacto
negativo considerable en el medio ambiente y que esté sujeta a la decisión de una autoridad
nacional competente.
PRINCIPIO 18
Los Estados deberán notificar inmediatamente a otros Estados de los desastres naturales u otras
situaciones de emergencia que puedan producir efectos nocivos súbitos en el medio ambiente de
esos Estados. La comunidad internacional deberá hacer todo lo posible por ayudar a los Estados
que resulten afectados.
PRINCIPIO 19
PRINCIPIO 20
PRINCIPIO 21
Debería movilizarse la creatividad, los ideales y el valor de los jóvenes del mundo para forjar una
alianza mundial orientada a lograr el desarrollo sostenible y asegurar un mejor futuro para todos.
PRINCIPIO 22
Las poblaciones indígenas y sus comunidades, así como otras comunidades locales, desempeñan
un papel fundamental en la ordenación del medio ambiente y en el desarrollo debido a sus
conocimientos y prácticas tradicionales. Los Estados deberían reconocer y apoyar debidamente
su identidad, cultura e intereses y hacer posible su participación efectiva en el logro del desarrollo
sostenible.
PRINCIPIO 23
Deben proteger el medio ambiente y los recursos naturales de los pueblos sometidos a opresión,
dominación y ocupación.
PRINCIPIO 24
La guerra es, por definición, enemiga del desarrollo sostenible. En consecuencia, los Estados
deberán respetar las disposiciones de derecho internacional que protegen al medio ambiente en
épocas de conflicto armado, y cooperar en su ulterior desarrollo, según sea necesario.
PRINCIPIO 25
PRINCIPIO 26
Los Estados deberán resolver pacíficamente todas sus controversias sobre el medio ambiente por
medios que correspondan con arreglo a la Carta de las Naciones Unidas.
PRINCIPIO 27
Los Estados y las personas deberán cooperar de buena fe y con espíritu de solidaridad en la
aplicación de los principios consagrados en esta Declaración y en el ulterior desarrollo del derecho
internacional en la esfera del desarrollo sostenible.