Location via proxy:   [ UP ]  
[Report a bug]   [Manage cookies]                

Oponibilidad de Los Contratos Frente A Terceros Y Acciones

Descargar como pdf o txt
Descargar como pdf o txt
Está en la página 1de 14

Revista Chilena de Derecho Privado, Nº 28, pp.

437-453 [julio 2017]

Recensiones
Oponibilidad de los con­tra­- tes y su oponibilidad a los terceros que los
conocían o debían conocerlos, como su-
tos frente a terceros y accio­ cede si se ha cumplido con las medidas
nes a que da lugar. Notas so­- legales de publicidad u oponibilidad. En
bre una reseña al libro Pac­- este sentido, el libro explica que la obli-
gatoriedad es el efecto en virtud del cual
tos sobre transferencia de accio­- las partes de un contrato pueden exigirse
nes recíprocamente el cumplimiento de las
prestaciones específicas de dar, hacer o
no hacer que constituyen su objeto; y que
En el N° 26 de la Revista Chilena de De­- la oponibilidad, en cambio, es el efecto 437
recho Privado, el profesor Hernán Corral por el cual los terceros tienen el deber
publicó una reseña acerca del libro Pac­- de reconocer y respetar la existencia del
tos sobre transferencia de acciones (Santia­- contrato ajeno, absteniéndose de impe-
go, Editorial Jurídica de Chile, 2016, dir que produzca sus efectos propiamen-
412 pp.), obra del suscrito. Agradezco te obligatorios entre las partes.
sinceramente que un jurista tan distin­ Como consecuencia de lo anterior,
guido haya tenido a bien comentar mi el acreedor tiene derecho a impedir por
trabajo; sin embargo, con el mayor res­- anticipado que el deudor incumpla el
peto, quisiera hacer algunas puntualiza­ pacto en connivencia con un tercero, ya
ciones que me parecen necesarias para sea pidiendo al juez la dictación de las
ase­gurar la acertada inteligencia del medidas precautorias necesarias para
libro. la conservación de su derecho o ejer-
El libro se divide en dos partes prin­ ciendo un recurso de protección; y si
cipales. La primera explica cuál es la na­- el deudor ya ha infringido el pacto ena-
turaleza de los distintos pactos sobre jenando sus títulos a un tercero que lo
transferencia de acciones conforme a las conocía o debía conocerlo, como suce­-
categorías del Derecho Civil y Comer- dería si se hubieran cumplido las forma-
cial chileno, situándolos en el contexto lidades de publicidad que contempla el
de una tradición jurídica de raíz conti- art. 14 de la LSA, entonces el acreedor
nental. La segunda parte se refiere a los tiene, en general, derecho a exigir la in­-
efectos que dichos pactos producen, in­- oponibilidad del segundo contrato y, si
cluyendo su obligatoriedad entre las par- es del caso, la nulidad por causa ilícita,
Recensiones RChDP Nº 28

más indemnización de perjuicios con- nuevo contrato, se encuentra firmemen­


Recensiones
tractuales contra el deudor y extracon- te asentada tanto en el Derecho chi­le­-
tractuales contra el tercero, pues en tal no como en el Derecho Comparado des­-
caso el pacto era oponible a terceros y, de hace décadas.
en consecuencia, el deudor y el terce- La oponibilidad de los contratos
ro han cometido un fraude contra los tiene su fundamento, en primer lugar,
derechos del acreedor, el que a todas en la propiedad de que goza el titular
luces debe ser sancionado: fraus omnia de todo derecho subjetivo, ya sea real o
corrumpit1. personal, conforme a los arts. 583 del
En su reseña, el profesor Hernán CC y 19 N° 24 de la Constitución; como
Corral plantea ciertas aprensiones en consecuencia de lo cual los derechos ad-
relación con este último punto en par- quiridos en virtud de un contrato pasan
ticular. Reconociendo, desde luego, el a formar parte del patrimonio de los
derecho de este eminente profesor a di- contratantes en calidad de activos y, por
sentir, pasamos en las siguientes líneas tanto, estos últimos no pueden verse
a hacernos cargo de sus observaciones, privados de aquellos sino por su propia
a fin de que sea posible que el lector se voluntad o por causas legales, dando
haga una idea clara acerca de la tesis lugar a lo que se ha venido en llamar
que sobre este punto contiene el libro. oponibilidad general de los derechos subjeti-
1. A juicio del profesor, sería “forza­- vos2. En segundo lugar, la oponibilidad
do” o “extremo” deducir de la oponi- es necesaria para que los contratos
438 bilidad de los contratos la existencia de produzcan efectos obligatorios entre las
un deber de respeto y abstención por partes, pues si los terceros no estuvieran
parte de terceros, en términos tales que obligados a respetarlos, entonces sería
permita atribuir al acreedor original
acciones de inoponibilidad o nulidad 2
Respecto a la propiedad de los derechos
de crédito, véase Claro Solar (1979), tomo vi,
por causa ilícita en caso de que el deudor
p. 328 y Alessandri (1937), p. 28. En el De­-
celebre un nuevo contrato incompati­- recho estadounidense, también Richard Epstein
ble con el primero junto con un tercero justifica la sanción de la interferencia en contrato
que conocía o debía conocer su exis- ajeno en la propiedad del acreedor sobre sus
derechos contractuales: Epstein (1999), p. 581
tencia. y ss. y en Inglaterra, en la sentencia del caso OBG
No obstante, es necesario observar Ltd. vs. Allen (párrafo N° 32), lord Hoffmann
que la doctrina de la oponibilidad de los afirmó que la sanción de la interferen­cia en contrato
contratos a terceros y el derecho del acree­- ajeno se basa en la considera­ción de los derechos
contractuales como una especie de propiedad
dor burlado para alegar la inoponibi- que merece especial protección. Respecto de la
lidad o la nulidad por causa ilícita del calidad de activos y de la aprecia­ción pecuniaria
de los derechos personales, véase Capitant
1
En cuanto a las distinciones que resulta ne­ (1923), p. 124. En cuanto a la oponibilidad de los
cesario hacer, dependiendo de si se trata de una derechos subjetivos, tanto reales como personales,
sociedad anónima abierta, cerrada o por acciones, como fundamento de la oponibilidad de los
si el pacto consta de los estatutos o de un do­cu­- contratos, véase Domínguez (1983), p. 154; Ghes­-
men­to separado, si la enajenación de las acciones tin, Jamin et Billian (1994), p. 379; Sautonie-
se realiza en bolsa o fuera de bolsa y otros ca­- Laguionie (2008), p. 124; Berg ­ el, Bruschi et
sos que pueden presentarse, nos remitimos a lo di­­- Cimamonti (2010), pp. 119-120, particularmente
cho en la parte iii del libro comentado. en referencia a las ideas de Dabin.
imposible que produjeran efecto algu- nocido el contrato infringido, se encuen-

