Unidad 1 Publicidad y Promocion
Unidad 1 Publicidad y Promocion
Unidad 1 Publicidad y Promocion
Los anuncios están pensados para trabajar de forma gráfica con el medio. Esto hace que el
mensaje resalte, compitiendo con artículos, gráficos, música, espectáculos y otros anuncios. Entre
más anuncios tenga un medio, mayor será la aglomeración que tendrá y perderá su atractivo.
Publicidad.
Se refiere a todos los mensajes que se envían al público en medios de comunicaciones o soportes
comerciales. En la publicidad el contenido y los gráficos están controlados y se paga por el espacio
para mostrar el mensaje.
Los anuncios están pensados para trabajar de forma gráfica con el medio. Esto hace que el
mensaje resalte, compitiendo con artículos, gráficos, música, espectáculos y otros anuncios. Entre
más anuncios tenga un medio, mayor será la aglomeración que tendrá y perderá su atractivo.
Promoción.
Es un método para anunciar productos o servicios usando medios más dinámicos modificables. Las
promociones incluyen mucho ejemplo conocido como los cupones, las ventas especiales, las
recomendaciones de influencers, eventos, patrocinados de equipos o ligas; concursos, rebajas,
muestras gratuitas, catálogos, redes sociales, donativos, y correos directos.
A diferencia de las metas de las relaciones públicas, que buscan que los medios promueven su
mensaje sin costo, la promoción, por lo general, es un gasto. Una campaña en redes sociales es un
ejemplo de una promoción que no genera costo, además del tiempo del personal.
Objetivos de la publicidad.
¿Tu campaña publicitaria es para un nuevo producto que no ha sido conocido previamente en el
mercado? Quizás en ese caso necesitas publicidad más informativa.
¿Tu producto tiene competidores y buscas sobresalir? Entonces necesitarás una campaña
persuasiva.
¿Tu producto ya lleva tiempo en el mercado y es de sobra conocido? Entonces necesitarás una
campaña de recuerdo de marca/producto.
Informar, persuadir y recordar son los tres objetivos de la publicidad y los vemos en detalle a
continuación.
OBJETIVOS DE LA PUBLICIDAD
Dado que es la imagen de la empresa y de los productos que vende la que está en juego cuando
lanza una campaña de publicidad, es importante conocer cuáles son los objetivos de la publicidad
para así poder afrontarla como una inversión y no como un gasto.
INFORMAR
Describir las características del producto o resaltar los beneficios que se obtienen con su compra
forman parte de la publicidad informativa. Cuando el producto o servicio todavía no es conocido,
está en su etapa de lanzamiento y lo que se busca es crear una demanda primaria, es el tipo de
publicidad que se suele utilizar.
Las campañas informativas también son aptas para promocionar un cambio de precio, una
actualización del producto o sugerir un nuevo uso, por ejemplo.
PERSUADIR
Intentar influir en la percepción que el usuario tiene de tu producto o servicio implica realizar una
campaña publicitaria persuasiva.
Este tipo de publicidad se utiliza en la etapa más competitiva y se dirige a conseguir una demanda
selectiva, es decir, que elijan tu marca o producto frente a la competencia.
Para que funcione se debe incidir en los aspectos que hacen destacar al producto por encima del
producto de la competencia para fomentar esa preferencia de marca sobre el consumidor. Es muy
importante hacerlo de forma sutil y creativa para no despertar el rechazo del público que consume
la otra marca en la actualidad.
RECORDAR
En ese punto en el que la marca ya es conocida, pero resulta necesario recordar al cliente que
sigue ahí y que tiene que probarla o volver a comprarla. Es la publicidad para recordar que busca
incrustarse en el cerebro del consumidor, ya sea por colores, emociones, valores, por marca
personal…Lo importante es buscar las características diferenciadoras de la marca o producto y
mostrarlas en la publicidad.
Hay que afirmar que para conseguir esos objetivos de publicidad y decidir el paso a paso a seguir
será necesario establecer estrategias publicitarias. No se pueden conseguir objetivos sin
estrategias.
Definir el objetivo y establecer las estrategias a seguir para conseguirlo es el plan que cualquier
departamento publicitario.
Lee el artículo «La Publicidad: el arte de crear nuevas experiencias de compra» para ampliar la
información sobre los objetivos de la publicidad.
¿Qué objetivos tiene la publicidad?
Desde el punto de vista de la comunicación publicitaria, se distinguen dos objetivos principales que
son característicos de la gran mayoría de los recursos publicitarios:
Persuadir: formando la preferencia del público objetivo por el producto anunciado, convenciendo
al público de las ventajas de la oferta anunciada en comparación con sus análogos.
