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Informe-Impacto Emocional Por El Covid

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Gran Unidad Escolar San Carlos – Puno

Ciencia y Tecnología
FENCYT - EUREKA VIRTUAL 2020

PROYECTO: “IMPACTO EMOCIONAL EN LAS


PERSONAS POR EL COVID-19”

ÁREA DE PARTICIPACIÓN: INDAGACIÓN CUALITATIVA.

PRESENTADA POR: Anahy Nicol Quispe Huayta.

5to Grado de secundaria, Sección “D”

DOCENTE: Graciela Mamani Mandamientos.

Puno- Perú - 2020


1. Resumen:
El propósito de este trabajo es explorar los sentimientos y expectativas del
COVID-19 en el Perú durante esta pandemia. De manera similar, enfatizar la
positividad social es una evaluación de la interdependencia social. Los resultados
obtenidos muestran que, según el género, el nivel de educación obtenido y el nivel
de comodidad que se siente en el hogar tienen efectos desiguales en la salud
mental.
Este estudio puede concluir que ante la pandemia de COVID-19 en Perú, las
emociones y los lazos de las personas son los aspectos principales. Se recomienda
considerar estos aspectos a la hora de planificar políticas para enfrentar el
COVID-19, así como sus impactos sociales subjetivos y diferenciales entre
diversas poblaciones.
2. Introducción:
A fines de 2019, China descubrió un nuevo coronavirus llamado COVID-19.
Debido a su velocidad y gravedad de expansión, la Organización Mundial de la
Salud (OMS) la declaró pandemia el 11 de marzo de 2020.
En el Perú el primer caso confirmado, un hombre de 25 años que regresaba de un
viaje de vacaciones por Europa, fue anunciado el 6 de marzo. Desde entonces, el
número de contagios ha aumentado rápidamente, desde el 16 de marzo de 2020
se han tomado medidas preventivas y de aislamiento social obligatorio y que han
tenido el mayor impacto en la sociedad.
Estos eventos destructivos tienen diversos efectos sobre la salud de la población.
Aún no existe una vacuna o método de tratamiento efectivo, y se desconoce la
duración de las medidas de aislamiento, se estima que tendrá un impacto
significativo en la economía, la sociedad y la salud, lo que aumenta aún más la
incertidumbre. En cada pandemia, las personas sienten miedo, ansiedad, dolor,
irritabilidad, estrés e ira, recuerdos traumáticos, falta de atención y / o problemas
para dormir.
Recientemente, frente al COVID-19, la OMS ha desarrollado una serie de
mensajes para apoyar el bienestar psicológico y sociopsicológico de diferentes
grupos. Por ejemplo, recomienda buscar información de fuentes confiables,
preguntar a las personas que se han recuperado de historias positivas de COVID-
19 o mantener el trabajo diario. Mientras el MINSA también dio recomendaciones
clínicas para la prevención y manejo de problemas de salud mental en población
por covid-19.

