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Summa Procesal Penal

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SUM M A

PROCESAL PENAL
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Toda la jurisprudencia procesal penal vinculante,
relevante y actual en un solo volumen
SUM M A
PROCESAL PENAL
T1 s.j M ' A U \ i■ !-r^ ', ‘\ j

Toda la jurisprudencia procesal penal vinculante,


relevante y actual en un solo volum en

José Antonio Caro John

Acceso en ¡Inés
al texto completo de toda la
jurisprudencia aplicable a todos
los códigos procesales penales
vigentes y a las normas procesales,
penitenciarias, penal de adolescentes
y violencia familiar

3S plenarios completamente
y plenos jurisdiccionales actualizada

Protocolos,
reglamentos, lincamientos,
guías y directivas
Sentencias
de la Corte Interamericana
de Derechos Humanos

Payet
Rey <
Cauvi - J íK: S »
SERIE: SUMMA, 6

SUMMA PROCESAL PENAL


AUTOR: José Antonio Caro John

© José Antonio Caro John, 2019


© Editorial Nomos & Thesis, 2019

DIRECTOR EDITORIAL
Carlos Atocsa García .

GERENTE ADMINISTRATIVA
Ingrid Montoya Velasco

REVISIÓN
Gerardo Kong Curaca, Antony Navarro Montoya, Eduardo
Castro Arroyo y Maricruz Vargas Leandro

DISEÑO Y DIAGRAMACIÓN
Glenn Montoya Velasco

ASISTENTE EDITORIAL
Jasmín Arévalo Guillén

Editado por
Editorial Nomos & Thesis E.I.R.L.
Av. Brasil N.° 3068, Of. 1101, Magdalena del Mar, Lima - Perú
Ventas: 5553380 / 979768775 / 940162462 / info@nomos.pe / www.nomos.pe
RUC: 20509431273

Primera edición: julio de 2019


Tiraje: 1500 ejemplares .

Impreso por Ático Editores E.I.R.L.


Av. Brasil N.° 3068, Of. 1108, Magdalena del Mar, Lima-Perú
Teléfono: 4600359 / Mail: editorial.atico@gmail.com
Julio de 2019

ISBN: 978-612-47975-1-4
Registro de Proyecto Editorial N.° 31501201900638
Hecho el Depósito Legal en la Biblioteca Nacional del Perú N.° 2019-07935
Publicado en el mes de julio de 2019
DERECHOS RESERVADOS. Prohibida su reproducción parcial o total (D. Leg. 822)
PRESENTACIÓN

El crecimiento de la cantidad y la calidad de la jurisprudencia procesal penal


nacional en los últimos años ha hecho necesaria la aparición de nuestro Summa
Procesal Penal, un compendio que recoge lo más importante de la producción
judicial en esta materia.
La obra incluye principalmente:
• Toda la jurisprudencia vinculante emitida por la Corte Suprema en ma­
teria procesal penal: acuerdos plenarios, sentencias plenarias, precedentes
vinculantes, ejecutorias supremas vinculantes y doctrina jurisprudencial
vinculante.
• Jurisprudencia actual y relevante: sentencias de la Corte Suprema, Salas
Penales Especiales, Sala Penal Nacional y Cortes Superiores emitidas entre
los años 2010 al 2019.
• Plenos Jurisdiccionales Penales celebrados por la Corte Suprema, las Cor­
tes Superiores (entre ellas la Corte Superior de Justicia Especializada en
Delitos de Crimen Organizado y de Corrupción de Funcionarios) y los
Juzgados Penales de Investigación Preparatoria.
• Todos los precedentes vinculantes emitidos por el Tribunal Constitucional
y la jurisprudencia constitucional relevante y actual.
• Jurisprudencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos en ma­
teria procesal penal. Se incluye también las comunicaciones del Comité de
Derechos Humanos de las Naciones Unidas en temas procesales y penales.
• Se incluye todos los protocolos, lincamientos, guía y directivas aprobados
por el Ministerio Público, el Poder Judicial y el Poder Ejecutivo en materia
. de persecución penal.
Hemos considerado pertinente incorporar en este volumen la jurisprudencia
aplicable al Código de Ejecución Penal, al Código de Responsabilidad Penal de
Adolescentes y a la norma sobre procedimiento en materia de violencia familiar.
♦ PRESENTACIÓN
8 PRESENTACIÓN

Cada artículo de estos cuerpos normativos presenta la jurisprudencia correspon­


diente donde se concreta la interpretación de la norma a la luz de la doctrina
emanada de nuestros tribunales.
Agradecemos a todos los profesionales que han recibido con mucho interés y
entusiasmo esta obra y esperamos que les sea de mucha utilidad.

José Antonio Caro John


Lima, 29 de junio de 2019

nom os & th e sis


BIBLIOGRAFÍA UTILIZADA

Actualidad Penal Actualidad Penal (seguido del número del volumen y


del año de edición correspondiente). Publicación de
Instituto Pacífico, Lima.
Anales Judiciales Anales Judiciales de la Corte Suprema de Justicia de la
República (seguido del número del tomo y del año
judicial correspondiente). Publicación oficial, Lima.
A rm a za -Z avala , La decisión A rm a za G a l d ó s , Julio y Fernando Z avala T oya , La
. decisiónjudicial, Gaceta Jurídica, Lima, 1999.
Á v a lo s -R o b l e s , Tendencias Á valos R o d r íg u e z , Constante y Mery R o b l e s
B r ic e ñ o , Modernas tendencias dogmáticas en la
jurisprudencia penal de la Corte Suprema, Gaceta
Jurídica, Lima, 2005.
B a c a -R o ja s - N e ir a , JPPSumarios B a c a C a b r er a , Denyse / Fidel R o ja s V ajrgas /
Marlene N e ir a H u a m á n , jurisprudencia penal
procesos sumarios, Gaceta Jurídica, Lima, 1999.
B a r a n d ia r a n - N o la s c o , Jpenal 1 B a ra n d ia r á n D e m p w o l f , Roberto y José Antonio
N o la sc o V a l e n z u e la , Jurisprudencia penal
generada en el subsistema anticorrupción: corrupción
gubernamental, yol. I, Palestra, Lima, 2006.
B a r a n d ia r a n - N o l a s c o , Jpenal 2 B a r a n d ia r á n D e m p w o l f , Roberto y José Antonio
N o la sc o V a l e n z u e la , Jurisprudencia penal
generada en el subsistema anticorrupción: corrupción
gubernamental, yol. II, Palestra, Lima, 2006.
C a r o C orla , Código penal C a r o C o r ia , Dino Carlos, Código Penal Actuales
tendencias jurisprudenciales de la práctica penal,
Gaceta Jurídica, Lima, 2002.
Casaciones y Acuerdos Casaciones y Acuerdos Plenarios [Colección Reforma,
t. II], Ministerio de Justicia y Derechos Humanos.
Comisión Especial de Implementación del Código
Procesal Penal. Secretaría Técnica, Lima, 2012.
C a st il l o A lva , J P 1 C a st il l o A lva , José Luis, Jurisprudencia penal
1. Sentencias de la Corte Suprema de Justicia de la
República, Lima, Grijley, 2006.
♦ BIBLIOGRAFÍA UTILIZADA
10 BIBLIOGRAFÍA UTILIZADA

C a s t il l o A lva , JP 2 C a st il l o A lva , José Luis, Jurisprudencia penal


2. Sentencias de la Corte Suprema de Justicia de la
República, Lima, Grijley, 2006.
C a s t il l o A lva, JP 3 Castillo Alva, José Luis, Jurisprudencia penal 3.
Sentencias de la Corte Suprema de Justicia de la
República., Lima, Grijley, 2006.
C h o c a n o -Va l l a d o l id , JPenal C h o ca n o R o d r íg u ez , Reiner y Víctor V ulladolid
Z eta , Jurisprudencia penal Ejecutoriaspenales de la Corte
Suprema deJusticia (1997-2001), Jurista, Lima, 2002.
Comp. Jurisp. Corrup. IDEHPUCP, Compendio jurisprudencial
sistematizado: Prevención de la corrupción y justicia
penal, Instituto de Democracia y Derechos Humanos
de la Pontificia Universidad Católica del Perú
(IDEHPUCP), Lima, 2014.
Compilación Compilación de jurisprudencia en justicia penal
juvenil, Ministerio de Justicia y Derechos
Humanos. Dirección General de Política Criminal y
Penitenciaria, Lima, [2013].
Derecho & Sociedad Derecho & Sociedad (seguido del número del tomo
y del año correspondiente). Publicación de los
estudiantes de la Pontificia Universidad Católica del
Perú, Lima.
Diálogo Diálogo con la Jurisprudencia (seguido del número
del tomo y del año de edición correspondiente).
Publicación de Gaceta Jurídica, Lima.
EP Diario Oficial El Peruano.
F r is a n c h o , JPenal F r isa n c h o A p a r ic io , Manuel, Jurisprudencia penal
Ejecutorias supremas y superiores, Jurista, Lima, 2002.
Gaceta Penal Gaceta Penal (seguido del número del tomo y del año
de edición correspondiente). Publicación de Gaceta
Jurídica, Lima.
G a r c ía -C a s t il l o , Colusión G a r c ía C a v e r o , Percy y José Luis C a s t il l o A lva, El
delito de colusión, Grijley, Lima, 2008.
G ó m e z M e n d o z a , JPenal 2 G ó m e z M e n d o z a , Gonzalo, Jurisprudencia penal, T.
II, Idemsá, Lima, 1996.
G ó m e z M e n d o z a , JPenal 3 G ó m e z M e n d o z a , Gonzalo, Jurisprudencia penal, T.
III, Idemsa, Lima, 1997.
G ó m ez M endo za, JPenal 4 G ó m e z M e n d o z a , Gonzalo, Jurisprudencia penal, T.
IV, Rodhas, Lima, 1999.
Ipso Jure Ipso Jure (seguido del número del tomo y del año de
edición correspondiente). Publicación de la Corte
Superior de Justicia de Lambayeque, Chiclayo.

nom os & th e sis


BIBLIOGRAFÍA UTILIZADA 11

JPenalCorteSuprema La jurisprudencia penal de la Corte Suprema,,


Cooperación Técnica Alemana al Desarrollo
Internacional —GIZ, Lima, 2013.
Jurisprudencia Penal 1987 Jurisprudencia Penal, Editorial Normas Legales,
Trujillo, 1987.
Jurisprudencia Penal II Jurisprudencia Penal II, Editorial Normas Legales,
Trujillo, 2005.
L a R o sa , JPSumario L a R o sa G ó m e z d e la T o r r e , Miguel. Jurisprudencia
delproceso penal sumario, Grijley, Lima, 1999.
Normas Legales Normas Legales (seguido del número del tomo y del
año de edición correspondiente). Publicación de
Editorial Normas Legales (hasta el 2006, Trujillo) y
de Gaceta Jurídica (desde el 2007, Lima).
P é r e z A r r o y o , Jurisprudencia 1 P é r e z A r r o y o , Miguel, La evolución de la
jurisprudencia penal en el Perú (2001-2005), t. I,
Editorial San Marcos, Lima, 2006.
P é r e z A r r o y o , jurisprudencia 2 P é r e z A r r o y o , Miguel, La evolución de la
jurisprudencia penal en el Perú (2001-2005), t. II,
Editorial San Marcos, Lima, 2006.
P r a d o , CPenal 2 P rad o S a ld a r r ia g a , Víctor, Todo sobre el Código
Penal, t. II, Idemsa, Lima, 1996.
P r a d o , Jurisprudencia P r ad o S a ld a r r ia g a , Víctor, Derecho penal, jueces y
jurisprudencia, Palestra, Lima, 1999.
RAEJurisprudencia RAEJurisprudencia (seguido del número del volumen
y del año de edición correspondiente). Publicación
de ECB Ediciones, Lima.
R e á t e g u i , Precedente R e á t e g u i S á n c h e z , James, El precedente judicial en
materia penal, Reforma, Lima, 2010.
R e t a m o z o -P o n c e , Jpenal R e t a m o z o , Alberto y Ana María P o n c e ,
Jurisprudencia penal de la Corte Suprema, Idemsa,
Lima, 1994.
R o ja s , JPcomentada R o ja s V argas , Fidel, Jurisprudencia penal comentada,
Gaceta Jurídica, Lima, 1999.
R o ja s , JPcomentada 2 R o ja s V a rgas , Fidel, Jurisprudencia penal comentada
(2001-2003), Idemsa, Lima, 2005.
R o ja s , JPenal R o ja s V argas , Fidel, Jurisprudencia penal, Gaceta
Jurídica, Lima, 1999.
R o ja s , JPenalProcesal R o ja s V argas , Fidel, Jurisprudencia penal y procesal
penal, Idemsa, Lima, 2002.
R o ja s , JPpatrimonial R o ja s Vá r g a s , FidelJurisprudencia penalpatrimonial
(1998-2000), Grijley, Lima, 2 0 0 0 .
R o ja s , JProcesal R o ja s V argas , Fidel, Jurisprudencia procesal penal,
Gaceta Jurídica, Lima, 1999.

♦ BIBLIOGRAFÍA UTILIZADA
12 BIBLIOGRAFÍA UTILIZADA

R o ja s s i , Ejecutorias Carmen, Ejecutorias supremas penales


R o ja s s i P e l l a ,
(1993-1996), Legrima, Lima, 1997.
RPDJPenales Revista Peruana de Doctrina y Jurisprudencia Penales
(seguido del número del tomo y del año de edición
correspondiente). Publicación de Editora Jurídica
Grijley, Lima.
RPJurispr. Revista Peruana deJurisprudencia (seguido del número
del tomo y del año de edición correspondiente).
Publicación de Editorial Normas Legales, Trujillo.
S a la z a r , Jurisp.Adm.públ. S a l a z a r S á n c h e z , Nelson, Delitos contra la
administración pública. Jurisprudencia penal, Jurista,
Lima, 2004.
S a l in a s , Delitos.Adm.públ. S a l in a s S ic c h a , Ramiro, Delitos contra la
administración pública, 2.a ed., Grijley, Lima, 2011.
S a n M a r t ín , Dprocesal S a n M a r t ín C a s t r o , César, Derecho procesal penal
Lecciones, Inpeccp, Lima, 2015.
S a n M a r t ín , JPvinculante S a n M a r t ín C a s t r o , César, Jurisprudencia y
precedente penal vinculante, Palestra, Lima, 2006.
Serie deJurisprudencia Serie deJurisprudencia (seguido del número del tomo
y del año de edición correspondiente). Publicación
de la Academia de la Magistratura, Lima.
T a l le r , Jurisprudencia Ta lle r de D o g m á t ic a Pen al. U n iv e r sid a d
N a c io n a l M a y o r d e S a n M a r c o s , Jurisprudencia
penal, Jurista, Lima, 2005.
U r q u iz o et al., Jurisp. penal U r q u iz o O l a e c h e a , José / José Luis C a s t il l o A lva
y Nelson S a l a z a r S á n c h e z , Jurisprudencia penal,
Jurista, Lima, 2005. .
V il l a v ic e n c io , Dpenal V il l a v ic e n c io T e r r e r o s , Felipe, Derecho penal
Parte general, Grijley, Lima, 2006.

nomos & thesis


ABREVIATURAS

ACPP Código de Procedimientos Penales (Ley N.° 9024, de 16­


01-1940)
art. / arts. artículo / artículos
A. V. Asuntos Varios
c.de.p.p. / CdePP Código de Procedimientos Penales (Ley N.° 9024, de 16­
01-1940)
c.e.p. / CEP Código de Ejecución Penal (Decreto Legislativo N.° 654, de
02-08- 1991)
CJ Concordancia Jurisprudencial
c.p. / CP Código Penal (Decreto Legislativo N.° 635, de 08-04-1991)
c.p.c. / CPC Texto Unico Ordenado del Código Procesal Civil
(Resolución Ministerial N.° 010-93-JUS, de 23-04-1993)
c.p.co. / CPConst. Código Procesal Constitucional (Ley N.° 28237, de 31-05­
2004)
c.p.p.1991 / CPP 1991 Código Procesal Penal de 1991 (Decreto Legislativo N.°
638, de 27-04-1991)
CADH Convención Americana sobre Derechos Humanos. Firmada
en San José el 28-11-1969.
CIDH Corte Interamericana de Derechos Humanos.
Cons. Consulta
Const. Constitución Política del Perú
DC disposición complementaria
DCD disposición complementaria derogatoria
DCDU disposición complementaria derogatoria única
DCF disposición complementaria y final
DCFU disposición complementaria final única
DCMU disposición complementaria modificatoria única
DCTF disposición complementaria, transitoria y final
DD disposición derogatoria
DDF disposición derogatoria y final
DDSF disposición derogatoria, sustitutoria y final
DF disposición final

♦ ABREVIATURAS
14 ABREVIATURAS

DFTD disposición final, transitoria y derogatoria


D. Leg. Decreto Legislativo
D. Ley / DL Decreto Ley
DM disposición modificatoria
DMD disposición modificatoria y derogatoria
D .S. Decreto Supremo
DT disposición transitoria
DTU disposición transitoria única
ed. edición
EP Diario oficial El Peruano
Exp. Expediente
£ j. / ff. jj. fundamento jurídico / fundamentos jurídicos
fs. fojas
Inc. Incidente
inc. / ines. inciso / incisos
Inst. Instructiva
LOMP Ley Orgánica del Ministerio Público (Decreto Legislativo
N .° 052, de 18-03-1981)
LOPJ / LoPJ Ley Orgánica del Poder Judicial (Decreto Supremo N.°
017-93-JUS, de 02-06-1993)
n.c.p.p. / NCPP Nuevo Código Procesal Penal de 2004 (Decreto Legislativo
N .° 957, de 29-07-2004)
P. / PP. página / páginas
PIDCP Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, del 16­
12-1966.
R.A. Resolución Administrativa
r.c.e.p. / RCEP Reglamento del Código de Ejecución Penal (Decreto
Supremo N .° 015-2003-JUS, de 11-09-2003)
Rev. Sent. Revisión de Sentencia
R.M . Resolución Ministerial
R .N . Recurso de Nulidad
R.Q. Recurso de Queja
R. Q. E. Recurso de Queja Excepcional
s. / ss. siguiente / siguientes
STC / SSTC Sentencia del Tribunal Constitucional / Sentencias del
Tribunal Constitucional
T. tomo
TC Tribunal Constitucional
TID tráfico ilícito de drogas
Transí. Transferencia de Competencia
Vol. / vol. volumen
Web Publicado en la página web del Tribunal Constitucional

nom o s & thesis


CONTENIDO DE LA OBRA

CÓDIGOS
Nuevo C ódigo Procesal Penal............................................................................................. 19
Código de Procedimientos Penales.................................................................................... 1103
Código Procesal Penal de 1991.......................................................................................... 1301
Código de Ejecución Penal.................................................................................................. 1327
Código de Responsabilidad Penal de Adolescentes........................................................ 1367

LEYES PROCESALES PENALES ESPECIALES

Ley del Proceso Penal Su m ario........................................................................................... 1479


Ley sobre ausencia y contumacia ...................................................................................... 1482
Ley que regula la investigación preliminar del d e lito .................................................... 1484
Ley sobre conclusión anticipada por delitos descubiertos en flagrancia ................... 1486
Ley que regula las investigaciones a funcionarios ......................................................... 1490
Ley para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra las mujeres y los
integrantes del grupo fam iliar.................................................................................... 1421

LEYES, D E C R ET O S LEGISLATIVOS
Y D E C R ET O S LEYES

Ley N .° 9 0 2 4 .......................................................................................................................... 1103


Ley N .° 2 7 3 9 9 ....................................................................................................................... 1490
Ley N .° 2 7 9 3 4 ..................... 1484
Ley N .° 2 8 1 2 2 ....................................................................................................................... 1486
Ley N .° 3 0 3 6 4 ....................................................................................................... 1421
Decreto Legislativo N .° 1 2 4 ............................................................................................... 1479
Decreto Legislativo N .° 1 2 5 ............................................................................................... 1482
Decreto Legislativo N .° 6 3 8 ............................................................................................... 1301
Decreto Legislativo N .° 6 5 4 ........................................... 1327
Decreto Legislativo N .° 9 5 7 ............................................................................................... 19
Decreto Legislativo N .° 1 3 4 8 ............................................................................................. 1367

♦ CONTENIDO DE LA OBRA
NUEVO CÓDIGO
PROCESAL PENAL
DECRETO LEGISLATIVO N.° 957
(EP, 29-07-2004)
NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL

DECRETO LEGISLATIVO N.° 957


TÍTULO PRELIMINAR

Artículo I: Justicia penal

1. La justicia penal es gratuita, salvo el pago de las costas procesales establecidas conforme a este Có­
digo. Se imparte con imparcialidad por los órganos jurisdiccionales competentes y en un plazo razonable.
2. Toda persona tiene derecho a un juicio previo, oral, público y contradictorio, desarrollado conforme
a las normas de este Código.
3. Las partes intervendrán en el proceso con iguales posibilidades de ejercer las facultades y derechos
previstos en la Constitución y en este Código. Los jueces preservarán el principio de igualdad procesal,
debiendo allanar todos los obstáculos que impidan o dificulten su vigencia.
4. Las resoluciones son recurribles, en los casos y en el modo previsto por la Ley. Las sentencias o
autos que ponen fin a la instancia son susceptibles de recurso de apelación.
5. El Estado garantiza la indemnización por los errores judiciales.

DOCTRINA JURISPRUDENCIAL VINCULANTE DE LA CORTE SUPREMA

§ 1. Derecho a la gratuidad de la administración de justicia y expedición de copias por el Minis­


terio Público. Véase la jurisprudencia del artículo 138° del Nuevo Código Procesal Penal [§ 572]. (Ca­
sación N .° 171-2011-Lima, del 16-08-2012, fF. jj. 10-13 establecidos como doctrina jurisprudencial.
Sala Penal Permanente [EP, 20-06-2013, Jurisprudencia, Año XXII, N .° 942, pp. 6920-6921] . Texto
completo: <bit.ly/2FuEXmE>).

§ 2. Copias de la carpeta fiscal es gratuita si se acredita escasos recursos del beneficiario. Véase
la jurisprudencia del artículo 138° del Nuevo Código Procesal Penal [§ 573]. (Casación N .° 172-
2011-Lima, del 17-07-2012, que establece como doctrina jurisprudencial vinculante lo dispuesto en
los considerandos décimo primero, décimo segundo y décimo tercero. Sala Penal Permanente [EP, 16­
10-2013, Jurisprudencia, Año XXII, N .° 948, pp. 6995-6997]. Texto completo: <bit.ly/2tDcQwq>).

JURISPRUDENCIA DE LA CORTE SUPREMA

§ 3. El plazo razonable. Quinto. [...] [Cabe] precisar que nuestro órgano del control de la cons-
titucionalidad ha establecido que el carácter razonable de la duración de un proceso, se debe apreciar
en cada caso y teniendo en cuenta la complejidad del asunto, la actividad procesal del interesado y la
actuación de los órganos jurisdiccionales [...]. (R. N . N .° 322-2011-Lima, de 08-08-2011, £ j. 5. Sala
Penal Transitoria. Texto completo: cbit.ly/2coY 17h>).

♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL


Art.l TÍTULO PRELIMINAR 20

§ 4. Plazo razonable y complejidad del proceso. Sexto. [...] [La] determinación de si se violó o no su
contenido constitucionalmente protegido es un tema que solo puede obtenerse a partir del análisis de los
siguientes criterios: a) la actividad procesal del interesado; b) la conducta de las autoridades judiciales, y c)
la complejidad del asunto; para el presente caso se puede advertir que no existe complejidad del proceso y
que en la actuación procesal del imputado no se aprecia ninguna actuación dilatoria por parte de este; en
este sentido, se advierte que la excesiva duración del proceso no puede ser imputada al procesado, sino más
bien ha sido consecuencia de una tramitación negligente del proceso por parte del órgano jurisdiccional y
del Ministerio Publico -respecto al delito de homicidio que ha sido materia de acusación fiscal-, debido a
que para imputar un hecho delictivo a alguien, deberá evaluarse si la denuncia propone una causa probable
o base cierta; es decir, una causa frente a la cual será posible imponer condena, siempre que se pruebe el
hecho denunciado. En tal sentido, será pertinente formular una teoría del caso o una hipótesis de inves­
tigación. Se tendrá un caso cuando los hechos subsumibles dentro del tipo penal están respaldados con
prueba suficiente; de lo contrario, con hechos subsumibles en un tipo penal no respaldados con pruebas,
sólo constituirá una historia delictiva. Por ello, formular una denuncia respecto de un caso implica la
existencia de elementos mínimos, tales como: ¿Quién?, ¿Cuándo?, ¿Cómo?, ¿Dónde?, ¿Con qué?, ¿En qué
circunstancias?, elementos todos que el señor Fiscal al postular la acusación no ha probado; por lo que la
sentencia recurrida se encuentra arreglada a ley. (R. N. N .° 1916-2010-Lima, de 22-06-2011, f. j. 6. Sala
Penal Permanente. Texto completo: <bit.ly/2bUqXQ8>).
§ 5- El plazo razonable. Quinto. [...] El plazo razonable no sólo debe ser entendido al trámite que
existe entre la presentación de una denuncia y la decisión sobre el fondo, sino que dicho concepto debe
ser entendido también como una exigencia para lograr un efectivo pronunciamiento judicial, así como
que los acusados no permanezcan durante largo tiempo bajo acusación y asegurar que su tramitación
se realice prontamente, en tal sentido todo proceso debe tener un límite de duración sin vulnerar los
derechos humanos. [...] (R. N . N .° 984-2010-Loreto, de 20-04-2011, f. j. 5. Sala Penal Permanente.
Texto completo: <bit.ly/2ciSpIj>).
§ 6. El sometimiento a un proceso penal indebidamente dilatado por causas distintas a la con­
ducta procesal del imputado vulnera su derecho al plazo razonable por lo que se debe disminuir
la pena. 2.20. [Se] ha establecido doctrinariamente que el sometimiento de los encausados por tiempo
excesivo a un proceso judicial genera diversos efectos jurídicos, y uno de ellos es la reducción de la pena,
pues la excesiva duración del proceso sufrida por el condenado es una consecuencia negativa provenien­
te del Estado. [...] 2.23. Como quiera que sea, es evidente que el plazo transcurrido es excesivo, por lo
que, a la luz de la jurisprudencia sistemática en torno a este tema y del control de convencionalidad,
correspondería efectuar una rebaja proporcional en las penas impuestas, que compense la dilación del
proceso, sin desatender la diferencia sustancial entre ambos procesados por el título de imputación que
se le atribuye a cada uno, efectuada por el representante del Ministerio Público al formular su requeri­
miento de acusación -ocho años para RT y seis años para LS-. 2.24. A ello cabe agregar la edad actual de
los procesados: 77, y 57 años, respectivamente, que amerita una graduación prudencial del quantum de
la pena en virtud del principio de humanidad y de resocialización de la pena. 2.25. Así, debe efectuarse
una reducción proporcional de tres años en la pena privativa de libertad impuesta al procesado RT, la
cual incluye la rebaja de hasta un séptimo por su conformidad procesal, por lo que se establece en cinco
años la pena privativa de libertad que se le impone. (R. N . N .° 2089-2017-Lima, de 28-02-2018, ff. jj.
2.20, 2.23, 2.24 y 2.25. Sala Penal Permanente. Texto completo: <bit.ly/2GpaGDl>).
§ 7. La falta de diligencia en la tramitación de la causa, imputable a los agentes públicos (po­
licía, fiscalía), no puede ser de cargo del imputado. Séptim o. Sobre la autoría del delito de abigeato,
no es posible concluir que fue el encausado CV. Su negativa no tiene elementos de prueba lícitos que
la desvirtúen. En efecto, las declaraciones de los hermanos G C no se prestaron con asistencia del fiscal
y no han declarado en sede jurisdiccional, luego, no tienen el carácter de medios de prueba válidos
(ex artículo 62 del Código de Procedimientos Penales). Los supuestos ronderos no declararon nunca.
Tampoco existen vestigios materiales de la balacera producida: la Ocurrencia de Calle Común [...] no

nomos & th e sis


21 TITULO PRELIMINAR Art.l
los registra, de modo que pueda concluirse que, en efecto, se produjo disparos por el imputado -lo que
describe el acta de incautación no refleja que se efectuaron disparos de las armas de fuego incautadas-.
Es verdad que el testigo AG declaró en presencia del fiscal, sin embargo es un testimonio único, sin
corroboración periférica externa. - Respecto del delito de tenencia ilegal de armas de fuego y municio­
nes, consta del acta de incautación [...] que tenía en su poder dos revólveres y municiones. Empero,
más allá de que el imputado no registra permiso para portar armas de fuego [informe de DISCAMEC],
no existe prueba pericial que revele que se está ante revólveres y municiones operativas, de suerte que
estén en condiciones de ocasionar un fundado peligro común. - En pureza, se está un vacío probatorio
relevante. - Dado el tiempo transcurrido desde la comisión de los hechos y la formación del proceso
(diez años aproximadamente), no es posible anular la sentencia para subsanar la actividad probatoria
omitida. La falta de diligencia en la tramitación de la causa, imputable a los agentes públicos, no puede
ser de cargo del imputado. - Por consiguiente, ante la falta de pruebas, corresponde dictar sentencia
absolutoria. [...] (R. N. N .° 1441-2018-Cajamarca, del 06-05-2019, f. j. 7. Sala Penal Permanente.
Texto completo: <bit.ly/2Hn70sD>).

§ 8. Finalidad del proceso penal. Quinto. [El] proceso penal tiene por finalidad alcanzar la ver­
dad concreta, para lo cual se debe establecer plena correspondencia entre la identidad del autor del
ilícito y de la persona sometida a proceso, y evaluar los medios probatorios acopiados con la finalidad
de establecer la comisión o no del delito y la responsabilidad o irresponsabilidad penal del encausa­
do. (R. N. N .° 1232-2011-Ayacucho, de 28-03-2012, £ j. 5. Sala Penal Transitoria. Texto completo:
cbit.ly/2cp 1zX3 >).

§ 9. El principio de exhaustividad. Principio acusatorio y de contradicción. Quinto. [...] 5.2.


[...] [El] principio de exhaustividad impone la obligación al juez de pronunciarse sobre los alcances más
relevantes de los hechos, de las pruebas, y de las pretensiones de las partes procesales, o de la resistencia
hecha valer por el acusado, siendo esto a lo que propiamente se le denomina objeto del debate. 5.3. [...]
[Desde] la perspectiva del principio acusatorio y de contradicción, los hechos imputados deben respe­
tarse, no puede alterarse; es decir, la sentencia no puede contener un relato fáctico que configure un tipo
penal distinto o que introduzca circunstancias diferentes o nuevas que agraven -de oficio, sin necesidad
de previo debate, aunque el Tribunal puede incorporar circunstancias atenuantes- la responsabilidad del
acusado; sin embargo, adicionalmente se indica que el Tribunal, conforme a la prueba actuada y deba­
tida en el juicio oral, puede ampliar detalles o datos para hacer más completo y comprensivo el relato,
siempre que no implique un cambio de tipificación y que exista coincidencia básica entre la acusación
y los hechos acreditados en la sentencia. [...] (R. N. N .° 2916-2011-Moquegua, de 29-11-2011, f. j. 5.
Sala Penal Transitoria. Texto completo: <bit.ly/2DGYhdQ>).

§ 10. Modificación del título de imputación. El título de intervención delictiva es el de ins­


tigación, no de coautoría. Este cambio no afecta el principio acusatorio ni el de contradicción.
Homicidio alevoso. [Antecedentes: Se trata de un homicidio alevoso (por el arma de fuego utilizada,
por sorprenderse a la víctima en estado de indefensión y por dispararla cuando estaba volteada). Ini­
cialmente se atribuyó la coautoría a los dos encausados recurrentes. Sin embargo, durante el proceso
se acreditó que los ejecutores materiales fueron otros y que la idea de matar al agraviado fue de los
encausados]. Octavo. [Es] de concluir que la condena impuesta es fundada. N o se presentan supuestos
de motivación omisiva, motivación incompleta o insuficiente, motivación dubitativa o hipotética y,
menos una motivación ilógica en cuanto a sus inferencias probatorias, en especial con el principio de
razón suficiente. Se explicó el rol de cada imputado condenado, y se definió la prueba de cargo que
consolidó la convicción judicial. El título de intervención delictiva es el de instigación, no de coautoría.
Este cambio no afecta el principio acusatorio ni el de contradicción. Se da una relación de desnivel entre
ambas formas de intervención delictiva, solucionable por aplicación del principio in dubio pro reo -que
no por el de constatación o determinación alternativa, que presupone cambio de la figura delictiva-
[...]. (R. N. N .° 290-2018-Ventanilla, del 03-05-2018, f. j. 8. Sala Penal Permanente. Texto completo:
<bit.ly/2GON2D4>).

♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL


Art. i TÍTULO PRELIMINAR 22

§ 11. L a acusación oral modificada, si se trata de agravar la situación jurídica del acusado, tiene
que ser planteada en las fases previas al juicio oral y no en sede de alegatos. Véase la jurisprudencia
del artículo 285°-A del Código de Procedimientos Penales [§ 2289]. (R. N. N .° 1232-2016-Junín, del
10-01-2017, £ j. 7. Sala Penal Transitoria. Texto completo: <bit.ly/2VCdUcV>).
§ 12. Congruencia jurídica y derecho a la igualdad en el proceso penal. Véase la jurisprudencia
del artículo 397o del Nuevo Código Procesal Penal [§ 1603]. (Casación N .° 150-2018-Arequipa, del
03-09-2018, ff. jj. 3 y 6. Sala Penal Permanente. Texto completo: <bit.ly/2C9Qcxo>).

JURISPRUDENCIA DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL


§ 13. Plazo razonable. 10. Entre los instrumentos internacionales en materia de derechos hu­
manos, ratificados por el Estado, que reconocen expresamente este derecho, se encuentran la Con­
vención Americana, que establece que K[t]oda persona tiene derecho a ser oída, con las debidas
garantías y dentro de un plazo razonable, por un juez o tribunal competente, independiente e
imparcial, establecido con anterioridad por la ley, en la sustanciación de cualquier acusación penal
formulada contra ella, o para la determinación de sus derechos y obligaciones de orden civil, labo­
ral, fiscal o de cualquier otro carácter” . De la cita se infiere que el derecho a un “plazo razonable”
tiene como finalidad impedir que los acusados permanezcan durante largo tiempo bajo acusación
y asegurar que su tramitación se realice prontamente. En consecuencia, el derecho a que el proceso
tenga un límite temporal entre su inicio y fin, forma parte del núcleo mínimo de derechos recono­
cido por el sistema internacional de protección de los derechos humanos, y, por tanto, no puede
ser desconocido. (Exp. N .° 618-2005-H C /T C [caso Ronald Winston D íaz D íaz], del 08-03-2003
[Web: 04-08-2005], f. j. 10. Texto completo: <bit.ly/2DvAURe>).
§ 14. El plazo razonable del proceso penal comienza a computarse cuando se presenta el pri­
mer acto oficial a través del cual la persona toma conocimiento de que se le ha iniciado una
persecución penal en su contra. 10. El Tribunal Constitucional, en la sentencia recaída en la STC
0295-2012-PHC/TC [§ 19], respecto de la determinación de los extremos dentro de los que transcurre
el plazo razonable del proceso penal, es decir, el momento en que comienza (dies a quo) y el instante
en que debe concluir (dies ad querrí) ha señalado que: “...el cómputo del plazo razonable del proceso
penal comienza a correr desde la apertura de la investigación preliminar del delito, el cual comprende la
investigación policial o la investigación fiscal; o desde el inicio del proceso judicial en los casos de delitos
de acción privada, por constituir el primer acto oficial a través del cual la persona toma conocimiento
de que el Estado ha iniciado una persecución penal en su contra (...) En relación a la finalización del
cómputo del plazo (...) el momento final del cómputo del plazo razonable del proceso penal opera en el
momento en que el órgano jurisdiccional expide la decisión definitiva que resuelve la situación jurídica
de la persona...”. [...] 13. [E]l plazo razonable del proceso penal comienza a computarse cuando se pre­
senta el primer acto oficial a través del cual la persona toma conocimiento de que el Estado ha iniciado
una persecución penal en su contra. En el caso de autos el recurrente se encontraba en calidad de no
habido, por lo que recién tomó conocimiento del proceso en su contra el mismo día de su detención;
esto es el 18 de enero del 2012, fecha a partir de la cual se comienza a computar el plazo razonable del
proceso penal cuestionado porque es cuando se presenta el primer acto del proceso en su contra como
probable responsable del delito imputado. Por tanto, desde la referida fecha hasta la interposición de la
demanda, el plazo razonable no había sido vulnerado. (Exp. N .° 03559-2012-PHC/TC [caso José Raúl
Capcha Gómez], del 25-03-2015 [Web: 26-10-2016 / EP: 21-01-2017], ff. jj. 10 y 13. Texto completo:
cbit.ly/2IAbu8K>).
§ 15. Consecuencias en caso de que el Tribunal declare que en el proceso se ha vulnerado el
derecho a ser juzgado dentro de un plazo razonable. En caso de incumplimiento del plazo para la
emisión de la sentencia, deberá tenerse por sobreseído el proceso. 10. Por lo expuesto, este Tribunal
declara que en el presente caso se ha vulnerado el derecho a ser juzgado dentro de un plazo razonable,
implícito en el artículo 139, inciso 3, de la Constitución Política del Perú. 11. El Tribunal Constitu-
nomos & thesis
23 TITULO PRELIMINAR Art.l
cional, siguiendo su doctrina jurisprudencial recaída en el Expediente N .° 0295-2012-PHC/TC [§ \
19], debe ordenar que la Sala Penal Liquidadora de la Corte Superior de Huánuco emita en el plazo j
de sesenta días naturales la sentencia que decida la situación jurídica de doña ASR. [...] 12. En caso
de incumplimiento del plazo para la emisión de la sentencia, deberá tenerse por sobreseído el proceso,
en virtud de lo cual la favorecida no podrá ser nuevamente investigada ni procesada por los mismos - Iv ~ '- J

hechos, por cuanto ello conllevaría la vulneración del principio ne bis in ídem. (Exp. N .° 00003-2014-
PH C /TC [caso Aydeé Salazar de Ríos], del 29-09-2015 [Web: 19-09-2016], íf. jj. 10 al 12. Texto
L
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■Es
completo: <bit.ly/2YimL5u>).

§ 16. Las conductas obstruccionistas del coprocesado no pueden vulnerar el derecho a ser
juzgado en un plazo razonable del imputado diligente. 5. En la demanda se alega que pese a que el
proceso penal se inició con fecha 27 de setiembre de 2006 (en la vía sumaria), la situación jurídica de
la favorecida no ha sido resuelta y por tanto debe ser excluida del proceso. Asimismo, en el escrito de
recurso de agravio constitucional se precisa que las instancias judiciales del hábeas Corpus desestimaron
la demanda sustentando su decisión en la conducta obstruccionista de su coprocesado, a pesar de que en
la instrucción no existe ningún escrito o recurso que la favorecida haya presentado con el propósito de
dilatar el proceso, afectando todo ello su derecho a ser juzgada en un plazo razonable. 6. Por su parte, la
jueza emplazada aduce que con fecha 30 de noviembre de 2009 se fijó fecha para la lectura de sentencia
en contra de la favorecida por el delito de falsificación de documento público. Precisa que el presente
hábeas corpus debe ser desestimado ya que el coprocesado de la favorecida solicitó que el expediente
penal sea remitido a la fiscalía, lo que fue atendido; presentó una justificación médica a fin de no asistir
a la lectura de la sentencia; dedujo la excepción de prescripción; dedujo la nulidad de todo lo actuado,
lo que fue desestimado, apelado y confirmado por el superior en grado; solicitó que se devuelvan los
autos penales a la fiscalía para que se pronuncie respecto a la citada excepción de prescripción; solicitó
que se señale fecha para la ampliación de su instructiva; y. solicitó que se deje sin efecto el auto que
pone a disposición de las partes el dictamen fiscal. 7. Conforme lo ha enunciado este Tribunal en su
jurisprudencia, el derecho al plazo razonable del proceso constituye una manifestación implícita del de­
recho al debido proceso reconocido en el artículo 139.3 de la Constitución. Se encuentra expresamente
reconocido en el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos (artículo 14.3.c) y en la Conven­
ción Americana sobre Derechos Humanos (artículo 8.1). Busca proteger a las personas procesadas de
las dilaciones indebidas y también garantizar a los justiciables frente a procesos excesivamente breves
(Cfr. SST C N .° 7844-2006-PHC/TC y 2707-2007-PHC/TC, entre otras). En esa línea, se ha precisa­
do pues que el plazo de un proceso o un procedimiento será razonable solo si es que aquel comprende
un lapso de tiempo que resulte necesario y suficiente para el desarrollo de las actuaciones procesales
necesarias y pertinentes que requiere el caso concreto, así como para el ejercicio de los derechos de las
partes de acuerdo a sus intereses, a fin de obtener una respuesta definitiva en la que se determinen los
derechos u obligaciones de las partes. [...] 13. En lo que respecta a la actividad procesal de la favore­
cida, no se advierte que ella haya provocado retrasos o demoras en el proceso penal que se le sigue, y
que su conducta haya sido obstruccionista o dilatoria. Por el contrario, de los argumentos vertidos por
la demandada y las instrumentales del proceso penal recabadas se puede concluir que las cuestionadas
solicitudes, los recursos y otros medios de defensa referidos han sido articulados por el coprocesado de
la beneficiaría, tanto es así que el juez del hábeas corpus afirmó en la resolución de primer grado que
de la verificación a través del sistema informático del Poder Judicial se apreciaba que la dilación del
proceso penal era imputable al mencionado coprocesado. En consecuencia, este Tribunal aprecia que la
beneficiarla no ha mostrado una indebida actividad procesal que haya dilatado el proceso penal. (Exp.
N .° 03776-2012-PHC/TC [caso Teresa Andrea Ojeda Aldavé], del 09-12-2015 [Web: 02-05-2016],
ff jj. 5, 6, 7 y 13. Texto completo: <bit.ly/2XUNAwp>).

§ 17. Derecho a ser juzgado en un plazo razonable. 15. El derecho a ser juzgado en un plazo ra­
zonable constituye una manifestación implícita del derecho al debido proceso establecida en el artículo
139°, inciso 3 de la Constitución Política del Perú. El Tribunal Constitucional ha señalado que sólo se
puede determinar la violación del contenido constitucionalmente protegido del mencionado derecho a
♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL
Art.l TITULO PRELIMINAR 24

partir del análisis de los siguientes criterios: a) la actividad procesal del interesado; b) la conducta de las
autoridades judiciales; y c) la complejidad del asunto. Estos elementos permitirán apreciar si el retraso
o dilación es indebido, lo cual como ya lo ha indicado el Tribunal Constitucional, es la segunda condi­
ción para que opere este derecho. (Exp. N .° 01922-2012-H C/TC [caso José Francisco Sánchez Sánchez^,
del 22-04-2013 [Web: 30-06-2014 / EP, 13-11-2014], £ j. 15. Texto completo: <bit.ly/2UcaUqM>).
§ 18. Determinación de los extremos dentro de los que transcurre el plazo razonable. 19. De la
jurisprudencia reseñada de la Corte ID H , pueden extraerse los siguientes parámetros interpretativos de
actuación que en virtud del artículo V del Título Preliminar del CPConst. deben ser aplicados por todos
los jueces y tribunales del Poder Judicial, que son: a. La afectación del derecho a ser juzgado dentro de
un plazo razonable, reconocido en el inciso 1) del artículo 8o la Convención Americana sobre Derechos
Humanos, se debe apreciar en relación con la duración total del proceso penal que se desarrolla en contra
de cierto imputado (análisis global del procedimiento), hasta que se dicta sentencia definitiva y firme
{dies ad quem), incluyendo los recursos de instancia que pudieran eventualmente presentarse, b. El plazo
razonable del proceso penal comienza a computarse {dies a quó) cuando se presenta el primer acto del
proceso dirigido en contra de determinada persona como probable responsable de cierto delito, que a su
vez puede estar representado por: i) la fecha de aprehensión o detención judicial preventiva del imputa­
do; o ii) la fecha en que la autoridad judicial toma conocimiento del caso. (Exp. N .° 5350-2009-PHC/
T C [caso Julio Rolando Salazar Monroe\, del 10-08-2010 [Web: 11-08-2010], f. j. 19. Texto completo:
<bit.ly/2U9gmKN>).
§ 19. La prolongación del proceso más allá de lo razonable, podría afectar por igual a ambas
partes. Cómputo se inicia con las primeras indagaciones policiales. 9. Al respecto, este Tribunal
Constitucional considera pertinente definir la línea jurisprudencial fijada, y, por tanto, precisar que la
eventual constatación por parte de la judicatura constitucional de la violación del derecho a ser juzga­
do dentro de un plazo razonable no puede ni debe significar el archivo definitivo o la conclusión del
proceso judicial de que se trate (civil, penal, laboral, etc.), sino que, bien entendidas las cosas, lo que
corresponde es la reparación in natura por parte de los órganos jurisdiccionales, la misma que consiste
en emitir el pronunciamiento definitivo sobre el fondo del asunto en el plazo más breve posible. 10.
El Tribunal Constitucional arriba a dicha conclusión por cuanto entiende que el derecho al plazo ra­
zonable del proceso es un derecho de naturaleza inclusiva, en la medida en que su ámbito de tutela
puede alcanzar a más de un titular. Así, tratándose de un proceso penal, la cobertura constitucional
puede alcanzar no sólo al procesado, sino también a la víctima o la parte civil. Por ello, es posible que,
cada vez que se determine la violación del derecho al plazo razonable del proceso, se afecte también el
derecho a obtener satisfacción jurídica en un tiempo razonable de la víctima o la parte civil. Y es que,
una situación como la descrita, esto es, la prolongación del proceso más allá de lo razonable, podría
afectar por igual a ambas partes; y si ello es así, debería considerarse también la tutela del derecho de la
víctima o la parte civil. De ahí la necesidad de que la consecuencia jurídica sea la emisión de la decisión
que resuelva de manera definitiva la situación jurídica del procesado. Dicho con otras palabras, que el
órgano jurisdiccional emita pronunciamiento definitivo sobre el fondo del asunto en el plazo más breve
posible. (Exp. N .° 00295-2012-PHC/TC [caso Aristóteles Román Arce Paucar], del 14-05-2015 [Web:
03-06-2015], ff. jj. 9-10. Texto completo: <bit.ly/lT2fCys>).
§ 20. Momento en el que inicia y culmina el cómputo del plazo razonable del proceso penal.
Criterios para determinar si se ha producido o no la violación del derecho al plazo razonable.
4. El Tribunal Constitucional ha señalado en la sentencia emitida en el Exp. N .° 03776-2012-PHC/
T C [§ 16], que el derecho al plazo razonable del proceso constituye una manifestación implícita del
derecho al debido proceso reconocido en el art. 139.3 de la Const. Pol. Este se encuentra expresamente
reconocido en el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos (art. I4.3.c) y en la Convención
Americana sobre Derechos Humanos (art. 8.1). Busca proteger a las personas procesadas de las dilacio­
nes indebidas y también garantizar a los justiciables frente a procesos excesivamente breves (Exp. N .°
7844-2006-PH C/TC y 2707-2007-PHC/TC, entre otras). En esa línea, se ha precisado que el plazo de
un proceso o un procedimiento será razonable solo si es que aquel comprende un lapso que resulte ne-
nom os & th esis
25 TITULO PRELIMINAR Art.l
cesario y suficiente para el desarrollo de las actuaciones procesales necesarias y pertinentes que requiere
el caso concreto, así como para el ejercicio de los derechos de las partes de acuerdo a sus intereses, a fin
de obtener una respuesta definitiva en la que se determinen los derechos u obligaciones de las partes.
5. Ahora, respecto a la determinación de los extremos dentro de los que transcurre el plazo razonable
del proceso penal, es decir, el momento en que comienza {dies a quó) y el instante en que debe concluir
{dies ad quem), este Tribunal, en su reciente sentencia recaída en el Expediente 0295-2012-PHC/TC
[§ 19], caso Aristóteles Arce Páucar, precisó su doctrina jurisprudencial y señaló que el cómputo del
plazo razonable del proceso penal comienza a correr desde la apertura de la investigación preliminar del
delito, lo cual comprende la investigación policial o la investigación fiscal; o desde el inicio del proceso
judicial en los casos de delitos de acción privada, por constituir el primer acto oficial a través del cual
la persona toma conocimiento de que el Estado ha iniciado una persecución penal en su contra. 6. En
tanto que, en relación con la finalización del cómputo del plazo, señaló que el momento final opera en
el instante en que el órgano jurisdiccional expide la decisión definitiva que resuelve la situación jurídica
de la persona. Precisando que este examen se debe efectuar en relación con la duración total del proceso
penal que se desarrolla contra la persona (análisis global del proceso) hasta que se dicte sentencia defini­
tiva y firme que resuelva su situación jurídica, incluyendo los recursos previstos en la ley y que pudieran
eventualmente presentarse (Exp. N .° 5350-2009-PHC, 4144-2011-PHC, entre otros). 7. En lo que
corresponde a los criterios para determinar si, en cada caso concreto, se ha producido o no la violación
del derecho al plazo razonable del proceso, como se sabe, este Tribunal, siguiendo la jurisprudencia
establecida básicamente por el Tribunal Europeo de Derechos Humanos, ha precisado que se deben
evaluar los siguientes criterios: (1) la actividad procesal del interesado, pues debe evaluarse si su actitud
ha sido diligente o ha provocado retrasos o demoras en el proceso penal que se le sigue; es decir, verificar
si esta ha sido obstruccionista o dilatoria y si ha trascendido o influido en la resolución de este, para lo
cual debe tenerse presente si ha hecho uso abusivo e innecesario de los instrumentos que la ley pone a
su disposición, en la forma de recursos o de otras figuras; (2) la conducta de las autoridades judiciales;
y (3) la complejidad del asunto, para lo cual deben tomarse en consideración factores tales como la
naturaleza y gravedad del delito, de los hechos investigados, los alcances de la actividad probatoria
para el esclarecimiento los hechos, la pluralidad de agraviados o inculpados, o algún otro elemento que
imita concluir, con un alto grado de objetividad, que la dilucidación de un determinado asunto resulta
particularmente complicada y difícil. 8. Finalmente, en relación con las consecuencias jurídicas que se
generan cuando se constata la violación del derecho a ser juzgado dentro de un plazo razonable, este
Tribunal considera que, en el caso de un proceso penal, no puede establecerse por ejemplo, la exclusión
del procesado, el sobreseimiento del proceso o el archivo definitivo del proceso penal como si fuera
equivalente a una decisión de absolución emitida por el juez ordinario, sino que, actuando dentro del
marco constitucional y democrático del proceso penal, el órgano jurisdiccional debe emitir el pronun­
ciamiento definitivo sobre el fondo del asunto en el plazo más breve posible, declarando la inocencia o
responsabilidad del procesado, y la consiguiente conclusión del proceso penal. En cualquier caso, como
es obvio, tal circunstancia no exime de las responsabilidades a que hubiere lugar para quienes incu­
rrieron en ella, y que deben ser dilucidados por los órganos competentes (Exp. N .° 3689-2008- PHC,
0295-2012-PHC). Por último, el referido plazo más breve posible para la emisión del pronunciamiento
que resuelva de manera definitiva la situación jurídica del procesado debe ser fijado o establecido según
las circunstancias concretas de cada caso. [...] (Exp. N .° 00042-2015-PHC/TC, del 26-04-2017 [Web:
13-12-2018], ff. jj. 4 al 8. Texto completo: <bit.ly/2TkuhOB>).

§ 21. En nombre de la salvaguarda del derecho a ser juzgado en un plazo razonable no puede
pretenderse en el ámbito de un proceso penal la exclusión del procesado, el sobreseimiento del
proceso o el archivo definitivo del proceso penal. 7. Por otra parte, en cuanto a la pretensión plantea­
da en la demanda sobre la duración del proceso penal, los recurrentes señalan que la SUNAT interpuso
denuncia el 29 de abril de 1999 y que en la misma fecha en la que el Ministerio Público formalizó de­
nuncia, con lo cual habrían transcurrido ya más de 16 años sin que exista una decisión definitiva sobre
el fondo. Asimismo, con respecto al estadio actual del proceso, se verifica de autos que con fecha 14 de
julio de 2016 la Sala Penal de la Corte Suprema emitió una ejecutoria, conforme a la cual se declara-
♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL
Art. I TÍTULO PRELIMINAR 26

ron nulos algunos extremos de la resolución de la Sala Penal Nacional de fecha 9 de abril de 2014 y se
ordenó el inicio de un nuevo juicio oral por otro colegiado; y que con fecha 7 de setiembre de 2016 la
misma Sala Penal de la Corte Suprema dispuso que se proceda “al sorteo del Colegiado (...) que cono­
cerá el proceso, y su posterior señalamiento de fecha para nuevo juicio oral”. Siendo asi, los actuados
revelan que aún está pendiente la emisión de una resolución final, que determine de manera definitiva
la situación jurídica de los recurrentes. 8. Sobre la base de lo anterior, este Tribunal recuerda, sobre la
base de lo decidido recientemente en la ST C Exp. N .° 00295-2012-HC [§ 19] (caso Arce Páucar) en la
cual se estableció doctrina jurisprudencial sobre la tutela del derecho al plazo razonable, que toda even­
tual afectación del derecho a obtener pronunciamiento judicial en un plazo razonable debe calcularse
teniendo en cuenta el dictado de la sentencia definitiva y firme, que resuelva la situación jurídica del
demandante, y que, de encontrarse que existe afectación, esta deber ser reparada en el plazo más breve
posible, el cual deberá ser determinado con carácter perentorio por la judicatura constitucional, aten­
diendo a las circunstancias concretas de cada caso. En el presente caso, precisamente, no se ha encontra­
do razón alguna que justifique la excesiva dilación de la duración del proceso penal seguido en contra
de los recurrentes, ni que estos hayan obstaculizado la justicia, por lo cual corresponde declarar fundada
la demanda en este extremo, otorgándole a la Sala responsable treinta días naturales de plazo para que
determine la situación jurídica de los imputados, si es que a la fecha de notificada esta sentencia no lo
hubiese hecho ya. 9. Al respecto, este Tribunal destaca que los órganos jurisdiccionales no solo tienen el
deber de resolver las controversias o incertidumbres jurídicas, sino que deben hacerlo de manera opor­
tuna. Tratándose de un deber, su incumplimiento injustificado acarrea responsabilidades disciplinarias
y funcionales, entre otras que pudieran establecerse, lo cual deberá ser observado en el presente caso por
las autoridades pertinentes, sobre la base de la demora ya producida y atendiendo al cumplimiento de
lo dispuesto en la presente sentencia. 10. Finalmente, y no obstante lo anterior, este Tribunal ha preci­
sado, también con calidad de doctrina jurisprudencial, que en nombre de la salvaguarda del derecho a
un plazo razonable no puede pretenderse en el ámbito de un proceso penal “la exclusión del procesado,
el sobreseimiento del proceso o el archivo definitivo del proceso penal” (STC Exp. N .° 00295-2012-
H C, f. j. 11), tal como buscan los recurrentes en este proceso constitucional, por lo que la demanda de
hábeas corpus debe desestimarse en este extremo. (Exp. N .° 00053-2014-PHC/TC, del 10-01-2017
[Web: 01-03-2017 / EP: 08-06-2017], ff. jj. 7 al 10. Texto completo: <bit.ly/2UD4MEJ>).
§ 22. Exigencia constitucional de una debida motivación de la detención judicial preventiva.
Razonabilidad del plazo de detención. Véase la jurisprudencia del artículo 137° del Código Procesal
Penal de 1991 [§ 2404]. (Exp. N .° 2915-2004-H C/TC [caso Federico Tiberio Berrocal Prudencio], del
23-11-2004 [Web: 25-11-2004], ff. jj. 16-18, 20, 21, 22, 25, 26, 35, 36 y 39-41. Texto completo:
cbit.ly/2Ygj VOy>).
§ 23. Principio de igualdad de armas procesales. 5. El derecho de igualdad procesal o de igualdad
de armas se deriva de la interpretación sistemática del artículo 2, inciso 2, (igualdad) y del artículo 138,
inciso 2 (debido proceso), de la Constitución. En tal sentido, todo proceso, judicial, administrativo o
en sede privada, debe garantizar que las partes del proceso detenten las mismas oportunidades de ale­
gar, defenderse o probar, de modo que no se ocasione una desventaja en ninguna de ellas respecto a la
otra. Tal exigencia constituye un componente del debido proceso ya que ningún proceso que inobserve
dicho imperativo puede reputarse como “debido”. [...] 7. Esta situación tiene como consecuencia que
el denunciado se encuentre en desventaja con respecto al denunciante, en relación con la posibilidad
de probar (probar algo de difícil acreditación y que, por el contrario, puede efectuarlo fácilmente el
denunciante) y, con ello, con la posibilidad de defenderse de manera efectiva; dicho de otro modo,
la disposición cuestionada coloca en desventaja al denunciado frente al denunciante, con respecto al
ejercicio de su derecho a probar y de su derecho de defensa. Esta circunstancia es por sí misma lesiva del
derecho de igualdad procesal (Exp. N .° 06135-2006-PA/TC [caso Hatuchay E .L R .L ], del 19-10-2007
[Web: 24-10-2007 / EP, 11-04-2008], ff. jj. 5, 7. Texto completo: <bit.ly/2oWUalx>).
§ 24. El derecho a la igualdad se compone tanto como igualdad ante la ley como igualdad en
su aplicación. 19. Como ha señalado reiteradamente este Tribunal, la igualdad, además de ser un de-
noruos & th e sis
27 TÍTULO PRELIMINAR Art.l
recho fundamental, es también un principio rector de la organización del Estado Social y Democrático
de Derecho y de la actuación de los poderes públicos. Como tal, comporta que no toda desigualdad
constituye necesariamente una discriminación, toda vez que no se proscribe todo tipo de diferencia en
el ejercicio de los derechos fundamentales, sino que la igualdad será vulnerada cuando el trato desigual
carezca de una justificación objetiva y razonable (STC N .° 0048-2004-AI/TC, Fundamento 39) 20. A
su vez, este Colegiado ha establecido que el principio-derecho a la igualdad, reconocido en el artículo
2o, numeral 2) de la Constitución, contiene las siguientes dos facetas: igualdad ante la ley e igualdad en
la aplicación de la ley. Así, mientras que la primera faceta se configura básicamente como un límite al
legislador, la segunda de ellas se manifiesta como un límite al accionar de los órganos jurisdiccionales
o administrativos, y exige que los mismos, al momento de aplicar las normas jurídicas, no atribuyan
distintas consecuencias jurídicas a dos supuestos de hecho que sean sustancialmente iguales (STC N .°
004-2006-PI/TC [§ 245], Fundamentos 123-124). 21. Asimismo, es postura reiterada de este Tribunal
el concepto de que, para plantear un supuesto de tratamiento discriminatorio basado en la diferencia de
las personas, es preciso que se proponga un tertium comparationis válido, esto es, un término de compa­
ración que sea suficiente y adecuado, a partir del cual sea posible constatar que, ante situaciones fácticas
iguales, uno de los sujetos de la relación ha sufrido un trato diferente, sin mediar razones objetivas y ra­
zonables que lo legitimen. (STC N .° 4587-2004-AA/TC [§ 66]) (Exp. N .° 2317-2010-AA/TC, del 03­
09-2010 [Web: 13-09-2010 / EP: 10-12-2010], ff. jj. 19 al 21. Texto completo: <bit.ly/2H5yBuB>).

§ 25. El derecho a la pluralidad de instancia guarda completa relación con el derecho cons­
titucional de defensa, junto a la de ser juzgado por un juez imparcial. Véase la jurisprudencia del
artículo 404° del Nuevo Código Procesal Penal [§ 1651]. (Exp. N .° 03307-2017-HC/TC, del 18-09­
2018 [Web: 24-10-2018], ff. jj. 11 al 18. Texto completo: <bit.ly/2VYkYRd>).

JURISPRUDENCIA DE LA CORTE INTERAMERICANA DE DERECHOS HUMANOS

§ 26. Derecho a recurrir. 161. [...] Si bien los Estados tienen un margen de apreciación para regular
el ejercicio de ese recurso, no pueden establecer restricciones o requisitos que infrinjan la esencia misma
del derecho de recurrir del fallo. Al respecto, la Corte ha establecido que no basta con la existencia
formal de los recursos sino que éstos deben ser eficaces’, es decir, deben dar resultados o respuestas al
fin para el cual fueron concebidos. (Cfr. Caso Herrera Ulloa vs. Costa Rica, Excepciones prelimina­
res, Fondo, Reparaciones y Costas, Sentencia del 2 de julio de 2004, párrafo 161. Texto completo:
<bit.ly/lcUfkCo>).

§ 27. El proceso penal debe ser público, salvo en lo que sea necesario para preservar los intere­
ses de la justicia. 166. Para ello, el Tribunal tomará en cuenta que una de las principales características
que debe reunir el proceso penal durante su sustanciación es su carácter de público. El derecho a un
proceso público se encuentra protegido por diversos instrumentos internacionales como elemento esen­
cial de las garantías judiciales. En la Convención Americana el artículo 8.5 establece que “ [e]l proceso
penal debe ser público, salvo en lo que sea necesario para preservar los intereses de la justicia”. 167. El
derecho al proceso público consagrado en el artículo 8.5 de la Convención es un elemento esencial de
los sistemas procesales penales acusatorios de un Estado democrático y se garantiza a través de la reali­
zación de una etapa oral en la que el acusado pueda tener inmediación con el juez y las pruebas y que
facilite el acceso al público. 168. La publicidad del proceso tiene la función de proscribir la administra­
ción de justicia secreta, someterla al escrutinio de las partes y del público y se relaciona con la necesidad
de la transparencia e imparcialidad de las decisiones que se tomen. Además, es un medio por el cual se
fomenta la confianza en los tribunales de justicia. La publicidad hace referencia específica al acceso a la
información del proceso que tengan las partes e incluso los terceros. (CIDH, Caso Palamara Iribam e vs.
Chile, sentencia del 22-10-2005, párrs. 166 al 168. Texto completo: <bit.ly/2DBRodt>).

§ 28. El Derecho de acceso a la justicia requiere que los hechos investigados en un proceso
penal sean resueltos en un plazo razonable. Elementos para analizar la razonabilidad de un plazo.
157. La Corte recuerda que el derecho de acceso a la justicia requiere que los hechos investigados en un
♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL
Art. I TITULO PRELIMINAR 28

proceso penal sean resueltos en un plazo razonable, toda vez que una demora prolongada puede llegar
a constituir, en ciertos casos, por sí misma, una violación de las garantías judiciales. El plazo razonable,
al que se refiere el artículo 8.1 de la Convención, debe apreciarse en relación con la duración total del
proceso, desde el primer acto procesal hasta que se dicta sentencia definitiva. Del mismo modo, la
Corte ha establecido que la etapa de ejecución de las sentencias también puede abordarse para contabi­
lizar el término de duración de un proceso, con el fin de determinar su incidencia en la prolongación
del plazo razonable. Adicionalmente, este Tribunal ha considerado cuatro elementos para analizar la
razonabilidad de un plazo: a) la complejidad del asunto; b) la actividad procesal del interesado; c) la
conducta de las autoridades; y d) la afectación generada en la situación jurídica de la persona involu­
crada en el proceso. La Corte recuerda que corresponde al Estado justificar, con fundamento en los
criterios señalados, la razón por la cual ha requerido del tiempo transcurrido para tratar los casos y, en
la eventualidad de que éste no lo demuestre, la Corte tiene amplias atribuciones para hacer su propia
estimación al respecto. 158. En relación al primer elemento, este Tribunal ha tenido en cuenta diversos
criterios para determinar la complejidad de un asunto. Entre ellos se encuentra i) la complejidad de la
prueba; ii) la pluralidad de sujetos procesales o la cantidad de víctimas; iii) el tiempo transcurrido desde
la violación; iv) las características de los recursos contenidos en la legislación interna, y v) el contexto
en el que ocurrieron los hechos. En relación con segundo elemento, es decir con la actividad procesal
del interesado, la Corte ha evaluado si los sujetos realizaron las intervenciones en los procesos que le
eran razonablemente exigibles. En cuanto al tercer elemento, es decir la conducta de las autoridades
judiciales, la Corte ha entendido que los jueces, como rectores del proceso, tienen el deber de dirigir y
encausar el procedimiento judicial con el fin de no sacrificar la justicia y el debido proceso en pro del
formalismo. En relación con el cuarto elemento, es decir la afectación generada en la situación jurídica
de la persona involucrada en el proceso, la Corte ha establecido que las autoridades deben actuar con
mayor diligencia en aquellos casos donde de la duración del proceso depende la protección de otros
derechos de los sujetos del proceso. (CIDH, Caso Andrade Salmón vs. Bolivia, sentencia de 01-12-2016,
párrs. 157 y 158. Texto completo: <bit.ly/2ZxF87i>).
§ 29. Elementos para analizar la razonabilidad de un plazo. 298. Respecto al presunto incum­
plimiento de la garantía judicial de plazo razonable en el proceso penal, la Corte examinará los cuatro
criterios establecidos en su jurisprudencia en la materia: i) la complejidad del asunto; ii) la actividad
procesal del interesado; iii) la conducta de las autoridades judiciales, y iv) la afectación generada en la
situación jurídica de la persona involucrada en el proceso. La Corte recuerda que corresponde al Esta­
do justificar, con fundamento en los criterios señalados, la razón por la cual ha requerido del tiempo
transcurrido para tratar el caso y, de no demostrarlo, la Corte tiene amplias atribuciones para hacer su
propia estimación al respecto. (CID H , Caso Gonzales Lluy vs. Ecuador, sentencia de 01-09-2015} parr.
298. Texto completo: <bit.ly/2VlyHVM>).
§ 30. Existe un deber judicial de tramitar con mayor diligencia y prontitud los procesos pena­
les en los que el imputado se encuentre privado de libertad. 129. El artículo 7.5 de la Convención
garantiza el derecho de toda persona en prisión preventiva a ser juzgada dentro de un plazo razonable o
ser puesta en libertad, sin perjuicio de que continúe el proceso. Esta norma impone límites temporales
a la duración de la prisión preventiva y, en consecuencia, a las facultades del Estado para asegurar los
fines del proceso mediante esta medida cautelar. Cuando el plazo de la prisión preventiva sobrepasa
lo razonable, el Estado podrá limitar la libertad del imputado con otras medidas menos lesivas que
aseguren su comparecencia al juicio, distintas de la privación de libertad. Este derecho del individuo
trae consigo, a su vez, una obligación judicial de tramitar con mayor diligencia y prontitud los procesos
penales en los que el imputado se encuentre privado de libertad. 130. Ahora bien, la regla general debe
ser la libertad del imputado mientras se resuelve acerca de su responsabilidad penal, ya que éste goza
de un estado jurídico de inocencia que impone que reciba del Estado un trato acorde con su condición
de persona no condenada. Este Tribunal ha señalado que existe una obligación estatal de no restringir
la libertad del detenido más allá de los límites estrictamente necesarios para asegurar que aquél no
impedirá el desarrollo del procedimiento ni eludirá la acción de la justicia. 131. En este sentido, la

nom os & th e sis


29 TITULO PRELIMINAR Art. II
prisión preventiva debe ceñirse a lo dispuesto en el artículo 7.5 de la Convención Americana, es decir,
no puede durar más allá de un plazo razonable ni más allá de la persistencia de la causal que se invocó
para justificarla. Proceder de otro modo equivaldría a anticipar la pena, lo cual contraviene principios
generales del derecho ampliamente reconocidos, entre ellos, el principio de presunción de inocencia.
Conforme a lo anterior, una prolongada duración de la prisión preventiva la convierte en una medida
punitiva y no cautelar, lo cual desnaturaliza dicha medida y, por tanto, transgrede el artículo 8.2 de la
Convención. (CIDH, Caso Arguellesy Otros vs. Argentina, sentencia de 20-10-2014, párrs. 129 al 131.
Texto completo: <bit.ly/2Uzv0XX>).

REM ISIÓN ___________________________________________________________________


§ 31. Sobre el juez imparcial. Véase la jurisprudencia de los artículos 53° y ss. del Nuevo Código
Procesal Penal [§ 273 ss.].

Artículo I!: Presunción de inocencia

1. Toda persona imputada de la comisión de un hecho punible es considerada inocente, y debe ser
tratada como tal, mientras no se demuestre lo contrario y se haya declarado su responsabilidad mediante
sentencia firme debidamente motivada. Para estos efectos, se requiere de una suficiente actividad proba­
toria de cargo, obtenida y actuada con las debidas garantías procesales.
En caso de duda sobre la responsabilidad penal debe resolverse a favor del imputado.
2. Hasta antes de la sentencia firme, ningún funcionario o autoridad pública puede presentar a una
persona como culpable o brindar información en tal sentido.

ACUERDO PLENARIO DE LA CORTE SUPREMA

§ 32. Motivación escrita de las resoluciones judiciales y el principio de oralidad: necesidad y


forma. Véase la jurisprudencia del artículo 123° del Nuevo Código Procesal Penal [§ 526]. (Acuerdo
Plenario N .° 6-2011 /C J-l 16, del 06-12-2011, ff. jj. 6-13. VII Pleno Jurisdiccional de las Salas Penales
Permanente y Transitoria [EP, 30-05-2012]. Texto completo: <bit.ly/lRkEJxm>).

DOCTRINA JURISPRUDENCIAL VINCULANTE DE LA CORTE SUPREMA

§ 33. Exigencia y requisitos de la debida motivación de las resoluciones judiciales. Motivación


exige al juez exteriorizar las razones de la decisión. Véase la jurisprudencia del artículo 123° del Nue­
vo Código Procesal Penal [§ 529]. (Casación N .° 201-2014-Ica, de 30-03-2016, que establece como
doctrina jurisprudencial vinculante lo señalado en el £ j. 7. Sala Penal Permanente [EP, 26-07-2016,
Jurisprudencia, Año XXV, N .° 1018, pp. 7508-7510]. Texto completo: <bit.ly/2anfpYP>).

PRECEDENTE VINCULANTE DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL

§ 34. Contenido de la presunción de inocencia. Véase la jurisprudencia del artículo Io del Código
de Procedimientos Penales [§ 2022 ]. (Exp. N .° 5228-2006-PHC/TC [Caso Samuel Gleiser Katz], de
15-02-2007 [Web: 30-05-2007 / EP: 01-07-2007], que estableció como doctrina jurisprudencial los ff.
jj. 2 al 19. Texto completo: <bit.ly/2FQelwG>).

JURISPRUDENCIA DE LA CORTE SUPREMA

§ 35. Presunción de inocencia. Quinto. Uno de los elementos que integra el contenido esencial de
la presunción de inocencia como regla de prueba es que la actividad probatoria realizada en el proceso
sea suficiente -primer párrafo del artículo II del Título Preliminar del nuevo Código Procesal Penal-.
Ello quiere decir primero, que las pruebas -así consideradas por la Ley y actuadas conforme a sus dis­
posiciones- estén referidas a los hechos objeto de imputación -al aspecto objetivo de los hechos- y a la

♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL


Art. II TÍTULO PRELIMINAR 30

vinculación del imputado a los mismos, y, segundo que las pruebas valoradas tengan un carácter incri-
minatorio y, por ende, que puedan sostener un fallo condenatorio. [...] (Casación N .° 09-2007-Huau-
ra, de 18-02-2008, £ j. 5. Sala Penal Permanente. Texto completo: <bit.ly/2cTQOMr>).
§ 36. Presunción de inocencia es aplicable tanto en la investigación judicial como en el juzga­
miento y se encuentra incólume mientras la duda se mantenga insuperable. Tercero. En la investi­
gación judicial como en el juzgamiento son aplicables las categorías del conocimiento de la posibilidad,
probabilidad y la convicción o certeza, siendo que la responsabilidad penal de un imputado sólo debe
determinarse cuando se ha llegado al grado de certeza, caso contrario, siempre que resulte insuperable
la duda o mientras la actividad probatoria esté incompleta la presunción de inocencia se encuentra
incólume. (R. N . N .° 399-2014-Lima, de 11-03-2013, £ j. 3. Sala Penal Permanente. Texto completo:
<bit.ly/2buzPhu>).
§ 37. Tanto la inocencia probada como la favorabilidád por duda (in dubio p ro reo) inciden en
la valoración probatoria del juez. En el primer caso, supone que a falta de pruebas aquella no ha
quedado desvirtuada, manteniéndose incólume; y, en el segundo caso, supone que la actuación
probatoria no ha sido suficiente para despejar la duda respecto a la responsabilidad atribuida.
3.8. En efecto, los medios probatorios obrantes en autos no son suficientes para desvirtuar el principio
constitucional in dubio pro reo (la duda favorece al reo), en palabras de Mixán Mass: “ [...] es incues­
tionable que es un corolario del principio madre que es el de la presunción de inocencia, [...] el valor
cognoscitivo jurídico de la duda en el proceso penal radica en que no se ha logrado establecer fidedig­
namente ni la verdad ni el error respecto de la culpabilidad del procesado, a causa de la insuficiencia de
los elementos probatorios; en cuanto a su efecto, que viene a ser la absolución del procesado, se parece a
la inocencia probada; pero, en cuanto a su fundamento, difiere totalmente, por cuanto en la duda no se
ha probado plenamente la inocencia, pero tampoco fehacientemente la culpabilidad. La duda resulta, a
nuestro juicio, del hecho de que el juzgador ha logrado solamente el grado probable del conocimiento
respecto de la culpabilidad del procesado, de modo que la trayectoria del conocimiento hacia la verdad
objetiva tiene mucho todavía de error como de verdad; por lo tanto, resulta riesgoso condenar a alguien
sin haber establecido nítidamente que es el culpable; entonces, en aras de evitar el riesgo de resultar con­
denado un inocente, se ha optado porque en tal circunstancia el procesado sea absuelto [...]”. 3.9. Tanto
la presunción de inocencia como la favorabilidad por duda (in dubio pro reo), inciden en la valoración
probatoria del juez ordinario. En el primer caso, bajo una perspectiva objetiva, supone que a falta de
pruebas aquella no ha quedado desvirtuada, manteniéndose incólume; y, en el segundo caso, bajo una
perspectiva subjetiva, supone que la actuación probatoria no ha sido suficiente para despejar la duda
respecto a la responsabilidad atribuida. (R. N. N .° 1224-2017-Cusco, del 04-04-2018, ff. jj. 3.8 y 3.9.
Primera Sala Penal Transitoria. Texto completo: <bit.ly/2EFiUGW>).
§ 38. Falta de datos objetivos o periféricos que consoliden la inculpación. Segundo. [No] sólo
se trata de la negativa persistente del imputado en todo el curso del proceso, sino que de autos aparece
que la agraviada no es uniforme en los cargos atribuidos al citado acusado y no existen elementos de
juicio que acrediten que la falta de uniformidad se deba a una presión por parte del imputado, así como
tampoco existen datos periféricos de carácter objetivo que permitan reconocer verosimilitud a la versión
inculpatoria de la agraviada [...]. (R. N. N .° 1970-2005-Ucayali, de 19-07-2005, f. j. 2. Sala Penal
Permanente. Texto completo: San M artín, JPvinculante, p. 235).
§ 39. El indicio de mala justificación no tiene suficiente fuerza motivacional para desvirtuar
la presunción de inocencia. Cuarto. Corresponde precisar que la actuación policial se justifica en la
urgencia y fugacidad del hecho. El Acta de Registro Personal cuestionada por el procesado G. no pre­
sentó estas características, pues se realizó en la dependencia policial, después de que el encausado estaba
aprehendido, por lo que pudo llamarse al fiscal y abogado defensor, a fin de que otorguen legalidad al
citado acto. Quinto. E s patente la insuficiencia probatoria. No existen datos indiciados de capacidad
o aptitud delictiva. N o se expuso prueba válida que revele que el objeto usado para agredir a la víctima
fue hallado en poder del acusado ni se aprecia una proclividad delictiva evidenciada en antecedentes

nomos & thesis


31 TITULO PRELIMINAR Art. II
penales en hechos ilícitos de similares características. Luego, el indicio de mala justificación, que es al
único que conecta las versiones exculpatorias disímiles, carece de virtualidad suficiente para destruir la
presunción de inocencia [...]. (R. N. N .° 2078-2016-Lima Sur, del 28-09-2017, ff. jj. 4 y 5. Primera
Sala Penal Transitoria. Texto completo: <bit.ly/2UlP40L>).

§ 40. Necesidad de valorar globalmente la prueba para desvirtuar la presunción de inocencia.


Cuarto. [Tampoco] se vulnera la garantía constitucional de interdicción de sometimiento a procedi­
mientos distintos de los previamente establecidos, en tanto que la institución procesal de acumulación,
desacumulación o separación de causas o de imputaciones, como tal, no altera radicalmente el proce­
dimiento penal preestablecido destinado a esclarecer los cargos contra el imputado, pues sólo cambia
la ordenación de concretos procesos en giro y los organiza de tal modo que éstos puedan dilucidarse
con orden, eficacia y celeridad, sin que ello signifique someter a las partes a un trámite procesal [...]
sustancialmente distinto del que corresponde [...]. (R. N. N .° 2450-2005-Lima, de 17-08-2005, £ j. 4.
Sala Penal Permanente. Texto completo: <bit.ly/lTdg3c9>).

§ 41. Pruebas de descargo guardan equilibrio con las de cargo: cabe aplicar entonces el princi­
pio de in du biopro reo. Sexto. [Existe] una duda fundada en relación a la entidad de prueba de cargo,
que debe tener un alcance razonable para enervar la presunción de inocencia y legitimar una sentencia
condenatoria. Las pruebas de descargo guardan equilibrio con las de cargo, luego, no cabe sino aplicar el
principio de in dubio pro reo, como regla de juicio, no superada en el presente caso, de la presunción de
inocencia: convicción de culpabilidad más allá de toda duda razonable. [...] (R. N. N .° 130-2015-Lima,
de 18-05-2016, £ j. 6. Sala Penal Transitoria. Texto completo: <bit.ly/2bnrixA>).

§ 42. Presentar públicamente al detenido vulnera el principio constitucional a la presunción de


inocencia. Décim o Séptim o. De esta forma, se advierte que la presunción de inocencia se constituye
en un derecho fundamental que protege la libertad de la persona, representando, dentro del ámbito
penal, la máxima garantía del imputado, quien conserva dicho estado mientras no se expida una reso­
lución definitiva que le atribuya responsabilidad luego de seguido un proceso con todas las garantías.
Siguiendo esta línea argumentativa, el Tribunal Constitucional ha señalado en la sentencia recaída en el
Expediente N .° 0618-2005-PHC/TC [§ 13], que la presunción de inocencia, en tanto que presunción
iuris tantum, implica que: “(...) a todo procesado se le considera inocente mientras no se pruebe su culpabili­
dad, vale decir, hasta que no se exhiba prueba en contrario. Rige desde el momento en que se imputa a alguien
la comisión de un delito, quedando el acusado en condición de sospechoso durante toda la tmmitación del
proceso, hasta que se expida sentencia definitiva ’. En el mismo sentido, la Corte Interamericana de Dere­
chos Humanos ha señalado en el caso Cantoral Benavides versus Perú [§ 54], en el fundamento 120, lo
siguiente: “Elprincipio de la presunción de inocencia, taly como se desprende del artículo 8.2 de la Conven­
ción, exige que una persona no pueda ser condenada mientras no exista prueba plena de su responsabilidad
penal. Si obra contra ella prueba incompleta o insuficiente, no es procedente condenarla, sino absolverla \
Por lo expuesto, esta Sala Suprema considera que la sola exposición pública de las personas detenidas
por la Policía Nacional sí resulta atentatoria del derecho a la presunción de inocencia, pues, aun cuan­
do se indique que se trata de “presuntos responsables”, la forma en que muchas veces son presentados
ante los medios de comunicación, genera que la población los considere culpables, sin que ni siquiera
exista una investigación fiscal iniciada. Asimismo, si bien como el mismo Tribunal Constitucional lo
reconoce, este derecho no es absoluto en tanto que nuestro ordenamiento jurídico regula determinadas
medidas cautelares personales como la detención preventiva o la detención provisional, ello en modo
alguno puede afectar la presunción de inocencia, pues hasta en estos casos, los inculpados deben ser
considerados inocentes mientras no se pruebe y declare judicialmente lo contrario. Al respecto, la Corte
Interamericana de. Derechos Humanos ha precisado en el Caso Lori Berenson Mejía versus Perú [§
56], en el fundamento 160, lo siguiente: “E l derecho a la presunción de inocencia, taly como se desprende
del artículo 8.2 de la Convención, exige que el Estado no condene informalmente a una persona o emita
juicio ante la sociedad, contribuyendo así a form ar una opinión pública, mientras no se acredite conforme
a la ley la responsabilidad penal de aquella \ Ampliando el alcance inicial de este derecho, Ibáñez Rivas
nos informa que en la misma sentencia aludida: “...la Corte citó al Tribunal Europeo en el Caso Allenet
♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL
Art. II TÍTULO PRELIMINAR 32

de Ribemont vs. Francepara indicar que [ el derecho a la] presunción de inocencia puede ser violado no sólo
por un ju ez o una Corte sino también por otra autoridad pública, por lo que si bien no [se] puede impedir
a las autoridades informar a l público acerca de las investigaciones criminales en proceso\ sí se 1requiere que
lo hagan con toda la discreción y la cautela necesarias para que [el derecho a] la presunción de inocencia sea
respetadoAsí, tomando dicho referente, el Tribunal estableció que el artículo 8.2 de la Convención exige
que el Estado no condene informalmente a una persona o emita juicio ante la sociedad, contribuyendo así a
form ar una opinión pública, mientras no se acredite conforme a la ley la responsabilidadpen al de aquélla’.
Por consiguiente, queda claro que se ha producido un desmejoramiento de la situación de protección
brindada a los detenidos en virtud de lo dispuesto por el principio constitucional de presunción de
inocencia, pues, en efecto, el carácter optimizador del Decreto Supremo N .° 001-95-JUS se ha visto
cancelado por el Decreto Supremo N .° 005-2012-JUS. En tal sentido, el Decreto Supremo deroga­
torio está contraviniendo el mandato de optimización que se desprende de todo principio - derecho
constitucional y, por tanto, se está infringiendo lo dispuesto no solo por el inciso e) del numeral 24 del
artículo 2 de nuestra Constitución, sino, también, lo establecido por el apartado 8.2 de la Convención
Americana de Derechos Humanos. Por tanto, una norma que permite la exhibición frente a la prensa
de un detenido, sin fijar, en forma alguna, como deberán cumplirse los requisitos de discreción y cau­
tela exigidos por la Corte Interamericana, lesiona de manera manifiesta el derecho a la presunción de
inocencia. (Acción Popular N .° 16682-2016-Lima, del 12-04-2017, f. j. 17. Tercera Sala de Derecho
Constitucional y Social Transitoria. Texto completo: <bit.ly/2EOn9kR>).
§ 43. Presupuestos a tomar en cuenta para la sindicación de un coimputado. L a prueba de
cargo actuada, edificada sobre la declaración de un coimputado y tres testigos referenciales, así
como por la mala justificación, es insuficiente para desvirtuar la presunción de inocencia del
acusado. Véase la jurisprudencia del artículo 166° del Nuevo Código Procesal Penal [§ 747]. (R.
N. N .° 697-2018-Lima Sur, del 24-08-2018, ff. jj. 10 y 17. Sala Penal Permanente. Texto completo:
<bit.ly/2GZBxc5 >).
§ 44. La sindicación del coacusado debe cumplir con las garantías suficientes para desvirtuar la
presunción de inocencia. Véase la jurisprudencia del artículo 166° del Nuevo Código Procesal Penal
[§ 750]. (R. N. N .° 170-2018-Callao, del 05-07-2018, ff. jj. 3.4 y 3.11. Sala Penal Permanente. Texto
completo: <bit.ly/2ELA8DN>).
§ 45. La declaración de un coimputado sobre otro coimputado, sobre hechos que han cometi­
do conjuntamente, no es asimilable a la de un testigo. Véase la jurisprudencia del artículo 162° del
Nuevo Código Procesal Penal [§ 729]. (R. N. N .° 870-2018-Piura, del 30-01-2019, £ j. 4. Sala Penal
Permanente. Texto completo: <bit.ly/2VgJZqC>).
§ 46. No es posible conferirle mérito probatorio autónomo al indicio de coartada falsa o inve­
rosímil del acusado. Si luego de la valoración de la prueba practicada, el resultado que de ella se
deriva no es concluyente; entonces, debe resolverse en favor del acusado, por duda. Véase la juris­
prudencia del artículo 158° del Nuevo Código Procesal Penal [§ 676]. (R. N. N .° 1956-2016-Ayacu-
cho, del 10-08-2017, ff. jj. 6, 7, 15 y 18. Corte Suprema de Justicia. Texto completo: <bit.ly/2F94xvI>).

JURISPRUDENCIA DE LAS CORTES SUPERIORES


§ 47. El certificado médico debe facilitar un grado de certeza suficiente para la imputación del
delito. Aplicación del principio de in dubio pro reo al existir dos posibles versiones sobre el hecho
ocurrido. 12. El certificado médico legal también concluye que la agraviada Kno presenta lesiones pa­
ragenitales ni genitales recientes, presenta signos de desfloración antigua y no presenta signos de acto/
coito contranatura reciente”, lo cual en rigor, no permite corroborar objetivamente el acceso carnal vía
vaginal practicado por el imputado a la agraviada como se describe en la acusación. Es más, la perito JLI
en juicio señalo que “se tomaron muestras de hisopado vaginal, pero no se recabaron los resultados, no
podría decirse si hubo penetración o no” . De otro lado, en el mismo certificado se anotó que “al examen
anal en posición ginecológica modificada, se encuentra restos de arena circundante al orificio anal”,
n o m o s & th e sis
33 TITULO PRELIMINAR Arí. II
pero tal hecho puede explicarse razonablemente en cualquiera de las dos versiones objeto de debate en
juicio, en la medida que el forcejeo (en la versión exculpatoria del imputado) o la violación sexual (en
la versión incriminatoria de la agraviada) tuvo lugar en un arenal [...], siendo aplicable el principio in
dubio pro reo reconocido en el artículo II. 1 del Código Procesal Penal: en caso de duda sobre la res­
ponsabilidad penal debe resolverse a favor del imputado. En consecuencia, no concurre la garan tía
de verosim ilitud en la sindicación de la testigo-agraviada, no existiendo ninguna razón para hacer más
creíble la palabra del acusador sobre la del acusado, sin que ello vulnera el principio de igualdad ante la
ley. (Exp. N .° 2739-2014-35, del 11-10-2018, f. j. 12. Tercera Sala Penal Superior. Corte Superior de
Justicia de La Libertad. Texto completo: <bit.ly/2Hycmxp>).

JURISPRUDENCIA DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL

§ 48. El derecho fundamental a la presunción de inocencia y el principio in dubio pro reo. 36.
El texto constitucional establece expresamente en su artículo 2 o, inciso 24, literal e), que “ Toda persona
es considerada inocente mientas no se haya declarado judicialmente su responsabilidad’. Este dispositivo
constitucional supone, en primer lugar, que por el derecho a la presunción o estado de inocencia toda
persona es considerada inocente antes y durante el proceso penal; es precisamente mediante la sentencia
firme que se determinará si mantiene ese estado de inocencia o si, por el contrario, se le declara culpable;
mientras ello no ocurra es inocente; y, en segundo lugar, que el juez ordinario para dictar esa sentencia
condenatoria debe alcanzar la certeza de culpabilidad del acusado, y esa certeza debe ser el resultado de
la valoración razonable de los medios de prueba practicados en el proceso penal. El principio in dubio
pro reo, por otro lado, significa que en caso de duda sobre la responsabilidad del procesado, debe estarse
a lo que sea más favorable a éste (la absolución por contraposición a la condena). Si bien es cierto que
el principio in dubio pro reo no está expresamente reconocido en el texto de la Constitución, también
lo es que su existencia se desprende tanto del derecho a la presunción de inocencia, que sí goza del re­
conocimiento constitucional, como de la defensa de la persona humana y el respeto de su dignidad, fin
supremo de la sociedad y del Estado (artículo I o de la Carta Fundamental). 37. Ahora bien, cabe anotar
que tanto la presunción de inocencia como el in dubio pro reo inciden sobre la valoración probatoria
del juez ordinario. En el primer caso, que es algo objetivo, supone que a falta de pruebas aquella no ha
quedado desvirtuada, manteniéndose incólume, y en el segundo caso, que es algo subjetivo, supone
que ha habido prueba, pero esta no ha sido suficiente para despejar la duda {la suficiencia no se refiere a
la cantidad de pruebas incriminatorias, sino a la entidad y cualidad que deben reunir estas). La sentencia,
en ambos casos, será absolutoria, bien por falta de pruebas (presunción de inocencia), bien porque la
insuficiencia de las mismas -desde elpunto de vista subjetivo deljuez- genera duda de la culpabilidad del
acusado {in dubio pro reo), lo que da lugar a las llamadas sentencias absolutorias de primer y segundo
grado, respectivamente. 38. Por lo dicho, cualquier denuncia de afectación a la presunción de inocencia
habilita a este Tribunal Constitucional verificar solamente si existió o no en el proceso penal actividad
probatoria mínima que desvirtúe ese estado de inocencia (valoración objetiva de los medios de prueba).
Y es que, más allá de dicha constatación no corresponde a la jurisdicción constitucional efectuar una
nueva valoración de las mismas, y que cual si fuera tercera instancia proceda a valorar su significado y
trascendencia, pues obrar de ese modo significa sustituir a los órganos jurisdiccionales ordinarios. Ahora
bien, en cuanto al principio in dubio pro reo que como dijimos supra forma parte del convencimiento
del órgano judicial, pues incide en la valoración subjetiva que el juez hace de los medios de prueba, este
no goza de la misma protección que tiene el derecho a la presunción de inocencia. En efecto, no corres­
ponde a la jurisdicción constitucional examinar si está más justificada la duda que la certeza sobre la base
de las pruebas practicadas en el proceso, pues ello supondría que el juez constitucional ingrese en la zona
(dimensión fáctica) donde el juez ordinario no ha tenido duda alguna sobre el carácter incriminatorio
de las pruebas. (Exp. N .° 728-2008-PHC/TC [caso Giuliana Llamoja Hilares), del 13-10-2008 [Web:
23-10-2008 / EP, 08-11-2008], íf. jj. 36-38. Texto completo: <bit.ly/2GdCQ6h>).

§ 49. Presunción de inocencia. 20. Por esta presunción ju ris tantum, a todo procesado se le con­
sidera inocente mientras no se le pruebe su culpabilidad, vale decir, hasta que no se exhiba prueba en
♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL
Art. II TÍTULO PRELIMINAR 34

contrario; y rige desde el momento en que se imputa a alguien la comisión de un delito, quedando el
acusado en estado de sospecha durante toda la tramitación del proceso, el cual solo tendrá fin cuando se
expida la sentencia que resuelva definitivamente el caso. (Exp. N .° 4124-2004-H C/TC [caso Fernando
Melcíades Zevallos Gonzales], del 29-12-2004 [Web: 31-05-2005 / EP, 08-06-2005], fi j. 20. Texto
completo: <bit.ly/2IJB8rO>).
§ 50. Carácter orientador del ordenamiento procesal penal del derecho a la presunción de
inocencia. 6. No obstante el desarrollo del derecho fundamental a la presunción de inocencia,
es pertinente hacer algunas precisiones adicionales a efectos de una cabal comprensión y tutela
del derecho en mención. En primer lugar, se quiere decir que, como todo derecho fundamental,
el derecho a la presunción de inocencia tiene un doble carácter. Esto es, que no solamente es un
derecho subjetivo, sino también una institución objetiva dado que comporta determinados valores
inherentes al ordenamiento constitucional. (Exp. N .° 10107-2005-PH C/TC [caso Demanda de in-
constitucionalidad en temas de inmunidades de arresto y proceso], del 18-01-2006 [Web: 15-05-2006
/ EP, 17-06-2006], f. j. 6. Texto completo: <bit.ly/2u97Nno>).
§ 51. Relatividad del derecho a la presunción de inocencia. 40. [...] Es importante señalar, ade­
más, que parte de esa relatividad del derecho a la presunción de inocencia se vincula con el hecho de
que dicho derecho incorpora una presunción inris tantum y no una presunción iure et de iure o absoluta,
de lo cual se deriva, como lógica consecuencia, que la presunción de inocencia puede ser desvirtuada o
destruida mediante una mínima actividad probatoria. (Exp. N .° 0026-2006-PI/TC [caso Demanda de
inconstitucionalidad en temas de inmunidades de arresto y procesé del 08-03-2007 [Web: 12-03-2007 /
EP, 18-03-2007], f. j. 40. Texto completo: <bit.ly/2GcWRtP>).
§ 52. Una sentencia no se encuentra objetivamente fundamentada afecta la presunción de
inocencia. 2. [La] Corte Interamericana de Derechos Humanos en el Caso J . vs. Perú [§ 1067] ha
establecido que: “La presunción de inocencia implica que el acusado no debe demostrar que no ha
cometido el delito que se le atribuye, ya que el onusprobandi corresponde a quien acusa y cualquier
duda debe ser usada en beneficio del acusado. Así, la demostración fehaciente de la culpabilidad
constituye un requisito indispensable para la sanción penal, de modo que la carga de la prueba recae
en la parte acusadora y no en el acusado. Por otro lado, el principio de presunción de inocencia
implica que los juzgadores no inicien el proceso con una idea preconcebida de que el acusado ha
cometido el delito que se le imputa”. 3. También corresponde indicar el derecho a la motivación de
las resoluciones judiciales reconocido en el artículo 139.5 de la Constitución importa que los jue­
ces al resolver las causas, expresen las razones o justificaciones objetivas que los llevan a tomar una
determinada decisión. Los argumentos deben provenir no sólo del ordenamiento jurídico vigente y
aplicable al caso, sino de los propios hechos debidamente acreditados en el trámite del proceso han
sido éstos cometidos por el acusado, quien está en todo caso sostenido por la presunción de inocen­
cia. [...] 5. Consecuentemente, este Tribunal estima que las resoluciones cuestionadas vulneran los
derechos a la motivación de las resoluciones judiciales y a la presunción de inocencia en conexidad
con el derecho a la libertad del favorecido, por lo que corresponde declarar su nulidad y ordenar
que se emita una nueva sentencia debidamente motivada. (Exp. N .° 04415-2013-PH C/TC [caso
Marco Antonio Figueroa Falcórí\> del 27-01-2014 [Web: 11-03-2014 / EP, 06-02-2015], ff. jj. 2-5.
Texto completo: <bit.ly/2Yh7PEQ>).

JURISPRUDENCIA DE LA CORTE INTERAMERICANA DE DERECHOS HUMANOS


§ 53. CIDH sentencia a favor de agente de migración condenado por delitos contra la fe pú­
blica, y responsabiliza al Perú por violar los derechos a las garantías judiciales e infracciones a
la presunción de inocencia. 159. [La] Corte concluye que, para efectos del presente caso, el Estado
violó el principio de presunción de inocencia del señor ZM y no garantizó la motivación del fallo. En
particular, se invirtió la carga probatoria, las declaraciones de los coimputados no fueron corroboradas
ni analizadas con la prueba en su conjunto, a fin de determinar la responsabilidad penal más allá de toda

nomos & thesis


35 TÍTULO PRELIMINAR

duda razonable, lo cual además quedó evidenciado con la falta de motivación de la decisión judicial,
vulnerando la obtención de una fallo debidamente razonado, el cual garantizara la posibilidad de su
impugnación. Por tanto, el Estado es internacionalmente responsable de la violación de los artículos
8.1 y 8.2 de la Convención Americana, en perjuicio del señor ZM. (Cfr. Caso Zegarra M arín vs. Perú,
Sentencia del 15-02-2017, párr. 159. Texto completo: <bit.ly/2DeA0sp>).
§ 54. Presunción de inocencia cuando existe prueba incompleta o insuficiente. 120. El principio
de la presunción de inocencia, tal y como se desprende del artículo 8.2 de la Convención, exige que una
persona no pueda ser condenada mientras no exista prueba plena de su responsabilidad penal. Si obra
contra ella prueba incompleta o insuficiente, no es procedente condenarla, sino absolverla. (Cfr. Caso
CantoralBenavides vs. Perú, Sentencia del 18-08-2000, párr. 120. Texto completo: <bit.ly/lW 5e6gN>).
§ 55. El on usprobandi corresponde a quien acusa. 182. Esta Corte ha señalado que el principio
de presunción de inocencia constituye un fundamento de las garantías judiciales. La presunción de
inocencia implica que el acusado no debe demostrar que no ha cometido el delito que se le atribuye,
ya que el onus probandi corresponde a quien acusa. Así, la demostración fehaciente de la culpabilidad
constituye un requisito indispensable para la sanción penal, de modo que la carga de la prueba recae en
la parte acusadora y no en el acusado. (Cfr. Caso Cabrera García y Montiel Flores vs. México, Sentencia
del 26-11-2010, párr. 182. Texto completo: <bit.ly/2DuRZLn>).

§ 56. El derecho a la presunción de inocencia puede ser violado no sólo por un juez o una
Corte sino también por otra autoridad publica. 158. Durante el proceso militar, la señora Lori
Berenson fue exhibida por la D IN CO TE ante los medios de comunicación como autora del delito de
traición a la patria, cuando aún no había sido legalmente procesada y condenada (supra párr. 88.28).
159. La Corte Europea ha señalado que: [el derecho a la] presunción de inocencia puede ser violado
no sólo por un juez o una Corte sino también por otra autoridad pública. [...] [El] artículo 6 párrafo
2 [de la Convención Europea] no puede impedir a las autoridades informar al público acerca de las
investigaciones criminales en proceso, pero lo anterior requiere que lo hagan con toda la discreción y
la cautela necesarias para que [el derecho a] la presunción de inocencia sea respetado. 160. El derecho
a la presunción de inocencia, tal y como se desprende del artículo 8.2 de la Convención, exige que el
Estado no condene informalmente a una persona o emita juicio ante la sociedad, contribuyendo así
a formar una opinión pública, mientras no se acredite conforme a la ley la responsabilidad penal de
aquella. (CIDH, Caso Lori Berenson Mejía vs. Perú, sentencia del 25-11-2004, párrs. 158 al 160. Texto
completo: <bit.ly/2UExHYo>).

§ 57. El principio de presunción de inocencia implica que el acusado no debe demostrar que
no ha cometido el delito que se le atribuye. 153. La Corte ha señalado que el artículo 8.2 de la Con­
vención exige que una persona no pueda ser condenada mientras no exista prueba plena de su respon­
sabilidad penal. Si obra contra ella prueba incompleta o insuficiente, no es procedente condenarla, sino
absolverla. En este sentido, la Corte ha afirmado que en el principio de presunción de inocencia subyace
el propósito de las garantías judiciales, al afirmar la idea de que una persona es inocente hasta que su
culpabilidad sea demostrada. 154. La Corte considera que el derecho a la presunción de inocencia es
un elemento esencial para la realización efectiva del derecho a la defensa y acompaña al acusado durante
toda la tramitación del proceso hasta que una sentencia condenatoria que determine su culpabilidad
quede firme. Este derecho implica que el acusado no debe demostrar que no ha cometido el delito que
se le atribuye, ya que el onus probandi corresponde a quien acusa. (CIDH, Caso Ricardo Canese vs. Pa­
raguay, sentencia del 31-08-2004, párrs. 153 y 154. Texto completo: <bit.ly/2XHDApm>).

§ 58. Principio de presunción de inocencia con estándar de la apreciación probatoria. El prin­


cipio de presunción de inocencia implica que los juzgadores no inicien el proceso con una idea
preconcebida de que el acusado ha cometido el delito que se le imputa. 122. En relación con lo
anterior, el principio de presunción de inocencia requiere que nadie sea condenado salvo la existencia
de prueba plena o más allá de toda duda razonable de su culpabilidad, tras un proceso sustanciado
de acuerdo a las debidas garantías. Por lo que si “obra contra ella prueba incompleta o insuficiente,
♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL
Art. III TÍTULO PRELIMINAR 36

no es procedente condenarla, sino absolverla”. Debe recordarse que “ [l]a falta de prueba plena de la
responsabilidad en una sentencia condenatoria constituye una violación al principio de presunción de
inocencia” . En este sentido, cualquier duda debe ser usada en beneficio del acusado. 123. Este estado
jurídico de inocencia se proyecta en diversas obligaciones que orientan el desarrollo de todo el proceso
penal. Así, la demostración fehaciente de la culpabilidad constituye un requisito indispensable para la
sanción penal, de modo que la carga de la prueba recae en la parte acusadora. Es más, el principio de
presunción de inocencia implica que los juzgadores no inicien el proceso con una idea preconcebida de
que el acusado ha cometido el delito que se le imputa. 124. En este sentido, la Corte estima que la pre­
sunción de inocencia exige que el acusador deba demostrar que el ilícito penal es atribuible a la persona
imputada, es decir, que ha participado culpablemente en su comisión y que las autoridades judiciales
deban fallar [con un criterio] más allá de toda duda razonable para declarar la responsabilidad penal
individual del imputado, incluyendo determinados aspectos fácticos relativos a la culpabilidad del im­
putado. 125. Por ende, la Corte resalta que el principio de presunción de inocencia es un eje rector en
el juicio y un estándar fundamental en la apreciación probatoria que establece límites a la subjetividad
y discrecionalidad de la actividad judicial. Así, en un sistema democrático la apreciación de la prueba
debe ser racional, objetiva e imparcial para desvirtuar la presunción de inocencia y generar certeza de la
responsabilidad penal. (CID H , Caso Zegarra M arín vs. Perú, sentencia del 15-02-2017) parrs. 122 al
125. Texto completo: <bit.ly/2LfgpSi>).
§ 59. El Estado incurre en una violación del derecho de toda persona a que se le presuma
inocente cuando impone una medida de restricción de la libertad, en forma innecesaria o des­
proporcionada, a personas cuya responsabilidad criminal aun no ha sido establecida. 110. Este
Tribunal ha establecido que, al ser la prisión preventiva una medida cautelar y no punitiva, existe una
“ [ojbligación estatal de no restringir la libertad del detenido más allá de los límites estrictamente ne­
cesarios para asegurar que aquél no impedirá el desarrollo del procedimiento ni eludirá la acción de la
justicia”. Proceder de otro modo equivaldría a anticipar la pena, lo cual contraviene principios generales
del derecho ampliamente reconocidos, entre ellos, el principio de presunción de inocencia. Efectiva­
mente, en ocasiones anteriores, el Tribunal ha estimado que al privar de la libertad, en forma innecesaria
o desproporcionada, a personas cuya responsabilidad criminal no ha sido establecida, el Estado incurre
en una violación del derecho de toda persona a que se le presuma inocente, reconocido en el artículo
8.2 de la Convención Americana. A igual conclusión se debe llegar si el Estado mantiene a una persona
privada de su libertad preventivamente más allá de los límites temporales que impone el derecho con­
sagrado en el artículo 7.5 de la Convención Americana (supra párr. 70). 111. Ya quedó establecido que
la víctima permaneció en prisión preventiva aproximadamente trece años y que dicho período excedió
el plazo máximo previsto por la legislación interna (supra párr. 77). La Corte también consideró que
durante ese tiempo el señor Bayarri estuvo sujeto a un proceso penal en el cual se violaron diversas ga­
rantías judiciales (supra párrs. 107 y 108). Tomando en cuenta todo lo anterior, el Tribunal estima que
la prolongada duración de la prisión preventiva de Juan Carlos Bayarri en el transcurso de un proceso
penal violatorio de la Convención Americana convirtió aquella en una medida punitiva y no cautelar,
lo cual desnaturaliza dicha medida. El Tribunal estima que el Estado violó el derecho del señor Bayarri
a ser presumido inocente y que, en consecuencia, es responsable por la violación del artículo 8.2 de la
Convención Americana en perjuicio del señor Juan Carlos Bayarri. (CIDH, Caso Bayarri vs. Argentina,>
sentencia del 30-10-2008, párrs. 110 y 111. Texto completo: <bit.ly/2IWTJ6p>).

Artículo III: Interdicción de la persecución penal múltiple. Ne bis in ídem


Nadie podrá ser procesado, ni sancionado más de una vez por un mismo hecho, siempre que se trate del
mismo sujeto y fundamento. Este principio rige para las sanciones penales y administrativas. El derecho
penal tiene preeminencia sobre el derecho administrativo.
La excepción a esta norma es la revisión por la Corte Suprema de la sentencia condenatoria expedida
en alguno de los casos en que la acción está indicada taxativamente como procedente en este Código.

nom os & th e sis


37 TITULO PRELIMINAR

JURISPRUDENCIA DE LA CORTE SUPREMA .

§ 60. El derecho a no ser sancionado dos veces por un mismo hecho. Cuarto. [...] [El] derecho a
no ser sancionado dos veces por un mismo hecho o el de no ser procesado dos veces es parte de la garan­
tía genérica del debido proceso y tiene íntima relación con los principios de legalidad y proporcionali­
dad, por lo que no se puede aplicar múltiples normas sancionado ras a una misma persona o enjuiciarla
por el mismo hecho por el cual se expidió una resolución con efecto de cosa juzgada; que este principio
resulta de aplicación cuando concurren los presupuestos de identidad de hecho, identidad de sujeto y
unidad de fundamento. [...] (R. N. N .° 561-2011-Lima, del 07-12-2011, £ j. 4. Sala Penal Transitoria.
Texto completo: <bit.1y/2bUm 1MA>).

§ 61. Límites para invocar el ne bis in ídem. Prim ero. Que, la cosa juzgada material penal está
sujeta a dos límites esenciales: subjetivos y objetivos: el primero -subjetivo- se circunscribe a la persona
del imputado, de modo que quien haya sido juzgado no puede volver a serlo (<eadem personae); y, el
segundo -objetivo- se ciñe a los hechos penales tal como se describen en la sentencia o auto de sobresei­
miento {eadem res), estando al margen de ese supuesto la calificación jurídica del referido hecho punible
y sus consecuencias jurídico-penales; que es de precisar que la sentencia o auto de sobreseimiento debe
ser firme, y que no tiene trascendencia alguna a estos efectos tanto la identidad de quienes ejercitan la
acción, como el título por el que se acusó. (R. N. N .° 660-2003-Junín, del 24-05-2004, £ j. 1. Sala
Penal Permanente. Texto completo: San Martín, JPvinculante, p. 251).

§ 62. El principio del ne bis in idem posee mayor amplitud que el de la cosa juzgada, pues no
solo comporta la prohibición de una persecución subsiguiente, sino que también se encuentra
referido a la prohibición de una persecución paralela, es decir, que la persona sea perseguida
al mismo tiempo en dos procesos diferentes. Quinto, ü) En cuanto a l “ne bis in idem”: 5.1. Se le
define como el derecho de no ser sancionado dos veces por un mismo hecho o el de no ser procesado
dos veces y constituye un contenido implícito del derecho del debido proceso, cuya finalidad es evitar
una desproporcionada reacción punitiva del Estado en contra de una persona, pues si los operadores
de justicia están en la obligación de sancionar todos los actos antijurídicos, típicos y culpables, ello no
debe realizarse de una manera excesiva, por cuanto constituiría un abuso del derecho y del poder. 5.2.
La cosa juzgada en la normatividad peruana constituye un instituto procesal reconocido en el inciso
13 del artículo 139 de la Constitución Política del Estado, que establece la prohibición de revivir
procesos fenecidos con resolución ejecutoriada; por tanto, resulta ser una garantía constitucional de la
administración de Justicia, según la cual el objeto de un proceso que ha concluido con una resolución
firme no puede ser nuevamente juzgado en el mismo proceso o mediante uno nuevo. Sin embargo, en
doctrina se reconoce al principio del ne bis in idem, el mismo que posee mayor amplitud que el de la
cosa juzgada, pues no sólo comporta la prohibición de una persecución subsiguiente -esto es cuando la
imputación ya ha sido materia de un pronunciamiento final por parte del órgano jurisdiccional-; sino
que también se encuentra referido a la prohibición de una persecución paralela, es decir que la persona
sea perseguida al mismo tiempo en dos procesos diferentes. 5.3. Este principio constitucional exhibe
una doble dimensión o contenido. Un contenido formal, que alude al hecho de que las resoluciones
que han puesto fin al proceso judicial no puedan ser nuevamente cuestionadas, en la medida en que ya
se han agotado todos los recursos impugnatorios que la ley prevé, o que, en su defecto, han transcurrido
los plazos exigidos para hacerlo. De otro lado, el contenido material del ne bis in idem implica la inter­
dicción de la sanción múltiple por lo mismo, y a juicio de la doctrina mayoritaria rige cuando concurre
la llamada triple identidad: de sujeto, hecho y fundamento. Así lo expresa el Tribunal Constitucional
[Exp. N .° 2050-2002-AA-TC (§ 69)]: “En su formulación material, el enunciado según el cual, nadie
puede ser castigado dos veces por un mismo hecho”, expresa la imposibilidad de que recaigan dos san­
ciones sobre el mismo sujeto por una misma infracción, puesto que tal proceder constituiría un exceso
del poder sancionador, contrario a las garantías propias del Estado de Derecho. Su aplicación, pues,
impide que una persona sea sancionada o castigada dos (o más veces) por una misma infracción cuando
exista identidad de sujeto, hecho y fundamento”. (Casación N .° 215-2011-Arequipa, del 12-06-2012,
♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL
Art. III TÍTULO PRELIMINAR 38

£ j. 5. Sala Penal Permanente [EP, 01-04-2013, Jurisprudencia, Año XXII, N .° 938, pp. 6899-6900].
Texto completo: <bit.ly/lqM0xrb>). .
§ 63. Diferencia entre el principio ne bis in idem y el principio de cosa juzgada. Cuarto. [...]
4.1.1. El principio del ne bis in idem tiene dos vertientes: la material o sustantiva y la procesal. La ma­
terial impide que una persona sea sancionada dos o más veces por una misma infracción cuando exista
identidad del sujeto, hecho y fundamento; y la procesal implica la imposibilidad de iniciar un proceso
penal basado en la imputación de un injusto respecto al cual, en un proceso anterior, existe cosa juz­
gada. 4.1.2. La Sala Penal Permanente de la Corte Suprema, en la ejecutoria del 12 de junio de 2012,
emitida en la Casación N .° 213-2011/Arequipa [§ 62], se pronunció respecto al principio del ne bis in
idem y señaló que este principio posee mayor amplitud que el de la cosa juzgada, pues no solo comporta
la prohibición de una persecución subsiguiente -esto es, cuando la imputación ya ha sido materia de un
pronunciamiento final por parte del órgano jurisdiccional-, sino que también se encuentra referido a
la prohibición de una persecución paralela, es decir, que la persona sea perseguida al mismo tiempo en
dos procesos diferentes. (R. N . N .° 873-2016-Nacional, del 06-09-2018, f. j. 4. Sala Penal Permanente.
Texto completo: <bit.ly/2Vxk0z0>).
§ 64. Ne bis in ídem . Si una persona está siendo procesada por el delito de asociación ilícita
para delinquir, no puede abrírsele un proceso aparte por el mismo delito. Resulta irrazonable que
a una persona se le abra proceso por asociación ilícita para delinquir por cada delito que comete
la organización. Sexto. En el caso del ciudadano BL, se encuentra extraditado en nuestro país (en
mérito a la resolución de la Sala Penal Permanente de la Corte Suprema de Justicia de la República, de
17 de marzo de 2015-Extradición Activa N .° 26-2015-Lima), por la investigación seguida en su contra
por los delitos de asociación ilícita para delinquir y peculado; asimismo, por la investigación seguida en
su contra por el delito de lavado de activos (en mérito a la resolución de la Sala Penal Transitoria de la
Corte Suprema de Justicia de la República, de 20 de marzo de 2015-Ampliación de Extradición Activa
N .° 29-2015/Lima); sin embargo, el Primer Juzgado de Investigación Preparatoria Nacional, solicitó
la ampliación de extradición activa, nuevamente por el delito de asociación ilícita para delinquir en el
caso Catache-Cajamarca; pedido que fue declarado improcedente por la Sala Penal Permanente con­
forme a la resolución de fecha 03 de febrero de 2016 (Ampliación de Extradición Activa N .° 6-2016),
cuyos argumentos comparte este Colegiado Supremo. En efecto, uno de los delitos por los que fue
extraditado BL, está previsto y penado en el artículo 317 del Código Penal, que señala: “E l queforma
parte de una organización criminal de dos o máspersonas a cometer delitos será reprimido con pena privativa
de libertad (...)”> de lo que se colige que es necesario para su comisión, la existencia de una estructura
mínima cohesionada en orden a la abstención de fines delictivos en común y la presencia de un vínculo
sólido y perdurable. A mayor abundamiento, tenemos que el Pleno Jurisdiccional de las Salas Penales
Permanente y Transitoria de la Corte Suprema de la República del Perú, a través del Acuerdo Plenario
N .° 4-2006/CJ-116, en su duodécimo considerando señaló que: “(...) el indicado tipo legal sanciona el
solo hecho deform ar parte de la agrupación (...) sin que se materialice sus planes delictivos precisan­
do que las notas que le otorgan sustantividad propia son: i) Relativa organización, ii) Permanencia o
estabilidad y, iii) Número mínimo de personas; además, dicho Acuerdo Plenario señala que el delito de
asociación ilícita para delinquir, “es autónomo e independiente del delito o delitos que a través de ellas se
cometen \ lo que implica que el sustento de hecho en que se sustenta, no está referido a los delitos que
la organización cometió, sino que debe tener su propio fundamento de hecho. Tanto la jurisprudencia
como la doctrina consideran que este delito es de peligro abstracto y mantiene autonomía respecto a los
delitos concretos que pudiera cometer la organización. Entonces, si una persona ya está procesada por
el delito de Asociación Ilícita para Delinquir, como en el caso de BL, no puede abrírsele otro proceso
por el mismo delito, como ocurre con la presente solicitud. Resulta irrazonable que a una persona se le
abra proceso por asociación ilícita para delinquir por cada delito que comete la organización. En conse­
cuencia, este Supremo Tribunal considera que no procede la extradición del mencionado ciudadano por
el citado delito, por el cual está siendo investigado en el expediente N .° 00004-2015-36. (Extradición

nom o s & thesis


39 TÍTULO PRELIMINAR Asi m
Activa N .° 37-2017-Lima, del 03-04-2017, £ j .6 . Segunda Sala Penal Transitoria. Texto completo:
<bit.ly/2F7bXyr>).

§ 65. Cuando una sentencia se anula por razones no imputables al encausado y si la pena
im puesta en ese fallo no fue recurrida por el acusador, no es posible que en el nuevo juicio oral
se im ponga una pena superior a la que fijó la sentencia anulada. Quinto. [C]onforme lo estableció
la Sala Penal Permanente de la Corte Suprema de Justicia en el Recurso de Nulidad N .° 3769-2004,
del 1 de febrero de 2005, debe efectuarse una leve reducción de la pena impuesta [robo agravado con
subsecuente muerte] por la Sala Superior -35 años de privación de la libertad- pues la anterior sentencia
condenatoria fijó la sanción punitiva en 30 años de pena privativa de libertad [...] y si bien ésta fue
declarada nula [...] se tiene que ello no fue por causa o motivo atribuible al procesado, sino por una de­
ficiencia en la motivación y en la actividad probatoria desplegada en el plenario [...], por lo que cuando
una sentencia se anula por razones no imputables al encausado y si la pena impuesta en ese fallo no fue
recurrida por el acusador, no es posible que en el nuevo juicio oral se imponga una pena superior a la
que fijó la sentencia anulada, pues ello atenta contra el principio de favorabilidad y especialmente el ne
bis in ídem procesal. (R. N. N .° 1043-2012-Piura, del 06-09-2012, £ j. 5. Sala Penal Transitoria. Texto
completo: <bit.ly/2UqxPeE>).

JURISPRUDENCIA DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL

§ 66. Prohibición de una persecución penal múltiple. 39. La determinación de si una resolu­
ción que no constituye una sentencia definitiva (pero que ha puesto fin al proceso penal) se encuentra
también garantizada por este derecho, a la luz de dichas disposiciones de derechos fundamentales,
debe absolverse por este Tribunal en sentido afirmativo. No solamente porque en la dicción de dichas
disposiciones se ha evitado circunscribir el ámbito de protección sólo al caso de las sentencias, y se ha
comprendido también a los autos que ponen fin al proceso (al referirse, por ejemplo, a las resoluciones
que importen el sobreseimiento definitivo de una causa), sino también porque ese es el sentido interpre­
tativo que se ha brindado a una disposición aparentemente más limitativa de su ámbito de protección
[...]. (Exp. N .° 4587-2004-AA/TC [caso Santiago Martín Rivas], del 29-11-2005 [Web: 15-02-2006],
f. j. 39. Texto completo: <bit.ly/2DLIQ10>).
§ 67. Ne bis in idem procesal. 67. a) Por lo que se refiere a los elementos constitutivos de la dimen­
sión procesal (o adjetiva) del ne bis in idem, de la doctrina jurisprudencial establecida por este Tribunal
es posible señalarse que estos son: a) El procesado debe haber sido condenado o absuelto; b) La condena
o absolución debe sustentarse en una resolución judicial firme; c) La nueva persecución penal debe
sustentarse en la infracción del mismo bien jurídico que motivó la primera resolución de absolución
o condena. [...] 69. Por ello es que para que la prohibición de doble enjuiciamiento por la infracción
de un mismo bien jurídico pueda oponerse a la segunda persecución penal, es preciso que se satisfaga
irremediablemente una triple identidad: a) Identidad de persona física; b) identidad de objeto y, c) iden­
tidad de causa de persecución. 70. b) Por otro lado, por lo que se refiere a la delimitación de aquellos
supuestos no protegidos por la dimensión procesal del ne bis in idem, este Tribunal debe de recordar que
el contenido constitucionalmente protegido de todo derecho no puede extraerse únicamente en aten­
ción al significado de las palabras con las cuales una disposición constitucional enuncia un determinado
derecho fundamental; esto es, atendiendo sólo a su formulación semántica, sino en atención al telos o
finalidad que con su reconocimiento se persigue. [...] 74. Dado que la exigencia primaria y básica de la
dimensión procesal del ne bis in idem es impedir que el Estado arbitrariamente persiga criminalmente a
una persona por más de una vez, el Tribunal considera que tal arbitrariedad no se genera en aquellos ca­
sos en los que la instauración y realización de un proceso penal se efectúa como consecuencia de haberse
declarado la nulidad del primer proceso, tras constatarse que éste último se realizó por una autoridad
jurisdiccional que carecía de competencia ratione materiae para juzgar un delito determinado. Y es que
la garantía al interés constitucionalmente protegido por este derecho no opera por el solo hecho de que
se le oponga la existencia fáctica de un primer proceso, sino que es preciso que éste sea jurídicamente vá-

♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL


Art. III TÍTULO PRELIMINAR 40

lido. (Exp. N .° 4587-2004-AA/TC [caso Santiago M artín Rivas], del 29-11-2005 [Web: 15-02-2006],
fF. jj. 67, 69, 70 y 74. Texto completo: <bit.ly/2DLIQ10>).
§ 68. Ne bis in idem procesal. 18. [Mediante] el derecho a que se respete una resolución que ha
adquirido la autoridad de cosa juzgada se garantiza el derecho de todo justiciable, en primer lugar, a
que las resoluciones que hayan puesto fin al proceso judicial no puedan ser recurridas mediante medios
impugnatorios, ya sea porque estos han sido agotados o porque ha transcurrido el plazo para impug­
narlas; y, en segundo lugar, a que el contenido de las resoluciones que hayan adquirido tal condición,
no pueda ser dejado sin efecto ni modificado, sea por actos de otros poderes públicos, de terceros o,
incluso, de los mismos órganos jurisdiccionales que resolvieron el caso en el que se dictó [...]. 24. [En]
el ámbito penal, uno de los efectos que se deriva de haberse alcanzado dicha autoridad de cosa juzgada
es la prohibición de que por los mismos fundamentos se pueda volver a juzgar a la misma persona. Esa
eficacia negativa de las resoluciones que pasan a tener calidad de cosa juzgada, a su vez, configura lo que
en nuestra jurisprudencia hemos denominado el derecho a no ser juzgado dos veces por el mismo fun­
damento (ne bis in ídem). [...] 25. [...] En su vertiente procesal, tal principio significa que ‘ nadie pueda
ser juzgado dos veces por los mismos hechos”, es decir, que un mismo hecho no pueda ser objeto de dos
procesos distintos o, si se quiere, que se inicien dos procesos con el mismo objeto. Con ello se impide,
por un lado, la dualidad de procedimientos (por ejemplo, uno de orden administrativo y otro de orden
penal) y, por otro, el inicio de un nuevo proceso en cada uno de esos órdenes jurídicos (dos procesos
administrativos o dos procesos penales con el mismo objeto, por ejemplo). Desde esta vertiente, dicho
principio presupone la interdicción de un doble proceso penal por la misma conducta. Lo que pretende
es proteger a cualquier imputado del riesgo de una nueva persecución penal, con abstracción del grado
alcanzado por el procedimiento, simultánea o sucesiva por la misma realidad histórica atribuida. Lo
inadmisible es, pues, tanto la repetición del proceso como una doble condena o el riesgo de afrontarla,
lo cual se yergue como límite material frente a los mayores poderes de persecución que tiene el Estado,
que al ejercer su iuspuniendi debe tener una sola oportunidad de persecución. 26. Es menester pun­
tualizar, entonces, que el ne bis in idem procesal supone básicamente dos persecuciones, y tiene que
ver- con los límites que es preciso imponer en un terreno en el cual una de las partes -el Estado- va a
tener atribuciones asimétricas frente al procesado. Esto no Umita la obligación del Estado de perseguir
el presunto delito, sino que lo ordena bajo parámetros constitucionales con la finalidad de garantizar
la seguridad jurídica y la libertad. 27. Ahora bien, verificar la existencia o no de una persecución penal
múltiple requiere la conjunción de tres identidades distintas: identidad de la persona perseguida (eadem
persona), identidad del objeto de persecución (eadem res) e identidad de la causa de persecución (eadem
causapetendi). (Exp. N .° 8123-2005-PHC/TC [caso Nelson Jacob Gurman\ , del 14-11-2005 [Web: 15­
05-2006 / EP, 26-05-2006], f f jj. 18, 24-27. Texto completo: <bit.ly/2CEqqBz>).
§ 69. N e bis in idem material. 19. El principio ne bis in idem tiene una doble configuración: por
un lado, una versión sustantiva y, por otro, una connotación procesal: a. En su formulación material,
el enunciado según el cual, “nadie puede ser castigado dos veces por un. mismo hecho”, expresa la im­
posibilidad de que recaigan dos sanciones sobre el mismo sujeto por una misma infracción, puesto que
tal proceder constituiría un exceso del poder sancionador, contrario a las garantías propias del Estado
de Derecho. Su aplicación, pues, impide que una persona sea sancionada o castigada dos (o más veces)
por una misma infracción cuando exista identidad de sujeto, hecho y fundamento. El principio del
ne bis in idem material tiene conexión con los principios de legalidad y proporcionalidad, ya que si la
exigencia de lexpraevia y lex certa que impone el artículo 2o, inciso 24, ordinal d), de la Constitución
obedece, entre otros motivos, a la necesidad de garantizar a los ciudadanos un conocimiento anticipado
del contenido de la reacción punitiva o sancionadora del Estado ante la eventual comisión de un hecho
antijurídico, tal cometido garantista devendría inútil si ese mismo hecho, y por igual fundamento,
pudiese ser objeto de una nueva sanción, lo que comportaría una punición desproporcionada de la
conducta antijurídica. Por ello, el elemento consistente en la igualdad de fundamento es la clave que
define el sentido del principio: no cabe la doble sanción del mismo sujeto por un mismo hecho cuando
la punición se fundamenta en un mismo contenido injusto, esto es, en la lesión de en un mismo bien

nom os & thests


41 TÍTULO PRELIMINAR Art. III
jurídico o un mismo interés protegido, b. En su vertiente procesal, tal principio significa que “nadie
pueda ser juzgado dos veces por los mismos hechos”, es decir, que un mismo hecho no pueda ser objeto
de dos procesos distintos o, si se quiere, que se inicien dos procesos con el mismo objeto. Con ello se
impide, por un lado, la dualidad de procedimientos (por ejemplo, uno de orden administrativo y otro
de orden penal) y, por otro, el inicio de un nuevo proceso en cada uno de esos órdenes jurídicos (dos
procesos administrativos con el mismo objeto, por ejemplo). [...] (Exp. N .° 2050-2002-AA/TC [caso
Carlos Israel Ramos Colque], del 16-03-2003 [Web: 28-05-2003 / EP, 28-05-2003], f. j. 19. Texto com­
pleto: <bit.ly/2FvgKuW>).
§ 70. Ne bis in ídem procesal. 26. [El] Ne bis in idem procesal supone básicamente dos persecucio­
nes, y tiene que ver con los límites que es preciso imponer en un terreno en el cual una de las partes -el
Estado- va a tener atribuciones asimétricas frente al procesado. Esto no limita la obligación del Estado
de perseguir el presunto delito, sino que lo ordena bajo parámetros constitucionales con la finalidad
de garantizar la seguridad jurídica y la libertad. 27. Ahora bien, verificar la existencia o no de una per­
secución penal múltiple requiere la conjunción de tres identidades distintas: identidad de la persona
perseguida (eadempersona), identidad del objeto de persecución (eadem res) e identidad de la causa de
persecución (eadem causa petendt). [...] (Exp. N .° 0174-2006-PHC/TC [caso John Me. Cárter y otros],
del 07-07-2006 [Web: 07-07-2006 / EP, 15-07-2006], ff. jj. 26-27. Texto completo: <bit.ly/2IIb4hl>).

§ 71. Ne bis in idem procesal. Triple identidad. 12. Hechas estas precisiones, es del caso pregun­
tarse si, en el caso concreto, el Tribunal Constitucional debe pronunciarse, dentro del proceso cons­
titucional de hábeas corpús, sobre la “vulneración” del principio constitucional ne bis in idem. En
ese sentido, resulta obvio que este Colegiado tiene razones suficientes para emitir pronunciamiento
-independientemente del sentido de su fallo-, toda vez que a propósito de las supuestas violaciones
alegadas por el demandante, se pone en juego su libertad individuál. 13. Consecuentemente, en el caso
de autos debe señalarse, atendiendo a la doble dimensión del contenido constitucionalmente protegido
por el ne bis in idem recogida en el fundamento 10 supra de esta sentencia, que no estamos frente a dos
procedimientos distintos sino que existe una sanción en sede administrativa con decisión definitiva y
firme, y un proceso penal cuya última resolución expedida se pretende enervar en sede constitucional;
en consecuencia, no existe violación del ne bis in idem formal o procesal. 14. Por otro lado, si bien: i)
los actos del recurrente constituían una conducta ilícita tipificada penalmente, que debía ser objeto de
prueba y cuestionamiento en sede jurisdiccional penal, y, ii) se debió remitir lo actuado al Ministerio
Público; esperar la decisión del juez y expedir posteriormente pronunciamiento atendiendo lo resuelto
por el a quo -lo que no se hizo-, la sanción administrativa de todas maneras debía ser impuesta, toda
vez que en sede penal ha quedado demostrada la responsabilidad del recurrente. Por ello, no se puede
alegar la violación del ne bis in idem sustancial o material, porque en el presente caso existe identidad
de sujeto y hecho; además el tercer elemento que se aduce como argumento para consagrar la triple
identidad y habilitar la prohibición del ne bis in idem no se configura dada la naturaleza de las sanciones
impuestas. (Exp. N .° 10192-2006-PHC/TC fcaso Luis Alfonso Rivera Gomero], del 07-07-2006 [Web:
29-08-2007], ff. jj. 12-14. Texto completo: <bit.ly/2u8g2jR>).
§ 72. Ne bis in ídem. Ante la existencia de una dualidad de procedimientos sobre un mismo
hecho, penal y administrativo, el órgano administrativo queda vinculado a lo que en el proceso
penal se haya declarado como probado o improbado. 6. En el presente caso, la controversia constitu­
cional se centra en establecer si la opinión del representante del Ministerio Público, recaída en el dicta­
men [...] por la procedencia del principio de oportunidad, la abstención de promover la acción penal en
contra del beneficiario por el delito contra la seguridad pública cometido y el archivo definitivo de los
actuados, y la posterior imposición de la sanciónjidministrativa de suspensión de licencia de conducir,
vulnera el principio ne bis in idem. 7. Al respecto, el Tribunal Constitucional ha señalado en la STC
2050-2002-AA/TC [§ 69] que dicho principio se encuentra implícito en el derecho al debido proceso,
reconocido por el inciso 2) del artículo 139°, de la Constitución Política del Perú [...]. 8. Como ya lo
ha expuesto este Tribunal, dicho principio determina una interdicción de la duplicidad de procesos o
de sanciones, administrativas o penales, o entre ellas, respecto a un mismo sujeto, un mismo hecho y
♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL
Art. III TÍTULO PRELIMINAR 42

con identidad de fundamento, sin embargo, un mismo hecho no puede existir y dejar de existir para los
órganos del Estado, lo que habilita a que en el supuesto de existencia de una dualidad de procedimien­
tos sobre un mismo hecho, penal y administrativo, el órgano administrativo queda inexorablemente
vinculado a lo que en el proceso penal se haya declarado como probado o improbado, puesto que el
derecho penal tiene preeminencia sobre el derecho administrativo. (Exp. N .° 2405-2006-PHC/TC, del
17-04-2006 [Web: 25-05-2007 / EP: 04-08-2007], ff. jj. 6, 7 y 8. Texto completo: <bit.ly/2UNttls>).
§ 73. La doble dimensión para el cumplimiento del ne bis in ídem. Principio de oportuni­
dad aplicado por el fiscal no impide sanción administrativa. 6. En el presente caso, la controversia
constitucional se centra en establecer si la opinión del representante del Ministerio Público, [...]. por
la procedencia del principio de oportunidad, la abstención de promover la acción penal en contra del
beneficiario por el delito contra la seguridad pública cometido y el archivo definitivo de los actuados,
y la posterior imposición de la sanción administrativa de suspensión de licencia de conducir, vulnera
el principio ne bis in ídem. 7. [...] [El] Tribunal Constitucional ha señalado en la STC 2050-2002-AA/
T C [§ 69] [...], tiene una doble dimensión. [...] en su vertiente material garantiza el derecho a no ser
sancionado dos o más veces por la infracción de un mismo bien jurídico, pues guarda conexión con los
principios de legalidad y proporcionalidad; en su dimensión procesal, no ser sometido a juzgamiento
dos o más veces por un mismo hecho, es decir, que se inicien dos o más procesos con el mismo objeto,
siempre y cuando exista identidad de sujeto, hecho y fundamento, puesto que tal proceder constituiría
un exceso del poder sancionador, contrario a las garantías propias del Estado de Derecho. 8. Como ya
lo ha expuesto este Tribunal, dicho principio determina una interdicción de la duplicidad procesos o de
sanciones, administrativas o penales, o entre ellas, respecto a un mismo sujeto, un mismo hecho y con
identidad de fundamento, sin embargo, un mismo hecho no puede existir y dejar de existir para los ór­
ganos del Estado, lo que habilita a que en el supuesto de existencia de una dualidad de procedimientos
sobre un mismo hecho, penal y administrativo, el órgano administrativo queda inexorablemente vincu­
lado a lo que en el proceso penal se haya declarado como probado o improbado, puesto que el derecho
penal tiene preeminencia sobre el derecho administrativo. [...] 11. Para que configure infracción del ne
bis in ídem, que exista identidad de sujeto hecho y fundamento, lo que, evidentemente, no concurre
en el caso que ahora se analiza; en efecto, no se aprecia vulneración de dicho principio en su aspecto
procesal ni mucho menos en su connotación material, debido a que, si bien se investigó preliminar­
mente al favorecido a nivel del Ministerio Público, emitiendo opinión por la procedencia del principio
de oportunidad, la abstención de la acción penal y el archivamiento definitivo de lo actuado en dicha
sede, ello no comporta de ningún modo un proceso de carácter sancionatorio; dicho de otro modo,
no hubo juzgamiento en su contra. Asimismo, el levantamiento del “Acta de Acuerdo Reparatorio para
la Aplicación del Principio de Oportunidad” [...] mal puede suponer que [...] se haya manifestado el
ius puniendi estatal, puesto que el poder de persecución penal ejercido por el Ministerio Público no
configura actividad jurisdiccional; más aún, las resoluciones fiscales no constituyen ius decidendi. Al
respecto, tal como este Colegiado sostuvo en la sentencia recaída en el expediente N .° 3960-2005-
PH C /T C , “ (...) la función del Ministerio Público es requiriente, es decir, postulante y, en ningún caso,
decisoria ni sancionatoria, habida cuenta que no tiene facultades coactivas ni de decisión directa para la
apertura de instrucción penal”, por lo tanto, su accionar, conforme al ordenamiento legal, no comporta
amenaza o violación de la libertad personal ni sus derechos conexos, como en el caso de autos, en el que
la resolución fiscal cuestionada [...] no pudo contener contraria decisión, pues distinta determinación
excedería las atribuciones que expresamente confiere la ley al Ministerio Público. (Exp. N .° 2405-2006-
PH C /T C , del 17-04-2006 [Web: 25-05-2007 / EP: 04-08-2007], ff. jj. 6, 7, 8 y 11. Texto completo:
<bit.ly/2UNttls>).
§ 74. No constituye un supuesto de ne bis in idem el hecho que un delito sea similar en moda­
lidades factuales frente a otro. 10. En el caso de autos, los recurrentes denuncian que la Resolución
1 [...] resulta vulneratoria del principio ne bis in ídem, pues a través de ella se habría abierto una nueva
instrucción penal contra los mismos sujetos, por los mismos hechos y con los mismos fundamentos que
se hicieron respecto del inicio del proceso penal acumulado 00212-2011-00213-2011; sin embargo,

nom os & thesis


43 TITULO PRELIMINAR Art. IV
este Tribunal advierte que los presupuestos del ne bis in ídem (identidad de sujeto, hecho y funda­
mento) no concurren de manera simultánea de modo tal que configure la violación a este principio
constitucional. Si bien los sujetos en los dos casos penales son los mismos, los hechos materia del inicio
del proceso penal cuestionado son distintos a los que sustentan el inicio del proceso penal acumulado.
En efecto: a) Los hechos del primero caso penal (el acumulado) están referidos a la venta ilegal de los
predios [...] de la manzana K y [...] de la manzana S [...] en agravio de don DSO, CAT y doña MM H,
pues los recurrentes habrían concertado y efectuado la venta de predios que no les pertenecen a través de
documentos (minutas) que dieron cierta credibilidad a sus acciones ilícitas con los que aparecen como
propietarios cuando no lo son, conducta de los actores penales que el juzgador subsumió en el delito de
estelionato, b) Los hechos del segundo caso penal, que sustentan la resolución cuya nulidad se pretende
(Expediente 00320-2013), se encuentran referidos a la venta de lotes de terreno y adjudicación que los
recurrentes hicieron a doña HML, DCS, FOP, AMH, GM H, IQ Q y otros, personas agraviadas antes
las cuales JC P y JART, se hicieron aparecer como propietario-vendedores, para lo cual se elaboraron
minutas de compra-venta, engaño planificado en el que RT se desempeñaba como presidente de una
asociación de vivienda que se formó para tal fin, JCP fungía como dueño del predio y suscribía las
minutas junto a JA R T y EQ C se encargaba de cobrar los diferentes montos de dinero en su cuenta de
ahorros en donde los agraviados procedieron a realizar los depósitos de diferentes montos de dinero,
conducta de los actores penales que el juzgador subsumió en los delitos de estafa genérica y estelionato.
11. De lo expuesto en el fundamento anterior, este Tribunal aprecia que la resolución judicial cuya nu­
lidad se solicita [...] no manifiesta una doble persecución que presente la concurrencia simultánea de los
elementos constitutivos del ne bis in ídem (identidad de sujeto, hecho y fundamento), pues, si bien los
hechos guardan relación, respecto de la modalidad de la comisión de los delitos imputados en el primer
proceso penal (el acumulado), refieren a indicios sobre ventas de terrenos lotizados realizadas a distintas
personas que en el primer caso penal, lo cual evidentemente constituye un hecho distinto respecto del
cual el juzgador ordinario ha decidido abrir el proceso penal a efectos de determinar la responsabilidad
penal, de los denunciados; escenario que no manifiesta la vulneración del principio ne bis in ídem y
que, por tanto, comporta la desestimación de la demanda en cuanto a este extremo concierne. (Exp.
N .° 00929-2014-PHC/TC, del 11-11-2016 [Web: 30-11-2017 / EP: 04-01-2018], £ j. 10. Texto
completo: <bit.ly/2UnWnZ7>).
§ 75. Ne bis in ídem, El archivo fiscal por calificar que la conducta investigada no es delito,
impide que se pueda volver a denunciar por este mismo hecho incluso a otros sujetos. 20. a) En
cuanto al primer elemento de la identidad de la persona perseguida penalmente {identidad subjetiva) en
variosprocesos, si bien es una condición esencial para el efecto negativo del principio, es decir, para evitar
un persecución nueva, cuando la anterior ya ha terminado o se inicia otra al mismo tiempo. Este Tribu­
nal considera que la necesidad de cumplimiento de este requisito resulta inexigible si se desvirtúa mediante
resolución firm e (sea ésta judicial ofiscal) el carácter antijurídico del hecho perseguido. Ello hace jurídica­
mente imposible el procesamiento a otras personas distintas al sujeto pasivo del proceso originario en
tanto la cosa juzgada no sólo produce efecto frente a él sino -como en el presente caso- frente a terceros.
(Exp. N .° 2725-2008-PHC/TC [caso Roberto Boris Chauca Temoche et a l], de 22-09-2008 [Web: 02­
10-2008 / EP, 04-11-2008], f. j. 20. Texto completo: <bit.ly/2GcPQcx>).

Artículo IV: Titular de la acción penal

1. El Ministerio Público es titular del ejercicio público de la acción penal en los delitos y tiene el deber de
la carga de la prueba. Asume la conducción de la investigación desde su inicio, decidida y proactivamente
en defensa de la sociedad.
2. El Ministerio Público está obligado a actuar con objetividad, indagando los hechos constitutivos
de delito, los que determinen y acrediten la responsabilidad o inocencia del imputado. Con esta finalidad
conduce y controla jurídicamente los actos de investigación que realiza la Policía Nacional.

♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL


Art. IV TÍTULO PRELIMINAR 44

3. Los actos de investigación que practica el Ministerio Público o la Policía Nacional no tienen carácter
jurisdiccional. Cuando fuera indispensable una decisión de esta naturaleza la requerirá del órgano jurisdic­
cional, motivando debidamente su petición.
4. El Ministerio Público en el ejercicio de sus funciones debe tener en cuenta la organización adminis­
trativa y funcional de la Policía Nacional de conformidad con sus leyes y reglamentos.(1) (a)

NOTA DE ACTUALIZACIÓN
(1) Artículo m odificado por el artículo 3 de la Ley N.° 30076 (EP, 19-08-2013).

PROTOCOLOS, REGLAMENTOS, LINEAMIENTOS, GUÍAS Y DIRECTIVAS


(a) Manual para el desarrollo del plan de investigación (aprobado por la Resolución N.° 1700-2013-M P-FN de 14-06-2013).
Véase el texto com pleto en: <bit.ly/2Ucqzam>.

DOCTRINA JURISPRUDENCIAL VINCULANTE DE LA CORTE SUPREMA

§ 76. Excepciones de oficio. Adecuación del proceso común a un proceso inmediato. Véase la
jurisprudencia del artículo 6o del Nuevo Código Procesal Penal [§ 209]. (Casación N .° 243-2016-La
Libertad, del 17-07-2018, que estableció como doctrina jurisprudencial vinculantes los ff. jj. 9 y 10.
Primera Sala Penal Transitoria [EP, 23-08-2018, Jurisprudencia, Año XXVII, N .° 1086, p. 8097]. Texto
completo: <bit.ly/2IRYRuj>).
§ 77. Adecuación del proceso común a un proceso inmediato. Excepciones de oficio. Interven­
ción en flagrancia. Véase la jurisprudencia del artículo 446° del Nuevo Código Procesal Penal [§ 1893].
(Casación N .° 244-2016-La Libertad, del 20-07-2018, que estableció como doctrina jurisprudencial
vinculantes los ff. jj. 9 y 10. Primera Sala Penal Transitoria [EP, 23-08-2018, Jurisprudencia, Año XX­
VII, N .° 1086, p. 8095]. Texto completo: <bit.ly/2Uc5996>).
§ 78. Competencia y límites del Tribunal Revisor, cuando interviene en segunda y definitiva ins­
tancia. Tribunal revisor puede variar la calificación jurídica realizada respecto de los hechos en pri­
mera instancia y no invocada por las partes. Véase la jurisprudencia del artículo 409° del Nuevo Código
Procesal Penal [§ 1677]. (Casación N .° 430-2015-Lima, de 28-06-2016, que establece como doctrina
jurisprudencial los ff. jj. 18 al 22, particularmente el 18. Sala Penal Transitoria [EP, 26-07-2016, Jurispru­
dencia, Año XXV, N .° 1018, pp. 7503-7508]. Texto completo: <bit.ly/2GjTGOM>).

JURISPRUDENCIA DE LA CORTE SUPREMA

§ 79. Titular de la acción penal. Sexto. [...] [R]especio del pedido del impugnante para integrar la
sentencia, porque no se dispuso la remisión de copias al Ministerio Público para identificar e investigar
al conocido como “Saturno”, quien también habría agredido sexualmente a la menor -según informe
psicológico-, el mismo deviene improcedente ya que conforme al artículo once de la Ley Orgánica del
Ministerio Público, compete a dicha institución -a través de sus Fiscales- el ejercicio de la acción penal,
lo contrario sería subrogarse a dicha función que motivaría una causal de nulidad sancionada en el inci­
so uno del artículo doscientos noventa y ocho del Código de Procedimientos Penales, por lo que se deja
a salvo su derecho para que lo ejercite con arreglo a ley [...]. (R. N. N .° 300-2010-Ica, de 26-07-2010,
£ j. 6. Sala Penal Permanente. Referencia: JPenalCorteSuprema, p. 215 <bit.ly/2phVqR2>).
§ 80. Funciones del Ministerio Público. Tercero. [...] 3.1. [El] Ministerio Público [...] tiene por
responsabilidad el acreditar y demostrar de manera fehaciente, a través de la actividad probatoria y, de
las pruebas de cargo, los extremos de su acusación fiscal, desarrolladas y ofrecidas necesariamente ante
un juez penal, quien debe llegar a la convicción, en grado de certeza, para arribar a la construcción una
sentencia condenatoria, de lo contrario, debería de expedirse una sentencia cuyo contenido sea absolu­
torio, al mantenerse incólume e inquebrantable el derecho de presunción de inocencia que toda persona
tiene cuando ingresa a un proceso penal [...]. (R. N. N .° 897-2014-Lima, de 09-10-2014, f. j. 3. Sala
Penal Permanente. Texto completo: <bit.ly/lR57zvX>).
nom os & th e sis
45 TITULO PRELIMINAR Alt IV
§ 81. El Fiscal debe probar los cargos, por lo que al amparo del principio de celeridad procesal
y de la garantía de interdicción de las dilaciones indebidas, cabe desestimar el planteamiento de la
Fiscalía Suprema. Quinto. [...] Quien debe probar los cargos es el Fiscal y su falta de aporte probatorio,
visto el tiempo transcurrido, al amparo del principio de celeridad procesal y de la garantía de interdic­
ción de las dilaciones indebidas, no puede determinar la concesión de otra oportunidad al Ministerio
Público para probar su imputación, por lo que cabe desestimar el planteamiento de la Fiscalía Suprema
en este ámbito [...]. (R. N. N .° 2294-2015-Cusco, de 18-04-2016, £ j. 5. Sala Penal Transitoria. Texto
completo: <bit.ly/2akzhL8>).

§ 82. En caso el fiscal declare no haber mérito para pasar a juicio oral y esta decisión sea ra­
tificada mediante dictamen emitido por el Fiscal supremo, el órgano jurisdiccional deberá dar
por concluido al proceso, no pudiendo pronunciarse sobre una impugnación interpuesta ante la
decisión del fiscal. 2.1. En atención a lo precisado en el sustento normativo, es el Ministerio Público
el órgano al que la Constitución ha encomendado la función persecutoria, destinada a la aplicación del
Derecho Penal a los infractores de las normas jurídico penales; es trascendente observar los alcances
del proceso penal esencialmente acusatorio, que se han fijado al atribuir a la Fiscalía la titularidad de la
acción penal en régimen de monopolio. 2.2. Está claro que el sistema acusatorio exige que alguien inste
la constitución de un proceso penal, que la actividad persecutora del delito se promueva externamente
al propio Poder Judicial y que, por tanto, queden separadas las funciones de acusar y juzgar; si bien el
Ministerio Público es un órgano estatal que desarrolla una función pública, ello permite diferenciar, al
interior del Estado, ésas dos funciones y evitar que un mismo órgano concentre ambos roles. 2.3. No
existe pretensión penal por el órgano encargado de ejercitarla, puesto que el titular de la Cuarta Fiscalía
Superior Penal del Distrito Fiscal de Lima, opinó que se declare no haber mérito para pasar a juicio oral,
en tanto no obran medio probatorios suficientes, pertinentes y conducentes para demostrar la comisión
del delito; posición que ha sido asumida por la Fiscalía Suprema en lo Penal, órgano jerárquicamente
superior, que opinó que se debe declarar no haber nulidad, es decir, se encontró conforme con el ar­
chivo del proceso. Bajo las reglas del principio de jerarquía y acusatorio se ha diluido la imputación
penal; técnicamente, el titular de la acción penal, a nombre del pueblo peruano, ha obrado de modo
que equivale al desistimiento de la persecución del delito, tal como se aprecia en el referido Dictamen
Fiscal Supremo; por lo que, aunque la Procuraduría Pública recurrió, al no existir pretensión punitiva,
no es posible atender sus agravios. 2.4. En consecuencia, el órgano jurisdiccional no puede proseguir
con un proceso en el que no existe carga en contra de los encausados (nemo iudexsine actoré)\ y, por ello,
corresponde declarar la culminación de la causa, dejando subsistente la resolución venida en grado. (R.
N. N .° 3113-2014-Callao, del 15-11-2016, ff. jj. 2.1 al 2.4. Sala Penal Transitoria. Texto completo:
<bit.ly/2H2Uqen>).

§ 83. Ante la falta de acusación por parte del Ministerio Público, el órgano jurisdiccional no
puede emitir pronunciamiento respecto a un apartamiento de la jurisprudencia vinculante. D éci­
mo. [...] [En] el Exp. N .° 2005-2006-PHC/TC [§ 323], señala [...]: “La primera de las características
del principio acusatorio mencionadas guarda directa relación con la atribución del Ministerio Público,
reconocida en el art. 159 de la Constitución, entre otras, de ejercitar la acción penal. Siendo exclusiva
la potestad del Ministerio Público de incoar la acción penal y de acusar, a falta de esta, el proceso debe .
llegar a su fin [...]. De acuerdo a la ya reseñada característica del principio acusatorio, la falta de acusa­
ción impide cualquier omisión de sentencia condenatoria, máxime si el fiscal tuvo la opción, en vez de
abusar, de solicitar la ampliación de la instrucción. En caso el fiscal decida no acusar, y dicha resolución
sea ratificada por el fiscal supremo (en el caso del proceso ordinario) o por el fiscal superior (para el
caso del proceso sumario), al titular de la acción penal desistido de formular acusación, el proceso debe
llegar a su fin. Dichos prepuestos, en tanto ostentan respaldo institucional, no pueden ser soslayados
en la presente resolución, máxime si uno de los fines del recurso de casación consiste en unificar de la
jurisprudencia, garantizando el valor de la seguridad jurídica y la igualdad en la interpretación y aplica­
ción judicial de las normas”. D écim o prim ero. En ese sentido, en el caso concreto, [...] aun cuando el
abogado de la Procuraduría Pública de la Superintendencia de Nacional de Administración Tributaria

♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL


Art. IV TÍTULO PRELIMINAR 46

expone las razones por las cuales considera que existiría un apartamiento de los lincamientos estableci­
dos por la Corte Suprema de Justicia en el Acuerdo Plenario N .° 2-2009/CJ-116, es menester señalar
que por mandato constitucional corresponde al Ministerio Público la persecución del delito -vease del
art. 159.5 de la Constitución-, no siendo posible que este Supremo Tribunal valore el fondo de la con­
troversia, pues no solo se vulneraría el principio acusatorio que impide al órgano jurisdiccional asumir
funciones acusatorias, reservadas solo al Ministerio Público, sino que se lesionaría el ámbito propio de
las atribuciones de esta institución como órgano autónomo de derecho constitucional reconocido por
el art. 158 de la Constitución. (Casación N .° 222-2012-Arequipa, del 19-09-2013, ff. jj- 10 y 11. Sala
Penal Permanente. Texto completo: <bitly/2F3TRxs>).
§ 84. Si el fiscal no formula acusación, le está vedado al órgano jurisdiccional ordenar al
fiscal que acuse y, menos, asumir un rol activo en la acusación. Tercero. De la revisión y análisis
del expediente, se advierte que el señor Fiscal de la Fiscalía Provincial Mixta de Hauncane, en su
dictamen [...] solicitó el sobreseimiento y subsiguiente archivo definitivo de la presente causa, al
estimar la inexistencia de indicios inculpatorios suficientes para formular acusación, que dicho pe­
dido fue acogido por señor juez del Juzgado Penal Liquidador de Huancané, de la Corte Superior de
Justicia de Puno; quien mediante resolución [...] del 19 de abril de 2010, dispuso el sobreseimiento
de la instrucción y ordenó el archivamiento definitivo a favor de los encausados RC, Ce de R, RC,
C M y MA, por los delitos contra el patrimonio en su modalidad de usurpación agravada-despojo
de la propiedad, y en la modalidad de daños-daño simple, en perjuicio de BC. C uarto. Dicha de­
cisión fue apelada por el recurrente [...], y elevados los autos al superior, se remitieron a la Fiscalía
Superior Penal de San Román-Juliaca, para que emita el dictamen de Ley. El representante de dicha
fiscalía [...] opinó porque se declare nulo el auto de sobreseimiento, al considerar que el A quo
no la motivó suficientemente, pues sustentó la decisión en medios de prueba que favorecen a los
procesados, mas no aquellos actuados por la parte agraviada, con lo que implícitamente desaprobó
el dictamen del Fiscal Provincial. Q uinto. [En] tal sentido, y como este Supremo Tribunal en rei­
terada jurisprudencia sostiene que si el fiscal no formula acusación, más allá de invocar el control
jerárquico, le está vedado al órgano jurisdiccional ordenar al fiscal que acuse y, menos, asumir un rol
activo en la acusación; no obstante, y como excepción a dicha regla, solo es posible la anulación del
procedimiento cuando de modo especialmente relevante se afecte el derecho a la prueba de la parte
civil, o la decisión fiscal incurra en notorias incoherencia, contradicciones o defectos de contenido
que ameriten un nuevo pronunciamiento fiscal; y, en su caso, la ampliación de la propia instrucción
(leer al respecto la Ejecutoria Vinculante emitida por la Sala Penal Permanente con fecha 13 de abril
de 2007, recaída en la Queja N .° 1678-2006 [§ Í469]). Sexto. Que de acuerdo con los términos
de la opinión de la señora Fiscal Suprema en lo Penal [...], se tiene que la resolución cuestionada
incurrió en causal de nulidad insubsanable, al considerar [...] que existiría doble conformidad de
parte del Ministerio Público respecto al pedido de sobreseimiento, lo cual no es cierto porque como
se anotó precedentemente la Fiscalía Superior consideró que la decisión impugnada se debía anular,
porque se habría afectado el derecho a la prueba de la parte civil. (R. N. N .° 852-2015-Puno, del
14-03-2016, ff. jj. 3 al 6. Sala Penal Transitoria. Texto completo: <bit.ly/2JbPjKC>).
§ 85* La carga de la prueba. Sexto. [El] representante del Ministerio Público, como titular de
la carga de la prueba [...] no logró probar los extremos de su acusación [...]; que en virtud al princi­
pio “carga de la prueba” quien afirme la culpabilidad de una persona debe probarla [...]. (R. N. N .°
1170-2010-Apurímac, de 10-05-2011, f. j. 6. Sala Penal Permanente. Texto completo: <bit.ly/2bMSs-
Rb>).
§ 86. Inversión de la carga de la prueba. Quinto. [El] principio de inversión de la carga de la
prueba establece que quien tiene la obligación de demostrar la responsabilidad de una persona sindicada
como autor o partícipe de un delito, es quien ha introducido la pretensión incriminatoria, lo que le co­
rresponde en el presente caso al representante del Ministerio Público [...]. (R. N. N .° 1142-2010-Apu­
rímac, de 05-05-2011, f. j. 5. Sala Penal Permanente. Texto completo: <bit.ly/2bKYsso>).

nom os & th e sis


47 TÍTULO PRELIMINAR Art.V
JURISPRUDENCIA DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL

§ 87. No puede cuestionarse en sede constitucional el criterio del Ministerio Publico para ar­
chivar una investigación. 1. En la sentencia emitida en el Expediente 00987-2014-PA/TC, publicada
en el diario oficial El Peruano el 29 de agosto de 2014, este Tribunal estableció, en el fundamento 49,
con carácter de precedente, que se expedirá sentencia interlocutoria denegatoria, dictada sin más trámi­
te, cuando concurra alguno de los siguientes supuestos, que igualmente están contenidos en el artículo
11 del Reglamento Normativo del Tribunal Constitucional, los cuales se presentan cuando: a) Carezca
de fundamentación la supuesta vulneración que se invoque, b) La cuestión de Derecho contenida en el
recurso no sea de especial trascendencia constitucional, c) La cuestión de Derecho invocada contradiga
un precedente del Tribunal Constitucional, d) Se haya decidido de manera desestimatoria en casos
sustancialmente iguales. [...] 4. En el caso de autos, el recurrente solicita la nulidad de la Disposición
Fiscal [...] que decide no formalizar ni continuar investigación preparatoria contra YYLZ, por la pre­
sunta comisión de delitos contra la Administración Pública, ejercicio ilegal de la profesión y contra la
fe pública, falsificación de documentos y falsedad ideológica, por lo que ordena el archivo definitivo de
10 actuado. Asimismo, solicita la nulidad de la Disposición Fiscal [...], que declara infundado el reque­
rimiento de elevación de actuaciones contra la disposición referida anteriormente. Alega la vulneración
de sus derechos a la debida motivación, al debido proceso y a la tutela jurisdiccional efectiva. 5. El
Tribunal Constitucional estima que tanto la subsunción del evento ilícito al supuesto de hecho previsto
en la norma como el ejercicio de la acción penal son atributos del representante del Ministerio Público.
Asimismo, considera que recabar la prueba al momento de formalizar denuncia es un asunto específico
que debe ser dilucidado únicamente por la justicia penal, salvo cuando no haya la menor duda de la
afectación de un derecho fundamental. Ello no ocurre en autos, siendo evidente que lo que se cuestiona
es el criterio del Ministerio Público para archivar la investigación. Por consiguiente, el presente recurso
debe ser desestimado. 6. En consecuencia, y de lo expuesto en los fundamentos 2 a 5 supra, se verifica
que el presente recurso de agravio ha incurrido en la causal de rechazo prevista en el acápite b) del fun­
damento 49 de la sentencia emitida en el Expediente 00987-2014-PA/TC y en el inciso b) del artículo
11 del Reglamento Normativo del Tribunal Constitucional. Por esta razón, corresponde declarar, sin
más trámite, improcedente el recurso de agravio constitucional. (Exp. N .° 03916-2014-PA/TC, del
26-04-2016 [Web: 28-06-2016], ff. jj. 1, 4, 5 y 6. Texto completo: <bit.ly/2Y3zM2Q>).

Artículo V. Competencia judicial

1. Corresponde al órgano jurisdiccional la dirección de la etapa intermedia y, especialmente, del juzga­


miento, así como expedir las sentencias y demás resoluciones previstas en la Ley.
2. Nadie puede ser sometido a pena o medida de seguridad sino por resolución del órgano jurisdiccional
determinado por la Ley.

DOCTRINA JURISPRUDENCIAL VINCULANTE DE LA CORTE SUPREMA

§ 88. Juez del colegiado reemplazado, que presenció gran parte del contradictorio durante
el juicio oral, puede volver e intervenir hasta la sentencia. Derecho del juez natural y el princi­
pio de inmediación. Véase la jurisprudencia del artículo 339° del Nuevo Código Procesal Penal [§
1483]. (Casación N .° 736-2016-Ancash, de 26-07-2017, que estableció como desarrollo de doctrina
jurisprudencial los fundamentos 2.4.3 y 2.5.8.2. Sala Penal Permanente [EP, 10-11-2017, Jurispruden­
cia, Año XXVI, N .° 1063, p. 7963]. Texto completo: <bit.ly/2FAoKsj>).

JURISPRUDENCIA DE LAS CORTES SUPERIORES

§ 89. Control de legalidad. IV [...] 4.1. [...] Ante una denuncia penal y conforme ha sostenido el
tratadista San Martín Castro, “El Juez Penal tiene un control de legalidad sobre el ejercicio de la acción

♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL


Art. VI TITULO PRELIMINAR 48

penal, por lo que el procesamiento de quien resulte emplazado por el Fiscal requiere autorización o
decisión judicial. Sin embargo, esa autorización o resolución judicial no es automática, el Juez no actúa
como simple receptor del procesamiento dispuesto por el Ministerio Público. En su misión de garante
de los derechos individuales de las personas, especialmente de quienes están sujetas a una persecución
penal, el juez debe evaluar si la promoción de la acción penal se amolda a los requisitos que establece
la ley procesal, es decir, le corresponde un papel de defensor del ordenamiento jurídico...” (Exp. N .°
34432-2010-1, de 14-09-2011, £ j. IV.4.1. Sexta Sala Especializada en lo Penal para Procesos con Reos
Libres de la Corte Superior de Justicia de Lima. Texto completo: <bit.ly/2cELIk3>).

JURISPRUDENCIA DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL

§ 90. Juez natural. 3. En ese sentido, al realizarse el acto del juicio oral, sustentado en una acusa­
ción fiscal suscrita por un miembro del Ministerio Público no identificado, y al mismo tiempo llevarse
adelante el juzgamiento oral y posterior condena por magistrados cuya identidad se desconocía, lesionó
el derecho a ser juzgado por un juez o tribunal competente, imparcial e independiente, toda vez que la
actora estaba en la incapacidad de conocer con certeza quiénes eran los que la juzgaban. [...] (Exp. N .°
2192-2002-H C/TC [caso Brígida Marcela Novena Tolentino], del 14-10-2002 [Web: 09-05-2003 / EP,
09-05-2003], £ j. 3. Texto completo: <bit.ly/2TWLwG7>).
§ 91. Estricto respeto a los procedimientos previamente establecidos. No debe identifi­
carse el principio de legalidad con el principio de legalidad procesal penal. 15. [No] debe
identificarse el principio de legalidad con el principio de legalidad procesal penal. El primero,
garantizado por el ordinal “d” del inciso 24) del artículo 2 de la Constitución, se satisface cuando
se cumple la previsión de las infracciones y sanciones en la ley. El segundo, en cambio, enunciado
en el artículo 139.3, referido al aspecto puramente procesal, garantiza a toda persona el estricto
respeto de los procedimientos previamente establecidos, al prohibir que ésta sea desviada de la
jurisdicción predeterminada, sometida a procedimiento distinto o juzgada por órganos jurisdic­
cionales de excepción o por comisiones especiales. (Exp. N .° 8957-2006-PA/TC [caso Orlando
Alburqueque Jim énez.], del 22-03-2007 [Web: 27-06-2007 / EP, 28-07-2007], £ j. 15. Texto
completo: <bit.ly/2oT5BdY>).

Artículo VI: Legalidad de las medidas limitativas de derechos

Las medidas que limitan derechos fundamentalesy salvo las excepciones previstas en la Consti­
tución, sólo podrán dictarse por la autoridad judicial, en el modo, forma y con las garantías previstas
por la Ley. Se impondrán mediante resolución motivada, a instancia de la parte procesal legitimada.
La orden judicial debe sustentarse en suficientes elementos de convicción, en atención a la naturaleza
y finalidad de la medida y al derecho fundamental objeto de limitación, a sí como respetar el principio
de proporcionalidad.(a)

PROTOCOLOS, REGLAMENTOS, LINEAMIENT0S, G UÍAS Y DIRECTIVAS


(a) Registro y Control Biom étrico de Procesados y Sentenciados Libres (Directiva N.° 012-2008-CE-PJ, aprobado por el
Resolución A dm inistrativa N.° 270-2018-CE-PJ de 14-10-2008). Véase el texto com pleto en: <bit.ly/2Uyofph>.

JURISPRUDENCIA DE LAS CORTES SUPERIORES

§ 92. Principio de legalidad en la no aplicación de la adecuación de la prisión preventiva para


un caso antes de la modificatoria del Decreto Legislativo N .° 1307. Véase la jurisprudencia del
artículo 274° del Nuevo Código Procesal Penal [§ 1171]. (Exp. N .° 00308-2017-0-1501-JR-PE-01,
del 24-01-2017, £ j. 5. Primer Juzgado de Investigación Preparatoria Sede Central. Corte Superior de
Justicia de Junín. Texto completo: <bit.ly/20g7Sw3>).

nom os & th e sis


49 TÍTULO PRELIMINAR Alt VII
JURISPRUDENCIA DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL

§ 93. Fundamento del principio de proporcionalidad. 195. El principio de proporcionalidad es


un principio general del derecho expresamente positivizado, cuya satisfacción ha de analizarse en cual­
quier ámbito del derecho. En efecto, en nuestro ordenamiento jurídico, éste se halla constitucionalizado
en el último párrafo del artículo 200 de la Constitución. En su condición de principio, su ámbito de
proyección no se circunscribe sólo al análisis del acto restrictivo de un derecho bajo un estado de ex­
cepción, pues como lo dispone dicha disposición constitucional, ella sirve para analizar cualquier acto
restrictivo de un atributo subjetivo de la persona, independientemente de que aquel se haya declarado
o no. Y las penas, desde luego, constituyen actos que limitan y restringen esos derechos de la persona.
(Exp. N .° 010-2002-AI/TC [caso Marcelino Tineo Silva y más de 5,000 ciudadanoj], del 03-01-2003
[Web: 04-01-2003 / EP, 04-01-2003], f. j. 195. Texto completo: <bit.ly/2TPZlax>).
§ 94. El test de proporcionalidad. 6. Este Tribunal ha afirmado que la legitimidad constitu­
cional de una limitación al ejercicio de los derechos fundamentales no se satisface con la observan­
cia del principio de legalidad. Al lado de esta garantía normativa de los derechos fundamentales,
el último párrafo del artículo 200° de la Constitución ha establecido la necesidad de que tal
restricción satisfaga exigencias de razonabilidad y proporcionalidad. Por virtud del principio de
razonabilidad se exige que la medida restrictiva se justifique en la necesidad de preservar, proteger
o promover un fin constitucionalmente valioso. Es la protección de fines constitucionalmente
relevantes la que, en efecto, justifica una intervención estatal en el seno de los derechos fundamen­
tales. Desde esta perspectiva, la restricción de un derecho fundamental satisface el principio de
razonabilidad cada vez que esta persiga garantizar un fin legítimo y, además, de rango constitucional.
Por su parte, el principio de proporcionalidad exige, a su vez, que la medida limitativa satisfaga los
subcriterios de idoneidad, necesidad y proporcionalidad en sentido estricto. El principio de idoneidad
comporta que toda injerencia en los derechos fundamentales debe ser idónea para fomentar un ob­
jetivo constitucionalmente legítimo, es decir, que exista una relación de medio a fin entre la medida
limitativa y el objetivo constitucionalmente legítimo que se persigue alcanzar con aquél. A su vez, en
el Fund. Jur. N .° 109 de la STC N .° 0050-2004-AI/TC [§ 941], este Tribunal afirmó que el principio
de necesidad impone al legislador adoptar, entre las diversas alternativas existentes para alcanzar el fin
perseguido, aquella que resulte menos gravosa para el derecho que se limita. Como tal, presupone la
existencia de una diversidad de alternativas, todas aptas para conseguir el mismo fin, debiendo ser la
escogida por el legislador aquella que genera menos aflicción sobre el derecho fundamental. Como
quiera que la elección entre diversas alternativas se encuentra dentro la esfera de discrecionalidad que
la Constitución ha brindado al Poder Legislativo, este Tribunal ha declarado que una medida será
innecesaria o no satisfacerá este segundo subprincipio cuando la adopción de un determinado medio
significa, o importa, un sacrificio desmesurado o manifiestamente innecesario, del derecho limitado.
Asimismo, en la misma STC N .° 0050-2004-AI/TC, este Tribunal destacó que “ [...] de acuerdo con
el principio de proporcionalidad, strictu sensu, para que una injerencia en los derechos fundamentales
sea legítima, el grado de realización del objetivo de ésta debe ser, por lo menos, equivalente o propor­
cional al grado de afectación del derecho fundamental, comparándose dos intensidades o grados: el de
la realización del fin de la medida examinada y el de la afectación del derecho fundamental” (Fund.
Jur. N .° 109). (Exp. N .° 2235-2004-AA/TC-2002-AI/TC [caso Grimaldo Saturdino Chong Vdsquez],
del 18-02-2005 [Web: 22-08-2005], f. j. 6. Texto completo: <bit.ly/2puwCpe>).

Artículo Vil: Vigencia e interpretación de la Ley procesal penal

1. La Ley procesal penal es de aplicación inmediata, incluso al proceso en trámite, y es la que rige
al tiempo de la actuación procesal. Sin embargo, continuarán rigiéndose por la Ley anterior, los medios
impugnatorios ya interpuestos, los actos procesales con principio de ejecución y los plazos que hubieran
empezado.

♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL


Art.VII TÍTULO PRELIMINAR 50

2. La Ley procesal referida a derechos individuales que sea más favorable al imputado, expedida con
posterioridad a la actuación procesal, se aplicará retroactivamente, incluso para los actos ya concluidos,
si fuera posible.
3. La Ley que coacte la libertad o el ejercicio de los derechos procesales de las personas, así como
la que limite un poder conferido a las partes o establezca sanciones procesales, será interpretada
restrictivamente. La interpretación extensiva y la analogía quedan prohibidas mientras no favorezcan
la libertad del imputado o el ejercicio de sus derechos.
4. En caso de duda insalvable sobre la Ley aplicable debe estarse a lo más favorable al reo.

ACUERDO PLENARIO DE LA CORTE SUPREMA

§ 95. Proceso penal inmediato reformado. Legitimación y alcances. “Evidencia delictiva” o


“prueba evidente” . Interpretación restrictiva de la ley que limite los derechos procesales. Véase la
jurisprudencia del artículo 446° del Nuevo Código Procesal Penal [§ 1891]. (Acuerdo Plenario N .°
2-2016/CJ-116, del 01-06-2016, que establece como doctrina legal los criterios expuestos en los fF.
jj. 7 al 1 2 y 15 al 24, particularmente el 7. II Pleno Jurisdiccional Extraordinario de las Salas Penales
Permanente y Transitoria de la Corte Suprema de Justicia [EP, 04-08-2016, Jurisprudencia, Año XXV,
N .° 1020, pp. 7522-7530]. Texto completo: <bit.ly/2FK4zeQ>).

DOCTRINA JURISPRUDENCIAL VINCULANTE DE LA CORTE SUPREMA

§ 96. Prórroga del plazo de investigación preparatoria que se requiera a partir del 01-07-2014
es la prevista en la Ley 30077, por constituir un nuevo acto procesal autónomo al plazo ordinario
de investigación preparatoria. Véase la jurisprudencia del artículo 342° del Nuevo Código Procesal
Penal [§ 1358]. (Casación N .° 309-2015-Lima [Caso Gregorio Santos], de 29-03-2016, que establece
como doctrina jurisprudencial lo establecido en los fF. jj. 12, 20 y 23 del rubro II. Fundamentos de
derecho. Sala Penal Permanente. Texto completo: <bit.ly/lqM0HyJ>).

JURISPRUDENCIA VINCULANTE DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL

§ 97. No existe un derecho adquirido para ser juzgado por el procedimiento vigente en el
momento de concretarse el hecho punible. Principio tempus regit actum. 12. Con relación a la
aplicación de las normas penales, este Tribunal ha manifestado, en reiterada jurisprudencia, que en
la aplicación de normas procesales penales rige el principio tempus regit actum, que establece que la
ley procesal aplicable en el tiempo es la que se encuentra vigente al momento de resolverse. (Exp. N .°
2496-2005-PH C/TC [caso Eva Rosario Valencia Gutiérrez], del 17-05-2005 [Web: 03-06-2005], f. j.
12 [vinculantes junto con los fF jj. 3, 5, 7, 8 y 13]. Texto completo: <bit.ly/2G4YFCw>).

JURISPRUDENCIA DE LA CORTE SUPREMA

§ 98. Aplicación del principio de ultractividad favorable al reo solo está vinculada a la norma
penal y no procesal. L a ley procesal penal es de aplicación inmediata. Cuarto . Que efectuada la
revisión que corresponde a los autos se advierte que el tema propuesto por el procesado recurrente, tiene
como sustento su disconformidad con la decisión del Tribunal Superior, de confirmar la prórroga del
plazo de la investigación preparatoria que se le sigue, pues en virtud a la vigencia de la Ley N .° 30077, se
dispuso la prolongación de la misma por treinta y seis meses. Al respecto considera que debe aplicarse el
principio de ultractividad favorable de la norma procesal penal, conforme a reiterada jurisprudencial del
Tribunal Constitucional. N o obstante, es de señalarse que el tema propuesto no reviste especial interés
casacional que amerite efectuar pronunciamiento a este Supremo Tribunal, no sólo porque la aplicación
del principio de ultractividad benigna esta taxativamente regulada en el artículo ocho [VII] del Código
Penal, sino además, porque está establecido que la aplicación favorable al reo solo está vinculada a la
norma penal y no procesal, siendo esta última de aplicación inmediata a su vigencia. (Calificación de

nom os & thesis


51 TITULO PRELIMINAR Art. VIII
Casación N .° 142-2015-Lima [Caso Belaunde Lossio], de 21-08-2015, f. j. 4. Sala Penal Permanente.
Texto completo: <bit.ly/lNsTgkG>).
§ 99. No cabe la aplicación retroactiva de un acuerdo plenario, ni de manera excepcional. En
materia penal toda excepción a la regla debe estar normada. Véase la jurisprudencia del artículo 433°
del Nuevo Código Procesal Penal [§ 1850]. (Casación N .° 50-2018-Lima, del 17-10-2018, ff. jj. 2.2.1
al 2.2.5. Sala Penal Permanente. Texto completo: <bit.ly/2T5PVGb>).

JURISPRUDENCIA D EL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL

§ 100. Rige la norma procesal del distrito judicial donde se realiza el proceso. 1 . El recurrente
interpone demanda de hábeas corpus solicitando que se disponga su inmediata libertad. Alega que se
vulnera su libertad toda vez que se encuentra detenido más de 22 meses en el proceso que se le sigue por
delito de tráfico de drogas sin que se emita sentencia de primer grado. Alega que el artículo 272° del
Nuevo Código Procesal Penal establece que el plazo máximo para los delitos declarados complejos será
de 18 meses, por lo que viene sufriendo un exceso de detención que vulnera su libertad individual. 2.
Al respecto es preciso indicar que si bien mediante Decreto Legislativo N .° 957 se promulgó el nuevo
Código Procesal Penal, su entrada en vigencia se está dando de manera progresiva. Así, conforme a
lo normado en el Decreto Supremo N .° 007-2006-JUS, el referido Código entrará en vigencia en el
Distrito Judicial del Callao, en el año 2007, Corte Superior ante la cual se sigue el proceso por delito
de tráfico ilícito de drogas contra el recurrente. En tal sentido, los plazos aplicables al proceso del de­
mandante se rigen por el Código Procesal Penal, Decreto legislativo N .° 638, del 27 de abril de 1991.
(Exp. N .° 8419-2006-H C/TC [caso Klaus Peter Benderoth], del 07-03-2007 [Web: 11-04-2007 / EP,
25-07-2007], ff. jj. 1-2. Texto completo: <bit.ly/2IJFlf6>).

Artículo VIII: Legitimidad de la prueba

1. Todo medio de prueba será valorado sólo si ha sido obtenido e incorporado al proceso por un proce­
dimiento constitucionalmente legítimo.
2. Carecen de efecto legal las pruebas obtenidas, directa o indirectamente, con violación del contenido
esencial de los derechos fundamentales de la persona.
3. La inobservancia de cualquier regla de garantía constitucional establecida a favor del procesado no
podrá hacerse valer en su perjuicio.

SENTENCIA PLENARIA DE LA CORTE SUPREMA

§ 101. Reglas vinculantes para la correcta aplicación de la prueba de ADN en los delitos se­
xuales. Es fundamental para este objetivo que se mantenga la cadena de custodia. 46. establecer
como doctrina legal, al amparo de los criterios expuestos en los fundamentos precedentes -que se asu­
mirán como pautas de interpretación en los asuntos judiciales respectivos-, los siguientes lincamientos
jurídicos: a. Que el examen de ADN es un medio de prueba científico de alta fiabilidad probabilística,
siempre que se observen todas las condiciones para control de todas las etapas del análisis: recojo, ob­
servación, análisis, contrastación de resultados, expresado en términos probabilísticos. Es fundamental
para este objetivo que se mantenga la cadena de custodia, b. Que, como medio de prueba puede
aplicarse en cualquier ámbito relacionado con la identificación de un sospechoso o de otra persona, a
condición que se respeten los criterios de legalidad, razonabilidad, proporcionalidad y uso del procedi­
miento idóneo, conforme a las normas del Código Procesal Penal, en materia de búsqueda de la prueba,
c. Que, en particular, en el ámbito de los delitos sexuales, el examen de A D N puede ser útil para la
formación de la prueba directa o de la prueba por indicios, siempre que la no exclusión del sospechoso
sea corroborada con otros elementos periféricos, d. Que las partes procesales y, en especial, los jueces
deben valorar con sentido crítico los informes periciales de A DN, conforme a las reglas de la sana crí-

♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL


Art. VIH TÍTULO PRELIMINAR 52

tica racional. Corresponderá su análisis individual como su examen correlacionado con otros medios
de prueba. (Sentencia Plenaria Casatoria N .° 2-2018/CIJ-433, del 18-12-2018, que estableció como
doctrina legal los fundamentos señalados en dicha sentencia y los lincamientos jurídicos precisados en
el £ j. 4 6 .1 Pleno Jurisdiccional Casatorio de las Salas Penales Permanente, Transitoria y Especial [EP,
20-12-2018, Jurisprudencia, Año XXVII, N .° 1098, p. 8199]. Texto completo: <bit.ly/2UUdq5T>).

DOCTRINA JURISPRUDENCIAL VINCULANTE DE LA CORTE SUPREMA

§ 102. La sola inobservancia de una norma procesal no implica necesariamente la exclusión


de los elementos de prueba derivados de la obtención de una prueba irregular. Diferencias con la
prueba ilícita. Registro de personas. Tenencia ilegal de armas. Véase la jurisprudencia del artículo
139° del Nuevo Código Procesal Penal [§ 689]. (Casación N .° 591-2015-Huánuco, de 17-05-2017,
que estableció como doctrina jurisprudencial vinculante los f£ jj. 16 al 22. Sala Penal Permanente [EP,
13-05-2018, Jurisprudencia, Año XXVII, N .° 1076, p. 8031]. Texto completo: <bit.ly/2TlPyq8>).

PLENOS JURISDICCIONALES

§ 103. L a prueba ilícita y la prueba prohibida. Prim ero. Por mayoría'. Las excepciones a la regla
de la prohibición de valorar las pruebas obtenidas con violación de la Constitución -sean éstas directas
o indirectas-, no deben ser reguladas por el legislador, sino que deben ser recogidas y desarrolladas por
la jurisprudencia nacional, ya que ello garantiza mejor el debido proceso y analiza el caso por caso. Se­
gundo. Por mayoría'. Admitir la valoración de una obtención ilícita de acuerdo a la doctrina de la buena
fe en el caso de flagrancia y siempre que esté bajo el control de la Fiscalía o el Juez Penal, y se utilice las
reglas de la experiencia, entendiéndose por ésta, la apreciación razonada que hace el Juez, de la justifica­
ción dada por los funcionarios policiales sobre la forma y circunstancias en que fue obtenida la prueba
ilícita, por haberse alegado que han actuado de buena fe. Tercero. Por unanimidad'. Admitir la valora­
ción de la prueba obtenida con infracción constitucional, siempre y cuando resulte beneficiosa para el
imputado, pues las prohibiciones probatorias son garantías a favor del imputado y en ningún caso su
inobservancia puede ser usada en su contra. C uarto. Por mayoría'. Admitir la valoración de la prueba
ilícita para terceros, bajo argumento que no existe identidad entre el titular del derecho violado y el su­
jeto que se condena (tercero). Quinto. Por mayoría'. Admitir la doctrina de la Ponderación de intereses,
entendiendo que un interés mayor prevalece sobre un interés menor. Y si bien, toda violación a derechos
fundamentales, por si ya es grave y acarrea la ilicitud de la prueba, el asunto cambia si lo sometemos
a la ponderación de interés de mayor intensidad, como los que se valoran cuando de por medio están
los bienes jurídicos concurrentes en la criminalidad organizada o en delitos de estructura compleja.
Sexto. Por mayoría'. Admitir la doctrina de la destrucción de la mentira del imputado, pues la prueba
ilícita no se usa para probar su culpabilidad, sino para acreditar la falsedad de la coartada del procesado.
Séptim o. Por mayoría'. Admitir la Teoría del riesgo, como excepción en casos como confesiones extra
judiciales e intromisiones domiciliarias y sus derivaciones, logrados por medio de cámaras y micrófonos
ocultos, escuchas telefónicas y grabaciones de conversaciones sin autorización judicial, informantes,
infiltrados, delatores, etc. Su justificación reside en el riesgo a la delación que voluntariamente asume
toda persona que ante otra hace revelaciones sobre un delito o realiza actividades relacionadas con éste.
Si el propio individuo no cuida sus garantías, no pretenda que lo haga un Juez. Se admite la validez de
la cámara oculta, cuando uno de los interlocutores lo consiente, pues su posterior testimonio es válido.
Similar posición se da en el caso que uno de los interlocutores por el teléfono grabe la conversación,
o, sea origen o destinatario de una carta o comunicación privada. Con esta teoría se otorga valor a las
pruebas obtenidas por particulares a través de cámaras ocultas. Se reconoce que en el caso del agente
encubierto, existe fuerte oposición pues se recusa el valor probatorio de la prueba obtenida a través
del engaño al inculpado. Sin embargo, dada la popularidad de esta metodología de la investigación en
los delitos contemporáneas, los acusados admiten seriamente la posibilidad de que su actividad ilícita
pueda ser infiltrada y a pesar de ello asumen el riego de realizar tales actividades, utilizando para ello,
personas no tan confiables, ni medios de comunicación confiables. Asumen, desde el inicio de que sus
actividades ilícitas estén siendo observadas, grabadas o infiltradas. Octavo. Por unanimidad'. Establecer

n om os & thesis
53 TITULO PRELIMINAR Alt VIII
que existen diferencias entre prueba ilícita y prueba irregular. Para comprender a plenitud las diferentes
teorías sobre la ilicitud de la prueba, es necesario distinguir entre obtención de la prueba (fuente) e
incorporación de la prueba (medio de prueba). La primera se da cuando en la obtención de la fuente
de prueba se transgrede un derecho fundamental del imputado. La segunda, se produce cuando se viola
una norma de carácter procesal al momento de la incorporación de una prueba al proceso. Para el caso
de la obtención de pruebas con violación de derechos fundamentales; la doctrina y la jurisprudencia
la han denominado indistintamente como prueba ilícita, prueba prohibida, prueba ilegítimamente
obtenida, ilegalmente obtenida. Y para el caso de las pruebas irregularmente incorporadas, también se
le ha llamado ilícita, incompleta o defectuosa, pero entendida como prueba ineficaz, si no es subsanada.
Noveno. Por unanimidad;. No cabe valorar una prueba incorporada irregularmente al proceso aunque
sea determinante para la afirmación de un delito, porque la Prueba irregular afecta al medio de prueba,
es decir su incorporación al proceso. Sancionado de acuerdo a la reglas de anulabilidad. Si el defecto no
se subsana y aunque a la vez sea prueba fundamental, no será posible su valoración. (Pleno Jurisdiccio­
nal Superior Nacional Penal de Trujillo, efectuado el 11-12-2004. Tema 3: La prueba ilícita y la prueba
prohibida. Texto completo: <bit.ly/2cMnWDc>).

JURISPRUDENCIA DE LA CORTE SUPREMA

§ 104. Prueba de valoración prohibida. Teoría de la ponderación de los intereses en conflicto.


El concepto jurisprudencial del “caso probable” . Décimo. Que los fundamentos para absolver a las
acusados GAN y M VM no son razonables; que, en el caso de la acusada GAN, es de tener en cuenta que
el derecho constitucional de inviolabilidad del domicilio no es absoluto, el mismo que establece en qué
casos y con qué justificativos podrá procederse a la entrada y registro a un predio, por consiguiente, la
propia Carta Magna autoriza restringir la libertad domiciliaria en supuestos excepcionales y calificados
-el artículo dos parágrafo nueve dice: Toda persona tiene derecho. “A lo inviolabilidad del domicilio.
Nadie puede ingresar en él ni efectuar investigaciones o registros sin autorización de la persona que la
habita o sin mandato judicial, salvo flagrante delito o muy grave peligro de su perpetración [...]” que
es así que la irrupción de las autoridades en un recinto resguardado por la inviolabilidad domiciliaria
sólo puede darse sin mandamiento judicial cuando en aquel lugar hay uno situación de flagrancia o es
inminente la consumación de una conducta punible, de tal manera que si no se dieran estas dos hipó­
tesis el allanamiento extrajudicial constituye una de los injerencias arbitrarias prohibidas no sólo por •
la Constitución Política del Estado sino también por instrumentos internacionales -el artículo décimo
sétimo numeral uno del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos dice: “Nadie será objeto de
injerencias arbitrarias o ilegales en [...] su domicilio [...]” y el artículo décimo primero, numeral dos,
de la Convención Americana sobre Derechos Humanos dice: “Nadie puede ser objeto de injerencias
arbitrarias o abusivas en [...] su domicilio [...]”; que de autos aparece que miembros de la DIRCOJE
venían efectuando un sigiloso seguimiento a los acusados M M A y a su conviviente GAN, quienes coha­
bitaban en el mismo inmueble, al punto que con el objetivo de la búsqueda y obtención de evidencias o
elementos de prueba que los vinculara o asociara con el atentado terrorista en el Centro Comercial “El
Polo”, contando con la anuencia y presencia del representarle del Ministerio Público y por la urgencia
del caso, en función a los signos evidentes o percepción sensorial de su vinculación delictiva en función
al seguimiento efectuado, decidieron ingresar a la vivienda, oportunidad en que fueron atendidos por la
acusada GAN quien por registrar una orden de captura (por delito de traición a la patria) fue aprehendi­
da; que en el registro domiciliario se halló evidencia pertinente y relevante, entre otros, ropa de MMA,
diversa documentación de claro contenido y vinculación terrorista y un costal con nitrato de amonio,
que convertido en anfo se utiliza en acciones de sabotaje o estragos; que si se asume la concepción o
“teoría de la ponderación de los intereses en conflicto”, es de puntualizar como sustento inicial de
esa línea teórica que ante un incumplimiento de un requisito de producción de un elemento probatorio
-ausencia de flagrancia delictiva en el caso de un allanamiento o entrada y registro- no necesariamente
sigue una prohibición de valoración, pues en esos casos, sin perjuicio de reconocer que en la generali­
dad de los mismos lo regla de exclusión tendrá plena operatividad, es de tener en cuenta, de un lado,
el peso de la infracción de procedimiento incurrida -en este caso, la inviolabilidad domiciliaria-, su

♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL


Art. VIII TÍTULO PRELIMINAR 54

importancia para la esfera jurídicamente protegida del afectado y la consideración de que la verdad no
debe ser investigada a cualquier precio, cuanto, por otro lado, los intereses de una efectiva persecución
penal -que no merme la confianza ciudadana en el proceso penal y la propia justicia, de suerte que en
casos singularmente graves y excepcionales es posible reconocer validez de valoración a una fuente de
prueba obtenida en esas circunstancias cuando, a final de cuentas, la vulneración denunciada, en el caso
concreto, importe una afectación de menor entidad frente a la gravedad del delito objeto de acredita­
ción -su propia dimensión como consecuencia del estrago generado- y, en especial, a las circunstancias
que determinaron su obtención, en la que la noción de urgencia o inevitabilidad y el comportamiento
y niveles de seguridad adoptados por lo autoridad legítima para la consecución de la evidencia será
determinante; que, en el presente caso, a posteriori, no sólo se tiene el concurso del Ministerio Publico
-que concede garantía de limpieza en el acto de intervención domiciliaria-, sino que con anterioridad
los factores que determinaron la incursión domiciliaria -lugar y tiempo de ejecución- y, en especial, las
diligencias de seguimiento previo y lo ya obtenido en la propia investigación hacen aplicable la doctrina
del denominado “caso probable” plasmada, por ejemplo, en la sentencia recaída en el asunto Souza
contra Estados Unidos resuelto por la Suprema Corte de Estados Unidos (1984), en cuya virtud se ate­
núa la regla de exclusión cuando una prueba se obtenga sin orden judicial siempre que se acredite que
en el momento del registro ya existían indicios suficientes para que el Juez la hubiera emitido de haberla
solicitado; que esto último ocurrió en el presente caso/pues estando acreditado que uno de los lugares
que visitaba el acusado M M A era la vivienda de la acusada GAN, ubicada en lo avenida Rimacpampa
sin número sector cuarto B Asentamiento Humano Balnearios - Ventanilla -quien por lo demas tema
una requisitoria por delito de Traición a la Patria-, era muy probable que en dicho predio se albergaría
a dirigentes, cuadros y militantes de la organización terrorista de Sendero Luminoso o bienes delictivos
vinculados a la misma: que es así que por lo relevante de la investigación en curso -el momento culmi­
nante y decisivo de la actuación policial fiscal-, la gravedad del delito cometido y el tiempo o momento
del propio acto de intervención que es trascendental en atención a que caída la noche, había pocos
efectivos policiales en ese momento y el lugar estaba relativamente aislado, incluso la propia encausada
mencionó que con motivo de su detención y de sus gritos advirtió que sus vecinos se acercaron al lugar
[...] decidieron intervenir simultáneamente a ambos acusados -con una diferencia de treinta minutos-,
y evitar de este modo que la acusada GAN sea avisada de la intervención policial de su conviviente
el acusado MMA, y que huyera o desapareciera evidencias comprometedoras: que justamente por la
oportuna intervención policial garantizada con la presencia del representante del Ministerio Público y
en presencia de dos de sus vecinos [...] es que se descubrió un cúmulo de evidencias señalados en el acta
[...] del expediente acumulado y que la vinculan no sólo con el acusado M M A sino con el delito de
terrorismo y específicamente con el atentado al Centro Comercial “El Polo” (en el acta [...] se verifico
que en el croquis encontrado en la vivienda de la acusada GAN figura como objetivo principal el Banco
de Crédito del Centro Comercial “El Polo”); que, por tanto, el objeto del allanamiento domiciliario
no ha sido desproporcionado con los propósitos legítimos perseguidos, tiene justificación razonable y
fue compatible con las circunstancias particulares del caso, por lo que no se está frente a una prueba
de valoración prohibida por existir una excepción razonable que la permite: que, en ese sentido, esta
fuente de prueba es jurídicamente admisible y debe ser incorporada al proceso como un medio de prue­
ba excepcionalmente válido; en consecuencia, debe efectuarse un nuevo juicio oral al respecto. (R. N.
N .° 4826-2005-Lima [caso E l Polo], de 19-07-2007, £ j. 10. Sala Penal Permanente. Texto completo:
<bit.ly/1rzMqFX>. Las negritas son nuestras).
§ 105. Exclusión de la valoración de aquellos medios de prueba obtenidos en contravención
de derechos fundamentales. Octavo. Que como mediaron acciones de inteligencia y se contaba con
información adecuada del lugar utilizado para acciones de tráfico de drogas, la ausencia del fiscal resta
credibilidad a la diligencia y, en especial, la autorización judicial, que incluso le resta legitimidad -que es
anterior y prerrequisito de la fiabilidad probatoria-. En efecto, los imputados han negado autorización
personal para la entrada y registro del inmueble, por lo que la carga de la prueba recae en la policía. No
hay evidencia objetiva, externa, distinta de la versión de los propios efectivos policiales, que confirme

nomos & th e sís


55 TITULO PRELIMINAR Art. VIII
que los titulares del derecho de exclusión permitieron el ingreso y registro del predio. (R. N. N .° 1589-
2013-Lima, de 06-08-2013, £ j. 8. Sala Penal Transitoria. Texto completo: <bit.ly/2c2sgyQ>).
§ 106. Prueba prohibida en grabación de conversación telefónica. Sexto. [La] conversación telefó­
nica entre [el imputado y el denunciante, cuyo contenido es inequívocamente delictivo] no [es] [...] una
prueba prohibida (i) tanto porque se trató de una conversación entre dos personas, una de las cuales era
el interlocutor que aceptó efectuar esa llamada -no intervino un tercero ajeno a la conversación, por lo
que no existe vulneración del derecho al secreto de las comunicaciones, y el contenido de la conversación
no era íntimo o privado (véase: STCE 56/2003 de 24 de marzo)-, (ii) cuanto porque se está ante un
delito de tracto sucesivo -una línea reiterada de conductas tendentes a la de dos mil quinientos dólares
americanos con el objetivo, presuntamente simulado, de influenciar ante un juez que tiene u n caso a su
cargo-, por lo que no se indujo al imputado a delinquir -la idea criminal no se introdujo artificialmente:
no se trata, en suma, de un delito provocado-, (iii) Tratándose de una conversación entre dos personas
-una de las cuales aceptó la grabación-, no se necesitaba autorización judicial -la espontaneidad de uno de
los interlocutores no está en discusión-, (iv) No es ilícito, por lo demás, que la autoridad inste a uno de
los imputados a tener una conversación con otro de los partícipes en el delito y que esa conversación se
grabe (STSE de 20 de febrero de 2006). (v) A los efectos de la transcripción judicial, no es constitutiva de
su eficacia procesal la intervención del defensor; además, los testigos de cargo corroboran la intervención
delictiva de AG. (R. N . N .° 2076-2014-Lima Norte, de 26-04-2016, £ j. 8. Sala Penal Transitoria. Texto
completo: <bit.ly/lTMBb7u>).

§ 107. Obtención de pruebas en una investigación no puede hacerse violando las leyes, pues es­
tas devienen en prueba ilícita: droga hallada en inmueble vía allanamiento ilegal. Décim o Tercero.
En [...] base a las consideraciones expuestas es evidente que atribuir eficacia probatoria al Acta de Re­
gistro Domiciliario, realizado por la policía sin la participación del Ministerio Público, sin autorización
de la propietaria del inmueble, [...] y sin la acreditación de un escenario de flagrancia, supone afectar la
íuncionabilidad del proceso penal, tanto en un aspecto formal, como en una perspectiva material; más
aún, cuando la prohibición de la obtención y valoración de la prueba no solo se encuentra justificada
en las decisiones que se instauran en una etapa avanzada del proceso penal; o en el procedimiento de
apelación o de nulidad de la sentencia. Ella rige como mandato constitucional y legal para todos los
órganos de persecución penal, llámese Ministerio Público o Policía, y en todas las etapas del proceso en
la que se averigüe la verdad. Abarca, por lo tanto, a la investigación preliminar, prisión provisional, la
apertura del proceso penal, en particular en la determinación de los indicios o sospecha inicial, o a la
hora de fundamentar la acusación. Es así que los agentes estatales como la policía, el Ministerio Público
y el Poder Judicial tienen la obligación de cumplir con el mandato constitucional de respeto a los de­
rechos fundamentales. Por tanto considerando que nos encontramos en un Estado Constitucional de
Derecho y dado el carácter de elemento esencial del proceso de los medios probatorios, resulta pertinen­
te señalar que la prueba fundamental que dio origen al presente caso es ilegal, pues no cumple con los
presupuestos de licitud para que este produzca certeza y convicción en el juzgador respecto a los hechos
sometidos a decisión, en tal sentido corresponde absolver al acusado. (R. N. N .° 2900-2016-Lima, del
12-09-2017, f. j. 13. Segunda Sala Penal Transitoria. Texto completo: <bit.ly/2p3Iz48>).

§ 108. No puede tomarse como prueba válida el hallazgo de droga en un inmueble al que se ac­
cedió de manera violenta y sin respetar las garantías fundamentales mínimas. Décimo. La Consti­
tución Política del Estado en su artículo 2 reconoce derechos fundamentales a todas las personas por su
condición de ser humano; asimismo, en su artículo 139 establece elementos integrantes del debido pro­
ceso, los cuales desde una perspectiva constitucional deben regir toda la actividad jurisdiccional. Dentro
de ese marco de ideas en el artículo 2, numeral 9, la Norma Fundamental establece lo siguiente: KA la
inviolabilidad del domicilio. Nadie puede ingresar en él ni efectuar investigaciones o registros sin auto­
rización de la persona que lo habita o sin mandato judicial, salvo flagrante delito o muy grave peligro de
su perpetración (...)”; como bien refiere el precitado artículo el derecho fundamental a la inviolabilidad
del domicilio no es absoluto, existen excepciones siendo esta la flagrancia delictiva. En el caso materia
de análisis, la prueba que acreditaría la legalidad o ilegalidad del allanamiento al domicilio ubicado en
♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL
Art. VIII TÍTULO PRELIMINAR 56

la Mz. P [...] del Centro Poblado VR, primer sector en el distrito de Chaclacayo, es la declaración de la
testigo VMT; como bien lo ha referido el Fiscal Superior, el Acta de Entrevista de la citada testigo nos
daría la apariencia de que el ingreso a dicho domicilio a fin de realizar el allanamiento se habría realizado
con la autorización de esta; sin embargo, revisando su declaración preliminar, se advierte que se habría
ingresado a dicha vivienda utilizando temor e intimidación sobre la testigo al manifestarle un presunto
secuestro de una menor de edad; asimismo, amenazaron con derribar la puerta, por lo que la testigo a
fin de evitar ello fue en búsqueda de las llaves y procedió abrir la puerta; ello ha quedado corroborado
con su declaración en juicio oral [...]. Hecho que también el representante del Ministerio Público desde
el inicio de la investigación preliminar viene advirtiendo conforme se detalla de la ya citada Acta Fiscal
[...]. Décim o prim ero. D e lo expuesto se concluye que el allanamiento de la vivienda no fue realizado
con las garantías de ley, por el contrario se realizó vulnerando derechos fundamentales -esto es, la invio­
labilidad del domicilio-, por ende el hallazgo de droga en dicho domicilio no tiene valor probatorio; y
por el contrario, ello constituye una prueba ilegal. La prueba ilícita o ilegal como institución procesal
ha sido reconocida por el Tribunal Constitucional en las sentencias recaídas en los Expedientes N .°
010-2002-AI/TC Lima [§ 604a] [Marcelino Tineo Silva y más de 5>000 ciudadanos] y N .° 1126-20Ó4-
H C /T C Lima [Vladimir Carlos Villanueva], entre otros, prescribiendo que: “(...) Las fuentes de prueba
ingresan al proceso para dar lugar a los medios de prueba, pero la nulidad del proceso (...) solo puede
acarrear la invalidez de los medios de prueba, es decir, la proposición, admisión, práctica y valoración de
las pruebas en el proceso (...). La validez o invalidez de una fuente de prueba depende exclusivamente
de que su obtención se haya llevado a cabo con estricto respeto de los derechos fundamentales” . Si bien
existe la necesidad de perseguir el delito, ello debe realizarse respetando los derechos fundamentales, la
persecución del delito y la investigación de la verdad poseen límites necesarios derivados de la necesidad
de respeto a la dignidad de la persona humana y la vigencia de un Estado Constitucional de Derecho;
de otro modo se correría el riesgo de socavar valores colectivos, institucionales e individuales. Tan
importante como averiguar la verdad es respetar los derechos fundamentales de los ciudadanos y las
garantías mínimas de la dignidad de la persona humana. Como ha señalado el Tribunal Constitucional
alemán: “La averiguación de la verdad no puede lograrse a cualquier precio”. El combate eficaz contra
la delincuencia no es irreconciliable con el respeto de las garantías constitucionales, peor aun cuando
ambas premisas constituyen pilares normativos ideológicos de un Estado Constitucional de Derecho.
[...]. Décim o tercero. En consecuencia, en base a las consideraciones expuestas es evidente que atribuir
eficacia probatoria al Acta de Registro Domiciliario, realizado por la policía sin la participación del
Ministerio Público, sin autorización de la propietaria del inmueble, doña VMT, y sin la acreditación
de un escenario de flagrancia, supone afectar la funcionabilidad del proceso penal, tanto en un aspecto
formal, como en una perspectiva material; más aún cuando la prohibición de la obtención y valoración
de la prueba no solo se encuentra justificada en las decisiones que se instauran en una etapa avanzada del
proceso penal; o en el procedimiento de apelación o de nulidad de la sentencia. Ella rige como mandato
constitucional y legal para todos los órganos de persecución penal, llámese Ministerio Público o Policía,
y en todas las etapas del proceso en la que se averigüe la verdad. Abarca, por lo tanto, a la investigación
preliminar, prisión provisional, la apertura del proceso penal, en particular en la determinación de los
indicios o sospecha inicial, o a la hora de fundamentar la acusación. Es así que los agentes estatales como
la Policía, el Ministerio Público y el Poder Judicial tienen la obligación de cumplir con el mandato cons­
titucional de respeto a los derechos fundamentales. Por tanto considerando que nos encontramos en
un Estado constitucional de Derecho y dado el carácter de elemento esencial del proceso de los medios
probatorios, resulta pertinente señalar que la prueba fundamental que dio origen al presente caso es
ilegal, pues no cumple con los presupuestos de licitud para que este produzca certeza y convicción en el
juzgador respecto a los hechos sometidos a decisión, en tal sentido corresponde absolver a los acusados.
(R N. N .° 1344-2016-Lima, del 01-08-2017, ff. jj. 10,11 y 13. Sala Penal Transitoria. Texto completo:
<bit.ly/2CgpfrJ >).
§ 109. Alcances del derecho al secreto de las comunicaciones y el derecho a la intimidad. La
inutilización de la prueba obtenida de manera ilícita se extiende tanto a la prueba originaria como
la prueba derivada. No se considera como prueba ilícita la obtenida por la empresa al acceder
nom os & thesis
57 TÍTULO PRELIMINAR Art. VIII
a los correos electrónicos de sus trabajadores por sospechar de manera razonable de la comi­
sión de un delito. Véase la jurisprudencia del artículo 230° del Nuevo Código Procesal Penal [§ 909].
(R. N. N .° 817-2016-Lima, del 20-11-2017, f£ jj. 7 al 10. Sala Penal Permanente. Texto completo:
<bit.ly/2VOJCn£>).

§ 110. Abogados que solicitan un monto de dinero a sus patrocinados para interceder ante
magistrados de una sala. Licitud de la intervención telefónica en el delito de tráfico de influen­
cias. Véase la jurisprudencia del artículo 230° del Nuevo Código Procesal Penal [§ 908]. (R. N. N .°
2839-2016-Lima Norte, de 28-03-2017, £ j. 3. Primera Sala Penal Transitoria. Texto completo:
cbit.ly/2DgKN C m >).

JURISPRUDENCIA DE LAS CORTES SUPERIORES

§ 111. L a prueba ilícita en el juicio oral, si bien no puede usarse para condenar, puede valorarse
para absolver. Falta de certeza en el reconocimiento fotográfico practicados por el agraviado. Sex­
to. [...] i. Respecto a los actos de reconocimiento fotográfico practicados por el agraviado, por M M H,
por RCM, por IPCM , y por EMPP, que constituyen prueba ilícita, si bien no pueden usarse para
condenar, pueden valorarse para absolver, al efecto en juicio se ha oralizado el acta de reconocimiento
fotográfico practicado por el agraviado, donde señala que la persona que atentó contra su persona era
“de tez trigueña clara”, siendo que de las fotos que se le muestra, al Acusado se le asigna el número
dos, cabe hacer presente que en juicio se ha oralizado el formato de entrevista al imputado, víctima o
testigo, donde el agraviado señala el día de los hechos “tez clara”, luego precisa “no pudiendo especificar
por cuanto estaba oscuro”; en el caso del acta de reconocimiento fotográfico practicado por M M H , se
consigna a la persona que tomó sus servicios de taxi el día de los hechos como de “tez clara”, siendo
que de las fotos que se le muestra al Acusado se le asigna otra vez el número dos, siendo que en juicio
el citado testigo señaló categóricamente que el Acusado presente en audiencia no era la persona que
le tomó los servicios de su taxi el día de los hechos; respecto al acta de reconocimiento practicado por
RCM se consigna a la persona que llevó un sobre a su domicilio el día anterior al de los hechos como de
“tez trigueña claro”, siendo que de las fotos que se le muestra, al Acusado otra vez se le asigna el número
dos, cabe hacer presente que el citado testigo leyó en juicio su declaración brindada en la investigación
preparatoria donde señaló que la persona era de “tez clara”, y al pedírsele explicación señaló que para él
el acusado presente en audiencia era de tez clara; al efecto cabe hacer presente que el acusado presente
en juicio es de tez morena, no es trigueño; respecto al acta de reconocimiento practicado por IPCM
se consigna que la persona que llevó un sobre a su domicilio dos días antes al día de los hechos era de
“tez trigueña”, siendo que de las fotos que se le muestra, al Acusado otra vez se le asigna el número
dos, cabe hacer presente que la citada testigo leyó en juicio su declaración brindada en la investigación
preparatoria donde señaló que la persona era de “uno sesenta de estatura y de tez blanca”, y al pedírsele
explicación señaló que ante los medios siempre dijo que era de tez trigueña y que ella media uno cin­
cuenta y seis, cabe hacer presente que el Acusado presente en juicio mide aproximadamente uno setenta
de estatura; respecto al acta de reconocimiento practicado por EMPP se consigna a la persona que le
tomó los servicios de taxi y le pidió su número de celular como de “tez trigueña ni muy blanco ni muy
trigueño”, siendo que de las fotos que se le muestra, al Acusado otra vez se le asigna el número dos, cabe
hacer presente que el citado testigo en la oportunidad de pedírsele que preste juramento dudó, solo al _
exigírsele lo hace, por otro lado en juicio ha señalado que le toma la carrera de nueve a diez de la noche,
y que pudo ver al Acusado por la luz del alumbrado público y la luz del salón de su auto que estaba
encendido, al efecto cabe hacer presente por regla de la experiencia que los conductores de los vehícu­
los, incluyendo los taxistas no circulan con la luz del salón encendido, por lo que su aseveración en tal
sentido no resulta creíble. Cabe hacer presente que conforme a lo declarado en juicio por JEF, quien
en el tiempo de los hechos se desempeñaba como Jefe de la Divincri, antes de que llegue formalmente
los datos del titular de la línea del celular usado el día de los hechos, señala que informantes anónimos
le proporcionan el nombre del Acusado, sin embargo dicho procedimiento (recepción de información
de parte de informantes) no fue ofrecido como prueba por el Ministerio Público. En este contexto una
♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL
Art. VIII TÍTULO PRELIMINAR 58

apreciación conjunta de lo expuesto en este ítem nos lleva a concluir que no existe certeza por parte
de quienes han practicado los reconocimientos respecto al color de piel del autor de los hechos, siendo
que ninguno ha precisado que se trate de una persona morena como es Acusado presente en juicio, lo
que llevaría a concluir que los mismos al practicar los reconocimientos habrían incurrido con confusión
con el verdadero autor de los hechos. (Exp. N .° 2009-00215-91-280l-JR-PE-01, del 07-02-2012, £
j. 6. Segundo Juzgado Penal Unipersonal. Corte Superior de Justicia de Moquegua. Texto completo:
<bit.ly/2YMWQDr>).
§ 112. Pruebas obtenidas mediante la vulneración del derecho al secreto de las comunicaciones
se consideran ilícitas y, por tanto, no pueden ser valoradas en un proceso. Vease la jurisprudencia
del artículo 159° del Nuevo Código Procesal Penal [§ 691]. (Exp. N .° 105-2008-Lima, del 08-09-2015,
f£ jj. 6, 8 y 9. Tercera Sala Penal Liquidadora. Texto completo: <bit.ly/30hZVMD>).

JURISPRUDENCIA DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL

§ 113. Noción de prueba ilícita. 3. La prueba ilícita es aquella en cuya obtención o actuación se le­
sionan derechos fundamentales o se viola la legalidad procesal, de modo que la misma deviene procesal­
mente inefectiva e inutilizable. Ahora bien, en el proceso penal impugnado ha quedado desvirtuado el
alegato del recurrente (que las entrevistas y la investigación que cuestiona hayan determinado el sentido
del fallo en su contra), pues se ha acreditado fehacientemente la comisión del delito y su responsabili­
dad penal, en cuya merituación de pruebas los juzgadores no tuvieron en cuenta la documentación que
el accionante impugna. (Exp. N .° 2053-2003-HC/TC [caso Edmi Lustra Quiñones], del 15-09-2003
[Web: 15-10-2003], £ j. 3. Texto completo: <bit.ly/2UOh90Y>).
§ 114. Principio de exclusión de la valoración. Naturaleza jurídica de la prueba prohibida. 7.
[En] consideración de este Tribunal la prueba prohibida es un derecho fundamental que no se encuen­
tra expresamente contemplado en la Constitución, que garantiza a todas las personas que el medio
probatorio obtenido con vulneración de algún derecho fundamental sea excluida en cualquier clase de
procedimiento o proceso para decidir la situación jurídica de una persona, o que prohíbe que este tipo
de prueba sea utilizada o valorada [...]. (Exp. N .° 00655-2010-PHC/TC [caso Alberto Quimper Herre­
ra], del 27-10-2010 [Web: 07-12-2010], f. j. 7. Texto completo: <bit.ly/2TUOLxu>).
§ 115. Cuándo se considera prohibida a una prueba. 15. [En] nuestro ordenamiento jurídico una
prueba será considerada prohibida cuando se obtenga mediante la violación directa o indirecta de algún
derecho fundamental, mas no de los derechos de rango legal o infralegal. (Exp. N .° 00655-2010-PHC/
T C [caso Alberto Quimper Herrera], del 27-10-2010 [Web: 07-12-2010], f. j. 15. Texto completo:
<bit.ly/2TUOLxu>). '
§ 116. No es considerada prueba prohibida la que se obtenga violando derechos de rango
legal o infralegal. 20. [Este] Tribunal Constitucional dejó sentado que la prueba prohibida es un
derecho fundamental que no se encuentra expresamente contemplado en la Constitución, que
garantiza a todas las personas que el medio probatorio obtenido mediante la vulneración de algún
derecho fundamental sea excluido en cualquier clase de procedimiento o proceso para decidir la si­
tuación jurídica de una persona, o que prohíbe que este tipo de prueba sea utilizada o valorada para
decidir la situación jurídica de una persona. En este sentido, debe destacarse que la admisibilidad
del medio probatorio en cualquier clase de procedimiento o proceso no se encuentra únicamente
supeditada a su utilidad y pertinencia, sino también a su licitud. 21. También se ha considerado
que la prueba prohibida es un límite al ejercicio del derecho fundamental a la prueba. A este res­
pecto, en la STC 6 7 12-2005-PH C/TC [§ 606], este Tribunal precisó, entre otras cosas, que el
medio probatorio debe ser lícito, es decir que no “pueden admitirse medios probatorios obtenidos
en contravención del ordenamiento jurídico”, pues se trata de “supuestos de prueba prohibida” . En
sentido similar, en la R T C 02333-2004-H C /TC este Tribunal destacó que “el derecho a la prueba
se encuentra sujeto a determinados principios, tales como que su ejercicio se realice de conformidad
con los valores de pertinencia, utilidad, oportunidad y licitud. Ellos constituyen principios de la
nom os & th e sis
59 TÍTULO PRELIMINAR Arí. VIII
actividad probatoria y, al mismo tiempo, límites a su ejercicio, derivados de la propia naturaleza del
derecho”. [...] 2 3 . Debe tenerse presente que el Tribunal Constitucional también ha puntualizado
que en nuestro ordenamiento jurídico una prueba será considerada prohibida cuando se obtenga
mediante la violación directa o indirecta de algún derecho fundamental, mas no de los derechos de
rango legal o infralegal (Expediente N .° 00655-2010-PH C/TC [§ 115]). (Exp. N .° 01601-2013-
PH C /T C [caso Giuseppe Balleta Bustamante], del 15-08-2014 [Web: 10-12-2014 / EP, 19-12­
2015], íf. jj. 20-23. Texto completo: <bit.ly/2TuJurs>).

§ 117. Conversaciones telefónicas interceptadas ilegalmente difundidas a través de medios de


comunicación. 20. [Las] conversaciones telefónicas del beneficiario que sirven de fundamento al auto
de apertura que se cuestiona no fueron interceptadas por agentes del Estado, por lo que la injerencia
arbitraria en su vida privada no le es imputable al juez demandado, ni al fiscal que interpuso la denun­
cia. En este sentido debe destacarse que las conversaciones telefónicas del beneficiario no constituían
información pública, por lo que su divulgación a través de los medios de prensa sin la autorización del
beneficiario se tornó inconstitucional. Por esta razón este Tribunal considera que el Estado debe inves­
tigar, juzgar y, en su caso, sancionar a los responsables de la violación del derecho a la vida privada del
beneficiario, consistente en la interceptación y divulgación de sus conversaciones telefónicas, así como
la entrega de las conversaciones telefónicas a los medios de comunicación. Asimismo debe precisarse
que la divulgación de las grabaciones telefónicas requiere de la autorización de sus interlocutores para
que se legítima. [...] 23. [...] [Los] medios de comunicación social se encuentran prohibidos de divulgar
o difundir interceptaciones y grabaciones de conversaciones telefónicas, salvo que exista la autorización
de los interlocutores grabados para que sea conocida por terceros o un mandamiento judicial motivado
que permita su difusión por ser de interés público, bajo responsabilidad de ser denunciados penalmen­
te. (Exp. N .° 00655-2010-PHC/TC [caso Alberto Quimper Herrera], del 27-10-2010 [Web: 07-12­
2010], fiF. jj. 20 y 23. Texto completo: <bit.ly/2TUOLxu>).

§ 118. No existe inviolabilidad de las comunicaciones cuando alguno de los intervinientes de


manera libre, voluntaria y expresa permite que un tercero intercepte su contenido. 2. El derecho
al secreto y a la inviolabilidad de las comunicaciones y documentos privados que se encuentra reco­
nocido en el artículo 2, inciso 10, de la Constitución, prohíbe que las comunicaciones y documentos
privados de las personas sean interceptados o conocidos por terceros ajenos a la comunicación misma,
sean estos órganos públicos o particulares, salvo que exista autorización judicial debidamente motivada
para ello. Al respecto este Tribunal en reiterada jurisprudencia ha precisado que “el concepto de secreto
e inviolabilidad de las comunicaciones y documentos privados, desde esa perspectiva, comprende a la
comunicación misma, sea cual fuere su contenido y pertenezca o no el objeto de la comunicación al
ámbito de lo personal, lo íntimo o lo reservado. De manera que se conculca el derecho tanto cuando
se produce una interceptación de las comunicaciones, es decir, cuando se aprehende la comunicación
[...], como cuando se accede al conocimiento de lo comunicado, sin encontrarse autorizado para ello”
(Cfr. STC 2863-2002-AA/TC, fúndamento 3, STC 003-2005-AI/TC [§ 146], fundamentos 359-362,
entre otras). 3. En efecto, la prohibición contenida en la disposición constitucional antes mencionada se
dirige a garantizar de manera inequívoca la impenetrabilidad de la comunicación en cualquiera de sus
formas o medios, a fin de que no sufra una injerencia externa por parte de terceros, pues la presencia de
un actor ajeno o extraño a los que intervienen en el proceso comunicativo es precisamente el elemento
indispensable para invocar la posible afectación del derecho al secreto y a la inviolabilidad de las co­
municaciones. N o obstante ello, la función tutelar de este derecho no alcanza a quien siendo parte de
una comunicación registra, capta o graba también su propia conversación ni tampoco a quien siendo
parte de dicha comunicación autoriza de manera voluntaria y expresa a un tercero para que acceda a
la comunicación. Desde esta perspectiva, es constitucionalmente posible sostener que el derecho a la
inviolabilidad de las comunicaciones no se ve vulnerado cuando alguna de las partes intervinientes en
el proceso comunicativo perenniza o graba para sí la comunicación en la que forma parte o cuando de
manera libre, voluntaria y expresa permite, posibilita o autoriza la interceptación, grabación o el acceso
al contenido de la comunicación a un tercero ajeno a la comunicación misma. Cuestión totalmente

♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL


Art. VIII TÍTULO PRELIMINAR 60

distinta, hay que insistir, es la intervención en la comunicación de un tercero que no tiene autorización
de ninguno de los interlocutores o de la autoridad judicial. Ello es así porque, repetimos, lo que consti­
tucionalmente está vedado es la injerencia externa en la comunicación de un tercero que no tiene auto­
rización alguna y no el registro o la autorización para el acceso a la propia comunicación. 4. Teniendo
en cuenta lo anterior, también es posible sostener que en base al dominio de la comunicación que posee
cada uno de los interlocutores, el registro para sí o la autorización para acceder a ella por cualquiera de
estos y el conocimiento del contenido de la comunicación, tampoco supone la violación del derecho
constitucional al secreto de las comunicaciones. Planteadas así las cosas, esto es, la permisión del acceso
al contenido de la comunicación (el mensaje, la identificación del otro interlocutor, el equipo o medio
técnico utilizado o cualquier otro contenido) surge, sin embargo, el problema de la posible afectación a
la esfera más íntima del otro interlocutor. Para el análisis del problema, resulta preciso distinguir entre
el proceso de la comunicación y el contenido de la comunicación. El primero, según ha quedado dicho,
prohíbe cualquier injerencia externa por parte de un tercero, salvo que exista autorización válida. El
segundo no impone un deber de reserva o de secreto de lo comunicado por el solo hecho de haber reci­
bido o entrado en la comunicación. Ello es así porque, en tal supuesto, solo si el contenido de la comu­
nicación fuera difundido o transmitido a terceros, esa actuación tal vez puede suponer, según sea el caso,
la afectación del derecho a la intimidad personal o familiar, pero no la afectación del derecho al secreto
de las comunicaciones. 5. Lo anteriormente expuesto tiene adecuado respaldo constitucional, porque si
bien la difusión o transmisión del contenido de la comunicación a terceros puede implicar la violación
del derecho a la intimidad personal o familiar, no toda difusión o transmisión a terceros supone per se
la afectación a este derecho, pues este también puede ser sujeto de limitaciones y/o restricciones. Asi
pues, existen algunos supuestos en lo que precisamente a través de dicha actuación se busca proteger
otros bienes igualmente legítimos, entre ellos el interés general en la investigación y persecución del
delito u otro bien constitucional análogo. Ello es así porque no se puede comprender, mucho menos
defender, el interés constitucional que pueda existir, por ejemplo, al proteger el secreto de la comisión
de un delito. Al contrario, en esos supuestos, en lugar de existir la “obligación” de secreto o reserva del
contenido de la comunicación, existe más bien la obligación de denunciar el hecho delictivo una vez
conocido. En relación a esto último, tal obligación incluso viene impuesta a través de la tipificación del
delito de omisión de denuncia (artículo 407 del Código Penal). (Exp. N .° 00867-2011-PA/TC [caso
Alan Siasmany Quintarlo Saravia], del 17-07-2014 [Web: 18-05-2015 / EP, 16-09-2015], ff. jj- 2-5.
Texto completo: <bit.ly/2FmHRHw>).
§ 119. Se rebasa el contenido esencial cuando se lo limita de tal manera que queda impractica­
ble, más allá de lo razonable o despojado de la necesaria protección. 3. [...] b. En consecuencia, por su
propio carácter, si bien el derecho de acceso a los tribunales, como sucede con los demás derechos consti­
tucionales, no podía entenderse como un derecho absoluto, en todo caso las limitaciones o restricciones
que a su ejercicio practicase el legislador no podía afectar su contenido esencial, que se infringe siempre
que el legislador, en forma irrazonable, obstaculiza, impide, disuade o simplemente prohíbe el acceso de
una persona para que pueda ser oída ante un tribunal de justicia, cualquiera sea su clase y especialidad
[...]. (Exp. N .° 1100-2000-AA/TC [caso Aurelio Julio Pun Amat], del 30-11-2000 [Web: 08-06-2001],
f. j. 3. Texto completo: <bit.ly/2UVpT5m>).

JURISPRUDENCIA DE LA CORTE INTERAMERICANA DE DERECHOS HUMANOS

§ 120. Exclusión de la declaración obtenida bajo tortura. 176. La exclusión de pruebas obtenidas
mediante coacción ostenta un carácter absoluto e inderogable. No cabe duda que cualquier declaración
obtenida bajo tortura, sea auto inculpatoria o que inculpe a terceros, es absolutamente invalida como
medio de prueba. En este caso, los actos de tortura fueron cometidos con la intención de obligar a la
presunta víctima a declarar en su contra o a dar alguna otra información, a pesar de lo cual no llegó a
hacerlo. Sin perjuicio de ello, el artículo 8.2.g) de la Convención, que implica el derecho de participa­
ción activa del imputado en los medios probatorios, reconoce el derecho a no declarar contra si mismo
y, más específicamente, el derecho de abstenerse a declarar en una investigación o proceso penal en que

nom os & th esis


61 TÍTULO PRELIMINAR Art. VIII
la persona es señalada como autor probable o sospechosa de la comisión de un hecho ilícito. Puesto que
la administración de justicia penal debe partir del análisis de pruebas legalmente obtenidas, un medio
de investigación que implique el uso de coacción para doblegar la voluntad del imputado deja de ser
válido, pues implica una instrumentalización de la persona y una violación per se de aquel derecho,
independientemente del grado de coacción (ya fuere desde una amenaza, otros tratos, crueles inhuma­
nos o degradantes o tortura) y del resultado (es decir, de que se obtenga efectivamente una confesión
o información). En consecuencia, no cabe duda que en el presente caso el Estado es responsable por la
violación del derecho reconocido en el artículo 8.2.g) de la Convención, en relación con el artículo 1.1
de la misma, en perjuicio del señor Pollo Rivera. (CIDH, Caso Pollo Rivera y Otros vs. Perú, sentencia
de 21-10-2016, párr. 176. Texto completo: <bit.ly/2ICkEVQ>).
§ 121. El Estado tiene la obligación de verificar que la declaración o confesión del imputado no
haya sido obtenida mediante coacción. 86. Sin perjuicio de lo anterior, la Corte recuerda que en los
casos que la persona alegue dentro del proceso que su declaración o confesión ha sido obtenida median­
te coacción, los Estados tienen la obligación de verificar, en primer lugar, la veracidad de dicha denuncia
a través de una investigación llevada a cabo con la debida diligencia. Asimismo, la carga probatoria no
puede recaer en el denunciante, sino que el Estado debe demostrar que la confesión fue voluntaria.
Del mismo modo, de acuerdo a lo dispuesto en el Protocolo de Estambul, en cuanto a la investigación
de casos de tortura y a la realización del examen médico, este “debe realizarse independientemente del
tiempo que haya transcurrido desde el momento de la tortura”. Además, las “declaraciones de testigos
y supervivientes son componentes necesarios de la documentación de la tortura” y las “pruebas físicas,
en la medida en que existan, son importantes informaciones que confirman que la persona ha sido
torturada. De todas formas, en ningún caso se considerará que la ausencia de señales físicas indica que
no se ha producido tortura, ya que es frecuente que estos actos de violencia contra las personas no dejen
marcas ni cicatrices permanentes”. (CID H , Caso Ornar Humberto Maldonado Vargas y Otros vs. Chile,
sentencia de 02-09-2015, párr. 86. Texto completo: <bit.ly/2UzK73x>).
§ 122. La confesión del inculpado solamente es válida si es hecha sin coacción de ninguna na­
turaleza. Las declaraciones obtenidas mediante coacción no suelen ser veraces, ya que la persona
intenta aseverar lo necesario para lograr que los tratos crueles o la tortura cesen. 165. Al respecto,
la Corte observa que la regla de exclusión de pruebas obtenidas mediante la tortura o tratos crueles e
inhumanos (en adelante “regla de exclusión”) ha sido reconocida por diversos tratados y órganos inter­
nacionales de protección de derechos humanos que han establecido que dicha regla es intrínseca a la
prohibición de tales actos. Al respecto, la Corte considera que esta regla ostenta un carácter absoluto e
inderogable. 166. En este sentido, la Corte ha sostenido que la anulación de los actos procesales deri­
vados de la tortura o tratos crueles constituye una medida efectiva para hacer cesar las consecuencias de
una violación a las garantías judiciales. Además, el Tribunal considera necesario recalcar que la regla de
exclusión no se aplica sólo a casos en los cuales se haya cometido tortura o tratos crueles. Al respecto, el
artículo 8.3 de la Convención es claro al señalar que “ [1]a confesión del inculpado solamente es válida
si es hecha sin coacción de ninguna naturaleza”, es decir que no se limita el supuesto de hecho a que se
haya perpetrado un acto de tortura o trato cruel, sino que se extiende a cualquier tipo de coacción. En
efecto, al comprobarse cualquier tipo de coacción capaz de quebrantar la expresión espontánea de la
voluntad de la persona, ello implica necesariamente la obligación de excluir la evidencia respectiva del
proceso judicial. Esta anulación es un medio necesario para desincentivar el uso de cualquier modali­
dad de coacción. 167. Por otra parte, este Tribunal considera que las declaraciones obtenidas mediante
coacción no suelen ser veraces, ya que la persona intenta aseverar lo necesario para lograr que los tratos
crueles o la tortura cesen. Por lo anterior, para el Tribunal, aceptar o dar valor probatorio a declaraciones
o confesiones obtenidas mediante coacción, que afecten a la persona o a un tercero, constituye a su vez
una infracción a un juicio justo. Asimismo, el carácter absoluto de la regla de exclusión se ve reflejado
en la prohibición de otorgarle valor probatorio no sólo a la prueba obtenida directamente mediante
coacción, sino también a la evidencia que se desprende de dicha acción. En consecuencia, la Corte con­
sidera que excluir la prueba que haya sido encontrada o derivada de la información obtenida mediante

♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL


Art. IX TÍTULO PRELIMINAR 62

coacción, garantiza de manera adecuada la regla de exclusión. (CIDH, Caso Cabrera García y Montiel
Flores vs. México, sentencia del 26-10-2010, párrs. 165 al 167. Texto completo: <bit.ly/2DuRZLn>).

REMISIÓN

§ 123. Sobre la utilización de las pruebas ilegalmente obtenidas. Véase también la jurisprudencia
del artículo 159° del Nuevo Código Procesal Penal [§ 689 ss.].
§ 124. Sobre intervención de comunicaciones y telecomunicaciones. Véase también la jurispru­
dencia del artículo 230° del Nuevo Código Procesal Penal [§ 907 ss.].

Artículo IX: Derecho de defensa

1. Toda persona tiene derecho inviolable e irrestricto a que se le informe de sus derechos, a que se le
comunique de inmediato y detalladamente la imputación formulada en su contra, y a ser asistida por un
Abogado Defensor de su elección o, en su caso, por un abogado de oficio, desde que es citada o detenida
por la autoridad. También tiene derecho a que se le conceda un tiempo razonable para que prepare su
defensa; a ejercer su autodefensa material; a intervenir, en plena igualdad, en la actividad probatoria; y, en
las condiciones previstas por la Ley, a utilizar los medios de prueba pertinentes. El ejercicio del derecho de
defensa se extiende a todo estado y grado del procedimiento, en la forma y oportunidad que la ley señala.
2. Nadie puede ser obligado o inducido a declarar o a reconocer culpabilidad contra s í mismo, contra su
cónyuge, o sus parientes dentro del cuarto grado de consanguinidad o segundo de afinidad.
3. El proceso penal garantiza, también, el ejercicio de los derechos de información y de participación
procesal a la persona agraviada o perjudicada por el delito. La autoridad pública está obligada a velar por
su protección y a brindarle un trato acorde con su condición.

DOCTRINA JURISPRUDENCIAL VINCULANTE DE LA CORTE SUPREMA

§ 125. Notificación defectuosa. Se vulnerará el derecho a la defensa si no se notifica los proce­


dimientos o diligencias judiciales que aplican sanciones o restricciones a los derechos de las per­
sonas. Véase la jurisprudencia del artículo 127° del Nuevo Código Procesal Penal [§ 560]. (Casación
N .° 326-2016-Lambayeque, de 23-11-2016, que establece como doctrina jurisprudencial vinculante lo
señalado en los ff. jj. 3.4.3 y 3.4.5. Sala Penal Permanente [EP, 11-01-2017, Jurisprudencia, Año XXVI,
N .° 1032, pp. 7658-7662]. Texto completo: <bit.ly/2iFAdiI>).
§ 126. Contenido de los derechos a la defensa y a la prueba en el proceso penal. Tercero. Que,
previamente al análisis de fondo corresponde fijar ciertos conceptos constitucionales y supranacionales,
que decantaran el derrotero del presente recurso de casación: 3.1. E l derecho de defensa: El artículo 8o,
2.d, de la Convención Americana sobre Derechos Humanos señala que el inculpado tiene derecho a
udefenderse personalmente o [a] ser asistido por un defensor de su elección y de comunicarse libre y privada­
mente con su defensor”. A su vez, el artículo 139°, inciso 14), de la Constitución Política del Perú señala
que toda persona “ Tiene derecho a comunicarse personalmente con un defensor de su elección y a ser aseso­
rada por éste desde que es citada o detenida por cualquier autoridad’. Asimismo, el Tribunal Constitucio­
nal en reiterada jurisprudencia ha precisado que el derecho de defensa tiene una doble dimensión: una
material, referida al derecho del imputado de ejercer su propia defensa desde el mismo instante en que
toma conocimiento de que se le atribuye la comisión de determinado hecho delictivo; y otraform al, que
supone el derecho a una defensa técnica, esto es, al asesoramiento y patrocinio de un abogado defensor
de su elección desde que la persona es citada o detenida por la autoridad y durante todo el tiempo que
dure la investigación preliminar o el proceso mismo. En ambos casos se garantiza el derecho de no ser
postrado a un estado de indefensión en cualquier etapa del proceso, inclusive, como ya se dijo, en la
etapa preliminar [Sentencia del 24 de mayo de 2011, Exp. N .° 00910-2011-PHC/TC, Huánuco, Ana-

n om o s & th e sis
63 TÍTULO PRELIMINAR Alt IX
cleto Eugenio Huarauya Justiniano y otros]. Sobre la materia el Tribunal Constitucional, en las alega-
dones de violación al derecho de defensa, relievó en el Expediente N .° 4303-2004-AA/TC que la noti­
ficación es un acto procesal cuyo cuestionamiento o anomalía no genera, per se, violación del derecho al
debido proceso o a la tutela procesal efectiva; para que ello ocurra resulta indispensable la constatación
o acreditación indubitable por parte de quien alega la violación del debido proceso, de que con la falta
de una debida notificación se ha visto afectado de modo real y concreto el derecho de defensa u otro
derecho constitucional directamente implicado en el caso concreto. Asimismo en reiterada jurispruden­
cia el Tribunal Constitucional ha señalado que el derecho a la defensa comporta en estricto el derecho
a no quedar en estado de indefensión en cualquier etapa del proceso penal, el cual tiene una doble di­
mensión: una material, referida al derecho del imputado o demandado de ejercer su propia defensa
desde el mismo instante en que toma conocimiento de que se le atribuye la comisión de determinado
hecho delictivo, y otra formal, que supone el derecho a una defensa técnica, esto es, al asesoramiento y
patrocinio de un abogado defensor durante todo el tiempo que dure el proceso. El derecho a no quedar
en estado de indefensión se conculca cuando los titulares de los derechos e intereses legítimos se ven
impedidos de ejercer los medios legales suficientes para su defensa; no obstante, no cualquier imposibi­
lidad de ejercer esos medios produce un estado de indefensión que atenta contra el contenido constitu­
cionalmente protegido de dicho derecho, sino que es constitucionalmente relevante cuando se genera
una indebida y arbitraria actuación del órgano que investiga o juzga al individuo (Exp. N .° 0582-2006-
PA/TC; Exp. N .° 5 175-2007-HC/TC, entre otros). A partir del entendimiento genérico de la “defensa”
como la acción de ampararse o protegerse, debemos precisar que la mencionada en la norma se refiere
a la que resulta de un ataque, sindicación o imputación en cualquier actuación o trámite de carácter
judicial o administrativo, vale decir, en los procesos que se siguen ante los jueces, o en los procedimien­
tos que se adelantan ante las autoridades administrativas de cualquier orden, y que consiste en la posi­
bilidad de analizar, desentrañar, controvertir y refutar técnica, jurídica y probatoriamente las acusacio­
nes recibidas en estos materias, derecho que, como puede verse, conlleva implícitamente los derechos a
la libertad, a la seguridad y, obviamente, el de petición [Herrera Llanos, Wilson, Régimen de la Rama
Judicial Colombiana, Revista de Derecho, Universidad del Norte, 23: 341-391, 2005, p. 370]. 3.2. La
defensa técnica como derecho: La defensa de una persona es un elemento también clave de la configura­
ción de la tutela procesal efectiva, puesto que un proceso no puede considerarse como respetuoso de la
persona si no se le permite la posibilidad de presentar sus argumentos, estrategias y elementos de respal­
do jurídico necesarios. Así, la defensa también es un derecho-regla de la tutela procesal efectiva. Sobre
su reconocimiento normativo, debemos remitirnos a la Constitución cuando reconoce en su artículo
139°, inciso 14, la existencia de El principio de no ser privado del derecho de defensa en ningún estado
del proceso [...]. Los instrumentos internacionales ponen énfasis en ámbitos específicos del derecho a la
defensa. El artículo 1 I o de la Declaración Universal de Derechos Humanos insiste en que se aseguren a
la persona todas las garantías necesarias para su defensa. A su vez, el artículo 14°, inciso 3, acápite “d”
del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos considera pertinente requerir una defensa no
sólo realizada a título personal, sino también a través de un abogado. Por su parte, el artículo 8o, inciso
2, acápite c de la Convención Americana sobre Derechos Humanos concede al inculpado el tiempo y
medios convenientes para que prepare y realice su defensa. Teniendo en cuenta tales dispositivos, con­
viene preguntarse cuándo se produce una violación del derecho de defensa. Ello ocurrirá cuando una
persona no logra ofrecer a quien la juzga los elementos necesarios para desvirtuar una acusación en su
contra o para afirmar que tiene la razón en lo que alega. Pero no todo acto que imposibilita un correcto
uso de la defensa produce un agravio al derecho. A colación de lo expuesto, el Tribunal Constitucional
español ha señalado, como parte de la Sentencia N .° 237/1999, que [...] la indefensión, que se concibe
constitucionalmente como la negación de la tutela judicial [...] ha de ser algo real, efectivo y actual,
nunca potencial o abstracto, por colocar a su víctima en una situación concreta que le produzca un
perjuicio, sin que le sea equiparable cualquier expectativa de un peligro o riesgo [...] Por ello hemos
hablado siempre de indefensión material’ y no formal, para la cual resulta necesaria pero no suficiente
la mera transgresión de los requisitos configurados como garantía, siendo inexcusable la falta de ésta,
cuando se produce de hecho y como consecuencia de aquélla. Puestas así las cosas en su punto final,

♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL


Art. IX TITULO PRELIMINAR 64

parece claro que la omisión denunciada, podría ser reprochable en el plano de la legalidad y con efectos
quizá en otros ámbitos, pero está desprovista de trascendencia constitucional para considerar enervada
o debilitada la efectividad de la tutela judicial [Sentencia del 17 de octubre de 2005, Exp. N .° 6712-
2005-H C /TC (§ 606), Lima, Magaly Jesús Medina Vela y Ney Guerrero Orellana]. 3.3. E l derecho
fundam ental a la prueba: Este Tribunal Constitucional ha señalado (cf. STC 010-2002-AI/TC, FJ 133­
135 [§ 604a]) que el derecho fundamental a la prueba tiene protección constitucional, en la medida en
que se trata de un contenido implícito del derecho al debido proceso, reconocido en el artículo 139°,
inciso 3, de la Constitución. En este sentido, una de las garantías que asisten a las partes del proceso es
la de presentar los medios probatorios necesarios que posibiliten crear convicción en el juzgador sobre
la veracidad de sus argumentos. Sin embargo, como todo derecho fundamental, el derecho a la prueba
también está sujeto a restricciones o limitaciones, derivadas tanto de la necesidad de que sean armoni­
zados con otros derechos o bienes constitucionales -limites extrínsecos-, como de la propia naturaleza del
derecho en cuestión -límites intrínsecos-. Sin embargo, el reconocimiento del derecho a la prueba en la
normatividad es restringido, y se le relaciona casi exclusivamente con la presunción de inocencia. Por
eso, normalmente aparece bajo la fórmula siguiente: “la persona se considera inocente mientras no se
haya declarado judicialmente su responsabilidad”. Este es el enunciado utilizado en el artículo 2o, inci­
so 24, acápite e, de la Constitución, que reproduce lo estipulado por el artículo XXVI de la Declaración
Americana de los Derechos y Deberes del Hombre, y, en cierta forma, lo prescrito en los artículos 1 I o,
inciso 1, de la Declaración Universal de Derechos Humanos; 14°, inciso 2, del Pacto Internacional de
Derechos Civiles y Políticos, y 8o, inciso 2, de la Convención Americana sobre Derechos Humanos. No
obstante, es menester considerar que el derecho a la prueba apareja la posibilidad de postular, dentro de
los límites y alcances que la Constitución y las leyes reconocen, los medios probatorios pertinentes para
justificar los argumentos que el justiciable esgrime a su favor. Por ello, no se puede negar la existencia
del derecho fundamental a la prueba. Constituye un derecho básico de los justiciables producir la prue­
ba relacionada con los hechos que configuran su pretensión o su defensa. Según este derecho, las partes
o un tercero legitimado en un proceso o procedimiento tienen el derecho de producir la prueba necesa­
ria con la finalidad de acreditar los hechos que configuran su pretensión o defensa. Se trata, pues, de un
derecho complejo cuyo contenido, de acuerdo con lo señalado anteriormente por el Tribunal Constitu­
cional (vid. ST C 6712-2005/H C/TC, FJ 15 [§ 606]), está determinado: [...] por el derecho a ofrecer
medios probatorios que se consideren necesarios, a que estos sean admitidos, adecuadamente actuados,
que se asegure la producción o conservación de la prueba a partir de la actuación anticipada de los
medios probatorios y que éstos sean valorados de manera adecuada y con la motivación debida, con el
fin de darle el mérito probatorio que tenga en la sentencia. La valoración de la prueba debe estar debi­
damente motivada por escrito, con la finalidad de que el justiciable pueda comprobar si dicho mérito
ha sido efectiva y adecuadamente realizado. Como puede verse, de los elementos que forman parte del
contenido del derecho a la prueba uno está constituido por el hecho de que las pruebas actuadas dentro
del proceso penal sean valoradas de manera adecuada y con la motivación debida. De lo cual se deriva
una doble exigencia para el juez: en primer lugar, la exigencia del juez de no omitir la valoración de
aquellas pruebas que son aportadas por las partes al proceso dentro del marco del respeto a los derechos
fundamentales y a lo establecido en las leyes pertinentes; en segundo lugar, la exigencia de que dichas
pruebas sean valoradas motivadamente con criterios objetivos y razonables. Por ello, la omisión injusti­
ficada de la valoración de una prueba aportada por las partes, respetando los derechos fundamentales y
las leyes que la regulan, comporta una vulneración del derecho fundamental a la prueba y, por ende, al
debido proceso [Sentencia del 8 de agosto de 2005, Exp. 4831-2005-PHC/TC, Arequipa, Rubén Silvio
Curse Castro (§ 605)]. 3.4. E l sentido constitucional del derecho a la prueba: El derecho a probar es uno
de los componentes elementales del derecho a la tutela procesal efectiva, pues, como ya lo ha señalado
este Tribunal en la sentencia del Expediente N .° 010-2002-AI/TC [§ 604a], constituye un elemento
implícito de tal derecho. Por ello, es necesario que su protección sea realizada a través del presente pro­
ceso constitucional. Como se ha destacado, la tutela procesal efectiva está consagrada en la Constitución
y en el Código Procesal Constitucional, y su salvaguardia está relacionada con la necesidad de que, en
cualquier proceso que se lleve a cabo, los actos que lo conforman se lleven a cabo en los cauces de la

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65 TÍTULO PRELIMINAR Art. IX
formalidad y de la consistencia, propias de la administración de justicia. Es decir, se debe buscar que los
justiciables no sean sometidos a instancias vinculadas con la arbitrariedad o los caprichos de quien debe
resolver el caso. El derecho a la tutela procesal efectiva se configura, entonces, como una concretización
transversal del resguardo de todo derecho fundamental sometido a un ámbito contencioso. Por ello,
según lo señala la sentencia del Expediente N .° 200-2002-AA/TC, esta tutela [...] implica el respeto,
dentro de todo proceso, de los derechos y garantías mínimas con que debe contar todo justiciable, para
que una causa pueda tramitarse y resolverse en justicia. Tal es el caso de los derechos al juez natural, a la
defensa, a la pluralidad de instancias, acceso a los recursos, a probar, plazo razonable, etc. En este esque­
ma, una de las garantías que asiste a las partes del proceso es la de presentar los medios probatorios ne­
cesarios que posibiliten crear la convicción en el juzgador de que sus argumentos son los correctos. De
esta manera, si no se autoriza la presentación oportuna de pruebas a los justiciables, ¿se podrá considerar.
amparada la tutela procesal efectiva? Todo hace indicar que ello sería imposible. Sólo con los medios
probatorios necesarios, el juzgador podrá sentenciar adecuadamente. Por ello, la ligazón entre prueba y
tutela procesal efectiva es ineluctable: la primera constituye un derecho-regla de la segunda; una verda­
dera garantía de su ejercicio. [...] (Casación N .° 281-2011-Moquegua, del 16-08-2012, que establece
como doctrina jurisprudencial vinculante lo señalado en los ff. jj. 3-4. Sala Penal Permanente [EP, 16­
02-2013, Jurisprudencia, Año XXII, N .° 932, pp. 6843-6845]. Texto completo: <bit.ly/2FrOM57>).

PLENO JURISDICCIONAL

§ 127. Sí es posible actuar y valorar actos de investigación o de prueba para resolver una ex­
cepción de improcedencia en la audiencia de control de acusación. Pregunta: ¿Para resolver la
excepción de improcedencia de acción en una audiencia de control de acusación es posible desarrollar actos
de prueba? C onclusión plenaria: Primera postura: S í es posible actuar y valorar actos de investiga­
ción o de prueba, porque de lo contrario se afecta el derecho de defensa y el derecho a probar. (Pleno
Jurisdiccional Distrital en Materia Penal y Procesal Penal de la Corte Superior de Justicia de Tumbes
del 20-07-2017. Tema 2: Prohibición de la actuación probatoria. Texto completo: <bit.ly/2NfLgvl>).

JURISPRUDENCIA DE LA CORTE SUPREMA

§ 128. Manifiesta indefensión formal del imputado. Si en el desarrollo de una audiencia, el


Juez advierte que el abogado del imputado no posee los conocimientos jurídicos mínimos nece­
sarios para realizar una defensa eficaz, debe advertir a las partes de dicho proceder y suspender
la sesión a efecto de evitar supuestos de indefensión del imputado. 5.15. Si durante la audiencia
el Juez advierte que el abogado defensor del imputado, no ejerce una defensa adecuada y mínima de
los derechos e intereses de su patrocinado, debe advertir a las partes de dicho proceder y suspender la
sesión a efecto de evitar supuestos de indefensión que vicien de nulidad a las etapas posteriores. Que
el imputado se encuentre asistido por un abogado, no constituye fundamento suficiente para presumir
la defensa eficaz, tanto más si el representante del Ministerio Publico, como defensor de la legalidad,
advirtió en el presente caso una manifiesta indefensión formal en la que se hallaba el imputado. El Juez
es quien conoce el Derecho, y es el Juez quien debe velar para mantener, en cualquier momento de la
causa la igualdad entre las partes. (Casación N .° 864-2016-Del Santa, de 27-09-2017, f. j. 5.15. Sala
Penal Permanente. Texto completo: <bit.ly/2G9bxYv>).
§ 129. Bajo el amparo del principio de no autoincriminación, la declaración del imputado
no puede ser empleada para fundamentar su condena. 3.5. El procesado no niega los hechos que le
imputan; desde un inicio afirmó que se trató de un error al estar durmiendo en la misma habitación.
Dicha respuesta debe ser analizada contextualmente con el lugar en el que se produjeron los hechos,
pues no reviste razón suficiente que una persona pretenda violar a otra en la misma habitación en la que
están su pareja y sus hijos, dado que su conducta sería advertida; por tanto, la respuesta brindada por
el sentenciado, cuando menos, genera cierto ámbito de insuficiencia, aunada a la sola declaración de la
agraviada, a quien no se le practicó una pericia psicológica para determinar los efectos que la tentada
agresión sexual le hubiera generado. 3.6. Asimismo, la agraviada no ha variado de versión tanto a nivel

♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL


Art. IX TITULO PRELIMINAR 66

preliminar como en juicio oral, dado que en su segunda intervención ratificó los hechos; sin embargo,
precisó e indicó que en efecto se trató de una equivocación de su cuñado, quien yacía dormido y con el
que en la actualidad mantiene un vínculo de cordialidad, atípica en relaciones de agresores y víctimas.
3.7. Conforme a lo expuesto, no obran medios probatorios complementarios que permitan estimar que
efectivamente se produjo un intento de violación. La versión de la agraviada, en el presente caso, no es
suficiente para pretender condenar [al imputado]. Asimismo, la declaración preliminar del imputado
en la que reconocería la intencionalidad de agresión sexual a la agraviada no pude ser empleada como
medio de prueba de cargo, dado que la versión del propio imputado no puede ser medio empleado en
su perjuicio, en virtud del principio de no autoincriminación, siempre que no obren medios probato­
rios que corroboren la imputación fiscal. (R. N. N .° 2467-2017-Tacna, del 18-09-2018, ff. jj. 3.5 al
3.7. Sala Penal Permanente. Texto completo: <bit.ly/2ExG074>).
§ 130. Derecho a no declarar contra sí mismo. Noveno. [...] El derecho a no declarar contra sí
mismo, a no autoinculparse o autoincriminarse, entronca en una de las manifestaciones más claras del
derecho a la presunción de inocencia, cual es la que sitúa en la acusación la carga de la prueba, que no
puede desplazarse hacia el imputado haciendo recaer en él la obligación de aportar evidencias que con­
duzcan a desvirtuar su responsabilidad. Son diversas las previsiones supranacionales que complementan
esta prescripción, el moderno Derecho de los tratados de rango constitucional exhibe diversas cláusulas
con fórmulas aún más explícitas. Este es el caso del artículo 8.2.g, de la Convención Americana sobre
Derechos Humanos, donde se consagra el derecho a no ser obligado a declarar contra sí mismo ni a de­
clararse culpable; en el mismo orden se encuentra el artículo 14.3 del Pacto Internacional de Derechos
Civiles y Políticos, en cuanto establece que la persona acusada de un delito goza del derecho a no ser
obligada a declarar contra sí misma ni a confesarse culpable. (Casación N .° 375-2011-Lambayeque, de
18-06-2013, f. j. 9. Sala Penal Permanente. Texto completo: <bit.ly/2DvQOer>).
§ 131. Prueba pertinente. Segundo. Que el derecho a la prueba pertinente está ligado al derecho
de defensa. No se puede ejercer tal derecho si no se permite a las partes llevar al proceso los medios que
puedan justificar los hechos que han alegado; siempre que a) la prueba haya sido solicitada en la forma
y momento procesalmente establecido, b) sea pertinente, es decir, debe argumentarse de forma convin­
cente y adecuada el fin que persigue, y c) que la prueba sea relevante. (Casación N .° 09-2007-Huaura,
de 18-02-2008, f. j. 2. Sala Penal Permanente. Texto completo: <bit.ly/2cTQOMr>).
§ 132. El derecho de defensa como una garantía procesal. Noveno. El inciso 14 del artículo 139
de la Constitución reconoce la garantía de defensa procesal. Es una garantía, desarrollada legalmente en
el artículo IX del Título Preliminar del Nuevo Código Procesal Penal, que importa que todo justiciable
pueda tomar posición frente a los reproches o cargos formulados en su contra y que se consideren en
la obtención de la sentencia los puntos de vista sometidos a discusión; es decir, permite instrumental­
mente el esclarecimiento de la sospecha mediante un proceso dialéctico, en el que se pone a debate
aspectos inculpatorios y exculpatorios, así como los argumentos y contra argumentos ponderados entre
sí. (Casación N .° 14-2009-La Libertad, de 05-02-2010, f. j. 9. Sala Penal Permanente. Texto completo:
<bit.ly/2HqDLOO>).
§ 133. No es necesario plantear expresamente en la acusación las referencias jurídicas al con­
curso de delitos, pues no constituye una circunstancia modificativa de la responsabilidad penal.
Por lo tanto, no se genera indefensión alguna. Décim o prim ero. [...] [Del] relato de los hechos [...]
se presenta una circunstancia que agrava aún más lo situación jurídica del acusado: C oncurso real
homogéneo de delitos por la pluralidad de ilícitos penales, previsto en el artículo 50 del Código Pe­
nal, pues concurre una variedad de hechos dolosos independientes de igual naturaleza cometidos por el
activo del delito y con lesiones claramente separables -y no media condena sobre ellos-, lo que permite
el incremento de la sanción por la acumulación de penas; que si bien en la acusación [...], no se planteó
expresamente la presencia de ese concurso, no obstante esto no era necesario como se estableció en el
fundamento jurídico N .° 13 del Acuerdo Plenario N .° 4-2009/CJ-116 [§ 171], de la Corte Suprema
de Justicia de la República, del 13 de noviembre de 2009, que especificó lo siguiente: “es evidente que

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67 TÍTULO PRELIMINAR Art. IX
el concurso de delitos no constituye una circunstancia modificativa de la responsabilidad penal (...) por
tanto, las referencias jurídicas al concurso de delitos, necesarias para la valoración del hecho procesal,
no infringe principio ni garantía procesal alguna (...). Así las cosas, no hace falta plantear la tesis [en la
acusación: sobre el posible concurso de delitos] o, en otros términos él no planteamiento de la tesis en
este caso, aun cuando sería recomendable a fin de consolidar un debate puntual sobre este asunto, no
vulnera las formas esenciales del juicio ni genera indefensión alguna”; que el efecto inmediato de esa
institución en la sentencia es la acumulación de las penas concretas hasta el máximo del doble de la pena
del delito más grave, no pudiendo exceder de 35 años. (R. N. N .° 1940-2012-Lima, del 17-09-2012,
£ j. 11. Sala Penal Transitoria. Texto completo: <bit.ly/2WarFzU>).

§ 134. Cambiar el domicilio de las notificaciones a la impugnante de manera arbitraria, es una


afectación de su derecho de defensa. Prim ero. La querellada B R en su recurso de formalizado [...]
de 25 de mayo de 2015 insta la anulación de la sentencia de vista. Alega que la lecha de la vista de la
causa en segunda instancia no se le notificó por lo que no pudo defenderse, ni siquiera por escrito; que,
incluso, por esa razón, tampoco pudo ofrecer medios de prueba ni medios de defensa [...]. Cuarto. En
el caso de autos, como se denunció en la impugnación, luego de la notificación de la sentencia de pri­
mera instancia en el domicilio procesal de la querellada, las ulteriores resoluciones en esa instancia como
en la segunda instancia se notificaron a un domicilio distinto, siendo de destacar, con especial énfasis,
el decreto de señalamiento de fecha para la vista de la causa en apelación (cargo de notificación [...]).
Por consiguiente, se afectó el entorno jurídico de la querellada y se negó sus posibilidades de actuación
procesal, por lo que la sentencia de vista es nula de pleno derecho e insubsanable. La querellada no tuvo
la oportunidad de presentar alegaciones de fondo y otros medios de defensa técnicos y, por ende, el
Tribunal Superior resolvió con actuaciones diminutas. (R. N. N .° 2490-2016-Lima, del 15-12-2016,
íf. jj. 1 y 4. Sala Penal Transitoria. Texto completo: <bit.ly/2tRVSY6>).

§ 135. Si bien el Juez puede variar la calificación jurídica previamente realizada por el Fiscal,
debe garantizar el derecho de defensa del imputado mediante el contradictorio. 4.1. En el presente
caso, se colige que el Ministerio Publico durante el decurso del proceso mantuvo su pretensión respecto
a la calificación jurídica que realizó en contra del encausado WGF, siendo ésta su participación en el
ilícito de robo agravado, en calidad de cómplice secundario, solicitando siete garios de pena privativa de
libertad; sin embargo, de oficio el Juzgado Penal Colegiado de Lambayeque, al emitir pronunciamiento,
consideró que la conducta del referido encausado en el evento delictivo se configuraría como coautoría,
por lo que le impuso doce años de pena privativa de libertad; advirtiéndose que si bien el Juzgador tiene .
facultad de desvincularse de la calificación jurídica, previamente realizada por el Fiscal, cuando existe
un error normativo; no obstante, existe una limitación, siendo esta que no agrave la situación jurídica
del procesado, menos aún vulnere alguna norma procesal que genera la nulidad absoluta del proceso
cuando existe vulneración de algún derecho constitucional que reviste todo justiciable. 4.2. En ese
sentido, la Sala de Mérito no advirtió que la decisión de primera instancia, infringió la garantía consti­
tucional al debido proceso, conexo al derecho de defensa que le asiste al encausado WGF, toda vez que
no tuvo la oportunidad de contradecir dicha agravación mediante diferentes mecanismos de defensa en
la secuela del juicio oral, ni otorgarle la notificación oportuna de la posibilidad de desvincularse a fin de
preparar su defensa. Por el contrario, consideró que la decisión de primera instancia estaba conforme
a derecho. 4.3. En mérito a ello, este Tribunal Supremo considera que se debe declarar nulas las sen­
tencias de primera y segunda instancia, a fin de garantizar la garantía constitucional al debido proceso,
conexo al derecho de defensa, que ostenta todo justiciable, así como la realización de un nuevo juicio
oral, conforme a lo establecido en el numeral 1 del artículo 433° del Código Procesal Penal. (Casación
N .° 828-2014-Lambayeque, del 07-06-2016, íf. jj. 4.1 al 4.3. Sala Penal Permanente. Texto completo:
<bit.ly/2TBLMJE>).

§ 136. Prueba de alcoholemia no tiene valor probatorio de autoinculpación. La prueba de al-


coholemia, según la doctrina es una pericia técnica que no tiene valor probatorio de autoinculpación,
y no puede considerarse lícitamente realizada si no se le informa de este pedido al acusado. (Exp. N .°
♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL
Art. IX TÍTULO PRELIMINAR 68
7982-97, del 31-03-1998. Sala Penal de Apelaciones para procesos sumarios con reos libres de la Corte
Superior de Justicia de Lima. Texto completo: Baca-Rojas-N eira, JPPSumarios, p. 448).
§ 137. El no permitirle al imputado ejercer su defensa material, convocando directamente a las
partes a la lectura de sentencia, vulnera el derecho de defensa y se constituye en causal de nulidad
de la sentencia. Véase la jurisprudencia del artículo 396° del Nuevo Código Procesal Penal [§ 1594].
(R. N . N .° 851-2014-Lima Norte, del 19-11-2015, ff. jj. 2.3 al 2.6. Sala Penal Transitoria. Texto com­
pleto: <bit.ly/2EySGWz>).
§ 138. El que un encausado mienta, no es un indicio necesario de que cometió el delito im­
putado. Véase la jurisprudencia del artículo 87° del Nuevo Código Procesal Penal [§ 427]. (R. N.
N .° 152-2015-Junín, de 21-02-2017, ff. jj. 10-12. Primera Sala Penal Transitoria. Texto completo:
<bit.ly/2lIuZAu>).
§ 139. El método de videoconferencia no puede vulnerar el derecho de defensa del proce­
sado. Véase la jurisprudencia del artículo 119°-A del Nuevo Código Procesal Penal [§ 514]. (R. N.
N .° 999-2016-Loreto, de 20-06-2017, ff. jj. 6.2.16 y 6.2.17. Sala Penal Permanente. Texto completo:
<bit.ly/2Fz4ICn>).
§ 140. La acusación oral modificada, si se trata de agravar la situación jurídica del acusado, tie­
ne que ser planteada en las fases previas al juicio oral y no en sede de alegatos. Véase la jurispruden­
cia del artículo 285°-A del Código de Procedimientos Penales [§ 2289]. (R. N. N .° 1232-2016-Junín,
del 10-01-2017, f. j. 7. Sala Penal Transitoria. Texto completo: <bit.ly/2VCdUcV>).
§ 141. El acusado puede guardar silencio en el juicio, pero no hacer que éste se proyecte hacia
atrás, con la eficacia de cancelar otras manifestaciones precedentes. Véase la jurisprudencia del ar­
tículo 359° del Nuevo Código Procesal Penal [§ 1487]. (Casación N .° 1462-2017-Lambayeque, del
15-02-2018, f. j. 7. Sala Penal Permanente. Texto completo: <bit.ly/2TAZJs7>).

JURISPRUDENCIA DE LAS CORTES SUPERIORES

§ 142. El colegiado puede decidir suspender una audiencia para efectos de garantizar el dere­
cho a la defensa de la acusada, en cuanto observa que su defensa técnica ha efectuado una defensa
ineficaz. Tercero. Teniendo en cuenta el sustento efectuado por la defensa técnica de la acusada efecti­
vamente este colegiado en la audiencia de fecha 05 setiembre del año 2018, conforme a efectuado el sus­
tento de la defensa técnica de la acusada, pues se ha advertido que este ha realizado una defensa ineficaz
perjudicando el derecho de defensa técnico que le asiste a esta, toda vez que en reiteradas oportunidades
este colegiado ha efectuado observaciones en cuanto al interrogatorio efectuado por el propio abogado
defensor, razones por las cuales este colegiado decidió suspender la audiencia para efectos de garantizar
el derecho de defensa irrestricto de la acusada, el mismo que se haya amparado en las normas suprana-
cionales, así como la norma interna como es la Constitución Política del Estado, este colegiado además
deberá tener en cuenta lo esgrimido en la Casación N .° 413-2014-Lambayeque [§ 1640a], en cuyo
fundamento trigésimo nos señala que el Código Procesal Penal define la nulidad absoluta en su artículo
150, los términos siguientes que el criterio seguido de esta definición es que la protección de los dere­
chos fundamentales es parte de la esencia del ordenamiento jurídico y por tanto la labor del magistrado,
entonces podemos señalar que una grave afectación de los mismo será entendióle como un vicio grave
que acarrea la nulidad del acto procesal que la originó razones por las cuales este colegiado a efecto de
evitar nulidades futuras y causar vicios en el trámite de la causa, está en la obligación de cautelar el de­
bido proceso y amparar el derecho irrestricto a la defensa de los sujetos procesales sin distinción alguna,
razones por las cuales deberá declararse fundada la nulidad interpuesta por la defensa técnica de la acu­
sada, esto es respecto al interrogatorio efectuado por la citada acusada por lo tanto deberá reponerse a la
nulidad invocada y efectuarse el interrogatorio de la misma en este acto de la audiencia continuándose
con el desarrollo del juicio oral, conforme a su estado, en consecuencia este colegiado resuelve declarar
fundada la nulidad planteada por la defensa técnica de la acusada y reponiendo el acto procesal viciado

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69 TÍTULO PRELIMINAR Arí. IX
deberá efectuarse el interrogatorio a la acusada por parte de la representante del Ministerio Público, así
como la defensa técnica de la acusada a efectos de no vulnerar el derecho de defensa, respecto de la re­
solución recurrida se corre traslado a los sujetos procesales. (Exp. N .° 00357-2016-14-0201-JR-PE-01,
del 20-09-2018, f. j. 3. Primera Sala Penal de Apelaciones. Corte Superior de Justicia de Ancash. Texto
completo: <bit.ly/2T9zEjK>).

§ 143. No vulnera el derecho a la defensa del imputado el que no se le permita a su abogado


defensor asistir a la declaración que su coimputado realizará en la etapa de investigación prepa­
ratoria. Véase la jurisprudencia del artículo 88° del Nuevo Código Procesal Penal [§ 431]. (Exp. N .°
00004- 2015-41-5001 -JR-PE-01, del 22-05-2017, ff. jj. 4.2.3, 4.2.4, 4.2.5, 4.2.6 y 4.2.11. Colegiado
A. Sala Penal Nacional de Apelaciones Especializada en Delitos de Corrupción de Funcionarios. Texto
completo: <bit.ly/2HwXwq8>).

JURISPRUDENCIA DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL

§ 144. Dimensiones del derecho de defensa. 3. El ejercicio del derecho de defensa, de especial
relevancia en el proceso penal, tiene una doble dimensión: una material, referida al derecho del imputa­
do de ejercer su propia defensa desde el mismo instante en que toma conocimiento de que se le atribuye
la comisión de determinado hecho delictivo; y otra formal, que supone el derecho a una defensa técnica;
esto es, al asesoramiento y patrocinio de un abogado defensor durante todo el tiempo que dure el pro­
ceso. Ambas dimensiones del derecho de defensa forman parte del contenido constitucionalmente pro­
tegido del derecho en referencia. En ambos casos, se garantiza el derecho a no ser puesto en un estado
de indefensión. [...] 5. [Reconocer] el ejercicio del derecho de defensa en forma integral a un procesado
que no ostenta la calidad de abogado, implicaría someterlo a un estado de indefensión por ausencia de
una asistencia letrada, versada en el conocimiento del Derecho y de la técnica de los procedimientos
legales, situación que, además, quebranta el principio de igualdad de armas o igualdad procesal de las
partes. [...] (Exp. N .° 1919-2006-PHC/TC [caso Margi Eveling Clavo Peralta], del 16-03-2006 [Web:
05- 02-2007 / EP, 09-03-2007], ff. jj. 3 y 5. Texto completo: <bit.ly/2FmRE0e>).

VÉASE TAMBIÉN? Exp. N .° 06260-2005-HC/TC [caso Margi Eveling Clavo P eralté del 12-09-2005
[Web: 04-05-2006 / EP, 20-06-2006], £ j. 3. Texto completo: <bit.ly/2FUMdZx>.

§ 145. Afectación al contenido esencial del derecho de defensa. 3. [...] En virtud del derecho
de defensa se garantiza que los justiciables, en la protección de sus derechos y obligaciones, cualquiera
que sea su naturaleza (civil, mercantil, penal, laboral, etc.), no queden en estado de indefensión. El
contenido esencial del derecho de defensa queda afectado cuando, en el seno de un proceso judicial,
cualquiera de las partes resulta impedida, por actos concretos de los órganos judiciales, de ejercer los
medios necesarios, suficientes y eficaces para defender sus derechos e intereses legítimos. 4. Así, son
parte importante del derecho a la defensa ciertos principios, como el de concordancia entre la acusación
fiscal y la determinación del tipo penal en la sentencia, el derecho a participar del contradictorio; a ofre­
cer medios probatorios; a obtener resoluciones judiciales debida y suficientemente fundamentadas que
permitan un ejercicio eficaz del derecho a la pluralidad de instancias; a ser asesorado por abogado de su
elección; a ser informado eficaz y oportunamente de los cargos que sustente tanto una detención como
una acusación. Este último derecho implica también el derecho a ser notificado en forma debida de
todas las diligencias que se actúen al interior de un proceso, de las cuales se pueda desprender, en mayor
o menor grado, una limitación para ejercer dicho derecho. (Exp. N .° 7811-2006-PHC/TC [caso Rubén
Galvdn Borja\ , del 20-09-2006 [Web: 28-02-2007], ff. jj. 3-4. Texto completo: <bit.ly/2ucCPuR>).
§ 146. El derecho de defensa atraviesa transversalmente todo el proceso judicial. 157. El Tri­
bunal tiene dicho que la observancia y respeto del derecho de defensa es consustancial a la idea de
un proceso debido, propio de una democracia constitucional, que tiene en el respeto de la dignidad
humana al primero de sus valores. Por su propia naturaleza, el derecho de defensa es un derecho que
atraviesa transversalmente todo el proceso judicial, cualquiera sea su materia. Este derecho garantiza que
un justiciable no quede en estado de indefensión en la determinación de sus derechos y obligaciones

♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL


Art. IX TÍTULO PRELIMINAR 70

de orden penal, civil, laboral, fiscal o de cualquier otro carácter, como se expresa en el artículo 8o de la
Convención Americana de Derechos Humanos. (Exp. N .° 003-2005-PI/TC [Demanda de inconstitu-
cionalidad contra los Decretos Legislativos 9 2 1 ,9 2 2 ,9 2 3 ,9 2 4 , 925, 926 y 927], del 09-08-2006 [Web:
11-12-2006 / EP, 18-12-2006], £ j. 157. Texto completo: <bit.ly/2HgyDLZ>).
§ 147. Derecho de defensa. 15. [...] A juicio del este Colegiado, ni siquiera la necesidad de pre­
servar los principios de disciplina y jerarquía de la Policía Nacional del Perú justifica que las sanciones
disciplinarias respectivas que puedan dictarse a sus integrantes se impongan sin respetar el derecho de
defensa. Autoridad, disciplina y respeto del principio de jerarquía no puede entenderse como fran­
quicia para sancionar en condiciones de indefensión. [...] (Exp. N .° 2050-2002-AA/TC [caso Curios
Israel Ramos Colque\ del 16-03-2003 [Web: 28-05-2003 / EP, 28-05-2003], £ j- 15. Texto completo:
<bit.ly/2FvgKuW>).
§ 148. Derecho de defensa como garantía suprema ante un verdadero proceso. 4. El derecho
fundamental de defensa está considerado como la fuerza motriz del proceso; como la garantía suprema
que atiende a su esencia misma, pues sin él no estaremos ante un verdadero proceso, toda vez que, ante
su ausencia, no habrá contradictorio, siendo este un atributo principal de las partes sujetas a proceso.
De otro lado, este derecho tiene su origen en el precepto sustancial según el cual nadie puede ser juz­
gado sin ser oído y vencido en juicio. [...] 5. [Para que se cumpla el derecho de defensa] se requiere
necesariamente que el justiciable se informe de la existencia del proceso penal, en atención a su derecho
de conocer de forma cierta expresa e inequívoca los cargos que pesan en su contra. De ahí que el dere­
cho de defensa sea, entre otros, una manifestación del derecho al debido proceso, derecho irrenunciable
dado que la parte no puede decidir si se le concede o no la posibilidad de defenderse, e inalienable
pues su titular no puede sustraerse a su ejercicio. (Exp. N .° 3062-2006-PHC/TC [caso Jyomar Yunior
Faustino Tolentino], del 17-05-2006 [Web: 23-01-2007 / EP, 19-03-2007], f£ jj. 4-5. Texto completo:
<bit.ly/2Ggj2PK>).
§ 149. El derecho de defensa se proyecta como principio de interdicción para afrontar cual­
quier indefensión y como principio de contradicción de los actos procesales que pudieran re­
percutir en la situación jurídica de algunas de las partes. 5. [El] derecho de defensa constituye un
derecho fundamental de naturaleza procesal que conforma, a su vez, el ámbito del debido proceso, y
sin el cual no podría reconocerse la garantía de este último. Por ello, en tanto derecho fundamental, se
proyecta como principio de interdicción para afrontar cualquier indefensión y como principio de contra­
dicción de los actos procesales que pudieran repercutir en la situación jurídica de algunas de las partes,
sea en un proceso o procedimiento, o en el caso de un tercero con interés. (Exp. N .° 5085-2006-PA/
T C [caso Los Álamos Machines Investments S.A.], del 13-04-2007 [Web: 07-05-2007 / EP, 08-08-2007],
f. j. 5. Texto completo: <bit.ly/2Fv2cdQ>).
§ 150. La falta de precisión del tipo penal no genera indefensión en todos los casos. L a falta
de motivación del auto de apertura de instrucción también genera una violación del derecho de
defensa. 6. Por otro lado, el derecho de defensa reconocido en el artículo 139 inciso 14 de la Consti­
tución permite que los justiciables, en la determinación de sus derechos y obligaciones, cualquiera sea
su naturaleza (civil, mercantil, penal, laboral, etc.), no queden en estado de indefensión. Como tal, la
garantía de no quedar en estado de indefensión se proyecta a lo largo de todo el proceso y, por su propio
efecto expansivo, contiene, a su vez, un conjunto de garantías mínimas que en todo momento deben
respetarse (Expediente 2439-2003-PHC/TC). 7. Este Tribunal Constitucional ha entendido que la
falta de motivación del auto de apertura de instrucción también genera una violación del derecho de
defensa [...]. 8. No obstante, en los casos en los cuales se alega falta de precisión del tipo penal, este
Tribunal ha reconocido que no en todos los casos esta omisión genera indefensión. Así, por ejemplo,
en los casos de auto de apertura de instrucción por el delito de falsificación de documentos en los que
no se especificó si se trataba de un documento público o privado, en ocasiones, de la lectura del auto
de apertura de instrucción era posible advertir la naturaleza jurídica (pública o privada) del documento
cuya falsificación se atribuye (Expedientes 1924-2008-PHC/TC, 1425-2008-PHC/TC). Asimismo,
nom os & th e sis
71 TITULO PRELIMINAR Art. IX
en el caso en que se omitió especificar en el auto de apertura de instrucción qué supuesto normativo
de los contenidos en el artículo 111 del Código Penal (homicidio culposo) era aplicable al procesado,
este Tribunal Constitucional consideró que tal omisión no generó indefensión en un caso en el que
desde la denuncia fiscal se había establecido que la causa de la muerte que se le imputaba era haber
conducido el vehículo “a una velocidad mayor a la prudente y razonable, que no le permite percatarse
oportunamente de la presencia de la agraviada”. (Expediente 1419-2008-PHC/TC). (Exp. N .° 02909-
2015-PHC/TC, del 19-10-2016 [Web: 06-12-2017/ EP: 04-01-2018], ffi jj. 6, 7 y 8. Texto completo:
<bit.ly/2HjBtUQ>).

§ 151. No cualquier imposibilidad de ejercer los medios de defensa produce un estado de in­
defensión. Dimensión material y formal del derecho a no quedar en estado de indefensión. 4. El
Tribunal Constitucional ha precisado en la sentencia recaída en el Expediente N .° 4303-2004-AA/TC,
que la notificación es un acto procesal cuyo cuestionamiento o anomalía no genera, per se, violación
del derecho al debido proceso o a la tutela procesal efectiva; para que ello ocurra resulta indispensable
la constatación o acreditación indubitable por parte de quien alega la violación del debido proceso, de
que con la falta de una debida notificación se ha visto afectado de modo real y concreto el derecho de
defensa u otro derecho constitucional directamente implicado en el caso concreto. Esto se entiende des­
de la perspectiva de que los procesos constitucionales no son una instancia a la que pueden extenderse
las nulidades o impugnaciones del proceso judicial ordinario, ni tampoco pueden convertirse en un
medio para la articulación de estrategias de defensa luego de que una de las partes haya sido vencida en
un proceso judicial. 5. Asimismo, este Tribunal ha señalada en reiterada jurisprudencia que el derecho
a la defensa comporta en estricto el derecho a no quedar en estado de indefensión en cualquier etapa
del proceso penal, el cual tiene una doble dimensión: una material, referida al derecho del imputado
o demandado de ejercer su propia defensa desde el mismo instante en que toma conocimiento de que
se le atribuye la comisión de determinado hecho delictivo, y otra formal, que supone el derecho a una
defensa técnica, esto es, al asesoramiento y patrocinio de un abogado defensor durante todo el tiempo
que dure el proceso. 6. El derecho a no quedar en estado de indefensión se conculca cuando los titulares
de los derechos e intereses legítimos se ven impedidos de ejercer los medios legales suficientes para su de­
fensa; no obstante, no cualquier imposibilidad de ejercer esos medios produce un estado de indefensión
que atenta contra el contenido constitucionalmente protegido de dicho derecho, sino que es constitu­
cionalmente relevante cuando se genera una indebida y arbitraria actuación del órgano que investiga o
juzga al individuo [...]. 7. El presentante alega que al favorecido “jamás se le notificó debidamente de
nada”. Al respecto, del Reporte de Seguimiento del Expediente [...] del Poder Judicial [...], se advierte
que el auto de revocatoria de la suspensión de la pena de fecha 21 de diciembre del 2010 fue apelado
por el favorecido [...] e incluso que presentaron escritos solicitando que se deje sin efecto la revocatoria
y requisitoria, así como de pagos por consignación [...]. Por lo que cabe señalar que el actor tuvo cono­
cimiento de la revocatoria de la suspensión de pena e interpuso los recursos en defensa. 8. Este Tribunal
ha precisado en reiterada jurisprudencia que el derecho a la libertad personal no es un derecho absoluto,
sino relativo; es decir, susceptible de ser limitado en su ejercicio. Sin embargo, es claro que las eventuales
restricciones que se puedan imponer no están libradas a la entera discrecionalidad de la autoridad que
pretenda limitar su ejercicio. De esta manera, la legitimidad de tales restricciones radica en que deben
ser dispuestas con criterios objetivos de razonabilidad y proporcionalidad, a través de una resolución
judicial motivada. 9. Sobre esta base, según la normativa penal vigente, el juez puede suspender la eje­
cución de la pena por un periodo de uno a tres años, siempre que se cumplan determinados requisitos,
pero, en cualquier caso, su vigencia estará condicionada al cumplimiento de las reglas de conducta que
necesariamente habrán de estar expresamente establecidas en la sentencia condenatoria. Sin embargo,
el artículo 59 del Código Penal señala que si durante el periodo de suspensión el condenado no cum­
ple con las reglas de conducta impuestas o condenado por otro delito, el juez podrá, según los casos:
1) amonestar al infractor; 2) prorrogar el periodo de suspensión hasta la mitad del plazo inicialmente
fijado, o 3) revocar la suspensión de la pena. (Exp. N .° 07039-2015-PHC/TC, del 19-10-2016 [Web:
23-05-2017/ EP: 08-08-2017], ff. jj. 4 al 9. Texto completo: <bit.ly/2XWV4z8>).
♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL
Art. IX TITULO PRELIMINAR 72

§ 152. Es nula la sentencia si el encausado, pese a haber concurrido a todas las sesiones del
juicio oral, se le negó el derecho a ser oído por el tribunal, lo que generó un estado de indefensión.
5.4. La obligación constitucional y convencional de los Jueces es hacer efectiva [las] garantías de los
derechos fundamentales, con mayor intensidad en un proceso penal. Se verifica que los integrantes de
la Sala Mixta de Apelaciones y Liquidadora de Tarma, en el plenario [...], a pesar de encontrarse pre­
sente el imputado [...] en todas las sesiones de juicio oral, y haberse negado a someterse a la conclusión
anticipada del proceso por ser inocente, no fue examinado, ni oído, lo que evidentemente genera un
estado de indefensión, transgrediéndosele su derecho fundamental de defensa que integran el debido
proceso [...], restringiéndole su derecho a declarar, y de defenderse sobre los cargos graves atribuidos en
su contra, máxime la pena que se le impuso fue de cadena perpetua. (R. N. N .° 2871-2015-Junín, de
06-04-2017, f. j. 5.4. Segunda Sala Penal Transitoria. Texto completo: <bit.ly/2G5q5Z3>).
§ 153. Si en la audiencia de apelación de sentencia no asisten ni el sentenciado ni el abogado
defensor acreditado, y en su lugar asiste un abogado no acreditado alegando que ejercerá la de­
fensa del sentenciado, el órgano jurisdiccional deberá corroborar la representación alegada y no
desestimar de plano su participación, pues esto podría dejar en indefensión al sentenciado. 3.3.
[...] En el presente caso, si bien a la audiencia de apelación de sentencia realizada el 4 de octubre de
2013, no asistieron ni el sentenciado ni su abogado defensor, se presenta la particularidad de que, a
dicha audiencia, acudió el abogado CQ, quien manifestó integrar el estudio jurídico Perca & Abogados
Asociados, y que ejercería la defensa del sentenciado, don VO. Los magistrados que integraron ese día
la Sala Penal de Apelaciones de la Corte Superior de Justicia de Moquegua no aceptaron la participación
del mencionado abogado, por considerar que no había acreditado formalmente su representación. Sin
embargo, no se tomó en cuenta que dicha decisión afectó el derecho de don VO a contar con un recurso
eficaz contra la sentencia, Resolución N .° 6, de fecha 17 de junio de 2013, que le impuso una condena
de diez años de pena privativa de la libertad. En efecto, la Sala Penal debió suspender la audiencia para
comunicarse con don PC, abogado acreditado en el proceso, a través de los diversos mecanismos que el
nuevo proceso penal permite tales como por teléfono, por correo electrónico, o cualquier otro medio
de comunicación, y verificar la representación que alegaba tener el abogado CQ; designar un defensor
de oficio; o, en última instancia, en atención a los fines del proceso penal, dejar constancia del hecho y
reprogramar la audiencia de apelación de sentencia. En cualquier caso, no debió directamente declarar
la inadmisibilidad del recurso de apelación mediante la Resolución N .° 8, de fecha 11 de octubre de
2013. (Exp. N .° 02740-2014-PHC/TC, del 25-03-2015 [Web: 30-10-2017 / EP: 01-01-2018], f. j.
3.3. Texto completo: <bit.ly/20knT47>).
§ 154. En el ámbito de las investigaciones seguidas por una comisión del Congreso de la
República no opera el derecho fundamental a interrogar testigos como parte del derecho fun­
damental a la defensa. 66. Se considera, de otra parte, que se ha vulnerado el derecho de intervenir,
en igualdad de condiciones, en la actividad probatoria. Concretamente, afirma que esta violación es
resultado de que no se permita la intervención de los abogados de los investigados en las sesiones en
que los testigos rinden declaraciones ante la Comisión. 67. Sobre el particular, corresponde recordar
que, a diferencia de otros procedimientos que pueden activarse en sede parlam entaria, el de las comisiones
de investigación no es un procedimiento acusatorio, ni tampoco sancionatorio,’ sus conclusiones no siempre
culminan en una recomendación de acusación,3y, aunque así fuere, ellas no vinculan a ningún poder
público. No es, pues, un ámbito en el que, a criterio de este Tribunal, opere el derechofundam ental a inte­
rrogar testigos como parte del derecho fundam ental a la defensa. (Exp. N .° 04968-2014-PH C/TC [caso
Alejandro Toledo M anrique y otros], de 04-11-2015 [Web: 04-11-2015 / EP, 08-11-2015], ff. jj. 66 y
67. Texto completo: <bit.ly/20ohi8T>).
§ 155. Derecho del procesado a conocer los cargos de imputación formulados en su contra. 16.
La necesidad de tutela surge del enunciado contenido en el artículo 2 ..° inciso d) de la Norma Suprema,
al disponer “ [N]adie será procesado, ni condenado por acto u omisión que al tiempo de cometerse no
este previamente calificado en la ley, de manera expresa e inequívoca, como infracción punible [...]”.
Por ello, es derecho de todo procesado el que conozca de manera expresa, cierta, e inequívoca los cargos
nom os & th esis
73 TITULO PRELIMINAR Art. IX
que se formulan en su contra, y en el presente caso tanto más, dado que la naturaleza pública o privada
de los documentos cuya presunta falsificación se investiga, permanecerá inalterable durante el desarrollo
de la instrucción, pero su determinación por parte del juzgador incidirá en el derecho de defensa de los
imputados y en su libertad personal cuando se determine su situación jurídica y la posterior pena a im­
ponérseles. (Exp. N .° 3390-2005-PHC/TC [caso Jacinta M argarita Toledo Manrique], del 06-08-2003
[Web: 11-08-2005], £ j. 16. Texto completo: <bit.ly/2FxZdm8>).
§ 156. Jueces deben otorgar las garantías necesarias para que el derecho de defensa de la recu­
rrente en su calidad de analfabeta y quechuahablante se encuentre plenamente protegido, entre
ellos, la designación de un traductor o intérprete. Su abogado no debe dejar de asistir a ninguna
de las audiencias y le debe comunicar de todo lo ocurrido en cada una de las etapas del proceso.
5. [El] contenido esencial del derecho de defensa queda afectado cuando, en el seno de un proceso
judicial, cualquiera de las partes resulta impedida, por actos concretos de los órganos judiciales, de
ejercer los medios necesarios, suficientes y eficaces para defender sus derechos e intereses legítimos. 6.
Lo establecido en los fundamentos precedentes referido al derecho de defensa no sería posible si, en el
seno de un proceso, no se nombra intérprete a aquella parte que tiene como idioma propio uno distinto
al castellano y, en consecuencia, no tiene la posibilidad de entender el idioma usado en los tribunales, a
fin de ejercer su derecho de defensa constitucionalmente protegido. [...] 10. Por tanto, se desprende de
lo expuesto que el ejercicio del derecho de defensa no es posible si al recurrente no se le designa traduc­
tor o intérprete, y - acorde a la Convención Americana- que este derecho es una garantía mínima del
procesado para el respeto de su derecho al debido proceso y a su identidad cultural, en consecuencia,
para su validez. Así lo ha entendido la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, cuando ha
señalado que “toda declaración de una persona que no comprenda o no hable adecuadamente el idioma
en el cual esta le es tomada, carece de valor” [...]. 13. [El] Estado tiene la obligación de procurar a las
personas analfabetas una protección especialmente garantista, ello, por cuanto, al estar desnaturalizada
su capacidad de comprensión por no contar con las herramientas cognitivas necesarias, tal condición
especial las coloca en una situación de desventaja frente a la otra parte. Con dicha protección, el Esta­
do no solo justifica su inacción social en materia educativa, sino que habilita la posibilidad de que las
personas analfabetas asistan a un proceso en mejores condiciones y puedan exigir de manera efectiva
el respeto de sus derechos. 14. En tal sentido, a partir del contenido del derecho al debido proceso y
del deber constitucional de garantizar la defensa de las personas en juicio, más aún, cuando se trata de
personas analfabetas, este Tribunal entiende que entre dicho derecho y tal deber existe una relación que
bien puede ser expresada en el derecho de las personas analfabetas a no dejar de ser asistidas por un
abogado y, por tanto, a recibir una debida defensa acorde a su condición en los procesos judiciales. Es
decir, se puede considerar, sin necesidad de apelar a la cláusula de los derechos no enumerados o derechos
no escritos recogida en el artículo 3 de la Constitución que está reservada solo para aquellas especiales
y novísimas situaciones que supongan la necesidad del reconocimiento de un derecho que requiera
de una protección al más alto nivel y que, en modo alguno, pueda considerarse que está incluido en
el contenido de algún derecho constitucional ya reconocido en forma explícita (Cfr. STC N .° 0895-
2001-AA, EJ. 5); que el derecho de defensa supone la existencia del derecho que tienen las personas
analfabetas a no dejar de ser asistidas por un abogado y, por tanto, a recibir una debida defensa acorde
a su condición en los procesos judiciales. [...] 19. Al respecto el Tribunal observa que las autoridades
jurisdiccionales no otorgaron una debida tutela en la medida que no ofrecieron las garantías necesa­
rias, a fin de que el derecho de defensa de la recurrente en su calidad de analfabeta y quechuahablante
se encuentre plenamente protegido. En opinión del Tribunal, la autoridad judicial debió asignar un
intérprete a la favorecida para que pueda comunicarse correctamente y sin limitaciones con el objeto
de que pueda ser oída en el proceso; asimismo, debió exhortar al abogado para que no deje de asistir
a ninguna de las audiencias y le comunique a la favorecida todo lo ocurrido en cada una de las etapas
del proceso, dejando expresa constancia de ello (Exp. N .° 07731-2013-PHC/TC [caso Carmen.María
VillanuevaPolinar], del 09-12-2015 [Web: 06-01-2017 / EP, 10-03-2017], f£ jj. 5, 6, 10,13, 14 y 19.
Texto completo: <bit.ly/2FvTPjg>).
♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL
Art. IX TÍTULO PRELIMINAR 74

$ 157. Calificación de delitos como de lesa humanidad no vulnera el derecho de defensa y a la


prueba. 49. De lo expuesto, se corrobora que la pena que se impuso al recurrente fue por la comisión
del delito de homicidio calificado, el cual, al momento de los hechos, se encontraba sancionado con un
extremo mínimo de quince años y uno máximo de veinticinco, y no en base a lo dispuesto en el artículo
77 del Estatuto de la Corte Penal Internacional, el cual sanciona el asesinato con una reclusión no ma­
yor de treinta arios, o la reclusión a perpetuidad cuando lo justifique la extrema gravedad del crimen y
las circunstancias personales del condenado. Lo expuesto, entonces, demuestra que no se ha vulnerado
el principio acusatorio. 50. Como bien puede apreciarse, la mención, tanto en la parte considerativa
como en la resolutiva de la sentencia a “crímenes de lesa humanidad”. Tiene, tal y como resalta el pro­
nunciamiento de segundo grado, un carácter declarativo, el cual, a lo más, proyecta ciertas característi­
cas a otorgársele al tratamiento del delito imputado. 51. Lo anterior también comprueba que, contra­
riamente a lo sostenido por el demandante, no se han vulnerado los derechos de defensa y a la prueba.
Al respecto, este Tribunal ha sostenido que el contenido constitucionalmente protegido del derecho de
defensa queda afectado cuando, en el seno de un proceso judicial, “cualquiera de las partes resulta impe­
dida, por concretos actos de los órganos judiciales, de ejercer los medios necesarios, suficientes y eficaces
para defender sus derechos e intereses legítimos” (Sentencia 4275-2013-PHC, fundamento 8). 53. Por
otro lado, el demandante arguye que la calificación de los delitos como de “lesa humanidad” le ha im­
pedido defenderse y presentar pruebas en el proceso penal. De la revisión de las sentencias impugnadas,
el Tribunal Constitucional aprecia que ja s calificaciones efectuadas por los órganos jurisdiccionales no
han impedido que se puedan presentar todos los argumentos y pruebas que estimara pertinentes. No
estamos, pues, como aquí mismo ya se ha anotado, de un elemento constitutivo para la determinación
de la responsabilidad penal del recurrente, la cual se sustentó en las diversas pruebas presentadas por
el Ministerio Público y que fueron actuadas y sometidas a la garantía del contradictorio en el marco
del juicio penal seguido en su contra. Así, pues, el Tribunal considera que la calificación declarativa de
“lesa humanidad” a los delitos atribuidos [...] no fue determinante para que el demandante, tal como
alega, no hubiese podido ejercer su derecho a la defensa. (Exp. N .° 01460-2016-PHC/TC [caso Alberto
Fujim ori Fujimori], del 03-05-2016 [Web: 10-05-2016 / EP, 02-06-2016], ff. jj. 49, 50, 51 y 53. Texto
completo: <bit.ly/2WeJhdG>).
§ 158. El derecho a la pluralidad de instancia guarda completa relación con el derecho cons­
titucional de defensa, junto a la de ser juzgado por un juez imparcial. Véase la jurisprudencia del
artículo 404° del Nuevo Código Procesal Penal [§ 1651]. (Exp. N .° 03307-2017-HC/TC, del 18-09­
2018 [Web: 24-10-2018], ff. jj. 11 al 18. Texto completo: <bit.ly/2VYkYRd>).
§ 159. Solo se declarará inadmisible el recurso de apelación cuando, además de la ausencia del
imputado, también se aprecie la ausencia del abogado defensor a la audiencia de apelación. Véase
la jurisprudencia del artículo 416° del Nuevo Código Procesal Penal [§ 1711]. (Exp. N .° 05181-2013-
PA/TC, del 03-01-2017 [Web: 31-01-2017 / EP: 01-03-2017], ff. jj. 2.3.3 al 2.3.6. Texto completo:
<bit.ly/2u3JRiq>).

JURISPRUDENCIA DE LA CORTE INTERAMERICANA DE DERECHOS HUMANOS

§ 160. Contenido del derecho a la defensa. 209. Por otra parte, ha establecido que “el derecho
a la defensa debe poder ejercerse desde que se señala a una persona como posible autor [a] o partícipe
de un hecho punible y sólo culmina cuando finaliza el proceso. [...] El derecho a la defensa obliga al
Estado a tratar al individuo en todo momento como un verdadero sujeto del proceso, en el más amplio
sentido de este concepto, y no simplemente como objeto del mismo”. De acuerdo a lo anterior, también
determinó este Tribunal que “ [i]mpedir que la persona ejerza su derecho de defensa desde que se inicia
la investigación en su contra y la autoridad dispone o ejecuta actos que implican afectación de derechos
es potenciar los poderes investigativos del Estado en desmedro de derechos fundamentales de la persona
investigada”. Asimismo, la Corte ha expresado que “el artículo 8.2.b convencional rige incluso antes de
que se formule una acusación en sentido estricto. Para que el mencionado artículo satisfaga los fines
que le son inherentes, es necesario que la notificación ocurra previamente a que el inculpado rinda su

nom os & thesis


75 TÍTULO PRELIMINAR Art. IX
primera declaración ante cualquier autoridad pública”. También ha destacado que “contar con el tiem­
po y los medios adecuados para preparar la defensa”, en los términos del artículo 8.2.c) del tratado, es
una de “las garantías inherentes al derecho de defensa”. (CIDH, Caso Galindo Cárdenas y otros vs. Perú,
sentencia de 02-10-2015, párr. 209. Texto completo: <bit.ly/2IBhy4r>).
§ 161. La sola designación de un defensor de oficio no garantiza el derecho a la defensa, puesto
que debe verificarse que su actuación sea diligente. Los Estados deben garantizar una defensa
técnica pública eficiente. 153. El derecho a la defensa es un componente central del debido proceso
que obliga al Estado a tratar al individuo en todo momento como un verdadero sujeto del proceso, en el
más amplio sentido de este concepto, y no simplemente como objeto del mismo. El derecho a la defensa
debe necesariamente poder ejercerse desde que se señala a una persona como posible autor o partícipe
de un hecho punible y sólo culmina cuando finaliza el proceso, incluyendo, en su caso, la etapa de
ejecución de la pena. El derecho a la defensa se proyecta en dos facetas dentro del proceso penal: por un
lado, a través de los propios actos del inculpado, siendo su exponente central la posibilidad de rendir
una declaración libre sobre los hechos que se le atribuyen y, por el otro, por medio de la defensa técnica,
ejercida por un profesional del Derecho, quien cumple la función de asesorar al investigado sobre sus
deberes y derechos y ejecuta, Ínter alia, un control crítico y de legalidad en la producción de pruebas. La
Convención Americana rodea de garantías específicas el ejercicio tanto del derecho de defensa material,
por ejemplo, a través del derecho a no ser obligado a declarar contra sí mismo (artículo 8.2.g) o las
condiciones bajo las cuales una confesión pudiera ser válida (artículo 8.3), como de la defensa técnica,
en los términos que se desarrollarán a continuación. 154. Dentro de este último ámbito, que es el que
interesa en el presente caso, los literales d) y e) del artículo 8.2 expresan, dentro del catálogo de garantías
mínimas en materia penal, que el inculpado tiene derecho de “defenderse personalmente o de ser asis­
tido por un defensor de su elección” y que si no lo hiciere tiene el “derecho irrenunciable de ser asistido
por un defensor proporcionado por el Estado, remunerado o no según la legislación interna”. 155. Si
bien la norma contempla diferentes alternativas para el diseño de los mecanismos que garanticen el de­
recho, cuando la persona que requiera asistencia jurídica no tenga recursos ésta deberá necesariamente
ser provista por el Estado en forma gratuita. Pero en casos como el presente que se refieren a la materia
penal en la cual se consagra que la defensa técnica es irrenunciable, debido a la entidad de los derechos
involucrados y a la pretensión de asegurar tanto la igualdad de armas como el respeto irrestricto a la pre­
sunción de inocencia, la exigencia de contar con un abogado que ejerza la defensa técnica para afrontar
adecuadamente el proceso implica que la defensa que proporcione el Estado no se limite únicamente
a aquellos casos de falta de recursos. 156. En esta línea, la Corte reconoce que un rasgo distintivo de
la mayoría de los Estados parte de la Convención es el desarrollo de una política pública e institucio-
nalidad que garantiza a las personas que así lo requieran y en todas las etapas del proceso el derecho
intangible a la defensa técnica en materia penal a través de las defensorías públicas, promoviendo de este
modo la garantía de acceso a la justicia para las personas más desaventajadas sobre las que generalmente
actúa la selectividad del proceso penal. Así, la Asamblea General de la OEA ha afirmado “la impor­
tancia fundamental que tiene el servicio de asistencia letrada gratuita para la promoción y protección
del derecho de acceso a la justicia de todas las personas, en particular de aquellas que se encuentran en
una situación especial de vulnerabilidad” . La institución de la defensa pública, a través de la provisión
de servicios públicos y gratuitos de asistencia jurídica permite, sin duda, compensar adecuadamente la
desigualdad procesal en la que se encuentran las personas que se enfrentan al poder punitivo del Estado,
así como la situación de vulnerabilidad de las personas privadas de libertad, y garantizarles un acceso
efectivo a la justicia en términos igualitarios. 157. Sin embargo, la Corte ha considerado que nombrar
a un defensor de oficio con el sólo objeto de cumplir con una formalidad procesal equivaldría a no
contar con defensa técnica, por lo que es imperante que dicho defensor actúe de manera diligente con
el fin de proteger las garantías procesales del acusado y evite así que sus derechos se vean lesionados y se
quebrante la relación de confianza. A tal fin, es necesario que la institución de la defensa pública, como
medio a través del cual el Estado garantiza el derecho irrenunciable de todo inculpado de delito de ser
asistido por un defensor, sea dotada de garantías suficientes para su actuación eficiente y en igualdad de
armas con el poder persecutorio. La Corte ha reconocido que para cumplir con este cometido el Estado

♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL


Art. IX TÍTULO PRELIMINAR 76

debe adoptar todas las medidas adecuadas. Entre ellas, contar con defensores idóneos y capacitados que
puedan actuar con autonomía funcional. (CIDH , Caso Ruano Torresy otros vs. E l Salvador, sentencia de
05-10-2015, párrs. 153 al 157. Texto completo: <bit.ly/286mQsN>).
§ 162. La función judicial debe vigilar que el derecho a la defensa no se tome ilusorio a través
de una asistencia jurídica ineficaz. 168. La Corte estima que la responsabilidad internacional del
Estado puede verse comprometida, además, por la respuesta brindada a través de los órganos judiciales
respecto a las actuaciones u omisiones imputables a la defensa pública. Si es evidente que la defensa
pública actuó sin la diligencia debida, recae sobre las autoridades judiciales un deber de tutela o control.
Ciertamente, la función judicial debe vigilar que el derecho a la defensa no se torne ilusorio a través
de una asistencia jurídica ineficaz. En esta línea, resulta esencial la función de resguardo del debido
proceso que deben ejercer las autoridades judiciales. Tal deber de tutela o de control ha sido reconocido
por tribunales de nuestro continente que han invalidado procesos cuando resulta patente una falla en
la actuación de la defensa técnica. [...] 172. En suma, la responsabilidad internacional del Estado será,
pues, también establecida si la negligencia inexcusable o falla manifiesta de la defensa debió haber sido
evidente para las autoridades judiciales o bien fueron puestas en conocimiento de las mismas y no se
adoptaron las acciones necesarias y suficientes para prevenir y/o remediar la violación al derecho a la
defensa, de modo tal que la situación condujo a la violación del debido proceso, atribuible al Estado.
(CID H , Caso Ruano Torresy otros vs. E l Salvador, sentencia de 05-10-2015, párr. 168. Texto completo:
<bit.ly/286mQsN>).
§ 163. Derecho a contar con comunicación previa y detallada de la acusación. 80. El derecho
a contar con comunicación previa y detallada de la acusación en materia penal contempla que debe
realizarse una descripción material de la conducta imputada que contenga los datos fácticos recogidos
en la acusación, que constituyen la referencia indispensable para el ejercicio de la defensa del imputado
y la consecuente consideración del juzgador en la sentencia. De ahí que el imputado tenga derecho a
conocer, a través de una descripción clara, detallada y precisa, los hechos que se le imputan. Como parte
de las garantías mínimas establecidas en el artículo 8.2 de la Convención, el derecho a contar con comu­
nicación previa y detallada de la acusación se aplica tanto en materia penal como en los otros órdenes
señalados en el artículo 8.1 de la Convención, a pesar de que la exigencia en los otros órdenes puede ser
de otra intensidad o naturaleza. Ahora bien, cuando se trata de un proceso disciplinario sancionatorio el
alcance de esta garantía puede ser entendido de manera diversa, pero en todo caso implica que se ponga
en conocimiento del sujeto disciplinable cuales son las conductas infractoras del régimen disciplinario
que se le imputan. (CIDH , Caso Maldonado Ordoñez vs. Guatemala, sentencia de 03-05-2016, párr.
80. Texto completo: <bit.ly/2KYB393>).
§ 164. La persona debe poder ejercer su derecho de defensa desde que se inicia la investigación
en su contra. 189. El derecho a la defensa debe poder ejercerse desde que se señala a una persona como
posible autor o partícipe de un hecho punible y sólo culmina cuando finaliza el proceso. Ese derecho
obliga al Estado a tratar al individuo en todo momento como un verdadero sujeto del proceso, en el
más amplio sentido de este concepto, y no simplemente como objeto del mismo. De acuerdo con lo
anterior, “impedir que la persona ejerza su derecho de defensa desde que se inicia la investigación en
su contra y la autoridad dispone o ejecuta actos que implican afectación de derechos es potenciar los
poderes investigativos del Estado en desmedro de derechos fundamentales de la persona investiga­
da. (CID H , Caso Pollo Rivera y Otros vs. Perú, sentencia de 21-10-2016, párr. 189. Texto completo:
<bit.ly/2ICkEVQ>).
§ 165. Ejercicio adecuado de la defensa jurídica de la persona privada de libertad. 139. El nu­
meral 8 de los Principios Básicos sobre la función de los Abogados relativo a las salvaguardias especiales
en asuntos penales, que fija los estándares pertinentes para el ejercicio adecuado de la defensa en estos
casos, establece que [a] toda persona arrestada, detenida, o presa, se le facilitará oportunidades, tiempo
e instalaciones adecuadas para recibir visitas de un abogado, entrevistarse con él y consultarle, sin de­
mora, interferencia ni censura y en forma plenamente confidencial. Estas consultas podrán ser vigiladas

nom os & th e sis


77 TÍTULO PRELIMINAR Arí. IX
visualmente por un funcionario encargado de hacer cumplir la ley, pero no se escuchará la conversación.
140. La condena del señor Astorga Valdez pone aún más en evidencia la escasa posibilidad de ejercer
una defensa efectiva del inculpado. En dicho caso, el inculpado fue condenado en última instancia con
base en una prueba nueva, que el abogado defensor no conocía ni pudo contradecir. ! 4 l . La Corte
estima que, la restricción a la labor de los abogados defensores y la escasa posibilidad de presentación de
pruebas de descargo han quedado demostradas en este caso. Efectivamente, los inculpados no tuvieron
conocimiento oportuno y completo de los cargos que se les hacían; las condiciones en que actuaron
los defensores fueron absolutamente inadecuadas para su eficaz desempeño y sólo tuvieron acceso al
expediente el día anterior al de la emisión de la sentencia de primera instancia. En consecuencia, la
presencia y actuación de los defensores fueron meramente formales. No se puede sostener que las víc­
timas contaron con una defensa adecuada. (CIDH, Caso Castillo Petruzzi y otros vs. Perú, sentencia del
30-05-1999, párrs. 139 al 141. Texto completo: <bit.ly/2vosnxX>).

§ 166. Un inculpado puede defenderse personalmente, aunque esto es válido solamente si la


legislación interna se lo permite. 25. Los literales d) y e) del artículo 8.2 expresan que el inculpado
tiene derecho de defenderse personalmente o de ser asistido por un defensor de su elección y que si no
lo hiciere tiene el derecho irrenunciable de ser asistido por un defensor proporcionado por el Estado,
remunerado o no según la legislación interna. En estos términos, un inculpado puede defenderse per­
sonalmente, aunque es necesario entender que esto es válido solamente si la legislación interna se lo
permite. Cuando no quiere o no puede hacer su defensa personalmente, tiene derecho de ser asistido
por un defensor de su elección. Pero en los casos en los cuales no se defiende a sí mismo o no nombra
defensor dentro del plazo establecido por la ley, tiene el derecho de que el Estado le proporcione uno,
que será remunerado o no según lo establezca la legislación interna. Es así como la Convención garanti­
za el derecho de asistencia legal en procedimientos penales. Pero como no ordena que la asistencia legal,
cuando se requiera, sea gratuita, un indigente se vería discriminado por razón de su situación económi­
ca si, requiriendo asistencia legal, el Estado no se la provee gratuitamente. (CIDH, Opinión Consultiva
OC-11/90 del 10-08-1990, párr. 25. Texto completo: <bit.ly/2UZ0ETD>).

§ 167. L a Corte Interamericana ha señalado que el inculpado tiene derecho a examinar a los
testigos que declaran en su contra y a su favor, en las mismas condiciones, con el objeto de ejercer
su defensa. 177. La Corte considera que la imposibilidad de acceder a las actuaciones realizadas duran­
te la etapa del sumario y presentar pruebas impidieron que el señor Palamara Iribarne pudiera defen­
derse de forma adecuada. Cuando el abogado del señor Palamara Iribarne tuvo acceso al expediente al
elevarse la causa a plenario el 24 de octubre de 1994, de conformidad con el artículo 150 del Código de
Justicia Militar contaba con un plazo de tan solo 6 días para responder a “los cargos que exist[í]an en su
contra”. Recién el 20 de febrero de 1995 el abogado del señor Palamara Iribarne, al contestar la acusa­
ción Fiscal, pudo ofrecer prueba en el proceso [...]. 178. Además, íntimamente ligado con ío anterior, la
Corte Interamericana ha señalado que el inculpado tiene derecho a examinar a los testigos que declaran
en su contra y a su favor, en las mismas condiciones, con el objeto de ejercer su defensa. En el mismo
sentido se ha pronunciado la Corte Europea. Este Tribunal ha establecido que en todo proceso deben
concurrir los elementos necesarios para “que exista el mayor equilibrio entre las partes, para la debida
defensa de sus intereses y derechos. Esto implica, entre otras cosas, que rija el principio de contradicto­
rio”. 179. Las referidas restricciones impuestas al señor Palamara Iribarne y a su abogado defensor en
la Causa Rol N .° 464 por los delitos de desobediencia e incumplimiento de deberes militares y en la
Causa Rol N .° 471 por el delito de desacato, ambas ante el Juzgado Naval de Magallanes, vulneraron
las garantías propias del derecho de defensa, así como el de hacer comparecer a personas que puedan
arrojar luz sobre los hechos, reconocidos en el artículo 8.2.f) de la Convención. (CIDH, Caso Palamara
Iriba,rne vs. Chile, sentencia del 22-10-2005, párrs. 177 al 179. Texto completo: <bit.ly/2DBRodt>).
§ 168. En los procesos penales, debe garantizarse a los extranjeros inculpados el derecho a un
traductor y a ser informados oportunamente de que pueden contar con la asistencia consular de
su país. 86. Si el Estado que envía decide brindar su auxilio, en ejercicio de los derechos que le confiere
el artículo 36 de la Convención de Yiena sobre Relaciones Consulares, podrá asistir al detenido en
♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL
Art.X TÍTULO PRELIMINAR 78

diversos actos de defensa, como el otorgamiento o contratación de patrocinio letrado, la obtención de


pruebas en el país de origen, la verificación de las condiciones en que se ejerce la asistencia legal y la
observación de la situación que guarda el procesado mientras se halla en prisión. [...] 119. Para alcan­
zar sus objetivos, el proceso debe reconocer y resolver los factores de desigualdad real de quienes son
llevados ante la justicia. Es así como se atiende el principio de igualdad ante la ley y los tribunales y a
la correlativa prohibición de discriminación. La presencia de condiciones de desigualdad real obliga a
adoptar medidas de compensación que contribuyan a reducir o eliminar los obstáculos y deficiencias
que impidan o reduzcan la defensa eficaz de los propios intereses. Si no existieran esos medios de com­
pensación, ampliamente reconocidos en diversas vertientes del procedimiento, difícilmente se podría
decir que quienes se encuentran en condiciones de desventaja disfrutan de un verdadero acceso a la
justicia y se benefician de un debido proceso legal en condiciones de igualdad con quienes no afrontan
esas desventajas. 120. Por ello se provee de traductor a quien desconoce el idioma en que se desarrolla el .
procedimiento, y también por eso mismo se atribuye al extranjero el derecho a ser informado oportuna­
mente de que puede contar con la asistencia consular. Estos son medios para que los inculpados puedan
hacer pleno uso de otros derechos que la ley reconoce a todas las personas. Aquéllos y éstos, indisolu­
blemente vinculados entre sí, forman el conjunto de las garantías procesales y concurren a integrar el
debido proceso legal. 121. En el caso al que se refiere la presente Opinión Consultiva, ha de tomarse
en cuenta la situación real que guardan los extranjeros que se ven sujetos a un procedimiento penal, del
que dependen sus bienes jurídicos más valiosos y, eventualmente, su vida misma. Es evidente que, en
tales circunstancias, la notificación del derecho a comunicarse con el representante consular de su país,
contribuirá a mejorar considerablemente sus posibilidades de defensa y a que los actos procesales en los
que interviene - y entre ellos los correspondientes a diligencias de policía - se realicen con mayor apego
a la ley y respeto a la dignidad de las personas. (CID H , Opinión Consultiva OC-16/99, del 01-10-1999,
párrs. 86, 119, 120 y 121. Texto completo: <bit.ly/2UYqsQ6>).
§ 169. Defensa ineficaz: la negligencia inexcusable o falla manifiesta de la defensa técnica.
Véase la jurisprudencia del artículo 80° del Nuevo Código Procesal Penal [§ 413]. (CIDH, Caso Ruano
Torresy otros vs. E l Salvador, sentencia de 05-10-2015, párr. 166. Texto completo: <bit.ly/286mQsN>).

Artículo X: Prevalencia de las normas de este Título

Las normas que integran el presente Título prevalecen sobre cualquier otra disposición de este Código.
Serán utilizadas como fundamento de interpretación.

nom os & thesis


79

LIBRO PRIMERO
DISPOSICIONES GENERALES
SECCIÓN I
LA ACCIÓN PENAL

Artículo ]: Acción penal

La acción penal es pública.


1. Su ejercicio en los delitos de persecución pública, corresponde al Ministerio Público. La ejercerá de
oficio, a instancia del agraviado por el delito o por cualquier persona, natural o jurídica, mediante acción
popular.
2. En los delitos de persecución privada corresponde ejercerla al directamente ofendido por el delito ante el
órgano jurisdiccional competente. Se necesita la presentación de querella.
3. En los delitos que requieren la previa instancia del directamente ofendido por el delito, el ejercicio
de la acción penal por el Ministerio Público está condicionado a la denuncia de la persona autorizada para
hacerlo. No obstante ello, el Ministerio Público puede solicitar al titular de la instancia la autorización
correspondiente.
4. Cuando corresponde la previa autorización del Congreso o de otro órgano público para el ejercicio
de la acción penal, se observará el procedimiento previsto por la Ley para dejar expedita la promoción de
la acción penal.

ACUERDOS PLENARIOS DE LA CORTE SUPREMA

§ 170. Control de la acusación fiscal. Alcances jurídico procesales. Véase la jurisprudencia de los
artículos 349° del Nuevo Código Procesal Penal [§ 1401] y 229° del Código de Procedimientos Penales
[§ 2221]. (Acuerdo Plenario N .° 6-2009/CJ-l 16, del 13-11-2009, ff. jj. 6 al 8 [hay que precisar que
los íF. jj. 6 al 13 han sido establecidos como doctrina legal]. V Pleno Jurisdiccional de las Salas Penales
Permanente y Transitorias [EP, 13-11-2009]. Texto completo: <bit.ly/2c03xxf>).
§ 171. Acusación fiscal y congruencia. 12. La acusación fiscal debe indicar la acción u omisión pu­
nible y las circunstancias que determinan la responsabilidad del imputado (artículos 223°.2 del Código
de Procedimientos Penales -en adelante, ACPP- y 349°. 1-b del Código Procesal Penal -en adelante,
NCPP-). Un requisito formal de la acusación es, precisamente, su exhaustividad y concreción -debe
cumplir con lo dispuesto en los artículos 92° de la Ley Orgánica del Ministerio Público y 223° ACPP
o 349°. 1 NCPP-. Si la acusación es vaga e insuficiente produce indefensión. La acusación fiscal, valo­
rando tanto los actos de investigación como los actos de prueba preconstituida o anticipada y la prueba
documental, en primer lugar, debe precisar con rigor los hechos principales y el conjunto de circunstan­
cias que están alrededor de los mismos; y, en segundo lugar, debe calificarlos jurídicamente acudiendo al

♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL


Art. 1 LIBRO PRIMERO: DISPOSICIONES GENERALES 80

ordenamiento penal: tipo legal, grado del delito, tipo de autoría o de participación, así como mencionar
las diversas circunstancias genéricas modificativas de la responsabilidad penal que están presentes en el
caso (artículos 46o-A, 46°-B, 46°-C , 2 1 ° y 22° CP, y artículos 136° ACPP o 161° NCPP), y las reglas
propias del concurso de delitos (artículos 48°/30° CP). Las normas sobre el concurso de delitos tienen
una incidencia directa en la determinación del marco penal aplicable. Así han sido concebidas por el
derecho positivo; el Código Penal las incorpora en el Capítulo II del Título III del Libro Primero, dedi­
cado a la aplicación de la pena-. Sin perjuicio de lo expuesto, es de enfatizar que los concursos delictivos
-concurso ideal, concurso real, delito continuado y delito masa-, son casos de concurrencia de tipos pe­
nales realizados sin que ninguno excluya a otro, con diferentes normas penales violadas y diversidad de
bienes jurídicos lesionados [Quintero O livares, G onzalo: M anual de Derecho Pernl Parte General,
2o Edición, Aranzadi, Navarra, 2000, p. 747]. 13. Si el Tribunal de instancia, en la etapa intermedia,
no realizó un efectivo control de la acusación instando la subsanación de la omisión respecto al posible
concurso de delitos, resta determinar si esta omisión -así, por ejemplo, precisión de que se trata de un
concurso real con las consecuencias correspondientes en el ámbito de la pena- debe ser objeto de un
planteamiento de la tesis de desvinculación procesal o de información judicial -cuyo eje es el respeto del
principio de contradicción y de la garantía de defensa procesal, concretamente, del derecho al conoci­
miento de los cargos-. El planteamiento de la tesis, según el artículo 283°-A ACPP, sólo es posible cuan­
do corresponda variar la calificación jurídica del hecho procesal o cuando sé adviertan circunstancias
modificativas de la responsabilidad no incluidas en la acusación que aumentan la punibilidad. Sólo está
destinada, por consiguiente, a la introducción de hechos no esenciales o accidentales al hecho principal
-inmutable en sí mismo- y a desvinculación respecto de la calificación jurídica del hecho acusado. Es
evidente que el concurso de delitos no constituye una circunstancia modificativa de la responsabilidad
penal; es decir, elementos fácticos accidentales del delito, que no condicionan su existencia pero inciden
en la moderación o agravación de la pena. Las reglas sobre el concurso de delitos tampoco incide en la
calificación jurídica de las conductas delictivas: tipicidad objetiva y subjetiva, grado del delito, tipo de
autoría o de participación. Por tanto, las referencias jurídicas al concurso de delitos, necesarias para la
valoración del hecho procesal, no infringe principio ni garantía procesal alguna, siempre que, como co­
rresponde, no se introduzcan nuevos datos o elementos a los que no se hubieran podido referir las partes
por desconocimiento de los mismos -por lo demás, es de tener presente que los elementos de hecho son
susceptibles de prueba y las valoraciones lo son de debate-. Así las cosas, no hace falta plantear la tesis o,
en otros términos, el no planteamiento de la tesis en este caso, aun cuando sería recomendable a fin de
consolidar un debate puntual sobre este asunto -de suerte que en clave garantista es conveniente hacerlo
para instar una discusión jurídica acabada sobre el concurso real y sus consecuencias punitivas-, no vul­
nera las formas esenciales del juicio ni genera indefensión alguna. Cabe señalar que el concurso real de
delitos, al configurarse por distintas acciones y diferentes resultados, no crea problemas técnico jurídicos
mayores a la teoría del delito, pues ésta se cumple sin ninguna complejidad en relación con cada uno
de los delitos que entran en concurso. El problema político-criminal se contrae a la decisión del castigo
a imponer [Quintero O livares, G onzalo, Obra citada, p. 748]. (Acuerdo Plenario N .° 4-2009/CJ-
116, del 13-11-2009, flF. jj. 12 y 13 [los criterios expuestos en los ff. jj. 6-18 han sido establecidos como
doctrina legal]. V Pleno Jurisdiccional de las Salas Penales Permanente y Transitoria [EP, 13-11-2009].
Texto completo: <bit.ly/lZhoyAm>).
§ 172. Audiencia de tutela e imputación suficiente. Véase la jurisprudencia del artículo 71°
del Nuevo Código Procesal Penal [§ 373]. (Acuerdo Plenario N .° 2-2012/CJ-116, del 26-03-2012,
que establece como doctrina legal los criterios expuestos en los flF. jj. 6 al 11. I Pleno Jurisdiccio­
nal Extraordinario de las Salas Penales Permanente y Transitoria [EP, 26-07-2014]. Texto completo:
<bit.ly/lPc0WYg>).

PRECEDENTE VINCULANTE DE LA CORTE SUPREMA

§ 173. Alcances del principio de imputación necesaria. Véase la jurisprudencia del artículo 349°
del Nuevo Código Procesal Penal [§ 1405]. (R. N. N .° 956-2011-Ucayali, del 21-03-2012, que cons-

nom o s & th esis


81 SECCIÓN I: LA ACCIÓN PENAL Art.l
tituye precedente vinculante los puntos II al VI, del acápite tercero [EP, 08-03-2013, Jurisprudencia,
Año XXII, N .° 934, pp. 6835-6861]. Sala Penal Permanente. Texto completo: <bit.ly/2FyUoq7>).
§ 174. Principio acusatorio como garantía esencial del proceso penal. Véase la jurisprudencia
del artículo 356° del Nuevo Código Procesal Penal [§ 1469]. (Queja N .° 1678-2006-Lima, del 13-04­
2007, ff. jj. 4 y 7 [hay que precisar que los £F. jj. 4, 5 y 6 constituyen precedente vinculante]. Sala Penal
Permanente [EP, 13-04-2007]. Texto completo: <bit.ly/2tWtqq>).

PLENOS JURISDICCIONALES

§ 175. Las circunstancias agravantes (genéricas o cualificadas) que no han sido postuladas por
el órgano acusador, pueden ser introducidas de oficio, cuando son evidentes. ¿Las circunstancias
agravantes (genéricas o cualificadas) que no han sido postuladas por el órgano acusador, pueden ser intro­
: ducidas de oficio, cuando son evidentes, por ejemplo: pluralidad de agentes (genérica) o la reincidencia y la
calidad del agente (cualificadas)? Se acuerda por unanimidad: S í puede el juzgador introducir de oficio
circunstancias agravantes genéricas cuando fluyan del contexto fáctico descrito por el fiscal en su teoría
del caso, en virtud del principio de legalidad y iura novit curia. (Pleno Jurisdiccional Distrital en Mate­
ria Penal de la Corte Superior de Justicia de Sullana, realizada el 20-11-2018. Tema II. Texto completo:
<bit.ly/2Nv5PnD>).

JURISPRUDENCIA DE LA CORTE SUPREMA

§ 176. El titular de la acción penal. Sexto. [La] titularidad de la acción penal corresponde al Fis­
cal, pues es él el perseguidor público o requirente de la acción penal, a través del cual se garantiza una
función acusadora imparcial y objetiva, independiente del Organo Judicial. Precisamente, el principio
acusatorio supone, entre otros aspectos, la atribución de la función acusadora a un órgano distinto al
Organo Jurisdiccional. Es decir, la separación de funciones y roles entre los órganos públicos encarga­
dos de acusar (Fiscales) y los encargados de juzgar y decidir la causa penal (Jueces); [...] el Fiscal [...]
normativamente está obligado a que la hipótesis que postula como cargo criminal -el hecho como
probabilidad- debe “contener el conjunto de elementos fácticos que dan vida al delito, a su grado de
participación, al grado de desarrollo, a las circunstancias agravantes o cualificativas del tipo, ya que son
estos elementos de hecho de los que se deriva la concreta responsabilidad” [...]; de ahí la exigencia que
éstos deban ser expuestos en forma explícita, delimitada, expresa e individualizada (propia), no implíci­
ta, por tanto se requiere al representante del Ministerio Público que: i) postule un hecho con contenido
penal; ii) efectúe la calificación del mismo (tipo penal); iii) establezca cuál es el nexo de causalidad entre
los elementos fácticos y el tipo penal que incrimina; y, iv) determine la acción que el agente realizó y
resultó idónea para concretar o coadyuvar la consumación o materialización del delito, describiendo,
para ello, siempre a título de hipótesis, qué actos fueron efectivos y adecuados para que cometiera el
delito y qué tipo de conducta llevó a cabo: activa, neutra o de ayuda. (R. N. N .° 1299-2011-Loreto, del
06-03-2012, £ j. 6. Sala Penal Transitoria. Texto completo: <bit.ly/2bMSDMg>).
§ 177. Principio acusatorio en el retiro de acusación. Tercero. El señor Fiscal Supremo, en su
dictamen de fojas ocho (del cuadernillo de nulidad formado en esta Instancia Suprema), respecto a
la resolución que da por retirada la acusación fiscal (de fecha 14 de agosto de 2009), considera que el
auto superior recurrido por la parte civil se encuentra arreglado a derecho, pues señala que si bien el
procesado H . fue intervenido en el frontis de la vivienda donde se halló la droga incautada, también lo
es que a lo largo de la investigación no se ha logrado determinar que este haya tenido participación en
el transporte, acondicionamiento o comercialización de la droga incautada [...]. Cuarto. Es dentro de
este ámbito que corresponde seguir la línea jurisprudencial ya iniciada por este Supremo Colegiado. La
conducción de la investigación, el ejercicio de la acción penal y la interposición de la acusación corres­
ponden a un ente autónomo y jerarquizado, el Ministerio Público, que de manera monopólica lleva a
cabo dicha función; mandato constitucional que se encuentra amparado en el artículo 159, apartados

♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL


Art. 1 LIBRO PRIMERO: DISPOSICIONES GENERALES 82

1, 4 y 5, de nuestra Carta Magna. De ahí deriva el reconocimiento del principio acusatorio como
garantía esencial del proceso penal, que integra el contenido del debido proceso referido al objeto del
proceso penal. (R. N. N .° 1487-2014-Tacna, del 23-08-2016, ff. jj. 3 y 4. Sala Penal Transitoria. Texto
completo: <bit.ly/2ExY3WW>).
§ 178. Principio acusatorio. C uarto. [E]l principio acusatorio constituye una garantía fundamen­
tal de la imparcialidad del órgano jurisdiccional, propio de un Estado Democrático de Derecho, siendo
una de sus características esenciales la distribución de las funciones de acusación y decisión; por ello, la
norma constitucional en el inciso cinco, de su artículo ciento cincuenta y nueve, atribuye como función
al Ministerio Público el ejercicio de la acción penal, en concordancia con el artículo once, del Decreto
Legislativo N .° 032 -Ley Orgánica del Ministerio Público-; es decir, tiene función persecutora del deli­
to, que consiste en buscar, analizar y presentar las pruebas que acrediten la responsabilidad o irrespon7
sabilidad penal de los imputados, y solicitar la aplicación de la pena pertinente, de ser el caso. Q uinto.
Que el Ministerio Público como órgano constitucional es autónomo y jerárquicamente organizado,
en consecuencia, en un procedimiento en el que la Sala Penal Superior y el Fiscal Supremo, aceptan
la determinación del Fiscal Superior de no acusar, dicha abstención constituye pronunciamiento ins­
titucional no sujeto a control sobre el fondo de lo valorado -o menos que se advierto alguna violación
grave a normas de orden constitucional, que afecten el debido proceso, lo cual no ocurre en el caso de
autos-, así también lo ha considerado el máximo intérprete de la Constitución en el Expediente N .°
2005-2006-PH C/TC [§ 323], en estos términos: “En caso el fiscal decida no acusar y dicha resolución
sea ratificada por el Fiscal Supremo (era el caso de procesos ordinarios) o por el Fiscal Superior (en el
caso de procedimientos sumarios), al haber el titular de la acción penal desistido de formular acusación
el proceso penal debe llegar a su fin”. (R. N. N .° 1123-2014-Lima, de 14-01-2016, ff. jj. 4 y 5. Sala
Penal Transitoria. Texto completo: <bit.ly/2jsXcxh>).
§ 179. La existencia de otra explicación razonable de los hechos, derivada de los mismos ele­
mentos de prueba actuados en el proceso y alternativa a la hipótesis de la acusación fiscal, impide
condenar al acusado. 3.3. En este orden, las pruebas mencionados por el Ministerio Público- en su
recurso impugnatorio, como la partida de nacimiento de la agraviada, las de sus menores hijos y el
certificado médico legal -que da cuenta de la desfloración himeneal antigua de la agraviada; pero, por el
tiempo transcurrido entre la fecha de la comisión de los hechos y la realización del examen médico legal,
no resulta útil para informar sobre cualquier lesión que podría haberse generado como consecuencia del
uso de la fuerza-, no aportan elementos que contribuyan a tal esclarecimiento. [...] 3.6. Sin embargo,
en el presente caso, las razones que expuso la agraviada en el juicio oral para desistirse de la incrimina­
ción, referidas a que su madre la obligó a denunciar falsamente al acusado con el fin de que asumiera la
paternidad de los hijos producto de las relaciones sexuales, y su rectificación después de que este efectuó
tal reconocimiento, exigen verificar si no existen elementos de juicio que adviertan sobre la posibilidad
de que fuera precisamente el reconocimiento de los menores hijos lo que motivó la incriminación
inicial. [...] 3.8. La evaluación de autos advierte que, si bien la agraviada en su manifestación policial y
preliminar ante el Ministerio Público afirmó que el procesado la había violado, también indicó en esta
última declaración que fue enamorada de aquel; precisó además en su evaluación psicológica, realizada
en las mismas fechas, que no quería poner la denuncia, que sentía afecto por este y estaba dispuesta a
irse a vivir con él si regresaba, manifestaciones sentimentales generalmente ausentes en quien se siente
agredida y ofendida, lo que no permite afirmar, de manera categórica y fehaciente, que el procesado
tuvo la necesidad de recurrir a la violencia o amenaza para mantener relaciones sexuales con ella. (R. N.
N .° 2863-2017-Áncash, del 19-06-2018, ff. jj. 3.3, 3.6 y 3.8. Sala Penal Permanente. Texto completo:
<bit.ly/2UeUvhQ>). .
§ 180. Si bien es cierto el planteamiento efectuado por el Fiscal en su acusación optó por dos
líneas de imputación al calificar el acto a título de dolo y culpa, no puede sostenerse que haya existi­
do vulneración del debido proceso, pues no se afectó dicha garantía constitucional ni el derecho de
defensa, porque el encausado tenía pleno conocimiento de los hechos que le atribuían. Sexto. [...]
En efecto, en el presente caso, no nos hallamos frente a un mismo hecho que contenga más de una califi-
nomos & th e sis
83 SECCIÓN I: LA ACCIÓN PENAL Art. 1
cación jurídica y que permitan calificar este en un tipo distinto al principal; en el presente nos encontra­
mos ante un mismo comportamiento incriminado, con la diferencia respecto al elemento subjetivo del
tipo, que la misma se plantea en los horizontes del dolo eventual (así resulta del hecho incriminado) y la
culpa que primigeniamente se planteó en la acusación y en el alegato de cierre se descartó tal posibilidad.
[...] Si bien es cierto el planteamiento efectuado por el Fiscal en su acusación optó por dos líneas de im­
putación al calificar el acto a título de dolo y culpa; sin embargo, el mismo representante del Ministerio
Publico subsanó esta aparente contradicción en la etapa de juzgamiento -al momento de realizar su alega­
to final-, consecuentemente no puede sostenerse que haya existido vulneración del debido proceso como
alega el casacionista-, pues no se afectó dicha garantía constitucional ni el derecho de defensa, porque el
encausado tenía pleno conocimiento de los hechos que le atribuían. [...] (Casación N .° 82-2012-Moque-
gua, del 15-04-2013, £ j. 6. Sala Penal Permanente. Texto completo: <bit.ly/lTkxQLz>).
§ 181. No se atenta contra el principio acusatorio si la acusación al imputado fue por coautor
y se condenó como autor. C uarto. [...] En segundo lugar, las diferencias entre autoría y coautoría im­
portan la intervención en el hecho de un sujeto en calidad de autor o de varios en ese rol principal, más
allá de la intervención de otras personas como partícipes; que entre ambas formas de autoría no existe
diferencia alguna en cuanto al tratamiento punitivo; que el principio acusatorio en nada se ve lesionado
si el órgano jurisdiccional califica indistintamente la intervención delictiva de los imputados: no existe
vicio de incongruencia jurídica: ni siquiera se modifica, en lo esencial, la ejecución material del hecho
típico conforme a lo propuesto en el factum acusatorio. (Casación N.° 59-2016-San Martín, del 22-06­
2016, £ j. 4. Sala Penal Transitoria. Texto completo: <bit.ly/2JqDosp>).

§ 182. Se puede condenar por delito “omisivo” a pesar de que fiscal impute delito “comisiyo” sin
vulnerar el principio acusatorio. Sumilla: i) Aun cuando entre la acusación y la sentencia ha operado un
cambio en la forma de la acción típica (de acción a omisión), no se vulnera el principio acusatorio al no
modificarse el comportamiento atribuido; tampoco había necesidad de plantear la tesis de desvinculación
al no haber cambio en el tipo penal, ii) El encausado no generó el riesgo desencadenante de la agresión
a los agraviados ni tenía cargo alguno en la comunidad o el Estado, tampoco realizó una conducta pe­
ligrosa. No se le puede imputar un delito de comisión por omisión. Lo central en la omisión impropia
es el deber o posición de garante del sujeto activo, que aquél esté especialmente obligado a actuar por
la creación de un riesgo jurídicamente desaprobado: deber de evitar lesiones de derechos sin perjuicio
de reconocer los otros dos requisitos específicos: a) la producción del resultado y b) la posibilidad de
evitarlo. (R. N. N .° 2403-2015-Puno, de 03-05-2016, sumilla. Sala Penal Transitoria. Texto completo:
<bit.ly/2D8M5PN>).
§ 183. El principio de imputación necesaria presupone una fimdamentación de hecho, ley y
pruebas en conjunto. Véase la jurisprudencia del artículo 349° del Nuevo Código Procesal Penal [§
1413]. (R. N . N .° 367-2018-Del Santa, del 07-06-2018, £ j. 3.1. Sala Penal Permanente. Texto com­
pleto: <bit.ly/2SKKl7j>).
§ 184. Principio de oficialidad. Véase la jurisprudencia del artículo 65° del Nuevo Código Procesal
Penal [§ 360]. (R. N. N .° 1969-2016-Lima Norte, de 01-12-2016, £ j. 6. Sala Penal Permanente. Texto
completo: <bit.ly/2kllQm H >)
§ 185. No corresponde a la parte civil asumir funciones acusatorias. Si el Fiscal acusa solo
formalmente por un delito, al existir duda razonable sobre la materiahdad del mismo, y luego
no interpone ningún recurso impugnativo contra la sentencia absolutoria, entonces se da por
fenecida la persecución penal. Se rechaza la pretensión anulatoria de la parte civil respecto a la
absolución del acusado. Véase la jurisprudencia del artículo 57° del Código de Procedimientos Penales
[§ 2087]. (R. N. N .° 1969-2016-Lima Norte, de 01-12-2016, f£ jj. 5, 8 y 9. Sala Penal Permanente.
Texto completo: <bit.ly/2kllQ m H >)
§ 186. L a Sala de apelación puede establecer que un concreto motivo de sobreseimiento no va
acorde a lo dispuesto por el Código Procesal Penal, pero no exigir al fiscal que acuse. El qiie tiene
♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL
Art.2 LIBRO PRIMERO: DISPOSICIONES GENERALES 84

la potestad, de acusar es el Ministerio Publico. Véase la jurisprudencia del artículo 344° del Nuevo
Código Procesal Penal [§ 1383]. (Casación N .° 1184-2017-El Santa, del 22-03-2018, ff. jj. 4 y 3. Sala
Penal Permanente. Texto completo: <bit.ly/2GPhPQ9>).
§ 187. Correlación entre la acusación y sentencia. Principio de congruencia. El juzgador no
puede introducir en la sentencia ningún nuevo hecho que sea perjudicial para el acusado, que no
figurara previamente en la acusación. Véase la jurisprudencia del artículo 397° del Nuevo Código
Procesal Penal [§ 1607]. (R. N. N .° 1051-2017-Lima, del 27-03-2018, ff. jj. 3.2, 3.3 y 3.4. Primera
Sala Penal Transitoria. Texto completo: <bit.ly/2IIjnNQ>).

JURISPRUDENCIA DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL

§ 188. Características del principio acusatorio. 5. Este Tribunal ha establecido que “la vigencia
del principio acusatorio imprime al sistema de enjuiciamiento determinadas características: a) que no
puede existir juicio sin acusación, debiendo ser formulada esta por persona ajena al órgano jurisdiccio­
nal sentenciador, de manera que si el Fiscal no formula acusación contra el imputado, el proceso debe
ser sobreseído necesariamente; b) que no puede condenarse por hechos distintos de los acusados ni a
persona distinta de la acusada; c) que no pueden atribuirse al juzgador poderes de dirección material del
proceso que cuestionen su imparcialidad” (Cfr. ST C 2005-2006-H C/TC [§ 350]). (Exp. N .° 04552-
2013-H C /TC [caso Horacio Mendoza Aguirre], del 26-06-2014 [Web: 07-11-2014], f. j. 5. Texto com­
pleto: <bit.ly/2HWwDfR>).

JURISPRUDENCIA DE LA CORTE INTERAMERICANA DE DERECHOS HUMANOS

§ 189. Deber de persecución pública. 204. A la luz de dicho deber, una vez que las autoridades
estatales tengan conocimiento del hecho, deben iniciar ex oficio y sin dilación, una investigación seria,
imparcial y efectiva por todos los medios legales disponibles y orientada a la determinación del paradero
de la víctima, de la verdad y a la persecución, captura, enjuiciamiento y eventual castigo de todos los au­
tores de los hechos, especialmente cuando están o puedan estar involucrados agentes estatales. (CIDH,
Casó González Medina yfam iliares vs. República Dominicana, sentencia de 27-02-2012, párr. 204. Texto
completo: <bit.ly/2FEvNEu>).
§ 190. Delitos de persecución privada. 116. No obstante, conforme se desprende del artículo 11.2 de
la Convención, el derecho a la vida privada no es un derecho absoluto y, por lo tanto, puede ser restringido
por los Estados siempre que las injerencias no sean abusivas o arbitrarias; por ello, deben estar previstas en
ley, perseguir un fin legítimo y ser necesarias en una sociedad democrática. 117. Por último, el artículo 11
de la Convención reconoce que toda persona tiene derecho al respeto a su honor, prohíbe todo ataque ilegal
contra la honra y reputación e impone a los Estados el deber de brindar la protección de la ley contra tales
ataques. En términos generales, el derecho a la honra se relaciona con la estima y valía propia, mientras que
la reputación se refiere a la opinión que otros tienen de una persona. (CIDH, Caso Eschery Otros vs. Brasil,
sentencia de 06-07-2009, párrs. 116-117. Texto completo: <bit.ly/lgECA8l>).

REMISIÓN

§ 190a. Sobre el principio acusatorio. Véase la jurisprudencia de los artículos 60° [§315 ss.], 349°
[§ 1401 ss.] y 356° [§ 1469 ss.] del Nuevo Código Procesal Penal.

Artículo 2: Principio de oportunidad

1. El Ministerio Público, de oficio o a pedido del imputado y con su consentimiento, podrá abstenerse
de ejercitar la acción penal en cualquiera de los siguientes casos:
a) Cuando el agente haya sido afectado gravemente por las consecuencias de su delito, culposo o
doloso, siempre que este último sea reprimido con pena privativa de libertad no mayor de cuatro años, y
la pena resulte innecesaria.

nomos & th e sis


85 SECCIÓN I: LA ACCIÓN PENAL Alt 2
b) Cuando se trate de delitos que no afecten gravemente el interés público, salvo cuando el extremo
mínimo de la pena sea superior a los dos años de pena privativa de libertad, o hubieren sido cometidos por
un funcionario público en ejercicio de su cargo.
c) Cuando conforme a las circunstancias del hecho y a las condiciones personales del denunciado, el
Fiscal puede apreciar que concurren los supuestos atenuantes de los artículos 1 4 ,1 5 ,1 6 ,1 8 ,2 1 ,2 2 ,2 5
y 46 del Código Penal, y se advierta que no existe ningún interés público gravemente comprometido en su
persecución. No será posible cuando se trate de un delito conminado con una sanción superior a cuatro
años de pena privativa de libertad o cometido por un funcionario público en el ejercicio de su cargo.
2. En los supuestos previstos en los incisos b) y c) del numeral anterior, será necesario que el agente
hubiere reparado los daños y perjuicios ocasionados o exista acuerdo con el agraviado en ese sentido.
3. El Fiscal citará al imputado y al agraviado con el fin de realizar la diligencia de acuerdo, dejándose
constancia en acta. En caso de inasistencia del agraviado, el Fiscal podrá determinar razonablemente el
monto de la reparación civil que corresponda. Si no se llega a un acuerdo sobre el plazo para el pago de la
reparación civil, el Fiscal lo fijará sin que este exceda de nueve meses. No será necesaria la referida dili­
gencia si el imputado y la víctima llegan a un acuerdo y este consta en instrumento público o documento
privado legalizado notarialmente.
4. Realizada la diligencia prevista en el párrafo anterior y satisfecha la reparación civil, el Fiscal expedi­
rá una Disposición de Abstención. Esta disposición impide, bajo sanción de nulidad, que otro Fiscal pueda
promover u ordenar que se promueva acción penal por una denuncia que contenga los mismos hechos.
De existir un plazo para el pago de la reparación civil, se suspenderán los efectos de dicha decisión hasta
su efectivo cumplimiento. De no producirse el pago, se dictará disposición para la promoción de la acción
penal, la cual no será impugnable.
5. Si el Fiscal considera imprescindible, para suprimir el interés público en la persecución, sin opo­
nerse a la gravedad de la responsabilidad, imponer adicionalmente el pago de un importe a favor de una
institución de interés social o del Estado y la aplicación de las reglas de conducta previstas en el artículo
64 del Código Penal, solicitará la aprobación de la abstención al Juez de la Investigación Preparatoria, el
que la resolverá previa audiencia de los interesados. Son aplicables las disposiciones del numeral 4) del
presente artículo.
6. Independientemente de los casos establecidos en el numeral 1) procederá un acuerdo reparatorio en
los delitos previstos y sancionados en los artículos 1 2 2 ,1 8 5 ,1 8 7 ,189-A primer párrafo, 1 9 0 ,1 9 1 ,1 9 2 ,'
1 9 3 ,1 9 6 ,1 9 7 ,1 9 8 ,2 0 5 y 215 del Código Penal, y en los delitos culposos. No rige esta regla cuando haya
pluralidad importante de víctimas o concurso con otro delito; salvo que, en este último caso, sea de menor
gravedad o que afecte bienes jurídicos disponibles.
El Fiscal de oficio o a pedido del imputado o de la víctima propondrá un acuerdo reparatorio. Si ambos
convienen el mismo, el Fiscal se abstendrá de ejercitar la acción penal. Si el imputado no concurre a la
segunda citación o se ignora su domicilio o paradero, el Fiscal promoverá la acción penal. Rige en lo perti­
nente el numeral 3) del presente artículo.
7. Si la acción penal hubiera sido promovida, el Juez de la Investigación Preparatoria, previa audiencia,
podrá a petición del Ministerio Público, con la aprobación del imputado y citación del agraviado, dictar
auto de sobreseimiento -con o sin las reglas fijadas en el numeral 5)- hasta antes de formularse la acusa­
ción, bajo los supuestos ya establecidos. Esta resolución no será impugnable, salvo en cuanto al monto
de la reparación civil si esta es fijada por el Juez ante la inexistencia de acuerdo entre el imputado y la
víctima, o respecto a las reglas impuestas si estas son desproporcionadas y afectan irrazonablemente la
situación jurídica del imputado.
8. El F isca l podrá también abstenerse de ejercer la acción penal, luego de la verificación corres­
pondiente, en los casos en que el agente comprendido en la comisión de los delitos previstos en los
artículos 3 0 7 -A , 307-B, 307-C, 307-D y 30 7 -E del Código Penal, suspenda sus actividades ilícitas
de modo voluntario, definitivo e indubitable, comunicando este hecho al Organismo de Evaluación y
Fiscalización Ambiental mediante instrumento de fecha cierta. Si la acción penal hubiera sido ya pro­
movida, se aplican, en lo pertinente, las mismas reglas establecidas en el presente artículo.

♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL


Art.2 LIBRO PRIMERO: DISPOSICIONES GENERALES 86
9. No procede la aplicación del principio de oportunidad ni del acuerdo reparatorio cuando el imputado:
a) Tiene la condición de reincidente o habitual, de conformidad con los artículos 46-B y 46-C del Código Penal;
b) Sin tener la condición de reincidente o habitual, se hubiera acogido al principio de oportunidad o
acuerdo reparatorio en dos ocasiones anteriores, dentro de los cinco años de su última aplicación, siempre
que se trate, en todos los casos, de delitos de la misma naturaleza o que atenten contra un mismo bien
jurídico;
c) Sin tener la condición de reincidente o habitual, se hubiera acogido al principio de oportunidad o
acuerdo reparatorio dentro de los cinco años anteriores a la comisión del último delito; o,
d) Sin tener la condición de reincidente o habitual, se hubiera acogido con anterioridad al principio de
oportunidad o acuerdo reparatorio y no haya cumplido con reparar los daños y perjuicios ocasionados o lo
establecido en el acuerdo reparatorio.
En estos casos, el Fiscal promueve indefectiblemente la acción penal y procede de acuerdo con sus atri­
buciones. Lo dispuesto en el numeral 9) es aplicable también para los casos en que se hubiere promovido
la acción penal.(1)(2)(a)(b)

NOTA DE ACTUALIZACIÓN
(1) Artículo m odificado por el artículo 3 de la Ley N.° 30076 (EP, 19-08-2013). Anteriorm ente había sido m odificado por el
artículo cuarto del Decreto Legislativo N.° 1102 (ER 29-02-2012).
(2) De conform idad con la primera disposición com plem entaria final de la Ley N.° 30076 (ER 19-08-2013), se adelantó la
vigencia del presente artículo, en todo el territorio peruano.

PROTOCOLOS, REGLAMENTOS, LINEAMIENTOS, GUÍAS Y DIRECTIVAS


(a) Reglamento de Aplicación del Principio de Oportunidad y Acuerdo Reparatorio (aprobado por la Resolución N.°
1245-2018-M P-FN de 20-04-2018). Véase el texto com pleto en: <bit.ly/2WEhOSW>.
(b) M anual de Procedim ientos (MAPRO) "Depósitos de consignación por reparación civil en aplicación del Principio de
Oportunidad" (aprobado por la Resolución N.° 0676-2017-M P-FN-GG de 01 -08-2017). Véase el texto com pleto en: <bit.
ly/2JWRkuo>.

ACUERDOS PLENARIOS DE LA CORTE SUPREMA

§ 191. Pena efectiva, principio de oportunidad y acuerdo reparatorio. (XI Pleno Jurisdiccional Su­
premo Penal 2019. Texto completo: <bit.ly/2I5PxPu>).

DOCTRINA JURISPRUDENCIAL VINCULANTE DE LA CORTE SUPREMA

§ 192. Inculpado y víctima pueden postular acuerdos reparatorios durante la investigación


preparatoria (artículo 2o, ines. 6 y 7). Décim o. Atento a los motivos casacionales, especialmente,
primero, en cuanto a una correcta interpretación del artículo 2, incisos 6 y 7 del Código Procesal Penal,
referidos a la postulación de acuerdos reparatorios una vez iniciada la investigación preparatoria, se debe
señalar lo siguiente: El proceso penal es un conjunto de actos tendientes a la investigación y esclareci­
miento de hechos punibles con el fin de determinar la responsabilidad penal de las personas involucra­
das en tales delitos y establecer su culpabilidad o reiterar su inocencia. Dentro de esta finalidad se han
introducido figuras, que anteriormente no habían sido consideradas tendientes a colaborar con los
principios que rigen al derecho procesal penal, permitiendo la celeridad y economía procesal, asi como
una mayor humanización dentro del proceso. Así que se han incorporado mecanismos en los cuales las
víctimas pueden ejercitar derechos que conlleven a una solución justa de su caso. Es decir, se tiende al
reconocimiento más amplio del derecho de las víctimas en el sistema de justicia penal. Bajo estos linca­
mientos, se inscribe el Acuerdo reparatorio regulado en el artículo 2 incisos 6 y 7 del Código Procesal
Penal, como una fórmula alternativa de solución de conflictos “que busca la reparación de la víctima en
determinados supuestos en los que sea posible” . Este acuerdo, viene a constituirse como un mecanismo
legal, que solo responde a sus demandas o necesidades reales de justicia frente a la afectación de sus
derechos y bienes jurídicos protegidos, así como el daño causado; además, pretende la evitación de un

nom os & th e sis


87 SECCIÓN I: LA ACCIÓN PENAL Art.2
daño mayor, como resultado directo del proceso mismo o de la posible actuación negligente de las
instituciones del sistema de administración de justicia, a efecto de no incurrir en la llamada re-victimi-
zación institucional, como puede producirse a consecuencia de un proceso penal prolongado u oneroso
-a pesar de la gratuidad, si se tiene en cuenta los recursos empleados, tales como: legales, tiempo, emo­
cionales, etc.-, o de circunstancias que conlleve a la víctima a revivir situaciones traumáticas, entre otras.
Por su parte en el ámbito internacional, los “Principios y directrices básicos sobre el derecho de las víc­
timas de violaciones manifiestas de las normas internacionales de derechos humanos y de violaciones
graves del derecho internacional humanitario a interponer recursos y obtener reparaciones “, establece
que las víctimas merecen una reparación plena bajo cinco formas, tales como: restitución [La restitución
aquí tiene un sentido más amplio que la prevista en la ley interna, pues es definida como la devolución
de la víctima a la situación anterior a la violación manifiesta de las normas internacionales de derechos
humanos o la violación grave del derecho internacional humanitario, y comprende el restablecimiento
de la libertad, el disfrute de los derechos humanos, la identidad, la vida familiar y la ciudadanía, el re­
greso a su labor de residencia, la reintegración en su empleo y la devolución de sus bienes (principio
diecinueve). Citado en la sentencia del expediente N .° A.V 19-2001, del 07 de abril de 2009, párrafo
796], indemnización [Respecto a la indemnización, que si se asemeja a la ley interna, señala que com­
prende todos los perjuicios económicamente evaluados, consecuencia de violaciones manifiestas de las
normas internacionales de derechos humanos o de violaciones graves del derecho internacional huma­
nitario, e incluye: (a) El daño físico o mental; (b) La pérdida de oportunidades, en particular las de
empleo, educación y prestaciones sociales; (c) los daños materiales y la pérdida de ingresos, incluido el
lucro cesante; (d) Los perjuicios morales; y (e) Los gastos de asistencia jurídica o de expertos, medica­
mentos y servicios médicos y servicios psicológicos y sociales], rehabilitación, satisfacción y garantías de
no repetición. Estas figuras alternativas a la prosecución del proceso, se conciben como modos de au­
to-composición procesal, que tienen la misma eficacia que la sentencia, pero se originan, en la voluntad
de las partes (fiscal, investigado y/o víctima), o bien en la declaración unilateral de una de ellas; que al
igual, que la solución judicial de la litis, por el Juez, existe la solución convencional, por el cual, las
partes elevan directamente ante el Juez, sus respectivas peticiones, para poner fin al proceso, con el
efecto de cosa juzgada propio de la sentencia. Estos medios alternativos a la prosecución del proceso son
considerados como formas anticipadas de solución del proceso penal y definidas como situaciones que
ponen fin al juzgamiento antes de la sentencia, dentro de las que se encuentran el principio de oportu­
nidad [Llamado también para algunos autores como el principio de la discrecionalidad. Este principio
ha sido acogido en diferentes ordenamientos jurídicos europeos principalmente en Portugal, Italia, Es­
paña, pero es el Sistema Alemán quien lo ha regulado más detalladamente. En el Derecho Anglosajón,
ha sido considerada como la regla y está sustentada sobre la plea guilty: que significa confesión dirigida
a evitar el juicio y la plea bargaining. negociación entre el fiscal y el imputado que supone pactar la
acusación en toda su extensión y de este modo, reducir o multar a conveniencia, si es el caso, el hecho
penal en sí mismo considerado.] y los acuerdos reparatorios. Los Acuerdos reparatorios se han introdu­
cido con el cambio del ordenamiento procesal. Se consideran, como una forma de auto-composición
procesal de las partes, en la cual se afecta menos la integridad personal y se evita la estigmatización del
imputado y se ofrece a la víctima una respuesta de tipo económica que, de alguna manera, le permite
subsanar el derecho vulnerado, catalogado en una norma, como delito. En este sentido, deben ser en­
tendidos como un convenio, que se puede celebrar, entre quien sea víctima de un delito y la persona a
quien se le impute participación en dicho delito (imputado), con el objeto de que el segundo, se obligue
a satisfacer la responsabilidad civil proveniente de dicho delito, vale decir, que el imputado se obligue a
pagar los daños materiales y morales, y los perjuicios que su acción delictiva haya acarreado. La mani­
festación de la voluntad debe ser libre y consciente, entre el imputado y la víctima, por medio del cual,
los mismos llegan a una solución sobre el daño causado por el hecho punible, mediante la restitución,
la reparación del daño causado o la indemnización de perjuicios, que son sometidos a la jurisdicción del
Juez para que los apruebe o rechace antes de la sentencia definitiva. La naturaleza jurídica de estos tipos
de Acuerdos, es que son convenios de carácter consensual, bilateral, que se encuadra bajo los principios
de celeridad y economía procesal, en donde prevalece la autodisposición de las partes y existe una mí-

♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL


Art.2 LIBRO PRIMERO: DISPOSICIONES GENERALES 88
nima intervención del Estado. En este contexto, cuando en el articulo 2, incisos 6 y 7 del Codigo Pro­
cesal Penal, regula el acuerdo reparatorio, dada su finalidad y naturaleza, una vez iniciada la etapa de
investigación preparatoria, se debe entender que este mecanismo puede ser postulado por el inculpado
o por la víctima (conforme a la forma prevista en el citado artículo, inciso 3, parte in fine, concordado
con el inciso 7> segundo párrafo, parte in fine, “acuerdo entre el imputado y la victima, que conste en
instrumento público o documento privado legalizado”) de forma directa ante el Juez de la Investigación
Preparatoria, especialmente, porque el propósito del acuerdo reparatorio radica en el interés entre la
víctima y el imputado en celebrar el acuerdo reparatorio, cuyo objeto es la resolución alternativa del
conflicto surgido, indemnizándose a la víctima con una justa reparación, además de lograrse la extinción
de la acción penal, que por razones de economía procesal, constituye una solución para evitar un proceso
largo y costoso. Esta petición, planteada por el imputado y agraviado, debe ser necesariamente trasladada
al Fiscal Provincial, a cargo de la investigación preparatoria, para que con su opinión de conformidad u
oponibilidad, el Juez de la Investigación preparatoria, sin necesidad de audiencia de acuerdo - en tanto,
son las partes quienes lo han celebrado- expida la resolución correspondiente, quien, no solo homologa­
rá el acuerdo, sino que deberá examinar, evaluar y realizar un análisis que comprenda el cumplimiento de
los requisitos que contempla la ley, además y de forma primordial, que quienes concurran al acuerdo,
hayan prestado su consentimiento en forma libre, y voluntaria con pleno conocimiento de sus derechos,
y que efectivamente se está en presencia en el contexto de la imputación de un hecho punible, de los
señalados en el artículo 2 en comento, inciso 6, del indicado Código Procesal, y de cualquier otra situa­
ción que directa o paralelamente tenga incidencia dentro de los fines que justifican la existencia de dicho
convenio para su posterior homologación. No obstante, lo señalado respecto al traslado necesario al
despacho del señor Fiscal Provincial, en el presente caso, en atención a que, tanto el Fiscal Provincial de
la Investigación Preparatoria y el Fiscal Superior se encuentran de acuerdo con el sobreseimiento, y ade­
más a, que el representante del Ministerio Publico es el que interpuso este recurso de casación, conside­
ramos que por economía y celeridad procesal, este trámite, debe entenderse cumplido. En esta lmea de
ideas, queda claro que el imputado como la víctima, una vez promovida la acción penal, tienen legitimi­
dad material como procesal para postular el sobreseimiento en base al acuerdo, porque de un lado, el
imputado pretende extinguir la responsabilidad penal, y del otro, la victima al recurrir al sistema de jus­
ticia criminal busca obtener algún tipo de reparación o compensación de los daños causados por el delito
que ha sido objeto. Esta posición reposa no solo en las consideraciones antes expuestas, sino también, en
la habilitación legal contendida en el artículo 330, inciso d), respecto a que los sujetos procesales pueden
peticionar el sobreseimiento del proceso. Distinta es la legitimidad para solicitar el sobreseimiento te­
niendo como presupuesto el retiro o desistimiento del ejercicio de la acción penal, respecto a la cual, que
duda cabe, que recae única y exclusivamente en el Representante del Ministerio Público. Por todo lo cual
se concluye, que la postura del procesado CVHT, en postular de forma directa ante el Juez de la investi­
gación preparatoria el acuerdo reparatorio es válido y acorde con la finalidad y naturaleza del mismo, sin
que se le sea exigióle una finalidad determinada, más que el consenso con la víctima de resarcirle el daño
en la forma y el modo que ellos pacten, pues el pronunciamiento de retiro de las consecuencias jurídicas
penales por el hecho delictivo corresponden tanto al Fiscal Provincial como al Juez encargado de resolver
el pedido. (Casación N .° 437-2012-San Martín, de 19-09-2013, que establece que en las Cortes Supe­
riores de los Distritos Judiciales en los que se encuentra en vigencia el Código Procesal Penal, consideren
como doctrina jurisprudencial vinculante lo dispuesto en el f. j. 10. Sala Penal Permanente [EP, 31-05­
2014, Jurisprudencia, Año XXIII, N .° 961, pp. 7087-7091]. Texto completo: <bit.ly/2FEvSai>).

PLENOS JURISDICCIONALES

§ 193. L a aplicación del principio de oportunidad se puede dar antes de la promoción de la


acción penal, en la audiencia de incoación de proceso inmediato o en la etapa intermedia. Pre­
gunta: ¿En qué etapa delproceso se debe instar la aplicación del criterio de oportunidad conforme a l articulo
3 5 0° inciso 1, literal e) del Código Procesal Penal? C onclusión Plenaria adoptada por unanimidad:
X a aplicación del principio de oportunidad se puede dar en tres momentos diferentes; la primera, antes
de la promoción de la acción penal -sede fiscal-; la segunda, en la audiencia de incoación de proceso

nom os & th esis


89 SECCIÓN I: LA ACCIÓN PENAL Alt 2
inmediato realizado ante el Juzgado de Investigación Preparatoria; y, la tercera, en la etapa intermedia
(audiencia de juicio inmediato, ante el juez de juzgamiento) al amparo del artículo 350° del Código
Procesal Penal, que precisa que las partes podrán instar la aplicación de un criterio de oportunidad,
como medida alternativa para dar fin a un proceso penal”. (Pleno Jurisdiccional Distrital en Materia
Penal-Procesal Penal de la Corte Superior de Justicia de Pasco del 17-10-2017. Tema 1: Aplicación
del criterio de oportunidad durante la etapa intermedia en el proceso inmediato. Texto completo:
cbit.ly/2TUdGkj >).
§ 194. Es posible declarar fundada la cuestión previa promovida a instancia de parte o de oficio
en los delitos culposos a la falta de proposición de un “acuerdo reparatorio” por parte del fiscal.
¿Es posible declarar fundada la cuestión previa incluso de oficio ante la falta de celebración de un acuerdo
reparatorio en los delitos culposos conforme a l artículo 2 .6 del Código Procesal Penal? El Pleno adoptó por
mayoría el enunciado siguiente: “Sí es posible declarar fundada la cuestión previa promovida a instan­
cia de parte o de oficio en los delitos culposos a la falta de proposición de un “acuerdo reparatorio”,
por parte del representante del Ministerio Publico”. (Pleno Jurisdiccional Distrital Penal de la Corte
Superior de Moquegua del 15-06-2017. Tema N .° 2. Texto completo: <bit.ly/2HdBREg>).

JURISPRUDENCIA D E LA CORTE SUPREMA

§ 195. Principio de oportunidad. Sétimo, [Si] bien la defensa del procesado [...] durante la au­
diencia de control de acusación -en virtud del literal e) del inciso 1 del artículo 350 del Código Procesal
Penal- instó la aplicación del criterio de oportunidad, sin embargo, el mismo texto legal indica en el
inciso 1 del artículo 352, lo siguiente: “ ...Finalizada la audiencia eljuez resolverá inmediatamente todas
las cuestiones planteadas...”, en consecuencia, la aplicación del principio de oportunidad no resulta ser
automática, esto es no procede ante la sola invocación del justiciable, sino que debe existir un míni­
mo análisis por parte del Órgano Jurisdiccional a fin de determinarse en cada caso concreto si resulta
arreglado o no aceptar tal petición, tal como fia sucedido en el presente caso, en tal sentido, existiendo
permisividad legal para que en la audiencia de control de acusación se efectúe una evaluación judicial
sobre la aplicación o no del principio de oportunidad, debe desestimarse la causal invocada por el
sentenciado [...] en este extremo [...]. (Casación N .° 168-2012-Amazonas, de 10-08-2012, £ j. 7. Sala
Penal Permanente. Texto completo: <bit.ly/2bKLAOe>).

JURISPRUDENCIA D E SALA DE APELACIONES

§ 196. Aplicación indebida del principio de oportunidad: delito de prevaricato. Tercero, [...]
[Resulta] evidente que el acusado [fiscal provincial] tenía como objetivo archivar, de cualquier forma,
la causa y así se lo ordeñó al servidor [técnico, su subordinado], tal como ambos lo han admitido en
el juicio oral. Fue dicho servidor quien proyectó la Disposición Fiscal y pese a que éste le advirtió [...]
que la Disposición estaba mal por cuanto no podía aplicarse la norma legal relacionada con el Principio
de Oportunidad al caso concreto al ser el denunciado un funcionario público, [...] le contestó de mala
manera que él era el Fiscal y que procediera como se lo había ordenado [...]. Cuarto. [En] consecuencia,
[...] los elementos objetivo y subjetivo del ilícito [de prevaricato] están debidamente acreditados [...].
(Exp. N .° 69-2010-62-280l-SP-PE-01-Secuencial. Sala N .° 62-2010-62, de 30-06-2011, ff. jj. 3 y 4
de los considerandos. Sala Penal de Apelaciones de Moquegua. Texto completo: <bit.ly/2c3DSnd>).

JURISPRUDENCIA DE JUZGADO PENAL DE INVESTIGACIÓN PREPARATORIA

§ 197. Aplicación del principio de oportunidad en el delito de conducción en estado de ebrie­


dad. 2.1. El delito de conducción de vehículo en estado de ebriedad se encuentra tipificado en el artí­
culo 274° del Código Penal que incrimina a la persona cuando se encuentra en estado de ebriedad, con
presencia de alcohol en la sangre en proporción mayor de 0.5 gramos-litro; en el caso de autos se prac­
ticó el examen de dosaje etílico con resultado de 0.95 centigramos de presencia de alcohol en su sangre,
aceptando el imputado haber ingerido licor el día de su intervención policial [...]. 2.3. Conforme al ar­
tículo 2o, numeral I o, inciso b) y numeral 2o del Código Procesal Penal del 2004 el Ministerio Público

♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL


Art.2 LIBRO PRIMERO: DISPOSICIONES GENERALES 90

con consentimiento expreso del imputado podrá abstenerse de ejercitar la acción penal cuando se trate
de delitos que por su insignificancia o su poca frecuencia no afecten gravemente el interés público, salvo
cuando la pena mínima supere los dos años de pena privativa de la libertad o se hubiera cometido por
un funcionario público en el ejercicio de su cargo. Es necesario que el agente hubiere reparado los daños
y perjuicios ocasionado o exista acuerdo con el agraviado en ese sentido. Por otro lado, el numeral 7o de
la norma anotada, establece que si la acción penal hubiera sido promovida, el Juez de la Investigación
Preparatoria, previa audiencia, podrá a petición del Ministerio Público, con la aprobación del imputado
y citación del agraviado, dictar auto de sobreseimiento hasta antes de formularse acusación. (Exp. N .°
3329-2007, de 11-12-2007, f. j. 2.1. Tercer Juzgado Penal de Investigación Preparatoria de Trujillo.
Referencia: cbit.ly/23stNzl>).

JURISPRUDENCIA DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL

§ 198. Principio de oportunidad aplicado por el fiscal no impide sanción administrativa. La


doble dimensión para el cumplimiento del ne bis in ídem. 6. En el presente caso, la controversia
constitucional se centra en establecer si la opinión del representante del Ministerio Público, [...]. por
la procedencia del principio de oportunidad, la abstención de promover la acción penal en contra del
beneficiario por el delito contra la seguridad pública cometido y el archivo definitivo de los actuados,
y la posterior imposición de la sanción administrativa de suspensión de licencia de conducir, vulnera
el principio ne bis in ídem. 7. [...] [El] Tribunal Constitucional ha señalado en la STC 2050-2002-AAJ
T C [§ 69] [...], tiene una doble dimensión. [...] en su vertiente material garantiza el derecho a no ser
sancionado dos o más veces por la infracción de un mismo bien jurídico, pues guarda conexión con los
principios de legalidad y proporcionalidad; en su dimensión procesal, no ser sometido a juzgamiento
dos o más veces por un mismo hecho, es decir, que se inicien dos o más procesos con el mismo objeto,
siempre y cuando exista identidad de sujeto, hecho y fundamento, puesto que tal proceder constituiría
un exceso del poder sancionador, contrario a las garantías propias del Estado de Derecho. 8. Como ya
lo ha expuesto este Tribunal, dicho principio determina una interdicción de la duplicidad procesos o de
sanciones, administrativas o penales, o entre ellas, respecto a un mismo sujeto, un mismo hecho y con
identidad de fundamento, sin embargo, un mismo hecho no puede existir y dejar de existir para los ór­
ganos del Estado, lo que habilita a que en el supuesto de existencia de una dualidad de procedimientos
sobre un mismo hecho, penal y administrativo, el órgano administrativo queda inexorablemente vincu­
lado a lo que en el proceso penal se haya declarado como probado o improbado, puesto que el derecho
penal tiene preeminencia sobre el derecho administrativo. [...] 11. Para que configure infracción del ne
bis in ídem, que exista identidad de sujeto hecho y fundamento, lo que, evidentemente, no concurre
en el caso que ahora se analiza; en efecto, no se aprecia vulneración de dicho principio en su aspecto
procesal ni mucho menos en su connotación material, debido a que, si bien se investigó preliminar­
mente al favorecido a nivel del Ministerio Público, emitiendo opinión por la procedencia del principio
de oportunidad, la abstención de la acción penal y el archivamiento definitivo de lo actuado en dicha
sede, ello no comporta de ningún modo un proceso de carácter sancionatorio; dicho de otro modo,
no hubo juzgamiento en su contra. Asimismo, el levantamiento del “Acta de Acuerdo Reparatorio para
la Aplicación del Principio de Oportunidad” [...] mal puede suponer que [...] se haya manifestado el
ius puniendi estatal, puesto que el poder de persecución penal ejercido por el Ministerio Público no
configura actividad jurisdiccional; más aún, las resoluciones fiscales no constituyen ius decidendi. Al
respecto, tal como este Colegiado sostuvo en la sentencia recaída en el expediente N .° 3960-2005-
PH C/TC, “(...) la función del Ministerio Público es requiriente, es decir, postulante y, en ningún caso,
decisoria ni sancionatoria, habida cuenta que no tiene facultades coactivas ni de decisión directa para la
apertura de instrucción penal”, por lo tanto, su accionar, conforme al ordenamiento legal, no comporta
amenaza o violación de la libertad personal ni sus derechos conexos, como en el caso de autos, en el que
la resolución fiscal cuestionada [...] no pudo contener contraria decisión, pues distinta determinación
excedería las atribuciones que expresamente confiere la ley al Ministerio Público. (Exp. N .° 2405-2006-
PH C/TC, del 17-04-2006 [Web: 25-05-2007 / EP: 04-08-2007], ff. jj. 6, 7, 8 y 11. Texto completo:
<bit.ly/2UNttl s>).

nom os & th e sis


91 SECCIÓN I: LA ACCIÓN PENAL Art. 3

Artículo 3: Comunicación al Juez de la continuación de la investigación

El Ministerio Público comunicará al Juez de la Investigación Preparatoria su decisión formal de conti­


nuar con las investigaciones preparatorias.

ACUERDO PLENARIO DE LA CORTE SUPREMA

§ 199. Comunicación de la disposición de formalización de la investigación preparatoria. 18.


[La] Disposición [de Formalización de la Investigación Preparatoria] es una actuación unilateral del
Ministerio Público y no puede ser impugnada ni dejada sin efecto por el Juez de la Investigación Pre­
paratoria. Cumple una función esencialmente garantista: informa al imputado de manera específica y
clara acerca de los hechos atribuidos y su calificación jurídica, esto es, el contenido de la imputación
jurídico penal que se dirige en su contra. Además, ya en el proceso formalmente iniciado, las partes pue­
den hacer uso de los medios de defensa técnico para evitar un proceso en el que no se haya verificado los
presupuestos esenciales de imputación. [...] (Acuerdo Plenario N .° 4-2010/CJ-116, del 16-11-2010, f.
j. 18 [ff. jj. 10-19 establecidos como doctrina legal]. VI Pleno Jurisdiccional de las Salas Penales Perma­
nente y Transitorias [EP, 30-12-2010]. Texto completo: <bit.ly/2FdKRHf>).

JURISPRUDENCIA DE LA CORTE SUPREMA PENAL DE APELACIONES

§ 200. En el marco de una investigación a una organización criminal, el plazo máximo de las
diligencias preliminares no debe superar los 36 meses. Véase la jurisprudencia del artículo 334° del
Nuevo Código Procesal Penal [§ 1312]. (Casación N .° 399-2018-Lima, del 11-10-2018, ff. jj. 2.1.2,
2.1.3, 2.1.4, 2.13, 2.1.6, 2.1.10, 2.1.11 y 2.1.12. Sala Penal Permanente. Texto completo: <bitly/2N-
nXvpK>).

JURISPRUDENCIA DE SALA PENAL DE APELACIONES

§ 201. Acto de comunicación en la investigación preparatoria. 2.1. Cuarto. [...] [Es] necesario
considerar que el nuevo modelo procesal, tiene como uno de sus principios fundamentales el acusato­
rio: Que una de sus notas esenciales es la división de roles entre el Ministerio Público y el Organo Ju­
risdiccional, que determina que la función de investigación se encuentra a cargo del Ministerio Público
como titular de la acción penal y de la carga de la prueba, y la de juzgamiento a cargo de los jueces de
juzgamiento conforme lo establece el artículo 28.3 del CPP. El Juez de la Investigación Preparatoria
concebido como un juez de garantías ejerce los actos de control de las partes procesales y las demás atri­
buciones según el artículo 29°. Asimismo, otra de sus notas esenciales de este principio ha sido señalada
por la Sala Penal Permanente de la Corte Suprema, [...] que el objeto del proceso lo fija el Ministerio
Público, y la función de acusación es privativa de este Órgano constitucional [...]. El Ministerio Público
tiene la potestad de emitir la disposición de formalización y continuación de la investigación preparato­
ria, la que debe ser comunicada al Juez de la Investigación Preparatoria, comunicación que tiene como
efecto fundamental que el Fiscal perderá la facultad de archivarla sin intervención judicial. Quinto. [...]
En el caso de la comunicación de la disposición de formalización y continuación de la investigación pre­
paratoria, conforme a la teoría de los actos procesales, no constituye un acto postulatorio o requiriente,
pues solo se limita a dar cumplimiento a lo establecido por el referido Código comunicado su decisión.
Posición que [se ha] adoptado [...] en el Acuerdo Plenario N .° 4-2010/CJ-l 16 [§ 372] al establecer que
se trata de un acto de comunicación de una actuación unilateral del Ministerio Publico que no puede
ser impugnada ni dejada sin efecto por el Juez de la Investigación Preparatoria. Se consigna que cumple
una función esencialmente garantista: "informa al imputado de manera especifica y clara de los he­
chos atribuidos y su calificación jurídica, esto es, el contenido de la imputación jurídico penal que
se dirige en su contra [...]” . D e modo correcto, se establece además que en el proceso formalmente
iniciado, las partes pueden hacer uso de los medios de defensa técnico para evitar un proceso en el
que no se haya verificado los presupuestos esenciales de imputación. Sexto. Acto de comunicación

♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL


Art. 4 LIBRO PRIMERO: DISPOSICIONES GENERALES 92

cuya naturaleza ha sido reiterada por los integrantes del máximo órgano jurisdiccional de justicia
penal, en el Acuerdo Plenario N .° 06-2010/C J-116, al prescribir: “la disposición de formalización
de la investigación preparatoria es la comunicación formal que el fiscal dirige al imputado para efectos
de hacer de su conocimiento la imputación clara y precisa de los hechos que se le atribuyen, la corres­
pondiente calificación jurídica específica y, por ende, que se va realizar una investigación formalizada
en su contra, posibilitándose, a través de su abogado defensor, aportar los medios de investigación y de
prueba que estime pertinentes [...]”. (Exp. N .° 00084-2011-0-1826-JR-PE-02, de 31-08-2011, ff. jj.
4-6. Sala Penal de Apelaciones Especializada en Delitos cometidos por funcionarios públicos. Referen­
cia: cbit.ly/1mj W TvA>).

Artículo 4: Cuestión previa ;■. -y-

1. La cuestión previa procede cuando el Fiscal decide continuar con la Investigación Preparatoria omi­
tiendo un requisito de procedibilidad explícitamente previsto en la Ley. Si el órgano jurisdiccional la decla­
ra fundada se anulará lo actuado.
2. La Investigación Preparatoria podrá reiniciarse luego que el requisito omitido sea satisfecho.

ACUERDO PLENARIO DE LA CORTE SUPREMA

§ 202. Cuestión previa e identificación del imputado. Auto de apertura de instrucción. Véase
la jurisprudencia del artículo 77° del Código de Procedimientos Penales [§ 2116]. (Acuerdo Plenario
N .° 7-2006/CJ-l 16, del 13-10-2006, ff. jj. 6-10. Pleno Jurisdiccional de las Salas Penales Permanentes
y Transitorias de la Corte Suprema de Justicia [EP, 29-12-2006]. Texto completo: <bit.ly/2FX3tfP>).

JURISPRUDENCIA DE LA CORTE SUPREMA

§ 203. Cuestión previa. Subsanación. Séptim o, [La] defensa técnica del acusado [...] deduce cues­
tión previa, en base a que en el delito de enriquecimiento ilícito, la denuncia debe ser interpuesta por
el Fiscal de la Nación lo que no se realizó en el presente proceso; [...] no obstante, tal omisión inicial
fue regularizada por la Fiscalía de la Nación a través de la Resolución N .° 816-2002- MP-FN, del 20
de mayo de 2002, es decir, hace más de nueve años, tiempo en el cual los implicados y sus defensas no
hicieron mayor objeción a dicha subsanación, más aún, si el abogado patrocinante del encausado [...]
es el mismo que asesoró al recurrente en la etapa de instrucción, habiéndose, por tanto, convalidado tal
regularización; por lo que dicho medio técnico de defensa debe desestimarse. (R. N. N .° 1051-2011-
Lima, del 07-12-2011, f. j. 7. Sala Penal Transitoria. Texto completo: <bit.ly/2HEskGi>).
§ 204. Cuestión previa. Falta de subsanación. Precisión sobre la frase “formular cargos” . Cuarto,
[...] 4.2. La cuestión previa procede cuando no concurren los requisitos de procedibilidad, en ese sentido,
la cuestión a determinar es si al momento de formalizar denuncia penal contra [la congresista] y los demás
denunciados, tenía que cumplirse con algún requisito de procedibilidad, el mismo que debe entenderse
como condiciones legales para ejercer la acción penal. 4.3. En los delitos de enriquecimiento ilícito, la
Constitución Política del Perú, en el segundo párrafo del artículo 41, señala que es el Fiscal de la Nación,
por denuncia de terceros o de oficio, quien debe formular cargos ante el Poder Judicial. Estamos ante un
delito imputable sólo a funcionarios o servidores públicos en el marco de sus servicios prestados al Estado;
en esa medida, a fin de no generar indefensión en los investigados y abusos, se erige la garantía de que
sólo el Fiscal de la Nación puede formular cargos. Entendemos que formular cargos significa formalizar
denuncia penal contra los investigados, ahí es donde se fijan los hechos materia de juzgamiento, por lo
que no es de recibo otra forma de entender la frase “formular cargos” al que hace referencia la Constitu­
ción. 4.4. En caso de que se haya omitido cumplir con este requisito de procedibilidad, es posible que
la misma pueda ser subsanada durante la tramitación del proceso penal [(1) Fundamento séptimo del
Recurso de Nulidad N .° 1031-2011-Lima, del 7 de diciembre de 2011 (§ 203)], supuesto que no se ha

nom os & thesis


93 SECCIÓN I: LA ACCIÓN PENAL Art. 4
producido en el presente caso, pues de la lectura de todo el expediente no se advierte resolución alguna
del Fiscal de la Nación que haya subsanado o convalidado lo realizado por el Fiscal Provincial Penal
Especializado. Siendo así, procede amparar lo planteado por la defensa de la procesada [...] en cuando al
incumplimiento de un requisito de procedibilidad. 4.5. Que habiéndose declarado fundada la cuestión
previa y declarado nulo todo lo actuado, carece de objeto emitir pronunciamiento respecto a los recursos
de nulidad planteados. (R. N. N .° 184-2013-Lima [Caso Cecilia Chacón], del 24-09-2014, £ j. 4 [las
negritas son nuestras]. Sala Penal Permanente. Texto completo: <bit.ly/2aEHXuW>).

§ 205. La cuestión previa como requisito de procedibilidad explícitamente prevista en la ley.


Quinto. [La] Ley General del Sistema Financiero y del Sistema de Seguros [...] señala que constituye un
requisito de procedibilidad, que la autoridad de la Superintendencia emita un informe técnico concer­
niente al objeto del proceso penal de toda denuncia que se interponga contra una empresa del Sistema
Financiero y de Seguros o sus representantes; es decir, antes de iniciar debidamente el proceso judicial;
sin embargo, tal norma debe interpretarse con relación a las normas contenidas en la referida Ley, las
cuales se tratan sobre delitos financieros, que para el caso de autos se establece que la estafa y el fraude
procesal constituyen delitos comunes los cuales no se encuentran comprendidos dentro de los delitos
financieros; por lo que deviene en infundada la cuestión previa. (R. N. N .° 1660-2010-Lambayeque,
del 08-06-2011, £ j. 5. Sala Penal Permanente. Texto completo: <bit.ly/2caMEPE>).

JURISPRUDENCIA DE LAS CORTES SUPERIORES

§ 206. La cuestión previa se guía por el principio de legalidad, por lo tanto, los requisitos de
procedibilidad omitidos deben encontrarse taxativamente prescritos en la ley penal. Prim ero. De
conformidad con lo dispuesto por el artículo 4 del Código Procesal Penal, establece 11La cuestión pre­
via procede cuando el Fiscal decide continuar con la Investigación Preparatoria omitiendo un requisito de
procedibilidad explícitamente previsto en la Ley. Si el órgano jurisdiccional la declara fundad se anulará lo
actuado ’. A su vez el artículo VII de la Ley Procesal Penal, establece el principio de legalidad procesal
penal entre otros artículos del título preliminar del Código Procesal Penal, a su vez en el artículo IV se
establece que “E l Ministerio Público es titular del ejercicio público de la acción penal en los delitos y tiene
el deber de la carga de la prueba. Asume la conducción de la investigación desde su inicio, decidida y proac­
tivamente en defensa de la sociedad\ En tanto que el artículo 326 del Código Procesal Penal, establece
“ Cualquierpersona tiene la facultad de denunciar los hechos delictuosos antela autoridad respectiva, siempre
y cuando el ejercicio de la acción penalpara perseguirlos sea público”. Segundo. De los citados dispositivos
legales este colegiado aprecia los hechos relevantes siguientes: Que la cuestión previa, se guía por el prin­
cipio de legalidad, esto es, por el principio de taxatividad, quiero decir que el requisito de procedibilidad
debe estar expresamente establecido en la ley para el caso en concreto. Que el titular de la acción penal
es el Ministerio Publico y que, tratándose de delitos de acción pública, puede tomar conocimiento por
sí mismo o por intermedio de terceros para el inicio de la acción penal no hay condicionamiento alguno
al respecto. [...] Cuarto. En cuanto se refiere a que previamente debió de convocarse a una diligencia de
aplicación del principio de oportunidad y obviamente en relación a acuerdos preparatorios debe tenerse
en cuenta que la nueva ley procesal establece mecanismo de terminación temprana en las que se tiene
por ejemplo antes de la iniciación del proceso, la aplicación del principio de oportunidad, en el curso
del proceso la terminación anticipada e incluso la conclusión anticipada antes del inicio de un juicio,
pero esto per se no significa que sea un condicionamiento para el inicio de la condición de la acción
penal, ya que el principio de oportunidad puede ser “de oficio o a pedido del imputado y con su consenti­
miento, podrá abstenerse de ejercitar la acción penal” el término podrá en una prerrogativa no imperativa
sino facultativa, por consiguiente no constituye requisito de procedibilidad y que vía jurisprudencia
no se puede incorporar como aparente aparece ese el acuerdo en la Corte Superior de Justicia de Mo-
quegua, que aclarado en esta audiencia, hubo una votación dividida de cinco votos a favor y cuatro en
contra, lo que naturalmente además de no ser una posición pacífica esta no tiene carácter vinculante
para los jueces de la república, ya que para tal fin tendría que ser un acuerdo plenario a nivel de la Corte
Suprema o por el Tribunal Constitucional en Derecho Penal, en todo caso, esta Superior Sala Penal con-
♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL
Art. 5 LIBRO PRIMERO: DISPOSICIONES GENERALES 94

sidera que no es un requisito de procedibilidad por no estar taxativamente establecido en la ley penal,
condicionante para el ejercicio de la acción penal, por tanto, los fundamentos esgrimidos por el juez se
encuentran arregladas a derecho. [...] (Exp. N .° 02250-2017-12-21 ll-JR-PE-04, del 22-01-2018, ff.
jj. 1, 2 y 4. Cuarto Juzgado Penal de Investigación Preparatoria de San Román - Juliaca. Corte Superior
de Justicia de Puno. Texto completo: <bit.ly/2EE4yre>).

Artículo 5: Cuestión prejudicial

1. La cuestión prejudicial procede cuando el Fiscal decide continuar con la Investigación Preparatoria,
pese a que fuere necesaria en vía extrapenal una declaración vinculada al carácter delictuoso del hecho
incriminado.
2. Si se declara fundada, la Investigación Preparatoria se suspende hasta que en la otra vía recaiga re­
solución firme. Esta decisión beneficia a todos los imputados que se encuentren en igual situación jurídica
y que no la hubieren deducido.
3. En caso de que el proceso extrapenal no haya sido promovido por la persona legitimada para hacerlo,
se le notificará y requerirá para que lo haga en el plazo de treinta días computados desde el momento en
que haya quedado firme la resolución suspensiva. Si vencido dicho plazo no cumpliera con hacerlo, el
Fiscal Provincial en lo Civil, siempre que se trate de un hecho punible perseguible por ejercicio público de
la acción penal, deberá promoverlo con citación de las partes interesadas. En uno u otro caso, el Fiscal
está autorizado para intervenir y continuar el proceso hasta su terminación, así como sustituir al titular de
la acción si éste no lo prosigue.
4. De lo resuelto en la vía extrapenal depende la prosecución o el sobreseimiento definitivo de la causa.

JURISPRUDENCIA DE LA CORTE SUPREMA

§ 207. Cuestión prejudicial. Sexto. La cuestión prejudicial es un medio técnico de defensa que
resulta operante cuando fuera necesaria una declaración en vía extrapenal acerca del carácter delictuoso
del hecho incriminado, lo que supone que el factum denunciado se encuentre vinculado a cuestiones
de carácter civil o administrativo que previamente deban ser resueltos para la continuación del proceso
judicial penal. [...] (Casación N .° 11-2011-Huaura, de 09-11-2011, f. j. 6. Sala Penal Permanente.
Texto completo: <bit.ly/lQciXpE>).
§ 208. Cuestión prejudicial: no procede en los delitos de peculado. Véase la jurisprudencia del
artículo 4o del Código de Procedimientos Penales [§ 2030]. (R. N . N .° 3682-2002-La Libertad, de
13-01-2004. Sala Penal. Texto completo: <bit.ly/22dHqmO>).

Artículo 6: Excepciones

1. Las excepciones que pueden deducirse son las siguientes:


a) Naturaleza de juicio, cuando se ha dado al proceso una sustanciación distinta a la prevista en la Ley.
b) Improcedencia de acción, cuando el hecho no constituye delito o no es justiciable penalmente.
c) Cosa juzgada, cuando el hecho punible ha sido objeto de una resolución firme, nacional o extranjera
contra la misma persona.
d) Amnistía.
e) Prescripción, cuando por el vencimiento de los plazos señalados por el Código Penal se haya extin­
guido la acción penal o el derecho de ejecución de la pena.
2. En caso que se declare fundada la excepción de naturaleza de juicio, el proceso se adecuará al trámi­
te reconocido en el auto que la resuelva. Si se declara fundada cualquiera de las excepciones previstas en
los cuatro últimos literales, el proceso será sobreseído definitivamente.
nom os & thesis
95 SECCIÓN I: LA ACCIÓN PENAL Art. 6
DOCTRINA JURISPRUDENCIAL VINCULANTE DE LA CORTE SUPREMA

§ 209. Excepciones de oficio. Adecuación del proceso común a un proceso inmediato. Noveno.
En el Acuerdo Plenario [N.° 2-2016-CIJ-116 (§ 1891)] [...] se ha tenido en cuenta que el juez ha de
optar por un criterio seleccionador muy riguroso, para aceptar la incoación de un proceso inmediato en
relación con delitos que pueden traer aparejada una sanción grave. Que el proceso inmediato consta de
dos fases procesales: La audiencia de incoación y la audiencia única de juicio; que la solicitud procesal
de incoación del proceso inmediato, se encuentra sujeta a dos momentos procesales, siendo el primero
de ellos, que se trate de un delito flagrante, que el imputado se encuentre sujeto materialmente a una
detención efectiva y que no se necesite realizar, luego de las 24 horas de detención, algún acto de inves­
tigación adicional o de confirmación ineludible. Se contempló también el caso que la prueba pericial,
resulte fundamental para la acreditación del delito y citó como casos, solo a título enunciativo, el tráfico
ilícito de drogas, entre otros varios en que la prueba pericial es especialmente relevante. Décimo. Ex­
puestos los hechos y dado que la Corte Suprema en el Acuerdo Plenario N .° 2-2016-CIJ-l 16 [§ 1891],
ha dejado establecido para casos como el presente, en que pueda surgir una incidencia respecto al trá­
mite de un proceso: sea común o sea inmediato, sin embargo, es preciso dejar establecido que si bien los
medios de defensa técnicos como las excepciones, pueden resolverse de oficio por el juez, ello debería
tener lugar luego de un análisis concienzudo no solo de las circunstancias de la intervención en flagran­
cia, para decidir el proceso inmediato, sino y además, el de no afectar en general el derecho a la prueba y
en específico el principio acusatorio que permite al fiscal, como titular de la acción penal y responsable
de la carga de la prueba, conforme lo prevé el artículo IV, del Título Preliminar, del Código Procesal
Penal, decidir la investigación preparatoria para el acopio de los elementos probatorios necesarios, que
hagan exitosa la prosecución de la acción penal y consecuentemente la efectivización del ius puniendi,
cuando no cuente con aquellos para incoar un proceso inmediato. En el presente caso, la decisión del
fiscal de iniciar investigación preparatoria, lo fue con el objeto de dar cumplimiento al artículo 321.1
del Código Procesal Penal. (Casación N .° 243-2016-La Libertad, del 17-07-2018, que estableció como
doctrina jurisprudencial vinculantes los ff. jj. 9 y 10. Primera Sala Penal Transitoria [EP, 23-08-2018,
Jurisprudencia, Año XXVII, N .° 1086, p. 8097]. Texto completo: <bit.ly/2IRYRuj>).

§ 210. Adecuación del proceso común a un proceso inmediato. Excepciones de oficio. In­
tervención en flagrancia. Véase la jurisprudencia del artículo 446° del Nuevo Código Procesal Pe­
nal [§ 1893]. (Casación N .° 244-2016-La Libertad, del 20-07-2018, que estableció como doctrina
jurisprudencial vinculantes los ff. jj. 9 y 10. Primera Sala Penal Transitoria [EP, 23-08-2018, Jurispru­
dencia, Año XXVII, N .° 1086, p. 8093]. Texto completo: <bit.ly/2Uc5996>).

§ 211. Socio puede interponer excepciones sin necesidad de que la persona jurídica a la cual
representa esté incorporada al proceso como sujeto procesal. Atribución de responsabilidad penal
al representante de la persona jurídica. 3. Actuación del socio o representante de la persona jurídica. [...]
Décim o tercero. [Se] establecen las siguientes situaciones: i) La atribución de responsabilidad penal de
la persona natural depende únicamente de su acción lesiva de bienes jurídicos, ii) El Código Penal no
regula la responsabilidad penal de la persona jurídica, iii) Cuando algunos de los elementos del tipo
penal se presentan en la persona jurídica, la responsabilidad penal dé la persona natural solo depende de
la aplicación del artículo 27 del Código Penal, iv) Por ello, la responsabilidad que afronte la persona na­
tural, socio o representante de la persona jurídica, no depende de la constitución de la persona jurídica
al proceso, este acto no tiene ninguna incidencia, por lo que, la persona natural como imputado en un
proceso penal puede plenamente hacer ejercicio de los derechos que le confiere la Constitución Política
del Estado y la Ley Procesal, sin ninguna actuación o procedimiento previo. [...] 4. E l imputado como
sujeto procesal. [...] Vigésimo. [La] calidad de imputado se establece desde que existe la atribución de un
delito en contra de un ciudadano por una disposición de formalización de investigación preparatoria
conforme con el inciso 1 del artículo 336 del Código Procesal Penal. Pudiendo ejercer los derechos que
le reconoce la Constitución Política del Estado y el Código Procesal Penal. 5. La persona jurídica como
sujeto en elproceso penal. [...] Vigésimo séptimo. Una vez incorporada la persona jurídica, goza de todos
los derechos y garantías del imputado, así lo configura el artículo 93 del Código Procesal Penal. En

♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL


Art. 6 LIBRO PRIMERO: DISPOSICIONES GENERALES 96

conclusión, no existe otro efecto que se genere de su incorporación, menos la legitimidad procesal de las
personas naturales imputadas para interponer los medios técnicos de defensa y otros que les franquea la
Ley, como señalamos en el considerado vigésimo. [6.] Excepción de improcedencia de acción. [...] Trigé­
simo prim ero. El inciso dos del artículo 6 del Código Procesal Penal, señala que si se declara fundada,
el proceso será sobreseído definitivamente. Este medio técnico de defensa, como refiere el artículo 7 del
Código Procesal Penal, se plantean una vez que el Fiscal haya decidido continuar con las investigaciones
preparatorias y se resolverán necesariamente antes de culminar la Etapa Intermedia, pudiendo ser decla­
rados de oficio. Trigésimo segundo. El artículo 8 del mismo cuerpo normativo, sobre el procedimiento,
establece que será planteada mediante solicitud debidamente fundamentada ante el Juez de la Investi­
gación Preparatoria, que notificará la admisión del medio deducido, señalará fecha para la audiencia,
que se realizará con quienes concurran. Trigésimo tercero. Es decir, no se establece que para que el
imputado interponga este medio técnico de defensa, la persona jurídica a la que representaría, haya sido
incorporada al proceso como sujeto procesal, por lo que, no constituye un presupuesto. (Casación N .°
134-2015-Ucayali, de 16-08-2016, que establece como doctrina jurisprudencial vinculante el sentido
de los ff. jj. 13, 20, 27 y 33. Sala Penal Permanente. [EP, 18-02-2017, Jurisprudencia, Año XXVI, N .°
1035, pp. 7695-7699]. Texto completo: <bit.ly/2lILXyt>).

PLENO JURISDICCIONAL

§ 212. Sí es posible actuar y valorar actos de investigación o de prueba para resolver una excep­
ción de improcedencia de acción en la audiencia de control de acusación. Pregunta: ¿Para resolver
la excepción de improcedencia de acción en una audiencia de control de acusación esposible desarrollar actos
de prueba? C onclusión plenaria: Primera postura: S í es posible actuar y valorar actos de investiga­
ción o de prueba, porque de lo contrario se afecta el derecho de defensa y el derecho a probar. (Pleno
Jurisdiccional Distrital en Materia Penal y Procesal Penal de la Corte Superior de Justicia de Tumbes
del 20-07-2017. Tema 2: Prohibición de la actuación probatoria. Texto completo: <bit.ly/2NfLgvl>).

JURISPRUDENCIA DE LA CORTE SUPREMA

§ 213. Excepción de improcedencia de acción: reglas de su examen por el Juez (art. 6.1.b). 3.1.
[...] El examen a efectuar por el Juzgador frente a la formulación de este medio técnico de defensa no
está en discusión, será siempre un juicio jurídico de tipicidad, esto es, de compatibilidad entre un hecho
planteado y el supuesto normativo de prohibición contenido en la ley penal. La problemática reside en
la identificación del objeto fáctico cuya correspondencia jurídica se exige: el hecho considerado por el
Fiscal Provincial o el que emerge con claridad de la evidencia. [...] En consecuencia, el objeto sobre el
que recae el examen jurídico de tipicidad no puede ser uno distinto al concluido por el representante
del Ministerio Público producto de su particular valoración de la evidencia que motivó cualquiera de
los actos procesales postulativos que le son propios: en la disposición de formalización y continuación
de la investigación preparatoria o en la acusación. (Casación N .° 388-2012-Ucayali, del 12-09-2013, f.
j. 3.1. Sala Penal Permanente. Texto completo: <bit.ly/2beuOKA>).
§ 214. La excepción de improcedencia de acción es un medio técnico de defensa en virtud a la
exigencia del principio de legalidad. Se le atribuye al procesado el delito de homicidio culposo por
inobservancia de la regla de profesión (en su calidad de médico), encubrimiento real y omisión de
denuncia (art. 6.1.b). 8.1. La excepción de improcedencia de acción es un medio técnico de defensa
que otorga al justiciable la potestad de cuestionar preliminarmente la procedencia de la imputación ejer­
cida en su contra, cuando el hecho denunciado no constituye delito o no es justiciable penalmente;
ello en virtud a la exigencia del principio de legalidad, conforme lo prevé el artículo 6, inciso 1, literal
b, del Código Procesal Penal. 8.2. Asimismo, se tiene que “(...) en el proceso formalmente iniciado, las
partes pueden hacer uso de los medios de defensa técnico para evitar un proceso en el que no se haya
verificado los presupuestos esenciales de imputación. Piénsese, por ejemplo, en la declaración de atipi-
cidad a través de la excepción de improcedencia de acción (...)” [Véase el Acuerdo Plenario N .° 4-2010/
C J-116 (§ 199), del 16 de noviembre del 2010, f. j. 18.] -[El subrayado es nuestro]-, cuyo fin es atacar

nomos & th esis


97 SECCIÓN I: LA ACCIÓN PENAL Art.6
la potestad represiva del Estado y evitar la prosecución del supuesto delito que se investiga. 8.3. En
cuanto al primer supuesto, referido a cuando el hecho denunciado ‘ no constituye delito , se tiene que
la teoría general del delito parte del derecho penal positivo, conforme al artículo 11° del Código Penal
de 1991: “Son delitos y faltas las acciones u omisiones dolosas o culposas penadas por la ley”. Dicho
concepto formal nada dice sobre los elementos que debe contener toda conducta sancionada por la ley
con una pena. Por lo que, se recurre a la doctrina penal, a fin de establecer que la teoría jurídica del
delito es una teoría de la atribución de responsabilidad penal, esto es, un instrumento conceptual que
nos permite determinar jurídicamente si determinado hecho tiene la consideración de delito y merece,
en consecuencia, la imposición de una sanción penal. Se trata, entonces, de una elaboración de. la dog­
mática iurídico-penal. con base en el derecho positivo, por exigencia explícita del principio de legalidad
penal, que ha ido evolucionando en el decurso del tiempo y que permite una aplicación racional de
la ley, a través de un sistema conceptual unitario. Con ello, el ciudadano gana en seguridad jurídica en
la medida que posibilita una jurisprudencia más racional, predecible y unitaria en la interpretación y
aplicación práctica de la ley penal [Zugaldía Espinar, José Miguel. Fundamentos de derecho penal. Parte
general. Valencia: Tirando Blanch, 2010, p. 201]. 8.4. En alusión a que el hecho denunciado no consti­
tuye delito la atipicidad presenta determinados supuestos que “comprende dos extremos: 1) la conducta
incriminada no esté prevista como delito en el ordenamiento jurídico penal vigente, es decir, la conduc­
ta realizada no concuerda con ninguna de las legalmente descritas, no es una falta de adecuación a un
tipo existente, sino la ausencia absoluta del tipo, estamos ante un caso de atipicidad absoluta por falta de
adecuación directa; y, 2) el suceso no se adecúe a la hipótesis típica de la disposición penal preexistente
invocada en la investigación o acusación, esto es, cuando el hecho esta descrito en la ley, pero la conducr
ta adolece de algún elemento allí exigido, se plantea frente a la ausencia de cualquier elemento del tipo:
sujetos -activo y pasivo-, conducta-elementos descriptivos, normativos o subjetivos- y objeto -jurídico
o material-, estamos ante un caso de atipicidad relativa por falta de adecuación indirecta [Urtecho
Benites, Santos. Los medios de defensa técnicos y el nuevo proceso penalperuano. Lima: Idemsa, 2007, pp.
293-297]. [El subrayado es nuestro]. 8.5. El segundo supuesto, referido a cuando el hecho denuncia­
do no es justiciable penalmente, entiende que toda relación jurídica que requiera una intervención y
solución judicial mediante la aplicación del derecho es justiciable, y todo acto delictuoso es justiciable
penalmente. Sobre la base de dicha afirmación, se puede llegar a otro razonamiento: la conducta merece
ser justiciable pero no penalmente; no se requiere de la intervención del juez penal para su solución, es
decir, es justiciable pero en otra vía distinta a la penal, pues la argumentación se reduce a la ausencia de
tipicidad en la conducta que se ha calificado de delictiva. 8.6. Asimismo, se insiste en que el tipo penal
se configura, pero éste señala puntualmente aspectos a tener en cuenta por el Juez penal, tales como
las condiciones objetivas de punibilidad, excusas absolutorias, supuestos de inculpabilidad y otros, que
deben necesariamente requerir de un pronunciamiento final y no limitados cortados en aplicación de
una excepción. Por ejemplo: lo señalado en el artículo 208° del Código Penal, referido a los delitos de
hurto, apropiaciones, defraudaciones o daños que se causen entre cónyuges, concubinos, ascendientes,
etcétera, no son reprimibles; así, quien hurta un televisor de su casa, perteneciente a él y a su esposa, no
es reprimible penalmente. [...] 10.5. [...] Por tanto, el encausado no infringió el deber objetivo de cuida­
do al momento de atender a la paciente [...], pues en el contexto donde le toco desempeñar su rol como
médico, actuó dentro de las normas que le eran exigibles en el caso concreto. Tanto más, si el resultado
‘ muerte de la paciente” se produjo ocho días después de la intervención del encausado SB [pareja de
la paciente] no determinándose que el resultado lesivo haya sido desencadenado por los actos médicos
efectuado por el recurrente como médico del área de emergencia de la citada Clínica. En ese sentido, “el
Derecho penal no puede obligar a nadie más allá de la observancia del cuidado que objetivamente era
exigible en el caso concreto al que se encontraba en esta situación”. Por tanto, al no haberse determina­
do infracción del deber de cuidado alguno, que haya desencadenado el resultado lesivo, su actuar del
encausado deviene en atípico. (Casación N .° 581-2015-Piura [Caso Edita Guerrero], de 05-10-2016, ff.
jj. 8.1 al 8.6 y 10.5. Sala Penal Permanente. Texto completo: <bit.ly/2eAnmZi>).
§ 215. Diferencia entre la imputación necesaria y la excepción de improcedencia de acción. La
falta de imputación necesaria no significa la ausencia o inexistencia de algún elemento del tipo pe-
♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL
Art. 6 LIBRO PRIMERO: DISPOSICIONES GENERALES 98

nal. Décim o segundo, [...] La referida excepción [de improcedencia de acción] es un medio de defensa
contra la acción penal que procede, cuando el hecho denunciado no constituye delito o no es justiciable
penalmente. La improcedencia de acción, por tanto, comprende dos supuestos; el primero, relacionado
a todos aquellos casos de atipicidad penal absoluta o relativa del hecho objeto de imputación o de la
concurrencia de una causa de justificación; y un segundo supuesto, que hace referencia a la ausencia
de una condición objetiva de punibilidad o a la presencia de una causal personal de exclusión de pena
o excusa absolutoria. Décim o cuarto, [...] La imputación necesaria, en palabras de Cáceres Juica con­
siste en que: “la imputación es la afirmación clara, precisa y circunstanciada de un hecho concreto,
con lenguaje descriptivo, referido al pasado, que permite afirmar a negar en cada caso o agregar otros
hechos que conjuntamente con los afirmados, amplíen, excluyan o aminoren la significancia penal [...].
D écim o quinto, Definido los conceptos sobre la naturaleza de la excepción de improcedencia de acción
y el principio de imputación necesaria; se puede apreciar, que la Segunda Sala Penal de Apelaciones de
la Corte Superior de Justicia de Arequipa, confundió los conceptos de ambas instituciones. [...] La falta
de imputación necesaria no significa la ausencia o inexistencia de algún elemento del tipo penal; por lo
que no puede equipararse con la excepción de improcedencia de acción. La Sala Penal de Apelaciones,
interpretó erróneamente el artículo 6, literal b) del Código Procesal Penal, al considerar que la falta
de imputación necesaria es un supuesto para amparar la excepción de improcedencia de acción. En
tal virtud, la causal de errónea interpretación de la ley procesal penal, debe estimarse. (Casación N .°
392-2016-Arequipa, del 12-09-2017, ff. jj. 12, 14 y 15. Segunda Sala Penal Transitoria. Texto comple­
to: <bit.ly/2IVUcat>).

§ 216. No puede declararse fundada la excepción de improcedencia de la acción por no haberse


precisado de manera correcta en la formalización de la investigación preparatoria la conducta
subsumible de la encausada, a pesar de haber sido subsanada en la audiencia de control de acusa­
ción. Imputación necesaria y delito de peculado. Cuarto, La excepción de improcedencia de acción,
parte de los hechos descritos en la imputación realizada por el titular de la acción penal pública, por lo
que el juez debe evaluar los argumentos con los que se plantea la excepción, solo a la luz de los hechos
incorporados por el fiscal en el acto de la imputación pertinente. En el caso presente, se atribuye a la
encausada SEZP en calidad de extraneus, ser cómplice primaria en su condición de presidenta de [una]
Asociación [...] de Cesantes y Jubilados [...] y haber realizado el aporte necesario para que se configure
el delito de peculado de uso, pues teniendo conocimiento que debería realizar el trámite de cesión de
uso del inmueble, ante el Ministerio de Educación, acudió indebidamente ante el Director Regional
de Educación de Junín, buscando beneficiar a la asociación privada que representa, conducta que se
encuentra tipificada en el artículo 387 del Código Penal [...]. Q uinto. La modalidad de peculado por
utilización, implica una separación del bien de la esfera pública y una aplicación privada temporal del
mismo sin consumirlo, para regresarlo luego a la esfera pública. En el caso que nos ocupa, a la encausada
se le entregó un bien público en uso, el mismo que pertenece al Centro Educativo Estatal de Menores
N .° 13595, del Ministerio de Educación, inscrito en la [...] oficina registral de Huancayo, circunstancia
que provoca perjuicio económico desde que se pierde aun cuando fuera temporalmente la disponibili­
dad sobre el mismo, entonces el hecho así imputado a la encausada SEZP, constituye delito, y de llegarse
a probar sería justiciable penalmente. Sexto, Debe puntualizarse con respecto a la imputación necesaria
que se reclama, que ésta debe ser entendida como la exigencia de un relato detallado y preciso de los
hechos con relevancia penal, que se atribuyen a una persona, a la que el titular de la acción penal, le co­
munica la acción punible que le atribuye, detallando su relación histórica e indicando las circunstancias
de modo, tiempo y lugar, así como los elementos de convicción existentes. Sétim o, En el caso presente,
la Sala de Apelaciones declaró fundada la excepción de improcedencia de acción, en razón que el titular
de la acción penal pública, no cumplió en la formalización de la investigación preparatoria, con precisar
en forma clara y puntual, cuál sería la conducta subsumible de la encausada, en el tipo penal que se le
atribuye, transgrediendo el principio de imputación necesaria, por lo que el proceder de la recurrente
no es justiciable penalmente, posición que asumió la Sala, sin tener en consideración, que el Ministerio
Público, en el estadio procesal de control de acusación, precisó la imputación atribuida a SEZP, de
conformidad con el artículo 352 numeral 2 del Código Procesal Penal, que autoriza al fiscal a hacer las
n o m o s & fhesÉs
99 SECCIÓN I: LA ACCIÓN PENAL Art.6
modificaciones, aclaraciones o subsanaciones que correspondan; en consecuencia, de haberse produci­
do alguna imprecisión primigeniamente, la imputación contra la acusada quedó definitivamente sub­
sanada. Octavo, [...] [De] acuerdo alo considerado, la excepción propuesta debe desestimarse, pues no
se le podría amparar por falta de imputación necesaria, sin antes haberse agotado todos los mecanismos
que la ley prevé, a fin de dar seguridad jurídica. (Casación N .° 814-2015-Junín, de 19-10-2017, ffi jj.
4 al 8. Primera Sala Penal Transitoria. Texto completo: <bit.ly/2HCukyn>).
§ 217. La excepción de improcedencia absoluta o relativa en los casos de acusación alternativa
o subsidiaria. Segundo. [...] i) sobre la acusación alternativa [...] “La acusación alternativa se presenta
cuando un mismo hecho se acusa con más de una calificación jurídica. El fiscal, frente a ese único
hecho, señala alternativa o subsidiariamente, las circunstancias que permitan calificar la conducta del
imputado en un tipo penal distinto al principal. Estas figuras proceden cuando, frente a un mismo
hecho, hay más de una ley penal que, en apariencia, discute al hecho. Por lo que se entiende que, la
imposición de una de ellas desplaza a la otra u otras calificaciones jurídicas que fueron establecidas de
manera alternativa o subsidiaria. Es de considerar, por ello que al incluir la acusación un título de im­
putación determinada, esta es siempre una calificación provisional”, ii) Sobre la excepción de improce­
dencia de la acción [...] a) que la conducta incriminada no esté prevista como delito en el ordenamiento
jurídico penal vigente [...], b) que el suceso fáctico no se adecúe a la hipótesis típica de la disposición
penal preexistente, invocada en la investigación o acusación fiscal [...]. iii) Efectos de la excepción de
improcedencia de acción, por atipicidad absoluta y relativa, cuando existe una acusación alternativa o
subsidiaria [...]. En caso se declare fundada por atipicidad absoluta, el efecto será que el hecho incrimi­
nado no constituye delito en el ordenamiento jurídico, es decir, no puede ser subsumido en ninguno
de los tipos penales del Código Penal. Si sobre tal hecho se hubiera postulado una calificación jurídica
principal y otra alternativa o subsidiaria, los efectos de la excepción abarcarían a ambas. [...] [Si] se
plantea la excepción de improcedencia de acción y esta se ampara por atipicidad relativa, es posible
que, habiendo postulado una calificación principal y otra alternativa o subsidiaria, el hecho atribuido
pueda ser enmarcado en alguna de ellas, dependiendo del caso concreto. [...] [La] fundabilidad de la
excepción de improcedencia de acción por atipicidad relativa, no tiene como efecto el archivo definitivo
del proceso. (Casación N .° 723-2017-Apurímac, del 15-11-2018, f. j. 2. Sala Penal Permanente. Texto
completo: <bit.ly/2tBYlG4>).
§ 218. En una excepción de improcedencia de acción interpuesta en un proceso sobre enrique­
cimiento ilícito, no es razonable exigir una descripción detallada de los actos de abuso de poder en
que hubiese incurrido el imputado para desvirtuar la tipicidad de los cargos. Tercero. Ahora bien,
en el presente caso, el Ministerio Público atribuyó al encausado MA que en el ejercicio de su función
como alcalde distrital [...] se enriqueció ilícitamente, de suerte que el desbalance detectado, según el
correspondiente Informe Financiero, asciende a la suma de S/. 460 2017.12. Siendo así, el efectivo
incremento patrimonial y la ilicitud de fuentes -actos no ajustados a derecho- que lo determinaron es lo
que corresponde dilucidar en el juicio oral, así como -en su consecuencia- el abuso de poder derivado
del cargo de alcalde [...] (desvalor de acción). Cuarto. Por consiguiente, (i) el tiempo de ejercicio efec­
tivo de la alcaldía por parte del encausado MA, (ii) la simultaneidad del cargo con el enriquecimiento
que se le acusa, y (iii) la atribuida ilicitud de las fuentes de enriquecimiento coetáneo -resaltadas por la
acusación y siempre sujeta a la respectiva actividad probatoria, de verificación o descarte, en el juicio
oral-, permitirían deducir razonablemente -en clave de máximas de experiencia- que el acrecentamiento
patrimonial se derivaría del abuso de poder en el ejercicio del cargo de alcalde [...]. Es de recordar que
la relación entre ejercicio del cargo y enriquecimiento ilícito es de carácter valorativa o normativa -antes
que causal-, de suerte que este elemento típico hace mención a conductas de abuso de poder público,
de gestión o institucional que la Administración otorga al agente oficial de forma directa o indirecta.
Q uinto. En suma, no es razonable exigir, menos aún a partir de una excepción de improcedencia de
acción, (i) precisión o detalle específico acerca de los supuestos actos de abuso de poder -dado incluso
la naturaleza del delito de enriquecimiento ilícito, de su función político criminal (evitar lagunas de
punibilidad frente a delitos de corrupción que no se han evidenciado)-, y, desde este dato -que refleja

♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL


Art. 6 LIBRO PRIMERO: DISPOSICIONES GENERALES 100

una concepción causal naturalista del abuso del cargo-, (ii) concluir que su omisión hace atípicos los
cargos. Tampoco es de recibo afirmar, asumiendo esta concepción, que se está ante una acusación que
no responde a la exigencia de claridad y precisión establecida por el artículo 349, apartado 1, literal b),
del Código Procesal Penal. Este defecto formal, por lo demás, es materia del correspondiente examen
en la etapa intermedia del proceso y tiene el efecto procesal de mera subsanación con arreglo al artículo
332, numeral 2, del citado Código. (Casación N .° 277-2018-Ventanilla, del 21-03-2019, ff. jj. 3 al 5.
Sala Penal Permanente. Texto completo: <bit.ly/20vxyou>).

§ 219. El hecho de ser Presidente o Gobernador Regional no significa necesariamente la atipi-


cidad de la conducta. La acreditación de la presencia o no de los elementos del tipo penal se verá
en el desarrollo del proceso, constituyendo un análisis sobre el fondo del asunto, que no corres­
ponde a una excepción de improcedencia de acción. Décim o Segundo. [El] Presidente Regional tie­
ne deberes con el patrimonio del Estado, en especial administrar los bienes del Gobierno Regional. Este
es un elemento del tipo penal que presupone funciones activas de manejo y conducción (gobierno).
La administración de los caudales o efectos por parte del sujeto publico tiene implícita la vinculación
funcional comprendiendo tantas relaciones directas con el caudal, efecto o relaciones mediatas, por las
que sin necesidad de entrar en contacto con los bienes puede el funcionario público disponer de ellos
en razón a ser el responsable de la unidad administrativa o titular del pliego. Décimo Tercero. En ese
sentido, no se puede excluir al Presidente Regional de una investigación [mediante una excepción de
improcedencia de acción] argumentando que tiene una relación funcional genérica con los bienes del
Estado, pues la Ley le ha dado un deber específico: administrar los bienes de la Región, por lo que, en
principio, tienen la administración de los recursos de la entidad. Décim o Cuarto. Entonces, el hecho
de ser Presidente o Gobernador Regional no significa necesariamente la atipicidad de la conducta, la
acreditación de la presencia o no de los elementos del tipo penal se verá en el desarrollo del proceso,
constituyendo un análisis sobre el fondo del asunto, que no corresponde a una excepción de impro­
cedencia de acción. (Casación N .° 160-2014-Del Santa, del 04-11-2016, que, por mayoría, establece
como doctrina jurisprudencial vinculante lo señalado en el f. j. 14 del voto de los señores Neyra y Loli,
de 07-10-2015. Sala Penal Permanente [EP, 22-12-2016, Jurisprudencia, Año XXV, N .° 1031, pp.
7643 ss., especialmente pp. 7645-7647]. Texto completo: <bit.ly/2iKpVt5>).
§ 220. Excepción de improcedencia de acción (art. 6.1.b). 3.1. [...] Que en tal sentido, esta ex­
cepción solo procede cuando el hecho por el cual se le viene instruyendo al encausado: i) no constituye
delito, o, ii) no es justiciable penalmente; que, el primer supuesto, comprende todos aquellos casos de
atipicidad penal absoluta o relativa del hecho objeto de imputación o de la concurrencia de una causa de
justificación, en cambio, el segundo supuesto hace referencia a la ausencia de una condición objetiva de
punibilidad o a la presencia de una causa personal de exclusión de pena o excusa absolutoria. (R. N . N .°
1117-2010-Piura, del 03-03-2011, f. j. 3.1. Sala Penal Permanente. Texto completo: <bit.ly/lsrPRiv>).
§ 221. El cuestionamiento a la tipicidad subjetiva no es una materia que pueda dilucidarse
vía excepción de improcedencia de acción (art. 6.1.b). 1.5. Así, de un lado indica que el hecho no
constituye delito porque no obró de manera dolosa, y que el tipo penal de daños es uno cuya comisión
no se produce mediando dolo eventual. Sin embargo, el cuestionamiento a la tipicidad subjetiva, dolo
o culpa, no es una materia que pueda dilucidarse vía excepción [de improcedencia de acción], dado
que la mencionada determinación requiere, necesariamente, la realización de actividad probatoria en
la que, luego del juicio respectivo, se establezca una conclusión -aproximativa- de las intenciones que
tuvo el procesado al realizar su conducta, en virtud del artículo VII del Título Preliminar del Código
Penal -la pena requiere de la responsabilidad penal del autor. Queda proscrita toda forma de respon­
sabilidad objetiva-, el cual ordena a quien expida un fallo la determinación suficiente del tipo subjeti­
vo. (Casación N .° 10-2018-Cusco, del 06-03-2019, f. j. 1.5. Sala Penal Permanente. Texto completo:
<bit.ly/2Vkjwsn>).
§ 222. La excepción de improcedencia de acción se concreta en el juicio de subsunción nor­
mativa del hecho atribuido a un injusto penal o a la punibilidad, en tanto categorías del delito,

nom os & th e sis


101 SECCIÓN I: LA ACCIÓN PENAL Alt 6

distintas de la culpabilidad (art. 6.1.b). Quinto. Que la excepción de naturaleza de acción se concre­
ta, por su propia configuración institucional -centrada en la falta de un presupuesto o de un requisito
procesal-, al juicio de subsunción del hecho atribuido a un injusto penal y al ámbito de la punibilidad,
en tanto categorías del delito, distintas de la culpabilidad -tanto como juicio de imputación personal
cuanto como ámbito del examen de su correlación con la realidad-. En el presente caso, los hechos
acusados -sin ingresar al doble juicio de culpabilidad: procesal y material-, como ha quedado expresado,
constituyen delito de peculado doloso simple. El conocimiento de la normatividad, por estar referido
a la categoría culpabilidad del delito, no corresponde ser examinado en una excepción de naturaleza de
acción. El recurso acusatorio debe ampararse y así se declara. (R. N. N .° 628-2013-Cusco, del 04-10­
2013, £ j. 5. Sala Penal Transitoria. Texto completo: <bit.ly/29tnGqC>).
§ 223. Alcances de la excepción de improcedencia de acción: se debe partir de los hechos des­
critos por el Fiscal (art. 6.1.b). Cuarto. Que desde ya cabe afirmar que la excepción de improceden­
cia de acción presenta dos alcances, conforme lo establece el artículo 6, apartado 1, literal b, del Nuevo
Código Procesal Penal: 1. El hecho no constituye delito. 2. El hecho no es justificable penalmente. El
primer punto abarca la antijuricidad penal del objeto procesal: tipicidad y antijuricidad. El segundo se
ubica en la punibilidad y comprende la ausencia de una condición objetiva de punibilidad o la presen­
cia de una causa personal de exclusión de la pena o excusa absolutoria -son circunstancias que guardan
relación con el hecho o que excluyen o suprimen la necesidad de pena- [San Martín C astro, César
Eugenio. Derecho Procesal Penal. Lecciones, Lima: INPECCP, 2015, p. 284]. En el presente caso, por
el propio planteamiento, no corresponde analizar si el hecho no es justiciable penalmente, sino si los
hechos atribuidos al imputado constituyen o no delito. Procesalmente, debe determinarse, en el caso
de esta excepción -que tiene características singulares-, si se presenta una cuestión de derecho penal
material que niega la adecuación típica del hecho imputado o si se alega, desde esa misma perspecti­
va, un elemento fáctico que importa la exclusión de la antijuricidad penal de la conducta atribuida.
Q uinto. Que, ahora bien, es obvio que para deducir una excepción de improcedencia de acción se
debe partir de los hechos descritos en la Disposición Fiscal de Formalización de la Investigación Prepa­
ratoria. A su vez, el juez, al evaluar dicha excepción, solo debe tener en cuenta los hechos incorporados
por el fiscal en el acto de imputación pertinente. En efecto, la excepción de improcedencia de acción
se concreta, por su propia configuración procesal, en el juicio de subsunción normativa del hecho atri­
buido a un injusto penal o a la punibilidad, en tanto categorías del delito, distintas de la culpabilidad
-tanto como juicio de imputación personal cuanto como ámbito del examen de su correlación con la
realidad- [Recurso de Nulidad N .° 628-2013/Cusco (§ 222), de 4 de octubre de 2013]. Sexto. Que,
analizando el caso concreto, resulta evidente que, conforme lo expresado en el fundamento jurídico
segundo de esta Ejecutoria Suprema, el Tribunal de Apelación realizó una valoración del material ins-
tructorio para definir los hechos y su mérito, pues sobre esa base estimó si es dable, desde las máximas
de la experiencia, inferir tanto el conocimiento de la procedencia delictiva de los bienes incautados
cuanto una vinculación a nivel de organización delictiva entre el imputado y el remitente de los pa­
quetes cuestionados. Realizó, pues, una inferencia probatoria en un momento procesal inoportuno.
[...] La valoración de los actos de aportación de hechos, por estar referidos al juicio procesal de la
responsabilidad penal, no corresponde ser examinados en una excepción de improcedencia de acción.
(Casación N .° 407-2015-Tacna, del 07-07-2016, ff. jj. 4-6. Sala Penal Transitoria. Texto completo:
<bit.ly/2IyT 0W c>).
§ 224. Efecto prejudicial de la cosa juzgada (art. 6.1.c). Noveno. [Desde] una perspectiva de
unidad y coherencia interna del pronunciamiento jurisdiccional en un proceso conexo, que se refiere a
un conjunto unitario de hechos procesales, y que no existen pruebas nuevas que permitan una variación
de lo anteriormente acordado, vistos los indudables efectos prejudiciales positivos que por coherencia
decisoria es del caso asumir -unos mismos hechos no pueden existir y dejar de existir para la misma ju­
risdicción penal: subsistencia material del injusto penal-, corresponde ratificar lo anteriormente expues­
to sobre la no relevancia punitiva de los hechos glosados en los puntos uno al cuatro del fundamento
jurídico anterior. Por tanto, la absolución se impone en razón de la falta de probanza de los elementos
♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL
Art. 6 LIBRO PRIMERO: DISPOSICIONES GENERALES 102
típicos imprescindibles del tipo legal de colusión desleal. (R. N . N .° 3724-2013-Lima, del 09-09-2014,
f. j. 9. Sala Penal Transitoria. Texto completo: <bit.ly/21wUtj5>).

JURISPRUDENCIA DE LAS CORTES SUPERIORES

§ 225. En la excepción de improcedencia de acción no se puede cuestionar la categoría de cul­


pabilidad o imputación personal. Décimo octavo. [En] la excepción de improcedencia de acción no
se puede cuestionar la categoría de culpabilidad o imputación personal: capacidad penal, conocimiento
del injusto y no exigibilidad de otra conducta. La excepción se centra en el hecho desvalorado, en el
hecho prohibido desde la ley penal, no en su atribuibilidad al autor. Cuando se pretenda plantear como
argumento de defensa la no responsabilidad penal del imputado, aquella ameritará como una defensa
de mérito, en tanto tal defensa se orienta a contradecir el fondo de la imputación, siendo la finalidad de
la investigación preparatoria determinar si la conducta incriminada es delictuosa, las circunstancias o
móviles de la perpetración, la identidad del autor o partícipe y de la víctima, así como la existencia del
daño causado (inciso 1 del art. 321 del CPP), esto será posible a través de la actuación probatoria que
será fuente de conocimiento para el juez sobre la realidad de los hechos objetos de imputación. Debe
tenerse presente que la formulación de esta excepción en el proceso penal genera una discusión de puro
derecho, que no se fundamenta en pruebas, sino en cuestiones puramente normativas. El análisis de si el
sujeto es responsable penalmente constituye un juicio propio del fondo del asunto, que nada tiene que
ver con la delictuosidad y que requiere una actividad probatoria específica imposible de llevar a cabo
en vía incidental. 18.1. Si bien la fiscalía hace alusión a una declaración [de un magistrado involucrado
en el delito de tráfico de influencias], en este estadio procesal, no se puede valorar elementos de prueba
que es en otra etapa, acá solo técnicamente si los hechos imputados se subsumen en el tipo penal impu­
tado. (Exp. N .° 08-2018-Lima, del 04-12-2018, f. j. 18. Juzgado de Investigación Preparatoria. Texto
completo: <bit.ly/2tUmVSJ>).

JURISPRUDENCIA DE LA SALA PENAL NACIONAL

§ 226. El juez, al evaluar la excepción de improcedencia de acción, solo debe tener en cuenta
los hechos incorporados por el fiscal en el acto de imputación pertinente. 6.1 La excepción de im­
procedencia de acción se encuentra regulada en el numeral 1 literal b) del artículo 6 del Código Procesal
Penal (en adelante CPP), y puede deducirse “cuando el hecho no constituye delito o no es justiciable
penalmente”. Según el numeral 2 del artículo antes citado, si se declara fundada, el proceso será sobre­
seído definitivamente. 6.2 En ese orden de ideas, la excepción de improcedencia de acción solo procede
cuando el hecho por el cual se viene investigando a un imputado i) no constituye delito o ii) no es jus­
ticiable penalmente. El primer supuesto comprende todos aquellos casos de atipicidad penal absoluta o
relativa del hecho objeto de imputación o de la concurrencia de una causa de justificación; en cambio, el
segundo supuesto hace referencia a la ausencia de una condición objetiva de punibilidad o a la presencia
de una causa personal de exclusión de pena o excusa absolutoria. 6.3 De otro lado, como lo ha preci­
sado nuestra Suprema Corte [Casación N .° 407-2015-Tacna (§ 223)], “es obvio que para deducir una
excepción de improcedencia de acción se debe partir de los hechos descritos en la Disposición Fiscal de
Formalización de la Investigación Preparatoria. A su vez, el juez, al evaluar dicha excepción, solo debe
tener en cuenta los hechos incorporados por el fiscal en el acto de imputación pertinente. En efecto, la
excepción de improcedencia de acción se concreta, por su propia configuración procesal, en el juicio de
subsunción normativa del hecho atribuido a un injusto penal o a la punibilidad, en tanto categorías del
delito, distintas de la culpabilidad -tanto como juicio de imputación personal cuanto como ámbito del
examen de su correlación con la realidad-” . (Exp. N .° 00032-2017-3-520 l-JR-PE-03-Lima, del 05-04­
2018, ff. jj. 6.1 al 6.3. Colegiado A. Sala Penal de Apelaciones. Texto completo: <bit.ly/2VOWoGL>).

JURISPRUDENCIA DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL

§ 227. Excepción de cosa juzgada. 2. Este Colegiado ha considerado que mediante la garantía de la
cosa juzgada se instituye el derecho de todo justiciable, en primer lugar, a que las resoluciones que hayan

nom os & th e sis


103 SECCIÓN I: LA ACCIÓN PENAL Art.7
puesto fin al proceso judicial no puedan ser recurridas mediante nuevos medios impugnatorios, ya sea
porque estos han sido agotados o porque ha transcurrido el plazo para impugnarla; y en segundo lugar, a
que el contenido de las resoluciones que hayan adquirido tal condición no pueda ser dejado sin efecto ni
modificado, sea por actos de otros poderes públicos, de terceros o, incluso, de los mismos órganos jurisdic­
cionales que resolvieron el casó en el que se dictó (fundamentos 36 al 45 de la STC N.° 4587-2004-AA) [§
66]. (Exp. N .° 1182-2010-PA/TC [caso Luis VicenteJesús del Carmen González de Orbegoso Mantilla], del
08-04-2011 [Web: 27-04-2011 / EP, 27-05-2011], £ j. 2. Texto completo: <bit.ly/2WeCsJ6>).
§ 228. Prescripción de la acción penal y justicia constitucional. 6. Conforme a lo expuesto, la
prescripción de la acción penal tiene relevancia constitucional, toda vez que se encuentra vinculada al
contenido del derecho al plazo razonable del proceso, el cual forma parte del derecho fundamental al
debido proceso. Es por ello que muchas de las demandas de hábeas Corpus, en las que se ha alegado pres­
cripción de la acción penal, han merecido pronunciamiento de fondo por parte de este Tribunal. (Cfr.
STC Exp. N .° 2506-2005-PHC/TC; Exp. N .° 4900-2006-PHC/TC; Exp. N .° 2466-2006-PHC/TC;
Exp. N .° 331-2007-PHC/TC). 7. Sin embargo, es precisó indicar que, no obstante la relevancia cons­
titucional de la prescripción de la acción penal, el cálculo de dicho lapso requiere, en algunas ocasiones,
la dilucidación de aspectos que no corresponde a la justicia constitucional. En efecto, conforme al
artículo 82° del Código Penal el plazo de prescripción se cuenta desde la fecha en que se consumó el
delito (para el delito instantáneo) o desde el momento en que cesó la actividad delictuosa (en los demás
casos). Como es de verse, determinar la prescripción de la acción penal requerirá previamente establecer
la fecha en que cesó la actividad delictiva o el momento de la consumación, lo que es competencia de
la justicia ordinaria. 8. En caso de que la justicia penal determine todos los elementos que permiten el
cómputo del plazo de prescripción, podrá cuestionarse ante la justicia constitucional la prosecución de
un proceso penal a pesar de que haya prescrito la acción penal. En caso contrario, la pretensión deberá
ser rechazada. Así, este Tribunal Constitucional en la sentencia recaída en el Exp. N .° 5890-2006-PHC/
TC, no obstante la relevancia constitucional que ostenta la prescripción de la acción penal, no pudo
estimar la pretensión incoada toda vez que la justicia ordinaria no había establecido la fecha de consu­
mación del ilícito, aspecto crucial para determinar el plazo de prescripción de la acción penal, lo cual
no puede ser dilucidado por la justicia constitucional. 9. En tal sentido, siempre que la prescripción
de la acción penal implique la dilucidación de aspectos que concierna evaluar a la justicia ordinaria, la
demanda deberá ser rechazada. (Exp. N .° 05922-2009-PHC/TC [caso Luis Enrique Herrera Romero],
del 29-11-2010 [Web: 05-01-2011 / EP, 25-01-2011], ff. jj. 6-9. Texto completo: <bit.ly/2IG15Zk>).

REMISIÓN

§ 229. Sobre el principio del ne bis in ídem. Véase la jurisprudencia del artículo III del Nuevo
Código Procesal Penal [§ 60 ss.]. •

Artículo 7: Oportunidad de los medios de defensa

1. La cuestión previa, cuestión prejudicial y las excepciones se plantean una vez que el Fiscal haya
decidido continuar con las investigaciones preparatorias o al contestar la querella ante el Ju e z y se
resolverán necesariamente antes de culminar la Etapa Intermedia.
2. La cuestión previa y las excepciones también se pueden deducir durante la Etapa Intermedia, en la
oportunidad fijada por la Ley.
3. Los medios de defensa referidos en este dispositivo, pueden ser declarados de oficio.

DOCTRINA JURISPRUDENCIAL VINCULANTE DE LA CORTE SUPREMA

§ 230. Socio puede interponer excepciones sin necesidad de que la persona jurídica a la cual
representa esté incorporada al proceso como sujeto procesal. Atribución de responsabilidad penal

♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL


Art.7 LIBRO PRIMERO: DISPOSICIONES GENERALES 104

al representante de la persona jurídica. Véase la jurisprudencia del artículo 6o del Nuevo Código
Procesal Penal [§ 211]. (Casación N .° 134-2015-Ucayali, de 16-08-2016, que establece como doctrina
jurisprudencial vinculante el sentido de los ff. jj. 13, 20, 27 y 33. Sala Penal Permanente. [EP, 18-02­
2017, Jurisprudencia, Año XXVI, N .° 1033, pp. 7693-7699]. Texto completo: <bit.ly/2lILXyt>).

JURISPRUDENCIA DE LA CORTE SUPREMA

§ 231. Se puede declarar de oficio los medios de defensa prescritos en la normativa penal, y
aunque no está indicado el momento en que puede ocurrir esto, se colige que es el Juez de la Inves­
tigación Preparatoria es el llamado a esta función. 2.2. Normativamente, para el adecuado ejercicio
de su rol fundamental en el proceso penal, se reconoce al abogado defensor, entre otros derechos, el
concerniente a “interponer cuestiones previas, cuestiones prejudiciales, excepciones, recursos impug-
natorios y los demás medios de defensa permitidos por la ley” (numeral 10 del artículo 84 del Código
Procesal Penal), lo cual presupone el conocimiento, por parte del defensor técnico, de las características
y finalidades de los referidos medios de defensa. Si bien como parte de la estrategia del abogado puede
darse el caso de que este no interponga medio de defensa alguno (renuncia a su derecho a interponer
medios de defensa), lo cierto es que en el supuesto de considerar que resulta pertinente o que cabe el
empleo de un medio de defensa deviene en un deber u obligación para la defensa técnica hacerlo de
forma responsable o diligente, lo cual implica cumplir con las exigencias normativas establecidas para
tal efecto (presentación, oportunidad, plazo, forma, etc.) y justificarlo adecuadamente. Tal conducta
procesal del abogado defensor es la idónea a efectos de propiciar un pronunciamiento de la autoridad
judicial sobre el asunto que se trate, en tanto que, una vez interpuesto el medio de defensa, por el prin­
cipio de congruencia procesal, la autoridad judicial queda obligada a pronunciarse al respecto mediante
resolución motivada. 2.3. El artículo 7 del Código Procesal Penal de 2004 establece un catálogo de
medios de defensa. Precisa que lo son la cuestión previa, la cuestión prejudicial y las excepciones (cfr.
artículo 6 del mismo cuerpo normativo). En los procesos penales por ejercicio público de la acción se
establece que la oportunidad para plantear los medios de defensa es durante la investigación prepa­
ratoria, específicamente a partir del momento en que el Fiscal decide continuar con la investigación
preparatoria y, asimismo, se prevé que, una vez planteado el medio de defensa, este es resuelto, a lo más,
durante la etapa intermedia (antes de su culminación). Respecto a la cuestión previa y a las excepciones,
el referido precepto normativo también permite que sean deducidos durante la etapa intermedia. Por
su parte, el artículo 8 de la indicada normativa procesal precisa el trámite de los medios de defensa en
atención al momento en que se deduzcan (investigación preparatoria o etapa intermedia). 2.4. Los
medios de defensa señalados en el considerando precedente también pueden ser declarados de oficio
[numeral 3, del artículo 7, del Código Procesal Penal de 2004]. Al respecto, es de indicar que si bien
normativamente no se prevé taxativamente la etapa procesal en que es posible la referida declaratoria
de oficio, debe entenderse -en consonancia con la lógica subyacente en el sistema procesal acusatorio
adoptado por el Código Procesal Penal de 2004, cuya nota central radica en la proscripción de que
las funciones de acusar y juzgar se realicen por un mismo órgano, lo cual presupone que, antes del
juzgamiento imparcial, cualquier vicio procedimental o defecto de la acción, ajeno en lo sustancial a la
plenarial determinación de responsabilidad penal del acusado que se trate (fondo u objeto del proceso
penal), debe haber sido saneado o depurado hasta la etapa intermedia-, como regla, que es el Juez de la
Investigación Preparatoria el llamado a declarar, de ser el caso, de oficio de los medios de defensa, desde
la formalización de la investigación preparatoria hasta antes de que culmine la etapa intermedia. Para tal
efecto, el vicio procesal o el respectivo defecto referido a la acción, que advierta dicho Juez y se refiera a
un medio de defensa, debe constar fehacientemente, ser flagrante, manifiesto o evidente. Si bien dicha
consideración queda sujeta al criterio del órgano jurisdiccional, ello no lo exime o libera de motivar su
decisión. (Apelación Suprema N .° 15-2017, del 14-03-2018, ff. jj. 2.2 al 2.4. Sala Penal Permanente.
Texto completo: <bit.ly/2H0dMkh>).

nom os & th esis


105 SECCION I: LA ACCION PENAL A rt.8
Artículo 8: Trámite de los medios de defensa

1. La cuestión previa, cuestión prejudicial y las excepciones que se deduzcan durante la Investigación
Preparatoria serán planteadas mediante solicitud debidamente fundamentada ante el Juez de la Investi­
gación Preparatoria que recibió la comunicación señalada en el artículo 3, adjuntando, de ser el caso, los
elementos de convicción que correspondan.
2. El Ju e z de la Investigación Preparatoria, una vez que ha recabado información del Fiscal acerca de
los sujetos procesales apersonados en la causa y luego de notificarles la admisión del medio de defensa
deducido, dentro del tercer día señalará fecha para la realización de la audiencia, la que se realizará con
quienes concurran a la misma. El Fiscal asistirá obligatoriamente y exhibirá el expediente fiscal para su
examen inmediato por el Juez en ese acto.
3. Instalada la audiencia, el Juez de la Investigación Preparatoria escuchará por su orden, al abo­
gado defensor que propuso el medio de defensa, al Fiscal, al defensor del actor civil y al defensor de la
persona jurídica según lo dispuesto en el artículo 90 y del tercero civil. En el turno que les corresponde,
los participantes harán m enciónalos elementos de convicción que consten en autos oque han acom­
pañado en sede judicial. Si asiste el imputado tiene derecho a intervenir en último término.
4. El Ju e z de la Investigación Preparatoria resolverá inmediatamente o, en todo caso, en el plazo de
dos días luego de celebrada la vista. Excepcionalmente, y hasta por veinticuatro horas, podrá retener el
expediente fiscal para resolver el medio de defensa deducido, que se hará mediante auto debidamente
fundamentado.
5. Cuando el medio de defensa se deduce durante la Etapa Intermedia, en la oportunidad fijada en el
artículo 350, se resolverán conforme a lo dispuesto en el artículo 352.
6. La cuestión previa, cuestión prejudicial y las excepciones deducidas a favor de uno de los imputados
beneficia a los demás, siempre que se encuentren en igual situación jurídica.(a)

PROTOCOLOS, REGLAMENTOS, LINEAMIENTOS, GUÍAS Y DIRECTIVAS

(a) Protocolo de actuación insterinstitucional específico de gestión y dirección de audiencias (aprobado por el Decreto
Suprem o N.° 010-2018-JUS [E.P, 25-08-201 8]). Véase el texto com pleto en: <bit.ly/2VYmqUI>.

JURISPRUDENCIA DE LA CORTE SUPREMA

§ 232. Si en sede civil se declara lícito un hecho, es obvio que bajo ninguna circunstancia se
puede dar lugar a un proceso en sede penal. La cosa juzgada civil no solo se refiere a las m ism as
partes de un eventual proceso penal, sino que se extiende, por excepción, erga omnes, a sujetos
no litigantes (extensión u ltra partes de la cosa juzgada). Segundo. [El] artículo 79 del Código Penal
instituye uno de los supuestos de eficacia o función refleja de la cosa juzgada -desde luego, de la cosa
juzgada civil al proceso penal-. [...] La cosa juzgada civil, en este caso, por expreso mandato legal -del
Código Penal específicamente-, no solo se refiere a las mismas partes de un eventual proceso penal,
sino que se extiende, por excepción, erga omnes, a sujetos no litigantes (extensión ultra partes de la cosa
juzgada), frente a la licitud de un hecho, relación o conducta declarada por la jurisdicción civil. Su
imperatividad -como nota esencial de la cosa juzgada, proyectada de un fallo civil al ámbito penal- está
en función al hecho objeto de decisión firme, por lo que si en esa sede se declara lícito es obvio que,
bajo ninguna circunstancia, puede dar lugar a un proceso en sede penal, que como es patente exige,
desde su objeto o límite objetivo, un hecho penalmente relevante, el cual si se declaró lícito no puede
ser materia de un proceso jurisdiccional penal. La autorictas iudicati sobre cuestiones de hecho son pues
factibles [Carnelutti, Francisco. Cuestiones sobre el proceso penal, 2001, pp. 120-124]. Precisamente,
por todo ello, la cosa juzgada material es un determinado efecto de algunas resoluciones firmes, consis­
tente en una precisa y determinada fuerza de vincular, en otros procesos, a cualesquiera de los órganos
jurisdiccionales (el mismo que juzgó u otros distintos), respecto del contenido de esas resoluciones
(de ordinario, sentencias) [D e L a Oliva, Andrés: Derecho Procesal Civil. E l Proceso de Declaración,

♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL


Art.8 LIBRO PRIMERO: DISPOSICIONES GENERALES 106

2003, p. 492]. La perspectiva amplia de esta institución puede entenderse reconocida por el artí­
culo 78, numeral 2, del Código Penal, cuando preceptúa que: “La acción penal se extingue: 2. Por
autoridad de cosa juzgada”. Luego, si se trata de un impedimento procesal -impide una sentencia
de mérito sobre un hecho ya juzgado-, si constituye un óbice procesal, puede plantearse como
excepción y, precisamente, excepción de cosa juzgada. [...] Q uinto. [Es] evidente, primero, que el
título valor y la exigibilidad de la deuda materia del proceso seguido ante el Segundo Juzgado Civil
[...] ha sido establecido por resolución judicial firme -ante la posición procesal de los agraviados, el
órgano jurisdiccional, bajo trámite contradictorio, declaró la validez de esa deuda y del título valor
correspondiente-; segundo, que la deuda es previa, la decisión jurisdiccional recaída en el proceso
sobre indemnización incoado por los agraviados no la invalida, pues se refiere al crédito ulterior, de
sesenta mil dólares americanos, finalmente no otorgados por el Banco [...]; y, tercero, el hecho, califica­
do de delictivo por el Ministerio Público: consignar una deuda inexistente en un contrato de cesión de
derechos, empero, ha sido calificado de lícito por la jurisdicción civil. Por ende, no puede construirse
un cargo penal sobre un hecho cuya licitud ya fue decidida por la jurisdicción civil. La excepción de
cosa juzgada es fundada. (Casación N .° 1027-2016-Ica, del 13-02-2017, f£ jj. 2 y 3- Primera Sala Penal
Transitoria. Texto completo: <bit.ly/2lOtZhU>).
§ 233. Eficacia refleja de la cosa juzgada. Límite subjetivo de la cosa juzgada comprende tam­
bién a quien pudo y debió haber sido procesado y no lo fue (art. 8.6 NCPP). C uarto. [E]s del
caso afirmar lo que se denomina “eficacia refleja de la cosa juzgada”. La eficacia directa -a la que ha
de incluirse la eficacia uultra reum de la cosa juzgada- está ampliamente reconocida por los artículos
78 numeral 2 y 90 del Código Penal, así como por los artículos III del Título Preliminar -al incluir la
sanción administrativa- y 6 numeral 1 del Código Procesal Penal. Y, la eficacia refleja, por lo menos uno
de sus supuestos, está en el artículo 79 del Código Penal -eficacia de la cosa juzgada civil en el proceso
penal-, otra en el citado artículo III del Título Preliminar del Código Procesal Penal al incluir la sanción
administrativa-, y finalmente el artículo 408 del Código Procesal Penal respecto de los coimputados
no recurrentes. Bajos los últimos parámetros normativos citados, no es del caso aceptar la validez del
argumento a contrario sino la del argumento analógico. Los co-imputados, a quienes se les atribuye
intervención conjunta en un contexto delictivo en la comisión de Una infracción punible, desde luego,
se benefician de la extensión de la cosa juzgada relativamente en cuanto a las cuestiones comunes -con
exclusión de que existan razones personales- y siempre que ella sea propicia a los fines de la defensa
-su vatio está en el principio de la útil gestión procesal’- [Francesco C arnelutti, Cuestiones sobre el
proceso penal, pp. 261/262]. Por consiguiente, si se declaró lícito o no antijurídico el hecho típico que
se atribuye a uno de los co-intervinientes en un proceso penal, no es posible que en otro proceso penal
se pueda declarar delictiva la misma conducta cometida por otros co-intervinientes -la primacía de la
seguridad jurídica es fundamental en este lincamiento; por ello, la sentencia que declare inexistente
un hecho o atípico o no antijurídico tiene eficacia prejudicial en un ulterior proceso penal sobre el
mismo hecho [D e L a O liva Santos, Derecho Procesal Penal, p. 542]. Bajo esta perspectiva, el límite
subjetivo, del efecto excluyente o negativo de la cosa juzgada, comprende al sujeto pasivo del proceso
penal, pero no solo a quien resultó condenado o absuelto, sino también a quien pudo y debió haber
sido acusado -o, mejor dicho, procesado- y no lo fue [Gimeno Sendra, Derecho Procesalpenal, p. 833].
Los co-partícipes se benefician con lo declarado en otro proceso penal, si se trata de los mismos hechos.
(Casación N .° 842-2015-Lambayeque, del 21-12-2016, f. j. 4. Sala Penal Transitoria. Texto completo:
cbit.ly/2kl 4FjP>).

PLENO DE LOS JUZGADOS PENALES DE INVESTIGACIÓN PREPARATORIA

§ 234. Trámite de los medios de defensa. Acuerdo: 1. Los medios de defensa sólo pueden ser
propuestos por los sujetos procesales legitimados, cuando se haya formalizado la investigación prepa­
ratoria. 2. La debida fundamentación de la solicitud del medio de defensa constituye un requisito de
admisibilidad. 3. La absolución del traslado del medio de defensa se realizará oralmente en audiencia. 4.
La asistencia a la audiencia del Fiscal con la carpeta fiscal es obligatoria. 5. Los sujetos procesales serán

nom os & thesis


107 SECCIÓN I: LA ACCIÓN PENAL Art.10
representados en audiencia por sus defensores. 6. La asistencia a la audiencia del defensor solicitante
es obligatoria, bajo apercibimiento rechazarse de plano su solicitud, la asistencia de los demás sujetos
procesales es facultativa. 7. La decisión del juez puede ser oralizada en la misma audiencia o notificada
con la resolución escrita después de la audiencia, según la complejidad del caso. (Acuerdo Plenario
N .° 04-2008, del 04-01-2008. Pleno de los Juzgados Penales de Investigación Preparatoria deTrujillo.
Corte Superior de La Libertad. Texto completo: <bit.ly/lNvHo79>).

§ 235. Trámite de solicitudes y requerimientos. Acuerdo: 1. La debida fundamentación de la


solicitud o requerimiento constituye un requisito de admisibilidad. 2. La absolución del traslado de la
solicitud o requerimiento se realizará oralmente en audiencia. 3. La asistencia a la audiencia del Fiscal
con la carpeta fiscal es obligatoria. 4. Los sujetos procesales serán representados en audiencia por sus
defensores. 5. La asistencia a la audiencia del defensor solicitante o Fiscal requiriente es obligatoria,
bajo apercibimiento rechazarse de plano su solicitud o requerimiento, la asistencia de los demás sujetos
procesales es facultativa. 6. La decisión del juez puede ser oralizada en la misma audiencia o notificada
con la resolución escrita después de la audiencia, según la complejidad del caso. (Acuerdo Plenario N .°
05-2008, de 04-01-2008. Pleno de los Juzgados Penales de Investigación Preparatoria deTrujillo. Corte
Superior de La Libertad. Texto completo: <bit.ly/lqnTxje>).

Artículo 9: Recurso de apelación

1. Contra el auto expedido por el Ju e z de la Investigación Preparatoria procede recurso de apelación.


2. Concedido el recurso de apelación, el Juez de la Investigación Preparatoria dispondrá, antes de
la elevación del recurso a la Sala Penal Superior, que dentro del quinto día se agreguen a los actuados
formados en sede judicial las copias certificadas pertinentes del expediente fiscal. Si transcurre el plazo
sin que se haya agregado las copias correspondientes, el Juez inmediatamente elevará los actuados a la
Sala Penal Superior, la que sin perjuicio de poner este hecho en conocimiento del Fiscal Superior instará al
Fiscal Provincial para que complete el cuaderno de apelación.

JURISPRUDENCIA DE LA CORTE SUPREMA

§ 236. El plazo para interponer el recurso de apelación. Séptimo. [...] [No] obstante se dio
lectura de la sentencia en presencia del encausado y de un abogado defensor de oficio, e incluso se le
extendió una copia de la misma, este no puede limitar el ejercicio del derecho de defensa del encausado,
cuando esta misma haya sido notificada a su vez a los defensores que no se encontraron presentes en la
audiencia de lectura de sentencia, fecha esta última a partir del cual se estableció el cómputo del plazo
para su interposición; pues la errónea actuación del Juzgador en la aplicación de la norma adjetiva al
respecto, no puede resultar perjudicial al encausado, más aún, si tampoco se tiene plenamente acreditada
la referida notificación a l encausado a l momento de la lectura de la sentencia,, conforme es de advertirse del
acta de audiencia [...]. (Casación N .° 75-2011-Huaura, de 03-04-2012, f. j. 7. Sala Penal Permanente.
Texto completo: <bit.ly/2c42Jbb>).

Artículo 10: Indicios de delitos en proceso extrapenal

1. Cuando en la sustanciación de un proceso extrapenal aparezcan indicios de la comisión de un delito


de persecución pública el Jue z de oficio o a pedido de parte, comunicará al Ministerio Público para los
fines consiguientes.
2. Si el Fiscal luego de las primeras diligencias decide continuar con la Investigación Preparatoria lo
comunicará al Juez extra penal, quien suspenderá el proceso, siempre que considere que la sentencia
penal puede influir en la resolución que le corresponde dictar.

♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL


Art. 11 LIBRO PRIMERO: DISPOSICIONES GENERALES 108

JURISPRUDENCIA DE LA CORTE SUPREMA

§ 237. Indicios de delitos en proceso extrapenal. Cuarto. [De] acuerdo a lo señalado en el articulo
10 del nuevo Código Procesal Penal, publicado el 29 de julio del 2004 (aplicable al caso de autos, por
estar vigente en dicho departamento) cuando en la sustanciación de un proceso extrapenal aparezcan
indicios de la comisión de un delito de persecución publica, el Juez, de oficio o a pedido de parte, co­
municará al Ministerio Público para los fines consiguientes. Si el Fiscal luego de las primeras diligencias
decide continuar con la Investigación Preparatoria lo comunicara al Juez extra penal, quien suspenderá
el proceso, siempre que considere que la sentencia penal puede influir en la resolución que le correspon­
de dictar. Q uinto, [Al] haberse declarado Nula la sentencia de primera instancia y ordenado al A quo
dicte nueva resolución suspendiendo el presente proceso civil, por considerar que los hechos descritos
en los documentos [...], hacen presumir la existencia de la comisión de un delito, se ha resuelto con
sujeción a derecho [...]. [La] Segunda Fiscalía Provincial Penal deTrujillo ha resuelto formalizar inves­
tigación preparatoria contra el hoy ejecutante por el delito de falsificación de documentos y otros. Por
lo tanto no se advierte que con la decisión impugnada, se este vulnerando el principio de presunción
de inocencia previsto en la Constitución; pues, no se está declarando la falsedad de la Escritura Publica,
ni la culpabilidad del actor, sino que basándose en el artículo 10 del nuevo Código Procesal Penal, se
está ordenando la suspensión del proceso civil por existir indicios que hacen presumible la existencia de
un delito, por lo que tampoco resulta amparable la denuncia del actor en el sentido de que la recurrida
infringe lo previsto en el art. 693, inciso 7o del Código Procesal Civil, pues la sentencia recurrida no se
pronuncia sobre el fondo de la materia, por lo tanto no resulta de aplicación dicha norma. Que, al no
haberse verificado la existencia del error en el procedimiento denunciado por el impugnante correspon­
de desestimar su recurso propuesto. (Casación N .° 1815-2008-La Libertad, de 28-10-2008, íf. jj. 4-3.
Sala de Derecho Constitucional y Social Permanente. Texto completo: <bit.ly/24UYYWq>).

SECCIÓN II
LA ACCIÓN CIVIL

Artículo 11: Ejercicio y contenido

1. El ejercicio de la acción civil derivada del hecho punible corresponde al Ministerio Público yf espe­
cialmente, al perjudicado por el delito. Si el perjudicado se constituye en actor civil, cesa la legitimación
del Ministerio Público para intervenir en el objeto civil del proceso.
2. Su ámbito comprende las acciones establecidas en el artículo 93 del Código Penal e incluye, para
garantizar la restitución del bien y, siempre que sea posible, la declaración de nulidad de los actos jurídicos
que correspondan, con citación de los afectados.

ACUERDOS PLENARIOS DE LA CORTE SUPREMA

§ 238. La acción civil es de naturaleza privada porque corresponde al perjudicado y para su


interés particular. 10. A partir de lo expuesto, cabe establecer si los delitos de peligro pueden ocasionar
daños civiles y, por tanto, si es menester fijar la correspondiente reparación civil, más alia de las especia­
les dificultades que en estos delitos genera la concreción de la responsabilidad civil. Como se ha dicho,
el daño civil lesiona derechos de naturaleza económica y/o derechos o legítimos intereses existenciales,
no patrimoniales, de las personas. Por consiguiente, aun cuando es distinto el objeto sobre el que recae
la lesión en la ofensa penal y en el daño civil, es claro que, pese a que no se haya producido un resul­
tado delictivo concreto, es posible que existan daños civiles que deban ser reparados. En los delitos de
peligro, desde luego, no cabe negar apriori la posibilidad de que surja responsabilidad civil, puesto que
en ellos -sin perjuicio, según los casos, de efectivos daños generados en intereses individuales concre-
nom os & th esis
109 SECCIÓN II: LA ACCIÓN CIVIL Alt 12
tos- se produce una alteración del ordenamiento jurídico con entidad suficiente, según los casos, para
ocasionar daños civiles, sobre el que obviamente incide el interés tutelado por la norma penal -que, por
lo general y que siempre sea así, es de carácter supraindividual. Esta delictiva alteración o perturbación
del ordenamiento jurídico se debe procurar restablecer, así como los efectos que directa o causalmente
ha ocasionado su comisión [el daño como consecuencia directa y necesaria del hecho delictivo] [...].
Por consiguiente, no cabe descartar la existencia de responsabilidad civil en esta clase de delitos, y, en
tal virtud, corresponderá al órgano jurisdiccional en lo penal determinar su presencia y fijar su cuantía.
(Acuerdo Plenario N .° 6-2006/CJ-116, del 13-10-2006, £ j. 7-10. Pleno Jurisdiccional de las Salas
Penales Permanentes y Transitorias de la Corte Suprema de Justicia [EP, 29-12-2006]. Texto completo:
<bit.ly/2Fnoyxs>).

§ 239. Concurrencia de procuradores en un mismo proceso penal, en representación de in­


tereses públicos. Véase la jurisprudencia del artículo 98° del Nuevo Código Procesal Penal [§ 471].
(Acuerdo Plenario N .° 4-2012/CJ-116, del 24-01-2013, flF. jj. 10-16. VIII Pleno Jurisdiccional de las
Salas Penales Permanente y Transitoria [EP, 04-01-2014]. Texto completo: <bit.ly/2cwopeJ>).

Artículo 12: Ejercicio alternativo y accesoriedad

1. El perjudicado por el delito podrá ejercer la acción civil en el proceso penal o ante el Orden Juris­
diccional Civil. Pero una vez que se opta por una de ellas, no podrá deducirla en la otra vía jurisdiccional.
2. Si la persecución penal no pudiese proseguir, ya sea que se disponga la reserva del proceso o se
suspenda por alguna consideración legal, la acción civil derivada del hecho punible podrá ser ejercida ante
el Orden Jurisdiccional Civil.
3. La sentencia absolutoria o el auto de sobreseimiento no impedirá al órgano jurisdiccional pronun­
ciarse sobre la acción civil derivada del hecho punible válidamente ejercida, cuando proceda.

PLENOS JURISDICCIONALES

§ 240. La operatividad del artículo 12° inciso 3 del Código Procesal Penal. Pregunta: Conforme al
artículo 12. 3 del CPP, la sentencia absolutoria o el auto de sobreseimiento no impedirá al órganojurisdiccional
pronunciarse sobre la acción civil derivada del hechopunible válidamente ejercida, cuando proceda. Para lograr
la operatividad de dicho dispositivo legal, es necesario que se hagan lasprecisiones correspondientes respecto a las
siguientes interrogantes: ¿Elpronunciamiento se da respecto a todos los casos en que se dé una causal de sobre­
seimiento o se absuelva? ¿Quién es el órgano jurisdiccional competente, también se refiere al órgano civil? ¿La
reparación civilpodría serfijada por eljuez cuando ante una¡ acusación sobresee la cama en etapa intermedia o,
sobresee o absuelve en juicio? ¿Eljuez al sobreseer la cama puede pronunciarse sobre la reparación civil cuando
si bien el actor civil lo solicita por escrito, sin embargo, no lo sustenta en audiencia? C onclusión plenaria: El
Pleno acordó por mayoría que “Los casos de sobreseimiento o absolución pueden dar lugar a que se fije
una reparación civil”. (Pleno Jurisdiccional Nacional Penal y Procesal Penal de Moquegua, efectuado los
días 9 y 10-06-2017. Tema 2. Texto completo: <bit.ly/2GK6lfd>).

JURISPRUDENCIA DE LA CORTE SUPREMA

§ 241. El órgano jurisdiccional competente para pronunciarse sobre la acción civil. Cuarto.
[...] [El] inciso 3 del artículo 12 del Código Procesal Penal, establece que “la sentencia absolutoria (...) no
impedirá a l órgano jurisdiccionalpronunciarse sobre la acción civil, derivada del hecho punible válidamente
ejercida, cuando proceda ’, por tanto, correspondía al Juez Unipersonal fijar en la sentencia absolutoria
de primera instancia, el monto por concepto de reparación civil, tomando en cuenta la pretensión civil
fijada por la querellante en la denuncia de parte [...]. (Casación N .° 179-2011-Arequipa, de 20-01­
2012, f. j. 4. Sala Penal Permanente. Texto completo: <bit.ly/2cbbaQs>).

♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL


Art. 13 LIBRO PRIMERO: DISPOSICIONES GENERALES 110

§ 242. Reparación civil en caso de sentencias absolutorias. Una absolución o un sobreseimien­


to no necesariamente importa o motiva la improcedencia de la declaración y ulterior determina­
ción de la reparación civil. Tercero. Es de dilucidar lo relativo a la reparación civil -en cuanto derecho
de la víctima-, bajo el entendido de que una absolución o un sobreseimiento no necesariamente im­
porta o motiva la improcedencia de su declaración y ulterior determinación. La opción normativa que
admitió el artículo 12, apartado 3, del Código Procesal Penal, no solo ratificó la diferencia entre acción
penal y acción civil -los criterios de imputación son propios, no necesariamente coincidentes, en tanto
que la acción civil es ex damno y se sigue por las reglas del Código Civil (preceptos de naturaleza civil),
al tratarse incluso de un proceso civil acumulado al penal-. Además, el sistema que aceptó el Código
Procesal Penal, a diferencia del que asumió el Código de Procedimientos Penales (accesoriedad estricta),
es el de autonomía de la acción civil en relación a la suerte de la acción penal, por lo que, sin perjuicio
de lo determinado en relación al objeto penal, corresponde al juez decidir si se presentan los criterios de
imputación propios de una conducta ilícita que ocasionó un daño indemnizable, conforme al articulo
1969 del Código Civil. En estas condiciones, el órgano jurisdiccional penal aun cuando sobreseyera la
causa o absolviera al imputado, mediando una pretensión civil, debe examinar, desde las bases del De­
recho civil, si se produjo un daño indemnizable y proceder en su consecuencia. Cuarto. Cabe enfatizar
que más allá que en el recurso de apelación [...] la encausada HP rechazó que su conducta fuera dolosa,
en la audiencia de apelación su defensa técnica reconoció que solo hubo negligencia por parte de ella,
por lo que su conducta era atípica [...]. En esta perspectiva, el recurso de casación de la Procuraduría
del Estado introdujo una pretensión de mérito. Solicitó se anule la sentencia de vista en el extremo de la
reparación civil y se fije la que corresponde, en proporción a los daños y perjuicios ocasionados al Pro­
yecto Especial Sierra Centro Sur -no es exacto, como apuntó la contraparte en la audiencia de casación,
de que su pretensión final fuera anulatoria-. Quinto. La actora civil desde un primer momento, en sede
de primera instancia, solicitó se imponga la correspondiente reparación civil que será abonada por la
encausada H P Se mostró conforme con la suma de SI. 130 000, por lo que no recurrió ese extremo de
la sentencia de primera instancia. Si bien la actora civil sustentó la responsabilidad civil en una conducta
dolosa de la referida imputada, a tono con los cargos que se formularon contra ella desde el Informe
Especial de la Contraloría General de la República y la Fiscalía Provincial, el hecho de que en segunda
instancia se descartó la tipicidad dolosa en modo alguno impide sostener su pretensión impugnatoria
en sede de casación bajo una atribución culposa. Se trata de una misma petición de condena y, desde la
causa de pedir, de los mismos hechos empíricos tal como acontecieron en la realidad -la norma material
asocia efectos jurídicos a la modalidad tanto dolosa cuanto culposa-: lo sucedido con el retraso o demora
-al retener la documentación que se le envió a su Despacho- para contestar la solicitud de ampliación
del plazo para la entrega de los gaviones comprometidos. [...] Séptim o. Por tanto, el Tribunal Superior
al haber dictado una sentencia absolutoria no cumplió con realizar un examen específico acerca de la
reparación civil, bajo el entendido de que si media una absolución no cabe la imposición de la repara­
ción civil. La sentencia, en este punto, no es fundada en derecho y, en pureza, incurrió en un error iuris
respecto de las reglas, materiales y procesales, ya mencionadas sobre la reparación civil. La encausada
HP, en consecuencia, es responsable civil por el daño ocasionado a la institución que dirigía. El monto,
en su día, fue fijado por el Juzgado Penal. Éste no fue impugnado por la Procuraduría Pública del Esta­
do y en sus alegaciones la parte acusada no incidió en el mismo. Siendo así, solo cabe confirmarlo, pues
no hace falta para ratificar un nuevo debate. (Casación N .° 1533-2017-Ayacucho, del 26-09-2018, ff.
jj. 3, 4, 5 y 7. Sala Penal Permanente. Texto completo: <bit.ly/2EhXv6k>).

Artículo 13: Desistimiento

1. El actor civil podrá desistirse de su pretensión de reparación civil hasta antes del inicio de la Etapa
Intermedia del proceso. Ello no perjudica su derecho a ejercerlo en la vía del proceso civil.
2. El desistimiento genera la obligación del pago de costas.

nomos & th e sis


111 SECCIÓN II: LA ACCIÓN CIVIL Alt 15

Artículo 14: Transacción

1. La acción civil derivada del hecho punible podrá ser objeto de transacción.
2. Una vez que la transacción se formalice ante el Ju e z de la Investigación Preparatoria, respecto de la
cual no se permite oposición del Ministerio Público, el Fiscal se abstendrá de solicitar reparación civil en
su acusación.

Artículo 15: Nulidad de transferencias

1. El Ministerio Público o el actor civil, según los casos, cuando corresponda aplicar lo dispuesto en el
artículo 97 del Código Penal o cuando se trate de bienes sujetos a decomiso de conformidad con el artículo
102 del citado Código, que hubieran sido transferidos o gravados fraudulentamente, sin perjuicio de la
anotación preventiva y/o de otra medida que corresponda, solicitarán en el mismo proceso penal la nulidad
de dicha transferencia o gravamen recaído sobre el bien.
2. El procedimiento se sujetará a las siguientes reglas:
a) Una vez identificada una transferencia de un bien sujeto a decomiso o que puede responder a la
reparación civil y que se considere incurso en lo dispuesto en el primer numeral del presente artículo, el
Ministerio Público o el actor civil, introducirán motivadamente la pretensión anulatoria correspondiente e
instará al Ju e z de la Investigación Preparatoria que disponga al Fiscal la formación del cuaderno de nuli­
dad de transferencia. En ese mismo escrito ofrecerá la prueba pertinente.
b) El Juez correrá traslado del requerimiento de nulidad al imputado, al adquirente y/o poseedor del
bien cuestionado o a aquél en cuyo favor se gravó el bien, para que dentro del quinto día de notificados se
pronuncien acerca del petitorio de nulidad. Los emplazados, conjuntamente con su contestación, ofrece­
rán la prueba que consideren conveniente.
c) El Juez, absuelto el trámite o transcurrido el plazo respectivo, de ser el caso, citará a una audiencia
dentro del quinto día para la actuación de las pruebas ofrecidas y escuchar los alegatos de los participan­
tes. A su culminación, con las conclusiones escritas de las partes, el Ju e z dictará resolución dando por
concluido el procedimiento incidental. Están legitimados a intervenir en la actuación probatoria las partes
y las personas indicadas en el numeral anterior.
d) El órgano jurisdiccional competente para dictar sentencia se pronunciará sobre la nulidad demanda­
da. Todos los legitimados para intervenir en este incidente pueden participar en todas las actuaciones pro­
cesales que puedan afectar su derecho y, especialmente, en el juicio oral, en que podrán formular alegatos
escritos y orales. En este último caso intervendrán luego del tercero civil.
e) Esta pretensión también puede interponerse durante la Etapa Intermedia, en el momento fijado por
la Ley.

JURISPRUDENCIA DE LAS CORTES SUPERIORES

§ 243. Procedimiento de nulidad de transferencias. Véase la jurisprudencia del artículo 188°-A


del Código de Procedimientos Penales [§ 2190]. (Inc. 27-2002- “L”, Resolución N .° 43, del 23-11­
2007, ff. jj. 4 y 5. Primera Sala Penal Especial. Texto completo: <bit.ly/2cCLDxg>).

♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL


Art. 16 LIBRO PRIMERO: DISPOSICIONES GENERALES 112

SECCIÓN III
LA JURISDICCIÓN Y COMPETENCIA

TÍTULO I
LA JURISDICCIÓN

Artículo 16: Potestad jurisdiccional

La potestad jurisdiccional del Estado en materia penal se ejerce por.


1. La Sala Penal de la Corte Suprema.
2. Las Salas Penales de las Cortes Superiores.
3. Los Juzgados Penales, constituidos en órganos colegiados o unipersonales, según la competencia
que le asigna la Ley.
4. Los Juzgados de la Investigación Preparatoria.
5. Lo s Juzgad o s de Paz Letrados, con las excepciones previstas por la Ley para los Juzgados de
P a z .(a) (b)

PROTOCOLOS, REGLAMENTOS, LINEAMIENTOS, G UÍAS Y DIRECTIVAS


(a) Protocolo de actuación interinstitucional específico para la descarga (aprobado por el Decreto Supremo N.° 010-2018-
JUS [ER 25-08-2018]). Véase el texto com pleto en: <bit.ly/2lvRgjU>.
(b) Protocolo de actuación interinstitucional específico para la liquidación (aprobado por el Decreto Supremo N.° 010-2018-
JUS [ER 25-08-2018]). Véase el texto com pleto en: <bit.ly/2UtMftv>.

JURISPRUDENCIA DE LA CORTE SUPREMA

§ 244. El desistimiento de la excepción de declinatoria de jurisdicción. Séptim o. [El] encausado


cuestiona la jurisdicción de la Segunda Sala Penal de la Corte Superior de Justicia del Callao, porque,
sostiene, que como los hechos ocurrieron en el distrito de San Miguel, dicho órgano jurisdiccional no
era competente para conocer el presente caso; que, al respecto, es preciso indicar que en la sesión de
fecha 27 de mayo de 2010 la defensa del citado acusado solicitó excepción de declinatoria de jurisdic­
ción [...]; sin embargo, en la siguientes audiencia -esto es el 3 de junio del mismo año- se desistió de
dicha petición con la finalidad de que la causa sea resuelta lo más pronto posible, motivo por el cual la
Sala [...] dispuso que se tenga por desistida la excepción de declinatoria de jurisdicción [...], decisión
que quedó firme, razón por la cual en este estado del proceso no resulta operante un nuevo pronun­
ciamiento sobre este mismo particular. (R. N. N .° 203-2011-Callao, de 12-12-2011, £ j. 7. Sala Penal
Permanente. Texto completo: <bit.ly/2bNlErc>).

JURISPRUDENCIA DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL

§ 245. Principio de exclusividad de la función jurisdiccional. 15. [...]■ En general, conforme


al primer y segundo párrafos del artículo 146 y al artículo 139 inciso 1, de la Constitución [...], este
principio posee dos vertientes: a) Exclusividad ju dicial en su vertiente negativa', se encuentra prevista
en el artículo 146, primer y segundo párrafos, de la. Constitución, según la cual los jueces no pueden
desempeñar otra función que no sea la jurisdiccional, salvo la docencia universitaria. En efecto, en el
desarrollo de la función jurisdiccional los jueces sólo pueden realizar esta función, no pudiendo laborar
en ninguna otra actividad ya sea para el Estado o para particulares, es decir, que un juez, a la vez que
administra justicia, no puede desempeñar otros empleos o cargos retribuidos por la administración pú­
blica o por entidades particulares. Esta vertiente del principio de exclusividad de la junción jurisdiccional
se encuentra directamente relacionada con el principio de imparcialidad de la junción jurisdiccional, pues

nomos & thesis


113 SECCIÓN III: JURISDICCIÓN Y COMPETENCIA Art. 18
tiene la finalidad de evitar que el juez se parcialice en defensa del interés de una determinada entidad
pública o privada. En el caso de la jurisdicción especializada en lo militar, el principio de exclusividad de
la función jurisdiccional implica, en su vertiente negativa, que los jueces militares no puedan desempe­
ñar ninguna otra función que no sea la jurisdiccional para el conocimiento de materias como los delitos
de la función exclusivamente castrense, salvo la docencia universitaria, es decir, no podrán desempeñar
ninguna función de carácter administrativo militar o de mando castrense, entre otras, b) Exclusividad
judicial en su vertiente positiva', se contempla en el artículo 139, inciso 1, de la Constitución, según el
cual sólo el Poder Judicial puede ejercer función jurisdiccional, salvo el caso de las excepciones ya men­
cionadas del Tribunal Constitucional, el Jurado Nacional de Elecciones y la jurisdicción militar, entre
otros. En otras palabras, en un Estado Constitucional de Derecho, ni el Poder Ejecutivo ni el Poder
Legislativo pueden arrogarse la función jurisdiccional, pues, como se ha mencionado, esta actividad le
corresponde exclusivamente al Poder Judicial, al Tribunal Constitucional, al Jurado Nacional de Elec­
ciones y ala jurisdicción militar, entre otros. En el caso de la jurisdicción especializada en lo militar, el
principio de exclusividad de la junción jurisdiccional implica, en su vertiente positiva, que sólo los jueces
de la jurisdicción especializada en lo militar -ya sea que esta se encuentre dentro o fuera del Poder Ju­
dicial- podrán conocer los denominados “delitos de la función militar”. (Exp. N .° 0004-2006-PI/TC
[caso Demanda de inconstitucionalidad contra la Ley N .° 28665, de Organización, Funcionesy Competen­
cia de la Jurisdicción Especializada en Materia Penal M ilitar Policial, del 29-03-2006 [Web: 18-04-2006
/ EP, 21-04-2006], f. j. 13. Texto completo: <bit.ly/2u9n87E>).

Artículo 17: improrrogabilidad de la jurisdicción penal


La jurisdicción penal ordinaria es improrrogable. Se extiende a los delitos y a las faltas. Tiene lugar
según los criterios de aplicación establecidos en el Código Penal y en los Tratados Internacionales cele­
brados por el Estado, debidamente aprobados y ratificados conforme a la Constitución.

Artículo 18: Límites de la jurisdicción penal ordinaria

La jurisdicción penal ordinaria no es competente para conocen


1. De los delitos previstos en el artículo 173 de la Constitución.
2. De los hechos punibles cometidos por adolescentes.
3. De los hechos punibles en los casos previstos en el artículo 149 de la Constitución.

ACUERDO PLENARIO DE LA CORTE SUPREMA

§ 246. Jurisdicción indígena o comunal. Sus actuaciones, bajo determinados presupuestos y


sujetas a puntuales límites, son expresión de esta jurisdicción. 7 .° El artículo 149° de la Constitu­
ción exige una lectura integradora y en armonía con los principios de unidad de la Constitución, con­
cordancia práctica y corrección funcional, a fin de establecer con toda justicia si las Rondas Campesinas
y Comunales son o no sujetos colectivos titulares del derecho de ejercicio de funciones jurisdiccionales
en su ámbito territorial. El citado artículo constitucional prescribe lo siguiente: uLas autoridades de las
Comunidades Campesinas y Nativas, con el apoyo de la s Rondas Campesinas, pueden ejercerfunciones
jurisdiccionales dentro de su ámbito territorial de conformidad con el derecho consuetudinario, siempre que
no violen los derechosfundamentales de la persona. La ley establece lasformas de coordinación de dicha ju ­
risdicción especial con losJuzgados de Paz y con las demás instancias del PoderJudicial5 [los resaltados en
negrita son nuestros]. Una primera lectura, meramente literal del texto normativo en cuestión, podría
concluir que las Rondas Campesinas, en primer lugar, para ser tales, deben surgir y ser parte de las
Comunidades Campesinas y Nativas -nacen de ellas e integran su organización-; y en segundo lugar,

♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL


Art. 18 LIBRO PRIMERO: DISPOSICIONES GENERALES 114

que no ejercen por sí mismas funciones jurisdiccionales, pues su papel sería meramente auxiliar o secun­
dario. La realidad social, sin embargo, revela que las Rondas Campesinas surgieron a mediados de la
década de los setenta del siglo pasado -aunque con antecedentes remotos en las guardias rurales de fines
del Siglo XIX y en las rondas de hacienda de las primeras décadas del siglo X X [Fernando Bazán
C erdán: Rondas Campesinas: la otrajusticia]-, siempre por decisión de los propios campesinos o vecinos
de un sector, estancia o caserío, como una necesidad comunal o colectiva de protección, no sólo desde
las propias Comunidades sino también de aquellas poblaciones rurales andinas que carecían de Comu­
nidades Campesinas y necesitaban expresar su organización comunal y consolidar los espacios de afir­
mación de su identidad colectiva. Las Rondas Campesinas, en consecuencia y vistas desde una perspec­
tiva general, forman parte de un sistema comunal propio y, en rigor, constituyen una forma de autoridad
comunal en los lugares o espacios rurales del país en que existen -estén o no integradas a Comunidades
Campesinas y Nativas preexistentes- [Raquel Yrigoyen Fajardo: Rondas Campesinas y pluralismo le­
gal: necesidad de reconocimiento constitucional y desarrollo legislativo. En: http://www.alertanet.org/
ryf-defensoría.htm]. Como tales, las Rondas Campesinas, que se inscriben dentro del contexto de las
formas tradicionales de organización comunitaria y de los valores andinos de solidaridad, trabajo comu­
nal e idea del progreso [José H ildebrando R odríguez Villa: Peritaje Antropológico en la causa N .°
22007-00730, Cajamarca, 21 de noviembre de 2007, p. 58], han asumido diversos roles en el quehacer
de esos pueblos -tales como seguridad y desarrollo- y, entre ellos, también se encuentra, sin duda alguna,
los vinculados al control penal en tanto en cuanto -presupuesto necesario para su relevancia jurídica-
aplican las normas del derecho consuetudinario que les corresponda y expresen su identidad cultural.
Son una respuesta comunal, entre otras expresiones socioculturales, ante el problema de la falta de ac­
ceso a la justicia, que es un derecho fundamental procesal que integra el núcleo duro de los. derechos
fundamentales. Según algunos científicos sociales la justicia que aplican puede definirse como “reconci­
liadora” y ejercen mecanismos tradicionales de resolución de conflictos [John G iglitz: Rondas Campe­
sinas y Violencia. En: Justicia y Violencia en las Zonas Rurales, IDL, Lima, 2003, p. 146]; sus juicios
cuentan con ciertas formalidades, pero carecen de la rigidez que caracteriza a la administración de jus­
ticia formal [Felipe Villavicencio Terreros: Mecanismos alternativos de solución de conflictos. En:
Revista Pena y Estado, año 4, N .° 4, Editores del Puerto, Buenos Aires, 2000, p. 113]. Los integrantes
de las Rondas Campesinas cumplen, en principio, el requisito de pertenecer a un grupo cultural y étni­
co particularizado. En efecto, desde la perspectiva subjetiva, tienen conciencia étnica o identidad cultu­
ral: afirman rasgos comunes y se diferencian de otros grupos humanos -sienten que su comportamiento
se acomoda al sistema de valores y a los normas de su grupo social, su conducta observable reflejan ne­
cesidad de identidad y de pertenencia-; así, incluso, se autodefinen como herederos de los Ayllus (pue­
blo inca) y como parte de los pueblos indígenas- [¿Qué son las rondas campesinas?, martes 6 de enero
de 2009. En: http://cunarc.blogspot.com/2009/01/qu-son-las-rondas-campesinas.html]. Desde la
perspectiva objetiva, como elementos materiales, comparten un sistema de valores, en especial institu­
ciones y comportamientos colectivos, formas de control social y procedimientos de actuación propios
que los distinguen de otros colectivos sociales -su existencia tiene una vocación de permanencia-. Son
expresiones del mundo rural -de algunos sectores de la población rural en ámbitos geográficos más o
menos focalizados-, tienen características comunes en su organización, siguen determinadas tradiciones
y reaccionan ante las amenazas a su entorno con ciertos patrones comunes -organizan de cierto modo
la vida en el campo-, y han definido -aun cuando con relativa heterogeneidad- las medidas y procedi­
mientos correspondientes basados en sus particulares concepciones. Es imprescindible, desde luego, que
el Juez identifique con absoluta rigurosidad, caso por caso y no darlo como sentado, la existencia en los
asuntos de su competencia de estos elementos, obviamente con ayuda pericial -la pericia, es necesario
enfatizarlo, ilustra o auxilia, pero no define; ofrece al juzgador toda la información técnica y científica
necesaria para resolver el caso [Michele Taruffo: L a prueba, Marcial Pons, Madrid, 2008, p. 90]-,
pues lo que el Estado democrático reconoce es una organización o institución determinada y el ejercicio
legítimo del derecho consuetudinario -normas vigentes y válidas para el grupo social, en el marco de su
referente cultural [Raquel Yrigoyen Fajardo: Apuntes sobre el artículo 149° de la Constitución peruana:
alcances, límites, consecuencias y retos. En: Desfaciendo Entuertos, Lima, octubre 1994, p. 21]- en su

nom os & thesfs


115 SECCIÓN III: JURISDICCIÓN Y COMPETENCIA Art. 18
espacio geográfico, no una organización que sin esos elementos definidores ejerce sin más la potestad
jurisdiccional. 8.° En la medida que la propia Constitución afirma el derecho a la identidad étnica y
cultural de las personas y el Estado reconoce y protege la pluralidad étnica y cultural de la nación, así
como que el Convenio ratifica el derecho de los pueblos históricos a conservar sus propias instituciones
sociales, económicas, culturales y políticas, o parte de ellas, siendo el criterio fundamental la conciencia
de su identidad (artículo I o), entonces, atendiendo a que las Rondas Campesinas -según se tiene ex­
puesto- son la expresión de una autoridad comunal y de sus valores culturales de las poblaciones donde
actúan, será del caso entender -en vía de integración- que pueden ejercer funciones jurisdiccionales,
cuyo reconocimiento efectivo, desde luego, estará condicionado al cumplimiento de un conjunto de
elementos que luego se precisarán. No hacerlo importaría un trato discriminatorio incompatible con el
derecho constitucional a la igualdad y a la no discriminación [Juan C arlos Ruiz M olleda: ¿Por qué
deben reconocerse facultades jurisdiccionales a las Rondas Campesinas?, IDL, Lima, mayo 2008, pp. 24­
25]. Si el fundamento del artículo 149° de la Constitución es que los pueblos con una tradición e
identidad propias en sede rural resuelvan sus conflictos con arreglo a sus propias normas e instituciones
-el artículo 8°.2 del Convenio fija como pauta que dichos pueblos tienen derecho de conservar sus
costumbres e instituciones propias-, es obvio que al ser las Rondas Campesinas parte de ese conglome­
rado social y cultural, actúan en un espacio geográfico predeterminado y lo hacen conforme al derecho
consuetudinario -cuya identificación y definición previa es tarea central del juez-, deben tener, como
correlato, funciones jurisdiccionales en lo que le es privativo [Conforme: D efensoría del Pueblo: E l
reconocimiento estatal de las Rondas Campesinas, Lima, 2004, pp. 23/28]. Las Comunidades Campesinas
y Nativas, en suma, no son los únicos titulares del derecho a la identidad cultural y del derecho consue­
tudinario. Es cierto que el artículo Io de la Ley N .° 27908 -en igual sentido el Reglamento de esa Ley
(Decreto Supremo N .° 25-2003-JUS, del 30-12-2003)- ratifica las funciones de seguridad de las Ron­
das Campesinas dentro de su ámbito territorial y precisa que estas últimas apoyan el ejercicio de funcio­
nes jurisdiccionales de las Comunidades Campesinas y Nativas, y colaboran con la solución de conflic­
tos. Sin embargo, en vía de integración y según los parámetros constitucionales ya abordados, ha de
entenderse que las funciones referidas al control del orden y a la impartición de justicia son ínsitas a las
Rondas Campesinas tanto si éstas se originan en el seno de las citadas Comunidades y son expresión de
ellas en la medida que sus normas internas lo autoricen, cuanto si surgen en aquellos espacios geográfi­
cos rurales en los que no existe Comunidades Campesinas, puesto que, como el propio artículo I o
preceptúa, son formas autónomas y democráticas de organización comunal. Cabe resaltar que en mu­
chos casos las funciones jurisdiccionales en cuestión se dan no solo como un intento de reivindicar y
afirmar sus propias esferas, sino que vienen “propiciadas” por la ausencia o casi nula existencia de pre­
sencia estatal. § 2. A lcance de la jurisdicción especial comunal-rondera. 9 .° El primer nivel de análi­
sis que debe realizarse cuando se discute en sede penal una imputación contra integrantes de Rondas
Campesinas por la presunta comisión de un hecho punible con ocasión de su actuación como rondero
consiste en establecer si resulta de aplicación el artículo 149° de la Constitución, es decir, si es de apli­
cación el denominado “fuero especial comunal”, en tanto en cuanto el reconocimiento de una jurisdic­
ción especial constituye un límite objetivo a la jurisdicción penal ordinaria. Desde dicha norma consti­
tucional es posible -a tono, por ejemplo y en lo pertinente, con la jurisprudencia de la Corte
Constitucional de Colombia (Sentencia T-552/03, del 10 de julio de 2003)- identificar los siguientes
elementos que comporta la jurisdicción especial comunal-ronderil: A. Elemento humano. Existencia de
un grupo diferenciable por su origen étnico o cultural y por la persistencia diferenciada de su identidad
cultural. Como ha quedado expuesto en los párrafos anteriores, las Rondas Campesinas tienen este
atributo socio cultural. B. Elemento orgánico. Existencia de autoridades tradicionales que ejerzan una
función de control social en sus comunidades. Las Rondas Campesinas, precisamente, es esa organiza­
ción comunal que, entre otras múltiples funciones, asume funciones jurisdiccionales para la solución de
los conflictos. Ellas cuentan con la necesaria organización, con el reconocimiento comunitario y con
capacidad de control social. C. Elemento normativo. Existencia de un sistema jurídico propio, de un
derecho consuetudinario que comprenda normas tradicionales tanto materiales cuanto procesales y que
serán aplicadas por las autoridades de las Rondas Campesinas. Esas normas, en todo caso y como pers-

♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL


Art. 18 LIBRO PRIMERO: DISPOSICIONES GENERALES 116

pectiva central de su aceptabilidad jurídica, han de tener como fundamento y límite la protección de la
cultura comunitaria, asegurar su mantenimiento y prevenir las amenazas a su supervivencia. D. Elemen­
to geográfico. Las funciones jurisdiccionales, que determinan la aplicación de la norma tradicional, se
ejercen dentro del ámbito territorial de la respectiva Ronda Campesina. El lugar de comisión del hecho,
determinante de la aplicación de la norma tradicional, es esencial para el reconocimiento constitucional
de la respectiva función jurisdiccional de la Ronda Campesina: las conductas juzgadas han de ocurrir en
el territorio de ésta. A estos elementos se une el denominado factor de congruencia. El derecho consue­
tudinario que debe aplicar las Rondas Campesinas no puede vulnerar los derechos fundamentales de la
persona. Se trata de una condición de legitimidad y límite material para el ejercicio de la función juris­
diccional especial comunal-ronderil. 10.° El fuero comunal-rondero se afirmará, por tanto, si concu­
rren los elementos y el factor antes indicado. El elemento objetivo es básico al igual que el factor de
congruencia, por lo que es del caso efectuar mayores precisiones. El primero, el elemento objetivo, está
referido -con independencia de lo personal: el agente ha de ser un rondero, y territorial: la conducta
juzgada ha de haber ocurrido en el ámbito geográfico de actuación de la respectiva Ronda Campesina,
necesariamente presentes- a la calidad del sujeto o el objeto sobre los que recae la conducta delictiva. A.
Será del caso establecer, como primer paso, la existencia de una concreta norma tradicional que incluya
la conducta juzgada por la Ronda Campesina. Esa norma tradicional, como ha quedado expuesto, sólo
podrá comprender la defensa y protección de los intereses comunales o de un miembro de la comuni­
dad donde actúa la Ronda Campesina. B. Si el sujeto -u objeto- pasivo de la conducta pertenece tam­
bién a la comunidad y los hechos guardan relación con la cosmovisión y la cultura rondera -se trata, por
tanto, de conflictos puramente internos de las Rondas Campesinas-, no cabe sino afirmar la legitimidad
constitucional de esa conducta -y, por ende, la exclusión del Derecho penal-, en tanto en cuanto, claro
está, los actos cometidos no vulneren los derechos fundamentales. C. En cambio, frente a personas que
no pertenecen a la cultura o espacio cultural de actuación de las Rondas Campesinas -se presenta, en tal
virtud, un conflicto de naturaleza intercultural- la solución no puede ser igual. La legitimidad de la
actuación comunal-rondera estará condicionada no sólo a la localización geográfica de la conducta sino
también al ámbito cultural, esto es, (i) que la conducta del sujeto afecte el interés comunal o de un
poblador incluido en el ámbito de intervención de la Ronda Campesina y esté considerada como un
injusto por la norma tradicional -cuya identificación resulta esencial para el órgano jurisdiccional-; y (ii)
que -entre otros factores vinculados a la forma y circunstancias del hecho que generó la intervención de
las Rondas Campesinas y al modo cómo reaccionaron las autoridades ronderas, objeto de denuncia o
proceso penal- el agente de la conducta juzgada por el fuero comunal-rondero haya advertido la lesión
o puesta en peligro del interés comunal o de sus miembros y/o actuado con móviles egoístas para afectar
a la institución comunal u ofendido a sabiendas los valores y bienes jurídicos tradicionales de las Rondas
Campesinas o de sus integrantes. 11.° El segundo, el factor de congruencia, exige que la actuación de
las Rondas Campesinas, basadas en su derecho consuetudinario, no vulnere el núcleo esencial de los
derechos fundamentales -se trata de aquellos derechos fundamentales en los que existe suficiente con­
senso intercultural-, entendiendo por tales, como pauta general, los derechos fundamentales que no
pueden derogarse ni siquiera en situaciones de máximo conflicto o estados de excepción. La premisa es
que los derechos fundamentales vinculados a la actuación de las Rondas Campesinas y de sus integran­
tes, en este caso el derecho a la identidad étnica y cultural y el derecho colectivo al ejercicio de la juris­
dicción especial, nunca se reconocen de manera absoluta, y que existen otros derechos individuales y
colectivos con los cuales deben ponderarse los derechos fundamentales antes citados [Rene Paul Amry:
Defensa cultural y pueblos indígenas: propuestas para la actualización del debate. En: Anuario de Derecho
Penal2006, p. 95]-. Entre los derechos fundamentales de primer orden, inderogables, es de citar, enun­
ciativamente, la vida, la dignidad humana, la prohibición de torturas, de penas y de tratos inhumanos,
humillantes o degradantes, la prohibición de la esclavitud y de la servidumbre, la legalidad del proceso,
de los delitos y de las penas -bajo la noción básica de ‘ previsibilidad” para evitar vulnerar el derecho a
la autonomía cultural (Sentencia de la Corte Constitucional de Colombia T-349, del 8 de agosto de
1996)-. Estos derechos, en todo caso, han de ser interpretados, desde luego, de forma tal que permitan
comprender, en su significado, las concepciones culturales propias de las Rondas Campesinas en donde

nom os & thesis


117 SECCIÓN III: JURISDICCIÓN Y COMPETENCIA Art. 18
operan y tienen vigencia. 12.° La violación de los derechos humanos presenta dos situaciones, sea que
ésta se deba (i) a lo previsto en las mismas reglas consuetudinarias o (ii) a los abusos que cometen las
autoridades de las Rondas Campesinas por no respetar el derecho consuetudinario [José H urtado
Pozo/Joseph du PuiT: Derecho penal y diferencias culturales: perspectiva general sobre la situación en el
Perú. En: Derecho y pluralidad cultural, Anuario de Derecho Penal 2006, Fondo Editorial PUCP-Uni-
versidad de Friburgo, Lima, 2007, pp. 235/236]. En ambos supuestos, ante una imputación por la
presunta comisión de un hecho punible atribuida a los ronderos, corresponderá a la justicia penal ordi­
naria determinar, en vía de control externo de la actuación conforme a los derechos humanos de las
autoridades comunales si, en efecto, tal situación de ilicitud en el control penal comunal rondero se ha
producido y, en su caso, aplicar -si correspondiere- la ley penal a los imputados. En atención a lo ex­
puesto será de rigor considerar como conductas que atenían contra el contenido esencial de los derechos
fundamentales y, por tanto, antijurídicas y al margen de la aceptabilidad del derecho consuetudinario,
(i) las privaciones de libertad sin causa y motivo razonable -plenamente arbitrarias y al margen del
control típicamente ronderil-; (ii) las agresiones irrazonables o injustificadas a las personas cuando son
intervenidas o detenidas por los ronderos; (iii) la violencia, amenazas o humillaciones para que declaren
en uno u otro sentido; (iv) los juzgamientos sin un mínimo de posibilidades para ejercer la defensa -lo
que equivale, prácticamente, a un linchamiento-; (v) la aplicación de sanciones no conminadas por el
derecho consuetudinario; (vi) las penas de violencia física extrema -tales como lesiones graves, mutila­
ciones- entre otras. § 3 .E l rondero ante el Derecho pen al. 13.° El derecho a la identidad cultural y al
ejercicio de funciones jurisdiccionales conforme al derecho consuetudinario está, pues, limitado a las
reservas que dimanan del propio texto constitucional y de su interrelación con los demás derechos,
bienes e intereses constitucionalmente protegidos. Así las cosas, los alcances de un tipo legal pueden
restringirse en dos casos [Rene Paul Amry: Obra citada, p. 97]: A. Cuando la interpretación de los
elementos normativos del tipo lo permita (interpretación del tipo conforme a la Constitución). B.
Cuando sea aplicable una causa de justificación, en especial la prevista en el artículo 20°.8 del Código
Penal -en adelante, CP-: cumplimiento de un deber o en el ejercicio legítimo de un derecho. //L o ex­
puesto guarda coherencia con el alcance del fuero comunal rondero. Desde el primer caso -supuesto de
atipicidad de la conducta- se descarta de plano, por ejemplo, el delito de usurpación de funciones (artí­
culo 361° CP) en la medida de que el rondero actúa en ejercicio de la función jurisdiccional comunal
constitucionalmente reconocida y garantizada. También se rechaza liminarmente la imputación por
delito de secuestro (artículo 152° CP) puesto que el rondero procede a privar la libertad como conse­
cuencia del ejercicio de la función jurisdiccional -detención coercitiva o imposición de sanciones-.
Asimismo, cabe destacar que la actuación de las Rondas Campesinas y de sus integrantes no está orien­
tada a obtener beneficios ilegales o fines de lucro, y -en principio- la composición y práctica que realizan
tienen un reconocimiento legal, que las aleja de cualquier tipología de estructura criminal (banda o
criminalidad organizada) asimilable a aquellas que considera el Código Penal como circunstancias agra­
vantes o de integración criminal (artículos 186°, párrafo 2, inciso 1, y 317° CP). Efectivamente, su
intervención se origina en un conflicto de naturaleza y trascendencia variables, que involucra a personas
que reconocen en las Rondas Campesinas instancias conciliadoras, de resolución de conflictos y con
capacidad coercitiva -uno de los atributos esenciales de la jurisdicción-. En estas condiciones, es de en­
fatizar que no es asimilable la actuación y la conducta, siempre colectiva, de sus integrantes a un delito
de secuestro extorsivo y cuya presencia relevante en las estadísticas de la criminalidad nacional determi­
nó las modificaciones y reformas del artículo 152° CP, caracterizadas, todas ellas, por un incremento
constante de las penas conminadas y de los rigores de su cumplimiento. 14.° Cuando no sea posible esta
primera posibilidad -la atipicidad de la conducta-, será del caso recurrir al análisis de la procedencia de
la causa de justificación centrada, con mayor relevancia, en el ejercicio legítimo de un derecho (artículo
20°.8 CP). Aquí se tendrá en cuenta el presupuesto -situación de amenaza a los bienes jurídicos antes
citados- y los límites o condiciones para el correcto ejercicio de la función jurisdiccional comunal-ron-
dera ya analizados. El respectivo test de proporcionalidad es el que debe realizarse para cumplir este
cometido, para lo cual es de tener en cuenta los bienes jurídicos comprometidos con la conducta ejecu­
tada por los ronderos en relación con el derecho a la identidad cultural y al fuero comunal rondero,

♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL


Art. 18 LIBRO PRIMERO: DISPOSICIONES GENERALES 118

prevaleciendo siempre los intereses de más alta jerarquía en el caso concreto, que exige la no vulneración
del núcleo esencial de los derechos fundamentales. 15.° Si la conducta atribuida a los ronderos no re­
sulta atípica o si, en aplicación del test de proporcionalidad enunciado, la conducta analizada no está
justificada, esto es, afirmado el injusto objetivo, será del caso considerar el conjunto de factores cultura­
les en la escala individual del sujeto procesado. Cabe acotar que él análisis en mención requiere, como
presupuesto, tener muy claro la existencia jurídica de la Ronda Campesina, la autoridad rondera que
actuó -la condición de tal del rondero incriminado-, su nivel de representación y funciones, y las carac­
terísticas y alcances de la norma consuetudinaria aplicada, aspectos que en varias de sus facetas puede
determinarse mediante pericias culturales o antropológicas. En este nivel del examen del caso es de tener
en cuenta que los patrones o elementos culturales presentes en la conducta del rondero tienen entidad
para afectar el lado subjetivo del delito, vale decir, la configuración del injusto penal y/o su atribución
o culpabilidad, al punto que pueden determinar -si correspondiere- (i) la impunidad del rondero, (ii) la
atenuación de la pena, o (iii) ser irrelevantes. El agente, entonces, como consecuencia de su patrón
cultural rondero puede actuar (i) sin dolo -error de tipo- al no serle exigióle el conocimiento sobre el
riesgo para el bien jurídico; (ii) por error de prohibición porque desconoce la ilicitud de su comporta­
miento, esto es, la existencia o el alcance de la norma permisiva o prohibitiva; o (iii) sin comprender la
ilicitud del comportamiento ejecutado o sin tener la capacidad de comportarse de acuerdo a aquella
comprensión [Iván M eini : Inimputabilidadpenalpor diversidad cultural. En: Imputación y responsabili­
dad penal, ARA Editores, Lima, 2009, pp. 69/70]. Las normas que en este caso se han de tomar en
cuenta para la exención de pena por diversidad cultural serán, en todo caso, las previstas en los artículos
14° y 15° del CP. Es de rigor, sin embargo, prevenir que en el caso de ronderos es de muy difícil concu­
rrencia -aunque no imposible ni inusitado- los casos de error de tipo y, en muchos supuestos, las pres­
cripciones del artículo 15° CP -que entraña un problema no de conocimiento sino de comprensión, de
incapacidad de comportarse de acuerdo con cánones culturales que al sujeto le resultan extraños-, por­
que los ronderos, como regla ordinaria, son individuos integrados al Estado total o parcialmente en
cuya virtud al tener contacto con la sociedad “oficial” como parte de su modo de vida, aunque sea
parcialmente, se les puede exigir algún tipo de conducta acorde a las normas del Estado, por lo que
puede intentar motivar su conducta y, por ende, desaprobarla cuando sea contraria a los intereses pre­
dominantes de la sociedad con la cual se relaciona [Juan Luis M odell G onzález: Breves consideracio­
nes sobre la posible responsabilidadpenal de sujetos pertenecientes a grupos culturalmente diferenciados. En:
Anuario de Derecho Penal 2006, p. 283]. 16.° Cuando no sea posible declarar la exención de pena por
diversidad cultural, ésta última sin embargo puede tener entidad para atenuarla en diversos planos se­
gún la situación concreta en que se produzca. En los niveles referidos a la causa de justificación (artícu­
lo 20°.8 CP), al error de tipo o de prohibición (artíctdo 14° CP) o a la capacidad para comprender el
carácter delictivo del hecho perpetrado o de determinarse de acuerdo a esa comprensión (artículo 13°
CP) -vistos en este último caso, según las opciones dogmáticas reconocidas por la doctrina, desde la
imputabilidad, la exigibilidad e, incluso, de las alteraciones de la percepción que se expresan en los va­
lores culturales incorporados en la norma penal, en cuya virtud, en cuya virtud se afirma que el miem­
bro de la comunidad minoritaria con valores culturales distintos a los hegemónicos plasmados en el
derecho penal carece de la percepción valorativa de la realidad que sí tiene la mayoría [Juan M aría
Terradillos Basoco: Culpabilidad-responsabilidad. En: Problemas Fundamentales de la Parte General
del Código Penal (José H urtado Pozo, Editor), Fondo Editorial PUCP-Universidad de Friburgo,
Lima, 2009, p. 353]-, si el grado de afectación no es lo suficientemente intenso o no se cumplen todos
los requisitos necesarios para su configuración, será de aplicación, según el caso: A. La atenuación de la
pena por exención incompleta conforme al artículo 21 ° CP, o por la vencibilidad del error prohibición
según el artículo 14° in fine última frase CP, o por los defectos de la comprensión -o de determinarse
según esa comprensión- como lo previene la última frase del artículo 15° CP. B. La sanción por delito
culposo si tal figura penal se hallare prevista en la ley por la vencibilidad del error de tipo, atento a lo
dispuesto por el artículo 14° primer párrafo última frase CP. 17.° Comprobada la existencia del hecho
punible y la responsabilidad del acusado, el Juez Penal para medir la pena tendrá en cuenta, de un lado,
los artículos 45°.2 y 46°.8 y 11 CP -compatibles con el artículo 9°.2 de la Convención, que exige a los

nom os & th esis


119 SECCIÓN III: JURISDICCIÓN Y COMPETENCIA Art. 18
tribunales penales tener en cuenta las costumbres de los pueblos indígenas, el contexto socio cultural del
imputado-; y, de otro lado, directivamente, el artículo 10° de la Convención, que estipula tanto que se
tenga en cuenta las características económicas, sociales y culturales del individuo y dar preferencia a ti­
pos de sanción distintos del encarcelamiento -principio de adecuación de las medidas de reacción so­
cial-. (Acuerdo Plenario N .° 1-2009/CJ-116, del 13-11-2009, que establece como doctrina legal los
criterios expuestos en los ff. jj. 7-17. V Pleno Jurisdiccional de las Salas Penales Permanente y Transito­
ria [EP, 13-11-2009]. Texto completo: <bit.ly/2TkTPpP>).

DOCTRINA JURISPRUDENCIAL VINCULANTE DE LA CORTE SUPREMA

§ 247. Elementos que delimitan el acceso de la jurisdicción especial comunal-ronderil. Esta


jurisdicción especial debe respetar las garantías de un debido proceso y los derechos fundamenta­
les de las personas sometidas a la misma. Cuarto. Por su lado, las Salas Penales de la Corte Suprema
de Justicia de la República, en el Acuerdo Plenario N .° 1-2009/CJ-116 [§ 246], fundamento 9, ha
señalado: Alcance de la jurisdicción especial comunal-rondera. “9o El primer nivel de análisis que debe
realizarse cuando se discute en sede penal una imputación contra integrantes de Rondas Campesinas
por la presunta comisión de un hecho punible con ocasión de su actuación como rondero consiste en
establecer si resulta de aplicación el artículo 149° de la Constitución, es decir, si es de aplicación el de­
nominado “fuero especial comunal”, en tanto en cuanto el reconocimiento de una jurisdicción especial
constituye un límite objetivo a la jurisdicción penal ordinaria. Desde dicha norma constitucional es
posible -a tono, por ejemplo y en lo pertinente, con la jurisprudencia de la Corte Constitucional de
Colombia (Sentencia T-552/03, del 10 de julio de 2003)- identificar los siguientes elementos que com­
porta la jurisdicción especial comunal-ronderil: A. Elemento humano. Existencia de un grupo diferen-
ciable por su origen étnico o cultural y por la persistencia diferenciada de su identidad cultural. Como
ha quedado expuesto en los párrafos anteriores, las Rondas Campesinas tienen este atributo socio cul­
tural. B. Elemento orgánico. Existencia de autoridades tradicionales que ejerzan una función de control
social en sus comunidades. Las Rondas Campesinas, precisamente, es esa organización comunal que,
entre otras múltiples funciones, asume funciones jurisdiccionales para la solución de los conflictos. Ellas
cuentan con la necesaria organización, con el reconocimiento comunitario y con capacidad de control
social. C. Elemento normativo. Existencia de un sistema jurídico propio, de un derecho consuetudina­
rio que comprenda normas tradicionales tanto materiales cuanto procesales y que serán aplicadas por
las autoridades de las Rondas Campesinas. Esas normas, en todo caso y como perspectiva central de su
aceptabilidad jurídica, han de tener como fundamento y límite la protección de la cultura comunitaria,
asegurar su mantenimiento y prevenir las amenazas a su supervivencia. D . Elemento geográfico. Las
funciones jurisdiccionales, que determinan la aplicación de la norma tradicional, se ejercen dentro del
ámbito territorial de la respectiva Ronda Campesina. El lugar de comisión del hecho, determinante de
la aplicación de la norma tradicional, es esencial para el reconocimiento constitucional de la respectiva
función jurisdiccional de la Ronda Campesina: las conductas juzgadas han de ocurrir en el territorio
de ésta. A estos elementos se une el denominado factor de congruencia. El derecho consuetudinario
que debe aplicar las Rondas Campesinas no puede vulnerar los derechos fundamentales de la persona.
Se trata de una condición de legitimidad y límite material para el ejercicio de la función jurisdiccional
especial comunal-ronderil”. Quinto. Como puede apreciarse, tanto el derecho convencional internacio­
nal como la Constitución Política del Estado, así como la jurisprudencia sobre la jurisdicción comunal,
establecen que en el procedimiento respectivo se debe respetar las garantías de un debido proceso y los
derechos fundamentales de las personas sometidas a dicho fuero comunal; identificándose previamente
los elementos que lo caracterizan, sin los cuales no es viable el ejercicio de dicha función jurisdicción
comunal. [...] Décimo prim ero. En todo caso, para someter a los agraviados a la jurisdicción comunal,
no obstante no ser comuneros; tal como ordena la Sala de Apelaciones, debió cumplirse con las exigen­
cias del derecho convencional, el derecho constitucional y las jurisprudencias antes mencionadas; sobre
todo la jurisprudencia de las Salas Penales de la Corte Suprema. En efecto, la resolución impugnada,
se ha apartado de los fundamentos jurídicos 9 y 10 del Acuerdo Plenario N .° 1-2009/CJ-l 16, que se
refieren al “Alcance de la jurisdicción especial comunal-rondera”. Concretamente, en este proceso, ni en

♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL


Art. 18 LIBRO PRIMERO: DISPOSICIONES GENERALES 120

primera instancia ni en sede recursal se han acreditado los elementos que debe reunir, mínimamente
la comunidad campesina “H ”, para que pueda ejercer función jurisdiccional, respecto al despojo de la
posesión de sus terrenos, de la que fueron víctimas los agraviados. En efecto, en la resolución de vista
cuestionada, no se ha precisado el elemento humano, el elemento orgánico, el elemento normativo y
el elemento geográfico; es decir, no se sabe de qué manera, o bajo que procedimiento, los agraviados
reclamarán su derecho de posesión y los graves daños sufridos a su propiedad, ante la jurisdicción comu­
nal de “H.” [...]. Décim o segundo. Como puede observarse, tanto el artículo 149° de la Constitución
Política del Estado, así como el Acuerdo Plenario ya mencionado [que expresa la doctrina de las Salas
Penales de la Corte Suprema de Justicia de la República], coinciden en cuanto a que, el sometimiento
a la jurisdicción del fuero comunal, no es absoluto, sino que, posee una limitación jurídica ineludible,
esto es, que la invocación de las manifestaciones culturales no puede atentar contra los estándares um­
versalmente reconocidos de observancia y respeto a los derechos fundamentales de la persona humana.
Ello, es también coincidente con la jurisprudencia del Tribunal Constitucional [...]. Décimo Quinto.
En ese sentido, este Supremo Tribunal fija como doctrina jurisprudencial, que para la aplicación del
artículo 149° de la Constitución Política del Estado, a efectos de reconocer la función jurisdiccional
de las comunidades campesinas y nativas, se deben contemplar, previamente, los parámetros señalados
en el Acuerdo Plenario N .° 1-2009/CJ-116 [...]; en cuanto a la concurrencia copulativa de los ele­
mentos humano, orgánico, normativo y geográfico; pudiendo acreditarse con los medios probatorios
pertinentes. Una vez conforme con tales elementos, debe observarse el factor congruencia; es decir, la
jurisdicción comunal deberá respetar escrupulosamente los derechos fundamentales de las personas. La
ausencia de alguno de estos elementos, impide la aplicación de lo dispuesto en el artículo 18°, numeral
3), del Código Procesal Penal; en consecuencia, el hecho punible será de competencia de la jurisdicción
penal ordinaria. (Casación N .° 315-2017, del 26-10-2017, ff. jj. 4, 5, 10, 11, 12 y 15. Segunda Sala
Penal Transitoria. Texto completo: <bit.ly/2Hd9ftV>).

JURISPRUDENCIA DE LAS CORTES SUPERIORES

§ 248. Al no ser los usurpadores ajenos a la comunidad el Juzgado se encuentra limitado para
administrar justicia y debe declinar a favor de la justicia intercultural. Declinación de competen­
cia en favor de la justicia comunal. 12. Es evidente que la Casación N .° 515-2017-Piura [§ 247],
decidió no reconocer la justicia comunal, a más de los argumentos esgrimidos para ello; sin embargo, lo
más relevante sería que en el séptimo considerando luego de observar el fallo de la segunda instancia de
Piura se refieren a la sentencia de primera instancia como sigue “(la sentencia condenatoria de primera
instancia señala que los terrenos se encuentran dentro de una zona de expansión urbana); los agraviados
no reclaman derechos reales de posesión sino han denunciado haber sido víctimas de despojo...)”. En el
presente caso el predio Cielo punku es exclusivamente rural comunal. De los hechos narrados no hubo
ningún atisbo de ser un área de expansión urbana, que allanaría para que opere el artículo 139.3 de la
Carta Magna. De ahí que, se encuentra facultada la justicia intercultural para solucionar el conflicto
del predio de Cielo punku. 13. El juzgado además precisa que tendría competencia solamente cuando
un tercero ajeno -persona natural o jurídica- que no es miembro de una comunidad, despoje o usurpe
en cualquiera de sus modalidades la tierra comunal protegida en el art. 202.2 y 4 y el art. 204.4 del
Código Penal que establece: “El que, para apropiarse de todo o en parte de un predio comunal destruya
o altere, los linderos; con violencia, engaño, abuso de confianza, despoje de un predio comunal; con
violencia, amenaza, turba la posesión, o ingrese ilegítimamente a un predio comunal” . Por tanto, los
procesados no son personas ajenas a la Comunidad, por el contrario los procesados son comuneros des­
de sus ancestros. En consecuencia, al no ser usurpadores ajenos a la comunidad el Juzgado se encuentra
limitado para administrar justicia y debe declinar a favor de la justicia intercultural. 14. El Convenio
169 en el art. 17.3 y 18 que parafraseando señalamos que estableció la prohibición de usurpar e invadir
[se entiende por terceros ajenos a la comunidad] territorios de los pueblos originarios y aprovecharse
y realizar alguna actividad extractiva u otras. Al mismo tiempo, la Ley N .° 24656 en el art. 1 literal a)
señala que “En consecuencia el Estado (...) garantiza la integridad del derecho de propiedad del terri­
torio de las Comunidades campesinas. El art. 2 de la ley aludida reconoce “la propiedad comunal”. 15.

nom os & thesis


121 SECCIÓN III: JURISDICCIÓN Y COMPETENCIA Art. 20
En un Estado constitucional democrático como es el Perú, la justicia ordinaria del cual forma parte el
Juzgado Especializado Penal Unipersonal de Acobamba, debe cumplir y actuar con sujeción a la Cons­
titución. El artículo 89 de la Constitución reconoce que las comunidades campesinas sobre sus tierras
son autónomas en el uso y disposición de sus tierras. Las normas reconocen la posesión individual más
no la propiedad individual. Las tierras comunales son de propiedad comunal con posesión individual de
comuneros calificados. Por tanto, para el Juzgado, es otra razón para declinar la competencia a favor de
la justicia intercultural reconocida en el artículo 149 de nuestra Constitución. 16. El artículo 149 de la
Constitución, establece que “Las autoridades de las Comunidades Campesinas y Nativas, con el apoyo
de las rondas campesinas, pueden ejercer funciones jurisdiccionales dentro de su ámbito territorial, de
conformidad con el Derecho consuetudinario, siempre que no violen los derechos fundamentales de la
persona (...) De tal modo que, al estar reconocido por la Carta magna, la jurisdicción intercultural el
Ministerio Público y Poder Judicial debemos respetar este fuero, más aún en la tendencia del Estado en
la actualidad de promover el acceso a la justicia a los más vulnerables. Entonces debe empezar a reco­
cerse su funcionalidad del pluralismo de la justicia. Por consiguiente, está amparada la justicia comunal
que es la otra razón para esta declinatoria. (Exp. N .° 00087-2018-19-1102-JR-PE-01, Resolución N .°
10 del 22-03-2019, ffi jj. 12 al 16. Juzgado Penal Unipersonal - Sede Acobamba. Corte Superior de
Justicia de Huancavelica. Texto completo: <bit.ly/2GTMbA2>).

TÍTULO II
LA COMPETENCIA

Artículo 19: Determinación de la competencia

1. La competencia es objetiva, funcional, territorial y por conexión.


2. Por la competencia se precisa e identifica a los órganos jurisdiccionales que deben conocer un proceso.

Artículo 20: Efectos de las cuestiones de competencia

Las cuestiones de competencia no suspenderán el procedimiento. No obstante, si se producen antes de


dictarse el auto de citación de juicio, se suspenderá la audiencia hasta la decisión del conflicto.

JURISPRUDENCIA D EL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL

§ 249. No corresponden a los procesos constitucionales cuestionar la competencia de los jueces


penales. 1. La Constitución Política del Perú establece en el artículo 200°, inciso 1, que a través del
hábeas corpus se protege tanto la libertad individual como los derechos conexos a ella. No obstante,
debe tenerse presente que no cualquier reclamo contra una supuesta afectación del derecho a la libertad
individual o derechos conexos puede reputarse efectivamente como tal y merecer tutela, pues, para
ello, es necesario analizar previamente si los actos denunciados afectan el contenido constitucional­
mente protegido de los derechos invocados. 2. El Tribunal Constitucional, en la sentencia recaída en
el expediente N .° 0333-2005-AA/TC, ha establecido que “la competencia [...] es una cuestión que,
al involucrar aspectos legales, deberá ser resuelta en la vía judicial ordinaria [...]”. Por tanto, el cues-
tionamiento en torno a que el proceso penal contra don J.O .E. debería ser conocido por el juez penal
especial conforme a las Resoluciones Administrativas N .° s 024-2001-CT-PJ y N .° 154-2004-CE-PJ,
y no por el juez emplazado, no puede ser de conocimiento de la justicia constitucional, por ser un
asunto de mera legalidad. 3. Por consiguiente, dado que la reclamación del recurrente no está referida
al contenido constitucionalmente protegido de los derechos tutelados por el hábeas corpus, resulta de
aplicación el artículo 5o, inciso 1), del Código Procesal Constitucional. (Exp. N .° 03460-2013-PHC/
♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL
Art. 21 LIBRO PRIMERO: DISPOSICIONES GENERALES 122

T C [caso Julio Alberto Ormeño Ecos], del 08-08-2014 [Web: 19-08-2014], ff. jj. 1-3. Texto completo:
<bit.ly/2TU D H R3>).

CAPÍTULO I
LA COMPETENCIA POR EL TERRITORIO

Artículo 21: Competencia territorial

La competencia por razón del territorio se establece en el siguiente orden:


1. Por el lugar donde se cometió el hecho delictuoso o se realizó el último acto en caso de tentativa, o
cesó la continuidad o la permanencia del delito.
2. Por el lugar donde se produjeron los efectos del delito.
3. Por el lugar donde se descubrieron las pruebas materiales del delito.
4. Por el lugar donde fue detenido el imputado.
5. Por el lugar donde domicilia el imputado.

EJECUTORIA SUPREMA VINCULANTE DE LA CORTE SUPREMA

§ 250. Juez legal. Criterios para fijar la competencia. Véase la jurisprudencia del artículo 19° del
Nuevo Código Procesal Penal [§ 2044]. (R. N. N .° 2448-2005-Lima, del 12 de setiembre del 2005, f.
j. 10 [ff. jj. 6 y 7 constituidos precedentes vinculantes conforme al Acuerdo Plenario N .° 1-2006/ESV-
22, del 13-10-2006]. Pleno Jurisdiccional de las Salas Penales Permanentes y Transitorias de la Corte
Suprema de Justicia [EP, 29-12-2006]. Texto completo: <bit.ly/2IajWeW> [p. 11]).

JURISPRUDENCIA DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL

§ 251. La competencia territorial y el acto estatal constitucional. 10.5. [...] d) [...] La Constitu­
ción y demás normas del bloque de constitucionalidad establecen el marco espacial de validez del acto
estatal ejecutado. En virtud de ello, la asignación de competencias no se reduce a la mención de los suje­
tos, sino que precisa la órbita de validez intraterritorial de las atribuciones conferidas. En consecuencia,
dicha competencia puede tener un alcance nacional, regional, departamental o local. (Exp. N .° 0013-
2003-CC /T C [Caso M unicipalidad D istrital de Pachacdmac], del 29-12-2003 [Web: 25-03-2004], f. j.
10.5. Texto completo: <bit.ly/2YiLczN>).
§ 252. La determinación de la competencia por razón del territorio. 3. [Respecto] de que el
proceso penal por defraudación tributaria debió ser iniciado en el Distrito Judicial de Lima; es decir,
el cuestionamiento de la competencia de los jueces del Distrito Judicial de Moquegua, este tribunal
Constitucional ha establecido [...] que “la competencia [...] es una cuestión que, al involucrar aspectos
legales, deberá ser resuelta en la vía judicial ordinaria, no apreciándose la vulneración de los derechos
constitucionales alegados por el demandante”; por lo tanto, la cuestionada falta de competencia no
puede ser de conocimiento de la justicia constitucional, por ser un asunto de mera legalidad. Cabe
señalar que según se aprecia de la Resolución N .° 003, de fecha 26 de mayo de 2009, el recurrente no
formuló petición de declinatoria de competencia en el término de ley [...]. (Exp. N .° 04343-2009-HC
[Caso Edwin Henry Félix Tejada Torres], del 24-01-2009 [Web: 02-12-2009], £ j. 3. Texto completo:
<bit.ly/2FrXaln>).

Artículo 22: Delitos cometidos en un medio de transporte

1. Si el delito es cometido en un medio de transporte sin que sea posible determinar con precisión
la competencia territorial, corresponde conocer al Ju e z del lugar de llegada más próximo. En este caso

nom os & th esis


123 SECCIÓN III: JURISDICCIÓN Y COMPETENCIA Art. 25
el conductor del medio de transporte pondrá el hecho en conocimiento de l a autoridad policial del lugar
indicado.
2. La autoridad policial informará de inmediato al Fiscal Provincial para que proceda con arreglo a sus
atribuciones.

Artículo 23: Delito cometido en el extranjero

Si el delito es cometido fuera del territorio nacional y debe ser juzgado en el Perú conforme al Código
Penal, la competencia del Juez se establece en el siguiente orden:
1. Por el lugar donde el imputado tuvo su último domicilio en el país;
2. Por el lugar de llegada del extranjero;
3. Por el lugar donde se encuentre el imputado al momento de promoverse la acción penal.

Artículo 24: Delitos graves y de trascendencia nacional

Los delitos especialmente graves, o los que produzcan repercusión nacional cuyos efectos superen el
ámbito de un Distrito Judicial, o los cometidos por organizaciones delictivas, que la Ley establezca, podrán
ser conocidos por determinados jueces de la jurisdicción penal ordinaria, bajo un sistema específico de
organización territorial y funcional, que determine el Órgano de Gobierno del Poder Judicial.
Los delitos de tráfico ilícito de drogas y lavado de activos; y, los delitos de secuestro y extorsión que
afecten a funcionarios del Estado, podrán ser de conocimiento de los Jueces de la Capital de la República,
con prescindencia del lugar en el que hayan sido perpetrados.(1)

NOTA DE ACTUALIZACIÓN

(1) Artículo modificado por el artículo 3 del Decreto Legislativo N.° 983 (ER 22-07-2007).

JURISPRUDENCIA DE LA SALA PENAL NACIONAL

§ 253. L a trascendencia pública del caso, no es razón para enervar o anular las garantías y for­
mas procesales. C uarto. [...] f) La trascendencia pública del caso, no es razón para enervar o anular las
garantías y formas procesales; por lo contrario, impone la necesidad de una observancia escrupulosa de
las garantías procesales. En efecto, estas garantías permiten la materialización del principio rector de la
independencia judicial; así, son las formas procesales los que permiten la materialización de este princi­
pio, pues los Juzgadores obran con seguridad sobre la base de la configuración procesal de la audiencia, y
no al arbitrio de formas, conforme a los intereses no procesalizados de las partes. (Exp. N .° 100-2010-0,
del 28-03-2017, £ j. 4. Colegiado D. Sala Penal Nacional. Texto completo: <bit.ly/2DeGome>).

Artículo 25: Valor de los actos procesales ya realizados

La incompetencia territorial no acarrea la nulidad de los actos procesales ya realizados.

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Art. 26 LIBRO PRIMERO: DISPOSICIONES GENERALES 124

CAPÍTULO II
LA COMPETENCIA OBJETIVA Y FUNCIONAL

Artículo 26: Competencia de la Sala Penal de la Corte Suprema

Compete a la Sala Penal de la Corte Suprema:


1. Conocer del recurso de casación interpuesto contra las sentencias y autos expedidos en segunda
instancia por las Salas Penales de las Cortes Superiores, en los casos previstos por la Ley.
2. Conocer del recurso de queja por denegatoria de apelación.
3. Transferir la competencia en los casos previstos por la Ley.
4. Conocer de la acción de revisión.
5. Resolver las cuestiones de competencia previstas en la Ley, y entre la jurisdicción ordinaria y la
militar.
6. Pedir al Poder Ejecutivo que acceda a la extradición activa y emitir resolución consultiva respecto a
la procedencia o improcedencia de la extradición pasiva.
7. Resolver la recusación planteada contra sus Magistrados.
8. Ju zgar en los casos de delitos de función que señala la Constitución.
9. Entender de los demás casos que este Código y las Leyes determinan.

JURISPRUDENCIA DE LA CORTE SUPREMA

§ 254. Competencia de la Sala Penal de la Corte Suprema sobre el recurso de casación in­
terpuesto contra las sentencias y autos expedidos en segunda instancia por las Salas Penales de
las Cortes Superiores. Décim o Noveno. El inciso 1 del artículo 26 del nuevo Código Procesal Penal
establece que a la Sala Penal de la Corte Suprema le compete conocer del recurso de casación inter­
puesto contra las sentencias y autos expedidos en segunda instancia por las Salas Penales de las Cortes
Superiores. Este recurso extraordinario tiene tres finalidades esenciales: 1. La función nomofiláctica o
control de legalidad, que supone la competencia de la Corte Suprema de verificar que los órganos ju­
risdiccionales inferiores efectúen una correcta interpretación y aplicación de la ley a los fallos judiciales,
sean estas de carácter sustantivo o adjetivo en materia penal: con esta finalidad se busca la seguridad
jurídica y la igualdad de los ciudadanos ante la ley. 2. La función unificadora, pues a través de la unifi­
cación de la jurisprudencia nacional con efectos vinculantes se busca obtener una justicia más predeci­
ble y menos arbitraria. Asimismo, persigue que se garanticen la certeza y seguridad jurídica, el interés
social y la permanencia del postulado igualitario. 3. En menor medida garantiza la tutela de garantías
constitucionales, sean estas de carácter procesal (logicidad en la motivación, debido proceso, derecho de
defensa, presunción de inocencia, entre otros) o sustantiva (principio de legalidad, derecho a la intimi­
dad). (Casación N .° 73-2011-Puno, del 19-04-2012, f. j. 19. Sala Penal Permanente. Texto completo:
<bit.ly/29JijHB>).

JURISPRUDENCIA D EL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL

§ 255. La Sala Penal de la Corte Suprema resuelve las cuestiones de competencia entre la juris­
dicción ordinaria y la militar. 5. Realizada dicha precisión, se deriva una consecuencia constitucional
que corresponde ser atendida por este Colegiado. Debe declararse por conexidad la inconstitucionalidad
del último párrafo del artículo 4 o de la ley impugnada toda vez que el Tribunal Constitucional es el órgano
de control de la Constitución y tiene como competencia, entre otras, la de conocer los conflictos de competencia,
o de atribuciones asignadas por la Constitución, conforme a ley (artículo 202.3 de la Constitución Política)',
ergo, no le correspondería conocer los conflictos de competencia entre el FMP y el Poder Judicial; más
aún si el artículo 109° del Código Procesal Constitucional -Ley orgánica conforme lo dispone el artícu-

nomos & th e sls


125 SECCIÓN III: JURISDICCIÓN Y COMPETENCIA Art. 28
lo 204° de la Constitución-, y cuyo texto se reproduce para mayor claridad, no lo ha considerado: A rtí­
culo 109.- Legitimación y representación.-El Tribunal Constitucional conoce de los conflictos que se susciten
sobre las competencias o atribuciones asignadas directamente por la Constitución o las leyes orgánicas que
delimiten los ámbitos propios de los poderes del Estado, los órganos constitucionales, los gobiernos regionales
o municipales, y que opongan: 1) A l Poder Ejecutivo con uno o más gobiernos regionales o municipales; 2)
A dos o más gobiernos regionales, municipales o de ellos entre sí; o 3) A los poderes del Estado entre sí o con
cualquiera de los demás órganos constitucionales, o a éstos entre sí. 6. Debe tenerse en cuenta, además, que
la dirimencia de las contiendas de competencia se rigen por lo dispuesto en los artículos 361° y ss. del
Código de Justicia Militar, lo que es concordante con el sentido del artículo 173° de la Constitución
Política del Perú. (Exp. N .° 0001-2009-PI/TC [Demanda de inconstitucionalidad contra diversos artícu­
los de la Ley de Organización y Funciones del Fuero M ilitar Policial, del 07-04-2009 [Web: 22-12-2009
/ EP, 23-12-2009], £ j. 5. Texto completo: <bit.ly/2DLnNM8>).

Artículo 27: Competencia de las Salas Penales de las Cortes Superiores


Compete a las Salas Penales de las Cortes Superiores:
1. Conocer del recurso de apelación contra los autos y las sentencias en los casos previstos por la Ley,
expedidos por los Jue ce s de la Investigación Preparatoria y los Jueces Penales -colegiados o uniperso­
nales-.
2. Dirimir las contiendas de competencia de los Jueces de la Investigación Preparatoria y los Jueces
Penales -colegiados o unipersonales- del mismo o distinto Distrito Judicial, correspondiendo conocer y
decidir, en este último caso, a la Sala Penal del Distrito Judicial al que pertenezca el Juez que previno.
3. Resolver los incidentes que se promuevan en su instancia.
4. Dictar, a pedido del Fiscal Superior, las medidas limitativas de derechos a que hubiere lugar.
5. Conocer del recurso de queja en los casos previstos por la Ley.
6. Designar al Vocal menos antiguo de la Sala para que actúe como Ju e z de la Investigación Preparato­
ria en los casos previstos por la Ley, y realizar el juzgamiento en dichos casos.
7. Resolver la recusación planteada contra sus Magistrados.
8. Conocer los demás casos que este Código y las Leyes determinen.

Artículo 28: Competencia material y funcional de los Juzgados Penales

1. Los Juzgados Penales Colegiados, integrados por tres jueces, conocerán materialmente de los de­
litos que tengan señalados en la Ley, en su extremo mínimo, una pena privativa de libertad mayor de seis
años.
2. Los Juzgados Penales Unipersonales conocerán materialmente de aquellos cuyo conocimiento no se
atribuya a los Juzgado s Penales Colegiados.
3. Compete funcionalmente a los Juzgados Penales, Unipersonales o Colegiados, lo siguiente:
a) Dirigir la etapa de juzgamiento en los procesos que conforme Ley deban conocer;
b) Resolver los incidentes que se promuevan durante el curso del juzgamiento;
c) Conocer de los demás casos que este Código y las Leyes determinen.
4. Los Juzgados Penales Colegiados, funcionalmente, también conocerán de las solicitudes sobre re­
fundición o acumulación de penas;
5. Los Juzgados Penales Unipersonales, funcionalmente, también conocerán:
a) De los incidentes sobre beneficios penitenciarios, conforme a lo dispuesto en el Código de Ejecución
Penal;

♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL


Art. 29 LIBRO PRIMERO: DISPOSICIONES GENERALES 126

b) Del recurso de apelación interpuesto contra las sentencias expedidas por el Jue z de Paz Letrado;
c) Del recurso de queja en los casos previstos por la Ley;
d) De la dirimencia de las cuestiones de competencia entre los Jueces de Paz Letrados.

PLENOS JURISDICCIONALES
§ 256. El juzgado colegiado debe conocer de un proceso en el cual como consecuencia de la
acusación complementaria se introduce una calificación jurídica, que en su extremo mínimo es
superior a 6 anos de pena privativa de la libertad. Pregunta: ¿Determinar si eljuez unipersonalpierde
competencia para seguir conociendo eljuzgamiento, cuando la nueva calificación jurídica de los hechos, in­
troducida a través de una acusación complementaria, contempla en su extremo mínimo una pena conminada
superior a los seis años? H ipótesis: En el supuesto caso que eljuez unipersonal se aparte de conocer eljuzga­
miento, la remisión de los actuados implicaría dejar sin efecto todas las actuaciones deljuzgamiento llevado a
cabo por elju ez unipersonal C onclusión Plenaria; El juzgado colegiado debe conocer de un proceso
en el cual como consecuencia de la acusación complementaria se introduce una calificación jurídica,
que en su extremo mínimo es superior a seis años de pena privativa de la libertad. (Pleno Jurisdiccional
Distrital en Materia Penal y Procesal Penal de la Corte Superior de Justicia de Tumbes del 20-07-2017.
Tema 4: Competencia del juez unipersonal cuando en la audiencia de juzgamiento se introduce una
nueva calificación jurídica, cuyo extremo mínimo contempla una pena superior a los seis años. Texto
completo: <bit.ly/2NfLgvl>).
§ 257. Los beneficios penitenciarios deben ser tramitados por los jueces unipersonales. Juez
Competente para tramitar los pedidos de beneficios penitenciarios. ¿Deben ser tramitados por el juez que
emite la sentencia (Código de Ejecución Penal) o conforme a l Codigo Procesal Penal que establece que la
competencia es de los Jueces Unipersonales? El Pleno adoptó por mayoría el enunciado siguiente: “Debe
ser tramitado conforme al Código Procesal Penal, que establece que la competencia es de los Jueces Uni­
personales (artículo 28.5.a del Código Procesal Penal)”. (Pleno Jurisdiccional Distrital Penal de la Corte
Superior de Justicia de Moquegua del 15-06-2017. Tema N .° 1. Texto completo: <bit.ly/2HdBREg>).

Artículo 29: Competencia de los Juzgados de la Investigación Preparatoria

Compete a los Juzgados de la Investigación Preparatoria:


1. Conocer las cuestiones derivadas de la constitución de las partes durante la Investigación Prepara­
toria.
2. Imponer, modificar o hacer cesar las medidas limitativas de derechos durante la Investigación Pre­
paratoria.
3. Realizar el procedimiento para la actuación de prueba anticipada.
4. Conducir la Etapa Intermedia y la ejecución de la sentencia.
5. Ejercer los actos de control que estipula este Código.
6. Ordenar, en caso de delito con resultado de muerte, si no se hubiera inscrito la defunción, y siempre
que se hubiera identificado el cadáver, la correspondiente inscripción en el Registro Nacional de Identifi­
cación y Estado Civil.
7. Conocer de los demás casos que este Código y las Leyes determinen. (a)(b)(c)

PROTOCOLOS, REGLAMENTOS, LINEAMIENTOS, GUÍAS Y DIRECTIVAS


(a) Directiva N.° 001 -2009-MP-FN-ETII/NCPR "Instrucciones respecto a la actuación de los fiscales en la etapa de ejecución
de sentencias condenatorias en el nuevo modelo procesal penal" (aprobado por la Resolución N.° 279-2009-M P-FN de
09-03-2009). Véase el texto com pleto en: <bit.ly/2UtSXUz>.
(b) Reglamento de la Ley N.° 29986 que m odifica el artículo 239 del Código Procesal Penal, aprobado por el Decreto
Legislativo N.° 638 y el artículo 195 del Código Procesal Penal [a fin de introducir im portantes y necesarios cam bios en
la realización de la diligencia de levantamiento de cadáveres en zonas declaradas en estado de emergencia], aprobado
nomos & th e sis
127 SECCIÓN III: JURISDICCIÓN Y COMPETENCIA Art. 29
por el Decreto Legislativo N.° 957 (aprobado por el Decreto Supremo N.° 010-2013-JUS de 07-09-2013) Véase el texto r
completo en: <bit.ly/2HUHUOs>. [
(c) Protocolo de actuación interinstitucional de protección e investigación de la escena del crimen (aprobado por el Decreto I'
Supremo N.° 010-2018-JUS [EP, 25-08-2018]). Véase el texto completo en: <bit.ly/2v7Kwju>.

DOCTRINA JURISPRUDENCIAL VINCULANTE DE LA CORTE SUPREMA

§ 258. Prolongación de prisión preventiva debe ser resuelta por juez de investigación preparatoria.
Véase la jurisprudencia del artículo 274° del Nuevo Código Procesal Penal [§ 1148]. (Casación N .° 328-
2012-Ica, de 17-10-2013, que establece que en las Cortes Superiores de los Distritos Judiciales en los que
se encuentra en vigencia el Código Procesal Penal, consideren como doctrina jurisprudencial vinculante lo
señalado en los ff. jj. 5 al 8. Sala Penal Permanente [EP, 06-03-2014, Jurisprudencia, Año XXIII, N .° 956, pp.
7055-7058].Texto completo: <bit.ly/2Di9G08>.

N ota: Véase también la consulta excepcional a la presente casación publicada el 22-07-2015 [Texto
completo: <bit.ly/2bXZz89>] que incorporó nuevos fundamentos a la presente casación.

JURISPRUDENCIA DE LA CORTE SUPREMA

§ 259. Dirección del órgano jurisdiccional de la ejecución de sentencias. Segundo. Que el proce­
so penal de ejecución, como corresponde a su naturaleza jurisdiccional, está bajo la dirección del órgano
jurisdiccional. La ejecución de lo juzgado integra la potestad jurisdiccional, de suerte que, conforme a la
garantía de la ejecución, que integra el principio de legalidad penal (artículo 2 apartado f veinticuatro,
literal d) de la Constitución), la ejecución de la pena será intervenida judicialmente -que traduce la idea
de control judicial de su cumplimiento- (artículo VI del Título Preliminar del Código Penal). Ello es así
en cumplimiento de la garantía judicial de tutela jurisdiccional efectiva (artículo 139 apartado tres de
la Constitución), que impone la existencia de un control jurisdiccional sobre toda la fase de ejecución
en atención a los derechos e intereses legítimos que pueden ser afectados. El Poder Judicial no puede
renunciar a este ámbito del proceso penal, destinado precisamente a la realización judicial de las conse­
cuencias jurídicas, civiles y penales, establecidas en la sentencia firme que se erige en título de ejecución
-dar cumplimiento al mandato establecido en la sentencia-, y la forma cómo interviene en este tipo de
proceso es la trazada por la Ley ordinaria. Tercero. Que, como regla general, conforme al artículo 29,
apartado cuatro, del nuevo Código Procesal Penal, corresponde al juez de la investigación preparatoria
conducir la ejecución de la sentencia. [...] Diferentes incidentes de ejecución, fuera de los previstos para
el Juez de la Investigación Preparatoria -cuyo trámite está expresamente regulado-, están encargados
los Juzgados penales, sean unipersonales como colegiados, conforme a lo dispuesto por el artículo 28,
apartados cuatro y cinco, del nuevo Código Procesal Penal, concordante con el artículo 491, apartados
cuatro y cinco, del indicado Estatuto Procesal. [...] (Casación N .° 79-2009-Piura, de 17-09-2010, ff. jj.
2-3. Sala Penal Permanente. Texto completo: <bit.ly/2bzcMAN>).

§ 260. Conducción de la ejecución de sentencias. Tercero. Que, como regla general, conforme al
artículo 29, apartado 4 del nuevo Código Procesal Penal, corresponde al juez de la investigación prepa­
ratoria conducir la ejecución de la sentencia. Esta competencia funcional genérica ha sido ratificada por
el artículo 489 del acotado Código, que impone al citado Juez la atribución de practicar las diligencias
necesarias para la ejecución de las sanciones penales. [...] El artículo 488 del nuevo Código Procesal
Penal [...] apartado 3 [...] impone al Fiscal una atribución adicional: controlar la ejecución de las san­
ciones penales en general; control que se materializa ... instando las medidas de supervisión y control
que corresponda, y formulando al juez de la investigación preparatoria los requerimientos que fueran
necesarios para la correcta aplicación de la Ley. (Casación N .° 118-2010-Cusco, de 05-05-2011, £ j. 3.
Sala Penal Permanente. Texto completo: <bit.ly/2bJAwXe>).

♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL


Art. 30 LIBRO PRIMERO: DISPOSICIONES GENERALES 128

Artículo 30: Competencia de los Juzgados de Paz Letrados

Compete a los Juzgados de Paz Letrados conocer de los procesos por faltas.

CAPÍTULO III
LA COMPETENCIA POR CONEXIÓN

Artículo 31: Conexión procesal

Existe conexión de procesos en los siguientes casos:


1. Cuando se imputa a una persona la comisión de varios delitos.
2. Cuando varias personas aparezcan como autores o partícipes del mismo hecho punible.
3. Cuando varias personas vinculadas por una misma voluntad criminal hayan cometido diversos he­
chos punibles en tiempo y lugar diferentes.
4. Cuando el hecho delictuoso ha sido cometido para facilitar otro delito o para asegurar la impunidad.
5. Cuando se trate de imputaciones recíprocas.(a)

PROTOCOLOS, REGLAMENTOS, LINEAMIENTOS, GUÍAS Y DIRECTIVAS


(a) Directiva N 0 006-2012-M P-FN: Criterios para determinar la com petencia fiscal por conexidad, derivación y/o acum u­
lación de investigaciones (aprobado por la Resolución N.° 2045-2012-MP-FN de 08-08-2012). Véase el texto completo
en: <bit.ly/2ll UZoa>.

Artículo 32: Competencia por conexión

En los supuestos de conexión previstos en el artículo 31, la competencia se determinará:


1. En el numeral 1), le corresponde al Ju e z que conoce del delito con pena más grave. A igual gravedad,
corresponde al Juez que primero recibió la comunicación prevista en el artículo 3.
2. En el numeral 2), la competencia se determinará subsidiariamente por la fecha de comisión del deli­
to, por el turno en el momento de la comunicación prevista en el numeral 3) o por quien tuviera el proceso
más avanzado. En caso de procesos incoados en distintos distritos judiciales, la competencia se establece
por razón del territorio.
3. En los numerales 3) y 5), corresponde al que conoce el delito con pena más grave. A igual gravedad
compete al juez penal que primero hubiera recibido la comunicación prevista en el artículo 3.
4. En el numeral 4) corresponderá al que conoce del delito con pena más grave.(1)(a)

NOTA DE ACTUALIZACIÓN
(1) Artículo modificado por el artículo 3 de la Ley N.° 30076 (EP, 19-08-2013).

PROTOCOLOS, REGLAMENTOS, LINEAMIENTOS, GUÍAS Y DIRECTIVAS


(a) Directiva N 0 006-2012-M P-FN: Criterios para determinar la com petencia fiscal por conexidad, derivación y/o acum u­
lación de investigaciones (aprobado por la Resolución N.° 2045-2012-MP-FN de 08-08-2012). Véase el texto com pleto
en: <bit.ly/2ll UZoa>.

nom os & th esis


129 SECCIÓN Sil: JURISDICCIÓN Y COMPETENCIA Art. 36
TÍTULO lll
CONCURSO PROCESAL DE DELITOS

Artículo 33: Trámite

1. En caso de concurso de delitos sujetos a distintos trámites procesales, el procedimiento se seguirá


de acuerdo al que corresponde al delito con pena más grave.
2. Los procesos por delitos de acción privada seguirán las mismas reglas, pero la acumulación sólo
procederá entre ellas.

TÍTULO IV-
CUESTIONES DE COMPETENCIA

CAPÍTULO I
LA DECLINATORIA DE COMPETENCIA

Artículo 34: Declinatoria de competencia

1. Durante la Investigación Preparatoria el imputado, el actor civil o el tercero civil podrán pedir decli­
natoria de competencia.
2. La petición procede cuando el Juez se avoca al conocimiento de un delito que no le corresponde por
razón de la materia, de jerarquía o de territorio. El Juez la resolverá, de conformidad con el trámite previsto
-en lo pertinente- en el artículo 8 in fine, mediante resolución fundamentada.

JURISPRUDENCIA DE LA CORTE SUPREMA

§ 261. Declinatoria de competencia. La declinatoria de competencia -mal llamada declinatoria


de jurisdicción- es el cuestionamiento que el procesado, el Ministerio Público y la parte civil pueden
efectuar respecto a la competencia del juzgador, para que éste se abstenga de seguir conociendo la causa
y envíe los autos al juez competente. (R. N. N .° 53-2004-Puno, de 01-10-2004, Sala Penal Transitoria.
Texto completo: Jurisprudencia P en d il, p. 296).

Artículo 35: Oportunidad para la petición de declinatoria

La petición de declinatoria de competencia se interpondrá dentro de los diez días de formalizada la


investigación.

Artículo 36: Remisión del proceso

Consentida la resolución que la declara fundada, el proceso será remitido a quien corresponda, con
conocimiento de las partes.

♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL


Art. 37 LIBRO PRIMERO: DISPOSICIONES GENERALES 130

Artículo 37: Recurso de apelación

Contra la resolución a que se refiere el artículo 34 procede apelación ante la Sala Penal Superior, que
la resolverá en última instancia.

Artículo 38: Valor de los actos procesales

Los actos procesales válidamente realizados antes de la declinatoria conservan su eficacia.

CAPÍTULO II
LA TRANSFERENCIA DE COMPETENCIA

Artículo 39: Procedencia

La transferencia de competencia se dispone únicamente cuando circunstancias insalvables impidan


o perturben gravemente el normal desarrollo de la investigación o del juzgamiento, o cuando sea real o
inminente el peligro incontrolable contra la seguridad del procesado o su salud, o cuando sea afectado
gravemente el orden público.(1)

NOTA DE A CTUALIZACIÓN
(1) De conform idad con el artículo único de la Ley N.° 28482 (EP, 03-04-2005), se establece la vigencia en todo el país del
presente artículo.

JURISPRUDENCIA DE LA CORTE SUPREMA

§ 262. Transferencia de competencia no cabe aplicarse de oficio, sino a solicitud de parte y en la


que se respete el contradictorio. Véase la jurisprudencia del artículo 19° del Código de Procedimien­
tos Penales [§ 2046]. (R. N. N .° 2448-2005-Lima, del 12 de setiembre del 2005., fundamentos sexto
y sétimo constituidos precedentes vinculantes conforme al Acuerdo Plenario N .° 1-2006/ESV-22, del
13-10-2006, ff. jj. 9-10. Pleno Jurisdiccional de las Salas Penales Permanentes y Transitorias de la Corte
Suprema de Justicia [EP, 29-12-2006]. Texto completo: <bit.ly/2IajWeW> [p. 11]).
§ 263. Procede transferencia de competencia por exposición mediática de las partes procesa­
les. 3. La transferencia de competencia. Décimo quinto. Conforme con el estado de la causa y en apli­
cación de lo dispuesto en el inciso 2 del artículo 41 del Código Procesal Penal, corresponde a este Su­
premo Tribunal resolver la transferencia de competencia. D écim o sexto. El Libro Primero, Sección III,
Título IV, Capítulo II, Artículo treinta y nueve del Código Procesal Penal, establece: “La transferencia
de competencia se dispone únicamente cuando: i) Circunstancias insalvables impidan o perturben gra­
vemente el norm al desarrollo de la investigación o deljuzgamiento, ii) Peligro real o inminente y este sea
incontrolable contra la seguridad del procesado o su salud, iii) Cuando sea afectado gravemente el
orden público” . D écim o Séptim o, Una de las formas en que se dan estas circunstancias insalvables, es
cuando los vinculados al proceso tienen una especial trascendencia en la localidad en que se desarrolla
la causa, de suerte que puede generar manifestaciones colectivas o de los medios de comunicación que
pongan en peligro la imparcialidad o independencia de los magistrados. [...] Vigésimo Quinto, La
jurisprudencia de la Corte Suprema, en casos como el presente es favorable a la transferencia de com­
petencia, así en el caso del Ex Gobernador Regional de Ayacucho W. O., donde una de las causales
mencionadas en el primer considerando punto I) Fue “La realización de un juicio mediático que pone

n om os & th e sls
131 SECCION III: JURISDICCION Y COMPETENCIA Art. 39
en peligro las garantías procesales constitucionales de independencia e im parcialidad ju d icial”, asimismo
en el considerando Tercero se señala que: ”No solo es menester que concurran determinados elementos
de convicción, aun mínimos pero suficientes que revelen la presencia de los motivos que la ley reconoce para
el cambio de radicación de la causa sino también que la transferencia sea idónea o cualitativamente apta
p ara alcanzar la fin alid ad de protección delfín procesal previsto, garantizando la justicia y equidad del
proceso”, en el considerando cuarto, segunda idea, se refiere al sustento de ”Los recortesperiodísticos que
se apareja a la petición de transferencia- sin que exista información consistente en contrario que las descarten
-permite establecer que en la Corte Superior de fusticia de Ayacucho no esposible conducir un proceso con
las exigencias razonables de objetividad, seguridad, garantía y eficacia, (...) lo que perturbaría gravemente
la independencia e im parcialidad judicial, por ende el normal desarrollo delproceso”; en la Transferencia
de Competencia N .° 7-2014 - procesado C. A., caso denominado “La Centralita” señaló que: ”Aun
cuando la transferencia importa una modificación ulterior de las reglas de competencia- en función
a los motivos invocados, incardinados en la necesidad de adelantar un proceso justo y equitativo, y
de evitar que la corrección del procedimiento se vea alterada en su esencia por circunstancias propias
del lugar del proceso o de su concreto desenvolvimiento, su legitimidad asentada en el principio de
proporcionalidad no ofrece duda alguna, tanto en referente a su presupuesto formal- existencia de ley
que lo permita y a su supuesto material -justificación teleológica anclada en la afirmación de un ceso
justo y equitativo”. (Transferencia de Competencia N .° 4-2017-Sullana, de 10-03-2017, ff. jj. 15-17
y 25. Sala Penal Permanente. Texto completo: <bit.ly/2IoSI4r>).

§ 264. Transferencia de competencia. Quinto. [El] artículo 139 del Código Procesal Penal de
2004, aprobado por Decreto Legislativo N .° 957, establece los tres supuestos de transferencia de com­
petencia -que, por lo demás, es un instituto procesal aceptado en el derecho comparado-, radicados en
la presencia de circunstancias insalvables que impidan o perturben gravemente el normal desarrollo del
proceso, en la presencia de peligro real o inminente, incontrolable, contra la seguridad del proceso o su
salud, y en la presencia de circunstancias que tengan entidad para afectar gravemente el orden publico;
que aun cuando la transferencia de competencia importa una modificación ulterior de las reglas de
competencia -en función a los motivos antes invocados, incardinados en la necesidad de adelantar un
proceso justo y equitativo, y de evitar que la corrección del procedimiento se vea alterada en su esencia
por circunstancias propias del lugar del proceso o de su concreto desenvolvimiento-, su legitimidad
asentada en el principio de proporcionalidad no ofrece duda alguna, tanto en lo referente a su presu­
puesto formal -existencia de ley que lo permita- y a su presupuesto material -justificación teleológica,
anclada en la afirmación de un proceso justo y equitativo-; que, desde esa perspectiva, no sólo es menes­
ter que concurran determinados elementos de convicción, aun mínimos pero suficientes, que revelen
la presencia de los motivos que la ley reconoce para un cambio de radicación de la causa -presencia
del principio constitucional de intervención indiciaría-, sino también -desde la lógica intrínseca de los
elementos que integran el contenido esencial del principio de proporcionalidad- que la transferencia sea
idónea o cualitativamente apta para alcanzar la finalidad de protección del fin procesal previsto, necesa­
ria o imprescindible para garantizar la justicia y equidad del proceso -sin que otra menos intensa pueda
conseguir igual finalidad-, y compatible con el nivel de gravedad del peligro, la entidad de los hechos
objeto de imputación y la complejidad de la causa incoada. (Transferencia N .° 28-2005-Apurímac, de
04-11-2005, f. j. 5. Sala Penal Permanente. Texto completo: <bit.ly/lR49T6t>).
§ 265. Transferencia de competencia penal. Cuarto. Ahora bien, la transferencia de la competen­
cia penal se encuentra regulada por los artículos 39, 40 y 41 del Código Procesal Penal; que, conforme
a la Ley N .° 28482, se hallan vigentes a nivel nacional. La regla general señala que cada delito debe in­
vestigarse y juzgarse en el lugar donde se cometió, conforme a las pautas y orden previstos en el artículo
21 del Código Procesal Penal; entonces, la transferencia de la competencia penal viene a constituir una
suerte de excepción a la regla de competencia antes mencionada. En virtud de ella, la competencia penal
para conocer un proceso se traslada del órgano jurisdiccional al que le corresponde, a otro, por razones
de urgencia o necesidad muy puntuales previstas en la ley. (Transferencia de Competencia N .° 5-2012-
Puno, de 14-08-2012, f. j. 4. Sala Penal Permanente. Texto completo: <bit.ly/2cyVSHq>).

♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL


Art. 39 LIBRO PRIMERO: DISPOSICIONES GENERALES 132

§ 266. Transferencia de competencia penal. Q uinto. Del estudio de autos se advierte que la so­
licitud de transferencia de competencia se ha formulado sobre la base de lo previsto en el artículo
39 del Código Procesal Penal, el cual establece que la transferencia de competencia se dispone úni­
camente, cuando circunstancias insalvables impidan o perturben gravemente el normal desarrollo
de la investigación o del juzgamiento, o cuando sea real o inminente el peligro incontrolable contra
la seguridad del procesado o su salud, o cuando sea afectado gravemente el orden público. (Com­
petencia N .° 1-2012-Lambayeque, de 20-03-2012, f. j. 3. Sala Penal Permanente. Texto completo:
<bit.ly/2bL8l41>).
§ 267. La transferencia de competencia por la causal de riesgo en la vida y salud de la agra­
viada, no está comprendida en la norma procesal, la misma que solo se refiere a la seguridad o la
salud del procesado. Séptim o. El principio constitucional del juez natural predeterminado por la ley,
tiene una excepción; cual es, la transferencia de competencia. Al respecto, el artículo 39° del Nuevo
Código Procesal Penal, establece lo siguiente: “La transferencia de competencia, se dispone únicamente
cuando circunstancias insalvables impidan o perturben gravemente el normal desarrollo de la investigación o
deljuzgamiento; o cuando sea real o inminente elpeligro incontrolable contra la seguridad delprocesado o su,
salud, o cuando sea afectado gravemente el orden p ú b lico O ctav o . Como puede apreciarse, el legislador
ha establecido solo tres causales para admitir una solicitud de transferencia de competencia; a saber: i)
Cuando circunstancias insalvables impidan o perturben gravemente el normal desarrollo de la investi­
gación o del juzgamiento; ii) Cuando sea real o inminente el peligro incontrolable contra la seguridad
del procesado o su salud; y iii) Cuando sea afectado gravemente el orden público. En este sentido, la
transferencia de competencia solicitada por otra causal distinta, no señalada en la ley, devendrá en im­
procedente; por cuanto debe respetarse los principios constitucionales, de legalidad y de Juez Natural,
previstos en el artículo 139°, inciso 3, de la Constitución Política del Estado. Noveno. Pues bien, la
agraviada CB, en su solicitud de transferencia de competencia al Distrito Judicial de Lima, alega como
causal la existencia de circunstancias insalvables, que ponen en riesgo su vida y su salud. Asimismo,
sostiene que existen circunstancias insalvables que impiden o perturben gravemente el normal desa­
rrollo del juzgamiento; es decir, se ampara en la causal i) del artículo 39° del Código Adjetivo acotado.
Décim o. La causal de riesgo en la vida y salud de la agraviada, no está comprendida en el artículo 39°
del Nuevo Código Procesal Penal; el mismo solo se refiere a la seguridad o la salud del procesado, por lo
que dicha causal debe ser desestimada. En cambio, el impedimento o perturbación grave del desarrollo
del juzgamiento, si está contemplado como causal de transferencia de competencia; sin embargo, para
ampararla deben existir hecho objetivos o acontecimiento graves e inevitables que harán fracasar el
normal desarrollo del proceso. Décim o Prim ero. En el caso propuesto por la agraviada, no se aprecian
circunstancias insalvables que hagan peligrar el normal desarrollo del proceso en el Distrito Judicial de
Ayacucho, cuyos jueces son competentes para juzgar los hechos ocurridos en dicha jurisdicción. En
efecto, dicha agraviada señala que la causa se encuentra en la etapa de juzgamiento, al haber sido decla­
rada nula una primera sentencia que la desfavorecía; sin embargo, duda de la imparcialidad de los jueces
que vienen llevando a cabo el nuevo juicio oral; señalando que el Colegiado se avocó irregularmente al
conocimiento de un pedido de prisión preventiva solicitado por el Ministerio Público, cuando era de
competencia del Juez de Investigación Preparatoria; se le ha prohibido emitir declaraciones a la prensa,
sobre el desarrollo del proceso; su abogada defensora ha sido reportada ante la Dirección de Ética del
Colegio de Abogados de Lima, por un supuesto abandono injustificado de la audiencia; y el Diario
Judicial oficial de la Corte Superior de Justicia de Ayacucho, Diario “La Voz”, ha asumido una posición
a favor del investigado, en sus respectivos titulares. D écim o Segundo. Al respecto, no se ha probado
que los motivos expuestos por la agraviada, estén impidiendo o perturbando gravemente el normal
desarrollo del juzgamiento. No se ha mencionado, que el nuevo juicio oral esté paralizado o gravemente
perturbado por los hechos señalados por la agraviada. En todo caso, no entendemos cómo es que la
resolución de un pedido de prisión preventiva; la prohibición a la agraviada de declarar a la prensa; la
puesta en conocimiento del Colegio de Abogados de Lima sobre la presunta inconducta profesional de
la abogada de dicha agraviada y la opinión de un Diario Oficial; pueda estar impidiendo gravemente
el normal desarrollo del juzgamiento. Este supuesto se daría cuando, por ejemplo, hay amenaza contra
nomos & th e sis
133 SECCIÓN III: JURISDICCIÓN Y COMPETENCIA Alt 39
la vida de los jueces a cargo del proceso, incluso del representante del Ministerio Público; quienes son
los principales actores del juicio oral, conjuntamente con el abogado defensor del procesado. También
puede darse por otros factores, como fenómenos naturales, catástrofes, grave conmoción social, amena­
za contra la vida de los órganos de prueba (testigos), etc.; lo que no ocurre en el presente caso. Décim o
Tercero. De otro lado, este Supremo Tribunal considera inviable la transferencia de competencia soli­
citada por la agraviada, por cuando el proceso se viene tramitando en el Distrito Judicial de Ayacucho,
con las normas del Código Procesal Penal de 2004; el mismo que no está vigente en el Distrito Judicial
de Lima, respecto a los delitos de Feminicidio y Violación Sexual; por lo que de declararse fundada di­
cha transferencia de competencia, ningún órgano jurisdiccional podrá conocer el mencionado proceso,
ni podrá aplicar el Código de Procedimientos Penales de 1940, que tiene disposiciones legales distintas
a las del Nuevo Código Procesal de 2004; máxime si el proceso de Ayacucho se encuentra en la etapa
final de juzgamiento; por lo que, no es prudente ni racional transferir el proceso al Distrito Judicial de
Lima. (Transferencia de Competencia N .° 8-2017-Ayacucho, del 16-05-2017, íf. jj. 7 al 13. Segunda
Sala Penal Transitoria. Texto completo: <bit.ly/2u6J5Bx>).

§ 268. Transferencia de competencia por riesgo a la salud del imputado. Cuarto. El artículo 39
del Código Procesal Penal establece la transferencia de competencia, entre otras razones, cuando sea real
o inminente el peligro contra la salud del procesado. En este supuesto, por la excepcionalidad de la insti­
tución en función al principio del juez legal, se requiere que el riesgo contra la salud del imputado, como
consecuencia de su concurrencia a la sede judicial, sea de tal entidad que afecte seriamente su salud y la
posibilidad de una defensa efectiva. La opinión médica en este punto es vital. Quinto. Al respecto, se
tiene la Ecografía Renal-Vésico Prostática, emitido por el Hospital de la Solidaridad, que da cuenta que
el encausado presente hipertrofia prostática grado II, retención urinaria de 29% y Microlitiasis renal
derecha [...]. Igualmente, corre el informe médico emitido por la Clínica Almenara y Emergencia de
Huánuco de fojas 49, que precisa que sufre cáncer de próstata, citospatía diabética e hiperplasia benigna
de próstata, recomendando no exponerse a zonas altas y de bajas temperaturas ni realizar viajes largos.
Sexto. Las afecciones a la salud del acusado C T son objetivamente graves y demandan una atención
médica regular. Es obvio que viajes sucesivos desde su domicilio, en la ciudad de Huánuco, hasta la
ciudad de Cerro de Pasco, que se encuentra a una altura media de 4330 msnm, no harán sino hacer
más crítico su estado de salud. Una salud deteriorada, sin duda, no acepta en un enjuiciamiento de un
Estado Constitucional, lo que no solo perjudicaría su salud-nunca deseable-sino también la garantía de
defensa procesal: no estaría en condiciones razonables para afrontar un enjuiciamiento y responder a
cabalidad las incidencias del juicio. Séptim o. Es verdad que, tecnológicamente, existe la alternativa de
utiliza el sistema de vídeo conferencia. Empero, este sistema, entendido como una opción para seguir
con el juicio, debe Usarse cuando no sea posible otra disyuntiva razonable al enjuiciamiento en la ciudad
de Cerro de Pasco. El imputado domicilia en Huánuco, luego, es objetivamente razonable que en la
Corte Superior de Huánuco se siga el proceso respecto de él. Se trata de que asista personalmente a las
sesiones del juicio, intervenga cuando corresponda y su abogado defensor pueda ejercer con mayores
posibilidades un patrocinio efectivo. El imputado, desde ya, está afectado por una enfermedad de las
dimensiones ya anotadas, y, por tanto, debe facilitársele en lo posible su asistencia y que su defensa no
pueda verse esencialmente mermada por esa condición médica. (Transferencia de Competencia N .°
1-2018-Pasco, del 02-07-2018, fF. jj. 4 al 7. Sala Penal Permanente. Corte Suprema de Justicia de la
República. Texto completo: <bit.ly/2U5kADl>).

§ 269. Si en la corte a favor de la que se transfiere la competencia se hallan vigentes las normas
procesales aplicables en la corte de origen, quedan desestimados los cuestionamientos basados
en la fecha de ocurrencia fáctica del delito. D .A nálisis de los cuestionamientosformulados a las Cortes
de Lim a Norte y el Callao. 4.16. Tanto en la oralización de sus argumentos como en el apartado 4.7,
subtitulado “el fiscal superior excluido propone una transferencia híbrida sui generis” de su escrito su-
millado “Control de legalidad de parte sobre la transferencia de competencia”, el abogado del procesado
PA sostiene que el Código Procesal Penal recién entró en vigencia en la Corte Superior de Justicia de
Lima Norte el pasado 1 de julio, en tanto que en el Callao fue el 1 de julio de 2017, periodos que no se
♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL
Art. 40 LIBRO PRIMERO: DISPOSICIONES GENERALES 134

condicen con la fecha en la que se produjo el presunto hecho delictivo, esto es, en julio de 2015. 4.17.
Al respecto, resulta necesario precisar que la aplicación de las normas procesales se rige por el principio
tempus regitactum, esto es, se aplican aquellas normas vigentes al tiempo en que se expide el pronuncia­
miento. La transferencia de competencia se produce en un contexto en el cual el ordenamiento procesal
penal previsto en el Decreto Legislativo N .° 957 ya se halla vigente tanto en el distrito judicial del Cal­
lao como en el de Lima Norte. Por ello, las actuaciones de los mencionados Tribunales de Justicia serán
guiadas por las normas procesales vigentes y, al tratarse de normas adjetivas, no resulta trascendente la
evaluación de la fecha del hecho delictivo. (Transferencia de Competencia N .° 3-2018-Ayacucho, del
07-09-2018, íf. jj. 4.16 y 4.17. Sala Penal Permanente. Texto completo: <bit.ly/2Tz!wyd>).

Artículo 40: Trámite

1. La transferencia podrá solicitarla el Fiscal, el imputado, y las demás partes puntualizando los fun­
damentos y adjuntando la prueba. Formado el incidente se pondrá en conocimiento de los demás sujetos
procesales, quienes en el término de cinco días, expondrán lo conveniente. Vencido el plazo será elevado
el incidente.
2. La Sala resolverá en el plazo de tres días.(1)

NOTA DE ACTUALIZACIÓN
(1) De conform idad con el artículo único de la Ley N.° 28482 (EP, 03-04-2005), se establece la vigencia en todo el país del
presente artículo.

Artículo 41: Resolución

1. La transferencia de competencia del Juez dentro del mismo Distrito Judicial, será resuelta por la Sala
Penal Superior.
2. Cuando se trate del Ju e z de distinto Distrito Judicial, o de la Sala Penal Superior, la resolverá la Sala
Penal Suprema.(1)

NOTA DE ACTUALIZACIÓN
(1) De conform idad con el artículo único de la Ley N.° 28482 (EP, 03-04-2005), se establece la vigencia en todo el país del
presente artículo.

CAPÍTULO III
LA CONTIENDA DE COMPETENCIA

Artículo 42: Contienda de competencia por requerimiento

1. Cuando el Ju e z toma conocimiento que otro de igual jerarquía también conoce del mismo caso sin
que le corresponda, de oficio o a petición de las partes, solicitará la remisión del proceso. Además de la
copia de la resolución, adjuntará los elementos de juicio pertinentes.
2. El Juez requerido resolverá en el término de dos días hábiles. Si acepta, remitirá lo actuado, con co­
nocimiento de las partes. Si declara improcedente la remisión formará el cuaderno respectivo y lo elevará
en el término de tres días a la Sala Penal Superior, para que resuelva en última instancia dentro del quinto
día de recibidos los autos.(a)

nom os & thesis


135 SECCIÓN III: JURISDICCIÓN Y COMPETENCIA Art. 44
PROTOCOLOS, REGLAMENTOS, LINEAMIENTOS, GUÍAS Y DIRECTIVAS
(a) Directiva N.° 006-2012-MP-FN: Criterios para determinar la competencia fiscal por conexidad, derivación y/o acumu­
lación de investigaciones (aprobado por la Resolución N.° 2045-2012-MP-FN de 08-08-2012). Véase el texto completo
en: <bit.ly/2ll UZoa>.

Artículo 43: Contienda de competencia por inhibición

1. Cuando el Ju e z se inhibe, de oficio o a instancia de las partes, remitirá copia de las piezas pertinentes
a otro Juez si hubiera detenido; en caso contrario remitirá el proceso.
2. Si el segundo Juez también se inhibe elevará las copias en el plazo de un día hábil, o el principal, para
que la Sala Penal Superior resuelva.(a)

PROTOCOLOS, REGLAMENTOS, LINEAMIENTOS, GUÍAS Y DIRECTIVAS


(a) Directiva N.° 006-2012-MP-FN: Criterios para determinar la competencia fiscal por conexidad, derivación y/o acum u­
lación de investigaciones (aprobado por la Resolución N.° 2045-2012-MP-FN de 08-08-2012). Véase el texto com pleto
en:<bit.ly/2HUZoa>.

JURISPRUDENCIA DE LA CORTE SUPREMA

§ 270. Contienda de competencia por inhibición. [Sum illa] Si bien conforme al artículo 43,
inciso 2 del Código Procesal Penal corresponde a la Sala Penal Superior resolver la contienda de com­
petencia por inhibición; sin embargo se advierte que en el caso concreto ya existe un pronunciamiento
en razón de un recurso de apelación. Al disentir con dicho pronunciamiento y en aplicación del prin­
cipio de celeridad procesal, este Supremo tribunal resuelve que en el presente caso es de aplicación la
segunda disposición complementaria transitoria de la Ley N .° 30077. (Contienda de Competencia N .°
12-2015-Huánuco, de 12-08-2015. Sala Penal Permanente. Texto completo: <bit.ly/2eFFYt8>).

Artículo 44: Consulta del Juez ;' , ' ;1;'. y 1,. ■

1. Cuando el Jue z tome conocimiento que su superior jerárquico conoce el mismo hecho punible o uno
conexo consultará mediante oficio si debe remitir lo actuado.
2. Cuando el superior tenga conocimiento de que ante un Ju e z inferior en grado se sigue un proceso
que le corresponde, ya sea por razón del delito o por delitos conexos, pedirá de oficio o a petición de las
partes la remisión de los actuados.
3. Las personas que no tienen la condición exigida por el artículo 99 de la Constitución, a quienes se les
imputa haber intervenido en los delitos cometidos en el ejercicio de sus funciones por los Altos Funciona­
rios Públicos, serán procesados ante la Corte Suprema de Justicia conjuntamente con aquellos.
4. La misma disposición se aplicará a los casos que deben ser de conocimiento de la Corte Superior de
Ju s tic ia .(a)

PROTOCOLOS, REGLAMENTOS, LINEAMIENTOS, GUÍAS Y DIRECTIVAS


(a) Directiva N.° 006-2012-MP-FN: Criterios para determinar la competencia fiscal por conexidad, derivación y/o acum u­
lación de investigaciones (aprobado por la Resolución N.° 2045-2012-MP-FN de 08-08-2012). Véase el texto com pleto
en: < b itly /2 ll UZoa>.

♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL


Art. 45 LIBRO PRIMERO: DISPOSICIONES GENERALES 136

Artículo 45: Inhibición del Juez

1. Cuando el Juzgado Penal que ha recibido la acusación conoce que otro de igual jerarquía tiene otro
proceso para audiencia sobre el mismo caso, podrá solicitarle se inhiba, para lo cual le enviará copia de
las piezas pertinentes. Si el Juzgado Penal requerido acepta expedirá resolución y remitirá lo actuado, con
conocimiento de la Sala Penal Superior y de las partes. Si por el contrario, afirma su competencia, elevará
el cuaderno respectivo a la Sala Penal Superior.
2. La Sala resolverá, en última instancia, dentro del quinto día de recibidos los autos, previa audiencia
con la intervención de las partes.
3. La contienda de competencia entre Salas Penales Superiores será resuelta por la Sala Penal Supre­
ma. (*)

PROTOCOLOS, REGLAMENTOS, LINEAMIENTOS, GUÍAS Y DIRECTIVAS


(a) Directiva N.° 006-2012-MP-FN: Criterios para determinar la com petencia fiscal por conexidad, derivación y/o acumu­
lación de investigaciones (aprobado por la Resolución N.° 2045-2012-M P-FN de 08-08-2012). Véase el texto completo
en: <bit.ly/2llUZoa>.

JURISPRUDENCIA DE LA CORTE SUPREMA

§ 271. El apartamiento voluntario del juez en el proceso penal. Segundo. [La] inhibición constituye
el apartamiento voluntario, que realiza el Juez, al conocimiento de un proceso, cuando advierte que está
incurso en alguna de las causales de recusación previstas en el artículo 29 del Código de Procedimientos
Penales; que planteada esa excusa por un Juez Superior, son los demás miembros del Colegiado quienes
deben emitir un pronunciamiento al respecto, cuya decisión no puede ser cuestionada por aquel, en tanto
que la interposición de cualquier impugnación constituye un acto exclusivo de las partes procesales, y que
al estar regulado por el principio de legalidad implica que sólo son recurribles las resoluciones que establece
la ley y únicamente pueden hacerlo las personas taxativamente autorizadas por ésta. En efecto, el inciso 6
del artículo 139 de la Constitución recoge el principio de pluralidad de instancias como uno inherente a
la función jurisdiccional, en dicho sentido, el Texto Unico Ordenado de la Ley Orgánica del Poder Judi­
cial desarrolla el citado principio constitucional, puntualizando en el segundo párrafo del artículo 11, lo
siguiente: “La interposición de un medio de impugnación constituye un acto voluntario del justiciable”; es
decir, restringe la vía recursal como una acción destinada solo a las partes procesales -y, excepcionalmente,
a los terceros que puedan resultar afectados-, circunstancia que, por lo demás, ha sido establecida por el
Tribunal Constitucional al señalar: “5.b) (...) el derecho a la pluralidad de instancias, cuya titularidad y
ejercicio está previsto sólo para el caso de las personas que deciden someter sus diferencias ante el Poder
Judicial.” [...] (R. N. N .° 2810-2011-Lima, de 19-01-2012, f. j. 2. Sala Penal Transitoria. Texto completo:
<bit.ly/2bL9DMZ>).
§ 272. Inhibición por decoro: magistrado tuvo relación laboral con abogado defensor. Véase la
jurisprudencia del artículo 33° del Nuevo Código Procesal Penal [§ 284]. (Casación N .° 607-2017-Su-
llana, de 13-10-2017, £ j. 4. Sala Penal Permanente. Texto completo: <bit.ly/2txiMXL>).

CAPÍTULO IV
LA ACUMULACIÓN

Artículo 46: Acumulación de procesos independientes

Cuando en los casos de conexión hubiera procesos independientes, la acumulación tendrá lugar obser­
vando las reglas de la competencia.(a)

nom os & th esls


137 SECCIÓN III: JURISDICCIÓN Y COMPETENCIA Art. 50
PROTOCOLOS, REGLAMENTOS, LINEAMIENTOS, GUÍAS Y DIRECTIVAS
(a) Directiva N.° 006-2012-MP-FN: Criterios para determinar la competencia fiscal por conexidad, derivación y/o acumu­
lación de investigaciones (aprobado por la Resolución N.° 2045-2012-MP-FN de 08-08-2012). Véase el texto completo
en:<bit.ly/2llUZoa>.

Artículo 47: Acumulación obligatoria y facultativa

1. La acumulación es obligatoria en el supuesto del numeral 2) del artículo 31.


2. En los demás casos será facultativa, siempre que los procesos se encuentren en el mismo estado e
instancia, y no ocasionen grave retardo en la administración de ju sticia.(a)

PROTOCOLOS, REGLAMENTOS, LINEAMIENTOS, GUÍAS Y DIRECTIVAS


(a) Directiva N.° 006-2012-MP-FN: Criterios para determinar la competencia fiscal por conexidad, derivación y/o acum u­
lación de investigaciones (aprobado por la Resolución N.° 2045-2012-MP-FN de 08-08-2012). Véase el texto completo
en: <bit.ly/2ll UZoa>. •

Artículo 48: Acumulación de oficio o a pedido de parte

1. La acumulación puede ser decidida de oficio o a pedido de las partes, o como consecuencia de una
contienda de competencia que conduzca hacia ella.
2. Contra la resolución que ordena la acumulación durante la Investigación Preparatoria procede recur­
so de apelación ante la Sala Penal Superior, que resolverá en el término de cinco días hábiles.(a)

PROTOCOLOS, REGLAMENTOS, LINEAMIENTOS, GUÍAS Y DIRECTIVAS


(a) Directiva N.° 006-2012-MP-FN: Criterios para determinar la competencia fiscal por conexidad, derivación y/o acum u­
lación de investigaciones (aprobado por la Resolución N.° 2045-2012-MP-FN de 08-08-2012). Véase el texto com pleto
en: < bit.ly/2ll UZoa>.

Artículo 49: Acumulación para el juzgamiento

La acumulación para el Juzgamiento puede ser ordenada de oficio o a petición de las partes. Contra esa
resolución procede recurso de apelación. La resolución de la Sala Penal Superior que absuelve el grado, se
expedirá en el término de cinco días hábiles. Contra esta resolución no procede recurso alguno.(a)

PROTOCOLOS, REGLAMENTOS, LINEAMIENTOS, GUÍAS Y DIRECTIVAS


(a) Directiva N.° 006-2012-MP-FN: Criterios para determinar la competencia fiscal por conexidad, derivación y/o acum u­
lación de investigaciones (aprobado por la Resolución N.° 2045-2012-MP-FN de 08-08-2012). Véase el texto com pleto
en:<bit.ly/2HUZoa>.

Artículo 50: Improcedencia de la acumulación

La acumulación es improcedente, cuando uno de los procesos es por acción pública y el otro por acción
privada; o, cuando uno de ellos se tramita en la jurisdicción ordinaria y el otro en la militar.(a)

♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL


Art. 51 LIBRO PRIMERO: DISPOSICIONES GENERALES 138

PROTOCOLOS, REGLAMENTOS, LINEAM IENTOS, GUÍAS Y DIRECTIVAS


(a) Directiva N.° 006-2012-M P-FN: Criterios para determinar la competencia fiscal por conexidad, derivación y/ó acumu­
lación de investigaciones (aprobado por la Resolución N,° 2045-2012-M P-FN de 08-08-2012). V é a s e el texto completo
en: <bit.ly/2ll UZoa>. .

Artículo 51: Separación de procesos acumulados e imputaciones conexas

Excepcionalmente, para simplificar el procedimiento y decidir con prontitud, siempre que existan ele­
mentos suficientes para conocer con independencia, es procedente la separación de procesos acumulados
o de imputaciones o delitos conexos que, requieran de diligencias especiales o plazos más dilatados para
su sustanciación, salvo que se considere que la unidad es necesaria para acreditar los hechos. A estos
efectos se dispondrá la formación de cuadernos separados.(a)

PROTOCOLOS, REGLAMENTOS, LINEAMIENTOS, GUÍAS Y DIRECTIVAS


(a) Directiva N.° 006-2012-MP-FN: Criterios para determinar la competencia fiscal por conexidad, derivación y/o acum u­
lación de investigaciones (aprobado por la Resolución N.° 2045-2012-MP-FN de 08-08-2012). Véase el texto completo
en: < b it.ly/2 ll UZoa>.

Artículo 52: Resolución y diligencias urgentes

Mientras estuviera pendiente la decisión sobre cuestiones de competencia, está permitido resolver so ­
bre la libertad o privación de la libertad del imputado, así como actuar diligencias de carácter urgente e
irrealizables ulteriormente o que no permitan ninguna prórroga. La Sala Penal dará prioridad a los inciden­
tes de acumulación en el señalamiento de vista de la ca u sa .(a)

PROTOCOLOS, REGLAMENTOS, LINEAMIENTOS, GUÍAS Y DIRECTIVAS


(a) Directiva N.° 006-2012-MP-FN: Criterios para determinar la competencia fiscal por conexidad, derivación y/o acum u­
lación de investigaciones (aprobado por la Resolución N.° 2045-2012-MP-FN de 08-08-2012). Véase el texto completo
en: < b it.ly/2 ll UZoa>.

CAPÍTULO V
LA INHIBICIÓN Y RECUSACIÓN

Artículo 53: Inhibición .............

1. Los Jueces se inhibirán por las siguientes causales:


a) Cuando directa o indirectamente tuviesen interés en el proceso o lo tuviere su cónyuge, sus parientes
dentro del cuarto grado de consanguinidad o segundo de afinidad, o sus parientes por adopción o relación
de convivencia con alguno de los demás sujetos procesales. En el caso del cónyuge y del parentesco que
de ese vínculo se deriven, subsistirá esta causal incluso luego de la anulación, disolución o cesación de los
efectos civiles del matrimonio. De igual manera se tratará, en lo pertinente, cuando se produce una ruptura
definitiva del vínculo convivencial.
b) Cuando tenga amistad notoria, enemistad manifiesta o un vínculo de compadrazgo con el imputado,
la víctima, o contra sus representantes.
c) Cuando fueren acreedores o deudores del imputado, víctima o tercero civil.
d) Cuando hubieren intervenido anteriormente como Juez o Fiscal en el proceso, o como perito, testigo
o abogado de alguna de las partes o de la víctima.
nom os & th e sls
139 SECCIÓN III: JURISDICCIÓN Y COMPETENCIA Árt 53
e) Cuando exista cualquier otra causa, fundada en motivos graves, que afecte su imparcialidad.
. 2. La inhibición se hará constar por escrito, con expresa indicación de la causal invocada. Se presentará
a la Sala Penal Superior en el caso del Juez de la Investigación Preparatoria y del Juez Penal, con conoci­
miento de las partes, y elevando copia certificada de los actuados. La Sala decidirá inmediatamente, previo
traslado a las partes por el plazo común de tres d ía s.(a)

PROTOCOLOS, REGLAMENTOS, LINEAMIENTOS, GUÍAS Y DIRECTIVAS


(a) Instrucción General N.° 1-2018-MP-FN: "Lineamientos para la gestión de denuncias y casos del Ministerio Público"
(aprobado por la Resolución N.° 2648-2018-MP-FN de 19-07-2018). Véase el texto completo en: <bit.ly/2UcJAJv>.

ACUERDO PLENARIO DE LA CORTE SUPREMA

§ 273. L a recusación como garantía de imparcialidad judicial. Doble dimensión: subjetiva y


objetiva. 6. La recusación es una institución procesal de relevancia constitucional. Garantiza, al igual
que la abstención o inhibición, la imparcialidad judicial, esto es, la ausencia de prejuicio; y, como tal,
es una garantía específica que integra el debido proceso penal -numeral tres del artículo 139 de la
Constitución-. Persigue alejar del proceso a un juez que, aun revistiendo las características de ordinario
y predeterminado por la ley, se halla incurso en ciertas circunstancias en orden a su vinculación con las
partes o con el objeto del proceso -el themadecidendi- que hacen prever razonablemente un deterioro de
su imparcialidad. La imparcialidad, como ha quedado consagrada por la doctrina del Tribunal Europeo
de Derechos Humanos, seguida por la Corte Interamericana de Derechos Humanos -así, Sentencia
Piersack contra Bélgica, del 1 de octubre de 1982; y, Sentencia Herrera Ulloa contra Costa Rica, del 2
de julio de 2004, párrafo 170 [§ 295]- tiene, aunque la doctrina procesalista tiende a relativizarla, dos
dimensiones, una de carácter subjetivo y vinculada con las circunstancias del juzgador, con la forma­
ción de su convicción personal en su fuero interno en un caso concreto -test subjetivo-; y otra objetiva,
predicable de las garantías que debe ofrecer el órgano jurisdiccional y que se establece desde considera­
ciones orgánicas y funcionales [la primera debe ser presumida mientras no se demuestre lo contrario;
y, la segunda reclama garantías suficientes para excluir cualquier duda legítima sobre su imparcialidad]
-test objetivo-. 7. Las circunstancias antes mencionadas, denominadas causas de recusación, están le­
galmente tasadas y son las previstas en los artículos 29° y 31° del Código de Procedimientos Penales.
Para acreditar si existe o no vulneración del derecho al Juez Imparcial no sirve un análisis abstracto y a
priori y, en definitiva, general, sino que es menester examinar cada caso concreto para determinar que el
juez, de uno u otro modo, no es ajeno a la causa -opción por el criterio material o sustancial en vez del
criterio meramente formal-. Como precisa el Tribunal Europeo de Derechos Humanos en la sentencia
Hauschildt contra Dinamarca del veinticuatro de mayo de 1989, lo relevante es que los temores estén
objetivamente justificados, deben alcanzar una cierta consistencia -no basta la simple opinión del acu­
sado o de la parte recusante-; y, la respuesta de si existe parcialidad o no varía según las circunstancias
de la causa, a cuyo efecto debe valorarse la entidad o naturaleza y las características de las actuaciones
procesales realizadas por el Juez. 8. Es recurrente en nuestra práctica forense que con motivo de una
demanda de hábeas corpus o de amparo interpuesta contra una concreta decisión o actuación del juez
de la causa y también cuando se ha interpuesto una queja ante el órgano disciplinario judicial, parale­
lamente se recuse al magistrado al amparo de la causal genérica de temor de parcialidad prevista en el
artículo 31° del Código de Procedimientos Penales. Se cuestiona en esos casos que el juez, como con­
secuencia de esas acciones legales, no ofrecería garantías suficientes para excluir cualquier duda legítima
a este respecto. En estos supuestos se está ante una causal de imparcialidad subjetiva, en cuya virtud se
entiende que la convicción personal del juez como consecuencia de la aludida acción legal le restaría
apariencia de imparcialidad. Pero, como ya se anotó, la imparcialidad subjetiva se presume salvo prueba
en contrario; en consecuencia, no basta la sola afirmación de la interposición de la demanda o queja ni
la presentación del documento en cuestión para estimar lesionada la imparcialidad judicial. Se requiere,
por consiguiente, indicios objetivos y razonables que permitan sostener con rigor la existencia de una
falta de imparcialidad. El Tribunal, en este caso, debe realizar una valoración propia del específico mo-

♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL


Art. 53 LIBRO PRIMERO: DISPOSICIONES GENERALES 140

tivo invocado y decidir en función a la exigencia de la necesaria confianza del sistema judicial si el juez
recusado carece de imparcialidad; debe examinar, en consecuencia, la naturaleza de los hechos que se le
atribuyen como violatorios de la Constitución o del ordenamiento judicial, y si su realización, en tanto
tenga visos de verosimilitud, pudo o no comprometer su imparcialidad. (Acuerdo Plenario N .° 3-2007/
C J-116, del 16-11-2007, ff. jj. 6-8. Pleno Jurisdiccional de las Salas Penales Permanentes y Transitorias
de la Corte Suprema de Justicia [EP, 23-03-2008, Jurisprudencia, Año XVII, N .° 873, pp. 6402-6404].
Texto completo: <bit.ly/2HqExu7> [p. 6402]).

JURISPRUDENCIA VINCULANTE DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL

§ 274. Comisiones investigadoras del Congreso deben ser imparciales y respetar presunción de
inocencia. 82. Lo que sí resulta claramente exigible a los miembros de una comisión de investigación [del
Congreso] es el respeto por la imparcialidad desde un punto de vista subjetivo. De ahí que ningún miembro
de la comisión pueda tener un interés personal directo o indirecto en el resultado de la investigación. De ahí
que, en lo que resulte pertinente, por analogía, son aplicables a los miembros de una comisión las causales
de inhibición previstas en el artículo 53°, inciso 1, del Nuevo Código Procesal Penal. I/ Para tales efectos
debe interpretarse que la “enemistad manifiesta” a la que alude el literal b), evidentemente, no puede
ser entendida como las divergencias de posición institucionales que son el resultado de la distinta co­
rrelación de las fuerzas políticas en un Parlamento. La confrontación de posiciones que puedan surgir
entre congresistas, en tanto congresistas, o entre ellos y miembros afines de fuerzas políticas contrarias,
es el resultado de la democrática pluralidad de partidos o movimientos políticos en el Congreso. No se
trata de la enemistad personal, que es aquella a la que, debe entenderse, se refiere el artículo 53°, inciso
1, literal e), del Nuevo Código Procesal Penal. (Exp. N .° 04968-2014-PH C/TC [caso Alejandro Toledo
M anrique y otros], de 04-11-2013 [Web: 04-11-2015 / EP, 08-11-2015], que establece el f. j. 82, primer
párrafo, como precedente vinculante). Texto completo: <bit.ly/20ohi8T>).

JURISPRUDENCIA DE LA CORTE SUPREMA

§ 275. L a inhibición. Segundo. [La] institución de la inhibición o recusación garantiza la ausencia


de la parcialidad en las decisiones judiciales, y, como tal constituye una garantía específica que integra
el debido proceso penal -numeral 3 del artículo 139 de la Constitución-, y tiene como finalidad alejar
del proceso a un juez que, aun revistiendo las características de ordinario y predeterminado por la ley, se
halla incursos en ciertas circunstancias en orden a su vinculación con las partes o con el objeto del pro­
ceso -el thema decidendi- que hagan prever razonablemente un deterioro de su imparcialidad. Tercero.
Asimismo, la causal genérica de “temor de parcialidad” exige que como consecuencia de la actuación
funcional en la causa de un magistrado se advierta razonablemente que ésta expresa una afectación
al deber de imparcialidad y una lesión consiguiente de los derechos e intereses legítimos de las partes
procesales conforme lo establece el artículo 53 del Código Procesal Penal; que la relación amical entre
jueces, en sí misma no puede ser fundamento para construir la causal genérica antes referida, si es que
ella no está acompañada de razones o datos, siquiera periféricos o indiciados, que permitan inferir una
vinculación incompatible con una de las partes [...]. (Queja [NCPP] N .° 287-2011-Lima, de 23-04­
2012, ff. jj. 2-3. Sala Penal Permanente. Texto completo: <bit.ly/2cyX0Ll>).
§ 276. Ausencia de imparcialidad objetiva. Q uinto. Que es de tener presente que el motivo gené­
rico denominado “contaminación procesal” surge de la razonable impresión de que el contacto anterior
con la causa, según -claro está- la entidad de ese contacto, que puede influir en la calificación y en la
culpabilidad de los presuntos autores, está en condiciones de originar en el ánimo del Juez prejuicios y
prevenciones respecto de la culpabilidad del imputado -de las partes acusadas en general-, quebrándose
así la imparcialidad objetiva y, en consecuencia, el derecho a ser juzgado por un Juez imparcial que
es inherente a un debido proceso jurisdiccional. Si bien el fundamento de la abstención y recusación
-antes indicado- está residenciado en un mismo proceso, es posible entender que tal situación lesiva a
la imparcialidad también puede presentarse cuando se trata de hechos conexos, en los que unos hechos
están relacionados entre sí o cuando un hecho presupone la afirmación de uno anterior, que es el que se

nomos & thesis


141 SECCIÓN III: JURISDICCIÓN Y COMPETENCIA Art. 53
juzgó o instruyó con anterioridad. Por consiguiente, debe examinarse con cuidado la relación existente
y establecer si la anterior actividad del juez pudo provocar prejuicios o impresiones en el ánimo del juz­
gador de cara al proceso subsiguiente. (Casación N .° 674-2015-Arequipa, de 20-10-2016, £ j. 5. Sala
Penal Transitoria. Texto completo: <bit.ly/2eVdSL3>).
§ 277. La imparcialidad del juez debe primar en el proceso, de no ser así, el juez debe inhibirse.
2.2. En el presente caso, la señora B afirma que en el pasado mantuvo cierta vinculación indirecta con
la pareja ahora procesadaT-K -especialmente con quien lideró la conocida [...]-, supuesto que se subsu­
miría en el inciso 7 del artículo 29 del Código de Procedimientos Penales, que establece como causa de
fundabilidad para amparar el planteamiento inhibitorio el siguiente: “Cuando el juez haya intervenido
en la instrucción como jueces inferiores, o desempeñando el Ministerio Público, o intervenido como
peritos o testigos, o por haber sido defensores del inculpado o del agraviado”, enfocándose su vincu­
lación previa en este último extremo. 2.3. La relación previa en defensa de derechos o patrocinio de
intereses entre un magistrado y un sujeto procesal, incide en la denominada imparcialidad objetiva -la
forma en la que la sociedad percibe el deber de imparcialidad e impartialidad del juez-. Así dejó cons­
tancia el ponente al analizar la inhibición formulada en la Casación N.° 607-2017-Sullana [§ 284]. Por
tanto, sin afirmar que la jueza suprema B. incurra o incurriría en una afectación del tipo que previene,
es que debe ampararse su planteamiento en razón de la vinculación previa públicamente conocida a fin
de preservar el curso del proceso. (Inhibición N .° 01-2018-Lima, del 22-11-2018, f£ jj. 2.2 y 2.3. Sala
Penal Permanente. Texto completo: <bit.ly/2IQUSxX>).
§ 278. La recusación como institución que garantiza la imparcialidad judicial. 2.1. [L]a recu­
sación es una institución procesal de relevancia constitucional. Garantiza, al igual que la abstención
o inhibición, la imparcialidad judicial, esto es, la ausencia de perjuicio; y, como tal, es una garantía
específica que integra el debido proceso penal -numeral 3 del artículo 139 de la Constitución-. Persigue
alejar del proceso a un juez que, aun revistiendo las características de ordinario y predeterminado por
la ley, se halla incluso en ciertas circunstancias en orden a su vinculación con las partes o con el objeto
del proceso -el thema decidendi- que hacen prever razonablemente un deterioro de su imparcialidad -ver
fundamento 6 del Acuerdo Plenario N .° 3-2007/CJ-l 16- [§ 273]. 2.2. [R] especio al Magistrado que
habrá de conocer y resolver un caso concreto, deben ventilarse dos tipos de condiciones: i) imparciali­
dad subjetiva: que se refiere a su convicción personal de un magistrado se presume hasta que se pruebe
lo contrario, por tanto, para dar lugar al apartamiento del juez del conocimiento del proceso en dicho
caso, tiene que haberse corroborado que éste adoptó posición a favor de alguno de los intereses en con­
flicto; y, ii) imparcialidad objetiva: referido a si el juzgador ofrece las garantías suficientes para excluir
cualquier duda razonable respecto de la corrección de su actuación; siendo que para que el juez se aparte
del conocimiento del proceso en dicho caso, tendrá que determinarse si existen hechos ciertos que, por
fuera de la concreta conducta personal del juez, permitan poner en duda su imparcialidad, no exigién­
dose la corroboración de que el juez haya tomado partido por alguno de los intereses en conflicto, basta
la corroboración de algún hecho que haga dudar fundadamente de su imparcialidad, dado que, un juez
cuya objetividad en un proceso determinado está puesta en duda, no debe resolver en ese proceso, tanto
en el interés de las partes como para mantener la confianza en la imparcialidad de la administración
pública. (R. N . N .° 3131-2014-Lima, de 08-01-2015, f£ jj. 2.1 y 2.2. Sala Penal Permanente. Texto
completo: <bit.ly/lWAMLFB>).
§ 279. Inhibición. Teoría de las apariencias. Magistrado que se inhibe para evitar generar algún
tipo de suspicacias sobre la decisión que adopte. Cuarto. La inhibición garantiza la imparcialidad
judicial, esto es, la ausencia del prejuicio; y. como tal, es una garantía específica que integra el debido
proceso penal -numeral 3 del artículo 139 de la Constitución Político del Estado-. Persigue alejar del
proceso a un Juez que, aun revistiendo las características de ordinario y predeterminado por la ley, se
halla inmerso en ciertas circunstancias en orden a su vinculación con las partes o con el objeto del
proceso -el thema decidence- que hacen prever razonablemente un deterioro de su imparcialidad. En
esa perspectiva, el Tribunal Europeo de Derechos Humanos, en importante jurisprudencia que resulta
pertinente traer a colación, desarrolló la teoría de las apariencias, indicando que si bien la imparcia-
♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL
Art. 53 LIBRO PRIMERO: DISPOSICIONES GENERALES 142

lidad personal de un Juez se presume a falta de prueba en contrario, también hay que tener en cuenta
cuestiones dé carácter funcional y orgánico, y. en ese sentido, debe comprobarse si la actuación del
Juez ofrece garantías suficientes para excluir toda duda legítima sobre su imparcialidad, frente a lo cual
se observará que, incluso las apariencias, pueden revestir importancia (Casos Piersack y De Cubber).
Q uinto. En el presente caso, las expresiones vertidas por el señor juez supremo [...] se dieron dentro de
un contexto de fiscalización del Congreso de la República (comisión investigadora por el caso Madre
M ía), donde no se advierte connotación despectiva, peyorativa ni agraviante dirigida a un particular o
partido político, más allá de un rechazo sobre un comportamiento que considera a título personal como
“persecución”; no obstante, es evidente que lo alegado por el señor magistrado podría generar algún
tipo de suspicacias sobre la decisión que se adopte, y con ello se puede deslegitimar la decisión sobre
el fondo de la pretensión. En ese sentido, la posibilidad de afectarse la percepción de imparcialidad se
encuentra latente; sumado a la connotación social del caso y la coyuntura actual que atraviesa el sistema
de justicia, amerita que el fondo de la controversia se resuelva sin ningún cuestionamiento respecto a
la independencia e imparcialidad de los jueces; en consecuencia, resulta pertinente su apartamiento
del proceso [declarándose fundado el pedido de inhibición formulado por dicho juez supremo]. (Ca­
sación N .° 599-2018-Nacionai, de 22-08-2018, ff. jj. 4 y 5. Sala Penal Permanente. Texto completo:
<bit.ly/2IRo8CX>).
§ 280. “Teoría de la apariencia” . Segundo. Que la recusación tiene su fundamento en la garantía
de imparcialidad u objetividad judicial -inherente a todo proceso justo y equitativo, esto es, al principio
general del debido proceso- a la que específicamente hace referencia el artículo ocho, numeral uno, de la
Convención Americana de Derechos Humanos, en cuya virtud el Juez debe ser ajeno a toda vinculación
relevante con las partes o con el hecho objeto del proceso; que, al respecto, la jurisprudencia del Tribunal
Europeo de Derechos Humanos, acogida por la Corte Interamericana de Derechos Humanos (Senten­
cia recaída en el Asunto Herrera Ulloa contra Costa Rica del 27 de julio de 2004, párrafo 170 [§ 295]),
en los Asuntos Piersack contra Bélgica del uno de octubre de 1982, párrafo treinta, y de Cubber contra
Bélgica del 26 de octubre de 1984, párrafo veintisiete, distinguió entre la imparcialidad “subjetiva”
que trata de averiguar la convicción personal de un Juez determinado en un caso concreto -determinar
la ausencia de prejuicios personales e indagar su comportamiento personal-, y un aspecto “objetivo” ,
que se refiere a si éste, con independencia de su conducta personal, ofrece orgánica y fimcionalmente
garantías bastantes para excluir cualquier duda razonable sobre el particular -si hay hechos averiguables
que podrán suscitar dudas respecto de su imparcialidad-; que, asimismo, la doctrina procesalista, sobre
la base de la jurisprudencia del Tribunal Europeo de Derechos Humanos iniciada en las sentencias antes
citadas y reproducidas, entre otros, en las recientes sentencias recaídas en los Asuntos Pabla KY contra
Finlandia y Morris contra Gran Bretaña (del 26 de junio de 2004 y 26 de febrero de 2002) también
acogió, siguiendo el aforismo inglés ajustice must not only be done: it must also be seen to be done\ la
denominada “teoría de la apariencia”, en cuya virtud es suficiente para estimar relevante un motivo de
recusación la apariencia que se advertía de la conducta personal o funcional del Juez en ambos supues­
tos, en tanto en cuanto se puede temer legítimamente su falta de imparcialidad, porque “...lo que está
en juego es la confianza que deben inspirar los Tribunales a los ciudadanos en una sociedad democrática
y, sobre todo, en las partes del caso” (con antecedentes en el Asunto Hauschildt contra Dinamarca del
24 de mayo de 1989). Tercero. Que, en el presente caso, se cumple, de un lado, el supuesto de falta
de imparcialidad subjetiva y, de otro lado, la concurrencia de motivos suficientes que dan lugar a una
fundada apariencia de que los Jueces recusados no podrían aplicar la Ley con absoluta imparcialidad;
que, en efecto, el querellante es un Vocal que integra precisamente la Sala que debe conocer el caso en
discusión, con quienes despacha diariamente, y además la vinculación profesional y funcional existente,
centra en formar un mismo Colegiado, evidencia desde la perspectiva social y según una obvia regla
de experiencia un posible tratamiento del proceso con serio riesgo al entorno jurídico del querellado;
que es de aclarar, sin embargo, que esta conclusión, sustentada en el artículo 31 del Código de Procedi­
mientos Penales, sólo tiene relevancia y aplicación en tanto los Vocales recusados integran la misma Sala
Jurisdiccional que el Vocal querellante, pues de otro modo se estaría instituyendo jurisprudencialmente
una causal automática de apartamento judicial de tales dimensiones que, a final de cuentas, no podría
nom os & th esis
143 SECCIÓN III: JURISDICCIÓN Y COMPETENCIA Art. 53
incoarse un proceso en el que es parte un magistrado en la sede en que ejerce competencia territorial y
funcional, lo que no es razonable. (R. N. N .° 2458-2004-Puno, de 03-11-2004, fF. jj. 2 y 3. Sala Penal
Permanente. Texto completo: <bit.ly/lTERaQR>).
§ 281. Juez imparcial. Quinto. [Conforme] a lo establecido por el Tribunal Europeo de Derechos
Humanos (Caso Piersack C. Bélgica), respecto al magistrado que habrá de conocer y resolver un caso
concreto, deben verificarse dos tipos de condiciones: i) imparcialidad subjetiva; que se refiere a su
convicción personal respecto del caso concreto y las portes; siendo que la imparcialidad personal de
un Magistrado se presume hasta que se pruebe lo contrario, por tanto, para dar lugar al apartamiento
del Juez del conocimiento del proceso en dicho caso, tiene que haberse corroborado que este adoptó
posición a favor de alguno de los intereses en conflicto; y, ii) imparcialidad objetiva; referido a si el Juz­
gador ofrece las garantías suficientes para excluir cualquier duda razonable respecto de la corrección de
su actuación; siendo que paro que el Juez se aparte del conocimiento del proceso en dicho caso, tendrá
que determinarse si existen hechos ciertos que, por fuera de lo concreta conducta personal del Juez,
permitan poner en duda su imparcialidad, no exigiéndose la corroboración de que el Juez haya tomado
partido por alguno de los intereses en conflicto, basta la corroboración de algún hecho que haga dudar
fundadamente de su imparcialidad, dado que, un Juez cuya objetividad en un proceso determinado
está puesta en duda, no debe resolver en ese proceso, tanto interés de las partes como para mantener la
confianza en la imparcialidad de la administración de justicia. (Casación N .° 106-2010-La Libertad, de
03-03-2011, f. j. 5. Sala Penal Permanente. Texto completo: <bit.ly/2bOSl3U>).
§ 282. Temor de parcialidad. Segundo. [La] causal genérica de “temor de parcialidad”, prevista en
el artículo 31 del Código de Procedimientos Penales, exige que como consecuencia de la actuación fun­
cional en la causa de un magistrado se advierta razonablemente que ésta expresa una afectación al deber
de imparcialidad y una lesión consiguiente de los derechos e intereses legítimos de las partes procesales;
que la emisión de una resolución judicial, luego enmendada, corregida o anulada por el Tribunal Su­
perior en grado, en sí misma, no puede ser fundamento para construir la causal genérica antes referida,
si es que ella no está acompañada de razones o datos, siquiera periféricos o indiciados, que permitan
inferir una vinculación incompatible con una de las partes; que esto último es lo que sucede en el pre­
sente caso, en tanto que no se aporta razón y evidencia, aun periférica, que trasunte una vulneración de
la garantía de imparcialidad judicial. [...] (R. N. N .° 3726-2005-Lambayeque, de 07-11-2005, f. j. 2.
Sala Penal Permanente. Texto completo: <bit.ly/lTcS7FG>).
§ 283. Temor de parcialidad. La valoración global de los hechos para determinar la falta de
imparcialidad del magistrado. Segundo. Que se cuestiona al Magistrado [...] que en el acto oral diri­
gió un interrogatorio inquisitivo al acusado [...] y afirmó que era enemigo irreconciliable del agraviado,
pese a que no existían pruebas al respecto; que si bien es cierto del acta del juicio oral aparece que una
pregunta incluyó como presupuesto o antecedente -aunque, desde luego, como base de un conjunto de
preguntas dirigidas a determinar sus relaciones con el agraviado- una afirmación en ese sentido, lo cual
tuvo lugar a propósito del interrogatorio que llevaba a cabo cuando examinaba al acusado con motivo
de los cargos objeto de juzgamiento, pregunta que, por lo demás, el imputado contestó negativamente
-sin que se haya reiterado o enfatizado ese mismo presupuesto fáctico-, al igual que otras preguntas, es
de anotar que del conjunto del interrogatorio que aparece [...] no se advierte que el magistrado recusa­
do realizó un examen sesgado, conminó al imputado a contestar en determinado sentido, o limitó su
derecho de respuesta o aclaración, consecuentemente, “el temor de parcialidad” denunciado, a partir de
ese sólo dato, no permite inferir una conducta funcional contraria al deber de imparcialidad judicial.
(R. N. N .° 2204-2005-Arequipa, de 12-07-2005, f. j. 2. Sala Penal Permanente. Texto completo: <bit.
ly/lWAKsCq>).
§ 284. Inhibición por decoro: magistrado tuvo relación laboral con abogado defensor. Cuarto.
[...] 4.2. La imparcialidad de un Juez no puede ser afectada por vínculos laborales previos que mantuvo
con profesionales que cooperaron en el ejercicio de su función, sea como Juez o docente. Los cuestiona-
mientos a la imparcialidad que fundamenten una recusación o inhibición deben ser trascendentes para

♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL


Art. 53 LIBRO PRIMERO: DISPOSICIONES GENERALES 144

estimar un quiebre en la labor judicial, los que no se aprecian en las indicaciones de asistencia de cátedra
y la relación funcional que el abogado [defensor] prestó a favor del Juez [...]. Sin embargo, atendiendo
al decoro alegado por el Juez que se inhibe, es que resulta relevante la indicación de patrocinio que el
mencionado letrado efectuó a favor del magistrado [...], vínculo a nivel judicial en el que se produjo la
defensa de derechos y patrocinio de intereses del magistrado que se inhibe. 4.3. Sin afirmar una trans­
gresión a la imparcialidad del Juez [...], tal vínculo podría generar el cuestionamiento de las partes que
comparecen en esta Sede Suprema, los que se vinculan con la imparcialidad objetiva, razón por la que
corresponde amparar la inhibición formulada. (Casación N .° 607-2017-Sullana, de 13-10-2017, £ j. 4.
Sala Penal Permanente. Texto completo: <bit.ly/2txiMXL>).
§ 285. Motivación inexistente ante pedido de inhibición formulado al Fiscal de la Nación.
Séptim o. Ahora bien, el Acuerdo Plenario N .° 4-2010/C J-l 16 [§ 372], de 16 de noviembre de 2010,
establece que esta institución procesal penal es por tanto uno de los principales mecanismos para reali­
zar el control de legalidad de la función del fiscal, quien deberá conducir y desarrollar toda su estrategia
persecutoria siempre dentro del marco de Las garantías básicas, siendo consciente que cualquier acto
que traspase el marco de los derechos fundamentales podrá ser controlado por el Juez de Investigación
Preparatoria; asimismo, la audiencia de tutela es residual, esto es, opera siempre que el ordenamiento
procesal no especifique un camino determinado para la reclamación de un derecho afectado. Por lo
tanto, aquellos requerimientos o disposiciones fiscales que vulneren derechos fundamentales pero que
tienen vía propia para la denuncia o control respectivo, no podrán cuestionarse a través de la audiencia
de tutela. Octavo. Siendo así, el objeto de esta garantía procesal abarca tres ámbitos: a) El derecho de in­
formación de los derechos legalmente reconocidos -y su concreción en un acta-, previstos en el apartado
2 del citado artículo 71 del Código Procesal Penal, b) El reconocimiento y efectividad de los derechos
legales, que obviamente son aquellos seis fijados en el citado artículo 71.2 y 87 del Código Procesal
Penal; y, c) La imposición de medidas limitativas de derechos indebidas o de requerimientos ilegales.
Noveno. La defensa técnica de los investigados MRAF y C R BM de O, solicita tutela de derechos con
la finalidad que se salvaguarden sus derechos constitucionales, que vendrían siendo vulnerados en la
referida investigación, estos serían el derecho a ser investigados por un fiscal imparcial y objetivo, y el
derecho a la debida motivación. En resumen, cuestiona: i) El Fiscal de la Nación afecta su derecho a la
debida motivación al emitir las providencias de 07 de noviembre de 2018, que resuelven, que carece de
objeto emitir pronunciamiento respecto al pedido de inhibición porque ya se formuló denuncia cons­
titucional en su contra; y, ii) El Fiscal de la Nación afecta su derecho a ser investigados por un Fiscal
imparcial y objetivo, por cuanto existiría: apoyo político al Fiscal de la Nación por parte del partido
mayoritario en el Congreso de la República en relación con las denuncias constitucionales en su contra;
instrumentalización política del ejercicio de la acción penal, las denuncias reactivas contra ex ministros
del actual Gobierno; y, amenazas y ataques verbales al Presidente de la República y su gobierno. [...]
Duodécim o. Respecto al primer cuestionamiento -afectación al derecho a la debida motivación-, debe
tenerse en cuenta que, la institución procesal penal de la Tutela de Derechos, es uno de los principa­
les mecanismos para realizar el control de legalidad de la función del fiscal, quien deberá conducir y
desarrollar toda su estrategia persecutoria siempre dentro del marco de las garantías básicas, siendo
consciente que cualquier acto que traspase el marco de los derechos fundamentales podrá ser controlado
por el Juez de la Investigación Preparatoria, se trata de un control en el ejercicio del iuspuniendi estatal.
[...] Vigésimo tercero. En dicho contexto, las providencias de 07 de noviembre de 2018, emitidas por
el Fiscal de la Nación, no dan respuesta a las solicitudes de inhibición -entendiéndose como pedidos
de excusarse de conocer la investigación-, a pesar que el Fiscal de la Nación es competente de toda la
investigación, por la condición de altos funcionarios que tienen MRAF y CRBM de O; y que, como
todo investigado, tienen el derecho a recibir una decisión motivada respecto a los pedidos formulados
en una investigación en curso. En consecuencia, en este extremo existe una inexistente motivación o
motivación aparente porque no exige una decisión con razones mínimas exigióles sobre el pedido de los
investigados y porque manifestando ‘ carecer de objeto el pronunciamiento” intenta dar cumplimiento
formal a la exigencia de motivación. La exhibición de consideraciones y argumentos en respaldo de sus
decisiones constituirá la palanca que alejará cualquier sospecha de parcialidad y permitirá que brille
nom os & thesis
145 SECCIÓN III: JURISDICCIÓN Y COMPETENCIA Art. 53
su condición de garante de la legalidad, cultor del debido proceso y artífice del mayor acercamiento o ;
del descubrimiento de la verdad. (A.V. N .° 20-2018, del 12-12-2018, fF. jj. 7, 8, 9, 12 y 23. Juzgado
Supremo de Investigación Preparatoria. Texto completo: <bit.ly/2TRH7De>). _■
i
JURISPRUDENCIA DE LAS CORTES SUPERIORES !

§ 286. Percepción de imparcialidad. 5.14. La imparcialidad es la calidad fundamental que se exige


de un juez y el atributo central de.la judicatura. La imparcialidad debe existir como cuestión de hecho
y como cuestión de percepción razonable. Si existe una percepción razonable de parcialidad es probable
que esa percepción deje una sensación de agravio e injusticia, con la consiguiente destrucción de la
confianza en el sistema judicial. La percepción de imparcialidad se mide desde el punto de vista de un
observador razonable. La percepción de que un juez no es imparcial puede surgir de diversas maneras,
como por ejemplo, cuando se perciba un conflicto de intereses, como resultado del comportamiento
del juez en su estrado o por las asociaciones y actividades que tenga fuera del tribunal. Este documento
de Naciones Unidas que desarrolla los principios de Bangalore sobre la conducta judicial, resalta que
la imparcialidad no solo debe ser de hecho sino de apariencia de percepción no solo de la ciudadanía
sino también de las mismas partes involucradas, en el presente caso como se ha desarrollado en los
considerandos anteriores, las afirmaciones del juez recusado han generado esta percepción de parciali­
dad, al adelantar postura sobre hechos que son de su conocimiento en el cumplimiento de su función
como juez de garantías. (Exp. N .° 00299-2017-55-5001-JR-PE-01 [Caso Jaim e Yoshiyamd], del 15­
01-2019, £ j. 5-14. Segunda Sala Penal de Apelaciones Nacional, en adición a sus funciones Sala Penal
Especializada en Delitos Aduaneros, Tributarios, de Mercado y Ambientales. Corte Superior de Justi­
cia Especializada en Delitos de Crimen Organizado y Corrupción de Funcionarios. Texto completo:
<bit.ly/2NtyWHJ>).
§ 287. Acreditación del temor de parcialidad. 5.18. [...] [Las] declaraciones del magistrado re­
cusado -”en mi resolución di cuenta que elpartido político (Fuerza Popular) tenía capturado aljiscal de la
Nación, disponiendo la tramitación individual de sus denuncias constitucionales. En buena cuenta lo estaban
blindando a cambio de recibirfavores en la Fiscalía3y cuando precisó Jomé conocimiento de la decisión del
fiscal de la Nación, de remover a losfiscales del caso Lava Jato, simplemente concluí que se había dado un gol­
pe a la institucionalidad del sistema dejusticia afectándose gravemente la autonomía del Ministerio Público
(...) prácticamente en mi resolución judicial había dado cuenta de la captura del Ministerio Público’- que
fueron brindadas en un medio de comunicación radial (RPP) las que fueron publicadas en el portal
del diario “La República” -de fecha 01 de enero de 2019-, han generado temor en la parte recusante, a
la luz de las declaraciones antes mencionadas, el juez del Primer Juzgado de Investigación Preparatoria
Nacional no preservó la apariencia de imparcialidad, sobre hechos que tiene a su cargo como juez de
garantías, efectuando afirmaciones concluyentes que aún son objeto de investigación lo que implican
adelanto de criterio a favor de una de las partes del proceso; cabe indicar que esto no corresponde a
una afectación al ejercicio de la libertad de expresión del magistrado, que también se aplica al ámbito
de justicia, la que también admite restricciones a este derecho en el caso de los jueces cuando con ellas
se resguarde la confianza ciudadana en la autoridad y se garantice la imparcialidad del Poder Judicial.
En consecuencia debe declararse fundado el pedido de la defensa técnica por lo que corresponde al juez
recusado ser apartado del proceso. (Exp. N .° 00299-2017-55-5001-JR-PE-01 [Caso Jaim e Yoshiyamá] ,
del 15-01-2019, f. j. 5.18. Segunda Sala Penal de Apelaciones Nacional, en adición a sus funciones Sala
Penal Especializada en Delitos Aduaneros, Tributarios, de Mercado y Ambientales. Corte Superior de
Justicia Especializada en Delitos de Crimen Organizado y Corrupción de Funcionarios. Texto comple­
to: cbit.ly/2NtyWHJ >).
§ 288. Juez provisional tiene la obligación de continuar con el conocimiento de la causa aun­
que se haya nombrado al juez titular. Juez imparcial. Cuarto. [...] [La] defensa ha invocado también
la causal excepcional prevista en el inciso 4 del artículo 427 de la citada norma Procesal, para desarrollo
de la doctrina jurisprudencial: A) A fin que se determine si en un despacho judicial al haber designación
de un Juez unipersonal titular por el Consejo Nacional de la Magistratura, el juez unipersonal provisio-

♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL


Art. 53 LIBRO PRIMERO: DISPOSICIONES GENERALES 146

nal que le precedía puede seguir ejerciendo judicatura para continuar conociendo las causas en trámite,
debiéndose aplicar el artículo 149 de la Ley Orgánica del Poder judicial o no para estos casos -por la
causal de inobservancia y/o errónea aplicación de garantía constitucional en el Juez imparcial, artículo
429.1 del Código Procesal Penal-.[...]. Q uinto. En cuanto al punto A) del fundamento cuarto, el tema
propuesto no es de interés casacional, que Juez del Juzgado Colegiado haya sido provisional y que se
haya dejado sin efecto su nombramiento, por designación de titular, puesto que el Juez provisional tiene
la obligación de continuar con el conocimiento de la causa aunque esté cesado, de conformidad con el
artículo 149 del Texto Único de la Ley Orgánica del Poder Judicial. (Casación N .° 13-2017-Lima, de
18-12-2017, ff. jj. 4 y 5. Sala Penal Permanente. Texto completo: <bit.ly/2UGKc6w>).

JURISPRUDENCIA DE LA SALA PENAL NACIONAL

§ 289. L a recusación por temor o duda de parcialidad. El simple error o la discrepancia jurí­
dica en la dilucidación de una causa, por sí mismos, no resultan óptimos para censurar o poner
en tela de juicio la imparcialidad del operador judicial. 1. La recusación constituye un derecho de
las partes reconocido en la ley adjetiva, que busca proteger la garantía constitucional específica de la
Imparcialidad Judicial-derecho contenido en la garantía genérica del Debido Proceso-. Esta persigue
alejar del proceso a un juez que, aun revistiendo las características de ordinario y predeterminado por
la ley, se halla incurso en ciertas circunstancias en orden a su vinculación con las partes o con el objeto
del proceso-el thema decidendi-oyxt hacen prever razonablemente un deterioro de su imparcialidad.
2. Para cumplir el propósito de la recusación, el inciso 1 del artículo 33° del CPP establece una lista
tasada de causales que permiten evidenciar en un determinado caso un eventual menoscabo a la garan­
tía de imparcialidad judicial, siendo éstas: a. “Cuando directa o indirectamente tuviesen interés en el
proceso o lo tuviere su cónyuge, sus parientes dentro del cuarto grado de consanguinidad o segundo
de afinidad, o sus parientes por adopción o relación de convivencia con alguno de los demás sujetos
procesales. (...)” b. “Cuando tenga amistad notoria, enemistad manifiesta o vínculo de compadrazgo
con el imputado, la víctima, o contra sus representantes. (...)” c. “Cuando fueren acreedores o deudores
del imputado, víctima o tercero civil. (...)” d. “Cuando hubieren intervenido anteriormente como Juez
o Fiscal en el proceso, o como perito, testigo o abogado de alguna de las partes o de la víctima. (...)”
3. Las citadas causales incluyen situaciones de diversa índole, teniendo en común la capacidad
para generar, conforme a las reglas de la experiencia, influencia sobre el sentido de una decisión (...), por lo
que ha de colegirse que también incidirán en el ánimo de un juez, generando una relevante dificultad para
resolver con serenidad, objetividad, ponderación y total desapasionamiento así como desinteréspor cualquiera
de las partes, la cuestión litigiosa que se le somete 4. En nuestro sistema procesal existe una causal
abierta que engloba de modo genérico todas aquellas circunstancias que, por su gravedad, obligan a la
abstención del juez de la causa (art. 33°. 1, literal “e” del CPP). Estos motivos, aun cuando no estén
típicamente reconocidos, son integrados en lo que la doctrina y jurisprudencia comparada han recono­
cido como la recusación por tem or o du da de p arcialid ad . 5. Al respecto, para su comprensión debe
tenerse en cuenta como nota esencial tratarse de una causal excepcional, que configura una ampliación
de las demás circunstancias taxativamente mencionadas en el Cuerpo Adjetivo Penal. Por esta razón, se
sujeta a una interpretación teleológica, a modo de flexibilización de las causas legales ya previstas, de
suerte que se admitan extensivamente todas las circunstancias graves que sean susceptibles de afectar
la imparcialidad judicial. [...] 8.2. [El] simple error o la discrepancia jurídica en la dilucidación de una
causa, por sí mismos, no resultan óptimos para censurar o poner en tela de juicio la imparcialidad del
operador judicial. Por otro lado, no es aceptable que se pretenda apartar a un juez legal por la sola ale­
gación o invocación de agravios por una persona procesal, teniendo en cuenta que en el proceso penal
peruano se ha previsto un abanico de vías impugnativas para revertir o cuestionar los posibles defectos
de una resolución (reposición, apelación, casación y queja). En tal sentido, las decisiones de la justicia
ordinaria deben ser cuestionadas, de ser el caso, por las partes a través de los recursos legales previstos en
nuestro ordenamiento jurídico para tal fin, siendo, pues, estos los cauces procedimentales apropiados
para denunciar el gravamen advertido por quien considere afectados sus intereses procesales. (Exp. N .°
nom os & th esis
147 SECCIÓN III: JURISDICCIÓN Y COMPETENCIA Art. 53
299-2017-38, Resolución N .° 03 del 05-11-2018, £F. jj. 1 al 5, y 8.2. Primera Sala Penal de Apelaciones
Nacional. Sala Penal Nacional. Texto completo: <bit.ly/2UxILXL>).
§ 290. L a institución de la recusación tiene un doble fin: por un lado, actúa como garantía
para las partes en el proceso, y por el otro, busca otorgar credibilidad a la función que desarrolla
la Jurisdicción. 3.1. La recusación es una facultad que tienen las partes procesales para lograr apartar al
Juez del conocimiento o intervención en un determinado proceso penal, cuya finalidad radica en la bús­
queda de la afirmación y prevalencia de la imparcialidad judicial y la preservación de la legalidad de las
decisiones judiciales expedidas por los órganos jurisdiccionales. En relación a ello, la Corte Suprema de
Justicia de la República, en el Acuerdo Plenario N .° 03-2007/CJ-116 [§ 273], sostiene: “La recusación
es una institucionalprocesal de relevancia constitucional, garantiza, al igual que la abstención o inhibición la
im parcialidad judicial esto es, la ausencia delprejuicio; y, como tal, es una garantía específica que integra el
debido proceso penal-numeral tres del artículo 139 de la Constitución, Persigue alejar delproceso a una Juez
que. aun revistiendo las características de ordinario y predeterminado por la ley.; se halla incurso en ciertas
circunstancias en orden a su vinculación con las partes o con el objeto delproceso-thema decidendi- que hace
prever razonablemente un deterioro de su imparcialidad (el subrayado y resaltado son nuestros). 3.2. La
imparcialidad es una garantía básica del proceso judicial, según la cual el juez se encuentra fuera de los
intereses que tienen las partes en un litigio, obtenida a partir de la confluencia del factor de neutralidad
del magistrado y su desinterés en el objeto del proceso. 3.3. En la Casación N .° 106-2010-Moquegua
[§ 281], de fecha 03 de mayo de 2011, la Sala Penal Permanente de la Corte Suprema de Justicia desa­
rrolló -en su fundamento jurídica quinto- las dos dimensiones en las que se manifiesta la imparcialidad:
a) Imparcialidad subjetiva, referida a su convicción personal respecto al caso concreto y de las partes,
la que se presume hasta demostrar lo contrario, b) Imparcialidad objetiva, la cual atañe a verificar si el
juzgador ofrece las garantías suficientes que excluyan cualquier duda razonable respecto a la corrección
de su actuar. 3.4. Además, la Corte Interamericana de Derechos Humanos ha señalado: “6 3 ... el Tri­
bunal considera que la institución de la recusación tiene un doblefin : por un lado, actúa como garantía para
las partes en elproceso. y por el otro, busca otorgar credibilidad a la función que desarrolla la Jurisdicción.
En efecto la recusación otorga el derecho a las partes de instar la separación de un juez cuando, más allá de la
conducta personal delju ez cuestionado, existen hecho demostrables o elementos convincentes que produzcan
temores fundados o sospechas legítimas de parcialidad sobre su persona, impidiéndose de este modo que su
decisión sea vista como motivada por razones ajenas al Derecho y que, por ende, elfuncionamiento del sistema
ju d icial se vea distorsionado. L a recusación no debe ser vista necesariamente como un enjuiciamiento de la
rectitud moral delfuncionario recusado, sino más bien como herramienta que brinda confianza a quienes
acuden a l Estado solicitando la intervención deben sery aparentar ser imparciales” (el subrayado y resaltado
son nuestros). (Exp. N .° 249-2015-43, del 21-05-2018, íf. jj. 3.1 al 3.4. Primera Sala Penal de Apela­
ciones Nacional. Sala Penal Nacional. Texto completo: <bit.ly/2XodCb7>).

JURISPRUDENCIA DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL

§ 291. Derecho a ser juzgado por un juez imparcial. 4. El derecho a ser juzgado por un juez
imparcial constituye un elemento del derecho al debido proceso y posee dos dimensiones: imparcia­
lidad subjetiva e imparcialidad objetiva. La imparcialidad subjetiva se refiere a que el juez debe evitar
cualquier tipo de compromiso que pudiera con las partes procesales o en el resultado del proceso. La
imparcialidad objetiva se refiere a la influencia negativa que puede ejercer en el juez la estructura del
sistema, restándole imparcialidad, es decir, si el sistema no ofrece suficientes garantías para desterrar
cualquier duda razonable. (Exp. N .° 02619-2013-PHC/TC [caso Edison Richard García Quispe], del
23-07-2014 [EP: 06-11-2016], f. j. 4. Texto completo: <bit.ly/2YjZnor>).
§ 292. Doble dimensión de la imparcialidad judicial. 7. [La] imparcialidad judicial tiene una
doble dimensión. Por un lado, constituye una garantía objetiva de la función jurisdiccional, es decir, se
trata de una exigencia mínima que se predica del órgano llamado a resolver los conflictos y controversias
jurídicas entre partes. Por otro, constituye un derecho subjetivo de los justiciables, por medio del cual
se garantiza a todos y cada uno de los que pudieran participar en un proceso judicial que puedan ser

♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL


Art. 53 LIBRO PRIMERO: DISPOSICIONES GENERALES 148

juzgados por un juez no parcializado, es decir, uno que no tenga prejuicios sobre las partes e, incluso,
sobre la materia o la causa confiada para dirimir. [...] (Exp. N .° 1934-2003-HC/TC [caso Juan Roberto
Yujra M am aní], del 08-09-2003 [Web: 18-03-2004], £ j. 7. Texto completo: <bit.ly/2JCDVHO>).

§ 293. Principio de imparcialidad de los jueces. Teoría de las apariencias. 9. Pues bien, mien­
tras la garantía de la independencia, en términos generales, alerta al juez de influencias externas, la
garantía de la imparcialidad se vincula a exigencias dentro del proceso, definidas como la indepen­
dencia del juez frente a las partes y el objeto del proceso mismo. De este modo, ambas deben ser
entendidas como una totalidad, por lo que no puede alegarse el respeto al principio de independencia
mientras existan situaciones que generen dudas razonables sobre la parcialidad de los jueces. 10.
En esa perspectiva, el Tribunal Europeo de Derechos Humanos, en importante jurisprudencia que
resulta pertinente traer a colación, desarrolló la teo ría de las aparien cias, indicando que si bien la
imparcialidad personal de un juez se presume a falta de prueba en contrario, también hay que tener
en cuenta cuestiones de carácter funcional y orgánico, y, en ese sentido, debe comprobarse si la ac­
tuación del juez ofrece garantías suficientes para excluir toda duda legítima sobre su imparcialidad,
frente a lo cual se observará que, incluso las apariencias, pueden revestir importancia (Casos Piersack
y De Cubber). 11. En efecto, existen situaciones concretas que desmerecen la confianza que deben
inspirar los tribunales o determinados jueces en la sociedad, las cuales pueden darse, entre otras, por
evidente prevalencia de preferencias políticas en las decisiones, demostraciones públicas despropor­
cionadas respecto a su posición personal en determinado fallo, falta de neutralidad en la actuación de
los jueces, desacato a los deberes de la propia organización del Poder Judicial, y, con mayor razón, la
imparcialidad judicial en casos en que el juez haya sido sancionado en reiteradas oportunidades por
las mismas infracciones u otras relacionadas a su actuación. (Exp. N .° 2465-2004-AA/TC [caso Jorge
Octavio Barreto Herrera], de 11-10-2004 [Web: 27-10-2004 / EP, 29-10-2004], ff. jj. 9-11. Texto
completo: <bit.ly/2JBvnRI>).

§ 294. Derecho a ser juzgado por un juez imparcial. 3. Respecto a la inhibición del juez superior
demandado, [...] y el derecho a ser juzgado por un juez imparcial, éste involucra uno de los requisitos
indispensables del principio del debido proceso y la tutela jurisdiccional efectiva, en tanto garantiza
una limpia y equitativa contienda procesal a que tienen derecho los justiciables y constituye también
un deber de los jueces velar por el cumplimiento de tales garantías, es por ello que ante las situaciones
en las que se cuestione la imparcialidad de los magistrados existen las instituciones de la inhibición
y la recusación como medidas para garantizar el derecho al juez imparcial. (Exp. N .° 02139-2010-
PH C /TC [caso Rodolfo Cisneros Carlos], del 31-05-2011 [Web: 17-06-2011], f. j. 2. Texto completo:
<bit.ly/2FvLcoN >).

JURISPRUDENCIA DE LA CORTE INTERAMERICANA DE DERECHOS HUMANOS

§ 295. Derecho a ser oído por un juez o imparcial. 117. El derecho a ser juzgado por un juez o tri­
bunal imparcial es una garantía fundamental del debido proceso. Es decir, se debe garantizar que el juez
o tribunal en el ejercicio de su función como juzgador cuente con la mayor objetividad para enfrentar
el juicio. Al respecto, este Tribunal ha establecido que la imparcialidad exige que el juez que interviene
en una contienda particular se aproxime a los hechos de la causa careciendo, de manera subjetiva, de
todo prejuicio y, asimismo, ofreciendo garantías suficientes de índole objetiva que permitan desterrar
toda duda que el justiciable o la comunidad puedan albergar respecto de la ausencia de imparcialidad.
La imparcialidad del tribunal implica que sus integrantes no tengan un interés directo, una posición
tomada, una preferencia por alguna de las partes y que no se encuentren involucrados en la controver­
sia. La imparcialidad personal o subjetiva se presume a menos que exista prueba en contrario. Por su
parte, la denominada prueba objetiva consiste en determinar si el juez cuestionado brindó elementos
convincentes que permitan eliminar temores legítimos o fundadas sospechas de parcialidad sobre su
persona. (Cfr. Caso Usón Ramírez vs. Venezuela, Sentencia del 20-11-2009, párr. 117. Texto completo:
cbit.ly/1rpalXV>).
nomos & th e sis
149 SECCION III: JURISDICCION Y COMPETENCIA Art. 54
§ 296. Derecho a ser oído por un juez o tribunal imparcial. Véase la jurisprudencia del artículo
29° [§ 2061] del Código de Procedimientos Penales. (Caso Herrera Ulloa vs. Costa Rica, Excepciones
preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas, Sentencia del 2 de julio de 2004, párrafos 170-175. Texto
completo: <bit.ly/lcUfkCo>).

REMISIÓN

§ 296a. Sobre recusación. Véase la jurisprudencia del artículo 29° [§ 2054 ss.] y 31° [§ 2063 ss.]
del Código de Procedimientos Penales.

Artículo 54: Requisitos de la recusación

1. Si el Juez no se inhibe, puede ser recusado por las partes. La recusación se formulará por escrito,
bajo sanción de inadmisibilidad, siempre que la recusación se sustente en alguna de las causales señala­
das en el artículo 53°, esté explicada con toda claridad la causal que invoca y se adjunten, si los tuviera,
los elementos de convicción pertinentes. También será inadmisible y se rechazará de plano por el propio
Ju e z de la causa, la recusación que se interponga fuera del plazo legal.
2. La recusación será interpuesta dentro de los tres días de conocida la causal que se invoque. En nin­
gún caso procederá luego del tercer día hábil anterior al fijado para la audiencia, la cual se resolverá antes
de iniciarse la audiencia. No obstante ello, si con posterioridad al inicio de la audiencia el Juez advierte
-por s í o por intermedio de las partes- un hecho constitutivo de causal de inhibición deberá declararse de
oficio.
3. Cuando se trate del procedimiento recursal, la recusación será interpuesta dentro del tercer día hábil
del ingreso de la causa a esa instancia.
4. Todas las causales de recusación deben ser alegadas al mismo tiempo.

DOCTRINA JURISPRUDENCIAL VINCULANTE DE LA CORTE SUPREMA

§ 297. Plazo para recusar inicia desde que se tom a conocimiento de la causal invocada. Sépti­
mo. El artículo 54 inciso 2 del Código Procesal Penal señala que: “La recusación será interpuesta dentro
de los tres días de conocida la causal que se invoque. En ningún caso procederá luego del tercer día hábil
anterior a l fijado para la audiencia, la cual se resolverá antes de iniciarse la audiencia. No obstante ello, si
con posterioridad a l inicio de la audiencia elJuez advierte -por si o por intermedio de las partes- un hecho
constitutivo de causal de inhibición deberá declararse de oficio”. Asimismo el inciso 3) señala que: “ Cuando
se trate delprocedimiento recursal, la recusación será interpuesta dentro del tercer día hábil del ingreso de la
causa a esa instancia”. Que debe interpretarse sistemáticamente y teológicamente el inciso segundo del
artículo 54 del Código Procesal Penal referido a que la recusación será interpuesta dentro de los tres
días de conocida la causal que se invoque, con el inciso 3 del mismo dispositivo e inclusive la última
parte del inciso segundo del mismo artículo cuando señala “Si con posterioridad a l inicio de la audiencia
el Juez advierte, por si o por intermedio de las partes, un hecho constitutivo de causal de inhibición deberá
declararse de oficio”, conforme al artículo VII inciso 3, última parte, del Título Preliminar del Código
Procesal Penal, en cuanto señala “La interpretación extensiva y la analogía quedan prohibidos mientras no
favorezcan la libertad del imputado o el ejercicio de sus derechos”. Octavo, a) De tal forma que en segunda
instancia también corresponde computar el plazo de recusación dentro de los 3 días de conocida la
causal que se invoque, b) Correspondiendo a la parte recusante demostrar tal fecha de conocimiento
reciente de la causal que invoca, cumpliendo con la diligencia profesional, que permite el equilibrio en­
tre garantías y eficiencia, para no afectar el derecho de defensa de la contraparte, generando incidencias
que dilaten la solución del proceso cuando ya precluyó tal derecho. Noveno. a) Que la resolución N .°
365-2012-PCNM, del 19 de junio de 2012, de ratificación al Juez BC, fue de público conocimiento en
el portal web de la página del Consejo Nacional de la Magistratura; y habiendo transcurrido dos años

♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL


Art. 54 LIBRO PRIMERO: DISPOSICIONES GENERALES 150

y tres meses, el 25 de septiembre de 2014, la actora civil que recusa, solicita la copia certificada de la
comunicación cursada por el Secretario de la Organización de la Central Unica de Rondas Campesinas
del Perú - CUNARC- que respaldó en su ratificación ante el C N M al Juez BC, para acreditar la causal
que invocó e interponer la recusación ante la Sala de Apelaciones, el 30 de septiembre 2014, b) Que el
artículo 39 del Reglamento del Proceso de Evaluación Integral y Ratificación de Jueces del Poder Judi­
cial y Fiscales del Ministerio Público, N .° 635-2009-CNM, del Consejo Nacional de la Magistratura
establece que; “La resolución motivada que decide la ratificación o no ratificación se notifica en forma
personal al magistrado y, se ejecuta, una vez haya quedado firme, poniéndose en conocimiento del Pre­
sidente de la Corte Suprema de Justicia de la República o del Fiscal de la Nación, según corresponda,
y es publicada en la sección respectiva del Diario Oficial “El Peruano” y en el portal web del C N M ”. c)
En la Apelación N .° 02-2009-La Libertad [§ 1746], de la Sala Penal Permanente, del 26 de junio de
2010 - Proceso Especial contra el Ex Fiscal Provincial SR de Pacasmayo, ante una solicitud de prueba
nueva, estableció en su considerando cuarto: “Que el encausado recurrente afirma que la prueba que ofrece
no pudo presentarla a l inicio del juicio oral porque recién la conoció en pleno desarrollo del plenario. Sin
embargo, es de tener en cuenta que en este supuesto elproponente ha de demostrar que la falta de proposición
oportuna se debió a circunstancias ajenas a su voluntad. En el presente caso es evidente que este supuesto
excepcional no se presenta. Esta prueba pudo y debió ser propuesta en prim era instancia, desde que se trata
de un documento que aparecía colgado en el portal electrónico de Frecuencia Latina -de acceso público-
desde antes del inicio deljuicio y además había sido propalado debidamente. No es lógicamente creíble el
alegado desconocimiento. Por tanto, debe inadmitirse la prueba ofrecida\ d) La actora civil sostuvo que
quería tener a la vista, la carta que envió la CUN ARC al Consejo Nacional de la Magistratura, lo que
pudo solicitar inmediatamente después de la publicación en el portal del C N M , de la resolución N .°
365-2012-PCNM, del 19 de junio de 2012, que ratificó al Juez BC, que hacía alusión a la referida
carta de la CUNARC, información de acceso público a cualquier ciudadano, por lo que su argumento,
no califica como de recién conocimiento a la fecha en que la solicitó. Siendo que a la causa ingresó a
segunda instancia el 26 de agosto de 2014 y la recusación contra el Juez Superior BC, se interpuso el 30
de septiembre de 2014, por lo que fue extemporánea. Lo contrario afectaría el principio de legalidad,
al juez predeterminado por Ley y de seguridad jurídica. (Casación N .° 458-2015-Cajamarca, de 13­
05-2017, establece como doctrina jurisprudencial vinculante los ff. jj. 7, 8, 9, 12, 14, 18, 19 y 20. Sala
Penal Permanente [EP, 20-05-2017, Jurisprudencia, Año XXVI, N .° 1043, p. 7759]. Texto completo:
<bit.ly/2Gg7eL3>).

ACUERDOS PLENARIOS DE LA SALA PENAL NACIONAL

§ 298. L a institución procesal de la recusación por temor de parcialidad. Cuestiones vinculadas


al trámite de la recusación. § 4. Tema principal: la recusación por temor de parcialidad. [...] 17. A fin de
preservar el derecho al juez natural y predeterminado por ley, una declaración judicial de rango superior,
que evalúa una resolución y que finalmente, califica la motivación de un juez o colegiado de arbitraria
o inconstitucional, no es razón suficiente para declarar fundada una recusación; el juez ordinario no
puede renunciar a su deber constitucional de motivación de las resoluciones judiciales de conformidad
con la prescripción del artículo 139o.5 de la Constitución Política del Perú. El juez que conoce la recusa­
ción, debe expresar razones específicas que sustenten su decisión para amparar o desestimar la solicitud
de recusación, más allá del pronunciamiento previo de otro órgano que califica la actuación del juez
recusado. § 5. Sobre la convocatoria de audiencia pública de recusación. [...] 19. El artículo 54° del CPP
no exige al órgano jurisdiccional realizar una audiencia de recusación, para resolver la recusación; no
obstante, es posible autorizarla atendiendo a criterios de razonabilidad, estando a la naturaleza trascen­
dencia de los casos que se ventilan en este subsistema de impartición de justicia, pero esta posibilidad
de maximizar los principios de oralidad, inmediación y contradicción, está condicionada a que la parte
interesada lo solicite oportunamente al órgano jurisdiccional. [...] § 6. Sobre el control deprocedibilidad
en la recusación contrajueces superiores. 22. La interpretación del inciso 3) del artículo 54° del CPP, debe
contextualizarse conforme a la técnica legislativa empleada, pues los primeros incisos regulan el trámite
de la recusación en primera instancia, y el supuesto del inciso gráfica el ingreso de la impugnación por

nom os & thesfs


151 SECCIÓN III: JURISDICCIÓN Y COMPETENCIA Art. 54
mesa de partes de un incidente o el principal a una Sala Superior, hecho que habilita para recusar a los
jueces en el plazo del tercer día hábil de producido el ingreso. 23. Esta regulación responde a criterios
de orden lógico, pues la institución procesal de la recusación en puridad tiene por objeto apartar pre­
ventivamente al Juez que por razones de su competencia, puede emitir pronunciamiento jurisdiccional
sobre una controversia en la que existe duda sobre su imparcialidad. Tratándose de la recusación a jueces
superiores, la solicitud recae sobre una conformación del Colegiado específica y no sobre el órgano
jurisdiccional en sí mismo; este es el fundamento que subyace en esta exigencia de procedibilidad. Si la
Sala no tiene competencia para conocer algún asunto, la recusación no prospera, por la sencilla razón
de que no existe riesgo alguno de que jueces parciales emitan decisión alguna. (Acuerdo Plenario N .°
01-2018-SPN, de 01-12-2018, que estableció como doctrina legal (pautas interpretativas) los criterios
expuestos en los ff. jj. 17, 19, 22 y 23. II Pleno Jurisdiccional de la Sala Penal Nacional 2018. Texto
completo: <bit.ly/312wnCM>). ,

JURISPRUDENCIA DE LA CORTE SUPREMA

§ 299. Recusación: no basta con expresar temores de ausencia de imparcialidad en abstrac­


to, sino que aquella desconfianza u opinión debe relacionarse consistentemente con el caso
concreto. Segundo. [El] instituto jurídico de la recusación es concebido como un derecho de las
partes procesales para solicitar el apartamiento del conocimiento o intervención en un determinado
proceso de los Jueces en quienes concurra alguna circunstancia que afecte su necesaria imparcia­
lidad u objetividad, cuyo fundamento radica en la necesidad de asegurar un juicio con todas las
garantías; por lo tanto, el ejercicio del derecho a un juez imparcial implica que el recusante sustente
en razones justificadas su pretensión, pues no basta con expresar temores de ausencia de imparciali­
dad en abstracto, sino que aquella desconfianza u opinión debe relacionarse consistentemente con
el caso concreto. (R. N. N .° 1037-2011-Lima, de 22-06-2012, f. j. 2. Sala Penal Transitoria. Texto
completo: <bit.ly/2c3F2gD>).

§ 300. Inexistencia de imparcialidad objetiva. Tercei*o. Que el examen que ha de realizarse para
decidir si un juez debe ser apartado del conocimiento de una causa es de carácter objetivo-concreto, de
suerte que en un primer nivel rige la teoría de la apariencia y. en un segundo nivel, el determinante, el
análisis concreto del ordenamiento jurídico y del caso en particular -es el método del “caso por caso”-.
La modalidad de imparcialidad objetiva dice si el juez, de una u otra forma, se vincula con el objeto
del proceso, por ejemplo, al pronunciarse sobre los hechos, sobre el autor de los mismos y sobre su
culpabilidad; en estos casos la contaminación del juez es evidente. Empero, no se da un supuesto de
contaminación procesal si son distintos los datos objeto de examen y el juicio de fondo requiere una
constatación de diferente intensidad [Sentencia del Tribunal Europeo de Derechos Humanos Nortier,
del 24 de agosto de 1993]. (R. N. N .° 3473-2012-Arequipa, del 02-04-2013, f. j. 3. Sala Penal Transi­
toria. Texto completo: <bit.ly/lSMCoex>).

§ 301. Recusación: necesidad de motivos fundados para recusar a un juez o magistrado por
temor de parcialidad. Segundo. Que la causal genérica de “temor de parcialidad”, exige que como con­
secuencia de la actuación funcional en la causa de un magistrado se advierta razonablemente que ésta
expresa una afectación al deber de imparcialidad y una lesión consiguiente de los derechos e intereses
legítimos de las partes procesales; que la emisión de una resolución judicial, luego enmendada, corregi­
da o anulada por el Tribunal superior en grado, en sí misma, no puede ser fundamento para construir la
causal genérica antes referida, si es que ella no está acompañada de razones o datos, siquiera periféricos
o indiciarlos, que permitan inferir una vinculación incompatible con una de las partes; que esto último
es lo que sucede en el presente caso, en tanto que no se aporta razón y evidencia, aún periférica, que
trasunte una vulneración de la garantía de imparcialidad judicial. (R. N. N .° 3726-2005-Lambayeque,
del 07-11-2003, f. j. 2. Sala Penal Permanente. Texto completo: <bit.ly/lTcS7FG>).

§ 302. La carga de la prueba recae sobre quien plantea la recusación. Sétim o. Entre los princi­
pios de imparcialidad e independencia, existe una relación de complementariedad e interdependencia,
♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL
Alt 54 LIBRO PRIMERO: DISPOSICIONES GENERALES 152

de modo tal que, sólo podrá considerarse que un Juez actuó dentro de un estado democrático de de­
recho, siempre que haya respetado el contenido constitucionalmente protegido de ambos principios.
Son elementos inescindibles dentro de un debido proceso penal. Bajo dicha óptica, en sede interna,
el Tribunal Constitucional, ha establecido que: mientras la garantía de independencia (...) alerta a l
juez de influencias externas, la garantía de imparcialidad se vincula a exigencias dentro delproceso, definidas
como la independencia deljuez frente a las partes y el objeto delproceso penal (...) ambas deben ser entendidas
como una totalidad, por lo que no puede alegarse el respeto a l principio de independencia mientras existan
situaciones que generen dudas razonables sobre la parcialidad de losjueces” [Exp. N .° 2465-2004-AA/TC, £
j. 9 (§ 293)]. Octavo. Como se puede colegir, la procedencia de una recusación tiene como presupuesto
ineludible la probanza de la infracción a la imparcialidad e independencia judicial. Las actuaciones de la
judicatura, aun cuando resulten adversas a los intereses y pretensiones de las partes procesales, no deban
ser reputadas como resultado de una parcialización manifiesta, si es que, previamente, no se despliega una
mínima actividad probatoria, para confirmado. Por ello, no es razonable compeler a los Jueces emplaza­
dos, a la demostración de su idoneidad subjetiva y neutralidad en los procesos a su cargo, aunque ello no
impida exigirles probidad y objetividad. La carga probatoria corresponde a quien propone la recusación,
de acuerdo a lo estipulado en el artículo 34° -A, numeral 1), literal “c”, del Código de Procedimientos
Penales, esto siempre con la finalidad de establecer hechos demostrables o identificar elementos convincentes,
respetando los términos de la sentencia de la Corte Interamericana de Derecho Humanos, antes reseña­
da. De ahí que, siguiendo la doctrina jurisprudencial de las Salas Penales de la Corte Suprema de Justicia
de la República: “ (..) la imparcialidad subjetiva se presume salvo prueba en contrario: en consecuencia, no
basta la sola afirmación de la interposición de la demanda o queja ni la presentación del documento en cuestión
para estimar lesionada la imparcialidad judicial. Se requiere, por consiguiente, indicios objetivos y razona­
bles que permiten sostener con rigor la existencia de una falta de im parcialidad (...) [Acuerdo Plenario N .°
3-2007/CJ-116, f. j. 8 (§ 273)]. (R. N. N .° 2739-2017-Lima, del 21-03-2018, ff. jj. 7 y 8. Segunda
Sala Penal Transitoria. Texto completo: <bit.ly/2IJsfTr>).
§ 303. Las actuaciones de la judicatura aun cuando resulten adversas a los intereses y preten­
siones de las partes procesales, no deben ser reputadas como resultado de una parcialización ma­
nifiesta, si es que previamente no se despliega una mínima actividad probatoria para confirmarlo.
Sétim o. Al tener en cuenta el recurso de nulidad y el escrito de recusación presentado por el encausado
IRL, este Tribunal Supremo advierte que el citado recurrente recusó a los jueces superiores de la Se­
gunda Sala Superior Penal de Apelaciones y Liquidadora de lea, basa sus dudas de imparcialidad por
parte de estos, por haber emitido las resoluciones números 234 y 233, por las cuales deciden continuar
y señalar fecha para el inicio del juicio oral del proceso, pese a que este proceso ya tendría la calidad de
cosa juzgada; es decir, por las decisiones adoptadas por este Colegiado, que son contrarias a las expec­
tativas del recurrente, lo cual no debe ser de recibo; pues toda decisión contraria a los requerimientos y
solicitudes presentadas por las partes en el proceso, deben ser cuestionadas utilizando los recursos que
otorga la ley y no puede dar opción a la generación de la recusación a los magistrados. Además, como
señala la Corte Suprema: “ [...] las actuaciones de la judicatura aun cuando resulten adversas a los intere­
ses y pretensiones de las partes procesales, no deben ser reputadas como resultado de una parcialización
manifiesta, si es que previamente no se despliega una mínima actividad probatoria para confirmarlo”
(Recurso de Nulidad N .° 2739-2017-Lima, del 21 de marzo de 2018 [§ 302]). En este caso, esencial­
mente se cuestiona la supuesta falta de imparcialidad de los jueces sin que se haya actuado ni expuesto
mayores elementos que la sola emisión de resoluciones ajenas al interés de una de las partes. Más aún,
cabe precisar que a la fecha de la emisión de las resoluciones cuestionadas (números 234 y 235), el
pronunciamiento respecto a la excepción de cosa juzgada se encontraba pendiente de resolver ante esta
Instancia Suprema; conforme fue motivado en la Resolución N .° 234; por lo que al no advertir indicio
alguno que haga dudar de la imparcialidad de los magistrados recusados, debe confirmarse la decisión
emitida por la Segunda Sala Superior Penal de Apelaciones y Liquidadora de lea, por Resolución N .°
05 del 12 de agosto de 2016 [...], por la que resolvieron declarar infundada la recusación planteada por
el encausado RL, contra los jueces superiores de la citada Sala [...]. (R. N. N .° 367-2017-Ica, del 18-06­
2018, £ j. 7. Primera Sala Penal Transitoria. Texto completo: cbit.ly/2Vu4tLW>).
nom os & th e sis
153 SECCIÓN III: JURISDICCIÓN Y COMPETENCIA Art. 54
§ 304. Recusación: supuestos de carencia de objeto en el trámite de la recusación. [Que] habién­
dose recusado a un Vocal, antes de la decisión de absolver el grado por uno de sus miembros, es obvio
que a la propia Sala corresponde tramitarla y resolverla; que es, asimismo, evidente que si se designa a
un Vocal para que absuelva el grado, y éste no es el recusado, la recusación carecería de objeto; que, sin
perjuicio de lo anterior, el dictamen del señor Fiscal, como se ha puntualizado, no se pronuncia sobre el
fondo del asunto; que, siendo así, se ha incurrido en causal de nulidad prevista por el inciso 1 del artículos
298 del Código de Procedimientos Penales. (R N. N .° 2 1 16-2005-Arequipa, de 05-09-2005. Sala Penal
Permanente. Texto completo: San Martín, JPvinculante, p. 777).

§ 305. No es motivo suficiente para amparar una recusación, la existencia de una foto tomada en
una reunión social con varias personas entre las cuales se encuentre tanto el Juez como una de las
partes. Tercero, El motivo de recusación invocado por el accionante es el previsto en el artículo 31 del
Código de Procedimientos Penales, que establece lo siguiente: Tambiénpodrá ser recusado unjuez, aunque
no concurran las causales indicadas en el artículo veintinueve siempre que exista un motivofundado para que
pueda dudarse de su imparcialidad. Este motivo deberá ser explicado con la mayor claridadposible en el escrito
de recusación, o alprestar el inculpado la primera declaración instructiva. La duda a la imparcialidad se debe
materializar en un acto o conducta concreta del recusado que denuncie la parte procesal. La publicación
periodística ofrecida por el solicitante da cuenta de una celebración por el cumpleaños de un exmagis­
trado de la Corte Suprema (CJHP) y la cercanía de la recusada AP con este, mas no de una afectación
concreta que incida en el deber de parcialidad. La fotografía por sí sola no constituye una conducta que
relativice el respeto a la obligación de imparcialidad que debe cumplir AP en el desempeño de sus fun­
ciones como jueza de la presente causa, tanto más si en ella se aprecia a diversas personas y no es una re­
unión exclusiva entre AP e HP. El señor fiscal expresó en su recusación que previamente postuló diversos
cuestionamientos, similares a los ahora planteados, contra la mencionada jueza, los cuales fueron deses­
timados. Sin embargo, el señor fiscal pretende que aquellas decisiones sean reexaminadas conjuntamente
con la publicación periodística que da cuenta de la celebración de cumpleaños de HP y su inclusión en
un grupo de conversación “Chat”, dado que, según su juicio, sostiene que aquello que en su momento
el Colegiado estimó como “simples sospechas y conjeturas”, y que estas apreciaciones no podían ser base
para afirmar la existencia de un grave cuestionamiento a la imparcialidad subjetiva, a la fecha quedó
develado. El fundamento de cuestión mencionado no resulta amparable, puesto que muestra la vincula­
ción de la jueza AP con una persona públicamente cuestionada. No hay relación de vinculación entre el
caso juzgado y la referencia que realiza el representante del Ministerio Público. Amparar la propuesta del
señor fiscal también implicaría acoger el argumento de parte que cuestiona la función fiscal, empleando
fotos cercanas entre el defensor de la legalidad asignado a la causa con el exjuez HP, juicio que tampoco
resulta razonable para cuestionar su función. Por ende, opera el principio de igualdad: a igual razón, igual
derecho. El presunto favorecimiento que habría operado el entonces juez HP para beneficiar a AP inter­
cediendo ante los miembros del Consejo Ejecutivo del Poder Judicial para su desplazamiento a una Corte
distinta a la de su titularidad constituye una conducta de tercera persona que no incide en la función
de la jueza recusada. En consecuencia, no se aprecia una argumentación de causa válida para la recusa­
ción. (R N. N .° 131-2019-Nacional, del 27-02-2019, f. j. 3. Sala Penal Permanente. Texto completo:
<bit.ly/2V5f8Si>).

§ 306. Recusación: distinción entre imparcialidad subjetiva y objetiva. La denominada “teoría


de la apariencia” . Véase la jurisprudencia del artículo 53° del Nuevo Código Procesal Penal [§ 280].
(R. N. N .° 2458-2004-Puno, de 03-11-2004, íf. jj. 2 y 3. Sala Penal Permanente. Texto completo:
<bit.ly/lTERaQR>).

§ 307. Temor de parcialidad. La valoración global de los hechos para determinar la falta de
imparcialidad del magistrado. Véase la jurisprudencia del artículo 53° del Nuevo Código Procesal
Penal [§ 283]. (R. N. N .° 2204-2005-Arequipa, de 12-07-2005, f. j. 2. Sala Penal Permanente. Texto
completo: <bit.ly/1WAJCsCq>).
♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL
Art. 54 LIBRO PRIMERO: DISPOSICIONES GENERALES 154

JURISPRUDENCIA DE LA SALA PENAL NACIONAL

§ 308. L a recusación es un instituto procesal que garantiza la imparcialidad del juez. 3.1. La
Recusación es una institución procesal de relevancia constitucional. Garantiza, al igual que la absten­
ción o inhibición, la imparcialidad judicial, esto es, la ausencia de prejuicio; y como tal, es una garantía
específica que integra el debido proceso penal (...). Persigue alejar del proceso a un juez que, aun revis­
tiendo las características de ordinario y predeterminado por ley, se halla incurso en ciertas circunstancias
en orden a su vinculación con las partes o con el objeto del proceso-el thema decidendi- que hacen prever
razonablemente de deterioro de su imparcialidad. Figura que se encuentra establecida en el artículo
53 del CPP, mientras que el artículo 54 numeral 1) del CPP prevé los requisitos de la recusación, tales
como, que “será interpuesta dentro o de los tres días de conocida la causal que se invoque. En ningún
caso procederá luego del tercer día hábil anterior al fijado para la audiencia, la cual se resolverá antes de
iniciarse la audiencia. N o obstante ello, sin con posterioridad al inicio de la audiencia el juez advierte
-por sí o por intermedio de las partes- un hecho constitutivo de causal de inhibición deberá declararse
de oficio. El derecho a ser juzgado por un juez imparcial, al constituir una exigencia intrínseca derivada
del derecho al debido proceso legal reconocido en el inciso 3) del artículo 139 de la Constitución, es
conceptualmente autónomo al derecho natural. Y es que si bien la predeterminación legal del Juez
asegura su imparcialidad, este derecho también se encuentra relacionado con la efectividad de otros
derechos fundamentales y, en particular, con los de igualdad procesal o defensa. El instituto de la recu­
sación está destinado justamente a cuestionar la imparcialidad e independencia del juez en la resolución
de la causa. Aun cuando exista un abierto reconocimiento constitucional del derecho al juez natural, si
se restringiera irrazonablemente la posibilidad de recusar a los jueces del proceso, el ejercicio del derecho
no encontraría posibilidad de manifestarse en los hechos. Es preciso señalar la Casación N .° 106-2010/
Moquegua [§ 281], expedida por Sala Penal Permanente de la Corte Suprema de Justicia de fecha 03 de
mayo de 2011, que en su quinto considerando alude la imparcialidad subjetiva y objetiva, la primera,
“referida a su convicción personal del caso concreto y las partes, siendo que la imparcialidad personal
de un magistrado se presume hasta que se pruebe lo contrario”, mientras que la imparcialidad objetiva,
referida a si el juzgador ofrece las garantías suficientes que excluir cualquier duda razonable respecto de
la corrección de su actuación”. (Exp. N .° 00249-2015-47-500 l-JR-PE-01, del 20-06-2018, f. j. 3.1.
Sala Penal Nacional. Texto completo: <bit.ly/2UghzQs>).
§ 309. Imparcialidad subjetiva e imparcialidad objetiva. No se exige la corroboración de que el
juez haya tomado partido por alguno de los intereses en conflicto, basta la corroboración de algún
hecho que haga dudar fundadamente de su imparcialidad. L a emisión de una resolución judicial,
luego enmendada, corregida o anulada por el Tribunal Superior no puede ser fundamento para
construir la causal genérica de recusación. Prim ero. [...] 1.2. La recusación es una institución pro­
cesal de relevancia constitucional. Garantiza, al igual que la abstención o inhibición, la imparcialidad
judicial, esto es, la ausencia de perjuicio; y, como tal, es una garantía específica que integra el debido
proceso penal -numeral 3 del artículo 139° de la Constitución-. Persigue alejar del proceso a un juez
que, aun revistiendo las características de ordinario y predeterminado por la ley, se halla incurso en
ciertas circunstancias en orden a su vinculación con las partes o con el objeto del proceso -el thema
decidendi- que hacen prever razonablemente un deterioro de su imparcialidad. 1.3. El derecho a ser
juzgado por un juez imparcial es una garantía constitutiva y primordial del debido proceso que, en
forma análoga al derecho a ser juzgado por un juez independiente, asegura a toda persona sometida a
un proceso judicial que no se verá perjudicada por la intromisión o injerencia de sujetos o circunstancias
ajenas al caso. La imparcialidad se asocia a la necesidad de que se observe ciertas exigencias dentro del
mismo proceso, como es la necesidad de que el juez no tenga mayor vinculación con las partes pero
también con el objeto del proceso mismo. 1.4. Respecto al magistrado que deberá de conocer y resolver
un caso concreto, deben verificarse dos tipos de condiciones, la primera es la imparcialidad subjetiva
que hace referencia a que un juez no debe tener ningún tipo de interés con el resultado a que pueda
llegar el proceso por alguna de las partes, esto es, se refiere a su convicción personal respecto del caso
concreto y de las partes, así se precisa en la Casación N .° 106-2010-Moquegua [§ 281] y también en
nomos & thesis
155 SECCIÓN III: JURISDICCIÓN Y COMPETENCIA Art. 54
el mismo sentido se ha pronunciado el Tribunal Constitucional cuando señala que la imparcialidad
subjetiva es cualquier tipo de compromiso que pudiera tener el juez por las partes procesales o en el
resultado del proceso. En cuanto a la imparcialidad objetiva está referida a que el sistema judicial debe
brindar las condiciones necesarias para evitar que el juez caiga en el vicio de la parcialidad, es decir
que las normas que regulan su actuación deben de buscar que el juez no tenga prejuicios o favorezca a
alguna parte sobre otra en base al contacto que ha tenido con la causa. Al respecto la Corte Suprema
en el Recurso de Casación N .° 106-2010 Moquegua ha señalado en relación a la imparcialidad objetiva
que si el juzgador ofrece las garantías suficientes para excluir cualquier duda razonable respecto de la
corrección de su actuación; siendo que para que el juez se aparte del conocimiento del proceso en dicho
caso, tendrá que determinarse si existen hechos ciertos que, por fuera de la concreta conducta personal
del juez, permitan poner en duda su imparcialidad, no exigiéndose la corroboración de que el juez
haya tomado partido por alguno de los intereses en conflicto, basta la corroboración de algún hecho
que haga dudar fundadamente de su imparcialidad, dado que, un juez cuya objetividad en un proceso
determinado está puesta en duda, no debe resolver en ese proceso, tanto en el interés de las partes como
para mantener la confianza en la imparcialidad de la administración pública. [...] Quinto. [...] 5.1.6.
El error judicial como los defectos de fundamentación, que han generado la nulidad de las resoluciones
emitidas por el juez recusado, tienen en el ordenamiento jurídico una serie de mecanismos procesales
para efectos de revertir dicha situación, tal como se ha evidenciado en los dos pronunciamientos que
emitió el Colegiado en vía recurso de apelación - resoluciones de fechas 17 y 19 de octubre de 2018-. En
ese sentido no puede entenderse que en sí mismos estos defectos de fundamentación generen un temor
de parcialidad del juez de primera instancia que implique sea apartado de toda la investigación prepa­
ratoria, como ahora pretenden los recusantes, debiendo tenerse en cuenta que en fase de investigación
preparatoria es el Ministerio Público quién tiene el señorío de la investigación, y solo en casos puntuales
se requiere la intervención del Juez del Primer Juzgado de Investigación Preparatoria Nacional, despa­
cho que ha prevenido en el conocimiento del presente caso. Ahora bien, cabe también precisar que no
toda resolución emitida y que es revocada o anulada tiene virtualidad para ser considerada como causal
genérica de recusación, pues se requiere constatar hechos graves que evidencien el temor de parcialidad.
5.1.7. Debe tenerse presente que las defensas técnicas que ahora recusan al juez del Primer Juzgado de
Investigación Preparatoria Nacional, en su momento no cuestionaron que solo sea apartado de las in­
cidencias de detención preliminar. Es más estas resoluciones judiciales que no fueron cuestionadas por
las defensas técnicas de Keiko Fujimori Higuchi y Vicente Ignacio Silva Checa, como se ha desarrollado
anteriormente, deben ser ejecutadas bajo los términos en las cuales han sido expedidas, tal como se se­
ñala en el artículo cuarto de la Ley Orgánica del Poder Judicial: "Todapersona y autoridad está obligada
a acatar y dar cumplimiento a las decisionesjudiciales, o de índole administrativa, emanadas de autoridad
ju dicial competente, con sus propios términos, sin poder calificar, su contenido o susfundamentos, restringir
sus efectos o interpretar sus alcances, bajo responsabilidad civil, penal o administrativa que la ley señale”
en esa línea, respecto de la resolución seis de fecha diecisiete de octubre así como la resolución cuatro
de fecha diecinueve de octubre del presente año emitidas por este Colegiado, las partes recusantes han
estado conformes, en todo caso, estos hechos alegados no resultan siendo nuevos. [...] 5.2.2. Ahora
bien, los documentos que se hacen mención para efectos de evidenciar la duda de la imparcialidad en
este extremo, no han sido anexados a este incidente solo se han incorporado como parte del cuerpo
del escrito de recusación, lo que no resulta suficiente para efectos de analizar los cuestionamientos al
juez de primera instancia. Además que, entrar a analizar si es una falacia o no lo expuesto por el juez
recusado, no corresponde hacerlo a esta instancia a través de este mecanismo procesal de recusación.
[...] 5.3. Ahora bien, agregando a lo ya expuesto, la Corte Suprema, en el Recurso de Nulidad N .°
3726-2005-Lambayeque [§ 282] -07 de noviembre de 2005- emitida por la Sala Penal Permanente, ha
señalado en su segundo considerando que, “la causal genérica de “temor de parcialidad”, exige que como
consecuencia de la actuación funcional en la causa de un magistrado se advierta razonablemente que ésta
expresa una afectación a l deber de imparcialidady una lesión consiguiente de los derechos e intereses legítimos
de las partes procesales; que la emisión de una resolución judicial, luego enmendada, corregida o anulada
por el Tribunal Superior en grado, en sí misma, no puede serfundamento para construir la causal genérica
♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL
Art. 54 LIBRO PRIMERO: DISPOSICIONES GENERALES 156

antes referida, si es que ella no está acompañada de razones o datos, siquiera periféricos o indiciarlos, que
permitan inferir una vinculación incompatible con una de las partes”. (Exp. N .° 299-2017-37-5001-JR-
PE-01-Lima, de 12-11-2018, ff. jj. 1 y 5. Segunda Sala Penal de Apelaciones Nacional, en adición a
sus funciones Sala Penal Especializada en delitos aduaneros, tributarios, de mercado y ambientales. Sala
Penal Nacional. Texto completo: <bit.ly/2CjM4eo>).
§ 310. L a recusación genérica exige que el acto que genera el temor de parcialidad no pueda ser
cualquier hecho, sino solo aquel que tiene una vinculación con el atributo del juez, referido a su
imparcialidad. 5.12. La causal genérica de recusación referida al temor de parcialidad, hace referencia,
como la propia defensa lo destacó durante la audiencia, a un estado subj etivo-psicológico-del impu­
tado, que se fundamenta en la existencia de hechos que ponen en cuestión la imparcialidad del Juez,
o al menos, que permitan dudar razonablemente de dicha imparcialidad. Lo dicho, pretende destacar
la idea de que el temor de parcialidad, no comprende cualquier estado psicológico del imputado que
manifieste algún tipo de reparo a la actuación del Juez, como pueden ser los sentimientos de temor,
duda, desconfianza, animosidad, etc.; que se basen o refieran a cuestiones ajenas a la garantía de impar­
cialidad. 5.13. En efecto, la recusación genérica exige que el acto que genera el temor de parcialidad no
pueda ser cualquier hecho, sino solo aquel que tiene una vinculación con el atributo del juez, referido
a su imparcialidad; solo así cabría admitir como razonable y fundado el temor del imputado de que el
juez se comportará en el futuro al margen de dicha garantía que siempre debe regir su actuación. Por
el contrario, si el hecho que se alega como causa de temor no tiene vinculación con la imparcialidad
del juez, no cabría afirmar que exista un razonable y fundado temor de parcialidad. Esto por ejemplo se
presenta, cuando a criterio de los justiciables el juzgador no desempeña sus funciones con la idoneidad
que ellos esperan; sin embargo, parece claro que estos reparos y cuestionamientos a la conducta fun­
cional del juez en ningún caso darían lugar a una recusación- que siempre debe vincularse al principio
de imparcialidad-; sino a otros mecanismos de control de la actividad jurisdiccional que, dependiendo
de la gravedad de los yerros judiciales, podrían dar lugar al apartamiento del Magistrado, no solo del
conocimiento de una causa en específico, sino incluso de la propia actividad jurisdiccional. (Exp. N .°
249-2015-42-5001-JR-PE-01, del 22-10-2018, ff. jj. 5.12 y 5.13. Primera Sala Penal de Apelaciones
Nacional. Sala Penal Nacional. Texto completo: <bit.ly/2TCxLfu>).

JURISPRUDENCIA D E LAS CORTES SUPERIORES

§ 311. L a recusación como mecanismo procesal para salvaguardar la imparcialidad del juez y
los fines de proceso penal. Imparcialidad subjetiva y objetiva. 1.1. La recusación es una institución
procesal de relevancia constitucional. Garantiza, al igual que la abstención o inhibición, la imparcia­
lidad judicial, esto es, la ausencia de perjuicio, y como tal, es una garantía específica que integra el
debido proceso penal -numeral 3 del artículo 139° de la Constitución-. Persigue alejar del proceso a un
juez que, aun revistiendo las características de ordinario y predeterminado por la ley, se halla incurso
en ciertas circunstancias en orden a su vinculación con las partes o con el objeto del proceso -el thema
decidendi- que hacen prever razonablemente un deterioro de su imparcialidad -ver fundamento 6 del
Acuerdo Plenario N .° 3-2007/CJ-116 [§ 273] [...]-. [...] 1.3. Respecto del magistrado que deberá de
conocer y resolver un caso concreto, deben verificarse dos tipos de condiciones, la primera es la impar­
cialidad subjetiva que hace referencia a que un juez no debe tener ningún tipo de interés con el resul­
tado a que pueda llegar el proceso por alguna de las partes, esto es, se refiere a su convicción personal
respecto del caso concreto y de las partes [...]. En cuanto a la imparcialidad objetiva está referida a que
el sistema judicial debe brindar las condiciones necesarias para evitar que el juez caiga en el vicio de
la parcialidad, es decir, que las normas que regulan su actuación deben de buscar que el juez no tenga
prejuicios o favorezca a alguna parte sobre otra en base al contacto que ha tenido con la causa. (Exp.
N .° 00299-2017-55-500l-JR-PE-01 [Caso Jaim e Yoshiyamd\, del 15-01-2019, ff. jj. 1.1 y 1.3. Segun­
da Sala Penal de Apelaciones Nacional, en adición a sus funciones Sala Penal Especializada en Delitos
Aduaneros, Tributarios, de Mercado y Ambientales. Corte Superior de Justicia Especializada en Delitos
de Crimen Organizado y Corrupción de Funcionarios. Texto completo: <bit.ly/2NtyWHJ>).
nomos & thesis
157 SECCIÓN III: JURISDICCIÓN Y COMPETENCIA Art. 54
§ 312. En un cuaderno de recusación, las partes procesales podrán estar o no de acuerdo con
el sentido de la resolución emitida al respecto, pero ello no habilita al disconforme a plantear re­
cusación contra el o los magistrados que resolvieron. 2.1. La recusación es la facultad que tienen las
partes procesales para lograr apartar al Juez del conocimiento o intervención en un determinado proce­
so penal, cuya finalidad radica en la búsqueda de la afirmación y prevalencia de la imparcialidad judicial
y la preservación de la legalidad de las decisiones judiciales expedidas por los órganos jurisdiccionales.
[...]. 2.5. De esta manera, con el planteamiento de una recusación se procura el examen de la corrección
funcional de los órganos que administran justicia verificando la actuación imparcial o no del magistrado
cuestionado, con la finalidad de garantizar a los justiciables que el litigio sometido al órgano jurisdic­
cional será resuelto por un juez imparcial. [...] 2.7. En efecto, el art. 309° del CPC [...] se infiere que su
finalidad estriba en evitar el planteamiento abusivo de recusaciones de las partes procesales y que estas
busquen instituir como juez dirimente de la causa -se entiende tanto en el cuaderno principal como
en las incidencias- a un magistrado que resuelva conforme a sus intereses y solicitudes planteadas, en
detrimento de los de su opositor. [...] 3.3. Del art. 309° del CPC; aplicado supletoriamente, se advierte
los siguientes supuestos: i) Cuando la recusación se interpone contra Juez o Jueces que tenga pendiente
resolver una recusación y, ii) Cuando la recusación se formula contra la Sala que haya resuelto la recusa­
ción, sustentado en los mismos actuados de recusación que conocieron. En el caso concreto, se planteó
la recusación cuando la Sala Superior -ahora recusada- había resuelto la recusación promovida contra el
Juez del Primer Juzgado de Investigación Preparatoria; en ese sentido, los argumentos esgrimidos por
el Ministerio Público tienen relación con el trámite procedimental y los fundamentos de la decisión,
esto es, se recusa a una Sala Superior que resolvió una recusación. 3.4. En un cuaderno de recusación,
las pártes procesales podrán estar o no de acuerdo con el sentido de la resolución emitida al respecto,
pero ello no habilita al disconforme a plantear recusación contra el o los magistrados que resolvieron,
porque podría iniciarse así una sucesión abusiva e indiscriminada de recusaciones que no se detendría,
pues cada parte procesal buscaría la conformación de un órgano jurisdiccional que convenga mejor con
sus pretensiones -e incluso designios-, concretándose además una dilación injustificable del proceso.
(Expediente N .° 299-2017-58-500l-JR-PE-01, Resolución N .° 6 del 29-01-2019, ffi jj. 2.1, 2.5, 2.7,
3.3 y 3.4. Primera Sala de Apelaciones Nacional. Sistema Especializado en Crimen Organizado. Corte
Superior de Justicia Especializada. Texto completo: <bit.ly/2XJG6MD>).

§ 313. L a institución de la recusación tiene un doble fin: por un lado, actúa como garantía
para las partes en el proceso, y por el otro, busca otorgar credibilidad a la función que desarrolla
la Jurisdicción. 3.1. La recusación es una facultad que tienen las partes procesales para lograr apartar al
Juez del conocimiento o intervención en un determinado proceso penal, cuya finalidad radica en la bús­
queda de la afirmación y prevalencia de la imparcialidad judicial y la preservación de la legalidad de las
decisiones judiciales expedidas por los órganos jurisdiccionales. En relación a ello, la Corte Suprema de
Justicia de la República, en el Acuerdo Plenario N .° 3-2007/CJ-l 16 [§ 273], sostiene: “La recusación es
una institucionalprocesal de relevancia constitucional Garantiza, a l igual que la abstención o inhibición la
imparcialidad ju d icial esto es, la ausencia delprejuicio; y, como tal, es una garantía específica que integra el
debido proceso penal-numeral tres del artículo 139 de la Constitución, Persigue alejar delproceso a una Juez
que, aun revistiendo las características de ordinario y predeterminado por la ley, se halla incurso en ciertas
circunstancias en orden a su vinculación con las partes o con el objeto delproceso-thema decidendi- que hace
prever razonablemente un deterioro de su imparcialidad (el subrayado y resaltado son nuestros). 3.2. La
imparcialidad es una garantía básica del proceso judicial, según la cual el juez se encuentra fuera de los
intereses que tienen las partes en un litigio, obtenida a partir de la confluencia del factor de neutralidad
del magistrado y su desinterés en el objeto del proceso. 3.3. En la Casación N .° 106-2010-Moquegua
[§ 281], de fecha 03 de mayo de 2011, la Sala Penal Permanente de la Corte Suprema de Justicia desa-
rrolló-en su fundamento jurídica quinto-las dos dimensiones en las que se manifiesta la imparcialidad:
a) Imparcialidad subjetiva, referida a su convicción personal respecto al caso concreto y de las partes,
la que se presume hasta demostrar lo contrario, b) Imparcialidad objetiva, la cual atañe a verificar si el
juzgador ofrece las garantías suficientes que excluyan cualquier duda razonable respecto a la corrección
de su actuar. 3.4. Además, la Corte Interamericana de Derechos Humanos ha señalado: “63... el Tri-
♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL
Art. 55 LIBRO PRIMERO: DISPOSICIONES GENERALES 158

bunal comidera que la institución de la recusación tiene un doblefin : por un lado, actúa como garantía para
las partes en el proceso, y por el otro, busca otorgar credibilidad a la junción que desarrolla la Jurisdicción.
En efecto la recusación otorga el derecho a las partes de instar la separación de un juez cuando, más allá de la
conducta personal delju ez cuestionado, existen hecho demostrables o elementos convincentes que produzcan
temores fundados o sospechas legítimas de parcialidad sobre su persona, impidiéndose de este modo que su
decisión sea vista como motivada por razones ajenas al Derecho y que, por ende, elfuncionamiento del sistema
ju dicial se vea distorsionado. La recusación no debe ser vista necesariamente como un enjuiciamiento de la
rectitud moral delfuncionario recusado, sino más bien como herramienta que brinda confianza a quienes
acuden a l Estado solicitando la intervención deben sery aparentar ser imparciales” (el subrayado y resaltado
son nuestros) [Caso Granier y otros (Radio Caracas Televisión) Vs. Venezuela]. (Exp. N .° 249-2015­
43, del 21-05-2018, ff. jj. 3.1 al 3.4. Primera Sala Penal de Apelaciones Nacional. Texto completo:
<bit.ly/2XodCb7>).

REMISIÓN

§ 314. Sobre recusación. Véase la jurisprudencia del artículo 29° [§ 2054 ss.] y 31° [§ 2063 ss.]
del Código de Procedimientos Penales.

Artículo 55: Reemplazo del inhibido o recusado

1. Producida la inhibición o recusación, el inhibido o recusado será reemplazado de acuerdo a Ley, con
conocimiento de las partes.
2. Si las partes no están conformes con la inhibición o aceptación de la recusación, podrán interponer
apelación ante el Magistrado de quien se trate, a fin de que el superior inmediato decida el incidente dentro
del tercer día.
Contra lo resuelto por dicho órgano jurisdiccional no procede ningún recurso.

Artículo 56: Trámite cuando el Juez no conviene en la recusación

Si el Ju e z recusado rechaza de plano la recusación o no conviene con ésta, formará incidente y elevará
las copias pertinentes en el plazo de un día hábil a la Sala Penal competente. La Sala dictará la resolución
que corresponda siguiendo el trámite previsto en el artículo anterior.

Artículo 57: Trámites especiales

1. Cuando se trata de miembros de órganos jurisdiccionales colegiados, se seguirá el mismo procedi­


miento prescrito en los artículos anteriores, pero corresponderá decidir al mismo órgano colegiado inte­
grándose por otro magistrado. Contra lo decidido no procede ningún recurso.
2. Si la recusación es contra todos los integrantes del órgano judicial colegiado, conocerá de la misma
el órgano jurisdiccional llamado por la Ley.

Artículo 58: Inhibición y recusación de secretarios y auxiliares jurisdiccionales

Las mismas reglas regirán respecto a los Secretarios y a quienes cumplan una función de auxilio judi­
cial en el procedimiento. El órgano judicial ante el cual actúan, decidirá inmediatamente reemplazándolo
durante ese trámite por el llamado por Ley.

nom os & th e sis


159 SECCIÓN W . EL MINISTERIO PÚBLICO Y LOS DEMÁS SUJETOS PROCESALES Aft. 60
Artículo 59: Actuaciones impostergables

Mientras esté pendiente de resolver la inhibición o recusación, el Juez podrá realizar todas aquellas
diligencias previstas en el artículo 52.

SECCIÓN IV
EL MINISTERIO PÚBLICO Y LOS DEMÁS SUJETOS PROCESALES

TÍTULO I
EL MINISTERIO PÚBLICO Y LA POLICÍA NACIONAL

CAPÍTULO!
EL MINISTERIO PÚBLICO

Artículo 60: Funciones

1. El Ministerio Público es el titular del ejercicio de la acción penal. Actúa de oficio, a instancia de la
víctima, por acción popular o por noticia policial.
2. El Fiscal conduce desde su inicio la investigación del delito. Con tal propósito la Policía Nacional
está obligada a cumplir los mandatos del Ministerio Público en el ámbito de su función. (a) (*>)(c) (d) (e) (f) (g) (h) (¡)

PROTOCOLOS, REGLAMENTOS, LINEAMIENTOS, GUÍAS Y DIRECTIVAS


(a) Reglamento de la carpeta fiscal y la directiva para el uso de los form atos técnicos del trabajo fiscal (aprobado por la
Resolución N.° 748-2006-M P-FN de 21 -06-2006). Véase el texto com pleto en: <bit.ly/20HdyPZ>.
(b) Directiva N.° 004-2016-MP-FN: "Plazo para requerir la elevación de actuados contra la disposición fiscal de archivo o
de reserva provisional de la investigación" (aprobado por la Resolución N.° 3259-2016-MP-FN de 20-07-2016). Véase
el texto com pleto en: <bit.ly/2Vil x6c>.
(c) Reglamento de reproducción audiovisual de actuaciones procesales fiscales (aprobado por la Resolución N.°
729-2006-M P-FN de 15-06-2006). Véase el texto completo en: <bit.ly/2FL5dGO>.
(d) Directiva General N.° 007-2012-MPFN-GG: "Normas para la administración del software en el Ministerio Público"
(aprobado por la Resolución N.° 943-2012-MP-FN-GG de 16-10-2012). Véase el texto completo en: <bit.ly/2uPw5AF>. ■
(e) Directiva N.° 002-2017-MP-FN: "Actuación fiscal en la form ulación de requerimientos al órgano jurisdiccional"
(aprobado por la Resolución N.° 1189-2017-MP-FN de 10-04-2017). Véase el texto completo en: <bit.ly/20JNoME>.
(f) Directiva N.° 008-2012-MP-FN: "El ofrecimiento y la actuación de la prueba pericial" (aprobado por la Resolución N.°
2045-2012-M P-FN de 08-08-2012). Véase el texto completo en: <bit.!y/2YJKhJ3>.
(g) Directiva N.° 005-2012-MP-FN: "Concurrencia del fiscal superior a la audiencia de apelación" (aprobado por la
Resolución N.° 2045-2012-MP-FN de 08-08-2012). Véase el texto com pleto en: <bit.ly/2VLxOT3>.
(h) Directiva N.° 001 -2009-MP-FN-ETII/NCPP. "Instrucciones respecto a la actuación de los fiscales en la etapa de ejecución
de sentencias condenatorias en el nuevo modelo procesal penal" (aprobado por la Resolución N.° 279-2009-MP-FN de
09-03-2009). Véase el texto com pleto en: <bit.ly/2UtSXUz>.
(i) Protocolo para facilitar la intervención oportuna del Ministerio Público frente a noticias relevantes (aprobado por la
Resolución N.° 284-2018-MP-FN de 17-01 -2018). Véase el texto com pleto en: <bit.ly/2CPjx0c>.
0) Instrucción General N.° 1-2018-MP-FN: "Lincamientos para la gestión de denuncias y casos del Ministerio Público"
(aprobado por la Resolución N.° 2648-2018-MP-FN de 19-07-2018). Véase el texto completo en: <bit.ly/2UcJAJv>.

♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL


Art. 60 LIBRO PRIMERO: DISPOSICIONES GENERALES 160

DOCTRINA JURISPRUDENCIAL VINCULANTE DE LA CORTE SUPREMA

§ 315. Competencia y límites del Tribunal Revisor, cuando interviene en segunda y definitiva
instancia. Tribunal revisor puede variar la calificación jurídica realizada respecto de los hechos en
primera instancia y no invocada por las partes. Véase la jurisprudencia del artículo 409° del Nuevo
Código Procesal Penal [§ 1677]. (Casación N .° 430-2015-Lima, de 28-06-2016, que establece como
doctrina jurisprudencial los ff. jj. 18 al 22, particularmente el 18. Sala Penal Transitoria [EP, 26-07­
2016, Jurisprudencia, Año XXV, N .° 1018, pp. 7503-7508]. Texto completo: <bit.ly/2GjTGOM>).