Recensiones
no, incluso, entre los propios contratan- tran los profesores Arturo Alessandri
tes3. En tercer lugar, el contrato es un Besa11, Ramón Domínguez Águila12, Jor-
hecho inserto en la realidad social cuya ge López Santa María13 y Álvaro Vidal14;
existencia y efectos los terceros deben y pensamos que en esta tendencia es po-
reconocer y respetar, teniendo en con- sible también incluir, aunque bajo una
sideración su naturaleza jurídica4. Final- variante particular, al profesor Enrique
mente, la oponibilidad de los contratos Barros, quien estima que el acreedor
y el consiguiente deber que pesa sobre original tiene derecho a ejercer acción
los terceros de abstenerse de impedir que de nulidad absoluta por causa ilícita
produzcan efectos es una consecuencia del segundo contrato por ser contrario
necesaria de la regla en virtud de la cual a las buenas costumbres, en la medida
nadie puede dañar a otro: alterum non lae- de que el tercero no solo haya conocido
dere; regla que recoge admirablemente el contrato anterior, sino que, además,
el art. 582 del CC, que al definir el dere- haya inducido al deudor a incumplirlo15.
cho de propiedad dispone que no puede Por su parte, entre los autores chilenos
ejercerse contra la ley o contra derecho que afirman el derecho del acreedor de­-
ajeno. fraudado para exigir la ineficacia del
Entre los autores chilenos que afir- nuevo contrato en el caso particular de
man la oponibilidad a terceros como efec- los pactos sobre transferencia de accio­-
to necesario de los contratos se encuen­- nes se encuentran los profesores Cris-
tran Arturo Alessandri Rodríguez5, Ra- 439
tián Herrera16, Andrés Melossi17, Patri­
món Domínguez Águila6, Jorge López cia Díaz Velasco18, Daniel Barros y Gui­-
Santa María7, René Abeliuk8, Álvaro Vi- llermo Vial19.
dal9 y Carlos Pizarro10. Adicionalmente, En el Derecho Comparado, los gran­-
entre los autores chilenos que afirman de des civilistas y la jurisprudencia fran-
manera expresa el derecho del acree- cesa reconocen desde hace alrededor
dor a exigir la ineficacia del nuevo con­- de un siglo la oponibilidad de los con-
trato, ya sea mediante una acción de ino- tratos y la acción del acreedor original
ponibilidad por fraude o de una acción para exigir la ineficacia del nuevo con-
de nulidad por causa ilícita, siempre en trato celebrado en fraude a sus derechos.
el entendido de que el tercero haya co- Así, entre quienes discurren sobre la ba­-
3
Ghestin, Jamin et Billian (1994), p. 417 y se de la oponibilidad de los contratos
ss.; Sautonie-Laguinonie (2008), p. 123. frente a terceros o se refieren expre­­sa­
4
Alessandri Rodríguez (1930), p. 76;
Domínguez (1983), p. 154; Vidal Olivares 11
Alessandri Besa (2015), tomo i, p. 205,
(2006), p. 54; Pizarro (2007), p. 555; Henríquez con cita a la doctrina de Eneccerus.
(2012), p. 516; Diez-Picazo (1996), tomo i, p. 12
Domínguez (1992) p. 90 y ss.
445 y ss.; Sauton ­ ie-Laguionie (2008), p. 38. 13
López Santa María (2010), pp. 314-316.
5
Alessandri Rodríguez (1930), p. 76. 14
Vidal Olivares (2006), p. 52 y ss.
6
Domínguez (1983), p. 153 y ss. 15
Barros (2006), p. 1000.
7
López (2010), pp. 314-316. 16
Herrera (1993), p. 176.
8
Abeliuk (2014), p. 160. 17 Melossi (1993), pp. 159-160.
9
Vidal Olivares (2006), p. 52 y ss. 18
Díaz Velasco (1993), p. 43.
10
Pizarro (2007) p. 555. 19
Barros y Vial (2014), pp. 107 y 108.
Recensiones RChDP Nº 28