El establecimiento de los objetivos de la publicidad está determinado por la situación específica del
anunciante, por lo que depende de sus intenciones, estrategias de comercialización y decisiones
adoptadas, así como de las características y condiciones del mercado objetivo. Como parte de una
campaña publicitaria específica, los objetivos de la publicidad pueden estar determinados por la
reacción exacta del público destinatario que quiere lograr el anunciante en las diferentes etapas de
la campaña publicitaria. En cada caso específico, el anunciante utiliza el mismo recorrido y resuelve
las tareas que mejor se adaptan para lograr los objetivos.
A continuación, se presenta una tipología de las principales tareas que se resuelven en el proceso
de la comunicación publicitaria, de acuerdo con los objetivos establecidos por el anunciante.
1. Mensaje publicitario
Entre las principales tareas que se realizan con la ayuda de la publicidad informativa, se puede
especificar lo siguiente:
2. Persuasión publicitaria
La publicidad convincente tiene la misión de crear en el público objetivo la preferencia del
producto anunciado, convencer a los consumidores de las ventajas de la oferta publicitaria en
comparación con sus análogos. La preferencia se entiende como una necesidad estable del
receptor del mensaje publicitario, el referente del público destinatario en la adquisición del objeto
de la publicidad.
Entre los principales desafíos que pueden abordarse con la publicidad persuasiva están los
siguientes:
Cambiar la percepción de las propiedades del producto por parte de los consumidores.
3. Recordatorio publicitario
La publicidad reminiscente cumple la función de mantener la conciencia del público objetivo sobre
el producto de la publicidad y el interés sostenible en él. Su propósito es mantener una demanda
constante. La función principal de esta publicidad es recordar a la gente la necesidad de comprar
un producto específico o de operar un servicio determinado y reforzar esa necesidad en la mente
de los consumidores. Su enfoque es limitado, ya que se dirige a los consumidores que conocen
bien el objeto anunciado. Muchos bienes y servicios son adquiridos por los consumidores de forma
espontánea, sin previo aviso o debido a determinadas circunstancias. En este caso, algunos de sus
parámetros importantes, principalmente el nombre de la marca comercial, suelen ser fijados por
los consumidores al comprar u operar. Dado que en muchos casos los consumidores no conceden
una importancia especial a la razón por la que compraron un determinado producto o utilizaron un
determinado servicio, la olvidan rápidamente, los mensajes recordatorios vuelven a influir,
invitándoles a comprar un producto o a utilizar el servicio de nuevo.
Entre las principales actividades que se llevan a cabo con fines a este objetivo de la publicidad
están las siguientes:
Para que los clientes tomen en cuenta que pueden necesitar el artículo en un futuro próximo.
Los valores económicos son cualidades y méritos, de naturaleza tanto objetiva como subjetiva, la
cual se le otorga a los productos, bienes y servicios, dependiendo la apreciación que obtengan
por parte de las personas.
Estos se otorgan gracias a la valoración de las características que tenga cada producto, no solo
por el precio que le corresponda (el cual se otorga en base a la valoración), sino también con
respecto a otros aspectos que se tienen en cuenta, cuya importancia suele variar dependiendo la
perspectiva de cada quien.
La importancia de estos valores, destaca en las preferencias y elecciones individuales de cada ser
humano, que pasan a ser un factor cualitativo apreciado por los empresarios y economistas, para
que estos puedan considerar el precio adecuado que debe tener un producto o servicio antes de
su venta.
Aunque, la apreciación que reciba cada producto puede cambiar dependiendo diferentes
factores, como el paso del tiempo, el desarrollo en el mercado, bienes más modernos e incluso,
el cambio de valores morales en la sociedad. Lo que hace que cambien también los valores
económicos que tenga cada producto.
Además, cabe acotar que estos valores se ven implícitos en todo el tiempo de vida y uso que
pueda tener un producto o un servicio.
Como mencionamos anteriormente, son muchos los factores que se toman en cuenta para la
aplicación de los valores económicos, por lo que estos suelen tener diferentes tipos según su uso
y empleo.
A continuación te decimos cuáles son los valores económicos más comunes y de qué forma se
emplean:
Calidad
El concepto de este valor abarca un amplio aspecto sobre todo lo que debe tener un producto o
servicio para considerarse bueno, empezando porque debe satisfacer las expectativas del
mercado, siguiendo porque debe cumplir con todas las características y cualidades que han sido
prometidas al consumidor.
Facilidad de uso
Las empresas y comerciantes tienen presente, que para el público consumidor la facilidad es
muy importante, sobre todo a la hora de utilizar algún producto o servicio.
Esto se debe principalmente a que el ser humano puede sentirse inseguro y acomplejado por
procesos difíciles, incluso cuando se trata de usar un producto. Por otro lado, la facilidad otorga
un valor muy importante y que puede incentivar a los consumidores.
Que un producto pueda destacar por ser de uso fácil, es muy importante, especialmente si el
mismo está destinado a un grupo consumidor de mayor edad.
Atractivo estético
En base a esto, está comprobado que un producto puede tener mayor valoración y expectativa
comercial, si tiene un aspecto estético atractivo. Además de ser agradable a los demás sentidos,
por lo que también aplica en favor de su textura, tamaño, olor y sabor, dependiendo del tipo de
producto que sea.