JURISPRUDENCIA DE LA CORTE SUPREMA

§ 316. Principio acusatorio. 5.14. En ese sentido, respecto a la vigencia del Principio Acusatorio, se
han emitido pronunciamientos respecto al significado y transcendencia del citado principio, orientado
a respetar los fueros competenciales de cada sujeto procesal en el proceso, así el Tribunal Constitucional,
a través de su línea jurisprudencial, ha precisado que: i) no puede existir juicio sin acusación, debiendo
ser formulada ésta por persona ajena al órgano jurisdiccional sentenciador, de manera que si el Fiscal
no formula acusación contra el imputado, el proceso debe ser sobreseído necesariamente, ii) No puede
condenarse por hechos distintos de los acusados, ni a persona distinta a la acusada: iii) No puede atri­
buirse al juzgador poderes de dirección material del proceso que cuestionen su imparcialidad; sobre el
cual, según dicha línea interpretativa, le corresponde seguir a este Tribunal Supremo, conforme así lo
ha establecido en reiterada jurisprudencia en respeto al principio acusatorio, como garantía del debido
proceso. (R. N . N .° 2379-2015-La Libertad, del 16-02-2017, ff. jj. 5.10 y 5.14. Segunda Sala Penal
Transitoria. Texto completo: <bit.ly/2C7CE5i>).
§ 317. Principio acusatorio. Cuarto, [E]l principio acusatorio constituye una garantía fundamen­
tal de la imparcialidad del órgano jurisdiccional, propio de un Estado Democrático de Derecho, siendo
una de sus características esenciales la distribución de las funciones de acusación y decisión; por ello, la
norma constitucional en el inciso cinco, de su artículo ciento cincuenta y nueve, atribuye como función
al Ministerio Público el ejercicio de la acción penal, en concordancia con el artículo once, del Decreto
Legislativo N .° 052 -Ley Orgánica del Ministerio Público-; es decir, tiene función persecutora del deli­
to, que consiste en buscar, analizar y presentar las pruebas que acrediten la responsabilidad o irrespon­
sabilidad penal de los imputados, y solicitar la aplicación de la pena pertinente, de ser el caso. Quinto,
Que el Ministerio Público como órgano constitucional es autónomo y jerárquicamente organizado,
en consecuencia, en un procedimiento en el que la Sala Penal Superior y el Fiscal Supremo, aceptan
la determinación del Fiscal Superior de no acusar, dicha abstención constituye pronunciamiento ins­
titucional no sujeto a control sobre el fondo de lo valorado -o menos que se advierto alguna violación
grave a normas de orden constitucional, que afecten el debido proceso, lo cual no ocurre en el caso de
autos-, así también lo ha considerado el máximo intérprete de la Constitución en el Expediente N .°
2005-2006-PH C/TC [§ 323], en estos términos: “En caso el fiscal decida no acusar y dicha resolución
sea ratificada por el Fiscal Supremo (era el caso de procesos ordinarios) o por el Fiscal Superior (en el
caso de procedimientos sumarios), al haber el titular de la acción penal desistido de formular acusación
el proceso penal debe llegar a su fin”. (R. N. N .° 1123-2014-Lima, de 14-01-2016, ff. jj. 4 y 5. Sala
Penal Transitoria. Texto completo: <bit.ly/2jsXcxh>).
§ 318. El principio de exhaustividad. Principio acusatorio y de contradicción. Quinto, [...] 5.2.
[...] [El] principio de exhaustividad impone la obligación al juez de pronunciarse sobre los alcances más
relevantes de los hechos, de las pruebas, y de las pretensiones de las partes procesales, o de la resistencia
hecha valer por el acusado, siendo esto a lo que propiamente se le denomina objeto del debate, 5.3. [...]
[Desde] la perspectiva del principio acusatorio y de contradicción, los hechos imputados deben respe­
tarse, no puede alterarse; es decir, la sentencia no puede contener un relato fáctico que configure un tipo
penal distinto o que introduzca circunstancias diferentes o nuevas que agraven -de oficio, sin necesidad
de previo debate, aunque el Tribunal puede incorporar circunstancias atenuantes- la responsabilidad del
acusado; sin embargo, adicionalmente se indica que el Tribunal, conforme a la prueba actuada y deba-

nom os & thesís


161 SECCIÓN IV: EL MINISTERIO PÚBLICO Y LOS DEMÁS SUJETOS PROCESALES A lt 60
tida en el juicio oral, puede ampliar detalles o datos para hacer más completo y comprensivo el relato,
siempre que no implique un cambio de tipificación y que exista coincidencia básica entre la acusación
y los hechos acreditados en la sentencia. [...] (R. N. N .° 2916-2011-Moquegua, de 29-11-2011, £ j. 5.
Sala Penal Transitoria. Texto completo: <bit.ly/2DGYhdQ>).

JURISPRUDENCIA D EL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL

§ 319. Características del principio acusatorio. 5. Este Tribunal ha establecido que “la vigencia
del principio acusatorio imprime al sistema de enjuiciamiento determinadas características: a) que no
puede existir juicio sin acusación, debiendo ser formulada esta por persona ajena al órgano jurisdiccio­
nal sentenciador, de manera que si el Fiscal no formula acusación contra el imputado, el proceso debe
ser sobreseído necesariamente; b) que no puede condenarse por hechos distintos de los acusados ni a
persona distinta de la acusada; c) que no pueden atribuirse al juzgador poderes de dirección material del
proceso que cuestionen su imparcialidad” (Cfr. STC 2005-2006-HC/TC [§ 350]). (Exp. N .° 04552-
2013-H C/TC [caso Horacio Mendoza Aguirre], del 26-06-2014 [Web: 07-11-2014], £ j. 5. Texto com­
pleto: <bit.ly/2HWwD£R>).

§ 320. Las actuaciones del Ministerio Publico son postulatorias y en ningún caso decisorias
sobre lo que la judicatura resuelva. 3. [Este] Tribunal en reiterada jurisprudencia ha precisado que si
bien es cierto la actividad del Ministerio Público en la investigación preliminar del delito, al formalizar
la denuncia o al emitir la acusación fiscal, se encuentra vinculada al principio de interdicción de la ar­
bitrariedad y al debido proceso, también lo es que dicho órgano autónomo no tiene facultades coercitivas
para restringir o limitar la libertad individual. Las actuaciones del Ministerio Público son postulatorias
y en ningún caso decisorias sobre lo que la judicatura resuelva. (Exp. N .° 01620-2009-PHC/TC [caso
Edgar Benjamín ChirinosMedind\, del 23-06-2009 [Web: 30-06-2009 / EP, 03-02-2010], f. j. 3. Texto
completo: <bit.ly/2CCaZtF>).

§ 321. La actividad del Ministerio Publico se encuentra vinculada al principio de interdicción


de la arbitrariedad y al debido proceso. 6. Se alega en la demanda que los fiscales emplazados se
apersonaron a las instalaciones de la Municipalidad Distrital de Jesús María, a fin de intervenir di­
versas áreas administrativas c incautar determinada documentación obrante en los archivos. Y, en ese
sentido se refiere que, habiendo solicitado al fiscal demandado que les muestre la resolución fiscal que
autorizaba dicha intervención, este contestó que para dicha diligencia bastaba con su sola presencia
por la investidura que ostentaba, que no era necesario mostrarle resolución alguna; y que iba a registrar
la oposición a la exhibición, disponer su inmediata detención y emprender las acciones legales corres­
pondientes. Por ello, se solicita ejercer control constitucional sobre esta actuación fiscal y decretarla
irregular. 7. Al respecto, cabe recordar lo que este Tribunal a través de su jurisprudencia ha precisado
en el sentido de que si bien es cierto la actividad del Ministerio Público se encuentra vinculada al prin­
cipio de interdicción de la arbitrariedad y al debido proceso, también lo es que, al formalizar denuncia
o al emitir acusación fiscal, tales actuaciones en principio no constituyen medidas que en sí mismas
restrinjan la libertad personal, ello, por cuanto se ha señalado que las actuaciones del Ministerio Pú­
blico son postulatorias y en ningún caso decisorias sobre lo que la judicatura resuelva (Cfr. RRTC N .°
7961-2006-PHC, 5570-2007-PHC, 2688-2008-PHC, 5020-2009-PHC, 2296-2010-PHC, 0985-
2012-PHC, 3525-2013-PHC, 2389-2014-PHC, por citar solo algunas). En consecuencia, dado que
la imposición de las medidas que restringen o limitan la libertad personal es típica de los jueces, y que,
por lo general, los actos del Ministerio Público no suponen una incidencia negativa directa y concreta
en la libertad personal, a juicio del Tribunal no corresponde realizar control constitucional de tos ac­
tuaciones de los fiscales a través del proceso de hábeas Corpus cuando solo se cuestione citaciones para
recibir declaraciones indagatorias, apertura de investigaciones, formulación de denuncias, realización de
intervenciones, entre otros cuestionamientos similares, debido a que la procedencia del hábeas corpus
está condicionada a que la amenaza o violación del derecho conexo constituya una intervención directa
y concreta en el derecho a la libertad personal. 8. Por tanto, este Tribunal debe señalar que la diligencia
de exhibición de documentos realizada por el fiscal emplazado el día 2 de febrero de 2011 no conllevó

♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL


Art. 60 LIBRO PRIMERO: DISPOSICIONES GENERALES 162

incidencia negativa alguna en la libertad individual de los recurrentes y de la favorecida, por lo que, al
no ser posible un control constitucional sobre tal actuación fiscal a través del hábeas corpus, correspon­
de el rechazo de este extremo de la demanda en aplicación de la causal de improcedencia contenida en el
artículo 5o inciso 1 del Código Procesal Constitucional. (Exp. N .° 03737-2013-PHC/TC [caso Carlos
Germán M artín Cañari Arce y otra], de 09-12-2013 [Web: 26-10-2016], íf. jj. 6 al 8. Texto completo:
<bit.ly/2JDOeeL>).
§ 322. La actuación del fiscal en la etapa prejurisdiccional de los procesos penales no debe con­
travenir la interdicción de la arbitrariedad y debe realizarse conforme al principio de legalidad y al
debido proceso. 6. Lo expuesto precedentemente tiene su fundamento, por otro lado, en el Principio
de interdicción de la arbitrariedad, el cual es un principio y una garantía frente a la facultad discrecional
que la Constitución ha reconocido al Ministerio Público. De ahí que se haya señalado en sentencia
anterior (Cf. Exp. N .° 06167-2005-PHC/TC. FJ. 30. Caso: Fernando Cantuarias Salaverry [§ 1431])
que “el grado de discrecionalidad atribuido a l fiscalpara que realice la investigación sobre la base de la cual
determinará si existen elementos suficientes que justifiquen su denuncia ante el ju ez penal, se encuentra so­
metida a principios constitucionales que proscriben: a) actividades caprichosas, vagas e infundadas desde una
perspectiva jurídica; b) decisiones despóticas, tiránicas y carentes de toda fuente de legitimidad; y c) lo que es
contrario a los principios de razonabilidad y proporcionalidadju ríd ica'. [...] 7. Asimismo, la posibilidad
de que el Tribunal Constitucional realice el control constitucional de los actos del Ministerio Público
tiene, de otro lado, su sustento en el derecho fundamental al debido proceso. Por ello, el derecho a l de­
bido proceso despliega también su eficacia jurídica en el ámbito de la etapa prejurisdiccional de los procesos
penales; es decir, en aquellafase delproceso penal en la cual a l Ministerio Público le corresponde concretizar el
mandato previsto en el artículo 159° d éla Constitución. Claro está, las garantías previstas en el artículo 4o
del Código Procesal Constitucional (debido proceso y tutela jurisdiccional), que no son sino la concre-
tización de los principios y derechos previstos en el artículo 139° de la Constitución, serán aplicables a
la investigación fiscal previa al proceso penal siempre que sean compatibles con su naturaleza y fines, los
mismos que deben ser interpretados de conformidad con el artículo I o de la Constitución, según el cual
“la defensa de la persona humana y el respeto de su dignidad son elfin supremo de la sociedady del Estado".
[...] 8. El fiscal actúa como defensor de la legalidad y representante de la causa pública en el proceso
penal. En efecto, el respeto de este principio implica que el Ministerio Público ejercite la acción penal por
todo hecho que revista los caracteres de un delito, sin perder de vista que su labor se ejecuta en función de
la justicia y teniendo como parámetros a la Constitución y a la ley. (Exp. N .° 2725-2008-PHC/TC [caso
Roberto Boris Chauca Temoche et al.], de 22-09-2008 [Web: 02-10-2008 / EP, 04-11-2008], ff. jj. 6-8.
Texto completo: <bit.ly/2GcPQcx>).
§ 323. Principio acusatorio. Siendo exclusiva la potestad del Ministerio Público de incoar la
acción penal y de acusar, a falta de esta, el proceso debe llegar a su fin. 6. La primera de las carac­
terísticas del principio acusatorio mencionadas guarda directa relación con la atribución del Ministerio
Público, reconocida en el artículo 139° de la Constitución, entre otras, de ejercitar la acción penal.
Siendo exclusiva la potestad del Ministerio Público de incoar la acción penal y de acusar, a falta de ésta,
el proceso debe llegar a su fin. De modo análogo, aunque no se trata de un supuesto de decisión de no
haber mérito para acusar sino de no haber mérito a denunciar, puede citarse lo señalado en la sentencia
recaída en el expediente de inconstitucionalidad 0023-2003-AI/TC, en la que este Tribunal declaró in­
constitucional la disposición del entonces vigente Código de Justicia Militar, que admitía la posibilidad
de que si los fiscales no ejercen la acción penal, el Juez instructor podría abrir proceso. 7. De acuerdo a
la ya reseñada característica del principio acusatorio, la falta de acusación impide cualquier emisión de
sentencia condenatoria, máxime si el fiscal tuvo la opción, en vez de acusar, de solicitar la ampliación de
la instrucción. En caso el fiscal decida no acusar, y dicha resolución sea ratificada por el fiscal supremo
(en el caso del proceso ordinario) o por el fiscal superior (para el caso del proceso sumario), al haber el
titular de la acción penal desistido de formular acusación, el proceso penal debe llegar a su fin. (Exp.
N .° 2005-2006-PH C/TC [caso M anuel Enrique Umbert Sandoval], del 13-03-2006 [Web: 17-03-2006
/ EP, 23-03-2006], ff. jj. 6-7. Texto completo: <bit.ly/2FWEUAg>).

nom os & th esis


163 SECCIÓN IV: EL MINISTERIO PÚBLICO Y LOS DEMÁS SUJETOS PROCESALES A ti. 61
REMISIÓN

§ 324. Sobre el principio acusatorio. Véase la jurisprudencia de los artículos I o [§ 170 ss.], 349°
[§ 1401 ss.] y 356° [§ 1468 ss.] del Nuevo Código Procesal Penal.

Artículo 61 .Atribuciones y obligaciones

1. El Fiscal actúa en el proceso penal con independencia de criterio. Adecúa sus actos a un criterio
objetivo, rigiéndose únicamente por la Constitución y la Ley, sin perjuicio de las directivas o instrucciones
de carácter general que emita la Fiscalía de la Nación.
2. Conduce la Investigación Preparatoria. Practicará u ordenará practicar los actos de investigación que
correspondan, indagando no sólo las circunstancias que permitan comprobar la imputación, sino también
las que sirvan para eximir o atenuar la responsabilidad del imputado. Solicitará al Juez las medidas que
considere necesarias, cuando corresponda hacerlo.
3. Interviene permanentemente en todo el desarrollo del proceso. Tiene legitimación para interponer los
recursos y medios de impugnación que la Ley establece.
4. Está obligado a apartarse del conocimiento de una investigación o proceso cuando esté incurso en
las causales de inhibición establecidas en el artículo 5 3 .(a) w (c) (d) (e)

PROTOCOLOS, REGLAMENTOS, LINEAMIENTOS, GUÍAS Y DIRECTIVAS

(a) Directiva N.° 005-2012-MP-FN: "Concurrencia dei fiscal superior a la audiencia de apelación” (aprobado por la
Resolución N.° 2045-2012-MP-FN de 08-08-2012). Véase el texto com pleto en: <bit.ly/2VLxOT3>.
(b) Directiva N.° 007-2012-MP-FN: Procedimiento a seguir cuando se haya incurrido en una errónea calificación jurídica en
la disposición de formalización de la investigación preparatoria (aprobada por la Resolución N.° 2045-2012-MP-FN de
08-08-2012). Véase el texto completo en: <bit.ly/2V8omfr>.
(c) Directiva N.° 008-2012-MP-FN: "El ofrecimiento y la actuación de la prueba pericial" (aprobado por la Resolución N.°
2045-2012-M P-FN de 08-08-2012). Véase el texto completo en: <bit.ly/2YJKhJ3>.
(d) Directiva N.° 009-2012-MP-FN: Plazo para impugnar las disposiciones fiscales de archivo o de reserva provisional
(aprobada por la Resolución N.° 2045-2012-MP-FN de 08-08-2012). Véase el texto completo en: <bit.ly/2IMal Pz>.
(e) Véase, además, las señaladas en el artículo 50° del Nuevo Código Procesal Penal.

P R E C E D E N T E V IN C U LA N TE D E LA CO RTE SU PREM A _____________ ;________________

§ 325. Principio acusatorio como garantía esencial del proceso penal. Véase la jurisprudencia
del artículo 356° del Nuevo Código Procesal Penal [§ 1469]. (Queja N .° 1678-2006-Lima, del 13­
04-2007, £ j. 4 [hay que precisar que los ff. jj. 4, 5 y 6 constituyen precedente vinculante]. Sala Penal
Permanente [EP, 13-04-2007]. Texto completo: <bit.ly/2tWtqq>).

DOCTRINA JURISPRUDENCIAL VINCULANTE DE LA CORTE SUPREMA

§ 326. Competencia y límites del Tribunal Revisor, cuando interviene en segunda y definitiva
instancia. Tribunal revisor puede variar la calificación jurídica realizada respecto de los hechos en
primera instancia y no invocada por las partes. Véase la jurisprudencia del artículo 409° del Nuevo
Código Procesal Penal [§ 1677]. (Casación N .° 430-2015-Lima, de 28-06-2016, que establece como
doctrina jurisprudencial los ff. jj. 18 al 22, particularmente el 18. Sala Penal Transitoria [EP, 26-07­
2016, Jurisprudencia, Año XXV, N .° 1018, pp. 7503-7508]. Texto completo: <bit.ly/2GjTGOM>).

JURISPRUDENCIA DE LA CORTE SUPREMA

§ 327. Principio acusatorio integra al contenido esencial de la garantía del debido proceso, e
informa el objeto del proceso penal. Segundo. [...] A través [del principio acusatorio] se determina
bajo qué distribución de roles y bajo qué condiciones se efectuará el juzgamiento de la pretensión penal.
Su fundamento estriba en la preservación de la imparcialidad del juez, que podría verse comprometida
♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL
Art. 61 LIBRO PRIMERO: DISPOSICIONES GENERALES 164

si se le atribuyeran a él mismo las funciones de descubrir, investigar y perseguir los hechos posiblemente
constitutivos de delito. En la que es relevante al caso, una primera nota esencial de este principio es el
desdoblamiento de las funciones de investigación y de decisión, a cargo de dos órganos públicos distin­
tos (el Juez Instructor o Penal en el Antiguo Código de Procedimientos Penales y el Ministerio Público
en el nuevo Código Procesal Penal con fundamento supremo en la Ley Fundamental: artículo 159
inciso 4). Una segunda nota esencial del principio acusatorio es la distribución de las funciones de acu­
sación y de decisión, en armonía con el aforismo nemo iudex sine acusatore -que incluso la ley ordinaria
con base en la Constitución extiende o la promoción de la acción penal, a la inculpación penal, y a la
propia incoación de la instrucción o de la investigación preparatoria-. [...] (R. N. N .° 2358-2009-Lima,
del 21-12-2009, £ j. 2. Segunda Sala Penal Transitoria. Texto completo: <bit.ly/2lFsdzJ>).
§ 328. Principio acusatorio: exclusiva atribución del Ministerio Público para acusar. Cuarto,
[...] [La] primera de las características del principio acusatorio guarda directa relación con la atribución
del Ministerio Público, reconocida en el artículo ciento cincuenta y nueve de la Constitución Política
del Estado, de ejercitar la acción penal, siendo exclusiva su potestad de incoar la acción penal y de acu­
sar, por lo que a falta de esta, el proceso debe llegar a su fin; que, siendo así, la inexistencia de acusación
impide cualquier emisión de sentencia condenatoria, máxime si en el caso de autos, la Fiscal Adjunta
Suprema en lo Penal tuvo la opción de revocar el dictamen [...] o en todo caso, solicitar la ampliación
de la instrucción; en consecuencia, al haberse desistido la titular de la acción penal de formular acusa­
ción, el proceso debe llegar a su fin. (R. N. N .° 1764-2009-Cusco, de 06-07-2010, £ j. 4. Sala Penal
Permanente. Referencia: JPenalCorteSuprema, p. 211 <bit.ly/2phVqR2>).
§ 329. Principio de jerarquía institucional. Fiscal Supremo no respalda la impugnación formu­
lada por el Fiscal Superior contra la sentencia absolutoria. 6.10.3. [IJnterpuesto el recurso impug-
natorio por el representante de la legalidad, la viabilidad de ésta dependerá del criterio adoptado por
el Superior en grado. Si no acepta su pretensión impugnativa, el recurso del inferior decae automática­
mente. La razón radica en la estructura orgánica a la que está sujeto el Ministerio Público, cuyas bases
están estructuradas por el Principio de Jerarquía. En tal sentido, en el caso bajo análisis prevalecerá la
opinión del Fiscal Supremo, tanto más si se trata del máximo representante del Ministerio Público en el
proceso penal, debiéndose desestimar por consiguiente, los agravios expuestos por el Fiscal Superior, no
siendo posible, expresar mayor fundamento al respecto. (R. N. N .° 677-2016-Lima [Caso Petroaudios],
de 17-05-2017, £ j. 6.10.3. Sala Penal Permanente. Texto completo: <bit.ly/2FFItKw>).
§ 330. Prevalece la posición del grado superior cuando hay contradicción la posición del grado
inferior. 5.1. Esta Sala Penal Suprema estableció como línea jurisprudencial que la conducción de la in­
vestigación, el ejercicio de la acción penal y la interposición de la acusación corresponden al Ministerio
Público, el cual, de manera monopólica lleva a cabo tales funciones, en virtud al monopolio jurisdiccio­
nal establecido en la Constitución para la aplicación del ius puniendi. De ahí deriva el reconocimiento
al principio acusatorio, como garantía esencial del proceso. 5.2. Así tenemos que el Ministerio Público
tiene una decisiva intervención en el proceso penal, pues es el Organo Constitucional autónomo al que
el Poder Constituyente le ha otorgado la titularidad del ejercicio de la acción penal, la defensa de la le­
galidad y de los intereses públicos tutelados por el derecho; y representar en estos procesos a la sociedad,
de conformidad con el artículo 159 de la Norma Fundamental. Como consecuencia de este rol trascen­
dental, a los señores fiscales que lo integran les corresponde ejercitar la acción penal, ya sea de oficio o a
pedido de parte. 5.3. Esto último se debe concordar con el principio institucional de jerarquía, el cual
estipula la prevalencia de la posición que adopte el superior en grado, en caso de conflicto o contradic­
ción con la decisión que adopte el fiscal inferior. (R N. N .° 2976-2016-Lima Norte, del 12-03-2018,
f f jj. 5.1 al 5.3. Primera Sala Penal Transitoria. Texto completo: <bit.ly/2IbsZie>).
§ 331. Si la sentencia absolutoria es recurrida por el Ministerio Público, pero el órgano jerár­
quicamente superior (Fiscalía Suprema en este caso) opina que se debe declarar la nulidad de la
resolución que absuelve al acusado, entonces se entiende que el titular de la acción penal desistió
de ella. 2.1. [...] [Es] el Ministerio Público el órgano al que la Constitución ha encomendado la función

nomos & thesis


165 SECCIÓN IV: EL MINISTERIO PÚBLICO Y LOS DEMÁS SUJETOS PROCESALES Á l l . 61

persecutoria, destinada a la aplicación del Derecho Penal a los infractores de las normas jurídico penales;
es trascendente observar los alcances del proceso penal esencialmente acusatorio, que se han fijado al
atribuir a la fiscalía la titularidad de la acción penal en régimen de monopolio. 2.2. Es claro que el siste­
ma acusatorio exige que alguien inste la constitución de un proceso penal, que la actividad persecutora
del delito se promueva externamente al propio Poder Judicial y que, por tanto, queden separadas las
funciones de acusar y juzgar; si bien el Ministerio Público es un órgano estatal que desarrolla una fun­
ción pública, ello permite diferenciar, al interior del Estado, esas dos funciones y evitar que un mismo
órgano concentre ambos roles. 2.3. No existe pretensión penal por el órgano encargado de ejercitarla,
puesto que aunque la titular de la Segunda Fiscalía Superior Penal de San Román-Juliaca, recurrió la
sentencia absolutoria del procesado don JQ C , la Fiscalía Suprema en lo Penal, órgano jerárquicamente
superior, opinó que se debe declarar no haber nulidad; es decir, se encontró conforme con la absolución.
Bajo las reglas del principio acusatorio se ha diluido la imputación penal; técnicamente, el titular de la
acción penal, a nombre del pueblo peruano, ha obrado de modo que equivale al desistimiento de la per­
secución del delito, tal como se aprecia en el referido Dictamen Fiscal Supremo. 2.4. En consecuencia,
el órgano jurisdiccional no puede proseguir con un proceso en el que no existe carga en contra de los
procesados, es pertinente atender la situación procesal creada con el pronunciamiento de la instancia
suprema del Ministerio Público y, por ello, corresponde declarar la culminación de la causa, dejando
subsistente la sentencia venida en grado. (R. N. N .° 2386-2015-Puno, del 23-04-2017, ff. jj. 2.1 al 2.4.
Primera Sala Penal Transitoria. Texto completo: <bit.ly/2THj7Uc>).
§ 332. La opinión emitida por el fiscal supremo deberá primar sobre el criterio del fiscal supe­
rior, de menor jerarquía. Cuarto. En ese sentido, en virtud del principio acusatorio que rige el proceso
penal y encontrándonos ante un supuesto en el que el fiscal superior interpone recurso de nulidad pero el
fiscal supremo opina que la sentencia recurrida carece de nulidad alguna, corresponde la aplicación del ar­
tículo 3 de la Ley Orgánica del Ministerio Público, que establece el carácter jerárquicamente organizado
del Ministerio Público. En este contexto organizacional, la opinión emitida por el Fiscal Supremo deberá
primar sobre el criterio del fiscal superior, por el principio de jerarquía. (R. N. N .° 28-2017-Lima, del
06-07-2017, f. j. 4. Sala Penal Permanente. Texto completo: <bit.ly/2VtSm6w>).
§ 333. La posición del superior en grado prima sobre la expuesta en la sede anterior por el
fiscal inferior. Cuarto. Que, en efecto, rigen el principio acusatorio -que integra el contenido consti­
tucionalmente garantizado del debido proceso y define el objeto procesal- y el principio institucional
de jerarquía. Por el primero, corresponde a la Fiscalía no sólo investigar, inculpar formalmente al impu­
tado, acusar, sostener la acusación y, en su caso, mantener el recurso para su absolución por el Tribunal
de Revisión. Si no hay acusación y no se mantiene el recurso hasta el final, en la propia sede recursal,
éste decae. Por el segundo, la posición del superior en grado prima sobre la expuesta en la sede anterior
por el fiscal inferior. (R. N. N .° 1347-2013-Lima, de 01-04-2014, f. j. 4. Sala Penal Transitoria. Texto
completo: <bit.ly/22e0b9C>).
§ 334. Posición del Fiscal Supremo prima por sobre la del Fiscal Superior. Cuarto. Que la Fis­
calía Suprema no aceptó la posición de veintidós anos de privación de libertad fijada como pretensión
impugnativa por el Fiscal Superior. Por tanto, el reclamo impugnativo del Fiscal Superior ha quedado
sin base por la posición del Fiscal Supremo en esta sede al abogar por que la nueva pena debe ser de sólo
16 años de pena privativa de libertad. Rige, por consiguiente, el principio de jerarquía, de suerte que,
como se está ante un órgano público jerarquizado, la posición del Fiscal Supremo prima por sobre la
del Fiscal Superior; de lo contrario sería aceptar el principio de independencia, que no es de recibo en la
organización institucional del Ministerio Público. [...] (R. N. N .° 3099-2013-Callao, de 08-05-2014,
f. j. 4. Sala Penal Transitoria. Texto completo: <bit.ly/24UVaVj>).
§ 335. La independencia de los fiscales no puede ser expresada de la misma forma que los
magistrados judiciales. 2.6. Asimismo, respecto al hecho de que la presente causa penal sea elevada en
consulta a la Fiscalía Suprema en lo Penal, debemos señalar que este acto procesal se encuentra regulado
en el artículo doscientos veinte, inciso c), del Código de Procedimientos Penales, acción que deriva

♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL


Art. 61 LIBRO PRIMERO: DISPOSICIONES GENERALES 166
cuando el órgano jurisdiccional discrepa del dictamen del representante del Ministerio Público; por lo
tanto afirmar que las magistrados recusadas al ejercer los mecanismos procesales que la ley le faculta,
pudiesen inducir o inferir a ordenar que el Fiscal Supremo formule acusación -aprobar o desaprobar la
consulta-, resulta incomprensible, porque existe una autonomía funcional de las instituciones públicas,
reguladas por la Constitución Política del Estado y por sus Leyes Orgánicas. (R. N. N .° 3131-2014-
Lima, de 08-01-2015, f. j. 2.6. Sala Penal Permanente. Texto completo: <bit.ly/lWAMLFB>).
§ 336. Primacía del principio institucional del Ministerio Público de jerarquía. Sexto. Que es
evidente, entonces, la primacía del principio institucional del Ministerio Público de jerarquía, que en
el presente caso deja vacío de contenido el recurso acusatorio del Fiscal Adjunto Superior. No seguir
esta concepción equivaldría a asumir, sin amparo legal, que en la organización del Ministerio Público
rige el principio de autonomía de cada Fiscal (artículo 5o de la Ley Orgánica del Ministerio Público) y
que la intervención del Superior no refleja la posición institucional, en el propio recurso, del Ministerio
Público, la cual sería meramente ilustrativa sin ninguna relación con la posición procesal que se asuma
en la causa. (R. N. N .° 1795-2013-San Martín, de 28-05-2014, f. j. 6. Sala Penal Transitoria. Texto
completo: <bit.ly/lTji58K>).

§ 337. Si el Fiscal Supremo coincide con la opinión del Fiscal Superior respecto del no ha lugar
a juicio y archiva el proceso, se pronunciará en ese sentido, devolviendo la causa a la Sala Penal
para que dicte la resolución de archivo. Tercero, Que, aun cuando el representante de la Procuraduría
Pública expone las razones por las cuales existirían elementos de convicción que vinculan a los encausa­
dos con el delito en cuestión, es menester señalar que por mandato constitucional corresponde al Minis­
terio Público la persecución del delito -véase inciso 5 del artículo ciento 159 de la Constitución Política
del Estado-, no siendo posible que éste Supremo Tribunal valore el fondo de la controversia, pues no
sólo se vulneraría el principio acusatorio que impide al Organo Jurisdiccional asumir funciones acusa­
torias, reservadas solo al Ministerio Público, sino que se lesionaría el ámbito propio de las atribuciones
de esta Institución como órgano autónomo de derecho constitucional reconocido por el artículo 158
de la Constitución Política del Estado; que, en este mismo sentido se ha pronunciado la jurisprudencia
constitucional en el Expediente N .° 2005-2006-PHC/TC [§ 323], señalando que: “...La primera de
las características del principio acusatorio mencionadas guarda directa relación con la atribución del
Ministerio Público, reconocida en el artículo 149 de la Constitución, entre otras, de ejercitar la acción
penal. Siendo exclusiva la potestad del Ministerio Público de incoar la acción penal y de acusar, a falta
de ésta, el proceso debe llegar a su fin. [...] Si el Fiscal Supremo coincide con la opinión del Fiscal Su­
perior respecto del no ha lugar a juicio y archiva el proceso, se pronunciará en ese sentido, devolviendo
la causa a la Sala Penal para que dicte la resolución de archivo. Contra esta resolución no cabe recurso
alguno, pues la decisión del Ministerio Público, titular de la acción penal, ha sido la de terminar con
la persecución del delito, consecuentemente, no cabe disposición expresa en sentido contrario por otra
autoridad” [...]. “En atención a que el control de la legalidad sobre el dictamen fiscal tiene su límite en
el principio acusatorio [...] únicamente es posible revocar el auto de sobreseimiento y disponer que el
Fiscal formule acusación, si es que el Fiscal que interviene en la absolución del grado discrepa del dicta­
men en referencia; de no hacerlo, se debe sobreseer la causa sin más, dada la base persecutoria constitu­
cionalmente impuesta al proceso penal [...]”. Cuarto, Que, en ese entendimiento o razón del principio
acusatorio se discierne que el dictamen del Fiscal Supremo, quien representa la máxima instancia de
la Institución que ostenta la exclusiva potestad de incoar acción penal, ha opinado se declare no haber
nulidad en la resolución recurrida, ratificando lo opinado por el señor Fiscal Superior, confirmándose
de esa manera la aplicación del principio acusatorio. (R. N. N .° 2330-2012-Junín, de 30-01-2013, ff.
jj. 3-4. Sala Penal Permanente. Texto completo: <bit.ly/lrBlh39>).

§ 338. Principio de la unidad de función: todos los fiscales tienen igual potestad funcional para
tratar el asunto penal encomendado. Es irrelevante que quien grabe una diligencia en la que parti­
cipa el Ministerio público, no tenga la calidad de servidor público. Séptim o, El cuestionamiento a
la legalidad de la intervención fiscal, además, carece de razón jurídica. El fiscal de turno VPT intervino
conforme al artículo 159, incisos 4 y 5, de la Constitución Política y los artículos 11 y 94, inciso 2, de
nomos & thesis
167 SECCIÓN IV: EL MINISTERIO PÚBLICO Y LOS DEMÁS SUJETOS PROCESALES A t i , 61
la Ley Orgánica del Ministerio Público. Llegó a conocimiento suyo una noticia criminal y una futura
y pronta concreción de un evento delictivo que ameritó su pronta actuación. Luego del recojo urgente
de la evidencia delictiva, determinó que los hechos eran constitutivos de un acto de corrupción de
funcionarios, por lo que derivó los actuados a la Fiscalía competente [...]. Es pertinente recordar que la
competencia como medida de la jurisdicción o potestad jurisdiccional se atribuye de forma exclusiva a
los juzgados y tribunales, en tanto que, según definición constitucional, son los únicos que juzgan y ha­
cen ejecutar lo juzgado. Es verdad que el Ministerio Público se organiza en ámbitos especializados, pero
esto es solo un criterio para la distribución interna y eficiente de su trabajo; rige para este organismo
autónomo el principio de unidad de la función, en virtual del cual todos los fiscales de la misma Fiscalía
tienen igual potestad funcional para tratar el asunto penal encomendado. Octavo. Tanto la filmación
de la intervención como las actas de registro vehicular, incautación y comparación de dinero fueron
realizadas en presencia y con participación del Ministerio Público, por lo que tienen visos de legalidad.
Es irrelevante que AAHG, que acompañó al fiscal provincial y grabó la intervención y registro vehicular,
no sea un servidor público; lo importante en términos de validez es que la diligencia se efectuó con
dirección y participación directa del fiscal, quien en su debida oportunidad explicó que por la hora del
evento delictivo -entre la una y dos y media de la tarde- la totalidad del personal administrativo del
Ministerio Público estaba en periodo de refrigerio, por lo que solo contó con apoyo policial, pero, al
percatarse de la presencia de su exalumno AAHG en el camino, le solicitó apoyo para la grabación con
el equipo de filmación de la institución. (R. N. N .° 1533-2017-Áncash, del 18-07-2018, ff. jj. 7 y 8.
Sala Penal Permanente. Texto completo: <bit.ly/2Ukz27r>).
§ 339. Principio acusatorio. Tercero. Que el Tribunal Superior, en pureza, analizó lo actuado y
estimó la inexistencia del delito de estafa por no haberse configurado el elemento típico de engaño
bastante. Esta decisión no es arbitraria, pues partió de un análisis del comportamiento de las agraviadas
y su correspondiente falta de subsunción con el tipo legal de estafa. La argumentación no es irrazonable
ni viola regla lógica o de experiencia alguna. No se omitió valorar un elemento de prueba esencial, ni
se vulneró los principios de congruencia y exhaustividad. En cuanto al encausado [...] rige el principio
acusatorio porque el Fiscal Provincial no lo acusó y el Fiscal Superior ratificó esa posición, que por lo
demás avaló la Fiscalía Suprema en lo Penal. (Queja N .° 270-2013-Lima, de 17-01-2014, £ j. 3. Sala
Penal Transitoria. Texto completo: <bit.ly/lThUy8j>).
§ 340. Principio dispositivo. En el caso de los recursos, interpuesta la impugnación por un deter­
minado Fiscal, su viabilidad dependerá si el Fiscal superior en grado comparte el criterio del inferior.
Sexto. Que si se entiende que el Ministerio Público es la única autoridad que puede determinar la perse­
cución del delito, persecución que incluso se proyecta en sede de impugnación -presentación de recursos
acusatorios-, no es posible rebasar, como órgano autónomo que es, lo que dispongan sus autoridades en ese
ámbito específico. Son dos los principios institucionales que rigen al Ministerio Público: jerarquía y unidad
en la función. Entre otros efectos, el principio de jerarquía afirma que el Ministerio Público es un cuerpo
jerarquizado y que la posición del superior prima frente a la del inferior. En el caso de los recursos -que
obedecen al principio dispositivo-, interpuesta la impugnación por un determinado Fiscal -y sólo respecto
de él-, su viabilidad dependerá si el Fiscal superior en grado comparte el criterio del inferior. Si no acepta su
pretensión impugnativa el recurso del inferior decae automáticamente, sin afectar por cierto a las otras par­
tes procesales, y debe optarse -se comparta o no su criterio- por la posición del superior. Séptimo. Que, en
tal virtud, como en el presente caso el señor Fiscal Supremo no aceptó la posición del Fiscal Superior -único
recurrente- y afirmó la legalidad de la sentencia absolutoria, no cabe otra opción al Tribunal de Revisión
que ratificar la sentencia venida en grado, pues no hay agravios que responder ni puntos impugnativos que
analizar. No existiendo propiamente un recurso viable, tampoco es posible asumir potestades anulatorias
de oficio. (R N. N .° 1614-2013-Pasco, de 03-03-2014, ff. jj. 6 y 7. Sala Penal Transitoria. Texto completo:
<bit.ly/ lThcP 1Y>).
— § 341. No corresponde a la parte civil asumir funciones acusatorias. Si el Fiscal acusa solo
formalmente por un delito, al existir duda razonable sobre la materialidad del mismo, y luego
no interpone ningún recurso impugnativo contra la sentencia absolutoria, entonces se da por
♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL
Art. 61 LIBRO PRIMERO: DISPOSICIONES GENERALES 168

fenecida la persecución penal. Se rechaza la pretensión anulatoria de la parte civil respecto a la


absolución del acusado. Véase la jurisprudencia del artículo 57° del Código de Procedimientos Penales
[§ 2087]. (R. N. N .° 1969-2016-Lima Norte, de 01-12-2016, íF. jj. 5, 8 y 9. Sala Penal Permanente.
Texto completo: <bit.ly/2kllQ m H >)

JURISPRUDENCIA DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL

§ 342. Principio de independencia y autonomía del Ministerio Publico. 13. Al respecto, el


Tribunal Constitucional debe precisar que si bien la Constitución, en su artículo 138°, reconoce al Mi­
nisterio Público como un órgano autónomo, es obvio que tal autonomía sólo puede tener su correlato
en la realidad si es que se garantiza también su independencia. Tal independencia y autonomía, por
tanto, deben ser entendidas desde dos perspectivas. En primer lugar, considerando al Ministerio Públi­
co como un órgano constitucional independiente frente a las injerencias que pudieran provenir de los
demás poderes y órganos del Estado, así como de los poderes privados. En segundo lugar, su autonomía
ha de ser entendida en relación con cada uno de los fiscales en tanto representantes de su institución,
cual quiera que sea su grado en razón de las facultades previstas y delimitadas en la Constitución y en
la ley. 14. En este supuesto, los fiscales, individualmente considerados y cual quiera que sea su categoría
dentro de la estructura organizativa del Ministerio Público gozan de autonomía externa, es decir, en
relación con los demás poderes y órganos constitucionales del Estado. Pero también es necesario que
se reconozca su autonomía interna, lo cual implica que las funciones que desempeñan conforme a
Derecho, han de realizarse dentro de un marco exento de intervenciones ilegítimas de parte de otros
funcionarios o particulares, e incluso de fiscales de mayor jerarquía. (Exp. N .° 6204-2006-PHC/TC
[caso Jorge Samuel Chávez Sibina], del 09-08-2006 [Web: 24-10-2006], ff. jj. 13 y 14. Texto completo:
<bit.ly/2FiHxfN >).
§ 343. Principio de jerarquía. 17. [El] principio de jerarquía [...] sólo se justifica si de lo que se
trata es de dotar de coherencia y unidad al ejercicio de las funciones constitucionales que establece el
artículo 139° de la Constitución. De ahí la necesidad de que se establezcan también relaciones de coor­
dinación conjunta entre los Fiscales de los distintos niveles, en atención a que la política de persecución
criminal no puede ser definida por cada fiscal o juez en particular, pues ello corresponde al propio
Estado. (Exp. N .° 6204-2006-PHC/TC [caso Jorge Samuel Chávez Sibina], del 09-08-2006 [Web: 24­
10-2006], £ j. 17. Texto completo: <bit.ly/2FiHxfN>).
§ 344. Principio de jerarquía. Cómo se debe proceder cuando el fiscal superior o supremo no
comparte el criterio del inferior quien ba formulado acusación mientras que el juez penal opina
que no hay mérito para pasar ajuicio oral. 8. [...] Conforme [al artículo 5 LOM P], los fiscales de me­
nor grado o rango deben sujetarse a las instrucciones de sus superiores, dado que queda claro que el Mi­
nisterio Público es un órgano orgánica y jerárquicamente estructurado, de modo que las competencias
que se le han atribuidas puedan ser ejercidas por los funcionarios determinados para tal efecto, quienes
pueden actuar conforme a su criterio o conforme a lo ordenado o dispuesto por sus superiores. [...] 9.
[...] Sin embargo, lo que no está regulado, es cómo se debe proceder cuando el fiscal superior o supremo
no comparte el criterio del inferior quien ha formulado acusación mientras que el juez penal opina que
no hay mérito para pasar a juicio oral, de modo que elevados los actuados para su conocimiento, emite
dictamen señalando que no procede acusar a determinada persona. Se puede asumir como hasta ahora
ha ocurrido que ¿basta una acusación para que el juez penal emita un pronunciamiento de fondo? La
respuesta es clara si tenemos que tal acusación es emitida por el fiscal superior, pero no tanto si lo ha sido
por el fiscal provincial, ya que es contraria al dictamen del fiscal superior Dicho de otro modo, aunque
el fiscal provincial acuse, si el fiscal superior discrepa de la acusación, ¿puede el juez competente dictar
una sentencia condenatoria? Consideramos que en aplicación del precitado artículo 3 o de la LOMP,
cuando un actuado llega a conocimiento del fiscal superior o supremo, es el criterio de éste el que debe
primar sobre el criterio de los fiscales de menor jerarquía. (Exp. N .° 2920-2012-PHC/TC [caso Oscar
Luis Castañeda Lossio], del 23-08-2013 [Web: 10-08-2003 / EP: 16-12-2014], ff. jj. 8 y 9. Texto com­
pleto: <bit.ly/2IezDSo>).

nomos & thesis


169 SECCIÓN IV: EL MINISTERIO PÚBLICO Y LOS DEMÁS SUJETOS PROCESALES Aft. 6 1
§ 345. Aportación y comprobación de los techos es un deber constitucional del Ministerio
Público. 25. La Constitución establece, en el artículo 159°, inciso 1, que corresponde al Ministerio
Público la misión de promover de oficio, o a petición de parte, la acción judicial en defensa de la le­
galidad y de los intereses públicos tutelados por el derecho; asimismo, el inciso 5) del mismo artículo
constitucional encarga al Ministerio Público el ejercicio de la acción penal de oficio o a petición de
parte. En ese sentido, corresponde a los fiscales -representantes del Ministerio Público- hacer ejercicio
de la titularidad de la acción penal pública y, una vez conocida la denuncia o noticia criminal,, proceder
a formalizarla ante el juez penal si lo estiman procedente, conforme a lo establecido por la Ley Orgánica
del Ministerio Público, aprobada por Decreto Legislativo N .° 52. (Exp. N .° 6167-2005-PHC/TC [caso
Fernando Cantuarias Salaverry\, del 28-02-2006 [Web: 09-03-2006 / EP, 23-03-2006], f. j. 25. Texto
completo: <bit.ly/2pveUSC>).
§ 346. Principio de interdicción de la arbitrariedad. Principio de legalidad en la función cons­
titucional del Ministerio Público. 30. [...] [El] grado de discrecionalidad atribuido al fiscal para que
realice la investigación sobre la base de la cual determinará si existen elementos suficientes que justi­
fiquen su denuncia ante el juez penal, se encuentra sometida a principios constitucionales que pros­
criben: a) actividades caprichosas, vagas e infundadas desde una perspectiva jurídica; b) decisiones
despóticas, tiránicas y carentes de toda fuente de legitimidad; y c) lo que es contrario a los principios de
razonabilidad y proporcionalidad jurídica. 31. [El] respeto de este principio implica que el Ministerio
Público ejercite la acción penal por todo hecho que revista los caracteres de un delito, sin perder de
vista que su labor se ejecuta en función de la justicia y teniendo como parámetros a la Constitución y
a la ley. (Exp. N .° 6167-2005-PHC/TC [caso Fernando Cantuarias Salaverry\, del 28-02-2006 [Web:
09-03-2006 / EP, 23-03-2006], ff. jj. 30-31. Texto completo: <bit.ly/2pveUSC>).
§ 347. Debido proceso y tutela jurisdiccional. 11. [El] derecho al debido proceso despliega tam­
bién su eficacia jurídica en el ámbito de la etapa prejurisdiccional de los procesos penales; es decir, en
aquella fase del proceso penal en la cual al Ministerio Público le corresponde concretizar el mandato
previsto en el artículo 159° de la Constitución. [...]. (Exp. N .° 6204-2006-PHC/TC [caso Jorge Samuel
Chávez Sibind\, del 09-08-2006 [Web: 24-10-2006], f. j. 11. Texto completo: <bit.ly/2FiHxfN>).
§ 348. Principio de interdicción de la arbitrariedad. 12. [...] El concepto de arbitrario apa­
reja tres acepciones igualmente proscritas por el derecho: a) lo arbitrario entendido como decisión
caprichosa, vaga e infundada desde la perspectiva jurídica; b) lo arbitrario entendido como aquella
decisión despótica, tiránica y carente de toda fuente de legitimidad; y c) lo arbitrario entendido
como contrario a los principios de razonabilidad y proporcionalidad jurídica. De allí que desde el
principio del Estado de Derecho, surgiese el principio de interdicción de la arbitrariedad, el cual
tiene un doble significado: a) En un sentido clásico y genérico, la arbitrariedad aparece como el
reverso de la justicia y el derecho, b) En un sentido moderno y concreto, la arbitrariedad aparece
como lo carente de fundamentación objetiva; como lo incongruente y contradictorio con la realidad
que ha de servir de base a toda decisión. Es decir, como aquello desprendido o ajeno a toda razón
de explicarlo. En consecuencia, lo arbitrario será todo aquello carente de vínculo natural con la
realidad. [...]. (Exp. N .° 0090-2004-AA/TC [caso Carlos Callegari Herazo], del 05-07-2004 [Web:
12-07-2004], f. j. 12. Texto completo: <bit.ly/2HPvZ3n>).
§ 349. Proyección procesal del principio de jerarquía. 10. [Del] contenido del artículo 5o, in fine,
[...] se precisa que el Ministerio Público es un órgano jerárquicamente estructurado, es decir, que los
fiscales de menor grado deben sujetarse a las instrucciones de sus superiores, de modo tal que en función
a las competencias que les son atribuidas podrán actuar según su criterio o conforme a lo dispuesto por
sus superiores. Por tanto, la estructura orgánica del Ministerio Público se rige por el “principio institu­
cional de jerarquía”. Y así lo reconoce la Corte Suprema de Justicia de la República, ello por cuanto, a
fin de resolver el Recurso de Nulidad N .° 1347-2013/Lima [§ 333], la Sala Penal Transitoria de aquel
entonces, aplicando el citado principio institucional de jerarquía, ha precisado que “la posición del
superior en grado prima sobre la expuesta en la sede anterior por el fiscal inferior”. (Exp. N .° 07717-

♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL


Art. 61 LIBRO PRIMERO: DISPOSICIONES GENERALES 170

2013-PH C/TC [caso Iván M artín López Fallaque], del 09-06-2015 [Web: 03-08-2015], f. j. 10. Texto
completo: cbit.ly/2CEouch>).
§ 350. Contenido del principio acusatorio. 5. [...] La vigencia del principio acusatorio imprime
al sistema de enjuiciamiento determinadas características: “a) Que no puede existir juicio sin acusación,
debiendo ser formulada esta por persona ajena al órgano jurisdiccional sentenciador, de manera que si
ni el fiscal ni ninguna de las otras partes posibles formulan acusación contra el imputado, el proceso
debe ser sobreseído necesariamente; b) Que no puede condenarse por hechos distintos de los acusa­
dos ni a persona distinta de la acusada; c) Que no pueden atribuirse al juzgador poderes de dirección
material del proceso que cuestionen su imparcialidad”. (Exp. N .° 2005-2006-PHC/TC [caso M anuel
Enrique Umbert Sandoval], del 13-03-2006 [Web: 17-03-2006 / EP, 23-03-2006], f. j. 5. Texto com­
pleto: <bit.ly/2FWEUAg>).

§ 351. Fiscal no tiene la facultad de dictar medidas restrictivas de la libertad o derechos cone­
xos. 36. [La] actividad del fiscal está limitada por las atribuciones que le han sido conferidas directa­
mente a la autoridad judicial. En efecto, la imposición de medidas coercitivas, restrictivas de la libertad
o derechos conexos, son atribuciones que la Constitución no ha conferido al Ministerio Público, puesto
que su investigación, en todo caso, puede concluir en la formalización de una denuncia ante el Poder
Judicial; pero la imposición de medidas coercitivas como la comparecencia o la detención preventiva,
son medidas propias de la instancia judicial y serán adoptadas previa valoración y motivación del juez
competente. En consecuencia, el procedimiento de investigación fiscal no incide de manera directa
en una posible vulneración a algún derecho vinculado a la libertad individual de la persona. [...] 40.
[Dado] que el fiscal no tiene la facultad de dictar medidas restrictivas de la libertad o derechos conexos,
en principio no se configuraría una amenaza cierta e inminente de algún derecho tutelable por el há-
beas corpus. No obstante, es preciso tomar en consideración que si bien la denuncia fiscal no vincula
al juez -el mismo que sólo abrirá instrucción si considera que de la denuncia fluyen indicios suficientes
o elementos de juicio que razonablemente revelen la existencia de un delito-, en cambio, sí constituye
un importante indicativo para el juez, el cual podría ser inducido a error sobre la base de una denuncia
abiertamente arbitraria, orientada a conseguir que el presunto autor del hecho delictivo sea procesado.
(Exp. N .° 6167-2005-PHC/TC [caso Femando Cantuarias Salaverry\, del 28-02-2006 [Web: 09-03­
2006 / EP, 23-03-2006], ff. jj. 36 y 40. Texto completo: <bit.ly/2pveUSC>).

§ 352. El fiscal no está facultado para ordenar pruebas de ADN durante la investigación del
delito. Vulneración al derecho a la integridad física. 11. Una situación completamente distinta se
presenta con la orden de tomar muestras del A D N del recurrente, dictada mediante resolución N .°
[...]-Ampliación de investigación fiscal, de fecha 11 de noviembre de 2009 [...], la misma que ha sido
declarada en reserva mediante resolución N .° 184-2010, [...], hasta que no se resuelva este proceso de
amparo. Tomar una muestra del A D N del investigado sin su consentimiento constituye una interven­
ción sobre dos derechos fundamentales. Por un lado, sobre el derecho a la integridad personal y, por el
otro sobre el derecho a la intimidad. [...] 13. El derecho a la integridad personal protege la incolumidad
personal, es decir, la inviolabilidad de la persona humana, ya sea su faceta moral, psíquica o física.
Por lo que respecta a esta última faceta del derecho a la integridad [la integridad física], esta garantiza
la inviolabilidad de la persona contra toda clase de intervención en el cuerpo de un ser humano que
carezca del consentimiento de su titular. Se protege, así, el derecho a no sufrir lesión o menoscabo en
el cuerpo sin la aquiescencia de su titular. [...] 16. Por otro lado, del contenido protegido por el dere­
cho a la integridad física también se deriva una obligación de respetar, es decir, un deber jurídico que
tienen los sujetos pasivos [decididamente el Estado y los particulares], consistente en no menoscabar
la incolumidad del cuerpo. Se trata, pues, de una obligación de no hacer o de omitir cualquier acción
que se encuentre orientada a menoscabar el cuerpo del titular del derecho sin su consentimiento. En su
seno, esta faceta del derecho a la integridad física alberga posiciones iusjundamentales definitivas [v.gr.,
la prohibición de tortura] como prim a facie. 17. Posiciones de derecho fundamental de esta última
clase son consecuencia de que los derechos no son absolutos sino limitados. Se deben a la exigencia

nomos & thesi s


171 SECCIÓN IV: EL MINISTERIO PÚBLICO Y LOS DEMÁS SUJETOS PROCESALES Alt. 61
de armonizar su ejercicio con otros derechos de la misma naturaleza o con otros bienes y principios
igualmente reconocidos o establecidos por la Ley Fundamental. Las inspecciones y registros corporales,
que se encuentran autorizados a realizar determinados funcionarios públicos, o las intervenciones cor­
porales, como las que pueden autorizarse en virtud de una ley para conminar a una persona a someterse
a ellas constituyen, pues, injerencias en el contenido protegido prima facie del derecho a la integridad
personal. Y, al igual de lo que sucede con cualquier otra limitación del contenido de un derecho, no por
ello debe considerarse que esta sea en sí misma inconstitucional. Como en repetidas ocasiones hemos
advertido, una sanción de tal naturaleza solo puede ser consecuencia de que la limitación al derecho no
se encuentre justificada formal o materialmente [Cf. STC 003-2005-PI/TC (§ 146)] . Así las cosas, el
Tribunal hace notar que la orden fiscal de tomar una muestra de ADN constituye una injerencia en el
programa normativo del derecho a la integridad física. Participa de esta condición pues ella comporta
extraer del cuerpo, aun sin el consentimiento de su titular, un componente químico del núcleo celular,
denominado ácido desoxirribonucleico (ADN), a través del cual se obtiene determinada información
genética reveladora de la identidad de la persona a la que se practica tal procedimiento. Se trata de una
forma de intervención corporal puesto que su obtención presupone extraer del cuerpo un elemento
interno, sin contar con la autorización de su titular. Ello exige que en el escrutinio de constitucionalidad
de su práctica, el Tribunal observe si esta se encuentra autorizada por ley y, de estarlo, si satisface las car­
gas de argumentación que demanda el principio de proporcionalidad. [...] 20. Una autorización legal
en ese sentido no existe a favor del Ministerio Público. El argumento expresado por el procurador del
Ministerio Público, según el cual tal intervención puede practicarse en el marco general de la función
persecutoria del crimen que la Ley Fundamental ha atribuido al Ministerio Público, no es aceptable
desde el punto de vista del derecho a la integridad física. Una tarea semejante no puede realizarse de
manera disociada del respeto de los derechos fundamentales de quienes son investigados. La autonomía
e independencia del Ministerio Público, que su procurador ha invocado, no convierte a este órgano
constitucional en una isla en la que no existan derechos que respetar o en la que los que se respeten (y el
modo como se haga) queden a su discreción. [...] 22. La inexistencia de una autorización legal que fa­
culte al Ministerio Público para tomar una muestra de A D N de manera compulsiva toma injustificada
la injerencia en el derecho a la integridad física de don J. Tal juicio hace innecesario que este Tribunal
analice la proporcionalidad de la medida y, en particular, si su realización estaba orientada a la consecu­
ción de un fin constitucionalmente relevante -que el recurrente cuestionó, teniendo en consideración el
transcurso de 23 años desde que se habría cometido el hecho investigado y, por tanto, que detrás de ello
estuviese realmente el iuspuniendi estatal- o que la orden de tomarse tal muestra de A D N constituyese
una medida necesaria -esta vez, tomando en consideración que la inscripción de los padres en la partida
de nacimiento del recurrente fue ordenada judicialmente y que cuando ésta se efectuó J. era menor de
edad. Es suficiente, pues, que el Tribunal haya constatado que la intervención sobre el derecho a la in­
tegridad física del recurrente carezca de justificación formal para declarar que está probada la violación
de este. Así debe declararse. (Exp. N .° 05312-2011-PA/TC, del 21-07-2014 [Web: 28-03-2016 / EP:
08-12-2016], ff. jj. 11, 13, 16, 17, 20 y 22. Texto completo: <bit.ly/2TDdy8D>).
§ 353. Actuaciones del Ministerio Público son postulatorias y en ningún caso tienen efecto
decisorio sobre lo que posteriormente la judicatura resuelva. Tampoco tiene facultades coercitivas
para restringir o limitar la libertad personal. 4. El Tribunal Constitucional ha precisado que si bien
es cierto que la actividad del Ministerio Público en la investigación preliminar del delito, al formalizar
la denuncia o al emitir la acusación fiscal, se encuentra vinculada al principio de interdicción de la arbi­
trariedad y al debido proceso, también lo es que dicho órgano autónomo no tiene facultades coercitivas
para restringir o limitar la libertad personal. Ello, en mérito a que las actuaciones del Ministerio Público
son postulatorias y que en ningún caso tienen efecto decisorio sobre ló que posteriormente la judicatura
resuelva (Cfr. STC Exp. N .° 6167-2005-PPfC [§ 1431], caso Fernando Canutarías Salaverry). (Exp.
N .° 02430-2013-PFIC/TC [caso Ladislao Franco Pauro Llutari], del 10-11-2015 [Web: 04-07-2016],
f. j. 4. Texto completo: <bit.ly/2URRPad>).

♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL


Art. 62 LIBRO PRIMERO: DISPOSICIONES GENERALES 172

Artículo 62: Exclusión del Fiscal

1. Sin perjuicio de lo dispuesto en la Ley Orgánica del Ministerio Público, el superior jerárquico de un
Fiscal, de oficio o a instancia del afectado, podrá reemplazarlo cuando no cumple adecuadamente con
sus funciones o incurre en irregularidades. También podrá hacerlo, previa las indagaciones que considere
convenientes, cuando esté incurso en las causales de recusación establecidas respecto de los jueces.
2. El Juez está obligado a admitir la intervención del nuevo Fiscal designado por el superior.(a)

PROTOCOLOS, REGLAM ENTOS, LINEAMIENTOS, G UÍAS Y DIRECTIVAS

(a) Véase, supra, las señaladas en el artículo 60° del Nuevo Código Procesal Penal.

Artículo 63: Actividad y distribución de funciones

1. El ámbito de la actividad del Ministerio Público, en lo no previsto por este Código, será el señalado
por su Ley Orgánica.
2. Corresponde al Fiscal de la Nación, de conformidad con la Ley, establecer la distribución de funcio­
nes de los miembros del Ministerio Público.(a) (b)

PROTOCOLOS, REGLAMENTOS, LINEAMIENTOS, GUÍAS Y DIRECTIVAS


(a) Instrucción General N.° 1-2018-MP-FN: "Lincam ientos para la gestión de denuncias y casos del M inisterio Público"
(aprobado por la Resolución N.° 2648-2018-M P-FN de 19-07-2018). Véase el texto com pleto en: <bit.ly/2UcJAJv>.
(b) Véase, además, las señaladas en el artículo 60° del Nuevo Código Procesal Penal.

JURISPRUDENCIA D EL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL

§ 354. El fiscal no está facultado para ordenar pruebas de ADN durante la investigación del de­
lito. Vulneración al derecho a la integridad física. Véase la jurisprudencia del artículo 61° del Nuevo
Código Procesal Penal [§ 352]. (Exp. N .° 05312-2011-PA/TC, del 21-07-2014 [Web: 28-03-2016 /
EP: 08-12-2016], íF. jj. 11, 13, 16, 17, 20 y 22. Texto completo: <bit.ly/2TDdy8D>).

Artículo 64: Disposiciones y requerimientos

1. El Ministerio Público formulará sus Disposiciones, Requerimientos y Conclusiones en forma moti­


vada y la específica, de manera que se basten a s í mismos, sin remitirse a las decisiones del Juez, ni a
Disposiciones o Requerimientos anteriores.
2. Procederá oralmente en la audiencia y en los debates, y por escrito en los demás c a s o s .(a) (b)

PROTOCOLOS, REGLAM ENTOS, LINEAMIENTOS, GUÍAS Y DIRECTIVAS


(a) Protocolo de actuación interinstitucional específico de uso y form ación de requerimientos y solicitudes (aprobado por el
Decreto S uprem o N.° 010-2018-JUS [EP, 25-08-2018]). Véase el texto com pleto en: <bit.ly/2PjKLRN>.
(b) Véase, además, las señaladas en el artículo 60° del Nuevo Código Procesal Penal.

JURISPRUDENCIA DE LA CORTE SUPREMA

§ 355. Fiscal superior puede optar por no pronunciarse sobre las apelaciones. Véase la jurispru­
dencia del artículo 42 0 ° del Nuevo Código Procesal Penal [§ 1717]. (Casación N .° 475-2013-Tacna,
de 17-06-2015, fundamentos 2.2.6.1.3 al 2.2.7.2.1 establecidos como desarrollo jurisprudencial. Sala

nomos & thesis


173 SECCIÓN l\í EL MINISTERIO PÚBLICO Y LOS DEMÁS SUJETOS PROCESALES Alt. 64
Penal Permanente [EP, 11-09-2015, Jurisprudencia, Año XXIV, N .° 989, pp. 7287-7289]. Texto com­
pleto: <bit.ly/2IeQp3P>).

JURISPRUDENCIA D EL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL

§ 356. El derecho a la debida motivación de las decisiones fiscales. 4. [...] [Este] Tribunal, en
reiterada jurisprudencia, ha señalado que el proceso de amparo es la vía idónea para analizar si las ac­
tuaciones o decisiones de los fiscales observan o no los derechos fundamentales o, si en su caso, superan
o no el nivel de proporcionalidad y razonabilidad que toda decisión debe suponer, siempre que tengan
la condición de firme. Ahora bien, una decisión fiscal (disposición, resolución fiscal u otra análoga)
adquiere carácter firme cuando se han agotado todos los medios impugnatorios legalmente previstos
y siempre que estos tengan la posibilidad real de revertir los efectos de la decisión que se impugna. 5.
En cuanto al derecho a la debida motivación de las decisiones fiscales, el Tribunal Constitucional tiene
también establecido que la motivación debida de las decisiones de las entidades públicas -sean o no de
carácter jurisdiccional- comporta que el órgano decisor y, en su caso, los fiscales, al resolver las causas,
describan o expresen las razones o justificaciones objetivas que los llevan a tomar una determinada de­
cisión. Ello implica también que exista congruencia entre lo pedido y lo resuelto y, que por sí misma,
exprese una suficiente justificación de la decisión adoptada, aun cuando esta decisión sea breve o conci­
sa. Esas razones, por lo demás, deben provenir no solo del ordenamiento jurídico vigente y aplicable al
caso, sino, y sobre todo, de los propios hechos debidamente acreditados en el trámite de la investigación
o del proceso del que se deriva la resolución cuestionada. 6. Con base en ello, el Tribunal Constitucional
tiene precisado que el derecho a la debida motivación de las decisiones fiscales también se ve vulnerado
cuando la motivación es sólo aparente, en el sentido de que no da cuenta de las razones mínimas de
hecho o de derecho que sustentan la decisión fiscal, o porque se intenta dar sólo un cumplimiento
formal a la exigencia de la motivación. Así, toda decisión que carezca de una motivación adecuada,
suficiente y congruente constituirá una decisión fiscal arbitraria y, en consecuencia, será inconstitu­
cional. 7. Sin embargo, no todo ni cualquier error en el que eventualmente incurra una decisión fiscal
constituye automáticamente una violación del derecho a la debida motivación de las decisiones fiscales.
Ello solamente se da sólo en aquellos casos en los que dicha facultad se ejerce de manera arbitraria: es
decir, sólo en aquellos casos en los que la decisión fiscal es más bien fruto del decisionismo que de la
aplicación razonable del Derecho y de los hechos en su conjunto. (Exp. N .° 04437-2012-PA/TC [caso
Carlos Luigi Franco M azzetti Valdivia], del 06-08-2014 [Web: 14-10-2014], ff. jj. 4-7. Texto completo:
<bit.ly/2p0qdB0>).
§ 357. El proceso de amparo es la vía idónea para analizar si las actuaciones o decisiones de
los fiscales observan o no los derechos fundamentales o si, en su caso, superan o no el nivel de
proporcionalidad y razonabilidad que toda decisión debe suponer. La debida motivación de las
decisiones fiscales. 14. El art. 159 de la Constitución prescribe, entre otras cosas, que corresponde
al Ministerio Público conducir desde su inicio la investigación del delito, así como ejercitar la acción
penal de oficio o a petición de parte. Esta exigencia constitucional, como es evidente, ha de ser reali­
zada con la debida diligencia y responsabilidad, a fin de que las conductas ilícitas no queden impunes
y se satisfaga y concretice el principio del interés general en la investigación y persecución del delito
u otro bien constitucional análogo. En este sentido, este Tribunal, en su jurisprudencia, ha señalado
que el proceso de amparo es la vía idónea para analizar si las actuaciones o decisiones de los fiscales
observan o no los derechos fundamentales o si, en su caso, superan o no el nivel de proporcionalidad y
razonabilidad que toda decisión debe suponer, siempre que tenga la condición de firme. 15. En cuanto
al derecho a la debida motivación de las decisiones fiscales, el Tribunal Constitucional tiene también
establecido que la motivación debida de las decisiones de las entidades públicas -sean o no de carácter
jurisdiccional- comporta que el órgano decisor y, en su caso, los fiscales, al resolver las causas, describan
o expresen las razones o justificaciones objetivas que los llevan a tomar una determinada decisión. Ello
implica también que exista congruencia entre lo pedido y lo resuelto, y que, por sí misma, exprese una
suficiente justificación de la decisión adoptada. Esas razones, por lo demás, deben provenir no solo del

♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL


Art. 65 LIBRO PRIMERO: DISPOSICIONES GENERALES 174

ordenamiento jurídico vigente y aplicable al caso, sino, y sobre todo, de los propios hechos debidamen­
te acreditados en el trámite de la investigación o del proceso del que se deriva la resolución cuestionada
(cfr. Sentencia N .° 4437-2012-PA, fundamento 3). 16. Con base en ello, el Tribunal Constitucional
tiene precisado que el derecho a la debida motivación de las decisiones fiscales también se ve vulnerado
cuando la motivación es solo aparente, en el sentido de que no da cuenta de las razones mínimas de
hecho o de derecho que sustentan la decisión fiscal, o por qué se intenta dar solo un cumplimiento
formal a la exigencia de la motivación. Así, toda decisión que carezca de una motivación adecuada, su­
ficiente y congruente constituirá una decisión fiscal arbitraria y, en consecuencia, será inconstitucional
(cfr. Sentencia N .° 4437-2012-PA, fundamento 6). 17. Sin embargo, no todo ni cualquier error en el
que eventualmente incurra una decisión fiscal constituye automáticamente una violación del derecho a
la debida motivación de las decisiones fiscales. Ello solamente se da en aquellos casos en los que dicha
facultad se ejerce de manera arbitraria; es decir, solo en aquellos casos en los que la decisión fiscal es más
bien fruto del decisionismo que de la aplicación razonable del derecho y de los hechos en su conjunto.
(Exp. N .° 05121-2015-PA/TC, del 24-01-2018 [Web: 14-03-2018 / EP: 20-06-2018], ff. jj. 14 al 17.
Texto completo: <bit.ly/2Fw93Cr>).
§ 358. Puede examinarse, a través del proceso de amparo, la motivación llevada a cabo por el
Ministerio Público al momento de emitir su decisión. Violación sexual: no puede sostenerse que
el tiempo transcurrido entre los hechos y la formulación de denuncia genera por sí solo dudas
sobre la declaración de la recurrente. 18. La recurrente alega que el dictamen fiscal de fecha 18 de
octubre de 2006, emitido por la [...] Fiscalía [...], así como la resolución fiscal de fecha 17 de enero de
2007, emitida por [otra] Fiscalía, vulneran su derecho a la tutela procesal efectiva, pues, a pesar de que
existen indicios suficientes de la comisión del delito de violación sexual del que fue víctima, le impiden
llegar a la tramitación de un proceso penal para procurar la reparación del daño que le provocaron con
dicha agresión. En ese sentido, sostiene que el Ministerio Público ha dado un valor probatorio excesivo
a los elementos que contradicen su denuncia y, por otra parte, le ha restado todo valor a aquellos que
sí la corroboran, vulnerando así su derecho a la prueba y a la debida motivación. [...] 20. Al respecto,
este Tribunal debe enfatizar que, en principio el proceso de amparo no puede constituirse en una su-
prainstancia de revisión de toda actuación judicial o fiscal. Sin embargo, sí corresponde que el Tribunal
examine, a través del proceso de amparo, la motivación llevada a cabo por el Ministerio Público al mo­
mento de emitir su decisión. [...] 29. [Una vez examinados los autos], resulta evidente que no estamos
ante decisiones fiscales válidas y constitu'cionalmente legítimas, sino, por el contrario, ante decisiones
arbitrarias e inconstitucionales, cuya nulidad debe ser declarada para disponer consecutivamente la
expedición de un nuevo pronunciamiento en el cual se motive debidamente el sentido resolutivo. 30.
Finalmente, este Tribunal llama la atención sobre la aseveración efectuada por el Ministerio Público de
que el tiempo transcurrido entre los hechos y la formulación de denuncia genera por sí solo dudas sobre
la declaración de la recurrente. Tal afirmación, que se encuentra tanto en el dictamen fiscal [...] como
en la resolución que resuelve la queja [...], desconoce el rechazo social de la violencia contra la mujer
y profundiza su situación de vulnerabilidad, descrita en los fundamentos precedentes de la presente
sentencia. (Exp. N .° 05121-2015-PA/TC, del 24-01-2018 [Web: 08-03-2018], ff. jj. 18, 20, 29 y 30.
Texto completo: <bit.ly/2Fw93Cr>).
§ 359. Archivamiento fiscal cuestionada se encuentra debidamente motivada, pues no se ad­
vierte que su contenido sea irrazonable o arbitrario. Véase la jurisprudencia del artículo 334° del
Nuevo Código Procesal Penal [§ 1314]. (Exp. N .° 02942-2014-PA/TC, del 21-09-2016 [Web: 01-03­
2018], ff. jj. 4 y 6. Texto completo: <bit.ly/2GprNoo>).

Artículo 65: La investigación del delito destinada a ejercitar la acción penal

1. El Ministerio Público, en la investigación del delito destinada a ejercitar la acción penal, deberá ob­
tener los elementos de convicción necesarios para la acreditación de los hechos delictivos, a sí como para

nomos & thesis


175 SECCIÓN IV: EL MINISTERIO PÚBLICO Y LOS DEMÁS SUJETOS PROCESALES Alt. 65
identificar a los autores o partícipes en su comisión. Con la finalidad de garantizar la mayor eficacia en Ea
lucha contra el delito, el Ministerio Público y la Policía Nacional deben cooperar y actuar de forma conjunta
y coordinada, debiendo diseñar protocolos de actuación, sin perjuicio de dar cumplimiento a lo dispuesto
en los artículos 69 y 333.
2. El fiscal, en cuanto tenga noticia del delito, realizará -si correspondiere- las primeras diligencias
preliminares o dispondrá que las realice la Policía Nacional.
3. Cuando el fiscal ordene la intervención policial, entre otras indicaciones, precisará su objeto y, de
ser el caso, las formalidades específicas que deberán reunir los actos de investigación para garantizar su
validez. La función de investigación de la Policía Nacional estará sujeta a la conducción del fiscal.
4. El fiscal decide la estrategia de investigación adecuada al caso. Programa y coordina con quienes
corresponda sobre el empleo de pautas, técnicas y medios indispensables para la eficacia de la misma. La
Policía Nacional brinda su s recomendaciones a tal efecto. Garantiza el derecho de defensa del imputado y
sus demás derechos fundamentales, así como la regularidad de las diligencias correspondientes.
5. El Ministerio Público y la Policía Nacional del Perú, en la investigación del delito, observan en todo
momento el principio de legalidad, pudiendo establecer programas de capacitación conjunta que permitan
elevar la calidad de sus servicio s.(1)(a)(b)

NOTA DE ACTUALIZACIÓN
(1) Artículo m odificado por el artículo 3 de la Ley N.° 30076 (EP, 19-08-2013).

PROTOCOLOS, REGLAMENTOS, LINEAMIENTOS, GUÍAS Y DIRECTIVAS


(a) Manual para el desarrollo del plan de investigación (aprobado por la Resolución N.° 1700-2013-MP-FN de 14-06-2013).
Véase el texto completo en: <bit.ly/2Ucqzam>.
(b) Véase, además, las señaladas en el artículo 60° del Nuevo Código Procesal Penal.

JURISPRUDENCIA DE LA CORTE SUPREMA

§ 360. Principio de oficialidad. Sexto. [...] El ejercicio de la acción penal y la formulación de


una pretensión punitiva, son prerrogativas ejercidas a instancia privativa del Ministerio Público, como
órgano constitucional público especializado. La obtención de la verdad requiere del cumplimiento de
vías formalizadas, por lo tanto, la persecución delictiva debe ser promovida por organismos oficiales
del Estado, no quedando librada a la voluntad del lesionado en el delito. Esto implica que el Estado
no tiene únicamente la pretensión penal material, sino también el derecho y la obligación de perseguir
penalmente [Roxin, Claus. Derecho Procesal Penal. Editores del Puerto. Buenos Aires 2000, pp. 83]. De
ello se derivan dos tipos de beneficios: De un lado, constituye una garantía de que las investigaciones
se realicen en forma debida y correcta, mediante la actuación de las diligencias convenientes para la
comprobación del delito, en un escenario formal de averiguación. Y de otro lado, cumple una finalidad
proteccionista, es decir, se busca que las investigaciones, como parte de la persecución delictiva, se rea­
licen con la mayor moderación posible, legitimando el resultado de la indagación criminal y la posible
aplicación de una consecuencia jurídico-penal. Con ello, se busca abstraer a la parte ofendida en el
delito, de la posibilidad de ejercer justicia de modo particular [método auto compositivo], encomen­
dándosele dicha facultad a órganos dotados de imparcialidad y legitimidad pública: Ministerio Público
y Poder Judicial, personificados en el Fiscal y el Juez [método heterocompositivo]. Y es que, el delito,
con arreglo al principio de intervención mínima, ha de ser siempre indisponible, perteneciendo al
Estado su persecución, aunque el sujeto pasivo de la acción no muestre voluntad favorable. De ahí que
se conciba al delito como un fenómeno público, y no un acto privado [Asencio Mellado, José María.
Derecho Procesal Penal Estudios Fundamentales. Instituto Peruano de Criminología y Ciencias Penales
(INPECCP). Fondo Editorial. Lim a2016, p. 36]. (R. N. N .° 1969-2016-Lima Norte, de 01-12-2016,
£ j. 6. Sala Penal Permanente. Texto completo: <bit.ly/2kllQmH>)

♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL


Art. 66 LIBRO PRIMERO: DISPOSICIONES GENERALES 176

JURISPRUDENCIA DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL

§ 361. Principio de oportunidad aplicado por el fiscal no impide sanción administrativa. La


doble dimensión para el cumplimiento del ne bis in ídem. Véase la jurisprudencia del artículo 2o del
Nuevo Código Procesal Penal [§ 198]. (Exp. N .° 2405-2006-PHC/TC, del 17-04-2006 [Web: 25-05­
2007 / EP: 04-08-2007], ff. jj. 6, 7, 8 y 11. Texto completo: <bit.ly/2UNttls>).

Artículo 66: Poder coercitivo

1. En caso de inconcurrencia a una citación debidamente notificada bajo apercibimiento, el Ministerio


Público dispondrá la conducción compulsiva del omiso por la Policía Nacional.
2. Realizada la diligencia cuya frustración motivó la medida, o en todo caso, antes de que transcurran
veinticuatro horas de ejecutada la orden de fuerza, el Fiscal dispondrá su levantamiento, bajo responsa­
bilidad. ®

PROTOCOLOS, REGLAMENTOS, LINEAMIENTOS, G U ÍA S Y DIRECTIVAS


(a) Véase, supra, las señaladas en el artículo 60° del Nuevo Código Procesal Penal.

JURISPRUDENCIA DE LA CORTE SUPREMA

§ 362. La conducción compulsiva de quien hace caso omiso a la citación fiscal no afecta ningún
derecho constitucional, siempre y cuando haya sido válidamente notificada. Derecho a guardar
silencio del imputado. Véase la jurisprudencia del artículo 126° del Nuevo Código Procesal Penal
[§ 558]. (Casación N .° 375-2011-Lambayeque, de 18-06-2013, £ j. 7. Sala Penal Permanente. Texto
completo: <bit.ly/2DvQOer>).

CAPÍTULO II
LA POLICÍA

Artículo 67: Función de investigación de la Policía

1. La Policía Nacional en cumplimiento de sus funciones debe, inclusive por propia iniciativa, tomar
conocimiento de los delitos y dar cuenta inmediata al fiscal, sin perjuicio de realizar las diligencias de ur­
gencia e imprescindibles para impedir sus consecuencias, individualizar a sus autores y partícipes, reunir
y asegurar los elementos de prueba que puedan servir para la aplicación de la ley penal. Sim ilar función
desarrollará tratándose de delitos dependientes de instancia privada o sujetas a ejercicio privado de la
acción penal.
2. Los policías que realicen funciones de investigación están obligados a apoyar al Ministerio Público
para llevar a cabo la investigación preparatoria.(1) (a) (b) (c) (d) (e)

NOTA DE ACTUALIZACIÓN
(1) Artículo m odificado por el artículo 3 de la Ley N.° 30076 (EP, 19-08-2013).

PROTOCOLOS, REGLAMENTOS, LINEAMIENTOS, G U ÍA S Y DIRECTIVAS

(a) Manual para el desarrollo del plan de Investigación (aprobado por la Resolución N.° 1700-2013-M P-FN de 14-06-2013).
Véase el texto com pleto en: <bit.ly/2Ucqzam>.
(b) Reglamento de la cadena de custodia de elementos materiales, evidencias y adm inistración de bienes incautados
(aprobado por la Resolución N.° 729-2006-M P-FN de 15-06-2006). Véase el texto com pleto en: <bit.ly/2FIR5ho>.
(c) Protocolo de actuación interinstitucional específico de trabajo y coordinación entre el M inisterio Público y la Policía
Nacional del Perú (aprobado por el Decreto Supremo N.° 010-2018-JUS [EP, 25-08-2018]). Véase el texto completo en:
<bit.ly/2UJXz9Z>.

n om os & thesis
177 SECCIÓN IV: EL MINISTERIO PÚBLICO Y LOS DEMÁS SUJETOS PROCESALES A lt 67
(d) Reglamento de la Ley N.° 29986 que modifica el artículo 239 del Código Procesal Penal, aprobado por el Decreto
Legislativo N.° 638 y el artículo 195 del Código Procesal Penal [a fin de introducir importantes y necesarios cambios en
la realización de la diligencia de levantamiento de cadáveres en zonas declaradas en estado de emergencia], aprobado
por el Decreto Legislativo N.° 957 (aprobado por el Decreto Supremo N.° 010-2013-JUS de 07-09-2013). Véase el texto
completo en: <bit.ly/2HUHUOs>.
(e) Protocolo de actuación interinstitucional de protección e investigación de la escena del crimen (aprobado por el Decreto
Supremo N.° 010-2018-JUS [EP, 25-08-2018]). Véase el texto com pleto en: <bit.ly/2v7Kwju>.

ACUERDOS DE LAS SALAS PENALES SUPERIORES

§ 363. El juez dispondrá la exclusión y sanción al abogado defensor si no asiste de manera


injustificada a una audiencia inaplazable. Véase la jurisprudencia del artículo 85° del Nuevo C ó­
digo Procesal Penal [§ 422]. (Acuerdo N .° 3-2017-SPS-CSJLL, de 13-06-2017. Acuerdo de Jueces
Titulares de las Salas Penales Superiores de la Corte Superior de Justicia de La Libertad. Texto completo:
<bit.ly/2HbXqDQ> [p. 3]).

JURISPRUDENCIA DE LA CORTE SUPREMA

§ 364. Principio de investigación de hechos. Sexto, [...] La aportación y comprobación de los he­
chos es un deber y obligación, constitucionalmente impuesta, que incumbe al Ministerio Público y a la
Policía Nacional -la investigación de oficio es propia de la etapa de investigación preparatoria-, confor­
me consta de los artículos 61.2 y 67.1 NCPP. Ambos órganos del Estado deben investigar las conductas
presuntamente delictivas, a través de una multiforme actividad investigativa, regulada legalmente y
con una fuerte relevancia del interés público. Una vez incoada la inculpación formal -en la que tiene
un rol importantísimo el Informe Policial (artículo 332 NCPP)- y, posteriormente, con motivo de la
formulación la acusación -siempre que haya materia criminis- (artículo 349.1 y 2 NCPP), corresponde
al Fiscal introducir no solo los hechos y circunstancias fácticas con relevancia penal -sin excluir ningún
elemento fáctico relevante, y siempre que hayan sido determinados en la investigación preparatoria (ar­
tículo 349.2 NCPP)- sino también las evidencias o medios probatorios al proceso, bajo estricto control
jurisdiccional, todo lo cual se ha de materializar en la etapa intermedia. (Casación N .° 373-2011-Lam-
bayeque, de 18-06-2013, f. j. 6. Sala Penal Permanente. Texto completo: <bit.ly/2DvQOer>).
§ 365. Diligencias policiales sin participación del Ministerio Publico no tienen solvencia pro­
batoria. [Sumilla] Las diligencias policiales sin participación del Ministerio Público no tienen solven­
cia probatoria para determinar la responsabilidad penal del justiciable, máxime si la menor agraviada
se retractó de la imputación policial en el Plenario dejando incólume la presunción de inocencia con la
cual ingresó al escenario procesal el encausado; siendo acertado la absolución venida en grado. (R. N.
N .° 2735-2014-Puno, de 04-02-2016. Sala Penal Permanente. Texto completo: <bit.ly/lUyE2Bt>).

§ 366. El hecho de realizar diligencias policiales en un lugar distinto al de la intervención sin


la participación del representante del Ministerio Público y sin garantizar el derecho de los proce­
sados a la asistencia de un abogado defensor, restan eficacia probatoria a las mismas. 3.1. La incri­
minación formulada contra los sentenciados se enfoca en el hallazgo de droga al interior del vehículo
station wagón [...] que era conducido por PO [...]. 3.2. Los integrantes del Colegiado Superior cuestio­
naron el contenido de tres actas: - Acta de registro vehicular, hallazgo y comiso de droga [...] - Acta de
registro personal e incautación de dinero y especies, practicada a PO, en cuya bermuda se halló la suma
de SI. 20, así como un celular [...] - Acta de registro personal practicada a CH. 3.3. Los mencionados
documentos registran diligencias con las que se pretende acreditar la vinculación de los procesados con
la droga hallada por cuya posesión son procesados. Sin embargo, pese a que su realización fue en un
lugar distinto al de intervención, aquellas no fueron recabados con la intervención del representante del
Ministerio Público ni se garantizó el derecho de los procesados a la asistencia de un abogado defensor de
elección u oficio, pese a concurrir circunstancias para el cumplimiento de tales condiciones; por tanto,
no cuentan con eficacia probatoria, desestimando así los cuestionamientos en este extremo. [...] 3.6.

♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL


Art. 67 LIBRO PRIMERO: DISPOSICIONES GENERALES 178

Finalmente, no es ilógica la exigencia de intervención del representante del Ministerio Público y el abo­
gado defensor del imputado en las diligencias de registro en las que se halló droga en el vehículo, dado
que esta se hizo en un lugar distinto -patio de la comisaría de Payet- al inicial. Bajo dicho contexto, no
se justifica el proceder policial de efectuar o concluir la diligencia sin el cumplimiento de las garantías
debidas, tanto más si los imputados en todo momento contradice la sindicación sobre la base de las
deficiencias antes anotadas. (R. N. N .° 463-2018-Lima Norte, del 17-09-2018, ff. jj. 3.1, 3.2, 3.3 y
3.6. Sala Penal Permanente. Texto completo: <bit.ly/2ThOMGW>).
§ 367. No es requisito constitutivo de validez que el acta de registro personal e incautación se
levante en el lugar de los hechos. Al procesado se le encontró el celular robado. Quinto. [La] confe­
sión policial del imputado es compatible con lo declarado por el agraviado y lo que acotaron los policías
y el sereno. Además, a él se le encontró el celular. Se cuestiona el hecho del lugar del levantamiento del
acta de registro e incautación, no de la propia diligencia. No es un requisito constitutivo de validez que
el acta se levante en el lugar de los hechos -diversas circunstancias pueden determinar que no pueda ha­
cerse en in situ-. Lo esencial es que refleje objetivamente una realidad: la tenencia de un bien delictivo,
que es lo que fluye de lo que el imputado inicialmente admitió y de lo declarado por el agraviado, los
policías y el sereno. El celular estaba en posesión del agraviado. Este dato es cardinal para la determi­
nación del hecho acusado y juzgado -en bienes muebles la posesión acredita la preexistencia del celular
sustraído. De otro lado, no existe dato cierto que refleje que el celular no tenía chip -y, por ende, que
no podía ser cierto que se observen fotos en su pantalla o que se haga una llamada al mismo-. En suma
los cuestionamientos formales a la prueba preconstituida carecen de mérito. El delito está probado, así
como la culpabilidad del encausado: existe prueba fiable, suficiente y corroborada. Cabe insistir que las
declaraciones preliminares con fiscal pueden ser valoradas en la sentencia [...]. (R. N. N .° 896-2016-
Lima, del 11-07-2017, f. j. 3. Primera Sala Penal Transitoria. Texto completo: <bit.ly/2HdHm56>).
§ 368. No se invalida las actas de intervención e incautación policial que no fueron firmas por
los intervenidos. C uarto. Entre los intervenidos se encontraban los recurrentes JC H C y FIFC. Al
primero de ellos se le halló en el cinto una pistola [...] abastecida con trece municiones; mientras que
al segundo, una pistola [...] abastecida con nueve municiones [...]. Aunque los encausados se negaron
a firmar las respectivas actas de intervención, el contenido de estas fue ratificado por los efectivos poli­
ciales intervinientes [...]. Quinto. El hecho de que los procesados se hubieran negado a firmar las actas
de intervención es una práctica habitual en este tipo de delitos, y la mera alegación de los recurrentes
es insuficiente para concluir que los efectivos policiales sembraron de manera arbitraria los respectivos
objetos peligrosos [...]. Octavo. En suma, se concluye que la intervención policial fue acorde a ley. El
hecho de que los intervenidos se negaran a firmar las actas de hallazgo e incautación de armas de fuego
no las invalida, como lo indicó esta Corte Suprema en la Casación N .° 574-2015/San Martín [§ 872]:
Es evidente que no hace falta la presencia del fiscal para la elaboración y validez de un acta de incau­
tación tras una pesquisa, así como tampoco su validez formal se compromete porque el intervenido se
niegue a firmarla. Tampoco se requiere como presupuesto de eficacia jurídica, que se levante el acta en
el lugar de la intervención -muchas razones de urgencia y por las variables características o modalidades
de actuación policial y del lugar de injerencia pueden explicarla-. El anáfisis forense o pericial determinó
la autenticidad del objeto del delito y, con ello, su potencialidad peligrosa de necesaria concurrencia
en el delito de tenencia ilegal de armas, que exige una conducta que conlleve un peligro abstracto, esto
es, la posibilidad de que el sujeto haga uso de un elemento o cosa que tiene idoneidad para lesionar
bienes jurídicos de relevancia social. La prueba documental, pericial y testimonial es suficiente para
adquirir certeza sobre la realidad del evento delictivo y desestimar el recurso defensivo [...]. (R. N.
N .° 872-2018-Lima Sur, del 24-10-2018, ff. jj. 4, 5 y 8. Sala Penal Permanente. Texto completo:
<bit.ly/2FgxCUP>).
§ 369. Los actos de inteligencia de la Policía Nacional son actos investigativos preprocesales.
Delito de tráfico ilícito de drogas. Quinto. El corpus delicti se acredita, primero, con el informe remi­
tido, vía cooperación judicial, por el Servicio Especial Antidrogas, de la Fiscalía Provincial de Barcelo-
na-España [...], [que] partió el contenedor de matrícula X, del puerto del Callao, cuya exportadora era
n o m o s & t h e s is
179 SECCIÓN IV: EL MINISTERIO PÚBLICO Y LOS DEMÁS SUJETOS PROCESALES A ft . 6 8

la empresa JMAE SAC de Ucayali (Perú), y como destinatario tenía a la empresa E SL. Así, en cumpli­
miento de la autorización de entrega vigilada del citado contenedor, [...], [luego] se realizó el descargo
de quince palets,flejados y retractilados con piezas de madera. Luego, al romper los palets se encontraron
paquetes con una sustancia que dio positivo para cocaína. Segundo, con el acta realizada por la Vigilan­
cia Aduanera, de la Agencia Tributaria de Barcelona [...], en el que se hace constar que realizado el pesaje
por muestreo de los paquetes intervenidos, se concluye que los ciento sesenta y uno (161) paquetes con
cocaína presentan un peso medio unitario de 720 gramos, lo que supone un total aproximado de 116
kilogramos de cocaína. Tercero, con el dictamen N .° 0717/10, elaborado por el Instituto Nacional de
Toxicología y Ciencias Forenses de Barcelona, [...], que da cuenta de la calidad y cantidad de la sustan­
cia ilícita decomisada, con las características antes descritas. Sexto. Cabe resaltar que la intervención
antes descrita se dio gracias a las acciones de Inteligencia que realizó la División de Drogas de la Policía
Nacional del Perú, las que se encuentran descritas en [un] documento [de la DIRANDRO], [...], que
da cuenta de una organización de narcotraficantes que operaba en Lima, Pucallpa y otras ciudades del
país, y que efectuaba envíos de cantidades considerables de cocaína a países de Europa del Norte y Cen-
troamérica, entre otros, vía marítima, con la modalidad de creación de seudoempresas exportadoras que
solo fueron empleadas para concretar sus envíos ilícitos. [...] Décimo cuarto. Los agravios expuestos
por el recurrente SC no son de recibo. En efecto, si bien el informe [...] de la DIRANDRO constituye
un acto investigativo preprocesal (“es un documento en el que agentes policiales atribuyen al inculpado
la presencia en algún lugar y el encuentro con determinadas personas, por lo que, en realidad, operan
como una suerte de anómalos testigos”), el mismo fue convalidado por el propio acusado, en cuanto
reconoció ser la persona mostrada en la vista fotográfica [...], y aceptó haber concurrido al restaurante
D y haberse cruzado con VA. Ello, analizado en conjunto con el hecho de que la policía investigaba a
presuntos implicados de una organización de narcotraficantes y las testimoniales de SA y RB permiten
inferir, razonablemente, que el acusado C C es el conocido como “Paquita, el Vasco”, quien se encargó
de financiar la constitución de la seudoempresa JM AE SAC y dirigir la exportación del envío de droga
a Barcelona. (R. N. N .° 1006-2015-Lima, del 12-10-2016, ff. jj. 5, 6 y 14. Sala Penal Transitoria. Texto
completo: <bit.ly/2UOfFUu>).
§ 370. Las declaraciones dadas durante la investigación preliminar y sin la participación
del Ministerio Publico carecen de valor como prueba si no fueron ratificadas ante las autorida­
des judiciales. Véase la jurisprudencia del artículo 322° del Nuevo Código Procesal Penal [§ 370].
(R. N. N .° 3062-2014-Lima, del 12-12-2016, ff. jj. 3 al 7. Sala Penal Transitoria. Texto completo:
<bit.ly/2Hjzpv2>).

Artículo 68: Atribuciones de la Policía

1. La Policía Nacional en función de investigación, sin perjuicio de lo dispuesto en el artículo anterior y


en las normas sobre investigación, bajo la conducción del Fiscal, podrá realizar lo siguiente:
a) Recibir las denuncias escritas o sentar el acta de las verbales, así como tomar declaraciones a los
denunciantes.
b) Vigilar y proteger el lugar de los hechos a fin de que no sean borrados los vestigios y huellas del
delito.
c) Practicar el registro de las personas, así como prestar el auxilio que requieran las víctimas del delito.
d) Recoger y conservar los objetos e instrumentos relacionados con el delito, a sí como todo elemento
material que pueda servir a la investigación.
e) Practicar las diligencias orientadas a la identificación física de los autores y partícipes del delito.
f) Recibir las declaraciones de quienes hayan presenciado la comisión de los hechos.
g) Levantar planos, tomar fotografías, realizar grabaciones en video y demás operaciones técnicas o
científicas.

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Art. 68 LIBRO PRIMERO: DISPOSICIONES GENERALES 180

h) Capturar a los presuntos autores y partícipes en caso de flagrancia, informándoles de inmediato


sobre sus derechos.
i) Asegurar los documentos privados que puedan servir a la investigación. En este caso, de ser posible
en función a su cantidad, los pondrá rápidamente a disposición del Fiscal para los fines consiguientes
quien los remitirá para su examen al Jue z de la Investigación Preparatoria. De no ser posible, dará cuenta
de dicha documentación describiéndola concisamente. El Juez de la Investigación Preparatoria, decidirá
inmediatamente o, si lo considera conveniente, antes de hacerlo, se constituirá al lugar donde se encuen­
tran los documentos inmovilizados para apreciarlos directamente. Si el Juez estima legítima la inmovi­
lización, la aprobará judicialmente y dispondrá su conversión en incautación, poniéndolas a disposición
del Ministerio Público. De igual manera se procederá respecto de los libros, comprobantes y documentos
contables administrativos.
j) Allanar locales de uso público o abiertos al público.
k) Efectuar, bajo inventario, los secuestros e incautaciones necesarios en los casos de delitos flagran­
tes o de peligro inminente de su perpetración.
l) Recibir la manifestación de los presuntos autores o partícipes de delitos, con presencia obligatoria de
su Abogado Defensor. Si éste no se hallaré presente, el interrogatorio se limitará a constatar la identidad
de aquellos.
m) Reunir cuanta información adicional de urgencia permita la criminalística para ponerla a disposición
del Fiscal, y
n) Las demás diligencias y procedimientos de investigación necesarios para el mejor esclarecimiento
de los hechos investigados
2. De todas las diligencias específicas en este artículo, la Policía sentará actas detalladas las que entre­
gará al Fiscal. Respetará las formalidades previstas para la investigación. El Fiscal durante la Investigación
Preparatoria puede disponer lo conveniente en relación al ejercicio de las atribuciones reconocidas a la
Policía.
3. El imputado y su defensor podrán tomar conocimiento de las diligencias practicadas por la Policía y
tendrán acceso a las investigaciones realizadas. Rige, en lo pertinente, lo dispuesto en el artículo 324 del
presente Código. El Fiscal decretará, de ser el caso, el secreto de las investigaciones por un plazo pruden­
cial que necesariamente cesará antes de la culminación de las mismas. («>(!»)(«) («otoro

PROTOCOLOS, REGLAMENTOS, LINEAMIENTOS, GUÍAS Y DIRECTIVAS


(a) Protocolo de actuación interinstitucional para la aplicación del registro y recepción (aprobado por el Decreto Supremo
N.° 010-2018-JUS [EP, 25-08-2018]). Véase el texto com pleto en: <bit.ly/2ltrhJM>.
(b) Protocolo de actuación interinstitucional específico de trabajo y coordinación entre el Ministerio Público y la Policía
Nacional del Perú (aprobado por el Decreto Supremo N.° 010-2018-JUS [EP, 25-08-2018]). Véase el texto com pleto en:
<bit.ly/2UJXz9Z>.
(c) Reglamento de la cadena de custodia de elementos materiales, evidencias y adm inistración de bienes incautados
(aprobado por la Resolución N.° 729-2006-M P-FN de 15-06-2006). Véase el texto com pleto en: <bit.ly/2FIR5ho>.
(d) Reglamento de la Ley N.° 29986 que modifica el artículo 239 del Código Procesal Penal, aprobado por el Decreto
Legislativo N.° 638 y el artículo 195 del Código Procesal Penal [a fin de introducir im portantes y necesarios cam bios en
la realización de la diligencia de levantamiento de cadáveres en zonas declaradas en estado de emergencia], aprobado
por el Decreto Legislativo N.° 957 (aprobado por el Decreto Supremo N.° 010-2013-JUS de 07-09-2013). Véase el texto
com pleto en: <bit.ly/2HUHUOs>.
(e) Protocolo de actuación interinstitucional de protección e investigación de la escena del crimen (aprobado por el Decreto
Supremo N.° 010-2018-JUS [EP, 25-08-2018]). Véase el texto completo en: <bit.ly/2v7Kwju>.
(f) Protocolo de actuación interinstitucional específico de reconocimientos (aprobado por el Decreto Supremo N.° 010-
2018-JUS [EP, 25-08-2018]). Véase el texto com pleto en: <bit.ly/2Uq8HDR>.

JURISPRUDENCIA DE LA CORTE SUPREMA

§ 371. Secreto de las investigaciones preliminares debe ser declarado en resolución motivada.
La facultad del fiscal de ordenar el secreto de las actuaciones de forma total o parcial se encuentra

n o m o s & th e sís
181 SECCIÓN \V . EL MINISTERIO PÚBLICO Y LOS DEMÁS SUJETOS PROCESALES A lt . 7 0

referido a alguno o algunos actos dentro de la investigación preliminar, y no a la investigación


preliminar en su totalidad. Véase la jurisprudencia del artículo 324° del Nuevo Código Procesal Penal [§
1287]. (Casación N .° 373-2018-Nacional, del 13-02-2019, £F. jj. 1 al 3. Sala Penal Permanente. Texto
completo: <bit.ly/2HgepFB>).

Artículo 68-A: Operativo de revelación del delito

1. Ante la inminente perpetración de un delito, durante su comisión o para su esclarecimiento, el Fiscal,


en coordinación con la Policía, podrá disponer la realización de un operativo conjunto con la finalidad de
identificar y, de ser el caso, detener a sus autores, el que deberá ser perennizado a través del medio idóneo,
conforme a las circunstancias del caso.
2. Para el operativo el Fiscal podrá disponer la asistencia y participación de otras entidades, siempre
que no genere un riesgo de frustración.(1) (a) (b)

NOTA DE ACTUALIZACIÓN
(1) Artículo incorporado por el artículo 3o del Decreto Legislativo N.° 1307 (ER 30-12-2016), el m ismo que entró en vigencia
a nivel nacional a los noventa (90) días de su publicación en el diario oficial El Peruano.

PROTOCOLOS, REGLAMENTOS, LINEAMIENTÓS, GUÍAS Y DIRECTIVAS


(a) Reglamento de la Ley N.° 29986 que modifica el artículo 239 del Código Procesal Penal, aprobado por el Decreto
Legislativo N.° 638 y el artículo 195 del Código Procesal Penal [a fin de introducir importantes y necesarios cambios en
la realización de la diligencia de levantamiento de cadáveres en zonas declaradas en estado de emergencia], aprobado
por el Decreto Legislativo N.° 957 (aprobado por el Decreto Supremo N.° 010-2013-JUS de 07-09-2013). Véase el texto
com pleto en: <bit.ly/2HUHUOs>.
(b) Protocolo de actuación interinstitucional de protección e investigación de la escena del crimen (aprobado por el Decreto
Supremo N.° 010-2018-JUS [EP, 25-08-2018]). Véase el texto completo en: <bit.ly/2v7Kwju>.

Artículo 69: Instrucciones del Fiscal de la Nación

Sin perjuicio de las directivas específicas que el Fiscal correspondiente imparte en cada caso a la Po­
licía, el Fiscal de la Nación regulará mediante Instrucciones Generales los requisitos legales y las formali­
dades de las actuaciones de investigación, así como los mecanismos de coordinación que deberán realizar
los fiscales para el adecuado cumplimiento de las funciones previstas en este Código.(a)(b)

PROTOCOLOS, REGLAMENTOS, LINEAMIENTOS, GUÍAS Y DIRECTIVAS


(a) Directiva N.° 005-2012-MP-FN: "Concurrencia del fiscal superior a la audiencia de apelación" (aprobado por ía
Resolución N.° 2045-2012-MP-FN de 08-08-2012). Véase el texto completo en: <bit.ly/2VLxOT3>.
(b) Directiva N.° 007-2012-MP-FN: Procedimiento a seguir cuando se haya incurrido en una errónea calificación jurídica en
la disposición de form alización de la investigación preparatoria (aprobada por la Resolución N.° 2045-2012-MP-FN de
08-08-2012). Véase el texto completo en: <bit.ly/2V8omfr>.

Artículo 70: Prohibición de informar .... ,

La Policía podrá informar a los medios de comunicación social acerca de la identidad de los imputados.
Cuando se trate de la víctima, testigos, o de otras personas que se encontraren o pudieren resultar vincu­
ladas a ía investigación de un hecho punible requerirá la previa autorización del Fiscal.

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Art. 71 LIBRO PRIMERO: DISPOSICIONES GENERALES 182

TÍTULO II
EL IMPUTADO Y EL ABOGADO DEFENSOR

CAPÍTULO I
EL IMPUTADO

Artículo 71: Derechos del imputado

1. El imputado puede hacer valer por s í mismo, o a través de su Abogado Defensor, los derechos que la
Constitución y las Leyes le conceden, desde el inicio de las primeras diligencias de investigación hasta la
culminación del proceso.
2. Los Jueces, los Fiscales o la Policía Nacional deben hacer saber al imputado de manera inmediata y
comprensible, que tiene derecho a:
a) Conocer los cargos formulados en su contra y, en caso de detención, a que se le exprese la causa
o motivo de dicha medida, entregándole la orden de detención girada en su contra, cuando corresponda;
b) Designar a la persona o institución a la que debe comunicarse su detención y que dicha comunica­
ción se haga en forma inmediata;
c) Ser asistido desde los actos iniciales de investigación por un Abogado Defensor;
d) Abstenerse de declarar; y, si acepta hacerlo, a que su Abogado Defensor esté presente en su declara­
ción y en todas las diligencias en que se requiere su presencia;
e) Que no se emplee en su contra medios coactivos, intimidatorios o contrarios a su dignidad, ni a ser
sometido a técnicas o métodos que induzcan o alteren su libre voluntad o a sufrir una restricción no auto­
rizada ni permitida por Ley; y
f) Ser examinado por un médico legista o en su defecto por otro profesional de la salud, cuando su
estado de salud así lo requiera.
3. El cumplimiento de lo prescrito en los numerales anteriores debe constar en acta, ser firmado por
el imputado y la autoridad correspondiente. Si el imputado se rehúsa a firmar el acta se hará constar la
abstención, y se consignará el motivo si lo expresare. Cuando la negativa se produce en las primeras
diligencias de investigación, previa intervención del Fiscal se dejará constancia de tal hecho en el acta.
4. Cuando el imputado considere que durante las Diligencias Preliminares o en la Investigación Prepa­
ratoria no se ha dado cumplimiento a estas disposiciones, o que sus derechos no son respetados, o que
es objeto de medidas limitativas de derechos indebidas o de requerimientos ilegales, puede acudir en vía
de tutela al Ju e z de la Investigación Preparatoria para que subsane la omisión o dicte las medidas de co­
rrección o de protección que correspondan. La solicitud del imputado se resolverá inmediatamente, previa
constatación de los hechos y realización de una audiencia con intervención de las partes.(a)(b)

PROTOCOLOS, REGLAMENTOS, LINEAMIENTOS, GUÍAS Y DIRECTIVAS


(a) Protocolo de actuación interinstitucional para la aplicación del registro y recepción (aprobado por el Decreto Supremo
N.° 010-2018-JUS [EP, 25-08-2018]). Véase el texto com pleto en: <bit.ly/2ltrhJM >.
(b) Registro y Control Biom étrico de Procesados y Sentenciados Libres (Directiva N.° 012-2008-CE-PJ, aprobado por el
Resolución Adm inistrativa N.° 270-2018-CE-PJ de 14-10-2008). Véase el texto com pleto en: <bit.ly/2Uyofph>.

ACUERDOS PLENARIOS DE LA CORTE SUPREMA

§ 372. Audiencia de tutela [artículo 71°.4]. § 2. L a audiencia de tutela. Alcances. 10. Los derechos
fundamentales deben gozar de mayor protección y por ello es que a nivel procesal la Audiencia de tute­
la es uno de los principales aportes del nuevo sistema procesal. Los derechos protegidos a través de esta
Audiencia son los que se encuentran recogidos taxativamente en el artículo 71° del NCPP. Son los si­
guientes: (i) conocimiento de los cargos incriminados, (ii) conocimiento de las causas de la detención,
n o m o s & th e sís
183 SECCIÓN IV: EL MINISTERIO PÚBLICO Y LOS DEMÁS SUJETOS PROCESALES Aft. 71
(iii) entrega de la orden de detención girada, (iv) designación de la persona o institución a la que debe
avisarse de la detención y concreción inmediata de esto, (v) posibilidad de realizar una llamada, en caso
se encuentre detenido, (vi) defensa permanente por un abogado, (vii) posibilidad de entrevistarse en
forma privada con su abogado, (viii) abstención de declarar o declaración voluntaria, (ix) presencia de
abogado defensor en la declaración y en todas las diligencias que requieran su concurso, (x) no ser ob­
jeto de medios coactivos, intimidatorios o contrarios a la dignidad, ni ser sometidos a técnicas o méto­
dos que induzcan o alteren la libre voluntad, (xi) no sufrir restricciones ilegales, y (xii) ser examinado
por un médico legista o por otro profesional de la Salud, cuando el estado de salud así lo requiera. En
salvaguarda de su efectiva vigencia, de esta audiencia de tutela pueden emanar resoluciones judiciales
que corrijan los desafueros cometidos por la Policía o los Fiscales, así como también protejan al afecta­
do. 11. La finalidad esencial de la audiencia de tutela es, entonces, la protección, resguardo y consi­
guiente efectividad de los derechos del imputado reconocidos por la Constitución y las leyes. Desde esta
perspectiva, el Juez de la Investigación Preparatoria se erige en un Juez de Garantías durante las diligen­
cias preliminares y la investigación preparatoria ejerciendo su función de control de los derechos ante la
alegación del imputado de que se ha producido la vulneración de uno o varios de sus derechos recono­
cidos específicamente en el artículo 71° del NCPP, responsabilizando al Fiscal o a la Policía del agravio.
En otras palabras, su finalidad esencial consiste en que el Juez determine, desde la instancia y actuación
de las partes, la vulneración al derecho o garantía constitucional prevista en la citada norma y realice un
acto procesal dictando una medida de tutela correctiva -que ponga fin al agravio-, reparadora -que lo
repare, por ejemplo, subsanando una omisión- o protectora. 12. Un aspecto vital que es de destacar es
que la tutela de derechos es un mecanismo eficaz tendiente al restablecimiento del statu quo de los de­
rechos vulnerados, que encuentra una regulación expresa en el NCPP, y que debe utilizarse única y ex­
clusivamente cuando haya una infracción -ya consumada- de los derechos que asiste al imputado.
Como puede apreciarse, es un mecanismo o instrumento procesal que se constituye en la mejor vía re­
paradora del menoscabo sufrido, y que incluso puede funcionar con mayor eficiencia y eficacia que un
proceso constitucional de hábeas corpus [Alva F lorean, César A. (2004), La tutela de derechos en el
Código Procesal Penal de 2004. Lima, Gaceta Jurídica, p. 13.]. 13. Dicho de otro modo, la Tutela de
derechos es un instrumento idóneo para salvaguardar las garantías del imputado y, a su vez, regular las
posibles desigualdades entre perseguidor y perseguido. Esta institución procesal penal es por tanto uno
de los principales mecanismos para realizar el control de legalidad de la función del fiscal, quien deberá
conducir y desarrollar toda su estrategia persecutoria siempre dentro del marco de las garantías básicas,
siendo consciente que cualquier acto que traspase el marco de los derechos fundamentales podrá ser
controlado por el Juez de la Investigación Preparatoria. Queda claro entonces que en el nuevo modelo
procesal penal es fundamental la idea de control en el ejercicio del ius puniendi estatal. [Rodríguez
H urtado, Mario: Ponencia presentada para la Audiencia Pública del VI Pleno Jurisdiccional se las Salas
Penales de la Corte Suprema]. En este sentido, aquellos requerimientos o disposiciones fiscales que
vulneran derechos fundamentales constitucionales pero que tienen vía propia para la denuncia o con­
trol respectivo, no podrán cuestionarse a través de la audiencia de tutela. En efecto, ocurre que el NCPP
ha establecido en varios casos mecanismos específicos para ventilar asuntos relativos a los derechos bá­
sicos del imputado, como sucede con las audiencias de control del plazo de las diligencias preliminares
o de la investigación preparatoria formalizada (artículos 334°. 1, 343°.2) o con aquella que sustancia el
reexamen de la intervención de las comunicaciones telefónicas o análogas (artículo 231°.3). Por ello no
es errado afirmar que la audiencia de tutela es residual, esto es, opera siempre que el ordenamiento
procesal no especifique un camino determinado para la reclamación por un derecho afectado [Rodrí­
guez H urtado, Mario, Ponencia presentada para la Audiencia Pública del VI Pleno Jurisdiccional se
las Salas Penales de la Corte Suprema], En esa misma línea, no podrá cuestionarse a través de la tutela
la inadmisión de diligencias sumariales solicitadas por la defensa durante la investigación, pues, para
este efecto rige lo dispuesto en el artículo 337°.4 del NCPP. 14. Ahora bien, lo expuesto en el funda­
mento jurídico precedente no significa que el imputado o su abogado defensor puedan cuestionar a
través de la audiencia de tutela cualquier tipo de disposición o requerimiento que haga el fiscal, pues
solamente se pueden cuestionar los requerimientos ilegales que vulneran derechos fundamentales rela-

♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL


Art. 71 LIBRO PRIMERO: DISPOSICIONES GENERALES 184

donados con los enumerados en el artículo 71° numerales del 1 al 3 del NCPP. Por lo tanto, aquellos
requerimientos o disposiciones fiscales que vulneran derechos fundamentales pero que tienen vía propia
para la denuncia o control respectivo, no podrán cuestionarse a través de la audiencia de tutela. En
efecto, ocurre que el NCPP ha establecido en varios casos mecanismos específicos para ventilar asuntos
relativos a los derechos básicos del imputado, como sucede como las audiencias de control del plazo de
las diligencias preliminares o de la investigación preparatoria formalizada (artículos 334°. 1, 343°.2) o
con aquella que sustancia el reexamen de la intervención de las comunicaciones telefónicas o análogas
(artículo 231.3). Por ello no es errado firmar que la audiencia de tutela es residual, esto es, opera siempre
que el ordenamiento procesal no especifique un camino determinado para la reclamación por un dere­
cho afectado [Mario Rodríguez Hurtado]. 15. Siendo ello así, el Juez de la Investigación Preparatoria
está obligado a convocar a audiencia de tutela si se presenta una solicitud para la tutela del respeto a
derecho fundamental que no tiene vía propia. No obstante, debe de realizar una calificación del conte­
nido de la solicitud porque eventualmente el agravio puede constituirse en irreparable si se cita a au­
diencia, por lo que en este caso excepcionalmente puede resolver de manera directa y sin audiencia.
Asimismo, no está obligado a convocar a audiencia de tutela en los casos que aprecie manifiesta inten­
ción del imputado o de su abogado defensor de obstruir la labor de investigación de la fiscalía en vez de
debatir sobre la existencia de un agravio de derechos. El Juez, por tanto, está habilitado para realizar un
control de admisibilidad de la petición respectiva y, en su caso, disponer el rechazo liminar, cuidando
siempre de verificar cada caso en particular para no dejar en indefensión al imputado. 16. Por otro lado,
si bien los actos de investigación realizados por el Ministerio Público gozan de amparo legal por tratar­
se de la autoridad pública encargada de la persecución del delito, ello no implica que sean inatacables o
incuestionables, puesto que han de sujetarse a la ley y al principio de objetividad. Es decir, estos actos
de investigación podrán quedar viciados o excluidos, según el caso, si se vulneraron derechos fundamen­
tales que se encuentran recogidos en el artículo 71° NCPP, esto es, si por ejemplo se efectuó su deten­
ción sin haberle puesto en conocimiento al imputado de los derechos fundamentales que le asisten, por
lo que el Juez en audiencia de tutela dictará las medidas que correspondan de acuerdo a ley. 17. Asimis­
mo, a través de la audiencia de tutela se podrá solicitar la exclusión del material probatorio obtenido
ilícitamente -en los casos en que ésta sea la base de sucesivas medidas o diligencias- siempre que no
exista una vía propia para alcanzar este propósito y que tenga que ver con la afectación o vulneración de
alguno de los derechos fundamentales del imputado reconocido en el artículo 71° NCPP. La posibili­
dad de atacar el material probatorio obtenido ilegalmente deriva del reconocimiento del principio de
legitimidad de la prueba -axioma que instruye que todo medio de prueba será valorado sólo si ha sido
obtenido e incorporado al proceso por un procedimiento constitucionalmente legítimo, y que carecen
de efecto legal las pruebas obtenidas, directa o indirectamente, con violación del contenido esencial de
los derechos fundamentales de la persona- que se encuentra establecido en el artículo VIII del Título
Preliminar del N CPP y de la utilización de la prueba -regulado en el artículo 159° del acotado Código-
que establece que el Juez no podrá utilizar, directa o indirectamente, las fuentes o medios de prueba
obtenidos con vulneración del contenido esencial de los derechos fundamentales de la persona. Lo
anotado hace viable que en la Audiencia de tutela se cuestionen los elementos probatorios obtenidos
mediante procedimientos ilegales o viciosos y que una vez comprobada su ilicitud el Juez determine su
exclusión, como medida correctiva o de protección. 18. Otro de los problemas recurrentes que es del
caso abordar en el presente acuerdo es el relativo al cuestionamiento de la Disposición de Formalización
de la Investigación Preparatoria a través de la Audiencia de Tutela, es decir, si es posible activar -desde la
defensa- una vía de control judicial de la referida disposición fiscal. Sobre el particular y, en principio,
debemos descartar esta posibilidad, fundamentalmente porque, como se ha enfatizado, la vía de la tu­
tela sólo está habilitada para aquellos casos en los que se vulnere algunos de los derechos esenciales
asociados en términos amplios a la defensa. Por lo demás debe quedar claro que la Disposición en
cuestión es una actuación unilateral del Ministerio Público y no puede ser impugnada ni dejada sin
efecto por el Juez de la Investigación Preparatoria. Cumple una función esencialmente garantista: infor­
ma al imputado de manera específica y clara acerca de los hechos atribuidos y su calificación jurídica,
esto es, el contenido de la imputación jurídico penal que se dirige en su contra. Además, ya en el pro­
nom os & thesis
185 SECCIÓN IV: EL MINISTERIO PÚBLICO Y LOS DEMÁS SUJETOS PROCESALES kit 11
ceso formalmente iniciado, las partes pueden hacer uso de los medios de defensa técnico para evitar un
proceso en el que no se haya verificado los presupuestos esenciales de imputación. Piénsese por ejemplo
en la declaración de atipicidad a través de la excepción de improcedencia de la acción o en la de pres­
cripción ordinaria, si es que antes de la Formalización de la Investigación Preparatoria se cumplió el
plazo correspondiente. 19. En síntesis, es de afirmar, que la Tutela de Derechos es una garantía de espe­
cífica relevancia procesal penal, que puede usar el imputado cuando ve afectado y vulnerado uno o va­
rios derechos establecidos específicamente en el artículo 71° del NCPP, quien puede acudir al Juez de
Investigación Preparatoria para que controle judicialmente la legitimidad y legalidad de los actos de
investigación practicados por el Ministerio Público y repare, de ser el caso, las acciones u omisiones que
generaron el quebrantamiento del derecho de las partes procesales. La vía de tutela judicial sólo podrá
hacerse efectiva durante las diligencias preliminares y en la investigación preparatoria propiamente di­
cha. (Acuerdo Plenario N .° 4-2010/CJ-116, del 16-11-2010, que estableció como doctrina legal los ff.
jj. 10-19. VI Pleno Jurisdiccional de las Salas Penales Permanente y Transitorias [EP, 30-12-2010].
Texto completo: <bit.ly/2FdKRHf>).

§ 373. Audiencia de tutela e imputación suficiente. 6. Los rasgos generales o características esen­
ciales de la acción de tutela jurisdiccional penal, normada en el artículo 71° del Nuevo Código Procesal
Penal -en adelante, NCPP- han sido abordados en el Acuerdo Plenario N .° 4-2010/CJ-116 [§ 372].
Los derechos fundamentales que se protegen son aquellos previstos en el citado artículo 71° NCPP.
Uno de ellos es el: conocimiento de los cargos formulados en contra del imputado (artículo 71°.2, a’).
Debe entenderse por cargos penales, aquella relación o cuadro de hechos -acontecimiento histórico-,
de relevancia penal, que se atribuye al imputado y que, prim a facie, justifican la inculpación formal
del Ministerio Público. El artículo 336°.2, ‘b’ NCPP, sobre este extremo, fija como contenido de la
Disposición de Formalización y Continuación de la Investigación Preparatoria -en adelante, DFCIP-,
“los hechosy la tipificación específica correspondiente. E l Fiscalpodrá, sifuera el caso, consignar tipificaciones
alternativas a l hecho objeto de investigación, indicando los motivos de esa calificación ’. 7. Es evidente, por
lo demás, que el nivel de precisión de los hechos -que no de su justificación indiciaría procedimental-,
atento a la propia naturaleza jurídica de la DFCIP y del momento procesal de ejercicio o promoción
de la acción penal por el Fiscal, debe ser compatible -cumplidos todos los presupuestos procesales- con
el grado de sospecha inicial simple, propia de la necesidad de abrir una instancia de persecución penal
-es decir, que impulse el procedimiento de investigación-. Tal consideración, como se sabe, ha de estar
alejada de las meras presunciones, y fundada en puntos de partida objetivos y asentada en la experiencia
criminalística de que, en pureza, existe un hecho de apariencia delictiva perseguible -presupuesto jurí­
dico material- atribuible a una o varias personas con un nivel de individualización razonable y riguroso.
Lo expuesto explica que una de las características del hecho investigado es su variabilidad durante el
curso de la etapa de investigación preparatoria -o, mejor dicho, ‘delimitación progresiva del posible
objeto procesal’-, y que el nivel de precisión del mismo -relato del hecho histórico y del aporte presunta­
mente delictivo de los implicados por la Fiscalía- tiene un carácter más o menos amplio o relativamente
difuso. No es lo mismo un delito flagrante, que uno referido a sucesos complejos y de determinación
inicial algo incierta y, por tanto, de concreción necesariamente tardía. En iguales términos, como no
podía ser de otro modo, se ha pronunciado la STC N .° 4726-2008-PHC/TC, del 19 de marzo de
2009, aunque es de aclarar que el nivel de detalle del suceso fáctico está en función a su complejidad y
no necesariamente a su gravedad. 8. En nuestro nuevo sistema procesal penal no corresponde al órgano
jurisdiccional, como en otros contados modelos procesales, un amplio control de los presupuestos jurí-
dico-materiales en sede de investigación penal preparatoria, cuyo señorío ejerce a plenitud el Ministerio
Público -distinto es el caso, por cierto, de las otras etapas o fases procesales- (verbigracia: artículo 13°.3
del Estatuto de Roma de la Corte Penal). Bastaría, en principio, la mera afirmación por el Fiscal de
un suceso aparentemente típico para la configuración formalmente válida del proceso penal -el acto
de imputación, si bien procesal, no es jurisdiccional-. Sólo en definidos momentos y precisos actos
procesales está reservado al órgano jurisdiccional intervenir para enmendar presuntos desafueros del
Fiscal a propósito de la expedición de la DFCIP. Este sería el caso, por ejemplo, de la delictuosidad del
hecho atribuido y de los presupuestos procesales, en que el NCPP prevé vías específicas para su control
♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL
Art. 71 LIBRO PRIMERO: DISPOSICIONES GENERALES 186
jurisdiccional -el supuesto más notorio es el de la excepción de improcedencia de acción: articulo 6o. 1,
£b’ NCPP-. 9. Es evidente, asimismo, que no puede cuestionarse en vía de tutela jurisdiccional penal
el nivel de los elementos de convicción o su fuerza indiciada para anular la DFCIP, puesto que se trata
de un presupuesto procesal -bajo cargo exclusivo de la jurisdicción ordinaria (así, STC N .° 4845-2009-
PH C /TC, del 7 de enero de 2010)-, cuyo control está reservado al requerimiento fiscal que da por
conclusa la fase de investigación preparatoria e inicia la etapa intermedia, en cuyo caso se exige, ya no
sospecha inicial simple, sino sospecha suficiente -se ha de esperar una condena con fuerte probabilidad,
sospecha que a su vez alcanza a un convencimiento por el órgano jurisdiccional de la existencia de los
presupuestos procesales y de la punibilidad de la conducta imputada-, plenamente controlable en este
caso (vid: artículos 3 4 4 °.l, 3 4 6 °.l, 3 50°.l, ‘a y 352°.2 y 4 NCPP). Así las cosas, se entiende que el
parágrafo 14° del Acuerdo Plenario N .° 4-2010/CJ-l 16 limite el ejercicio de la acción de tutela, a la que
califica de “residual”, a los derechos taxativamente enumerados en el artículo 71° NCPP, y que el pará­
grafo 18° fije como criterio base la irrecurribilidad de la DFCIP. 10. Ahora bien, la garantía de defensa
procesal, desarrollada por el artículo IX del Título Preliminar del NCPP, incluye, aparte de los llamados
‘derechos instrumentales’ (derecho a la asistencia de abogado, utilización de medios de prueba pertinen­
te, a no declarar contra sí mismo y a no confesarse culpable), los denominados ‘derechos sustanciales’,
que son presupuestos básicos de su debido ejercicio, entre ellos la comunicación detallada de la impu­
tación formulada contra el imputado. Su efectividad, sin duda, como correlato del conocimiento de los
cargos (artículo 72°.2, ‘a’ NCPP), requiere inexorablemente de que los hechos objeto de imputación
en sede de investigación preparatoria (vid: artículo 342°. 1 NCPP) tengan un mínimo nivel de detalle
que permita al imputado saber el suceso histórico que se le atribuye y la forma y circunstancias en que
pudo tener lugar. Tal dato es indispensable para que pueda ejercer una defensa efectiva, la cual no pue­
de quedar rezagada a la etapa intermedia o a la etapa principal de enjuiciamiento: la defensa se ejerce
desde el primer momento de la imputación (vid: artículo 139°. 14 de la Constitución), que es un hecho
procesal que debe participarse a quien resulte implicado desde que, de uno u otro modo, la investiga­
ción se dirija contra él, sin que haga falta un acto procesal formal para que le reconozca viabilidad. Es
evidente, a partir del modelo procesal asumido por el NCPP, que el imputado, en un primer momento,
deberá acudir al propio Fiscal para solicitar las subsanaciones correspondientes en orden a la precisión
de los hechos atribuidos -este derecho de modo amplio lo reconoce el artículo 71°.l NCPP-. 11. Muy
excepcionalmente, ante la desestimación del Fiscal o ante la reiterada falta de respuesta por aquél -que
se erige en requisito de admisibilidad-, y siempre frente a una omisión fáctica patente o ante un detalle
de hechos con entidad para ser calificados, de modo palmario, de inaceptables por genéricos, vagos o ga­
seosos, o porque no se precisó el aporte presuntamente delictivo del imputado, cabría acudir a la acción
jurisdiccional de tutela penal. (Acuerdo Plenario N .° 2-2012/CJ-116, del 26-03-2012, que establece
como doctrina legal los criterios expuestos en los ff. jj. 6 al 11. I Pleno Jurisdiccional Extraordinario
de las Salas Penales Permanente y Transitoria [EP, 26-07-2014]. Texto completo: <bit.ly/lPc0WYg>).

DOCTRINA JURISPRUDENCIAL VINCULANTE DE LA CORTE SUPREMA

§ 374. Los órganos jurisdiccionales no pueden incorporar nuevos derechos que puedan ser
objeto de tutela. Alcances y límites de la tutela de derechos. 3.4. La tutela de derechos como insti­
tución procesal, tiene una finalidad protectora del imputado, quien en su calidad de parte acusada se
ve sometido al aparato estatal durante la investigación del delito a cargo de la Policía Nacional del Perú
y el Ministerio Público, que por el especial papel que desempeñan en la lucha contra la criminalidad,
en ciertos casos, incurren en excesos o negligencias, las cuales no pueden adjudicarse gratuitamente
al procesado, por ello, el legislador ha establecido esta institución procesal, para que sea el juez quien
controle estas falencias en el propio aparato estatal. N o obstante, no toda afectación se puede reclamar
a través de la audiencia de tutela de derechos, por cuanto, al ser una institución procesal, el legislador
y la jurisprudencia han establecido mecanismos específicos para determinados actos (v. gr. el exceso
de plazo en la investigación se discute a través del control de plazos). Esta Corte Suprema a través de
los Acuerdos Plenarios N .° 4-2010-CJ-116 [§ 372] y N .° 2-2012-CJ-116 [§ 373] de las Salas Penales
Permanente y Transitoria de la Corte Suprema de Justicia de la República, ha desarrollado la institución

n o m o s & th e s is
187 SECCIÓN IV: EL MINISTERIO PÚBLICO Y LOS DEMÁS SUJETOS PROCESALES Alt 71
de la tutela de derechos, habiéndose establecido como derechos legitimados para ser recurridos en vía de
tutela los establecidos en el artículo 71 del Código Procesal Penal de 2004, constituyendo esta una lista
cerrada de derechos. 3.5. Se verifica de autos que la pretensión de la solicitud de tutela de derechos fue
la ejecución de la decisión judicial que disponía la no confirmación de la incautación, siendo ello así,
se reclamaba la imposibilidad del Juzgado de Investigación Preparatoria de ejecutar dicha resolución,
pretensión a la cual accedió la Sala de Apelaciones en vía de tutela de derecho, haciendo la salvedad que,
pese a no estar dentro de los derechos tutelados a través de esta institución, se declaraba fundada la soli­
citud atendiendo al tiempo excesivo que los bienes se encontraban incautados pese a que la incautación
no fue confirmada judicialmente. 3.6. Siendo que con anterioridad ya se ha determinado qué derechos
pueden ser objeto de tutela, el derecho de ejecución de las resoluciones judiciales (comprendido dentro
de la tutela procesal efectiva) no ha sido considerado dentro de dicho listado cerrado, por lo cual dis­
crecionalmente los órganos jurisdiccionales no puede incorporar nuevos supuestos de procedencia, al
dejar abierta la posibilidad de que se haga un uso abusivo, ilegítimo, se desnaturalice la figura de tutela
y se permita al órgano jurisdiccional un control total tanto de las actuaciones de la Policía como del
Ministerio Publico. 3.7. En ese sentido, el recurso debe ser declarado fundado, por cuanto el derecho
que se ha pretendido tutelar no se encuentra dentro de los previstos para la procedencia de esta insti­
tución jurídica, debiéndose reiterar que solo pueden ser objeto de tutela las afectaciones a los derechos
comprendidos en el artículo 71 del Código Procesal Penal. (Casación N .° 136-2013-Tacna, de 11-06­
2014, que establece que en las Cortes Superiores de los Distritos Judiciales en los que se encuentra en
vigencia el Código Procesal Penal, consideren como doctrina jurisprudencial vinculante lo dispuesto en
los fundamentos 3.4 y 3.6 [además de los f lf . jj. 3.10 y 3.11]. Sala Penal Permanente [EP, 24-09-2014,
Jurisprudencia, Año XXIII, N .° 970, pp. 7159-7161]. Texto completo: <bit.ly/2cH7wvn>).

§ 375. La audiencia de apelación puede realizarse con la sola presencia del abogado defen­
sor del imputado. Véase la jurisprudencia del artículo 423° del Nuevo Código Procesal Penal [§ 1744].
(Casación N .° 183-2011-Huaura, del 05-09-2012, que establece que en las Cortes Superiores de los
Distritos Judiciales en los que se encuentra en vigencia el Código Procesal Penal, consideren como doc­
trina jurisprudencial vinculante lo señalado en el cuarto considerando [Análisis jurídico fáctico] de la
presente resolución. Sala Penal Permanente [EP, 19-03-2013, Jurisprudencia, Año XXII, N .° 937, pp.
6895-6897]. Texto completo: <bit.ly/2p5hAW1).

JURISPRUDENCIA DE LA CORTE SUPREMA

§ 376. Alcances de las diligencias preliminares y la tutela de derechos. Cuarto. Las diligencias
preliminares es una fase pre-jurisdiccional, porque se encuentra en el contexto que el Fiscal ya conoció
la noticia criminal, pero aún no ha resuelto formalizar la investigación y dar inicio a la investigación
preparatoria; en ella se busca verificar si el conocimiento que se tiene de la sospecha de un delito -sea
de oficio o por la parte denunciante- tiene un contenido de verosimilitud y ver si existen elementos
probatorios suficientes para continuar con la persecución de delitos y sus autores, se funda en la nece­
sidad de determinar los presupuestos formales para iniciar válidamente la investigación judicial y por
ende el proceso penal; que, además, la investigación preliminar que realiza el fiscal en su despacho o la
policía bajo su supervisión, la realiza con el fin de establecer: i) si el hecho denunciado es delito, ii) si se
ha individualizado a su presunto autor, y iii) si la acción penal no ha prescrito. Si no existe alguno de
esos requisitos el fiscal debe archivar provisionalmente o definitivamente los actuados. Las diligencias
preliminares son importantes en tanto aseguran el cuerpo del delito, esto es, los elementos de prueba
que por su naturaleza y característica son considerados actos urgentes e irreproducibles, de ahí que estas
diligencias se constituyan luego en prueba preconstituida que entrará al proceso para ser valorada por
el Tribunal. [...] (Casación N .° 14-2010-La Libertad, de 05-07-2011, £ j. 4. Sala Penal Permanente.
Texto completo: <bit.ly/2WoF0Vt>).

§ 377. El carácter residual de la tutela de derechos. Sétimo. [El] VI Acuerdo Plenario


Jurisprudencial Penal, N .° 4-2010/CJ-l 16 [§ 372] [...], respecto a la tutela de derechos ha establecido
que es residual, o sea que se restringe a los derechos previstos en el artículo 71 del Código Procesal Penal

♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL


Art. 71 LIBRO PRIMERO: DISPOSICIONES GENERALES 188

-derecho del imputado-, que cualquier otra argumentación debe canalizarse a través de la audiencia
prevista para ello, en este caso por no haberse provisto un elemento de convicción [...]. (Casación N .°
80-2010-Piura, de 28-04-2011, £ j. 7. Sala Penal Permanente. Texto completo: <bit.ly/2ceqfPR>).

§ 378. Disposición de fomialización y continuación de la investigación preparatoria no puede


ser cuestionada mediante audiencia de tutela. Segundo. [No es] posible cuestionar la Disposición de
Formalización de la Investigación Preparatoria a través de una Audiencia de Tutela, esto es, activar una
vía de control judicial de la referida disposición fiscal, por cuanto, la vía de tutela solo esta habilitada
para aquellos casos en los que se vulnere algunos de los derechos esenciales asociados en términos am­
plios a la defensa que se encuentran enumerados en el artículo setenta y uno del Código Procesal Penal
[...]. (Casación N .° 01-2011-Piura, de 08-03-2012, f. j. 2. Sala Penal Permanente. Texto completo:
<bit.ly/2b0NZUw>).
§ 379. El juez no esta obligado a convocar a audiencia de tutela en los casos que aprecie ma­
nifiesta intención del imputado o de su abogado defensor de dilatar el proceso. Sexto. El Juez de
investigación Preparatoria está obligado a convocar a audiencia de tutela si se presenta una solicitud
para la tutela del respeto a un derecho fundamental que no tiene vía propia. No obstante, debe de
realizar una calificación del contenido de la solicitud porque, eventualmente, el agravio puede consti­
tuirse en irreparable si se cita a audiencia; por lo que, en este caso, excepcionalmente, puede resolver
de manera directa y sin audiencia. Asimismo, no está obligado a convocar a audiencia de tutela en los
casos que aprecie manifiesta intención del imputado o de su abogado defensor de obstruir la labor de
investigación de lo fiscalía en vez de debatir sobre la existencia de un agravio de derechos. El Juez, por
tanto, está habilitado para realizar un control de admisibilidad de la petición respectiva y, en su caso,
disponer el rechazo liminar, cuidando siempre de verificar cada caso en particular para no dejar en In­
defensión al imputado. (Exp. N .° 00202-2018-l-5001-JS-PE-01-Lima [Caso Pedro Pablo Kuczynskí\ ,
del 20-12-2018, f. j. 26. Juzgado Supremo de Investigación Preparatoria. Corte Suprema de Justicia de
la República. Texto completo: <bit.ly/2FbCgVz>).
§ 380. La audiencia de tutela es residual, por lo tanto, sólo opera siempre que el ordenamien­
to procesal no especifique un camino determinado para la reclamación de un derecho afectado.
C uarto. Ahora bien, el Acuerdo Plenario N .° 4-2010/CJ-l 16 [§ 372], de 16 de noviembre de 2010,
establece que esta institución procesal penal es por tanto uno de los principales mecanismos para reali­
zar el control de legalidad de la función del fiscal, quien deberá conducir y desarrollar toda su estrategia
persecutoria, siempre dentro del marco de las garantías básicas, siendo consciente que cualquier acto
que traspase el marco de los derechos fundamentales podrá ser controlado por el Juez de Investigación
Preparatoria; asimismo, la audiencia de tutela es residual, esto es, opera siempre que el ordenamiento
procesal no especifique un camino determinado para la reclamación de un derecho afectado. Por lo
tanto, aquellos requerimientos o disposiciones fiscales que vulneren derechos fundamentales pero que
tienen vía propia para la denuncia o control respectivo, no podrán cuestionarse a través de la audiencia
de tutela. Q uinto. En consecuencia, el objeto de esta garantía procesal abarca tres ámbitos: a) El dere­
cho de información de los derechos legalmente reconocidos-y su concreción en un acta-, previstos en
el apartado 2 del citado artículo 71 del Código Procesal Penal, b) El reconocimiento y efectividad de
los derechos legales, que obviamente son aquellos seis fijados en el citado artículo 71.2 y 87 del Código
Procesal Penal; y, c) La imposición de medidas limitativas de derechos indebidas o de requerimientos
ilegales. Sexto. En el presente caso, la defensa técnica del investigado Pedro Pablo Kuczynski Godard,
solicita la tutela de derechos, teniendo como sustento, básicamente, los cuestionamientos a la disposi­
ción fiscal de 06 de noviembre de 2018, en el extremo que dispuso formular denuncia constitucional en
su contra; la misma que, tiene como consecuencia, de un lado, la conclusión de la investigación preli­
minar; y, de otro lado, el inicio del procedimiento del antejuicio político -cuestión previa al ejercicio de
la acción penal- ante el Congreso de la República. [...] Décim o cuarto. Ahora bien, si la defensa técnica
del investigado Pedro Pablo Kuczynski Godard, pretende cuestionar la disposición fiscal que autoriza
la denuncia constitucional en su contra, existe un procedimiento preestablecido en el reglamento del
Congreso de la República. Asimismo, conforme establece el artículo 100 de la Constitución Política del
n o m o s & th e sis
189 SECCIÓN IV: EL MINISTERIO PÚBLICO Y LOS DEMÁS SUJETOS PROCESALES Aft. 71

Perú, “E l acusado tiene derechos, en este trámite, a la defensapor sí mismo y con asistencia de ahogado ante la
Comisión Permanente y ante el Pleno del Congreso”; es decir, la decisión discrecional del Fiscal de la Na­
ción será materia de evaluación en una vía propia ante el Congreso de la República del Perú, en la que
también hará efectivo su derecho de defensa. Décimo quinto. De otro lado, si el objeto de la solicitud
de tutela de derechos es cuestionar el plazo de duración de las diligencias preliminares, también existe
una vía propia, tal como se verifica en el numeral 2 del artículo 334 del Código Procesal Penal, según
el cual “Si elfiscal no acepta la solicitud del afectado ofija un plazo irrazonable, éste último podrá acudir a l
juez de la investigación preparatoria en elplazo de cinco días de instado su pronunciamiento”. Siendo así,
por todo lo expuesto, la solicitud de tutela de derechos presentada carece de fundamento por lo que
debe rechazarse liminalmente. (A.V. N .° 19-2018. [Caso Pedro Pablo Kuczynskt\, del 16-11-2018, íf. jj.
4, 3, 6, 14 y 15- Juzgado Supremo de Investigación Preparatoria. Texto completo: <bit.ly/2Mjuyyi>).
§ 381. Fundamentos de la institución jurídica de la tutela de derechos. Sólo debe recurrirse a
ella cuando haya una infracción consumada de los derechos que les asisten a las partes procesa­
les. Cuarto. El numeral 4 del artículo 71 del Código Procesal Penal, señala que la tutela de derechos
compone una vía jurisdiccional mediante la cual la persona investigada o imputada en la comisión de
un delito, puede acudir cuando suponga que durante las diligencias preliminares o en la investigación
preparatoria, no se ha dado cumplimiento a las disposiciones, o que sus derechos no son respetados, o
que es objeto de medidas limitativas de derechos indebidos o de requerimientos ilegales, puede acudir
en vía de tutela al Juez de Investigación Preparatoria a efectos de que éste tutele, proteja, subsane o dicte
las medidas de corrección pertinentes, protegiéndose así, mejor los derechos del imputado. 4.1. Esta
institución jurídica es esencialmente un dispositivo eficaz destinado al restablecimiento del statu quo
de los derechos vulnerados; se encuentra prevista taxativamente en el Código Procesal Penal, y debe
recurrirse a ella única y exclusivamente cuando haya una infracción consumada de los derechos que
les asisten a las partes procesales. Debe precisarse que, es un mecanismo, más que procesal, de índole
constitucional, que se erige como el mejor camino reparador de la afectación o menoscabo sufrido.
[...] (A.V. N .° 15-2018, del 10-12-2018, f. j. 4. Juzgado Supremo de Investigación Preparatoria. Texto
completo: <bit.ly/205ksyl>).

§ 382. Para recurrir vía tutela de derechos, se debe tener la condición de imputado. L a tutela
de derechos está destinada a la protección, resguardo y consiguiente efectividad de los derechos
de imputado, durante las diligencias preliminares y la investigación preparatoria. No procede esta
tutela tratándose de un procedimiento administrativo de dosaje etílico. 2.1. Mediante escrito [...],
el investigado [...] dedujo tutela de derechos, con los siguientes fundamentos: 2.1.1. El 23 de noviem­
bre de 2015 tuvo un accidente de tránsito, por lo fue trasladado al hospital del MINSA y le llamó la
atención la efectividad de los policías y del representante del Ministerio Público (ya que es la primera
vez que llegan el mismo día del accidente), quienes acudieron al hospital para realizar la comprobación
de tasas de alcoholemia en aire aspirado, en todo momento colaboró y cuyo resultado salió negativo.
2.1.2. El fiscal le manifestó que era necesario sacarle muestra de sangre, al referir que habían personas
que comían plátano para adulterar la prueba, conducta totalmente ajena con lo indicado por nuestro
ordenamiento legal, específicamente en los incisos 1 y 2, del artículo 213, del Código Procesal Penal.
Como se ha señalado solo si la comprobación de tasas de alcoholemia en aire aspirado da positivo, o si
se presentan signos evidentes de estar bajo la influencia de bebidas alcohólicas u otro tipo de sustancia
prohibida, se procederá a realizar la prueba de intoxicación en sangre o en otros fluidos según la pres­
cripción del facultativo. Considerando que en el presente caso la prueba de apreciación etílica dio nega­
tivo y tampoco se encontró al encausado con aliento alcohólico. 2.1.3. En mérito a lo expuesto, resultó
necesaria la corrección de la conducta del representante del Ministerio Público, ya que le realizó un
requerimiento ilegal, por lo que solicitó se declare fundada la solicitud de tutela de derechos. [...] 7.2.
[La] tutela de derechos es una institución procesal destinada a la protección, resguardo y consiguiente
efectividad de los derechos de imputado, durante las diligencias preliminares y la investigación prepa­
ratoria, donde el juez de investigación se erige como un juez de garantías, que interviene para proteger
los derechos del imputado; ello se tiene que dar en el marco de una investigación penal; no obstante,

♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL


Art. 71 LIBRO PRIMERO: DISPOSICIONES GENERALES 190

en el caso de autos nos encontramos ante un procedimiento administrativo [de dosaje etílico efectuado
por la Policía Nacional del Perú ante la ocurrencia de un accidente de tránsito, a fin de descartar la exis­
tencia de infracciones al Reglamento Nacional de Tránsito]; por ende los presentes hechos no pueden
ser controlados por el juzgado de investigación preparatoria. [...] 7.11. Por último, se debe considerar,
que el actuar de los efectivos policiales, al realizarle el examen de dosaje etílico al [investigado recurren­
te] , quien se encontraba involucrado en un accidente de tránsito, y éste se realizó de conformidad con
el reglamento y directiva antes citadas, en la cual se establece la realización de la prueba cualitativa y
cuantitativa en forma conjunta. Asimismo, no obra por parte de las autoridades el uso de actos de coac­
ción, intimidatorios o contrarios a la dignidad del casacionista, mucho menos que se le haya alterado
o inducido a someterse a la prueba de dosaje etílico, por cuanto el citado recurrente ha manifestado en
la audiencia de tutela de derechos que de manera voluntaria se sometió a dicho examen. (Casación N .°
168-2016-Huancavelica, del 15-06-2018, íf. jj. 2.1, 7.2 y 7.11. Primera Sala Penal Transitoria. Texto
completo: <bit.ly/2FX3qjm>).
§ 383. Flagrancia presunta, flagrancia y diligencias preliminares. La captura del vehículo, sin la
posesión del objeto del delito y sin el reconocimiento de la agraviada, no satisface el rigor conceptual
del delito flagrante. Véase la jurisprudencia del artículo 446° del Nuevo Código Procesal Penal [§ 1897].
(Casación N .° 692-2016-Lima Norte, de 18-12-2017, ff. jj. 2-6. Primera Sala Penal Transitoria. Texto com­
pleto: <bit.ly/2ImhvpA>).
§ 384. El control de identidad debe efectuarse en el lugar donde la persona se encuentre y no
irregularmente en la comisaría. Robo agravado. Véase la jurisprudencia del artículo 205° del Nuevo
Código Procesal Penal [§ 864]. (Casación N .° 321-2011-Amazonas, del 28-05-2013, íf. jj. 4-6. Sala
Penal Permanente. Texto completo: <bit.ly/2ZzDkuG>).
§ 385. La conducción compulsiva de quien hace caso omiso a la citación fiscal no afecta ningún
derecho constitucional, siempre y cuando haya sido válidamente notificada. Derecho a guardar
silencio del imputado. Véase la jurisprudencia del artículo 126° del Nuevo Código Procesal Penal
[§ 558]. (Casación N .° 375-2011-Lambayeque, de 18-06-2013, f. j. 7. Sala Penal Permanente. Texto
completo: <bit.ly/2DvQOer>).
§ 386. Es nula la sentencia que realiza un examen genérico de los hechos sin pronunciarse
sobre la imputación realizada de forma individual a cada imputado. El fiscal es el encargado de
individualizar las responsabilidades de los coimputados en su acusación. Véase la jurisprudencia
del artículo 349° del Nuevo Código Procesal Penal [§ 1420]. (R. N. N .° 2271-2013-Huancavelica, del
28-08-2015, ff. jj. 2.2 y 2.5. Sala Penal Transitoria. Texto completo: <bit.ly/2To2cVL>).

JURISPRUDENCIA DE LAS CORTES SUPERIORES

§ 387. Mediante la vía de tutela de derechos durante la investigación preliminar se puede soli­
citar al fiscal que brinde los cargos que se formulan en contra de los investigados. 14. El Acuerdo
Plenario N .° 2-2012/CJ-116 [§ 373], en su fundamento jurídico N .° 6, señala: Los rasgos generales
o características esenciales de la acción de tutela jurisdiccional penal, normada en el artículo 71° del
Nuevo Código Procesal Penal -en adelante, NCPP- han sido abordados en el Acuerdo Plenario N .°
4-2010/CJ-116 [§ 372]. Los derechos fundamentales que se protegen son aquellos previstos en el
citado artículo 71° NCPP. Uno de ellos es el: conocimiento de los cargos formulados en contra del
imputado (artículo 71°.2.a). Debe entenderse por cargos penales’, aquella relación o cuadro de he­
chos -acontecimiento histórico-, de relevancia penal, que se atribuye al imputado y que, prima, facie,
justifican la inculpación formal del Ministerio Público. El artículo 336°.2.b NCPP, sobre este extremo,
fija como contenido de la Disposición de Formalización y Continuación de la Investigación Prepara­
toria - en adelante, DFCIP-, “los hechosy la tipificación específica correspondiente. E l Fiscalpodrá, sifuera
el caso, consignar tipificaciones alternativas a l hecho objeto de investigación, indicando los motivos de esa
calificación”. 15. El mismo acuerdo plenario en su fundamento 8 indica: En nuestro nuevo sistema
procesal penal no corresponde al órgano jurisdiccional, como en otros contados modelos procesales, un

n o m o s & th e sis
191 SECCIÓN I'/ EL MINISTERIO PÚBLICO Y LOS DEMÁS SUJETOS PROCESALES Alt. 71
amplio control de los presupuestos jurídico materiales en sede de investigación penal preparatoria, cuyo
señorío ejerce a plenitud el Ministerio Publico -distinto es el caso, por cierto, de las otras etapas o fases
procesales- (verbigracia: artículo 15°.3 del Estatuto de Roma de la Corte Penal). Bastaría, en principio,
la mera afirmación por el Fiscal de un suceso aparentemente típico para la configuración formalmente
válida del proceso penal -el acto de imputación, si bien procesal, no es jurisdiccional-. Sólo en definidos
momentos y precisos actos procesales está reservado al órgano jurisdiccional intervenir para enmendar
presuntos desafueros del Fiscal a propósito de la expedición de la DFCIP. Este sería el caso, por ejemplo,
de la delictuosidad del hecho atribuido y de los presupuestos procesales, en que el NCPP prevé vías es­
pecíficas para su control jurisdiccional -el supuesto más notorio es el de la excepción de improcedencia
de acción: artículo 6 °.l.b NCPP-. 16. En esta línea explicativa, se tiene de autos que la defensa técnica
de cada uno de los investigados A., C. y J., en sede de investigación preliminar han solicitado vía Tutela
de Derechos, se constate el agravio que a su derecho a conocer los cargos formulados en su agravio, se
está produciendo con las Disposiciones N .° 01, 02 y 03, las que consideran tienen descripciones im­
precisas de los hechos así como de sus respectivas participaciones es decir hay ausencia de imputación
necesaria. 17. En la resolución venida en apelación se desprende, que el Juez ha motivado su decisión en
la mínima presencia de la garantía procesal denominada “Derechos Sustanciales”, que constituye presu­
puesto básico para el ejercicio del derecho de defensa recogido en el artículo IX del Título Preliminar del
NCPP, por una imputación débil, ello porque en la resolución apelada se indica “no se advierte referencia
alguna a las razones -aunque mínimas- que motivan la incorporación de las citadaspersonas comoparte de la
presente investigación preliminar \ (Exp. N .° 00462-2017-7-1826-JR-PE-02, del 03-10-2017, ff. jj. 14
al 17. Segunda Sala Penal de Apelaciones de Lima. Corte Superior de Justicia de Lima. Texto completo:
<bit.ly/2UK0ZWh>).

§ 388. Exclusión del material probatorio de acta de intervención policial que contiene la de­
claración del imputado sin presencia de su abogado de elección o del representante del Ministerio
Público. Véase la jurisprudencia del artículo 120° del Nuevo Código Procesal Penal [§ 518]. (Exp. N .°
5327-2018-14-1001-JR-PE-04, del 22-08-2018, ff. jj. 2.13, 3.1 y 3.2. Cuarto Juzgado de Investigación
Preparatoria en Adición al Juzgado de Investigación Preparatoria Especializado en Delitos Ambientales del
Distrito Judicial del Cusco. Corte Superior de Justicia de Cusco. Texto completo: <bit.ly/2GFXQRq>).

JURISPRUDENCIA DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL

§ 389. Derecho del procesado. 16. La necesidad de tutela surge del enunciado contenido en el artículo
2..° inciso d) de la Norma Suprema, al disponer “ [NJadie será procesado, ni condenado por acto u omisión
que al tiempo de cometerse no este previamente calificado en la ley, de manera expresa e inequívoca, como
infracción punible [...]” Por ello, es derecho de todo procesado el que conozca de manera expresa, cierta, e
inequívoca los cargos que se formulan en su contra, y en el presente caso tanto más, dado que la naturaleza
pública o privada de los documentos cuya presunta falsificación se investiga, permanecerá inalterable du­
rante el desarrollo de la instrucción, pero su determinación por parte del juzgador incidirá en el derecho de
defensa de los imputados y en su libertad personal cuando se determine su situación jurídica y la posterior
pena a imponérseles. (Exp. N .° 3390-2005-PHC/TC [caso Jacinta Margarita Toledo Manrique], del 06-08­
2005 [Web: 11-08-2005], f. j. 16. Texto completo: <bit.ly/2FxZdm8>).

§ 390. Derecho a la defensa técnica. 3. El ejercicio del derecho de defensa, de especial relevancia en
el proceso penal, tiene una doble dimensión: una material, referida al derecho del imputado de ejercer
su propia defensa desde el mismo instante en que toma conocimiento de que se le atribuye la comisión
de determinado hecho delictivo; y otra formal, que supone el derecho a una defensa técnica; esto es,
al asesoramiento y patrocinio de un abogado defensor durante todo el tiempo que dure el proceso.
Ambas dimensiones del derecho de defensa forman parte del contenido constitucionalmente protegido
del derecho en referencia. En ambos casos, se garantiza el derecho a no ser postrado a un estado de in­
defensión. (Exp. N .° 06260-2005-HC/TC [caso M argi Eveling Clavo Peralta], del 12-09-2005 [Web:
04-05-2006 / EP, 20-06-2006], f. j. 3. Texto completo: <bit.ly/2FUMdZx>).
♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL
Art. 72 LIBRO PRIMERO: DISPOSICIONES GENERALES 192

§ 391. La tutela del derecho a la motivación de las resoluciones judiciales no debe ni puede
servir de pretexto para someter a un nuevo examen las cuestiones de fondo ya decididas por los jue­
ces ordinarios. 4. De otro lado, en relación a la motivación de las resoluciones judiciales, este Tribunal
ha señalado que ello importa que los jueces, al resolver las causas, expresen las razones o justificaciones
objetivas que los llevan a tomar una determinada decisión. Esas razones deben provenir no solo del orde­
namiento jurídico vigente y aplicable al caso, sino de los propios hechos debidamente acreditados en el
trámite del proceso. Sin embargo, la tutela del derecho a la motivación de las resoluciones judiciales no
debe ni puede servir de pretexto para someter a un nuevo examen las cuestiones de fondo ya decididas
por los jueces ordinarios. [...] 6. Sobre el cuestionamiento referido a que se habría realizado una imputa­
ción de manera genérica, sin adecuar típicamente las conductas atribuidas a los respectivos tipos penales
que fueron atribuidos al recurrente [...]: [...] del tenor del sustento fáctico de la acusación fiscal se advierte
que sólo se cumple con la jurisprudencia y doctrina establecida por el Tribunal Constitucional y la Corte
Suprema de Justicia de la República [...], respecto a la imputación por el delito contra la administración
pública en la modalidad de colusión desleal [...] más no en lo referente a las imputaciones por los delitos
de peculado y aprovechamiento indebido de cargo; en consecuencia, estos deberán quedar subsumidos
en el primero que será materia de pronunciamiento en el presente caso. 7. Así, la Sala Suprema realizó el
control de la calificación jurídica de los hechos imputados al recurrente, indicando que aquellos debían
ser subsumidos en el delito de colusión desleal y no en los delitos de peculado y aprovechamiento indebi­
do del cargo. No hubo variación de los hechos ni se generó indefensión al recurrente. Aunque aquel fue
procesado por la comisión de tres delitos, la Sala Suprema expuso las razones por las que se desestimaron
los delitos de peculado y aprovechamiento indebido del cargo. (Exp. N .° 07042-2015-PHC/TC, del 24­
01-2017 [Web: 08-11-2018], ff. jj. 4, 6 y 7. Texto completo: <bit.ly/2H3gKEB>).

JURISPRUDENCIA DE LA CORTE INTERAMERICANA DE DERECHOS HUMANOS

§ 392. La exhortación a un imputado a decir la verdad no es legalmente reprochable. 167. La


Corte consideró probado que durante la declaración instructiva ante el Juez Instructor Militar Especial
se exhortó a los inculpados a decir la verdad. Sin embargo, no hay constancia de que esa exhortación
implicara la amenaza de pena u otra consecuencia jurídica adversa para el caso de que el exhortado
faltara a la verdad. Tampoco hay prueba de que se hubiese requerido a los inculpados rendir juramento
o formular promesa de decir la verdad, lo cual contrariaría el principio de libertad de aquéllas para de­
clarar o abstenerse de hacerlo. (CID H , Caso Castillo Petruzziy otros vs. Perú, sentencia de 30-05-1999,
párr. 167. Texto completo: <bit.ly/lycdjkX>).
§ 393. Derecho an o ser obligado a declarar contra sí mismo ni a declararse culpable. 155. El se­
ñor Alfredo López Alvarez manifestó en su declaración indagatoria que “fu[e] fuertemente coaccionado
en la [Dirección de Investigación Criminal], mediante el maltrato físico y sicológico con el objetivo de
incriminar [lo...] con las interrogantes que [los agentes estatales le] hacían [...]”, pese a lo cual la presunta
víctima no aceptó los cargos (supra párr. 54.14). En consideración de lo expresado por el señor López
Alvarez, que no fue controvertido por el Estado, y las particularidades del presente caso, esta Corte
estima que la presunta víctima fue sometida a tales actos con el propósito de debilitar su resistencia
psíquica y obligarle a autoinculparse por el hecho que se le imputaba, en contravención de lo previsto en
el artículo 8.2.g de la Convención. (CIDH , Caso López Alvarez vs. Honduras, sentencia de 01-02-2006,
párr. 155. Texto completo: <bit.ly/2kVQ7Fb>).

Artículo 72: Identificación del imputado

1. Desde el primer acto en que intervenga el imputado, será identificado por su nombre, datos persona­
les, señas particulares y, cuando corresponda, por sus impresiones digitales a través de la oficina técnica
respectiva.

n o m o s & th e s is
193 SECCIÓN IV: EL MINISTERIO PÚBLICO Y LOS DEMÁS SUJETOS PROCESALES Aft. 7 2
2. Si el imputado se abstiene de proporcionar esos datos o lo hace falsamente, se le identificará por
testigos o por otros medios útiles, aun contra su voluntad.
3. La duda sobre los datos obtenidos no alterará el curso de las actuaciones procesales y los errores
sobre ellos podrán ser corregidos en cualquier oportunidad.

ACUERDO PLENARIQ DE LA CORTE SUPREMA

§ 394. Cuestión previa e identificación del imputado. Auto de apertura de instrucción. Véase
la jurisprudencia del artículo 77° del Código de Procedimientos Penales [§ 2116]. (Acuerdo Plenario
N .° 7-2006/CJ-116, del 13-10-2006, íF. jj. 6-10. Pleno Jurisdiccional de las Salas Penales Permanentes
y Transitorias de la Corte Suprema de Justicia [EP, 29-12-2006]. Texto completo: <bit.ly/2FX3tfP>).

JURISPRUDENCIA DE LA CORTE SUPREMA

§ 395. Las características brindadas por los agraviados en sus declaraciones preliminares res­
pecto al acusado difieren a las descritas en el acta de recono cimiento. Asimismo en la visualización
del vídeo de seguridad no se pudo identificar plenamente la identidad y participación del acusa­
do, no desvirtuándose su presunción de inocencia. Décimo segundo. Respecto a la incriminación
contra el inculpado CAAM, por el delito de robo agravado, en agravio de la Botica [...], existe la sin­
dicación inicial por parte del agraviado UPM, [...] en presencia del fiscal y el instructor PNP, donde
describe las características físicas detallando: “El segundo sujeto era de tez trigueña, cara ovalada, medía
1.72 cm, de 28 a 29 años de edad aproximadamente, contextura delgada, tenía un gorro de color negro
con letras naranja, pantalón azul oscuro y el tercer sujeto de tez clara ovalada, medía 1.70 cm, de 25 a
28 años aproximadamente, contextura delgada, casaca negra, pantalón jean negro, zapatillas blancas y
chullo color negro”, siendo la persona que ingresó al local con un arma de fuego, después que lo hiciera
el encausado RECS, peculiaridades que difieren de lo descrito en el Acta de reconocimiento de persona
[...], donde el agraviado UPM solo identificó plenamente a los acusados RECS y "WJTS, éste último
absuelto por el Colegiado. Décimo tercero. La policía [...] le mostró al agraviado UPM, dos fotografías
del tercer sujeto que atacó su negocio [...], que son distintas al rostro del encausado CAAM, que obran
en ficha Reniec [...]; en la diligencia de visualización del vídeo en juicio oral [...] no se identifica plena­
mente al acusado que niega los cargos, no existiendo sindicación de sus coacusados, ni testigos que lo
incriminen en los hechos imputados, en ese sentido se mantiene incólume su presunción de inocencia
[...]. (R N. N .° 231-2017-Lima Norte, del 20-09-2017, ff. jj. 12 y 13. Sala Penal Permanente. Texto
completo: cbit.ly/2EThNof>).
§ 396. No puede dictarse sentencia si no se ha identificado plenamente al agresor. Octavo. Se
puede observar que el Juzgado Penal Colegiado al emitir la sentencia de primera instancia [...], seña­
ló que en el juicio oral, al rendir su testimonial la agraviada [...] indicó que el acusado M. tiene una
cicatriz en la frente, es trigueño, tiene los ojos un poco achinados, pelucón, de cabello negro, y posee
un tatuaje en forma de corazón con espigas en el brazo en forma horizontal. Esta versión fue acogida
como argumento válido por la Sala Penal de Apelaciones, para condenar M ., como autor del delito de
violación sexual en contra de la agraviada, al considerar que dicho ilícito quedaba demostrado con la
declaración vertida por la adolecente en el juicio oral, donde describió que su atacante tiene una cicatriz
en la frente, es trigueño, tiene ojos achinados y un tatuaje en forma de corazón con espigas en el brazo
en forma horizontal. Sin embargo, en el acta de entrevista única practicada a la agraviada [...], indicó
que su agresor es flaco, de cabello lacio, ojos achinados, trigueño y un tatuaje en el brazo izquierdo en
forma de espiga, se advierte que aquí se omite en la forma del tatuaje el corazón, que además el acusado
tenía la dentadura un poco desviada y una cicatriz en la frente de aproximadamente tres centímetros. Se
tiene entonces, que las características que describen la fisonomía, cicatrices y tatuajes del encausado [...]
no guardan absoluta identidad. [...] [La] agraviada señaló [...] [que] identificó a su agresor y llamó a la
policía, por lo que se logró intervenir al acusado [...]. El mismo día el médico legista examinó al impu­
tado y emitió el primer Certificado Médico Legal [...], donde dejó constancia que no tenía documentos

♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL


Alt 72 LIBRO PRIMERO: DISPOSICIONES GENERALES 194

de identidad y se consignó que no presentaba lesiones traumáticas recientes. Se verificó la existencia


de dos tatuajes, en el primero tenía delineada la cara de un lobo (cara lateral izquierda de cuello); en el
segundo, una mariposa con espinas en el brazo izquierdo, asimismo se constataron múltiples cicatrices
en la espalda y miembros superiores, pericia que fue realizada por el perito A. [...] El encausado no
concurrió a las citaciones, tal como consta en el acta de Inconcurrencia [...]. [Este] colegiado supremo
estima que se ha vulnerado el derecho a la presunción de inocencia en las resoluciones judiciales, desde
el momento que no se ha logrado identificar plenamente al sentenciado, dadas las contradicciones que
presentan los reconocimientos médicos legales practicados [...]. [Al] haberse incumplido con identificar
plenamente al presunto autor, incurriéndose en vicio de nulidad en las sentencias dictadas, por lo que
se hace preciso agotar las diligencias que fueran necesarias para logar la identificación plena del acusado
[...]. (Casación N .° 879-2015-Madre de Dios, del 03-11-2017, fi j. 8. Primera Sala Penal Transitoria.
Texto completo: <bit.ly/2umPpVl>).

JURISPRUDENCIA DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL

§ 397. Figura de homonimia y criterios que debe tener el mandato de detención para identifi­
car e individualizar plenamente al procesado. 3. Con respecto a la restricción de la libertad personal,
el Tribunal tiene señalado en abundante jurisprudencia, y sobre la base de la legislación correspondien­
te, que el mandato para detener a una persona debe contener algunos elementos básicos que permitan
identificar e individualizar plenamente al procesado. Así, ha señalado que: “Respecto a la figura jurídica
de la homonimia, este Colegiado ya tuvo oportunidad de emitir pronunciamientos de fondo refiriéndo­
se a dicha figura: (a) [dejando] sentado que los nombres del imputado (...) y el de la persona intervenida
tienen que ser exactamente los mismos a efectos de su detención, no pudiendo intervenir ningún tipo
de disquisición por parte de la judicatura al momento de emitir los oficios de requisitoria ni de la policía
judicial al momento de ejecutar dicha orden, y (b) [señalando] que tanto el requerimiento judicial de la
detención como su ejecución por parte de la Policía Nacional del Perú deben contar indefectiblemente
con los datos siguientes: i) nombres y apellidos; ii) edad, iii) sexo, y iv) características físicas, talla y
contextura del actor, por lo que en su defecto no procede la detención que incumpla los citados pre­
supuestos, así como tampoco cabe interpretación alguna sobre los datos consignados por la judicatura
competente y los presupuestos antes señalados, ni por los órganos judiciales distintos al que juzga al
actor (que incumbe a los juzgados de reserva) ni por las autoridades policiales, bajo responsabilidad”
(STC Exp. N .° 04571-2011- H C, f. j. 4). 4. Sobre esta base, es necesario verificar que el mandato de
detención dictado por el órgano jurisdiccional, las ordenes de captura o requisitorias, contengan los
elementos mínimos señalados (nombres y apellidos; edad; sexo, y características físicas, talla y contex­
tura) para que tales disposiciones sean legítimas, en la medida que el cumplimiento de estas exigencias
permitiría identificar correctamente al investigado o imputado de que se trate. Esto, pues, tiene como
finalidad que no se cometan excesos ni arbitrariedades en la ejecución de un mandato tan gravoso como
lo es privar de su libertad a una persona, evitándose que se detenga a un homónimo totalmente ajeno a
la causa. 5. En el presente caso, se constata de autos que es meridianamente claro que la persona a la que
se han referido sostenidamente los codenunciados al hacer referencia a MARD (es decir, a la persona
que participó de los hechos delictivos que se investiga) es una diferente a la demandante. En efecto, en
los actuados obran las declaraciones de [...], quienes aluden a una persona mayor de cuarenta años, de
tez clara, con hijas mayores y que estuvo condenado con prisión efectiva [...], cuando desde la demanda
se acredita que el demandante tenía 26 años al momento en que se cometieron los hechos investigados,
tiene tez morena, no tiene hijos y no tiene antecedentes penales ni policiales [...]. [...] 7. Efectivamente,
ocurre que en causas como esta no está en discusión si una persona, quien ha sido correctamente impu­
tada por la comisión de un hecho cuya criminalidad se investiga, fue debidamente privada de su libertad
o no (lo cual ya plantea un asunto de relevancia iusfundamental). Lo que está en juego es la privación de
la libertad física y el truncamiento del plan de vida de una persona que tal vez sea totalmente ajena a los
hechos materia de investigación, pero que ha tenido el infortunio, por una parte, de llamarse de manera
idéntica a quién le correspondería estar encarcelado y, por otra, de que los funcionarios competentes no

n o m o s & th e s is
195 SECCIÓN IV: EL MINISTERIO PÚBLICO Y LOS DEMÁS SUJETOS PROCESALES kÜ „ 76

hayan cumplido con su significativa responsabilidad e irrecusable deber de individualizar correctamente


al procesado que se debía capturar. (Exp. N .° 01746-2013-PHC/TC, del 10-11-2015 [Web: 13-06­
2016 / EP: 17-08-2016], fif. jj. 3, 4, 5 y 7. Texto completo: <bit.ly/2W !OHZl>).

Artículo 73: Alteración del orden

1. Al procesado que altere el orden en un acto procesal, se le apercibirá con la suspensión de la dili­
gencia y de continuarla con la sola intervención de su Abogado Defensor y demás sujetos procesales; o
con su exclusión de participar en la diligencia y de continuar ésta con su Abogado Defensor y los demás
sujetos procesales.
2. Si el Defensor se solidariza y abandona la diligencia será sustituido por uno nombrado de oficio.

Artículo 74: Minoría de edad

1. Cuando en el curso de una Investigación Preparatoria se establezca la minoría de edad del imputado,
el Fiscal o cualquiera de las partes solicitará al Juez de la Investigación Preparatoria corte l a secuela de!
proceso y ponga al adolescente a disposición del Fiscal de Familia.
2. Si la minoría de edad se acredita en la Etapa Intermedia o en el Juicio Oral, el Juez, previa audiencia
y con intervención de las partes, dictará la resolución correspondiente.
3. En todos estos casos se dejará a salvo el derecho del actor civil para que lo haga valer en la vía
pertinente.

Artículo 75; Inimputabilidad del procesado

1. Cuando exista fundada razón para considerar el estado de inimputabilidad del procesado al momento
de los hechos, el Jue z de la Investigación Preparatoria o el Juez Penal, colegiado o unipersonal, según el
estado de la causa, dispondrá, de oficio o a pedido de parte, la práctica de un examen por un perito espe­
cializado.
2. Recibido el informe pericial, previa audiencia, con intervención de las partes y del perito, si el Juez
considera que existen indicios suficientes para estimar acreditado el estado de inimputabilidad del proce­
sado, dictará la resolución correspondiente instando la incoación del procedimiento de seguridad según lo
dispuesto en el presente Código.

Artículo 76: Anomalía psíquica sobrevenida

1. Si después de cometido el delito le sobreviene anomalía psíquica grave al imputado, el Ju e z de la


Investigación Preparatoria o el Jue z Penal, colegiado o unipersonal, ordenará, de oficio o a solicitud de
parte, la realización de un examen por un perito especializado. Evacuado el dictamen, se señalará día y
hora para la realización de la audiencia, con citación de las partes y de los peritos.
2. Si del análisis de lo actuado, el órgano jurisdiccional advierte que el imputado presenta anomalía
psíquica grave que le impide continuar con la causa, dispondrá la suspensión del proceso hasta que el
tratamiento de la dolencia haga posible reiniciarlo. Si fuere necesario, ordenará su internamiento en un
centro hospitalario especializado.
3. La suspensión del proceso impedirá la declaración del imputado o el juicio, según el momento que
se ordene, sin perjuicio de que se prosiga con la investigación del hecho o que continúe la causa respecto
a los demás coimputados.

♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL


Alt 77 LIBRO PRIMERO: DISPOSICIONES GENERALES 196

Artículo 77: Enfermedad del imputado

1. Si durante la privación de libertad el imputado enfermara el Jue z de la Investigación Preparatoria o


el Ju e z Penal, colegiado o unipersonal, de oficio o a solicitud de parte, dispondrá su inmediata evaluación
por parte del médico legista o, en su defecto, del perito médico que designe.
2. Evacuado el dictamen, se podrá ordenar, si fuere necesario, el ingreso del imputado a un centro hos­
pitalario. En casos excepcionales, en que se requiera de infraestructura y atención médica especializada
que no exista en un centro hospitalario estatal, se podrá autorizar su internamiento en una clínica privada.

Artículo 78: Informe trimestral del Director del Centro Hospitalario

El Director del Centro Hospitalario en donde el procesado reciba asistencia médica o psiquiátrica, de­
berá informar trimestralmente al Fiscal y al Ju e z acerca del estado de salud del paciente, sin perjuicio de
ordenarse -si a sí correspondiera- un examen pericial de oficio.

Artículo 79: Contumacia y ausencia

1. El Juez, a requerimiento del Fiscal o de las demás partes, previa constatación, declarará contumaz
al imputado cuando: a) de lo actuado aparezca evidente que, no obstante tener conocimiento de que es
requerido, no se presenta voluntariamente a las actuaciones procesales; b) fugue del establecimiento o
lugar en donde está detenido o preso; c) no obedezca, pese a tener conocimiento de su emisión, una orden
de detención o prisión; y, d) se ausente, sin autorización del Fiscal o del Juez, del lugar de su residencia o
del asignado para residir.
2. El Juez, a requerimiento del Fiscal o de las demás partes, previa constatación, declarará ausente al
imputado cuando se ignora su paradero y no aparezca de autos evidencia que estuviera conociendo del
proceso.
3. El auto que declara la contumacia o ausencia ordenará la conducción compulsiva del imputado y
dispondrá se le nombre Defensor de oficio o al propuesto por un familiar suyo. El abogado intervendrá en
todas las diligencias y podrá hacer uso de todos los medios de defensa que la Ley reconoce.
4. La declaración de contumacia o ausencia no suspende la Investigación Preparatoria ni la Etapa In­
termedia respecto del contumaz o ausente. Esta declaración no altera el curso del proceso con respecto a
los demás imputados.
5. Si la declaración de ausencia o contumacia se produce durante el juicio oral, el proceso debe archi­
varse provisionalmente respecto de aquél. En todo caso, el contumaz o ausente puede ser absuelto pero
no condenado.
6. Con la presentación del contumaz o ausente, y realizadas las diligencias que requieran su interven­
ción, cesa dicha condición, debiendo dejarse sin efecto el mandato de conducción compulsiva, así como
todas las comunicaciones que se hubieran cursado con tal objeto. Este mandato no afecta la orden de
detención o prisión preventiva a la que estuviera sujeto el procesado.

ACUERDO PLENARIO DE LA CORTE SUPREMA

§ 398. Declaración de contumacia en la etapa de enjuiciamiento. Presupuestos materiales. 7.


El artículo 139°, numeral 3), de la Ley Fundamental garantiza el derecho de las partes procesales a ac­
ceder al proceso en condiciones de poder ser oído y ejercitar la defensa de sus derechos e intereses legí­
timos. En tal sentido, como postula Picó i Junoy, los actos de comunicación de las resoluciones judicia­
les -notificaciones, citaciones y emplazamientos-, en la medida en que hacen posible la comparecencia
del destinatario y la defensa contradictoria de las pretensiones, representan un instrumento ineludible

no m o s & th e sis
197 SECCIÓN IV: EL MINISTERIO PÚBLICO Y LOS DEMÁS SUJETOS PROCESALES Alt 79
para la observancia de las garantías constitucionales del proceso [Las garantías constitucionales delproce­
so, J.M . Bosch Editor, Barcelona, 1997, página 54]. Dada su trascendental importancia es obvio que
corresponde al órgano jurisdiccional examinar cumplidamente que los actos de comunicación, el em­
plazamiento a las partes, en especial al imputado con la llamada al proceso, cumplan escrupulosamente
las normas procesales que los regulan a fin de asegurar la efectividad real de la comunicación. 8 . La
contumacia está íntimamente vinculada a esa institución procesal de relevancia constitucional, cuya
definición legal se encuentra en el artículo 3o, inciso 1), del Decreto Legislativo N .° 125, y que a su vez
ratifica que el imputado tiene la carga de comparecer en el proceso penal, y si no lo hace se expone a una
declaración de contumacia. El ordenamiento procesal penal nacional reconoce, además, la ausencia, y
en ambos casos, como es evidente, consagró como dogma la imposibilidad de desarrollar el juicio oral
-fase angular del sistema acusatorio- sin la necesaria presencia del acusado [en este sentido, el Código
-acota Gimeno Sendra- llevó hasta sus últimas consecuencias el principio general del Derecho, confor­
me al cual nadie puede ser condenado sin haber sido previamente oído’, interpretando dicho precepto
como exigencia de comparecencia física del imputado en el proceso a fin de que pueda ejercitar su de­
fensa privada y, en último término, su derecho a la ultima palabra: Derecho Procesal Penal, Editorial
Colex, Madrid, 2004, página 215]. Lo relevante de ambas instituciones: contumacia y ausencia, de
configuración legal, a las que se anudan variados efectos procesales que incluso entrañan una intensifi­
cación de las medidas de coerción personales, es que se requiere de una resolución judicial motivada que
declare el estado de ausencia o contumacia del imputado, la cual importa una verdadera obligación ju­
dicial que habrá de dictarse cuando se cumplan escrupulosamente los presupuestos materiales estipula­
dos por la ley procesal, y que a su vez se erige en condición necesaria para dictar las medidas de coerción
limitativas de la libertad del imputado. La indicada resolución judicial tiene una naturaleza constitutiva,
ya que por ella se crea el estado de ausente o contumaz, al que va ligado normalmente la adopción de
medidas provisionales personales. La declaración de contumacia constituye una situación procesal que
legitima al juez para ordenar la detención del procesado renuente a acatar el cumplimiento de determi­
nados mandatos procesales. 9. El citado artículo 3o del Decreto Legislativo N .° 125 define la institución
de la contumacia. El contumaz, en términos generales, es el imputado que conoce su condición de tal
y que está o estará emplazado al proceso para que responda por concretos cargos penales, y pese a ello
deja de concurrir, se aparta voluntariamente del proceso [el encausado es consciente de la existencia de
un proceso penal dirigido contra él y decide no acudir a la llamada del órgano jurisdiccional]. Es signi­
ficativo a estos fines el literal a) del citado artículo, que precisa que se reputa contumaz: “Al que habien­
do prestado su declaración instructiva o estando debidamente notificado, rehúye el juzgamiento en
manifiesta rebeldía o hace caso omiso a las citaciones o emplazamientos que le fueran hechos por el Juez
o Tribunal’. A estos efectos, el artículo Io de la Ley N .° 26641 exige que el auto que declara la condición
de contumaz del imputado -sin esa resolución judicial no es posible calificar a un acusado de contumaz-
sólo se dictará desde que “...existen evidencias irrefutables que el acusado rehúye del proceso...” . 10. La
contumacia puede declararse en sede de instrucción o de la etapa intermedia o del enjuiciamiento. El
artículo 2o de dicho Decreto Legislativo regula, aunque genéricamente, la posibilidad de declararla en
la etapa de instrucción, a cuyo efecto remite a lo dispuesto en los artículos 205° y 206° del Código de
Procedimientos Penales. Esa disposición, como es obvio y aplicando integrativamente el artículo Io de
la Ley N .° 26641, sólo exige que existan evidencias irrefutables que el inculpado, según se encuentre en
los supuestos del artículo del referido Decreto Legislativo N .° 125, rehúye el proceso -concretamente,
la instrucción- para que se dicte el auto de declaración de contumacia. No se requiere, desde luego, una
reiteración del mandato y una segunda incomparecencia para la emisión del auto de contumacia, situa­
ción que incluso es evidente en los supuestos de citación para diligencia de lectura de sentencia en los
procesos sumarios (conforme: Sentencias del Tribunal Constitucional N .° 3014-2004-HC/TC, del
28-12-2004; N .° 7021-2005-HC/TC, del 17-10-2005; y, N .° 2661-2006-HC/TC, del 17.4.2006).
En este último caso: lectura de sentencia en los procesos penales sumarios, se explica porque no se trata
propiamente de una fase procesal autónoma que requiere de una sucesión de actos procesales y diligen­
cias de presentación de cargos, actividad probatura, alegatos, última palabra, y deliberación y sentencia.
11. El auto de enjuiciamiento o, en su caso, el de citación a juicio, por el contrario, tiene precisiones

♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL


Art. 79 LIBRO PRIMERO: DISPOSICIONES GENERALES 198

estrictas para el emplazamiento del acusado presente; está asociado a un apercibimiento específico y un
trámite escrupuloso. Prescribe al respecto el artículo 210° del Código de Procedimientos Penales, mo­
dificado por el Decreto Legislativo N .° 125, que: “...Tratándose de reos con domicilio conocido o legal
conocido en autos, será requerido para su concurrencia al juicio bajo apercibimiento de ser declarado
contumaz [...], señalándose nueva fecha para la audiencia, siempre que no hayan otros reos libres que se
hubieran presentado o en cárcel. Si el acusado persiste en la inconcurrencia, se hará efectivo el apercibi­
miento, precediéndose en lo sucesivo conforme a los artículos 318° al 322° del Código de Procedimien­
tos Penales”. 12 . Siendo así, son presupuestos materiales para la declaración de contumacia en la etapa
de enjuiciamiento: a) que el acusado presente, con domicilio conocido o legal, sea emplazado debida o
correctamente con la citación a juicio [se entiende que si el propio emplazado proporciona un domici­
lio falso, ello acredita su intención de eludir la acción de la justicia y justifica la declaración como reo
contumaz, tal como ha sido ratificado por el Tribunal Constitucional en la sentencia N .° 4834-2005-
H C /T C , del 8.8.2005]; b) que la indicada resolución judicial, presupuesto de la declaración de contu­
macia, incorpore el apercibimiento expreso de la declaración de contumaz en caso de inasistencia injus­
tificada; y, c) que el acusado persista en la inconcurrencia al acto oral, en cuyo caso se hará efectivo el
apercibimiento previamente decretado, esto es, la emisión del auto de declaración de contumacia, y se
procederá conforme al juicio contra reos ausentes. En tal virtud, el órgano jurisdiccional deberá exami­
nar cuidadosamente el debido emplazamiento al imputado, la correcta notificación, y sobre esa base
proceder en su consecuencia [El Tribunal Constitucional en la sentencia N .° 3411-2006-HC/TC, del
12.5.2006, ha insistido en que si no se notifica debidamente al imputado no es legítimo declararlo reo
contumaz]. Para la declaración de contumacia, acto seguido, es central la nota de “persistencia” en la
incomparecencia voluntaria del acusado al acto oral, la cual significa mantenerse firme o constante en
una cosa o, más concretamente, ante el emplazamiento judicial, es decir, no cumplirlo deliberadamente.
Ahora bien, si el párrafo analizado está en función a la iniciación del acto oral o a su continuación, esto
es, si la norma procesal precisa que se señalará nueva fecha para la audiencia siempre que no hayan otros
reos libres que se hubieran presentado o en cárcel, a partir de lo cual se hace mención a la persistencia
del acusado en su incomparecencia, entonces, es evidente que la resolución judicial de contumacia se
dictará una vez que el acusado incumpla este segundo emplazamiento, a mérito de lo cual se renovarán
las órdenes para su captura, se le emplazará por edictos y se reservará el proceso hasta que sea habido,
tal como lo dispone, en lo pertinente, el artículo 319° del Código de Procedimientos Penales. Es claro,
asimismo, que si el acto oral tiene lugar por la concurrencia de otros acusados, la declaración de contu­
macia se hará efectiva una vez se cite al acusado inconcurrente para la continuación del juicio oral,
aplicando en lo pertinente las normas antes invocadas. 13. Por otro lado, en vista que el auto de contu­
macia importa, además, la restricción de la libertad personal del imputado -en todo caso, una medida
de coerción personal más intensa-, tal y como ha sido establecido por el Tribunal Constitucional en la
sentencia N .° 934-2002-H C/TC, del 8 .7 .2002, si el juez rechaza indebidamente la recusación -al mar­
gen de la ley procesal-, lesionando con ello el principio constitucional del procedimiento preestablecido,
tal decisión deviene ilegítima. Sobre el particular es de rigor precisar que con posterioridad a dicha
sentencia se han dictado la Ley N .° 28117, del 10-12-2003, y el Decreto Legislativo N .° 959, del
17.8.2004, que han introducido cambios sustanciales en el régimen y procedimiento de la recusación y
excusa o inhibición de Jueces y Vocales. Las normas antes citadas, a diferencia del texto procesal origi­
nario, autorizan al rechazo liminar o de plano del pedido de inhibición o de la solicitud de recusación,
estipulan un plazo determinado para recusar y reordena el trámite incidental correspondiente, y delimi­
tan los motivos de recusación contra Vocales. En tal virtud, si se vulnera el nuevo ordenamiento proce­
sal rechazando de plano la recusación, sin amparo en la respectiva autorización legal, obviamente rige la
doctrina jurisprudencial inicialmente mencionada. Es claro, sin embargo, que si una recusación se re­
chaza de plano por un motivo legalmente establecido en la Ley procesal, obviamente será posible -más
allá de la interposición del respectivo recurso de apelación contra tal desestimación liminar, que no
tiene efecto suspensivo- dictar el auto de contumacia y las medidas restrictivas de la libertad correspon­
dientes. Por lo demás, si se da trámite a una recusación, aun cuando éste no suspende el proceso prin­
cipal ni la realización de diligencias o actos procesales -cuya actuación está sujeta a la efectiva concurren-

n o m o s & th e sls
199 SECCIÓN IV: EL MINISTERIO PÚBLICO Y LOS DEMÁS SUJETOS PROCESALES Alt. 79
cia del Ministerio Público y citación a las partes-, y existe expresa prohibición de expedir resolución que
ponga final a la instancia o al proceso -vid.: apartado dos del artículo 33° del Código de Procedimientos
Penales-, debe entenderse que tampoco se puede dictar una medida limitativa de la libertad, como
consecuencia de un auto de contumacia, en tanto las dudas sobre la imparcialidad judicial no sé deslin­
den definitivamente conforme a sus trámites regulares. Cabe acotar que lo expresamente autorizado son
actos o diligencias procesales, no la expedición de una resolución que incida en un derecho fundamen­
tal de la trascendencia de la libertad personal, y además siempre está prohibido -esta vez por regla expre­
sa- clausurar el proceso hasta que la recusación o inhibición esté resuelta. 14. En síntesis, la declaración
de reo contumaz no constituye una facultad discrecional de la Sala Penal Superior, sino que está some­
tida a específicos presupuestos materiales, que deben respetarse cumplidamente. Es imprescindible el
correcto emplazamiento al acto oral bajo apercibimiento de la declaración de contumacia, luego una
segunda citación y se persistir en la inconcurrencia voluntaria recién se dictará el auto de contumacia y
se procederá, conforme al artículo 319° del Código de Procedimientos Penales. Por último, un Juez re­
cusado o con pedido de inhibición del Ministerio Público, una vez que se acepta iniciar el trámite res­
pectivo, no puede dictar una medida limitativa de la libertad como consecuencia de un auto de contu­
macia al margen de las normas que regulan la recusación y la inhibición o excusa de magistrados.
(Acuerdo Plenario N .° 5-2006/CJ-116, del 13-10-2006, ff. jj. 7-13. Pleno Jurisdiccional de las Salas
Penales Permanentes y Transitorias de la Corte Suprema de Justicia [EP, 29-12-2006]. Texto completo:
<bit.ly/10Hxwp7>). ‘

DOCTRINA JURISPRUDENCIAL VINCULANTE DE LA CORTE SUPREMA

§ 399. L a audiencia de apelación puede realizarse con la sola presencia del abogado defen­
sor del imputado. Véase la jurisprudencia del artículo 423° del Nuevo Código Procesal Penal [§ 1744].
(Casación N .° 183-2011-Huaura, del 03-09-2012, que establece que en las Cortes Superiores de los
Distritos Judiciales en los que se encuentra en vigencia el Código Procesal Penal, consideren como doc­
trina jurisprudencial vinculante lo señalado en el cuarto considerando [Análisis jurídico fáctico] de la
presente resolución. Sala Penal Permanente [EP, 19-03-2013, Jurisprudencia, Año XXII, N .° 937, pp.
6895-6897]. Texto completo: <bit.ly/2p 5hAWl).

PLENOS JURISDICCIONALES

§ 400. El plazo de atención al contumaz en los procesos penales debe realizarse dentro de los
15 días naturales. Problemática: ¿Cuál es el plazo procesal en que debe ser atendido un contumaz una
vez que espuesto a disposición deljuez en cumplimiento de las órdenes de conducción compulsiva? El Pleno
ha acordado por unanimidad: El contumaz debe ser atendido dentro del plazo razonable con un límite
máximo de 15 días naturales. (Pleno Jurisdiccional Distrital Penal de la Corte Superior de Justicia de
Piura del 23-11-2018. Tema 2 : La atención del contumaz en los procesos penales. Texto completo:
<bit.ly/2DX7mhG>).

JURISPRUDENCIA DE LA CORTE SUPREMA

§ 401. Se suspende el plazo de prescripción cuando se declara la contumacia del procesado.


Octavo. Analizando cada una de las reglas antes señaladas en el caso de autos, se advierte en primer
lugar que nos encontramos frente a un caso complejo debido a que estamos frente a un delito de
homicidio calificado y de lesiones graves con pluralidad de agraviados y de implicados, además del
adolescente infractor. En cuanto, a la actividad procesal del interesado, se advierte igualmente de
autos que el adolescente infractor ha sido notificado en el domicilio donde reside con su señora madre
hasta en dos oportunidades para los efectos de prestar su declaración sobre los hechos denunciados en
su contra, no obstante ha hecho caso omiso en ambas ocasiones, motivo por el cual se le ha declarado
reo contumaz [...], disponiéndose su ubicación y conducción compulsiva al juzgado para las diligencias
ordenadas. Finalmente, en cuanto a la actuación del órgano jurisdiccional, no se advierte en este
caso en particular que el Poder Judicial haya incurrido en alguna falta de diligencia durante el decurso

♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL


Art. 79 LIBRO PRIMERO: DISPOSICIONES GENERALES 200

de la investigación pues desde el inicio de la acción penal y la programación del esclarecimiento de los
hechos conducen a establecer que la actividad jurisdiccional ha sido adecuada y oportuna. Noveno. En
el contexto antes descrito, esta Suprema Sala puede afirmar sin ninguna hesitación que la declaración
de contumacia del adolescente infractor de iniciales G .C .C., ha generado la suspensión del plazo de
prescripción de la acción penal en su contra, por lo que debe revocarse la resolución apelada que resuel­
ve declarar la extinción de la acción penal por prescripción a favor del referido infractor al haber sido
emitida sin tener en cuenta lo dispuesto en la parte in fin e del artículo 222 del Código de los Niños y
Adolescentes. (Casación N .° 415-2016-Piura, del 05-09-2016, ff. jj. 8 y 9. Sala Civil Transitoria. Texto
completo: <bit.ly/2 CujmaJ>).
§ 402. Si los hechos sucedieron antes de la promulgación de la Ley de Contumacia, dicha nor­
ma no le es aplicable y por tanto, al haber transcurrido más de 12 anos de cometido el ilícito, ha
operado la prescripción ordinaria y extraordinaria. Cuarto. Que, como se ha señalado, los hechos
imputados al acusado [...] ocurrieron el 23 de julio de 1992, esto es, antes de la promulgación de la Ley
N .° 26641 - Ley de Contumacia; por tanto, dicha norma no le es aplicable para efectos de la prescrip­
ción de la acción penal. Quinto. Que se imputa al citado [acusado] el delito contra el Patrimonio en
la modalidad de robo agravado previsto en el artículo 189 del Código Penal, en su texto original, que
sancionaba el ilícito con pena privativa de libertad no menor de tres ni mayor de ocho años; que, como
ya se señaló, el ilícito materia del proceso ocurrió el 23 de julio de 1992, por lo que en aplicación de
los artículos 80 y 83 del acotado Código, al momento de expedirse la sentencia, habían transcurrido
los plazos ordinario y extraordinario de prescripción; que, por tanto, resulta procedente declarar fun­
dada de oficio la excepción pertinente conforme a la facultad conferida por el artículo 5 del Código
de Procedimientos Penales, modificado por el Decreto Legislativo N .° 126; y estando a que cuando se
dictó la sentencia la acción penal ya estaba prescrita, ésta deviene en nula. (R. N. N .° 2460-2009-Ca-
ñete, de 30-09-2010, ff. jj. 4-6. Sala Penal Permanente. Referencia: JPenalCorteSuprema, p. 57
cbit.ly/2phVqR 2 >).
§ 403. Interrupción de la prescripción por contumacia. La suspensión es consecuencia nece­
saria, no discrecional del juez, por tanto, no necesita una declaración judicial expresa, pues opera
de pleno derecho. Tercero. Si bien los autos antes mencionados no dispusieron la suspensión del plazo
de prescripción de la acción penal, es de tener en cuenta lo terminantemente dispuesto por la Ley N .°
26641, de 26-05-1996. Esa Ley estatuye la suspensión de la prescripción, como consecuencia o efecto
jurídico necesario de la declaración de contumacia. Se trata de una norma procesal, por lo que el factor
de aplicación se produce cuando se emitió el auto respectivo-fecha de la actuación procesal, no fecha
de la comisión del delito-, en virtud al criterio formal que informa la institución de la contumacia.
Cuarto. Los autos en cuestión se emitieron en agosto de 1997-la ley antes citada ya estaba en vigencia-;
y, mientras no se captura o pongan a derecho los imputados, no corre el plazo prescriptorio, que por mi­
nisterio de la ley está suspendido. La suspensión es una consecuencia necesaria, no discrecional del juez,
por tanto, que el juez no la indique textualmente en la resolución judicial-si se requiere, en cambio, tal
formalidad con la declaración de contumacia-no significa que desde ya el término de la prescripción se
interrumpió; no hace falta una declaración judicial expresa al respecto, opera de pleno derecho. Siendo
así la prescripción aún no se ha producido. El recurso acusatorio debe estimarse y así se declara. (R.
N. N .° 1945-2014-La Libertad, del 11-08-2016, ff. jj. 3 y 4. Sala Penal Transitoria. Texto completo:
<bit.ly/2IU8YPf>).
§ 404. Resolución que declara reo contumaz no ha hecho mención en forma expresa de
la suspensión del plazo de prescripción. Segundo. [...] 2.1. Del análisis de las pruebas actuadas
[...] se declaró reo contumaz al procesado [...], reservándose su juzgamiento [...] advirtiéndose del
contenido de la citada resolución que no hace mención en forma expresa de la suspensión del plazo
de prescripción, razón por la cual no procede efectivizar la suspensión del referido plazo, en tanto
el Ministerio Público titular de acción penal no [...] ha cuestionado dicha resolución en su opor­
tunidad. 2 .2 . Al respecto se debe tener presente que, transcurrido el plazo determinado por ley, la
prescripción se produce “ipso iure” \ es decir, produce un efecto liberatorio a través del cual, la per-
n o m o s & th e sis
201 SECCIÓN IV: EL MINISTERIO PÚBLICO Y LOS DEMÁS SUJETOS PROCESALES Aft. 79
secución penal por el hecho delictivo cesa de pleno derecho, y de esta manera, obliga a la autoridad
judicial a declarar la culminación de la persecución penal, aún de oficio, sin que medie pedido de
parte previo. (R. N. N .° 2606-2013-Lima, del 28-02-2014, ff. jj. 2.1 y 2 .2 . Sala Penal Permanente.
Texto completo: <bit.ly/2 aZGQZx>).

JURISPRUDENCIA DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL

§ 405. Diferencia entre ausencia y contumacia. 168. El Tribunal observa [...] que la ausencia de
una persona en el desarrollo del proceso y, en forma particular, durante el juicio, no sólo puede tener
por causa el desconocimiento que tenga de aquél, sino también la rebeldía o renuncia expresa a la com­
parecencia. En el ámbito del proceso penal, el desconocimiento que el acusado tenga de la existencia
de un proceso genera un supuesto de 'ausencia”; mientras que la resistencia a concurrir al proceso,
teniendo conocimiento de él, se denomina “contumacia”. (Exp. N .° 003-2005-PI/TC [caso Walter
Húmala Lema e ta l], del 09-08-2006 [Web: 11-12-2006 / EP, 18-12-2006], f. j. 168. Texto completo:
<bit.ly/2 HgyDLZ>).

§ 406. Derechos a no ser condenado en ausencia y la presencia del imputado en el juicio de


segunda instancia. 8 . El derecho a no ser condenado en ausencia se encuentra reconocido en el artícu­
lo 139.12 de la Constitución. Se trata de una garantía típica que conforma el debido proceso penal y
que guarda una estrecha relación con el derecho de defensa. 9. En la STC 003-2005-PI/TC, fundamen­
to 166 [§ 1631], este Tribunal precisó que la cuestión de si la prohibición de la condena en ausencia se
extiende a la realización de todo el proceso penal o solo comprende al acto procesal de lectura de sen­
tencia condenatoria, ha de absolverla en los términos que lo hace el literal “d” del artículo 14.3 del
Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos: “Durante el proceso, toda persona acusada de un
delito tendrá derecho, en plena igualdad, a las siguientes garantías mínimas: [...] d) A hallarse presente
en el proceso y a defenderse personalmente o ser asistida por un defensor de su elección [...]”. 10. De
esta forma, el mencionado principio-derecho garantiza, en su faz negativa, que un acusado no pueda ser
condenado sin que antes no se le permita conocer y refutar las acusaciones que pesan en su contra, así
como no ser excluido del proceso en forma arbitraria. En tanto que en su faz positiva, el derecho a no
ser condenado en ausencia exige de las autoridades judiciales el deber de hacer conocer la existencia del
proceso así como el de citar al acusado a cuanto acto procesal sea necesaria su presencia física (STC
003-2005-PI/TC, fundamento 165) [§ 1631]. 11. No obstante lo anterior, este derecho, como cual­
quier otro no es ilimitado o absoluto, pues puede ser objeto de restricciones o limitaciones a condición
de que estas sean proporcionales. En ese sentido, el acto de la condena en ausencia del procesado, con­
sidera este Tribunal, no resulta inconstitucional siempre y en todos los casos, sino solo en aquellos en
los que la restricción no se encuentra constitucionalmente justificada. 12 . Es más, en la experiencia
constitucional comparada, el Tribunal observa que su homólogo español (STC 91/2000) ha indicado
que si bien resulta constitucionalmente exigible la presencia del imputado en el proceso penal “ello no
comporta, sin embargo, la proscripción constitucional de la condena in absentia. En efecto, en determi­
nadas condiciones, atendiendo a intereses que son dignos de protección, puede admitirse la condena en
ausencia pues la sentencia penal condenatoria, con independencia de la efectividad de la pena impuesta,
produce otros efectos jurídicos plausibles (cierra la vía de prescripción de los delitos para abrir la más
dilatada de las penas, posibilita la satisfacción de los daños y perjuicios causados por el delito, asegura
de forma documentada la producción de medios de prueba cuya fiabilidad el tiempo puede perjudicar,
y puede contribuir a la prevención general y a la restauración del orden jurídico perturbado por la in­
fracción)” . 13. Así las cosas, ajuicio de este Tribunal Constitucional, en la determinación del ámbito de
protección del principio-derecho a no ser condenado en ausencia ha de distinguirse diversos supuestos:
(a) los procesados rebeldes, (b) los procesados que desconocen o ignoran el proceso y (c) los imputados
con grave comportamiento en el proceso, a. Rebeldía o contumacia delprocesado. 14. Este supuesto tiene
lugar cuando el procesado que tiene conocimiento del proceso, y ha sido válidamente citado, decide
sustraerse u ocultarse su desarrollo, y en forma particular, del juicio, lo que implica la rebeldía o renun­
cia expresa o tácita a la comparecencia al proceso. Una actuación rebelde o renuente del imputado a
♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL
Art. 79 LIBRO PRIMERO: DISPOSICIONES GENERALES 202

comparecer al proceso, en principio, solo supondría el incumplimiento del deber de comparecer al lla­
mamiento del Tribunal. Sin embargo, también podría generar dilaciones innecesarias y/o maliciosas en
perjuicio del interés de la acción de la justicia, y concretamente en perjuicio del interés en la investiga­
ción y sanción del delito. 15. Por ello, en casos como estos, es admisible el juicio o condena en rebeldía
o contumacia del procesado, eso sí, siempre que se sujete a la observancia de ciertas garantías mínimas.
Entre ellos está que el imputado conozca del proceso penal o de los cargos formulados en su contra; que
haya sido regular y válidamente citado al proceso; que haya sido informado de la fecha y del lugar del
juicio; que haya participado en algunas de las actuaciones o haya tenido la oportunidad de ofrecer y
cuestionar pruebas, siempre que se garantice el derecho de defensa. 16. En este sentido, no se infringe
el derecho a no ser condenado en ausencia cuando el imputado debidamente citado decide libremente
renunciar a su presencia en el proceso o en el juicio, siempre que cuente durante el mismo con la asis­
tencia de un abogado para su defensa: puesto que el hecho de que un procesado, a pesar de haber sido
debidamente citado, no comparezca al proceso, el juez penal no puede, incluso aunque tal ausencia
resulte injustificada, privarle de su derecho a ser defendido mediante un letrado. 17. La compatibilidad
con la Constitución de la condena en ausencia queda también garantizada si el procesado tiene la posi­
bilidad de impugnar aquella condena dictada en su contra, permitiendo no solo su revisión, sino tam­
bién la subsanación del déficit de garantías al interior del proceso: es decir, si el imputado tiene la posi­
bilidad de acceder a un recurso que permita la revisión de la condena, tanto respecto del fondo del
asunto, como con el propósito de remediar alguna irregularidad procesal o arbitrariedad que afecten sus
derechos fundamentales. Dicho de otro modo, no es compatible con la Constitución la condena in
absentia que prescinda de la posibilidad posterior de impugnar, y que el empleo de los recursos resulten
eficaces para subsanar el déficit de garantías que la falta de la presencia del imputado haya podido oca­
sionar (Cfr. S T C 91/2000). b. Falta de conocimiento delproceso. 18. Este supuesto tiene lugar cuando el
procesado o imputado desconoce de la existencia del proceso penal y, por tanto, carece de toda posibi­
lidad para ejercer cualquier acto de contradicción en defensa de su intereses. Cabe distinguir entre el
procesado que se declara rebelde (o se resiste a comparecer al proceso penal), y el procesado que desco­
noce o no tiene oportunidad de enterarse de la existencia del proceso, a los efectos de determinarse los
derechos que les asiste. 19. Dado que la exigencia del derecho de defensa alcanza su máxima intensidad
en el proceso penal, debido a la trascendencia de los derechos y principios comprometidos en él (pre­
sunción de inocencia, derecho a la prueba, principio de inmediación, etc.), el derecho en cuestión
queda afectado si el imputado desconoce la existencia del proceso. Cuando no ha comparecido a él, no
ha participado en los actos procesales, no ha sido regular y válidamente notificado, no se ha defendido
por sí mismo o a través de su defensor, tampoco ha tenido la posibilidad de ofrecer y cuestionar pruebas
y, no obstante, se le condena en ausencia, ello genera la existencia de un proceso penal nulo, indepen­
dientemente de si existe posibilidad de impugnar dicha condena o no. c. Grave comportamiento del
procesado. 20. Este supuesto tiene lugar cuando el procesado o imputado conoce de la existencia del
proceso penal, ha comparecido a él, ha ejercido su derecho de defensa, e inclusive se encuentra a dispo­
sición del juez. No obstante, por diversas razones, como cuando por ejemplo este incurra en una falta
grave, es posible dictarse una sentencia condenatoria sin contar con su presencia. En este caso no esta­
mos en el supuesto de una condena en ausencia o contumacia, sino que, como se señaló en la STC
003'2005'PI/TC , fundamento 169: “el acusado no ha sido ajeno a la existencia del proceso. Tampoco
ha sido rebelde a participar en él, conociendo de la existencia del proceso. El acusado ha estado presen­
te en el desarrollo del proceso y aun en el acto procesal de lectura de sentencia, en la que incluso ha
podido expresar los argumentos que mejor han convenido para su defensa. Su desalojo, que presupone
su participación en la audiencia de lectura de sentencia, por el contrario, se origina en una falta grave
por él cometida, que perturba la culminación eficaz del proceso”. 21. Para tales supuestos, este Tribunal
ha señalado que: “en primer lugar, el desalojo de la sala de audiencia está establecida como una medida
excepcional, de aplicación sólo en casos particularmente graves y extremos. En segundo lugar, se trata
siempre de una medida temporal, que no comporta la exclusión del acusado del proceso, sino sólo para
la realización del acto procesal cuya realización se pretendía perturbar. En tercer lugar, siendo una me­
dida excepcional y temporal, adicionalmente, [se] ha previsto que la lectura de la sentencia condenato-

n o m o s & th e s is
203 SECCIÓN IV¡ EL MINISTERIO PÚBUCO Y LOS DEMÁS SUJETOS PROCESALES Áít 79
ría necesariamente deba realizarse con la presencia del abogado defensor del acusado o del abogado
nombrado de oficio, de modo que no se postre al acusado en un estado de indefensión. Finalmente, se
ha previsto la obligación de notificar la sentencia condenatoria bajo determinadas exigencias de orden
formal, a fin de que el condenado decida si hace uso o no de los medios impugnatorios que la ley pro­
cesal pueda haber previsto” (STC 003-2005-PI/TC, fundamento 172) [§ 1631]. La expedición de una
sentencia condenatoria en estos casos, pese a la prohibición del artículo 139.12 de la Constitución, se
justifica tanto en la optimización de otros fines constitucionalmente relevantes (ejercicio efectivo del tus
puniendi estatal, protección penal de bienes jurídicos constitucionales, etc.) que podrían afectarse si es
que dicha prohibición se conceptualizase como una regla del todo o nada, como por el hecho de que su
dictado viene acompañado necesariamente de determinadas garantías que impiden que el acusado que­
de postrado en indefensión. (Exp. N .° 01691-2010-PHC/TC [caso Lucio Víctor Bañantes García\, del
09-12-2015 [Web: 14-03-2016], ff. jj. 8-21 . Texto completo: <bit.ly/2Wja8p9>).
§ 407. Reiterada inconcurrencia del procesado a la diligencia de lectura de sentencia constituye
una clara conducta rebelde, maliciosa y dilatoria del proceso, por lo que no podrá alegar violación
a ser juzgado en un plazo razonable. 15. [R] especio a la determinación de los extremos dentro de
los que transcurre el plazo razonable del proceso penal, es decir, el momento en que comienza {dies a
quó) y el instante en que debe concluir {dies ad quern), este Tribunal en su reciente sentencia recaída
en el Expediente N .° 0295-2012-PHC/TC, caso Aristóteles Arce Pducar [§ 19], precisó su doctrina
jurisprudencial y señaló que el cómputo del plazo razonable del proceso penal comienza a correr desde
la apertura de la investigación preliminar del delito, el cual comprende la investigación policial o la
investigación fiscal; o desde el inicio del proceso judicial en los casos de delitos de acción privada, por
constituir el primer acto oficial a través del cual la persona toma conocimiento de que el Estado ha
iniciado una persecución penal en su contra. En tanto que, en relación a la finalización del cómputo
del plazo, señaló que el momento final opera en el instante en que el órgano jurisdiccional expide la
decisión definitiva que resuelve la situación jurídica de la persona. Precisando que este examen se debe
efectuar en relación con la duración total del proceso penal que se desarrolla contra la persona (análisis
global del proceso) hasta que se dicte sentencia definitiva y firme que resuelva su situación jurídica,
incluyendo los recursos previstos en la ley y que pudieran eventualmente presentarse. 16. Finalmente,
en relación a las consecuencias jurídicas que se generan cuando se constata la violación del derecho a ser
juzgado dentro de un plazo razonable, este Tribunal considera que, en el caso de un proceso penal, no
puede establecerse, por ejemplo, la exclusión del procesado, el sobreseimiento del proceso o el archivo
definitivo del proceso penal como si fuera equivalente a una decisión de absolución emitida por el juez
ordinario, sino que, actuando dentro del marco constitucional y democrático del proceso penal, el ór­
gano jurisdiccional debe emitir el pronunciamiento definitivo sobre el fondo del asunto en el plazo más
breve posible, declarando la inocencia o responsabilidad del procesado, y la consiguiente conclusión del
proceso penal. En cualquier caso, como es obvio, tal circunstancia no exime de las responsabilidades a
que hubiere lugar para quienes incurrieron en ella, y que deben ser dilucidados por los órganos com­
petentes (Cfr. SSTC N .° 3689-2008-PHC, F.J. 10; 0295-2012-PHC, F.J. 11). Por último, el referido
plazo más breve posible para la emisión del pronunciamiento que resuelva de manera definitiva la
situación jurídica del procesado debe ser fijado o establecido según las circunstancias concretas de cada
caso. 18. Conforme a los criterios señalados por el Tribunal Constitucional a efectos de determinar la
existencia de la vulneración del derecho a ser juzgado en un plazo razonable, así como conforme a lo
expuesto en el fundamento anterior, este Tribunal considera que la presente demanda debe ser deses­
timada. En efecto, respecto del criterio referido a la complejidad del proceso se observa que este, por
sus características, no reviste mayor complejidad; sin embargo, en relación con la actividad procesal del
recurrente, consta de autos que éste ha manifestado su reiterada renuencia a concurrir a la diligencia de
lectura de sentencia, y que por dicha razón fue declarado reo contumaz en reiteradas oportunidades e
inclusive se decretó la interrupción del término de la prescripción. 19. En tal sentido, si bien es cierto
que el proceso penal seguido contra el recurrente se inició mediante auto de fecha 7 de octubre de 2004
y que la eventual afectación del derecho al plazo razonable del proceso que invoca se encuentra vincula­
da con su derecho a la libertad personal, también lo es que el órgano judicial se ha visto continuamente

♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL


Art. 80 LIBRO PRIMERO: DISPOSICIONES GENERALES 204

impedido de resolver su situación jurídica debido a su reiterada inconcurrencia a la diligencia de lectura


de sentencia, lo cual, evidentemente, constituye una clara conducta rebelde, maliciosa y dilatoria del
proceso. 20 . Por consiguiente, este Tribunal ha constatado que la dilación del proceso penal que se cues­
tiona es imputable al propio procesado recurrente; máxime si de los autos no se aprecia que el órgano
judicial emplazado haya mostrado una falta de diligencia procesal o una conducta dilatoria del proceso
que resulte injustificada. (Exp. N .° 00499-2014-PHC/TC, del 09-12-2015 [Web: 06-11-2017], ff. jj.
15, 16, 18,19 y 20 . Texto completo: <bit.ly/2 Fcn 9tP>).
§ 408. Contenido negativo y positivo del derecho constitucional a no ser condenado en au­
sencia. 4. En caso de autos, esta Sala advierte que quienes conocieron el presente hábeas corpus en
la judicatura ordinaria erróneamente rechazaron la demanda, dado que implícitamente se invoca la
afectación del derecho a no ser condenado en ausencia, reconocido en el artículo 139, inciso 12, de
la Constitución. Dicho derecho, conforme ha señalado este Tribunal Constitucional, se encuentra re­
lacionado con el derecho al debido proceso porque “garantiza, en su faz negativa, que un acusado no
pueda ser condenado sin que antes no se le permita conocer y refutar las acusaciones que pesan en su
contra, así como no ser excluido del proceso en forma arbitraria. En tanto que, en su faz positiva, el
derecho a no ser condenado en ausencia exige de las autoridades judiciales el deber de hacer conocer la
existencia del proceso y citar al acusado a todo acto procesal en el cual sea necesaria su presencia física”
(Expediente 003-2005-PI/TC £ 167 [§ 1631]). 5. Asimismo, se ha indicado que este principio-de­
recho puede ser restringido en los supuestos siguientes: (a) los procesados rebeldes; (b) los procesados
que desconocen o ignoran el proceso; y (c) los imputados con grave comportamiento en el proceso
(Expediente 01691-2010-PHC/TC [§ 406]). 6. De lo expuesto se aprecia que los hechos aducidos por
el recurrente revisten relevancia constitucional e inciden de manera negativa y concreta en el derecho
a la libertad personal de la beneficiaría. De ahí que resulte pertinente ordenar la admisión a trámite de
la demanda, a efectos de evaluar la materia controvertida, relacionada con la alegada vulneración del
principio-derecho de no ser condenado en ausencia. (Exp. N .° 05655-2015-PHC/TC, del 02-08-2016
[Web: 18-10-2016], ff. jj. 4 al 6 . Texto completo: <bit.ly/2HLm4Ma>).
§ 409. Contumacia. Presupuestos. 8. La declaración de contumacia -conforme a la ley de la mate­
ria- constituye una situación procesal que legitima a la Judicatura para ordenar la detención del procesa­
do renuente a acatar el cumplimiento de determinados mandatos procesales ordenados por el juzgador.
[...] 10. [...] [Mal] podría el órgano jurisdiccional considerar renuente a acatar sus mandatos y declarar
contumaz a un procesado, sin antes tener la certeza que dicho justiciable tenía conocimiento cierto o
presunto de los actos procesales ordenados por el juzgador, tanto más si la notificación que contiene el
llamamiento al acto procesal y apercibimiento decretados fueron devueltos al propio juzgado de origen
antes de la realización de la mencionada audiencia [...]. 11. Deviene incongruente también que se dé
por válida la notificación realizada dentro del territorio nacional a quien se ordena ubicar y capturar en
el extranjero. [...] (Exp. N .° 3411-2005-PHC/TC [caso Leonor La Rosa Bustamante], del 12-05-2006
[Web: 21-06-2006 / EP, 03-07-2006], ff. jj. 8-11. Texto completo: <bit.ly/2 HVo 7 dN>).

CAPÍTULO II
EL ABOGADO DEFENSOR

Artículo 80: Derecho a la defensa técnica

El Servicio Nacional de la Defensa de Oficio, a cargo del Ministerio de Justicia, proveerá la defensa gra­
tuita a todos aquellos que dentro del proceso penal, por sus escasos recursos no puedan designar abogado
defensor de su elección, o cuando resulte indispensable el nombramiento de un abogado defensor de oficio
para garantizar la legalidad de una diligencia y el debido proceso.

nom os & th e sis


205 SECCIÓN IV: EL MINISTERIO PÚBLICO Y LOS DEMÁS SUJETOS PROCESALES Alt 80
JURISPRUDENCIA DE LA CORTE SUPREMA

§ 410. Se vulnera el derecho de defensa cuando no se notifica oportunamente al abogado. Se


vulnera el derecho de defensa y se atenta contra el principio constitucional contemplado en el inciso
14 del artículo 139° de la Constitución Política del Estado, al haberse llevado a cabo la vista de la causa
sin haberse escuchado el informe del letrado que lo solicitó, a quien no se le notificó, al no haberse
proveído oportunamente los escritos presentados (R. N. N .° 1657-97-Lima. Texto completo: R ojas ,
JProcesal, p. 83).

JURISPRUDENCIA DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL

§ 411. Ante la inasistencia del abogado defensor y renuncia expresa del procesado a ser defen­
dido por un abogado de oficio, la sala debió disponer por única y última vez la reprogramación
de la audiencia. 8 . En el presente caso, se advierte de la constancia de fecha 6 de mayo de 2013 [...]
que no se puedo instalar la audiencia de apelación de sentencia de fecha 6 de mayo de 2013 debido a
la inasistencia del abogado defensor del favorecido, inasistencia que fue justificada. Don CG si estuvo
presente en la audiencia de apelación. Por ello, en principio, dicha audiencia podría haber sido realizada
si se designaba al defensor de oficio en reemplazo del abogado del favorecido. Sin embargo, el favore­
cido expresó su negativa a ser defendido por el abogado de oficio que le propuso la Sala demandada.
9. Al respecto, este Tribunal considera que la Sala superior ante la renuncia expresa del favorecido a un
defensor de oficio, debió disponer por única y última vez la reprogramación de la audiencia bajo aper­
cibimiento de-a pesar de su negativa-nombrársele defensor de oficio o declarar la inadmisibilidad del
recurso de apelación, pues con dicha decisión se le impidió al favorecido contar con una defensa que le
permita exponer sus argumentos contra la sentencia condenatoria de fecha 30 de enero de 2013.10. En
consecuencia, este Tribunal Constitucional considera que la Resolución 9, de fecha 6 de mayo del 2013
[...], no constituye una decisión razonable y justificada, atendiendo a que el favorecido quedó en estado
de indefensión para sustentar oral y técnicamente los argumentos de la apelación contra la sentencia
que lo condenó, lo que vulneró el derecho de defensa y también conllevo a que se afectará el derecho a
la pluralidad de la instancia. (Exp. N .° 03238-2014-PHC/TC, del 01-03-2018 [Web: 01-10-2018], flf.
jj. 8 al 10. Texto completo: <bit.ly/2Wrk93K>).

§ 412. L a designación de un defensor de oficio no puede constituir un acto meramente formal


que no brinde una adecuada tutela del derecho de defensa. 3. [El acusado] alega que no se le pro­
porcionó una defensa pública adecuada, pues el abogado que se designó no le brindó mayor asistencia
técnica, de ahí que él mismo tuvo que [e] laborar el recurso de apelación contra la sentencia de fecha
23 de noviembre de 2 0 1 1, recurso qué fue firmado de favor por otro abogado. Recuerda que presentó
diversos escritos a la Sala superior para que se conminara al abogado defensor público a cumplir con su
deber. Sin embargo, la Sala solo le indicó que, conforme a la Coordinación de la Defensoría Pública,
su abogado defensor era DJAV. Al respecto, denuncia que el abogado defensor no le brindó asistencia
técnica, lo que ocasionó que no pudiera fundamentar su recurso de casación contra la sentencia de fecha
16 de mayo de 2012. [...] 8 . El Tribunal Constitucional ha declarado que el contenido constitucio­
nalmente protegido del derecho de defensa queda afectado cuando, en el seno de un proceso judicial,
cualquiera de las partes resulta impedida, por concretos actos de los órganos judiciales, de ejercer los
medios necesarios, suficientes y eficaces para defender sus derechos e intereses legítimos. Dicho derecho
tiene una doble dimensión: una material.\ referida al derecho del imputado o demandado de ejercer su
propia defensa desde el mismo instante en que toma conocimiento de que se le atribuye la comisión
de determinado hecho delictivo, y otra form al, que supone el derecho a una defensa técnica, esto es, al
asesoramiento y patrocinio de un abogado defensor durante todo el tiempo que dure el proceso. 9 . Por
consiguiente, esta Sala considera que es necesario declarar la nulidad de todo el proceso y ordenarse la
reposición del trámite al estado inmediato anterior a la concurrencia del vicio, con el fin de que también
se emplace con la demanda a don DJAV y a la Dirección Distrital de Defensa Pública y Acceso a la Jus­
ticia de La Libertad, para que se realice una correcta investigación sumaria, y que, como consecuencia
de aquello, se emita nueva resolución debidamente motivada. Ello, con el fin de otorgar una protección

♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL


Art. 80 LIBRO PRIMERO: DISPOSICIONES GENERALES 206

eficaz en caso de que existiesen derechos constitucionales lesionados (Cfr. 569-2003-AC/TC, FJ 8; Ex­
pediente 05761-2009-PHC/TC, FJ 20), toda vez que la designación de un defensor de oficio no puede
constituir un acto meramente formal que no brinde una adecuada tutela al contenido constitucional­
mente protegido del derecho de defensa. (Exp. N .° 03989-2014-PHC/TC [caso Pedro Pablo Vargas
Abanto], del 10-08-2013 [Web: 21-08-2015], ff. jj. 3, 8 y 9 . Texto completo: <bit.ly/2HJxL7h>).

JURISPRUDENCIA DE LA CORTE INTERAMERICANA DE DERECHOS HUMANOS

§ 413. Defensa ineficaz: la negligencia inexcusable o falla manifiesta de la defensa técnica. 166.
[Es] pertinente precisar que una discrepancia no sustancial con la estrategia de defensa o con el resulta­
do de un proceso no será suficiente para generar implicaciones en cuanto al derecho a la defensa, sino
que deberá comprobarse, como se mencionó, una negligencia inexcusable o una falla manifiesta. En
casos resueltos en distintos países, los tribunales nacionales han identificado una serie de supuestos no
exhaustivos que son indicativos de una vulneración del derecho a la defensa y, en razón de su entidad,
han dado lugar como consecuencia la anulación de los respectivos procesos o la revocación de sentencias
proferidas: a) N o desplegar una mínima actividad probatoria, b) Inactividad argumentativa a favor de
los intereses del imputado, c) Carencia de conocimiento técnico jurídico del proceso penal, d) Falta de
interposición de recursos en detrimento de los derechos del imputado, e) Indebida fundamentación de
los recursos interpuestos, f) Abandono de la defensa. (CIDH, Caso Ruano Torresy otros vs. E l Salvador,
sentencia de 05-10-2015, párr. 166. Texto completo: <bit.ly/286mQsN>).
§ 414. La sola designación de un defensor de oficio no garantiza el derecho a la defensa, puesto
que debe verificarse que su actuación sea diligente. Los Estados deben garantizar una defensa
técnica pública eficiente. 153. El derecho a la defensa es un componente central del debido proceso
que obliga al Estado a tratar al individuo en todo momento como un verdadero sujeto del proceso, en el
más amplio sentido de este concepto, y no simplemente como objeto del mismo. El derecho a la defensa
debe necesariamente poder ejercerse desde que se señala a una persona como posible autor o participe
de un hecho punible y sólo culmina cuando finaliza el proceso, incluyendo, en su caso, la etapa de
ejecución de la pena. El. derecho a la defensa se proyecta en dos facetas dentro del proceso penal: por un
lado, a través de los propios actos del inculpado, siendo su exponente central la posibilidad de rendir
una declaración libre sobre los hechos que se le atribuyen y, por el otro, por medio de la defensa técnica,
ejercida por un profesional del Derecho, quien cumple la función de asesorar al investigado sobre sus
deberes y derechos y ejecuta, Ínter alia, un control crítico y de legalidad en la producción de pruebas. La
Convención Americana rodea de garantías específicas el ejercicio tanto del derecho de defensa material,
por ejemplo, a través del derecho a no ser obligado a declarar contra sí mismo (artículo 8 .2 .g) o las
condiciones bajo las cuales una confesión pudiera ser válida (artículo 8.3), como de la defensa técnica,
en los términos que se desarrollarán a continuación. 154. Dentro de este último ámbito, que es el que
interesa en el presente caso, los literales d) y e) del artículo 8.2 expresan, dentro del catálogo de garantías
mínimas en materia penal, que el inculpado tiene derecho de “defenderse personalmente o de ser asis­
tido por un defensor de su elección” y que si no lo hiciere tiene el “derecho irrenunciable de ser asistido
por un defensor proporcionado por el Estado, remunerado o no según la legislación interna”. 155. Si
bien la norma contempla diferentes alternativas para el diseño de los mecanismos que garanticen el de­
recho, cuando la persona que requiera asistencia jurídica no tenga recursos ésta deberá necesariamente
ser provista por el Estado en forma gratuita. Pero en casos como el presente que se refieren a la materia
penal en la cual se consagra que la defensa técnica es irrenunciable, debido a la entidad de los derechos
involucrados y a la pretensión de asegurar tanto la igualdad de armas como el respeto irrestricto a la pre­
sunción de inocencia, la exigencia de contar con un abogado que ejerza la defensa técnica para afrontar
adecuadamente el proceso implica que la defensa que proporcione el Estado no se limite únicamente
a aquellos casos de falta de recursos. 156. En esta línea, la Corte reconoce que un rasgo distintivo de
la mayoría de los Estados parte de la Convención es el desarrollo de una política pública e institucio-
nalidad que garantiza a las personas que así lo requieran y en todas las etapas del proceso el derecho
intangible a la defensa técnica en materia penal a través de las defensorías públicas, promoviendo de este

n o m o s & th e s is
207 SECCIÓN IV: EL MINISTERIO PÚBLICO Y LOS DEMÁS SUJETOS PROCESALES A fí. 82
modo la garantía de acceso a la justicia para las personas más desaventajadas sobre las que generalmente
actúa la selectividad del proceso penal. Así, la Asamblea General de la OEA ha afirmado “la impor­
tancia fundamental que tiene el servicio de asistencia letrada gratuita para la promoción y protección
del derecho de acceso a la justicia de todas las personas, en particular de aquellas que se encuentran en
una situación especial de vulnerabilidad”. La institución de la defensa pública, a través de la provisión
de servicios públicos y gratuitos de asistencia jurídica permite, sin duda, compensar adecuadamente la
desigualdad procesal en la que se encuentran las personas que se enfrentan al poder punitivo del Estado,
así como la situación de vulnerabilidad de las personas privadas de libertad, y garantizarles un acceso
efectivo a la justicia en términos igualitarios. 157. Sin embargo, la Corte ha considerado que nombrar
a un defensor de oficio con el sólo objeto de cumplir con una formalidad procesal equivaldría a no
contar con defénsa técnica, por lo que es imperante que dicho defensor actúe de manera diligente con
el fin de proteger las garantías procesales del acusado y evite así que sus derechos se vean lesionados y se
quebrante la relación de confianza. A tal fin, es necesario que la institución de la defensa pública, como
medio a través del cual el Estado garantiza el derecho irrenunciable de todo inculpado de delito de ser
asistido por un defensor, sea dotada de garantías suficientes para su actuación eficiente y en igualdad de
armas con el poder persecutorio. La Corte ha reconocido que para cumplir con este cometido el Estado
debe adoptar todas las medidas adecuadas. Entre ellas, contar con defensores idóneos y capacitados que
puedan actuar con autonomía funcional. (CIDH, Caso Ruano Torresy otros vs. E l Salvador, sentencia de
05-10-2015, párrs. 153 al 157. Texto completo: <bit.ly/286mQsN>).
§ 415. La función judicial debe vigilar que el derecho a la defensa no se tome ilusorio a través
de una asistencia jurídica ineficaz. 168. La Corte estima que la responsabilidad internacional del
Estado puede verse comprometida, además, por la respuesta brindada a través de los órganos judiciales
respecto a las actuaciones u omisiones imputables a la defensa pública. Si es evidente que la defensa
pública actuó sin la diligencia debida, recae sobre las autoridades judiciales un deber de tutela o control.
Ciertamente, la función judicial debe vigilar que el derecho a la defensa no se torne ilusorio a través
de una asistencia jurídica ineficaz. En esta línea, resulta esencial la función de resguardo del debido
proceso que deben ejercer las autoridades judiciales. Tal deber de tutela o de control ha sido reconocido
por tribunales de nuestro continente que han invalidado procesos cuando resulta patente una falla en
la actuación de la defensa técnica. [...] 172. En suma, la responsabilidad internacional del Estado será,
pues, también establecida si la negligencia inexcusable o falla manifiesta de la defensa debió haber sido
evidente para las autoridades judiciales o bien fueron puestas en conocimiento de las mismas y no se
adoptaron las acciones necesarias y suficientes para prevenir y/o remediar la violación al derecho a la
defensa, de modo tal que la situación condujo a la violación del debido proceso, atribuible al Estado.
(C ID H , Caso Ruano Torres y otros vs. E l Salvador, sentencia de 05-10-2015, párrs. 153 al 157. Texto
completo: <bit.ly/286mQsN>).

Artículo 81: Compatibilidad del patrocinio

El Abogado Defensor puede ejercer el patrocinio de varios imputados de un mismo proceso, siempre
que no exista incompatibilidad de defensa entre ellos.

Artículo 82: Defensa conjunta

Lo s Abogados que forman Estudios Asociados pueden ejercer la defensa de un mismo procesado, sea
de manera conjunta o separada. Si concurren varios abogados asociados a las diligencias, uno solo ejer­
cerá la defensa, debiendo limitarse los demás a la interconsulta que reservadamente le solicite su colega.

♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL


Art.83 LIBRO PRIMERO: DISPOSICIONES GENERALES 208

Artículo 83: Efectos de la notificación

La notificación efectuada por orden del Fiscal o del Juez, en el domicilio procesal señalado en autos
por el Estudio Asociado, comprenderá a todos y cada uno de los abogados que participan en la defensa.

JURISPRUDENCIA DE LA CORTE SUPREMA

§ 416. Cambiar el domicilio de las notificaciones a la impugnante de manera arbitraria, es una


afectación de su derecho de defensa. Prim ero. La querellada B R en su recurso de formalizado [...]
de 25 de mayo de 2015 insta la anulación de la sentencia de vista. Alega que la lecha de la vista de la
causa en segunda instancia no se le notificó por lo que no pudo defenderse, ni siquiera por escrito; que,
incluso, por esa razón, tampoco pudo ofrecer medios de prueba ni medios de defensa [...]. Cuarto. En
el caso de autos, como se denunció en la impugnación, luego de la notificación de la sentencia de pri­
mera instancia en el domicilio procesal de la querellada, las ulteriores resoluciones en esa instancia como
en la segunda instancia se notificaron a un domicilio distinto, siendo de destacar, con especial énfasis,
el decreto de señalamiento de fecha para la vista de la causa en apelación (cargo de notificación [...]).
Por consiguiente, se afectó el entorno jurídico de la querellada y se negó sus posibilidades de actuación
procesal, por lo que la sentencia de vista es nula de pleno derecho e insubsanable. La querellada no tuvo
la oportunidad de presentar alegaciones de fondo y otros medios de defensa técnicos y, por ende, el
Tribunal Superior resolvió con actuaciones diminutas. (R. N. N .° 2490-2016-Lima, del 15-12-2016,
ff. jj. 1 y 4. Sala Penal Transitoria. Texto completo: <bit.ly/2 tRVSY6 >).

Artículo 84: Derechos y deberes del abogado defensor

El abogado defensor goza de todos los derechos que la ley le confiere para el ejercicio de su profesión,
especialmente de los siguientes:
1. Prestar asesoramiento desde que su patrocinado fuere citado o detenido por la autoridad policial.
2. Interrogar directamente a su defendido, a sí como a los demás procesados, testigos y peritos.
3. Recurrir a la asistencia reservada de un experto en ciencia, técnica o arte durante el desarrollo de
una diligencia, siempre que sus conocimientos sean requeridos para mejor defender. El asistente deberá
abstenerse de intervenir de manera directa.
4. Participar en todas las diligencias, excepto en la declaración prestada durante la etapa de investiga­
ción por el imputado que no defienda.
5. Aportar los medios de investigación y de prueba que estime pertinentes.
6. Presentar peticiones orales o escritas para asuntos de simple trámite.
7. Tener acceso a los expedientes fiscal y judicial para informarse del proceso, sin más limitación que
la prevista en la ley, así como a obtener copia simple de las actuaciones en cualquier estado o grado del
procedimiento.
8. Ingresar a los establecimientos penales y dependencias policiales, previa identificación, para entre­
vistarse con su patrocinado.
9. Expresarse con amplia libertad en el curso de la defensa, oralmente y por escrito, siempre que no se
ofenda el honor de las personas, ya sean naturales o jurídicas.
10. Interponer cuestiones previas, cuestiones prejudiciales, excepciones, recursos impugnatorios y los
demás medios de defensa permitidos por la ley.
El abogado defensor está prohibido de recurrir al uso de mecanismos dilatorios que entorpezcan el
correcto funcionamiento de la administración de justicia.*1*

NOTA DE ACTUALIZACIÓN
(1) Artículo m odificado por el artículo 3 de la Ley N.° 30076 (EP, 19-08-2013).

n o m o s & t h e s is
209 SECCIÓN IV: EL MINISTERIO PÚBLICO Y LOS DEMÁS SUJETOS PROCESALES Alt. 84
DOCTRINA JURISPRUDENCIAL VINCULANTE DE LA CORTE SUPREMA

§ 417. Expedición de copias por el Ministerio Público y derecho a la gratuidad de la adminis­


tración de justicia. Véase la jurisprudencia del artículo 138° del Nuevo Código Procesal Penal [§ 572].
(Casación N .° 171-2011-Lima, del 16-08-2012, ff. jj. 10-13 establecidos como doctrina jurisprudencial.
Sala Penal Permanente [EP, 20-06-2013, Jurisprudencia, Año XXII, N .° 942, pp. 6920-6921]. Texto
completo: <bit.ly/2FuEXmE>).

JURISPRUDENCIA DE LA CORTE SUPREMA

§ 418. Se puede declarar de oficio los medios de defensa prescritos en la normativa penal,
y aunque no está indicado el momento en que puede ocurrir esto, se colige que es el Juez de la
Investigación Preparatoria es el llamado a esta función. Véase la jurisprudencia del artículo 7o del
Nuevo Código Procesal Penal [§ 231]. (Apelación Suprema N .° 15-2017, del 14-03-2018, ff. jj. 2.2 al
2.4.. Sala Penal Permanente. Texto completo: <bit.ly/2H0dMkh>).

JURISPRUDENCIA DE LA SALA PENAL NACIONAL

§ 419. L a falta de diligenciamiento y debido asesoramiento del abogado configura una situa­
ción de defensa ineficaz, la cual acarrea la nulidad absoluta. Quinto, Que, sentadas estas premisas
es preciso señalar que de la revisión de autos, se advierte: a) Que, como ya se ha indicado en este acto,
lo que en puridad la defensa pública peticiona es que se declare la nulidad de los actuados hasta el
inicio del juicio oral, por cuanto “debido a sus recargadas labores, no efectuó una adecuada revisión de
los actuados para cumplir con prestar un diligente asesoramiento a su patrocinado, y poder proponer
lo mejor para resolver su situación jurídica, coligiéndose que lo que se estaría afectando es el derecho
de defensa eficaz de su patrocinado”, b) Al respecto, es de señalar que si bien es cierto que el órgano
jurisdiccional ha cumplido con asignarle al imputado la defensoría publica para que asuma su defensa,
esta debe efectuarse con la diligencia debida y no como un mero formalismo o ritualismo, lo que no
garantizaría una efectiva defensa del acusado, garantizada no solamente a nivel constitucional en el artí­
culo 139, numerales 14 y 16, en el artículo 8, literal a) de la Ley N .° 29360, Ley de Servicio de Defensa
Pública que deroga el artículo 229, numeral 1, del Código de Procedimientos Penales; sino también
internacional, en la Convención Americana sobre Derechos Humanos, artículo 8, literales d) y e). c)
Que, al respecto, se debe tener en cuenta que la Corte Interamericana de Derechos Humanos, caso
Ruano Torres y otros vs. San Salvador, sentencia de fecha 5 de octubre del 2015, en su fundamentos
157, ha señalado: “Sin embargo, la Corte ha considerado que nombrar a un defensor de oficio con el
solo objeto de cumplir con una formalidad procesal equivaldría a no contar con defensa técnica, por
lo que es imperante que dicho defensor actúe de manera diligente con el fin de proteger las garantías
procesales del acusado y evite así que sus derechos se vean lesionados y se quebrante la relación de con­
fianza. A tal fin, es necesario que la institución de la defensa pública, como medio a través del cual el
Estado garantiza el derecho irrenunciable de todo inculpado de delito de ser asistido por un defensor,
sea dotada de garantías suficientes para su actuación eficiente y en igualdad de armas con el poder per­
secutorio. La Corte ha reconocido que para cumplir con este cometido el Estado debe adoptar todas
las medidas adecuadas. Entre ellas, contar con defensores idóneos y capacitados que puedan actuar con
autonomía funcional”, d) En ese sentido, aplicando este estándar de la Convención Americana sobre
Derechos Humanos, conforme a la sentencia de la Corte ID H antes glosada, al caso de autos, se tiene
que la defensa técnica del acusado ha admitido su falta de diligenciamiento en el presente proceso por
su recargada labor como defensora pública; que el Colegiado considera el reconocimiento de la citada
abogada defensora, y la realidad de la sobrecarga laboral de la defensoría pública, limita en algunos casos
la posibilidad de brindar un debido asesoramiento, situación que se ha presentado en el caso; por lo
tanto, esa deficiencia en la defensa configura una situación de defensa ineficaz, que perjudica el derecho
de defensa de su patrocinado; en ese orden, se ha configurado un supuesto de nulidad absoluta. (Exp.
N .° 00109-2013 -0-500 l-JR-PE-01, del 01-06-2016, f. j. 5. Colegiado “D ”. Sala Penal Nacional. Texto
completo: <bit.ly/2T M T q 3K>).

♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL


Art. 85 LIBRO PRIMERO: DISPOSICIONES GENERALES 210

JURISPRUDENCIA DE LAS CORTES SUPERIORES

§ 420. Gratuidad del servicio de la administración de justicia. Al defensor público de un im­


putado que no cuente con recursos económicos debe otorgársele copias simples gratuitas del ex­
pediente fiscal y judicial. Véase la jurisprudencia del artículo 138° del Nuevo Código Procesal Penal
[§ 575]. (Exp. N .° 00027-2011-1-1826-SP-PE-01, del 19-05-2011, ff. jj. 5 al 9. Sala Penal de Ape­
laciones del Subsistema Anticorrupción-Lima. Corte Superior de Justicia de Lima. Texto completo:
<bit.ly/2YPwJf6>).

Artículo 85: Reemplazo del abogado defensor inasistente

1. Si el abogado defensor no concurre a la diligencia para la que es citado, y ésta es de carácter ina­
plazable, será reemplazado por otro que, en ese acto, designe el procesado, o por un defensor público,
llevándose adelante la diligencia.
Son audiencias inaplazables las previstas en los artículos 2 7 1 ,3 4 5 ,3 5 1 ,3 6 7 ,4 4 7 y 448.
2. Si el abogado defensor no asiste injustificadamente a la diligencia para la que es citado, y ésta no
tiene el carácter de inaplazable, el procesado es requerido para que en el término de veinticuatro (24) horas
designe al reemplazante. De no hacerlo, se nombra un defensor público, reprogramándose la diligencia por
única vez.
3. El juez o colegiado competente sanciona, de conformidad con el artículo 292 de la Ley Orgánica
del Poder Judicial, al abogado defensor que injustificadamente no asiste a una diligencia a la que ha sido
citado o que injustificadamente abandona la diligencia que se estuviere desarrollando.
4. La renuncia del abogado defensor no lo libera de su deber de realizar todos los actos urgentes que
fueren necesarios para impedir la indefensión del
5. imputado en la diligencia a la que ha sido citado. La renuncia debe ser puesta en conocimiento del
juez en el término de veinticuatro (24) horas antes de la realización de la diligencia.
6. Las sanciones son comunicadas a la Presidencia de la Corte Superior y al Colegio de Abogados del
Distrito Judicial respectivo. La primera conoce la aplicación de la sanción y el segundo la ejecución formal
de la sanción.
7. La sanción disciplinaria aplicable al fiscal que incurra en cualquiera de las conductas antes descritas,
se aplica de conformidad con la Ley Orgánica del Ministerio Público.

NOTA DE ACTUALIZACIÓN

(1) Artículo conform e a la m odificación efectuada por el artículo 2o del Decreto Legislativo N.° 1307 (EP, 30-12-2016), el
m ism o que entró en vigencia a nivel nacional a los noventa (90) días de su publicación en el diario oficial El Peruano.
Anteriorm ente había sido m odificado por el artículo 3o de la Ley N.° 30076 (EP, 19-08-2013).

PROTOCOLOS, REGLAMENTOS, LINEAMIENTOS, GUÍAS Y DIRECTIVAS

(a) Protocolo de actuación insterinstitucional específico de gestión y dirección de audiencias (aprobado por el Decreto
Supremo N.° 010-2018-JUS [ER 25-08-2018]). Véase el texto com pleto en: <bit.ly/2VYmqUI>.

ACUERDOS DE LAS SALAS PENALES SUPERIORES

§ 421. La inconcurrencia del acusado a la audiencia de apelación de sentencia ocasionará que


se declare inadmisible el recurso, pero si es el abogado de la parte recurrente el que no asiste a la
diligencia para la que es citado, será excluido y reemplazado por otro. Véase la jurisprudencia del
artículo 367° del Nuevo Código Procesal Penal [§ 1495]. (Acuerdo N .° 2-2018-SPS-CSJLL del 12-01­
2018. Acuerdo de Jueces Titulares de las Salas Penales Superiores de la Corte Superior de Justicia de La
Libertad. Texto completo: <bit.ly/2WcwrN7>).

n o m o s & t h e s is
211 SECCIÓN IV: EL MINISTERIO PÚBLICO Y LOS DEMÁS SUJETOS PROCESALES Aít. 85
§ 422. El juez dispondrá la exclusión y sanción al abogado defensor si no asiste de manera in­
justificada a una audiencia inaplazable. Tema: Exclusión y sanción al abogado defensor que no asiste in­
justificadamente a una audiencia de carácter inaplazable enprimera y segunda instancia. Acuerdo: “En las
resoluciones de citación a una audiencia inaplazable en primera instancia, deberá consignarse el aper­
cibimiento de exclusión del abogado defensor inasistente y reemplazo por defensor público, así como
el apercibimiento de imponerse una sanción (amonestación o multa) conforme al artículo 292° de la
LOPJ, comunicándose a la Presidencia de la Corte Superior de Justicia de La Libertad y al Colegio de
Abogados de La Libertad. Las resoluciones de primera instancia que conceden el recurso de apelación
y las resoluciones de segunda instancia de citación a audiencia de apelación, también deberán contener
los apercibimientos antes anotados en caso de inasistencia injustificada, para los mismos supuestos de
audiencias inaplazables y también en aquellas audiencias en las que en forma expresa se considere obli­
gatoria la presencia del abogado defensor”. F undamentación: El artículo 85° del CPP, modificado por
el artículo 2o del Decreto Legislativo N .° 1307, considera como audiencias inaplazables: la audiencia
de imposición de prisión preventiva (artículo 271°), la audiencia preliminar de sobreseimiento (artículo
343°), la audiencia preliminar de acusación (artículo 351°), la audiencia de juicio (artículo 67°), la au­
diencia única de incoación de proceso inmediato (artículo 447°), la audiencia única de juicio inmediato
(artículo 448°). El carácter inaplazable de la audiencia significa que si el abogado defensor no concurre
a la diligencia para la que es citado, será reemplazado por otro, que, en ese acto, designe el procesado
o por un defensor público, llevándose adelante la diligencia. Asimismo, el Juez impondrá la sanción
pertinente al abogado que injustificadamente no asiste a la audiencia (inaplazable) a la que fue citado o
que abandona la diligencia que se estuviera desarrollando. Para garantizar el cumplimiento del artículo
85° del CPP, deberá consignarse en las resoluciones de primera y segunda instancia los apercibimientos
de exclusión y sanción al abogado defensor inasistente. (Acuerdo N .° 3-2017-SPS-CSJLL, de 15-06­
2017. Acuerdo de Jueces Titulares de las Salas Penales Superiores de la Corte Superior de Justicia de La
Libertad. Texto completo: <bit.ly/2HbXqDQ> [p. 3]).

JURISPRUDENCIA DE LAS CORTES SUPERIORES

§ 423. Facultad del juez para excluir y multar al abogado defensor que ha sido notificado y no
asiste a audiencia de manera injustificada. Tercero. Conforme a lo establecido en el artículo 83 del
Código Procesal Penal, si el abogado defensor no concurre a la diligencia para la que es citado y ésta es
de carácter inaplazable será reemplazado por otro que en este acto designe el procesado o por un defen­
sor público llevándose adelante la diligencia, dicha norma procesal establece además que son audien­
cias de carácter inaplazable las previstas en los artículos 367°, entre otros, siendo que este dispositivo
procesal penal señala que la audiencia de juicio oral solo puede instalarse con la presencia obligatoria y
física del acusado y su defensa técnica; asimismo, dicho dispositivo legal establece que el juzgador tiene
la facultad de sancionar al abogado conforme con lo establecido en el artículo 292° de la Ley Orgánica
del Poder Judicial. Cuarto. El señor abogado no ha concurrido a esta audiencia pese a encontrarse
debidamente notificado en su casilla electrónica y tener pleno conocimiento de la realización de esta
audiencia de juicio oral, tal como lo ha señalado el propio acusado, tampoco ha justificado en modo
alguno las tazones de su inasistencia, esto implica que el abogado aun así hubiera viajado ha privilegiado
otra causa en desmedro del juicio oral ante un órgano colegiado, cuya frustración de la audiencia genera
mayores costos al Estado, dado que se trata de un Juzgado con tres jueces a la que además interviene el
representante del Ministerio Público, el Actor Civil; por tanto, siempre debe privilegiarse en el órgano
judicial donde se genere menores gastos al Estado con una frustración de una audiencia. Quinto. [...]
[En] el presente caso no se puede instalar la audiencia de juicio oral por la ausencia del abogado defen­
sor; por lo que, habiendo sido justificado de modo alguno esta inasistencia corresponde excluirlo de
la defensa técnica, además de imponérsele la medida coercitiva conforme al apercibimiento prevenido
en el auto de citación a juicio, esto es, imponérsele una multa compulsiva equivalente a 02 Unidades
de Referencia Procesal [...]. (Exp. N .° 05191-2013-91-040l-JR-PE-01, del 16-05-2018, ff. jj. 3 al 5.
Primer Juzgado Penal Colegiado Supraprovincial Permanente. Corte Superior de Justicia de Arequipa.
Texto completo: <bit.ly/2T X U 12N>).

♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL


Art. 86 LIBRO PRIMERO: DISPOSICIONES GENERALES 212

CAPÍTULO III
LA DECLARACIÓN DEL IMPUTADO

Artículo 86: Momento y carácter de la declaración

1. En el curso de las actuaciones procesales, en todas las etapas del proceso y con arreglo a lo dis­
puesto por este Código, el imputado tiene derecho a prestar declaración y a ampliarla, a fin de ejercer su
defensa y responder a los cargos formulados en su contra. Las ampliaciones de declaración procederán si
fueren pertinentes y no aparezcan sólo como un procedimiento dilatorio o malicioso.
2. Durante la Investigación Preparatoria el imputado, sin perjuicio de hacerlo ante la Policía con las
previsiones establecidas en este Código, prestará declaración ante el Fiscal, con la necesaria asistencia de
su abogado defensor, cuando éste lo ordene o cuando el imputado lo solicite.
3. Durante el Juicio la declaración se recibirá en la oportunidad y forma prevista para dicho acto.

Artículo 87: Instrucciones preliminares

1. Antes de comenzar la declaración del imputado, se le comunicará detalladamente el hecho objeto de


imputación, los elementos de convicción y de pruebas existentes, y las disposiciones penales que se con­
sideren aplicables. De igual modo se procederá cuando se trata de cargos ampliatorios o de la presencia de
nuevos elementos de convicción o de prueba. Rige el numeral 2) del artículo 71.
2. De igual manera, se le advertirá que tiene derecho a abstenerse de declarar y que esa decisión no
podrá ser utilizada en su perjuicio. Asimismo, se le instruirá que tiene derecho a la presencia de un abo­
gado defensor, y que si no puede nombrarlo se le designará un defensor de oficio. Si el abogado recién se
incorpora a la defensa, el imputado tiene derecho a consultar con él antes de iniciar la diligencia y, en su
caso, a pedir la postergación de la misma.
3. El imputado también será informado de que puede solicitar la actuación de medios de investigación o
de prueba, a efectuar las aclaraciones que considere convenientes durante la diligencia, así como a dictar
su declaración durante la etapa de Investigación Preparatoria.
4. Sólo se podrá exhortar al imputado a que responda con claridad y precisión las preguntas que se le
formulen. El Juez, o el Fiscal durante la investigación preparatoria, podrán hacerle ver ios beneficios lega­
les que puede obtener si coopera al pronto esclarecimiento de los hechos delictuosos.

ACUERDO PLENARIO DE LA CORTE SUPREMA

§ 424. Reconocimiento y efectividad de los derechos legales del imputado. Véase la jurispruden­
cia del artículo 71° del Nuevo Código Procesal Penal [§ 372]. (Acuerdo Plenario N .° 4-2010/CJ-116,
del 16-11-2010, que estableció como doctrina legal los ff. jj. 10-19. VI Pleno Jurisdiccional de las Salas
Penales Permanente y Transitorias [EP, 30-12-2010]. Texto completo: <bit.ly/2FdKRHf>).

JURISPRUDENCIA DE LA CORTE SUPREMA

§ 425. Bajo el amparo del principio de no autoincriminación, la declaración del imputado


no puede ser empleada para fundamentar su condena. 3.5. El procesado no niega los hechos que le
imputan; desde un inicio afirmó que se trató de un error al estar durmiendo en la misma habitación.
Dicha respuesta debe ser analizada contextualmente con el lugar en el que se produjeron los hechos,
pues no reviste razón suficiente que una persona pretenda violar a otra en la misma habitación en la que
están su pareja y sus hijos, dado que su conducta sería advertida; por tanto, la respuesta brindada por
el sentenciado, cuando menos, genera cierto ámbito de insuficiencia, aunada a la sola declaración de la
agraviada, a quien no se le practicó una pericia psicológica para determinar los efectos que la tentada

n o m o s & f h e s is
213 SECCIÓN IV: EL MINISTERIO PÚBLICO Y LOS DEMÁS SUJETOS PROCESALES Alt. 87
agresión sexual le hubiera generado. 3 .6 . Asimismo, la agraviada no ha variado de versión tanto a nivel
preliminar como en juicio oral, dado que en su segunda intervención ratificó los hechos; sin embargo,
precisó e indicó que en efecto se trató de una equivocación de su cuñado, quien yacía dormido y con el
que en la actualidad mantiene un vínculo de cordialidad, atípica en relaciones de agresores y víctimas.
3.7. Conforme a lo expuesto, no obran medios probatorios complementarios que permitan estimar que
efectivamente se produjo un intento de violación. La versión de la agraviada, en el presente caso, no es
suficiente para pretender condenar [al imputado]. Asimismo, la declaración preliminar del imputado
en la que reconocería la intencionalidad de agresión sexual a la agraviada no pude ser empleada como
medio de prueba de cargo, dado que la versión del propio imputado no puede ser medio empleado en
su perjuicio, en virtud del principio de no autoincriminación, siempre que no obren medios probato­
rios que corroboren la imputación fiscal. (R. N. N .° 2467-2017-Tacna, del 18-09-2018, ff. jj. 3.5 al
3.7. Sala Penal Permanente. Texto completo: <bit.ly/2ExG074>).
§ 426. Valoración de la declaración del imputado. 7. [Se] advierte que como única prueba de este
hecho [el ilícito imputado], la voluntariedad del sujeto, se tiene la declaración de los mismos procesa­
dos. Si se toma como verdaderas sus declaraciones, naturalmente se tiene que reconocer ese carácter al
íntegro de las mismas, pues resultaría arbitrario considerar verdadero aquello que les incrimina; y falso a
aquello que los exculpa siendo la fuente de prueba su propio testimonio. (R. N. N .° 1623-2014-Lima,
de 20-10-2015, f. j. 7. Sala Penal Permanente. Texto completo: <bit.ly/2a63K0w>).
§ 427. El que un encausado mienta, no es un indicio necesario de que cometió el delito impu­
tado. D écim o. [El] que un encausado mienta para excluir toda sospecha en su contra no es un indicio
necesario o, mejor dicho, grave y suficiente de que, en efecto, cometió el delito imputado -el indicio de
mala justificación siempre es de carácter contingente-. La mentira sería, en todo caso, un suceso vero­
símil, pero no cierto como para erigirse en indicio base de una inferencia probatoria categórica, la cual
requiere de datos adicionales, sobre una concreta intervención delictiva. La regla fundamental es que
corresponde a la Fiscalía probar los elementos constitutivos del delito. La mentira de una coartada en
modo alguno permite inferir que ineludiblemente cometió el delito -para una condena no es del caso
probar necesariamente lo negativo, sino puntualmente lo positivo: que el reo delinquió, no que mintió-.
Décim o prim ero. Que el indicio de móvil es también complementario -el contexto de los hechos hace
verosímil un tal indicio en el presente caso-, pero aisladamente no es suficiente -tener un móvil no de­
termina necesariamente la comisión del delito-. Unir móvil y mala justificación aún resulta insuficiente
para acreditar el hecho delictivo atribuido al imputado. Hace falta, además de los indicios de móvil y
de mala justificación, algún dato externo próximo que ubique al encausado en el lugar de los hechos
o una referencia fiable que se reuniría en condiciones de clandestinidad o que establezca la decisión
homicida del imputado. La actitud sospechosa, a la que se refiere la Fiscalía Suprema, no se circunscribe
a las propias explicaciones del imputado, sino a lo que éste hizo en momentos previos, concomitantes
y/o posteriores al hecho delictivo y que no sean razonables o lógicas por parte de quien dice no estar
vinculado a su comisión. Sobre este indicio, así definido, no existe la mínima información que así lo
revele. No se trata, en suma, de que el imputado mienta sobre un hecho previo al propio crimen y que
sea verosímil que tiene un motivo identificado para delinquir -la verosimilitud se refiere a la normalidad
de acontecimientos o conductas que han ocurrido o pueden ocurrir-. Verosimilitud, desde luego, no
es lo mismo que probabilidad o verdad, que hacen mención a la existencia de elementos cognoscitivos
-desde las pruebas- que acreditan la realidad de un enunciado sobre un hecho determinado [Michele
Taruffo. Simplemente la verdad., Madrid, 2010, pp. 105-107]. Décimo segundo. Que, siendo así, las
exigencias de prueba fiable, corroborada y suficiente, que constituyen el núcleo de las reglas de prueba
que integran la garantía de presunción de inocencia, no se cumplen en el presente caso. [Procede la
absolución] (R. N. N .° 152-2015-Junín, de 21-02-2017, ff. jj. 10- 12. Primera Sala Penal Transitoria.
Texto completo: <bit.ly/2lIuZAu>).
§ 428. El indicio de mala justificación no tiene suficiente fuerza motivacional para desvirtuar
la presunción de inocencia. Cuarto. Corresponde precisar que la actuación policial se justifica en la
urgencia y fugacidad del hecho. El Acta de Registro Personal cuestionada por el procesado G. no pre-
♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL
Art. 88 LIBRO PRIMERO: DISPOSICIONES GENERALES 214

sentó estas características, pues se realizó en la dependencia policial, después de que el encausado estaba
aprehendido, por lo que pudo llamarse al fiscal y abogado defensor, a fin de que otorguen legalidad al
citado acto. Q uinto. Es patente la insuficiencia probatoria. No existen datos indiciados de capacidad
o aptitud delictiva. No se expuso prueba válida que revele que el objeto usado para agredir a la víctima
fue hallado en poder del acusado ni se aprecia una proclividad delictiva evidenciada en antecedentes
penales en hechos ilícitos de similares características. Luego, el indicio de mala justificación, que es al
único que conecta las versiones exculpatorias disímiles, carece de virtualidad suficiente para destruir la
presunción de inocencia [...]. (R. N. N .° 2078-2016-Lima Sur, del 28-09-2017, ff. jj. 4 y 5. Primera
Sala Penal Transitoria. Texto completo: <bit.ly/2UlP40L>).
§ 429. L a audiencia de tutela es residual, por lo tanto, sólo opera siempre que el ordenamiento
procesal no especifique un camino determinado para la reclamación de un derecho afectado. Véase
la jurisprudencia del artículo 71° del Nuevo Código Procesal Penal [§ 380]. (A.V. N .° 19-2018 [Caso
Pedro Pablo Kuczynsk¿], del 16-11-2018, ff. jj. 4, 5, 6 , 14 y 15. Juzgado Supremo de Investigación Pre­
paratoria. Texto completo: <bit.ly/2Mjuyyi>).

JURISPRUDENCIA DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL

§ 430. Derecho a la no autoincriminación. 272. El derecho a no autoincriminarse no se encuen­


tra reconocido expresamente en la Constitución. Sin embargo, se trata de un derecho fundamental
de orden procesal que forma parte de los derechos implícitos que conforman el derecho al debido
proceso penal, este último reconocido en el inciso 3) del artículo 139 de la Constitución. Su condi­
ción de derecho implícito que forma parte de un derecho expresamente reconocido, también se puede
inferir a partir de la función que los tratados internacionales en materia de derechos humanos están
llamados a desempeñar en la interpretación y aplicación de las disposiciones por medio de las cuales se
reconocen derechos y libertades en la Ley Fundamental (IV Disposición Final y Transitoria. (Exp. N .°
003-2005-PI/TC [Demanda de inconstitucionalidad contra los Decretos Legislativos 921, 922, 923,
924, 9 25,926 y 927], del 09-08-2006 [Web: 11-12-2006 / EP, 18-12-2006], f. j. 272. Texto completo:
<bit.ly/2H gyD LZ>).

Artículo 88: Desarrollo de la declaración

1. La diligencia se inicia requiriendo al imputado declarar respecto a:


a) Nombre, apellidos, sobrenombre o apodo, si lo tuviere, lugar y fecha de nacimiento, edad, estado
civil, profesión u ocupación, domicilio real y procesal, principales sitios de residencia anterior, así como
nombres y apellidos de sus padres, cónyuge e hijos y de las personas con quienes vive.
b) Si ha sido encausado anteriormente por el mismo hecho o por otros, proporcionando los datos que
permitan identificar el proceso o procesos seguidos en su contra.
c) Si tiene bienes, dónde están ubicados, quien los posee y a qué título, y si se encuentran libres de
gravamen.
d) Sus relaciones con los otros imputados y con el agraviado.
2. A continuación se invitará al imputado a que declare cuanto tenga por conveniente sobre el hecho
que se le atribuye y para indicar, de ser posible o considerarlo oportuno, los actos de investigación o de
prueba cuya práctica demande.
3. Luego se interrogará al imputado. En la Etapa Preparatoria lo harán directamente el Fiscal y el Abo­
gado Defensor. En el Juicio participarán en el interrogatorio todas las partes mediante un interrogatorio
directo. El Ju e z podrá hacerlo, excepcionalmente, para cubrir algún vacío en el interrogatorio.
4. En el interrogatorio las preguntas serán claras y precisas, no podrán formularse preguntas ambiguas,
capciosas o sugestivas. Durante la diligencia no podrá coactarse en modo alguno al imputado, ni inducirlo
o determinarlo a declarar contra su voluntad, ni se le hará cargos o reconvenciones tendientes a obtener
su confesión.

n o m o s & t h e s is
215 SECCIÓN IV: EL MINISTERIO PÚBLICO Y LOS DEMÁS SUJETOS PROCESALES Alt. 88
5. Podrá realizarse en dicho acto las diligencias de reconocimiento de documentos, de personas, de voces o
sonidos, y de cosas, sin perjuicio de cumplir con las formalidades establecidas para dichos actos.
6. Si por la duración del acto se noten signos de fatiga o falta de serenidad en el imputado, la declara­
ción será suspendida, hasta que ellos desaparezcan.
7. Durante la Investigación Preparatoria el acta que contenga la declaración del imputado reproducirá,
del modo más fiel posible lo que suceda en la diligencia. El imputado está autorizado a dictar sus respues­
tas. La diligencia en dicha etapa finalizará con la lectura y firma o, en su caso, la impresión digital, del acta
por todos los intervinientes. Si el imputado se niega a declarar, total o parcialmente, se hará constar en el
acta. Si rehusare suscribirla se consignará el motivo.

JURISPRUDENCIA DE LAS CORTES SUPERIORES

§ 431. No vulnera el derecho a la defensa del imputado el que no se le permita a su abogado


defensor asistir a la declaración que su coimputado realizará en la etapa de investigación prepara­
toria. 4.2.3. En este caso, el recurrente denuncia la afectación de su derecho de defensa al no permitir
que su abogado defensor asista a la ampliación de declaración de su coimputado LC, y en consecuencia
se limita su derecho a interrogar a su coimputado. En ese sentido, se verifica que lo reclamado por el
recurrente no tiene una previsión expresa en el artículo 7 1° del Código Procesal Penal, donde se es­
tablecen el catálogo de derechos amparables vía tutela de derechos; no obstante, tal afirmación no es
compartida por este Colegiado, pues de una lectura atenta del Acuerdo Plenario N .° 4-2010/CJ-116
[§ 372], se concluye que también pueden restablecerse, por esta vía, otros derechos constitucionales
que no cuenten con un mecanismo de tutela propio y específico en el Código Procesal Penal. 4.2.4.
De modo que reclamar el restablecimiento del derecho de defensa en alguna de sus manifestaciones,
vía tutela de derechos, representa un mecanismo válido habilitado en favor del imputado. No obstante,
tenemos que la pretensión del recurrente consiste en que su abogado defensor asista a la declaración que
su coimputado prestará en la etapa de investigación preparatoria, y pueda interrogarlo. Esta materia, le­
jos de estar reconocida como una prerrogativa a favor del abogado defensor, tiene una previsión expresa
en el Código Procesal Penal en un sentido diametralmente opuesto. 4.2.5. En efecto, el artículo 84° del
ordenamiento procesal establece un catálogo enunciativo de derechos de naturaleza instrumental que
le asisten al abogado defensor, entre ellos, el previsto en el numeral 4 del citado artículo, que habilita
al abogado defensor a participar en todas las diligencias. N o obstante, la misma norma exceptúa su
participación cuando la diligencia se refiera a la declaración prestada durante la etapa de investigación
por el imputado que no defiende. En consecuencia, tenemos que la restricción impuesta por el órgano
fiscal, respaldada en la resolución recurrida, tiene sustento expreso en nuestro sistema jurídico. Incluso
el contenido del numeral citado, se reitera en el artículo 89° del Código Procesal Penal que entre otros
aspectos señala que el imputado declarará siempre libre en su persona y sin la presencia de otras perso­
nas que las autorizadas para asistir. Esto significa que en la declaración del imputado en la investigación
preparatoria, solo se permite la participación del Fiscal y del abogado que lo defiende, como se prevé
también en numeral 2 , artículo 86° del Código Procesal Penal. 4.2.6. En ese orden de ideas, el Colegia­
do comparte el criterio expresado por la representante del Ministerio Público en audiencia, en el sentido
que la medida adoptada por el Fiscal del caso, de no permitir la intervención del abogado defensor en la
ampliación de declaración de un coimputado es legal; no obstante, la respuesta del recurrente en la ré­
plica respectiva, fue aseverar que si bien la medida tenía previsión legal en el Código Procesal Penal, esta
disposición legal debía inaplicarse en este caso, por ser contraria a la Constitución, esto es, planteó la
aplicación de un mecanismo de control de constitucionalidad de las leyes, en concreto el control difuso.
Propuso que se declare, en este caso en concreto, la prevalencia del numeral 14 del artículo 139° de la
Constitución, que reconoce el derecho de defensa, sobre el numeral 4, artículo 84° del Código Procesal
Penal, que niega la participación del abogado defensor en la declaración del imputado que no defiende.
[...] 4.2.11. [...] [Esta] restricción legal no anula ni afecta el contenido esencial del derecho de defensa
que tiene todo investigado, pues el abogado defensor está habilitado por ley a participar de todas las
demás diligencias que se den en el marco de las diligencias preliminares e investigación preparatoria.
♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL
Art. 89 LIBRO PRIMERO: DISPOSICIONES GENERALES 216

Asimismo, tal restricción no afecta en nada el derecho de defensa, si por otro lado, se reconoce en forma
expresa el derecho de solicitar al fiscal una copia del acta de la declaración, apenas concluya la declara­
ción de un coimputado, conforme lo prevé el numeral 7, artículo 84° del Código Procesal Penal; y de
esa forma, tener acceso a toda la información expresada por el coimputado. Si su intención es interrogar
a los coimputados de su defendido, el legislador ha reservado ese derecho para materializarlo en la etapa
considerada como la más importante del proceso penal, como es el juzgamiento, tal cual, así lo prevé
el numeral 3, artículo 88° del Código Procesal Penal. (Exp. N .° 00004-2015-41-300l-JR-PE-01, del
22-05-2017, ff. jj. 4.2.3, 4.2.4, 4.2.5, 4.2.6 y 4.2 .1 1. Colegiado A. Sala Penal Nacional de Apelaciones
Especializada en Delitos de Corrupción de Funcionarios. Texto completo: <bit.ly/2HwXwq 8>).

Artículo 89: Tratamiento y pluralidad de imputados

1. El imputado declarará siempre libre en su persona, sin el uso de esposas u otros medios de seguridad
y sin la presencia de otras personas que las autorizadas para asistir. Cuando estuviere privado de su liber­
tad, la diligencia se podrá llevar a cabo en recintos cerrados apropiados para impedir su fuga o que atente
contra la seguridad de las personas.
2. Cuando hubiere varios imputados, se recibirá las declaraciones, evitando que se comuniquen entre
s í antes de la recepción de todas ellas.

ACUERDO PLENARIO DE LA CORTE SUPREMA

§ 432. De la sindicación de coacusado, testigo o agraviado. Lincamientos en materia de


prueba indiciaría, declaraciones de coimputados y víctimas, y declaraciones de testigos de refe­
rencia. Véase la jurisprudencia del artículo 166° del Nuevo Código Procesal Penal [§ 740]. (Acuerdo
Plenario N .° 2-2005/CJ-116, del 30-09-2005, que establece como reglas de valoración de las decla­
raciones de coimputados y agraviados -testigos víctimas- las que se describen en los ff. jj. 9 y 10, con
las prevenciones señaladas en el £ j. 11, constituyendo precedentes vinculantes. Pleno Jurisdiccional
de las Salas Penales Permanente y Transitoria de la Corte Suprema de Justicia [EP, 26-11-2005]. Texto
completo: <bit.ly/lmLskGg>).

JURISPRUDENCIA DE LA CORTE SUPREMA

§ 433. Requisitos esenciales para la declaración del coimputado. Décimo segundo. [D]esde las
exigencias de la garantía genérica de presunción de inocencia, se tiene que las sindicaciones de un coim­
putado -es decir, de toda persona que está, de uno u otro modo, involucrada en los hechos acusados, sea
en el mismo proceso o en otro a título de intervención delictiva, más allá de su condición formal o no
de imputado-, requieren de un conjunto de condiciones o notas esenciales para justificar una condena
contra el acusado. El Tribunal de Juicio no debe, de forma rutinaria o sistemática, fundar una condena
en la mera acusación de un coacusado, aunque tampoco ha de desdeñarse su versión, que deberá ser
examinada teniendo en cuenta el conjunto de factores específicos de la causa. En primer lugar, la sin­
dicación no debe estar fundada en una objetivada finalidad de propia exculpación, o que ésta se afirme
en un resentimiento o cualquier otra finalidad espuria. En este nivel es de analizar la personalidad del
delator, en especial sus relaciones con el sujeto coimputado; los posibles móviles que le llevan a prestar
tal declaración; y, la finalidad de la declaración -la existencia o no de lógicas exculpatorias de la propia
responsabilidad- [Asencio Mellado. Derecho Procesal Penal, 2012 , p. 289]. En segundo lugar, aun cuan­
do se pase el primer filtro, se requiere que las sindicaciones sean mínimamente corroboradas por otras
pruebas -las sindicaciones del coimputado, por su propia naturaleza, al provenir de un coimputado,
carece de consistencia plena si no se confirman con otras pruebas (STSE de veintiséis de febrero de dos
mil catorce)-; éstas son condición de suficiencia de la incriminación o condición de su razonabilidad
valorativa (STSE de dieciocho de julio de dos mil uno). Cabe acotar, en refuerzo de lo expuesto, que
el coimputado no es testigo, razón por la cual no puede prestar declaración en dicha calidad, ni aper-
n o m o s & t h e s is
21 7 SECCIÓN IV: EL MINISTERIO PÚBLICO Y LOS DEMÁS SUJETOS PROCESALES Aft. 90
cibirle con la comisión de un delito de falso testimonio y ello, aun cuando ya hubiere sido condenado
[Gimeno Sendra. Derecho Procesal Penal, 2015, p. 810. STSE de 23 de noviembre de 2007]. Décimo
tercero. [En] orden a este segundo nivel de exigencia, es de apuntar que: I o La corroboración legalmen­
te exigióle debe incidir no en cualquier punto, sino en relación con la concreta intervención del impu­
tado en el delito. 2 o La corroboración es una confirmación de otra prueba, que es la que por sí sola no
podría servir para la destrucción de la presunción de inocencia. Es un dato empírico, que no coincide
con el hecho imputado, ni en su alcance ni en la fuente, pero que interfiere con él por formar parte de
idéntico contexto. 3 o La declaración de un coimputado no constituye corroboración mínima de la de­
claración de otro coimputado, ni así sean dos los coimputados que incriminen al recurrente, desde que
tales versiones no se alzan como datos objetivos que puedan validar la declaración de otro coacusado,
de suerte que es necesaria la corroboración mediante algún dato externo a dichas declaraciones también
en el supuesto de que haya una multiplicidad de coacusados. La insuficiencia intrínseca de este tipo
de declaraciones proviene del hecho de que se prestan amparadas en el derecho a no declarar contra sí
mismo y a no declararse culpable y, por ello, no pueden erigirse en elementos de mutua adveración.
4 o Los diferentes elementos de credibilidad objetiva, asociados a la animadversión, a la persistencia y
a la coherencia interna del testimonio incriminador, por su carácter intrínseco, carecen de relevancia
como factores externos de corroboración, por lo que solo podrán entrar en juego una vez que la prueba
alcance la aptitud constitucional necesaria para enervar la presunción de inocencia. 5 o La exigencia de
corroboración será más intensa cuando la sindicación ha tenido déficits de contradicción; el coimputa­
do declaró sin que participe en su testimonio la defensa del afectado por su relato para cumplir con la
llamada “cláusula de confrontación”: artículo de la 8.2.f de la CADH (véase, por ejemplo, SSTSE de 6
de mayo de 2011, 23 de julio de 2004 y 17 de noviembre de 1992; y, SSTC E de 25 de febrero de 2010 ,
18 de mayo de 2009, 3 de julio de 2006, 1 de junio de 2009 y 14 de febrero de 2005). Por lo demás, las
declaraciones se valoran con arreglo al principio de libre valoración. Están desterrados los testimonios
privilegiados. La prueba testifical, en el caso de que no se tratara de declaraciones de coimputados, debe
examinarse conforme a la calidad de la información que proporciona, a la fuente de su información y,
además, en relación con otros medios de prueba. La corroboración probatoria es una condición esen­
cial para la aceptación y validación de una concreta información acerca de los hechos punibles o de la
intervención delictiva del imputado en su comisión. Décimo cuarto. Que, fijada la doctrina legal en
materia de valoración de la prueba cuando de por medio constan sindicaciones de coimputados contra
el encausado recurrente, es del caso examinar si los criterios expuestos en el fundamento jurídico ante­
rior se cumplen o no. [...]. (R. N. N .° 2138-2016-Lambayeque, de 10-02-2017, ff. jj. 12 al 14. Primera
Sala Penal Transitoria. Texto completo: <bit.ly/2Imohvy>).
§ 434. Declaración de un coimputado. Cuarto. [Es] un presupuesto para destruir la presunción de
inocencia, que la prueba de cargo de signo incriminatorio genere convicción sobre la participación del
acusado en el hecho punible; que, en tal sentido, la declaración de uri coimputado para ser considerada
como prueba idónea, a efectos de destruir la presunción iuris tantum de inocencia y generar certeza en el
juzgador, debe reunir entre otros requisitos -además de la ausencia de incredibilidad subjetiva [perspec­
tiva subjetiva]- la verosimilitud, persistencia y concordancia -coherencia y solidez- en la incriminación,
es decir, tiene que corroborarse entre sí y con otros elementos de prueba o indicios [perspectiva objeti­
va], tal como lo exige el Acuerdo Plenario N .° 2-2005/CJ-116 [§ 740]. (R. N. N .° 1004-2010-Tacna,
de 27-04-2011, f. j. 4. Sala Penal Permanente. Texto completo: <bit.ly/2bZouEf>).

TÍTULO ill
LAS PERSONAS JURÍDICAS

Artículo 90: Incorporación al proceso

Las personas jurídicas, siempre que sean pasibles de imponérseles las medidas previstas en los artí­
culos 104 y 105 del Código Penal, deberán ser emplazadas e incorporadas en el proceso, a instancia del
Fiscal.

♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL


Art. 90 LIBRO PRIMERO: DISPOSICIONES GENERALES 218

ACUERDO PLENARIO DE LA CORTE SUPREMA

§ 435. Personas jurídicas y consecuencias accesorias. 11. Si bien subsiste un delineado debate en
la doctrina nacional sobre el concepto y la naturaleza que corresponde asignar a esta modalidad de las
consecuencias accesorias, su estructura, operatividad, presupuestos y efectos permiten calificar a las
mismas como sanciones penales especiales [Percy García C avero: Lecciones de Derecho Penal Parte
General, Grijley, Lima, 2008, pp. 757 y ss.]. En primer lugar, porque la legitimidad de su aplicación
demanda que las personas jurídicas sean declaradas judicialmente como involucradas -desde su activi­
dad, administración u organización- con la ejecución, favorecimiento u ocultamiento de un hecho
punible, sobre todo por activos y criminógenos defectos de organización o de deficiente administración
de riesgos. Y, en segundo lugar, porque su imposición produce consecuencias negativas que se expresan
en la privación o restricción de derechos y facultades de la persona jurídica al extremo que pueden
producir su disolución. [Laura Z úñiga R odríguez: Las consecuencias accesorias aplicables a las Personas
Jurídicas del artículo 105° CP: Principales problemas de aplicación. En: Anuario de Derecho Penal 2003,
pp. 484 y ss.]. 12. Es pertinente distinguir que este tipo de sanciones penales no son penas accesorias
como la de inhabilitación que define el artículo 39° CP. No son, pues, un complemento dependiente o
accesorio a una pena principal que se imponga al autor del delito. Su calidad accesoria, vicaria o parale­
la deriva, más bien, de un requisito o condición esencial que implícitamente exige la ley para su aplica­
ción judicial, cual es la necesaria identificación y sanción penal de una persona natural como autora del
hecho punible en el que también resulta conectada, por distintos y alternativos niveles de imputación,
un ente colectivo [Laura Z úñiga R odríguez: Las consecuencias accesorias aplicables a las personasju rí­
dicas en el artículo 105° CP, a más de quince años de su vigencia. En: Problemas fundamentales de la
Parte General del Código Penal (José H urtado Pozo, editor), Fondo Editorial de la Pontificia Univer­
sidad Católica del Perú - Universidad de Friburgo, Lima, 2009, pp. 493 y siguientes]. Se trataría, pues,
de una especie de exigencia normativa que opera como una condición objetiva de imposición de con­
secuencias accesorias. § 3* A lcancesy lim itaciones del artículo 1 05 ° CP. 13. Actualmente, luego de las
modificaciones introducidas por el Decreto Legislativo N .° 982, el artículo 105° CP tiene la siguiente
estructura normativa: “Si el hecho punible fuere cometido en ejercicio de la actividad de cualquier persona
jurídica o utilizando su organización para favorecerlo o encubrirlo, elJuez deberá aplicar todas o algunas de
las medidas siguientes: 1. Clausura de sus locales o establecimientos, con carácter temporal o definitivo. La
clausura temporal no excederá de cinco años. 2. Disolución y liquidación de la sociedad, asociación, funda­
ción, cooperativa o comité. 3. Suspensión de las actividades de la sociedad, asociación, fundación, cooperativa
o comitépor un plazo no mayor de dos años. 4. Prohibición a la sociedad, fundación, asociación, cooperativa
o comité de realizar en elfuturo actividades, de la clase de aquellas en cuyo ejercicio se haya cometido, favo­
recido o encubierto el delito. La prohibición podrá tener carácter temporal o definitivo. La prohibición tem­
poral no será mayor de cinco años. Cuando alguna de estas medidas fuera aplicada, el Juez ordenará a la
autoridad competente que disponga la intervención de la persona jurídica para salvaguardar los derechos de
los trabajadores y de los acreedores de la persona jurídica hasta por un período de dos años. E l cambio de la
razón social, la personería jurídica o la reorganización societaria, no impedirá la aplicación de estas medí-
das”. 14. Del citado artículo es posible señalar que el Juez debe imponer consecuencias accesorias siem­
pre que se verifique en el caso concreto, cuando menos, lo siguiente: A. Que se haya cometido un hecho
punible o delito. B. Que la persona jurídica haya servido para la realización, favorecimiento o encubri­
miento del delito. C. Que se haya condenado penalmente al autor, físico y específico, del delito. //
Ahora bien, en dicha norma coexisten cuatro clases de consecuencias accesorias que el juez penal puede
imponer a una persona jurídica. Cada una de las cuales tiene distinta configuración y efectividad. Re­
sulta, por tanto, necesario identificar, seguidamente, sus principales características y funciones. 15. Las
consecuencias jurídicas previstas en el citado artículo 105° CP, tienen las siguientes características y
funciones: A. El inciso 1) dispone la clausura temporal o definitiva de locales o establecimientos. Es
decir, regula sanciones que afectan el funcionamiento de los ambientes físicos e inmuebles en los cuales
la persona jurídica realiza sus actividades organizacionales y operativas. Cuando la clausura sea temporal
no puede durar más de cinco años. Es importante precisar que para que proceda esta medida el local o
establecimiento tiene que haber servido para la comisión, favorecimiento, facilitación o encubrimiento
n o m o s & t h e s is
219 SECCIÓN IV EL MINISTERIO PÚBLICO Y LOS DEMÁS SUJETOS PROCESALES Alt. 90
del delito [José Luis Castillo Alva: Las consecuencias jurídico-económicas del delito, Idemsa, Lima,
2001, pp. 310 y 311]. B. El inciso 2) considera la disolución de la persona jurídica. Es la sanción más
grave que se podría imponer a un ente colectivo [José H urtado Pozo: Personas jurídicas y responsabi­
lidad penal. En: Anuario de Derecho Penal 1996, Responsabilidad penal de las personas jurídicas, p. 148.
Laura Z úñiga Rodríguez: Obra citada,, pp. 488/499]. Por tanto, la disolución debe de quedar reser­
vada, entre otros casos, para aquellos donde la propia constitución, existencia y operatividad de la per­
sona jurídica, la conectan siempre con hechos punibles, situación que generalmente ocurre con las de­
nominadas personas jurídicas de fachada o de papel. En estas empíricamente se ha detectado no un
defecto de organización sino un evidente defecto de origen de la organización. Pero, también, cabe
disponer la disolución de la persona jurídica, en supuestos donde se identifique una alta probabilidad
de que aquella vuelva a involucrarse en delitos o peligrosidad objetiva de la persona moral. C. El inciso
3) regula la suspensión de actividades de la persona jurídica. Esta sanción sólo puede ser impuesta con
carácter temporal y sin exceder a dos años. La suspensión de actividades puede ser total o parcial. Sin
embargo, ella, en su opción parcial, deberá recaer solamente sobre aquellas actividades estratégicas u
operativas específicas que se relacionaron con el delito cometido o con su modus operandi y efectos
[Julio C ésar E spinoza G oyena: La persona jurídica en el nuevo proceso penal En: E l nuevo proceso pe­
n al Estudios Fundamentales, Palestra, Lima, 2005, p. 329]. La suspensión total deberá justificarse por la
absoluta naturaleza ilícita del quehacer ejercido por la persona jurídica. D. Por último, el inciso 4)
contiene la prohibición de realizar actividades futuras de aquellas que involucraron a la persona jurídica
con la comisión, favorecimiento o encubrimiento de un hecho punible. Esta modalidad de consecuen­
cia accesoria puede ser temporal o definitiva. En el primer caso la prohibición no puede extenderse más
allá de cinco años. Con esta sanción se afecta la operatividad posterior al delito del ente colectivo. Tiene,
pues, un claro sentido de inhabilitación para su desempeño futuro. No obstante, el alcance de esta
sanción es limitado y especial, pues no puede extenderse hacia otras actividades no vinculadas con el
delito. 16. En el artículo 105° CP no existen reglas de determinación que orienten la aplicación judicial,
así como la justificación interna o externa de las decisiones jurisdiccionales que impongan las distintas
consecuencias accesorias que dicha norma contempla. No obstante, esta limitación normativa puede ser
superada, de modo transitorio, recurriendo a la implementación judicial de los criterios adoptados, para
tal efecto, por el artículo 110° del Anteproyecto de Reforma de la Parte General del Código Penal de la
Comisión Especial Revisora creada por Ley N .° 29153 [Véase: Congreso de la República: Anteproyecto
de Ley de Reforma del Código Penal, J& O Editores Impresores SAC, Lima, 2009], en tanto en cuanto
sus postulados en modo alguno son implicantes con los establecidos por el vigente CP y constituyen
reglas de desarrollo plenamente derivadas desde los principios de lesividad, proporcionalidad y preven­
ción incorporados positivamente en el Título Preliminar del Código Penal. Por tanto, corresponde
utilizarlos en todo proceso de determinación judicial, cualitativa y cuantitativa, de las consecuencias
accesorias que deban imponerse en un caso concreto. Tales criterios son los siguientes: A. Prevenir la
continuidad de la utilización de la persona jurídica en actividades delictivas. B. La modalidad y la mo­
tivación de la utilización de la persona jurídica en el hecho punible. C. La gravedad del hecho punible
realizado. D . La extensión del daño o peligro causado. E. El beneficio económico obtenido con el deli­
to. F. La reparación espontánea de las consecuencias dañosas del hecho punible. G. La finalidad real de
la organización, actividades, recursos o establecimientos de la persona jurídica. H. La disolución de la
persona jurídica se aplicará siempre que resulte evidente que ella fue constituida y operó sólo para favo­
recer, facilitar o encubrir actividades delictivas. 17. Es pertinente destacar que por su naturaleza sancio-
nadora, las consecuencias accesorias imponen que su aplicación judicial observe, también, con justifica­
da racionalidad, las exigencias generales que derivan del principio de proporcionalidad concreta o de
prohibición del exceso. En tal sentido, el órgano jurisdiccional deberá evaluar en cada caso la necesidad
especial de aplicar una consecuencia accesoria en los niveles de equidad cualitativa y cuantitativa que
correspondan estrictamente a las circunstancias del suceso subjudice y según los criterios de determina­
ción anteriormente detallados. Ello implica, pues, que excepcionalmente, el Juez puede decidir omitir
la aplicación de tales sanciones a una persona jurídica cuando lo intrascendente del nivel de interven­
ción e involucramiento del ente colectivo en el hecho punible o en su facilitación o encubrimiento,
♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL
Art. 90 LIBRO PRIMERO: DISPOSICIONES GENERALES 220

hagan notoriamente desproporcionada su imposición. Por lo demás, cabe recordar que estas opciones
jurisdiccionales no son ajenas a nuestra legislación vigente y se expresan normativamente en el sentido
y función del artículo 68 ° del Código Penal, al tratar de la exención de pena. No obstante, es de deman­
dar siempre que esta clase de decisiones sean consecuencia de un riguroso análisis fáctico y normativo,
y que ellas sean motivadas de manera específica y suficiente. 18. En el artículo 105° CP también se
incluyen salvaguardas a favor de los derechos de terceros: trabajadores y acreedores, los que pudieran
resultar afectados con la imposición de consecuencias accesorias a la persona jurídica. Por consiguiente,
el Juez está autorizado por dicha norma para disponer, ante la autoridad competente, la intervención
del ente colectivo sancionado hasta por dos años. Con esta medida se procura controlar o paliar los
efectos transpersonales que, necesariamente, producirán la aplicación de una o más consecuencias acce­
sorias, sobre el patrimonio o la estabilidad laboral de personas ajenas al quehacer ilegal de la persona
jurídica o de sus órganos de gestión. Sin embargo, esta posibilidad de promover la intervención, por su
propia naturaleza y operatividad, sólo debe utilizarse cuando se impongan consecuencias accesorias de
efectividad temporal como la clausura de locales o la suspensión o prohibición de actividades. Final­
mente, el artículo 105° CP, en su ultimo párrafo, declara que la imposición de consecuencias accesorias
no será afectada o mediatizada por acciones fraudulentas u encubridoras, dirigidas maliciosamente a la
frustración de la decisión judicial como “E l cambio de la razón social\ la personería jurídica o la reorgani­
zación societaria... § 4. Consecuencias accesorias, persona ju ríd ic a y proceso p en al. 19. En el ámbi­
to procesal toca delinear las garantías y los procedimientos que deben viabilizar la aplicación judicial de
consecuencias accesorias a una persona jurídica. En este espacio debe definirse el procedimiento más
idóneo que asegure, con puntual observancia de los principios y garantías procesales constitucional­
mente relevantes, la presencia y la intervención en un proceso penal del ente colectivo; así como la
identificación de las partes legitimadas y de las características fundamentales de una dinámica contra­
dictoria que sea idónea para debatir, sin mengua de las garantías del debido proceso, tutela jurisdiccio­
nal, defensa procesal y presunción de inocencia, la relevancia penal de la concreta intervención de una
persona jurídica en el hecho subjudice. En algunos sistemas jurídicos extranjeros es también la legisla­
ción material la que demanda la habilitación de este escenario procesal. Así, por ejemplo, en España el
artículo 129° del Código Penal advierte que las consecuencias accesorias aplicables a una persona jurí­
dica requieren de una audiencia previa donde ella pueda alegar, a través de sus representantes legitima­
dos, lo que le sea favorable ( “ElJuez o Tribunal, en los supuestosprevistos en este Código, y previa audiencia
de los titulares o de sus representantes legales, podrá imponer, motivadamente, las siguientes consecuen­
cias”). 20. En lo que atañe a nuestro sistema jurídico las consecuencias accesorias, por su efectividad
sancionadora, deben, también, aplicarse en el marco de un proceso penal con todas las garantías. La
persona jurídica, entonces, tiene que ser emplazada y comparecer ante la autoridad judicial por su apo­
derado judicial con absoluta capacidad para ejercer plenamente el conjunto de los derechos que dima­
nan de las garantías de defensa procesal -derecho de conocimiento de los cargos, de asistencia letrada,
de defensa material o autodefensa, de no autoincriminación y al silencio, de prueba, de alegación, y de
impugnación- y de tutela jurisdiccional -en especial, derecho a una resolución fundada y congruente
basada en el derecho objetivo y derecho a los recursos legalmente previstos-. Con tal efecto, la persona
jurídica deberá ser comprendida expresamente en sede de instrucción en una resolución judicial de
imputación -en el auto de apertura de instrucción o en un auto ampliatorio o complementario-, cir­
cunscripta a la posible aplicación de consecuencias accesorias, ello sin perjuicio de que concurrentemen­
te pueda haber sido pasible de una imputación en el proceso civil acumulado como tercero civil. Es
evidente que nadie puede ser acusado, sin antes haber sido comprendido como procesado o sujeto pa­
sivo del proceso, a fin de que esté en condiciones razonables de ejercer el conjunto de derechos necesa­
rios para afirmar su pretensión defensiva o resistencia: derecho a ser oído, a probar e intervenir en la
actividad de investigación y de prueba, a alegar sobre los resultados de aquella actividad, y a impugnar.
Al respecto, el N CPP ya considera a la persona jurídica como un nuevo sujeto pasivo del proceso penal
en el Título III, de la Sección IV, del Libro Primero. Pero ya no para afrontar únicamente eventuales
responsabilidades indemnizatorias, directas o subsidiarias, sino para enfrentar imputaciones directas o
acumulativas sobre la realización de un hecho punible y que pueden concluir con la aplicación sobre ella

n o m o s & t h e s is
221 SECCIÓN IV: EL MINISTERIO PÚBLICO Y LOS DEMÁS SUJETOS PROCESALES Alt 90
de una sanción penal en su modalidad especial de consecuencia accesoria [Pablo Sánchez Velarde: E l
nuevo proceso penal, Idemsa, Lima, 2009, p. 80]. Esta orientación legislativa, además, dispone, para todo
ello, la realización de un proceso penal de corte unitario que comprenderá tanto a personas naturales
como jurídicas, aunque con formulación de cargos y requerimientos diferenciados en atención a la na­
turaleza particular del sujeto imputado y de las necesidades específicas del thema probandum que le
conciernen [Julio C ésar Espinoza G oyena, Obra Citada, p. 314]. 21. En el NCPP las normas relati­
vas a la persona jurídica y a su rol en el proceso penal se encuentran comprendidas entre los artículos
90°/93°. Cada una de estas normas legisla aspectos específicos vinculados con la capacidad procesal, los
derechos y garantías reconocidos a las personas jurídicas, así como sobre la actividad procesal que estas
pueden desplegar. La morfología y función de tales disposiciones es la siguiente: A. El artículo 90°
N C PP identifica a las personas jurídicas que pueden ser partes procesales y objeto de emplazamiento
por la autoridad judicial. En él se fijan los presupuestos necesarios para el emplazamiento y la incorpo­
ración formal de una persona jurídica en un proceso penal. Al respecto, el presupuesto esencial que
exige dicha norma se refiere a la aplicación potencial sobre el ente colectivo de alguna de las consecuen­
cias accesorias que contemplan los artículos 104° y 105° CP. Esta disposición también concede al Fiscal
legitimación exclusiva para requerir ante la autoridad judicial dicho emplazamiento e incorporación
procesal. Tal norma, por lo demás, no obsta a que, respecto del artículo 104° CP y en sus estrictos
marcos, el actor civil tenga legitimación activa conforme a la concordancia de los artículos 1I o, 104° y
103° NCPP. B. El artículo 91° NCPP disciplina la oportunidad y la tramitación del emplazamiento e
incorporación procesal de la persona jurídica como parte procesal. Esta norma señala que la solicitud de
emplazamiento del Fiscal se debe formular ante el Juez de la Investigación Preparatoria, luego de comu­
nicarle su decisión formal de continuar con las investigaciones y hasta antes de que se declare concluida
la investigación preparatoria. En este artículo se detallan también los datos básicos de identificación que
deberá contener la solicitud fiscal y que son los siguientes: (i) La identificación de la persona jurídica
(razón social, naturaleza, etcétera), (ii) El domicilio de la persona jurídica (sede matriz o filiales). La
solicitud, además, debe señalar, de modo circunstanciado, los hechos que relacionan a la persona jurí­
dica con el delito materia de investigación. Por tanto, se debe referir la cadena de atribución que la co­
necta con acciones de facilitación, favorecimiento o encubrimiento del hecho punible. Y, en base a todo
ello, se tiene que realizar la fundamentación jurídica que justifique incluir al ente colectivo en el proce­
so. La tramitación que deberá darse a la solicitud será la misma que detalla el artículo 8o NCPP para el
caso de las cuestiones previas, cuestiones prejudiciales y excepciones. C. El artículo 92° NCPP trata de
la representación procesal de la persona jurídica. La norma establece que el órgano social de la persona
jurídica debe designar un apoderado judicial. Sin embargo, se excluye de dicho rol a toda persona na­
tural que esté comprendida en la misma investigación y bajo la imputación de los mismos hechos que
determinaron el emplazamiento y la incorporación procesal de la persona jurídica. La norma dispone,
además, un plazo de cinco días para que el órgano social de la persona jurídica cumpla con designar al
apoderado judicial. Si al vencimiento de dicho plazo no se hubiera realizado tal designación la hará el
Juez de la Investigación Preparatoria. D . En el artículo 93° NCPP se detalla los derechos y garantías
procesales que se reconocen a la persona jurídica dentro del proceso penal. Al respecto, se reconoce a la
persona jurídica procesada, en tanto resulten compatibles con su naturaleza, los mismos derechos y
garantías que corresponden, en un debido proceso legal, a toda persona natural que tiene la condición
de imputado. Principalmente, el derecho a una defensa activa, a la posibilidad de contradicción proce­
sal, a la impugnación dentro de la ley de toda resolución que la cause gravamen. E. El apartado 2 del
artículo 93° NCPP regula una situación especial de contumacia o rebeldía de la persona jurídica proce­
sada la cual, sin embargo, en ningún caso, puede generar que se afecte o suspenda la continuación del
proceso. 22. La vigencia escalonada del NCPP en el país, como se ha destacado, limita la utilidad de las
normas procesales alusivas a la persona jurídica y, por ende, dificulta la aplicación judicial de las conse­
cuencias accesorias en muchos Distritos Judiciales. Por tal razón y tomando en cuenta las reglas y el
procedimiento fijado por aquel para dicha finalidad, corresponde postular un conjunto de criterios
operativos en aplicación directa de los principios procesales de contradicción, igualdad de armas y acu­
satorio, conforme a lo dispuesto, en lo pertinente en el artículo III del Título Preliminar del Código

♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL


Art. 90 LIBRO PRIMERO: DISPOSICIONES GENERALES 222

Procesal Civil, aplicable supletoriamente al proceso penal, a cuyo efecto se tendrá en consideración, en
cuanto sea legalmente compatible con la estructura del ACPP, los siguientes criterios operativos, inspi­
rados en el NCPP: A. El Fiscal Provincial ha de incluir en su denuncia formalizada o en un requerimien­
to fundamentado en el curso de la etapa de instrucción a las personas jurídicas involucradas en el hecho
punible imputado, incorporando en lo procedente los datos y contenidos a que alude el artículo 91°.l
NCPP, necesarios para su identificación y el juicio de imputación correspondiente á cargo del Juez Pe­
nal. B. La persona jurídica denunciada ha de ser comprendida en el auto de apertura de instrucción o
en un auto ampliatorio o complementario en condición de sujeto pasivo imputado. En esta resolución,
que deberá notificársele a la citada persona jurídica, el Juez Penal dispondrá que ella designe un apode­
rado judicial en iguales términos que los referidos en el artículo 92° NCPP. C. La persona jurídica
procesada tiene, en lo pertinente, los mismos derechos y garantías que la ley vigente concede a la perso­
na del imputado durante la instrucción y el juicio oral. D. La acusación fiscal, si correspondiere, debe
pronunciarse específicamente acerca de la responsabilidad de la persona jurídica. En su caso, solicitará
motivadamente la aplicación específica de las consecuencias accesorias que corresponda aplicar a la
persona jurídica por su vinculación con el hecho punible cometido. En todo caso, corresponderá al
órgano jurisdiccional el control de la acusación fiscal en orden a la intervención en el juicio oral de la
persona jurídica. E. La persona jurídica deberá ser emplazada con el auto de enjuiciamiento, pero su
inasistencia no impide la continuación del juicio oral. El Juez o Sala Penal competente, de ser el caso,
impondrá la consecuencia accesoria que resulte pertinente al caso con la debida fundamentación o la
absolverá de los cargos. Rige en estos casos el principio acusatorio y el principio de congruencia procesal
o correlación. (Acuerdo Plenario N .° 7-2009/CJ-116, del 13-11-2009, que establece como doctrina
legal los criterios expuestos en los ff. jj. 11-22 . V Pleno Jurisdiccional de las Salas Penales Permanente y
Transitoria [EP, 13-11-2009]. Texto completo: <bit.ly/2InPTAw>).

JURISPRUDENCIA DE LA CORTE SUPREMA

§ 4 36. La obligatoriedad de incluir como parte procesal a la persona jurídica está regulada
por ley. E l actor civil tiene legitim idad para solicitar la incorporación de una persona jurídica
al proceso. Sétim o. [...] 7.3. Respecto a la incorporación de personas jurídicas al proceso.
7.3.1. Conforme lo precisa el artículo 90 del Código Procesal Penal sobre la incorporación al proceso
de personas jurídicas: Las personas jurídicas, siempre que sean pasibles de imponérseles las medidas pre­
vistas en los artículos 104 y 105 del Código Penal, deberán ser emplazadas e incorporadas en el proceso, a
instancia delfiscal. 7 .3 .2 . En efecto, el literal a, del fundamento jurídico vigesimoprimero, del Acuerdo
Plenario N .° 7-2009/CJ-116 [§ 435], en cuanto a las normas relativas a la persona jurídica y a su rol
en el proceso penal, señala: E l artículo 9 0 N CPP identifica a las personas jurídicas que pueden ser partes
procesales y objeto de emplazamiento por la autoridad judicial. En él sefijan los presupuestos necesariospara
el emplazamiento y la incorporación form al de una persona jurídica en un proceso penal. A l respecto, elpre­
supuesto esencial que exige dicha norma se refiere a la aplicación potencial sobre el ente colectivo de alguna
de las consecuencias accesorias que contemplan los artículos 104y 105 CP. Esta disposición también concede
a l fiscal legitimación exclusiva para requerir ante la autoridad ju dicial dicho emplazamiento e incorporación
procesal. Tal norma, por lo demás, no obsta a que, respecto del artículo 104 CP y en sus estrictos marcos, el
actor civil tenga legitimación activa conforme a la concordancia de los artículos 11, 10 4y 105 NCPP. [...]
8.4. No existe discusión al respecto; el Código Procesal Penal es claro. Para que la decisión de incluir -o
no- a la persona jurídica como parte del proceso sea válida y no afecte derecho o garantía, el juzgador
debe tener en cuenta si contra aquella se requirió alguna de las consecuencias jurídicas señaladas en los
tantas veces citados artículos 104 y 105 del Código Penal; lo cual no ocurre cuando resulta de aplicación
lo estipulado en el artículo 102 del mismo cuerpo normativo. 8.5. Además, se debe tener en cuenta
que la incorporación al proceso de las personas jurídicas es a solicitud del representante del Ministerio
Público (y no una decisión unilateral del juzgador), tal como lo regulan el citado artículo 90 y el artículo
91 del Código Procesal Penal. Este último precisa la oportunidad y trámite que debe seguir el titular de
la acción penal ante el juez de la investigación preparatoria para requerir dicha incorporación (cuando

n o m o s & t h e s is
223 SECCIÓN IV: EL MINISTERIO PÚBLICO Y LOS DEMÁS SUJETOS PROCESALES Alt 92
las empresas sean pasibles de que se les apliquen las consecuencias de los artículos 104 7 105 del Código
Penal). (Casación N .° 1247-2017-Lima, del 31-07-2018, ff. jj. 7.3, 8.4 7 8.5. Primera Sala Penal Tran­
sitoria. Texto completo: <bitÍ7/ 2 C 2Ried>).

§ 437. Persona jurídica constituida al proceso como tercero civilmente responsable no puede
solicitar aplicación del artículo 90° NCPP. [El] recurrente otorga un alcance interpretativo inco­
rrecto al artículo noventa del Código Procesal Penal, 7a que dicho dispositivo se ubica en un título
distinto al que corresponde al sujeto procesal Tercero Civilmente Responsable, 7 regula procesalmente
la incorporación de personas jurídicas susceptibles de ser sancionadas conforme a lo dispuesto por los
artículos 104 7 105 del Código Penal. [...] La naturaleza jurídica del Tercero Civilmente Responsable es
totalmente distinta, 7 como tal los alcances de su actuación procesal han sido regulados separadamente
en el título V, cu7a conexión con el proceso es únicamente en el aspecto reparatorio. (Casación N .°
182-2012-Caj amarca, de 15-08-2013. Sala Penal Permanente. Texto completo: <bit.l7/ 2FDoVHk>).

Artículo 91: Oportunidad y trámite

1. El requerimiento del Fiscal se producirá una vez cumplido el trámite estipulado en el artículo 3. La
solicitud deberá ser formulada al Juez de la Investigación Preparatoria hasta antes de darse por concluida
la Investigación Preparatoria. Será necesario que se indique la identificación y el domicilio de la persona
jurídica, la relación sucinta de los hechos en que se funda el petitorio y la fundamentación legal corres­
pondiente.
2. El trámite que seguirá el Juez Penal para resolver el pedido será el estipulado en el artículo 8, con la
activa intervención de la persona jurídica emplazada.

ACUERDO PLENARIO DE LA CORTE SUPREMA

§ 438. Personas jurídicas 7 consecuencias accesorias. Véase la jurisprudencia del artículo 90° del
Nuevo Código Procesal Penal [§ 435]. (Acuerdo Plenario N .° 7-2009/CJ-116, del 13-11-2009, que
establece como doctrina legal los criterios expuestos en los ff. jj. 11-22, particularmente los ff. jj. 21.B
7 22.A. V Pleno Jurisdiccional de las Salas Penales Permanente 7 Transitoria [EP, 13-11-2009]. Texto
completo: <bit.l7/ 2InPTAw>).

Artículo 92: Designación dé apoderado judicial

1. Una vez que la persona jurídica es incorporada al proceso, se requerirá a su órgano social que desig­
ne un apoderado judicial. No podrá designarse como tal a la persona natural que se encuentre imputada
por los mismos hechos.
2. Si, previo requerimiento, en el plazo de cinco días, no se designa un apoderado judicial, lo hará el
Ju e z.

ACUERDO PLENARIO DE LA CORTE SUPREMA

§ 439. Personas jurídicas 7 consecuencias accesorias. Véase la jurisprudencia del artículo 90° del
Nuevo Código Procesal Penal [§ 435]. (Acuerdo Plenario N .° 7-2009/CJ-116, del 13-11-2009, que
establece como doctrina legal los criterios expuestos en los ff. jj. 11-22, particularmente los ff. jj. 21 .B
7 22 .A. V Pleno Jurisdiccional de las Salas Penales Permanente 7 Transitoria [EP, 13-11-2009]. Texto
completo: «cbit-fy/2InPTAw>).

♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL


Art. 93 LIBRO PRIMERO: DISPOSICIONES GENERALES 224

Artículo 93: Derechos y garantías

1. La persona jurídica incorporada en el proceso penal, en lo concerniente a la defensa de sus derechos


e intereses legítimos, goza de todos los derechos y garantías que este Código concede al imputado.
2. Su rebeldía o falta de apersonamiento, luego de haber sido formalmente incorporada en el proceso,
no obstaculiza el trámite de la causa, quedando sujeta a las medidas que en su oportunidad pueda señalar
la sentencia.

ACUERDO PLENARIO DE LA CORTE SUPREMA

§ 440. Personas jurídicas y consecuencias accesorias. Véase la jurisprudencia del artículo 90° del
Nuevo Código Procesal Penal [§ 435]. (Acuerdo Plenario N .° 7-2009/CJ-116, del 13-11-2009, que
establece como doctrina legal los criterios expuestos en los fF. jj. 11-22, particularmente los ff. jj. 21.B
y 22 .A. V Pleno Jurisdiccional de las Salas Penales Permanente y Transitoria [EP, 13-11-2009]. Texto
completo: <bit.ly/2InPTAw>).

DOCTRINA JURISPRUDENCIAL VINCULANTE DE LA CORTE SUPREMA

§ 441. Socio puede interponer excepciones sin necesidad de que la persona jurídica a la cual
representa esté incorporada al proceso como sujeto procesal. Atribución de responsabilidad penal
al representante de la persona jurídica. Véase la jurisprudencia del artículo 6o del Nuevo Código
Procesal Penal [§ 211]. (Casación N .° 134-2015-Ucayali, de 16-08-2016, que establece como doctrina
jurisprudencial vinculante el sentido de los ff. jj. 13, 20, 27 y 33. Sala Penal Permanente. [EP, 18-02­
2017, Jurisprudencia, Año XXVI, N .° 1035, pp. 7695-7699]. Texto completo: <bit.ly/2lILXyt>).

TÍTULO IV
LA VÍCTIMA

CAPÍTULO I
EL AGRAVIADO

Artículo 94: Definición

1. Se considera agraviado a todo aquél que resulte directamente ofendido por el delito o perjudicado por
las consecuencias del mismo. Tratándose de incapaces, de personas jurídicas o del Estado, su representa­
ción corresponde a quienes la Ley designe.
2. En los delitos cuyo résultado sea la muerte del agraviado tendrán tal condición los establecidos en el
orden sucesorio previsto en el artículo 816 del Código Civil.
3. También serán considerados agraviados los accionistas, socios, asociados o miembros, respecto de
los delitos que afectan a una persona jurídica cometidos por quienes las dirigen, administran o controlan.
4. Las asociaciones en los delitos que afectan intereses colectivos o difusos, cuya titularidad lesione
a un número indeterminado de personas, o en los delitos incluidos como crímenes internacionales en los
Tratados Internacionales aprobados y ratificados por el Perú, podrán ejercer los derechos y facultades
atribuidas a las personas directamente ofendidas por el delito, siempre que el objeto social de la misma se
vincule directamente con esos intereses y haya sido reconocida e inscrita con anterioridad a la comisión
del delito objeto del procedimiento.(a)

n o m o s & t h e s is
225 SECCIÓN IV: EL MINISTERIO PÚBLICO Y LOS DEMÁS SUJETOS PROCESALES Aft. 94
PROTOCOLOS, REGLAMENTOS, LINEAMIENTOS, GUÍAS Y DIRECTIVAS
(a) Reglamento del Programa de asistencia a víctimas y testigos (aprobado por la Resolución N.° 729-2006-M P-FN de
15-06-2006). Véase el texto completo en: <bit.ly/2v6zz1 M>.

ACUERDO PLENARIO DE LA CORTE SUPREMA

§ 442. D e la sindicación de coacusado, testigo o agraviado. Lincamientos en materia de


prueba indiciaría, declaraciones de coimputados y víctimas, y declaraciones de testigos de refe­
rencia. Véase la jurisprudencia del artículo 166° del Nuevo Código Procesal Penal [§ 740]. (Acuerdo
Plenario N .° 2-2005/C J-116, del 30-09-2005, que establece como reglas de valoración de las decla­
raciones de coimputados y agraviados -testigos víctimas- las que se describen en los ff. jj. 9 y 10, con
las prevenciones señaladas en el £ j. 11, constituyendo precedentes vinculantes. Pleno Jurisdiccional
de las Salas Penales Permanente y Transitoria de la Corte Suprema de Justicia [EP, 26-11-2005]. Texto
completo: <bit.ly/1mLskGg>).

DOCTRINA JURISPRUDENCIAL VINCULANTE DE LA CORTE SUPREMA

§ 443. El agraviado en el delito de conducción en estado de ebriedad está representado por el


M inisterio de Transportes (procuraduría pública) y no la fiscalía. Décimo noveno. A criterio de
este Supremo Tribunal, en los delitos, en los delitos contra la Seguridad Pública, previstos en el Título
XII, del Libro Segundo, del Código Penal, el sujeto pasivo o agraviado es la Sociedad, y debe ser el
Estado, el que la represente, porque en una sociedad políticamente organizada, el Estado tiene el deber
de defenderla, como indica el artículo 44 de la Constitución Política del Perú, que señala: “Son deberes
primordiales del Estado: (...) proteger a la población de las amenazas contra su seguridad (...)”. Población
debe entenderse como sociedad humana y jurídicamente organizada, a la que el Estado defenderá a
través de sus Procuradores del sector correspondiente. Un claro ejemplo de quién es el agraviado en
estos delitos, lo tenemos en el delito de Tráfico Ilícito de Drogas, que también es un delito de peligro
abstracto, que protege el bien jurídico Salud Pública, cuyo titular es la Sociedad. En todos los procesos
penales por dicho delito, se tiene como agraviado al Estado y no a la Sociedad; igual sucede en el delito
de Tenencia Ilegal de Armas y otros. En realidad, en ningún proceso debe consignarse como agraviada
a la Sociedad, porque es un ente gaseoso y abstracto, que no tiene personería jurídica; en ese sentido,
el inciso 1 del artículo 94 del Código Procesal Penal, no considera como agraviada a la Sociedad, solo
hace referencia al Estado. Por tanto, en los procesos en que se ha considerado como agraviada a la So­
ciedad, entendida como asociación o grupo de personas, es decir, un ente abstracto que está formado
por la colectividad de personas regidas por normas -Derecho- para su convivencia; corresponde su re­
presentación al Estado, que es la organización social, política, coercitiva y económica, conformada por
un conjunto de instituciones [como los Fuerzas Armadas, la Administración Pública, los Tribunales y
la Policía, asumiendo el Estado las funciones de defensa, gobernación, justicia, seguridad y otras, como
las relaciones exteriores] que tienen el poder de regular la vida en sociedad. Vigésimo. Asimismo, en los
procesos penales, el Estado -como ente legitimado para representar a la Sociedad- ejerce la defensa de
sus intereses a través de los Procuradores Públicos, en virtud del artículo 47 de la Constitución Política
del Perú, según el cual: “La defensa de los intereses del Estado está a cargo de los Procuradores Públicos, con­
form e a ley (...)” (El Procurador Público es un abogado inscrito en un Colegio de Abogados que ejerce
la representación del Estado en un proceso judicial en defensa de sus derechos e intereses); es por esta
razón que la representación de la Sociedad agraviada, en este caso, debe ser ejercida por el Procurador
Público respectivo. Si bien el Decreto Legislativo N .° 1326 -que reestructura el Sistema Administrativo
de Defensa Jurídica del Estado y crea la Procuraduría General del Estado- no especifica una determina­
da Procuraduría que asuma la defensa de la Sociedad, en este tipo de delitos, recurrimos a normas que
han sido vulneradas y que son aplicables a un sector del Estado que guarda relación con el bien jurídico
puesto en peligro -Seguridad Pública del tráfico-; tratándose de vehículos motorizados y de la seguridad
del tráfico rodado, esta representación corresponde al Ministerio de Transportes y Comunicaciones, en

♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL


Art. 94 LIBRO PRIMERO: DISPOSICIONES GENERALES 226

virtud del artículo 16 de la Ley N .° 27181, Ley General de Transporte y Tránsito Terrestre-, según el
cual: “El Ministerio de Transportes, Comunicaciones, Vivienda y Construcción es el órgano rector a
nivel nacional en materia de transporte y tránsito terrestre” concordado con el artículo 3 de la citada
Ley, que refiere: “La acción estatal en materia de transporte y tránsito terrestre se orienta a la satisfacción
de las necesidades de los usuarios y a l resguardo de sus condiciones de seguridad y salud, como la protección
del ambiente y la comunidad en su conjunto \ Por estas razones, la Procuraduría Pública del Ministerio
antes referido tiene la legitimidad para intervenir en los procesos por delito de conducción en estado de
ebriedad o drogadicción, en representación de la sociedad agraviada. Vigésimo prim ero. Comprender
a la Sociedad como agraviada no resultará adecuado para los fines del proceso, por cuanto nadie la
defenderá respecto de su pretensión civil y estará limitada en los derechos que asisten a todo agraviado.
En efecto, si se niega al Estado la representación de la Sociedad, como sostuvo el Juez de Investigación
Preparatoria; el Ministerio Público asumiría su representación y tendría que constituirse en actor civil
para ejercer sus derechos como agraviado. El Ministerio Público no podría solicitar su constitución
en actor civil, por cuanto asumiría dos posiciones procesales; una de persecutor y otra de actor civil;
el persecutor no puede ser agraviado a la vez, salvo el caso de la querella de particulares. Entonces, lo
racional y práctico es considerar al Estado como agraviado, en todos los delitos cuyos agraviados no sean
personas naturales o jurídicas. Vigésimo segundo. El Ministerio Público no puede ser representante de
la Sociedad en los procesos penales donde ésta figure como agraviada. Es un error histórico y de praxis
judicial que no tiene racionalidad. Si bien, el Ministerio Público es considerado como representante
de la Sociedad en virtud del artículo 139 de la Constitución Política del Perú; lo que es acogido por la
Ley Orgánica del Ministerio Público [Decreto Legislativo N .° 052 ]; sin embargo, esta representación
se circunscribe al ejercicio de la acción penal pública, en virtud del ius puniendi Estatal, como ente
persecutor del delito y defensor de la legalidad; atribución que se define de mejor manera en el nuevo
modelo procesal penal instaurado por el Código Procesal Penal de 2004, que instituye la división de
roles de los sujetos procesales, siendo el ofendido por el delito, quien está legitimado para el objeto civil
del proceso. Cada órgano asume una competencia bien definida, corresponde al fiscal controlar a la
policía y al juez controlar al Fiscal. Como es sabido, el juez interviene en todo supuesto que implique
dictar medidas limitativas de derechos. Se señalan como las tres funciones básicas del Fiscal: la titulari­
dad de la acción penal, el deber de la carga de la prueba y la conducción o dirección de la investigación;
las mismas que deben ser ejercidas con objetividad. En puridad, el Ministerio Público representará a la
Sociedad en juicio, para defender a la familia, a los menores, incapaces y el interés social; conforme lo
señala el artículo 1, del Decreto Legislativo N .° 052 [LOMP], dicha defensa se plasma, por ejemplo,
en la emisión de dictámenes en los procesos en materia civil [tutela, patria potestad, filiación, divorcio,
interdicción, etc.]. Vigésimo tercero. En consecuencia, estando a los argumentos antes esgrimidos,
este Supremo Tribunal considera que debe establecerse como doctrina jurisprudencial: 1) En todos los
procesos penales donde figura como agraviada la Sociedad, sin perjuicio de modificarse el auto de aper­
tura de instrucción, o, en su caso la Disposición Fiscal de Formalización de Investigación Preparatoria,
precisando al Estado como agraviado; el representante legal será el Estado, que se apersonará al proceso
a través de sus Procuradores correspondientes, teniendo todos los derechos del agraviado y actor civil,
según sea el caso. 2 ) En todos los delitos en que el agraviado no sea una persona natural o jurídica; ten­
drá tal condición, el Estado, como Sociedad políticamente organizada. (Casación N .° 103-2017-Junín,
de 15-08-2017, estableció como doctrina jurisprudencial los fundamentos décimo noveno a vigésimo
tercero. Segunda Sala Penal Transitoria [EP, 20-10-2017, Jurisprudencia, Año XXVI, N .° 1057, p.
7907]. Texto completo: <bit.ly/2 Fxnwl 2 >).

ACUERDOS DE LAS SALAS PENALES SUPERIORES

§ 444. Al agraviado recurrente se le notificará todo el trámite en segunda instancia del recurso
de apelación del auto de sobreseimiento y de la sentencia absolutoria, mientras al agraviado re­
currido solo se le notificará la resolución final que resuelve el recurso. Véase la jurisprudencia del
artículo 347° del Nuevo Código Procesal Penal [§ 1398]. (Acuerdo N .° 4-2018-SPS-CSJLL del 26-01-

n o m o s & t h e s is
22/ SECCIÓN IV: EL MINISTERIO PÚBLICO Y LOS DEMÁS SUJETOS PROCESALES Aft. 94
2018. Acuerdo de Jueces Titulares de las Salas Penales Superiores de la Corte Superior de Justicia de la
Libertad. Texto completo: <bit.ly/2TjDB0g>).

§ 445. Notificaciones del trámite de las medidas cautelares reales. Véase la jurisprudencia del
artículo 303° del Nuevo Código Procesal Penal [§ 1242]. (Acuerdo N .° 5-2018-SPS-CSJLL del 26-01­
2018. Acuerdo de Jueces Titulares de las Salas Penales Superiores de la Corte Superior de Justicia de la
Libertad. Texto completo: <bit.ly/2UN6BPC>).

JURISPRUDENCIA DE LA CORTE SUPREMA

§ 446. Agraviado. 4.4. [Entendemos] por agraviado, aquel sujeto que resulta directamente ofendi­
do por un delito o perjudicado por las consecuencias del mismo; teniendo entre otros derechos, el de
impugnar el sobreseimiento y la sentencia absolutoria. Asimismo, por su condición deperjudicado, en un
proceso penalpodrá ejercer su acción reparatoria, para lo cual debe estar legitimado, debiéndose constituir
en actor, a efectos de poder reclamar la reparación, y en su caso los daños y perjuicios producidos por
el delito. (Casación N .° 342-2011-Cusco, de 02-07-2013, £ j. 4.4. Sala Penal Permanente. Texto com­
pleto: <bit.ly/lYut0yD>).

§ 447. Diferencia entre víctima y sujeto pasivo en el delito de robo. El testigo presencial que
sufre agresión al intentar evitar la sustracción de un bien no se configura como sujeto pasivo del
delito de robo. Q uinto, Ahora bien, situado en la primera pretensión del procesado impugnante, el su­
jeto pasivo, es el titular del bien jurídico protegido. La víctima, de otro lado, es la persona sobre el que
recae la acción del agente. En algunos casos sujeto pasivo y víctima coincidirían, pero en otros no. Un
ejemplo de no coincidencia, es el robo a mano armada de un Banco, cuando se amenaza al cajero o se lo
golpea para que abra la bóveda y el delincuente pueda apoderarse del dinero. La víctima sería el cajero y
el Banco el sujeto pasivo. En el caso de autos, el presunto agraviado REVJ no fue víctima ni era sujeto
pasivo del presunto robo. En efecto, dicho agraviado no estaba en poder del vehículo que se quería sus­
traer, menos era su propietario; sino más bien fue un testigo presencial del hecho punible, al observar
que el acusado ST pretendía apoderarse del vehículo materia de autos. En realidad, el propietario de
dicha unidad móvil era el agraviado IMAP, conforme se aprecia de la Boleta Informativa de SUNARP,
[...] quien no estaba a bordo de su vehículo ni presente en el lugar de los hechos. Por lo expuesto, queda
claro que la persona de REVJ, no tiene la condición de agraviado del delito de robo agravado. Si bien es
cierto, este último fue agredido por el referido acusado, cuando fue sorprendido tratando de apoderarse
del vehículo en mención, también es cierto que el Ministerio Público no ha postulado ningún delito
contra el cuerpo y la salud. En consecuencia, debe absolverse al procesado ST, de la acusación fiscal por
el delito de Robo agravado en agravio del mencionado VJ. (R. N. N .° 2086-2016-Lima Sur, del 22-08­
2017, f. j. 5- Segunda Sala Penal Transitoria. Texto completo: <bit.ly/2NKSeso>).
§ 448. Requisitos de la sindicación del agraviado. Quinto. [...] [El] Acuerdo Plenario N .°
2-2005/C J-l 16 [§ 740] [...] ha establecido los requisitos de la sindicación del [...] agraviado, a efec­
tos que sea merituada como única prueba de cargo capaz de desvirtuar la presunción de inocencia,
siendo estos los siguientes: a) Ausencia de incredibilidad subjetiva, esto es, que existan relaciones
entre agraviado e imputado basadas en el odio, resentimientos, enemistad u otras que puedan in­
cidir en la parcialidad de la deposición, que por ende, le nieguen aptitud para generar certeza; b)
Verosimilitud; que no sólo incide en la coherencia y solidez de la propia declaración, sino que debe
estar rodeada de ciertas corroboraciones periféricas, de carácter objetivo que le doten de aptitud
probatoria; y, c) Persistencia en la incriminación; es decir que la sindicación sea permanente; que en
tal sentido, de la evaluación de la versión incriminatoria prestada por el agraviado, se advierte que
ella cumple con los presupuestos anotados precedentemente y que si bien existe un antecedente de
violencia entre el encausado y el agraviado [...], ello sin embargo, por sí solo no tiene relevancia
para el presente análisis ni invalida la sindicación efectuada por [el agraviado], toda vez que, la
sindicación realizada en el caso sub examine parte de un hecho que a criterio de este Supremo
Tribunal se encuentra probado - como es el robo y las lesiones proferidas al agraviado-. (R. N. N .°

♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL


Art. 94 LIBRO PRIMERO: DISPOSICIONES GENERALES 228

1052-2010-Tumbes, de 19-04-2011, £ j. 5. Sala Penal Permanente. Texto completo: <bitly/2cpT-


LnU>).
§ 449. L a declaración de la víctima puede ser actividad probatoria hábil, siempre y cuando
cumpla con ciertos parámetros mínimos para su admisión. 3.2. Expuestas estas consideraciones,
la cuestión que se nos presenta es la relativa a qué se ha de entender por prueba de cargo para desvir­
tuar la presunción de inocencia, debiéndose recordar que la sentencia condenatoria ha de fundarse en
auténticos actos de prueba, y que la prueba haya sido obtenida y practicada en la forma que regula la
ley procesal penal, y que esta actividad y comportamiento sea suficiente para erradicar cualquier duda
razonable, quedando, en suma, desvirtuada la presunción de inocencia. En este sentido, hemos de partir
de que la declaración de un testigo único, sea la víctima de un delito o de un testigo, puede ser actividad
probatoria hábil en principio, para enervar el derecho a la presunción de inocencia. Elemento esencial
para esa valoración es la compulsa a través de la cual el Colegiado Sentenciador forma su convicción,
no sólo por lo que el agraviado ha manifestado, sino también por su disposición, las reacciones que sus
afirmaciones provocan en otras personas, la seguridad que trasmite, en definitiva todo lo que rodea una
declaración y que la hace creíble, o no, para formar la convicción judicial. 3.3. En esta línea argumental,
como destaca el Acuerdo Plenario N .° 2-2005/CJ-l 16 [§ 740] [...], la declaración de la víctima ha sido
admitida como prueba de cargo hábil para enervar ese derecho fundamental. Ello no significa, desde
luego, que con dicha declaración quede automáticamente desvirtuada la presunción de inocencia del
acusado, en el sentido de que se invierta la carga de la prueba. Por ello, el testimonio de la víctima cuan­
do se erige en prueba de cargo, como normalmente sucede en hechos como el enjuiciado, está sujeto a
la hora de su valoración a unos criterios, como son los de ausencia de incredibilidad, verosimilitud del
testimonio, persistencia en la incriminación y existencia de corroboraciones externas a esa declaración
incriminatoria, parámetros mínimos de contraste establecidos como pautas lógicas y criterios orientati-
vos que ayudan a la racionalidad de su valoración, esto es, apreciada en conciencia y con racionalidad.
(R. N. N .° 417-2017-Ancash, del 10-08-2017, ff. jj. 3.2 y 3.3. Sala Penal Permanente. Texto completo:
cbit.ly/2H6w4jO>).
§ 450. La sindicación de los agraviados, los testigos y la corroboración de la prueba indiciaria
permiten dar certeza de la participación del procesado. La entrega del objeto robado al agraviado
por un familiar del procesado solo revela que aquel tenía en su poder uno de los bienes sustraí­
dos. Sexto. Las víctimas acudieron a juicio oral y ratificaron los términos de su denuncia. En resumen,
coincidieron en sindicar al procesado J. como uno de los sujetos que participaron en el robo de sus per­
tenencias. Las contradicciones que detalla la defensa técnica sobre el testimonio de las víctimas recaen
en datos periféricos, que no afectan el núcleo central de la imputación: dos sujetos les arrebataron sus
pertenencias cuando estaban sentados en una banca; uno de ellos fue el procesado, a quien identificaron
por su contextura, color de piel, tipo de cabello y vestimenta. La agraviada no estuvo presente en la
intervención policial, pues se retiró a su casa antes de que llegaran los miembros de la policía. Séptim o.
[...] Luego, como hecho determinante de la participación del encausado, se tiene la entrega del teléfono
celular de marca M 4 realizada por su madre [...]. Aquella acudió a la comisaría [...] y entregó el celular
del agraviado G., ante la promesa de libertad para su hijo, aunque indicó que el conocido como “C.”
le entregó el bien sustraído, lo que solo puede tomarse como un argumento de exculpación, vista la
relación de parentesco que mantiene con el encausado [...]. Octavo. La prueba actuada es plena y está
corroborada. Si se comparan las afirmaciones de las víctimas, estas se refuerzan entre sí. La entrega del
celular del agraviado por un familiar del procesado solo revela que aquel tenía en su poder uno de los
bienes sustraídos. A aquel indicio de participación delictiva se sumaron las testimoniales de los efectivos
policiales [...], rendidas en juicio oral, quienes ratificaron los términos de la intervención policial. La
prueba directa, por ende, se reforzó con prueba indiciaria y estas, valoradas en forma global, permiten
adquirir certeza sobre la participación del recurrente en el evento delictivo. (R. N. N .° 1062-2017-Lima
Norte, del 16-08-2018, ff. jj. 6 al 8. Sala Penal Permanente. Texto completo: <bit.ly/2F5V7Qo>).
§ 451. La falta de precisión en el relato del agraviado o contradicciones menores (por ejemplo,
el color de la piel del agresor), no son decisivos para desestimar el testimonio, siempre y cuando
n o m o s & t h e s is
229 SECCIÓN ¡Y EL MINISTERIO PÚBLICO Y LOS DEMÁS SUJETOS PROCESALES Aft. 94

la esencia del relato se mantenga incólume. Cuarto. [...] [El] Tribunal de Mérito, absolvió a C Z de
la acusación fiscal por el delito de violación sexual, en perjuicio de la menor agraviada identificada
con las iniciales MROV, y sostuvo que la agraviada señaló que su agresor era “negro”; sin embargo,
el citado acusado es mestizo. Quinto. Al respecto, cabe acotar que en las Reglas de Procedimiento y
Pruebas de los Tribunales Internacionales Ad Hoc para Yugoslavia y Ruanda, se estableció que la falta
de precisión en el relato de la víctima sobre hechos, detalles de los acontecimiento y fechas, no pueden
ser argumentos para desestimar el testimonio (se invoca, para ilustrar, desde la perspectiva del Derecho
Penal Internacional, la trascendencia de esta regla sobre los derecho de las víctima de violación de sexual
en el proceso penal). Sexto. En ese sentido, consideramos que los detalles en el relato de la víctima de
violación sexual, en el caso concreto en asuntos del color de la piel, no son decisivos para desestimar la
incriminación por dos aspectos concretos: A) En atención a las secuelas y consecuencias de la violación
sexual en la salud y en la vida de la víctima, es natural que los testimonios no sean siempre completos y
totalmente coherentes, sin que ello signifique que se desvirtúe su contenido. B) Son frecuentes en even­
tos traumáticos como la agresión sexual, la concurrencia de contradicciones secundarias. Séptimo. En
consecuencia, la falta de precisión en la declaración de la víctima de violación sexual o las discrepancias
menores, no se pueden considerar como una evidencia para descalificar el testimonio de las víctimas,
siempre y cuando la esencia del relato se mantenga inalterada. (R. N. N .° 2877-2014-Lima Norte, del
22-11-2016, ff. jj. 4-7. Sala Penal Transitoria. Texto completo: <bit.ly/2Vj4dcE>).

§ 452. Pedir la anulación de condena por contradicción en las declaraciones de los agraviados
(discrepancia sobre el color de piel del procesado) solo procederá cuanto estas menoscaben su
solidez y coherencia. 3.4. Resulta inconsistente el cuestionamiento a la verosimilitud de dichas de­
claraciones [testimoniales] sustentado en sus contradicciones respecto al color de tez del que ingresó
primero y amenazó con un arma al vicepresidente de la ApafaTM golpeándolo en la cabeza con la cacha
de la pistola, que posteriormente fue identificado por los agraviados como el encausado SBCC. 3.5.
Ello porque, pese a haber discrepancias entre algunos respecto a su color de piel, todos reconocieron la
fotografía de SBC C -dos de ellos con certeza; la tercera con cierto grado de duda, que se ve superada
por la contundencia del reconocimiento de los otros dos- como correspondiente al sujeto que ingresó
primero al recinto y amenazó con un arma de fuego a TM , reconocimientos efectuados en diligencias
en las que participó el Ministerio Público. 3.6. Además, debe tomarse en cuenta que en un país predo­
minantemente mestizo como el nuestro la descripción de una persona como trigueña o blanca es muy
relativa; depende de la apreciación del que efectúa la descripción. Tan es así que la defensa del acusado
en su recurso impugnatorio lo describe como de tez clara, pero en las generales de ley de su declaración
instructiva la secretaria cursora lo describe físicamente como de tez trigueña, lo que evidencia la intras­
cendencia de un cuestionamiento de este tipo en el presente caso. 3.7. No cualquier contradicción pue­
de menoscabar la solidez y coherencia de las declaraciones, estas deben ser sustanciales. Una supuesta
contradicción en la cantidad de armas que portaban los agentes en la ejecución del ilícito no pone en
duda la materialidad del delito. (R. N. N .° 698-2018-Lima Sur, del 21-05-2018, ff. jj. 3.4 al 3.7. Sala
Penal Permanente. Texto completo: <bit.ly/2VBROHg>).

§ 453. La declaración del agraviado sin presencia del fiscal no tiene idoneidad probatoria. 13.
Efectivamente, es cierto lo que afirma el recurrente, que las declaraciones brindadas a nivel preliminar,
por S., J. y H., se realizaron sin presencia fiscal. Al respecto, el artículo 72 del Código de Procedimien­
tos Penales prescribe: “La investigación policial previa que se hubiera llevado a cabo con intervención
del Ministerio Público, constituye elemento probatorio que deberá ser apreciado en su oportunidad,
por los jueces y tribunales [...]” . Así, por sí solas estas declaraciones no tienen idoneidad probatoria,
porque carecen de legalidad, en su actuación, salvo que con otra prueba actuada en el plenario, bajo
las garantías del derecho de defensa, contradicción, inmediación entre otros, se corrobore la veracidad
de sus relatos. (R. N. N .° 1866-2017-Sullana, del 15-11-2018, £ j. 13. Sala Penal Transitoria. Texto
completo: <bit.ly/2ThHqrQ>).

§ 454. Es posible tomar como veraz la declaración del agraviado aun cuando esta adolezca de
ciertas imprecisiones, siempre y cuando estas no sean trascendentes. 3.5. La declaración del agra-
♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL
Art. 94 LIBRO PRIMERO: DISPOSICIONES GENERALES 230

viado podría poseer determinadas imprecisiones; sin embargo, estas no deben ser trascendentes, como
el número de personas que intervinieron, la forma en la que fue sometido a la sustracción violenta de
sus bienes o las personas que lo acompañaban, tanto más si tiene cercanía con los integrantes de su
junta directiva. Por tanto, con las variaciones mencionadas en los numerales uno, dos y tres del cuadro
precedente, no se puede aseverar que la declaración sea persistente. Por tanto, incumple esta garantía de
certeza, la cual resta valor probatorio al dicho del agraviado. 3.6. Asimismo, contribuye a la insuficien­
cia probatoria la declaración brindada por C R [...], quien negó haber participado en la reunión que el
agraviado refirió, y que circulaba por el lugar de la presunta comisión delictiva de casualidad durante la
noche y no se percató de la comisión del hecho que es ahora materia de juzgamiento. Aseveración que
resta credibilidad a la versión del agraviado. 3.7. Asimismo, durante la instrucción, no se recabaron las
declaraciones de LV, M H y PO, personas con las que el agraviado refirió haber estado al momento en
el que fue abordado por quien presuntamente le sustrajo el dinero de su bolsillo. Ordenar un nuevo
juicio para recabar las declaraciones de las mencionadas personas por hechos suscitados hace dieciocho
años no sería eficaz. 3.8. En ese sentido, se aprecia que no concurren medios que doten de verosimilitud
y persistencia a la declaración del agraviado; por tanto, no se puede aseverar que esta tenga la entidad
suficiente para que la declaración del agraviado sea considerada prueba de cargo, con lo cual surge un
supuesto de insuficiencia probatoria que determina la revocación del fallo expedido a nivel superior y
declara la absolución de QS. (R. N . N .° 100-2018-Lima, del 06-08-2018, ff. jj. 3.5 al 3.8. Sala Penal
Permanente. Texto completo: <bit.ly/20bhuls>).
§ 455. Declaración del agraviado debe ser uniforme y coherente para no vulnerar el debi­
do proceso. Véase la jurisprudencia del artículo 166° del Nuevo Código Procesal Penal [§ 774].
(R. N. N .° 1693-2017-Lima, del 23-10-2017, £ j. 2.1. Sala Penal Permanente. Texto completo:
<bit.ly/2tFj 63N >).
§ 456. La coherente y uniforme declaración incriminatoria de los agraviados y la corrobora­
ción periférica por los testigos dentro los parámetros de aceptabilidad resultan prueba idónea,
incluso cuando a nivel de juicio oral los agraviados no se ratificaron en su relato. Delito de robo
agravado. Véase la jurisprudencia del artículo 166° del Nuevo Código Procesal Penal [§ 776]. (R.
N . N .° 423-2017-Lima, del 18-09-2017, ff. jj. 1.7, 2.1, 2.3, 2.5 y 2.6. Sala Penal Permanente. Texto
completo: <bit.ly/2tENzyT>).
§ 457. Sindicación del agraviado del delito de robo agravado es circunstanciada, fiable y su­
ficientemente corroborada por elementos de prueba periféricos. Véase la jurisprudencia del articulo
166° del Nuevo Código Procesal Penal [§ 768]. (R. N. N .° 1499-2017-Callao, de 05-12-2017, ff. jj. 2,
4 y 5. Sala Penal Permanente. Texto completo: <bit.ly/2FAc7hl>).
§ 458. Si bien la víctima no tiene una recordación cronológicamente exacta de los hechos
delictivos (la violación sexual en contra de la agraviada ha tenido una ejecución prolongada en el
tiempo), sin embargo su sindicación criminal no ha variado, existiendo pruebas documentales y
testimoniales que respaldan su manifestación. Véase la jurisprudencia del artículo 166° del Nuevo
Código Procesal Penal [§ 778]. (R. N. N .° 2916-2011-Moquegua, del 29-11-2011, f. j. 6.4. Sala Penal
Transitoria. Texto completo: <bit.ly/2DGYhdQ>).

JURISPRUDENCIA D E LAS CORTES SUPERIORES

§ 459. La víctima es responsable de su deber de autoproteccion. Octavo. Respecto al delito de


daños éste se configura cuando se destruye, daña, inutiliza un bien de manera dolosa total o parcial­
mente ajeno. Los daños sucedidos en la casa del agraviado configurarían faltas contra el patrimonio,
sin embargo en cualquiera de los casos (delito de daños o faltas contra el patrimonio) la conducta del
procesado deviene en atípica, pues ya realizado y consumado el delito de estafa pasaron cuatro días
para que el técnico que debiera instalar el Bobito-Hot Box, así fue sin embargo la creación del riesgo
de daños no fue derivado del actuar del procesado ni mucho menos del técnico porque él asumió el
riesgo fue al agraviado en el instante en que el técnico le advirtió del bajo amperaje que tenía su me-
n o m o s & t h e s is
231 SECCIÓN IV: EL MINISTERIO PÚBLICO Y LOS DEMÁS SUJETOS PROCESALES Alt. 95
didor de luz. De esa manera se configura lo que se denomina la competencia de la víctima pues es
ella quien es responsable de su deber de autoprotección, deber que no ha desempeñado al asumir su
propia creación de riesgo no permitido. (Exp. N .° 1219-04, de 01-09-2006, f. j. 8. Tercera Sala Espe­
cializada en lo Penal para Procesos con Reos Libres. Corte Superior de Justicia de Lima. Texto completo:
cbit.ly/2IbeXLW>).

REMISIÓN

§ 460. Véase sobre la valoración probatoria de la declaración de la víctima. Véase la jurisprudencia


de los artículos 158° [§ 628 ss.] y 166° del Nuevo Código Procesal Penal [§ 740 ss.].

Artículo 95: D erecho s del agraviado

1. El agraviado tendrá los siguientes derechos:


a) A ser informado de los resultados de la actuación en que haya intervenido, así como del resultado del
procedimiento, aun cuando no haya intervenido en él, siempre que lo solicite;
b) A ser escuchado antes de cada decisión que implique la extinción o suspensión de la acción penal,
siempre que lo solicite;
c) A recibir un trato digno y respetuoso por parte de las autoridades competentes, y a la protección de
su integridad, incluyendo la de su familia. En los procesos por delitos contra la libertad sexual se preserva­
rá su identidad, bajo responsabilidad de quien conduzca la investigación o el proceso.
d) A impugnar el sobreseimiento y la sentencia absolutoria.
2. El agraviado será informado sobre sus derechos cuando interponga la denuncia, al declarar preven­
tivamente o en su primera intervención en la causa.
3. Si el agraviado fuera menor o incapaz tendrá derecho a que durante las actuaciones en las que inter­
venga, sea acompañado por persona de su confianza.(a)

PROTOCOLOS, REGLAMENTOS, LINEAMIENTOS, GUÍAS Y DIRECTIVAS


(a) Reglamento del Programa de asistencia a víctimas y testigos (aprobado por la Resolución N.° 729-2006-MP-FN de
15-06-2006). Véase el te xto com pleto en: <bit.ly/2v6zzl M>.

