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T E S I S: Directora de Tesis: Dra. Lizeth Caballero García

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UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO

FACULTAD DE FILOSOFÍA Y LETRAS


COLEGIO DE GEOGRAFÍA

Análisis geomorfológico del flanco SE del volcán


Citlaltépetl (Pico de Orizaba) y textural del depósito
de lahar Teteltzingo, Veracruz, México.

T E S I S

Que para obtener el grado de:


Licenciado en Geografía
PRESENTA:

Omar Arturo Hernández Rivas

DIRECTORA DE TESIS:
Dra. Lizeth Caballero García

Ciudad Universitaria. Ciudad de México. 2020


UNAM – Dirección General de Bibliotecas
Tesis Digitales
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reproducción, edición o modificación, será perseguido y sancionado por el
respectivo titular de los Derechos de Autor.
“La explicación no es lo que tú llamarías una explicación;
sin embargo, aunque no aclara el mundo ni sus
misterios, los hace menos pavorosos. Ésa debería ser la
esencia de una explicación, pero no es eso lo que tú
buscas. Tú andas detrás del reflejo de ti y tus ideas…”

C. C.
Relatos de Poder (1974).
Esta obra está dedicada a:

Mi madre, Miriam Hernández, quien ha sido el motor principal que ha permitido que este trabajo esté
concluido. Gracias por impulsarme a alcanzar mis sueños y siempre apoyarme en todos mis aciertos y
fracasos.

A mis abuelos, Guadalupe Rivas y Emilio Hernández, quienes siempre han estado presentes en mi mente y
corazón.

A mi familia, especialmente a mis tías y tío: Norma Hernández, Rocío Hernández y Pilar Hernández y
Francisco Hernández, por apoyarme en todo momento, estar siempre al pendiente de mi desempeño
académico y por impulsarme a viajar y conocer más sobre el apasionante mundo de la Geografía y los
volcanes.

Agradecimientos:

Quiero agradecer profundamente a todas las personas que han contribuido a la realización de este
trabajo:

A mi tutora de tesis, Lizeth Caballero, por aceptarme dentro de su equipo de trabajo y financiar este trabajo
dentro del proyecto DGAPA-PAPIIT IA106317 “Dinámica de flujos de escombros cohesivos y su
reproducción a través de simulaciones numéricas”. Estoy muy agradecido contigo por haber sido mi
profesora y tutora, así como por apoyarme incondicionalmente en mi desarrollo profesional. Por todos los
momentos gratos y divertidos en campo, en la Facultad de Ciencias y el Instituto de Geología, también por
tu apoyo en las crisis (e inconvenientes burocráticos) por las que atravesé al concluir este proceso.

Al Dr. Damiano Sarocchi y Dr. Luis Angel Rodríguez-Sedano por su valiosa presencia en trabajo de campo
y en el desarrollo de la metodología, así como su apoyo incondicional a lo largo de mi formación académica.
Por mostrarme el mundo de los experimentos analógicos de flujos de escombros y por todos los momentos
divertidos en campo, San Luis Potosí y la UASLP.

Al Mtro. Sergio Salinas y al Dr. José Juan Zamorano Orozco, por aceptar formar parte del sínodo y por sus
valiosos comentarios. Sin duda ambos enriquecieron notablemente este trabajo. Un agradecimiento
profundo por haber sido mis profesores de la licenciatura e instruirme en el mundo de la Geomorfología.

Al Dr. Lorenzo Vázquez-Selem y la Mtra. Norma López Castañeda por aceptar formar parte del sínodo.
Gracias por sus comentarios y por su excelente calidez humana.
Al Dr. Osvaldo Franco por su ayuda y comentarios con respecto a la cartografía geomorfológica. Gracias
por siempre mostrarse abierto e interesado por este trabajo.

A la Dra. Katrin Sieron, por la revisión del trabajo y sus oportunos y relevantes comentarios.

Al Mtro. Jaime Díaz Ortega y al personal del Taller de Laminación de Suelos y Materiales no consolidados
del Laboratorio de Paleosuelos del Instituto de Geología y del Laboratorio de Sedimentología del Instituto
de Geofísica, por su valioso apoyo en la consolidación de las muestras geológicas.

Finalmente y no menos importante:

A Eunice Zenteno, por apoyarme en todos mis proyectos y formar parte importante de mi vida. Eres mi
persona favorita en estas playas.

Gracias a: Carla Tranquilino y Emilio Saavedra, por brindarme su amistad y sus consejos cuando más los
necesitaba.

A mis amigos y amigas de la Universidad, con los que compartí muchas aventuras e incuantificables
cervezas:

Alberto Fuentes, Christie Espinosa, Gema Arizmendi, Fernanda Avelleyra Dani Orihuela, Milton Espinoza,
Gabriel López, Lidia Arellano, Ixim Plascencia, Eliud Reséndiz, y varios más.

A todas las personas de Veracruz que encontramos en el camino, que siempre se mostraron abiertas a
dejarnos explorar su territorio, compartir sus experiencias e incluso un plato de comida.

A todas las personas que de alguna manera están involucradas en el desarrollo de este trabajo…

¡Infinitas gracias!
ÍNDICE

Introducción .......................................................................................................................................... 1

Planteamiento del problema y Justificación. ........................................................................................... 1

Objetivo general. ................................................................................................................................... 2

Objetivos particulares. ........................................................................................................................... 2

Capítulo 1. Marco teórico. ..................................................................................................................... 4

1.1 Lahares inducidos por avalanchas de escombros. ............................................................................. 4

1.2 Características reológicas de lahares. ............................................................................................... 7

1.3 Características sedimentológicas de lahares. .................................................................................. 11

1.4 Análisis de fábrica en depósitos volcaniclásticos. ............................................................................ 13

Capítulo 2. Área de estudio. ................................................................................................................ 17

2.1 Localización y antecedentes. .......................................................................................................... 17

2.2 Marco fisiográfico y geología regional. ........................................................................................... 20

A) MESOZOICO ................................................................................................................................ 20

B) CENOZOICO ................................................................................................................................ 22

2.3 Historia eruptiva y geología del volcán Citlaltépetl. ........................................................................ 24

2.4 Lahares inducidos por avalanchas de escombros en el volcán Citlaltépetl. ....................................... 33

A) Avalancha de escombros “Jamapa”. ............................................................................................ 33

B) Lahar “Teteltzingo”. ..................................................................................................................... 34

Capítulo 3. Metodología. ..................................................................................................................... 38

3.1 Trabajo de gabinete....................................................................................................................... 38

3.2 Trabajo de campo. ......................................................................................................................... 40

A) Toma de muestras. ...................................................................................................................... 40

3.3 Trabajo de laboratorio. .................................................................................................................. 41

A) Tratamiento de muestras. ............................................................................................................ 41


B) Análisis de fábrica direccional. ..................................................................................................... 41

Capítulo 4. Resultados. ........................................................................................................................ 47

4.1 Análisis geomorfométrico. ............................................................................................................. 47

A) Mapa altimétrico. ........................................................................................................................ 47

B) Mapa de pendiente. .................................................................................................................... 50

C) Mapa de densidad de drenaje. .................................................................................................... 53

4.2 Análisis morfoestructural. .............................................................................................................. 56

4.3 Análisis geomorfológico................................................................................................................. 59

A) RELIEVE ENDÓGENO ................................................................................................................... 59

B) RELIEVE ENDÓGENO MODELADO................................................................................................. 63

C) RELIEVE EXÓGENO ...................................................................................................................... 69

4.4 Geomorfología y fábrica del depósito de lahar Teteltzingo. ............................................................. 82

A) Zona proximal. ............................................................................................................................ 82

B) Zona media. ................................................................................................................................ 83

C) Zona distal. ................................................................................................................................. 86

Capítulo 5. Discusión y conclusiones. ................................................................................................... 93

5.1 Geomorfología y su relación con las variaciones observadas en la fábrica del depósito. ................... 93

5.2 Conclusiones. ................................................................................................................................ 96

Referencias.......................................................................................................................................... 98
Introducción
Introducción

Planteamiento del problema y Justificación.

Las avalanchas volcánicas, se producen cuando un sector del edificio volcánico colapsa y se desliza
pendiente abajo y es común su transformación a lahares, cuyo alcance puede ser de decenas de
kilómetros. Se han reconocido, al menos, 400 volcanes en el mundo con eventos de colapso parcial
del edificio volcánico (Siebert et al., 2006) y ~700 volcanes se localizan en áreas que actualmente
están habitadas. Cabe mencionar que ~20,000 personas han perdido la vida debido a colapsos
sectoriales históricos (Reid et al., 2001).

En México y particularmente en el Cinturón Volcánico Trans-Mexicano (CVTM) se han reportado


grandes avalanchas de escombros en volcanes importantes, entre ellos el Nevado de Toluca,
Jocotitlán y el Citlaltépetl (Capra et al., 2002). Este último, ha experimentado colapsos sectoriales
que han originado avalanchas y lahares de gran magnitud hacia el E y SE. El último evento similar
reportado ocurrió hace ∼16.5 ka A.P., y generó un lahar cohesivo inducido por avalancha de
escombros que se desplazó ∼85 km al sureste de volcán (Carrasco-Núñez et al., 1993). Este evento
ha sido nombrado como lahar Teteltzingo en los trabajos publicados y actualmente numerosas
ciudades y localidades están asentadas sobre parte del depósito.

Las regiones volcánicas son las más complejas y dinámicas en la Tierra debido a la adición de
material “nuevo” a la superficie y al posterior transporte y emplazamiento de depósitos
volcániclasticos. El estudio de estas áreas mediante un enfoque multidisciplinario proporciona una
buena base para comprender los procesos volcánicos y su relación con las formas de relieve y
depósitos resultantes (Manville et al., 2009; Thoureth y Németh, 2012).

Existen varios métodos para estudiar regiones volcánicas. Los estudios geomorfológicos, por
ejemplo, evalúan las secuelas de la actividad volcánica en el paisaje y su posterior modelado por
erosión y condiciones climáticas o tectónicas (Thouret, 1999). Por otro lado, existen numerosas
investigaciones enfocadas en el análisis textural de depósitos volcániclásticos principalmente en
iginimbritas, avalanchas y lahares, o en depósitos experimentales, con el fin de obtener
información sobre su transporte y emplazamiento (Mills, 1984; Major y Voight, 1986; Kohlbeck et

1
al.,1994; Capaccioni et al., 1997; Capaccioni & Sarocchi, 1996; Major, 1998; Karátson, et al., 2002;
Valentini et al., 2008; Biró et al., 2015; Bernard y van Wyk de Vries, 2017; Bernard et al., 2017;
Moreno-Chávez et al., 2018; Bernard et al., 2019; Sarocchi et al., 2019). Sin embargo, el
acoplamiento de diferentes técnicas, desde la escala regional a la microscópica, centradas en su
relación, todavía son escasas en la literatura y se centran principalmente en la zona de
transformación de una avalancha de escombros a flujos de escombros (Bernard et al., 2009; 2017;
2019) o en flujos de escombros no volcánicos (Phillips, 2006).

En este contexto, en este trabajo se generó cartografía geomorfométrica, de lineamientos y


geomorfológica de la región SE del volcán Citlaltépetl y se elaboró un análisis de fábrica direccional
en laboratorio de muestras del depósito de lahar Teteltzingo.

Los resultados de este trabajo destacan el papel de los entornos geomorfológicos-estructurales


complejos en la distribución y evolución futuras de los flujos de escombros y la importancia de
una visión a gran escala de estos procesos. Conocer la geomorfología de la región y las
características de los depósitos de lahar antiguos, representa un útil acercamiento para
comprender los impactos de estos flujos de masa de alta energía en la superficie terrestre y en la
sociedad, en el caso de un evento similar en el futuro.

Objetivo general.

 Elaborar un análisis geomorfológico del flanco SE del volcán Citlaltépetl y la caracterización


textural del depósito de lahar Teteltzingo con el fin de establecer relaciones entre ambos tipos
de estudios.

Objetivos particulares.

 Construir la cartografía morfométrica, de lineamientos y geomorfológica del flanco SE del


volcán Citlaltépetl escala 1:250,000.
 Elaborar un análisis cualitativo y cuantitativo las características texturales del depósito
Teteltzingo.
 Identificar las relaciones de orientación entre los elementos estructurales del relieve a escala
regional y la disposición de partículas (clastos) que componen el depósito de lahar Teteltzingo.

2
Capítulo I

Marco teórico

3
Capítulo 1. Marco teórico.

1.1 Lahares inducidos por avalanchas de escombros.

Lahar es un término de origen indonesio utilizado por los nativos y adoptado por la colonia
holandesa en la Isla de Java a mediados del siglo XIX. Se comenzó a utilizar en Vulcanología
alrededor de la década de 1920 después de la erupción de 1919 del Monte Kelut que ocasionó la
pérdida de aproximadamente 5,100 vidas humanas y la destrucción de más de 100 poblados
(Pyle, 2017; Neall, 2004). Son flujos rápidos de agua y fragmentos de roca originados en zonas
volcánicas y pueden distinguirse de otros flujos normales no saturados, por el volumen de
sedimentos que acarrean. El término incluye flujos de escombros y flujos hiperconcentrados
independientemente del mecanismo que active el proceso, es decir: si el material de algún flujo
de escombros o flujo hiperconcentrado es de origen volcánico y/o proviene de las laderas de un
volcán, puede ser denominado como lahar (Pierson y Scott, 1985; Neall, 2004).

Los lahares que se generan por mecanismos activadores asociados a actividad eruptiva pueden
adquirir el adjetivo de sin-eruptivos o primarios y pueden estar asociados a explosiones
freatomagmáticas que debiliten estructuralmente el edificio volcánico, la adición de agua de un
lago de cráter al material emitido, flujos piroclásticos u otros depósitos recientes mezclados con
agua de ríos o lagos y fusión de nieve o hielo. Por otro lado, los que se generan posterior a alguna
erupción importante y/o debido a la disponibilidad de materiales no consolidados, suelen
denominarse post-eruptivos o secundarios (Andrés de Pablo et al., 2014; Neall, 2004).

Los lahares se pueden clasificar en dos grupos de acuerdo a su mecanismo desencadenante: los
que se generan por un aporte repentino de grandes volúmenes de agua (Tabla 1) y los
inducidos por avalanchas de escombros (Calvo-Cabrerizo, 2016).

Una avalancha de escombros volcánica es un flujo granular que se desplaza por gravedad,
involucra un gran volumen de material (˃1x106 m3), velocidades que superan los 100 m.s, y
pueden cubrir áreas de cientos de kilómetros cuadrados (Bernard et al., 2009). Las características
geomorfológicas de los depósitos distinguen este tipo de procesos de otros, como la formación

4
de hummocks, levees, remanentes de canales de ríos temporales, acantilados marginales
(marginal cliffs) y el cráter en forma de herradura (Roverato y Capra, 2013) (Figura 1).

Origen Escenarios principales


Fusión de nieve o hielo Avalanchas de rocas a altas temperaturas, flujos y oleadas
piroclásticas mezcladas con hielo y nieve fusionada
Lagos cratéricos o rompimiento de represas Erupciones que desplazan grandes volúmenes de agua de
un lago de cráter o caldera
Erupciones subglaciares pueden formar lagos subglaciares
Inundaciones que liberan el agua cuando una sección de la capa de
hielo adquiere flotabilidad o se fractura
Precipitaciones extraordinarias Flujos resultantes de precipitaciones intensas ocurridas
después del depósito de material no consolidado

Tabla 1. Principales aportes de agua repentinos en la ocurrencia de lahares. (Elaborado con base en Vallance y Iverson, 2015)

Figura 1. Ilustración del volcán Bandai-San en 1888 en el que se puede apreciar el cráter abierto (o de herradura) característico de los
colapsos sectoriales, plumas de vapor (asociado a la alteración del sistema hidrotermal) y el depósito de avalancha de escombros en la
parte baja con numerosos hummocks (montículos). (Tomada de Sekiya y Kikuchi, 1890).

Los volcanes compuestos andesíticos y dacíticos con laderas inclinadas que exceden los 30° son
los volcanes más propensos a colapsar (Siebert, 1996; Zimbelman et al., 2004). Un colapso
sectorial de un edificio volcánico puede desencadenarse bajo diferentes mecanismos, eruptivos y
no eruptivos, los cuales incluyen: sismicidad, crecimiento de un domo, emplazamiento de un

5
dique, explosiones freáticas o reactivación de fallas y adicionalmente la alteración hidrotermal de
las rocas que componen el edificio volcánico o un basamento cuya estructura sea débil (Figura 2).

Figura 2. Esquema en el que se muestran los principales factores que controlan el colapso del edificio volcánico.
Factores de inestabilidad gravitacionales. 1: Erupción asociada a adición de material denso, 2: Abultamiento
asociado a intrusiones. Factores de inestabilidad estructurales. 3a: Fracturamiento, 3b: sismicidad volcánica, 4:
Intrusión de Diques y Sills, 5: Hidrotermalismo. Factores de inestabilidad extrínsecos. 6: Topografía del basamento,
estructura y litología. 7: Tectónica activa del basamento. 8: Sismicidad no volcánica.
(Modificado de Szakács y Seghedi, 2000)

Además de los factores estructurales, el proceso de alteración hidrotermal puede transformar


grandes masas de roca en minerales arcillosos con baja resistencia y saturar las partes altas del
edificio con agua hidrotermal, que acompañadas de intrusiones magmáticas pueden elevar la
presión del fluido e incrementar la probabilidad del colapso del edificio volcánico (Siebert, 1996);
este proceso es muy común en los volcanes con glaciar en la cima. Adicionalmente estas rocas
ricas en arcillas retienen el agua intersticial durante el colapso e intensifican la transformación de
la avalancha en un lahar de tipo cohesivo, que puede desplazarse una distancia mayor que la
avalancha de escombros (Reid et al., 2001) y presentar cambios laterales de facies entre ambos
flujos. Estos depósitos se han encontrado en algunos volcanes como en el Monte Rainier (depósito
Osceola) (Crandell, 1971); en el volcán Nevado de Toluca (depósito Pilcaya) (Capra y Macías,
2000); y en el volcán Citlaltépetl (depósito Teteltzingo) (Carrasco-Núñez et al.,1993).

Un lahar cohesivo comienza comúnmente como avalanchas saturadas de agua que se transforman
cuenca abajo (Figura 3) y los depósitos se diferencian de otros por el contenido de arcilla en la
matriz (>3% en peso) (Vallance y Scott, 1997; Scott, 1988; Capra et al., 2002).

6
Existen algunos factores condicionantes que pueden desencadenar avalanchas de escombros y
lahares asociados (Figura 3). Durante su desplazamiento pueden incorporar más material y agua,
o en su caso perderlos, y transformar su comportamiento, por esta razón no existe una frontera
definida entre un proceso y otro y muchos eventos pueden tener un mismo origen

Figura 3. Diagrama que ilustra la generación de un flujo de escombros cohesivo asociado a colapso
sectorial. (Modificada de Bernard et al., 2009).

1.2 Características reológicas de lahares.

Los lahares (así como otro tipo de procesos geológicos que involucran movimientos en masa) han
sido estudiados por numerosos autores desde diversos enfoques y bajo diferentes criterios para
diferenciarlos de otros fenómenos, estos incluyen: geomorfología, mecanismos desencadenantes,
rasgos de la cuenca, composición de los sedimentos, fracción sólida, rugosidad de la superficie,
velocidad, duración, pendiente, reología, procesos físicos durante el flujo, modelación de
propagación, análisis de suceptibilidad, peligrosidad y riesgo, entre otros (Coussot y Meunier,
1996; Acosta, 2006).

La reología es la disciplina que estudia el flujo y la deformación de la materia (Barnes, 2000). Ésta
solamente podrá deformarse si es sometida a un esfuerzo aplicado de magnitud suficiente; si la

7
deformación es irreversible se denomina flujo (Pierson y Costa, 1987). La respuesta a esta
deformación no es intrínseca del material y está en función de otros factores como el tiempo, la
temperatura y la historia de deformación (idem).

Todos los fluidos presentes en la naturaleza presentan cierta resistencia a la deformación; esta
propiedad es la viscosidad y se puede traducir como la relación entre el esfuerzo de cizalla
aplicado sobre la tasa de deformación expresado como 𝜇 = 𝜎 /𝛾 (Furbish, 1997).