3. Antecedentes:
Uno de los primeros reportes en China, enfatizó la necesidad de abordar los
problemas de salud mental especialmente en adultos mayores,
el 18 de febrero del 2020, reportó el informe: “Servicios de salud mental para
adultos mayores en China durante el brote de COVID-19”. En dicho reporte, se
considera que las muertes causadas por COVID-19 se producen con mayor
frecuencia en adultos mayores. En el 2017, en China, la población de adultos
mayores(> 60 años) era de 241 millones de adultos mayores lo que representa el
17.3% de la población total para ese país, de los cuales alrededor de la mitad eran
ancianos con poco apoyo social.
Los problemas de salud mental son comunes en los adultos mayores chinos (es
decir > 60 años), con una prevalencia de síntomas depresivos del 23,6% en esta
población. La rápida transmisión del SARS-CoV-2 y la alta tasa de mortalidad
podrían exacerbar el riesgo de problemas de salud mental y empeorar los síntomas
psiquiátricos existentes, deteriorando aún más su funcionamiento diario y la
cognición. Además, se considera que los adultos mayores tienen acceso limitado
a servicios de internet y teléfonos inteligentes, y como tal solo una pequeña
fracción de los adultos mayores puede beneficiarse del uso de estas tecnologías
para su valoración psicológica o psiquiátrica. El reporte concluyó que los
responsables de las políticas de salud deberían colaborar para resolver esta barrera
a fin de proporcionar servicios psicológicos de alta calidad y oportunos a los
adultos mayores que viven en la comunidad.
Otro reporte propone una estrategia de abordaje en esta problemática, en China el
25 de febrero del 2020, Xiao reportó: “Un nuevo enfoque de consulta sobre los
nuevos problemas psicológicos y mentales relacionados con el coronavirus 2019
(COVID-19): terapia de cartas estructuradas”. Esta comunicación hace mención
que la cuarentena para COVID-19, por un lado, aumenta la posibilidad de
problemas psicológicos y mentales y que esto se debe principalmente a que la
cuarentena distancia gradualmente a las personas entre sí. En ausencia de
comunicación interpersonal, es más probable que la ansiedad y depresión ocurran
y empeoren.
Para resolver algunos de los problemas psicológicos y mentales que puede traer
la cuarentena, se necesitaba con urgencia un nuevo tipo de estrategia de
intervención de problemas psicológicos y mentales que sea factible y accesible.
Por ello, además del modo de asesoramiento psicológico rutinario presencial, el
asesoramiento remoto por escrito podría convertirse en un nuevo tipo de modo de
asesoramiento psicológico en el contexto de emergencias de salud pública. La
terapia de cartas estructurada es un tipo de enfoque de intervención psicológica
factible.
Hasta cierto punto, este nuevo enfoque también puede realizar la fusión de
consulta, diagnóstico y tratamiento. La terapia de cartas estructurada debe tener
las siguientes características: incluye página del paciente donde el paciente se
describe como tal en cuanto a su perfil psicológico y reporta sus preocupaciones
y problemas potenciales, página de intervención en la cual el asesor psicológico
propone medidas de abordaje para los problemas identificados y las siguientes
cartas de comunicación donde se retroalimenta el contenido de la página de
intervención. Una limitante es que este tipo de interacción requiere el acceso a
dispositivos electrónicos, conocimientos sobre conceptos básicos sobre ansiedad
o depresión, y un grado de alfabetización aceptable en la población objetivo.
Otro estudio valoró el impacto de la calidad del sueño sobre el capital social. El
20 de marzo del 2020, en China, Xiao reportaron el estudio: “Capital social y
calidad del sueño en individuos que se autoaislan durante 14 días durante el brote
de la enfermedad por coronavirus 2019 (COVID-19) en enero de 2020 en China”.
El capital social es una medida de confianza social, pertenencia y participación.
Este estudio tuvo como objetivo investigar los efectos del capital social en la
calidad del sueño y los mecanismos involucrados en las personas que se aislaron
en su hogar durante 14 días en enero de 2020 durante la epidemia de COVID-19
en el centro de China. Los individuos (n = 170) que se aislaron en su hogar durante
14 días en el centro de China, completaron cuestionarios autoinformados al tercer
día de aislamiento. El capital social individual se evaluó mediante el cuestionario
Personal Social Capital Scale 16 (PSCI-16). La ansiedad se evaluó mediante el
cuestionario de AutoRating Anxiety Scale (SAS), el estrés se evaluó mediante el
cuestionario Stanford Acute Stress Reaction (SASR), y el sueño se evaluó
mediante el cuestionario Pittsburgh Sleep Quality Index (PSQI). El análisis de
ruta se realizó para evaluar las relaciones entre una variable dependiente (capital
social) y dos o más variables independientes, utilizando el análisis de correlación
de Pearson y el modelo de ecuaciones estructurales (SEM). Los INSTITUTO DE
EVALUACIÓN DE TECNOLOGÍAS EN SALUD E INVESTIGACIÓN 10
bajos niveles de capital social se asociaron con mayores niveles de ansiedad y
estrés, pero los mayores niveles de capital social se asociaron positivamente con
una mayor calidad del sueño. La ansiedad se asoció con el estrés y la reducción
de la calidad del sueño, y la combinación de ansiedad y estrés redujo los efectos
positivos del capital social sobre la calidad del sueño.
Sobre la base de los antecedentes revisados, se concluye que los problemas de
salud mental (PSM) más frecuentes detectados en la población en aislamiento por
COVID-19, fueron los siguientes:
1) Ansiedad (ansiedad moderada a severa)
2) Depresión (síntomas depresivos moderados)
3) Estrés agudo
4) Calidad del sueño disminuida
Además de ello, la primera línea de intervención se sustenta con la utilización de
medios electrónicos para el seguimiento psicológico de los pacientes en
aislamiento e infección por COVID-19; sin embargo, el manejo del paciente
adulto mayor constituye un reto en ese contexto por la dificultad de este grupo
etario en la utilización de tecnologías modernas (teléfono móvil, computadora).