DOCTRINA JURISPRUDENCIAL VINCULANTE DE LA CORTE SUPREMA

§ 461. El agraviado puede impugnar la sentencia absolutoria sin restricciones. Facultades del
agraviado para apelar el auto de sobreseimiento y la sentencia absolutoria. Carga de la prueba
y traslado de conclusiones de la Fiscalía a otro proceso. 4.3. En primer lugar, cabe resaltar que el
Estado debe garantizar y establecer las condiciones mínimas de los derechos de la víctima y/o agraviado,
debiendo de facultar su activa participación dentro del proceso penal para lograr el restablecimiento de
su pretensión, esto es, resarcimiento del daño causado por parte del autor de la comisión del delito.
4 .4 . Sin embargo, lo expuesto, no supone que los poderes de la víctima en el proceso penal, son
absolutos y omnímodos, toda vez que está sometido al principio del contradictorio que deriva del
derecho constitucional a la igualdad de armas, el derecho de defensa y del debido proceso. Tampoco
implica que la víctima o el perjudicado puedan desplazar a la Fiscalía, titular de la acción penal,
según lo previsto en el artículo ciento cincuenta y nueve de nuestra Carta Magna o al Juez en el
cumplimiento de sus funciones constitucionales o que su participación transforme el proceso penal
en un instrumento de represalia o venganza contra el procesado. 4.5. En efecto, se advierte con
claridad que el agraviado del delito se encuentra en condiciones de ser un protagonista del proceso
penal, encontrándose facultado por el Código Procesal Penal para participar activamente en el
desarrollo del proceso, siendo necesario que el agraviado actúe con todos los derechos y garantías
que le aseguran la satisfacción de su pretensión, por ello, se advierte que en el artículo noventa y

♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL


Art. 95 LIBRO PRIMERO: DISPOSICIONES GENERALES 232

cinco del Código Procesal Penal, específicamente, en el literal d), del numeral uno, establece que:
“el agraviado tendrá como derecho impugnar el sobreseimiento y la sentencia absolutoria \ en concor­
dancia con el artículo trescientos cuarenta y siete del mismo Cuerpo legal, señala que contra el auto
de sobreseimiento procede recurso de apelación; motivo por el cual, la Sala Superior debe emitir
nuevo pronunciamiento. 4.6. Respecto, a los cuestionamientos formulados de la posibilidad de
establecer si la carga de la prueba la tiene únicamente la Fiscalía o en algún momento varía hacia
la defensa, cabe precisar que tal como lo establece el artículo IV del Título Preliminar del Codigo
Procesal Penal, en concordancia con el inciso dos, del artículo sesenta y uno del mismo cuerpo legal,
el Ministerio Público es el titular de la acción penal en los delitos y tiene el deber de la carga de la
prueba, debiendo actuar con objetividad, indagando no sólo los hechos constitutivos de delito, sino
también los que determinen y acrediten la responsabilidad o inocencia del imputado; sin embargo,
ello no impide que el procesado pueda defenderse de la imputación fáctica que pesa en su contra,
presentando medios de prueba de descargo, más aun cuando se trata de una defensa afirmativa,
donde el Juez exigirá que el encausado descubra todos los elementos probatorios e información
que posea y que sustente la misma (véase: L eón Parada, Víctor Orielson, E l A BC del nuevo sistema
acusatorio penal. El juicio oral, ECO E, Bogotá, 2005, página 104). Finalmente, en relación a si las
conclusiones arribadas en una investigación fiscal son válidas en otro proceso, al respecto debemos
señalar que una conclusión es un juicio de racionamiento y como tal no puede ser llevado a otro
proceso. (Casación N .° 353-2011-Arequipa, de 04-06-2013, que establece que en las Cortes Su­
periores de los Distritos Judiciales en los que se encuentra en vigencia el Código Procesal Penal,
consideren como doctrina jurisprudencial vinculante lo señalado en el cuarto considerando. Sala Penal
Permanente. [EP, 12-04-2014, Jurisprudencia, Año XXIII, N .° 957, pp. 7063-7064]. Texto completo:
<bit.ly/2oZap2k>).
§ 462. Ausencia de oposición del actor civil al requerimiento de sobreseimiento no impide que este
recurra en apelación. Ante un auto de sobreseimiento de primera instancia, contrario al requerimiento
de acusación, es el requerimiento del Fiscal Superior el que predomina, no siendo requisito que el reque­
rimiento del Fiscal Provincial sea también por sobreseimiento. Véase la jurisprudencia del artículo 345°
del Nuevo Código Procesal Penal [§ 1385]. (Casación N .° 187-2016-Lima, de 23-11-2016, que fija como
doctrina jurisprudencial los ff. jj. 15 al 21. Sala Penal Permanente. [EP, 30-01-2017, Sentencias en Casación,
Año XXI, N .° 722-B, pp. 87660-87663]. Texto completo: <bit.ly/2mr4q2P>).

ACUERDOS DE LAS SALAS PENALES SUPERIORES

§ 463. Al agraviado recurrente se le notificará todo el trámite en segunda instancia del recurso
de apelación del auto de sobreseimiento y de la sentencia absolutoria, mientras al agraviado re­
currido solo se le notificará la resolución final que resuelve el recurso. Véase la jurisprudencia del
artículo 347° del Nuevo Código Procesal Penal [§ 1398]. (Acuerdo N .° 4-2018-SPS-CSJLL del 26-01­
2018. Acuerdo de Jueces Titulares de las Salas Penales Superiores de la Corte Superior de Justicia de la
Libertad. Texto completo: <bit.ly/2TjDB0g>).

PLENOS JURISDICCIONALES -

§ 464. Reserva de la identidad en los delitos contra la libertad sexual. Prim ero. En los casos de
delitos contra la libertad sexual la identidad de la víctima debe mantenerse en reserva. Tal reserva no
surte efectos respecto al imputado, que en ningún caso puede ser impedido de conocer la identidad de la
persona que le ha denunciado o que se reclama agraviada por un hecho que se le imputa. Segundo. En el
procedimiento debe concederse valor de preventiva a la declaración que el o la agraviada(o) menor de edad
haya prestado ante el Fiscal de Familia. Sin embargo, el juez puede ordenar que se repita esta diligencia
en caso que el acta que tiene a la vista suscite dudas, muestre insuficiencia probatoria o defectos de forma
que pongan en cuestión su validez o suficiencia para los fines del proceso. Tercero. En la tramitación de
procedimientos penales por delitos contra la libertad sexual, según lo establece la Ley N .° 27055, no debe
participar la víctima cuando ésta fuera menor de edad, puede ordenarse diligencias de inspección y re-

n o m o s & t h e s is
233 SECCIÓN IV: EL MINISTERIO PÚBLICO Y LOS DEMÁS SUJETOS PROCESALES Alt. 95
construcción, aunque ellas deban realizarse sin requerir la asistencia de la víctima. Cuarto. Las diligencias
practicadas sobre la persona de la víctima sólo pueden ser realizadas si se cuenta con su consentimiento.
En consecuencia, el juez no puede ordenar su realización compulsiva, ni debe indagar sobre las razones en
atención a las cuales la víctima expresa su negativa a comparecer a cualquier forma de prueba o examen.
Quinto, En caso de condena, la legislación vigente ordena se imponga al sentenciado el cumplimiento de
un tratamiento terapéutico, cuyos términos deberán ser definidos por un examen previo. El incumplimien­
to de los términos de tal tratamiento debe impedir que se concedan al condenado beneficios penitenciarios,
o, en caso de reserva de fallo condenatorio, debe ser reputado infracción al régimen de prueba. (Pleno
Jurisdiccional Nacional Penal de Iquitos, efectuado el 19-11-1999. Acuerdo Plenario N .° 3/1999. Tema 3:
Delitos contra la libertad sexual. Texto completo: <bit.ly/2ctSjSn>).

PLENO DE LOS JUZGADOS PENALES DE INVESTIGACIÓN PREPARATORIA

§ 465. Precisión de las notificaciones al agraviado no constituido en actor civil. Acuerdo: 1.


Al agraviado -no constituido judicialmente en actor civil- sólo se le deberá notificar las siguientes re­
soluciones: el decreto de formalización y continuación de investigación preparatoria, el auto de so­
breseimiento, la sentencia absolutoria y la sentencia condenatoria. 2. La notificación se realizará en su
domicilio real, si tiene señalado domicilio procesal será suficiente la notificación a éste último. (Acuerdo
Plenario N .° 02-2008, de 04-01-2008. Pleno de los Juzgados Penales de Investigación Preparatoria de
Trujillo. Corte Superior de La Libertad. Texto completo: <bit.ly/lssODU6>).

JURISPRUDENCIA DE LA CORTE SUPREMA

§ 466. El agraviado tiene derecho a impugnar el sobreseimiento y la sentencia absolutoria. El


hecho que el fiscal no haya interpuesto recurso de apelación, no puede interpretarse como expre­
sión de conformidad. Tanto el fiscal como el agraviado son autónomos en la impugnación frente a
una sentencia absolutoria. Décimo tercero, [...] [Mediante] el principio de pluralidad de instancia se
reconoce el derecho a impugnar como garantía del debido proceso. Es la normatividad legal pertinente
la que establece quienes son sujetos procesales legitimados para ejercer este derecho. Décimo Cuarto.
En efecto, el inciso d), del artículo 95 del Código Procesal Penal, establece que el agraviado tiene dere­
cho a impugnar el sobreseimiento y la sentencia absolutoria, derecho que no está condicionado a que
el representante del Ministerio Publico también impugne estas decisiones. Por consiguiente, tanto el
representante del Ministerio Público como el agraviado son autónomos en la impugnación frente a una
sentencia absolutoria. Décim o Sexto. Los argumentos que emitió el Colegiado Superior (que el Fiscal
Provincial expresó conformidad de la decisión), son inexactos, pues el representante del Ministerio
Público no expresó tal conformidad [...], el que este [Fiscal Provincial] no haya interpuesto recurso de
apelación -por el motivo que sea-, no puede interpretarse como expresión de conformidad de la deci­
sión absolutoria. Tampoco es correcto la conclusión de la Sala de Apelación cuando afirma que el Fiscal
Superior expresó su conformidad de no continuar con la persecución penal, ya que este, en la audiencia
de apelación [...], solicitó que por no ser parte recurrente se emita un pronunciamiento definitivo con
arreglo a Ley; las omisiones de impugnar por parte de los representantes del Ministerio Público, bajo
ningún contexto deben interpretarse como expresión de conformidad de una sentencia absolutoria, en
tanto no manifiesten concretamente su conformidad. Por tanto, la decisión del Colegiado Superior, de
no atender los argumentos formulados por el agraviado en su recurso de apelación, deviene en nula.
(Casación N .° 966-2017-Ica, del 20-04-2018, ff. jj. 13, 14 y 16. Sala Penal Permanente. Texto com­
pleto: <bit.ly/2BUPHak>).
§ 467. Si la agraviada no expresa una sindicación concreta al formular su primera declaración
y hace alusión a la intervención del procesado en actos posteriores a la consumación del robo
agravado, aunado a la exculpación de uno de los imputados, no se cuenta con medios suficientes
para aseverar la intervención del procesado como coautor o cómplice secundario del hecho. 2.2.
Conforme a los antecedentes, el 15 de marzo de 2011, los señores jueces superiores integrantes de la
Sala Penal para Procesos con Reos en Cárcel de la Corte Superior de Justicia de Lima expidieron la

♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL


Art. 96 LIBRO PRIMERO: DISPOSICIONES GENERALES 234

sentencia conformada mediante la cual condenaron a V C como autor del delito de robo agravado en
grado de tentativa, en perjuicio de GR. En su declaración en sede de instrucción, VC indicó que el robo
lo perpetró solo, sin la intervención de C T [...]. En tales términos, se sometió a la conformidad pro­
cesal. 2.3. Entonces, contra el ahora sentenciado únicamente se tiene la versión de la agraviada, quien
afirmó que la intervención de C T fue con la finalidad de prevenir la presencia policial para asegurar el
resultado del crimen que perpetró VC. Bajo esa premisa, el grado de intervención delictiva del ahora
procesado no sería de autor, sino de cómplice. Grado de participación con el cual el señor representante
del Ministerio Público expresó conformidad, pues al formular su recurso invocó como parte de su fim-
damentación los considerandos de la Casación N .° 367-2011-Lambayeque, que se pronuncia por dicho
título de intervención. 2.4. Conforme a los antecedentes, por propia declaración de la agraviada [...],
quien la abordó para sustraer su celular fue el ahora sentenciado VC. En su incriminación inicial no
formuló imputación concreta contra CT; únicamente afirmó que luego de la sustracción dos personas
cruzaron la pista, quienes fueron abordadas posteriormente por la policía, como en efecto demuestra
el acta de intervención obrante en los folios quince y dieciséis. 2.5. La versión de la agraviada debe ser
corroborada con la declaración que brindó VC, pues este exculpó al procesado. Por tanto, la agraviada
no expresa una sindicación concreta al formular su primera declaración y hace alusión a la intervención
del procesado en actos posteriores a la consumación del hecho, aunado a la exculpación de su copro­
cesado, quien asumió la responsabilidad por el hecho imputado, no se cuenta con medios suficientes
para aseverar la intervención de LM , ya sea como coautor o como cómplice secundario del hecho. (R.
N . N .° 1488-2017-Lima, del 25-09-2018, ff. jj. 2.2 al 2.5. Sala Penal Permanente. Texto completo:
<bit.ly/ 2EjuKYb>).

JURISPRUDENCIA DE LA CORTE INTERAMERICANA DE DERECHOS HUMANOS

§ 468. Restituido in integrum , 128. El Tribunal señaló en los párrafos anteriores que Venezuela
violó el artículo 8.2.h de la Convención, porque no permitió que el señor Barreto Leiva recurriera el
fallo condenatorio dictado en su contra. La Comisión y el representante no solicitaron alguna medida
de reparación, distinta a la indemnización, tendiente a reparar esa violación. Sin embargo, la Corte,
teniendo en cuenta que la reparación del daño ocasionado por la infracción de una obligación interna­
cional requiere, siempre que sea posible, la plena restitución (restitutio in integrum), la cual consiste en
el restablecimiento de la situación anterior, decide ordenar al Estado que brinde al señor Barreto Leiva
la posibilidad de recurrir la sentencia en mención. (CIDH, Caso Barreto Leiva vs. Venezuela, sentencia
de 17-11-2009, párr. 128. Texto completo: <bit.ly/lU2LrZP>).
§ 469. Restitutio in integrum. 126. En lo que respecta a la falta de pago de los salarios dejados de
percibir por la señora Reverón Trujillo, la Corte considera que ni la reestructuración del Poder Judicial ni el
carácter provisorio del cargo de la presunta víctima tienen relación alguna con su derecho a ser reparada por
la destitución arbitraria que sufrió. Conforme a la jurisprudencia de la Corte, las reparaciones son medidas
que tienden a hacer desaparecer los efectos de las violaciones cometidas. La reparación del daño ocasiona­
do por la infracción requiere, siempre que sea posible, la plena restitución (restitutio in integrum), la cual
consiste en el restablecimiento de la situación anterior. De no ser esto posible, cabe determinar una serie de
medidas para, además de garantizar los derechos conculcados, reparar las consecuencias que la infracción
produjo, así como establecer el pago de una indemnización como compensación por los daños ocasiona­
dos. Concretamente, el Tribunal ha señalado que en casos de destituciones arbitrarias de magistrados, “el
Estado debe resarcir a dichos magistrados por los salarios y prestaciones dejados de percibir”. (CIDH, Caso
Reverón Trujillo vs. Venezuela, sentencia de 30-06-2009, párr. 126. Texto completo: <bit.ly/lcRuxUV>).

Artículo 96: Deberes del agraviado

La intervención del agraviado como actor civil no lo exime del deber de declarar como testigo en las
actuaciones de la investigación y del juicio oral.

nom os & th e sis


235 SECCIÓN IV: EL MINISTERIO PÚBLICO Y LOS DEMÁS SUJETOS PROCESALES Alt. 98
Artículo 97: Designación de apoderado común

Cuando se trate de numerosos agraviados por el mismo delito, que se constituyan en actor civil, si el
Ju e z considera que su número puede entorpecer el normal desarrollo de la causa, siempre que no existan
defensas incompatibles, representen intereses singulares o formulen pretensiones diferenciadas, dispon­
drá nombren un apoderado común. En caso no exista acuerdo explícito el Ju e z designará al apoderado.

CAPÍTULO II
EL ACTOR CIVIL

Artículo 98: Constitución y derechos

La acción reparatoria en el proceso penal sólo podrá ser ejercitada por quien resulte perjudicado por el
delito, es decir, por quien según la Ley civil esté legitimado para reclamar la reparación y, en su caso, los
daños y perjuicios producidos por el delito.

ACUERDOS PLENARIOS DE LA CORTE SUPREMA

§ 470. Constitución del actor civil: requisitos, oportunidad y forma. § 1. Aspectos generales. 6. El
actor civil, en cuanto parte procesal, presenta una configuración jurídica de suma importancia, en la
medida que esta institución ha generado interpretaciones contradictorias que con el tiempo han ido
encontrando su cauce mediante las decisiones que han venido profiriendo los Juzgados y Salas, pero que
al parecer no gozan de unánime respaldo. Así las cosas, corresponde a este Supremo Tribunal en aras de
garantizar la igualdad en la aplicación judicial del derecho objetivo y la vigencia del valor seguridad
jurídica, dictar un Acuerdo Plenario que fije los alcances de los puntos en conflicto. 7. El Código Pro­
cesal Penal de 2004 establece que el ejercicio de la acción civil derivada del hecho punible corresponde
al Ministerio Público y, especialmente, al perjudicado por el delito; además, estipula que si éste último
se constituye en actor civil, cesa la legitimación del Ministerio Público para intervenir en el objeto civil
del proceso: artículo 11°, apartado 1), del citado Código adjetivo. En tal virtud, la participación del
Ministerio Público será por sustitución, esto es, representa un interés privado. Por ello, su intervención
cesa definitivamente cuando el actor civil se apersona al proceso. Sin lugar a dudas, la modificación más
importante del Código Procesal Penal en el ámbito de la acción civil incorporada al proceso penal se
ubica en el artículo 12°, apartado 3), del referido Código, que estipula que la sentencia absolutoria o el
auto de sobreseimiento no impedirán al órgano jurisdiccional pronunciarse sobre la acción civil deriva­
da del hecho punible válidamente ejercida, cuando proceda. Esto significa, en buena cuenta, que cuan­
do se sobresee la causa o se absuelve al acusado no necesariamente la Jurisdicción debe renunciar a la
reparación de un daño que se ha producido como consecuencia del hecho que constituye el objeto del
proceso, incluso cuando ese hecho -siempre ilícito- no puede ser calificado como infracción penal. 8. El
Código Penal -Título VI, Capítulo I, Libro I- regula el instituto de la reparación civil. El Código Pro­
cesal Penal -Libro I, Sección II-, por su parte, prescribe el procedimiento necesario para su persecución
eficaz. Con independencia de su ubicación formal, la naturaleza jurídica de la reparación civil es incues­
tionablemente civil, y que aun cuando exista la posibilidad legislativamente admitida de que un Juez
Penal pueda pronunciarse sobre el daño y su atribución, y en su caso determinar el quantum indemni-
zatorio -acumulación heterogénea de acciones-, ello responde de manera exclusiva a la aplicación del
principio de economía procesal. G imeno Sendra sostiene, al respecto, que cuando sostiene que el
fundamento de la acumulación de la acción civil a la penal derivada del delito es la economía procesal,
toda vez que dicho sistema permite discutir y decidir en un solo proceso, tanto la pretensión penal,
como la pretensión civil resarcitoria que pudiera surgir como consecuencia de los daños cometidos por
la acción delictuosa y que, de ser decidida con absoluta separación en un proceso civil produciría ma-

♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL


Art. 98 LIBRO PRIMERO: DISPOSICIONES GENERALES 236

yo res gastos y dilaciones al perjudicado por el delito, debido a la onerosidad, lentitud e ineficacia de
nuestro ordenamiento procesal civil [.Derecho Procesal Penal, 2da Edición, Editorial Colex, Madrid,
2007, p. 257]. 9. El artículo 139°, inciso 3), de la Constitución consagra la garantía de tutela jurisdic­
cional, que incluye como uno de sus elementos esenciales el derecho de acceso a los órganos jurisdiccio­
nales, a través del cauce del ejercicio del poder jurídico de acción, que implica la atribución que tiene
toda persona de poder acudir al órgano jurisdiccional para que éste, a través de la prestación del servicio
de impartir justicia al que está obligado, resuelva un conflicto de intereses o una incertidumbre jurídica.
En el proceso penal peruano la titularidad de la promoción de la acción penal -que se concreta en la
expedición de la disposición de formalización y continuación de la investigación preparatoria- corres­
ponde en exclusiva en los delitos públicos a la Fiscalía -que es un derecho-deber del Ministerio Público-,
y en los delitos privados al perjudicado por el delito. El ciudadano frente a la comisión de delitos públi­
cos sólo tiene un derecho de petición, debidamente reglado, de acudir al Ministerio Público para dar
cuenta de la notitia criminis. 10. Como se advierte, nuestro sistema procesal penal se ha adherido a la
opción de posibilitar la acumulación de la pretensión resarcitoria, de naturaleza civil, en el proceso pe­
nal. En tal sentido G ómez C olomer expresa que una vez aceptada la existencia de la permisibilidad de
la acumulación al proceso penal de uno civil, toca determinar el objeto del proceso civil acumulado, que
no es otro que la pretensión y la resistencia, siendo el contenido de la referida pretensión, casi siempre,
de naturaleza patrimonial [Derecho Jurisdiccional III. Proceso Penal. E l objeto del proceso. 12a Edición,
Editorial Tirant lo Blanch, Valencia, 2003, p. 110). En otras palabras, la acumulación de la acción civil
al proceso penal, responde sencillamente a un supuesto de acumulación heterogénea de pretensiones,
con fines procesales estrictos. Esta tendencia encuentra un beneficio en el hecho de que, con el menor
desgaste posible de jurisdicción, se pueda reprimir el daño público causado por el delito y reparar el
daño privado ocasionado por el mismo hecho. // § 2. Actor civil. Requisitos para su constitución. 11.
Actor civil es el perjudicado que ejerce su derecho de acción civil dentro del proceso penal. Es decir, es
quien ha sufrido en su esfera patrimonial los daños producidos por la comisión del delito, siendo titular,
frente al responsable civil, de un derecho de crédito, bien a título de culpa, bien por la simple existencia
de una responsabilidad objetiva que pudiera surgir con ocasión de la comisión de un delito [Vicente
G imeno Sendra, Ibidem, p. 181]. Dicho de otro modo, en palabras de San M artín Castro, se define
al actor civil como aquella persona que puede ser el agraviado o sujeto pasivo del delito, es decir quien
directamente ha sufrido un daño criminal y, en defecto de él, el perjudicado, esto es, el sujeto pasivo del
daño indemnizable o el titular del interés directa o inmediatamente lesionado por el delito, que deduce
expresamente en el proceso penal una pretensión patrimonial que trae a causa de la comisión de un
delito [Derecho Procesal Penal, 2a Edición, Editorial Grijley, Lima, 2003, p. 259]. 12. El artículo 98° del
Código Procesal Penal prevé la constitución del actor civil y sus derechos. Esta figura legal está regulada
en la Sección IV “El Ministerio Público y los demás sujetos procesales”, Título IV “La Víctima”, Capí­
tulo II “El Actor Civil” del Libro Primero “Disposiciones Generales”. Prescribe la citada norma que: “La
acción reparatoria en elproceso penal sólo podrá ser ejercitada por quien resulte perjudicado por el delito, es
decir, por quien según la Ley civil esté legitimado para reclamar la reparación y, en su caso, los daños y per­
juicios producidos por el delito”. 13. El citado artículo 98° del Código Procesal Penal establece como
premisa inicial que el actor civil es el titular de la acción reparatoria, y luego precisa que esta acción sólo
podrá ser ejercitada por quien resulte perjudicado del delito. No debe olvidarse que la naturaleza de la
acción reparatoria es fundamentalmente patrimonial y es por ello la denominación del titular de ella:
“actor civil”. Este deberá, en primer término, sustentar en el proceso cómo es que ha sido perjudicado
por la conducta imputada al investigado y cómo el daño sufrido puede ser resarcido. Si bien en muchos
casos se admite que hay un componente moral en la colaboración del actor civil en el proceso a fin de
aportar con elementos que permitan probar la comisión del ilícito, lo cierto es que todas las facultades
de éste apuntan formalmente a la acreditación, aseguramiento y pago de una reparación civil. 14. Aho­
ra bien, para poder constituirse en actor civil (el agraviado que actúa procesalmente para hacer valer su
derecho a la reparación civil por el daño causado con el delito) deben reunirse los requisitos puntuali­
zados en el artículo 100° del Código Procesal Penal. En efecto, ocurre que el citado cuerpo de leyes ha
establecido lo siguiente: 1. La solicitud de constitución en actor civil se presentará por escrito ante el

n o m o s & t h e s is
237 SECCIÓN IV: EL MINISTERIO PÚBLICO Y LOS DEMÁS SUJETOS PROCESALES Aft. 98
Juez de la Investigación Preparatoria. 2. Esta solicitud debe contener, bajo sanción de inadmisibilidad:
a) Las generales de Ley de la persona física o la denominación de la persona jurídica con las generales de
Ley de su representante legal; b) La indicación del nombre del imputado y, en su caso, el tercero civil­
mente responsable, contra quien se va a proceder; c) El relato circunstanciado del delito en su agravio y
exposición de las razones que justifican su pretensión; y d) La prueba documental que acredita su dere­
cho conforme al artículo 98°. 15. Como se advierte del parágrafo precedente, si bien se está frente a una
pretensión de índole resarcitoria, la Ley procesal exige que el perjudicado -que ejerce su derecho de ac­
ción civil- precise específicamente el quantum indemnizatorio que pretende. Ello conlleva a que indivi­
dualice el tipo -y alcance de los daños cuyo resarcimiento pretende y cuánto corresponde a cada tipo de
daño que afirma haber sufrido. Con esta medida la norma procesal persigue dar solución a un problema
sumamente grave en nuestro ordenamiento judicial pues con el transcurrir del tiempo la práctica tribu-
nalicia revela que los montos dinerarios que se establecen por concepto de reparación civil en sede penal
son relativamente menores y no guardan relación ni proporción con el hecho que forma parte del obje­
to procesal. II § 3. Actor civil. Oportunidad y forma para su constitución. 16. Otro de los problemas re­
currentes que es del caso abordar en el presente Acuerdo Plenario es el relativo a la oportunidad para
constituirse en actor civil. El artículo 101° del Código Procesal Penal expresa que la constitución en
actor civil deberá efectuarse antes de la culminación de la Investigación Preparatoria. En este punto lo
que cabe dilucidar es si la petición de constitución en actor civil puede hacerse en la fase de diligencias
preliminares -que integra la investigación preparatoria-, o si resulta necesario que se haya formalizado la
continuación de la Investigación Preparatoria. 17. Es de descartar la primera posibilidad fundamental­
mente porque, como bien se sabe, al momento que se vienen realizando las diligencias preliminares el
Ministerio Público aun no ha formulado la inculpación formal a través de la respectiva Disposición
Fiscal; esto es, no ha promovido la acción penal ante el órgano jurisdiccional, por lo que mal podría
acumularse a ella una pretensión resarcitoria en ausencia de un objeto penal formalmente configurado.
Por lo demás, debe quedar claro que con la formalización de la Investigación Preparatoria propiamente
dicha el Fiscal recién ejerce la acción penal, acto de postulación que luego de ser notificado al Juez de la
Investigación Preparatoria (artículos 3o y 336o.3 del Código Procesal Penal) permite el planteamiento
del objeto civil al proceso penal incoado. 18. Por otro lado, en lo que respecta al trámite jurisdiccional
para la constitución en actor civil del perjudicado por el hecho punible, el artículo 102° del Código
Procesal dispone lo siguiente: “ 1 . E l Juez de la Investigación Preparatoria, una vez que ha recabado infor­
mación del Fiscal acerca de los sujetos procesales apersonados en la causa y luego de notificarles la solicitud de
constitución en actor civil resolverá dentro del tercer día. 2. Rige en lo pertinente, y a los solos efectos del trá­
mite, el artículo S°”. Lo más importante, además del trámite previsto en el referido artículo 102° del
aludido Código que establece la obligación del Juez de recabar información de los sujetos procesales
apersonados y correr traslado de la petición, a fin de resolver dentro del tercer día, es el hecho de anali­
zar si este procedimiento de constitución en actor civil debe hacerse obligatoriamente con la celebración
de audiencia. 19. La lectura asistemática del artículo 102°, apartado 1), del Código Procesal Penal
puede sugerir a algunas personas que el Juez dictará la resolución sin otro trámite que el haber recabado
la información y la notificación de la solicitud de constitución en actor civil. Empero, el segundo apar­
tado del indicado artículo precisa que para efectos del trámite rige lo dispuesto en el artículo 8o -se
trata, como es obvio, de una clara norma de remisión-. Esta última disposición estatuye que el procedi­
miento requiere como acto procesal central que el Juez lleve a cabo una audiencia con la intervención
obligatoria del fiscal y, debe entenderse así, con la participación facultativa de las otras partes procesales.
No es el caso, por ejemplo, del artículo 15°.2.c) del Código Procesal Penal, que autoriza al Juez, bajo la
expresión: “...de ser el caso \ resolver un incidente procesal determinado sólo si se producen determina­
dos presupuestos. Resulta entonces que el trámite de la constitución en actor civil tendría que realizarse
necesariamente mediante audiencia, en cumplimiento de los principios procedimentales de oralidad y
publicidad, y el principio procesal de contradicción establecidos en el artículo 1.2 del Título Preliminar
del Código Procesal Penal. Debe entenderse, desde esta perspectiva, que el plazo de tres días fijado en el
artículo 202°. 1 de la Ley Procesal Penal se refiere al paso de expedición de la resolución correspondien­
te -que en el caso del artículo 8o es de dos días de celebrada la audiencia como plazo máximo-, pero ésta

♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL


Art.98 LIBRO PRIMERO: DISPOSICIONES GENERALES 238

debe proferirse, como paso posterior, de la realización de la audiencia. Por consiguiente, no es posible
deducir de la ley que la audiencia sólo se llevará a cabo ante la oposición de una parte procesal, pues tal
posibilidad no está reconocida por el Código Procesal Penal y sería contraria al principio de legalidad
procesal. No obstante ello, la vulneración del derecho objetivo no necesariamente produce nulidad de
actuaciones, pues ésta tiene como presupuestos no sólo la vulneración de la ley sino principalmente la
generación de una indefensión material a las partes procesales o la absoluta desnaturalización del proce­
dimiento lesiva a los principios y garantías que le son propios e insustituibles. La nulidad, pues, está
condicionada a las infracciones de relevancia constitucional se anotan. (Acuerdo Plenario N .° 5-2011/
C J-116, del 06-12-2011, que establece como doctrina legal los criterios expuestos en los ff. jj. 6-19. VII
Pleno Jurisdiccional de las Salas Penales Permanente y Transitoria [EP, 30-05-2012]. Texto completo:
<bit.ly/lRKsRDy>).
§ 471. Concurrencia de procuradores en un mismo proceso penal, en representación de intereses
públicos. 10. Han surgido controversias sobre competencia en supuestos de concurrencia, en la misma
causa de diversos procuradores públicos en razón a su especialidad, por lo que se requiere determinar la per­
tinencia de su apersonamiento y actuación en proceso; para ello, se ha de acudir a los criterios establecidos
en el ordenamiento legal vigente. // § 2. Precisiones sobre participación intraproceso. 11. Los procuradores
públicos pertenecen funcionalmente al Ministerio de Justicia y Derechos Humanos; por tanto, son parte
del Poder Ejecutivo; su organización se rige por el Decreto Legislativo N .° 1068 y la Directiva N .° 002-
2011-JUS/. CDJE, que establecen los lincamientos para determinar sus competencias en los procesos y
procedimientos, gozando de plena autonomía para la determinación de su funcionamiento, conforme con
la norma principal y la complementaria. Por ello, el Consejo de Defensa Judicial del Estado se encarga de
dirigir y supervisar el sistema de defensa jurídica del Estado. Es, por tanto, una materia reglada por el Poder
Ejecutivo, en relación con la intervención de sus procuradores públicos, para la defensa de sus intereses.
// 12. En caso de duda o superposición funcional, será la Presidencia del Consejo de Defensa Jurídica del
Estado, conforme con las atribuciones y obligaciones, establecidas en el literal h), del artículo 8, del Decre­
to Legislativo N .° 1068, quien resolverá los problemas de competencia que puedan presentarse entre los
procuradores públicos; tanto en su aspecto positivo como negativo, estableciendo el modo y la forma de
apersonamiento en el proceso penal. Corresponde también a dicho órgano rector precisar si la defensa del
Estado será única o colegiada; la ley ha previsto la intervención del Procurador Público Especializado en
Tráfico Ilícito de Drogas, Procurador Público Especializado en Delitos de Terrorismo, Procurador Público
Especializado en Delitos de Lavado de Activos y Procesos de Pérdida de Dominio, Procurador Público
Especializado en asuntos de Orden Público, Procurador Público Especializado en Delitos de Corrupción,
y los que mediante Resolución Suprema se designe, en las causas por delitos de tal connotación. // 13.
No cabe admitir, en el supuesto relativo a un solo agraviado (V G. una municipalidad), la intervención
simultánea y múltiple de procuradores, salvo en caso de perpetración de distintos delitos, cuya persecución
integra a diversos procuradores, aunque cabe la coordinación entre estos. Fuera de ese marco, se generan
efectos en materia de ofrecimiento y actuación probatoria, alegaciones y recursos; el principio de igualdad
de armas corre riesgo de ser afectado. // 14. La designación de un solo procurador concentrará el ejercicio
defensivo y, al mismo tiempo, evitará la probabilidad de proliferación de audiencias de constitución de
actor civil en las diversas Cortes Superiores, en las que se encuentra vigente el Nuevo Código Procesal
Penal, lo que repercutirá a su vez a favor de la programación de audiencias de otro tipo. // 15. Cuando el
proceso penal esté referido a la presunta comisión de delitos contra la administración pública, y la notitia
criminal surja en razón a la intervención realizada por la Contraloría General de la República, en ejercicio
de sus atribuciones, corresponde que el Procurador Público de esa entidad se constituya como actor civil;
conforme se establece en el segundo párrafo del artículo 46 del Decreto Supremo N .° 017-2008-JUS, con­
cordado con lo dispuesto en el numeral 6.4, inciso a), de la Directiva N .° 002-2011-JUS/CDJE, de 12 de
julio de 2011, emitida por el Consejo de Defensa Jurídica del Estado. // 16. Desde luego, la constitución
como actor civil no se encuentra referida únicamente a la pretensión civil, dado que el así constituido en
responsable, representación de los intereses del Estado, también debe colaborar en el esclarecimiento de los
hechos sometidos a proceso, y aportar elementos que permitan demostrar la comisión delictiva y la mag­
nitud del daño causado, por lo que se requiere que el Procurador Público participe activamente durante el
n o m o s & t h e s is
239 SECCIÓN IV: EL MINISTERIO PÚBLICO Y LOS DEMÁS SUJETOS PROCESALES Alt. 98
desarrollo de las etapas del proceso penal y haga valer, responsablemente, el derecho de impugnar, para no
saturar innecesariamente a los órganos judiciales y no judiciales del sistema penal. (Acuerdo Plenario N .°
4-2012/CJ-l 16, del 24-01-2013, ff. jj. 10-16. VIII Pleno Jurisdiccional de las Salas Penales Permanente y
Transitoria [EP, 04-01-2014]. Texto completo: <bit.ly/2cwopeJ>).

DOCTRINA JURISPRUDENCIAL VINCULANTE DE LA CORTE SUPREMA

§ 472. La notificación a la audiencia de terminación anticipada es obligatoria para todas las


partes procesales, aun cuando el agraviado no se haya constituido en actor civil. Vigesimocuarto.
Distinto hubiese sido la situación, si junto a la citación a la audiencia de la medida coercitiva se le hubie­
ses notificado a la Procuraduría el acuerdo de terminación anticipada, con el fin de darle la posibilidad
de cuestionar el acuerdo extremo de la reparación civil, previa constitución en actor civil, y de esta
manera, dotar al proceso de un marco de legalidad y respeto a las garantías constitucionales de carácter
procesal como el debido proceso y el derecho de defensa. Vigesimoquinto. En este sentido, se debió
proceder estrictamente de conformidad con el artículo 468.3, del Código Procesal Penal, que señala:
“El requerimiento fiscal o la solicitud del imputado será puesta en conocimiento de todas las partes por
el plazo de cinco días, quienes se pronunciaran acerca de la procedencia del proceso de terminación
anticipada y, en su caso, formular pretensiones”. Vigesimosexto. Asimismo, debió citarse a la audiencia
de terminación anticipada a la Procuraduría; por lo que no es correcto interpretar el artículo 468.4, de
la norma procesal, como erróneamente lo han considerado las instancias ordinarias, que la ausencia del
actor civil, cuya asistencia es facultativa, justifica la falta de notificación a la precitada audiencia, pues
son actos procesales distinto. En esta línea, la notificación a la instalación de la audiencia de terminación
anticipada es obligatoria para todas las partes procesales, aun cuando el agraviado no se haya consti­
tuido en actor civil, al margen de si su presencia es facultativa, es decir, si no condiciona la actuación
e instalación de la audiencia, en virtud a que en la misma o previa a ella, dada en la etapa investigativa
en la que se encuentra, esto es, en la oportunidad procesal pertinente, podría solicitar constituirse en
actor civil y ejercer las facultades patrimoniales que le otorga la norma procesal y, de esta manera, no
provocar que se quede en grave estado de indefensión, como ocurrió en el presente caso. (Casación N .°
655-2015-Tumbes, de 16-08-2017, que estableció como doctrina jurisprudencial vinculante los ff. 24
al 26. Primera Sala Penal Transitoria [EP, 27-07-2018, Jurisprudencia, Año XXVII, N .° 1083, p. 8075].
Texto completo: <bit.ly/2XqDZxp>).

EJECUTORIA SUPREMA VINCULANTE DE LA CORTE SUPREMA

§ 473. No hay exigencia al agraviado, tras la sentencia firme de condena, de constituirse en


parte civil para intervenir en el proceso o en la etapa de ejecución a los efectos de que se cumpla
con satisfacer la reparación civil que se ha fijado. Véase la jurisprudencia del artículo 104° del
Nuevo Código Procesal Penal [§ 494]. (R. N. N .° 1538-2005-Lima, del 20 de junio del 2005, f. j. 4
constituido precedente vinculante conforme al f. j. 10 del Acuerdo Plenario N .° 1-2005/ESV-22, del
30-09-2005. Pleno Jurisdiccional de las Salas Penales Permanente y Transitoria de la Corte Suprema
de Justicia [EP, 26-11-2005]. Texto completo: <bit.ly/2c6sjZM> [p. 22]).

PLENOS JURISDICCIONALES

§ 474. El juez puede fijar un monto mayor a lo solicitado por el Fiscal si es que la parte civil no
formula su petición indemnizatoria. Pregunta: Si la parte civil noformula su petición indemnizatoria,
¿eljuzgador puede fija r un monto mayor a l solicitado por elfiscal? Acuerdo Plenario: El Pleno adoptó
por unanimidad la postura que enuncia lo siguiente: “El juzgador sí puede fijar un monto mayor a
lo solicitado por el Fiscal, si la parte civil no formula su petición indemnizatoria”. Fundamento: El
Juzgador con la atribución que la Ley y la Constitución le atribuye sí puede fijar un monto superior
al señalado por el Fiscal, aun [si] la parte civil no baya cuestionado o solicitado una mayor cantidad,
pues como ente decisor no sólo califica la conducta atribuida del agente así como lo que corresponde
a la pena, sino también la reparación civil en lo que corresponde a la dimensión del daño causado.

♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL


Art. 98 LIBRO PRIMERO: DISPOSICIONES GENERALES 240

Esto es, que se encuentra condicionado a fijar un monto mayor a éste. (I Pleno Jurisdiccional Distrital
Penal de la Corte Superior de Justicia de Huancavelica del 23-10-2008. Tema VI. Texto completo:
<bit.ly/2FvN9BS>).

JURISPRUDENCIA DE LA CORTE SUPREMA

§ 475. Actor civil no postuló ningún medio de prueba que acredite los danos patrimoniales o
materiales. Sexto. [Si] bien el Actor Civil no postuló ningún medio de prueba que acredite los daños
patrimoniales o materiales que hubieran sufrido como producto de la muerte de la agraviada; empero,
en la sentencia objeto de casación se tomó en cuenta que el delito cometido afectó una vida humana,
cuya importancia y valor constituyen hechos notorios que no requieren de probanza; además, el Juzga­
dor, tuvo en cuenta que la víctima tenía 85 años de edad circunstancia que tiene incidencia en el proyec­
to de vida, fijando una suma que resulta razonable en función a la naturaleza de los hechos, por lo que
en relación a esta materia tampoco se observa defectos en la motivación. (Casación N .° 62-2010-Lam-
bayeque, de 10-02-2011, f. j. 6. Sala Penal Permanente. Texto completo: <bit.ly/2bVcXqR>).
§ 476. Es posible recurrir a la vía civil por el monto de reparación cuando ya se ha recurrido a
ella en la vía penal. Segundo. Sobre el particular, debe precisarse que el artículo 1985 del Código Civil
delimita los conceptos indemnizables que surgen como consecuencia de la producción de un daño.
Desde esa perspectiva, es claro que la indemnización comprende los daños patrimoniales y extra patri­
moniales. Sin embargo, si bien en la vía penal, se puede otorgar una indemnización como consecuencia
de un daño causado por un lícito penal, debe considerarse la naturaleza distinta de estas dos vías. En ese
sentido, esta Corte Suprema, ha establecido que “en el proceso penal (...) se busca la sanción al infractor
de la ley penal ante la comisión de un hecho que la sociedad y la ley consideran repudiable y reprimible,
mientras que en el proceso civil la responsabilidad responde a una lógica distinta, pues se busca deter­
minar quién debe asumir el daño ocasionado producto de determinada situación jurídica” (Casación
N .° 1221-2010-Amazonas [§ 478]), criterio reiterado en la Casación N .° 3824-2013-Ica [§ 477].
Téngase presente además que este tema no se incluyó explícitamente como punto controvertido por el
Juez de la causa, ni las partes solicitaron su inclusión. Tercero. Está presente, por tanto, la posibilidad
de discutir la indemnización en la vía civil, situación que cobra mayor relevancia cuando se observa
que un determinado proceso penal no se analizó toda la gama de daños que precisa el referido artículo
1985 del Código Civil. En ese contexto, en el presente caso, se tiene que en la vía penal se ha otorgado
una indemnización de S/. 30,000 (treinta mil soles) al demandante mediante sentencia [...], expedida
en el Expediente N .° 12326-08-0. Sin embargo, de dicha resolución no se advierte un análisis de toda
la variedad de daños susceptibles de ser indemnizados como son: daño moral, daño a la persona, lucro
cesante, daño emergente, que han sido demandados en el presente proceso; y que, como corresponde
fue materia de pronunciamiento. Más allá de ello, tampoco puede imputarse una doble indemnización,
puesto que en el considerando décimo de la sentencia impugnada y en la parte decisoria, los jueces de
mérito establecieron claramente que, al monto otorgado como indemnización en este proceso, debe
descontarse lo otorgado en la vía penal. Así, al momento de resolver, la Sala Superior otorgó como
indemnización la suma de S/. 65,494.80 (sesenta y cinco mil cuatrocientos noventa y cuatro punto
ochenta soles), debiendo descóntarse los S/. 30,000 (treinta mil soles) otorgados en la vía penal, sí se
acredita su cancelación, razón por la cual no se advierte una doble indemnización. En consecuencia, la
denuncia formulada en este extremo debe desestimarse. (Casación N .° 2092-2016-Lima, del 16-05­
2017, f. j. 2. Sala Civil Permanente. Texto completo: <bit.ly/2UGEIbL>).
§ 477. Lo que se busca a través del proceso penal es que se sancione al infractor por la comisión
de un hecho que la sociedad y la ley consideran repudiable y reprimible mientras en el proceso
civil la responsabilidad responde a una lógica distinta pues lo que se pretende es que se determine
quién asume el daño ocasionado. Octavo. [...] [La] recurrente pretende se le conceda indemnización
por daños y perjuicios por responsabilidad extracontractual derivada de accidente de tránsito (atropello
por homicidio culposo) del que fue víctima su menor hijo, en tal sentido la demandante haciendo uso
de su derecho de acción promueve la presente acción a fin de que se la indemnice por el daño moral,

n o m o s & t h e s is
241 SECCIÓN IV: EL MINISTERIO PÚBLICO Y LOS DEMÁS SUJETOS PROCESALES Alt 1 00
social y familiar resultando por ende necesario un pronunciamiento sobre el fondo de la cuestión ad­
virtiéndose que la resolución materia de casación infringe el principio de motivación de las resoluciones
judiciales al considerar que la pretensión invocada ya fue satisfecha por cuanto lo que se busca a través
del proceso penal es que se sancione al infractor de la Ley penal por la comisión de un hecho que la
sociedad y la ley consideran repudiable y reprimible mientras en el proceso civil la responsabilidad res­
ponde a una lógica distinta pues lo que se pretende es que se determine quién asume el daño ocasionado
más aun si en el proceso penal no se ha analizado el daño moral demandado en el presente proceso [...].
(Casación N .° 3824-2013-Ica, de 12-11-2014, £ j. 8. Sala Civil Transitoria [EP, 02-03-2013, Senten­
cias en Casación N .° 701, p. 60766]. Texto completo: <bit.ly/2AsQ£DN>).
§ 478. En el proceso penal se busca la sanción al infractor de la ley penal ante la comisión
de un hecho punible, mientras que en el proceso civil la responsabilidad responde a una lógica
distinta, pues se busca determinar quién debe asumir el daño ocasionado. Noveno. [En] el caso de
autos no se observa la triple identidad alegada por el A quem, en tanto que en el proceso penal seguido
en contra de los codemandados, se busca la sanción al infractor de la ley penal ante la comisión de un
hecho que la sociedad y la ley consideran repudiable y reprimible, mientras que en el proceso civil la
responsabilidad responde a una lógica distinta, pues se busca determinar quién debe asumir el daño
ocasionado producto de determinada situación jurídica. (Casación N .° 1221-2010-Amazonas, de 13­
03-2012, £ j. 9. Sala Civil Permanente [EP, 30-07-2012, Sentencias en Casación N .° 669, p. 36508].
Texto completo: <bit.ly/2RmWhze>).

§ 479. Actor civil que impugna el auto de sobreseimiento, oponiéndose y discrepando el Fiscal
Superior con el Fiscal Provincial, disponiendo que se acuse. Sala de Apelaciones puede resolver de
conformidad con él, sobre contenido penal, no existiendo inobservancia del principio acusatorio,
dispositivo ni de congruencia. Véase la jurisprudencia del artículo 345° del Nuevo Código Procesal
Penal [§ 1388]. (Casación N .° 879-2016-Piura, del 02-08-2017, ff. jj. 3, 4 , 6 , 7 y 8. Sala Penal Perma­
nente. Texto completo: <bit.ly/2U3i£FC>).

Artículo 99: Concurrencia de peticiones

1. La concurrencia de peticiones se resolverá siguiendo el orden sucesorio previsto en el Código Civil.


Tratándose de herederos que se encuentren en el mismo orden sucesorio, deberán designar apoderado
común, y de no existir acuerdo explícito, el Juez procederá a hacerlo.
2. En los supuestos indicados en el numeral 3 del artículo 94 el Juez, luego de escuchar a los que se
han constituido en actor civil, designará apoderado común.

JURISPRUDENCIA DE LAS CORTES SUPERIORES

§ 480. Prelación del orden sucesorio para la constitución de actor civil. Véase la jurisprudencia
del artículo 100° del Nuevo Código Procesal Penal [§ 484]. (Exp. N .° 2010-025-03-JIPZ, del 02-03­
2010, ff. jj. 5 y 6. Juzgado de Investigación Preparatoria de Zarumilla. Corte Superior de Justicia de
Tumbes. Texto completo: <bit.ly/2HZCL7U>).

Artículo 100: Requisitos para constituirse en actor civil

1. La solicitud de constitución en actor civil se presentará por escrito ante el Juez de la Investigación
Preparatoria.
2. Esta solicitud debe contener, bajo sanción de inadmisibilidad:
a) Las generales de Ley de la persona física o la denominación de la persona jurídica con las generales
de Ley de su representante legal;

♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL


Art. 100 LIBRO PRIMERO: DISPOSICIONES GENERALES 242

b) La indicación del nombre del imputado y, en su caso, del tercero civilmente responsable, contra quien
se va a proceder;
c) El relato circunstanciado del delito en su agravio y exposición de las razones que justifican su pre­
tensión; y,
d) La prueba documental que acredita su derecho, conforme al artículo 98.

JURISPRUDENCIA DE LA CORTE SUPREMA

§ 481. El juez no puede rechazar la interposición de un recurso de nulidad a un tercero por no


haberse constituido en parte civil, cuando este último presentó su solicitud dentro del plazo sin
recibir pronunciamiento por parte del órgano jurisdiccional. Prim ero. Se conoce el presente recur­
so de nulidad a través del recurso de queja excepcional [...], declarado fundado, el cual precisó que la
solución cuestionada habría vulnerado los derechos al debido proceso y tutela jurisdiccional efectiva del
agraviado JAAD, ya que la Sala de mérito consideró que carecía de legitimidad procesal para interponer
recurso de nulidad por no haberse constituido como parte civil. Segundo. El agraviado JAAD funda­
menta su recurso de nulidad [...], alegando que la Sala Superior Penal vulneró su derecho al debido
proceso y a la tutela jurisdiccional efectiva, pues no tuvo en cuenta que, en su oportunidad, presentó
un escrito para en parte civil, sin embargo, no fue proveído por el Juez instructor. [...] Cuarto. En ese
sentido, se advierte en el caso de autos que el recurrente JAAD solicitó oportunamente constituirse en
parte civil al Juez instructor de la causa -pedido realizado antes de emitirse el dictamen acusatorio y la
sentencia absolutoria-, [...]; ello acorde a los artículos 54 y 55 del Código de Procedimientos Penales;
sin embargo, el Juez fue quien omitió pronunciarse inmediatamente respecto a dicha solicitud, pues no
obra en autos resolución alguna que estime o desestime la petición de constitución del agraviado como
parte civil; advirtiéndose que dicha omisión es imputable única y exclusivamente al Organo Judicial.
Quinto. [...] [Se] advierte en el caso sub examine que el recurrente JAAD participó como parte civil
sin que dicha condición haya sido cuestionada, [...], el mismo que fue objeto de pronunciamiento por
el juez al emitir la resolución del 23 de julio de 2009 [...]; por tanto, la Sala Penal Superior al emitir
la resolución recurrida vulneró los derechos al debido proceso y a la tutela jurisdiccional efectiva del
referido recurrente -previstos en el artículo 139 de la Constitución Política del Estado-, los mismos que
no pueden ser conculcados por una omisión legal subsanable; en consecuencia, la resolución recurrida
debe declarase nula y, estando vigente la resolución del 30 de junio de 2010 [...] que concede el recurso
de nulidad interpuesto por el citado recurrente, la Sala Penal Superior deberá emitir pronunciamiento
sobre el fondo. (R. N. N .° 1689-2012-Ica, del 09-09-2014, ff. jj. 1, 2, 4 y 5. Sala Penal Permanente.
Texto completo: <bit.ly/2TOfGKy>).
§ 482. Solo puede apelar la parte agraviada el monto de la reparación civil cuando previamente
esta se ha constituido en actor civil. Décim o tercero. El Código Procesal Penal establece que el ejer­
cicio de la acción civil derivada del hecho punible corresponde al Ministerio Público y, especialmente,
al perjudicado por el delito. Además estipula que si éste último se constituyó en actor civil, cesa la legi­
timación del Ministerio Público para intervenir en el objeto civil del proceso: artículo once, apartado
uno del citado Código. En tal virtud, la participación del Ministerio Público será por sustitución, esto
es, representa un interés privado. Por ello, su intervención cesa definitivamente cuando el actor civil se
apersona al proceso [...]. Décim o cuarto. Ahora bien, para poder constituirse en actor civil (el agraviado
que actúa procesalmente para hacer valer su derecho a la reparación civil por el daño causado con el
delito) debe reunir los requisitos puntualizados en el artículo 100 el Código Procesal Penal. En efecto,
se ha establecido lo siguiente: 14.1. La solicitud de constitución en actor civil se presentará por escrito
ante el Juez de la Investigación Preparatoria. 14.2. Esta solicitud debe contener, bajo sanción de inad­
misibilidad: a) Las generales de Ley de la persona física o la denominación de la persona jurídica con las
generales de Ley de su representante legal; b) La indicación del nombre del imputado y, en su caso, el
tercero civilmente responsable, con quien se va a proceder; c) El relato circunstanciado del delito en su
agravio y exposición de las razones que justifican su pretensión; y d) La prueba documental que acredita

n o m o s & t h e s ís
243 SECCIÓN IVi EL m in is t e r io p ú b l ic o y l o s d e m á s s u j e t o s p r o c e s a l e s ÁíL 100
su derecho conforme al artículo noventa y ocho. Décimo sexto. [...] 16.2. En el auto de enjuiciamiento
[...] además de declarar el mérito para pasar a juicio oral contra el encausado CFBS, se precisó que la
acusación oralizada por la Fiscalía es única, no existe otra alternativa o subsidiaria, ni existe tercero civil­
mente responsable, ni ha habido constitución de actor civil. Décimo séptimo. [...] [CJorresponde anu­
lar, en parte, la sentencia recurrida en el extremo que incrementó el monto de la indemnización [...]; al
haberse concedido el recurso de apelación a la parte agraviada sin que se esté constituido en actor civil,
de conformidad con lo establecido en los artículos 100 y 101 del Código Procesal Penal, lo cual quedó
evidenciado con el auto de enjuiciamiento [...]. (Casación N .° 1437-2017-Cusco, del 02-08-2018, íf.
jj. 13, 14, 16 y 17. Sala Penal Permanente. Texto completo: <bit.ly/2JRs094>).

§ 483. Actor civil que impugna el auto de sobreseimiento, oponiéndose y discrepando el Fiscal
Superior con el Fiscal Provincial, disponiendo que se acuse. Sala de Apelaciones puede resolver de
conformidad con él, sobre contenido penal, no existiendo inobservancia del principio acusatorio,
dispositivo ni de congruencia. Véase la jurisprudencia del artículo 345° del Nuevo Código Procesal
Penal [§ 1388]. (Casación N .° 879-2016-Piura, del 02-08-2017, ff. jj. 3, 4, 6, 7 y 8. Sala Penal Perma­
nente. Texto completo: <bit.ly/2U3ifFC>).

JURISPRUDENCIA DE LAS CORTES SUPERIORES

§ 484. Prelación del orden sucesorio para la constitución de actor civil. Prim ero. De conformi­
dad con lo prescrito por los artículos 98° y siguientes del Código Procesal Penal, la facultad reparatoria
en el proceso penal podrá ser ejercida por quien resulte perjudicado por el delito; siendo que, la solicitud
respectiva deberá presentarse ante el Juez de garantías hasta antes de culminada la investigación prepara­
toria y observando los requisitos previstos en el artículo 100° del citado cuerpo normativo, bajo sanción
de inadmisibilidad, en caso de incumplimiento. Segundo. Que, de la revisión del presente cuaderno, se
verifica que mediante escrito de folios cinco, don C N D O y doña DJRV, en sus condiciones de padre y
conviviente, respectivamente, de quien en vida fuera el agraviado JR D J, solicitan de manera conjunta
al Juzgado se les constituya parte civil (debiendo entenderse actor civil) en la investigación del cual se
deriva este cuaderno [...]. Quinto. [...] [RJesulta pertinente citar el artículo 99° del Código Procesal
Penal, en tanto prescribe que tratándose de concurrencia de peticiones, se resolverá siguiendo el orden
sucesorio previsto en el Código Civil y, que, tratándose de herederos que se encuentren en mismo orden
sucesorio, deberán designar apoderado común o ser designado por el Juez, en caso no haya acuerdo
común. Sexto. [...] [En] consecuencia, resulta inevitable remitirnos a las normas del Código Civil, para
establecer el orden sucesorio y determinar la situación en la que se encuentra cada uno de los peticio­
nantes; siendo que conforme al artículo 816 CC, “... Son herederos del primer orden, los hijos y demás
descendientes; del segundo orden, los padres y demás ascendientes; del tercer orden, el cónyuge; del
cuarto, quinto y sexto órdenes, respectivamente, los parientes colaterales del segundo, tercero y cuarto
grado de consanguinidad...”; por tanto, es evidente que, en este caso concreto, el primer orden de la
vocación sucesoria corresponde a la hija del occiso, circunstancia que de por'si excluye a don CN D O ,
quien, se encuentra en segundo orden, circunstancia que conlleva a desestimar su solicitud. Sétimo. Es
de precisar asimismo, que si bien la vocación sucesoria corresponde a la hija del agraviado, sin embargo,
dada su minoría de edad aquella no puede ejercer por si misma sus derechos en el proceso, debiendo en
este caso ser ejercida por su representante legal, es decir la recurrente D JRL en su condición de madre
de la misma, mas no así por el padre del occiso, máxime si no se acredita que la recurrente haya sido
privada de ejercer la patria potestad de la mencionada menor. (Exp. N .° 2010-025-03-JIPZ, del 02­
03-2010, ff. jj. 3 y 6. Juzgado de Investigación Preparatoria de Zarumilla. Corte Superior de Justicia de
Tumbes. Texto completo: <bit.ly/2HZCL7U>).

§ 485. La pretensión de carácter civil en la etapa de investigación preparatoria debe estimarse


como postulatoria, lo que no ocurre en la etapa intermedia, en la cual debe ofrecer de modo de­
finitivo los medios probatorios que sustenten el tipo de daño y proponer su importe, a efectos de
obtener la reparación civil. 12. Por otro lado, el Colegiado considera que la Procuraduría Pública Ad
hoc no está ejercitando su pretensión resarcitoria dentro de un proceso civil, sino en un proceso penal,

♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL


Art.101 LIBRO PRIMERO: DISPOSICIONES GENERALES 244

y se encuentra vinculada a la comisión de un hecho delictivo. Es por esta razón que el inciso 2, artículo
100 del CPP, establece como uno de los requisitos de la constitución en actor civil, el relato circunstan­
ciado del delito en su agravio y la exposición de las razones que justifican su pretensión; y que además
se precise el nombre del imputado, o en su caso del tercero civil contra quien se va a proceder. Que es
a partir de su constitución como parte en el proceso, y conforme prescribe el artículo 104 del CPP, que
el actor civil contará con una serie de prerrogativas de índole procesal que le facultan a participar en
los actos de investigación y de prueba, y ejecutar las demás facultades que se le reconocen. Las razones
anotadas conllevan a la conclusión planteada de que la pretensión de carácter civil en la etapa de inves­
tigación preparatoria debe estimarse como postulatoria, lo que no ocurre en la etapa intermedia, en la
cual debe ofrecer de modo definitivo los medios probatorios que sustenten el tipo de daño y proponer
su importe, a efectos de obtener la reparación civil. [...] 18. Finalmente, en relación al cuestionamiento
sobre el quantum inicial del probable daño causado por parte de las defensas de los dos imputados,
consideramos que estando al estadio en que se ha formulado y que tiene relación con el avance de la
investigación preparatoria, también debe ser provisional. Y en ese sentido, refuerza nuestra conclusión,
lo previsto en el literal g), inc. 1, artículo 350 del CPP, que dispone que luego de ser notificada la
acusación, los sujetos procesales pueden objetar la reparación civil o reclamar su incremento o exten­
sión. (Exp. N .° 00011-2017-7-5201-JR-PE-03, del 07-08-2017, íf. jj.l2 y 18. Colegiado A. Sala Penal
Nacional de Apelaciones Especializada en Delitos de Corrupción de Funcionarios. Texto completo:
cbit.ly/2O0Xg41>).

Artículo 101: Oportunidad de la constitución en actor civil

La constitución en actor civil deberá efectuarse antes de la culminación de la Investigación Prepara­


toria.

ACUERDO PLENARIO DE LA CORTE SUPREMA

§ 486. Constitución del actor civil: requisitos, oportunidad y forma. Véase la jurisprudencia del
artículo 98° del Nuevo Código Procesal Penal [§ 470]. (Acuerdo Plenario N .° 5-2011/CJ-l 16, del 06­
12-2011, que establece como doctrina legal los criterios expuestos en los ff. jj. 6-19, particularmente los
ff. jj. 16 y 17. VII Pleno Jurisdiccional de las Salas Penales Permanente y Transitoria [EP, 30-05-2012].
Texto completo: <bit.ly/lRKsRDy>).

DOCTRINA JURISPRUDENCIAL VINCULANTE DE LA CORTE SUPREMA

§ 487. L a conclusión de la investigación preparatoria se da con la emisión de la disposición fis­


cal. La constitución del actor civil se puede dar luego del vencimiento del plazo de la investigación
preparatoria y antes de la emisión de la disposición fiscal de conclusión. Véase la jurisprudencia del
artículo 34 3 ° del Nuevo Código Procesal Penal [§ 1373]. (Casación N .° 613-2015-Puno, de 03-07­
2017, que establece como doctrina jurisprudencial los íf. jj. 10-12. Primera Sala Penal Transitoria. Texto
completo: <bit.ly/2FmukCz>).

JURISPRUDENCIA DE LA CORTE SUPREMA

§ 488. Solo puede apelar la parte agraviada el monto de la reparación civil cuando previamen­
te esta se ha constituido en actor civil. Véase la jurisprudencia del artículo 100° del Nuevo Código
Procesal Penal [§ 482]. (Casación N .° 1437-2017-Cusco, del 02-08-2018, ff. jj. 13, 14, 16 y 17. Sala
Penal Permanente. Texto completo: <bit.ly/2JRs094>).

JURISPRUDENCIA DE LAS CORTES SUPERIORES

§ 489. L a investigación preparatoria concluye cuando se notifica a las partes con la disposición
de conclusión de la investigación preparatoria. Si el pedido de constitución en tercero civil se pre­
nomos & thesis
245 SECCIÓN l\í EL MINISTERIO PÚBLICO Y LOS DEMÁS SUJETOS PROCESALES Aft. 1 03
sentó con anterioridad al acto de notificación de la disposición de conclusión de la investigación,
no es posible declararla improcedente por extemporánea. Véase la jurisprudencia del artículo 343°
del Nuevo Código Procesal Penal [§ 1376]. (Exp. N .° 00031-2017-3-520l-JR-PE-02, del 30-01-2018,
sumilla. Colegiado A. Sala Penal Nacional de Apelaciones Especializada en Delitos de Corrupción de
Funcionarios. Texto completo: <bit.ly/2Fyjngl>).

§ 490. La pretensión de carácter civil en la etapa de investigación preparatoria debe estimarse


como postulatoria, lo que no ocurre en la etapa intermedia, en la cual debe ofrecer de modo
definitivo los medios probatorios que sustenten el tipo de daño y proponer su importe, a efectos
de obtener la reparación civil. Véase la jurisprudencia del artículo 100° del Nuevo Código Procesal
Penal [§ 485]. (Exp. N .° 00011-2017-7-520l-JR-PE-03, del 07-08-2017, ff. jj.12 y 18. Colegiado A.
Sala Penal Nacional de Apelaciones Especializada en Delitos de Corrupción de Funcionarios. Texto
completo: <bit.ly/2O0Xg4l>).

Artículo 102: Trámite de la constitución en actor civil

1. El Ju e z de la Investigación Preparatoria, una vez que ha recabado información del Fiscal acerca de
los sujetos procesales apersonados en la causa y luego de notificarles la solicitud de constitución en actor
civil resolverá dentro del tercer día.
2. Rige en lo pertinente, y a los solos efectos del trámite, el artículo 8, siempre que alguna de las partes
haya manifestado dentro del tercer día hábil su oposición mediante escrito fundamentado.^

NOTA DE ACTUALIZACIÓN
(1) Artículo conform e a la modificación efectuada por el artículo 2o del Decreto Legislativo N.° 1307 (ER 30-12-2016), el
mismo que entró en vigencia a nivel nacional a los noventa (90) días de su publicación en el diario oficial El Peruano.

ACUERDO PLENARIO DE LA CORTE SUPREMA

§ 491. Constitución del actor civil: requisitos, oportunidad y forma. Véase la jurisprudencia del
artículo 98° del Nuevo Código Procesal Penal [§ 470]. (Acuerdo Plenario N .° 3-2011/CJ-l 16, del 06­
12-2011, que establece como doctrina legal los criterios expuestos en los ff. jj. 6-19, particularmente los
ff. jj. 18 y 19. VII Pleno Jurisdiccional de las Salas Penales Permanente y Transitoria [EP, 3.0-03-2012].
Texto completo: <bit.ly/lRKsRDy>).

Artículo 103: Recurso de apelación

1. Contra la resolución que se pronuncia sobre la constitución en actor civil procede recurso de apela­
ción.
2. La Sala Penal Superior resolverá de conformidad con lo dispuesto en el artículo 420.

JURISPRUDENCIA DE LA CORTE SUPREMA

§ 492. El juez no puede rechazar la interposición de un recurso de nulidad a un tercero por no


haberse constituido en parte civil, cuando éste último presentó su solicitud dentro del plazo sin
recibir pronunciamiento por parte del órgano jurisdiccional. Véase la jurisprudencia del artículo
100° del Nuevo Código Procesal Penal [§ 481]. (R. N. N .° 1689-2012-Ica, del 09-09-2014, ff. jj. 1, 2,
4 y 5. Sala Penal Permanente. Texto completo: <bit.ly/2TOfGKy>).

♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL


A rt 104 LIBRO PRIMERO: DISPOSICIONES GENERALES 246

Artículo 104: Facultades del actor civil

El actor civil, sin perjuicio de los derechos que se le reconocen al agraviado, está facultado para deducir
nulidad de actuados, ofrecer medios de investigación y de prueba, participar en los actos de investigación
y de prueba, intervenir en el juicio oral, interponer los recursos impugnatorios que la Ley prevé, intervenir
-cuando corresponda- en el procedimiento para la imposición de medidas limitativas de derechos, y for­
mular solicitudes en salvaguarda de su derecho.

ACUERDO PLENARIO DE LA CORTE SUPREMA

§ 493. Constitución del actor civil: requisitos, oportunidad y forma. Véase la jurisprudencia del
artículo 98° del Nuevo Código Procesal Penal [§ 470]. (Acuerdo Plenario N .° 5-2011/CJ-l 16, del 06­
12-2011, que establece como doctrina legal los criterios expuestos en los ff. jj. 6-19, particularmente
los ff. jj. 11 al 13 [requisitos para la constitución del actor civil]. VII Pleno Jurisdiccional de las Salas
Penales Permanente y Transitoria [EP, 30-05-2012]. Texto completo: <bit.ly/lRKsRDy>).

EJECU TO RIA SUPREMA VINCULANTE DE LA CORTE SUPREMA___________________


§ 494. No hay exigencia al agraviado, tras la sentencia firme de condena, de constituirse en par­
te civil para intervenir en el proceso o en la etapa de ejecución a los efectos de que se cumpla con
satisfacer la reparación civil que se ha fijado. Cuarto. Que, en efecto, como ya ha sido establecido
por esta Suprema Sala al amparar el presente recurso de queja, no hace falta que la víctima, declarada
así por sentencia firme de condena, haya estado previamente constituida en parte civil desde el proceso
penal declaratorio de condena para intervenir en el proceso de ejecución y, como tal, participar en su
desarrollo con la finalidad de garantizar el cumplimiento de la reparación civil fijada a su favor; que la
constitución en parte civil del agraviado sólo tiene sentido, desde una perspectiva de tutela de su dere­
cho de participación procesal, en tanto persiga una concreta indemnización o reparación civil, que sólo
una sentencia firme de condena puede estipular (véase artículos 57 y 58 del Código de Procedimientos
Penales); que declarado judicialmente el derecho indemnizatorio la intervención de la víctima para
concretarlo en modo alguno no puede limitarse y, menos, exigirse al agraviado que con anterioridad
se haya constituido en parte civil, pues ello vulneraría -como se hizo- el derecho constitucional a la
tutela jurisdiccional (ver: artículo 139, apartado 3 de la Ley Fundamental), que garantiza el acceso a los
Tribunales a toda persona en resguardo de sus derechos e intereses legítimos; que a ello tampoco obsta
que el agraviado haya promovido un juicio civil, en tanto que no está en discusión la determinación del
monto de la reparación civil sino su cobro efectivo, respecto del cual, por cierto, debe tenerse en cuenta
lo declarado y ejecutado en sede civil. (R. N . N .° 1538-2005-Lima, del 20 de junio del 2005, £ j. 4
constituido precedente vinculante conforme al f. j. 10 del Acuerdo Plenario N .° 1-2005/ESV-22, del
30-09-2005. Pleno Jurisdiccional de las Salas Penales Permanente y Transitoria de la Corte Suprema de
Justicia [EP, 26-11-2005]. Texto completo: <bit.ly/2c6sjZM> [p. 22]).

DOCTRINA JURISPRUDENCIAL VINCULANTE DE LA CORTE SUPREMA

§ 495. Emitida una sentencia absolutoria, si el único impugnante es el actor civil, y el fiscal pro­
vincial expresa su conformidad con la misma, deberá verificarse si el fiscal superior al momento
de llevarse a cabo la audiencia de apelación, reitera su conformidad con la sentencia absolutoria.
D écim o Sexto. El derecho a impugnar está consagrado por el inciso 6 del artículo 139 de la Constitu­
ción Política del Estado, que preceptúa como garantía del debido proceso, la pluralidad de instancia en
cualquier proceso jurisdiccional o administrativo; sin embargo, la normatividad legal que regula estos
procesos, en nuestro caso, el Código Procesal Penal señala a los sujetos procesales legitimados para que
este derecho pueda ser ejercicio. Décim o Sétim o. El artículo 104 del Código Procesal Penal establece
que las facultades del actor civil son: deducir nulidad de actuados, ofrecer medios de investigación y de
prueba, intervenir en eljuicio oral, interponer los recursos impugnatorios que la Ley prevé; correspondiendo
nom os & th e sis
247 SECCIÓN IV: EL MINISTERIO PÚBLICO Y LOS DEMÁS SUJETOS PROCESALES A fl 104

precisar que sin perjuicio de aquellos derechos, también le son atribuidos los derechos que le asiste al
agraviado; así, tenemos que el artículo 95 de la citada norma señala como derechos -entre otros en su
inciso d)- impugnar el sobreseimiento y la sentencia absolutoria. Décimo Octavo. De lo anotado pre­
cedentemente, se tiene que existe una definición clara del rol protagonista que le corresponde al actor
civil. Esta línea jurisprudencial se plasmó en la Casación N .° 353-2011-Arequipa [§ 461], del 04 de
junio de 2013, que en su fundamento jurídico 4.5, señala que: por consiguiente, no existe del delito
se encuentra en condiciones de ser un protagonista delproceso penal, encontrándosefacultado por el Código
Procesal Penalpara participar activamente en el desarrollo delproceso, siendo necesario que el agraviado ac­
túe con todos los derechosy garantías que le aseguran la satisfacción de su pretensión por consiguiente,
no existe duda que al actor civil le asiste el derecho de apelar en resguardo de sus intereses, pues bajo
ese contexto está legitimado para impugnar la sentencia absolutoria. Décimo Noveno. De otro lado,
habiéndose establecido que sí es facultad del actor civil el recurrir una sentencia absolutoria, queda por
establecer si existe legitimidad del actor civil para activar una persecución penal cuando el Ministerio
Publico no impugna una sentencia absolutoria. Vigésimo. Ai respecto, debe precisarse que el Tribunal
Constitucional en el Expediente N .° 2005-2006-PHC/TC [§ 323], señala que: “(...) La primera de las
características del principio acusatorio mencionadas guarda directa relación con la atribución del Minis­
terio Público, reconocida en el artículo 159 de la Constitución, entre otras, de ejercitar la acción penal.
Siendo exclusiva la potestad del Ministerio Público de incoar la acción penal y de acusar, a falta de ésta,
el proceso debe llegar a su fin. (...) Si el Fiscal Supremo coincide con la opinión del Fiscal Superior res­
pecto del no ha lugar a juicio y archiva el proceso, se pronunciará en ese sentido, devolviendo la causa
a la Sala Penal para que dicte la resolución de archivo (...)” . Vigésimo Prim ero. Estando a lo expuesto,
se debe tener en consideración que emitida una sentencia absolutoria, y leída la misma en audiencia
pública o privada (según el caso), cuando el único impugnante sea el actor civil, y el Fiscal Provincial
exprese su conformidad con la misma, deberá verificarse si, el Fiscal Superior al momento de llevarse a
cabo la audiencia de apelación, reitera su conformidad con la sentencia absolutoria. Vigésimo Segundo.
Siendo ello así, este Supremo Tribunal considera que la Sala de Apelaciones no tiene más que confirmar
la absolución; toda vez que, el inciso 5 del artículo 159 de la Constitución Política del Estado, establece
que corresponde al Ministerio Público ejercitar la acción penal de oficio o a petición de parte, mientras
que el artículo 14 del Decreto Legislativo N .° 052, de la Ley Orgánica del Ministerio Público, señala
que sobre el Ministerio Público recae la carga de la prueba, y el artículo 11 de la precitada norma regula
que el titular de la acción penal es el representante del Ministerio Público; aunado a ello, se debe tener
presente que el artículo 5 de la Ley Orgánica aludida, establece la autonomía del Ministerio Público y
preceptúa que están jerárquicamente organizados y deben sujetarse a las instrucciones que pudieren im­
partirles sus superiores. Vigésimo Tercero. Ahora bien, este Supremo Tribunal considera que no puede
sostenerse el cumplimiento del principio acusatorio cuando el Fiscal Superior en la audiencia de apela­
ción -sin tener la condición de impugnante, sino parte del proceso- discrepa con la sentencia absolutoria
emitida en primera instancia; en tal situación, el Tribunal de Apelación está expedito para analizar el
fondo del asunto en los términos de los agravios expresados por las partes procesales recurrentes en su
escrito impugnatorio. (Casación N .° 413-2014-Lambayeque, de 07-04-2015, ff. jj. 16 al 23 [íf. jj. 16
al 42 fijados como doctrina jurisprudencial]. Sala Penal Permanente [EP, 22-07-2015, Jurisprudencia,
Año XXIV, N .° 986, pp. 7258-7261]. Texto completo: <bit.ly/2oZgY4Y>).

§ 496. Emitida una sentencia absolutoria, si el único impugnante es el actor civil, y el fiscal
provincial expresa su conformidad con la misma, deberá verificarse si el fiscal superior al momen­
to de llevarse a cabo la audiencia de apelación, reitera su conformidad con la sentencia absolu­
toria. Véase la jurisprudencia del artículo 104° del Nuevo Código Procesal Penal [§ 495]. (Casación
N .° 413-2014-Lambayeque, de 07-04-2015, ff. jj. 16 al 23 [íf. jj. 16 al 42 fijados como doctrina
jurisprudencial]. Sala Penal Permanente [EP, 22-07-2015, Jurisprudencia, Año XXIV, N .° 986, pp.
7258-7261]. Texto completo: <bit.ly/2oZgY4Y>).

§ 497. Ausencia de oposición del actor civil al requerimiento de sobreseimiento no impide que este
recurra en apelación. Ante un auto de sobreseimiento de primera instancia, contrario al requerimiento de

♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL


Art. 105 LIBRO PRIMERO: DISPOSICIONES GENERALES 248

acusación, es el requerimiento del Fiscal Superior el que predomina, no siendo requisito que el requeri­
miento del Fiscal Provincial sea también por sobreseimiento. Véase la jurisprudencia del articulo
345° del Nuevo Código Procesal Penal [§ 1385]. (Casación N .° 187-2016-Lima, de 23-11-2016, que
fija como doctrina jurisprudencial los ff. jj. 15 al 21. Sala Penal Permanente. [EP, 30-01-2017, Sen­
tencias en Casación, Año XXI, N .° 722-B, pp. 87660-87663]. Texto completo: <bit.ly/2mr4q2P>).

ACUERDOS DE LAS SALAS PENALES SUPERIORES

§ 498. Notificaciones del trámite de las medidas cautelares reales. Véase la jurisprudencia del
artículo 303° del Nuevo Código Procesal Penal [§ 1242], (Acuerdo N .° 5-2018-SPS-CSJLL del 26-01­
2018. Acuerdo de Jueces Titulares de las Salas Penales Superiores de la Corte Superior de Justicia de la
Libertad. Texto completo: <bit.ly/2UN6BPC>).

JURISPRUDENCIA DE LA CORTE SUPREMA

§ 499- Actor civil que impugna el auto de sobreseimiento, oponiéndose y discrepando el Fiscal
Superior con el Fiscal Provincial, disponiendo que se acuse. Sala de Apelaciones puede resolver de
conformidad con él, sobre contenido penal, no existiendo inobservancia del principio acusatorio,
dispositivo ni de congruencia. Véase la jurisprudencia del artículo 345° del Nuevo Código Procesal
Penal [§ 1388]. (Casación N .° 879-2016-Piura, del 02-08-2017, ff. jj. 3, 4, 6, 7 y 8. Sala Penal Perma­
nente. Texto completo: <bit.ly/2U3ifFC>).

JURISPRUDENCIA DE LAS CORTES SUPERIORES

§ 500. La pretensión de carácter civil en la etapa de investigación preparatoria debe estimarse


como postulatoria, lo que no ocurre en la etapa intermedia, en la cual debe ofrecer de modo de­
finitivo los medios probatorios que sustenten el tipo de daño y proponer su importe, a efectos de
obtener la reparación civil. Véase la jurisprudencia del artículo 100° del Nuevo Codigo Procesal Penal
[§ 485]. (Exp. N .° 00011-2017-7-520l-JR-PE-03, del 07-08-2017, ff. jj-12 y 18. Sala Penal Nacional
de Apelaciones Especializada en Delitos de Corrupción de Funcionarios Colegiado A. Corte Superior
de Justicia. Texto completo: <bit.ly/2O0Xg4l>).

Artículo 105: Facultades adicionales del actor civil

La actividad del actor civil comprenderá también la colaboración con el esclarecimiento del hecho de­
lictivo y la intervención de su autor o partícipe, así como acreditar la reparación civil que pretende. No le
está permitido pedir sanción.

Artículo 106: Impedimento de acudir a la vía extrapenal

La constitución en actor civil impide que presente demanda indemnizatoria en la vía extrapenal. El
actor civil que se desiste como tal antes de la acusación fiscal no está impedido de ejercer la acción
indemnizatoria en la otra vía.

CAPÍTULO III
EL QUERELLANTE PARTICULAR

Artículo 107: Derechos del querellante particular

En los delitos de ejercicio privado de la acción penal, conforme al numeral 2 del artículo 1, el directa­
mente ofendido por el delito podrá instar ante el órgano jurisdiccional, siempre conjuntamente, la sanción
penal y pago de la reparación civil contra quien considere responsable del delito en su agravio.
nomos & thesis
249 SECCIÓN ¡V: EL MINISTERIO PÚBLICO Y LOS DEMÁS SUJETOS PROCESALES Aft. 108

PLENOS JURISDICCIONALES

§ 501. Ejercicio privado de la acción penal. Véase la jurisprudencia del artículo 302° del Código
de Procedimientos Penales [§ 2364]. (Pleno Jurisdiccional Nacional Penal de Iquitos, efectuado el 19­
11-1999. Acuerdo Plenario N .° 6/1999. Tema 6: Ejercicio privado de la acción penal. Texto completo:
<bit.ly/2ctSjSn>).

JURISPRUDENCIA DE LA CORTE SUPREMA

§ 502. La intervención del fiscal en los delitos privados. Cuarto. [...] En los delitos contra el honor
cometidos mediante órganos de comunicación social, el Fiscal Supremo sólo interviene como simple auxi­
liar ilustrativo. Existe, pues, una coincidencia del acusador y acusado con el ofendido y el ofensor, produ­
ciéndose así un paralelismo entre partes en sentido material y formal, las características anotadas devienen
en líneas directrices a fin de valorar la correcta o incorrecta actividad probatoria y argumenta! exigible al
sujeto monopólico de la acción penal, esto es, el querellante. (R. N. N .° 1862-2010-Lima, de 25-04-2011,
f. j. 4. Sala Penal Permanente. Texto completo: <bit.ly/2cp60yg>).

Artículo 108: Requisitos para constituirse en querellante particular

1. El querellante particular promoverá la acción de la justicia mediante querella.


2. El escrito de querella debe contener, bajo sanción de inadmisibilidad:
a) La identificación del querellante y, en su caso, de su representante, con indicación en ambos casos
de su domicilio real y procesal, y de los documentos de identidad o de registro;
b) El relato circunstanciado del hecho punible y exposición de las razones tácticas y jurídicas que
justifican su pretensión, con indicación expresa de la persona o personas contra la que se dirige;
c) La precisión de la pretensión penal y civil que deduce, con la justificación correspondiente; y,
d) El ofrecimiento de los medios de prueba correspondientes.

JURISPRUDENCIA DE LA CORTE SUPREMA

§ 503. Querellante que recurre en queja por denegación de su recurso. Errores involuntarios
de los servidores judiciales o de las propias partes procesales no son argumentos razonables para
negar el acceso a la impugnación. Principio pro actione. Cuarto. El auto impugnado, pese a que el
argumento del querellante estaba amparado en una exposición sobre el error del personal de la Mesa
de Partes y que, no obstante ello, había cumplido con el pago de la tasa correspondiente, no se refirió
a esta argumentación específica. Se limitó a afirmar generalidades acerca de la necesidad del pago de
la tasa judicial y del monto que correspondía abonar en el presente caso en función a la pretensión
civil introducida por el querellante. Incurrió, pues, en una motivación aparente, al no hacer mención
concreta a lo que era el centro del cuestionamiento impugnativo: si era verdad o no tal argumento y si,
jurídicamente, era del caso dar por cumplida o no la exigencia de pago de la tasa judicial pertinente.
Cabe enfatizar que lo esencial en materia de tasas o aranceles judiciales es que, desde luego, se paguen, y
que se cumpla esta carga procesal en tiempo oportuno. El casacionista cumplió con hacerlo dentro del
plazo señalado por el Juez de la causa, por lo que es menester que se declare admisible el recurso de ape­
lación y que el Tribunal Superior conozca de la resolución N .° 4, de 9 de mayo de 2017, que rechazó la
querella que formuló contra CEYV. Quinto. La resolución impugnada en casación vulneró la garantía
de tutela jurisdiccional (artículo 139, numeral 3, de la Constitución), específicamente el derecho de ac­
ceso a la jurisdicción, al denegar irrazonablemente, bajo una motivación aparente, el recurso de queja y,
con ello, cerrar la vía de la apelación. El principio pro actione es fundamental para determinar el alcance
de las reglas procesales sobre la impugnación y, en el presente caso, es patente que los preceptos sobre
tasas o aranceles judiciales se cumplieron oportunamente. Sobre esta premisa, un error involuntario -sea
de los servidores judiciales o, incluso, de las propias partes procesales- en modo alguno puede servir de
♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL
Art. 109 LIBRO PRIMERO: DISPOSICIONES GENERALES 250

argumento razonable para negar el acceso a la impugnación. (Casación N .° 970-2017-Tacna, del 17­
04-2018, ff. jj. 4 y 5. Sala Penal Permanente. Texto completo: <bit.ly/2HbCjSA>).

Artículo 109: Facultades del querellante particular

1. El querellante particular está facultado para participar en todas las diligencias del proceso, ofrecer
prueba de cargo sobre la culpabilidad y la reparación civil, interponer recursos impúgnatenos referidos al
objeto penal y civil del proceso, y cuantos medios de defensa y requerimientos en salvaguarda de su dere­
cho.
2. El querellante particular podrá intervenir en el procedimiento a través de un apoderado designado
especialmente a este efecto. Esta designación no lo exime de declarar en el proceso.

Artículo 110: Desistimiento del querellante particular

El querellante particular podrá desistirse expresamente de la querella en cualquier estado del procedi­
miento, sin perjuicio del pago de costas. Se considerará tácito el desistimiento cuando el querellante par­
ticular no concurra sin justa causa a las audiencias correspondientes, a prestar su declaración o cuando no
presente sus conclusiones al final de la audiencia. En los casos de incomparecencia, la justa causa deberá
acreditarse, de ser posible, antes del inicio de la diligencia o, en caso contrario, dentro de las cuarenta y
ocho horas siguientes a la fecha fijada para aquella.

PLENOS JURISDICCIONALES

§ 504. Desistimiento tácito ante la primera inconcurrencia justificada de la querellante en el


proceso por faltas. Pregunta: ¿Se puede aplicar el desistimiento tácito ante la primera inconcurrencia
de la parte agraviada (querellante particular) en el proceso por faltas? C onclusión Plenaria: Existen
órganos jurisdiccionales que, por economía y celeridad procesal, y en mérito a lo dispuesto por los
artículos 110 y 462.5 del CPP, aplican el desistimiento tácito ante la primera inconcurrencia injustifi­
cada de la parte agraviada, por cuanto estaría mostrando un desinterés de continuar con el proceso por
faltas. (Pleno Jurisdiccional Distrital en Materia Penal y Procesal Penal de la Corte Superior de Justicia
de Tumbes del 20-07-2017. Tema 1: El desistimiento tácito en el proceso de faltas. Texto completo:
<bit.ly/2NfLgvl>).

TÍTULO V
EL TERCERO CIVIL

Artículo 111: Citación a personas que tengan responsabilidad civil

1. Las personas que conjuntamente con el imputado tengan responsabilidad civil por las consecuencias
del delito, podrán ser incorporadas como parte en el proceso penal a solicitud del Ministerio Público o del
actor civil.
2. La solicitud deberá ser formulada al Jue z en la forma y oportunidad prevista en los artículos 100­
102, con indicación del nombre y domicilio del emplazado y su vínculo jurídico con el imputado.

JURISPRUDENCIA DE LA CORTE SUPREMA

§ 505. Oportunidad para constituir al tercero civilmente responsable. [...] El impulso negligente o
la falta de respuesta en su oportunidad del órgano jurisdiccional o la solicitud de uno de las partes procesa-
nomos & thesis
251 SECCIÓN IV: EL MINISTERIO PÚBLICO Y LOS DEMÁS SUJETOS PROCESALES k Ú . 111

les, no puede incidir en perjuicio del actor civil, quien llegó a realizar su pedido antes que concluya defini­
tivamente la etapa de investigación preparatoria, en ese sentido, la conducta procesal omisiva del operador
judicial no puede afectar al agraviado en su pretensión de ver resarcido económicamente el perjuicio que se
le pudo haber causado; máxime, si como se ha señalado precedentemente el nuevo modelo procesal penal
tiene como pilar fundamental la oralidad y contradicción garantizado en el juzgamiento donde las partes
procesales pueden hacer valer su derecho a la defensa y en todo caso, tampoco se ha vulnerado el principio
de preclusión de los actos procesales, toda vez, que la solicitud de incorporación de tercero civilmente
responsable como ya se ha sostenido se hizo en lo oportunidad procesal correspondiente. (Casación N .°
79-2010-La Libertad, de 24-05-2011, £ j . 7. Sala Penal Permanente. Texto completo: <bit.ly/2buvjhw>). -
§ 506. Requisitos para ser considerado tercero civilmente responsable. Sexto. Para ser conside­
rado tercero civil responsable de un hecho delictivo que causó daño a una persona se requiere: a) que
el responsable directo esté en una relación de dependencia -éste no ha debido actuar según su propio
arbitrio, sino sometido, aunque sea potencialmente, a la dirección y posible intervención del tercero-; y,
b) que el acto generador de la responsabilidad haya sido cometido por el dependiente -en este caso, por
el imputado [...]- en el desempeño de sus obligaciones y servicios. (R. N. N .° 705-2018-Huancavelica,
del 17-05-2018, f. j. 6. Sala Penal Transitoria. Texto completo: <bit.ly/2TwY8CH>).
§ 507. Exclusión del banco como tercero civil responsable derivado de un contrato de leasing en
un proceso por homicidio culposo (conductor de vehículo de transporte que atropella a un transeún­
te). Décim o tercero. [En] lo [que] respecta a que el Colegiado Superior, en la sentencia de vista, excluyó
de la responsabilidad civil al Banco [...] como tercero civilmente responsable [en un proceso por homicidio
culposo (conductor de vehículo de transporte que atropella a un transeúnte)], este Supremo Tribunal
también aprecia que dicha decisión se basó en lo previsto en el artículo 6 de la Ley de Arrendamiento Fi­
nanciero que expresa que “Los bienes materia de arrendamiento financiero deberán ser cubiertos mediante
pólizas contra riesgos susceptibles de afectarlos o destruirlos. Es un derecho irrenunciable de la locadora
fijar las condiciones mínimas de dicho seguro. La arrendataria es responsable delaño quepueda causar el bien,
desde el momento que lo recibe [de] la locadora . En consecuencia, de autos se advierte que si bien esta norma
se contrapone a lo previsto en el artículo 29 de la Ley General de Transporte y Tránsito Terrestre que señala
que “la responsabilidad civil derivada de los accidentes de tránsito causados por vehículos automotores es
objetiva, de conformidad con lo establecido en el Código Civil. El conductor, el propietario del vehículo y,
de ser el caso, el prestador del servicio de transporte terrestre son solidariamente responsables por los daños
y perjuicios causados”, este Supremo Tribunal coincide con la Sala Penal de Apelaciones al establecer que
en atención al principio de especialidad, la norma aplicable para el caso sub examine es el artículo 6 del
Decreto Legislativo N .° 299 - Ley de Arrendamiento Financiero, pues se trata de una norma específica que
regula el contrato de Leasing que se llevó a cabo entre el Banco [...] (arrendador) -pues era el propietario del
vehículo que manejaba el [chofer de la Empresa] acusado [...] el día de los hechos y con el que se causó la
muerte de [la víctima] - y la Empresa [...] (arrendataria) -quien se encontraba en posesión del vehículo-. [...]
(Casación N .° 251-2011-Lambayeque, de 28-05-2013, f. j. 13. Sala Penal Permanente. Texto completo:
<bit.ly/2UaKWQl>).
§ 508. Elementos para determinar la existencia de responsabilidad civil sobre el imputado o
el tercero civilmente responsable. Décimo sexto. El Acuerdo Plenario N .° 5-2008/CJ-l 16 [§ 1500],
de 18-07-2008, en su fundamento jurídico N .° 24, estableció que la reparación civil se presenta como
una institución de naturaleza jurídica-civil, que descansa en el daño ocasionado, no en el delito come­
tido. Procesalmente, está informada por los principios dispositivo y de congruencia [...] a tono con la
naturaleza privada de la responsabilidad civil ex delito, determina que si no se cuestiona la reparación
civil fijada en la acusación fiscal, el Tribunal está limitado absolutamente a la cantidad acordada, esto es,
no puede modificarla ni alterarla en su alcance o ámbito y magnitud. Décimo séptimo. La reparación
civil puede accionarse contra el tercero civilmente responsable, que es definido como aquella persona
natural o jurídica, que sin haber participado en la comisión del hecho punible, interviene en el proceso
penal a efectos de responder económica y solidariamente a favor del agraviado; por lo cual, debe tener
una relación especial con el imputado y con el delito. Décimo octavo. El Título V de la Sección IV del

♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL


Art. 111 LIBRO PRIMERO: DISPOSICIONES GENERALES 252

Código Procesal Penal de 2004, contempla sobre este sujeto procesal, estableciendo en su artículo 111
lo siguiente: “ 1. Las personas que conjuntamente con el imputado tengan responsabilidad civil por las
consecuencias del delito, podrán ser incorporadas como parte en el proceso penal a solicitud del Minis­
terio Público o del actor civil. 2. La solicitud deberá ser formulada al Juez en la forma y oportunidad
prevista en los artículos 100-102, con indicación del nombre y domicilio del emplazado y su vínculo
jurídico con el imputado”. Décim o noveno. Es decir, el Código Procesal Penal citado, contiene como
presupuestos para ser considerado como tercero civilmente responsable, lo siguiente: a) Acreditar la
existencia de responsabilidad civil generada como consecuencia del delito, b) La responsabilidad debe
tenerla conjuntamente con el imputado, lo que significa, la necesidad de su vínculo jurídico con el im­
putado. Vigésimo. Respecto al primero, debe precisarse que el fundamento de la responsabilidad civil,
que genera la obligación de reparar, es la existencia de un daño de naturaleza civil, causado por un ilícito
penal, que no puede identificarse como ofensa penal. De ahí que, el daño civil debe entenderse como
aquellos efectos negativos que derivan de la lesión de un interés protegido. En este sentido, como lo
señaló la Corte Suprema a través del Recurso de Nulidad N .° 1969-2016 [§ 2087], en su fundamento
jurídico 20: “La reparación civil abarca el resarcimiento del daño y la indemnización de los perjuicios
materiales y morales, cuya funcionalidad debe corresponderse con las consecuencias directas y precisas
que el delito generó a la víctima, por lo que su estimación debe ser proporcional al daño causado” . Vi­
gésim o prim ero. Ahora bien, para determinar la existencia de la responsabilidad civil y que ésta recaiga
sobre el imputado o sobre el tercero civilmente responsable, se deben presentar los siguientes elementos:
a) El hecho causante del daño está constituido por la conducta del agente, que en su accionar afectó al
bien jurídico, b) El daño o perjuicio, c) Relación de causalidad, que se constituye en el nexo o vínculo
existente entre la acción y el resultado. Producido el daño o constatada su materialidad, es necesario de­
terminar si existió un causante, d) Factores de atribución de responsabilidad, subjetivos (dolo y culpa) y
objetivos (riesgo y peligro creados). Vigésimo segundo. Sobre el segundo, para incorporar a una persona
como tercero civilmente responsable, es necesaria la existencia de un vínculo jurídico con el imputado.
Ahora bien, este vínculo jurídico, es interpretado desde la normativa prevista en el Código Civil, con­
tenida en el artículo 1981, que prevé lo siguiente: “aquel que tenga a otro bajo sus órdenes, responde
por el daño causado por este último, si ese daño se realizó en el ejercicio de su cargo o en cumplimiento
del servicio respectivo”. Vigésimo tercero. Esta figura regula la denominada responsabilidad vicarial;
constituida como un criterio de imputación, para definir la relación que existe entre el responsable y
el sujeto que causó el daño; en este sentido, puede afirmarse que existe un vínculo jurídico cuando se
presenta: a) Una relación de subordinación del tercero, b) Que el subordinado cause daños, c) Que el
daño se realice en el ejercicio de un cargo o en cumplimiento del servicio respectivo. De ahí, que como
lo afirma un sector de la doctrina “la norma solo ha sido concebida para los casos en que, el actuar
ilícito ha sido realizado por una persona que se encuentra bajo las órdenes de otra, ejecutando solo las
decisiones de esta última” . (Casación N .° 67-2017-Lima, del 11-07-2017, ff. jj. 16 al 23. Segunda Sala
Penal Transitoria. Texto completo: <bit.ly/2J5LypS>).

§ 509. Se debe realizar previamente el pago de la reparación civil solidaria para la devolución
del bien al tercer civil responsable. 11.3. Aunado a ello se tiene, que el fiscal superior, como titular de
la carga de la prueba -léase artículo 14 de la Ley Orgánica del Poder Judicial-, no logró probar que el
tercero civil responsable -Empresa D, o sus representantes hayan tenido conocimiento de la utilización
de los vehículos de su propiedad o prestado consentimiento para la comisión del ilícito penal por parte
del sentenciado M CC, quien tenía la calidad de chofer profesional, responsable de transportar madera
a la ciudad de Lima; siendo menester señalar al respecto lo contenido en la sentencia de vista, glosa los
fundamentos de apelación del tercero civil responsable, esto es respecto a las declaraciones de conductor
M C C -sentenciado “ (...) los representantes no saben nada y menos me autorizaron a transportar dicha
mercadería y que ese hecho lo realizó por cuenta propia a fin de ganar dinero extra (...) nadie me ordenó
efectuar dicho servicio de transporte que el mismo lo hizo por decisión personal (...) los representantes
de la empresa, BPI, Y BC M y YMM no han tenido participación en los hechos materia de la presente
investigación (...)”-: por consiguiente es de estimar que el tercero civil responsable -empresa D -, pro­
pietario de los vehículos de placa de rodaje [...], no ha tenido intervención en los hechos ilícitos; y por
n o m o s & t h e s is
253 SECCIÓN IV: EL MINISTERIO PÚBLICO Y LOS DEMÁS SUJETOS PROCESALES A ft. 111

ello este Tribunal Supremo considera que lo resuelto por la Sala de Apelaciones respecto a la entrega y/o
devolución del bien al tercero civil responsable, previo pago de la reparación civil solidaria ordenada en
la sentencia, se encuentra conforme a ley. (Casación N .° 423-2014-Puno, del 03-11-2013, £ j. 11.3.
Sala Penal Permanente. Texto completo: <bit.ly/2Wc7Nwh>).

§ 510. La aplicación del decomiso al proceso penal está vinculada a la demostración del origen
ilícito del bien o de su utilización para fines criminales, por lo cual puede extenderse bienes de
terceros. Quinto. [Es] indudable que el camión afectado constituyó un instrumento con el que se co­
metió el delito de contrabando. Como, jurídicamente, se está ante una consecuencia accesoria del delito
-no ante una pena o medida de seguridad- no necesariamente es relevante quién es el propietario del
mismo. Es verdad que el originario artículo 102 del Código Penal estableció el decomiso de los instru­
mentos del delito con que se hubiere ejecutado, “...a no ser que pertenezcan a terceros no intervinientes
en la infracción”; sin embargo, este precepto varió con la primera reforma por Decreto Legislativo N .°
982, de 22-07-2007, en la que no se consignó esa frase restrictiva, y fue más explícito con la segunda
reforma por la Ley N .° 30076, de 19-08-2013, que permitió el decomiso de los instrumentos,”...aun
cuando pertenezcan a terceros”; precisión que se mantuvo con la tercera y última reforma por el Decreto
Legislativo N .° 1331, de 07-01-2017. Más allá de estas referencias históricas, cuando los hechos, estaba
vigente la ley especial de delitos aduaneros N .° 28008, de 19-06-2003. Su artículo 22 no estatuía la
limitación fijada respecto del propietario del instrumento del delito en el originario artículo 102 del
Código Penal. Dice: “El Juez resolverá en la sentencia el decomiso [...] de los instrumentos con que se
hubiera ejecutado el delito aduanero, [...]”. Sexto. Que el decomiso del instrumento del delito tiene
como fundamento la peligrosidad objetivo del bien utilizado para delinquir -posible uso del instrumen­
to para la comisión de nuevos delitos similares-; y, como finalidad, la eliminación de tal peligrosidad.
La aplicación del decomiso al proceso penal está vinculada a la demostración del origen ilícito del bien
o de su utilización para fines criminales, por ello es que se extiende a terceros (Conforme: Sentencia del
Tribunal Supremo Español 483/2007, de cuatro de junio). Los bienes peligrosos, como regla, deben
pertenecer al interviniente en el injusto penal, pero pueden extenderse a terceros, cuando éstos no ofrez­
can garantías suficientes de que no serán utilizados por ellos mismos o por otros para la comisión de
delitos futuros: incumplan tales deberes y no ofrezcan garantías de cumplirlo en el futuro [...]. Séptimo.
Que fijadas las pautas que deben guiar el decomiso de instrumento del delito perteneciente a terceros,
ajenos al injusto penal cometido, es del caso analizar el caso concreto. El camión en cuestión fue en­
tregado al imputado C L mediante un contrato de alquiler -cierto y con fecha indubitable- suscrito con
la tercero civil. El contrato escrito se celebró el 10-06-2003 [...] y las firmas del mismo se certificaron
notarialmente. No existe precepto legal, con rango de ley o de menor jerarquía, que prohíba, en estas
condiciones, el alquiler de camiones o que instaure pautas concretas, no cumplidas por la titular del
camión, para regular este tipo de contratos en transportes internacionales. Tampoco consta que el im­
putado no tenía ocupación lícita antes de la celebración del contrato o que tuviera antecedentes penales.
Por consiguiente, no puede estimarse que el titular del camión no cuidó que pase a manos indebidas ni
incumplió reglas mínimas de seguridad para evitar la comisión de delitos. El decomiso, por tanto, no
procede. El recurso defensivo debe estimarse y así se declara. Empero, como ya se señaló en la sentencia
casatoria 423-2014/Puno [§ 509], de 03-11-2015, la entrega del bien procederá una vez que se cumpla
con el pago de la reparación civil, pues corresponde al Juez disponer el embargo ejecutorio para saldar
todas las consecuencias jurídicas patrimoniales del delito. (R. N. N .° 953-2017-Puno, del 02-07-2018,
ff. jj. 5 al 7. Sala Penal Permanente. Texto completo: <bit.ly/2Nld94T>).

JURISPRUDENCIA DE LAS CORTES SUPERIORES

§ 511. Oportunidad para incorporar al tercero civil. La atribución de propiedad por parte del
tercero civil debe encontrarse corroborada de manera indubitable. Sexto. [...] [Este] Juzgado asume
el criterio que, la exigencia normativa es que la solicitud o requerimiento de incorporación de tercero ci­
vil se realice antes de la culminación de la etapa de investigación preparatoria, pudiendo ser resuelta con
posterioridad; circunstancia cumplida en el caso de autos, por lo que corresponde analizar el fondo de
♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL
Art.112 LIBRO PRIMERO: DISPOSICIONES GENERALES 254

la pretensión y determinar si merece o no ser amparada. [...] Octavo. [...] [R]especio a la incorporación
de ED SJ, este Juzgado considera que el Ministerio Publico no ha logrado acreditar que el pretendido
actor civil sea propietario, total o parcialmente, del automóvil participante en el accidente; pues, si bien
se alega que por su propia versión es el propietario del indicado bien, habiendo inclusive alquilado al
hoy acusado; sin embargo, ello no enerva la validez y eficacia probatoria de la tarjeta de propiedad antes
citada, en la cual, como se reitera, se consigna a la empresa de transportes 11 de noviembre como la
propietaria del vehículo, lo cual es más bien coincidente con el otro argumento expuesto por el propio
Ministerio Público en audiencia, en el sentido que, tal vehículo ha sido aportado a la Empresa por la
esposa de SJ; siendo esto así, este Juzgado considera que como persona natural no le asiste responsabi­
lidad civil respecto al delito, por lo que deberá rechazarse la pretensión de incorporación como tercero.
(Exp. N .° 2010-045-02-JIPZ, del 09-07-2010, ff. jj. 6 y 8. Juzgado de Investigación Preparatoria de
Zarumilla. Corte Superior de Justicia de Tumbes. Texto completo: <bit.ly/2UgioK0>).

Artículo 112: Trámite

1. El trámite en sede judicial para la constitución en parte del tercero civil será el previsto -en lo perti­
nente- en el artículo 102°, con su activa intervención.
2. Si el Ju e z considera procedente el pedido, mandará notificar al tercero civil para que intervenga en el
proceso, con copia del requerimiento. También dará inmediato conocimiento al Ministerio Público, acom­
pañando el cuaderno, para que le otorgue la intervención correspondiente.
3. Sólo es apelable la resolución que deniega la constitución del tercero civilmente responsable.

Artículo 113: Derechos y garantías del tercero civil

1. El tercero civil, en lo concerniente a la defensa de sus intereses patrimoniales goza de todos los
derechos y garantías que este Código concede al imputado.
2. Su rebeldía o falta de apersonamiento, luego de haber sido incorporado como parte y debidamente
notificado, no obstaculiza el trámite del proceso, quedando obligado a los efectos indemnizatorios que le
señale la sentencia.
3. El asegurador podrá ser llamado como tercero civilmente responsable, si éste ha sido contratado
para responder por la responsabilidad civil.

JURISPRUDENCIA DE LA CORTE SUPREMA

§ 512. Tercero civilmente responsable. Sexto. En lo atinente al Tercero Civilmente Responsable es


correcta la actuación del Superior Colegiado, pues al advertir la existencia de un tercero civil responsa­
ble, de acuerdo a la concordancia de lo dispuesto en los artículos noventa y tres y noventa y cinco del
Código Penal -norma última que señala que la reparación será solidaria entre los responsables del hecho
punible y los terceros civilmente responsables- incorporó a la Empresa [...] para que conjuntamente con
el procesado T T T cumpla con el pago de la pretensión económica fijada por concepto de reparación
civil, no solo porque por error involuntario el Juez de la Investigación Preparatoria omitió pronunciarse
al respecto, sino también porque constituyó uno de los argumentos invocados por la agraviada en su
escrito [...]: “el imputado no solo era socio y gerente de la citada empresa, sino también poseía gran
parte de dichas acciones”. No existió indefensión material al incorporarlo como tal, y la necesidad de
su concurrencia como obligado civil surge del artículo noventa y cinco del Código Penal, por tanto,
teniendo en cuenta los lincamientos de la norma sustantiva antes acotada -artículo noventa y tres del
referido cuerpo legal- y de acuerdo a los fundamentos jurídicos precedentes, debe disminuirse pruden­
cialmente. (Casación N .° 37-2008-La Libertad, del 10-03-2010, f. j. 6. Sala Penal Permanente. Texto
completo: cbit.ly/1rsvUqf>).

nomos &thesls
LIBRO SEGUNDO
LA ACTIVIDAD PROCESAL
_ SECCIÓN I
PRECEPTOS GENERALES

TÍTULO I
LAS ACTUACIONES PROCESALES

CAPÍTULO I
LAS FORMALIDADES

Artículo 114: Idioma

1. Las actuaciones procesales se realizan en castellano.


2. Cuando una persona no comprenda el idioma o no se exprese con facilidad, se le brindará la ayuda
necesaria para que el acto pueda desarrollarse regularmente.
3. Deberá proveérseles traductor o intérprete, según corresponda, a las personas que ignoren el cas­
tellano, a quienes se les permita hacer uso de su propio idioma, así como a los sordomudos y a quienes
tengan algún impedimento para darse a entender.
4. Lo s documentos y las grabaciones en un idioma distinto del español deberán ser traducidos cuando
sea necesario.

JURISPRUDENCIA D EL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL

§ 513. Jueces deben otorgar las garantías necesarias para que el derecho de defensa de la recu­
rrente en su calidad de analfabeta y quechuahablante se encuentre plenamente protegido, entre
ellos, la designación de un traductor o intérprete. Su abogado no debe dejar de asistir a ninguna
de las audiencias y le debe comunicar de todo lo ocurrido en cada una de las etapas del proceso.
5. [El] contenido esencial del derecho de defensa queda afectado cuando, en el seno de un proceso
judicial, cualquiera de las partes resulta impedida, por actos concretos de los órganos judiciales, de
ejercer los medios necesarios, suficientes y eficaces para defender sus derechos e intereses legítimos. 6.
Lo establecido en los fundamentos precedentes referido al derecho de defensa no sería posible si, en el
seno de un proceso, no se nombra intérprete a aquella parte que tiene como idioma propio uno distinto
al castellano y, en consecuencia, no tiene la posibilidad de entender el idioma usado en los tribunales, a
fin de ejercer su derecho de defensa constitucionalmente protegido. [...] 10. Por tanto, se desprende de
lo expuesto que el ejercicio del derecho de defensa no es posible si al recurrente no se le designa traduc­
tor o intérprete, y - acorde a la Convención Americana- que este derecho es una garantía mínima del

♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL


Art.114 LIBRO SEGUNDO: LA ACTIVIDAD PROCESAL 256

procesado para el respeto de su derecho al debido proceso y a su identidad cultural, en consecuencia,


para su validez. Así lo ha entendido la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, cuando ha
señalado que “toda declaración de una persona que no comprenda o no hable adecuadamente el idioma
en el cual esta le es tomada, carece de valor” [...]. 13. [El] Estado tiene la obligación de procurar a las
personas analfabetas una protección especialmente garantista, ello, por cuanto, al estar desnaturalizada
su capacidad de comprensión por no contar con las herramientas cognitivas necesarias, tal condición
especial las coloca en una situación de desventaja frente a la otra parte. Con dicha protección, el Esta­
do no solo justifica su inacción social en materia educativa, sino que habilita la posibilidad de que las
personas analfabetas asistan a un proceso en mejores condiciones y puedan exigir de manera efectiva
el respeto de sus derechos. 14. En tal sentido, a partir del contenido del derecho al debido proceso y
del deber constitucional de garantizar la defensa de las personas en juicio, más aún, cuando se trata de
personas analfabetas, este Tribunal entiende que entre dicho derecho y tal deber existe una relación que
bien puede ser expresada en el derecho de las personas analfabetas a no dejar de ser asistidas por un
abogado y, por tanto, a recibir una debida defensa acorde a su condición en los procesos judiciales. Es
decir, se puede considerar, sin necesidad de apelar a la cláusula de los derechos no enumerados o derechos
no escritos recogida en el artículo 3 de la Constitución que está reservada solo para aquellas especiales
y novísimas situaciones que supongan la necesidad del reconocimiento de un derecho que requiera
de una protección al más alto nivel y que, en modo alguno, pueda considerarse que está incluido en
el contenido de algún derecho constitucional ya reconocido en forma explícita (Cfr. STC N .° 0895-
2001-AA, F.J. 5); que el derecho de defensa supone la existencia del derecho que tienen las personas
analfabetas a no dejar de ser asistidas por un abogado y, por tanto, a recibir una debida defensa acorde
a su condición en los procesos judiciales. [...] 19. Al respecto el Tribunal observa que las autoridades
jurisdiccionales no otorgaron una debida tutela en la medida que no ofrecieron las garantías necesa­
rias, a fin de que el derecho de defensa de la recurrente en su calidad de analfabeta y quechuahablante
se encuentre plenamente protegido. En opinión del Tribunal, la autoridad judicial debió asignar un
intérprete a la favorecida para que pueda comunicarse correctamente y sin limitaciones con el objeto
de que pueda ser oída en el proceso; asimismo, debió exhortar al abogado para que no deje de asistir
a ninguna de las audiencias y le comunique a la favorecida todo lo ocurrido en cada una de las etapas
del proceso, dejando expresa constancia de ello (Exp. N .° 07731-2013-PHC/TC [caso Carmen M aría
VillanuevaPoUnar], del 09-12-2015 [Web: 06-01-2017 / EP, 10-03-2017], ff. jj. 5, 6, 10, 13, 14 y 19.
Texto completo: <bit.ly/2FvTPjg>).

Artículo 115: Declaraciones e interrogatorios con intérpretes

Las personas serán interrogadas en castellano o por intermedio de un traductor o intérprete, cuando
corresponda. El Ju e z podrá permitir, expresamente, el interrogatorio directo en otro idioma o forma de
comunicación. En tal caso, la traducción o la interpretación precederán a las respuestas.

Artículo 116: Lugar

1. Las actuaciones procesales se realizarán en el Despacho del Fiscal o del Juez, según el caso.
2. No obstante ello, el Fiscal o el Juez podrán constituirse en cualquier lugar del territorio nacional,
cuando resulte indispensable, y no sea imposible o de muy difícil consecución, conocer directamente ele­
mentos de convicción decisivos en una causa bajo su conocimiento.

Artículo 117: Tiempo

Salvo disposición legal en contrario, las actuaciones procesales podrán ser realizadas cualquier día y a
cualquier hora, siempre que resulte absolutamente indispensable según la naturaleza de la actuación. Se

n o m o s & t h e s is
257 SECCIÓN I: PRECEPTOS GENERALES Art. 119-Á
consignarán el lugar y la fecha en que se cumplan. La omisión de estos datos no tornará ineficaz el acto,
salvo que no pueda determinarse, de acuerdo con los datos del acta u otros conexos, la fecha en que se
realizó.

Articulo 118: Juramento

1. Cuando se requiera juramento, se recibirá según las creencias de quien lo hace, después de instruirlo
sobre la sanción que se haría acreedor por la comisión del delito contra la Administración de Justicia. El
declarante prometerá decir la verdad en todo cuanto sepa y se le pregunte.
2. Si el declarante se niega a prestar juramento en virtud de creencias religiosas o ideológicas, se fe
exigirá promesa de decir la verdad, con las mismas advertencias del párrafo anterior.

Artículo 119: Interrogatorio

1. Las personas que sean interrogadas deberán responder de viva voz y sin consultar notas ni documen­
tos, con excepción de los peritos y de quienes sean autorizados para ello, incluso los imputados, en razón
de su s condiciones o de la naturaleza de los hechos o circunstancias del proceso.
2. El declarante será invitado a manifestar cuanto conozca sobre el asunto de que se trate y después,
si es necesario, se le interrogará. Las preguntas que se le formulen no serán impertinentes, capciosas ni
sugestivas.

Artículo 119-A: Audiencia

1. La presencia física del imputado es obligatoria en la audiencia del juicio, conforme al inciso 1) del
artículo 356, así como en aquellos actos procesales dispuestos por ley.
2. Excepcionalmente, a pedido del fiscal, del imputado o por disposición del juez, podrá utilizarse el
método de videoconferencia en casos que el imputado se encuentre privado de su libertad y su traslado al
lugar de la audiencia encuentre dificultades por la distancia o porque exista peligro de fuga. oiwwwwMeHf)

NOTA DE ACTUALIZACIÓN
(1) Artículo incorporado por el artículo 4 de la Ley N.° 30076 (ER 19-08-2013).

PROTOCOLOS, REGLAMENTOS, LINEAMIENTOS, GUÍAS Y DIRECTIVAS


(a) Directiva N.° 002-2018-CE-PJ: "Lineamientos para el desarrollo e instalación de audiencias realizadas en los procesos
penales bajo los alcances del Nuevo Código Procesal Penal, mediante el uso de videoconferencia y otros aplicativos
tecnológicos de com unicación-redes sociales" (aprobado por la Resolución Administrativa N.° 084-2018-CE-PJ de 14­
03 -2 0 1 8). Véase el texto com pleto en: <bit.ly/2Ud70Ua>.
(b) Reglamento de audiencias públicas extraordinarias (aprobado por la Resolución Administrativa N.° 008-2011-SP-CS-
PJ de 10-03-2011). Véase el texto com pleto en: <bit.ly/2l6mhde>.
(c) Reglamento general de audiencias bajo las normas del Código Procesal Penal (aprobado por la Resolución Administrativa
N.° 096-2006-CE-PJ de 28-06-2006), Véase el texto com pleto en: <bit.ly/2uEYAk7>.
(d) Directiva N.° 001-2014-CE-PJ: "Lineamientos para el uso de la videoconferencia en los procesos penales" (aprobado
por la Resolución Adm inistrativa N.° 004-2014-CE-PJ de 07-01-2014). Véase el texto completo en: <bit.ly/2UcBuk3>.
(e) Directiva N.° 005-2015-CE-PJ: "Procedimiento para el uso de equipos de videoconferencias por Personal de los órganos
jurisdiccionales y adm inistrativos del Poder Judicial en las Salas de Audiencias de las Cortes Superiores y Salas de
Audiencias pertenecientes al Poder Judicial ubicadas en los establecimientos penales" (aprobado por la Resolución
Adm inistrativa N.° 233-2015-SP-CS-PJ de 15-07-2015). Véase el texto completo en: <bit.ly/2YLxg¡¡>.
(f) Protocolo de actuación insterinstitucional específico de gestión y dirección de audiencias (aprobado por el Decreto
Suprem o N.° 010-2018-JUS [ER 25-08-2018]). Véase el texto completo en: <bit.ly/2VYmqUI>.

♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL


Art. 119-A LIBRO SEGUNDO: LA ACTIVIDAD PROCESAL 258

JURISPRUDENCIA DE LA CORTE SUPREMA

§ 514. El método de videoconferencia no puede vulnerar el derecho de defensa del procesado.


6.2.16. De lo acontecido en las sesiones de audiencia de juzgamiento, a entender de esta Sala Suprema,
se advierte que se ha vulnerado el contenido esencial del derecho de defensa de M M G desde la primera
sesión de audiencia: cuando se decide proseguir con la misma habiéndose asignado, en el mismo ins­
tante, defensor público al acusado, sin que ambos se hayan reunido previamente en privado a efectos de
preparar la defensa; y, asimismo, sin que su abogado defensor haya tenido la posibilidad real de asesorar­
lo durante el desarrollo de la audiencia; cuya necesidad resultó manifiesta al momento de decidir si va a
declarar o no. 6.2.17. Sí bien la Sala Superior de Sala Penal de Apelaciones y Liquidadora (en Adición)
de Loreto remite oficios a Defensoría Pública de Amazonas, a efectos de que se designe al acusado un
abogado defensor que lo acompañe en la Sala de Videoconferencias del Establecimiento Penitenciario
de Chachapoyas; lo cierto es que al disponer, sin más, la continuación del juicio oral en las condiciones
señaladas -sin que el acusado se haya reunido en privado con su abogado defensor para preparar su de­
fensa y/o no siendo asesorado por el mismo- no tomando ninguna medida adecuada y efectiva en pro­
cura de salvaguardar realmente el derecho de defensa del acusado, como podría haber sido no continuar,
en tales condiciones, el juicio oral -lo cual, por cierto, habría estado justificado-, o disponer el traslado
del acusado a la Sala de Audiencias en Loreto para el desarrollo del juicio oral y, consecuentemente,
prescindir de la videoconferencia. Atendiendo a ello, de ningún modo puede afirmarse que en el juicio
oral seguido contra M M G se ha cumplido con el debido proceso. [...]. (R. N. N .° 999-2016-Loreto, de
20-06-2017, ff. jj. 6.2.16 y 6.2.17. Sala Penal Permanente. Texto completo: <bit.ly/2Fz4ICn>).

JURISPRUDENCIA DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL

§ 515. No se lesiona el principio de inmediación por la utilización de sistemas de videoconferen­


cia en audiencia. Videoconferencia no puede ser rechazada solo porque los sujetos procesales no se
encuentran en el mismo espacio físico. 18. A juicio de este Tribunal, el sistema de videoconferencia no
impide que el procesado y el juzgador puedan comunicarse oralmente; antes bien, posibilita la interac­
ción y el dialogo entre las partes, pudiéndose observar que cuando se realiza bajo las condiciones técnicas
adecuadas no obstaculiza la mejor percepción sensorial. Asimismo, en la medida que se permita el acceso
al contenido de las audiencias no se afecta la publicidad. Mientras que, respecto de la contradicción, se
aprecia que con las partes comunicadas en tiempo real, estas pueden expresarse fluidamente, tal y como
si estuvieran presentes físicamente el procesado y el juzgador en el mismo ambiente. 19. Por ello, este
Tribunal considera que la utilización del sistema de videoconferencia no transgrede, prima facie, los prin­
cipios referidos, constituyéndose, más bien, en un instrumento tecnológico que coadyuva a los fines del
proceso. E. ¿Se lesiona elprincipio de inmediación por la utilización del sistema de videoconferencia en una
audiencia de apelación de sentencia condenatoria? 20. Corresponde analizar ahora si con el uso del sistema
de videoconferencia se lesiona el principio de inmediación como elemento del derecho a la prueba. Al
respecto, el Tribunal aprecia que el sistema de videoconferencia permite la comunicación bidireccional
y simultánea de la imagen y sonido, en tiempo real, sin obstaculizar la percepción sensorial que puedan
tener las partes de las pruebas, admitiendo la interacción visual y auditiva. Por ende, este mecanismo
tecnológico no puede ser rechazado por el hecho de que literalmente ‘ no se encuentre presente física­
mente” una persona, pues dicho sistema tiene el efecto de adecuar la audiencia de tal manera que puede
considerarse al procesado presente activamente. En ese sentido, el Tribunal considera que su utilización
no es incompatible con el principio de inmediación que informa al proceso penal. 21. No obstante, el
Tribunal considera que la utilización de la videoconferencia no debe ser la regla general sino una medida
de empleo excepcional, en los términos que la ley procesal penal le asigna, y siempre que no impida la
interacción directa, personal y cercana de un medio probatorio que tenga directa incidencia en cuestiones
de hecho relacionadas a la declaración de inocencia o culpabilidad del procesado. Existirán algunos casos
en los que su uso deberá ser excluido por existir la necesidad de la presencia física de las partes, lo cual se
deberá evaluar en el caso concreto. (Exp. N .° 02738-2014-PHC/TC [caso Carlos Mauro Peña Solís], del
30-07-2015 [Web: 21-08-2015], ff. jj. 18-21. Texto completo: <bit.ly/2CEk4Cd>).
n o m o s & t h e s is
259 SECCION i: PRECEPTOS GENERALES AH 120
CAPÍTULO II
LAS ACTAS

Artículo 120: Régimen general

1. La actuación procesal, fiscal o judicial, se documenta por medio de acta, utilizándose de ser posible
los medios técnicos que correspondan.
2. El acta debe ser fechada con indicación del lugar, año, mes, día y hora en que haya sido redactada,
las personas que han intervenido y una relación sucinta o integral -según el caso- de los actos realizados.
Se debe hacer constar en el acta el cumplimiento de las disposiciones especiales previstas para las actua­
ciones que así lo requieran.
3. Será posible la reproducción audiovisual de la actuación procesal, sin perjuicio de efectuarse la
transcripción respectiva en un acta. La Fiscalía de la Nación y el Consejo Ejecutivo del Poder Judicial, cada
uno en su ámbito, en función a las posibilidades de la Institución, dictarán disposiciones que permitan su
utilización.
4. El acta será suscrita por el funcionario o autoridad que dirige y por los demás intervinientes previa
lectura. Si alguno no puede o no quiere firmar, se dejará constancia de ese hecho. Si alguien no sabe firmar,
podrá hacerlo, en su lugar, otra persona, a su ruego o bien un testigo de actuación, sin perjuicio de que se
imprima su huella digital.(a) (b)

PROTOCOLOS, REGLAMENTOS, LINEAMIENTOS, GUÍAS Y DIRECTIVAS

(a) Reglamento del nuevo despacho judicial del módulo penal corporativo de las Cortes Superiores de Justicia de la
República (aprobado por la Resolución Administrativa N.° 014-2017-CE-PJ de 11-01-2017). Véase el texto completo
en:<bit.ly/2HUsqK¡>.
(b) Reglamento de reproducción audiovisual de actuaciones procesales fiscales (aprobado por la Resolución N.°
729-2006-M P-FN de 15-06-2006). Véase el texto completo en: <bit.ly/2FL5dGO>.

DOCTRINA JURISPRUDENCIAL VINCULANTE DE LA CORTE SUPREMA

§ 516. Los autos emitidos en incidencias deben documentarse por escrito, excepto cuando
no hayan sido impugnados. Decisiones emitidas oralmente: transcripción íntegra de la decisión.
Véase la jurisprudencia del artículo 123° del Nuevo Código Procesal Penal [§ 528]. (Casación N .°
159-2011-Huaura, del 22-05-2012, que establece como doctrina jurisprudencial vinculante el sentido
de los ff. jj. 3.11 y 3.12. Sala Penal Permanente. Texto completo: <bit.ly/2b2Gsrx>).

JURISPRUDENCIA DE LA CORTE SUPREMA

§ 517. Registro de resoluciones cuando versan sobre el objeto procesal o sobre una cuestión
incidental referida a la regularidad o viabilidad del procedimiento penal. Véase la jurisprudencia
del artículo 356° del Nuevo Código Procesal Penal [§ 1475]. (Casación N .° 61-2009-La Libertad, del
05-03-2010, £ j. 5. Sala Penal Permanente. Texto completo: <bit.ly/2bDdDUc>).

JURISPRUDENCIA DE LAS CORTES SUPERIORES

§ 518. Exclusión del material probatorio de acta de intervención policial que contiene la de­
claración del imputado sin presencia de su abogado de elección o del representante del Ministerio
Publico. 2.13. En el caso de autos, ha quedado demostrado que el acta de intervención policial que
también contiene la declaración del imputado sin presencia de su abogado de elección o de un defensor
público, ha quedado claro por el contenido del acta de intervención policial no corresponde su conte­
nido a una intervención policial sino a la declaración del investigado [...], con vulneración del derecho
de defensa y sin presencia del representante del Ministerio Público, a quien se le puso en conocimiento
de la intervención policial en sede policial y no de la declaración del investigado; por lo que dicha dili-
♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL
Art. 121 LIBRO SEGUNDO: LA ACTIVIDAD PROCESAL 260

gencia ilegal es de exclusiva responsabilidad del efectivo policial [...], quien incurre en responsabilidad
funcional, se debe proceder a declarar fundado la tutela de derechos y en cuanto al acta de declaración
del investigado [...] el abogado defensor se ha desistido expresamente en la audiencia de tutela de dere­
chos si[n] oposición de la Fiscalía; por lo que es innecesario emitir pronunciamiento en este extremo.
Por estas consideraciones, se resuelve: [...] 3.1. D eclarar fundada la solicitud de tutela de derechos
solicitada por el investigado [...] contra la Fiscalía [...], en cuanto al Acta de Intervención Policial [...],
en consecuencia: 3.2. E xcluyase del material probatorio recabado por la Fiscalía a cargo del caso del
Acta de Intervención Policial de fecha 24 de junio de 2018 redactada en la Comisaría [...] que contiene
también la declaración del investigado [...]. (Exp N .° 5327-2018-14-1001-JR-PE-04, del 22-08-2018,
ff. jj. 2.13, 3.1 y 3.2. Cuarto Juzgado de Investigación Preparatoria en Adición al Juzgado de Investiga­
ción Preparatoria Especializado en Delitos Ambientales del Distrito Judicial del Cusco. Corte Superior
de Justicia de Cusco. Texto completo: <bit.ly/2GFXQRq>).

Artículo 121: Invalidez del acta

1. El acta carecerá de eficacia sólo si no existe certeza sobre las personas que han intervenido en la
actuación procesal, o si faltare la firma del funcionario que la ha redactado.
2. La omisión en el acta de alguna formalidad sólo la privará de su s efectos, o tornará invalorable
su contenido, cuando ellas no puedan ser suplidas con certeza sobre la base de otros elementos de la
misma actuación o actuaciones conexas, o no puedan ser reproducidas con posterioridad y siempre
que provoquen un agravio específico e insubsanable a la defensa del imputado o de los demás sujetos
procesales.

CAPÍTULO III
LAS DISPOSICIONES Y LAS RESOLUCIONES

Artículo 122: Actos del Ministerio Público

1. El Ministerio Público, en el ámbito de su intervención en el proceso, dicta Disposiciones y Providen­


cias, y formula Requerimientos.
2. Las Disposiciones se dictan para decidir a) el inicio, la continuación o el archivo de las actuaciones;
b) la conducción compulsiva de un imputado, testigo o perito, cuando pese a ser emplazado debidamente
durante la investigación no cumple con asistir a las diligencias de investigación; c) la intervención de la
Policía a fin de que realice actos de investigación; d) la aplicación del principio de oportunidad; y, e) toda
otra actuación que requiera expresa motivación dispuesta por la Ley.
3. Las Providencias se dictan para ordenar materialmente la etapa de investigación.
4. Los Requerimientos se formulan para dirigirse a la autoridad judicial solicitando la realización de un
acto procesal.
5. Las Disposiciones y los Requerimientos deben estar motivados. En el caso de los requerimientos, de
ser el caso, estarán acompañados de los elementos de convicción que lo justifiquen.
6. Rige, en lo pertinente, el artículo 1 2 7 .(a)

PROTOCOLOS, REGLAMENTOS, LINEAMIENTOS, G UÍAS Y DIRECTIVAS


(a) Protocolo de actuación interinstitucional específico de uso y form ación de requerim ientos y solicitudes (aprobado por el
Decreto Supremo N.° 010-2018-JUS [EP, 25-08-2018]). Véase el texto com pleto en: <b¡t.ly/2PjKLRN>.

n o m o s & th e sis
261 SECCIÓN I: PRECEPTOS GENERALES Árí 122

PLENO DE LOS JUZGADOS PENALES DE INVESTIGACIÓN PREPARATORIA

§ 519. Trámite de solicitudes y requerimientos. Acuerdo: 1. La debida fundamentación de la


solicitud o requerimiento constituye un requisito de admisibilidad. 2. La absolución del traslado de la
solicitud o requerimiento se realizará oralmente en audiencia. 3. La asistencia a la audiencia del Fiscal
con la carpeta fiscal es obligatoria. 4. Los sujetos procesales serán representados en audiencia por sus
defensores. 5. La asistencia a la audiencia del defensor solicitante o Fiscal requiriente es obligatoria,
bajo apercibimiento rechazarse de plano su solicitud o requerimiento, la asistencia de los demás sujetos
procesales es facultativa. 6. La decisión del juez puede ser oralizada en la misma audiencia o notificada
con la resolución escrita después de la audiencia, según la complejidad del caso. (Acuerdo Plenario N .°
05-2008, de 04-01-2008. Pleno de los Juzgados Penales de Investigación Preparatoria deTrujillo. Corte
Superior de La Libertad. Texto completo: <bit.ly/lqnTxje>).

ACUERDOS DE LAS SALAS PENALES SUPERIORES

§ 520. El cuaderno judicial debe formarse con las solicitudes o requerimientos acompañados
de los elementos de convicción que lo justifiquen. En caso la resolución se expida oralmente en au­
diencia deberá transcribirse integralmente en el acta, sólo en el caso que alguna de las partes haya
impugnado la decisión judicial. Tema: Formación de Cuaderno Judicial. Acuerdo: “El Cuaderno Ju­
dicial debe formarse con las solicitudes o requerimientos acompañados de los elementos de convicción
que lo justifiquen. En caso la resolución se expida oralmente en audiencia deberá transcribirse integral­
mente en el acta, sólo en el caso que alguna de las partes haya impugnado la decisión judicial”. [...] Fun­
damentación: El artículo Reglamento del Nuevo Despacho Judicial del Módulo Penal Corporativo de
las Cortes Superiores de Justicia de la República, precisa que el Cuaderno Judicial se forma para atender
los requerimientos y solicitudes presentados por las partes procesales durante la etapa de investigación
preparatoria, etapa intermedia y la ejecución de sentencias. En tal sentido, el Cuaderno Judicial debe
formarse con las solicitudes de los abogados defensores o los requerimientos fiscales, acompañados de
los elementos de convicción que lo justifiquen. Asimismo, en caso la resolución se expida oralmente en
audiencia deberá transcribirse integralmente en el acta por seguridad jurídica, sólo en el caso que alguna
de las partes haya impugnado la decisión judicial, ello bajo criterios razonables de economía y celeridad
procesal, como lo precisa el Acuerdo Plenario 6-2011 -C /116 [§ 526], de 06/12/2011. (Acuerdo N .°
10-2018-SPS-CSJLL del 04-05-2018. Acuerdo de Jueces Titulares de las Salas Penales Superiores de la
Corte Superior de Justicia de La Libertad. Texto completo: <bit.ly/2JFlrX7>).

JURISPRUDENCIA DE LAS CORTES SUPERIORES

§ 521. Las partes pueden incoar el proceso de terminación anticipada durante el período com­
prendido entre la formalización de la investigación preparatoria y hasta la instalación e inicio de
la audiencia preliminar de acusación. Véase la jurisprudencia del artículo 468° del Nuevo Código
Procesal Penal [§ 1960]. (Exp. N .° 3356-2011-43-Trujillo, del 03-05-2012, f. j. 1.7. Tercer Juzgado
Penal de Investigación Preparatoria de Trujillo. Corte Superior de Justicia de La Libertad. Texto com­
pleto: <bit.ly/2UsvzUp>).

JURISPRUDENCIA D EL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL

§ 522. Derecho al debido proceso y a la motivación de las resoluciones judiciales. Véase la ju­
risprudencia del artículo 123° del Nuevo Código Procesal Penal [§ 542]. (Exp. N .° 1230-2002-HC/
T C [caso César Humberto Tineo Cabrera:], del 20-06-2002 [Web: 29-08-2002], f. j. 11. Texto completo:
<bit.ly/2TWolvk>).
§ 523. Debida motivación de las resoluciones fiscales. 4. La debida motivación de las resoluciones
fiscales es la garantía del denunciante del ilícito penal frente a la arbitrariedad fiscal, asegurándole a
quien denuncia un delito que las decisiones que adopten los representantes del Ministerio Público no
estén sustentadas en el mero capricho de los fiscales, sino en datos objetivos que proporciona el ordena-

♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL


Art. 123 LIBRO SEGUNDO: LA ACTIVIDAD PROCESAL 262

miento jurídico o en los que se deriven del caso. El dejar incontestada la pretensión penal, o el desviar
la decisión del marco del debate fiscal generando indefensión, constituiría vulneración del derecho a la
motivación de las resoluciones fiscales. (Exp. N .° 07132-2013-PA/TC [caso José Luis Uribe Coelo], del
08-06-2013 [Web: 18-12-2013 / EP: 19-0-2016], £ j. 4. Texto completo: <bit.ly/2JBpu70>).
§ 524. Proscripción de la arbitrariedad. Principio de interdicción o prohibición de todo poder
ejercido en forma arbitraria e injusta. Aunque no explícitamente, al reconocer en los artículos 3o y
4 3 ° de la Constitución, el Estado social y democrático de Derecho, se ha incorporado el principio de
interdicción o prohibición de todo poder ejercido en forma arbitraria e injusta. Este principio tiene un
doble significado: (i) en un sentido clásico y genérico, la arbitrariedad aparece como el reverso de la
justicia y el derecho; (ii) en un sentido moderno y concreto, la arbitrariedad aparece como lo carente
de fundamentación objetiva, lo incongruente y contradictorio con la realidad que ha de servir de base a
toda decisión. Es decir, como aquello desprendido o ajeno a toda razón de explicarlo. (Exp. N .° 00535-
2009-PA/TC [caso Rodolfo Luis Oroya Gallo], del 05-02-2009 [Web: 03-08-2009 / EP, 27-01-2010], f.
j. 17. Texto completo: <bit.ly/2IL61ec>).
§ 525. Puede examinarse, a través del proceso de amparo, la motivación llevada a cabo por el
Ministerio Publico al momento de emitir su decisión. Violación sexual: no puede sostenerse que el
tiempo transcurrido entre los hechos y la formulación de denuncia genera por sí solo dudas sobre
la declaración de la recurrente. Véase la jurisprudencia del artículo 64° del Nuevo Código Procesal
Penal [§ 358]. (Exp. N .° 05121-2015-PA/TC, del 24-01-2018 [Web: 08-03-2018], ff. jj. 18, 2 0,29 y
30. Texto completo: <bit.ly/2Fw93Cr>).

Artículo 123: Resoluciones judiciales

1. Las Resoluciones judiciales, según su objeto son decretos, autos y sentencias. Salvo los decretos,
deben contener la exposición de los hechos debatidos, el análisis de la prueba actuada, la determinación
de la Ley aplicable y lo que se decide, de modo claro y expreso.
2. Los decretos se dictan sin trámite alguno. Los autos se expiden, siempre que lo disponga este Có­
digo, previa audiencia con intervención de las partes. Las sentencias se emiten según las reglas previstas
en este Código.

ACUERDO PLENARIO DE LA CORTE SUPREMA

§ 526. Motivación escrita de las resoluciones judiciales y el principio de oralidad: necesidad y


forma. § L Aspectos generales. 6. La Constitución Política del Perú, en su artículo 139°, que en pureza
recoge las principales garantías-derechos fundamentales de carácter procesal y los principios del proceso
y del procedimiento, sólo menciona -en cuanto al ámbito objeto de análisis en esta sede: oralidad y
motivación- dos disposiciones esenciales: a) la motivación escrita de las resoluciones judiciales (artículo
139o.5) -que es de incorporarla en la garantía genérica de tutela jurisdiccional-; y, b) el debido proceso
(artículo 139°.3), al que es de rigor asociar como uno de sus derechos primordiales la publicidad de los
procesos -sin perjuicio de otros derechos procesales claves, tales como la independencia judicial, la im­
parcialidad del juez, la pluralidad de la instancia, la prohibición de condena en ausencia-. Cabe destacar
que la Ley de Leyes no se refiere, expresamente, a la oralidad como principio procesal de relevancia
constitucional. Sin embargo, es posible derivarla, para determinados momentos y actos procesales, de
los principios procedimentales de publicidad, inmediación y concentración, siendo en buena cuenta la
oralidad y la publicidad los principios rectores en este ámbito: de ambos derivan los anteriores [Juan
M ontero Aroca: Derecho Jurisdiccional I. Tirant Lo Blanch, Madrid, 2007, p. 382]. Empero, en es­
tricto derecho y por lo anterior, la vulneración de la oralidad no constituye un vicio de inconstituciona-
lidad -como es el caso de la publicidad-, sino de mera legalidad ordinaria. El desarrollo de las normas
constitucionales antes citadas, en tanto cabe enfatizar que el proceso es una institución de configuración

n o m o s & th e sís
263 SECCION I: PRECEPTOS GENERALES Art. 123
legal, se encuentra plasmada en las leyes procesales: el Código Procesal Civil -que es la norma procesal
común de todo el sistema procesal-; la Ley orgánica del Poder Judicial -en adelante, LoPJ-, que tiene
muy diversas normas procesales y que informan, en segundo orden y frente al silencio de la Ley procesal
común y de las leyes procesales específicas, todo el proceso jurisdiccional; y, en lo que corresponde al
ámbito penal, el Código Procesal Penal -en adelante, NCPP-. Este último Código, en su Título Preli­
minar, no sólo reconoce como derechos procesales el juicio previo y público -de directa relevancia
constitucional (artículo 139°. 4 y 10); también establece que el enjuiciamiento ha de ser oral y contra­
dictorio (artículo 1.2). 7. El artículo 123° NCPP clasifica las resoluciones judiciales según su objeto -
entendido desde una perspectiva material- en: decretos, autos y sentencias. Los autos se dictan, siempre
que lo disponga el citado Código, previa audiencia con intervención de las partes; las sentencias, por su
lado, tienen un régimen propio fijado en los títulos correspondientes -todas, a excepción de la sentencia
en el proceso por faltas que autoriza las denominadas sentencias in voce u orales, son escritas (vid.: artí­
culos 394o- 396°, 425°, 431°.4, 468°.3, 477°.4 y 484°.6 NCPP)-. El conjunto de las resoluciones ju­
diciales, salvo los decretos, deben contener la exposición de los hechos debatidos, el análisis de la prue­
ba actuada, la determinación de la ley aplicable y lo que se decide, de modo claro y expreso. Por lo
demás, sin perjuicio de las disposiciones especiales y de las normas estipuladas en la LoPJ, las resolucio­
nes serán firmadas por los jueces respectivos (artículo 123°1 NCPP). El régimen de la oralidad del
procedimiento principal: la etapa de enjuiciamiento o del juicio oral, está desarrollado en el artículo
361° NCPP. El apartado 4) prevé claramente que en el curso del juicio las resoluciones serán dictadas y
fundamentadas verbalmente, cuyo registro debe constar en el acta. Ahora bien, las referidas resoluciones
orales o verbales, que se expiden en el curso de la audiencia y se centran, según los casos, en los decretos
y los autos deben documentarse en el acta -salvo excepciones, tal como el auto que da por retirada al
acusación fiscal y dispone el sobreseimiento definitivo de la causa (artículo 387.4.b), que por su propia
naturaleza al disponer la conclusión del juicio exige su estructuración escrita-. Sin perjuicio de la exis­
tencia del acta -escrita, por su propia naturaleza, y que recoge una síntesis de lo actuado en la sesión del
juicio (artículo 361°. 1 NCPP)-, se autoriza que la audiencia también pueda registrarse mediante un
medio técnico (grabación, que puede ser por audio o video) -la primacía del acta como documento
siempre presente en el juicio es, pues, inobjetable-. En tales casos, el acta y, adicionalmente, la grabación
demostrarán el modo como se desarrolló el juicio, la observancia de las formalidades previstas para él,
las personas que han intervenido y los actos que se llevaron a cabo. 8. Si se atiende a la clásica distinción
entre proceso y procedimiento, esto es, entre el objeto de las actuaciones procesales y las actuaciones
propiamente dichas o conjunto de actos procesales que, tanto el juez como las partes han de realizar, se
tiene que distinguir entre (1) principios del proceso -que determinan el régimen de entrada de la pre­
tensión y de su resistencia, oposición o defensa en el procedimiento, así como los poderes de las partes
en la conformación del objeto procesal y los del juez en su enjuiciamiento- y (2) principios del procedi­
miento -que encausan el régimen de actuación formal de dicha pretensión hasta que pueda obtener
satisfacción por el órgano judicial en forma de sentencia- [Vicente Gimeno Sendra: Introducción a l
Derecho Procesal. Editorial Constitución y Leyes, Madrid, 2007, p. 41]. El principio de oralidad está
referido, primordialmente, a la forma de los actos procesales. Estos han de ser realizados verbalmente
-predominio de lo hablado sobre lo escrito-. Además, vista su importancia y si se insta su incorporación
cardinal en las actuaciones procesales -como lo hace razonable, que no radicalmente, el NCPP-, se erige
en un modo de hacer el proceso, pues facilita la aplicación de los principios de investigación, inmedia­
ción, concentración y publicidad, aunque, como es obvio - situación que no puede desconocerse en
modo alguno-, no condiciona la estructura del proceso, la formación del material fáctico y la valoración
de la prueba. Lo decisivo para la configuración institucional del principio de oralidad es el modelo de
audiencias orales, que es la sede procesal donde tiene lugar este principio, escenario insustituible de su
concreción procesal. En éstas el juez se pone en relación directa con las pruebas personales y con las
partes -lo determinante en este principio, es pues, su fase probatoria-, sin perjuicio de que la audiencia
haya sido preparada por una serie de actos escritos, en los cuales incluso puede haberse interpuesto la
pretensión y opuesto la resistencia [Montero Aroca: Ihidem, p. 383], según se advierte de los artículos
349° y 330°. 1 NCPP. // § 2. Oralidad y resoluciones orales o verbales. 9. Sin perjuicio del procedimiento
♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL
Art. 123 LIBRO SEGUNDO: LA ACTIVIDAD PROCESAL 264

principal o etapa de enjuiciamiento, que tiene reglas específicas a las que es del caso atenerse, en los
diversos procedimientos que instaura el NCPP tiene lugar la expedición, indistinta, de resoluciones
orales tras las correspondientes audiencias preliminares ordenadas por la ley procesal. Así se tiene que,
por ejemplo, en cuatro supuestos la resolución -en los procedimientos de investigación preparatoria-
debe expedirse en forma inmediata, antes de la clausura de la audiencia (artículos 71°.4, 266°.2, 271°. 1
y 2, y 343°.2 NCPP). En otros casos -en cincuenta y cinco supuestos aproximadamente-, autoriza al
juez a dictar la resolución inmediatamente, de suerte que la resolución será oral, o dentro un plazo de- .
terminado (2 o 3 días), generalmente impropio (artículos 2o.3, 2o.7, 8o, 13°.2.c), 34°.2, 74°.2, 73°.2,
76°. 1, 9 1 °.2 ,1 0 2 °.ly 2 , 2 0 3 °.2 ,2 0 3 °.3 ,2 0 4 °.2 ,2 2 4 °.2 ,2 2 4 °.3 ,2 2 5 °.5 ,2 2 8 °.2 ,229°, 231°.4,234°.2,
245°, 234°. 1, 274°.2, 276°, 279°.2, 283°, 293°.2, 294°. 1, 2 9 6 °.l, 296°.2, 296°.4, 299°.2, 301°,
303°.2, 319°.c), 334°.2, 3 5 2 °.l, 450°.6, 4 5 1 °.l, 433°.2, 47 8 °.l y 3, 4 8 0 °.l, 480°.2.b), 480°.3.b),
484°. 1, 3 y 6 , 4 8 6 °.2 ,4 9 1 °.2 ,4 9 1 °.3 ,491 °.4 ,4 9 1 °.3 ,4 9 2 °.2 , 521°.3, 323°.6, 544°.3, 557°.4 NCPP:
“...de form a inmediata o dentro de [...] días después de realizada la audiencia). También, el NCPP deter­
mina que la resolución necesariamente ha de dictarse después de la audiencia, lo que exige su expedición
escrita en ocho supuestos aproximadamente -se utiliza la fórmula: hasta dentro de [...] horas o días después
de realizada la audiencia (artículos 45.2°, 46 8 °.l y 5, 477°.3, 420°, 424°, 431°.2, 521°.4, 526°.2)-.
Asimismo, en otros casos utiliza una expresión distinta -en ocho supuestos aproximadamente-: la reso­
lución se emitirá en elplazo de [...] días: 253°.3, 345°.3, 493°.3, 339°.2, 543°. 1, 544°.3, 563°.2, 557°.5
NCPP, de la que desprende su forma escrita. Más allá de las diversas expresiones lingüísticas utilizadas
por el N CPP las resoluciones orales están, pues, reconocidas legalmente. En varias situaciones procesa­
les es obligatoria una resolución oral, mientras que en otras, pese a la existencia de una audiencia previa,
la expedición de una resolución escrita es obligatoria. Fuera de estos casos, es de adoptar una regla o
criterio rector que permita decidir si la resolución será oral o escrita. El punto se aclara, sin duda, desde
la vigencia de otros principios consustanciales a la audiencia misma, en especial el de concentración,
puesto que exige que los actos procesales se realicen en una ocasión [Víctor M oreno C atena y Valen­
tín C ortés D omínguez: Derecho Procesal Penal. 3a Edición, Editorial Tirant Lo Blanch, Madrid,
2008, p. 231] y en el que se privilegia la memoria como elemento clave para una correcta decisión. Si
las audiencias se llevan a cabo bajo una lógica de concentración y, además, de continuidad -en las deno­
minadas “audiencias preliminares”, fuera de la audiencia principal o de enjuiciamiento, por su propia
naturaleza, no se permite su suspensión, aunque es obvio que es posible admitir excepciones fundadas
en una causa objetiva y razonable-, es inevitable concluir que la resolución será oral si se dicta antes de
finalizar la audiencia. Esta no puede suspenderse para otro día con el sólo propósito de dictar una reso­
lución oral o de realizar un acto procesal intrascendente que muy bien pudo hacerse en el curso de la
audiencia; un pronunciamiento diferido exige, entonces, una resolución escrita. 10. Un punto distinto,
aunque vinculado, es el referido a la documentación de la resolución oral, de suerte que sea posible
garantizar tanto la seguridad jurídica y la inalterabilidad de la misma, como su revisión en sede de im­
pugnación respecto del cumplimiento de sus presupuestos materiales y formales. La respuesta, sin duda,
desde una perspectiva sistemática, se encuentra en la correcta interpretación de los artículos 120° y 361°
NCPP. Los autos, atento a sus exigencias formales, requieren de una documentación -no sucinta- sino
integral, y ésta se concreta en el acta. La reproducción audiovisual está referida a las actuaciones proce­
sales, a las diligencias que se realizan en la audiencia. La resolución judicial es un acto procesal sujeto a
sus propias regulaciones. Si se admite, desde la perspectiva del N C C P -principio de legalidad procesal-
la primacía del acta (parágrafo 8o) frente a la reproducción audiovisual o al medio técnico o grabación
respectiva, es ineludible como pauta general que la resolución oral debe constar en el acta y transcribir­
se de modo integral. N o obstante ello, es evidente asimismo, si se asume criterios razonables de econo­
mía y celeridad procesal, que si el auto jurisdiccional no es impugnado, no será necesario que se trans­
criba integralmente -basta que conste su sentido y, desde luego, lo que decida o resuelva con absoluta
claridad-. La reproducción integral de la resolución oral, por consiguiente, sólo será necesaria cuando
ésta es recurrida en el modo y forma de ley y sea patente su admisión. Se trata de suprimir tareas inúti­
les y de la reducción de todo esfuerzo (cualquiera sea su índole) que no guarda adecuada correlación con
la necesidad que se pretende satisfacer; y de que el proceso se tramite y logre su objeto en el menor
n o m o s & th e s is
265 SECCION I: PRECEPTOS GENERALES Alt 128
tiempo posible [Adolfo Alvarado Velloso: Introducción a l Estudio del Derecho Procesal. Primera Par­
te. Editorial Rubinzal - Culzoni, Buenos Aires, 1998, p. 265]. // § 3* Motivación de las resoluciones. 11.
La motivación de las resoluciones es una exigencia constitucional específica reconocida por el artículo
139°.5 de la Ley Fundamental, y a la vez es un derecho que integra el contenido constitucionalmente
garantizado de la garantía procesal de tutela jurisdiccional, que impone al juez la obligación de que las
decisiones que emita han de ser fundadas en derecho. Las resoluciones judiciales deben ser razonadas y
razonables en dos grandes ámbitos: 1) En la apreciación -interpretación y valoración- de los medios de
investigación o de prueba, según el caso -se ha de precisar el proceso de convicción judicial en el ámbi­
to fáctico-. 2) En la interpretación y aplicación del derecho objetivo. En este último ámbito, si se trata
de una sentencia penal condenatoria -las absolutorias requieren de un menor grado de intensidad-, re­
querirá de la fundamentación (i) de la subsunción de los hechos declarados probados en el tipo legal
procedente, con análisis de los elementos descriptivos y normativos, tipo objetivo y subjetivo, además
de las circunstancias modificativas; y (ii) de las consecuencias penales y civiles derivadas, por tanto, de
la individualización de la sanción penal, responsabilidades civiles, costas procesales y de las consecuen­
cias accesorias. La motivación, por cierto, puede ser escueta, concisa e incluso -en determinados ámbi­
tos- por remisión. La suficiencia de la misma -analizada desde el caso concreto, no apriorísticamente-
requerirá que el razonamiento que contenga, constituya lógica y jurídicamente, suficiente explicación
que permita conocer, aún de manera implícita, los criterios fácticos y jurídicos esenciales fundamenta-
dores de la decisión. Basta, entonces, que el órgano jurisdiccional exteriorice su proceso valorativo en
términos que permitan conocer las líneas generales que fundamentan su decisión. La extensión de la
motivación, en todo caso, está condicionada a la mayor o menor complejidad de las cuestiones objeto
de resolución, esto es, a su trascendencia. No hace falta que el órgano jurisdiccional entre a examinar
cada uno de los preceptos o razones jurídicas alegadas por la parte, sólo se requiere de una argumenta­
ción ajustada al tema en litigio, que proporcione una respuesta al objeto procesal trazado por las partes.
La jurisdicción ordinaria, en vía de impugnación, puede incluso integrar o corregir la falta de motiva­
ción de la sentencia recurrida en tanto se trata de un defecto estructural de la propia decisión impugna­
da, siempre que aun faltando expresa nominación de la razón, la sentencia contenga, en sus hechos y en
sus fundamentos jurídicos, todas las circunstancia acaecidas. Es palmario, por lo demás, que la nulidad
procesal requiere como elemento consustancial que el defecto de motivación genere una indefensión
efectiva -no ha tratarse de una mera infracción de las normas y garantías procesales-. Esta únicamente
tendrá virtualidad cuando la vulneración cuestionada lleve aparejada consecuencias prácticas, consisten­
tes en la privación de la garantía de defensa procesal y en un perjuicio real y efectivo de los intereses
afectados por ella, lo que ha de apreciarse en función de las circunstancias de cada caso (principio de
excepcionalidad de las nulidades de decisiones de mérito en concordancia con el principio de conserva­
ción de los actos procesales -artículos 152° y siguientes del NCPP-). Por otro lado, los errores -básica­
mente jurídicos- en la motivación, son irrelevantes desde la garantía a la tutela jurisdiccional; sólo ten­
drán trascendencia cuando sean determinantes de la decisión, es decir, cuando constituyan el soporte
único o básico de la resolución, de modo que, constatada su existencia, la fundamentación pierda el
sentido y alcance que la justificaba y no puede conocerse cuál hubiese sido el sentido de la resolución de
no haber incurrido en el mismo. 12. En función a lo anterior, es evidente que, la motivación, desde la
perspectiva del deber de exhaustividad -decisión razonada del derecho vigente con relación a la preten­
sión esgrimida, de todos los puntos litigiosos, y en función de los hechos probados en el proceso-, ten­
drá lugar cuando la resolución judicial: 1. Carece llanamente de motivación, es decir, omite pronunciar­
se sobre las pretensiones y resistencias relevantes formuladas por las partes e impide conocer el
desarrollo del juicio mental realizado por el juez y cuya conclusión es el fallo que pronuncia. 2. Es no­
toriamente insuficiente, vale decir, no se apoya en razones que permitan conocer cuáles han sido los
criterios jurídicos esenciales que la fundamentan, cuya apreciación está en función al caso concreto. 3.
Es arbitraria por ilógica, incoherente, incomprensible o contradictoria (supuestos de motivación apa­
rente) -desconexión entre motivación y decisión, o ausencia de coherencia interna de la resolución-. En
vía de impugnación, la sentencia de vista o la de casación exige una contestación individualizada a la
motivación del recurso o a la pretensión impugnativa, aunque la motivación por remisión o implícita
♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL
Art. 123 LIBRO SEGUNDO: LA ACTIVIDAD PROCESAL 266

es tolerable en la media en que la parte de la decisión objeto de remisión esté razonablemente funda­
mentada -criterio establecido en la Casación N .° 05-2007/Huaura- [§ 1735]. 13. El artículo 139°.5 de
la Constitución expresamente menciona que la motivación de las resoluciones se expresa a través de su
forma escrita. Empero, la interpretación de esta norma constitucional no puede ser meramente literal,
pues de ser así se opondría al principio de oralidad y a la lógica de un enjuiciamiento que hace de las
audiencias el eje central de su desarrollo y expresión procesal. En la medida en que se permita conocer
el cumplimiento de los presupuestos materiales y formales de una resolución jurisdiccional, que se im­
pida la manipulación de las decisiones judiciales y que se garantice un mecanismo idóneo y razonable
de documentación, las resoluciones orales en modo alguno afectan las finalidades que cumple la moti­
vación: 1. Controlar la actividad jurisdiccional por parte de la opinión pública, cumpliendo así con el
requisito de publicidad. 2. Hacer patente el sometimiento del juez al imperio de la ley. 3. Lograr el
convencimiento de las partes sobre la justicia y corrección de la decisión judicial, eliminando la sensa­
ción de arbitrariedad y estableciendo su razonabilidad, al conocer el por qué concreto de su contenido.
4. Garantizar la posibilidad de control de la resolución judicial por los Tribunales Superiores que conoz­
can de los correspondientes recursos [Joan Picó i J unoy: Las garantías constitucionales delproceso. Edi­
torial Bosch, Barcelona, 1997, p. 64]. En tanto la resolución oral -con las particularidades antes citadas-
se documenta en el acta y, adicionalmente, la audiencia en la que se profiere es objeto de una grabación
por medio de audio o de video, su reconocimiento no importa vulneración constitución alguna. (Acuer­
do Plenario N .° 6-2011/CJ-116, del 06-12-2011, ff. jj. 6-13. VII Pleno Jurisdiccional de las Salas Pe­
nales Permanente y Transitoria [EP, 30-05-2012]. Texto completo: <bit.ly/lRkEJxm>).

DOCTRINA JURISPRUDENCIAL VINCULANTE DE LA CORTE SUPREMA

§ 527. El derecho a la debida motivación de las resoluciones importa que los órganos judiciales
expresen las razones o justificaciones objetivas que sustentan una determinada decisión. Prim ero.
Sustento norm ativo. 1.1. Es principio y derecho de la función jurisdiccional la observancia del debido
proceso y la tutela jurisdiccional, conforme lo señala el inciso 3, del artículo 139, de la Constitución
Política del Estado; así como el artículo 8 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos, apro­
bada y ratificada por el Estado peruano. 1.2. El numeral 5, del artículo 139, de la Constitución Política
del Perú, establece que las decisiones judiciales deben ser motivadas. 1.3. El inciso 1 del artículo 429,
del Código Procesal Penal, prevé: “ 1. Si la sentencia o auto han sido expedidos con inobservancia de
algunas de las garantías constitucionales de carácter procesal o material, o con una indebida o errónea
aplicación de dichas garantías”. 1.4. El inciso 2 del artículo 429 del Código Procesal Penal, establece:
“2. Si la sentencia o auto incurre o deriva de una inobservancia de las normas legales de carácter procesal
sancionadas con nulidad” . 1.5. El inciso 3, del artículo 429, del Código Procesal Penal, indica: “3. Si la
sentencia o auto importa una indebida aplicación, una errónea interpretación o una falta de aplicación
de la Ley penal o de otras normas jurídicas necesarias para su aplicación”. 1.6. El inciso 1, del artículo
433, del Código Procesal Penal -referente al contenido de la sentencia casatoria-, establece que: “ [...]
si la Sala Penal de la Corte Suprema declara fundado el recurso, además de declarar la nulidad de la
sentencia o autos recurridos, podrá decidir por sí el caso, en tanto para ello no sea necesario un nuevo
debate, u ordenar el reenvío del proceso [...]”. 1.7. El artículo 122 del Código Procesal Civil, de aplica­
ción supletoria, respecto del contenido de las resoluciones, señala que estas deben contener la expresión
clara y precisa de lo que se decide u ordena, respecto de todos los puntos controvertidos. 1.8. En la
sentencia del Tribunal Constitucional en el Expediente N .° 00569-2011-PHC/TC-Callao [§ 2121],
de 6 de abril de 2011, se estableció que: “Respecto a la vulneración del derecho a la motivación de las
resoluciones judiciales, este Tribunal ha señalado que la necesidad de que estas sean motivadas es un
principio que informa el ejercicio de la función jurisdiccional y que, al mismo tiempo, es un derecho
constitucional de los justiciables. Mediante ella, por un lado, se garantiza que la administración de justi­
cia se lleve a cabo de conformidad con la Constitución y las leyes (artículos 45 y 138 de la Constitución
Política del Perú) y, por el otro, que los justiciables puedan ejercer de manera efectiva su derecho de
defensa”. Justamente, con relación al derecho a la debida motivación de las resoluciones, este Tribunal
ha precisado que: “La Constitución no garantiza una determinada extensión de la motivación, por lo
n o m o s & th e sss
267 SECCION I: PRECEPTOS GENERALES Art. 123
que su contenido esencial se respeta siempre que exista fundamentación jurídica congruente entre lo
pedido y lo resuelto, y que, por sí misma, exprese una suficiente justificación de la decisión adoptada,
aun si esta es breve o concisa, o se presenta el supuesto de motivación por remisión [...]”. 1.9. En el
Expediente N .° 3943-2006-PA/TC [§ 547], el Tribunal Constitucional sostuvo que el contenido cons­
titucionalmente garantizado del derecho a la motivación de resoluciones judiciales queda delimitado en
los siguientes supuestos: a) Inexistencia de motivación o motivación aparente, b) Falta de motivación
interna del razonamiento, que se presenta en una doble dimensión; por un lado, cuando existe inva­
lidez de una inferencia a partir de las premisas que establece previamente el juez en su decisión; y, por
otro, cuando existe incoherencia narrativa, que a la postre se presenta como un discurso absolutamente
confuso incapaz de transmitir, de modo coherente, las razones en las que se apoya la decisión. Se trata,
en ambos casos, de identificar el ámbito constitucional de la debida motivación mediante el control de
los argumentos utilizados en la decisión asumida por el juez o tribunal, ya sea desde la perspectiva de su
corrección lógica o desde su coherencia narrativa, c) Deficiencias en la motivación externa; justificación
de las premisas, que se presenta cuando las premisas de las que parte el juez no han sido confrontadas o
analizadas respecto de su validez fáctica o jurídica, d) La motivación insuficiente, referida básicamente
al mínimo de motivación exigióle, atendiendo a las razones de hecho o de derecho indispensables para
asumir que la decisión está debidamente motivada. Si bien, como ha establecido el Tribunal Constitu­
cional, no se trata de dar respuesta a cada una de las pretensiones planteadas, la insuficiencia, vista aquí
en términos generales, solo resultará relevante desde una perspectiva constitucional si es que la ausencia
de argumentos o la “insuficiencia” de fundamentos resulta manifiesta a la luz de lo que en sustancia
se decide, e) La motivación sustancialmente incongruente. El derecho a la tutela judicial efectiva y, en
concreto, el derecho a la debida motivación de las sentencias, obliga a los órganos judiciales a resolver las
pretensiones de las partes de manera congruente con los términos en que estén planteadas, sin cometer,
por lo tanto, desviaciones que supongan modificación o alteración del debate procesal (incongruencia
activa). Desde luego, no cualquier nivel en que se produzca tal incumplimiento genera de inmediato la
posibilidad de su control mediante el proceso de El incumplimiento total de dicha obligación, es decir,
el dejar incontestadas las pretensiones, o el desviar la decisión del marco del debate judicial generando
indefensión, constituye vulneración del derecho a la tutela judicial y también del derecho a la motiva­
ción de la sentencia (incongruencia omisiva). (Casación N .° 401-2016-Moquegua, de 15-09-2017, £
j. 1. Primera Sala Penal Transitoria [EP, 28-09-2017, Jurisprudencia, Año XXVI, N .° 1054, p. 7871].
Texto completo: <bit.ly/2plK0Rq>).
§ 528. Los autos emitidos en incidencias deben documentarse por escrito, excepto cuando
no hayan sido impugnados. Decisiones emitidas oralmente: transcripción íntegra de la decisión.
3.11. El nuevo modelo procesal penal, no implica la liquidación de la transcripción de las resoluciones
judiciales oralmente pronunciadas; sino más bien, dentro del marco constitucional, armoniza lo oral y
lo escrito (que se halla normativamente limitado -referencia a la síntesis en las actas, prohibición de la
presentación de escritos específicos-) [...]. 3.12. Por ende, las resoluciones emitidas en las incidencias
(los autos), han de estar íntegramente documentadas por escrito, con excepción de los casos que refie­
re el numeral 10 del Acuerdo Plenario N .° 6-2011/CJ-l 16 [§ 526] de 6 de diciembre de 2011, con
la precisión hecha en el numeral 13 de dicho Acuerdo, sin perjuicio de la oralización de la decisión,
como ya se ha establecido en el pronunciamiento casacional 61-2009 [§ 1475] [...]. (Casación N .°
159-2011-Huaura, del 22-05-2012, que establece como doctrina jurisprudencial vinculante el sentido
de los ff. jj. 3.11 y 3.12. Sala Penal Permanente. Texto completo: <bit.ly/2b2Gsrx>).

§ 529. Exigencia y requisitos de la debida motivación de las resoluciones judiciales. Motiva­


ción exige al juez exteriorizar las razones de la decisión. 2. El tema objeto de desarrollo reviste singu­
lar importancia porque permite mostrar a los operadores jurídicos qué es en sí la motivación y cuando
se entiende infringida como derecho. Así se espera que en el futuro, las partes procesales y los jueces
eviten afirmar vulneración al derecho a la motivación de las resoluciones judiciales cuando realmente
sea un error distinto aquel que quieren referir, teniendo en claro no se puede buscar una reevaluación
de las pruebas arguyendo infracción a la motivación. 3. La motivación de las resoluciones judiciales
♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL
Art. 123 LIBRO SEGUNDO: LA ACTIVIDAD PROCESAL 268

es un derecho fundamental consagrado expresamente en el inciso 5 del artículo 139 de nuestra nor­
ma fundamental, cuyo texto es el siguiente: “Artículo 139 de la Constitución Política del Estado.- Son
principios y derechos de la función jurisdiccional: (...) 5. La motivación escrita de las resoluciones judiciales
en todas las instancias, excepto los decretos de mero trámite, con mención expresa de la ley aplicable y de los
fundamentos de hecho en que se sustentan.” 4. Dicha norma constitucional ha sido objeto de múltiples
pronunciamientos por parte del Supremo Intérprete de la norma fundamental [(1) De todas ellas la
antonomástica es la sentencia recaída en el Exp. N .° 728-2008-PHC/TC (§ 540)] y de este Supremo
Tribunal [(2) Al respecto véase Acuerdo Plenario 6-2011/CJ-l 16 del 06 de diciembre de 2011 (§
526)]. De allí que se puede afirmar, tomando la definición del Tribunal Constitución que: “E l derecho
a la debida motivación de las resoluciones importa que losjueces, a l resolver las causas, expresen las razones o
justificaciones objetivas que los llevan a tomar una determinada decisión. Esas razones, por lo demás, pueden
y deben provenir no sólo del ordenamiento jurídico vigente y aplicable a l caso, sino de los propios hechos
debidamente acreditados en el trámite delproceso. Sin embargo, la tutela del derecho a la motivación de las
resolucionesjudiciales no debe ni puede servir de pretexto para someter a un nuevo examen las cuestiones de
fondo ya decididas por losjueces ordinarios [(3) Sentencia recaída en el Exp. N .° 01480-2006-AA-TC del
27 de marzo de 2006, £ j. 2. (§ 541)]”. 5. Esta definición nos permite determinar en primer lugar, que
la debida motivación da derecho a que la resolución contenga las razones o justificaciones que permitie­
ron al juzgador adoptar la decisión [(4) En ese mismo sentido el profesor Castillo Córdova nos explica:
“Dentro de un proceso jurisdiccional, una solución acertada necesariamente es una solución argumen­
tada” . Castillo Córdova, Luis. E l Tribunal Constitucional y su dinámica jurisprudencial. Lima: Palestra
Editores, 2008, p. 46.]. Y en segundo lugar, que esas razones deben hacer referencia al ordenamiento
jurídico vigente y a los hechos probados en el proceso. 6. Esto abre una gama de posibles deficiencias
en la motivación que también han sido objeto de desarrollo en la jurisprudencia constitucional. Una
de esas anomalías se presenta cuando la motivación no obedece a las pretensiones planteadas por las
partes [(5) En este sentido “La motivación sustancialmente incongruente. E l derecho a la debida moti­
vación de las resoluciones obliga a los órganos judiciales a resolver las pretensiones de las partes de manera
congruente con los términos en que vengan planteadas, sin cometer, por lo tanto, desviaciones que supongan
modificación o alteración del debate procesal (incongruencia activa). Desde luego, no cualquier nivel en que
seproduzca tal incumplimiento genera de inmediato la posibilidad de su control. E l incumplimiento total de
dicha obligación, es decir, el dejar incontestadas las pretensiones, o el desviar la decisión del marco del debate
ju dicial generando indefensión, constituye vulneración del derecho a la tutela ju dicialy también del derecho
a la motivación de la sentencia (incongruencia omisiva). Y es que, partiendo de una concepción democrati-
zadora delproceso como la que se expresa en nuestro textofundam ental (artículo 139°, incisos 3 y 5)> resulta
un imperativo constitucional que los justiciables obtengan de los órganos judiciales una respuesta razonada,
motivada y congruente de las pretensiones efectuadas; pues precisamente elprincipio de congruencia procesal
exige que eljuez, a l momento de pronunciarse sobre una causa determinada, no omita, altere o se exceda en
las peticiones ante élform uladas ’. Sentencia recaída en el Exp. N .° 728-2008-PH C/TC (§ 540) del 13
de octubre de 2008, lit. “e” del f. j. 7.]. Naturalmente esa incongruencia que presenta la motivación
puede presentarse en las pretensiones impugnatorias que plantean las partes en un recurso. Ese es el caso
que nos ocupa. 7. En tanto la motivación es un derecho constitucional, y se entiende que la Constitu­
ción es directamente vinculante tanto para el poder público como para los privados [(6) Cfr. Castillo
Córdova, Luis. E l Tribunal Constitucional..., ob. cit., p. 43], la invocación de su infracción habilita al
juez a buscar su salvaguarda en función a garantizar la supremacía y plena eficacia de la Constitución
.
como norma fundamental. 8 Por lo tanto, a continuación hemos de analizar si en el caso concreto la
sentencia impugnada no ha sido capaz de exponer las razones por las cuales la impugnación de ambas
partes resultaba incorrecta y que desembocó en la confirmación de la sentencia de primera instancia.
Para ello delimitaremos cuál era el cuestionamiento concreto que cada parte planteó y verificaremos si la
Sala Penal Superior en su motivación expuso razones que desvirtuaban tales planteamientos. (Casación
N .° 201-2014-Ica, de 30-03-2016, que establece como doctrina jurisprudencial vinculante lo señalado
en el f. j. 7. Sala Penal Permanente [EP, 26-07-2016, Jurisprudencia, Año XXV, N .° 1018, pp. 7508­
7510]. Texto completo: cbit.ly/2anfpYP>).

n o m o s & th e s is
269 SECCIÓN I: PRECEPTOS GENERALES Art. 123
PLENO DE LOS JUZGADOS PENALES DE INVESTIGACIÓN PREPARATORIA

§ 530. Resoluciones judiciales. Acuerdo: 1. Los decretos son expedidos y firmados sólo por los
asistentes jurisdiccionales, siendo notificados por cédula solamente aquellos que corren traslado de una
solicitud o requerimiento, o citen a audiencia a los sujetos procesales. 2. Por regla general los autos
serán dictados oralmente en audiencia por el juez, teniéndose por notificados a los sujetos procesales
participantes, y sólo notificarse el acta de registro a aquellos que fueron citados y no concurrieron. 3.
Por excepción los autos -que no requieren audiencia para su decisión- serán redactados y notificados
a los sujetos procesales, cuando se resuelva solicitudes o requerimientos fiscales de imposición de me­
didas restrictivas de derechos y/o medidas cautelares reales. 4. La grabación en el sistema informático
(el audio) es el medio por excelencia de la acreditación fidedigna del desarrollo de la audiencia, con
preeminencia del acta redactada. 5. El acta debe contener en forma íntegra y exacta la parte resolutiva
del auto o sentencia oral expedido en audiencia. 6. El auto desaprobatorio y la sentencia aprobatoria del
acuerdo de terminación anticipada puede ser expedidas en forma oral o escrita. 7. La sentencia apro­
batoria diferida debe ser expedida en una segunda audiencia pública, dentro de las 48 horas siguientes
de cerrado el debate en la primera audiencia privada. 8. El acta de registro de audiencia será firmada
por el asistente de audio y el juez. (Acuerdo Plenario N .° 06-2008, del 04-01-2008. Pleno de los Juz­
gados Penales de Investigación Preparatoria deTrujillo. Corte Superior de La Libertad. Texto completo:
cbit.ly/1rPlMcl >).

JURISPRUDENCIA DE LA CORTE SUPREMA

§ 531. El derecho a la motivación de las resoluciones judiciales, como garantía constitucio­


nalmente protegida. 3.8. La correcta motivación consiste en la estructuración lógica de un conjunto
de argumentos, formando la justificación racional de la decisión. Refiere Castillo Alva que los vicios
más frecuentes en la motivación se presentan cuando existe contradicción lógica entre las diversas afir­
maciones contenidas en las sentencias. Por lo que la ausencia de justificación coherente que muestre el
proceso inferencial del juez es, en primer lugar, suficiente para determinar que la sentencia no es consti­
tucionalmente legítima. Un supuesto de incongruencia en la sentencia se produce cuando la resolución
contenga contradicciones internas por errores manifiestos. La ilegitimidad de la motivación se presenta
cuando esta es inexistente; es decir cuando la fundamentación de la sentencia no tenga ninguna relación
con el fallo o cuando esta es aparente, o la inferencia probatoria no es compatible con las leyes de la lógi­
ca. La congruencia en la sentencia exige la coherencia interna del fallo y la expresión correspondiente de
sus términos en la motivación o redacción, esto es, que respondan a las reglas del recto entendimiento
humano. El derecho a la motivación exige, además, que el juez tenga en cuenta las alegaciones de las
partes y las pruebas practicadas, lo que supone que dicte un fallo congruente con estas, razonándolo
debidamente con las pruebas practicadas y con el ordenamiento jurídico. Esto entraña el cumplimiento
de dos elementos: congruencia (coherencia entre las alegaciones de las partes y las respuestas del juez)
y razonabilidad (el juez debe exponer los motivos por los que se inclina a favor de acoger o no una
petición, ciñéndose a las pruebas del proceso). (Casación N .° 60-2016-Junín, de 08-05-2017, f. j. 3.8.
Primera Sala Penal Transitoria. Texto completo: <bit.ly/2Dq9rAt>).

§ 532. Deber de motivación y vulneración del principio de razón suficiente. Octavo. En el pre­
sente caso el Tribunal de Apelación ha entendido que la apreciación del Tribunal de Primera Instancia,
en orden a la valoración de la prueba personal, no puede ser revisada, es inmodificable, tanto más si
no se actuó prueba en segunda instancia. Sin embargo, no apreció, pese a que integraba el motivo de
la impugnación, el otro ámbito de fiscalización de la prueba personal: la coherencia y persistencia de
los principales testigos de cargo, en suma [desde luego, es del caso puntualizar que el hecho de que
una testigo en el curso del proceso haya expuesto varias versiones en modo alguno inhabilita al órgano
jurisdiccional a optar por una de las versiones, siempre que explicite los motivos por los que asume
una de ellas]; si el relato incriminador era atendible en función a las reglas de la experiencia; si éste era
suficiente, a partir del conjunto de la prueba apreciada por A Quo; si el razonamiento del Tribunal de
Primera Instancia era en sí mismo sólido y completo. Por otro lado, en el presente caso no es aceptable

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Art. 123 LIBRO SEGUNDO: LA ACTIVIDAD PROCESAL 270

la técnica de la remisión, pues existe un cuestionamiento a la completitud de la prueba -tanto testifical


como pericial-, y una invocación a la necesidad de apreciar el conjunto de declaraciones de la agraviada
y a lo que del testigo de cargo anotó el recurrente, datos o precisiones no consolidados en la sentencia
de primera instancia. En tal virtud, es de estimar que la sentencia de segunda instancia no absolvió de­
bidamente los motivos del recurso de apelación centrados en un error en la apreciación de la prueba de
cargo. Vulneró, en consecuencia, lo garantía de motivación, en concreto el principio de razón suficiente.
No justificó la razón de la pretensión impugnativa del imputado GR. Sobre esa base, y como hace falta
realizar nuevamente una audiencia de apelación que dé lugar a un nuevo fallo de vista, a partir de la
integración de un nuevo Colegiado, la estimación del recurso de casación sólo trae consigo un juicio
rescindente -artículo 433 inciso 1 del nuevo Código Procesal Penal-. (Casación N .° 5-2007-Huaura, de
11-10-2007, f. j. 8. Sala Penal Permanente. Texto completo: <bit.ly/2aw4oCu>).
§ 533. Motivación de las resoluciones. Quinto. Que el numeral cinco del artículo 139 de la Cons­
titución Política del Perú establece como uno de los principios y derechos de la función jurisdiccional la
motivación escrita de las resoluciones judiciales en todas las instancias, excepto los de decretos de mero
trámite, con mención expresa de la Ley aplicable y de los fundamentos de hecho en que se sustentan;
norma que concuerda con el artículo doce del Texto Único Ordenado de la Ley Orgánica del Poder Ju­
dicial, modificado por el artículo único de la Ley N .° 28490, en cuya observancia se debe proceder a la
fundamentación de las resoluciones correspondientes. Que en ese sentido, las decisiones jurisdiccionales
que correspondan, deben ser adecuadamente fundamentadas mediante un razonamiento jurídico que
exprese el porqué de lo que se decide. [...] (Casación N .° 08-2007-Huaura, de 13-02-2008, f. j. 3. Sala
Penal Permanente. Texto completo: <bit.ly/lU6XtS3>).
§ 534. Motivación tiene que ser clara, completa, legítima y lógica. Segundo. Que la motivación
es una garantía constitucional, prevista en el inciso cinco del artículo 139 de la Constitución, que asiste
a todo sujeto procesal para evitar errores conceptuales y permite un control de la resolución judicial ante
el Tribunal Superior que conoce el correspondiente recurso -ello será posible en tanto el órgano jurisdic­
cional explique las razones de su decisión, lo que a su vez permite controlar si la actividad judicial se ha
movido dentro de los parámetros de la lógica racional y la legalidad-. La motivación tiene que ser clara,
completa, legítima y lógica, a partir de toda la información disponible -de contenido probatorio- en
el momento en que se adopta la decisión, para garantizar la correcta misión de los folios judiciales. La
exigencia de lo motivación es aplicable tanto a la sentencia de primera instancia como a la de segunda
instancia y este deber incluye la obligación de fundamentar los hechos, la calificación jurídica, la pena y
reparación civil impuestos, de tal modo que constituye una derivación razonada del derecho vigente con
aplicación o las concretos circunstancias de la causa. (Casación N .° 25-2010-Huaura, de 21-10-2010,
f. j. 2. Sala Penal Permanente. Texto completo: <bit.ly/2b2GGid>).
§ 535. Motivación aparente o falsa en la sentencia. Undécimo. [...] La motivación de la sentencia
[...] adolece de errores relevantes en la apreciación de las pruebas. Ignoró, para su valoración, elementos
esenciales y, por ende, excedió los límites de racionalidad en su valoración [...]. Es cierto que el tribunal
ad quem cambió la calificación del hecho punible, pero no sólo presentó una argumentación incom­
pleta sobre este punto, sino que además desconoció palmariamente las pruebas que objetivamente
conducen a conclusiones diversas [...], con las que dejó su fundamentación huérfana de soporte fáctico
en la actuación. Un tal defecto de motivación, sin duda, socava a la estructura fáctica y jurídica del fallo.
[...] (R. N. N .° 2167-2008-Lima [Caso Utopía:], del 10-12-2010, f. j. 11. Sala Penal Permanente. Texto
completo: <bit.ly/lZxRe9d>).
§ 536. Fallo por remisión no vulnera la garantía de motivación. Sexto. La garantía procesal espe­
cífica de motivación, como es doctrina jurisprudencial de esta Suprema Sala, integra a su vez la garantía
procesal genérica de tutela jurisdiccional. Toda decisión jurisdiccional, de primera y de segunda instan­
cia, debe ser fundada en derecho y congruente, es decir -en lo que interesa al presente recurso-, ha de
estar motivada mediante un razonamiento jurídico que exprese de modo claro y que permita entender
el porqué de lo resuelto -basta con que se expresen o expliquen las razones jurídicas en que se apoya para

nom os & th esfs


271 SECCIÓN I: PRECEPTOS GENERALES Alt 123
adoptar su decisión, sin entrar a debatir cada uno de los preceptos o razones jurídicas alegadas por la
parte-. Se trata de una garantía esencial del justiciable mediante la cual se puede comprobar que la reso­
lución dada al caso es consecuencia de una exégesis racional del ordenamiento jurídico -ello será posible
en tanto el órgano jurisdiccional explique las razones de su decisión, lo que a su vez permite controlar si
la actividad judicial se ha movido dentro de los parámetros de la lógica racional y la legalidad-. La sen­
tencia de fondo que resuélvalas pretensiones debe estar jurídicamente fundada. Esta exigencia, como ha
quedado expuesto, es aplicable tanto a la sentencia de primera instancia como a la de segunda instancia.
Este deber incluye la obligación de fundamentar los hechos y la calificación jurídica, así como la pena y
reparación civil finalmente impuestas. Los órganos jurisdiccionales deben hacer explícitos los elementos
de convicción que sustentan la declaración de hechos probados, a fin de acreditar la concurrencia de
prueba de cargo capaz de enervar la presunción constitucional de inocencia, y asimismo ofrecer un ra­
zonamiento jurídico lógico y sustentado en valores jurídicamente aceptables de la fundamentación que
sostiene la subsunción en la norma penal aplicable. [La] sentencia de segunda instancia no vulneraría la
garantía de motivación -en concreto, de motivación suficiente-, cuando utiliza la técnica denominada
del “fallo por remisión”, es decir, cuando el Tribunal Superior se remite a la sentencia de primera ins­
tancia, siempre y cuando esta resuelva con rigor y motivadamente la cuestión planteada. En todo caso,
los motivos del recurso deben haber sido respondidos cabalmente y de los argumentos del fallo de vista
puede inferirse válidamente que se pronunció acerca de las alegaciones del recurrente. (Casación N .°
5-2007-Huaura, de 11-10-2007, f. j. 6. Sala Penal Permanente. Texto completo: <bit.ly/2aw4oCu>).
§ 537. Motivar no implica una transcripción del íntegro de medios de prueba actuados durante
el proceso ni copiar doctrina, jurisprudencia, normas sustantivas o procesales. 2.3. El motivo por el
cual la Sala Superior absolvió a S de O es el de insuficiencia probatoria al medio -engaño, astucia, ardid
u otra forma fraudulenta- que las encausadas habrían empleado para obtener indebidamente dinero de
los agraviados; sin embargo, no fundamentaron las razones por las que arribaron a tal conclusión, con­
figurándose un supuesto de infracción al deber de motivación que rige la emisión de pronunciamientos
jurisdiccionales. Por tanto, se debe ordenar la instauración de un nuevo proceso de apelación en el que
se emita una sentencia, dentro de los límites fijados por los términos de impugnación que la sentenciada
S. de O propuso. 2.4. La estructura de la sentencia recurrida muestra su insuficiencia. Así: i) realizan
un recuento de la actividad procesal, ii) describen los cargos, iii) resumen los agravios postulados por la
sentenciada S de O, iv) transcriben el artículo 196 del Código Penal-estafa y v) emiten una conclusión
sin fundamentar. 2.5. La sentencia que se expedirá como consecuencia del presente recurso deberá con­
siderar que: a. Motivar no implica una transcripción del íntegro de medios de prueba actuados durante
el proceso ni copiar doctrina, jurisprudencia, normas sustantivas o procesales, b. El cumplimiento al
deber de motivación se produce cuando el Tribunal exprese las razones concretas por las que arriba a
determinada conclusión realizando el debido juicio de tipicidad con base en las pruebas actuadas en
juicio. El deber de motivación también demanda al Tribunal la expresión de la razón de absolución, sea
atipicidad, insuficiencia probatoria, absolución por duda u otro. (R. N. N .° 1163-2017-Junín, del 25­
06-2018, flF. jj. 2.3 al 2.5. Sala Penal Permanente. Texto completo: <bit.ly/2NMvB6T>).
§ 538. La interpretación en base a la “perspectiva o enfoque de género” no puede llevar a que la
premisa fáctica de una decisión judicial se establezca partiendo de inferencias que no constituyan
una interpretación racional de los medios probatorios. Sétim o. Del recurso de casación admitido, se
tiene que el recurrente, en buena cuenta, cuestiona los indicios y presunciones que el Ad quem ha utili­
zado para establecer la existencia de la agresión denunciada, como se aprecia con claridad en el apartado
VA de su escrito [...], en el que expresamente denuncia que la conclusión a la que se llega respecto a la
agresión contra su cónyuge, no se desprende de los medios probatorios que obran en autos. Así, en el
presente caso, lo que se estaría cuestionando no es la justificación interna del razonamiento, sino la jus­
tificación externa del razonamiento de la sentencia emitida por la Sala Superior, específicamente, de la
formación de su premisa fáctica o menor, cuestionamiento que no significa un reexamen del hecho, ni
su repetición -los cuales se encuentran vedados en sede casatoria-, sino un control focalizado solamente
en el razonamiento justificativo o en la racionalidad de los argumentos que justifican el referido juicio

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Art. 123 LIBRO SEGUNDO: LA ACTIVIDAD PROCESAL 272

de hecho. Octavo. En ese sentido, este Supremo Tribunal advierte que la Sala Superior ha procedido
a establecer la premisa fáctica de su decisión (consistente en la existencia de maltrato físico por el de­
mandado contra su cónyuge el día 10 de diciembre de 2012), recurriendo a las siguientes inferencias:
“cabe advertir que el demandado se refiere a la agraviada como: una persona interesada y que todo este
proceso es por un tema económico porque ella quiere el cincuenta por ciento de sus propiedades y el
cincuenta por ciento del restaurante propio que tiene, evidenciando menosprecio hacia ella, precisa­
mente por su condición de mujer, no obstante el vínculo que aún los une, lo que pone en evidencia
su estimación en las relaciones humanas que sostiene con el sexo opuesto”, asimismo, se tiene “como
otra de sus características de personalidad, que en una dinámica de violencia familiar es probable que
sea la parte activa, es decir que sea él quien provoque la situación problemática, factor que permite
concluir que evidentemente ha venido efectuando un ejercicio de poder asimétrico sobre la persona
de la demandada, pues su carácter impulsivo y violento lo hace proclive a ello, característica a su vez
de la idiosincrasia machista que predomina en nuestra sociedad” . Ciertamente a dichas conclusiones
fácticas no se ha llegado mediante una apreciación racional y lógica del material probatorio de autos,
sino a través de un razonamiento exclusivamente fundado en criterios subjetivos establecidos en el
contexto del repudio de la violencia de género y familiar, como la llamada “Perspectiva o Enfoque
de Genero” y otros establecidos en instrumentos y pronunciamientos internacionales, los mismos que
si bien son de mucha importancia para un correcto entendimiento y tratamiento de dichos temas, no
pueden llevar a que la premisa fáctica de una decisión judicial se establezca partiendo de inferencias
que no constituyan una interpretación racional de los medios probatorios, como sucede en el caso
de autos. (Casación N .° 2846-2015-Lima, del 17-08-2016, ff. jj. 7 y 8. Sala Civil Transitoria. Texto
completo: <bit.ly/2We7dhV>).
§ 539. Análisis de ilogicidad en la motivación en los delitos de actos contra el pudor. La mo­
tivación ilógica está conectada con la valoración de las pruebas lícitamente incorporadas al pro­
ceso. Véase la jurisprudencia del artículo 429° del Nuevo Código Procesal Penal [§ 1827]. (Casación
N .° 482-2016-Cusco, de 23-03-2017, ff. jj. 4 al 7. Primera Sala Penal Transitoria. Texto completo:
<bit.ly/2FEqmV 5 >).

JURISPRUDENCIA DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL

§ 540. Derecho a la debida motivación de las resoluciones judiciales. 7. El derecho a la debida


motivación de las resoluciones judiciales es una garantía del justiciable frente a la arbitrariedad judicial
y garantiza que las resoluciones no se encuentren justificadas en el mero capricho de los magistrados,
sino en datos objetivos que proporciona el ordenamiento jurídico o los que se derivan del caso. Sin
embargo, no todo ni cualquier error en el que eventualmente incurra una resolución judicial constituye
automáticamente la violación del contenido constitucionalmente protegido del derecho a la motivación
de las resoluciones judiciales. Así, en el Exp. N .° 3943-2006-PA/TC [§ 547] y antes en el voto singular
de los magistrados Gonzales Ojeda y Alva Orlandini (Exp. N .° 1744-2005-PA/TC), este Colegiado
Constitucional ha precisado que el contenido constitucionalmente garantizado de este derecho queda
delimitado, entre otros, en los siguientes supuestos: a) Inexistencia de motivación o motivación aparen­
te. Está fuera de toda duda que se viola el derecho a una decisión debidamente motivada cuando la
motivación es inexistente o cuando la misma es solo aparente, en el sentido de que no da cuenta de
las razones mínimas que sustentan la decisión o de que no responde a las alegaciones de las partes del
proceso, o porque solo intenta dar un cumplimiento formal al mandato, amparándose en frases sin nin­
gún sustento fáctico o jurídico, b) Falta de motivación interna del razonamiento. La falta de motivación
interna del razonamiento [defectos internos de la motivación] se presenta en una doble dimensión; por
un lado, cuando existe invalidez de una inferencia a partir de las premisas que establece previamente el
Juez en su decisión; y, por otro lado, cuando existe incoherencia narrativa, que a la postre se presenta
como un discurso absolutamente confuso incapaz de transmitir, de modo coherente, las razones en las
que se apoya la decisión. Se trata, en ambos casos, de identificar el ámbito constitucional de la debida
motivación mediante el control de los argumentos utilizados en la decisión asumida por el Juez o Tri-
n o m o s & th e s is
273 SECCION I: PRECEPTOS GENERALES Art. 123
bunal; sea desde la perspectiva de su corrección lógica o desde su coherencia narrativa, c) Deficiencias en
la motivación externa; justificación de las premisas. El control de la motivación también puede autorizar la
actuación del juez constitucional cuando las premisas de las que parte el Juez no han sido confrontadas o
analizadas respecto de su validez fáctica o jurídica. Esto ocurre por lo general en los casos difíciles, como
los identifica Dworkin, es decir, en aquellos casos donde suele presentarse problemas de pruebas o de
interpretación de disposiciones normativas. La motivación se presenta en este caso como una garantía
para validar las premisas de las que parte el Juez o Tribunal en sus decisiones. Si un Juez, al fundamentar
su decisión: 1) ha establecido la existencia de un daño; 2) luego, ha llegado a la conclusión de que el daño
ha sido causado por “X ”, pero no ha dado razones sobre la vinculación del hecho con la participación
de “X ” en tal supuesto, entonces estaremos ante una carencia de justificación de la premisa fáctica y, en
consecuencia, la aparente corrección formal del razonamiento y de la decisión podrán ser enjuiciadas por
el juez [constitucional] por una deficiencia en la justificación externa del razonamiento del juez. Hay que
precisar, en este punto y en línea de principio, que el hábeas corpus no puede reemplazar la actuación
del juez ordinario en la valoración de los medios de prueba, actividad que le corresponde de modo ex­
clusivo a éste, sino de controlar el razonamiento o la carencia de argumentos constitucionales; bien para
respaldar el valor probatorio que se le confiere a determinados hechos; bien tratándose de problemas de
interpretación, para respaldar las razones jurídicas que sustentan determinada comprensión del derecho
aplicable al caso. Si el control de la motivación interna permite identificar la falta de corrección lógica en
la argumentación del juez, el control en la justificación de las premisas posibilita identificar las razones
que sustentan las premisas en las que ha basado su argumento. El control de la justificación externa del
razonamiento resulta fundamental para apreciar la justicia y razonabilidad de la decisión judicial en el
Estado democrático, porque obliga al juez a ser exhaustivo en la fundamentación de su decisión y a no
dejarse persuadir por la simple lógica formal, d) La motivación insuficiente. Se refiere, básicamente, al
mínimo de motivación exigióle atendiendo a las razones de hecho o de derecho indispensables para asu­
mir que la decisión está debidamente motivada. Si bien, como ha establecido este Tribunal en reiterada
jurisprudencia, no se trata de dar respuestas a cada una de las pretensiones planteadas, la insuficiencia,
vista aquí en términos generales, sólo resultará relevante desde una perspectiva constitucional si es que
la ausencia de argumentos o la “insuficiencia” de fundamentos resulta manifiesta a la luz de lo que
en sustancia se está decidiendo, e) La motivación sustancialmente incongruente. E l derecho a la debida
motivación de las resoluciones obliga a los órganos judiciales a resolver las pretensiones de las partes de
manera congruente con los términos en que vengan planteadas, sin cometer, por lo tanto, desviaciones
que supongan modificación o alteración del debate procesal (incongruencia activa). Desde luego, no
cualquier nivel en que se produzca tal incumplimiento genera de inmediato la posibilidad de su control.
El incumplimiento total de dicha obligación, es decir, el dejar incontestadas las pretensiones, o el desviar
la decisión del marco del debate judicial generando indefensión, constituye vulneración del derecho a la
tutela judicial y también del derecho a la motivación de la sentencia (incongruencia omisiva). Y es que,
partiendo de una concepción democratizadora del proceso como la que se expresa en nuestro texto
fundamental (artículo 139°, incisos 3 y 3), resulta un imperativo constitucional que los justiciables
obtengan de los órganos judiciales una respuesta razonada, motivada y congruente de las pretensiones
efectuadas; pues precisamente el principio de congruencia procesal exige que el juez, al momento de
pronunciarse sobre una causa determinada, no omita, altere o se exceda en las peticiones ante él formu­
ladas. f) Motivaciones cualificadas. Conforme lo ha destacado este Tribunal, resulta indispensable una
especial justificación para el caso de decisiones de rechazo de la demanda, o cuando, como producto
de la decisión jurisdiccional, se afectan derechos fundamentales como el de la libertad. En estos casos,
la motivación de la sentencia opera como un doble mandato, referido tanto al propio derecho a la
justificación de la decisión como también al derecho que está siendo objeto de restricción por parte del
Juez o Tribunal. (Exp. N .° 728-2008-PHC/TC [caso Giuliana Llamoja Hilares], del 13-10-2008 [Web:
23-10-2008 / EP, 08-11-2008], f. j. 7. Texto completo: <bit.ly/2GdCQ6h>).
§ 541. Derecho al debido proceso y a ia motivación de las resoluciones judiciales. 2. El derecho
a la debida motivación de las resoluciones importa que los jueces, al resolver las causas, expresen las
razones o justificaciones objetivas que los llevan a tomar una determinada decisión. Esas razones, por
♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL
Art. 123 LIBRO SEGUNDO: LA ACTIVIDAD PROCESAL 274

lo demás, pueden y deben provenir no sólo del ordenamiento jurídico vigente y aplicable al caso, sino
de los propios hechos debidamente acreditados en el trámite del proceso. Sin embargo, la tutela del
derecho a la motivación de las resoluciones judiciales no debe ni puede servir de pretexto para someter a
un nuevo examen las cuestiones de fondo ya decididas por los jueces ordinarios. [...] (Exp. N .° 01480-
2006-AA/TC [caso Caja de Beneficios y Seguridad Social del Pescador], del 27-03-2006 [Web: 20-07­
2007 / EP: 02-10-2007], f. j. 2. Texto completo: <bit.ly/2FVxoWH>).
§ 542. Derecho al debido proceso y a la motivación de las resoluciones judiciales. 11. [...] La
Constitución no garantiza una determinada extensión de la motivación, por lo que su contenido esen­
cial se respeta siempre que exista fundamentación jurídica, congruencia entre lo pedido y lo resuelto y,
por sí misma, exprese una suficiente justificación de la decisión adoptada, aun si esta es breve o concisa,
o se presenta el supuesto de motivación por remisión. Tampoco garantiza que, de manera pormenori­
zada, todas las alegaciones que las partes puedan formular dentro del proceso sean objeto de un pro­
nunciamiento expreso y detallado. En materia penal, el derecho en referencia garantiza que la decisión
expresada en el fallo sea consecuencia de una deducción razonable de los hechos del caso, las pruebas
aportadas y la valoración jurídica de ellas en la resolución de la controversia. En suma, garantiza que el
razonamiento empleado guarde relación y sea proporcionado y congruente con el problema que al juez
penal corresponde resolver. (Exp. N .° 1230-2002-HC/TC [caso César Humberto Tineo Cabrera], del
20-06-2002 [Web: 29-08-2002], f. j. 11. Texto completo: <bit.ly/2TWolvk>).

§ 543. Motivar no significa señalar la norma en la cual funda su decisión el órgano estatal. 12.
En lo que toca a la facultad sancionadora del Consejo Nacional de la Magistratura, es la propia Cons­
titución la que establece que la resolución que impone la sanción debe estar debidamente motivada. Al
respecto, el Tribunal Constitucional ha establecido en reiterados pronunciamientos que la debida moti­
vación de las resoluciones que imponen sanciones no constituye sólo una exigencia de las resoluciones
judiciales, sino que se extiende a todas aquellas resoluciones -al margen de si son judiciales o no- que
tienen por objeto el pronunciamiento sobre el ejercicio de una función; es imperativo, entonces, que las
resoluciones sancionatorias contengan una motivación adecuada a Derecho, como una manifestación
del principio de tutela jurisdiccional e interdicción de la arbitrariedad. (Exp. N .° 08495-2006-PA/TC
[caso Ramiro Eduardo de Valdivia Cano], del 07-08-2008 [Web: 15-08-2008 / EP, 04-11-2008], f. j. 12.
Texto completo: <bit.ly/2HXHiTU>).
§ 544. El derecho a la motivación de las resoluciones judiciales no significa que el juez deba
responder, de modo expreso y detallado, todas las alegaciones de las partes. 7. [El] derecho a la mo­
tivación de las resoluciones judiciales no garantiza que, de manera pormenorizada, todas las alegaciones
de las partes tengan que ser objeto de un pronunciamiento expreso y detallado. En realidad, lo que
este derecho exige es que el razonamiento empleado por el juez guarde relación con el problema que le
corresponde resolver. De ahí que el deber de motivación de las resoluciones judiciales alcance también
a la suficiencia de la argumentación brindada por los órganos jurisdiccionales, dentro del ámbito de sus
.
competencias. 8 La motivación suficiente, en la concepción de este Tribunal, se refiere, básicamente,
al mínimo de motivación exigióle atendiendo a las razones de hecho o de derecho indispensables para
asumir que la decisión está debidamente motivada. Si bien no se trata de dar respuestas a cada una de
las pretensiones planteadas, la insuficiencia, vista aquí en términos generales, sólo resultará relevante
desde una perspectiva constitucional si es que la ausencia de argumentos o la “insuficiencia” de fun­
damentos resulta manifiesta a la luz de lo que en sustancia se está decidiendo [STC 728-2008-HC (§
540), fundamento 7, literal d)] (énfasis agregado) [sic]. En consecuencia, es un contenido del derecho
a la motivación de las resoluciones judiciales, como parte integrante del debido proceso, el que los ór­
ganos jurisdiccionales, al momento de dictar sentencia, se pronuncien por aquellos asuntos que forman
parte esencial o medular del conflicto jurídico que se somete a su conocimiento, pues de lo contrario
se habría incurrido en un supuesto de motivación insuficiente, que la Constitución prohíbe. (Exp. N .°
07025-2013-AA/TC [caso Jorge Napiam a Reáteguí], del 09-09-2015 [Web: 08-03-2017], ff. jj. 7 y 8.
Texto completo: <bit.ly/2HQzC9x>).
n o m o s & th e s is
275 SECCION I: PRECEPTOS GENERALES Art. 123
§ 545. Una sentencia no se encuentra objetivamente motivada afecta la presunción de ino­
cencia. Véase la jurisprudencia del artículo II del Nuevo Código Procesal Penal [§ 52]. (Exp. N .°
04415-2013-PH C/TC [caso Marco Antonio Figueroa Falcóri\, del 27-01-2014 [Web: 11-03-2014 / EP,
06-02-2015], ff. jj. 2-5. Texto completo: <bit.ly/2Yh7PEQ>).
§ 546. Una debida motivación requiere una justificación suficiente de su aplicación y la con­
gruencia entre el petitorio y conclusión. 5. Como lo ha precisado este Tribunal el contenido del
derecho a la motivación de las resoluciones judiciales exige que exista: a) fundamentación jurídica que
no implica la sola mención de las normas a aplicar al caso, sino la explicación y justificación de por
qué tal caso se encuentra dentro de los supuestos que contemplan tales normas; b) congruencia entre
lo pedido y lo resuelto, que implica la manifestación de los argumentos que expresarán la conformidad
entre los pronunciamientos del fallo y las pretensiones formuladas por las partes; y asimismo reclama
c) que por sí misma exprese una suficiente justificación de la decisión adoptada, aun si esta es breve o
concisa, o se presenta el supuesto de motivación por remisión (Cfr. Exp. N .° 4348-2005-PA/TC). (Exp.
N .° 02462-2011-PHC/TC [caso Ángel Benito Andante Gutiérrez:], del 23-04-2011 [Web: 23-07-2012
/ EP, 04-08-2012], f. j. 5. Texto completo: <bit.ly/2Ttql9w>).
§ 547. Casos en los cuales el derecho a la motivación de las resoluciones judiciales queda limi­
tado. 4. [...] A juicio del Tribunal, el contenido constitucionalmente garantizado de este derecho [a la
motivación de las resoluciones judiciales] queda delimitado en los siguientes supuestos: a) Inexistencia de
motivación o motivación aparente. b) Falta de motivación interna del razonamiento, que se presenta en una
doble dimensión; por un lado, cuando existe invalidez de una inferencia a partir de las premisas que esta­
blece previamente el Juez en su decisión; y, por otro, cuando existe incoherencia narrativa, que a la postre
se presenta como un discurso absolutamente confuso incapaz de transmitir, de modo coherente, las razo­
nes en las que se apoya la decisión. Se trata, en ambos casos, de identificar el ámbito constitucional de la
debida motivación mediante el control de los argumentos utilizados en la decisión asumida por el juez o
tribunal, ya sea desde la perspectiva de su corrección lógica o desde su coherencia narrativa, c) Deficiencias
en la motivación externa; justificación de las premisas, que se presenta cuando las premisas de las que parte
el Juez no han sido confrontadas o analizadas respecto de su validez fáctica o jurídica, d) La motivación
insuficiente, referida básicamente al mínimo de motivación exigióle atendiendo a las razones de hecho
o de derecho indispensables para asumir que la decisión está debidamente motivada. Si bien, como ha
establecido este Tribunal, no se trata de dar respuestas a cada una de las pretensiones planteadas, la insufi­
ciencia, vista aquí en términos generales, sólo resultará relevante desde una perspectiva constitucional si es
que la ausencia de argumentos o la “insuficiencia” de fundamentos resulta manifiesta a la luz de lo que en
sustancia se está decidiendo, e) L a motivación sustancialmente incongruente. El derecho a la tutela judicial
efectiva y, en concreto, el derecho a la debida motivación de las sentencias, obliga a los órganos judiciales
a resolver las pretensiones de las partes de manera congruente con los términos en que vengan plantea­
das, sin cometer, por lo tanto, desviaciones que supongan modificación o alteración del debate procesal
(incongruencia activa). Desde luego, no cualquier nivel en que se produzca tal incumplimiento genera de
inmediato la posibilidad de su control mediante el proceso de amparo. El incumplimiento total de dicha
obligación, es decir, el dejar incontestadas las pretensiones, o el desviar la decisión del marco del debate
judicial generando indefensión, constituye vulneración del derecho a la tutela judicial y también del de­
recho a la motivación de la sentencia (incongruencia omisiva). (Exp. N .° 3943-2006-PA/TC [caso Juan
de Dios Valle M olina], del 11-12-2006 [Web: 29-08-2007], £ j. 4. Texto completo: <bit.ly/2D90UBP>).
§ 548. Se consagra y considera constitucionalmente correcta la llamada motivación por remi­
sión al haberse estimado legítimo y permitido que el fallo de la Corte Suprema que se cuestiona
se pueda remitir a lo dictaminado por el fiscal Supremo en lo penal. 10. De ahí que el Tribunal
respecto a la necesidad de que las resoluciones judiciales sean motivadas, haya señalado que responde a
un principio que informa el ejercicio de la función jurisdiccional, y al mismo tiempo, un derecho cons­
titucional de los justiciables. Mediante ella, por un lado, se garantiza que la administración de justicia
se lleve a cabo de conformidad con la Constitución y las leyes (artículos 45° y 138° de la Constitución
Política del Perú) y, por el otro, que los justiciables puedan ejercer de manera efectiva su derecho de
♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL
Art. 123 LIBRO SEGUNDO: LA ACTIVIDAD PROCESAL 276

defensa. Justamente, con relación al derecho a la debida motivación de las resoluciones, ha precisado
que “la Constitución no garantiza una determinada extensión de la motivación, por lo que su conte­
nido esencial se respeta siempre que exista fundamentación jurídica congruente entre lo pedido y lo
resuelto, y que, por sí misma, exprese una suficiente justificación de la decisión adoptada, aun si ésta es
breve o concisa o se presenta el supuesto de motivación por remisión” (STC N .° 1291-2000-AA £ j. 2).
11. En el presente caso, el Tribunal considera que la sentencia de la Sala Penal de la Corte Suprema de
Justicia de la República [...] se encuentra motivada, pues como ya ha manifestado, la debida motivación
de las resoluciones judiciales se respeta siempre que exprese una suficiente justificación de la decisión
adoptada, aun si ésta es breve o concisa o se presenta el supuesto de motivación por remisión. En el caso
de autos, en la resolución suprema cuestionada, se expresa que los jueces demandados se encuentran
conformes con lo dictaminado por el fiscal supremo, es decir, éstos se han remitido al dictamen fiscal
supremo N .° 1784-2003-2°FSP-FN-MP [...] y se han basado en el análisis de los hechos y las pruebas
por las que se acredita la responsabilidad de María Maximina Martínez Tuanama. Y, si bien no se hace
mención del inciso del artículo 297° del Código Penal en cuya aplicación la recurrente fue condenada,
se entiende que de acuerdo a la imputación en su contra, al habérsele aplicado el artículo 1 de la Ley
N .° 28002, que modificó el precitado artículo 297o del Código Penal, le corresponde el inciso 6. (Exp.
N .° 07163-2013-PHC/TC [caso M aría Maximina Martínez Tuanama], del 08-093-2013 [Web: 23­
05-2016], íf. jj. 10 y 11. Texto completo: <bit.ly/2Fy9jmR>).
§ 549. Necesidad de incorporar la perspectiva de igualdad de género al momento de la ad­
ministración de justicia. Mujer que alega haber sido violada en estado de inconsciencia y que su
denuncia no fue atendida en la fiscalía como correspondía. Véase la jurisprudencia del artículo 3o de
la Ley N .° 30364 [§ 2605], sobre violencia familiar. (Exp. N .° 01479-2018-PA/TC, del 05-03-2019
[Web: 07-03-2019], ff. jj. 9, 11, 13, 14 y 16. Texto completo: <bit.ly/2W9gfMu>).

JURISPRUDENCIA DE LA CORTE INTERAMERICANA DE DERECHOS HUMANOS

§ 550. Deber de motivación de las resoluciones. 182. La motivación es la exteriorización de la


justificación razonada que permite llegar a una conclusión. El deber de motivar las resoluciones es una
garantía vinculada a la recta administración de justicia, que le garantiza a los ciudadanos el derecho a ser
juzgados por las razones que el derecho otorga, a la vez que brinda credibilidad a las decisiones judiciales
en una sociedad democrática. En virtud de lo cual las decisiones que adopten los órganos internos de
los Estados que puedan afectar derechos humanos deben de estar motivadas, de lo contrario serían de­
cisiones arbitrarias. La motivación de un fallo y de ciertos actos administrativos debe permitir conocer
cuáles son los hechos, motivos y normas en las que se basó el órgano que lo dictó para tomar su decisión
de modo que se pueda desechar cualquier indicio de arbitrariedad, a la vez que les demuestra a las par­
tes que estas han sido oídas en el marco del proceso. Además, debe mostrar que han sido debidamente
tomados en cuenta los alegatos de las partes y que el conjunto de pruebas ha sido analizado. Por todo lo
anterior, la Corte ha concluido que el deber de motivación es una de las “debidas garantías” incluidas en
el artículo 8.1 del debido proceso. (C ID H , Caso LópezÁlvarez vs. Honduras, sentencia de 01-02-2006,
párr. 155. Texto completo: <bit.ly/2kVQ7Fb>).
§ 551. La CIDH sostiene que no hubo motivación en la decisión porque se hizo remisión a un
Tribunal cuya competencia material era distinta. 209. El Tribunal considera que la Corregedoria-Geral
da Justina debió motivar su decisión respecto de la ausencia de faltas funcionales atribuidas a la jueza Kha-
ter que se mencionaban en la investigación penal de la interceptación y grabación de las conversaciones
telefónicas, y no limitarse a señalar que los hechos ya habían sido analizados por el Tribunal de Justicia del
estado de Paraná, cuando precisamente dicho Tribunal señaló que la actuación de la jueza no configuraba
un delito penal, pero sí podría constituir una falta funcional (supra párr. 201). En caso de entender que no
habían existido dichas faltas, como se desprende de la decisión, el órgano administrativo debió establecer
las razones por las cuales llegó a esa conclusión y, en su caso, analizar por qué no hubo responsabilidad
de la jueza Khater, y no hacer una remisión a un Tribunal cuya competencia material era distinta y que
justamente había determinado la necesidad de una investigación administrativa. Por consiguiente, la Corte

n o m o s & th e s is
277 SECCION I: PRECEPTOS GENERALES Art. 123
considera que el Estado incumplió su deber de motivar la decisión administrativa en relación con la res­
ponsabilidad de la interceptación y grabación de la conversación telefónica (infra párr. 214). (CIDH, Caso
Eschery Otros vs. Brasil, sentencia de 06-07-2009, párr. 209. Texto completo: <bit.ly/lgECA8l>).
§ 552. D ebida fundamentación en las decisiones para evitar un tratamiento arbitrario y discri­
minatorio. 178. [...] [La] Corte resalta que, a través del procedimiento especial ante el Banco Central,
se debían determinar los derechos individuales de una cantidad considerable de personas que debían
probar que se encontraban en la situación estipulada en el artículo 31 de la Ley 17.613. Este procedi­
miento fue creado, especialmente para determinar esos derechos, después de lo cual dejaría de existir.
Por tanto, era obligación del Estado asegurar que todos obtuvieran un pronunciamiento debidamente
motivado, de forma tal que permitiera constatar que los criterios para determinar la configuración de
los requisitos establecidos por el mencionado artículo 31 fueron aplicados de manera objetiva a todos
los peticionarios. [...] [En el caso, la Corte consideró probado que la petición de dos víctimas fue recha­
zada en los procedimientos ante el Banco Central, a pesar de haber ofrecido evidencia de “ausencia de
consentimiento”, en el sentido de “no renovar o de que se le devolvieran sus ahorros en forma antici­
pada”]. 184. [...] La Corte no encuentra una razón objetiva y razonable que justifique la diferencia del
tratamiento de ambos casos en aplicación de la misma norma, por lo que concluye que en el caso [...]
[de esas dos víctimas] no se garantizó una debida motivación que permitiera constatar que los criterios
para determinar la configuración del requisito de la ausencia del consentimiento fueron aplicados de
manera objetiva, lo cual constituye una violación de los artículos 1.1 y 8.1 de la Convención America­
na. (CID H , Caso Barbará Duartey otros vs. Uruguay, sentencia de 13-10-2011, párrs. 178 y 184. Texto
completo: <bit.ly/2Ivn7xW>).

§ 553. El deber de motivación como garantía para salvaguardar el derecho al debido proceso.
151. Para este Tribunal, una exposición clara de una decisión constituye parte esencial de una correcta
motivación de una resolución judicial, entendida como “la justificación razonada que permite llegar a
una conclusión”. En este sentido, la Corte ha considerado que el deber de motivar las resoluciones es
una garantía vinculada con la correcta administración de justicia, que otorga credibilidad de las decisio­
nes jurídicas en el marco de una sociedad democrática. Por ello, las decisiones que adopten los órganos
internos que puedan afectar derechos humanos deben estar debidamente fundamentadas, pues de lo
contrario serían decisiones arbitrarias. En este sentido, la argumentación de un fallo y de ciertos actos
administrativos deben permitir conocer cuáles fueron los hechos, motivos y normas en que se basó la
autoridad para tomar su decisión. Además, debe mostrar que han sido debidamente tomados en cuenta
los alegatos de las partes y que el conjunto de pruebas ha sido analizado. Por todo ello, el deber de mo­
tivación es una de las “debidas garantías” incluidas en el artículo 8.1 para salvaguardar el derecho a un
debido proceso, no sólo del imputado sino, en casos como el presente, también de los familiares de la
presunta víctima en relación con sus derechos de acceso a la justicia y a conocer la verdad, en relación
con el artículo 25 de la Convención. (CIDH, Caso García Ibarray Otros vs. Ecuador, sentencia de 17­
11-2015, párr. 151. Texto completo: <bit.ly/2ITvMNd>).

§ 554. Las decisiones que adopten los órganos internos de los Estados que puedan afectar dere­
chos humanos deben de estar debidamente motivadas. 182. La motivación es la exteriorización de la
justificación razonada que permite llegar a una conclusión. El deber de motivar las resoluciones es una
garantía vinculada a la recta administración de justicia, que le garantiza a los ciudadanos el derecho a ser
juzgados por las razones que el derecho otorga, a la vez que brinda credibilidad a las decisiones judiciales
en una sociedad democrática. En virtud de lo cual las decisiones que adopten los órganos internos de
los Estados que puedan afectar derechos humanos deben de estar motivadas, de lo contrario serían de­
cisiones arbitrarias. La motivación de un fallo y de ciertos actos administrativos debe permitir conocer
cuáles son los hechos, motivos y normas en las que se basó el órgano que lo dictó para tomar su decisión
de modo que se pueda desechar cualquier indicio de arbitrariedad, a la vez que les demuestra a las par­
tes que estas han sido oídas en el marco del proceso. Además, debe mostrar que han sido debidamente
tomados en cuenta los alegatos de las partes y que el conjunto de pruebas ha sido analizado. Por todo
lo anterior, la Corte ha concluido que el deber de motivación es una de las “debidas garantías” incluidas
♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL
Art. 124 LIBRO SEGUNDO: LA ACTIVIDAD PROCESAL 278

en el artículo 8.1 del debido proceso. (CIDH , Caso Flor Freire vs. Ecuador, sentencia de 31-08-2016,
párr. 182. Texto completo: <bit.ly/2IJRBQj>).
§ 555. El Estado debe informar al imputado no sólo la causa de la acusación sino también las
razones, los fundamentos probatorios de ésta y la caracterización legal que se da a esos hechos.
28. Para satisfacer el artículo 8.2.b convencional el Estado debe informar al interesado no solamente de
la causa de la acusación, esto es, las acciones u omisiones que se le imputan, sino también las razones
que llevan al Estado a formular la imputación, los fundamentos probatorios de ésta y la caracterización
legal que se da a esos hechos. Toda esta información debe ser expresa, clara, integral y suficientemente
detallada para permitir al acusado que ejerza plenamente su derecho a la defensa y muestre al juez
su versión de los hechos. La Corte ha considerado que la puntual observancia del artículo 8.2.b es
esencial para el ejercicio efectivo del derecho a la defensa. [...] 31. Evidentemente, el contenido_de Ja
notificación variará de acuerdo al avance de las investigaciones, llegando a su punto máximo, expuesto
en el párrafo 28 supra, cuando se produce la presentación formal y definitiva de cargos. Antes de ello y
como mínimo el investigado deberá conocer con el mayor detalle posible los hechos que se le atribuyen.
(CIDH, Caso Barreto Leiva vs. Venezuela,, sentencia del 17-10-2009, párrs. 28 y 31. Texto completo:
cbit.ly/2GBddKZ>).
§ 556. El imputado tiene derecho a conocer, a través de una descripción clara, detallada y
precisa, los hechos que se le imputan. Principio de coherencia o de correlación entre acusación y
sentencia. 65. Uno de los principales argumentos vertidos por la Comisión y los representantes para
sostener que el Estado violó el artículo 8 de la Convención es la inobservancia de la mencionada corre­
lación entre la acusación y la sentencia. La incongruencia se produjo cuando el Tribunal de Sentencia
cambió la calificación jurídica del delito y dio por establecidos hechos y circunstancias nuevas, que no
fueron considerados en la acusación ni en el auto de apertura a juicio, a saber: la causa de la muerte
de la menor de edad y las circunstancias que en opinión del Tribunal de Sentencia demostraban la
mayor peligrosidad del señor Fermín Ramírez. 66. La Convención no acoge un sistema procesal penal
en particular. Deja a los Estados en libertad para determinar el que consideren preferible, siempre que
respeten las garantías establecidas en la propia Convención, en el derecho interno, en otros tratados
internacionales aplicables, en las normas consuetudinarias y en las disposiciones imperativas de derecho
internacional. 67. Al determinar el alcance de las garantías contenidas en el artículo 8.2 de la Conven­
ción, la Corte debe considerar el papel de la “acusación” en el debido proceso penal vis-a-vis el derecho
de defensa. La descripción material de la conducta imputada contiene los datos fácticos recogidos en la
acusación, que constituyen la referencia indispensable para el ejercicio de la defensa del imputado y la
consecuente consideración del juzgador en la sentencia. De ahí que el imputado tenga derecho a cono­
cer, a través de una descripción clara, detallada y precisa, los hechos que se le imputan. La calificación
jurídica de éstos puede ser modificada durante el proceso por el órgano acusador o por el juzgador, sin
que ello atente contra el derecho de defensa, cuando se mantengan sin variación los hechos mismos y
se observen las garantías procesales previstas en la ley para llevar a cabo la nueva calificación. El llamado
“principio de coherencia o de correlación entre acusación y sentencia” implica que la sentencia puede
versar únicamente sobre hechos o circunstancias contemplados en la acusación. 68. Por constituir el
principio de coherencia o correlación un corolario indispensable del derecho de defensa, la Corte con­
sidera que aquél constituye una garantía fundamental del debido proceso en materia penal, que los
Estados deben observar en cumplimiento de las obligaciones previstas en los incisos b) y c) del artículo
8.2 de la Convención. (CID H , Caso Fermín Ramírez vs. Guatemala, sentencia del 20-06-2005, párrs.
65 al 68. Texto completo: <bit.ly/2IKm5Sc>).

Artículo 124: Error material, aclaración y adición

1. El Jue z podrá corregir, en cualquier momento, los errores puramente materiales o numéricos conte­
nidos en una resolución.

n o m o s & th e sis
279 SECCION I: PRECEPTOS GENERALES Art. 126
2. En cualquier momento, el Jue z podrá aclarar los términos oscuros, ambiguos o contradictorios en
que estén redactadas las resoluciones o podrá adicionar su contenido, si hubiera omitido resolver algún
punto controvertido, siempre que tales actos no impliquen una modificación de lo resuelto.
3. Dentro de los tres días posteriores a la notificación, las partes podrán solicitar la aclaración o la
adición de los pronunciamientos. La solicitud suspenderá el término para interponer los recursos que pro­
cedan.

JURISPRUDENCIA DE LA CORTE SUPREMA

§ 557. Error estructural subsanable. Octavo. [...] [Se] trata de un simple error estructural o ma­
terial imputable a la Sala Penal de Apelaciones, que no genera indefensión en el encausado y vulnera­
ción de la garantía de la debida motivación de las resoluciones judiciales; por cuanto la sentencia de
segunda instancia sí contiene una motivación razonada y suficiente sobre la responsabilidad penal del
encausado, pues el error al que se hace referencia no es uno que determine de modo alguno el curso de
su responsabilidad, pues se trata de un error material subsanable. (Casación N .° 270-2011-Huaura, de
10-04-2012, £ j. 8. Sala Penal Permanente. Texto completo: <bit.ly/2bVFxHc>).

Artículo 125: Firma

1. Sin perjuicio de disposiciones especiales y de las normas establecidas en la Ley Orgánica del Poder
Judicial, las resoluciones serán firmadas por los jueces o por los miembros del Juzgado o de la Sala en
que actuaron.
2. La falta de alguna firma, fuera de lo dispuesto en la Ley Orgánica del Poder Judicial, provocará la
ineficacia del acto, salvo que la resolución no se haya podido firmar por un impedimento invencible surgido
después de haber participado en la deliberación y votación.
. *

Artículo 126: Poder coercitivo

El Fiscal y el Ju e z podrán requerir la intervención de la fuerza pública y disponer las medidas necesarias
para el cumplimiento seguro y regular de los actos que ordenen en el ejercicio de sus funciones.

JURISPRUDENCIA DE LA CORTE SUPREMA

§ 5 5 8 . La conducción compulsiva de quien hace caso omiso a la citación fiscal no afecta n in g ú n


derecho constitucional, siempre y cuando haya sido válidamente notificada. Derecho a guardar
silencio del imputado. Sétimo. [Se] erige como facultad del ente persecutor la conducción compulsiva
dispuesta por el fiscal en concordancia con el artículo 66 y 71. 3 del nuevo Código Procesal además de
126 CPP; en efecto, dichos dispositivos otorgan al Ministerio Público la facultad coercitiva, traducida
en la facultad de ordenar la conducción compulsiva de quien hace caso omiso a su citación, orden de la
fiscalía que debe ejecutar la policía contra quien se niega a concurrir para prestar su declaración, siempre
y cuando hayan sido válidamente notificados; debiendo puntualizarse que es una medida provisional
con la finalidad de que se cumpla el mandato, por tanto, no se vulnera ningún derecho constitucional
del imputado, solo se le notifica para que concurra a prestar su declaración ante el despacho fiscal, y si
decide no declarar debe constar en acta. (Casación N .° 375-2011-Lambayeque, de 18-06-2013, f. j. 7.
Sala Penal Permanente. Texto completo: <bit.ly/2DvQOer>).

♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL


Art. 127 LIBRO SEGUNDO: LA ACTIVIDAD PROCESAL 280

CAPÍTULO IV
LAS NOTIFICACIONES Y CITACIONES

Artículo 127: Notificación

1. Las Disposiciones y las Resoluciones deben ser notificadas a los sujetos procesales, dentro de las
veinticuatro horas después de ser dictadas, salvo que se disponga un plazo menor.
2. La primera notificación al imputado detenido o preso será efectuada en el primer centro de detención
donde fue conducido, mediante la entrega de copia a la persona, o si no es posible el Director del Estable­
cimiento informará inmediatamente al detenido o preso con el medio más rápido.
3. Salvo que el imputado no detenido haya fijado domicilio procesal, la primera notificación se hará
personalmente, entregándole una copia, en su domicilio real o centro de trabajo.
4. Si las partes tienen defensor o apoderado, las notificaciones deberán ser dirigidas solamente a estos,
excepto si la Ley o la naturaleza del acto exigen que aquellas también sean notificadas.
5. Cuando la notificación deba practicarse por medio de lectura, se leerá el contenido de la resolución
y si el interesado solicita copia se le entregará.
6. Rige, en lo pertinente, lo dispuesto en el Código Procesal Civil, con las precisiones establecidas en
los Reglamentos respectivos que dictarán la Fiscalía de la Nación y el Consejo Ejecutivo del Poder Judicial,
en el ámbito que les corresponda.(a) (b) (c) (d) (e) (f) (9)

PROTOCOLOS, REGLAMENTOS, LINEAM IENTOS, GUÍAS Y DIRECTIVAS


(a) Reglamento de notificaciones, citaciones y comunicaciones bajo las normas del Código Procesal Penal (aprobado por
la Resolución Adm inistrativa N.° 096-2006-CE-PJ de 28-06-2006). Véase el texto com pleto en: <bit.ly/2l6UIWO>.
(b) Reglamento de notificaciones, citaciones y comunicaciones entre autoridades en la actuación fiscal (aprobado por la
Resolución N.° 729-2006-M P-FN de 15-06-2006). Véase el texto completo en: <bit.ly/2Uh2E4o>.
(c) Protocolo de actuación interinstitucional específico para las notificaciones electrónicas (aprobado por el Decreto
Supremo N.° 010-2018-JUS [EP, 25-08-2018]). Véase el texto completo en: <bit.ly/2Vd2mQA>.
(d) Directiva N.° 006-2015-CE-PJ: "Lincam ientos para el diligenciamiento de las notificaciones electrónicas" (aprobado por
la Resolución Adm inistrativa N.° 260-2015-CE-PJ de 19-08-2015). Véase el texto com pleto en: <bit.ly/2WBT¡BZ>.
(e) Reglamento de notificaciones, citaciones y comunicaciones entre autoridades (aprobado por la Resolución N.°
5476-2014-M P-FN-GG de 29-12-2014). Véase el texto com pleto en: <bit.ly/20Dhb9E>.
(f) Reglamento del nuevo despacho judicial del módulo penal corporativo de las Cortes Superiores de Justicia de la
República (aprobado por la Resolución Administrativa N.° 014-2017-CE-PJ de 11-01-2017). Véase el texto completo
en:<bit.ly/2HUsqKi>.
(g) Directiva N.° 002-2017-M P-FN: "Actuación fiscal en la form ulación de requerimientos al órgano jurisdiccional" (aproba­
do por la Resolución N.° 1189-2017-M P-FN de 10-04-2017). Véase el texto com pleto en: <bit.ly/20JNoM E>.

ACUERDO PLENARIO DE LA CORTE SUPREMA

§ 559. Notificación de resoluciones y competencias del Ministerio Público. Véase la jurispru­


dencia del artículo 355° del Nuevo Código Procesal Penal [§ 1465]. (Acuerdo Plenario N .° 5-2012/
CJ-116, del 29-01-2013, que establece como doctrina legal los fF. jj. 15-16. VIII Pleno Jurisdiccional
de las Salas Penales Permanente y Transitoria [EP, 04-01-2014]. Texto completo: <bit.ly/2FDUaSP>).

DOCTRINA JURISPRUDENCIAL VINCULANTE DE LA CORTE SUPREMA

§ 560. Notificación defectuosa. Se vulnerará el derecho a la defensa si no se notifica los pro­


cedimientos o diligencias judiciales que aplican sanciones o restricciones a los derechos de las
personas. 3.4.3. En ese orden de ideas está circunscrito dentro de todo proceso la notificación judicial
[acto procesal cuyo principal objetivo es que las partes intervinientes en un proceso judicial tomen
conocimiento de las resoluciones judiciales emitidas en el marco del mismo, a fin de que estas puedan
ejercer su derecho a la defensa, en el ámbito del debido proceso]. En ese sentido, desde una perspectiva
nom os & th e sis
281 SECCIÓN I: PRECEPTOS GENERALES Art. 127
de contenido y aplicación del debido proceso, se puede decir que los actos judiciales deben tener como
requisito de validez la notificación, con la finalidad de que el procesado tenga la posibilidad de conocer
el contenido de los pronunciamientos y diligencias judiciales; pero solo en el caso de que se apliquen I
sanciones o se restrinjan derechos de la persona, pues incumplir este requisito vulnerará además el dere- ¡
cho de defensa [Fundamento jurídico 5 del Exp. N .° 7811-2006-PHC/TC (§ 566)]. [...] 3.4.5. En ese j
sentido, la norma procesal penal taxativamente protege el derecho de defensa que tiene todo justiciable
respecto al trámite de apelación en autos, toda vez que señala el plazo prudencial de 5 días para preparar
su estrategia de defensa que deben tener los sujetos procesales inmersos dentro de un proceso penal,
previo traslado del escrito de apelación por el Organo Superior. Posteriormente, transcurrido el plazo
será ésta quien decida si procede o no dicho recurso impugnatorio; si estima que sí se señalará para la
audiencia de apelación, advirtiéndose que el Tribunal Superior tendrá los pronunciamientos siguientes:
i) El traslado del escrito de impugnación a las partes por dicho plazo; y, ii) Luego de recurrido el plazo
la Sala se pronunciará si procede o no el acotado recurso. (Casación N .° 326-2016-Lambayeque, de
23-11-2016, que establece como doctrina jurisprudencial vinculante lo señalado en los ff. jj. 3.4.3 y
3.4.5. Sala Penal Permanente [EP, 11-01-2017, Jurisprudencia, Año XXVI, N .° 1032, pp. 7658-7662].
Texto completo: <bit.ly/2iFAdiI>).

PLENO DE LOS JUZGADOS PENALES DE INVESTIGACIÓN PREPARATORIA

§ 561. Notificación y apercibimientos en audiencia de control de acusación. Acuerdo: 1. La


acusación se notificara al domicilio real y procesal del acusado. 2. La audiencia preliminar de control de
acusación es de carácter inaplazable. 3. Las resoluciones de traslado de acusación y citación a audiencia
se sujetaran a los considerandos del presente acuerdo. 4. La presentación de la carpeta fiscal conjun­
tamente con el requerimiento de acusación es obligatoria. 5. Los asistentes jurisdiccionales aplicaran
los modelos de resoluciones que se anexan. (Acuerdo Plenario N .° 03-2008, de 04-01-2008. Pleno de
los Juzgados Penales de Investigación Preparatoria de Trujillo. Corte Superior de La Libertad. Texto
completo: <bit.ly/lV6IMi7>).

ACUERDOS DE LAS SALAS PENALES SUPERIORES

§ 562. El inicio del cómputo de los plazos procesales de las resoluciones judiciales notificadas
vía casilla electrónica SINOE será desde el segundo día siguiente en que se ingresa su notificación
a la casilla electrónica. I. Tema: Inicio del cómputo delplazo en la notificación electrónica. Acuerdo: El
inicio del cómputo de los plazos procesales de las resoluciones judiciales notificadas vía casilla electróni­
ca SIN O E será desde el segundo día siguiente en que se ingresa su notificación a la casilla electrónica.
A manera de ejemplo, si la notificación ingresó a la casilla el día lunes (a cualquier hora), entonces el
cómputo del plazo se iniciará desde el día miércoles. Siguiendo con el ejemplo anotado, si el plazo para
interponer algún medio impugnatorio es de 3 días (útiles), entonces vencerá el día viernes. F undamen-
tación: El artículo 42 del Reglamento del Nuevo Despacho Judicial del Módulo Penal Corporativo
de las Cortes Superiores de Justicia de La República, prescribe que el acto de notificación tiene por
finalidad poner en conocimiento de los sujetos procesales el contenido de las resoluciones judiciales,
las cuales producen efectos en virtud del acto de notificación que tiene lugar con la constancia de su
entrega física o virtual. A continuación el artículo 49.1 reitera que en caso de notificación electrónica,
la resolución judicial surge efectos desde el segundo día siguiente en que se ingresa su notificación a
la casilla electrónica, con excepción de las que son expedidas y notificadas en audiencias y diligencias
especiales. En tal sentido, se hace necesario aclarar desde cuando se inicia el cómputo del plazo de la no­
tificación electrónica vía casilla SINO E. (Acuerdo N .° 15-2018-SPSP-CSJLL del 19-10-2018. Acuerdo
de Jueces Titulares de las Salas Penales Superiores de la Corte Superior de Justicia de La Libertad. Texto
completo: <bit.ly/2U0aOyV>).
§ 563. Es obligatorio consignar la casilla electrónica SINOE para cualquier requerimiento,
disposición fiscal o solicitud de las partes, bajo pena de multa. Tema: Obligatoriedad del uso de la
casilla electrónica SIN O E para cualquier actuación judicial por todas las partes en el proceso penal, bajo .

♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL


Art. 127 LIBRO SEGUNDO: LA ACTIVIDAD PROCESAL 282

responsabilidad. Acuerdo: “L os Jueces de primera y segunda instancia requerirán la casilla electrónica


SIN O E en todo requerimiento o disposición fiscal, así como en toda solicitud de las partes presentada
al órgano jurisdiccional. Si se omite consignar la casilla electrónica, el Juez otorgará el plazo perentorio
de veinticuatro (24) horas para la subsanación respectiva, bajo apercibimiento de tenerse por no pre­
sentado el escrito, aplicarse multa conforme al artículo 292° de la LOPJ, y remitirse copias al Colegio
de Abogados respectivo, al Órgano de Control del Ministerio Público y del Ministerio de Justicia, para
fines disciplinarios, según sea la parte apercibida”. F undamentaciÓn : La realización de audiencias y
diligencias en el proceso penal depende de las notificaciones a las partes, por lo que, a efecto de superar
las deficiencias de las notificaciones físicas resulta esencial la utilización de la notificación electrónica
a través de la casilla electrónica, la misma que está regulada como obligatoria en el artículo 155° de la
LOPJ, la cual permitirá la realización efectiva del acto procesal a través de una comunicación oportuna
y segura a las partes, la cual además es altamente utilizada por ejemplo en el proceso laboral, generan­
do un significativo ahorro de tiempo, esfuerzo y dinero del Estado (principio de economía procesal).
(Acuerdo N .° 4-2017-SPS-CSJLL, de 15-06-2017. Acuerdo de Jueces Titulares de las Salas Penales
Superiores de la Corte Superior de Justicia de La Libertad. Texto completo: <bit.ly/2HbXqDQ> [p. 5]).

PLENOS JURISDICCIONALES

§ 564. La resolución de requerimiento de pago [en el delito de omisión de la asistencia fami­


liar] basta que se notifique en el domicilio procesal, a excepción del caso de rebeldía que deberá
efectuarse en el domicilio declarado en RENIEC. Tema 2: Notificación del requerimiento de pago en
domicilio real o procesal del denunciado. C onclusión Plenaria: El Pleno adoptó por unanimidad lo
siguiente: “La resolución de requerimiento de pago basta que se notifique en el domicilio procesal, a
excepción del caso de rebeldía que deberá efectuarse en el domicilio declarado en R E N IEC ”. Funda­
mento : La resolución de pago basta que se notifique en el domicilio procesal, a excepción del caso de
rebeldía que deberá efectuarse en el domicilio real. Señala que este proceso ha nacido en un proceso
civil en el que se ha respetado el debido proceso; por tal sentido el emplazamiento deberá efectuarse en
el domicilio procesal señalado en el proceso de alimentos o aumento o reducción de alimentos. (Pleno
Jurisdiccional Distrital Penal de la Corte Superior de Justicia de Junín del 29-12-2015. Tema 2. Texto
completo: <bit.ly/2JzBpSE>).

JURISPRUDENCIA DE LA CORTE SUPREMA

§ 565. Cambiar el domicilio de las notificaciones a la impugnante de manera arbitraria, es una


afectación de su derecho de defensa. Prim ero. La querellada BR en su recurso de formalizado [...]
de 25 de mayo de 2015 insta la anulación de la sentencia de vista. Alega que la lecha de la vista de la
causa en segunda instancia no se le notificó por lo que no pudo defenderse, ni siquiera por escrito; que,
incluso, por esa razón, tampoco pudo ofrecer medios de prueba ni medios de defensa [...]. Cuarto. En
el caso de autos, como se denunció en la impugnación, luego de la notificación de la sentencia de pri­
mera instancia en el domicilio procesal de la querellada, las ulteriores resoluciones en esa instancia como
en la segunda instancia se notificaron a un domicilio distinto, siendo de destacar, con especial énfasis,
el decreto de señalamiento de fecha para la vista de la causa en apelación (cargo de notificación [...]).
Por consiguiente, se afectó el entorno jurídico de la querellada y se negó sus posibilidades de actuación
procesal, por lo que la sentencia de vista es nula de pleno derecho e insubsanable. La querellada no tuvo
la oportunidad de presentar alegaciones de fondo y otros medios de defensa técnicos y, por ende, el
Tribunal Superior resolvió con actuaciones diminutas. (R. N. N .° 2490-2016-Lima, del 15-12-2016,
fiF. jj. 1 y 4. Sala Penal Transitoria. Texto completo: <bit.ly/2tRVSY6>).

JURISPRUDENCIA D EL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL

§ 566. Notificación judicial. 5. La notificación judicial es aquel acto procesal cuyo principal ob­
jetivo es que las partes intervinientes en un proceso judicial tomen conocimiento de las resoluciones
judiciales emitidas en el marco del mismo, a fin de que éstas puedan ejercer su derecho a la defensa,

n o m o s & th e s is
283 SECCION I: PRECEPTOS GENERALES Alt 129
en el ámbito del debido proceso. 6. En ese sentido, desde una perspectiva de contenido y aplicación
del debido proceso, se puede decir que los actos judiciales deben tener como requisito de validez la
notificación, con la finalidad de que el procesado tenga la posibilidad de conocer el contenido de los
pronunciamientos y diligencias judiciales; pero solo en el caso de que se apliquen sanciones o se restrin­
jan derechos de la persona, incumplir este requisito vulnerará además el derecho de defensa [...]. (Exp.
N .° 7811-2006-PHC/TC [caso Rubén Galvdn Bojja], del 20-09-2006 [Web: 28-02-2007], ff. jj. 5-6.
Texto completo: <bit.ly/2ucCPuR>).

A rtículo 128: N otificación por edictos

Cuando se ignore el lugar donde se encuentra la persona que deba ser notificada, la resolución se le
hará saber por edicto que se publicará en el Diario Oficial de la sede de la Corte Superior o a través del
Portal o página web de la Institución, sin perjuicio de las medidas convenientes para localizarlo.
La Fiscalía de la Nación y el Consejo Ejecutivo del Poder Judicial, sin perjuicio de la reglamentación de
este artículo, podrán disponer, en el ámbito que les respecta, que se publiquen, en el Diario Oficial, listas
de personas requeridas por la justicia.(a) (b) (c) (d) (e) (f)

PROTOCOLOS, REGLAMENTOS, LINEAMIENTOS, GUÍAS Y DIRECTIVAS


(a) Reglamento de notificaciones, citaciones y comunicaciones bajo las normas del Código Procesal Penal (aprobado por
la Resolución Administrativa N.° 096-2006-CE-PJ de 28-06-2006). Véase el texto completo en: <bit.ly/2l6UIWO>.
(b) Reglamento de notificaciones, citaciones y comunicaciones entre autoridades en la actuación fiscal (aprobado por la
Resolución N.° 729-2006-M P-FN de 15-06-2006). Véase el texto completo en: <bit.ly/2Uh2E4o>.
(c) Protocolo de actuación interinstitucional específico para las notificaciones electrónicas (aprobado por el Decreto
Supremo N.° 010-2018-JUS [EP, 25-08-2018]). Véase el texto completo en: <bit.ly/2Vd2mQA>.
(d) Directiva N.° 006-2015-CE-PJ: "Lineamientos para el diligenciamiento de las notificaciones electrónicas" (aprobado por
la Resolución Adm inistrativa N.° 260-2015-CE-PJ de 19-08-2015). Véase el texto completo en: <bit.ly/2WBTiBZ>.
(e) Reglamento de notificaciones, citaciones y comunicaciones entre autoridades (aprobado por la Resolución N.°
5476-2014-MP-FN-GG de 29-12-2014). Véase el texto completo en: <bit.ly/20Dhb9E>.
(f) Reglamento del nuevo despacho judicial del módulo penal corporativo de las Cortes Superiores de Justicia de la Re­
pública (aprobado por la Resolución Adm inistrativa N.° 014-2017-CE-PJ de 11-01-2017). Véase el texto com pleto en:
<bit.ly/2HUsqKi>.

A rtículo 129: Citacio nes

1. Las víctimas, testigos, peritos, intérpretes y depositarios, podrán ser citados por medio de la Policía
o por el personal oficial de la Fiscalía o del órgano jurisdiccional, según las directivas que sobre el particu­
lar dicte el órgano de gobierno respectivo.
2. En caso de urgencia podrán ser citados verbalmente, por teléfono, por correo electrónico, fax, tele­
grama o cualquier otro medio de comunicación, de lo que se hará constar en autos.
3. Los militares y policías en situación de actividad serán citados por conducto del superior jerárquico
respectivo, salvo disposición contraria de la Ley.
4. El respectivo Reglamento de Citaciones, dictado por la Fiscalía de la Nación y el Consejo Ejecutivo
del Poder Judicial, en el ámbito que les respecta, establecerá las precisiones que correspondan.(a) (b) <c) (d) (e) (f)

PROTOCOLOS, REGLAMENTOS, LINEAMIENTOS, GUÍAS Y DIRECTIVAS


(a) Reglamento de notificaciones, citaciones y com unicaciones bajo las normas del Código Procesal Penal (aprobado por
la Resolución Adm inistrativa N.° 096-2006-CE-PJ de 28-06-2006). Véase el texto com pleto en: <bit.ly/2l6UIWO>.
(b) Reglamento de notificaciones, citaciones y comunicaciones entre autoridades en la actuación fiscal (aprobado por la
Resolución N.° 729-2006-M P-FN de 15-06-2006). Véase el texto completo en: <bit.ly/2Uh2E4o>.
(c) Protocolo de actuación interinstitucional específico para las notificaciones electrónicas (aprobado por el Decreto
Supremo N.° 010-2018-JUS [EP, 25-08-2018]). Véase el texto completo en: <bit.ly/2Vd2mQA>.

♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL


Art. 129 LIBRO SEGUNDO: LA ACTIVIDAD PROCESAL 284

(d) Directiva N.° 006-2015-CE-PJ: "Lineamientos para el diligenciamiento de las notificaciones electrónicas" (aprobado por
la Resolución Adm inistrativa N.° 260-2015-CE-PJ de 19-08-2015). Véase el texto com pleto en: <bit.ly/2WBTiBZ>.
(e) Reglamento de notificaciones, citaciones y comunicaciones entre autoridades (aprobado por la Resolución N.°
5476-2014-MP-FN-GG de 29-12-2014). Véase el texto com pleto en: <bit.ly/20Dhb9E>.
(f) Reglamento del nuevo despacho judicial del m ódulo penal corporativo de las Cortes Superiores de Justicia de la Repú­
blica (aprobado por la Resolución Adm inistrativa N.° 014-2017-CE-PJ de 11 -01 -2017). Véase el texto com pleto en: <bit.
ly/2HUsqK¡>.

JURISPRUDENCIA DE LA CORTE SUPREMA

§ 567. Es necesario el correcto emplazamiento, tanto de la víctima como testigos, para que
brinden su respectiva declaración en el juicio oral. Séptim o. Se aprecia que la agraviada fue notifi­
cada al caserío de Jongos, en Pampas, Áncash (lugar de nacimiento), sin que el órgano jurisdiccional
cumpla con verificar previamente si esta mantenía su domicilio en dicha localidad, pues que la madre de
la víctima, a raíz del presente proceso, migró al departamento de La Libertad, según el Parte [policial].
No puede concluirse tampoco que la víctima vive con su madre, si conforme lo indicó el Tribunal Su­
perior esta retomó, aparentemente, su relación convivencial con el acusado. La agraviada es actualmente
una persona mayor de edad. Por ende, corresponde su notificación al domicilio declarado en el Registro
de Identificación y Estado Civil (RENIEC). Octavo. Por todo ello, es patente el quebrantamiento del
derecho a la prueba. La prueba de cargo postulada avala la necesidad de un mayor esclarecimiento del
hecho punible incriminado. Mínimamente se debe evidenciar el debido emplazamiento de la víctima y
de los testigos indirectos, a efectos de que brinden su manifestación ante la autoridad pública en juicio
oral. Es oportuno recordar que la recolección de los medios de prueba en el caso de delitos sexuales no
constituye una selección acostumbrada, uniforme y cotidiana, aplicada por igual a todos los casos de
agresión sexual. Se requiere una inexcusable actividad del juez para establecer la relevancia de la prueba
en cada caso. Si amerita el llamado de la víctima o un testigo, para el debido esclarecimiento del objeto
procesal, este debe realizarse con todos los apremios de ley. (R. N. N .° 1970-2015-Santa, del 10-04­
2017, f f jj. 7 y 8. Primera Sala Penal Transitoria. Texto completo: <bit.ly/2ELwkT2>).
§ 568. No notificar a los testigos de descargo y ordenar que la propia parte acusada deba tras­
ladarlos, constituye una clara violación del principio de citación de las pruebas a cargo del órgano
jurisdiccional, y del principio de igualdad de armas. Tercero. Ahora bien, en el auto de enjuicia­
miento [...] se ordenó la actuación de diversos medios de prueba y, al inicio del acto oral, se aceptaron
adicionalmente las testimoniales de los familiares de la agraviada -pruebas del Ministerio Público- y de
la familia M -pruebas de descargo- [...]. Empero, solo se actuó la declaración de LT, y de YT, y el examen
del psicólogo, así como se decretó la rescindencia de las pruebas ofrecidas por el imputado y parte de las
ofrecidas por la Fiscalía [...]. Llama la atención que el examen del perito sicólogo y su propia pericia se
realizaron en dos sesiones sucesivas posteriores a la sesión en que se acordó la prescindencia de pruebas
[...], sin insistirse en las pruebas omitidas. A lo expuesto se agrega que nunca se notificó a los testigos de
descargo y se sostuvo, ante el pedido de que se conduzca de grado o fuerza a dichos testigos postulado
por la defensa, que la propia parte acusada debía trasladarlos, lo que constituye una clara violación del
principio de citación de las pruebas a cargo del órgano jurisdiccional, y del principio de igualdad de
armas. Irrazonablemente, solo se aceptó y se proveyó las pruebas de la Fiscalía, pero no se proveyó ni
ordenó notificar y, en su caso, hacer conducir, a los órganos de prueba de la parte acusada. Cuarto. En
estas condiciones, se vulneró el derecho a la prueba postulado por la defensa. Se trata de una nulidad
absoluta por su entidad constitucional, que no puede pasarse por alto. Es de aplicación el artículo 298
numeral 1 del Código de Procedimientos Penales. Los poderes de anulación, incluso de oficio, a cargo
del Tribunal Supremo, se imponen; además, la propia defensa destacó esa vulneración en el presente
recurso de nulidad. De otro lado, ante las afirmaciones del imputado, es menester lograr la presencia
de la agraviada para que declare en el acto oral, bajo las reglas de contradicción e inmediación. (R. N.
N .° 980-2015-Puno, del 01-03-2017, ffi jj. 1 al 4. Primera Sala Penal Transitoria. Texto completo:
<bit.ly/2TqHEYU>). Art. 129 NCPP

n o m o s & th e sis
285 SECCIÓN I: PRECEPTOS GENERALES Art. 131
§ 569. Citación telefónica en caso de urgencia. Segundo. [El] artículo 129 del Código Procesal
Penal autoriza la notificación o citación telefónica, pero solo en caso de urgencia. La regla es la notifica­
ción mediante cédula (artículos 157 y 158 del Código Procesal por medio Civil) y de personal del pro­
pio órgano jurisdiccional (apartado 1 del artículo 129 del Código Procesal Penal). La urgencia es una
situación concreta y eventual que se presenta cuando no es posible, por razones de tiempo o logísticas
del órgano jurisdiccional, o por causas de fuerza mayor o causas imprevistas, acordar la vía ordinaria de
la cédula, conforme al apartado 1 del citado artículo 129 del Código Procesal Penal. Como excepción
a la regla, su interpretación es restrictiva y, para garantizar su corrección, debe especificarse el motivo
determinante de la urgencia. Por lo demás, como se dejó sentado en el Acuerdo Plenario N .° 5-2012/
CJ-116 [§ 1465], de 29 de enero de 2013, las citaciones corresponde realizarlas al órgano jurisdiccio­
nal. (Casación N .° 1072-2016-Huánuco, de 11-05-2017, f. j. 2. Primera Sala Penal Transitoria. Texto
completo: <bit.ly/2ullfa3>).

A rticulo 130: Constancia

El resultado de las diligencias practicadas para efectuar las citaciones y notificaciones se hará constar
por escrito.(a)(b)(c)

PROTOCOLOS, REGLAMENTOS, LINEAMIENTOS, GUÍAS Y DIRECTIVAS


(a) Reglamento de notificaciones, citaciones y comunicaciones bajo las norm as del Código Procesal Penal (aprobado por
la Resolución Administrativa N.° 096-2006-CE-PJ de 28-06-2006). Véase el texto completo en: <bit.ly/2l6UIWO>.
(b) Reglamento de notificaciones, citaciones y comunicaciones entre autoridades en la actuación fiscal (aprobado por la
Resolución N.° 729-2006-M P-FN de 15-06-2006). Véase el texto com pleto en: <bit.ly/2Uh2E4o>.
(c) Reglamento de notificaciones, citaciones y comunicaciones entre autoridades (aprobado por la Resolución N.°
5476-2014-MP-FN-GG de 29-12-2014). Véase el texto completo en: <bit.ly/20Dhb9E>.

A rtículo 131: Defecto de la notificación

1. Siempre que cause efectiva indefensión, la notificación no surtirá efecto cuando:


a) Haya existido error sobre la identidad de la persona notificada;
b) La disposición o la resolución haya sido notificada en forma incompleta;
c) En la diligencia no conste la fecha o, cuando corresponda, la fecha de entrega de la copia;
d) Si en la copia entregada falta la firma de quien ha efectuado la notificación.
2. El vicio en la notificación se convalida si el afectado procede de manera que ponga de manifiesto
haber tomado conocimiento oportuno del contenido de la disposición o resolución, o si ésta, no obstante
carecer de un requisito formal, ha cumplido su finalidad.(a) (b) (c) (d) (e)

PROTOCOLOS, REGLAMENTOS, LINEAMIENTOS, GUÍAS Y DIRECTIVAS


(a) Reglamento de notificaciones, citaciones y comunicaciones bajo las norm as del Código Procesal Penal (aprobado por
la Resolución Administrativa N.° 096-2006-CE-PJ de 28-06-2006). Véase el texto completo en: <bit.ly/2l6UIWO>.
(b) Reglamento de notificaciones, citaciones y comunicaciones entre autoridades en la actuación fiscal (aprobado por la
Resolución N.° 729-2006-MP-FN de 15-06-2006). Véase el texto com pleto en: <bit.ly/2Uh2E4o>.
(c) Directiva N.° 006-2015-CE-PJ: "Lineamientos para el diligenciamiento de las notificaciones electrónicas" (aprobado por
la Resolución Administrativa N.° 260-2015-CE-PJ de 19-08-2015). Véase el texto completo en: <bit.ly/2WBTiBZ>.
(d) Protocolo de actuación interinstitucional específico para las notificaciones electrónicas (aprobado por el Decreto
Supremo N.° 010-2018-JUS [EP, 25-08-2018]). Véase el texto com pleto en: <bit.ly/2Vd2mQA>.
(e) Reglamento de notificaciones, citaciones y comunicaciones entre autoridades (aprobado por la Resolución N.°
5476-2014-MP-FN-GG de 29-12-2014). Véase el texto com pleto en: <bit.ly/20Dhb9E>.

♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL


Art. 132 LIBRO SEGUNDO: LA ACTIVIDAD PROCESAL . 286

CAPÍTULO V
COMUNICACIÓN ENTRE AUTORIDADES

Artículo 132: Forma

1. Cuando un acto procesal, una diligencia o una información relacionadas con la causa deban ejecutar­
se por intermedio de otra autoridad, el Ju e z o el Fiscal podrán encomendarle su cumplimiento.
2. La comunicación de ejecución precisará la autoridad judicial que lo requiere, su competencia para el
caso, el acto concreto, diligencia o información solicitada, con todos los datos necesarios para cumplirla,
las normas legales que la posibilitan y el plazo de su cumplimiento. La comunicación podrá realizarse con
aplicación de cualquier medio que garantice su autenticidad.
3. En caso de urgencia se utilizará fax, telegrama o correo electrónico y, eventualmente, podrá ade­
lantarse telefónicamente el contenido del requerimiento para que se comience a tramitar la diligencia, sin
perjuicio de la remisión posterior del mandamiento escrito.
4. Cuando la delegación del acto tenga por déstinataria a otro Ju e z o Fiscal, se cursará el exhorto co­
rrespondiente para su tramitación inmediata.
5. La autoridad requerida, colaborará con los jueces, el Ministerio Público y la Policía y tramitará, sin
demora, los requerimientos que reciban de ellos.
6. El órgano de gobierno del Poder Judicial y el Fiscal de la Nación dictarán los reglamentos correspon­
dientes y podrán celebrar convenios con otras instituciones públicas para requerir y compartir información
a sí como establecer sistemas de comunicación por internet entre jueces y fiscales.(a) {b) (c) (d)

PROTOCOLOS, REGLAMENTOS, LINEAMIENTOS, GUÍAS Y DIRECTIVAS


(a) Reglamento de notificaciones, citaciones y com unicaciones bajo las norm as del Código Procesal Penal (aprobado por
la Resolución Adm inistrativa N.° 096-2006-CE-PJ de 28-06-2006). Véase el texto com pleto en: <bit.ly/2l6UIWO>.
(b) Reglamento de notificaciones, citaciones y comunicaciones entre autoridades en la actuación fiscal (aprobado por la
Resolución N.° 729-2006-M P-FN de 15-06-2006). Véase el texto com pleto en: <bit.ly/2Uh2E4o>.
(c) Reglamento de notificaciones, citaciones y comunicaciones entre autoridades (aprobado por la Resolución N.°
5476-2014-MP-FN-GG de 29-12-2014). Véase el texto com pleto en: <bit.ly/20Dhb9E>.
(d) Reglamento del nuevo despacho judicial del módulo penal corporativo de las Cortes Superiores de Justicia de la Re­
pública (aprobado por la Resolución Adm inistrativa N.° 014-2017-CE-PJ de 11-01-2017). Véase el texto completo en:
<bit.ly/2HUsqKi>.

Artículo 133: Exhortos a autoridades extranjeras

1. Los requerimientos dirigidos a jueces, fiscales o autoridades extranjeras se efectuarán por exhortos
y serán diligenciados en la forma establecida por los Tratados y costumbres internacionales o, en su de­
fecto, por este Código y las demás Leyes del país.
2. Por medio de la Fiscalía de la Nación o, en su caso, de la Corte Suprema de Justicia, se canalizarán
las comunicaciones al Ministerio de Relaciones Exteriores, el cual, cuando corresponda las tramitará por
la vía diplomática.
3. En casos de urgencia podrán dirigirse comunicaciones a cualquier autoridad judicial o administrativa
extranjera, anticipando el exhorto o la contestación a un requerimiento, sin perjuicio de que, con posterio­
ridad, se formalice la gestión, según lo previsto en los numerales anteriores.

n o m o s & th e sis
287 SECCION I: PRECEPTOS GENERALES Alt 136
CAPÍTULO VI
LA FORMACIÓN DEL EXPEDIENTE FISCAL Y JUDICIAL

Artículo 134: Contenido del expediente fiscal

1. El Fiscal, con motivo de su actuación procesal, abrirá un expediente para la documentación de las
actuaciones de la investigación. Contendrá la denuncia, el Informe Policial de ser el caso, las diligencias
de investigación que hubiera realizado o dispuesto ejecutar, los documentos obtenidos, los dictámenes
periciales realizados, las actas y las disposiciones y providencias dictadas, los requerimientos formulados,
las resoluciones emitidas por el Ju e z de la Investigación Preparatoria, así como toda documentación útil
a los fines de la investigación.
2. El Fiscal de la Nación reglamentará todo lo relacionado con la formación, custodia, conservación,
traslado, recomposición y archivo de las actuaciones del Ministerio Público en su función de investigación
del delito. Podrá disponer la utilización de los sistemas tecnológicos que se consideren necesarios para el
registro, archivo, copia, transcripción y seguridad del expediente.(a)(b)

PROTOCOLOS, REGLAMENTOS, LINEAMIENTOS, GUÍAS Y DIRECTIVAS


(a) Reglamento de la carpeta fiscal y la directiva para el uso de los form atos técnicos del trabajo fiscal (aprobado por la
Resolución N.° 748-2006-MP-FN de 21 -06-2006). Véase el texto completo en: <bit.ly/20HdyPZ>.
(b) Directiva N.° 001-2009-MP-FN-ETII/NCPP. "Instrucciones respecto a la actuación de los fiscales en la etapa de ejecu­
ción de sentencias condenatorias en el nuevo modelo procesal penal" (aprobado por la Resolución N.° 279-2009-M P-
FN de 09-03-2009). Véase el texto com pleto en: <bit.ly/2UtSXUz>.

DOCTRINA JURISPRUDENCIAL VINCULANTE DE LA CORTE SUPREMA

§ 570. Copias de la carpeta fiscal es gratuita si se acredita escasos recursos del beneficiario.
Véase la jurisprudencia del artículo 138° del Nuevo Código Procesal Penal [§ 573]. (Casación N .° 172-
2011-Lima, del 17-07-2012, que establece como doctrina jurisprudencial vinculante lo dispuesto en
los considerandos décimo primero, décimo segundo y décimo tercero. Sala Penal Permanente [EP, 16­
10-2013, Jurisprudencia, Ano XXII, N .° 948, pp. 6995-6997]. Texto completo: <bit.ly/2tDcQwq>).

Artículo 135: Requerimientos del Fiscal

1. Los requerimientos que el Fiscal formula al Juez de la Investigación Preparatoria deben acompañar­
se con el expediente original o con las copias certificadas correspondientes, según la investigación esté
concluida o no, o en todo caso si la remisión del expediente original no producirá retraso grave o perjuicio
a las partes y a la investigación.
2. El Fiscal de la Nación emitirá las directivas e instrucciones necesarias para garantizar y uniformizar
la presentación de las actuaciones que deben acompañar los requerimientos fiscales al Juez de la Investi­
gación Preparatoria, cuando la investigación no esté concluida.(a)

PROTOCOLOS, REGLAMENTOS, LINEAMIENTOS, GUÍAS Y DIRECTIVAS


(a) Directiva N.° 001-2009-MP-FN-ETII/NCPP. "Instrucciones respecto a la actuación de los fiscales en la etapa de ejecu­
ción de sentencias condenatorias en el nuevo modelo procesal penal" (aprobado por la Resolución N.° 279-2009-M P-
FN de 09-03-2009). Véase el texto com pleto en: <bit.ly/2UtSXUz>.

Artículo 136: Contenido del expediente judicial

1. Una vez que se dicta el auto de citación a juicio, el Juez Penal ordenará formar el respectivo Expe­
diente Judicial. En este Expediente se anexarán:

♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL


Art. 136 LIBRO SEGUNDO: LA ACTIVIDAD PROCESAL 288

a) Los actuados relativos al ejercicio de la acción penal y de la acción civil derivada del delito;
b) Las actas en que consten las actuaciones objetivas e irreproducibles realizadas por la Policía o el
Ministerio Público, así como las declaraciones del imputado;
c) Las actas referidas a la actuación de prueba anticipada;
d) Los informes periciales y los documentos;
e) Las resoluciones expedidas por el Ju e z de la Investigación Preparatoria y, de ser el caso, los elemen­
tos de convicción que las sustentan;
f) Las resoluciones emitidas durante la etapa intermedia y los documentos, informes y dictámenes peri­
ciales que hayan podido recabarse, a sí como -de ser el caso- las actuaciones complementarias realizadas
por el Ministerio Público.
2. El Consejo Ejecutivo del Poder Judicial reglamentará todo lo relacionado con la formación, custodia,
conservación, traslado, recomposición y archivo del expediente judicial. Podrá disponer la utilización de
los sistem as tecnológicos que se consideren necesarios para el registro, archivo, copia, transcripción y
seguridad del expediente. wo»)(c)(«o(e)(i)

PROTOCOLOS, REGLAMENTOS, LINEAMIENTOS, G UÍAS Y DIRECTIVAS


(a) Reglamento del expediente judicial bajo las normas del Código Procesal Penal (aprobado por la Resolución
A dm inistrativa N.° 096-2006-CE-PJ de 28-06-2006). Véase el texto com pleto en: <bit.ly/2FUw9Fz>.
(b) Directiva N.° 002-2017-CE-PJ: "Directiva de archivo de expedientes judiciales y/o solicitudes en el módulo penal del
Código Procesal Penal" (aprobado por la Resolución Administrativa N.° 111-2017-CE-PJ de 29-03-2017). Véase el
texto com pleto en: <bit.ly/2FLOKSL>.
(c) Directiva N.° 004-2014-CE-PJ: "Lincam ientos para el acceso a la inform ación y /o la expedición de copias sim ples del
expediente judicial durante la etapa de instrucción del proceso penal" (aprobado por la Resolución Adm inistrativa N.°
205-2014-CE-PJ de 18-06-2014). Véase el texto completo en: <bit.ly/2uHNISB>.
(d) Directiva N.° 001 -2009-MP-FN-ETII/NCPP. "Instrucciones respecto a la actuación de los fiscales en la etapa de ejecución
de sentencias condenatorias en el nuevo m odelo procesal penal” (aprobado por la Resolución N.° 279-2009-M P-FN de
09-03-2009). Véase el texto com pleto en: <bit.ly/2UtSXUz>.
(e) Protocolo de actuación interinstitucional específico para la descarga (aprobado por el Decreto Supremo N.° 010-2018-
JUS [ER 25-08-2018]). Véase el texto com pleto en: <bit.ly/2lvRgjU>. '
(f) Protocolo de actuación interinstitucional específico para la liquidación (aprobado por el Decreto Supremo N.° 010-2018-
JUS [EP, 25-08-2018]). Véase el texto com pleto en: <bit.ly/2UtMftv>.

ACUERDOS DE LAS SALAS PENALES SUPERIORES

§ 571. El expediente judicial para la prueba. En el caso de las declaraciones de testigos presta­
das ante el fiscal durante la investigación preparatoria, debe adjuntarse las actas de declaraciones
previas con las constancias del debido emplazamiento a las partes. Tema: Formación del Expediente
Judicial. Acuerdo: El Expediente Judicial -para la prueba- debe estar formado con los anexos seña­
lados en el artículo 136.1 del CPP y en el artículo 87 del Reglamento del Nuevo Despacho Judicial
del Módulo Penal Corporativo de las Cortes Superiores de Justicia de la República. En el caso de las
declaraciones de testigos prestadas ante el fiscal durante la investigación preparatoria, debe adjuntarse
las actas de declaraciones previas con las constancias del debido emplazamiento a las partes como lo
exige el artículo 383.l.d del CPP. F undamentación: El artículo 136.1 del CPP prescribe que para la
formación del Expediente Judicial se anexarán: a) Los actuados relativos al ejercicio de la acción penal y
de la acción civil derivada del delito; b) Las actas en que consten las actuaciones objetivas e irreprodu­
cibles realizadas por la Policía o el Ministerio Público, así como las declaraciones del imputado; c) Las
actas referidas a la actuación de prueba anticipada; d) Los informes periciales y los documentos; e) Las
resoluciones expedidas por el Juez de la Investigación Preparatoria y, de ser el caso, los elementos de con­
vicción que las sustentan; f) Las resoluciones emitidas durante la etapa intermedia y los documentos,
informes y dictámenes periciales que hayan podido recabarse, así como -de ser el caso- las actuaciones
complementarias realizadas por el Ministerio Público. Al respecto, el artículo 87 del Reglamento del
Nuevo Despacho Judicial del Módulo Penal Corporativo de las Cortes Superiores de Justicia de la

nom os & th e sis


289 SECCIÓN I: PRECEPTOS GENERALES Alt. 138
República, precisa que el expediente ju d ic ia l p a ra la p ru eb a está formado con los medios de prueba
admitidos en la etapa intermedia, así como los nuevos medios de prueba ofrecidos en la audiencia
de juicio; además se incorporará las actas, informes y declaraciones previas, vinculados con el órgano
de prueba, previamente admitidos. En el caso de las declaraciones de testigos prestadas ante el fiscal
durante la investigación preparatoria debe adjuntarse las constancias del debido emplazamiento a las
partes como lo exige el artículo 383. l.d del CPP. De otro lado, el expediente ju d ic ia l p a ra el debate
se forma con el auto de enjuiciamiento, el auto de citación a juicio oral, el acta de registro de audiencia,
las resoluciones escritas dictadas en el desarrollo del juicio y la sentencia, así como sus respectivas noti­
ficaciones, citaciones y comunicaciones. (Acuerdo N .° 9-2018-SPS-CSJLL del 20-04-2018. Acuerdo
de Jueces Titulares de las Salas Penales Superiores de la Corte Superior de Justicia de La Libertad. Texto
completo: <bit.ly/2FBKBSH>).

A r t íc u Io l3 7 : Traslados, rem isión y resolución sobre la form ación del expediente ju dicial

1. Formado el expediente judicial, se pondrá en Secretaría a disposición del Ministerio Público y de los
demás sujetos procesales por el plazo de cinco días para su revisión, eventual solicitud de copias, simples
o certificadas, y, en su caso, para instar la incorporación de alguna pieza de las contempladas en el artículo
anterior o la exclusión de una que no corresponda incorporar. De esta última solicitud se correrá traslado
a las demás partes por igual plazo.
2. El Ju e z resolverá, dentro del segundo día de culminado el plazo anterior, mediante auto inimpugna­
ble, la solicitud de incorporación o exclusión de piezas procesales.
3. Vencido este trámite, las actuaciones diversas de las previstas en el artículo 136 serán devueltas al
Ministerio Público.(a) (b) (c) (d)

PROTOCOLOS, REGLAMENTOS, LINEAMIENTOS, GUÍAS Y DIRECTIVAS


(a) Reglamento del expediente judicial bajo las normas del Código Procesal Penal (aprobado por la Resolución
Adm inistrativa N.° 096-2006-CE-PJ de 28-06-2006). Véase el texto com pleto en: <bit.ly/2FUw9Fz>.
(b) Directiva N.° 002-2017-CE-PJ: "Directiva de archivo de expedientes judiciales y/o solicitudes en el módulo penal del
Código Procesal Penal" (aprobado por la Resolución Adm inistrativa N.° 111-2017-CE-PJ de 29-03-2017). Véase el
texto com pleto en: <b¡t.ly/2FLOKSL>.
(c) Directiva N.° 004-2014-CE-PJ: "Lincamientos para el acceso a la inform ación y/o la expedición de copias simples del
expediente judicial durante la etapa de instrucción del proceso penal" (aprobado por la Resolución Administrativa N.°
205-2014-CE-PJ de 18-06-2014). Véase el texto completo en: <bit.ly/2uHNISB>.
(d) Directiva N.° 001-2009-MP-FN-ETII/NCPP. "Instrucciones respecto a la actuación de los fiscales en la etapa de ejecu­
ción de sentencias condenatorias en el nuevo modelo procesal penal" (aprobado por la Resolución N.° 279-2009-M P-
FN de 09-03-2009). Véase el texto com pleto en: <bit.ly/2UtSXUz>.

A rtícu lo 138: Obtención de co p ias

1. Los sujetos procesales están facultados para solicitar, en cualquier momento, copia, simple o certifi­
cada, de las actuaciones insertas en los expedientes fiscal y judicial, así como de las primeras diligencias
y de las actuaciones realizadas por la Policía. De la solicitud conoce la autoridad que tiene a su cargo la
causa al momento en que se interpone.
2. El Ministerio Público, cuando sea necesario para el cumplimiento de la Investigación Preparatoria,
está facultado para obtener de otro Fiscal o del Juez copia de las actuaciones procesales relacionadas con
otros procesos e informaciones escritas de su contenido.
3. Si el estado de la causa no lo impide, ni obstaculiza su normal prosecución, siempre que no afecte
irrazonablemente derechos fundamentales de terceros, el Fiscal o el Juez podrán ordenar la expedición de
copias, informes o certificaciones que hayan sido pedidos mediante solicitud motivada por una autoridad
pública o por particulares que acrediten legítimo interés en obtenerlos.(a)

♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL


Art. 138 LIBRO SEGUNDO: LA ACTIVIDAD PROCESAL 290

PROTOCOLOS, REGLAMENTOS, LINEAMIENTOS, GUÍAS Y DIRECTIVAS


(a) Directiva N.° 001-2009-M P-FN -ETII/N CPR "Instrucciones respecto a la actuación de los fiscales en la etapa de ejecu­
ción de sentencias condenatorias en el nuevo modelo procesal penal" (aprobado por la Resolución N.° 279-2009-M P-
FN de 09-03-2009). V é a s e el texto completo en: <bit.ly/2UtSXUz>.

DOCTRINA JURISPRUDENCIAL VINCULANTE DE LA CORTE SUPREMA

§ 572. Expedición de copias por el Ministerio Público y derecho a la gratuidad de la adminis­


tración de justicia. Décimo. Dicho ello, en el derecho administrativo, se entiende por reglamento toda
norma escrita dictada por una Administración Pública, son normas de segunda clase, que si bien tienen
un rango inferior a la ley, son reguladas para la actividad de la administración pública, señalándoles los
criterios que deben seguirse. En ese sentido, el Tribunal Constitucional estableció que un reglamento no
es un acto administrativo, pues el primero forma parte del ordenamiento jurídico, en tanto que el acto
es algo “ordenado”, producido en el seno del ordenamiento; asimismo, precisó que la constitucionalidad
de un [a] norma se establece en las vías procesales pertinentes como el proceso de acción popular o de in-
constitucionalidad (Expediente N .° 3189-2008-PA/TC). Décimo prim ero. Ahora bien, cabe determinar
si el contenido del artículo 18 del reglamento de Carpeta Fiscal, entra en conflicto con la gratuidad de la
justicia. Al respecto, de igual manera en el fundamento jurídico octavo de la Sentencia del Tribunal Cons­
titucional referida en el considerando precedente, se precisó que es un principio de la función jurisdiccio­
nal, que la justicia será gratuita cuando así lo disponga la ley y, respecto de quienes acrediten insuficiencia
de recursos para litigar; por tanto, se trata de un derecho prestacional y de configuración legal, cuyo
contenido y concretas condiciones de ejercicio, corresponde delimitarlos al legislador atendiendo a los
intereses públicos y privados impbcados y a las concretas disponibilidades presupuestarias. Asimismo, la
Ley Fundamental, en su numeral dieciséis del artículo 139.prevé como principio y derecho de la función
jurisdiccional la gratuidad de la administración de justicia y de la defensa gratuita [1] p ara las personas
de escasos recursos-, y [2] p ara todos, en los casos que la ley señala; apreciándose de su contenido, que
existen dos supuestos en los cuales la administración de justicia es gratuita; el primer supuesto comporta
una concretización del principio de igualdad en el ámbito de la administración de justicia, por la que sólo
se garantiza la gratuidad a aquellos que tengan escasos recursos (Sentencia del Tribunal Constitucional N .°
1607-2002-AA/TC, del 17 de marzo de 2004); de otro lado, el segundo supuesto requiere que sea la ley
quien establezca aquellos sujetos procesales que pueden acceder de manera gratuita a la administración
de justicia; así tenemos que el artículo veinticuatro de la Ley Orgánica del Poder Judicial, establece que
la administración de justicia común es gratuita, en todas sus especialidades, instancias y manifestaciones,
para laspersonas de escasos recursos económicosy se accede a ella en la form a prevista por la ley. Décimo segun­
do. Que, el sistema judicial afronta una situación preocupante y constante, el acceso a la justicia, garantía
que podría quedar vacía de contenido si quienes carecen de recursos económicos suficientes para litigar
no tuviesen reconocido el derecho a la justicia gratuita (Pico i Junoy, Joan, Las garantías constitucionales
delproceso, J. María Bosch Barcelona, 1997, p. 172). Este constituye un derecho de naturaleza prestacio­
nal, lo que implica que el legislador deba determinar el contenido y concretas condiciones de ejercicio,
atendiendo los intereses públicos y privados implicados. Asimismo, forma parte tanto del contenido
esencial del derecho al debido proceso como del derecho a la tutela jurisdiccional efectiva, debiéndose
destacar que este último nombrado tiene especial relevancia en lo que se refiere al acceso a la justicia, por
cuanto el pago de los aranceles o tasas judiciales no debe constituirse en un impedimento para que todos
los ciudadanos se encuentren en posibilidad de recurrir a las autoridades jurisdiccionales para la tutela
de sus derechos (Sentencia del Tribunal Constitucional N .° 1606-2004-AA/TC). Cabe afirmar que el
principio de gratuidad en la administración de justicia se constituye en un mecanismo de realización del
principio - derecho de igualdad, establecido en el artículo segundo inciso segundo de la Constitución
Política del Estado, por cuanto debe procurarse que las diferencias socioeconómicas entre los ciudadanos
no sean trasladadas al ámbito del proceso judicial, en el cual las controversias deben ser dilucidadas con
pleno respeto al principio de igualdad entre las partes y a la igualdad de armas, de modo que el hecho de
que una de ellas cuente con mayores recursos económicos que la otra no devenga necesariamente en una

nom os & fh e sis


291 SECCIÓN I: PRECEPTOS GENERALES Art. 138
ventaja que determine que la autoridad jurisdiccional vaya a resolver a su favor (Sentencia del Tribunal
Constitucional N .° 5644-2008-PA/TC, del 17 de setiembre de 2009). Décimo tercero. Estando a lo
antes expuesto, habiéndose establecido bajo los criterios de una norma que la expedición de copias -sim­
ples o certificadas- por parte del Ministerio Público deberán estar sujetas al cobro de una tasa judicial, no
vulnera el derecho a la gratuidad de la administración de justicia que le asiste a todo justiciable, en tanto
que, dicho cobro será motivo de exención siempre que el solicitante acredite la condición especifica del
beneficiado y adjunte la verificación socioeconómica de éste, respecto a que no cuenta con recursos eco­
nómicos necesarios para efectuar dicho pago; por tanto, este criterio deberá ser considerado en adelante
como doctrina jurisprudencial de cumplimiento obligatorio. (Casación N .° 171-2011-Lima, del 16-08­
2012, que estableció como precedente vinculante los ff. jj. 10 al 13. Sala Penal Permanente [EP, 20-06­
2013, Jurisprudencia, Año XXII, N .° 942, pp. 6920-6921]. Texto completo: <bit.ly/2FuEXmE>).
§ 573. Copias de la carpeta fiscal es gratuita si se acredita escasos recursos del beneficiario.
Décim o prim ero. Que, del análisis de fondo del motivo casatorio por el que fue admitida el presente
recurso de casación, desarrollo de la doctrina jurisprudencial se tiene que en relación a la gratuidad de la
administración de justicia, el artículo 139° inciso 16) de la Constitución Política dél Estado, establece
expresamente que: Artículo 139.- Principios de la Administración de Justicia. Son principios y derechos
de la función jurisdiccional: [...] El principio de la gratuidad de la administración de justicia y de la de­
fensa gratuita para las personas de escasos recursos; y, para todos, en los casos que la ley señala”. Décimo
segundo. Que, dicho principio, como ha sido remarcado por reiterada jurisprudencia del Tribunal Cons­
titucional (STC 1606-2004-AA/TC), forma parte tanto del contenido esencial del derecho al debido
proceso como del derecho a la tutela jurisdiccional efectiva. Con relación a este último cabe destacar que
este principio tiene especial relevancia en lo que se refiere al acceso a la justicia, por cuanto el pago de los
aranceles o tasas judiciales no debe de constituirse en un impedimento para que todos los ciudadanos
se encuentren en posibilidad de recurrir a las autoridades jurisdiccionales para la tutela de sus derechos.
Décim o tercero. Que, asimismo cabe afirmar que el principio de gratuidad en la Administración de
Justicia se constituye en un mecanismo de realización del principio- derecho de igualdad, establecido en
el artículo 2 o inciso 2 de la Constitución Política del Estado, por cuanto debe procurarse que las diferen­
cias socioeconómicas entre los ciudadanos no sean trasladadas al ámbito del proceso judicial, en el cual
las controversias deben ser dilucidadas con pleno respeto al principio de igualdad entre las partes y a la
igualdad de armas, de modo que el hecho de que una de ellas cuente con mayores recursos económicos
que la otra no devenga necesariamente en una ventaja que determine que la autoridad jurisdiccional vaya
a resolver a su favor. Consideraciones por las que debemos fijar como criterio rector que: el Ministerio
Público expida copias de las actuaciones principales, siempre y cuando la defensa técnica cumpla con
acreditar la condición específica del beneficiario y adjuntar la verificación socio- económico del beneficia­
rio. Criterio que en adelante debe ser considerado como doctrinajurisprudencial de cumplimiento obligatorio.
(Casación N .° 172-2011-Lima, del 17-07-2012, que establece como doctrina jurisprudencial vinculante
lo dispuesto en los considerandos décimo primero al décimo tercero. Sala Penal Permanente [EP, 16-10­
2013, Jurisprudencia, Año XXII, N .° 948, pp. 6993-6997]. Texto completo: <bit.ly/2tDcQwq>).

JURISPRUDENCIA DE LAS CORTES SUPERIORES

§ 574. Libertad de medios de prueba no implica libertad de procedimiento. Prueba trasladada


en caso de audios. Séptim o. El artículo 20 de la Ley N .° 30077 regula en 4 numerales lo relativo a la
prueba trasladada. El numeral 1 establece que en los casos de delitos cometidos a través de una organi­
zación criminal, las pruebas admitidas y actuadas a nivel judicial pueden ser utilizadas o valoradas en
otro proceso penal, siempre que su actuación sea de imposible consecución o de difícil reproducción
debido al riesgo de pérdida de la fuente de prueba o de amenaza para un órgano de prueba. [...] D éci­
mo. El artículo 231 del CPP en su texto original facultaba al Fiscal Provincial a entregar a las personas
afectadas con la medida, las comunicaciones que fueren irrelevantes para el procedimiento, a la vez que
lo facultaba para destruir toda la transcripción o copia de ellas. Pero se estableció una excepción: “No
rige esta última disposición respecto de aquellas grabaciones que contuvieren informaciones relevantes

♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL


Art. 138 LIBRO SEGUNDO: LA ACTIVIDAD PROCESAL 292

para otros procedimientos en tanto pudieren constituir un hecho punible”. En este marco legal, el
Fiscal Provincial [...], amparado además en el artículo 138 estaba facultado para solicitar los audios
que contenían las grabaciones y sus respectivas transcripciones. Y de ese modo actuó, conforme se
acredita con el contenido del Oficio [...] por el cual solicitó a la Fiscal Provincial de la Fiscalía Provin­
cial Especializada en Delitos de Tráfico Ilícito de Drogas de Juliaca-Puno, copia certificada de las actas
de intervención, recolección y control de las comunicaciones y documentos privados además con la
respuesta de la Fiscalía Provincial Especializada en Delitos de Trafico Ilícito de Drogas de Juliaca-Puno
quien remitió las copias certificadas solicitadas. En conclusión, la decisión del juez en el sentido de que
el Fiscal Provincial recurrente se dirija a la autoridad correspondiente -entiéndase la Fiscal Provincial de
Puno mencionada- fue correcta, por encontrar sustento en el artículo 138.2 y 231 del CPP, el segundo
en su texto original. Ello sin perjuicio de considerar que el Ministerio Público es el director de la In­
vestigación Preparatoria y como tal debe obtener los elementos de prueba de cargo y de descargo en el
marco de la libertad probatoria, siempre que los medios de prueba cumplan con los requisitos de perti­
nencia, conducencia, utilidad y no se trate de prueba ilícita. Décim o prim ero. Como ya se ha indicado
al momento de llevarse a cabo la audiencia de apelación, no se encontraba vigente la [Ley] N .° 30077,
la que introduce modificaciones al Código Penal y el CPP. Precisamente el artículo 231 del CPP tam­
bién fue modificado, otorgando mayor control al Juez que dispuso la medida restrictiva de derechos.
Por ejemplo, se establece que las grabaciones serán conservadas hasta la culminación del proceso penal
correspondiente, ocasión en la cual la autoridad judicial competente dispondrá la eliminación de las
comunicaciones irrelevantes y que igual procedimiento adoptará el Fiscal en caso la investigación no se
judicialice, pero con la previa autorización del Juez competente. (Expediente N .° 56-2013-8-1826-JR-
PE-01, del 25-07-2014, ff. jj. 7, 10 y 11. Sala Penal de Apelaciones. Corte Superior de Justicia de Lima.
Texto completo: <bit.ly/2tIyFYj>).
§ 575. Gratuidad del servicio de la administración de justicia. Al defensor público de un im­
putado que no cuente con recursos económicos debe otorgársele copias simples gratuitas del ex­
pediente fiscal y judicial. Sexto, El Tribunal Constitucional al interpretar la disposición constitucional
antes mencionada [numeral 16 del artículo 139° de la Constitución], en un proceso de inconstitucio-
nalidad ha establecido que en el ámbito judicial ese mandato se traduce en asegurar, a las personas de
escasos recursos, el acceso, el planteamiento y la obtención de un fallo judicial que resuelva sus diferen­
cias dentro de un proceso judicial gratuito (énfasis nuestro). Interpretación acorde con lo estipulado por
el artículo l4.3.d) del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, según el cual toda persona
acusada por delito tiene entre otros derechos, el que se le nombre defensor de oficio, gratuitamente, si
careciere de medios suficientes para pagarlo. Sétimo, Para facilitar el acceso de las personas de escasos
recursos a la asesoría jurídica se ha optado por diversos modelos, uno de ellos consiste en eximir al
litigante no pudiente de las costas judiciales cuando éstas existen; mientras que otro más acorde con los
principios del Estado benefactor, instituye un cuerpo de asesores jurídicos contratados y pagados por
el propio Estado, o bien se crea un fondo a través del cual se pagan los servicios de abogados particu­
lares. En nuestro caso, se ha optado por el segundo sistema, ya que mediante Ley N .° 29360- Ley del
Servicio de Defensa Pública, se ha establecido en el artículo 5o como una de las principales funciones
de este servicio “Brindar asesoría y defensa gratuita a quienes no cuenten con recursos para contratar
una defensa privada”. Criterio que reitera en los artículos 14° y 15°. Octavo, El artículo I del Título
Preliminar del CPP, consagra que la justicia penal es gratuita, salvo el pago de las costas procesales esta­
blecidas conforme a este Código. En los artículos 497° al 507° del mencionado texto se regula lo que
se denominan las costas, estableciendo que serán impuestas al imputado cuando sea declarado culpable,
estipulándose que el proceso abarca, entre otros etapas, las actuaciones de la investigación preparatoria.
Se establece también la exoneración de la imposición de costas a quien obtiene auxilio judicial. En
una interpretación sistemática de las disposiciones de orden interno e internacional anotadas con lo
dispuesto en el artículo 139°. 16 de la Constitución Política, si se imponen costas, no puede concluirse
que el que demande el proceso serán asumidos por el imputado declarado culpable, salvo que obtenga
el auxilio judicial (artículo 499.2 CPP). Motivos por los cuales, compartimos la opinión del Ministerio
Público que la gratuidad del proceso penal es para las personas de escasos recursos, y no como lo sostie-
nomos & th e sis
293 SECCIÓN I: PRECEPTOS GENERALES Art.141
ne la resolución impugnada. Precisando además que el Tribunal Constitucional no ha tenido un criterio
uniforme respecto a la resolución recaída en el Exp. 2906-2002-AA/TC del 19 de diciembre de 2003,
conforme se advierte del contenido de la sentencia recaída en el Exp. 3327-2004-HC/TC [§ 2114] del
17 de diciembre de 2004. Noveno. Estando a lo anotado y en aplicación al principio de razonabilidad,
al defensor público de un imputado que no cuente con recursos económicos debe otorgársele copias
simples gratuitas del expediente fiscal y judicial, las que en atención al mencionado principio deben
ser las necesarias para facilitar el ejercicio del derecho de defensa, como en el caso de autos en que el
defensor público afirma haber solicitado las copias estrictamente necesarias, un diez por ciento del total.
Además, el abogado tiene libre acceso a los actuados sin más limitaciones que la Ley establece conforme
lo dispone el artículo 84.7 CPP. (Exp. N .° 00027-2011-1-1826-SP-PE-01, del 19-03-2011, ff. jj. 3 al
9. Sala Penal de Apelaciones del Subsistema Anticorrupción-Lima. Corte Superior de Justicia de Lima.
Texto completo: <bit.ly/2YPwJf6>).

Artículo 139: Prohibición de publicación de la actuación procesal.

1 . Está prohibida la publicación de las actuaciones procesales realizadas cuando se está desarrollando
la Investigación Preparatoria o la Etapa Intermedia. Asimismo, está prohibida la publicación, incluso par­
cial, de las actuaciones del juicio oral cuando se producen en los supuestos de privacidad de la audiencia.
2. Está prohibida la publicación de las generales de Ley y de imágenes de testigos o víctimas menores
de edad, salvo que el Juez, en interés exclusivo del menor, permita la publicación.
3. Cuando los sujetos procesales y demás participantes en fas actuaciones procesales infrinjan esta pro­
hibición, el Fiscal o el Juez, según el caso, están facultados a imponerles una multa y ordenar, de ser posible,
el cese de la publicación indebida. Rige, en lo pertinente los artículos 110 y 111 del Código Procesal Civil.(a)

PROTOCOLOS, REGLAMENTOS, LINEAMIENTOS, GUÍAS Y DIRECTIVAS

(a) Directiva N.° 001-2009-MP-FN-ETIi/NCPP. "Instrucciones respecto a la actuación de los fiscales en la etapa de ejecu­
ción de sentencias condenatorias en el nuevo modelo procesal penal" (aprobado por la Resolución N.° 279-2009-M P-
FN de 09-03-2009). V éase el texto com pleto en: <bit.ly/2UtSXUz>.

Artículo 140: Reemplazo de los originales faltantes por copias

1. Cuando, por cualquier causa se destruya, se pierda o sea sustraído el expediente, o el original de las
disposiciones y resoluciones o de otros actos procesales necesarios, la copia certificada tendrá el valor del
original y será insertado en el lugar en que debería encontrarse el original.
2. Con tal fin, el Fiscal o el Ju e z, según el caso, incluso de oficio, ordenará, a quien tenga la copia,
entregarla a la Secretaría, sin perjuicio del derecho de obtener gratuitamente otra copia certificada.
3. La reposición también podrá efectuarse utilizando los archivos informáticos del Ministerio Público
o del Poder Ju d icial.(a)

PROTOCOLOS, REGLAMENTOS, LINEAMIENTOS, GUÍAS Y DIRECTIVAS

(a) Directiva N.° 001-2009-MP-FN-ETII/NCPP. "Instrucciones respecto a la actuación de los fiscales en la etapa de ejecu­
ción de sentencias condenatorias en el nuevo modelo procesal penal" (aprobado por la Resolución N.° 279-2009-M P-
FN de 09-03-2009). V éase el texto com pleto en: <bit.ly/2UtSXUz>.

Artículo 141: Recomposición de expedientes

1. S i no existe copia de los documentos, el Fiscal o el Juez, luego de constatar el contenido del acto
faltante, ordenará poner los hechos en conocimiento del órgano disciplinario competente, y dispondrá -de

♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL


Art. 142 LIBRO SEGUNDO: LA ACTIVIDAD PROCESAL 294

oficio o a pedido de parte- su recomposición, para lo cual recibirá las pruebas que evidencien su preexis­
tencia y su contenido.
2. Cuando sea imposible obtener copia de una actuación procesal, se dispondrá la renovación del acto,
prescribiendo el modo de realizarla.
3. Si aparece el expediente, será agregado al rehecho.(a)

PROTOCOLOS, REGLAMENTOS, UNEAM IENTOS, GUÍAS Y DIRECTIVAS


(a) Directiva N.° 001-2009-MP-FN-ETII/NCPP. ''Instrucciones respecto a la actuación de los fiscales en la etapa de ejecu­
ción de sentencias condenatorias en el nuevo modelo procesal penal" (aprobado por la Resolución N.° 279-2009-M P-
FN de 09-03-2009). Véase el texto com pleto en: <bit.ly/2UtSXUz>. .

TÍTULO II
LOS PLAZOS

Artículo 142: Regulación

1. Las actuaciones procesales se practican puntualmente en el día y hora señalados, sin admitirse
dilación.
2. Sin perjuicio de lo dispuesto en el numeral anterior, los plazos de la actividad procesal regulados por
este Código son por días, horas y el de la distancia. Se computan según el calendario común.

JURISPRUDENCIA DE LA CORTE SUPREMA

§ 576. Presentación extemporánea del requerimiento fiscal no acarrea caducidad de la acción.


Véase la jurisprudencia del artículo 144° del Nuevo Código Procesal Penal [§ 579]. (Casación N .°
54-2009-La Libertad, de 20-07-2010, que establece como doctrina jurisprudencial lo dispuesto en los
fundamentos 9 y 10. Sala Penal Permanente. Texto completo: <bit.ly/lNR8qpN>).

Artículo 143: Cómputo

Los plazos se computarán:


1. Cuando son por horas, desde el instante en que se produjo el acto procesal, incluyendo las horas del
día inhábil, salvo expresa disposición contraria de la Ley.
2. Cuando son por días, a partir del día siguiente hábil de conocido el mandato o de notificado con él.
3. Sólo se computará los días inhábiles tratándose de medidas coercitivas que afectan la libertad per­
sonal y cuando la Ley lo permita.
4. Salvo lo dispuesto en el numeral 3) para el caso de medidas coercitivas que afectan la libertad perso­
nal, cuando un plazo venza en día inhábil, se prorroga de pleno derecho al día siguiente hábil.
5. Los plazos comunes se computarán desde el día siguiente hábil de la última notificación.

Artículo 144: Caducidad

1. El vencimiento de un plazo máximo implica la caducidad de lo que se pudo o debió hacer, salvo que
la Ley permita prorrogarlo.
2. Los plazos que sólo tienen como fin regular la actividad de Fiscales y Jueces, serán observados
rigurosamente por ellos. Su inobservancia sólo acarrea responsabilidad disciplinaria.

no m o s & th e sis
295 SECCION I: PRECEPTOS GENERALES Art. 144
DOCTRINA JURISPRUDENCIALVINCULANTE DE LA CORTE SUPREMA

§ 577. Los plazos solo pueden ser prorrogados cuando la ley lo permita. No procede prorrogar
el plazo de la investigación cuando el plazo se lia vencido. El plazo de diligencias preliminares en
casos complejos. Segundo. [El] artículo 144 inciso 1) del Código adjetivo antes citado, señala que los
plazos solo pueden ser prorrogados cuando la ley lo permita. Esto significa, que de ningún modo, cabe
la habilitación judicial del plazo, cuando ello no esté contemplado expresamente. De allí, que frente al
vencimiento del término para llevar a cabo una determinada actuación procesal a cargo del Ministerio
Público -en su condición de titular de la acción penal y director de la investigación- no corresponda el
amparo de solicitudes de prórroga del mismo. Menos aún, que en tal circunstancia de conclusión del
plazo, recién se pretenda la calificación del caso, como complejo. Asimismo, en aplicación del princi­
pio de la preclusión procesal. En tal supuesto, corresponde continuar con el normal desarrollo de las
siguientes etapas del proceso. Así, en el caso, del vencimiento del plazo de la investigación preliminar,
el Ministerio Público, debe proceder con el requerimiento fiscal, acusatorio o de sobreseimiento. (Casa­
ción N .° 134-2012-Ancash, del 13-08-2013, que establece como doctrina jurisprudencial lo señalado
en el segundo considerando. Texto completo: <bit.ly/2TkbfXV>).

§ 578. Tratándose de investigaciones complejas, el plazo máximo para llevar a cabo las diligen­
cias preliminares es de ocho meses. Véase la jurisprudencia del artículo 334° del Nuevo Código Pro­
cesal Penal [§ 1310]. (Casación N .° 144-2012-Ancash, de 11-07-2013, que establece como doctrina
jurisprudencial lo dispuesto en el £ j. 10. Sala Penal Permanente [EP, 16-05-2014, Jurisprudencia, Año
XXIII, N .° 960, pp. 7083-7085]. Texto completo: <bit.ly/2tyFrTp>).

JURISPRUDENCIA DE LA CORTE SUPREMA

§ 579. Presentación extemporánea del requerimiento fiscal no acarrea caducidad de la acción.


Noveno. Que en este orden de ideas el apartado 2) del artículo 144° NCPP cuando se refiere a la
regulación de la actividad de jueces y fiscales, debe ser entendido en relación a aquellas actividades re­
lacionadas al ejercicio de la acción penal -en caso de fiscales- como sería formular acusación; y expedir
resoluciones en caso de jueces, las cuales al estar en estrecha relación con las funciones que la Consti­
tución le asigna al Ministerio Publico y al Poder Judicial de manera exclusiva y excluyente no pueden
ser sancionadas con la caducidad del plazo establecido por ley para emitir su dictamen o resolución, lo
cual importaría una vulneración de las citadas normas constitucionales. Sin embargo, su inobservancia
necesariamente debe estar sujeta a una sanción disciplinaria, puesto que todo justiciable tiene derecho
a ser juzgado en un plazo razonable y a no ser sometido de manera indefinida a un proceso penal sin
que se resuelva su situación jurídica. Asimismo, realizando una interpretación sistemática del propio
Código, se tiene el artículo 343° NCPP referido al control del plazo de la investigación preparatoria -el
cual está vinculado a la facultad constitucional asignada al Ministerio Público de investigar el delito-
en el que se establece que acarrea sólo responsabilidad disciplinaria en el Fiscal en caso se exceda en el
plazo otorgado. Por otro lado, el apartado 1) del citado artículo 144° NCPP debe ser entendido como
todos aquellos plazos establecidos en la ley que no se encuentran comprendidos en la excepción antes
detallada, como son los plazos para impugnar, para ofrecer pruebas, para interponer excepciones, entre
otros, todos los cuales se dan dentro de la propia dinámica del proceso penal. Décim o. Que es cierto
que la Ley establece un plazo para la formulación de la acusación (quince días, según lo dispuesto en el
artículo 344°. 1 del NCPP). El requerimiento fiscal, acusatorio o no acusatorio, sin embargo, tiene lu­
gar no como el ejercicio de una facultad discrecional del Ministerio Público sino como la ejecución de
una obligación indispensable o necesaria para la continuación del proceso, sea para definir la clausura
de la causa a través del sobreseimiento o para abrir la etapa principal de enjuiciamiento. La caducidad
es una sanción procesal. Supone, según doctrina consolidada, una facultad procesal atribuida a un
sujeto procesal, y consiste en la pérdida o privación de la misma por efecto del tiempo transcurrido
sin haberla ejercitado. Se funda en el comportamiento procesal del sujeto y su efecto es la preclusión,
en cuya virtud aquél pierde la facultad procesal de que se trate y no puede ya ejercitarla. La caducidad
consumada impide la realización del acto (Eugenio F lorián: Elementos de Derecho Procesal Penal,

♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL


Art. 145 LIBRO SEGUNDO: LA ACTIVIDAD PROCESAL 296

Bosch, Barcelona, 1934, pp. 133-134). El requerimiento fiscal -acusatorio o no acusatorio-, como ha
quedado expuesto, es la expresión de un deber funcional ineludible: el proceso penal no se concibe sin
su ejercicio. Por tanto, el incumplimiento de los plazos legalmente previstos para su emisión, por su
carácter de acto necesario para el proceso, sólo acarrea responsabilidad disciplinaria como lo establece
el artículo 144°.2 NCPP; tienen que ser cumplidos aunque se hubiese producido su término final.
Por otro lado, el carácter expreso o la exigencia de una específica autorización legal para imponer una
sanción procesal, tal como ha sido establecido por el artículo VII, apartado 3), del NCPP, a la que
se une su interpretación restrictiva, impide ‘deducir del ordenamiento un supuesto de caducidad y
consiguiente preclusión. La norma establecida en el artículo 144° NCPP, en el caso de la actividad del
Fiscal, no permite que se declare la caducidad del ejercicio de la acusación por vencimiento del plazo.
Tal situación, además, importaría, primero, crear pretorianamente un supuesto adicional de sobresei­
miento de la causa, al margen de lo dispuesto en el artículo 344°.2 del NCPP; y segundo, instituir una
causal de cese de la acción penal fuera de los casos establecidos por la ley, vulnerándose los principios
de oficialidad y de obligatoriedad del ejercicio de la acción penal. (Casación N .° 54-2009-La Libertad,
de 20-07-2010, que establece como doctrina jurisprudencial lo dispuesto en los fundamentos 9 y 10.
Sala Penal Permanente. Texto completo: <bit.ly/lN R8qpN>).
§ 580. Alcances de las diligencias preliminares y la tutela de derechos. Véase la jurisprudencia
del artículo 71° del Nuevo Código Procesal Penal [§ 376]. (Casación N .° 14-2010-La Libertad, de 05­
07-2011, £ j. 4. Sala Penal Permanente. Texto completo: cbit.ly/2WoF0Vt>).

Artículo 145: Reposición del plazo

1. Cuando factores de fuerza mayor o de caso fortuito, o por defecto en la notificación que no le sea
imputable, se haya visto impedido de observar un plazo y desarrollar en él una actividad prevista en su fa­
vor, podrá obtener la reposición íntegra del plazo, con el fin de realizar el acto omitido o ejercer la facultad
concedida por la Ley, a su pedido.
2. La solicitud de reposición del plazo se presentará por escrito en el plazo de veinticuatro horas luego
de desaparecido el impedimento o de conocido el acontecimiento que da nacimiento al plazo.
3. La solicitud deberá contener
a) La indicación concreta del motivo que imposibilitó la observación del plazo, su justificación y la
mención de todos los elementos de convicción de los cuales se vale para comprobarlo; y,
b) La actividad omitida y la expresión de voluntad de llevarla a cabo.

JURISPRUDENCIA DE LAS CORTES SUPERIORES

§ 581. La reposición del plazo procede aun cuando el plazo de la investigación preparatoria no
haya vencido. 3.2.2. En ese escenario normativo; la reposición del plazo prevista en el artículo 145°
del Código Procesal Penal, constituye un remedio judicial de las actuaciones procesales, tendente a la
restitución del periodo de tiempo frustrado por factores de fuerza mayor, caso fortuito o defecto en la
notificación no imputable a la parte procesal perjudicada; orientado a poder ejecutar el acto omitido
o ejercer la facultad concedida por la Ley, teniendo como sustento el interés promovido por el sujeto
procesal legitimado. 3.2.3. Para vislumbrar la circunstancia pasible de reposición de plazo, es impor­
tante entender que debe concurrir un evento de naturaleza extraordinaria, como el postulado en el sub
materia - fuerza mayor- que impidió ejecutar a la autoridad correspondiente, en este caso al Fiscal, actos
de investigación dentro del ámbito de su competencia, [...]; trasuntando de esta forma en pertinente,
concebir a la “actuación investigatoria” como toda diligencia o actividad ejecutada o a desplegar bajo la
dirección del persecutor penal durante la Investigación Preparatoria. [...] 3.3.7. Emerge evidentemente
de lo puntualizado, la confluencia del factor de “fuerza mayor” invocado por el Ministerio Público
para requerir la reposición del plazo en el cual aconteciera inactividad en la investigación por retención

nom os & th e sís


297 SECCION l: PRECEPTOS GENERALES Art. 149
excesiva de la Carpeta Fiscal en poder de la Juez de origen; circunstancia que impidiera utilizar parte
de la extensión de tiempo con el cual cuenta el persecutor penal para la investigación preparatoria;
deviniendo por ende en inexacto el razonamiento de la operadora jurisdiccional cuando considera que
“(...) el recurso excepcional (...) tiene lugar cuando el vencimiento del plazo impida materialmente
ejecutar una actividad, (...)” y “(...) el plazo de la investigación preparatoria aún no ha vencido (...)”,
pues dicha posición resulta restrictiva a la luz del artículo VII del Título Preliminar - numeral tercero
de la norma invocada, al limitar el poder de investigación conferido a la fiscalía a cargo; distando así
de la interpretación que atañe otorgar al artículo 145o- inciso 1 del Código Procesal Penal. (Exp. N .°
0075-2017-24-500 l-JR-PE-03, del 25-03-2019, ff. jj. 3.2.2, 3.2.3 y 3.3.7. Primera Sala de Apelaciones
Nacional. Corte Superior de Justicia Especializada. Texto completo: <bit.ly/2w3QSRs>).

Artículo 146: Subsidiariedad

El Fiscal o el Juez podrán fijar plazos a falta de previsión legal o por autorización de esta.

Artículo 147: Renuncia de plazos

1. Los sujetos procesales podrán renunciar, total o parcialmente, a los plazos establecidos en su favor,
por manifestación expresa.
2. Si el plazo fuere común, la abreviación o la renuncia requerirán el consentimiento de todas las partes
y la aprobación del Juez.

Artículo 148: Término de la distancia

1. El término de la distancia se computa teniendo en cuenta la sede geográfica, y el medio de locomo­


ción utilizable y disponible para el caso concreto.
2. La Corte Suprema de Justicia de la República elaborará el cuadro correspondiente.

TÍTULO III
LA NULIDAD

Artículo 149: Taxatividad

La inobservancia de las disposiciones establecidas para las actuaciones procesales es causal de nuli­
dad sólo en los casos previstos por la Ley.

PLENOS JURISDICCIONALES

§ 582. Nulidad de actuados e integración de resolución apelada. Véase la jurisprudencia del


artículo 298° del Código de Procedimientos Penales [§ 2236]. (Pleno Jurisdiccional Nacional Penal
de lea de 1998. Tema 3: Nulidad de actuados e integración de resolución apelada. Texto completo:
<bit.ly/2ciiOHU>).

JURISPRUDENCIA DE LA CORTE SUPREMA

§ 583. Principios de taxatividad y trascendencia. Poder nulificante del órgano jurisdiccional.


Décim o cuarto. [...] La doctrina jurisprudencial que dimana de esta Ejecutoria no puede ser la que

♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL


Art. 150 LIBRO SEGUNDO: LA ACTIVIDAD PROCESAL 298

pretende el recurrente. Por el contrario, si bien se afirma la vigencia de los principios de taxatividad y
trascendencia en materia de nulidades procesales, es claro que cuando se vulneran garantías supremas,
entre ellas, la que fluye del principio de justicia material que exige el debido esclarecimiento de los he­
chos acusados [...], es indispensable la declaración de nulidad del fallo de primera instancia. (Casación
N .° 22-2009-La Libertad, del 23-06-2010, £ j. 14 de los fundamentos de derecho. Sala Penal Perma­
nente. Texto completo: Casaciones y Acuerdos, p. 80 <bit.ly/2DwEhaz>).
§ 584. La taxatividad en la nulidad. Sétim o. [La] nulidad procesal se define como la sanción de
ineficacia -cuando el acto procesal careciera de los requisitos indispensables para la obtención de su fina­
lidad- mediante el cual se priva de un acto o actuación en el proceso de sus efectos normales previstos en
la ley; asimismo, esta se produce siempre y cuando adolezca de una circunstancia esencial fijada en la ley
de procedimiento como absolutamente indispensable para que el acto produzca sus efectos normales -se
tiene que acreditar estar perjudicado con el acto procesal viciado, el mismo que tiene que tener interés
propio y específico con relación a su pedido-, lincamiento que se encuentra regulado supletoriamente
en los artículos 171 al 178 del Código Procesal Civil [...]. (R. N. N .° 1478-2010-Lima, del 21-01­
2011, £ j. 7. Sala Penal Permanente. Texto completo: <bit.ly/2tVSxdo>).
§ 585. L a taxatividad en la nulidad. Q uinto. [...] [Debe] tenerse en cuenta que las causales de
nulidad son taxativas y que la denuncia, bien sea de la vulneración del debido proceso u otra garantía
constitucional, exige claras y precisas pautas demostrativas. (Casación N .° 73-2011-Puno, del 19-04­
2012, £ j. 3. Sala Penal Permanente. Texto completo: <bit.ly/29JijHB>).
§ 586. Principio de taxatividad en los recursos impugnatorios. No toda decisión judicial es
impugnable, solo lo son las expresamente indicadas por la Ley. Si se concede un medio impug­
nativo que no se encuentra dentro del supuesto normativo, entonces se incurre en causal de nuli­
dad insubsanable. Véase la jurisprudencia del artículo 292° del Código de Procedimientos Penales [§
2307]. (R. N . N .° 3229-2015-Tumbes, de 18-07-2016, f. j. 2. Sala Penal Transitoria. Texto completo:
<bit.ly/2n7 d22V>).

Artículo 150: Nulidad absoluta .: C. ; v r -

No será necesaria la solicitud de nulidad de algún sujeto procesal y podrán ser declarados aun de oficio,
los defectos concernientes:
a) A la intervención, asistencia y representación del imputado o de la ausencia de su defensor en los
casos en que es obligatoria su presencia;
b) Al nombramiento, capacidad y constitución de Jueces o Salas;
c) A la promoción de la acción penal, y a la participación del Ministerio Publico en las actuaciones
procesales que requieran su intervención obligatoria;
d) A la inobservancia del contenido esencial de los derechos y garantías previstos por la Constitución.

DOCTRINA JURISPRUDENCIAL VINCULANTE DE LA CORTE SUPREMA

§ 587. Una grave afectación a la protección de los derechos fundamentales será entendible
como un vicio grave que acarrea la nulidad del acto procesal que la originó. Trigésimo. El Có­
digo Procesal Penal define la nulidad absoluta en su art. 150, en los términos siguientes: “[ ..] a) A la
intervención, asistencia y representación del imputado o de la ausencia de su defensor en los casos en que es
obligatoria su presencia; b) A l nombramiento, capacidad y constitución de Jueces o Salas; c) A la promoción
de la acción penaly a la participación del Ministerio Público en las actuaciones procesales que requieran su
intervención obligatoria; d) A la inobservancia del contenido esencial de los derechosy garantías previstospor
la Constitución El criterio seguido en esta definición es que la protección de los derechos funda­
mentales es parte de la esencia del ordenamiento jurídico y, por tanto, labor del Magistrado. Entonces

n o m o s & th e sis
299 SECCION I: PRECEPTOS GENERALES Art. 150
podemos señalar que una grave afectación a los mismos será entendible como un vicio grave que acarrea
la nulidad del acto procesal que la originó. Trigésimo Prim ero. El Magistrado del Tribunal Revisor tie­
ne la capacidad para declarar de oficio, una nulidad absoluta, incluso cuando la misma no sea parte del
ámbito de impugnación, pues este tipo de nulidad puede conllevar a que otros actos procesales puedan
ser viciados al ampararse en ella. Por tanto, atendiendo al rol de garante que cumple el Magistrado al
interior del proceso penal, está facultado normativamente a intervenir en estos casos. (Casación N .°
413-2014-Lambayeque, de 07-04-2015, £ j. 30 {ff. jj. 16 al 42 fijados como doctrina jurisprudencial].
Sala Penal Permanente [EP, 22-07-2015, Jurisprudencia, Año XXIV, N .° 986, pp. 7258-7261]. Texto
completo: <bit.ly/2oZgY4Y>).

JURISPRUDENCIA DE LA CORTE SUPREMA

§ 588. Acta: nulidad y convalidación. Tercero. La defensa plantea la ilegalidad del documento
y se entiende su nulidad. La nulidad como institución está regulada en el Título III -artículos ciento
cuarenta y nueve a ciento cincuenta y cuatro- del Código Procesal Penal, según la misma, en este caso
concreto, no estaríamos ante una nulidad absoluta por cuanto no se encuadra en ninguno de los su­
puestos que observa el artículo ciento cincuenta, así como a lo previsto en el artículo ciento veintiuno
que regula la invalidez del acta, pues en este caso si hay certeza sobre las personas que han intervenido
[...]. Asimismo quedó convalidado, no solo con la ratificación de la hermana, sino también por cuanto
no fue invocada en la audiencia de control preliminar, de la etapa correspondiente. (Casación N .° 06-
2009-La Libertad, de 04-12-2009, £ j. 3. Sala Penal Permanente. Texto completo: <bit.ly/2bDjzww>).

§ 589. Transformación de proceso de seguridad a proceso común. Anulación de sentencia tras


juicio oral, público y contradictorio. Sétimo. [Durante] el desarrollo del juicio oral no solo hubo
uno, sino hasta tres cambios, circunstancia importante que ocasiona vicio en la sentencia, toda vez
que ello se vincula al Principio de Inmediación [...]. Décimo. [Consecuentemente] se ha incurrido en
nulidad absoluta de conformidad con el artículo ciento cincuenta del Código Procesal Penal incisos ‘b’
Al nombramiento, capacidad y constitución de Jueces y Salas, y ‘d’ A la inobservancia del contenido
esencial de los derechos y garantías previstos en la Constitución. (Casación N .° 87-2012-Puno, de 18­
06-2013, ff. jj. 7 y 10. Sala Penal Permanente. Texto completo: <bit.ly/lUed5kS>).

§ 590. Normas procesales sancionadas con nulidad. Sexto. [Aun] cuando el Fiscal Superior
alegó inobservancia de normas procesales sancionadas con nulidad, no indicó cuál o qué norma
estaba sancionada con dicho efecto -nulidad absoluta o relativa-, toda vez, que la inobservancia del
contenido esencial de los derechos y garantías previstos por la Constitución se han desvirtuado con
las consideraciones precedentes. (Casación N .° 213-2011-Lambayeque, de 27-01-2012, £ j. 6. Sala
Penal Permanente. Texto completo: <bit.ly/2cjSATw>).

JURISPRUDENCIA D E LAS CORTES SUPERIORES

§ 591. Podrá ser declarada la nulidad aun de oficio, en base a los defectos concernientes a la
inobservancia del contenido esencial de los derechos y garantías revistos por la Constitución. 18.
El artículo 150.d del Código Procesal Penal prescribe que “N o será necesaria la solicitud de nulidad
de algún sujeto procesal y podrán ser declarados aun de oficio, los defectos concernientes a la inobser­
vancia del contenido esencial de los derechos y garantías revistos por la Constitución”. En el caso de
autos, si bien es cierto que la pretensión impugnatoria del actor civil es el incremento de la cuantía de
la reparación civil fijada en la sentencia [...], sin embargo, tal cometido no es posible de ser revisado vía
apelación por los Jueces ad quem, al no haber los Jueces a quo expresado de manera clara y precisa las
proposiciones fácticas que sustentan el tipo de daño y su cuantía, ni tampoco se ha examinado primero
de forma individual las pruebas documentales [...] y luego en forma conjunta con las demás pruebas
del juicio, entre ellas, el certificado médico legal 94-13-PF-HC que acredita la existencia de lesiones
traumáticas de origen contuso en cabeza, cara y cuello, hematoma subdural, crónico frontoparietal
bilateral, lesión a nivel cerebral que puso en riesgo la vida del agraviado, requiriendo atención facul-
♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL
Art.151 LIBRO SEGUNDO: LA ACTIVIDAD PROCESAL 300

tativa de diez días e incapacidad médico legal de cuarenta días. Por tanto, estamos ante una causal de
nulidad absoluta del pronunciamiento jurisdiccional sobre la pretensión civil, por infracción del deber
de motivación reconocido en el artículo 139.5 de la Constitución Política, en concordancia con los
artículos 393.2 y 394.3 del Código Procesal Penal. 19. Por lo expuesto, conforme al artículo 425.3.a
del Código Procesal Penal, deberá declararse nulidad parcial de la sentencia condenatoria en el extremo
de haberse fijado la reparación civil en la suma de S/. 5,000.00 (cinco mil soles) por el delito de lesiones
graves, por haberse vulnerado el contenido esencial del principio derecho de motivación de resoluciones
judiciales, en consecuencia, corresponde disponer que se remitan los actuados al Juzgado de origen,
para la subsanación de la omisión incurrida en la sentencia, previa realización de una audiencia oral,
pública y contradictoria para tal efecto. La cesura del juicio que se establece pretorianamente -para
debatir la pretensión civil-, deriva del respeto a la garantía de tutela jurisdiccional a favor de la víctima
y de la imperiosa evitación de la indefensión material que le puede acarrear una decisión sin prueba
[Acuerdo Plenario N .° 5-2008/CJ-166 (§ 1500), de 18/7/2008, f. j. 25]. (Exp. N .° 1684-2014-80, del
30-07-2018, ff. jj. 18 y 19. Tercera Sala Penal Superior. Corte Superior de Justicia de La Libertad. Texto
completo: <bit.ly/2FDxZub>).

Artículo 151: Nulidad relativa

1. Excepto en los casos de defectos absolutos, el sujeto procesal afectado deberá instar la nulidad por
el vicio, cuando lo conozca.
2. La solicitud de nulidad deberá describir el defecto y proponer la solución correspondiente.
3. La solicitud deberá ser interpuesta dentro del quinto día de conocido el defecto.
4. La nulidad no podrá ser alegada por quien la haya ocasionado, haya concurrido a causarla o no
tenga interés en el cumplimiento de la disposición vulnerada. Tampoco podrá ser alegada luego de la
deliberación de la sentencia de primera instancia o, si se verifica en el juicio, luego de la deliberación de la
sentencia de la instancia sucesiva.

Artículo 152: Convalidación ■■ '

1. Salvo los casos de defectos absolutos, los vicios quedarán convalidados en los siguientes casos:
a) Cuando el Ministerio Público o los demás sujetos procesales no hayan solicitado oportunamente su
saneamiento;
b) Cuando quienes tengan derecho a impugnarlo hayan aceptado, expresa o tácitamente, los efectos del acto;
c) Si, no obstante su irregularidad, el acto ha conseguido su fin respecto de los interesados o si el de­
fecto no ha afectado los derechos y las facultades de los intervinientes.
2. El saneamiento no procederá cuando el acto irregular no modifique, de ninguna manera, el desarrollo
del proceso ni perjudique la intervención de los interesados.

Artículo 153: Saneamiento

1. Los defectos deberán ser saneados, siempre que sea posible, renovando el acto, rectificando el error
o cumpliendo con el acto omitido, de oficio o a instancia del interesado.
2. Bajo pretexto de renovación del acto, rectificación del error o cumplimiento del acto omitido, no
puede retrotraerse el proceso a períodos ya precluidos, salvo los casos expresamente previstos por este
Código.

nomos &thesis
301 SECCIÓN I: PRECEPTOS GENERALES Arí. 154

Artículo 154: Efectos de la nulidad

1. La nulidad de un acto anula todos los efectos o actos consecutivos que dependen d e él. El Juez
precisará los actos dependientes que son anulados.
2. Lo s defectos deberán ser subsanados, siempre que sea posible, renovando el acto, rectificando su
error o cumpliendo el acto omitido.
3. La declaración de nulidad conlleva la regresión del proceso al estado e instancia en que se ha cum­
plido el acto nulo. Sin embargo, no se podrá retraer el proceso a etapas ya precluidas salvo en los casos en
que a s í correspondiere de acuerdo con las normas del recurso de apelación o de casación.
4. La declaración de nulidad de actuaciones realizadas durante la Investigación Preparatoria, no im­
portará la reapertura de ésta. Asimismo, las nulidades declaradas durante el desarrollo del juicio oral no
retrotraerán el procedimiento a la etapa de investigación o a la etapa intermedia.

PLENOS JURISDICCIONALES

§ 592. Si el Tribunal de Alzada declara nula la sentencia condenatoria también será nula la
prolongación de la prisión preventiva del condenado. La prolongación de la prisión preventiva del con­
denado. Se acuerda por mayoría: La prolongación de la prisión preventiva del condenado que norma el
artículo 274.5 del CPP, en el sentido que una vez condenado el imputado, la prisión preventiva podrá
prolongarse hasta la mitad de la pena impuesta, cuando esta hubiera sido recurrida. Esto con la finali­
dad de asegurar la presencia del sentenciado durante la etapa de impugnación. Por tanto, es potestad
autónoma del juez que emite la sentencia condenatoria de prolongar la prisión preventiva del senten­
ciado, al advertirse de la norma procesal citada que ni textual ni implícitamente prescribe que procede
a requerimiento del Fiscal. Si el Tribunal de Alzada declara nula la sentencia condenatoria también será
nula la prolongación de la prisión preventiva del condenado, en razón a lo prescrito en el artículo 154
inciso 1 del CPP, el cual prescribe que la nulidad de un acto anula todos los efectos o actos consecutivos
que dependen de él, consecuentemente se ordenará la libertad del condenado. (Pleno Jurisdiccional
Distrital en Materia Penal de la Corte Superior de Justicia de Sullana, realizada el 20-11-2018. Tema
IV. Texto completo: <bit.ly/2Nv5PnD>).

JURISPRUDENCIA DE LA CORTE SUPREMA

§ 593. Defectos procesales (no presentar las cuestiones de hecho oportunamente) realizados
por las partes no acarrea la nulidad del proceso. Séptimo. [La] última observación del imputado
estriba en que el veredictico o cuestiones de hecho por parte de la defensa y el Ministerio Público no se
presentaron oportunamente. Empero, si bien se está ante un defecto procesal, ésta no es de cuenta del
órgano jurisdiccional, sino de las propias partes. Además, la ley no sanciona este hecho con la nulidad
procesal. No es razonable forzar una nulidad por un acto procesal que es de cuenta de las partes, las
cuales por su omisión o tardanza son las únicas perjudicadas, no el proceso mismo. Se está ante una
carga procesal, no ante una omisión o incorrección por parte del juez. (R. N. N .° 2700-2017-Junín, del
09-10-2018, f. j. 7. Sala Penal Permanente. Texto completo: <bit.ly/2U0sTgg>).
§ 594. Es improcedente aquel recurso de nulidad que no expresa agravio alguno, pues el tri­
bunal no puede decidir sobre algo no expresado en el recurso. 3.1. La recurrente reproduce en su
recurso impugnatorio los argumentos de defensa que expuso en el juicio oral; asimismo, señala que no
se han mentado adecuadamente las pruebas, pero no menciona a qué pruebas alude ni el error incurrido
en su valoración; de igual manera, sostiene que no existen pruebas que la vinculen con el ilícito que se
le imputa, pero no cuestiona las que sustentaron su condena. No se aprecia, por lo tanto, una crítica
razonada, concreta y con sustento jurídico a los fundamentos de su condena en la sentencia impug­
nada. 3.2. Por el principio del tantum devolutum quantum apellatum, los poderes de decisión de este
Tribunal están limitados por los términos del recurso impugnatorio; la medida del pronunciamiento la

♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL


Art. 155 LIBRO SEGUNDO: LA ACTIVIDAD PROCESAL 302

da la expresión de agravios. En la ejecutoria expedida por este Tribunal Supremo el 24-01-2013, en el


Recurso de Nulidad N .° 2421-2011-Cajamarca [§ 2347], se señaló que: [...] Fundamentar no es repetir
argumentos que ya fueron expuestos ante el A Quo [...] o dar explicaciones personales o doctrinarias de
por qué el impugnante estima que el fallo se encuentra errado o contrario a sus intereses, sino que debe
contener un verdadero razonamiento lógico jurídico apoyado en la ley y en orientaciones jurispruden­
ciales del porque la resolución no es fiel reflejo de lo actuado en el proceso, a la exacta valoración de las
pruebas y por ende a la ley. 3.3. Bajo esta perspectiva, el recurso impugnatorio analizado no cumple con
esta exigencia de fundamentación establecida en el inciso cinco del artículo 300 del Código de Procedi­
mientos Penales, por lo que este sería manifiestamente improcedente. (R. N. N .° 236-2018-Lima, del
03-05-2018, ff. jj. 3.1 al 3.3. Sala Penal Permanente. Texto completo: <bit.ly/2UjNVa3>).
§ 595. Definición de “expresión de agravios” . Fundamentar no es repetir argumentos que ya
fueron expuestos ante el a quo o dar explicaciones personales o doctrinarias de por qué el impug­
nante estima que el fallo se encuentra errado o contrario a sus intereses. Véase la jurisprudencia del
artículo 300° del Código de Procedimientos Penales [§ 2347]. (R. N . N .° 2421-2011-Caj amarca, de
24-01-2013, ff. jj. 6.1.2 al 6.1.4. Sala Penal Permanente. Texto completo: <bit.ly/29zx64k>).

SECCIÓN II
LA PRUEBA

TÍTULO I
PRECEPTOS GENERALES

Artículo 155: Actividad probatoria

1. La actividad probatoria en el proceso penal está regulada por la Constitución, los Tratados aprobados
y ratificados por el Perú y por este Código.
2. Las pruebas se admiten a solicitud del Ministerio Público o de los demás sujetos procesales. El
Ju e z decidirá su admisión mediante auto especialmente motivado, y sólo podrá excluir las que no sean
pertinentes y prohibidas por la Ley. Asimismo, podrá limitar los medios de prueba cuando resulten mani­
fiestamente sobreabundantes o de imposible consecución.
3. La Ley establecerá, por excepción, los casos en los cuales se admitan pruebas de oficio.
4. Los autos que decidan sobre la admisión de la prueba pueden ser objeto de reexamen por el Ju e z de
la causa, previo traslado al Ministerio Público y a los demás sujetos procesales.
5. La actuación probatoria se realizará, en todo caso, teniendo en cuenta el estado físico y emocional
de la víctima.

DOCTRINA JURISPRUDENCIAL VINCULANTE DE LA CORTE SUPREMA

§ 596. Contenido de los derechos a la defensa y a la prueba en el proceso penal. Véase la juris­
prudencia del artículo IX del Nuevo Código Procesal Penal [§ 126]. (Casación N .° 281-2011-Moque-
gua, del 16-08-2012, que establece como doctrina jurisprudencial vinculante lo señalado en los ff. jj.
3-4, particularmente el £ j. 3.3. Sala Penal Permanente [EP, 16-02-2013, Jurisprudencia, Año XXII,
N .° 932, pp. 6843-6845]. Texto completo: <bit.ly/2FrOM57>).

JURISPRUDENCIA DE LA CORTE SUPREMA

§ 597. El principio de la necesidad de la prueba. Quinto. [El] Tribunal de Mérito no tuvo en


cuenta que el principio de lo necesidad de la prueba se erige como pauta rectora y fundamental para la
seguridad jurídica, pues sin ésta el Estado no podría cumplir su función esencial de administrar justicia;
n o m o s & t h e s is
303 SECCION II: LA PRUEBA Art. 155
que, en efecto, la prueba permite la aplicación de las normas jurídicas sea para tipificar el delito, derivar
la antijuricidad de la conducta y la culpabilidad o para concluir en la inexistencia de esos fenómenos
jurídicos, por ello el acopio de los medios de prueba tiene como natural correlato o consecuencia el
debate y valoración de las mismas para conocer si el objeto del procedimiento es real, si la imputación
es verdadera, falsa o equivocada, sí el imputado reúne o no los requisitos de culpabilidad y finalmente
adquirir la certeza de haber esclarecido el caso, todo ello dentro del debido proceso para infundirle
legitimidad; que, en este orden de ideas, una resolución de carácter final debe estar precedida de una
actividad probatoria razonable que permita establecer de manera concreta la culpabilidad o inocencia
del encausado [...]. (R. N. N .° 1346-2011-Puno, de 29-03-2012, £ j. 3. Sala Penal Transitoria. Texto
completo: <bit.ly/2bVJVpt>).

§ 598. La plena certeza en la responsabilidad penal. Tercero. [Para] efectos de emitir una senten­
cia condenatoria es preciso que el Juzgador tenga plena certeza de la responsabilidad penal del proce­
sado, la cual sólo puede ser generada por una actuación probatoria que establezca en él, convicción de
culpabilidad, de lo contrario no será posible revertir la inicial condición de inocencia que tiene todo
procesado; al respecto cabe anotar que la presunción de inocencia es una garantía fundamental que la
Constitución Política del Estado -en su artículo 2, inciso 24, literal “e”- y la Ley Procesal Penal ofrecen
al procesado, siendo ineludible para desvirtuar dicha presunción el despliegue de una actividad probato­
ria que sea suficiente y eficiente. (R. N. N .° 503-2011-lea, de 07-03-2012, £ j. 3. Sala Penal Transitoria.
Texto completo: <bit.ly/2c3ScKG>).

§ 599. Si la defensa no plantea los medios de pruebas en el plazo establecido, no se vulnera el


derecho a la prueba. 3.14. [...] [No es] de recibo que se le vulneró el derecho a la prueba de la impug­
nante, en tanto que tal derecho es uno de configuración legal, lo cual implica, entre otros contenidos,
que el ofrecimiento de medios probatorios debe sujetarse a lo establecido por la norma legal procesal;
en tal sentido, su defensa técnica no cumplió con la exigencia que se desprende del artículo 232 del
Código de Procedimientos Penal, consistente en que el plazo regular para ofrecer medios probatorios es
hasta 3 días antes de la audiencia, para lo cual, en el caso de los testigos, deben identificarse y precisarse
los puntos de la declaración; tampoco hizo el respectivo ofrecimiento como prueba nueva al inicio del
juicio oral [...] (artículo 238 del Código de Procedimientos Penales); menos aún solicitó oportunamen­
te la realización de una diligencia de confrontación. (R. N. N .° 2011-2017-Callao, del 21-08-2018, f.
j. 3.14. Sala Penal Permanente. Texto completo: <bit.ly/2C9UuEO>).
§ 600. Existe grave deficiencia procesal cuando no se han recabado los elementos de prueba
que el mismo Ministerio Público consideraba necesaria y sustanciales. Noveno. [...] [Se] advierte
[...] una grave deficiencia en la tramitación de la fase de instrucción del presente proceso; lo cual implica
una evidente vulneración al principio de presunción de inocencia, en su dimensión de regla probatoria,
al no haberse recabado elementos de prueba que, a decir del propio Ministerio Público, resultaban
sustanciales y necesarias. Si atendemos a la manifestación primigenia del procesado DAHT, [...]; éste
manifestó que la mochila donde se halló la droga le pertenecía a un pasajero que iba como copiloto,
quien, al momento de la intervención policial, habría escapado hacia el cerro; siendo perseguido sin
éxito por algunos de los efectivos; versión que también es mantenida por el coprocesado HLBT, en su
manifestación policial [...]. Por ende, y estando a los argumentos de defensa de los procesados, en la eta­
pa de instrucción se tenía que recabar la carga probatoria idónea para desvirtuar el principio de presun­
ción de inocencia, que a aquellos les asiste; esto es, esclarecer y, de ser el caso, descartar, la presencia del
tercer sujeto sindicado por los procesados como el propietario de la droga. (R. N. N .° 2713-2015-Lima
Norte, del 17-04-2017, £ j. 9. Segunda Sala Penal Transitoria. Texto completo: <bit.ly/20gRjjx>).
§ 601. La finalidad del análisis probatorio es establecer si un determinado hecho se produjo
realmente, o si el mismo se hizo de cierta manera determinada. 3.1. El proceso penal se instaura con
el propósito de establecer la existencia de un hecho punible y la responsabilidad del imputado, por ello
la finalidad de la labor probatoria es establecer si un determinado hecho se ha producido realmente o en
su caso si se ha realizado en una forma determinada; en virtud de ello, mediante la actividad probatoria
♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL
Art. 155 LIBRO SEGUNDO: LA ACTIVIDAD PROCESAL 304

se busca obtener la verdad procesal; se persigue tener un conocimiento completo de las cosas sobre las
cuales deberá aplicarse una norma jurídica. Cabe precisar, que si bien el Juez Penal es libre para obtener
su convencimiento, porque no está vinculado a reglas legales de la prueba y, entonces, puede también
llegar a la convicción de la existencia del hecho delictivo y la participación del imputado, a través de la
prueba indirecta (prueba indiciaría o prueba por indicios), será preciso que cuando esto sea utilizada,
quede debidamente explicitada en la resolución judicial. 3.2. Sumado a lo expresado precedentemente,
cabe indicar que los jueces están obligados a motivar en hecho y derecho sus decisiones, mediante una
clara y precisa indicación de la fundamentación, siendo la motivación la explicación del proceso, hecha
de manera lógica y que garantiza una actuación racional, porque da las razones capaces de sostener y
justificar cada caso. Así, la motivación de la sentencia constituye la base de la legitimación de la deci­
sión dada por el Juez, la valoración de sus decisiones en el sistema están sometidas a la regla de la sana
crítica, es decir, que luego de examinar en su conjunto, concienzuda y armónicamente todo el material
probatorio aportado por las partes, deben fundamentar sus decisiones con un criterio reflexivo, llano
y objetivo, un lenguaje comprensible por el ciudadano común, explicando las razones por las cuales le
otorga determinado valor a una prueba. (R. N. N .° 1441-2016-Callao, del 19-07-2017, íf. jj. 3.1 y 3.2.
Sala Penal Permanente. Texto completo: <bit.ly/2VGu98F>).
§ 602. £1 juez no puede disponer la anulación de la sentencia con la intención de reiniciar o
ampliar la fase probatoria. Décim o tercero. Lo único que falta por determinar es la consecuencia
jurídica aplicable. El fiscal supremo en lo penal coincide en su argumentación con la nuestra respecto a
la validez de la retractación y a la insuficiencia de pruebas de cargo para lograr una condena. Sin embar­
go, su opinión es que se debe anular la sentencia impugnada y que se realicen nuevos actos de prueba
destinados a verificar si realmente no se puede encontrar más evidencias de un delito. Décim o cuarto.
La propuesta del fiscal supremo resulta abiertamente contraria a la técnica de la carga probatoria, por la
cual el juez, al momento de sentenciar, solo puede valorar los medios de prueba aportados por las partes,
y excepcionalmente las actuadas de oficio. Y cuando el juez no puede lograr certeza de la materialidad
de los hechos objeto de prueba, en ese supuesto es que se activa la técnica de la carga probatoria por la
cual se identifica quién debía probar y, ante su incumplimiento, es esa parte quien debe sufrir las con­
secuencias negativas de no haber podido probar sus alegaciones. Décim o quinto. Pensar que se puede
anular una sentencia para reiniciar la fase probatoria o ampliarla implica desconocer la carga probatoria
que pesa sobre el Ministerio Público, supone además una infracción a la imparcialidad judicial que
exige al juzgador no tomar partido ni por la parte acusadora ni por la parte acusada. Un juez que anula
un fallo so pretexto de continuar la búsqueda de la verdad, es un juez que toma la actitud de una parte
procesal, ya sea de la defensa o de la parte acusadora, y con ello pierde su imparcialidad y desconoce la
carga probatoria que en el proceso penal recae en el Ministerio Público. (R. N. N .° 349-2016-Lima Sur,
del 09-11-2017, ff. jj. 13 al 13. Segunda Sala Penal Transitoria. Texto completo: <bit.ly/2H7bDDt>).
§ 603. Tribunal superior no puede actuar ni valorar la prueba no admitida ajuicio (CD de vi-
sualización de intervención), a pesar de que complementa o completa a una de las pruebas admiti­
das (acta de intervención). Véase la jurisprudencia del artículo 184° del Nuevo Código Procesal Penal
[§ 830]. (Casación N .° 709-2016-Lambayeque, del 08-06-2017, f. j. 8. Primera Sala Penal Transitoria.
Texto completo: <bit.ly/2tIPVgm>).
§ 604. Presupuestos a tomar en cuenta para la sindicación de un coimputado. L a prueba de
cargo actuada, edificada sobre la declaración de un coimputado y tres testigos referenciales, así
como por la mala justificación, es insuficiente para desvirtuar la presunción de inocencia del
acusado. Véase la jurisprudencia del artículo 166° del Nuevo Código Procesal Penal [§ 747]. (R.
N. N .° 697-2018-Lima Sur, del 24-08-2018, íf. jj. 10 y 17. Sala Penal Permanente. Texto completo:
<bit.ly/2GZBxc5 >).