Velocidad
Claramente, este valor no aplica para todos los servicios y productos, pues hay algunos que
pueden ser completamente independientes y poco relativos a la velocidad, además de que en
muchos casos, ésta puede o no aplicarse dependiendo del consumidor.
Sin embargo, existen muchos productos en los que la velocidad es un valor bastante comercial.
Un ejemplo claro de este valor económico aplicado al comercio y los productos, puede ser con el
uso de la tecnología habitual, donde una mayor capacidad de memoria y un sistema operativo
óptimo, puede mejorar la rapidez y también, la valoración del consumidor.
Eficacia
Por encima de muchos aspectos, uno de los principales requerimientos que los consumidores
solicitan con respecto a un producto o servicio, es que éste cumpla lo que promete,
especialmente cuando su uso puede solventar las necesidades de cada comprador.
En el aspecto comercial, no hay nada mejor que adquirir algún bien o servicio, y que este pueda
generar el efecto deseado, proporcionando los beneficios que el consumidor ha esperado y por
los cuales ha pagado. Además de lograr los objetivos que dispone su uso.
Donde este coste es asignado por la empresa fabricadora, el mercado o el propio gobierno,
siendo que estas entidades obtengan una comisión que les corresponde por cada compra, con la
intención de cubrir gastos y ganancias.
Ahora bien, el valor ha sido definido de muchas formas diferentes, sin embargo, la más común y
más aceptada, es que éste representa la utilidad y el beneficio que tienen las personas a la hora
de comprar un producto, cubriendo así una necesidad y ofreciendo cierta satisfacción.
Entre estos factores podemos destacar dos grandes grupos, que son los monetarios positivos y
negativos, cada uno con sus características específicas que permiten asignarle un valor
económico apropiado a cada producto, bien y servicio.
Por un lado, están los factores monetarios negativos, que son cuantificables correspondiendo a
cifras precisas por coste de fabricación. Además, estos son los que inciden directamente con el
precio de algún producto o servicio, según cual sea su inversión directa antes de ser posicionado
en el mercado.
A su vez, en estos factores monetarios se ven inmersos otros elementos, que corresponden al
costo de los insumos requeridos para la fabricación de un producto, la mano de obra que se
invierte, coste de transporte para llevar el producto o servicio desde su punto de origen hasta el
mercado (puede variar dependiendo la distancia que se recorra). Además de otros factores
menos influyentes.
Ahora bien, por otro lado están los factores positivos, que vienen siendo las ganancias obtenidas
por la venta de cada producto o servicio, es decir, el beneficio adicional aportado a cada
empresario, fabricante o vendedor, por la comercialización de algún bien.
Se entiende que estos factores están siendo aplicados solamente en el aspecto monetario, ya
que son objetivos y cuantificables, representando una pérdida o ganancia por medio del
comercio.
De forma que, entre estos factores no se toma en cuenta el valor de utilidad y satisfacción que
algún producto o bien puede aportar al consumidor.
Estos valores están estrechamente relacionados a factores tangibles, como el aspecto estético, la
utilidad y funcionalidad, calidad de producto o servicio, y otros.
Los conceptos atribuidos a los valores económicos pueden ser usados en cualquier ámbito
financiero, económico y comercial, ya sea a la hora de hacer las compras, comparar cuentas,
evaluar calidad de productos, etc.
Cuando estos valores son usados para determinar y describir las cualidades de algún producto o
servicio, pueden ser cambiados y alterados constantemente dependiendo de diferentes factores.
Otro de los conceptos atribuidos a valor económico, indican que este también puede ser
considerado como el costo monetario que se deba pagar por un producto o servicio para su
obtención. O también la cantidad de dinero que las personas estén dispuestas a pagar por
adquirir algo, según las características del producto, además de la oferta y demanda en el
mercado.
Con tantos conceptos y definiciones sobre el significado de este tipo de valores, para muchos es
complicado poder interpretarlos y saber en qué contextos se están empleando. Sin embargo, es
necesario saber que la gran mayoría de las personas hacen uso de ellos en muchas situaciones
de la vida cotidiana.
Para poder tener una mejor interpretación, a continuación mencionamos tres ejemplos de
valores económicos, que son muy comunes en el día a día:
Costo: Es la cantidad monetaria que debemos pagar si queremos adquirir un bien o servicio,
donde afectan muchos factores de producción y mercado. Además de que el precio no asegura la
venta del producto, ya que también debemos considerar el valor del producto.
Utilidad: Son los beneficios que el consumidor recibe a la hora de adquirir un producto o
servicio. Lo podemos ver al comprar un teléfono, cuya función solventa la necesidad básica de
comunicarse, además de los beneficios adicionales que puedan sumar las otras herramientas
que el aparato posea.
Ingreso activo: Es el porcentaje de ganancia que una empresa productora obtiene, cada vez que
comercializa un bien o servicio en el mercado.