Un fluido ideal no posee viscosidad y por lo tanto no presenta resistencia ante el esfuerzo de
cizalla, tal es el caso de los fluidos Newtonianos (e. g. agua) en los cuales la tasa de deformación
γ, es proporcionalmente lineal en relación al esfuerzo de cizalla aplicado σ, por lo tanto, la
viscosidad μ será constante a diferentes magnitudes de esfuerzo de cizalla e incluso a diferentes
temperaturas y presiones (Furbish, 1997; Regalado y Noriega, 2008) (Figura 4).

La ecuación constitutiva que expresa la relación matemática entre el esfuerzo de cizalla y la tasa
de deformación para los fluidos Newtonianos es: 𝜎 = 𝜇𝛾 (Méndez-Sánchez et al., 2010). Un
fluido en el que su viscosidad disminuye a medida que aumenta su tasa de deformación se
denomina fluido pseudoplástico. Por otra parte si el fluido presenta un aumento en la viscosidad
y en la tasa de deformación se denomina fluido dilatante (Pierson y Costa, 1987). Ambos se
consideran fluidos no Newtonianos.

Algunos materiales no fluyen a menos que un esfuerzo de cizalla mínimo sea excedido; una vez
que esto sucede, la tasa de deformación presenta una relación lineal con el esfuerzo de cizalla;
estos fluidos son de tipo Bingham (idem) (Figura 4).

8
Figura 4. Clasificación reológica de flujos.
Pierson y Costa (1987) señalan que con excepción del agua y el aire, la mayoría de los fluidos en
la naturaleza son sistemas multifase, por ello la reología de los fluidos con temperaturas ˃0° C en
la superficie terrestre son dependientes de la composición química y el contenido de sólidos, es
decir, involucran una mezcla de sedimentos, agua y aire y su comportamiento reológico está
controlado por la porporción relativa de estos componentes (distribución del tamaño de grano y
las propiedades físicas y químicas de los componentes sólidos) todo ello al suponer que las
propiedades de las fases líquida y gaseosa son constantes.

Desde la Física de movimiento, todos estos tipos de flujos incluidas las avalanchas de escombros
son vistos como flujos granulares de origen geológico. Estos se caracterizan por un
desplazamiento de sedimentos pendiente abajo, ya sea como una masa coherente (por ejemplo
una caída o deslizamiento) o como un flujo con granos dispersos dentro de aire o agua (por
ejemplo flujos de escombros, piroclásticos, avalanchas de escombros y corrientes turbidíticas).
Estos movimientos se distinguen en función de su coherencia, tamaño de grano, geometría y
modo de movimiento (Bridge y Demicco, 2008).

Este tipo de flujos presentan un comportamiento complejo debido a la cantidad de variables que
los integran (diámetro y forma de las partículas, pendiente del plano de deslizamiento, geometría
del canal confinante, densidad, resistencia y dureza del material, cantidad de lubricantes en
distintas fases del flujo y el tipo de mecanismo disparador) y a la manera en que se transfiere la
energía entre las partículas y el conjunto (Bartali et al., 2012)

El comportamiento reológico de algunos flujos granulares de tipo geológico puede ser


Newtoniano o no Newtoniano, en función de la concentración de sólidos, la distribución del
tamaño de partícula y la interacción entre la fase fluida compuesta de agua y/o gas, sedimentos
finos (limo y arcilla) y la fase granular compuesta de arenas y gravas (Pierson y Scott, 1985). La
arcilla y el limo se consideran parte intrínseca del fluido debido a que se desplazan en suspensión
durante el evento, sin embargo la arena y grava pueden o no ser desplazadas en suspensión por
un flujo (idem).

Este tipo de flujos pueden ocurrir en diferentes ambientes geológicos e involucran la trasferencia
de movimiento (momentum) entre sólidos (granos ˃0.06 mm) y un líquido o gas intergranular. En

9
ambientes volcánicos incluyen los flujos piroclásticos, avalanchas de escombros y flujos de
escombros (lahares) en los que la gravedad conduce el movimiento de la fracción sólida y del
fluido intergranular. Es común la presencia y abundancia de dos o más fases (sólida, gaseosa,
líquida).

Los flujos granulares poseen la dificultad de integrarlos en ecuaciones constitutivas (a diferencia


de los fluidos clásicos) debido a la diversidad en sus comportamientos observados en materiales
granulares sin cohesión, e.g. el flujo puede tener un comportamiento rígido-plástico, así como un
comportamiento fluidizado, similar a un líquido (Figura 5). Estas características vuelven más
complejo su estudio, ya que intervienen diferentes procesos: fluctuaciones térmicas, interacciones
altamente disipativas, dilatancia, expansiones, fricciones internas, colisiones, fluidización y
segregación de partículas, variaciones en la presión de poro y una falta de separación entre la
escala de grano microscópica y la escala macroscópica del flujo (Iverson y Vallance, 2001; Crosta
et al., 2001; Sarocchi, 2007; Forterre y Pouliquen, 2008).

Figura 5. Regímenes de flujo: sólido, líquido y gas. Se trata de un experimento con un


cuerpo granular de esferas de acero de formas y dimensiones iguales.
(Modificada de Forterre y Pouliquen, 2008).

De acuerdo con Iverson y colaboradores (1997) los conceptos básicos para el entendimiento y
evaluación del movimiento de los flujos granulares, específicamente los flujos de escombros son
los siguientes: principios de mecánica de suelos, mecánica de flujos granulares y mecánica de
mezclas.

10
En función de lo anterior existen dos conceptos importantes que condicionan los estados en las
mezclas sólido-fluído: la presión de poro (p) y la temperatura granular (T) (medida del grado de
agitación de las partículas). Observaciones directas y mediciones en experimentos del movimiento
de estas mezlcas “grano-fluido” (generalmente con una fracción de volumen sólido de vs ˃0.4)
evidencian su tendencia a comportarse como sólidos rígido-plásticos si la presión de poro p y la
temperatura granular T son despreciables, por otro lado si la p y la T son lo suficientemente altas,
el cuerpo se comportará de manera líquida (Iverson y Vallance, 2001; Sarocchi, 2007).

1.3 Características sedimentológicas de lahares.

Señalar las diferencias en el comportamiento sedimentológico de los lahares es importante, ya


que algunos flujos pueden desplazarse a mayor distancia y cubrir una extensión mayor que otros,
además el comportamiento del flujo no se limita a un solo proceso, es decir: un flujo torrencial
con alta carga puede evolucionar a un flujo de escombros o una avalancha de escombros a un
flujo de escombros y posteriormente a un flujo hiperconcentrado y como consecuencia presentar
diferentes tipos de morfologías y ocasionar diferente tipo de impactos en la superficie terrestre y
en la población (Vallance y Scott, 1997; Pierson y Scott, 1985).

Pierson (2005) señala que los flujos de alta descarga constituidos por agua y sedimentos en
canales abiertos pueden variar dentro de un amplio espectro en relación a la concentración de
sólidos y a la distribución del tamaño de partículas. Por ejemplo, en una parte los flujos de
corriente fluvial transportan en su mayoría pequeñas cantidades de sedimentos finos (<4% en
volumen o 10% en peso) incidiendo de manera casi insignificante en el comportamiento del flujo,
mientras que en el otro extremo del espectro: flujos de escombros con picos de descarga altos,
son capaces de transportar altas cargas de sedimentos (˃60% en volumen y 80% en peso) los
cuales juegan un papel importante en el comportamiento y mecánica del flujo (Pierson, 2005). En
su desplazamiento un flujo torrencial o de inundación con alta carga puede transformarse en un
flujo de escombros (Figura 6) y posteriormente incorporar sedimentos proximales y transformarse
en flujos hiperconcentrados. Particularmente el término flujos hiperconcentrados se aplica para
flujos intermedios entre los dos extremos (flujos de escombros-corriente fluvial) y se caracterizan
por presentar un alto contenido de agua, aproximadamente 20-60% en volumen de sedimentos

11
y poseen características fluviales, aunque la carga de sedimentos sea mayor a la de una corriente
fluvial típica (Vallance y Scott, 1997; Pierson, 2005)

Figura 6. Hidrogramas esquemáticas en los que se muestra la evolución de un lahar; que comienza como
(A) flujo de inundación o torrencial (flood flow) con mayor contenido en la fracción líquida y su posterior
disolución transformándose a (B) flujo de escombros (debris flow).
(Modificada de Vallance y Iverson, 2015).

Por otro lado, Vallance (2005) indica que existen diferencias puntuales entre un lahar y un flujo
de escombros no volcánico, i.e. el origen y la magnitud: en flujos de escombros no volcánicos
varían de 102 m3 -107 m3 y en los lahares de 104 m3 - ˃109 m3. Estas diferencias en el volumen y la
magnitud del evento radican en las características propias de los ambientes volcánicos: la
abundancia de material no consolidado en laderas muy inclinadas cercanas al volcán, la presencia
de roca alterada hidrotermalmente en el edificio volcánico, agua acumulada en los glaciares, lagos
de cráter, sistemas hidrotermales y precipitaciones posteriores a alguna erupción (Vallance 2005).

12
1.4 Análisis de fábrica en depósitos volcaniclásticos.

La fábrica, es un parámetro textural asociado al arreglo espacial de estructuras y partículas en una


muestra geológica e incluye la orientación preferencial de ejes, clastos y cristales (microfábrica)
desiguales, así como la orientación preferencial de ejes de pliegues, foliaciones, estructuras
lineares y juntas (macrofábrica) (Moreno-Chávez et al., 2018). En este contexto, la fábrica (shape-
fabric) de un depósito, es el arreglo espacial tridimensional de granos o elementos individuales
que lo conforman, ya que cada partícula posee una orientación en virtud de una desigualdad de
dimensiones (Allen, 1982).

Los mecanismos involucrados para el desarrollo de la fábrica en un flujo granular de tipo geológico
han sido objeto de numerosos debates desde inicios del siglo pasado (Capaccioni y Sarocchi, 1996)
con la finalidad de explicar las propiedades de un fluido con partículas en suspensión y acarreadas
por el movimiento del fluido (Jeffery, 1922).

En cuanto a muchos flujos granulares de tipo geológico se ha observado que el eje mayor de cada
partícula elipsoidal se orienta de manera paralela a la dirección del flujo como consecuencia de la
colisión entre las partículas (Figura 7) (Capaccioni y Sarocchi, 1996) y que incluso las colisiones
pueden ser distribuidas simétricamente con respecto a los ejes principales si su orientación difiere
a la dirección del flujo (Rees, 1968).

De acuerdo con Allen (1982), para la medir la fábrica en una roca existen dos métodos: el
particular y en masa (bulk). El método particular consiste en la medición (en campo o laboratorio)
de la orientación de partículas una por una de una muestra relativamente grande, relativas a un
sistema ortogonal de coordenadas con un norte o eje de referencia definido. El método en masa
consiste en medir la orientación de la anisotropía de algunas propiedades físicas masivas del
depósito, como susceptibilidad magnética, permeabilidad o rigidez dieléctrica (Allen, 1982). En
este contexto, los elementos importantes para estudiar la fábrica de un depósito son: tamaño,
forma, cantidad y orientación de los clastos que componen el depósito. La fabrica se calcula al
obtener la orientación (trend) de las partículas sedimentarias (representada como la orientación
de los ejes mayores de cada partícula) y el análisis de sus inclinaciones (plunge) (ángulo que forma
el eje mayor con la horizontal) (Figura 7) (Universidad de Victoria-UVIC, s.f.).

13
Figura 7. La velocidad y colisión entre partículas esferoidales es un factor importante en la iso-
orientación de sus ejes mayores. El ángulo α (trend) y el ángulo β (plunge) que se forman con el
eje mayor-a se calcula con respecto a un eje de referencia definido.
(Tomada de Rees, 1968 y Allen 1982).

Por lo general la información que se puede obtener del análisis de fábrica es útil debido a sus
implicaciones en el análisis de patrones de paleocorrientes a escala local y regional, así como de
la reología del flujo (Allen, 1982; Capaccioni et al., 1997).

El análisis de fábrica se puede realizar manualmente midiendo las orientaciones de los clastos uno
por uno, ya sea en laboratorio o en campo. Sin embargo, una manera “semi-automatizada” de
elaborar el análsis de fábrica es mediante el uso de imágenes y software. Las imágenes se pueden
obtener con fotografías de alta resolucion tomadas del afloramiento (fábrica aparente) o tomar
muestras orientadas del depósito (fábrica en 2D o 3D). Si el depósito está compuesto de una alta
variedad de tamaños de grano (desde bloques a cenizas finas) es conveniente repetir los análisis
a diferentes escalas, que van desde metros (afloramiento), centímetros (muestra de mano) y
milímetros (secciones delgadas) (Capaccioni y Sarocchi, 1996).

Los diferentes softwares para el ánalisis de fábrica, han sido exitosos en la producción de datos
texturales cuantitativos (Capaccioni et al., 1997). Estos métodos proveen un gran número de
diferentes mediciones automáticas como tamaño de grano, forma y orientación en 2D de los ejes
mayores, así como parámetros estadísticos.

La estadística circular es útil para estudios de fábrica ya que es un subcampo de la estadística


lineal que trata con la recolección, análisis, interpretación, presentación y organización de datos

14
circulares que pueden ser considerados como puntos en un círculo o vectores (dirección) en el
plano (por ejemplo direcciones de flujos) (Mardia y Jupp, 2000; Moreno-Chávez et al., 2018). Cada
observación (ángulo) en el círculo es considerado con su dirección opuesta equivalente, en este
sentido cada ángulo Φ es equivalente a Φ+180° (Mardia y Jupp, 2000). En geología y
geomorfología, son numerosas las aplicaciones de los datos axiales, como en el caso de la
representación de orientaciones de rasgos estructurales o de elementos que componen una
muestra geológica. Los datos circulares o axiales pueden ser representados de diferentes formas
(por ejemplo: histogramas circulares, histogramas lineales y diagramas de rosetas). Para estudios
sedimentológicos de fábrica los diagramas de rosetas son muy útiles. El área de cada sector del
diagrama es proporcional a la frecuencia en el grupo correspondiente y los datos axiales pueden
ser representados como datos circulares al duplicar los ángulos y confeccionar el diagrama de
roseta (Figura 8).

Figura 8. Esquemas de análisis de fábrica mediante estadística circular a lo largo de


tres planos perpendiculares (3D fabric).
(Tomadas de: Káratson et al., 2002, Allen, 1982 y Moreno-Chávez et al., 2018).

15
Capítulo II

Área de estudio

16
Capítulo 2. Área de estudio.

2.1 Localización y antecedentes.

El Citlaltépetl es un volcán compuesto (o estratovolcán) de edad Cuaternaria en estado de reposo,


que ha presentado una compleja evolución magmática y actividad eruptiva histórica importante,
de carácter efusivo y explosivo.

También es conocido como Pico de Orizaba y “Montaña de la Estrella” (citlali=estrella,


tépetl=montaña o cerro, traducido del náhuatl) debido a su ancestral relación con el planeta
Venus (Estrella de la Mañana) dentro de la cosmovisión náhuatl (Figura 9).

Figura 9. Representaciones del Códice Telleriano-Remensis (1553-1563 CE) que


muestran la relación entre Venus caracterizada como “estrella humeante” y el volcán
Citlaltépetl. Al respecto el barón Alexander von Humboldt (1769-1859) menciona: “El
volcán de Orizava llevaba el nombre de Citlaltépetl, montaña de la estrella; y
podemos suponer que los anales del imperio contenían las diferentes épocas de las
erupciones de este volcán. Ahora, pregunto, ¿qué ilusión óptica podría darle a Venus
la apariencia de una estrella arrojando humo? ¿Era una especie de halo formado
alrededor del planeta? A medida que el volcán de Orizava se coloca al este de la
ciudad de Cholula, y su ardiente cráter se asemeja durante la noche a una estrella en
ascenso, el volcán y la estrella de la mañana pueden haberse confundido entre sí en
lenguaje simbólico”. (Tomadas de Van Der Slujis, 2018).

Es la cima más alta del país con 5,675 msnm y la tercera de Norteamérica (Rossotti, 2005) y se
ubica entre los estados de Veracruz y Puebla entre las coordenadas 19°01’N, 97°16’W, dentro del
Cinturón Volcánico Trans-Mexicano (CVTM) (Figura 10).

17
De acuerdo a Robin y Cantagrel (1982) la asimetría del edificio volcánico y cráter del Citlatlépetl
(2,900 m en la porción W y 4,300 m en la porción E) es definido por un sistema de fallas normales
del basamento. Por este motivo, los colapsos sectoriales del volcán han sido con dirección E; entre
los que se encuentra el lahar Teteltzingo caracterizado como un flujo de escombros cohesivo
originado durante el Pleistoceno (16, 500 A.P.) (Concha-Dimas et al., 2005). Este evento inició
como una avalancha de escombros asociada al colapso sectorial del cono principal denominado
Espolón de Oro (Carrasco-Núñez et al., 1993). El depósito de lahar se localiza en la vertiente E-SE
del volcán, y se encuentra expuesto en algunas porciones de valles formados por el río Tliapa-
Seco, a lo largo del límite inferior de la subcuenca del río Atoyac, y el límite superior de la
subcuenca del río Blanco. Ha sido cartografiado por Carrasco-Núñez y colaboradores (1993) con
una extensión de más de 75 km desde la zona proximal cerca de la localidad de Teteltzingo y
Coscomatepec hasta la zona más distal, cerca de la ciudad de Cuitláhuac (Figura 10).

El depósito inicia a los ~1,910 msnm y termina a los ~200 m. Presenta una diferencia de altitudes
de ~1,700 m, que se traduce en una gran variedad de condiciones geomorfológicas y
sedimentológicas. La fragmentación en zonas (proximal, media y distal) se estableció con base en
su extensión y características geomorfológicas de la región.

18
Figura 10. Ubicación geográfica del Cinturón Volcánico Transmexicano, el volcán Citlaltépetl y el depósito de lahar Teteltzingo. La extensión y dirección del depósito es principalmente E-W en la zona
proximal y NW-SE en las zonas media y distal, de acuerdo a Carrasco-Núñez et al. (1993).

19
2.2 Marco fisiográfico y geología regional.

El volcán Citlaltépetl pertenece a una cadena de volcanes (Cofre de Perote-La Gloria-Las Cumbres-
Citlaltépetl-Sierra Negra), complejos dómicos, caldéricos, y conos monogenéticos dentro de la
porción oriental del Cinturón Volcánico Trans-Mexicano (CVTM). Se construyó sobre rocas
sedimentarias plegadas de edad cretácica, pertenecientes a la Sierra Madre Oriental, en los límites
con la Planicie Costera del Golfo (compuesta por depósitos volcaniclásticos y epiclásticos)
(Carrasco-Núñez, 2000).

El CVTM es un arco magmático continental, con actividad volcánica y fallamiento normal o


extensivo desde el Mioceno hasta la actualidad, que abarca aproximadamente 8,000 estructuras
volcánicas (campos de conos monogenéticos, estratovolcanes, volcanes en escudo, volcanes
compuestos, calderas, lavas fisurales y domos) y cuerpos intrusivos que se extienden desde las
costas del Pacífico en Nayarit y Jalisco hasta las costas del Golfo de México en Veracruz (Alaniz-
Álvarez y Nieto-Samaniego, 2005; Gómez-Tuena et al., 2005). El volcanismo en el CVTM se asocia
una subducción Eocénica oblicua de la Placa de Cocos y Rivera bajo la Placa Norteamericana y
además de ser uno de los arcos volcánicos continentales más complejos en el mundo (Ferrari,
2000; Ferrari et al., 2018; Hoskuldsson y Robin, 1993; Rossotti, 2005), también incide
significativamente en las condiciones climáticas, la evolución de la biodiversidad y alberga gran
parte de la población, de la actividad industrial y agrícola de México (Ferrari et al., 2018). Algunos
autores han dividido al CVTM en tres porciones (central, occidental y oriental) en función de las
diferencias en el tipo de volcanismo y composición química, así como en las características
geológicas y tectónicas (Pasquaré et al.,1986; Ferrari, 2000; Gómez-Tuena et al., 2005).

En la región, existen litologías de edades que van desde el Cretácico hasta el Holoceno, y
predominan depósitos volcaniclásticos, rocas volcánicas y sedimentarias.