JURISPRUDENCIA DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL

§ 604a. El derecho a la prueba goza de protección constitucional. 148. En primer término,


este Tribunal Constitucional debe recordar que el derecho a la prueba goza de protección constitucio-

n o rrto s & t h e s is
305 SECCION II: LA PRUEBA Art. 155
nal, pues se trata de un contenido implícito del derecho al debido proceso, reconocido en el artículo
139°, inciso 3), de la Constitución Política del Perú. [...] (Exp. N .° 010-2002-AI/TC [Caso Marcelino
Tineo Silva y otros], de 03-01-2003 [Web: 04-01-2003 / EP: 04-01-2003], f. j. 148. Texto completo:
<bit.ly/2LvMC6q>).
§ 605. Elementos que forman parte del contenido del derecho a la prueba. 6. [El] derecho a la
prueba apareja la posibilidad de postular, dentro de los límites y alcances que la Constitución y las leyes
reconocen, los medios probatorios pertinentes para justificar los argumentos que el justiciable esgrime
a su favor. Por ello, no se puede negar la existencia del derecho fundamental a la prueba. Constituye
un derecho básico de los justiciables producir la prueba relacionada con los hechos que configuran su
pretensión o su defensa. Según este derecho, las partes o un tercero legitimado en un proceso o proce­
dimiento tienen el derecho de producir la prueba necesaria con la finalidad de acreditar los hechos que
configuran su pretensión o defensa. [...] 8. [De] los elementos que forman parte del contenido del dere­
cho a la prueba uno está constituido por el hecho de que las pruebas actuadas dentro del proceso penal
sean valoradas de manera adecuada y con la motivación debida. De lo cual se deriva una doble exigencia
para el Juez: en primer lugar, la exigencia del Juez de no omitir la valoración de aquellas pruebas que
son aportadas por las partes al proceso dentro del marco del respeto a los derechos fundamentales y a lo
establecido en las leyes pertinentes; en segundo lugar, la exigencia de que dichas pruebas sean valoradas
motivadamente con criterios objetivos y razonables. (Exp. N .° 4831-2005-PHC/TC [caso Rubén Sil­
vio Curse Castro], del 08-08-2003 [Web: 06-09-2006 / EP, 20-10-2006], íf. jj. 6 y 8. Texto completo:
<bit.ly/2DKwRRt>).
§ 606. Derecho constitucional a probar. Eficacia de la prueba. Medio probatorio. 15. Existe
un derecho constitucional a probar, aunque no autónomo, que se encuentra orientado por los fines
propios de la observancia o tutela del derecho al debido proceso. Constituye un derecho básico de
los justiciables de producir la prueba relacionada con los hechos que configuran su pretensión o su
defensa. Según este derecho, las partes o un tercero legitimado en un proceso o procedimiento, tienen
el derecho a producir la prueba necesaria con la finalidad de acreditar los hechos que configuran su
pretensión o defensa. [...] Eficacia de la prueba. 22. Su importancia radica en la capacidad de toda parte
o tercero legitimado en un proceso para producir la prueba necesaria que pueda formar la convicción
del juzgador sobre la existencia o la inexistencia de los hechos que son o serán objeto de probanza. Así,
en su contenido se incluye la posibilidad de su ofrecimiento, su admisión, su actuación, su producción,
su conservación y su valoración. [...] Tal como se puede observar, para que la que prueba ofrecida por
un inculpado tenga un grado de eficacia tal que pueda ser admitida en un proceso, debe presentar
elementos de juicio irrebatibles a la luz de la responsabilidad penal atribuida. [...] 26. [...] [El] medio
probatorio debe contar con: Pertinencia: Exige que el medio probatorio tenga una relación directa o
indirecta con el hecho que es objeto de proceso. Los medios probatorios pertinentes sustentan hechos
relacionados directamente con el objeto del proceso. Conducencia o idoneidad: El legislador puede esta­
blecer la necesidad de que determinados hechos deban ser probados a través de determinados medios
probatorios. Será inconducente o no idóneo aquel medio probatorio que se encuentre prohibido en
determinada vía procedimental o prohibido para verificar un determinado hecho. Utilidad: Se presenta
cuando contribuya a conocer lo que es objeto de prueba, a descubrir la verdad, a alcanzar probabilidad o
certeza. Sólo pueden ser admitidos aquellos medios probatorios que presten algún servicio en el proceso
de convicción del juzgador, mas ello no podrá hacerse cuando se ofrecen medios probatorios destinados
a acreditar hechos contrarios a una presunción de derecho absoluta; cuando se ofrecen medios proba­
torios para acreditar hechos no controvertidos, imposibles, notorios, o de pública evidencia; cuando se
trata de desvirtuar lo que ha sido objeto de juzgamiento y ha hecho tránsito a cosa juzgada; cuando el
medio probatorio ofrecido no es el adecuado para verificar con él los hechos que pretenden ser probados
por la parte; y, cuando se ofrecen medios probatorios superfluos, bien porque se han propuesto dos
medios probatorios iguales con el mismo fin (dos pericias con la finalidad de acreditar un mismo he­
cho) o bien porque el medio de prueba ya se había actuado antes. Licitud: No pueden admitirse medios
probatorios obtenidos en contravención del ordenamiento jurídico, lo que permite excluir supuestos de

♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL


Art. 155 LIBRO SEGUNDO: LA ACTIVIDAD PROCESAL 306

prueba prohibida. Preclusión o eventualidad: En todo proceso existe una oportunidad para solicitar la
admisión de medios probatorios, pasado dicho plazo, no tendrá lugar la solicitud probatoria. A partir
básicamente de esta última exigencia, corresponde analizar qué sucede en el caso nacional con relación a
los plazos en las solicitudes probatorias. (Exp. N .° 6712-2005-HC/TC [caso Magaly Jesús Medina Velay
Ney Guerrero Orellana], del 17-10-2005 [Web: 20-01-2006 / EP, 01-02-2006], ff. jj. 15, 22 y 26. Texto
completo: <bit.ly/2GieA3j>).
§ 607. Protección constitucional del derecho a probar. 3. [...] [El] derecho a probar es un com­
ponente elemental del derecho al debido proceso que faculta a los justiciables a postular los medios
probatorios que justifiquen sus afirmaciones en un proceso o procedimiento, dentro de los límites y
alcances que la Constitución y la ley establecen. Precisamente, el Tribunal Constitucional, en anterior
oportunidad (Exp. N .° 6712-2005-PHC/TC, £ j. 15 [§ 606]), ha señalado que existe un derecho
constitucional a probar, aunque no autónomo, que se encuentra orientado por los fines propios de la
observancia o tutela del derecho al debido proceso. Constituye un derecho básico de los justiciables de
producir la prueba relacionada con los hechos que configuran su pretensión o su defensa (...). (Exp. N .°
5068-2006-PHC/TC, del 15-11-2006 [Web: 12-06-2007/ EP: 01-07-2007], £ j. 3. Texto completo:
<bit.ly/2EOoCXl >).
§ 608. La negativa injustificada de actuar un medio probatorio vulneraría el derecho del jus­
ticiable a la tutela judicial efectiva. 6. [El] derecho a la prueba apareja la posibilidad de postular,
dentro de los límites y alcances que la ley reconoce, los medios probatorios necesarios para justificar los
argumentos que el justiciable esgrime a su favor. [...] 8. Así entonces, la negativa injustificada de actuar
un medio probatorio vulneraría el derecho del justiciable a la tutela judicial efectiva. En el presente caso,
sin embargo, se aprecia que el accionante nunca solicitó la actuación en juicio del examen pericial, sino
que fue el Ministerio Público quien solicitó la actuación de dicho medio probatorio y luego se desistió
sin que, ante ello, la defensa del acusado solicitara el llamado a juicio de los peritos. Asimismo no consta
de autos que la defensa del acusado haya cuestionado expresa ni tácitamente el sentido del dictamen
pericial. De ello se concluye que la omisión de llamar a los peritos que elaboraron la pericia química de
la sustancia incautada no generó indefensión al recurrente por lo que este extremo de la demanda debe
ser también desestimado. [...] (Exp. N .° 03875-2008-PHC/TC [caso Giovanni Michele Messina], del
03-02-2009 [Web: 31-03-2009 / EP, 27-04-2009], ff. jj. 6 y 8. Texto completo: <bit.ly/2JAr4WL>).
§ 609. Requisitos válidos del estándar probatorio. Derecho constitucional a la prueba y sus
límites. 11. Atendiendo al doble carácter de los derechos fundamentales en general y del derecho
a la prueba en particular, éste, en su dimensión objetiva, comporta también el deber del juez de
la causa de solicitar, actuar y dar el mérito jurídico que corresponda a los medios de prueba en
la sentencia. En la medida en que el objetivo principal del proceso penal es el acercamiento a la
verdad judicial, los jueces deben motivar razonada y objetivamente el valor jurídico probatorio
en la sentencia. Esto es así por cuanto el proceso penal no sólo constituye un instrumento que
debe garantizar los derechos fundamentales de los procesados, sino también debe hacer efectiva la
responsabilidad jurídico-penal de las personas que sean halladas culpables dentro de un proceso
penal. 12. Por ello, la prueba capaz de producir un conocimiento cierto o probable en la conciencia
del juez debe reunir las siguientes características: (1) Veracidad objetiva, según la cual la prueba
exhibida en el proceso debe dar un reflejo exacto de lo acontecido en la realidad; asimismo, prima
facie, es requisito que la trayectoria de la prueba sea susceptible de ser controlada por las partes que
intervienen en el proceso, lo que no supone desconocer que es al juez, finalmente, a quien le corres­
ponde decidir razonablemente la admisión, exclusión o limitación de los medios de prueba. De esta
manera, se puede adquirir certeza de la idoneidad del elemento probatorio, pues éste se ajustará a
la verdad de lo ocurrido y no habrá sido susceptible de manipulación; (2) Constitucionalidad de la
actividad probatoria, la cual implica la proscripción de actos que violen el contenido esencial de los
derechos fundamentales o transgresiones al orden jurídico en la obtención, recepción y valoración
de la prueba; (3) U tilidad de la prueba, característica que vincula directamente a la prueba con el
hecho presuntamente delictivo que se habría cometido, pues con esta característica se verificará la
n o m o s & t h e s is
307 SECCIÓN II: LA PRUEBA Art.155
utilidad de la prueba siempre y cuando ésta produzca certeza judicial para la resolución o aporta­
ción a la resolución del caso concreto; (4) Pertinencia de la prueba, toda vez que la prueba se repu­
tará pertinente si guarda una relación directa con el objeto del procedimiento, de tal manera que si
no guardase relación directa con el presunto hecho delictivo no podría ser considerada una prueba
adecuada. 13. Se trata, pues, de un derecho complejo cuyo contenido, de acuerdo con lo señalado
anteriormente por el Tribunal Constitucional (vid. ST C 6712-2005/H C/TC, FJ 15 [§ 606]), está
determinado: [...] por el derecho a ofrecer medios probatorios que se consideren necesarios, a que
estos sean admitidos, adecuadamente actuados, que se asegure la producción o conservación de la
prueba a partir de la actuación anticipada de los medios probatorios y que éstos sean valorados de
manera adecuada y con la motivación debida, con el fin de darle el mérito probatorio que tenga
en la sentencia. La valoración de la prueba debe estar debidamente motivada por escrito, con la
finalidad de que el justiciable pueda comprobar si dicho mérito ha sido efectiva y adecuadamente
realizado. 14. Como puede verse, uno de los elementos que forman parte del contenido del derecho
a la prueba está constituido por el hecho de que las pruebas actuadas dentro del proceso penal sean
valoradas de manera adecuada y con la motivación debida. De lo cual se deriva una doble exigencia
para el Juez: en primer lugar, la exigencia del Juez de no omitir la valoración de aquellas pruebas que
son aportadas por las partes al proceso dentro del marco del respeto a los derechos fundamentales y
a lo establecido en las leyes pertinentes; en segundo lugar, la exigencia de que dichas pruebas sean
valoradas motivadamente con criterios objetivos y razonables (vid. STC 4831-2005-PH C/TC, FJ
8 [§ 605]). Por ello, la omisión injustificada de la valoración de una prueba aportada por las partes,
respetando los derechos fundamentales y las leyes que la regulan, comporta una vulneración del
derecho fundamental a la prueba y, por ende, del debido proceso. (Exp. N .° 1014-2007-PH C/TC
[caso Luis Federico Salas Guevara Schultz\, del 05-04-2007 [Web: 05-04-2007 / EP, 20-04-2007],
íf. jj. 11 al 14. Texto completo: <bit.ly/2FvFljx>).
§ 610. El derecho aprobar consiste también a que los medios probatorios sean admitidos y que
estos sean valorados de manera adecuada y con la motivación debida, con el fin de darle el mérito
probatorio que tenga en la sentencia. 8. [A]lega la recurrente que la falta de actuación y valoración
de pruebas ofrecidas ha incidido inconstitucionalmente en su derecho a la prueba y al debido proceso.
En tal sentido, refiere con especial énfasis- que ni el juez ni la sala demandados visualizó un DVD que
ofreció durante la etapa de instrucción a pesar de que su contenido era de especial importancia para el
esclarecimiento de los hechos y la determinación de la responsabilidad penal. 9. Al respecto cabe señalar
que este Tribunal al no advertir de autos la existencia del DVD mencionado ni lo sucedido con éste en
su calidad de prueba ofrecida; tomando en consideración que la recurrente incluso hasta en su escrito
de recurso de agravio constitucional [...] ha insistido en la importancia de visualizarse el contenido del
DVD, con fecha 29 de abril de 2015 ofició al Segundo Juzgado Penal Liquidador Transitorio de Sullana
de la Corte Superior de Justicia de Sullana a fin de que remita el decreto de recepción del D VD y el auto
admisorio de pruebas, con el objeto de corroborar su ofrecimiento al proceso penal y evaluar la presunta
inconstitucionalidad. Tal solicitud fue atendida con fecha 13 de mayo de 2015, mediante Oficio [...],
a través del cual el Juzgado de Investigación Preparatoria con Funciones de Liquidador de Sullana in­
formó que no obraba en el expediente penal el decreto de recepción del referido DVD. Sin embargo,
mediante escrito de fecha 31 de julio de 2015 [...], la recurrente pone en conocimiento a este Tribunal
de la resolución [...] de fecha 9 de julio de 2015, expedida por el Juzgado de Investigación Preparatoria
con Funciones de Liquidador de Sullana, en la misma que se refiere que habiéndose producido la pér­
dida de los tomos II, III y IV del Expediente 559-2004 y ordenado su búsqueda, se advierte que con
fecha 7 de julio de los corrientes el Área de Archivo remitió los tomos extraviados y que por tanto se ha
verificado que en el folio 1953 del tomo II obra un DVD debidamente lacrado que aparece como anexo
G. 10. Este último hecho confirma la afirmación reiterada de la recurrente respecto al ofrecimiento del
D V D como prueba al proceso penal seguido en su contra, así como también conlleva a inferir su falta
de actuación reclamada. Por tanto, atendiendo que el derecho a probar no solo está compuesto por
el derecho a ofrecer medios probatorios que se consideren necesarios, sino también a que estos sean
admitidos, adecuadamente actuados, que se asegure la producción o conservación de la prueba a partir

♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL


Art. 155 LIBRO SEGUNDO: LA ACTIVIDAD PROCESAL 308

de la actuación anticipada de los medios probatorios y que estos sean valorados de manera adecuada y
con la motivación debida, con el fin de darle el mérito probatorio que tenga en la sentencia [...]; este
Tribunal considera que en el caso de autos se ha configurado la invocada afectación del derecho a la
prueba de la recurrente por lo que su demanda de hábeas Corpus deberá ser estimada. (Exp. N .° 03997-
2013-PH C/TC [caso NoemíBessy Landdzuri Abantó\, de 24-11-2013, ff. jj. 8-10 [Web: 03-02-2016].
Texto completo: <bit.ly/2EjEv8Y>).

JURISPRUDENCIA DE LAS CORTES SUPERIORES

§ 611. El estándar de prueba penal exige la ausencia de pruebas exculpatorias, la inexistencia


de una historia plausible o la eliminación de las hipótesis alternativas, para la expedición de la
sentencia condenatoria. Diferencia entre el estándar necesario para condenar en un proceso penal
y uno civil. 4.1. En esta perspectiva es importante diferenciar el estándar necesario para expedir una
sentencia condenatoria en el delito de contaminación ambiental en materia penal a diferencia del están­
dar exigido en un proceso de naturaleza civil; ya que en el primero el Ministerio Público debe derrotar
la barrera constitucional de la Presunción de Inocencia y en el segundo superar ligeramente el pará­
metro de la probabilidad prevalente. 4.2. En el proceso penal la posibilidad de superar el estándar de
Presunción de Inocencia, o más allá de toda duda razonable, puede ser diagramado en tres parámetros
objetivos descritos por la epistemología jurídica moderna, y son los siguientes: a) Existen pruebas incul-
patorias fiables cuya presencia sería muy difícil explicar si el acusado fuera inocente, sumado a la ausen­
cia de pruebas exculpatorias que serían muy difíciles de explicar si el acusado fuera culpable, entonces
condene, de lo contrario absuelva; b) Si la teoría del caso presentada por la acusación es plausible y usted
no puede concebir alguna historia plausible en la que el acusado resulte inocente entonces condene,
de lo contrario, absuelva; c) Determinar si los hechos por la acusación descartan cualquier hipótesis
razonable en la que pueda pensar que el acusado resultaría inocente. Si la teoría de la acusación descarta
las hipótesis alternativas, condene, de lo contrario absuelva [...]. 4.3. En el presente caso el fundamento
vital de la sentencia condenatoria por contaminación ambiental reside en la fortaleza de los resultados
del Informe Técnico [...] del perito H FS; lo que ha derivado que la prueba generada en la etapa de en­
juiciamiento haya servido a la formulación de dos hipótesis contrapuestas como son: i) la hipótesis fiscal
que sostiene que la discoteca “Manutara” ha excedido de los límites máximos permisivos en la emisión
de ruidos y por ello hay contaminación ambiental; ii) la hipótesis de las defensas que apuntan a que
no se existe dicho exceso sonoro, porque las fuentes generadores del ruido totales, objeto de medición
por el sonómetro, comprendían otros establecimientos comerciales, negocios, y demás. 4.4. El estándar
de prueba penal exige la ausencia de pruebas exculpatorias, la inexistencia de una historia plausible o
la eliminación de las hipótesis alternativas, para la expedición de la sentencia condenatoria. En el caso
analizado la fortaleza de la prueba actuada a lo largo del proceso no ha llegado a derrotar la Presunción
de Inocencia de los imputados; en atención a que la prueba técnica realizada con el sonómetro para
la medición del ruido del establecimiento “Manutara” no ha descartado la hipótesis de las defensas en
su totalidad, y por ende, si bien tiene una naturaleza meridiana en cuanto a sus resultados únicamente
alcanza a superar la barrera de la probabilidad prevalente, pero no, de la Presunción de Inocencia. 4.5.
Esta conclusión sobre estándar de prueba tiene su fundamento en que la prueba técnica debe estar
amparada científicamente en cuanto al margen de error y los estándares de la prueba pericial para sol­
ventar una sentencia condenatoria; de lo contrario su nivel de validez y aceptabilidad judicial justificaría
alcances de certeza inferiores a la derrota de la Presunción de Inocencia, y más bien compatibles con la
probabilidad prevalente. 4.6. En esta línea argumentativa el estándar civil de la probabilidad prevalente
implica que entre las diversas hipótesis posibles en torno a un mismo hecho deba preferirse aquella que
cuenta con un grado relativamente más elevado de probabilidad; por lo que es un estándar de grado
mínimo necesario de confirmación probatoria necesario para que un enunciado pueda ser considerado
verdadero. En este mismo sentido, una prueba científica que no cuenta con un grado elevado de pro­
babilidad puede ser muy útil en el proceso penal, cuando es favorable a la hipótesis de la inocencia del
imputado, e incluso podría ser suficiente para confirmar la existencia de duda razonable, que aún ante
una probabilidad prevalente de culpabilidad, impide imponer una condena al imputado. En el proceso
n o m o s & th e sis
309 SECCION II: LA PRUEBA A rt.156
civil, en cambio, una prueba de esa naturaleza que fuera favorable para el demandado, con tendencia a
confirmar la falsedad del hecho sostenido por el actor, podría ser suficiente para impedir la derrota del
primero si la hipótesis positiva, relativa a la veracidad del hecho argüido, por el actor, resulta igualmente
la “más probable que no” [...]. 4.7. En resumen, la aplicación del estándar de probabilidad prevalente
en este caso confiere validez técnica a la pericia en un grado mínimo necesario de confirmación que
hace presuponer que se ratifique la pretensión civil, y se revoque la pretensión penal, por su carácter
independiente en estándares probatorios, y en base a las mismas pruebas que han sido valoradas por el
juez de primera instancia con la única diferencia en la intensidad de su poder de acreditación. (Exp. N .°
02755-2016-29-040l-JR-PE-04, del 08-01-2019, ff. jj. 4.1 al 4.7. Tercera Sala Penal de Apelaciones.
Corte Superior de Justicia de Arequipa. Texto completo: <bit.ly/2FbWFbN>).

A rtícu lo 156: Objeto de prueba

1. Son objeto de prueba los hechos que se refieran a la imputación, la punibilidad y la determinación de
la pena o medida de seguridad, así como los referidos a la responsabilidad civil derivada del delito.
2. No son objeto de prueba las máximas de la experiencia, las Leyes naturales, la norma jurídica interna
vigente, aquello que es objeto de cosa juzgada, lo imposible y lo notorio.
3. Las partes podrán acordar que determinada circunstancia no necesita ser probada, en cuyo caso se
valorará como un hecho notorio. El acuerdo se hará constar en el acta.

SENTENCIA PLENARIA DE LA CORTE SUPREMA

§ 612. Reglas vinculantes para la correcta aplicación de la prueba de ADN en los delitos sexua­
les. Es fundamental para este objetivo que se mantenga la cadena de custodia. Véase la jurispru­
dencia del artículo 157° del Nuevo Código Procesal Penal [§ 619]. (Sentencia Plenaria Casatoria N .°
2-2018/CIJ-433, del 18-12-2018, que estableció como doctrina legal los fundamentos señalados en
dicha sentencia y los lincamientos jurídicos precisados en el f. j. 4 6 .1 Pleno Jurisdiccional Casatorio de
las Salas Penales Permanente, Transitoria y Especial [EP, 20-12-2018, Jurisprudencia, Año XXVII, N .°
1098, p. 8199]. Texto completo: <bit.ly/2UUdq5T>).

DOCTRINA JURISPRUDENCIAL VINCULANTE DE LA CORTE SUPREMA

§ 613. Los defectos administrativos dentro de un proceso de contratación en situación de


emergencia, por sí solos no resultan suficientes para acreditar la responsabilidad penal de los in-
tervinientes, sino que se requiere acreditar de manera indubitable un elemento externo al proceso
de contratación. 4.13. Con respecto al medio de prueba señalado, no nos encontramos frente a un
testigo experto, pues se trataba de órganos de prueba encargados de emitir un dictamen sobre aspectos
jurídicos en torno a la aplicación de las normas del Derecho Administrativo al caso concreto, tienen la
condición de peritos. La segunda prueba postulada, efectivamente, se trató de un testigo experto, pues
es una persona que -aparentemente y según lo postulado- tuvo un contacto directo con el hecho impu­
tado, ya que formaba parte del SINAGERD -órgano encargado de la gestión de Riesgos- del Gobierno
Regional de Ayacucho, creado mediante la ley N .° 29664. El objeto de ambos medios de prueba, sobre
todo del segundo, era “Señalar la necesidad de utilizar la información técnica del SINAGERD, a efectos
de determinar la existencia de una situación de emergencia. Planteado de esta manera, la necesidad de
probar la utilidad de dicha información del SINAGERD, ya era conocida antes de iniciar el juicio oral
y -por tanto- pudieron ser postulados oportunamente. En consecuencia, no debería n de ser admitidos
como regla general. 4.14. Ahora bien, los medios probatorios mencionados no buscan acreditar ele­
mentos fácticos, sino estrictamente jurídicos. En concreto, si es que el informe aludido debía o no servir
-jurídicamente- para determinar la existencia de una situación de emergencia. 4.15. En sentido estric­
to, se ha entendido tradicionalmente que la parte jurídica no puede ser objeto de prueba, pues admitir
♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL
Art. 156 LIBRO SEGUNDO: LA ACTIVIDAD PROCESAL 310

prueba sobre aspectos jurídicos podría ir contra la presunción de conocimiento del Derecho por parte
del Magistrado. Sin embargo, dado el avance normativo actual y la alta especialización de los diversos
sectores del ordenamiento jurídico, es posible admitir excepcionalmente informes de esta naturaleza,
siempre que versen sobre instituciones, regulaciones o decisiones jurídicas, en el ámbito comparado, en
tanto que si se trata de informes jurídicos relacionados con interpretaciones de derecho nacional no
podrían tener valor probatorio. En todo caso, puede considerárseles como argumentos de defensa y
tienen un valor meramente referencial. [...] 4.26. En el caso concreto, se ha de determinar la definición
de grave peligro, en un contexto específico de declaración de situación de emergencia. Es preciso señalar
el contexto en el que se habla de determinado tema, más aún de un concepto que descontextualizado
suele ser muy subjetivo. En ese sentido, se advierte que, conforme al artículo 22 de la Ley de Contrata­
ciones con el Estado, vigente en el momento de los hechos, la situación de emergencia es definida como:
“Artículo 22.- Situación de emergencia.- Se entiende como situación de emergencia aquella en la cual la
entidad tenga que actuar de manera inmediata a causa de acontecimientos catastróficos, de situaciones que
supongan grave peligro de necesidad que afecten la defensa nacional. En este caso la Entidad queda exonera­
da de la tramitación de expediente administrativo y podrá ordenar la ejecución de lo estrictamente necesario
para remediar el evento producido y satisfacer la necesidad sobrevenida, sin sujetarse a los requisitosformales
de la presente Ley. E l Reglamento establecerá los mecanismos y plazos para la regularización delprocedimien­
to correspondiente. E l resto de la actividad necesaria para completar el objetivo propuesto por la Entidad ya
no tendrá el carácter de emergencia y se adquirirá o contratará de acuerdo a lo establecido en la presente Ley*.
En ese sentido, es previsto por el artículo 128 del derogado Reglamento de la Ley de Contrataciones (D.
S. N .° 084-2008-EF), vigente en la fecha de los hechos, el cual señala que: “Artículo 128.- Situación de
Emergencia En virtud de acontecimientos catastróficos, de situaciones que supongan grave peligro, o que
afecten la defensa y seguridad nacional, la Entidad deberá contratar en form a inmediata lo estrictamente
necesario para prevenir y atender los requerimientos generados como consecuencia directa del evento produci­
do, así como para satisfacer las necesidades sobrevinientes. Posteriormente, deberá convocar los respectivos
procesos de selección. Cuando no corresponda realizar un proceso de selección posterior, en el informe técnico
legal respectivo se debe fundamentar las razones que motivan la contratación definitiva. Toda contratación
realizada para enfrentar una situación de emergencia deberá regularizarse dentro de los diez (10) días hábi­
les siguientes de efectuada la entrega del bien o la prim era entrega en el caso de suministros, o del inicio de la
prestación del servicio o del inicio de la ejecución de la obra, incluyendo elproceso en el Plan Anual de Con­
trataciones de la Entidad, publicando la resolución o acuerdo correspondientes y los informes técnico y legal
sustentatorios en el SEACE, debiendo remitir dicha información a la Contraloría General de la República,
así como emitiendo los demás documentos contractuales que correspondan según el estado de ejecución de las
prestaciones \ 4.27. Conforme lo observado, en la normativa que regula la situación de emergencia, no
se define, ni precisa qué se debe entender por grave peligro, dejando ello aparentemente a una libre
interpretación. Sin embargo, siendo una cuestión de carácter jurídico, conviene verificar si existe alguna
entidad u organismo que sea especializado en determinar un grave peligro que pueda generar una situa­
ción de emergencia. 4.28. El artículo 1 de la Ley N a 29664 -”Ley que crea el Sistema Nacional de
Gestión del Riesgo de Desastres”-, publicado el 19 de febrero de 2011, establece lo siguiente: “(Se crea)
el Sistema Nacional de Gestión del Riesgo de Desastres (Sinagerd) como sistema interinstitucional, sinérgico,
descentralizado, transversal y participativo, con la fin alidad de identificar y reducir los riesgos asociados a
peligros o minimizar sus efectos, así como evitar la generación de nuevos riesgos, y preparación y atención ante
situaciones de desastre mediante el establecimiento de principios, lineamientos de política, componentes, pro­
ceso e instrumentos de la Gestión del Riesgo de Desastres*. Teniendo dentro de sus objetivos principales: “a)
La identificación de los peligros, el análisis de las vulnerabilidades y el establecimiento de los niveles de riesgo
para la toma de decisiones oportunas en la Gestión del Riesgo de Desastres ’. (Véase artículo 8 de la citada
Ley). [...] 4.30. El Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología del Perú (SENAMHI), es la institu­
ción encargada de determinar el riesgo -nivel- de desastre generado por lluvias. En este punto, es nece­
sario precisar que la O SC E no es la institución competente para afirmar o negar la existencia de un
peligro grave -que generará una situación de emergencia-; asimismo, lo señala este organismo en repe-

n o m o s & th e s is
311 SECCIÓN II: LA PRUEBA A rt.156
tidas opiniones técnica emitidas, como por ejemplo la Opinión N a 084-2014/DTN, que, en su funda­
mento N .° 2.1.1, señala que: “En prim er lugar; debe indicarse que, conforme a lo señalado en los antece­
dentes de la presente opinión, las consultas que absuelve el Organismo Supervisor de las Contrataciones del
Estado ( OS CE) son aquellas consultas genéricas referidas a l sentido y alcance de la normativa de contratacio­
nes del Estado; en esa medida, en vía de consulta, este Organismo Supervisor no puede determinar si una
situación en específico configuraría la causal de exoneración por situación de emergencia, pues ello contraven­
dría el literalj) del artículo 58 de la Ley\ 4.31. Por lo que, ante la necesidad de probar la idoneidad de
una situación de emergencia, corresponderá verificar a qué clase de grave peligro se refiere ésta, y
dependiendo de ello la institución u organismo encargado en determinar científicamente si es o no en
efecto un peligro grave. Como se puede advertir, la determinación del concepto de peligro grave a efec­
tos de dictaminar una situación de emergencia requiere pasar por un proceso entre instituciones espe­
cializadas en la materia -SINAGERD, entre otras- que no involucra a organismos consultores -de opi­
nión- como el OSCE cuya especialidad es otra - Normativa referida a la contratación del Estado-. El
O SC E no es competente para la determinación de la existencia del peligro, pues el peligro no se deter­
mina sobre la base de un criterio jurídico, sino a través de la verificación un criterio técnico (riesgo de
un daño grave). Siendo el objeto de prueba una situación que amerita conocimientos especializados
como lo es la determinación del peligro grave para determinar una situación de emergencia, se advierta
que ello no depende de un criterio jurídico, sino -ante todo- técnico. En el caso concreto, la entidad
competente para emitir dicho criterio técnico es el SINAGERD, y las instituciones relacionadas como
el SENAM HI. Si ellas determinaban la existencia de un peligro, entonces debía presumirse la realidad
e inminencia del mismo. (CasaciónN.0 23-2016-Ica, de 16-05-2017, estableció doctrina jurisprudencial
los fundamentos 4.13, 4.14, 4.15, 4.26, 4.27, 4.28, 4.30 y 4.31. Sala Penal Permanente [EP, 08-06­
2017, Jurisprudencia, Año XXVI, N .° 1046, p. 7775]. Texto completo: <bit.ly/2tBALw8>).

ACUERDOS DE LAS SALAS PENALES SUPERIORES

§ 614. La invocación de los antecedentes judiciales y penales del imputado para contrastar la
información proporcionada por las partes y los testigos en juicio constituye un hecho notorio.
Tema: Hecho notorio judicial. Acuerdo. L os Asistentes de Causas en las audiencias de juicio oral y de
prisión preventiva en primera y segunda instancia, deben agregar al expediente judicial la ficha de RE-
N IEC , así como los antecedentes judiciales y penales del procesado que se encuentren registrados en el
SIJ, pudiendo ser utilizada por el Juez, previo contradictorio por las partes. Fundamentación. La R.A.
N .° 343-2013-CE-PJ de 27/12/2013 expedida por el Consejo Ejecutivo del Poder Judicial, dispuso
el uso obligatorio del Sistema Integrado Judicial (SIJ) por los Jueces de Paz Letrados, Jueces Especiali­
zados, Mixtos y Superiores de la República, que permite la proyección de las resoluciones judiciales y
posterior descargo, con la finalidad de garantizar y asegurar la transparencia del buen funcionamiento
del sistema judicial. La invocación de los antecedentes judiciales y penales del imputado, generados
en el distrito judicial de La Libertad, para contrastar la información proporcionada por las partes y los
testigos en juicio, constituye un hecho de notoriedadjudicial, como una modalidad de hecho notorio, el
cual no es objeto de prueba (artículo 156.2° CPP), además es de recordar que las sentencias penales
deben ser leídas en audiencia pública (artículo 396° CPP). Es importante precisar que, cuando el hecho
es conocido por los titulares del órgano jurisdiccional a causa de su actividad profesional metaprocesal,
el hecho debe reputarse de conocimiento privado del juez y debe ser objeto de prueba. Por el contrario,
cuando el hecho de que se trata es conocido por los titulares del órgano jurisdiccional en virtud de su
propia función, pero no por haber sido testigo de él, sino por pertenecer a la esfera de su propia cultura
como funcionario de la administración de justicia, debe ser reputado como notorio y debe regir para él
la máxima de que los hechos notorios no requieren prueba. Finalmente, el conocimiento de los antece­
dentes judiciales y penales sirve para la calificación de la reincidencia (artículo 46-B CP) o habitualidad
(artículo 46-C CP), mientras que la ficha de RENIEC sirve para la plena identificación del imputado.
(Acuerdo N .° 6-2018-SPS-CSJLL del 26-01-2018. Acuerdo de Jueces Titulares de las Salas Penales
Superiores de la Corte Superior de Justicia de la Libertad. Texto completo: <bit.ly/2HyoxdO>).

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Art. 156 LIBRO SEGUNDO: LA ACTIVIDAD PROCESAL 312

JURISPRUDENCIA DE LA CORTE SUPREMA

§ 615. Objeto de la prueba. Máximas de la experiencia. Tercero. Que el análisis de las sen­
tencias cuestionadas, en especial la de vista, permite sostener que se realizó un examen de los
puntos impugnativos -y, antes, en sede de primera instancia, del objeto procesal correspondiente-.
Se valoró las pericias médico legales y el informe radiológico, pruebas idóneas y pertinentes para
acreditar la realidad de las lesiones. Asimismo, se tomó como punto de razonamiento la versión
de la agraviada y lo que expresó la encausada, deduciendo, sin vulnerar las reglas de la lógica y
de las máximas de la experiencia, que la acusada atacó a la agraviada y le ocasionó las lesiones ya
referidas. La sentencia de vista es congruente porque ha respondido los puntos impugnativos de la
recurrente, y la motivación al pronunciarse sobre la prueba actuada es completa y no arbitraria. Las
pericias institucionales no requieren de ratificación si la parte a quien la perjudica no insiste en esa
diligencia, siempre y cuando lo que se cuestione sea el aspecto perceptivo pero no su lado técnico,
que requiere una pericia de parte. No hacen falta más pruebas para estimar que el proceso fue justo
y equitativo, y se evitó la indefensión material a la parte acusada. [...] (Queja N .° 85-2013-Lima,
del 12-11-2013, f. j. 3. Sala Penal Transitoria. Texto completo: <bit.ly/23UZ7XF>).
§ 616. Los hechos que se aprecian de videos colgados en Youtube no necesitan ser probados.
13. El día 20 de diciembre de 2013 el órgano de control interno del Ministerio Público inició la inves­
tigación contra el procesado por cuanto para esa fecha ya se encontraba colgado en Youtube el video
titulado Juez de Paz Letrado de Monsefu, JL JC recibiendo coima. Apenas once días después de la última
oposición de SC. 14. Ello termina de cerrar el circuito que acredita la vinculación del procesado JC con
los actos de corrupción que se aprecian en el video por cuanto, por un lado, recibe una cuantiosa suma
de dinero para influir o decidir sobre asuntos jurisdiccionales, y por otro lado, su desarrollo anómalo
como juez, en el que insiste, con gran celeridad, en nombrar a O ET L como administrador comunal
temporal de la comunidad campesina San Martín de Reque. 15. Como consecuencia, el verbo rector
recibir, en este caso dinero, con la finalidad e influir o decidir, en este caso en un proceso judicial some­
tido a su conocimiento, son elementos del tipo en los cuales se subsume la conducta desplegada por el
procesado. Por lo tanto, la presunción de inocencia que garantiza a toda persona no ser condenada sin
pruebas ha sido superada en atención al caudal probatorio que se ha mencionado, el cual tiene como
eje esencial el video. 16. Se indica que habría violación a las reglas de la sana crítica en la valoración de
la prueba efectuada por el tribunal, debido a que el video no ofrece datos como fecha, hora y persona
que efectúa la grabación. Pues bien, las reglas de la lógica evalúan la validez formal de las premisas que
se emplean para llegar a una conclusión. Pero lo que ataca la defensa no es eso, sino la legitimidad del
video. Eso no es propio de las reglas de la lógica, por lo que ese argumento no es atendible. 17. Así
también se señala violación a las máximas de la experiencia por haber otorgado valor a un video colgado
en Youtube. Sin embargo el mismo ha sido sometido a diversas pericias, incluso en la audiencia de ape­
lación, en la cual el perito señaló que las imágenes en las que se ve la entrega del dinero son legítimas.
Que si bien el video muestra cortes, aquello que sí se logra visualizar no ha sido tachado como montaje.
18. Con lo expuesto en el considerando anterior, se evidencia que el juzgador y esta Sala Suprema se han
valido no solo de su experiencia como juzgadores para evaluar la prueba, sino también del conocimiento
científico que han aportado los peritos. Cierto es que el video solo prueba un acto de corrupción, pero
no prueba la fecha ni el lugar donde ocurrió ni quién fue el corruptor. Sin embargo este último dato
resulta irrelevante para el caso, en tanto no es objeto de prueba, la misma suerte corre el lugar donde
ocurrió el hecho de corrupción. 19. Lo que sí importa sería el momento en que aconteció el hecho, pero
en concordancia otros datos como los desarrollados en los considerandos del 11 al 14 de la presente
sentencia. De ellos se puede inferir una conducta anormal durante el año 2013 que culminó cuando se
colgó el video el 20 de diciembre de 2013, once días después de haber nuevamente nombrado a O ETL
como administrador comunal temporal de la comunidad campesina San Martín de Reque. 20. En este
orden de ideas, no se puede ocultar una verdad innegable que ha salido a la luz pública mediante los
modernos medios de difusión masiva. El acto de corrupción perpetrado por el procesado JLJC es un

n o m o s & th e sis
313 SECCIÓN II: LA PRUEBA A rt.157
hecho de público conocimiento que ha sido aparejado con otras pruebas durante el proceso judicial
que se le siguió, siendo su conducta subsumible en el artículo 395 del Código Penal, primer párrafo,
tal como así lo determinó el juzgador de primera instancia. Por lo tanto corresponde confirmar tal de­
cisión. (Apelación N .° 15-2015-Lambayeque, del 22-06-2016, íf. jj. 13 al 20. Sala Penal Permanente.
Texto completo: <bit.ly/2VR64fs>).
§ 617. Las máximas de la experiencia no son verdades absolutas, por lo tanto, pueden llegar a
inaplicarse o ponerse en duda de acuerdo a las particularidades de cada caso. Véase la jurispruden­
cia del artículo 158° del Nuevo Código Procesal Penal [§ 642]. (R. N. N .° 58-2017-Lima, del 05-09­
2017, f j. 4.4. Sala Penal Permanente. Texto completo: <bit.ly/2Su9uTv>).
§ 618. Los jueces deben explicar en modo suficiente las razones que sustentan su fallo, las
mismas que deben provenir no solo del ordenamiento jurídico vigente y aplicable al caso concre­
to, sino de los hechos debidamente acreditados con la prueba actuada. Véase la jurisprudencia del
artículo 158° del Nuevo Código Procesal Penal [§ 649]. (R. N. N .° 2664-2014-Lima, del 09-03-2016,
f. j. 5. Sala Penal Transitoria. Texto completo: <bit.ly/2tMbigG>).

Artículo 157: Medios de prueba


1. Los hechos objeto de prueba pueden ser acreditados por cualquier medio de prueba permitido por la
Ley. Excepcionalmente, pueden utilizarse otros distintos, siempre que no vulneren los derechos y garantías
de la persona, así como las facultades de los sujetos procesales reconocidas por la Ley. La forma de su
incorporación se adecuará al medio de prueba más análogo, de los previstos, en lo posible.
2. En el proceso penal no se tendrán en cuenta los límites probatorios establecidos por las Leyes civiles,
excepto aquellos que se refieren al estado civil o de ciudadanía de las personas.
3. No pueden ser utilizados, aun con el consentimiento del interesado, métodos o técnicas idóneos para
influir sobre su libertad de autodeterminación o para alterar la capacidad de recordar o valorar los hechos.

SENTENCIA PLENARIA DE LA CORTE SUPREMA

§ 619. Reglas vinculantes para la correcta aplicación de la prueba de ADN en los delitos se­
xuales. Es fundamental para este objetivo que se mantenga la cadena de custodia. 46. establecer
como doctrina legal, al amparo de los criterios expuestos en los fundamentos precedentes -que se asu­
mirán como pautas de interpretación en los asuntos judiciales respectivos-, los siguientes lincamientos
jurídicos: a. Que el examen de A D N es un medio de prueba científico de alta fiabilidad probabilística,
siempre que se observen todas las condiciones para control de todas las etapas del análisis: recojo, ob­
servación, análisis, contrastación de resultados, expresado en términos probabilísticos. Es fundamental
para este objetivo que se mantenga la cadena de custodia, b. Que, como medio de prueba puede
aplicarse en cualquier ámbito relacionado con la identificación de un sospechoso o de otra persona, a
condición que se respeten los criterios de legalidad, razonabilidad, proporcionalidad y uso del procedi­
miento idóneo, conforme a las normas del Código Procesal Penal, en materia de búsqueda de la prueba,
c. Que, en particular, en el ámbito de los delitos sexuales, el examen de A DN puede ser útil para la
formación de la prueba directa o de la prueba por indicios, siempre que la no exclusión del sospechoso
sea corroborada con otros elementos periféricos, d. Que las partes procesales y, en especial, los jueces
deben valorar con sentido crítico los informes periciales de A DN , conforme a las reglas de la sana crí­
tica racional. Corresponderá su análisis individual como su examen correlacionado con otros medios
de prueba. (Sentencia Plenaria Casatoria N .° 2-2018/CIJ-433, del 18-12-2018, que estableció como
doctrina legal los fundamentos señalados en dicha sentencia y los lincamientos jurídicos precisados en
el f. j. 46. I Pleno Jurisdiccional Casatorio de las Salas Penales Permanente, Transitoria y Especial [EP,
20-12-2018, Jurisprudencia, Año XXVII, N .° 1098, p. 8199]. Texto completo: <bit.ly/2UUdq5T>).

♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL


Art. 157 LIBRO SEGUNDO: LA ACTIVIDAD PROCESAL 314

ACUERDOS DE LAS SALAS PENALES SUPERIORES

§ 620. Para hacer memoria o evidenciar contradicciones excepcionalmente puede utilizarse


cualquier documento que contenga la declaración del órgano de prueba brindada en otros proce­
sos judiciales y/o procedimientos administrativos. 1. Tema: Utilización de declaraciones brindadas
en otros procesos. [...] 4. F undamentación: Las declaraciones previas al juicio únicamente están refe­
ridas a las actas que contienen las declaraciones de los órganos de prueba (imputados, testigos, peritos)
realizadas durante la etapa de investigación preparatoria, las cuales obran en el expediente fiscal y deben
ser prestadas ante el fiscal con la concurrencia o el debido emplazamiento de las partes (artículo 383. l.d
del CPP); empero, nada impide que excepcionalmente para hacer memoria o evidenciar contradiccio­
nes puedan también utilizarse en base al principio de libertad probatoria (artículo 157.1 CPP), cual­
quier otro documento que contenga la declaración del órgano de prueba brindada en otros procesos
judiciales y/o procedimientos administrativos, el cual puede ser incorporado al juicio, a petición de
parte y en el momento mismo del examen del órgano de prueba, para cuyo efecto, el Juez generará
debate sobre su pertinencia, conducencia, utilidad y legalidad (artículo 352.5.b del CPP), debiendo en
ese momento disponer la salida de la sala de audiencias del declarante por breve término hasta emitir
pronunciamiento sobre su admisibilidad. En caso sea admitido el documento por el Juez, se ordenará
el reingreso a la sala del declarante, se procederá a su previo reconocimiento (artículo 186.1 del CPP) a
efectos de ser utilizado por el sujeto procesal en el examen del mismo. 5. Acuerdo: Para hacer memoria
o evidenciar contradicciones excepcionalmente puede utilizarse cualquier documento que contenga la
declaración del órgano de prueba brindada en otros procesos judiciales y/o procedimientos administra­
tivos, el cual puede ser incorporado al juicio, a petición de parte y en el momento mismo del examen del
órgano de prueba, para cuyo efecto, el Juez generará debate sobre su pertinencia, conducencia, utilidad
y legalidad, debiendo en ese momento disponer la salida de la sala de audiencias del declarante por breve
término hasta emitir pronunciamiento sobre su admisibilidad. En caso sea admitido el documento por
el Juez, se ordenará el reingreso a la sala del declarante, se procederá a su previo reconocimiento a efectos
de ser utilizado por el sujeto procesal en el examen del mismo. (Acuerdo N .° 14-2018-SPSP-CSJLL del
19-10-2018. Acuerdo de Jueces Titulares de las Salas Penales Superiores de la Corte Superior de Justicia
de La Libertad. Texto completo: <bit.ly/20i5Ifl>).

JURISPRUDENCIA DE LA CORTE SUPREMA

§ 621. El objeto de los medios de prueba. Tercero. [Para] que haya un proceso penal propio de
un Estado de Derecho, es irrenunciable que el inculpado pueda tomar posición frente a los reproches o
cargos formulados en su contra, y que se consideren en la obtención de la sentencia los puntos de vista
sometidos a discusión. La meta procesal del esclarecimiento de la sospecha se alcanza en la mejorform a por
medio de un proceso dialéctico, en el que se ponga a discusión aspectos inculpatorios y exculpatorios, así como
los argumentos y contra argumentos ponderados entre sí [...]; es en ese sentido que el proceso penal se ins­
taura con el propósito de establecer la existencia de un hecho punible y la responsabilidad de un impu­
tado, por ello la finalidad de la labor probatoria es establecer si un determinado hecho se ha producido
realmente o en su casó si se ha realizado en una forma determinada; en virtud de ello, está la prueba que
busca la verdad, persigue tener un conocimiento completo de las cosas sobre las cuales deberá aplicarse
una norma jurídica. Ahora bien, si con la actividad probatoria actuada no se logra generar la certeza
necesaria para considerar responsable al procesado, entrará a tallar el principio in dubio pro reo, aplicable
por existir una duda razonable y también razonada sobre la concurrencia de alguno de los elementos
típicos del delito o la responsabilidad del procesado. (R. N. N .° 2564-2011-Lima, de 12-09-2012, £ j.
3. Sala Penal Permanente. Texto completo: <bit.ly/2HDWVUM>).

§ 622. L a pericia biológica como medio de prueba. Cuarto. [En] lo concerniente a la informa­
ción de la existencia de casos en que a través de la prueba de A D N fueron absueltos personas acusadas
por violación, se tiene que corresponder a hechos ajenos al proceso, perpetrados en otros países -Estados
Unidos o Nicaragua- que no pueden vincular al órgano jurisdiccional para un pronunciamiento sobre
el fondo de la pretensión demandada, al tratarse de noticias publicadas por medios de comunicación y

n o m o s & th e sis
315 SECCIÓN II: LA PRUEBA A rt.157
que en modo alguno se equiparan a jurisprudencia nacional vinculante; tanto más, si dicho elemento
de prueba fue ponderado [...] en su oportunidad por la Sala Penal Superior. (Revisión de Sentencia
N .° 57-2011-Lima, de 08-03-2012, £ j. 4. Sala Penal Transitoria. Texto completo: <bit.ly/2bVPw£A>).

§ 623. Fuentes de prueba. 1.4.5. [...] [U]na fuente de prueba hace referencia a todo elemento
material o personal que tiene su origen fuera del proceso, siendo anterior a este e independiente de
él, es todo hecho en el que consta una noticia relacionada con un evento delictivo, pero que existe
fuera y al margen del proceso, además, es una realidad que existe per se, que se confecciona para verifi­
car un contrato, para manifestar una opinión, para transmitir una información, etcétera, no teniendo
una finalidad concreta e inmediata, pero sí puede servir en un proceso judicial que no existe, pero
que puede abrirse en el futuro, así fuente de prueba puede ser una fotografía, un libro -siempre que
contenga información relevante para el caso investigado-, entre otros, no hay limitación alguna, pues
todo acto material o personal en que conste una noticia referida a un hecho, tiene tal consideración y
puede tener acceso al proceso, a través de un concreto medio. [...] (Exp. N .° 19-2001-09-A. V. [Caso
Alberto Fujimori Fujimori0, de 30-12-2009, f. j. 1.4.5. Primera Sala Penal Transitoria. Texto completo:
cbit.ly/1VE5P51>).
§ 624. Prueba de ADN excluye al encausado de la presunta paternidad biológica, respecto de
la nina, supuestamente engendrada, como consecuencia de la violación sexual de una menor,
corresponder absolverlo de la acusación fiscal. Tercero. La premisa básica para expedir una sentencia
condenatoria, es que la misma se sustente en suficientes elementos probatorios que acrediten, de forma
clara y categórica, la culpabilidad del procesado en el hecho materia de imputación, por lo que a falta de
dichos elementos procede su absolución. Cuarto. En el presente caso, se tiene como elemento de cargo
la acusación del representante del Ministerio Público [...], sustentada en la sindicación de la menor
agraviada [...], quien sostuvo que fue víctima de violación sexual por parte del encausado [...] hasta en
tres oportunidades; las dos primeras habrían sucedido cuando ella tenía ocho años de edad y la última
cuando tenía doce. Asimismo, la imputación del Fiscal Superior se basa en que producto de la última
violación sexual la menor habría quedado embarazada; afirmación respaldada en la declaración de la
menor y en el certificado médico legal [...]. Sexto. Aunado a la información expuesta y como prueba
fundamental que contradice la tesis acusatoria se tiene el resultado de la prueba de A DN, que ha sido
remitida a este Supremo Tribunal [...]. [...] [Del] tenor [...] [del] resultado final de la prueba de A DN
[...], se tiene como resultado que el individuo [...] queda excluido de la presunta relación de parentesco
en condición de padre biológico [de la niña]. En tal sentido, al haberse descartado categóricamente que
el encausado es el padre biológico de la hija de la menor agraviada, producto de la supuesta violación
sexual, debe revocarse la condena impuesta. (R. N. N .° 1309-2016-Tumbes, del 25-01-2017, ff. jj. 3,
4 y 6. Primera Sala Penal Transitoria. Texto completo: <bit.ly/2ED07NC>).

§ 625. La prueba científica presenta conclusiones más fieles de la realidad y que dejan fuera de
margen cualquier aspecto subjetivo a interpretación. Prueba de ADN que reivindica la presunción
de inocencia. Décimo cuarto. Ante ello, el Oficio [...] del 27 de noviembre de 2014, y la Prueba de
A D N [...] aportados por el condenado, resultan efectivamente pruebas nuevas que no fueron o pudie­
ron ser conocidas durante el trámite regular del proceso, puesto que, tanto en la sentencia de primera
como la de segunda instancia, se recalcó la ausencia de dichos resultados (así como su intrascendencia).
D écim o quinto. Respecto a la capacidad de dichos documentos para establecer la inocencia del acu­
sado, se debe precisar que la prueba científica, a diferencia de las demás obtenidas durante el proceso
(testimoniales, indiciarlas, entre otras), presentan conclusiones fieles de la realidad y que dejan fuera de
margen cualquier aspecto subjetivo a interpretación. Es precisamente dicho valor, cercano a la realidad
de los hechos acontecidos, lo que permite otorgar mayor peso probatorio a los medios obtenidos a tra­
vés de medios técnicos y científicos, como lo es una prueba de ADN. Décimo sexto. En mérito a ello, se
tiene que la menor vinculó su embarazo a las agresiones sexuales a las que el acusado la sometió, lo cual
fue ratificado en su examen psicológico y contado a su padre (conforme lo que atestiguó este durante el
proceso). De modo tal que los resultados que niegan la paternidad del acusado respecto del menor V T
no solo quiebran la imputación en su contra sino que, además, contradicen la versión de la agraviada
♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL
Art.158 LIBRO SEGUNDO: LA ACTIVIDAD PROCESAL 316

y, con ello, también a las pruebas (y sus resultado) actuadas sobre la base de dicha sindicación; con lo
cual, estas se vuelven insostenibles y pierden validez probatoria para enervar la presunción de inocencia
con la que ingresó el acusado al proceso, y por ello se debe mantener vigente dicha garantía en atención
a la insuficiencia de otras pruebas. Décim o séptim o. De otro lado, resulta pertinente precisar que este
Colegiado Supremo, advierte en las sentencias recurridas, una deficiencia en su motivación, puesto que
la sentencia de primera instancia consideró probado el embarazo de la menor tan solo con prueba tes­
timonial (sindicación de la agraviada y su padre), mientras que la sentencia de vista obvió dar respuesta
al argumento del acusado (respecto a la prueba de ADN), al referir que ello no resultaba relevante al
caso de autos, pese a que ello sí fue materia de controversia y probanza en el juicio de primera instancia,
y como tal se encontraba en la obligación de revisar; tanto más si el delito materia de instrucción y
juzgamiento acarrea una sanción de cadena perpetua. Décimo octavo. En mérito a los considerandos
precedentes, esta Sala Suprema considera que la nueva prueba aportada por el acusado posee suficiencia
probatoria para desvirtuar los medios probatorios de primera instancia que sirvieron de sustento para
la condena, con lo cual se reivindica la presunción de inocencia que lo amparaba originalmente ante la
insuficiencia de pruebas para determinar la imputación fiscal en su contra. Por lo tanto, en atención a la
parte liminar, del numeral 1, del artículo 444, del Código Procesal Penal, corresponde declarar fundada
la demanda de revisión interpuesta por el recurrente y, actuando de instancia, absolverlo de la acusación
fiscal. (Revisión de Sentencia. N .° 312-2015-Lambayeque, del 13-03-2017, ff. jj. 14 al 18. Primera Sala
Penal Transitoria. Corte Suprema de la República. Texto completo: <bit.ly/2YiY0qb>).

§ 626. La prueba trasladada y otros tipos de prueba (prueba testimonial y prueba documen­
tal). Véase la jurisprudencia del artículo 261° del Código de Procedimientos Penales [§ 2242] . (R.
N . N .° 515-2016-Lima, del 11-01-2017, ff. jj. 4.2 al 4.5. Sala Penal Permanente. Texto completo:
<bit.ly/2HLQFKL>).

REMISIÓN

§ 627. Sobre la prueba ilícita. Véase la jurisprudencia del artículo VII del Nuevo Código Procesal
Penal [§ 95 ss.].

A rtícu lo 158: V aloración

1. En la valoración de la prueba el Juez deberá observar las reglas de la lógica, la ciencia y las máximas
de la experiencia, y expondrá los resultados obtenidos y los criterios adoptados.
2. En los supuestos de testigos de referencia, declaración de arrepentidos o colaboradores y situacio­
nes análogas, sólo con otras pruebas que corroboren sus testimonios se podrá imponer al imputado una
medida coercitiva o dictar en su contra sentencia condenatoria.
3. La prueba por indicios requiere:
a) Que el indicio esté probado;
b) Que la inferencia esté basada en las reglas de la lógica, la ciencia o la experiencia;
c) Que cuando se trate de indicios contingentes, éstos sean plurales, concordantes y convergentes, así
como que no se presenten contraindicios consistentes.

ACUERDO PLENARIO DE LA CORTE SUPREMA

§ 628. Delitos de violencia contra la mujer y los integrantes del grupo familiar. Ámbito pro­
cesal: Ley N.° 30364. Declaración de la víctima en los delitos contra la libertad sexual. La prueba
anticipada. Véase la jurisprudencia del artículo 19o de la Ley N .° 30364, Ley para prevenir, sancionar y
erradicar la violencia contra las mujeres y los integrantes del grupo familiar [§ 2648] . (Acuerdo Plenario
N .° 5-2016/CJ-116, de 12-06-2017, que estableció como doctrina legal los criterios expuestos en los
n o m o s & th e s is
317 SECCIÓN II: LA PRUEBA Art.158
ff. jj. 10° al 17°. X Pleno Jurisdiccional de las Salas Penales Permanente y Transitorias [EP, 17-10-2017,
Jurisprudencia, Año XXVI, N .° 1056, p. 7902]. Texto completo: <bit.ly/2sGTlDG>).
§ 628a. El delito fuente y la prueba indiciarla en el delito de lavado de activos. § 5. E l delito
fuente y la prueba en el delito de lavado de activos. 30. Como ha quedado expuesto, el delito de lavado de
activos requiere que previamente se haya cometido otro delito, cuya realización haya generado una ga­
nancia ilegal, que es precisamente lo que el agente pretende integrar a la economía y, en su caso, al sis­
tema financiero. Los denominados “delitos fuente” han sido precisados relativamente, en una suerte de
catálogo abierto, pues en la lista de once delitos, que siempre será del caso acotar, se agregan delitos si­
milares -obviamente graves: sancionados con penas privativas de libertad significativas y realizados ten-
dencialmente en delincuencia organizada- que generen ganancias ilegales -su lógica delictiva se engarza
en la generación de una ganancia económica que se pretenda sustraer del sistema de persecución estatal
para su incautación y decomiso-, con excepción del delito de receptación-. Así consta en el artículo 6o
de la Ley de lavado de activos -modificada por el Decreto Legislativo N .° 986, del 22 de julio de 2007­
. // 31. En orden a las exigencias del derecho probatorio penal es de tener en cuenta que a Ley Penal
contra el Lavado de Activos, desde la tipicidad objetiva, castiga tanto los actos de conversión y transfe­
rencia como los actos de ocultamiento y tenencia de dinero, bienes, efectos o ganancias de origen delic­
tivo -objeto material del delito-, que dificultan la identificación de su origen, su incautación o decomi­
so. Desde la tipicidad subjetiva, el tipo legal exige al agente, de un lado, el dolo directo, es decir, el
conocimiento seguro del origen ilícito del objeto delictivo, y, de otro, el dolo eventual, esto es, que sólo
pueda presumir el origen delictivo del referido objeto, que tenga la probabilidad de saberlo. Se castiga,
por consiguiente, ambas modalidades de dolo. Su conocimiento, por cierto, se refiere al hecho y sus
circunstancias pero no a la calificación jurídica; y éste -el dolo- ha de ser antecedente o concurrente en
la acción. Ahora bien, dos son las cuestiones relevantes que es del caso precisar: la determinación del
origen delictivo del dinero, bienes, efectos o ganancias, y el conocimiento de su origen ilícito. // 32.
Respecto de lo primero, el artículo 6o de la Ley establece que no es necesario que las actividades referidas
al delito fuente se encuentren sometidas a investigación, proceso judicial o hayan sido objeto de senten­
cia condenatoria. Ello reconoce simplemente que la vinculación de la actividad de lavado de activos con
el delito fuente no puede supeditarse a la estricta aplicación de las reglas de la accesoriedad que puedan
condicionar su naturaleza de figura autónoma y del bien jurídico, también autónomo, afectado por el
lavado. El delito fuente, empero, es un elemento objetivo del tipo legal -como tal debe ser abarcado por
el dolo- y su prueba condición asimismo de tipicidad. No es menester, como se ha indicado anterior­
mente, que conste acreditada la comisión mediante sentencia firme, ni siquiera que exista investigación
en trámite ni proceso penal abierto. Es decir, expresamente se ha descartado una prejudicialidad homo­
génea de carácter devolutiva. // 33. La prueba sobre el conocimiento del delito fuente y del conjunto de
los elementos objetivos del lavado de activos será normalmente la prueba indiciaría -no es habitual, al
respecto, la existencia de prueba directa-. En esta clase de actividades delictivas, muy propias de la cri­
minalidad organizada, la prueba indiciarla es idónea y útil para suplir las carencias de la prueba directa.
La existencia de los elementos del tipo legal analizado deberá ser inferida -a partir de un razonamiento
lógico inductivo, apoyado en reglas de inferencia que permiten llegar a una conclusión a partir de de­
terminadas premisas- de los datos externos y objetivos acreditados, conforme se ha establecido en la
Ejecutoria Suprema Vinculante N .° 1912-2005/Piura [§ 629], del 6 de septiembre de 2005 (Acuerdo
Plenario N .° 1-2006/ESV-22, del 13 de octubre de 2006). Los indicios han de estar plenamente acre­
ditados, así como relacionados entre sí y no desvirtuados por otras pruebas o contraindicios. El Tribunal
deberá explicitar el juicio de inferencia de un modo razonable. Como presupuestos generales -materia­
les y formales- en orden a la habilidad de la prueba indiciarla para constatar la realidad del delito de
lavado de activos, se requiere: A. Existencia de hechos base o indicios plenamente acreditados, que en
función a su frecuente ambivalencia, han de ser plurales, concomitantes al hecho que se trata de probar
e interrelacionados -de modo que se refuercen entre sí-. B. Entre los hechos base, apreciados en su glo-
balidad, y el hecho consecuencia ha de existir un enlace preciso según las reglas del pensamiento huma­
no [perspectiva material]. C. El razonamiento del Tribunal ha de ser explícito y claro, debe (i) detallar
y justificar el conjunto de indicios y su prueba, que van a servir de fundamento a la deducción o infe-
♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL
Art. 158 LIBRO SEGUNDO: LA ACTIVIDAD PROCESAL 318

renda, así como (ii) sustentar un discurso lógico inductivo de enlace y valoración de los indicios, que
aun cuando sucinto o escueto es imprescindible para posibilitar el control impugnativo de la racional
de la inferencia [perspectiva formal]. // 34. Desde luego no posible, por las propias características y el
dinamismo de la delincuencia organizada, así como por las variadas y siempre complejas actividades del
delito de lavado de activos -gran capacidad de camuflaje y hermetismo con que actúan las redes clan­
destinas de la delincuencia organizada, que se vale de un inagotable catálogo de técnicas o procedimien­
tos en continua transformación y perfeccionamiento-, establecer criterios cerrados o parámetros fijos en
materia de indicios y de prueba indiciaría en este sector delictivo. Empero, a partir de los aportes crimi­
nológicos, la experiencia criminalística y la evolución de la doctrina jurisprudencial, es del caso catalo­
gar algunas aplicaciones de la prueba indiciarla, sobre la base cierta de la efectiva determinación de actos
que sean susceptibles de ser calificados como irregulares o atípicos desde una perspectiva financiera y
comercial y que no vienen sino a indicar en el fondo la clara intención de ocultar o encubrir los objetos
materiales del delito. Así: A. Es de rigor examinar todos los indicios relativos a un incremento inusual
del patrimonio del imputado. Varios ejemplos de este incremento patrimonial pueden destacarse: ad­
quisición de bienes sin justificar ingresos que la expliquen, compra de bienes cuyo precio abona otra
persona, transacciones respecto de bienes incompatibles o inadecuados en relación a la actividad desa­
rrollada, etcétera. B. Se han de examinar aquellos indicios relativos al manejo de cantidades de dinero
que por su elevada cantidad, dinámica de las transmisiones, utilización de testaferros, depósitos o aper­
tura de cuentas en países distintos del de residencia de su titular, o por tratarse de efectivo pongan de
manifiesto operaciones extrañas a las prácticas comerciales ordinarias. Pueden ejemplificar estos supues­
tos, el transporte o posesión en efectivo de grandes sumas de dinero, incluso sin justificar su proceden­
cia; movimientos bancarios a cuentas instrumentales de grandes sumas de dinero que son luego trans­
feridas hacia paraísos fiscales; utilización de identidades supuestas o de testaferros sin relación comercial
alguna para el movimiento de dinero y su ingreso a cuentas corrientes de sociedades meramente instru­
mentales; cambio de divisas, constitución de sociedades, titularidad de vehículos por un testaferro, et­
cétera. C. La concurrencia, como indicio añadido, de inexistencia o notable insuficiencia de negocios
lícitos que justifiquen el incremento patrimonial o las transmisiones dinerarias. D. La ausencia de una
explicación razonable del imputado sobre sus adquisiciones y el destino que pensaba darles o sobre las
anómalas operaciones detectadas. La existencia de los indicios referidos a las adquisiciones y destino de
operaciones anómalas, hace necesaria una explicación exculpatoria que elimine o disminuya el efecto
incriminatorio de tales indicios -tal situación, conforme aclaró la Sentencia del Tribunal Europeo de
Derechos Humanos Salabiaku del 7 de octubre de 1988, no vulnera la presunción de inocencia en
tanto en cuanto tal presunción no tiene carácter irrefutable y no impide al afectado desarrollar actividad
probatoria dirigida a constatar la ausencia de responsabilidad en el hecho a través de causa que la exclu­
yen-. E. La constatación de algún vínculo o conexión con actividades delictivas previas o con personas
o grupos relacionados con las mismas. Ese vínculo o conexión -contactos personales, cesión de medios
de transporte, vínculos con personas condenadas por delitos graves: terrorismo, tráfico ilícito de drogas,
corrupción- ha de estar en función con un hecho punible en el que los bienes deben tener su origen, lo
que comporta la evidencia de una relación causal entre el delito fuente y el delito de lavado de activos.
Esta vinculación o conexión con actividades delictivas o con personas o grupos relaciones con las mis­
mas, podrá ir acompañada, por ejemplo, de aumento de patrimonio durante el período de tiempo de
dicha vinculación, y/o de la inexistencia de negocios lícitos que justifiquen el aumento de patrimonio.
// 35. El tipo legal de lavado de activos sólo exige la determinación de la procedencia delictiva de dine­
ro, bienes, efectos o ganancias que permita en atención a las circunstancias del caso concreto la exclu­
sión de otros posibles orígenes. No hace falta la demostración acabada de un acto delictivo específico,
con la plenitud de sus circunstancias, ni de los concretos partícipes en el mismo -lo contrario implicaría,
ni más ni menos, a concebir este delito como de imposible ejecución-; es suficiente la certidumbre sobre
su origen, conocimiento de la existencia de una infracción grave, de manera general. Ha de constatarse
algún vínculo o conexión con actividades delictivas graves -las previstas en el artículo 6o de la Ley- o con
personas o grupos relacionados con la aplicación de este tipo legal. El conocimiento, a título de dolo
directo o eventual, puede “...inferirse de los indicios concurrentes en cada casó” (artículo 6o, primer párra-
n o m o s & th e s is
319 SECCIÓN l¡: LA PRUEBA Art. 158
fo, de la Ley). En este mismo sentido se inclina el artículo 3°.3 de la Convención de Viena contra el
tráfico ilícito de estupefacientes y sustancias psicotrópicas, en cuya virtud el conocimiento, la intención
o la finalidad requeridas como elementos de tales delitos, podrán inferirse de las circunstancias objetivas
del caso. Es obvio que no bastarán las simples sospechas, recelos o dudas sobre la procedencia del dine­
ro, bienes, efectos o ganancias, sino que será precisa la certeza respecto al origen ilícito. Tal certeza, como
se ha indicado, puede provenir de la prueba indiciaría, que ha de acreditar la presencia antecedente de
una actividad delictiva grave -de las indicadas en el citado artículo 6o de la Ley- que permita en atención
a las circunstancias del caso concreto la exclusión de otros posibles orígenes, sin que sea necesario ni la
demostración acabada de un acto delictivo específico con todas sus circunstancias ni de los concretos
partícipes en el mismo. Salvo la confesión -muy inusual en estos casos, aunque no imposible-, los ele­
mentos subjetivos del tipo, por su propia naturaleza, al no poder percibirse por los sentidos no pueden
ser objeto de prueba en sentido estricto. Estos se obtienen a partir de los datos objetivos y materiales,
mediante juicio de inferencia. Sobre el particular ya se han fijado algunos criterios básicos en el parágra­
fo anterior. (Acuerdo Plenario N .° 3-2010/CJ-116, del 16-11-2010, ff. jj. 30-35 [hay que precisar que
son vinculantes los íf. jj. 7-38]. VI Pleno Jurisdiccional de las Salas Penales Permanente y Transitorias
[EP, 30-12-2010]. Texto completo: <bit.ly/lZhuIQX>).

EJECUTORIA SUPREMA VINCULANTE DE LA CORTE SUPREMA

§ 629. Requisitos materiales legitimadores de la prueba indiciaría para enervar el principio de


presunción de inocencia. Cuarto. Que, según lo expuesto inicialmente, la Sala sentenciadora sustentó
la condena en una evaluación de la prueba indiciarla, sin embargo, como se advierte de lo expuesto
precedentemente, no respetó los requisitos materiales legitimadores, única manera que permite enervar
el derecho a la presunción de inocencia; que sobre el particular, por ejemplo, se tiene lo expuesto por
el Tribunal Europeo de Derechos Humanos, en doctrina que se comparte, que la prueba por indicios
no se opone a esa institución [Asuntos Pahm Hoang contra Francia, sentencia del 25 de setiembre de
1992, y Telfner contra Austria, sentencia del 20 de marzo de 2001]; que, en efecto, materialmente, los
requisitos que han de cumplirse están en función tanto al indicio, en sí mismo, como a la deducción o
inferencia, respecto de los cuales ha de tenerse el cuidado debido, en tanto que lo característico de esta
prueba es que su objeto no es directamente el hecho constitutivo del delito, tal y como está regulado en
la ley penal, sino otro hecho intermedio que permite llegar al primero por medio de un razonamiento
basado en el nexo causal y lógico existente entre los hechos probados y los que se tratan de probar; que,
respecto al indicio, (a) éste -hecho base- ha de estar plenamente probado -por los diversos medios de
prueba que autoriza la ley-, pues de lo contrario sería una mera sospecha sin sustento real alguno, (b)
deben ser plurales, o excepcionalmente únicos pero de una singular fuerza acreditativa, (c) también
concomitantes al hecho que se trata de probar -los indicios deben ser periféricos respecto al dato fáctico
a probar, y desde luego no todos lo son-, y (d) y deben estar interrelacionados, cuando sean varios, de
modo que se refuercen entre sí y que no excluyan el hecho consecuencia -no sólo se trata de suministrar
indicios, sino que estén imbricados entre sí-; que es de acotar que no todos los indicios tienen el mis­
mo valor, pues en función a la mayor o menor posibilidad de alternativas diversas de la configuración
de los hechos -ello está en función al nivel de aproximación respecto al dato fáctico a probar- pueden
clasificarse en débiles y fuertes, en que los primeros únicamente tienen un valor acompañante y depen­
diente de los indicios fuertes, y solos no tienen fuerza suficiente para excluir la posibilidad de que los
hechos hayan ocurrido de otra manera -esa es, por ejemplo, la doctrina legal sentada por el Tribunal
Supremo español en la Sentencia del 25 de octubre de 1999 que aquí se suscribe-; que, en lo atinente a
la inducción o inferencia, es necesario que sea razonable, esto es, que responda plenamente a las reglas
de la lógica y de la experiencia, de suerte que de los indicios surja el hecho consecuencia y que entre
ambos exista un enlace preciso y directo. (R. N. N .° 1912-2005-Piura, del 6 de setiembre del 2005, £
j. 4 constituido precedente vinculante conforme al Acuerdo Plenario N .° 1-2006/ESV-22, del 13-10­
2006, £ j. 10. Pleno Jurisdiccional de las Salas Penales Permanentes y Transitorias de la Corte Suprema
de Justicia [EP, 29-12-2006]. Texto completo: cbit.ly/2IajWeW> [p. 8]).
♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL
Art. 158 LIBRO SEGUNDO: LA ACTIVIDAD PROCESAL 320

ACUERDOS PLENARIOS DE LA SALA PENAL NACIONAL Y JUZGADOS PENALES NACIONALES

§ 630. Utilización de la declaración del colaborador eficaz. Para ser utilizada en un requeri­
miento de medida coercitiva, deberá acompañarse con los elementos de corroboración del pro­
ceso de colaboración eficaz. Véase la jurisprudencia del artículo 472° del Nuevo Código Procesal
Penal [§ 1966]. (Acuerdo Plenario N . ° 02-2017-SPN, del 05-12-2017, que estableció como pautas
interpretativas para los órganos jurisdiccionales de este subsistema de administración de justicia penal,
los criterios expuestos en los íF. jj. 19 al 21. I Pleno Jurisdiccionales 2017 de la Sala Penal Nacional y
Juzgados Penales Nacionales. Texto completo: cbit.ly/2QdpWrB>).

JURISPRUDENCIA DE LA CORTE SUPREMA, DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL Y DE LA SALA PE­


NAL NACIONAL __________________________________________

VALORACIÓN DE LA PRUEBA

§ 631. Valoración de la prueba en el recurso de queja. Tercero. Que la valoración de la prueba no


es un elemento que integra la garantía genérica del debido proceso, sino las de presunción de inocencia
y motivación -que integra la garantía de tutela jurisdiccional-. La denuncia del imputado no incide en
una motivación constitucionalmente defectuosa -omisión de interpretar y valorar determinado medio
de prueba o valorar el conjunto de la prueba sin reglas objetivas de la sana crítica-, sino en una diferente
valoración de la prueba, lo que no es de examinar a través del recurso extraordinario de queja. En cuanto
a la fiabilidad, corroboración y suficiencia de la prueba, de autos aparece que la agraviada lo sindicó
como uno de los violadores, unida a la versión referencial de su enamorado J. D. V. y al mérito de la
pericia médico legal. Además, en sede preliminar, con la intervención del fiscal, el quejoso reconoció
haber ultrajado sexualmente a la agraviada. No existe, pues, vulneración a la presunción de inocen­
cia. [...]. (Queja N .° 350-2015-Junín, de 21-06-2016, £ j. 3. Sala Penal Transitoria. Texto completo:
<bit.ly/2HPe2ip>).
§ 632. Principio de relevancia. Cuarto. [Según] la interpretación dominante del principio de
relevancia, cualquier cosa que tenga algún significado o cierta utilidad en la búsqueda de la verdad
sobre los hechos, puede ser usada -al menos en principio-, como un medio de prueba; así una de las
clasificaciones sistemáticas más aceptadas en todos los sistemas probatorios, lo constituyen aquellas que
las catalogan como pruebas directas e indirectas, las primeras tienen que ver con la conexión existente
entre los hechos principales en controversia y el hecho que constituye el objeto material inmediato del
medio de prueba, contrariamente a estas, las pruebas indirectas están referidas a los medios de prueba
que versan sobre un enunciado acerca de un hecho diferente, a partir del cual se puede extraer razo­
nablemente una inferencia acerca de un hecho relevante, esto es, otro hecho intermedio que permite
llegar al primero por medio de un razonamiento basado en el nexo causal y lógico, existente entre
los hechos probados y los que se tratan de probar, denominada “prueba indiciaría”, a la que resulta
necesario recurrir para establecer la responsabilidad penal de los recurrentes en la comisión del delito.
(R. N . N .° 3099-2011-Ayacucho, del 27-09-2012, f. j. 4. Sala Penal Permanente. Texto completo:
<bit.ly/2cjZ9FN>).
§ 6 3 3 . Contenido de la prueba suficiente para condenar. Sexto. [...] [Todos] los datos indicia­
rlos, plurales y concordantes entre sí, son determinantes para sostener la solidez de la incriminación
de la víctima. Además, según la pericia psicológica [...], presentó una falta de control en sus impul­
sos sexuales [del encausado], [que] no tiene límites al respecto, la manipulación al sexo opuesto es
una característica de rasgo histriónico y oculta los hechos respecto de los vínculos con la agraviada
-minimiza su comportamiento sexual-. Existe, pues, prueba (personal, documental, documental
y material) (i) fiable, (ii) plural, (iii) inculpatoria y (iv) convergente entre sí, así como prueba (v)
suficiente. No existe, al respecto, duda razonable de su culpabilidad. No constan vacíos probatorios
esenciales. (R. N . N .° 1789-2017-Lima, del 13-08-2018, f. j. 6. Sala Penal Permanente. Texto
completo: <bitly/2HJI8XT>).

no m o s & th e s is
321 SECCIÓN II: LA PRUEBA A lt 158
§ 634. Dilucidar la responsabilidad penal, la valoración y suficiencia de los medios probatorios
corresponde a la judicatura ordinaria, por lo tanto, el proceso constitucional de babeas corpus
no debe ser utilizado como vía indirecta para revisar una decisión jurisdiccional final. 3. [...]
[El] Tribunal Constitucional, en reiterada jurisprudencia, ha precisado que dilucidar la responsabilidad
penal, la valoración y suficiencia de los medios probatorios le compete a la judicatura ordinaria. En ese
sentido, el proceso constitucional de habeos corpus no debe ser utilizado como vía indirecta para revisar
una decisión jurisdiccional final, en la medida en que esta implica un juicio de reproche penal sustenta­
do en actividades investigatorias y de valoración de pruebas. 4. En ese sentido, este Tribunal no puede
cuestionar el criterio jurisdiccional de los magistrados en materias que son de su exclusiva competencia
y realizar un reexamen de las pruebas que sirvieron de sustento para su condena, pues ello implicaría
que este Tribunal Constitucional se pronuncie sobre el Informe Especial N .° 58-2005-CG/OEA, el
Informe N .° 152-2005-CG/OEA, el informe pericial contable suscrito por W. y L., la evaluación de
los comentarios y aclaraciones del administrador David Espinoza Cori, la negativa cualidad otorgada
al gasto como sustento de la imputación delictiva a título de malversación de fondos, y las actuaciones
del ingeniero residente. Por lo que, en este extremo, es de aplicación el artículo 5, inciso 1, del Código
Procesal Constitucional. (Exp. N .° 06794-2015-PHC/TC, del 23-11-2016 [Web: 25-04-2017 / EP:
01-07-2017], ff. jj. 3 y 4. Texto completo: <bit.ly/2T3DV31>).
§ 635. Valoración de la declaración del colaborador eficaz. No es posible condenar al imputado
en base a versiones de los colaboradores o arrepentidos que no han sido corroborados o investi­
gados. Séptim o. [...] [En] materia de colaboradores o arrepentidos su sola sindicación no es suficiente
para concluir que el incriminado, en efecto, cometió la conducta delictiva atribuida. Hace falta especial­
mente prueba de corroboración externa a esos testimonios -otros elementos o medios de prueba-, como
exigencia derivada de la garantía de presunción de inocencia. Se trata de testimonio, en sí mismos,
de escasa credibilidad por los beneficios buscados por los arrepentidos -declaraciones intrínsecamente
sospechosas, como dice la Sentencia del Tribunal Europeo de Derechos Humanos [...], de suerte que
deben extremarse las precauciones para aceptar sus versiones y, con ellas, condenar por su solo mérito a
una persona. Octavo. [...] [No] se tiene ningún dato objetivo, incluso periférico, externo al testimonio
incriminador, que permita sostener verosimilitud de las incriminaciones [...]. (R. N. N .° 99-2017-Na-
cional, del 19-09-2017, ff. jj. 7 y 8. Sala Penal Permanente. Texto completo: <bit.ly/2EBuvYy>).
§ 636. Las pruebas de corroboración periféricas deben estar referidas no al ilícito en sí sino a
la autoría atribuida al imputado (denunciado, en este caso, por violación de una menor de edad).
Retractación de la víctima. Cuarto. [La] agraviada [...], en sede preliminar, con el concurso del Fiscal,
sindica [en el año 2004] al imputado y añade que huyó ante la denuncia que se interpuso contra él
[...]. Empero, diez años después, en el acto oral refirió que su primo no la violó, que salió embarazada
de un chico de 17 años llamado David -a quien conoció cinco meses antes y llegó solo a trabajar-, que
sindicó a su primo a instancias de su padre porque le atribuyó la sustracción dé quinientos soles, y que
si bien su primo vivía en casa más andaba en el campo [...]. Según la pericia psicológica realizada en el
año 2004, a inicios de la causa, la agraviada presenta trastorno de las emociones y registra indicadores de
probable daños cerebral y tiene una capacidad intelectual inferior al término medio [...]. [...] Séptim o.
[La] presencia de trastornos en las emociones que presentó la agraviada revela que las relaciones sexuales
que tuvo fueron impuestas e inusitadas. Pero es de apuntar que como no se está ante una imputación
persistente, corresponde examinar la presencia de otros indicadores o criterios que puedan confirmar las
iniciales inculpaciones -la exigencia de una corroboración externa al testimonio de la víctima, aunque
sea mínimo, es de vital importancia-. No se pudo realizar un examen de A D N por el fallecimiento del
hijo de la agraviada -luego la prueba científica en este punto deviene imposible-. La propia madre de
la agraviada avaló la retractación de su hija, al proporcionar una versión coincidente con la declaración
plenarial del imputado. La pericia psicológica del imputado no es prueba de cargo, pues no es categó­
rica, ni está apoyada por la pericia psiquiátrica. Si bien -como se anota en la primera pericia- en la lite­
ratura científica se hace mención a la existencia de individuos con personalidad con rasgos compulsivos
que han cometido delitos sexuales, ello en modo alguno puede evidenciar que, en este caso, el imputado

♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL


Art. 158 LIBRO SEGUNDO: LA ACTIVIDAD PROCESAL 322

tiene una significativa probabilidad de impulsos sexuales agresivos con menores de edad (no se enuncia
siquiera cuáles podían ser esos hallazgos particulares que denotarían tal posibilidad). Octavo. [S]iendo
así, no constan datos incriminatorios de corroboración periféricos -estos elementos de corroboración
deben centrarse en datos referidos, no al ilícito en sí, sino a la autoría atribuida al imputado-, aunque
sea mínimos, que permitan sostener con elevada probabilidad y con la correspondiente argumentación
racional que, en efecto, el imputado cometió el delito que se le atribuye, pese a la retractación de la
víctima y a la versión de la madre de esta última. No existe, entonces, un fundamento fáctico firme. (R.
N. N .° 450-2015-La Libertad, del 10-02-2017, f. j. 8. Primera Sala Penal Transitoria. Texto completo:
<bit.ly/2EF3jZ3>).
§ 637. La retractación de la víctima en caso de violación sexual debe estar dotada de coherencia
para que pueda ser considerada como prueba válida. 2.2. La imputación se basó en lo manifestado
por la adolescente agraviada ante la autoridad policial [...], quien refirió que el encausado era su ena­
morado, sin embargo, abusó sexualmente de ella. No obstante ello, en juicio oral [...] se retracto de
la incriminación y señaló que las relaciones íntimas fueron consentidas. [...] 2.6. En tal sentido, para
dotar de validez a la retractación de la víctima, se debe tener en cuenta lo establecido en el fundamento
26 del Acuerdo Plenario N .° 1-2011/CJ-l 16 [§ 790] [...]; y de la retractación presentada se aprecia:
2.6.1. Aspectos de carácter interno: i) existió debilidad en la declaración incriminatoria, puesto
que presentó la denuncia en el mes de mayo del 2009, y refirió que los hechos ocurrieron en el mes de
febrero del mismo año, es decir 4 meses después de sucedidos los hechos, ii) existe coherencia en el
nuevo relato, en tanto la agraviada señaló que se encontraba presionada por su señora madre, hecho
que se deduce de la presencia de su progenitora en la manifestación a escala policial [...] así como en
el examen Pericial Sicológico [...] en el cual incluso intervino e indicó que quiere que el encausado se
haga cargo de la situación, iii) razonabilidad de justificación de haber brindado una versión falsa,
por cuanto resultó embarazada y se encontraba presionada por su familia. 2.6.2. Aspectos de carácter
externo: i) No existió contacto entre el encausado con la víctima que permita inferir influencia
para variar de versión, la agraviada señaló que no se encontró con el encausado [...], lo que concuerda
con la versión señalada a escala preliminar, así como con la versión del procesado, ii) La intensidad de
las consecuencias negativas generadas con la denuncia en el plano económico, afectivo y familiar,
planteó la denuncia por presión de su ámbito familiar, asimismo no hubo relación de dependencia de
la víctima hacía el encausado. En tal sentido, la retractación de la víctima aceptable y adquirió mayor
coherencia que la sindicación primigenia. 2.7. Por tanto, en el proceso no existen pruebas de cargo
idóneas ni suficientes indicios sólidos que permitan establecer la responsabilidad del procesado; por el
contrario, las pruebas actuadas generaron duda con relación a la responsabilidad del agente, por lo que
la absolución declarada debe quedar firme. (R. N. N .° 1491-2016-Loreto, del 14-08-2017, ff. jj. 2.2,
2.6 y 2.7. Primera Sala Penal Transitoria. Texto completo: <bit.ly/2TdoeLR>).
§ 638. La retractación del testimonio inculpatorio por parte de las agraviadas no conlleva a
restarle mérito a las manifestaciones preliminares; más aún, si estas pueden ser corroboradas con
elementos externos. Q uinto. Durante la valoración de la prueba personal son frecuentes las ocasiones
en las que se verifican contradicciones parciales o absolutas entre lo declarado en el sumario judicial y
lo manifestado en el juicio oral. Generalmente, primero se otorga un relato incriminatorio y, posterior­
mente, se ofrece una versión exculpatoria. Siguiendo una perspectiva racional, esencialmente, son dos
los motivos que explican esta situación: o bien porque el transcurso del tiempo generó olvido en el de­
ponente (acusado, testigo o perito); o bien porque se está frente a una actitud dolosa de faltar a la ver­
dad. El primer motivo reduce la eficacia conviccional del testimonio, aunque no lo descarta plenamen­
te si se le suministran otros indicios plurales; en cambio, el segundo rescinde el valor probatorio de la
declaración. Sexto. Constituye un criterio admitido jurisprudencialmente que si bien la convicción
judicial debe formarse a partir de la prueba practicada en el plenario, en observancia de los principios
de inmediación y contradicción, ello no supone que en el caso de la prueba personal deba prevalecer
necesariamente lo allí manifestado, puesto que los órganos jurisdiccionales pueden optar por la versión
que ofrezca mayor grado de verosimilitud, en la medida que las declaraciones que consten en las dili-
n o m o s & th e sis
323 SECCIÓN II: LA PRUEBA Art. 158
gencias instructivas se hayan practicado respetando todas las garantías necesarias en resguardo de la le­
galidad del acto de investigación. Séptimo. Existiendo declaraciones en sentido opuesto, lo primordial
será dilucidar cuál de ellas, en concreto, detenta mayor peso epistemológico, en aras de asignarle eficacia
probatoria para decidir sobre el resultado final del proceso penal. En ese sentido, a juicio de este Tribu­
nal Supremo, es preciso definir tres mecanismos de cautela procesal: 7.1. En primer lugar, resulta nece­
sario que la declaración producida en la fase de investigación (inculpatoria o acusatoria) sea introducida
en el acto oral mediante su lectura, con la finalidad de ser sometida a contradicción. Es necesario adver­
tir que la lectura es permitida, pero no para ser valorada con efectos probatorios, sino con el propósito
de que el órgano de prueba exponga y aclare en el plenario lo pertinente. La lectura cumple con un
objetivo inductor para inquirir sobre el origen de las contradicciones o divergencias ocurridas. 7.2. En
segundo lugar, una vez incorporada la manifestación sumarial, se requiere que la misma sea corroborada
por otros hechos periféricos y concretos, a fin de obtener convencimiento objetivo sobre su credibilidad.
7.3. En tercer lugar, es imprescindible que la sentencia de mérito recoja de forma expresa los motivos
que llevaron al juzgador a proporcionar más credibilidad a la diligencia de investigación, en detrimento
de la prueba recabada en el juzgamiento, o viceversa. Es decir, que en caso de verificarse una deposición
primigenia de signo acusatorio, y otra posterior de cariz exculpatorio, el órgano judicial está compelido
a esgrimir una motivación cualificada sobre las razones y circunstancias que lo impulsaron a creer en
una u otra versión. Con mayor énfasis al tratarse de delitos sexuales. Octavo. La Sala Penal Superior, en
la sentencia de vista impugnada, a efectos de justificar su decisión absolutoria, disgregó su análisis jurí­
dico en cinco tópicos concretos, teniendo como denominador común que las retractaciones de las
agraviadas signadas con las iniciales D A M Q y BEUQ, acaecidas en el juzgamiento, detentaron valor
superior a las sindicaciones delictivas efectuadas originalmente. En lo sustancial, se dio por acreditado
que las menores poseían sentimientos de odio y rencor hacia el procesado LS (padrastro), porque siem­
pre las controlaba y no las dejaba salir, entre otros factores. Se refirió que estuvieron influenciadas por
su abuela, quien impulsó la mentira. Se destacó que la progenitora de las víctimas QG, en el plenario,
afirmó que estas fueron influidas por su madre (abuela de las afectadas) para que formulen denuncias
por violación sexual. Se aseveró que, en vista de que el citado acusado no contaba con un trabajo per­
manente y la estabilidad económica del hogar la otorgaba su cónyuge, no existieron razones para que las
agraviadas hayan modificado sus declaraciones motivadas por esta circunstancia. Finalmente, se glosa­
ron las conclusiones de los certificados médicos legales y los exámenes psicológicos. Respecto a los pri­
meros, no se esgrimió valoración específica. Y sobre los segundos, se precisó que no fueron concluyentes
y constituyen pruebas complementarias. Noveno. Teniendo en cuenta los fundamentos doctrinales ex­
puestos en contraste con la argumentación exhibida en la sentencia recurrida, se advierte que el Tribunal
Superior arribó a la conclusión de que las sindicaciones primigenias de las menores agraviadas D AM Q
y BEUQ, formuladas contra el acusado LS, estuvieron motivadas por sentimientos de odio y rencor, sin
que en la audiencia de apelación se hayan actuado medios de prueba corroborativos de tales móviles
espurios, para determinar que las versiones exculpatorias esgrimidas resultaron plenamente válidas.
Sobre la base de la afirmación de las víctimas se dio por establecido que fue su abuela quien las influen­
ció y orientó a ofrecer un relato incriminatorio, aun cuando la citada persona no concurrió a declarar
en segunda instancia. Como se anotó, en la mencionada audiencia no hubo actuación probatoria. D é­
cimo. Lo descrito, como tal, se constituye como un error lógico, pues en la sentencia impugnada no se
han descartado y/o enervado otras hipótesis alternativas, que siendo igualmente racionales pudieron
haber conducido a otro resultado fáctico: es una máxima de la experiencia aplicada a delitos sexuales
acaecidos en el seno familiar (y, por ende, clandestinos), que la retractación de las víctimas esté origina­
da por el influjo directo de algún familiar o incluso un tercero, que procura encubrir el hecho o la cul­
pabilidad del agente delictivo. Resultan esclarecedoras las especiales características de las víctimas en
delitos contra la indemnidad sexual, ante hechos que ellas desconocen, cuyo significado es desconocido
por su corta edad y que cuando el delito lo comete una persona de su entorno, les cuesta formular la
denuncia por miedo o por temores. Este escenario debió ser ponderado para confirmar o descartar el
presunto resentimiento. De haber ocurrido esto último (por ausencia de pruebas objetivas), las declara­
ciones primigenias se habrían mantenido incólumes y existiría proscripción para concederle un valor
♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL
Art. 158 LIBRO SEGUNDO: LA ACTIVIDAD PROCESAL 324

diferente al otorgado en primera instancia. Undécimo. El hecho de que exista retractación del testimo­
nio inculpatorio es un dato significativo, pero no conlleva inexorablemente a la imposibilidad de con­
ferir mérito a las manifestaciones preliminares, más aún si estas contaron con la presencia del represen­
tante del Ministerio Público y se constataron corroboradas por una serie de elementos externos. Tales
declaraciones, siguiendo un criterio objetivo de cercanía e inmediatez con el suceso criminal, revelan
datos específicos y contundentes, en un clima de espontaneidad manifiesto. Si una víctima de agresión
sexual, a pesar del perjuicio irrogado, ofrece un relato circunstanciado y lineal, con referencias fácticas
precisas y coetáneas, y sin recurrir a exacerbaciones, dicho testimonio resulta prueba valorable. Tendrá
virtualidad para fundar una condena penal, siempre que en el proceso investigativo vayan surgiendo
corroboraciones periféricas inequívocas, respecto a, por ejemplo, los signos físicos en su anatomía, o
sobre secuelas en su personalidad, entre otros. Duodécim o. Por otro lado, no resulta explicable, desde
un punto de vista lógico, que habiéndose reseñado el contenido y las conclusiones de las pericias prac­
ticadas (certificados médicos legales y exámenes psicológicos), seguidamente, no se haya efectuado una
valoración contextualizada. El Tribunal Superior no consideró en su evaluación jurídica que la sentencia
de primera instancia de fojas noventa y nueve dio cuenta de circunstancias anteriores concomitantes y
plurales sobre los eventos sexuales materia de imputación. No solo lo referente a que las víctimas
D A M Q y B E U Q inicialmente atribuyeron al procesado LS la autoría de los delitos sexuales en su per­
juicio, según consta de las declaraciones sumariales y en la data de los certificados médicos legales co­
rrespondientes (tocamientos y rozamientos en sus partes íntimas, así como la introducción del miembro
viril en la vagina); sino también que las mismas presentaron indicadores de afectación emocional com­
patibles con un evento traumático de índole sexual, asociado a la denuncia interpuesta contra el citado
encausado. Se descartó, por improbada, la tesis de que la inculpación fue formulada por razones de
venganza, se afirmó que los delitos fueron cometidos en el entorno familiar. La tesis contraria, es decir,
que la sindicación se originó por odio o resentimiento tangible (concebidos con anterioridad), debió ser
demostrada en la audiencia de apelación, mediante la incorporación de pruebas cuya valoración de la
Sala Penal Superior dimana del principio de inmediación. (Casación N .° 1441-2017-Apurímac, del
02-10-2018, ff. jj. 5 al 12. Sala Penal Permanente. Texto completo: <bit.ly/2ECEXxI>).
§ 639. La imputación en organizaciones criminales debe realizarse mediante los roles y los
comportamientos en conjunto. Décimo quinto. [...] [Para] dilucidar la situación jurídica de los invo­
lucrados en este proceso penal, es de tener presente que se trata de un delito cometido en los marcos del
funcionamiento de una estructura criminal. El modelo de imputación debe tener en cuenta el rol y el
comportamiento conjunto de todos los imputados, cuyas conductas se integran en orden a la finalidad
del plan criminal de la organización, vinculada al tráfico de drogas (injusto de organización e injusto
personal). Todos los hechos del conjunto de integrados a la organización, como de los vinculados a
ella, forman parte del hecho total o único de la estructura criminal actuante. No es, pues, un injusto
individual y, por ende, no puede tratarse de esa forma. De igual manera, la valoración de la prueba debe
asumir esos criterios de imputación, objetiva y subjetiva. La inferencia probatoria que corresponde, lue­
go de extraer el elemento de prueba y ordenar la información que resulte de ella, debe asumir las lógicas
de actuación de una organización criminal y las máximas de experiencia producto del conocimiento y
de la criminalística configurada para esta modalidad de injusto. (R. N. N .° 3227-2014-Lima, del 24­
08-2016, f. j. 13. Sala Penal Transitoria. Texto completo: <bit.ly/2CvEddB>).
§ 640. La retractación de la víctima en los delitos sexuales, durante el juicio oral, debe estar
corroborada por otros medios de prueba; y no vincula al juzgador, quien puede elegir la declara­
ción más fiable. 7. [Si] bien es cierto [la] agraviada se retractó de su imputación cuando fue examinada
en el Juicio Oral [...], negando haber tenido acceso carnal con el acusado [su padre]; sin embargo, tal
retractación no tiene sustento y no resulta creíble, pues no obran medios probatorios o prueba indiciaría
que la consolide para desconocer o invalidar su primigenia sindicación. Pero lo más grave de la conducta
procesal de la agraviada es que, sabiendo que el hijo que tuvo era producto de las relaciones sexuales
con su padre el acusado, negó temerariamente haber tenido algún acceso carnal con dicho acusado.
Al respecto, es importante resaltar la contradicción entre la declaración de la agraviada, prestada en el

n o m o s & t h e s is
325 SECCIÓN II: LA PRUEBA Art. 158
juicio oral, y uno de los agravios del recurso de nulidad interpuesto por la defensa técnica del acusado.
En efecto, la agraviada niega absolutamente, en todo tiempo, haber tenido acceso carnal con el acusado;
en cambio la defensa, acepta que su patrocinado sí tuvo acceso carnal, pero a los catorce años; lo que
significa que dicha agraviada no tuvo reparos en mentir y tratar de sorprender a los jueces de instancia;
conducta indeseable que se corrobora con el resultado de la prueba científica del ADN, [...] que acredita
que el hijo que alumbró la agraviada le pertenece al acusado por ser su padre; resultando obvio que fue
como consecuencia de las relaciones sexuales ya mencionadas. 8. Sobre la retractación de la agraviada
o víctima de los delitos sexuales; la experiencia judicial refleja que con posterioridad a una declaración
acusatoria, subyace, o bien una retractación absoluta, o bien la variación de ciertos episodios incluidos
en el relato primigenio. La estimación probatoria de una u otra, dependerá, exclusivamente, del nivel
de fiabilidad que conserve, enfocado tanto en la exposición coherente del relato, como de las corrobo­
raciones concretas y específicas; de tal manera que se establezca algún tipo de conexión objetiva entre
el acusado y los hechos objeto de imputación. La finalidad de la corroboración es la acreditación del
contenido de la sindicación formulada. (R. N. N .° 537-2015-Madre de Dios, del 20-02-2017, £ j. 7.
Segunda Sala Penal Transitoria. Texto completo: <bit.ly/20s2gPl>).

§ 641. Si bien por la inmediación le corresponde al juez de primera instancia valorar la prueba
personal, empero el tribunal superior puede controlar, a través del recurso de apelación, si dicha
valoración infringió las reglas de la lógica, la ciencia y las máximas de la experiencia. Vigésimo. En
relación a la valoración de la prueba personal, se advierte una motivación insuficiente, ya que la Sala Pe­
nal de Apelaciones no sustentó por qué razones compartió la argumentación del Juzgado Penal Colegia­
do, pues no se indicó cuál de las versiones de los testigos ofrece mayor credibilidad, si las brindadas en
la investigación preparatoria -con la garantía de la presencia de su abogado defensor y ante el fiscal- o la
que se rindió en juicio oral. Conforme se ha indicado, si bien por la inmediación corresponde al juez de
primera instancia valorar la prueba personal, empero el tribunal superior está posibilitado a controlar, a
través del recurso de apelación, si dicha valoración infringió las reglas de la lógica, la ciencia y las máxi­
mas de la experiencia. En este caso, debió controlar si las declaraciones fueron valoradas conforme a los
criterios establecidos por el Acuerdo Plenario N .° 2-2005-CJ/l 16 [§ 740] ya mencionado, y siguiendo
las pautas interpretativas establecidas en el R. N. N .° 3044-2004 [§ 741], que constituye precedente
vinculante, el mismo que aborda dos tópicos: retractación y no persistencia, y cuyos criterios resultan
aplicables al nuevo modelo procesal con los matices correspondientes. (Casación N .° 675-2016-Ica, de
11-04-2019, flf. jj. 16, 17 y 24. Sala Penal Transitoria. Texto completo: <bit.ly/2UEz4pR>).
§ 642. Las máximas de la experiencia no son verdades absolutas, por lo tanto, pueden llegar a
inaplicarse o ponerse en duda de acuerdo a las particularidades de cada caso. 4.4. Por otro lado,
con relación a los instrumentos o materiales que se encontraron en el inmueble, los mismos que se
habrían empleado para el acondicionamiento de la droga, es de señalar que la sola presencia del acu­
sado RA en el mismo lugar no importa un conocimiento automático de este sobre el particular; debe
recordarse que, en virtud del principio de proscripción de la responsabilidad objetiva, la responsabilidad
penal por el solo resultado no es de recibo en el modelo de Estado democrático actual. Asimismo, si
bien como producto del registro domiciliario correspondiente al inmueble donde domiciliaba el encau­
sado RA se hallaron determinados instrumentos, tales como cinta de luminio, adhesivo pegalotodo o
chisguete de silicona usado; lo cierto es que en la misma acta de registro de domiciliario se consigna que
se encontraron -y se adjuntan a la misma sus respectivos vouchers de compra [...] efectuadas en la tienda
Sodimac-. Con lo cual no resulta inverosímil lo sostenido por el encausado RA sobre el particular al
referir que realizó dichas compras con la finalidad de acondicionar cordeles y colgadores en el inmueble
que arrendaba, en vista de que el dueño no le permitía hacer arreglos en el mismo. Debe tenerse en
cuenta que las máximas de la experiencia no operan a manera de axiomas o verdades absolutas que inad­
miten prueba en contrario. En ciertos casos puede llegar a acreditarse fehacientemente su inaplicación
o, cuando menos, ponerse en seria duda su aplicación. Así, en el presente caso, si bien-como sostiene el
representante del Ministerio Público en su recurso de nulidad- no se usual que en un inmueble donde
se reside se tenga materiales que generalmente se emplean para el acondicionamiento de droga, tales

♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL


Art. 158 LIBRO SEGUNDO: LA ACTIVIDAD PROCESAL 326

como papel aluminio; lo cierto es que, con la explicación que el encausado brinda al respecto y con los
respectivos vouchers de compra que obran en los actuados, se determina que la referida máxima de la
experiencia no puede aplicarse al caso sub examine. (R. N . N .° 58-2017-Lima, del 05-09-2017, f. j. 4.4.
Sala Penal Permanente. Texto completo: <bit.ly/2Su9uTv>).
§ 643. Suficiencia probatoria para enervar el principio de inocencia. Método de la supresión
hipotética. Sexto. De la atenta lectura de las sentencias de primera y segunda instancia se advierte que
la condena se sustentó en el mérito de las declaraciones testimoniales de LERS -persona que auxilió a
la menor agraviada instantes después de haber sido víctima de tocamientos indebidos y que en la au­
diencia de juzgamiento reconoció físicamente al encausado MG-, de los trabajadores que participaron
en el techamiento de la casa en el que se produjo el hecho juzgado: PBR, JIM A y JA M C -padre del
imputado-; así como de LAAAy YMVJ, progenitores de la víctima y de los policías intervinientes en el
día de los hechos M AQ C y W RM C -quienes coinciden en señalar que el día de los hechos la menor,
indistintamente, les refirió que momentos previos había sido víctima de tocamientos indebidos y que
en ese mismo acto sindicó e identificó como el autor de tal hecho al imputado-, el dictamen pericial
psicológico de fecha 21 de febrero de 2009, realizado a la niña por la Psicóloga A M M C del Instituto
de Medicina Legal del Perú y la propia declaración del encausado. Así expuestos, los medios de prueba
invocados y el elemento probatorio que aportan cumplen el requisito de suficiencia probatoria. Que,
no obstante, se aprecia que al emitirse la sentencia de apelación, el Tribunal Superior obvió considerar
que la declaración referencial de la menor agraviada -de fojas veintiuno había sido excluida del acervo
probatorio en primera instancia -por haber sido obtenida sin las garantías y formalidades establecidas
por la ley procesal-; sin embargo, dicha circunstancia no ocasiona vicio en la sentencia de vista, pues
a la luz de lo actuado, tanto en primera como en segunda instancia, no era esencial ni decisiva para
resolver el caso judicial a su favor y enervar las demás pruebas de cargo e indicios que se verificaron
en su contra. Para apreciar si la prueba omitida es decisiva, se acude al método de la supresión hipo­
tética: la prueba será decisiva y su validez afectará de manera fundamental a la motivación cuando, su
supresión o reposición mental, genera conclusiones necesariamente distintas. En el presente caso, aun
suprimiendo hipotéticamente la declaración referencial de la menor agraviada prestada ante el repre­
sentante del Ministerio Público [...], no variaría el sentido de la decisión final adoptada en la sentencia
de condena -sé mantendría incólume pues existen otros elementos de convicción e indicios que fueron
utilizados, tanto por los Juzgadores de primera instancia como por el Tribunal de apelación, de acuerdo
a la sana crítica racional -tiene suficiente cimentación legal-. Por tanto, el motivo no puede prosperar.
(Casación N .° 73-2010-Moquegua, del 14-04-2011, £ j. 6. Sala Penal Transitoria. Texto completo:
<bitly/2SRnN16>).
§ 644. Objeto de la prueba. Máximas de la experiencia. Véase la jurisprudencia del artículo
156° del Nuevo Código Procesal Penal [§ 615]. (Queja N .° 85-2013-Lima, del 12-11-2013, f. j. 3.
Sala Penal Transitoria. Texto completo: <bit.ly/23UZ7XF>).
§ 645. Se incurre en nulidad insalvable si en la etapa de juicio oral se valora actuación proba­
toria que no fue sometida a conocimiento y debate por las partes. Tercero. Según reiterada juris­
prudencia del Tribunal Constitucional, las pruebas actuadas en el proceso penal deben ser valoradas de
manera adecuada y con la debida motivación, con el propósito de darle el mérito probatorio que tengan
en la sentencia y el justiciable pueda comprobar si dicho mérito ha sido efectiva y adecuadamente rea­
lizado [...]. Sexto. Desde la perspectiva procesal, igualmente, al recurrente se le reconocen derechos y
garantías. En cuanto a la actuación probatoria, esta se encuentra sujeta a lo establecido en los artículos
229, 232 y 237 del Código de Procedimientos Penales; ello es que la prueba a actuar en el juicio oral
solo puede ser llevada a cabo con el respeto de las reglas de su admisión, y queda vedado valorar aquello
que no ha sido sometido a contradictorio, pues la “sorpresa” en la valoración de actuación judicial que
no ha sido sometida a conocimiento y debate de las partes afecta la garantía del debido proceso. Sépti­
mo. En el presente, revisten gravedad los hechos incriminados y el contexto en que estos de realizaron,
de ahí que frente a un acto de violación contra menores, las autoridades deben llevar adelante el proceso
con determinación y eficacia, sin violentar las reglas del proceso, pues no es posible juzgar a costa de
n o m o s & th e sis
327 SECCIÓN II: LA PRUEBA Alt 158
todo, ya que tenemos obligaciones importantes dentro del sistema de justicia: el deber de debida dili­
gencia en la investigación y sanción y la aplicación adecuada del marco jurídico de protección. Octavo.
En el juicio oral llevado a cabo se advierte que el Colegiado Superior: I) Valoró la actuación probatoria
de un juicio oral quebrado, como la declaración de la menor de iniciales H. K. R. A., la confrontación
de esta con el recurrente y la declaración testimonial de KVPA, llevadas a cabo en la audiencia de fecha
13 de agosto de 2014 [...] que constituyeron una evaluación sorpresiva para el imputado, pues ni se
ofreció, actuó o dio lectura. II) Se descartó valorar las declaraciones de las menores H. K. R. A. y J. C.
P. M. a nivel policial, en presencia del representante del Ministerio Público, bajo el argumento de que
no participó el abogado defensor del procesado y, contradictoriamente, en la sentencia se señaló que la
manifestación policial de la primera de las mencionadas otorga verosimilitud de su relato, cuando antes
la había descartado por llevarse sin la garantía del contradictorio del recurrente, lo que evidentemente es
una afectación a la debida motivación de una decisión judicial. En consecuencia, se ha incurrido en cau­
sal de nulidad insalvable, por lo que amerita un nuevo juicio oral [...]. (R. N. N .° 2717-2016-Loreto,
del 21-06-2017, ff. jj. 3, 6 , 7 y 8. Primera Sala Penal Transitoria. Texto completo: <bit.ly/2EQTwb>).
§ 646. Los juicios de reproche penal de culpabilidad o inculpabilidad, así como la valoración de
las pruebas penales y su suficiencia, no competen a la justicia constitucional. 3. Que, en el presente
caso, este Tribunal advierte que lo que en realidad pretende el recurrente es que se lleve a cabo un reexa­
men de las resoluciones judiciales que lo condenaron por el delito de actos contra el pudor en agravio
de menor de edad, alegando con tal propósito la presunta vulneración de los derechos reclamados en
la demanda. En efecto, este Colegiado advierte que, sustancialmente, el cuestionamiento contra las
referidas resoluciones judiciales se sustenta en un alegato infraconstitucional referido a la valoración
de medios probatorios [...], cuestionamientos de connotación penal que evidentemente exceden el
objeto de los procesos constitucionales de hábeas corpus. 4. Que, al respecto, cabe destacar que el Tri­
bunal Constitucional viene subrayando en reiterada jurisprudencia que los juicios de reproche penal
de culpabilidad o inculpabilidad, así como la valoración de las pruebas penales y su suficiencia, no
están referidos en forma directa al contenido constitucionalmente protegido del derecho a la libertad
personal, toda vez que son aspectos propios de la jurisdicción ordinaria, que no competen a la justicia
constitucional [Cfr. RTC 02245-2008-PHC/TC, RTC 05157-2007-PHC/TC, RTC 00572-2008-
PH C /T C , entre otras]. (Exp. N .° 02304-2013-PHC/TC [caso Pablo Vicente Flores Tiznado], del
27-11-2013 [Web: 33-01-2014], ff. jj. 3 y 4. Texto completo: <bit.ly/2cbxFqL>).

§ 647. En respeto a los principios constitucionalmente definidos, es necesaria la valoración de


todas las pruebas dadas en el proceso y sentenciar respecto a las mismas. 3.1. El representante del
Ministerio Público cuestiona la absolución efectuada por el Colegiado Superior [...] al estimar que el
procesado es el autor del delito, por cuanto no se valoraron adecuadamente los medios probatorios ac­
tuados en el trámite del proceso. 3.2. Analizados los actuados, se advierte que en autos existen elementos
de juicio reveladores que acreditarían la responsabilidad del encausado en el presente delito dado que:
a) Se cuenta con la manifestación preliminar de la agraviada doña PC [...] donde sindica al procesado
como quien dentro de la mototaxi la comenzó a golpear en la cabeza con su mano, aplicándole puñetes,
y le pedía el dinero que le había visto sacar del cajero automático del Banco de Crédito de Santa Anita,
y al no entregarle el dinero la siguió golpeando. B) La versión de la agraviada fue corroborada con la
declaración del testigo presencial don VR (fs. 13-14), quien sostuvo que se encontraba en el paradero
de mototaxis cuando observó que dos varones subían a la fuerza a la agraviada. Uno de ellos tenía un
revólver y el otro un cuchillo, y ambos golpeaban a la agraviada. Asegura que lo amenazaron con la
pistola para que arranque el vehículo, lo que hizo por el temor a ser victimado; se dirigió al mercado
donde se detuvo, en ese momento la agraviada logró bajarse y gritó que la ayuden; la gente reaccionó y
los dos delincuentes que se encontraban en el interior de la motokar corrieron en diferentes direcciones,
siendo capturado el procesado. C) Del mismo modo, se cuenta con la declaración testimonial a escala
instruccional de V R [...], quien ratifica su declaración primigenia; además, al preguntársele si estuvo
presente en el momento de hacerle el registro personal al procesado dijo que la diligencia fue realizada
en la comisaría y que le encontraron el cuchillo. D) Conforme con lo señalado por el señor fiscal, no se

♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL


Art.158 LIBRO SEGUNDO: LA ACTIVIDAD PROCESAL 328

consideró que luego de perpetrar el hecho criminal los pobladores atraparon al procesado a quien se le
detuvo, esto es, en flagrancia; y posteriormente se le realizó la inspección, según el Acta de Registro Per­
sonal [...], donde se consignó habérsele encontrado una cuchilla con mango de goma de color amarillo.
3.3. En consecuencia, el Colegiado Superior no valoró adecuadamente los hechos ni compulsó suficien­
temente las pruebas; advirtiéndose que en autos aún subsisten cargos que vinculan al. encausado El con
la acusación, lo que evidencia la necesidad de nuevo juzgamiento de conformidad con lo establecido por
el segundo párrafo, del artículo 301, del Código de Procedimientos Penales, por lo que se debe declarar
nula la sentencia para que se analice bajo los principios de contradicción, oralidad e inmediación en la
que se determinará su culpabilidad o irresponsabilidad. [...] (R. N. N .° 2602-2014-Lima, del 21-11­
2016, ff. jj. 3.1 al 3.3. Primera Sala Penal Transitoria. Texto completo: <bit.ly/2HjGdsA>).
§ 648. El proceso constitucional de hábeas Corpus no debe ser utilizado como una vía indirecta
para revisar una decisión jurisdiccional final que implica un juicio de reproche penal sustentado
en actividades investigadoras y de valoración de pruebas. Cuarto, Si bien es cierto que la defensa
técnica del acusado hace mención a la no reincidencia de su patrocinado, sin embargo, nunca llegó a
sustentarla ni mucho menos hace mención a la Resolución Suprema N .° 8-2010-JUS publicado en
el diario oficial El Peruano con fecha 15 de enero del 2010, mediante la cual se le conmuta la pena al
procesado. Debiendo tenerse presente en este extremo la Resolución N .° 4 de fecha 14 de diciembre del
2015 emitida por el juez del Primer Juzgado de Investigación Preparatoria de Barranca mediante la cual
declara rehabilitado a dicho beneficiario. Por lo que, tal pretensión no puede ser amparada porque im­
plicaría que el juez constitucional se instituya como supra instancia de la vía ordinaria para llevar a cabo
un reexamen de una resolución judicial, lo cual, resulta improcedente, más aún si el Tribunal Constitu­
cional ya se ha pronunciado en reiteradas jurisprudencias, Exp. N .° 2692-2013-PHC/TC “ [...] que la
competencia para dilucidar la responsabilidad penal, la valoración de medios probatorios y la determi­
nación de la pena es exclusiva de la justicia ordinaria [...]”; por tanto, “ [...] el proceso constitucional de
hábeas corpus no debe ser utilizado como una vía indirecta para revisar una decisión jurisdiccional final
que implica un juicio de reproche penal sustentado en actividades investigadoras y de valoración de
pruebas, que determinan la pena que es impuesta, conforme a los límites mínimos y máximos estableci­
dos en el Código Penal” . En ese sentido, atender una pretensión como la postulada por la demandante
en representación del beneficiario implicaría revalorar los medios probatorios obrantes en el proceso,
realizar un análisis en cuanto a la conducta calificada como ilícita, verificar los elementos constitutivos
del delito, propósito que no compete ser resuelto por la justicia constitucional. Por otro lado, en cuanto
a una presunta vulneración al derecho de defensa, el Tribunal Constitucional ha señalado que el derecho
a la defensa comporta en estricto el derecho a no quedar en estado de indefensión en cualquier etapa
del proceso penal, en cual tiene una doble dimensión: una material, referida al derecho del imputado o
demandado de ejercer su propia defensa desde el mismo instante en que toma conocimiento de que se le
atribuye la comisión de determinado hecho delictivo, y otra forma, que supone el derecho a una defensa
técnica, esto es, al asesoramiento y patrocinio de un abogado defensor durante todo el tiempo que dure
el proceso. Además, han precisado que el derecho a no quedar en estado de indefensión se conculca
cuando los titulares de los derechos e intereses legítimos se ven impedidos de ejercer los medios legales
suficientes para su defensa; no obstante, no cualquier imposibilidad de ejercer esos medios produce un
estado de indefensión que atenta contra el contenido constitucionalmente protegido de dicho derecho,
sino que es constitucionalmente relevante cuando se genera una indebida y arbitraria actuación de órga­
no que investiga o juzga al individuo -Exp. N .° 582-2006-PA/TC; Exp. N .° 5175-2007-HC/TC-. Por
tanto, sostenemos que los procesos constitucionales no son instancia en la que pueden extenderse las
nulidades o impugnaciones del proceso judicial ordinario ante la disconformidad con lo resuelto ni con
la pena impuesta, ni tampoco pueden convertirse en un medio para articulación de estrategias de defen­
sa o como mecanismo mediante el cual subsanar negligencias y/o diferencias de defensa, máximo cuan­
do el accionante conto con defensa técnica de su libre elección, así como la sentencia conformada fue
emitida dentro de un proceso regular y al amparo de la norma respectiva. En ese sentido, siendo que el
hábeas corpus no puede ni debe ser realizado como vía indirecta para ventilar aspectos que son propios
de la jurisdicción ordinaria, esta juzgadora considera que la presente demanda de hábeas corpus debe
n o m o s & t h e s is
329 SECCIÓN II: LA PRUEBA Art. 158
desestimarse. (Exp. N .° 00202-2018-0-1301-JR-PE-02, del 24-04-2018, f. j. 4. Segundo Juzgado Penal
Unipersonal de Barranca. Corte Superior de Justicia de Huaura. Texto completo: <bit.ly/2NPexxl>).

§ 649. Los jueces deben explicar en modo suficiente las razones que sustentan su fallo, las
mismas que deben provenir no solo del ordenamiento jurídico vigente y aplicable al caso concre­
to, sino de los hechos debidamente acreditados con la prueba actuada. Quinto. [...] En esa línea,
según reiterada jurisprudencia del Tribunal Constitucional, las pruebas actuadas en el proceso penal
deben ser valoradas de manera adecuada y con la motivación debida, con el propósito de darle el mérito
probatorio que tengan en la sentencia, y que el justiciable pueda comprobar si dicho mérito ha sido
efectiva y adecuadamente realizado. Así, en la medida en que el objetivo principal del proceso penal es el
acercamiento a la verdad judicial, los jueces deben explicar en modo suficiente las razones que sustentan
su fallo, las mismas que deben provenir no solo del ordenamiento jurídico vigente y aplicable al caso
concreto, sino de los hechos debidamente acreditados con la prueba actuada, de modo que sea posible
conocer el sustento fáctico y el razonamiento en virtud de los cuales absuelve o condena a un inculpado,
constituyendo, a su vez, un principio constitucional y un derecho que permite a las partes procesales
comprobar si la respuesta dada al caso concreto deviene de una actividad racional adecuada y apoyada
con lo actuado en el proceso, y no como resultado de la arbitrariedad judicial. (R. N. N .° 2664-2014-
Lima, del 09-03-2016, £ j. 5. Sala Penal Transitoria. Texto completo: <bit.ly/2tMbigG>).
§ 650. Colaboradores eficaces no solo han reconocido al imputado fotográficamente mediante
fichas Reniec, sino que consolidaron ese recono cimiento con sus declaraciones en sede judicial,
donde todos coinciden al dar las características físicas. Terrorismo agravado. Cuarto. Pese a la
negativa del acusado [...] en el ilícito que se le imputa -terrorismo agravado-, se advierte que tanto el
delito como su responsabilidad se acreditan con la sindicación uniforme, coherente y persistente de los
colaboradores con clave CDT-0572, CDT-1010, CDT-1011 y CDT-1020, quienes narraron la forma
y circunstancias en que se produjeron los hechos. [...] Sexto. Los colaboradores con clave CDT-0572,
CDT-1010, CDT-1011 y CDT-1020 no solo han reconocido al imputado fotográficamente mediante
fichas RENIEC, sino que consolidaron ese reconocimiento con sus declaraciones en sede judicial, don­
de los cuatro coinciden al dar las características físicas del (c) “Roberto”. No se advierte tampoco una
sindicación gratuita por móviles turbios o espurios -no consta incredibilidad subjetiva alguna-, el relato
incriminador además está fortalecido con la declaración testimonial de YHI [...], quien es familiar de las
personas asesinadas, en la que precisa detalles de los hechos; así como con los protocolos de necropsia
de los integrantes de la familia F que fueron asesinados [...]. Así también, los testimonios de los colabo­
radores son uniformes, coherentes y han mantenido la persistencia de sus afirmaciones en el curso del
proceso. En esos términos es que se entiende que las pruebas actuadas y glosadas son suficientes para
enervar la presunción constitucional de inocencia y por ende sustentar una sentencia condenatoria.
(R. N. N .° 2372-2017-Lima, del 11-09-2018, f£ jj. 4 y 6. Sala Penal Permanente. Texto completo:
<bit.ly/2Gzu57h>).

§ 651. Los indicios deben tener conexión lógica sobre la comisión del acto delictivo para poder
enervar la presunción de inocencia. 21. Al respecto, es de apreciarse que dicha instancia tampoco ha
efectuado una valoración de la prueba indiciarla acorde con los cánones constitucionales [...]. Si bien
la sentencia absuelve parte de los cuestionamientos formulados por la favorecida respecto del mérito
probatorio de los indicios hallados en su contra, no cumple con sustentar la singular fuerza acredita­
tiva de tales indicios (dada su escasa pluralidad) en el caso, ni la conexión lógica que vincularía a tales
indicios con la comisión del acto delictivo por parte de la favorecida. El omitir estos requisitos en la
valoración de la prueba indiciaría anula la legitimidad de su uso, pues se estaría partiendo de una pre­
sunción de culpabilidad del imputado antes que de la presunción de inocencia. 22. Los argumentos a
los que recurre dicha instancia para inferir la responsabilidad de la recurrente resultan insuficientes, toda
vez que para atribuir responsabilidad penal a un justiciable no basta con descartar los contra indicios
presentados por la parte imputada, sino que luego de ello, corresponde al órgano jurisdiccional hacer
explícita la conexión lógica que vincula tales indicios con la comisión del acto delictivo que se imputa,
esto es, precisar qué regla de la lógica, máxima de la experiencia o conocimiento científico le llevan a
♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL
Art. 158 LIBRO SEGUNDO: LA ACTIVIDAD PROCESAL 330

deducir que el imputado participó en el ilícito, requisito que no se ha cumplido en el caso de autos y
que resulta más reprochable aún si se toma en cuenta que la Fiscalía Suprema correspondiente advirtió
los vicios de la sentencia recurrida en su oportunidad, sin que la Sala Penal Transitoria de la Corte Su­
prema de Justicia de la República haya expuesto las razones que la llevaron a apartarse del Dictamen N .°
741-2014- 1°FSP-MP. Por ello, tal y como ha ocurrido en casos similares (STC 07717-2013- H C/TC
[§ 349]), también corresponde estimar la demanda en este extremo. (Exp. N .° 491-2016-HC/TC, del
21-09-2018 [Web: 08-11-2018], ff. jj. 21 y 22. Texto completo: <bit.ly/2UqTG5M>).
§ 652. En vía constitucional no corresponde resolver la falta de responsabilidad penal, la sub-
sunción de la conducta en el tipo penal o la suficiencia de pruebas. 2. En el presente caso, se
evidencia que el recurso de agravio no está referido a una cuestión de Derecho de especial trascenden­
cia constitucional. Al respecto, un recurso carece de esta cualidad cuando no está relacionado con el
contenido constitucionalmente protegido de un derecho fundamental; cuando versa sobre un asunto
materialmente excluido del proceso de tutela de que se trata; o, finalmente, cuando lo pretendido no
alude a un asunto que requiere una tutela de especial urgencia. [...] 4. [...] [El] recurso interpuesto no
está referido a una cuestión de Derecho de especial trascendencia constitucional, toda vez que cuestiona
asuntos que no corresponden ser resueltos en la vía constitucional, como son la falta de responsabilidad
penal, subsunción de las conductas en un determinado tipo penal, la apreciación de los hechos, la va­
loración y la suficiencia de las pruebas en el proceso penal [...]. (Exp. N .° 01013-2016-PHC/TC, del
24-06-2016 [Web: 24-10-2016], ff. jj. 2 y 4. Texto completo: <bit.ly/2JomXNq>).
§ 653. Valoración de documentos extraprocesales (instrumentos expedidos por médicos ciru­
janos particulares). Décim o. Por otro lado, el Tribunal Superior afirmó que la señora AVS [pareja del
imputado y madre de la menor agraviada] presentó documentos [...] que demostraban que la menor
agraviada sufre de micosis vaginal que le produce escozor y que tiene el himen intacto. Este fue uno
de los argumentos que se usó para desestimar el reconocimiento médico legal [...] que estableció que
la víctima presentaba himen con desgarros pequeños [cuando el especialista médico lo ratificó en sede
judicial..., afirmó que la lesión se pudo haber producido por frotaciones en la vagina, lo que coincidía
con el relato de la menor agraviada]. Décim o prim ero. Se advierte de la revisión de estos instrumentos
que son expedidos por médicos cirujanos particulares que datan del 26 de abril, 24 de marzo y 28
de mayo de 2007, pero resulta extraño que recién lo haya presentado al proceso, el 11 de junio de
2014 [aproximadamente siete años después]. El segundo documento es una hoja de papel en blanco,
sin membrete, donde se ha escrito a mano que la menor agraviada no presenta signos de violencia
sexual. Décim o segundo. Al respecto, es pertinente señalar que se trata de documentos de naturaleza
extraprocesal, que se practicaron por médicos particulares y no se sujetaron a ninguna de las normas
procedimentales que regulan la práctica de las pericias procesales previstas, en el artículo 160 a 169,
del Código de Procedimientos Penales. Asimismo, no fueron ratificados en el juicio oral y sustentadas
por los especialistas que lo emitieron. Décimo tercero. El Tribunal Superior valoró estos documentos,
sin distinguir las dos fases concretas de la valoración: la valorabilidad de la prueba y la valoración de la
misma, en tanto lo primero nos indica cuales son los pasos previos que hay que realizar para poder valo­
rar el documento, es decir que haya sido producido de un modo jurídicamente correcto, y lo segundo,
nos permite [partiendo de la constatación de una prueba que se ha producido con sujeción a la Ley]
determinar el valor real que se le debe otorgar a esa prueba de cargo dentro del proceso penal. Décimo
cuarto. En ese sentido, tratándose de documentos privados de origen extraprocesal, en primer lugar,
se tenía que demostrar su autenticidad, en cuanto era necesario que se demuestre la certeza sobre las
personas que lo firmaron o elaboraron y que quien aparece como autor del documento lo sea en reali­
dad; sin embargo, el Tribunal Superior no lo demando [no citó a las personas presuntamente autoras
para que realicen el reconocimiento]. En segundo lugar, su autenticidad, pues era indispensable que los
autores de esos documentos expresen personalmente, en presencia judicial, que lo que aparece en ellos
como contenido del mismo, es lo que originalmente quisieron incorporar, pero tampoco se hizo en el
caso concreto. Esto era necesario porque tratándose de documentos privados expedidos por personas
naturales [que no ostentan la calidad de funcionarios y servidores públicos], no tienen por sí misma

n o m o s & th e sis
331 SECCIÓN II: LA PRUEBA Art. 158
presunción legal de autenticidad de la que gozan los documentos públicos. Por tanto, cuando las partes
presentan documentos privados tienen que procurar la comprobación de la autenticidad de los mismos
a través de algún medio probatorio complementario. Décimo quinto. Partiendo de esos reconocimien­
tos expresos, recién se procede a los interrogatorios de los especialistas que la emitieron [dentro de la
bilateralidad] respecto de las operaciones técnicas, científicas y las conclusiones emitidas, así como las
aclaraciones respectivas, por medio de las preguntas y repreguntas de las partes procesales y el Juez, y
luego recién se valorará. Décimo sexto. Que es un grave error que el Tribunal de Mérito suponga que,
en virtud del principio de la libre valoración, puede libremente basar su convencimiento en pruebas
extraprocesales que no cumplieron con los estándares mínimos de producción y actuación, en tanto no
tienen eficacia probatoria. (R. N. N .° 2484-2014-Ucayali, del 01-09-2016, ff. jj. 10 al 15. Sala Penal
Transitoria. Texto completo: <bit.ly/2EPQvPr>).

§ 654. El juez es libre al momento de obtener su convencimiento ya que no se encuentra vincu­


lado a reglas legales de valoración de prueba. Si su convencimiento se da a partir de la valoración
de la prueba indiciarla, deberá motivar explícitamente su razonamiento en sentencia. 2.1.3. El
órgano judicial tiene como presupuesto, para construir una resolución judicial, la prueba acopiada en
el proceso, la que no está limitada a la prueba directa, sino también a la prueba indiciaría, debiendo
resaltarse que entre ambas no existe diferencia ontológica, pues “es radicalmente falso que la prueba
directa coloque al juez en contacto directo con los hechos de la realidad, pues éstos sucedieron en el
pasado y lo único que se incorpora al proceso son afirmaciones acerca de tales hechos (...) siendo que
la diferenciación entre ambos tipos de pruebas -directas e indirectas- se basa en el número de pasos
inferenciales que hay que realizar, siempre menor en la prueba directa que en la indiciaría, en cuanto
que esta última siempre va a exigir de inferencias adicionales suplementarias al recaer sobre hechos de
carácter secundario o periférico” [...]. 2.1.4. Respecto a la prueba indiciaría, el Tribunal Constitucional
[...] ha precisado que “si bien el juez penal es libre para obtener su convencimiento porque no está
vinculado a reglas legales de la prueba y, entonces, puede también llegar a la convicción de la existencia
del hecho delictivo y la participación del imputado, a través de la prueba indirecta (prueba indiciaría
o prueba por indicios), será preciso empero que cuando ésta sea utilizada, quede debidamente explici-
tada en la resolución judicial; pues no basta con expresar que la conclusión responde a las reglas de la
lógica, las máximas de la experiencia o a los conocimientos científicos, sino que dicho razonamiento
lógico debe estar debidamente exteriorizado en la resolución que la contiene (...) Sobre el particular, la
doctrina procesál penal aconseja que debe asegurarse una pluralidad de indicios, pues su variedad per­
mitirá controlar en mayor medida la seguridad de la relación de causalidad entre el hecho conocido y el
hecho desconocido; sin embargo, también se admite que no existe obstáculo alguno para que la prueba
indiciarla pueda formarse sobre la base de un solo indicio pero de singular potencia acreditativa. En
cualquier caso, el indicio debe ser concomitante al hecho que se trata de probar, y cuando sean varios,
deben estar interrelacionados, de modo que se refuercen entre sí (...) así, el modelo de la motivación
respecto de la prueba indiciarla se desarrollará según la siguiente secuencia: hecho inicial-máxima de
la experiencia-hecho final. O sí se quiere, hecho conocido-inferencia lógica-hecho desconocido”. (R.
N. N .° 3739-2013-Lambayeque, del 24-06-2014, ff. jj. 2.1.3 al 2.1.4. Sala Penal Permanente. Texto
completo: <bit.ly/2V638vI>).

§ 655. La valoración de la prueba en los delitos cometidos a través de organizaciones delictivas


debe adaptarse a las características y modo de funcionamiento de las mismas. Quinto. Que es de
tener presente que el análisis y valoración de la prueba en los delitos cometidos a través de organiza­
ciones delictivas forzosamente debe adaptarse a las características y modo de funcionamiento de las
mismas, siendo a estos efectos impropio hacerlo con arreglo a las pautas de los delitos individuales; que,
como ya se anotó -e incluso aparece reiterado en las dos sentencias anteriores [...], debidamente confir­
madas por este Supremo Tribunal por Ejecutoria [...]- está acreditada la constitución de una organiza­
ción delictiva, lo que explica la multiplicidad de graves atentados contra el patrimonio, la libertad y la
vida e integridad corporal, ilícitos que como tales demandaron el concurso de numerosos miembros de
aquélla, los cuales eran conscientes de su adscripción a la asociación ilícita y asumieron roles definidos

♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL


Art. 158 LIBRO SEGUNDO: LA ACTIVIDAD PROCESAL 332

en los diversos momentos y lógicas de planificación, preparación y ejecución de los específicos delitos
que se perpetraron [...]. (R. N . N .° 1260-2004-Lima, del 21-07-2004, £ j. 5. Sala Penal Permanente.
Texto completo: <bit.ly/1sr 0 6 5 1>).
§ 656. Elementos que forman parte del contenido del derecho a la prueba. Véase la jurispruden­
cia del artículo 155° del Nuevo Código Procesal Penal [§ 605]. (Exp. N .° 4831-2005-PHC/TC [caso
Rubén Silvio Curse Castro], del 08-08-2005 [Web: 06-09-2006 / EP, 20-10-2006], íF. jj. 6 y 8. Texto
completo: <bit.ly/2DKwRRt>).
§ 657. El derecho a probar consiste también a que los medios probatorios sean admitidos y que
estos sean valorados de manera adecuada y con la motivación debida, con el fin de darle el mérito
probatorio que tenga en la sentencia. Véase la jurisprudencia del artículo 155° del Nuevo Código
Procesal Penal [§ 610]. (Exp. N .° 03997-2013-PHC/TC [caso Noemí Bessy Landdzuri Abanto], de 24­
11-2015, ff. jj. 8-10 [Web: 03-02-2016]. Texto completo: <bit.ly/2EjEv8Y>).
§ 658. Juez no puede condenar solo con la declaración de un testigo de oídas. Véase la jurispru­
dencia del artículo 166° del Nuevo Código Procesal Penal [§ 743]. (R. N . N .° 173-2012-Cajamarca,
del 22-01-2013, £ j. 3. Sala Penal Transitoria. Texto completo: <bit.ly/lTtbkgI>).
§ 659. Divergencias en detalles nimios, no enervan la uniformidad y coherencia entre los re­
latos de dos testigos. No se puede exigir coincidencia milimétrica en el relato de dos personas
distintas. La declaración del procesado es solo un medio de defensa, no de prueba. Véase la juris­
prudencia del artículo 166° del Nuevo Código Procesal Penal [§ 749]. (R. N. N .° 2550-2017-Callao,
del 19-06-2018, f£ jj. 3.15 y 3.16. Sala Penal Permanente. Texto completo: <bit.ly/2IUIrRQ>).
§ 660. Es inviable la obtención de muestra de voz de testigo para la pericia fonética sin su con­
sentimiento. Véase la jurisprudencia del artículo 21 I o del Nuevo Código Procesal Penal [§ 880]. (Exp.
N .° 00160-2014-246-500l-JR-PE-01 [Caso César Álvarez], del 03-03-2017, ff. jj. 2.3.2, 2.3.4, 2.4,
2.4.1, 2.4.2, 2.4.4, 2.4.5, 2.5.1, 2.5.2, 2.5.3, 2.5.4, 2.5.5 y 2.5.6. Primera Sala Penal de Apelaciones
Nacional. Texto completo: <bit.ly/2TR0FbN>).
§ 661. Debido a la deficiente valoración probatoria resulta necesario llevar a cabo un nuevo
juicio oral por otro Colegiado, debiendo realizarse un estudio minucioso y pormenorizado de los
autos y examinar a cada uno de los medios de prueba directos e indirectos -prueba indiciaría- que
asisten en el presente caso. Véase la jurisprudencia del artículo 283° del Código de Procedimientos Pe­
nales [§ 2269]. (R. N. N .° 1441-2016-Callao, del 19-07-2017, ff. jj. 3.3 y 3.4. Sala Penal Permanente.
Texto completo: <bit.ly/2VGu98F>).
§ 662. Valoración sesgada de los medios de prueba es causal de nulidad de la condena: no se ha
ponderado la declaración de los testigos presenciales. Véase la jurisprudencia del artículo 409° del
Nuevo Código Procesal Penal [§ 1681]. (R. N. N .° 1447-2015-La Libertad, de 23-03-2016, f f jj. 4-5.
Sala Penal Transitoria. Texto completo: <bit.ly/2fbFSup>).

PRUEBA INDICIARIA

§ 663. Marco teórico de los indicios. 4.8. La Corte Suprema siguiendo el método teórico de los
indicios ha establecido no sólo que ante la ausencia de pruebas directas cabe recurrir a la prueba indi­
ciarla, y que ésta debe ser examinada y no simplemente enunciada, sino que debe realizarse un análisis
global de los diferentes indicios que pueden presentarse en la causa, tales como los indicios de capacidad
comitiva, de oportunidad, de mala justificación y de conducta posterior. En otras decisiones insiste
en que la valoración de los indicios debe ser global, agregando como indicios objeto de análisis los de
móvil, actitud sospechosa y participación comisiva. En base a esta clasificación efectuada por la Corte
Suprema cabe analizar cada uno de los indicios que en su valoración global pueda enervar válidamente
la presunción de inocencia y que pueden aplicarse en el presente caso. [...] (R. N. N .° 1192-2012-Lima,
del 19-12-2012, £ j. 4.8. Sala Penal Transitoria. Texto completo: <bit.ly/ltfHg2R>).

n o m o s & t h e s is
333 SECCION II: LA PRUEBA Arí. 158
§ 664. Tipología de los indicios. [Que] luego de la instrucción y del juicio oral realizados en el
presente caso, existe una concurrencia de indicios que permiten concluir que el autor del ilícito inves­
tigado es el acusado AAAA o BBBB o C C C C, entre [...] [tales indicios] cabe destacar los siguientes:
a) Indicio de móvil: concretado en la participación del acusado en el reparto del botín obtenido con el
atentado criminal, que curiosamente resulta siendo proporcional a la cantidad de agentes que según
él, participaron en el asalto de la camioneta de transporte de caudales [...], pues el acusado refiere que
los asaltantes le “entregaron” la suma de cinco mil nuevos soles a fin de que no comunicara el hecho a
nadie; b) Indicio de oportunidad pues el acusado aprovechó su condición de chofer del referido vehículo
de transporte de caudales, con la finalidad de entregar éste a los demás agentes, cuya identidad omite
proporcionar por razones obvias; c) Indicio de malajustificación', pues sin motivo alguno hace abandono
de su centro de trabajo, no obstante aducir que nada tuvo que ver en el evento criminoso; y d) Indicio de
actitud sospechosa: pues luego de producidos los hechos, el acusado no comunica ello ni a la Delegación
Policial más cercana al lugar donde se produjeron los mismos y menos a la central de la compañía [...]
[de transporte de caudales], muy por el contrario decide marcharse a la ciudad de Trujillo e inclusive
cambia de identidad valiéndose de documentos falsificados [...]. (R. N. N .° 1787-98-Lima, del 02-07­
1998. Texto completo: Prado, Jurisprudencia, p. 228).

§ 665. Clases de indicios. Sétimo, [...] [Al] realizar la valoración sobre la prueba del hecho investi­
gado a partir de indicios [corresponde analizar:]. A. Indicio antecedente'. El indicio antecedente es el que
tiene lugar antes de la realización del hecho delictivo que está generalmente vinculada a la preparación
del delito [...]. B. Indicio de oportunidad materia'. Supone necesariamente la prueba de la existencia del
hecho delictivo, siendo preciso para ello probar que el acusado se encontraba en el lugar del delito, o
al menos en sus inmediaciones al momento de la comisión del delito. Como señala Jauchen, siendo
aceptado por el imputado este primer eslabón, debe pasarse a la evaluación de otros extremos como lo
autoría. Este tipo de indicio está referido a que se debe tener certeza de la presencia física del inculpado
en el lugar y momento de la comisión del delito [...]. C. Indicio de participación en el delito: Surge al
momento de la ejecución del delito y que permite inferir las circunstancias de la ejecución del delito y
que permite inferir las circunstancias en las que se habría cometido el delito y las personas que habrían
participado. A esta clase de indicios se le asigna una especial capacidad probatoria en razón de su obje­
tividad, por lo que autores como Ellero o Mittermaier los calificaron de “testigos mudos”. D. Indicio de
conocimiento'. También se aprecia un indicio de conocimiento del hecho punible [...]. E. Indicio de mala
justificación: El papel de este indicio, en la construcción de la prueba indiciarla, se limita en estricto,
a reforzar el carácter epistemológico de los indicios incriminatorios ya acreditados; al resultar desacre­
ditada la hipótesis fáctica explicativa (alternativa) ofrecida por el acusado. Es más, las circunstancias
incriminativas solamente se derrumban si el imputado da una explicación plausible de los datos reco­
gidos contra él, reforzándose, por el contrario, si dicha explicación es deficiente o inventada [...]. (R.
N . N .° 2257-2015-Apurímac, del 23-02-2017, f. j. 7. Segunda Sala Penal Transitoria. Texto completo:
cbit.ly/2TNw9zL>).

§ 666. Requisitos para que los indicios enerven la presunción de inocencia. Los indicios graves
o cualificados que llegan a ser acreditados, pueden conseguir enervar la presunción de inocencia.
Registro de llamadas telefónicas. Séptim o. [...] Con esta finalidad se requiere que se cumplan con
determinados requisitos formales y materiales, a fin de distinguirla de las simples sospechas [...]. En
el primer caso, en lo formal, se debe indicar en la sentencia (i) cuáles son los hechos base o indicios
plenamente acreditados y que van a servir de fundamento a la deducción o inferencia; y, (ii) el razo­
namiento a través del cual, partiendo de los indicios se ha llegado a la convicción del acaecimiento del
hecho punible y la intervención en el mismo del acusado. En el segundo caso, desde el punto de vista
material, es preciso que se cumplan determinados requisitos en relación a los indicios y a la inferencia.
Así, en el primer aspecto, es imprescindible: (i) que los indicios estén plenamente acreditados; (ii) que
los indicios tengan una naturaleza inequívocamente incriminatoria; (iii) que los indicios sean plurales
o siendo único que posea una singular potencia acreditativa; (iv) que los indicios sean concomitantes
al hecho que se trate de probar; y, (v) que los indicios estén interrelacionados, cuando sean varios, de

♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL


Art. 158 LIBRO SEGUNDO: LA ACTIVIDAD PROCESAL 334

modo que se refuercen entre sí. Igualmente, en el segundo aspecto material, respecto de la inferencia o
deducción, es necesario (i) que la inferencia sea razonable, es decir, que responda a las leyes de la lógica
o a las máximas de la experiencia; y, (ii) que de los hechos base acreditados -indicios- fluya, como con­
clusión natural, el dato precisado de acreditar, existiendo entre ambos un enlace preciso y directo según
las reglas del criterio humano (por todos: STSE 73/2011, de 22 de febrero) -la inferencia ha de ser
concluyente para justificar una condena (STCE 103/1998, 8 de junio), en función, además, de pruebas
válidas y suficientes (STSE 586/2010, de 10 de junio)-. Octavo. [Al] respecto, es de enfatizar que la
encausada G. era titular de dos teléfonos celulares y que ambos teléfonos registran llamadas en la fecha
de los hechos; luego, se descarta, primero, que el primer teléfono [...] estuviera fuera de su esfera de
dominio; y, segundo, que no tenga relación con el segundo teléfono [...], respecto del cual ni siquiera se
indicó que también se le había robado. De otro lado, permite afirmar fundadamente, ante el registro de
llamadas mutuas -uno de los cuales incluso con el condenado R.- que, en efecto, se encontraba en Pasco
y, en el día y hora de los hechos, cerca del lugar del robo. Tal conclusión, igualmente, revela que esas
llamadas no podían tener otra finalidad que coordinar la ejecución del robo, para lo cual los ejecutores
materiales iban premunidos de armas de fuego, que ante la oposición de las víctimas, las utilizaron dis­
parándoles con nítida intención homicida. Estos indicios, acreditados con la información de la empresa
de telefonía, respecto de la cual no existe cuestionamiento alguno en relación a su consistencia técnica,
tienen el carácter de indicios graves o cualificados. Estos indicios, por su propia naturaleza, acrecientan
de modo muy relevante la probabilidad de que la hipótesis acusatoria se corresponda con la realidad,
pues conforme a normas ordinarias de experiencia puede deducirse racionalmente de los mismos la
realidad de los hechos delictivos [...]. No consta en autos prueba de lo contrario ni contraindicios
consistentes. Tampoco se advierte que las inferencias aplicadas son ilógicas, inconsecuentes o insufi­
cientes. (R. N. N .° 409-2018-Pasco, del 25-07-2018, f. j. 8. Sala Penal Permanente. Texto completo:
<bit.ly/2tOnEF5>).
§ 667. La pluralidad de indicios, concomitantes y relacionados entre sí, sin contraindicios
sólidos, puede enervar la presunción de inocencia. 3.1. En materia de prueba indiciaría, los requi­
sitos que han de cumplirse están en función tanto del indicio, en sí mismo, como a la adecuación o
inferencia, respecto de los cuales ha de tenerse el cuidado debido, en tanto que lo característico de esta
prueba es que su objeto no es directamente el hecho constitutivo del delito, tal y como está regulado en
la ley penal, sino otro hecho intermedio que permite legar al primero por medio de un razonamiento
basado en el nexo causal y lógico existente entre los hechos probados y los que se trata de probar. 3 .8 .
La imputación del agraviado fue verosímil, coherente y uniforme al describir cómo ocurrió el robo en
su agravio; denunció inmediatamente los hechos y, el mismo día, se ubicó el vehículo de color blanco,
el cual reconoció [...]. 3.9. [...] No se probó que el encausado haya conformado parte del grupo que
ejecutó la amenaza y violencia contra el agraviado, a fin de robarle el vehículo, sino que condujo el
vehículo de color blanco que prestó asistencia a los asaltantes [...]. 3.10. En el proceso no se cuenta con
prueba directa que vincule al encausado con el robo materia de juzgamiento; sin embargo, su respon­
sabilidad está plenamente probada con los indicios plurales, concomitantes e interrelacionados entre sí,
antes descritos, sin contraindicios sólidos, por lo que resultan suficientes para enervar la presunción de
inocencia que le asistía; por lo tanto, no son atendibles los agravios expuesto en su recurso, debiendo
confirmarse recurrida en todos sus extremos. (R. N. N .° 2094-2014-Santa, del 29-10-2015, ff. jj. 5 y
6. Sala Penal Transitoria. Texto completo: <bit.ly/2TlHEgO>).
§ 668. Indicios de ubicuidad en el lugar de los hechos, mala justificación y participación en el
delito. Sexto. Respecto al imputado LAML; en autos se aprecian hechos indicadores que determinan su
participación en el evento delictivo. Así tenemos: 6.1. Indicio de ubicuidad en el lugar de los hechos.
Al igual que su coimputada VS, el encausado LAML fue intervenido a bordo del vehículo de placa de
rodaje COC-819, marca Mitsubishi, modelo Canter Turbo, donde se halló la droga, y no justificó mí­
nimamente su presencia en el lugar, como lo desarrollará en líneas que a continuación se detallan. 6.2.
Indicio de mala justificación o coartada falsa. Conforme se señaló en el párrafo anterior, el imputado
LAM L no brindó explicación coherente o uniforme sobre su presencia a bordo del camión donde se
n o m o s & th e sis
335 SECCION I!: LA PRUEBA A rt.158
incautó la droga. Sus dichos son contradictorios faltos de uniformidad. [...] 6.3. Las precisiones antes
anotadas evidencian que no se cuentan con una justificación verosímil sobre el motivo del viaje y la pre­
sencia del procesado M .L en el vehículo donde se halló la droga; ello permite concluir, válidamente, la
concurrencia del indicio de participación en el delito o capacidad comitiva del mismo; al pretender | /
otorgar visos de legalidad al viaje como acompañante para la compra de mercadería. Conociendo de
la participación de quienes también abordaron el vehículo, pues mientras TTVO conducía el camión,
JVS se encargaba de distribuir los gastos del viaje, para ello, ésta encausada tenía en su poder el dinero ; .
que se le incautó, conforme ya se precisó en los considerandos correspondientes. 6.4. La prueba indi­
ciaría valorada en líneas precedente (la cual se encuentra interrelacionada, conforme fue desarrollada en
los considerando respectivos) permite arribar, válidamente y más allá de toda duda razonable, sobre la
suficiente convicción de la participación del acusado en el evento delictivo; por lo tanto, la decisión que
adoptó la Sala Penal Superior se emitió conforme a Ley. (R. N. N .° 2789-2015-Lima, del 16-05-2017,
f. j. 6. Sala Penal Permanente. Texto completo: <bit.ly/2FEiLoZ>).
§ 669. Límites desde el control casacional de la prueba por indicios. Octavo. Es relevante pun­
tualizar que, desde el control casacional de la prueba por indicios, este Supremo Tribunal en su labor
tiene dos límites. El primero se refiere a la acreditación de los indicios declarados probados por la Sala
Sentenciadora, pues si lo han sido mediante prueba directa no es posible su cuestionamiento, ya que
tanto el principio de inmediación -ya señalado- y la propia naturaleza del recurso de casación impi­
den que no se pueda entrar en el ámbito valorativo fáctico propio de tribunal sentenciador (artículos
425 numeral 2 y 432 numeral 2 del Código Procesal Penal-, en relación con las pruebas de descargo
practicadas o con las manifestaciones exculpatorias del acusado -quien proporciona una versión fáctica
alternativa que el juez puede estimar convincente o bien inverosímil-. El segundo, referido al control de
la racionalidad de la inferencia, no implica la sustitución del criterio valorativo del órgano jurisdiccional
de mérito por este órgano de casación. La ponderación de elementos incriminatorios y de descargo debe
ser respetada, pues constituye el núcleo de la función enjuiciadora de dichos órganos jurisdiccionales,
siempre que responda a las reglas de la lógica, las máximas de experiencia y los conocimientos científicos
(Conforme: STSE 171/2000, de 14 de febrero). (Casación N .° 300-2018-Sullana, de 04-12-2018, f. j.
8. Sala Penal Permanente. Texto completo: <bit.ly/2SoNUzP>).
§ 670. Prueba directa y prueba indirecta. Decimosexto. [En] el presente caso, no solo se tiene,
desde la perspectiva clasificatoria referida al objeto sobre el que recae la actividad probatoria, (i) la
denominada ‘ prueba indirecta” -dirigida a la prueba de hechos a partir de los cuales puede inferirse la
existencia del hecho principal o presunto-, del que da cuenta las pruebas periciales, documentales y per­
sonales ya indicadas; sino también (ii) la denominada “prueba directa” -dirigida a acreditar el supuesto
de hecho del precepto legal cuya aplicación solicita la Fiscalía-. En efecto, respecto de esta última, dos
encausados en sede plenarial no solo han reconocido los hechos y su intervención delictiva -al punto
que se conformaron con la acusación, lo que fue denegado inicialmente por el Tribunal Superior [...]-,
sino que han referido cómo se realizó el delito y la intervención de determinados encausados en su
comisión. [...] (R. N. N .° 2648-2016-E1 Santa, de 25-08-2017, fi j. 16. Primera Sala Penal Transitoria.
Texto completo: <bit.ly/2p5EAny>).
§ 671. L a prueba directa complementada con la prueba indiciaría puede enervar la presunción
de inocencia si es que dan certeza al juez del hecho punible. Noveno. En base a la prueba directa
e indiciaría ya evaluada, este Supremo Tribunal se encuentra convencido sobre la culpabilidad del en­
causado L., en el delito que se le imputa [autor del delito de tráfico ilícito de drogas tipo agravado].
Y es que, entre la actividad probatoria desplegada, la naturaleza de las evidencias de cargo actuadas y
valoradas [prueba personal e indiciarla] y la mala justificación traducida en las incoherencias anotadas;
existe una conexión racional, precisa y directa, por ser esta última una inferencia categórica deducida
de la sucesión de los hechos declarados probados; no existiendo una hipótesis alternativa al curso causal
de acontecimientos, que posibilite decantar en una conclusión diferente [sí es responsable penalmente].
(R. N. N .° 727-2015-Cusco, del 17-02-2017, £ j. 9. Segunda Sala Penal Transitoria. Texto completo:
<bit.ly/2Hwj733>).
♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL
Art. 158 LIBRO SEGUNDO: LA ACTIVIDAD PROCESAL 336

§ 672. Ante la inexistencia de prueba directa se debe recurrir a la prueba indiciaría. La prueba
indiciarla debe contener ciertos elementos a fin de enervar la presunción de inocencia. Décimo .
En el presente caso, aun cuando no existe prueba directa para acreditar el acuerdo colusorio, se debe
recurrir a la prueba indiciarla para probar la ocurrencia del delito, en ese sentido, la Sala Penal Perma­
nente de la Corte Suprema de Justicia de la República en el Recurso de Nulidad N .° 1912-2005-Piura
[§ 629], emitió la ejecutoria vinculante respecto a la prueba indiciarla señalando que los elementos de
esta son los referidos al indicio y la inferencia lógica, debiendo cumplirse las siguientes reglas: i) H a de
estar plenamente probado por los diversos medios de prueba que autoriza la Ley, pues de lo contrario
sería una mera sospecha sin sustento real alguno, ii) Deben ser plurales, o excepcionalmente únicos,
pero de una singular fuerza acreditativa, iii) Deben ser concomitantes al hecho que se trata de probar, iv)
Deben estar interrelacionados, cuando sean varios, de modo que se refuercen entre sí y que no excluyan
el hecho consecuencia. En ese sentido, se verificará si las irregularidades descritas en la acusación fiscal,
conforman indicios del delito de colusión. (R. N. N .° 597-2015-Pasco, del 10-02-2016, f. j. 10. Sala
Penal Permanente. Texto completo: <bit.ly/2HMMWvg>).
§ 673. Prueba penal indirecta y prueba indiciaría. Necesidad de motivación. 24. [...] [Si]
bien los hechos objeto de prueba de un proceso penal no siempre son comprobados mediante los
elementos probatorios directos, para lograr ese cometido debe acudirse a otras circunstancias fácticas
que, aun indirectamente sí van a servir para determinar la existencia o inexistencia de tales hechos.
De ahí que sea válido referirse a la prueba penal directa de un lado, y a la prueba penal indirecta de
otro lado, y en esta segunda modalidad que se haga referencia a los indicios y a las presunciones. En
consecuencia, a través de la prueba indirecta, se prueba un “hecho inicial -indició”, que no es el que se
quiere probar en definitiva, sino que se trata de acreditar la existencia del “ hechofin al - delito” a partir
de una relación de causalidad “ inferencia lógica. [...] 25. [Si] bien el juez penal es libre para obtener
su convencimiento porque no está vinculado a reglas legales de la prueba y, entonces, puede también
llegar a la convicción de la existencia del hecho delictivo y la participación del imputado, a través de
la prueba indirecta (prueba indiciaría o prueba por indicios), será preciso empero que cuando ésta
sea utilizada, quede debidamente explicitada en la resolución judicial; pues no basta con expresar que
la conclusión responde a las reglas de la lógica, las máximas de la experiencia o a los conocimientos
científicos, sino que dicho razonamiento lógico debe estar debidamente exteriorizado en la resolu­
ción que la contiene. 26. Justamente, por ello, resulta válido afirmar que si el juez puede utilizar la
prueba indirecta para sustentar una sentencia condenatoria, y si ésta, a su vez, significa la privación
de la libertad personal, entonces, con mayor razón, estará en la obligación de darle el tratamiento
que le corresponde; solo así se podrá enervar válidamente el derecho a la presunción de inocencia,
así como se justificará la intervención al derecho a la libertad personal, y por consiguiente, se cum­
plirán las exigencias del derecho a la debida motivación de las resoluciones judiciales, conforme a
las exigencias previstas por el artículo 139°, inciso 5, de la Constitución. En ese sentido, lo mínimo
que debe observarse en la sentencia y que debe estar claramente explicitado o delimitado son los
siguientes elementos: el hecho base o hecho indiciarlo, que debe estar plenamente probado (indicio);
el hecho consecuencia o hecho indiciado, lo que se trata de probar (delito) y entre ellos, el enlace o
razonamiento deductivo. Este último, en tanto que conexión lógica entre los dos primeros debe ser
directo y preciso, pero además debe responder o sujetarse plenamente a las reglas de la lógica, a las
máximas de la experiencia o a los conocimientos científicos. Sobre el particular, la doctrina procesal
penal aconseja que debe asegurarse una pluralidad de indicios, pues su variedad permitirá controlar
en mayor medida la seguridad de la relación de causalidad entre el hecho conocido y el hecho desco­
nocido; sin embargo, también se admite que no existe obstáculo alguno para que la prueba indiciaría
pueda formarse sobre la base de un solo indicio pero de singular potencia acreditativa. En cualquier
caso, el indicio debe ser concomitante al hecho que se trata de probar, y cuando sean varios, deben
estar interrelacionados, de modo que se refuercen entre sí. 27. Asimismo, cabe recordar que el razo­
namiento probatorio indirecto, en su dimensión probatoria, éxige que la conclusión sea adecuada,
esto es, que entre los indicios y la conclusión exista una regla de la lógica, máxima de la experiencia o
conocimiento científico, y que, como dijimos supra, el razonamiento esté debidamente explicitado y
n o m o s & th e sis
337 SECCIÓN II: LA PRUEBA Art. 158
reseñado en la sentencia. Y es que, a los efectos del control de calidad del curso argumental del juez
(control del discurso), ello supone mínimamente que de su lectura debe verse cuál o cuáles son los
indicios que se estiman probados y cuál o cuáles son los hechos a probar. Pero además, se exige que
se haya explicitado qué regla de la lógica, máxima de la experiencia o qué conocimiento científico
han sido utilizados, y si hubieran varios de estos, por qué se ha escogido a uno de ellos. Es decir, que
el órgano jurisdiccional debe explicitar el razonamiento a través del cual, partiendo de los indicios,
ha llegado a la convicción de la existencia del hecho delictivo y la participación del imputado, con el
objeto de garantizar hasta el límite de lo posible la racionalidad de su decisión (examen de suficiencia
mínima). Con este único afán, este Colegiado Constitucional considera que es válida, por ejemplo,
la vigencia práctica de un cierto control, incluso del uso de las máximas de la experiencia, pues, de
no ser así, cualquier conclusión delirante sería invulnerable, convirtiéndose así en una paradójica
garantía de discrecionalidad judicial incontrolada. 28. Sobre lo mismo, cabe señalar que, si bien la
convicción es individual o personal del juzgador, también lo es que mínimamente debe exteriorizarse
el proceso razonable lógico utilizado para llegar a dicha convicción. Entenderlo de otro modo su­
pone la aceptación práctica del hecho de que el juez pueda situarse potestativamente por encima de
un deber constitucional, inequívocamente impuesto. Y es que, desde una perspectiva estrictamente
constitucional, no se puede establecer la responsabilidad penal de una persona y menos restringir la
efectividad de su derecho fundamental a la libertad personal a través de la prueba indiciaría, si es que
no se ha señalado debidamente y con total objetividad el procedimiento para su aplicación. Ello aquí
significa dejar claro cómo hay que hacer las cosas, es decir, las sentencias, si se quiere que definitiva­
mente se ajusten al único modelo posible en este caso: el constitucional. (Exp. N .° 728-2008-PHC/
T C [caso Giuliana Llam oja Hilares], del 13-10-2008 [Web: 23-10-2008 / EP, 08-11-2008], íf. jj.
24-28. Texto completo: <bit.ly/2GdCQ6h>).

§ 674. Triple control de la prueba indiciaria. Criterios para que la conclusión incriminatoria
sobre la base de prueba indiciaria pueda ser tenida por válida. Primero. Que, en principio, la moti­
vación descansa tanto en la declaración de hechos probados cuanto en la interpretación y aplicación de
las normas jurídicas materiales que rigen tanto el injusto penal y la culpabilidad cuanto las reglas sobre
la medición judicial de la pena, así como los criterios de imputación civil y quantum de la reparación
civil. Es de distinguir, por tanto, entre motivación sobre los hechos y motivación sobre la aplicación
del derecho. No existe, pues, motivación en sí, sino aquella referida básicamente a un tipo legal, a sus
exigencias normativas y al juicio de adecuación típica, entre otros. Los hechos que deben probarse, en
un primer ámbito, son aquellos que exige la norma jurídico penal para estimar el hecho penalmente an­
tijurídico y culpable. [...] Quinto. Que, en atención a la relación entre motivación fáctica y presunción
de inocencia, es de acotar que el examen de esta última garantía importa un triple control: juicio sobre
la prueba, juicio sobre la suficiencia y juicio sobre la motivación y su razonabilidad. La corrección de
la prueba indiciaria se encuentra en el juicio sobre la suficiencia probatoria, mientras que la corrección
de la motivación se encuentra en el juicio de razonabilidad. En materia de prueba indiciaria, para que
la conclusión incriminatoria pueda ser tenida por válida es preciso: 1. Que los hechos indicadores o
hechos-base sean varios y viertan sobre el hecho objeto de imputación o nuclear -deben estar, por lo
demás, interrelacionados y ser convergentes: deben reforzarse entre sí y ser periféricos o concomitantes
con el hecho a probar-. 2. Que los indicios estén probatoriamente bien y definitivamente acreditados.
3. Que la inferencia realizada a partir de aquéllos, por su suficiencia, sea racional, fundada en máximas
de experiencia fiables -entre los hechos indicadores y su consecuencia, el hecho indicado, debe existir
una armonía que descarte toda irracionalidad de modo que la deducción pueda considerarse lógica: el
enlace ha de ser preciso y directo-. 4. Que cuente con motivación suficiente, en cuya virtud el órgano
jurisdiccional deberá expresar en la motivación los grandes hitos o líneas que lo condujeron a la deduc­
ción conforme al artículo 158° apartado 3 del Nuevo Código Procesal Penal -tiene que exteriorizar los
hechos que están acreditados, o indicios, y sobre todo que explicite el razonamiento o engarce lógico
entre el hecho base y el hecho consecuencia y, finalmente, que este razonamiento esté asentado en las
reglas del criterio humano o en las reglas de experiencia común o en una comprensión razonable de la
realidad normalmente vivida y apreciada conforme a los criterios colectivos vigentes (STCE 124/2001,
♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL
Art. 158 LIBRO SEGUNDO: LA ACTIVIDAD PROCESAL 338

de 4 de junio)-. A final de cuentas, la deducción realizada por el tribunal sentenciador debe implicar un
raciocinio lógico e inteligible que a través de varios indicios objetivos sobre hechos no delictivos -datos
objetivos fiables-, permite llegar al hecho consecuencia ya conculcador del precepto penal (STSE de 15
de abril de 1997). En la conformación del análisis integral para la configuración de la prueba indiciaría,
desde luego, no puede dejarse de tener presente lo que se entiende como “prueba en contrario” y “con­
traprueba” . En este último supuesto se ubica el contraindicio, que es la contraprueba indirecta, y que
consiste en la prueba de algún hecho con el que se trata de desvirtuar la realidad de un hecho indiciado,
al resultar incompatibles tales hechos entre sí o al cuestionar aquel hecho la realidad de éste, debilitando
su fuerza probatoria [...]. (Casación N .° 628-2015-Lima, del 05-05-2011 y 6, ff. jj. 1 y 5. Sala Penal
Transitoria. Texto completo: <bit.ly/2IKNsfi>).
§ 675. Para la aplicación de la prueba indiciaría se debe expresar el razonamiento deductivo
que internamente se realizó para obtener, de los hechos probados, las premisas conclusivas. Pecu­
lado por apropiación de bienes de un almacén. Sexto. La vinculación funcional es de estricta base ju­
rídica y se configura por el cargo que ostentaba el procesado R [a quien se le imputa haberse apropiado
de una laptop y de 5 cámaras digitales] como jefe de almacén. No obstante, en virtud de la estructura
organizativa de la citada área, se aprecia que el ámbito de vigilancia de los bienes recaía también en los
servidores públicos Y y A, aunque se indicó que este último estaba de vacaciones cuando se interpuso la
denuncia; lo cierto es que no se aprecia una fecha precisa de la sustracción de los bienes estatales. Luego,
la falta de violencia sigue siendo insuficiente para vincular al encausado de forma determinante con la
apropiación, pues las llaves del almacén no solo eran manejadas por este y los otros servidores públicos,
sino que todos los que pasaron por aquella oficina contaban con un juego de llaves [...]. Séptimo. El
Ministerio Público invocó la aplicación de la prueba indiciarla para sustentar el juicio de condena,
mas omitió expresar el razonamiento deductivo que internamente realizó para obtener, de los hechos
probados, las premisas conclusivas. Aun cuando se superará ello, los indicios no son unívocos, es decir,
no apuntan inconcusamente a la responsabilidad del encausado con el hecho delictivo [...]. Octavo. Las
exigencias de prueba fiable, corroborada y suficiente que constituyen el núcleo de las reglas de prueba
que integran la presunción de inocencia no se cumplieron en el presente caso. El Tribunal Superior
resolvió acertadamente el conflicto. La pérdida de bienes, aun en formas sospechosas, no es suficiente
para imputar una conducta de apropiación al encausado R.; tampoco lo es su rol de encargado ni la
falta de violencia que se ejerció para la sustracción, pues existían otras personas que tenían las mismas
facultades de disposición que aquel. (R. N. N .° 2869-2017-Madre de Dios, del 18-10-2018, ff. jj. 6 al
8. Sala Penal Permanente. Texto completo: <bit.ly/2VBAplx>).
§ 676. No es posible conferirle mérito probatorio autónomo al indicio de coartada falsa o
inverosímil del acusado. Si luego de la valoración de la prueba practicada, el resultado que de ella
se deriva no es concluyente; entonces, debe resolverse en favor del acusado, por duda. Sexto. En
el contexto del proceso penal, la presunción de inocencia adquiere diversa connotación, lo que permite
disgregarla en derechos más específicos, que rigen ámbitos de aplicación distintos. Será concebida,
entonces; como un principio informador de los procedimientos de investigación; como una regla de
tratamiento del imputado durante el proceso penal, como una regla de prueba y como regla de juicio.
De ello trasciende que, para el caso analizado, será conveniente ahondar en la presunción de inocencia,
como regla de prueba y consecutivamente como regla de juicio. Sétim o. Es pertinente señalar, que la
presunción de inocencia, actúa como regla de juicio para los casos en que no se ha alcanzado el conven­
cimiento suficiente, para dictar una sentencia condenatoria. De modo tal que, cuando tras la valoración
de la prueba practicada, el resultado que de ella se deriva no es concluyente; entonces, debe resolverse en
favor del acusado, por duda. La única manera posible de emitir una condena penal, es cuando se haya
alcanzado el grado de convicción razonable de la culpabilidad. El principio indubio pro reo se deriva
indirectamente del principio de culpabilidad, pues si, de acuerdo con él, una condena exige el conven­
cimiento de la culpabilidad, toda duda en este presupuesto debe impedir la declaración de la misma.
Así las cosas, a criterio de este Tribunal Supremo, los requisitos para enervar la presunción de inocencia,
se restringen, básicamente, a dos aspectos elementales: a. concurrencia de prueba de cargo suficiente; y

n o m o s & th e sis
339 SECCIÓN II: LA PRUEBA Art. 158
b. admisión y actuación de la prueba con el debido respeto a los derechos fundamentales. [...] Décimo
quinto. Lo anterior, sin embargo, no constituye un criterio único y excluyeme en el análisis de la prue­
ba indiciada. Sobre la mala justificación, es importante aclarar que un posible escenario de respuestas
contradictorias tampoco puede constituir, en sí mismo, un indicio de responsabilidad. La razón de esta
justificación adquiere connotación constitucional, desde la perspectiva del derecho fundamental a no
confesarse culpable y a no declarar contra sí mismo. El papel del indicio de coartada falsa o inverosímil
del acusado es restringido, pues sólo debe limitarse a robustecer indirectamente el valor epistemológico
de los indicios incriminatorios previamente acreditados; por lo que, no es posible conferirle mérito pro­
batorio autónomo. Más aún cuando, los procesados, a diferencia de los testigos, no tienen la obligación
de decir la verdad, y les asiste el derecho a guardar silencio. La actitud mendaz del imputado, con inci­
dencia en su situación jurídica, tiene carácter contingente y limitado, y no se erige, automáticamente,
como un indicio inequívoco de responsabilidad, si es que, ex ante, no convergen otras pruebas sólidas
que lo avalen. Otorgarle validez a un escenario contrario, esto es, compeler a los imputados a declarar
con la verdad en todo momento, simplemente, no tiene asidero alguno en la realidad, ya que, dicha
prerrogativa escapa a las facultades probatorias del juzgador. En todo caso, aquello se justificaría en un
contexto de “presunción de la culpabilidad”, lo que está proscrito por el orden constitucional, según lo
estipulado en el artículo 2, numeral 24, literal “e” de la Constitución Política del Estado. [...] Décimo
octavo. [...] [Este] Tribunal Supremo considera que no existe prueba suficiente, actuada válidamente
durante el plenario, que desvirtúe el derecho fundamental de presunción de inocencia de la acusada
ZNBR; por lo que la sentencia absolutoria debe ser confirmada por insuficiencia probatoria, de con­
formidad con lo dispuesto por el artículo 284 del Código de Procedimientos Penales. Los recursos de
nulidad interpuestos por el señor fiscal adjunto superior y la parte civil, deben ser desestimados. (R.
N. N .° 1956-2016-Ayacucho, del 10-08-2017, ff. jj. 6, 7, 15 y 18. Corte Suprema de Justicia. Texto
completo: <bit.ly/2F94xvI>).

§ 677. La concertación (en el delito de colusión), ante la ausencia de prueba directa, se puede
establecer mediante prueba indirecta o indiciaría. Cambio del título de intervención, de cómplice
a autor, no vulnera el principio de interdicción de la reforma peyorativa. Procedimiento de adqui­
sición irregular en donde el valor de los bienes adquiridos estaba sobrevalorados. Octavo. [...] Es
claro que los funcionarios públicos niegan el concierto y lo quieren referir al hecho de la acreditación
de contactos personales entre sí y con los proveedores para justificar la lógica fraudulenta. En clave
probatoria, empero, lo que se debe verificar es la existencia de una concertación pública que se produce
a través de una concertación entre funcionarios públicos competentes e interesados. La concertación,
ante la ausencia de prueba directa -testigos presenciales o documentos que consignen la existencia de
reuniones, contactos, y acuerdos indebidos-, se puede establecer mediante prueba indirecta o indiciaría.
Por ejemplo, (t) si el procedimiento de contratación pública fue irregular en sus aspectos fundamentales
o más relevantes -verbigracia: celeridad inusitada, inexistencia de bases, interferencia de terceros, falta
de cuadros comparativo de precios de mercado, elaboración del mismo patentemente deficiente, ausen­
cia de reuniones formales del comité, o subsanaciones’ o cregularizadones5ulteriores en la elaboración
de la documentación, etcétera-; (ii) si la convocatoria a los participantes fue discriminatoria y con
falta de rigor y objetividad -marcado favoritismo, lesivo al Estado, hacia determinados proveedores-; y,
(iii) si los precios ofertados -y aceptados- fueron sobrevalorados o los bienes o servicios ofrecidos y/o
aceptados no se corresponden con las exigencia del servicio público o fundamento de la adquisición, .
es razonable inferir que la buena pro solo se explica por una actuación delictiva de favorecimiento a
terceros con perjuicio del Estado [en el presente caso, el procedimiento de adquisición fue irregular,
además el valor de los bienes adquiridos estaban sobrevalorados]. [...] Décimo prim ero. [Es] de resaltar
que se calificó la intervención del Director de la U G EL [...] como de complicidad primaria, lo que
constituye un error de subsunción pues era el máximo directivo de esa institución pública y le corres­
pondía velar por la correcta asignación y utilización de recursos, al punto que por su máximo cargo le
correspondía estar bajo su control y supervisión los fondos institucionales, tanto más si en el presente
caso decidió las adquisiciones y se involucró en el procedimiento llevado a cabo al efecto. Cabe acotar
que el título de intervención, entonces, es de autor. Tal cambio en tal título de intervención no vulnera
♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL
Art. 158 LIBRO SEGUNDO: LA ACTIVIDAD PROCESAL 340

el principio de interdicción de la reforma peyorativa porque ésta se circunscribe a la pena impuesta:


artículo 300 inciso 1 del Código de Procedimientos Penales, la que no se modifica. Tampoco infringe
el principio de contradicción porque lo esencial son los hechos perpetrados, los que no se modifican, y
porque de ellos fluye esa calificación del título de intervención delictiva, que por lo demás así lo solicitó
la Fiscalía Superior en la acusación de fojas mil trece. El iura novit curia -el Juez conoce el Derecho-,
en cuanto principio procesal de aplicación general en el proceso jurisdiccional, no tiene por qué ser
excluido en sede penal, en la medida en que incluso esta calificación de autoría no es sorpresiva para el
imputado ni le causa agravio adicional (artículo VII del Título Preliminar del Código Civil). (R. N. N .°
1722-2016-Del Santa, de 23-01-2017, ff. jj. 8 y 11. Primera Sala Penal Transitoria. Texto completo:
<bit.ly/2DoCdBA>).
§ 678. La prueba indiciaría toma hechos acontecidos en la realidad (debidamente verifica­
dos), llamados “dato cierto” y, sobre ellos, a través de una inferencia lógica llega a establecer la
responsabilidad del encausado en el hecho delictivo (en este caso, robo agravado a víctimas que
araban de retirar dinero de un banco). 3.1. El [procesado] recurrente, al fundamentar sus agravios,
sostiene que ninguno de los agraviados lo sindica como una de las personas que haya participado en
los hechos [robo agravado, en la modalidad de asalto mediante un vehículo a bordo de tres sujetos que
intercepta a las víctimas de otro auto para arrebatarles el dinero retirado de un banco] y si bien J [uno
de los testigos] -quien se encontraba en el tercer piso del local de la empresa y que al frente de esta se
suscitó el ilícito penal- anotó el número de placa del vehículo que participó en el evento delictivo, no
se consideró que la distancia existente entre ambas ubicaciones genera dificultad para que se produzca
un reconocimiento o visualización como el realizado; sin embargo, cabe señalar que esta tesis formu­
lada no es de recibo, puesto que si bien en autos no obra prueba directa que vincule al encausado en
la comisión de los hechos existen instrumentales y datos objetivos que permiten colegir su presencia y
participación en el evento delictivo, como es el caso de la diligencia de reconocimiento vehicular [...].
A través de dicha instrumental las personas de J y O sostienen que fueron testigos presenciales de los
hechos y que por la ubicación en que se encontraban -en ese momento- lograron divisar y anotar la
placa [...] correspondiente a uno de los vehículos que participó en el hecho ilícito; dicho reconocimien­
to permitió establecer que la propiedad y/o titularidad del citado vehículo recaía en la persona de F,
quien al brindar su declaración a nivel preliminar, tres días después de suscitados los hechos [...], refirió
que el mencionado vehículo es de su propiedad y que lo alquilaba al encausado [recurrente], como así
lo corroboró con el contrato privado de alquiler de vehículo [que el procesado niega haber firmado]
[...]. [...] [Realizadas las pruebas grafotécnicas y] a partir de todo lo expuesto es posible colegir que
el encausado [...] fue una de las personas que participó en el evento delictivo, pues las máximas de la
experiencia enseñan que si una persona alquila un vehículo para servicio de taxi, y para ello suscribe un
contrato y paga cuotas a su propietario, y luego pretende desconocer su firma en dichos documentos,
es evidente que ello es con el único propósito de sustraerse de cualquier circunstancia que lo vinculen a
un hecho delictivo. (R. N . N .° 2049-2014-Lima, del 22-10-2015, f. j. 3.1. Sala Penal Transitoria. Texto
completo: <bit.ly/2W7Adb4>).
§ 679. La prueba indiciaría en el delito de lavado de activos. Sala superior no consideró la
proximidad de las fechas de la adquisición de los bienes con la actividad criminal previa, los vín-
. culos familiares y de amistad entre los acusados de formar parte de una organización constituida
para obtener fraudulentamente pensiones en agravio de la ONP, empleando documentación falsi­
ficada. Decim osexto. El delito de lavado de activos, por lo común, se acredita mediante la prueba por
indicios. Esta Corte Suprema, en el fundamento trigésimo cuarto del Acuerdo Plenario N .° 3-2010/
CJ-116 [§ 628a], sostuvo que no se pueden establecer criterios cerrados o parámetros fijos en materia
de indicios y de prueba indiciaría. Es por ello que se establecieron algunas aplicaciones de este tipo de
prueba y que no vienen;sino a indicar en el fondo la clara intención de ocultar o encubrir los objetos
materiales del delito. [...] Decimosétimo. En la Sentencia Plenaria Casatoria N .° 1-2017/CIJ-433 [§
1011], esta Corte Suprema reitera la necesidad de acudir a la prueba por indicios, y sostiene que los más
habituales fueron expuestos en el Acuerdo Plenario N .° 3-2010/CJ-116. Se agrega que muchos pueden
n o m o s & th e sis
341 SECCIÓN II: LA PRUEBA Art. 158
ser los indicios ciertos, graves, interrelacionados que, a partir de una inferencia precisa y argumental-
mente sólida -con pleno respeto de las reglas de la sana crítica (principios de la lógica, las máximas de
la experiencia y los conocimientos científicos: artículo 393, apartado 2, del CPP)-, y sin prueba de lo
contrario -no desvirtuados por otras pruebas, entre los que se incluyen los contraindicios-, pueden esta­
blecer la comisión del delito de lavado de activos. [...] Vigesimocuarto. En conclusión, la Sala Penal de
Apelaciones no consideró entre otros indicios, la proximidad de las fechas de la adquisición de los bienes
con la actividad criminal previa, los vínculos familiares y de amistad entre los acusados [de formar parte
de una organización constituida para obtener fraudulentamente pensiones de jubilación en agravio
de la ONP, empleando documentación falsificada]. Tampoco evidenció la regla de inferencia que le
permitió dar por acreditada la solvencia económica para la adquisición de los bienes, ni explicó por
qué ingresos económicos posteriores justificarían operaciones anteriores. En atención al razonamiento
expuesto, se concluye que la sentencia de segunda instancia inobservó los incisos 1 y 3, artículo 138, del
CPP, los Acuerdos Plenarios N .° 3-2010/CJ-l 16 y N .° 2-2005/CJ-l 16 [§ 740], y las Casaciones N .°
5-2007-Huaura [§ 532] y N .° 385-2013/San Martín [§ 1759]. Se produjo entonces una vulneración
de garantías constitucionales de carácter material; y apartamiento de la doctrina jurisprudencial de esta
Corte Suprema, por lo que corresponde dictar una sentencia rescindente y reenviar el proceso a otros
jueces para que se pronuncien sobre el fondo del asunto. Por tanto, los motivos casacionales [de la
fiscalía] deben ampararse. (Casación N .° 675-2016-Ica, de 11-04-2019, íf. jj. 16, 17 y 24. Sala Penal
Transitoria. Texto completo: <bit.ly/2UEz4pR>).

§ 680. Es suficiente inferir indiciariamente el origen ilícito en el delito de lavado de activos.


No se requiere la demostración acabada de un delito concreto como fuente de aquellos. Noveno.
Al respecto, este Supremo Tribunal también ha emitido diversa jurisprudencia donde detalla diversos
aspectos que se deben tomar en cuenta sobre el delito de lavado de activos, así define que este delito se
identifica como todo acto o procedimiento dirigido a proveer de una apariencia de legitimidad a los
bienes y capitales que tienen un origen ilícito. Décimo. [En] torno al delito de lavado de activos se han
presentado diferentes problemas hermenéuticos y prácticos que han sido tratados por dos Acuerdos
Plenarios de la Corte Suprema de Justicia de la República, el N .° 3-2010/CJ-l 16 [§ 628a] [del 16
de noviembre de 2010], y el N .° 7-2011/CJ-l 16 [§ 1240] [del 6 de diciembre de 2011]. Pero que,
además, también han sido abordados por jurisprudencia reciente del Supremo Tribunal [Ejecutorias
Supremas del 6 de diciembre de 2011 y 14 de enero de 2015, recaídas en los Recursos de Nulidad N .°
2071-2011-Lima, y 2082-2013-Lima (§ 823), respectivamente]. Décimo prim ero. El segundo de los
Acuerdos Plenarios citados en torno a la relación del delito fuente y la configuración del tipo legal de
lavado de activos, en su octavo fundamento jurídico precisó que se trata de un ilícito penal que se expre­
sa como un proceso o secuencia de actos o etapas que tienen dogmáticamente autonomía típica. Esto
es, se le identifica como la realización independiente y sucesiva de actos de colocación, intercalación
e integración, a los cuales la legislación penal califica como conversión, transferencia, ocultamiento y
tenencia, respectivamente. Décim o segundo. Los actos de conversión y transferencia constituyen con­
ductas iniciales orientadas a mutar la apariencia y el origen de los activos generados ilícitamente y cuya
consumación adquiere forma instantánea [al Décimo tercero. De allí que los argumentos esgrimidos
por los abogados defensores de los recurrentes, carecen de asidero legal para ser convalidados, pues
pretenden una distorsión de la eficacia del marco normativo con relación a la tipificación del delito
de lavado de activos. Por ello, debe considerarse: i) Que es suficiente inferir indiciariamente el origen
ilícito del dinero involucrado en operaciones de colocación o intercalación, para calificar tales conductas
como actos propios de lavado de activos; y no, como erróneamente se alude, se requiere la demostración
acabada de un delito concreto como fuente de aquellos, ni excluye su significado antijurídico el uso
de los recursos involucrados, ii) En coherencia con ello, se aprecia que aunque B.F.D.A.y su cónyuge
J.K.A.D. fueron absueltos por el delito de tráfico ilícito de drogas, al cual se les vinculó [...]; cierto es
que este delito quedó acreditado, pues en la aludida sentencia se condenó a M. E.C.T. y se reservó
investigación a tres procesados más. Por lo que, al haberse acreditado la materialidad del delito en el
que se les vinculaba, esta situación constituye indicio de los actos de lavado de activos imputados, iii)
En tal sentido, teniendo en cuenta que los acusados recurrentes se encuentran con proceso en reserva,
♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL
Art. 158 LIBRO SEGUNDO: LA ACTIVIDAD PROCESAL 342

corresponde en la etapa de juicio oral analizar su responsabilidad o no en el delito imputado, conforme


con la actividad probatoria que en dicho estadio se desarrolle; por lo que los agravios presentados en sus
recursos impugnatorios deben desestimarse. (R. N . N .° 2648-2014-Lima, de 30-09-2015, ff. jj. 9-13.
Sala Penal Transitoria. Texto completo: <bit.ly/2FTT1T 1>).
§ 681. Por la naturaleza subjetiva de los componentes del dolo, este no es susceptible de pro­
banza mediante prueba directa, empero, es la prueba indiciaria la determinante para establecer si
el sujeto activo obró o no dolosamente. Uso de la prueba indiciaria en un proceso por tráfico ilíci­
to de drogas. C uarto. Punto controvertido-objeto de prueba- ¿El acusado CC, tenía conocimiento,
o no, que trasladaba, -en el camión que conducía- 132.230 kilogramos de clorhidrato de cocaína? En
ese orden, se valora los elementos de prueba producidos durante los debates orales. Empero, es necesa­
rio asumir un concepto de dolo, conforme a: i) nuestro ordenamiento jurídico- y ii) los datos reales de
lo que constituye un acto intencional, para determinar y delimitar con precisión el objeto de prueba;
en ese orden, el dolo no es sino la voluntad guiada por el conocimiento de los elementos del tipo;
específicamente en el caso el dolo es la voluntad del acusado guiada por el conocimiento de saber que
conducía un camión a el traslado de clorhidrato de cocaína. Es claro por la naturaleza subjetiva de los
componentes del dolo -voluntad y conocimiento- no son susceptibles de probanza con prueba directa;
empero, es la prueba indirecta -prueba indiciaria- la determinante para establecer si el sujeto activo obró
no dolosamente. Del proceso se tiene lo siguiente: a) El acusado C C, señaló que llegó a la ciudad de
Lima, el 29 de abril del año 2013; su detención se produjo el día el 16 de mayo de 2013; entre su arribo
a la ciudad de Lima y su detención trascurrieron aproximadamente 15 días, b) En esos 15 días.-Indicios
Antecedentes- suceden los siguientes hechos: Se desplazó desde la ciudad de Moquegua a Lima, pues
su licencia de conducir estaba vencida. Conoce, a su coprocesado PR, cuando buscaba trabajo. Este sin
mayor exigencia de documentación laboral le ofrece trabajo como chofer. PR, alquila habitaciones para
que descanse CC. La última habitación alquilada se ubica en la calle LC [...]. Además de ello le procura
sus alimentos. El acusado C C, compró un vehículo [...], así se desprende de la manifestación policial
de D C S, y de la copia del contrato de compra venta del vehículo. El monto pagado por la compra del
vehículo fixe por la suma de SI. 5000, dinero que fue entregado directamente por el acusado C C, al ven­
dedor D C S. c) El día 16 de mayo de 2013, -Indicios Concomitantes- se realizan los siguientes hechos:
El acusado C C, fue intervenido conduciendo el vehículo, camión marca F [...], a la altura del kilómetro
1.4 de la Carretera Central [...], el vehículo se encontraba acondicionado en su estructura de la tolva
132 paquetes tipo ladrillo de clorhidrato de cocaína con un peso de 132.430 kilogramos. Era escoltado
por un vehículo [...] a nombre de C C . Este vehículo fixe adquirido directamente por C C, quién pagó
directamente el monto dinerario en la suma de SI. 5000. En conclusión, con este conjunto de indicios
antecedentes y concomitantes son convergentes y conducentes, y permiten inferir que el imputado CC,
voluntariamente conducía un camión con conocimiento de que éste tenía una estructura acondicio­
nada en cuyo interior trasladaba 132 paquetes tipo ladrillo, forrados con cinta adhesiva clorhidrato de
cocaína, con un peso 132.430 kilogramos. (Exp. N .° 317-2013, del 13-01-2016, f. j. 4. Colegiado D ’ .
Sala Penal Nacional. Texto completo: <bit.ly/2TQCls2>).
§ 682. Valoración de la prueba indiciaria. Los indicios concomitantes y plurales acredi­
tados con el registro de llamadas entrantes y salientes, el dictamen pericial de drogas y el
acta de reconocimiento personal corroboraron la responsabilidad del acusado por el delito
de tráfico ilícito de drogas. Q uinto. Como primer punto, al haberse establecido la responsabili­
dad del acusado MAA mediante la prueba indiciaria, deben verificarse los requisitos establecidos
en el Recurso de Nulidad N .° 1912-2005 [§ 629], del 06 de septiembre de 2005, y lo previsto
en el Acuerdo Plenario N .° 1-2006/ESV-22. Al respecto: “a) Este hecho ha de estar plenamente
probado [...], lo contrario sería una mera sospecha sin sustento real alguno, b) deben ser plurales,
o excepcionalmente únicos, pero de una singular fuerza acreditativa, c) también concomitantes al
hecho que se trata de probar -los indicios deben ser periféricos respecto al delito fáctico a probar,
y desde luego no todos lo son- [...]. Sexto. La materialidad del delito se encuentra acreditada con
el dictamen pericial de drogas, que arrojó un peso neto de 745 gramos de clorhidrato de cocaína.
n o m o s & th e sis
343 SECCIÓN II: LA PRUEBA Art.158
Dicha sustancia fue incautada a la sentenciada KJC C. Séptim o. Del análisis se advierten indicios
de presencia u oportunidad física, pues el acusado fue aprehendido en la plaza de Armas de lea,
donde acordó encontrarse con la sentenciada K JC C a fin de devolverle la droga el 16 de diciembre
de 2006, lo que consta en el Atestado [de la DIVANDRO ]. También se debe meritar que el acusado,
luego de ser detenido, extrajo el chip de su celular y lo escondió dentro de sus zapatillas, de lo cual
se dejó constancia en el acta de constatación y verificación de registros de llamadas de teléfonos
celulares [...]. Octavo. Como indicio concomitante se tiene que el acusado MAA y la sentenciada
K JC C mantenían una constante comunicación telefónica, que fue acreditada por la empresa Claro,
a fojas 112, principalmente los días previos, es decir, el 14 y 15 de diciembre de 2006, y el mismo
día en que fueron intervenidos, el 16 de diciembre de 2006. Noveno. Además, se advierten indicios
de mala justificación, pues el acusado MAA varió su versión a nivel de instrucción y juicio oral, y
señaló que viajó a lea para encontrarse con la sentenciada K JC C y la citó en la tienda Bata a fin de
entregarle dinero para que desista de abortar. Para ello, fue acompañado de su conviviente, MVTA,
a quien le indicó que realizaban un viaje de paseo. Décim o. Sin embargo, la sentenciada K JCC, a
nivel de juicio oral, desmintió esta afirmación del acusado y señaló que nunca se reunió con este
en la tienda Bata ni le entregó dinero. Aunque trató de exculparlo de ser el propietario de la droga
incautada, pues lo sindicó junto a su conviviente por celos al enterarse de que eran pareja y que esta
también se encontraba embarazada. Undécimo. Añadido a ello, no resulta creíble la versión de la
sentenciada K JC C al señalar a otra persona como propietaria de la droga, a quien identificó como
LVP, sin brindar mayores detalles sobre su participación, más aún cuando no existe su registro en el
sistema del Reniec. Además, de haberse comunicado con otra persona, ello se reflejaría en el registro
de llamadas entrantes y salientes, el cual corrobora que estuvo comunicándose los días 15 y 16 de
diciembre de 2006 con el acusado [...]. Duodécim o. Respecto a la impugnación sobre la partici­
pación de una pluralidad de agentes en la comisión del delito incriminado, se debe señalar que el
artículo 296, primer párrafo, concordado con el primer párrafo del artículo 297, inciso 6, ambos
del Código Penal, exigen que el hecho deba ser cometido por tres o más personas o en calidad de
integrantes de una organización criminal destinados al tráfico de drogas. En el presente caso, solo
fueron dos los encausados: K JC C y MAA, ya que la acusación contra MVTA fue retirada por el
Ministerio Público al advertirse dentro del proceso que esta se había identificado con un nombre
que no le pertenecía, conforme al resultado del dictamen pericial de dactiloscopia, [...] donde se
estableció que su nombre real era MTA; sin embargo, la Sala Superior remitió copias a la Fiscalía
Provincial Especializada en lo Penal para que investigue a esta persona, que fue realmente la que
tuvo participación en los hechos imputados [...]. Decim otercero. En consecuencia, la concurrencia
de los indicios concomitantes ha sido corroborada en el proceso, demostrando fehacientemente la
responsabilidad penal del acusado y sin haberse vulnerado ninguna de las garantías del debido pro­
ceso, motivación de resoluciones judiciales ni afectación a la tutela efectiva. Por ende, la sentencia se
encuentra conforme a derecho. (R. N. N .° 445-2018-Ica, del 09-07-2018, íf. jj. 5 al 13. Sala Penal
Permanente. Texto completo: <bit.ly/2U8yW2z>).

§ 683. Toda pericia es indiciaría, por lo cual debe consolidarse con otros medios de prueba.
Séptim o. [...] [Aun] cuando consta en autos una pericia de parte [...], ésta en modo alguno resta fiabi­
lidad médico legal a los certificados del Instituto de Medicina Legal. Es de apuntar que toda pericia es
indiciaría, la cual a su vez debe consolidarse con otros medios de prueba. En esta perspectiva se tiene
no solo la compatibilidad entre las pericias médico legales y psicológica, sino también lo declarado por
la propia víctima y su madre. Todos estos medios de prueba se erigen en prueba externas periféricas, de
carácter objetivas, que confirman los cargos. Se afirma la existencia de diferencias entre la madre de la
agraviada y la familia del imputado. En este sentido apuntan las declaraciones de los familiares de este
último, incluso del propio padre de la agraviada; empero, tales diferencias no pueden enervar, en lo
nuclear, lo que emerge de las pruebas de cargo antes indicadas. La niña ha sido violada -es una realidad
incontrastable- y presenta estresor sexual. Nada indica que fue manipulada por su madre y que mintió
deliberadamente. La fiabilidad de su testimonio no ha sido enervada. (R. N. N .° 2191-2017-Huánuco,
del 27-08-2018, f. j. 7. Sala Penal Permanente. Texto completo: <bit.ly/2UcAzQE>).
♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL
Art.158 LIBRO SEGUNDO: LA ACTIVIDAD PROCESAL 344

§ 684. Prueba indiciaría de participación delictiva de la conviviente en el delito de tráfico


ilícito de drogas. S umilla. L os indicios de participación y oportunidad delictiva se revelan a partir de
la declaración de su co-encausado, quien aceptó la tenencia de la droga, la vinculación sentimental con
éste y el hecho que la droga fue hallada en la vivienda de la encausada. (R. N. N .° 2423-2014-Callao,
del 09-07-2013, sumilla. Sala Penal Transitoria. Texto completo: <bit.ly/2XxZBYt>).
§ 685. Al ser la prueba indiciaría producto de una actividad intelectual del Juzgador, y no un
medio de prueba, corresponde a las partes acreditar el indicio o hecho base para la realización
del proceso inferencia! por parte del Juez. Ello no enerve el deber de las partes de sustentar sus
pretensiones. 39. Por nuestra parte, asumimos la tesis de que la prueba indiciaría no constituye un
medio de prueba, sino una “actividad intelectual del Juzgador presidida por las reglas de la lógica y de
la experiencia”; por tanto, lo que corresponde a las partes es acreditar el indicio o hecho base como ele­
mento inicial para la realización del proceso inferencial que permita realizar la conexión o enlace lógico
con el hecho inferido. Ello no enerva el hecho de que son las partes las que tienen el deber de sustentar
sus pretensiones. Cuando este sustento incluya prueba indiciarla, se espera que quien lo alegue, que
será casi siempre el Ministerio Público, no solo plantee el hecho inicial, sino todo el proceso inferen­
cial propio de la prueba indiciaría. El no hacerlo generaría un vacío argumentativo que debilitaría la
pretensión traída a audiencia. Sin embargo, no puede concluirse de ello que la valoración que el juez
realiza de los hechos presentados implique una suplantación de las partes, pues, así como es deber de
estas sustentar su pretensión, es deber del juez valorar los hechos que se le presenten. También es cierto
que la presentación del razonamiento indiciado completo y anunciado garantiza con mayor intensidad
el contradictorio, y facilita el debate, pero tampoco puede colegirse de su ausencia que la contraparte se
encuentre en indefensión, pues, al plantearse los hechos, una defensa técnica profesional está en con­
diciones de rebatirlos, cuestionar las conclusiones que pretenden extraerse de ellos e incluso presentar
hechos conducentes a su propia pretensión. (Exp. N .° 0046-2017-2-520 l-JR-PE-01, del 07-02-2018,
f. j. 39. Colegiado A. Sala Penal Nacional de Apelaciones Especializada en Delitos de Corrupción de
Funcionarios. Texto completo: <bit.ly/2SE3szT>).
§ 686. Deficiente motivación indiciaría: no existe conexión entre los hechos indiciados y el
hecho indiciado. El hecho de amenazar de muerte a una persona no se sigue, necesariamente, el
hecho efectivo de mandar a matar a esa persona. 26. Otro de los indicios utilizados por la sala supre­
ma es la referida a las agresiones y amenazas que [la imputada] AM le habría realizado a [la víctima] AD,
refiriendo que, al tratarse de una relación mediática, era de público conocimiento las peleas que se había
producido, entre ellas, incluso las agresiones físicas, y que conllevaron al fin de su relación sentimental y
que posteriormente conllevaron a otras agresiones físicas hasta amenazas de muerte. 27. [...] La resolu­
ción afirma que dicha conclusión “se sustenta en declaraciones testimoniales y pruebas instrumentales
de cuyo mérito surgen indicios de corroboración periférica a la imputación del encausado PM”, men­
cionándose los medios probatorios que lo acreditan, como el video grabado por la propia víctima y la
denuncia que ésta realizó contra AM por lesiones, así como las declaraciones de diversos testigos que
en su mayoría conocían los hechos porque ello les fue contado por AD. 28. Tomando en cuenta ello,
se aprecia que se habría señalado los medios probatorios que permiten probar el hecho que AM agredió
a AD y la amenazó de muerte. Sin embargo, este Tribunal no advierte cómo es que, en base a ello, se
puede llegar a que AM convenció a PM de matar a AD. Del hecho de amenazar de muerte a una per­
sona no se sigue, necesariamente, el hecho efectivo de mandar a matar a esa persona. Existe, pues, aquí
una motivación deficiente que debe ser reparado. 29. Otro de los indicios que la sala suprema expone y
que acreditaría que AM habría mandado a matar a AD es que PM no tenía un móvil propio, pues había
objetos de valor en la escena del crimen que no se llevó y que, al no dedicarse a esta clase de delitos,
debió serle encargado por alguien de confianza. Esta persona de confianza sería, para la sala emplazada,
la beneficiaría AM , pues conforme a lo señalado por el propio coimputado, aquélla le tenía un cariño
por la ayuda que ella le habría brindado desde hace mucho tiempo, como fue darle un cuarto en la casa
de la madre de AM , en la cual se encontró incluso ropa de PM, pese a que ya había sido despedido,
indicando la sala suprema que ello es un indicio de que ambos coimputados seguían en contacto. 30.
n o m o s & th e sis
345 SECCIÓN II: LA PRUEBA Art.158
Pero, sumado a ello, se afirma que la beneficiaría AM sí tendría un móvil para ordenar la muerte de AD.
Ello debido a que, según la sala suprema, si bien no se ha podido acreditar que la imputada AM haya
mandado matar a AD para recuperar ciertos documentos o porque le debía dinero, se considera que de
la prueba actuada se determina que la muerte de la agraviada respondió a móviles de índole sentimental,
que fue la decisión de la víctima de terminar la relación de pareja que ellas mantenían. 31. En base a esto
último, la sala suprema concluye que ello acreditaría que fue AM quién indució [sic] a PM para matar
a AD. Sin embargo, al igual que en el caso de la agresión y amenaza que habría realizado la beneficiaría
a la víctima, sólo se ha precisado los medios probatorios que permiten acreditar el indicio referido a que
AM podía tener un móvil para querer matar a AD, y que debido a su cercanía a PM pudo convencerlo
de cometer el crimen, pero no que ello sí ocurrió y tampoco se infiere. 32. En consecuencia, se aprecia
una falta de una debida motivación en la resolución suprema cuestionada, puesto que los principales
indicios que utiliza, como las supuestas llamadas telefónicas, las amenazas de muerte a AD y el móvil
pasional de AM, para corroborar el dicho incriminatorio de PM no son necesariamente indicadores
causales del hecho delictivo que se pretende probar, esto es, que la favorecida “convenció” a PM de ma­
tar a AD. En efecto, la condena penal de autos se propone acreditar la “instigación” de AM sobre PM,
que en palabras de la misma sala suprema consiste en la “influencia motivadora” [...] de la primera sobre
el segundo; sin embargo, este Tribunal no observa que la conexión entre hechos indiciarios y hecho in­
diciado estén suficientemente fundamentados. (Exp. N .° 00485-2016-PHC/TC [Caso Abencia Meza] ,
del 02-04-2019 [Web: 26-04-2019], ff. jj. 26 al 32. Texto completo: <bit.ly/2LdF3mf>).
§ 687. La diferencia entre las pruebas directas e indirectas se basa en el número de pasos in-
ferenciales que hay que realizar para llegar a ellas. En el caso de la prueba indiciarla, la doctrina
penal aconseja que deba asegurarse una pluralidad de indicios. Quinto. Dos son las normas que ri­
gen los fundamentos y criterios de valoración de la prueba penal. En primer lugar artículo 2o inciso 24°
literal e) de la Constitución Política del Estado, que consagra la presunción de inocencia; y en segundo
lugar, el artículo 283° del Código de Procedimientos Penales, que dispone que los hechos y las pruebas
que los abonen serán apreciados por los jueces con criterio de conciencia. Ambas normas deben ser
aplicadas, bajo la preeminencia del derecho a la presunción de inocencia. Si bien el Juez o la Sala senten­
ciadora son soberanos en la apreciación de la prueba, esta no puede llevarse a cabo sin limitación alguna,
sino que sobre la base de una actividad probatoria concreta-nadie puede ser condenado sin pruebas y que
estas sean de cargo-, jurídicamente coirccta-las pruebas han de ser practicadas con todas y cada una de las
garantías que le son propias y legalmente exigibles-, se ha de llevar a cabo con arreglo a las normas de la ló­
gica, máximas de la experiencia-determinadas desdeparámetros objetivos-o de la sana crítica, razonándola
debidamente. Sexto. Conviene en precisar-sobre todo en situaciones como las delpresente proceso-, que el
órgano judicial tiene como presupuesto, para construir una resolución judicial, la prueba acopiada en
el proceso, la que no está limitada a la prueba directa, sino también a la prueba indiciaría, debiendo re­
saltar que entre ambas no existe diferencia ontológica, pues recogiendo la opinión de Manuel Miranda
Estrampes sobre el particular: “es radicalmentefalso que la prueba directa coloque a l juez en contacto directo
con los hechos de la realidad, pues éstos sucedieron en elpasado y lo único que se incorpora alproceso son afir­
maciones acerca de tales hechos (...) siendo que la diferenciación entre ambos tipos de pruebas-directas e indi­
rectas- se basa en el número de pasos inferenciales que hay que realizar, siempre menor en la prueba directa
que en la indiciaría, en cuanto que esta última siempre va a exigir de inferencias adicionales suplementarias
a l recaer sobre hechos de carácter secundario o periférico”. Sétimo. Respecto a la prueba indiciaría, el Tri­
bunal Constitucional, en la sentencia recaída en el Expediente 00728-2008-HC [§ 673] -caso Giuliana
Flor de María Llamoja Hilares-, ha precisado en sus fundamentos 25, 26 y 29 que “si bien eljuez penal
es libre para obtener su convencimiento porque no está vinculado a reglas legales de la prueba y, entonces,
puede también llegar a la convicción de la existencia del hecho delictivo y la participación del imputado,
a través de la prueba indirecta (prueba indiciaría o pruebas por indicios), será preciso empero que cuando
esta sea utilizada, quede debidamente explicitada en la resolución judicial; pues no basta con expresar que la
conclusión responde a las reglas de la lógica, las máximas de la experiencia o a los conocimientos científicos,
sino que dicho razonamiento lógico debe estar debidamente exteriorizado en la resolución que lo contiene (...)
Sobre elparticular, la doctrina procesalpenal aconseja que debe asegurarse una pluralidad de indicios, pues

♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL


Art. 159 LIBRO SEGUNDO: LA ACTIVIDAD PROCESAL 346

su variedad permitirá controlar en mayor medida la seguridad de la relación de causalidad entre el hecho
conocido y el hecho desconocido; sin embargo, también se admite que no existe obstáculo alguno para que la
prueba indiciarla pueda formarse sobre la base de un solo indicio pero de singular potencia acreditativa. En
cualquier caso, el indicio debe ser concomitante a l hecho que se trata de probar, y cuando sean varios, deben
estar interrelacionados, de modo que se refuercen entre si (...) así, el modelo de la motivación respecto de la
prueba indiciaría se desarrollará según la siguiente secuencia: hecho inicial-máxima de la experiencia-hecho
final. O si se quiere, hecho conocido-inferencia lógica-hecho desconocido”. (R. N. N .° 931-2016-Junin, del
20-06-2017, fF. jj. 5 y 6. Sala Penal Permanente. Texto completo: <bit.ly/2TW4k7n>).

JURISPRUDENCIA DE LA CORTE INTERAMERICANA DE DERECHOS HUMANOS

§ 688. Prueba indiciaría. 62. Además de la prueba directa, sea testimonial, pericial o documental,
los tribunales internacionales -tanto como los internos- pueden fundar la sentencia en la prueba cir­
cunstancial, los indicios y las presunciones, siempre que de ellos puedan inferirse conclusiones sólidas
sobre los hechos. Al respecto, ya ha dicho la Corte que en ejercicio de su función jurisdiccional, tratán­
dose de la obtención y [la] valoración de las pruebas necesarias para la decisión de los casos que conoce
puede, en determinadas circunstancias, utilizar tanto las pruebas circunstanciales como los indicios o
las presunciones como base de sus pronunciamientos, cuando de aquéllas puedan inferirse conclusiones
consistentes sobre los hechos. (CIDH , Caso Castillo Petruzziy otros vs. Perú, sentencia de 30-05-1999,
párr. 62. Texto completo: <bit.ly/lycdjkX>).

Artículo 159: Utilización de la prueba

1. El Ju e z no podrá utilizar, directa o indirectamente, las fuentes o medios de prueba obtenidos con
vulneración del contenido esencial de los derechos fundamentales de la persona.

DOCTRINA JURISPRUDENCIAL VINCULANTE DE LA CORTE SUPREMA

§ 689. La sola inobservancia de una norma procesal no implica necesariamente la exclusión


de los elementos de prueba derivados de la obtención de una prueba irregular. Diferencias con
la prueba ilícita. Registro de personas. Tenencia ilegal de armas. Décim o Q uinto. En ese sentido,
se debe precisar la distinción de la prueba cuya ilicitud se origina en la infracción de una norma legal
procesal ordinaria o infraconstitucional [...] -la cual a su vez pueden formar parte, o una expresión
específica, del conjunto de garantías derivadas de o derecho fundamental- sea para su obtención o prác­
tica, esto es aquella cuyo desarrollo no se ajusta a las previsiones o al procedimiento previsto en la ley.
En este supuesto nos referimos a una prueba irregular, la cual no es una categoría distinta de la prueba
ilícita, sino una modalidad de esta última [...]. Décim o Sexto. Existen supuestos específicos en los que
el legislador ha predeterminado, mediante una norma de carácter procesal, un supuesto de obtención
probatoria no permitido y su consecuencia. Así se aprecia, por ejemplo, en el inciso 3, del artículo 163,
inciso 2, del artículo 162, inciso 3, del artículo 184, del Código Procesal Penal- Ello no significa que
se cierre la posibilidad de limitar la valoración probatoria de otros supuestos no regulados específica­
mente. Décim o Sétim o. En general, las leyes procesales tienen en común que no admiten las pruebas
irregulares; pero se distingue por la mayor o menor amplitud con que prevén excepciones a esta regla
general. En el caso de las pruebas irregulares, en nuestro sistema jurídico, el artículo VII[I], del Título
Preliminar, del Código Procesal Penal, establece, de modo genérico, una prohibición de valoración para
las pruebas no obtenidas mediante un procedimiento constitucionalmente legítimo -entre las cuales he­
mos ubicado a la prueba irregular, conforme el fundamento jurídico décimo quinto-. Décimo Octavo.
Si bien tanto en el mismo cuerpo normativo precitado, como en la jurisprudencia y en la doctrina, se
utiliza una terminología variada para denominar el efecto de los actos obtenidos en violación a derechos
y garantías constitucionales, en puridad el efecto derivado es el de ineficacia del acto [...], lo que se

n o m o s & th e s is
347 SECCIÓN II: LA PRUEBA Art. 159
traduce en una exclusión probatoria, sin distinción de si procesalmente esta se efectúa al momento de
la admisión o de la valoración de la fuente de prueba. Décim o Noveno. Empero, la existencia de una
prueba irregular no implica la exclusión automática de las pruebas actuadas con posterioridad o como
resultado de ella. Así se infiere de lo establecido en el artículo 159, del Código Procesal Penal, el cual
impone al juzgador la prohibición de valorar las pruebas obtenidas directa o indirectamente siempre
que se hayan obtenido con vulneración del contenido esencial de los derechos fundamentales de la
persona. Consecuentemente, el aspecto relevante para determinar la exclusión de una prueba derivada
de la prueba irregular es la intensidad de afectación del derecho fundamental. Vigésimo. De manera
que, si bien las normas procesales pueden establecer una protección de un ámbito específico, como
manifestación específica derivada de un derecho fundamental, no puede excluirse la posibilidad que se
presente un supuesto de prueba irregular no regulado específicamente. Ahora bien, la sola inobservancia
de una norma procesal no implica necesariamente la exclusión de los elementos de prueba derivados de
la obtención de una prueba irregular. Vigésimo Prim ero. De ser este el caso, es pertinente analizar la
entidad de la infracción de la norma concernida [...] en consecuencia, se deberá tener en consideración
el ámbito específico de regulación de la norma procesal, el contexto en que se suscitó su inobservan­
cia, la persistencia en la inobservancia de la norma procesal y la intensidad de afectación del derecho
fundamental, a efectos de constatar si concurre una mera inobservancia de una norma procesal o una
afectación al contenido esencial de un derecho fundamental. Vigésimo Segundo. En el presente caso,
[...] durante la etapa intermedia se expidió la resolución N .° 07, del 19 de setiembre de 2014, donde se
resolvió no admitir los medios de prueba consistentes en las actas de registro personal de [los dos encau­
sados] . La defensa legal de los procesados aduce que los demás medios de prueba admitidos y actuados
durante el proceso; a saber: declaración testimonial del Suboficial [...] PAF, declaración testimonial
de M D C, declaración testimonial del PNP RTG, declaración testimonial del PNP ESR, declaración
pericial SOP [procedimiento operativo estandarizado] OTA que suscribió dictamen pericial de balística
forense, declaración pericial SOF2 NGC, que suscribió dictamen pericial de ingeniería forense, el acta
de intervención policial de fecha 30 de diciembre del 2013, el oficio de SUCAMEC donde se informa
que la pistola marca “Beretta” se encuentra registrada a nombre de M OO y la pistola marca “Tanfoglio”
se encuentra registrado a nombre del PNP WAV, oficio donde se informa que el acusado [...] sí registra
antecedentes penales, a efectos de realizar la determinación de la pena, oficio SUCAM EC donde se
informa que los imputados no registran licencia de posesión y uso de arma de fuego y los dictámenes
periciales de balística forense [...], de fecha 31 de diciembre de 2013, e ingeniería forense [...], del 17
de marzo de 2014 son derivados de las actas de intervención que fueron declaradas pruebas ilícitas, por
lo que deben ser excluidos. [...] Vigésimo Sétimo. Por ello, las deficiencias anotadas en la resolución
N .° 07 son pertinentes para cuestionar la capacidad acreditativa del elemento de prueba y en virtud
de la inobservancia de la norma procesal sustentar su exclusión, constituyendo por tanto prueba irre­
gular. Sin embargo, esta circunstancia no lleva automáticamente a que se asuma que haya existido una
afectación al contenido esencial de los derechos fundamentales de los encausados. Del análisis del caso
concreto tampoco se aprecia vulneración al contenido esencial de algún otro derecho fundamental, por
lo que no existe sustento para excluir los demás elementos de prueba derivados de ella. (Casación N .°
591-2015-Huánuco, de 17-05-2017, que estableció como doctrina jurisprudencial vinculante los ff. jj.
16 al 22. Sala Penal Permanente [EP, 13-05-2018, Jurisprudencia, Año XXVII, N .° 1076, p. 8031].
Texto completo: <bit.ly/2TlPyq8>).

JURISPRUDENCIA DE LA SALA PENAL NACIONAL

§ 690. Oportunidad en la que puede solicitarse la exclusión de la prueba prohibida. 7.2.3. Con
anterioridad a la postulación fiscal del requerimiento acusatorio -etapa intermedia- las partes no cono­
cen los medios probatorios que el Ministerio Público llevará a juicio para acreditar los hechos delictivos
que atribuye a los acusados; pues una de las posibilidades por las que puede optar al concluir la etapa de
investigación preparatoria es el sobreseimiento; por lo tanto, para solicitar la exclusión de prueba ilícita,
el medio de prueba cuya licitud se cuestiona, mínimamente debe haber sido ofrecido como parte del

♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL


Art. 159 LIBRO SEGUNDO: LA ACTIVIDAD PROCESAL 348

caudal probatorio de la fiscalía; y mientras ese acto procesal no se haya producido, no estará cumplida
una condición para que las partes puedan oponerse a que determinado medio de prueba o elemento
de convicción sea llevado a juicio, pues, además, dentro de las facultades discrecionales con las que
cuenta el Ministerio Público es decidir -de acuerdo a su estrategia de defensa- los medios probatorios
que ofrecerá para acreditar sus pretensiones. [...] 7.2.6. [...] [La] primera oportunidad para solicitar la
exclusión de prueba ilícita es la etapa intermedia, y su declaración ya sea de oficio o a pedido de parte
puede realizarse también en la fase de juzgamiento e inclusive en sede recursal; no obstante, de manera
excepcional puede solicitarse exclusión de prueba ilícita en etapa de investigación preparatoria bajo el
cumplimiento de ciertas condiciones; en efecto en el VI Pleno Jurisdiccional plasmado en el Acuerdo
Plenario N .° 4-2010/CJ-116 [§ 372] contempla la posibilidad de solicitar vía Tutela de Derechos la
exclusión de actos de investigación obtenidos ilícitamente; sin embargo, para este supuesto se necesita
que los mismos estén sirviendo de base para medidas cautelares o sucesivos actos de investigación
(fundamento 17); precisándose en el citado acuerdo plenario que la posibilidad de atacar el material
probatorio obtenido ilegalmente deriva del reconocimiento del principio de legitimidad de la prueba
- axioma que instruye que todo medio de prueba será valorado sólo si ha sido obtenido e incorporado
al proceso por un procedimiento constitucionalmente legítimo, negando efecto legal las pruebas obte­
nidas, directa o indirectamente con violación del contenido esencial de los derechos fundamentales de
la persona. [...] 7.3.3. La tesis de la defensa parte por afirmar que las agendas fueron sustraídas de su
domicilio, y en la denuncia que presenta ante la fiscalía atribuye la sustracción a MVL, quién habría
actuado en acuerdo con el excongresista AGC; sin embargo, esa es una hipótesis que al margen de la
versión de los solicitantes de tutela, no está corroborada con otros actos de investigación que le otorguen
consistencia; y si bien es objeto de la investigación que realiza el Ministerio Público -en la denuncia por
hurto interpuesta por la investigada Nadine Heredia-; existen otros datos periféricos que exigen esclare­
cimiento; en efecto a partir de la información que se suministra, la autora de la sustracción tuvo acceso
al domicilio de la familia Húmala - Heredia al colaborar en sus actividades hogareñas, se entiende con el
consentimiento de aquellos, los que sin tomar en cuenta que aquella había sido recomendada por quién
consideran su enemigo político [...] le permitieron el acceso a su domicilio hasta diciembre de dos mil
catorce en que se habría producido la sustracción; si bien, no se justifica el hecho de la sustracción -si
efectivamente existió- habría sido una persona dependiente de la familia Humala-Heredia la que habría
materializado el hecho; además, la denuncia penal por hurto de las agendas [...], un día después de emi­
tida la Providencia N .° [...], y cuando en fecha 22 de septiembre de 2015 la investigada Nadine Heredia
presta declaración más de treinta días después de que hayan sido presentadas en un programa televisivo
y entregadas al Ministerio Público, no las reconoce como suyas, y es recién en su declaración de fecha 9
de diciembre de 2015 que las reconoce como de su propiedad. 7.3.4. Para evaluar la aplicación de la re­
gla de exclusión de prueba ilícita basado en el hecho sustancial que las agendas fueron substraídas de su
domicilio, así como de las excepciones a la regla de exclusión -cuya aplicabilidad en la jurisprudencia pe­
ruana ha sido reconocida por la defensa durante la audiencia de apelación-, es preciso conocer la forma
como las agendas salieron del ámbito de vigilancia de los esposos Húmala - Heredia, y si la sustracción
fue realizada por persona dependiente de aquellos o por terceros; más si como sostiene la Fiscalía Supe­
rior que ha intervenido en la audiencia de apelación, estamos ante varias hipótesis, y es en este abanico
de posibilidades que también es posible que las agendas hayan sido extraviadas. Por lo tanto, si bien
teórica y jurisprudencialmente es posible declarar la existencia de elementos de investigación obtenidos
con violación de derechos fundamentales, y excluirlos de la investigación como sostienen las defensas
de los investigados requirentes de tutela, esa declaración exige como requisito datos fiables expuestos
en esta incidencia, que no se tienen hasta este momento, además, se toma en cuenta que conforme a la
Disposición Fiscal de Formalización de la Investigación Preparatoria no constituye el único elemento de
investigación con que cuenta el Ministerio Público, pues las agendas fueron incorporadas cuando ya la
fiscalía realizaba la investigación preliminar sobre los fondos utilizados por el Partido Nacionalista para
las campañas presidenciales de los años 2006 y 2011. (Exp. N .° 249-2015-19-500l-JR-PE-01 [Caso
Agendas de Nadine Heredia.], del 23-06-2017, ff. jj. 7.2.3, 7.2.6, 7.3.3 y 7.3.4. Segunda Sala Penal de
Apelaciones Nacional. Texto completo: <bit.ly/201jPFW >).

n o m o s & th e sis
349 SECCION II: LA PRUEBA Art.159
JURISPRUDENCIA D E LAS CORTES SUPERIORES

§ 691. Pruebas obtenidas mediante la vulneración del derecho al secreto de las comunicaciones
se consideran ilícitas y, por tanto, no pueden ser valoradas en un proceso. Sexto. [...] [La] prohibi­
ción de la prueba ilícita no solo alcanza a la fuente de prueba obtenida directamente como producto de
la vulneración del contenido esencial del derecho fundamental afectado -en el presente caso el derecho
al secreto y a la inviolabilidad de las comunicaciones del procesado R. y A.-, sino que también se extien­
de a toda aquella prueba obtenida indirectamente como consecuencia de dicha vulneración, entiéndase
aquella prueba que sea derivación de esta, aun cuando se hubiere obtenido -en sí misma- mediando las
formalidades legalmente establecidas; puesto que, dada la vinculación causal entre una y otra, la ilicitud
alcanza a esta última, a la que la doctrina procesalista moderna le da la denominación de prueba deriva­
da. En atención a ello, es menester, para efectos del control de licitud de la prueba documental ofrecida
por el señor representante del Ministerio Público, establecer si existe vinculación causal entre esta y
los audios que constituyen prueba ilícita directa, que nos permita en su caso determinar o descartar su
licitud. [...] Octavo. [...] [En] relación a la extensión de la ilicitud probatoria a la prueba derivada de la
fuente de prueba obtenida directamente con vulneración del contenido esencial de los derechos funda­
mentales, tenemos que: a) que el Código Procesal Penal en el artículo VIII numeral segundo de su título
preliminar, establece que “carecen de efecto legal las pruebas obtenidas directa o indirectamente, con
violación del contenido esencial de los derechos fundamentales de la persona”; b) El Tribunal Constitu­
cional ha establecido que “(...) en nuestro ordenamiento jurídico una prueba será considerada prohibi­
da cuando se obtenga mediante la violación directa o indirecta de algún derecho fundamental, mas no
de los derechos de rango legal o infralegal”; c) La Corte Suprema de Justicia de la República, de modo
reiterado y uniforme en su jurisprudencia reciente sobre la materia, ha establecido que la obtención de
prueba ilícita de valoración prohibida -como la establecida en el caso submateria- “determina por exten­
sión, la exclusión de toda fuente de prueba obtenida como consecuencia de ese acto antijurídico. Tanto
la prueba originaria como las derivadas son inutilizables para el proceso penal en tanto la obtención de
la primera es inconstitucional”; criterio que también encontramos en la Ejecutoria Suprema recaída en
el R. N. N .° 1589-2013-Lima [§ 889], cuando establece “(...) que la ilegitimidad constitucional de la
entrada y registro domiciliario determina que lo que se dice incautado -prueba originaria- y las pericias
practicadas sobre el particular -prueba derivada- no sea utilizable, esto es, que carecen de valor legal de
prueba”. De lo antes glosado, se advierte que la vinculación causal de la prueba prohibida originaria o
directa con la prueba denominada indirecta o derivada inevitablemente acarrea la ilicitud de esta, trans­
mitiéndole el carácter de prohibida o de prohibida valoración. Noveno. [...] [La] vinculación causal
entre los audios de las conversaciones privadas entre el procesado R. y A., obtenidos como producto de
la interceptación telefónica ilícita de que estos fueron víctimas [...] constituyen prueba ilícita y, en con­
secuencia, debe rechazarse su admisión como prueba [...]. (Exp. N .° 105-2008-Lima, del 08-09-2015,
ff. jj. 6, 8 y 9. Tercera Sala Penal Liquidadora. Texto completo: <bit.ly/30hZVMD>).

JURISPRUDENCIA D EL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL

§ 692. Efectos que genera una prueba prohibida en el proceso penal. 16. En el ámbito del proce­
so penal la consecuencia de la prueba prohibida se encuentra reconocida en el artículo 159° del Nuevo
Código Procesal Penal, al señalar que “ [e]l Juez no podrá utilizar, directa o indirectamente, las fuentes
o medios de prueba obtenidos con vulneración del contenido esencial de los derechos fundamentales
de la persona. Como puede advertirse, el Nuevo Código Procesal Penal plantea la prohibición de que
el juez pueda utilizar determinados medios de prueba que se hubieran obtenido mediante la violación
de los derechos fundamentales. (Exp. N .° 00655-2010-PHC/TC [caso Alberto Quimper Herrera], del
27-10-2010 [Web: 07-12-2010], f. j. 16. Texto completo: <bit.ly/2TUOLxu>).

REMISIÓN

§ 693. Sobre la legitim idad de las pruebas. Véase también la jurisprudencia del artículo VIII del
Nuevo Código Procesal Penal [§ 101 s s j.

♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL


Art. 160 LIBRO SEGUNDO: LA ACTIVIDAD PROCESAL 350

TÍTULO II
LOS MEDIOS DE PRUEBA

CAPÍTULO I
LA CONFESIÓN

Artículo 160: Valor de prueba de la confesión

1. La confesión, para ser tal, debe consistir en la admisión por el imputado de los cargos o imputación
formulada en su contra.
2. Solo tendrá valor probatorio cuando:
a) Esté debidamente corroborada por otro u otros elementos de convicción;
b) Sea prestada libremente y en estado normal de las facultades psíquicas;
c) Sea prestada ante el juez o el fiscal en presencia de su abogado; y,
d) Sea sincera y espontánea.(1) ®

NOTA DE ACTUALIZACIÓN
(1) Artículo m odificado por el artículo 3 de la Ley N.° 30076 (EP, 19-08-2013).
(2) De conform idad con la primera disposición com plem entaria final de la Ley N.° 30076 (ER 19-08-2013), se adelantó la
vigencia del presente artículo, en todo el territorio peruano.

ACUERDO PLENARIO DE LA CORTE SUPREMA

§ 694. Proceso penal inmediato reformado. Legitimación y alcances. Delito confeso. “Evi­
dencia delictiva” o “prueba evidente” . Véase la jurisprudencia del artículo 446° del Nuevo Código
Procesal Penal [§ 1891]. (Acuerdo Plenario N .° 2-2016/CJ-116, del 01-06-2016, que establece como
doctrina legal los criterios expuestos en los íf. jj. 7 al 12 y 15 al 24, particularmente el 8.B. II Ple­
no Jurisdiccional Extraordinario de las Salas Penales Permanente y Transitoria de la Corte Suprema
de Justicia [EP, 04-08-2016, Jurisprudencia, Año XXV, N .° 1020, pp. 7522-7530]. Texto completo:
<bit.ly/2FK4zeQ>).
§ 695. De la sindicación de coacusado, testigo o agraviado. Lincamientos en materia de
prueba indiciaría, declaraciones de coimputados y víctimas, y declaraciones de testigos de refe­
rencia. Véase la jurisprudencia del artículo 166° del Nuevo Código Procesal Penal [§ 740]. (Acuerdo
Plenario N .° 2-2005/CJ-116, del 30-09-2005, ff. jj. 8-11 [particularmente el f. j. 8]. Pleno Jurisdic­
cional de las Salas Penales Permanente y Transitoria de la Corte Suprema de Justicia [EP, 26-11-2005].
Texto completo: <bit.ly/lmLskGg>).

PLENOS JURISDICCIONALES

§ 696. En el proceso de terminación anticipada, el fiscal podrá aplicar de oficio la confesión


sincera y d ism in u ir la pena concreta al imputado. Véase la jurisprudencia del artículo 468° del
Nuevo Código Procesal Penal [§ 1951]. (I Pleno Jurisdiccional Distrital en Materia Penal y Proce­
sal Penal de la Corte Superior de Justicia de Huancavelica del 06-10-2017. Tema 1. Texto completo:
<bit.ly/2VgWwu9>).

JURISPRUDENCIA DE LA CORTE SUPREMA

§ 697. La valoración de la prueba personal. Quinto. [La] valoración de la prueba personal una
vez que esta sea considerada regularmente obtenida, bajo los principios que permiten su consideración
como tal, esto es por su práctica en condiciones de regularidad y bajo los principios de inmediación,

nom os & th e sís


351 SECCIÓN II: LA PRUEBA Art. 160
oralidad y contradicción efectiva, se desarrollará en dos fases: a) La percepción directa de la prueba, b)
Su estructura racional: razonamiento. La primera está regida por la inmediación del Tribunal ante el que
se desarrolla la prueba personal, lo que trasmite seguridad de lo que en el juicio se ha dicho. En cambio,
la segunda aparece como un proceso interno del juzgador por el que se forma su convicción a través de
lo directamente percibido, incorporando a esa percepción los criterios de la ciencia, de la experiencia
y de la lógica que le lleven a la convicción. Sexto. Por tanto, la estructura racional o razonamiento
puede ser objeto de control por el Tribunal encargado del conocimiento de la impugnación, pues esa
valoración no requiere la percepción directa, ya que la valoración de la prueba en cuanto comporta un
análisis racional de la misma y las deducciones que sobre la culpabilidad y la inocencia se expresa, puede
ser objeto de control del órgano jurisdiccional superior. El único límite a esa función revisora lo cons­
tituye precisamente la inmediación en la percepción de la actividad probatoria, es decir, la percepción
directa de la prueba personal practicada en el juicio oral, pero esto no debe confundirse con la facultad
que tiene el Tribunal Superior para comprobar si la sentencia de primera instancia ha sido emitida con
corrección lógica. (Casación N .° 13-2011-Arequipa, del 13-03-2012, f. j. 5. Sala Penal Permanente.
Texto completo: <bit.ly/21oGURR>).

§ 698. Elementos que se deben analizar al valorar las declaraciones. Décimo. Sobre la base de
lo expuesto, trasciende que la declaración proporcionada a nivel preliminar, donde acepta los cargos
formulados por el Ministerio Público, en sus contornos fácticos, presenta rasgos de firmeza, persistencia
y uniformidad; apreciándose un elevado nivel de coherencia narrativa sobre los datos proporcionados,
lo que permite su correlación intrínseca. En particular, cabe reconocer que todo ejercicio de valoración
de las declaraciones exige analizar, acuciosamente, la veracidad y la precisión del relato; lo que demanda
verificar, entre otros aspectos, la capacidad para contextualizar los hechos; la apreciación del nivel de
consistencia o armonía de la información; el reforzamiento con los resultados de otras evidencias actua­
das en el proceso; el conocimiento de las circunstancias física, mentales y psicológicas del deponente;
la interpretación personal que se haya realizado sobre el evento denunciado; y el grado de vinculación
entre el órgano de prueba y el hecho admitido. El análisis crítico del testimonio reseñado permite afir­
mar, razonablemente, que los requisitos expuestos han sido cumplidos cabalmente. El acusado AQ, ha
exteriorizado, una capacidad descriptiva notable, evocando con naturalidad las circunstancias del delito,
por lo que, desde la psicología del testimonio (con influencia en la memoria del declarante), lo asevera­
do es plenamente creíble. La singularidad de la totalidad de los datos precisados, en base a la experiencia
común, refleja que el acusado en referencia, sólo pudo haberlos proporcionado porque, efectivamente,
intervino dolosamente en la ejecución del Parricidio. Todo lo cual proyecta una elevada confiabilidad de
su confesión dada en su primera declaración, descartándose la tesis de una autoinculpación forzada. [...]
Décimo segundo. En definitiva, conforme a los fundamentos precedentes, se advierte que la responsabi­
lidad penal del procesado AQ, está suficientemente acreditada sobre la base de su confesión corroborada
con prueba de cargo, legalmente practicada, y razonablemente valorada; cuyo contenido, por lo demás,
es inequívocamente delictivo (“cláusula de concordancia”). A lo que se aúna, que entre la actividad pro­
batoria desplegada, la naturaleza de las evidencias de cargo actuadas y valoradas, y la mala justificación
traducida en las contradicciones incurridas en sus versiones exculpatorias; existe una conexión racional,
precisa y directa, por ser esta última una inferencia categórica deducida de la sucesión de los hechos
declarados probados; no existiendo una hipótesis alternativa al curso causal de los acontecimiento,
que posibilite decanta en una conclusión diferente, por lo que se ha logrado enervar la presunción de
inocencia del citado encausado. En ese sentido, se ha justificado la condena dictada en su contra, de
conformidad con el artículo 258 del Código de Procedimientos Penales. (R. N. N .° 1444-2015-Lima,
del 16-02-2017, ff. jj. 10 y 12. Segunda Sala Penal Transitoria. Texto completo: <bit.ly/2VMgIEw>).

§ 699. Prueba personal corroborada por otras declaraciones (de testigos, por el conjunto de
detenidos y por la esposa del agraviado) es suficiente para condenar. [Sum illa] Prueba suficiente
para condenar.- La prueba personal, testifical directa, es la proporcionada por el instructor policial,
quien da cuenta de la exigencia de dinero del procesado, del rol que cumplió y, luego, de la devolución
del mismo; datos que, a su vez, han sido corroborados por testigos, por el conjunto de detenidos y por
♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL
Art. 160 LIBRO SEGUNDO: LA ACTIVIDAD PROCESAL 352

la esposa del agraviado. Esta última fue quien desencadeno la devolución del dinero y la investigación
de los hechos. En suma, el cohecho por el acusado existió, se devolvió el dinero al denunciante y existe
conexión y corroboración de sus afirmaciones con lo expuesto por los demas testigos. El detalle de
hechos que da cuenta la prueba de cargo actuada tiene la suficiente consistencia y precisión, que no se
puede pedir más información pormenorizada. (Apelación N .° 16-2015-Lambayeque, de 14-12-2016.
Sala Penal Transitoria. Texto completo: <bit.ly/2k08wxy>).
§ 700. No corresponde rebajar aún más la pena por aplicación de la confesión sincera, ya que
el principio de coculpábilidad y la determinación de la pena sólo autorizan al juez a fijarla dentro
de los límites estipulados por la ley. Cuarto. [No] corresponde rebajar aun mas la pena impuesta,
en la medida en que incluso la propia invocación del instituto de la confesión sincera en la sentencia
recurrida no se condice con los requisitos que la jurisprudencia de este Supremo Tribunal ha definido
sobre el particular: declaración espontánea, veraz, coherente y uniforme en todo el curso del proceso;
que el principio de coculpabilidad y la determinación de la pena solo autorizan al juez a fijarla dentro
de los límites estipulados por la ley, tal como lo establece el articulo 46 del Codigo Penal teniendo en
cuenta los factores referidos al contenido del injusto y culpabilidad por el hecho cometido; o que, por
lo demás -aun cuando se reconozca que el juicio sobre la proporcionalidad de la pena, prevista por la
ley con carácter general, con relación a un hecho punible que es presupuesto de la misma, corresponde
al legislador-, es de destacar que en el presente caso la pena impuesta no excede la medida determinada
por la magnitud del hecho delictivo y la gravedad de la culpabilidad por esa infracción punible: se trata
de un padre que viola reiteradamente a su hija menor de edad, la intimida para que guarde silencio, y la
embaraza, con las terribles secuelas -de la que es consciente- para la víctima. (R. N. N .° 478-2005-Ju-
nín, del 26-04-2005, f. j. 4. Sala Penal Permanente. Texto completo: <bit.ly/lWBzpbi>.
§ 701. Confesión sincera en casos de flagrante delito. [El] juzgador al graduar la pena contra la
acusada ha considerado de manera indebida la confesión sincera para imponer la pena por debajo del
mínimo legal, porque en los casos de flagrante delito no es de aplicación este beneficio en tanto no se
ha aportado nuevos hechos; en tal mérito, resulta procedente modificar la pena impuesta en atención
a la forma y circunstancias en que se cometió el delito, conforme al articulo cuarenta y seis. (R. N. N .°
816-2002-Callao, del 14-06-2002. Primera Sala Penal Transitoria. Texto completo: <bit.ly/2c4dYuE>).

§ 702. No es posible aplicar la regla de reducción por bonificación procesal por confesión
sincera cuando el imputado fue capturado en flagrancia presunta. Segundo. [La] sentencia de ins­
tancia, en función a la acusación fiscal y a la aquiescencia del imputado y de su defensor, fijo como
hechos formalmente establecidos que el día 14-02-2017, como a las 22:30, cuando los adolescentes
VC y H G transitaban por la sexta cuadra de la Avenida C [...], fueron sorprendidos por el encausado
LY, de 28 años de edad [...], quien luego de intimidarlos y hacerles creer que portaba un arma blanca
en el cinto, se apoderó del celular de VC, luego de lo cual se retiro del lugar. Empero, los adolescentes
denunciaron inmediatamente lo sucedido a la Comisaría, de suerte que los efectivos policiales, como
a las 23:35, lograron capturarlo y recuperar el chip del celular robado. El celular fue vendido por S/.
40 a un transportista. Tercero. [El] imputado LY se sometió a la conformidad procesal, lo que dio
lugar a la sentencia conformada recurrida. Los hechos admitidos se subsumen el tipo legal de robo por
cuanto se interceptó y amenazó con un mal inminente y grave a dos adolescentes. El delito de robo con
agravantes se consumó. No se recuperó el celular robado. El parámetro legal, ante dos circunstancias
agravantes específicas concurrentes -de un total de 8-, es entre 13 años y un día y 14 años de privación
de la libertad. No es posible aplicar la regla de reducción por bonificación procesal por confesión sincera
porque el imputado fue capturado en flagrancia presunta y, además, con parte del bien robado a uno
de los agraviados -la confesión resultaría innecesaria-. Solo cabe aplicar la regla de reducción por boni­
ficación procesal por conformidad procesal (Acuerdo Plenario N .° 5-2008/CJ-116, de 18-07-2008 [§
1500]), que exclusivamente permite una reducción de la pena concreta disminuida en un séptimo. Esta
de ningún modo es inferior a la pena impuesta, de por sí indebidamente disminuida -pero no puede
modificarse por imperio del principio de interdicción de la reforma peyorativa-. (R N. N .° 190-2018-
Lima Norte, del 03-07-2018, ff. jj. 2 y 3. Sala Penal Permanente. Texto completo: <bit.ly/2IQltbI>).
n o m o s & th e s is
353 SECCIÓN II: LA PRUEBA Art.160
§ 703. La confesión sincera no reduce la pena cuando se es descubierto en flagrancia, por ser
irrelevante para la investigación o esclarecimiento del hecho. 3.2. Si bien el instituto de la confor­
midad, en términos normativos, aparece señalado en la Ley N .° 28122 con el rótulo de “confesión sin­
cera”, la Ejecutoria Suprema recaída en el Recurso de Nulidad N .° 1766-2004-Callao [§ 2692], del 21
de septiembre del 2004 (precedente vinculante), aclaró que cuando el artículo 5 de la Ley mencionada
alude a la “confesión sincera” no cabe concordarlo necesariamente con el artículo 136 del Código de
Procedimientos Penales -que en sentido estricto regula la figura de la confesión sincera, la cual concurre
necesariamente antes del juicio oral, generando, entre otros, la posibilidad de reducción de pena por
debajo del mínimo legal de la pena conminada que se trate-. 3.3. La institución de la confesión sincera
en el Código de Procedimientos Penales se encuentra regulada en su artículo 136. El texto normativo
dice lo siguiente: L a confesión del inculpado corroborada conprueba, releva alJuez de practicar las diligen­
cias que no sean indispensables, pudiendo darpor concluida la investigación siempre que ello no perjudique a
otros inculpados o que no pretenda la impunidadpara otro, respecto a l cualpistan sospechas de culpabilidad.
La confesión sincera debidamente comprobada puede ser considerada para rebajar la pena del confeso a lí­
mites inferiores a l mínimo legal, salvo que se trate de los delitos de secuestro y extorsión [...]. Al respecto, en
el Acuerdo Plenario N .° 5-2008/CJ-116 [§ 1500] se estableció como doctrina legal que “la confesión,
para que configure una circunstancia atenuante de carácter excepcional, está sujeta a determinados re­
quisitos legalmente estipulados, cuya ratio es la facilitación del esclarecimiento de los hechos delictivos y
que sea relevante para la investigación de los mismos”. Del mismo modo, en el fundamento jurídico 21
del referido Acuerdo Plenario se precisa que la sinceridad de la confesión equivale: A una admisión (1)
completa -con cierto nivel de detalle que comprenda, sin omisiones significativas, los hechos en los quepartici­
pó-, (2) veraz -el sujeto ha de ser culpable sin ocultar datos relevantes del injusto investigado-, (3) persistente
-uniformidad esencial en las oportunidades que le corresponde declarar ante la autoridad competente- y (4)
oportuna -en el momento necesario para garantizar y contribuir a la eficacia de la investigación-, a la que
se aúna, a los efectos de la cuantificación de la pena atenuada, (5) su nivel de relevancia. Por lo que si se
trata de un delito evidente o, lo que es lo mismo, si este ha sido descubierto flagrantemente, cualquier
aceptación del hecho y colaboración del agente con la Policía o el Ministerio Público en el ejercicio de
sus funciones -así se produzca de forma concomitante o inmediatamente después de cometido-, resulta
irrelevante para la investigación o esclarecimiento del hecho y, consecuentemente, no determina reduc­
ción de pena en virtud de la aplicación de la fórmula de derecho premial referida a la confesión sincera.
(R. N. N .° 370-2017-Lima, del 19-09-2017, ff. jj. 3.2 y 3.3. Sala Penal Permanente. Texto completo:
<bit.ly/2NdoRlz>).

§ 704. Confesión sincera: atenuación de la pena, [El] imputado [...] ha admitido los hechos desde
un inicio, lo que constituye una circunstancia atenuante excepcional que, en las circunstancias del caso,
autoriza a disminuir la pena por debajo del mínimo legal; que el imputado, cuando los hechos, era
un joven de veintiún años de edad; [...] que si se tiene en cuenta la confesión sincera de los hechos, la
juventud del imputado, su ausencia de antecedentes, su condición de persona trabajadora y que ya es­
tableció otro hogar, es de rigor imponer una pena privativa de la libertad que posibilite la suspensión de
su ejecución, en tanto que, por lo anterior, no es de estimar que perpetrará otro delito, de conformidad
con lo dispuesto por los artículos 57 y 58 del Código Penal [...]. (R. N. N .° 1402-2004-San Martín, del
03-09-2004. Sala Penal Permanente. Texto completo: San M artín, JPvinculante, p. 332).

§ 705. Confesión sincera: elementos para su aplicación. [La] confesión sincera [...], como ate­
nuante de orden procesal, está constituida por la declaración del imputado en la que reconoce ser autor
o partícipe de un delito o una falta, prestada en forma espontánea, oportuna, veraz y coherente, ante
una autoridad competente y con las formalidades y garantías correspondientes; que tal atenuante no
resulta de aplicación al acusado porque [...] no ha dado versiones uniformes durante el proceso respecto
del lugar del destino de la droga, [...] asimismo, no ha contribuido al esclarecimiento de delito; [...] de
otro lado, debe tenerse en cuenta que su versión autoinculpatoria fue proporcionada como consecuen­
cia de haber sido intervenido en flagrancia [...]. (R. N. N .° 3664-2003-Madre de Dios, del 04-05-2004.
Sala Penal Permanente. Texto completo: San Martín, JPvinculante, p. 334).
♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL
Art. 160 LIBRO SEGUNDO: LA ACTIVIDAD PROCESAL 354

§ 706. Confesión sincera: requisitos para rebajar la pena por debajo del mínimo legal. Si bien
la norma procesal invocada permite rebajar la pena del confeso a límites inferiores del mínimo legal, su
aplicación solo es posible cuando las pruebas de cargo valoradas durante el proceso penal son de carácter
indiciarlo y la confesión del acusado constituye el acto que despeja toda duda sobre su responsabilidad
penal [...]. (R. N . N .° 1664-2004-Lima, del 07-09-2004. Sala Penal Permanente. Texto completo: San
M artín, JPvinculante, p. 342).
§ 707. Confesión sincera se produce por el reconocimiento de los hechos delictivos, a pesar de
la detención en flagrancia. La admisión de los hechos por el imputado importa una confesión sincera,
en cuanto reconoce los hechos desde el primer momento, y no existen evidencias o fundamentos ra­
zonables que permitan sostener que ocultó, total o parcialmente, la verdad de lo ocurrido, sin que ello
obste que fuera detenido en flagrancia delictiva, lo que dice de la forma cómo se descubrió el hecho pero
no de la actitud del imputado frente a la intervención policial y a los cargos esgrimidos en su contra.
(R. N . N .° 2368-2005-Piura, del 23-08-2005. Sala Penal Permanente. Texto completo: San Martín,
JPvinculante, p. 345).
§ 708. Confesión sincera debe aportar datos suficientes para obviar la realización más intensa
de actos de investigación y/o de prueba. Cuarto. [...] La confesión para ser sincera requiere no sólo
que sea veraz sino que sea prestada inmediatamente, sin contradicciones y que objetivamente aporte
datos suficientes -circunstanciados, sin ocultar o disminuir intencional el concurso de otras personas-,
para obviar la realización más intensa de actos de investigación y/o de prueba. N o cabe en los casos de
flagrancia, en atención a su fundamento político criminal, pues no se necesita para probar la culpabili­
dad del detenido nada distinto a la forma y circunstancias de su intervención. [...] (R. N. N .° 91-2013-
Del Santa, del 13-01-2014, f. j. 4. Sala Penal Transitoria. Texto completo: <bit.ly/2bJVÍHk>.
§ 709- Confesión sincera relativa: reo ausente que se acogió a la conclusión anticipada, pero
solo evitó el juicio oral, pues no facilitó el esclarecimiento de los hechos delictivos ni brindó in­
formación esencial y oportuna en sede de investigación (características del instituto procesal de
la confesión sincera). Décim o prim ero. En el caso concreto, el acusado [...] tenía la calidad de reo
ausente y se presentó al juicio oral, donde se acogió a la conclusión anticipada del juicio oral y aceptó
los cargos imputados por el representante del Ministerio Público. En ese sentido, esa conducta procesal
del citado inculpado permite apreciar una confesión sincera relativa, en cuanto solo evitó el juicio oral,
pero no facilitó el esclarecimiento de los hechos delictivos ni brindó información esencial y oportuna
en sede de investigación (características del instituto procesal de la confesión sincera). Décimo segun­
do. En el fundamento jurídico 20 del Acuerdo Plenario N .° 5-2009/CJ-l 16 [§ 1948], emitido por las
Salas Penales Permanente y Transitoria de la Corte Suprema de Justicia de la República, se indicó que
se apreciará una confesión sincera relativa cuando el reo ausente asista al juicio y acepte los cargos incri­
minados; no obstante, se relativizará su entidad atenuatoria, pues solo aligera el trámite de las sesiones
del plenario. (R. N. N .° 1596-2015-La Libertad, del 14-02-2017, ff. jj. 11 y 12. Primera Sala Penal
Transitoria. Texto completo: <bit.ly/2FtT351>).
§ 710. La retractación, en este caso de la confesión, sólo podrá ser tomada en cuenta si esta no
es inverosímil ni ilógica. El cuestionamiento a la declaración policial no se extendió a la confesión
sumarial. Segundo. [La] sentencia de instancia declaró probado que el encausado [...], aprovechando
su condición de teniente gobernador de la Comunidad [...], ubicada en [...] Loreto, previa coordinación
con el sujeto conocido como “Masato”, de quien recibió la suma de ochocientos mil peses colombianos,
permitió que en la pista clandestina de esa Comunidad, en el mes de agosto de 1994, en dos ocasiones,
aterrice una avioneta -de franjas azules-, de donde bajaron tres bultos -que era droga- y, luego, fueron
llevados tras la frontera con Colombia en deslizadores. Tercero. [...] El imputado [...] reconoció los
cargos en sede preliminar y en su instructiva [...], en las que se ratificó en lo que expuso [inicialmente]
[...], empero en su declaración plenarial [...] negó los cargos, insistió en que no conoce al tal “Masato”,
que no es verdad que exista pista de aterrizaje y que nunca vio alguna avioneta colombiana, al punto
que ni siquiera reconoce su firma a nivel policial. Cuarto. [La] retractación plenarial del imputado [...]

n o m o s & th e s is
355 SECCION II: LA PRUEBA Art. 160
carece de toda sindéresis. El cuestionamiento a la declaración policial no se extendió a la confesión
sumarial -es absurdo que niegue su firma en sede policial y no lo haga en sede sumarial- [...]. Siendo
así, la confesión está corroborada con prueba suficiente [la existencia de una pista de aterrizaje para el
tráfico de drogas]. Se favoreció el consumo de drogas tóxicas mediante actos de comercialización [...].
(R. N. N .° 1366-2017-Loreto, del 12-09-2017, ff. jj. 3 7 4. Sala Penal Permanente. Texto completo:
<bit.ly/2TboTwi>).

§ 711. Es nulo absolver a quien en un primer momento aceptó ser integrante de una organi­
zación criminal, si su retractación posterior no tiene sustento. Sexto. El encausado T V menciona
que conoció a MA porque se lo presentó ZG y M V -el cual lo involucró en la organización-, así como
que vio al primero en compañía de los mexicanos en dos o tres ocasiones. El encausado M V en sede
plenarial acotó que era acopiador de la droga para el cartel mexicano y que introdujo en la organización
a sus medios hermanos M T y MA, aunque luego guardó silencio cuando se le preguntó cómo éstos in­
gresaron a la organización. Empero, en su continuación de su declaración plenarial se rectificó y señaló
que su hermano era inocente. M T reconoció esta forma de acceso o captación por su hermano M V
a la organización delictiva, y si bien negó haber tenido conocimiento, participó por las ganancias que
le ofrecían como importador de vehículos. Séptimo. Ahora bien, la versión de MA no tiene sustento.
Primero admitió los hechos en relación al tráfico ilícito de drogas y su ingreso a la organización delictiva
por intermediación de su hermano MV. Tal admisión, prestada legalmente, no ha sido refutada con su
ulterior retractación, tanto más si esa vinculación es afirmada por M V y PA. Noveno. Por consiguiente,
la absolución dictada no es fundada. Contiene una valoración de la prueba incoherente, sin analizar
correctamente los indicios de vinculación de MA con la organización criminal, específicamente que su
hermano y sentenciado M V fue quien se dedicó a captar gente de su entorno familiar para ponerla al
servicio de dicha organización. Es de aplicación el artículo 301°, in fine, del Código de Procedimientos
Penales. (R. N. N .° 3430-2013-Arequipa, del 09-06-2015, ff. jj. 6 al 9. Sala Penal Transitoria. Texto
completo: <bit.ly/2Fty 3wG>).

§ 712. Reconocer responsabilidad penal ante perito psicológico (en la cual aceptó haber ul­
trajado a una menor agraviada) no puede ser considerada como declaración judicial pero eso no
impide que tal conducta se constituya en fuente de prueba y pueda ser valorada en el proceso.
Véase la jurisprudencia del artículo 172° del Nuevo Código Procesal Penal [§ 807]. (Casación N .°
407-2012-Arequipa, de 25-01-2013, f. j. 7 del auto de calificación del recurso de casación. Sala Penal
Permanente. Texto completo: <bit.ly/lTW 6 tZS>).

§ 713. Procede el proceso inmediato en delitos de violación sexual de menor de edad cuan­
do existe flagrancia, cuando el imputado confiesa la comisión del delito y cuando los elementos
de convicción acumulados sean evidentes. Véase la jurisprudencia del artículo 446° del Nuevo Código
Procesal Penal [§ 1899]. (Casación N .° 1130-2017-San Martín, del 09-08-2018, f. j. 7. Sala Penal Per­
manente. Texto completo: <bit.ly/2SpTIJb>).

JURISPRUDENCIA DE LAS CORTES SUPERIORES

§ 714. La declaración del imputado por regla general, no es considerada un medio probatorio
dado que no es una fuente de prueba personal (puede ser fuente de prueba material), conforme
a la naturaleza del hecho imputado. 3.3.1. Debe tenerse presente que en el modelo inquisitivo, la
declaración del imputado fue considerado como objeto, centralmente como objeto de prueba, de tal
manera que era la principal fuente de información para probar el hecho punible imputado. Sin embar­
go, en el modelo procesal acusatorio el imputado es considerado como parte procesal (sujeto procesal);
por consiguiente la declaración del imputado es una expresión de voluntad contraria a la pretensión
penal, la resiste; en efecto, la pretensión penal y la oposición deben generar un contradictorio coherente
internamente que constituye el núcleo procesal. En ese orden, la declaración del imputado por regla
general, no es considerada un medio probatorio dado que no es una fuente de prueba personal (puede
ser fuente de prueba material), conforme a la naturaleza del hecho imputado, por ejemplo para efectos

♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL


Art.161 LIBRO SEGUNDO: LA ACTIVIDAD PROCESAL 356

de un examen de A D N . 3.3.2. En el caso la declaración de la imputada solo puede ser considerada


como una expresión de su resistencia u oposición, de tal manera que no constituye fuente de prueba de
la pretensión penal, pero tampoco constituye prueba de la resistencia, dado que en esta última no po­
dría considerarse como un tema de prueba y a su vez considerarse como medio de prueba, lo contrario
llevaría a incurrir en la falacia de petición de principio ÍClo que afirmo es verdad porque lo he afirmado .
(Exp. N .° 02324-2015-59-040l-JR-PE-01-Arequipa, del 05-12-2017, ff. jj. 3.3.1 y 3.3.2. Tercera Sala
Penal de Apelaciones. Corte Superior de Justicia de Arequipa. Texto completo: <bit.ly/2NnuLwY>).

JURISPRUDENCIA DE LA CORTE INTERAMER1CANA DE DERECHOS HUMANOS

§ 715. La confesión del inculpado solamente es válida si es hecha sin coacción de ninguna na­
turaleza. Las declaraciones obtenidas mediante coacción no suelen ser veraces, ya que la persona
intenta aseverar lo necesario para lograr que los tratos crueles o la tortura cesen. 165. Al respecto,
la Corte observa que la regla de exclusión de pruebas obtenidas mediante la tortura o tratos crueles e
inhumanos (en adelante “regla de exclusión”) ha sido reconocida por diversos tratados y órganos inter­
nacionales de protección de derechos humanos que han establecido que dicha regla es intrínseca a la
prohibición de tales actos. Al respecto, la Corte considera que esta regla ostenta un carácter absoluto e
inderogable. 166. En este sentido, la Corte ha sostenido que la anulación de los actos procesales deri­
vados de la tortura o tratos crueles constituye una medida efectiva para hacer cesar las consecuencias de
una violación a las garantías judiciales. Además, el Tribunal considera necesario recalcar que la regla de
exclusión no se aplica sólo a casos en los cuales se haya cometido tortura o tratos crueles. Al respecto, el
artículo 8.3 de la Convención es claro al señalar que “ [l]a confesión del inculpado solamente es válida
si es hecha sin coacción de ninguna naturaleza”, es decir que no se limita el supuesto de hecho a que se
haya perpetrado un acto de tortura o trato cruel, sino que se extiende a cualquier tipo de coacción. En
efecto, al comprobarse cualquier tipo de coacción capaz de quebrantar la expresión espontanea de la
voluntad de la persona, ello implica necesariamente la obligación de excluir la evidencia respectiva del
proceso judicial. Esta anulación es un medio necesario para desincentivar el uso de cualquier modali­
dad de coacción. 167. Por otra parte, este Tribunal considera que las declaraciones obtenidas mediante
coacción no suelen ser veraces, ya que la persona intenta aseverar lo necesario para lograr que los tratos
crueles o la tortura cesen. Por lo anterior, para el Tribunal, aceptar o dar valor probatorio a declaraciones
o confesiones obtenidas mediante coacción, que afecten a la persona o a un tercero, constituye a su vez
una infracción a un juicio justo. Asimismo, el carácter absoluto de la regla de exclusión se ve reflejado
en la prohibición de otorgarle valor probatorio no sólo a la prueba obtenida directamente mediante
coacción, sino también a la evidencia que se desprende de dicha acción. En consecuencia, la Corte con­
sidera que excluir la prueba que haya sido encontrada o derivada de la información obtenida mediante
coacción, garantiza de manera adecuada la regla de exclusión. (CIDH, Caso Cabrera García y Montiel
Flores vs. México, sentencia del 26-10-2010, párrs. 165 al 167. Texto completo: <bit.ly/2 DuRZLn>).
Art. VIIIN CPP

REMISIÓN
§ 716. Sobre la confesión. Véase también la jurisprudencia del artículo 136° del Código de Proce­
dimientos Penales [§ 2155 ssj.

Artículo 161: Efecto de la confesión sincera

El juez puede disminuir prudencialmente la pena hasta en una tercera parte por debajo del mínimo legal,
si se cumplen los presupuestos establecidos en el artículo 160°. Este beneficio es inaplicable en los su­
puestos de flagrancia, de irrelevancia de la admisión de los cargos en atención a los elementos probatorios
incorporados en el proceso y cuando el agente tenga la condición de reincidente o habitual de conformidad
con los artículos 46-B y 4 6 -C del Código Penal.

n o m o s & th e s is
357 SECCION 11: LA PRUEBA Alt. 161
Este beneficio también es inaplicable en los casos de delitos previstos en los artículos 108-B, 170,
1 7 1 ,1 7 2 ,1 7 3 y 174, así como en sus formas agravadas previstas en el artículo 177 del Código Penal(1) (2)

NOTA DE ACTUALIZACIÓN

(1) Artículo m odificado por el artículo 2o del Decreto Legislativo N.° 1382 (ER 28-08-2018). La citada disposición no resulta
aplicable a las solicitudes de confesión sincera y de term inación anticipada en trámite. Anteriormente había sido
modificado por el artículo 3o de la Ley N.° 30076 (ER 19-08-2013). De conformidad con la 1a DCF de la Ley N.° 30076,
se adelanta la vigencia del presente artículo, en todo el territorio peruano.
(2) De conform idad con la primera disposición complementaria final de la Ley N.° 30076 (ER 19-08-2013), se adelantó la
vigencia del presente artículo, en todo el territorio peruano.

ACUERDO PLENARIO DE LA CORTE SUPREMA

§ 717. Confesión sincera y disminución de la pena. 16. El artículo 161 del Código Procesal Penal,
conforme con la última modificación establecida por la Ley N .° 30076, de 19-8-2013 -que, finalmente, es
la norma que debe ser objeto de examen por ser la vigente en todo el país, sin perjuicio del régimen proce­
sal respectivo-, instaura como regla general la disminución prudencial de la pena hasta en una tercera parte
por debajo del mínimo legal en los casos de confesión. El apartado 2 del artículo 160 del Código acotado
establece los requisitos de la confesión. Tres son las excepciones que el artículo 161 del Código Procesal
Penal reconoce a esta regla: 1. Flagrancia delictiva. 2 . Irrelevancia de la admisión de los cargos en atención
a los elementos probatorios incorporados en el proceso. 3. El agente tiene la condición de reincidente o
habitual. 17. Con carácter previo, es pertinente precisar sobre esta institución lo siguiente: (i) Se está ante
un supuesto de menor punibilidad, contemplado en el Código Procesal Penal, lo cual, por cierto, no le
resta su carácter sustantivo, y genérico para todas las figuras delictivas, (ii) Es, además, una institución de
abolengo anglosajón que busca introducir un derecho premial supuestamente encaminado a fortalecer la
justicia, (iii) La aminoración que prevé la norma debe computarse a partir de la pena final obtenida, pues
de lo contrario perdería su razón de ser, cual es beneficiar a aquellos delincuentes que han mostrado su
voluntad de colaborar con la justicia [Velásquez Velásquez, Fernando: Derecho Penal. Parte General
Bogotá, 1997, p. 708]. 18. El fundamento de esta norma se encuentra en razones político-criminales, esto
es, de pura utilidad, en el sentido de que, concretamente, la pena se atenúa porque se colabora con la ad­
ministración de justicia. Se trata de razones pragmáticas y no éticas [Cobo D el Rosal, Manuel y otro:
Derecho Penal Parte General Valencia, 1999, pp. 910-911]. El fundamento, es de insistir, no puede verse
en ninguna característica del delito, ya consumado, sino en la conveniencia político-criminal de fomentar
determinados comportamientos posteriores que faciliten la persecución judicial [M ir Puig , Santiago: De­
recho Penal Parte General Barcelona, 2008, p. 617]. 19. La confesión, en su aspecto nuclear, importa el
reconocimiento que hace el imputado de su participación en una actividad delictiva. Lo que se valora, en
este supuesto, es la realización de actos de colaboración a los fines de la norma jurídica, por lo que se faci­
lita el descubrimiento de los hechos y de sus circunstancias y autores. La confesión supone una especie de
‘premio” a quien colabora con la justicia en el descubrimiento de un hecho que tiene relevancia penal y que
le afecta como responsable. Como tal, es inaceptable una confesión no veraz (se proporciona una versión
de lo ocurrido que no se corresponde con la realidad); por tanto, esta debe ajustarse a la realidad (no debe
ser sesgada ni ocultar datos de relevancia), no debe contener desfiguraciones o falencias que perturben la
investigación, y debe ser persistente (mantenerse a lo largo de todo el procedimiento). No es confesión
cuando se reconoce lo “evidente”, cuando no se aporta dato alguno para el curso de la investigación; lo que
se debe aportar, en suma, son datos de difícil comprobación (SSTSE números 43/2000, de 25 de enero;
1506/2002, de 19 de septiembre; 1346/2009, de 29 de diciembre; y, 817/1998, de 15 de junio). 20. Las
dos primeras excepciones, así catalogadas por la ley, son las de flagrancia delictiva y prueba evidente de los
hechos y de la intervención del imputado en su comisión. En pureza, son más bien reglas esclarecedoras
que integran la propia noción de confesión en clave de colaboración con la justicia. Se trata de formas de
admisión de cargos irrelevantes para el curso de la investigación, pues sin necesidad de la confesión el hecho
está probado sobre la base de las propias condiciones de la flagrancia delictiva o de una actividad probatoria
ya consolidada. Tal confesión, por consiguiente, no aporta nada al esclarecimiento de los hechos: no hay

♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL


Art. 161 LIBRO SEGUNDO: LA ACTIVIDAD PROCESAL 358

confesión de lo evidente. Estas precisiones están estrictamente vinculadas con el fundamento político cri­
minal de la institución de la confesión sincera. Por ello, no es del caso formular reparo alguno al respecto,
tanto desde el derecho fundamental a la igualdad como desde el principio de proporcionalidad. 21 . Dis­
tinto es el caso de exclusión de la disminución de la pena por confesión cuando se trata de un agente que
“ [...] tenga la condición de reincidente o habitual, de conformidad con los artículos 46-B y 46-C del Có­
digo Penal”. La reincidencia o la habitualidad son ajenas por completo a la confesión de quien colabora con
la justicia. El aporte de información relevante, difícil de encontrar sin la contribución del imputado en
cuestión, es independiente de que este pueda ser primario o, de ser el caso, reincidente o habitual. La rein­
cidencia y la habitualidad, más allá del debate jurídico existente acerca de su fundamento -que no es del
caso plantear-, son circunstancias personales de naturaleza agravatoria, afincadas en la historia delictiva del
imputado. Entonces, ¿tiene fundamento constitucional excluir la disminución de la pena en función de la
reincidencia o habitualidad del imputado que admite los cargos y colabora con la justicia? 22. Desde el
derecho fundamental a la igualdad ante la ley, no existe un factor o pauta de diferenciación objetiva y razo­
nable entre la confesión y la condición de reincidente o habitual del confesante, que permita excluir a estos
últimos de la atenuación de la pena. La agravación de la pena, en el segundo caso, está en función a un dato
exclusivamente personal del imputado en relación con el delito cometido, mientras que la atenuación de la
pena por confesión se sitúa en las exigencias pragmáticas de la colaboración del imputado con la adminis­
tración de justicia. Esa ausencia de relación entre una y otra consecuencia jurídico penal -del criterio selec­
tivo y diferenciador- torna injustificada constitucionalmente esta exclusión. No puede haber un tratamien­
to diferente si las circunstancias de exclusión responden a supuestos que no se refieren al objeto de la
norma: colaborar con la justicia. 23. De otro lado, desde el principio de proporcionalidad -que, al igual que
el derecho fundamental a la igualdad, limita la discrecionalidad del legislador y lo obliga a que su potestad
legislativa se realice dentro de los límites establecidos en la Constitución-, la norma examinada tampoco
cumple con el estándar requerido. En efecto, y siguiendo las pautas metodológicas aceptadas por el Tribu­
nal Constitucional en la STC N .° 12-2006-AI, FJ. 32, de 13-12-2006, la limitación que entraña el citado
artículo 161 del Código Procesal Penal al derecho de los reincidentes y habituales de acogerse a una dismi­
nución de la pena por su cooperación con la justicia, no es idónea para lograr el apoyo del imputado al
esclarecimiento de la justicia -que sea reincidente o habitual no dice nada respecto a su admisión de los
cargos-, tampoco es necesaria porque el objetivo propuesto por la norma, por el contrario, se dificulta con
ese impedimento y, finalmente, no es estrictamente proporcional porque no existe equivalencia entre el
objetivo de atender a la colaboración con la justicia y la exclusión impuesta, pues desalienta esa finalidad
sin beneficio tangible alguno para la sociedad. En consecuencia, el artículo 161 del Código Procesal Penal,
en cuanto excluye de la diminución de pena por confesión a los reincidentes y habituales, no debe ser
aplicado por los jueces ordinarios por vulnerar el derecho a la igualdad y el principio de proporcionalidad
en relación con los derechos afectados por una indebida exclusión de la aminoración de pena. (Acuerdo
Plenario N .° 4-2016/CJ-l 16, de 12-06-2017, que estableció como doctrina legal los criterios expuestos en
los ff. jj. 17 a 23. X Pleno Jurisdiccional de las Salas Penales Permanente y Transitorias [EP, 17-10-2017,
Jurisprudencia, Año XXVI, N .° 1056, p. 7899]. Texto completo: <bit.ly/2HrlOKS>).

EJECUTORIA SUPREMA VINCULANTE DE LA CORTE SUPREMA

§ 718. Confesión sincera no puede ser invocada para determinar el monto de la reparación
civil. Tercero. Que está fuera de toda discusión la culpabilidad del encausado en la comisión del hecho
punible; que la impugnación se circunscribe al extremo de la determinación judicial de la pena de in­
habilitación impuesta y al monto de la reparación civil; que la confesión sincera del citado encausado
no puede ser valorada como presupuesto para establecer la cuantía de la reparación civil -que no es una
pena-, en tanto que está reservada de ser el caso para rebajar la pena del confeso a límites inferiores del
mínimo legal; que la naturaleza de la acción civil ex delicto es distinta, pues tiene como finalidad reparar
el daño o efecto que el delito ha tenido sobre la víctima y, consecuentemente, debe guardar proporción
con los bienes jurídicos que se afectan; que de autos se advierte que el encausado Arge Chanco se apo­
deró de mil novecientos dólares destinados a la compra de computadoras para un centro educativo, lo
que generó perjuicio tanto a la propia institución académica cuanto a los educandos; que, siendo así,

n o m o s & th e s is
359 SECCION I!: LA PRUEBA Art. 161
el monto fijado por el Tribunal sentenciador por concepto de reparación civil se encuentra arreglado a
ley. (R. N. N .° 948-2005-Junín, del 07-06-2005, f. j. 3 constituido precedente vinculante conforme
al £ j. 3 del Acuerdo Plenario N .° 1-2005/ESV-22, del 30-09-2005. Pleno Jurisdiccional de las Salas
Penales Permanente y Transitoria de la Corte Suprema de Justicia [EP, 26-11-2005]. Texto completo:
<bit.ly/2 c6sjZM> [p. 20]).

PLENOS JURISDICCIONALES

§ 719. En el proceso de terminación anticipada, el fiscal podrá aplicar de oficio la confesión


sincera y disminuir la pena concreta al imputado. Véase la jurisprudencia del artículo 468° del
Nuevo Código Procesal Penal [§ 1951]. (I Pleno Jurisdiccional Distrital en Materia Penal y Proce­
sal Penal de la Corte Superior de Justicia de Huancavelica del 06-10-2017. Tema 1. Texto completo:
<bit.ly/2VgWwu9>).

JURISPRUDENCIA DE LA CORTE SUPREMA

§ 720. Confesión sincera (completa, veraz, persistente y oportuna). Sexto. Que, ello se sustenta
en que el Colegiado Superior invocó [...] erróneamente la confesión sincera prevista en el artículo 136
del Código de Procedimientos Penales, pues la aceptación de cargos que formuló el imputado no fue
completa, veraz, persistente y oportuna, como se verifica de la versión que proporcionó durante la etapa
preliminar [...] y en la instrucción [...] en las que alegó no haber empleado violencia contra la víctima
y proporcionó versiones distintas respecto al lugar donde vendería el teléfono celular sustraído; que en
consecuencia, la disminución de la pena debió realizarse en el porcentaje señalado en el fundamento
jurídico veintitrés del Acuerdo Plenario N .° 5-2008/CJ-116 [§ 1500]. (R. N. N .° 3487-2012-Lima,
del 14-03-2013, f. j. 6 . Sala Penal Transitoria. Texto completo: <bit.ly/lTETOWV>).

§ 721. Falta de persistencia o uniformidad en las declaraciones sucesivas del imputado exclu­
ye el beneficio premial. Octavo. Que si bien los recurrentes, para disminuir el quantum de la pena,
invocaron la aplicación de la confesión sincera, al respecto, es del caso anotar, que los encausados al ser
intervenidos si bien señalaron haberle arrebatado un USB al agraviado, sin embargo, sus declaraciones
durante el transcurso del proceso no fueron uniformes, negando incluso su participación en el delito
imputado, señalando “desconocer el motivo por la cual el agraviado los sindica” [...], hasta que final­
mente se someten a la conclusión anticipada del proceso [...]; de modo que no le es aplicable la circuns­
tancia atenuante excepcional de confesión sincera. [...] (R. N. N .° 3112-2012-Pasco, del 31-01-2013,
£ j. 8 . Sala Penal Permanente. Texto completo: <bit.ly/256b4zM>).

§ 722. No se valida la confesión sincera en el juicio oral, si no facilita la investigación. Noveno.


Que, no obstante, lo precedentemente expuesto, este Supremo Tribunal discrepa con el Colegiado Su­
perior en cuanto a la pena concreta impuesta al encausado, toda vez que si bien existían elementos que
compulsar para la aplicación de la sanción -como lo es el supuesto de responsabilidad restringida de la
que gozaba al encausado-, sin embargo, el Organo sentenciador ha aplicado de manera indebida como
sustento de rebaja de la pena, la confesión sincera prevista en el artículo 136 del Código de Procedimien­
tos Penales, en efecto, el tantas veces mencionado Acuerdo Plenario [N.° 5-2008/CJ-116 (§ 1500)], ha
establecido al respecto que “...desde una perspectiva global, el referido artículo ciento treinta y seis del
Código de Procedimientos Penales, exige la sinceridad de la confesión, que equivale a una admisión {uno)
completa -con cierto nivel de detalle que comprenda, sin omisiones significativas, los hechos en los que
participó- {dos) veraz -el sujeto ha de ser culpable sin ocultar datos relevantes del injusto investigado- {tres)
persistente -uniformidad esencial en las oportunidades que le corresponda declarar ante la autoridad
competente -y {cuatro) oportuna- en el momento necesario para garantizar y contribuir a la eficacia de la
investigación a la que se aúna, a los efectos de la cuantificación de la pena atenuada, {cinco) su nivel de
relevancia...”, que en tal sentido, se advierte en el presente caso, que la declaración de responsabilidad
del encausado no ha sido oportuna, en efecto, los hechos materia de condena se sucedieron el día 13
de diciembre de 2008, en tanto que el encausado [...] recién se apersonó al proceso mediante escrito de
♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL
Art. 162 LIBRO SEGUNDO: LA ACTIVIDAD PROCESAL 360

fecha 16 de marzo de 2009, [...] es decir, casi tres meses después, brindando su primera declaración con
fecha 16 de abril de 2009, como se advierte del acta [...] -esto es, casi cuatro meses después de los hechos
denunciados-, que ello en modo alguno revela que el encausado [...] haya tenido la intención de cola­
borar con la justicia en el esclarecimiento del hecho, pues si ello hubiese sido así el precitado se hubiera
presentado a nivel policial y fiscal para reconocer su responsabilidad y coadyuvar a las investigaciones,
sin embargo, no lo hizo, no obstante, habérsele notificado debidamente en sede policial hasta en tres
oportunidades como se advierte de las constancias de las citaciones policiales [...], en consecuencia, la
aceptación de cargos realizado recién en la etapa de instrucción no puede ser considerada como confesión
sincera, tanto más si hasta ese momento del proceso ya existía prueba de cargo que lo involucraba con el
homicidio del agraviado [...]. (R. N. N .° 1392-2011-Lima, del 15-03-2012, f. j. 9. Sala Penal Permanen­
te. Texto completo: <bit.ly/2 D vlhqL>).
§ 723. No se aplica la reducción de la pena por confesión sincera cuando el imputado es dete­
nido en flagrancia delictiva. Tercero. Que la sentencia es eficaz procesalmente porque conjuntamente
con ella no cabe el planteamiento y votación de las cuestiones de hecho, según la doctrina legal fijada
en la Ejecutoria Suprema vinculante, recaída en el Recurso de Nulidad N .° 2206-2005/Ayacucho [§
2260], del 12 de julio de 2005, tercer fundamento jurídico. Como el encausado [...] fue capturado
mediando, quasi flagrancia y se le incautó parte de los bienes robados no es de aplicación la reducción
de la pena por confesión sincera. Dicho encausado no admitió, como corresponde a la institución pro­
cesal citada, la sustracción de los bienes descritos en la acusación en su instructiva [...]. El fundamento
político criminal de la confesión sincera, de facilitar el esclarecimiento de los hechos y contribuir de
modo decisivo a definir la causa prontamente, sin la cual no sería posible, no se presenta en supuestos
de flagrancia delictiva, de ocupación de bienes robados y cuando la víctima claramente identificó al
culpable y participó en las diligencias procesales. [...] (R N. N .° 3599-20 12-Áncash, del 19-03-2013,
f. j. 3. Sala Penal Transitoria. Texto completo: <bit.ly/23Vliu8>).
§ 724. El reconocimiento de cargos al acogerse al trámite de conclusión anticipada por un
delito no puede considerarse como la confesión sincera si el imputado fue intervenido el mismo
día que perpetró el evento criminal. Séptim o. [...] [C]abe mencionar que el reconocimiento de cargos
que formuló cuando se acogió al trámite de conclusión anticipada prevista en la Ley N .° 28122, no
puede considerarse como la confesión sincera regulada en el artículo 136 del Código de Procedimientos
Penales, porque el sentenciado fue intervenido el mismo día que perpetró el evento criminal frustrado,
como se da cuenta en la ocurrencia de calle común [...] suscrita por la autoridad policial intervinien-
te. (R. N. N .° 342-2017-Lima Sur, del 24-08-2017, £ j. 7. Sala Penal Permanente. Texto completo:
<bit.ly/2VjyLBq>).

REMISIÓN
§ 725. Sobre los efectos de la confesión. Véase también la jurisprudencia del artículo 136° del
Código de Procedimientos Penales [§ 2155 ssj.

CAPÍTULO II
EL TESTIMONIO

Artículo 162: Capacidad para rendir testimonio

1. Toda persona es, en principio, hábil para prestar testimonio, excepto el inhábil por razones naturales
o el impedido por la Ley.
2. Si para valorar el testimonio es necesario verificar la idoneidad física o psíquica del testigo, se rea­
lizarán las indagaciones necesarias y, en especial, la realización de las pericias que correspondan. Esta
última prueba podrá ser ordenada de oficio por el J u e z .(a)(b)

n o m o s & th e s is
361 SECCIÓN II: LA PRUEBA Art. 162
PROTOCOLOS, REGLAMENTOS, LINEAMIENTOS, GUÍAS Y DIRECTIVAS

(a) Reglamento de protección de testigos, peritos, agraviados y colaboradores, a que se refiere el Título V de las Sección II
del Libro Segundo del Código Procesal Penal (aprobado por el Decreto Supremo N.° 003-2010-JUS [EP, 13-02-2010]).
Véase el texto completo en: <b¡t.ly/2Ubmlj3>.
(b) Reglamento del Programa de asistencia a víctimas y testigos (aprobado por la Resolución N.° 729-2006-M P-FN.de
15-06-2006). Véase el texto completo en: <bit.ly/2v6zzl M>.

ACUERDO PLENARIO DE LA CORTE SUPREMA

§ 726. De la sindicación de coacusado, testigo o agraviado. Lincamientos en materia de


prueba indiciaría, declaraciones de coimputados y víctimas, y declaraciones de testigos de refe­
rencia. Véase la jurisprudencia del artículo 166° del Nuevo Código Procesal Penal [§ 740]. (Acuerdo
Plenario N .° 2-2005/CJ-116, del 30-09-2005, que establece como reglas de valoración de las decla­
raciones de coimputados y agraviados -testigos víctimas- las que se describen en los f£ jj. 9 y 10, con
las prevenciones señaladas en el £ j. 11, constituyendo precedentes vinculantes. Pleno Jurisdiccional
de las Salas Penales Permanente y Transitoria de la Corte Suprema de Justicia [EP, 26-11-2005]. Texto
completo: <bit.ly/lmLskGg>).

DOCTRINA JURISPRUDENCIAL VINCULANTE DE LA CORTE SUPREMA

§ 727. La repetición de prueba de testigos en segunda instancia. Criterios para la admisión en


apelación de prueba testimonial ya rendida en primera instancia. Décimo Quinto. En ese orden de
ideas, atendiendo a la doctrina nacional y extranjera, así como a la jurisprudencia nacional y el derecho
comparado, las notas que autorizan la admisión de prueba testimonial ya rendida en el juicio de primera
instancia son, copulativamente: i) La presencia de un defecto grave de práctica o valoración de la prueba
personal en primera instancia, ii) Que la información brindada por el testigo pueda variar la decisión
del a quo. Por la importancia de estas vulneraciones y de la información contenida se puede ingresar este
material probatorio sin afectar los principios de inmediación, contradicción, derecho de defensa y plazo
razonable. (Casación N .° 854-2015-Ica, de 23-11-2016, que establece como doctrina jurisprudencial
vinculante lo señalado en el f. j. 15. Sala Penal Permanente [EP, 11-01-2017, Jurisprudencia, Año
XXVI, N .° 1032, pp. 7655-7657]. Texto completo: <bit.ly/2k7jLs3>).

JURISPRUDENCIA DE LA CORTE SUPREMA

§ 728. Prueba testimonial vs. prueba pericial. [Sumilla] La contundencia de la prueba testimo­
nial (directa) y los probados indicios de cargo no pueden verse enervados frente a los posibles escenarios
que arroja una prueba pericial de descargo basada en probabilidades, con cuestionamientos razonables y
que, esencialmente, no alcanzan para eliminar lo afirmado por los testigos. (R. N. N .° 1658-2014-Lima
[Caso Walter Oyarce], del 15-03-2016. Sala Penal Transitoria. Texto completo: <bit.ly/lNjUCnt>).
§ 729. La declaración de un coimputado sobre otro coimputado, sobre hechos que han come­
tido conjuntamente, no es asimilable a la de un testigo. Cuarto. Conviene precisar que lo que se
analiza en este proceso penal es la materialidad del delito y su vinculación con el acusado. En el caso en
concreto, se advierte que como prueba de cargo principal ha sido considerada la declaración del senten­
ciado A. El Acuerdo Plenario N .° 2-2005/CJ-l 16 [§ 740], del 30 de septiembre de 2005 -fundamento
jurídico 8-, ha establecido que cuando declara un coimputado sobre un hecho de otro coimputado,
y que a la vez se trata de hechos propios porque ellos mismos los han cometido juntos, su condición
no es asimilable a la de testigo. Aun cuando se debe reconocer que tal testimonio puede ser utilizado
para formar la convicción judicial -no existe por ese hecho descalificación procedimental-, corresponde
valorar varias circunstancias que se erigen en criterios de credibilidad -no de mera legalidad- y que
apuntan a determinar si existen datos relevantes que las desnaturalizan o situaciones que explicarían que
el coimputado pudiese mentir. Las cautelas que han de tomarse en cuenta resultan del hecho de que el
coimputado no tiene obligación de decir la verdad, no se le toma juramento y declara sin el riesgo de

♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL


Art.162 LIBRO SEGUNDO: LA ACTIVIDAD PROCESAL 362

ser sancionado, sin la amenaza de las penas que incriminan el falso testimonio. Las garantías de certeza,
al respecto, son las siguientes: 4.1. Desde la perspectiva subjetiva (ha de analizarse la personalidad del
coimputado, en especial sus relaciones con el afectado por su testimonio, y las posibles motivaciones
de su declaración, que estas no sean turbias o espurias: venganza, odio, revanchismo, deseo de obtener
beneficios de cualquier tipo, etc.). 4.2. Desde la perspectiva objetiva (se requiere que el relato incrimi-
nador esté mínimamente corroborado por otras acreditaciones indiciarías en contra del sindicado que
incorporen algún hecho, dato o circunstancia externa, aun de carácter periférico, que consolide su con­
tenido incriminador). 4.3. Coherencia y solidez en el relato del coimputado. (R. N. N .° 870-2018-Piu-
ra, del 30-01-2019, f. j. 4. Sala Penal Permanente. Texto completo: <bit.ly/2VgJZqC>).
§ 730. Versión del testigo impropio puede ser considerado actividad probatoria hábil para
enervar la presunción de inocencia. Requisitos. Duodécimo. En este sentido, hemos de partir de que
la declaración de un testigo impropio en este caso, puede ser actividad probatoria hábil en principio,
para enervar el derecho a la presunción de inocencia; toda vez que, el Acuerdo Plenario N .° 2-2005/
CJ-116 [§ 740], [...], incorpora presupuestos que deben tomarse en cuenta al momento de evaluar la
declaración de éste. Así pues, debemos considerar que en autos se tiene que no existen relaciones entre
el testigo impropio BV y el imputado basadas en odio u otro sentimiento; por otro lado, en cuanto a
la verosimilitud, cabe resaltar que el relato incriminatorio llega a ser coherente y enfático, pues en el
contradictorio oral [...] reiteró que conocía a CRR, quien era su compadre espiritual, fallecido en el
penal de Castro Castro; también conoce a JRR, quien también falleció; además, conoce al procesado
EJ, y que se conocieron cuando se dedicaban al tráfico ilícito de drogas, señalando: “(•••) sí, él era trans­
portista, el que tenía carro caleta el que transportaba la droga (...), él era uno de los caleteros que traía la
mercadería (...), en este caso está por el camión Ford por un Volvo, ese camión yo le hice entrega (...)”;
asimismo, este testigo detalla de manera pormenorizada la adquisición de los camiones, indicando que
los camiones se dieron a cambio de drogas; aunado a ello, al realizarse la diligencia de confrontación en
esta misma sesión, se tiene que este testigo impropio se ratifica en su versión incriminatoria, sosteniendo
frente al acusado EJ que el camión se lo entregó personalmente a él, y que recibió como pago pasta
básica de cocaína, refutándole que el señor C no tenía conocimiento que hubiera camiones Volvo a su
nombre, desbaratando así la versión exculpatoria del imputado, quien refirió que el camión se lo vendió
al señor C en el óvalo [...]. (R. N. N .° 176-2016-Lima, del 23-06-2017, f. j. 12. Segunda Sala Penal
Transitoria. Texto completo: cbit.ly/2 UbWJld>).
§ 731. Presupuestos a tomar en cuenta para la sindicación de un coimputado. L a prueba de
cargo actuada, edificada sobre la declaración de un coimputado y tres testigos referenciales, así
como por la mala justificación, es insuficiente para desvirtuar la presunción de inocencia del
acusado. Véase la jurisprudencia del artículo 166° del Nuevo Código Procesal Penal [§ 747]. (R.
N. N .° 697-2018-Lima Sur, del 24-08-2018, ff. jj. 10 y 17. Sala Penal Permanente. Texto completo:
<bit.ly/2GZBxc5 >).
§ 732. Declaración del agraviado debe ser uniforme y coherente para no vulnerar el debi­
do proceso. Véase la jurisprudencia del artículo 166° del Nuevo Código Procesal Penal [§ 774].
(R. N . N .° 1693-2017-Lima, del 23-10-2017, f. j. 2.1. Sala Penal Permanente. Texto completo:
<bit.ly/2tFj63N>).

JURISPRUDENCIA D E LAS CORTES SUPERIORES

§ 733. Las declaraciones brindadas por lo coimputados no pueden ser invalidadas de plano
en su totalidad. 5.13. Por su parte, la Fiscalía cuestionó la eficacia de estas declaraciones como nuevos
elementos de convicción, alegando que por tratarse de declaraciones de coimputados no se les debe
otorgar mérito. Al respecto cabe precisar que compartimos solo parcialmente dicho razonamiento.
Pues, resulta lógico que las declaraciones de los propios investigados deben ser asumidas y valoradas
con mayor reserva que los prestados por un testigo no procesado. Sin embargo, dicha circunstancia no

n o m o s & th e s is
363 SECCION II: LA PRUEBA Art.163
permite invalidar completamente sus afirmaciones. Razonar en ese sentido sería lo mismo que admitir
que el órgano jurisdiccional debe partir de una premisa de sospecha respecto de estas declaraciones, lo
cual no resulta razonable. (Exp. N .° 00160-2014-299-520 l-JR-PE- 01, del 20-11-2017, £ j. 5.13. Co­
legiado A. Sala Penal Nacional de Apelaciones Especializada en Delitos de Corrupción de Funcionarios.
Texto completo: <bit.ly/2Jwe98l>).

JURISPRUDENCIA DE LA CORTE INTERAMERICANA DE DERECHOS HUMANOS

§ 734. El inculpado tiene derecho a examinar a los testigos que declaran en su contra y a su
favor, en las mismas condiciones, con el objeto de ejercer su defensa. 177. La Corte considera que
la imposibilidad de acceder a las actuaciones realizadas durante la etapa del sumario y presentar pruebas
impidieron que el señor Palamara Iribarne pudiera defenderse de forma adecuada. Cuando el abogado
del señor Palamara Iribarne tuvo acceso al expediente al elevarse la causa a plenario el 24 de octubre de
1994, de conformidad con el artículo 150 del Código de Justicia Militar contaba con un plazo de tan
solo 6 días para responder a “los cargos que exist[í]an en su contra”. Recién el 20 de febrero de 1995 el
abogado del señor Palamara Iribarne, al contestar la acusación Fiscal, pudo ofrecer prueba en el proceso
[...]. 178. Además, íntimamente ligado con lo anterior, la Corte Interamericana ha señalado que el
inculpado tiene derecho a examinar a los testigos que declaran en su contra y a su favor, en las mismas
condiciones, con el objeto de ejercer su defensa. En el mismo sentido se ha pronunciado la Corte
Europea. Este Tribunal ha establecido que en todo proceso deben concurrir los elementos necesarios
para “que exista el mayor equilibrio entre las partes, para la debida defensa de sus intereses y derechos.
Esto implica, entre otras cosas, que rija el principio de contradictorio”. 179. Las referidas restricciones
impuestas al señor Palamara Iribarne y a su abogado defensor en la Causa Rol No. 464 por los delitos de
desobediencia e incumplimiento de deberes militares y en la Causa Rol No. 471 por el delito de desaca­
to, ambas ante el Juzgado Naval de Magallanes, vulneraron las garantías propias del derecho de defensa,
así como el de hacer comparecer a personas que puedan arrojar luz sobre los hechos, reconocidos en el
artículo 8.2 .f) de la Convención. (CIDH, Caso Palamara Iribarne vs. Chile, sentencia del 22-10-2005,
párrs. 177 al 179. Texto completo: <bit.ly/2DBRodt>).

Artículo 163: Obligaciones del testigo

1. Toda persona citada como testigo tiene el deber de concurrir, salvo las excepciones legales corres­
pondientes, y de responder a la verdad a las preguntas que se le hagan. La comparecencia del testigo
constituirá siempre suficiente justificación cuando su presencia fuere requerida simultáneamente para dar
cumplimiento a obligaciones laborales, educativas o de otra naturaleza y no le ocasionará consecuencias
jurídicas adversas bajo circunstancia alguna.
2. El testigo no puede ser obligado a declarar sobre hechos de los cuales podría surgir su responsabili­
dad penal. El testigo tendrá el mismo derecho cuando, por su declaración, pudiere incriminar a alguna de
las personas mencionadas en el numeral 1) del artículo 165.
3. El testigo policía, militar o miembro de los sistemas de inteligencia del Estado no puede ser obligado
a revelar los nombres de su s informantes. Si los informantes no son interrogados como testigos, las infor­
maciones dadas por ellos no podrán ser recibidas ni utilizadas.(a)(b)

PROTOCOLOS, REGLAMENTOS, LINEAMIENT0S, GUÍAS Y DIRECTIVAS

(a) Reglamento de protección de testigos, peritos, agraviados y colaboradores, a que se refiere el Título V de las Sección II
del Libro Segundo del Código Procesal Penal (aprobado por el Decreto Supremo N.° 003-2010-JUS [EP, 13-02-2010]).
Véase el texto completo en: <bit.ly/2Ubmlj3>.
(b) Reglamento del Programa de asistencia a víctimas y testigos (aprobado por la Resolución N.° 729-2006-M P-FN de
15-06-2006). Véase el texto com pleto en: <bit.ly/2v6zzl M>.

♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL


Art. 164 LIBRO SEGUNDO: LA ACTIVIDAO PROCESAL 364

JURISPRUDENCIA DE XA CORTE SUPREMA

§ 735. Divergencias en detalles nimios, no enervan la uniformidad y coherencia entre los re­
latos de dos testigos. No se puede exigir coincidencia milimétrica en el relato de dos personas
distintas. La declaración del procesado es solo un medio de defensa, no de prueba. Véase la juris­
prudencia del artículo 166° del Nuevo Código Procesal Penal [§ 749]. (R. N. N .° 2550-2017-Callao,
del 19-06-2018, ff. jj. 3.15 y 3.16. Sala Penal Permanente. Texto completo: <bit.ly/2IUIrRQ>).

JURISPRUDENCIA DE LA SALA PENAL NACIONAL

§ 736. Es inviable la obtención de muestra de voz de testigo para la pericia fonética sin su con­
sentimiento. Véase la jurisprudencia del artículo 21 I o del Nuevo Código Procesal Penal [§ 880]. (Exp.
N .° 00160-2014-246-500l-JR-PE-01 [Caso César Álvarez], del 03-03-2017, ff. jj. 2 .3 .2 , 2.3.4, 2.4,
2.4.1, 2.4.2, 2.4.4, 2.4.5, 2.5.1, 2.5.2, 2.5.3, 2.5.4, 2.5.5 y 2.5.6. Primera Sala Penal de Apelaciones
Nacional. Texto completo: <bit.ly/2T R 0FbN>).

Artículo 164: Citación y conducción compulsiva

1. La citación del testigo se efectuará de conformidad con el artículo 129. Cuando se trata de funciona­
rios públicos o de dependientes, el superior jerárquico o el empleador, según el caso, están en la obligación
de facilitar, bajo responsabilidad, la concurrencia del testigo en el día y hora en que es citado.
2. El testigo también podrá presentarse espontáneamente, lo que se hará constar.
3. Si el testigo no se presenta a la primera citación se le hará comparecer compulsivamente por la
fuerza pública.(a)(b)

PROTOCOLOS, REGLAMENTOS, LINEAMIENTOS, GUÍAS Y DIRECTIVAS


(a) Reglamento de protección de testigos, peritos, agraviados y colaboradores, a que se refiere el Título V de las Sección II
del Libro Segundo del Código Procesal Penal (aprobado por el Decreto Supremo N.° 003-2010-JUS [EP, 13-02-2010]).
Véase el texto com pleto en: <bit.ly/2Ubmlj3>.
(b) Reglamento del Programa de asistencia a víctimas y testigos (aprobado por la Resolución N.° 729-2006-M P-FN de
15-06-2006). Véase el texto com pleto en: <bit.ly/2v6zzl M>.

JURISPRUDENCIA DE LA CORTE SUPREMA

§ 737. Citación del testigo. Tercero. [...] Que al desestimarse la declaración de la agraviada
K.N.A.R., no se tuvo en cuenta que la actora civil en sus alegatos preliminares, conforme al acta de
juicio oral de primera instancia [...], informó que el motivo de la inasistencia de la víctima se produjo
por su estado de salud mental, aludiendo el informe psicológico [...] ofrecido y admitido como prueba
que señalaba que la agraviada presentaba “Depresión mayor con ideación suicida actual...”, y el Cole­
giado de primera instancia no adoptó ninguna medida para asegurar su concurrencia a juicio conforme
lo dispone el artículo ciento sesenta y cuatro del nuevo Código Procesal Penal, tampoco consideró su
testimonio como uno especial, conforme al artículo ciento setenta y uno, a pesar de la justificación de
inconcurrencia. [...] Quinto. Que en tal virtud, es de estimar que la sentencia de segunda instancia
vulneró la garantía constitucional del debido proceso al afectar el principio de inmediación y la garantía
de defensa procesal en su ámbito de derecho a la prueba pertinente. (Casación N .° 09-2007-Huaura, de
18-02-2008, fF. jj. 3 y 5. Sala Penal Permanente. Texto completo: <bit.ly/2cTQOMr>).

Artículo 165: Abstención para rendir testimonio

1. Podrán abstenerse de rendir testimonio el cónyuge del imputado, los parientes dentro del cuarto
grado de consanguinidad o segundo de afinidad, y aquel que tuviera relación de convivencia con él. Se

n o m o s & t h e s is
365 SECCIÓN l¡: LA PRUEBA A rt.165
extiende esta facultad, en la misma medida, a los parientes por adopción, y respecto de los cónyuges o
convivientes aun cuando haya cesado el vínculo conyugal o convivencial. Todos ellos serán advertidos,
antes de la diligencia, del derecho que les asiste para rehusar a prestar testimonio en todo o en parte.
2. Deberán abstenerse de declarar, con las precisiones que se detallarán, quienes según la Ley deban
guardar secreto profesional o de Estado:
a) Los vinculados por el secreto profesional no podrán ser obligados a declarar sobre lo conocido por
razón del ejercicio de su profesión, salvo los casos en los cuales tengan la obligación de relatarlo a la au­
toridad judicial. Entre ellos se encuentran los abogados, ministros de cultos religiosos, notarios, médicos
y personal sanitario, periodistas u otros profesionales dispensados por Ley expresa. Sin embargo, estas
personas, con excepción de ministros de cultos religiosos, no podrán negar su testimonio cuando sean
liberadas por el interesado del deber de guardar secreto.
b) Los funcionarios y servidores públicos si conocen de un secreto de Estado, esto es, de una informa­
ción clasificada como secreta o reservada, tienen la obligación de comunicárselo a la autoridad que los
cite. En estos casos se suspenderá la diligencia y se solicitará información al Ministro del Sector a fin de
que, en el plazo de quince días, precise si, en efecto, la información requerida se encuentra dentro de los
alcances de las excepciones establecidas en el texto único ordenado de la Ley de la materia.
3. Si la información requerida al testigo no se encuentra incursa en las excepciones previstas en la Ley
de la materia, se dispondrá la continuación de la declaración. Si la información ha sido clasificada como
secreta o reservada, el Juez, de oficio o a solicitud de parte, en tanto considere imprescindible la informa­
ción, requerirá la información por escrito e inclusive podrá citar a declarar al o los funcionarios públicos
que correspondan, incluso al testigo inicialmente emplazado, para los esclarecimientos correspondientes.

JURISPRUDENCIA DE LA CORTE SUPREMA

§ 738. Derecho al secreto profesional. La intimidad profesional de los abogados merece una
protección especial. Décim o sétim o. En consecuencia, en el caso materia de autos, resulta evidente
que el Juzgado de Investigación Preparatoria, al declarar fundada la solicitud del representante del Mi­
nisterio Público, y disponer la intervención de las líneas telefónicas de los procesados C N y PM (en el
primer caso, por error intervinieron el celular de su abogado BG, pues dicho procesado dio ese número;
mientras que en el otro caso, fue en el marco de una conversación que mantenía la letrada VA con la
segunda procesada, que no era su defendida), fue con la finalidad de restringir derechos, tales como
el del secreto a las comunicaciones y a la intimidad. No obstante, luego de tomar conocimiento del
error en comento, la Sala de Apelaciones [...] confirmó el auto de primera instancia [...], que declaró
infundado el pedido de reexamen interpuesto por derecho propio por los afectados; y señaló que todo
se llevó conforme a ley. En efecto, dicha medida, como se mencionó en los considerandos precedentes,
fue tomada de forma razonable y proporcional, pues si bien no hubo vulneración de derechos funda­
mentales, sí se trató de una restricción de aquellos; sin embargo, tal como se dijo al inicio del presente
considerando, este error debió subsanarse y, por consiguiente, ponderar ambos derechos (a la prueba
y al secreto profesional); sin embargo, no se hizo, con lo que se inobservó la garantía constitucional
material referida al respeto del secreto profesional, de la que gozan todos los abogados. Décim o octavo.
En definitiva, de los fundamentos jurídicos precedentes, se colige fehacientemente que la inobservancia
de las garantías constitucionales de carácter material y la falta de logicidad en la motivación que efectuó
la Sala Penal de Apelaciones, al momento de dictar la resolución recurrida, vulneró el derecho al secreto
profesional, reconocido constitucionalmente para todos los profesionales (como abogado, médico y
periodista) que se encuentra reconocida por los numerales siete, diez y dieciocho, del artículo dos, de
nuestra Carta Magna, de las que se desprende el deber de todo profesional (en ámbito de aquella) de
mantener en reserva o confidencialidad las confesiones, hechos, situaciones o cualquier noticia de la
que haya tomado conocimiento, o que se le haya confiado de modo directo en su condición (de profe­
sional o técnico en determinada arte o ciencia). Pues tal como ha quedado establecido como doctrina
por el Tribunal Europeo de Derechos Humanos, que sirve de fundamento a la Corte Interamericana

♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL


Art. 166 LIBRO SEGUNDO: LA ACTIVIDAD PROCESAL 366

de Derechos Humanos, las reglas fundamentales que rodean al ejercicio de la defensa y conducen a la
prohibición de intervenir comunicaciones entre los abogados y los procesados, se gestan sobre la base
del derecho a la intimidad, en el entendido que la intimidad profesional de los abogados merece una
protección especial, en tanto que el ejercicio de su profesión constituye uno de los pilares del debido
proceso, lo cual guarda estrecha relación con el derecho a la defensa; por consiguiente, debe estimarse
el recurso de casación interpuesto. (Casación N .° 272-2016-Tacna, del 29-12-2016, ff. jj. 17 y 18. Sala
Penal Transitoria. Texto completo: <bit.ly/2Uy8dN0>).
§ 739. La posibilidad de no testificar que tienen los familiares del acusado, no se extiende a
otros. 9. Asimismo, el tribunal de juzgamiento sustentó la sentencia, restando mérito probatorio al
testigo referencial M J, esgrimiendo que en su condición, se desistió a brindar su declaración en el ple-
nario; sin embargo, la ausencia del testimonio del referido testigo, es única y exclusivamente atribuible
al tribunal de instancia, toda vez que la sala superior le preguntó al referido si quería declarar, advir­
tiéndole que no estaba obligado a hacerlo, sin reparar que dicha advertencia consignada en el numeral
2 del artículo 141, del Código de Procedimientos Penales, sólo le alcanza al cónyuge del inculpado,
sus ascendientes, descendientes, hermanos y hermanos políticos, siendo que el testigo no tiene vínculo
familiar con el sentenciado, como así se verifica de folios 396; por lo tanto, siendo la norma clara que
no admite interpretación alguna, no fue coherente con dicho dispositivo el proceder del tribunal de
instancia. (R. N. N .° 2894-2015-La Libertad, del 31-01-2017, £ j. 9. Segunda Sala Penal Transitoria.
Texto completo: <bit.ly/2XLnyvL>).

Artículo 166: Contenido de la declaración

1. La declaración del testigo versa sobre lo percibido en relación con los hechos objeto de prueba.
2. Si el conocimiento del testigo es indirecto o se trata de un testigo de referencia, debe señalar el
momento, lugar, las personas y medios por los cuales lo obtuvo. Se insistirá, aun de oficio, en lograr la
declaración de las personas indicadas por el testigo de referencia como fuente de conocimiento. Si dicho
testigo se niega a proporcionar la identidad de esa persona, su testimonio no podrá ser utilizado.
3. No se admite al testigo expresar los conceptos u opiniones que personalmente tenga sobre los he­
chos y responsabilidades, salvo cuando se trata de un testigo técnico.

ACUERDO PLENARIO D E LA CORTE SUPREMA

§ 740. De la sindicación de coacusado, testigo o agraviado. Lincamientos en materia de


prueba indiciaría, declaraciones de coimputados y víctimas, y declaraciones de testigos de refe­
rencia. 8. Cuando declara un coimputado sobre un hecho de otro coimputado, y que a la vez se trata
de hechos propios ya que ellos mismos los han cometido conjuntamente, por lo que su condición no
es asimilable a la del testigo, aun cuando es de reconocer que tal testimonio puede ser utilizado para
formar la convicción judicial -no existe por ese hecho descalificación procedimental-, corresponde
valorar varias circunstancias, que se erigen en criterios de credibilidad -no de mera legalidad-, y que
apuntan a determinar si existen datos relevantes que las desnaturalizan situaciones que explicarían
que el coimputado pudiese mentir. Las cautelas que ha de tomarse en cuenta resultan del hecho que
el coimputado no tiene obligación de decir la verdad, no se le toma juramento y declara sin el riesgo
de ser sancionado, sin la amenaza de las penas que incriminan el falso testimonio. 9. Las circuns­
tancias que han de valorarse son las siguientes: a) Desde la perspectiva subjetiva, ha de analizarse la
personalidad del coimputado, en especial sus relaciones con el afectado por su testimonio. También
es del caso examinar las posibles motivaciones de su delación, que éstas no sean turbias o espurias:
venganza, odio, revanchismo, deseo de obtener beneficios de cualquier tipo, incluso judiciales, que
por su entidad están en condiciones de restarle fuerte dosis de credibilidad. Asimismo, se tendrá el
cuidado de advertir si la finalidad de la declaración no sea, a su vez, exculpatoria de la propia respon­
sabilidad. b) Desde la perspectiva objetiva, se requiere que el relato incriminador esté mínimamente
n o m o s & th e sls
367 SECCION»: LA PRUEBA

corroborado por otras acreditaciones indiciarías en contra del sindicado que incorporen algún hecho,
dato o circunstancia externa, aún de carácter periférico, que consolide su contenido incriminador. c)
Asimismo, debe observarse la coherencia y solidez del relato del coimputado; 7, de ser el caso, aunque
sin el carácter de una regla que no admita matizaciones, la persistencia de sus afirmaciones en el curso
del proceso. El cambio de versión del coimputado no necesariamente la inhabilita para su apreciación
judicial, 7 en la medida en que el conjunto de las declaraciones del mismo coimputado se ha7an
sometido a debate 7 análisis, el juzgador puede optar por la que considere adecuada. 10 . Tratándose
de las declaraciones de un agraviado, aun cuando sea el único testigo de los hechos, al no regir el
antiguo principio jurídico testis unus testis nullus, tiene entidad para ser considerada prueba válida de
cargo 7, por ende, virtualidad procesal para enervar la presunción de inocencia del imputado, siempre
7 cuando no se adviertan razones objetivas que invaliden sus afirmaciones. Las garantías de certeza
serían las siguientes: a) Ausencia de incredibilidad subjetiva. Es decir, que no existan relaciones entre
agraviado e imputado basadas en el odio, resentimientos, enemistad u otras que puedan incidir en la
parcialidad de la deposición, que por ende le nieguen aptitud para generar certeza, b) Verosimilitud,
que no sólo incide en la coherencia 7 solidez de la propia declaración, sino que debe estar rodeada
de ciertas corroboraciones periféricas, de carácter objetivo que le doten de aptitud probatoria, c) Per­
sistencia en la incriminación, con las matizaciones que se señalan en el literal c) del párrafo anterior.
11. Los requisitos expuestos, como se ha anotado, deben apreciarse con el rigor que corresponde. Se
trata, sin duda, de una cuestión valorativa que incumbe al órgano jurisdiccional. Corresponde al Juez
o Sala Penal analizarlos ponderadamente, sin que se trate de reglas rígidas sin posibilidad de matizar
o adaptar al caso concreto. (Acuerdo Plenario N .° 2-2005/CJ-116, del 30-09-2005, que establece
como reglas de valoración de las declaraciones de coimputados 7 agraviados -testigos víctimas- las
que se describen en los ff. jj. 9 7 10, con las prevenciones señaladas en el f. j. 11, constitu7endo pre­
cedentes vinculantes. Pleno Jurisdiccional de las Salas Penales Permanente 7 Transitoria de la Corte
Suprema de Justicia [EP, 26-11-2005]. Texto completo: <bit.l7/lm LskGg>).

PRECEDENTES VINCULANTES DE LA CORTE SUPREMA

§ 741. Declaración divergente al de la instrucción. Interpretación que se formula respecto a


la colaboración de las declaraciones en sede de instrucción y del juicio oral. Quinto. Que, por lo
demás, es de dejar sentado como doctrina general que cuando se trata de testigos o imputados que han
declarado indistintamente en ambas etapas del proceso penal, en la medida en que la declaración presta­
da en la etapa de instrucción se ha 7a actuado con las garantías legalmente exigibles -situación que se ex­
tiende a las declaraciones en sede policial, siempre que se cumpla lo expresamente estatuido en la norma
habilitante pertinente referido a la presencia del Fiscal 7, en su caso, del abogado defensor-, el Tribunal
no está obligado a creer aquello que se dijo en el acto oral, sino que tiene libertad para conceder ma7or
o menor fiabilidad a unas u otras de tales declaraciones, pues puede ocurrir, por determinadas razones
-que el Tribunal debe precisar cumplidamente- que ofrezca ma7or credibilidad lo declarado en la etapa
de instrucción que lo dicho después en el juicio oral, en tanto dicha declaración se ha7a sometido en
tal acto a contradicción con las garantías de igualdad, publicidad e inmediación 7 trasunta una ma7or
verosimilitud 7 fidelidad -cumplimiento, en su esencia, de los requisitos de legalidad 7 contradicción-;
que, por otro lado, es de tener presente que las declaraciones prestadas ante el Juez Penal, si bien no
pueden leerse bajo sanción de nulidad, conforme el artículo 248 del Código de Procedimientos Penales,
tal regla sólo es aplicable, antes que el testigo declare en el acto oral, lo cual sin embargo no impide su
posterior lectura en la estación procesal oportuna luego de actuarse la prueba personal, conforme a lo
dispuesto en el artículo 253 del Código de Procedimientos Penales. (R. N. N .° 3044-2004-Lima, del
01-12-2004, f. j. 5 constitU7e precedente vinculante. Sala Penal Permanente [EP, 01-12-2004]. Texto
completo: <bit.l7/ l l 32Li 8>).

PLENOS JURISDICCIONALES

§ 742. Declaración de la víctima menor de edad en los delitos contra la indemnidad sexual,
brindada en etapa de investigación preparatoria (declaración escrita, cámara Gesell, filmación

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Art. 166 LIBRO SEGUNDO: LA ACTIVIDAD PROCESAL 368

o audio, acta de entrevista única). ¿La declaración de la víctima menor de edad en los delitos contra la
indemnidad sexual, brindada en etapa de investigación preparatoria (declaración escrita, cámara Gesell,
filmación o audio, acta de entrevista única) puede ser incorporada de oficio por eljuez de investigación prepa­
ratoria en la audiencia de control de acusación opor eljuez dejuzgamiento (aun cuando no ha sido ofrecida
por el Ministerio Público)? Se acuerda por unanimidad : Se puede incorporar esta declaración siempre se
determine que haya cumplido los requisitos de su admisión como lo es el debido emplazamiento para
asegurar el derecho de defensa del imputado sólo por parte de juez de juzgamiento en la etapa de medio
de prueba de oficio. (Pleno Jurisdiccional Distrital en Materia Penal de la Corte Superior de Justicia de
Sullana, realizada el 20-11-2018. Tema I. Texto completo: <bit.ly/2Nv5PnD>).

JURISPRUDENCIA DE LA CORTE SUPREMA

§ 743. Juez no puede condenar solo con la declaración de un testigo de oídas. Tercero. Que el
imputado Portal Tanta en sede policial y en sus declaraciones prestadas en el sumario y en el plenario niega
persistentemente los cargos, y señala que los tres testigos de cargo son amigos de la familia del agraviado
[...]. Es de puntualizar que en el recurso acusatorio formalizado se menciona la existencia de un móvil
delictivo y se da crédito a las declaraciones de testigos de referencia. No se ha encontrado el vehículo, no
existe prueba que vincule al acusado con el coche ni algún bien del occiso -sea del propio carro u otro-;
tampoco se ha ubicado el arma con el que se mató al agraviado ni, por ende, puede relacionársele con el
acusado Portal Tanta. Es evidente afirmar -como lo reconoce la doctrina procesalista- que los testigos de re­
ferencia u oídas tienen un carácter supletorio y un peso más relativizado, respecto del juicio de credibilidad,
que el testigo fuente o presencial; de ahí que siempre se requiere que se revele la identidad de este último
y que se agoten los medios para que aquél preste su testimonio. El problema persecutorio que presenta
pasa por su fiabilidad y por su contenido, en relación con los hechos que son objeto de enjuiciamiento.
Los testigos [...] en el acto oral [...] han expresado que el propio imputado les dijo que había mandado
matar al agraviado, pero tal cita es negada por el encausado,[...]. Si se entiende, además, que el valor del
testimonio de referencia no sólo está ligado al crédito que su versión pueda merecer, sino que apunta a
reafirmar una prueba directa en sus componentes de veracidad y competencia a partir de la información
que el testigo ha recibido de segunda mano, cabe enfatizar que en el caso de autos este último componente
está ausente: no hay prueba directa respecto del asesinato del agraviado, de la autoría del imputado [...].
El citado acusado nunca admitió los hechos y rechazó las versiones de los testigos de referencia. El sería la
fuente de información, pero al negarla y no existir prueba en contrario o que avale en algo lo expuesto por
los testigos de referencia, así sea prueba periférica -es necesaria la corroboración o confirmación de su relato
incriminador, por lo menos de ciertos aspectos del mismo, por medios objetivos de prueba-, no es posible
otorgarle mérito y considerarla prueba suficiente para enervar la garantía de presunción de inocencia. El
valor probatorio del testimonio de referencia se robustece al abrigo de otros elementos que se incorporen
al proceso, auxilio sin el cual su peso es prácticamente nulo; no es admisible como prueba única para des­
virtuar la presunción de inocencia. (R N. N .° 173-2012-Cajamarca, del 22-01-2013, £ j. 3. Sala Penal
Transitoria. Texto completo: <bit.ly/lTtbkgI>).
§ 744. No se les puede dar credibilidad a los testigos de oídas que no apoyen su testimonio en
otras pruebas que justifiquen su relato. Los testigos de oídas no pueden constituir la única prueba
para fundar una condena. Vigésimo sexto. Cuando los testigos son todos de oídas, que afirman haber
oído decir o que les dijeron, sin ningún apoyo en otra prueba, sin nada serio que justifique frente a ellos
el relato, no se les puede dar credibilidad. Su valor probatorio es muy reducido y en ningún caso puede
constituir la única prueba, actuando, más bien, como indicios corroborantes junto a otro tipo de prue­
bas de carácter directo o indiciario. Vigésimo séptim o. En ese sentido, únicamente en aquellos supues­
tos en que además de las manifestaciones de los testigos de referencia, existieran otros datos objetivos
o fuentes de prueba, incorporadas al proceso, que vinieran a corroborar su autenticidad y de las que se
pudiera obtener la conclusión de la participación del acusado en el hecho delictivo, podrían las manifes­
taciones de los testigos indirectos ser tenidas en cuenta por el Tribunal para formar su convicción acerca
de los hechos declarados probados en la sentencia. (R. N. N .° 73-2015-Lima, del 20-09-2016, ff. jj. 26
y 27. Sala Penal Transitoria. Texto completo: <bit.ly/2 GMjVAi>).

n o m o s & th e sis
369 SECCIÓN II: LA PRUEBA Art. 166
§ 745. El testigo indirecto o referencial. Cuarto. [Resulta] pertinente precisar que el testigo de
referencia es una persona que ha tenido conocimiento de un hecho delictivo a través de lo que le ha na­
rrado una tercera persona, por tanto, su conocimiento del hecho no proviene de su percepción sensorial
inmediata; por ende, es una persona ajena al proceso, no es imputado ni denunciante, y a diferencia
del testigo directo -es una persona que conoce la realidad del caso de primera mano-, el de referencia la
conoce a través de lo que terceros le han contado, por ello es posible concluir que ésta es una persona
que no aporta al proceso datos derivados de una percepción sensorial inmediata de los acontecimientos,
sino lo que informa al Tribunal es una versión que de los mismos ha obtenido de manifestaciones o
confidencias de terceros, sin que él haya presenciado lo que relata o incorpora al procedimiento; que,
en consecuencia, en tales condiciones no puede construirse una sentencia condenatoria, pues ésta debe
estar basada en prueba suficiente, idónea y pertinente [...]. (R. N. N .° 2087-2011-Loreto, del 09-04­
2012, £ j. 4. Sala Penal Transitoria. Texto completo: <bit.ly/2 cbBvhw>).
§ 746. El derecho a la presunción de inocencia exige que las declaraciones no solo prueben el
acaecimiento del hecho delictivo, sino también la vinculación del imputado con tal evento. Ter­
cero. [...] 3.5. La sentencia afirma que la corroboración periférica también proviene de la declaración
testimonial de los efectivos policiales M A D C y JACS, quienes divisaron a cuatro sujetos a bordo del
vehículo Tico [...]. Al percatarse de la presencia policial, los sospechosos emprendieron la huida, ini­
ciándose así la persecución, en la que el chofer realizó maniobras para escapar; sin embargo, finalmente,
los individuos descendieron del vehículo y huyeron. Al respecto, es de destacar que si bien las declara­
ciones de los efectivos policiales [...] revelan la persecución de cuatro sujetos no identificados a bordo
del automóvil Tico [...], no evidencian la presencia del acusado JMSP en el vehículo; pues los agentes
del orden indicaron que no podían identificar a los sujetos del vehículo. Cuarto. Es evidente que, en
el caso concreto, se ha llegado a materializar el delito de robo agravado en grado de tentativa, con el
acta de registro vehicular e incautación [...], donde se evidencia que la balanza electrónica del agraviado
fue hallada en el interior del vehículo Tico [,..]; sin embargo, la vinculación del aludido delito con el
acusado SP no ha sido acreditada, en la medida en que la prueba actuada (presuntamente directa e
indiciaría) no genera convicción sobre la responsabilidad del recurrente. Es de recalcar que el derecho a
la presunción de inocencia (literal e, del inciso 24, del artículo 2 , de la Constitución Política del Estado)
exige no solo que se pruebe el hecho delictivo, sino también la vinculación del imputado con tal evento.
En otras palabras, probar un hecho delictivo no implica necesariamente que el imputado sea su autor o
haya participado en su perpetración. Quinto. El fundamento del derecho a la presunción de inocencia
se encuentra tanto en el principio y derecho de dignidad humana (“La defensa de la persona humana y
el respeto de su dignidad son el fin supremo de la sociedad y del Estado”, artículo 1 de la Constitución
Política del Perú) como en el principio a favor del hombre. Asimismo, la presunción de inocencia ad­
mite prueba en contrario; de este modo, un juez no puede condenar cuando la culpabilidad no ha sido
verificada más allá de toda duda razonable; esto es, “cuando el órgano de persecución penal no ha podi­
do destruir la situación de inocencia, constituida de antemano por la ley”. En tal sentido, la presunción
de inocencia, prevista en el literal e, del numeral 24, del artículo 2 de la Constitución Política del Estado
se mantiene incólume. Por tanto, corresponde la absolución del acusado Sosa Portocarrero, respecto al
hecho atribuido. (R. N. N .° 2132-2018-Lima, del 23-04-2019, ff. jj. 3 al 3. Sala Penal Permanente.
Texto completo: <bit.ly/2WVyOoc>).
§ 747. Presupuestos a tomar en cuenta para la sindicación de un coimputado. L a prueba de
cargo actuada, edificada sobre la declaración de un coimputado y tres testigos referenciales, así
como por la mala justificación, es insuficiente para desvirtuar la presunción de inocencia del acu­
sado. Décimo. Incidiendo en el objeto procesal, es oportuno precisar, desde una óptica internacional,
las siguientes particularidades sobre la declaración incriminatoria de un coimputado. Así, trasciende
que: i) es prueba legítima desde la perspectiva constitucional; ii) es prueba insuficiente y no constituye
por sí misma actividad probatoria de cargo mínima para enervar la presunción de inocencia; iii) la
aptitud como prueba de cargo mínima se adquiere a partir de que su contenido quede mínimamente
corroborado; iv) se considera corroboración mínima la existencia de hechos, datos o circunstancias

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Art. 166 LIBRO SEGUNDO: LA ACTIVIDAD PROCESAL 370

externas que avalen de manera genérica la veracidad de la declaración; y, v) la valoración de la existen­


cia de corroboración mínima ha de realizarse caso por caso. La declaración de los coimputados, en sí
misma, no derruye la presunción de inocencia, puesto que, en virtud de la condición que ostentan, es
perfectamente comprensible que su delación estuviera motivada por fines exculpatorios o buscando be­
neficios legales o procesales; de ahí que estos últimos, a diferencia de los testigos, no tienen la obligación
de decir la verdad. [...] Decim oséptim o. La prueba, como actividad, tiene la función de comprobar la
producción de los hechos condicionantes, a los que el derecho vincula las consecuencias jurídicas; o lo
que es lo mismo, determinar el valor de verdad de las proposiciones que describen la ocurrencia de tales
hechos condicionantes. Y es que, en resguardo de la legalidad, solo corresponde declarar la culpabilidad
de un agente delictivo cuando la hipótesis criminal haya alcanzado un grado de confirmación razonable,
conforme a los elementos de juicio disponibles. Si esto no sucede, se decretará la absolución inmediata­
mente. En consecuencia, este Tribunal Supremo establece que la prueba de cargo actuada en el proceso
penal, edificada sobre la declaración de un coimputado y tres testigos referenciales, así como por la
mala justificación, es insuficiente para desvirtuar el derecho fundamental de presunción de inocencia
del acusado [...], consagrado en el artículo 2 , numeral 24, literal “e”, de la Constitución Política del
Estado. Por ello la sentencia condenatoria será revocada y, reformándola, corresponde absolver al citado
procesado como autor de los delitos de robo agravado, en grado de tentativa, y homicidio calificado,
[...] de conformidad con lo dispuesto por el artículo 284 del Código de Procedimientos Penales. [...]
(R. N. N .° 697-2018-Lima Sur, del 24-08-2018, flf. jj. 10 y 17. Sala Penal Permanente. Texto completo:
<bit.ly/2GZBxc5>).
§ 748. Absolución de la procesada ante única sindicación que no cumple con los requisitos
requeridos alas declaraciones de los coimputados. Sétim o. Por otro lado, se cuestiona que no fueron
valorados los elementos probatorios que sindican a la acusada, como las declaraciones preliminares de
los coprocesados y el Atestado Policial [...]. No obstante, de la revisión de dichas instrumentales se veri­
fica que las declaraciones preliminares de RLJ [...] y JR D [...] no vinculan a la procesada con los hechos
materia de acusación, pues de estas no se determina si tenía conocimiento de la entrega de drogas que
se realizó en su casa, ni individualizan su participación en los hechos delictivos. Así, incluso RLJ refirió
que la entrega y embalaje de la droga se realizó en un lugar externo a la casa de la procesada. Solo JRD
refirió que al momento de la entrega de la droga se encontraba presente la procesada mas no indicó que
tuviera alguna participación en los hechos: es más, en sus declaraciones posteriores [...], no mencionó la
intervención de T M A en dicha transacción ilícita. Octavo. Así, este Colegiado Supremo verifica que la
imputación contra la procesada proviene de una única sindicación por parte de uno de sus tres copro­
cesados, y que el hecho de, supuestamente, haberse encontrado presente cuando se entregó la droga no
reúne los requisitos referidos en el Acuerdo Plenario N .° 2-2005/CJ-l 16 [§ 740] respecto a las declara­
ciones de los coimputados, específicamente en cuanto a los requisitos objetivos de la declaración, pues
en la presente no existe una sindicación específica, persistente ni elementos que la corroboren. Noveno.
Por lo tanto, se verifica que la sentencia recurrida se encuentra debidamente fundamentada y no existen
suficientes elementos probatorios que permitan acreditar la imputación contra TMA, por lo que su
absolución se encuentra conforme a derecho y deberá ser confirmada [...]. (R. N . N .° 1975-2016-An-
cash, del 05-09-2017, ff. jj. 7 al 9. Primera Sala Penal Transitoria. Texto completo: <bit.ly/2WJdlj7>).
§ 749. Divergencias en detalles nimios, no enervan la uniformidad y coherencia entre los re­
latos de dos testigos. No se puede exigir coincidencia milimétrica en el relato de dos personas
distintas. La declaración del procesado es solo un medio de defensa, no de prueba. 3.12. Diver­
gencias en detalles como en qué momento se puso la capucha, si a dos, tres, cuatro o cinco metros del
agraviado; si la bebé de la testigo [hija del agraviado] estaba en sus brazos o la tenía en el cochecito que
estaba en medio de ellos; la distancia exacta en la que estaba el testigo [amigo de la víctima], metros más
o metros menos, no enervan la uniformidad y coherencia entre ambos relatos. 3.13. No se puede exigir
coincidencia milimétrica en el relato de dos personas distintas, aunque ambas hayan percibido el mismo
hecho; son varios los factores que influyen en su narrativa -su aproximación al lugar de los hechos, lo
que estaban haciendo en el momento preciso, lo que escucharon inmediatamente después, pero antes

n o m o s & th e sis
371 SECCIÓN II: LA PRUEBA Art.166
de su declaración, el tipo de preguntas que se les hicieron, etc.-, aparte del trauma e impresión que en
ese momento debe haberles generado presenciar un evento de este tipo [el asesinato de una persona].
3.14. Es cierto que el testigo [amigo de la víctima] no declaró en juicio oral, pero prestó su manifes­
tación policial y realizó el reconocimiento físico del procesado, en presencia del Ministerio Público;
ambas diligencias fueron oralizadas en audiencia, sin observación por parte de la defensa del procesado.
Por lo tanto, de acuerdo con lo dispuesto en el inciso 3 del artículo 72 del Código de Procedimientos
Penales, se trata de una prueba actuada con todas las garantías de ley y con valor probatorio para efectos
del juzgamiento. 3.15. No existen elementos que generen sospecha de que se trata de una invención;
por el contrario, ambos [testigos], en las respectivas diligencias de reconocimiento físico y fotográfico,
reconocieron al procesado como el autor del ilícito; inclusive la testigo dio detalles referenciales de su
descripción física que le permitieron identificarlo plenamente. Además, obra la manifestación policial
[del hermano del agraviado] también prestada en presencia del Ministerio Público y oralizada en au­
diencia sin observaciones de la defensa del procesado, que confirma lo narrado por estos en cuanto a las
circunstancias de lugar y el tiempo en que ocurrieron los hechos. 3.16. En cuanto a la declaración de
los familiares y el amigo del procesado, el vínculo familiar y amical con este generan dudas respecto a
la imparcialidad de sus relatos, además de que no obran elementos de juicio que acrediten su verosimi­
litud; la declaración del procesado es solo un medio de defensa, no de prueba. En todo caso, no logran
desvirtuar la contundencia del testimonio de cargo. (R. N. N .° 2550-2017-Callao, del 19-06-2018, ff.
jj. 3.15 y 3.16. Sala Penal Permanente. Texto completo: <bit.ly/2IUIrRQ>).
§ 750. La sindicación del coacusado debe cumplir con las garantías suficientes para desvirtuar
la presunción de inocencia. 3.4. De lo actuado consta la existencia de sindicación del coprocesado
ya sentenciado L. respecto al impugnante. En efecto, de su manifestación preliminar, realizada con
presencia del representante del Ministerio Público [...], su acta de entrevista, la cual también contó
con la presencia de representante del Ministerio [...], y de su declaración instructiva [...], se tiene que
refirió que la persona a la que conoció como “Negro” o “Willy”, a quien identificó como W , lo captó
para realizar actividades de tráfico ilícito de drogas; le propuso alquilarle un cuarto para que atendiera a
personas que iban a ingerir cápsulas que contenían droga y pagarle entre cien y doscientos soles por per­
sona, lo cual aceptó y se hizo efectivo [...]. 3.11. Consecuentemente, se determina que se cumple con
las garantías de certeza aplicables al relato incriminador del coimputado respecto a otro coimputado,
establecidas en los fundamentos octavo y noveno del Acuerdo Plenario N .° 2-2005/CJ-116 [§ 740].
Así, desde la perspectiva subjetiva, no se advierte un móvil espurio en el relato sindicador ni un ánimo
de eludir la propia responsabilidad. El relato incriminador expresado por L., conforme a lo referido en
los considerandos precedentes, se encuentra corroborado por acreditaciones indiciadas (perspectiva
objetiva) y, a su vez, es coherente, sólido y persistente (para el cumplimiento de la garantía de la persis­
tencia en la incriminación no se requiere que el deponente exprese su relato durante todo el proceso;
en el presente caso, el relato incriminador se expresó y reiteró, en lo esencial, a nivel preliminar y en
sede de instrucción, lo cual es suficiente para que dicha garantía se satisfaga). Por ello, es de concluir
que la presunción de inocencia de W. por el delito de tráfico ilícito de drogas materia de juzgamiento se
ha desvirtuado de modo legítimo y, consecuentemente, corresponde que la condena sea ratificada. (R.
N. N .° 170-2018-Callao, del 05-07-2018, ff. jj. 3.4 y 3.11. Sala Penal Permanente. Texto completo:
<bit.ly/2ELA 8DN>).
§ 751. La declaración del coimputado debe ser corroborado con elementos probatorios peri­
féricos. 2 .2 . En el noveno considerando del Acuerdo Plenario N .° 2-2005/CJ-116 [§ 740] (emitido
por las Salas Penales Supremas), [...], se establecieron las circunstancias a valorarse en la declaración del
coencausado: coimputado se hayan sometido a debate y análisis, el juzgador puede optar por la que
considere adecuada. 2.3. En la Ejecutoria recaída en el Recurso de Nulidad N .° 1072-2004, [...], en
que se señaló que: [...] la apreciación del testimonio comprende el análisis global de todo lo dicho en el
curso del proceso en sus diferentes etapas [...] por lo que es claro que si las retractaciones no tienen fun­
damento serio y las declaraciones en la investigación son circunstanciales y sin defecto que lo invaliden,
constituyen medios de prueba que deben ser tomados en cuenta, de suerte que el aporte fáctico que

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Art. 166 LIBRO SEGUNDO: LA ACTIVIDAD PROCESAL 372

proporcionan -elementos de prueba-justifica, en función al análisis global de la prueba, la conclusión


incriminatoria a la que arriba. [...] 3 .2 . Es válido concluir en la insuficiencia de pruebas objetivas que
periféricamente corroboren la sindicación primigenia del coimputado (al no cumplirse con lo estable­
cido en el Acuerdo Plenario 2-2005/CJ-116 [§ 740] [...] puesto que la declaración poco consistente de
aquel no resulta suficiente para determinar la culpabilidad del encausado, por lo que careció de virtua­
lidad procesal para enervar la presunción de inocencia. (R. N. N .° 1564-2017-Lima, del 06-11-2017,
ff. jj. 2 .2 , 2.3 y 3 .2 . Sala Penal Permanente. Texto completo: <bit.ly/20tWuwH>).
§ 752. En el presente caso, las declaraciones de los coimputados, condenados precisamente
por los mismos hechos, no tienen aval probatorio alguno, no pueden enervar la presunción de
inocencia. Q uinto, [Es] verdad que los encausados NF y RH al unísono vinculan en los hechos al
imputado recurrente V R [...], pero N F fue condenada y SC fue absuelto [...]. No consta la sentencia
contra el encausado RH, aunque en su declaración reconoció que también fue condenado por este
delito [...]. No existe la menor prueba de que, en efecto, el imputado impugnante V R se apoderó del
dinero público. Su versión está corroborada por prueba personal; y, las coimputaciones de N F y RH,
condenados precisamente por estos hechos, no tienen aval probatorio alguno, no pueden enervar la
presunción constitucional de inocencia del imputado VR. Sexto, Este Supremo Tribunal por Ejecutoria
[...] del 19-05-2017, ordenó se recabe determinada prueba documental-cheques y copia de depósitos-;
empero, por el tiempo transcurrido, las instituciones bancadas ya no tienen esa información. Luego,
se trata de una prueba imposible y, por ende, no se ha recabado prueba de cargo suficiente, por lo que,
solo cabe dictar sentencia absolutoria, conforme al artículo 301°, primer párrafo, del Código de Proce­
dimientos Penales. La vulneración de la garantía de presunción de inocencia trae consigo la absolución
del imputado, no la nulidad del fallo y la reiniciación del juicio oral. Si bien se solicitó la nulidad del
juicio, por la naturaleza de los agravios corresponde entender la absolución. Además, es pertinente
precisar que lo que está prohibido es la posibilidad de agravar la situación jurídica del impugnante. (R.
N . N .° 2382-2015-Amazonas, del 11-11-2015, ff. jj. 5 y 6 . Sala Penal Transitoria. Texto completo:
<bit.ly/2EFjWmm>).
§ 753. Tratándose de declaraciones de escasa credibilidad, como son la de los coimputados,
resulta indispensable una corroboración a partir de datos de corroboración periféricos externos a
esas incriminaciones. Séptim o, [Es] de sostener que no es posible estimar probado, más allá de toda
duda razonable, la sindicación de solo uno de varios coimputados, tanto más si existen dos testigos de
descargo que avalan la coartada [del encausado]. En todo caso, tratándose de declaraciones de escasa
credibilidad, como son la de los coimputados, resulta indispensable una corroboración a partir de datos
de corroboración periféricos externos a esas incriminaciones -independiente de ellas-. La garantía de
presunción de inocencia exige la presencia de prueba corroborada -además de fiable, lícita y suficiente-;
y, cuando se trate de indicios, éstos han de ser ciertos, plurales e interrelacionados. Nada de eso se pre­
senta en el sub-lite. [...] (R. N. N .° 1131-2017-Callao, del 26-09-2017, ff. jj. 4 del Voto discordante de
los señores San Martín y Prado. Sala Penal Permanente. Texto completo: <bit.ly/2 SINjJr>).

§ 754. Absolución del imputado por falta de corroboración periférica de la sindicación rea­
lizada por parte de uno de sus coprocesados. Sexto, En el presente caso, se tiene que la versión
incriminatoria, que constituye la única prueba respecto a la supuesta participación del procesado SPH
en los hechos submateria, fue proporcionada por su coprocesado EAGA al rendir su manifestación en
sede policial, la misma que si bien se llevó a cabo con la presencia del Fiscal, no contó con la parti­
cipación del abogado defensor del declarante. Por ello, fue objeto de cuestionamiento por el referido
declarante, quien al rendir su declaración instructiva en sede sumarial indicó haber sido coaccionado en
dicha manifestación, razón por la que no la ratificó; procedió a aceptar su participación en los hechos
incriminados y efectuó una narración pormenorizada de la forma como se habría producido el evento
criminal, desde su planeamiento, ejecución y la posterior comercialización del producto del robo; pero
sin mencionar en ningún pasaje participación alguna del sentenciado SPH. Sétim o, Adicionalmente a
lo antes glosado, se tiene de autos que la controvertida versión incriminatoria del coprocesado EAGA
no encuentra corroboración alguna en las sostenidas por los demás encausados. Así, tenemos que el co-
• n o m o s & th e sis
373 SECCIÓN II: LA PRUEBA A rt.166
procesado ONAV sostuvo, desde la sede policial, que en el robo agravado efectuado a la mina Auntani
solo participaron siete personas, los conocidos como “Renzo”, “Chino”, “Pancho”, “Tombo o Arpasi”,
“Boliviano o Alex”, “Robert” y su persona; que era falso que hubieran participado las personas con los
apelativo o alias “Raúl Rodríguez”, “Chamán”, “Paisano” “Chileno” -apelativo atribuido al sentenciado
SPH y “Nemesio” . Esta versión ratifica tanto al deponer instructivamente en sede sumarial, como al
declarar en sede de juzgamiento, donde además refirió no conocer a SPH. Por su parte, el coprocesado
MAAL, desde su declaración en sede indagatoria reconoció haber participado en el evento delictivo
imputado en su contra, sin mencionar participación alguna del procesado SPH en los hechos materia
de autos, de quien manifestó no conocer, lo que reiteró al rendir su declaración instructiva. Asimismo,
el encausado JQA, tanto en sede policial como al deponer instructivamente en sede de instrucción,
refiere que en los hechos delictivos materia del proceso solo participaron las siete personas a las que se
refirió su coprocesado ONAV, sin precisar participación alguna del sentenciado SPH en tales hechos.
Cabe precisar que, al ser examinado en sede de juzgamiento, manifestó no conocer al procesado SPH.
Finalmente, el procesado NQ C, tanto al prestar su declaración instructiva como al declarar en sede
de juzgamiento, no precisó participación alguna del sentenciado recurrente y manifestó no conocerlo.
Octavo. Al realizarse la diligencia de inspección judicial y reconstrucción de los hechos, la que se llevó
a cabo con la concurrencia de los procesados ONAV, MAAL, N Q C y RQH, no mencionó la parti­
cipación del sentenciado SPH. Noveno. En atención a lo glosado en los fundamentos precedentes,
se tiene que la inicial sindicación formulada contra el sentenciado SPH, por su coencausado EAGA,
en sede indagatoria, al no reunir las condiciones de validación establecidas en el numeral tercero, del
artículo 72 del Código de Procedimientos Penales, resulta probatoriamente inidónea para establecer
la responsabilidad penal del sentenciado recurrente, y por ende, quebrar la presunción de inocencia
que como estatus constitucionalmente reconocido le asiste; máxime si no se ha incorporado al proceso
elemento alguno que pudiera corroborarla, siquiera periféricamente, como lo exige el Acuerdo Plenario
N .° 2-2005/CJ-l 16 [§ 740]; por el contrario, se tiene además la falta de persistencia en la incrimina­
ción y la negativa exculpatoria del referido sentenciado que fue corroborada con la versión de sus demás
coprocesados. D écim o. Es menester precisar que la corroboración probatoria periférica, a la que refiere
el Acuerdo Plenario N .° 2-2005/CJ-l 16, solo es posible con hechos probados dentro del proceso, por
lo que no resulta idóneos para tal corroboración los datos contenidos en la información proveniente del
análisis contenido en el atestado policial -como lo pretende el A quo en la sentencia materia del grado-,
al no constituir un medio de prueba. (R. N. N .° 532-2017-Moquegua, del 13-12-2017, ff. jj. 6 al 10.
Primera Sala Penal Transitoria. Texto completo: <bit.ly/2V5PzMC>).