4. Planteamiento de la pregunta de investigación


¿Cuál es el impacto emocional en las personas ante la pandemia mundial y como
esta influye en su salud?
5. Hipótesis
Se sabe que las personas viven atemorizadas, principalmente las personas
vulnerables (con enfermedades crónicas o personas de la tercera edad), esto se
debe a la falta de información del SARS-CoV-2.
6. Objetivos generales y específicos.
Poner en conocimiento sobre los traumas que ocasiono el confinamiento mundial
ocasionado por la pandemia del virus SARS-CoV-2.
7. Marco teórico

Sentimientos frente al COVID-19


Este tema resume los diversos sentimientos provocados por la pandemia, en los
que predomina la incertidumbre, el miedo y el dolor. Desarrollaremos estos
subtemas a continuación.
El subtema más relevante que aparece en los dos momentos de la recolección de
datos se llama incertidumbre y expresa un sentido común de preocupación. Por un
lado, este sentimiento está relacionado con la incertidumbre típica del entorno
pandémico, que es incierto y no permite la planificación. La expresión es la
siguiente: Inseguro del futuro a corto y mediano plazo (mujer, 62 años) o sentirse
impotente por demasiados pacientes, todos sienten miedo, no saben cuándo
terminará esta situación (Mujer, 48 años). Esta incertidumbre también hace que
algunas personas se sientan indefensas, resignadas, confusas e incapaces de
controlar la situación.
Por otro lado, la incertidumbre también debe entenderse relacionada con las
consecuencias sociales y económicas de medidas aisladas en la vida cotidiana, la
sociedad y la vida laboral. En cierto sentido, alguien expresó: extraño a mi familia,
mi situación económica es mala (hombre, 57 años); incertidumbre económica,
preocupación por los miembros de la familia, declive laboral (hombre, 43 años).
Así mismo el Miedo aparece como segundo subtema relevante ambas olas de la
encuesta. Este sentimiento se expresó en un gradiente que incluía desde
expresiones de temor, ansiedad, hasta pánico por parte de algunas personas,
aspecto que también se vincula a efectos en el bienestar integral de las personas
encuestadas. Así algunas personas solo pudieron responder esta pregunta con la
palabra miedo y temor, y otras personas sólo sentimientos asociados al miedo en
su respuesta: Temor, nerviosismo, peligro (mujer, 48 años): Pánico, miedo al
contagio (mujer, 27 años). También se expresó miedo por la salud de personas
cercanas: Miedo y terror a que adquieran la enfermedad mis padres (mujer, 26
años) y algunas personas en grupos de riesgo explicaron su miedo en relación a
dicho factor: Me siento asustada, soy mayor y tomo inmunosupresores (mujer, 60
años). Observamos que el miedo tiene mayor preeminencia entre quienes tienen
menor nivel educativo, en las dos tomas de datos, y aumenta entre las personas
con nivel educativo alto en el segundo momento de toma de datos. En ese mismo
sentido, en ambas tomas de datos, podemos observar que quienes reportan menos
confort en sus hogares dicen con mayor frecuencia sentir miedo frente al COVID-
19.
Cabe señalar que la incertidumbre, el miedo, el sentido de responsabilidad y el
dolor son las expresiones más relevantes entre los participantes, especialmente
entre las mujeres.
El sentimiento de Responsabilidad incluye la importancia de los cuidados y la
responsabilidad individual y colectiva para prevenir el COVID-19. La creciente
precaución frente a la enfermedad y la prevención, son aspectos claves que
nombran algunas personas, independientemente de su nivel educativo en ambas
tomas de datos: “Respeto. Conocimiento. Cuidado” (54 años). La forma en que el
virus se propaga exige un mayor registro del propio cuerpo, por ejemplo, con en
el lavado de manos y también respecto al cuerpo de las otras personas,
especialmente en lo relacionado con evitar el contacto y mantener la distancia.
Ello se traduce, por un lado, en respeto y cuidado hacia los demás, especialmente
de quienes pueden estar en una posición más vulnerable frente al virus, pero