mente a ella se encuentran René Demo­- lar las enajenaciones que los infrin­gen
Recensiones
­gue20, Georges Ripert21, René Sa­va­ sobre la base de la jurisprudencia de la
tier22, Georges Ripert y Jean Boulan- Corte de Casación. A mayor abunda­
ger23 y Jacques Ghestin, Christophe miento, diversos artículos del Código Ci­-
Jamin y Merc Billian, agregando estos vil francés introducidos por modificación
últimos que actualmente la oponibili- legal de principios del año 2016 suponen
dad de los contratos es aceptada por la necesariamente la oponibilidad como
totalidad de los autores franceses24. Por efecto natural de los con­tratos34 y re­co­-
otra parte, se refieren a las acciones del nocen al acreedor perjudicado el dere­
acreedor defraudado para exigir la nu- cho a pedir la nulidad del nuevo con­tra­to,
lidad o la inoponibilidad del segundo como sucede con el nue­vo art. 1124, se­-
contrato, aludiendo a los contratos en gún el cual
general o a algunos de ellos en especial,
y siempre que el tercero haya conocido “el contrato celebrado en vio-
el contrato original, René Demogue25, lación a una promesa unilate-
Marcel Planiol26, Georges Ripert27,
ral con un tercero que conocía
Georges Ripert y Jean Boulanger28,
su existencia es nulo”.
Geneviève Viney y Patrice Jourdain29,
Je­rôme Huet, Georges Decocq, Cyril
Todavía en el ámbito del Derecho
Grimaldi y Hervé Lécuyer30, y Philippe
Civil, en España, Luis Diez–Picazo
Malaurie, Laurent Aynes y Pierre-Yves
440 Gautier31, entre otros. Asimismo, alu- afirma que los contratos son oponibles
diendo a los pactos sobre transferencia a terceros y que el acreedor tiene ac-
de acciones en particular, la obra de De­- ción de nulidad por causa ilícita contra
recho Comercial de Georges Ri­pert y el deudor y el tercero que celebran un
René Roblot32, por una parte, y el pro- nuevo contrato incompatible con el ante­-
fesor Philippe Merle33, por otra, tra­tan rior, salvo que uno de ellos lo haya desco-
de la procedencia de acciones para anu­- nocido35. En Argentina, se pronuncian
expresamente por la oponibilidad de los
20
Demogue (1905) pp. 255-256. contratos, entre otros, Guillermo Bor-
21
Ripert (1927), p. 293 y ss. da36 y Miguel de Lorenzo37, quien se re­-
22
Savatier (1934), p. 540 y ss.
23
Ripert et Boulanger (1963-1965), tome 34
Por ejemplo, el antiguo art. 1165 del CC
iv, vol. i, p. 355. francés decía que las convenciones no producen
24
Ghestin, Jamin et Billian (1994), p. 419 efectos más que entre las partes contratantes y que
25
Demogue (1905), pp. 255-256. no afectan a terceros; en cambio, el nuevo art.
26
Planiol (1917), tomo ii, p. 460. 1199 acogió la distinción entre obligatoriedad
27
Ripert (1927), p. 293 y ss. e inoponibilidad, estableciendo que el contrato
28
Ripert et Boulanger (1963-1965), tome no crea obligaciones sino entre las partes, y que
iv, vol. i, p. 355. los terceros no pueden demandar su ejecución
29
Viney et Jourdain (2001), pp. 66-67. ni verse constreñidos a ejecutarlo: es decir, a di­-
30
Huet, Decocq, Grimaldi et Lecuyer ferencia de lo que ocurría en el antiguo art. 1165,
(2012), p. 106. el nuevo art. 1199 no niega que los contra­tos pro­-
31
Malaurie, Aynes et Gautier (2014), duzcan efectos ante terceros.
pp. 70-71. 35
Diez-Picazo (1996), tomo i, p. 445 y ss.
32
Ripert et Roblot (2009), p. 431. 36
Borda, tomo ii, p. 173.
33
Merle (2010), p. 394. 37
De Lorenzo (2010), pp. 23-26.
fiere a la naturaleza de la acción por la se desarrolla constantemente en el li-

Recensiones
cual el primer comprador puede pedir bro, en circunstancias de que la alusión
la ineficacia de la compraventa efec- al art. 1555 es solo a mayor abundamiento,
tuada al segundo comprador si este es- tal como queda claro al inicio de la
taba en conocimiento de la existencia de parte iii, capítulo 4, párrafo N° 404 del
la primera compraventa. Por su parte, libro; sin embargo, la reseña prescinde
en el Derecho inglés, Guenter Treitel de los variados argumentos presenta-
explica que los contratos solo producen dos a favor de esta postura, y no alude
derechos y obligaciones exigibles recí­- a la doctrina y jurisprudencia chilena y
procamente entre los contratantes, pe­ compa­­ra­da que se trajo a colación más
ro imponen incidentalmente a los terce- atrás.
ros el deber de no interferir en su cum­- No obstante, en el libro se afirma que
plimiento por las partes; y, por eso, en el acreedor defraudado podría, como
una cantidad de casos, las cortes han se ha dicho, adicionalmente, invocar
anulado la compra de una cosa que ha- el art. 1555 del CC, en virtud del cual,
bía sido prometida a otro, si el tercero cuando el deudor incumple una obliga-
estaba en conocimiento de la opción del ción de no hacer, el acreedor puede exi-
acreedor original38. Lo mismo se aplica gir que se destruya lo hecho, con tal que
en Inglaterra en el caso especí­fico de sea posible y necesario para cumplir
la compraventa de acciones, según se el objeto que las partes contemplaron
observa en el tratado de Laurence Go­ al contratar. Por ejemplo, quien vende
wer y Paul Davis39. una especie o cuerpo cierto está natu- 441
2. En la reseña se da a entender que ralmente sujeto a una obligación de no
el único o principal argumento presen- hacer consistente en no enajenar la cosa
tado en el libro para atribuir acciones a un tercero de modo que haga impo-
de inoponibilidad o nulidad por causa sible su enajenación al comprador, tal
ilícita al acreedor perjudicado por el como se desprende con toda claridad
nuevo contrato sería la invocación del del Código Civil, que en su art. 1793 im-
art. 1555 del CC, que regula las obliga­ pone al vendedor la obligación de dar
cio­nes de no hacer. la cosa vendida al comprador, y que en
Sin embargo, ello no es efectivo. el art. 1548 aclara que la obligación de
En realidad, todas las explicaciones y dar contiene la obligación de entregar
la mayoría de las citas de autores nacio- la cosa y, si se trata de una especie o
nales y extranjeros transcritas más atrás cuerpo cierto, contiene, además, la de
están ya contenidas en el libro; y todas conservarla hasta su entrega. Por eso, en
apuntan a demostrar que, existiendo el libro se concluye que si el vendedor
conocimiento del tercero, el contrato le o promitente vendedor enajena en
es oponible y el acreedor tiene derecho tales circunstancias la cosa debida a un
a exigir la ineficacia del nuevo contrato tercero, incumple dolosamente el con-
por haberse celebrado en fraude a sus de- trato original40; y si el tercero conocía
rechos. Este es el argumento central, que 40
En cuanto a la obligación de conservar
la cosa hasta su entrega y al incumplimiento de
38
Treitel (2015), p. 790 y ss. dicha obligación mediante la enajenación de la
39
Gower and Davis (2008), p. 947. cosa a un tercero, véase Ugarte y Díaz de Val­-
Recensiones RChDP Nº 28