A) MESOZOICO

Las unidades geológicas más antiguas corresponden a rocas cretácicas, asociadas a grandes
estructuras regionales deformadas (anticlinales, sinclinales y fallas) que conforman la porción
meridional de la Sierra Madre Oriental y norte de la Sierra de Zongolica. Estas rocas sedimentarias

20
pertenecen a unidades paleogeográficas asociadas a cuenca y plataforma: Cuenca de Zongolica,
Cuenca Sierra Madre Oriental, Plataforma de Córdoba y Cuenca de Veracruz.

La Cuenca de Zongolica está constituida por distintas formaciones de depósitos marinos de edades
del Kimmeridgiano-Tithoniano al Eoceno temprano (Dávalos-Álvarez, 2006). En orden
cronoestratigráfico las unidades más antiguas de la región corresponden a la Formación
Tepexitlotla, que consiste en calizas y lutitas de edad Tithoniano-Berriasiano y subyacen en
concordancia a la Formación Xonamanca de edad Berrasiano-Valanginiano compuesta por
lutitas y tobas andesíticas que presenta un cambio de facies con la Formación Tamaulipas
Inferior de edad Berrasiano-Aptiano constituida por calizas masivas con horizontes delgados de
lutitas con contacto superior concordante con calizas y lutitas de la Formación Tamaulipas
Superior del Albiano-Cenomaniano (SGM, 20012; 2002; López-Palomino, 2014).

A partir del Albiano hasta el Maastrichtiano las cuencas Cuicateca y Zongolica comparten una
cubierta calcáreo-arcillosa con ambientes de depósito de cuenca y plataforma que corresponden
a la Formación Orizaba representada por calizas masivas del Albiano-Cenomaniano, a la
Formación Maltrata por calizas con intercalaciones delgadas de lutitas arenosas del Turoniano,
Formación Guzmantla por calizas con nódulos de pedernal del Turoniano-Santoniano y
Formación Méndez compuesta por margas y lutitas del Campaniano-Maastrichtiano. Es
importante mencionar que algunas formaciones de cuenca se integran como parte de la
Plataforma de Córdoba debido a la existencia de interdigitaciones por el carácter transgresivo del
Cretácico Superior sobre el Cretácico Medio (SGM, 20012; 2002; López-Palomino, 2014; Dávalos-
Álvarez, 2006; González-Alvarado, 1976).

Durante el evento conocido como la Orogenia Laramide, estas secuencias de rocas sedimentarias
y su complejo basal fueron levantados, acortados y transportados hacia el NE (Eguiluz de
Antuñano et al., 2000) dando origen a un complejo patrón de anticlinales, sinclinales, fallas
normales, e inversas orientados en dirección NW-SE que estratigráficamente constituye el
basamento pre-volcánico de esta zona (Rodríguez et al., 2006).

21
B) CENOZOICO

La Orogenia Laramide favoreció el incremento del aporte de grandes volúmenes de sedimentos


clásticos que comenzaron a depositarse en la Cuenca Cenozoica de Veracruz; la deformación
contraccional afectó la plataforma de Córdoba durante el Paleógeno dando lugar al desarrollo de
una cuenca asociada a una subsidencia de tipo flexural, cuyas profundidades iban disminuyendo
a medida que se depositaba más material, dando lugar a un ambiente más somero para generar
los depósitos plio-pleistocénicos de la Planicie Costera del Golfo (Figura 11) (Corona-Baca, 2012).

Figura 11. Sección estructural de la Planicie Costera del Golfo.


(Modificada de Carrasco-Núñez et al., 2006).

La Formación Chicontepec es la más antigua del Cenozoico y se presenta como una secuencia
terrigena marina constituida por lutitas y areniscas de edad Paleoceno. A partir del Plioceno-
Pleistoceno, el CVTM se manifiesta con diferentes unidades volcánicas en la región: andesitas,
dacitas, basaltos, pumicitas y tobas andesíticas. Posteriormente se emplazaron rocas más
recientes asociados al volcán Citlaltépetl: dacitas y andesitas, así como depósitos
volcaniclásticos y aluviales de edad Pleistoceno-Holoceno que constituyen la Planicie Costera
del Golfo (Figura 12).

22
Figura 12. Mapa geológico del sector SE del volcán Citlaltépetl. La región presenta una configuración particular y compleja en términos geológicos y sedimentológicos. Afloran unidades asociadas a rocas
sedimentarias cretácicas plegadas, rocas volcánicas de edad Plioceno-Holoceno asociadas al CVTM provenientes del volcán Citlaltépetl y Las Cumbres, y depósitos volcaniclásticos-epiclásticos que conforman
parte de la Planicie Costera del Golfo. (Modificado de Servicio Geológico Mexicano, 2001; 2002).

23
2.3 Historia eruptiva y geología del volcán Citlaltépetl.

El Citlaltépetl ha presentado periodos de construcción del edificio seguidas de episodios


destructivos. Al comienzo de los estudios volcanológicos en la región, Robin y Cantagrel (1982)
proponen de manera general tres fases magmáticas y volcánicas distintas implicadas en la
construcción del volcán. Posteriormente, Carrasco-Núñez (2000) elaboró un estudio estratigráfico
y estructural detallado y señaló que la cima del volcán muestra tres fases que corresponden a la
construcción de tres edificios volcánicos superpuestos: Cono Torrecillas, Cono Espolón de Oro y el
Citlaltépetl actual (figura 13), además de una fase emplazamiento de volcanismo periférico en
diferentes épocas durante la formación de los conos centrales.

Figura 13. Fotografía del volcán Citlaltépetl visto desde la ciudad de Córdoba, en la que se puede apreciar los
relictos de conos anteriores al cono actual (Torrecillas y Espolón de Oro) y el basamento de rocas calizas.
(Agosto, 2018).

La actividad eruptiva prehistórica del Citlaltépetl y los eventos históricos registrados desde la
época prehispánica hasta finales del siglo pasado han sido resumidos en las tablas 2 y 3. Es
evidente que el registro de eventos explosivos a partir de 13,270 años A.P hasta la actualidad es
más numeroso debido a la preservación de depósitos piroclásticos antiguos y a la recopilación de
evidencias históricas registradas, asociadas a la actividad del volcán.

24
Etapa Periodo Tipo de actividad Unidades y materiales asociados
650 Ka Efusiva Andesita y andesita basáltica Pilancón

Construcción del
cono Torrecillas
290±5 Ka Efusiva Dacita y andesita Jamapa

Efusiva Andesita Torrecillas

Efusiva Andesitas porfídicas del volcán Sierra Negra


Destrucción
del cono 290 Ka -210 Ka Explosiva Depósito de avalancha de escombros “Jamapa”
Torrecillas
210±40 Ka Efusiva Andesita Paso de Buey
Espolón de Oro
Construcción

Efusiva Dacita Espolón de Oro


del cono

Efusiva Andesita basáltica Carnero


150 Ka – 90 Ka Explosivo y efusivo Andesita y dacita Alpinahua
Destrucción
del cono 16,500 A.P. No eruptiva Depósito de lahar cohesivo “Teteltzingo”
Espolón de
Oro
16,500 – 12,900 A.P. Efusiva Dacita Malacara
13,270±90 A.P. Explosiva Depósito de flujo piroclástico
12,900 A.P. Explosiva Ignimbritas riolíticas
10,600±190 A.P. Explosiva Depósitos de caída de tefra
9,400±170 A.P. Explosiva Depósito de flujo piroclástico
8,980±80 A.P. Explosiva Depósito de flujo piroclástico
8,860±60 A.P. Explosiva Depósito de flujo piroclástico
8,770±90 A.P. Explosiva Depósito de flujo piroclástico
8,760±70 A.P. Explosiva Depósito de flujo piroclástico
8,710±70 A.P. Explosiva Depósito de flujo piroclástico
8,690±50 A.P. Explosiva Depósito de flujo piroclástico
8,660±80 A.P. Explosiva Depósitos de caída de tefra
8,630±90 A.P. Explosiva Depósito de flujo piroclástico
Construcción del cono actual del Citlaltépetl

8,620±140 A.P. Explosiva Depósito de flujo piroclástico


8,595±85 A.P. Explosiva Depósito de flujo piroclástico
8,580±80 A.P. Explosiva Depósito de flujo piroclástico
8,500-9,000 A.P. Explosiva Ignimbrita-Pómez Citlaltépetl
8,470±1160 A.P. Explosiva Depósito de flujo piroclástico
8,455±90 A.P. Explosiva Depósito de flujo piroclástico
8,300±70 A.P. Explosiva Depósito de flujo piroclástico
8,170±70 A.P. Explosiva Depósitos de flujos de ceniza, flujos de escoria y
flujos de bloques y ceniza
7,020±120 A.P. Explosiva Depósito de flujo piroclástico
6,640±290 A.P. Explosiva Depósitos de flujos de ceniza, flujos de escoria y
flujos de bloques y ceniza
6,200±120 A.P. Explosiva Depósito de flujo piroclástico
4,730±70 A.P. Explosiva Depósitos de flujos de ceniza, flujos de escoria y
flujos de bloques y ceniza
4,660±100 A.P. Explosiva Depósito de flujo piroclástico
4,450±70 A.P. Explosiva Depósitos de flujos de ceniza, flujos de escoria y
flujos de bloques y ceniza
4,380±60 A.P. Explosiva Lahar
4,200±80 A.P. Explosiva Depósito de flujo piroclástico
4,130±130 A.P. Explosiva Depósito de flujo piroclástico
4,100 A.P. Explosiva Depósito de flujo de bloques y cenizas y lahar
4,060±120 A.P. Explosiva Depósitos de caída de tefra
4,040±80 A.P. Explosiva Depósito de flujo piroclástico
3,450±70 A.P. Explosiva Depósitos de caída de tefra
3,400±110 A.P. Efusiva Flujo de lava

25
2,730±60 A.P. Explosiva Depósitos de flujos de ceniza, flujos de escoria y
1,910±40 A.P. Explosiva flujos de bloques y ceniza
1,860±40 A.P. Explosiva
1,810±50 A.P. Explosiva Depósitos de caída de tefra
1,730±85 A.P. Explosiva Depósitos de flujos de ceniza, flujos de escoria y
flujos de bloques y ceniza
690±50 A.P. Explosiva Depósitos de caída de tefra
Tabla 2. Historia eruptiva del volcán Citlaltépetl. (Elaborada con base en Cantagrel et al., 1984; Carrasco-Nuñez et al., 1993;
Höskuldsson y Robin, 1993; Siebe et al., 1993; Carrasco-Núñez y Rose, 1995; Carrasco-Núñez, 1997; Carrasco-Núñez, 2000; De la
Cruz-Reyna y Carrasco-Núñez, 2002; Rossotti y Carrasco-Núñez, 2004; Sheridan et al., 2004; Rossotti, 2005; Alcalá-Reygosa et al.,
2018).

Año Descripción
1157 Jeroglíficos mexicas de erupción (Códice Vienna)
1175 Tradición oral de erupción con emisión de ceniza
1187 Jeroglíficos mexicas de erupción (Códice Vienna)
1264-65 Jeroglíficos mexicas de erupción (Códice Vienna)
1351 Jeroglíficos mexicas de erupción (Códice Vienna)
1533-39 Erupción con emisión de ceniza
1545 Erupción con emisión de lava y ceniza desde el cráter central
1559 No confirmada
1566 Flujos de lava desde el cráter central
1569-89 Erupción con emisión de ceniza
1613 Flujos de lava
1630 No confirmada
1687 Erupción con emisión de ceniza
1830 Actividad fumarólica
1846 Erupción con emisión menor de ceniza
1851 Actividad fumarólica
1864 Fumarolas y sonidos desde el cráter asociadas a un sismo
1867 Fumarolas y emisión de ceniza
1920-21 Lahares
1974 Calentamiento relativo de la superficie alrededor del cráter
1999 Sismos tectonovolcánicos de baja magnitud

Tabla 3. Erupciones históricas del volcán Citlaltépetl. (Elaborada con base en la información de
CENAPRED; Crausaz, 1994; Orozco y Berra, 1887; Waitz, 1910; Mooser, et al. 1958;, Yarza de la
Torre, 1971) recopilada por De la Cruz-Reyna y Carrasco-Núñez (2002).

Las unidades geológicas son la expresión de la composición y comportamiento del magma a


profundidad. El material emitido por el volcán en sus episodios constructivos, varía
primordialmente entre andesita y dacita, aunque existen materiales traquiandesíticos y riolíticos
asociados al emplazamiento de los domos periféricos (figura 14).

26
Figura 14. Diagrama de TAS (Total Alkali Silica) que ilustra la clasificación de los
productos emitidos por el volcán Citlaltépetl y las estructuras volcánicas
pertenecientes a los episodios anteriores.
(Modificada de Schaaf y Carrasco-Núñez, 2010).

Las tablas 4 -7 y la figura 15 resumen las unidades geológicas propuestas por Carrasco-Núñez
(2000) asociadas a la construcción de los conos principales (Torrecillas, Espolón de Oro y
Citlaltépetl) incluyendo los domos emplazados alrededor del edificio principal.

27
Primer grupo o fase eruptiva: Volcán Torrecillas (Comenzó hace 0.6-0.29 M.a.)

Descripción: Actividad efusiva caracterizada por la construción


de un gran estratovolcán. La litología predominante consiste en
lavas andesíticas con dos piroxenos. Los episodios efusivos más
antiguos están asociados a andesitas basálticas de olivino y los
más recientes están asociados a andesitas y dacitas con o sin
anfíbol. Esta fase culminó con el colapso de la porción norte del
edificio, y formó un cráter de aproximadamente 3.5 km de
diámetro y generó un gran depósito de avalancha de escombros
que viajó 75 km por el río Jamapa.

Unidades litológicas

Andesita y andesita Dacita y andesita Jamapa Andesita Torrecillas Volcán Sierra Negra
basáltica Pilancón
Está compuesta por flujos de lava Esta unidad está compuesta por El material consiste en
La parte basal de esta andesíticos y dacíticos masivos, una secuencia inclinada y flujos de lava andesíticos,
unidad consiste en una de 400 m de espesor, con una fracturada de brechas alteradas de porfídicos y masivos. La
sucesión de lavas de morfología irregular. 3-5 m de espesor, capas de tefra, y disposición de los
composición andesítica andesita porfídica. Los depósitos extremos de los flujos de
La parte superior de la unidad
basáltica con olivino, de caída consisten capas lava derivados de la
consiste en una alternancia
masiva y brechada de 3-4 estratificadas de 20 cm de Andesita Alpinahua y la
irregular predominantemente de
m de espesor. La parte andesita, dacita, pómez y Dacita Orizaba en relación
flujos de lava con una menor
media consiste en una fragmentos de escoria incluidos en a las lavas de la Sierra
proporción de brecha.
secuencia de 80 m de una matriz arenosa. Los Negra indican que son
espesor alternada con remanentes de la caldera del más recientes los
bloques, flujos de lava volcán Torrecillas forman esta primeros.
andesíticos y brechas. La unidad, que se encuentra disectada
parte superior se por intrusiones de la Andesita
caracteriza por flujos de Alpinahua, del grupo Espolón de
lava andesítica masivos. Oro.

Tabla 4. Descripción de unidades geológicas asociadas a la construcción del cono Torrecillas. (Elaborada con base en Carrasco-Núñez y Gómez-
Tuena, 1997 y Carrasco-Núñez ,2000. Figura de Robin y Cantagrel, 1982).

28
Segundo grupo o fase eruptiva: Espolón de Oro (Comenzó hace aproximadamente 0.21 M.a.)

Descripción: La sucesión más completa asociada a la construcción del cono Espolón


de Oro se encuentra expuesta en la zona norte (picos Espolón de Oro o Sarcófago).
El cono llegó a tener un volumen aproximado de 50 km3 y fue construido al norte
del escarpe caldérico del cono anterior Torrecillas y está representado por dacitas
de anfíbol de 0.21 M.a. La sucesión comienza con la emisión de lavas andesíticas
con plagioclasa y anfíbol (Paso de Buey) seguidas de emisión de lavas dacíticas de
anfíbol (Espolón de Oro). En el flanco W la sucesión continuó con una emisión
lateral de lavas andesítico basálticas de olivino (Carnero). En la zona norte fue
emitida una secuencia piroclástica alternada con lavas andesíticas (Alpinahua) y la
secuencia finaliza con lavas andesíticas afaníticas intercaladas con brechas y una
ignimbrita soldada con “fiammes”. Este episodio finaliza con el colapso del cono
ocurrido hace 16,500 años, lo cual generó una avalancha de escombros que se
transformó en un lahar cohesivo que viajó 85 km pendiente abajo. Este evento se
denominó “lahar Teteltzingo”.

Unidades Litológicas

Andesita Paso de Buey Dacita Espolón de Andesita basáltica Andesita y dacita Alpinahua
Oro Carnero.
La actividad inicial del La secuencia basal consiste en una secuencia
Espolón de Oro está Estos flujos de lava Esta unidad está expuesta piroclástica intercalada con un flujo de lava
representada por esta dacíticos con anfíbol en el flanco W del volcán y andesítico. La parte superior consiste en andesitas
unidad y se puede dividir de 50 m de espesor, consiste en un flujo afaníticas de ~30 m de espesor alternadas con
en dos miembros: se extienden más de vesicular de 3 m de espesor brechas en algunas áreas. La última andesita fluyó
Miembro inferior, que 4.5 km del conducto compuesto de andesita 8 km del cráter Espolón de Oro; la secuencia de
consiste en flujos de lava y están basáltica con olivino. 200 m de amplitud consiste en flujos de bloques
masivos y porfídicos y correlacionados con Debido a su reducida con levees. Al sudeste una sucesión de 150-200 m
Miembro superior una unidad similar en distribución posiblemente de andesitas porfídicas sobreyace a una dacita con
asociado a flujos de lava los flancos SE y W en se asocia a un evento anfíbol correlacionada con la dacita Espolón de
con contenido de el flanco norte del menor, como una fisura Oro y cuya parte basal está datada en 11,370
plagioclasa y actual Citlaltépetl. radial. ±140 años A.P. Por último una secuencia de 200
fenocristales de anfíbol. m sobreyace a la andesita Torrecillas, compuesta
Ambos miembros por lavas dacíticas porfídicas y microporfídicas
sobreyacen a la Dacita están expuestas en el flanco S del volcán.
Jamapa.

Tabla 5. Descripción de unidades geológicas asociadas a la construcción del cono Espolón de Oro. (Elaborada con base en Macías, 2005; Carrasco-
Núñez, et al., 1993; Carrasco-Núñez y Gómez Tuena, 1997; Carrasco-Núñez, 2000. Figura de Robin y Cantagrel, 1982).

29
Actividad asociada a domos periféricos (emplazados en diferentes etapas)

Descripción: Aparentemente los domos periféricos fueron emplazados en diferentes etapas eruptivas; los domos Tecomale y
Colorado parecen ser los más antiguos y posiblemente se emplazaron durante la construcción del cono Espolón de Oro.
Posteriormente se emplazaron los domos dacíticos Sillatepec y Chichihuale al NW del cráter los cuales Carrasco-Núñez (2000)
ha agrupado en Domos Zona Norte. Este complejo dómico aparentemente es el más joven de esta fase (Macías, 2005; Carrasco-
Núñez, 2000).

Unidades Litológicas

Domo Tecomale Domo Colorado Domos Zona Norte Complejo dómico Chichimeco

Es una sucesión de por lo menos El Domo Colorado consiste en Los Domos Zona Norte o Este complejo consiste en cuatro
cinco flujos de riolita con una dacita porfídica asociada a del Norte, incluyen: Domo domos y flujos de lava asociados.
obsidiana de 200 m de espesor. varios flujos de bloques y ceniza. Sillatepec, Domo El La parte basal está compuesta por
Los flujos se caracterizan por Carrasco Núñez (2000) identificó Mirador y Domo una sucesión de 300 m de espesor
incluir en su parte basal una por lo menos dos unidades de Chichihuale, entre otros. El de andesitas de anfíbol
capa de obsidiana masiva flujos piroclásticos: La unidad Sillatepec consiste en aparentemente emplazadas en
intercalada con delgadas capas superior presenta 8 m de espesor dacita porfídica y depósitos dos pulsos. Las lavas se
de vidrio con cierto grado de y la unidad inferior 2 m, ambas de flujos de bloques y desplazaron ~9 km. Las lavas más
desvitrificación. En ocasiones en unidades presentan clastos de ceniza y de avalancha de recientes viajaron ~3.5 km e
la parte media de la secuencia, dacita porfídica que varía de 5 escombros de 50 cm de incluyen un depósito basal de
está presente una brecha de cm a 2-5 m en una matriz vítrea espesor, con fragmentos de lahar de 10 m de espesor. Las
obsidiana en bloques y en la o arcillosa; sus composiciones dacita de 1 cm a 1 m de lavas de por lo menos tres domos
parte superior una capa de riolita son similares, están bien diámetro. El Domo que constituyen el Complejo
bandeada. La longitud máxima consolidadas y presentan una Chichihuale eyectó dacitas Chichimeco se sobreponen unas a
de estos flujos es de ~5.5 km. A mala clasificación. Los flujos son masivas porfídicas, flujos otras y están cubiertas por el
2 km hacia el N de la riolita resultado de la explosión del piroclásticos y tefra, que se material emitido por otro domo
Tecomale aflora otra obsidiana. domo, lo cual posiblemente dispersaron hacia el W del cercano al cráter.
ocurrió un par de veces, por los volcán.
dos anfiteatros que presenta.