Sin embargo, como ya mencionamos, los valores económicos han tenido mucho desarrollo y en
muchos casos, su significado ni siquiera es constante, por lo que suelen presentar muchos
cambios, aun en la actualidad.
A continuación dejamos una lista de valores económicos más importantes y cuyo significado ha
permanecido durante años:
Atractivo estético
Calidad
Confiabilidad
Conveniencia
Costo de producto
Eficacia
Emoción
Estado
Estatus
Facilidad de uso
Fiabilidad
Flexibilidad
Ganancia
Impacto emocional
Precio de mercado
Utilidad
Velocidad
Como bien sabemos, el sentido del valor en el ámbito económico ha sido interpretado de
muchas formas diferentes, generando teorías complejas en las mentes de grandes científicos y
economistas, que determinan las diferentes perspectivas que este concepto abarca.
Por esa razón, a continuación decimos cuáles son los tipos de medición de valor en el ámbito
económico más conocidos, además de la propuesta teórica en la que están basados:
Valor por trabajo: Expresa que el valor dispuesto hacia algún producto o servicio, debe ser en
base al trabajo que se invierte por la fabricación o realización del mismo. Dicho esto, podemos
concluir que el valor de un producto es equivalente a la mano de obra que se ha dispuesto para
su elaboración.
Valor subjetivo: Como bien lo indica el nombre, esta teoría es en base a la perspectiva de cada
quien, donde el valor de un bien o servicio lo otorga el mercado consumidor, siendo lo que las
personas pueden y están dispuestas a pagar.
Valor por inversión: Bastante parecida a la teoría del valor por trabajo, pero esta propone que el
valor debe ser otorgado en base al coste monetario que se ha invertido en la producción de un
bien o servicio.
Los valores sociales son aquellos criterios compartidos por los miembros de una comunidad y que
garantizan la buena convivencia entre sus individuos. Como cualquier tipo de valor, los valores
sociales van transformándose a lo largo del tiempo y no son compartidos por todas las
comunidades, aun cuando son contemporáneas.
Federación de Ayuda contra la Drogadicción (FAD).
La FAD considera que los valores sociales como el respeto, la solidaridad, la igualdad, la
tolerancia, el compromiso, la honestidad, la responsabilidad o el esfuerzo son esenciales en la
formación de la personalidad, en el desarrollo de la sociedad y actúan como factores de
protección para prevenir conductas de riesgo de todo tipo.
Fuente: https://concepto.de/valores-sociales/#ixzz7QxstSaT3
Mercadotécnica
Por principio ético, en la publicidad se debe comunicar la verdad oportunamente a los potenciales
compradores.
Aplicación de principios y técnicas del marketing en organizaciones sin animo de lucro, para
alcanzar su objetivo social y para volver mas eficientes sus procesos
Social
Informa acerca de productos nuevos y/o mejorados, ayuda a comparar productos y características
y por lo general nos mantiene al tanto de las innovaciones y los temas actuales
Se suele utilizar para cambiar la visión de la población en temas sociales destacando: la salud
preventiva, preservación del medio ambiente, aspectos viales o de tránsito, violencia de género,
adicciones, trata de personas, cuidado de los animales, fomentar actividades intelectuales
4. recuerda y reafirma
5. persuade.
Se trata de determinar las necesidades de público objetivo al que se pretende servir, y crear una
oferta que permita satisfacerla.
Marketing Social
Económica. Como empresa necesita obtener beneficio, necesita ser rentable, ¿cómo?: creando
nuevas necesidades, creando nuevos consumidores.
La publicidad es uno de los grandes motores de la economía porque nuestra sociedad es, en gran
medida, una sociedad de bienes de consumo y las empresas necesitan dar a conocer esos
productos por lo que no reparan en emplear tremendas inversiones en publicidad (que, en
definitiva, acaba pagando el consumidor a través del incremento del valor del producto)
.
Publicidad no lucrativa
del consumidor
Ayuda a los consumidores a calcular el valor promedio de un producto, según su calidad, ubicación
y reputación
Consideraciones éticas
Si bien es cierto que es lícito promover un producto mediante la publicidad, ayudando al público a
darse cuenta que lo necesitan, no se acepta la utilización de los mensajes publicitarios para crear
necesidades artificiales.
HISTORIA DE LA PUBLICIDAD.
Demos juntos una vuelta por la Historia de la publicidad, ¿estás listo?
Si te estás preguntando cómo eso es posible, sigue leyendo, ¡hoy te contaremos la historia de la
publicidad y todo lo que siempre quisiste saber acerca de su surgimiento!
Los anuncios publicitarios tienen un papel: divulgar productos, servicios y marcas con el objetivo
de estimular las relaciones comerciales. Así que, cuando hablamos de publicidad, es imposible
dejar de lado su combustible principal - el comercio.