también en el cuestionamiento de las conductas de algunas personas frente a las
medidas de prevención, que son calificadas como irresponsabilidad, tal como da
cuenta esta expresión: La incapacidad de mucha gente para respetar normas por
un bien común superior. Egoísmo (mujer, 36 años). Este sentimiento de
responsabilidad pone en manifiesto la incorporación de los discursos preventivos:
Ser responsable, tomar medidas de prevención, aislamiento social (mujer, 37
años); Prevención, prudencia, responsabilidad (mujer, 55 años). Cabe señalar
también que la brecha advertida en la primera ola de la encuesta entre mujeres y
varones respecto al sentimiento de Responsabilidad se reduce en la segunda ola.
Respecto a la percepción de confort en su hogar ante la situación de aislamiento
social, observamos que quienes perciben mayor confort mencionan más la
importancia de la responsabilidad y los cuidados frente a la pandemia.
Se produce dolor, que va desde la tristeza, el aburrimiento hasta la depresión. En
ocasiones este sentimiento se relaciona con otras personas (como familiares) o
personas en situación de exclusión social: el sufrimiento de familiares que tienen
que ir a trabajar y nietas en India que no pueden regresar (mujer, 71 años); La
tristeza del grupo más vulnerable (hombre, 51 años).
La Soledad parece estar relacionada con el aislamiento y el aislamiento. En
palabras de un participante: Aislamiento infinito. Falta de actividades rutinarias y
familiares (mujer, 19 años). Por otro lado, esta epidemia genera una sensación de
vulnerabilidad, que se relaciona con el desamparo, la vulnerabilidad, la
inseguridad, la posibilidad de muerte por posible contagio y la incompetencia
resultante. En ambos casos, las mujeres sintieron más ambos sentidos. La locura,
crisis, confusión y paranoia que provocan las epidemias y el enfado se manifiestan
como una sensación de pérdida de control, que en este caso se relaciona con la
expresión de enfado y aburrimiento
Impacto positivo en la sociedad
Este tema recoge las opiniones de los participantes sobre el impacto positivo que
esta epidemia puede tener en la sociedad. A continuación, desarrolle el subtema
principal de reconocimiento.
El equilibrio de la interdependencia es una de las consecuencias más importantes
para los participantes. En este aprecio y reconocimiento de las personas como vida
Destacan los valores sociales de unidad, empatía, solidaridad y conciencia social.
La expresión del análisis muestra una tendencia a mirar positivamente las
conexiones sociales y comunitarias. Por un lado, esto se manifiesta en la exigencia
de empatía y conciencia social para mantener las medidas de salud, y la mayoría
de la gente piensa que esto puede ser beneficioso para la sociedad: saber que nadie
Se guarda por separado. Si nos cuidamos y prevenimos más muertes, (mujer, 37
años); comunidad, hay más sentido de cuidado en las comunidades pequeñas
(hombre, 26 años); alianza social (Masculino, 57 años).
La evaluación del valor ambiental, que se considera la menos contaminante y la
que menos cuida a los animales y los ecosistemas, también se relaciona con los
cambios en las actitudes de las personas hacia la naturaleza (mujeres, 45 años)
(Mujer, 23 años): Es un resultado positivo de la pandemia, que se presenta
principalmente entre mujeres, participantes con niveles educativos superiores y
personas que se sienten más cómodas en casa.
 Manténgase informado. Escuche los consejos y recomendaciones de las
autoridades nacionales y locales. Recurra a fuentes informativas fiables, como la
televisión y la radio locales y nacionales.
 Siga una rutina. Conserve sus rutinas diarias en la medida de lo posible o
establezca nuevas rutinas.
 Levántese y acuéstese todos los días a una hora similar.
 No descuide su higiene personal.
 Tome comidas saludables en horarios fijos.
 Haga ejercicio de forma habitual.
 Establezca horarios para trabajar y para descansar.
 Reserve tiempo para hacer cosas que le gusten.