§ 755. Criterios de comprobación en caso de ausencia de declaración de la víctima en sede


jurisdiccional. Séptim o. Frente a la ausencia de declaración de la víctima y de los testigos de cargo
en sede jurisdiccional y en cumplimiento del principio de contradicción es del caso citar la doctri­
na elaborada por la Gran Sala del Tribunal Europea de Derechos Humanos recaída en la sentencia
Al-Khawawaja yTahery contra Reino Unido, de 15-12-2011; reiterada en la sentencia Schatschaschwili
contra Alemania, de 15-12-2015. Según esta doctrina, existen tres criterios de comprobación, que han
de analizarse en conjunto: (i) si había un motivo justificado para la no contradicción en la actuación
del acto de aportación de hechos -sin duda, en el presente caso, se citó a la agraviada y testigos pero no
concurrieron por el tiempo transcurrido, la fuga del imputado y la lejanía del lugar-; (ii) si la declaración
de la víctima y de sus familiares (testigos presenciales) serían el fundamento único o determinante para
la decisión -es de analizar que en orden al hecho delictivo la prueba pericial es contundente, no así en
lo atinente a la intervención del imputado, por lo que deben existir otros actos de investigación conver­
gentes con tal declaración-; y, (iii) si había elementos de compensación, principalmente sólidas garantías
procesales suficientes para contrarrestar las dificultades causadas a la defensa y asegurar la equidad del
procedimiento -a más importancia de las declaraciones sin contradicción más sólidos los elementos de
compensación-. Estos elementos de compensación están en función no solo a la coherencia, precisión
y detalle circunstancial del testimonio incriminador -que sí lo son en el sub-lite-; sino también, y pre-
ponderantemente, la existencia de otras pruebas que corroboren el testimonio único o preponderante
-los informes periciales y ratificación consiguiente-. Esta doctrina ha sido correctamente seguida por la
♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL
Alt 166 LIBRO SEGUNDO: LA ACTIVIDAD PROCESAL 374

STSE 182/2017, de 22 de marzo. (R. N. N .° 420-2018-Cajamarca, del 22-05-2018, £ j. 7. Sala Penal


Permanente. Texto completo: <bit.ly/2Tmahdz>).
§ 756. La sola declaración de un testigo no es suficiente para enervar la presunción constitucio­
nal de inocencia. Séptim o. [S]iendo así, la sola declaración de A SQ n o es suficiente para enervar la pre­
sunción constitucional de inocencia. Parte esencial de su versión ha sido desmentida por otros testigos
fiables, como sería la de la dueña de la cantina. No existe prueba categórica, que produzca convicción
más allá de toda duda razonable, que revele que los imputados agredieron y arrojaron al río al agraviado.
No es posible partir de referencias acerca de que podría habérsele visto con fecha posterior a los hechos
para inferir que la muerte de T. S. fue dolosa al arrojarlo al río donde se ahogó. La moto donde se habría
trasladado el agraviado T. S. y la encausada S. H., al ser hallada, presentó daños materiales propios de
un accidente de tránsito, producto de una volcadura, más allá de que no presentaba desperfectos me­
cánicos [véase acta de situación vehicular e informe técnico mecánico de fojas veinticinco y veintiséis,
respectivamente]. Tales pruebas material y pericial no sugieren necesariamente un crimen en perjuicio
de la víctima. El recurso acusatorio no puede prosperar. (R. N. N .° 2058-2017-Junín, del 20-09-2018,
ff. jj. 2.8 y 2.9. Sala Penal Permanente. Texto completo: <bit.ly/2CofhEU>).
§ 757. La declaración de un coimputado sobre otro coimputado, sobre hechos que han come­
tido conjuntamente, no es asimilable a la de un testigo. Véase la jurisprudencia del artículo 162° del
Nuevo Código Procesal Penal [§ 729]. (R. N. N .° 870-2018-Piura, del 30-01-2019, £ j. 4. Sala Penal
Permanente. Texto completo: <bit.ly/2VgJZqC>).
§ 758. El dosaje etílico (prueba pericial) no puede ser descartado con el solo recurso a la in­
formación de carácter testifical. Al proceder de forma contraria, se incurre en un supuesto de mo­
tivación ilógica, pues la inferencia probatoria vulnera los conocimientos científicos. Homicidio
culposo. Segundo. [...] La prueba testifical, en los supuestos de intoxicación alcohólica, es, siempre,
un complemento indiciarlo de la prueba pericial o, en todo caso, un sucedáneo de ella ante la falta de
prueba pericial [...]. Tercero. [...] Los dosajes etílicos, antes citados, concluyeron que el imputado no
se encontraba bajo el influjo de alcohol en sangre. El primero [...] está referido a una muestra tomada
a las seis horas con cuarenta minutos del día 16 de julio de 2010 -el mismo día de los hechos-; y, el se­
gundo [...] está referido a una muestra tomada a las diecinueve horas con quince minutos de ese mismo
día (resultado: 0.00 gramos). Siendo así, el resultado que arroja una prueba técnica, de cuya ejecución
no existe cuestionamiento alguno -ni irregularidades en la toma de muestras o en la conducta de los
peritos-, en tanto determina la realidad de un suceso, establece inconcusamente que el encausado B
no estaba embriagado cuando conducía el vehículo que se volcó y ocasionó la muerte de su pasajera,
la agraviada O. El Tribunal Superior omitió pronunciarse sobre los dos dosajes etílicos y solo se basó
en prueba testimonial para afirmar que el imputado estaba embriagado al momento del accidente de
tránsito. Pero la existencia de esas pericias es innegable; y, además, los conocimientos científicos con­
solidados en la materia apuntan a determinar que si el examen de intoxicación en sangre es negativo,
entonces, tal resultado no puede ser descartado con el solo recurso a la información de carácter testifical.
Al procederse de forma contraria, el Tribunal Superior incurrió en un supuesto de motivación ilógica.
La inferencia probatoria vulneró los conocimientos científicos, lo que hace arbitraria en este punto la
sentencia de vista impugnada. [...] Cuarto. Que la prueba pericial actuada, entonces, acredita que el
imputado B no estaba embriagado cuando se produjo el accidente de tránsito que ocasionó el falleci­
miento de la agraviada O. [...]. (Casación N .° 1331-2017-Cusco, del 18-07-2018, ff. jj. 2 al 4. Sala
Penal Permanente. Texto completo: <bit.ly/2Xmi2Q5>).
§ 759. Valoración incorrecta de testimonios y pericias. Inferencias probatorias sustentadas en
máximas de experiencia notoriamente equivocadas. No se pueden trazar hipótesis o causalidades
hipotéticas, sin sustento fáctico ni experimental, para restar fuerza a una clara conclusión pericial.
Violación de menor de edad y delitos de clandestinidad. Quinto. [Es] evidente que en los denomi­
nados “delitos de clandestinidad”, en que las conductas de violación sexual se suelen producir en un
contexto de opacidad, sin más testigos que las personas involucradas, resulta determinante la declara-

n o m o s & t h e s is
375 SECCIÓN II: LA PRUEBA Arí. 166
ción del testigo-víctima y la existencia de corroboraciones periféricas externas que abonen la versión
incriminadora -el tríptico de falta de credibilidad subjetiva del testigo, verosimilitud de su declaración y
persistencia de la misma, no constituyen desde luego condiciones para la validez de la declaración, sino
meros instrumentos funcionales o guías de referencia para su valoración y contraste [STSE 1207/2006,
de 22 de noviembre]-. Asimismo, debe tenerse en cuenta, primero, las relaciones familiares entre el
imputado, la víctima y los demás integrantes del círculo familiar -que, por lo general, condicionan
de diversa manera o intensidad la reacción de sus miembros ante las agresiones sexuales-; segundo, la
minoría de edad de la agraviada, quien va narrando linealmente en varios momentos, a insistencia o
no de sus familiares, la experiencia traumática vivida; y, tercero, ante eventos traumáticos no todas las
personas reaccionan igual y de modo inmediato. En los delitos sexuales las reacciones tardías por las víc­
timas y su entorno, así como las comunicaciones y denuncias demoradas constituyen prácticas comunes
o, por lo menos, no inusuales, tal como ha destacado la victimología. Todo delito que causa un daño a
una persona, más aún los delitos sexuales, generan en los afectados una reacción contraria al agresor -un
distanciamiento con él-. Esto es obvio y, por lo tanto, es irrazonable sostener que esta respuesta, de por
sí, garantice relatos incriminatorios falsos o exagerados -los motivos espurios o el antagonismo capaz de
restar credibilidad a la declaración de la víctima y de la testigo denunciante deben estar relacionados con
hechos anteriores al supuesto delictivo, de forma que la versión de aquellas sea consecuencia de haber
urdido la trama delictiva [STSE ya citada]-. [...] Sexto. [S]egún se afirmó en las sentencias de mérito,
el delito se produjo en uno de los días del mes de junio de 2015, la niña se lo hizo saber a su madre,
progresivamente, a partir del 13 de enero de 2016, y ésta lo denunció el día 21 de enero de ese año. En
clave de oportunidad de la denuncia se tiene, primero, que la madre de la agraviada cumplió efectiva­
mente con denunciar el hecho y señalar al autor; y, segundo, que si bien se demoró algunos días para
hacerlo, debe tenerse en consideración que el sindicado era su propio conviviente, con todo lo que ello
significaba en torno a su vida personal y de pareja. La denuncia se efectuó. Esto es lo esencial. Además,
la denunciante mantuvo los cargos a partir de lo que su hija le narró, y esta última -recuérdese, una
niña de solo seis años de edad- dio cuenta de lo sucedido en su perjuicio, y su relato no es inverosímil o
contradictorio. Séptim o. [Los] pasajes esenciales de los testimonios incriminadores son coincidentes. La
niña víctima sindicó, sin fisuras, al imputado [...] como quien la violó. El estrés sufrido está acreditado
pericialmente. La supuesta disfuncionalidad familiar, en relación a la presencia de otra criatura y a la
presunta marginación de la víctima por parte del imputado, en modo alguno puede poner en crisis el
punto culminante de un desajuste emocional como consecuencia de la violación. No se pueden trazar
hipótesis o causalidades hipotéticas, sin sustento fáctico ni experimental, para restar fuerza a una clara
conclusión pericial. Octavo. [En] materia de prueba testimonial solo corresponde al Tribunal Supremo
el control de la valoración realizada por los órganos jurisdiccionales de mérito, en lo que concierne a
su racionalidad en función de los parámetros de la lógica, la ciencia y la experiencia -el control de la
racionalidad del discurso que une la actividad probatoria y el relato fáctico que resulta, es el ámbito del
control casacional-. Para verificar la estructura racional del proceso valorativo de la declaración testifical
de la víctima, como se expuso, se han incorporado ciertos parámetros de seguridad que coadyuvan a la
solidez del mismo. Las reglas de la sana crítica indican que la ausencia de estos parámetros determina
la insuficiencia probatoria del testimonio, privándole de la aptitud necesaria para generar certidumbre
[STSE 526/2014, de 18 de junio]. En el presente caso, la valoración de los testimonios y de las pericias
no ha sido racional. Las inferencias probatorias se sustentaron en máximas de experiencia notoriamente
equivocadas. No se supo examinar con rigor el testimonio de una niña de seis años. Tampoco se atendió
a las pautas objetivas para el examen de las corroboraciones periféricas, en especial de los testimonios
de referencia y, sobre todo, de la prueba pericial -el principio de razón suficiente tampoco se cumplió-.
(Casación N .° 1179-2017-Sullana, del 10-05-2018, ff. jj. 5-8. Sala Penal Permanente. Texto completo:
<bit.ly/2BGspol>).
§ 76 0. Requisitos de la sindicación del agraviado. Quinto. [...] [El] Acuerdo Plenario N .°
2-2005/C J-l 16 [§ 740] [...] ha establecido los requisitos de la sindicación del [...] agraviado, a efec­
tos que sea merituada como única prueba de cargo capaz de desvirtuar la presunción de inocencia,
siendo estos los siguientes: a) Ausencia de incredibilidad subjetiva, esto es, que existan relaciones
♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL
Art. 166 LIBRO SEGUNDO: LA ACTIVIDAD PROCESAL 376

entre agraviado e imputado basadas en el odio, resentimientos, enemistad u otras que puedan in­
cidir en la parcialidad de la deposición, que por ende, le nieguen aptitud para generar certeza; b)
Verosimilitud; que no sólo incide en la coherencia y solidez de la propia declaración, sino que debe
estar rodeada de ciertas corroboraciones periféricas, de carácter objetivo que le doten de aptitud
probatoria; y, c) Persistencia en la incriminación; es decir que la sindicación sea permanente; que
en tal sentido, de la evaluación de la versión incriminatoria prestada por el agraviado, se advierte
que ella cumple con los presupuestos anotados precedentemente y que si bien existe un antece­
dente de violencia entre el encausado y el agraviado [...], ello sin embargo, por sí solo no tiene
relevancia para el presente análisis ni invalidada sindicación efectuada por [el agraviado], toda
vez que, la sindicación realizada en el caso sub examine parte de un hecho que a criterio de este
Supremo Tribunal se encuentra probado - como es el robo y las lesiones proferidas al agraviado-.
(R. N . N .° 1052-2010-Tumbes, de 19-04-2011, f. j. 5. Sala Penal Permanente. Texto completo:
<bitly/2cpTLnU>).
§ 761. El testimonio de la víctima como prueba de cargo en el delito de violación sexual.
Quinto. Conforme a los agravios postulados, de la revisión de autos se puede observar que el principal
elemento de cargo se halla en la declaración de la víctima, la cual al momento de su valoración debe
reunir los siguientes requisitos: i) ausencia de incredibilidad subjetiva, esto es, que no existan relaciones
entre agraviado e imputado basadas en odio, resentimiento, enemistad u otras que puedan incidir en
la parcialidad de la deposición, que le nieguen aptitud para generar certeza; ii) verosimilitud, que no
solo incide en la coherencia y solidez de la propia declaración, sino que debe estar rodeada de ciertas
corroboraciones periféricas de carácter objetivo que le doten de aptitud probatoria; iii) persistencia en la
incriminación, es decir, que la sindicación sea permanente. Tales estándares se hallan desarrollados en el
Acuerdo Plenario N .° 2-2005/CJ-116 [§ 740]; asimismo, la judicatura nacional en reiterada jurispru­
dencia ha cumplido con emitir pronunciamiento observando el citado acuerdo plenario. [...] Séptimo.
Respecto a la persistencia en la sindicación, como fluye de autos, la versión incriminatoria fue propor­
cionada por la menor a lo largo de todo el proceso. La estructura del relato es coherente entre sus partes;
evidencia la comisión del ultraje sexual por parte del procesado, a quien la menor identificaba como su
“tío”. Octavo. En cuanto al elemento de verosimilitud en la incriminación, se tienen como elementos
corroborantes de la comisión del hecho, en primera línea, la declaración de la menor DM CH , hermana
de la menor agraviada, quien narró que el 4 de septiembre de 2009, al ver constantemente deprimida
y asustada a la menor, le preguntó qué le sucedía, y luego de insistir la niña detalló el modo en que
el procesado abusó sexualmente de ella [...]. La menor al momento de los hechos tenía nueve años de
edad, conforme se desprende del acta de nacimiento [...]. [...] Decimotercero. La versión de la menor
agraviada se halla corroborada con elementos periféricos; en tal sentido, la narración incriminatoria
constituye prueba de cargo suficiente y descarta el argumento del incriminado, es decir, que esta haya
sido manifestada producto de algún problema entre los padres de la menor y el procesado, pues tal ex­
tremo no se advierte de ninguno de los medios probatorios analizados, por lo que el dicho de la menor
adquiere virtualidad procesal para ser considerada prueba válida de cargo. No se presentan motivos
que la desvaloricen, esto es, que no se halla motivada por razones espurias que le resten credibilidad.
Concurre el requisito de ausencia de incredibilidad subjetiva. Se descarta la tesis del imputado. (R.
N . N .° 352-2018-Ancash, del 28-08-2018, ff. jj. 5, 7, 8 y 13. Sala Penal Permanente. Texto completo:
<bit.ly/2HFJDW Q>).
§ 762. En los delitos sexuales, al ser delitos de clandestinidad, la declaración de la víctima
tiene una especial relevancia. La declaración del imputado también es importante, máxime si
este reconoce los hechos que se le imputan. La autoincriminación prohibida es la que se obtiene
contra los derechos del imputado, no cuando voluntariamente, con el concurso de su abogado,
expresa algo relevante respecto de los hechos de la causa. Cuarto. En cuanto al segundo punto ma­
teria de examen casacional, es de afirmar, en relación al examen de la prueba, que lo único que puede
controlarse casacionalmente es sí medió una infracción trascendente de los preceptos legales sobre la
prueba. Es decir: (i) si se obtuvo ilícitamente alguna fuente de prueba, (ii) si se quebrantó alguna regla

n o m o s & th e sis
377 SECCIÓN II: LA PRUEBA Art. 166
de garantía en la actuación probatoria -medio de prueba-; (iii) si no se reconoció una regla sobre prohi­
bición de prueba, de valoración probatoria o de inutilización de pruebas; (iv) si se obvió valorar alguna
prueba importante; y, en su caso, (v) si se incurrió en una violación relevante de las reglas de la sana
crítica judicial respecto de las inferencias probatorias (leyes de la lógica, máximas de la experiencia o
conocimientos científicos artículo 393, apartado 2, del Código Procesal Penal). No se puede controlar
en casación la questio facti. No cabe una apreciación autónoma del material probatorio tendente a una
conclusión alternativa del juicio histórico. Quinto. En los delitos sexuales, por sus especiales caracte­
rísticas criminológicas, de ser delitos de clandestinidad, la declaración de la víctima tiene una especial
relevancia. La jurisprudencia vinculante de este Tribunal Supremo ha desarrollado sobre este punto una
serie de criterios-base o parámetros -que no son requisitos estrictos-. Y, sobre el alcance del control ca-
sacional en este punto, solo corresponde al Tribunal Supremo verificar la estructura racional del proceso
valorativo realizado por el Tribunal Superior. Así las cosas: 1. La ausencia de credibilidad subjetiva de
la víctima -circunscripto a la posible existencia de móviles espurios para incriminar al encausado- se re­
fiere, desde luego, a circunstancias anteriores a la violación denunciada. En el presente caso se partió de
un criterio claramente irrazonable: resentimiento a raíz de la violación sufrida -es absolutamente cierto
que un atentado como el delito de violación sexual genera en la víctima valoraciones negativas hacia el
agresor-. 2. El segundo parámetro de valoración de la declaración de la víctima consiste en el análisis
de su credibilidad objetiva o de la verosimilitud de su testimonio (coherencia interna). En la sentencia
de vista se indicó que la víctima no precisó el número de veces que fue violada por el imputado, pero
es patente que cuando la niña anotó: “todas las veces que agarró él”, se refería a una pluralidad de agre­
siones sexuales. Exigir a una adolescente la precisión del número de veces y una detallada indicación
de la forma en que fue ultrajada, es un requerimiento impropio que no tiene en cuenta el conjunto de
traumas que una violación genera y la intensidad de la afectación síquica que produce, en la que tiene
una importancia decisiva la estructura de la personalidad de la víctima y el contexto socio cultural. La
coherencia interna del testimonio, por tanto, no puede negarse. Por lo demás, no se ha cuestionado que
el relato es fantástico, contradictorio o con lagunas esenciales. 3. El tercer parámetro de valoración de
la declaración de la víctima es el suplementario apoyo de datos objetivos de corroboración de carácter
periférico (coherencia externa). El Tribunal Superior niega este punto por el hecho de que la pericia
médico legal arrojó como resultado que la víctima, al examen, presentó himen complaciente y que no
se recabaron ni aportaron pruebas auxiliares de secreción vaginal para examen espermatológico. La co­
rroboración periférica, empero, no exige pruebas autónomas sobre aspectos propios del hecho juzgado,
sino datos acerca de circunstancias que rodean al hecho que aporten indicios razonables de la veracidad
de la información proporcionada por la víctima -se puede acudir a declaraciones referenciales, pericias
psicológicas u otras-. La declaración del imputado también es importante. No puede desconocerse la
calidad de tal, cuando éste interviene en un momento del acto oral y aporta determinada versión o posi­
ción procesal, de modo que si en sus palabras finales pidió perdón por lo que hizo y admitió los hechos,
tal declaración puede y debe ser examinada. La autoincriminación prohibida es la que se obtiene contra
los derechos del imputado, no cuando voluntariamente, con el concurso de su abogado, expresa algo
relevante respecto de los hechos de la causa. (Casación N .° 1394-2017-Puno, del 26-07-2018, ff. jj. 4
y 5. Sala Penal Permanente. Texto completo: <bit.ly/2TmqCiy>).
§ 763. La valoración de la declaración de la agraviada no implica que deba tenerse por ciertas
todas y cada una de sus afirmaciones, en tanto que, dada la naturaleza del delito, no se exige exacta
rigurosidad en todos los datos circunstanciales en tomo al hecho ilícito, aunque si en lo sustan­
cial. Sexto. [...] La valoración de la declaración de la agraviada como prueba capaz de desvirtuar la
presunción de inocencia que ampara al procesado, no implica que deba tenerse por ciertas todas y cada
una de las afirmaciones que ésta vierta en su declaración, en tanto que, dada la naturaleza del delito,
no se exige exacta rigurosidad en todos los datos circunstanciales en torno al hecho ilícito, aunque si
en lo sustancial; la particular importancia de estos datos tiene que analizarse en cada caso en particular
y su valoración se dará en la medida en que reúnan los requisitos de coherencia, solidez, persistencia y
corroboración periférica de carácter objetivo, exigidos por el Acuerdo Plenario 2-2003 [§ 740]; en tal
sentido, este Acuerdo Plenario señala: ... Se trata, sin duda, de una cuestión valorativa que incumbe al

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Art. 166 LIBRO SEGUNDO: LA ACTIVIDAD PROCESAL 378

órganojurisdiccional. Corresponde alJuez o Sala Penal analizarlos ponderadamente, sin que se trate de reglas
rígidas sin posibilidad de m atizar o adaptar a l caso concreto... ”. [...] (R. N. N .° 3175-2015-Lima Sur, del
20-04-2017, £ j. 6. Sala Penal Permanente. Texto completo: <bit.ly/2Ura0n5>).
§ 764. La declaración del agraviado sin presencia del fiscal no tiene idoneidad probatoria. 13.
Efectivamente, es cierto lo que afirma el recurrente, que las declaraciones brindadas a nivel preliminar,
por S., J. y H., se realizaron sin presencia fiscal. Al respecto, el artículo 72 del Código de Procedimien­
tos Penales prescribe: “La investigación policial previa que se hubiera llevado a cabo con intervención
del Ministerio Publico, constituye elemento probatorio que deberá ser apreciado en su oportunidad,
por los jueces y tribunales [...]”. Así, por sí solas estas declaraciones no tienen idoneidad probatoria,
porque carecen de legalidad, en su actuación, salvo que con otra prueba actuada en el plenario, bajo
las garantías del derecho de defensa, contradicción, inmediación entre otros, se corrobore la veracidad
de sus relatos. (R. N. N .° 1866-2017-Sullana, del 13-11-2018, f. j. 13. Sala Penal Transitoria. Texto
completo: <bit.ly/2ThHqrQ>).

§ 765. Presupuestos requeridos en la sindicación del agraviado para enervar la presunción de


inocencia del imputado. Tercero. Del análisis de autos y los términos de la sentencia impugnada, se
aprecia que tanto el delito (robo con agravantes), cuanto la responsabilidad penal del imputado [...] se
acreditan plenamente [...]. Cuarto. Si bien frente a dicho juicio de responsabilidad, concurre la nega­
tiva persistente del recurrente [...]; así como los agravios consignados en su recurso impugnativo; sin
embargo, el primer aspecto es una argumento natural de su derecho de defensa, que se contrapone con
las pruebas de cargo citadas precedentemente, y la convicción de culpabilidad que este Supremo Tribu­
nal asume a partir de la imputación del agraviado, que reúne los presupuestos requeridos (ausencia de
incredibilidad subjetiva, verosimilitud y persistencia) por el fundamento jurídico décimo, del Acuerdo
Plenario N .° 2-2005/C J-l 16 [§ 740], del 30 de septiembre de 2005, para considerarse prueba de cargo
válida que inobjetablemente desvirtúa la presunción de inocencia del encausado. (R. N. N .° 2650-
2014-Lima, del 28-08-2015, ff. jj. 3 y 4. Sala Penal Transitoria. Texto completo: <bit.ly/2Z30gQS>).
§ 766. Declaraciones y diligencias donde no participó el Ministerio Publico no constituyen
elementos probatorios. Decimosegundo. En importante destacar que las declaraciones y diligencias
donde no participó el representante del Ministerio Público no constituyen elementos probatorios que
puedan ser apreciados en la sentencia (salvo las excepciones previstas en la ley). Carecen de validez y
eficacia en el proceso y, por ende, no pueden ser utilizadas para fundamentar una sentencia por in­
fracción de la ley procesal que disciplina la actividad probatoria. En ese sentido, se tiene que reputar
inexistente a la hora de construir la base fáctica en la que se tiene que apoyar la sentencia. (R. N. N .°
2875-2016-Amazonas [Caso Alberto Pizangoy otros], del 27-09-2017, £ j. 12. Primera Sala Penal Tran­
sitoria. Texto completo: <bit.ly/2SGEYG4>).
§ 767. Los testigos que han declarado no lo hicieron en sede plenarial ni en sede sumarial y
solo lo realizaron en sede policial sin presencia del fiscal. No es razonable que una persona que
recién conoce a otra le confiese de improviso la comisión de un delito. Cuarto. El propio encausa­
do aceptó que el 6 de febrero de 1997 se fue con el agraviado para que le venda una vaca, pero niega
haberlo victimado [...]. Sobre ese hecho se tiene una primera versión de TAB, pero sin mayores detalles
del hecho ulterior y definitivamente criminal, respecto del cual la esposa de la víctima, GAP, señaló que
ese viaje para comprar ganado se le dijo TAB -ambas declaraciones se prestaron en sede preliminar, sin
fiscal [...]. Consta en autos la declaración preliminar, sin fiscal, de FRR. El expresó que el encausado fue
a su casa, se identificó como un vecino, lo hizo entrar a su súplica, y el acusado le confesó que con su
hermano AH habían matado a un delincuente en Callipampa. En un primer momento dicho testigo
refirió que guardó silencio por temor a que atenten contra su vida [...]. En sede plenarial declaró IC T y
su versión es solo referencial. No dio mayores indicaciones respecto al testigo fuente y si éste -de quien
se amparó- a su vez fue testigo directo o presencial [...]. Q uinto. [C]omo es obvio, la prueba de cargo
es definitivamente insuficiente. Los tres testigos que han declarado no lo hicieron en sede plenarial,
tampoco lo han hecho en sede sumarial; además, ante la policía han declarado sin el concurso del fiscal,

n o m o s & th e s is
379 SECCIÓN II: LA PRUEBA Art. 166
luego, no pueden considerarse información válida para fundar una sentencia de condena. Solo consta,
por la propia aceptación del imputado, que éste viajó con el agraviado para que le venda una vaca, pero
no que aprovechó de esa circunstancia para victimarlo junto con su hermano. La falta de información
con carácter de prueba sobre ese punto decisivo es patente. Ni siquiera se encontró el arma utilizada
para victimar al agraviado CV. De otro lado, no es fiable el testimonio de RR, pues no es razonable que
una persona a la que recién conoce de improviso le confiese que mató a otra persona conjuntamente
con su hermano. Las confesiones o confidencias no se dan a un extraño sino a personas muy vinculadas
entre sí y con la que se tiene cierta confianza de su reserva, en consecuencia, ante la notoria insuficiencia
probatoria, es de concluir que no se enervó la presunción constitucional de inocencia, por lo que cabe
la absolución. Como no hay prueba del hecho base en términos procesales, no es del caso discutir en
clave de derecho penal material si el homicidio fue por lucro o para facilitar otro delito. La insuficiencia
de pruebas de cargo, luego del tiempo transcurrido desde la comisión del delito juzgado, obliga a la
absolución directa, no a una anulación del fallo y realización de un nuevo juicio oral. Este carece de
sentido y su actuación vulneraría el derecho al plazo razonable. (R. N. N .° 1726-2015-Huánuco, del
05-04-2017, ff. jj. 4 y 5. Primera Sala Penal Transitoria. Texto completo: <bit.ly/2TklWp5>).
§ 768. Sindicación del agraviado del delito de robo agravado es circunstanciada, fiable y sufi­
cientemente corroborada por elementos de prueba periféricos (art. 189, I a parte, inc. 3). Segundo.
[Está] probado que [...] cuando el agraviado [...] conducía [un] camión volquete [...], al sobreparar para
pasar un rompe muelle, sorpresivamente, se trepó al mismo el encausado MY, premunido de un arma
de fuego, con el que lo amenazó. Asimismo, también se trepó, por el lado del copiloto, otro asaltante
no identificado. El agraviado [...] fue despojado del equipo celular [...] y de su billetera, [...] luego de lo
cual el imputado y el otro sujeto se dieron a la fuga. El agraviado comunicó lo ocurrido a una unidad
policial [...]. [Los asaltantes] al advertir la presencia policial se dieron a la fuga por los techos de varios
inmuebles, pero se logró detener al imputado MY, quien portaba el arma de fuego utilizada para el robo
-en realidad, se trataba de una réplica de arma de fuego-. [...] Cuarto. [El] encausado [...] negó los car­
gos. Apuntó que fue detenido porque caminaba consumiendo pasta básica de cocaína; que el agraviado
se ha confundido; que no tenía arma alguna en su poder; que no firmó el acta de incautación porque
se consideró inocente [...]. Quinto. [Al] imputado MY se le capturó, ese mismo día inmediatamente
luego de los hechos. El agraviado lo sindicó y en su poder se encontró el arma utilizada para amenazar a
la víctima. Por la forma y circunstancias del hecho, no es posible una confusión por parte del agraviado,
quien ha sido firme y circunstanciado en su exposición de los hechos. No constan razones valederas
para estimar que se “sembró” el arma en cuestión, y menos para que la Policía de cuenta de un hecho
falso. Existe prueba de cargo fiable, suficiente y corroborada, con entidad para enervar la presunción
constitucional de inocencia. [...] (R. N. N .° 1499-2017-Callao, de 05-12-2017, ff. jj. 2, 4 y 5. Sala
Penal Permanente. Texto completo: <bit.ly/2FAc7hl>).
§ 769. La existencia de relaciones de conflictos previos entre las partes no invalida automáti­
camente las sindicaciones que puedan realizarse en forma posterior. Decimoctavo. Esta deficiencia
en la motivación se hace más evidente cuando la Sala Superior sustenta adicionalmente su posición con
un análisis sobre veracidad en la declaración de la madre de la menor como determinante para tampoco
brindar validez a la sindicación de la hija y, a la vez, poner de manifiesto la aparente animadversión entre
las partes. Al respecto, este Colegiado Supremo debe ser enfático en señalar que la existencia de rela­
ciones de conflictos previos entre las partes no invalida automáticamente las sindicaciones que puedan
realizarse en forma posterior, pues asumir ello implicaría realizar un juicio de valor ex ante y no frente a
hechos concretos; además de propiciar impunidad en hechos en los que conflictos precedentes impidan
la prosecución de la acción penal. (Casación N .° 1211-2017-Ica, del 06-08-2018, f. j. 18. Sala Penal
Permanente. Texto completo: <bit.ly/2UY07vp>).
§ 770. Verosimilitud interna y verosimilitud externa de la declaración de la agraviada. Persis­
tencia de la incriminación. Móviles espurios. Sexto. En el examen relativo a la coherencia del relato
de la agraviada, esto es, Verosimilitud interna; subyace una versión de los hechos con referencias
fácticas suficientes, en lo referente a la agresión sexual, lo que descarta datos manifiestamente invero-

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Art. 166 LIBRO SEGUNDO: LA ACTIVIDAD PROCESAL 380

símiles y contrarios a la lógica; tal como se aprecia de lo declarado por la menor agraviada, tanto en
sede preliminar, [...], en presencia de la señora Fiscal Provincial de Familia, así como en la etapa de
instrucción, [...]; diligencias en las que, en relación al procesado FMJP, mantuvo la tendencia a precisar
detalles concernientes a la forma, modo y circunstancias en que le practicó el acto sexual. La sindicación
.
fue enfática y uniforme respecto a la autoría del delito [...]. Sétim o En lo atinente a la verosimilitud
externa; de la declaración de la víctima; y de la actividad probatoria, trascienden corroboraciones peri­
féricas, concomitantes y plurales, de cuya valoración conjunta, se genera convicción razonable sobre la
responsabilidad penal del procesado [...]: I. Prueba Personal: A) La declaración testimonial de la tía de la
menor agraviada [...]; B) La declaración testimonial de la madre de la agraviada [...], C) La declaración
testimonial del hermano de la menor agraviada [...]. II. Prueba Científica: D) La copia Certificada del
Certificado Médico Legal [...], en el que después de haberse evaluado a la agraviada [...], concluyeron:
“ (...) Desfloración Himeneal antigua y Presencia de signos antiguos de acto contranatura” [...]; E) El
Informe Psicológico [...]. III. Prueba Documental: F) La Partida de Nacimiento de la agraviada [...] de
la cual se aprecia que en la época en que se produjo el primer acto sexual en su perjuicio [...], la menor
tenía once años de edad. IV. Prueba Indiciaría: G) Indicio de Oportunidad Material: Supone necesa­
riamente la prueba de la existencia del hecho delictivo, siendo preciso para ello probar que el acusado
se encontraba en el lugar del delito, o al menos en sus inmediaciones al momento de la comisión del
delito [...]; H) Indicio de Mala Justificación: El papel de este indicio, en la construcción de la prueba
indiciaría, se limita en estricto, a reforzar el carácter epistemológico de los indicios incriminatorios ya
acreditados; al resultar desacreditada la hipótesis fáctica explicativa (alternativa) ofrecida por el acusado.
Las circunstancias incriminativas solamente se derrumban, si el imputado da una explicación plausible
de los datos recogidos contra él, reforzándose, por el contrario, si dicha explicación es deficiente o in­
ventada. La justificación del procesado [...], decanta en un aspecto poco creíble e inverosímil. Octavo.
Respecto a la regla de persistencia én la incriminación; trasciende que las declaraciones incrimina-
torias de la menor agraviada, prestadas a nivel policial [...], ante la representante del Ministerio Público
[lo que legitima y dota de validez a la declaración conforme lo estipulan el artículo 62° del Código de
Procedimientos Penales], y durante la instrucción [...]. Cabe señalar que, la agraviada, no declaró en
el plenario, no obstante haber concurrido a la audiencia respectiva; la causa fue que al percatarse de
la presencia del procesado se puso nerviosa y empezó a llorar [...]; sin embargo, la falta de declaración
en el contradictorio, no invalida sus declaraciones anteriores. Noveno, En lo relativo a la presencia de
móviles espurios; durante la investigación, y esencialmente en el juicio oral, no se han incorporado
evidencias que permitan establecer que los cargos que le formula la menor de iniciales PCMF, se en­
cuentran motivados, por razones de exculpación de terceros, o por odio, rencor o venganza, y que éstas
hayan sido concebidas precedentemente al hecho denunciado. Visto ello así, se constata superada la
garantía de certeza de la declaración de la agraviada. Décim o. En tal virtud, se ha generado un estado de
convicción respecto del testimonio de la menor agraviada, [...], no existiendo una hipótesis alternativa
al curso causal de los acontecimientos, que posibilite decantar en una conclusión diferente, por lo que
se ha logrado enervar la presunción de inocencia del procesado FMJP, habiéndose acreditado su autoría
y responsabilidad penal, en el delito que se le imputa [...]. (R. N. N .° 3065-2015-Ancash, del 03-03­
2017, f. j. 6-10. Segunda Sala Penal Transitoria. Texto completo: <bit.ly/2HvcP3B>).
§ 771. De las declaraciones vertidas por la agraviada se desprende una manifiesta variedad de
contradicciones, no solo al cambio sustancial de la naturaleza de su relato (incriminatorio o no),
sino en cuanto a las circunstancias que las habrían rodeado. Presunción de inocencia y duda razo­
nable. Cuarto. Corresponde destacar que las declaraciones brindadas por la agraviada fueron diversas:
i) En su manifestación preliminar, ante el representante del Ministerio Público, indicó que en septiem­
bre de 2003 inició una relación sentimental con el encausado. Luego, en octubre de 2003, después que
fuera conducida con engaños hasta Aquillayoc, cerca de la laguna de Gocha, se encontró con el acusado
LLS, quien después de acariciarla logró practicarle el acto sexual. El dolor y sangrado ocasionaron que
se detuvieran y se retiraran a sus respectivos domicilios. Agregó que también denunció los hechos ante
el gobernador JC , ante el temor de que el encausado la abandonara y se fuera a Lima [...]. ii) En la
declaración preventiva manifestó que los hechos se produjeron al mediodía, cuando junto con su prima
n o m o s & th e sis
381 SECCIÓN II: LA PRUEBA Alt 166
H C se dirigieron a la casa del inculpado a pedirle una linterna de mano y de regreso a casa este la siguió.
Se sentaron en un lugar denominado Cocha, donde este le propuso ir a su casa pero no aceptó. Luego,
le propuso tener relaciones sexuales, a lo que accedió y al cabo de tres días volvieron a tener relaciones
sexuales en el Caserío de Colcabamba. Finalmente, en diciembre de 2003 se dirigió ante el Gobernador
para denunciar los hechos ante el temor de que el encausado la abandonara y se fuera a Lima [...]. iii) En
la declaración ampliatoria preventiva se retractó de los cargos formulados. Señaló que vio al acusado en
octubre de 2003 y que en forma continua iba a libar licor y gaseosa al Caserío de Colcabamba. Destacó
que en octubre de 2004 inició una relación sentimental con él, previa autorización de sus padres. Preci­
só que luego de su compromiso, el inculpado viajó a Lima y fue en los primeros días de marzo de 2003,
a su retorno, que tuvieron su primera relación sexual. Señaló que la denuncia primigenia fue por miedo
a que este la dejara y si declaró ante el Gobernador y el Juez de Paz fue por nerviosismo, ya que estaba
en quinto grado de primaria. A la fecha, precisó que convive con el encausado, han formado un hogar
y tienen bienes propios en Lima. Solicitó que se archive la causa lo más pronto posible, ya que mintió
al incriminarlo [...]. iv) En el plenario, la agraviada manifestó que se comprometió con el encausado en
marzo, cuando tuvo quince años y que la primera relación sexual fue en el 2004. Indicó que la prima
de él la indujo a mentir ante el Juez de Paz. A la fecha tiene dos hijos y no sabe quién va a mantenerlos.
Antes de concluir el examen de la testigo la agraviada respondió que recién tuvo relaciones sexuales con
el acusado en marzo de 2005. Guardó silencio ante la pregunta de si alguna vez el acusado le preguntó
su edad. Quinto. Del análisis de las declaraciones vertidas por la agraviada se desprende, en efecto,
una manifiesta variedad de contradicciones, no solo al cambio sustancial de la naturaleza de su relato
(incriminatorio o no), sino en cuanto a las circunstancias que las habrían rodeado. En puridad, el único
extremo en que coinciden todas las versiones es que en diciembre de 2003 la menor denunció un pre­
sunto acto de violación sexual en su perjuicio (independientemente de si ocurrió o no), motivada por
la necesidad de evitar que el encausado LS la abandonara y se fuera a Lima, ya que habían iniciado una
relación sentimental. No existe, sin embargo, medio probatorio sustancial e independiente que permita
a este Supremo Tribunal efectuar una valoración de la prueba indiciarla, a efectos de determinar que
dicha denuncia fue verosímil. No se presentaron datos corroborativos mínimos ni relevantes para hacer
prevalecer la declaración incriminatoria sobre las demás. Las contradicciones en el relato de la agraviada
no permiten por sí mismas ese salto apreciativo y, como ya se destacó, el resto de medios probatorios
ofrecidos por el Ministerio Público tienen como eje referencial la propia manifestación preliminar.
Sexto. El derrotero de la garantía de presunción de inocencia exige que en el juicio histórico construi­
do en la sentencia no medie umbral posible para la aplicación de la duda favorable al reo. El in dubio
pro reo (presunción de inocencia), en efecto, prevalecerá en todos los casos como criterio de solución
ante la incertidumbre fáctica en el proceso penal. En rigor, despliega sus efectos en el espacio de duda
subsistente en el juzgador, pese a la existencia de prueba de cargo válidamente incorporada al proceso.
Prevalece, por tanto, la presunción de inocencia que asiste a LS, ante la falta de determinación, cierta
e invariable, del sustrato fáctico postulado por la acusación fiscal. La sentencia impugnada se ajusta a
derecho y no vulneró la garantía de motivación, ya que contesta puntualmente el objeto procesal en
controversia. (R. N . N .° 2240-2015-Ancash, del 24-04-2017, ff. jj. 4 al 6. Sala Penal Transitoria. Texto
completo: <bit.ly/2BL6tss>).
§ 772. Cuando un testigo ofrece testimonios contradictorios en momentos procesales distintos,
el Tribunal Superior puede fundar su convicción en declaraciones anteriores a las proporcionadas
en el juicio oral, en tanto en cuanto se cumplan los requisitos de carácter formal. Noveno. Como
ya se indicó, el Tribunal Superior valoró la declaración del asistente administrativo V H ST y si bien éste
indicó que, por orden del Fiscal LM, redactó el acta de entrega de la moto y cumplió con entregarla a
PR, previa verificación de los datos, su propio testimonio no descarta la exigencia de dinero que efectuó
el Fiscal al denunciante. Lo relevante es que en el interrogatorio se incorporó las actas de su declaración
en sede administrativo disciplinaria, las que se consideraron con mayor fuerza probatoria que lo que
expresó en el plenario, tanto más si lo que señaló en esa ocasión -escuchó que el fiscal procesado le dijo
a PR que compre unos regalitos, a lo que éste le respondió que no tenía dinero- guarda concordancia
con lo que expuso el denunciante. Cabe puntualizar que, como ya tiene fijado este Tribunal Supremo

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Art. 166 LIBRO SEGUNDO: LA ACTIVIDAD PROCESAL 382

como doctrina legal, que cuando un testigo ofrece testimonios contradictorios en momentos procesales
distintos, el Tribunal Superior puede fundar su convicción en declaraciones anteriores a las proporcio­
nadas en el juicio oral, en tanto en cuanto se cumplan dos requisitos de carácter formal: (i) que éstas se
hayan prestado sin violación de garantía alguna, con observancia de las normas de procedimiento que
las rigen; y, (ii) que el testimonio se incorpore al plenario mediante el interrogatorio respectivo -solo se
requiere una consideración genérica al testimonio anterior, no en sus detalles específicos-, de suerte que
se incorpore al debate del plenario de modo que las partes hayan tenido oportunidad de interrogar sobre
esos extremos (Conforme: STSE de 24 de marzo de 1994). Al proceder así el Tribunal Superior, tuvo
la oportunidad de contrastar la mayor veracidad de unas y otras, de suerte que la condena no se basó
en el interrogatorio previo sino en el resultado del juicio oral (Conforme: STC E 217/1989, de 21 de
diciembre). N o se incurrió en vicio alguno al asumir esta declaración. El motivo de impugnación sobre
el examen y preferencia en el caso concreto de un testimonio anterior del testigo ST deviene infundado
y así se declara. (Apelación N .° 24-2017-Cusco, de 30-04-2018, f. j. 9. Sala Penal Permanente. Texto
completo: <bit.ly/2CBBijD>).
§ 773. A bsolución por duda razonable debido a sindicación contradictoria j no persistente.
4.4. Del análisis del caudal probatorio obrante en los presentes actuados se advierte que el único medio
de prueba de cargo que vincula al encausado ZG con la tesis de fiscal es la manifestación preliminar del
agraviado, brindado en sede preliminar [...], quien sindicó al precitado encausado como la persona que
participó en el hecho ilícito. Precisa que cuando (el agraviado) en un segundo intento trató de bajar
del transporte público (combi), el encausado ZG, al percatarse de ello, le mostró un arma de fuego y
lo amenazó para que suba a la combi, porque si no “lo rellenaría de plomo”; si bien esta misma versión
se registra en el acta de reconocimiento [...]; no obstante, también se verifica en el Acta de Registro
Personal practicado al agraviado a las 00:10 horas del 19-04-2018 [...], cuyo registro personal concluyó
negativo para arma de fuego y sustancias sospechosas y solo encontraron un total de 12,20 soles (en
monedas), un celular negro y una billetera negra, en cuyo interior se encontró una tarjeta vehicular y
licencia de conducir. 4.5. En cuanto ala versión brindada por el efectivo policial [...], en sede preliminar
y en el contradictorio (sesión de audiencia del 23-07-2017 [...]), si bien brinda su versión de los hechos
esta no refrenda la versión preliminar del agraviado (incriminatoria) por cuanto no es un testigo directo
del hecho ilícito. 4.6. A nivel de instrucción se registra la declaración del agraviado C O , llevada a cabo
el 22-07-2016 [...]; en dicha diligencia, cuando se le pregunta si está conforme con su manifestación
rendida a nivel policial [...], señaló que no se encontraba conforme puesto que el procesado no había
subido a la combi sino que se encontraba en el paradero, y solo lo sindicó porque estaba desesperado e
indignado; así, de manera textual, señaló lo siguiente: “En ningún momento me enseñó ningún arma
de fuego ni me amenazó ya que él no subió a la combi; él estaba parado en el paradero y si lo sindiqué
fue porque estaba desesperado e indignado”. Agrega que: “ [...] subieron dos sujetos a robarme y no
me percaté del rostro de dichos sujetos, pero el último que bajo era un gordito de baja estatura; en mi
desesperación quise bajar y me percaté que venía una patrulla. [Cuando le dije] al policía que me habían
robado es que me bajé y fuimos al paradero; vimos al procesado que estaba parado en dicho paradero” .
4.7. Por lo expuesto, es pertinente advertir que la sindicación del agraviado C O resulta contradictoria
y no persistente; inferir una cosa distinta a ello no resultaría idóneo a efectos de construir argumentos
que puedan servir de fundamentos para imponer una condena. 4.8. Por su parte, el encausado ZG, en
el decurso del proceso, sede preliminar, judicial y en el contradictorio [...], niega de manera enfática su
participación en el hecho ilícito. En sede judicial afirmó que cuando se produjo la intervención no le
encontraron nada y como lo agredieron se fue corriendo; fue entonces que nuevamente lo detuvo un
efectivo policial. A nivel de juicio oral refrenda su tesis de exculpación y señala que: “No ha tenido nin­
guna participación en los hechos que se le imputan”. 4.9. Por tanto, de toda esta actividad probatoria
se ha generado duda respecto de la culpabilidad del acusado ZG, lo que nos invita a afirmar que existen
razones opuestas equilibradas, las cuales impiden que arribemos a un juicio de certeza sobre la respon­
sabilidad del citado encausado, por lo que se deberá aplicar el principio constitucional de “la duda
favorece al reo” (estipulado en el inciso 11, del artículo 139, de la Constitución Política del Estado); en
consecuencia, se debe proceder a su absolución de la acusación fiscal, por la presunta comisión del delito
n o m o s & th e s is
383 SECCION II: LA PRUEBA Arí. 166
de robo agravado; pues los agravios expuestos por el representante del Ministerio Público en su recurso
de nulidad [...] no tienen asidero; al ser ello así, deviene en necesario desestimar la condena impuesta.
(R. N. N .° 2574-2017-Callao, del 12-11-2018, ff jj. 4.4 al 4.9. Sala Penal Transitoria. Texto completo:
<bit.ly/2ESR6Qr>).

§ 774. Declaración del agraviado debe ser uniforme y coherente para no vulnerar el debido
proceso. 2.1. En cuanto a los agravios propuestos [...], en primer término, [el procesado] alegó que lo
declarado por la víctima no cumplió con los requisitos establecidos en el Acuerdo Plenario N .° 2-2005/
CJ-116 [§ 740], por haberlo exculpado. No obstante, verificados los autos, la víctima ha sido uniforme
y sostuvo con firmeza la imputación en su contra, refiriendo que fue el acusado quien lo sujetó del
cuello amenazándolo con un cuchillo para que el cosentenciado R sustraiga el teléfono celular. Aunque
inicialmente R negó la sustracción, a escala de instrucción y en juicio oral, como testigo impropio, re­
conoció haber intervenido con el recurrente [...]. El móvil espurio que refiere no tiene acreditación, en
tanto lo declarado por la víctima concuerda con lo sostenido por el cointerviniente. [...] 2.4. En aten­
ción a lo señalado, no se evidencia vulneración al debido proceso; la sentencia se encuentra adecuada­
mente motivada y no cabe amparar los agravios planteados por la defensa, por lo que debe dejarse firme
la decisión de condena. (R. N. N .° 1693-2017-Lima, del 23-10-2017, £ j. 2.1. Sala Penal Permanente.
Texto completo: <bit.ly/2tFj63N>).

§ 775. Persistencia en la incriminación. No es necesario que la sindicación se haga efectiva a lo


largo de todo el proceso penal: es suficiente que la sindicación se haya reiterado en lo esencial en
una pluralidad m ínim a de diligencias u ocasiones durante la investigación y/o el proceso. 3.10.
[...] B. En las sindicaciones de los agraviados se detallaron las circunstancias precedentes, concomitan­
tes, posteriores y de lugar, modo y tiempo de los hechos; por lo que se está ante relatos incriminadores
sólidos, coherentes, uniformes y persistentes. El cumplimiento de la garantía de certeza del testimonio
referida a la persistencia en la incriminación no exige que la sindicación se haga efectiva a lo largo de
todo el proceso penal: por regla, para tal cumplimiento, es suficiente que la sindicación se haya reite­
rado en lo esencial en una pluralidad mínima de diligencias u ocasiones durante la investigación y/o
el proceso, y se encuentre revestida de garantías, haciéndose viable el respectivo contradictorio, lo cual
se cumplió en el presente caso (cfr. considerandos tres punto tres y tres punto siete de la presente eje­
cutoria). No obstante, debe tenerse en cuenta que, en virtud del principio de libertad probatoria, para
la emisión de una sentencia condenatoria lo importante es que se cumpla con el baremo de la prueba
suficiente más allá de la duda razonable acerca de la responsabilidad penal del acusado y que ello se
encuentre justificado en la decisión judicial. (R. N. N .° 2781-2017-Callao, del 03-07-2018, f. j. 3.10.
Sala Penal Permanente. Texto completo: <bit.ly/2SsqgCh>).

§ 776. La coherente y uniforme declaración incriminatoria de los agraviados y la corrobora­


ción periférica por los testigos dentro los parámetros de aceptabilidad resultan prueba idónea,
incluso cuando a nivel de juicio oral los agraviados no se ratificaron en su relato. Delito de robo
agravado. Prim ero. [...] 1.7. En el Acuerdo Plenario N .° 2-2005/CJ-116 [§ 740], se establecieron los
requisitos de sindicación del coencausado, testigo o agraviado, a efectos de ser ameritada como única
prueba de cargo capaz de desvirtuar la presunción de inocencia. [...] Segundo [...] 2.1. El fundamento
central de la defensa consiste en que las víctimas no se ratificaron del relato incriminador; el Colegiado
Superior valoró de forma subjetiva la declaración de los testigos efectivos policiales, y el examen de ab­
sorción atómica arrojó negativo. [...] 2.3. No obstante, a escala preliminar y en sede sumarial, brindaron
sus declaraciones con las garantías de ley, esto es, en presencia del señor Fiscal y Juez Penal. Es así que
el agraviado C, aseveró que el imputado amenazó con un arma de fuego a su pareja L [ambos esposos],
quien cargaba a su hija de un año de edad, y luego colocó el arma de fuego en la cabeza de la referida
niña a fin de amedrentarlos para que entregara sus pertenencias; mientras que el otro varón efectuó
disparos al aire; luego de sustraerles las pertenencias huyeron en una moto lineal [...]. 2.5. La incrimi­
nación de los agraviados, cumple con las exigencias de las garantías de certeza, conforme al Acuerdo
Plenario previsto en el apartado 1.7 [de la presente sentencia], es decir, la ausencia de incredibilidad
subjetiva, puesto que no existe odio, rencor o venganza entre ellos y el imputado; la verosimilitud y
♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL
Art. 166 LIBRO SEGUNDO: LA ACTIVIDAD PROCESAL 384

persistencia en la incriminación. 2.6. En efecto, existe corroboración periférica [de testigos] con las de­
claraciones de los efectivos policiales, en sede sumarial y plenarial [...]. (R. N . N .° 423-2017-Lima, del
18-09-2017, ff. jj. 1 .7 ,2 .1 ,2 .3 , 2.3 y 2.6. Sala Penal Permanente. Texto completo: <bit.ly/2tENzyT>).
§ 777. Las declaraciones deben corroborarse con otros medios probatorios, más aún si del
relato de la víctima se evidencian exageradas matizaciones (contradicciones) que alteran la tem­
poralidad y el espacio del hecho atribuido al encausado. Décim o. Estos medios periféricos no tienen
entidad suficiente para reforzar la incriminación del menor agraviado, pues las tres testimoniales [H.,
L. y V. (testigo de oídas)] no fueron corroboradas con otro medio probatorio [...]. Undécimo. Además,
el protocolo de pericia psicológica del menor agraviado en el análisis de interpretación de resultados
[...] indica que el menor presenta un desarrollo psicosocial dentro de los parámetros normales, acorde a
su edad de maduración (se contrapone a lo señalado por la testigo L., quien señaló que el rendimiento
escolar del menor agraviado bajó totalmente y su conducta también [...]). Mientras que en la ratifica­
ción [de la pericia] indicó que si hubiera algún tipo de manipulación o inducción, lo más probable es
que haya contradicciones o equivocación en sus afirmaciones. Esta Sala Penal aprecia que del relato del
menor se evidencian exageradas matizaciones (contradicciones) que alteran la temporalidad y el espacio
del hecho atribuido al encausado. [...] Decimosexto. Asimismo, el Protocolo de pericia psicológica [...]
practicado al encausado [por el delito de violación sexual de un menor de edad en grado de tentativa]
concluyó que no presenta déficit intelectual ni trastorno psicopatológico que afecten su capacidad de
percepción, análisis y comprensión de la realidad. Es consciente de sus actos. Aunque presenta un pa­
trón de comportamiento con tendencia a la introversión, pero es emocionalmente estable. En relación
con su sexualidad, este se identifica con su rol y género, una orientación y conducta heterosexual [...].
(R. N. N .° 2686-2017-Lima Norte, del 23-03-2018, ff. jj. 10, 11 y 16. Sala Penal Permanente. Texto
completo: <bit.ly/2GQ5HOY>).
§ 778. Si bien la víctima no tiene una recordación cronológicamente exacta de los hechos
delictivos (la violación sexual en contra de la agraviada ha tenido una ejecución prolongada en el
tiempo), sin embargo su sindicación criminal no ha variado, existiendo pruebas documentales y
testimoniales que respaldan su manifestación. Sexto. [...] 6.4. [En] lo atinente a los agravios formula­
dos por el encausado, fundamentalmente en lo que se refiere, por un lado, a la incoherencia de parte de
la víctima en cuanto a las fechas, modo y circunstancias de las violaciones sexuales, es de significar que
del análisis global de los hechos submateria, la violación sexual en contra de la agraviada ha tenido una
ejecución prolongada en el tiempo -esto es, objetivamente, y según las diversas versiones de la agraviada,
desde el mes de mayo hasta el mes de agosto del 2000- luego, tales circunstancias que dieron configura­
ción a los hechos imputados, como un delito continuado, ha estado siempre inmutable; asimismo, más
allá de no poder pretenderse una recordación cronológicamente exacta de los hechos delictivos, el caso
es que desde su primera manifestación [...] hasta la última brindada en el juicio oral [...], y siguientes
en lo sustancial, su sindicación criminal no ha variado; en tal sentido, la pretendida falta de persisten­
cia en la incriminación, en virtud de las contradicciones de la menor, no tiene lugar, toda vez que en
el indicado Acuerdo Plenario N .° 2-2005/CJ-116 [§ 740], se tiene que las garantías de certeza a que
deben, ser sometidas las declaraciones de un agraviado, aun cuando sea el único testigo de los hechos,
es una cuestión valorativa que corresponde al órgano jurisdiccional, sin que se trate de reglas rígidas
de valoración, puesto que deben ser matizadas y adaptadas al caso concreto; por otro lado, en lo que
respecta a su alegada no presencia física en el distrito de Puente Piedra, durante el periodo de ocurrencia
de los actos violatorios, debe indicarse terminantemente que en autos existen indicios reveladores de su
estancia en dicho distrito, por lo menos, durante los meses de mayo hasta el mes de agosto del 2000;
acreditándose esto último no sólo con las declaraciones de la propia víctima [...], sino también con las
del padre y amigo de ésta [...]. (R. N . N .° 2916-2011-Moquegua, del 29-11-2011, f. j. 6.4. Sala Penal
Transitoria. Texto completo: <bit.ly/2DGYhdQ>).
§ 779. El criterio de verosimilitud implica que la declaración, además de tener coherencia y
solidez, debe ser corroborada con otros datos que la doten de certeza. Criterios de valoración de

n o m o s & th e sis
385 SECCIÓN II: LA PRUEBA Art.166
la prueba del agraviado. Tercero. En ocasiones, la declaración de la víctima puede ser la única prueba
del delito, por lo que exigir pluralidad de pruebas en referencia directa al hecho ilícito, puede generar
supuestos de impunidad. En ese sentido, en el desarrollo de la jurisprudencia, la declaración de la
víctima se ha considerado como prueba de cargo suficiente para desvirtuar la presunción de inocencia,
siempre que la misma sea valorada racionalmente bajo criterios de ausencia de incredibilidad subjetiva,
verosimilitud y persistencia en la incriminación, que logren superar el estándar de prueba “más allá de
toda duda razonable” sobre la responsabilidad del acusado. Cuarto. Así, en el Acuerdo Plenario N .°
2-20[0]5/CJ-20l6 [§ 740], la Corte Suprema de la República ha desarrollado estos criterios: a) Ausen­
cia de incredibilidad subjetiva, es decir, que no existan relaciones entre agraviado e imputado basadas
en el odio, resentimientos, enemistad u otras que puedan incidir en la parcialidad de la deposición, que
por ende le nieguen aptitud para generar certeza; b) Verosimilitud, que no sólo incide en la coherencia
y solidez de la propia declaración, sino que ésta debe estar rodeada de ciertas corroboraciones perifé­
ricas, de carácter objetivo que le doten de aptitud probatoria, c) Persistencia en la incriminación. (R.
N . N .° 2172-2015-Lima, del 08-03-2017, ff. jj. 3 y 4. Primera Sala Penal Transitoria. Texto completo:
<bitly/2IVoDh6>).
§ 780. No puede estimarse como inusual o indebido el reconocimiento por parte del agravia­
do del victimario después de 13 anos. Cuarto. [Si] bien [el procesado] se negó a declarar y guardó
silencio, la sindicación de [su coimputado] -prestada en sede preliminar con el concurso del Fiscal y en
sede sumarial- y la identificación del agraviado [...] constituyen prueba plural, fiable y suficiente para
enervar la presunción constitucional de inocencia. Es verdad que pasaron cerca de trece años luego de la
comisión del robo, pero el agraviado al ver al imputado lo identificó, lo que no se puede estimar inusual
o indebido -las impresiones de una experiencia traumática pueden quedan grabadas en la memoria de
la víctima muchísimos años- [...]. (R. N. N .° 641-2018-E1 Santa, del 13-05-2018, £ j. 4. Sala Penal
Permanente. Texto completo: <bit.ly/2SKjx7b>).
§ 781. La víctima que denuncia 10 anos después los hechos ilícitos, debe señalar datos sufi­
cientes y precisos para poder considerarla razonable. Séptim o. [A] un cuando la agraviada brindó
una sindicación reiterativa en contra del procesado, esta no puede ser suficiente para considerarla como
persistente, en atención al plenario tantas veces mencionado [Acuerdo Plenario N .° 2-2005/CJ-l 16 (§
740)] . Así tenemos que el juicio oral que ha originado el presente recurso de nulidad, no compareció
con el argumento de que quería evitar la revictimización, apreciación contraria a su fundamento de de­
nuncia [...], en que señaló que su denuncia fue tardía y después de 10 años de ocurrida la primera agre­
sión sexual, con el único propósito de encontrar justicia y que el procesado sea sancionado por el delito
cometido en su agravio. Esta denuncia tardía no encuentra justificación con las supuestas amenazas,
sin precisar en qué consistían y, sobre todo, que sean razonables para que no lo haya hecho durante 10
años. En su defecto, que no hayan sido descubiertas, pues la agraviada ha sostenido que las agresiones
sexuales se perpetraban en su casa, en la vivienda del agraviado, así como en hostales diversos, aunque
sin precisarlos. (R. N. N .° 3l4l-2013-Lim a Norte, del 09-06-2014, f. j. 7. Sala Penal Transitoria. Texto
completo: <bit.ly/2JElKla>).
§ 783. Valoración sesgada de los medios de prueba es causal de nulidad de la condena: no se ha
ponderado la declaración de los testigos presenciales. Véase la jurisprudencia del artículo 409° del
Nuevo Código Procesal Penal [§ 1681]. (R. N. N .° 1447-2015-LaLibertad, de 23-03-2016, ff. jj. 4-5.
Sala Penal Transitoria. Texto completo: <bit.ly/2fbFSup>).
§ 784. La sindicación de los agraviados, los testigos y la corroboración de la prueba indiciaría
permiten dar certeza de la participación del procesado. La entrega del objeto robado al agra­
viado por un familiar del procesado solo revela que aquel tenía en su poder uno de los bienes
sustraídos. Véase la jurisprudencia del artículo 409° del Nuevo Código Procesal Penal [§ 450] . (R.
N . N .° 1062-2017-Lima Norte, del 16-08-2018, ff. jj. 6 al 8. Sala Penal Permanente. Texto completo:
<bit.ly/2F5V7Qo>).

♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL


Art. 167 LIBRO SEGUNDO: LA ACTIVIDAD PROCESAL 386

JURISPRUDENCIA DE LAS CORTES SUPERIORES

§785. Las garantías de certeza en la valoración de la sindicación del testigo-agraviado desarro­


lladas en el Acuerdo Plenario N.° 2-2005/CJ-116 son aplicables a todos los casos donde exista tes­
tigo único y no sólo en los delitos de violación sexual. 9. En el caso de autos, la forma y circunstancias
concretas del hecho punible descritos en la acusación, dan cuenta que el único testigo del supuesto robo
en casa habitada cometido por los imputados en una clara división de funciones, fue el propio agraviado,
sobre quien coincide en su persona diversas calidades jurídicas: en primer lugar, como sujeto pasivo de la
acción al haberse sido violentado físicamente (el imputado VU le tiro piedras); en segundo lugar, como
sujeto pasivo del delito (el imputado RG se apropió de su dinero por S/. 4,200.00); y en tercer lugar,
como testigo único del hecho punible; ergo, era relevante que la sentencia se pronuncie expresamente
sobre la sindicación incriminatoria del testigo agraviado, sometiéndolo a un riguroso control judicial con
los demás medios de prueba actuado en juicio, precisamente a través de las garantías de certeza desarrolla­
das en el Acuerdo Plenario N .° 2-2005/CJ-l 16 [§ 740], máxime si el artículo 393.2 del Código Procesal
Penal prescribe que el juez penal para la apreciación de las pruebas procederá primero a examinarlas
individualmente y luego conjuntamente con las demás. [...] 12. La sentencia recurrida contiene una
motivación insuficiente al no haber valorado la sindicación del testigo-agraviado conforme a las garantías
de certeza desarrolladas en el Acuerdo Plenario N .° 2-2005/CJ-l 16, la cual es aplicable a cualquier hecho
punible en tanto la imputación se sostenga en testis unus y no solo para los delitos sexuales, como ha in­
terpretado erróneamente el Juzgado a quo en el presente caso, en contrasentido al propio texto del citado
acuerdo, así como de la jurisprudencia uniforme y reiterada en materia penal; así por ejemplo, el Recurso
de Nulidad N .° 88-2016-Lima Este, de 16 de agosto del 2016, en un caso similar por el delito de robo
agravado consideró que: “La imputación formulada por el agraviado reside en la sindicación formulada
por el agraviado. Ello, nos sitúa en lo que en doctrina se denomina declaración testifical de la víctima,
correspondiendo, en tal virtud, remitirnos a los parámetros establecidos, como precedente vinculante en
el Acuerdo Plenario N .° 2-2005/CJ-l 16”. (Exp. N .° 6400-2013-15, del 01-10-2018, ff. jj. 9 y 12. Ter­
cera Sala Penal Superior. Corte Superior de Justicia de La Libertad. Texto completo: <bit.ly/2TYi7Lr>).
§ 786. La declaración en cámara Gesell tiene calidad de prueba preconstituida. Véase la jurispru­
dencia del artículo 242° del Nuevo Código Procesal Penal [§ 924]. (Exp. N .° 00039-2018-57-2601-JR-
PE-01, del 26-01-2018, f. j. 12. Primer Juzgado de Investigación Preparatoria. Distrito Judicial de
Tumbes. Texto completo: <bit.ly/20tZPfm>).
§ 787. Las declaraciones brindadas por lo coimputados no pueden ser invalidadas de pla­
no en su totalidad. Véase la jurisprudencia del artículo 162° del Nuevo Código Procesal Penal [§
733]. (Exp. N .° 00160-2014-299-5201-JR-PE-01, del 20-11-2017, f. j. 5.13. Colegiado A. Sala Penal
Nacional de Apelaciones Especializada en Delitos de Corrupción de Funcionarios. Texto completo:
<bit.ly/2Jwe9 8l>).

REMISIÓN

§ 788. Sobre la declaración del agraviado. Véase también la jurisprudencia del artículo 94° del
Nuevo Código Procesal Penal [§ 442 ss.].
§ 788a. Sobre declaración del imputado. Véase también la jurisprudencia del artículo 376° del
Nuevo Código Procesal Penal [§ 1534 ss.].

Artículo 167: Testimonio de altos dignatarios

1. El Presidente de la República, Presidente del Consejo de Ministros, Congresistas, Ministros de Es­


tado, Magistrados del Tribunal Constitucional, Vocales de la Corte Suprema, Fiscal de la Nación, Fiscales
Supremos, miembros del Consejo Nacional de la Magistratura, Jurado Nacional de Elecciones y del Con­
sejo Supremo de Ju sticia Militar, Comandantes Generales de los Institutos Armados, Director General de

n o m o s & th e sis
387 SECCION II: LA PRUEBA A rt.170
la Policía Nacional, Presidente del Banco Central de Reserva, Superintendencia de Banca y Seguros, Con­
tralor General de la República, Presidentes de la Regiones, Cardenales, Arzobispos, Obispos, o autoridades
superiores de otros cultos religiosos, y demás personas que la Ley señale, declararán, a su elección, en su
domicilio o en su despacho. El Juez podrá disponer se reciba su testimonio por escrito, cursando el pliego
interrogatorio correspondiente, el mismo que se elaborará a instancia de las partes.
2. Se procederá en la forma ordinaria, salvo el caso de los Presidentes de los Poderes del Estado y del
Presidente del Consejo de Ministros, cuando el Juez considere indispensable su comparecencia para eje­
cutar un acto de reconocimiento, de confrontación o por otra necesidad.

Artículo 168: Testimonio de Miembros del Cuerpo Diplomático

A los miembros del Cuerpo Diplomático o Consular acreditados en el Perú se les recibirá su testimonio,
si están llamados a prestarlo, mediante informe escrito. Para tal efecto se les enviará, por conducto del
Ministro de Relaciones Exteriores, el texto del interrogatorio que será absuelto bajo juramento o promesa
de decir verdad. De igual manera se procederá si el agente diplomático o consular culminó su misión y se
encuentra en el extranjero.

Artículo 169: Testigos residentes fuera del lugar o en el extranjero


I . S i el testigo no reside en el lugar o cerca de donde debe prestar testimonio, siempre que resulte imposible
conseguir su traslado al Despacho judicial, se podrá disponer su declaración por exhorto. De ser posible, y con
preferencia, podrá utilizarse el medio tecnológico más apropiado, como la videoconferencia o filmación de su
declaración, a la que podrán asistir o intervenir, según el caso, el Fiscal y los abogados de las partes.
2. Si el testigo se halla en el extranjero se procederá conforme a lo dispuesto por las normas sobre
cooperación judicial internacional. En estos casos, de ser posible, se utilizará el método de videoconferen­
cia o el de filmación de la declaración, con intervención -si corresponde- del cónsul o de otro funcionario
especialmente habilitado al efecto.

Artículo 170: Desarrollo del interrogatorio .Y

1. Antes de comenzar la declaración, el testigo será instruido acerca de sus obligaciones y de la respon­
sabilidad por su incumplimiento, y prestará juramento o promesa de honor de decir la verdad, según sus
creencias. Deberá también ser advertido de que no está obligado a responder a las preguntas de las cuales
pueda surgir su responsabilidad penal.
2. No se exige juramento o promesa de honor cuando declaran las personas comprendidas en el artículo
165, inciso 1), y los menores de edad, los que presentan alguna anomalía psíquica o alteraciones en la
percepción que no puedan tener un real alcance de su testimonio o de sus efectos.
3. Los testigos serán examinados por separado. Se dictarán las medidas necesarias para evitar que se
establezca comunicación entre ellos.
4. Acto seguido se preguntará al testigo su nombre, apellido, nacionalidad, edad, religión si la tuviera,
profesión u ocupación, estado civil, domicilio y sus relaciones con el imputado, agraviado o cualquier otra
persona interesada en la causa. Si teme por su integridad podrá indicar su domicilio en forma reservada, lo
que se hará constar en el acta. En este último caso, se dispondrá la prohibición de la divulgación en cual­
quier forma, de su identidad o de antecedentes que condujeren a ella. La Fiscalía de la Nación y el órgano
de gobierno del Poder Judicial dictarán las medidas reglamentarias correspondientes para garantizar la
eficacia de esta norma.
5. A continuación se le interrogará sobre los hechos que conozca y la actuación de las personas que
le conste tengan relación con el delito investigado; asimismo, se le interrogará sobre toda circunstancia
útil para valorar su testimonio. Se procura la claridad y objetividad del testigo por medio de preguntas
oportunas y observaciones precisas.

♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL


Art. 171 LIBRO SEGUNDO: LA ACTIVIDAD PROCESAL 388

6. Son inadmisibles las preguntas capciosas, impertinentes o sugestivas, salvo esta última, en el con­
trainterrogatorio. El fiscal o el juez, según la etapa procesal que corresponda, las rechazará, de oficio o a
pedido de algún sujeto procesal.(1)(a)(b)

NOTA DE ACTUALIZACIÓN
(1) Artículo m odificado por el artículo 3 de la Ley N.° 30076 (EP, 19-08-2013).

PROTOCOLOS, REGLAMENTOS, LINEAM IENTOS, GUÍAS Y DIRECTIVAS


(a) Reglamento del nuevo despacho judicial del módulo penal corporativo de las Cortes Superiores de Justicia de la
República (aprobado por la Resolución Adm inistrativa N.° 014-2017-CE-PJ de 11-01-2017). Véase el texto com pleto
. en: <bit.ly/2HUsqK¡>.
(b) Reglamento del Programa de asistencia a víctimas y testigos (aprobado por la Resolución N.° 729-2006-M P-FN de
15-06-2006). Véase el texto com pleto en: <bit.ly/2v6zzl M>.

Artículo 171: Testimonios especiales

1. Si el testigo es mudo, sordo o sordo mudo, o cuando no hable el castellano, declarará por medio de
intérprete.
2. El testigo enfermo o imposible de comparecer será examinado en el lugar donde se encuentra. En
caso de peligro de muerte o de viaje inminente, si no es posible aplicar las reglas de prueba anticipada, se
le tomará declaración de inmediato.
3. Cuando deba recibirse testimonio de menores y de personas que hayan resultado víctim as de
hechos que las han afectado psicológicamente, se podrá disponer su recepción en privado. Si el tes­
timonio no se actuó bajo las reglas de la prueba anticipada, el Ju e z adoptará las medidas necesarias
para garantizar la integridad emocional del testigo y dispondrá la intervención de un perito psicólogo,
que llevará a cabo el interrogatorio propuesto por las partes. Igualmente, permitirá la asistencia de un
familiar del testigo.
4. Cuando se requiere que el testigo reconozca a una persona o cosa, debe describirla antes de serle
presentada. Luego relatará, con la mayor aproximación posible, el lugar, el tiempo, el estado y demás cir­
cunstancias en que se hallaba la persona o cosa cuando se realizó el hecho.
5. Para la declaración del agraviado, rigen las mismas reglas prescritas para los testigos. (a)(b)

PROTOCOLOS, REGLAMENTOS, LINEAM IENTOS, GUÍAS Y DIRECTIVAS


(a) Reglamento de protección de testigos, peritos, agraviados y colaboradores, a que se refiere el Título V de las Sección II
del Libro Segundo del Código Procesal Penal (aprobado por el Decreto Supremo N.° 003-2010-JUS [EP, 13-02-2010]).
Véase el texto com pleto en: <bit.ly/2Ubmlj3>.
(b) Reglamento del Programa de asistencia a víctimas y testigos (aprobado por la Resolución N.° 729-2006-M P-FN de
15-06-2006). Véase el texto com pleto en: <bit.ly/2v6zzl M>.

ACUERDOS PLENARIQS DE LA CORTE SUPREMA

§ 789. Delitos de violencia contra la mujer y los integrantes del grupo familiar. Ambito pro­
cesal: Ley N.° 30364. Declaración de la víctima en los delitos contra la libertad sexual. La prueba
anticipada. Véase la jurisprudencia del artículo 19° de la Ley N .° 30364, Ley para prevenir, sancionar y
erradicar la violencia contra las mujeres y los integrantes del grupo familiar [§ 2648]. (Acuerdo Plenario
N .° 3-2016/CJ-116, de 12-06-2017, que estableció como doctrina legal los criterios expuestos en los
ff jj. 10° al 17°. X Pleno Jurisdiccional de las Salas Penales Permanente y Transitorias [EP, 17-10-2017,
Jurisprudencia, Ano XXVI, N .° 1056, p. 7902]. Texto completo: <bit.ly/2sGT!D G>).
§ 790. Apreciación de la prueba en los delitos contra la libertad sexual. Irrelevancia de la resis­
tencia de la víctima. Declaración de la víctima. Retractación. Derecho a la intimidad de la víctima.
n o m o s & th e s is
389 SECCION II: LA PRUEBA Art. 171
Evitación de la estigmatización secundaria. 21. El proceso penal incorpora pautas probatorias para
configurar el delito de violación sexual. Una de estas es la referida a la correcta determinación del obje­
to procesal y lo que es materia a probar. Tal consideración condiciona el derrotero sobre el cual deberá
discurrir la actividad probatoria, pertinente y útil, que permita arribar a la determinación de la autoría
del hecho y a la aplicación de una consecuencia jurídico penal. El delito se configura con la realización
del agente del acto sexual indeseado, involuntario o no consentido, y que, por ende, no existe forma en
que la resistencia de la víctima se erija en presupuesto material sine qua non para la configuración de
este ilícito penal. En consecuencia, la constatación de si el agente doblegó o no la resistencia de la vícti­
ma de abuso sexual, en absoluto constituye objeto de dilucidación preponderante en el proceso, pues
existen supuestos como el abuso sexual practicado con amenaza grave coetánea a la consumación del
acto, o se realizan bajo un contexto objetivamente intimidatorio anterior y contemporáneo a la consu­
mación del abuso sexual. De igual modo, se presentan cuando acontecen circunstancias de cautiverio,
en contexto análogo, o dicho abuso es sistemático o continuado. Es decir, son casos en los cuales la
víctima no explicita una resistencia u opta por el silencio, dada la manifiesta inutilidad de su resistencia
para hacer desistir al agente, o asume tal inacción a fin de evitar un mal mayor para su integridad física.
§ 6. D esarrollo d el segundo tem a: D eclaración de la víctim a. 22. La Corte Suprema de Justicia ha
tenido la oportunidad de pronunciarse en relación a dos tópicos vinculados al que es materia del pre­
sente Acuerdo (supuestos de retractación y no persistencia): i) Respecto a la validez de la declaración de
los testigos hecha en la etapa de instrucción -y en la etapa policial sujeta a las exigencias legales pertinen­
tes- a pesar de que éstos se retracten en la etapa del juzgamiento (ver Ejecutoria Vinculante emitida en
el R. N. N .° 3044-2004 [§ 741]); y ii) Referente a los criterios de valoración que deben observarse en
los supuestos de las declaraciones de agraviados (testigos víctimas) -véase Acuerdo Plenario N .° 2-2003/
CJ-116 [§ 740]-. 23. Se ha establecido anteriormente -con carácter de precedente vinculante- que al
interior del proceso penal frente a dos o más declaraciones carentes de uniformidad o persistencia -en
cuanto a los hechos incriminados- por parte de un mismo sujeto procesal: coimputado, testigo víctima,
testigo, es posible hacer prevalecer como confiable aquella con contenido de inculpación por sobre las
otras de carácter exculpante. Dicho criterio encuentra particular y especial racionalidad precisamente en
este ámbito de delitos sexuales en los que es común la existencia de una relación parental, de subordi­
nación o de poder entre agente y víctima. 24. La retracción como obstáculo al juicio de credibilidad se
supera en la medida en que se trate de una víctima de un delito sexual cometido en el entorno familiar
o entorno social próximo. En tanto en cuanto se verifique (i) la ausencia de incredibilidad subjetiva -que
no existan razones de peso para pensar que prestó su declaración inculpatoria movidos por razones tales
como la exculpación de terceros, la venganza, la obediencia, lo que obliga a atender a las características
propias de la personalidad del declarante, fundamentalmente a su desarrollo y madurez mental-, y (ii)
se presenten datos objetivos que permitan una mínima corroboración periférica con datos de otra pro­
cedencia -la pluralidad de datos probatorios es una exigencia de una correcta y segura valoración proba­
toria, sin perjuicio de que la versión de la víctima (iii) no sea fantasiosa o increíble y que (iv) sea cohe­
rente- [Mercedes Fernández López: La valoración de pruebas personales y el estándar de la duda
razonable. En: http://www.uv.es/CEFD/13/fernandez.pdf. Consultado el 6 de noviembre de 2011]. A
los efectos del requisito de (v) uniformidad y firmeza del testimonio inculpatorio, en los delios sexuales
ha de flexibilizarse razonablemente. Ha de tenerse en cuenta que la excesiva extensión temporal de las
investigaciones genera espacios evolutivos de sentimientos e ideas tras la denuncia, pues a la rabia y el
desprecio que motivó la confesión de la víctima se contraponen sentimientos de culpa por denunciar a
un familiar, o a una persona estimada. La experiencia dicta que no es infrecuente reproches contra la
víctima por no cumplir con el mandato de mantener unido al grupo familiar, así como vivencias, en
algunos casos, de las dificultades por las que atraviesa la madre para sostener económicamente a los
miembros de la familia. Todo ello genera una sensación de remordimiento de la víctima por tales con­
secuencias, a lo que se suma, en otros casos, la presión ejercida sobre ésta por la familia y por el abusador,
todo lo cual explica una retractación y, por tanto, una ausencia de uniformidad. 25. Por tanto, en esta
línea la persecución de los delitos sexuales escapa de la esfera privada. La voluntad familiar no puede
impedir o limitar la intervención penal, pues las consecuencias de estos delitos trascienden dicho ámbi-

♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL


A lt 171 LIBRO SEGUNDO: LA ACTIVIDAD PROCESAL 390

to y su tratamiento es de autonomía publica. Lo propio ocurre si el agente es también cercano a la víc­


tima por motivos de confianza -vecino-, o haber tenido una relación de autoridad -padrastro, profesor,
instructor, etcétera-; o también por móvil de temor a represalias en caso de residencia próxima del
agente respecto de la víctima. 26. La validez de la retractación de la víctima está en función de las resul­
tas tanto de una evaluación de carácter interna como externa. En cuanto a la primera, se trata de inda­
gar: a) la solidez o debilidad de la declaración incriminatoria y la corroboración coetánea -en los térmi­
nos expuestos- que exista; b) la coherencia interna y exhaustividad del nuevo relato y su capacidad
corroborativa; y, c) la razonabilidad de la justificación de haber brindado una versión falsa, verificando
la proporcionalidad entre el fin buscado -venganza u odio- y la acción de denunciar falsamente. Respec­
to de la perspectiva externa, se ha de examinar: d) los probados contactos que haya tenido el procesado
con la víctima o de su objetiva posibilidad, que permitan inferir que la víctima ha sido manipulada o
influenciada para cambiar su verdadera versión; y, e) la intensidad de las consecuencias negativas gene­
radas con la denuncia en el plano económico, afectivo y familiar. A estos efectos, el propio relato de la
víctima se erige en la herramienta más sólida para advertir estos indicadores, al igual que la información
que puedan proporcionar sus familiares cercanos. 27. Cabe puntualizar, conforme lo establecido en el
literal d) de la Regla 70 de las Reglas de Procedimiento y Prueba de la Corte Penal Internacional, la
credibilidad, la honorabilidad o la disponibilidad sexual de la víctima o de un testigo no podrán inferir­
se de la naturaleza sexual del comportamiento anterior o posterior de la víctima o de un testigo. El
juicio de atendibilidad o credibilidad, por tanto, no puede sustentarse únicamente en la conducta de la
víctima. Con razón ha señalado la Corte Constitucional Colombiana, en su Sentencia T-453/05, del
dos de mayo de 2005: “ ... de la experiencia sexual anterior de la víctima no es posible inferir el con­
sentimiento a un acto sexual distinto y ajeno a los contextos y a las relaciones que en ella pudiere haber
consentido a tener contacto sexual con personas diferentes al acusado”. Por otro lado, en reglas que se
explican por sí solas, cuya legitimidad fluye de lo anteriormente expuesto, es del caso insistir en la apli­
cación de los literales a) al c) de la Regla 70 de las Reglas de Procedimiento y Prueba de la Corte Penal
Internacional. Son las siguientes:. A. El consentimiento no podrá inferirse de ninguna palabra o conduc­
ta de la víctima cuando la fuerza, la amenaza de la fuerza, la coacción o el aprovechamiento de un en­
torno coercitivo hayan disminuido su capacidad para dar un consentimiento voluntario y libre. B. El
consentimiento no podrá inferirse de ninguna palabra o conducta de la víctima cuando ésta sea incapaz
de dar un consentimiento libre. C. El consentimiento no podrá inferirse del silencio o de la falta de
resistencia de la víctima a la supuesta violencia sexual. § 7. L a prueba en e l Derecho P en al Sexu al 28.
El Juez es soberano en la apreciación de la prueba. Ésta, empero, no puede llevarse a cabo sin limitación
ni control alguno. Sobre la base de una actividad probatoria concreta -nadie puede ser condenado sin
pruebas y que éstas sean de cargo-, y jurídicamente correcta -las pruebas han de ser practicadas con to­
das y cada una de las garantías que le son propias y legalmente exigibles-, se ha de llevar a cabo con
arreglo a las normas de la lógica, máximas de la experiencia -determinadas desde parámetros objetivos- y
los conocimientos científicos; es decir, a partir de la sana crítica, razonándola debidamente (principio
de libre valoración con pleno respeto de la garantía genérica de presunción de inocencia: artículos VIII
TP, 158°.l y 393°.2 NCPP). 29. La selección y admisión de la prueba en el proceso penal se informa
del principio de pertinencia de la prueba -de expresa relevancia convencional-, así como los principios
de necesidad -que rechaza la prueba sobreabundante o redundante-, conducencia o idoneidad, y utili­
dad o relevancia. El primero exige la vinculación lógico-jurídica entre el objeto de prueba y el medio de
prueba. Tal circunstancia no cambia para el caso del procesamiento de delitos sexuales, donde es en
función de las particularidades situacionales del hecho sexual que se distingue, escoge y prefiere entre
los distintos medios de prueba que se tienen al alcance para determinar, confirmar o rechazar la tesis
inculpatoria objeto de prueba. 30. La recolección de los medios de prueba en el caso de delitos sexuales
no constituye una selección acostumbrada, uniforme y cotidiana aplicada por igual a todos los casos de
agresión sexual, menos aún su valoración. Atento al principio de pertinencia, el medio de prueba debe
guardar estrecha relación con la materia que se quiere dilucidar, distinguiéndose: a) por el grado de
ejecución: la de un hecho tentado o consumado; b) por el objeto empleado para la penetración: miem­
bro viril o un objeto análogo; c) la zona corporal ultrajada: vaginal, anal o bucal; d) por la intensidad de

n o m o s & th e sis
391 SECCION II: LA PRUEBA Asi 171
la conducta: penetración total o parcial; e) por el medio coaccionante empleado: violencia física, violen­
cia moral o grave amenaza; f) por las condiciones personales de la víctima: mayor de edad, menor de
edad, aquella que no pudo consentir jurídicamente, el incapaz porque sufre anomalía psíquica, grave
alteración de la conciencia o retardo mental. 31. El Juez atenderá, en concreto, las particularidades de
cada caso para establecer la relevancia de la prueba como consecuencia de la declaración de la víctima o
testigo, y la adecuará a la forma y circunstancias en que se produjo la agresión sexual (unida a su nece­
sidad -aptitud para configurar el resultado del proceso- y a su idoneidad -que la ley permite probar con
el medio de prueba el hecho por probar-). A manera de ejemplo, si para el acceso carnal medió única­
mente grave amenaza -en cuyo caso ni siquiera requiere algún grado de resistencia- no es exigióle que el
examen médico; arroje lesiones paragenitales que evidencien resistencia física por parte de la víctima. Se
ha de acudir a otros medios de corroboración, tal es el caso de la pericia psicológica, u otras que se
adecúen a las peculiaridades del hecho objeto de imputación. 32. Las variadas combinaciones que la
multiplicidad de conductas reguladas puede arrojar y aplicarse en la praxis a un supuesto determinado
de la realidad exige al Juzgador valerse de los distintos medios de prueba actuados en la causa que por
su naturaleza puedan corroborar una incriminación. Así la problemática que advierte respecto a la in­
debida valoración de la pericia médico legal que no consigna lesiones paragenitales y/o himeneales, se
despeja sin más a través de una atenta aplicación del principio de idoneidad de la prueba penal en rela­
ción a las circunstancias y medios empleados por el agresor para conseguir el quiebre de la voluntad de
la víctima. Si los medios delictivos consisten en la amenaza, la penetración vaginal fue incompleta, o la
agresión sexual radicó en la práctica genitalica-bucal, resulta absurdo admitir a trámite la referida prue­
ba técnica, actuarla y, menos, valorarla. Será la declaración de la víctima la que, finalmente oriente la
dirección de la prueba corroborativa. De este modo, se desmitifica la prueba médico forense como una
prueba de actuación obligatoria ante la sola mención del tipo legal imputado. 33. Lo expuesto no im­
porta disminuir el alcance probatorio de la pericia médico-legal, sino identificar el contexto en la que
sus conclusiones adquieren real vinculación y potencialidad con la acción delictiva objeto de imputa­
ción. Dicha prueba pericial será trascendente cuando se atribuya -usualmente por parte de la propia
víctima- el empleo de agresión física, penetración violenta o sangrado producto de los hechos, las que
de no evidenciarse, pese a la inmediatez de la actuación de la pericia, será relevante para debilitar el al­
cance de la declaración de la víctima o considerar la ausencia de corroboración. 34. El principio de
pertinencia y el derecho constitucional de la víctima a que se proteja su derecho a la intimidad transfor­
man las pruebas solicitadas para indagar respecto a su comportamiento sexual o social, anterior o pos­
terior al evento criminal acaecido, en pruebas constitucionalmente inadmisibles, cuando impliquen una
intromisión irrazonable, innecesaria y desproporcionada en su vida íntima. Este sería el caso cuando se
indaga genéricamente sobre el comportamiento sexual o social de la víctima, previo o posterior a los
hechos objeto de investigación o enjuiciamiento -esta es la base de la regla 71 de las Reglas de Procedi­
miento y Prueba de la Corte Penal Internacional-. Por el contrario, ningún reparo se advierte en los
actos de demostración y de verificación de las circunstancias en que se realizó la agresión sexual impu­
tada. 35. La regla expuesta, en clave de ponderación, está limitada por la garantía genérica de defensa
procesal y en el principio de contradicción. Frente a un conflicto entre ambos derechos fundamentales
y garantías constitucionales, para proceder a la indagación íntima de la víctima, en principio prohibida
(Regla 71 ya citada), deberá identificarse una vinculación lógica entre la prueba indagatoria restrictiva
de la vida íntima y la tesis defensiva correspondiente, por lo que dicho examen sólo cabría si (i) tal in­
dagación está dirigida a demostrar que el autor del ilícito es otra persona y no el procesado; (ii) o si
como, consecuencia de impedir esa indagación, se vulnera gravemente la garantía de defensa del impu­
tado. Por ejemplo, cuando éste trate de acreditar anteriores o posteriores contactos sexuales con la víc­
tima que acrediten de ese modo el consentimiento del acto. A estos efectos, deberá superarse, además,
el test de proporcionalidad que finalmente justifique la idoneidad de la prueba indagatoria al objeto de
la prueba en prevalencia del derecho de defensa del imputado. Este test exige, en primer lugar, analizar
el fin buscado para ver si es imperioso para la defensa; en segundo lugar, examinar si el medio para llegar
a dicho fin es legítimo; y, en tercer lugar, estudiar la relación entre el medio y el fin aplicando un juicio
de necesidad. Luego, de ser razonable a la luz de estos pasos, se aplicará el juicio de proporcionalidad en

♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL


Art. 171 LIBRO SEGUNDO: LA ACTIVIDAD PROCESAL 392

sentido estricto para determinar si el grado de afectación del derecho a la intimidad es desproporciona­
do [Sentencia de la Corte Constitucional Colombiana T-453/05, del dos de mayo de 2005]. 36. Estas
previsiones jurisprudenciales persiguen evitar innecesarios cuestionamientos de la idoneidad moral de
la víctima, los cuales legitimarían una gama de prejuicios de género, orientados a rechazar la imputación
penal con base a su comportamiento sexual. Tales cuestionamientos son innecesarios y conllevan una
irrazonable intromisión en la vida íntima de la víctima sin que aporte ningún elemento probatorio de
lo sucedido en la relación entre víctima y acusado. § 8. Evitación de la Estigm atización secundaria.
37. El Estado ha de mostrar una función tuitiva respecto a la víctima que denuncia una agresión sexual,
como criterio de justicia y por fines de eficacia probatoria. La victimización secundaria hace referencia
a la mala o inadecuada atención que recibe una víctima por parte del sistema penal, e instituciones de
salud, policía, entre otros. La revictimización también incluye la mala intervención psicológica terapéu­
tica o médica que brindan profesionales mal entrenados para atender situaciones que revisten caracte­
rísticas particulares. La víctima de una agresión sexual sufre por el propio hecho en sí; y por la dolorosa
experiencia de repetir el suceso vivido a los profesionales de las diferentes instituciones sucesivamente:
familia, pediatra, trabajadora social, médico forense, policía, psicólogo, juez, abogado del acusado. En
efecto, el trauma de la víctima del abuso sexual se prolonga cuando debe enfrentarse a los interrogato­
rios que contempla el sistema de justicia. 38. A efectos de evitar la victimización secundaria, en especial
de los menores de edad, mermando las aflicciones de quien es pasible de abuso sexual, se debe tener en
cuenta las siguientes reglas: a) Reserva de las actuaciones judiciales; b) Preservación de la identidad de
la víctima; c) Promover y fomentar la actuación de única declaración de la víctima. Esta regla es obliga­
toria en el caso de menores de edad, valiéndose para ello de las directivas establecidas por el Ministerio
Público en la utilización de la Cámara Gesell, especialmente respecto a la completitud, exhaustividad y
contradicción de la declaración. En lo posible tal técnica de investigación deberá estar precedida de las
condiciones que regula la prueba anticipada del artículo 242°. 1.a) del Código Procesal Penal 2004 y
siguientes. La irrepetibilidad o indisponibilidad en su actuación radica en el retraso de la misma hasta
el juicio oral, dado la corta edad de los testigos y las inevitables modificaciones de su estado psicológico,
así como un eventual proceso de represión psicológica. Su registro por medio audiovisual es obligatorio.
D e modo tal que, si a ello se agrega la nota de urgencia -que autoriza a las autoridades penales distintas
del Juez del Juicio para su actuación (artículos 171°.3 y 337°.3.a NCPP)- de no existir cuestionamien­
tos relevantes a la práctica probatoria, sea posible su incorporación al juicio a través de su visualización
y debate. Excepcionalmente, el Juez Penal, en la medida que así lo decida podrá disponer la realización
de un examen a la víctima en juicio cuando estime que tal declaración o exploración pre procesal de la
víctima: a) no se ha llevado conforme a las exigencias formales mínimas que garanticen su derecho de
defensa; b) resulte incompleta o deficiente; c) lo solicite la propia víctima o cuando ésta se baya retrac­
tado por escrito; d) ante lo expuesto por el imputado y/o la declaración de otros testigos sea de rigor
convocar a la víctima para que incorpore nueva información o aclare sectores oscuros o ambiguos de su
versión; e) evitarse el contacto entre víctima y procesado, salvo que el proceso penal lo requiera. (Acuer­
do Plenario N .° 1-201 l/C J-116, del 06-12-2011, que establece como doctrina legal los criterios ex­
puestos en los ff. jj. 21-38. VII Pleno Jurisdiccional de las Salas Penales Permanente y Transitoria [EP,
30-05-2012]. Texto completo: <bit.ly/ll3XDuk>).

PRECEDENTE VINCULANTE D E LA CORTE SUPREMA

§ 791. Declaración divergente al de la instrucción. Interpretación que se formula respecto


a la colaboración de las declaraciones en sede de instrucción y del juicio oral. Véase la jurispru­
dencia del artículo 166° del Nuevo Código Procesal Penal [§ 741]. (R. N . N .° 3044-2004-Lima,
del 01-12-2004, f. j. 5 constituye precedente vinculante. Sala Penal Permanente [EP, 01-12-2004],
Texto completo: <bit.ly/ll32Li8>).

JURISPRUDENCIA DE LA CORTE SUPREMA

§ 792. El indicio material de oportunidad. Tercero. [...] C) [...] [Se] tiene de las declaraciones
analizadas que -en su mayoría- los procesados mencionan dónde se hallaban en el momento que se
n o m o s & th e s is
393 SECCIÓN II: LA PRUEBA Art.171
llevó a cabo el asesinato [...], debiendo destacarse que el indicio de oportunidad material es aquel que
está constituido por la presencia del procesado en el lugar de los hechos o muy próximo a éste, durante
la realización del ilícito, enfatizándose que si bien dicho indicio no basta para probar la participación
delictiva, es presupuesto indispensable para fundar una imputación [...]. (R. N. N .° 322-2011-Lima,
de 08-08-2011, £ j. 3. Sala Penal Transitoria. Texto completo: <bit.ly/2coY17h>).
§ 793. Retractación de la víctima, así como la ausencia de corroboraciones periféricas determi­
nan que el acceso camal fue voluntario. Sum illa. La retractación de la víctima y el cuestionamiento
que ella hace de la declaración de la denunciante, así como la ausencia de corroboraciones periféricas
determinan que el acceso carnal fue voluntario y ocurrió cuando la agraviada contaba con más de cator­
ce años cumplidos. Por la edad de la víctima no puede configurarse un supuesto de aceptación viciado,
tal como se ha definido en el Acuerdo Plenario de 2011. Por tanto se impone la absolución. (R. N. N .°
347-2016-Puno, de 13-09-2016. Sala Penal Transitoria. Texto completo: <bit.ly/2jnDLDo>).

§ 794. Es central en delitos de clandestinidad, como los sexuales, no solo la persistencia de la


sindicación, sino también la coherencia intema y la presencia de elementos periféricos. Pruebas
psicológicas y psiquiátricas del imputado no arrojan nada indicativo de pedofilia o efebofilia. Oc­
tavo. [Es] central en delitos de clandestinidad, como los sexuales, no solo la persistencia de la sindica­
ción, sino también la coherencia interna y la presencia de elementos periféricos. Es verdad que la menor
presenta una sindicación esencialmente uniforme, pero existe duda razonable de la coherencia interna
del testimonio y de la corroboración mínima exigióle. En efecto, no es coherente que se diga que el
imputado, en una oportunidad, llevó a la agraviada sobre sus hombros, pues la distancia existente entre
el lugar de la interceptación y el lugar del supuesto ataque sexual dificulta en demasía ese traslado. Por
otra parte, el lugar denunciado como el teatro de los hechos no tiene cómo consolidarse, a tenor de los
informes municipales. La declaración del policía captor, es de insistir, no aporta dato incriminatorio
alguno. La prueba de cargo, pues, no es fiable, a lo que se añade que las pruebas psicológicas y psiquiá­
tricas del imputado no arrojan nada indicativo de una personalidad inestable y con atracción indebida
tanto a pre adolescentes como a adolescentes: pedofilia o efebofilia. (R. N. N .° 246-2015-Lima, de
30-05-2016, f. j. 8. Sala Penal Transitoria. Texto completo: <bit.ly/2FLQxt2>).
§ 795. La retractación de la víctima en caso de violación sexual debe estar dotada de coherencia
para que pueda ser considerada como prueba válida. Véase la jurisprudencia del artículo 158° del
Nuevo Código Procesal Penal [§ 637]. (R. N. N .° 1491-2016-Loreto, del 14-08-2017, ff. jj. 2 .2,2.6 y
2.7. Primera Sala Penal Transitoria. Texto completo: <bit.ly/2TdoeLR>).
§ 796. La retractación de la víctima no tiene virtualidad en atención a lo que fluye de la peri­
cia psicológica. Véase la jurisprudencia del artículo 172° del Nuevo Código Procesal Penal [§ 801].
(R. N. N .° 1312-2013-La Libertad, del 31-03-2014, f. j. 5. Sala Penal Transitoria. Texto completo:
<bit.ly/ lThX668>).
§ 797. La retractación de la víctima en los delitos sexuales, durante el juicio oral, debe estar co­
rroborada por otros medios de prueba; y no vincula al juzgador, quien puede elegir la declaración
más fiable. Véase la jurisprudencia del artículo 158° del Nuevo Código Procesal Penal [§ 640]. (R. N.
N .° 537-2015-Madre de Dios, del 20-02-2017, £ j. 7. Segunda Sala Penal Transitoria. Texto completo:
<bit.ly/20s2gPl>).
§ 798. Las pruebas de corroboración periféricas deben estar referidas no al ilícito en sí sino a
la autoría atribuida al imputado (denunciado, en este caso, por violación de una menor de edad).
Retractación de la víctima. Véase la jurisprudencia del artículo 158° del Nuevo Código Procesal Pe­
nal [§ 636]. (R. N. N .° 450-2015-La Libertad, del 10-02-2017, £ j. 8. Primera Sala Penal Transitoria.
Texto completo: <bit.ly/2EF3jZ3>). .

♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL


A lt 172 LIBRO SEGUNDO: LA ACTIVIDAD PROCESAL 394

CAPÍTULO III
LA PERICIA

Artículo 172: Procedencia

1. La pericia procederá siempre que, para la explicación y mejor comprensión de algún hecho, se re­
quiera conocimiento especializado de naturaleza científica, técnica, artística o de experiencia calificada.
2. Se podrá ordenar una pericia cuando corresponda aplicar el artículo 15 del Código Penal. Ésta se
pronunciará sobre las pautas culturales de referencia del imputado.
3. No regirán las reglas de la prueba pericial para quien declare sobre hechos o circunstancias que
conoció espontáneamente aunque utilice para informar las aptitudes especiales que posee en una ciencia,
arte o técnica. En este caso regirán las reglas de la prueba testimonial.(a) (b)

PROTOCOLOS, REGLAMENTOS, LINEAM IENTOS, GUÍAS Y DIRECTIVAS


(a) Directiva N.° 008-2012-MP-FN: "El ofrecim iento y la actuación de la prueba pericial" (aprobado por la Resolución N.°
2045-2012-M P-FN de 08-08-2012). Véase el texto completo en: <bit.ly/2YJKhJ3>.
(b) Reglamento de protección de testigos, peritos, agraviados y colaboradores, a que se refiere el Título V de las Sección
II del Libro Segundo del Código Procesal Penal (aprobado por el Decreto Supremo N.° 003-2010-JUS de 12-02-2010).
Véase el texto com pleto en: <bit.ly/2Ubmlj3>.

ACUERDOS PLENARIOS DE LA CORTE SUPREMA

§ 799. Elementos de la prueba pericial. 7. Es evidente que la prueba pericial es de carácter com­
pleja; y, más allá de los actos previos de designación de los peritos [que no será del caso cuando se
trata de instituciones oficiales dedicadas a esos fines, como la Dirección de Criminalística de la Policía
Nacional, el Instituto de Medicina Legal, la Contraloría General de la República -cuando emite los
denominados ‘Informes Especiales’-, que gozan de una presunción inris tantum de imparcialidad, obje­
tividad y solvencia], consta de tres elementos: a) el reconocimiento pericial (reconocimientos, estudios
u operaciones técnicas, esto es, las actividades especializadas que realizan los peritos sobre el objeto
peritado), b) el dictamen o informe pericial -que es la declaración técnica en estricto sentido-, y c) el
examen pericial propiamente dicho. [...] (Acuerdo Plenario N .° 2-2007/CJ-116, del 16-11-2007, f. j.
7 [hay que precisar que solo los ff. jj. 8 y 9 constituyen doctrina legal]. Pleno Jurisdiccional de las Salas
Penales Permanentes y Transitorias de la Corte Suprema de Justicia [EP, 25-03-2008, Jurisprudencia,
Año XVII, N .° 873, pp. 6401-6402]. Texto completo: <bit.ly/2HqExu7> [p. 6401]).
§ 800. Valoración de la prueba pericial en delitos de violación sexual. Informe sicológico sola­
mente tiene una función de soporte periférico o de corroboración de testimonios. 15°. La valora­
ción de la prueba cuenta con dos fases en las que el juez debe tener en cuenta criterios distintos: (i) La
primera fase de la valoración es meramente un control de legalidad sobre la existencia o no de actividad
probatoria lícita (juicio de valorabilidad), y en caso de su existencia, si ésta tiene un sentido incrimina-
torio. (ii) La segunda fase es ya de la valoración en sentido estricto, cuyo objeto es determinar tanto si
existen elementos de prueba de cargo o incriminatorio y, luego, si tal prueba existente es suficiente o no
para condenar. 16°. El sistema de valoración de prueba que ha acogido nuestra legislación procesal es el
de la sana crítica. Un sistema de sana crítica o valoración racional de la prueba ño limita la posibilidad
de establecer criterios determinados para la valoración, por el contrario, estos servirían de pautas para el
juez que, apoyado en un conocimiento sobre la ciencia o la técnica, resolverá sobre la base de un sistema
de valoración regido por verdaderos criterios de conocimiento que garanticen a la vez un adecuado
juzgamiento. 17°. Las opiniones periciales no obligan al juez y pueden ser valoradas de acuerdo a la sana
crítica; sin embargo, el juez no puede “descalificar” el dictamen pericial desde el punto de vista científi­
co, técnico, artístico ni modificar las conclusiones del mismo fundándose en sus conocimientos perso­
nales. En consecuencia, el juez deberá fundamentar coherentemente tanto la aceptación como el recha-

n o m o s & th e s is
395 SECCION II: LA PRUEBA Art. 172
zo del dictamen, observando para ello las reglas que gobiernan el pensamiento humano; lo que
generará, asimismo, la posibilidad de un control adecuado de sus decisiones. El juez, en suma, no está
vinculado a lo que declaren los peritos; él puede formar su convicción libremente. Ahora bien, es indu­
dable la fuerza de convicción que tienen los informes periciales, especialmente los de carácter estricta­
mente científico técnico. Más discutible pueden resultar los de otra naturaleza (pericias médicas, o
psicológicas, o contables), pero, en cualquier caso, siempre suelen ser la prueba de cargo, es decir, la
fundamental para enervar la presunción de inocencia [Banacloche Palao, Julio: Aspectosfundamentales
del Derecho procesalpenal, La Ley, Madrid, 2010, p. 268]. Las pericias no son en sí mismas la manifes­
tación de una verdad incontrovertible [STSE 997/1997, de 8 de julio]. No se puede conferir a priori
valor superior a un medio de prueba sobre otro, por lo que si respecto a un tema concreto se hubieren
llevado a cabo distintas pruebas, además de la pericial, con resultado diferente, claro es que entonces se
reconoce al órgano jurisdiccional la facultad de realizar la conjunta valoración de la prueba, que permi­
te estimar eventualmente que la verdad del hecho no es la que aparece expuesta por la prueba pericial
sino la que ofrecen otros medios probatorios. Igual pauta metodológica tendrá lugar cuando el juez
razonablemente discrepe de todo o de parte del contenido pericial [STSE 1/1997, de 28 de octubre].
Sin embargo, es igualmente plausible que si el juez se aparta de la pericia sin razones que lo expliquen y
justifiquen, se estará ante un razonamiento contrario a las reglas de la racionalidad. 18°. Los criterios
que se exponen están orientados a la fijación de evaluación de la validez y fiabilidad de la prueba peri­
cial. De ellos se deriva la diferenciación entre lo que puede considerarse ciencia de la que nó es. Al res­
pecto, la doctrina [Miranda Estrampes, Manuel: “Pruebas científicas y estándares de calidad”, en La
prueba en elproceso penal acusatorio. Reflexiones adaptadas a l Código Procesal Penalperuano de 2004, Ju­
rista Editores, Lima, 2011, pp. 142 y 143] -sobre la base de la experiencia judicial norteamericana- ha
propuesto los criterios siguientes: A) La controlabilidad y falsabilidad de la teoría científica, o de la
técnica en que se fundamenta la prueba, lo que implica que la teoría haya sido probada de forma empí­
rica, no solo dentro de un laboratorio. B) El porcentaje de error conocido o potencial, así como el
cumplimiento de los estándares correspondientes a la prueba empleada. C) La publicación en revistas
sometidas al control de otros expertos de la teoría o la técnica en cuestión, lo que permite su control y
revisión por otros expertos. D) La existencia de un consenso general de la comunidad científica intere­
sada. // Este criterio de la aceptación general “general acceptance” deja de ser el único elemento de de­
cisión (como se había establecido en el caso Frye). La decisión sobre la admisión de esta prueba ya no
corresponde únicamente a la comunidad científica sino al juez, quien deberá controlar la confiabilidad
de la prueba científica, con arreglo a dichos criterios, y exponer los motivos de su inadmisión. El enfo­
que de un tribunal no debe ser sobre las conclusiones alcanzadas por el perito, sino sobre la metodología
empleada para llegar a estas conclusiones. Y en caso que la conclusión no se desprenda de los datos que
señala en su dictamen, el Tribunal tiene la libertad de determinar que existe un análisis inaceptable
entre premisas y conclusión [Sanders, Joseph: “La paradoja de la relación metodológica y conclusión y
la estructura de la decisión judicial en los Estados Unidos”, en Derecho Probatorio contemporáneo: Prue­
bas científicas y técnicasforenses, Universidad de Medellín, Medellín, 2012 . p. 110]. 19°. A efectos de la
valoración de las pericias, estas son clasificadas en formales y fácticas. Forman parte de las primeras,
saberes como la química, biología e ingeniería, cuya calificación es indiscutible. Así, por ejemplo, la
prueba de A D N se basa en conocimientos científicos biológicos, o las pericias toxicológicas, físicas,
médicas (que se guían por el M anual de Protocolos de Procedimientos Médicos Legales Lnstituto de Medici­
na Legal y Ciencias Forenses de 1998, Protocolos de Procedimiento Médicos Legales 1997, Guía Médico
Legal Evaluación Física de la Integridad sexual y M anual de Procedimientos Administrativos de la División
Central de Exámenes Médicos Legales del Perú de 1993), y químicas. 20°. Por otro lado, integran las
ciencias fácticas, las ciencias sociales: psicología, historia, etc. Sus principales pericias son: la pericia
psicológica, psiquiátrica (que cuando son oficiales se orientan por la Guía Psicológica Forense para la
Evaluación de casos en Violencia Fam iliar 2013, Guía Médico Legal Evaluación Física de la Lntegridad se­
xual, Guía de Procedimientos para Entrevista Unica de Niños, Niñas y Adolescentes Víctimas de Abuso Se­
xual, Explotación Sexualy Trata confines de Explotación Sexual en Cámara Gesell de 2011 , Guía de Pro­
cedimientos para la Evaluación Psicológica de Presuntas víctimas de Abuso y Violencia Sexual atendidas en

♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL


Art. 172 LIBRO SEGUNDO: LA ACTIVIDAD PROCESAL 396

Consultorio del año 2013 7 Guía de Valoración del Daño Psíquico en Víctimas Adultas de Violencia Fami­
liar, Sexual Tortura y otrasform as de Violencia Intencional del año 2011 ), económica, antropológica. 21 °.
No toda pericia que se utilizará en el proceso tendrá como base conocimientos científicos, pues como
enfatiza el artículo 172° del CPP, también procederá siempre que, para la explicación 7 mejor compren­
sión de algún hecho, se requiera conocimiento especializado de naturaleza científica, técnica, artística o
de experiencia calificada. Muestra de ello es la pericia valorativa, balística, contable, grafotécnica, dacti­
loscópica, informes especiales de controlaría (que se guía por el lincamiento de Contraloría General de
la República N .° 03-2012-CG/GCAL). 22 °. Sobre la base de estas consideraciones, se establecen los
siguientes criterios de valoración de la prueba pericial: A) La pericia como prueba compleja debe eva­
luarse en el acto oral a través, primero de la acreditación del profesional que suscribió el informe docu­
mentado: grado académico, especialización, objetividad 7 profesionalidad. No se debe poner el acento
en que el perito es oficial o de parte. B) El informe debe haberse elaborado de acuerdo a las reglas de la
lógica 7 conocimientos científicos o técnicos. Especialmente, si se analiza el objeto del dictamen, la
correlación entre los extremos propuestos por las partes 7 los expuestos del dictamen pericial, 7 la co­
rrespondencia entre los hechos probados 7 los extremos del dictamen, la existencia de contradicciones
entre el informe 7 lo vertido por el perito en el acto oral. Asimismo, que se explique el método observa­
do, que se aporten con el dictamen pericial, los documentos, instrumentos o materiales utilizados para
elaborarlos 7 la explicación cómo se utilizó. C) Evaluarse las condiciones en que se elaboró la pericia, la
proximidad en el tiempo 7 el carácter detallado en el informe, si son varios peritos la unanimidad de
conclusiones. Para una mejor estimación será preferible que se grabe la realización de la pericia, se do­
cumente 7 se detalle cómo se llevó a cabo. D) Si la prueba es científica, desde un primer nivel de análi­
sis, debe evaluarse si esta prueba pericial se hizo de conformidad con los estándares fijados por la comu­
nidad científica. El juez al momento de evaluar al perito debe examinar sobre la relevancia 7 aceptación
de la comunidad científica de la teoría utilizada, 7 cómo es que su uso ap07a la conclusión a la que
arribó. De ser notoria la relevancia 7 aceptación de la teoría, esto no será necesario. Asimismo, el juez
debe apreciar el posible grado de error de las conclusiones a las que ha llegado el perito. 23°. Estos cri­
terios son necesarios, pues no es suficiente confiar solo en la libre valoración del órgano judicial para
garantizar que el conocimiento específico se utilice válidamente 7 se interprete correctamente como
base para decidir sobre los hechos objeto del proceso. Lo que se requiere para que las pruebas periciales
válidas ofrezcan fundamentos racionales a la decisión sobre los hechos, es un análisis judicial profundo
7 claro de las mismas acorde con estándares fiables de evaluación [Taruffo, Michele: La prueba, Marcial
Pons, Madrid, 2008, p. 100]. Empero, es de anotar, para no llevar a equívocos, que el juez, respecto de
la prueba pericial, debe realizar un examen complejo, que comprende tres aspectos: 1) Subjetivo, refe­
ridos a la persona del perito (personalidad, relaciones con las partes, escuela científica a la que pertenece,
nivel de percepción, capacidad de raciocinio 7 verdadero nivel de conocimientos, entre otros). 2) Fácti-
co o perceptual -de existir circunscrito al examen del objeto peritado, a su modo de acercamiento a él,
a las técnicas utilizadas, etc. 3) Objetivo, concretado al método científico empleado, al grado que alcan­
zó la ciencia, arte o técnica utilizada, a la existencia de ligazón lógica entre los diversos elementos inte­
grantes del informe pericial, a la entidad de las conclusiones: indecisas o categóricas, a la calidad de las
fiindamentaciones o motivaciones expuestas en el dictamen [Climent Duran, Carlos: La prueba penal,
Tirant lo Blanch, Valencia, 2 da.edición, 2003, p. 847]. § 4. E l exam en médico legal en delitos sexua­
les. 24°. La medicina legal es la especialidad médica que brinda los conocimientos de salud al sistema
de administración de justicia nacional. Es considerada una ciencia 7a que utiliza un método para gene­
rar un conocimiento de tal naturaleza 7 comprobable, el cual es frecuentemente solicitado por las auto­
ridades competentes [Pacheco De La Cruz, José Luis/ Pacora Portella, Percy/De La Cruz Chamilco,
Nanc 7/ Díaz Cubas, Noelia: Violencia y abuso sexual contra la mujer: Evaluación médico legal y clínico
terapéutica de la mujer agredida física y!o sexualmente. Disponible en línea: /www.fihu-diagnostico. org.
pe/revista/numeros/2012/oct-dic/189-197.html]. 25°. En una víctima de violación sexual, se debe es­
tablecer si ha sido objeto o pasible de desfloración vaginal, acto contranatura 7 de otras lesiones físicas
al cuerpo. El profesional examinador, además de apreciar estas zonas físicas, deberá obtener todo vesti­
gio material que se relacione con este delito, tal como vellos púbicos, manchas de semen 7 muestras de

n o m o s & th e sis
397 SECCION II: LA PRUEBA Art.172
contenido vaginal y/o anal, entre otros. Siendo el pene, los dedos u otros objetos duros de superficie
roma, agentes clasificados como contundentes, se observarán lesiones denominadas contusas. Así, pues,
las lesiones del himen relacionadas a un abuso sexual serán identificadas y evidenciadas como desgarros
o laceraciones, equimosis y tumefacciones del borde himeneal. 26 °. Respecto al examen proctológico,
la exploración médica implica la inspección del área perianal. Se inicia en el esfínter anal, observando
sus características, que pueden ser alteradas por la violación anal en el siguiente sentido: borramiento de
pliegues del esfínter por edema traumático, desgarros, fisuras, despulimiento de las mucosas [Grandini
Gonzales, Javier: Medicina forense, Me. Graw Hill, México D .E, 2010, p. 101]. 27 °. La Guía Médico
Legal-Evaluación Física de la Integridad Sexual del Ministerio Público señala los requisitos mínimos
para realizar la evaluación física integral en casos de violencia sexual, a saber: a) El examen debe ser
realizado por dos peritos como mínimo, en ausencia de otro y/o en caso de urgencia podrá ser realizado
solo por un perito, b) Para su realización deberá ser asistido por un personal auxiliar capacitado, y de
preferencia femenino, c) Se podrá contar además con la presencia de cualquiera de las siguientes perso­
nas según voluntad expresa del evaluado: i) familiar, ii) personal femenino de la PNP, iii) personal fe­
menino acompañante (custodio, tutores, asistentes sociales), d) si se realiza por un solo perito debe
realizar la perennización del examen, previo consentimiento del evaluado, o, en su caso, de su familiar
si es menor de edad, y según la logística disponible (cámara fotográfica o video cámara), e) debe contar­
se con un ambiente o consultorio adecuado, con buena iluminación, mobiliario e instrumental. § 5 . L a
p ericia psicológica forense y la credibilidad del testimonio. 28°. Una de las pruebas que se puede
utilizar al acontecer delitos contra la libertad sexual es la pericia psicológica sobre la credibilidad del
testimonio. Esta se encuentra orientada a establecer el grado en que cierto relato específico respecto de
los hechos investigados cumple, en mayor o menor grado, con criterios preestablecidos que serían ca­
racterísticos de relatos que dan cuenta de forma fidedigna respecto de cómo sucedieron los hechos
[Unidad E specializada en D elitos Sexuales y Violentos, Fiscalía N acional D el M inisterio
Público: Evaluación pericialpsicológica de credibilidad de testimonios, Santiago de Chile, 2008, p. 37].
29°. En ese sentido, la valoración de este medio de prueba pericial, debe ser realizada de forma rigurosa,
de ahí que el juez al evaluar al perito debe preguntar y verificar lo siguiente [De Gregorio Bustamente,
Alvaro: Abuso sexual infantil. Denunciasfalsas y erróneas. Ornar Favale Ediciones Jurídicas, Buenos Aires,
2004, p. 208.]: A) El evaluado tiene capacidad para testimoniar. B) Puede aportar un testimonio exacto,
preciso y detallado sobre los hechos cuya comisión se estudia. C) Puede ser sugestionado, inducido y
llevado a brindar relatos y testimonios inexactos o por hechos falsos. D) Puede mentir sobre los hechos
de violación sexual. E) Tiene capacidad y discernimiento para comprender lo que se le pregunta. 30°.
Para realizar un análisis de credibilidad, resulta necesario efectuar evaluaciones a los sujetos que vierten
el relato, atendiendo a dos niveles: A) Cognitivos de la persona, que redundan en su habilidad para re­
latar los hechos con precisión y exactitud. Considera de manera particular los factores generales que
influyen en la adquisición, retención, recuperación y comunicación verbal de la información (exacti­
tud). B) Al componente motivacional que se refiere a la voluntad para explicar los hechos de modo
apegado o no a la realidad. 31°. Sin embargo, es pertinente precisar: Primero, que la valoración de esa
modalidad de pericia psicológica presupone una declaración prestada en forma legal, y con todas las
garantías procesales y constitucionales. Segundo, que el análisis crítico del testimonio es una tarea con­
sustancial a la responsabilidad de valorar y resolver de los jueces, cuyo criterio no puede ser sustituido
por especialistas que solo pueden diagnosticar sobre la personalidad en abstracto pero no sobre su
comportamiento en el caso concreto, por lo que el informe psicológico solo puede servir de apoyo pe­
riférico o mera corroboración -no tiene un carácter definitivo-, pero no sustituir la convicción sobre la
credibilidad del testigo. Tercero, que el juicio del psicólogo solo puede ayudar al juez a conformar su
criterio sobre la credibilidad del testigo; y, su informe, al contrastar las declaraciones de la víctima -me­
nor de edad, sustancialmente- con los datos empíricos elaborados por la psicología, si existen o no ele­
mentos que permitan dudar de su fiabilidad. Cuarto, que el informe pericial no puede decir, ni se les
pide que lo hagan, si las declaraciones se ajustan o no a la realidad, la cual es tarea del órgano jurisdic­
cional que entre otros elementos contará con su percepción directa de las manifestaciones y con el juicio
del psicólogo sobre la inexistencia de datos que permitan suponer fabulación, inducción, invención o

♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL


Art. 172 LIBRO SEGUNDO: LA ACTIVIDAD PROCESAL 398

manipulación [conforme: STS de 29 de octubre de 1996, de 16 de mayo de 2003, y de 488/2009, de


23 de junio]. § 6 . L a p ericia psicológica forense en los delitos sexuales. 3 2 °. El delito de violación
sexual genera un daño psicológico en la víctima que implica a su vez lesiones psíquicas agudas produci­
das por un delito violento -que en algunos casos puede requerir con el paso del tiempo de un apoyo
social o un tratamiento psicológico adecuado- y por otro, a las secuelas emocionales que persisten en
forma crónica como consecuencia del suceso sufrido y que interfieren negativamente en su vida cotidia­
na [Echeburua, Enrique/ Amor, Pedro/ De Corral, Paz, “Evaluación del daño psicológico de las vícti­
mas de delitos violentos”, en Psicothema. Vol. 14 (2002 ), pp. 139 y 140]. 33°. La lesión psíquica inca­
pacita significativamente para hacer frente a los requerimientos de la vida ordinaria a nivel personal,
laboral, familiar o social, por tanto su presencia es medible. Las lesiones más frecuentes son los trastor­
nos adaptativos, el trastorno de estrés postraumático o la descompensación de una personalidad anóma­
la. El trastorno de estrés postraumático, común en los delitos de violencia sexual según la Organización
Mundial de la Salud, es una alteración psíquica que aparece cuando la persona ha sufrido una agresión
física o una amenaza para la vida propia o de otra persona. Asimismo, cuando la reacción emocional
experimentada implica una respuesta intensa de miedo, horror o indefensión [Asensi Pérez, Laura Fáti-
ma: “La prueba pericial psicológica en asuntos de violencia de género”, en Revista Intemauta de Práctica
Jurídica N .° 21, enero-junio de 2008, p. 19]. 34°. De otro lado, las secuelas emocionales que se presen­
tan se refieren a la estabilización del daño psíquico, es decir, a una discapacidad permanente que no
remite con el paso del tiempo ni con un tratamiento adecuado; es una alteración irreversible en el
funcionamiento psicológico habitual [Echeburua, Enrique/ Amor, Pedro/ De Corral, Paz, “Evaluación
del daño psicológico de las víctimas de delitos violentos”, en Psicothema. Vol. 14 (2002), p. 140]. Por
esta razón, la pericia psicológica forense es la idónea para determinar el daño causado. Ella es un proce­
dimiento metodológico, realizado por un perito psicológico, con la finalidad de esclarecer la conducta
y determinar el estado de salud mental de personas implicadas en procesos de investigación policial y/o
judicial [Policía N acional del Perú: M anual de Criminalística,, Dirección de Criminalística, Lima,
2006, p. 336]. 3 5°. La referida pericia se basa en un procedimiento establecido: i) observación de la
conducta, se debe registrar indicadores como tics, movimientos o temblores del cuerpo, etcétera, ii)
historia clínica psicológica, que es un documento biográfico del pariente basado en sus vivencias y ex­
periencias, así como de la familia; esencialmente deben anotar datos de la filiación y el problema actual,
iii) examen mental que es una herramienta que permite detectar alguna patología mental la que será
corroborada con los otros instrumentos, iv) reactivos psicométricos (pruebas psicológicas). 36 °. Su va­
loración adquiere la mayor relevancia, por lo que, siguiendo los criterios asumidos, se debe considerar
además de lo ya expuesto: A) La acreditación del profesional que suscribió el informe documentado,
grado académico en la especialidad, especialización en psicología forense o similar. B) De ser posible, es
necesario que se grabe la entrevista y se detalle cómo se llevó a cabo. C) Evaluar si se efectuó de confor­
midad con los estándares de la Guía de Procedimiento para la Evaluación Psicológica de Presuntas
Víctimas de Abuso y Violencia Sexual Atendidas en Consultorio del Ministerio Público de 2013, aun­
que esto no implica que no se deba de evaluar los demás criterios, pues este es solo un dato indiciarlo
de la validez de la prueba pericial psicológica forense. D) Como se advirtió, es importante que el juez al
momento de evaluar al perito pregunte sobre la relevancia y aceptación de la comunidad científica de la
teoría usada, por ejemplo, en el uso de reactivos psicométricos, como el test de la Figura Humana de E.
M Kopitz, test de la Figura Humana de Karen Machover test de la Familia, test de la Casa, test del Ar­
bol, etcétera; y como es que el uso de estos apoya la conclusión a la que arribó. E) El juez debe pregun­
tar sobre el posible grado de error de las conclusiones a las que ha llegado el perito, debiéndose valorar
que los sujetos en estas pruebas tienden a responder con sinceridad los cuestionarios que se les hacen,
pero existen excepciones que conviene controlar, así el único uso de autoinformes [(1) Los autoinformes
son cuestionarios que consisten en listas de preguntas sobre formas de conducta, referencias personales,
sentimientos, actitudes, opiniones, etcétera, los errores se presentan por ignorancia sobre lo que se pre­
gunta, falta de motivación para responder, simulación, deseabilidad social (aparentar) distorsiones de la
memoria.] no es apto para el diagnóstico de los trastornos de personalidad, pues en comparación con
las entrevistas clínicas [(2 ) En éstas también hay errores por cuanto no hay haremos estandarizados para

n o m o s & th e sis
399 SECCIÓN II: LA PRUEBA Alt 172
hacer entrevistas, el entrevistador puede anotar síntomas inexistentes, no percatarse de indicios no ver­
bales clínicamente significativos, inducir respuestas, etc.] tienden a ocultar o exagerar los síntomas del
paciente. Al contrario, las técnicas proyectivas son más difícil de falsear porque son pruebas enmascara­
das [Echeburua, Enrique/ Amor, Pedro/ De Corral, Paz: “Auto informes y entrevistas en el ámbito de la
psicología clínica forense: limitaciones y nuevas perspectivas”, en Análisis y modificación de conducta,
Vol. 29. N .° 126 (2003), pp. 139 y 140. Asimismo, se ha señalado que las pruebas proyectivas tienen
una ventaja significativa en relación al resto de pruebas psicológicas y es que no están intermediadas por
el lenguaje, a diferencia, por ejemplo, de los cuestionarios [D emus:Justicia de género. Periciaspsicológicas
en caso de violencia sexual en conflicto armado, Demus, Lima, 2010, p. 6]. (Acuerdo Plenario N .° 4-2013/
CIJ-116, del 02-10-2015, que establece como doctrina legal los criterios expuestos en los ff. jj. 15° al
36°. IX Pleno Jurisdiccional de las Salas Penales Permanente y Transitoria [EP, 21-06-2016, Jurispru­
dencia, Año XXV, N .° 1014, p. 7474]. Texto completo: <bit.ly/28LRKCi>).

JURISPRUDENCIA DE LA CORTE SUPREMA .

§ 801. La retractación de la víctima no tiene virtualidad en atención a lo que fluye de la pericia


psicológica. Quinto. Que el encausado recién fue capturado y puesto a disposición de la justicia el 1 de
mayo de 2012. Al declarar plenarialmente [...] negó los hechos. Empero, los cargos inicialmente formu­
lados son contundentes. La retractación de la víctima no tiene virtualidad por lo que fluye de la pericia
psicológica. A ello se agrega su insistencia y coherencia interna, así como el mérito de la pericia antes
indicada y el informe social -al igual que el certificado médico legal [...]-. Además, su madre y su tía, en
un primer momento, ratificaron la sindicación de la víctima, y la tía en sede plenarial llego a expresar
que, en efecto, su sobrina le dijo que el imputado la violó. [...] (R. N. N .° 1312-2013-La Libertad, del
31-03-2014, f. j. 5. Sala Penal Transitoria. Texto completo: <bit.ly/l!hX 668>).
§ 802. Casos en que no se requiere de pericia científica. Se tomó como referencia testimonio
de maestro de obras (a pesar de no ser perito) para estimar el monto deí daño causado. Sexto. [...]
[Estando] a la calidad de maestro de obras [...] y acorde a la naturaleza de los daños ocasionados a los
bienes de los agraviados (canastillas o armazones de fierro) se tomó como referente sus precisiones en
torno a su elaboración [...] conjuntamente con el mérito de las fotografías de lo dañado y las boletas de
venta que acreditaron la preexistencia de los bienes de los agraviados, estimándose un monto económi­
co de afectación patrimonial [...] que superó una remuneración mínima legal que exige como elemento
objetivo el tipo penal de daños incriminado a los procesados, cuyo razonamiento y justificación se
encuentran debidamente sustentados en la recurrida. Sétim o. [No] se requería de conocimientos es­
pecializados de naturaleza científica, técnica, artística o de experiencia calificada, pues la explicación y
comprensión del hecho, al tratarse de daños a canastillas o armazones de fierro, no requería de pericia;
es así, que no se vulneró lo dispuesto por el artículo 172, inciso 1, del Código Procesal Penal; que, en
tal sentido no advertimos vulneración alguna al derecho de defensa de los imputados, a la prueba o el
debido proceso, que requiera unificación de criterios jurisprudenciales o interpretación de norma pro­
cesal alguna. (Casación N .° 234-2013-Moquegua, del 14-10-2014, ff. jj. 6 y 7. Sala Penal Permanente.
Texto completo: <bit.ly/201fkij>).
§ 803. Valoración judicial de la pericia. Tercero. [...] [Cierto] es que el Juzgador no puede quedar
atado fatalmente a las conclusiones de los peritos, dado que un criterio de tal naturaleza importaría
investir al perito de la condición de “juez de jueces”. Y es que no obstante la relevancia -por su nivel de
especialidad- de un dictamen pericial, aquel apareja, en contrapartida, la sujeción del mismo a determi­
nadas exigencias, tales como que sus conclusiones sean convincentes, por lo que la adopción de éstas en
la decisión final demandará descartar la no existencia de otro u otros medios de prueba que desvirtúen
su carácter asertivo o concluyente y, de ser el caso, reparar en los métodos, premisas, medios empleados
y, evidentemente, en sus elementos sustentatorios. A su vez, la valoración judicial que debe merecer una
pericia, no puede limitarse a una recepción a-crítica y autómata solamente de las conclusiones, sino a
recoger los datos -confiables- del análisis que resulten idóneos para el debido esclarecimiento del hecho
imputado, que en el caso de autos es determinar si durante el ejercicio de su cargo en el periodo acotado

♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL


Art.172 LIBRO SEGUNDO: LA ACTIVIDAD PROCESAL 400

hubo o no incremento patrimonial ilícito por parte del encausado. (R. N. N .° 710-2011-Lima, del 16­
11-2011, £ j. 3. Sala Penal Transitoria. Texto completo: <bit.ly/2ck5GAg>).

§ 804. Es imprescindible, ante pericias contradictorias, así como ante pericias no compati­
bles con resultados no necesariamente coincidentes, que los peritos sean examinados en el juicio
oral. El único parámetro válido para rechazar un examen pericial es su pertinencia. Feminicidio.
Homicidio por emoción violenta. Sétim o. [P]ese a la existencia de lesiones y a lo expuesto a nivel
psicológico y psiquiátrico, ningún perito ha sido objeto de examen pericial. Llama la atención que
la defensa del imputado solicitó al inicio de la audiencia la ratificación de una pericia psicológica y
el examen de la pericia psicológica de parte [...] y que fueran rechazadas irrazonablemente. El único
parámetro válido para rechazar un examen pericial es su pertinencia. La prueba pericial es una prueba
compuesta: que comprende el análisis del perito sobre lo peritado, el informe pericial y el examen pe­
ricial contradictorio. Por excepción las pericias institucionales de contenido documental no requieren
examen pericial, a menos que la parte afectada los solicite fundadamente. Además, es imprescindible,
ante pericias contradictorias, así como ante pericias no compatibles con resultados no necesariamente
coincidentes -como es en el presente caso-, que los peritos sean examinados en el acto oral. En autos
se cuenta con dos pericias psicológicas institucionales, una pericia psicológica de parte y dos pericias
psiquiátricas institucionales; además, de exámenes psicológicos a tres de los hijos de la agraviada. Nada
de eso se ha indagado, pese a su necesidad, utilidad y pertinencia para ayudar al órgano jurisdiccional
a determinar si medió o no emoción violenta [al momento de dar muerte a su conviviente]. Esta es,
entre otros requisitos legales, un estado psicológico que surge por circunstancias excepcionales -debe ser
un hecho extraño a la propia idiosincrasia del agente, ajeno a su misma gestación por el sujeto activo y,
además, que no lo obligue a responder o reaccionar con serenidad-. [...] (R. N. N .° 3633-2013-Lima,
de 22-07-2014, f. j. 7. Sala Penal Transitoria. Texto completo: <bit.ly/2vkoSIL>).
§ 805. Ante la concurrencia de pericias contradictorias, es necesario el examen pericial, cuya
ausencia vicia de nulidad el juicio oral. Quinto. Ahora bien, además de las pericias ya citadas, se
realizaron las pericias psicológicas, psiquiátricas y una pericia psicológica de parte [...] con resultados
variados. La pericia psicológica [...] hace mención a reacción aguda al estrés compatible con violencia
contra la vida de su pareja, así como a una personalidad de rasgos dependientes obsesivos. La pericia
psicológica de parte [...] precisa que, ante la humillación sufrida, el imputado desarrolló un estado de
ira profunda transitoria, influenciada por el resentimiento, el dolor, el amor y la pena de la infidelidad,
aunado a los rasgos de su personalidad, lo que dio lugar a una conducta impulsiva, poco reflexiva y
pérdida del control. La pericia psiquiátrica [...] concluye que el imputado tiene una personalidad pa-
siva-agresiva y, entre otros rasgos -sin ser una patología-, bajo una apariencia de conformista esconde
una tenaz hostilidad, y además no presenta trastorno mental alguno, y su personalidad pasiva-agresiva
clínicamente está dentro de parámetros normales. La pericia psiquiátrica [...] concluye que presentó
un trastorno mental transitorio de tipo incompleto. [...] Sétimo. Pese a la existencia de lesiones y a
lo expuesto a nivel psicológico y psiquiátrico, ningún perito ha sido objeto de examen pericial. Llama
la atención que la defensa del imputado solicitó al inicio de la audiencia la ratificación de una pericia
psicológica y el examen de la pericia psicológica de parte [...] y que fueran rechazadas irrazonablemen­
te. El único parámetro válido para rechazar un examen pericial es su pertinencia. La prueba pericial
es una prueba compuesta: que comprende el análisis del perito sobre lo peritado, el informe pericial y
el examen pericial contradictorio. Por excepción las pericias institucionales de contenido documental
no requieren examen pericial, a menos que la parte afectada los solicite fundadamente. Además, es
imprescindible, ante pericias contradictorias, así como ante pericias no compatibles con resultados no
necesariamente coincidentes -como es en el presente caso-, que los peritos sean examinados en el acto
oral. En autos se cuenta con dos pericias psicológicas institucionales, una pericia psicológica de parte
y dos pericias psiquiátricas institucionales; además, de exámenes psicológicos a tres de los hijos de la
agraviada. Nada de eso se ha indagado, pese a su necesidad, utilidad y pertinencia para ayudar al órgano
jurisdiccional a determinar si medió o no emoción violenta. Esta es, entre otros requisitos legales, un
estado psicológico que surge por circunstancias excepcionales -debe ser un hecho extraño a la propia

n o m o s & th e s is
401 SECCION II: LA PRUEBA Alt 172
idiosincrasia del agente, ajeno a su misma gestación por el sujeto activo y, además, que no lo obligue a
responder o reaccionar con serenidad-. Su ausencia vicia de nulidad insubsanable el juicio oral, por lo
que este debe anularse conforme al artículo 298, numeral 1, del Código de Procedimientos Penales. Asi­
mismo, no se ha preguntado con más ahínco al imputado acerca de las horas previas al ahorcamiento,
pues con anterioridad medió violencia contra la víctima. (R. N. N .° 3633-2013-Lima, del 22-07-2014,
ff. jj. 5 y 7. Sala Penal Transitoria. Texto completo: <bit.ly/2vkoSIL>).

§ 806. Las preguntas formuladas por el perito psicólogo no pueden inducir a la autoincrimi-
nación del acusado. [...] C uarto. ¿Si las preguntas formuladas por el perito psicólogo del Instituto
de Medicina Legal habrían inducido al encausado a dar respuestas que inciden directamente en de­
terminar su responsabilidad penal, vulnerando el derecho al debido proceso contenido en el derecho
constitucional que reconoce que ninguna persona puede ser obligada o inducida a declarar contra sí
misma? Quinto. Que, este Tribunal Supremo considera que la pretensión admitida para el desarrollo
de la doctrina jurisprudencial está vinculada directamente con el derecho a la defensa y a que ninguna
persona debe ser obligada o inducida a declarar contra sí misma, es decir, al derecho a la no autoincri-
minación. Corresponde determinar si las preguntas efectuadas por el perito psicólogo del Instituto de
Medicina Legal habrían obligado o inducido al encausado a respuestas que determinen su responsabi­
lidad penal, sin la presencia de su abogado defensor. Delimitada la pretensión jurídica a desarrollar, lo
cierto es que: 5.1. El Tribunal Constitucional del Perú, en el Expediente N .° 0376-2003-HC/TC [§
1230], caso Bozzo Rotondo, señaló: “[s]i bien todo procesado goza del derecho fundamental a la no
autoincriminación, una de cuyas manifestaciones incluso autoriza al inculpado a guardar un absoluto
silencio y la más imperturbable pasividad durante el proceso, en el correcto supuesto de que debe ser la
parte acusatoria la encargada de desvanecer la inocencia presunta, ello no le autoriza para que mediante
actos positivos se desvíe el camino del aparato estatal en la búsqueda de la verdad dentro del proceso”.
De igual manera el Máximo Intérprete de la Constitución del Estado, en el Expediente N .° 0897-2010-
PHC/TC-Apurímac, caso Wenceslao Zenón Espinoza López, de fecha 25 de mayo de 2010, indicó:
“Que el derecho a no autoincriminarse constituye derecho interno y ostenta fuerza normativa directa,
conforme lo establecen los artículos 1 y 55 de la Constitución, en tanto derecho de la persona humana
que se encuentra reconocido de manera expresa en el ordinal g) del artículo ocho de la Convención
Americana sobre Derechos Humanos, que como parte de las “garantías judiciales” mínimas que tiene
toda persona procesada, reconoce el derecho a no ser obligado a declarar contra sí mismo ni a declararse
culpable. Al respecto, se debe señalar que a través del hábeas corpus es susceptible de controlarse todo
acto u omisión de actos de cumplimiento obligatorio que incidan de manera negativa y directa en el
derecho a la libertad individual, y del cual, a su vez, se denuncia su agravio constitucional; v. gr., del
pronunciamiento judicial que, vulnerando el derecho a no autoincriminarse, restringe el derecho a la
libertad individual” . 5.2. El artículo noveno del Título Preliminar del nuevo Código Procesal Penal
señala: “ 1. Toda persona tiene derecho inviolable e irrestricto a que se le informe de sus derechos, a que
se le comunique de inmediato y detalladamente la imputación formulada en su contra, y a ser asistida
por un abogado defensor de su elección o, en su caso, por un abogado de oficio, desde que es citada o
detenida por la autoridad. También tiene derecho a que se le conceda un tiempo razonable para que
prepare su defensa; a ejercer su autodefensa material; a intervenir, en plena igualdad, en la actividad pro­
batoria; y, en las condiciones previstas por la ley, a utilizar los medios de prueba pertinentes. El ejercicio
del derecho de defensa se extiende a todo estado y grado del procedimiento, en la forma y oportunidad
que la ley señala. 2 . Nadie puede ser obligado o inducido a declarar o a reconocer culpabilidad contra
sí mismo, contra su cónyuge, o sus parientes dentro del cuarto grado de consanguinidad o segundo de
afinidad (...)”. (Casación N .° 305-2011-San Martín, del 23-10-2012, ff. jj. 4 y 5. Sala Penal Permanen­
te. Texto completo: <bit.ly/2Ht52CA>).

§ 807. Reconocer responsabilidad penal ante perito psicológico (en la cual aceptó haber ul­
trajado a una menor agraviada) no puede ser considerada como declaración judicial pero eso no
impide que tal conducta se constituya en fuente de prueba y pueda ser valorada en el proceso.
Sétim o. [...] [R]especio a la valoración del relato formulado por el encausado ante la perito psicológico,

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Art. 172 LIBRO SEGUNDO: LA ACTIVIDAD PROCESAL 402

debe indicarse que si bien aquella declaración en la cual aceptó haber ultrajado a la menor agraviada se
dio ante un perito psicológico y evidentemente sin la presencia del representante del Ministerio Público ni
su abogado defensor, pues no se trata propiamente dicho de una declaración judicial, al tener como ob­
jetivo determinar el perfil psicológico del examinado; ello no significa que no constituya una fuente de
prueba que no pueda tomarse en consideración como uno de todos los indicios existentes en el caso de
autos; así, resulta de suma importancia precisar que tanto la sentencia de primera instancia como la de
vista construyeron pruebas indiciarías como consecuencia de aquellos indicios que concatenados entre
sí, determinaron que el encausado era responsable de los hechos que se le imputan, por tanto dichas
sentencias no se sustentan única o principalmente en el relato de éste ante un perito psicológico, es por ello
incluso que haciendo uso de sus derechos constitucionales, guardó silencio en juicio oral, es así que, de
la revisión de ambas sentencias se aprecia que, se encuentran.debidamente motivadas sobre el fondo,
detallando cada uno de los indicios, entrelazándolos de modo tal que lograron desvirtuar la presunción
de inocencia, razón por la cual no se ha inobservado la garantía constitucional de la no autoincrimina-
ción. (Casación N .° 407-2012-Arequipa, de 25-01-2013, £ j. 7 del auto de calificación del recurso de
casación. Sala Penal Permanente. Texto completo: cbit.ly/lTW 6tZS>).
§ 808. No constituye afectación al imputado el no practicar la pericia grafotécnica entre dos
documentos para demostrar la correspondencia entre ellos cuando la diferencia es sumamente
notable. 4.6. Referente al cuestionamiento de la ausencia de la pericia grafotécnica a los recibos por
honorarios, se advierte de autos que la diferencia entre los recibos percibidos por el abogado M [...] y los
recibos elaborados por el recurrente P [...], se aprecia una notable diferencia entre ambos recibos, advir­
tiéndose que dichos documentos son de distinta índole, siendo utilizado el recibo de ilícita procedencia
a favor del citado encausado para aprovecharse del patrimonio del Estado. (R. N. N .° 1489-2015-del
Santa, del 13-09-2016, f. j. 4.6. Sala Penal Permanente. Texto completo: <bit.ly/2UdCXCY>).
§ 809. El dictamen pericial dactiloscópico, al tratarse de una ciencia exacta, puede acreditar la
responsabilidad de uno de los procesados aún si no hubiese prueba testimonial que lo sindique di­
rectamente en la comisión del delito. C uarto. Respecto a la responsabilidad del encausado AS, si bien
no existe sindicación directa de ninguno de los agraviados, pues todos manifiestan que los delincuentes
que participaron en los delitos imputados se encontraban encapuchados; sin embargo, obra en autos
una prueba fundamental que determinó la responsabilidad del citado acusado, esto es, el dictamen
pericial dactiloscópico [...], donde se concluyó que las huellas papilares remitidas en tres hojas de papel
bond, extraídas del vehículo Station Wagón, marca Toyota, [...] y del vehículo patrullero [...] tienen
identidad dactilar con la de los dedos medio e índice de la mano izquierda del citado AS. Quinto. Que
si bien el encausado recurrente cuestiona la cadena de custodia, es del caso enfatizar, y asi también lo ex­
puso el señor Fiscal Supremo en lo Penal [...], que las actuaciones efectuadas por la policía en ejercicio
de sus funciones, quien tiene el deber de actuación inmediata, pues deben realizar diligencias indispen­
sables a fin de evitar la desaparición de las evidencias reveladoras del delito o el responsable de este, son
plenamente válidas y ostentan todo el valor probatorio; mucho más si a lo largo del proceso no se han
cuestionado con medio o recurso pertinente alguno tales actuaciones. Es por ello que, en el caso materia
de análisis, el cuestionamiento a la cadena de custodia carece de validez legal. Pues, además, los peritos
dactiloscópicos, al recurrir al juicio oral [...], sostuvieron que es costumbre que se envíen las muestras
solo con un oficio, tal y como sucedió en el caso de autos; y si bien no existió cadena de custodia para
el estudio respectivo, solo se necesitaron las muestras originales, como efectivamente sucedió, las cuales
estaban protegidas con cinta adhesiva. En lo demás, señalaron que la dactiloscopia es una ciencia exacta,
se hizo un estudio analítico y no hay razón por qué dudar de sus conclusiones. (R. N . N .° 2654-2014-
Ica, del 23-03-2016, ff. jj. 4 y 5. Sala Penal Transitoria. Texto completo: <bit.ly/2NMBnFt>).
§ 810. Ratificación de la prueba pericial. [Sum illa] : La no ratificación de la prueba pericial, no
acarrea la nulidad de la sentencia, si esta no fue cuestionada oportunamente en su aspecto fáctico o
técnico; manteniendo su validez como medio de prueba. (R. N. N .° 802-2014-Lima, de 09-06-2015.
Sala Penal Permanente. Texto completo: <bit.ly/2 fCLled>).
n o m o s & th e s is
403 SECCIÓN II: LA PRUEBA Alt 173
§ 811. No es suficiente alegar una supuesta “tentación sexual inducida por la víctima” , si la
pericia psiquiátrica determina que el imputado presenta prácticas sexuales hebeofílicos. Quinto.
[La] sindicación es directa y circunstanciada. El argumento del imputado, en el sentido de que cedió a la
tentación y que todo fue por iniciativa de la [menor] víctima, es inconsistente -él tenía control sobre ella
y la condujo a un lugar distinto al de la casa común-. Nada indica de la presencia de una manipulación
de la menor agraviada y, menos, que porque el imputado no aceptó abandonar a su pareja -la propia
madre de la víctima- introdujo hechos falsos. Además, según la pericia psiquiátrica [...], el imputado
presenta prácticas sexuales hebeofilicos, lo que consolida aún más los cargos. El que antes de que la
menor cumpla quince años no quedó embarazada, en modo alguno niega la violencia sexual que fue
sometida desde hacía años atrás. (R. N. N .° 1391-2017-Lima Este, de 19-10-2017, £ j. 5 . Sala Penal
Permanente. Texto completo: <bit.ly/2 HjTpdM>).

§ 812. No constituye prueba para acreditar el incremento patrimonial (en un proceso sobre
lavado de activos) el informe pericial elaborado “de forma deficiente”, puesto que en este se con­
cluyó que existen limitaciones para realizarlo. Es necesario declarar la insubsistencia de dicho
dictamen. Véase la jurisprudencia del artículo 178° del Nuevo Código Procesal Penal [§ 820]. (R.
N. N .° 1684-2014-Santa, del 02-06-2016, ff. jj. 2.3 y 2.4. Sala Penal Transitoria. Texto completo:
<bit.ly/2TsdsAI>).

§ 813. El dosaje etílico (prueba pericial) no puede ser descartado con el solo recurso a la in­
formación de carácter testifical. Al proceder de forma contraria, se incurre en un supuesto de
motivación ilógica, pues la inferencia probatoria vulnera los conocimientos científicos. Homi­
cidio culposo. Véase la jurisprudencia del artículo 166° del Nuevo Código Procesal Penal [§ 758].
(Casación N .° 1331-2017-Cusco, del 18-07-2018, ff. jj. 2 al 4. Sala Penal Permanente. Texto completo:
<bit.ly/2Xmi2Q5 >).
§ 814. Es central en delitos de clandestinidad, como los sexuales, no solo la persistencia de la
sindicación, sino también la coherencia interna y la presencia de elementos periféricos. Pruebas
psicológicas y psiquiátricas del imputado no arrojan nada indicativo de pedofilia o efebofilia. Véa­
se la jurisprudencia del artículo 171° del Nuevo Código Procesal Penal [§ 794]. (R. N. N .° 246-2015-
Lima, de 30-05-2016, £ j. 8 . Sala Penal Transitoria. Texto completo: <bit.ly/2FLQxt2 >).

Artículo 173: Nombramiento

1. El Juez competente, y, durante la Investigación Preparatoria, el Fiscal o el Ju ez de la Investigación


Preparatoria en los casos de prueba anticipada, nombrará un perito. Escogerá especialistas donde los hu­
biere y, entre éstos, a quienes se hallen sirviendo al Estado, los que colaborarán con el sistema de justicia
penal gratuitamente. En su defecto, lo hará entre los designados o inscritos, según las normas de la Ley Or­
gánica del Poder Judicial. Sin embargo, se podrá elegir dos o más peritos cuando resulten imprescindibles
por la considerable complejidad del asunto o cuando se requiera el concurso de distintos conocimientos en
diferentes disciplinas. A estos efectos se tendrá en consideración la propuesta o sugerencia de las partes.
2. La labor pericial se encomendará, sin necesidad de designación expresa, a la Dirección Ejecutiva de
Criminalística de la Policía Nacional del Perú, a la Dirección de Policía Contra la Corrupción y al Instituto
de Medicina Legal, a sí como a los organismos del Estado que desarrollan labor científica o técnica, los
que presentarán su auxilio gratuitamente. También podrá encomendarse la labor pericial a universidades,
institutos de investigación o personas jurídicas en general, siempre que reúnan las cualidades necesarias
para tal fin, con conocimiento de las partes.(1)

NOTA DE ACTUALIZACIÓN
(1) Artículo m odificado por la DCFU del Decreto Legislativo N.° 1152 (ER 11 -12-2012), que m odificó el numeral 2. Anterior­
mente había sido m odificado por el artículo único de la Ley N.° 28697 (ER 22-03-2006).

x ♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL


Art. 173 LIBRO SEGUNDO: LA ACTIVIDAD PROCESAL 404

ACUERDO PLENARIO DE LA CORTE SUPREMA

§ 815. Pericias institucionales. 9. Lo expuesto precedentemente no significa que las partes no tienen
derecho a solicitar la presencia de los peritos para el examen correspondiente. Sólo se tiene en cuenta (1)
las características de la prueba pericial -con especial referencia cuando se trata de pericias institucionales o
emitidas por órganos oficiales-, y (2) que los principios han de acomodarse a la realidad social -la presen­
cia ineludible de los peritos que la elaboran impediría la eficacia de la función pericial de esos organismos
pues se dedicarían a concurrir a cuanto órgano judicial los cite con mengua efectiva a su labor de auxilio a
la justicia-, ello sin perjuicio de reconocer que la actividad impugnativa de la defensa puede cuestionar o
atacar el aspecto fáctico -falsedad- o el aspecto técnico -inexactitud- del informe pericial. Para lo primero,
sin duda, es indispensable la concurrencia de los peritos, pero para lo segundo, basta el análisis integral del
dictamen pericial y, en su caso, su refutación mediante pericia de parte. Si las partes no interesan la reali­
zación del examen pericial o no cuestionan el dictamen pericial, expresa o tácitamente -lo que presupone
el previo conocimiento del dictamen y acceso a sus fuentes- es obvio que su no realización en nada afecta
el derecho a la prueba ni los principios que la rigen. Por el contrario, si las partes lo solicitan o requerida
la concurrencia de los peritos y éstos -por cualquier motivo- no concurren, el análisis de la eficacia pro­
cesal del informe pericial estará dado por las características del cuestionamiento formulado, la necesidad
objetiva del examen pericial solicitado y los recaudos de la causa. En estos casos, la regla sera la perdida de
eficacia probatoria autónoma de la pericia, a menos que las objeciones de las partes -debidamente explici-
tadas- carezcan por entero de entidad, por ser genéricas o formularias, o por ser tardías o extemporáneas.
(Acuerdo Plenario N .° 2-2007/CJ-116, del 16-11-2007, que establece como doctrina legal, conforme a
los ff. jj. 8 y 9, que la ausencia de la diligencia de examen o ratificación pericial no necesariamente anula
lo actuado ni excluye el informe o dictamen pericial del acervo probatorio. Pleno Jurisdiccional de las Sa­
las Penales Permanentes y Transitorias de la Corte Suprema de Justicia [EP, 25-03-2008, Jurisprudencia,
Año XVII, N .° 873, pp. 6401-6402]. Texto completo: <bit.ly/2HqExu7> [p. 6401]).

JURISPRUDENCIA DE LA CORTE SUPREMA

§ 816. Pericias institucionales tienen un carácter preprocesal o sumarial (preconstituidas), por


lo que no son reproducibles en juicio oral. Si la parte que la perjudica tiene interés en impugnar
sus resultados, deberá solicitar la presencia de los peritos en el juicio. De no ser así, el Tribunal
está autorizado a valorarlas como auténticas pruebas. Décim o tercero. [Se ha cuestionado] el valor
de la [...] pericia grafotécnica policial porque no fue ratificada en el acto oral. Sobre el particular, este
Supremo Tribunal debe insistir en su doctrina sentada con motivo del juicio de valorabilidad de las
denominadas “pericias institucionales”. Hemos expuesto que este tipo de pericias comúnmente tienen
un carácter preprocesal o sumarial (como es el caso de la pericia grafotécnica policial), por lo que no son
reproducibles en juicio oral: tienen el carácter de preconstituidas. Si la parte que la perjudica considera
inválida la prueba o tiene interés en impugnar sus resultados (pretende cuestionar, incluso, la neutrali­
dad y competencia profesional de quienes la emitieron), deberá solicitar la presencia de los peritos en el
juicio, a los efectos de interrogarlos e intentar desvirtuar el informe rendido. De no ser así, si las partes
han prescindido de solicitar cualquier ampliación o aclaración en el plenario, el Tribunal (en tanto han
sido reproducidos en el acto oral y las partes hayan dispuesto de tiempo suficiente para su estudio, aná­
lisis y contradicción) está autorizado a valorarlas como auténticas pruebas, tanto más si proceden de un
órgano de carácter público y oficial, de Organismos Oficiales fiables [R. N . N .° 1408-2007-Lima Norte
(§ 817)]. En el presente caso, no se observa que los sujetos procesales hayan insistido en la concurrencia
de los galenos al juicio oral ni cuestionado el método o suficiencia interna o externa de las conclusiones
arribadas; es más, el procesado D, a quien se le examinó la autenticidad de las grafías cuestionadas, no
impugnó la sentencia condenatoria. El cuestionamiento del procesado V se inició recién en su recurso
de nulidad; sin embargo, no impugnó lo resultados científicos en su debida oportunidad, tanto más si
no es el directamente perjudicado por el informe. En conclusión, se está ante un informe pericial plena­
mente aceptable y valorable por el órgano jurisdiccional. (R. N. N .° 2400-2015-Lima, del 03-08-2016,
f. j. 13. Sala Penal Transitoria. Texto completo: <bit.ly/2NhBIzP>).

n o m o s & th e sis
405 SECCION II: LA PRUEBA Alt 174
§ 817. Pericias institucionales (informes especiales de la Contraloría General de la República y j
pericia contable policial) tienen el carácter de preconstituidas y son plenamente aceptables y valo- i
rabies por el órgano jurisdiccional. Sétimo. [Se] ha cuestionado el valor de los Informes Especiales de
la Contraloría General de la República y de la Pericia Contable Policial porque no fueron ratificadas en
el acto oral. Sobre el particular este Supremo Tribunal debe insistir en su doctrina sentada con motivo j
del juicio de valorabilidad de las denominadas “pericias institucionales” . Es cierto que no hubo una
llamada de los peritos al juicio oral. Su concurrencia no fue instada por el Ministerio Público ni por
las demás partes procesales; el Tribunal tampoco los convocó de oficio. El cuestionamiento, por la sola
razón de la inconcurrencia, recién vino con los alegatos conclusivos de la defensa de los imputados. He- 1
mos expuesto que este tipo de pericias, típicamente complejas y que demandan un tiempo considerable
en su preparación, comúnmente tienen un carácter preprocesal -como es el caso del Informe Especial de
Auditoría- o sumarial -como es el caso de la pericia contable policial-, por lo que no son reproducibles
en juicio oral: tienen el carácter de preconstituidas. Si la parte que la perjudica considera inválida la
prueba, o tenga interés en impugnar sus resultados -pretende cuestionar, incluso, la neutralidad y com­
petencia profesional o profesionales que lo han emitido-, deberá solicitar la presencia de los peritos en el
juicio, a los efectos de interrogarlos e intentar desvirtuar el informe rendido. De no ser así, si las partes
han prescindido de solicitar cualquier ampliación o aclaración en el plenario, el Tribunal -en tanto han
sido reproducidos en el acto oral y las partes hayan dispuesto de tiempo suficiente para su estudio,
análisis y contradicción- está autorizado a valorarlas como auténticas pruebas, tanto más si proceden de
un órgano de carácter público y oficial, de Organismos Oficiales fiables. Por lo demás, estas pruebas,
por su propia naturaleza, tienen un carácter predominantemente documental. No están basadas en la
percepción sensorial del perito -lo que exige su presencia en el acto oral para el necesario juicio sobre
la credibilidad de las declaraciones-, sino que expresan el contenido de un pensamiento. La esencia de
ellas es el carácter científico de sus conclusiones, por ende, el análisis que será del caso cuestionar será
en todo caso su coincidencia científica, su coherencia interna o su amplitud. En conclusión, se está
ante un acto de aportación de hechos que legalmente tiene el carácter de acto de prueba plenamente
valorable por el órgano jurisdiccional. No cabe siquiera calificar las pericias institucionales no ratificadas
como pruebas prohibidas: denominación que sólo se aplica a las pruebas obtenidas con vulneración
del contenido esencial de un derecho constitucionalmente protegido. Los informes periciales, por su
carácter preconstituido, son plenamente aceptables y valorables por el órgano jurisdiccional. Al haberlo
hecho así no se ha vulnerado el derecho a la presunción de inocencia, una de cuyas reglas de prueba es,
precisamente, que el razonamiento del juez que emita sentencia se base en verdaderos actos de prueba.
(R. N. N .° 1408-2007-Lima Norte, del 18-10-2007, £ j. 7. Sala Penal Permanente. Texto completo:
<bit.ly/30sCJeH>).

Artículo 1 7 4 : Procedim iento de designación y o bligacion es del perito

1. El perito designado conforme al numeral 1) del artículo 173 tiene la obligación de ejercer el cargo,
salvo que esté incurso en alguna causal de impedimento. Prestará juramento o promesa de honor de des­
empeñar el cargo con verdad y diligencia, oportunidad en que expresará si le asiste algún impedimento.
Será advertido de que incurre en responsabilidad penal, si falta a la verdad.
2. La disposición o resolución de nombramiento precisará el punto o problema sobre el que incidirá la
pericia, y fijará el plazo para la entrega del informe pericial, escuchando al perito y a las partes. Los hono­
rarios de los peritos, fuera de los supuestos de gratuidad, se fijarán con arreglo a la Tabla de Honorarios
aprobada por Decreto Supremo y a propuesta de una Comisión interinstitucional presidida y nombrada par
el Ministerio de Ju s tic ia .(a)

PROTOCOLOS, REGLAMENTOS, LINEAMIENT0S, GUÍAS Y DIRECTIVAS


(a) Directiva N.° 008-2012-MP-FN: "El ofrecimiento y la actuación de la prueba pericial" (aprobado por la Resolución N.°
2045-2012-M P-FN de 08-08-2012). Véase el texto completo en: <bit.ly/2YJKhJ3>.

♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL


Art. 175 LIBRO SEGUNDO: LA ACTIVIDAD PROCESAL 406

A rtículo 17 5 : Im pedim ento y su b ro gació n del perito ■■ ■■ ...

1. No podrá ser nombrado perito, el que se encuentra incurso en las mismas causales previstas en los
numerales 1) y 2) 'a' del artículo 165. Tampoco lo será quien haya sido nombrado perito de parte en el
mismo proceso o en proceso conexo, quien está suspendido o inhabilitado en el ejercicio de su profesión,
y quien haya sido testigo del hecho objeto de la causa.
2. El perito se excusará en los casos previstos en el numeral anterior. Las partes pueden tacharlo por
esos motivos. En tales casos, acreditado el motivo del impedimento, será subrogado. La tacha no impide
la presentación del informe pericial.
3. El perito será subrogado, previo apercibimiento, si demostrase negligencia en el desempeño de la
función.

A rtículo 17 6 : A c ce so al proceso y reserva

1. El perito tiene acceso al expediente y demás evidencias que estén a disposición judicial a fin de reca­
bar las informaciones que estimen convenientes para el cumplimiento de su cometido. Indicarán la fecha
en que iniciará las operaciones periciales y su continuación.
2. El perito deberá guardar reserva, bajo responsabilidad, de cuanto conozca con motivo de su actua­
ción. (a)

PROTOCOLOS, REGLAMENTOS, LINEAM IENTOS, GUÍAS Y DIRECTIVAS


(a) Directiva N.° 008-2012-MP-FN: "El ofrecim iento y la actuación de la prueba pericial" (aprobado por la Resolución N.°
2045-2012-MP-FN de 08-08-2012). Véase el texto com pleto en: <bit.ly/2YJKhJ3>.

A rtículo 177: Perito de parte

1. Producido el nombramiento del perito, los sujetos procesales, dentro del quinto día de notificados
u otro plazo que acuerde el Juez, pueden designar, cada uno por su cuenta, los peritos que considere
necesarios.
2. El perito de parte está facultado a presenciar las operaciones periciales del perito oficial, hacer las
observaciones y dejar las constancias que su técnica les aconseje.
3. Las operaciones periciales deben esperar la designación del perito de parte, salvo que sean suma­
mente urgentes o en extremo simples.

A rtículo 178: Contenido del inform e pericial oficial

1. El informe de los peritos oficiales contendrá:


a) El nombre, apellido, domicilio y Documento Nacional de Identidad del perito, a sí como el número de
su registro profesional en caso de colegiación obligatoria.
b) La descripción de la situación o estado de hechos, sea persona o cosa, sobre los que se hizo el
peritaje.
c) La exposición detallada de lo que se ha comprobado en relación al encargo.
d) La motivación o fundamentación del examen técnico.
e) La indicación de los criterios científicos o técnicos, médicos y reglas de los que se sirvieron para
hacer el examen.
f) Las conclusiones.
g) La fecha, sello y firma.
n o m o s & th e sis
407 SECCION II: LA PRUEBA Arf. 178

2. El informe pericial no puede contener juicios respecto a la responsabilidad o no responsabilidad


penal del imputado en relación con el hecho delictuoso materia del proceso.

SENTENCIA PLENARIA DE LA CORTE SUPREMA

§ 818. Reglas vinculantes para la correcta aplicación de la prueba de ADN en los delitos sexua­
les. Es fundamental para este objetivo que se mantenga la cadena de custodia. Véase la jurispru­
dencia del artículo 157° del Nuevo Código Procesal Penal [§ 619]. (Sentencia Plenaria Casatoria N .°
2-2018/CIJ-433, del 18-12-2018, que estableció como doctrina legal los fundamentos señalados en
dicha sentencia y los lincamientos jurídicos precisados en el £ j. 4 6 .1 Pleno Jurisdiccional Casatorio de
las Salas Penales Permanente, Transitoria y Especial [EP, 20-12-2018, Jurisprudencia, Año XXVII, N .°
1098, p. 8199]. Texto completo: <bit.ly/2UUdq5T>).

JURISPRUDENCIA DE LA CORTE SUPREMA

§ 819. Ratificación del informe por parte de ios peritos en el proceso. Sexto. [En] el caso sub
judice, el hecho de que los peritos que emitieron el dictamen pericial de monedas [...], no hayan con­
currido a ratificarse de dicho informe, esa situación no invalida el mencionado documento, por tratarse
de un documento emitido por la autoridad competente -la Dirección de Criminalística de la Poli­
cía Nacional- cuya falsedad o nulidad no fue ni invocada ni probada durante el proceso. (R. N. N .°
1896-2010-Cusco, del 12-07-2011, £ j. 6. Sala Penal Permanente. Texto completo: <bit.ly/2 bZINl 2 >).
§ 820. No constituye prueba para acreditar el incremento patrimonial (en un proceso sobre
lavado de activos) el informe pericial elaborado “de forma deficiente” , puesto que en este se con­
cluyó que existen limitaciones para realizarlo. Es necesario declarar la insubsistencia de dicho
dictamen. 2.3. [...] [El] Informe Contable [...] no constituye prueba fehaciente que permita establecer
la existencia o inexistencia de un incremento patrimonial, coherente y sustentado en el tiempo, por
parte del encausado, puesto que en este se concluyó que existen limitaciones para realizarlo, al no contar
con información sobre los ingresos del encausado como persona natural y como propietario de [una
empresa radiodifusora], así como de las transacciones comerciales denominadas cesiones y transferen­
cias de derechos. 2.4. La investigación se hizo de forma deficiente y se encuentra incompleta, pese al
pedido del Ministerio Publico efectuado en el curso del proceso, por lo que se hace necesario declarar
la insubsistencia del Dictamen [...], el cual opino que se debe declarar no haber mérito a pasar ajuicio
oral, disponiéndose la ampliación excepcional de la instrucción para que se efectúe una exhaustiva y
rigurosa evaluación de los ingresos y egresos del encausado, mediante la realización de nueva pericia
valorativa [...]. (R. N. N .° 1684-2014-Santa, del 02-06-2016, ff. jj. 2.3 y 2.4. Sala Penal Transitoria.
Texto completo: <bit.ly/2TsdsAI>).

§ 821. En el supuesto de probarse una objeción contra el dictamen pericial, este queda sin
ningún valor probatorio y la prueba debe ser repetida con otro perito. Décimo octavo. En el fun­
damento jurídico N .° 22 , del Acuerdo Plenario N .° 4-2015/CIJ-l 16 [§ 800], emitido por las salas
penales Permanente y Transitoria de la Corte Suprema de Justicia de la República, se estableció que
uno de los criterios de la valoración de la prueba pericial es la evaluación de las condiciones en la que se
elaboró la pericia, la proximidad en el tiempo y el carácter detallado en el informe; así como el análisis
para verificar que la prueba se hizo de conformidad con los estándares fijados por la comunidad cientí­
fica. Décimo noveno. Cabe acotar que en el supuesto de probarse una objeción contra el dictamen, este
queda sin ningún valor probatorio y la prueba debe ser repetida con otro perito. También será inválido
si sus explicaciones no son claras o resultan contradictorias o deficientes. En el caso concreto, el examen
pericial es deficiente porque no se consignaron datos fundamentales (y el perito no supo explicarlos
en el juicio oral) para establecer fehacientemente el resultado. Por tanto, es necesario que se practique
un nuevo examen pericial de biología forense al acusado, donde se respeten las pautas señaladas en el
fundamento jurídico décimo quinto y se realice con la fiscalización del representante del Ministerio

♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL


Art. 178 LIBRO SEGUNDO: LA ACTIVIDAD PROCESAL 408

Público. (R. N . N .° 2877 -20 14-Lima Norte, del 22-11-2016, ff. jj. 18 y 19. Sala Penal Transitoria.
Texto completo: <bit.ly/2VJ4dcE>).
§ 822. Falta de pericia contable puede devenir el proceso en nulo. Delito de peculado. Q uinto.
Que la pericia contable no se llegó a realizar, pero fue una prueba solicitada y admitida. Lo singular
del caso estriba en que FO N C O D E S remitió la información requerida para elaboración de la pericia
[escrito del perito...], pero el Tribunal Superior no pudo ubicarla pues se anexo a otro expediente [ofi­
cio ... que revela el cumplimiento del requerimiento de entrega por el FO N C O D ES, que precisa el
expediente donde se remitió esa documentación]. La prueba técnica, vista el primer dato acusatorio,
respecto al monto global apoderado, resulta indispensable. En cuanto a montos específicos -dos he­
chos concretos imputados- se cuenta con prueba documental y personal, aunque hace falta para una
evaluación de conjunto la declaración de los autores de los informes que sustentaron la acusación. Es
de aplicación, por consiguiente, ante la omisión de diligencias de prueba admitidas y que constan en
autos, la concordancia de los artículos 298, apartado 1 y 299 del Codigo de Procedimientos Penales.
(R. N. N .° 1106-2014-Huancavelica, del 06-06-2016, f. j. 5. Sala Penal Transitoria. Texto completo:
cbit.ly/2Y5T1Z C >).
§ 823. Ante pericias de parte contradictorias, el Juez debe ordenar la realización de una pericia
oficial. Décim o segundo. Se advierte también que el Colegiado Superior omitió ordenar la realización
de un peritaje, a partir de las contradicciones que habrían entre las pericias de parte existentes por ello,
este nuevo Colegiado Superior deberá ordenar la realización de una pericia oficial por parte de peritos
inscritos en el REPEJ, a fin de determinar si el encausado RF tuvo la solvencia económica para adquirir
el fundo L; asimismo, deberá analizar su balance patrimonial; posteriormente, estos peritos deberán
concurrir al juicio oral, para explicar al detalle sus conclusiones. Ademas, deberá solicitarse un reporte
actualizado a la Unidad de Inteligencia Financiera, a fin de que informe la situación actual de ambos
procesados. (R. N . N .° 2082-2013-Lima, del 14-01-2015, f. j. 12. Sala Penal Transitoria. Texto com­
pleto: <bit.ly/2J 9w 8zD>).
§ 824. El contenido del informe pericial no será admitido si concluye respecto a la responsa­
bilidad o no del imputado. Sétim o. Por otro lado, con respecto a si las preguntas efectuadas por el
perito psicólogo del Instituto de Medicina Legal habrían obligado o inducido al encausado a respuestas
que determinen su responsabilidad penal, sin la presencia de su abogado defensor. 7.1. Al respecto es
necesario efectuar algunas precisiones: La función de las pruebas periciales, siguiendo al profesor ita­
liano Taruffo, cobra relevancia debido a que “ni los jueces ni los jurados son omniscientes, y este es un
problema en todos los sistemas probatorios. Esta limitación tiene consecuencias muy diversas, las mas
importantes es que el juzgador puede no tener el conocimiento científico o técnico que se requiere para
establecer y evaluar algunos hechos en litigio”. En este sentido, el perito se muestra como un ayudante
del Tribunal, cuya función consiste justamente en brindarle la información especializada que adolece
y necesita el juzgador; sin embargo, la regla básica es que el perito tiene que ser siempre imparcial.
Asimismo, una de las funciones y deberes de los jueces, al valorar un dictamen pericial esta en evaluar
o controlar la metodología científica utilizada y la legitimidad de los peritos. Pues toda conclusión a
la que arriben los peritos, por persuasivas que sean, es decir, dotadas de plausibilidad y fiabilidad, no
vinculan al juzgador, pues estas siempre se dejan a la valoración discrecional del Tribunal. 7.2. De la
lectura del Protocolo de Pericia [...] de fecha 17 de junio de 2010, emitido por el Psicólogo HMRB,
solicitado por la Fiscalía Provincial Mixta - Banda de Shilcayo, practicado al sentenciado JJG U , se
advierten las siguientes preguntas que el referido perito utilizo en su entrevista y observación: ¿Como
sabe lo que refiere? ¿De qué lo acusan exactamente? ¿Sabes cuáles son los resultados del médico legista?
¿Por qué crees que no es virgen? ¿Cómo era la manera de ser de la menor? ¿Cómo es ella físicamente?
¿Qué piensas de una persona adulta que abusa sexualmente de una chica de doce años? ¿Que piensas de
una persona adulta de veintitrés años que tiene relaciones sexuales con una adolescente de trece años?
¿Por qué crees que ella te está haciendo esta acusación? ¿Actualmente, cada qué tiempo va a la casa de
la menor? 7.3. Un punto importante para este Supremo Tribunal es señalar que si el contenido del

n o m o s & th e sis
409 SECCIÓN II: LA PRUEBA Art. 181
informe pericial no cumple con los requisitos del artículo 178, del nuevo Código Procesal Penal, el juez
no podrá admitirlo ni valorarlo, procediendo a descartarlo; de igual forma, si el contenido del informe
pericial concluye respecto a la responsabilidad penal o no del imputado, el juez tampoco podrá admi­
tirlo y valorarlo, ello en aplicación del numeral dos de esta última norma procesal citada, que señala
que: “El informe pericial no puede contener juicios respecto a la responsabilidad penal del imputado en
relación con el hecho delictuoso materia del proceso”; asimismo, en aplicación del artículo séptimo del
Título Preliminar del Código Procesal Penal, que señala: “Carecen de efecto legal las pruebas obtenidas,
directa o indirectamente, con violaciones del contenido esencial de los derechos fundamentales de la
persona”. 7.4. Analizadas las interrogantes antes esbozadas y que son materia de análisis, que utilizó el
perito en su evaluación, de su propio tenor, no se advierte que hayan sido plasmadas con un contenido
o una carga de obligación o inducción que tenga como finalidad probar la responsabilidad penal, es
decir, las mismas no son sugestivas o tendientes a la autoincriminación. Por el contrario, el mismo
perito, en su referido examen, en el apartado “III. Del método, técnicas e instrumentos psicológicos”,
indicó que utilizó el método analítico-inductivo, y las técnicas: entrevista psicológica, observación de
comportamiento. (Casación N .° 305-2011-San Martín, del 23-10-2012, f. j. 7. Sala Penal Permanente.
Texto completo: <bit.ly/2Ht52CA>).

A rtículo 179: Contenido del informe pericial de parte

El perito de parte, que discrepe con las conclusiones del informe pericial oficial puede presentar su pro­
pio informe, que se ajustará a las prescripciones del artículo 178, sin perjuicio de hacer el análisis crítico
que le merezca la pericia oficial.

A rtículo 180: R e gla s ad icio nales

1 ■ El Informe pericial oficial será único. Si se trata de varios peritos oficiales y si discrepan, cada uno
presentará su propio informe pericial. El plazo para la presentación del informe pericial será fijado por el
Fiscal o el Juez, según el caso. Las observaciones al Informe pericial oficial podrán presentarse en el plazo
de cinco días, luego de la comunicación a las partes.
2. Cuando exista un informe pericial de parte con conclusión discrepante, se pondrá en conocimiento
del perito oficial, para que en el término de cinco días se pronuncie sobre su mérito.
3. Cuando el informe pericial oficial resultare insuficiente, se podrá ordenar su ampliación por el mismo
perito o nombrar otro perito para que emita uno nuevo.

A rtículo 181: Exam en pericial

1. El examen o interrogatorio del perito en la audiencia se orientará a obtener una mejor explicación
sobre la comprobación que se haya efectuado respecto al objeto de la pericia, sobre los fundamentos y la
conclusión que sostiene. Tratándose de dictámenes periciales emitidos por una entidad especializada, el
interrogatorio podrá entenderse con el perito designado por la entidad.
2. En el caso de informes periciales oficiales discrepantes se promoverá, de oficio inclusive, en el curso
del acto oral un debate pericial.
3. En el caso del artículo 180.2, es obligatorio abrir el debate entre el perito oficial y el de parte. (a>

p r o t o c o l o s , r e g l a m e n t o s , l in c a m ie n t o s , g u ía s y d ir e c t iv a s

(a) Directiva N.° 008-2012-MP-FN: "El ofrecimiento y la actuación de la prueba pericial" (aprobado por la Resolución N.°
2045-2012-MP-FN de 08-08-2012). Véase el texto completo en: <bit.ly/2YJKhJ3>.

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Art.181 LIBRO SEGUNDO: LA ACTIVIDAD PROCESAL 410

ACUERDO PLENARIO DE LA CORTE SUPREMA

§ 825. Valor probatorio de la pericia no ratificada. Véase la jurisprudencia del artículo 259° del
Código de Procedimientos Penales [§ 2240]. (Acuerdo Plenario N .° 2-2007/CJ-116, del 16-11-2007,
que establece como doctrina legal, conforme a los fF. jj. 8 y 9 , que la ausencia de la diligencia de examen
o ratificación pericial no necesariamente anula lo actuado ni excluye el informe o dictamen pericial
del acervo probatorio. Pleno Jurisdiccional de las Salas Penales Permanentes y Transitorias de la Corte
Suprema de Justicia [EP, 25-03-2008, Jurisprudencia, Año XVII, N .° 873, pp. 6401-6402]. Texto
completo: <bit.ly/2HqExu7> [p. 6401]).

SENTENCIA PLENARIA DE LA CORTE SUPREMA

§ 826. Reglas vinculantes para la correcta aplicación de la prueba de ADN en los delitos sexua­
les. Es fundamental para este objetivo que se mantenga la cadena de custodia. Véase la jurispru­
dencia del artículo 157° del Nuevo Código Procesal Penal [§ 619]. (Sentencia Plenaria Casatoria N .°
2-2018/CIJ-433, del 18-12-2018, que estableció como doctrina legal los fundamentos señalados en
dicha sentencia y los lincamientos jurídicos precisados en el f. j. 4 6 .1 Pleno Jurisdiccional Casatorio de
las Salas Penales Permanente, Transitoria y Especial [EP, 20-12-2018, Jurisprudencia, Año XXVII, N .°
1098, p. 8199]. Texto completo: <bit.ly/2UUdq5T>).

JURISPRUDENCIA DE LA CORTE SUPREMA

§ 827. En materia de criminalística forense se exigen tres elementos para estimar disparos
por arma de fuego: plomo, bario y antimonio, así como da cuenta de una posibilidad de conta­
minación en escena y tanto de falsos positivos como de falsos negativos. Un esclarecimiento en
este punto resulta indispensable, tanto más si sobre las hipótesis alternativas propuestas por la
defensa en este punto no se produjo un examen pericial puntual y riguroso. Undécimo. [Uno] de
los medios de prueba fundamentales pára determinar la autoría directa o material del imputado [...]
fue, desde la sentencia de vista, el informe pericial [...], según el cual el citado encausado dio resultado
positivo para plomo y negativo para bario y antimonio en manos derecha e izquierda. Este informe
pericial lo realizaron [los peritos] T C y OC, quienes fueron examinados en el acto oral, antes de la
introducción de la acusación complementaria, a partir del cual se concluyó que el imputado realizó
disparos con arma de fuego. Ambos peritos fueron llamados por la defensa a un nuevo examen pericial
con motivo de la reapertura del periodo probatorio. La hipótesis de la defensa fue que se produjo una
“contaminación en escena” y que no es posible sostener que con la sola presencia de residuos de plomo
-sin acreditarse la presencia de bario y antimonio- se concluya que el imputado [...] disparo contra la
agraviada [...]. D uodécim o. [Es] relevante destacar, sobre el particular, que la literatura en materia de
criminalística forense insiste en la exigencia de tres elementos para estimar disparos por arma de fuego:
plomo, bario y antimonio, así como da cuenta de una posibilidad de contaminación en escena y tanto
de falsos positivos como de falsos negativos. Un esclarecimiento en este punto, pese a que mediaron dos
informes periciales de parte en sentido contrario (peritos IZ y LP), resultaba indispensable, tanto mas si
sobre las hipótesis alternativas propuestas por la defensa en este punto no se produjo un examen pericial
puntual y riguroso. La propia motivación de la sentencia en esta cuestión es parca y no explica, desde
la suficiencia argumental (principio lógico de razón suficiente), por que las pericias de parte deben
descartarse, más aun si la literatura, incluso la oficial proporcionada por la Policía Nacional, da cuenta
de la imprescindible presencia de tres elementos [...]. A la falta de exhaustividad de la sentencia -no
explicación acabada de un planteamiento defensivo objeto del debate- se unió la restricción del derecho
a la prueba pertinente -derecho instrumental que integra la garantía de defensa procesal- en función al
nuevo enfoque fáctico y jurídico propuesto por la Fiscalía con motivo de la acusación complementaria.
En esta perspectiva, resultaba ineludible, primero, el examen ampliatorio de los peritos cuestionados en
relación a los términos de la acusación complementaria; y, segundo, de conformidad con los artículos

n o m o s & th e s is
411 SECCION II: LA PRUEBA Art. 183
181, apartado 3, y 378, numeral 7, del Código Procesal Penal, los debates periciales entre los peritos
cuyos dictámenes se contradecían (peritos OC, TC, ET, S R y BC [...], de un lado; y, LP e IZ -Informes
periciales de restos de disparos de parte y de tipo médico criminalístico-, de otro) -el debate se ordenará,
incluso de oficio-. No se cumplió con el rigor necesario el deber de esclarecimiento que impone la Ley
al órgano jurisdiccional -la prueba pericial debió agotarse y para ello el Tribunal tenía las facultades
para la comprobación correspondiente, actuando pruebas de oficio conforme al artículo 385, numeral
2 , del citado Código, dada su utilidad e indispensabilidad-. En tal virtud, este motivo de casación debe
prosperar. (Casación N .° 317-2018-Ica, del 25-10-2018, flF. jj. 11 y 12. Sala Penal Permanente. Texto
completo: <bit.ly/2BXEVAd>).

§ 828. Tratándose de pericias institucionales [Instituto de Medicina Legal], es posible que un


perito distinto perteneciente a la misma institución pueda ratificar el certificado médico legal.
Tercero. [...] [El encausado] [a]legó que la menor incurrió en contradicciones; que el relato que brindó
es confuso (no indicó fecha ni lugar del delito); que el perito F no se ratificó en su certificado médico
legal y fue otro médico legista quien lo hizo en el plenario [...]. Cuarto. [...] Tratándose de pericias
institucionales, por ser emitidas por una institución especializada -en este caso el Instituto de Medicina
Legal- es el órgano su titular y, por tanto, puede asistir al examen pericial el perito que éste designe,
como precisa el artículo 181, numeral 1 del Código Procesal Penal -es un precepto procesal, no ma­
terial-; luego, la denuncia casacional es incompatible con la prescripción legal. Desde la presunción
de inocencia se tiene la sindicación de la agraviada, la pericia psicológica y la pericia médico legal, así
como la declaración de [un tercero]. Se trata de prueba plural, fiable y suficiente. De la lectura de las
sentencias de mérito no fluye que la agraviada prestó declaraciones incoherentes o contradictorias. [...]
(Casación N .° 1494-2017-Huancavelica, del 23-02-2018, ff. jj. 3 y 4 de la calificación de sentencia.
Sala Penal Permanente. Texto completo: <bit.ly/2NwpiE8>).

§ 829. En el supuesto de probarse una objeción contra el dictamen pericial, este queda sin
ningún valor probatorio y la prueba debe ser repetida con otro perito. Véase la jurisprudencia del
artículo 178° del Nuevo Código Procesal Penal [§ 821]. (R. N. N .° 2877-2014-Lima Norte, del 22­
11-2016, ff. jj. 18 y 19. Sala Penal Transitoria. Texto completo: <bit.ly/2VJ4dcE>).

CAPÍTULO IV
EL CAREO

Artículo 182: Pro ced en cia ', ■ ;\7

1. Cuando entre lo declarado por el imputado y lo declarado por otro imputado, testigo o el agraviado
surjan contradicciones importantes, cuyo esclarecimiento requiera oír a ambos, se realizará el careo.
2. De igual manera procede el careo entre agraviados o entre testigos o éstos con los primeros.
3. No procede el careo entre el imputado y la víctima menor de catorce años de edad, salvo que quien
lo represente o su defensa lo solicite expresamente.

A rtículo 183: R e g la s del careo

1. El Juez hará referencia a las declaraciones de los sometidos a careo, les preguntará si las confirman
o las modifican, invitándoles, si fuere necesario, a referirse recíprocamente a sus versiones.
2. Acto seguido, el Ministerio Público y los demás sujetos procesales podrán interrogar, a los sometidos a ca­
reo exclusivamente sobre los puntos materia de contradicción y que determinaron la procedencia de la diligencia.

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Art. 184 LIBRO SEGUNDO: LA ACTIVIDAD PROCESAL 412

CAPÍTULO V
LA PRUEBA DOCUMENTAL

A rtículo 1 8 4 : Inco rp oració n

1. Se podrá incorporar al proceso todo documento que pueda servir como medio de prueba. Quien lo
tenga en su poder está obligado a presentarlo, exhibirlo o permitir su conocimiento, salvo dispensa, prohi­
bición legal o necesidad de previa orden judicial.
2. El Fiscal, durante la etapa de Investigación Preparatoria, podrá solicitar directamente al tenedor
del documento su presentación, exhibición voluntaria y, en caso de negativa, solicitar al Ju e z la orden de
incautación correspondiente.
3. Los documentos que contengan declaraciones anónimas no podrán ser llevados al proceso ni utiliza­
dos en modo alguno, salvo que constituyan el cuerpo del delito o provengan del imputado.

JURISPRUDENCIA DE LA CORTE SUPREMA

§ 830. Tribunal superior no puede actuar ni valorar la prueba no admitida a juicio (CD de
visualización de intervención), a pesar de que complementa o completa a una de las pruebas
admitidas (acta de intervención). Octavo. Es evidente [...] que, de uno u otro modo, el Tribunal Su­
perior valoró lo que no debía valorar porque no integraba el conjunto de medios de prueba admitidas,
actuadas y debatidas en el juicio oral. Ello será así siempre que se entienda que el acta de intervención
es una prueba documental distinta de la filmación de la diligencia correspondiente que se encuentra
perennizada en un C D . En el párrafo transcripto, la Sala de Apelaciones mencionó el acta de interven­
ción, que sí fue admitida en sede intermedia, actuada y debatida en el acto oral, y valorada en la sen­
tencia de primera instancia. Sin embargo, agregó a ese medio de prueba, para obtener un más completo
elemento de prueba de una misma diligencia procesal, el contenido del C D , que en todo caso com­
plementaba y reflejaba objetivamente lo sucedido en esa diligencia -es, en buena cuenta, una unidad
inescindible el acta de intervención con la filmación que refleja la propia diligencia de intervención, en
tanto prueba preconstituida-. Si bien esto último es rigurosamente cierto, es obvio también que si una
prueba documental completa otra, y da cuenta de lo sucedido en el conjunto integral de la diligencia
de intervención, necesariamente debió ser incorporada al material probatorio, lo que no sucedió en el
sub-lite. Luego, no es posible, por razones vinculadas a las garantías de defensa en juicio y de tutela
jurisdiccional, completar una prueba documental con otra no incorporada como material probatorio.
(Casación N .° 709-2016-Lambayeque, del 08-06-2017, f. j. 8 . Primera Sala Penal Transitoria. Texto
completo: <bit.ly/2tIPVgm>).
§ 831. L a tacha solo procede contra la prueba documental y no contra testimonios, aun cuan­
do estos sean policiales. Prim ero, [...] Alegó [la encausada] que se tachó su manifestación policial
porque se prestó sin el concurso de un abogado defensor [...]. Tercero, Que, desde el elemento objetivo
del delito de tráfico ilícito de drogas, con el mérito del acta de registro personal, decomiso e incautación
[...] y el resultado preliminar de análisis químico [...], se acreditó que en poder de la encausada C. se
halló una bolsa negra conteniendo un peso neto de 124 gramos de marihuana, así como 240 soles y 1
celular con 2 chips. Séptim o, Que si bien se tachó la manifestación policial de la encausada C., en la
que proporcionó dos versiones distintas y ésta no fue resuelta, es de tener presente, primero, que la tacha
solo procede contra la prueba documental y no frente a testimonios, aun sean policiales -solo se le puede
cuestionar u observar, que no tachar, por su ilegalidad o falta de coherencia o sustantividad, consecuen­
temente, es improcedente de plano-; y, segundo, desde una perspectiva general, su declaración policial
no es relevante para el examen de los cargos, como se advierte de lo expuesto en los fundamentos jurí­
dicos precedentes. Existe prueba de cargo suficiente sin acudir a esa declaración preliminar. Toda ope­
ración policial se realizó muy rápido ante la urgencia de la intervención. Las diligencias de observación,

n o m o s & t h e s is
413 SECCION II: LA PRUEBA Art. 186
vigilancia y captura, por la flagrancia delictiva -se advirtió producto del seguimiento, su presencia con
una bolsa en su poder- no son ilegales. El carácter preconstituido de esta diligencia determina que no se
requiera, para su eficacia procesal, la presencia del fiscal. (R. N. N .° 2665-2017-Lima Sur, del 02-10­
2018, flr. jj. 1, 3 y 7. Sala Penal Permanente. Texto completo: <bit.ly/2HjqIkr>).

§ 832. Si las instituciones bancarias no cuentan con la información documental (cheques y


copia de depósitos) ordenada por la sala suprema se está ante una prueba imposible de conseguir.
Prueba imposible. Sexto. [E]ste Supremo Tribunal por Ejecutoria [...] del 19-03-2014, ordenó se
recabe determinada prueba documental -cheques y copia de depósitos-; empero, por el tiempo transcu­
rrido, las instituciones bancarias ya no tienen esa información. Luego, se trata de una prueba imposible
y, por ende, no se ha recabado prueba de cargo suficiente, por lo que, solo cabe dictar sentencia absolu­
toria, conforme al artículo 301°, primer párrafo, del Código de Procedimientos Penales. La vulneración
de la garantía de presunción de inocencia trae consigo la absolución del imputado, no la nulidad del
fallo y la reiniciación del juicio oral. Si bien se solicitó la nulidad del juicio, por la naturaleza de los
agravios corresponde entender la absolución. Además, es pertinente precisar que lo que está prohibido
es la posibilidad de agravar la situación jurídica del impugnante. (R. N. N .° 2382-2015-Amazonas, del
11-11-2015, f. j. 6 . Sala Penal Transitoria. Texto completo: cbit.ly/2EFj Wmm>).

A rtícu lo 185: C lase s de docum entos

Son documentos los manuscritos, impresos, fotocopias, fax, disquetes, películas, fotografías, radio­
grafías, representaciones gráficas, dibujos, grabaciones magnetofónicas y medios que contienen registro
de sucesos, imágenes, voces; y, otros similares.

A rtícu lo 186: Reconocim iento

1. Cuando sea necesario se ordenará el reconocimiento del documento, por su autor o por quien resulte
identificado según su voz, imagen, huella, señal u otro medio, así como por aquél que efectuó el registro. Po­
drán ser llamados a reconocerlo personas distintas, en calidad de testigos, si están en condiciones de hacerlo.
2. También podrá acudirse a la prueba pericial cuando corresponda establecer la autenticidad de un
documento.

ACUERDOS DE LAS SALAS PENALES SUPERIORES

§ 833. La declaración previa del testigo que obra en el expediente judicial -para la prueba-,
puede ser utilizado por los sujetos procesales en el examen realizado en el juicio oral, para hacer
memoria o evidenciar contradicciones, previo reconocimiento del documento por el mismo testi­
go. 1. Tema: Actuación de declaraciones previas al juicio. [...] 4. F undamentación: El artículo 87 del
Reglamento del Nuevo Despacho Judicial del Módulo Penal Corporativo de las Cortes Superiores de
Justicia de la República, precisa que el expediente judicial para la prueba está formado con los medios
de prueba admitidos en la etapa intermedia, así como los nuevos medios de prueba ofrecidos en la
audiencia de juicio; además se incorporará las actas, informes y declaraciones previas, vinculados con el
órgano de prueba, previamente admitidos. En el caso de las declaraciones de testigos prestadas ante el
fiscal durante la investigación preparatoria debe adjuntarse las constancias del debido emplazamiento
a las partes como lo exige el artículo 383.l.d del CPP. En tal sentido, las declaraciones previas pue­
den ser utilizadas por los sujetos procesales en el examen de testigos para hacer memoria o evidenciar
contradicciones; empero, como aclara el artículo 378.2 del CPP no se puede leer la declaración de un
testigo interrogado antes de la audiencia cuando hace uso de su derecho a anegar el testimonio en el
juicio. Finalmente, el artículo 186.1 del CPP prescribe que cuando sea necesario se ordenara el reco­
nocimiento del documento por su autor o por quien resulte identificado según su voz, imagen, huella,

♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL


Art.187 LIBRO SEGUNDO: LA ACTIVIDAD PROCESAL 414

señal u otro medio. 5. A cuerdo : La declaración previa del testigo que obra en el Expediente Judicial
-para la prueba-, puede ser utilizado por los sujetos procesales en el examen realizado en el juicio oral,
para hacer memoria o evidenciar contradicciones, previo reconocimiento del documento por el mismo
testigo. (Acuerdo N .° 13-2018-SPSP-CSJLL del 10-08-2018. Acuerdo de Jueces Titulares de las Salas
Penales Superiores de la Corte Superior de Justicia de La Libertad. Texto completo: <bit.ly/2FsEBKv>).
§ 834. Para hacer memoria o evidenciar contradicciones excepcionalmente puede utilizarse
cualquier documento que contenga la declaración del órgano de prueba brindada en otros pro­
cesos judiciales y/o procedimientos administrativos. Véase la jurisprudencia del articulo 137° del
Nuevo Código Procesal Penal [§ 620]. (Acuerdo N .° 14-2018-SPSP-CSJLL del 19-10-2018. Acuerdo
de Jueces Titulares de las Salas Penales Superiores de la Corte Superior de Justicia de La Libertad. Texto
completo: <bit.ly/20i5Ifl>).

A rtícu lo 1 8 7 : Traducción, tra n scrip ció n y v isu a liza ció n de docum entos

1. Todo documento redactado en idioma distinto del castellano, será traducido por un traductor oficial.
2. Cuando el documento consista en una cinta magnetofónica, el Ju e z o el Fiscal en la Investigación
Preparatoria dispondrá, de ser el caso, su transcripción en un acta, con intervención de las partes.
3. Cuando el documento consista en una cinta de vídeo, el Jue z o el Fiscal en la Investigación Prepara­
toria ordenará su visualización y su transcripción en un acta, con intervención de las partes.
4. Cuando la transcripción de la cinta magnetofónica o cinta de vídeo, por su extensión demande un
tiempo considerable, el acta podrá levantarse en el plazo de tres días de realizada la respectiva diligencia,
previo traslado de la misma por el plazo de dos días para las observaciones que correspondan. Vencido
el plazo sin haberse formulado observaciones, el acta será aprobada inmediatamente; de igual manera, el
Ju e z o el Fiscal resolverán las observaciones formuladas al acta, disponiendo lo conveniente.

A rtículo Í 8 8 : Requerim iento de inform es

El Jue z o el Fiscal durante la Investigación Preparatoria podrá requerir informes sobre datos que cons­
ten en registros oficiales o privados, llevados conforme a Ley. El incumplimiento de ese requerimiento, el
retardo en su producción, la falsedad del informe o el ocultamiento de datos, serán corregidos con multa,
sin perjuicio de la responsabilidad penal correspondiente, y de la diligencia de inspección o revisión y de
incautación, si fuera el caso.

CAPÍTULO VI
LOS OTROS MEDIOS DE PRUEBA

SUBCAPÍTULO I
EL RECONOCIMIENTO

A rtícu lo 1 8 9 : R e con o cim ien to s de perso nas

1. Cuando fuere necesario individualizar a una persona se ordenará su reconocimiento. Quien lo rea­
liza, previamente describirá a la persona aludida. Acto seguido, se le pondrá a la vista junto con otras de
aspecto exterior semejantes. En presencia de todas ellas, y/o desde un punto de donde no pueda ser visto,
se le preguntará si se encuentra entre las personas que observa aquella a quien se hubiere referido en sus
declaraciones y, en caso afirmativo, cuál de ellas es.

n o m o s & th e sis
415 SECCIÓN II: LA PRUEBA Art. 189
2. Cuando el imputado no pudiere ser traído, se podrá utilizar su fotografía u otros registros, observan­
do las mismas reglas análogamente.
3. Durante la investigación preparatoria deberá presenciar el acto el defensor del imputado o, en su
defecto, el Ju e z de la Investigación Preparatoria, en cuyo caso se considerará la diligencia un acto de
prueba anticipada.
4. Cuando varias personas deban reconocer a una sola, cada reconocimiento se practicará por sepa­
rado, sin que se comuniquen entre sí. Si una persona debe reconocer a varias, el reconocimiento de todas
podrá efectuarse en un solo acto, siempre que no perjudique el fin de esclarecimiento o el derecho de
defensa.
5. Si fuere necesario identificar a otras personas distintas del imputado, se procederá, en lo posible,
según las reglas anteriores. ^ *

PROTOCOLOS, REGLAMENTOS, LINEAMIENTOS, GUÍAS Y DIRECTIVAS

(a) Protocolo de actuación ¡nterinstitucional específico de reconocim ientos (aprobado por el Decreto Supremo N.° 010-
2018-JUS [EP, 25-08-2018]). Véase el texto completo en: <bit.ly/2Uq8HDR>. .

JURISPRUDENCIA DE LA CORTE SUPREMA

§ 835. El reconocimiento. Octavo. [El] reconocimiento es, por su propia naturaleza -de identifi­
cación de la persona del imputado cuando no se sabe con certidumbre quién es ese imputado-, una
diligencia sumarial de carácter preconstituido que se debe realizar inmediatamente de cometido el
hecho -con lo que se evita un cambio de apariencia del presunto autor, así como probables distorsiones
en la memoria o recuerdo del testigo como consecuencia del transcurso del tiempo o la concurrencia
de influencias ilícitas sobre el- [...] [el reconocimiento, como acto procesal singularizado, no excluye
su consideración de prueba testifical, pues sirve para que quien presenció los hechos lleve al órgano
jurisdiccional un dato concreto que él pudo percibir, esto es, la identidad del delincuente, que es, preci­
samente, lo que se ha hecho en el presente proceso]. (Casación N .° 03-2007-Huaura, de 07-11-2007,
f. j. 6 . Sala Penal Permanente. Texto completo: <bit.ly/lYvy0kt>).

§ 836. Reconocimiento fotográfico: validez del procedimiento. Quinto. Que, revisadas las actas
de reconocimiento fotográfico realizadas por los testigos [...] no se advierten irregularidades o vicios
procesales en las mismas, por cuanto, sin perjuicio de que ambas diligencias fueron realizadas en pre­
sencia de los representantes del Ministerio Público, debe indicarse, que se cumplió con la formalidad
de previamente describir las características físicas del presunto autor del hecho delictivo investigado, así
como se procedió en cada caso, a mostrársele cuatro fotografías de características semejantes impresas
en una hoja de papel -entre éstas la del encausado [...]- que fueron obtenidas de fichas del Registro Na­
cional de Identificación y Estado Civil, incluso en ambas oportunidades las fotografías que se pusieron
con la del encausado [...], correspondían a personas diferente. El hecho de que el abogado defensor
del encausado [...] no se haya encontrado presente en las diligencias de reconocimiento fotográfico, no
evidencia una vulneración al debido proceso, por cuanto, es de recalcar que dichas diligencias cons­
tituían actos de investigación a efectos de identificar al presunto autor del delito investigado en base
a un retrato hablado previamente confeccionado, esto es, que hasta antes de la realización de dichas
diligencias no podía imputársele objetivamente a persona alguna la comisión del delito investigado.
(Casación N .° 78-2010-Arequipa, de 26-04-2011, £ j. 5. Sala Penal Permanente. Texto completo:
<bit.ly/2c5ZNdQ>). •

§ 837. Colaboradores eficaces no solo han reconocido al imputado fotográficamente mediante


fichas Reniec, sino que consolidaron ese reconocimiento con sus declaraciones en sede judicial,
donde todos coinciden al dar las características físicas. Terrorismo agravado. Cuarto. Pese a la
negativa del acusado [...] en el ilícito que se le imputa -terrorismo agravado-, se advierte que tanto el
delito como su responsabilidad se acreditan con la sindicación uniforme, coherente y persistente de los
colaboradores con clave CDT-0572, CDT- 1010, CDT -1011 y CD T- 1020, quienes narraron la forma
♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL
Art. 189 LIBRO SEGUNDO: LA ACTIVIDAD PROCESAL 416

y circunstancias en que se produjeron los hechos. [...] Sexto. Los colaboradores con clave CDT-0572,
CDT-1010, CDT-1011 y CDT-1020 no solo han reconocido al imputado fotográficamente mediante
fichas REN IEC, sino que consolidaron ese reconocimiento con sus declaraciones en sede judicial, don­
de los cuatro coinciden al dar las características físicas del (c) “Roberto”. No se advierte tampoco una
sindicación gratuita por móviles turbios o espurios -no consta incredibilidad subjetiva alguna-, el relato
incriminador además está fortalecido con la declaración testimonial de YHI [...], quien es familiar de las
personas asesinadas, en la que precisa detalles de los hechos; asi como con los protocolos de necropsia
de los integrantes de la familia F que fueron asesinados [...]. Así también, los testimonios de los colabo­
radores son uniformes, coherentes y han mantenido la persistencia de sus afirmaciones en el curso del
proceso. En esos términos es que se entiende que las pruebas actuadas y glosadas son suficientes para
enervar la presunción constitucional de inocencia y por ende sustentar una sentencia condenatoria.
(R. N . N .° 2372-2017-Lima, del 11-09-2018, ff. jj. 4 y 6 . Sala Penal Permanente. Texto completo:
<bit.ly/2Gzu57h>).
§ 838. No puede dictarse sentencia si no se ha identificado plenamente al agresor. Octavo. Se
puede observar que el Juzgado Penal Colegiado al emitir la sentencia de primera instancia [...], seña­
ló que en el juicio oral, al rendir su testimonial la agraviada [...] indicó que el acusado M. tiene una
cicatriz en la frente, es trigueño, tiene los ojos un poco achinados, pelucón, de cabello negro, y posee
un tatuaje en forma de corazón con espigas en el brazo en forma horizontal. Esta versión fue acogida
como argumento válido por la Sala Penal de Apelaciones, para condenar M., como autor del delito de
violación sexual en contra de la agraviada, al considerar que dicho ilícito quedaba demostrado con la
declaración vertida por la adolecente en el juicio oral, donde describió que su atacante tiene una cicatriz
en la frente, es trigueño, tiene ojos achinados y un tatuaje en forma de corazón con espigas en el brazo
en forma horizontal. Sin embargo, en el acta de entrevista única practicada a la agraviada [...], indicó
que su agresor es flaco, de cabello lacio, ojos achinados, trigueño y un tatuaje en el brazo izquierdo en
forma de espiga, se advierte que aquí se omite en la forma del tatuaje el corazón, que además el acusado
tenía la dentadura un poco desviada y una cicatriz en la frente de aproximadamente tres centímetros. Se
tiene entonces, que las características que describen la fisonomía, cicatrices y tatuajes del encausado [...]
no guardan absoluta identidad. [...] [La] agraviada señaló [...] [que] identifico a su agresor y llamo a la
policía, por lo que se logró intervenir al acusado [...]. El mismo día el médico legista examino al impu­
tado y emitió el primer Certificado Médico Legal [...], donde dejó constancia que no tema documentos
de identidad y se consignó que no presentaba lesiones traumáticas recientes. Se verifico la existencia
de dos tatuajes, en el primero tenía delineada la cara de un lobo (cara lateral izquierda de cuello); en el
segundo, una mariposa con espinas en el brazo izquierdo, asimismo se constataron múltiples cicatrices
en la espalda y miembros superiores, pericia que fue realizada por el perito A. [...] El encausado no
concurrió a las citaciones, tal como consta en el acta de Inconcurrencia [...]. [Este] colegiado supremo
estima que se ha vulnerado el derecho a la presunción de inocencia en las resoluciones judiciales, desde
el momento que no se ha logrado identificar plenamente al sentenciado, dadas las contradicciones que
presentan los reconocimientos médicos legales practicados [...]. [Al] haberse incumplido con identificar
plenamente al presunto autor, incurriéndose en vicio de nulidad en las sentencias dictadas, por lo que
se hace preciso agotar las diligencias que fueran necesarias para logar la identificación plena del acusado
[...]. (Casación N .° 879-2013-Madre de Dios, del 03-11-2017, £ j. 8. Primera Sala Penal Transitoria.
Texto completo: <bit.ly/2 umPpVl>).
§ 839. Las características brindadas por los agraviados en sus declaraciones preliminares res­
pecto al acusado difieren a las descritas en el acta de reconocimiento. Asimismo en la visualizacion
del vídeo de seguridad no se pudo identificar plenamente la identidad y participación del acusa­
do, no desvirtuándose su presunción de inocencia. Décim o segundo. Respecto a la incriminación
contra el inculpado CAAM, por el delito de robo agravado, en agravio de la Botica [...], existe la sin­
dicación inicial por parte del agraviado UPM, [...] en presencia del fiscal y el instructor PNP, donde
describe las características físicas detallando: “El segundo sujeto era de tez trigueña, cara ovalada, media
1.72 cm, de 28 a 29 años de edad aproximadamente, contextura delgada, tenía un gorro de color negro

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417 SECCIÓN II: LA PRUEBA Art. 189
con letras naranja, pantalón azul oscuro y el tercer sujeto de tez clara ovalada, medía 1.70 cm, de 25 a
28 años aproximadamente, contextura delgada, casaca negra, pantalón jean negro, zapatillas blancas y
chullo color negro”, siendo la persona que ingresó al local con un arma de fuego, después que lo hiciera
el encausado RECS, peculiaridades que difieren de lo descrito en el Acta de reconocimiento de persona
[...], donde el agraviado UPM solo identificó plenamente a los acusados RECS y W JTS, éste último
absuelto por el Colegiado. Décimo tercero. La policía [...] le mostró al agraviado UPM, dos fotografías
del tercer sujeto que atacó su negocio [...], que son distintas al rostro del encausado CAAM, que obran
en ficha Reniec [...]; en la diligencia de visualización del vídeo en juicio oral [...] no se identifica plena­
mente al acusado que niega los cargos, no existiendo sindicación de sus coacusados, ni testigos que lo
incriminen en los hechos imputados, en ese sentido se mantiene incólume su presunción de inocencia
[...]. (R. N. N .° 231-2017-Lima Norte, del 20-09-2017, íf. jj. 12 y 13. Sala Penal Permanente. Texto
completo: <bit.ly/2EThNof>).

§ 840. Puesto que la agraviada y el imputado se conocían previo a los hechos materia del
presente proceso, el reconocimiento fotográfico cuestionado vía recurso de nulidad del delito de
violación sexual de menor de edad es impertinente. Octavo. Ninguno de los agravios expuestos por
el afectado, que instaron la nulidad, tienen soporte jurídico: i) En el acta de entrevista única, donde la
menor persistió en su incriminación, se respetaron los requisitos de ley, pues contó con la presencia de
un familiar y del fiscal de Familia, ii) Constó en las declaraciones de la menor agraviada y el acusado,
que estos se conocían previo a los hechos materia del presente proceso, por lo que el reconocimiento
fotográfico cuestionado vía recurso de nulidad es impertinente, iii) El requerimiento acusatorio fue
notificado a las partes procesales para que en el plazo de ley remitan sus observaciones, las que no
fueron formuladas [...]. Luego, el Tribunal Superior verificó el cumplimiento de los requisitos legales
de la acusación (individualización del imputado, descripción de forma clara, de los hechos atribuidos,
la calificación jurídica de la imputación, autoría y las circunstancias en las que se realizó el hecho) y,
después de su verificación, declaró el mérito para pasar a juicio oral. En suma, se cumplió con el control
de acusación, iv) No se realizó la detección de prueba de fosfatasa acida, debido a que el laboratorio
no contaba con el reactivo necesario [...]. Sin embargo, constituyó prueba de corroboración periférica
que consolidó la sindicación de la víctima, vi) La declaratoria de sus vecinos refirió que es una persona
apreciada [...], así como la certificación de buena educación y conducta del imputado [...] no tienen
mérito para desvirtuar las imputaciones que se le atribuyen. Noveno. Si bien el recurrente adujo que
los medios probatorios señalados previamente (declaraciones de la menor agraviada, acta de entrevista
única y certificado médico legal) no debieron ser valorados porque su abogado defensor no concurrió
a estas diligencias; corresponde merituar que estos constituyen actos de investigación que realizó el
representante del Ministerio Público como titular de la acción penal a fin de determinar si formula o
no denuncia, y no se afectó el derecho de defensa pues fueron cuestionados por el recurrente desde su
contenido [en cuando a su coherencia o verosimilitud) y forma (procedimiento o requisitos establecidos
en la ley para su formación), incluso lo realizó en su medio impugnatorio y es ello, precisamente, el
objeto de pronunciamiento de este Tribunal Supremo. Décimo. En suma, se contó con prueba plena.
La sindicación de la agraviada fue persistente durante todo el proceso. A pesar de su minoría de edad,
narró con detalle y solvencia los ultrajes sexuales a los que fue sometida. En la consolidación de la in­
criminación, se contó con prueba pericial (Certificado Médico Legal y Examen de Biología Forense),
testifical (declaración de la madre de la menor) y documental (Acta de inspección Judicial). La denuncia
tardía halló una explicación razonable (la menor temía la reacción de su madre y el acusado la había
amenazado), a lo que se suma el hecho de que la agraviada no vivía con su madre, sino con una tutora
en otro caserío. Además, el segundo hecho acaecido se comunicó de forma inmediata y en él concurrie­
ron elementos objetivos de verificación. (R. N. N .° 425-2017-Áncash, del 07-12-2017, íf. jj. 8 al 10.
Primera Sala Penal Transitoria. Texto completo: <bit.ly/2uAqKNf>).

§ 841. El reconocimiento fotográfico no constituye por sí sola una prueba idónea para enervar
la presunción de inocencia, pues resulta ser de naturaleza provisional y accesoria. Cuarto. De las
pruebas actuadas a lo largo del proceso no se ha llegado a establecer la responsabilidad penal del pro-

♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL


Art. 189 LIBRO SEGUNDO: LA ACTIVIDAD PROCESAL 418

cesado AG, respecto de los hechos imputados. En efecto, se desprende que la evidencia sobre la que se
sostiene la condena contra el procesado AG proviene de las declaraciones preliminares de los agraviados
declararon a nivel preliminar y en dos oportunidades: en la primera rindieron sus manifestaciones poli­
ciales [...] sin presencia del Ministerio Público, y con presencia del Ministerio Público, respectivamente-
y refirieron haber sido objeto de un intento de asalto por parte de dos sujetos, quienes intempestiva­
mente interceptaron el vehículo en el cual se encontraban, precisando que uno de ellos portaba un arma
de fuego, hecho que no llegó a concretarse gracias a su rápida reacción; y, en la segunda, participaron
en la diligencia policial de reconocimiento fotográfico, en la que indicaron que la imagen de la Ficha
de REN IEC del procesado era la que correspondía a uno de los asaltantes [...]. Q uinto. Sin embargo,
dicha diligencia preliminar sobre la que, casi solitariamente, se estructura la imputación típica contra el
procesado AG, no deja de ser un acto de investigación y no un acto de prueba. Así, respecto a la natura­
leza de esta diligencia se debe puntualizar que el reconocimiento fotográfico consistente en la selección,
que efectúan los testigos presenciales o agraviados, de una imagen que consideren corresponda-o mas se
asemeje- a la del presunto autor del ilícito que presenciaron, que se encuentran contenidas en un álbum
o una serie de fotografías de presuntos delincuentes conocidos que, por su modus operandi, puedan ser
sospechosos de haber cometido del delito que se persigue, si bien constituye una actividad legitima-de
iniciación de la investigación-orientada a la identificación habitual de imprescindible empleo en todos
los casos en los que se desconoce la identidad del autor del hecho punible, dirigiéndola contra la con­
creta persona reconocida, cuyo valor es de naturaleza preprocesal, por lo que no constituye por si sola
una prueba idónea para enervar la presunción de inocencia; pues resulta ser de naturaleza provisional y
accesoria, y su pertinencia y eficacia probatoria solo será correspondida si, posteriormente, es consoli­
dada con otros actos de investigación que permitan recabar elementos probatorios capaces de sostener
la responsabilidad penal del incriminado; por tanto, la diligencia de reconocimiento fotográfico solo
puede resultar eficaz cuando se corrobora en el trámite judicial y se ratifica en las sesiones de juicio oral.
En el presente caso, los agraviados en referencia, tras la diligencia de reconocimiento fotográfico descri­
ta, no concurrieron más ante una autoridad de investigación ni ante el Tribunal de Juzgamiento, pese
a que ha sido convocado a lo largo de todo el proceso y, con especial insistencia, durante el juicio oral.
Aunado a ello, tal reconocimiento no guardó las formalidades de ley, en tanto únicamente se mostro
la fotografía del encausado no habiendo los agraviados, en dicha diligencia, brindado previamente las
características o rasgos físicos faciales del supuesto delincuente. (R. N. N .° 1899-2014-Ayacucho, del
31-05-2016, ff. jj. 4 y 5. Sala Penal Transitoria. Texto completo: <bit.ly/2 EMpQlJ>).
§ 842. El solo reconocimiento fotográfico no es material probatorio suficiente para desvirtuar
la presunción de inocencia. D ecim ocuarto, El principio del in dubio pro reo (la duda favorece al reo),
que es consecuencia de la presunción de inocencia que tiene jerarquía constitucional y como fin busca
garantizar el cabal respeto del derecho fundamental a la libertad individual, sea para resguardar su ple­
na vigencia o para restringirlo de la forma menos gravosa posible, en el correcto entendido de que tal
restricción es siempre la excepción y nunca la regla. Por lo tanto su aplicación queda librada a la culmi­
nación del proceso penal correspondiente. Mediante el citado principio se busca garantizar la aplicación
del derecho penal sin contravención del derecho fundamental de la libertad personal. Es por ello que
el proceso penal se rige por el concepto de certeza probatoria para determinar la responsabilidad penal
de un sujeto imputado y como consecuencia impone una sanción. En esa línea argumentativa existen
sentencias absolutorias que acreditarían la configuración de un delito, no resultan suficientes para de­
mostrar la responsabilidad penal del imputado. Decim oquinto. De la valoración conjunta del acervo
probatorio se advierte que los hechos ocurrieron el 06-12-2007, y al cabo de mas de siete meses, esto
es, el 28-07-2008, la menos AECS participa del reconocimiento fotográfico, donde señala que el sujeto
de la foto N .° 03 es quien intentó violarla, siendo este el acusado TM . Es esta diligencia la única que
vincula al acusado con los hechos; en consecuencia, un reconocimiento en las circunstancias descritas
no puede sustentar una sentencia condenatoria. Decimosexto. Por lo que, al no haberse desvirtuado la
presunción de inocencia que favorece al acusado TM , en virtud del cual se exige actividad probatoria
mínima, es pertinente dictar sentencia absolutoria. (R. N. N .° 2062-2016-Ica, del 03-10-2017, ff. jj.
14 al 16. Primera Sala Penal Transitoria. Texto completo: <bit.ly/2 HcXYdb>).
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419 SECCIÓN II: LA PRUEBA Art. 189
§ 843. Reconocimiento por parte de la víctima al sujeto activo mediante una foto y su declara­
ción son pruebas que permiten enervar la presunción de inocencia. Tercero. [...] [El] agraviado BD
en sede preliminar, con fiscal, refirió el delito en su agrav[io] y no solo señaló las características persona­
les del imputado BN sino que lo identificó fotográficamente [...], de lo que se ratificó en su declaración
preventiva [...]. De igual manera, la agraviada LC hizo lo propio en sede preliminar, con fiscal [...].
C uarto. [...] Respecto del agraviado BD éste no solo lo reconoció [proporcionando] sus características
físicas- y detalló lo que hizo, sino que insistió en su versión en su preventiva. En cuanto a la agraviada
LC, igualmente, lo reconoció, aludió a sus características físicas y precisó la forma y circunstancias del
hurto en su agravio. Quinto. [...] [Cabe] puntualizar que con arreglo al artículo 146° del Código de
Procedimientos Penales el reconocimiento se hace previa descripción del reconocido. No exige, confor­
me al artículo 189° del Nuevo Código Procesal Penal, un reconocimiento en rueda. Por lo demás, el
reconocimiento fotográfico -en defecto de reconocimiento personal-, unido a la versión de la víctima,
es suficiente para otorgar fiabilidad a los cargos, que consisten en una primera denuncia, en la descrip­
ción de los hechos y en el reconocimiento fotográfico, datos que, asimismo, cumplen el principio de
corroboración. Esos elementos de prueba son pues suficientes para enervar la presunción constitucional
de inocencia. (R. N. N .° 2937-2014-Lima, del 19-05-2016, ffi jj. 3 al 5. Sala Penal Transitoria. Texto
completo: <bit.ly/2CtYujI>).
§ 844. Medios de prueba pertinentes que acreditan el delito de tráfico ilícito de drogas.
Reconocimiento fotográfico en ficha del RENIEC. Sexto. [La] tesis incriminatoria se refrenda
con el acta de reconocimiento fotográfico en ficha del R E N IE C que efectuó AAA sobre seis fichas
mostradas; de las cuales reconoció a la signada como número tres, que pertenece al acusado RRR,
ser la persona a quien conoce con el apelativo de “Acaco”; en ese mismo sentido y bajo las mismas
condiciones, Q Q Q también reconoció mediante ficha del REN IEC al sujeto apodado como “Aca­
co” [...]. Sétim o. Con relación a la vinculación del encausado CCC con los hechos investigados,
también se encuentra debidamente acreditada con la sindicación tanto en entrevista preliminar
[...], como en manifestación policial [...] de los intervenidos AAA y Q Q Q ; quienes manifestaron
que a este acusado lo conocen con el apelativo de “Pajli” (afirmación que el propio encausado C C C
admitió); fue este quien les presentó al sujeto conocido como Acaco” y que por medio de él rea­
lizaban las coordinaciones telefónicos; este relato incriminador se corrobora con el acta de lectura
de memoria del teléfono celular [...], documento en el cual consta que luego de revisar el celular
del intervenido Q Q Q , consignó entre sus contactos el seudónimo de “Pajli”, y entre sus llamadas
perdidas, registró una de dicho sujeto. Además, los intervenidos antes citados también reconocieron
en fotografía de fichas del R E N IEC al acusado C CC , como el sujeto a quien conocen como “Pajli”
[...]. O ctavo. Si bien frente a dicha conclusión de responsabilidad, existe la negativa de los encau­
sados recurrentes [...]; no obstante, esta negativa debe considerarse como un argumento natural de
defensa dirigido a evadir su responsabilidad; y en cuanto a la retractación de la sindicación por parte
de los sentenciados AAA y QQQ. [...], esta debe tomarse con la reserva del caso, pues en principio,
las diligencias efectuadas a nivel preliminar fueron recabadas con la presencia del representante del
Ministerio Público y, en muchos casos, con la participación de un abogado defensor de oficio [...].
(R. N . N .° 992-2014-Ayacucho, del 14-04-2015, ffi jj. 6-8. Sala Penal Transitoria. Texto completo:
<bit.ly/29fOQSn>).
§ 845. Absolución del encausado por delito de tráfico ilícito de drogas por encontrarse con­
tradicciones en el reconocimiento fotográfico en ficha RENIEC por parte de quien lo sindica en
la comisión del acto delictivo. Séptim o. De lo expuesto, si bien confluyen elementos que permiten
acreditar la materialidad del delito y acercarnos a la tesis incriminatoria del fiscal; sin embargo, res­
pecto a la responsabilidad penal del imputado TVXJ se advierte que la inicial incriminación no guarda
coherencia con el reconocimiento fotográfico llevado a cabo en dos oportunidades. Esto en razón
que la sindicación que vincula al recurrente con el hecho delictivo no es uniforme ni persistente en el
tiempo, dado que si bien la primera diligencia de reconocimiento en ficha RENIEC [...] se declaró
nula por un vicio procesal (por error se consignó a la abogada defensora de FNV sin haber estado pre-

♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL


Art. 189 LIBRO SEGUNDO: LA ACTIVIDAD PROCESAL 420

sente en el acto procesal), dicha deficiencia en nada debió influir para que su coencausado FN V logre
identificarlo, más aún si en la etapa policial afirmó conocerlo e incluso proporcionó su nombre, por lo
que no se explica cómo en dicha diligencia afirmó que la ficha de identidad del recurrente no corres­
pondía a la persona que le entregó la droga. Para luego, en la segunda diligencia de reconocimiento de
ficha REN IEC [...] recién sindicarlo; no obstante ante el plenario volvió a negar que el recurrente sea
la persona que le entrego la droga incautada. De lo expuesto, se colige que la sindicación de coencau­
sado FNV, ha variado de forma constante en el tiempo, la misma que además se encuentra resentida
por la contradicción advertida en las actas de reconocimiento en ficha REN IEC; y no existen otros
elementos de corroboración periférica que refuercen la vinculación del recurrente con el traslado de la
droga, más allá de las actuaciones preliminares -pericias- que solo sirven para asentar la materialidad
del delito. O ctavo. Es así que de los fundamentos señalados, se advierte que los elementos de cargos
glosados en la sentencia recurrida no tienen fuerza acreditativa que supere el estándar probatorio más
allá de toda duda razonable, con entidad suficiente para desvirtuar el estatus de inocencia del encau­
sado TV U , respecto a los cargos atribuidos, pues el nivel de prueba incriminatoria ha perdido fuerza
acreditativa; por el contrario permite afirmar que existen razones opuestas equilibradas que impiden
arribar a un juicio de certeza sobre la responsabilidad penal del recurrente. Razones por las cuales la
presunción de inocencia de dicho imputado [...] se mantiene incólume; deviene, por tanto, la abso­
lución del encausado. (R. N. N .° 338-2018-Ica, del 18-01-2019, ff. jj. 7 y 8. Sala Penal Permanente.
Texto completo: <bit.ly/2T7VFOZ>).
§ 846. No puede estimarse como inusual o indebido el reconocimiento por parte del agravia­
do del victimario después de 13 anos. Cuarto. [Si] bien [el procesado] se negó a declarar y guardó
silencio, la sindicación de [su coimputado] -prestada en sede preliminar con el concurso del Fiscal y en
sede sumarial- y la identificación del agraviado [...] constituyen prueba plural, fiable y suficiente para
enervar la presunción constitucional de inocencia. Es verdad que pasaron cerca de trece años luego de la
comisión del robo, pero el agraviado al ver al imputado lo identificó, lo que no se puede estimar inusual
o indebido -las impresiones de una experiencia traumática pueden quedan grabadas en la memoria de
la víctima muchísimos años- [...]. (R. N. N .° 641-2018-El Santa, del 15-03-2018, f. j. 4. Sala Penal
Permanente. Texto completo: <bit.ly/2SKjx7b>).

§ 847. El reconocimiento de personas en rueda es una diligencia propiamente de investigación.


Tercero. [...] Que, el reconocimiento de personas, es la diligencia que se realiza ante los órganos de
persecución, dirigido a reconocer mediante las facultades visuales a quien se supone está involucrando
en la participación de un hecho punible, sin interesar el grado de participación delictiva [...]. Debe
tenerse presente que el reconocimiento de personas es una diligencia propiamente de investigación, que
por lo general se ejecuta en los dominios de la policía nacional, siendo así, este reconocimiento debe ser
contrastado con una determinada relevancia probatoria como la testifical o la pericia, en la medida que
su identificación puede haberse logrado mediante otros medios. (Casación N .° 87-2010-Huaura, de
28-04-2011, f. j. 3. Sala Penal Permanente. Texto completo: <bit.ly/2bZKuim>).

§ 848. Validez del reconocimiento fotográfico: requisitos. C uarto. Que la sindicación contra el
encausado PPP es sólida y fundada. En efecto, desde el primer momento y en una diligencia específica,
la intervenida T T T señaló a PPP como el titular de la droga incautada. Su retractación en un penúlti­
mo acto procesal no enerva lo que dijo anteriormente y el ulterior mérito de su conformidad procesal.
Además, el reconocimiento fotográfico es legalmente válido y se erige en una prueba de cargo. Es fiable
porque se cumplió los siguientes requisitos: (i) se llevó a cabo en sede policial con presencia del Fiscal,
(zz) se incluyó seis fotografías, y (zzz) se realizó en condiciones en que la acusada no fue objeto de suge­
rencias, presiones o indicaciones para que vincule al imputado -la presencia del Fiscal es determinante al
respecto- [parcialmente equivalente: Sentencia del Tribunal Supremo Español N .° 331/2009, del 18 de
mayo]. Además, en sede sumarial la encausada se ratificó en ese reconocimiento, avalado por el Fiscal.
Esos son los requisitos de validez de un reconocimiento fotográfico. [...] (R. N . N .° 1473-2014-Madre
de Dios, de 19-05-2015, £ j. 4. Sala Penal Transitoria. Texto completo: <bit.ly/lskeddg>).
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421 SECCIÓN SI: LA PRUEBA Alt 189
_ § 849‘ Procedimiento para el reconocimiento de personas. 10. El cuestionamiento de [las] ma- í
nifestaciones, que precisamente ha sido resaltado por la defensa en los recursos de nulidad, es evidente, j
esto es, la forma de realizar el reconocimiento físico. Una de las pruebas frecuentes utilizadas para la I
investigación de los delitos, es el reconocimiento, tanto a través de su modalidad básica (rueda de per­
sonas), como de su versión subsidiaria (reconocimiento fotográfico). En el numeral 1 del artículo 189 I
del Codigo Procesal Penal de 2004 -invocado por la doctrina nacional y jurisprudencial-, se precisa el
procedimiento a seguir en los reconocimientos físicos: “Quien lo realiza, previamente describirá a la
persona aludida. Acto seguido, se le pondrá a la vista junto con otras de aspecto exterior semejantes.
En presencia de todas ellas, y/o desde un punto de donde no pueda ser visto, se le preguntará si se en­
cuentra entre las personas que observa aquella a quien se hubiere referido en sus declaraciones y, en caso
afirmativo, cuál de ellas es”. Estas exigencias legales no fueron realizadas por el personal policial, pese
que le era posible ante la intervención de los dos recurrentes. En estas condiciones, el “reconocimiento”
de los acusados realizado en el interior del interrogatorio policial del agraviado y su enamorada, [...] no
esta dotado de la debida seriedad, y como tal, no debe ser tomado en cuenta para el convencimiento
judicial. (R. N. N .° 197-2016-Lima, del 16-10-2017, £ j. 10. Segunda Sala Penal Transitoria. Texto
completo: <bit.ly/2Dhrby7>).

JURISPRUDENCIA DE LAS CORTES SUPERIORES

§ 850. La prueba ilícita en el juicio oral, si bien no puede usarse para condenar, puede valorarse
para absolver. Falta de certeza en el reconocimiento fotográfico practicados por el agraviado. Sex­
to- [■■■] 1- Respecto a los actos de reconocimiento fotográfico practicados por el agraviado, por MMH,
por RCM, por IPCM , y por EMPP, que constituyen prueba ilícita, si bien no pueden usarse para
condenar, pueden valorarse para absolver, al efecto en juicio se ha oralizado el acta de reconocimiento
fotográfico practicado por el agraviado, donde señala que la persona que atentó contra su persona era
de tez trigueña clara , siendo que de las fotos que se le muestra, al Acusado se le asigna el número
dos, cabe hacer presente que en juicio se ha oralizado el formato de entrevista al imputado, víctima o
testigo, donde el agraviado señala el día de los hechos “tez clara”, luego precisa “no pudiendo especificar
por cuanto estaba oscuro”; en el caso del acta de reconocimiento fotográfico practicado por MM H, se
consigna a la persona que tomó sus servicios de taxi el día de los hechos como de “tez clara”, siendo
que de las fotos que se le muestra al Acusado se le asigna otra vez el número dos, siendo que en juicio
el citado testigo señaló categóricamente que el Acusado presente en audiencia no era la persona que
le tomó los servicios de su taxi el día de los hechos; respecto al acta de reconocimiento practicado por
RC M se consigna a la persona que llevó un sobre a su domicilio el día anterior al de los hechos como de
tez trigueña claro , siendo que de las fotos que se le muestra, al Acusado otra vez se le asigna el número
dos, cabe hacer presente que el citado testigo leyó en juicio su declaración brindada en la investigación
preparatoria donde señaló que la persona era de “tez clara”, y al pedírsele explicación señaló que para él
el acusado presente en audiencia era de tez clara; al efecto cabe hacer presente que el acusado presente
en juicio es de tez morena, no es trigueño; respecto al acta de reconocimiento practicado por IPCM
se consigna que la persona que llevó un sobre a su domicilio dos días antes al día de los hechos era de
tez trigueña , siendo que de las fotos que se le muestra, al Acusado otra vez se le asigna el número
dos, cabe hacer presente que la citada testigo leyó en juicio su declaración brindada en la investigación
preparatoria donde señaló que la persona era de “uno sesenta de estatura y de tez blanca”, y al pedírsele
explicación señalo que ante los medios siempre dijo que era de tez trigueña y que ella media uno cin­
cuenta y seis, cabe hacer presente que el Acusado presente en juicio mide aproximadamente uno setenta
de estatura; respecto al acta de reconocimiento practicado por EMPP se consigna a la persona que le
tomó los servicios de taxi y le pidió su número de celular como de “tez trigueña ni muy blanco ni muy
trigueño”, siendo que de las fotos que se le muestra, al Acusado otra vez se le asigna el número dos, cabe
hacer presente que el citado testigo en la oportunidad de pedírsele que preste juramento dudó, solo al
exigírsele lo hace, por otro lado en juicio ha señalado que le toma la carrera de nueve a diez de la noche,
y que pudo ver al Acusado por la luz del alumbrado publico y la luz del salón de su auto que estaba
encendido, al efecto cabe hacer presente por regla de la experiencia que los conductores de los vehícu-

♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL


Art. 190 LIBRO SEGUNDO: LA ACTIVIDAD PROCESAL 422

los, incluyendo los taxistas no circulan con la luz del salón encendido, por lo que su aseveración en tal
sentido no resulta creíble. Cabe hacer presente que conforme a lo declarado en juicio por JEF, quien
en el tiempo de los hechos se desempeñaba como Jefe de la Divincri, antes de que llegue formalmente
los datos del titular de la línea del celular usado el día de los hechos, señala que informantes anónimos
le proporcionan el nombre del Acusado, sin embargo dicho procedimiento (recepción de información
de parte de informantes) no fue ofrecido como prueba por el Ministerio Publico. En este contexto una
apreciación conjunta de lo expuesto en este ítem nos lleva a concluir que no existe certeza por parte
de quienes han practicado los reconocimientos respecto al color de piel del autor de los hechos, siendo
que ninguno ha precisado que se trate de una persona morena como es Acusado presente en juicio, lo
que llevaría a concluir que los mismos al practicar los reconocimientos habrían incurrido con confusión
con el verdadero autor de los hechos. (Exp. N .° 2009-00215-91-2801-JR-PE-01, del 07-02-2012, f.
j. 6. Segundo Juzgado Penal Unipersonal. Corte Superior de Justicia de Moquegua. Texto completo:
<bit.ly/2YMWQDr>).

Artículo 190: Otros reconocimientos

1. Cuando se disponga reconocer voces, sonidos y cuanto pueda ser objeto de percepción sensorial, se
observarán, en lo aplicable, las disposiciones previstas en el artículo anterior.
2. Sin perjuicio de levantar el acta respectiva, se podrá disponer que se documente mediante prueba
fotográfica o videográfica o mediante otros instrumentos o procedimientos.(a)

PROTOCOLOS, REGLAMENTOS, LINEAMIENTOS, G UÍAS Y DIRECTIVAS


(a) Protocolo de actuación interinstitucional específico de reconocim ientos (aprobado por el Decreto Supremo N.° 010-
2018-JUS [ER 25-08-2018]). Véase el texto com pleto en: <bit.ly/2Uq8HDR>.

JURISPRUDENCIA DE LA CORTE SUPREMA

§ 851. Reconocimiento de voz. Fiscal imputado por cohecho pasivo específico. Séptim o. [Es]
verdad que el reconocimiento de voz por parte del denunciante y de la testigo de cargo, realizado en
sede plenarial, no se llevó a cabo en un acto independiente del testimonio y bajo el modelo de ‘ rueda
de voces” (artículo 190, apartado 1, del CPP), pero debe tenerse en cuenta dos circunstancias vitales;
primero, que ambas personas, en su día, declararon ante la Fiscalía y señalaron al imputado, con quien
se entrevistaron personalmente; y, segundo, que producido ese testimonio en sede de investigación
preparatoria, en el acto oral se ratificaron en los cargos contra el [fiscal] acusado [por cohecho pasivo
específico al solicitar una dádiva dineraria a fin de decidir sobre la viabilidad positiva de un procedi­
miento de terminación anticipada]. La sede plenarial, como se sabe, no es propia para una diligencia
autónoma de reconocimiento de voz -es, básicamente, una prueba sumarial-, más aun si los testigos
insistieron en sus iniciales versiones y se entrevistaron con el imputado en el acto de entrega del dinero.
Lo esencial es, entonces, el testimonio directo [del denunciante y de la testigo de cargo], de suerte que
la inexistencia en sede de investigación preparatoria de una diligencia de reconocimiento de voz no es
relevante; ambos sabían quién era el imputado, lo habían visto antes y conversado con él, de suerte que
no era un desconocido y a quien observaron en el momento del acto delictivo de entrega de dinero.
Tanto el reconocimiento como la declaración son pruebas personales, luego, más allá de los defectos
criminalísticos de la investigación en el primer caso -por la posible ausencia en forma de una diligencia
de reconocimiento de voz-, lo relevante es la declaración de los testigos directos de cargo, quienes enfa­
tizaron que entregaron el dinero al imputado. (Recurso de Apelación N .° 9-2016-El Santa, de 12-10­
2017, f. j. 7. Sala Penal Permanente. Texto completo: <bit.ly/2p6jvKy>).
§ 852. Reconocimiento fotográfico: validez del procedimiento. Véase la jurisprudencia del ar­
tículo 189° del Nuevo Código Procesal Penal [§ 836]. (Casación N .° 78-2010-Arequipa, de 26-04­
2011, f. j. 5. Sala Penal Permanente. Texto completo: <bit.ly/2c5ZNdQ>).
n om os & th e sis
423 SECCION II: LA PRUEBA Aft 193
§ 853. El reconocimiento de personas en rueda es una diligencia propiamente de investigación.
Véase la jurisprudencia del artículo 189° del Nuevo Código Procesal Penal [§ 847]. (Casación N .°
87-2010-Huaura, de 28-04-2011, f. j. 3. Sala Penal Permanente. Texto completo: <bit.ly/2bZKuim>).

Artículo 191: R econ o cim ien to de cosas

1. Las cosas que deben ser objeto del reconocimiento serán exhibidas en la misma forma que los do­
cumentos.
2. Antes de su reconocimiento, se invitará a la persona que deba reconocerlo a que lo describa. En lo
demás, regirán análogamente las reglas previstas en el artículo 1 8 9 .(a)

PROTOCOLOS, REGLAMENTOS, LINEAMIENTOS, GUÍAS Y DIRECTIVAS


(a) Protocolo de actuación interinstitucional específico de reconocimientos (aprobado por el Decreto Supremo N.° 010-
2018-JUS [EP, 25-08-2018]). V éase el texto com pleto en: <bit.ly/2Uq8HDR>.

SUBCAPÍTULO II
LA INSPECCIÓN JUDICIAL Y LA RECONSTRUCCIÓN

Artículo 192: Objeto

1. Las diligencias de inspección judicial y reconstrucción son ordenadas por el Juez, o por el Fiscal
durante la investigación preparatoria.
2. La inspección tiene por objeto comprobar las huellas y otros efectos materiales que el delito haya
dejado en los lugares y cosas o en las personas.
3. La reconstrucción del hecho tiene por finalidad verificar si el delito se efectuó, o pudo acontecer, de
acuerdo con las declaraciones y demás pruebas actuadas. No se obligará al imputado a intervenir en el
acto, que deberá practicarse con la mayor reserva posible.(a)

PROTOCOLOS, REGLAMENTOS, LINEAMIENTOS, GUÍAS Y DIRECTIVAS


(a) Protocolo de actuación interinstitucional específico de inspección y reconstrucción (aprobado por el Decreto Supremo
N.° 010-2018-JUS [EP, 25-08-2018]). Véase el texto completo en: <bit.ly/2UHGGgn>.

Artículo 193: A d e cu ació n 'y

La inspección, en cuanto al tiempo, modo y forma, se adecúa a la naturaleza del hecho investigado y a
las circunstancias en que ocurrió.
La inspección se realizará de manera minuciosa, comprendiendo la escena de los hechos y todo lo que
pueda constituir prueba material de delito.(a)

PROTOCOLOS, REGLAMENTOS, LINEAMIENTOS, GUÍAS Y DIRECTIVAS


(a) Protocolo de actuación interinstitucional específico de inspección y reconstrucción (aprobado por el Decreto Supremo
N.° 010-2018-JUS [EP, 25-08-2018]). Véase el texto com pleto en: <bit.ly/2UHGGgn>.

♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL


Art. 194 LIBRO SEGUNDO: LA ACTIVIDAD PROCESAL 424

Artículo 194: Participación de testigos y peritos

1. Ambas diligencias deben realizarse, de preferencia, con la participación de testigos y peritos.


2. Asimismo, se dispondrá que se levanten planos o croquis del lugar y se tome fotografías, grabacio­
nes o películas de las personas o cosas que interesen a la causa.
3. En los delitos contra la libertad sexual no se exigirá la concurrencia de ios agraviados menores de
edad, o de las víctim as que pueden ser afectadas psicológicamente con su participación.(a)

PROTOCOLOS, REGLAM ENTO S, LINEAMIENTOS, G UÍAS Y DIRECTIVAS


(a) Protocolo de actuación interinstitucional específico de inspección y reconstrucción (aprobado por el Decreto Supremo
N.° 010-2018-JUS [EP, 25-08-2018]). Véase el texto completo en: <bit.ly/2UHGGgn>.

SUBCAPÍTULO III
LAS PRUEBAS ESPECIALES

Artículo 195: Levantamiento de cadáver

1. Cuando se trate de una muerte sospechosa de haber sido causada por un hecho punible, se proce­
derá al levantamiento del cadáver, de ser posible, con participación de personal policial especializado en
criminalística, haciendo constar en acta.
2. El levantamiento de cadáver lo realizará el Fiscal, con la intervención, de ser posible, del médi­
co legista y del personal policial especializado en criminalística. Por razones de índole geográfica podrá
prescindirse de la participación de personal policial especializado en criminalística. El Fiscal, según las
circunstancias del caso, podrá delegar la realización de la diligencia en su adjunto, o en la policía, o en el
juez de paz.
En zonas declaradas en estado de emergencia, cuando existan dificultades que impidan la presencia
inmediata del Fiscal, el personal de las Fuerzas Armadas o de la Policía Nacional del Perú procederá al acto
del levantamiento de cadáver de los miembros de las Fuerzas Armadas o de la Policía Nacional del Perú
y de personas civiles, previo conocimiento del Ministerio Público. Excepcionalmente, se podrá prescindir
de este requisito, cuando las condiciones de la zona o el contexto en el que se desenvuelve el operativo
imposibiliten materialmente la comunicación previa al representante del Ministerio Público.
En todos estos supuestos, se dejará constancia de dicha diligencia y se dará cuenta al representante
del Ministerio Público dentro de las veinticuatro (24) horas más el término de la distancia, de ser el caso;
asimismo, se debe efectuar la entrega del cadáver en forma inmediata, bajo responsabilidad.
3. La identificación, ya sea antes de la inhumación o después de la exhumación, tendrá lugar mediante
la descripción externa, la documentación que porte el sujeto, la huella dactiloscópica o palmatoscópica, o
por cualquier otro m e dio .(1)(a)(b)

NOTA DE ACTU ALIZACIÓN

(1) Artículo m odificado por el artículo 2 de la Ley N.° 29986 (ER 18-01-2013). Anteriorm ente había sido modificado por el
artículo 2 de la Ley N.° 29472 (ER 14-12-2009).

PROTOCOLOS, REGLAM ENTO S, LINEAMIENTOS, GUÍAS Y DIRECTIVAS

(a) Protocolo de actuación interinstitucional de protección e investigación de la escena del crim en (aprobado por el Decreto
Supremo N.° 010-2018-JU S [ER 25-08-2018]). Véase el texto com pleto en: <bit.ly/2v7Kwju>.
(b) Reglamento de la Ley N.° 29986 que m odifica el artículo 239 del Código Procesal Penal, aprobado por el Decreto
Legislativo N.° 638 y el artículo 195 del Código Procesal Penal [a fin de introducir im portantes y necesarios cambios en
la realización de la diligencia de levantamiento de cadáveres en zonas declaradas en estado de emergencia], aprobado
por el Decreto Legislativo N.° 957 (aprobado por el Decreto Supremo N.° 010-2013-JUS de 07-09-2013). Véase el texto
com pleto en: <bit.ly/2HUHUOs>.

nom os & thesís


425 SECCION 11: LA PRUEBA AH 199

Artículo 196: Necropsia

1. Cuando sea probable que se trate de un caso de criminalidad se practicará la necropsia para deter­
minar la causa de la muerte.
2. En caso de muerte producida por accidente en un medio de transporte, o como resultado de un de­
sastre natural, en que las causas de la misma sea consecuencia directa de estos hechos, no será exigible
la necropsia sin perjuicio de la identificación del cadáver antes de la entrega a sus familiares. En todo
caso, es obligatoria la necropsia al cadáver de quien tenía a cargo la conducción del medio de transporte
siniestrado. En los demás casos se practica a solicitud de parte o de sus familiares.
3. La necropsia será practicada por peritos. El Fiscal decidirá si él o su adjunto deban presenciarla. Al acto
pueden asistir los abogados de los demás sujetos procesales e incluso acreditar peritos de parte.(a) (b)

PROTOCOLOS, REGLAMENTOS, LINCAMIENTOS, GUÍAS Y DIRECTIVAS


(a) Reglamento de la Ley N.° 29986 que modifica el artículo 239 del Código Procesal Penal, aprobado por el Decreto
Legislativo N.° 638 y el artículo 195 del Código Procesal Penal [a fin de introducir im portantes y necesarios cambios en
la realización de la diligencia de levantamiento de cadáveres en zonas declaradas en estado de emergencia], aprobado
por el Decreto Legislativo N.° 957 (aprobado por el Decreto Supremo N.° 010-2013-JUS de 07-09-2013). Véase el texto
com pleto en: <bit.ly/2HUHUOs>. .
(b) Protocolo de actuación interinstitucional de protección e investigación de la escena del crimen (aprobado por el Decreto
Supremo N.° 010-2018-JUS [EP, 25-08-2018]). Véase el texto com pleto en: <blt.ly/2v7Kwju>.

Artículo 197: Embalsamamiento de cadáver

Cuando se trate de homicidio doloso o muerte sospechosa de criminalidad, el Fiscal, previo informe
médico, puede autorizar o disponer el embalsamamiento a cargo de profesional competente, cuando lo
estime pertinente para los fines del proceso. En ese mismo supuesto la incineración sólo podrá ser autori­
zada por el Juez después de expedida sentencia firme.(a) w

PROTOCOLOS, REGLAMENTOS, LINEAMIENTOS, GUÍAS Y DIRECTIVAS


(a) Reglamento de la Ley N.° 29986 que modifica el artículo 239 del Código Procesal Penal, aprobado por el Decreto
Legislativo N.° 638 y el artículo 195 del Código Procesal Penal [a fin de introducir im portantes y necesarios cambios en
la realización de la diligencia de levantamiento de cadáveres en zonas declaradas en estado de emergencia], aprobado
por el Decreto Legislativo N.° 957 (aprobado por el Decreto Supremo N.° 010-2013-JUS de 07-09-2013). Véase el texto
com pleto en: <bit.ly/2HUHUOs>.
(b) Protocolo de actuación intérinstitucional de protección e investigación de la escena del crimen (aprobado por el Decreto
Supremo N.° 010-2018-JUS [EP, 25-08-2018]). Véase el texto com pleto en: <bit.ly/2v7Kwju>.

Artículo 198: Examen de visceras y materias sospechosas

1. Si existen indicios de envenenamiento, el perito examinará las visceras y las materias sospechosas
que se encuentran en el cadáver o en otra parte y las remitirán en envases aparentes, cerrados y lacrados,
al laboratorio especializado correspondiente.
2. Las materias objeto de las pericias se conservarán si fuese posible, para ser presentadas en el debate
oral.

Artículo 199: Examen de lesiones y de agresión sexual

1. En caso de lesiones corporales se exigirá que el perito determine el arma o instrumento que la haya
ocasionado, y si dejaron o no deformaciones y señales permanentes en el rostro, puesto en peligro la vida,

♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL


Art. 200 LIBRO SEGUNDO: LA ACTIVIDAD PROCESAL 426

causado enfermedad incurable o la pérdida de un miembro u órgano y, en general, todas las circunstancias
que conforme al Código Penal influyen en la calificación del delito.
2. En caso de agresión sexual, el examen médico será practicado exclusivamente por el médico en­
cargado del servicio con la asistencia, si fuera necesario de un profesional auxiliar. Sólo se permitirá la
presencia de otras personas previo consentimiento de la persona examinada.

A rtículo 200: Examen en caso de aborto

En caso de aborto, se hará comprobar la preexistencia del embarazo, los signos demostrativos de la
interrupción del mismo, las causas que lo determinaron, los probables autores y las circunstancias que
sirvan para la determinación del carácter y gravedad del hecho.

Artículo 201: Preexistencia y valorización


1. En los delitos contra el patrimonio deberá acreditarse la preexistencia de la cosa materia del delito,
con cualquier medio de prueba idóneo.
2. La valorización de las cosas o bienes o la determinación del importe del perjuicio o daños sufridos,
cuando corresponda, se hará pericialmente, salvo que no resulte necesario hacerlo por existir otro medio
de prueba idóneo o sea posible una estimación judicial por su simplicidad o evidencia.

JURISPRUDENCIA DE LA CORTE SUPREMA


§ 854. La preexistencia de la cosa material del delito solo requerirá de una actividad probatoria
específica cuando no existan testigos presenciales del hecho o cuando se tenga duda razonable
acerca de la preexistencia de la cosa objeto de la sustracción. Octavo. [El] artículo 201, apartado 1),
del Código Procesal Penal estipula que: “En los delitos contra elpatrimonio deberá acreditarse la preexisten­
cia de la cosa materia del delito, con cualquier medio de prueba idóneo”. Es, como se sabe, una disposición
legal referida a la comprobación del delito, a las materialidades con que se expresa la concreta infracción
punible. Desde la normalidad probatoria, es obvio que, básicamente, solo se requerirá una actividad
probatoria específica cuando no existan testigos presenciales del hecho -que no es del caso cuando se
está ante un testigo-víctima y, además, el concurso de un testigo presencial: el hermano del primero,
que dan cuenta de lo sucedido- o cuando se tenga duda (razonable) acerca de la preexistencia de la cosa
objeto de la sustracción o defraudación [...]. Además, nuestra jurisprudencia, desde antiguo, afirmó que
cuando se trata de dinero, debe acreditarse la solvencia o capacidad económica del agraviado. La norma
que se desprende de ese dispositivo legal destaca tanto el principio de libertad probatoria, cuanto, con
él, en atención a su incidencia objetiva, una exigencia mínima respecto al estándar de prueba de la pre­
existencia. Además, es de tener en cuenta, desde la razonabilidad de los criterios que deben guiar este
ámbito probatorio, que sobre la cuantía o dimensión de lo robado es posible asumir que las pruebas
actuadas solo acrediten parcialmente el monto y características de lo sustraído o defraudado. No es
correcto señalar que si no se demuestra todo lo que se dice robado, no existe prueba del hecho delictivo;
la coherencia del discurso justificativo y el ámbito de la prueba, hacen deleznable este criterio asumido
sorprendentemente por la Sala Superior. En conclusión, se inobservó el alcance del citado artículo 201,
apartado 1), del Código Procesal Penal. (Casación N .° 646-2015-Huaura, del 15-06-2017, f. j. 8. Pri­
mera Sala Penal Transitoria. Texto completo: <bit.ly/2SMMdMF>).
§ 855. Se puede acreditar la preexistencia de los bienes sustraídos mediante prueba personal
(declaraciones del imputado, de testigos o de la agraviada) y no documental (boleta, factura, etc.).
Q uinto. Que en cuanto al agravio expresado por los recurrentes, respecto a la no acreditación de la
preexistencia de los bienes sustraídos por medio documental, ha de tenerse en cuenta el criterio esta­
blecido por el Tribunal Constitucional, en la sentencia recaída en el Expediente N .° 0198-2005-HC/

n o m o s & th e s is
427 SECCIÓN II: LA PRUEBA Art. 20!-Á
T C [§ 856], del 18 de febrero de 2005, donde expresó que: “Respecto al alegato del recurrente de que
no se habría demostrado la preexistencia del bien materia del delito, este Colegiado considera que aun
cuando el derecho a la prueba constituye un elemento del debido proceso, y la presunción de inocencia
obliga al órgano jurisdiccional a una actividad probatoria suficiente que desvirtúe el estado de inocencia
del que goza el imputado; en nuestro ordenamiento la prueba se rige por el sistema de valoración razo­
nable y proporcional -sana crítica-. En virtud de ello, el juzgador dispone de un sistema de evaluación
de los medios probatorios, sin que estos tengan asignado un valor predeterminado”; de modo que, aun
cuando no exista boleta, factura y/o comprobante de pago que corrobore la cuantía del mismo, es válido
el juicio que tiene por acreditada la preexistencia del bien sustraído, que se asiente en prueba personal,
de tal forma de que en el presente caso cumplen dicha finalidad probatoria la declaración testimonial
del menor de edad SVLV, quien ha aceptado haber robado el celular a la agraviada; las declaraciones de
la agraviada, quien en todo momento, a nivel policial y judicial, ha señalado haber sido objeto del robo
de su celular, la declaración de la testigo EKIF, quien señaló haber observado cómo le arrebataban el
celular a la agraviada, así como el acta de registro personal efectuada al menor LV en el que se consigna
que se le encontró en su poder el celular de la agraviada. (R. N. N .° 114-2014-Loreto, de 22-09-2015,
£ j. 5. Sala Penal Transitoria. Texto completo: cbit.ly/2iKHGLW>).

JURISPRUDENCIA DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL

§ 856. Demostración de la preexistencia del bien materia del delito. 2. Respecto al alegato del
recurrente de que no se habría demostrado la preexistencia del bien materia del delito, este colegiado
considera que, aun cuando el derecho a la prueba constituye un elemento del debido proceso, y la
presunción de inocencia obliga al órgano jurisdiccional a una actividad probatoria suficiente que des­
virtúe el estado de inocencia del que goza todo imputado, en nuestro ordenamiento la prueba se rige
por el sistema de valoración razonable y proporcional (“Sana Crítica”). En virtud de ello, el juzgador
dispone de un sistema de evaluación de los medios probatorios sin que estos tengan asignado un valor
predeterminado (“Tarifa Legal”). En ese sentido, prima facie la valoración de las pruebas corresponde
únicamente a la justicia ordinaria, no siendo la justicia constitucional competente para determinar si
ha quedado demostrada la responsabilidad penal del imputado. (Exp. N .° 0198-2005-HC/TC [caso
James Louis King], del 18-02-2005 [Web: 10-11-2005 / EP, 27-11-2005], £ j. 2. Texto completo:
<bit.ly/2Gd80uK>).

Artículo 201 -A: Informes técnicos oficiales especializados de la Contraloría General de la


República

Los informes técnicos especializados elaborados fuera del proceso penal por la Contraloría General de
la República en el cumplimiento de sus funciones tienen la calidad de pericia institucional extraprocesal
cuando hayan servido de mérito para formular denuncia penal en el caso establecido por el literal b) del
inciso 2 del artículo 326 del presente Código o cuando habiendo sido elaborados en forma simultánea con
la investigación preparatoria sean ofrecidos como elemento probatorio e incorporados debidamente al
proceso para su contradicción.
La respectiva sustentación y el correspondiente examen o interrogatorio se efectúa con los servidores
que designe la entidad estatal autora del informe técnico.
Cualquier aclaración de los informes de control que se requiera para el cumplimiento de los fines del
proceso deberá ser solicitada al respectivo ente emisor.
El juez desarrolla la actividad y valoración probatoria de conformidad con el inciso 2 del artículo 155 y
el inciso 1 del artículo 158 del presente Código.(1)

NOTA DE ACTUALIZACIÓN
(1) Artículo incorporado por el artículo único de la Ley N.° 30214 (EP, 29-06-2014).

♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL


Art. 202 LIBRO SEGUNDO: LA ACTIVIDAD PROCESAL 428

TÍTULO III
LA BÚSQUEDA DE PRUEBAS Y RESTRICCIÓN DE DERECHOS

CAPÍTULO I
PRECEPTOS GENERALES

Artículo 202: Legalidad procesal

Cuando resulte indispensable restringir un derecho fundamental para lograr los fines de esclarecimien­
to del proceso, debe procederse conforme a lo dispuesto por la Ley y ejecutarse con las debidas garantías
para el afectado.(a) w (c) (d>

PROTOCOLOS, REGLAM ENTOS, LINEAMIENTOS, GUÍAS Y DIRECTIVAS


(a) Directiva para el desem peño funcional de los fiscales en aplicación de los artículos 205° al 210o del Código Procesal
Penal (aprobado por la Resolución N.° 029-2005-M P-FN de 06-01 -2005). Véase el texto com pleto en: <bit.ly/2FRxyN4>.
(b) Protocolos de actuación conjunta referidos a las medidas limitativas de derechos com o el de allanamiento, intervención
de las com unicaciones telefónicas, impedimento de salida y levantamiento del secreto bancario, reserva tributaria y
bursátil (aprobado por las Resolución Adm inistrativa N.° 387-2014-CE-PJ de 19-11 -2014). Véase el texto completo en:
<bit.ly/2UplsCJ>.
(c) Reglamento de la cadena de custodia de elementos materiales, evidencias y adm inistración de bienes incautados
(aprobado por la Resolución N.° 729-2006-M P-FN de 15-06-2006). Véase el texto com pleto en: <bit.ly/2FIR5ho>.
(d) Directiva N.° 003-2007-M P-FN : "Disposiciones que regulan las solicitudes de levantamiento del secreto bancario, reser­
va tributario y reserva bursátil que form ulen los señores fiscales a la Fiscalía de la Nación" (aprobado por la Resolución
N.° 234-2007-M P-FN de 19-02-2007).. Véase el texto com pleto en: <bit.ly/2JWBHDd>.

SENTENCIA PLENARIA DE LA CORTE SUPREMA


§ 857. Reglas vinculantes para la correcta aplicación de la prueba de ADN en los delitos sexua­
les. Es fundamental para este objetivo que se mantenga la cadena de custodia. Véase la jurispru­
dencia del artículo 157° del Nuevo Código Procesal Penal [§ 619]. (Sentencia Plenaria Casatoria N .°
2-2018/CIJ-433, del 18-12-2018, que estableció como doctrina legal los fundamentos señalados en
dicha sentencia y los lincamientos jurídicos precisados en el £ j. 4 6 .1 Pleno Jurisdiccional Casatorio de
las Salas Penales Permanente, Transitoria y Especial [EP, 20-12-2018, Jurisprudencia, Año XXVII, N .°
1098, p. 8199]. Texto completo: <bit.ly/2UUdq5T>).

REMISIÓN
§ 858. Sobre la aplicación de esta regla a la prueba de dosaje etílico. Véase la jurisprudencia del
artículo 21 I o del Nuevo Código Procesal Penal [§ 877 ss.].

Artículo 203: Presupuestos

1. Las medidas que disponga la autoridad, en los supuestos indicados en el artículo anterior, deben
realizarse con arreglo al principio de proporcionalidad y en la medida que existan suficientes elementos de
convicción. La resolución que dicte el Ju e z de la Investigación Preparatoria debe ser motivada, al igual que
el requerimiento del Ministerio Público.
2. Los requerimientos del Ministerio Público serán motivados y debidamente sustentados. El Juez de
la Investigación Preliminar, salvo norma específica, decidirá inmediatamente, sin trámite alguno. Si no
existiere riesgo fundado de pérdida de finalidad de la medida, el Juez de la Investigación Preliminar deberá
correr traslado previamente a los sujetos procesales y, en especial, al afectado. Asimismo, para resolver,

n o m o s & thesis
429 SECCION II: LA PRUEBA kit 2 0 3
podrá disponer mediante resolución inimpugnable la realización de una audiencia con intervención del
Ministerio Público y de los demás sujetos procesales, que se realizará con los asistentes.
3. Cuando la Policía o el Ministerio Público, siempre que no se requiera previamente resolución judi­
cial, ante supuestos de urgencia o peligro por la demora y con estrictos fines de averiguación, restringa
derechos fundamentales de las personas, corresponde al Fiscal solicitar inmediatamente la confirmación
judicial. El Juez de la Investigación Preparatoria, sin trámite alguno, decidirá en el mismo día o a más
tardar al día siguiente confirmando o desaprobando la medida ejecutada por la Policía o la Fiscalía, salvo
que considere indispensable el previo traslado a los sujetos procesales o, en su caso, la realización de
una audiencia con intervención del Fiscal y del afectado. La resolución que ordena el previo traslado o la
audiencia no es impugnable.
4. Respecto de la realización de la audiencia, rige en lo pertinente el artículo 8. (a)(b)(c){d)(e)

PROTOCOLOS, REGLAMENTOS, LINEAMIENTOS, GUÍAS Y DIRECTIVAS


(a) Directiva para el desempeño funcional de los fiscales en aplicación de los artículos 205° al 210° del Código Procesal
Penal (aprobado por la Resolución N.° 029-2005-MP-FN de 06-01 -2005). Véase el texto com pleto en: <bit.ly/2FRxyN4>.
(b) Protocolo de actuación interinstitucional para la aplicación del registro y recepción (aprobado por el Decreto Supremo
N.° 010-2018-JUS [ER 25-08-2018]). Véase el texto completo en: <bit.ly/2ltrhJM>.
(c) Protocolos de actuación conjunta referidos a las medidas limitativas de derechos com o el de allanamiento, intervención
de las com unicaciones telefónicas, impedimento de salida y levantamiento del secreto bancario, reserva tributaria y
bursátil (aprobado por las Resolución Administrativa N.° 387-2014-CE-PJ de 19-11 -2014). Véase el texto completo en:
<bit.ly/2UplsCJ>.
(d) Reglamento de la cadena de custodia de elementos materiales, evidencias y administración de bienes incautados
(aprobado por la Resolución N.° 729-2006-MP-FN de 15-06-2006). Véase el texto com pleto en: <bit.ly/2FIR5ho>.
(e) Directiva N.° 003-2007-M P-FN: "Disposiciones que regulan las solicitudes de levantamiento del secreto bancario, reser­
va tributario y reserva bursátil que formulen los señores fiscales a la Fiscalía de la Nación" (aprobado por la Resolución
N.° 234-2007-M P-FN de 19-02-2007). Véase el texto completo en: <bit.ly/2JWBHDd>.

ACUERDO PLENARIO DE LA CORTE SUPREMA


§ 859. Regla general para que la autoridad judicial dicte la incautación. 12. La intervención
judicial es imprescindible. Salvo el supuesto c) del parágrafo anteriór, que requiere resolución judicial
previa -el Juez tiene aquí la primera palabra-, la regla es que ejecutada la medida por la Policía motu
proprio o por decisión de la Fiscalía, el Juez de la Investigación Preparatoria debe dictar una resolución,
que puede ser confirmatoria de la decisión instada por el Fiscal o desaprobatoria de la incautación
policial-fiscal. La regla general en la materia es que la decisión judicial se dicta sin trámite alguno -el
mismo día o a más tardar al día siguiente-, salvo norma específica al respecto (artículos 203° y 254°. 1
NCPP). En los dos supuestos de incautación, instrumental y cautelar, no se exige la celebración de una
audiencia; sólo el previo traslado a las partes o sujetos procesales, en especial al afectado, si no existiere
riesgo fundado de pérdida de finalidad de la medida -si el conocimiento de la posible incautación podría
determinar la desaparición u ocultamiento del bien o cosa delictiva-. Pero, por otro lado, es posible
que el Juez, discrecionalmente, decida la realización de una audiencia. Disponer el traslado o realizar la
audiencia es una decisión previa inimpugnable, opción que, en caso de revisión de la decisión final, no
puede ser censurada por el Tribunal Superior, a menos que ponga en serio riesgo la finalidad procesal
de la incautación o no persiga utilidad procesal alguna. (Acuerdo Plenario N .° 5-2010/CJ-l 16, del 16­
11-2010, f. j. 12 [ff. jj. 6 al 15, considerados vinculantes]. VI Pleno Jurisdiccional de las Salas Penales
Permanente y Transitorias [EP, 30-12-2010]. Texto completo: <bit.ly/lIZPK4N>).

SENTENCIA PLENAR1A DE LA CORTE SUPREMA


§ 860. Reglas vinculantes para la correcta aplicación de la prueba de ADN en los delitos sexua­
les. Es fundamental para este objetivo que se mantenga la cadena de custodia. Véase la jurispru­
dencia del artículo 157° del Nuevo Código Procesal Penal [§ 619]. (Sentencia Plenaria Casatoria N .°
2-2018/CIJ-433, del 18-12-2018, que estableció como doctrina legal los fundamentos señalados en

♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL


Art. 204 LIBRO SEGUNDO: LA ACTIVIDAD PROCESAL 430

dicha sentencia y los lincamientos jurídicos precisados en el £ j. 4 6 .1 Pleno Jurisdiccional Casatorio de


las Salas Penales Permanente, Transitoria y Especial [EP, 20-12-2018, Jurisprudencia, Año XXVII, N .°
1098, p. 8199]. Texto completo: <bit.ly/2UUdq5T>).

JURISPRUDENCIA DE LA CORTE SUPREMA


§ 861. Los límites a toda medida limitativa de derechos. Allanamiento. 2.4. [...] Vale decir que el
mandato judicial de limitación de derechos exige circunstancias materiales que no se limitan a la veri­
ficación del principio de proporcionalidad, o por lo menos así no lo regula la norma procesal. Veamos,
el legislador, recién en el 2004, ha señalado como límite a la autoridad jurisdiccional para autorizar el
ingreso a un domicilio determinadas circunstancias que se desprenden de la interpretación sistemática
del artículo doscientos catorce apartado uno y doscientos tres del Nuevo Código Procesal Penal, estos
son: generales a toda medida limitativa: a) deben realizarse con arreglo al principio de proporcionalidad
y en la medida que existan suficientes elementos de convicción, específicos del allanamiento: b) que
existan motivos razonables para considerar que se oculta el imputado o alguna persona evadida, o que se
encuentran bienes delictivos o cosas relevantes para la investigación [...] siempre que sea previsible que
le será negado el ingreso en acto de función. A éstas podríamos agregar a tener en cuenta en el juicio de
proporcionalidad entre la acción policial a ejecutarse (o ejecutada): c) la gravedad de la infracción f) el
grado de injerencia en el derecho fundamental que se requiere y g) la fuerza probatorio de los elementos
que pudieren ser obtenidos tras la intromisión en el derecho fundamental. Todas estas circunstancias
materiales deben de encontrarse presentes para que el Juez dicte la autorización correspondiente. [...]
(Recurso de Apelación N .° 05-2014-’T \ de 17-06-2014, £ j. 2.4. Sala Penal Permanente. Texto com­
pleto: <bit.ly/2coaAj4>).

JURISPRUDENCIA DE LAS CORTES SUPERIORES


§ 862. Para la realización del registro personal -y del registro vehicular- por la policía, fuera de
los supuestos de flagrancia o de peligro inminente de su perpetración, debe necesariamente contar
con la autorización o la orden del fiscal en forma previa a la ejecución de dicha medida restrictiva
de derechos. Tráfico ilícito de drogas. Véase la jurisprudencia del artículo 210° del Nuevo Código Pro­
cesal Penal [§ 874]. (Expediente N .° 1193-2014-42, del 28-11-2017, ff. jj. 15 y 16. Tercera Sala Penal
Superior. Corte Superior de Justicia de La Libertad. Texto completo:<bit.ly/2UQkRaf>).

Artículo 204: Impugnación

1. Contra el auto dictado por el Jue z de la Investigación Preparatoria en los supuestos previstos en el
artículo anterior, el Fiscal o el afectado pueden interponer recurso de apelación, dentro del tercer día de
ejecutada la medida. La Sala Penal Superior absolverá el grado, previa audiencia, con intervención de los
sujetos procesales legitimados.
2. El afectado también puede solicitar el reexamen de la medida ante el Ju e z de la Investigación Pre­
paratoria si nuevas circunstancias establecen la necesidad de un cambio de la misma. El Juez, discrecio­
nalmente, decidirá si la decisión la adopta previo traslado a los demás sujetos procesales o mediante una
audiencia que señalará al efecto. Contra el auto que resuelve la solicitud de reexamen procede recurso de
apelación, según el trámite previsto en el numeral anterior.
3. Contra los autos expedidos por la Sala Penal Superior dictados en primera instancia sólo procede
recurso de reposición.

no m o s & th e s is
431 SECCION!!: LA PRUEBA Art. 205
CAPÍTULO II
EL CONTROL DE IDENTIDAD Y LA VIDEOVIGILANCIA <’><2>

SUBCAPÍTULO I
EL CONTROL DE IDENTIDAD POLICIAL
NOTA DE ACTUALIZACIÓN
(1) De conformidad con el artículo único de la Ley N.° 28366 (EP; 26-10-2004), se suspendió hasta el 1 de enero de 2005, la
" entrada en vigencia de los artículos 205-210.
(2) "De conformidad con el artículo único de la Ley N.° 28460 (EP, 11-01-2005), se m odificó el inciso 4 de la primera dispo­
sición complementaria y final del presente Código, eliminándose toda referencia a la vigencia de los artículos 205-210, y
precisándose que "el día 1 de febrero de 2006 entrarán en vigencia en todo el país los artículos 468-471, y el Libro Sétimo
'La Cooperación Judicial Internacional1y las disposiciones modificatorias contenidas en este Código".

Artículo 205: Control de identidad policial

1. La Policía, en el marco de sus funciones, sin necesidad de orden del Fiscal o de! Juez, podrá requerir
la identificación de cualquier persona y realizar las comprobaciones pertinentes en Sa vía pública o en el
lugar donde se hubiere hecho el requerimiento, cuando considere que resulta necesario para prevenir un
delito u obtener información útil para la averiguación de un hecho punible. El intervenido tiene derecho a
exigir al Policía le proporcione su identidad y la dependencia a la que está asignado.
2. La identificación se realizará en el lugar en que la persona se encontrare, por medio del corres­
pondiente documento de identidad. Se deberá proporcionar al intervenido las facilidades necesarias para
encontrarlo y exhibirlo. Si en ese acto se constata que su documentación está en orden, se le devolverá el
documento y autorizará su alejamiento del lugar.
3. Si existiere fundado motivo que el intervenido pueda estar vinculado a la comisión de un hecho
delictuoso, la Policía podrá registrarle sus vestimentas; equipaje o vehículo. De esta diligencia específica,
en caso resulte positiva, se levantará un acta, indicándose lo encontrado, dando cuenta inmediatamente
al Ministerio Público.
4. En caso no sea posible la exhibición del documento de identidad, según la gravedad del hecho in­
vestigado o del ámbito de la operación policial practicada, se conducirá al intervenido a la Dependencia
Policial más cercana para exclusivos fines de identificación. Se podrá tomar las huellas digitales del inter­
venido y constatar si registra alguna requisitoria. Este procedimiento, contado desde el momento de la in­
tervención policial, no puede exceder de cuatro horas, luego de las cuales se le permitirá retirarse. En estos
casos, el intervenido no podrá ser ingresado a celdas o calabozos ni mantenido en contacto con personas
detenidas, y tendrá derecho a comunicarse con un familiar o con la persona que indique. La Policía deberá
llevar, para estos casos, un Libro-Registro en el que se harán constar las diligencias de identificación rea­
lizadas en las personas, así como los motivos y duración de las mismas.
5. Siempre que sea necesario para las finalidades del juicio o para las finalidades del servicio de iden­
tificación, se pueden tomar fotografías del imputado, sin perjuicio de sus huellas digitales, incluso contra
su voluntad -en cuyo caso se requiere la expresa orden del Ministerio Público-, y efectuar en él mediciones
y medidas semejantes. De este hecho se levantará un acta.(a) (b) (c)

PROTOCOLOS, REGLAMENTOS, LINEAMIENTOS, GUÍAS Y DIRECTIVAS


(a) Protocolo de actuación insterinstitucional específico de control de identidad (aprobado por el Decreto Supremo N.° 010-
2018-JUS [EP, 25-08-2018]). Véase el texto com pleto en: <bit.ly/2VPgGfb>.
(b) Directiva para el desempeño funcional de los fiscales en aplicación de los artículos 205° al 210° del Código Procesal
Penal (aprobado por la Resolución N.° 029-2005-M P-FN de 06-01 -2005). Véase el texto completo en: <bit.ly/2FRxyN4>.
(c) Directiva N.° 011-2008-CE-PJ: "Procedimientos para el traslado de personas requisitoriadas por orden judicial"
(aprobado por la Resolución Administrativa N.° 202-2008-CE-PJ de 16-07-2008). Véase el texto completo en:
<bit.ly/2UaGzJL>.

♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL


Art. 206 LIBRO SEGUNDO: LA ACTIVIDAD PROCESAL 432

PRECEDENTE VINCULANTE DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL

§ 863. Reglas vinculantes para la tutela del derecho a ser puesto a disposición judicial dentro
del plazo estrictamente necesario o dentro del plazo máximo de la detención. Véase la jurispruden­
cia del artículo 259° del Nuevo Código Procesal Penal [§ 970]. (Exp. N .° 06423-2007-PHC/TC [caso
A lí Guillermo RuizDianderas], del 27-12-2009 [Web: 08-01-2010], £ j. 12, que constituye precedente
vinculante. Texto completo: <bit.ly/2twh60e>). ,

JURISPRUDENCIA DE LA CORTE SUPREMA

§ 864. El control de identidad debe efectuarse en el lugar donde la persona se encuentre y no irre­
gularmente en la comisaría. Robo agravado. Tercero. Bajo esta óptica, y revisadas las carpetas y registros
que hacen el expediente se corrobora de manera palmaria, que en el desarrollo de la etapa preliminar se
inobservó el procedimiento regular con arreglo al artículo 205° del Código Procesal Penal, teniendo pre­
sente, entre otros, que para efectos de identificación cuando se considere que resulte necesario para prevenir
un delito u obtener información útil para la averiguación de un hecho punible debe previamente hacerse el
requerimiento y las comprobaciones pertinentes en el lugar donde se encuentra la persona intervenida; y el
procedimiento no puede exceder de cuatro horas desde el momento de la intervención policial; tratándose
de una pesquisa como se procedió en autos conforme a las actas de registros personales, el artículo 210°.4 del
Código Procesal Penal, establece que el registro se efectúa indicándole el derecho que le asiste al intervenido
de contar con una persona de su confianza, siempre que esta se pueda ubicar rápidamente y sea mayor de
edad, levantándose un acta firmada por los concurrentes, sin embargo el caso de autos, todos estos derechos
expresamente establecidos en las normas procesales, han sido obviados [dado que los efectivos policiales
intervinieron y directamente condujeron a los intervenidos, imputados por el delito de robo agravado, en
el vehículo policial a la comisaría para su identificación, sin darles oportunidad de ejercitar sus derechos].
Efectivamente, no puede otorgársele eficacia probatoria a dichas instrumentales estando a las irregularidades
presentadas que contravienen los derechos de los imputados establecidos en los artículos 71°, 205° y 210°
el Código Adjetivo Penal. [...] Sexto. Finalmente, la doctrina procesal mayoritaria, en relación a la identidad
policial, subraya que: “se realizará en el lugar en que la persona se encontrare, por medio del correspondiente
documento de identidad, se deberá proporcionar al intervenido las facilidades necesarias para encontrarlo y
exhibirlo, a su vez el intervenido tiene derecho a exigir al policía le proporcione su identidad y la dependen­
cia a la que está asignado; y sí en este caso se constata que su documentación está en orden, se le devolverá
el documento y autorizará su alejamiento del lugar. Si existe fundado motivo que el intervenido pueda
estar vinculado a la comisión de un hecho delictuoso, la Policía podrá registrarle su vestimenta, equipaje o
vehículo, de esta diligencia específica se levanta un acta, indicándose lo encontrado, dando cuenta inmedia­
tamente al Ministerio Público”. (Casación N .° 321-2011-Amazonas, del 28-05-2013, f f jj. 3 y 6. Sala Penal
Permanente. Texto completo: <bit.ly/2ZzDkuG>).

JURISPRUDENCIA D EL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL

§ 865. Definición de requisitoria. Véase la jurisprudencia del artículo 261° del Nuevo Código
Procesal Penal [§ 1004] . (Exp. N .° 5060-2009-PHD/TC [caso ElmerJesús Gurreonero Telio], del 06-07­
2011 [Web: 15-07-2011 / EP, 14-09-2011], f. j. 4. Texto completo: <bit.ly/2pxGw9D>).
§ 866. Derecho a ser puesto en un plazo de 24 horas a disposición de un Juez. Véase la jurispru­
dencia del artículo 259° del Nuevo Código Procesal Penal [§ 976]. (Exp. N .° 06423-2007-PHC/TC
[caso Alt Guillermo Ruiz Dianderas], del 27-12-2009 [Web: 08-01-2010], f f jj. 4-6. Texto completo:
<bit.ly/2twh60e>).

Artículo 206: Controles policiales públicos en delitos graves

1. Para el descubrimiento y ubicación de los partícipes en un delito causante de grave alarma social
y para la incautación de instrumentos, efectos o pruebas del mismo, la Policía -dando cuenta al Minis-

n o m o s & th e sis
433 SECCIÓN II: LA PRUEBA Art. 207
terio Público- podrá establecer controles en las vías, lugares o establecimientos públicos, en la medida
indispensable a estos fines, al objeto de proceder a la identificación de las personas que transiten o se
encuentren en ellos, al registro de los vehículos y al control superficial de los efectos personales, con el fin
de comprobar que no se porten sustancias o instrumentos prohibidos o peligrosos.
2. La Policía abrirá un Libro-Registro de Controles Policiales Públicos. El resultado de las diligencias,
con las actas correspondientes, se pondrá de inmediato en conocimiento del Ministerio Público.(a)(b)

PROTOCOLOS, REGLAMENTOS, LINEAMIENTOS, GUÍAS Y DIRECTIVAS


(a) Protocolo de actuación insterinstitucional específico de control de Identidad (aprobado por el Decreto Supremo N.° 010-
2018-JUS [ER 25-08-2018]). Véase el texto com pleto en: <bit.ly/2VPgGfb>.
(b) Directiva para el desempeño funcional de los fiscales en aplicación de los artículos 205° al 210° del Código Procesal
Penal (aprobado por la Resolución N.° 029-2005-MP-FN de 06-01 -2005). Véase el texto completo en: <bit.ly/2FRxyN4>.

SUBCAPÍTULO II
LA VIDEOVIGILANCIA

Artículo 207: Presupuestos y ejecución v ■■

1. En las investigaciones por delitos violentos, graves o contra organizaciones delictivas, el Fiscal, por
propia iniciativa o a pedido de la Policía, y sin conocimiento del afectado, puede ordenar
a) Realizar tomas fotográficas y registro de imágenes; y,
b) Utilizar otros medios técnicos especiales determinados con finalidades de observación o para la
investigación del lugar de residencia del investigado.
Estos medios técnicos de investigación se dispondrán cuando resulten indispensables para cumplir
los fines de esclarecimiento o cuando la investigación resultare menos provechosa o se vería seriamente
dificultada por otros medios.
2. Estas medidas podrán dirigirse contra otras personas si, en el supuesto del literal a) del numeral an­
terior, la averiguación de las circunstancias del hecho investigado se vieran, de otra forma, esencialmente
dificultadas o, de no hacerlo, resultaren relevantemente menos provechosas. En el supuesto del literal b)
del numeral anterior, se podrá dirigir contra otras personas cuando, en base a determinados hechos, se
debe considerar que están en conexión con el investigado o cuando resulte indispensable para cumplir la
finalidad de la investigación, sin cuya realización se podría frustrar dicha diligencia o su esclarecimiento
pueda verse esencialmente agravado.
3. Se requerirá autorización judicial cuando estos medios técnicos de investigación se realicen en el
interior de inmuebles o lugares cerrados.
4. Las medidas previstas en el presente artículo también se pueden llevar a cabo si, por la naturaleza y
ámbito de la investigación, se ven irremediablemente afectadas terceras personas.
5. Para su utilización como prueba en el juicio, rige el procedimiento de control previsto para la inter­
vención de com unicaciones.(a)(b)

PROTOCOLOS, REGLAMENTOS, LINEAMIENTOS, GUÍAS Y DIRECTIVAS


(a) Protocolo de actuación insterinstitucional específico de control de identidad (aprobado por el Decreto Supremo N.° 010-
2018-JUS [ER 25-08-2018]). Véase el texto com pleto en: <bit.ly/2VPgGfb>.
(b) Directiva para el desempeño funcional de los fiscales en aplicación de los artículos 205° al 210o del Código Procesal
Penal (aprobado por la Resolución N.° 029-2005-M P-FN de 06-01 -2005). Véase el texto completo en: <bit.ly/2FRxyN4>.

♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL


Art 208 LIBRO SEGUNDO: LA ACTIVIDAD PROCESAL 434

CAPÍTULO III
LAS PESQUISAS

Artículo 208: Motivos y objeto de la inspección

1. La Policía, por s í -dando cuenta al Fiscal - o por orden de aquél, podrá inspeccionar o disponer
pesquisas en lugares abiertos, cosas o personas, cuando existan motivos plausibles para considerar que
se encontrarán rastros del delito, o considere que en determinado lugar se oculta el imputado o alguna
persona prófuga, procede a realizar una inspección.
2. La pesquisa tiene por objeto comprobar el estado de las personas, lugares, cosas, los rastros y otros
efectos materiales que hubiere, de utilidad para la investigación. De su realización se levantará un acta
que describirá lo acontecido y, cuando fuere posible, se recogerá o conservarán los elementos materiales
útiles.
3. Si el hecho no dejó rastros o efectos materiales o si estos han desaparecido o han sido alterados, se
describirá el estado actual, procurando consignar el anterior, el modo, tiempo y causa de su desaparición
y alteración, y los medios de convicción de los cuales se obtuvo ese conocimiento. Análogamente se pro­
cederá cuando la persona buscada no se halla en el lugar.
4. De ser posible se levantarán planos de señales, descriptivos y fotográficos y toda otra operación
técnica, adecuada y necesaria al efecto.(a) (b) (c)

PROTOCOLOS, REGLAMENTOS, LINEAM IENTOS, GUÍAS Y DIRECTIVAS


(a) Protocolo de actuación ¡nsterinstitucional específico de control de identidad (aprobado por el Decreto Supremo N.° 010-
2018-JUS [EP, 25-08-2018]). Véase el texto completo en: <bit.ly/2VPgGfb>.
(b) Directiva para el desempeño funcional de los fiscales en aplicación de los artículos 205° al 210o del Código Procesal
Penal (aprobado por la Resolución N.° 029-2005-M P-FN de 06-01 -2005). Véase el texto com pleto en: <bit.ly/2FRxyN4>.
(c) Protocolo de actuación interinstitucional para la aplicación del registro y recepción (aprobado por el Decreto Supremo
N.° 010-2018-JUS [ER 25-08-2018]). Véase el texto com pleto en: <bit.ly/2ltrhJM>.

Artículo 209: Retenciones

1. La Policía, por sí -dando cuenta al Fiscal- o por orden de aquél, cuando resulte necesario que se
practique una pesquisa, podrá disponer que durante la diligencia no se ausenten las personas halladas en
el lugar o que comparezca cualquier otra.
2. La retención sólo podrá durar cuatro horas, luego de lo cual se debe recabar, inmediatamente, orden
judicial para extender en el tiempo la presencia de los intervenidos.(a)(b)(c)

PROTOCOLOS, REGLAMENTOS, LINEAM IENTOS, GUÍAS Y DIRECTIVAS


(a) Protocolo de actuación ¡nsterinstitucional específico de control de identidad (aprobado por el Decreto Supremo N.° 010-
2018-JUS [EP, 25-08-2018]). Véase el texto completo en: <bit.ly/2VPgGfb>.
(b) Directiva para el desempeño funcional de los fiscales en aplicación de los artículos 205° al 210o del Código Procesal
Penal (aprobado por la Resolución N.° 029-2005-MP-FN de 06-01 -2005). Véase el texto completo en: <bit.ly/2FRxyN4>.
(c) Protocolo de actuación interinstitucional para la aplicación del registro y recepción (aprobado por el Decreto Supremo
N.° 010-2018-JUS [ER 25-08-2018]). Véase el texto com pleto en: <bit.ly/2ltrhJM>.

JURISPRUDENCIA DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL

§ 867. Intervenidos por la Policía no pueden ser retenidos por más de 4 horas. 8. [S]i el re­
currente no fue detenido, como afirma el demandado, no se advierte razón alguna que justifique su
permanencia en la comisaría por más de 7 horas; y, en la eventualidad de que hubiere tenido la cali-

n o m o s & th e s is
435 SECCIÓN II: LA PRUEBA Alt 210
dad de intervenido, las actuaciones efectuadas por ese motivo, como el levantamiento de las actas de
intervención y de registro personal, y la realización del examen médico legal y del dosaje etílico, no
justificarían el tiempo que habría permanecido privado de su libertad; tanto más si se tiene en cuenta
que el artículo 209°, inciso 1), del Código Procesal Penal establece un plazo máximo de 4 horas para
la retención de las personas en el lugar de la intervención; lo que lleva a este Tribunal a considerar que
los emplazados habrían actuado arbitrariamente. Sin embargo, como quiera que no es del caso analizar
en este proceso la posibilidad de imponer sanción alguna al respecto, pues, como ya se dijo, el acto
lesivo al derecho a la libertad del actor cesó al haber sido puesto en libertad antes de la interposición de
la demanda, deviniendo esta en improcedente, resulta pertinente poner tales hechos en conocimiento
de la autoridad competente, a fin de que se investigue y establezca las responsabilidades del caso por la
conducta asumida por cada uno de los demandados respecto de los hechos que sustentan la demanda.
Por ello, el Tribunal estima pertinente oficiar a la Inspectoría General de la Policía Nacional del Perú
para que proceda conforme a sus atribuciones. (Exp. N .° 04514-2013-PHC/TC [caso Pió Barrientos
Borda.1, de 13-08-2014 [Web: 07-11-2014 / 22-01-2015], £ j. 8. Texto completo: <bit.ly/2TVZgRq>).

A rtículo 2 1 0 : Registro de personas

1. La Policía, por s í -dando cuenta al Fiscal- o por orden de aquél, cuando existan fundadas razones
para considerar que una persona oculta en su cuerpo o ámbito personal bienes relacionados con el delito,
procederá a registrarla. Antes de su realización se invitará a la persona a que exhiba y entregue el bien
buscado. Si el bien se presenta no se procederá al registro, salvo que se considere útil proceder a fin de
completar las investigaciones.
2. El registro se efectuará respetando la dignidad y, dentro de los límites posibles, el pudor de la perso­
na. Corresponderá realizarlo a una persona del mismo sexo del intervenido, salvo que ello importe demora
en perjuicio de la investigación.
3. El registro puede comprender no sólo las vestimentas que llevare el intervenido, sino también el
equipaje o bultos que portare y el vehículo utilizado.
4. Antes de iniciar el registro se expresará al intervenido las razones de su ejecución, y se le indicará
del derecho que tiene de hacerse asistir en ese acto por una persona de su confianza, siempre que ésta se
pueda ubicar rápidamente y sea mayor de edad.(1)
5. De todo lo acontecido se levantará un acta, que será firmada por todos los concurrentes. Si alguien
no lo hiciera, se expondrá la razón.(a)(b)(c)

NOTA DE ACTUALIZACIÓN
(1) De conformidad con la primera disposición final de la Ley N.° 29439 (E R 19-11 -2009), el numeral 4 entró en vigencia a
nivel nacional a partir del día siguiente de la publicación de la citada norma.

PROTOCOLOS, REGLAMENTOS, LINEAMIENTOS, GUÍAS Y DIRECTIVAS


(a) Protocolo de actuación insterinstitucional específico de control de identidad (aprobado por el Decreto Supremo N.° 010-
2018-JUS [ER 25-08-2018]). Véase el texto completo en: <bÍt.ly/2VPgGfb>.
(b) Directiva para el desempeño funcional de los fiscales en aplicación de los artículos 205° al 210o del Código Procesal
Penal (aprobado por la Resolución N.° 029-2005-MP-FN de 06-01 -2005). Véase el texto completo en: <bit.ly/2FRxyN4>.
(c) Protocolo de actuación interinstitucional para la aplicación del registro y recepción (aprobado por el Decreto Supremo
N.° 010-2018-JUS [ER 25-08-2018]). Véase el texto completo en: <bit.ly/2ltrhJM>.

DOCTRINA JURISPRUDENCIAL VINCULANTE DE LA CORTE SUPREMA

§ 868. La sola inobservancia de una norma procesal no implica necesariamente la exclusión


de los elementos de prueba derivados de la obtención de una prueba irregular. Diferencias con la
prueba ilícita. Registro de personas. Tenencia ilegal de armas. Véase la jurisprudencia del artículo
159° del Nuevo Código Procesal Penal [§ 689]. (Casación N .° 591-2015-Huánuco, de 17-05-2017,
♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL
A lt 210 LIBRO SEGUNDO: LA ACTIVIDAD PROCESAL 436

que estableció como doctrina jurisprudencial vinculante los ff jj. 16 al 22. Sala Penal Permanente [EP,
13-05-2018, Jurisprudencia, Año XXVII, N .° 1076, p. 8031]. Texto completo: <bit.ly/2TlPyq8>).
§ 869. Prolongación del registro personal en las actuaciones procesales. 2.2. Respecto a l registro
de personas. 2.2.1. El registro de personas está regulado en el artículo 210 del Código Procesal Penal,
normatividad que presenta los supuestos requeridos para su procedencia; así, el inciso 1 del referido
artículo precisa: “La Policía, por sí -dando cuenta al Fiscal- o por orden de aquél, cuando existan fun­
dadas razones para considerar que una persona oculta en su cuerpo o ámbito personal bienes relacio­
nados con el delito, procederá a registrarla. Antes de su realización e invitará a la persona a que exhiba
y entregue el bien buscado. Si el bien se presenta no se procederá al registro, salvo que se considere útil
proceder a fin de completar las investigaciones” . En esa línea, siempre que se dé cuenta al representante
del Ministerio Público, no podrá posponerse o dilatarse el registro personal cuando haya razón fundada
para considerar que el intervenido oculta en su cuerpo o ámbito personal bienes relacionados al delito.
2.2.2. La referida restricción encuentra sustento, en primer lugar, en que la prolongación del registro
puede contribuir a la desvinculación del citado bien de parte del intervenido, ya sea por destrucción,
ocultamiento o alejamiento, mermando con ello la actividad previa a dicho registro y el registro mismo.
En segundo lugar en que la prolongación del registro personal puede traer a colación argumentos refe­
rentes a que pudo ser un tercero quien puso el bien registrado al intervenido, en lenguaje sub estándar:
“siembra”, mermando la fuerza probatoria del registro. 2.2.3. La prolongación del citado registro puede
ser viable solo si se omite dar cuenta al representante del Ministerio Público -a excepción de los casos
de flagrancia-. No obstante, puede ocurrir que aun cuando se dé cuenta al representante del Ministerio
Público, no concurran garantías necesarias para practicar el registro, pues éste debe ser realizado en un
contexto de respeto a la dignidad y pudor de la persona, ello en concordancia con el numeral 2 del
artículo 210 del Código Procesal Penal, el cual precisa “El registro se efectuará respetando la dignidad y,
dentro de los límites posibles, el pudor de la persona. Corresponderá realizarlo a una persona del mismo
sexo del intervenido, salvo que ello importe demora en perjuicio de la investigación” . 2.2.4. Además,
existen situaciones, no previstas por la norma, pero que de manera razonada posibilitan la prolongación
del registro personal: a. Cuando n existan garantías para la integridad del representante del Ministerio
Publico y de los efectivos policiales que participan en el registro, b. Cuando exista exacerbación de
parte de un grupo de personas que presencia e impide el registro, poniendo en riesgo la finalidad del
mismo, c. Cuando existan otras razones suficientes que se sustenten en mantener y conseguir el objetivo
del registro. 2.2.5. Ahora bien, cuando concurra alguno de los supuestos referidos en el considerando
precedente y se efectivice la prolongación del registro personal, el representante del Ministerio Público
garantizará la cadena de custodia hasta el momento en que sea posible la realización del registro, siendo
de aplicación extensiva lo previsto en el artículo 240 del Código Procesal Penal. Además, el mismo no
podrá prolongarse en demasía, sino que el tiempo debe ser razonado y, tener como fin encontrar el
lugar con las garantías necesarias para su realización. (Casación N .° 253-2013-Puno, de 20-11-2014,
estableció como doctrina jurisprudencial el fundamento jurídico 2.2. Sala Penal Permanente. Texto
completo: <bit.ly/2FIFXmP>).

JURISPRUDENCIA DE LA CORTE SUPREMA

§ 870. No es requisito constitutivo de validez que el acta de registro personal e incautación se


levante en el lugar de los hechos. Al procesado se le encontró el celular robado. Q uinto. [La] confe­
sión policial del imputado es compatible con lo declarado por el agraviado y lo que acotaron los policías
y el sereno. Además, a él se le encontró el celular. Se cuestiona el hecho del lugar del levantamiento del
acta de registro e incautación, no de la propia diligencia. No es un requisito constitutivo de validez que
el acta se levante en el lugar de los hechos -diversas circunstancias pueden determinar que no pueda ha­
cerse en in situ-. Lo esencial es que refleje objetivamente una realidad: la tenencia de un bien delictivo,
que es lo que fluye de lo que el imputado inicialmente admitió y de lo declarado por el agraviado, los
policías y el sereno. El celular estaba en posesión del agraviado. Este dato es cardinal para la determi-

n o m o s & th e sis
437 SECCIÓN II: LA PRUEBA Art.210
nación del hecho acusado y juzgado -en bienes muebles la posesión acredita la preexistencia del celular
sustraído. De otro lado, no existe dato cierto que refleje que el celular no tenía chip -y, por ende, que
no podía ser cierto que se observen fotos en su pantalla o que se haga una llamada al mismo-. En suma
los cuestionamientos formales a la prueba preconstituida carecen de mérito. El delito está probado, así
como la culpabilidad del encausado: existe prueba fiable, suficiente y corroborada. Cabe insistir que las
declaraciones preliminares con fiscal pueden ser valoradas en la sentencia [...]. (R. N. N .° 896-2016-
Lima, del 11-07-2017, f. j. 5. Primera Sala Penal Transitoria. Texto completo: <bit.ly/2HdHm56>).
§ 871. No se invalida las actas de intervención e incautación policial que no fueron firmas por
los intervenidos. Cuarto, Entre los intervenidos se encontraban los recurrentes JC H C y FIFC. Al
primero de ellos se le halló en el cinto una pistola [...] abastecida con trece municiones; mientras que
al segundo, una pistola [...] abastecida con nueve municiones [...]. Aunque los encausados se negaron
a firmar las respectivas actas de intervención, el contenido de estas fue ratificado por los efectivos poli­
ciales intervinientes [...]. Quinto. El hecho de que los procesados se hubieran negado a firmar las actas
de intervención es una práctica habitual en este tipo de delitos, y la mera alegación de los recurrentes
es insuficiente para concluir que los efectivos policiales sembraron de manera arbitraria los respectivos
objetos peligrosos [...]. Octavo. En suma, se concluye que la intervención policial fue acorde a ley. El
hecho de que los intervenidos se negaran a firmar las actas de hallazgo e incautación de armas de fuego
no las invalida, como lo indicó esta Corte Suprema en la Casación N .° 574-2015/San Martín [§ 872]:
Es evidente que no hace falta la presencia del fiscal para la elaboración y validez de un acta de incau­
tación tras una pesquisa, así como tampoco su validez formal se compromete porque el intervenido se
niegue a firmarla. Tampoco se requiere como presupuesto de eficacia jurídica, que se levante el acta en
el lugar de la intervención -muchas razones de urgencia y por las variables características o modalidades
de actuación policial y del lugar de injerencia pueden explicarla-. El análisis forense o pericial determinó
la autenticidad del objeto del delito y, con ello, su potencialidad peligrosa de necesaria concurrencia
en el delito de tenencia ilegal de armas, que exige una conducta que conlleve un peligro abstracto, esto
es, la posibilidad de que el sujeto haga uso de un elemento o cosa que tiene idoneidad para lesionar
bienes jurídicos de relevancia social. La prueba documental, pericial y testimonial es suficiente para
adquirir certeza sobre la realidad del evento delictivo y desestimar el recurso defensivo [...]. (R. N.
N .° 872-2018-Lima Sur, del 24-10-2018, ff. jj. 4, 5 y 8. Sala Penal Permanente. Texto completo:
<bit.ly/2FgxCUP>).

§ 872. No hace falta la presencia del Fiscal para la elaboración y validez de un acta de incauta­
ción tras una pesquisa. Tercero. [El] encausado [...] en su recurso de casación [...] plantea como tema
general de una jurisprudencia si el acta de incautación no confeccionada in situ, sin firma del imputado
y sin firma del Fiscal -a pesar de haberse consignado su intervención- tiene valor probatorio. Empero,
el problema que plantea no merece una respuesta excepcional y de carácter general por su trascendencia
jurídica. Es evidente que no hace falta la presencia del Fiscal para la elaboración y validez de un acta de
incautación tras una pesquisa, así como tampoco su validez formal se compromete porque el interve­
nido se niegue a firmarla. Tampoco se requiere, como presupuesto de eficacia jurídica, que se levante
el acta en el lugar de la intervención -muchas razones, de urgencia y por las variables características o
modalidades de la actuación policial y del lugar de injerencia, pueden explicarla (artículo 210° nume­
rales 1 y 5 del Nuevo Código Procesal Penal: pesquisas policiales)-. Además, en materia de prueba los
criterios de habilidad, congruencia y suficiencia son necesarios y, con ellos, el elemento central es el de
corroboración. [...] (Casación N .° 574-2015-San Martín, del 19-01-2016, f. j. 3. Sala Penal Transitoria.
Texto completo: <bit.ly/2c9TYfr>).

§ 873. El control de identidad debe efectuarse en el lugar donde la persona se encuentre y no


irregularmente en la comisaria. Robo agravado. Véase la jurisprudencia del artículo 205° del Nuevo
Código Procesal Penal [§ 864]. (Casación N .° 321-2011-Amazonas, del 28-05-2013, ff. jj. 4-6. Sala
Penal Permanente. Texto completo: <bit.ly/2ZzDkuG>).

♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL


AH. 210 LIBRO SEGUNDO: LA ACTIVIDAD PROCESAL 438

JURISPRUDENCIA DE LAS CORTES SUPERIORES

§ 874. Para la realización del registro personal -y del registro vehicular- por la policía, fuera de
los supuestos de flagrancia o de peligro inminente de su perpetración, debe necesariamente contar
con la autorización o la orden del fiscal en forma previa a la ejecución de dicha medida restrictiva
de derechos. Tráfico ilícito de drogas. 15. La Policía, por si -dando cuenta al Fiscal- o por orden de
aquél, cuando existan fundadas razones para considerar que una persona oculta en su cuerpo o ámbito
personal bienes relacionados con el delito, procederá a registrarla. Las garantías mínimas que debe
cumplir la policía antes de efectuar el registro son: a) invitar a la persona a que exhiba y entregue el bien
buscado. Si el bien se presenta no se procederá al registro, salvo que se considere útil proceder a fin de
completar las investigaciones (artículo 210.1° del Código Procesal Penal); y, b) expresar al intervenido
las razones de su ejecución, y se le indicará del derecho que tiene de hacerse asistir en ese acto por una
persona de su confianza, siempre que ésta se pueda ubicar rápidamente y sea mayor de edad (artículo
210.4° del Código Procesal Penal). En este sentido, la Casación N .° 321-2011-Amazonas [§ 864] de fe­
cha 28 de mayo del 2013, ha considerado que en el registro personal, la policía debe indicarle el derecho
que le asiste al intervenido de contar con una persona de su confianza, siempre que esta se pueda ubicar
rápidamente y sea mayor de edad, levantándose un acta firmada por los concurrentes, no puede otor­
gársele eficacia probatoria al registro personal si las actas instrumentales contravienen los derechos de
los imputados establecidos en el artículo 210.4° del Código Procesal Penal [...]. 16. El articulo 210.1°
del Código Procesal Penal al prescribir que “la Policía, por sí -dando cuenta al Fiscal- o por orden de
aquél”, procederá al registro de personas que oculten en su cuerpo o ámbito personal bienes relaciona­
dos con el delito, debe interpretarse sistemáticamente con el artículo 218.2° del Código Procesal Penal,
al precisar que “la Policía no necesitará autorización del Fiscal ni orden judicial cuando se trata de una
intervención en flagrante delito o peligro inminente de su perpetración, de cuya ejecución dará cuenta
inmediata al Fiscal. Cuando existe peligro por la demora, la exhibición o la incautación debe disponerla
el Fiscal”. En este sentido, el Acuerdo Plenario N .° 5-2010-CJ/l 16 [§ 968] de fecha 16 de noviembre
del 2010, ha considerado que fuera de los supuestos de flagrancia o de peligro inminente de su perpe­
tración, la incautación en el curso de la investigación preparatoria -en especial durante las denomina­
das “primeras diligencias” requiere de una decisión del fiscal. La autoridad policial, por consiguiente,
necesita de una expresa autorización el fiscal [...]. En suma, para la realización del registro personal -y
del registro vehicular- por la policía, fuera de los supuestos de flagrancia o de peligro inminente de su
perpetración, debe necesariamente contar con la autorización o la orden del fiscal en forma previa a la
ejecución de dicha medida restrictiva de derechos, siempre que exista indicios de criminalidad mínimos
y peligro por la demora. (Expediente N .° 1193-2014-42, del 28-11-2017, ff. jj. 15 y 16. Tercera Sala
Penal Superior. Corte Superior de Justicia de La Libertad. Texto completo:<bit.ly/2UQkRaf>).
§ 875. Para la realización del registro personal en el curso de la investigación preparatoria,
fuero de los casos de flagrancia o de peligro inminente de su perpetración, necesariamente se
deberá contar con la autorización o la orden del fiscal. Décim o Cuarto. Sobre la incautación, el
Acuerdo Plenario N .° 5-2010-CJ/l 16 [§ 968] de fecha 16 de noviembre del 2010, ha considerado
que fuera de los casos de flagrancia previstos por el artículo 259° NCPP - o de peligro inminente de su
perpetración, la incautación en el curso de la investigación preparatoria -en especial durante las denomi­
nadas “primeras diligencias” requiere de una decisión del fiscal. La autoridad policial, por consiguiente,
necesita de una expresa autorización el fiscal [...]. Esto quiere decir, que para la realización del registro
personal - por la policía, fuera de los supuestos de flagrancia o de peligro inminente de su perpetración,
debe necesariamente contar con la autorización o la orden del fiscal en forma previa a la ejecución de
dicha medida restrictiva de derechos, siempre que exista indicios de criminalidad mínimos y peligro
por la demora. D écim o Q uinto. De la revisión del acta policial de registro personal denominada “acta
de registro personal, incautación de arma de fuego y comiso de droga , firmada únicamente por el
policía FSC en el que se consigna que el imputado se negó a firmar, de fecha 24 de noviembre del año
2015 a las 23 horas, tiene la siguiente que se trata de un formato donde se precisa “(...) que conforme
lo dispone el artículo 210° del Nuevo Código Procesal Penal, se le invito a que exhiba y entregue los

nom os & th e sls


439 SECCION II: LA PRUEBA Art.211
bienes que llevaba con consigo, explicándole las razones de su intervención. Asimismo se continuó con
la diligencia con el siguiente resultado: Como se advierte, el acta simplemente consigna una cita
legal descontextualizada, pues no se ha expresado en el acta ninguna información sobre cuáles fueron las
fundadas razones para la ejecución de la medida restrictiva de derechos de registro personal practicado
al imputado, para considerar que ocultaba en su cuerpo o ámbito personal bienes relacionados con el
delito; asimismo no se consigna que se facilitó al intervenido la posibilidad de ser asistido en ese acto
por una persona de confianza, a efectos de que presencie la diligencia de cara a dotarle de objetividad,
así tampoco se ha consignado si la policía contaba con la autorización o la orden del fiscal para realizar
el registro, al no mediar una situación de flagrancia delictiva al momento de la intervención policial de
fecha 24 de noviembre del año 2015. Del mismo modo, se advierte que dicho registro personal se ha
practicado en lugar distinto a la intervención (instalaciones de base “Orion”), si bien se consigna en el
acta por medidas de seguridad, se trata se trata de un formato con frase genérica de simple formalidad
debido a que no se precisa cuales fueron esas razones de seguridad que motivaron que el registro no se
ejecute inmediatamente en el lugar de la intervención. (Exp. N .° 00137-2016-9-260l-JR-PE-01, del
05-01-2018, ff. jj. 14 y 15. Primer Juzgado de Investigación Preparatoria. Distrito Judicial de Tumbes.
Texto completo: <bit.ly/2HSKfs9>).

CAPÍTULO IV
LA INTERVENCIÓN CORPORAL

A rtículo 2 1 1 : Exam en corporal del imputado

1 ■ El Juez de la Investigación Preparatoria, a solicitud del Ministerio Público, puede ordenar un examen
corporal del imputado para establecer hechos significativos de la investigación, siempre que el delito esté
sancionado con pena privativa de libertad mayor de cuatro años. Con esta finalidad, aún sin el consenti­
miento del imputado, pueden realizarse pruebas de análisis sanguíneos, pruebas genético-moleculares u
otras intervenciones corporales, a sí como exploraciones radiológicas, siempre efectuadas por un médico
u otro profesional especializado. La diligencia está condicionada a que no se tema fundadamente un daño
grave para la salud del imputado, para lo cual si resulta necesario se contará con un previo dictamen
pericial.
2. Si el examen corporal de una mujer puede ofender el pudor, sin perjuicio que el examen lo realice un
médico u otro profesional especializado, a petición suya debe ser admitida otra mujer o un familiar.
3. El Fiscal podrá ordenar la realización de ese examen si el mismo debe realizarse con urgencia o hay
peligro por la demora, y no puede esperar la orden judicial. En ese caso, el Fiscal instará inmediatamente
la confirmación judicial.
4. La diligencia se asentará en acta. En esta diligencia estará presente el Abogado Defensor del im­
putado, salvo que no concurra pese a la citación correspondiente o que exista fundado peligro de que la
prueba se perjudique si no se realiza inmediatamente, en cuyo caso podrá estar presente una persona de la
confianza del intervenido siempre que pueda ser ubicada en ese acto. En el acta se dejará constancia de la
causal invocada para prescindir de la intervención del Abogado Defensor y de la intervención de la persona
de confianza del intervenido.
5. El Ministerio Público, o la Policía Nacional con conocimiento del Fiscal, sin orden judicial, podrán
disponer mínimas intervenciones para observación, como pequeñas extracciones de sangre, piel o cabello
que no provoquen ningún perjuicio para su salud, siempre que el experto que lleve a cabo la intervención
no la considere riesgosa. En caso contrario, se pedirá la orden judicial, para lo cual se contará con un previo
dictamen pericial que establezca la ausencia de peligro de realizarse la intervención. ®

PROTOCOLOS, REGLAMENTOS, LINEAMIENTOS, GUÍAS Y DIRECTIVAS


(a) Protocolo de actuación interinstitucional para la aplicación del registro y recepción (aprobado por el Decreto Supremo
N.° 010-2018-JUS [EP, 25-08-2018]). Véase el texto completo en: <bit.ly/2ltrhJM>.

♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL


Art.211 LIBRO SEGUNDO: LA ACTIVIDAD PROCESAL 440

SENTENCIA PLENARIA DE LA CORTE SUPREMA

§ 876. Reglas vinculantes para la correcta aplicación de la prueba de ADN en los delitos sexua­
les. Es fundamental para este objetivo que se mantenga la cadena de custodia. Vease la jurispru­
dencia del artículo 157° del Nuevo Código Procesal Penal [§ 619]. (Sentencia Plenaria Casatoria N .°
2-2018/CIJ-433, del 18-12-2018, que estableció como doctrina legal los fundamentos señalados en
dicha sentencia y los lincamientos jurídicos precisados en el £ j. 4 6 .1 Pleno Jurisdiccional Casatorio de
las Salas Penales Permanente, Transitoria y Especial [EP, 20-12-2018, Jurisprudencia, Año XXVII, N .°
1098, p. 8199]. Texto completo: <bit.ly/2UUdq5T>).

JURISPRUDENCIA DE LA CORTE SUPREMA

§ 877. Dosaje etílico. Quinto. [...] [Para] efectos de la imposición de la pena, no puede dejarse de
tener en cuenta de manera adicional que el encausado [...] al momento de los hechos se encontraba
en estado de ebriedad, situación que se deduce fácilmente cuando todos los protagonistas aceptaron
haberse encontrado celebrando el “año nuevo ocasión” que por regla de la experiencia es propicia para el
consumo de alcohol. Sobre este mismo particular es del caso anotar que si bien en el certificado de dosa­
je etílico, [...] concluye que el procesado a la hora en que se tomó la muestra presentaba cero punto tres
gramos de alcohol por litro de sangre; sin embargo debe tenerse en cuenta que esta prueba fue tomada a
las 20:45 minutos del día 1 de enero de 2009, mientras que los hechos ocurrieron aproximadamente a
las nueve horas del mismo día, por lo que estos resultados deben ser tomados con reserva y no descarta
que al momento del incidente el encausado hubiese estado bajo la influencia del alcohol. [...] (R. N. N .°
1784-2010-Lima, del 19-05-2010, f. j. 5. Sala Penal Permanente. Texto completo: <bit.ly/2crnOaP>).

§ 878. El dosaje etílico (prueba pericial) no puede ser descartado con el solo recurso a la in­
formación de carácter testifical. Al proceder de forma contraria, se incurre en un supuesto de mo­
tivación ilógica, pues la inferencia probatoria vulnera los conocimientos científicos. Homicidio
culposo. Segundo. [...] La prueba testifical, en los supuestos de intoxicación alcohólica, es, siempre,
un complemento indiciarlo de la prueba pericial o, en todo caso, un sucedáneo de ella ante la falta de
prueba pericial [...]. Tercero. [...] Los dosajes etílicos, antes citados, concluyeron que el imputado no
se encontraba bajo el influjo de alcohol en sangre. El primero [...] esta referido a una muestra tomada
a las seis horas con cuarenta minutos del día 16 de julio de 2010 -el mismo día de los hechos-; y, el se­
gundo [...] está referido a una muestra tomada a las diecinueve horas con quince minutos de ese mismo
día (resultado: 0.00 gramos). Siendo así, el resultado que arroja una prueba técnica, de cuya ejecución
no existe cuestionamiento alguno -ni irregularidades en la toma de muestras o en la conducta de los
peritos-, en tanto determina la realidad de un suceso, establece inconcusamente que el encausado B
no estaba embriagado cuando conducía el vehículo que se volcó y ocasiono la muerte de su pasajera,
la agraviada O. El Tribunal Superior omitió pronunciarse sobre los dos dosajes etílicos y solo se baso
en prueba testimonial para afirmar que el imputado estaba embriagado al momento del accidente de
tránsito. Pero la existencia de esas pericias es innegable; y, además, los conocimientos científicos con­
solidados en la materia apuntan a determinar que si el examen de intoxicación en sangre es negativo,
entonces, tal resultado no puede ser descartado con el solo recurso a la información de carácter testifical.
Al procederse de forma contraria, el Tribunal Superior incurrió en un supuesto de motivación ilógica.
La inferencia probatoria vulneró los conocimientos científicos, lo que hace arbitraria en este punto la
sentencia de vista impugnada. [...] Cuarto. Que la prueba pericial actuada, entonces, acredita que el
imputado B no estaba embriagado cuando se produjo el accidente de tránsito que ocasionó el falleci­
miento de la agraviada O. [...]. (Casación N .° 1331-2017-Cusco, del 18-07-2018, ff. jj. 2 al 4. Sala
Penal Permanente. Texto completo: <bit.ly/2Xmi2Q5>).
§ 879. Para recurrir vía tutela de derechos, se debe tener la condición de imputado. La tutela
de derechos está destinada a la protección, resguardo y consiguiente efectividad de los derechos
de imputado, durante las diligencias preliminares y la investigación preparatoria. No procede esta
tutela tratándose de un procedimiento administrativo de dosaje etílico. 2.1. Mediante escrito [...],

n o m o s & th e sis
441 SECCIÓN II: LA PRUEBA Alt. 211
el investigado [...] dedujo tutela de derechos, con los siguientes fundamentos: 2.1.1. El 23 de noviem­
bre de 2015 tuvo un accidente de tránsito, por lo fue trasladado al hospital del MINSA y le llamó la
atención la efectividad de los policías y del representante del Ministerio Público (ya que es la primera
vez que llegan el mismo día del accidente), quienes acudieron al hospital para realizar la comprobación
de tasas de alcoholemia en aire aspirado, en todo momento colaboró y cuyo resultado salió negativo.
2.1.2. El fiscal le manifestó que era necesario sacarle muestra de sangre, al referir que habían personas
que comían plátano para adulterar la prueba, conducta totalmente ajena con lo indicado por nuestro
ordenamiento legal, específicamente en los incisos 1 y 2, del artículo 213, del Código Procesal Penal.
Como se ha señalado solo si la comprobación de tasas de alcoholemia en aire aspirado da positivo, o si
se presentan signos evidentes de estar bajo la influencia de bebidas alcohólicas u otro tipo de sustancia
prohibida, se procederá a realizar la prueba de intoxicación en sangre o en otros fluidos según la pres­
cripción del facultativo. Considerando que en el presente caso la prueba de apreciación etílica dio nega­
tivo y tampoco se encontró al encausado con aliento alcohólico. 2.1.3. En mérito a lo expuesto, resultó
necesaria la corrección de la conducta del representante del Ministerio Público, ya que le realizó un
requerimiento ilegal, por lo que solicitó se declare fundada la solicitud de tutela de derechos. [...] 7.2.
[La] tutela de derechos es una institución procesal destinada a la protección, resguardo y consiguiente
efectividad de los derechos de imputado, durante las diligencias preliminares y la investigación prepa­
ratoria, donde el juez de investigación se erige como un juez de garantías, que interviene para proteger
los derechos del imputado; ello se tiene que dar en el marco de una investigación penal; no obstante,
en el caso de autos nos encontramos ante un procedimiento administrativo [de dosaje etílico efectuado
por la Policía Nacional del Perú ante la ocurrencia de un accidente de tránsito, a fin de descartar la exis­
tencia de infracciones al Reglamento Nacional de Tránsito]; por ende los presentes hechos no pueden
ser controlados por el juzgado de investigación preparatoria. [...] 7.11. Por último, se debe considerar,
que el actuar de los efectivos policiales, al realizarle el examen de dosaje etílico al [investigado recurren­
te], quien se encontraba involucrado en un accidente de tránsito, y éste se realizó de conformidad con
el reglamento y directiva antes citadas, en la cual se establece la realización de la prueba cualitativa y
cuantitativa en forma conjunta. Asimismo, no obra por parte de las autoridades el uso de actos de coac­
ción, intimidatorios o contrarios a la dignidad del casacionista, mucho menos que se le haya alterado
o inducido a someterse a la prueba de dosaje etílico, por cuanto el citado recurrente ha manifestado en
la audiencia de tutela de derechos que de manera voluntaria se sometió a dicho examen. (Casación N .°
168-2016-Huancavelica, del 15-06-2018, ff. jj. 2.1, 7.2 y 7.11. Primera Sala Penal Transitoria. Texto
completo: <bit.ly/2FX3qjm>).

JURISPRUDENCIA D E LA SALA PENAL NACIONAL

§ 880. Es inviable la obtención de muestra de voz de testigo para la pericia fonética sin su con­
sentimiento. 2.3.2. El artículo 157 - inciso 1 del Código Adjetivo en mención señala que “Los hechos
objeto deprueba pueden ser acreditadospor cualquier medio deprueba permitido por la ley. Excepcionalmen­
tepueden utilizarse otros distintos siempre que no vulneren los derechosy garantías de la persona, así como las
facultades de los sujetosprocesales reconocidospor la ley ( ..) ” -A l interpretar ideológicamente el enunciado
normativo argüido, nos permite señalar que el medio de prueba no sólo constituye un asunto procesal,
sino también deviene en una oportunidad de tutelar los derechos individuales constitucionalmente
garantizados a las personas, frente al peligro de sus posibles violaciones; es así como el mismo dispositi­
vo en su inciso tercero, imperativamente prohíbe utilizarse, “(...) aun con el consentimiento del interesado,
métodos o técnicas idóneos para influir sobre su libertad de autodeterminación (...)”; que conlleva a colegir
el devenir en inconcebible que un Juez autorice directa o indirectamente el recaudo de material acredi­
tativo corporal de personas que se han negado a brindarlo voluntariamente lo cual comporte establecer
que por el mandato judicial sólo utilizando la fuerza física o psicológica podría obtenerse el fin preten­
dido por el Ministerio Público, o en su defecto quede siempre a la voluntad del sujeto. [...] 2.3.4. A
razón de lo expuesto incumbe concluir este extremo de análisis en que la obtención de muestras de voz
p ara pericia de homologación (pericia fonética), resulta legítima por el principio de libertad de
medio de prueba, siempre y cuando se realice previo consentimiento de la persona a practicársele,

♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL


Art.211 LIBRO SEGUNDO: LA ACTIVIDAD PROCESAL 442

ya que al ser voluntario y espontáneo, no se concibe medie uso de coacción o fuerza alguna contra la
persona. 2.4. D e los alcances jurídicos de la intervención corporal» 2.4.1. Trasunta en indispensable
acotar que la medida restrictiva indicada en la sumilla - intervención corporal-; constituye un acto de
investigación que tiene como objeto de análisis el cuerpo de la persona humana, a fin de adquirir con­
vicción sobre un hecho controvertido necesario para la solución del caso, con pleno respeto al principio
de proporcionalidad; siendo menester considerar que el hecho de mostrarse útil, determina que la in­
tervención en el derecho a la intimidad, a la cual comporta, obedezca a un fin constitucionalmente le­
gítimo y no sobrevenga en arbitrario o desproporcionado. 2.4.2. Entre los distintos examenes corpora­
les amerita destacar tres modalidades que comparten algunas características pero sugieren distintos
niveles de invasión: el registro, la inspección y la extracción de muestras; consistiendo lo ultimo en la
captura o remoción de segmentos corporales. [...] 2.4.4. Es de considerar que si la intervención corpo­
ral llega a concretarse menoscabando la dignidad de la persona; devendría en carente de legitimidad, no
superable, ni bajo la excusa de atender necesidades probatorias de la investigación, pues la proscripción
de dichos tratos por el derecho internacional de los Derechos Humanos impone a la actividad del Esta­
do como barrera infranqueable, proteger la dignidad humana. 2.4.5. El manejo de los elementos mate­
riales probatorios, es principio y fundamento para el éxito de la investigación; ante lo cual debe realizar­
se en forma metódica, técnica, científica, ordenada y coordinada, a partir del reconocimiento por el
investigador de la existencia de “capacidad demostrativa” del elemento, de tal forma que se logre obte­
ner conocimiento que lleve a la certeza de los hechos; encontrándose entre ellos, el procedimiento de
toma de muestras de voz; consistente en la grabación efectuada a las personas, las cuales tienen como
patrón de referencia emisiones lingüísticas contenidas en otra grabación, a cuyo mérito pretende acce­
der la Fiscalía en cuanto a los ciudadanos E. y C.; quienes no lo han consentido. [...] 2.5.1. [...] [Es]
pertinente recurrir al Test de proporcionalidad [...]. 2.5.2. Así pues en cuanto al Examen de Idoneidad;
está orientado a que la medida restrictiva sea adecuada a. la realización del fin propuesto; en este caso el
otorgamiento de muestras de voz en aras de poder realizar pericia de homologación, Al respecto es de
tener presente la tajante negativa de los testigos cuyas muestras se requiere por el persecutor penal con
el objeto de confirmar la identidad de los interlocutores participantes en las conversaciones grabadas en
la Memoria K. [...], entre quienes fueran reconocidos los ciudadanos C. y V. por el investigado L. 2.5.3.
[...] [El] pedido de autorización judicial para la medida solicitada, carece de aptitud; pues asi se recu­
rriese a invocar el éxito del proceso y por ende garantizar el interés público en la investigación del delito,
en el supuesto de ser aceptada por el ente judicial e incluso así fuere conminatoria, siempre pendería de
la voluntad de los testigos aludidos, al no concebir este tribunal la utilización de la fuerza fisica o psico­
lógica contra éstos orientado al fin perseguido; en ese sentido la medida instada no resulta idónea, mas
aún si lo requerido por el Ministerio Público no supone por sus características una intervención corpo­
ral propiamente dicha ya que para practicarla no es necesario realizar una invasión de la intimidad o
integridad [...]. 2.5.4. En cuando al Examen de Necesidad comprende que para ser constitucional debe
converger como absolutamente indispensable para forjar el fin legítimo [...] Asi pues como incluso
fuere por el Fiscal a cargo de la investigación en su recurso impugnatorio -aunque erradamente enfoca­
do -, el legislador ha previsto la posibilidad de acudir al reconocimiento de voz de conformidad con el
artículo 186 - inciso 1 del Código Procesal Penal, para cuyo acto pueden ser llamados a reconocer
personas distintas, esto es ajenos a los presuntos interlocutores en calidad de testigos si se encuentran en
condiciones de hacerlo, para lo cual debe procederse según el artículo ciento noventa concordante con
el artículo 189 - en lo aplicable - del mismo cuerpo normativo; es así como incluso la doctrina mencio­
na la posibilidad del reconocimiento por testigos a través de una “rueda de voces”. El mecanismo pro­
cesal alternativo que provee la norma, interpretándolo sistemáticamente con el artículo 212 del Código
adjetivo, permite concretar no poder exigirse coactivamente se facilite una muestra de voz; razón por la
cual obra establecido vías alternas que puedan coadyuvar a que el titular de la investigación logre el fin
perseguido. 2.5.5. Destaca asimismo efectuar el Examen de Proporcionalidad en sentido estricto.- So­
bre este aspecto el Tribunal Constitucional estimó que en los actos de investigación corporal, el grado
de realización del fin de relevancia constitucional (interés público en la investigación del delito) debe ser
equivalente al grado de afectación del derecho a la intimidad; sin embargo en el caso de Autos para la

n o m o s & th e sls
443 SECCIÓN II: LA PRUEBA Art.211
obtención de la muestra en comento, indubitablemente exigiría la imposición de fuerza que doblegue
la resistencia de los ciudadanos C. y V para su ejecución, lo cual trasunta en insostenible ser estimado;
de lo contrario podría incurrirse en “trato degradante”. 2.5.6. Estando al razonamiento efectuado, en
definitiva, no convergen las condiciones previstas constitucional y legalmente como para autorizar lo
requerido por el Titular de la acción penal, que conlleva a su inviabilidad sin perjuicio de resaltar que
“ (...) la investigación y la lucha contra la criminalidad deben ser conducidas (...), con observación de
reglas preestablecidas. (...) El método a través del cual se indaga debe constituir, por si sólo un valor,
(...)”. (Exp. N .° 00160-2014-246-5001-JR-PE-01 [Caso César Álvarez], del 03-03-2017, ff. jj. 2.3.2,
2.3.4, 2.4, 2.4.1, 2.4.2, 2.4.4, 2.4.5, 2.5.1, 2.5.2, 2.5.3, 2.5.4, 2.5.5 y 2.5.6. Primera Sala Penal de
Apelaciones Nacional. Texto completo: <bit.ly/2TR0FbN>).

JURISPRUDENCIA DE LAS CORTES SUPERIORES

§ 881. La obtención de muestra sanguínea para acreditar o descartar el estado de ebriedad


de quien conduce un vehículo es una necesidad urgente que puede realizarse antes de una orden
judicial. Tercero, El artículo 202° del Código Procesal Penal prescribe que “...Cuando resulte indis­
pensable restringir un derecho fundamental para lograr los fines de esclarecimiento del proceso, debe
procederse conforme a lo dispuesto por la Ley y ejecutarse con las debidas garantías para el afectado...”;
dispositivo legal que debe analizarse teniendo en cuenta el artículo 211°, (sobre examen corporal al
imputado, aún sin el consentimiento de éste, como pruebas de análisis sanguíneos y otros, los que
deben practicarse por un médico o un profesional especializado; y, más específicamente el inciso 3)
del citado artículo, en cuanto prescribe que “...El Fiscal podrá ordenar la realización de ese examen si
hay urgencia o peligro en la demora, y, no puede esperar la orden judicial. En ese caso, el fiscal instará
inmediatamente la confirmación judicial...”. Cuarto, [...] [Se] advierte, que en este caso concreto las ac­
tuaciones tanto de la Policía así como del Ministerio Público estuvieron orientadas a obtener elementos
de prueba respecto a la comisión de un delito, como es el de conducir vehículo en estado de ebriedad;
por lo que, dadas las especiales circunstancias del caso concreto, como es el hecho que el transcurso del
tiempo hace que se borren las evidencias, como es el contenido de alcohol en la sangre del intervenido,
hicieron urgente e impostergable la intervención policial y la obtención de la muestra sanguínea con tal
finalidad, actuación que se funda, además, en la actitud renuente del investigado a realizarse de modo
voluntario la prueba respectiva. (Exp. N .° 2010-201-01-JIPZ-CSJT/PJ, del 16-06-2010, f. j. 4. Juzga­
do de Investigación Preparatoria de Zarumilla. Corte Superior de Justicia de Tumbes. Texto completo:
<bit.ly/2TZ1BJ 6>).

JURISPRUDENCIA DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL

§ 882. Las intervenciones corporales. Test de proporcionalidad. 9. Tal como se advierte, el nuevo
Código Procesal Penal establece nuevos mecanismos procesales acordes con la realidad social existente,
y que tienen como único fin la dilucidación de los hechos que son materia del proceso penal. En este
sentido, las intervenciones corporales, como parte de esta gama de instrumentos innovadores diseñados
por el legislador penal, constituyen actos de investigación que toman como objeto de análisis el cuerpo de
la persona humana, a fin de adquirir convicción sobre un hecho controvertido necesario para la solución
del caso. Asimismo, en la medida que dichos actos suponen la afectación de derechos fundamentales, es
necesario que sean autorizados por el órgano jurisdiccional y emitidos en estricto respeto del Principio de
Proporcionalidad. [...] 10. Del tenor de la demanda se desprende que uno de los extremos cuestionados
hace referencia a la falta de idoneidad de la medida de intervención corporal dictada contra el recurrente.
En ese sentido, este Tribunal considera que, en efecto, los actos de intervención corporal suponen una
restricción de los derechos fundamentales de los justiciables, siendo uno de ellos el derecho a la intimidad
personal (consagrado en el artículo 2, inciso 7, de la Norma Fundamental). El contenido esencial de dicho
derecho impide cualquier intrusión, así como toda invasión alteradora del derecho individual a la reserva,
la soledad o el aislamiento, para permitir el libre ejercicio de la personalidad moral que tiene el hombre, al
margen y antes de lo social [Cff. STC. Exp. N .° 6712-2005-HC/TC (§ 606), Caso Magaly Medina]. Los

♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL


Art.211 LIBRO SEGUNDO: LA ACTIVIDAD PROCESAL 444

actos de intervención corporal, de conformidad con la sentencia N .° 207/1996, expedida por el Tribunal
Constitucional Español, vulneran este derecho en [...] razón de su finalidad, es decir, por lo que a través de
ellas sepretenda averiguar, una intromisión añadida en el ámbito constitucionalmenteprotegido del derecho a la
intimidadpersonal. En otras palabras, existe la afectación del derecho a la intimidad personal en la medida
que las intervenciones corporales pretendan dilucidar hechos que pueden estar inmersos en la esfera jurídi­
ca íntima del justiciable. 11. En consecuencia, al existir una restricción sobre los derechos fundamentales
de los justiciables con la realización de los actos de intervención corporal, es necesario aplicar el test de
proporcionalidad para determinar si la misma resulta ilegítima o puede ser justificada en el marco de un
Estado de Derecho [Cfr. STC Exp. N .° 0045-2004-AI/TC, Exp. N .° 4677-2004-AA/TC, fundamento
26]. • Examen de idoneidad, implica que la medida restrictiva del derecho fundamental debe ser adecuada
para la realización del fin propuesto. En ese sentido, dado que los actos de investigación corporal buscan
determinar hechos que son indispensables para el éxito del proceso penal, su objetivo último lo constituye
el no dejar impute la comisión de un delito, y, en consecuencia garantizar el interés público en la investi­
gación del delito, bien jurídico que en definitiva merece atención por parte del Estado. Así, la medida de
intervención corporal, para el caso en concreto (examen de ADN), tiene por finalidad la averiguación de
la identidad del autor en un presunto delito de violación sexual, en el marco de la investigación N .° 216­
2006. En ese sentido, la medida cuestionada resulta idónea para la realización del fin constitucionalmente
protegido en el presente caso, es decir, el interés público en la investigación del delito. • Examen de nece­
sidad. supone que la medida adoptada por el legislador, para ser constitucional, deberá ser absolutamente
indispensable para la consecución del fin legítimo, pues de existir una medida alternativa que, siendo
igualmente idónea para conseguir el mencionado fin, influya con menor intensidad en el respectivo bien
constitucional, entonces, la medida legislativa cuestionada resultará inconstitucional. En ese sentido, no
cabe duda alguna que los actos de intervención corporal constituyen una intromisión grave en los derechos
fundamentales protegidos por nuestra Constitución. A tal efecto, este Colegiado advierte en el caso concre­
to que el recurrente viene siendo investigado por la presunta comisión del delito de violación sexual, por lo
que el órgano jurisdiccional mediante resolución N .° 2, de fecha 4 de octubre de 2006, autorizó que se rea­
lizara la diligencia de toma de muestra de ADN, toda vez que se pretende realizar una comparación entre
la misma y la muestra obtenida en el cuerpo de la agraviada, diligencia que arrojará resultados sumamente
relevantes, a fin de determinar si el demandante es responsable por los hechos materia de investigación. En
ese sentido, se observa que no existen otros mecanismos que puedan brindar los mismos resultados, sin
que presenten un mayor grado de afectación para los derechos fundamentales del recurrente, por lo que la
medida adoptada cumpliría con el requisito de necesidad exigido. • Examen de proporcionalidad en sentido
estricto', el Tribunal Constitucional estima que, en los actos de investigación corporal, el grado de realiza­
ción del fin de relevancia constitucional (que, como se mencionó anteriormente, lo constituye el interés
público en la investigación del delito) es, por lo menos, equivalente al grado de afectación del derecho a la
intimidad (que se realizaría en la medida que al tomarse dichos actos de investigación, se obtendrían datos
que forman parte de la esfera jurídica privada del demandante). En ese sentido, la medida cuestionada
aprobaría el examen de proporcionalidad en sentido estricto, resultando constitucional. 12. En suma, el
acto de intervención corporal de toma de muestra de ADN, dictado en el presente caso, resulta una medida
legítima, por lo que la pretensión del demandante debe ser desestimada. (Exp. N .° 00815-2007-PHC/
T C [caso Justo Flores Llerend\, del 07-12-2009 [Web: 04-01-2010 / EP, 29-01-2010], ff. jj. 9-12. Texto
completo: <bit.ly/2UT2scW>).

§ 883. El fiscal no está facultado para ordenar pruebas de ADN durante la investigación del
delito. Vulneración al derecho a la integridad física. 11. Una situación completamente distinta se
presenta con la orden de tomar muestras del A DN del recurrente, dictada mediante resolución N .°
[...]-Ampliación de investigación fiscal, de fecha 11 de noviembre de 2009 [...], la misma que ha sido
declarada en reserva mediante resolución N .° 184-2010, [...], hasta que no se resuelva este proceso de
amparo. Tomar una muestra del A D N del investigado sin su consentimiento constituye una interven­
ción sobre dos derechos fundamentales. Por un lado, sobre el derecho a la integridad personal y, por el
otro sobre el derecho a la intimidad. [...] 13. El derecho a la integridad personal protege la incolumidad

nomos &thesis
445 SECCIÓN II: LA PRUEBA Art.211
personal, es decir, la inviolabilidad de la persona humana, ya sea su faceta moral, psíquica o física.
Por lo que respecta a esta última faceta del derecho a la integridad [la integridad física], esta garantiza
la inviolabilidad de la persona contra toda clase de intervención en el cuerpo de un ser humano que
carezca del consentimiento de su titular. Se protege, así, el derecho a no sufrir lesión o menoscabo en
el cuerpo sin la aquiescencia de su titular. [...] 16. Por otro lado, del contenido protegido por el dere­
cho a la integridad física también se deriva una obligación de respetar, es decir, un deber jurídico que
tienen los sujetos pasivos [decididamente el Estado y los particulares], consistente en no menoscabar
la incolumidad del cuerpo. Se trata, pues, de una obligación de no hacer o de omitir cualquier acción
que se encuentre orientada a menoscabar el cuerpo del titular del derecho sin su consentimiento. En su
seno, esta faceta del derecho a la integridad física alberga posiciones iusfundamentales definitivas [v.gr.,
la prohibición de tortura] como prim a facie. 17. Posiciones de derecho fundamental de esta última
clase son consecuencia de que los derechos no son absolutos sino limitados. Se deben a la exigencia
de armonizar su ejercicio con otros derechos de la misma naturaleza o con otros bienes y principios
igualmente reconocidos o establecidos por la Ley Fundamental. Las inspecciones y registros corporales,
que se encuentran autorizados a realizar determinados funcionarios públicos, o las intervenciones cor­
porales, como las que pueden autorizarse en virtud de una ley para conminar a una persona a someterse
a ellas constituyen, pues, injerencias en el contenido protegido prim a facie del derecho a la integridad
personal. Y, al igual de lo que sucede con cualquier otra limitación del contenido de un derecho, no por
ello debe considerarse que esta sea en sí misma inconstitucional. Como en repetidas ocasiones hemos
advertido, una sanción de tal naturaleza solo puede ser consecuencia de que la limitación al derecho no
se encuentre justificada formal o materialmente [Cf. STC 003-2005-PI/TC (§ 146)]. Así las cosas, el
Tribunal hace notar que la orden fiscal de tomar una muestra de A D N constituye una injerencia en el
programa normativo del derecho a la integridad física. Participa de esta condición pues ella comporta
extraer del cuerpo, aun sin el consentimiento de su titular, un componente químico del núcleo celular,
denominado ácido desoxirribonucleico (ADN), a través del cual se obtiene determinada información
genética reveladora de la identidad de la persona a la que se practica tal procedimiento. Se trata de una
forma de intervención corporal puesto que su obtención presupone extraer del cuerpo un elemento
interno, sin contar con la autorización de su titular. Ello exige que en el escrutinio de constitucionalidad
de su práctica, el Tribunal observe si esta se encuentra autorizada por ley y, de estarlo, si satisface las car­
gas de argumentación que demanda el principio de proporcionalidad. [...] 20. Una autorización legal
en ese sentido no existe a favor del Ministerio Público. El argumento expresado por el procurador del
Ministerio Público, según el cual tal intervención puede practicarse en el marco general de la función
persecutoria del crimen que la Ley Fundamental ha atribuido al Ministerio Público, no es aceptable
desde el punto de vista del derecho a la integridad física. Una tarea semejante no puede realizarse de
manera disociada del respeto de los derechos fundamentales de quienes son investigados. La autonomía
e independencia del Ministerio Público, que su procurador ha invocado, no convierte a este órgano
constitucional en una isla en la que no existan derechos que respetar o en la que los que se respeten (y el
modo como se haga) queden a su discreción. [...] 22. La inexistencia de una autorización legal que fa­
culte al Ministerio Público para tomar una muestra de A D N de manera compulsiva toma injustificada
la injerencia en el derecho a la integridad física de don J. Tal juicio hace innecesario que este Tribunal
analice la proporcionalidad de la medida y, en particular, si su realización estaba orientada a la consecu­
ción de un fin constitucionalmente relevante -que el recurrente cuestionó, teniendo en consideración el
transcurso de 25 años desde que se habría cometido el hecho investigado y, por tanto, que detrás de ello
estuviese realmente el iuspuniendi estatal- o que la orden de tomarse tal muestra de A D N constituyese
una medida necesaria -esta vez, tomando en consideración que la inscripción de los padres en la partida
de nacimiento del recurrente fue ordenada judicialmente y que cuando ésta se efectuó J. era menor de
edad. Es suficiente, pues, que el Tribunal haya constatado que la intervención sobre el derecho a la in­
tegridad física del recurrente carezca de justificación formal para declarar que está probada la violación
de este. Así debe declararse. (Exp. N .° 05312-2011-PA/TC, del 21-07-2014 [Web: 28-03-2016 / EP:
08-12-2016], ff. jj. 11, 13, 16, 17, 20 y 22. Texto completo: <bit.ly/2TDdy8D>).

♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL


Art.212 LIBRO SEGUNDO: LA ACTIVIDAD PROCESAL 446

Artículo 212: Examen corporal de otras personas

1. Otras personas no inculpadas también pueden ser examinadas sin su consentimiento, sólo en con­
sideración de testigos, siempre que deba ser constatado, para el esclarecimiento de los hechos, si se
encuentra en su cuerpo determinada huella o secuela del delito.
2. En otras personas no inculpadas, los exámenes para la constatación de descendencia y la extracción
de análisis sanguíneos sin el consentimiento del examinado son admisibles si no cabe temer ningún daño
para su salud y la medida es indispensable para la averiguación de la verdad. Los exámenes y la extracción
de análisis sanguíneos sólo pueden ser efectuados por un médico.
3. Los exámenes o extracciones de análisis sanguíneos pueden ser rehusados por los mismos motivos
que el testimonio. Si se trata de menores de edad o incapaces, decide su representante legal, salvo que
esté inhabilitado para hacerlo por ser imputado en el delito, en cuyo caso decide el J u e z .(a)

PROTOCOLOS, REGLAMENTOS, LINEAMIENTOS, GUÍAS Y DIRECTIVAS


(a) Protocolo de actuación ¡nterinstitucional para la aplicación del registro y recepción (aprobado por el Decreto Supremo
N.° 010-2018-JUS [EP, 25-08-2018]). Véase el texto com pleto en: <bit.ly/21trhJM>.

SENTENCIA PLENARIA DE LA CORTE SUPREMA

§ 884. Reglas vinculantes para la correcta aplicación de la prueba de ADN en los delitos sexua­
les. Es fundamental para este objetivo que se mantenga la cadena de custodia. Véase la jurispru­
dencia del artículo 157° del Nuevo Código Procesal Penal [§ 619]. (Sentencia Plenaria Casatoria N .°
2-2018/CIJ-433, del 18-12-2018, que estableció como doctrina legal los fundamentos señalados en
dicha sentencia y los lineamientos jurídicos precisados en el £ j. 4 6 .1 Pleno Jurisdiccional Casatorio de
las Salas Penales Permanente, Transitoria y Especial [EP, 20-12-2018, Jurisprudencia, Año XXVII, N .°
1098, p. 8199]. Texto completo: <bit.ly/2UUdq5T>).

JURISPRUDENCIA DE LA SALA PENAL NACIONAL

§ 885. Es inviable la obtención de muestra de voz de testigo para la pericia fonética sin su con­
sentimiento. Véase la jurisprudencia del artículo 211° del Nuevo Código Procesal Penal [§ 880]. (Exp.
N .° 00160-2014-246-5001-JR-PE-01 [Caso César Álvarez], del 03-03-2017, ff. jj. 2.3.2, 2.3.4, 2.4,
2.4.1, 2.4.2, 2.4.4, 2.4.3, 2.3.1, 2.5.2, 2.5.3, 2.5.4, 2.5.5 y 2.5.6. Primera Sala Penal de Apelaciones
Nacional. Texto completo: <bit.ly/2TR0FbN>).

Artículo 213: Examen corporal para prueba de alcoholemia

1. La Policía, ya sea en su misión de prevención de delitos o en el curso de una inmediata intervención


como consecuencia de la posible comisión de un delito mediante la conducción de vehículos, podrá reali­
zar la comprobación de tasas de alcoholemia en aire aspirado.
2. Si el resultado de la comprobación es positiva o, en todo caso, si se presentan signos evidentes de
estar bajo la influencia de bebidas alcohólicas u otro tipo de sustancia prohibida, el intervenido será rete­
nido y conducido al centro de control sanitario correspondiente para realizar la prueba de intoxicación en
sangre o en otros fluidos según la prescripción del facultativo.
3. La Policía, cuando interviene en operaciones de prevención del delito, según el numeral 1) del pre­
sente artículo, elaborará un acta de las diligencias realizadas, abrirá un Libro-Registro en el que se harán
constar las comprobaciones de aire aspirado realizadas, y comunicará lo ejecutado al Ministerio Público
adjuntando un informe razonado de su intervención.
4. Cuando se trata de una intervención como consecuencia de la posible comisión de un delito y deba
procederse con arreglo al numeral 2) del presente artículo, rige lo dispuesto en el numeral 4) del artículo
210. ^(h)
nom os & th e sis
447 SECCIÓN li: LA PRUEBA Art.213
NOTA DE ACTUALIZACIÓN

(1) De conform idad con la primera disposición final de la Ley N.° 29439 (EP, 19-11-2009), el presente artículo entró en
vigencia a nivel nacional a partir del día siguiente de la publicación de la citada norma.

PROTOCOLOS, REGLAMENTOS, LINEAMIENTOS, GUÍAS Y DIRECTIVAS

(a) Protocolo de actuación interinstitucional para la aplicación del registro y recepción (aprobado por el Decreto Supremo
N.° 010-2018-JUS [EP, 25-08-2018j). Véase el texto completo en: <bit.ly/2ltrhJM>.
(b) Reglamento de las fiscalías de prevención del delito (aprobado por la Resolución N.° 3377-2015-MP-FN de 02-08­
2015). Véase el texto completo en: <b¡t.ly/2K2pvks>.