Tabla 6. Descripción de domos emplazados en la periferia del cono central. (Elaborada con base en Macías, 2005 y Carrasco-Núñez, 2000).

30
Cuarto grupo o fase eruptiva: Cono Citlaltépetl (Comenzó hace 16,500 años))

Descripción: El cono actual del Citlaltépetl fue construido sobre los


remanentes caldéricos del cono Espolón de Oro. Posee un volumen de 25
km3 con la cima cubierta de hielo y un cráter de 500 m de amplitud con
forma casi circular, además de que algunas áreas de la cima muestran
alteración. La construcción de este cono está ligada a erupciones efusivas
Carrasco-Núñez (1997) y por lo menos tres eventos explosivos de gran
magnitud, documentados como una erupción de flujos de pómez en el
sector E del volcán hace ~13,000 años, la Ignimbrita-Pómez Citlaltépetl
(8,500-9,000 AP) y la destrucción de un domo central (4,100 AP) (Macías,
2005; Carrasco-Núñez y Gómez-Tuena, 1997, Carrasco-Núñez, 2000).

Unidades Litológicas

Dacita Malacara Andesita Vaquería Dacita Orizaba

Flujos de dacitas de Esta unidad consiste en flujos La Dacita Orizaba representa el final de los periodos efusivos del volcán
hornblenda porfídicas, de lava con prominentes Citlaltépetl ocurridos en los flancos NE y SW.
que fluyeron por lo levees de ~20 m de altura., El flujo de lava en el flanco SW forma parte de una sucesión de por lo
menos 13 km de composición andesítica y menos ocho flujos individuales: se caracteriza por ser un flujo en bloques,
pendiente abajo hacia textura afanítica. En la parte con levees, de 110 m de espesor y con un extensión que oscila entre los
el SE, y conformó uno media de la sucesión, el 0.6 km en la parte media y superior y 1.3 km al final del flujo (5.5 km lejos
de los flujos más largos material se encuentra del cráter). Flujos de dacita, posteriormente fluyeron 3 km desde el cráter
asociados a la rellenado con depósitos de hacia el W y cubre rocas asociadas a la actividad del cono Torrecillas. Las
construcción de este flujos de esocmbros lavas más recientes son tres dacitas en bloques emplazadas al W del anillo
cono. posteriores. de cráter y desviadas hacia el S por lavas más jóvenes de la misma
formación. Estos flujos se emplazaron en un canal previamente rellenado
por otros flujos asociados a la Dacita Malacara. Las lavas de los flancos W
y E fluyeron por lo menos 1 km.

Tabla 7. Descripción de unidades geológicas asociadas a la construcción del cono Citlaltépetl. (Elaborada con base en Robin y Cantagrel, 1982;
Carrasco-Núñez, 2000; Macías, 2005; Carrasco-Núñez y Gómez-Tuena, 1997. Figura de Robin y Cantagrel, 1982).

31
Figura 15. Mapa geológico del volcán Citlaltépetl. Se pueden distinguir los grupos asociados a los episodios constructivos de los volcanes Torrecillas, Espolón de Oro y Citlaltépetl y los domos períféricos. Las
unidades geológicas se encuentran en orden cronoestratigráfico. (Modificado de Carrasco-Núñez, 2000).
32
2.4 Lahares inducidos por avalanchas de escombros en el volcán Citlaltépetl.

Durante el Pleistoceno y el Holoceno, algunos volcanes del CVTM presentaron colapsos sectoriales,
algunos asociados a actividad magmática (e.g. Popocatépetl, Jocotitlán, Colima) y otros a
actividad no eruptiva (e.g. Citlaltépetl, Nevado de Toluca). Una característica particular de estos
dos últimos eventos es la orientación sur y sureste de los colapsos y la ocurrencia de avalanchas
de escombros y lahares con una alta movilidad (Capra et al., 2002). La cadena volcánica
compuesta por el Citlaltépetl, Las Cumbres y el Cofre de Perote, también ha generado multiples
colapsos de gran magnitud, que han emplazado grandes depósitos de avalanchas de escombros
(DAE) y lahares (Carrasco-Núñez et al., 2006).

Höskuldsson y colaboradores (1990) sugieren la existencia de cuatro eventos que formaron


grandes avalanchas de escombros en el volcán Citlaltépetl. Posteriormente investigaciones más
detalladas (Hubbard, 2001; Carrasco-Núñez, 2000; Rossoti, 2005; Carrasco-Núñez et al., 2006;
Hubbard et al., 2007) reportaron la existencia de dos eventos de gran magnitud (Jamapa y
Teteltzingo) y un pequeño evento asociado a un DAE menor a 1 km3 que ha sido nombrado como
“Avalancha Metlac”.

A) Avalancha de escombros “Jamapa”.

La avalancha de escombros Jamapa está asociada al colapso y destrucción del cono ancestral
Torrecillas, que originó un cráter de 3.5 km de diámetro. Los remantentes de este cono presentan
un alto fracturamiento y son resistentes a la erosión a pesar de que son las partes más alteradas
del volcán (figura 16) (Carrasco-Núñez y Gómez-Tuena, 1997).
El DAE Jamapa sigue el curso del río que lleva el mismo nombre, comienza en las partes altas de
las laderas N del Citlaltépetl y culminan en el Golfo de México con dirección hacia el Este. El
depósito cubre 350 km2 , tiene un volumen de aproximadamente 25 km3 y se asocia a un flujo que
se desplazó 75 km como avalancha de escombros y 105 km como flujos de escombros y termina
en la costa del Golfo de México como un flujo secundario hiperconcentrado (figura 17). El depósito
se caracteriza por ser masivo, heterolitológico, y muestra zonas de gran alteración, con grava y

33
bloques sostenidos en una matriz limosa-arcillosa (Carrasco-Núñez y Gómez-Tuena, 1997;
Carrasco-Núñez, et al., 2006).

Figura 16. Relictos del cono Torrecillas, ubicados en la vertiente sur del Citlaltépetl, cuyo material
es la fuente del depósito de avalancha de escombros “Jamapa”.
(Agosto, 2018).

Figura 17. Mapa esquemático de la distribución del depósito de avalancha y lahar Jamapa.
(Modificado de Capra et al., 2002)

B) Lahar “Teteltzingo”.

Este evento se originó con el colapso sectorial del segundo cono conocido como “Espolón de Oro”
(figura 18A) durante el Pleistoceno (27,000-13,000 AP). Este colapso generó una avalancha de
escombros que en zonas proximales al edficio volcánico se transformó en un lahar cohesivo. El
DAE se encuentra erosionado o cubierto por material reciente en la zona proximal y más allá de
los 15 km pendiente abajo, el depósito de lahar presenta espesores mayores. (Carrasco-Núñez et
al., 1993).

34
Una de las características principales del depósito de lahar es el alto porcentaje de arcilla (figura
16B) y de alteración hidrotermal en el depósito, que se ha atribuido a una desgasificación y
ascenso de gases (H2S, CO2, H2O, SO2 y Cl) que al mezclarse con agua meteórica y oxígeno
atmosférico forman ácido sulfúrico superficial, el cual percola a profundidad dando inicio a los
procesos de alitización que forman los minerales arcillosos y sulfurosos, lo cual acelera el proceso
de inestabilidad de las laderas (Rossotti, 2005). Esto indica que el evento no está asociado a
actividad eruptiva sino a la alteración hidrotermal del cono.

Figura 18. Imágenes en las que se puede apreciar los relictos del Espolón de Oro
(A) que es la fuente de material del depósito de lahar que se observa en la
fotografía (B).
(Tomadas de Carrasco-Núñez et al., 2006).

El depósito de lahar se extiende 85 km desde la fuente, posee un volumen de 1.8 km 3 y cubre un


área de 143 km2 (Carrasco-Núñez et al., 1993) (figura 19). Es heterolitológico, masivo y mal
clasificado constituido por cantos rodados, guijarros y gránulos, en su mayoría de composición
andesítica porfídica, andesita basáltica y dacita con hornblenda, en una matriz arcillosa y arena
limosa color amarilla y café, la cual presenta vesículas de 1-2 mm posiblemente asociadas a
burbujas de aire atrapadas en una matriz saturada en agua (Carrasco-Núñez y Gómez-Tuena,
1997; Rossotti, 2005).

35
Figura 19. Mapa esquemático de la distribución del depósito lahar Teteltzingo. (Modificado de
Capra et al., 2002)

36
Capítulo III

Metodología

37
Capítulo 3. Metodología.

La metodología empleada en el trabajo de investigación tuvo como fin la elaboración de


cartografía morfométrica y geomorfológica de la región y un análisis de fábrica del depósito de
lahar Teteltzingo para conocer los mecanismos de ocurrencia y emplazamiento de lahares
inducidos por avalanchas de escombros en el Citlaltépetl. Consistió en tres etapas: 1) Trabajo de
gabinete, 2) Trabajo de campo y 3) Trabajo de laboratorio.

3.1 Trabajo de gabinete.

Consistió en la recopilación y análisis de trabajos publicados y cartografía de la región, así como


la elaboración de cartografía morfométrica y geomorfológica con el objetivo de reconocer el
contexto geomorfológico en el que se encuentra el depósito de lahar Teteltzingo. Se consultó
información geológica-geomorfológica del volcán y de la región (Robin et al., 1983; Höskuldsson
y Robin, 1993; Höskuldsson y Cantagrel, 1994; Carrasco-Núñez y Gómez-Tuena, 1997; Palacios y
Vázquez-Selem, 1996; Palacios et al., 1999; Geissert, 1999; Carrasco-Núñez, 2000; Servicio
Geológico Mexicano, 2001; 2002; Rodríguez, 2005; Pérez-Méndez, 2012; Ferrari et al., 2018;
Alcalá-Reygosa et al., 2018). Para la elaboración de los mapas morfométricos y de lineamientos
se empleó un Modelo Digital de Elevación (MDE) ALOS PALSAR (ASF DAAC, 2011; JAXA/METI,
2018) de 12.5 m de resolución.

El mapa altimétrico fue elaborado con el objetivo de identificar qué áreas presentan altitudes
similares y conocer si están asociadas genéticamente. Su elaboración fue a partir de la
reclasificación semiautomática de valores de altitud del MDE mediante el método Natural Breaks
(Jenks). Se eligieron 11 clases de altitud debido a que representan de manera más detallada la
distribución de las altitudes.

El mapa de pendientes se elaboró mediante el geoprocesamiento del modelo digital de elevación,


cuya herramienta utiliza una ventana móvil de celda de 3x3 para el procesamiento de datos. Este
proceso calcula la tasa máxima de cambio de una celda a sus celdas vecinas, es decir, si una celda
o pixel con un valor en altitud tiene celdas vecinas con valores cercanos o similares en altitud, la

38
pendiente será baja o alta. Se eligieron 6 clases de pendientes, cuyo valor máximo fueron
pendientes mayores a 40° y menores a 80°.

La red de drenaje se extrajo automáticamente del DEM. Posteriormente, se calculó la densidad de


drenaje (𝐷𝑑) obteniendo la longitud de las corrientes fluviales en km2 mediante la fórmula:

𝐷𝑑 = ∑ 𝐿𝜇 /𝐴

Donde ∑ 𝐿𝜇 representa la longitud total de los segmentos de corrientes de todos los órdenes, en
km; y 𝐴 = el área en km2. Para este proceso, previamente se creó un grid de puntos de 1 km2 por
celda que contiene los valores de longitud. El mapa fue creado mediante el algoritmo de
interpolación de Kriging y se eligieron 5 clases por el método Natural Breaks.

El análisis de la geología de la región y de la cartografía morfométrica permitió la delimitación de


tres dominios geomorfológicos: dominio volcánico, dominio sedimentario, dominio fluvio-
acumulativo.

Adicionalmente se elaboró un análisis morfoestructural, mediante la identificación de


características lineares por región geomorfológica. En este trabajo se empleó una técnica de
extracción manual (interpretación visual) de elementos lineales (Clódis De Oliveira y Dilce de
Fátima, 2012; El-Sawy et al., 2016; Alshayef et al., 2017). Los productos morfométricos anteriores
y el análisis del relieve sombreado del DEM fueron una herramienta útil para este objetivo. Este
método permite la iluminación artificial desde cualquier ángulo, lo que aumenta las posibilidades
de detección de lineamientos (Clódis De Oliveira y Dilce de Fátima, 2012). Las características
lineales se extrajeron manualmente en función de las características geomorfológicas: patrones de
drenaje, fallas, estratificación, escarpes de diferente origen, valles rectilíneos, cauces fluviales,
terrazas fluviales, crestas y estructuras kársticas (Akman y Tüfekçi, 2004). Se calcularon los datos
de orientación de los lineamientos y la información proporcionada por este mapa se combinó con
los dominios geomorfológicos previamente definidos. Las orientaciones de los lineamientos se
representaron mediante diagramas de roseta y se clasificaron en intervalos de 10 de acuerdo a la
frecuencia absoluta.

39
Con esta base cartográfica se elaboró un mapa geomorfológico de acuerdo a los criterios de Lugo-
Hubp (1984; 1988) referentes a la clasificación genética del relieve en: endógeno, endógeno
modelado y exógeno. Toda la cartografía digital fue elaborada en el software ArcMap 10.4.1.

3.2 Trabajo de campo.

En esta etapa de la investigación el trabajo de campo fue esencial para la verificación de litologías,
estratigrafía y formas de relieve previamente identificadas y cartografiadas. Adicionalmente se
programó un recorrido que cubriera la mayor parte del depósito Teteltzingo reportado en los
trabajos publicados, para extraer suficientes muestras orientadas para su posterior tratamiento.

A) Toma de muestras.

Se reconocieron los afloramientos apropiados para la extracción de las muestras y se codificaron


como PO-18-08 (zona proximal), PO-18-01 (zona media) y PO-18-10 (zona distal). La extracción
se llevó a cabo mediante el método modificado de Thellier (1981) para depósitos no consolidados,
descritos en Capaccioni y Sarocchi (1996) y Pueyo et al. (2006). Esta técnica consiste en esculpir
directamente en el afloramiento, prismas rectangulares de aproximadamente 20*20*20 cm,
posteriormente se cubrieron con yeso, conservado una cara plana para el registro del código,
rumbo, echado, base y techo de la muestra. Las muestras recolectadas, cubiertas de yeso,
debidamente orientadas y codificadas son protegidas con bolsas de plástico y cinta adhesiva para
su transporte al Taller de Laminación de Suelos del Instituto de Geología de la U.N.A.M. para su
posterior tratamiento en laboratorio (figura 20).

Figura 20. Procedimiento para la toma de muestras en el depósito de lahar Teteltzingo.


(A) Selección de afloramiento para extracción. (B) Afloramiento esculpido en forma de prisma. (C) Muestra cubierta de yeso a
punto de extraer. (D) Transporte al Taller de Laminación de Suelos.

40
3.3 Trabajo de laboratorio.

A) Tratamiento de muestras.

El tratamiento consistió en consolidar la muestra y obtener bloques para posteriormente realizar


un escaneo y obtener una imagen de cada cara. El método de consolidación de muestras consiste
en la utilización de una resina de poliéster comercial que al polimerizar endurece el material. La
viscosidad de la resina es reducida con la adición de monómero de estireno y acetona y la
polimerización comienza con la adición de un promotor y un catalizador. A partir de este punto la
muestra es colocada en una cámara de vacío por un lapso de 20 minutos, para favorecer la
impregnación por dentro.
Posteriormente, las muestras secas se cortaron y pulieron para obtener superficies lisas. Una vez
obtenidos bloques, se hicieron más cortes en el plano horizontal para obtener un número de
análisis estadísticamente representativo. De cada bloque y cada cara se obtuvieron imágenes de
alta resolución (2400 px) mediante un escaner (figura 21).

Figura 21. Procedimiento para el tratamiento de muestras.


(A) Impregnación de la muestra con resina. (B) Corte de muestras en bloques. (C) Escaneo de superficies lisas en la muestra.

B) Análisis de fábrica direccional.

Cada imagen obtenida se segmentó con el software Adobe Photoshop mediante un proceso
semiautomático, con el objetivo de convertirlas a imágenes binarias. Una buena resolución
permite estudiar la imagen con un criterio de selección de tamaño más amplio, ya que permite
incluso observar y segmentar partículas del tamaño de arenas-medias a finas (0.125mm de
diámetro). Las imágenes binarias obtenidas se procesaron mediante el software ImagePro, que

41
permitió conocer la medida en milímetros de los ejes mayores de los clastos identificados y sus
áreas en mm y en pixeles.

Para este trabajo se utilizaron imágenes en el plano horizontal para conocer las orientaciones de
los clastos en planta. Las imágenes obtenidas y segmentadas del depósito en sus zonas proximal,
media y distal, se orientaron con la medida del azimuth tomado en campo y se procesaron
mediante el software FabricS (Moreno-Chávez et al., 2018).

El software FabricS permitió el procesamiento estadístico de los azimuths de los ejes mayores de
las partículas, para conocer la existencia de anisotropía en su distribución. Para ello el software
estima algunos parámetros importantes, como las direcciones de la media, mediana y moda,
desviación estándar, grado de Iso-orientación (longitud del vector resultante), número de
partículas medidas y el test estadístico de Rayleigh (1919).

La media se expresa como la dirección promedio (mean direction) de un conjunto de vectores, los
cuales son los ejes mayores de los clastos dentro de una imagen (muestra). La media aritmética
es poco útil para calcular una dirección promedio para obtener datos circulares (Moreno-Chávez,
et al., 2018). En este sentido, la dirección dominante se puede obtener estimando el vector
resultante.

Los componentes rectangulares (X, Y) de un vector unitario cuya dirección está dada por el ángulo
𝜃𝑖 se definen por:

𝑋𝑖 = cos 𝜃𝑖

𝑌𝑖 = sin 𝜃𝑖

Ahora, 𝜃 se representa como un vector en un gráfico de datos circulares. Si 𝜃𝑖 (donde 𝑖 =


1, 2, 3, … , 𝑛) representa 𝑛 ángulos observados, cada ángulo puede ser considerado como un
punto fijo en el círculo (Capaccioni et al., 1997).

De acuerdo con Davis (1986) el vector resultante 𝑅 se obtiene de sumar los cosenos y senos de
los puntos individuales 𝜃:

𝑋𝑟 = ∑𝑛𝑖=1 cos 𝜃𝑖

42
𝑌𝑟 = ∑𝑛𝑖=1 sin 𝜃𝑖

Debido a que la longitud del vector resultante está asociada con el número de partículas, Davis
(1986) recomienda una estandarización con el objetivo de comparar resultantes de muestras de
diferentes tamaños. Los componentes rectangulares del vector resultante medio se definen por:

𝑋𝑟 1
𝐶̅ = = 𝑛 ∑𝑛𝑖=1 cos 𝜃𝑖
𝑛

𝑌𝑟 1
𝑆̅ = = 𝑛 ∑𝑛𝑖=1 sin 𝜃𝑖
𝑛

La longitud del vector resultante 𝑅 está dada por el teorema de Pitágoras:

𝑅 = √𝑋𝑟 2 + 𝑌𝑟 2 = √(∑𝑛𝑖=1 𝑐𝑜𝑠 𝜃𝑖 )2 + (∑𝑛𝑖=1 𝑠𝑖𝑛 𝜃𝑖 )2

Y puede estandarizarse dividiendo entre el número de observaciones.