 Reduzca la exposición a noticias. Intente limitar la frecuencia con la que ve, lee o
escucha noticias que le causen preocupación o tensión. Infórmese de las últimas
noticias a una hora determinada, una o dos veces al día en caso necesario.
 El contacto social es importante. Si sus movimientos se encuentran restringidos,
mantenga un contacto regular con las personas próximas por teléfono o internet.
 Evite el alcohol y las drogas. Limite el consumo de bebidas alcohólicas o evítelas
por completo. No empiece a consumir alcohol si nunca lo había hecho. Evite
utilizar el alcohol y las drogas para enfrentarse al miedo, la ansiedad, el
aburrimiento o el aislamiento social. No existe ningún dato que demuestre que el
consumo de alcohol proteja contra las infecciones víricas o de otro tipo. De hecho,
sucede lo contrario, ya que el abuso del alcohol está asociado a un mayor riesgo
de infecciones y a un peor resultado del tratamiento. Además, debe ser consciente
de que el consumo de alcohol y drogas puede impedirle tomar las precauciones
adecuadas para protegerse contra la infección, como una correcta higiene de
manos.
 Controle el tiempo de pantalla. Sea consciente del tiempo que pasa cada día
delante de una pantalla. Asegúrese de descansar cada cierto tiempo de las
actividades de pantalla.
 No abuse de los videojuegos. Aunque los videojuegos pueden ser una forma de
relajarse, cuando se está en casa mucho tiempo se puede caer en la tentación
dedicarles mucho más tiempo del habitual. Asegúrese de mantener un equilibrio
adecuado con las actividades sin dispositivos electrónicos.
 Utilice adecuadamente las redes sociales. Emplee sus cuentas en redes sociales
para promover mensajes positivos y esperanzadores. Corrija cualquier
información errónea que vea.
 Ayude a los demás. Si puede, ofrézcase a ayudar a otros miembros de la
comunidad que lo necesiten, por ejemplo para hacerles la compra.
 Apoye a los profesionales sanitarios. Exprese en las redes sociales o en su
comunidad su agradecimiento a los profesionales sanitarios de su país y a todas
las personas que trabajan para responder a la COVID-19.

8. Metodología:

La metodología asumida es la investigación documental definida por Fidias Arias


como:
“…un proceso basado en la búsqueda, recuperación, análisis, crítica e
interpretación de datos secundarios, es decir, los obtenidos y registrados por otros
investigadores en fuentes documentales: impresas, audiovisuales o electrónicas.
Como en toda investigación, el propósito de este diseño es el aporte de nuevos
conocimientos.” (Arias, 2012)

9. Referencias Bibliográficas:
9,1 Arias, F. G. (2012). El Proyecto de Investigación. Caracas, Venezuela:
Episteme.
9,2 Guía técnica para el cuidado de la salud mental del personal de la salud en el
contexto del COVID-19 (R.M. N° 180-2020-MINSA) / Ministerio de Salud. 9,3
9,3 Dirección General de Intervenciones Estratégicas en Salud Pública. 9,4 9,4
9,4Dirección de Salud Mental -- Lima: Ministerio de Salud; 2020.

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