ACUERDO p l e n a r io d e l a c o r t e s u p r e m a

§ 886. Proceso penal inmediato reformado. Legitimación y alcances. “Evidencia delictiva” o


“prueba evidente” . Proceso inmediato por delitos de omisión de asistencia familiar. Véase la juris­
prudencia del artículo 446° del Nuevo Código Procesal Penal [§ 1891]. (Acuerdo Plenario N .° 2-2016/
C J-116, del 01-06-2016, que establece como doctrina legal los criterios expuestos en los ff. jj. 7 al 12 y
15 al 24, particularmente el 15 in fine, sobre incoación del proceso inmediato por conducción en estado
de ebriedad o de drogadicción. II Pleno Jurisdiccional Extraordinario de las Salas Penales Permanente y
Transitoria de la Corte Suprema de Justicia [EP, 04-08-2016, Jurisprudencia, Ano XXV, N .° 1020, pp.
7522-7530]. Texto completo: <bit.ly/2FK4zeQ>).

JURISPRUDENCIA DE LA CORTE SUPREMA

§ 887. No procede la tutela de derechos tratándose de un procedimiento administrativo de do-


saje etílico. 2.1. Mediante escrito [...], el investigado [...] dedujo tutela de derechos, con los siguientes
fundamentos: 2.1.1. El 23 de noviembre de 2015 tuvo un accidente de tránsito, por lo fue trasladado
al hospital del M INSA y le llamó la atención la efectividad de los policías y del representante del Mi­
nisterio Público (ya que es la primera vez que llegan el mismo día del accidente), quienes acudieron al
hospital para realizar la comprobación de tasas de alcoholemia en aire aspirado, en todo momento co­
laboró y cuyo resultado salió negativo. 2.1.2. El fiscal le manifestó que era necesario sacarle muestra de
sangre, al referir que habían personas que comían plátano para adulterar la prueba, conducta totalmente
ajena con lo indicado por nuestro ordenamiento legal, específicamente en los incisos 1 y 2, del artículo
213, del Código Procesal Penal. Como se ha señalado solo si la comprobación de tasas de alcoholemia
en aire aspirado da positivo, o si se presentan signos evidentes de estar bajo la influencia de bebidas al­
cohólicas u otro tipo de sustancia prohibida, se procederá a realizar la prueba de intoxicación en sangre
o en otros fluidos según la prescripción del facultativo. Considerando que en el presente caso la prueba
de apreciación etílica dio negativo y tampoco se encontró al encausado con aliento alcohólico. 2.1.3.
En mérito a lo expuesto, resultó necesaria la corrección de la conducta del representante del Ministerio
Público, ya que le realizó un requerimiento ilegal, por lo que solicitó se declare fundada la solicitud de
tutela de derechos. [...] 7.2. [La] tutela de derechos es una institución procesal destinada a la protección,
resguardo y consiguiente efectividad de los derechos de imputado, durante las diligencias preliminares
y la investigación preparatoria, donde el juez de investigación se erige como un juez de garantías, que
interviene para proteger los derechos del imputado; ello se tiene que dar en el marco de una investiga­
ción penal; no obstante, en el caso de autos nos encontramos ante un procedimiento administrativo [de
dosaje etílico efectuado por la Policía Nacional del Perú ante la ocurrencia de un accidente de tránsito, a
fin de descartar la existencia de infracciones al Reglamento Nacional de Tránsito]; por ende los presentes
hechos no pueden ser controlados por el juzgado de investigación preparatoria. [...] 7.11. Por último,
se debe considerar, que el actuar de los efectivos policiales, al realizarle el examen de dosaje etílico al
[investigado recurrente], quien se encontraba involucrado en un accidente de tránsito, y éste se realizó
de conformidad con el reglamento y directiva antes citadas, en la cual se establece la realización de la
prueba cualitativa y cuantitativa en forma conjunta. Asimismo, no obra por parte de las autoridades el
uso de actos de coacción, intimidatorios o contrarios a la dignidad del casacionista, mucho menos que

♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL


Art. 214 LIBRO SEGUNDO: LA ACTIVIDAD PROCESAL 448

se le haya alterado o inducido a someterse a la prueba de dosaje etílico, por cuanto el citado recurrente
ha manifestado en la audiencia de tutela de derechos que de manera voluntaria se sometió a dicho exa­
men. (Casación N .° 168-2016-Huancavelica, del 15-06-2018, ff. jj. 2.1, 7.2 y 7.11. Primera Sala Penal
Transitoria. Texto completo: <bit.ly/2FX3qjm>).

CAPÍTULO V
EL ALLANAMIENTO

A rtículo 2 1 4 : So licitu d y ám bito del allanam iento

1. Fuera de los casos de flagrante delito o de peligro inminente de su perpetración, y siempre que
existan motivos razonables para considerar que se oculta el imputado o alguna persona evadida, o que se
encuentran bienes delictivos o cosas relevantes para la investigación, el Fiscal solicitará el allanamiento y
registro domiciliario de una casa habitación, casa de negocio, en sus dependencias cerradas, o en recinto
habitado temporalmente, y de cualquier otro lugar cerrado, siempre que sea previsible que le será negado
el ingreso en acto de función a un determinado recinto.
2. La solicitud consignará la ubicación concreta del lugar o lugares que habrán de ser registrados, la
finalidad específica del allanamiento, las diligencias a practicar, y el tiempo aproximado que durará.
3. Los motivos que determinaron el allanamiento sin orden judicial constarán detalladamente en el
a c ta .(a)
PROTOCOLOS, REGLAMENTOS, LINEAMIENTOS, GUÍAS Y DIRECTIVAS
(a) Protocolos de actuación conjunta referidos a las medidas lim itativas de derechos com o el de allanamiento, intervención
de las com unicaciones telefónicas, im pedim ento de salida y levantamiento del secreto bancario, reserva tributaria y
bursátil (aprobado por las Resolución Adm inistrativa N.° 387-2014-CE-PJ de 19-11 -2014). Véase el texto com pleto en:
<bit.!y/2UplsCJ>.

JURISPRUDENCIA DE LA CORTE SUPREMA

§ 888. Presupuestos del allanamiento. Cuarto. [...] La Constitución tutela preferentemente, por su
carácter de derecho fundamental, la libertad domiciliaria, por lo que el domicilio solo puede ser interve­
nido por la autoridad mediando flagrancia delictiva, peligro inminente de la perpetración de un delito
o por el libre y voluntario consentimiento de su titular (artículo 2o, numeral 9, de la Constitución). De
no ser así se trataría de una obtención de pruebas ilícita, de valoración prohibida, que determinaría, por
extensión, la exclusión de toda fuente de prueba obtenida como consecuencia de ese acto antijurídico.
Tanto la prueba originaria como las derivadas son inutilizables para el proceso penal en tanto la obtención
de la primera es inconstitucional. (R. N . N .° 2874-2013-Del Santa, de 13-03-2013, f. j. 4. Sala Penal
Transitoria. Texto completo: <bit.ly/2bMY2QK>).
§ 889. La flagrancia como presupuesto del allanamiento legal. Noveno. [...] Es de rigor puntualizar
que a las dos notas materiales de la flagrancia: inmediatez temporal e inmediatez personal, se añaden otras
dos de orden adjetivo: percepción directa y efectiva -nunca meramente presuntiva o indiciaría- de las dos
notas anteriores, y necesidad urgente de la intervención policial como medio de evitar ya la consumación
del delito que está cometiendo, ya el agotamiento del que se acaba de cometer, ya la desaparición de los
efectos y huellas del delito que se está percibiendo directa y sensorialmente. Es evidente que en el sub lite
estas notas no se presentaban, por ende, se requirió orden judicial -inexistente- o autorización del titular
del derecho de exclusión -no acreditada, en tanto el comportamiento de los interesados, que no sabían el
idioma, no permite concluir que medió aquiescencia Ubre y voluntaria-. (R. N. N .° 1589-2013-Lima, de
06-08-2013, f. j. 9. Sala Penal Transitoria. Texto completo: <bit.ly/2c2sgyQ>).
§ 890. Los Ifmitps a toda medida limitativa de derechos. 2.4. [...] Vale decir que el mandato judicial
de limitación de derechos exige circunstancias materiales que no se limitan a la verificación del principio de
n o m o s & th e sis
449 SECCIÓN II: LA PRUEBA Art. 214
proporcionalidad, o por lo menos así no lo regula la norma procesal. Veamos, el legislador, recién en el 2004,
ha señalado como límite a la autoridad jurisdiccional para autorizar el ingreso a un domicilio determinadas
circunstancias que se desprenden de la interpretación sistemática del artículo doscientos catorce apartado uno
y doscientos tres del Nuevo Código Procesal Penal, estos son: generales a toda medida limitativa: a) deben
realizarse con arreglo al principio de proporcionalidad y en la medida que existan suficientes elementos de
convicción, específicos del allanamiento: b) que existan motivos razonablespara considerar que se oculta el im­
putado o alguna persona evadida, o que se encuentran bienes delictivos o cosas relevantespara la investigación [...]
siempre que sea previsible que le será negado el ingreso en acto de función. A éstas podríamos agregar a tener
en cuenta en el juicio de proporcionalidad entre la acción policial a ejecutarse (o ejecutada): c) la gravedad de
la infracción f) el grado de injerencia en el derecho fundamental que se requiere y g) la fuerza probatorio de
los elementos que pudieren ser obtenidos tras la intromisión en el derecho fundamental. Todas estas circuns­
tancias materiales deben de encontrarse presentes para que el Juez dicte la autorización correspondiente. [...]
(R. N. N.° 05-2014-” 1”. Resolución final, de 17-06-2014, £ j. 2.4. Sala Penal Especial. Texto completo: <bit.
ly/2coaAj4>).

§ 891. Entrada y registro domiciliario. La entrada y registro domiciliario al conllevar una injeren­
cia en los derechos fundamentales individuales constitucionalmente reconocidos, solo puede encon­
trar justificación cuando se dan tres presupuestos: a) proporcionalidad, procediendo esta pretensión
cuando se persiga un delito grave, no pudiendo concederse en infracciones de escasa consideración, b)
subsidiaridad, solo debe otorgarse cuando no exista otro medio de investigación menos dañoso, y c)
razonabilidad, deben existir motivos suficientes para concluir que dicha medida va a ser útil y cumplir
con su finalidad de descubrir o comprobar hechos o circunstancias importantes para el fin del proceso;
al darse solo el requisito de proporcionalidad, no existen mayores elementos que permitan al juzgador,
justificada y razonadamente ordenar la entrada y registro solicitado por el representante del Ministerio
Público. (Exp. N .° 4276-98-A-Lima, del 14-08-1998. Referencia: <bit.ly/1YxU4up>, p. 18).

JURISPRUDENCIA DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL

§ 892. Supuestos que legitiman la entrada al ámbito domiciliario. 5. Ahora bien, nuestra Cons­
titución ha tutelado el derecho individual que tiene toda persona a la “libertad de domicilio” a través
de la garantía de “inviolabilidad” y, en ese sentido, ha establecido que los terceros, sean particulares o
agentes públicos, en principio, están prohibidos de penetrar el ámbito domiciliario donde habita una
persona, salvo que medie el consentimiento de ésta, exista una autorización judicial, se haya configu­
rado una situación de flagrancia delictiva o el peligro inminente de la perpetración de un hecho ilícito
sea una realidad. Asimismo, la norma constitucional ha regulado dos supuestos de entrada legítima,
como son las razones de sanidad o de grave riesgo. El ingreso al domicilio con el consentimiento del
titular del derecho: este hecho constituye un supuesto de entrada legítima en términos constitucionales.
L a autorización ju dicial que habilita al agente público para ingresar al domicilio: la Constitución es
clara cuando establece como requisito sine qua non para el ingreso a un domicilio -a efectos de realizar
actividades investigatorias- la existencia de un mandato judicial, el mismo que se entiende tiene que
estar debidamente motivado y su procedencia debe obedecer a un acto jurisdiccional regular. Frente a la
existencia del delito flagrante', el agente público queda plenamente legitimado para ingresar al domicilio
si es que su intervención se convierte en necesaria para impedir la consumación del ilícito penal, la fuga
del delincuente o la desaparición de los instrumentos que facilitaron la concreción del acto delictivo. El
peligro inminente de la perpetración de un delito: si es que se tiene el conocimiento fundado, la certeza
clara y manifiesta de la comisión inminente de un delito, se configura otra excepción a la inviolabilidad
de domicilio y en consecuencia el agente público puede operar libremente. Las razones de sanidad o
grave riesgo: la Constitución ha dejado en manos del legislador la regulación de estas dos excepciones
que legitiman la entrada a cualquier domicilio. Estos dos supuestos se fundan en el estado de necesidad
o fuerza mayor. (Exp N .° 04085-2008-PHC/TC-Cañete, del 10-12-2008 [Web: 16-02-2009], f. j. 5.
Texto completo: <bit.ly/2TydVBk>).
♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL
Alt 215 LSBRO SEGUNDO: LA ACTIVIDAD PROCESAL 450

A rtículo 2 1 5 : Contenido de la resolución

1. La resolución autoritativa contendrá: el nombre del Fiscal autorizado, la finalidad específica del alla­
namiento y, de ser el caso, las medidas de coerción que correspondan, la designación precisa del inmueble
que será allanado y registrado, el tiempo máximo de la duración de la diligencia, y el apercibimiento de Ley
para el caso de resistencia al mandato.
2. La orden tendrá una duración máxima de dos semanas, después de las cuales caduca la autoriza­
ción, salvo que haya sido expedida por tiempo determinado o para un período determinado, en cuyo caso
constarán esos datos.(a)

PROTOCOLOS, REGLAMENTOS, LINEAMIENTOS, GUÍAS Y DIRECTIVAS


(a) Protocolos de actuación conjunta referidos a las medidas lim itativas de derechos com o el de allanamiento, intervención
de las com unicaciones telefónicas, im pedimento de salida y levantamiento del secreto bancario, reserva tributaria y
bursátil (aprobado por las Resolución Administrativa N.° 387-2014-CE-PJ de 19-11 -2014). Véase el texto com pleto en:
<bit.ly/2UplsCJ>.

A rtículo 2 1 6 : Desarrollo de la diligencia

1. Al iniciarse la diligencia se entregará una copia de la autorización al imputado siempre que se en­
cuentre presente o a quien tenga la disponibilidad actual del lugar, comunicándole la facultad que tiene de
hacerse representar o asistir por una persona de su confianza.
2. Si no se encuentran las personas arriba indicadas, la copia se entregará y el aviso se dirigirá a un
vecino, a una persona que conviva con él, y a falta de ellos, sólo de ser posible, al portero o a quien haga
sus veces.
3. La diligencia se circunscribirá a lo autorizado, redactándose acta. Durante su desarrollo se adoptarán
las precauciones necesarias para preservar la reputación y el pudor de las personas que se encuentren en
el local allanado.(a)

PROTOCOLOS, REGLAMENTOS, LINEAMIENTOS, GUÍAS Y DIRECTIVAS


(a) Protocolos de actuación conjunta referidos a las medidas lim itativas de derechos com o el de allanamiento, intervención
de las com unicaciones telefónicas, im pedimento de salida y levantamiento del secreto bancario, reserva tributaria y
bursátil (aprobado por las Resolución Administrativa N.° 387-2014-CE-PJ de 19-11-2014). Véase el texto com pleto en:
<bit.ly/2UplsCJ>.

JURISPRUDENCIA D E LA CORTE SUPREMA

§ 893. Inviolabilidad de domicilio y obtención de elementos probatorios. Segundo. Si bien el


allanamiento al indicado domicilio se llevó a cabo sin obtener previa orden judicial, este se produjo
una vez que los policías observaron la llegada del vehículo conducido por el encausado y el ingreso de
una mujer que descendió de este, al inmueble en cuestión, respecto del cual se contaba con una infor­
mación confidencial -motivo de la vigilancia policial en el sentido que era utilizado para comercializar
clorhidrato de cocaína; -que esa nota de urgencia- motivada por el ingreso al predio de una persona que
momentos antes había llegado en el vehículo, la fundada sospecha de la concreción de un acto de tráfi­
co inminente y, desde luego, la posible fuga de la indicada mujer -criterio ex ante- así como el ulterior
hallazgo de droga en su interior -criterio expost- denotan que el allanamiento se produjo mediando fun­
dado peligro de la inminente perpetración de un delito grave. En tal virtud, la mencionada incursión y
la subsecuente incautación de drogas, de las balanzas de precisión y de otros documentos incautados, al
no vulnerar el derecho fundamental de inviolabilidad de domicilio protegido por el artículo 2, numeral
9, de la Constitución -que prohíbe el acceso a un domicilio salvo que medie autorización judicial o de
la persona que lo habita o que se está ante un supuesto de flagrancia delictiva o de muy grave peligro de
nomos & thesis
451 SECCION II: LA PRUEBA Arí.218
perpetración de un delito- son definitivamente legítimas, de suerte que las fuentes de prueba asegurado- I
ras conservan pleno valor probatorio. (R. N. N .° 1912-2004-Lima, del 13-10-2004, £ j. 2 . Sala Penal ;
Permanente. Referencia: Ipso Jure 14, 2011, p. 127 <bit.ly/lW 4lTsR>). I
í

Artículo 217: Solicitud del Fiscal para incautación y registro de personas

1. Cuando sea el caso, el Fiscal solicitará que el allanamiento comprenda la detención de personas y
también la incautación de bienes que puedan servir como prueba o ser objeto de decomiso. En este caso
se hará un inventario en varios ejemplares, uno de los cuales se dejará al responsable del recinto allanado.
2. El allanamiento, si el Fiscal lo decide, podrá comprender el registro personal de las personas presen­
tes o que lleguen, cuando considere que las mismas pueden ocultar bienes delictivos o que se relacionen
con el mismo. El Fiscal, asimismo, podrá disponer, consignando los motivos en el acta, que determinada
persona no se aleje antes de que la diligencia haya concluido. El trasgresor será retenido y conducido
nuevamente y en forma coactiva al lugar.(a)

PROTOCOLOS, REGLAMENTOS, LINEAMIENTOS, GUÍAS Y DIRECTIVAS


(a) Protocolos de actuación conjunta referidos a las medidas limitativas de derechos com o el de allanamiento, intervención
de las comunicaciones telefónicas, im pedimento de salida y levantamiento del secreto bancario, reserva tributaria y
bursátil-(aprobado por las Resolución Administrativa N.° 387-2014-CE-PJ de 19-11 -2014). Véase el texto com pleto en:
<bit.ly/2UplsCJ>.

CAPÍTULO VI
LA EXHIBICIÓN FORZOZA Y LA INCAUTACIÓN

SUBCAPÍTULO I
LA EXHIBICIÓN E INCAUTACIÓN DE BIENES

Artículo 218: Solicitud del Fiscal

1. Cuando el propietario, poseedor, administrador, tenedor u otro requerido por el Fiscal para que en­
tregue o exhiba un bien que constituye cuerpo del delito y de las cosas que se relacionen con él o que sean
necesarias para el esclarecimiento de los hechos investigados, se negare a hacerlo o cuando la Ley asi lo
prescribiera, el Fiscal, solicitará al Juez de la Investigación Preparatoria ordene su incautación o exhibi­
ción forzosa. La petición será fundamentada y contendrá las especificaciones necesarias.
2. La Policía no necesitará autorización del Fiscal ni orden judicial cuando se trata de una intervención
en flagrante delito o peligro inminente de su perpetración, de cuya ejecución dará cuenta inmediata al Fis­
cal. Cuando existe peligro por la demora, la exhibición o la incautación debe disponerla el Fiscal. En todos
estos casos, el Fiscal una vez que tomó conocimiento de la medida o dispuso su ejecución, requerirá al
Ju e z de la Investigación Preparatoria la correspondiente resolución confirmatoria.(a)(b)

PROTOCOLOS, REGLAMENTOS, LINEAMIENTOS, GUÍAS Y DIRECTIVAS


(a) Protocolos de actuación conjunta referidos a las medidas limitativas de derechos com o el de allanamiento, intervención
de las com unicaciones telefónicas, impedimento de salida y levantamiento del secreto bancario, reserva tributaria y
bursátil (aprobado por las Resolución Administrativa N.° 387-2014-CE-PJ de 19-11 -2014). Véase el texto com pleto en:
<bit.ly/2UplsCJ>.
(b) Reglamento de la cadena de custodia de elementos materiales, evidencias y administración de bienes incautados
(aprobado por la Resolución N.° 729-2006-M P-FN de 15-06-2006). Véase el texto completo en: <bit.ly/2FIR5ho>.

♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL


Art. 218 LIBRO SEGUNDO: LA ACTIVIDAD PROCESAL 452

ACUERDO PLENARIO DE LA CORTE SUPREMA

§ 894. Incautación. § 1. Aspectos generales, Objeto de la incautación, 7. La incautación, en


cuanto medida procesal, presenta una configuración jurídica dual: como medida de búsqueda de prue­
bas y restricción de derechos -propiamente, medida instrumental restrictiva de derechos- (artículos
218° al 223° del Nuevo Código Procesal Penal -en adelante, NCPP-), y como medida de coerción -con
una típica función cautelar- (artículos 316° al 320° del NCPP)-. En ambos casos es un acto de autori­
dad que limita las facultades de dominio respecto de bienes o cosas relacionadas, de uno u otro modo,
con el hecho punible. En el primer caso, su función es primordialmente conservativa -de aseguramien­
to de fuentes de prueba material- y, luego, probatoria que ha de realizarse en el juicio oral. En el segun­
do caso, su función es substancialmente de prevención del ocultamiento de bienes sujetos a decomiso y
de impedimento a la obstaculización de la averiguación de la verdad. Aun cuando en la identificación
de los bienes sujetos a una u otra medida existen ámbitos comunes -pueden cumplir funciones simila­
res-, lo esencial estriba en la función principal que cumplen, básicamente de cara a la posibilidad de una
consecuencia accesoria de decomiso, con arreglo al artículo 102° del Codigo Penal -en adelante, CP-.
8 . La incautación instrumental (artículo 218° NCPP) recae contra (i) los bienes que constituyen cuerpo
del delito, o contra (ii) las cosas que se relacionen con el delito o que sean necesarias para el esclareci­
miento de los hechos investigados. El objeto de esta medida de aseguramiento es amplio y, por su propia
naturaleza investigativa, comprende una extensa gama de bienes u objetos relacionados, de uno u otro
modo, con el delito. En estricto sentido se entiende por: A. ‘Cuerpo del delito’, además de la persona
-el cadáver en el delito de homicidio- comprende al objeto del delito, es decir, aquél contra el que recae
el hecho punible o que ha sufrido directamente sus efectos lesivos -la droga en el delito de tráfico ilícito
de drogas-. B. Las cosas relacionadas con el delito o necesarias para su esclarecimiento’, son tanto
las piezas de ejecución: medios u objetos a través de los cuales se llevó a cabo la comisión del delito,
como las denominadas piezas de convicción: cosas, objetos, huellas o vestigios materiales, que pueden
servir para la comprobación de la existencia, autoría o circunstancias del hecho punible. 9. La incauta­
ción cautelar (artículo 316°.1 NCPP) incide en los efectos provenientes de la infracción penal, en los
instrumentos con los que se ejecutó y en los objetos del delito permitidos por la ley. A. Los efectos del
delito o producía scaeleris son los objetos producidos mediante la acción delictiva, como el documento
o la moneda falsa, así como las ventajas patrimoniales derivadas del hecho punible, como el precio del
cohecho, el del delincuente a sueldo, o la contraprestación recibida por el transporte de droga, etcétera.
B. Los instrumentos del delito o instrumenta scaeleris son los objetos que, puestos en relación de medio
a fin con la infracción, han servido para su ejecución, tales como el vehículo utilizado para el transpor­
te de la mercancía, los útiles para el robo, el arma empleada, maquinarias del falsificador, etcétera. C.
Los objetos del delito son las cosas materiales sobre las que recayó la acción típica, como por ejemplo
las cosas hurtadas o robadas, armas o explosivos en el delito de tenencia ilícita de las mismas, la droga
en el delito de tráfico ilícito de drogas, los bienes de contrabando en dicho delito, etcétera, para lo que
se requiere una regulación específica. En estos casos la incautación como medida procesal precede al
decomiso como consecuencia accesoria que se dictará en la sentencia (artículo 102° CP). 10. Como se
advierte de los parágrafos precedentes, los bienes y objetos que pueden incautarse -privación de la pose­
sión de un bien u objeto y su consecuente indisponibilidad y ocupación por la autoridad penal- cum­
plen en la mayoría de los casos una doble función: garantiza su eventual decomiso como consecuencia
accesoria del delito conforme a las disposiciones del artículo 102° y siguientes del CP, y permite su eficaz
control para la acreditación del hecho punible -asegura su utilización por las partes y el Juez como ob­
jeto de prueba-. Como ya quedó expuesto, la función que prima en el caso concreto será la determinan­
te, aunque desde luego una distinción radical es, por lo menos, particularmente complicada. A estos
efectos, se ha de tener en cuenta el estado de la causa -específicamente, de la investigación- al momento
de su imposición, y la evidencia de que se trata de un bien u objeto destinado, sin dificultad alguna, a
la consecuencia accesoria del decomiso. § 2. Régimen de la incautación, 11. La incautación, instru­
mental o cautelar, es una medida que la realiza, en primer término, la Policía o la Fiscalía, pero a conti­
nuación requiere de la decisión confirmatoria del Juez de la Investigación Preparatoria. A. En los casos
de flagrancia delictiva -en las modalidades reconocidas por el artículo 239° NCPP- o de peligro inmi-
n o m o s & th e sis
453 SECCION II: LA PRUEBA Art.218
nente de su perpetración, por su propia configuración situacional, es obvio que la Policía debe incautar
los bienes o cosas relacionadas, de uno u otro modo, con el hecho punible. La necesidad de la ocupación
de bienes u objetos vinculados al delito, a fin de ponerle término y garantizar su probanza efectiva, a la
par que consolidar la razonabilidad de la intervención policial, está fuera de discusión. En estos casos la
comisión del delito se percibe con evidencia -se da una relación directa del delincuente con el bien o
cosa relacionada con el delito- y exige de manera inexcusable una inmediata intervención de la autori­
dad. B. Fuera de ambos supuestos, la incautación en el curso de la investigación preparatoria -en espe­
cial durante las denominadas “primeras diligencias”- requiere de una decisión del Fiscal. La autoridad
policial, por consiguiente, necesita de una expresa autorización del Fiscal. A su vez, la legalidad de la
orden o autorización fiscal se centra, sin perjuicio de la presencia de indicios de criminalidad mínimos,
en lo que se denomina “peligro por la demora”, en tanto fin constitucionalmente legítimo. El juicio
de necesidad de la medida es básico. Es el riesgo fundado de que de no incautarse o secuestrarse un bien
o cosa delictiva haría ineficaz la averiguación de la verdad -obstrucción de la investigación y del proceso
en general- y en su caso las medidas de ejecución penal pertinentes. La incautación, precisamente, ga­
rantiza que no se desaparezcan u oculten tales bienes o cosas, con lo que se dificultaría su apreciación
judicial como objeto de prueba o se frustraría el ulterior decomiso, si correspondiera -la efectividad de
la tutela que pudiera otorgarse en una eventual sentencia se pondría en crisis-. C. Se requerirá previa
orden judicial cuando el peligro por la demora, no es que sea inexistente, sino que en él no confluya
la noción de urgencia y siempre que se trate de bienes objeto de decomiso (artículo 317° NCPP). Esta
noción dice de la perentoriedad o necesidad inmediata, apremiante de la incautación; cuando el riesgo
de desaparición del bien o cosa delictiva es más actual o grave. Si no se presenta esta situación fáctica
será del caso pedir la orden judicial. 12. La intervención judicial es imprescindible. Salvo el supuesto c)
del parágrafo anterior, que requiere resolución judicial previa -el Juez tiene aquí la primera palabra-, la
regla es que ejecutada la medida por la Policía motu proprio o por decisión de la Fiscalía, el Juez de la
Investigación Preparatoria debe dictar una resolución, que puede ser confirmatoria de la decisión insta­
da por el Fiscal o desaprobatoria de la incautación policial-fiscal. La regla general en la materia es que la
decisión judicial se dicta sin trámite alguno -el mismo día o a más tardar al día siguiente-, salvo norma
específica al respecto (artículos 203° y 234°. 1 NCPP). En los dos supuestos de incautación, instrumen­
tal y cautelar, no se exige la celebración de una audiencia; sólo el previo traslado a las partes o sujetos
procesales, en especial al afectado, si no existiere riesgo fundado de pérdida de finalidad de la medida -si
el conocimiento de la posible incautación podría determinar la desaparición u ocultamiento del bien o
cosa delictiva-. Pero, por otro lado, es posible que el Juez, discrecionalmente, decida la realización de
una audiencia. Disponer el traslado o realizar la audiencia es una decisión previa inimpugnable, opción
que, en caso de revisión de la decisión final, no puede ser censurada por el Tribunal Superior, a menos
que ponga en serio riesgo la finalidad procesal de la incautación o no persiga utilidad procesal alguna //
§ 3. Ausencia de resolución ju d iciaL Efectos procesales. 13. La incautación siempre requiere de una
resolución judicial, sea antes de su ejecución -excepción, parágrafo 10°, literal c)- o después de ella -regla
general, parágrafo 10°, literales a) y b)-. En el último caso, la ausencia de la intervención y ulterior re­
solución judicial, al vulnerarse un requisito de la actividad procesal, importa un defecto cuya subsana-
ción, empero, es posible. Un efecto distinto -de nulidad absoluta e insubsanabilidad-, en cambio, tiene
el primer supuesto, atento a su especial relevancia: sin resolución judicial no puede tener lugar legal­
mente una incautación. La confirmación judicial debe solicitarse ‘inmediatamente (artículo 203°.3 y
317°.2 NCPP). Esto último significa que entre el momento en que tiene lugar la incautación y que se
presenta la solicitud de confirmación judicial no debe mediar solución de continuidad. Debe realizarse
enseguida, sin tardanza injustificada, lo que será apreciable caso por caso, según las circunstancias con­
cretas del mismo. La justificación de la tardanza se examinará con arreglo al principio de proporciona­
lidad. La confirmación judicial constituye un requisito más de la incautación como actividad comple­
ja que, sin embargo, sólo persigue dotarla de estabilidad instrumental respecto de la cadena de actos que
pueden sucederse en el tiempo y que de uno u otro modo dependan o partan de él. Por tanto, la tardan­
za u omisión de la solicitud de confirmación judicial -al no importar la infracción de un precepto que
determine la procedencia legítima de la incautación- no determina irremediablemente la nulidad radi-
♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL
Art.218 LIBRO SEGUNDO: LA ACTIVIDAD PROCESAL 454

cal de la propia medida ni su insubsanabilidad. El plazo para requerir la respectiva resolución jurisdic­
cional, en este caso, no es un requisito de validez o eficacia de la incautación -sin perjuicio de la respon­
sabilidad administrativa que acarrea al Fiscal omiso-. Su incumplimiento no está asociada, como
consecuencia legalmente prevista, a específicas y severas sanciones procesales: nulidad absoluta o anula-
bilidad -requisito indispensable para anudar los efectos jurídicos correspondientes-. 14. Siendo indis­
pensable la intervención judicial, que es una condición previa para la valorabilidad de toda incautación
desde la perspectiva probatoria, desde luego, no es posible utilizar como evidencia lo obtenido a través
de la incautación mientras no se ha cumplido con el correspondiente control jurisdiccional. En estos
casos, para decidir acerca de una petición concreta derivada o vinculada a la incautación la autoridad
judicial debe realizar, con carácter previo pero en ese mismo acto, una evaluación de la legalidad de la
incautación. De no ser posible el aludido examen por la necesidad de un debate más amplio, será del
caso rechazar provisoriamente el requerimiento o la solicitud que, como dato esencial, se sustentó en la
incautación a fin de definirla anticipadamente y, emitida la decisión respectiva, recién pronunciarse
sobre su mérito. // § 4. Reexamen de la incautación. // 15. El afectado por una medida de incautación,
instrumental o cautelar, que en ambos casos tiene la condición de interviniente accesorio, tiene dos
opciones: interponer recurso de apelación o solicitar el reexamen de la medida. La institución del reexa­
men se asocia a la incorporación de actos de investigación o de algún elemento de convicción luego de
la realización del acto mismo, que modifique la situación que inicialmente generó la incautación. Desde
luego, si la incautación carece desde un inicio de los presupuestos materiales que la determinan será del
caso interponer el respectivo recurso de apelación. El tercero que alegue ser propietario de un bien in­
cautado y que no ha intervenido en el delito, dice el artículo 319°.2 NCPP, puede solicitar el reexamen
de la medida de incautación, a fin de que se levante y se le entregue el bien de su propiedad. Esta norma
no significa que sólo tiene esta opción, pues muy bien, frente a la contundencia de la evidencia preexis­
tente -no la que puede aportar con posterioridad a la incautación- puede intentar derechamente la
apelación. El reexamen, por lo demás, importa un análisis de la medida a partir de nuevos indicios
procedimentales o elementos de convicción; no controla la incautación sobre la base de las evidencias
existentes cuando ésta se decretó o efectivizó. (Acuerdo Plenario N .° 3-2010/CJ-116, del 16-11-2010,
ff. jj. 6-15. VI Pleno Jurisdiccional de las Salas Penales Permanente y Transitorias [EP, 30-12-2010].
Texto completo: <bit.ly/lIZPK4N>).

DOCTRINA JURISPRUDENCIAL VINCULANTE DE LA CORTE SUPREMA

§ 895. L a autoridad aduanera custodia el vehículo incautado hasta que se sobresea el proceso
o se emita sentencia que ordene su decomiso o devolución, siendo el juez el encargado de reexa­
minar y disponer la devolución del bien. III. 1. [Se trata de establecer] si los vehículos incautados se
deben quedar bajo custodia de la Administración Aduanera hasta que se expida el auto de sobresei­
miento, sentencia condenatoria o absolutoria proveniente de resolución firme que ordene su decomiso
o disponga su devolución; y por tanto sea el Juez quien reexamine y disponga la devolución del bien.
// III.2. Al respecto, es del caso anotar que el artículo décimo tercero de la Ley de Delitos Aduaneros
señala que: “E l Fiscal ordenará la incautación y secuestro de las mercancías, medios de transporte, bienes y
efectos que constituyan objeto del delito, los que serán custodiados por la administración aduanera en tanto
se expida el auto de sobreseimiento, sentencia condenatoria o absolutoria, proveniente de resolución firme,
que ordene su decomiso o disponga su devolución a l propietario Esto es, el referido articulo regula la
incautación y secuestro de aquellos bienes que constituyan objeto de delito, y el procedimiento respecto
a la custodia del mismo por parte de la administración aduanera, así como la posibilidad de su decomiso
o devolución, luego de emitida una resolución firme en cada caso concreto. III.3. De otro lado, debe­
mos nuevamente analizar los artículos procesales relacionados con el norma anterior, como son el artí­
culo doscientos veintidós del Código Procesal Penal, que señala: “E l Fiscaly la Policía con conocimiento
del primero podrá devolver al agraviado o a terceros los objetos incautados o entregar los incautados que ya
fueron utilizados en la actividad investigadora, con conocimiento delJuez de la Investigación Preparatoria.
Asimismo podrá devolverlos al imputado si no tuvieren ninguna relación con el delito. L a devolución podrá
ordenarse provisionalmente y en calidad de depósito Este artículo prevé que tanto el Fiscal como la

n o m o s & th e s is
455 SECCION II: LA PRUEBA A rf.218
Policía tienen la facultad de devolver los objetos incautados a los agraviados, terceros o incluso al propio
imputado, si no tuviera relación con el delito, disposición que debe ser puesta obligatoriamente en
conocimiento al Juez de la Investigación Preparatoria; lo acotado guarda concordancia con lo previsto
en la parte in fine del segundo numeral del artículo doscientos dieciocho del mismo cuerpo legal que
precisa que en todos los casos -relativo a la incautación sin pedido expresó al Juez cuando existe flagran­
cia o peligro inminente de la perpetración de un ilícito- el Fiscal una vez que tomó conocimiento de
la medida o dispuso su ejecución, requerirá al juez de la Investigación Preparatoria la correspondiente
resolución confirmatoria. III.4. En ese sentido, se tiene que ambas normas precitadas, colisionan entre
sí, pues mientras el primer enunciado estrictamente requiere que se haya emitido una resolución firme,
ya sea de sobreseimiento, sentencia absolutoria o condenatoria, para que se determine la suerte del bien
incautado -sea una orden de decomiso o la devolución del mismo-; el segundo enunciado se refiere a la
facultad de devolver el bien, cuando ya fueron utilizados en la actividad investigadora, con conocimien­
to del Juez de la Investigación preparatoria, empero, tiene concordancia con el artículo doscientos die­
ciocho del Código Procesal Penal (...). III.5. Concluyendo, que el artículo trece de la Ley N .° 28008,
no abarcaba todo el procedimiento a seguir como consecuencia de la incautación de bienes objeto de
delitos, ni hacía referencia sobre la responsabilidad que tiene el juzgador de confirmar la incautación
que en un inicio dispuso el representante del Ministerio Publico, conforme lo establece el artículo
doscientos dieciocho del Código Procesal Penal. III.6. Entonces, se tiene que los vehículos incautados
si bien quedan bajo custodia de la Administración Aduanera por disposición del Fiscal, ello debe ser
así hasta que se expida el auto de sobreseimiento, sentencia condenatoria o absolutoria proveniente de
resolución firme que ordene su decomiso o disponga su devolución; limitándose la función de dicha
entidad a la “custodia del bien”, no siendo éste quien determine el futuro del bien incautado; sino es el
Juez quien reexamina y dispone la devolución del bien, quedando esto como doctrina jurisprudencial.
(Casación N .° 45-20 12-Cusco, de 13-08-2013, que establece como doctrina jurisprudencial el funda­
mento III.1. Sala Penal Permanente [EP, 21-06-2014, Jurisprudencia, Año XXIII, N .° 963, pp. 7099­
7101]. Texto completo: <bit.ly/2p 5paQt>).
§ 896. Necesidad de confirmación judicial de la incautación de bienes. Véase la jurisprudencia
del artículo 316° del Nuevo Código Procesal Penal [§ 1256]. (Casación N .° 136-2013-Tacna, de 11­
06-2014, ff. jj. 3.8 al 3.11 [hay que precisar que solo se ha establecido como doctrina jurisprudencial
vinculante lo dispuesto en los ff. jj. 3.4, 3.6, 3.10 y 3.11]. Sala Penal Permanente [EP, 24-09-2014,
Jurisprudencia, Año XXIII, N .° 970, pp. 7159-7161]. Texto completo: <bit.ly/2cH 7wvn>). .

JURISPRUDENCIA DE LA CORTE SUPREMA

§ 897. Incautación: inmediatez para su confirmación. Tercero. [...] La incautación siempre re­
quiere de una resolución judicial, sea antes de su ejecución [...] o después de ella [...]. En el último caso,
la ausencia de la intervención y ulterior resolución judicial al vulnerarse un requisito de la actividad
procesal, importa un defecto cuya subsanación, empero, es posible. Un efecto distinto - de nulidad
absoluta e insubsanabilidad - en cambio, tiene el primer supuesto, atento a su especial relevancia: sin
resolución judicial no puede tener lugar legalmente una incautación. La confirmatoria judicial debe
solicitarse “inmediatamente” [...]. Esto último significa que entre el momento en que tiene lugar la
incautación y que se presenta la solicitud de confirmación judicial no debe mediar solución de continui­
dad. Debe realizarse enseguida, sin tardanza injustificada, lo que será apreciable caso por caso, según las
circunstancias concretas del mismo. La justificación de la tardanza se examinará con arreglo al principio
de proporcionalidad”. “ [...] Por tanto, la tardanza u omisión de la solicitud de confirmación judicial - al
no importar la infracción de un precepto que determine la procedencia legítima de incautación - no
determina irremediablemente la nulidad radical de la propia medida ni su insubsanabilidad. El plazo
para requerir la respectiva resolución jurisdiccional, en este caso, no es un requisito de validez o efica­
cia de la incautación - sin perjuicio de la responsabilidad administrativa que acarrea al Fiscal omiso-.
Su incumplimiento no está asociada, como consecuencia legalmente prevista, a específicas y severas
sanciones procesales: nulidad absoluta o anulabilidad - requisito indispensable para anular los efectos
♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL
Art. 219 LIBRO SEGUNDO: LA ACTIVIDAD PROCESAL 456

jurídicos correspondientes [...]”. (Casación N .° 57-2010-La Libertad, de 19-04-2010, f. j. 3. Sala Penal


Permanente. Texto completo: <bit.ly/2bW7kat>).

JURISPRUDENCIA DE LAS CORTES SUPERIORES

§ 898. Para la realización del registro personal -y del registro vehicular- por la policía, fuera de
los supuestos de flagrancia o de peligro inminente de su perpetración, debe necesariamente contar
con la autorización o la orden del fiscal en forma previa a la ejecución de dicha medida restrictiva
de derechos. Tráfico ilícito de drogas. Véase la jurisprudencia del artículo 210° del Nuevo Código Pro­
cesal Penal [§ 874]. (Expediente N .° 1193-2014-42, del 28-11-2017, ff. jj. 15 y 16. Tercera Sala Penal
Superior. Corte Superior de Justicia de La Libertad. Texto completo:<bit.ly/2 UQkRaf>).

Artículo 219: Contenido de la resolución

1. La resolución autoritativa especificará el nombre del Fiscal autorizado, la designación concreta del
bien o cosa cuya incautación o exhibición se ordena y, de ser necesario, autorización para obtener copia o
fotografía o la filmación o grabación con indicación del sitio en el que tendrá lugar, y el apercibimiento de
Ley para el caso de desobediencia al mandato.
2. Se aplicará, en lo pertinente, las mismas reglas para la resolución confirmatoria.

Artículo 220: Diligencia de secuestro o exhibición

1. Obtenida la autorización, el Fiscal la ejecutará inmediatamente, contando con el auxilio policial. Si


no se perjudica la finalidad de la diligencia, el Fiscal señalará día y hora para la realización de la diligencia,
con citación de las partes. Al inicio de la diligencia se entregará copia de la autorización al interesado, si
se encontrare presente.
2. Los bienes objeto de incautación deben ser registrados con exactitud y debidamente individuali­
zados, estableciéndose los mecanismos de seguridad para evitar confusiones o alteración de su estado
original; igualmente se debe identificar al funcionario o persona que asume la responsabilidad o custodia
del material incautado. De la ejecución de la medida se debe levantar un acta, que será firmada por los
participantes en el acto.
Corresponde al Fiscal determinar con precisión las condiciones y las personas que intervienen en la
recolección, envío, manejo, análisis y conservación de lo incautado, asimismo, los cambios hechos en
ellos por cada custodio.
3. Sin perjuicio de lo anterior, si se trata de incautación de bienes muebles se procederá de manera que
se tomen bajo custodia y -si es posible- se inscribirá en el registro correspondiente. Si se trata de bienes
inmuebles o de un derecho sobre él, adicionalmente a su ocupación, se operará de manera que se anote en
el registro respectivo dicha medida, en cuyo caso se instará la orden judicial respectiva.
4. Lo dispuesto en los dos numerales anteriores es aplicable cuando la exhibición o incautación es
realizada por la Policía o el Fiscal en los casos previstos en el artículo 216.2
5. La Fiscalía de la Nación, a fin de garantizar la autenticidad de lo incautado, dictará el Reglamento
correspondiente a fin de normar el diseño y control de la cadena de custodia, a sí como el procedimiento de
seguridad y conservación de los bienes incautados.(a)

PROTOCOLOS, REGLAMENTOS, LINEAMIENTOS, GUÍAS Y DIRECTIVAS


(a) Reglamento de la cadena de custodia de elementos materiales, evidencias y administración de bienes incautados
(aprobado por la Resolución N.° 729-2006-M P -FN de 15-06-2006). Véase el texto com pleto en: <bit.ly/2FIR5ho>.

n o m o s & th e sis
457 SECCION II: LA PRUEBA Art. 220
ACUERDO PLENARIO DE LA CORTE SUPREMA

§ 899. Cadena de custodia: efectos jurídicos de su ruptura. 8 . El NCPP no utiliza la expresión,


de origen anglosajón, de “evidencia física”, que es definida como todo elemento tangible que permite
objetivar una observación. Se ha centrado en utilizar los términos propios del derecho eurocontinental
y de nuestro acervo de cultura del Derecho Procesal Penal que le es tributario. Es así que recurre a vo­
cablos de hondo significado en nuestra dogmática procesal, tales como: 1. Cuerpo del delito. 2 . Vesti­
gios y huellas del delito; rastros, efectos y elementos materiales. 3. Objetos e instrumentos del delito. 4.
Cosas o bienes relacionados con el delito. 3. Documentos privados y no privados, libros, comprobantes
y documentos contables administrativos. Desde las indicadas referencias normativas se entiende, prime­
ro, que el NCPP toma como criterio de clasificación de la fuente de investigación o fuente de prueba
-se acepte o no- la persona o cosa -o, “bien”, en este último caso-, de donde se deriva el medio de inves­
tigación o de prueba, según el caso, para llegar a la distinción entre medios de investigación o de prueba
personales, y medios de investigación o de prueba materiales o reales [Florián, I, 1976: 184]. Segundo,
que la noción “cuerpo del delito”, por su concepción amplia respecto de la totalidad de diligencias de
investigación, tendentes a la comprobación del delito y averiguación del delincuente, comprende “ [...]
el conjunto de materialidades relativamente permanentes sobre las cuales o mediante las cuales se come­
tió el delito; así como también cualquier otra cosa o bien que sea efecto inmediato del mismo o que se
refiere a él, de tal modo que pueda ser utilizado para su prueba” [Manzini, III, 1932: 500], Con ello se
intenta distinguir entre (i) la persona o cosa objeto del delito (como, por ejemplo, sería el cadáver en un
delito de homicidio, la caja fuerte forzada en el hurto), (ii) los medios o instrumentos a través de los
cuales se cometió el delito (ejemplo, el revólver utilizado), (iii) los efectos relacionados con el delito, que
serían las cosas obtenidas como consecuencia de su ejecución (ejemplo, los objetos robados), y (iv) las
piezas de convicción, que serían las huellas, rastros o vestigios -elementos materiales, en suma- dejados
por el autor en la comisión del hecho y susceptibles de ser recogidos, y que permiten acreditar la perpe­
tración del delito 7, en ocasiones, la identificación de su autor (ejemplo, el trozo de cristal en el que se
asentaron las huellas dactilares del imputado, las ropas manchadas de sangre) [Pérez-Cruz Martín 7
otros, 2009: 232]. La Sentencia del Tribunal Supremo español, del 6 de febrero de 1982, efectúa una
clasificación moderna de “cuerpo del delito”. Así: 1. Cuerpo material del delito, sobre el que recae este.
2 . Cuerpo accidental del delito, que se incorpora a los autos como piezas de convicción. 3. Cuerpo del
delito por situación, que tiene relación con el delito, por el lugar, por estar en el mismo sitio del delito,
en las inmediaciones, en poder del reo o de terceros. Lo expuesto revela la naturaleza heterogénea del
cuerpo del delito, en cuanto es, al mismo tiempo, medio 7 objeto de investigación. Medio de investiga­
ción porque a través de él es posible averiguar importantes extremos relativos al hecho delictivo (e, in­
cluso, indirectamente, relativos al delincuente). Objeto de investigación, en el sentido de que las mate­
rialidades que lo componen pueden ser, a su vez, objeto de diligencias de investigación de esta índole
[Aragoneses Martínez 7 otros, 2002 : 329]. II § 2. L a cadena de custodia. 9. Una norma de clausu­
ra del procedimiento de incautación 7, especialmente, de aseguramiento del material incautado -el
cuerpo del delito- para su debida autenticidad, es la prevista en el artículo 220, apartado 5, del NCPP,
que instituye la denominada “cadena de custodia”, a la que la dicha norma delega su desarrollo, a través
de un Reglamento específico, a la Fiscalía de la Nación; en tanto se trata de actos de investigación o
actos de prueba materiales, con entidad para esclarecer la comisión del delito e identificar 7 descubrir a
su autor. El NCPP, sin embargo, delimita esa atribución reglamentaria, residenciada en la Fiscalía de la
Nación, a normar el diseño 7 control de la misma, así como el procedimiento de seguridad, conserva­
ción 7 custodia de lo incautado (artículos 220, apartado 5, 7 221 , apartado 1 del NCPP). Además,
como ya se ha precisado, en otras disposiciones el NCPP impone la necesidad de protección del lugar
de los hechos, recogida del cuerpo del delito 7 levantamiento de las actas respectivas. La Fiscalía de la
Nación, mediante la Resolución N .° 729-2006-MP-FN, del 15 de junio de 2006, expidió el “Regla­
mento de la cadena de custodia de elementos materiales, evidencias [sic] 7 administración de bienes
incautados”, cuya finalidad es la de establecer 7 unificar procedimientos básicos 7 responsabilidades de
los iscales 7 funcionarios del Ministerio Público, para garantizar la autenticidad 7 conservación del
cuerpo del delito (artículo 2). La cadena de custodia está desarrollada en el Capítulo II del citado Re-

♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL


Alt 220 LIBRO SEGUNDO: LA ACTIVIDAD PROCESAL 458

glamento (artículos 7 al 15). 10. Debe quedar claro, desde el principio de libertad probatoria, que la
autenticidad del cuerpo del delito, de necesaria demostración, exige que el elemento de investigación
utilizado para justificar la acusación es el mismo objeto encontrado en el lugar de los hechos y el mismo
sobre el cual -si correspondiere- se realizaron los análisis forenses o periciales, y se establecieron los vín­
culos o inferencias respectivas (entre otras: relacionar al imputado con la victima o con la escena del
delito, establecer las personas asociadas o partícipes del delito, corroborar el testimonio de la victima,
definir el modo de operación del agresor y relacionar casos entre sí o exonerar a un inocente), y el mismo
que se exhibe en el juicio oral. Ha de garantizarse que desde que se recoge el cuerpo del delito hasta que
llega a concretarse como prueba en el momento del juicio, aquello sobre lo que recaerá la inmediación,
publicidad y contradicción de las partes y el juicio del órgano jurisdiccional, es lo mismo. El aludido
requisito de autenticidad, que responde al principio o elemento de mismidad, propio de las ciencias
forenses y de la investigación criminal, puede acreditarse de una de las cinco formas de autenticación
siguiente: 1. Auto autenticación. 2. Marcación. 3. Testimonio. 4. Pericia. 5. Cadena de custodia. La
primera forma está en relación con bienes, cosas u objetos que tienen características notorias y bien
conocidas, que hacen que ellas no necesiten autenticación porque se autentican a sí mismas (verbigracia,
ejemplar de un periódico, imagen de un personaje relevante). La segunda es el acto de señalar el cuerpo
del delito con un signo distintivo, propio y exclusivo, de quien intervino en las diligencias de levanta­
miento, recolección o incautación, o del perito que lo manipula dentro del laboratorio (ejemplo, grabar
las iniciales del policía o fiscal que intervino en el mango de un cuchillo hallado en el lugar de los he­
chos). La tercera es el testimonio, en cuya virtud el testigo reconoce el cuerpo del delito como auténtico
(ejemplo, las fotografías). La cuarta es la pericia en la que el perito precisa que lo analizado es auténtico,
que es el mismo bien, cosa u objeto que recibió (al anterior y a este se les puede denominar, según el
caso, “testigos” o “peritos de acreditación”). La última es la cadena de custodia [Mora Izquierdo y
otra, 2007: 195-198]. Cabe acotar, sin embargo, que respecto a la autenticación el NCPP establece la
necesidad del levantamiento de actas que mencionen objetivamente el bien recogido o incautado -reco­
gida del bien, cosa u objeto, y práctica documentada de la diligencia referida al cuerpo del delito-. Su
elaboración -a cargo mayormente de la Policía-, la búsqueda y recogida del cuerpo del delito, forman
prioritariamente parte del acervo de conocimientos y experiencias de la policía (conforme: Sentencia del
Tribunal Supremo español, del 18 de mayo de 2001, fundamento jurídico 4) -y, residualmente, de la
Fiscalía, en cuanto órganos de investigación del delito-, si cumplen los requisitos pertinentes -fijados
mayormente por norma reglamentaria, aunque con una base legal con la que se ha detallado en el pará­
grafo séptimo-, evita un procedimiento ulterior de autenticación de dicha diligencia de aseguramiento
de fuentes de investigación -ubicación, recogida e incautación-, a través de autoautenticación, marca­
ción, testimonio o pericia. 11. La cadena de custodia, como quinta forma de autenticación, referida al
cuerpo del delito, “ [...] se puede definir como aquel procedimiento de registro y control que tiene por
finalidad garantizar la integridad, conservación e inalterabilidad de los elementos materiales de prueba
[en pureza, del hecho delictivo y de su autor], tales como documentos, armas blancas y de fuego, mues­
tras orgánicas e inorgánicas, proyectiles, vainas, huellas dactilares, etcétera, desde el momento de su
hallazgo en la escena del crimen, considerando su derivación a los laboratorios criminalísticos forenses
donde serán analizados por parte de los expertos, técnicos o científicos, y hasta que son acompañados y
valorados como elementos de convicción [en rigor, actos de prueba] en la audiencia de juicio oral” [...].
La cadena de custodia es, propiamente, un sistema de control que permite registrar, de manera cierta y
detallada, cada paso que sigue el cuerpo del delito encontrado en el lugar de los hechos (recolección,
incorporación -utilización de embalajes adecuados-, rotulación, etiquetamiento -con identificación del
funcionario responsable y referencias sobre el acto de hallazgo, ocupación e incautación-, traslado, al­
macenamiento, conservación, administración y destino final), de suerte que proporciona un conoci­
miento efectivo del flujograma que ha seguido el bien, cosa u objeto, a través de los diferentes sistemas
(policial, fiscal, laboratorio criminalístico, Instituto de Medicina Legal, u otros entes públicos o priva­
dos), hasta llegar a las instancias judiciales [la obligatoriedad de su presentación se advierte de lo dis­
puesto por el artículo 282.1 NCPP]. Por último, la cadena de custodia, como señaló el Tribunal Supre­
mo español, en su sentencia del 3 de diciembre de 2009, fundamento jurídico tercero: [...] la cadena
n o rrio s & t h e s f s
459 SECCION II: LA PRUEBA Arí. 220
de custodia es una figura tomada de la realidad, a la que tiñe de valor jurídico con el fin de, en su caso,
identificar el objeto intervenido, pues al tener que pasar por distintos lugares para que se verifiquen los
correspondientes exámenes, es necesario tener la seguridad de que lo que se traslada y analiza es lo
mismo en todo momento, desde que se recoge del lugar del delito basta el momento final que se
estudia y, en su caso, se destruye” [...], Además, como recuerda la Corte Suprema de Costa Rica,
“ [.••] Ia cadena de custodia no protege la cantidad ni la calidad de la prueba material sino la identi­
dad de ella, pues la incautada debe ser la misma que llega al perito y al debate” [Sala Tercera, Sen­
tencia del 21 de diciembre de 2007]. 12. El mecanismo que expresa la cadena de custodia se con­
creta materialmente a través de formularios de registro de información o, como precisa el
Reglamento antes citado, en “formatos de la cadena de custodia”, que acompañan en todo momen­
to al cuerpo del delito y son objeto de supervisión por el fiscal o un funcionario delegado. Cada
eslabón en la cadena de custodia está debidamente registrado, y de modo ininterrumpido, lo cual
demuestra la totalidad del camino recorrido por el cuerpo del delito. La presentación de estos for­
matos evita la necesidad de hacer concurrir a quien o quienes han tenido que lidiar con el cuerpo
del delito. Esta prueba documentada -el formato y documentos anexos- es suficiente y más operati­
va que el testimonio. La jurisprudencia estadounidense, liderada por el caso USA vs. Howard-Arias,
decidida en 1982 por la Corte Federal de Apelaciones del Cuarto Circuito, señaló que la cadena de
custodia es una variación del principio de autenticación (o, con mayor precisión y según se expuso,
una de sus formas de autenticación) [Muñoz N eira, 2008: 361-362]. // § 3. R u p tu ra de la cade­
n a de custodia. 13. La ruptura de la cadena de custodia -la presencia de irregularidades en su de­
curso- se presenta cuando en alguno de los eslabones de la cadena o de los tramos por el que tran­
sita el cuerpo del delito, se pierde la garantía de identidad entre lo incautado y lo entregado al fiscal,
perito -organismos técnicos periciales, laboratorios forenses, universidades, instituciones públicas o
privadas, institutos de investigación (artículo 173, apartado 2, NCPP)- o juez. Aquí, en principio,
se está ante una irregularidad o un acto procesal defectuoso, que no determina su nulidad, inadmi­
sibilidad o inutilización. 14. De la ruptura de la cadena de custodia o de su omisión no sigue nece­
saria o automáticamente que el cuerpo del delito es inauténtico y, por consiguiente, que carece de
eficacia probatoria. Recuérdese, de esta forma, que la cadena de custodia es una de las modalidades
para acreditar la mismidad de un bien, objeto o cosa incautado, y que solo busca facilitar la demostra­
ción de su autenticidad a través de un conjunto de formatos y procedimientos estandarizados y proto­
colizados; y, en otro sentido, que en materia de prueba rige el principio de libertad probatoria (artículo
137, apartado 1, NCPP); de suerte que las partes pueden acreditar la autenticidad de la prueba material
presentada por los diversos medios de prueba reconocidos por la ley. (Acuerdo Plenario N .° 6-2012/
C J-116, del 29-01-2013, íf. jj. 8-14. VIII Pleno Jurisdiccional de las Salas Penales Permanente y Tran­
sitoria [EP, 04-01-2014]. Texto completo: <bit.ly/2cRroR7>).

SENTENCIA PLENARIA DE LA CORTE SUPREMA

§ 900. Reglas vinculantes para la correcta aplicación de la prueba de ADN en los delitos sexua­
les. Es fundamental para este objetivo que se mantenga la cadena de custodia. Véase la jurispru­
dencia del artículo 137° del Nuevo Código Procesal Penal [§ 619]. (Sentencia Plenaria Casatoria N .°
2-2018/CIJ-433, del 18-12-2018, que estableció como doctrina legal los fundamentos señalados en
dicha sentencia y los lincamientos jurídicos precisados en el f. j. 4 6 .1 Pleno Jurisdiccional Casatorio de
las Salas Penales Permanente, Transitoria y Especial [EP, 20-12-2018, Jurisprudencia, Año XXVII, N .°
1098, p. 8199]. Texto completo: <bit.ly/2UUdq3T>).

DOCTRINA JURISPRUDENCIAL VINCULANTE DE LA CORTE SUPREMA

§ 901. Aplicación de la cadena de custodia a los procesos penales por ejercicio privado de la
acción (querella). C uarto. Que, el Código Procesal Penal, en su Libro Segundo (La Actividad Proce­
sal), Sección II, Título III, Capítulo VI, Sub Capítulo I (La Exhibición e Incautación de Bienes), en su
artículo doscientos veinte, inciso dos, establece lo siguiente: “Los bienes objeto de incautación deben ser
♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL
Art. 220 LIBRO SEGUNDO: LA ACTIVIDAD PROCESAL 460

registrados con exactitud y debidamente individualizados, estableciéndose los mecanismos de seguridad


para evitar confusiones o alteración de su estado original; igualmente se debe identificar al funcionario
o persona que asume la responsabilidad o custodia del material incautado. De la ejecución de la medida
se debe levantar un acta, que será firmada por los participantes en el acto. Corresponde al Fiscal deter­
minar con precisión las condiciones y las personas que intervienen en la recolección, envío, manejo,
análisis y conservación de lo incautado, asimismo, los cambios hechos en ellos por cada custodio ;
precisándose en su inciso cinco que “La Fiscalía de la Nación, a fin de garantizar la autenticidad de lo
incautado, dictará el Reglamento correspondiente a fin de normar el diseño y control de la cadena de
custodia, así como el procedimiento de seguridad y conservación de los bienes incautados”, a lo cual se
dio cumplimiento con la elaboración del “Reglamento de la Cadena de Custodia de Elementos Mate­
riales, Evidencias y Administración de Bienes Incautados”, aprobado mediante Resolución N .°
729-2006-MP-FN de fecha 15 de junio de 2006, que establece lo siguiente: “Artículo 1°.- Objeto. E l
presente Reglamento regula elprocedimiento de la cadena de custodia de los elementos materiales y evidencias
incorporados a la investigación de un hecho punible. Asimismo, regula los procedimientos de segundad y
conservación de los bienes incautados, según su naturaleza. Artículo 2°.- Finalidad. Establecer y unificar
procedimientos básicos y responsabilidades de los representantes del Ministerio Público y funcionarios, a efec­
to de garantizar la autenticidad y conservación de los elementos materiales y evidencias incorporados en toda
investigación de un hecho punible, auxiliado por las cienciasforenses, la criminalística entre otras disciplinas
y técnicas que sirvan a la investigación crim inal Además unificar los lincamientos generales de seguridad y
conservación de los bienes incautados. Artículo 3°.- Ámbito y alcance. Las normas contenidas en elpresente
Reglamento son de aplicación progresiva en todo el territorio nacionaly de obligatorio cumplimiento para los
señores Fiscales, funcionarios y servidores del Ministerio Público [...] Artículo 7°.- Concepto de la Cadena de
Custodia de los Elementos Materiales y Evidencias. La Cadena de Custodia es elprocedimiento destinado a
garantizar la individualización, seguridad y preservación de los elementos materiales y evidencias, recolecta­
dos de acuerdo a su naturaleza o incorporados en toda investigación de un hecho punible, destinados a garan­
tizar su autenticidad, para los efectos delproceso (definiéndose en el artículo cinco, que los Elementos mate­
riales y evidencias, son objetos que permiten conocer la comisión de un hecho punible y atribuirlos a un
presunto responsable en una investigación y proceso penal) [...]”. Artículo 16°.- Custodia y Administración de
Bienes Lncautados. En caso de efectuarse una diligencia relacionada a la investigación de un hecho ilícito, en
la que se encuentren bienes que ameriten ser incautados, seprocederá a asegurarlos o inmovilizarlos, designan­
do provisionalmente a l responsable de la custodia, dando cuenta a l fuezpara su aprobación y conversión a las
medidas quefueran necesarias (definiéndose en el artículo seis, que los bienes incautados son los efectos y ga­
nancias provenientes del delito, así como los instrumentos que sirvieron para perpetrarlo, objeto de una medi­
da judicial o excepcionalmentefiscal, durante la investigación) [...]”.Quinto. Que, conforme a lo anotado
en el considerando anterior, el procedimiento de Cadena de Custodia se encuentra regulado en el Có­
digo Procesal Penal - Decreto Legislativo N .° 957- y el Reglamento aprobado por Resolución N .°
729-2006-MP-FN de fecha 15 de junio de 2006, el cual está destinado a unificar procedimientos bási­
cos y responsabilidades del representante del Ministerio Público y funcionarios, a efectos de garantizar
la autenticidad y conservación de los elementos materiales y evidencias incorporados en toda investiga­
ción de un hecho punible (auxiliados por las ciencias forenses, la Criminalística entre otras disciplinas
y técnicas), además de la seguridad y conservación de los bienes incautados; lo cual es evidente que sólo
es aplicable a un proceso por delito de ejercicio público de la acción penal (donde el representante del
Ministerio Público -Titular de la acción penal interviene como Director de la investigación preliminar,
cuya finalidad inmediata es realizar los actos urgentes o inaplazables destinados a asegurar los elementos
materiales de la comisión de un hecho delictuoso, entre otros, conforme al artículo trescientos treinta
del Código Procesal Penal, mientras que el Juez en un rol diferenciado está a cargo del Juzgamiento y el
control de legalidad de los actos de investigación del Ministerio Público), mas no resulta aplicable a un
proceso por delito de ejercicio privado de la acción penal (querella), que tiene su propia regulación es­
pecial en el Libro Quinto, Título III, Sección IV del Código Procesal Penal - Decreto Legislativo N .°
957 -artículos cuatrocientos cincuenta y nueve al cuatrocientos sesenta y siete-, (donde no interviene el
Ministerio Público y se acepta de manera excepcional y en casos puntuales, que el Juez Penal ordene a
nom os & th e sis
461 SECCIÓN II: LA PRUEBA Art. 220
la Policía Nacional la realización de una investigación preliminar, quien a su vez emitirá un informe
policial dando cuenta de los resultados). Sexto. Que, debe indicarse que el encausado recurrente alega
en su recurso de casación, que en los procesos penales por delito de ejercicio privado de la acción penal,
el querellante tiene las mismas facultades y obligaciones del Ministerio Público respecto a la cadena de
custodia, conforme a lo previsto en el inciso tres del artículo cuatrocientos sesenta y dos del Código
Procesal Penal; al respecto debe indicarse, que dicha norma procesal penal establece lo siguiente: uInsta-
lado, la audiencia se instará a las partes, en sesión privada, a que concilien y logren un acuerdo. Si no es po­
sible la conciliación, sin perjuicio de dejar constancia en el acta de las razones de su no aceptación, continua­
rá la audiencia en acto público siguiendo en lo pertinente las reglas delJuicio O ral E l querellante particular
tendrá lasfacultades y obligaciones del Ministerio Público, sin perjuicio depoder ser interrogado”; en conse­
cuencia, resulta claro que dicha norma procesal sólo otorga al querellante particular las facultades y
obligaciones que tiene el Ministerio Público en el desarrollo del Juicio oral; sin perjuicio de indicar que
las demás facultades de aquél se encuentran reguladas expresamente en el artículo ciento nueve del
Código Procesal Penal. Sétim o. Que, sin perjuicio de lo anotado, debe indicarse que en los delitos de
ejercicio privado de la acción penal (querella) se debe respetar las garantías constitucionales de carácter
procesal y material (debido proceso, derecho de defensa contradicción, entre otras) respecto a las prue­
bas ofrecidas tanto por parte del querellante como del querellado; debiendo indicarse al respecto que en
el Libro Segundo, Sección II, Título II, Capítulo V del Código Procesal Penal -artículos ciento ochenta
y cuatro a ciento ochenta y ocho-, se regula lo relativo a la incorporación al proceso de la prueba docu­
mental, clases de documentos, reconocimiento de documento, traducción, transcripción y visualización
de documentos, entre otros, de donde se advierte que se considera como prueba documental, entre
otros, las grabaciones magnetofónicas y medios que contienen registros de sucesos, imágenes, voces,
debiéndose ordenar cuando sea necesario, el reconocimiento del documento, por su autor o por quien
resulte identificado según su voz, imagen, huella, señal u otro medio, así como por aquél que efectuó el
registro; asimismo se establece que cuando el documento consista en una cinta de vídeo, se ordenará su
visualización y su transcripción en un acta, con intervención de las partes; reglas que son de aplicación
a los procesos por delito de ejercicio privado de la acción penal, por no ser incompatibles con su natu­
raleza. (Casación N .° 63-2011-Huaura, de 24-04-2012, ff. jj. 4 al 7 establecidos como doctrina
jurisprudencial. Sala Penal Permanente [EP, 30-07-2012]. Texto completo: <bit.ly/2FDmxQS>).

JURISPRUDENCIA DE LA CORTE SUPREMA

§ 902. La cadena de custodia. Sétimo. [La] cadena de custodia representa en el proceso penal un
mecanismo de imprescindible utilidad, cuyo objetivo esencial es el evitar que los instrumentos con que
se hubiere ejecutado el delito u objetos del mismo, se alteren, destruyan o desaparezcan, pues todo ello
atenta contra el objeto propio de la investigación preparatoria o el procedimiento penal, el cual consiste
en averiguar cómo se dieron los hechos presuntamente ilícitos, así como establecer la responsabilidad
penal o no de los sujetos vinculados al mismo; es decir, tiene por propósito la práctica de las pruebas en
el juicio oral, con las cuales el Juez resolverá sobre los hechos. Octavo. La cadena de custodia representa
entonces el conjunto de medidas que procuran preservar la existencia y autenticidad de todas las evi­
dencias físicas y elementos materiales probatorios, descubiertos o incautados, con la acreditación de su
identidad y estado original, y determina exigencias de preservación de las pruebas y específicas respon­
sabilidad de quienes entran en contacto con las mismas, a efectos de evitar su destrucción, suplantación,
alteración o deterioro. (Casación N .° 231-2011-Madre de Dios, de 17-05-2012, ff. jj. 7 y 8. Sala Penal
Permanente. Texto completo: <bit.ly/2b2VBql>).

§ 903. La cadena de custodia no es de aplicación ante grabaciones aportadas por el agravia­


do, solo rige para la autoridad pública. Ante la negativa del imputado a la diligencia de toma de
muestras de voz es absolutamente lícito recurrir a muestras de comparación existentes en archivo.
C uarto. [...] En el presente caso el planteamiento excepcional incide en los materiales probatorios, en su
legalidad y suficiencia para concluir en una condena. Se advierte de la sentencia de vista que son varios los
medios de pruebas valorados, no solo la pericia fonética cuestionada. Respecto a lo planteado, desde una
♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL
Art. 221 LIBRO SEGUNDO: LA ACTIVIDAD PROCESAL 462

perspectiva de doctrina jurisprudencial sobre la determinación de la identificación de la voz del imputa­


do en una grabación presentada por el perjudicado por su conducta delictiva, debe puntualizarse que la
cadena de custodia no es de aplicación ante grabaciones aportadas por el agraviado -solo rige para la au­
toridad publica-. La individualización de la voz para la comparación pericial puede obtenerse de diversas
maneras: por una diligencia específica ante la ausencia de voces de comparación o por la asunción de una
grabación que está en archivos. Ante la negativa del imputado a la diligencia de toma de muestras de voz
es absolutamente lícito recurrir a muestras de comparación existentes en archivo. Por consiguiente, no
constan argumentos válidos para asumir competencia casacional excepcional. (Casación N .° 837-2018-
Lima, del 07-11-2018, f. j. 4. Sala Penal Permanente. Texto completo: <bit.ly/2SxukBd>).

Artículo 221: Conservación y exhibición

1. Según la naturaleza y estado del bien incautado, se dispondrá su debida conservación o custodia.
2. En el caso de la exhibición se describirá fielmente en el acta lo constatado, sin perjuicio de reprodu
cirio, empleando el medio técnico disponible.

JURISPRUDENCIA DE LA CORTE SUPREMA

§ 904. Firma de fiscal en el acta de lacrado de billetes. Décimo octavo. [Respecto] de que las men-
donadas actas [de lacrado de billetes] no fueron firmadas de manera inmediata sino tres días después
por el representante del Ministerio Público, es de recordar que [...] dichas actas no solo fueron materia
de evaluación por la solicitud de tutela de derechos y en materia de nulidad, resultando desfavorables
para el recurrente, sino también que el Acta de Registro Personal fue confirmada por el Tercer Juzgado
de Investigación Preparatoria. Si bien el recurrente señala que las actas mencionadas carecerían de valor
probatorio en la medida en que fueron suscritas con “métodos intimidatoriosy violatorios de la integridad
físicd \ este Supremo Tribunal valora por un lado, el hecho de que el abogado defensor del recurrente
suscribió las actas y, por otro lado, la inexistencia de pruebas de que fue sometido a lesiones a lo largo del
proceso penal. (Casación N .° 70-2010-Lambayeque, del 26-04-2011, f. j. 18. Sala Penal Permanente.
Texto completo: <bit.ly/2cpz4pm>).

Artículo 222: Devolución de bienes incautados y entrega de bienes sustraídos

1. El Fiscal y la Policía con conocimiento del primero podrá devolver al agraviado o a terceros los
objetos incautados o entregar los incautados que ya fueron utilizados en la actividad investigadora, con
conocimiento del Ju e z de la Investigación Preparatoria. Asimismo podrá devolverlos al imputado si no
tuvieren ninguna relación con el delito. La devolución podrá ordenarse provisionalmente y en calidad de
depósito, pudiendo disponerse su exhibición cuando fuera necesario.
Los bienes sustraídos serán entregados al agraviado.
2. Si el Fiscal no accede a la devolución o entrega, el afectado podrá instar, dentro del tercer día, la
decisión del Ju e z de la Investigación Preparatoria. ®

PROTOCOLOS, REGLAMENTOS, LINEAMIENTOS, G UÍAS Y DIRECTIVAS


(a) Reglamento de la cadena de custodia de elementos materiales, evidencias y adm inistración de bienes incautados
(aprobado por la Resolución N.° 729-2006-M P-FN de 15-06-2006). Véase el texto com pleto en: <bit.ly/2FIR5ho>.

DOCTRINA JURISPRUDENCIAL VINCULANTE DE LA CORTE SUPREMA

§ 905. L a autoridad aduanera custodia el vehículo incautado hasta que se sobresea el proceso
o se emita sentencia que ordene su decomiso o devolución, siendo el juez el encargado de reexa-
n o m o s & th e sis
463 SECCION II: LA PRUEBA Art. 223
minar y disponer la devolución del bien. Véase la jurisprudencia del artículo 218° del Nuevo Código
Procesal Penal [§ 895]. (Casación N .° 45-2012-Cusco, de 13-08-2013, que establece como doctri­
na jurisprudencial el fundamento III. 1. Sala Penal Permanente [EP, 21-06-2014, Jurisprudencia, Año
XXIII, N .° 963, pp. 7099-7101]. Texto completo: <bit.ly/2p5paQt>).

§ 906. Juez puede devolver bienes incautados sin necesidad de absolución del procesado o
sobreseimiento del proceso. Los supuestos de los artículos 319 y 320 del Código Procesal Penal
no se contraponen a la Ley de Delitos Aduaneros; al contrario, la complementan. Véase la jurispru­
dencia del artículo 319° del Nuevo Código Procesal Penal [§ 1271]. (Casación N .° 646-2014-Sullana,
del 16-03-2016, que establece como doctrina jurisprudencial vinculante los £F. jj. 9 al 19. Sala Penal
Permanente [EP, 22-12-2016, Jurisprudencia, Año XXV, N .° 1031, pp. 7652-7654]. Texto completo:
<bit.ly/2iKniak>).

Artículo 223: Remate o subasta del bien incautado (1)

1. Cuando no se ha identificado al autor o al perjudicado, el bien incautado, transcurridos seis meses,


es rematado. El remate se realiza, previa decisión de la Fiscalía que conoce del caso si no se ha formaliza­
do la Investigación Preparatoria o previa orden del Juez de la Investigación Preparatoria si existe proceso
abierto, a pedido del Fiscal.
2. El remate se llevará a cabo por el órgano administrativo competente del Ministerio Público, según
las directivas reglamentarias que al efecto dicte la Fiscalía de la Nación. En todo caso, se seguirán las
siguientes pautas:
a) Valorización pericial;
b) Publicación de un aviso en el periódico oficial o en carteles a falta de periódico.
3. El producto del remate, descontando los gastos que han demandado las actuaciones indicadas en
el numeral anterior, será depositado en el Banco de la Nación a la orden del Ministerio Público si no se
formalizó Investigación Preparatoria y, en partes iguales, a favor del Poder Judicial y del Ministerio Públi­
co si existiere proceso abierto. Si transcurrido un año ninguna persona acredita su derecho, el Ministerio
Público o el Poder Judicial, dispondrán de ese monto, constituyendo recursos propios.
4. Cuando se trate de objetos, instrumentos, efectos o ganancias de los delitos cuya titularidad haya
sido declarada a favor del Estado mediante un proceso de pérdida de dominio y en los casos de incauta­
ción o decomiso de bienes, efectos o ganancias establecidos en las normas ordinarias por la comisión de
delitos en agravio del Estado, la Comisión Nacional de Bienes Incautados - C0NABI procederá a la subasta,
en la forma y procedimiento establecido por la normatividad de la materia. El producto de esta subasta pú­
blica se destinará preferentemente a la lucha contra la minería ilegal, la corrupción y el crimen organizado,
conforme al Reglamento de la materia.(2)(a)(b)(c)

NOTA DE ACTUALIZACIÓN

(1) Extremo m odificado por la DCMU del Decreto Legislativo N.° 1104 (EP, 19-04-2012).
(2) Numeral incorporado por la DCMU del Decreto Legislativo N.° 1104 (ER 19-04-2012).

PROTOCOLOS, REGLAMENTOS, LINEAMIENTOS, GUÍAS Y DIRECTIVAS

(a) Reglamento de las fiscalías especializadas en delitos de corrupción de funcionarios, fiscalías especializadas contra la
criminalidad organizada, y fiscalías especializadas en delitos de lavado de activos y pérdida de dominio (aprobado por
la Resolución N.° 1423-2015-MP-FN de 22-04-2015). Véase el texto com pleto en: <bit.ly/2TNgGdZ>.
(b) Reglamento de las fiscalías especializadas en delitos de lavado de activos y pérdida de dominio (aprobado por la
Resolución N.° 227-2014-M P-FN de 21-01-2014). Véase el texto com pleto en: <bit.ly/2l68GmO>.
(c) Reglamento de la cadena de custodia de elementos materiales, evidencias y administración de bienes incautados
(aprobado por la Resolución N.° 729-2006-MP-FN de 15-06-2006). Véase el texto completo en: <bit.ly/2FIR5ho>.

♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL


Alt 224 LIBRO SEGUNDO: LA ACTIVIDAD PROCESAL 464

SUBCAPÍTULO II
LA EXHIBICIÓN E INCAUTACIÓN DE ACTUACIONES
Y DOCUMENTOS NO PRIVADOS

Artículo 224: Incautación de documentos no privados. Deber de exhibición. Secretos

1. También pueden ser objeto de exhibición forzosa o incautación las actuaciones y documentos que
no tienen la calidad de privados. Cuando se trate de un secreto de Estado, el Fiscal acudirá al Jue z de la
Investigación Preparatoria a fin de que proceda, en lo pertinente, conforme a lo dispuesto eh el artículo
165 numerales 2) y 3).
El que tenga en su poder los actos y documentos requeridos está obligado a exhibirlos o entregarlos
inmediatamente al Fiscal, incluso su original, y todo objeto que detenten por razones de su oficio, encargo,
ministerio o profesión, salvo que expresen que se trata de un secreto profesional o de Estado.
El afectado, salvo los casos de invocación de secreto de Estado, podrá instar la intervención judicial,
para establecer si correspondía la exhibición o incautación de todos los documentos o actos intervenidos
por el Fiscal.
2. Cuando se invoque secreto profesional, el Fiscal realizará las indagaciones necesarias a ese efecto,
siempre que resulte indispensable para la marcha de las investigaciones, y si considera infundada la oposi­
ción a la exhibición o incautación, instará la intervención judicial. El Ju e z de la Investigación Preparatoria,
previa audiencia, si considera fundada la petición del Fiscal ordenará la incautación.
3. Cuando se invoque secreto de Estado, el Fiscal acudirá al Presidente del Consejo de Ministros solici­
tando confirme ese carácter. En caso se confirme la existencia del secreto y la prueba sea esencial para la
definición de la causa, el Fiscal acudirá al Juez de la Investigación preparatoria, para que previa audiencia
con asistencia de las partes decida si clausura la investigación por existir secreto de Estado.

Artículo 225: Copia de documentos incautados

1. El Fiscal podrá obtener copia de las actuaciones y de los documentos incautados, restituyendo los
originales. Cuando mantenga la incautación de los originales, podrá autorizar la expedición gratuita de
copia certificada a aquellos que los detentaban legítimamente.
2. Los servidores o funcionarios públicos podrán expedir copias, extractos o certificaciones de los
documentos restituidos, en original o copia, por el Fiscal, pero deberá hacer mención en ellos de la incau­
tación existente.
3. A la persona u oficina ante la que se efectuó la incautación, debe entregársele copia del acta de
incautación realizada.
4. Si el documento incautado forma parte de un volumen o un registro del cual no puede ser separado y
el Fiscal no considera conveniente extraer copia, el volumen entero o el registro permanecerá en depósito
judicial. El funcionario Público con la autorización del Fiscal, expedirá a los interesados que lo soliciten,
copias, extractos o certificados de las partes del volumen o registro no sujetas a incautación, haciendo
mención de la incautación parcial, en las copias, extractos y certificados.
5. Los afectados podrán instar la intervención del Ju e z de la Investigación Preparatoria cuando la dis­
posición del Fiscal afecta irrazonablemente sus derechos o intereses jurídicos. El Ju e z se pronunciará
previa audiencia con asistencia de los afectados y de las partes. <a)

PROTOCOLOS, REGLAMENTOS, LINEAMIENTOS, GUÍAS Y DIRECTIVAS


(a) Reglamento de la cadena de custodia de elementos materiales, evidencias y administración de bienes incautados
(aprobado por la Resolución N.° 729-2006-M P-FN de 15-06-2006). V é a s e el texto completo en: <bit.ly/2FIR5ho>.

n o m o s & th e s is
465 SECCIÓN II: LA PRUEBA Art. 227
CAPÍTULO VII
EL CONTROL DE COMUNICACIONES Y DOCUMENTOS PRIVADOS

SUBCAPÍTULO I
LA INTERCEPTACIÓN E INCAUTACIÓN POSTAL

Artículo 226: Autorización

1. Las cartas, pliegos, valores, telegramas y otros objetos de correspondencia o envío postal, en las
oficinas o empresas -públicas o privadas- postales o telegráficas, dirigidos al imputado o remitidos por él,
aun bajo nombre supuesto, o de aquellos de los cuales por razón de especiales circunstancias, se presu­
miere emanan de él o de los que él pudiere ser el destinatario, pueden ser objeto, a instancia del Fiscal al
Ju e z de la Investigación Preparatoria, de interceptación, incautación y ulterior apertura.
2. La orden judicial se instará cuando su obtención sea indispensable para el debido esclarecimiento
de los hechos investigados. Esta medida, estrictamente reservada y sin conocimiento del afectado, se
prolongará por el tiempo estrictamente necesario, el que no será mayor que el período de la investigación.
3. Del mismo modo, se podrá disponer la obtención de copias o respaldos de la correspondencia elec­
trónica dirigida al imputado o emanada de él.
4. El Juez de la Investigación Preparatoria resolverá, mediante trámite reservado e inmediatamente,
teniendo a la vista los recaudos que justifiquen el requerimiento fiscal. La denegación de la medida podrá
ser apelada por el Fiscal, e igualmente se tramitará reservada por el Superior Tribunal, sin trámite alguno
e inmediatamente.

Artículo 227: Ejecución

1. Recabada la autorización, el Fiscal -por s í o encargando su ejecución a un funcionario de la Fiscalía


o un efectivo Policial- realizará inmediatamente la diligencia de interceptación e incautación. Acto segui­
do examinará externamente la correspondencia o los envíos retenidos, sin abrirlos o tomar conocimiento
de su contenido, y retendrá aquellos que tuvieren relación con el hecho objeto de la investigación. De lo
actuado se levantará un acta.
2. La apertura, examen y análisis de la correspondencia y envíos se efectuará en el lugar donde el
Fiscal lo considere m ás conveniente para los fines de la investigación, atendiendo a las circunstancias
del caso. El Fiscal leerá la correspondencia o revisará el contenido del envío postal retenido. Si tienen
relación con la investigación dispondrá su incautación, dando cuenta al Ju e z de la Investigación Pre­
paratoria. Por el contrario, si no tuvieren relación con el hecho investigado serán devueltos a su desti­
natario, directamente o por intermedio de la empresa de comunicaciones. La entrega podrá entenderse
también con algún miembro de la familia del destinatario o con su mandatario o representante legal.
Cuando solamente una parte tenga relación con el caso, a criterio del fiscal, se dejará copia certificada
de aquella parte y se ordenará la entrega a su destinatario o viceversa.(1)
3. En todos los casos previstos en este artículo se redactará el acta correspondiente.

NOTA DE ACTUALIZACIÓN
0 ) Numeral 2 modificado por la tercera disposición complementaria modificatoria de la Ley N.° 30077 (EP, 20-08-2013), la
misma que entró en vigencia el 1 de ju lio de 2014.

♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL


Alt 228 LIBRO SEGUNDO: LA ACTIVIDAD PROCESAL 466

A rtículo 2 2 8 : D ilige n cia de reexam en ju d icial

1. Cumplida la diligencia y realizadas las investigaciones inmediatas en relación al resultado de aqué­


lla, se pondrá en conocimiento del afectado todo lo actuado, quien puede instar el reexamen judicial, den­
tro del plazo de tres días de notificado.
2. La audiencia se realizará con asistencia del afectado, de su defensor y de las demás partes. El Juez
decidirá si la diligencia se realizó correctamente y si la interceptación e incautación han comprendido
comunicaciones relacionadas con la investigación.

A rtículo 2 2 9 : Requerim iento a tercera persona

Si la persona en cuyo poder se encuentra la correspondencia, al ser requerida se niega a entregarla,


será informada que incurre en responsabilidad penal. Si persiste en su negativa, se redactará acta de ésta
y seguidamente se le iniciará la investigación pertinente.
Si dicha persona alegare como fundamento de su negativa, secreto de Estado o inmunidad diplomática,
se procederá conforme al numeral 3) del artículo 224 en el primer caso y se solicitará informe al Ministerio
de Relaciones Exteriores en el segundo caso.

SUBCAPÍTULO II
LA INTERVENCIÓN DE COMUNICACIONES Y TELECOMUNICACIONES

A rtículo 2 3 0 : Intervención, grab ación o registro de co m u n icacio n es te le fó n ica s o de otras


fo rm as de co m u n icació n y g e o lo ca liza ció n de teléfonos m óviles (1)

1. El Fiscal, cuando existan suficientes elementos de convicción para considerar la comisión de un de­
lito sancionado con pena superior a los cuatro años de privación de libertad y la intervención sea absoluta­
mente necesaria para proseguir las investigaciones, podrá solicitar al Juez de la Investigación Preparatoria
la intervención y grabación de comunicaciones telefónicas, radiales o de otras formas de comunicación.
Rige lo dispuesto en el numeral 4) del artículo 226.
2. La orden judicial puede dirigirse contra el investigado o contra personas de las que cabe estimar fun­
dadamente, en mérito a datos objetivos determinados que reciben o tramitan por cuenta del investigado
determinadas comunicaciones, o que el investigado utiliza su comunicación.
3. El requerimiento del Fiscal y, en su caso, la resolución judicial que la autorice, deberá indicar el
nombre y dirección del afectado por la medida si se conociera, así como, de ser posible, la identidad del te­
léfono u otro medio de comunicación o telecomunicación a intervenir, grabar o registrar. También indicará
la forma de la interceptación, su alcance y su duración, al igual que la dependencia policial o Fiscalía que
se encargará de la diligencia de intervención y grabación o registro.
El Ju e z comunicará al Fiscal que solicitó la medida el mandato judicial de levantamiento del secreto de
las comunicaciones. La comunicación a los concesionarios de servicios públicos de telecomunicaciones, a
efectos de cautelar la reserva del caso, será mediante oficio y en dicho documento se transcribirá la parte
concerniente.^
4. Los concesionarios de servicios públicos de telecomunicaciones deben facilitar, en forma inme­
diata, la geolocalización de teléfonos móviles y la diligencia de intervención, grabación o registro de
las comunicaciones que haya sido dispuesta mediante resolución judicial, en tiempo real y en forma
ininterrumpida, las 24 horas de los 365 días del año, bajo apercibimiento de ser pasible de las res­
ponsabilidades de Ley en caso de incumplimiento. Lo s servidores de las indicadas empresas deben
guardar secreto acerca de las mismas, salvo que se les citare como testigo al procedimiento.

n o m o s & th e s is
467 SECCIÓN I!: LA PRUEBA Art. 230
Dichos concesionarios otorgarán el acceso, la compatibilidad y conexión de su tecnología con el Siste­
ma de Intervención y Control de las Comunicaciones de la Policía Nacional del Perú. Asimismo, cuando por
razones de innovación tecnológica los concesionarios renueven sus equipos y software, se encontrarán
obligados a mantener la compatibilidad con el sistema de intervención y control de las comunicaciones de ;
la Policía Nacional del Perú.(3) j
5. Si los elementos de convicción tenidos en consideración para ordenar la medida desaparecen o hu-
hiere transcurrido el plazo de duración fijado para la misma, ella deberá ser interrumpida inmediatamente.
6. La interceptación no puede durar más de sesenta días. Excepcionalmente podrá prorrogarse por pía-
zos sucesivos, previo requerimiento sustentado del Fiscal y decisión motivada del Juez de la Investigación
Preparatoria.(4)(a)

NOTA DE ACTUALIZACIÓN
(1) Extremo modificado por la tercera disposición complementaria m odificatoria de la Ley N.° 30077 (EP, 20-08-2013), la
misma que entró en vigencia el 1 de julio de 2014.
(2) Numeral 2 modificado por la tercera disposición complementaria m odificatoria de la Ley N.° 30077 (EP, 20-08-2013), la
m isma que entró en vigencia el 1 de julio de 2014.
(3) Numeral 4 modificado por el artículo 6 de la Ley N.° 30171 (EP, 10-03-2014). Anteriormente había sido modificado por
la tercera disposición complementaria modificatoria de la Ley N.° 30096 (EP, 22-10-2013) y por la tercera disposición
com plementaria m odificatoria de la Ley N.° 30077 (EP, 20-08-2013). '
(4) Numeral 6 modificado por la tercera disposición complementaria m odificatoria de la Ley N.° 30077 (ER 20-08-2013), la
m isma que entró en vigencia el 1 de julio de 2014.

PROTOCOLOS, REGLAMENTOS, LINEAMIENTOS, GUÍAS Y DIRECTIVAS


(a) Protocolos de actuación conjunta referidos a las medidas limitativas de derechos com o el de allanamiento, intervención
de las com unicaciones telefónicas, impedimento de salida y levantam iento del secreto bancario, reserva tributaria y
bursátil (aprobado por la Resolución Administrativa N.° 387-2014-CE-PJ de 19-11-2014). Véase el texto completo en:
<bit.ly/2UplsCJ>.

JURISPRUDENCIA D E LA CORTE SUPREMA

§ 907. Levantamiento del secreto de las comunicaciones. Cuarto. [...] [La] Sala de Apelaciones
dio respuesta concreta respecto del pedido de información del levantamiento del secreto de las comu­
nicaciones, del número celular que figura en el recorte de papel hallado al condenado [...] -en la que se
aprecia la anotación de un número celular seguido de la dirección del inmueble intervenido y el nombre
de unos imputados [...]- señalando que se prescindió de la respuesta del levantamiento del secreto de
las comunicaciones ordenado, por cuanto no permite establecer que los imputados [...] hayan desple­
gado actos de fabricación o tráfico, más aún si al momento de la intervención policial- efectuada en el
inmueble [...] donde habitan los referidos procesados, no se halló droga alguna [...]. (Casación N .° 238-
2011-La Libertad, de 27-01-2012, £ j. 4. Sala Penal Permanente. Texto completo: <bit.ly/2c3KVLs>).
§ 908. Abogados que solicitan un monto de dinero a sus patrocinados para interceder ante
magistrados de una sala. Licitud de la intervención telefónica en el delito de tráfico de influencias.
Cuarto. [Si] bien el [abogado] imputado [...] no acepta que pidió dinero, sobre la base de que conocía
a un Vocal de la Sala Civil [...], es relevante, primero, la declaración del agraviado [socio de una coo­
perativa] que claramente dice lo contrario: [el otro abogado coimputado] lo llamó para pedirle dos mil
quinientos dólares para ganar el proceso [de tercería de propiedad], que en vía referencial confirman
[los otros socios de la cooperativa]; y, segundo, la transcripción del audio [...], que da cuenta de una
conversación telefónica entre [el imputado] con [uno de los] agraviado [s], en el que éste ratifica el pago
de dos mil quinientos dólares para un Vocal a fin de que los favorezca en el juicio -en esa diligencia de
transcripción participaron el juez, el fiscal y la abogada [del imputado]-. Estos medios de prueba, plura­
les, coherentes, lícitos, concordantes entre sí y suficientes, justifican la sentencia condenatoria. Quinto.
[No] es del caso insistir en la licitud de la comunicación telefónica entre [el abogado imputado] y [el
agraviado denunciante], a instancia de la autoridad, pues así lo declaró la Ejecutoria Suprema de [...] 26

♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL


Art. 230 LIBRO SEGUNDO: LA ACTIVIDAD PROCESAL 468

de abril de 2016. Primero, no se trató de una interceptación telefónica -prohibida sin orden judicial-,
pues no se efectuó de espaldas a los dos interlocutores -se coordinó con el denunciante, quien aceptó
efectuar y grabar la conversación telefónica-. Segundo, el pedido de la autoridad para la realización de
esa conversación no vulnera la cláusula de no incriminación -el imputado decidió, sin presión alguna,
conversar con el agraviado y ratificar lo que le había indicado a su [colega] coencausado [...]- pues este
derecho guarda relación con las declaraciones prestadas ante la policía, la fiscalía o los jueces [...], ni,
por consiguiente, es ilícita -cuando una persona emite voluntariamente sus opiniones secretas a un con­
tertulio sabe de antemano que se despoja de sus intimidades y se las transmite, más o menos confiada­
mente a los que escuchan, los cuales, podrán usar su contenido sin incurrir en ningún reproche jurídico
[...]-. Incluso no se trata de un delito provocado -la idea criminal y los pasos referidos a la exigencia
de dinero ya se habían desarrollado cuando se efectuó la llamada telefónica, que solo tenía un carácter
ratificatorio de lo denunciado-. (R. N. N .° 2839-2016-Lima Norte, de 28-03-2017, f. j. 5. Primera Sala
Penal Transitoria. Texto completo: <bit.ly/2DgKNCm>).
§ 909. Alcances del derecho al secreto de las comunicaciones y el derecho a la intimidad. La
inutilización de la prueba obtenida de manera ilícita se extiende tanto a la prueba originaria como
la prueba derivada. No se considera como prueba ilícita la obtenida por la empresa al acceder a los
correos electrónicos de sus trabajadores por sospechar de manera razonable de la comisión de un
delito. Sétim o. Que corresponde establecer si la inutilización probatoria dispuesta por el Tribunal Su­
perior como consecuencia de haberse considerado inconstitucional, por vulnerar el derecho fundamen­
tal al secreto de las comunicaciones (artículo 2 numeral 10 de la Constitución), es decir, la información
obtenida de los correos electrónicos archivados en las computadoras del personal de AGP SA, es jurídi­
camente correcta. No está en discusión, desde luego, que la obtención de fuentes de prueba vulnerando
un concreto derecho fundamental material -su contenido esencial o constitucionalmente garantizado-
obliga al órgano jurisdiccional a la declaración de inutilización de la prueba correspondiente. La inuti­
lización por prueba ilícita, por lo demás, no solo se limita a la vulneración de un derecho fundamental
o de un precepto constitucional, también se aplica a la infracción grave de preceptos ordinarios que
definen la esencia de la corrección legal autoritativa cuando se trata (i) de la obtención de una fuente de
prueba o (ii) de la actuación de un medio de prueba [...]. Es claro que la actividad probatoria en el
proceso penal está regulada tanto por la Constitución y los tratados aprobados y ratificados por el Perú
-en sus aspectos esenciales o determinantes (derechos de las personas y potestades del poder público)
-cuanto por la ley -en sus aspectos específicos y de desarrollo de una concreta institución probatoria, de
seguridad, eficacia y fiabilidad del elemento de prueba, y de garantía para los afectados en el ámbito de
sus derechos-. La ilicitud constitucional de una actividad de búsqueda de pruebas -lo más importante,
que no la única, en orden al régimen jurídico de la prueba ilícita-, por infringir las reglas de protección
dispensadas por la Ley Fundamental y, concurrentemente, la garantía del debido proceso, determina la
inutilización de las mismas, es decir, su ineficacia jurídica o exclusión como prueba para sustentar una
sentencia y ante cualquier otra decisión jurisdiccional. La inutilización, asimismo, no solo se concreta
en la prueba originaria, sino también se extiende a las pruebas derivadas. Esta es la regla general y bási­
ca del derecho probatorio penal en un Estado constitucional. Corresponde, por con siguiente, determi­
nar si la obtención de los correos electrónicos archivados en las computadoras revisadas por la empresa
AGP SA, a través de la empresa E&Y, vulneró el contenido constitucionalmente garantizado de un
derecho fundamental. Octavo. [La] Sala Superior estimó que el derecho fundamental vulnerado es el
derecho al secreto de las comunicaciones, reconocido por el artículo 2 numeral 10 de la Constitución.
Este precepto constitucional, si bien consagra el secreto y la inviolabilidad de las comunicaciones y
documentos privados de toda persona, establece específicamente que las comunicaciones, telecomuni­
caciones o sus instrumentos solo pueden ser abiertos, incautados, interceptados o intervenidos por
mandamiento motivado del juez, con las garantías previstas en la ley. Es evidente que el contenido de
correos electrónicos que remita o reciba un sospechoso puede suministrar una información de mucho
valor para la investigación y el proceso; y, además, constituye propiamente una comunicación. Empero,
la protección al derecho de las comunicaciones solo alcanza al proceso de comunicación mismo, pero
finalizado el proceso en que la comunicación consiste, la protección constitucional de lo recibido se
n o m o s & th e s is
469 SECCIÓN II: LA PRUEBA Art. 230
realiza en su caso a través de las normas que tutelan la intimidad u otros derechos (Sentencia del Tribu­
nal Constitucional Español -en adelante, STCE- 70/2002, de 3 de abril). No es, pues, el derecho al
secreto de las comunicaciones el concernido en el sub lite, sino el de la intimidad, tutelado por el artí- I
culo 2 numeral 7 de la Constitución. El primero -se circunscribe a la comunicación indirecta que ha de
valerse de algún medio técnico (postal, telegráfico, telefónico, informático, etcétera)- es un concepto
puramente formal -se predica de lo comunicado, sea cual sea su contenido (STCE 114/1984, de 29 de
noviembre), de suerte que su ámbito de protección o contenido es el proceso de comunicación en liber­
tad y no por sí solo el mensaje transmitido, pero únicamente de aquellas comunicaciones que se realizan |
a través de determinados medios o canales cerrados, no abiertos (STCE 241/2012, de 17 de diciembre),
y solo puede ser dispensado por uno de los comunicantes o por resolución judicial [...], mientras que
el segundo es un concepto de carácter objetivo o material -se otorga protección al ámbito reservado de
la vida de las personas excluido del conocimiento de terceros en contra de su voluntad (STCE 10/2002,
de 17 de enero), por lo que hace referencia a la obligación, por parte de los poderes públicos y de la
sociedad, de respetar un ámbito de privacidad en la persona [...]-. El derecho a la intimidad, como tal,
es aplicable en el ámbito de las relaciones laborales o profesionales, pues allí se pueden generar relaciones
interpersonales, vínculos o actuaciones que pueden constituir manifestación de la vida privada (STCE
186/2000, de 10 de julio). Se trató, en el presente caso, de correos electrónicos -y de la dirección elec­
trónica facilitada por la entidad empresarial al servidor-, que la compañía AGP SA, producida la alarma
social como consecuencia de la investigación periodística y la consiguiente intervención de diversas
autoridades públicas, al margen de la autorización de los sospechosos, obtuvo, abrió, examinó y aportó
al proceso. Es un caso, por consiguiente, que exige la necesaria delimitación de bienes e intereses de
relevancia constitucional en el marco de las relaciones laborales: el derecho a la intimidad del trabajador
y el poder de dirección del empresario. Noveno. Que la actuación fiscalizadora de la empresa AGP SA,
es de insistir, se produjo luego de que los hechos fueron de conocimiento público, originó una gran
alarma social y las autoridades ya estaban interviniendo. Se trata de unos hechos graves con un fuerte
interés público por tratarse de la adquisición de una flota de patrulleros -de relevante importancia para
la seguridad ciudadana-, mediante una licitación presuntamente delictiva, en los que podría estar invo­
lucrada, de una u otra forma, la plana gerencia! de AGP SA y diversos cargos del Ministerio del Interior.
Es de reconocer (i) que el cúmulo de información que se almacena por su titular en una computadora
forma parte de su vida privada y profesional (STCE 173/2011, de 7 de noviembre); (ii) que los correos
que envía y recibe el trabajador quedan almacenados en la memoria del terminal informático utilizado;
(iii) que estos pueden contener datos sensibles que afecten a la intimidad y al respeto a la vida privada
(Sentencia del Tribunal Europeo de Derechos Humanos -en adelante, STEDH - Copland de 3 de abril
de 2007). Empero, el ámbito de cobertura del derecho fundamental a la intimidad, en tanto no es un
derecho absoluto, está determinado por la existencia de una expectativa razonable de privacidad o con­
fidencialidad, esto es, de que una persona razonablemente entienda que se encuentra al margen de la
observación o del escrutinio ajeno. Por el contrario, no puede abrigarse tales expectativas quien cons­
cientemente participa en actividades que por las circunstancias que las rodean, claramente pueden ser
objeto de registro o de información pública (STEDH Peck de 28 de enero de 2003). Décimo. Que, en
el presente caso -a diferencia de otros casos en los que la empresa arbitrariamente, sin fundamento ra­
zonable y fuera de los marcos de su poder de fiscalización, que en este ámbito se ha de ejercer limitada­
mente-, es de tener en cuenta dos circunstancias relevantes: 1. que la empresa habilitó la aludida herra­
mienta informática para el adecuado cumplimiento de la prestación laboral -no, obviamente, para
actividades ilegales o delictivas-; 2. que el hecho de que muy probablemente, entre otros mecanismos,
el correo electrónico se utilizó para las comunicaciones respectivas de carácter delictivo, pues según in­
dicaban las denuncias periodísticas y en el marco de una fuerte alarma social producida alrededor de la
empresa, gerentes de la misma, con la finalidad de obtener la buena pro en la Licitación PSA
002-2006-IN-OGA, se concertaron o coludieron con funcionarios del Ministerio del Interior -el delito
de colusión está sancionado con una pena grave y genera, por su propia naturaleza, una grave afectación
al bien jurídico-. Esto último es lo especialmente significativo en este caso, pues no se está solo ante
incumplimientos laborales de los afectados y la exclusiva aplicación de medidas disciplinarias o de un
♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL
Art. 230 LIBRO SEGUNDO: LA ACTIVIDAD PROCESAL 470

despido, sino ante la comisión de delitos graves en una adquisición de vehículos que concitó gran aten­
ción ciudadana por los problemas de orden público que el país afrontaba -en la línea sistemática de la
doctrina jurisprudencial inaugurada por la STC E 170/2013, de 7 de octubre-. Tal circunstancia, enton­
ces, hacía factible y previsible la posibilidad de que las máximas autoridades de la empresa ejercieran su
facultad de vigilancia sobre los correos electrónicos del trabajador, tanto a efectos de supervisar el co­
rrecto cumplimiento de su prestación laboral, como a fin de constatar que la utilización del correo
electrónico se ciña a fines respetuosos del ordenamiento jurídico y a sus propias directivas internas de
buen funcionamiento y licitud. Siendo así, no es posible reconocer que los afectados abrigaban una
expectativa razonable de privacidad que determinara la entrada en la esfera de protección del derecho a
la intimidad, según ya se ha indicado, asumiendo la doctrina de la STC E 12/2012. Igualmente, no es
posible calificar de excesivo o desproporcionado el acceso por la empresa al contenido de los correos
electrónicos archivados, de suerte que impida su utilización en este proceso penal. La medida efectuada
por la empresa supera satisfactoriamente los juicios de idoneidad, necesidad y proporcionalidad en
sentido estricto. Teniendo como lincamientos metodológicos lo expuesto en la aludida STC E 170/2013,
FJ 3 C, es de acotar que lo realizado por la empresa era la vía para examinar íntegramente los procedi­
mientos utilizados por la empresa y conocer lo ocurrido, sin esa información y examen no se podía
conseguir el propósito buscado -no había otra medida menos moderada para hacerlo: los email eran una
comunicación necesaria para garantizar una eficaz gestión e información-, y la actividad de fiscalización
ejecutada fue ponderada porque se derivó más beneficios o ventajas para el interés general que perjuicios
sobre otros bienes o valores en conflicto. Además, la medida era justificada por las sospechas de actua­
ción incorrecta -probablemente delictiva-, al margen de la legalidad, de los trabajadores afectados; asi­
mismo, era idónea para verificar si el trabajador cometió la ilicitud sospechada y de ese modo esclarecer
algún tipo de responsabilidad de la empresa como tal y el rol de los servidores en los hechos; además, la
medida era necesaria porque el contenido de los correos electrónicos serviría de prueba para afirmar o
negar alguna ilicitud -tanto en sede laboral como, probablemente, penal-; y, finalmente, al margen de
las garantías con que se ejecutó (intervención de peritos informáticos y de una notaría), ha de partirse
del hecho de que se trata de correos electrónicos que tienen entidad (pertinencia y utilidad) para servir
de prueba en este proceso penal pues permiten inferir la probable comisión de un delito. No consta del
Informe cuestionado que se incluyó correos que reflejen aspectos específicos de la vida personal y fami­
liar del trabajador, sino únicamente información relativa a la actividad empresarial respecto de la nom­
brada licitación. En consecuencia, no fue correcto inutilizar o excluir de la apreciación de la prueba
actuada el Informe “Revisión de Operaciones y Control Interno en AGP SA” . Este pudo y debió ser
examinado, al igual que el conjunto de correos electrónicos obtenidos, como fuente de prueba lícita y
plenamente utilizable. N o hacerlo así hizo perder rigor y solidez a la absolución. (R. N. N .° 817-2016-
Lima, del 20-11-2017, ff. jj. 7 al 10. Sala Penal Permanente. Texto completo: <bit.ly/2VOJCnf>).

JURISPRUDENCIA DE LAS CORTES SUPERIORES

§ 910. Presupuestos materiales y procesales necesarios para limitar o restringir el derecho al


secreto de las comunicaciones. C uarto. [...] El Código en comento, prevé dos tipos de presupuestos:
a. Presupuesto material: Desde este punto de vista jurídico sustantivo la adopción de la intervención
telefónica exige que el objeto de la investigación lo constituya un delito grave. El artículo 230.1 del
código en comento, limita para aquellos delitos sancionados con pena superior a los cuatro años de
privación de la libertad, debiendo entender que está referido al extremo mínimo de la pena conminada
pues lo contrario no se condice con el carácter excepcional y restringido de la medida. Nuestro código
introduce un criterio cuantitativo relacionado al “quantum” de la pena a imponer por el delito impu­
tado y deja de lado el listado de los delitos graves en el que habría que adoptar la medida restrictiva, b.
Presupuesto Procesal: Se requiere que la petición fiscal debe realizarse necesariamente dentro de la in­
vestigación preparatoria, descartándose su dictado en las diligencias preliminares, de ahí que el artículo
338.4 del Código adjetivo, exija al Fiscal la formalización de la Investigación Preparatoria a efectos de
solicitar medidas coercitivas. [...] Sexto, Proporcionalidad y justificación de la medida solicitada. [...]
Por su parte el Juzgado debe tomar en cuenta para dictar una resolución autoritativa de una medida

n o m o s & th e s is
471 SECCION IE: LA PRUEBA Alt 231
coercitiva, que la medida se sujete a una especial exigencia constitucional de motivación con incidencia
en el juicio de ponderación que justifique la limitación del derecho fundamental afectado, además de
observar los principios de proporcionalidad (relacionada con la gravedad del delito), idoneidad (útil
para alcanzar la finalidad perseguida) y necesidad (si resulta la menos grave entre otras medidas). (Exp.
N .° 01470-2010-65-2101-JR-PE-02, del 08-06-2011, ffi jj. 4 y 6. Segundo Juzgado de Investigación
Preparatoria de Puno. Corte Superior de Justicia de Puno. Texto completo: <bit.ly/20Qs3RI>).

REMISIÓN

§ 911. Sobre la prueba ilícita. Véase también la jurisprudencia del artículo VIII del Nuevo Código
Procesal Penal [§ 103 ss.].

A rtícu lo 231: Registro de la intervención de co m u nicacion es telefónicas o de otras form as


de com u nicación

1. La intervención de comunicaciones telefónicas, radiales o de otras formas de comunicación que


trata el artículo anterior será registrada mediante la grabación y aseguramiento de la fidelidad de la misma.
Las grabaciones, indicios y/o evidencias recolectadas durante el desarrollo de la ejecución de la medida
dispuesta por mandato judicial y el Acta de Recolección y Control serán entregados al Fiscal, quien dispone
su conservación con todas las medidas de seguridad al alcance y cuida que las mismas no sean conocidas
por personas ajenas al procedimiento.^
2. Durante la ejecución del mandato judicial de los actos de recolección y control de las comunicacio­
nes se dejará constancia en el Acta respectiva de dichos actos. Posteriormente, el Fiscal o el Juez podrán
disponer la transcripción de las partes relevantes de las comunicaciones, levantándose el acta correspon­
diente, sin perjuicio de conservar la grabación completa de la comunicación. Las grabaciones serán con­
servadas hasta la culminación del proceso penal correspondiente, ocasión en la cual la autoridad judicial
competente dispondrá la eliminación de las comunicaciones irrelevantes. Igual procedimiento adoptará el
Fiscal en caso la investigación no sejudicialice, previa autorización del Juez competente.
Respecto a las grabaciones en las que se aprecie la comisión de presuntos delitos ajenos a los que
son materia de la investigación, el Fiscal comunicará estos hechos al Juez que autorizó la medida, con la
celeridad e inmediatez que el caso amerita.
Las Actas de Recolección y Control de las Comunicaciones se incorporarán a la investigación, al igual
que la grabación de las comunicaciones relevantes.(2)
3. Una vez ejecutada la medida de intervención y realizadas las investigaciones inmediatas en relación
al resultado de aquélla, se pondrá en conocimiento del afectado todo lo actuado, quien puede instar el
reexamen judicial, dentro del plazo de tres días de notificado. La notificación al afectado sólo será posible
si el objeto de la investigación lo permitiere y en tanto no pusiere en peligro la vida o la integridad corporal
de terceras personas. El secreto de las mismas requerirá resolución judicial motivada y estará sujeta a un
plazo que el Juez fijará.
4. La audiencia judicial de reexamen de la intervención se realizará en el más breve plazo. Estará di­
rigida a verificar sus resultados y que el afectado haga valer sus derechos y, en su caso, impugnar las
decisiones dictadas en ese acto.
5. Si durante la ejecución del mandato judicial de intervención y control de las comunicaciones en
tiempo real, a través de nuevos números telefónicos o de identificación de comunicaciones, se tomará
conocimiento de la comisión de delitos que atenten contra la vida e integridad de las personas, y cuando se
trate de los delitos de terrorismo, tráfico ilícito de drogas y secuestro, a cometerse en las próximas horas,
el Fiscal, excepcionalmente y dando cuenta en forma inmediata al Juez competente para su convalidación,
podrá disponer la incorporación de dicho número al procedimiento de intervención de las comunicaciones
ya existente, siempre y cuando el Ju e z en el mandato judicial prevenga esta eventualidad.(3)(a)

♦ NUEVO CODIGO PROCESAL PENAL


Art. 231 LIBRO SEGUNDO: LA ACTIVIDAD PROCESAL 472

NOTA DE ACTUALIZACIÓN
(1) Numeral 1 modificado por la tercera disposición com plementaria m odificatoria de la Ley N.° 30077 (EP, 20-08-2013), la
m ism a que entró en vigencia el 1 de julio de 2014.
(2) Numeral 2 m odificado por la tercera disposición com plementaria m odificatoria de la Ley N.° 30077 (ER 20-08-2013), la
m ism a que entró en vigencia el 1 de ju lio de 2014.
(3) Numeral 5 incorporado por la cuarta disposición complementaria m odificatoria de la Ley N.° 30077 (ER 20-08-2013), la
m ism a que entró en vigencia el 1 de ju lio de 2014.

PROTOCOLOS, REGLAMENTOS, LINEAM IENTOS, GUÍAS Y DIRECTIVAS


(a) Protocolos de actuación conjunta referidos a las medidas lim itativas de derechos com o el de allanamiento, intervención
de las com unicaciones telefónicas, im pedim ento de salida y levantamiento del secreto bancario, reserva tributaria y
bursátil (aprobado por la Resolución A dm inistrativa N.° 387-2014-CE-PJ de 19-11-2014). Véase el texto completo en:
<bit.ly/2UplsCJ>.

JURISPRUDENCIA DE LAS CORTES SUPERIORES

§ 912. Libertad de medios de prueba no implica libertad de procedimiento. Prueba trasladada


en caso de audios. Séptim o. El artículo 20 de la Ley N .° 30077 regula en 4 numerales lo relativo a la
prueba trasladada. El numeral 1 establece que en los casos de delitos cometidos a través de una organi­
zación criminal, las pruebas admitidas y actuadas a nivel judicial pueden ser utilizadas o valoradas en
otro proceso penal, siempre que su actuación sea de imposible consecución o de difícil reproducción
debido al riesgo de pérdida de la fuente de prueba o de amenaza para un órgano de prueba. [...] D éci­
mo. El artículo 231 del CPP en su texto original facultaba al Fiscal Provincial a entregar a las personas
afectadas con la medida, las comunicaciones que fueren irrelevantes para el procedimiento, a la vez que
lo facultaba para destruir toda la transcripción o copia de ellas. Pero se estableció una excepción: “No
rige esta última disposición respecto de aquellas grabaciones que contuvieren informaciones relevantes
para otros procedimientos en tanto pudieren constituir un hecho punible”. En este marco legal, el
Fiscal Provincial [...], amparado además en el artículo 138 estaba facultado para solicitar los audios
que contenían las grabaciones y sus respectivas transcripciones. Y de ese modo actuó, conforme se
acredita con el contenido del Oficio [...] por el cual solicitó a la Fiscal Provincial de la Fiscalía Provin­
cial Especializada en Delitos de Tráfico Ilícito de Drogas de Juliaca-Puno, copia certificada de las actas
de intervención, recolección y control de las comunicaciones y documentos privados además con la
respuesta de la Fiscalía Provincial Especializada en Delitos de Tráfico Ilícito de Drogas de Juliaca-Puno
quien remitió las copias certificadas solicitadas. En conclusión, la decisión del juez en el sentido de que
el Fiscal Provincial recurrente se dirija a la autoridad correspondiente -entiéndase la Fiscal Provincial de
Puno mencionada- fue correcta, por encontrar sustento en el artículo 138.2 y 231 del CPP, el segundo
en su texto original. Ello sin perjuicio de considerar que el Ministerio Público es el director de la In­
vestigación Preparatoria y como tal debe obtener los elementos de prueba de cargo y de descargo en el
marco de la libertad probatoria, siempre que los medios de prueba cumplan con los requisitos de perti­
nencia, conducencia, utilidad y no se trate de prueba ilícita. Décim o prim ero. Como ya se ha indicado
al momento de llevarse a cabo la audiencia de apelación, no se encontraba vigente la [Ley] N .° 30077,
la que introduce modificaciones al Código Penal y el CPP. Precisamente el artículo 231 del CPP tam­
bién fue modificado, otorgando mayor control al Juez que dispuso la medida restrictiva de derechos.
Por ejemplo, se establece que las grabaciones serán conservadas hasta la culminación del proceso penal
correspondiente, ocasión en la cual la autoridad judicial competente dispondrá la eliminación de las
comunicaciones irrelevantes y que igual procedimiento adoptará el Fiscal en caso la investigación no se
judicialice, pero con la previa autorización del Juez competente. (Expediente N .° 56-2013-8-1826-JR-
PE-01, del 23-07-2014, ff. jj. 7, 10 y 11. Sala Penal de Apelaciones. Corte Superior de Justicia de Lima.
Texto completo: <bit.ly/2t!yFYj>).

n o m o s & th e s is
473 SECCIÓN II: LA PRUEBA Art. 234
SUBCAPÍTULO 111
EL ASEGURAMIENTO E INCAUTACIÓN DE DOCUMENTOS PRIVADOS

A rtículo 2 3 2 : A seguram iento de docum entos privados

Cuando la Policía o el Fiscal, al realizar un registro personal, una inspección en un lugar o en el curso de
un allanamiento, encuentra en poder del intervenido o en el lugar objeto de inspección o allanamiento un
documento privado, y no ha recabado previamente la orden de incautación con arreglo al artículo siguien­
te, se limitará a asegurarlo -sin examinar su contenido-, sin perjuicio que el Fiscal lo ponga a inmediata
disposición judicial, antes de vencidas las veinticuatro horas de la diligencia, acompañando un informe
razonado y solicitando dicte orden de incautación, previo examen del documento. El Juez resolverá dentro
de un día de recibida la comunicación bajo responsabilidad.

A rtículo 2 3 3 : Incautación de docum entos privados

1. El Fiscal, cuando existan motivos suficientes para estimar que una persona tiene en su poder do­
cumentos privados útiles para la investigación, solicitará al Juez para la Investigación Preparatoria dicte
orden de incautación.
2. La resolución autoritativa se expedirá inmediatamente, sin trámite alguno, y contendrá fundamen­
talmente el nombre del Fiscal a quien autoriza, la persona objeto de intervención y, de ser posible, el tipo
de documento materia de incautación.
3. Recabada la autorización, el Fiscal la ejecutará inmediatamente. De la diligencia se levantará el acta
de incautación correspondiente, indicándose las incidencias del desarrollo de la misma.
4. Rige, en lo pertinente, el artículo 218 y siguientes.

A rtícu lo 2 3 4 : A seguram iento e incautación de docum entos contables y adm inistrativos

1. La Fiscalía, o la Policía por orden del Fiscal, cuando se trata de indagaciones indispensables para
el esclarecimiento de un delito, puede inspeccionar los libros, comprobantes y documentos contables y
administrativos de una persona, natural o jurídica. Si de su revisión considera que debe incautar dicha
documentación, total o parcialmente, y no cuenta con orden judicial, se limitará a asegurarla, levantando el
acta correspondiente. Acto seguido el Fiscal requerirá la inmediata intervención judicial, antes de vencidas
veinticuatro horas de la diligencia, acompañando un informe razonado y el acta respectiva, solicitando a su
vez el mandato de incautación correspondiente.
2. Rige, en lo pertinente, lo dispuesto en los artículos 230 y 231.

JURISPRUDENCIA DE LA CORTE SUPREMA

§ 913. Suscripción del acta de incautación. Cuarto, [...] En el caso de autos, se aprecia que resulta
evidente que el encausado intenta eximirse de responsabilidad penal alegando que es consumidor de
drogas, y como consecuencia de que los efectivos policiales le solicitan dinero y éste no cumple con
tales requerimientos le han imputado estar en posesión 1145 ketes; sin embargo, su negativa incluso a
suscribir el acta de incautación no resulta ser un elemento que genere duda en el Juzgador respecto de su
responsabilidad penal; toda vez que, ha quedado acreditado que en la fecha de su intervención tenía en
su poder la cantidad de ketes antes referido, conforme así se consignó en el atestado policial [...]. (R. N.
N .° 843-2012-Lima, de 28-01-2013, f. j. 4. Sala Penal Permanente. Texto completo: <bit.ly/2bPr0j0>).

♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL


Art. 235 LIBRO SEGUNDO: LA ACTIVIDAD PROCESAL 474

CAPÍTULO VIH
EL LEVANTAMIENTO DEL SECRETO BANCARIO
Y DE LA RESERVA TRIBUTARIA

Artículo 235: Levantamiento del secreto bancario

1. El Ju e z de la Investigación Preparatoria, a solicitud del Fiscal, podrá ordenar, reservadamente y sin


trámite alguno, el levantamiento del secreto bancario, cuando sea necesario y pertinente para el esclare­
cimiento del caso investigado.
2. Recibido el informe ordenado, el Ju e z previo pedido del Fiscal, podrá proceder a la incautación del
documento, títulos - valores, sumas depositadas y cualquier otro bien o al bloqueo e inmovilización de
las cuentas, siempre que exista fundada razón para considerar que tiene relación con el hecho punible
investigado y que resulte indispensable y pertinente para los fines del proceso, aunque no pertenezcan al
imputado o no se encuentren registrados a su nombre.
3. El Ju e z de la Investigación Preparatoria, a solicitud de Fiscal, siempre que existan fundadas razones
para ello, podrá autorizar la pesquisa o registro de una entidad del sistema bancario o financiero y, asi­
mismo, la incautación de todo aquello vinculado al delito. Rige lo dispuesto en el numeral 2 del presente
artículo.
4. Dispuesta la incautación, el Fiscal observará en lo posible el procedimiento señalado en el artículo
223.
5. Las empresas o entidades requeridas con la orden judicial deberán proporcionar, en el plazo máximo
de treinta días hábiles, la información correspondiente o las actas y documentos, incluso su original, si así
se ordena, y todo otro vínculo al proceso que determine por razón de su actividad, bajo apercibimiento de
las responsabilidades establecidas en la ley. El juez fija el plazo en atención a las características, comple­
jidad y circunstancias del caso en particular.(1)
6. Las operaciones no comprendidas por el secreto bancario serán proporcionadas directamente al
Fiscal a su requerimiento, cuando resulte necesario para los fines de la investigación del hecho punible.(a)

NOTA DE ACTUALIZACIÓN
(1) Numeral 5 m odificado por la tercera disposición com plementaria m odificatoria de la Ley N.° 30096 (EP, 22-10-2013).

PROTOCOLOS, REGLAMENTOS, LINEAMIENTOS, GUÍAS Y DIRECTIVAS


(a) Directiva N.° 003-2007-MP-FN: "Disposiciones que regulan las solicitudes de levantamiento del secreto bancario, reser­
va tributario y reserva bursátil que form ulen los señores fiscales a la Fiscalía de la Nación" (aprobado por la Resolución
N.° 234-2007-M P-FN de 19-02-2007). Véase el texto completo en: <bit.ly/2JWBHDd>.

JURISPRUDENCIA VINCULANTE DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL

§ 914. Para levantar el secreto bancario se necesita conformar la comisión investigadora.


89. Cierto es que cuando el literal a) señala que para solicitar el levantamiento del secreto banca-
rio “previamente debe conformarse la Comisión investigadora y comunicársele al alto funcionario
los hechos por los cuales va a ser investigado”, se incurre en un exceso que termina desvirtuando
la finalidad de investigación de dicha solicitud de levantamiento del secreto bancario. 90. En tal
sentido, es oportunidad para que este Tribunal rectifique dicho criterio y precise que el suceso que
debe necesariamente verificarse antes de solicitar el levantamiento del secreto bancario es la con­
formación de la Comisión, mas no la comunicación al investigado de los hechos por los cuales se
va a investigar. Ello por el sencillo motivo de que esta ultima no es una condición previa que deba
verificarse ni siquiera en el ámbito jurisdiccional, tal como deriva del artículo 235°, inciso 1), del
Nuevo Código Procesal Penal, el cual dispone lo siguiente: El Juez de la Investigación Preparatoria,
a solicitud del Fiscal, podrá ordenar, reservadamente y sin trámite alguno, el levantamiento del
nom os & th e sis
475 SECCIÓN II: LA PRUEBA Art. 239
secreto bancario, cuando sea necesario y pertinente para el esclarecimiento del caso investigado. En
efecto, en determinadas circunstancias, el éxito del objetivo que subyace tras una solicitud de levan­
tamiento del secreto bancario se encuentra, justamente, en que la decisión jurisdiccional se adopte
sin conocimiento aún de que existe una investigación de por medio, sin perjuicio de lo cual con
posterioridad debe conocerse el sentido de la resolución para tener la posibilidad de controlar que
esta se encuentre debidamente motivada. (Exp. N .° 04968-2014-PHC/TC [caso Alejandro Toledo
M anrique y otros], de 04-11-2015 [Web: 04-11-2015 / EP, 08-11-2015], que establece el £ j. 90,
primer párrafo, como precedente vinculante). Texto completo: <bit.ly/20ohi8T>).

Artículo 236: Levantamiento de la reserva tributaria

1. El Juez, a pedido del Fiscal, podrá levantar la reserva tributaria y requerir a la Administración Tribu­
taria la exhibición o remisión de información, documentos y declaraciones de carácter tributario que tenga
en su poder, cuando resulte necesario y sea pertinente para el esclarecimiento del caso investigado.
2. La Administración Tributaria deberá exhibir o remitir en su casó la información, documentos o decla­
raciones ordenados por el Juez.
3. Rige, en lo pertinente, lo dispuesto en los numerales 3 y 4 del artículo anterior.(a)

PROTOCOLOS, REGLAMENTOS, LINEAMIENTOS, GUÍAS Y DIRECTIVAS

(a) Directiva N.° 003-2007-M P-FN: "Disposiciones que regulan las solicitudes de levantamiento del secreto bancario, reser­
va tributario y reserva bursátil que formulen los señores fiscales a la Fiscalía de la Nación" (aprobado por la Resolución
N.° 234-2007-MP-FN de 19-02-2007). Véase el texto com pleto en: <bit.ly/2JWBHDd>.

CAPÍTULO IX
LA CLAUSURA 0 VIGILANCIA DE LOCALES E INMOVILIZACIÓN

Artículo 237: Procedencia

1. El Juez, a pedido del Fiscal y cuando fuere indispensable para la investigación de un delito sancio­
nado con pena superior a cuatro años de privación de libertad, podrá disponer la clausura o la vigilancia
temporal de un local, por un plazo no mayor de quince días, prorrogables por un plazo igual si las circuns­
tancias lo exigieran.
2. Asimismo, podrá disponer la inmovilización de cosas muebles que por su naturaleza o dimensión no
puedan ser mantenidas en depósito y puedan servir como medios de prueba. En este caso se procederá a
asegurarlas según las reglas del allanamiento. Los plazos de permanencia de dichos bienes en poder de la
autoridad son los mismos del numeral anterior.

Artículo 238: Solicitud del Fiscal

El Fiscal especificará en su solicitud los fundamentos y la finalidad que persigue, la individualidad del
local o bien mueble objeto de la petición, el tiempo aproximado de duración de la medida y demás datos
que juzgue convenientes.

Artículo 239: Contenido de la resolución

La resolución autoritativa contendrá el nombre del Fiscal que solicita, la expresa autorización del local
o bien mueble, el tiempo de duración de la medida y el apercibimiento de Ley para el caso de resistencia
al mandato.

♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL


Art. 240 LIBRO SEGUNDO: LA ACTIVIDAD PROCESAL 476

Artículo 240: Forma de la diligencia

Obtenida la autorización, con citación de las partes y si es necesario con auxilio policial, se llevará
a cabo la medida redactándose acta que será suscrita en el mismo lugar, salvo circunstancias de fuerza
mayor. El Fiscal dictará las medidas más apropiadas para la custodia y conservación de las cosas muebles.

Artículo 241: Clausura, vigilancia e inmovilización de urgencia

El Fiscal podrá ordenar y ejecutar, por razones de urgencia o peligro por la demora, la clausura o vigilan­
cia del local o la inmovilización de los bienes muebles, cuando sea indispensable para iniciar o continuar
la investigación. Efectuada la medida, antes de vencidas las veinticuatro horas de realizada la diligencia,
solicitará al Jue z la resolución confirmatoria y para el efecto adjuntará copia del acta.

TÍTULO IV
LA PRUEBA ANTICIPADA

Artículo 242: Supuestos de prueba anticipada

1. Durante las diligencias preliminares o una vez formalizada la investigación preparatoria, a solicitud
del Fiscal o de los demás sujetos procesales, podrá instarse al Ju e z de la Investigación Preparatoria la
actuación de una prueba anticipada, en los siguientes casos:
a) Testimonial y examen del perito, cuando se requiera examinarlos con urgencia ante la presencia de
un motivo fundado para considerar que no podrá hacerse en el juicio oral por enfermedad u otro grave
impedimento, o que han sido expuestos a violencia, amenaza, ofertas o promesa de dinero u otra utilidad
para que no declaren o lo hagan falsamente. El interrogatorio al perito, puede incluir el debate pericial
cuando éste sea procedente.
b) Careo entre las personas que han declarado, por los mismos motivos del literal anterior, siempre que
se cumplan los requisitos establecidos en el artículo 182.
c) Reconocimientos, inspecciones o reconstrucciones, que por su naturaleza y características deben
ser considerados actos definitivos e irreproducibles, y no sea posible postergar su realización hasta la
realización del juicio.
d) Declaración de las niñas, niños y adolescentes en su calidad de agraviados por delitos comprendidos
en los artículos 153 y 153-A del Capítulo I: Violación de la libertad personal, y en los comprendidos en
el Capítulo IX: Violación de la libertad sexual, Capítulo X: Proxenetismo y Capítulo XI: Ofensas al pudor
público, correspondientes al Título IV Delitos contra la libertad, del Código Penal.
Las declaraciones de las niñas, niños y adolescentes serán realizadas con la intervención de psicólogos
especializados en cámaras Gesell o salas de entrevistas implementadas por el Ministerio Público.
Las declaraciones y entrevistas serán filmadas y grabadas a fin de evitar la revictimización de los agra­
viados.
e) Declaración, Testimonial y examen de perito en casos de criminalidad organizada, a sí como en los
delitos contra la administración pública, previstos en los artículos 382 al 401 del Código Penal.
2. Las mismas actuaciones de prueba podrán realizarse durante la etapa intermedia.(1)(a)

NOTA DE ACTUALIZACIÓN
(1) Texto conform e a la m odificación efectuado por el artículo 2 o del Decreto Legislativo N.° 1307 (EP, 30-12-2016), el
m ism o que entró en vigencia a nivel nacional a los noventa (90) días de su publicación en el diario oficial El Peruano.
Anteriormente había sido m odificado por la tercera disposición com plem entaria modificatoria de la Ley N.° 30364 (EP,
• 23-11-2015).

n o m o s & th e s is
477 SECCIÓN II: LA PRUEBA Art. 242
PROTOCOLOS, REGLAMENTOS, LINEAMIENTOS, GUÍAS Y DIRECTIVAS

(a) Directiva para la adecuada administración y uso de las cám aras Gesell y salas de entrevista única en el Ministerio Públi­
co (aprobado por la Resolución N.° 1490-2018-MP-FN de 16-05-2018). Véase el texto completo en: <bit.ly/2CPMNnF>.

ACUERDO PLENARIO DE LA CORTE SUPREMA

§ 915. Apreciación de la prueba en los delitos contra la libertad sexual. Irrelevancia de la resis­
tencia de la víctima. Declaración de la víctima. Retractación. Derecho a la intimidad de la vícti­
ma. Evitación de la estigmatización secundaria. Véase la jurisprudencia del artículo 171° del Nuevo
Código Procesal Penal [§ 790]. (Acuerdo Plenario N .° 1-2011/CJ-l 16, del 06-12-201 1, ff. jj. 22-27 [ff
jj. 21 al 38 establecidos como doctrina legal]. VII Pleno Jurisdiccional de las Salas Penales Permanente y
Transitoria [EP, 30-05-2012]. Texto completo: <bit.ly/ll3XDuk>).

§ 916. Delitos de violencia contra la mujer y los integrantes del grupo familiar. Ámbito pro­
cesal: Ley N .° 30364. Declaración de la víctima en los delitos contra la libertad sexual. L a prueba
anticipada. Véase la jurisprudencia del artículo 19° de la Ley N .° 30364, Ley para prevenir, sancionar y
erradicar la violencia contra las mujeres y los integrantes del grupo familiar [§ 2648]. (Acuerdo Plenario
N .° 5-2016/CJ-116, de 12-06-2017, que estableció como doctrina legal los criterios expuestos en los
ff. jj. 10° al 17°. X Pleno Jurisdiccional de las Salas Penales Permanente y Transitorias [EP, 17-10-2017,
Jurisprudencia, Ano XXVI, N .° 1056, p. 7902]. Texto completo: <bit.ly/2sGTlDG>).

DOCTRINA JURISPRUDENCIAL VINCULANTE DE LA CORTE SUPREMA

§ 917. Juez incorporará de oficio declaraciones de menor víctimas de delitos sexuales (audio,
video o acta donde se registra esta primera declaración), en la etapa intermedia, si el fiscal no lo hi­
ciera. Actuación de declaraciones previas en caso de menores de edad víctimas de delitos sexuales.
Toma de declaración en Cám ara Gesell. Décimo C uarto. Es claro que estas reglas deben considerar la
edad de la víctima, mientras menor sea, mayor será la restricción para que declaren en el juicio oral. Por
ende, será obligatorio que sobre esta base, en la etapa intermedia, el Fiscal, en casos de delitos sexuales,
solicite que se escuche el audio, se visione el video o se oralice el acta donde se registra esta primera
declaración, la cual se debe constar en un soporte que permita su incorporación como medio de prueba
completo. Décim o Quinto. Si, por error, el Fiscal no lo hiciera, sobre la base del interés superior del
niño, el papel de garante del juez de los derechos de los ciudadanos y el artículo 385 del Código Pro­
cesal Penal, este lo incorporará de oficio en la etapa respectiva. En caso exista retractación por parte de
la víctima, también será posible incorporarla, así, el Fiscal, de conformidad con el inciso 1 del artículo
378 del citado Código, pedirá que se le confronte con su declaración previa. [...] Vigésimo Quinto.
D e ahí que en el proceso penal sea necesario que la declaración de menores sea guiada por un tercero
especializado [(Nota 8) Las entrevistas, interrogatorios o contrainterrogatorios que se efectúen a un me­
nor de edad, particularmente cuando sea víctima de un delito sexual, atendiendo su corta edad deben
ser realizadas por especialistas de la ciencia del comportamiento humanos, psicólogos, quienes deben
evaluarlo en un ambiente relajado, informal, incluyendo incluso actividades ludicas apropiadas para la
edad del menor, generando confianza para que el deponente se exprese con espontaneidad y naturali­
dad, sin presiones que conlleven revictimizar al afectado. En síntesis, resulta imperativa la intervención
de un profesional no solo para (i) fortalecer la fiabilidad de las manifestaciones del menor, sino para (ii)
disminuir el impacto emocional de la entrevista y favorecer la adecuación del lenguaje empleado a una
comprensión lingüística propia del entrevistado. Este criterio es seguido por las sentencias C -177/14 y
T -l 17/13 del Tribunal Constitucional colombiano y 57 de 11 marzo de 2013 de la Sala Segunda del
Tribunal Constitucional español], como un psicólogo, por lo que se deberán seguir los pasos de una
toma de declaración en Cámara Gesell (ver Guía de Procedimiento para la Entrevista Única de Niños,
Niñas y Adolescentes víctimas de abuso sexual, explotación sexual y trata con fines de explotación
sexual del año 2010), de no ser posible, por el juez. Vigésimo Sexto. Siguiendo la guía citada debe
considerarse que la entrevista sea realizada en los ambientes adecuados y con los artefactos de captación

♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL


Art. 242 LIBRO SEGUNDO: LA ACTIVIDAD PROCESAL 478

de imagen y sonido en perfecto funcionamiento, a fin que sea preservada. Antes de la entrevista, las
partes y el entrevistador se deben reunir con los padres o responsables del niño, niña o adolescente,
con la finalidad de obtener sus generales de ley, información preliminar del suceso, las condiciones
familiares de aquella y demás información que resulte pertinente para la realización de la entrevista. El
entrevistador debe saber los puntos sobre los cuales debe versar la entrevista, los cuales son propuestos
por las partes con la intervención del juez. Vigésimo Séptim o, Si al inicio o durante la entrevista surgen
motivos justificados que impidan su desarrollo, se suspende y reprograma la diligencia lo más pronto
posible, a fin de asegurar la uniformidad y espontaneidad de la información a ser proporcionada por
el niño, niña o adolescente. Vigésimo Octavo. Durante la entrevista se debe tener en cuenta al menos:
i) Abordar en la narración de los Hechos: fecha, hora, personas que se hallaban presentes, descripción
del lugar del hecho y de la agresión sexual, si en ésta hubo acceso carnal por vía vaginal, anal o bucal
o si se realizaron otros actos análogos introduciendo objetos o partes del cuerpo por alguna de las dos
primeras vías o si se produjeron tocamientos indebidos en sus partes íntimas, etc. iii) Identificación del
imputado, señas particulares: tatuajes, cicatrices, cortes, quemaduras, etc., discapacidad física o mental,
lenguaje, actitud, etc. iv) No mencionar el nombre o apellido del procesado antes, durante o después
de la entrevista, salvo que el entrevistado lo mencione, v) Evitar inducir la descripción de la persona, vi)
Las circunstancias vinculadas al acercamiento y abordaje del investigado, vii) No formular preguntas
que atenten contra la dignidad del niño, niña y adolescente, viii) Otros aspectos que sean pertinentes.
Vigésimo Noveno. También debe atenderse a: i) La edad, las necesidades y el nivel de desarrollo del
niño, niña o adolescente, de acuerdo con su contexto sociocultural. Debe propiciarse la espontaneidad
del relato, ii) Estructurar preguntas que puedan comprenderse fácilmente, iii) Permitir que el niño,
niña y adolescente cuente con tiempo suficiente para responder las interrogantes que se le formulan,
iv) Formular preguntas que no sean ambiguas, capciosas o sugestivas y evitar aquellas que induzcan a
eludir la respuesta y adoptar actitudes negativas v) Evitar hablar de sí mismo, vi) Evitar expresar verbal
o gestualmente acuerdo o desacuerdo con la declaración efectuada por el nino, nina o adolescente, vii)
Evitar comparaciones, viii) Se abstendrá de interrumpir al evaluado sin justificación (solo se acepta la
interrupción si tiene un fin específico), ix) N o usar terminología que el niño, niña o adolescente no
pueda comprender, x) Evitar hablar de temas irrelevantes para el caso. (Casación N .° 33-2014-Ucayali,
de 28-20-2015, que establece como doctrina jurisprudencial vinculante los ff. jj. 14, 15, 25 al 29. Sala
Penal Permanente [EP, 26-11-2016, Jurisprudencia, Año XXV, N .° 1029, pp. 7623-7627]. Texto com­
pleto: <bit.ly/2k0eqlZ>).

PLENOS JURISDICCIONALES

§ 918. Declaración de la víctima menor de edad en los delitos contra la indemnidad sexual,
brindada en etapa de investigación preparatoria (declaración escrita, cámara Gesell, filmación
o audio, acta de entrevista única). ¿La declaración de la víctima menor de edad en los delitos contra la
indemnidad sexual brindada en etapa de investigación preparatoria (declaración escrita, cámara Gesell
filmación o audio, acta de entrevista única) puede ser incorporada de oficio por eljuez de investigación prepa­
ratoria en la audiencia de control de acusación o por eljuez dejuzgamiento (aun cuando no ha sido ofrecida
por el Ministerio Público)? Se acuerda por unanimidad : Se puede incorporar esta declaración siempre se
determine que haya cumplido los requisitos de su admisión como lo es el debido emplazamiento para
asegurar el derecho de defensa del imputado sólo por parte de juez de juzgamiento en la etapa de medio
de prueba de oficio. (Pleno Jurisdiccional Distrital en Materia Penal de la Corte Superior de Justicia de
Sullana, realizada el 20-11-2018. Tema I. Texto completo: <bit.ly/2Nv5PnD>).

JURISPRUDENCIA DE LA CORTE SUPREMA

§ 919. La “no revictimización” no es un principio absoluto y, por tanto, no puede estar por
encima del derecho constitucional a la presunción de inocencia. Décim o prim ero. [La menor]
agraviada no concurrió al acto oral para esclarecer algunas incoherencias y contradicciones observadas
en su entrevista preliminar; esto se debió a que la Sala Superior lo rechazo, bajo el argumento de no ser
n o m o s & th e s is
479 SECCION ¡I: LA PRUEBA Arf. 242
revictimizada. Al respecto, la “no revictimización” de la víctima no puede convertirse en un obstáculo
para la averiguación de la verdad procesal cuando, precisamente, lo que se discute es la calidad de víc­
tima de la declarante; máxime cuando es perfectamente posible llevar a cabo la nueva declaración en
sala de entrevista única o en cámara Gesell, sin exponer a la agraviada. La “no revictimización” no es un
principio absoluto y, por tanto, no puede estar por encima del derecho constitucional a la presunción de
inocencia [...]. (R. N. N .° 3303-2015-Lima, del 24-02-2017, f. j. 11. Segunda Sala Penal Transitoria.
Texto completo: <bit.ly/2mMDEW3>).

§ 920. Puede otorgarse mayor credibilidad a las declaraciones del menor brindadas en audien­
cia que a la versión proporcionada en entrevista única [en cámara Gesell]. Sexto. Este Colegiado
Supremo no verificó la alegada inobservancia del artículo 423, literal dos, del Código Procesal Penal,
ya que la Sala Penal Superior puede valorar de manera independiente la prueba actuada en la audiencia
de apelación e incluso otorgar diferente valor probatorio a la prueba personal que fue objeto de inme­
diación por el juez de primera instancia si su valor probatorio fue cuestionado por una prueba actuada
en segunda instancia. En este caso, se recabó la declaración de la menor agraviada en la audiencia de
apelación (que coincidía con lo señalado en juicio oral de primera instancia), donde negó su inicial
sindicación contra el procesado. Séptimo. Con relación a lo anteriormente referido, tampoco se aprecia
la falta de motivación en la sentencia absolutoria, la cual otorgó mayor credibilidad a las declaraciones
de la menor brindadas en audiencia (primera y segunda instancias) y no a su versión proporcionada en
entrevista única [en cámara Gesell], por cuanto los motivos fueron debidamente desarrollados en los
fundamentos 25 al 27 de la resolución cuestionada. (Casación N .° 664-2016-Huaura, del 19-05-2017,
ff. jj. 6 y 7. Primera Sala Penal Transitoria. Texto completo: <bit.ly/2INM4Ib>).
§ 921. Se ordena la realización de un nuevo juicio oral en el que se actúe la reproducción del
CD que contiene la entrevista en cámara Gesell de la menor, prueba anticipada que puede repro­
ducirse, a fin de verificar la fiabilidad de la transcripción de la citada entrevista. Quinto. El Tribu­
nal Superior está en la capacidad de verificar la fiabilidad de la transcripción del acta de entrevista única
de la menor, ya que en autos obra el soporte audiovisual que perennizó esta diligencia, la que posee las
características de prueba anticipada. Precisamente, si lo que se invoca es la existencia de versiones con­
tradictorias en la sola manifestación brindada en cámara Gesell y este argumento, además, se erige entre
uno de los fundamentos más relevantes para sustentar un juicio de absolución [en un proceso sobre vio­
lación sexual de menor de edad], es deber del órgano jurisdiccional verificar a cabalidad lo fidedigno de
la prueba actuada, en concreto, de la transcripción de la entrevista en cámara Gesell. En el presente caso,
la menor no indicó que se dirigía a la iglesia con la amiga de su mamá, sino con la Biblia en la mano y
el error formal en el que se incurrió en la transcripción de la entrevista pudo ser superado con la repro­
ducción oportuna del respectivo CD. Luego, no puede sostenerse una decisión en errores que provienen
del propio Estado (Fiscalía, Poder Judicial, Instituto de Medicina Legal), en desmedro del derecho a la
tutela jurisdiccional y a obtener una resolución fundada en derecho. (R. N. N .° 1398-2018-Callao, del
11-03-2019, £ j. 5. Sala Penal Permanente. Texto completo: <bit.ly/2VO£AEO>).
§ 922. Es nula la sentencia fundamentada en un acta de entrevista única en Cámara Gesell
no oralizado. Acta de Entrevista Unica en Cámara Gesell. Sexto. El Tribunal Superior, para funda­
mentar la sentencia recurrida, tomó como parte de su base probatoria el Acta de Entrevista Única en
Cámara Gesell de la menor agraviada [...]; sin embargo, la misma no fue pieza oralizada en la estación
correspondiente ante la oposición del representante del Ministerio Público; y, por tanto, no sometida a
debate probatorio en el juicio oral, conforme puede verificarse en la sesión de audiencia del 15 de junio
de 2015 [...]. Por lo tanto, la valoración probatoria de dicha instrumental, a pesar de lo antes señalado,
constituye una evaluación sorpresiva para el imputado, más aún cuando dicha Acta de Entrevista Única
no fue incorporada en la etapa de oralización, conforme con lo prescrito por el artículo 262, del Código
de Procedimientos Penales. Razón por la que deberá declararse la nulidad de la sentencia recurrida, a
efecto de que se lleve a cabo un nuevo juzgamiento a cargo de otro Colegiado, en aplicación del artículo
298, inciso 1, del Código de Procedimientos Penales. (R. N . N .° 2729-2015-Lima Sur, del 14-09­
2017, £ j. 6. Primera Sala Penal Transitoria. Texto completo: <bit.ly/2ERrbsJ>).
♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL
Art. 242 LIBRO SEGUNDO: LA ACTIVIDAD PROCESAL 480

§ 923. No es posible acreditar la responsabilidad penal del imputado, si el material probatorio


no acredita lo señalado en la declaración (en cámara Gesell) de la menor presuntamente agravia­
da- Cualquier tipo de contacto físico con la menor no podría calificar como “dolosos tocamientos
deshonestos” . Q uinto. [E]valuada la sentencia impugnada conjuntamente con las pruebas actuadas, se
aprecia que el Colegiado Superior absolvió correctamente al encausado CN , pues al rendir su declara­
ción la menor agraviada de iniciales LKAL, en Cámara Gesell [...], con presencia del representante del
Ministerio Público, señaló que el mismo 04-07-2011 fue objeto de vejámenes sexuales en dos oportu­
nidades diferentes. La primera con el conocido como Rudy -a quien luego identificaría como RC- y, la
segunda, con el encausado CN, y detalló haber tenido coito vaginal y anal respectivamente, habiendo
eyaculado ambos sujetos en sus cavidades. Esto último lo señaló ante el médico que la examinó [...].
Precisó haber sido tomada del brazo por uno de ellos a la fuerza, por lo que su relato de forma confusa
y contradictoria. Por su parte, el Certificado Médico Legal [...], el cual se encuentra debidamente rati­
ficado [...], por el médico legista MY, contradice totalmente la versión de la antes mencionada, pues es­
tablece que la menor examinada no presenta desfloración, signos de acto contranatura, ni lesiones. [...]
Octavo. Por último, cualquier tipo de contacto físico con la menor agraviada no podría calificar como
“dolosos tocamientos deshonestos”, en la medida que no existe prueba de que el procesado conociera o
pudiera conocer la edad de la menor, cercana a los catorce años, o que los hechos se hayan producido
por amenaza o violencia. (R. N. N .° 902-2015-Lima, del 02-05-2017, ff jj. 5 y 8. Primera Sala Penal
Transitoria. Texto completo: <bit.ly/2VzckIP>).

JURISPRUDENCIA DE LAS CORTES SUPERIORES

§ 924. La declaración en cámara Gesell tiene calidad de prueba preconstituida. Décim o Segun­
do. El defensor del imputado también ha cuestionado la cámara Gesell indicando que no se ha seguido
el trámite de la prueba anticipada. La prueba anticipada “puede definirse como actos de investigación
de carácter personal, de carácter irrepetible y urgente, que se realizan por el juez de la investigación
preparatoria, bajo las pautas de ejecución del juicio oral-oralidad, inmediación, y contradicción [San
Martín Castro: Derecho Procesal Penal. Lecciones, 2015, p, 582]. El artículo 242° del CPP establece los
supuestos de prueba anticipada, como sus requisitos y trámite. La cámara Gesell en si no constituye
prueba anticipada lo que no significa que el testimonio de la menor en calidad de agraviada puede serlo,
si el Fiscal cumpliendo con los requisitos legales antes mencionados, así lo requiere ante el juez de la
investigación preparatoria. La declaración de la víctima y entrevista única es un acto de investigación de
carácter material, objetivo no reproducible, que se practica con anterioridad al juicio oral por parte del
Fiscal, por tanto se asemeja a la prueba preconstituida. “La prueba preconstituida importa una fuente
de prueba en la cual el hecho está impregnado de forma artificial, generalmente mediante la escritura y
que se genera sin contracción, principio esencial de la prueba” [f. j. 1 RN 1584-2014-Lambayeque (§
1289)]. El Artículo 19° de la Ley 30364-Ley para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra las
mujeres y los integrantes del grupo familiar establece que “cuando la víctima sea niña, niño, adolescente
o mujer, su declaración debe practicarse bajo la técnica de entrevista única, la misma que tiene la calidad
de prueba preconstituida”. En ese sentido, carece de sustento lo argumentado por la defensa. (Exp. N .°
00039-2018-57-2601-JR-PE-01, del 26-01-2018, f. j. 12. Primer Juzgado de Investigación Preparato­
ria. Distrito Judicial de Tumbes. Texto completo: <bit.ly/20tZPfm>).
§ 925. Para la procedencia de la prueba anticipada, el Ministerio publico tiene la obligación
de acreditar su motivación con mínimos elementos de convicción al respecto. Prim ero. La prueba
anticipada está prescrita en el Código Procesal Penal en su artículo 242° y siguientes, de donde surge su
naturaleza extraordinaria y los casos específicos en los que éste puede requerirse, además de la facultad y
obligación del magistrado para evaluar si las motivaciones para solicitar dicha actuación se encuentran
arregladas a ley y que presentan entidad tal que se justifique la actuación extraordinaria de prueba fuera
de los márgenes de su entorno natural, cual es el del juicio oral. Por ello es que la norma señala que debe
tratarse de exámenes de “urgencia”... ante la presencia de un motivo fundado para considerar que no
podrá hacerse en el Juicio Oral por enfermedad u otro grave impedimento o que han sido expuestos a

n o m o s & th e s is
481 SECCIÓN II: LA PRUEBA Art. 243
violencia, amenaza, ofertas o promesa de dinero u otra utilidad para que no declaren o lo hagan falsa­
mente...” 1. Circunstancias de gravedad y urgencia en su actuación que se extiende a todas las actuacio­
nes probatorias previstas, según fuere el caso. Segundo. Lo antes expuesto impone al Ministerio Público
requirente la obligación no sólo de motivar (aparentemente) su solicitud, sino acreditar su motivación
con mínimos elementos de convicción al respecto, pues de otra forma no podría evaluarse las caracte­
rísticas que debe contener el requerimiento, conforme se ha señalado en el primer considerando de la
presente resolución. Vale decir, no basta con señalar que los órganos de prueba están siendo sometidos
a amenazas u ofrecimientos, sino acreditar que dicha amenaza es cierta, real, e inminente; no basta con
decir que el testigo va a viajar y no acudirá al juicio oral, sino acreditar que efectivamente el testigo
está de paso, vive en otro lugar lejano o aislado de donde no podrá acudir al llamado de la justicia; no
basta con decir que el perito va a ser cambiado a otra jurisdicción alejada, sino presentar la resolución
que así lo disponga; no basta con decir que el testigo está desahuciado y no llegará con vida al Juicio,
sino probar con su historia clínica u otros documentos médicos que eso es así, entre otros ejemplos
que se pueden dar para graficar la entidad del requerimiento a ser evaluado por el juez para conceder
la prueba fuera de su ámbito natural por ante el juez de juzgamiento; en aras de garantizar además, el
cumplimiento de los demás principios del sistema procesal al que nos hemos avocado, o sea, inmedia­
tez, concentración, contradicción, oralidad, publicidad; de forma que no desnaturalicemos el sistema
con actuaciones previas no necesarias, así como la decisión que deberán tomar los señores jueces de
juicio, que no actuarán pruebas para decidir. No se trata que la actuación de prueba anticipada genere
retroceso en el sistema y volvamos los jueces de fallo a resolver con papeles y lectura privada de piezas.
(Exp. N .° 6219-2010-4, del 15-12-2010, ff. jj. 1 y 2. Cuarto Juzgado de Investigación Preparatoria de
Trujillo. Corte Superior de Justicia de La Libertad. Texto completo: <bit.ly/2TYsx8Z>).
§ 926. La acreditación de la urgencia no admite meras presunciones o supuestos futuros para
la prueba anticipada. Cuarto. [...] [C]onforme a lo expuesto, esta judicatura considera que no se
encuentra acreditada la urgencia aludida para la actuación antelada de prueba en este caso, pues, el
señor abogado ha recurrido a meras presunciones y verbos condicionales y futuros que ampararían su
pretensión, pues dice que podría ocurrir señalamiento de vías, colocación de semáforos y colocación de
paneles, cuya efectiva colocación no ha acreditado de modo alguno; es más, el escrito en el que solicita
las pruebas anticipadas citadas no ha sido acompañado de elemento de convicción alguno que convenza
a la judicatura de la necesidad y urgencia aludidas líneas antes, menos se ha citado anexos a su escrito
en dicho sentido; consecuentemente deberá declararse que no tiene fundamento el requerimiento [...].
(Exp. N .° 1956-2011-72, del 08-08-2011, f. j. 4. Cuarto Juzgado de Investigación Preparatoria de
Trujillo. Corte Superior de Justicia de La Libertad. Texto completo: <bit.ly/2uJgPoG>).

Artículo 243: Requisitos de la solicitud

La solicitud de prueba anticipada se presentará al Juez de la Investigación Preparatoria en el curso de


las diligencias preliminares e investigación preparatoria, o hasta antes de remitir la causa al Juzgado Penal
siempre que exista tiempo suficiente para realizarla en debida forma.
1. La solicitud precisará la prueba a actuar, los hechos que constituyen su objeto y las razones de su
importancia para la decisión en el juicio. También indicarán el nombre de las personas que deben intervenir
en el acto y las circunstancias de su procedencia, que no permitan su actuación en el juicio.
2. La solicitud, asimismo, debe señalar los sujetos procesales constituidos en autos y su domicilio
procesal. El Ministerio Público asistirá obligatoriamente a la audiencia de prueba anticipada y exhibirá el
expediente fiscal para su examen inmediato por el Ju e z en ese acto.(1)

NOTA DE ACTUALIZACIÓN
(1) Texto conform e a la modificación efectuado por el artículo 2o del Decreto Legislativo N.° 1307 (ER 30-12-2016), el m is­
m o que entró en vigencia a nivel nacional a los noventa (90) días de su publicación en el diario oficial El Peruano.

♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL


Art. 244 LIBRO SEGUNDO: LA ACTIVIDAD PROCESAL 482

Artículo 244: Trámite de la solicitud

1. El Ju e z correrá traslado por dos días para que los demás sujetos procesales presenten sus conside­
raciones respecto a la prueba solicitada.
2. El Fiscal, moteadamente, podrá solicitar el aplazamiento de la diligencia solicitada por otra de las
partes, siempre que no perjudique la práctica de la prueba requerida, cuando su actuación puede perjudicar
los actos de investigación inmediatos, indicando con precisión las causas del perjuicio. Asimismo, indica­
rá el término del aplazamiento solicitado.
3. El Ju e z decidirá, dentro de los dos días, si acoge la solicitud de prueba anticipada y, en su caso, si
aplaza la diligencia y el plazo respectivo.
4. En casos de urgencia, para asegurar la práctica de la prueba, el Ju e z dispondrá que los términos se
abrevien en la medida necesaria. Si existe peligro inminente de pérdida del elemento probatorio y su ac­
tuación no admita dilación, a pedido del Fiscal, decidirá su realización de inmediato, sin traslado alguno,
y actuará la prueba designando defensor de oficio para que controle el acto, si es que resulta imposible
comunicar su actuación a la defensa.
5. La resolución que dispone la realización de la prueba anticipada especificará el objeto de la prueba,
las personas interesadas en su práctica y la fecha de la audiencia, que, salvo lo dispuesto en el caso de
urgencia, no podrá ser antes del décimo día de la citación. Se citará a todos los sujetos procesales, sin
exclusión.
6. Si se trata de la actuación de varias pruebas, se llevarán a cabo en una audiencia única, salvo que su
realización resulte manifiestamente imposible.

JURISPRUDENCIA DE LAS CORTES SUPERIORES

§ 928. Para la procedencia de la prueba anticipada, el Ministerio público tiene la obligación de


acreditar su motivación con mínimos elementos de convicción al respecto. Véase la jurisprudencia
del artículo 242° del Nuevo Código Procesal Penal [§ 925]. (Exp. N .° 6219-2010-4, del 15-12-2010,
fF. jj. 1 y 2. Cuarto Juzgado de Investigación Preparatoria de Trujillo. Corte Superior de Justicia de La
Libertad. Texto completo: <bit.ly/2TYsx8Z>). .
§ 929. La acreditación de la urgencia no admite meras presunciones o supuestos futuros para
la prueba anticipada. Véase la jurisprudencia del artículo 242° del Nuevo Código Procesal Penal [§
926]. (Exp. N .° 1956-2011-72, del 08-08-2011, £ j. 4. Cuarto Juzgado de Investigación Preparatoria
de Trujillo. Corte Superior de Justicia de La Libertad. Texto completo: <bit.ly/2uJgPoG>).

Artículo 245: Audiencia de prueba anticipada

1. La audiencia se desarrollará en acto público y con la necesaria participación del Fiscal y del abogado
defensor del imputado. Si el defensor no comparece en ese acto se nombrará uno de oficio, salvo que por
la naturaleza de la prueba pueda esperar su práctica. La audiencia, en este último caso, se señalará nece­
sariamente dentro del quinto día siguiente, sin posibilidad de aplazamiento.
2. Los demás sujetos procesales serán citados obligatoriamente y tendrán derecho a estar presentes en
el acto. Su inconcurrencia no frustra la audiencia.
3. Las pruebas serán practicadas con las formalidades establecidas para el juicio oral.
4. Si la práctica de la prueba no se concluye en la misma audiencia, puede ser aplazada al día siguiente
hábil, salvo que su desarrollo requiera un tiempo mayor.
5. El acta y demás cosas y documentos agregados al cuaderno de prueba anticipada serán remitidos al
Fiscal. Los defensores tendrán derecho a conocerlos y a obtener copia.

n o m o s & th e s is
483 SECCION II: LA PRUEBA Art. 248
Artículo 246: Apelación

Contra la resolución que decreta la actuación de prueba anticipada, que la desestime o disponga el
aplazamiento de su práctica, a sí como decida la realización de la diligencia bajo el supuesto de urgencia,
procede recurso de apelación, con efecto devolutivo.

TÍTULO V
LAS MEDIDAS DE PROTECCIÓN «
NOTA DE ACTUALIZACIÓN
(1) De conformidad con la tercera disposición complementaria transitoria de la Ley N.° 30077 (EP, 20-08-2013), se dispone
la entrada en vigencia a nivel nacional del presente Título V. La citada Ley entró en vigencia el 1 de julio de 2014.

Artículo 247: Personas destinatarias de las medidas de protección

1. Las medidas de protección previstas en este Título son aplicables a quienes en calidad de testigos,
peritos, agraviados, agentes especiales o colaboradores intervengan en los procesos penales.
2. Para que sean de aplicación las medidas de protección será necesario que el Fiscal, durante la inves­
tigación preparatoria, o el Juez, aprecie racionalmente un peligro grave para la persona, libertad o bienes
de quien preténda ampararse en ellas, su cónyuge o su conviviente, o sus ascendientes, descendientes o
hermanos.(1)

NOTA DE ACTUALIZACIÓN
(1) Texto conforme a la m odificación efectuado por el artículo 2o del Decreto Legislativo N.° 1307 (EP, 30-12-2016), el m is­
mo que entró en vigencia a nivel nacional a los noventa (90) días de su publicación en el diario oficial El Peruano.

Artículo 248: Medidas de protección

1. El Fiscal o el Juez, según el caso, apreciadas las circunstancias previstas en el artículo anterior, de
oficio o a instancia de las partes, adoptará según el grado de riesgo o peligro, las medidas necesarias para
preservar la identidad del protegido, su domicilio, profesión y lugar de trabajo, sin perjuicio de la acción de
contradicción que asista al imputado.
2. Las medidas de protección que pueden adoptarse son las siguientes:
a) Protección policial.
b) Cambio de residencia.
c) Ocultación de su paradero.
d) Reserva de su identidad y demás datos personales en las diligencias que se practiquen, y cualquier
otro dato que pueda servir para su identificación, pudiéndose utilizar para ésta un número o cualquier otra
clave. Cuando se trata de un interno de un establecimiento penitenciario, se comunica a la Dirección de
Registro Penitenciario del Instituto Nacional Penitenciario o la que haga sus veces.
e) Utilización de cualquier procedimiento que imposibilite su identificación visual normal en las dili­
gencias que se practiquen.
f) Fijación como domicilio, a efectos de citaciones y notificaciones, la sede de la Fiscalía competente,
a la cual se las hará llegar reservadamente a su destinatario.

♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL


Art. 248 LIBRO SEGUNDO: LA ACTIVIDAD PROCESAL 484

g) Utilización de procedimientos tecnológicos, tales como videoconferencias u otros adecuados, siem­


pre que se cuenten con los recursos necesarios para su implementación. Esta medida se adoptará para
evitar que se ponga en peligro la seguridad del protegido una vez desvelada su identidad y siempre que lo
requiera la preservación del derecho de defensa de las partes.
h) Siempre que exista grave e inminente riesgo para la vida, integridad física o libertad del protegido
o la de sus familiares y no pueda salvaguardarse estos bienes jurídicos de otro modo, se podrá facilitar
su salida del país con una calidad migratoria que les permita residir temporalmente o realizar actividades
laborales en el extranjero.(1) (2) (3) {a) (b)

NOTA DE ACTUALIZACIÓN
(1) Texto conform e a la m odificación efectuado por la Única DCM del Decreto Legislativo N.° 1301 (EP, 30-12-2016), el
m ism o que entró en vigencia a nivel nacional a los noventa (90) días contados a partir del día siguiente de su publicación
en el Diario Oficial El Peruano.
(2) Literal h) incorporado por la cuarta disposición com plem entaria m odificatoria de la Ley N.° 30077 (EP, 20-08-2013), la
m ism a que entró en vigencia el 1 de julio de 2014.
(3) De conform idad con la.tercera disposición com plem entaria transitoria de la Ley N.° 30077 (EP, 20-08-2013), se dispone
la entrada en vigencia a nivel nacional del presente Título V. La citada Ley entró en vigencia el 1 de julio de 2014.

PROTOCOLOS, REGLAMENTOS, LINEAMIENTOS, G UÍAS Y DIRECTIVAS

(a) Directiva N.° 002-2018-CE-PJ: "Lincamientos para el desarrollo e instalación de audiencias realizadas en los procesos
penales bajo los alcances del Nuevo Código Procesal Penal, mediante el uso de videoconferencia y otros aplicativos
tecnológicos de com unicación-redes sociales" (aprobado por la Resolución Adm inistrativa N.° 084-2018-CE-PJ de 14­
03-2018). Véase el texto com pleto en: <bit.ly/2Ud70Ua>.
(b) Reglamento general de audiencias bajo las norm as del Código Procesal Penal (aprobado por la Resolución Administra­
tiva N.° 096-2006-CE-PJ de 28-06-2006). Véase el texto com pleto en: <bit.ly/2uEYAk7>.

ACUERDO PLENARIO DE LA CORTE SUPREMA

§ 930. Delitos de violencia contra la mujer y los integrantes del grupo familiar. Ambito pro­
cesal: Ley N.° 30364. Declaración de la víctima en los delitos contra la libertad sexual. La prueba
anticipada. Véase la jurisprudencia del artículo 19° de la Ley N .° 30364, Ley para prevenir, sancionar y
erradicar la violencia contra las mujeres y los integrantes del grupo familiar [§ 2648] . (Acuerdo Plenario
N .° 5-2016/CJ-116, de 12-06-2017, que estableció como doctrina legal los criterios expuestos en los
íf. jj. 10° al 17°. X Pleno Jurisdiccional de las Salas Penales Permanente y Transitorias [EP, 17-10-2017,
Jurisprudencia, Año XXVI, N .° 1056, p. 7902]. Texto completo: <bit.ly/2sGTlD G>).

JURISPRUDENCIA D E LA CORTE SUPREMA

§ 931. No se vulnera el derecho de defensa y presunción de inocencia por haberse utilizado el


testimonio de un testigo anónimo (testigo con código de reserva), más aún, si la defensa técnica
no realizó el requerimiento para conocer su identidad y cuestionar su falta de imparcialidad.
Cuarto. En cuanto al motivo de casación por la causal de inobservancia de precepto constitucional
-defensa y presunción de inocencia- referido a haberse utilizado el testimonio de un testigo anónimo sin
dar oportunidad para cuestionar su posible falta de parcialidad; se tiene que, la reserva de la identidad
del testigo está prevista por la norma procesal (artículo 248 inciso 2, apartado d del Código Procesal
Penal), como una medida de protección, y si bien, era parte de la estrategia de la defensa técnica del
recurrente, conocer la identidad del testigo M 21, la propia norma procesal (artículo 250 inciso 2 del
Código acotado) le otorga los mecanismos para conocer su identidad; que al no haber presentado a lo
largo del proceso dicho requerimiento no se infringe su derecho de defensa, presunción de inocencia,
ni mucho menos falta de imparcialidad en la valoración de dicha prueba, tanto más, si como se advierte
del acta de audiencia de juicio oral, [...], la defensa técnica, no solo tuvo la oportunidad de oponerse a
que la declaración del citado testigo M21 se llevara a cabo sin la presencia del acusado, sino también
de examinar al citado testigo. (Casación N .° 539-2016-Huánuco, del 27-10-2017, f. j. 4. Primera Sala
Penal Transitoria. Texto completo: <bit.ly/2IENtSo>).
n o m o s & th e s is
485 SECCIÓN II: LA PRUEBA Art. 249
§ 932. El hecho de no haber revelado la identidad de los testigos protegidos, no genera una
situación de indefensión a los encausados, pues lo esencial es la posibilidad de interrogarlos en
el juicio oral. Vigésimo noveno. La jurisprudencia internacional y extranjera ha considerado viable la
intervención en el proceso de los testigos protegidos en cuanto a su identidad. Sólo se requiere que en
sus declaraciones se cumpla con el principio de contradicción, esto es, que la defensa de las partes tenga
la posibilidad efectiva de interrogarlos. El principio de contradicción se cumple con esta posibilidad de
interrogatorio cruzado, que por lo demás no se extiende a cuestiones que solo afectan a publicidad de la
identidad del declarante [STCE 1670/2002, de 18 de diciembre, y ATCE 260/1994]. En estos casos,
cuando el testigo protegido declara en el acto oral y se somete al interrogatorio de las partes y del propio
Tribunal si fuera menester, no cabe calificarlo de la figura prohibida del denominado “testigo anónimo”
[Conforme: SSTED H Kostovski de 20 de noviembre de 1989, Windisch de 27 de septiembre de 1990
y Ludi de 13 de junio de 1992]. Por lo demás, si no se pide justificadamente la develación de la identi­
dad del testigo y, en todo caso, cuando tal situación no es esencial para fundar el contenido y credibili­
dad del testimonio, no se incurre en vulneración del contradictorio y del derecho de defensa procesal;
luego, puede utilizarse válidamente ese testimonio incriminador. La modalidad usada por el Tribunal de
Enjuiciamiento ante la concurrencia de los testigos protegidos fue excluir la presencia de los acusados
durante su interrogatorio y no develar su identidad. Tal proceder no fue objetado por la defensa, que
pudo examinarlos ampliamente en el acto oral. Además, los testigos protegidos ante la presencia de los
imputados realizaron la diligencia de reconocimiento. El cuestionamiento no está referido a la licitud de
esa prueba, sino a su relevancia probatoria en orden a los cargos objeto de acusación. (R. N. N .° 1050-
2014-Lima, del 26-10-2015, £ j. 29. Sala Penal Transitoria. Texto completo: <bit.ly/2IU0fMU>).

Artículo 249: Medidas adicionales

1. La Fiscalía y la Policía encargada cuidarán de evitar que a los agraviados, testigos, peritos y cola­
boradores objeto de protección se les hagan fotografías o se tome su imagen por cualquier otro procedi­
miento, debiéndose proceder a retirar dicho material y devuelto inmediatamente a su titular una vez com­
probado que no existen vestigios de tomas en las que aparezcan los protegidos de forma tal que pudieran
ser identificados. Se les facilitará, asimismo, traslados en vehículos adecuados para las diligencias y un
ambiente reservado para su exclusivo uso, convenientemente custodiado, cuando sea del caso permane­
cer en las dependencias judiciales para su declaración.
2. El Fiscal decidirá si, una vez finalizado el proceso siempre que estime que se mantiene la circunstan­
cia de peligro grave prevista en este título, la continuación de las medidas de protección, con excepción
de la reserva de identidad del denunciante, la que mantendrá dicho carácter en el caso de organizaciones
criminales.(1)
3. En casos excepcionales, el Juez a pedido del Fiscal, podrá ordenar la emisión de documentos de una
nueva identificación y de medios económicos para cambiar su residencia o lugar de trabajo.(2)(a)

NOTA DE ACTUALIZACIÓN

(1) Numeral 2 m odificado por la tercera disposición com plem entaria modificatoria de la Ley N.° 30077 (EP, 20-08-2013), la
misma que entró en vigencia el 1 de julio de 2014.
(2) De conform idad con la tercera disposición com plem entaria transitoria de la Ley N.° 30077 (EP, 20-08-2013), se dispone
la entrada en vigencia a nivel nacional del presente Título V. La citada Ley entró en vigencia el 1 de julio de 2014.

PROTOCOLOS, REGLAMENTOS, LINEAMIENTOS, GUÍAS Y DIRECTIVAS


(a) Reglamento del nuevo despacho judicial del módulo penal corporativo de las Cortes Superiores de Justicia de la Repú­
blica (aprobado por la Resolución Administrativa N.° 014-2017-CE-PJ de 11 -01 -2017). Véase el texto completo en: <bit.
ly/2HUsqK¡>.

♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL


Art. 250 LIBRO SEGUNDO: LA ACTIVIDAD PROCESAL 486

ACUERDO PLENARIO DE LA CORTE SUPREMA

§ 933. Delitos de violencia contra la mujer y los integrantes del grupo familiar. Ambito pro­
cesal: Ley N.° 30364. Declaración de la víctima en los delitos contra la libertad sexual. La prueba
anticipada. Véase la jurisprudencia del artículo 19° de la Ley N .° 30364, Ley para prevenir, sancionar y
erradicar la violencia contra las mujeres y los integrantes del grupo familiar [§ 2648]. (Acuerdo Plenario
N .° 5-2016/CJ-116, de 12-06-2017, que estableció como doctrina legal los criterios expuestos en los
íf. jj. 10° al 17°. X Pleno Jurisdiccional de las Salas Penales Permanente y Transitorias [EP, 17-10-2017,
Jurisprudencia, Ano XXVI, N .° 1056, p. 7902]. Texto completo: <bit.ly/2sGTlD G>).

Artículo 250: Variabilidad de las medidas

1. El órgano judicial competente para el juicio se pronunciará motivadamente sobre la procedencia


de mantener, modificar o suprimir todas o algunas de las medidas de protección adoptadas por el
Fiscal o el Ju e z durante las etapas de Investigación Preparatoria o Intermedia, a sí como si proceden
otras nuevas.
2. Si cualquiera de las partes solicita motivadamente, antes del inicio del juicio oral o para la actua­
ción de una prueba anticipada referida al protegido, el conocimiento de su identidad, cuya declaración o
informe sea estimado pertinente, el órgano jurisdiccional en el mismo auto que declare la pertinencia de
la prueba propuesta, y si resulta indispensable para el ejercicio del derecho de defensa, podrá facilitar el
nombre y los apellidos de los protegidos, respetando las restantes garantías reconocidas a los mismos en
este Título.
3. Dentro del tercer día de la notificación de la identidad de los protegidos, las partes podrán proponer
nuevas pruebas tendentes a acreditar alguna circunstancia que pueda incluir en el valor probatorio de su
testimonio.
4. Cuando el testigo o colaborador se encuentren recluidos en un establecimiento penitenciario, el Ju e z
a pedido del Fiscal dispone al Instituto Nacional Penitenciario que establezca las medidas de seguridad
que se encuentren dentro de sus atribuciones.(1) (2) (a)

NOTA DE ACTUALIZACIÓN
(1) Numeral 4 incorporado por la Única DCM del Decreto Legislativo N.° 1301 (EP, 30-12-2016), el m ism o que entró en
vigencia a nivel nacional a los noventa (90) días contados a partir del día siguiente de su publicación en el Diario Oficial
El Peruano.
(2) De conformidad con la tercera disposición com plem entaria transitoria de la Ley N.° 30077 (EP, 20-08-2013), se dispone
la entrada en vigencia a nivel nacional del presente Título V. La citada Ley entró en vigencia el 1 de julio de 2014.

PROTOCOLOS, REGLAMENTOS, LINEAMIENTOS, G U ÍA S Y DIRECTIVAS


(a) Reglamento de protección de testigos, peritos, agraviados y colaboradores, a que se refiere el Título V de las Sección
II del Libro Segundo del Código Procesal Penal (aprobado por el Decreto Supremo N.° 003-2010-JUS de 12-02-2010).
Véase el texto com pleto en: <bit.ly/2Ub'mlj3>.

ACUERDO PLENARIO DE LA CORTE SUPREMA

§ 934. Delitos de violencia contra la mujer y los integrantes del grupo familiar. Ámbito pro­
cesal: Ley N.° 30364. Declaración de la víctima en los delitos contra la libertad sexual. La prueba
anticipada. Véase la jurisprudencia del artículo 19° de la Ley N .° 30364, Ley para prevenir, sancionar y
erradicar la violencia contra las mujeres y los integrantes del grupo familiar [§ 2648] . (Acuerdo Plenario
N .° 5-2016/CJ-116, de 12-06-2017, que estableció como doctrina legal los criterios expuestos en los
ff. jj. 10° al 17°. X Pleno Jurisdiccional de las Salas Penales Permanente y Transitorias [EP, 17-10-2017,
Jurisprudencia, Año XXVI, N .° 1056, p. 7902]. Texto completo: <bit.ly/2sG TlD G >).

no m o s & th e sis
487 SECCIÓN III: MEDIDAS DE COERCIÓN PROCESAL Árt 253
JURISPRUDENCIA DE LA CORTE SUPREMA

§ 935. No se vulnera el derecho de defensa y presunción de inocencia por haberse utiliza­


do el testimonio de un testigo anónimo (testigo con código de reserva), más aún, si la defensa
técnica no realizó el requerimiento para conocer su identidad y cuestionar su falta de impar­
cialidad. Véase la jurisprudencia del artículo 248° del Nuevo Código Procesal Penal [§ 931]. (Casa­
ción N .° 539-2016-Huánuco, del 27-10-2017, f. j. 4. Primera Sala Penal Transitoria. Texto completo:
<bit.ly/2IENtSo>).

Artículo 251: Reexamen e impugnaciones

1. Contra la disposición del Fiscal que ordena una medida de protección, procede que el afectado recu­
rra al Juez de la investigación preparatoria para que examine su procedencia.
2. Contra las resoluciones referidas a las medidas de protección procede recurso de apelación con
efecto devolutivo.(1)

NOTA DE ACTUALIZACIÓN
(1) De conformidad con la tercera disposición com plem entaria transitoria de la Ley N.° 30077 (EP, 20-08-2013), se dispone
la entrada en vigencia a nivel nacional del presente Título V. La citada Ley entró en vigencia el 1 de julio de 2014.

Artículo 252: Programa de protección

El Poder Ejecutivo, previo informe de la Fiscalía de la Nación y del Consejo Ejecutivo del Poder Judicial,
reglamentará los alcances de este Título. Asimismo, en coordinación con la Fiscalía de la Nación, definirá
el Programa de Protección de agraviados, testigos, peritos y colaboradores de la ju sticia.(1)(a)(b)

NOTA DE ACTUALIZACIÓN
(1) De conformidad con la tercera disposición complementaria transitoria de la Ley N.° 30077 (EP, 20-08-2013), se dispone
la entrada en vigencia a nivel nacional del presente Título V. La citada Ley entró en vigencia el 1 de julio de 2014.

PROTOCOLOS, REGLAMENTOS, LINEAMIENTOS, GUÍAS Y DIRECTIVAS


(a) Reglamento del nuevo despacho judicial del módulo penal corporativo de las Cortes Superiores de Justicia de la
República (aprobado por la Resolución Administrativa N.° 014-2017-CE-PJ de 11-01-2017). Véase el texto completo
en: <b¡t.ly/2HUsqK¡>.
(b) Reglamento del Programa de asistencia a víctimas y testigos (aprobado por la Resolución N.° 729-2006-MP-FN de
15-06-2006). Véase el texto completo en: <bit.ly/2v6zz1 M>.

SECCIÓN III
LAS MEDIDAS DE COERCIÓN PROCESAL

TÍTULO I
PRECEPTOS GENERALES

Artículo 253: Principios y finalidad

1. Los derechos fundamentales reconocidos por la Constitución y los Tratados relativos a Derechos
Humanos ratificados por el Perú, sólo podrán ser restringidos, en el marco del proceso penal, si la Ley lo
permite y con las garantías previstas en ella.

♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL


Art. 253 LIBRO SEGUNDO: LA ACTIVIDAD PROCESAL 488

2. La restricción de un derecho fundamental requiere expresa autorización legal, y se impondrá con res­
peto al principio de proporcionalidad y siempre que, en la medida y exigencia necesaria, existan suficientes
elementos de convicción.
3. La restricción de un derecho fundamental sólo tendrá lugar cuando fuere indispensable, en la medida
y por el tiempo estrictamente necesario, para prevenir, según los casos, los riesgos de fuga, de ocultamien-
to de bienes o de insolvencia sobrevenida, así como para impedir la obstaculización de la averiguación de
la verdad y evitar el peligro de reiteración delictiva.

DOCTRINA JURISPRUDENCIAL VINCULANTE DE LA CORTE SUPREMA

§ 936. Supuestos en el que el Juez puede revocar la medida de comparecencia con restricciones
por la de prisión preventiva. Véase la jurisprudencia del artículo 279° del Nuevo Código Proce­
sal Penal [§ 1191]. (Casación N .° 119-2016-Áncash, del 06-04-2018, que estableció como doctrina
jurisprudencial vinculantes los £F. jj. 2.4, 2.5 y 2.6. Primera Sala Penal Transitoria [EP, 23-09-2018,
Jurisprudencia, Año XXVII, N .° 1086, p. 8100]. Texto completo: <bit.ly/2VIyus6>).

PLENOS JURISDICCIONALES

§ 937. El plazo de atención al contumaz en los procesos penales debe realizarse dentro de los
15 días naturales. Problemática: ¿Cuál es el plazo procesal en que debe ser atendido un contumaz una
vez que es puesto a disposición delju ez en cumplimiento de las órdenes de conducción compulsiva? El Pleno
ha acordado por unanimidad: El contumaz debe ser atendido dentro del plazo razonable con un límite
máximo de 15 días naturales. (Pleno Jurisdiccional Distrital Penal de la Corte Superior de Justicia de
Piura del 23-11-2018. Tema 2: La atención del contumaz en los procesos penales. Texto completo:
<bit.ly/2DX7mhG>).

JURISPRUDENCIA DE LA CORTE SUPREMA

§ 938. Presupuestos de la incautación cautelar. Véase la jurisprudencia del artículo 316° del Nue­
vo Código Procesal Penal [§ 1258]. (Casación N .° 864-2017-Nacional, del 21-05-2018, íF. jj. 6 ,7 J 9.
Sala Penal Permanente. Texto completo: <bit.ly/2TkLJl8>).

JURISPRUDENCIA DE LA SALA PENAL NACIONAL

§ 939. Aplicación del test de proporcionalidad al evaluar una la solicitud de una medida que li­
mite o restrinja derechos fundamentales. Véase la jurisprudencia del artículo 268° del Nuevo Código
Procesal Penal [§ 1031]. (Exp. N .° 075-2017-23, del 13-12-2018, £ 7.9. Tercer Juzgado de Investiga­
ción Preparatoria Nacional. Sala Penal Nacional. Texto completo: <bit.ly/2EDIBZw>).

JURISPRUDENCIA D EL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL

§ 940. Restricción de derechos como medida excepcional. 7. [Considera] el Tribunal Constitu­


cional que si bien la detención judicial preventiva constituye una medida que limita la libertad física,
por sí misma, ésta no es inconstitucional. Sin embargo, por el hecho de tratarse de una medida que
restringe la libertad locomotora, dictada pese a que, mientras no exista sentencia condenatoria firme,
al procesado le asiste el derecho a que se presuma su inocencia; cualquier restricción de ella siempre
debe considerarse la última ratio a la que el juzgador debe apelar, esto es, susceptible de dictarse sólo en
circunstancias verdaderamente excepcionales y no como regla general. [...] (Exp. N .° 1091-2002-HC/
T C [caso Vicente Ignacio Silva Checa\, del 12-08-2002 [Web: 16-08-2002], f. j. 7. Texto completo:
<bit.ly/2TTXz6X>).

§ 941. Test de razonabilidad y principio de proporcionalidad. 109. [...] El test de razonabilidad


es un análisis de proporcionalidad que está directamente vinculado con el valor superior justicia; cons­
tituye, por lo tanto, un parámetro indispensable de constitucionalidad para determinar la actuación de

n o m o s & th e sis
489 SECCIÓN III: MEDIDAS DE COERCIÓN PROCESAL Art. 253
los poderes públicos, sobre todo cuando ésta afecta el ejercicio de los derechos fundamentales. Para que
la aplicación del test sea adecuada, corresponde utilizar los tres principios que lo integran. De acuerdo
con el principio de idoneidad o adecuación, toda injerencia en los derechos fundamentales debe ser
idónea para fomentar un objetivo constitucionalmente legítimo, suponiendo dos cosas: primero, la
legitimidad constitucional del objetivo y, segundo, la idoneidad de la medida sub examine. El principio
de necesidad significa que, para que una injerencia en los derechos fundamentales sea necesaria, no debe
existir ningún otro medio alternativo que revista, por lo menos, la misma idoneidad para alcanzar el
objetivo propuesto y que sea más benigno con el derecho afectado. Requiere analizar, de un lado, la ido­
neidad equivalente o mayor del medio alternativo, y, de otro, el menor grado en que éste intervenga en
el derecho fundamental. Por último, de acuerdo con el principio de proporcionalidad strictu sensu, para
que una injerencia en los derechos fundamentales sea legítima, el grado de realización del objetivo de
ésta debe ser por lo menos equivalente o proporcional al grado de afectación del derecho fundamental,
comparándose dos intensidades o grados: el de la realización del fin de la medida examinada y el de la
afectación del derecho fundamental. (Exp. N .° 0050-2004-PI/TC [caso Colegio de Abogados del Cusco],
del 03-06-2005 [Web: 06-06-2005], £ j. 109. Texto completo: <bit.ly/2GxEfCF>).

§ 942. El principio de presunción de inocencia persiste durante el tiempo que dure una medida
cautelar limitativa de la libertad. 12. La presunción de inocencia se mantiene “viva” en el proceso
penal siempre que no exista una sentencia judicial que, como corolario del cauce investigatorio llevado
cabo con las garantías inherentes al debido proceso, logre desvirtuarla. Mientras ello no ocurra dicho
principio debe informar a todos y cada uno de los actos de la judicatura, máxime si existe una medida
de detención vigente. La duración desproporcionada de dicha medida desvirtúa la funcionalidad del
principio en el seno del proceso, generando la mutación de una medida cautelar en una sanción que, a
diferencia de la pena impuesta por una resolución judicial condenatoria, agota su propósito en el aba­
timiento del individuo, quien deja de ser “sujeto” del proceso, para convertirse en “objeto” del mismo.
(Exp. N .° 2915-2004-H C/TC [caso Federico Tiberio Berrocal Prudencio], del 23-11-2004 [Web: 25-11­
2004], f. j. 12. Texto completo: <bit.ly/2YgjVOy>).

JURISPRUDENCIA D E LA CORTE INTERAMERICANA DE DERECHOS HUMANOS

§ 943. Derechos fundamentales solo pueden ser restringidos por ley. 18. Al leer el artículo 30
en concordancia con otros en que la Convención autoriza la imposición de limitaciones o restricciones
a determinados derechos y libertades, se observa que exige para establecerlas el cumplimiento concu­
rrente de las siguientes condiciones: a. Que se trate de una restricción expresamente autorizada por la
Convención y en las condiciones particulares en que la misma ha sido permitida; b. Que los fines para
los cuales se establece la restricción sean legítimos, es decir, que obedezcan a “razones de interés general”
y no se aparten del “propósito para el cual han sido establecidas”. Este criterio teleológico, cuyo análisis
no ha sido requerido en la presente consulta, establece un control por desviación de poder; y c. Que ta­
les restricciones estén dispuestas por las leyes y se apliquen de conformidad con ellas. (CIDH, Opinión
Consultiva OC-6/86 del 9 de mayo de 1986 [La expresión ‘leyes’ en el artículo 30 de la CADH], párr.
18. Texto completo: <bit.ly/211eRZF>).

§ 944. El Estado se encuentra en una posición especial de garante de los derechos de toda
persona que se halle bajo su custodia. 84. Esta Corte ha indicado que como responsable de los esta­
blecimientos de detención, el Estado se encuentra en una posición especial de garante de los derechos
de toda persona que se halle bajo su custodia. En ese mismo sentido, ante esta relación e interacción
especial de sujeción, el Estado debe asumir una serie de responsabilidades particulares y tomar diversas
iniciativas especiales para garantizar a las personas detenidas o retenidas las condiciones necesarias para
contribuir al goce efectivo de aquellos derechos que bajo ninguna circunstancia pueden restringirse o
de aquéllos cuya restricción no deriva necesariamente de la privación de libertad y que, por tanto, no
es permisible, incluyendo el derecho a la vida, a la integridad personal y el debido proceso. Su falta de
cumplimento puede resultar en una violación de la prohibición absoluta de aplicar tratos o penas crue-
♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL
Art. 253 LIBRO SEGUNDO: LA ACTIVIDAD PROCESAL 490

les, inhumanos o degradantes. (CIDH , Caso Fleuryy otros vs. H aití, sentencia del 23-11-2011, párr. 84.
Texto completo: <bit.ly/2XKEaTm>).
§ 945. El Estado como garante del derecho a la vida de toda persona bajo su custodia tiene el
deber de prevención en aquellas situaciones que pudieran conducir, incluso por acción u omisión,
a la supresión de la inviolabilidad del derecho a la vida. 111. Asimismo, y en tercer lugar, el Estado
es responsable de la observancia del derecho a la vida de toda persona bajo su custodia en su condición
de garante de los derechos consagrados en la Convención Americana. Como lo ha señalado este Tribu­
nal “si bien el Estado tiene el derecho y la obligación de garantizar su seguridad y mantener el orden
público, su poder no es ilimitado, pues tiene el deber, en todo momento, de aplicar procedimientos
conformes a Derecho y respetuosos de los derechos fundamentales, a todo individuo que se encuentre
bajo su jurisdicción”. El Estado como garante de este derecho le impone la prevención en aquellas
situaciones -como ahora en el subjudice- que pudieran conducir, incluso por acción u omisión, a la su­
presión de la inviolabilidad del derecho a la vida. En este sentido, si una persona fuera detenida en buen
estado de salud y posteriormente, muriera, recae en el Estado la obligación de proveer una explicación
satisfactoria y convincente de lo sucedido y desvirtuar las alegaciones sobre su responsabilidad, median­
te elementos probatorios válidos, ya que en su condición de garante el Estado tiene tanto la responsabi­
lidad de garantizar los derechos del individuo bajo su custodia como la de proveer la información y las
pruebas relacionadas con el destino que ha tenido la persona detenida. (CIDH , Caso Juan Humberto
Sánchez vs. Honduras, sentencia del 07-06-2003, párr. 111. Texto completo: <bit.ly/2UIKBoa>).
§ 946. La privación de derechos humanos a consecuencia de la privación de la libertad o como
efecto colateral de la misma, debe limitarse de manera rigurosa. 153. Ante esta relación e interac­
ción especial de sujeción entre el interno y el Estado, este último debe asumir una serie de responsabi­
lidades particulares y tomar diversas iniciativas especiales para garantizar a los reclusos las condiciones
necesarias para desarrollar una vida digna y contribuir al goce efectivo de aquellos derechos que bajo
ninguna circunstancia pueden restringirse o de aquéllos cuya restricción no deriva necesariamente de la
privación de libertad y que, por tanto, no es permisible. De no ser así, ello implicaría que la privación
de libertad despoja a la persona de su titularidad respecto de todos los derechos humanos, lo que no es
posible aceptar. 154. La privación de libertad trae a menudo, como consecuencia ineludible, la afecta­
ción del goce de otros derechos humanos además del derecho a la libertad personal. Pueden, por ejem­
plo, verse restringidos los derechos de privacidad y de intimidad familiar. Esta restricción de derechos,
consecuencia de la privación de libertad o efecto colateral de la misma, sin embargo, debe limitarse de
manera rigurosa, puesto que toda restricción a un derecho humano sólo es justificable ante el Derecho
Internacional cuando es necesaria en una sociedad democrática. 155. La restricción de otros derechos,
por el contrario - como la vida, la integridad personal, la libertad religiosa y el debido proceso - no
sólo no tiene justificación fundada en la privación de libertad, sino que también está prohibida por el
derecho internacional. Dichos derechos deben ser efectivamente respetados y garantizados como los de
cualquier persona no sometida a privación de libertad. (CIDH, Caso Instituto de Reeducación del Menor
vs. Paraguay, sentencia del 02-09-2004, párrs. 153 al 153. Texto completo: <bit.ly/2PxkCz4>).
§ 947. El Estado tiene el deber de brindar asistencia médica a las personas privadas de hbertad
que se hallen en su custodia, no pudiendo invocar privaciones económicas como causal justifi­
cable para no cumplir con los estándares mínimos internacionales en materia de detención. 135.
Como responsable de los establecimientos de detención, el Estado se encuentra en una posición especial
de garante de los derechos de toda persona que se halle bajo su custodia. Esto implica el deber del Es­
tado de salvaguardar la salud y el bienestar de los reclusos, brindándoles, entre otras cosas, la asistencia
médica requerida, y de garantizar que la manera y el método de privación de libertad no excedan el
nivel inevitable de sufrimiento inherente a la detención. En esta línea, la Corte ha considerado que las
malas condiciones físicas y sanitarias de los lugares de detención, así como la falta de luz y ventilación
adecuadas, pueden ser en sí mismas violatorias del artículo 5 de la Convención Americana, depen­
diendo de la intensidad de las mismas, su duración y las características personales de quien las sufre,
pues pueden causar sufrimientos de una intensidad que exceda el límite inevitable de sufrimiento que
no m o s & th e s is
491 SECCION III: MEDIDAS DE COERCION PROCESAL Art. 253
acarrea la detención, y porque conllevan sentimientos de humillación e inferioridad. En este sentido,
los Estados no pueden invocar privaciones económicas para justificar condiciones de detención que
no cumplan con los estándares mínimos internacionales en esta área y no respeten la dignidad del ser
humano. (CIDH, Caso D íaz Peña vs. Venezuela, sentencia del 26-06-2012, párr. 135. Texto completo:
<bit.ly/2DuLJ9d>).

§ 948. Si bien el servicio militar no puede considerarse como una privación de la libertad, el
Estado si asume una posición de garante de los derechos de quienes realizan el servicio militar, de
manera similar a las personas privadas de libertad bajo su custodia. Cuando una persona que es
detenida ostenta un buen estado de salud y posteriormente sufre una afectación a su salud, existe
la presunción de responsabilidad del Estado por las lesiones. 114. Previamente se determinó (supra
párr. 57) que los hechos del presente caso se enmarcan en un contexto de casos de maltratos físicos y
psicológicos en el ámbito del servicio militar provenientes de una arraigada cultura de violencia y abusos
en aplicación de la disciplina y la autoridad militar. A su vez, las partes argumentan -y en ese aspecto no
existe controversia- que el Estado ostenta un deber especial de garante de los derechos de las personas
que prestan servicio militar, ya que éstos se encuentran bajo su “custodia”. Por otra parte, existe contro­
versia entre las partes en cuanto a si el señor Valdemir Quispialaya fue sometido a un acto que podría
ser definido como tortura durante su servicio militar, particularmente, durante una práctica de tiro, en
la cual fue agredido por el Suboficial Hilaquita Quispe con la culata de un arma reglamentaria (FAL)
en el ojo derecho, lo que contribuyó a que el señor Quispialaya perdiera la visión del mismo. [...] 116.
En el presente caso la Corte no se encuentra ante una violación de derechos humanos de una persona
privada de libertad como alegan los representantes, pues se trata de un recluta que se enlistó voluntaria­
mente al servicio militar en el Perú. No obstante, este Tribunal estima pertinente referirse a su jurispru­
dencia en relación con el deber de garante del Estado respecto de las personas privadas de la libertad
debido a que guarda similitud con el deber de garante del Estado respecto de los reclutas en servicio
militar. Posteriormente la Corte hará algunas consideraciones específicas sobre el deber de garante del
Estado en relación con las personas que están prestando el servicio militar, tomando como premisa la
jurisprudencia constante del Tribunal y la de los Sistemas Europeo e Internacional de Derechos Huma­
nos. 117. Antes de realizar las consideraciones pertinentes sobre el tema en controversia, la Corte re­
cuerda que, de conformidad con los artículos 5.1 y 5.2 de la Convención, toda persona privada de li­
bertad tiene derecho a vivir en condiciones de detención compatibles con su dignidad personal. Además,
el Estado debe garantizar el derecho a la vida y a la integridad personal de los privados de libertad, en
razón de que éste se encuentra en posición especial de garante con respecto a dichas personas, en tanto
las autoridades penitenciarias ejercen un control total sobre éstas. Así, este Tribunal ha afirmado reite­
radas veces que, como responsable de los establecimientos de detención y reclusión, el Estado tiene el
deber de salvaguardar la salud y el bienestar de las personas privadas de libertad, y de garantizar que la
manera y el método de privación de libertad no excedan el nivel inevitable de sufrimiento inherente a
la detención. 118. La jurisprudencia de este Tribunal también ha señalado que cuando una persona que
es detenida ostenta un buen estado de salud y posteriormente sufre una afectación a su salud, existe la
presunción de responsabilidad del Estado por las lesiones que padece una persona que ha estado bajo la
custodia de agentes estatales. En consecuencia, recae en el Estado la obligación de proveer una explica­
ción satisfactoria y convincente de lo sucedido y desvirtuar las alegaciones sobre su responsabilidad,
mediante elementos probatorios adecuados. 119. La situación diferenciada bajo la cual se presta el
servicio militar conlleva una restricción o limitación a los derechos y libertades de los reclutas, generan­
do con ello no propiamente una privación de libertad, pero una situación en la que el Estado es el ga­
rante y custodio de los individuos sometidos a ese régimen. En ese sentido se pronunció el Comité
contra la Tortura de las Naciones Unidas: los Estados Partes deben prohibir, impedir y castigar los actos
de tortura y los malos tratos en todas las situaciones de privación o de limitación de libertad, por ejem­
plo, en las cárceles, los hospitales, las escuelas, las instituciones que atienden a niños, personas de edad,
enfermos mentales o personas con discapacidades, así como durante el servicio militar y en otras insti­
tuciones y situaciones en que la pasividad del Estado propicia y aumenta el riesgo de daños causados por
particulares. 120. Respecto de la situación específica de los militares y la necesidad de contar con medi-
♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL
Art. 253 LIBRO SEGUNDO: LA ACTIVIDAD PROCESAL 492

das para prevenir la ocurrencia de tortura y tratos crueles, inhumanos o degradantes el Tribunal Euro­
peo ha afirmado que: el Estado tiene el deber de garantizar que una persona realice el servicio militar en
condiciones compatibles con el respeto por su dignidad humana, que los procedimientos y métodos de
entrenamiento militar no sujeten el individuo a angustia o sufrimiento de una intensidad que exceda el
nivel inevitable de rigor inherente a la disciplina militar y que, dadas las demandas prácticas de ese
servicio, su salud y bienestar estén adecuadamente protegidos, entre otros, a través de la provisión de
asistencia médica requerida. 121. Por otra parte, la Corte tiene presente lo señalado por el Tribunal
Europeo de Derechos Humanos sobre la naturaleza, las características y las necesidades particulares del
servicio militar y sus efectos en la situación personal de sus miembros. En este sentido, reconoció que
algunos de sus derechos humanos pueden ser objeto de limitaciones mayores que en el caso de los civi­
les. Además, “al incorporarse al Ejército, los miembros de las fuerzas armadas se ciñen voluntariamente
a un sistema de disciplina militar y a las limitaciones a los derechos y libertades que implica este siste­
ma” . Por otra parte, el servicio militar acuartelado no representa, en sí mismo, una privación de libertad.
Para la Corte, de ello también surge que algunas limitaciones a la libertad de movimiento al interior de
las fuerzas armadas son justificadas en las demandas específicas del servicio, lo que no significa una
privación de libertad. El acuartelamiento, por ejemplo, no puede ser caracterizado como una privación
de libertad o una situación de custodia pues se trata de un medio de control propio de las fuerzas arma­
das. El Comité de Derechos Humanos de Naciones Unidas se pronunció en ese sentido recientemente,
en su Observación General No. 3529: [...] Durante un período de servicio militar, restricciones que
equivaldrían a una privación de libertad en el caso de un civil pueden no constituir tal privación si no
van más allá de las exigencias del servicio militar normal ni se apartan de las condiciones de vida nor­
males de las fuerzas armadas del Estado parte en cuestión. La privación de la libertad personal se hace
sin el libre consentimiento. No son objeto de privación de libertad las personas que acuden voluntaria­
mente a una comisaría para participar en una investigación y que saben que pueden irse en cualquier
momento. 122. Sin perjuicio de lo anterior, como indicó el Tribunal Europeo de Derechos Humanos,
“de manera similar a personas bajo custodia, los conscriptos se encuentran enteramente en las manos
del Estado y cualquier evento ocurrido en el Ejército yace totalmente, o en gran parte, dentro del cono­
cimiento exclusivo de las autoridades. Así entonces, el Estado se encuentra bajo la obligación de dar
cuenta por cualquier lesión o muerte que ocurra en el Ejército”. Asimismo, “el Estado tiene el deber de
asegurar que una persona que realice el servicio militar lo haga en condiciones compatibles con el res­
peto de la dignidad humana, que los procedimientos y métodos del entrenamiento militar no la some­
tan a angustia o sufrimiento que excedan el nivel inevitable de firmeza inherente de la disciplina mili­
tar” . Esto significa que no se debe confundir la imposición de la disciplina militar con la comisión de
maltratos físicos y psicológicos o mismo de tortura. La garantía de la integridad personal de los miem­
bros de las fuerzas armadas es absolutamente compatible con el mantenimiento de la disciplina, orden
y jerarquía militares, y la primera no debe apartarse de las exigencias del servicio militar y de las condi­
ciones normales de vida en las fuerzas armadas. 123. De las consideraciones anteriores la Corte conclu­
ye que se encuentra frente a una especial situación de sujeción, que a su vez impone al Estado una po­
sición de garante. Desde esa perspectiva, se encuentra en una situación similar a las personas privadas
de libertad, y por lo tanto resultan aplicables los estándares establecidos en su jurisprudencia en relación
a estas personas. 124. Por todo lo anterior, la posición y el deber de garante del Estado respecto de las
personas privadas de libertad se aplica a los miembros de las fuerzas armadas en servicio activo acuarte­
lado. Así, en relación con esas personas en especial situación de sujeción, el Estado tiene el deber de i)
salvaguardar la salud y el bienestar de los militares en servicio activo; ii) garantizar que la manera y el
método de entrenamiento no excedan el nivel inevitable de sufrimiento inherente a esa condición; iii)
proveer una explicación satisfactoria y convincente sobre las afectaciones a la salud que presenten las
personas que se encuentran prestando servicio militar. En consecuencia procede la presunción de con­
siderar responsable al Estado por las afectaciones a la integridad personal que sufre una persona que ha
estado bajo autoridad y control de funcionarios estatales, como ocurre en el servicio militar. [...] (CIDH,
Caso Quispialaya Vilcapoma vs. Perú, sentencia del 23-11-2015, párrs. 114, 116, 117, 118, 119, 120,
121, 122, 123 y 124. Texto completo: <bit.ly/2vpkdp2>).

n o m o s & th e s is
493 SECCIÓN III: MEDIDAS DE COERCIÓN PROCESAL Art. 253
§ 949. El Estado incurre en una violación del derecho de toda persona a que se le presuma
inocente cuando impone una medida de restricción de la libertad, en forma innecesaria o des­
proporcionada, a personas cuya responsabilidad criminal aún no ba sido establecida. 110. Este
Tribunal ha establecido que, al ser la prisión preventiva una medida cautelar y no punitiva, existe una
“ [ojbligación estatal de no restringir la libertad del detenido más allá de los límites estrictamente ne­
cesarios para asegurar que aquél no impedirá el desarrollo del procedimiento ni eludirá la acción de la
justicia”. Proceder de otro modo equivaldría a anticipar la pena, lo cual contraviene principios generales
del derecho ampliamente reconocidos, entre ellos, el principio de presunción de inocencia. Efectiva­
mente, en ocasiones anteriores, el Tribunal ha estimado que al privar de la libertad, en forma innecesaria
o desproporcionada, a personas cuya responsabilidad criminal no ha sido establecida, el Estado incurre
en una violación del derecho de toda persona a que se le presuma inocente, reconocido en el artículo
8.2 de la Convención Americana. A igual conclusión se debe llegar si el Estado mantiene a una persona
privada de su libertad preventivamente más allá de los límites temporales que impone el derecho con­
sagrado en el artículo 7.5 de la Convención Americana (supra párr. 70). 111. Ya quedó establecido que
la víctima permaneció en prisión preventiva aproximadamente trece años y que dicho período excedió
el plazo máximo previsto por la legislación interna (supra párr. 77). La Corte también consideró que
durante ese tiempo el señor Bayarri estuvo sujeto a un proceso penal en el cual se violaron diversas ga­
rantías judiciales (supra párrs. 107 y 108). Tomando en cuenta todo lo anterior, el Tribunal estima que
la prolongada duración de la prisión preventiva de Juan Carlos Bayarri en el transcurso de un proceso
penal violatorio de la Convención Americana convirtió aquella en una medida punitiva y no cautelar,
lo cual desnaturaliza dicha medida. El Tribunal estima que el Estado violó el derecho del señor Bayarri
a ser presumido inocente y que, en consecuencia, es responsable por la violación del artículo 8.2 de la
Convención Americana en perjuicio del señor Juan Carlos Bayarri. (CIDH, Caso Bayarri vs. Argentina,
sentencia del 30-10-2008, párrs. 110 y 111. Texto completo: <bit.ly/2IWTJ6p>).

§ 950. Cuando ocurre la muerte de una persona que se encontraba bajo custodia del Estado,
las autoridades correspondientes tienen el deber de iniciar una investigación de oficio sobre los
hechos. 87. A la luz de ese deber, cuando se trata de la investigación de la muerte de una persona que se
encontraba bajo custodia del Estado, como en el presente caso, las autoridades correspondientes tienen
el deber de iniciar ex oficio y sin dilación, una investigación seria, imparcial y efectiva. Esta investiga­
ción debe ser realizada a través de todos los medios legales disponibles y estar orientada a la determina­
ción de la verdad y a la investigación, enjuiciamiento y castigo de todos los responsables de los hechos,
especialmente cuando están o puedan estar involucrados agentes estatales. Es pertinente destacar que el
deber de investigar es una obligación de medios, y no de resultados. Sin embargo, debe ser asumida por
el Estado como un deber jurídico propio y no como una simple formalidad condenada de antemano a
ser infructuosa, o como una mera gestión de intereses particulares, que dependa de la iniciativa procesal
de las víctimas o de sus familiares o de la aportación privada de elementos probatorios. (CIDH, Caso
Vera Vera y otra vs. Ecuador, sentencia del 19-05-2011, párr. 87. Texto completo: <bit.ly/2Px6jLl>).

§ 951. Finalidad, idoneidad, necesidad y proporcionalidad en la medida de privación de liber­


tad. 198. En relación con el artículo 7.3 aludido la Corte ha establecido que nadie puede ser sometido
a detención o encarcelamiento por causas y métodos que - aun calificados de legales - puedan reputarse
como incompatibles con el respeto a los derechos fundamentales del individuo por ser, entre otras cosas,
irrazonables, imprevisibles o faltos de proporcionalidad. [...] Para que la medida privativa de la libertad
no se torne arbitraria debe cumplir con los siguientes parámetros: i) que su finalidad sea compatible con
la Convención; ii) que sea [...] idónea [...] para cumplir con el fin perseguido; iii) que sea [...] necesaria
[...], es decir, absolutamente indispensables para conseguir el fin deseado y que no exista una medida
menos gravosa respecto al derecho intervenido; iv) que sea [...] estrictamente proporcionales, de tal
forma que el sacrificio inherente a la restricción del derecho a la libertad no resulte exagerado o des­
medido frente a las ventajas que se obtienen mediante tal restricción y el cumplimiento de la finalidad
perseguida; v) cualquier restricción a la libertad que no contenga una motivación suficiente que permita
evaluar si se ajusta a las condiciones señaladas será arbitraria y, por tanto, violará el artículo 7.3 de la

♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL


Art. 253 LIBRO SEGUNDO: LA ACTIVIDAD PROCESAL 494

Convención. 199. N o ha sido allegada a este Tribunal prueba alguna que evidencie la existencia de un
acto que diera cuenta de una motivación suficiente sobre las supuestas finalidad, idoneidad, necesidad
y proporcionalidad de la privación de libertad que sufrió el señor Galindo. En efecto, de las actas de 15
de octubre de 1994 sólo surge que el señor Galindo “solicit[ó] las garantías del caso para su seguridad
personal y de su familia”. La “solicitud” indicada no señala que el señor Galindo requiriera ser privado
de su libertad física. Aun asumiendo que el texto transcrito refleja la verdad de lo ocurrido, el mismo
no es base suficiente para dar cuenta de la supuesta necesidad de la medida, en tanto no explica, como
tampoco lo hace ningún otro medio de prueba allegado a la Corte, por que habría resultado preciso
que el señor Galindo se viera privado de la libertad. Por lo tanto, durante todo el tiempo que duro la
privación de libertad del señor Galindo, la misma resulto arbitraria. (CIDH, Caso Galindo Cárdenos y
otros vs. Perú>sentencia de 02-10-2015, párrs. 198 y 199. Texto completo: <bit.ly/2IBhy4r>).
§ 952. Características que debe tener una medida de detención o prisión preventiva para ajus­
tarse a las disposiciones de la Convención Americana. 121. En virtud de los artículos 7.2, 7.3, 7.5 y
8.2 de la Convención, la regla general debe ser la libertad del imputado mientras se resuelve acerca de
su responsabilidad penal, ya que éste goza de un estado jurídico de inocencia. En casos excepcionales,
el Estado podrá recurrir a una medida de encarcelamiento preventivo a fin de evitar situaciones que
pongan en peligro la consecución de los fines del proceso (la necesidad de asegurar que el detenido no
impedirá el desarrollo eficiente de las investigaciones ni eludirá la acción de la justicia). Para que una
medida privativa de libertad se encuentre en concordancia con las garantías consagradas en la Con­
vención, su aplicación debe conllevar un carácter excepcional y respetar el principio de presunción de
inocencia y los principios de legalidad, necesidad y proporcionalidad, indispensables en una sociedad
democrática. 122. La Corte ba precisado también las características que debe tener una medida de
detención o prisión preventiva para ajustarse a las disposiciones de la Convención Americana, que en
lo relevante para el presente caso son las siguientes: a) Es una medida cautelar y no punitiva: debe estar
dirigida a lograr fines legítimos y razonablemente relacionados con el proceso penal. No puede conver­
tirse en una pena anticipada ni basarse en fines preventivos-generales o preventivo-especiales atribuibles
a la pena, b) Debe fundarse en elementos probatorios suficientes que permitan suponer razonablemente
que la persona sometida a proceso ha participado en el ilícito que se investiga. La sospecha debe estar
fundada en hechos específicos, no en meras conjeturas o intuiciones abstractas, c) Está sujeta a revisión
periódica: no debe prolongarse cuando no subsistan las razones que motivaron su adopción, por lo que
las autoridades deben valorar periódicamente si se mantienen las causas de la medida y la necesidad y la
proporcionalidad de ésta y que el plazo de la detención no haya sobrepasado los limites que imponen
la ley y la razón, d) Además de legal, no puede ser arbitraria: esto implica, entre otros, que la ley y su
aplicación deben respetar una serie de requisitos, en particular que su finalidad sea compatible con la
Convención. En este sentido, las características personales del supuesto autor y la gravedad del delito
que se le imputa no son, por sí mismos, justificación suficiente de la prisión preventiva. Asimismo, el
peligro procesal no se presume, sino que debe realizarse la verificación del mismo en cada caso, fundado
en circunstancias objetivas y ciertas del caso concreto. Cualquier restricción a la libertad que no conten­
ga una motivación suficiente para disponerla o mantenerla será arbitraria y, por tanto, violara el articulo
7.3 de la Convención. (CIDH, Caso Pollo Rivera y Otros vs Perú, sentencia de 21-10-2016, párrs. 121
y 122. Texto completo: <bit.ly/2ICkEVQ>).
§ 953. Parámetros que debe cumplir la medida privativa de la libertad para no considerarse
arbitraria. La detención o prisión preventiva debe estar sometida a revisión periódica. 120. Para
que la medida privativa de la libertad no se torne arbitraria debe cumplir con los siguientes parametros:
i) que su finalidad sea compatible con la Convención, como lo es asegurar que el acusado no impedirá
el desarrollo del procedimiento ni eludirá la acción de la justicia; ii) que sean idóneas para cumplir
con el fin perseguido; iii) que sean necesarias, es decir, absolutamente indispensables para conseguir el
fin deseado y que no exista una medida menos gravosa respecto al derecho intervenido; iv) que sean
estrictamente proporcionales, de tal forma que el sacrificio inherente a la restricción del derecho a la
libertad no resulte exagerado o desmedido frente a las ventajas que se obtienen mediante tal restricción

n o m o s & th e s is
495 SECCIÓN III: MEDIDAS DE COERCIÓN PROCESAL Arí. 253
y el cumplimiento de la finalidad perseguida; v) cualquier restricción a la libertad que no contenga una
motivación suficiente que permita evaluar si se ajusta a las condiciones señaladas será arbitraria y por
tanto, violará el artículo 7.3 de la Convención. 121. Cabe señalar ahora que una detención o prisión
preventiva debe estar sometida a revisión periódica, de tal forma que no se prolongue cuando no subsis­
tan las razones que motivaron su adopción. En este orden de ideas, el juez no tiene que esperar hasta el
momento de dictar sentencia absolutoria para que una persona detenida recupere su libertad, sino que
debe valorar periódicamente si las causas, necesidad y proporcionalidad de la medida se mantienen, y si
el plazo de la detención ha sobrepasado los límites que imponen la ley y la razón. En cualquier momen­
to en que aparezca que la prisión preventiva no satisface estas condiciones, deberá decretarse la libertad,
sin perjuicio de que el proceso respectivo continúe. 122. Son las autoridades nacionales las encargadas
de valorar la pertinencia o no del mantenimiento de las medidas cautelares que emiten conforme a su
propio ordenamiento. Al realizar esta tarea, deben ofrecer los fundamentos suficientes que permitan
conocer los motivos por los cuales se mantiene la restricción de la libertad, la cual, para que no se erija
en una privación de libertad arbitraria de acuerdo con el artículo 7.3 de la Convención Americana,
debe estar fundada en la necesidad de asegurar que el detenido no impedirá el desarrollo eficiente de
las investigaciones ni eludirá la acción de la justicia y que sea proporcional. De igual forma, ante cada
solicitud de liberación del detenido, el juez tiene que motivar aunque sea en forma mínima las razones
por las cuales considera que la prisión preventiva debe mantenerse. No obstante lo anterior, aun cuando
medien razones para mantener a una persona en prisión preventiva, el período de la detención no debe
exceder el límite de lo razonable conforme el artículo 7.3 de la Convención. (CIDH, Caso Arguelles y
Otros vs. Argentina, sentencia de 20-10-2014, párrs. 120 al 122. Texto completo: <bit.ly/2Uzv0XX>).
§ 954. Para ser efectivo, el recurso de hábeas corpus debe cumplir con el objetivo de obtener
sin demora una decisión sobre la legalidad del arresto o de la detención. 231. La Corte recuerda
que los artículos 7.6 y 23 de la Convención abarcan diferentes ámbitos de protección. El artículo 7.6 de
la Convención tiene un contenido jurídico propio que consiste en tutelar de manera directa la libertad
personal o física, por medio del mandato judicial dirigido a las autoridades correspondientes a fin de
que se lleve al detenido a la presencia del juez para que este pueda examinar la legalidad de la privación
y, en su caso, decretar su libertad. Dado que el principio de efectividad {effet utile) es transversal a la
protección debida de todos los derechos reconocidos en ese instrumento, la Corte considera, tal como
lo ha hecho en otras oportunidades, que en aplicación del principio iura novit curia, del cual se ha valido
reiteradamente la jurisprudencia internacional en el sentido de que el juzgador posee la facultad, e in­
clusive el deber, de aplicar las disposiciones jurídicas pertinentes en una causa, aun cuando las partes no
las invoquen expresamente, corresponde analizar los alegatos relacionados con la efectividad de las ac­
ciones de hábeas corpus en relación con la disposición citada y no con el artículo 25 de la Convención,
como fue alegado por los representantes y la Comisión. 232. La Corte ha considerado que el recurso de
hábeas corpus o exhibición personal representa el medio idóneo para garantizar la libertad, controlar el
respeto a la vida e integridad de la persona, e impedir su desaparición o la indeterminación de su lugar
de detención. Al respecto, la jurisprudencia de la Corte ya ha referido que estos recursos no solo deben
existir formalmente en la legislación, sino que deben ser efectivos. La Corte además ha precisado que,
para ser efectivo, el recurso de hábeas corpus debe cumplir con el objetivo de obtener sin demora una
decisión sobre la legalidad del arresto o de la detención. (CIDH, Caso Comunidad Campesina de Santa
Bárbara vs. Perú, sentencia de 01-09-2015, párrs. 231 y 232. Texto completo: <bit.ly/2XHcw9T>).
§ 955. Al fundamentar los motivos por los cuales se mantiene las medidas cautelares de restric­
ción de la libertad, debe garantizarse el derecho de defensa del procesado, en su posibilidad for­
mal de interponer alegatos. 107. El Tribunal recalca que son las autoridades nacionales las encargadas
de valorar la pertinencia o no del mantenimiento de las medidas cautelares que emiten conforme a su
propio ordenamiento. Al realizar esta tarea, las autoridades nacionales deben ofrecer la fundamentación
suficiente que permita a los interesados conocer los motivos por los cuales se mantiene la restricción
de la libertad. Para determinar lo anterior, es necesario analizar si las actuaciones judiciales garantiza­
ron no solamente la posibilidad formal de interponer alegatos sino la forma en que, sustantivamente,

♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL


Art. 254 LIBRO SEGUNDO: LA ACTIVIDAD PROCESAL 496

el derecho de defensa se manifestó como verdadera salvaguarda de los derechos del procesado, de tal
suerte que implicara una respuesta motivada y oportuna por parte de las autoridades en relación con los
descargos. Al respecto, el Tribunal ha resaltado que las decisiones que adopten los órganos internos que
puedan afectar derechos humanos deben estar debidamente fundamentadas, pues de lo contrario serían
decisiones arbitrarias. La motivación es la exteriorización de la justificación razonada que permite llegar
a una conclusión. (Cfr. Caso Chaparro ÁLvarezy Lapo Iñiguez vs. Ecuador, Excepciones Preliminares,
Fondo, Reparaciones y Costas, Sentencia del 21 de noviembre de 2007, párrafo 107. Texto completo:
<bit.ly/2u8ILlF>).
§ 956. Características que debe tener una medida de detención o prisión preventiva. No basta
con que la medida sea legal, sino que debe cumplir ciertos requisitos para no considerarse arbi­
traria. Véase la jurisprudencia del artículo 259° del Nuevo Código Procesal Penal [§ 993]. (CIDH,
Caso Norín Catrimdn y Otros (Dirigentes, miembros y activista del pueblo indígena mapuche) vs. Chile,
sentencia de 29-05-2014, párrs. 311 y 312. Texto completo: <bit.ly/2ISWw02>).

Artículo 254: Requisitos y trámite del auto judicial

1. Las medidas que el Jue z de la Investigación Preparatoria imponga en esos casos requieren reso­
lución judicial especialmente motivada, previa solicitud del sujeto procesal legitimado. A los efectos del
trámite rigen los numerales 2) y 4) del artículo 203.
2. El auto judicial deberá contener, bajo sanción de nulidad:
a) La descripción sumaria del hecho, con la indicación de las normas legales que se consideren trans­
gredidas.
b) La exposición de las específicas finalidades perseguidas y de los elementos de convicción que justi­
fican en concreto la medida dispuesta, con cita de la norma procesal aplicable.
c) La fijación del término de duración de la medida, en los supuestos previstos por la Ley, y de los con­
troles y garantías de su correcta ejecución.

ACUERDO PLENARIO DE LA CORTE SUPREMA

§ 957. Regla general para que la autoridad judicial dicte la incautación. Véase la jurisprudencia
del artículo 203° del Nuevo Código Procesal Penal [§ 859]. (Acuerdo Plenario N .° 5-2010/CJ-116,
del 16-11-2010, £ j. 12 [ff. jj. 6 al 15, considerados vinculantes]. VI Pleno Jurisdiccional de las Salas
Penales Permanente y Transitorias [EP, 30-12-2010]. Texto completo: <bit.ly/lIZPK4N>).

JURISPRUDENCIA DE LAS CORTES SUPERIORES

§ 958. Motivación cualificada vs. motivación perfecta. La motivación en el auto de prisión


preventiva es más cualificada debido a que compromete los derechos fundamentales a la libertad
personal y la presunción de inocencia. 3.4.10. La exigencia de motivación, de la privación de la liber­
tad por ser sumamente gravosa, la encontramos en principio en el artículo 2.24.f, también en el artículo
139.5 de la Constitución Política y en el artículo 254.1 del Código Procesal Penal que establece “Las
medidas que el Juez de la Investigación Preparatoria imponga en esos casos requieren resolución judi­
cial especialmente motivada, previa solicitud del sujeto procesal legitimado (...)”, así como en el artí­
culo 271.3 que estatuye “El auto de prisión preventiva será especialmente motivado, con expresión
sucinta de la imputación, de los fundamentos de hecho y de derecho que lo sustente, y la invocación de
las citas legales correspondientes” . 3.4.11. Pareciera que se exigiera una motivación perfecta -tal como
lo denunciará en su momento la magistrada del Tribunal Constitucional Ledesma Narváez, cuando por
mayoría el supremo tribunal declaró fundada el hábeas corpus a favor de la expareja presidencial [Exp.
N .° 00249-2015-13-5001-JR-PE-01 (§ 1094)]-, ello no es de recibo, la idea del carácter reforzado
o cualificado de la motivación exigida para imponer una medida de prisión preventiva, tanto consti-
n o m o s & th e s is
497 SECCIÓN III: MEDIDAS DE COERCIÓN PROCESAL Art. 254
tucional, como legalmente, es porque la resolución judicial compromete no uno, sino dos derechos
fundamentales a la par, como son la libertad personal y la presunción de inocencia, a causa de lo cual,
el estándar de motivación se amplía o expande hacia los requisitos legales que permiten su dictado, en
un alcance mayor al de una sentencia condenatoria, fundamentada como está última en el terreno de las
certezas y no de las probabilidades. (Exp. N .° 00423-2019-0-1501-JR-PE-02 [Caso SuboficialPNP El-
vis Mirandd\, sentencia dehábeas Corpus, Res. N .° 8, Huancayo, del 13-02-2019, ff. jj. 3.4.10 y 3.4.11.
Segundo Juzgado de Investigación Preparatoria de Huancayo. Texto completo: <bit.ly/2GZlQRc>).

§ 959. El número de investigaciones es una información cuantitativa, mas no cualitati­


va para sustentar un peligrosismo procesal que debe hacerse en cada investigación por separa­
do. Véase la jurisprudencia del artículo 269° del Nuevo Código Procesal Penal [§ 1094]. (Exp. N .°
00249-2015-13-5001-JR-PE-01 [Caso Nadine Heredia Alarcón], de 10-01-2017, £ j. 8.13. Segunda
Sala Penal de Apelaciones Nacional. Texto completo: <bit.ly/2mSxTXb>).

JURISPRUDENCIA DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL

§ 960. Exigencia de una especial motivación de resoluciones judiciales que restringen dere­
chos. 6. La necesidad de que las resoluciones judiciales sean motivadas es un principio que informa el
ejercicio de la función jurisdiccional y, al mismo tiempo, un derecho constitucional de los justiciables.
Mediante ella, por un lado, se garantiza que la administración de justicia se lleve a cabo de conformidad
con la Constitución y las leyes (art. 138.° de la Constitución) y, por otro, que los justiciables puedan
ejercer de manera efectiva su derecho de defensa. En la sentencia recaída en el Exp. N .° 1230-2002-
H C /T C [§ 542], el Tribunal Constitucional ha sostenido que dicho derecho no garantiza una determi­
nada extensión de la motivación; es decir que se tenga que pronunciar expresamente sobre cada uno de
los aspectos controvertidos o alegados por la defensa, ni excluye que se pueda presentar la figura de la
motivación por remisión. (Exp. N .° 0894-2007-PHC/TC [caso Segundo Tello Canales], del 26-10-2007
[Web: 06-11-2007 / EP, 18-08-2008], f. j. 6. Texto completo: <bit.ly/2HMbS6g>).
§ 961. La motivación para adoptar o mantener la medida cautelar de prisión preventiva es más
estricta. El Tribunal Constitucional tiene competencia para verificar que la adopción o manteni­
miento de la prisión preventiva sea constitucionalmente legítima. 2. Sobre esto, cabe señalar que la
necesidad de que las resoluciones judiciales sean motivadas es un principio que informa el ejercicio de
la función jurisdiccional y, al mismo tiempo, un derecho fundamental de los justiciables. Mediante ella,
por un lado, se garantiza que la administración de justicia se lleve a cabo de conformidad con la Cons­
titución y las leyes (artículo 138° de la Constitución) y, por otro, que los justiciables puedan ejercer de
manera efectiva su derecho de defensa. El Tribunal Constitucional ha sostenido (Exp. N .° 1230-2002-
H C /T C [§ 542]) que dicho derecho no garantiza una determinada extensión de la motivación o que se
tenga que pronunciarse expresamente sobre cada uno de, los aspectos controvertidos o alegados por la
defensa, ni se excluye que se pueda presentar la figura de la motivación por remisión. 3. Sin embargo,
tratándose de la detención judicial preventiva, la exigencia de la motivación en la adopción o el mante­
nimiento de la medida debe ser más estricta, pues sólo de esa manera será posible despejar la ausencia
de arbitrariedad en la decisión judicial, así corno evaluar si el juez penal ha obrado de conformidad
con la naturaleza excepcional, subsidiaria y proporcional de la detención judicial preventiva. Dos son,
en ese sentido, las características que debe tener la motivación de la detención judicial preventiva. En
primer lugar, tiene que ser “suficiente”, esto es, debe expresar, por sí misma, las condiciones de hecho y
de derecho que sirven para dictarla o mantenerla. En segundo lugar, debe ser “razonada”, en el sentido
de que en ella se observe la ponderación judicial en tomo a la concurrencia de todos los aspectos que
justifican la adopción de la medida cautelar, pues de otra forma no podría evaluarse si es arbitraria por
injustificada. 4. Al respecto, se debe señalar que si bien es cierto que el Tribunal Constitucional no es
competente para determinar la concurrencia, en cada caso, de las circunstancias que legitiman la adop­
ción o mantenimiento de la detención judicial preventiva, lo cual es una tarea que incumbe en esencia al
juez penal, también lo es que el Tribunal tiene competencia para verificar que la adopción de la medida
cautelar sea constitucionalmente legítima, lo que exige que lo haya sido de forma fundada, completa y

♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL


Art. 254 LIBRO SEGUNDO: LA ACTIVIDAD PROCESAL 498

acorde con los fines y carácter excepcional de la institución en referencia. Este Tribunal Constitucional,
en anterior oportunidad (Exp. N .° 139-2002-HC/TC), ha precisado que los tres incisos del artículo
135° del Código Procesal Penal deben concurrir copulativamente, a fin de que proceda la medida de de­
tención [...]. (Exp. N .° 9430-2005-PHC/TC, del 27-02-2006 [Web: 21-12-2006 / EP: 27-01-2007],
ff. jj. 2-4. Texto completo: <bit.ly/2HMdoGc>).
§ 962. Toda resolución judicial que ordene una prisión preventiva requiere de una especial
motivación que demuestre de modo razonado y suficiente que esta no solo es legal, sino pro­
porcionada y, por consiguiente, estrictamente necesaria para la consecución de fines que resul­
tan medulares para el adecuado desarrollo del proceso. 29. El Tribunal Constitucional encuentra
importante recordar que, tal como ha establecido en su jurisprudencia, el fundamento material del
constitucionalismo moderno, presidido por los derechos fundamentales de la persona, y que, desde
luego, es el mismo que sirve de base dogmática a la Constitución de 1993 “está cifrado, ante todo, en
la libertad del ser humano, sobre la cual tiene derecho a construir un proyecto de vida en ejercicio de
su autonomía moral, cuyo reconocimiento, respeto y promoción debe ser el principio articulador de las
competencias y atribuciones de los poderes del Estado” [...]. 30. En efecto, si el fin supremo de nuestra
sociedad y nuestro Estado es la defensa de la dignidad humana (artículo 1 de la Constitución Política),
y solo se es plenamente digno en la medida de que se tenga oportunidad de construir autónomamente
un proyecto de vida, respetando los derechos de los demás, entonces la libertad ocupa un lugar pri­
mordial en nuestro sistema de valores. 31. De ella deriva de modo directo el derecho fundamental a la
libertad personal (artículo 2, inciso 24, de la Constitución). Es decir, la libertad física, sin cuyo ejercicio
se restringe una gama importante de otros tantos derechos fundamentales como el derecho de reunión,
al trabajo, a la vida en familia, etc. Cuando una persona es privada de la libertad personal se produce,
pues, un fenómeno extraordinariamente perturbador en buena parte del sistema de derechos. Es por
tal razón que es la sanción más grave que puede imponerse en un sistema democrático (con excepción,
claro está, de la pena de muerte, allí donde aún es aplicada). 32. Por ello, el Tribunal Constitucional
en consolidada jurisprudencia ha sido particularmente enfático en sostener la prisión preventiva es una
regla de última ratio. Así, desde la naciente jurisprudencia constitucional en materia de restricción de
la libertad personal, se ha considerado que la prisión preventiva es una medida que restringe la liber­
tad locomotora, dictada pese a que, mientras no exista sentencia condenatoria firme, al procesado le
asiste el derecho a que se presuma su inocencia; cualquier restricción de ella siempre debe considerarse
la última ratio a la que el juzgador debe apelar, esto es, susceptible de dictarse solo en circunstancias
verdaderamente excepcionales y no como regla general [...]. 33. Ese, pues, es el propósito del artículo
9.3 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, según el cual “la prisión preventiva de las
personas que hayan de ser juzgadas no debe ser la regla general” que nuestra jurisprudencia reconoce
[...]. 34. En efecto, el dictado de la prisión preventiva, en el marco del Estado Constitucional, incide de
forma particularmente grave en el derecho a la libertad personal, por lo que implica el deber del órgano
jurisdiccional de motivar adecuadamente sus decisiones; más aún si se toma en cuenta que las mismas
tendrán repercusión en la situación jurídica de una persona que aún no cuenta con una sentencia que
reconozca y declare su culpabilidad. 35. En reiterada jurisprudencia se ha precisado que la prisión pre­
ventiva se justifica siempre y cuando existan motivos razonables y proporcionales para su dictado [...].
36. Así, también se ha señalado que en el caso de la prisión preventiva, “la exigencia de la motivación
en la adopción o el mantenimiento de la medida debe ser más estricta, pues solo de esa manera es po­
sible despejar la ausencia de arbitrariedad en la decisión judicial, a la vez que permite evaluar si el juez
penal ha obrado de conformidad con la naturaleza excepcional, subsidiaria y proporcional de [dicha
medida]” [...]. 37. En esta línea de razonamiento, la Corte Interamericana de Derechos Humanos ha
señalado que la aplicación de la prisión preventiva “debe tener carácter excepcional, limitado por los
principios de legalidad, presunción de inocencia, necesidad y proporcionalidad, de acuerdo con lo
que es estrictamente necesario en una sociedad democrática” [...]. En la misma inteligencia, las Reglas
Mínimas para el Tratamiento de Reclusos establecen que “ [e]n el procedimiento penal sólo se recurrirá
a la prisión preventiva como último recurso” (Regla 6.1). 38. De ahí que toda resolución judicial que
ordene una prisión preventiva requiera de una especial motivación que demuestre de modo razonado
n o m o s & th e sis
499 SECCIÓN III: MEDIDAS DE COERCIÓN PROCESAL Art. 255
y suficiente que ella no solo es legal, sino proporcionada y, por consiguiente, estrictamente necesaria
para la consecución de fines que resultan medulares para el adecuado desarrollo del proceso. (Exp. N .°
04780-2017-PH C/TC y Exp. N .° 0052-2018-PHC/TC [acumulado] [Caso Ollanta Húmala] del 26­
04-2018 [Web: 26-04-2018 / EP: 20-09-2018], ÍF. jj. 29 al 38. Texto completo: <bit.ly/2Eduny2>).

Artículo 2 5 5 : Le gitim ació n y variabilidad

1. Las medidas establecidas en este Título, sin perjuicio de las reconocidas a la Policía y al Fiscal, sólo
se impondrán por el Jue z a solicitud del Fiscal, salvo el embargo y la ministración provisional de posesión
que también podrá solicitar el actor civil. La solicitud indicará las razones en que se fundamenta el pedido
y, cuando corresponda, acompañará los actos de investigación o elementos de convicción pertinentes.
2. Los autos que se pronuncien sobre estas medidas son reformables, aun de oficio, cuando varíen los
supuestos que motivaron su imposición o rechazo.
3. Salvo lo dispuesto respecto del embargo y de la ministración provisional de posesión, corresponde
al Ministerio Público y al imputado solicitar al Juez la reforma, revocatoria o sustitución de las medidas
de carácter personal, quien resolverá en el plazo de tres días, previa audiencia con citación de las partes.

DOCTRINA JURISPRUDENCIAL VINCULANTE DE LA CORTE SUPREMA

§ 963. Medidas de coerción procesal son reformables de oficio. 23.10. [Frente] al requerimiento
del fiscal, del cual se defiende la parte investigada, el juez puede modificar el plazo que otorga a su inicial
pedido si es que es excesivo, lo que no es una afectación al principio de congruencia, defensa u otro,
pues se opone y discute el plazo pedido y de cualquier otro. 2.3.11. Por lo que, el cuestionamiento a
la congruencia del pronunciamiento de segunda instancia no es tal, porque el órgano judicial contaba
con la facultad de resolver de oficio por la naturaleza del tema, conforme al artículo 255°.3 del Código
Procesal Penal, que señala sobre las medidas de coerción procesal, que los autos que se pronuncian sobre
estas son reformables aun de oficio, cuando varíen los supuestos que motivaron su imposición o recti­
ficación. (Casación N .° 147-2016-Lima [Caso Gregorio Santos], de 06-07-2016, que estableció como
doctrina jurisprudencial, entre otros, el £ j. 2.3.11. Sala Penal Permanente [EP, 03-08-2016, Jurispru­
dencia, Año XXV, N .° 1019, pp. 7511-7515]. Texto completo: <bit.ly/290C0ig>).
§ 964. Supuestos en el que el Juez puede revocar la medida de comparecencia con restricciones
por la de prisión preventiva. Véase la jurisprudencia del artículo 279° del Nuevo Código Proce­
sal Penal [§ 1191]. (Casación N .° 119-2016-Áncash, del 06-04-2018, que estableció como doctrina
jurisprudencial vinculantes los íf. jj. 2.4, 2.5 y 2.6. Primera Sala Penal Transitoria [EP, 23-09-2018,
Jurisprudencia, Año XXVII, N .° 1086, p. 8100]. Texto completo: <bit.ly/2VIyus6>).

JURISPRUDENCIA D E LA SALA PENAL NACIONAL

§ 965. La variación de reglas de conducta propias del mandato de comparecencia con restric­
ciones constituye una opción válida. 4.1. La variación de reglas de conducta propias del mandato de
comparecencia con restricciones, constituye una opción válida dentro de nuestro ordenamiento jurí­
dico procesal, debido a que los autos que se pronuncian sobre las medidas de coerción procesal, como
sería el caso del mandato de comparecencia con restricciones, son perfectamente reformables, lo que
quiere decir que el mandato de comparecencia restringida puede: i) variar por otra medida más gravosa
(como sería el caso de la revocatoria de la comparecencia por prisión preventiva); ii) empero, también
puede variar en otra medida menos gravosa (como sería el caso de la variación de la comparecencia
restringida por comparecencia simple); iii) o incluso puede mantenerse la medida de comparecencia
restringida, con variación de sus reglas de conducta), tal como lo prescribe el artículo 255 numeral 2
del Código Procesal Penal. (Exp. N .° 00249-2015-9-500l-JR-PE-01 [Caso Ollanta Húmala Tasso], de
18-01-2017, f. j. 4.1. Io Juzgado de Investigación Preparatoria Nacional. Sala Penal Nacional. Texto
completo: cbit.ly/2murdvw>).
♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL
Art. 256 LIBRO SEGUNDO: LA ACTIVIDAD PROCESAL 500

JURISPRUDENCIA DE LAS CORTES SUPERIORES

§ 966. Control de oficio de la legitimidad de la medida de prisión preventiva. Si se impugna la


resolución que decidió dictar prisión preventiva, se entiende que implícitamente tampoco se está
de acuerdo con el plazo emitido. L a Sala puede reformular el plazo dictado a pesar de no haber
sido solicitado expresamente por el recurrente. Véase la jurisprudencia del artículo 416° del Nuevo
Código Procesal Penal [§ 1710]. (Exp. N .° 02544-2018-60-070l-JR-PE-01, del 07-09-2018, fF. jj.
21 al 23. Primera Sala Penal de Apelaciones. Corte Superior de Justicia del Callao. Texto completo:
<bit.ly/2Jpkmmb>).

JURISPRUDENCIA DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL

§ 967. Deber del juez penal de reevaluar la pertinencia y suficiencia de la prisión preventiva.
30. Sin perjuicio de lo expuesto, conviene destacar que, en principio, no podría generar perjuicios para
el procesado la repetida presentación de recursos que tengan por objeto la reevaluación de la pertinen­
cia y suficiencia de las razones que, prim a facie, legitimaron el dictado del mandato de detención en su
contra. Y es que dicha evaluación constante constituye un deber del juez penal, aun en circunstancias en
las que no medie una solicitud de parte, de manera tal que, desde el mismo instante en que se desvanece
la pertinencia de los motivos que sirvieron de fundamento para el dictado de la medida, ésta debe ser
revocada. (Exp. N .° 2915-2004-H C/TC, del 23-11-2.004 [Web: 25-11-2004], £ j. 30. Texto completo:
<bit.ly/2FIikd9>).

Artículo 256: Sustitución o acumulación

La infracción de una medida impuesta por el Juez, determinará, de oficio o a solicitud de la parte legi­
timada, la sustitución o la acumulación con otra medida más grave, teniendo en consideración la entidad,
los motivos y las circunstancias de la trasgresión, así como la entidad del delito imputado.

Artículo 257: Impugnación

1. Los autos que impongan, desestimen, reformen, sustituyan o acumulen las medidas previstas en
esta Sección son impugnables por el Ministerio Público y el imputado.
2. El actor civil y el tercero civil sólo podrán recurrir respecto de las medidas patrimoniales que afecten
su derecho en orden a la reparación civil.

Artículo 258: Intervención de los sujetos procesales

En el procedimiento de imposición de una medida prevista en esta sección seguido ante el Ju e z de la


Investigación Preparatoria y en el procedimiento recursal, los demás sujetos procesales podrán intervenir
presentando informes escritos o formulando cualquier requerimiento, luego de iniciado el trámite. Esta
intervención procederá siempre que no peligre la finalidad de la medida.

TÍTULO II
LA DETENCIÓN

Artículo 259: Detención policial

La Policía Nacional del Perú detiene, sin mandato judicial, a quien sorprenda en flagrante delito. Existe
flagrancia cuando:

n o m o s & th e sis
501 SECCIÓN III: MEDIDAS DE COERCIÓN PROCESAL Art. 259
1. El agente es descubierto en la realización del hecho punible.
2. El agente acaba de cometer el hecho punible y es descubierto.
3. El agente ha huido y ha sido identificado durante o inmediatamente después de la perpetración del
hecho punible, sea por el agraviado o por otra persona que haya presenciado el hecho, o por medio audio­
visual, dispositivos o equipos con cuya tecnología se haya registrado su imagen, y es encontrado dentro
de las veinticuatro (24) horas de producido el hecho punible.
4. El agente es encontrado dentro de las veinticuatro (24) horas después de la perpetración del delito
con efectos o instrumentos procedentes de aquel o que hubieren sido empleados para cometerlo o con
señales en s í mismo o en su vestido que indiquen su probable autoría o participación en el hecho delic­
tuoso. OWMÍMW

NOTA DE ACTUALIZACIÓN

(1) Artículo m odificado por el artículo 1 de la Ley N.° 29569 (EP, 25-08-2010). Anteriormente había sido modificado por el
artículo 3 del Decreto Legislativo N.° 983 (ER 22-07-2007).
(2) De conform idad con el artículo 2 de la Ley N.° 29372 (EP, 09-06-2009) el presente artículo entra en vigencia en todo el
país el 1 de ju lio de 2009.

PROTOCOLOS, REGLAMENTOS, LINEAMIENTOS, GUÍAS Y DIRECTIVAS

(a) Protocolo de actuación interinstitucional para la aplicación del Decreto Legislativo N.° 1298 que regula la detención
prelim inar judicial y la detención judicial en caso de flagrancia (aprobado por el Decreto Supremos N.° 009-2017-JUS
[EP, 12-04-2017]). Véase el texto com pleto en: <bit.ly/2K9ITfk>.
(b) Directiva N.° 003-2004-CE-PJ: "Medidas que deben tener en cuenta los Jueces Penales o Mixtos al m om ento de dictar el
m andato de detención para evitar casos de homonimia" (aprobado por la Resolución Administrativa N.° 081-2004-CE-
PJ de 29-04-2004). Véase el texto completo en: <bit.ly/2FRSGTt>.
(c) Directiva N.° 012-2006-MP-FN: "Disposiciones sobre la individualización de personas, el mandato de detención y requi­
sitorias" (aprobado por la Resolución N.° 1545-2006-MP-FN de 13-12-2006). Véase el texto completo en: <b¡t.ly/2VeK-
6TY>.

ACUERDOS PLENARIOS DE LA CORTE SUPREMA

§ 968. Incautación en caso de flagrancia. § 2. Régimen de la incautación. 11. La incautación,


instrumental o cautelar, es una medida que la realiza, en primer término, la Policía o la Fiscalía, pero a
continuación requiere de la decisión confirmatoria del Juez de la Investigación Preparatoria. A. En los
casos de flagrancia delictiva -en las modalidades reconocidas por el artículo 259° NCPP- o de peligro
inminente de su perpetración, por su propia configuración situacional, es obvio que la Policía debe
incautar los bienes o cosas relacionadas, de uno u otro modo, con el hecho punible. La necesidad de la
ocupación de bienes u objetos vinculados al delito, a fin de ponerle término y garantizar su probanza
efectiva, a la par que consolidar la razonabilidad de la intervención policial, está fuera de discusión. En
estos casos la comisión del delito se percibe con evidencia -se da una relación directa del delincuente
con el bien o cosa relacionada con el delito- y exige de manera inexcusable una inmediata intervención
de la autoridad. B. Fuera de ambos supuestos, la incautación en el curso de la investigación preparatoria
-en especial durante las denominadas “primeras diligencias”- requiere de una decisión del Fiscal. La
autoridad policial, por consiguiente, necesita de una expresa autorización del Fiscal. A su vez, la legali­
dad de la orden o autorización fiscal se centra, sin perjuicio de la presencia de indicios de criminalidad
mínimos, en lo que se denomina “peligro por la demora”, en tanto fin constitucionalmente legítimo.
El juicio de necesidad de la medida es básico. Es el riesgo fundado de que de no incautarse o secuestrarse
un bien o cosa delictiva haría ineficaz la averiguación de la verdad -obstrucción de la investigación y
del proceso en general- y en su caso las medidas de ejecución penal pertinentes. La incautación, pre­
cisamente, garantiza que no se desaparezcan u oculten tales bienes o cosas, con lo que se dificultaría
su apreciación judicial como objeto de prueba o se frustraría el ulterior decomiso, si correspondiera
-la efectividad de la tutela que pudiera otorgarse en una eventual sentencia se pondría en crisis-. C. Se
requerirá previa orden judicial cuando el peligro por la demora, no es que sea inexistente, sino que en

♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL


Art. 259 LIBRO SEGUNDO: LA ACTIVIDAD PROCESAL 502

él no confluya la noción de urgencia y siempre que se trate de bienes objeto de decomiso (articulo 317°
NCPP). Esta noción dice de la perentoriedad o necesidad inmediata, apremiante de la incautación;
cuando el riesgo de desaparición del bien o cosa delictiva es más actual o grave. Si no se presenta esta
situación fáctica será del caso pedir la orden judicial. (Acuerdo Plenario N .° 5-2010/CJ-116, del 16­
11-2010, f. j. 11 [fF. jj. 6 al 15, considerados vinculantes]. VI Pleno Jurisdiccional de las Salas Penales
Permanente y Transitorias [EP, 30-12-2010]. Texto completo: <bit.ly/lIZPK4N>).
§ 969. Proceso penal inmediato reformado. Legitimación y alcances. “Evidencia delictiva” o
“prueba evidente” . Véase la jurisprudencia del artículo 446° del Nuevo Código Procesal Penal [§
1891]. (Acuerdo Plenario N .° 2-2016/CJ-116, del 01-06-2016, que establece como doctrina legal los
criterios expuestos en los fF. jj. 7 al 1 2 y 15 al 24, particularmente el 8. II Pleno Jurisdiccional Extraor­
dinario de las Salas Penales Permanente y Transitoria de la Corte Suprema de Justicia [EP, 04-08-2016,
Jurisprudencia, Ano XXV, N .° 1020, pp. 7522-7530]. Texto completo: <bit.ly/2FK4zeQ>).

PRECEDENTE VINCULANTE DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL

§ 970. Reglas vinculantes para la tutela del derecho a ser puesto a disposición judicial dentro
del plazo estrictamente necesario o dentro del plazo máximo de la detención. 12. [R] esulta nece­
sario establecer las. reglas sustantivas y procesales para la tutela del derecho a ser puesto a disposición
judicial dentro de los plazos señalados supra. Estas reglas deben ser interpretadas en la perspectiva de
optimizar una mejor protección del derecho a la libertad personal, en la medida que no solo es un
derecho fundamental reconocido, sino que además es un valor superior del ordenamiento jurídico y
presupuesto de otros derechos fundamentales, a) Regla sustancial: El plazo de la detención que la Nor­
ma Fundamental establece es un plazo máximo, de carácter absoluto, cuyo cómputo es inequívoco y
simple, pero no es el único, pues existe también el plazo estrictamente necesario de la detención. // Y es
que, aun si la detención no hubiera traspasado el plazo máximo, ese dato per se no resulta suficiente para
evaluar los márgenes de constitucionalidad de la detención, pues esta tampoco puede durar más allá del
plazo estrictamente necesario (límite máximo de la, detención). Como es evidente, el límite máximo de
la detención debe ser establecido en atención a las circunstancias de cada caso concreto, tales como las
diligencias necesarias a realizarse, la particular dificultad para efectuar determinadas pericias o exáme­
nes, el comportamiento del afectado con la medida, entre otros. / / E n suma, resulta lesiva al derecho
fundamental a la libertad personal la privación de esta en los supuestos en que ha transcurrido el plazo
máximo para la detención, o cuando, estando dentro de dicho plazo, se ha rebasado el plazo estricta­
mente necesario; en ambos casos, dicho estado de cosas queda privado de fundamento constitucional,
y la consecuencia debe ser la puesta inmediata de la persona detenida a disposición del juez competente
para que sea este quien determine si procede la detención judicial respectiva o la libertad de la persona,
sin perjuicio de las responsabilidades que señala la ley para la autoridad, funcionario o persona que
hubieren incurrido en ellas, b) Regla procesal: El derecho a ser puesto a disposición judicial dentro
del plazo estrictamente necesario de la detención o dentro del plazo máximo de la detención resulta
oponible frente a cualquier supuesto de detención o privación de la libertad personal que se encuentre
regulado por el ordenamiento jurídico (detención policial, detención preliminar judicial, etc.). En ese
sentido, a efectos de optimizar su tutela, lo que corresponde es que la autoridad competente efectúe
un control de los plazos de la detención tanto concurrente como posterior, dejándose constancia del
acto de control, disponiendo, si fuera el caso, las medidas correctivas pertinentes, bajo responsabilidad.
Este control de los plazos de la detención debe ser efectuado tanto por el Representante del Ministe­
rio Púbüco como por el juez competente, según corresponda, sin que ambos sean excluyentes, sino
más bien complementarios. (Exp. N .° 06423-2007-PHC/TC [caso Alt Guillermo Ruiz Dianderas],
del 27-12-2009 [Web: 08-01-2010], f. j. 12, que constituye precedente vinculante. Texto completo:
<bit.ly/2twh60e>).

JURISPRUDENCIA DE LA CORTE SUPREMA

§ 971. Toda persona puede oponerse y resistirse a la propia detención, mas no se admite la
violencia [exacerbada por el consumo de alcohol] contra la autoridad policial agrediéndola para
n o m o s & th e sis
503 SECCIÓN III: MEDIDAS DE COERCIÓN PROCESAL Art. 259
impedir que cumpla su función. Quinto. [Es] obvio que el encausado [...] se opuso a una interven­
ción lícita de la autoridad policial, que actuó ante la denuncia de robo por parte de un ciudadano que
lo sindicaba como tal. Esta oposición fue violenta y, como tal, importó la agresión directa a un efectivo
policial, incluso se afectó un bien público policial (el patrullero) -así lo declaró no solo el efectivo poli­
cial lesionado sino el denunciante-. Ello denota una conducta irascible exacerbada por el consumo de
alcohol. Es verdad que toda persona puede oponerse y resistirse a la propia detención, pero lo que no se
admite es violentar a la autoridad policial, agredirla para impedir que cumpla con su función de control
de orden público y prevención del delito. Las lesiones causadas son clara muestra de esta violencia ilíci­
ta, no justificada y desproporcionada, que ejerció el imputado contra el policía [...]. (R. N. N .° 1268-
2018-Lima Norte, del 24-10-2018, f. j. 5. Sala Penal Permanente. Texto completo: <bit.ly/2U6cIhz>).
§ 972. Flagrancia presunta, flagrancia y diligencias preliminares. La captura del vehículo, sin la
posesión del objeto del delito y sin el reconocimiento de la agraviada, no satisface el rigor conceptual
del delito flagrante. Véase la jurisprudencia del artículo 446° del Nuevo Código Procesal Penal [§ 1897].
(Casación N .° 692-2016-Lima Norte, de 18-12-2017, ffi jj. 2-6. Primera Sala Penal Transitoria. Texto com­
pleto: <bit.ly/2ImhvpA>).

§ 973. La confesión sincera no reduce la pena cuando se es descubierto en flagrancia, por ser
irrelevante para la investigación o esclarecimiento del hecho. Véase la jurisprudencia del artículo 160°
del Nuevo Código Procesal Penal [§ 703]. (R. N. N .° 370-2017-Lima, del 19-09-2017, ff. jj. 3.2 y 3.3.
Sala Penal Permanente. Texto completo: <bit.ly/2NdoRlz>).

§ 974. Procede el proceso inmediato en delitos de violación sexual de menor de edad cuan­
do existe flagrancia, cuando el imputado confiesa la comisión del delito y cuando los elementos
de convicción acumulados sean evidentes. Véase la jurisprudencia del artículo 446° del Nuevo Código
Procesal Penal [§ 1899]. (Casación N .° 1130-2017-San Martín, del 09-08-2018, f. j. 7. Sala Penal Per­
manente. Texto completo: <bit.ly/2SpTIJb>).

JURISPRUDENCIA DE LAS CORTES SUPERIORES

§ 975. Para la realización del registro personal -y del registro vehicular- por la policía, fuera de
los supuestos de flagrancia o de peligro inminente de su perpetración, debe necesariamente contar
con la autorización o la orden del fiscal en forma previa a la ejecución de dicha medida restrictiva
de derechos. Tráfico ilícito de drogas. Véase la jurisprudencia del artículo 210° del Nuevo Código Pro­
cesal Penal [§ 874]. (Expediente N .° 1193-2014-42, del 28-11-2017, ff. jj. 15 y 16. Tercera Sala Penal
Superior. Corte Superior de Justicia de La Libertad. Texto completo:<bit.ly/2UQkRaf>).

JURISPRUDENCIA DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL

§ 976. Derecho a ser puesto en un plazo de 24 horas a disposición de un Juez. 4. La Consti­


tución en su artículo 2o, inciso 24, literal f, establece que “Nadie puede ser detenido sino por man­
damiento escrito y motivado del juez o por las autoridades policiales en caso de flagrante delito. “E l
detenido debe serpuesto a disposición deljuzgado correspondiente, dentro de las 2 4 horas o en el término de la
distancia ’. A su vez, el Código Procesal Constitucional en su artículo 25°, inciso 7, señala que el hábeas
corpus también protege “E l derecho a no ser detenido sino por mandato escrito y motivado deljuez, o por
las autoridades policiales en caso deflagrante delito; o si ha sido detenido, a serpuesto dentro de las 2 4 horas
o en el término de la distancia, a disposición deljuez que corresponda [...]”. Así, la puesta del detenido a
disposición judicial dentro del plazo establecido, no es otra cosa que una garantía de temporalidad de
la detención, cuya finalidad es precisamente que el juez competente determine si procede la detención
judicial respectiva, o si, por el contrario, procede la libertad de la persona. 5. En efecto, dentro del con­
junto de garantías que asiste a toda persona detenida, uno de ellos, no menos importante que los demás,
es el de ser puesto a disposición del juez competente dentro del plazo que la Constitución señala, esto
es, dentro del plazo de 24 horas o en el término de la distancia cuando corresponda (plazo máximo de
la detención). La inobservancia de estos plazos da lugar a que el afectado en su derecho a la libertad per-

♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL


Art. 259 LIBRO SEGUNDO: LA ACTIVIDAD PROCESAL 504

sonal legítimamente acuda a la justicia constitucional a efectos de solicitar la tutela de su derecho vulne­
rado. Y es que, como es evidente, el radio de cobertura constitucional del proceso de hábeas corpus no
solo alcanza a los supuestos de detención arbitraria por ausencia o insuficiencia del presupuesto material
habilitante (mandato judicial motivado o flagrancia delictiva), sino también a aquellas detenciones que,
ajustándose originariamente a la Constitución, se mantienen o se prolongan de manera injustificada en
el tiempo. Un ejemplo de ello es la detención producida por un plazo superior al plazo máximo estable­
cido en la norma constitucional, sin poner al detenido a disposición del juez competente. 6. Bajo este
marco de consideraciones, queda claro que toda persona detenida debe ser puesta a disposición del juez
competente dentro del plazo máximo establecido, y es que, si vencido dicho plazo la persona detenida
no hubiera sido puesta a disposición judicial, aquella detención simplemente se convierte en ilegítima.
En efecto, por la obviedad del hecho, toda detención que exceda del plazo máximo automáticamente
se convierte en inconstitucional, y la autoridad, funcionario o cualquier persona que hubiere incurrido
en ella, se encuentra sujeta a las responsabilidades que señala la ley. (Exp. N .° 06423-2007-PHC/TC
[caso Alt Guillermo Ruiz Dianderas\, del 27-12-2009 [Web: 08-01-2010], ff. jj. 4-6. Texto completo:
<bit.ly/2twh60e>).
§ 977. No procede hábeas corpus si la retención se produce debido a un debto flagrante. 3.3.3.
El Tribunal Constitucional ha establecido, en reiterada jurisprudencia, que la flagrancia en la comisión
de un delito presenta la concurrencia de dos requisitos insustituibles: a) la inmediatez temporal, es decir,
que el delito se esté cometiendo o que se haya cometido instantes antes; y b) la inmediatez personal, es
decir, que el presunto delincuente se encuentre en el lugar de los hechos en el momento de la comisión
del delito y esté relacionado con el objeto o los instrumentos del delito, ofreciendo una prueba evidente
de su participación en el hecho delictivo. 3.3.4. En este sentido, se tiene que la flagrancia es un instituto
procesal con relevancia constitucional que debe entenderse como una evidencia del hecho delictuoso
respecto de su autor. Así, la flagrancia se configurará cuando exista un conocimiento fundado, directo e
inmediato del hecho punible que se viene realizando o que se acaba de realizar instantes antes, situación
en la que, por su particular configuración, es necesaria la urgente intervención de la Policía para que ac­
túe conforme a sus atribuciones. En este sentido, lo que justifica la excepción al principio constitucional
de la reserva judicial para privar de la libertad a una persona es la situación particular de la urgencia que,
en el caso, concurriendo los requisitos de la inmediatez temporal e inmediatez personal de la flagrancia
delictiva, comporta su necesaria intervención policial. [...] 3.3.6. En el presente caso, este Tribunal
advierte que la detención policial del favorecido se dio cuando este agredió físicamente a su hija M. M.
M. S. (la agarró por la espalda y la arrastró a efectos de que reingrese al recinto donde se encontraba
contra su voluntad) y agredió y amenazó con arrojar piedras a los efectivos policiales intervinientes. [...]
Eli [o] a su vez evidencia la situación delictiva de flagrancia del delito que -en su momento- fue apreciada
por el efectivo policial demandado como constitutivo del delito de violencia familiar. 3.3.7. Asimismo,
este Tribunal considera [...] que [...] es su atribución el verificar si la detención realizada por el efectivo
policial emplazado se efectuó en la situación de la flagrancia que establece la Constitución, lo cual si
se evidencia del caso de autos, pues se aprecia la concurrencia de los presupuestos de la inmediatez
temporal y la inmediatez personal de la flagrancia descritos en el fundamento 3.3.3, supra. (Exp. N .°
04630-2013-PHC/TC [caso José Fermín M aqui Salinas], del 26-06-2014 [Web: 08-01-2015 / EP, 24­
04-2015], ff. jj. 3.3.3 al 3.3.7. Texto completo: <bit.ly/2FmNZPW>).
§ 978. Grado o intensidad de aplicación de la medida de detención. 7. Aunque al actor se le
haya aplicado inicialmente arresto simple, uno de los temas recurrentes en el ámbito del ejercicio de
las potestades disciplinarias en sede policial tiene que ver con el denominado por el Reglamento del
Régimen Disciplinario “arresto de rigor” . Se trata de una sanción disciplinaria que se aplica al personal
de la Policía Nacional del Perú por haber “cometido grave falta que afecte la moral, la disciplina o el
servicio policial” y, según expresa el artículo 109° del Reglamento del Régimen Disciplinario de la
Policía Nacional del Perú, aprobado mediante Decreto Supremo N .° 009-97-IN, “impone al infractor
la obligación de su cumplimiento sin interrupción en un ambiente especial de la instalación policial in­
dicada por la Superioridad cumpliendo tareas señalada específicamente...” . Está fuera de cualquier duda

n om os & th e sis
505 SECCIÓN III: MEDIDAS DE COERCIÓN PROCESAL Art. 259
que el arresto de rigor constituye una sanción administrativo-disciplinaria. Así se la ha contemplado, en
efecto, en el Título VI del referido Reglamento del Régimen Disciplinario de la PNP, cuyo artículo 90°
empieza afirmando que las sanciones mencionadas son, precisamente, “sanciones disciplinarias”. Pero
no se trata de una simple sanción administrativa, sino de una que, al imponer la obligación de sufrirla
en un ambiente especial de la instalación policial indicada por la superioridad, se traduce en una restric­
ción del ejercicio de la libertad personal de los miembros de la PNP. Y lo es, pues, sucede que durante
el lapso que dure, deberá cumplirse en un “ambiente especial de la instalación.policial” . El problema
es, por tanto, analizar si tal sanción constituye una violación del derecho reconocido en el ordinal “f ”
del inciso 24) del artículo 2o de la Constitución, que prescribe que “Nadie puede ser detenido sino por
mandamiento escrito y motivado del juez o por las autoridades policiales en caso de flagrante delito”.
Con dicho precepto constitucional, entre otras cosas, se garantiza que la detención de una persona, con
excepción del supuesto de comisión de flagrante delito, se imponga con respeto del principio de juris-
diccionalidad, esto es, que sea dispuesto necesariamente por un juez competente. Cabe, no obstante,
advertir que tal garantía de la libertad personal no se extiende a cualquier supuesto de restricción, sino
que esta directamente relacionada con la £detención” de una persona, es decir, con medidas que supon­
gan una privación de la libertad. Evidentemente, ese no es el caso ni del denominado arresto simple ni
del denominado arresto de rigor, que más bien constituyen o implican una restricción de la libertad. Y
para ambos, no es de aplicación el ordinal “f ” del inciso 24) del artículo 2o de la Constitución, sino su
ordinal “b”, a tenor del cual “No se permite forma alguna de restricción de la libertad personal, salvo
en los casos previstos por la ley”. Ello significa que, en la medida que el arresto simple o de rigor de los
miembros de la Policía Nacional del Perú constituyan sanciones disciplinarias y se encuentren previstas
en la ley, su imposición por un superior jerárquico no es, per se, inconstitucional. Y es que el mante­
nimiento de la disciplina en las relaciones internas de subordinación y supraordenación de un órgano
como la Policía Nacional, que se encuentra estructurado jerárquicamente, exige que medidas de esta
naturaleza, en cuanto no impliquen privación de la libertad personal, deban ser entendidas como con­
sustanciales con la naturaleza de la institución a la que pertenecen sus miembros. El mismo criterio ha
tenido el Tribunal Europeo de Derechos Humanos, quien en la sentencia del 8 de junio de 1976, ha es­
tablecido limitaciones a esa acción disciplinaria por lo que se refiere a las garantías procesales, al distin­
guir entre arrestos que implican una restricción de libertad (los llamados simples y gravados) y aquellos
que implican una privación de libertad (arrestos estrictos) y establecer que en estos últimos casos han
de aplicarse las garantías procesales contenidas en el artículo 6o del Convenio Europeo, extendiendo así
al ámbito disciplinario castrense los derechos propios del orden penal contenidos en dichos artículos”
(citado por la S T C 21/1981). De manera que, en principio, no es inconstitucional que el legislador
establezca la posibilidad de que funcionarios que carecen de facultades jurisdiccionales puedan imponer
las sanciones disciplinarias de arresto simple y arresto de rigor, con el objeto de salvaguardar el principio
de disciplina y jerarquía castrense. (Exp. N .° 2050-2002-AA/TC [caso Carlos Israel Ramos Colque], del
16-03-2003 [Web: 28-05-2003 / EP, 28-05-2003], £ j. 7. Texto completo: <bit.ly/2FvgKuW>).

§ 979. Derecho del instruido a la comunicación previa y detallada de la acusación. 12. El artícu­
lo 14°, numeral 3), literal “b” del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos reconoce expresa­
mente que: “Durante el proceso, toda persona acusada de un delito tendrá derecho, en plena igualdad, a
las siguientes garantías mínimas: a) A ser informada sin demora, en un idioma que comprenda y en for­
ma detallada, de la naturaleza y causas de la acusación formulada contra ella”. Asimismo, el artículo 8o,
numeral 2), literal “a” de la Convención Americana Sobre Derechos Humanos, dispone que: “Durante
el proceso, toda persona tiene derecho, en plena igualdad, a las garantías mínimas:...b) Comunicación
previa y detallada de la acusación formulada”. 13. En el ámbito de la Norma Fundamental, el artículo
139°, inciso 15) establece: “El principio que toda persona debe ser informada, inmediatamente y por
escrito, de las causas o razones de su detención”. Al respecto este Tribunal ha dejado sentado a través de
su jurisprudencia que “a pesar del tenor de esta norma constitucional, de la que pareciera desprenderse
que el derecho del imputado se limita al momento de su propia detención, lo cierto es que esta toma
de conocimiento, constituye la primera exigencia del respeto a la garantía constitucional de la defensa
que acompaña a lo largo del proceso en todas las resoluciones del mismo” (Exp. 8165-2005-HC/TC,
♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL
Art. 259 LIBRO SEGUNDO: LA ACTIVIDAD PROCESAL 506

fundamento 14). 14. En el sentido expuesto queda clara la pertinente extrapolación de la garantía del
derecho de defensa en el ámbito administrativo sancionador y con ello la exigencia de que al momento
del inicio del procedimiento sancionador se informe al sujeto pasivo de los cargos que se dirigen en su
contra, información que debe ser oportuna, cierta, explícita, precisa, clara y expresa con descripción
suficientemente detallada de los hechos considerados punibles que se imputan, la infracción supues­
tamente cometida y la sanción a imponerse, todo ello con el propósito de garantizar el derecho cons­
titucional de defensa. 15. Del análisis del proceso administrativo se advierte que el recurrente no fue
informado de manera oportuna, clara, cierta, precisa, explícita y expresa de los cargos formulados en su
contra durante el procedimiento sancionador, y además que no obra notificación alguna sobre su inicio.
(Exp. N .° 02098-2010-PA/TC [caso Eladio Óscar Iván Guzmán Hurtado], del 16-03-2003 [Web: 05­
08-2011 / EP, 15-09-2011], ff. jj. 12-15. Texto completo: <bit.ly/2HDeDaP>).
§ 980. La detención ha sido reservada a la Policía en cumplimiento de los roles prescritos en la
Constitución. 2. La Constitución Política del Perú ha previsto en su artículo 2.° inciso 24, parágrafo
f), los supuestos en los cuales puede reputarse una restricción de la libertad legítima o constitucional:
“ [...] Toda persona tiene derecho... a la libertad y a la seguridad personal. En consecuencia [...] Nadie
puede ser detenido sino por mandamiento escrito y motivado del Juez o por las autoridades policiales
en caso de flagrante delito [...]”. Como se puede apreciar la posibilidad de detención ha sido reservada a
los órganos jurisdiccionales con motivo de un proceso judicial o a la Policía Nacional del Perú en cum­
plimiento de los roles prescritos en el articulo 166.° de la propia lex legum, a saber, prevenir, investigar
y combatir la delincuencia. (Exp. N .° 01757-2011-PHC/TC [caso Apolinario Teófilo Bueno Luna], del
22-06-2011 [Web: 11-07-2011 / EP, 15-09-2011], f. j. 2. Texto completo: <bit.ly/lLrfBDQ>).
§ 981. Requisitos para evaluar la flagrancia en la comisión de un delito. 2. La libertad personal
es un derecho subjetivo reconocido en el inciso 24) del articulo 2.° de la Constitución Política del
Estado, el artículo 9.1 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos y en el artículo 7.2 de
la Convención Interamericana sobre Derechos Humanos. Al mismo tiempo que derecho subjetivo,
constituye uno de los valores fundamentales de nuestro Estado constitucional de derecho, por cuanto
fundamenta diversos derechos constitucionales, a la vez que justifica la propia organización constitucio­
nal. Es importante señalar que, como todo derecho fundamental, la libertad personal no es un derecho
absoluto, pues su ejercicio se encuentra regulado y puede ser restringido mediante ley. Enunciado cons­
titucional del cual se infiere que no existen derechos absolutos e irrestrictos, pues la norma suprema no
ampara el abuso del derecho. 3. En relación a la detención personal, el inciso 24, literal f, del artículo 2
de la Constitución precisa la existencia de dos situaciones en las que es legitima la detención; esto es, el
mandamiento escrito y motivado del juez, y el flagrante delito; las cuales serán materia de análisis por
este Colegiado a efectos de establecer la existencia de la violación constitucional que sustenta la deman­
da. 4. Según lo ha establecido este Tribunal en reiterada jurisprudencia, la flagrancia en la comisión de
un delito presenta dos requisitos insustituibles: a) la inmediatez temporal, es decir, que el delito se este
cometiendo o que se haya cometido instantes antes; b) la inmediatez personal, esto es, que el presunto
delincuente se encuentre ahí, en ese momento y situación; y con relación al objeto o a los instrumentos
del delito, que ello ofrezca una prueba evidente de su participación en el hecho delictivo (Cfr. STCs.
Exp. N .° 2096-2004-H C/TC, caso Eleazar Camacho Fajardo; Exp. N .° 06646-2006-PHC/TC [§
2687], caso Alberto Gonzalo Vega Sánchez; Exp. N .° 6142-2006-PHC/TC, caso James Yovani Rodrí­
guez Aguirre). (Exp. N .° 01871-2009-PHC/TC [caso D aniel Ricardo Ramos Gonzales,], del 27-04-2009
[Web: 13-07-2009], ff. jj. 2-4. Texto completo: <bit.ly/2TVzNaM>).
§ 982. La simple cercanía al lugar donde acontece un delito no es por sí misma un elemento
que configure la flagrancia delictiva. 2. Que, por consiguiente y partiendo de la merituación de las
pruebas obrantes en el expediente constitucional asi como de las diligencias realizadas en el presente
proceso, resultan plenamente acreditadas las aseveraciones efectuadas por la accionante de la presente
causa respecto de los ciudadanos afectados en sus derechos, habida cuenta que: a) Del Atestado Policial
[...] no consta de modo específico y objetivo que los ciudadanos en favor de quien se interpone la acción,
hayan sido intervenidos a consecuencia de existir contra ellos un mandato judicial escrito y motivado,
nomos &thesis
507 SECCION III: MEDIDAS DE COERCIÓN PROCESAL Art. 259
como tampoco en una situación de flagrante delito, sino que por el contrario y conforme se infiere de i -V
las declaraciones del Comandante PNP L. R. y del Fiscal de Turno R. S. [...], aparece que su detención j''
ha sido ejecutada en base a sospecha policial al habérseles encontrado en las inmediaciones de los luga- ' :■ ■
res donde se produjeron diversos actos contrarios al orden público cometidos durante la secuela de la '
llamada “Marcha de los Cuatro Suyos5’, realizada el 28 de julio de 2000; b) Del contenido del atestado \
policial antes referido, y a diferencia de las actas de incautación obrantes en el mismo respecto de otros !■ \ ,
intervenidos en la misma fecha, no aparece que alguno de los ciudadanos a favor de quien se interpone la
acción, haya sido encontrado en posesión de elementos materiales que acrediten la comisión de flagrante
delito; c) De las papeletas de detención [...] aparece que la detención se ha producido con el objeto de que ______
se esclarezca la comisión de un delito, pero no porque efectivamente se haya intervenido a tales personas
en el instante mismo que realizaban tales actos o huían de dicho lugar con el objeto de evadir la acción
policial; d) Que la interpretación realizada por la Sala Corporativa Transitoria Especializada en Derecho
Público respecto del tema de la flagrancia, resulta incorrecta, pues tal noción si bien se aplica a la comisión
de un delito objetivamente descubierto por la autoridad o al momento inmediatamente posterior a su
realización, en que se detecta al autor material pretendiendo huir del lugar de los hechos, tal hipótesis
no puede ser forzada hasta el extremo de pretender que la simple cercanía al lugar donde acontece un
delito, es por sí misma elemento objetivo que configura dicha situación, pues con semejante criterio,
todas las personas, incluyendo autoridades distintas a la interviniente, estarían inmersas en la pretendida
flagrancia; e) Mucho más equivocada es todavía la interpretación del Primer Juzgado Corporativo Tran­
sitorio Especializado en Derecho Público, quien pretendiendo desconocer lo resuelto por el Tribunal, en
la vatio decidendi de sentencias anteriores, busca justificar las detenciones producidas en el marco de la
función preventiva correspondiente a la Policía Nacional conforme al artículo 166° de la Constitución
Política del Estado; f) Que por tal motivo y reiterando los precedentes sentados con anterioridad, y a los
cuales deben observancia obligatoria todos los jueces y tribunales de la República, conforme lo señala
la Primera Disposición General de la Ley N .° 26435 -Ley Orgánica del Tribunal Constitucional, este
Tribunal ratifica que las variables de causalidad a los efectos de ejercer la potestad de detención, esto es,
mandato judicial y flagrante delito, constituyen la regla general aplicable a todos los casos de detención,
sea cual sea la naturaleza del ilícito cometido, de modo tal que las llamadas detenciones preventivas o
detenciones sustentadas en la mera sospecha policial, carecen de toda validez o legitimidad constitu­
cional; g) Por último, el hecho de que el Ministerio Público haya participado de alguna forma en las
investigaciones realizadas, no convierte en legítimas las detenciones realizadas, pues dicha entidad ni sus
representantes están facultados para convalidar actos de detención fuera de las hipótesis previstas por la
norma fundamental, como se ha señalado en el fundamento 5 de la sentencia expedida en el Expediente .
N .° 1107-99-HC/TC [§ 986]. (Exp. N .° 1324-2000-HC/TC [caso Florencio Chávez Abarca y otros], del
19-01-2001 [Web: 27-03-2001], £ j. 2 [las negritas son nuestras]. Texto completo: <bit.ly/2YjcWo7>).

§ 983. Las intervenciones policiales realizadas conforme a la Constitución no constituyen vul­


neraciones a la libertad individual. 3. Que en principio, no se advierte que la libertad individual
del demandante se encuentre amenazada o afectada; por otro lado, las intervenciones policiales tienen
amparo constitucional conforme a lo dispuesto por el artículo 166° de la Constitución, conforme al
cual: “La Policía Nacional tiene por finalidad fundamental garantizar, mantener y restablecer el orden
interno. Presta protección y ayuda a las personas y a la comunidad. Garantiza el cumplimiento de las
leyes y la seguridad del patrimonio público y privado. Previene, investiga y combate la delincuencia.
Vigila y controla las fronteras”, esto es, que las precitadas intervenciones tienen lugar en relación a la
prevención, investigación y combate a la delincuencia. Lo que se encuentra proscrito y debe sancionarse
es la actuación abusiva e irrazonable de la misma, situación que no ha podido ser establecida en autos,
puesto que la parte recurrente no ha identificado a favor de quiénes se ha interpuesto la demanda, pues
únicamente hace referencia a la detención de personas que se encontrarían indocumentadas, empero
no es posible determinar cuál es el trámite que se ha seguido respecto de aquellas, vale decir, si se en­
contraban requisitoriadas al momento de ser detenidas o su actual situación jurídica. (Exp. N .° 01541-
2008-PH C/TC [caso Francisco Javier Horna Cortijo], del 08-08-2008 [Web: 14-08-2008], f. j. 3. Texto
completo: <bit.ly/2FpqxAn>).
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Art. 259 LIBRO SEGUNDO: LA ACTIVIDAD PROCESAL 508

§ 984. La detención realizada solamente por información de inteligencia policial no es con­


forme a la Constitución. 2. En efecto, este Tribunal Constitucional, en reiterada jurisprudencia, ha
sostenido que los presupuestos constitucionales que legitiman la detención de las personas se hallan
contemplados en el artículo 2o, inciso 24), literal af ”, de la Constitución Política del Perú, previsión
constitucional que ha sido vulnerada en el caso del accionante, considerando que los funcionarios
policiales, apartándose de sus atribuciones, procedieron solo por información de inteligencia policial
en el sentido de que el recurrente habría participado en la comisión de delito contra el patrimonio en
agravio de una empresa de calzado. 3. Asimismo, si bien la autoridad policial curso al actor papeleta de
notificación de detención, así como comunicaciones al Ministerio Publico y al juez penal de turno sobre
la referida detención, estos actos no cohonestan la conducta policial de los demandados, por cuanto
efectuaron la detención al margen de lo expresamente establecido en la Constitución. (Exp. N .° 3553-
2003-H C /TC [caso Luis Antonio Aguilar Lastra], del 29-01-2004 [Web: 16-04-2004], ff. jj. 2-3. Texto
completo: <bit.ly/2FylXQq>).
§ 985. El oficio policial que solicita la intervención de una persona extranjera a fin de efectuar
un atestado sobre la presunta infracción de la Ley de Extranjería no puede ordenar la detención
de dicha persona. 2. [...] [La Oficina Policial] ha declarado que el beneficiario fue intervenido por
personal de la policía para esclarecer su situación ante la Ley de Extranjería, ya que se le había vencido
el plazo de la visa otorgada. Sin embargo, de autos se constata que dicho acto se efectuó en mérito al
oficio [...] de fecha 17 de marzo de 2000 [...], por el cual se dispone la intervención del oficio favorecido
por encontrarse en situación migratoria irregular, oficio que, empero, no autorizaba, su detención; por
el contrario, la finalidad del mismo era solicitar su intervención a fin de efectuarse un atestado sobre
la presunta infracción de la Ley de Extranjería, procedimiento que solo podía autorizar la citación del
presunto infractor para su declaración correspondiente, pero de ningún modo ordenar la detención de
la persona extranjera. (Exp. N .° 849-2000-HC/TC [caso Jumes Louis King], del 18-01-2001 [Web. 03­
08-2001], f. j. 2. Texto completo: <bit.ly/2FMrJOe>).
§ 986. No son válidas las detenciones preventivas sustentadas en la mera sospecha policial. 4.
Que, como lo ha sostenido este Tribunal en el fundamento noveno de la Sentencia recaída en el Expe­
diente N .° 953-97-H C/TC y reiterado en la ratio decidendi de sentencias posteriores, las anteriormente
citadas variables de causalidad (mandato judicial y flagrante delito) constituyen la regla general aplicable
en todos los casos de detención e incluso en los casos concernientes a los delitos calificados (terrorismo,
espionaje y tráfico ilícito de drogas) a los que se refiere el tercer párrafo del mismo articulo 2o inciso
24) literal “f ” de la Constitución, lo que, permite suponer que la interpretación de dicho dispositivo
constitucional sólo puede marcar como única pauta diferencial el tratamiento que se otorga al plazo de
detención en las detenciones referidas a delitos comunes (24 horas) respecto del que corresponde a las
detenciones referidas a delitos calificados (15 días). Las variables de causalidad, en consecuencia, no se
alteran ni pueden ser extendidas hasta el extremo de considerar como validas las detenciones preventivas
sustentadas en la mera sospecha policial. (Exp. N .° 1107-99-HC/TC [caso Silvestre Uscsamayta Estofa-
ñero], del 01-12-1999 [Web: 26-07-2000], £ j. 4. Texto completo: <bit.ly/2TtQ5SW>).
§ 987. Carácter no absoluto de los derechos fundamentales y principio de legalidad penal. 7.
[Este] Tribunal Constitucional debe reiterar que ningún derecho fundamental tiene carácter absoluto,
sino que por el contrario, se encuentran limitados, no sólo por su propio contenido, sino por su relación
con otros bienes constitucionales (Cfr. Exp. N .° 1091-2002-FIC/TC [§ 940]). Es asi que en ciertas
situaciones de conflicto y, de acuerdo a las circunstancias del caso concreto, un derecho fundamental
puede ceder ante otro bien de relevancia constitucional. En tales casos, el conflicto deberá resolverse a
través de una ponderación. (Exp. N .° 05975-2008-PHC/TC [caso Dalger Renzo Ramos Monroy], del
12-05-2010 [Web: 27-07-2010], f. j. 7. Texto completo: <bit.ly/2IKLesK>).
§ 988. Requisitos para la configuración de la flagrancia en la comisión de un delito. Debido
a la naturaleza de la flagrancia, es necesaria la urgente intervención de la policía conforme a sus
atribuciones. Véase la jurisprudencia del artículo 446° del Nuevo Código Procesal Penal [§ 1905].

n o m o s & th e s is
509 SECCIÓN III: MEDIDAS DE COERCIÓN PROCESAL Art. 259
(Exp. N .° 04487-2014-PHC/TC, del 20-09-2016 [Web: 25-06-2018], ff. jj. 9 al 13. Texto completo:
<bit.ly/2T8qhjk>).

JURISPRUDENCIA DE LA CORTE INTERAMERICANA DE DERECHOS HUMANOS

§ 989. Nadie puede verse privado de la libertad personal sino por las causas, casos o circuns­
tancias expresamente tipificadas en la ley. 47. Esta disposición contiene como garantías específicas,
descritas en sus incisos 2 y 3 [del artículo 7 de la Convención Americana de Derechos Humanos], la
prohibición de detenciones o arrestos ilegales o arbitrarios, respectivamente. Según el primero de tales
supuestos normativos, nadie puede verse privado de la libertad personal sino por las causas, casos o
circunstancias expresamente tipificadas en la ley (aspecto material), pero, además, con estricta sujeción
a los procedimientos objetivamente definidos por la misma (aspecto formal). En el segundo supuesto, se
esta en presencia de una condición según la cual nadie puede ser sometido a detención o encarcelamien­
to por causas y métodos que -aún calificados de legales- puedan reputarse como incompatibles con el
respeto a los derechos fundamentales del individuo por ser, entre otras cosas, irrazonables, imprevisibles,
o faltos de proporcionalidad. (CIDH, Caso Gangaram Panday vs. Surinam, sentencia de 21-01-1994,
párr. 47- Texto completo: <bit.ly/1YWy3Wp>).

§ 990. La detención realizada en estado de excepción debe respetar las garantías necesarias
para la protección de los derechos humanos. 98. [...] [La] Corte ha considerado que la restricción
del derecho a la libertad personal únicamente es viable cuando se produce por las causas y en las con­
diciones fijadas por las Constituciones de los Estados o por las leyes dictadas conforme a ellas (aspecto
material), y, además, con estricta sujeción a los procedimientos objetivamente definidos en la misma
(aspecto formal). Al mismo tiempo, la legislación que establece las causales de restricción de la libertad
personal debe ser dictada de conformidad con los principios que rigen la Convención, y ser conducente
a la efectiva observancia de las garantías en ella previstas. Por ello, el análisis de si una detención es
legal implica examinar si la normativa interna fue observada al privar a una persona de su libertad”. 99.
[...] El decreto que lo instituyo, aplicable al ámbito geográfico en que ocurrieron los hechos, suspendió
las garantías constitucionales contempladas en los incisos 7), 9), 10) y 20.g) del artículo 2 de la Cons­
titución del Perú, a saber, derechos a la inviolabilidad del domicilio, a la circulación, de reunión, a ser
detenidos solamente por orden judicial o en flagrante delito, y a ser presentado ante un Juez en un plazo
máximo establecido, respectivamente. 100. La Convención admite la suspensión de garantías indivi­
duales en su artículo 27.1, aunque únicamente en caso de guerra, de peligro público o de otra emergen­
cia que amenace la independencia o seguridad del Estado. Sin embargo, la suspensión de garantías no
debe exceder la medida de lo estrictamente necesario y resulta ilegal toda actuación de los poderes pú­
blicos que desborde aquellos límites que deben estar precisamente señalados en las disposiciones que de­
cretan el estado de excepción. En este sentido, las limitaciones que se imponen a la actuación del Estado
responden a la necesidad genérica de que en todo estado de excepción subsistan medios idóneos para el
control de las disposiciones que se dicten, a fin de que ellas se adecúen razonablemente a las necesida­
des de la situación y no excedan los límites estrictos impuestos por la Convención o derivados de ella.
101. El referido decreto suspendió determinadas garantías constitucionales, entre ellas el derecho a ser
detenido solamente por orden judicial o en flagrante delito. En otros casos respecto del Perú, la Corte
ya ha constatado que no existía una prohibición convencional de suspender tal derecho temporalmente
y en cumplimiento de ciertas salvaguardas [...]. 103. La parte inicial del artículo 7.3 de la Convención
dispone que la detención de una persona debe ser sometida sin demora a revisión judicial. La Corte
ha señalado que para satisfacer la exigencia del artículo 7.5 de “ser llevado” sin demora ante un juez u
otro funcionario autorizado por la ley para ejercer funciones judiciales, el detenido debe comparecer
personalmente ante la autoridad competente, la cual debe oír personalmente al detenido y valorar todas
las explicaciones que éste le proporcione, para decidir si procede la liberación o el mantenimiento de la
privación de libertad. El control judicial inmediato es una medida tendiente a evitar la arbitrariedad o
ilegalidad de las detenciones, tomando en cuenta que en un Estado de Derecho corresponde al juzgador
garantizar los derechos del detenido, autorizar la adopción de medidas cautelares o de coerción cuando

♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL


Art. 259 LIBRO SEGUNDO: LA ACTIVIDAD PROCESAL 510

sea estrictamente necesario y procurar, en general, que se trate al inculpado de manera consecuente con
la presunción de inocencia. La inmediata revisión judicial de la detención tiene particular relevancia
cuando se aplica a capturas realizadas sin orden judicial. (CIDH, Caso Pollo Rivera y Otros vs Perú, sen­
tencia de 21-10-2016, párrs. 98, 99, 100, 101 y 103. Texto completo: <bit.ly/2ICkEVQ>).
§ 991. Toda detención debe estar debidamente registrada y debe constar aviso al juez compe­
tente. 347. Asimismo, la Corte ha señalado que cualquier restricción al derecho a la libertad personal
debe darse únicamente por las causas y en las condiciones fijadas de antemano por las Constituciones
Políticas o por las leyes dictadas conforme a ellas (aspecto material), y, ademas, con estricta sujeción a los
procedimientos objetivamente definidos en la misma (aspecto formal). Ademas, el Tribunal ha reiterado
que toda detención, independientemente del motivo o duración de la misma, tiene que ser debidamen­
te registrada en el documento pertinente, señalando con claridad las causas de la detención, quien la
realizó, la hora de detención y la hora de su puesta en libertad, asi como la constancia de que se dio aviso
al juez competente, como mínimo, a fin de proteger contra toda interferencia ilegal o arbitraria de la
libertad física. Lo contrario constituye una violación de los derechos consagrados en los artículos 7.1 y
7.2 de la Convención Americana, en relación con el artículo 1.1 de este instrumento. (CID H , Caso de
Personas Dominicanas y H aitianas vs. República Dominicana, sentencia de 28-08-2014, parr. 347. Texto
completo: <bit.ly/2GtwuOR>).
§ 992. La detención de una persona puede tomarse en arbitraria a pesar de ser legal. 140. La
Corte ha señalado que el contenido esencial del artículo 7 de la Convención Americana es la protec­
ción de la libertad del individuo contra toda interferencia arbitraria o ilegal del Estado. El numeral 1
del artículo 7 consagra en términos generales el derecho a la libertad y la seguridad personales, y los
demás numerales consagran aspectos específicos de ese derecho. La violación de cualquiera de dichos
numerales entrañará la violación del artículo 7.1 de la Convención, puesto que la falta de respeto a
las garantías de la persona privada de la libertad desemboca, en suma, en la falta de protección del
propio derecho a la libertad de esa persona” . El artículo 7 también contiene los mandatos normativos
que prohíben la detención ilegal y la arbitraria y establece, entre otros, la garantía de que toda persona
privada de la libertad pueda recurrir la legalidad de su detención ante un juez o tribunal competente,
a fin de que éste decida, sin demora, sobre la legalidad de la privación de libertad y, en su caso, decrete
su libertad. La Corte ha destacado que tal garantía “no solo debe existir formalmente en la legislación,
sino que debe ser efectiva, esto es, cumplir con el objetivo de obtener sin demora una decisión sobre
la legalidad del arresto o de la detención”. 141. La Comisión concluyó en su informe de fondo que
existía violación del artículo 7.3 y 7.6 de la Convención Americana. Los representantes solicitaron
que se declarase adicionalmente al Estado responsable por la violación de los artículos 7.1 y 7.2 de la
Convención Americana en detrimento de José Agapito Ruano Torres. En particular, sostuvieron que la
detención de una persona aun siendo legal, es decir, si se emitió tal orden de detención conforme a los
requisitos dados en ley y dentro del marco de la competencia judicial [,] esta puede tornarse arbitraria si
en la misma detención del inculpado o en las subsiguientes etapas de su juzgamiento se han atropellado
garantías fundamentales o judiciales mínimas, cuál es el caso del señor José Agapito Ruano Torres, de
quien [...] se conculcaron su derecho a la presunción de inocencia, a la integridad personal entre otros,
por lo que, tal detención aun siendo legal, pero que se asienta sobre la base de sendos vicios irrepara­
bles e irreversibles, también generan como consecuencia la arbitrariedad en la detención y la misma se
tornaría entonces ilegal”. Por lo tanto, indicaron que, [s]i bien es cierto [que] la detención del señor
Ruano Torres fue legal, ya que existía una orden de detención en su contra respaldada en el articulo
13 de la Constitución de [E]l Salvador [...] también lo es, que la misma se torno arbitraria. (CIDH,
Caso Ruano Torres y otros vs. E l Salvador, sentencia de 03-10-2013? paxrs. 140 y 141. Texto completo.
<bit.ly/286mQsN>).
§ 993. Características que debe tener una medida de detención o prisión preventiva. No basta
con que la medida sea legal, sino que debe cumplir ciertos requisitos para no considerarse arbi­
traria. 311. La Corte ha precisado también las características que debe tener una medida de detención
o prisión preventiva para ajustarse a las disposiciones de la Convención Americana: a) Es una medida
n o m o s & th e sis
511 SECCIÓN III: MEDIDAS DE COERCIÓN PROCESAL Art. 259
cautelar y no punitiva: debe estar dirigida a lograr fines legítimos y razonablemente relacionados con
el proceso penal en curso. No puede convertirse en una pena anticipada ni basarse en fines preventi-
vos-generales o preventivo-especiales atribuibles a la pena, b) Debe fundarse en elementos probato­
rios suficientes: Para disponer y mantener medidas como la prisión preventiva deben existir elementos
probatorios suficientes que permitan suponer razonablemente que la persona sometida a proceso ha
participado en el ilícito que se investiga. Verificar este presupuesto material constituye un primer paso
necesario para restringir el dereclio a la libertad personal por medio de una medida cautelar, pues si no
existiesen mínimamente elementos que permitan vincular a la persona con el hecho punible investiga­
do, tampoco habrá necesidad de asegurar los fines del proceso. Para la Corte, la sospecha tiene que estar
fundada en hechos específicos, esto es, no en meras conjeturas o intuiciones abstractas. De allí se deduce
que el Estado no debe detener para luego investigar, por el contrario, sólo está autorizado a privar de la
libertad a una persona cuando alcance el conocimiento suficiente para poder llevarla a juicio, c) Está
sujeta a revisión periódica: La Corte ha puesto de relieve que no debe prolongarse cuando no subsis­
tan las razones que motivaron su adopción. También ha observado que son las autoridades nacionales
las encargadas de valorar la pertinencia o no del mantenimiento de las medidas cautelares que emiten
conforme a su propio ordenamiento. Al realizar esta tarea, las autoridades nacionales deben ofrecer los
fundamentos suficientes que permitan conocer los motivos por los cuales se mantiene la restricción de
la libertad, la cual, para que no se erija en una privación de libertad arbitraria, de acuerdo con el artículo
7.3 de la Convención Americana, debe estar fundada en la necesidad de asegurar que el detenido no
impedirá el desarrollo eficiente de las investigaciones ni eludirá la acción de la justicia. La Corte resalta,
ademas, que el juez no tiene que esperar hasta el momento de dictar sentencia absolutoria para que
una persona detenida recupere su libertad, sino que debe valorar periódicamente si se mantienen las
causas de la medida y la necesidad y la proporcionalidad de ésta, así como si el plazo de la detención
ha sobrepasado los limites que imponen la ley y la razón. En cualquier momento en que aparezca que
la prisión preventiva no satisface estas condiciones, deberá decretarse la libertad, sin perjuicio de que el
proceso respectivo continúe. 312. De conformidad con lo indicado, no es suficiente con que sea legal;
ademas, es necesario que no sea arbitraria, lo cual implica que la ley y su aplicación deben respetar los
requisitos siguientes: a) Finalidad compatible con la Convención: la finalidad de las medidas que
priven o restrinjan la libertad debe ser compatible con la Convención (supra párr. 3 1 1.a). La Corte ha
indicado que la privación de libertad del imputado no puede residir en fines preventivo generales o
preventivo-especiales atribuibles a la pena, sino que sólo se puede fundamentar [...] en un fin legítimo,
a saber: asegurar que el acusado no impedirá el desarrollo del procedimiento ni eludirá la acción de
la justicia . En este sentido, la Corte ha indicado reiteradamente que las características personales del
supuesto autor y la gravedad del delito que se le imputa no son, por sí mismos, justificación suficiente
de la prisión preventiva. Asimismo, ha destacado que el peligro procesal no se presume, sino que debe
realizarse la verificación del mismo en cada caso, fundado en circunstancias objetivas y ciertas del caso
concreto, b) Idoneidad: las medidas adoptadas deben ser idóneas para cumplir con el fin perseguido,
c) Necesidad: deben ser necesarias, es decir, es preciso que sean absolutamente indispensables para
conseguir el fin deseado y que no exista una medida menos gravosa con respecto al derecho intervenido
entre todas aquellas que cuentan con la misma idoneidad para alcanzar el objetivo propuesto. De tal
manera, aun cuando se haya determinado el extremo relativo a los elementos probatorios suficien­
tes que permitan suponer la participación en el ilícito (supra párr. 31 l.b), la privación de la libertad
debe ser estrictamente necesaria para asegurar que el acusado no impedirá dichos fines procesales, d)
Proporcionalidad: deben ser estrictamente proporcionales, de tal forma que el sacrificio inherente a
la restricción del derecho a la libertad no resulte exagerado o desmedido frente a las ventajas que se
obtienen mediante tal restricción y el cumplimiento de la finalidad perseguida, e) Cualquier restricción
a la libertad que no contenga una motivación suficiente que permita evaluar si se ajusta a las condicio­
nes señaladas será arbitraria y, por tanto, violará el artículo 7.3 de la Convención. De este modo, para
que se respete la presunción de inocencia al ordenarse medidas cautelares restrictivas de la libertad es
preciso que el Estado fundamente y acredite, de manera clara y motivada, según cada caso concreto, la
existencia de los referidos requisitos exigidos por la Convención. (CIDH, Caso Norín Cutrimány Otros

♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL


Art. 259 LIBRO SEGUNDO: LA ACTIVIDAD PROCESAL 512

(Dirigentes, miembros y activista delpueblo indígena mapuche) vs. Chile, sentencia de 29-05-2014, parrs.
311 y 312. Texto completo: <bit.ly/2ISWw02>).
§ 994. Los migrantes deben ser detenidos en establecimientos específicamente destinados a tal
fin que sean acordes a su situación legal y no en prisiones comunes. 206. Tanto la Comisión como
las representantes argumentaron la obligación del Estado de separar a las personas que han cometido
infracciones penales de aquellas que son detenidas por cuestiones migratorias. El Estado no realizó un
alegato específico respecto a este argumento, pero aceptó “la existencia de una seria deficiencia en los
sistemas de clasificación de la población de privados de libertad”. En lo que respecta al Pabellón 6 del
Centro Penitenciario La Joyita donde estuvo recluido el señor Vélez Loor, expresó que “es un pabellón
[d]e seguridad media a baja donde eran ubicadas personas privadas de libertad por ja s mismas causas
que el señor Vélez y otras causas que excluían a detenidos co[n]siderados peligrosos . De igual modo,
alegó que la apertura de albergues migratorios de la Dirección Nacional de Migración, en donde úni­
camente se alojan migrantes, garantiza la aludida separación. [...] 208. Por ello, de resultar necesario
y proporcionado en el caso en concreto, los migrantes deben ser detenidos en establecimientos espe­
cíficamente destinados a tal fin que sean acordes a su situación legal y no en prisiones comunes, cuya
finalidad es incompatible con la naturaleza de una posible detención de una persona por su situación
migratoria, u otros lugares donde puedan estar junto con personas acusadas o condenadas por delitos
penales. Este principio de separación atiende, ciertamente, a las diferentes finalidades de la privación
de libertad. En efecto, cuando se trata de personas que sufren condena, las condiciones de privación de
libertad deben propender a la “finalidad esencial” de las penas privativas de la libertad que es la reforma
y la readaptación social de los condenados”. Cuando se trata de migrantes, la detención y privación de
libertad por su sola situación migratoria irregular, debe ser utilizada cuando fuere necesario y propor­
cionado en el caso en concreto, solamente admisible durante el menor tiempo posible y en atención a
los fines legítimos referidos [...]. (C ID H , Caso Vélez Loor vs. Panamá, sentencia del 23-10-2010, párrs.
206 y 208. Texto completo: <bit.ly/2GADOrD>).
§ 995. El Estado incurre en una violación del derecho de toda persona a que se le presuma
inocente cuando impone una medida de restricción de la libertad, en forma innecesaria o des­
proporcionada, a personas cuya responsabilidad criminal aún no ha sido establecida. 110. Este
Tribunal ha establecido que, al ser la prisión preventiva una medida cautelar y no punitiva, existe
una “ [ojbligación estatal de no restringir la libertad del detenido más allá de los límites estrictamente
necesarios para asegurar que aquél no impedirá el desarrollo del procedimiento ni eludirá la acción
de la justicia”. Proceder de otro modo equivaldría a anticipar la pena, lo cual contraviene principios
generales del derecho ampliamente reconocidos, entre ellos, el principio de presunción de inocencia.
Efectivamente, en ocasiones anteriores, el Tribunal ha estimado que al privar de la libertad, en forma
innecesaria o desproporcionada, a personas cuya responsabilidad criminal no ha sido establecida, el
Estado incurre en una violación del derecho de toda persona a que se le presuma inocente, recono­
cido en el artículo 8.2 de la Convención Americana. A igual conclusión se debe llegar si el Estado
mantiene a una persona privada de su libertad preventivamente más allá de los límites temporales que
impone el derecho consagrado en el artículo 7.5 de la Convención Americana (supra párr. 70). 111.
Ya quedó establecido que la víctima permaneció en prisión preventiva aproximadamente trece años
y que dicho período excedió el plazo máximo previsto por la legislación interna (supra párr. 77). La
Corte también consideró que durante ese tiempo el señor Bayarri estuvo sujeto a un proceso penal en
el cual se violaron diversas garantías judiciales (supra párrs. 107 y 108). Tomando en cuenta todo lo
anterior, el Tribunal estima que la prolongada duración de la prisión preventiva de Juan Carlos Bayarri
en el transcurso de un proceso penal violatorio de la Convención Americana convirtió aquella en una
medida punitiva y no cautelar, lo cual desnaturaliza dicha medida. El Tribunal estima que el Estado
violó el derecho del señor Bayarri a ser presumido inocente y que, en consecuencia, es responsable por
la violación del artículo 8.2 de la Convención Americana en perjuicio del señor Juan Carlos Bayarri.
(C ID H , Caso Bayarri vs. Argentina, sentencia del 30-10-2008, párrs. 110 y 111. Texto completo.
<bit.ly/2IW TJ6p>).

n o m o s & th e sis
513 SECCION III: MEDIDAS DE COERCION PROCESAL Art. 261
§ 996. Características que debe tener una medida de detención o prisión preventiva para ajus­
tarse a las disposiciones de la Convención Americana. Véase la jurisprudencia del artículo 253° del
Nuevo Código Procesal Penal [§ 952]. (CIDH, Caso Pollo Rivera y Otros vs Perú, sentencia de 21-10­
2016, párrs. 121 y 122. Texto completo: <bit.ly/2ICkEVQ>).

§ 997. Parámetros que debe cumplir la medida privativa de la libertad para no considerarse
arbitraria. La detención o prisión preventiva debe estar sometida a revisión periódica. Véase la
jurisprudencia del artículo 253° del Nuevo Código Procesal Penal [§ 953]. (CIDH, Caso Arguelles y
Otros vs. Argentina, sentencia de 20-10-2014, párrs. 120 al 122. Texto completo: <bit.ly/2Uzv0XX>).

Artículo 260: Arresto ciudadano

1. En los casos previstos en el artículo anterior, toda persona podrá proceder al arresto en estado de
flagrancia delictiva.
2. En este caso debe entregar inmediatamente al arrestado y las cosas que constituyan el cuerpo del
delito a la Policía más cercana. Se entiende por entrega inmediata el tiempo que demanda el dirigirse a
la dependencia policial más cercana o al Policía que se halle por inmediaciones del lugar. En ningún caso
el arresto autoriza a encerrar o mantener privada de su libertad en un lugar público o privado hasta su
entrega a la autoridad policial. La Policía redactará un acta donde se haga constar la entrega y las demás
circunstancias de la intervención.{1) (a) (b) (c)

NOTA DE ACTUALIZACIÓN
(1) De conform idad con el artículo 2 de la Ley N.° 29372 (EP, 09-06-2009) el presente artículo entra en vigencia en todo el
país el 1 de julio de 2009.

PROTOCOLOS, REGLAMENTOS, LINEAMIENTOS, GUÍAS Y DIRECTIVAS

(a) Protocolo de actuación interinstitucional para la aplicación del Decreto Legislativo N.° 1298 que regula la detención
prelim inar judicial y la detención judicial en caso de flagrancia (aprobado por el Decreto Supremos N.° 009-2017-JUS
[ER 12-04-2017]). Véase el texto com pleto en: <bit.ly/2K9ITfk>.
(b) Directiva N.° 003-2004-CE-PJ: "Medidas que deben tener en cuenta los Jueces Penales o Mixtos al m om ento de dictar el
m andato de detención para evitar casos de homonimia" (aprobado por la Resolución Administrativa N.° 081 -2004-CE-
PJ de 29-04-2004). Véase el texto com pleto en: <bit.ly/2FRSGTt>.
(c) Directiva N.° 012-2006-MP-FN: "Disposiciones sobre la individualización de personas, el mandato de detención y requi­
sitorias" (aprobado por la Resolución N.° 1545-2006-MP-FN de 13-12-2006). Véase el texto completo en: <bit.ly/2VeK-
6TY>.

Artículo 261: Detención preliminar judicial

1. El Ju e z de la Investigación Preparatoria, a requerimiento del Fiscal, sin trámite alguno y teniendo a la


vista las actuaciones remitidas por aquel, dicta mandato de detención preliminar cuando:
a) No se presente un supuesto de flagrancia delictiva, pero existan razones plausibles para considerar
que una persona ha cometido un delito sancionado con pena privativa de libertad superior a cuatro años
y, por las circunstancias del caso, puede desprenderse cierta posibilidad de fuga u obstaculización de la
averiguación de la verdad.
b) El sorprendido en flagrante delito logre evitar su detención.
c) El detenido se fugare de un centro de detención preliminar.
2. En los supuestos anteriores, para cursar la orden de detención se requiere que el imputado se en­
cuentre debidamente individualizado con los siguientes datos: nombres y apellidos completos, edad, sexo,
lugar, y fecha de nacimiento.

♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL


Art. 261 LIBRO SEGUNDO: LA ACTIVIDAD PROCESAL 514

3. La orden de detención deberá ser puesta en conocimiento de la Policía a la brevedad posible, de


manera escrita bajo cargo, quien la ejecuta de inmediato. Cuando se presenten circunstancias extraordi­
narias puede ordenarse el cumplimiento de detención por correo electrónico, facsímil, telefónicamente u
otro medio de comunicación válido que garantice la veracidad del mandato judicial. En todos estos casos
la comunicación debe contener los datos de identidad personal del requerido conforme a lo indicado en el
numeral dos.
4. Las requisitorias cursadas a la autoridad policial tienen una vigencia de seis meses. Vencido este
plazo, caducan automáticamente bajo responsabilidad, salvo que fuesen renovadas. La vigencia de la re­
quisitoria para los casos de terrorismo, espionaje y tráfico ilícito de drogas no caducan hasta la efectiva
detención de los requisitoriados.(1) (2) (a) (b) (c) (d)

NOTA DE ACTUALIZACIÓN
(1) Texto conform e a la m odificación efectuada por el artículo 2o del Decreto Legislativo N.° 1298 (EP, 30-12-2016), el
m ism o que entró en vigencia a nivel nacional a los treinta (30) días de su publicación en el diario oficial El Peruano.
(2) Vigencia adelantada por la 4.a DCF del Decreto Legislativo N.° 1298 (EP, 30-12-2016), en todo el territorio nacional.

PROTOCOLOS, REGLAMENTOS, UNEAMIENTOS, GUÍAS Y DIRECTIVAS


(a) Protocolo de actuación interinstitucional para la aplicación del Decreto Legislativo N.° 1298 que regula la detención
prelim inar judicial y la detención judicial en caso de flagrancia (aprobado por el Decreto Supremos N.° 009-2017-JUS
[EP, 12-04-2017]). Véase el texto com pleto en: <bit.ly/2K9ITfk>.
(b) Directiva N.° 003-2004-CE-PJ: "Medidas que deben tener en cuenta los Jueces Penales o M ixtos al m om ento de dictar el
m andato de detención para evitar casos de homonimia" (aprobado por la Resolución Adm inistrativa N.° 081 -2004-CE-
PJ de 29-04-2004). Véase el texto com pleto en: <bit.ly/2FRSGTt>.
(c) Directiva N.° 012-2006-M P-FN: "Disposiciones sobre la individualización de personas, el m andato de detención y
requisitorias" (aprobado por la Resolución N.° 1545-2006-MP-FN de 13-12-2006). Véase el texto com pleto en: <bit.
ly/2VeK6TY>.
(d) Directiva N.° 011-2008-CE-PJ: "Procedim ientos para el traslado de personas requisitoriadas por orden judicial" (apro­
bado por la Resolución Adm inistrativa N.° 202-2008-CE-PJ de 16-07-2008). Véase el texto com pleto en: <bit.ly/2UaGz-
JL>.

PRECEDENTE VINCULANTE D EL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL

§ 998. Reglas vinculantes para la tutela del derecho a ser puesto a disposición judicial dentro
del plazo estrictamente necesario o dentro del plazo máximo de la detención. Véase la jurispruden­
cia del artículo 259° del Nuevo Código Procesal Penal [§ 970]. (Exp. N .° 06423-2007-PH C/TC [caso
Alt Guillermo RuizDianderas}, del 27-12-2009 [Web: 08-01-2010], £ j. 12, que constituye precedente
vinculante. Texto completo: <bit.ly/2twh60e>).

JURISPRUDENCIA DE LA CORTE SUPREMA

§ 999. La detención preliminar no es una medida imprescindible para que se dicte, posterior­
mente, mandato de prisión preventiva. Q uinto. [...] La detención, si bien es una privación de libertad
provisionalísima -caracterizada por su brevedad y su limitación temporal- de naturaleza estrictamente
cautelar -evitar la posibilidad de fuga o elusión de los efectos de la justicia- y dispuesta por la Policía o
por el Juez de la Investigación Preparatoria, cuya función es tanto asegurar a la persona del imputado
cuanto garantizar la futura aplicación del ius puniendi mediante la realización inmediata de actos de
investigación urgente o inaplazables, amén de sustentada en supuestos notorios de evidencia delictiva,
tales como la flagrancia, o, según el caso, razones plausibles de comisión delictiva; no es, en principio,
una medida necesaria o imprescindible para que se dicte, ulteriormente, mandato de prisión preventiva.
Sexto. Es cierto, desde luego, que una vez que se detenga policialmente a una persona -ver artículos
doscientos cincuenta y nueve y doscientos sesenta apartados dos del Nuevo Código Procesal Penal- o
cuando el Juez de la Investigación Preparatoria, a instancia del Fiscal, dicte y se ejecute una medida
de detención preliminar -ver artículo doscientos sesenta y uno del Nuevo Código Procesal Penal-, el
régimen legal o situación jurídica del imputado y de las diligencias preliminares -dada la limitación del
n o m o s & th e sis
515 SECCIÓN III: MEDIDAS DE COERCIÓN PROCESAL Art. 261
derecho fundamental a la libertad personal- están severamente circunscriptas y sometidas a reglas de
procedimiento específicas, a tenor de los artículos doscientos sesenta y cuatro y siguientes del Nuevo
Código Procesal Penal -que incluso puede dar lugar a un pedido de convalidación de la detención, a su
extensión temporal, conforme al artículo doscientos sesenta y seis-. Sin embargo, ello no da pie a inferir
que siempre es del caso pedir detención preliminar en aras, luego, de instar la prisión preventiva; y,
menos, que si se intenta esa medida provisionalísima y el Juez no la acepta, está vedado requerir la me­
dida de prisión preventiva en una oportunidad posterior de incorporarse -claro está- más elementos de
investigación o de prueba en orden a los presupuestos que la condicionan -artículo 255 apartado 2 del
Nuevo Código Procesal Penal-. Como se ha indicado, el artículo 268 del Nuevo Código Procesal Penal,
que regula los presupuestos materiales para dictar dicha medida provisional personal, no lo impone, ni
por su propia lógica institucional podía hacerlo. (Casación N .° 01-2007-Huaura, del 26-07-2007, ff.
jj. 5-6. Sala Penal Permanente. Texto completo: <bit.ly/2cUloD4>).
§ 1000. Fiscal que ordena detención irregular de un sospechoso por más de 11 días. Configu­
ración del delito de usurpación de funciones. Sexto, [...] 6.5. Asimismo, para efectos de la configura­
ción del referido tipo penal, es necesario que el agente asuma un determinado cargo público, y ejecute
o desarrolle actividades inherentes a una función pública específica. Al analizar el núcleo del desvalor
de este delito, se debe determinar cuáles son las conductas que ingresan al ámbito de protección de la
norma, subyacente al tipo penal previsto en el artículo 361 del Código Penal. Por tanto, no cualquier
actuación de quién se arroga una función pública es la que se sanciona, bajo esta modalidad típica, sino
aquellas que manifiestan el ejercicio concreto de la función pública. En otros términos: para la realiza­
ción típica no es suficiente que el agente asuma la función pública como tal, sino que debe ejercitarla
u ejecutarla en la esfera de actuaciones administrativas. De la misma manera, debe tenerse en conside­
ración que las conductas que este tipo penal sanciona y que se encuentran descritas en el supuesto de
hecho del tipo bajo análisis, es cuando se ejerce funciones correspondientes a cargo diferente del que
tiene; esto es, el funcionario o servidor público ejerce, dolosamente, una función que no le corresponde
dentro de la administración pública, y usurpando un cargo diferente al suyo, que le corresponde a otro
servidor o funcionario público. [...] Sétimo, [...] 7.5 En el presente caso se encuentra acreditado que el
investigado AMVD, como presunto autor del delito de violación sexual a menor de edad, estuvo reclui­
do por 11 días -véase el acta fiscal del 1 de diciembre de 2013, fecha en la que el [procesado] recurrente
[en su calidad de fiscal provincial de turno, ejerciendo funciones correspondientes a un cargo diferente
del que tenía] ordenó [su] detención [...]; asimismo, mediante [...] resolución [...] del 10 de diciembre
de 2013, el órgano jurisdiccional declaró fundado el requerimiento de la detención preliminar judicial
contra el investigado AMVD, y recién a partir de esa fecha se contó con una resolución judicial que
permitía privarlo de su libertad ambulatoria-. El referido investigado, mediante [...] Oficio [...] del 11
de diciembre de 2013 -remitido por el mayor de la Policía Nacional del Perú PCA- se puso a disposición
del Juzgado de Investigación Preparatoria. 7 .6 . El carácter doloso de la conducta del [fiscal] imputado
puede evidenciarse de las siguientes circunstancias presentes en el hecho: a) el imputado era un fiscal
que había desempeñado dicho cargo durante más de una década; b) Conocía del hecho material de la
privación de libertad del investigado; c) Sabía que no había disposición judicial alguna que decretase
la privación de libertad; d) Era consciente que no había puesto a disposición del juzgado al detenido,
para que el juez proveyese conforme correspondía a su competencia exclusiva; e) Conocía además que
la situación jurídica del detenido de facto no había sido esclarecida; f) Sabía además de esta indefini­
ción jurídica, pues le había sido advertida por el oficial a cargo de la Comisaria en donde se encontraba
el detenido. 7.7. Así las cosas, es irrelevante discutir la modalidad dolosa con la que había actuado el
imputado. Vistas las circunstancias antes glosadas, es claro que el imputado conocía directamente que
estaba arrogándose funciones que le correspondían al disponer la detención de una persona, no ponerla
disposición del juez y mantenerla en el limbo jurídico durante más de 9 días. 7 . 8 . De lo referido en los
considerandos precedentes, se aprecia que el fiscal imputado incurrió en la configuración del ilícito pe­
nal de usurpación de funciones, dado que la detención preliminar de una persona sin mandato judicial
puede realizarse únicamente con base en el artículo 259 del Código Procesal Penal -casos de flagrancia
delictiva-. En el presente caso, [...] resulta evidente la no concurrencia de la flagrancia delictiva. Por esta
♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL
Art. 261 LIBRO SEGUNDO: LA ACTIVIDAD PROCESAL 516

razón, el fiscal imputado debió actuar conforme a los parámetros fijados en el artículo 261 del Código
Procesal Penal, precepto legal que faculta la detención de una persona cuando no haya sido sorprendida
en flagrancia delictiva, siempre y cuando exista un mandato judicial -solicitó la detención preliminar del
investigado AMVD; empero, se advierte que lo hizo posteriormente a la propia acta privativa de liber­
tad del referido investigado, lo que configura la conducta cuestionable-. [...] 7 . 10. Es de precisar que el
procesado no acreditó en forma alguna su versión exculpatoria. Por un lado, el decidir la detención del
intervenido AMVD debido a la presión de los pobladores escandalizados que exigían su detención, no
se encuentra acreditado en forma alguna, habida cuenta de que, de las declaraciones de la madre de la
menor agraviada y de los efectivos policiales, no se evidencia dicha situación. Por otro lado, la alegación
de haber incurrido en error al disponer la detención preliminar judicial del intervenido se encuentra
en la misma situación porque, a la luz de los escritos cursados al Juzgado de Investigación Preparatoria,
no procuró que el detenido sea puesto a disposición del juzgado ni procedió diligentemente para evitar
que el intervenido estuviere 11 días privado de libertad, sin que se defina su situación legal. Aun si la
versión exculpatoria del inculpado hubiera sido cierta, la circunstancia de fuerza mayor -la presión
de la gente para que detuviese- solo se habría presentado el primer día, pero no podría ser alegada
para cubrir la actuación posterior del imputado durante los días de detención indebida siguientes.
(Apelación N .° 11-2017-Loreto, del 15-02-2019, £ j. 6.5. Sala Penal Permanente. Texto completo:
<bit.ly/2H0HK7x>).

JURISPRUDENCIA DE LA SALA PENAL NACIONAL

§ 1001. Toda medida de detención preliminar judicial tiene que ver con los requisitos de ur­
gencia y peligro en la demora {periculum libertatis). Prim ero. Respecto a la detención preliminar
judicial, es necesario precisar que conforme lo dispone el artículo 253.1 del CPP, los derechos funda­
mentales reconocidos en la Constitución y los tratados relativos a Derechos Humanos ratificados por
el Perú, como la libertad solo podrán ser restringidos en el marco del proceso penal, si la ley lo permite
y con las garantías previstas en ella. Asimismo, el artículo 261.1 del CPP de 2004 precisa que el juez
de la investigación preparatoria, a solicitud del fiscal, sin trámite alguno y teniendo a la vista las actua­
ciones remitidas por aquel, dictará mandato de detención preliminar, cuando entre otros supuestos, no
se presente un supuesto de flagrancia delictiva, pero existen razones plausibles para considerar que una
persona ha cometido un delito sancionado con pena privativa de libertad superior a cuatro años, y por
las circunstancias del caso, puede desprenderse cierta posibilidad de fuga u obstaculización de la ave­
riguación de la verdad. Segundo. Al respecto, el juez supremo y profesor César San Martín Castro, ha
señalado que una nota característica común -o dicho con mayor precisión, un presupuesto material- de
toda medida de detención preliminar judicial tiene que ver con los requisitos de urgencia y peligro en la
demora, traducido este último como periculum libertatis. La urgencia significa la obligación apremiante
-en atención a las circunstancias del hecho y a las necesidades de las investigaciones iniciadas o por ini­
ciarse- de limitar el derecho a la libertad personal para asegurar a la persona del imputado, pues de otro
modo se imposibilitaría su aseguramiento y con ello se perjudicaría su puesta a disposición judicial. El
periculum libertatis, con ese mismo objeto, traduce la necesidad de privar de la libertad a un imputado,
dado que, si no se hace, existe una sospecha fundada de que hará mal uso de su libertad, alejándose del
lugar de los hechos y ocultándose de la autoridad, frustrando de ese modo puesta a disposición judicial.
[...] Trigésimo quinto. [...] [Los] agravios planteados por el recurrente respecto a la detención prelimi­
nar judicial son de recibo, mucho más si resulta razonable que con la detención de los investigados se
busca que ellos si así lo deseen declaren respecto de los hechos que se le atribuye y, de ser el caso, iden­
tifiquen a los demás involucrados en estos graves hechos que han puesto en serio cuestionamiento a la
administración de justicia del país. Asimismo, se necesita hacer que escuchen las voces que en los audios
aparecen, y en caso de negarlos, se realice las correspondientes pericias fonéticas. Y finalmente, se nece­
sita estén privados de su libertad para realizar los reconocimientos respectivos por parte de los testigos y
colaboradores eficaces antes ya citados. En suma, las medidas de coerción personal y reales solicitadas,
resultan idóneas, necesarias y proporcionales a la gravedad de los hechos que se investigan, toda vez
que los grandes objetivos de la investigación preliminar en casos de crimen organizado como el caso

n o m o s & th e s is
517 SECCIÓN III: MEDIDAS DE COERCIÓN PROCESAL Art. 261
que nos ocupa no pueden ser obtenidos con la aplicación de medidas de coerción menos gravosas para
los derechos de los investigados. (Exp. N .° 0047-2018-1-5201-JR-PE-03 [Caso Edwin Oviedo], del
05-12-2018, ff. jj. 1, 2 y 35. Sala Penal Nacional de Apelaciones. Texto completo: <bit.ly/2FeWPAx>).

JURISPRUDENCIA D E LAS CORTES SUPERIORES

§ 1002. Presupuestos materiales para la imposición de la detención preliminar judicial. Quin­


to. Presupuestos legales del mandato de detención prelim inar - Se advierte que los recaudos iniciales pre­
sentados por el Ministerio Publico, resultan suficientes para determinar el dictado de una medida de
carácter excepcional como la detención preliminar y teniendo en cuenta el fin de la misma, que a
diferencia de la Prisión Preventiva, busca a) Conseguir elementos de investigación mediante la realiza­
ción de diligencias urgentes; b) Es una medida precautelar; c) Se incoa en las diligencias preliminares
7 d) Requiere que existan razones plausibles para considerar que una persona ha cometido un delito y
cierta posibilidad de fuga. En este sentido el Ministerio Público ha sustentado su requerimiento en la
necesidad y urgencia de realizar diligencias de investigación preliminar como las declaraciones de los
citados 7 toma de muestras de voces y otros indispensables para la investigación. En este extremo es
necesario resaltar, que las denuncias e investigaciones instadas contra los afectados con la medida, han
sido puestas en conocimiento de todos los ciudadanos a través de los medios de comunicación mere­
ciendo incluso primeras planas y recibiendo incluso respuesta de alguno de los investigados como WA,
quien señalo al conocer estas denuncias que se trataba de una persecución política. En autos además
7 conforme ha alcanzado el Ministerio Público existe, tratándose de hechos de conocimiento público,
recortes periodísticos, que respalde la tesis de la fiscalía. Así se puede concluir que con los recaudos
remitidos a este despacho por la Fiscalía, se advierten que existen elementos que permiten validar el
primer supuesto de detención preliminar (art. 261, numeral 1, inc. a). En el extremo de la pena, se
tiene que en efecto los hechos materia de investigación y frente a la tipificación inicial efectuada por el
Ministerio Público, podría superar los cuatro años de pena privativa de libertad, siendo aún apresurado
en esta etapa inicial hablar de un concurso real de delitos y menos aún de la sumatoria de penas. En
cuanto a la posibilidad de fuga, se tiene que pese a tener pleno conocimiento los imputados de lo que
podría desencadenar nuevas acciones violentas y tratan de sustraerse de sus responsabilidades, hecho
corroborado por los medios de comunicación conforme lo explica la Fiscalía, de lo que se advierte
que los citados se encontrarían protegidos por personas que no permiten acercarse a los investigados
7 más aún no se conocería su paradero actual luego de haber conocido la existencia de las denuncias
en su contra. En cuanto a la urgencia, elemento fundamental de esta medida restrictiva de derechos,
el Ministerio Público ha sustentado su pedido en las diligencias preliminares que se pretende efectuar
además de señalar que a tenor del inciso 3 del artículo 253 del Código Procesal Penal, se establece que
la restricción de un derecho fundamental solo tendrá lugar cuando fuere indispensable en la medida y
por el tiempo estrictamente necesario, para prevenir, según los casos los riesgos de fuga, de ocultamiento
de bienes o de insolvencia sobrevenida, así como para impedir la obstaculización de la averiguación de
la verdad y evitar el peligro de reiteración delictiva. En consecuencia se configuraría la necesidad de la
medida al encontrarnos frente al presupuesto legal contenido en el inciso 3 del artículo 253 del código
en comento. Siendo que en efecto frente a las amenazas de reanudar la medida de protesta y radicalizar
la misma, es necesario prevenir esta actuación que ha generado gran conmoción social en los pobladores
de Puno y frente a los actos violentos suscitados. (Exp. N .° 00682-2011 -65-2101-JR-PE-02, del 09­
06-2011, f. j. 5. Segundo Juzgado de Investigación Preparatoria de Puno. Corte Superior de Justicia de
Puno. Texto completo: <bit.ly/2VlQSar>).

JURISPRUDENCIA D EL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL

§ 1003. Derecho a ser puesto en un plazo de 24 horas a disposición de un Juez. Véase la juris­
prudencia del artículo 259° del Nuevo Código Procesal Penal [§ 976]. (Exp. N .° 06423-2007-PF1C/
T C [caso Alt Guillermo RuizDianderas}, del 27-12-2009 [Web: 08-01-2010], ff. jj. 4-6. Texto completo:
<bit.ly/2twh60e>).

♦ NUEVO CODIGO PROCESAL PENAL


Art. 262 LIBRO SEGUNDO: LA ACTIVIDAD PROCESAL 518

§ 1004. Definición de requisitoria. 4. [...] [La] requisitoria -es decir, la decisión judicial en virtud
de la cual se ordena la ubicación, aprehensión y conducción de grado o fuerza de una persona- tiene
como presupuesto una orden dictada en el marco de un proceso judicial que incide en algún grado en la
libertad personal de un individuo y que no ha encontrado posibilidad de ejecución dada su condición
de contumaz. En tal sentido, una decisión judicial de este carácter no está referida a aspectos íntimos
vinculados con la persona sobre quien pesa la orden de aprehensión, sino, por el contrario, emana de un
proceso judicial regido -salvo expresas y razonables excepciones previstas en la ley- por el principio cons­
titucional de publicidad (artículo 139.°, inciso 4, de la Constitución). (Exp. N .° 5060-2009-PHD/TC
[caso ElmerJesús Gurreonero Tello], del 06-07-2011 [Web: 15-07-2011 / EP, 14-09-2011], £ j. 4. Texto
completo: <bit.ly/2pxGw9D>).

JURISPRUDENCIA DE LA CORTE XNTERAMERICANA DE DERECHOS HUMANOS

§ 1005. Características que debe tener una medida de detención o prisión preventiva para
ajustarse a las disposiciones de la Convención Americana. Véase la jurisprudencia del articulo 253°
del Nuevo Código Procesal Penal [§ 952]. (CIDH, Caso Pollo Rivera y Otros vs Perú, sentencia de 21­
10-2016, párrs. 121 y 122. Texto completo: <bit.ly/2 ICkEVQ>).
§ 1006. Parámetros que debe cumplir la medida privativa de la libertad para no considerarse
arbitraria. La detención o prisión preventiva debe estar sometida a revisión periódica. Véase la
jurisprudencia del artículo 253° del Nuevo Código Procesal Penal [§ 953]. (CIDH, Caso Arguelles y
Otros vs. Argentina, sentencia de 20-10-2014, párrs. 120 al 122. Texto completo: <bit.ly/2Uzv0XX>).
§ 1007. Características que debe tener una medida de detención o prisión preventiva. No basta
con que la medida sea legal, sino que debe cumplir ciertos requisitos para no considerarse arbi­
traria. Véase la jurisprudencia del artículo 259° del Nuevo Código Procesal Penal [§ 993]. (CIDH,
Caso Norín Catrimdn y Otros (Dirigentes, miembros y activista del pueblo indígena mapuche) vs. Chile,
sentencia de 29-05-2014, párrs. 311 y 312. Texto completo: <bit.ly/2ISW w02>).
§ 1008. La detención de una persona puede tornarse en arbitraria a pesar de ser legal. Véase la
jurisprudencia del artículo 259° del Nuevo Código Procesal Penal [§ 992]. (CIDH, Caso Ruano Torres
y otros vs. E l Salvador, sentencia de 05-10-2015, párrs. 140 y 141. Texto completo: <bit.ly/286mQsN>).

Artículo 262: Motivación del auto de detención

El auto de detención deberá contener los datos de identidad del imputado, la exposición sucinta de los
hechos objeto de imputación, los fundamentos de hecho y de derecho, con mención expresa de las normas
legales aplicables.(1)

NOTA DE ACTUALIZACIÓN
(1) Vigencia adelantada por la 4.a DCF del Decreto Legislativo N.° 1298 (EP, 30-12-2016), en todo el territorio nacional.

Artículo 263: Deberes de la policía

1. La Policía que ha efectuado la detención en flagrante delito o en los casos de arresto ciudadano,
informará al detenido el delito que se le atribuye y comunicará inmediatamente el hecho al Ministerio Pú­
blico. También informará al Juez de la Investigación Preparatoria tratándose de los delitos de terrorismo,
espionaje y tráfico ilícito de drogas.
2. En los casos del artículo 261, sin perjuicio de informar al detenido del delito que se le atribuye y de la
autoridad que ha ordenado su detención, comunicará la medida al Ministerio Público y pondrá al detenido
inmediatamente a disposición del Ju e z de la Investigación Preparatoria. El Juez, tratándose de los literales
n o m o s & th e sis
519 SECCIÓN III: MEDIDAS DE COERCIÓN PROCESAL Art. 2 6 4
a) y b) del numeral 1 del artículo 261, inmediatamente examinará al imputado, con la asistencia de su Defen­
sor o el de oficio, a fin de verificar su identidad y garantizar el cumplimiento de sus derechos fundamentales.
Acto seguido, lo pondrá a disposición del Fiscal y lo ingresará en el centro de detención policial o transitorio
que corresponda. En los demás literales, constatada la identidad, dispondrá lo conveniente.
3. En todos los casos, la Policía advertirá al detenido o arrestado que le asiste los derechos previstos
en el artículo 71 . De esa diligencia se levantará un acta.(1)

NOTA DE ACTUALIZACIÓN

(1) Vigencia adelantada por la 4.a DCF del Decreto Legislativo N.° 1298 (EP, 30-12-2016), en todo el territorio nacional.

Artículo 264: Plazo de la detención

7. La detención policial só lo dura un plazo de veinticuatro (24) horas o el término de la distancia.


(Derogado ) (3)
2. La detención preliminar dura setenta y dos (72) horas. Excepcionalmente, si subsisten los requisitos
establecidos en el numeral 1) del artículo 261 del presente Código y se presenten circunstancias de espe­
cial complejidad en la investigación, puede durar un plazo máximo de siete (7) días.
3. En los delitos cometidos por organizaciones criminales, la detención preliminar o la detención judi­
cial por flagrancia puede durar un plazo máximo de diez (10) días.
4. La detención policial o la detención preliminar puede durar hasta un plazo no mayor de quince días
naturales en los delitos de terrorismo, espionaje, tráfico ilícito de drogas.
5. El Jue z Penal, en estos casos, está especialmente facultado para adoptar las siguientes medidas:
a) Constituirse, a requerimiento del detenido, al lugar donde se encuentra el detenido y averiguar los
motivos de la privación de la libertad, el avance de las investigaciones y el estado de su salud. En caso de
advertir la afectación indebida del derecho de defensa o de irregularidades que perjudiquen gravemente el
éxito de las investigaciones, pone tales irregularidades en conocimiento del Fiscal del caso, sin perjuicio
de comunicar lo ocurrido al Fiscal Superior competente. El Fiscal dictará las medidas de corrección que
correspondan, con conocimiento del Juez que intervino.
b) Disponer el inmediato reconocimiento médico legal del detenido, en el término de la distancia, siem­
pre y cuando el Fiscal no lo hubiera ordenado, sin perjuicio de autorizar en cualquier momento su reco­
nocimiento por médico particular. El detenido tiene derecho, por s í sólo, por su abogado o por cualquiera
de sus familiares, a que se le examine por médico legista o particulares, sin que la Policía o el Ministerio
Público puedan limitar este derecho.
c) Autorizar el traslado del detenido de un lugar a otro de la República después de efectuado los recono­
cimientos médicos, previo pedido fundamentado del Fiscal, cuando la medida sea estrictamente necesaria
para el éxito de la investigación o la seguridad del detenido. La duración de dicho traslado no puede exce­
der del plazo señalado en el primer párrafo de este artículo y debe ser puesto en conocimiento del Fiscal y
del Juez del lugar de destino.
6. Dentro del plazo de detención determinado por el Juez, el Fiscal decide si ordena la libertad del de­
tenido o si, comunicando al Ju e z de la Investigación Preparatoria la continuación de las investigaciones,
solicita la prisión preventiva u otra medida alternativa.
7. Al requerir el Fiscal en los casos señalados en los incisos anteriores la prisión preventiva del
imputado, la detención se mantiene hasta la realización de la audiencia en el plazo de cuarenta y ocho
horas.(1)(2)(a)

NOTA DE ACTUALIZACIÓN

(1) Texto conform e a la m odificatoria efectuada por el artículo 2° del Decreto Legislativo N.° 1298 (EP, 30-12-2016), el
mismo que entró en vigencia a nivel nacional a los treinta (30) días de su publicación en el diario oficial El Peruano.
(2) Vigencia adelantada por la 4.a DCF del Decreto Legislativo N.° 1298 (EP, 30-12-2016), en todo el territorio nacional.

♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL


Art. 265 LIBRO SEGUNDO: LA ACTIVIDAD PROCESAL 520

(3) El Oficio N.° 002926-2018-MP-FN-SEGFIN, de la Oficina de Secretaría General de la Fiscalía de la Nación, indica que el
inciso 1 del presente artículo, estaría derogado tácitam ente por la modificación al literal f) del inciso 24 del artículo 2 de
la Constitución Política del Perú, dispuesto por el artículo único de la Ley N.° 30558 (EP, 09-05-2017).

PROTOCOLOS, REGLAMENTOS, LINEAMIENTOS, G UÍAS Y DIRECTIVAS


(a) Protocolo de actuación interinstitucional para la aplicación del Decreto Legislativo N.° 1298 que regula la detención
prelim inar judicial y la detención judicial en caso de flagrancia (aprobado por el Decreto Supremos N.° 009-2017-JUS
[EP, 12-04-2017]). Véase el texto com pleto en: <bit.ly/2K9ITfk>.

JURISPRUDENCIA DE LA CORTE SUPREMA

§ 1009. Ius am bulandi. Quinto. [...] [Del] análisis del llamado “bloque de constitucionalidad”
este Supremo Tribunal puede elaborar una definición del ius ambulandi, según la cual la libertad es
un derecho subjetivo en virtud del cual ninguna persona puede sufrir una limitación o restricción a
su libertad física o ambulatoria, ya sea mediante detenciones, internamientos o condenas arbitrarias.
Recogiendo lo señalado por el Tribunal Constitucional, consideramos que la libertad personal tiene una
doble dimensión. Puede ser entendida como un valor superior que inspira al ordenamiento jurídico y a
la organización misma del Estado. También puede ser entendida la libertad como un derecho subjetivo
cuya titularidad ostentan todas las personas sin distinción [STC Exp. 3200-2005-HC, f. j. 6]. Sexto.
[...] En ese sentido, tenemos que el contenido esencial del ius ambulandi representa el núcleo inviolable
que tiene el derecho para ser considerado como tal. El contenido no esencial es la parte del derecho que
puede afectarse ante un supuesto conflicto de derechos. Finalmente, se tiene el contenido adicional que
no es sino una maximización de los otros dos contenidos y busca optimizar la vigencia del ius ambu­
landi. [...] (Casación N .° 70-2010-Lambayeque, del 26-04-2011, ff. jj. 5 y 6. Sala Penal Permanente.
Texto completo: <bit.ly/2cpz4pm>).

JURISPRUDENCIA DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL

§ 1009a. En el arresto domiciliario, la intensidad de coerción personal es de grado inmediato


inferior al de la detención preventiva. Ius am bulandi. Véase la jurisprudencia del artículo 290° del
Nuevo Código Procesal Penal [§ 1224]. (Exp. N .° 6201-2007-PHC/TC [caso Moisés Wolfenson Wo-
loch\ , del 10-03-2008 [Web: 19-03-2008 / EP, 04-07-2008], ff. jj. 3-9. Texto completo: <bit.ly/2urU-
Tyo>).

Artículo 265: Detención preliminar incomunicada

1. Detenida una persona por los delitos de terrorismo, espionaje y tráfico ilícito de drogas, o por un
delito sancionado con pena superior a los seis años, el Fiscal podrá solicitar al Ju e z de la Investigación
Preparatoria que decrete su incomunicación, siempre que resulte indispensable para el esclarecimiento de
los hechos investigados y por un plazo no mayor de diez días, siempre que no exceda el de la duración de
la detención. El Ju e z deberá pronunciarse inmediatamente y sin trámite alguno sobre la misma, mediante
resolución motivada.
2. La incomunicación no impide las conferencias en privado entre el abogado defensor y el detenido, las
que no requieren autorización previa ni podrán ser prohibidas.0)

NOTA DE ACTUALIZACIÓN
(1) Vigencia adelantada por la 4.a DCF del Decreto Legislativo N.° 1298 (EP, 30-12-2015), en todo el territorio nacional.

n o m o s & th e s is
521 SECCIÓN III: MEDIDAS DE COERCIÓN PROCESAL ÁrtB267

Artículo 266: Convalidación de la detención

1. El Fiscal puede requerir al Ju e z de la Investigación Preparatoria dentro de las doce (12) horas de
producida la detención efectiva por la Policía Nacional, la emisión del mandato de detención judicial hasta
por un máximo de siete (7) días, cuando por las circunstancias del caso, se desprenda cierta posibilidad
de fuga u obstaculización de la averiguación de la verdad. En los delitos cometidos por organizaciones
criminales la detención judicial por flagrancia puede durar hasta un plazo máximo de diez (10) días.
2. El Ju e z, antes del vencimiento de las veinticuatro (24) horas de la detención, realiza la audiencia
de carácter inaplazable con asistencia obligatoria del Fiscal, el imputado y su abogado defensor. El Fiscal
dispone el traslado del imputado a la audiencia, bajo custodia de la Policía Nacional. Rigen los numerales
1 ,3 y 6 del artículo 85.
3. Instalada la audiencia y escuchados a los sujetos procesales, el Juez debe pronunciarse mediante
resolución motivada sobre la legalidad de la detención del imputado conforme al artículo 259, sobre el
cumplimiento de los derechos contenidos en el numeral 2 del artículo 71 y finalmente sobre la necesidad
de dictar la detención judicial, teniendo a la vista las actuaciones proporcionadas por el Ministerio Público.
4. Si en la audiencia, el Juez advierte que se ha vulnerado los derechos fundamentales del investigado
o se le ha detenido en forma ilegal, sin perjuicio de lo resuelto, remite copias al órgano de control del Mi­
nisterio Público y a Inspectoría de la Policía Nacional del Perú.
5. Dentro del plazo de detención determinado por el Juez, se pone al detenido a disposición del Juez
de la Investigación Preparatoria para determinar si dicta mandato de prisión preventiva o comparecencia,
simple o restrictiva.
6. Si el Ju e z declara improcedente el requerimiento de detención, el Fiscal, vencido el plazo de deten­
ción, dispone lo que corresponda.
7. El presente artículo no es aplicable para los delitos de terrorismo, espionaje y tráfico ilícito de dro-
gas.(1) ®

NOTA DE ACTUALIZACIÓN

(1) Texto conform e a la modificatoria efectuada por el artículo 2° del Decreto Legislativo N.° 1298 (EP, 30-12-2016), el
m ism o que entró en vigencia a nivel nacional a los treinta (30) días de su publicación en el diario oficial El Peruano.
(2) Vigencia adelantada por la 4.a DCF del Decreto Legislativo N.° 1298 (EP, 30-12-2016), en todo el territorio nacional.