El anuncio más antiguo del que se tiene conocimiento, ha brotado del papiro de un comerciante
egipcio llamado Hapu, en la ciudad de Tebas. Decía lo siguiente:
Habiendo huido el esclavo Shem de su patrono Hapu, el tejedor, éste invita a todos los buenos
ciudadanos de Tebas a encontrarle. Es un hitita, de cinco pies de alto, de robusta complexión y
ojos castaños. Se ofrece media pieza de oro a quien dé información acerca de su paradero. A
quien lo devuelva a la tienda de Hapu, el tejedor, donde se tejen las más hermosas telas al gusto
de cada uno, se le entregará una pieza de oro.
¿Has notado la frase “donde se tejen las más hermosas telas al gusto de cada uno”? Pues ella es
la responsable por el primer reclamo publicitario. Hapu, a la vez que ofrece una recompensa
para recuperar a su esclavo, aprovecha la ocasión para anunciar su producto y hablar de su
negocio.
Fue en la Grecia Clásica que la publicidad empezó a tomar forma, en una época en que los
primeros comerciantes llevaban una vida nómada y vendían sus productos de ciudad en ciudad.
Por eso, el método de los vendedores era pregonar su mercancía a gritos. Aunque no fuera algo
bien "estratégico", era la forma que ellos tenían de hacerse conocer en los nuevos pueblos a los
que llegaban, luego, la voz fue el primer medio publicitario.
Esta costumbre se extendió por el Imperio Romano, pero aquí se incorporaron también las
enseñas (que servían para localizar un centro de trabajo, ocio o venta) y la escrita (hecha en
piezas cuadradas de madera o piedra blanqueada, donde se informaban normalmente
decisiones políticas de las autoridades, anuncios de espectáculos y mercancías).
Para ser efectiva, la publicidad necesita llegar a mucha gente. En 1450, Gutenberg lo hizo posible
haciendo uso de técnicas que permitían la multiplicación de imágenes y textos sobre papel −
surge la imprenta − la invención que más tarde abriría camino para el primer medio de
comunicación: el periódico impreso.
El desarrollo de la publicidad
En las décadas siguientes, nuevas medios masivos de comunicación surgieron para la divulgación
de anuncios.
A través de sus transmisiones, nacen los anuncios pagos (empresas que pagan para anunciar
durante los programas). Esa es una práctica que ganó popularidad y se mantuvo presente hasta
el surgimiento de la televisión − otra revolución fundamental para el progreso de la publicidad.
La televisión dio alas a la creatividad audiovisual y los anuncios se volvieron mucho más
interesantes y convincentes. Además, la publicidad pasó a ser motivo de estudios,
investigaciones y críticas, con la finalidad de evaluar su impacto sobre la sociedad.
La Internet
Espacios de divulgación en buscadores, portales, blogs, e-mails y redes sociales vinieron como una
nueva oportunidad para los anunciantes.
Con el marketing digital, se hizo mucho más fácil llegar a las personas y medir con precisión los
resultados de una campaña, algo que hasta entonces ningún medio lo había permitido.
Una publicidad puede tener la finalidad de vender un producto, divulgar una idea o atraer más
visibilidad para la marca, por ejemplo.
Hablar de publicidad es también hablar de los anuncios que marcaron época, por eso, te
recomendamos este sitio para que adentres en la historia publicitaria de las más diversas marcas.
Esperamos que te haya gustado recorrer la historia de la publicidad con nosotros y si deseas
comentar y agregar conocimiento sobre el tema, ¡pues utiliza nuestro espacio de comentarios y
déjanos el tuyo!
México.- En pleno siglo XXI la publicidad para las nuevas generaciones son las redes sociales, los
videos en You Tube, las grandes pantallas en las calles, los carteles virtuales, etc. Pero para los
viejos publicistas, y no por edad sino por generación, la publicidad sí tiene un origen.
Hoy vemos que los mercadólogos y publicistas buscan las mejores formas de hacer llegar una
marca al consumidor, y efectivamente este es el pilar principal del por qué hacer publicidad. Pero
hace años cuando la tecnología no nos favorecía todo pudiera haber sido más complicado o incluso
todo lo contrario.
Se dice que la publicidad aparece por primera vez en la Grecia Clásica, junto a la actividad
comercial, donde los primeros comerciantes tenían una vida nómada. Por simple intuición, y no
una estrategia elaborada, los vendedores al llegar a una ciudad lo único que hacían era pregonar,
vocear, anunciar, sus mercancías.
A gritos, ese era la principal forma de “venderse”, sin embargo más tarde…
1450 La invención de la imprenta por parte de Gutenberg permitió por primera vez en la historia
hacer llegar un mensaje a más número de personas haciendo uso de la palabra y luego la imagen.
Años 1730 Las primeras revistas aparecen. “The Gentlemen’s Magazine” publicada en Londres, se
considera la primera revista de interés general de la historia y con ello los anunciantes.