𝑅
𝑅̅ = 𝑛 = √𝐶̅ 2 + 𝑆̅ 2

El ángulo del vector medio 𝜃̅ se define como la dirección dominante (mean direction).

Para calcular el 𝜃̅ de una muestra, se aplica la fórmula:

𝑎𝑟𝑐𝑡𝑎𝑛(𝑆̅/𝐶̅ ) 𝑠𝑖 𝑆̅ > 0
𝜃̅ = {
𝑎𝑟𝑐𝑡𝑎𝑛(𝑆̅/𝐶̅ ) + 𝜋 𝑠𝑖 𝑆̅ < 0

La longitud del vector resultante 𝑅̅ toma valores entre 0 - 1, de manera que si existe una fábrica
preferencial en una muestra, el valor de 𝑅̅ tiende a acercarse al 1, por otro lado, si la distribución
de ejes mayores de los clastos es dispersa (anisotrópica), el valor tiende a 0. En este sentido el
cálculo de la resultante provee información no sólo de la dirección promedio del conjunto de ejes
mayores de los clastos, sino también de la dispersión o concentración (grado de iso-orientación)
de los mismos con respecto a este valor (Davis, 1986; Karátson et al., 2002; Moreno-Chávez et
al., 2018).

Las prueba estadística de Rayleigh (1919) se utiliza como prueba de aleatoriedad y permite hacer
inferencias sobre los datos, y conocer si presentan alguna orientación preferencial. La hipótesis

43
nula de la prueba es que la población está uniformemente distribuida. Este test usa valor de 𝑅,
ya que es una medida de la concentración o dispersión de datos. En muestras de gran tamaño
(𝑛 ≥ 30) el test estadístico se calcula:

𝑍 = 𝑛𝑅 2

Existen valores críticos (si 𝑛 > 500 → 𝑍 = 3.00 con 5% de nivel de significancia) que al ser
superados, es posible rechazar la hipótesis nula referente a la uniformidad de la muestra y afirmar
la existencia de una orientación preferencial (Capaccioni, et al., 1997; Valentini, et al., 2008).

Las partículas analizadas fueron filtradas con respecto al tamaño y excentricidad y se descartaron
todas las partículas segmentadas menores a arenas medias-finas (<0.125) con excentricidad de
<0.6 y las partículas incompletas o cortadas de las orillas de la imagen. Posteriormente los
archivos de texto obtenidos con los datos axiales se procesaron mediante métodos estereológicos,
con el software Stereonet (Allmendinger et al., 2012) con el objetivo de obtener diagramas de
roseta para representar de manera gráfica los resultados de la fábrica en diferentes puntos del
depósito (figura 22 y 23).

Figura 22. Procedimiento para el análisis de fábrica.


(A) Preparación de imagen a segmentar. (B) Imagen binaria obtenida de la anterior mediante métodos semiautomatizados. (C)
Procesamiento de imagen mediante el software FabricS para obtener los valores angulares de los ejes mayores de cada clasto.
(D) Procesamiento estadístico mediante métodos estereológicos para obtener diagramas de roseta.

44
Figura 23. Esquema metodológico que siguió el trabajo de investigación.

45
Capítulo IV

Resultados

46
Capítulo 4. Resultados.

4.1 Análisis geomorfométrico.

Una herramienta de la geomorfología es la morfometría, la cual es un campo interdisciplinario que


incluye las matemáticas, ciencias de la Tierra (geomorfología) y en la actualidad las ciencias de la
computación (Pike et al., 2008). Permite estudiar las características cuantitativas de las formas del
relieve, es decir el análisis de sus elementos a partir de índices numéricos: medios, máximos y
mínimos, convirtiéndose en una herramienta esencial para modelar y cartografiar a escalas
regional y local (Lugo-Hubp, 2011; Pike et al., 2008). Entre los elementos posibles de cuantificar
se encuentra: longitud, superficie, volumen, alturas absoluta y relativa, pendiente, orientación,
densidad, frecuencia y otros elementos numéricos (Lugo-Hubp, 1988), y es posible elaborar mapas
específicos; entre los que se encuentran: mapas altimétricos, de pendientes, de densidad de
drenaje, de energía del relieve, entre otros (Lugo-Hubp, 1988; Quesada y Barrantes, 2017).

En este trabajo de investigación, la elaboración de cartografía morfométrica y delimitación de


dominios geomorfológicos fue empleada para identificar las áreas de mayor o menor impacto de
los procesos exógenos (erosión y procesos de remoción en masa) con el objetivo de reconocer el
contexto dinámico-geomorfológico y elaborar la cartografía geomorfológica de la región. Los
mapas morfométricos son: A) Altimetría, B) Pendiente y C) Densidad de disección. Se delimitaron
tres dominios geomorfológicos con base en la información geológica y morfométrica y
adicionalmente se extrajeron las superficies que cubre cada clase de los mapas de pendiente y
densidad de drenaje.

A) Mapa altimétrico.

El mapa altimétrico fue elaborado con el objetivo de identificar rasgos altitudinales que evidencien
la relación de la litología y los procesos exógenos (figura 24).

Dominio volcánico: Esta área cubre el 16,8% (774,37 km2) del área total y se caracteriza por una
zona de montaña compuesta principalmente de rocas volcánicas dacíticas y andesíticas. Incluye
edificios volcánicos, domos y otras estructuras volcánicas menores, así como sus productos

47
depositados pendiente abajo. Las elevaciones más altas corresponden a las cimas de los edificios
volcánicos: Citlaltepetl, Sierra Negra, Las Cumbres y los domos periféricos, con valores de altitud
>3420 msnm. Las laderas entre 3420 y 1660 msnm están compuestas por sucesiones de lava y
depósitos volcániclásticos, productos de múltiples episodios de actividad volcánica y su
removilización desde las laderas superiores.

Dominio sedimentario: Este dominio está constituido por calizas y lutitas, sierras plegadas y
relieve tipo pseudo cockpit karst y cubre el 38.3% (1764.59 km2) del área total. Se localiza en el
sector sur y sureste del volcán Citlaltépetl, y constituyen el basamento prevolcánico. Se trata de
numerosas elevaciones y crestas alargadas. Algunas cimas importantes son conocidas como: Cerro
San Mateo, Tepoztécatl, El Puntado, Tlachinoltepec, Tepetzala y Matlacuéyetl (referirse a figura
12), con valores que van desde 3420 msnm, en el punto más alto cerca del dominio volcánico,
hasta 1010 msnm en zonas distales al área volcánica (figura 24).

Dominio fluvio-acumulativo: Este dominio tiene altitudes bajas (100-2050 msnm) y la mayor
extensión del área total con 44.7% (2058.23 km2). Consiste en una extensa planicie compuesta
de depósitos volcaniclásticos-epiclásticos (figura 24). Dentro de este dominio, se puede observar
barrancos y planicies altamente disectadas con morfología de abanicos, asociada con la
depositación rápida en áreas de ruptura de pendiente.

48
Figura 24. Mapa altímétrico. Se muestran los dominios geomorfológicos identificados en el área de estudio.
49
B) Mapa de pendiente.

Este mapa permitió representar rasgos de pendientes que permitieran identificar y clasificar
dominios con inclinaciones similares, asociadas a morfologías específicas. Los dominios
geomorfológicos muestran que la morfogénesis de cada uno tiene una expresión característica en
la pendiente (figura 26).

Dominio volcánico: Este dominio presenta un amplio rango de valores de pendiente en función
de la litología y su resistencia a la erosión, así como la intensidad de los procesos modeladores
del relieve. El cono principal del volcán Citlaltépetl y las laderas escarpadas de los barrancos
desarrollados en las porciones bajas del edificio volcánico presentan pendientes de >42°, esto
indica una intensa dinámica fluvial y gravitacional. Al N y NE, las laderas de depósitos asociados
al edificio volcánico las Cumbres y los domos Ixtetal, Chichimeco y Tecomale también presentan
valores altos mayores a 42°. Al sur del volcán Citlatlépetl, algunos barrancos disectan mesas
piroclásticas y las pendientes en las laderas de las mismas no superan los 23°. En la porción N del
mapa, el piedemonte volcánico presenta una morfología irregular pero con valores moderados
homogéneos en la cima del depósito (7°-23°) y valores altos de pendiente en los bordes del
depósito los cuales forman frentes escarpados. En la porción E del volcán Citlaltépetl, el
piedemonte presenta valores bajos de pendiente (0-7°) en la cima de los depósitos volcaniclásticos
y valores altos asociados a las laderas de los barrancos desarrollados de forma paralela a la
dirección de la pendiente regional. Las clases de pendiente predominantes en el dominio
volcánico son de 15°-23°, que corresponde al 24.9% del área total (192.81 km2), 7°-15° y 23°-
32°, que representan el 22.6% (175.49 km2), y 22.7% (176.42 km2), respectivamente (figura 25).

Dominio sedimentario: Al tratarse de un conjunto de sierras plegadas de origen sedimentario,


los valores altos de pendiente (>32°) se encuentran localizados en escarpes tectónicos y
gravitacionales y laderas afectadas por procesos de remoción en masa. Al sureste del volcán
Citlaltépetl se localiza otro conjunto de sierras plegadas las cuales son las que presentan mayor
distribución en los valores más altos de pendiente; éstos son el Cerro San Mateo, Cerro
Tepoztécatl, El Puntado y Tlachinoltepec. El conjunto de sierras plegadas al sur del área de estudio
presenta valores altos de pendiente localizados principalmente en escarpes asociados a fallas y

50
pliegues, así como en laderas inclinadas. Al E del área de estudio, el conjunto de sierras kársticas
(pseudo cockpits) presenta valores moderados a bajos de pendientes (<32°), en algunos sectores
presenta valores mayores a 32°, como en el eje del anticlinal Atoyac, sin embargo, a diferencia de
los procesos fluviales superficiales observados en otras rocas calizas del área de estudio, como en
la porción norte de la Sierra de Zongolica, estas rocas no producen formas de valles encañonados
y escarpes de deslizamientos de gran longitud.

La clase de pendiente predominante en el dominio sedimentario es de 15°-32°, esto corresponde


al 29.3% (512.08 km2) del área total. La clase 23°-32° también tiene una extensión significativa
correspondiente al 27.9% (493.65 km2) (figura 25).

Dominio fluvio-acumulativo: La pendiente dominante en este dominio es de 0°-7° y corresponde


a 67.8% (1397.02 km2) del área total del dominio. Las pendientes altas (> 32°) corresponden a
zonas estrechas ubicadas en paredes de valles desarrolladas sobre depósitos volcaniclásticos y
epiclásticos. Es evidente que en la planicie predominan los procesos fluvio-acumulativos.

Figura 25. Gráficos circulares que representan las proporciones que ocupa en extensión cada rango de pendiente. Los valores
fueron clasificados en seis rangos.

51
Figura 26. Mapa de pendiente. Se muestran los dominios geomorfológicos en el área de estudio.
52
C) Mapa de densidad de drenaje.

El mapa de densidad de drenaje representa la concentración de cauces por área. Es decir, muestra
la distribución de los procesos erosivos fluviales y en qué regiones actúan con mayor o menor
intensidad (fig. 28).

Dominio volcánico: Los valores altos de densidad de drenaje (1.65-2.46 km) se localizan
principalmente en las laderas NE, S y SE del volcán Citlaltépetl. Las porciones más elevadas de
esta región presentan una baja concentración de corrientes fluviales (>1.26 km), principalmente
en alguna laderas asociadas al volcán las Cumbres y Citlaltépetl. El relieve compuesto por
depósitos volcaniclásticos hacia el E de los edificios volcánicos presentan valores moderados a
bajos (2.46-0.24 km) y las corrientes fluviales presentan un arreglo dendrítico posiblemente
asociado a la homogeneidad de los materiales y su resistencia a la erosión.

Los valores de densidad de drenaje varían de 1.26 a 2.02 km en casi el 60% del dominio (figura
27). Sin embargo, las partes más altas, formadas por abundantes flujos de lava, tienen los valores
más bajos (menos de 1.26 km).

Dominio sedimentario: La morfología de este dominio se caracteriza por la presencia de crestas


alargadas, las cuales se expresan en el relieve como superficies de parteaguas que dividen dos
sistemas fluviales. Adicionalmente al tratarse de rocas calizas altamente fracturadas, el desarrollo
de sistemas hidrológicos subterráneos impide el desarrollo de sistemas fluviales integrados en
superficie. Al tratarse de un conjunto de sierras plegadas, las corrientes fluviales se desarrollan
sobre fallas y ejes de pliegues y en algunas porciones adoptan patrones rectilíneos y dendríticos.
Los valores más altos en esta región se localizan principalmente al E del área de estudio en la
Sierra de Atoyac, en sistemas fluviales que presentan alta disección y un drenaje dendrítico bien
desarrollado, sin embargo, algunas porciones los valores de densidad de disección son bajos
(>1.26 km), esto posiblemente esté asociado a que las corrientes fluviales superficiales cambian
en algunas porciones a un recorrido subterráneo.

En este sentido los valores que predominan en este dominio van desde 1.26 a 2.02 km en el 62%
del área (1073.70 km2).

53
Dominio fluvio-acumulativo: La planicie aluvial es la región que ocupa mayor extensión en el
mapa, y presenta una alta heterogeneidad en los valores de densidad de disección. Los valores
altos (2.46-3.76 km) tienen una amplia distribución y encuentran su mayor extensión en la porción
central del área de estudio, correspondiente a los valles centrales, sobre los que se localizan las
ciudades de Orizaba y Córdoba. Por otra parte, en la porción NE y SE de la región se localizan
numerosas corrientes fluviales con distancias entre estas menores a 1 km, las cuales disectan, las
planicies en forma de abanico, compuestas por depósitos epiclásticos.

La clase de densidad de drenaje predominante es de 2.02 a 2.46 km que cubre un 27.3% (557.50
km2) del área total del dominio (figura 27). Los valores de pendiente más bajos y la densidad de
drenaje más alta (2.46-3.76 km) se encuentran dentro de este dominio.

Figura 27. Gráficos circulares que representan las proporciones que ocupa en extensión cada rango de densidad de drenaje. Los
valores fueron clasificados en cinco rangos.

54
Figura 28. Mapa de densidad de drenaje. Se muestran los dominios geomorfológicos en el área de estudio. 55
4.2 Análisis morfoestructural.

El mapa de lineamientos es un primer acercamiento de la localización, extensión y orientación de


elementos lineares. Se identificaron 1494 lineamientos en toda la región, de los cuales 434
pertenecen al dominio volcánico, 547 al dominio estructural y 513 al dominio fluvio-acumulativo.

Dentro del dominio volcánico el diagrama de roseta muestra un fuerte grado de iso-orientación
hacia el NW20°-30°SE con una media de NW19°SE±4.08° (ver Tabla 8 y Figura 29). Además, el
valor de 𝑅̅ de 0,39 sugiere un alto grado de iso-orientación de los lineamientos de la región
volcánica.

Las estructuras lineales en el dominio sedimentario tienen una orientación preferencial de NW60°-
70°SE con un valor medio de NW48°SE±7.08°. Se observaron otras modas orientadas hacia el
NW20°-30°SE y NE30°-50°SW (ver Tabla 8 y Figura 29). Se observa una disminución en el valor
de 𝑅̅ (0.22) a comparación del dominio volcánico, lo que indica una iso-orientación moderada a
alta de los lineamientos en este dominio.

Por otro lado los diagramas de roseta de los lineamientos identificados en el dominio fluvio-
acumulativo indican claramente que existe una orientación preferencial de los lineamientos hacia
el NW20°-30°SE con una media de NW31°SE±3.0°. La orientación de las estructuras lineales es
la misma que la obtenida en el dominio volcánico pero con una desviación estándar más alta, lo
cual indica una dispersión más amplia (Tabla 8 y Figura 29).

Dominio Media Desv. Moda Mediana R n Z


Geomorfológico Std.
Volcánico NW19°SE 4.08° NW20°-30°SE NW44°SE 0.39 434 66.01
NW60°-70°SE,
Sedimentario NW48°SE 7.08° NW20°-30°SE, NW54°SE 0.22 547 26.47
NE30°-50°SW
Fluvio- NW31°SE 3.0° NW20°-30°SE NW22°SE 0.54 513 149.59
acumulativo

Tabla 8. Parámetros estadísticos circulares para los lineamientos identificados. Se muestran los parámetros por dominios
geomorfológicos.

56
Aun cuando en todos los dominios geomorfológicos los valores de iso-orientación tienden hacia
el NW-SE, se puede observar una tendencia hacia el E-W en los lineamientos del dominio
sedimentario.

Cabe señalar que aunque las características morfológicas de las regiones son distintas en relación
a su altitud, pendientes, desarrollo de corrientes fluviales y disolución kárstica, los resultados de
orientación de lineamientos evidencian que el control estructural que domina en el dominio
volcánico y fluvio-acumulativo es muy similar. Esto posiblemente está asociado a que gran parte
del dominio volcánico está compuesto por depósitos cuaternarios no consolidados, de origen
volcaniclástico (piroclásticos removilizados, avalanchas de escombros y lahares) similar al dominio
fluvio-acumulativo pero con altitud y pendientes menores y una morfología plana.

57
Figura 29. Mapa de lineamientos y dominios geomorfológicos.
58
4.3 Análisis geomorfológico.

Un mapa geomorfológico es un documento gráfico que recopila y representa de forma sintética


todas las formas de relieve de una región, la génesis de los procesos, evolución de las formas y el
grado de equilibrio dinámico (Peña-Monné, 1997).

Se elaboró un mapa geomorfológico escala 1:250,000 del sector SE del volcán Citlaltépetl (figura
41), en el contexto en el que se encuentra el depósito de lahar Teteltzingo. Esto permite tener una
base para reconocer (de acuerdo a la forma y génesis) la dinámica superficial de los procesos
endógenos y exógenos que modelan esta región.

La leyenda se clasificó de acuerdo a los criterios de Lugo-Hubp (1984; 1988) referentes a la


clasificación en tres grupos morfogenéticos: endógeno, endógeno modelado y exógeno. Para la
elaboración de la leyenda se tomaron recomendaciones de Peña-Monné (1997) y Otto y Smith
(2013) (tabla 9).

A) RELIEVE ENDÓGENO

Dentro de la clasificación morfogenética, el relieve de tipo endógeno se refiere a las formas


creadas por procesos tectónicos y volcánicos que conservan en gran parte su aspecto original
(Lugo-Hubp, 2011). En el área de estudio los procesos tectónicos y volcánicos tienen su expresión
en una amplia variedad de formas, las cuales se describen a continuación:

1. Formas volcánicas acumulativas.

1.1 Edificio principal del volcán Citlaltépetl cubierto de piroclastos.

Consiste en laderas inclinadas del cono principal del volcán Citlaltépetl cubiertas por depósitos
piroclásticos. Este cono se comenzó a construir sobre los relictos de edificios volcánicos anteriores:
Espolón de Oro y Torrecillas hace 16,500-12-900 años A.P. Las laderas se encuentran cubiertas
por depósitos piroclásticos asociados a los últimos eventos explosivos (figura 30).

59
Figura 30. Ladera sur del volcán Citlaltépetl cubierta de depósitos piroclásticos finos.
(Agosto, 2018).

1.2 Coladas de lava del volcán Citlaltépetl (Holoceno).

Estas coladas de lava están asociadas a los últimos eventos eruptivos efusivos asociados a la
construcción del cono principal (Höskuldsson y Robin, 1993; Carrasco-Núñez, 1997). Se
caracterizan por sucesiones de lavas en bloque, las cuales conservan en su mayor parte su
morfología original. Estos flujos están distribuidos sobre los flancos NE, SW y SW y el más largo
posee una extensión de ~13 km desde el cráter. A estas coladas de lava Carrasco-Núñez, 2000
les asignó el nombre de Dacita Malacara, Andesita Vaquería y Dacita Orizaba (fig. 31).

Figura 31. Colada de lava (Dacita Orizaba) en la ladera SW del volcán Citlaltépetl.
(Agosto, 2018).
60
1.3 Domos recientes (Complejo dómico Chichimeco).

Este complejo dómico consiste en por lo menos cuatro domos emplazados ~4 km al NE del cráter
del volcán Citlaltépetl y aparentemente es el más reciente de todos los domos ya que aún conserva
en gran parte su morfología original. Este conjunto de domos y sus lavas asociadas se encuentran
descritas en Carrasco-Núñez (2000)

1.4 Coladas de lava asociadas a domos recientes.

Estas coladas de lava están asociadas al complejo dómico Chichimeco, presentan crestas de
compresión, cimas en bloques y se sobreponen unas a otras. Las lavas más antiguas se
desplazaron 8-9 km desde la fuente y las más recientes viajaron ~3.5 km. La dirección de estos
flujos de lava fue hacia el NE.

