Por Resumir
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Podemos decir que la arquitectura es un producto humano cuya misión debería ser ordenar y
mejorar nuestras relaciones con el entorno.
El propósito de la arquitectura es dar orden a ciertos aspectos del ambiente, y con ello
queremos decir que la arquitectura controla o regula las relaciones entre el hombre y el
ambiente. Participa, por ello tanto, en la creación de un “medio”, es decir, de un marco
significativo para las actividades del hombre.
Con relación al concepto de patrimonio se ha aproximado una definición muy esencial: “...los
bienes que poseemos, o los bienes que hemos heredado de nuestros ascendientes.
Lógicamente patrimonio es también todo lo que traspasamos en herencia” (Ballart y Juan-
Tresserras, 2001: 11). Al hablar de patrimonio, debemos caer en cuenta que su esencia se
soporta en 3 características: la temporalidad, la significación y la relatividad. “…Todo
patrimonio se encuentra acotado en el espacio y en el tiempo. En ese sentido se podría hablar
de distintos patrimonios… el patrimonio no es inmutable, varía con el tiempo…Todo
patrimonio es un conjunto muy variado de elementos heredados... Pero puede no existir la
conciencia por parte de los herederos de la importancia… En tal caso, el patrimonio puede…
transformarse… sin que nadie se dé cuenta... Pero el mismo concepto de significación, como
implica valores y por tanto mundos de vida diferentes, es un concepto relativo en sí mismo.
Depende de los puntos de vista de los diferentes actores involucrados…” (Lescano y Stolovich,
2004: 1).
La planificación en la gestión del patrimonio cultural debe considerar: “-La protección del
patrimonio y la identidad local. Hay que evitar la creación de falsas culturas turísticas
presentando una oferta autóctona que se sustente en la adecuada preservación e integridad
de los bienes y valores de la zona. Los beneficios generados… deben reinvertirse en la propia
mejora del patrimonio. - Poner de manifiesto que la conservación y el uso social del patrimonio
son esenciales para la propia supervivencia de la comunidad”. (Padró y Miró, 2002: 66).
Finalmente, cabe apuntar que en esta cultura-entorno de significaciones en la cual los sujetos
se constituyen como tales -individual y colectivamente-, los sujetos no heredan las
significaciones como memoria inerte, sino como memoria para la constitución de sí y como
espacio para crear nuevas significaciones que enriquezcan la memoria en el devenir. Desde
este punto se reformula una concepción del patrimonio cultural que apela porque “…lo
tangible y lo intangible sean devueltos como expresión de matrices culturales en las que los
individuos y los colectivos se puedan reconocer y puedan reconstruirse a sí mismos, como
espacios para la recuperación de la memoria, para la creación de significaciones y la realización
de acciones en su porvenir” (Moreno, 2005: 20)”.