Años 1830 Los posters se vuelven populares como medios para difundir mensajes entre la
población. Aún eran muy precarios, algunos con fines políticos. Años más tarde se empezarán
a utilizar las vallas publicitarias anunciando productos y servicios.
historia de la publicidad 2
1922 Se emite el primer anuncio en la radio. En NY se anuncia un complejo residencial por
parte de Queensboro Corporation.
1941 Primer anuncio en televisión de la historia. La empresa de relojes Bulova paga 9 dólares
por un anuncio a una estación de televisión antes de la retransmisión de un partido de béisbol.
Para 1954 los ingresos por publicidad de la televisión sobrepasarían los de las revistas y la
radio juntas.
1950 La era en torno al producto y la imagen fue lo que explotó en esta década en la que el
publicitario Rosser Reeves, presidente de Ted Bates & Co., diseñó (en 1954) el primer anuncio
televisivo (spot) para el analgésico Anacín.
1970 – 1980 El mundo en general y la sociedad norteamericana en particular se vio sacudida por
varios fenómenos, que fueron marcando un cambio de rumbo en las técnicas publicitarias.
A la hora de captar tráfico desde una web, sea del sector que sea, al igual que en una tienda
tradicional, debemos decidir quién crees que debería entrar en ella y quién no o quien tiene que
entrar en qué parte y quién no. Así como el tipo de contenido que ofreces para que los usuarios
decidan o no entrar en tu sitio web, por ello es fundamental conocer la ética en la publicidad.
Esta decisión nos va a marcar nuestra estrategia de marketing a seguir en internet para llegar a
potenciales clientes que les interese el producto que ofrecemos. Evitando impactar a personas
alejadas de la necesidad que nosotros satisfacemos con nuestro producto/servicio.
Actualmente vivimos en un entorno en el que cada persona recibe de media 2.000 impactos
publicitarios diarios. Y cada vez se hace más necesaria una publicidad ética, cualificada y eficiente
compuesta por diferentes factores éticos.
Ofrecer un contenido relevante para los usuarios web, tanto a nivel On-Page (sección de noticias,
blog, novedades, ofertas, concursos…) como Off-Page (redes sociales, publicidad, mailing…). La
idea de tener que publicar por norma 2 post al día, a la semana, o al mes en redes sociales, tiene
que ir respaldada de una estrategia de contenidos acorde. Seamos honestos y pensemos en
nuestro público ¿Somos lo suficientemente importantes para ellos como para que tengan ganas de
vernos dos veces al día? Conseguir un buen equilibrio en los contenidos, hará que hablen bien de
nosotros y que nuestros usuarios mantengan su interés en nuestra marca.
Honestidad por encima de todo, nuestro contenido debe ser fácil de entender, y por supuesto,
alejado del engaño. Tener esto siempre presente hará que nuestra reputación online, y nuestra
rentabilidad mejore. Piénsalo, si no tienes nada positivo que ofrecer de verdad con tu
producto/servicio, ¿te merece la pena seguir invirtiendo en ello?
Controlar la frecuencia de publicación de anuncios, a día de hoy, es uno de los factores más
comunes en la publicidad digital. Todos somos víctimas de esta persecución de banners en webs y
en redes sociales. Un exceso de frecuencia en los anuncios hará que nuestra reputación se
desplome.
Segmentación lógica, no hay nada más molesto que la publicidad que no nos interesa. Esto a día de
hoy, aún ocurre en televisión, donde la publicidad es masiva y no se ha establecido aún un sistema
de segmentación. Afortunadamente, en internet disponemos de herramientas de sobra para poder
solucionar este problema. Bien sea por datos demográficos, intereses, audiencias personalizadas,
geográficamente, por grupos etc.
Elegir bien la página de destino a la que enviar a nuestra audiencia. Dado que los usuarios
normalmente tardan décimas de segundo en decidir quedarse o irse, debemos darles una
experiencia web adecuada, relevante e interesante.
Transparencia y comunicación activa con nuestra comunidad para una correcta ética en la
publicidad. Otra de las ventajas que ha derivado de la revolución digital es la comunicación
bidireccional entre empresas y usuarios. Anteriormente, las comunicaban de forma unilateral a
través de la radio, televisión, prensa y exteriores. A día de hoy, especialmente a través de redes
sociales se valora muy positivamente que la marca esté cerca del usuario atendiendo
reclamaciones, escuchando propuestas y respondiendo mensajes. Este factor nos da buena imagen
y una herramienta de investigación bastante potente.
Para conservar la efectividad de la publicidad a día de hoy, es decisivo la ética en la publicidad.
Para la ética en la publicidad, estos objetivos son básicos y no deberían formar parte de una
estrategia de marketing en particular. Deberían ser comunes a todas las empresas que dan
visibilidad a su marca en internet.
Si tenemos en cuenta estos factores a la hora de lanzar nuestro contenido en redes y en nuestra
web, podremos ver diferentes ventajas derivadas de ellos.
Buena reputación: Los usuarios no nos van a ver como una web intrusiva o pesada, ya que somos
parte de sus aficiones o necesidades.