o debía conocer el contrato infringido, señalaban, por su parte, que la se­-


Recensiones
entonces se hizo partícipe del fraude gunda venta constituye un fraude del ven­-
del deudor, y el acreedor puede exigir dedor contra el primer comprador. De
la inoponibilidad o nulidad del nuevo hecho, por fallo de fecha 21 de agosto de
contrato para, de este modo, exigir el 2000, la Corte de Apelaciones de Ran­-
cumplimiento del contrato original y cagua anuló por causa ilícita la segunda
ejercer así su legítimo derecho. venta de un inmueble, y ordenó can­-
Cabe señalar que, en el caso especí- celar su inscripción en el Registro de Pro-
fico de la compraventa, el art. 1817 del piedad y que se inscribiera en cambio
CC establece que si se realizan dos com­ la primera compraventa, ya que tanto
praventas separadas de la misma cosa a el vendedor como el segundo compra-
personas distintas, prevalece el contrato dor conocían la primera compraventa y
de quien haya entrado primero en po- actuaron por consiguiente de mala fe45.
sesión; y que si ninguno de los compra- Este planteamiento es coherente
dores ha entrado en posesión, prevale- con la oponibilidad del contrato infrin-
ce el título más antiguo. Este artículo gido ante el tercero que lo conocía o
confirma, entonces, que la primera debía conocerlo. No obstante, el profe-
compraventa es oponible al segundo sor Hernán Corral estima que se trata
comprador, salvo que este haya entrado de un planteamiento “audaz”, y que si
antes en posesión de la cosa. Sin embar- el incumplimiento de la obligación de
go, tal como señala el profesor Ramón no hacer se realiza mediante la celebra-
442 Domínguez, el primer comprador po- ción de un contrato entre el deudor y
dría de todos modos oponer su título un tercero que actuó conociendo o de-
al segundo comprador que haya entra- biendo conocer el contrato original, el
do en posesión de la cosa en conocimiento art. 1555 no sería aplicable, y el acree­-
de la primera compraventa y actuando, dor no podría ejercer acción de inopo­
por consiguiente, de mala fe: en otras pa- nibilidad por fraude o de nulidad por
labras, la protección al comprador que causa ilícita, según fuera el caso: en otras
entró en posesión no puede extenderse palabras, debería resignarse a aceptar
al caso de fraude, situación en la cual la
segunda compraventa es inoponible al 45
Causa rol N° 16.084-2000, denominada
primer comprador41. También los profe­- “Banda Pavez con Muñoz Banda”. Según consta
sores José Joaquín Ugarte Godoy y Ro- de autos, la segunda compradora conocía per­
drigo Díaz de Valdés consideran invá- fectamente la primera compraventa porque
ella misma la había firmado a ruego de la pri­-
lida la segunda compraventa cuando el mera compradora. En el considerando sép­ti­mo
segundo comprador estaba de mala fe42, del fallo, la corte sostuvo que la segunda com­
y Luis Claro Solar43 y Alberto Baltra44 praventa tenía una causa ilícita o inmoral, lo que
se aplica a “todo contrato que se lleve a cabo con
el interés de mejorar una condición jurídica en
dés (2011), p. 33; Abeliuk (2014), tomo i, p. 449; forma de aspirar a una acción judicial des­ti­nada
Peñailillo (2003), p. 233. a despojar a un adquirente que ha cumplido con
41
Domínguez Águila (1992), p. 95. la plenitud con los requisitos legales para cele­
42
Ugarte y Díaz de Valdés (2011), p. 78. brar una convención o acto jurídico válido, pero
43
Claro Solar (1979), tomo xi, p. 223. que por causas ajenas a su voluntad ha estado
44
Baltra (1935), p. 156, con cita a la doc­ desprovisto de inscripción registral en el com­
tri­na de René Demogue. petente Registro de Propiedad Raíz”.
la validez del contrato celebrado injus­ san­dri R., Arturo Somarriva U. y Anto­nio

Recensiones
tamente en perjuicio suyo. El argu­men­ Vodanovic H., donde se cita una sen-
to que presenta en su auxilio el pro- tencia de la Corte de Apelaciones de
fesor Hernán Corral es que el art. 1555 Valdivia, que definió como obligación
autoriza al acreedor a destruir la cosa de no hacer la de no inscribir la venta
hecha “a expensas del deudor”, lo que de un inmueble según lo resuelto por
en su opinión solo podría aplicarse una sentencia judicial, agregando:
respecto de cosas materiales.
Con todo, pensamos que se trata “la contravención autoriza a los
de un argumento más bien literal, que perjudicados para recabar la
no aborda el problema de fondo ni re- destrucción de lo hecho, y tal des­-
para en el sentido de la norma, que es trucción no puede verificarse
reconocer un derecho al acreedor para sino por la cancelación de la ins­-
exigir el cumplimiento de la obligación cripción reclamada”.
por parte del deudor y de combatir su in-
cumplimiento, máxime si es fraudulen- La mencionada obra agrega que, con­-
to. Ahora bien, incluso desde un punto forme a la segunda acepción de la pa-
de vista puramente literal, el argumento labra ‘destrucción’ contenida en el Dic-
tampoco es satisfactorio, porque es posi- cionario de la lengua española, ella signi­-
ble concebir que los gastos que conlleva fica “deshacer o inutilizar algo no ma­-
deshacer un acto jurídico se imputen al terial”46. Por su parte, refiriéndose, en
deudor mediante una acción de indem- particular, a los pactos sobre transferen­- 443
nización de perjuicios o la asignación de cia de acciones, el profesor Gonzalo
las costas judiciales. Asimismo, el texto Baeza estima que el art. 1555 es aplica­
del art. 1555 no hace distinción alguna, ble a la infracción de una obligación de
y no se observa razón por la cual haya no enajenar, si bien por analogía47. Lo
que excluir de la norma las obligaciones mismo se ha resuelto desde hace déca-
de no hacer en virtud de las cuales el das en Francia, donde la jurispruden-
deudor tiene que abstenerse de realizar cia acude al antiguo art. 1143 y actual
un acto jurídico: de lo contrario, sería 1222 del CC (ambos equivalentes al
imposible en la práctica exigir el cum- art. 1555 del CC chileno) para obtener
plimiento forzoso de este tipo de obliga­- la supresión de lo que se haya hecho
ciones, lo que atentaría contra el espíritu en contravención a una obligación de
general de la legislación chilena, que re- no hacer cualquiera sea su objeto, de-
conoce como derecho fundamental del cretando, por ejemplo, el cierre de un
acreedor la facultad de exigir el cum­- establecimiento comercial abierto en
plimiento forzoso de la obligación. contravención a una obligación de no
Por lo demás, la aplicación de las competencia o de cualquier otra obli­-
sanciones que contempla el art. 1555 al gación contractual válida48.
incumplimiento de una obligación de
no hacer una cosa inmaterial (como un 46
Alessandri, Somarriva y Vodanovic
acto jurídico) ha sido expresamente (2016), tomo ii, pp. 228-229.
aceptada en nuestro Derecho, tal como 47
Baeza (2008), tomo ii, p. 941.
se observa en el tratado de Arturo Ales- 48
Viney et Jourdain (2001), p. 65.
Recensiones RChDP Nº 28