1.5 Taludes cubiertos de depósitos piroclásticos.

Se trata de superficies subhorizontales de pequeña dimensión en relieves volcánicos,


principalmente en las laderas NW y SE del volcán Citlaltépetl y en algunas porciones entre el
complejo dómico Chichimeco y sus lavas asociadas. Su génesis está asociada a la acumulación de
depósitos piroclásticos dentro de valles modelados por la actividad glaciar o fluvial.

1.6 Terraza piroclástica.

Se trata de superficies planas o ligeramente inclinadas, estrechas y alargadas delimitadas por


cambios bruscos de pendiente (Lugo-Hubp, 2011). Su génesis está asociada a la acumulación de
depósitos piroclásticos. Estas terrazas se localizan dentro de valles compuestos por depósitos
volcaniclásticos o sucesiones de lavas, principalmente hacia el NE y SE del volcán Citlaltépetl
(figura 32).

Figura 32. Terrazas compuestas por depósitos piroclásticos localizadas en la


vertiente sur del volcán Citlaltépetl. (Agosto, 2018). 61
1.7 Hummocks.

Consisten en montículos de poca altitud originados por una avalancha de escombros volcánica.
En este caso los hummocks se localizan en la porción N del mapa y posiblemente estén asociados
al depósito de avalancha de escombros Jamapa producto del colapso del cono conocido como
Torrecillas. También es posible que estos hummocks estén asociados al colapso del edificio
volcánico Las Cumbres o del domo Ixtetal.

1.8 Planicies mesiformes compuestas por depósitos volcaniclásticos.

Se trata de superficies subhorizontales compuestas por depósitos volcaniclásticos (principalmente


piroclastos) emplazados en la vertiente S del volcán Citlaltépetl y en una pequeña porción en la
vertiente E. En esta región Carrasco-Núñez, 2000 reportó un depósito de flujo de bloques y cenizas
que se emplazó hacia el S del conducto principal. Esta unidad conserva en gran parte su morfología
mesiforme.

2. Formas volcánicas destructivas.

2.1 Cráter del volcán Citlaltépetl.

Se trata de una depresión asimétrica en forma de embudo de 410-480 m de diámetro y ~300 m


de profundidad. Las paredes son muy inclinadas, constituidas de lavas y depósitos
volcaniclásticos. Esta depresión se origina en el punto de erupción magmática explosiva (Lugo-
Hubp, 2011).

2.2 Cicatriz de colapso sectorial.

En la región volcánica del área de estudio se encuentran algunas cicatrices de colapso sectorial,
asociadas a diferentes edificios volcánicos, entre ellos el volcán Las Cumbres que presenta un
cráter abierto hacia el E, el domo Ixtetal hacia el NE, domo Sillatepec hacia el NW, domo Colorado
hacia el W. El volcán Sierra Negra también presenta escarpes en la cima con morfología de
herradura, posiblemente asociados a colapsos de pequeña dimensión.

62
B) RELIEVE ENDÓGENO MODELADO

Esta categoría agrupa las formas de relieve originadas por procesos endógenos (volcánicos o
tectónicos) que han sido modificadas sustancialmente por la actividad exógena, debido a esto,
no conservan su aspecto original (Lugo-Hubp, 1984).

3. Formas volcánicas.

3.1 Domos antiguos (Colorado, Chichihuale, Tecomale, Sillatepec, Mirador, Ixtetal, Cerro Gordo).

Los domos antiguos varían en edad, morfología y tamaño. De acuerdo a Rodríguez (2005) el domo
Ixtetal es el más antiguo de la región de estudio (350 ka A.P.) localizado al N del volcán Citlaltépetl
y al S del volcán Las Cumbres y presenta una cicatriz de colapso sectorial abierta hacia el NE.
Carrasco-Núñez (2000) afirma que los domos Tecomale y Colorado son los más antiguos asociados
al volcán Citlaltépetl, emplazados durante la construcción del cono Espolón de Oro. El domo
Tecomale (>150 Ka A.P) se localiza en el flanco NE a ~3 km del cráter del Citlaltépetl y conforman
la porción más elevada de un gran valle glaciar, conocido como Jamapa (Palacios y Vázquez-
Selem, 1996; Palacios et al., 1999). Las lavas de este domo se dirigieron hacia el NE. El domo
Colorado (figura 33), se localiza en el flanco SW del volcán, presenta un alto fracturamiento
asociado a la acción glaciar y posee por lo menos dos cicatrices de colapso sectorial, abiertos hacia
el W y SW. Posteriormente fue emplazado el domo Sillatepec. Se localiza 7 km hacia el SW del
volcán las Cumbres y al N del volcán Citlaltépetl, presenta una cicatriz de colapso sectorial abierta
hacia el W y está asociada a actividad volcánica subpliniana (Rodríguez, 2005). El domo Cerro
Gordo se localiza en el centro del cráter abierto del volcán Las Cumbres y presenta laderas
escarpadas hacia el S y ligeramente suavizadas hacia el N y W.

El domo Chichihuale (<23 ka A. P.) se localiza 9 km al SW del volcán Las Cumbres y al NW del
Citlaltépetl, presenta laderas escarpadas y sus coladas de lava se dirigieron hacia el W.

63
Figura 33. Domo Colorado. Se localiza en la vertiente SW del volcán Citlaltépetl.
(Agosto, 2018).

3.2 Coladas de lava asociadas a domos antiguos.

Estas coladas de lava están asociadas a los domos mencionados en el 3.1, están compuestas
principalmente por rocas dacíticas. La mayoría de estas coladas fueron emplazadas al NW y NE
del volcán Citlaltépetl y al S de Las Cumbres, a excepción de las lavas asociadas al domo Colorado
emplazadas al SW del cráter del Citlaltépetl.

3.3 Coladas de lava asociadas al volcán Las Cumbres.

Este sistema geomorfológico está representado principalmente por coladas de lava asociadas al
volcán las Cumbres y están distribuidas principalmente hacia E de la estructura caldérica central.
Esta unidad está representada por la Andesita El Campamento la cual constituye parte del edificio
volcánico antiguo del volcán las Cumbres previo a su colapso (Rodríguez, 2005). Presenta un
relieve con disección fluvial cuyas corrientes se desarrollaron principalmente hacia el W.

3.4 Volcán Sierra Negra.

Esta unidad está representada por lavas y depósitos volcaniclásticos que constituyen el edificio
volcánico Sierra Negra, localizado ~6 km al SW del volcán Citlaltépetl (figura 34). Las coladas de

64
lava del Sierra Negra fluyeron hacia el S y están parcialmente cubiertas de depósitos piroclásticos
asociados a los últimos eventos eruptivos del volcán Citlaltépetl.

Figura 34. Edificio volcánico Sierra Negra. La fotografía muestra el volcán Sierra
Negra visto desde la cuenca Serdán Oriental. (Enero, 2019).

3.5 Coladas de lava asociadas al volcán Torrecillas.

Estas coladas de lava están asociadas a los primeros episodios eruptivos del volcán Torrecillas, se
localizan en la vertiente NW del volcán Citlaltépetl y están representadas por la Andesita basáltica
Pilancón que consiste en una secuencia de 80 m de espesor. Estas lavas se encuentran
moderadamente disectadas por la acción fluvial. Adicionalmente 16 km al NE del Citlaltépetl se
localiza una colada de lava individual de más de 20 m de extensión con dirección al NE y al SE.
Ésta última se desplazó dentro de un valle limitado al N por laderas disectadas compuestas por
sucesiones de lavas, y al S por un conjunto montañoso de rocas calizas cubierto parcialmente por
depósitos volcaniclásticos.

3.6 Coladas de lava asociadas al volcán Espolón de Oro.

Se trata de sucesiones de coladas de lava modeladas por la acción fluvial y glaciar, asociados al
edificio volcánico Espolón de Oro. Estos relictos del volcán se localizan alrededor del cono principal
actual del Citlaltépetl y agrupa distintas unidades geológicas descritas por Carrasco-Núñez (2000):

65
andesita Paso de Buey, dacita Espolón de Oro, andesita basáltica Carnero, andesita y dacita
Alpinahua.

3.7 Laderas volcaniclásticas disectadas.

La vertiente E del volcán Citlaltépetl se expresa como un relieve montañoso disectado, compuesto
en su mayor parte por depósitos volcaniclásticos. Presenta una morfología de valles encañonados
(>40 m de profundidad) y algunas cimas planas asociados principalmente a depósitos
piroclásticos. Las corrientes fluviales desarrolladas en esta región tienen una dirección NW-SE y
evidencian el control estructural ejercido por el basamento de rocas calizas.

3.8 Lomeríos compuestos de depósitos de avalancha de escombros (Avalancha Las Cumbres y


Jamapa).

Esta unidad areal consiste en una superficie muy ondulada expresada en el relieve como lomeríos.
Se localiza en la vertiente E del volcán las Cumbres, y limita al sur con el río Jamapa. Rodríguez
(2005) y Carrasco-Núñez (2000) han descrito depósitos de avalanchas de escombros asociados a
colapsos sectoriales en el volcán las Cumbres y en el Citlaltépetl (cono Torrecillas). Estos depósitos
han sido nombrados en publicaciones como avalancha Jamapa y Las Cumbres y se extienden
decenas de kilómetros hacia el E, desde los edificios volcánicos que le dieron origen.

3.9 Coladas de lava basáltica (Plioceno).

Consisten en derrames basálticos de pequeña extensión posiblemente asociado a vulcanismo


fisural y/o monogenético en la zona. Se localizan al S del volcán Sierra Negra y los flujos tienen
una dirección hacia el S y al E cerca de la ciudad de Maltrata. Se trata de coladas de lava en
bloques de poca altitud en relación al nivel de base. Forma superficies onduladas, con crestas de
compresión. Estas coladas han sido cartografiadas en Robin et al. (1983); Pérez-Méndez (2012) y
Ferrari et al. (2018).

3.10 Superficie de parteaguas.

Se trata de relictos de una ladera volcánica original que ha sido disectada por la erosión (Lugo-
Hubp, 1984). Son superficies estrechas, alargadas y compuestas por lavas y/o depósitos

66
volcaniclásticos, que configuran la divisoria de aguas. Estas superficies de parteaguas limitan dos
laderas con alta inclinación (>30°) y pueden corresponder a antiguos ridges o crestas volcánicas
que han sido modeladas por la erosión.

4. Formas tectónicas (sedimentario-estructural).

4.1 Sierras plegadas de rocas sedimentarias (Cretácico).

Es un conjunto montañoso de sierras plegadas de rocas sedimentarias (figura 35), que


corresponden principalmente a las formaciones Tamaulipas Inferior y Superior, Fm. Orizaba, Fm.
Guzmantla, Fm. Maltrata y Fm. Méndez.

Se localizan principalmente en el sector centro W y SW del mapa y conforman el basamento sobre


el cual se emplazó el relieve volcánico. Las fallas y pliegues de esta unidad tienen una orientación
NW-SE, muchas de las cuales se expresan en el relieve como crestas estructurales y valles fluviales
profundos.

Figura 35. Sierras plegadas de rocas sedimentarias. (Enero, 2019).

4.2 Crestas estructurales.

Se trata de elementos lineares expresados como superficies de parteaguas en elevaciones


alargadas que presenta mayor resistencia a la erosión en rocas sedimentarias plegadas. Son
crestas montañosas de cimas controladas por la orientación de los ejes de pliegues (tectónica) y
por la erosión fluvial (Lugo-Hubp, 2011).

4.3 Lomeríos kársticos (pseudo-cockpits).

67
Se trata de un relieve con depresiones profundas de forma irregular, drenaje superficial y
subterráneo, delimitadas por lomeríos residuales o pináculos (figura 36). Estas formas se asocian
a áreas con intensa precipitación (regiones tropicales) y con litologías de roca caliza con un
marcado desarrollo de sistemas de fracturas, ya que se necesitan altas tasas de disolución para el
desarrollo de sistemas acuíferos kársticos a profunidad (Lyew-Ayee, 2010).

Figura 36. Lomeríos kársticos (pseudo-cockpits), desde el valle


del río Seco. (Agosto, 2018).

4.4 Remanentes aislados de rocas calizas (mogotes).

Se trata de colinas de más de 300 m de altitud, usualmente de forma cónica y laderas escarpadas
(>30°), compuestas de rocas calizas (figura 37), las cuales han quedado aisladas separadas por
amplias planicies aluviales. Estos sistemas geomorfológicos evidencian los importantes procesos
kársticos y de emplazamiento de depósitos epiclásticos en la regón en el pasado.

68
Figura 37. Remanente aislado de roca caliza, ubicado en
la ciudad de Orizaba. (Agosto, 2018).

C) RELIEVE EXÓGENO

Se refiere a las formas de relieve producto de los procesos modeladores del relieve (intemperismo,
erosión y acumulación) y de los agentes que los originan (fluvial, glaciar, gravitacional y kárstico).

5. Erosivo fluvial.

5.1 Valles fluviales >40 m de profundidad.


Se trata de cauces fluviales que presentan una incisión importante, independiente de la litología
o depósitos sobre los que se desarrollan. A partir de 40 m de profundidad de disección es posible
identificar áreas en donde las corrientes han presentado mayor desarrollo y la mayoría son de
orden >2. En el relieve constituido por rocas volcánicas y de mayor altitud se presenta la mayor
concentración de cauces con profundidades importantes. De igual manera sucede en depósitos
fluvio-laháricos localizados en la porción NE del mapa, en donde se desarrollaron cauces
profundos, en gran parte con patrones meándricos. Estas corrientes se desarrollan a lo largo de
contactos litológicos, fallas y pliegues.

5.2 Valles fluviales <40 m de profundidad.

69
Son cauces fluviales someros menores a 40 m de profundidad pero que representan la mayoría
de los cauces fluviales del área de estudio desarrollados sobre litologías y depósitos variables.
Han sido agrupados en este grupo genético todas aquellas corrientes fluviales que no presentan
incisión importante pero forman parte de los sistemas fluviales y tienen implicaciones en la
geomorfología.

5.3 Valles fluviales de fondo plano.

Estos valles han sido colmatados por sedimentos y posteriomente modelados nuevamente por la
acción fluvial. La mayoría de las planicies de fondo de valle se localizan en relieve volcánico y
están compuestas principalmente por depósitos de lahar y piroclásticos removilizados. En el caso
de las zonas montañosas de rocas sedimentarias plegadas, los fondos de valle planos son escasos
y se localizan en la porción norte de la Sierra de Zongolica, al sur de la ciudad de Orizaba. También
sobre la planicie fluvio-lahárica se desarrollan valles con fondos plano asociados a la fragilidad de
los materiales, al ser sedimentos no consolidados, erosionan las paredes laterales y permiten el
desarrollo de fondos planos debido a la depositación de la fracción fina.

6. Acumulativo fluvial.

6.1 Planicie aluvial compuesta de depósitos epiclásticos.

Planicie localizada en la porción SW del mapa, conformada por depósitos epiclásticos de origen
volcánico y sedimentario (calizas principalmente). Esta planicie está limitada en todas direcciones
por conjuntos de sierras plegadas elevadas. Las corrientes fluviales desarrolladas sobre esta
planicie están controladas por las estructuras desarrolladas en las rocas calizas.

6.2 Planicie fluvio-lahárica ligeramente ondulada.

Son amplias zonas de acumulación disectadas, caracterizadas por superficies planas compuestas
por depósitos aluviales y de lahares (figura 38). Entre los depósitos que conforman la planicie se
encuentra el lahar Teteltzingo.

70
Figura 38. Planicie fluvio-lahárica. Se puede observar la superficie plana en la cima
típica de los depósitos de lahar. (Agosto, 2018).

6.3 Abanicos aluviales.

Son superficies subhorizontales originadas por la depositación de material previamente acarreado


por una corriente fluvial y confinado a un valle. Se originan en las desembocaduras de corrientes
montañosas.

7. Erosivo fluvio-glaciar.

7.1 Laderas de rocas volcánicas con modelado glaciar.

Son superficies subhorizontales de pequeña dimensión, localizadas en las porciones elevadas del
relieve volcánico, en donde existió evidencia de presencia de glaciares. Estas laderas están
modeladas por la actividad glaciar y se encuentran cubiertas por depósitos morrénicos de rocas
volcánicas asociadas al volcán Citlatlépetl, Las Cumbres y los domos que se encuentran entre los
dos estratovolcanes.

7.2 Relictos del cono Torrecillas con modelado glaciar.

71
Son restos del antiguo edificio volcánico Torrecillas (figura 39). Estos relictos se localizan muy cerca
del cono actual Citlaltépetl y se trata de un relieve formado inicialmente por la actividad volcánica
y posterior erosión diferencial mediante los procesos glaciares y de remoción en masa. Presenta
una marcada alteración y fracturamiento y paredes escarpadas (>40°).

Figura 39. Relictos del antiguo edificio volcánico Torrecillas. Presenta alto fracturamiento asociado a crio-clastismo
(Agosto, 2018).

7.3 Relictos del cono Espolón de Oro con modelado glaciar.

Se trata de restos antiguos del edificio volcánico Espolón de Oro, compuesto por rocas volcánicas
asociadas a actividad efusiva y explosiva (derrames de lava y depósitos piroclásticos). Se localizan
al N del cráter del edificio volcánico actual del Citlaltépetl (figura 40). Su génesis está asociada a
volcanismo modelado por la actividad glaciar. Presenta una evidente alteración y fracturamiento
(gelifracción). Estos relictos conforman la antigua estructura caldérica asociada al colapso sectorial
del cono Espolón de Oro, hace ~27,000-13,000 años A.P., evento que originó la avalancha de
escombros y lahar Teteltzingo.

72
Figura 40. Relictos del edificio volánico Espolón de oro. (Enero, 2019).

8. Acumulativo gravitacional.

8.1 Taludes compuestos de depósitos coluviales.

Son superficies subhorizontales con morfología plana. Su origen está asociado la depositación de
sedimentos o fragmentos de roca acarreados por procesos gravitacionales. Este proceso tiene su
origen principalmente en las laderas altas del conjunto montañoso de sierras plegadas, localizadas
al SW del área de estudio, las cuales al desprenderse conforman taludes compuestos de depósitos
coluviales.

9. Erosivo kárstico.

9.1 Campos de dolinas y uvalas.

Son porciones del relieve plegado de rocas sedimentarias en donde son abundantes las formas de
disolución kársticas y conforman campos de dolinas y uvalas. Estas depresiones semicirculares o
elípticas, se originan por disolución o procesos de caída (colapso) y en muchos casos se encuentran
alineadas ya que se presentan a lo largo de fracturas o fallas (Lugo-Hubp, 2011).

10. Símbolos complementarios.

73
10.1 Dirección de flujo de lava.

Indican la dirección de movimiento de flujos de lava, asociados a los edificios volcánicos antiguos
Torrecillas y Espolón de Oro y a los últimos episodios efusivos del volcán Citlaltépetl (Carrasco-
Núñez, 1997). De igual manera indican la dirección de flujos de lava del volcán Sierra Negra, las
Cumbres (Rodríguez, 2005) y de los domos periféricos (Carrasco-Núñez, 2000) asociados con la
construcción del Citlaltépetl y Las Cumbres.

10.2 Escarpes principales.

Se trata de laderas abruptas de altura variable que se origina por diferentes procesos: tectónicos,
exógenos y principalmente gravitacionales (Lugo-Hubp, 2011). Se han agrupado todos los tipos
de escarpes principales en el área de estudio en esta clasificación, desde los originados en el
dominio volcánico, sobre coladas de lava o depósitos volcaniclásticos, sobre el conjunto
montañoso de rocas sedimentarias plegadas y por último sobre la planicie fluvio-lahárica y aluvial.
Los escarpes se originan en distintos ambientes, los cuales incluyen de tipo volcánico (bordes de
flujos de lava, levees) fluvial (circos fluviales y frentes de terrazas), glaciar (circos glaciares), karst
(valles de disolución fluvio-kárstica), entre otros.