Mejora de la rentabilidad: Cada usuario que llega a la web tiene un coste, puede ser directo a
través de campañas digitales o indirecto, derivado de una estrategia SEO, de la creación de
contenidos o bien de los costes de la propia creación de la web. Si focalizamos lo máximo posible
en potenciales clientes, nuestra inversión tendrá más posibilidades de ofrecernos un retorno.
Posicionamiento: Nuestra marca ocupará un espacio en la mente del usuario que puede ser
molesta o que se relacione con lo que queremos transmitir. Un ejemplo muy visual es si queremos
ser “los pesados de los viajes” o “los que tienen oportunidades increíbles”. De esta ventaja deriva
que el mensaje transmitido por el boca a boca, sea positivo o que se difunda que somos una marca
intrusiva y pesada.
Cohesión comunicativa. En empresas de gran volumen, a veces resulta complicado tener un
mensaje coherente entre diferentes áreas. Como por ejemplo, mensaje transmitido en Instagram o
mensaje transmitido en televisión. Si la empresa dispone de un código ético de la publicidad
común a todas las áreas, conseguiremos una mínima coordinación.
Para conservar la efectividad de la publicidad a día de hoy, consideramos decisiva esta parte de la
ética en la publicidad. Por desgracia, muchas empresas se saltan muchos de los factores de los que
hablamos. Y normalmente por desconocimiento de las métricas o del funcionamiento de la
publicidad digital, o bien por un negocio no centrado en el cliente. En cualquier caso, no son
estrategias efectivas ni sostenibles a medio y largo plazo.
Si persuade es porque es bueno. Esta es una de las máximas de los publicistas que se dedican a
crear a diario anuncios atractivos y que vendan productos o servicios. Y es que, por ejemplo, un
anuncio de rebajas no tendría éxito si no consiguiera que nadie acudiera a la tienda a comprar
alguna de las prendas de ropa que anuncia o si no llamara la atención. Esto da ya pie a pensar
cuáles son las funciones de la publicidad. Pero aun así, hemos preparado un interesante artículo en
el que te vamos detallando cuáles son estas funciones de la publicidad. Y es que sin los anuncios,
ya sea en vallas, cuñas de radio, spots televisivos o faldones de periódico, muchas veces no nos
enteraríamos de información que nos interesa.
Dar información
Cuando uno ve un anuncio publicitario tal vez lo primero que se le pasa por la cabeza es que
alguien quiere persuadirle. No va tan mal encaminado, así es, pero entre las funciones de la
publicidad, la primera de ellas es la informativa. Todo anuncio proporciona información útil para el
consumidor. O, al menos, eso es lo que pretende. Entre la información que se suele proporcionar al
consumidor destaca la de dar a conocer un producto o servicio, sus características o, en algunos
casos, informar de ciertos descuentos o beneficios por adquirir dicho bien. Así que cuando te
pongas delante del televisor y veas algún anuncio, puedes intentar sacar algunas de sus
características, verás que el propio anuncio te proporcionará mucha información útil sobre el
producto.
¿Para qué quieren o necesitan las empresas hacer publicidad? Principalmente para incrementar
sus ventas, pero tampoco hay que olvidar que es una de las formas que muchas compañías tienen
de crear identidad de marca y de diferenciarse de otras empresas. Por ejemplo, ¿cómo
diferenciarías a Coca Cola de Pepsi? Son dos empresas que fabrican un producto muy similar, por
lo que son competencia. Pues los anuncios de Coca Cola siempre se han asociado con la alegría, el
bienestar y la felicidad. Ahí está la diferencia.
Aumentar la cartera de clientes es otro de los objetivos de la publicidad. Y es que una empresa
necesita de sus clientes para sobrevivir. De ahí que esta función de la publicidad sea
imprescindible, no solo para mantener informados a los clientes habituales sobre qué está
haciendo la empresa, sino para captar nuevos clientes dentro del segmento de la población al que
dedica sus productos.
En ese caso, las empresas tienden a renovarse de manera periódica. De ahí que haya compañías
que aunque tienen un producto estrella, suelan sacar nuevas líneas de productos de manera
periódica. La publicidad es una manera de que las empresas refuercen los comportamientos de los
clientes hacia una marca en particular.
Por fin hemos aterrizado en la función de la publicidad que todo el mundo conoce. Y es que la
persuasión es la base de los anuncios publicitarios, estén en el soporte que estén. La publicidad
persuade a los consumidores a comprar un nuevo producto, a probar los nuevos que ha sacado la
empresa o a probar alguno de los servicios que se ofrecen. Por esa razón, muchas firmas se
esfuerzan por generar grandes impactos en los medios de comunicación. Es una manera de
conseguir nuevos clientes.
