Cómo Se Procesa El Café
Cómo Se Procesa El Café
Cómo Se Procesa El Café
Antes de llegar a tu cafetera, el café pasa por diferentes fases. Te contamos, paso por paso, cómo
se lleva a cabo el procesado del café.
1. Recolección
El primer paso del procesado del café es el de recoger el fruto del arbusto del que procede el café
(cafeto). Esto se hace cuando las cerezas o bayas adquieren un color rojizo o amarillento y se
puede llevar a cabo de 3 formas:
Raspado o despalillado: este método suele utilizarse cuando la mayoría de las cerezas están
maduras. Mediante un barrido de las ramas del cafeto, se quitan tanto los frutos maduros como
los verdes, que caen al suelo o sobre unas lonas. A continuación, se separan por venteo las
impurezas que han caído y los granos verdes, lo cuales producen un sabor más ácido.
Mecánica: esta es la metodología más empleada por los grandes productores de café y consiste en
usar grandes máquinas para quitar las bayas de los árboles. Algunas de estas maquinarias hacen
vibrar el tronco, de forma que los frutos caen al suelo. Otras tienen cepillos incorporados que
extraen los frutos del árbol, es el método menos selectivo de todos.
A la vez que se recolectan las bayas, se eliminan los residuos de la cosecha, se quitan las capas que
envuelven los granos y se obtiene así el café verde (término que designa al café después de ser
procesado y antes del tueste). A este procedimiento se le conoce como despulpado.
Para llevar a cabo esta parte del procesado del café, existen varios métodos y, en función del que
se emplee, el coste del café y su calidad variarán.
Los cafés procesados de esta manera tienen cuerpo alto, baja acidez y sabores exóticos. También,
es común encontrar sabores vinosos y frutales intensos.
Clasificación y limpieza: durante esta fase del procesado del café, se desechan los frutos verdes,
así como los que están demasiado maduros o dañados. Luego, se eliminan las impurezas
(suciedad, tierra, ramas, hojas…) por cribado o flotación.
Secado: las bayas de café se exponen al sol y se van rastrillando o volteando manualmente para
que se sequen por igual y alcancen una humedad final máxima de 12,5 %. Si bien esta fase suele
durar unas 4 semanas, en algunos cafetales más grandes se utilizan máquinas secadoras para
acelerar el proceso. El secado es la etapa más importante del proceso, puesto que afecta a la
calidad final del café verde. Un café demasiado seco se caracteriza porque los granos son
quebradizos y, por tanto, defectuosos; mientras que un café demasiado húmedo será proclive a un
deterioro rápido por hongos y bacterias.
Descascarillado: las bayas o cerezas secas se almacenan a granel en silos especiales hasta que se
envían al molino. Una vez allí, la descascaradora quita de una todas las capas exteriores de las
cerezas secas y, después, se separan, se clasifican y se meten en sacos.
Este método requiere el uso de un equipo concreto y cantidades considerables de agua. El café
obtenido de esta manera se considera de mejor calidad y suele ser más caro.
Por norma general, se emplea para todos los cafés Arábica, a excepción del que se produce en
Brasil y en los países productores de esta variedad mencionados anteriormente y que usan el
método por vía húmeda. Rara vez se utiliza para los Robusta.
Los cafés lavados se caracterizan por tener un cuerpo más ligero, sabores más frutales y florales, y
acidez más intensa.
Cribado: los granos despulpados pasan por unas cribas vibradoras que los separan de las bayas
que se han quedado sin despulpar, de aquellas que tienen forma imperfecta y de los pedazos
grandes de pulpa que pudieran haberse quedado adheridos.
Lavado y separación: los granos despulpados separados se pasan por unos canales en los que se
lavan con agua y se separan otra vez poniéndolos a flotar.
Fermentación: los granos de café se colocan en grandes tanques de fermentación durante 24-36
horas y en los que el pergamino que envuelve los granos de café se descompone bajo la influencia
de enzimas naturales y se lo lleva el agua. Si no se vigila con cuidado esta fase del procesado del
café, este puede adquirir un sabor amargo e indeseable.
Secado: este proceso tiene por objetivo dejar el café a una humedad máxima del 12,5 % y puede
hacerse al sol o con ayuda de una secadora mecánica. Es importante ir con cuidado para que el
secado sea satisfactorio. De lo contrario, la calidad del café se verá afectada.
3. Envasado y transporte
4. Tostado y envasado
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Esta es la fase durante la que el grano de café termina por tomar la forma necesaria y, sobre todo,
su sabor.
Esta parte del procesado del café es la única que suele hacerse en el país de consumo. Los
tostadores mezclan diversas variedades y las tuestan al gusto de los consumidores locales. En
España, por ejemplo, suele añadírsele azúcar para obtener así el café torrefacto.
Por último, los tostadores envasan al vacío el café recién tostado y, en ocasiones, incluso ya
molido.
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