74
RELIEVE ENDÓGENO
1. Formas volcánicas acumulativas
1.1 Edificio principal del volcán Citlaltépetl cubierto de piroclastos.
Rasgos morfológicos Litología/Sedimentos Génesis
Relieve muy escarpado, Rocas dacíticas y andesíticas. Vulcanismo efusivo y explosivo.
compuesto de secuencias de Piroclastos indiferenciados. Erupciones intermitentes de lava y
lavas y depósitos piroclásticos. materiales piroclásticos que
componen el edificio volcánico actual
(Holoceno).
1.2 Coladas de lava del volcán Citlaltépetl (Holoceno).
Rasgos morfológicos Litología/Sedimentos Génesis
Coladas de lava individuales en Rocas dacíticas y andesíticas. Vulcanismo efusivo. Erupciones
bloques, canalizadas, con efusivas desde el conducto principal.
algunas cimas planas. Algunas
presentan desarrollo de levees.
1.3 Domos recientes (Complejo dómico Chichimeco).
Rasgos morfológicos Litología/Sedimentos Génesis
Complejo de domos, que Rocas dacíticas, andesíticas y Vulcanismo efusivo y explosivo.
conservan su morfología original. depósitos piroclásticos. Erupciones intermitentes de lava y
Presentan laderas muy materiales piroclásticos que
escarpadas. componen los edificios volcánicos.
1.4 Coladas de lava asociados a domos recientes.
Rasgos morfológicos Litología/Sedimentos Génesis
Campos de coladas de lava con Rocas dacíticas y andesíticas. Origen asociado a vulcanismo
pendientes altas a moderadas. efusivo. Erupciones asociadas a
Aún conservan su morfología domos.
original.
1.5 Taludes cubiertos de depósitos piroclásticos.
Rasgos morfológicos Litología/Sedimentos. Génesis
Se trata de áreas pequeñas Depósitos piroclásticos Vulcanismo explosivo. Erupciones de
dentro de valles, con pendientes indiferenciados. material piroclástico.
bajas.
1.6 Terraza piroclástica.
Rasgos morfológicos Litología/Sedimentos Génesis
Son áreas pequeñas dentro del Depósitos piroclásticos Volcanismo explosivo. Erupciones de
relieve volcánico de montaña, indiferenciados. material piroclástico.
que consiste en depósitos
alargados y con altitudes bajas y
morfología plana.
1.7 Hummocks.
Rasgos morfológicos Litología/Sedimentos Génesis
Montículos de pequeña Depósitos de avalancha (rocas Transporte y emplazamiento de rocas
dimensión y morfología cónica, volcánicas indiferenciadas) volcánicas. Depósitos de avalancha
con pendientes elevadas. provenientes posiblemente del asociados a diferentes eventos
colapso cono ancestral Torrecillas o (Colapso sectorial de edificio
del domo Ixtetal. volcánico Torrecillas y/o del domo
Ixtetal).

75
1.8 Planicies mesiformes compuestas por depósitos volcaniclásticos.
Rasgos morfológicos Litología/Sedimentos Génesis
Relieve moderadamente plano, En su mayor parte son depósitos Vulcanismo explosivo (dep.
en su mayoría corresponden a epiclásticos/volcaniclásticos que piroclásticos) y en menor medida
cimas planas compuestas por han sido removilizados. Depósitos otros flujos granulares de origen
depósitos piroclásticos y de piroclásticos indiferenciados. volcánico (dep. de flujos de
material volcánico removilizado. escombros, avalanchas de
Forman un abanico en el sector escombros).
sur del edificio volcánico
Citlaltépetl.
2. Formas volcánicas destructivas.
2.1 Cráter del volcán Citlaltépetl.
Rasgos morfológicos Litología/Sedimentos Génesis
Estructura asimétrica en forma de Rocas volcánicas (lavas dacíticas y Volcanismo explosivo.
embudo con paredes muy andesíticas) y depósitos
inclinadas localizada en el piroclásticos.
conducto central del edificio
volcánico.
2.2 Cicatriz de colapso sectorial.
Rasgos morfológicos Litología/Sedimentos Génesis
Se trata de estructuras de colapso Se desarrollan sobre rocas Deslizamiento volcánico.
en edificios volcánicos y/o volcánicas dacíticas y andesíticas
domos. que componen un edificio
volcánico.

RELIEVE ENDÓGENO MODELADO


3. Formas volcánicas
3.1 Domos antiguos (Ixtetal, Chichihuale, Colorado, Tecomale, Sillatepec, Mirador, Cerro Gordo).
Rasgos morfológicos Litología/Sedimentos Génesis
Domos que han perdido su Rocas dacíticas, andesíticas, y Vulcanismo efusivo y explosivo.
morfología original debido a la riolíticas. Piroclastos Modelado fluvio-glaciar.
acción fluvio-glaciar. Algunos indiferenciados.
están cubiertos parcialmente de
depósitos piroclásticos y alto
fracturamiento asociados a la
acción glaciar.
3.2 Coladas de lava asociadas a domos antiguos.
Rasgos morfológicos Litología/Sedimentos Génesis
Relieve compuesto Rocas dacíticas, andesíticas y Vulcanismo efusivo. Modelado
principalmente por sucesiones de riolíticas. fluvio-glaciar.
coladas de lava que han sido
modeladas y presentan una alta
disección vertical que conforma
valles glaciares en la porción N
del volcán Citlaltépetl.

76
3.3 Coladas de lava asociadas al volcán Las Cumbres
Rasgos morfológicos Litología/Sedimentos Génesis
Relieve con pendientes altas a Rocas andesíticas (Andesita El Vulcanismo efusivo y explosivo.
moderadas, con cimas Campamento). Erupciones intermitentes de lava y
escarpadas. La parte más elevada materiales piroclásticos. Posterior
presenta una morfología de modelado glaciar y fluvial.
caldera.
3.4 Volcán Sierra Negra
Rasgos morfológicos Litología/Sedimentos Génesis
Relieve muy escarpado en la Principalmente rocas andesíticas y Erupciones efusivas desde el
cima. Presenta un cráter de depósitos piroclásticos conducto principal del edificio
colapso en la parte superior. indiferenciados. volcánico (lavas) y erupciones
Hacia las laderas bajas del S, la explosivas (depósitos piroclásticos).
pendiente es moderada y están
compuestas por flujos de lava y
depósitos piroclásticos.
3.5 Coladas de lava asociadas al volcán Torrecillas.
Rasgos morfológicos Litología/Sedimentos Génesis
Relieve volcánico asociado a Rocas volcánicas, basaltiicas y Vulcanismo efusivo. Sucesiones de
extensas coladas de lava con andesíticas. coladas de lava y posterior
cimas subhorizontales y modelado fluvial.
pendientes bajas.
3.6 Coladas de lava asociadas al volcán Espolón de Oro.
Rasgos morfológicos Litología/Sedimentos Génesis
Relieve compuesto de lavas Rocas dacíticas y andesíticas. Vulcanismo efusivo y explosivo.
modeladas y parcialmente Erupciones intermitentes de lava y
cubierto de depósitos materiales piroclásticos. Posterior
piroclásticos. modelado glaciar y fluvial (erosión
diferencial).
3.7 Laderas volcaniclásticas disectadas.
Rasgos morfológicos Litología/Sedimentos Génesis
Relieve con pendientes altas a Rocas volcánicas (andesitas y Vulcanismo efusivo y explosivo.
moderadas, con cimas dacitas) y depósitos Erupciones intermitentes de lava y
escarpadas. Compuesto de lavas volcaniclásticos. materiales piroclásticos. Posterior
modeladas y depósitos modelado fluvial.
piroclásticos.
3.8 Lomeríos compuestos de depósitos de avalancha de escombros (Avalancha Las Cumbres y
Jamapa)
Rasgos morfológicos Litología/Sedimentos Génesis
Superficie irregular y muy Depósitos de avalancha de Vulcanismo explosivo. Posterior
ondulada, con pendientes bajas y escombros. Rocas volcánicas. modelado fluvial.
moderadas y presenta una alta
disección fluvial.
3.9 Coladas de lava basáltica (Plioceno)
Rasgos morfológicos Litología/Sedimentos Génesis
Coladas de lava en bloques con Basalto. Vulcanismo efusivo. Sucesiones de
superficies planas en la cima y coladas de lava.
baja pendiente.

77
3.10 Superficie de parteaguas volcánico.
Rasgos morfológicos Litología/Sedimentos Génesis
Superficie alargada y estrecha Rocas volcánicas asociadas a flujos Origen asociado a vulcanismo
con pendiente baja, en relieves de lava y depósitos volcaniclásticos. efusivo y explosivo y posterior
volcánicos. erosión fluvio-glaciar.
4. Formas tectónicas (sedimentario-estructural)
4.1 Sierras plegadas de rocas sedimentarias (Cretácico).
Rasgos morfológicos Litología/Sedimentos Génesis
Relieve de montaña, escarpado En su mayor parte rocas calizas, Deformación de rocas sedimentarias
y con pendientes elevadas. lutitas y margas. de origen marino. Posterior
Presenta crestas alargadas con modelado fluvial.
orientación preferencial NW-SE
asociado a las estructuras
secundarias.
4.2 Crestas estructurales.
Rasgos morfológicos Litología/Sedimentos Génesis
Superficies lineares, estrechas, Roca Caliza. Deformación de rocas sedimentarias
localizadas en la porción más de origen marino. Posterior
elevada de conjuntos de sierras modelado fluvial.
plegadas que corresponden a
fallas o ejes de pliegues.
4.3 Lomeríos kársticos (pseudo-cockpits).
Rasgos morfológicos Litología/Sedimentos Génesis
Relieve con pendientes Roca caliza. Deformación de rocas sedimentarias
moderadas y con evidencias de origen marino. Posterior
claras de disolución. disolución kárstica.
4.4 Remanentes aisaldos de rocas calizas (mogotes).
Rasgos morfológicos Litología/Sedimentos Génesis
Cuerpos alargados, de poca Roca caliza. Deformación de rocas sedimentarias
altitud y dimensión, aislados y (plegamiento y fallamiento).
rodeados en su mayor parte por Posterior erosión diferencial.
depósitos recientes.

RELIEVE EXÓGENO
5. Erosivo fluvial
5.1 Valles fluviales >40 m de profundidad.
Rasgos morfológicos Litología/Sedimentos Génesis
Valles con laderas inclinadas Variable. Incisión fluvial.
desarrollados sobre cualquier tipo de
litología y/o relieve con más de 40 m
de profundidad.
5.2 Valles fluviales <40 m de profundidad.
Rasgos morfológicos Litología/Sedimentos Génesis
Valles someros desarrollados sobre Variable. Incisión fluvial.
cualquier tipo de litología y/o relieve
con menos de 40 m de profundidad.

78
5.3 Valles fluviales de fondo plano.
Rasgos morfológicos Litología/Sedimentos Génesis
Superficies planas, dentro de valles Variable. Incisión fluvial.
colmatados por sedimentos y
modelados posteriormente por la
acción fluvial.
6. Acumulativo fluvial
6.1 Planicie aluvial compuesta de depósitos epiclásticos.
Rasgos morfológicos Litología/Sedimentos Génesis
Relieve con pendientes bajas y baja Sedimentos de origen Fluvial-gravitacional. Sedimentación
densidad de drenaje, con valles de volcánico y sedimentario. de materiales volcánicos y
profundidad somera (< 40 m). sedimentarios transportados por
corrientes fluviales.
6.2 Planicie fluvio-lahárica ligeramente ondulada.
Rasgos morfológicos Litología/Sedimentos Génesis
Relieve con pendientes bajas, y Sedimentos cuaternarios con Transporte y sedimentación de
barrancos someros con laderas de origen volcánico y materiales provenientes de rocas
pendiente alta a moderada sedimentario volcánicas y sedimentarias

6.3 Abanicos aluviales.


Rasgos morfológicos Litología/Sedimentos Génesis
Superficies subhorizontales formadas Sedimentos de origen Transporte y sedimentación de
en la desembocadura de una corriente volcánico y sedimentario. fragmentos de rocas volcánicas y
fluvial, compuesta por depósitos sedimentarias.
epiclásticos.
7. Erosivo fluvio-glaciar.
7.1 Laderas de rocas volcánicas con modelado glaciar.
Rasgos morfológicos Litología/Sedimentos Génesis
Superficies subhorizontales de Rocas volcánicas Acumulación de depósitos
pequeña dimensión localizadas en las principalmente andesíticas y morrénicos.
partes altas de edificios volcánicos. dacíticas.
Depósitos morrénicos.

7.2 Relictos del cono Torrecillas con modelado glaciar.


Rasgos morfológicos Litología/Sedimentos Génesis
Restos de edificio volcánico con Rocas volcánicas Vulcanismo efusivo y explosivo.
morfología de paredes muy principalmente andesíticas. Erupciones intermitentes de lava y
escarpadas y cimas dentadas. Se materiales piroclásticos. Posterior
localizan al S del cráter del Citlaltépetl. modelado glaciar y fluvial

7.3 Relictos del cono Espolón de Oro con modelado glaciar.


Rasgos morfológicos Litología/Sedimentos Génesis
Restos de edificio volcánico con Rocas volcánicas Vulcanismo efusivo y explosivo.
morfología de paredes muy principalmente andesita y Erupciones intermitentes de lava y
escarpadas. Se localizan al N del cráter dacita. materiales piroclásticos. Posterior
del Citlaltépetl. modelado glaciar y fluvial.

79
8. Acumulativo gravitacional.
8.1 Taludes compuestos de depósitos coluviales.
Rasgos morfológicos Litología/Sedimentos Génesis
Relieve caracterizado por laderas Roca caliza. Remoción y acumulación de
cubiertas por depósitos coluviales. depósitos coluviales.

9. Erosivo kárstico
9.1 Campos de dolinas y uvalas.
Rasgos morfológicos Litología/Sedimentos Génesis
Dolinas y uvalas desarrolladas en un Roca caliza. Disolución de rocas calizas plegadas
relieve de tipo pseudo-cockpits karst. y falladas.
10. Símbolos complementarios
10.1 Dirección de flujo de lava.
Rasgos morfológicos Litología/Sedimentos Génesis
No aplica. Rocas volcánicas andesíticas y No aplica.
dacíticas.
10.2 Escarpes principales.
Rasgos morfológicos Litología/Sedimentos Génesis
Escarpes, con pendientes fuertes Variable. Procesos exógenos, tectónicos y
originados en distintos ambientes. gravitacionales.
10.3 Localidades principales y vialidades.
Rasgos morfológicos Litología/Sedimentos Génesis
No aplica. Variable. Antrópico.

Tabla 9. Leyenda explicativa del mapa geomorfológico elaborado para el sector SE del volcán Citlaltépetl.

80
MAPA GEOMORFOLÓGICO DEL SECTOR SURESTE DEL VOLCÁN CITLALTÉPETL

Volcán Citlaltépetl
Complejo dómico
Cerro Sierra Negra Chichimeco
Gordo
Las
Cumbres
Huatusco N

ol

sp
lE
de
Río Jamapa

e
br
m
Cu
Río
Río Metlac

Sie
Ixtetal Tliapa-Seco

rra
de
El Mirador

A
toy
ac
Sillatepec

Chichihuale

Coscomatepec
Tecomale

Chichimeco

Citlaltépetl
RELIEVE ENDÓGENO
1. Formas volcánicas acumulativas 4. Formas tectónicas (sedimentario-estructural)
Colorado

1.1 Edificio principal del volcán Citlaltépetl cubierto de 4.1 Sierras plegadas de rocas sedimentarias (Cretácico).
piroclastos.
4.2 Crestas estructurales.
1.2 Coladas de lava del volcán Citlaltépetl (Holoceno).
4.3 Lomeríos kársticos (pseudo-cockpits).
Sierra
1.3 Domos recientes (Complejo dómico Chichimeco).
Negra
1.4 Coladas de lava asociadas a domos recientes. 4.4 Remanentes aislados de rocas calizas (mogotes).
Paso del 1.5 Taludes cubiertos de depósitos piroclásticos. RELIEVE EXÓGENO
Macho 5. Erosivo fluvial
1.6 Terraza piroclástica.
5.1 Valles fluviales >40 m de profundidad.
1.7 Hummocks.
5.2 Valles fluviales <40 m de profundidad.
1.8 Planicies mesiformes compuestas por depósitos
volcaniclásticos. 5.3 Valles fluviales de fondo plano.
2. Formas volcánicas destructivas 6. Acumulativo fluvial
2.1 Cráter del volcán Citlaltépetl. 6.1 Planicie aluvial compuesta de depósitos epiclásticos.
2.2 Cicatriz de colapso sectorial. 6.2 Planicie fluvio-lahárica ligeramente ondulada.
RELIEVE ENDÓGENO MODELADO 6.3 Abanicos aluviales.
3. Formas volcánicas 7. Erosivo fluvio-glaciar
3.1 Domos antiguos (Ixtetal, Chichihuale, Colorado, 7.1 Laderas de rocas volcánicas con modelado glaciar.
Córdoba Tecomale, Sillatepec, Cerro Gordo).
3.2 Coladas de lava asociadas a domos antiguos. 7.2 Relictos del cono Torrecillas con modelado glaciar.

3.3 Coladas de lava asociadas al volcán Las Cumbres. 7.3 Relictos del cono Espolón de Oro con modelado glaciar.
3.4 Volcán Sierra Negra. 8. Acumulativo gravitacional
3.5 Coladas de lava asociadas al volcán Torrecillas. 8.1 Taludes compuestos de depósitos coluviales.

Orizaba 9. Erosivo kárstico


3.6 Coladas de lava asociadas al volcán Espolón de Oro.
9.1 Campos de dolinas y uvalas.
3.7 Laderas volcaniclásticas disectadas.
Yanga 10. Símbolos complementarios
3.8 Lomeríos compuestos de depósitos de avalancha de
escombros (Avalancha Las Cumbres y Jamapa). 10.1 Dirección de flujo de lava.
3.9 Coladas de lava basáltica (Plioceno). 10.2 Escarpes principales.
Cuitláhuac
3.10 Superficie de parteaguas volcánico. 10.3 Localidades principales y vialidades.
Maltrata Cd.
Mendoza

Kilómetros

0 10
Escala:1:250,000
Sist. Coord.:WGS 1984
UTM Zone 14N
Proyección: Transverse Mercator
Datum: WGS1984
Autor: Hernández-Rivas, Omar1
Acultzingo
N Asesora: Caballero, Lizeth
2

1
Facultad de Filosofía y Letras, Universidad Nacional Autónoma de México
2
Facultad de Ciencias, Universidad Nacional Autónoma de México

Figura 41. Mapa geomorfológico del sector sureste del volcán Citlaltépetl
4.4 Geomorfología y fábrica del depósito de lahar Teteltzingo.

A) Zona proximal.

La zona proximal se encuentra dentro del dominio volcánico, que se caracteriza por numerosos
edificios volcánicos, y depósitos volcaniclásticos. Cerca de la localidad de Coscomatepec, el
depósito Teteltzingo está confinado dentro de valles profundos orientados a E-W desarrollados en
rocas sedimentarias, que están parcialmente rellenos de antiguos depósitos volcaniclásticos
(Figura 42A). Pocos metros pendiente abajo, dentro del valle del río Seco, el depósito es de ~ 10
m de espesor, masivo, heterolitológico y mal clasificado, la matriz tiene coloraciones marrón,
amarilla y marrón cobrizo (Figura 42C), y se identificaron algunas estructuras en rompecabezas
(Figura 42D). El análisis de fábrica se realizó en el afloramiento PO-18-08, ubicado en la zona
proximal a 16 km del volcán, cerca del pueblo de Coscomatepec. En el sitio de muestreo, el
depósito de Teteltzingo está parcialmente cubierto por un depósito piroclástico, denominado

Figura 42. Zona proximal. A) Valle del río Tliapa-Seco compuesto de rocas sedimentarias, parcialmente relleno por el depósito de
lahar Teteltzingo. B) Contacto discordante entre el depósito de lahar Teteltzingo y la Ignimbrita Citlaltépetl. Este contacto fue
reportado previamente por Carrasco-Núñez y Gómez-Tuena (1997). C) Remanente del depósito Teteltzingo de ~8 m de espesor,
dentro de un valle adyacente al río Tliapa-Seco. D) Estructura en rompecabezas localizada en la zona proximal en el depósito.
(Agosto, 2018).

82
Ignimbrita Citlaltépetl por Carrasco-Núñez y Gómez-Tuena (1997), y fechado en 8,500-9,000 años
A.P (Figura 42B). Esta ignimbrita forma un contacto discordante con el depósito de lahar
Teteltzingo.