En cualquier caso, y tal como se hace do al acreedor, ya que celebró el nuevo


Recensiones
ver en el libro comentado, insistimos en contra­to con el deudor con perfecta pre­-
que la atribución al acreedor perjudica- v­isión del perjuicio que causaría al acree-
do de acciones para exigir la ineficacia dor, de modo que su voluntad se exten-
del contrato celebrado en perjuicio su­- dió no solo a la celebración del nuevo
yo se funda en la oponibilidad de los contrato sino, también, a las conse­cuen­-
contratos a los terceros que los conocían cias dañosas que provendrían del mismo
o debían conocerlos y en la existencia de para el acreedor, tal como se configura
un fraude por parte del deudor y el ter- el dolo eventual en materia penal.
cero, de modo que el acree­dor tendría En otras palabras, la actuación del
tales acciones, incluso, prescindiendo tercero responde inequívocamente a la
completamente del art. 1555 del CC; sin definición de dolo del art. 44 del CC,
perjuicio de lo cual consideramos que se pues actuó con la intención positiva de
trata de dos reglas que, llegado el caso, inferir injuria a la propiedad del acree-
pueden y deben in­terpretarse en forma dor original en complicidad con el deu-
coincidente. dor. Para estos efectos, no es relevante
3. En opinión del profesor Hernán que la intención predominante del ter-
cero no haya sido producir el daño, o
Corral, sería “excesivo” sostener que
que el daño no haya sido el fin principal
hay fraude en caso de incumplimiento
que motivó su actuación, y que, por el
doloso del deudor y participación de un
contrario, el tercero haya actuado en vis­-
tercero a sabiendas o debiendo haber
444 tas a satisfacer un interés personal. En
sabido la existencia del contrato.
realidad, muy pocos fraudes se cometen
Sin embargo, no hay tal exceso, y la
con el fin o con la intención principal o
razón es muy sencilla. Cuando el terce-
predominante de dañar, por cuanto las
ro conoce el contrato original, sabe ne- personas se mueven generalmente en
cesariamente que, en virtud del mismo, busca de su propio beneficio49. Lo que
el acreedor tiene un derecho personal en verdad importa para que el fraude se
que ha ingresado a su patrimonio en ca- configure como tal es que se cumpla sin
lidad de activo y sobre el cual tiene un más la definición de dolo del Código Ci-
derecho de propiedad reconocido tanto vil, y que el tercero tenga la intención de
por el art. 583 del CC como por el art. dañar al acreedor, aunque no sea princi-
19 N° 24 de la Constitución. Como con- pal o predominante; intención que está
secuencia de lo anterior, el ter­cero que de suyo contenida en su conocimiento del
conoce el contrato original sabe, también contrato infringido y en su consi­guien­-
necesariamente, que si celebra un nuevo te previsión y aceptación del daño cau-
contrato incompatible con el primero sado al acreedor como consecuencia ne­-
privará al acreedor original de un dere- cesaria de la celebración del nuevo con­-
cho adquirido y que le producirá un daño, tra­to50.
cuya causa es, precisamente, la celebra-
ción del nuevo contrato. Si el tercero ac­- 49
Vidal (1957), p. 125; Domínguez (1992),
p. 88; Rodríguez (1998), p. 107.
tuó a sabiendas de la existencia del con­- 50
En cuanto a la causalidad dolosa y a la ne­-
tra­to original y de la infracción del deu- cesaria previsibilidad del daño, véase Ugarte
dor, entonces produjo un daño delibera- Godoy (2013) p. 696.
Esa es la razón por la cual el Código López Santa María55 y Enrique Barros56

Recensiones
Civil, cuando trata del fraude, no exige estiman que basta el conocimiento del
más que el conocimiento del tercero: así derecho del acreedor y la consiguiente
se refleja, por ejemplo, en el art. 2468, aceptación del perjuicio por parte del
según el cual en el caso de los contratos deudor y el tercero para que se confi-
onerosos se configura el fraude paulia- gure el fraude, y la razón por la cual los
no cuando el otorgante y el adquirente autores extranjeros citados más atrás
están de mala fe, esto es, conociendo am­ consideran que basta que el tercero ha­-
bos el mal estado de los negocios del ya conocido el contrato anterior para que
primero; norma que, por lo demás, viene el acreedor perjudicado pueda ejercer
del Derecho Romano, como se observa acción de inoponibilidad o de nulidad
ya en la regulación del interdictum frau­ por causa ilícita del nuevo contrato, se­-
datoriom51. Esa es también la razón por gún sea aplicable.
la cual los arts. 1490 y 1491 del CC dis- Importa, en todo caso, destacar que,
ponen que el acreedor condicional tiene contra lo que se desprende de la reseña,
acción para recuperar la cosa contra el nada en el libro comentado permite
tercero adquirente de mala fe, y los au­- identificar este tipo particular de fraude
tores entienden por lo general que está con el fraude pauliano: se trata en reali-
de mala fe el tercero que al tiempo de dad de dos tipos distintos de fraude. El
contratar con el deudor conocía el dere­- fraude pauliano tiene lugar cuando el
cho del acreedor condicional52; tal como deudor celebra con un tercero un con­-
por lo demás se deduce de la historia trato que agrava su insolvencia, de modo 445
fidedigna de la ley, porque en el Proyec­- que la generalidad de sus acreedores ve-
to de Código Civil de 1853 se establecía: rán comprometido su derecho a cobrar
sus respectivos créditos. En cambio, el
“se reputarán de mala fe los ter­- fraude que tiene lugar cuando se celebra
ceros que, antes de la adquisi- un contrato incompatible con otro pre-
ción del inmueble, o de un de-
recho real en él, hayan tenido 55
López Santa María (2010), pp. 314-316.
noticia de la condición suspen- 56
Barros (2006), pp. 652-653. Refiriéndose
siva o resolutoria a que estaba al fraude, el profesor Enrique Barros estima
afecto el inmueble”. que: “en general, puede inferirse un criterio de
inoponibilidad respecto de actos que una per­-
sona realice con el efecto (querido o acep­tado)
Pensamos que esa es, asimismo, la razón de sustraerse a la observancia de un deber (gene­
por la cual los profesores Alberto Bal- ralmente una obligación) que se tiene para con
tra53, Ramón Domínguez Águila54, Jorge otra”. Asimismo, observa que el principio
que subyace a esta regla es el de la buena fe y
lealtad respecto del acreedor, y que la sanción
51
Guzmán Brito (2013), tomo i, pp. 282-283. específica es la inoponibilidad del acto fraudu­
52
En cuanto a la definición de la mala fe lento; no obstante lo cual, si el acto ya ha pro­-
como el conocimiento del derecho del acreedor ducido efectos respecto de terceros que no pue­-
condicional, véase Alessandri (1934), p. 138; Pe­- den ser retrotraídos, entonces habrá lugar a
ñailillo (2003), p. 456; Abeliuk (2014), tomo responsabilidad civil. Esta opinión, por cierto, es
i, p. 688. sin perjuicio de la que el profesor Enrique Barros
53
Baltra (1935), p. 156. expresa en relación con la interferencia en con­
54
Domínguez (1992), p. 90 y ss. trato ajeno, según se ha hecho ver más atrás.
Recensiones RChDP Nº 28