Tal vez esto te parezca un poco raro: “¿De verdad la publicidad educa?, te estarás preguntando. No
se nos ha ido la cabeza ni hemos cambiado de tema, seguimos hablando de publicidad. Y sí, la
publicidad posee una función educativa, aunque no la siguen todas las empresas. Y es que es
lógico que a las grandes empresas o grupos privados les interese más vender que educar a la
ciudadanía. Sin embargo, hay ocasiones en las que estas empresas de índole privada se alían con la
Administración o agencias gubernamentales y ponen en marcha campañas publicitarias
educativas. Seguro que recordarás la campaña que durante años desarrolló Antena 3 para evitar
los accidentes de tráfico y que se denominaba ‘Ponle Freno’. Ahí la publicidad no buscaba vender
ningún producto, sino concienciar a la población sobre determinados actos al volante que tienen
consecuencias.
El mundo publicitario es apasionante. De hecho, la publicidad nos rodea a diario, es por eso por lo
que cada vez más personas buscan una salida profesional en el mundo publicitario. Una opción con
muchas salidas laborales es cursar un ciclo de fp de comercio y marketing. Cada vez son más
personas las que optan por la opción de ciclos formativos a distancia ya que permiten compaginar
el estudio con el trabajo y tienen un alto grado de empleabilidad.
¿Qué es la Publicidad?
Se entiende por publicidad a las formas de comunicación escrita, visual y multimedia que buscan
generar en el público un interés particular por una marca específica de productos o servicios de
consumo.
Se distinguen en su ámbito de acción, mientras la propaganda aboga por (o arremete contra) una
ideología o un patrón de pensamiento específico, la publicidad intenta afectar los patrones de
consumo de la población, al margen de su manera específica de pensar.
Función de la publicidad
Generar la necesidad de la compra del bien o servicio a través de advertir escenarios posibles de
riesgo sin ellos.
Tipos de publicidad
Existen tipos de publicidad atendiendo a sus mecanismos y propósitos, que pueden ser:
Local o detallista. Enfoca su información en el entorno del posible comprador, creando una imagen
distintiva de alguna tienda o local comercial contenidos en la zona geográfica determinada.
De respuesta directa. Centrada en generar una venta específica, yendo directo a interpelar al
comprador potencial.
Business to Business (B2B). Publicidad “negocio a negocio”, que estimula la interacción comercial
entre dos empresas o una empresa y una tienda, etc.
Sin fines de lucro. Publicidad de ONGs u otro tipo de organizaciones sin fines comerciales, que se
promocionan entre el público interesado por sus causas y motivaciones altruistas.
De servicio público. Aquella que pretende esparcir un mensaje de interés público entre las
personas de la comunidad, en vez de incitar a una transacción comercial específica.
Las distinciones entre la propaganda y la publicidad radican en que la primera busca incidir en la
ideología y el modo de pensar de la población, por ejemplo, intentando convencer respecto a una
decisión electoral o incluso implantar ciertas normas de conducta en la población o erradicar
algunas consideradas nocivas.
La publicidad, en cambio, hace caso omiso al modo de pensar del posible público, ya que se
interesa únicamente en fomentar la compra de un producto o en visibilizar los valores de la
empresa que lo fabrica.
Estructura de la publicidad
Anunciantes. Aquellos que desean hacer uso de la publicidad para visibilizar o promover sus
labores en el público.
Personalización de la publicidad
Una de las tendencias de la publicidad a través de los años ha sido la hiperpersonalización, esto es,
dirigir sus anuncios de manera cada vez menos general y amplia, y más hacia un público objetivo o
target, a partir de sus necesidades puntuales de consumo.
La publicidad se vale de numerosos medios para alcanzar al público destino, a través de anuncios
escritos, visuales, sonoros o audiovisuales. Podemos distinguirlos de la siguiente manera:
Visuales. Que combinan el texto con fotografías, dibujos o esculturas de diversa índole para captar
la atención.
Ética publicitaria
Existen códigos de ética publicitaria que sanciona la ley, y que establecen la responsabilidad directa
de los creativos publicitarios y sus agencias respecto a la publicidad emitida. Se estima que ésta no
deba ser ofensiva ni discriminatoria para con ningún sector social, que no debe ser falaz (mentir
abiertamente sobre el producto) y que no debe incurrir en faltas a la moral pública de ninguna
naturaleza.
Jingles
Se conoce como “jingles” a las frases ingeniosas y pegajosas que la publicidad emplea a menudo
para identificar un producto, a veces como rótulos, canciones o simplemente frases repetidas que
se fijan en la memoria del público y traen a colación el producto.
Principios de la publicidad
Existen numerosas teorías publicitarias, pero una de las más conocidas es la llamada AIDA, y que
establece como pasos básicos de toda campaña publicitaria los siguientes elementos:
Atención. La publicidad tendría que ser llamativa y captar la atención del público, o será ignorada e
inefectiva.
Interés. Debe generar luego interés por lo ofrecido, o se perderá de inmediato la atención
capturada. Debe ser convincente.
Acción. Debe exhortar a la reacción, es decir, debe movilizar al público hacia la compra.