En la zona proximal se midió la orientación de los ejes mayores de 635 partículas, de las cuales
559 (85,6%) corresponden al tamaño de grano de arena (4φ a 0φ). El valor de la media para este
tamaño de grano es hacia el NW55°SE±51.4°. El diagrama de roseta no muestra una moda clara
y el valor 𝑅 de 0.03 indica un bajo grado de iso-orientación (0-<0.10) de la fracción de arena.
Para la fracción de grava (-1φ a -6φ), se seleccionaron 76 partículas (14.4%). La dirección media
mostró un valor de NW65°SE±21.6°. El valor 𝑅 de 0.21 indica un grado moderado-alto de iso-
orientación de partículas (0.15 a <0.30). Las modas observadas en los diagramas de roseta son
NW20°-40°SE, además de otras modas observadas hacia el NW70°-80°SE y NE50°-60°SW. Todos
estos datos indican un mejor grado de iso-orientación con respecto al tamaño del grano de arena.

El valor total de la media para todas las partículas de la zona proximal es hacia el
NW60°SE±29.9°, y se observa un bajo grado de iso-orientación (𝑅 = 0.05).

B) Zona media.

La zona media se encuentra en el dominio fluvio-acumulativo. Abarca la zona de ruptura de


pendiente, cerca de la ciudad de Coscomatepec y una extensa llanura, limitada al este por calizas
y lutitas del dominio sedimentario. En esta zona, el depósito de lahar Teteltzingo cambia su
dirección de E-W a NW-SE.

Los valles más profundos en el área (> 40 m) están dispuestos en esta dirección NW-SE. En el
valle del río Seco, el depósito de lahar Teteltzingo aflora como una extensa superficie de terraza
que cubre parcialmente la porción oriental del valle constituido por rocas calizas (Figura 43A). En
la ladera occidental, el depósito de lahar Teteltzingo muestra una superficie superior plana, típica
de los depósitos de lahar y frentes de terraza asociados a incisiones fluviales y procesos
gravitacionales (Figura 43B y 43C).

83
Figura 43. Zona media. A) Valle del río Seco parcialmente relleno con el depósito de lahar Teteltzingo que conforma una terraza.
B) Depósito de lahar Teteltzingo que conforma una superficie plana en la parte superior típica de los depósitos de lahar. C) Sitio
cercano a la ciudad de Córdoba. El valle del río Seco disecciona la planicie constituida por Teteltzingo lahar hacia el W y rocas
calizas al E. (Agosto, 2018).

En esta zona, el depósito de lahar Teteltzingo es de ~25 m de espesor, masivo, de color gris claro
a amarillo, pero localmente se observa un color rojizo asociado a óxidos de hierro hidratados,
pobremente endurecido, heterolitológico, soportado por una matriz arenosa-arcillosa. Los clastos
dispersos, son en su mayoría angulares a subangulares. En este sitio no se encontraron estructuras
en rompecabezas. Un escarpe gravitacional ha expuesto el depósito y permitió observar que está
intercalado entre dos unidades de depósitos fluviales. Los depósitos fluviales son grises, marrones
y ocres, de hasta 11 m de espesor, masivos y los clastos son subredondeados a redondeados,
imbricados y soportados por una matriz arenosa. Exhiben variaciones abruptas en el tamaño de
partícula, en dirección vertical y horizontal. El contacto superior e inferior con el depósito
Teteltzingo es erosivo (Figura 44).

84
Figura 44. Afloramiento en la zona media del depósito de lahar Teteltzingo y dos unidades fluviales intercaladas. (Agosto, 2018).

El afloramiento PO-18-01 se encuentra a 32 km del volcán, cerca de la ciudad de Córdoba. Se


midieron 1098 clastos alargados, de los cuales 1021 (92%) corresponden al tamaño de grano de
arena. El valor medio para este tamaño de grano es hacia el NW67°SE±17.7°. El diagrama de
roseta muestra una moda hacia el NW70°-80°SE. Se observa una disminución en las desviaciones
estándar, desde la zona proximal a la media. El valor 𝑅 de 0.07 reveló un aumento en comparación
con la zona proximal, sin embargo, este valor corresponde a un bajo grado de iso-orientación.
Esto es importante porque se puede notar una ligera tendencia al aumento del grado de iso-
orientación en el tamaño de arena en relación con la distancia desde la fuente (ver Tabla 10).

Por otro lado, las partículas del tamaño de grava (n=77) revelaron una dirección dominante de
NW40°-60°SE y un valor medio de NW50°SE±24.8°. Otras modas están orientadas hacia el

85
NE70°-80°SW y NE10°-20°SW. La iso-orientación (𝑅= 0.18) reveló un grado moderado-alto (0.15-
<0.30). El grado de iso-orientación de las partículas del tamaño de grava disminuyó en la zona
media (ver Tabla 10 y Figura 49).

Finalmente, el análisis de fábrica de todas las partículas en la zona media, muestra una dirección
predominante al NW70°-80°SE, con una media de NW64°SE±16.4° y un valor 𝑅 de 0.07 (bajo
grado de iso-orientación).

C) Zona distal.

La zona distal se localiza dentro del dominio fluvio-acumulativo a 55 km desde el cráter y comienza
cerca del sur de Córdoba y se extiende en dirección NW-SE hacia las localidades de Ex-Hacienda
de la Concepción, Yanga y Cuitláhuac. De acuerdo a Carrasco-Núñez et al. (1993) el depósito se
divide en dos lóbulos en algún sitio cercano a la ExHacienda La Concepción y Yanga y se extiende
hasta algún punto cercano a los ríos el Coyote y Cara Sucia, a esta área la nombra “zona distal II”,
sin embargo esta división y extensión no fue identificada en campo.

Esta zona de depósito se caracteriza por una amplia planicie, cubierta en algunas partes con
grandes bloques volcánicos muy redondeados (de 30 cm a 1 m). El depósito Teteltzingo aflora en
la superficie, en terrazas desarrolladas en valles poco profundos (<40 m) y forma parte de un
abanico aluvial de decenas de km2, compuesto por numerosos depósitos volcánicos cuyo ápice se
encuentra cerca de la ciudad de Córdoba. Este abanico aluvial está limitado al norte y al sur por
elevaciones de rocas sedimentarias (pseudo cockpit karst).

La distribución del depósito Teteltzingo en la zona distal es limitada. Solo se encontró en dos sitios
en la ladera noreste del valle del río Seco, con ligeros cambios en el tamaño de grano y la textura.
El sitio de muestreo del depósito (PO-18-10) está ubicado aproximadamente a 55 km del volcán
y aflora como una terraza dentro del valle del río Seco (Figura 46). El depósito presenta, en zonas
muy localizadas, coloraciones rojizas y ocres, poca consolidación, masivo, heterolitológico y matriz
soportado. Contiene bloques sub-redondeados de origen volcánico y sedimentario de hasta 1.5
m.

86
Figura 45. Depósito de lahar Teteltzingo en la zona distal. En este sitio cercano a la localidad de La Concha
se evidenció la incorporación de bloques subredondeados de hasta 1.5 m al flujo (Agosto, 2018).

Figura 46. Terraza que contiene el depósito de lahar Teteltzingo en la parte superior. Se localiza en la
localidad de Yanga. (Agosto, 2018).

Adicionalmente, en campo se identificaron otros afloramientos en diferentes puntos a lo largo de


la zona distal, de sucesiones de depósitos clásticos y piroclásticos removilizados de espesores de
5 a 20 m (Figura 47).

El análisis de fábrica en el sitio PO-18-10 se realizó en 710 partículas, de las cuales 92% (622)
corresponden al tamaño de grano de arena. La orientación del valor medio es NW36°SE±8° y el
diagrama de roseta muestra una orientación preferencial en dirección NW20°-60°SE. El valor 0.20
de 𝑅 indica un grado moderado-alto de iso-orientación.
87
Figura 47. Depósitos epiclásticos en la zona distal. Las fotografías A y B fueron capturadas en un punto cercano a la
localidad de Arroyo Hondo, en las que se puede apreciar diferentes unidades que componen los afloramientos,
desde unidades de grano grueso y unidades de grano muy fino (arcillas, limos). Cada unidad presenta cambios de
facies vertical y horizontalmente. La fotografía C fue capturada en la localidad de Santa Rosa, muestra un depósito
de flujo de escombros sobre el cuál se han construido viviendas. Ambas localidades se encuentran al norte de la
ciudad de Cuitláhuac, al pie de la porción sur de los lomeríos kársticos al sur de la Sierra de Atoyac. (Agosto, 2018).

Estos valores y la disminución de la desviación estándar sugieren que la iso-orientación de los


clastos de tamaño de arena ha aumentado con la distancia desde la fuente. Las partículas
alargadas del tamaño de grava (n=88) muestran un valor medio de NW53°SE±0.26°. Los
diagramas de roseta muestran una orientación preferencial de NW20°-30°SE con modas
secundarias en NW40°-50°SE y NE30°-40°SW. El valor de 𝑅 es 0.26, que es un grado moderado-
alto de iso-orientación (ver Tabla 10 y Figura 49). El análisis de fábrica de las partículas totales de
la zona distal muestra una dirección predominante hacia la dirección NW20°-60°SE con una media
de NW47°SE±7.4° y un valor 𝑅 de 0.20, que representa un grado moderado-alto de iso-
orientación.

88
89
Figura 48. Mapa geológico y perfiles geológico-geomorfológicos de las zonas proximal, media y distal del depósito de lahar
Teteltzingo.
Figura 49. Mapa del depósito de lahar Teteltzingo y su análisis de fábrica direccional. Los diagramas de roseta se muestran por tamaño de grano y zona de depositación y las 90
flechas negras representan los valores de la media.
Zona Tam. Media Desv. Std. Moda Mediana R n Z
grano
Arena NW55°SE 51.4° - NW56°SE 0.03 559 0.50
Proximal

Grava NW65°SE 21.6° NW20°-40°SE, NW75°SE 0.21 76 3.35


NW70°-80°SE,
NE50°-60°SW
Total NW60°SE 29.9 - NW84°SE 0.05 635 1.58

Arena NW67°SE 17.7° NW40°-60°SE NW82°SE 0.07 1021 5.00


Media

Grava NW50°SE 24.8° NE70°-80°SE, NW70°SE 0.18 77 2.49


NE10°-20°SW
Total NW64°SE 16.4° NW70-80°SE NW81°SE 0.07 1098 5.38
Arena NW36°SE 8.0° NW20°-60°SE NW67°SE 0.20 622 24.88
Distal

Grava NW53°SE 0.26° NW20°-30°SE, NW64°SE 0.26 88 5.94


NW40°-50°SE,
NE30°-40°SW
Total NW47°SE 7.4° NW20°-60°SE NW66°SE 0.20 710 28.4

Tabla 10. Parámetros estadísticos circulares de las partículas del depósito de lahar Teteltzingo. Los parámetros se calcularon por zona
de depósito (proximal, medial y distal) y tamaño de grano (arena y grava).

91
Capítulo V

Discusión y Conclusiones

92
Capítulo 5. Discusión y conclusiones.

5.1 Geomorfología y su relación con las variaciones observadas en la fábrica del depósito.

En este trabajo se han presentado varios datos con el propósito de comprender la interacción de
los elementos del relieve y su variabilidad espacial en la ocurrencia y transporte de flujos de
escombros de gran magnitud utilizando el depósito de lahar Tetelzingo como ejemplo. Los
estudios geomorfológicos a escala regional combinados con un análisis local de fábrica del
depósito Teteltzingo fueron una herramienta útil para lograr este objetivo.

El lahar Teteltzingo se originó como una avalancha de escombros dentro del dominio volcánico,
el cual definió las características del depósito en la zona proximal. En este dominio las estructuras
lineales están orientadas hacia el NW20°-30°SE, lo cual coincide relativamente con la tendencia
N-S, hallada por Concha-Dimas et al. (2005).

La transformación de una avalancha de escombros a un flujo de escombros tuvo lugar a lo largo


de valles estrechos y profundos orientados E-W, que caracterizan las laderas volcaniclásticas del
dominio volcánico, y este proceso se refleja en la presencia de hummocks y estructuras en
rompecabezas observadas en afloramientos de la zona proximal. El bajo grado de iso-orientación
de las partículas medidas en esta zona (PO-18-08) también podría reflejar esta transformación,
con poca o nula influencia de las tendencias regionales. Sin embargo, el alto grado de iso-
orientación en dirección NW20°-40°SE, medido en partículas de tamaño de grava, coincide con la
tendencia descrita anteriormente en las estructuras a escala regional.

A medida que el lahar Teteltzingo desciende pendiente abajo, un cambio brusco en la dirección
del flujo de E-W a NW-SE marca la zona media del depósito, y la transición del dominio volcánico
al fluvio-acumulativo. A lo largo de esta zona, el lahar fluyó sobre un amplio valle delimitado por
calizas y lutitas del dominio sedimentario. Sus características como la superficie plana, su
estructura masiva con clastos dispersos soportados por una matriz arenosa-arcillosa sugieren una
transformación completa a un flujo de escombros. El aumento en el grosor del depósito en la zona
media (~25 m) con respecto a la zona proximal (~10 m) es una clara evidencia del control de la
pendiente en el espesor del depósito. El análisis de fábrica en la zona media, evidenció un ligero

93
aumento en el grado de iso-orientación en comparación con la zona proximal. Las partículas
analizadas tienen una orientación preferencial hacia el NW40°-60°SE que coincide con la dirección
del flujo y las estructuras lineales regionales NW-SE del dominio sedimentario, esto indica una
ligera influencia de las estructuras regionales en el transporte y depositación del lahar.

En la zona distal, el lahar se depositó sobre un amplio abanico fluvial compuesto de material
volcaniclástico/epiclástico que conforma el dominio fluvio-acumulativo, esto explica como la
ruptura de pendiente influyó en la depositación del lahar, asociada a la.disminución en su espesor.
Las estructuras lineales están orientadas hacia el NW20°-30°SE y estos valores son similares a la
orientación del tamaño de grano de arena con modas de NW20°-60°SE y partículas del tamaño
de grava orientadas NW20°-30°SE, NW40°-50°SE.

Con base en lo mencionado anteriormente, este trabajo muestra evidencias de un control de los
elementos del paisaje, principalmente las estructuras lineales, en el depósito de lahar Teteltzingo.
Este control está representado por la distribución general del depósito (dirección del flujo) y en las
modas observadas en el desarrollo de fábrica. Estos parámetros son espacialmente variables,
siendo más evidente la iso-orientación en la zona distal del depósito, ubicada en el dominio fluvio-
acumulativo.

La relación entre estos factores ha sido previamente reconocida por Henderson y Saintot (2011)
quienes encontraron que las estructuras regionales influyen en la susceptibilidad a los procesos
de remoción en masa (desprendimientos de rocas) a escala regional. En el área de estudio, Concha-
Dimas et al. (2005) estudiaron las interacciones entre las estructuras de deformación regional de
las rocas calizas que conforman el basamento pre-volcánico con la dirección de los colapsos
sectoriales de Citlaltepetl. Estos autores identificaron dos conjuntos principales de lineamientos
regionales NW55°SE y NE55°SW, asociadas a la deformaron del basamento y los edificios
volcánicos presentes, particularmente la cadena Cofre de Perote - Citlaltépetl. Por lo tanto, la
inestabilidad del edificio volcánico y la disposición de los elementos estructurales, ha originado
avalanchas de escombros y lahares como el evento Teteltzingo. La orientación de las fallas y
fracturas descritas anteriormente por estos autores son similares a las presentadas en este trabajo.

94
Las diferencias encontradas en los ángulos específicos medidos pueden derivarse de la extensión
del área de estudio, pero también de los elementos utilizados en el análisis.

El análisis de fábrica, ha demostrado ser una herramienta útil para documentar las propiedades y
transformaciones del flujo (Valentini et al. 2008; Bernard et al., 2019). Los resultados de este
trabajo evidenciaron que el grado de iso-orientación (𝑅) depende de la distancia de
desplazamiento y el diámetro de las partículas. Los valores de 𝑅 obtenidos aumentaron de 0.05,
en la zona proximal del depósito, a 0.20 en la zona distal. Adicionalmente, el mayor grado de iso-
orientación se encontró en las partículas gruesas (tamaño de grano de grava) en todo el depósito.
Esta fracción tiene una distribución polimodal, en las tres zonas, mostrando arreglos conjugados
o perpendiculares. Por otro lado, las partículas de arena tenían un menor grado de iso-orientación
que podría atribuirse a la influencia de las variaciones locales en el transporte y la depositación,
sin embargo en la zona distal, el grado de iso-orientación en ambos tamaños de grano, es similar.

El fuerte grado de iso-orientación observado en los valores de 𝑅 puede estar asociado con una
cizalladura laminar significativa desarrollada dentro del régimen de depósito en los flujos
volcánicos, como lo reportaron Capaccioni y Sarocchi (1996) y Valentini et al. (2008) en
ignimbritas. Sin embargo, en la ignimbrita Orvieto-Bagnoregio, Capaccioni et al. (2001) hallaron
que el grado de iso-orientación disminuye con la distancia, lo cual es opuesto a los resultados de
este trabajo.

En las avalanchas de escombros volcánicas, las tendencias encontradas en la orientación de la


fábrica a lo largo del contacto basal con el sustrato mostraron una disposición conjugada (Bernard
y van Wyk de Vries, 2017), similar a los resultados de la fracción de grava en el depósito de lahar
Teteltzingo. Este patrón conjugado se explicó como resultado del cizallamiento rotacional
desarrollado en la base del flujo y también se han encontrado en la base de los flujos de escombros
de origen glacio-fluvial (Phillips, 2006).

Se necesitan más estudios detallados para comprender el papel de la transformación de una


avalancha de escombros en un flujo de escombros sobre el grado de iso-orientación de sus
partículas. Este trabajo hizo evidente que el desarrollo de fábrica en el depósito refleja la relación

95
de factores múltiples complejos que evolucionan en el espacio y el tiempo, como la geomorfología
del área y el transporte de flujo y los mecanismos de depósito.

Finalmente, se trata de un primer acercamiento de la descripción del ambiente sedimentario en el


que se emplazó el lahar Teteltzingo, desde un enfoque geomorfológico. La evidencia presentada
aquí sugiere una interacción entre los controles estructurales y su variabilidad espacial, con la
distribución de lahares de gran magnitud. Estos factores podrían afectar la generación y la
dinámica de los flujos futuros y podrían tomarse en cuenta en futuros escenarios de peligro.

5.2 Conclusiones.

Con base en el trabajo de investigación se puede concluir que:

La caracterización geomorfológica de la región y los estudios texturales en los depósitos permiten


encontrar relaciones entre los elementos del relieve y los que componen el depósito. Los
resultados obtenidos en este trabajo permitieron definir tres dominios geomorfológicos
caracterizados por rasgos geomorfológicos y estructurales homogéneos y relacionarlos con
características lineales a escala microscópica, particularmente análisis de fábrica.

Los lineamientos con orientación preferencial NW-SE, obtenidos de los mapas de dominios
geomorfológicos y los diagramas de roseta evidencian el control de las estructuras en la dirección
del flujo y la disposición de las partículas. Los hallazgos de este trabajo apuntan al hecho de que
el grado de iso-orientación desarrollado en el depósito de lahar depende de la distancia recorrida
y el diámetro de las partículas. Los valores de 𝑅 aumentaron desde la zona proximal a la distal
del depósito. Además, el mayor grado de iso-orientación se encontró en el tamaño de grano de
grava en todo el depósito, que también mostró una distribución polimodal con un patrón
conjugado o perpendicular. Esto refleja que el los rasgos estructurales no son la única influencia
en la orientación de las partículas sino también su relación con el comportamiento dinámico del
flujo y la transición de una avalancha de escombros a un lahar.

La metodología propuesta para este trabajo es útil para el estudio de otras regiones volcánicas en
las que existen depósitos antiguos en donde no se reconoce la fuente o donde la tectónica actual
no explica el emplazamiento de antiguos depósitos o cuerpos rocosos.

96
Este estudio preliminar muestra la importancia de una visión a múltiples escalas de los procesos
de flujos de masa y evidencian cómo las características geomorfológicas, estructurales y
sedimentológicas están vinculadas y pueden afectar la generación y la dinámica de flujos futuros.

97
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