cedente no requiere en modo alguno que original podrá todavía ejercer acciones
Recensiones
el deudor sea insolvente, sino solo la tendientes a obtener la inoponibilidad
frustración dolosa del derecho de un o nulidad del nuevo contrato celebra-
acreedor determinado bajo un contrato do en perjuicio suyo. En el Derecho
anterior. Sin embargo, en ambos casos contemporáneo, esta postura fue expre­
se repiten los requisitos copulativos que samente adoptada, por ejemplo, por el
deben cumplirse para que se configure nuevo Có­digo Civil y Comercial argenti-
un fraude: primero, su concreción a tra- no, en vigor a partir de 2015, cuyo art.
vés de un acto jurídico que considerado 339 c) dispone que para que pueda
aisladamente pareciera lícito; segundo, ejercerse la acción de inoponibilidad
la infracción de una regla jurídica (en por fraude es necesario que:
este caso, aquella que consagra la obli-
gación de respetar los derechos ajenos, “quien contrató con el deudor
en particular los de los acreedores) y ter- a título oneroso haya conocido
cero, la voluntad fraudulenta, es decir, o debido conocer que el acto
el dolo del deudor y el conocimiento provocaba o agravaba la insol­
del tercero, que se hace deliberadamen- vencia”.
te partícipe de aquel57.
En cuanto al caso en que el tercero 4. Según el profesor Hernán Corral,
no conocía de hecho el contrato infrin- en el libro no se habrían sopesado los
gido por el deudor, pero debía conocer­ efectos que la doctrina antes expuesta
446 lo, como ocurriría si las partes del con­- traería en caso de aplicarse no solo a los
trato original hubieran cumplido las for­- pactos sobre transferencia de acciones
malidades que la ley contempla preci- sino a otros contratos que tienen por ob-
samente para oponibilidad del contra- jetivo una obligación de dar, ya que, a
to a terceros, entonces el tercero actuó su juicio, la inoponibilidad y la nulidad
con culpa grave, pues le hubiera basta- del nuevo contrato constituirían solucio-
do una simple revisión de los registros nes extremas y perjudiciales para el trá­-
públicos competentes dispuestos al fico jurídico, e implicarían atribuir efe­c­-
efecto para conocer con seguridad si su tos reales y no solo obligacio­na­les a con­-
actuación afectaba o no los derechos de tratos como la promesa o la compraven­
terceros. Y como, según el art. 44 del CC, ta.
la culpa grave equivale al dolo, enton­ Pero, en realidad, ocurre lo contra-
ces el tercero que debía conocer el con­- rio: el libro advierte en forma expresa
trato anterior debe someterse a las mis- que lo dicho respecto de los pactos so­-
mas consecuencias que si lo hubiera bre transferencia de acciones es apli­-
conocido efectivamente, y el acreedor cable a ellos precisamente porque cons­-
tituyen contratos, y que to­dos los con-
57
En cuanto a los requisitos constitutivos tratos son por su propia naturaleza opo­-
del fraude civil según la doctrina chilena, véase nibles a terceros. Esto es aplicable no
Domínguez (1984), p. 113; Alcalde (2005), pp. solo a los contratos preparatorios –como
95-103. En el mismo sentido, respecto al De­-
recho francés y sus antecedentes en el De­re­cho
la promesa o el pacto de preferencia– y
Romano, véase Vidal (1957), p. 31 y ss.; Ma­ a los contratos que constituyen un título
zeaud (1998), tome ii, vol. 1, p. 305. translaticio de dominio –como la com-
praventa–, sino a todos los contratos de todos: es, pues, una obligación que

Recensiones
en general. Por eso que los autores chi­- no emana en último término del contra-
lenos y extranjeros citados más atrás se to, sino del concepto mismo de sistema
refieren a otros tipos de contratos, a los jurídico.
cuales no se alude en el libro porque no Ahora bien, los contratos son opo-
constituyen pactos sobre transferencia nibles solo a los terceros que los cono-
de acciones, pero que también produ­- cían o que debían conocerlos: en otras
cen como efecto la oponibilidad a terce- palabras, producen una oponibilidad re-
ros, sin perjuicio de que esta pueda ma­- lativa; a diferencia de lo que ocurre con
nifestarse de ma­nera parcialmente dis- los derechos reales, que pueden hacer-
tinta, o que las acciones del acreedor para se valer erga omnes y generan, por tanto,
exigir su respeto por parte de terceros una oponibilidad absoluta, independien-
puedan variar según sea necesario para la temente de si los terceros los conocían
debida protección de su derecho. Así, los o debían conocerlos o no. De esta ma-
autores suelen cit­ar como ejemplo con­- nera, los contratos solo pueden opo-
tratos como la sociedad, el mandato, el nerse a terceros de mala fe, pero nunca
acuerdo de no competencia, el arren- a terceros de buena fe, tal como queda
damiento de ser vicios y el contrato de reflejado, por ejemplo, en los arts. 1490
trabajo (en el caso de estos dos últimos, y 1491 del CC; mientras que los dere-
particularmen­te cuando contienen cláu- chos reales pueden oponerse ante cual-
sulas de exclusividad), sin perjuicio de quier tercero, incluso si desconocía su
la aplicación de esta doctrina en general
447
existencia y estaba, por tanto, de bue­-
a toda clase de contratos. na fe, según se observa en la forma como
Por otra parte, contra lo que dice la el Código Civil regula la acción reivin­-
reseña, nada hay en el libro que impli- dicatoria. Ahí reside la diferencia funda-
que atribuir efectos reales y no pura- mental entre la oponibilidad de los con-
mente obligacionales a contratos como tratos, por una parte, y los efectos erga
la promesa o la compraventa. Lo que omnes que producen los derechos rea-
sucede es algo harto distinto, y es que los les, por otra.
contratos, si bien producen efectos obli­- Para terminar, hacemos presente que
gacionales solo entre las partes, además las propuestas desarrolladas en el libro
producen respecto de terceros, en vir­ comentado aseguran el respeto de la
tud de su oponibilidad, el deber de abs­- obligatoriedad de los contratos, su eje-
tenerse de impedir o dificultar que pro- cución de buena fe y la regla por la cual
duzcan sus efectos obligatorios entre las los contratos solo pueden terminarse
partes, de modo que estas últimas pue- por acuerdo de las partes o por causa le-
dan ejercer los derechos y cumplir las gal, y no por el incumplimiento doloso
obligaciones que constituyen el objeto del deudor en connivencia fraudulenta
del contrato. Se trata de la obligación ge­- con un tercero; todo lo cual está en per-
neral de no perjudicar a otro, que es uno fecta afinidad con la seguridad jurídica
de los tres primeros preceptos del De- que debe presidir las relaciones eco-
recho que indica Ulpiano, y que exige nómicas entre particulares, porque los
el respeto general de los bienes y derechos terceros de buena fe jamás se verán im-
Recensiones RChDP Nº 28

pedidos de contratar ni verán afectados Baeza Ovalle, Gonzalo (2008). Tratado


Recensiones
los derechos que hayan adquirido por de Derecho Comercial. Santiago: Lexis
medios exentos de fraude y de todo otro Nexis.
vicio, para acudir a la expresión em- Baltra, Alberto (1935). Ensayo de una teo-
pleada por Andrés Bello en el art. 706 ría general de los actos inoponibles. Me-
del CC. En cambio, la eficacia del moria de prueba para optar al gra­-
contrato celebrado mediante el incum­ do de Licenciado de la Facultad de
plimiento doloso del deudor y la partici­- Ciencias Jurídicas y Sociales de la Uni­-
pación fraudulenta del tercero no solo versidad de Chile. Santiago.
sería la negación misma del Derecho, Barros, Enrique (2006). Tratado de respon­-
sino que constituiría un atentado contra sabilidad extracontractal. Santiago:
el sistema jurídico chileno desde un Editorial Jurídica de Chile.
punto de vista práctico, pues implicaría Barros Cajdler, Daniel y Guillermo
menoscabar gravemente la fuerza obli- Vial Yávar (2014). Oponibilidad de los
gatoria de los contratos, disminuir injus- pactos de accionistas depositados y anota-
tamente la exigibilidad de los derechos, dos en el registro de accionistas de una so­-
convalidar la mala fe y desincentivar ciedad anónima. Santiago: Legal Publi­-
significativamente el tráfico comercial, shing Chile, .
ya que pocos se atreverían a contratar Bergel, Jean-Luis, Marc Bruschi et Syl-
si supieran que el deudor puede incum- vie Cimamonti, (2010). Les Biens (in
plir válidamente sus obligaciones con la Traité de Droit Civil dir. Jacques Ghes-
448 complicidad deliberada de un tercero. tin). Paris: LGDJ Lextenso éditions.
Borda, Guillermo. Tratado de Derecho Ci­-
vil. Octava Edición. Buenos Aires:
Bibliografía
Editorial Perrot.
Abeliuk, René (2014). Las obligaciones. San­- Capitant, Henri (1923). Introduction à
tiago: Thompson Reuters. L’Etude du Droit Civil. Paris: A. Pedo­
Alcalde, Enrique (2005). “El fraude a la ne Éditeur.
ley”, en Univers­ idad del Desarro- Claro Solar, Luis (1979). Explicaciones de
llo. II Curso de actuali­zación jurídica. Derecho Civil chileno y Comparado. San­-
Teorías del Derecho Civil moderno. San­- tiago: Editorial Jurídica de Chile.
tiago: Ediciones Univer­sidad del Des­- Demogue, René (1905). “Des Droits Éven­-
arrollo. tuels et des Hypothèse où ils Pren-
Alessandri Besa, Arturo (2015). La nuli­ nent Naissance”. Revue Trimestrielle
dad y la rescisión en el Derecho chileno. de Droit Civil. Nº 4. Paris.
Santiago: Editorial Jurídica de Chile. De Lorenzo, Miguel Federico (2010).
Alessandri Rodríguez, Arturo (1930). De “Con­trato que daña a terceros, terce­
los contratos (versiones taquigráficas). San­- ros que dañan al contrato (líneas de
tiago: Imp. Editorial Bellas Artes. una evolución histórica y jurispruden­-
Alessandri R., Arturo, Manuel Somarri­ cial). Revista Crítica de Derecho Priva-
va U.y Antonio Vodanovic H. (2016). do. N° 7. Montevideo.
Tratado de las obligaciones. Santia­go: Díaz Velasco, M. Isabel (1993). “Restric­
Ediciones Jurídicas de Santiago. ciones a la libre transferencia de ac-
ciones de una sociedad anónima”. De­- Huet, Jérôme, Georges Decocq, Cyril

Recensiones
recho y Humanidades, año ii. N° 3 y 4. Grimaldi et Hervé Lécuyer (2012).
Santiago. Les Principaux Contrats Spéciaux
Diez-Picazo, Luis (1996). Fundamentos de (in Traité de Droit Civil dir. Jacques
Derecho Civil Patrimonial. Madrid: Edi­- Ghestin). Paris: LGDJ Lextenso édi-
torial Civitas. tions.
Domínguez Águila, Ramón (1983). “Los López Santa María, Jorge (2010). Los con­-
terceros y el contrato”. Revista de De- tratos. Parte general. Santiago: Abe-
recho de la Universidad de Concepción. ledo Perrot.
Año li. N° 174. Concepción. Malaurie, Philippe; Laurent Aynes et
Domínguez Águila, Ramón (1984). “El Pierre-Yves gautier (2014). Les Con-
contrato en perjuicio de terceros”. Re­- trats Spéciaux. Paris: LGDJ Lextenso
vista de Derecho de la Universidad de Con- éditions.
cepción. año lii. N° 175. Concep­ción. Mazeaud, Henry et Léon, Jean Mazeaud
Domínguez Águila, Ramón (1992). “Fraus (1998). Leçons de Droit Civil. Paris:
Omnia Corrumpit. Notas sobre el édition par Françoise Chabas. Edi-
fraude en el Derecho Civil”. Revista de tions Montchrestien.
Derecho y Jurisprudencia. Tomo lxxxix, Melossi Jiménez, Andrés (1993). Límites
N° 3. Santiago. a la transferencia de acciones de socie-
Epstein, Richard (1999). Torts. New York: dades anónimas. Santiago: Ediciones
Aspen Publishers. Jurídicas La Ley.
Ghestin, Jacques, Christophe Jamin et Merle, Philippe (2010). Droit Commercial. 449
Marc Billian (1994). Traité de Droit Ci­- Sociétés Commerciales. Paris: Dalloz.
vil. Les Effets du Contrat. Paris: LGDJ. Peñailillo Arévalo, Daniel (2003). Obli­-
Gower Laurence and Paul Davis (2008). gaciones. Teoría general y clasificaciones.
Gower and Davis’ Principles of Modern La resolución por incumplimiento. San-
Company Law. London: Sweet & tiago: Editorial Jurídica de Chile.
Maxwell.
Pizarro Wilson, Carlos (2007). “El efec­
Guzmán Brito, Alejandro (2013). Dere- to relativo de los contratos: Par­tes
cho Privado Romano. Santiago: Legal y terceros”, en Alejandro Guzmán
Publishing Chile. Brito (ed.). El Código Civil de Chile
Henríquez, Ian (2012). “Para una delimi­ (1855-2005). Santiago: Lexis Nexis.
tación del efecto expansivo de los Planiol, Marcel (1917). Traité Élémentaire
contratos. Comentario a la sentencia de Droit Civil. Paris: Librairie Géné-
de la Corte Suprema de 25 de enero rale de Droit et de Jurisprudence.
de 2011, casación en el fondo, rol N°
3738-2009”. Revista Chilena de De­- Ripert, Georges (1927). La Règle Moral dans
recho, vol. 39, N° 2. Santiago. les Obligations Civiles. Paris: Librairie
Générale de Droit et de Jurispru-
Herrera Barriga, Cristian (1993). Los pac­-
dence.
tos entre accionistas. Pactos sobre limita-
ción a la libre cesión de acciones y acuer­- Ripert, Georges, Jean Boulnger (1964).
dos de actuación conjunta. Memoria de Tratado de Derecho Civil (según el Trata-
prueba. Santiago: Pontificia Univer- do de Planiol). Buenos Aires: La Ley.
sidad Católica de Chile. Ripert, Georges et René Roblot, sous
Recensiones RChDP Nº 28

la direction de Michel Germain, Viney, Geniève, Patrice Jourdain (2001).


Recensiones
(2009). Traité de Droit Commercial. Les “Les effets de la responsabilité”, in Jac­-
Sociétés Commerciales. Paris: LGDJ. ques Ghestin (dir.). Traité de Droit Ci­-
Rodríguez Grez, Pablo (1998). El abuso vil. Paris: LGDJ.
del Derecho y el abuso circunstancial.
Santiago: Editorial Jurídica de Chile. Jorge Ugarte Vial
Sautonie-Laguionie, Laura (2008). La Profesor
Fraude Paulienne. Paris: LGDJ. de la Facultad de Derecho
Savatier, René (1934). “Le Prétendu Prin­- de la Pontificia Universidad
cipe de l’effet relatif des contrats”. Re­- Católica de Chile
vue Trimestrielle de Droit Civil, Vol. 33.
Paris.
Treitel, Guenter (2015). The Law of
Contracts. London: edited by Edwin
Peel, Sweet & Maxwell.
Ugarte Godoy, José Joaquín (2013).
“La relación de causalidad en la res­-
ponsabilidad extracontractual. Su na­-
turaleza, sus grados y su proyec­ción
en la contribución a la deuda”, en Su­-
san Turner Saelzar, Juan Andrés
450 Varas Braun (coords.). Estudios de
Derecho Civil IX, Jornadas Nacionales
de Derecho Civil, Valdivia, 2013. San-
tiago: Legal Publishing.
Ugarte Godoy, José Joaquín y Rodrigo
Díaz de Valdés (2011). Informe en De­-
recho - Recurso de Protección Corpora-
ción Nacional del Cobre de Chile con In­-
versiones Anglo American Sur S.A. y otros
disponible en www.codelco.com/
flipbook/codelcoanglo/documen-
tos/2011/23_11_2011%20Infor-
me%201.pdf [fecha de consulta: 5
de mayo de 2017].
Vidal, José (1957). Essai d’une Théorie
Générale de la Fraude en Droit Français.
Le Principe “Fraus Omnia Corrumpit”.
Paris: Librairie Dalloz.
Vidal Olivares, Álvaro (2006). “El efec-
to absoluto de los contratos”. Revis­-
ta Chilena de Derecho Privado, N° 6.
Santiago.

También podría gustarte