PROTOCOLOS, REGLAMENTOS, LINEAMIENTOS, GUÍAS Y DIRECTIVAS

(a) Protocolo de actuación interinstitucional para la aplicación del Decreto Legislativo N.° 1298 que regula la detención
prelim inar judicial y la detención judicial en caso de flagrancia (aprobado por el Decreto Supremos N.° 009-2017-JUS
[EP, 12-04-2017]). Véase el texto com pleto en: <bit.ly/2K9ITfk>.

Artículo 267: Recurso de apelación

1. Contra el auto previsto en el numeral 1) del artículo 261, y los que decreten la incomunicación y
detención policial en caso de flagrancia procede recurso de apelación. El plazo para apelar es de un día. La
apelación no suspende la ejecución del auto impugnado.
2. El Ju e z eleva en el día los actuados a la Sala Penal, la que resuelve previa audiencia dentro de
las cuarenta y ocho horas de recibidos los autos. La decisión se expide en audiencia, bajo respon­
sabilidad.0*(2)(a)

NOTA DE ACTUALIZACIÓN

(1) Texto conform e a la modificatoria efectuada por el artículo 2o del Decreto Legislativo N.° 1298 (EP, 30-12-2016), el
m ismo que entró en vigencia a nivel nacional a los treinta (30) días de su publicación en el diario oficial El Peruano.
(2) Vigencia adelantada por la 4.a DCF del Decreto Legislativo N.° 1298 (EP, 30-12-2016), en todo el territorio nacional.

♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL


Art. 268 LIBRO SEGUNDO: LA ACTIVIDAD PROCESAL 522

PROTOCOLOS, REGLAMENTOS, LINEAMIENTOS, GUÍAS Y DIRECTIVAS


(a) Protocolo de actuación interinstitucional para la aplicación del Decreto Legislativo N.° 1298 que regula la detención
preliminar judicial y la detención judicial en caso de flagrancia (aprobado por el Decreto Supremos N.° 009-2017 -JU S
[EP, 12-04-2017]). V é a s e el texto completo en: <b¡t.ly/2K9ITfk>.

TÍTULO III
LA PRISIÓN PREVENTIVA

CAPÍTULO I
LOS PRESUPUESTOS DE LA PRISIÓN PREVENTIVA 0>
NOTA DE ACTUALIZACIÓN
(1) De conform idad con la Segunda Disposición Complementaria Final de la Ley N.° 30076 (EP, 19-08-2013), se dispone
que los artículos 268 a 271 del Código Procesal Penal hagan referencia a los térm inos Investigación preparatoria",
"expediente fiscal", "prisión preventiva" y "juez de la investigación preparatoria", se debe interpretar que dichos térm inos
hacen referencia, respectivamente, a "instrucción", "expediente fiscal", "mandato de detención" y "juez penal". Esta
disposición rige en los distritos judiciales en los que el Código Procesal Penal no ha entrado en vigencia.

Artículo 268: Presupuestos materiales - - , ■v l

El juez, a solicitud del Ministerio Público, podrá dictar mandato de prisión preventiva, si atendiendo a
los primeros recaudos sea posible determinar la concurrencia de los siguientes presupuestos:
a) Que existen fundados y graves elementos de convicción para estimar razonablemente la comisión de
un delito que vincule al imputado como autor o partícipe del mismo.
b) Que la sanción a imponerse sea superior a cuatro años de pena privativa de libertad; y
c) Que el imputado, en razón a sus antecedentes y otras circunstancias del caso particular, permita
colegir razonablemente que tratará de eludir la acción de la justicia (peligro de fuga) u obstaculizar la
averiguación de la verdad (peligro de obstaculización).(1) (2) (a) (b) (c)

NOTA DE ACTUALIZACIÓN
(1) Artículo m odificado por el artículo 3 de la Ley N.° 30076 (EP, 19-08-2013).
(2) De conform idad con la primera disposición com plem entaria final de la Ley N.° 30076 (EP, 19-08-2013), se adelantó la
vigencia del presente artículo, en todo el territorio peruano.

PROTOCOLOS, REGLAMENTOS, LINEAMIENTOS, GUÍAS Y DIRECTIVAS


(a) Circular sobre Prisión Preventiva de la Corte Suprema de Justicia (aprobado por Resolución Administrativa N.° 325­
2011 -P -P J de 13-09-2011). Véase el texto com pleto en: <bit.ly/2UVdbYe>.
(b) Directiva N.° 005-2016-MP-FN: "Actuación del fiscal en el procedimiento de prisión preventiva y su apelación en
los distritos que aún no se im plementa íntegramente el Código Procesal Penal" (aprobado por la Resolución N.°
3939-2016-MP-FN de 08-09-2016). Véase el texto com pleto en: <bit.ly/2WMVmr9>.
(c) Directiva N.° 002-2016-M P-FN: "Normas para el registro y sistem atización de los requerimientos de prisión preventiva"
(aprobado por la Resolución N.° 2193-2016-MP-FN de 11 -05-2016). Véase el texto com pleto en: <bit.ly/2HUWMwf>.

ACUERDOS PLENARIOS DE LA CORTE SUPREMA

§ 1010. La prisión preventiva: presupuestos y vigilancia electrónica. (XI Pleno Jurisdiccional


Supremo Penal 2019. Texto completo: <bit.ly/2I5PxPu>).
§ 1011. Para proferir auto de prisión preventiva se demanda “sospecha grave” -la sospecha más
fuerte en momentos anteriores al pronunciamiento de una sentencia-, establece como doctrina le­
gal, al amparo de los criterios expuestos en los fundamentos precedentes -que se asumirán como pautas
nom os & fh e sis
523 SECCION III: MEDIDAS DE COERCIÓN PROCESAL Art. 268
de interpretación en los asuntos judiciales respectivos-, los siguientes lineamientos jurídicos: [...] D . La
noción “actividades criminales” no puede entenderse como la existencia concreta y específica de un pre­
cedente delictivo de determinada naturaleza, cronología, intervención o roles de agentes delictivos indi­
vidualizados y objeto. Basta la acreditación de la actividad criminal de modo genérico. E. El estándar o
grado de convicción no es el mismo durante el desarrollo de la actividad procesal o del procedimiento
penal: la ley fija esos niveles de conocimiento. Varía, progresivamente, en intensidad. E Para iniciar
diligencias preliminares solo se exige elementos de convicción que sostengan una “sospecha inicial sim­
ple”, para formalizar la investigación preparatoria se necesita “sospecha reveladora”, para acusar y dictar
el auto de enjuiciamiento se precisa “sospecha suficiente”, y para proferir auto de prisión preventiva
se demanda “sospecha grave” -la sospecha más fuerte en momentos anteriores al pronunciamiento de
una sentencia-. La sentencia condenatoria requiere elementos de prueba más allá de toda duda razona­
ble. (Sentencia Plenaria. Casatoria N .° 1-2017/CIJ-433, de 11-10-2017, que declara sin efecto el
carácter vinculante de la disposición establecida por la Sentencia Casatoria N .° 92-2017-Arequipa, de
08-08-2017.1 Pleno Jurisdiccional Casatorio de las Salas Penales Permanente y Transitorias [EP, 25-10­
2017, Jurisprudencia, Año XXVI, N .° 1058, p. 1058]. Texto completo: <bit.ly/2plAz4m>).

DOCTRINA JURISPRUDENCIAL VINCULANTE DE LA CORTE SUPREMA

§ 1012. Para la prisión preventiva se requiere un alto grado de probabilidad de la comisión del
delito, para ello se deben examinar los actos de investigación tanto de manera individual como
en conjunto. La apariencia de delito como presupuesto de la prisión preventiva. Quinto. Este Tri­
bunal Supremo, después de revisados los actuados del presente incidente, advierte que, efectivamente,
el Colegiado Superior, al efectuar el análisis correspondiente de los presupuestos materiales para dictar
mandato de prisión preventiva no cumplió con los términos expresados en la sentencia Casatoria N .°
626-2013/Moquegua [§ 1013], del 27-02-2016, el cual establece que para la prisión preventiva solo se
requiere un alto grado de probabilidad de la comisión del delito, para cuyo efecto deben examinarse los
actos de investigación de manera individual y en conjunto. La apariencia de delito es un presupuesto de
la prisión preventiva, cuyo alcance es definido no solo desde una perspectiva sustantiva (que el hecho
imputado esté regulado en la normativa penal y que sea subsumible en ella según criterios objetivos y
subjetivos), sino también procesal (la existencia de fundados y graves elementos de convicción que per­
mitan sostener la alta probabilidad de su comisión). En esa medida, la evaluación del hecho debe reali­
zarse conforme con los criterios propios de la teoría de la imputación objetiva y subjetiva, en cuanto al
análisis de la probable realización del injusto penal. En el presente caso, de acuerdo con los elementos de
convicción presentados por la Fiscalía se advierte la necesidad de que otro Colegiado evalúe si aquellos
demuestran la realización, en grado de alta probabilidad, del riesgo prohibido regulado en el artículo
297 del Código Penal. La Sala Superior, al emitir la resolución venida en grado, no realizó una ade­
cuada fundamentación de su decisión, que permita enfocar principalmente la relevancia jurídico penal
del comportamiento del encausado, cuya conducta de apoderarse de la droga encontrada en la madera
donada por la SUNAT, es independiente de lo que desarrollaron los originales propietarios de la droga.
La nueva resolución a dictarse por otro Colegiado deberá tener en cuenta, entre otras cosas, conforme
con el derecho de defensa, la versión que pueda dar el encausado en conjunto con los otros elementos de
cargo. De esta manera, el juzgador podrá decidir, con suficiencia, que existe el merecimiento y la nece­
sidad de privar cautelarmente la libertad de una persona. Debiendo ser esto último una excepción, pues
la regla es que todo ciudadano enfrente al proceso con comparecencia. (Casación N .° 564-2016-Loreto,
de 12-11-2018, que estableció como doctrina jurisprudencial vinculante el f. j. 5. Sala Penal Transitoria
[EP, 21-12-2018, Jurisprudencia, AñoXXVII, N .° 1099, p. 8207]. Texto completo: <bit.ly/2txw8Af>).

§ 1013. Sobre los fundados y graves elementos de convicción. Vigésimo séptimo. Para la adop­
ción de la prisión preventiva no se exige que se tenga certeza sobre la imputación, solo que exista un
alto grado de probabilidad [(4) La probabilidad significa un acercamiento plausible al éxito de la ac­
ción emprendida, esto es, el juicio del sujeto cognoscente quien estima haberse acercado al resultado
buscado, el conocimiento de la verdad, aunque reconoce no haberlo alcanzado totalmente; en otras
♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL
Art. 268 LIBRO SEGUNDO: LA ACTIVIDAD PROCESAL 524

palabras, no está convencido de estar en posesión de la verdad, pero cree que se ha aproximado bastante
a ella. La probabilidad, conforme a su grado es positiva o negativa, según que los elementos de prueba
que confirman la hipótesis superen a aquellos que la rechazan, aunque sin descartar absolutamente la
solución contraria y viceversa. Intuitivamente, certeza o certidumbre se diferencia cualitativamente de
probabilidad, pero la diferencia no es tan notable si exigimos una gran probabilidad. M aier, Julio. De­
recho Procesal Penal. Fundamentos. Tomo I. Segunda edición. Editores del Puerto, Buenos Aires, 2004,
pp. 843-847] de la ocurrencia de los hechos, mayor al que se obtendría al formalizar la investigación
preparatoria [(3) O ré G uardia, Arsenio. M anual de Derecho Procesal Penal. Las medidas de coerción en
el proceso penal. Tomo II. Editorial Reforma, Lima, 2014, p. 143.]; valiéndose de toda la información
oralizada y acopiada hasta ese momento (primeros recaudos). Vigésimo octavo. Sobre los actos de
investigación se debe realizar un análisis de suficiencia similar al que se hace en la etapa intermedia
del nuevo proceso penal [(6) Como señala Asencio Mellado, el fumus honi iuris hace referencia a una
apariencia jurídica de responsabilidad del imputado [...] No basta, pues, aunque la dificultad de concre­
ción de estos criterios subjetivos de valoración es elevada, la concurrencia en el caso de meros indicios
escasamente contrastados o de sospechas genéricas; se exigen, pues, elementos de convicción, pruebas
directas o indirectas que sean plurales, coincidentes en un mismo resultado y fundadas. Esto tampoco
significa que haya de concurrir la misma certeza y datos objetivos que los necesarios para producir una
condena, entre otras cosas porque, en un momento inicial del proceso no existen pruebas en sentido
estricto. Pero si, en definitiva, un juicio de probabilidad razonable y asentado en criterios objetivos su­
ficientes. A sencio M ellado, José María. “La regulación de la prisión preventiva en el Código Procesal
Penal del Perú”. En: Cubas Villanueva, Víctor; Doig Díaz, Yolanda y Quispe Farfán, Fany Soledad
(coordinadores). E l nuevo proceso penal. Estudiosfundamentales. Palestra, Lima, 2005, p. 513], se deben
evaluar individualmente y en su conjunto, extrayendo su fiabilidad y aporte, a efectos de concluir si es
que la probabilidad sobre el hecho es positiva. En caso que el Fiscal se base en prueba indiciarla, deben
cumplirse los criterios contenidos en la Ejecutoria Vinculante recaída en el Recurso de Nulidad N .°
1912-2009-Piura, de 6 de septiembre de 2005 [(7) La Sala Penal Permanente de la Corte Suprema de
Justicia de la República en el citado Recurso de Nulidad, emitió Ejecutoria Vinculante respecto a la
prueba indiciaría señalando que los elementos de esta son los referidos al indicio y la inferencia lógica,
debiendo cumplirse las siguientes reglas: i) Ha de estar plenamente probado por los diversos medios
de prueba que autoriza la Ley, pues de lo contrario sería una mera sospecha sin sustento real alguno,
ii) Deben ser plurales, o excepcionalmente únicos pero de una singular fuerza acreditativa, iii) Deben
ser concomitantes al hecho que se trata de probar, iv) Deben estar interrelacionados, cuando sean va­
rios, de modo que se refuercen entre sí y que no excluyan el hecho consecuencia]. Vigésimo noveno.
Es necesario que el Fiscal sustente claramente su aspecto fáctico y su acreditación. Asi la defensa del
imputado podrá allanarse o refutarlo, actuando positivamente por la irresponsabilidad, causa de jus­
tificación, inculpabilidad, error, etc., debiendo el Juez valorarlos y pronunciarse por ambas, y si esta
último está sólidamente fundamentada, hará decaer el fum us delicti comissi [(8) D el Río Labarthe,
Gonzalo. La prisión preventiva en el nuevo Código Procesal Penal. Ara, Lima, 2008, p. 47]. (Casación
N .° 626-2013-Moquegua, del 30-06-2015, ff. jj. 27 al 29 [los ff. jj. 24, 27 al 29, 31, 32, 3 9 ,4 0 ,4 3 , 54
y 58 establecidos como doctrina jurisprudencial vinculante]. Sala Penal Permanente [EP, 27-02-2016,
Jurisprudencia, Año XXV, N .° 1005, pp. 7398-7406]. Texto completo: <bit.ly/2a9ot3N>).

JURISPRUDENCIA VINCULANTE DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL

§ 1015. Sustraerse de la acción de la justicia constituye una conducta obstruccionista del pro­
ceso. 1. [Este] Colegiado considera pertinente hacer notar, como ya lo señaló anteriormente [Exp.
N .° 3966-(2)004-H C/TC (§ 1993)], que la extradición “ [...] es un instituto jurídico que viabiliza
la remisión de un individuo por parte de un Estado, a los órganos jurisdiccionales competentes de
otro, a efectos que sea enjuiciado o cumpla con una condena señalada” . Los Estados recurren a tales
procedimientos en el caso de que un imputado se sustraiga de la acción de la justicia, ocultándose en
un país distinto del suyo. El sustraerse de la acción de la justicia constituye, evidentemente, una con­
ducta obstruccionista del proceso, tanto más si ello implica salir del territorio del país, obligando asi a

nomos &thesis
525 SECCIÓN III: MEDIDAS DE COERCIÓN PROCESAL Art. 268
las autoridades judiciales a recurrir al procedimiento de extradición. Dicha conducta debe ser tomada
en cuenta al momento de determinar el plazo razonable del proceso y de la detención, conforme a los
criterios expuestos por este Tribunal en la sentencia recaída en el expediente N .° 2915-2004-HC/TC
[§ 2404] . (Exp. N .° 1257-2005-PHC/TC [caso EnriqueJosé Benavides Morales], del 13-04-2005 [Web:
15-05-2006 / EP, 26-05-2006], £ j. 1 [constituye precedente vinculante lo señalado sobre la conducta
obstruccionista del proceso por parte del inculpado]. Texto completo: <bit.ly/2IKMaxg>).

§ 1016. Sistemas de determinación y criterios para valorar la razonabilidad de la duración de


la prisión preventiva. 11. En consecuencia, el derecho de que la detención preventiva no exceda de un
plazo razonable forma parte del núcleo mínimo de derechos reconocidos por el sistema internacional de
protección de los derechos humanos y, por tanto, no puede ser desconocido. [...] 12. Como respuesta al
problema de duración de la prisión preventiva, coexisten en el derecho comparado dos sistemas: un sis­
tema de limitación temporal de la prisión preventiva en términos de exigir la razonabilidad del periodo
de vigencia, pero sin prever plazos máximos, y otro sistema, en el que se fijan unos plazos máximos de
duración de la prisión provisional. 13. Este segundo sistema es el adoptado por nuestro ordenamiento
jurídico penal. Al respecto, si bien el artículo 2o, 24, h ha previsto plazos constitucionales aplicables solo
a la detención preliminar -la misma que opera en sede extrajudicial-, ello no es óbice para afirmar que de
una interpretación sistemática del artículo 2 o, 24, b, que establece: “No se permite form a alguna de res­
tricción de la libertadpersonal, salvo en los casosprevistospor la le f , se pueda admitir la concesión de una
norma permisiva al legislador para que estipule plazos efectivos de duración, lo cual ha sido precisado
en el artículo 137° del Código Procesal Penal. 14. Nuestro sistema normativo penal, entonces, dispone
de una regulación que sirve de parámetro para el enjuiciamiento de un caso concreto en el que se haya
ordenado la medida. 15. Esta postura normativa coincide con lo reconocido por la Comisión Intera­
mericana de Derechos Humanos, cuando afirma que “La Comisión ha mantenido siempre quepara deter­
minar si una detención es razonable, se debe hacer, inevitablemente, un análisis de cada caso. Sin embargo,
esto no excluye la posibilidad de que se establezca una norma que determine un plazo general más allá del
cual la detención sea considerada ilegítima prima facie, independientemente de la naturaleza del delito que
sé impute a l acusado o de la complejidad del caso. Esta acción sería congruente con elprincipio depresunción
de inocencia y con todos los otros derechos asociados a l debido proceso legaF (Informe N .° 12/96, párrafo
70). 16. En líneas generales, dentro del sistema interamericano de protección de los derechos humanos,
dicha regulación es vista como “una muestra inequívoca de buena voluntad” por parte de los Estados, al
autovincularse a parámetros previamente establecidos (Informe N .° 2/97, párrafo 56). 17. Tal situación
se aprecia en nuestro ordenamiento jurídico penal, pues el artículo 137° del Código Procesal Penal que
regula el plazo máximo de la detención judicial, que en lo establece que dichos plazos máximos fijados
por el legislador integran el contenido esencial del derecho fundamental a la libertad personal, puesto
que el mantenimiento de la situación de prisión preventiva por un tiempo excesivo al previsto lesiona el
derecho a la libertad personal. [...] 18. Los parámetros legales, si bien son válidos para el enjuiciamien­
to de un caso concreto en el que haya sido dispuesta la medida, sin embargo, no agotan el contenido
de dicho derecho fundamental, de modo que ni todo el plazo máximo legal es per se razonable, ni el
legislador es totalmente libre en su labor de establecer o concretar los plazos máximos legales. Aunque
no haya transcurrido todavía el plazo máximo legal, puede lesionarse el derecho a la libertad personal si
el imputado permanece en prisión provisional más del plazo que, atendidas las circunstancias del caso,
excede de lo razonable. Su duración debe ser tan solo la que se considere indispensable para conseguir
la finalidad con la que se ha decretado la prisión preventiva; por lo tanto, si la medida ya no cumple
los fines que le son propios, es preciso revocarla de inmediato. 19. En efecto, para valorar si la duración
de la detención judicial ha excedido, o no, el plazo máximo, este Tribunal, integrando el concepto de
plazo razonable, se refirió a los criterios sentados por la doctrina del Tribunal Europeo de Derechos
Humanos (TEDH ) cf. Caso Berrocal Prudencio, Exp. N.° 2915-2004-HC/TC [§ 2404], que en sín­
tesis son los siguientes: 1. La naturaleza y complejidad de la causa. Es menester tomar en consideración
factores tales como la naturaleza y gravedad del delito (Caso Tomasi. Sentencia del TED H , del 27 de
agosto de 1992), los hechos investigados, los alcances de la actividad probatoria para el esclarecimiento
de los eventos delictivos, la pluralidad de agraviados o inculpados, o algún otro elemento que permi-
♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL
Art. 268 LIBRO SEGUNDO: LA ACTIVIDAD PROCESAL 526

ta. concluir, con un alto grado de objetividad, que la dilucidación de una determinada causa resulta
particularmente complicada y difícil. 2. La actitud de los protagonistas del proceso: por una parte, la
inactividad o, en su caso, la actividad desplegada por el organo judicial, esto es, analizar si el juez penal
ha procedido con diligencia especial y con la prioridad debida en la tramitación del proceso en que el
inculpado se encuentre en condición de detenido, y, por otra, la propia actividad procesal del detenido,
a efectos de determinar la razonabilidad del plazo, distinguiendo el uso regular de los medios procesales
que la ley prevé y la falta de cooperación mediante la pasividad absoluta del imputado (muestras, ambas,
del ejercicio legítimo de los derechos que el Estado constitucional permite), de la denominada defensa
obstruccionista (signo inequívoco de la mala fe del procesado y, consecuentemente, recurso repudiado
por el orden constitucional). [...] 26. No cabe duda de que con la previsión legal del plazo máximo de
duración de la detención judicial, el afectado por la medida cautelar puede conocer hasta qué momento
puede durar la restricción de su derecho fundamental a la libertad. No obstante, como viene ocurriendo
reiteradamente en el panorama judicial nacional, el hecho de que no se decrete la libertad inmediata de
un procesado tras la culminación del plazo máximo de detención, obligándole, por el contrario, a que
permanezca detenido ad infinitara, so pretexto de un equivocado concepto de la tramitación procesal,
solo puede significar que se han transgredido todas las previsiones jurídicas que garantizan un proceso
debido o regular, y que dicha situación ha comprometido, en particular, la eficacia o existencia de uno
de aquellos derechos innominados constitucionalmente, pero, a la par, consustanciales a los principios
del Estado democrático de derecho y al derecho a la dignidad de la persona reconocidos en el artículo
3o de la Constitución Política del Estado, como lo es, sin duda, el derecho a un proceso sin dilaciones
indebidas. (Exp. N .° 3771-2004-H C/TC [caso Miguel Cornelio Sánchez Calderón], del 29-12-2004
[Web: 02-02-2005 / EP, 07-04-2005], ff. jj. 11-19 y 26 [constituye precedente vinculante lo señalado
en los ff. jj. 2, 3, 4, 6, 7, 8, 9, 10, 11, 15, 17,18, 19 y 26]. Texto completo: <bit.ly/2Ge6s3v>).
§ 1017. El derecho a la tutela o protección judicial. El derecho a ser juzgado en un plazo ra­
zonable y el derecho a la tutela judicial. 13. La protección judicial, así entendida, implica una doble
dimensión. Por un lado, es consecuencia del derecho de las victimas de violaciones a sus derechos
humanos a alcanzar verdad, justicia y reparación como consecuencia de los hechos sufridos. Por otro
lado, conlleva explícitamente la obligación de las autoridades jurisdiccionales de desarrollar los procesos
judiciales a su cargo, bajo las estrictas medidas de seguridad, y determinando las figuras delictivas apli­
cables a tenor de las disposiciones del Derecho Internacional que resulten aplicables. [...] 27. Se trata,
sin duda, de un delito de lesa humanidad cuya necesidad social de esclarecimiento e investigación no
pueden ser equiparadas a las de un mero delito común, dada su extrema gravedad. En este sentido, la
Resolución N .° 666 (XIII-083) de la Asamblea General de la Organización de Estados Americanos,
estableció en el artículo 4, “Declarar que la práctica de la desaparición forzada de personas en América
es una afrenta a la conciencia del hemisferio y constituye un crimen de lesa humanidad” . La Conven­
ción Interamericana sobre Desaparición Forzada de Personas reafirma en su preámbulo que la práctica
sistemática de desapariciones forzadas constituye un delito de lesa humanidad. La necesidad social del
esclarecimiento e investigación de estos delitos no puede ser equiparada a la de un mero delito común.
(Convención Interamericana sobre Desaparición Forzada de Personas, Resolución adoptada en la sép­
tima sesión plenaria, 9 de junio de 1994,OEA/Ser.P AG/doc.3114/94 rev.). [...] 28. La determinación
de plazo máximo de la detención en el caso deberá realizarse de conformidad con el derecho a la razo­
nabilidad del plazo de la detención. Asimismo, como ya lo ha señalado este tribunal, no es posible que
en abstracto se establezca un único plazo a partir del cual la prisión provisional pueda reputarse como
irrazonable. Ello implicaría asignar a los procesos penales una uniformidad objetiva e incontrovertida,
supuesto que es precisamente ajeno a la grave y delicada tarea que conlleva merituar la eventual respon­
sabilidad penal de cada uno de los individuos acusados de la comisión de un ilícito. [Expediente N .°
2915-2004-H C/TC (§ 2404)]. [...] 32. Por lo tanto, este Tribunal considera que la acumulación de
procesos decretada no puede tener como consecuencia que, para efectos de contabilizar el cumplimien­
to del plazo máximo de la detención, se tome en cuenta únicamente el mandato de detención dictado
en el proceso más antiguo, sino más bien que deben ser tomados en cuenta los mandatos de detención

n o m o s & th e s is
527 SECCIÓN III: MEDIDAS DE COERCIÓN PROCESAL Art. 268
dictados en cada uno de los procesos que se siguen en su contra. (Exp. N .° 2798-04-HC/TC [caso
Gabriel Orlando Vera Navarrete], del 09-12-2004 [Web: 10-02-2005 / EP, 07-04-2005], ff. jj. 13, 27,
28 y 32 [constituye precedente vinculante lo señalado en los ff. jj. 13, 17, 27, y 32]. Texto completo:
<bit.ly/2Tjq8FK>).

PLENOS JURISDICCIONALES

§ 1017.a Plazo razonable de detención preventiva. Véase la jurisprudencia del artículo 137°
del Código Procesal Penal de 1991 [§ 2396] . (Pleno Jurisdiccional Superior Nacional Penal de Tru-
jillo, efectuado el 11-12-2004. Tema 1: Plazo razonable de detención preventiva. Texto completo:
<bit.ly/2cMnWDc>).

ACUERDOS PLENARIOS DE LA SALA PENAL NACIONAL

§ 1018. L a pertenencia a una organización criminal como criterio para evaluar el peligro pro­
cesal. § 4. Desarrollo de la problemática planteada. [...] 19. Específicamente, tratándose de procesos
complejos contra integrantes de organizaciones criminales (artículo 6o de la Ley N ° 30077 “Ley contra
el crimen organizado”) corresponde al juez examinar la pertenencia a una organización criminal, en
función al elenco de criterios fijado en la casación precitada, vale decir emitir pronunciamiento respecto
de: a) la organización criminal en sí misma; b) su permanencia; c) la pluralidad de investigados; d) la
intención criminal, e) la vinculación del investigado con la organización criminal y, f) el peligro proce­
sal concreto que se configura por pertenecer a la organización. Quedando proscrito un razonamiento
probabilístico del peligro procesal basado exclusivamente en la gravedad de la pena y la imputación de
pertenencia a una organización criminal. [...] 22. El Tribunal Constitucional en la STC 4780-2017-
PH C /T C y 00502-2018-PHC/TC [§ 962] acumulado analiza un criterio de la Corte Suprema a partir
de la nuda lectura del fundamento 57 de la Casación N ° 626-2013-Moquegua [§ 1013], el mismo
que hace referencia ineludible al fundamento 58 que complementa el razonamiento y exige al juez que
valore en forma conjunta los componentes de la organización criminal y determine qué tipo de peligro
procesal surge por la pertenencia a la mencionada organización. En esa inteligencia lo argumentado
por el Tribunal Constitucional se complementa con lo expuesto en los dos fundamentos aludidos en
la mencionada casación, solo de esa manera, se supera cualquier contradicción con la Constitución.
(Acuerdo Plenario N .° 02-2018-SPN, de 01-12-2018, que estableció como doctrina legal (pautas inter­
pretativas) los criterios expuestos en los ff. jj. 19 y 22. II Pleno Jurisdiccional de la Sala Penal Nacional
2018. Texto completo: <bit.ly/2HOvnKW>).

ACUERDOS D E LAS SALAS PENALES SUPERIORES

§ 1019. Creación de una base de datos que permita realizar seguimiento a los requerimien­
tos fiscales de prisiones preventivas que fueron resueltos por los jueces penales de investigación
preparatoria de la Corte Superior de Justicia de La Libertad. Tema: Base de datos de seguimiento de
prisionespreventivas. Acuerdo: Proponer al UETI PENAL distrital la creación de una base de datos que
permita realizar seguimiento a los requerimientos fiscales de prisiones preventivas que fueron resueltos
por los jueces penales de investigación preparatoria de la Corte Superior de Justicia de La Libertad,
para conocer cuántas fueron declaradas fundadas o infundadas en primera instancia y cuantas fueron
revocadas o confirmadas en segunda instancia, con precisión del plazo de prisión preventiva. Así mis­
mo, permita conocer si posteriormente se dictó cesación de prisión preventiva, sentencia absolutoria
o condenatoria en primera instancia y si ésta fue revocada o confirmada en segunda instancia. La data
estadística será elaborada en forma mensual y especifica por cada órgano jurisdiccional con identifica­
ción del magistrado. Esta información permitirá conocer el promedio de prisiones impuestas por cada
juzgado o sala, verificar los casos de aciertos o errores judiciales e implementar medidas de capacitación
académica específicas, con la finalidad de garantizar el principio de presunción de inocencia y la natu­
raleza excepcional de la prisión preventiva. (Acuerdo N .° 7-2018-SPS-CSJLL. 09-03-2018. Acuerdo

♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL


Art. 268 LIBRO SEGUNDO: LA ACTIVIDAD PROCESAL 528

de Jueces Titulares de las Salas Penales Superiores de la Corte Superior de Justicia de La Libertad. Texto
completo: <https://bidy/2wwmLCg >).
§ 1020. Los Jueces de Investigación Preparatoria deben pronunciarse sobre todos los presu­
puestos materiales de la prisión preventiva que fueron objeto de debate por las partes en la au­
diencia. Tema: Obligación de pronunciarse sobre todos los presupuestos materiales de la prisión preventiva
del artículo 2 6 8 ° del CPP, cuando eljuez considere infundada la medida coercitiva. Acuerdo: L os Jueces
de Investigación Preparatoria deben pronunciarse sobre todos los presupuestos materiales de la prisión
preventiva que fueron objeto de debate por las partes en la audiencia. Si consideran que no concurre
el primer presupuesto de suficiencia probatoria del delito, corresponderá igualmente pronunciarse so­
bre los demás presupuestos materiales (con especial énfasis en el principio de proporcionalidad), para
determinar si corresponde imponer una medida de comparecencia simple o con restricciones, lo cual
además permitirá la revisión integral de la decisión judicial por la Sala Penal Superior en caso sea apela­
da. (Acuerdo N .° 2-2017-SPS-CSJLL, de 15-05-2017. Acuerdo de Jueces Titulares de las Salas Penales
Superiores de la Corte Superior de Justicia de La Libertad. Texto completo: <bit.ly/2HbXqDQ> [p. 2]).

JURISPRUDENCIA DE LA CORTE SUPREMA

§ 1021. La prisión preventiva. Presupuestos materiales. C uarto. [...] No constituye presupuesto


material de la medida de coerción personal de prisión preventiva como fluye del artículo 268 del nuevo
Código Procesal Penal que el imputado se encuentre sujeto a la medida provisionalísima de detención,
en cualquiera de sus modalidades. La ley sólo exige implícitamente, por la propia naturaleza de una
medida de coerción procesal de intensa limitación de derechos fundamentales, de presupuestos mate­
riales más rigurosos, y de efectos temporales más intensos, como es la prisión preventiva, que sólo puede
tener lugar en los ámbitos de una investigación preparatoria formal, vale decir, que se haya dictado la
disposición de formalización y continuación de la investigación preparatoria a que hace referencia el
artículo 336 del nuevo Código Procesal Penal; y, además, para que el fiscal pueda obtener una decisión
favorables del juez de la investigación preparatoria, se debe probar la concurrencia de los presupuestos
establecidos en el aparatado uno, y en su caso el dos, del artículo 268 del nuevo código procesal penal.
No existe, ni puede configurase pretoriana o judicialmente, presupuesto adicional, al que dicha norma
prevé. Q uinto. [...] La prisión preventiva es una medida coercitiva personal, estrictamente jurisdiccio­
nal, que se adopta a instancia del Ministerio Público y en el seno de un proceso penal debidamente
incoado, siempre que resulte absolutamente imprescindible, que persigue conjugar un peligro de fuga o
un riesgo de ocultación o destrucción de las fuentes de prueba [...].(Casación N .° 01-2007-Huaura, del
26-07-2007, ff. jj. 4-5. Sala Penal Permanente. Texto completo: <bit.ly/2cUloD4>).
§ 1022. Presupuestos materiales de la prisión preventiva. 6.10. El artículo 268 del Código Pro­
cesal Penal, señala que los presupuestos materiales para poder solicitar la medida coercitiva personal de
prisión preventiva -la cual solo la puede dictar el Juez a pedido del Ministerio Público- cuando se den
en forma conjunta las siguientes condiciones o requisitos: i) que existan fundados y graves elementos de
convicción para estimar razonablemente la comisión de un delito que vincule al imputado como autor
o partícipe del mismo ijumus bonusjuris)\ ii) que la sanción o pena probable de privación de la libertad
a imponerse, eventualmente, al imputado, sea superior a los cuatro años de pena privativa de la libertad.
Ello implica, un análisis preliminar de la pena concreta que habría de imponerse al procesado si fuere
el caso, no solo a partir de la pena básica o conminada por la ley penal, sino la que podría aplicársele
realmente, teniendo en cuenta los eventuales atenuantes y/o agravantes que hubieren, así como los
elementos personales señalados por los artículos 45 y 46 del Código Penal; y, iii) que el imputado, en
razón a sus antecedentes y otras circunstancias del caso particular permita colegir razonablemente que
tratará de eludir la acción de la justicia (peligro de fuga que implica la existencia de elementos concretos
que llevan a presumir el riesgo muy probable de que el imputado pretenderá sustraerse al proceso penal,
a la acción de la justicia y a su responsabilidad) o de obstaculizar la averiguación de la verdad (peligro
de obstaculización que se entiende como la posibilidad real y objetiva de que el imputado interfiera,
dificulte, entorpezca, ponga trabas, imposibilite o trate de imposibilitar el desarrollo de las diligencias
n o m o s & th e sis
529 SECCIÓN III: MEDIDAS DE COERCIÓN PROCESAL Art. 268
o actos de investigación. De tal modo, que su permanencia en libertad constituya un peligro para la
investigación, pues existen indicadores de riesgo razonable de ello), lo cual se conoce como la existencia
de peligro procesal (fiericulum in mora). 6.11. Que, en relación al peligro de fuga, que es uno de los
aspectos medulares para la imposición de la medida coercitiva de naturaleza personal como lo es la
prisión preventiva, el Código Procesal Penal en su artículo doscientos sesenta y nueve ha precisado los
indicadores a tener en consideración para establecer los casos en que se materializa tal circunstancia;
así, menciona: i) la gravedad de la pena establecida por ley, pero esta vez en relación a que una pena
mayor significa un más alto riesgo de fuga o sustracción del imputado al proceso; ii) la existencia o no
de arraigo de parte del imputado, (entendida como asentamiento familiar, laboral, existencia!); iii) el
comportamiento del imputado durante el procedimiento o en otro proceso anterior; y, iv) la gravedad
del hecho cometido (elemento nuevo, introducido por modificatoria reciente del acotado Código, que
viene a reemplazar en forma mucho más clara y objetiva al anteriormente denominado: daño resar­
cible). 6.12. Que, en relación al riesgo razonable al que se alude como presupuesto para entender el
peligro de obstaculización debemos mencionar que este significa la probabilidad sustentable en hechos,
o antecedentes concretos, de conductas verificables que hubiera realizado el imputado en otros procesos
o en la misma investigación en curso. Por ello, este tipo de riesgo es relativamente, más difícil de eviden­
ciar o sustentar, según cada caso particular. (Cuaderno de detención domiciliaria con caución y prisión
preventiva N .° 01-2014 “3” [Caso Congresista Michael Urtecho], del 10-03-2014, considerandos 6.10
al 6.12. Sala Penal Especial. Texto completo: <bit.ly/2cmt6Xz>).

§ 1023. Imputación necesaria y las consecuencias para decidir la prisión preventiva: si los car­
gos no son concretos y no definen, desde las exigencias de imputación objetiva y subjetiva, todo
lo penalmente relevante, no pasará este presupuesto material de la prisión preventiva, por lo que
el efecto procesal será la desestimación de la medida coercitiva solicitada. Tercero. El encausado
BP en su recurso de casación [...] invoca cuatro motivos de casación: inobservancia de precepto consti­
tucional debido proceso y defensa procesal-, vulneración de precepto material (artículos 286, apartado
2 y 287, inciso 1 del Nuevo Código Procesal Penal), falta de logicidad y apartamiento de la doctrina
jurisprudencial -fallos del Tribunal Constitucional acerca del examen de la corrección jurídica del jui­
cio de imputación propuesto por el Fiscal-. La exigencia de doctrina jurisprudencial se circunscribe al
examen de la imputación necesaria y las consecuencias para decidir la prisión preventiva, al análisis
del juicio de intensidad o de gravedad de los elementos de convicción, y a la definición del momen­
to de exigencia del principio de imputación necesaria. Cuarto. En primer lugar, es menester señalar
que la denominada casación jurisprudencial está en función a las decisiones vinculantes, así declaradas
por las Altas Cortes de Justicia, pero no a fallos que, en todo caso, solo fijan una determinada línea
jurisprudencial -no es viable, por tanto, dicho motivo de casación-. En segundo lugar, es de acotar que
la casación sustantiva se refiere a la vulneración de normas materiales que definen el ámbito del injusto
penal de la conducta atribuida o las que regulan la medición de la sanción penal -no es admisible este
motivo de casación pues se denunció la violación de normas procesales-. En tercer lugar, ya existe un
cuerpo de doctrina jurisprudencial acerca de la prisión preventiva acerca del estándar de actos de in­
vestigación y/o de prueba {jumus delicti) -mera probabilidad delictiva o sospecha vehemente o indicios
razonables de criminalidad, nunca certeza-: y, en lo atinente a la imputación necesaria, su análisis se
corresponde con el principio de intervención indiciaría y, por tanto, con el jumus delicti -es evidente
que si los cargos no son concretos y no definen, desde las exigencias de imputación objetiva y subjetiva,
todo lo penalmente relevante, no pasará este primer presupuesto material de la prisión preventiva, por
lo que el efecto procesal será la desestimación de la medida coercitiva solicitada-. [...]. (Casación N .°
724-2015-Píura, calificación de casación del 15-04-2016, flf . jj. 3-4. Sala Penal Transitoria. Texto com­
pleto: cbit.ly/2WeFopo>).

§ 1024. La sóla versión de una persona involucrada en los hechos como investigada, no cumple
el estándar de sospecha vehemente (fundados y graves elementos de convicción). C uarto. [...] En
el presente caso se tiene que el Tribunal Superior examinó los dos presupuestos materiales de la prisión
preventiva -según la terminología de Roxin-, conforme al artículo 268 del Código Procesal Penal: (i)
♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL
Art. 268 LIBRO SEGUNDO: LA ACTIVIDAD PROCESAL 530

sospecha vehemente con respecto a la comisión del hecho punible por el imputado, y (ii) motivos de
prisión específicos (gravedad del delito atribuido y peligrosismo procesal: fuga o entorpecimiento).
Es de apuntar, respecto del primer presupuesto material -que dice del principio de intervención in­
diciaría- el estándar para la convicción judicial es el de sospecha vehemente en función a los medios
de investigación aportados por la Fiscalía (o, en un lenguaje antiguo: prueba semiplena que consiga
una probabilidad delictiva). Se citan no solo las declaraciones de un coimputado, sino también otras
testificales y prueba documental, todas en una misma dirección incriminatoria. Y, más allá de la grave­
dad del delito objeto del proceso penal, las lógicas de obstaculización de la actividad de investigación,
concretadas en los actos de presión a los testigos de los hechos para que adecúen su versión a la de los
involucrados principales, es un riesgo válido que exige su contención mediante esta medida. Es verdad
que la sola versión de una persona, asimismo involucrada en los hechos como investigada, no cumple
el estándar de sospecha vehemente (fundados y graves elementos de convicción), y que por lo general
se ha requerir otros datos que consoliden, en clave de probabilidad delictiva, los hechos penales impu­
tados; e, igualmente, en clave de proporcionalidad -más allá de la gravedad del delito semiplenamente
acreditado- se requieren datos concretos que revelen peligro de fuga o peligro de obstaculización, de los
que pueda inferirse razonablemente uno de los riesgos en mención. Nada de estas prevenciones legales
se destacan, como incumplidas, en el sub-lite a tenor de la lectura de la resolución impugnada. Por
consiguiente, no constan argumentos válidos para asumir competencia casacional excepcional, siempre
discrecional. (Casación N .° 506-2018-Lima, del 12-10-2018, £ j. 4. Sala Penal Permanente. Texto
completo: <bit.ly/2TUt4Jc>).
§ 1025. Cumplimiento de los presupuestos de la prisión preventiva. Sumilla: Se cumplen cabal­
mente los cinco presupuestos para la imposición de la prisión preventiva, esto es: i) fundados y graves
elementos de convicción de un delito y vinculación del imputado, iii) prognosis de la pena probable,
ni) peligro de fuga, iv) peligro de perturbación, y v) proporcionalidad de la medida. Justificándose la
detención de 18 meses de privación de libertad. (Apelación N .° 204-2018-3-Lima, Resolución N .° 3
del 17-01-2019, sumilla. Sala Penal Especial. Texto completo: <bit.ly/2WMrbAu>).
§ 1026. Presupuestos de la prisión preventiva. Magistrado que habría incurrido en delito de
tráfico de influencias. Vigésimo sétim o. En ese sentido la medida [de presión preventiva] resulta idó­
nea en tanto es legítima (pues es una facultad constitucionalmente reconocida del fiscal, de investigar,
perseguir y sancionar la comisión de delitos) y guarda relación con la gravedad de los hechos inves­
tigados. La medida cautelar solicitada, busca asegurar la presencia del imputado durante el curso de
la investigación, en el caso, vinculada con la presunta comisión de tráfico de influencias agravado, el
cual por su naturaleza afectan gravemente el correcto funcionamiento de la administración pública;
y por, la envergadura de su comisión, las altas sumas de dinero que solicitaba el denunciado, afecta­
rían la seguridad jurídica y el derecho constitucional de la tutela jurisdiccional efectiva; que habrían
afectado gravemente la imagen institucional, transparencia y objetividad del Ministerio Público y de
los fiscales que lo integran. Vigésimo octavo. La medida solicitada deviene en necesaria, toda vez que,
de conformidad con las normas legales invocadas, arts. 2, inciso 24) literales a) y b) de la Const. Pol.,
y los arts. 268 y siguientes del CPP, no existe otra medida cautelar personal a aplicar cuando se está
ante la presencia de presupuestos materiales detallados en el mencionado art. 268 del CPP, como son
los fundados y graves elementos de convicción para estimar razonablemente la comisión de los delitos
imputados, una sanción a imponerse superior a cuatro años de pena privativa de libertad, y la existen­
cia de circunstancias que permiten colegir razonablemente que el imputado va eludir la acción de la
justicia u obstaculizar la averiguación de la verdad, como se ha expuesto en los párrafos precedentes.
Vigésimo noveno. Doctrinariamente se aceptan dos presupuestos, la imputación ijumus boni inris), y
el riesgo de frustración y peligrosidad procesal {periculum in mora). También es importante observar la
regla de proporcionalidad. Esta proporcionalidad es un requerimiento asociado al ejercicio del poder;
radica en la manera específica de protección del proceso, en otras palabras, que incide de manera direc­
ta en el contenido de la medida a adoptarse en el proceso. Respecto a la proporcionalidad en sentido
estricto, la medida limitativa supera el examen de proporcionalidad estricta, pues por la naturaleza y

n o m o s & th e sis
531 SECCIÓN III: MEDIDAS DE COERCIÓN PROCESAL Art. 268
gravedad del delito incriminado, presuntamente cometido en la modalidad de tráfico de influencias
agravado tras solicitar y recibir altas cantidades de suma de dinero, resulta evidente la trascendencia
social de lo solicitado, haciéndose racional la lesión al derecho fundamental de libertad. (Expediente
N .° 00204-2018-3-5000 l-JS-PE-01-Lima, del 02-01-2019, ffi jj. 27 al 29. Juzgado Supremo de Inves­
tigación Preparatoria. Texto completo: <bit.ly/2Upbjmt>).
§ 1027. Audiencia de la prisión preventiva. Estructura y manejo de los tiempos. Véase la juris­
prudencia del artículo 271° del Nuevo Código Procesal Penal [§ 1127]. (Casación N .° 626-2013-Mo-
quegua, del 30-06-2015, ff. jj. 15-23. Sala Penal Permanente [EP, 27-02-2016, Jurisprudencia, Año
XXV, N .° 1005, pp. 7398-7406]. Texto completo: <bit.ly/2a9ot3N>).
§ 1028. El arraigo como presupuesto del peligro de fuga. La simple posibilidad o facilidad que
tiene el procesado para viajar al extranjero no implica peligro de fuga. Véase la jurisprudencia del
artículo 269° del Nuevo Código Procesal Penal [§ 1090]. (Casación N .° 631-2015-Arequipa, de 21­
12-2015, ff. jj. 4-7. Sala Penal Transitoria. Texto completo: <bit.ly/2FzDvM4>).
§ 1029. Las dilaciones maliciosas atribuibles al imputado o su defensa no se computan en
el plazo a imponer del impedimento de salida. Diferencias entre la medida de impedimento de
salida del país y la prisión preventiva. Véase la jurisprudencia del artículo 275° del Nuevo Código
Procesal Penal [§ 1182]. (AV. N .° 01-2014-30, del 12-04-2017, ff. jj. 5 al 13. Sala Penal Especial. Texto
completo: <bit.ly/2Ts9YtE>).
§ 1029a. Si en el curso de la audiencia de prisión preventiva, la Fiscalía desiste de su pedido,
esta se da por concluida definitivamente, no siendo posible en el mismo acto dar trámite a una
solicitud de terminación anticipada del proceso. Véase la jurisprudencia del artículo 468° del Nuevo
Código Procesal Penal [§ 1958]. (Casación N .° 1503-2017-Tumbes, del 05-02-2019, ff. jj. 2 al 5. Sala
Penal Permanente. Texto completo: <bit.ly/2SZIAXS>).

JURISPRUDENCIA DE LA SALA PENAL NACIONAL

§ 1030. La prisión preventiva: definición y presupuestos. 3.2. Que, la prisión preventiva es una
medida de coerción procesal de naturaleza personal que restringe la libertad individual de la persona,
en su manifestación de libertad ambulatoria, y que se encuentra regida, tal como enseña la doctrina,
por los principios de legalidad, variabilidad, instrumentalidad, proporcionalidad y excepcionalidad [...].
3.3. Que, el auto de prisión preventiva se debe dictar respetando los requisitos establecidos en el artí­
culo 268° del Código Procesal Penal del 2004, que en su tenor literal señala: [...] Estos “presupuestos
se deben presentar de manera conjunta siendo insuficiente la concurrencia de sólo uno de ellos. 3.4.
Que como lo ha dicho el Tribunal Constitucional en reiterada jurisprudencia, las causas que justifican el
dictado de una medida de detención se constituyen por: la presunción de que el acusado ha cometido
un delito (como factor sine qua non, pero en sí mismo insuficiente), el peligro de fuga, la posibilidad
de perturbación de la actividad probatoria (que pudiera manifestarse en la remoción de las fuentes de
prueba, colusión, presión sobre los testigos, entre otros supuestos), y el riesgo de comisión de nuevos
delitos’, enfatizando -para la permanencia o variación de la medida- que cada una de las razones que
permiten presumir la existencia del denominado peligro procesal, deben permanecer como amenazas
efectivas mientras dure la detención preventiva pues, en caso contrario, ésta, automáticamente, deviene
en ilegítima, y que el principal elemento a considerar por el Juez: “debe ser el peligro procesal que com­
porte que el procesado ejerza plenamente su libertad locomotora, en relación con el interés general de
la sociedad para reprimir conductas consideradas como reprochables jurídicamente. En particular, de
que el procesado no interferirá u obstaculizará la investigación judicial o evadirá la acción de la justicia.
[...]. 3.5. [...]. En ese sentido, tenemos que uno de los requisitos para dictar auto de prisión preventiva
es el fummus delicti comissi, que opera como conditio sine qua non, y está constituido por dos reglas, una
objetiva y otra subjetiva. La primera, referida a la existencia del delito imputado, de mayor exigencia
de constitución, y la segunda, consistente en un juicio de verosimilitud que permita entender que el
imputado ha cometido el hecho delictivo como autor o partícipe, con grandes dosis de probabilidad;

♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL


Art. 268 LIBRO SEGUNDO: LA ACTIVIDAD PROCESAL 532

no basta una mera sospecha, sino una prognosis de una condena con grandes posibilidades. Esto es, que
se acredite la existencia de suficientes elementos probatorios de la comisión de un delito que vincule al
imputado como autor o partícipe del mismo, entendiendo que si no concurre este requisito, se acudirá
a una medida cautelar personal alternativa que regule un fum us boni iuris menos exigente. (Exp. N .°
085-2014 [Caso Alfredo Crespo y otros], resolución del 01-08-2014, considerandos 3.2 al 3.5. Sala Penal
Nacional. Colegiado “F ” . Texto completo: <bit.ly/2c2SYK8>).
§ 1031. Aplicación del test de proporcionalidad al evaluar una la solicitud de una medida que
limite o restrinja derechos fundamentales. 7.9. [...] En el presente caso nos encontramos frente a una
contraposición de derechos constitucionales; por un lado, la finalidad buscada por el Ministerio Publico
como sería, el esclarecimiento de los hechos y la averiguación de la verdad; y por el otro lado, el derecho
a la libertad de locomoción del imputado en mención. En tal sentido, estando a lo desarrollado en el
fundamento 2.3.9. de la Casación N .° 147-2016-Lima [§ 1167], establece: “(...) el Juez como garante
de los derechos del ciudadano no puede afectarlos más allá de lo proporcional, teniendo en cuenta
los principios de adecuación, necesidad y proporcionalidad en sentido estricto, que la Casación N .°
626-2013-Moquegua [§ 1013], de la sala Penal permanente del 30 de junio del 2015, recogió como
fundamento de esta medida (...)” . Procederemos a desarrollar el test de proporcionalidad entre los po­
sibles derechos a afectar, que debe ser abordado de acuerdo al caso en concreto; de la siguiente manera:
a) Juicio de idoneidad; en el presente caso consideramos que la medida de impedimentos de salida del
país, contribuirá de forma más idónea para alcanzar la investigación y el proceso; toda vez que sólo a
través de ésta medida podrá evitarse que el imputado en algún momento ante posibles modificaciones
o variaciones de las circunstancias que motivaron la imposición de la comparecencia con restricciones
(como la sucedida en éste caso sólo respecto al primer presupuesto), mientras no se haya justificado vá­
lidamente la existencia del peligro de fuga y/u obstaculización (requisito indispensable para en éste caso
dictar prisión preventiva), pueda dicho investigado afectar o poner en riesgo razonable la indagación de
la verdad y/o el desenvolvimiento regular la investigación y el proceso, b) Juicio de necesidad; lo que
se debe evaluar en éste caso, es si la media a imponer en vía de acumulación (impedimento de salida del
país) configura una necesidad relevante. Así, tenemos que en el presente caso, al no haberse acreditado
debidamente la existencia del peligro procesal (fuga y obstaculización), a criterio de la suscrita no exis­
ten otros mecanismos igual de efectivos pero menos lesivos que pueda aplicarse al imputado FM; ante
el incremento de la suficiencia probatoria; ello a fin de neutralizar la posibilidad del peligro procesal,
c) Juicio de la proporcionalidad propiamente dicha; efectuando la ponderación entre el derecho a
la libertad de locomoción del imputado, y la protección de los bienes jurídicos presuntamente afecta­
dos con los delitos de Tráfico de Influencias y Lavado de Activos (La imparcialidad y objetividad en el
ejercicio de la función pública, la administración pública, el orden económico, la licitud de los bienes
que circulan en el mercado o la libre competencia, etc.); consideramos que en el presente caso, estando
al desenvolvimiento del proceso, a la naturaleza e identidad de los delitos imputados, al incremento
de la suficiencia probatoria respecto del investigado [...] en el presente proceso; efectuando la ponde­
ración correspondiente, a criterio de la suscrita optamos por la restricción a la libertad de locomoción
del citado investigado, a cambio de la finalidad del proceso, como es, alcanzar la averiguación de la
verdad como garantía de protección de los bienes jurídicos cautelados en los tipos penales imputados.
Con lo cual, se supera el principio constitucional de Proporcionalidad que debe contener toda medida
coercitiva como garantía del proceso, conforme a los establecido en el numeral 2 del artículo 253 del
CPP y la Casación N .° 626-2013-Moquegua [§ 1013]. (Exp. N .° 075-2017-23, del 13-12-2018,
£ 7.9. Tercer Juzgado de Investigación Preparatoria Nacional. Sala Penal Nacional. Texto completo:
<bit.ly/2EDIBZw>).
§ 1032. Para adoptar la prisión preventiva se exige un alto grado de probabilidad de convic­
ción sobre la ocurrencia de los hechos delictivos. 2.1.6. Debemos advertir que para adopción de la
prisión preventiva no se exige certeza sobre la imputación, sino un alto grado de probabilidad de la
ocurrencia de los hechos, mayor al requerido tanto para formular la acusación como para emitir el auto
de enjuiciamiento, y lógicamente la Disposición de Formalización y Continuación de la Investigación

nom os & íh e s is
533 SECCIÓN III: MEDIDAS DE COERCIÓN PROCESAL Art. 268
Preparatoria, lo cual debe sustentarse con toda la información oralizada y acopiada hasta ese momento.
He allí la razón de la expresión fundados y graves elementos de convicción, que debe constituirse sobre
cada uno de los elementos típicos del delito que se investiga. (Exp. N .° 350-2015-13, del 10-11­
2017, £ j. 2.1.6. Primera Sala Penal de Apelaciones Nacional. Sala Penal Nacional. Texto completo:
cbit.ly/2Wmr7 qD >).
§ 1033. Basta con la probabilidad de que un afectado adopte conductas dirigidas al o cui­
tamiento, dilapidación o transferencia de sus bienes para contemplar un peligro procesal. 17.
El recurrente alega, con relación a este requisito [peligro procesal], que no existe indicio alguno que
permite inferir que AE ha intentado, a lo largo del proceso, o está intentando actualmente transferir
u ocultar sus bienes para evitar que la Procuraduría Publica ad hoc pueda ver satisfecha su pretensión
indemnizatoria, en caso obtenga un fallo favorable. La Procuraduría Publica ad hoc, en audiencia, se ha
limitado a señalar que no existe forma de asegurar que estos actos no pueden ser realizados en el futuro,
lo cual cobra mayor riesgo al considerar la demora del proceso. 18. Frente a ello, el Colegiado considera
pertinente resaltar que, conforme al Acuerdo Plenario N .° 7-2011/CJ-l 16 [§ 1240], el riesgo procesal
“en lo civil, tiene una configuración objetiva: no se requiere necesariamente que se haya producido
cierto comportamiento del imputado, ni menos una intención de este de causar perjuicio al actor. El
peligro se materializa en las posibilidades del responsable civil, durante el tiempo del proceso, de que
se dedique a distraer, dilapidar u ocultar sus bienes, real o ficticiamente, para hacer impracticable así la
satisfacción de las consecuencias jurídico-económicas” . En atención a lo anterior, se concluye que basta
con la probabilidad de que un afectado adopte conductas dirigidas al ocultamiento, dilapidación o
transferencia de sus bienes. Consideramos que la posibilidad de que, en el presente caso, el investigado
adopte conductas destinadas a ocultar sus bienes, y el hecho de que la investigación tenga tres años no
la enerva: se debe comprender que el proceso penal es progresivo, y conforme se desarrolla, el imputado
puede adoptar diferentes actitudes, y en el presente caso, ya se ha efectuado el requerimiento de acusa­
ción fiscal. Por ello, su conducta durante la fase de investigación no constituye un indicador indubitable
de la conducta que pueda desplegar conforme se desarrollan la fase intermedia y un eventual juicio
oral. 19. Además, debe anotarse que la pretensión civil, vinculada al daño patrimonial que se habría
generado al Estado, supera el monto correspondiente a los bienes embargados. Al no haberse acreditado
más bienes del imputado, el riesgo de que adopte conductas con la finalidad de ocultarlo o transferirlo
es mayor. En tal sentido, considerando que existe esta posibilidad de ocultamiento o uso indebido de
los bienes, es necesaria una medida que garantice la efectividad de un eventual fallo que otorgue una
reparación civil al Estado, sin afectar la capacidad de uso y disfrute que el imputado ejerce sobre sus
bienes. (Exp. N .° 00031-2017-2-520l-JR-PE-02, del 21-03-2018, íf. jj. 17 al 19. Sala Penal Nacional
de Apelaciones. Sala Penal Nacional. Texto completo: <bit.ly/20muxGV>).
§ 1034. Una organización criminal puede operar a través de un partido político, sin que esto
signifique que la totalidad del partido político conforme una organización criminal. Pertenecer a
una organización criminal aumenta el peligro de fuga y de obstaculización. Véase la jurisprudencia
del artículo 269° del Nuevo Código Procesal Penal [§ 1093] . (Expediente N .° 00249-2015-23-5001-JR-
PE-01-Lima, deí 03-08-2017, f. j. 7. Segunda Sala Penal de Apelaciones. Sala Penal Nacional. Texto
completo: <bit.ly/2UrjZsD>).

JURISPRUDENCIA DE LAS CORTES SUPERIORES

§ 1035. El hecho que la Corte Suprema haya determinado que una solicitud de extradición se
encuentra incompleta, no determina que no se cumpla el primer requisito para decretar la prisión
preventiva (fundados y graves elementos de convicción de la comisión del delito vinculado al
imputado). 17. El hecho que la Corte Suprema haya determinado que la solicitud de extradición de
encuentra incompleta, no puede determinarse automáticamente -como lo sostiene la defensa del extra-
ditable B. no se cumple el primer requisito para decretar la prisión preventiva regulado en el artículo
268 del Código Procesal Penal, esto es, que existan fundados y graves elementos de convicción para
estimar razonablemente la comisión de un delito que vincule al imputado, pues la Sala Penal Suprema

♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL


Art. 268 LIBRO SEGUNDO: LA ACTIVIDAD PROCESAL 534

en ningún momento ha desechado la tesis de imputación del Fiscal, no ha precisado que no existen
elementos que involucren al citado extraditable en la comisión de los delitos que se le atribuye -porque
de lo contrario, como ya se indicó, se hubiera declarado improcedente la solicitud de extradición-. En
tal sentido, al subsistir la imputación realizada por la Fiscalía de los Estados Unidos, el suscrito estima
que el hecho que se solicite la subsanación no puede determinarse que no se cumplen los elementos
del apartado a) del artículo 268.1 del Código Adjetivo, puesto que desde que se emitió la medida
cautelar [...] no se han presentado nuevos elementos de convicción que demuestren que no concurren
los motivos que determinaron su imposición, pues la resolución de la Sala Penal Suprema no puede
vincular al Juez a tomar decisión sobre una medida coercitiva personal -como sí lo hace en cuanto al
procedimiento que ordena para que se subsanen las omisiones advertidas-, pues la cesación de la prisión
preventiva debe ser valorado en base a los presupuestos del artículo 283° del Código Adjetivo. La de­
cisión de la Sala Suprema no puede ser considerada como nuevo elemento de convicción que viabilice
la variación de la detención preventiva con fines de extradición de B., porque -como ya se indicó- no
desecha o deja sin efecto la tesis de la fiscalía de Estados Unidos, por lo que en esas circunstancias no
puede ser valorado como nuevo elemento de convicción. Desde la imposición de la medida de prisión
preventiva [...] el suscrito no advierte que hayan surgido elementos que puedan contradecir o desvirtuar
los motivos por los cuales se le impuso tal medida coercitiva personal, incluso el abogado de la defensa
no interpuso recurso impugnatorio alguno contra el mandato de prisión preventiva, como sí lo hizo
contra la resolución de fecha 27 de enero de 2016 [...], pero después se desistió del recurso de apelación
conforme se desprende de la resolución de fecha 8 de marzo de 2016. (Exp. N .° 17004-2013 (409­
2015), del 23-03-2016, f. j. 17. Sétimo Juzgado Penal de Lima. Corte Superior de Justicia de Lima.
Texto completo: <bit.ly/2HeDxgy>).

§ 1036. L a medida de prisión preventiva tiene carácter de medida cautelar. Para su aplicación
esta medida tiene como requisitos intrínsecos que sea idónea, necesaria y proporcional. Tercero.
Análisis del caso. 3.1. La medida de prisión preventiva que se dicta con anterioridad a la sentencia conde­
natoria es en esencia una medida cautelar. No se trata de una sanción punitiva. Por lo que, su validez de­
pende de la existencia de motivos razonables o proporcionales que la justifiquen, por ello la prisión pre­
ventiva debe reunir, además de la verosimilitud y sospecha, tres requisitos intrínsecos: i) que sirva, vale
decir, que sea eficaz e idónea; ii) que no exista otra forma de lograr los mismos resultados, esto es, que
sea eficiente y necesaria y iii) que el beneficio sea mayor que los perjuicios causados a los imputados, esto
es, que sea proporcional y dentro de estos lincamientos debe considerarse que la prisión preventiva no
debe ser automática, debe ser útil para garantizar los fines que la Constitución y la Ley consideren ade­
cuados a la disponibilidad de los imputados o evitar la frustración de la investigación. 3 . 2 . La libertad
personal como derecho subjetivo reconocido en el inciso 24) del artículo 2o de la Constitución Política
del Estado constituye uno de los valores fundamentales de nuestro Estado Constitucional de Derecho.
Precisando que no es un derecho absoluto, pues la detención es una de las formas constitucionales de
garantizar que el procesado comparezca a las diligencias judiciales, para que se cumpla con la finalidad
del proceso. 3.3. El artículo 268° del Nuevo Código Procesal Penal, modificado por Ley 30076, esta­
blece taxativamente los presupuestos materiales para el dictado del mandato de prisión preventiva: a)
que existan fundados y graves elementos de convicción, para estimar razonablemente la comisión de un
delito que vinculen al imputado como autor o partícipe del mismo, b) que la sanción a imponerse sea
superior a cuatro años de pena privativa de libertad, y, c) que el imputado en razón de sus antecedentes
y otras circunstancias del caso particular, permita colegir razonablemente que tratará de eludir la acción
de la justicia (peligro de fuga), u obstaculizar la averiguación de la verdad (peligro de obstaculización).
Asimismo se debe tener en cuenta la Casación N .° 626-2013 (Moquegua) [§ 1013] publicada con
fecha 27 de febrero del 2016 que establece como cuarto y quinto requisito a tener en cuenta: a) Pro­
porcionalidad de la medida y b) La duración de la medida. (Exp. N .° 04815-2018-0-3202-JR-PE-03,
del 09-06-2018, ff. jj. 3.1 al 3.3. Tercer Juzgado Penal Transitorio de Ate. Corte Superior de Justicia de
Lima Este. Texto completo: <bit.ly/2T6qBuI>).
n o m o s & th e sis
535 SECCIÓN III: MEDIDAS DE COERCIÓN PROCESAL Art. 268
§ 1037. La prisión preventiva como medida extraordinaria limitativa de la libertad, fundamen­
tos, alcances y requisitos. 3.1. La libertad es uno de los derechos fundamentales en los que se basa
el Estado de Derecho, por ello no es cuestionable su importancia y preferencia dentro de un sistema
jurídico. Sin embargo, existen casos en los que esta tiene que retroceder frente a otros intereses o bienes
jurídicamente protegidos; de ahí que se diga que el derecho a la libertad no tiene carácter absoluto,
puede ser limitada dentro del proceso penal a efectos de asegurar la presencia del imputado durante la
celebración del proceso penal para garantizar: a) el desarrollo del proceso declarativo, evitando el peligro
de ocultación o alteración de las fuentes, medios de prueba, y b) la ejecución de la futura y eventual
pena o medida a imponer, para lo que se hace necesario evitar el peligro de fuga. 3.2. En esa perspectiva
el artículo 268 del Código Procesal Penal ha previsto los presupuestos materiales, cuando dice: “El
juez, a solicitud del Ministerio Público, podrá dictar prisión preventiva, si atendiendo a los primeros
recaudos sea posible determinar la concurrencia de los siguientes presupuestos: a) Que existan fundados
y graves elementos de convicción para estimar razonablemente la comisión de un delito que vincule al
imputado como autor o partícipe del mismo, b) Que la sanción a imponerse sea superior a cuatro años
de pena privativa de libertad; y c) Que el imputado, en razón a sus antecedentes y otras circunstancias
del caso particular, permite colegir razonablemente que tratará de eludir la acción de la justicia (peligro
de fuga) u obstaculizar la averiguación de la verdad (peligro de obstaculización). 3.3. Sobre el peligro de
fuga, el artículo 269° ha dicho: Para calificar el peligro de fuga, el juez tendrá en cuenta: 1. El arraigo
en el país del imputado, determinado por el domicilio, residencia habitual, asiento de familia y de sus
negocios o trabajo y las facilidades para abandonar definitivamente el país o permanecer oculto. 2. La
gravedad de la pena que se espera como resultado del procedimiento. 3. La magnitud del daño causado
y la ausencia de una actitud voluntaria del imputado para repararlo. 4. El comportamiento del impu­
tado durante el procedimiento o en otro procedimiento anterior; y 5. La pertenencia del imputado a
una organización criminal o su reintegración a las mismas. 3.4. Respecto al peligro de obstaculización
el artículo 270 señala: Para calificar el peligro de obstaculización se tendrá en cuenta el riesgo razonable
de que el imputado: 1. Destruirá, modificará, ocultará, suprimirá, o falsificará elementos de prueba,
2. Influirá p ara que coimputados, testigos o peritos informen falsamente o se comporten de manera
desleal o reticente. 3. Inducirá a otros a realizar tales comportamientos. 3.5. Sobre los fundados y gra­
ves elementos de convicción, además de lo expuesto líneas arriba, diremos que es necesario que exista
un grado de confirmación sobre la realidad del delito y la vinculación del imputado, debe acreditarse
mediante datos objetivos obtenidos preliminarmente y/o propiamente de investigación que cada uno
de los aspectos de la imputación tenga una probabilidad de ser cierta. Sobre los actos de investigación se
debe realizar un análisis de suficiencia similar al que se hace en la etapa intermedia del proceso penal, se
deben evaluar individualmente y en conjunto, extrayendo su fiabilidad y aporte, a efectos de concluir si
es que la probabilidad sobre el hecho es positiva. 3.6. Sobre la prognosis de pena, implica un análisis so­
bre la posible pena a imponer, no con la pena legal fijada, sino con una valoración transversalmente con
el principio de lesividad y proporcionalidad y/o de las diversas circunstancias, causas de disminución o
agravación de la punición, fórmulas de derecho penal premial, que podrían influir sobre la determina­
ción de la pena final, que no necesariamente va a ser la pena máxima fijada por ley. 3.7. Sobre el peligro
procesal, se ha dicho que es el elemento más importante de esta medida y la razón por la que se dicta,
comprende dos variantes: peligro de fuga y de obstaculización de la actividad probatoria para cuyo
efecto se deberán tener en cuenta una serie de criterios no taxativos que están contenidos en la norma
procesal penal, no se presume sino que debe realizársela verificación en cada caso concreto, fundado en
cuestiones objetivas y ciertas (Exp. N .° 00435-2019-1, del 29-01-2019, ff. jj. 3.1 al 3.7. Tercera Sala
Penal de Apelaciones. Corte Superior de Justicia de Lima. Texto completo: <bit.ly/2Ve5ZCt>).

§ 1038. Control de oficio de la legitimidad de la medida de prisión preventiva. Si se impugna la


resolución que decidió dictar prisión preventiva, se entiende que implícitamente tampoco se está
de acuerdo con el plazo emitido. La Sala puede reformular el plazo dictado a pesar de no haber
sido solicitado expresamente por el recurrente. Véase la jurisprudencia del artículo 416° del Nuevo
Código Procesal Penal [§ 1710]. (Exp. N .° 02544-2018-60-070l-JR-PE-01, del 07-09-2018, ff. jj.
♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL
Art. 268 LIBRO SEGUNDO: LA ACTIVIDAD PROCESAL 536

21 al 23. Primera Sala Penal de Apelaciones. Corte Superior de Justicia del Callao. Texto completo:
<bit.ly/2Jpkmmb>).
§ 1039. Haciendo una interpretación de la normativa penal aplicable, es posible aumentar
el plazo de prisión preventiva a más de 36 meses, previo estricto cumplimiento de las exigencias
procesales requeridas. Véase la jurisprudencia del artículo 274° del Nuevo Código Procesal Penal [§
1173]. (Exp. N .° 00044-2015-82-520 l-JR-PE-03, del 15-05-2017, ff. jj. 4.2.12 al 4.2.17. Sala Penal
Nacional de Apelaciones Especializada en Delitos de Corrupción de Funcionarios. Texto completo:
<bit.ly/2WcpJ qt>).

JURISPRUDENCIA DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL

§ 1040. Razonabilidad o irrazonabilidad de la duración de la prisión preventiva. 14. Como


resulta evidente, no es posible que en abstracto se establezca un único plazo a partir del cual la
prisión provisional pueda reputarse como irrazonable. Ello implicaría asignar a los procesos penales
una uniformidad objetiva e incontrovertida, supuesto que es precisamente ajeno a la grave y deli­
cada tarea que conlleva merituar la eventual responsabilidad penal de cada uno de los individuos
acusados de la comisión de un ilícito. 15. Este criterio es compartido, por ejemplo, por el Tribunal
Europeo de Derechos Humanos (T ED H ), al referir que “el plazo razonable [...] no puede traducirse
en un número fijo de días, semanas, meses o años, o en varios períodos dependiendo de la gravedad
del delito” (Caso Stogmuller. Sentencia del 10 de noviembre de 1969, párrafo 4). 16. En tal sentido,
para determinar si dicha razonabilidad ha sido rebasada, es preciso atenerse a las específicas circuns­
tancias de cada caso concreto. 17. Sin embargo, la imposibilidad de establecer un plazo único e
inequívoco para evaluar la razonabilidad o irrazonabilidad de la duración de la prisión preventiva,
no impide el establecimiento de criterios o pautas que, aplicadas a cada situación específica, per­
mitan al juez constitucional determinar la afectación del derecho constitucional a no ser privado
de la libertad preventivamente más allá del tiempo razonablemente necesario. [...] (Exp. N .° 2915-
2004-H C /T C [caso Federico Tiberio Berrocal Prudencio], del 23-11-2004 [Web: 25-11-2004], ff. jj.
14-17. Texto completo: <bit.ly/2YgjVOy>).
§ 1041. Características de la motivación para la detención judicial preventiva. 15. Dos son
las características que debe tener la motivación de la detención judicial preventiva. En primer lugar,
tiene que ser suficiente, esto es, debe expresar, por sí misma, las condiciones de hecho y de derecho
que sirven para dictarla o mantenerla. En segundo lugar, debe ser razonada, es decir que en ella se
observe la ponderación judicial en tomo a la concurrencia de los aspectos que justifican la adopción
de la medida cautelar, pues de otra forma no podría evaluarse si es arbitraria o injustificada. (Exp. N .°
01084-2005-PI/TC, del 17-03-2005 [Web: 05-01-2006 / EP: 20-01-2006], f. j. 15. Texto completo:
<bit.ly/2TG0£2V>).
§ 1042. Las medidas de restricción de la libertad personal en el curso del proceso penal no im­
portan un prejuzgamiento de la responsabilidad penal. 4. [...] [La] restricción de la libertad personal
en el curso de un proceso penal se justifica para garantizar la sujeción del imputado y para que en su
momento pueda hacerse efectiva una posible sentencia condenatoria, queda descartada la posibilidad
de que los jueces incurran en un prejuzgamiento de la responsabilidad penal, tal como la actora alega
que ha sucedido en su caso, afirmación que no se condice con el propósito de las medidas de coerción
cautelares, cual es el cumplir sólo una función de aseguramiento; dado que la determinación de su res­
ponsabilidad penal será el corolario de la etapa de juzgamiento, con lo cual queda incólume también su
derecho constitucional a la presunción de inocencia. (Exp. N .° 1730-2002-HC/TC, del 08-08-2002
[Web: 10-12-2002], f. j. 4. Texto completo: <bit.ly/2uxuY8q>).
§ 1043. La judicatura constitucional no es competente para determinar la configuración de
cada presupuesto legal que legitima la adopción de la prisión preventiva, pero sí del hecho que
estos presupuestos se den de manera simultánea, de manera subsidiaria y razonable. 9. El artí­
culo 268 del Código Procesal Penal (D. Leg. 957, modificado por la Ley 30076), aplicable al caso
n o m o s & th e sis
537 SECCIÓN III: MEDIDAS DE COERCIÓN PROCESAL Art. 268
penal de autos, establece que para el dictado de la medida cautelar de la prisión preventiva es necesaria
la concurrencia de tres presupuestos: a) que existan fundados y graves elementos de convicción para
estimar razonablemente la comisión de un delito que vincule al imputado como autor o partícipe de
este; b) que la sanción a imponer sea superior a cuatro años de pena privativa de libertad; y c) que los
antecedentes del imputado, y otras circunstancias del caso particular, permitan colegir razonablemente
que tratará de eludir la acción de la justicia (peligro de fuga) u obstaculizar la averiguación de la verdad
(peligro de obstaculización). Al respecto, el Tribunal Constitucional ha señalado en la sentencia recaída
en el Expediente 109T2002-H C/TC [§ 1046], que la judicatura constitucional no es competente
para determinar la configuración de cada presupuesto legal que legitima la adopción de la detención
judicial preventiva, lo cual es tarea que le concierne a la judicatura penal ordinaria. Sin embargo, sí es
su atribución verificar si estos presupuestos concurren de manera simultánea y que su imposición sea
acorde a los fines y el carácter subsidiario y proporcional de dicha institución, lo que debe estar motiva­
do en la resolución judicial que la decreta. 10. La motivación respecto de los elementos de convicción
que estimen razonablemente la comisión de un delito que vincule al imputado implica que el juzgador
explicite la relación indiciaría de aquel o aquellos medios probatorios que relacionen de manera pre­
liminar al procesado con el hecho imputado. La motivación en cuanto a la pena a imponer concierne
a la argumentación de que probablemente aquella será superior a cuatro años de pena privativa de la
libertad, lo cual importa al delito o los delitos imputados y la pena prevista por el Código Penal. 11.
El peligro procesal al cual se refiere el literal c de la norma de la prisión preventiva, está representado
por el peligro de fuga del procesado y el peligro de obstaculización del proceso por parte del procesado
(cfr. artículos 269 y 270 del Código Procesal Penal), a. El primer supuesto del peligro procesal (peligro
de fuga) está determinado a partir del análisis de una serie de circunstancias que pueden tener lugar
antes o durante el desarrollo del proceso penal, y que se encuentran relacionadas, entre otras cosas, con
el arraigo domiciliario, familiar y laboral del actor; la gravedad de la pena que se espera como resulta­
do del procedimiento; el comportamiento del imputado durante el procedimiento o en otro anterior
relacionado con su voluntad de someterse a la persecución penal; y la pertenencia del imputado a una
organización criminal o su reintegración a esta. Estos aspectos crean juicio de convicción en el juzgador
en cuanto a la sujeción del actor al proceso y a que este no eludirá la acción de la justicia (cfr. artículo
269 del Código Procesal Penal), b. El segundo supuesto del peligro procesal (peligro de la obstaculiza­
ción del proceso) se encuentra vinculado a la injerencia del procesado en libertad ambulatoria respecto
del trámite y resultado del proceso, lo que puede manifestarse en el riesgo razonable de que el imputado
actúe o influya en el ocultamiento, destrucción, alteración o falsificación de los elementos de prueba,
así como influya sobre sus coprocesados, las partes o peritos del caso a fin de un equívoco resultado del
proceso penal. Estos aspectos relacionados con la obstaculización del proceso deben ser apreciados por
el juzgador en cada caso concreto, toda vez que, de determinarse indicios fundados de su concurrencia,
a efectos de la imposición de la medida de la prisión preventiva, será menester una especial motivación
que la justifique. 12. En este sentido, cabe precisar que la judicatura constitucional no determina ni
valora los elementos de convicción que vinculan al procesado con el hecho imputado, o de aquellos que
configuran el peligro procesal, sino verifica que su motivación resulte mínimamente suficiente a efectos
de validar la imposición de la medida cautelar de la libertad personal, pues una eventual ausencia de
motivación de alguno de los presupuestos procesales contenidos en el artículo 268 del Código Procesal
Penal convierte a la prisión preventiva en arbitraria y, por tanto, vulneratoria del derecho de la motiva­
ción de las resoluciones judiciales establecido en el artículo 139, numeral 3, de la Constitución. (Exp.
N .° 00349-2017-PHC/TC, del 21-04-2017 [Web: 15-11-2017 / EP: 04-01-2018], ff. jj. 9 al 12. Texto
completo: <bit.ly/2HFU250>).

§ 1044. L a prisión preventiva debe ser una pedida provisional que puede variar si se altera al­
gún estado sustancial de los presupuestos fácticos. 3. [...] [La] detención judicial preventiva [prisión
preventiva] debe ser una medida provisional; es decir, que su mantenimiento sólo debe persistir en tanto
no desaparezcan las razones objetivas que sirvieron para su dictado. En efecto, las medidas coercitivas,
además de ser provisionales, se encuentran sometidas a la cláusula rebus sic stantibus; es decir, que su
permanencia o modificación, a lo largo del proceso, estará siempre en función de la estabilidad o el
♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL
Art. 268 LIBRO SEGUNDO: LA ACTIVIDAD PROCESAL 538

cambio de los presupuestos que posibilitaron su adopción inicial, por lo que es plenamente posible que,
alterado el estado sustancial de los presupuestos fácticos respecto de los cuales se adoptó la medida, la
misma sea variada. En tal sentido, el desvanecimiento de uno de los presupuestos necesarios para dictar
el mandato de detención, como lo es el fum us boni iuris permite variar la detención impuesta. (Exp. N .°
2434-2004-H C/TC, del 04-10-2004 [Web: 26-10-2005], £ j. 3. Texto completo: <bit.ly/2CRAIhN>).

§ 1045. Restricción de derechos como medida excepcional. Véase la jurisprudencia del artículo
253° del Nuevo Código Procesal Penal [§ 940]. (Exp. N .° 1091-2002-HC/TC [caso Vicente Ignacio
Silva Checa], del 12-08-2002 [Web: 16-08-2002], £ j. 7 . Texto completo: <bit.ly/2TTXz6X>).

§ 1046. La detención judicial preventiva debe considerarse como una medida subsidiaria, pro­
visional y proporcional. 11. Por otro lado, en atención a la incidencia que tiene en la libertad física de
una persona a la que se presume inocente, sólo cabe apelar a ella, ya para adoptarla, ya para mantenerla.
Ello significa que su aplicación no debe ser la medida normal u ordinaria, sino que sólo puede dictarse
en casos particularmente graves y siempre que sea estrictamente necesaria para los fines que se persigue
con el proceso penal. En ese sentido, la regla general debe ser que los procesados, de quienes se presu­
me su inocencia, deben disfrutar del ejercicio de la libertad física, mientras que su privación sólo debe
decretarse en aquellos casos en los que se ponga en riesgo el éxito del proceso penal, ya sea porque se
pretende obstaculizar la actividad probatoria, ya porque se pretende evadir la aplicación de la pena. [...]
12. Del mismo modo, aparte de tratarse de una medida excepcional, el principio favor libertatis impone
que la detención judicial preventiva tenga que considerarse como una medida subsidiaria, provisional
y proporcional, esto es, cuyo dictado obedezca a la necesidad de proteger fines constitucionalmente
legítimos que la puedan justificar. El carácter de medida subsidiaria impone que, antes de que se dicte,
el juez deba considerar si idéntico propósito al que se persigue con el dictado de la detención judicial
preventiva, se puede conseguir aplicando otras medidas cautelares no tan restrictivas de la libertad lo­
comotora del procesado. Por tanto, el Tribunal Constitucional declara que la existencia e idoneidad de
otras medidas cautelares para conseguir un fin constitucionalmente valioso, deslegitima e invalida que
se dicte o mantenga la medida cautelar de la detención judicial preventiva. (Exp. N .° 1091-2002-HC/
T C [caso Vicente Ignacio Silva Checa[, del 12-08-2002 [Web: 16-08-2002], f£ jj. 11-12. Texto comple­
to: cbit.ly/2TTXz6X>).
§ 1047. Peligrosismo procesal: peligro de fuga y peligro de obstaculización. 6. El peligro pro­
cesal está representado por el peligro de fuga y el peligro de obstaculización del proceso por parte del
procesado. El primer supuesto del peligro procesal (el de fuga) se determina a partir del análisis de una
serie de circunstancias que pueden tener lugar antes o durante el desarrollo del proceso penal y que se
encuentran relacionadas, entre otros, con el arraigo domiciliario, familiar y laboral del actor en la loca­
lidad del órgano judicial que lo procesa, aspectos que crean juicio de convicción al juzgador en cuanto
a la sujeción del actor al proceso. El segundo supuesto del peligro procesal (el de la obstaculización
del proceso) se encuentra vinculado a la injerencia del procesado en libertad ambulatoria respecto del
resultado del proceso, pudiendo ello manifestarse con la influencia directa del actor en la alteración,
ocultamiento o desaparición de los medios probatorios, en la conducta de las partes o peritos del caso
que incida en el juzgador a efectos de un equívoco resultado del proceso e incluso que de manera in­
directa o externa el procesado en libertad pueda perturbar el resultado del proceso penal, aspectos de
obstaculización del proceso que el juzgador debe apreciar en cada caso en concreto, ya que de contar
indicios fundados de su concurrencia deberá ser merecedor de una especial motivación que la justifique.
La justicia constitucional no determina ni valora los elementos que dan lugar al peligro procesal del
caso, sino que verifica que su motivación resulte mínimamente suficiente a efectos de la concurrencia
de los presupuestos procesales que validan la imposición de medida cautelar de la libertad personal,
puesto que -en lo que al caso de autos respecta- debe tenerse en cuenta que la ausencia de motivación
en referencia a la obstaculización del proceso o de la eventual sustracción del actor a l proceso convertiría a
la imposición de la medida cautelar de la libertad personal (llámese prisión preventiva o mandato de
detención provisional) en arbitraria y, por tanto, vulneratoria de lo establecido por la Constitución
n o m o s & th e s is
539 SECCIÓN III: MEDIDAS DE COERCIÓN PROCESAL Art. 268
(artículo 139°, numeral 3). (Exp. N .° 01555-2012-PHC/TC [caso M ikhail Vladimir Morales Vargas],
del 19-03-2013 [Web: 11-04-2013], £ j. 6. Texto completo: <bit.ly/2uqaGxv>).

§ 1048. Peligrosidad procesal se debe determinar con un análisis de circunstancias que pueden
tener lugar antes o durante el desarrollo del proceso. 7. La existencia o no del peligro procesal debe
determinarse a partir del análisis de una serie de circunstancias que pueden tener lugar antes o durante
el desarrollo del proceso, y que están ligadas, fundamentalmente, a las actitudes y valores morales del
procesado, su ocupación, sus bienes, sus vínculos familiares y todo otro factor que permita concluir, con
un alto grado de objetividad, que la libertad del inculpado, previa a la determinación de su eventual res­
ponsabilidad, pone en serio riesgo el correcto desenvolvimiento de la labor de investigación y la eficacia
del proceso. La ausencia de un criterio razonable en torno a la perturbación de la investigación judicial o
a la evasión de la justicia por parte del procesado, terminan convirtiendo la orden de detención judicial
preventiva o, en su caso, su mantenimiento, en arbitrarios, por no encontrarse razonablemente justi­
ficados. (Exp. N .° 0020-2004-HC/TC, del 09-02-2004 [Web: 31-05-2004], £ j. 7. Texto completo:
<bit.ly/2FHcHMp>).

§ 1049. Peligro procesal. 15. Desde este punto de vista, el principal elemento a considerarse con
el dictado de esta medida cautelar debe ser el peligro procesal que comporte que el procesado ejerza
plenamente su libertad locomotora, en relación con el interés general de la sociedad para reprimir con­
ductas consideradas como reprochables jurídicamente. En particular, de que el procesado no interferirá
u obstaculizará la investigación judicial o evadirá la acción de la justicia. Tales fines deben ser evaluados
en conexión con distintos elementos que antes y durante el desarrollo del proceso puedan presentarse y,
en forma significativa, con los valores morales del procesado, su ocupación, bienes que posee, vínculos
familiares y otros que, razonablemente, le impidan ocultarse o salir del país o sustraerse a una posible
sentencia prolongada. La inexistencia de un indicio razonable en torno a la perturbación de la investi­
gación judicial o a la evasión de la justicia por parte del procesado, terminan convirtiendo el dictado o
el mantenimiento de la detención judicial preventiva en arbitraria, por no encontrarse razonablemente
justificada. (Exp. N .° 1091-2002-HC/TC [caso Vicente Ignacio Silva Checa], del 12-08-2002 [Web:
16-08-2002], f. j. 15. Texto completo: <bit.ly/2TTXz6X>).

§ 1050. Determinación del peligro procesal. 7. La existencia de peligro procesal debe determinar­
se a partir del análisis de una serie de circunstancias que pueden tener lugar antes o durante el desarrollo
del proceso y que están ligadas, fundamentalmente, con las actitudes y valores morales del procesado, su
ocupación, sus bienes, sus vínculos familiares y todo otro factor que permita concluir, con un alto grado
de objetividad, que la libertad del inculpado, previa a la determinación de su eventual responsabilidad,
pone en serio riesgo el correcto desenvolvimiento de la labor de investigación y la eficacia del proceso.
La ausencia de un criterio razonable en torno a la perturbación de la investigación judicial o a la evasión
de la justicia por parte del procesado, terminarían convirtiendo el dictado de la detención judicial pre­
ventiva o, en su caso, su mantenimiento, en arbitrario, por no encontrarse razonablemente justificado.
(Exp. N .° 1634-2003-HC/TC [caso Wilmer Reyes Tejedd\, del 12-08-2003 [Web: 18-09-2003], £ j. 7.
Texto completo: <bit.ly/2Q3Fj5X>).

§ 1057. Circunstancias a analizar para determinar la existencia o no de peligro procesal. 9. La


existencia o no del peligro procesal debe determinarse a partir del análisis de una serie de circunstancias
que pueden tener lugar antes o durante el desarrollo del proceso y que están ligadas, fundamentalmente,
a las actitudes y valores morales del procesado, su ocupación, sus bienes, sus vínculos familiares y cual­
quier otro factor que permita concluir, con un alto grado de objetividad, que la libertad del inculpado,
previa a la determinación de su eventual responsabilidad, pone en serio riesgo el correcto desenvolvi­
miento de la labor de investigación y la eficacia del proceso. La ausencia de un criterio razonable en
torno a la perturbación de la investigación judicial o a la evasión de la justicia por parte del procesado,
terminan convirtiendo el dictado de la detención judicial preventiva o, en su caso, su mantenimiento,
en arbitrario por no encontrarse razonablemente justificado. (Exp. N .° 2194-2005-PHC/TC [caso
♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL
Art. 268 LIBRO SEGUNDO: LA ACTIVIDAD PROCESAL 540

M anuel Coronel Cieza], del 16-01-2006 [Web: 11-10-2006 / EP, 17-05-2006], f. j. 9. Texto completo:
<bit.ly/2u9rGuJ>).
§ 1058. La conducta renuente para las actuaciones y/o requerimientos de la autoridad puede
configurar el peligro procesal. 9. [...] [La] falta de arraigo familiar y la renuencia de las procesadas a
concurrir a las citaciones en el marco de la investigación preliminar, que se sustenta en las resolucio­
nes materia de examen constitucional, comportan elementos razonables de la concurrencia del peligro
procesal que el juzgador penal del caso sub materia ha considerado como constitutivo de la medida
impuesta, por lo que las resoluciones judiciales cuestionadas resultan válidas en los términos de la Cons­
titución. A mayor abundamiento, “(...) si desde el inicio de la investigación penal a nivel preliminar
el inculpado muestra una conducta renuente a la sujeción de las actuaciones y/o requerimientos de la
autoridad competente en el marco de la investigación de un delito, puede concluirse la configuración
del peligro procesal, que valida la imposición de la medida coercitiva de la libertad personal” [Cfr. STC
06097-2009-PH C/TC]. (Exp. N .° 01413-2010-PHC/TC, del 31-05-2011 [Web: 21-06-2011 / EP:
23-07-2011], f. j. 9. Texto completo: <bit.ly/2FvJeDy>).
§ 1059. La prisión preventiva no puede fundamentarse únicamente en la prognosis de la pena.
4. Por ello, si bien la detención judicial preventiva constituye una medida que limita la libertad física,
por sí misma, no es inconstitucional. Esto es así porque, en esencia, la detención judicial preventiva
constituye una medida cautelar, dado que se dicta para asegurar la efectividad de la sentencia conde­
natoria que pueda dictarse en futuro. No se trata, entonces, de una medida punitiva. Por lo tanto, sólo
se justificará cuando existan motivos razonables y proporcionales para su dictado. Por ello, no puede
justificarse únicamente en la prognosis de la pena que, en caso de expedirse sentencia condenatoria, se
aplique a la persona que hasta ese momento tenga la condición de procesada, pues ello supondría in­
vertir el principio de presunción de inocencia por el de criminalidad. (Exp. N .° 9426-2005-PHC/TC,
del 07-12-2005 [Web: 24-10-2006 / EP: 09-12-2006], f. j. 4. Texto completo: <bit.ly/20yiGWl>).
§ 1060. Se debe sustentar el supuesto de peligro procesal bajo criterios objetivos y no mera­
mente subjetivos. 3.5.7. [sic] Como se observa, los jueces de la Corte Superior de Justicia de Huánuco,
para disponer y confirmar la prisión preventiva, han sustentado el supuesto peligro procesal existente
(peligro de fuga y peligro de obstaculización) en criterios meramente subjetivos y no objetivos confor­
me lo exige la jurisprudencia de este Colegiado que dice: “la existencia o no del peligro procesal debe
determinarse a partir del análisis de una serie de circunstancias que pueden tener lugar antes o durante
el desarrollo del proceso y que están ligadas, fundamentalmente con los antecedentes del procesado, su
situación profesional, el cargo que detenta, su situación familiar y social dentro de la comunidad con las
actitudes y valores morales del procesado, su ocupación, sus bienes, sus vínculos familiares y todo otro
factor que permita concluir, con un alto grado de objetividad, que la libertad del inculpado, previa a la
determinación de su eventual responsabilidad, pone en serio riesgo el correcto desenvolvimiento de la
labor de investigación y la eficacia del proceso, además deben existir elementos que permitan prever que
el imputado cometa actos que perturben la actividad probatoria” [Cfr. STC N .° 3629-2005-PHC/TC,
FJ 6]. (Exp. N .° 00512-2013-PHC/TC, del 19-06-2013 [Web: 05-08-2013 / EP: 03-07-2014], f. j.
3.5.7. Texto completo: <bit.ly/2CH9Zo2>).
§ 1061. Test de proporcionalidad. 25. [El] test de proporcionalidad incluye, a su vez, tres sub­
principios: idoneidad, necesidad y ponderación o proporcionalidad en sentido estricto. En cuanto al
procedimiento que debe seguirse en la aplicación del test de proporcionalidad, hemos establecido que
la decisión que afecta un derecho fundamental debe ser sometida, en primer término, a un juicio de
idoneidad o adecuación, esto es, si la restricción en el derecho resulta pertinente o adecuada a la finali­
dad que se busca tutelar; en segundo lugar, superado este primer análisis, el siguiente paso consiste en
analizar la medida restrictiva desde la perspectiva de la necesidad; esto supone, como hemos señalado,
verificar si existen medios alternativos al adoptado por el legislador. Se trata del análisis de relación
medio-medio, esto es, de una comparación entre medios; el medio elegido por quien está interviniendo
en la esfera de un derecho fundamental y el o los hipotéticos medios que hubiera podido adoptar para

n o m o s & th e s ls
541 SECCIÓN III: MEDIDAS DE COERCIÓN PROCESAL Art. 268
alcanzar el mismo fin. Finalmente, en un tercer momento y siempre que la medida haya superado con
éxito los test o pasos previos, debe proseguirse con el análisis de la ponderación entre principios cons­
titucionales en conflicto. Aquí rige la ley de la ponderación, según la cual “cuanto mayor es el grado
de la no satisfacción o de la afectación de un principio, tanto mayor tiene que ser la importancia de la
satisfacción del otro” . (Exp. N .° 579-2008-PA/TC [caso César Augusto Becerra Leiva], del 05-06-2008
[Web: 17-03-2009 / EP: 13-04-2009], f. j. 25. Texto completo: <bit.ly/2JHjA2o>).
§ 1062. Toda resolución judicial que ordene una prisión preventiva requiere de una especial
motivación que demuestre de modo razonado y suficiente que esta no solo es legal, sino propor­
cionada y, por consiguiente, estrictamente necesaria para la consecución de fines que resultan
medulares para el adecuado desarrollo del proceso. Véase la jurisprudencia del artículo 254° del
Nuevo Código Procesal Penal [§ 962]. (Exp. N .° 04780-2017-PHC/TCy Exp. N .° 0052-2018-PHC/
T C [acumulado] [Caso Ollanta Húmala] del 26-04-2018 [Web: 26-04-2018 / EP: 20-09-2018], ff. jj.
29 al 38. Texto completo: <bit.ly/2Eduny2>).

§ 1063. La motivación para adoptar o mantener la medida cautelar de prisión preventiva es


más estricta. El Tribunal Constitucional tiene competencia para verificar que la adopción o man­
tenimiento de la prisión preventiva sea constitucionalmente legítima. Véase la jurisprudencia del
artículo 254° del Nuevo Código Procesal Penal [§ 961]. (Exp. N .° 9430-2005-PHC/TC, del 27-02­
2006 [Web: 21-12-2006 / EP: 27-01-2007], ff. jj. 2-4. Texto completo: <bit.ly/2HMdoGc>).

JURISPRUDENCIA DE LA CORTE INTERAMERICANA DE DERECHOS HUMANOS

§ 1064. Legitimidad y límites de la prisión preventiva. 67. La prisión preventiva está limitada
por los principios de legalidad, presunción de inocencia, necesidad y proporcionalidad, indispensables
en una sociedad democrática. Constituye la medida más severa que se puede imponer al imputado, y
por ello debe aplicarse excepcionalmente. La regla debe ser la libertad del procesado mientras se resuelve
acerca de su responsabilidad penal. 68. La legitimidad de la prisión preventiva no proviene solamen­
te de que la ley permite aplicarla en ciertas hipótesis generales. La adopción de esa medida cautelar
requiere un juicio de proporcionalidad entre aquélla, los elementos de convicción para dictarla y los
hechos que se investigan. Si no hay proporcionalidad, la medida será arbitraria. 69. Del artículo 7.3 de
la Convención se desprende la obligación estatal de no restringir la libertad del detenido más allá de
los límites estrictamente necesarios para asegurar que aquél no impedirá el desarrollo eficiente de las
investigaciones ni eludirá la acción de la justicia. Las características personales del supuesto autor y la
gravedad del delito que se le imputa no son, por si mismos, justificación suficiente de la prisión preven­
tiva. La prisión preventiva es una medida cautelar y no punitiva. Se infringe la Convención cuando se
priva de libertad, durante un período excesivamente prolongado, y por lo tanto desproporcionado, a
personas cuya responsabilidad criminal no ha sido establecida. Esto equivale a anticipar la pena. (Cfr,:
Caso López Alvarez vs. Honduras, Sentencia del 01 de febrero de 2006, párrafos 67, 68 y 69. Texto
completo: <bit.ly/2HzbeZV>).

§ 1065. Excepcionalidad de la prisión preventiva. 67. La prisión preventiva está limitada por los
principios de legalidad, presunción de inocencia, necesidad y proporcionalidad, indispensables en una
sociedad democrática [Cfr. Caso García Asto y Ramírez Rojas, supra nota 7, párr. 106; Caso Palamara
Iribarne, supra nota 15, párr. 197, y Caso Acosta Calderón, supra nota 18, párr. 74]. Constituye la me­
dida más severa que se puede imponer al imputado, y por ello debe aplicarse excepcionalmente [Cfr.
Caso Palamara Iribarne, supra nota 15, párr. 196; Caso Acosta Calderón, supra nota 18, párr. 74, y Caso
Tibi, supra nota 80, párr. 106]. La regla debe ser la libertad del procesado mientras se resuelve acerca
de su responsabilidad penal. 6 8 . La legitimidad de la prisión preventiva no proviene solamente de que
la ley permite aplicarla en ciertas hipótesis generales. La adopción de esa medida cautelar requiere un
juicio de proporcionalidad entre aquélla, los elementos de convicción para dictarla y los hechos que se
investigan. Si no hay proporcionalidad, la medida será arbitraria. 69. Del artículo 7.3 de la Convención
se desprende la obligación estatal de no restringir la libertad del detenido más allá de los límites estric-
♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL
Art. 268 LIBRO SEGUNDO: LA ACTIVIDAD PROCESAL 542

tamente necesarios para asegurar que aquél no impedirá el desarrollo eficiente de las investigaciones ni
eludirá la acción de la justicia [Cfr. Caso Palamara Iribarne, süpra nota 15, parr. 198; Caso Acosta Cal­
derón,, supra nota 18, párr. 111, y Caso Tibi, supra nota 80, párr. 180]. Las características personales del
supuesto autor y la gravedad del delito que se le imputa no son, por si mismos, justificación suficiente
de la prisión preventiva. La prisión preventiva es una medida cautelar y no punitiva [Cfr. Caso García
Astoy Ramírez Rojas, supra nota 7, párr. 106; Caso Acosta Calderón, supra nota 18, párr. 75, y Caso Tibi,
supra nota 80, párr. 180]. Se infringe la Convención cuando se priva de libertad, durante un período
excesivamente prolongado, y por lo tanto desproporcionado, a personas cuya responsabilidad criminal
no ha sido establecida. Esto equivale a anticipar la pena [Cfr. Caso Acosta Calderón, supra nota 18, párr.
111; Caso Tibi, supra nota 80, párr. 180, y Caso Sudrez Rosero. Sentencia de 12 de noviembre de 1997.
Serie C N .° 35, párr. 77]. (CIDH , Caso López Álvarez vs. Honduras, sentencia de 01-02-2006, párrs.
67-69. Texto completo: <bit.ly/2kVQ7Fb>).
§ 1066. La prisión preventiva debe estar fundada en la necesidad de asegurar que el detenido
no impedirá el desarrollo eficiente de las investigaciones ni eludirá la acción de la justicia. 74. La
prisión preventiva no debe prolongarse cuando no subsistan las razones que motivaron la adopción de la
medida cautelar. El Tribunal ha observado que son las autoridades nacionales las encargadas de valorar
la pertinencia o no del mantenimiento de las medidas cautelares que emiten conforme a su propio orde­
namiento. Al realizar esta tarea, las autoridades nacionales deben ofrecer los fundamentos suficientes que
permitan conocer los motivos por los cuales se mantiene la restricción de la libertad, la cual, para que
sea compatible con el artículo 7.3 de la Convención Americana, debe estar fundada en la necesidad de
asegurar que el detenido no impedirá el desarrollo eficiente de las investigaciones ni eludirá la acción de
la justicia. Las características personales del supuesto autor y la gravedad del delito que se le imputa no
son, por sí mismos, justificación suficiente de la prisión preventiva. No obstante lo anterior, aun cuando
medien razones para mantener a una persona en prisión preventiva, el artículo 7.5 garantiza que aquella
sea liberada si el período de la detención ha excedido el límite de lo razonable. En este caso, el Tribunal
entiende que la Ley No. 24.390 establecía el límite temporal máximo de tres años luego del cual no puede
continuar privándose de la libertad al imputado (supra párr. 72). Resulta claro que la detención del señor
Bayarri no podía exceder dicho plazo. (CIDH , Caso Bayarri vs. Argentina, sentencia de 30-10-2008, párr.
74. Texto completo: <bit.ly/lYDhgYq>).
§ 1067. El peligro procesal no se presume, sino que debe realizarse la verificación del mismo
en cada caso, fundado en circunstancias objetivas y ciertas del caso concreto. 159. Este Tribunal
ha precisado también que para restringir el derecho a la libertad personal a través de medidas como
la prisión preventiva deben existir indicios suficientes que permitan suponer razonablemente que la
persona sometida al proceso ha participado en el ilícito que se investiga. Sin embargo, aun verificado
este extremo, la privación de libertad del procesado no puede residir en fines preventivo-generales o pre-
ventivo-especiales atribuibles a la pena, sino que sólo se puede fundamentar en un fin legítimo, a saber:
asegurar que el acusado no impedirá el desarrollo del procedimiento ni eludirá la acción de la justicia.
Concordantemente, las características personales del supuesto autor y la gravedad del delito que se le
imputa no son, por sí mismos, justificación suficiente de la prisión preventiva. El peligro procesal no
se presume, sino que debe realizarse la verificación del mismo en cada caso, fundado en circunstancias
objetivas y ciertas del caso concreto. De este modo, para que se respete la presunción de inocencia al
ordenarse medidas restrictivas de la libertad es preciso que el Estado fundamente y acredite, de manera
clara y motivada, según cada caso concreto, la existencia de los referidos requisitos exigidos por la Con­
vención. Proceder de otro modo equivaldría a anticipar la pena, lo cual contraviene principios generales
del derecho, ampliamente reconocidos, entre ellos, el principio de presunción de inocencia. (CIDH ,
C asoJ. vs. Perú, sentencia del 27-11-2013, párr. 159. Texto completo: <bit.ly/2W6Wu94>).
§ 1068. Para ordenar la prisión preventiva es necesario fundamentar y acreditar los hechos del
caso que hacen indispensable esta medida para el éxito de precisas y determinadas diligencias de
investigación. 210. Las autoridades militares que emitieron la orden de prisión preventiva [...] utili­
zaron como fundamento jurídico para establecer la procedencia de dicha medida el artículo 363.1 del
n o m o s & th e sis
543 SECCIÓN III: MEDIDAS DE COERCIÓN PROCESAL Art. 268
Código de Procedimiento Penal [chileno] que exigía que la prisión fuera indispensable para el éxito de
las diligencias precisas y determinadas de la investigación. Dichas autoridades se limitaron a mencionar
el referido artículo sin fundamentar y acreditar los hechos del caso concreto que pudieran configurar
los supuestos exigidos por la ley; •[...] 216. La Corte ha establecido en su jurisprudencia que son arbi­
trarias las decisiones que adopten los órganos internos que puedan afectar derechos humanos, tal como
el derecho a la libertad personal, que no se encuentren debidamente fundamentadas. En el presente
caso, las órdenes de prisión preventiva emitidas en los dos procesos penales militares, [...] no contienen
fundamento jurídico razonado y objetivo sobre la procedencia de dicha medida cautelar que acredita­
ran y motivaran su necesidad, de acuerdo a los supuestos legales y convencionales que la permitían y a
los hechos del caso. Por ello, el Estado violó los artículos 7.3 y 8.2 de la Convención, en perjuicio del
señor Palamara Iribarne, al haberlo privado de su libertad con base en órdenes arbitrarias, sin observar
los principios de legalidad, necesidad y proporcionalidad. (CIDH, Caso Palamara Iribarne vs. Chile,
sentencia de 22-11-2005, párrs. 210 y 216. Texto completo: <bit.ly/lpxOJGe>).

§ 1069. Se vulnera la libertad individual de la víctima tras comprobar que esta había sido de­
tenida cuando caminaba por la calle, después de dejar a su hijo en la escuela, sin que se hubieran
configurado las causas y condiciones establecidas por ley. 72. Esta Corte ha establecido que el artí­
culo 7.4 de la Convención contempla un mecanismo para evitar conductas ilegales o arbitrarias desde el
acto mismo de privación de libertad y garantiza la defensa del detenido, por lo que este último y quienes
ejercen representación o custodia legal del mismo tienen derecho a ser informados de los motivos y
razones de la detención cuando ésta se produce y de los derechos del detenido. La Constitución gua­
temalteca establece en su artículo 7 que “toda persona detenida deberá ser notificada inmediatamente,
en forma verbal y por escrito, de la causa que motivó su detención, autoridad que la ordenó y lugar en
que permanecerá”. En este caso se probó que Maritza Urrutia, al momento de su detención [cuando
caminaba por la calle, después de dejar a su hijo en la escuela], ni sus familiares fueron informados de
las conductas delictivas que se imputaban a aquélla, de los motivos de la detención y de sus derechos
como detenida, todo lo cual constituye una violación del artículo 7.4 de la Convención en perjuicio
de Maritza Urrutia. (CIDH, Caso M aritza Urrutia vs. Guatemala, sentencia de 27-11-2003, párr. 72.
Texto completo: <bit.ly/2ll£AsH>).

§ 1070. Los detenidos en prisión preventiva deberán ser separados de los que estén cumpliendo
condena. 10. Que la Corte considera pertinente y necesario, para proteger la vida e integridad personal
de los reclusos de la Cárcel de Urso Branco, que las condiciones de este centro penitenciario se encuen­
tren ajustadas a las normas internacionales de protección de los derechos humanos aplicables a la mate­
ria. En particular, el Tribunal estima que debe existir una separación de categorías, de manera que “ [1]
os reclusos pertenecientes a categorías diversas deberán ser alojados en diferentes [...] secciones dentro
de[l] establecimiento, según [...] los motivos de su detención y el trato que corresponda aplicarles”, y
“ [l]os detenidos en prisión preventiva deberán ser separados de los que están cumpliendo condena”. [...]
(CIDH, Asunto de la Cárcel de Urso Branco respecto Brasil, resolución del 29-08-2002, párr. 10. Texto
completo: <bit.ly/2L6wpG5>).

§ 1071. El Estado no debe detener para luego investigar. 103. Para esta Corte, la sospecha
tiene que estar fundada en hechos específicos y articulados con palabras, esto es, no en meras conjeturas
o intuiciones abstractas. De allí se deduce que el Estado no debe detener para luego investigar, por el
contrario, sólo está autorizado a privar de la libertad a una persona cuando alcance el conocimiento
suficiente para poder llevarla a juicio. Sin embargo, aún verificado este extremo, la privación de liber­
tad del imputado no puede residir en fines preventivo-generales o preventivo-especiales atribuibles a
la pena, sino que sólo se puede fundamentar, como se señaló anteriormente {sufra párr. 93), en un fin
legítimo, a saber: asegurar que el acusado no impedirá el desarrollo del procedimiento ni eludirá la
acción de la justicia. (Cfr. Caso Chaparro A lvarezy Lapo íñiguez vs. Ecuador; Excepciones Preliminares,
Fondo, Reparaciones y Costas, Sentencia del 21 de noviembre de 2007, párrafo 103. Texto completo:
<bit.ly/2u8ILlF>).
♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL
Art. 268 LIBRO SEGUNDO: LA ACTIVIDAD PROCESAL 544

§ 1072. Sólo procederá la prisión preventiva cuando sea el único medio que permita asegu­
rar los fines del proceso. 100. Las medidas cautelares se establecen en tanto sean indispensables para
los objetivos propuestos. La prisión preventiva no es una excepción a esta regla. Como consecuencia del
principio de excepcionalidad, sólo procederá la prisión preventiva cuando sea el único medio que per­
mita asegurar los fines del proceso porque se pueda demostrar que las medidas menos lesivas resultarían
infructuosas a esos fines. Por eso, siempre se debe procurar su sustitución por una de menor gravedad
cuando las circunstancias así lo permitan. (C ID H , Informe N .° 86/09 del 6 de agosto de 2009 [Caso
12.553. Fondo: Jorge, José y Dante Peirano Basso contra la República O riental de Uruguay], párrafo
100. Texto completo: <bit.ly/2wsLW8I>).
§ 1073. La prisión preventiva no puede ser impuesta amparándose en la posibilidad de que los
imputados cometan otros hechos delictivos. 179. En esa resolución, también se hace referencia al
peligro para la sociedad y a la posibilidad de que los imputados cometan un nuevo delito, y se descartan
ambos. Esas consideraciones suponen que los imputados han cometido el delito por el que se encuen­
tran acusados y que, por ello, son peligrosos o que se sospecha podran cometer otro hecho delictivo.
180. Estos argumentos ratifican lo señalado respecto de los anteriores pronunciamientos. Se está depa­
rando, a la prisión preventiva, un trato de pena anticipada, por medio de lo cual se vulnera el principio
de inocencia y el derecho de defensa en juicio, ambos en cuanto a la pena anticipada que se aplica por el
hecho investigado y a la que se aplica en virtud del supuesto hecho futuro. (C ID H , Informe N .° 86/09
del 6 de agosto de 2009 [Caso 12.553. Fondo: Jorge, José y D ante Peirano Basso contra la República
O riental de Uruguay], párrs. 179 y 180. Texto completo: <bit.ly/2wsLW8I>).
§ 1074. La prisión preventiva, al ser una medida cautelar que afecta la libertad personal del
procesado, tiene carácter excepcional. 197. La Corte ha establecido en su jurisprudencia que las
medidas cautelares que afectan, entre otras, la libertad personal del procesado, tienen un carácter ex­
cepcional, ya que se encuentran limitadas por el derecho a la presunción de inocencia y los principios
de legalidad, necesidad y proporcionalidad, indispensables en una sociedad democrática. 198. En oca­
siones excepcionales, el Estado puede ordenar la prisión preventiva cuando se cumpla con los requisitos
necesarios para restringir el derecho a la libertad personal, existan indicios suficientes que permitan
suponer razonablemente la culpabilidad de la persona sometida a un proceso y que sea estrictamente
necesaria para asegurar que el acusado no impedirá el desarrollo eficiente de las investigaciones ni elu­
dirá la acción de la justicia. De esta forma, para que se respete la presunción de inocencia al ordenarse
medidas restrictivas de la libertad es preciso que el Estado fundamente y acredite la existencia, en el
caso concreto, de los referidos requisitos exigidos por la Convención. (CJr. Caso Palam ara Iribarne vs.
Chile, Sentencia del 22 de noviembre de 2005, párrafo 198. Texto completo: cbit.ly/2UYSKWn>).

§ 1075- La prisión preventiva es una medida cautelar, no es una medida punitiva. 77. Esta
Corte estima que en el principio de presunción de inocencia subyace el propósito de las garantías judi­
ciales, al afirmar la idea de que una persona es inocente hasta que su culpabilidad sea demostrada. De lo
dispuesto en el artículo 8.2 de la Convención se deriva la obligación estatal de no restringir la libertad
del detenido más allá de los límites estrictamente necesarios para asegurar que no impedirá el desarrollo
eficiente de las investigaciones y que no eludirá la acción de la justicia, pues la prisión preventiva es
una medida cautelar, no punitiva. Este concepto está expresado en múltiples instrumentos del derecho
internacional de los derechos humanos y, entre otros, en el Pacto Internacional de Derechos Civiles y
Políticos, que dispone que la prisión preventiva de las personas que hayan de ser juzgadas no debe ser
la regla general (art. 9.3). En caso contrario se estaría cometiendo una injusticia al privar de libertad,
por un plazo desproporcionado respecto de la pena que correspondería al delito imputado, a personas
cuya responsabilidad criminal no ha sido establecida. Sena lo mismo que anticipar una pena a la sen­
tencia, lo cual está en contra de principios generales del derecho universalmente reconocidos. {CJr. Caso
Sudrez Rosero vs Ecuador, Sentencia del 12 de noviembre de 1997, párrafo 77. Texto completo: <bit.
ly/2TZgMnW>).
n o m o s & th e s is
545 SECCIÓN III: MEDIDAS DE COERCIÓN PROCESAL Art. 269
§ 1076. Los procesados que se encuentren con prisión preventiva y los condenados por
sentencia deben ser separados en distintos espacios dentro del centro penitenciario. 145. El
Comité de Derechos Humanos ha señalado, en su Observación General N .° 21201 sobre el trato hu­
mano de las personas privadas de libertad, que la separación entre procesados y condenados establecida
en el artículo 10.2.a) del Pacto es “necesaria para recalcar su condición de personas no condenadas;
que están también protegidas por la presunción de inocencia establecida en el párrafo 2 del artículo
14 del Pacto53. Además, el Comité señaló que cc[1]os Estados Partes deben indicar [...] en sus informes
las modalidades de separación de los procesados y los condenados y precisar las diferencias entre los
regímenes que se aplican a unos y otros33. 146. Esta Corte ha considerado que el artículo 5.4 de la Con­
vención Americana impone a los Estados la obligación de establecer un sistema de clasificación de los
reclusos en los centros penitenciarios, de manera que se garantice que los procesados sean separados de
los condenados y que reciban un tratamiento adecuado a su condición de persona no condenada. Estas
garantías pueden ser entendidas como corolario del derecho de una persona procesada a que se presuma
su inocencia mientras no se establezca legalmente su culpabilidad, el cual está reconocido en el artículo
8.2 de la Convención. Corresponde al Estado demostrar la existencia y funcionamiento de un sistema
de clasificación que respete las garantías establecidas en el artículo 5.4 de la Convención, así como la
existencia de circunstancias excepcionales en caso de no separar los procesados de los condenados. 147.
La Corte estima que la separación de los procesados y de los condenados requiere no solamente mante­
nerlos en diferentes celdas, sino también que estas celdas estén ubicadas en diferentes secciones dentro
de un determinado centro de detención, o en diferentes establecimientos si resultara posible. (Cfr.
Caso Yvon Neptune vs. H aití\ Sentencia del 6 de mayo de 2008, párrafos 145-147. Texto completo:
<bit.ly/2HYgwyj >).
§ 1077. Características que debe tener una medida de detención o prisión preventiva para
ajustarse a las disposiciones de la Convención Americana. Véase la jurisprudencia del artículo 253°
del Nuevo Código Procesal Penal [§ 952]. (CIDH, Caso Pollo Rivera y Otros vs Perú, sentencia de 21­
10-2016, párrs. 121 y 122. Texto completo: <bit.ly/2ICkEVQ>).
§ 1078. Parámetros que debe cumplir la medida privativa de la libertad para no considerarse
arbitraria. La detención o prisión preventiva debe estar sometida a revisión periódica. Véase la
jurisprudencia del artículo 253° del Nuevo Código Procesal Penal [§ 953]. (CIDH, Caso Arguelles y
Otros vs. Argentina, sentencia de 20-10-2014, párrs. 120 al 122. Texto completo: <bit.ly/2Uzv0XX>).
§ 1079. Características que debe tener una medida de detención o prisión preventiva. No basta
con que la medida sea legal, sino que debe cumplir ciertos requisitos para no considerarse arbi­
traria. Véase la jurisprudencia del artículo 259° del Nuevo Código Procesal Penal [§ 993]. (CIDH,
Caso Norín Catrimán y Otros (Dirigentes, miembros y activista del pueblo indígena mapuche) vs. Chile,
sentencia de 29-05-2014, párrs. 311 y 312. Texto completo: cbit.ly/2IS W w 02>).

REMISIÓN

§ 1080. Sobre la duración de la detención. Véase la jurisprudencia del artículo 137° del Código
Procesal Penal de 1991 [§ 2394 ss.].
§ 1081. Sobre la debida motivación de las resoluciones que impongan medidas de coerción
procesal. Véase la jurisprudencia del artículo 254° del Nuevo Código Procesal Penal [§ 957 ss.].

Artículo 2 6 9 : P eligro de fuga

Para calificar el peligro de fuga, el juez tendrá en cuenta:


1. El arraigo en el país del imputado, determinado por el domicilio, residencia habitual, asiento de la
familia y de sus negocios o trabajo y las facilidades para abandonar definitivamente el país o permanecer
oculto;

♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL


Art. 269 LIBRO SEGUNDO: LA ACTIVIDAD PROCESAL 546

2. La gravedad de la pena que se espera como resultado del procedimiento;


3. La magnitud del daño causado y la ausencia de una actitud voluntaria del imputado para repararlo;
4. El comportamiento del imputado durante el procedimiento o en otro procedimiento anterior, en la
medida que indique su voluntad de someterse a la persecución penal; y
5. La pertenencia del imputado a una organización criminal o su reintegración a las mismas. oh*) (»)(&)(«>

NOTA DE ACTUALIZACIÓN
(1) Artículo m odificado por el artículo 3 de la Ley N.° 30076 (EP, 19-08-2013).
(2) De conform idad con la primera disposición com plem entaria final de la Ley N.° 30076 (ER 19-08-2013), se adelantó la
vigencia del presente artículo, en todo el territorio peruano.

PROTOCOLOS, REGLAMENTOS, LINEAMIENTOS, GUÍAS Y DIRECTIVAS


(a) Circular sobre Prisión Preventiva de la Corte Suprema de Justicia (aprobado por Resolución Adm inistrativa N.° 325-
2011-P-PJ de 13-09-2011). Véase el texto com pleto en: <bit.ly/2UVdbYe>.
(b) Directiva N.° 005-2016-M P-FN: "Actuación del fiscal en el procedimiento de prisión preventiva y su apelación en
los distritos que aún no se ¡mplementa íntegramente el Código Procesal Penal" (aprobado por la Resolución N.°
3939-2016-M P-FN de 08-09-2016). Véase el texto com pleto en: <bit.ly/2WMVmr9>.
(c) Directiva N.° 002-2016-M P-FN: "Normas para el registro y sistem atización de los requerim ientos de prisión preven­
tiva" (aprobado por la Resolución N.° 2193-2016-M P-FN de 11 -05-2016). Véase el texto com pleto en: <bit.ly/2HUW -
Mwf>.

DOCTRINA JURISPRUDENCIAL VINCULANTE DE LA CORTE SUPREMA

§ 1082. Sobre el arraigo. Trigésimo séptim o. Toda vez que los criterios para establecer peligro pro­
cesal no son taxativos, tampoco los del arraigo. El Tribunal Constitucional en la sentencia recaída en el
Expediente N .° 1091-2002-HC/TC [§ 1049], señaló que la posesión de bienes generaba arraigo [(12)
La STC Exp. N .° 5490-2007-HC/TC (§ 2392), caso Rodríguez Domínguez, de 27.11.07, expresó que
el Juez emplazado no tuvo en consideración distintos elementos significativos para determinar el grado
de coerción personal que debió imponérsele al recurrente, como fueron sus valores como hombre de
Derecho, su producción intelectual, su ocupación profesional en el campo legal, su manifiesto arraigo
familiar y otros que, razonablemente, le hubiesen permitido al demandado descartar la más mínima
intención del actor de ocultarse o salir del país], de ahí que el Juez pueda considerar otro elemento
para considerarlo, siempre que lo justifique en su resolución. Trigésimo octavo. Como señala Del Río
Labarthe [(13) D el Río L abarthe, Gonzalo. “La prisión preventiva en la jurisprudencia del Tribunal
Constitucional”. En: H urtado Pozo, José (Director). Anuario de Derecho Penal. Temas penales en la
jurisprudencia del Tribunal Constitucional. Fondo Editorial de la Pontificia Universidad Católica del
Perú, Lima, 2008, p. 112] estas especies de arraigo (familiar, laboral, posesión y titularidad de bienes)
son criterios que antes que justificar la prisión preventiva, en realidad desincentivan la fuga del imputa­
do; sin embargo, su ausencia también permite valorar, con otros factores, el riesgo de fuga. Trigésimo
noveno. Esto ha sido recogido en la Resolución Administrativa N .° 325-2011-P-PJ, de 13 de septiem­
bre de 2011, elaborado sobre la base de la Constitución Política del Estado, Código Procesal Penal,
jurisprudencia internacional y nacional, doctrina, etc., entonces, no existe ninguna razón jurídica para
entender que la presencia del algún tipo de arraigo (criterio no taxativo) descarta, apriori, la utilización
de la prisión preventiva. Cuadragésim o, Tampoco la sola situación de inexistencia de arraigo genera
que deba imponerse necesariamente la prisión preventiva (ejemplo, ser extranjero no genera la aplica­
ción automática de la prisión preventiva), sobre todo cuando existen otras que pudieran cumplir estos
fines. Por lo que este requisito, debe valorarse en conjunto con otros, para establecer si es que en un caso
concreto existe o no peligro de fuga. (Casación N .° 626-2013-Moquegua, del 30-06-2015, ff. jj. 37,38,
39 y 40 [los ff. jj. 24, 27 al 29, 31, 32, 39, 40, 43, 54 y 58 establecidos como doctrina jurisprudencial
vinculante]. Sala Penal Permanente [EP, 27-02-2016, Jurisprudencia, Año XXV, N .° 1005, pp. 7398-
7406].Texto completo: <bit.ly/2a9ot3N>).

n o m o s & th e sis
547 SECCIÓN III: MEDIDAS DE COERCIÓN PROCESAL Art. 269
§ 1083. Gravedad de la pena. Cuadragésim o prim ero. A diferencia del analizado en los conside­
randos trigésimo al trigésimo segundo, no es un elemento de proporcionalidad, sino un dato objetivo
que se basa en una máxima de la experiencia, como es que ante un peligro de aplicación de grave pena,
el imputado puede temer condena en ese sentido y fugar. Cuadragésimo segundo. La sola presunción
de fuga, no puede sustentar un pedido de prisión preventiva. El informe dos/noventa y siete de la Co­
misión Interamericana de Derechos Humanos indicó que no basta la seriedad de la pena a imponerse,
pues la posibilidad que el procesado eluda la acción de la justicia debe ser analizada considerando varios
elementos, incluyendo los valores morales (comportamiento en este, en otro proceso, antecedentes,
etc.) demostrados por la persona, su ocupación, bienes que posee, vínculos familiares y otros que le
mantendrían en el país, además de una posible sentencia prolongada. Del mismo criterio es la Corte
Interamericana de Derechos Humanos en los casos López Alvarez vs. Honduras, Bayarri vs. Argentina y
J vs. Perú; y el Tribunal Europeo de Derechos Humanos en el caso Neumeister vs. Austria, pues de otra
forma la adopción de esta medida cautelar privativa de libertad se convertiría en un sustituto de la pena
de prisión. Cuadragésim o tercero. Entonces, de la gravedad de la pena sólo se obtiene un dato sobre el
peligro de fuga, el cual debe ser valorado en conjunto con otros requisitos que también lo sustenten, así
como ocurre con el arraigo. (Casación N .° 626-2013-Moquegua, del 30-06-2015, ff. jj. 41 al 43 [los
ff. jj. 24, 27 al 29, 31, 32, 39, 40, 43, 54 y 58 establecidos como doctrina jurisprudencial vinculante].
Sala Penal Permanente [EP, 27-02-2016, Jurisprudencia, Año XXV, N .° 1005, pp. 7398-7406]. Texto
completo: <bit.ly/2a9ot3N>).
§ 1084. Sobre la magnitud del daño causado. Cuadragésim o quinto. Antes de la modificación
operada por la Ley N .° 30076, el criterio que regulaba el inciso 3 del artículo 269 del Código Procesal
Penal era: La importancia del daño resarcible y la actitud que el imputado adopta, voluntariamente,
frente a él. Aspecto criticado, pues se incorporaba aspectos de responsabilidad civil a medidas de carác­
ter personal, a tal punto que el criterio que el imputado no adopte una actividad voluntaria de reparar
un daño -respecto del cual no ha sido declarado responsable-, no podría considerarse como una muestra
de riesgo de fuga [(14) D el Río L abarthe, Gonzalo. La prisión preventiva en el nuevo Código Procesal
Penal. Ob. cit., p. 58]. Cuadragésim o sexto. La ley citada modifica este criterio, ahora lo que se debe
valorar es: La magnitud del daño causado y la ausencia de una actitud voluntaria del imputado para
repararlo. El contenido de la primera parte de este criterio sigue siendo confuso, pues se podría entender
como una referencia a la forma de realización del ilícito penal, a la especial violencia o gravedad con que
se ha cometido, lo que directamente supondría un criterio que quiere evitar el riesgo de una posible rei­
teración delictiva [(15) Asencio M ellado, José María. L a prisión provisional. Tesis presentada a la Uni-
versitat d’Alacant, para optar el grado académico de Doctor. Alicante, 1986, pp. 111 y 112. Disponible
en: <http://rua. ua.es/dspace/ handle/10045/3483>], lo que es inaceptable en una medida cautelar, que
no se orienta en fines preventivos propios de la pena, sino en el peligro procesal. Esto se agravaría si se
considerara que a lo que hace referencia es a la reacción que el delito produce en la sociedad, la repulsa
ante la comisión de ciertos hechos, pues en este caso la prisión preventiva constituiría una sanción que
satisface a la sociedad, a la par de una medida de seguridad de carácter preventivo [(16) Criticando la
STC 0791-2002-PHC/TC [§ 1099], vide: D el Rio L abarthe, Gonzalo. “La prisión preventiva en
la jurisprudencia del Tribunal Constitucional”. Ob. cit., p. 115. También: Asencio M ellado, José
María. La prisión provisional. Ob. cit., p. 113]. Cuadragésim o séptimo. Tampoco se puede entender
como una referencia a la reparación civil, pues la importancia del daño civil, está ligada a la pretensión
civil, y su riesgo (periculum in mora) tiene diversos medios de protección de esa naturaleza (embargo,
incautación, desalojo preventivo, etc.), que no tiene que ver con el peligro procesal de esta medida
cautelar personal. Cuadragésim o octavo. En consecuencia, la única forma de interpretación no lesiva a
derechos del imputado es la que hace referencia a la gravedad del delito, vinculado a las circunstancias
que agravarían la pena a imponer. Cuadragésim o noveno. La propia redacción de la segunda parte de
este criterio “ausencia de una actitud voluntaria del imputado para reparar el daño”, implica que no
estamos ante circunstancias del hecho, sino ante un criterio de reparación civil inaceptable. Q uincua­
gésimo. La reparación del agraviado poco tiene que ver con el peligro procesal, sin embargo, atendiendo
a una correcta interpretación, la actitud del imputado luego de cometido el delito, ayudará a acreditar
♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL
Art. 269 LIBRO SEGUNDO: LA ACTIVIDAD PROCESAL 548

su buena conducta en el proceso penal. (Casación N .° 626-2013-Moquegua, del 30-06-201$, ff jj. 48


al 50 [los ff. jj. 24, 27 al 29, 31, 32, 39, 40, 43, 54 y 58 establecidos como doctrina jurisprudencial
vinculante]. Sala Penal Permanente [EP, 27-02-2016, Jurisprudencia, Año XXV, N .° 1005, pp. 7398­
7406]. Texto completo: <bit.ly/2a9ot3N>).

§ 1085. Sobre el comportamiento procesal del imputado. Quincuagésimo prim ero. Este es uno
de los más importantes, pues permite hacer una efectiva prognosis de la probabilidad de fuga del impu­
tado sobre la base de la real conducta que ha manifestado a lo largo dé la investigación u otras etapas que
están ligadas a la huida o intento de fuga, como son la asistencia a diligencias, el cumplimiento de reglas
establecidas por una medida cautelar alternativa, la voluntad dilatoria del imputado, declaraciones de
contumacia, falta de pago de la caución (cuando está válidamente constituida), etc. Quincuagésimo
segundo. También se deben analizar las conductas que fuera del tipo penal ocurren con inmediatez
al hecho, por ejemplo, la persona que luego de cometer el delito, consciente de ello fuga del lugar de
los hechos. Quincuagésim o tercero. No son admisibles como criterios para determinarlo, la actitud
legítima adoptada por el procesado en ejercicio de algún derecho que el ordenamiento le ha reconocido
[(18) O ré G uardia, Arsenio. Ob. cit., p. 59], así, el hecho de no confesar el delito atribuido no puede
ser considerado como un mal comportamiento procesal. Quincuagésim o cuarto. La segunda parte de
este criterio (en otro procedimiento anterior), debe ser analizado con mayor rigurosidad, pues se hace
la prognosis sobre un comportamiento anterior y lejano, que debe ser evaluado de conformidad con
otros presupuestos del peligro de fuga. Asimismo, el hecho que en un anterior proceso se le impuso una
prisión preventiva (o mandato de detención), no autoriza al Juez a imponer, por su solo mérito, una en
el actual proceso. (Casación N .° 626-2013-Moquegua, del 30-06-2015, ff. jj. 48 al 50 [los ff. jj. 24, 27
al 29, 31, 32, 39, 40, 43, 54 y 58 establecidos como doctrina jurisprudencial vinculante]. Sala Penal
Permanente [EP, 27-02-2016, Jurisprudencia, Año XXV, N .° 1005, pp- 7398-7406]. Texto completo:
<bit.ly/2a9ot3N>).

§ 1086. Sobre la pertenencia del imputado a una organización criminal. Quincuagésim o sép­
tim o, Como señala la circular Resolución Administrativa N .° 325-2011-P-PJ, la pertenencia o inte­
gración de un imputado a una organización delictiva [(19) Prado Saldarriagá, Víctor. Crim inalidad
organizada. Idemsa, Lima, 2006, p. 44] o banda es un criterio clave en la experiencia criminológica
para atender a la existencia de un serio peligro procesal, tanto en el ámbito de la fuga como en el de
la obstaculización probatoria. Las estructuras organizadas (independientemente del nivel de organiza­
ción) tienden a generar estrategias y métodos para favorecer la fuga de sus pares y para contribuir en
la obstaculización probatoria (amenaza, “compra”, muerte de testigos, etcétera), de ahí que en ciertos
casos solo baste la gravedad de la pena y este criterio para imponer esta medida. Q uincuagésim o octa­
vo, Para fundamentar este extremo no basta con indicar que existe una organización criminal, sino sus
componentes (organización, permanencia, pluralidad de imputados e intención criminal), así como la
vinculación del procesado. Asimismo, motivar qué peligro procesal se configuraría al pertenecer a esta
organización. (Casación N .° 626-2013-Moquegua, del 30-06-2015, f f jj- 57 y 58 [los ff. jj. 24, 27
al 29, 31, 32, 39, 40, 43, 54 y 58 establecidos como doctrina jurisprudencial vinculante]. Sala Penal
Permanente [EP, 27-02-2016, Jurisprudencia, Año XXV, N .° 1005, pp. 7398-7406]. Texto completo:
<bit.ly/2a9ot3N>).

PLENOS JURISDICCIONALES

§ 1087. No es necesario el pronóstico de una pena superior a los cuatro anos para dictar una
comparecencia con restricciones, pues basta que preexistan tanto los fundados y graves elementos
de convicción como peligro de fuga u obstaculización. Véase la jurisprudencia del artículo 287°
del Nuevo Código Procesal Penal [§ 1211]. (Pleno Jurisdiccional Distrital Penal y Procesal Penal de
Arequipa 2018, realizado el 23-11-2018, convocado por la Corte Superior de Justicia de Arequipa.
Tema 1: Comparecencia con restricciones y prisión preventiva. Texto completo: <bit.ly/2Xjre7R>).

n o m o s & th e s ls
549 SECCION III: MEDIDAS DE COERCION PROCESAL Arí. 269
JURISPRUDENCIA DE LA CORTE SUPREMA

§ 1088. Prisión preventiva y peligro de fuga. Requisitos de la prisión preventiva. Acreditación


del peligro procesal. Juicio de peligrosismo. Tercero. [La] institución de la prisión preventiva, supe­
rado el juicio de imputación o sospecha fundada y grave, tiene como un presupuesto-objetivo o causales
para imponerla, la consecución de fines constitucionalmente legítimos y congruentes con la naturaleza
de medida en cuestión, que legalmente o en clave de Derecho ordinario se traduce en la presencia de
los peligros de fuga (o de ocultación) y de obstaculización (periculum libertatis) en el caso específico -en
- pureza, de una sospecha consistente por apreciación de las circunstancias de tales riesgos-. / • Asimis­
mo, no debe olvidarse que como “objeto” la prisión preventiva debe concebírsela tanto en su adopción
como en su mantenimiento como una medida de aplicación excepcional, subsidiaria, provisional y
proporcionada a la consecución de dichos fines u objetivo -se destaca, por tanto, desde la perspectiva
de la subsidiaridad que la prisión preventiva debe adoptarse cuando resulta imprescindible y cuando
no existan alternativas menos radicales para conseguir sus finalidades-. La resolución que la dicte ha
de ser “suficiente y razonable”, es decir, que respeta el contenido constitucionalmente garantizado del
derecho a la libertad afectado, ponderando adecuadamente los intereses en juicio -libertad del imputa­
do cuya inocencia se presume, y realización de la impartición de justicia, en relación a los riesgos antes
mencionados (conforme: Sentencias del Tribunal Constitucional español 65/2008 y 666/2008, ambas
de veintinueve de mayo; y, Sentencia del Tribunal Supremo Español 228/2015, de veintiuno de abril)-.
/ • El juicio de ponderación ha de tener en cuenta, en orden al peligro o riesgo de fuga o sustracción
de la acción de la justicia -con mayor o menor intensidad según el momento en que debe analizarse
la viabilidad de la medida de coerción personal en orden al estado y progreso de la investigación-, lo
dispuesto en el artículo 269 del Código Procesal Penal -que reconoce diversos parámetros sobre aspectos
que deben analizarse al momento de decidir sobre estos peligros-. Es de destacar, de un lado, tanto (i)
la gravedad de la pena -criterio abstracto, considerado insuficiente y que debe conjugarse con las demás
circunstancias, calificadas de “concretas”- como (ií) el arraigo; y, de otro lado, (iii) la posición o actitud
del imputado ante el daño ocasionado por el delito atribuido, y (iv) su comportamiento procesal en
la causa o en otra, respecto a su voluntad de sometimiento a la acción de la justicia. Ha de entenderse
que el precepto antes indicado regula la prevención del riesgo de fuga sin establecer criterios automáti­
cos que deban ser considerados o valorados judicialmente al margen de su concurrencia efectiva en el
caso. Lo que hace dicho artículo es, a final de cuentas, relacionar criterios que pueden ser apreciados al
efecto de su determinación, pero, en todo caso, tales criterios no pasan de ser meramente indicativos,
nunca vinculantes y, desde luego, no constituyen un listado cerrado [Ascencio M ellado, José María:
Derecho Procesal Penal, Editorial Tirant lo Blanch, Sexta Edición, Valencia, 2012, página 212]. / • La
magnitud de la pena prevista desde luego, por su carácter abstracto, no puede operar como único cri­
terio -de aplicación automática y mecánica- para ponderar la necesidad de imposición de la medida de
prisión preventiva, sino que, asumiendo incluso como un criterio más concreto, la naturaleza del hecho
punible, debe ponerse en relación con otros datos relativos (í) tanto a las características personales del
imputado o investigado -arraigo familiar, profesional y social, conexiones con otros países, contactos
internacionales (existencia de cierta infraestructura en el extranjero), sus bienes (su tenencia genera
arraigo, como lo precisó la Sentencia del Tribunal Constitucional 1091-2002-HC/TC [§ 1049], de 12
de agosto de 2002), los medios económicos de los que dispone y su proximidad a la jurisdicción-; (ií)
como a las circunstancias que concurren en el caso concreto (conforme: Sentencias del Tribunal Euro­
peo de Derechos Humanos de 26 de enero de 1993, Asunto W contra Suiza; y, de 20 de noviembre de
2018, Asunto Demirtas contra Turquía. Sentencia del Tribunal Constitucional Español 62/1996, de 15
de abril. Sentencia del Tribunal Supremo Español 2097/2017, de 25 de enero de 2019). / • El juicio
de peligrosismo debe ser afirmación de un riesgo concreto -al caso específico-. No puede afirmarse
de acuerdo con criterios abstractos o especulaciones. No debe considerarse de forma aislada ninguno
de estos aspectos o circunstancias, sino debe hacerse en relación con los otros [Llobet R odríguez,
Javier: Prisión preventiva, Editorial Grijley, Lima, página 193]. El riesgo ha de ser grave, evidente. H a
de optarse, a final de cuentas, desde el caso concreto, que el estándar para la convicción judicial en este
punto, no es la sospecha grave o fundada exigible para la determinación del fumus comissi delicti, sino
♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL
Art. 269 LIBRO SEGUNDO: LA ACTIVIDAD PROCESAL 550

justificar la existencia de medios suficientes, a disposición del imputado, para perpetrar la fuga [Nieva
Fenoll, Jordi: Derecho Procesal III - Proceso pendí, Editorial Marcial Pons, Madrid, 2017, página 286].
(Casación N .° 1445-2018-Nacional, de 11-04-2019, f. j. 3. Sala Penal Permanente. Texto completo:
<bit.ly/2GR5YkH>).
§ 1089. No se puede exigir lógicas de arraigo laboral basadas en la exigencia de un trabajo de­
pendiente, formal o permanente. El que se tenga dos viviendas a su nombre no es prueba de falta
de certeza de su dirección domiciliaria. Registrar viajes al extranjero no constituye per se riesgo
alguno de fuga. Arraigo familiar de “mediana intensidad” . Primero. [El] auto de vista impugnado
en casación estableció, en relación al peligro de fuga, que la actividad de secretario arbitral -labor del
[...] recurrente- no tiene la condición laboral de trabajador dependiente de carácter permanente, y que
la otra actividad que realizaba era la que llevaba a cabo en la empresa que está siendo cuestionada en
el proceso por las compras de los vehículos antes mencionados; por tanto, a su juicio, no constituye
vínculo laboral sólido. Si bien el Tribunal Superior reconoció que el imputado impugnante tiene familia
(conforme al certificado matrimonial que adjunta, la partida de nacimiento de su menor hijo) y un
inmueble sujeto a hipoteca, la existencia del arraigo que se demuestra es de “mediana intensidad” . / •
Asimismo, para determinar el peligro de fuga, la Sala Penal Superior valoró la facilidad que tiene para
salir del país en función a las diferentes salidas al extranjero que registra. / • Con relación al juicio de
necesidad sobre otra medida menos gravosa, como la comparecencia con restricciones, señaló que en el
presente caso no existe otra medida que pueda cumplir con los fines que se buscan lograr el sometimien­
to físico del imputado a la presente investigación, pues la enfermedad respiratoria que alega padecer no
es de gravedad suficiente que justifique optar por una medida distinta. [...] Quinto. [En] el presente
caso, son tres los argumentos examinados por el Tribunal Superior para sostener el peligro concreto
de fuga [...]. Ya se han precisado en el fundamento de derecho primero. / • Ahora bien, es verdad que
el delito atribuido está conminado con una pena grave, con un extremo mínimo muy superior a los
cuatro año de privación de libertad, así como que este factor o criterio no es el único que debe tomarse
en consideración. H a de analizarse en función a determinados factores que digan de la falta de arraigo
familiar, profesional y social, de la existencia de conexiones con otros países, de los contactos internacio­
nales que pueda tener (existencia de cierta infraestructura en el extranjero), de sus bienes, de los medios
económicos de los que dispone o de su proximidad a la jurisdicción; y, de otro lado, las circunstancias
que concurren en el caso concreto. La apreciación debe ser integral; y, siempre, desde la acreditación
-en clave, no de certeza ni de sospecha grave y fundada, sino de sospecha reveladora- de la existencia de
medios suficientes, a disposición del imputado, para perpetrar la fuga. / • El imputado recurrente CL
no solo no habría desempeñado un rol directivo ni definidor de un probable plan de ejecución criminal
en la comisión del delito atribuido. Empero, se afirmó, de un lado, que pertenecería al círculo cercano
del encausado CA, pues es su hijo, y que dolosamente recibió dinero maculado de él con los que ad­
quirió vehículos para la empresa que dirige; y, de otro lado, habría cometido el delito de organización
criminal, aunque es de puntualizar que, igualmente, no tuvo una actuación directiva o definidora para
la captación de dinero maculado, ni se identificó ámbitos precisos en el desempeño de la misma que le
correspondería haber desarrollado. / • En esta perspectiva es de acotar que el imputado es un abogado
de profesión, ejerce labores de secretario arbitral y es gerente de una empresa -más allá de que ésta sea
una empresa investigada: no se mencionó, al respecto, con un nivel razonable de acreditación que ésta
se formó exclusivamente para ocultar, utilizar o transferir dinero maculado-. Luego, los vínculos labo­
rales en cuestión son razonables, por lo que el arraigo laboral se cumple puntualmente. No se puede
exigir lógicas de arraigo laboral basadas en la exigencia de un trabajo dependiente y formal, un contrato
de trabajo permanente o una línea de vida laboral en una empresa o institución con máximos niveles
de funcionamiento e integración en el comercio o industria de primera categoría (máxima estabilidad
institucional en los sectores de la vida económica de una localidad, región o país). Se requiere de una
persona que realiza labores concretas y percibe ingresos para mantenerse y sustentar a su familia. / • El
encausado tiene esposa e hijo menor de edad, vive en un inmueble adquirido con una hipoteca -incluso,
el que se tenga dos viviendas a su nombre, no es prueba de falta de certeza de su dirección domiciliaria,
como acota el Fiscal Superior, solo revela que tiene dos predios a su nombre- y, además, ha consolidado
n o m o s & th e sis
551 SECCIÓN III: MEDIDAS DE COERCIÓN PROCESAL Arí. 269
para su hijo un colegio donde estudiará. Su arraigo familiar es pues sólido. No consta que el imputado
recurrente trató de confundir respecto al domicilio donde vive con su familia a fin de dificultar su
ubicación. / • Otro factor o circunstancia para apreciar el riesgo concreto de fuga es la existencia de
conexiones con otros países o de contactos internacionales (existencia de cierta infraestructura en el
extranjero). El hecho de que una persona tenga pasaporte y registre viajes al extranjero -de los que vol­
vió-, sin señalarse desde los datos de la causa que al lugar donde viajó tiene conexiones que le permitan
quedarse u ocultarse, o que por sus contactos con terceros en el extranjero tienen una infraestructura
para albergarlo y evitar que la justicia lo alcance, obviamente no constituye riesgo alguno de fuga, que
por lo demás, en estas condiciones, puede evitarse con impedimento de salida del país. / • Las razones,
por consiguiente, para justificar que existe peligro concreto de fuga no tienen sustento en el artículo
269 del Código Procesal Penal -el imputado además no tiene antecedentes, ni se incorporó siquiera un
análisis de si ha tenido una conducta procesal, en esta u otra causa, de rebeldía o contumacia, menos si
se aprestaba a ocultarse-. Desde el principio de subsidiaridad de la prisión preventiva, en atención a las
bases probatorias respecto del cargo que se atribuye al recurrente y a la pena conminada por el delito
atribuido, es del caso concluir que una medida de comparecencia con restricciones es la proporcional y
justa que corresponde. No está justificada la existencia de medios suficientes, a disposición del imputa­
do, para perpetrar la fuga. / • Es claro, finalmente, que si la Sala consideró que existe arraigo familiar,
pero este es de “mediana intensidad”, la opción obvia era una medida menos intensa que la prisión
preventiva, pues para esta última calificaría, en todo caso, una “máxima o superior intensidad” de falta
de arraigo. (Casación N .° 1445-2018-Nacional, de 11-04-2019, ff. jj. 1 y 5. Sala Penal Permanente.
Texto completo: <bit.ly/2GR5YkH>).
§ 1090. El arraigo como presupuesto del peligro de fuga. La simple posibilidad o facilidad que
tiene el procesado para viajar al extranjero no implica peligro de fuga. Cuarto. [El] peligro procesal
(periculum in mora) es el elemento más importante para valorar en un auto de prisión preventiva. Este
tiene un carácter subjetivo, pero objetivado legalmente a través de diversos criterios de carácter mera­
mente enumerativos, y, por ende, reconoce un margen de discrecionalidad en los jueces. La Ley, como
se sabe, establece la presencia de dos peligrosismos: fuga -que es el paradigma del periculum libertatis- y
obstaculización (artículos 268°, apartado 1, literal c y 269°-270° del Nuevo Código Procesal Penal). El
peligro de fuga hace referencia a la probabilidad de que el imputado en caso de permanecer en libertad,
vaya a sustraerse a la acción de la justicia, evitando ser juzgado o bien se vaya a sustraer de la pena que
se le podría imponer [Llobet R odríguez, Javier: Proceso penal comentado, cuarta edición. Editorial
Jurídica Continental, San José, 2009, página 388]. Dentro de los criterios que el Juez debe tener en
cuenta para determinar el peligro de fuga están aquellos vinculados a la situación personal, familiar y
económica del imputado, conocido como “arraigo” -que tiene esencialmente un carácter objetivo, y
ni puede afirmarse con criterios abstractos, sino debe analizarse conforme al caso concreto- (artículo
269° del Nuevo Código Procesal Penal). El arraigo debe ser entendido como el establecimiento de una
persona en un lugar por su vinculación con otras personas o cosas. El arraigo tiene tres dimensiones:
1) La posesión. 2) el arraigo familiar y 3) el arraigo laboral. El primero se refiere a la existencia de un
domicilio conocido o de bienes propios situados dentro del ámbito de alcance de la justicia. El segundo
se circunscribe al lugar de residencia de aquellas personas que tienen lazos familiares con el imputado.
El tercero se expresa en la capacidad de subsistencia del imputado, que debe provenir de un trabajo
desarrollado en el país. Todo ello, visto en su conjunto, acreditaría el establecimiento de una persona
en un determinado lugar. Es claro que estas circunstancias de arraigo, de presentarse, desincentivan la
fuga del imputado [Del Río Labarthe, Gonzalo: La prisión preventiva en la jurisprudencia del Tribunal
Constitucional. En: Temas penales en la Jurisprudencia del Tribunal Constitucional. Anuario de Dere­
cho Penal, Lima, 2008, p. 97]. Quinto. [A]nalizando el caso concreto, está acreditado que el imputado
[...] tiene esposa e hijos con residencia en Perú, y registra actividad laboral conocida, razón de ser de su
presencia en el país. No se trata, por lo demás, de un accionista, administrador -cuando los hechos- o
gerente de [una] empresa [local], cuyo poder económico y contactos en el exterior podrían indicar la
probabilidad de alejarse del país. No cabe duda, por tanto, que el imputado tiene arraigo. Los autos
de primera instancia y de vista así lo acreditan. Sin embargo, fundamentan el peligro de fuga en dos

♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL


Art. 269 LIBRO SEGUNDO: LA ACTIVIDAD PROCESAL 552

aspectos: i) la vinculación del imputado a su país natal: España, con presencia de familiares cercanos que
hacen viable la posibilidad de abandonar el país, y ii) el intenso movimiento migratorio, que facilitaría
la posibilidad de salir del país. Sexto. [Es] cierto que los alcances del arraigo en el país también pueden
valorarse desde los lazos familiares que el imputado mantiene en el exterior, más aún si es extranjero,
situación que le permitiría abandonar el país y refugiarse en su localidad de origen cuando advierte
riesgo para sí. Sin embargo, esta situación tiene que ser apreciada caso por caso. Si se tiene en cuenta
qu&prim a facie está consolidado el arraigo del imputado, pues vive en el país, tiene estatus de residente,
su familia nuclear está con él y su centro de labores es una empresa residenciada en el Perú, sólo podría
afirmarse la persistencia del riesgo de fuga si se toma en consideración otros datos que permitan con­
cluir razonablemente que se alejaría de la justicia peruana para evitar su procesamiento, enjuiciamiento
y. en su caso, la condena correspondiente. Estos factores concurrentes deben ser evaluados con suma
atención desde que un acercamiento genérico al problema, asumiendo un peligro de fuga por la sola
condición de extranjero del imputado, importaría un acto discriminatorio por razón de la nacionali­
dad. En efecto, cuando se acredite indubitablemente que un procesado extranjero tiene arraigo en el
país, ello permite entender un riesgo menor de peligro de fuga, salvo que conste razonablemente otros
datos de ese orden que vislumbren un sólido riesgo fundado de fuga. Séptimo. [Un] criterio tomado
en cuenta para determinar el peligro de fuga fue el intenso movimiento migratorio del imputado [...],
aunque se trata de viajes por motivos laborales, vinculados a su labor profesional, de corto alcance y
de regreso inmediato al Perú. Al respecto, la Sentencia del Tribunal Europeo de Derechos Humanos
del 10 de noviembre de 1999, recaída en el Asunto Stogmüller contra Austria, estableció que la simple
posibilidad o facilidad que tiene el procesado para pasar la frontera no implica peligro de fuga. De esta
forma, no puede estimarse el peligro de fuga en función a los diversos viajes fuera del país que puede
realizar un imputado extranjero o peruano. No es concluyente, por tanto, los pocos o muchos viajes que
un encausado realice al extranjero. Lo que determina un fundado peligro de fuga es que un imputado
no tenga arraigo laboral, familiar o laboral y tenga contactos en el exterior que le permitan alejarse del
país, a la vez que, concurrentemente, consten otros datos derivados de la naturaleza del hecho y de la
gravedad de la pena -el monto de la pena, tampoco debe ser examinado en forma aislada, sino debe
ser considerado en relación con otras circunstancias, tales como (i) el comportamiento del imputado
durante el procedimiento o en otro posterior, en la medida que indique su voluntad de someterse a
la persecución penal, (ii) la personalidad del imputado y/o (iii) sus relaciones privadas (sus vínculos
familiares, laborales) [...]. (Casación N .° 631-2015-Arequipa, de 21-12-2015, ff. jj. 4-7. Sala Penal
Transitoria. Texto completo: <bit.ly/2FzDvM4>).
§ 1091. El no asistir a citaciones policiales o fiscales no configura el peligro de obstaculización
a efectos de aprobar el requerimiento de prisión preventiva, pero si puede ser valorada como indi­
cativo del peligro de fuga. Noveno. De otro lado, sí debemos coincidir con la Sala Superior al descartar
peligro de obstaculización por inconcurrencias de los procesados a citaciones de nivel policial o fiscal en
atención a que: 9.1. El artículo 270 del Código Procesal Penal requiere para la configuración del peligro
procesal que el procesado: “ 1. Destruya, modifique, oculte, suprima o falsifique elementos de prueba.
2. Influya para que coimputados, testigos o peritos informen falsamente o se comporten de manera
desleal o reticente. 3. Induzca a otros a realizar tales comportamientos”. 9.2. Así, el hecho concreto de
no acudir a las citaciones policiales o fiscales no incide absolutamente en ninguno de los supuestos antes
señalados para considerarse como peligro de obstaculización. 9.3. Además, no debe olvidarse que, aun­
que los investigados decidan no acudir a declarar, pueden ordenarse los apercibimientos que autoriza la
norma procesal para su convocatoria y apersonamiento forzoso. 9.4. Empero, una vez conducidos a las
instancias pertinentes, nada obsta para que estos decidan no declarar, en uso irrestricto de su derecho
a no autoincriminación o de guardar silencio (sin que ello sea entendido como aceptación tácita). 9.5.
Así, si bien los procesados tienen el deber y obligación de concurrir a las citaciones pertinentes (bajo los
apremios de Ley), el no hacerlo no constituye peligro de obstaculización, debido a que la norma pro­
cesal cuenta con herramientas para su satisfacción. 9.6. En todo caso, dicha inconcurrencia puede ser
valorada como indicativo de peligro de fuga, bajo el aspecto de su comportamiento durante el proceso
u otros (numeral 4 del artículo 269 de la norma adjetiva), siempre que sea debidamente sustentada y
n o m o s & th e s is
553 SECCIÓN III: MEDIDAS DE COERCIÓN PROCESAL Art. 269
motivada. (Casación N .° 1673-2017-Nacional, del 11-04-2019, f. j. 9. Sala Penal Permanente. Texto
completo: <bit.ly/2UKk4XH>).

JURISPRUDENCIA DE LA SALA PENAL NACIONAL

§ 1092. El arraigo de calidad, por su intensidad acreditativa, debe desincentivar el peligro de


fuga. Afirmar que la actividad económica de los recurrentes y la consecuente facilidad de salir del
país que tienen son suficientes para presumir una posible fuga, no resulta razonable. 3.4.3. El
juzgado de primera instancia ha reconocido el arraigo de los imputados, mas ha pretendido desvirtuarlo
porque no sería de calidad e intensidad plena, sin dar mayor explicación que la sustente. Para el Colegia­
do, un arraigo de calidad con relación a las personas y cosas, es aquel que no admite un cuestionamiento
formal de los documentos acreditativos o materiales de aquello que se afirma o demuestra, es decir, el
arraigo de calidad por su intensidad acreditativa debe desincentivar el peligro de fuga. Afirmar que la
actividad económica de los recurrentes y la consecuente facilidad de salir del país que tienen son sufi­
cientes para presumir una posible fuga, no resulta razonable, sin haber evaluado en conjunto este y los
demás presupuestos del peligro procesal, en especial, el peligro de obstaculización. Sustentar el peligro
de fuga solo en la actividad y poder económico de los investigados en sí mismo no resulta ser un indica­
dor fundado del mismo, por el contrario, resultaría una afirmación temeraria, estigmatizante e incluso
discriminatoria. (Exp. N .° 16-2017-74, del 19-01-2018, £ j. 3.4.3. Primera Sala Penal de Apelaciones.
Texto completo: <bit.ly/2Es6Att>).

§ 1093. Una organización criminal puede operar a través de un partido político, sin que esto
signifique que la totalidad del partido político conforme una organización criminal. Pertenecer
a una organización criminal aumenta el peligro de fuga y de obstaculización. Séptimo. [...] 7.5.1.
El Juez de instancia al fundamentar el peligro procesal atribuido a la investigada Nadine H. A., señala
lo siguiente: “L a gravedad de los cargos y su pertenencia a una organización criminal, pues se hace mención
de un presunto aparato organizado, a l hablarse de una pluralidad de personas que habrían venido operando
en el tiempo, en dos campañas presidenciales recibiendo grandes cantidades de dinero de Venezuela y de
Brasil, para luego introducirlos a l tráfico mediante aportes a campañas políticas adquisición de bienes y
empresas”. Dicho argumento es cuestionado, argumentando que el Partido Nacionalista no fue creado
con la finalidad de cometer delitos, apoya su tesis citando una serie de normas jurídicas vinculadas en
lo fundamental a la Ley de Partidos Políticos, una idea central indica que asimilar un partido político
a una organización criminal, supone una amenaza al funcionamiento del modelo democrático. 7.5.2.
Como ya se ha reseñado en los antecedentes, el objeto del proceso en su dimensión fáctica lo configura
a título de exclusividad el Ministerio Público; de los enunciados fácticos que conforman la imputación,
no se advierte que se asimile la noción de organización criminal a la del Partido Nacionalista Peruano,
pues identifica un grupo de personas que conforman la estructura partidaria, los mismos que estarían
incursos en la imputación penal, ello no implica que todos los integrantes del mencionado partido po­
lítico conformen una organización criminal; en todo caso, los supuestos integrantes de la organización
criminal podrían perfectamente realizar actividades delictivas y de allí se podría obtener un reproche
penal, cuyo desvalor es precisamente utilizar un partido político para cometer delitos, tal como se
advierte de los organigramas de folios veintitrés del incidente cero (formalización y continuación de la
investigación preparatoria), donde figuran catorce personas que, no incluyen a todos los militantes del
mencionado partido político. [...] 7.8.8. Respecto al peligro concreto en la modalidad del peligro de
obstaculización previsto en el artículo 270°.2 del CPP, el Colegiado evalúa la alta probabilidad de influir
en este proceso de los coinvestigados Ollanta H. T. y J. M. T. A. en función a la vinculación a la organi­
zación criminal, al respecto el criterio hermenéutico vinculante en este punto señala: “Parafundamentar
este extremo no basta con indicar que existe una organización criminal, sino sus componentes (organización,
permanencia, pluralidad, de imputados e intención criminal), así como la vinculación del procesado. Asi­
mismo, motivar qué peligro procesal se configuraría a l pertenecer a esta organización”. En la audiencia de
apelación la fiscalía superior incidió en la pertenencia a una organización criminal y la gravedad de los
cargos, con permanencia, distribución de tareas, ubicando a los investigados en la cúspide de organi-
♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL
Art. 269 LIBRO SEGUNDO: LA ACTIVIDAD PROCESAL 554

zación criminal, quienes ejercían la misma resolución criminal y, todas las decisiones pasaban por su
conocimiento, el control del aparato de poder organizado, el manejo del dinero para el funcionamiento
del partido político y su estilo de vida de ambos. [...] (Expediente N .° 00249-2015-23-5001-JR-PE-01-
Lima, del 03-08-2017, £ j. 7. Segunda Sala Penal de Apelaciones. Sala Penal Nacional. Texto completo:
<bit.ly/2UrjZsD>).
§ 1094. El número de investigaciones es una información cuantitativa, mas no cualitativa para
sustentar un peligrosismo procesal que debe hacerse en cada investigación por separado. 8.13. El
Ministerio Público ha sostenido en audiencia “la investigada N. H. A. tiene once investigaciones en giro,
por tanto, no solo sería dejar de sujetarla a este proceso sino a muchos procesos en los que viene siendo sujeta­
da”. No obstante, el hecho de que ese dato sea cierto, lleva más bien a pensar que la medidas restrictivas
de derechos se adoptan en un proceso en concreto y conforman un cuerpo autónomo; un juez no puede
acudir a ese dato para variar la forma de ejecución de una restricción impuesta a la investigada N. H. A.,
la única forma de sustentar razones para que se produzca dicha variación -registro del control biomé-
trico en Ginebra - Suiza- es recurriendo a las incidencias y supuestos fácticos propios de este proceso.
En consecuencia el número de investigaciones es una información cuantitativa, mas no cualitativa para
sustentar un peligrosismo procesal que debe hacerse en cada investigación por separado. [...] (Exp. N .°
00249-2015-13-300l-JR-PE-01 [Caso Nadine Heredia Alarcón], de 10-01-2017, £ j. 8.13. Segunda
Sala Penal de Apelaciones Nacional. Texto completo: <bit.ly/2mSxTXb>).
§ 1095. El peligro de fuga y de obstaculización. Véase la jurisprudencia del artículo 270° del
Nuevo Código Procesal Penal [§ 1109]. (Proceso penal N .° 00091-2014-13 [Caso Gregoúo Santos],
Resolución N .° 8, del 11-07-2014, f. j. 16. Sala Penal de Apelaciones Nacional. Sala Penal Nacional.
Texto completo: <bit.ly/2ccZTxB>).

JURISPRUDENCIA DE LAS CORTES SUPERIORES

§ 1096. El juez no puede desestimar el arraigo laboral del imputado bajo suposiciones que no
importen premisas válidas y correctas. El arraigo familiar, domiciliar y laboral como presupuestos
materiales del peligro procesal. 2.1.4. [...] [E]n relación al presupuesto material del peligro procesal
no está debidamente motivada, dado que la defensa argumentó que el efectivo policial tiene arraigo
familiar, domiciliario y laboral, aspecto que no fue tomado en cuenta en la resolución en cuestión,
este último fue debidamente sustentado la que fue soslayada inconstitucionalmente. El juez demandado
no cumple con motivar constitucionalmente el presupuesto material de peligro procesal, en su vertiente
de peligro de fuga y peligro de obstaculización, no obstante hace ver que ambos concurren, no valoro,
ni analizó, en concreto lo esgrimido por la defensa del beneficiario, cuando esgrime que tiene una hija,
para ello presentó certificado domiciliario y constancia que actualmente es un policía en actividad, sin
embargo no motivo - racional- y razonablemente, cuando esgrime que ya no tendría arraigo laboral
toda vez que a razón de los hechos se le iniciaría un proceso disciplinario donde lo apartarían de
la institución, esta conclusión no se está debidamente justificada en premisas válidas y correctas, ya
que no se presenta ningún indicio de que será separado de institución en la que labora [...]. 2.1.5. [...]
[Se] aprecia que los jueces demandados incurren en la vulneración del derecho fundamental a la debida
motivación de las resoluciones judiciales, por cuanto no analizan concretamente sobre el peligro
procesal en su vertiente de peligro de fuga; en este aspecto se refieren a la gravedad del delito y a la
magnitud del daño causado en forma genérica, también el supuesto comportamiento post delictivo
mencionando que no tuvo la voluntad de someterse a la investigación penal al no ponerse a disposición
de su comando, sino que fue detenido, omitiendo desarrollar y contrastar la forma como fue detenido
el beneficiario. Mencionan que el imputado, ahora beneficiario, ha acreditado arraigo familiar y do­
miciliario, sin embargo, el arraigo laboral no tiene entidad que garantice que “el agente no vaya
incurrir en la misma conducta, que es materia de investigación o en otra similar, al retornar a su
labores habituales” , este razonamiento es falaz, retorico y totalmente invalido, toda vez que no pre­
cisan por que el arraigo laboral no tiene la entidad que garantice que el agente no vaya incurrir en la
misma conducta, este supuesto no está regulado en el artículo 269 del Código Procesal Penal en la que
n o m o s & th e sis
555 SECCIÓN III: MEDIDAS DE COERCIÓN PROCESAL Art. 269
se estableció las variables -e indicadores- para tener en cuenta y evaluar el peligro de fuga, por lo tanto
la motivación es extralegal, no cumple los estándares de motivación sobre el peligro de fuga que fijo el
Tribunal Constitucional. [...] 3.4.39. El juez de instancia, sostuvo que cuenta con arraigo laboral [pero
que el imputado no cuenta con arraigo domiciliario ni familiar]; sin embargo, esta fue negada por la
Sala Penal de Apelaciones que señaló: “el arraigo laboral para el Colegiado no tiene la entidad que
garantice que el agente no vaya a incurrir en la misma conducta, que es materia de investigación o
en otra similar, al retornar a sus labores habituales”. (Exp. N .° 00423-2019-0-1501-JR-PE-02 [Caso
SuboficialPNP Elvis Miranda], sentencia de hábeas corpus, Res. N .° 8, Huancayo, del 13-02-2019, ff.
jj. 2.1.4, 2.1.5 y 3.4.39. Segundo Juzgado de Investigación Preparatoria de Huancayo. Texto completo:
<bit.ly/2GZlQ Rc>).

§ 1097. Motivación cualificada vs. motivación perfecta. La motivación en el auto de prisión


preventiva es más cualificada debido a que compromete los derechos fundamentales a la libertad
personal y la presunción de inocencia. Véase la jurisprudencia del artículo 254° del Nuevo Código
Procesal Penal [§ 958]. (Exp. N .° 00423-2019-0-150l-JR-PE-02 [Caso Suboficial PN P Elvis M iran­
da], sentencia de hábeas corpus, Res. N .° 8, Huancayo, del 13-02-2019, ff. jj. 3.4.10 y 3.4.11. Segundo
Juzgado de Investigación Preparatoria de Huancayo. Texto completo: <bit.ly/2GZlQRc>).

JURISPRUDENCIA DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL

§ 1098. Peligro de fuga. 8. El primer supuesto del peligro procesal (el de riesgo de fuga) se de­
termina a partir del análisis de una serie de circunstancias que pueden tener lugar antes o durante el
desarrollo del proceso penal y que se encuentran relacionadas, entre otros, con el arraigo domiciliario,
familiar y laboral del actor en la localidad del órgano judicial que lo procesa: aspectos que crean juicio
de convicción al juzgador en cuanto a la sujeción del actor al proceso. En la cuestionada resolución
[...] de autos se señala que “(...) si bien es cierto en autos obra documentales que darían cuenta de que
el imputado [...] sí tiene arraigo, en situación que no generaría peligro en la averiguación de la verdad
legal de los hechos que son materia de juzgamiento (...)”. (Exp. N .° 01133-2014-PHC/TC [caso Jorge
Hernán Herrera García.], del 14-07-2014 [Web: 10-03-2015 / EP: 19-05-2016], £ j. 8. Texto completo:
<bit.ly/2WpN3RT>).

§ 1099. La detención judicial preventiva es una medida subsidiaria, provisional y proporcio­


nal. 9. Por otro lado, al tratarse la detención judicial preventiva de una medida excepcional, el principio
favor libertatis impone que la detención judicial preventiva tenga que considerarse como una medida
subsidiaria, provisional y proporcional, esto es, cuyo dictado obedezca a la necesidad de proteger fines
constitucionalmente legítimos que la puedan justificar. El carácter de medida subsidiaria impone que
antes de que se dicte, el juez deba considerar si idéntico propósito al que se persigue con el dictado de
la detención judicial preventiva, se puede conseguir aplicando otras medidas cautelares no tan restric­
tivas de la libertad locomotora del procesado. Por tanto, el Tribunal Constitucional considera que la
existencia e idoneidad de otras medidas cautelares para conseguir un fin constitucionalmente valioso,
deslegitima e invalida que se dicte o mantenga la medida cautelar de la detención judicial preventiva.
[...] 19. [...] Es preciso observarse, juntamente con tales factores, fundamentalmente si el ejercicio de la
libertad locomotora por la procesada pondrá en serio riesgo el éxito del proceso. Para ello, es necesario
considerar, juntamente con el peligro procesal, la magnitud de la pena correspondiente a los delitos por
los que se juzga a la actora, el carácter de los hechos que se le atribuyen y que estén basados en suficientes
elementos de prueba, las repercusiones sociales del hecho considerado injusto y la complejidad de la in­
vestigación judicial, cuando exista una pluralidad de individuos comprendidos y se observe, de su com­
portamiento procesal, la voluntad de evitar que la investigación judicial pueda terminar óptimamente.
(Exp. N .° 0791-2002-HC/TC [caso GraceMary RiggsBrousseau], del 21-06-2002 [Web: 07-10-2002],
ff. jj. 9 y 19. Texto completo: <bit.ly/2TSLdfj>).

§ 1100. En la prisión preventiva, no es necesario que tengan que concurrir el peligro de fuga y
de la obstaculización del proceso de manera simultánea. 11. Finalmente, cabe señalar que la configu-
♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL
Art. 269 LIBRO SEGUNDO: LA ACTIVIDAD PROCESAL 556

ración del peligro procesal, no implica que, de manera simultánea, tengan que concurrir los supuestos del
peligro de fuga y de la obstaculización del proceso por parte del inculpado, o que, respecto del peligro de
fuga, tengan que, conjuntamente, concurrir la carencia del arraigo domiciliario, familiar y laboral. Y es
que resulta suficiente que se manifieste alguno de los aludidos supuestos, concurrente con los presupues­
tos procesales de la pena probable y de los elementos probatorios que vinculan al procesado, para que el
juzgador determine el peligro de la sujeción del inculpado al proceso penal y pueda decretar la medida de
detención provisional a través de una resolución motivada. (Exp. N .° 03223-2014-PHC/TC, del 27-05­
2015 [Web: 20-07-2017 / EP: 26-08-2017], £ j. 11. Texto completo: <bit.ly/2XZAcaC>).
§ 1101. El peligro de fuga y el peligro de obstaculización deben ser justificados de manera
razonable y objetiva en el caso concreto. 9. [...] [Se] aprecia que la Sala emplazada no ha justificado
razonable y objetivamente las razones o motivos que sustentarían la existencia del peligro procesal
atribuible al recurrente; esto es, no ha precisado, de manera objetiva y concreta, qué hechos o actos en
particular le resultan verosímiles o le crean convicción respecto de una supuesta conducta procesal obs­
truccionista verificable en su actuación personal, y que estaría destinada a destruir, modificar, ocultar,
suprimir o falsificar elementos de prueba, así como influir para que testigos o peritos informen falsa­
mente o se comporten de manera desleal o reticente, o sobre la falta de arraigo en el país, determinado
por el domicilio, residencia habitual, asiento de la familia y de sus negocios o trabajo que haga presumi­
ble el peligro de fhga [...]. (Exp. N .° 05575-2009-PHC/TC, del 31-03-2010 [Web: 14-04-2010 / EP:
21-05-2010], f. j. 9. Texto completo: <bit.ly/2HMF2TC>).
§ 1102. Se considera que un contrato de trabajo sujeto a modalidad por necesidades de mer­
cado por el lapso de unos pocos meses no otorga ninguna convicción sobre el arraigo laboral a
efectos de desvirtuar la imposición de la prisión preventiva. 7• Este Tribunal considera que la Re­
solución 4, de fecha 15 de setiembre de 2014, sí se encuentra debidamente motivada porque justifica
la confirmatoria de la prisión preventiva dictada contra don RM. En efecto, los supuestos del articulo
268 del Nuevo Código Procesal Penal están debidamente motivados en el considerando tercero de la
cuestionada resolución y lo que se aprecia a continuación: [...] c) En lo que atañe a que el imputado,
en razón de sus antecedentes y otras circunstancias del caso particular, tratara de eludir la acción de
la justicia (peligro de fuga) u obstaculizar la averiguación de la verdad (peligro de obstaculización), la
resolución impugnada señala que el primer supuesto del peligro procesal (el de fuga) se determina a
partir del análisis de una serie de circunstancias que pueden tener lugar antes o durante el desarrollo
del proceso penal y que se encuentran relacionadas, entre otros, con el arraigo domiciliario, familiar y
laboral del actor en la localidad del órgano judicial que lo procesa, aspectos que crean juicio de convic­
ción al juzgador en cuanto a la sujeción del actor al proceso. En lo que concierne al segundo supuesto
del peligro procesal (el de la obstaculización del proceso), se expone que este se encuentra vinculado a
la injerencia del procesado en libertad ambulatoria en el resultado del proceso, mediante la influencia
directa del actor en la alteración, ocultamiento o desaparición de los medios probatorios, en la conducta
de las partes o peritos del caso que incida en el juzgador a efectos de un equívoco resultado del proceso,
e incluso que de manera indirecta o externa el procesado en libertad pueda perturbar el resultado del
proceso penal, aspectos que el juzgador debe apreciar en cada caso concreto (Expediente 1133-2014-
PH C /T C [§ 1116]). En relación con el peligro procesal, en el numeral 10 del considerando tercero se
analiza que la defensa de don RM alega que se ha acreditado el arraigo domiciliario y laboral. Al res­
pecto, la Sala superior en el numeral 13 del mismo considerando explica que el hecho de tener un hijo
y una conviviente no sustenta el arraigo familiar, pues debe acreditarse en forma objetiva la relación de
dependencia entre el padre y el hijo y la conviviente. En cuanto al arraigo domiciliario se estima que
si bien coincide la dirección consignada en el DNI, los recibos de agua y luz están a nombre de tercera
persona, por lo que no se verifica ningún tipo de familiaridad. Además de ello, el favorecido domicilia
en dicho lugar desde hace seis meses por el nacimiento de su hijo. Respecto al arraigo laboral se consi­
dera que un contrato de trabajo sujeto a modalidad por necesidades de mercado por un plazo de cinco
meses no otorga ninguna convicción sobre este aspecto. Adicionalmente, se considera la gravedad y las
versiones contradictorias entre el favorecido y su coprocesado. (Exp. N .° 06099-2014-PHC/TC, del
27-01-2017 [Web: 27-10-2017], £ j. 7. Texto completo: <bit.ly/2TZSI3u>).
n o m o s & th e sis
557 SECCIÓN III: MEDIDAS DE COERCIÓN PROCESAL Árt. 270
JURISPRUDENCIA DE LA CORTE INTERAMERICANA DE DERECHOS HUMANOS

§ 1103. Peligro de fuga. L a aplicación de una presunción del riesgo de fuga sin una conside­
ración individualizada de las circunstancias específicas del caso es una forma de detención arbi­
traria, aun cuando tal presunción estuviera establecida en la ley. El hecho de que tal presunción
se aplicase en función de un pronóstico de la pena constituía una violación al derecho a la pre­
sunción de inocencia. 152. Siguiendo los precedentes de la Comisión, “ [s]i la privación de la libertad
durante el proceso sólo puede tener fines cautelares y no retributivos, entonces, la severidad de una
eventual condena no necesariamente deberá importar una prisión preventiva más duradera”. Por otra
parte, la aplicación en forma general, sin una consideración individualizada, no resulta compatible con
las exigencias del artículo 7 [de la Convención Americana de Derechos Humanos]. En esa misma línea,
la Corte Interamericana ha establecido que una ley que contenga una excepción que “despoja a una
parte de la población carcelaria de un derecho fundamental en virtud del delito imputado en su contra
y por ende, lesiona intrínsecamente a todos los miembros de dicha categoría de inculpados [...] per se
viola el artículo 2 de la Convención Americana, independiente de que haya sido aplicada [en el caso
concreto]”. 153. En ese sentido, la Comisión considera que la imposición de la detención preventiva
sobre la base exclusiva de la presunción de peligro de fuga a Raúl José Díaz Peña, sin individualización
de las circunstancias específicas del caso, si bien se encontraba prevista por la ley, fue arbitraria y por lo
tanto constituyó, en su perjuicio, violación del derecho consagrado en el artículo 7.3 de la Convención
Americana. Consecuentemente, la Comisión concluye que el Estado violó el derecho a la libertad per­
sonal de Raúl José Díaz Peña contemplado en el artículo 7.1 de la Convención Americana, en relación
con el deber de respeto establecido en el artículo 1.1 de la misma. [...] [...] 171. [...] [La] Comisión
observa que las autoridades judiciales venezolanas no demostraron que en caso de que Raúl José Díaz
Peña recuperara su libertad impediría el desarrollo eficiente de las investigaciones o eludiría la acción
de la justicia sino que han alegado la presunción de peligro de fuga, en vista de que la pena de que
podría llegar a imponerse a Raúl José Díaz Peña sería superior a diez años. La Información disponible
no demuestra una revisión de factores individualizados en cuanto al acusado. 172. En conclusión, la
Comisión observa que la aplicación de la presunción de peligro de fuga con base a los tipos penales
imputados no responde a los criterios de peligro procesal -impedir el desarrollo eficiente de las investiga­
ciones o eludir la acción de la justicia- establecidos para fundamentar la prisión como medida cautelar.
Dicha presunción se aplicó con base en un pronóstico anticipado de pena efectuado por las autoridades
judiciales venezolanas y que constituiría una violación al derecho a la presunción de inocencia consa­
grado en el artículo 8.2 de la Convención Americana. 173. En vista de las consideraciones anteriores,
la Comisión concluye que la prisión preventiva de cuatro años y dos meses a la que fue sometido Raúl
José Díaz Peña excede “el derecho a ser juzgado dentro de un plazo razonable o a ser puesta en libertad,
sin prejuicio de que continúe el proceso”, reconocido en el artículo 7.5 de la Convención y, el derecho
a la presunción de inocencia consagrado en el artículo 8.2 en conexión con el artículo 1.1 del mismo
instrumento. Consecuentemente, la Comisión concluye que el Estado violó el derecho a la libertad per­
sonal de Raúl José Díaz Peña contemplado en el artículo 7.1 de la Convención Americana, en relación
con el deber de respeto establecido en el artículo 1.1 de la misma. (CIDH. Informe N .° 84/10, Caso
12.703, Fondo, R aúlJosé D íaz Peña, Venezuela, 13 de julio de 2010, párrs. 152, 153, 171, 172 y 173.
Texto completo: <bit.ly/2W57CTd>).

Artículo 270: Peligro de obstaculización .<■.

Para calificar el peligro de obstaculización se tendrá en cuenta el riesgo razonable de que el imputado:
1. Destruirá, modificará, ocultará, suprimirá o falsificará elementos de prueba.
2. Influirá para que coimputados, testigos o peritos informen falsamente o se comporten de manera
desleal o reticente.
3. Inducirá a otros a realizar tales comportamientos.(1) (a) (b) (c)

♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL


Art. 270 LIBRO SEGUNDO: LA ACTIVIDAD PROCESAL 558

NOTA DE ACTUALIZACIÓN
(1) De conform idad con la primera disposición com plem entaria final de la Ley N.° 30076 (EP, 19-08-2013), se adelantó la
vigencia del presente artículo, en todo el territorio peruano.

PROTOCOLOS, REGLAMENTOS, LINEAMIENTOS, G UÍAS Y DIRECTIVAS


(a) Circular sobre Prisión Preventiva de la Corte Suprema de Justicia (aprobado por Resolución Adm inistrativa N.° 325­
2011 -P-PJ de 13-09-2011). Véase el texto com pleto en: <bit.ly/2UVdbYe>.
(b) Directiva N.° 005-2016-MP-FN: "Actuación del fiscal en el procedimiento de prisión preventiva y su apelación en
los distritos que aún no se ¡mplementa íntegramente el Código Procesal Penal" (aprobado por la Resolución N.°
3939-2016-MP-FN de 08-09-2016). Véase el texto com pleto en: <bit.ly/2WMVmr9>.
(c) Directiva N.° 002-2016-MP-FN: "Norm as para el registro y sistem atización de los requerimientos de prisión preventiva"
(aprobado por la Resolución N.° 2193-2016-MP-FN de 11 -05-2016). Véase el texto com pleto en: <bit.ly/2HUWMwf>.

PLENOS JURISDICCIONALES
§ 1104. No es necesario el pronóstico de una pena superior a los cuatro anos para dictar una
comparecencia con restricciones, pues basta que preexistan tanto los fundados y graves elementos
de convicción como peligro de fuga, u obstaculización. Véase la jurisprudencia del articulo 287o
del Nuevo Código Procesal Penal [§ 1211]. (Pleno Jurisdiccional Distrital Penal y Procesal Penal de
Arequipa 2018, realizado el 23-11-2018, convocado por la Corte Superior de Justicia de Arequipa.
Tema 1: Comparecencia con restricciones y prisión preventiva. Texto completo: <bit.ly/2Xjre7R>).

JURISPRUDENCIA DE LA CORTE SUPREMA

§ 1105. Para justificar el peligro de obstaculización, no se requiere probar que estas conductas
efectivamente se han dado, sino solo el riesgo razonable de que puedan darse. 2.4.8. Peligro de
Obstaculización. En este aspecto se analiza si las fuentes de prueba podrían ser afectadas por la conducta
del imputado, esto es, que podría destruir, modificar, ocultar, suprimir o falsificar elementos de prueba
e influenciar sobre los órganos de prueba para que informen falsamente, desleal o reticentemente o in­
ducir a otros a realizar tales conductas. Al respecto, se indica que deberá tenerse en cuenta la capacidad
de imputado para acceder por sí o a través de terceros a las fuentes de pruebas o lo que es más peligroso
“influir sobre otros imputados”. E1TC comparte tal criterio, puesto que en el caso HúmalaTasso [Exp.
N .° 04780-2017-PHC/TC (§ 1112 )] precisó que para justificar el peligro de obstaculización, no se
requiere probar que estas conductas efectivamente se han dado, sino solo el riesgo razonable de que
puedan darse. 2.4.9. Es necesario indicar, que los testigos (jueces y fiscales favorecidos con los nombra­
mientos y ratificación) aun no han declarado por la cercanía del tiempo en que llegaron los actuados
al despacho fiscal provenientes del parlamento, y si como se sabe con la imposición de esta medida
cautelar se busca cautelar los elementos de prueba de utilidad para el esclarecimiento de los hechos, co­
rresponde indicar que podría obstaculizar la acción de la justicia, a través de la alteración de las versiones
de los favorecidos, lo que sería perjudicial para el esclarecimiento de los hechos puesto que se tratan de
medios probatorios relevantes para decidir sobre la inocencia o culpabilidad de JGP. (A.V. N .° 06-2018-
5-Lima, de 11-11-2018, ff. jj. 2.4.8 y 2.4.9. Sala Penal Especial. Texto completo: <bit.ly/2FeHfoh>).
§ 1106. El no asistir a citaciones policiales o fiscales no configura el peligro de obstaculización
a efectos de aprobar el requerimiento de prisión preventiva, pero si puede ser valorada como in­
dicativo del peligro de fuga. Véase la jurisprudencia del artículo 2 6 9 ° del Nuevo Código Procesal
Penal [§ 1091]. (Casación N .° 1673-2017-Nacional, del 11-04-2019, f. j. 9. Sala Penal Permanente.
Texto completo: <bit.ly/2UKk4XH>).
§ 1107. El arraigo como presupuesto del peligro de fuga. La simple posibilidad o facilidad que
tiene el procesado para viajar al extranjero no implica peligro de fuga. Véase la jurisprudencia del
artículo 269° del Nuevo Código Procesal Penal [§ 1090]. (Casación N .° 631-2015-Arequipa, de 21­
12-2015, ff. jj. 4-7. Sala Penal Transitoria. Texto completo: <bit.ly/2FzDvM4>).

n o m o s & th e s is
559 SECCIÓN III: MEDIDAS DE COERCIÓN PROCESAL Art. 270
JURISPRUDENCIA DE LA SALA PENAL NACIONAL

§ 1108. Peligro de obstaculización. L a falsa o mala justificación (formas torpes de defensa o


de mera negación del imputado no pueden ser reputadas como actos de obstaculización. Sétim o.
[...] 7 .6 . [...] b) Antes de abordar el análisis del caso en concreto, debemos entender que el peligro de
obstaculización, es un peligro concreto o un riesgo inminente que amenaza la no realización de un acto de
investigación o prueba; empero, si el acto de investigación oprueba ya fue realizado desaparece ese riesgo de
obstaculización. Al respecto, el profesor Mendoza Ayma, señala que la falsa o mala justificación (formas
torpes de defensa o de mera negación) no pueden jamás ser reputadas como actos de obstaculización,
pues no se puede exigir al propio imputado que aporte evidencia en su contra o que ayude a la labor
fiscal; pues el enfoque de considerar al imputado como fuente de información, resulta manifiestamente
inquisitivo y no se corresponde a un proceso acusatorio. Lo cual tendría redundaría [sic], con la postura
manifiesta por el Tribunal Constitucional (Caso Ollanta Humala-Nadine Heredia:), que en su conside­
rando 109 [Exp. N .° 04780-2017-PHC/TC y Exp. N .° 0052-2018-PHC/TC (acumulado) (§ 1114)],
señala que dicho “Tribunal [...] Constitucional tiene jurisprudencia en la que ha señalado que los cues-
tionamientos dirigidos al imputado relacionados con declaraciones o conductas que no se acercan a la
verdad no pueden ser interpretadas como un peligro de obstaculización, que justifique el dictado de una
prisión preventiva (...)”. Respecto al peligro de obstaculización, la jurisprudencia, específicamente [d]el
Tribunal Constitucional, [en el Exp]. 01555-2012-PHC/TC [§ 1047] sí desarrolló lo siguiente: “(...)
El segundo supuesto del peligro procesal (el de la obstaculización del proceso) se encuentra vinculado
a la injerencia del procesado en libertad ambulatoria respecto del resultado del proceso, pudiendo ello
manifestarse con la influencia directa del actor en alteración, ocultamiento o desaparición de los medios
probatorios, en la conducta de las partes o peritos del caso que incida en el juzgador a efectos de un
equívoco resultado del proceso e incluso que de manera indirecta o externa el procesado en libertad
pueda perturbar el resultado del proceso penal, aspectos de obstaculización del proceso que el juzgador
debe apreciar en cada caso en concreto, ya que de contar con indicios fundados de su concurrencia de­
berá ser merecedor de una especial motivación que la justifique. La justicia constitucional no determina
ni valora los elementos que dan lugar al peligro procesal del caso, sino que verifica que su motivación
resulte mínimamente suficiente a efectos de la concurrencia de los presupuestos procesales que validan
la imposición de medida cautelar e [sic] la libertad personal, puesto que -en lo que al caso de autos
respecta- debe tenerse en cuenta la ausencia de motivación en referencia a la obstaculización del proceso
o de la eventual sustracción del actor al proceso convertiría a la imposición de la medida cautelar de la
libertad personal (llámese prisión preventiva o mandato de detención pr[o]visional) en arbitraria y, por
tanto, vulneratoria de lo establecido por la Constitución (artículo 139, numeral 3)”. (Exp. N .° 075­
2017-23, del 13-12-2018, f. 7 .6 . Tercer Juzgado de Investigación Preparatoria Nacional. Sala Penal
Nacional. Texto completo: <bit.ly/2EDIBZw> [p. 72]).

§ 1109. E l peligro de fuga y de obstaculización. Decimosexto. Respecto al peligro procesal si bien


es cierto la defensa no lo ha cuestionado en su escrito impugnatorio, sí lo ha referido en la audiencia
de apelación; por tanto, la Sala considera pertinente pronunciarse sobre este presupuesto. Conforme se
ha fundamentado, existen graves elementos de convicción y de máxima intensidad que vincularían al
investigado con los hechos ilícitos atribuidos, los mismos que se encuentran relacionados directamente
con la alta prognosis de pena señalada en el considerando precedente; siendo que la intensidad vincu­
lante de los elementos de convicción generaría, en el investigado una probable acción evasiva a la justicia
y rehusamiento de asistir al proceso, lo cual se traduciría en un concreto peligro de fuga. De otra parte se
aprecia converger peligro de obstaculización, en tanto, que el investigado en su calidad de presidente del
Gobierno Regional podría interferir en el manejo de la documentación del citado organismo, que preci­
samente es materia de investigación en el proceso del cual derivan estos actuados pudiendo ejercer pre­
sión sobre cada uno de los testigos a citarse en la investigación, que estarían vinculados de forma directa
o indirecta con el Gobierno Regional; o contra los colaboradores eficaces que vienen contribuyendo a
la averiguación de la verdad; finalmente, los hechos imputados y los elementos de convicción graves y
fundadas evidenciarían que el investigado [...] cuenta con suficientes recursos económicos acumulados

♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL


Art. 270 LIBRO SEGUNDO: LA ACTIVIDAD PROCESAL 560

que podrían ser utilizados para obstaculizar el normal desarrollo de la investigación. [...] (Proceso penal
N .° 00091-2014-13 [Caso Gregorio Santos], Resolución N .° 8, del 11-07-2014, f. j. 16. Sala Penal de
Apelaciones Nacional. Sala Penal Nacional. Texto completo: <bit.ly/2 ccZTxB>).
§ 1110. En el presente caso, si bien no se presenta el peligro de fuga, mas sí concurre el peligro
de obstaculización de la actividad probatoria. Riesgo procesal: la configuración del peligro proce­
sal no exige que concurran simultáneamente los supuestos del peligro de fuga y de la obstaculiza­
ción del proceso por parte de la investigada. 52. Agravio 22: en la resolución apelada ya se expresa el
grado de culpabilidad que tendría al indicar que ella habría recibido dinero de Odebrecht. E l juez no puede
interpretar que Odebrecht buscaba ser contratado en licitaciones si ganaba las elecciones. [...] [Es] perfecta­
mente posible concluir que Odebrecht buscaba ser contratado en licitaciones si el candidato al que
apoyaba económicamente en la campaña presidencial ganaba las elecciones y ello no es una inferencia
del JIPN sino una apreciación directa contenida en el plan de soborno de la empresa Odebrecht como
fluye de la copia certificada de la traducción certificada de la acusación fiscal de la fiscalía de los Estados
Unidos de América y el Acuerdo de Declaración de culpabilidad de Odebrecht SA. [...] 57. Agravio
27: los informes de todos los ingresos de Fuerza Popularfueron declarados ante la ONPE e incluso se realiza­
ron verificaciones, por lo que se cumplió con la rendición de cuentas. La forma como se enuncia el agravio
va en la dirección de acreditar el cumplimiento de las normas en materia de declaración de ingresos para
financiar las campañas presidenciales y en todo caso queda en discusión si las conclusiones de los infor­
mes de la O N PE se ajustan a la realidad de los ingresos sujetos a verificación, tema que por cierto, no
ha sido empleado como elemento significativo para sustentar la imposición de la prisión preventiva. En
ese sentido no hay entidad específica en el gravamen, por ello deviene en improcedente el agravio. [...]
A cerca de las personas y la forma en que se produjeron los aportes. 68 . [...] De las tres decla­
raciones arriba reseñadas coinciden en no haber realizado aporte económico a la campaña política del
partido Fuerza 2011, siendo el Congresista Rolando Reátegui quien les pidió que aparecieran como
aportantes cuando en realidad ellos no hicieron ningún aporte, y que los depósitos los hicieron personas
distintas. Correlativamente, dichas declaraciones convergen para corroborar la versión del TP en el
sentido de que su tarea era “buscar en su región San Martín a personas que puedan aparecer como
aportantes del Partido”, también se corroboran los montos depositados y que guardan relación con los
comprobantes de pago reseñados. [...] Elementos que vinculan a Keiko Fujimori H iguchi con .
actos de obstrucción. 91. La defensa técnica afirma que no existe un dato objetivo que vincule a la
recurrente con un supuesto acto de obstrucción, este Colegiado en función a los elementos de convic­
ción sujetos a la regla del contradictorio en primera instancia y a los hechos que se han valorado en la
presente resolución, procede a dar respuesta a dicho cuestionamiento. El peligro procesal en su vertien­
te de obstaculización debe ser sustentado en base a elementos objetivos -concretos- en los que el impu­
tado ponga en riesgo fuentes de prueba de su investigación en curso [...]. [...] Existe una apariencia de
derecho que acreditaría de forma indiciaría que Keiko Sofía Fujimori Higuchi no solo conocía los actos
de búsqueda de falsos aportantes, sino que también -lo más importante- habría dado la orden para que
estos se realicen, facilitando y entregando a través de la Tesorera alterna Tarazona el dinero a Rolando
Reátegui, conforme se concluye en el fundamento 22 de la presente. [...] 92. De acuerdo a la imputa­
ción contenida en el requerimiento de prisión preventiva, existirían tres niveles diferenciados de obsta­
culización procesal que son agrupados por el Colegiado, en función a la intensidad del reproche del acto
de obstrucción: Primer nivel, se ubica en el contexto de la búsqueda de personas en la región San
Martín -ciudades de Tarapoto y de Nueva Cajamarca para que figuren como aportantes del Partido
Fuerza 2011. El objeto de la búsqueda sería aparentar que aquellas personas realizaron aportes a dicha
campaña. Ello se corrobora con las versiones de los “supuestos aportantes” convocados en las ciudades
de Tarapoto y Nueva Cajamarca entre los años 2010 y 2011. Segundo nivel, se encuentra conformado
por los actos de presión y amenaza que se habrían ejercido sobre los “supuestos aportantes” entre los
años 2017 y 2018 con el fin que mantengan las versiones de sus primigenias declaraciones ante el Mi­
nisterio Público en las que sí señalaron haber realizado dichos aportes. Ello se corrobora con las amena­
zas y coacciones narradas por LD M y LSB. Tercer nivel, se manifiesta en los actos de ofrecimiento y
pago de dinero a un “supuesto aportante”, con el objeto que señale al declarar ante el Ministerio Públi-
n o m o s & th e s is
561 SECCIÓN III: MEDIDAS DE COERCIÓN PROCESAL Art. 270
co, haber realizado tal aporte. Esto fluye de la declaración del TP-2017- 55-1 quien señala que le ofre- i
cieron diferentes cantidades de dinero para que indique en su declaración -en ese entonces próxima a j
llevarse a cabo-, que sí había hecho tal aporte económico. Dicha declaración tiene correlato acreditativo j
con la declaración de YUPQ, quien acepta haber realizado tales ofrecimientos e incluso realizado un
depósito bancario a favor del testigo [...] En ese sentido, se valoran los siguientes aspectos relevantes |
vinculados a la conducta de la investigada: a) en forma directa se busca influenciar en el sentido de las
declaraciones de los órganos de prueba a cambio de prestaciones económicas; b) los actos de amenaza j
se realizan con la finalidad que los órganos de prueba mantengan sus versiones; c) esta cadena de actos
de obstrucción se inicia con la creación de una apariencia de aportes que no se condice con la realidad, 1
que según la versión corroborada del TP-2017-55-3, fue ordenada por la investigada Keiko Sofía Fuji­
mori Higuchi; d) regla de la experiencia: la versión del TP-2017-55-1 es plausible en la medida que
todos estos actos se realizaron en favor del partido Fuerza Popular, cuya lideresa es la investigada Keiko
Sofía Fujimori Higuchi; e) autorizada doctrina sostiene que: De relevancia para la afirmación delpeligro
de obstaculización es la índole del delito investigado (por ejemplo, ciertos tipos de estafas, falsificación de do­
cumentos, delitos contra losfondos públicos), pero ello no debe llevar en form a esquemática a l dictado de la
prisión preventiva [...] la obstaculización relativa a los testigos sepodría dar a través de la inducción a l falso
testimonio [...] atando se le ofrece dinero para ello, o bien se le amenaza' [...], f) finalmente, todos estos
actos se produjeron en el desarrollo de esta investigación, muchos de ellos tienen evidencia corrobora­
tiva en alto grado de probabilidad por tanto configuran un nivel de obstrucción concreto y no especu­
lativo, sustentados en hechos base plurales y convergentes, como las declaraciones de testigos y prueba
documental (váuchers [sic] de depósito de los aportes) esta estructura elaborada teniendo como apoyo
elementos de convicción presentados por el ente acusador permiten dar una respuesta a la defensa téc­
nica, concluyendo que sí existen elementos de convicción que concurren para vincular a la investigada
con una alta probabilidad de riesgo razonable de obstaculización de la actividad probatoria en la presen­
te investigación. [...] 99. Absueltos los agravios referidos a la verificación del peligrosismo procesal de la
investigada Keiko Sofía Fujimori Higuchi, verificados holísticamente los agravios declarados fundados
e infundados, el Colegiado concluye que no se presenta el peligro de fuga, mas sí concurre el peligro de
obstaculización de la actividad probatoria. Correlativamente, existe riesgo procesal dado que la configu­
ración del peligro procesal, no exige que concurran simultáneamente los supuestos del peligro de fuga
y de la obstaculización del proceso por parte de la investigada. [...] 102. El Colegiado entiende que este
razonamiento tiene una base respecto del cual se pueden integrar ciertos aspectos relativos a una armó­
nica apreciación de los subprincipios del test de proporcionalidad: a) Juicio de idoneidad o adecuación:
a partir de lo valorado en relación al riesgo razonable de obstaculización de la actividad probatoria la
imposición de esta medida cautelar de prisión preventiva es congruente con el objetivo de evitar que la
investigada pueda obstaculizar el proceso y así conjurar el riesgo -de que se obstaculice la actividad
probatoria vinculada a los órganos de prueba (testigos)-, b) Juicio de necesidad: corresponde verificar si
existen medios alternativos a la prisión preventiva, que figuran en el elenco de medidas alternativas di­
señado por el legislador para alcanzar el objetivo. Al tratarse de una medida dentro de un procedimien­
to penal estando a la entidad del peligrosismo procesal que ha sido explicada en el sentido de que existen
datos en la propia imputación de que se ha pretendido direccionar la declaración de testigos, no existe
otra alternativa en el ordenamiento procesal penal para conjurar el mencionado riesgo de manera satis­
factoria. c) Juicio de proporcionalidad en sentido estricto: en este juicio es imperativo acudir a criterios
de ponderación, según el cual “cuanto mayor es el grado de la no satisfacción o de la afectación de un
principio, tanto mayor tiene que ser la importancia de la satisfacción del otro”. La afectación de la liber­
tad ambulatoria de la investigada se justifica porque las restricciones que contemplan otras medidas
menos intrusivas, no serán suficientes para evitar riesgo de obstaculización en alta probabilidad, cuyo
pronóstico se formula en base a los elementos de convicción aportados en el incidente y los actos con­
cretos que trascienden y dan contenido al modo de actuación delictiva descrito en la hipótesis fiscal,
como crear apariencias de aportación a personas que no lo son (acto de falsedad), implementar estrate­
gias de presión y amenaza a testigos para que declaren en el sentido que favorezca al partido político,
ofreciendo y pagando dinero a los testigos con la misma finalidad; en consecuencia, como las reglas de
♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL
Art. 270 LIBRO SEGUNDO: LA ACTIVIDAD PROCESAL 562

conducta de una comparecencia restringida, por ejemplo, no son suficientes para neutralizar el riesgo
que emana del peligrosismo procesal concreto, corresponde afectar los derechos de la investigada para
garantizar las otras finalidades que el proceso persigue: averiguación de la verdad y sujeción hasta la
culminación del proceso. (Expediente N .° 00299-2017-36-5001-JR-PE-01-Lima [Caso Keiko Fuji­
mori], del 03-01-2019, flF . jj. 32, 37, 68 , 91, 92, 99 y 102. Segunda Sala Penal de Apelaciones Nacional.
Corte Superior de Justicia Especializada en Delitos de Crimen Organizado y Corrupción de Funciona­
rios. Texto completo: <bit.ly/2TydB 5 C>).

JURISPRUDENCIA DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL

§ l i l i . Una limitación de la libertad tan severa como el encarcelamiento no puede estar jus­
tificada en criterios llanamente punitivos. 118. [A] menos que se trate de una sentencia judicial
condenatoria, el derecho fundamental a la presunción de inocencia y, desde luego, el propio derecho
a la libertad personal, impiden que una limitación de la libertad tan severa como el encarcelamiento,
pueda estar justificada en criterios llanamente punitivos. Si así fuera, la posibilidad de separar con con­
sistencia las razones que justifican una detención preventiva y una sentencia condenatoria, en esencia,
se desvanecerían, como desvanecido también quedaría el contenido constitucionalmente protegido de
la inocencia presunta. (Exp. N .° 04780-2017-PFIC/TC y Exp. N .° 0052-2018-PHC/TC [acumulado]
[Caso Ollanta Húmala] del 26-04-2018 [Web: 26-04-2018 / EP: 20-09-2018], £ j. 118. Texto com­
pleto : <bit.ly/2Eduny2>).
§ 1112. No se puede justificar el riesgo razonable de obstaculización en un becbo no probado.
95. El artículo 270 del Código Procesal Penal establece que “ [p]ara calificar el peligro de obstaculiza­
ción se tendrá en cuenta el riesgo razonable de que el imputado: a) Destruirá, modificará, ocultará,
suprimirá o falsificará elementos de prueba, b) Influirá para que coimputados, testigos o peritos infor­
men falsamente o se comporten de manera desleal o reticente, c) Inducirá a otros a realizar tales com­
portamientos”. Así, pues, para justificar el peligro de obstaculización, no se requiere probar que estas
conductas efectivamente se han dado, sino solo el “riesgo razonable” de que puedan darse. Se trata, en
definitiva, de una presunción. 96. Teniendo en cuenta esto, y en términos constitucionales, ¿es posible
justificar ese presunto riesgo razonable (de obstaculización), no en un hecho probado, sino en un he­
cho que, a su vez, es solo razonable asumir que puede haberse producido? Responder esta pregunta es
fundamental, puesto que el juez y la Sala no han presumido el riesgo de que el investigado influya en
testigos como resultado de haberse probado que antes lo ha hecho, sino que han llegado a la conclusión
de que esta es una conducta que puede presumirse en el investigado, basados en una presunción no
probada pero razonable, presentada en otro proceso judicial. Es decir, y para decirlo en una frase, han
basado su sospecha razonable en otra sospecha razonable. 97. Pues bien, si tal como se ha señalado, toda
resolución judicial que ordene una prisión preventiva requiere de una motivación cualificada, no es de
recibo que la presunción del riesgo de perturbación de la actividad probatoria o del riesgo de fuga se
base, a su vez, en hechos presuntos y provenientes, además, en este caso, de un proceso pasado. Ello hace
que la razonabilidad de la presunción del peligro procesal y su nivel probabilístico carezcan de la fuerza
necesaria para justificar una limitación tan grave a la libertad personal. 98. Como bien ha referido la
Corte Interamericana, una resolución judicial que pretenda entenderse como suficientemente motivada
para limitar la libertad personal “tiene que estar fundada en hechos específicos (...) esto es, no en meras
conjeturas” (cfr. Corte IDH . Caso Chaparro Alvarez y Lapo Iñiguez vs. Ecuador [§ 1071], sentencia
del 21 de noviembre de 2007, párr. 103). Es decir, el riesgo de perturbación de la actividad probatoria
o de fuga puede ser finalmente una conjetura, pero tratándose de limitar la libertad personal, resulta
constitucionalmente inaceptable que también lo sea el elemento de juicio en que se pretenda sustentar.
99. Ello en buena medida es lo que establece el artículo 281 del Código Procesal Civil, supletoriamente
aplicable al proceso penal, cuando, al referirse a las “presunciones judiciales”, establece que “ [e]l razo­
namiento lógico-crítico del juez, basado en reglas de experiencia o en sus conocimientos y a partir del
presupuesto debidamente acreditado en el proceso, contribuye a formar convicción respecto al hecho
o hechos investigados” (énfasis agregado). Lo que en buena cuenta quiere decir, que cabe la presunción

n o m o s & th e s is
563 SECCIÓN III: MEDIDAS DE COERCIÓN PROCESAL Alt 270
judicial, pero solo en base a un elemento debidamente acreditado, no con base en otro hecho presunto.
100 . Por estas razones, el Tribunal Constitucional considera violatorio del derecho a la debida motiva­
ción de las resoluciones judiciales y a la libertad personal que la Sala haya aceptado como elemento de
juicio para presumir el riesgo de perturbación de la actividad probatoria en el caso del procesado Ollan­
ta Húmala, la transcripción de audios que no habían sido legalmente incorporadas al proceso y que solo
permitían presumir, una influencia en testigos en un proceso anterior, pero en modo alguno permiten
acreditar una conducta anterior en los mismos términos. (Exp. N .° 04780-2017-PHC/TC y Exp. N .°
0052-2018-PHC/TC [acumulado] [Caso Ollanta Húmala} del 26-04-2018 [Web: 26-04-2018 / EP:
20-09-2018], ff. jj. 95 al 100. Texto completo: <bit.ly/2Eduny2 >).
§ 1113. Para justificar el peligro de obstaculización, no se requiere probar que estas conductas
efectivamente se han dado, sino solo el “riesgo razonable” de que puedan darse. 19. El artículo
270 del Código Procesal Penal establece que “ [p]ara calificar el peligro de obstaculización se tendrá en
cuenta el riesgo razonable de que el imputado: a. Destruirá, modificará, ocultará, suprimirá o falsificará
elementos de prueba, b. Influirá para que coimputados, testigos o peritos informen falsamente o se
comporten de manera desleal o reticente, c. Inducirá a otros a realizar tales comportamientos” . Así,
pues, para justificar el peligro de obstaculización, no se requiere probar que estas conductas efectiva­
mente se han dado, sino solo el “riesgo razonable” de que puedan darse. Se trata, en definitiva, de una
presunción. (Exp. N .° 04780-2017-PHC/TC y Exp. N .° 0052-2018-PHC/TC [acumulado] [Caso
Ollanta Húmala] del 26-04-2018 [Web: 26-04-2018 / EP: 20-09-2018], f. j. 95. Texto completo:
<bit.ly/2Eduny 2 >).
§ 1114. Los cuestionamientos dirigidos al imputado relacionados con declaraciones o con­
ductas que no se acercan a la verdad no pueden ser interpretadas como un peligro de obsta­
culización. 109. [E]ste Tribunal Constitucional tiene jurisprudencia en la que ha señalado que los
cuestionamientos dirigidos al imputado relacionados con declaraciones o conductas que no se acercan
a la verdad no pueden ser interpretadas como un peligro de obstaculización que justifique el dictado de
una prisión preventiva. Así, se ha señalado, por ejemplo, que “la versión incoherente de los hechos que
[el procesado] pueda manifestar, no constituyen indicios razonables de la manifestación del peligro de
obstaculización del proceso” (Cfr. Sentencia 1555-2012-PHC/TC, fundamento 7 [§ 1119]). [...] 111.
No se aprecia ninguna necesidad apremiante de encarcelar a una persona por no declarar conforme a
la verdad, por haber tenido conductas que no se acerquen a ella, o, en el caso concreto, por haber dis­
torsionado su grafía. (Exp. N .° 04780-2017-PHC/TC y Exp. N .° 0052-2018-PHC/TC [acumulado]
[Caso Ollanta Húmala] del 26-04-2018 [Web: 26-04-2018 / EP: 20-09-2018], ff. jj. 109 y 111. Texto
completo: <bit.ly/2 Eduny2 >).

§ 1115. Las medidas de limitación de la libertad individual no pueden estar justificadas sola­
mente en la base de criterios punitivos. No se podrá denegar la solicitud de variación de la prisión
preventiva por la de arresto domiciliario sobre la base de criterios punitivos. 19. Al resolver la
solicitud planteada, el Séptimo Juzgado de Investigación Preparatoria de la Corte Superior de Chiclayo,
mediante Resolución [...] de fecha 28 de junio de 2017 decidió declararla improcedente. Según el re­
ferido juzgado, en el caso concreto se encontraba acreditada la grave situación de salud por la que atra­
viesa el demandante, por lo que se cumple lo exigido por el artículo 290, inciso 1, del Código Procesal
Penal. Sin embargo, respecto del segundo inciso de dicho artículo -que señala que “en todos los motivos
previstos en el numeral anterior, la medida de detención domiciliaria está condicionada a que el peligro
de fuga o de obstaculización pueda evitarse razonablemente con su imposición”- sostuvo lo siguiente:
que el inciso 2) de la norma acotada prevé que la medida de detención domiciliaria está condicionada
a la superación del peligro procesal en sus vertientes de obstaculización y de fuga, esto es que pueda evitarse
razonablemente con su imposición, siendo así y advirtiéndose que el recurrente no ha procedido en prim er
lugar a indicar de qué manera se estaría por cumplido estepresupuesto, ni tampoco habría aportado material
sustentatorio suficiente de tal situación, de lo que se colige que existe ausencia dejustificación material de su
imposición. 4.- Que, a mayor abundamiento, en elpresente caso, el supuesto peligro procesal ha sido debi­
damente analizado a l momento de examinarse el requerimiento de Prisión Preventiva formulado, y ha sido
♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL
Art. 270 LIBRO SEGUNDO: LA ACTIVIDAD PROCESAL 564

objeto de confirmación en la instancia superior, no habiendo hasta la fecha aportado argumentos ni elementos
de convicción suficientes que perm ita suponer la superación de tales presupuestos procesales; y si bien es cierto
adjunta a su escrito, recibos de servicios públicos y una declaración jurada efectuada por sus padres, con los
que pretende acreditar un cierto arraigo domiciliario y fam iliar, también lo es que, uno de los delitos que se
le atribuye a l investigado ASS, es el de Sicariato, previsto y sancionado en el artículo 108-C tercer párrafo,
incisos 2 y 3 del Código Penal, el cual se encuentra conminado con la pena de cadena perpetua, por lo que
es evidente que se mantiene latente el peligro de fuga y obstaculización, teniendo en cuenta la gravedad de
la pena que se esperaría como resultado delprocedimiento, siendo que, como ya se indicó en la audiencia de
prisión preventiva, la presencia de algún arraigo (criterio no taxativo) no descarta a priori la imposición de
dicha medida, tal como así lo ha establecido la Circular sobre Prisión Preventiva (Resolución Administrativa
N .° 325-2011-P-PJ) criterio que también ha sido acogido por la Casación N .° 626-2013 Moquegua [§
1082] en su fundamento trigésimo noveno, Casación establecida como doctrina jurisprudencial vinculante. ”
20. Este Tribunal aprecia que, para justificar el rechazo de la solicitud planteada por la defensa técnica
del recurrente, el Juzgado se basó en una alegada existencia de peligro de fuga u obstaculización -es de­
cir, peligro procesal- como consecuencia de la gravedad de la pena que le esperaría al procesado. Sobre
el particular, corresponde advertir que “la gravedad de la pena que se espera” no es un criterio de orden
procesal, sino punitivo. 21. Este Tribunal no considera que sea adecuado que, en el marco del debate
sobre la modificación de la medida de prisión preventiva por la de arresto domiciliario, los argumentos
referidos a la supuesta comisión de un delito y su gravedad sean los únicos elementos que justifiquen
mantener una prisión provisional. Y es que si en el marco del control constitucional de la prisión pre­
ventiva este Tribunal ha señalado que es inadmisible que la limitación de la libertad individual pueda
estar justificada tan solo en criterios punitivos [Cfr. Exp. 04780-2017-PH C/TC y 00502-2018-PHC/
T C (acumulados), fundamento 118 (§ l i l i ) ] , mutatis mutandi, no se puede denegar una solicitud
de variación de medida de prisión preventiva por la de arresto domiciliario solamente sobre la base de
criterios de dicha naturaleza. 22. De manera contraria a lo anteriormente referido, en el presente caso
el rechazo de la modificación de la medida de prisión preventiva por la de arresto domiciliario se basó
únicamente en la gravedad de la pena esperada para sostener el peligro procesal que justificó, en su
momento, el dictado de la prisión preventiva. Por tanto, el criterio plasmado por el Juzgado resulta a
todas luces contrario a las exigencias constitucionales para mantener una medida provisional privativa
de la libertad. (Exp. N .° 00345-2018-PHC/TC, del 26-07-2018 [Web: 08-08-2018], ff. jj. 19 al 22.
Texto completo: <bit.ly/2Jo5wMI>).

§ 1116. Aspectos de obstaculización del proceso deben ser apreciados por el juzgador en cada
caso concreto. 9. En cuanto al segundo supuesto del peligro procesal, el de la obstaculización del pro­
ceso, se encuentra vinculado a la injerencia del procesado en libertad ambulatoria respecto del resultado
del proceso. Aquello puede manifestarse con la influencia directa del actor en la alteración, ocultamien-
to o desaparición de los medios probatorios; o en la conducta de las partes o peritos del caso. Estamos
aquí pues ante factores que deben incidir en el juzgador a efectos de un equívoco resultado del proceso
e incluso ocasionar que, de manera indirecta o externa, el procesado en libertad pueda perturbar el re­
sultado del proceso penal. Todos estos aspectos de obstaculización del proceso deben ser apreciados por
el juzgador en cada caso en concreto, ya que, de contar indicios fundados de su concurrencia, deberá
contarse con una especial motivación que la justifique. (Exp. N .° 01133-2014-PH C/TC [caso Jorge
Hernán Herrera García], del 14-07-2014 [Web: 10-03-2015 / EP: 19-05-2016], f. j. 9. Texto completo:
<bit.ly/2WpN3RT >).

§ 1117. Peligro de obstaculización. 22. Sin perjuicio de todo lo expuesto, al analizar la de­
tención judicial preventiva decretada contra el actor, el Tribunal Constitucional ha considerado,
además, que conforme se corrobora del último párrafo del fundamento tercero de la resolución
expedida por el Juez del Cuarto Juzgado Penal Especial, de fecha 5 de setiembre de 2001, se con­
sideró pertinente mantener en vigencia la detención judicial preventiva contra el actor, pues a lo
largo del proceso éste no colaboró con el proceso de investigación judicial, considerándose ello “un
peligro de entorpecimiento de la actividad probatoria” que “atentaría contra el objetivo del proceso

n o m o s & th e sis
565 SECCIÓN III: MEDIDAS DE COERCIÓN PROCESAL Art. 27Q

penal Tal criterio se deriva del hecho de que el actor no expresó, pese a tener “conocimiento
pleno”, que el dinero utilizado para la compra de acciones del Canal 10 provenía del Tesoro Publi­
co; que el actor concurría todos los días a las instalaciones del Servicio de Inteligencia Nacional a
fin de prestar asesoramiento en materia de comunicaciones y que, por ello, se le abonaba la suma
de ocho mil dólares americanos; que, asimismo, por concepto de mantenimiento de su oficina, tal
suma se incrementaba aproximadamente entre veinte a veinticinco mil dólares americanos; que
habría recibido adicionalmente cien mil dólares para mejorar la situación del Canal 10 [...]. (Exp.
N .° 1091-2002-H C/TC [caso Vicente Ignacio Silva Checa], del 12-08-2002 [Web: 16-08-2002], f.
j. 22. Texto completo: <bit.ly/2TTXz6X>).
§ 1118. Peligrosismo procesal: peligro de inga y peligro de obstaculización. 6. El peligro pro­
cesal está representado por el peligro de fuga y el peligro de obstaculización del proceso por parte del
procesado. El primer supuesto del peligro procesal (el de fuga) se determina a partir del análisis de una
serie de circunstancias que pueden tener lugar antes o durante el desarrollo del proceso penal y que se
encuentran relacionadas, entre otros, con el arraigo domiciliario, familiar y laboral del actor en la loca­
lidad del órgano judicial que lo procesa, aspectos que crean juicio de convicción al juzgador en cuanto
a la sujeción del actor al proceso. El segundo supuesto del peligro procesal (el de la obstaculización
del proceso) se encuentra vinculado a la injerencia del procesado en libertad ambulatoria respecto del
resultado del proceso, pudiendo ello manifestarse con la influencia directa del actor en la alteración,
ocultamiento o desaparición de los medios probatorios, en la conducta de las partes o peritos del caso
que incida en el juzgador a efectos de un equívoco resultado del proceso e incluso que de manera in­
directa o externa el procesado en libertad pueda perturbar el resultado del proceso penal, aspectos de
obstaculización del proceso que el juzgador debe apreciar en cada caso en concreto, ya que de contar
indicios fundados de su concurrencia deberá ser merecedor de una especial motivación que la justifique.
La justicia constitucional no determina ni valora los elementos que dan lugar al peligro procesal del
caso, sino que verifica que su motivación resulte mínimamente suficiente a efectos de la concurrencia
de los presupuestos procesales que validan la imposición de medida cautelar de la libertad personal,
puesto que -en lo que al caso de autos respecta- debe tenerse en cuenta que la ausencia de motivación
en referencia a la obstaculización delproceso o de la eventual sustracción del actor a l proceso convertiría a
la imposición de la medida cautelar de la libertad personal (llámese prisión preventiva o mandato de
detención provisional) en arbitraria y, por tanto, vulneratoria de lo establecido por la Constitución
(artículo 139°, numeral 3). (Exp. N .° 01555-2012-PHC/TC [caso M ikhail Vladimir Morales Vargas],
del 19-03-2013 [Web: 11-04-2013], f. j. 6. Texto completo: <bit.ly/2uqaGxv>).
§ 1119. L a versión incoherente de los hechos que el procesado pueda manifestar, no consti­
tuyen indicios razonables de la manifestación del peligro de obstaculización del proceso 7. [...]
[Las] circunstancias en las que se ha realizado el ilícito cuya conducta se atribuye al inculpado o la
versión incoherente de los hechos que éste pueda manifestar, no constituyen indicios razonables de la
manifestación del peligro de obstaculización del proceso por parte del procesado en libertad, tal como
lo que sostienen los emplazados. En efecto, tal como se ha referido en el fundamento anterior, el peli­
gro procesal se encuentra vinculado a la injerencia del procesado en libertad ambulatoria en relación a
la alteración, ocultamiento o desaparición de los medios probatorios, de su influencia en la conducta
de las partes o peritos del caso, o que, de algún otro modo, pueda perturbar el resultado del proceso
penal, aspectos de obstaculización del proceso que no han sido considerados por los demandados. No
se aprecia, en conclusión, una mínima motivación del supuesto del peligro procesal a efectos de validar
la imposición de la medida de detención decretada en contra del recurrente de los autos [...], lo cual
resulta violatorio de la exigencia constitucional de la motivación de las resoluciones judiciales. (Exp. N .°
01555-2012-PHC/TC [caso M ikhail Vladimir Morales Vargas], del 19-03-2013 [Web: 11-04-2013], f.
j. 7. Texto completo: <bit.ly/2uqaGxv>).
§ 1120. El peligro de fuga y el peligro de obstaculización deben ser justificados de manera ra­
zonable y objetivas en el caso concreto. Véase la jurisprudencia del artículo 269° del Nuevo Código

♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL


Art. 271 LIBRO SEGUNDO: LA ACTIVIDAD PROCESAL 566

Procesal Penal [§ 1101], (Exp. N .° 05575-2009-PHC/TC, del 31-03-2010 [Web: 14-04-2010 / EP:
21-05-2010], f. j. 9. Texto completo: <bit.ly/2HMF2TC>).

§ 1121. En la prisión preventiva, no es necesario que tengan que concurrir el peligro de fuga y
de la obstaculización del proceso de manera simultánea. Véase la jurisprudencia del artículo 269°
del Nuevo Código Procesal Penal [§ 1100]. (Exp. N .° 03223-2014-PHC/TC, del 27-03-2015 [Web:
20-07-2017 / EP: 26-08-2017], f. j. 11. Texto completo: <bit.ly/2XZAcaC>).

JURISPRUDENCIA DE LA CORTE INTERAMERICANA DE DERECHOS HUMANOS

§ 1122. El peligro de obstaculización debe ser analizado bajo circunstancias concretas y no abs­
tractas. 33. La complejidad de un caso puede justificar la prisión preventiva. Especialmente, cuando se
trata de un caso que requiere de interrogatorios difíciles de llevar a cabo, y donde el acusado ha impedido,
demorado, o conspirado con otros que están siendo investigados en el curso normal del proceso judicial.
Pero una vez que la investigación se ha efectuado, y que los interrogatorios han concluido, la necesidad
de investigación por sí sola no puede justificar la continuación de la medida restrictiva de libertad. 34. La
Comisión considera que no es legítimo invocar las ‘necesidades de la investigación” de manera general
y abstracta para justificar la prisión preventiva. Dicha justificación debe fundamentarse en un peligro
efectivo de que el proceso de investigación será impedido por la liberación del acusado. (CIDH, Informe
N .° 2/97 del 11 de marzo de 1997 [Casos: 11.205, 11.236, 11.238, 11.239, 11.242, 11.243, 11.244,
11.247, 11.248, 11.249, 11.251, 11.254, 11.255, 11.257, 11.258, 11.261, 11.263, 11.305, 11.320,
11.326, 11.330, 11.499, y 11.504\, párrafos 33 y 34. Texto completo: <bit.ly/2FC6q36>).

Artículo 271: Audiencia y resolución

1. El Ju e z de la Investigación Preparatoria, dentro de las cuarenta y ocho horas siguientes al


requerimiento del Ministerio Público realizará la audiencia para determinar la procedencia de la pri­
sión preventiva. La audiencia se celebrará con la concurrencia obligatoria del Fiscal, del imputado
y su defensor. El defensor del imputado que no asista será reemplazado por el defensor de oficio.
2. Rige en lo pertinente, para el trámite de la audiencia lo dispuesto en el artículo 8, pero la resolución
debe ser pronunciada en la audiencia sin necesidad de postergación alguna. El Juez de la Investigación
Preparatoria incurre en responsabilidad funcional si no realiza la audiencia dentro del plazo legal. El Fiscal
y el abogado defensor serán sancionados disciplinariamente si por su causa se frustra la audiencia. Si el
imputado se niega por cualquier motivo a estar presente en la audiencia, será representado por su abogado
o el defensor de oficio, según sea el caso. En este último supuesto deberá ser notificado con la resolución
que se expida dentro de las cuarenta y ocho horas siguientes a la conclusión de la audiencia.
3. El auto de prisión preventiva será especialmente motivado, con expresión sucinta de la imputación,
de los fundamentos de hecho y de derecho que lo sustente, y la invocación de las citas legales correspon­
dientes.
4. El Ju e z de la Investigación Preparatoria, si no considera fundado el requerimiento de prisión preven­
tiva optará por la medida de comparecencia restrictiva o simple según el caso. www

NOTA DE ACTUALIZACIÓN
(1) De conform idad con la primera disposición com plem entaria final de la Ley N.° 30076 (EP, 19-08-2013), se adelantó la
vigencia del presente artículo, en todo el territorio peruano.

PROTOCOLOS, REGLAMENTOS, LINEAMIENTOS, GUÍAS Y DIRECTIVAS


(a) Directiva N.° 005-2016-MP-FN: "Actuación del fiscal en el procedimiento de prisión preventiva y su apelación en
los distritos que aún no se implementa íntegramente el Código Procesal Penal" (aprobado por la Resolución N.°
3939-2016-MP-FN de 08-09-2016). Véase el texto com pleto en: <bit.ly/2WMVmr9>.
(b) Directiva N.° 002-2016-MP-FN: "Normas para el registro y sistem atización de los requerimientos de prisión preventiva"
(aprobado por la Resolución N.° 2193-2016-M P-FN de 11 -05-2016). Véase el texto com pleto en: <bit.ly/2HUWMwf>.

n o m o s & th e sis
567 SECCION III: MEDIDAS DE COERCION PROCESAL Art. 271
DOCTRINA JURISPRUDENCIAL VINCULANTE DE LA CORTE SUPREMA

§ 1123. Prolongación de prisión preventiva debe ser resuelta por juez de investigación pre­
paratoria. Véase la jurisprudencia del artículo 274° del Nuevo Código Procesal Penal [§ 1148].
(Casación N .° 328-2012-Ica, de 17-10-2013, que establece que en las Cortes Superiores de los D is­
tritos Judiciales en los que se encuentra en vigencia el Código Procesal Penal, consideren como doc­
trina jurisprudencial vinculante lo señalado en los fF. jj. 3 al 8. Sala Penal Permanente [EP, 06-03­
2014, Jurisprudencia, Ano XXIII, N .° 956, pp. 7055-7058]. Texto completo: <bit.ly/2Di9G08>.

N ota: Véase también la consulta excepcional a la presente casación publicada el 22-07-2015


[Texto completo: <bit.ly/2bXZz89>] que incorporó nuevos fundamentos a la presente casación.
§ 1124. La audiencia de apelación puede realizarse con la sola presencia del abogado defen­
sor del imputado. Véase la jurisprudencia del artículo 423° del Nuevo Código Procesal Penal [§ 1744].
(Casación N .° 183-2011-Huaura, del 05-09-2012, que establece que en las Cortes Superiores de los
Distritos Judiciales en los que se encuentra en vigencia el Código Procesal Penal, consideren como doc­
trina jurisprudencial vinculante lo señalado en el cuarto considerando [Análisis jurídico fáctico] de la
presente resolución. Sala Penal Permanente [EP, 19-03-2013, Jurisprudencia, Año XXII, N .° 937, pp.
6895-6897]. Texto completo: <bit.ly/2p5hAWl).

PLENO DE LOS JUZGADOS PENALES DE INVESTIGACIÓN PREPARATORIA

§ 1125. Notificación y apercibimientos en audiencia de control de acusación. Acuerdos 1 . La


acusación se notificara al domicilio real y procesal del acusado. 2. La audiencia preliminar de control de
acusación es de carácter inaplazable. 3. Las resoluciones de traslado de acusación y citación a audiencia
se sujetaran a los considerandos del presente acuerdo. 4. La presentación de la carpeta fiscal conjun­
tamente con el requerimiento de acusación es obligatoria. 5. Los asistentes jurisdiccionales aplicaran
los modelos de resoluciones que se anexan. (Acuerdo Plenario N .° 03-2008, de 04-01-2008. Pleno de
los Juzgados Penales de Investigación Preparatoria de Trujillo. Corte Superior de La Libertad. Texto
completo: <bit.ly/lV6IMi7>).

ACUERDOS DE LAS SALAS PENALES SUPERIORES

§ 1126. El juez dispondrá la exclusión y sanción al abogado defensor si no asiste de manera


injustificada a una audiencia inaplazable. Véase la jurisprudencia del artículo 85° del Nuevo C ó­
digo Procesal Penal [§ 422]. (Acuerdo N .° 3-2017-SPS-CSJLL, de 15-06-2017. Acuerdo de Jueces
Titulares de las Salas Penales Superiores de la Corte Superior de Justicia de La Libertad. Texto completo:
<bit.ly/2HbXqDQ> [p. 3]).

JURISPRUDENCIA DE LA CORTE SUPREMA

§ 1127. Audiencia de la prisión preventiva. Estructura y manejo de los tiempos. Décimo quin­
to. El Decreto Legislativo 957 establece un sistema acusatorio contradictorio de origen eurocontinental,
incorporando un sistema de audiencias previas y de juzgamiento, regidos en general por la oralidad,
inmediación, contradicción y publicidad. Décimo sexto. Es importante la audiencia para tomar una
decisión, pues durante la investigación preparatoria o etapa intermedia las partes sustentan sus preten­
siones a través de los principios citados, y el Juez debe cumplir una función activa en busca de la mayor
información y de la mejor calidad, que le permita la resolución, lo que se aplica en la audiencia de
prisión preventiva, previsto en el inciso 1 del artículo 271 del Código Procesal Penal. Décim o séptimo.
En la audiencia de prisión preventiva una buena práctica, especialmente al inicio de la realización de
audiencias previas en el Distrito Judicial, por la aplicación progresiva del Código Procesal Penal, es: que
la argumentación por las partes de los presupuestos materiales se haga punto por punto, señalados en
el artículo 268 del Código Procesal Penal, referidos a los requisitos de la medida cautelar que requie­
ren o se oponen, así, captarán íntegramente la información sobre cada uno y contradecirán todo lo
argumentado, presupuesto por presupuesto, el Juez podrá hacer preguntas al respecto, contando con

♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL


Art. 271 LIBRO SEGUNDO: LA ACTIVIDAD PROCESAL 568

el máximo de información sobre los elementos de convicción contradichos que sustenten cada uno de
los requisitos de esta medida de coerción personal y después pasará al siguiente punto, y al concluir
cada punto y al final de la audiencia, estará en las mejores condiciones para pronunciar la medida de
coerción personal necesaria y proporcional. Décimo octavo. Lo primero que se tratará será sobre los
graves y fundados elementos de convicción. El Fiscal relatará los hechos y argumentará la intervención
del imputado, sobre la base de los elementos materiales obtenidos, que sustentaran sus dichos. El Juez
dará la palabra a la defensa para que exponga lo necesario. Siendo la función del Organo Jurisdiccional
hacer la audiencia, captar la información y expedir resoluciones orales y escritas, su labor de dirección es
central evitando desvíos en la discusión de derechos que no corresponden a la naturaleza de la audien­
cia, proveyendo garantías, pero también eficiencia. Como aceptar que se discuta exclusión de prueba
prohibida o vulneración de la imputación necesaria, que se protegen a través de la tutela de derechos,
atipicidad o causa de justificación, garantizados por las excepciones de improcedencia de acción, pues
la defensa es cautiva y los abogados deben conocer la ley, doctrina, jurisprudencia y el caso concreto,
estando obligados a observar el derecho a la defensa en el procedimiento correspondiente. Décimo no­
veno, Así controlará los tiempos, focalizará que las partes se refieran a un tema específico, haya la mayor
contradicción porque la contraparte recordara íntegramente lo que se acaba de argumentar y podrá
refutarlo y el Juez hacer las preguntas aclaratorias que estime. Vigésimo. Una vez agotada la discusión
del primer requisito, habiendo el Juez logrado la información que requiere, dará la palabra al Fiscal para
continuar con la prognosis de pena a imponer, bajo los mismos términos. Vigésimo prim ero. Luego,
sobre el peligro procesal. El Fiscal indicará específicamente, individualizando cuál es el alegado, pues los
artículos 269 y 270 del Código Procesal Penal establecen una serie, después la réplica del defensor del
imputado y el Juez estará en condiciones de establecer su magnitud. Vigésimo segundo. Finalmente, se
fundamentará la proporcionalidad de la medida cautelar solicitada, la magnitud del riesgo procesal acre­
ditado, así como su duración. El Fiscal debe motivar en su requerimiento escrito, conforme al artículo
122 del Código Procesal Penal y en las alegaciones orales, demostrando por qué es idónea, necesaria y
proporcional en sentido estricto. La defensa podrá cuestionarlo. Vigésimo tercero, i) La motivación es
de la máxima importancia al requerirse una afectación grave en derechos fundamentales, está prevista en
el inciso 5 del artículo 139 de la Constitución Política del Estado, el inciso 3 del artículo 271 del Có­
digo Procesal Penal, Decreto Legislativo 957, las reiteradas sentencias del Tribunal Constitucional, este
Supremo Tribunal y la Resolución N .° 120-2014, de mayo de 2014, expedida por el Consejo Nacional
de la Magistratura como precedente vinculatorio, en la ratificación del Fiscal Villasis Rojas, establecen
que debe examinarse para su corrección: a) Comprensión del problema y lenguaje claro y accesible,
b) Reglas de la lógica y argumentación, c) Congruencia, d) Fundamentación jurídica, doctrinaria y
jurisprudencial, ii) El Tribunal Constitucional en la sentencia recaída en el Expediente N .° 728-2008-
PH C/TC, caso Llamoja Hilares [§ 540], indicó que resulta indispensable una especial justificación
para decisiones jurisdiccionales que afectan derechos fundamentales como la libertad, en la que debe
ser más estricta, pues solo así es posible evaluar si el Juez Penal ha obrado de conformidad con la natu­
raleza excepcional, subsidiaria y proporcional de la medida (sentencias recaídas en los Expedientes N .°
1091-2002-HC/TC [§ 1046] y recientemente en el N .° 1133-2014-PHC/TC [§ 1116]), lo que debe
cumplirse en todos los actos antes señalados, iii) En el estudio Independenciajudicial insuficiente, prisión
preventiva deformada. Los casos de Argentina, Colombia,, Ecuadory Perú, que recoge estudios coordinados
por Due Process o f Law Foundation, se señala como una recomendación hecho en el marco del estudio
comparativo, que el uso arbitrario o inmotivado de la prisión preventiva debe ser perseguido y sancio­
nado mediante procesos disciplinarios y, en su caso, procesos penales. (Casación N .° 626-2013-Moque-
gua, del 30-06-2015, ff. jj. 15-23. Sala Penal Permanente [EP, 27-02-2016, Jurisprudencia, Año XXV,
N .° 1005, pp. 7398-7406]. Texto completo: <bit.ly/2a9ot3N>).
§ 1128. L a asistencia del imputado a la audiencia de prisión preventiva no es obligatoria para
su instalación, si se constata previamente que su inasistencia a la misma se debe a una decisión
voluntaria, intencional o negligente frente a una debida citación. Quinto. [...] Ese entendimiento
no es correcto. La detención, si bien es una privación de libertad provisionalísima -caracterizada por su
brevedad y su limitación temporal- de naturaleza estrictamente cautelar -evitar la posibilidad de fuga o
nomos &thesis
569 SECCION III: MEDIDAS DE COERCION PROCESAL Arí. 271
elusión de los efectos de la justicia- y dispuesta por la Policía o por el Juez de la Investigación Preparato­
ria, cuya función es tanto asegurar a la persona del imputado cuanto garantizar la futura aplicación del
iuspuniendi mediante la realización inmediata de actos de investigación urgentes o inaplazables [...]; no
es, en principio, una medida necesaria o imprescindible para que se dicte, ulteriormente, mandato de
prisión preventiva. [...] Sétimo. [...] Lo expuesto permite entender en su justo alcance (i) la situación
del imputado previa al pedido de prisión preventiva -puede estar o no detenido-, (ii) los presupuestos
para la expedición de la resolución de citación para la realización de la audiencia respectiva -el juicio
de admisibilidad está condicionado a la existencia de un imputado en estricto sentido, que contra él
se baya dictado una Disposición de Continuación y Formalización de la Investigación Preparatoria-,
y (iii) las exigencias para la propia instalación y desarrollo de la audiencia -citación debida, presencia
obligatoria del Fiscal y del abogado defensor, y, en caso de ausencia del imputado, constatación previa
de una situación de inasistencia voluntaria por razones derivadas de su actitud anterior a la convoca­
toria a la audiencia (ausencia, contumacia, fuga o no presencia pese a su emplazamiento a los actos de
investigación) o como consecuencia de una decisión, intencional o negligente, de inconcurrencia ante la
citación judicial-. (Casación N .° 01-2007-Huaura, del 26-07-2007, ff. jj. 5 y 7. Sala Penal Permanente.
Texto completo: <bit.ly/2cUloD4>). .

§ 1129. El objeto de la audiencia de requerimiento de prisión preventiva es verificar si se cum­


plen o no los requisitos legales para dictar una orden de detención. No está supeditada al análisis
y prueba de la tipicidad, culpabilidad y antijuricidad de la conducta. Vigésimo. En ese sentido, el
objeto de la audiencia de requerimiento de prisión preventiva es verificar si se cumplen o no los requi­
sitos legales para dictar una orden de detención solicitada por el fiscal (previstas en el artículo 268 del
Código Procesal Penal). De ninguna manera esta audiencia está supeditada al análisis y prueba de la
tipicidad, culpabilidad y antijuricidad de la conducta. (Casación N .° 704-2015-Pasco, del 27-11-2017,
f. j. 20. Primera Sala Penal Transitoria. Texto completo: <bit.ly/2SP8YzK>).

§ 1130. No es posible que en la audiencia de prisión preventiva se varíen los hechos o la cali­
ficación jurídica consignadas en la disposición de formalización de la investigación preparatoria.
Vigesimoprimero. Es pertinente puntualizar, que el fiscal en el requerimiento de prisión preventiva
que presenta ante el juez de Investigación Preparatoria, entre otros, realiza la descripción de los hechos
y la tipificación específica correspondiente. Esta formulación de imputación concreta es responsabili­
dad exclusiva del fiscal y no es objeto de discusión en la audiencia. Dicha imputación comprende una
proposición fáctica y su calificación jurídica. Vigesimosegundo. Esta formulación de imputación es
comunicada al procesado antes de que se realice la audiencia por dos motivos específicos: 22.1. Para
que conozca los hechos que se le atribuyen, la calificación jurídica específica y las evidencias o medios de
convicción para sustentar el pedido de prisión preventiva. Cabe acotar que se requiere que la informa­
ción de los cargos sea precisa y detallada, lo que incluye la calificación jurídica que el fiscal formuló en
su contra. 2.2. Para que prepare su defensa efectiva con la asesoría de su abogado, antes de la realización
de la audiencia correspondiente. Vigesimotercero. Este derecho a la información previa y detallada es
consustancial del derecho de defensa y posibilitará que la defensa examine el requerimiento de prisión
preventiva del fiscal antes de la audiencia, se prepare y pueda pronunciarse sobre cada uno de los argu­
mentos expuestos en ella. Esta es la única forma de poder responder y dar las razones correspondientes.
Sería una equivocación pensar que la garantía constitucional de defensa comienza a regir cuando el
imputado recién comparece ante el juez en la audiencia. Vigesimocuarto. Dentro de ese contexto, no es
posible que sorpresivamente (el fiscal o el juez de oficio) en la audiencia de prisión preventiva se varíen
los hechos o la calificación jurídica que fueron consignadas en la Disposición de Formalización y Con­
tinuación de la Investigación Preparatoria (las audiencias que se realicen antes del juzgamiento, como
la de prisión preventiva, está restringida y limitada por la imputación concreta que se formalizó por el
fiscal), por dos aspectos concretos: 24.1. Porque la audiencia de prisión preventiva tiene como finalidad
(como se explicó) verificar si se cumplen o no los requisitos establecidos en el artículo 268 del Código
Procesal Penal y de ninguna manera constituye el objeto del debate el estudio de las proposiciones fác-
ticas y la calificación jurídica para pretender su variación por un tipo penal que no fue considerado por

♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL


Art. 271 LIBRO SEGUNDO: LA ACTIVIDAD PROCESAL 570

el representante del Ministerio Público. En todo caso, el fiscal podrá formular una nueva proposición
fáctica o una tipificación distinta en una ampliación de la Disposición de Formalización y Continua­
ción de la Investigación Preparatoria, pero nunca en una audiencia de prisión preventiva. 24.2. Porque
no existe la posibilidad de suspender la audiencia para adjuntar las pruebas pertinentes y necesarias que
correspondan y preparar la defensa del inculpado (el derecho a contradecir con conocimiento previo y
cabal de los cargos). El artículo 8.2 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos, señala que
el imputado tiene el derecho a la concesión del tiempo y de los medios adecuados para la preparación de
su defensa. Asimismo, el artículo 14.3 del Pacto Internacional de Derechos Civiles Políticos, indica que
toda persona procesada por un delito tiene derecho a disponer del tiempo y de los medios adecuados
para la preparación de su defensa. En ese sentido, para formular oposición a un pedido de prisión pre­
ventiva del fiscal, el inculpado requiere del tiempo necesario e indispensable para la elaboración de los
argumentos y fundamentos sobre su posición defensiva, lo que implica los diálogos entre el imputado
y su abogado defensor, la recolección e individualización de pruebas y otros actos que sin los medios y
el tiempo adecuado son imposibles de realizar con eficacia. (Casación N .° 704-2013-Pasco, del 27-11­
2017, ff. jj. 21-24. Primera Sala Penal Transitoria. Texto completo: <bit.ly/2SP8YzK>).

JURISPRUDENCIA DE LAS CORTES SUPERIORES

§ 1131. Las medidas de coerción personal requieren un análisis exhaustivo de la actividad investiga­
dora fiscal. 3.18. Siendo que en el presente caso si bien no es una sentencia o un auto final, es pronun­
ciamiento respecto de una medida de coerción personal que de por si implica un análisis exhaustivo de
la actividad investigadora fiscal con la cual sustenta su requerimiento. Por lo que respecto de la existencia
o no de elementos de convicción nuevos o “indicios delictivos”, debe emitir pronunciamiento la justicia
ordinaria, por lo que este extremo también debe ser desestimado. (Exp. N .° 05120-2017-0-2001-JR-
PE-03, del 18-09-2017, f. j. 3.18. Tercer Juzgado de Investigación Preparatoria. Corte Superior de
Justicia de Piura. Texto completo: <bit.ly/2Uy8DmA>).
§ 1132. Motivación cualificada vs. motivación perfecta. La motivación en el auto de prisión
preventiva es más cualificada debido a que compromete los derechos fundamentales a la libertad
personal y la presunción de inocencia. Véase la jurisprudencia del artículo 254° del Nuevo Código
Procesal Penal [§958]. (Exp. N .° 00423-2019-0-150 l-JR-PE-02 [Caso Suboficial PN P Elvis Miran­
da], sentencia de hábeas corpus, Res. N .° 8, Huancayo, del 13-04-2019, ff. jj. 3.4.10 y 3.4.11. Segundo
Juzgado de Investigación Preparatoria de Huancayo. Texto completo: <bit.ly/2GZlQRc>).

JURISPRUDENCIA D EL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL

§ 1133. Auto de prisión. Deber de motivación. 6. Respecto del extremo en el que se cuestiona el
mandato de detención es de señalarse que la necesidad de que las resoluciones judiciales sean motivadas
es un principio que informa el ejercicio de la función jurisdiccional y, al mismo tiempo, un derecho
constitucional de los justiciables. Mediante ella, por un lado, se garantiza que la administración de jus­
ticia se lleve a cabo de conformidad con la Constitución y las leyes (artículo 138° de la Constitución) y,
por otro, que los justiciables puedan ejercer de manera efectiva su derecho de defensa. En la STC 1230-
2002-H C/TC [§ 542], el Tribunal Constitucional ha sostenido que dicho derecho no garantiza una
determinada extensión de la motivación, que se tenga que pronunciarse expresamente sobre cada uno
de los aspectos controvertidos o alegados por la defensa, ni excluye que se pueda presentar la figura de la
motivación por remisión. (Exp. N .° 03784-2008-PHC/TC [caso Carlos Eduardo Rodríguez Huamán] ,
del 06-01-2009 [Web: 20-01-2009 / EP, 26-02-2009], £ j. 6. Texto completo: <bit.ly/2pwLFi8>).

JURISPRUDENCIA D E LA CORTE INTERAMERICANA DE DERECHOS HUMANOS

§ 1134. Auto de prisión debe ser motivado, con expresión de la imputación y de las circunstancias
de tiempo, modo y lugar. 105. En el auto que ordenó la prisión preventiva de las víctimas (supra párr.
100) no consta una descripción, aunque sea somera, de las circunstancias de tiempo, modo y lugar en que
el señor Lapo supuestamente cometió el ilícito, ni la indicación de la acción u omisión atribuida que preci-

n o m o s & th e sis
571 SECCIÓN III: MEDIDAS DE COERCIÓN PROCESAL Art. 272
se los elementos que caractericen la imputación. En lo que respecta al señor Chaparro, la autoridad judicial
no fundamentó las razones por las cuales creía que su prisión preventiva era indispensable para “garantizar
la inmediación” del acusado o para permitir el desarrollo del procedimiento. Además, no se señaló el tipo
penal supuestamente infringido por las dos víctimas. Por consiguiente, la prisión preventiva dictada contra
los señores Chaparro y Lapo fue arbitraria. (CIDH, Caso Chaparro Alvarez y Lapo Iñiguez vs. Ecuador,
sentencia de 21-11-2007, párr. 105. Texto completo: <bit.ly/1WbnTBW>).

CAPÍTULO II
LA DURACIÓN DE LA PRISIÓN PREVENTIVA

Artículo 2 7 2 : Duración

1. La prisión preventiva no durará más de nueve (9) meses.


2. Tratándose de procesos complejos, el plazo límite de la prisión preventiva no durará más de diecio­
cho (18) meses.
3. Para los procesos de criminalidad organizada, el plazo de la prisión preventiva no durará más de
treinta y seis (36) meses.(1) (2)

NOTA DE ACTUALIZACIÓN
(1) Texto conform e a la m odificación efectuada por el artículo 2o del Decreto Legislativo N.° 1307 (EPf 30-12-2016), el
mismo que entró en vigencia a nivel nacional a los noventa (90) días de su publicación en el diario oficial El Peruano.
(2) De conform idad con la tercera disposición complementaria final del Decreto Legislativo N.° 1206 (EP, 23-09-2015), se
dispone que cuando en el presente artículo, hagan referencia a los térm inos "investigación preparatoria", "expediente
fiscal", "prisión preventiva", "juez de la investigación preparatoria" y "sala penal", se debe interpretar que dichos té r­
minos hacen referencia, respectivamente, a "Instrucción", "expediente fiscal", "mandato de detención", "juez penal" y
"sala penal". Esta disposición rige en los distritos judiciales en los que el Nuevo Código Procesal Penal no ha entrado
en vigencia. •

ACUERDOS PLENARIOS DE LA CORTE SUPREMA

§ 1134a. Remisión. Véase la jurisprudencia del artículo 274° del Nuevo Código Procesal Penal [§
1147].

DOCTRINA JURISPRUDENCIAL VINCULANTE DE LA CORTE SUPREMA

§ 1135. Remisión. Véase la jurisprudencia del artículo 274° del Nuevo Código Procesal Penal [§
1148 ssj.

JURISPRUDENCIA D E LA CORTE SUPREMA

§ 1136. Remisión. Véase la jurisprudencia del artículo 274° del Nuevo Código Procesal Penal f§
1157 88¿

JURISPRUDENCIA DE LA SALA PENAL NACIONAL

§ 1137. L a existencia de una especial dificultad en el proceso que fundamente el pedido de


prolongación de prisión preventiva no está referida exclusivamente a la existencia de nuevos
elementos o actos posteriores a la resolución que impuso la prisión preventiva, ya que puede
fundamentarse en particularidades que el Juez no advirtió al momento de calificar el pedido pri­
migenio. Véase la jurisprudencia del artículo 274° del Nuevo Código Procesal Penal [§ 1169]. (Exp.
N .° 00091-2014-95-500l-JR-PE-01-Lima, del 25-07-2016, ff. jj. 2.2 y 3.3.3. Segunda Sala Penal de
Apelaciones Nacional. Sala Penal Nacional. Texto completo: <bit.ly/2TikgN4>).

♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL


Art. 272 LIBRO SEGUNDO: LA ACTIVIDAD PROCESAL 572

JURISPRUDENCIA DE LAS CORTES SUPERIORES

§ 1138. Sala ampara recurso impugnatorio y reforma la resolución de prisión preventiva dis­
poniendo que esta se extienda hasta el máximo de plazo otorgado por ley. Noveno. Por otro lado,
en la medida en que para efectos de resolver el recurso, se tienen que tener en cuenta razones objetivas
que nos lleven a determinar si el plazo fijado es suficiente, o es necesario conceder a la Fiscalía el plazo
máximo fijado por ley, porque -como ha señalado nuestra máxima instancia del Poder Judicial- no exis­
te prórroga o ampliación del plazo de prisión preventiva, de tal forma que si no se concede la totalidad
del plazo que fija la ley, más allá de poderse prolongar dicho plazo por doce meses, en casos como el
presente, no se puede recuperar el plazo no concedido. Décimo. De la revisión del recurso y las razones
expuestas en audiencia, se logra determinar que este Colegiado ya se pronunció en esta misma causa,
resaltando diversos aspectos que otorgan complejidad a esta investigación, señalando, en primer lugar,
que al tratarse de 183 imputados, implica desde ya, la probabilidad de que se presenten dificultades
para la toma o ampliación de sus declaraciones y las investigaciones que puedan surgir de las mismas.
En segundo lugar, la ubicación de los lugares donde viven los investigados, cuya declaración es necesa­
ria para el esclarecimiento, que conforme a la imputación, corresponde a zonas alejadas de la sede de
la Fiscalía, por ubicarse no solo en distritos de otras regiones, sino en centros poblados, alejados de la
ciudad, nos indican que las dificultades se incrementan por la falta de vías de comunicación y tiempo
de desplazamiento. En tercer lugar, la necesidad de efectuar pericias de grafotécnica forense, vinculadas
a un aproximado de cuatrocientos documentos para determinar la autenticidad o falsedad de dichos
documentos y las firmas que aparecen en los mismos, con el agregado de que cada documento contiene,
como mínimo, dos firmas por peritar, es otra de las razones a tomar en cuenta. En cuarto lugar, debe
considerarse que esta actividad pericial, ya de por sí abundante, debe ser realizada por especialistas que
no están avocados con exclusividad a esta causa, sino a otras investigaciones. Además, como se indicó
en audiencia, existe también la necesidad de peritar la voz del M., quien está dificultando este acto pro­
cesal. Décimo prim ero. Otra de las dificultades señaladas por la Fiscalía y que, en efecto, se evidencia
de la presente causa, es la necesidad de recabar un número significativo de declaraciones testimoniales,
necesidad directamente vinculada con la forma en que los hechos imputados habrían tenido lugar,
como es la captación de diversas personas de diferente procedencia, y con grados de vinculación distin­
tos con la supuesta organización delictiva, lo que contribuye también a la complejidad de la actividad
investigativa. Décimo segundo. Además, por la naturaleza de la investigación, el levantamiento del se­
creto bancario constituiría una actividad de investigación a ser llevada a cabo por la Fiscalía, tal como su
representante ha señalado por escrito y en audiencia, lo que implica que diversas entidades del sistema
bancario y financiero recaben y organicen la documentación pertinente, la remitan a las autoridades, y
luego estas procesen la información contenida en ella para hacerla manejable en términos de un proceso
penal. El levantamiento será llevado a cabo respecto de diversos investigados, especialmente de los que
liderarían la organización criminal. Esto, por supuesto, genera una complejidad mayor en el presente
proceso, sin mencionar la cantidad de los montos materia de investigación. A ello se le debe agregar la
documentación que debe remitir INGEM MET, así como otras entidades públicas y privadas a nivel
nacional, actos de investigación señalados por la Fiscalía en audiencia. Décimo tercero. En tal sentido,
como quiera que de conformidad con el artículo 9.3 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y
Políticos, así como el criterio asumido por el Tribunal Constitucional peruano (sentencia recaída en el
Expediente 1091-2002-HC [§ 1049], considerandos 1.4 y siguientes), la restricción de la libertad de los
procesados tiene que ver con la necesidad de asegurar la comparecencia del procesado a las diligencias
procesales y, de ser el caso, la ejecución del fallo, no solo debe tener en cuenta que la complejidad en
etapa de investigación revertirá en una mayor duración, sino además con el tiempo que se requiere para
superar las etapas intermedia y de juicio oral. Siendo así, se tiene que garantizar la posible ejecución de
la decisión, que, en este caso, como se habría determinado en la audiencia de prisión preventiva, estaría
revestida de un alto grado de probabilidad de ser condenatoria. Décimo cuarto. Según el análisis reali­
zado, considera el Colegiado, que al haberse tenido en cuenta los argumentos expuestos por la defensa,
sin que los mismos pongan en cuestión la necesidad del plazo reclamado por la Fiscalía, corresponde
amparar el recurso en este extremo y otorgar el máximo plazo fijado por la ley como duración de la
n o m o s & th e s is
573 SECCIÓN III: MEDIDAS DE COERCIÓN PROCESAL Alt 272
prisión preventiva. (Exp. N .° 00014-2017-3-520l-JR-PE-02, del 14-07-2017, ff. jj. 9 al 14. Colegiado
A. Sala Penal Nacional de Apelaciones Especializada en Delitos de Corrupción de Funcionarios. Texto
completo: <bit.ly/2TQpkgM>).

§ 1139. Determinación de la duración de la prisión preventiva, bajo los argumentos expuestos


por el Fiscal para el caso en concreto. 8.6. En tal sentido, analizar la complejidad y dificultad de
proceso reclamado por la Fiscalía, es un criterio objetivo aceptado que debe ser tomado en cuenta para
determinar el plazo proporcional en un caso concreto, lo que debe ser ponderado con la trascendencia
del derecho de libertad de que goza todo ciudadano, así como la presunción de inocencia que le asiste.
En tal sentido, la determinación del plazo razonable debe fijarse siguiendo los lincamientos fijados por
la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, como es la complejidad del caso, la cual “se debe
medir, especialmente, en relación con las características del hecho y su dificultad probatoria” (Informe
46-13, párrafo 169). Ello en adición, por supuesto, de la sustentación de peligro procesal existente.
8.7. [...] [La Fiscalía] advierte de la complejidad de la misma. En primer lugar, porque se trata de 183
imputados, lo que nos indica dese ya, las dificultades que pueden surgir para la toma o ampliación de
sus declaraciones y las investigaciones que puedan surgir de la mismas; en segundo lugar, la ubicación
de los lugares donde viven los investigados cuya declaración es necesaria para el esclarecimiento, que,
conforme a la imputación, corresponde a zonas alejadas de la sede de la Fiscalía, por ubicarse no solo
en distritos de otras regiones, sino en centros poblados, alejados de la ciudad, dificultades que se incre­
mentan por la falta de vías de comunicación y tiempo de desplazamiento; en tercer lugar la necesidad
de efectuar pericias de grafotécnica forense, vinculadas a un aproximado de 400 documentos para de­
terminar la autenticidad y falsedad de dichos documentos y las firmas que aparecen en los mismos, con
el agregado, que cada documento contiene como mínimo dos firmas a peritar; y en cuarto lugar, debe
considerarse que esta actividad pericial, ya de por sí abundante, debe ser realizada por especialistas que
no están avocados con exclusividad a esta causa, sino a varias otras. 8.8. Otra de las dificultades señala­
das por la Fiscalía es la necesidad de recabar un numero significativo de declaraciones testimoniales [...],
[por] los hechos imputados [que] habrían tenido lugar, como es la captación de diversas personas de
diferente procedencia, y con los grados de vinculación distintos con la supuesta organización delictiva,
dirigida por los imputados, según el caso presentado por la Fiscalía [...]. 8.9. Por la naturaleza de la
investigación, el levantamiento del secreto bancario constituiría una actividad investigativa a ser llevada
a cabo por la Fiscalía, tal como su representante a ha señalado por escrito y en audiencia. Esta medida
implica que diversas entidades del sistema bancario y financiero recaben y organicen la documentación
pertinente, la remitan a las autoridades, y luego estas procesen la información contenida en ella para
hacerla manejable en términos de un proceso penal [...]. 8.11. Así las cosas, es pertinente tomar en
cuenta lo señalado por la Fiscalía (y que se corrobora de la revisión del diverso material procesal) respec­
to a la duración aproximada de los proceso complejos actualmente, porque conforme a la experiencia
judicial, el promedio de duración en la etapa intermedia resulta ser de 7 meses, por el alto número de
investigados y de material probatorio que busca introducirse al juicio oran en un proceso complejo. En
tal sentido, considera el Colegiado, [...] [que] corresponde [...] otorgar el máximo plazo fijado por la ley
como duración de la prisión preventiva [36 meses]. (Exp. N .° 00014-2017-2-520l-JR-PE-02, del 28­
06-2017, ff. jj. 8.6, 8.7, 8.8, 8.9 y 8.11. Colegiado A. Sala Penal Nacional de Apelaciones Especializada
en Delitos de Corrupción de Funcionarios. Texto completo: <bit.ly/2FvCMwz>).
§ 1140. La posibilidad de hacer uso de la adecuación de plazos, y mantener la prisión preven­
tiva por doce meses más para personas que no pertenecen a la organización criminal, luego de
vencida la prolongación, es jurídicamente imposible. Véase la jurisprudencia del artículo 274° del
Nuevo Código Procesal Penal [§ 1174]. (Exp. N .° 00044-2015-98-5201-JR-PE-01, del 10-07-2017,
ff. jj. 6.7, 6.8, 6.12, 6.13, 6.21 y 6.22. Colegiado A. Sala Penal Nacional de Apelaciones Especializada
en Delitos de Corrupción de Funcionarios. Texto completo: <bit.iy/20j2Bnp>).

JURISPRUDENCIA D EL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL

§ 1141. Provisionalidad de la prisión preventiva. 4. Conforme este Tribunal ha señalado en re­


iterada jurisprudencia, la detención judicial preventiva debe ser una medida provisional; es decir, que

♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL


Art. 273 LIBRO SEGUNDO: LA ACTIVIDAD PROCESAL 574

su mantenimiento sólo debe persistir en tanto no desaparezcan las razones objetivas que sirvieron para
su dictado. En efecto, las medidas coercitivas, además de ser provisionales, se encuentran sometidas a la
cláusula rebus sic stantibus, lo que significa que su permanencia o modificación, a lo largo del proceso,
estará siempre subordinada a la estabilidad o cambio de los presupuestos que posibilitaron su adopción
inicial, por lo que es plenamente posible que, alterado el estado sustancial de los presupuestos fácticos
respecto de los cuales la medida se adoptó, la misma sea variada. En tal sentido, tanto la resolución que
resuelve el pedido de variación del mandato de detención, así como la que la confirma, deben cumplir
con la exigencia constitucional de la motivación resolutoria. (Exp. N .° 00287-2008-PHC/TC, del 23­
10-2008 [Web: 31-10-2008 / EP: 13-11-2008], f. j. 4. Texto completo: <bit.ly/2JNqJjw>).

JURISPRUDENCIA DE LA CORTE INTERAMERICANA DE DERECHOS HUMANOS

§ 1142. Plazo razonable de la prisión preventiva. 70. El artículo 7.3 de la Convención Ameri­
cana garantiza el derecho de toda persona detenida en prisión preventiva a ser juzgada dentro de un
plazo razonable o ser puesta en libertad, sin perjuicio de que continúe el proceso. Este derecho impone
límites temporales a la duración de la prisión preventiva, y, en consecuencia, a las facultades del Estado
para proteger los fines del proceso mediante este tipo de medida cautelar. Cuando el plazo de la prisión
preventiva sobrepasa lo razonable, el Estado podrá limitar la libertad del imputado con otras medidas
menos lesivas que aseguren su comparecencia al juicio, distintas a la privación de su libertad mediante
encarcelamiento. Este derecho impone, a su vez, una obligación judicial de tramitar con mayor diligen­
cia y prontitud aquellos procesos penales en los cuales el imputado se encuentre privado de su libertad.
La tarea de este Tribunal es examinar si la prisión preventiva a que fue sometido Juan Carlos Bayarri
excedió los límites de lo razonable. (CID H , Caso Bayarri vs. Argentina, sentencia de 30-10-2008, párr.
70. Texto completo: <bit.ly/lYDhgYq>).

REMISIÓN

§ 1143. Sobre la prolongación de la prisión preventiva. Véase también la jurisprudencia del artí­
culo 274° del Nuevo Código Procesal Penal f§ 1147 ss.].

Artículo 273: Libertad del imputado

Al vencimiento del plazo, sin haberse dictado sentencia de primera instancia, el Ju e z de oficio o a soli­
citud de las partes decretará la inmediata libertad del imputado, sin perjuicio de dictar concurrentemente
las medidas necesarias para asegurar su presencia en las diligencias judiciales, incluso las restricciones a
que se refieren los numerales 2) al 4) del artículo 288.(1) (2)

NOTA DE ACTUALIZACIÓN
(1) De conform idad con la quinta disposición complementaria m odificatoria del Decreto Legislativo N.° 1229 (EP, 25­
09-2015), se dispone que el presente artículo entre en vigencia a partir del día siguiente de la publicación del citado
decreto legislativo. Anteriorm ente había sido adelantado por la segunda disposición com plem entaria final del Decreto
Legislativo N.° 1206 (EP, 23-09-2015).
(2) De conform idad con la tercera disposición complementaria final del Decreto Legislativo N.° 1206 (EP, 23-09-2015), se
dispone que cuando en el presente artículo, hagan referencia a los térm inos "investigación preparatoria", "expediente
fiscal", "prisión preventiva", "juez de la investigación preparatoria" y "sala penal", se debe interpretar que dichos térm inos
hacen referencia, respectivamente, a "Instrucción", "expediente fiscal", "mandato de detención", "juez penal" y "sala pe­
nal". Esta disposición rige en los distritos judiciales en los que el Nuevo Código Procesal Penal no ha entrado en vigencia.

JURISPRUDENCIA DE LA CORTE SUPREMA

§ 1144. Medidas restrictivas de derechos y seguridad jurídica. Decimosegundo. La libertad ambu­


latoria puede ser limitada dentro del proceso penal, a efectos de asegurar sus fines. Esta es la justificación
de la imposición de una medida cautelar personal como la prisión preventiva. Como toda medida cautelar,

n o m o s & th e sis
575 SECCIÓN III: MEDIDAS DE COERCIÓN PROCESAL Art. 274
la prisión preventiva y su prolongación se rigen por los principios de provisionalidad, variabilidad y tem­
poralidad. Esto es, dicha medida no tiene carácter definitivo o invariable; puede variar en función de las
circunstancias sobrevinientes que modifiquen el sustento de decisión inicial -regla rebus sic stantibus- Por
tanto, la resolución que lo dictamina no tiene efectos inmutables -al no poner fin al proceso-, pudiendo ser
variada al vencimiento del plazo, incluso de oficio, de conformidad con el artículo 273 del Código Procesal
Penal. D ecim otercio. Ahora bien, una resolución que limita preventivamente la libertad ambulatoria y
que ha adquirido firmeza, en atención a los principios que la rigen, puede ser materia de variación ante un
nuevo pedido, siempre que se verifique la vulneración evidente al principio de seguridad jurídica. Esto es
así, en la medida en que las resoluciones amparadas en una indebida interpretación de la norma procesal,
colisionan con el citado principio. En este contexto, los criterios de interpretación fijados en un acuerdo ple-
nario expedido luego de que una resolución que impone una medida cautelar de carácter personal adquiere
firmeza, pueden ser utilizados como sustento para solicitar libertad por exceso de carcelería, siempre que de
la errónea interpretación de la norma se verifique que los plazos han vencido y se vea afectado el derecho
fundamental a la libertad. Cabe precisar que lo antes señalado queda prohibido en los casos en que la reso­
lución ha puesto fin al proceso y ha adquirido autoridad de cosa juzgada [...]. (Casación N .° 46-2018-Na-
cional, del 17-04-2019, ff. jj. 12 al 13. Sala Penal Permanente. Texto completo: <bit.ly/2HeHVLs>).

PLENOS JURISDICCIONALES

§ 1145. La prolongación de la prisión preventiva no opera de manera automática. Si se declara


nula la sentencia de primera instancia y el plazo de prisión preventiva otorgada hasta ese momen­
to ya hubiese fenecido, deberá ponerse en inmediata libertad al procesado. Véase la jurisprudencia
del artículo 274° del Nuevo Código Procesal Penal [§ 1153]. (Pleno Jurisdiccional Distrital en Materia
Penal y Procesal Penal de la Corte Superior Justicia de Lima Este del 13-09-2017. Tema 1. Texto com­
pleto: cbit.ly/2FuvPvC>).

JURISPRUDENCIA DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL

§ 1146. Deber del juez penal de reevaluar la pertinencia y suficiencia de la prisión preventiva.
30. Sin perjuicio de lo expuesto, conviene destacar que, en principio, no podría generar perjuicios para el
procesado la repetida presentación de recursos que tengan por objeto la reevaluación de la pertinencia y
suficiencia de las razones que, prim a facie, legitimaron el dictado del mandato de detención en su contra. Y
es que dicha evaluación constante constituye un deber del juez penal, aun en circunstancias en las que no
medie una solicitud de parte, de manera tal que, desde el mismo instante en que se desvanece la pertinencia
de los motivos que sirvieron de fundamento para el dictado de la medida, ésta debe ser revocada. (Exp.
N .° 2915-2004-HC/TC, del 23-11-2004 [Web: 25-11-2004], £ j. 30. Texto completo: <bit.ly/2FIikd9>).

Artículo 274: Prolongación de la prisión preventiva

1. Cuando concurran circunstancias que importen una especial dificultad o prolongación de la inves­
tigación o del proceso y que el imputado pudiera sustraerse a la acción de la justicia u obstaculizar la
actividad probatoria, el plazo de la prisión preventiva podrá prolongarse:
a) Para los procesos comunes hasta por nueve (9) meses adicionales.
b) Para los procesos complejos hasta dieciocho (18) meses adicionales.
c) Para los procesos de criminalidad organizada hasta doce (12) meses adicionales.
En todos los casos, el fiscal debe solicitarla al juez antes de su vencimiento.
2. Excepcionalmente, el Ju e z de la Investigación Preparatoria a solicitud del Fiscal, podrá adecuar el
plazo de prolongación de la prisión preventiva otorgado a los plazos establecidos en el numeral anterior,
siempre que se presenten circunstancias de especial complejidad que no fueron advertidas en el requeri­
miento inicial. Para el cómputo de la adecuación del plazo de prolongación se tomara en cuenta lo previsto
en el artículo 275.

♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL


Art. 274 LIBRO SEGUNDO: LA ACTIVIDAD PROCESAL 576

3. El Ju e z de la Investigación Preparatoria se pronunciará previa realización de una audiencia, dentro


del tercer día de presentado el requerimiento. Esta se llevará a cabo con la asistencia del Ministerio Públi­
co, del imputado y su defensor. Una vez escuchados los asistentes y a la vista de los autos, decidirá en ese
mismo acto o dentro de las setenta y dos horas siguientes, bajo responsabilidad.
4. La resolución que se pronuncie sobre el requerimiento de prolongación de la prisión preventiva podrá
ser objeto de recurso de apelación. El procedimiento que se seguirá será el previsto en el numeral 2 del
artículo 278.
5. Una vez condenado el imputado, la prisión preventiva podrá prolongarse hasta la mitad de la pena
impuesta, cuando esta hubiera sido recurrida. (1)(2)(3)(a)

NOTA DE ACTUALIZACIÓN
(1) Texto conform e a la m odificación efectuada por el artículo 2o del Decreto Legislativo N.° 1307 (EP, 30-12-2016), el
m ism o que entró en vigencia a nivel nacional a los noventa (90) días de su publicación en el diario oficial El Peruano.
Anteriormente había sido modificado por el artículo 3 de la Ley N.° 30076 (EP, 19-08-2013).
(2) De conform idad con la quinta disposición com plem entaria m odificatoria del Decreto Legislativo N.° 1229 (EP, 25­
09-2015), se dispone que el presente artículo entre en vigencia a partir del día siguiente de la publicación del citado
decreto legislativo. Anteriorm ente había sido adelantado por la segunda disposición com plem entaria final del Decreto
Legislativo N.° 1206'(EP, 23-09-2015).
(3) De conform idad con la tercera disposición complem entaria final del Decreto Legislativo N.° 1206 (EP, 23-09-2015), se
dispone que cuando en el presente artículo, hagan referencia a los térm inos "investigación preparatoria", "expediente
fiscal", "prisión preventiva", "juez de la investigación preparatoria" y "sala penal", se debe interpretar que dichos términos
hacen referencia, respectivamente, a "instrucción", "expediente fiscal", "mandato de detención", "juez penal" y "sala
penal". Esta disposición rige en los distritos judiciales en los que el Nuevo Código Procesal Penal no ha entrado en
vigencia. •

PROTOCOLOS, REGLAMENTOS, LINEAMIENTOS, GUÍAS Y DIRECTIVAS


(a) Directiva N.° 002-2016-M P-FN: "Normas para el registro y sistem atización de ios requerimientos de prisión preventiva"
(aprobado por la Resolución N.° 2193-2016-MP-FN de 11 -05-2016). Véase el texto com pleto en: <bit.ly/2HUWMwf>.

ACUERDOS PLENARIOS DE LA CORTE SUPREMA

§ 1147. Adecuación del plazo de prolongación de la prisión preventiva. § 2 . Los presupuestos


de la prolongación de la prisión preventiva. 1 2 .° La medida de prisión preventiva tiene, entre otras,
como nota característica propia la “temporalidad” (artículo 272 del Código Procesal Penal). Con inde­
pendencia de la duración del proceso, la prisión preventiva está sujeta a un plazo temporal específico,
propio -se acogió el denominado “sistema de plazos”-. Los objetivos que persigue la Ley Procesal Penal
con esta regulación son, por un lado, ofrecer una garantía de seguridad, de manera que el afectado por
la medida de prisión preventiva sepa o pueda saber que ésta nace con un fin o término temporal prede­
terminado legalmente y, por otro, ayudar a la evitación de posibles dilaciones indebidas (conforme:
STC E 305/2000, de 11 de diciembre). El plazo de la prisión preventiva está informado por el principio
de proporcionalidad que, en este caso, responde al derecho fundamental a la libertad personal, cuya
restricción, (i) más allá de que debe acordarse para situaciones importantes y graves - requisitos de ne­
cesidad, idoneidad y proporcionalidad estricta: la prisión preventiva debe ser imprescindible para con­
seguir el fin perseguido, adecuada para evitar elpericulum libertatis y razonable en función a la gravedad
del delito o a su trascendencia social y a la pérdida de libertad consiguiente (debe, en todo caso, acorde
con las notas características de excepcionalidad y necesidad, analizarse si las medidas alternativas, siem­
pre menos intensas, pueden ser eficaces al cumplimientos de los fines de toda coerción) [José María
Asencio Mellado: Los presupuestos de la prisión provisional. En: AA.W .: Colaboración eficaz, prisión
preventiva y prueba, Editorial Ideas, Lima, 2017, pp. 20 y 21]-; (ii) está sujeta al tiempo rigurosamente
necesario para salvar el buen fin del proceso: normal desarrollo del proceso y ejecución del fallo, esto es,
prevenir los riesgos o peligros de fuga o de obstaculización (concordancia de los artículos 253, apartados
2 y 3, y 268, apartado 1, literal c, del Código Procesal Penal). Lo que se quebranta, por consiguiente,
con la duración más allá de lo razonable de la prisión preventiva, es el principio de proporcionalidad,

n o m o s & th e s is
577 SECCIÓN III: MEDIDAS DE COERCIÓN PROCESAL Alt 274
en relación con el principio de aceleramiento procesal, expresión de la exigencia constitucional de la
justicia debida [Javier Llobet Rodríguez: Prisión preventiva,, Editorial Grijley, Lima, 2016, p. 296]. 1 3 .°
El legislador ordinario estableció plazos límite en el artículo 272 del Código Procesal Penal en función
de las concretas características del procedimiento: simple, complejo o de criminalidad organizada. Son
plazos máximos o referenciales (nueve meses, dieciocho meses o treinta y seis meses, respectivamente),
porque el imputado no puede permanecer en prisión preventiva más que el tiempo que subsistan las
necesidades procesales. La Ley fija un límite temporal que no puede superarse, pero que no debe ago­
tarse en todo caso (en aplicación de los principios de excepcionalidad, proporcionalidad, necesidad y
variabilidad), de suerte que no ha de olvidarse que la prisión preventiva ha de durar el tiempo estricta­
mente necesario para asegurar la finalidad que persigue [Pablo Gutiérrez de Cabiedes: La prisión provi­
sional, Editorial Aranzadi, Navarra, 2004, p. 243]. Si el preso preventivo supera ese límite máximo -a
pesar de que subsistan los motivos de su adopción y el proceso continúe pendiente- necesariamente ha
de ser puesto en libertad (artículo 273 del Código Procesal Penal). Pero, además, dentro de ese plazo la
prisión preventiva solo podrá subsistir si no han variado las circunstancias que motivaron su adopción
(artículo 283, apartado 3, del Código Procesal Penal). La vulneración de los plazos, lo son a su vez del
derecho a la libertad personal del artículo 2.24 de la Constitución, por lo que si éstos se rebasan solo
cabe la libertad del preso preventivo. Como se trata de plazos máximos, el criterio de legitimidad de la
duración de la prisión preventiva es el del plazo razonable. El estándar jurídico para determinar el plazo
razonable de la prisión preventiva ha de ser integrado en cada caso concreto, como se ha precisado en la
STED H Goral de 30 de octubre de 2003, mediante el examen de la naturaleza y complejidad del pro­
ceso, de la actividad desplegada por la autoridad pública -fiscalía y judicatura, en su caso- y del compor­
tamiento del imputado en cárcel; así como, más específicamente, a la gravedad del delito imputado
(STED H Tomasi de 27 de agosto de 1992), y al riesgo de fuga y complejidad del procedimiento
(STED H Van del Tang de 13 de julio de 1993) [Vicente Gimeno Sendra: Derecho Procesal Penal, Edi­
torial Civitas, Pamplona, 2012, pp. 628 y 639]. 14°. La prolongación del plazo de la prisión preventiva
se encuentra expresamente reconocida por el artículo 274 del Código Procesal Penal. Esta disposición
legal fija presupuestos materiales y presupuestos formales estrictos para acordarla, de los que se deriva
que la prolongación siempre debe tener un carácter excepcional [Javier Llobet Rodríguez: Proceso Penal
Comentado, Editorial Jurídica Continental, San José, 2017, p. 418]. Los primeros, sin perjuicio de la
subsistencia de los motivos que determinaron la medida de prisión preventiva - ya que ésta es una con­
tinuación de la misma y no pierde su naturaleza de medida de coerción personal residenciada en el
principio de proporcionalidad, en especial la necesidad de elementos de convicción fundados y graves
(fiabilidad probatoria, que descansa en la corroboración de un elemento de convicción, y alto poder
incriminatorio de los mismos en orden al hecho punible y a la vinculación del imputado con su comi­
sión) [Jordi Ferrer Guzmán: Presunción de inocencia y prisión preventiva, Obra citada, p. 130]-, son tres,
siempre concurrentes. Uno de ellos es nuevo, es decir, independiente de los presupuestos materiales
fundacionales de la prisión preventiva, mientras que el segundo incide en la subsistencia del periculum
libertatis: riesgos de fuga o de obstaculización. 15. ° El primer presupuesto material de la prolongación
de la prisión preventiva exige la concurrencia de “... circunstancias que importen una especial dificultad
o prolongación de la investigación o del proceso...”. El segundo presupuesto material demanda la sub­
sistencia de que el imputado “...pudiera sustraerse a la acción de la justicia u obstaculizar la actividad
probatoria,...”. El tercer presupuesto material es el plazo límite de prolongación: (i) procesos comunes:
hasta nueve meses adicionales; (ii) procesos complejos: hasta dieciocho meses adicionales; y, (iii) proce­
sos de criminalidad organizada: hasta doce meses adicionales -expresión, asimismo, del valor seguridad
jurídica, plasmado por la garantía de legalidad procesal, pero que en relación con los plazos iniciales, del
artículo 272 del Código Procesal Penal, denota la primacía del principio de necesidad sobre el de segu­
ridad, aunque la concepción del sistema se base en que tales plazos prolongados no son superables bajo
ningún concepto, ni siquiera en virtud del principio de necesidad, de suerte que una vez cumplidos, si
juegan ya, de modo incondicionado, la temporalidad y la certeza y su eficacia preelusiva y enervadora
de la medida [Gutiérrez de Cabiedes, Obra citada, p. 233]-. Los presupuestos formales son: Primero,
solicitud fundamentada del Fiscal, presentada antes del vencimiento del plazo de prisión preventiva -
♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL
Art. 274 LIBRO SEGUNDO: LA ACTIVIDAD PROCESAL 578

vencido el plazo de prisión preventiva no es posible intentar una prolongación: la lesión en que consis­
te el incumplimiento del plazo no se subsana por el intempestivo acuerdo de prorroga adoptado una vez
superado éste: STC E 121/2003, de 16 de junio; se trata de un plazo de caducidad, por lo que vencido
el plazo, la libertad debe ser dispuesta inmediatamente conforme al artículo 273 del Código Procesal
Penal [Del Río Labarthe, Obra citada, p. 292]-. Segundo, realización de una audiencia ante el Juez de
la Investigación Preparatoria, realizada dentro del tercer día de presentado el requerimiento, con la
asistencia del Fiscal, el imputado y su defensor -un procedimiento distinto es el previsto en la etapa
intermedia, cuando el Fiscal en la acusación escrita solicita la prolongación al amparo del artículo 349,
apartado 4, del Código Procesal Penal, el cual se sujeta al trámite previsto en los artículos 331 y siguien­
tes del aludido Código, en especial 353, apartado 3, del mismo-. Tercero, resolución fundada dictada al
finalizar la audiencia o dentro de las setenta y dos horas siguientes, contra la cual procede recurso de
apelación. Es de rigor, por razones de pertinencia, abocarse exclusivamente al análisis del primer presu­
puesto material en función a su novedad. 1 6°. El primer presupuesto material requiere que se acrediten,
concurran o estén presentes “... circunstancias que importen una especial dificultad o prolongación de
la investigación o del proceso...” . La continuación de la causa, sin riesgos derivados delpericulum líber-
tatis (disponibilidad del imputado a los fines del proceso y tutela de la actividad de esclarecimiento),
entra en crisis cuando en el curso del procedimiento se presentan sucesos, incidencias, eventualidades,
escenarios o inconvenientes que obstaculicen o enreden seriamente la actuación normal de determina­
dos actos de investigación o de prueba u otro acto procesal, y que, por consiguiente, impiden conseguir
o ejecutar en el tiempo previsto dichos actos de aportación de hechos o de ordenación y concreción del
trámite procesal. Debe tratarse de eventualidades que por su propia naturaleza se diferencian de lo co­
mún o general, que están por encima de lo normal o habitual, de suerte que traen como consecuencia
una tardanza o demora en la práctica de tales actos procesales y la necesidad de su reprogramacion o de
una actividad procesal adicional no prevista. Se toman en cuenta las necesidades del momento procesal
en que deben dictarse y las circunstancias que atraviesa la causa. 77.® No está demás enfatizar que a los
jueces de mérito (de primera instancia y de apelación) les compete en exclusiva determinar en cada caso
la concurrencia y valoración de los antecedentes fácticos justificativos de la prisión preventiva y de su
prolongación, puesto que ellos son los únicos que, en la medida de lo posible, gozan de la inmediación
necesaria para ello. A la Corte Suprema -si decide excepcionalmente examinar en casación una resolu­
ción de esta naturaleza- solo le corresponde controlar que la justificación de la restricción misma, arti­
culada a través de la correspondiente motivación, se lleve a cabo ponderando los derechos e intereses en
conflicto y resolviendo de forma acorde con los fines legítimos que permiten justificar la limitación
coercitiva de la libertad personal. 18. ° Es evidente que el plazo de la prisión preventiva, como un todo:
plazo ordinario y plazo prolongado, está sometido, como no puede ser de otro modo, al principio de
proporcionalidad. Ello significa que el plazo global de la prisión preventiva no puede superar lo razona­
ble. Es determinante, entonces, para apreciar la procedencia de la prolongación de la prisión preventiva,
que se esté ante un procedimiento en el que se han presentado, para la actuación de actos de aportación
de hechos, circunstancias imprevisibles, al margen de la actividad regular realizada por el órgano inves­
tigador y, en su caso, de enjuiciamiento, que frustren una planificación razonable de uno o varios de
dichos actos procesales por no estar bajo su control adelantarlos. Para tal efecto, debe examinarse: 1. La
gravedad de los hechos -desde la perspectiva formal de pena conminada o desde la perspectiva material
de trascendencia social del hecho-, el número de los posibles afectados o imputados, y la necesidad de
practicar comunicaciones o pruebas a lugares lejanos (STCE 127/1984, de 26 de diciembre). 2. La
persistencia del periculum libertatis -el riesgo de fuga, en lo específico, ha de ser valorado de forma con­
creta e individualizada, y los elementos de convicción deben examinarse en forma conjunta, combina­
damente, de modo que unos y otros se valoren en su significación atendido a un resultado final deriva­
do de la consecuencia favorable o adversa de cada uno a la presunción de fuga o de permanencia;
mientras el riesgo de obstaculización, en lo pertinente, debe ser concreto, contrastado con los datos de
la causa, y efectivo, con influencia para causar un real daño a la causa en trámite [Asencio Mellado,
Obra citada, pp. 99-100]. 3. Las circunstancias excepcionales de especial dificultad o prolongación
antes indicadas. 4. Principalmente, el desarrollo que ha tenido la causa, de modo que la misma no
n o m o s & th e sis
579 SECCIÓN III: MEDIDAS DE COERCIÓN PROCESAL Art. 274
presente tales atrasos injustificados que hagan desmedida la prolongación - la investigación realizada y
la investigación requerida en función a las circunstancias excepcionales- (Conforme: Sentencias de la
Corte Suprema de Costa Rica 735/2005, de cinco de agosto, y 65/2004, de 30 de enero). En la misma
perspectiva estipulada en el punto cuarto anterior, no se puede aceptar una prolongación de la prisión
preventiva si el proceso penal quedó paralizado sin causa de justificación alguna que la legitime y sin que
pueda atribuirse a una conducta obstruccionista, dolosa o negligente, de la defensa la dilación indebida
o paralización del procedimiento (STCE 206/1991, de 30 de octubre). El deber de especial diligencia
procesal -se ha de actuar sin dilaciones indebidas- tiene una estrecha relación con el principio de nece­
sidad que informa la prisión preventiva, pues los motivos que la justifican depende en gran medida del
progreso (duración y rapidez) de la causa; y a la inversa: el cumplimiento de los plazos máximos (y por
ende, de la finalidad preventiva) requiere la debida diligencia en la tramitación del proceso [Gutiérrez
de C abiedes , Obra citada, p. 244]. 19o- En orden al periculum libertatis, que descansa en los peligros
de fuga y de obstaculización de la actividad probatoria (conforme: SCID H Argüelles y otros de 20 de
noviembre de 2014, párrafo 130), es de tener en cuenta que en este momento del procedimiento penal,
cuando están por transcurrir los plazos ordinarios de la medida de prisión preventiva (nueve meses,
dieciocho meses y treinta y seis meses), los criterios concurrentes más relevantes para sustentarlos, antes
que el de la pena concreta prevista -dato objetivo muy relevante al principio-, siempre presente, son
tanto los de las circunstancias personales del imputado (arraigo familiares, profesional y social, conexio­
nes en otros países, medios económicos de los que dispone, carácter y moralidad del imputado, etcétera)
como las circunstancias del caso concreto: SSTED H W.C. de 26 de enero de 1993 y Lavita de 26 de
abril de 2000 -apreciables de forma concreta (no inferido sin atención a su real existencia), individuali­
zada y, luego, combinadamente, para afirmar la subsistencia del riesgo procesal-, mientras que el referi­
do al estado del procedimiento, como pauta de referencia, siempre es ambivalente y no es de recibo
asumirlo exclusivamente: STED H Matznetter de 10 de junio de 1969. Esas mismas pautas las siguió la
ST C 54-2007- H C /T C . § 3. L a adecuación delp lazo de prolongación de p risión preventiva. 2 0 .°
La reforma del Decreto Legislativo N .° 1307, conforme se ha dejado expuesto, introdujo un nuevo
apartado 2) al artículo 274 del Código Procesal Penal. Estipuló la posibilidad de “...adecuar el plazo de
prolongación de la prisión preventiva otorgado a los plazos establecidos en el numeral anterior [procesos
comunes hasta nueve meses adicionales, procesos complejos hasta dieciocho meses y procesos de crimi­
nalidad organizada hasta doce meses], siempre que se presenten circunstancias de especial complejidad
que no fueron advertidas en el requerimiento inicial...”. Se trata de un supuesto distinto que, invaria­
blemente dentro del propio plazo prolongado, permite una adecuación o ajuste al plazo que legalmente
corresponda cuando se advierta su concurrencia con posterioridad al pronunciamiento del auto de
prolongación del plazo de prisión preventiva. 21. ° El vocablo “adecuar” significa, según el Diccionario
de la Real Academia de la Lengua Española, adaptar algo a las necesidades o condiciones de una cosa.
La adaptación, por consiguiente, no importa la creación de un nuevo plazo, distinto del plazo prolon­
gado. Es un mero ajuste o transformación que se realiza cuando, con posterioridad, se advierten circuns­
tancias no advertidas en el momento en que se concedió el plazo prolongado mediante resolución
motivada. Se adapta -cambia o sustituye- un plazo ya concedido por otro, siempre que opere, como
factor determinante, un supuesto vinculado a la regla “rebus sic stantibus” -compatible con la nota ca­
racterística de provisionalidad, propia de toda medida de coerción procesal-. Ésta,, concretamente, se
refiere a sucesos o acontecimientos de especial complejidad no advertidas inicialmente. Es decir, a mo­
tivos que se sustentan en la presencia de elementos diversos o sobrevenidos vinculados al contexto del
caso, que determinan un cambio de la situación inicialmente apreciada, los cuales no se conocían con
anterioridad. Por ello mismo, se diferencian de los antecedentes o datos que se tuvo en cuenta al emi­
tirse el auto de prolongación. Obviamente lo distintivo o singular son aquellas “... circunstancias que
importen una especial dificultad o prolongación de la investigación o del proceso...”, que se han hecho
más complejas por razón de la entidad y dificultad de la causa. 22. ° Una posibilidad de adecuación se
presenta cuando el plazo prolongado varía en función a la clasificación del proceso que la propia dispo­
sición legal establece, en concordancia con el artículo 272 del Código Procesal Penal. Lo que se consi­
deró inicialmente proceso común simple, varía a proceso común complejo o de criminalidad organiza-
♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL
Art. 274 LIBRO SEGUNDO: LA ACTIVIDAD PROCESAL 580

da, por lo que se requieren de nuevas actuaciones frente a más arduas necesidades de esclarecimiento.
Otra eventualidad tiene lugar cuando los motivos que permitieron la prolongación del plazo continúan
sin superarse pese al plazo concedido y son otras o nuevas las circunstancias o escenarios que lo deter­
minan. La base de esta contingencia o imprevisto se presenta cuando el fiscal realizó cumplidamente
todas las acciones razonables para lograr la concreción de la diligencia, pese a lo cual ésta no se llevó a
cabo por acontecimientos que no pueden serle imputables. 2 3 .° Es pertinente resaltar que, como se
trata de una simple adaptación del plazo ya prolongado, el plazo otorgado vía adecuación no se suma al
plazo ya acordado anteriormente al prolongarse la medida de prisión preventiva. No se parte de cero.
No se realiza un nuevo cómputo. Continúa el “viejo” plazo y, por ende, solo se fija un nuevo techo a la
prolongación anteriormente dispuesta -siempre dentro del plazo legalmente previsto-. Por ejemplo, si
inicialmente se otorgó seis meses de prolongación del plazo de prisión preventiva, bajo la premisa que
era un proceso común; y, luego, se advierte que el proceso es de criminalidad organizada, el tope sería
de hasta seis meses más, porque éste solo es de doce meses. Lo que no se adecúa es el plazo originario u
ordinario de prisión preventiva. La ley solamente permite la adecuación del plazo prolongado de prisión
preventiva. Luego, lo que la ley no prevé, el juez no puede conceder. El principio de legalidad procesal
exige esta interpretación estricta. § 4 . L a eficacia tem poral del decreto legislativo 1307* 24, ° El De­
creto Legislativo N .° 1307, de 30 de diciembre de 2016, concretamente, los artículos 272 y 274 del
Código Procesal Penal, por imperio del apartado 1 del artículo VII del Título Preliminar del citado
Código, se aplican inmediatamente al proceso en trámite. El factor de aplicación, siempre, es el tiempo
de la actuación procesal -no es la fecha de comisión del delito (propio de la aplicación en el tiempo de
la ley penal material); y, si se trata de medidas de coerción, como es obvio, no es la fecha de incoación
del proceso penal, sino el momento o tiempo en que debe decidirse sobre su mérito-. La última oración
del citado apartado legal establece tres excepciones razonables. Dice: “Sin embargo, continuarán rigién­
dose por la Ley anterior, (i) los medios impugnatorios ya interpuestos, (ii) los actos procesales con
principio de ejecución y (iii) los plazos que hubieran empezado”. En el caso del plazo ordinario de du­
ración de la prisión preventiva (artículo 272 del Código Procesal Penal), desde luego, la regla es que si
se dictara una nueva ley procesal penal no sería de aplicación cuando ya se emitió la resolución de
coerción o cautelar y su ejecución efectiva ya se inició. Si, por ejemplo, ya se impuso y se está ejecutan­
do el mandato de prisión preventiva conforme a la disposición vigente del artículo 272 del Código
Procesal Penal, al amparo de una nueva ley procesal que extiende el plazo no puede aceptarse tal “am­
pliación” del mismo plazo ordinario de prisión preventiva bajo el argumento de que se está, verbigracia,
ante un proceso de criminalidad organizada: la ley no permite una ampliación, menos una adecuación,
en estos casos, tanto más si ello importaría una aplicación retroactiva desfavorable al imputado. El
principio de preclusión explica y fundamenta tal decisión. 2 5 o* En cuanto a la prolongación de la pri­
sión preventiva, como es una institución procesal diferente a la del plazo ordinario de la prisión preven­
tiva -tiene sus propios presupuestos materiales y formales-, la situación jurídica del preso preventivo
puede dilucidarse conforme a la nueva ley que instaure o configure la prolongación de la prisión pre­
ventiva por plazos mayores incluso, claro está siempre que proceda y se solicite antes del vencimiento
del plazo ordinario de prisión preventiva. Distinto sería el caso si el preso preventivo ya estuviere con el
plazo de prisión preventiva prolongado, supuesto en el que la aludida regla de excepción sería aplicable:
no es posible, por consiguiente, extender el plazo prolongado conforme a la nueva ley. Ahora bien, es
de puntualizar, por otro lado, que igualmente una institución procesal es la prolongación del plazo de
prisión preventiva y otra institución procesal, distinta aunque conexa o vinculada a ella, es la adecuación
del plazo prolongado de prisión preventiva -por lo demás, es un supuesto nuevo, que antes del Decreto
Legislativo N .° 1307, de 30 de diciembre de 2016, no existía-. Si bien la segunda no puede tener lugar
sin la primera, la adecuación tiene asimismo presupuestos materiales y formales propios. Esta diferen­
ciación, específicamente en orden a que deben presentarse “...circunstancias de especial complejidad
que no fueron advertidas en el requerimiento inicial...”, motiva que si el plazo prolongado otorgado no
venció pueda adecuarse al que corresponde según el nuevo escenario procesal observado a partir de la
nueva ley en vigor. (Acuerdo Plenario Extraordinario N .° 1-2017/CIJ-116, de 13-10-2017, que esta­
blece como doctrina legal los criterios expuestos en los ff. jj. 12 al 2$. III Pleno Jurisdiccional Extraor-

rtomos & th e sis


581 SECCIÓN III: MEDIDAS DE COERCIÓN PROCESAL Art. 274
dinario de las Salas Penales Permanente y Transitorias [EP, 26-10-2017, Jurisprudencia, Año XXVI, N. °
1059, p. 7945]. Texto completo: <bit.ly/2EBkGri>).

DOCTRINA JURISPRUDENCIAL VINCULANTE DE LA CORTE SUPREMA

§ 1148. Prolongación de prisión preventiva debe ser resuelta por juez de investigación pre­
paratoria. Q uinto. D e lo expuesto se desprende que nuestra normatividad legal le otorga facultad y
competencia para resolver los requerimientos de prolongación de prisión preventiva, estrictamente al
Juez de la Investigación Preparatoria, no estableciendo límites a dicha potestad, esto es, no restringe en
modo alguno a que dicha facultad la realice únicamente a nivel de la investigación preparatoria; por lo L
que no existiendo prohibición legal en concreto, se puede entender, en principio, que es permisible que
siga realizando esta función como Juez de Garantías, aún si la causa se encuentra en etapa intermedia,
juicio oral o cuando se haya dictado sentencia condenatoria de primera instancia, que se encuentre re­
currida vía recurso de apelación. AI respecto, el inciso dos del artículo veintinueve del Código Procesal
Penal, establece como competencia de los Juzgados de Investigación Preparatoria: “Imponer; modificar o
hacer cesar las medidas limitativas de derechos durante la investigación p r e p a r a to r ia .de lo que se colige
que no hay una prohibición expresa a que realice dicha actividad en otros estadios del proceso. Sexto.
Ello es entendible, pues lo que se procura es que la dilucidación sobre la prolongación de la prisión
preventiva, se realice vía una audiencia específica, la misma que se encuentra normativamente vinculada
a la actuación del Juez de la Investigación Preparatoria como se ha precisado en el fundamento jurídico
anterior. Por tanto, debe entenderse que es este Magistrado el competente para pronunciarse sobre las
medidas cautelares que se solicitan con posterioridad a la conclusión de la etapa de investigación prepa­
ratoria, a fin que no exista el riesgo que lo decidido pueda influir en el futuro del proceso, toda vez que
es otro órgano jurisdiccional el que se va a encargar del juzgamiento: Juez de Juzgamiento Unipersonal
y/o Colegiado, que no realizaría un prejuzgamiento de los hechos materia de investigación si tuviera
que pronunciarse sobre la medida cautelar de naturaleza personal solicitada, tanto más, si uno de los
presupuestos de la prisión preventiva se refiere a la presencia de elementos de convicción, que vinculen
razonablemente al procesado con los hechos que se le imputan, pues solo se prevé excepcionalmente
que se pueda decidir la admisibilidad de la prueba penal rechazada por el Juez de la Investigación
Preparatoria en la etapa intermedia o cuando se haya descubierto con posterioridad, debiéndose for­
mar convicción sobre la base de la prueba producida en el juicio oral. Garantía de imparcialidad que
también se busca resguardar y se extiende en los supuestos en que el caso de fondo se encuentre con
sentencia condenatoria en grado de apelación ante la Sala Penal Superior; que además no permitiría
que haya derecho al recurso, por ser esta la última instancia. Séptimo. En el mismo sentido, el inciso
dos del artículo trescientos veintitrés del Código Procesal Penal, señala que: “E lJuez de la investigación
preparatoria, enunciativamente, estáfacultado para [...] pronunciarse sobre las medidas limitativas de de­
rechos que requieran orden judicial y -cuando corresponda- las medidas de protección..?’. De ello se deriva
entonces, que es el Juez de la Investigación Preparatoria el que, garantizando el derecho de las partes,
deberá citarlos a la audiencia de prolongación de prisión preventiva, escenario en el que evaluadas las
circunstancias propuestas resuelva el pedido, atendiendo y analizando debidamente la posición de las
partes, ello en el estadio en el que se encuentre el proceso, sin que tal situación signifique que la Sala
Penal Superior al resolver el tema de fondo pueda desconocer lo resuelto por el Juez de la Investigación
Preparatoria con los efectos perniciosos que se pudieran obtener para el proceso, como sería el hecho
de que en los casos que se declare la nulidad de la sentencia de primera instancia, el encausado quede
en libertad y se sustraiga a la acción de la justicia. Ello pues, el artículo doscientos setenta y siete del
Código Procesal Penal, indica: “E lJuez debe poner en conocimiento de la Sala Penal la orden de libertad,
su revocatoria y la prolongación preventiva . Octavo. En conclusión, a efectos de salvaguardar tanto el
principio de imparcialidad como el de pluralidad de instancias -esto último, pues se daría lugar a que en
virtud del recurso de apelación la parte que se considere afectada pueda recurrir lo decidido por el Juez
de la Investigación Preparatoria, ante el Superior Jerárquico-, se hace necesario establecer vía desarrollo
jurisprudencial, que el encargado de resolver el pedido de prolongación de prisión preventiva, en todos
los casos, es el Juez de la Investigación Preparatoria, conforme se ha procedido en el presente proceso.

♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL


Art. 274 LIBRO SEGUNDO: LA ACTIVIDAD PROCESAL 582

(Casación N .° 328-2012-Ica, de 17-10-2013, que establece que en las Cortes Superiores de los Distri­
tos Judiciales en los que se encuentra en vigencia el Código Procesal Penal, consideren como doctrina
jurisprudencial vincidante lo señalado en los ff. jj. 5 al 8. Sala Penal Permanente [EP, 06-03-2014,
Jurisprudencia, Año XXIII, N .° 936, pp. 7055-7038]. Texto completo: <bit.ly/2Di9G08>.
N ota: Véase también la consulta excepcional a la presente casación publicada el 22-07-2015 [Texto
completo: <bit.ly/2bXZz89>] que incorporó nuevos fundamentos a la presente casación.
§ 1150. Prolongación de la prisión preventiva. No existe la prórroga o ampliación de la prisión
preventiva. 2.2.3. La prórroga (o ampliación) no está prevista legalmente en el Código Procesal Penal.
Así lo ha considerado la Sala Penal Especial de la Corte Suprema en la Apelación N .° 03-2015 “22”
-Caso Torrejón Guevara- sobre prisión preventiva, resuelta el 9 de junio de 2016 y el Pleno Jurisdiccio­
nal Nacional Penal y Procesal Penal realizado en Chiclayo el 26 y 27 de junio de 2015 que determinó
por mayoría que: “Una vez dictada la prisión por un plazo menor al máximo legal, no es posible la
ampliación del plazo, sino la prolongación de la prisión preventiva” . 2.2.4. En consecuencia, el reque­
rimiento del fiscal con la denominación de prórroga o ampliación no existe; por lo que, cuando se ha
solicitado aquello, ante el vencimiento del plazo máximo de prisión preventiva y/o del plazo judicial
establecido inferior, el imputado deberá ser excarcelado, salvo que con arreglo al artículo 274 CPP,
solicitare el Ministerio Público la prolongación del plazo de prisión preventiva [San Martín C astro,
César. Derecho Procesal Penal. Lecciones. Inpeccp-Cenales, Lima, 2015, p. 464]. (Casación N .° 147-
2016-Lima [Caso Gregorio Santos], de 06-07-2016, que estableció como doctrina jurisprudencial, entre
otros, el £ j. 2.2.4. Sala Penal Permanente [EP, 03-08-2016, Jurisprudencia, Año XXV, N .° 1019, pp.
7511-7515]. Texto completo: <bit.ly/290C0ig>).
§ 1151. Requisitos de la prolongación de prisión preventiva. 2.4.2. Está institución está prevista
en el numeral 1 del artículo 274° del Código Procesal Penal, el cual requiere acumulativamente dos
presupuestos: i) Una especial dificultad o prolongación de la investigación o del proceso. Por especial
dificultad se entiende la concurrencia de circunstancias que obstaculizan la realización de determinada
diligencia, la práctica de alguna pericia o alguna circunstancia propia de la conducta del imputado
[Sánchez Velarde, Pablo. Código Procesal Penal Comentado. Lima: Idemsa, 2013, p. 272], elementos
de juicio objetivos posteriores al dictado de la prisión preventiva primigenia y su impugnación. La ley
no establece que deban excitar nuevos elementos o actos que sustenten este requisito, pues el juez al
momento de determinar el plazo de prisión preventiva pudo no tener en cuenta en su real dimensión
estas particularidades que le dan complejidad al caso, ii) Que el imputado pudiera sustraerse a la acción
de la justicia u obstaculizar la actividad probatoria, que no se establece en función a un reexamen de lo
ya resuelto en la prisión preventiva a propósito del peligro procesal, sino sobre la base del análisis sobre
si dichas condiciones subsisten o se mantienen. (Casación N .° 147-2016-Lima [Caso Gregorio Santos],
de 06-07-2016, que estableció como doctrina jurisprudencial, entre otros, el f. j. 2.4.2. Sala Penal
Permanente [EP, 03-08-2016, Jurisprudencia, Año XXV,.N.° 1019, pp. 7511-7515]. Texto completo:
<bit.ly/290C0ig>).

PLENOS JURISDICCIONALES

§ 1152. La prolongación de la prisión preventiva del condenado. La prolongación de la prisión


preventiva del condenado. Se acuerda por mayoría: La prolongación de la prisión preventiva del conde­
nado que norma el artículo 274.5 del CPP, en el sentido que una vez condenado el imputado, la prisión
preventiva podrá prolongarse hasta la mitad de la pena impuesta, cuando esta hubiera sido recurrida.
Esto con la finalidad de asegurar la presencia del sentenciado durante la etapa de impugnación. Por tan­
to, es potestad autónoma del juez que emite la sentencia condenatoria de prolongar la prisión preventi­
va del sentenciado, al advertirse de la norma procesal citada que ni textual ni implícitamente prescribe
que procede a requerimiento del Fiscal. Si el Tribunal de Alzada declara nula la sentencia condenatoria
también será nula la prolongación de la prisión preventiva del condenado, en razón a lo prescrito en
el artículo 154 inciso 1 del CPP, el cual prescribe que la nulidad de un acto anula todos los efectos o
actos consecutivos que dependen de él, consecuentemente se ordenará la libertad del condenado. (Pleno
n o m o s & th e s is
583 SECCION III: MEDIDAS DE COERCION PROCESAL M. 274
Jurisdiccional Distrital en Materia Penal de la Corte Superior de Justicia de Sullana, realizada el 20-11­
2018. Tema IV. Texto completo: cbit.ly/2Nv5PnD>).

§ 1153. La prolongación de la prisión preventiva no opera de manera automática. Si se declara


nula la sentencia de primera instancia y el plazo de prisión preventiva otorgada hasta ese momen­
to ya hubiese fenecido, deberá ponerse en inmediata libertad al procesado. Las consecuencias de
la declaración de nulidad por el Superior Jerárquico de la sentencia condenatoria de primera instancia, en
relación a la libertad delprocesado y la prolongación hasta la m itad de la pena impuesta. C onclusión Ple -
naria: Se ha aprobado por unanimidad el siguiente enunciado: “La prolongación que se estipula en el
artículo 274.5 del Código Procesal Penal, no es automática, toda vez, será por requerimiento fiscal por
el principio de rogación; y, al declararse nula la sentencia de primera instancia el plazo de la prisión pre­
ventiva hubiere vencido se deberá dar inmediata libertad al procesado”. F undamento: En el supuesto
que la prisión preventiva y/o la prolongación de la prisión preventiva hubiere fenecido y la Sala Superior
(ente revisor) declare una sentencia condenatoria; no puede continuar aplicando el artículo 274.5 del
Código Procesal Penal - Dec. Leg. 957; por lo que vencido el término final de la prisión preventiva y/o
prolongación deberá proceder conforme lo estipula el artículo 273 del Código Procesal Penal; salvo que
el fiscal solicite una prolongación de la prisión preventiva antes del vencimiento del plazo que estipula
el artículo 274.1 a, b, y c del CdPP. Lo estipulado en el inciso segundo del artículo 275 solo se aplica en
el caso que se ordene dictar un nuevo auto de prisión preventiva, cuando se hubiera ordenado declarar
la nulidad de todo lo actuado; debiendo siempre el Juez tener como plazo límite los plazos estipulados
para un proceso común, complejo y de criminalidad organizada. Con mayor razón si en las Casaciones
N .° 842-2016 [§ 1898], del 16 de marzo de 2017 (Proceso Inmediato y Flagrancia Delictiva) al decla­
rar la Corte Suprema la Nulidad de la sentencia y verificar que el plazo de prisión preventiva ha vencido
se decreta inmediata libertad del procesado conforme al artículo 273° del Código Procesal Penal. (Pleno
Jurisdiccional Distrital en Materia Penal y Procesal Penal de la Corte Superior Justicia de Lima Este del
13-09-2017. Tema 1. Texto completo: <bit.ly/2FuvPvC>).

§ 1154. Si se declara la nulidad de sentencia condenatoria entonces pierde su eficacia la prolon­


gación de la prisión preventiva, debiendo disponerse la inmediata libertad del detenido. Pregun ­
ta: ¿La prolongación de la prisión preventiva pierde su eficacia cuando la sentencia es anulada? C onclusión
Plenaria: La prolongación de la prisión preventiva carecerá de fundamento si es que la condena que la
motivó fuera declarada nula y como consecuencia deberá disponerse la inmediata libertad del detenido.
(Pleno Jurisdiccional Distrital en Materia Penal y Procesal Penal de la Corte Superior de Justicia de
Tumbes del 20-07-2017. Tema 3: Eficacia de la prolongación de la prisión preventiva cuando la senten­
cia es anulada. Texto completo: <bit.ly/2NfLgvl>).

§ 1155. Prolongación de la prisión preventiva como consecuencia de la anulación de la senten­


cia condenatoria de primera instancia. Pregunta: ¿ E s posible mantener la vigencia de la prolongación
preventiva dictada a l amparo delArt. 274° del CPP en el supuesto de anulación de la sentencia condenato­
ria? C onclusión Plenaria : E l Pleno adoptó por mayoría: No es posible que siga privado de su libertad,
porque al haberse declarado la nulidad de la sentencia, carece de fundamento la detención del imputa­
do. (Pleno Jurisdiccional Nacional Penal y Procesal Penal, realizado en Chiclayo el 26 y 27 de junio de
2015. Tema: Prisión preventiva. Texto completo: <bit.ly/2af02D8>).

§ 1156. Ampliación de la prisión preventiva como figura distinta a la prolongación de la pri­


sión. Pregunta: ¿ E s posible mantener la vigencia de la prolongación preventiva dictada a l amparo del
Art. 2 74 ° del CPP en el supuesto de anulación de la sentencia condenatoria? C onclusión Plenaria: E l
Pleno adoptó por mayoría'. Una vez dictada la prisión por un plazo menor al máximo legal, no es posible
la ampliación del plazo, sino la prolongación de la prisión preventiva. (Pleno Jurisdiccional Nacional
Penal y Procesal Penal, realizado en Chiclayo el 26 y 27 de junio de 2015. Tema: Prisión preventiva.
Texto completo: <bit.ly/2af02D8>).
♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL
Art. 274 LIBRO SEGUNDO: LA ACTIVIDAD PROCESAL 584

JURISPRUDENCIA DE LA CORTE SUPREMA

§ 1157. Que el trámite de prolongación se siga en el principal o en cuaderno aparte no es rele­


vante desde la perspectiva de la regularidad del procedimiento penal, al no generar por ello mismo
una afectación real al imputado. Segundo. [...] Si la causa se encuentra en el Tribunal Superior -al
ser un proceso ordinario- y ante él se pide la prolongación de prisión preventiva, antes que culmine el
plazo ordinario de la misma, es obvio que este Tribunal es el competente y que, para dilucidarlo, debe
convocar una audiencia. Que el trámite de prolongación se siga en el principal o en cuaderno aparte no
es relevante desde la perspectiva de la regularidad del procedimiento penal, al no generar por ello mismo
una afectación real al imputado y porque la reposición del trámite no resulta esencial para garantizar el
cumplimiento de los derechos o intereses legítimos del imputado -lo relevante es la audiencia, concre­
ción de los principios de contradicción y de oralidad-. (R. N . N .° 1392-2018-Lima, del 15-10-2018, £
j. 2. Sala Penal Permanente. Texto completo: <bit.ly/2XljXV5>).
§ 1158. La prórroga o ampliación del plazo no existe, por lo que, cuando se ha solicitado aque­
llo, ante el vencimiento del plazo máximo de prisión preventiva y/o del plazo judicial establecido
inferior, el imputado deberá ser excarcelado (art. 274.1). Séptim o. [...] [La] prórroga o ampliación
no está prevista legalmente en el Código Procesal Penal. Al respecto, esta Suprema Sala ha establecido
como doctrina jurisprudencial la Casación N .° 147-2016-Lima [§ 1150], fundamento 2.2.4, “ [...] el
requerimiento del fiscal con la denominación de prórroga o ampliación no existe; por lo que, cuando se
ha solicitado aquello, ante el vencimiento del plazo máximo de prisión preventiva y/o del plazo judicial
establecido inferior, el imputado deberá ser excarcelado, salvo que con arreglo al artículo doscientos
setenta y cuatro del Código Procesal Penal, solicitare el Ministerio Público la prolongación de la prisión
preventiva”. (Casación N .° 708-2016-Apurímac, de 13-09-2016, £ j. 7. Sala Penal Permanente [EP, 18­
02-2017, Jurisprudencia, Año XXVI, N .° 1035, pp. 7699-7701]. Texto completo: <bit.ly/2mXEejx>).

§ 1159. Una vez dictada la prisión preventiva por un plazo menor al máximo legal, no es po­
sible la ampliación del plazo, sino la prolongación de la prisión preventiva (art. 274.1). Octavo.
Respecto al segundo punto a desarrollar: “Si la prolongación de prisión preventiva regulada en el inciso
1 del artículo 274 del acotado Texto legal, solo es aplicable una vez concluido el plazo de nueve meses
en caso de procesos simples y de dieciocho meses en caso de procesos complejos”. Noveno. Cabe pre­
cisar que si el representante del Ministerio Público requirió prisión preventiva por un plazo menor o
igual al máximo establecido en el artículo 272 del Código Procesal Penal, agotado lo concedido por el
Juez, el Fiscal -en atención al principio de legalidad- podrá [de existir una especial dificultad o prolon­
gación de la investigación o del proceso y que el imputado pudiera sustraerse a la acción de la justicia u
obstaculizar la actividad probatoria] requerir únicamente la prolongación de esta medida limitativa de
derecho, contemplada en el numeral 1 del artículo 274 del citado Texto legal; es decir, una vez dictada
la prisión preventiva por un plazo menor al máximo legal, no es posible la ampliación del plazo, sino la
prolongación de la prisión preventiva [Pleno Jurisdiccional Nacional Penal y Procesal Penal, Chiclayo,
26-27 de junio de 2015]; conforme ha quedado establecido en la Casación N .° 147-2016-Lima [§
1167], fundamento 2.2.4. D écim o. En conclusión, la prórroga o ampliación de la prisión preventiva
es una figura procesal inexistente; por lo que, culminado el plazo primigenio otorgado -aun cuando
este sea menor al máximo establecido en el artículo 272 del Código Procesal Penal- el Fiscal podrá
solicitar únicamente su prolongación. (Casación N .° 708-2016-Apurímac, de 13-09-2016, ff. jj. 8-10.
Sala Penal Permanente [EP, 18-02-2017, Jurisprudencia, Año XXVI, N .° 1035, pp. 7699-7701]. Texto
completo: <bit.ly/2mXEejx>).
§ 1160. La prórroga (o ampliación) del plazo de prisión preventiva no está prevista en nuestra
legislación procesal. Noveno. La duración de la medida de prisión preventiva está regulada en el artí­
culo 272 del Código Procesal Penal, estableciendo en procesos complejos que el plazo límite no durará
más de dieciocho meses. D écim o. La prórroga (o ampliación) no está prevista legalmente en el Código
Procesal Penal. Así también lo ha considerado el Pleno Jurisdiccional Nacional Penal y Procesal Penal
realizado en Chiclayo el 26 y 27 de junio de 2015 que determinó por mayoría que “Una vez dictada la
n o m o s & th e s ls
585 SECCIÓN III: MEDIDAS DE COERCIÓN PROCESAL Arí. 274
prisión por un plazo menor al máximo legal no es posible la ampliación del plazo, sino la prolongación
de la prisión preventiva”. Porque la prórroga no está regulada en el Código Procesal Penal. Décim o
prim ero. La sentencia del Tribunal Constitucional recaída en el Expediente N .° 06423-2007-PHC/TC
[§ 970], de 28 de diciembre de 2009, caso Ruiz Dianderas, que indica el representante del Ministerio
Público como sustento de la prórroga, no es tal, pues establece reglas sobre el plazo de la detención po­
licial y la separación entre: i) El plazo máximo de detención, que es el establecido por la ley. ii) El plazo
estrictamente necesario (o límite máximo de privación de libertad), temas distintos a los discutidos en
audiencia, refiriéndose a las medidas de coerción del Código de Procedimientos Penales y Procesal Penal
de 1991, no a la del Decreto Legislativo N .° 937, por lo que no resulta pertinente. Décimo segundo.
En consecuencia, el requerimiento del fiscal con la denominación de prórroga o ampliación no existe,
por lo que, incluso ha tenido que fundamentar con el artículo 274 del Código Procesal Penal, que se
refiere a la prolongación de prisión preventiva. Cuando se ha solicitado aquello, ante el vencimiento del
plazo máximo de prisión preventiva yi o del plazo judicial establecido inferior, el imputado deberá ser
excarcelado, salvo que con arreglo al artículo 274 CPP, solicitare el Ministerio Publico la prolongación
del plazo de prisión preventiva [San M artín C astro, César. Derecho Procesal Penal. Lecciones. Inpec-
cp-Cenales, Lima, 2015, p. 464]. (Apelación N .° 03-2013 “22” [Caso Tomás Torrejón Guevara], Ape­
lación de Auto de 09-06-2016, ff. jj. 9-12. Sala Penal Especial. Texto completo: <bit.ly/29YWUbU>).
§ 1161. Presupuestos materiales para la prolongación de la prisión preventiva. Especial difi­
cultad de la investigación o del proceso. Peligro procesal latente. Delito de feminicidio. Tercero.
[El] artículo 274 del Código Procesal Penal regula los presupuestos materiales de la prolongación de la
prisión preventiva. Se requiere de circunstancias que importen una especial dificultad o prolongación de
la investigación o del proceso, y que el imputado pudiera sustraerse de la acción de la justicia u obstacu­
lizar la actividad probatoria. Cuarto. [El] delito atribuido, de cuya base probatoria semiplena (sospecha
vehemente con respecto a la comisión del hecho punible por el imputado), da cuenta suficiente el auto
de prisión preventiva [...] es grave -denota una extrema violencia contra la agraviada y ejecutado en un
contexto de clara vulnerabilidad de la víctima-, al punto que tiene conminado una pena no menor de
15 años de privación de libertad (artículo 108-B del Código Penal, según el Decreto Legislativo N .°
1323, de 6 de enero de 2017). La Fiscalía Superior solicitó la actuación de dieciocho diligencias: prue­
bas personales -de dos testigos y confrontaciones-, pericial -cinco-, documental -informes, que incluyen
levantamiento del secreto de las comunicaciones- y material -inspección judicial y reconstrucción-. La
dificultad de estas diligencias probatorias estriba en que se necesita un tiempo prudencial para su ac­
tuación en sede de instrucción y son razonablemente importantes para el debido esclarecimiento de los
hechos investigados, al no haberse podido actuarse durante el plazo ordinario de la etapa de instrucción
judicial. Por otro lado, no consta arraigo social del imputado, luego, los riesgos procesales, ya evaluados
con anterioridad, permanecen latentes, más aún si se está ante un delito violento en un contexto de
violencia de género, en el que debe tutelarse especialmente a la víctima. (R. N. N .° 1392-2018-Lima,
del 15-10-2018, íf. jj. 4 y 5. Sala Penal Permanente. Texto completo: <bit.ly/2XljXV5>).
§ 1162. En el caso de la prolongación de prisión preventiva, cuanto más grave es el delito, más
relevante es la trascendencia social del hecho y lo que significa la propia comisión del mismo, por
ende, la exigencia de arraigo es más estricta. Cuarto. [El] artículo 274, numeral 1, del Código Pro­
cesal Penal, sin perjuicio de la exigencia del “fum us comissi delictí\ fija como presupuestos materiales de
la prolongación de la prisión preventiva: a) ratificación del peligrosismo procesal (riesgos de fuga o de
obstaculización), y b) circunstancias que importen una especial dificultad o prolongación del proceso.
Quinto. [En] el caso de autos, el peligrosismo procesal -concretamente, riesgo de fuga- se advierte de
la relación entre gravedad de los delitos acusados y pena solicitada por la Fiscalía con la falta de arraigo
de los imputados. Es preciso puntualizar que cuanto más grave es el delito, más relevante es la trascen­
dencia social del hecho y lo que significa la propia comisión del mismo (preparación debida, ejecución
previamente planificada, lógica plural en la intervención delictiva, tenencia de armas de fuego, ataque a
numerosas personas e incursión a un local educativo) la exigencia de arraigo es más estricta, tanto más si
individualmente es de resaltar el carácter de reincidentes de los imputados. El aporte documental de los

♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL


Art. 274 LIBRO SEGUNDO: LA ACTIVIDAD PROCESAL 586

imputados no enerva la falta de arraigo social exigida para desvanecer el riesgo de fuga -los argumentos
de la Fiscalía Suprema a este respecto se asumen plenamente-. De otro lado, la especial prolongación
del proceso se ve materializada con los medios probatorios (más de diez) solicitados por la Fiscalía para
su actuación en el juicio oral, todos ellos específicamente pertinentes y necesarios. La gran cantidad
de agraviados y la forma y circunstancias de los hechos punibles materia de acusación, demandan la
presencia de los imputados y su aseguramiento para la consolidación del juicio oral. (R. N. N .° 1882-
2018-Lima, del 28-01-2019, ff. jj. 4 y 5. Sala Penal Permanente. Texto completo: <bit.ly/2Xsgowb>).
§ 1163. Prolongación de la prisión preventiva: presupuestos. Décim o tercero. Esta figura requie­
re acumulativamente dos presupuestos: i) Una especial dificultad o prolongación de la investigación o
del proceso. Por especial dificultad se entiende la concurrencia de circunstancias que obstaculizan la
realización de determinada diligencia, la práctica de alguna pericia o alguna circunstancia propia de
la conducta del imputado [Sánchez Velarde, Pablo. Código Procesal Penal comentado. Idemsa, Lima,
2013, p. 272], elementos de juicio objetivos posteriores al dictado de la prisión preventiva primigenia y
su impugnación, ii) Que el imputado pudiera sustraerse a la acción de la justicia u obstaculizar la activi­
dad probatoria, que no se establece en función a un reexamen de lo ya resuelto en la prisión preventiva
a propósito del peligro procesal, sino sobre la base del análisis sobre si dichas condiciones subsisten o se
mantienen. (Apelación N .° 03-2013 “22” [Caso Tomás Torrejón Guevara:], Apelación de Auto de 09­
06-2016, f. j. 13. Sala Penal Especial. Texto completo: <bit.ly/29YWUbU>).
§ 1164. Presupuestos de la prolongación de la prisión preventiva. Séptim o, [E]l artículo 274
CPP no puede interpretarse al margen de las exigencias de toda medida de coerción personal (artículo
253 del CPP): presupuestos materiales, presupuestos formales y, antes, respeto de los principios de
proporcionalidad y de intervención indiciaría. La prisión preventiva, como es conocido, solo cumple
una función procesal, no de carácter preventivo especial o general. La prolongación, en sentido propio,
tiene dos presupuestos circunscriptos o específicos, sin perjuicio de entender que los generales de toda
prisión preventiva tienen que subsistir -solo hará falta una motivación sobre aquéllos si se han actuado
nuevos actos de investigación que merecen una reevaluación de los puntos que pueden estar en cues­
tión-: (i) la dificultad del proceso, que se deriva de las necesidades de esclarecimiento, de las peticiones
de las partes, miradas en su conjunto, e incluso atendiendo a las características del propio órgano de
investigación (carga procesal, complejidad de actos instructorios concretos, disponibilidad de medios
logísticos y personales, aunque apreciados desde una perspectiva de debida diligencia del investigador);
y, (ii) subsistencia de los riesgos de fuga o de obstaculización, desde una perspectiva de permanencia más
honda o profunda de la probabilidad de que el imputado, en caso de permanecer en libertad, se sustrai­
ga a la acción de la justicia o realice actos de obstrucción de los medios de investigación o de prueba,
todo deducido de las circunstancias del caso concreto, el interés y posibilidades que tiene el imputado
de alejarse o de frustrar la recolección de los materiales de instrucción o de prueba. El presente caso, sin
duda, es complejo y requiere numerosos actos de investigación -incluso los periciales-. Sobre los riesgos
de fuga o de obstaculización, no es del caso insistir, en el caso concreto, en su apreciación. No cabe
aceptar el conocimiento del recurso de casación que se solicita. (Casación N .° 1063-2016-Lima, de 17­
02-2017, f. j. 7. Primera Sala Penal Transitoria. Texto completo: <bit.ly/2FICwwV>).
§ 1165. La prolongación de la prisión preventiva debe realizarse antes de su vencimiento. Oc­
tavo, El Colegiado Superior en la resolución cuestionada alude a la realización de diversos actos de
investigación, producidos a nivel preliminar y en la instrucción, que deberán actuarse en la etapa de
juicio oral a fin de acreditar la intervención del acusado en el hecho delictivo. Esta circunstancia permi­
te evidenciar la concurrencia del requisito de especial dificultad que la norma procesal antes invocada
estatuye. Noveno. En efecto, el titular de la acción penal en la acusación fiscal [...] solicitó que la Sala
Superior ordene la actuación de los siguientes medios de prueba: [...], 9.2. [...] concurrencia de cuatro
testigos civiles y un policía [...], 9.3. [...] [E]xamen de seis peritos, 9.4. Que las empresas de telefonía
brinden información sobre los números telefónicos [...]. Décim o. Siendo así, es patente la necesidad de
proseguir con esta medida restrictiva tanto más que se encuentra pendiente la realización del juicio oral
contra el procesado; etapa en la que resulta necesaria la prosecución de las actuaciones antes señaladas,
n o m o s & th e s is
587 SECCIÓN III: MEDIDAS DE COERCIÓN PROCESAL Art. 274
por la numerosa actividad probatoria, esto es, por la cantidad de testigos y peritos que serán examina­
dos. Undécimo, En cuanto al requisito que el imputado pueda sustraerse de la acción de la justicia, se
aprecia también que el Colegiado Superior refirió que los acusados registran otros procesos por delitos
de la misma naturaleza [...]. Duodécimo. Por otro lado, se aprecia de la resolución cuestionada que el
fiscal, para fundamentar su requerimiento, argumentó que existe peligro de fuga por la gravedad del
delito. Entonces, se colige que el titular de la acción penal sí sustentó el peligro de fuga [...]. Decimo­
tercero. En cuanto a que la resolución se expidió con fecha posterior al vencimiento de la prolongación
de prisión preventiva, se debe considerar que esta “tiene como pre-requisito el agotamiento del plazo y
la necesidad ulterior de requerirse más tiempo para cumplir con los fines del proceso y evitar que éste se
perjudique por un mal uso de la libertad por el propio imputado preso preventivo”. Debe considerarse
que el procesado sufrió detención desde el 8 de junio de 2017, por lo que el plazo de prisión preventiva
estaba fijado hasta el 7 de marzo del presente año, y ante la prolongación de prisión ordenada por el
Tribunal Superior no se ha producido afectación a su libertad, dado que el requerimiento fiscal de pro­
longación de prisión es anterior al vencimiento de este. (R. N. N .° 851-2018-Lima, del 03-09-2018, ff.
jj. 9 al 13. Sala Penal Permanente. Texto completo: <bit.ly/2SDZkje>).

§ 1166. El Juez no necesita ser instado por el Ministerio Público para precisar la imposición
de una prisión preventiva o su prolongación al encontrarse frente a una sentencia condenatoria.
Si se anula una sentencia condenatoria, ello implica a su vez que se anula la prolongación de la
prisión preventiva que se dictó en virtud de dicha sentencia. Décimo Quinto. Debe precisarse que
el supuesto que se analizará está regulado actualmente en el inciso 5 del artículo 274 del CPP sin otra
modificación. Ahora, debemos examinar la regulación de la prolongación preventiva en caso de una pri­
mera sentencia condenatoria, supuesto establecido en el inciso 5 del artículo 274 del CPP que dice: “5.
Una vez condenado el imputado, la prisión preventiva podrá prolongarse hasta la m itad de la pena
impuesta, cuando ésta hubiera sido recurrida. "(Resaltado nuestro). Décimo Sexto. En lo que respecta al
presente supuesto de prolongación de prisión preventiva, conviene dilucidar lo siguiente: a. Si la citada
prolongación se acciona a solicitud del Ministerio Público o por potestad del Juez. b. ¿Qué sucede con
la prolongación de la prisión preventiva, si a nivel de segunda instancia se declara nula la sentencia
condenatoria? Y en dicho supuesto, ¿qué sucede con el tiempo que transcurrió entre la emisión de la
sentencia y la declaración de su nulidad? A. La prolongación de prisión preventiva en virtud de una
sentencia condenatoria se dicta a potestad del juez. Décimo Sétimo. Se debe apuntar que la norma
aplicable -inciso 5 del artículo 274 del CPP- no señala textual ni implícitamente que dicha prolonga­
ción deba ser solicitada por el Ministerio Público. Solo se limita a señalar que es una facultad -potestad
del Juez- cuando se dicta una sentencia condenatoria y ésta es recurrida. Décimo Octavo. La citada nor­
ma encuentra mayor sustento al ser interpretada en conjunto con el inciso 3 del artículo 399 del CPP,
que regula la posibilidad de imponer prisión preventiva en caso de una sentencia condenatoria: “Leído
el fallo condenatorio, si el acusado está en libertad, el Juez podrá disponer la prisión preventiva cuando
haya bases para estimar razonablemente que no se someterá a la ejecución una vez firme la sentencia.
La citada norma nos permite interpretar de manera más certera que es una potestad autónoma del Juez
que emite la sentencia condenatoria dictar o prolongar una prisión preventiva mientras se resuelva el
recurso interpuesto. Es decir, el Juez no necesita ser instado por el Ministerio Público para precisar la
imposición de una prisión preventiva o su prolongación al encontrarse frente a una sentencia conde­
natoria. Décimo Noveno. Asimismo, es necesario precisar que conforme a la Casación N .° 328-2012/
lea [§ 1148] del 17 de octubre de 2013, en su fundamento jurídico N .° 9 - fundamento jurídico no
vinculante- se razonó que no resulta arreglado a ley solicitar una prolongación de la prisión preventiva,
pues existe una previsión legal que faculta al Juez a imponerla de oficio. Asimismo, en la aclaración de la
citada casación del 13 de octubre de 2014, en el fundamento jurídico N .° 9 - de carácter vinculante-, se
señaló que “(...) la previsión legal que regula el inciso 5 del artículo 399 citado, (...) [configura] un caso
excepcional de aplicación de la prisión como corolario del juzgamiento al concluir éste (...)” . Vigésimo.
En ese sentido, se tiene como conclusión que la conclusión que la prolongación de la prisión preventiva
regulada en el inciso 5 del artículo 274 del CPP es una facultad del Juez de juzgamiento, que procede
de oficio; es decir, sin la necesidad de que exista una solicitud por parte del Ministerio Público. B. ¿qué
♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL
Art. 274 LIBRO SEGUNDO: LA ACTIVIDAD PROCESAL 588

sucede con la prolongación de la prisión preventiva, si a nivel de segunda instancia se declara


nula la sentencia condenatoria? y en dicho supuesto ¿qué sucede con el tiempo que transcurrió
entre la emisión de la sentencia y la declaración de su nulidad? Vigésimo Primero. Se debe precisar
que el Tribunal revisor tiene la faculta de dictar la nulidad de una sentencia recurrida. Asi, conforme
al artículo 409, inciso 1, del CPP, se tiene que “la impugnación confiere a l Tribunal competencia sola­
mente para resolver la materia impugnada, asi como para declarar la nulidad en caso de nulidades
absolutas o sustanciales no m advertidas por el recurrente. ” Asimismo, conforme al literal a) del inciso
3 del artículo 423 del citado Código el Tribunal revisor puede “declarar la nulidad, en todo o en
parte, de la sentencia apelada (...)” [•••] Vigésimo Segundo. En ese servido, resulta claro afirmar que,
si se anula una .sentencia condenatoria, ello implica a su vez que se anula la prolongación de la prisión
preventiva que se dictó en virtud de dicha sentencia -inciso 5 del artículo 274 del CPP-. Lo señalado
es una consecuencia lógica, generada por la nulidad de la sentencia, que en buena cuenta es el sustento
de la prolongación de la prisión preventiva conforme a la norma analizada. Vigésimo Tercero. En este
extremo conviene apuntar lo ya señalado por esta Suprema Corte: “Por tanto, la previsión legal que regula
el inciso 5 del artículo 399 citado, escapa a dicho supuesto, configurándose una caso excepcional de aplicación
de la prisión como corolario deljuzgamiento a l concluir este, por lo que no se afecta su imparcialidad, ya que
no continuará tal etapa y con la máxima probabilidad de la imputación a l habérsele declarado responsable
(...) sé busca asegurar la plena eficacia y ejecución de la sanción de primera instancia a la que se ha llegado
valorando individualmente y en conjunto la prueba actuada durante eljuzgamiento a través de la sana cri­
tica y con motivación suficiente. ” (Aclaración de la Casación N .° 328-2012 fundamento jurídico N .° 9)
Entendemos, que dicho razonamiento es extensivo a la figura de prolongación de prisión preventiva por
condena, por lo que se refuerza la idea de que, si se anula dicha sentencia, es inexistente el fundamento.
de la citada prolongación. Vigésimo Cuarto . Ahora, corresponde dilucidar qué sucede con el tiempo
que transcurrió entre la emisión de la sentencia condenatoria, y la resolución que declaro su nulidad.
Así, es necesario considerar que para la aplicación del inciso 5 del artículo 274 del CPP, que regula un
supuesto de prolongación de prisión preventiva, presupone necesariamente la existencia previa de una
prisión preventiva. En este sentido, el tiempo de prolongación que dictamine el juez empezará a com­
putarse una vez cumplido el periodo de prisión preventiva que se venía cumpliendo. Vigésimo Quinto.
Siendo así, en el supuesto que se declare nula la sentencia condenatoria, lo que se anula automática­
mente es solo el tiempo de prolongación de la prisión preventiva, manteniéndose -de ser el caso- vigente
la prisión preventiva preexistente a la sentencia condenatoria. Así, en el supuesto que al tiempo que se
dicte la resolución que anula la sentencia condenatoria, esté computándose la prolongación de la prisión
preventiva, al quedar ésta anulada, corresponderá se dicte la libertad del procesado. Sin embargo, si aun
se está computando el plazo de prisión preventiva preexistente a la sentencia, continuará corriendo este
plazo, generando la posibilidad de que se solicite su prolongación conforme a ley. (Casación N .° 778-
2015-Puno, de 12-04-2017, ff. jj. 15 al 25. Sala Penal Permanente. Texto completo: <bit.ly/2tYr5ZS>).
§ 1167. El juez como garante de los derechos del ciudadano no puede afectarlos mas alia de
lo proporcional, teniendo en cuenta los principios de adecuación, necesidad y proporcionalidad.
2.3.8. No obstante el juez considere que existen razones para estimar fundado el requerimiento del
fiscal, puede no estar de acuerdo con el tiempo de la medida por no ser proporcional ni indispensable,
pues este principio busca que las medidas adoptadas por la autoridad sean las menos perjudiciales para
los derechos e intereses de los ciudadanos. 2.3.9. En ese sentido, el juez como garante de los derechos
del ciudadano no puede afectarlos más allá de lo proporcional, teniendo en cuenta los principios de ade­
cuación, necesidad y proporcionalidad en sentido estricto, que la Casación N .° 626-2013-Moquegua
[§ 1013] [...] recogió como fundamento de esta medida. (Casación N .° 147-2016-Lima [Caso Gregorio
Santos], de 06-07-2016, ff. jj. 2.3.8 y 2.3.9. Sala Penal Permanente [EP, 03-08-2016, Jurisprudencia,
Año XXV, N .° 1019, pp. 7511-7515]. Texto completo: <bit.ly/290C0ig>).

JURISPRUDENCIA DE LA SALA PENAL NACIONAL

§ 1168. No es posible aprobar la prolongación de la prisión preventiva si no se ha acreditado


que concurra una especial dificultad o prolongación del proceso; y estando que las circunstancias
n o m o s & th e sis
589 SECCIÓN III: MEDIDAS DE COERCIÓN PROCESAL Arí. 274
de especial complejidad han disminuido, aunado al hecho que el imputado ya ha estado recluido
25 meses sin que se haya dictado sentencia en su contra. 3.4. La defensa sostiene que no es posible
conceder una prolongación de lo ya prolongado; sin embargo, este criterio no es compartido por el
Colegiado, pues la prolongación de prisión preventiva, al constituir una medida excepcional - que se
impone no de manera ordinaria sino cuando concurren “circunstancias que importen una especial difi­
cultad o prolongación de la investigación o del proceso” - artículo 274.1 del CPP - no puede agotarse en
un solo momento. La Sentencia Casatoria [Casación N .° 147-2016 (§ 1167)] no limita expresamente
el requerimiento de más de una solicitud de prolongación de prisión preventiva. Asunto distinto es
dilucidar si los mismos argumentos que ya han sido objeto de pronunciamiento judicial por la Sala
Penal de Apelaciones Nacional y la Corte Suprema de Justicia, pueden nuevamente ser evaluados ante
el nuevo pedido de prolongación de prisión preventiva sin incurrir en contradicción lógica. [...] 3.5.1.
[...] [Este] Colegiado acoge los argumentos esgrimidos por la defensa en el sentido de que la naturaleza
compleja de la investigación, cantidad de imputados y número de delitos, ya fue tomado en cuenta, con
el agregado de que la cantidad de delitos ha disminuido, pues el delito de cohecho no ha sido materia
de acusación en contra de GS, así también la cantidad de imputados es menor en atención al reque­
rimiento de sobreseimiento para 19 personas, y si al momento de dictarse la prolongación de prisión
preventiva por once meses se tenían 67 imputados, en el requerimiento acusatorio se tienen únicamente
a 47 acusados. Por lo tanto, no concurren nuevas circunstancias, en la medida que el universo de impu­
tados e imputaciones que fue calificado como hipercomplejo en su momento en la resolución de la Sala
Penal de Apelaciones Nacional y en la Sentencia de Casación, revestía mayor grado de complejidad que
el contexto actual; en línea de razonamiento lógico, si se constata que hay menor complejidad no puede
pedirse mayor plazo que los once meses de privación de libertad, ergo no se justifica racionalmente una
mayor prolongación. [...] 3.7. Al no haberse acreditado que en el caso de autos concurra una especial
dificultad o prolongación del proceso -artículo 274.1 CPP-; y estando que las circunstancias de espe­
cial complejidad han disminuido, aunado al hecho que el imputado ya ha estado recluido veinticinco
meses sin que se haya dictado sentencia en su contra, y además de lo debatido resulta que concurrió
voluntariamente a la audiencia en que se le impuso prisión preventiva, y esta conducta en concreto,
debe aparejar alguna consecuencia que le sea favorable en la decisión acerca de una medida cautelar
personal, es del caso revocar la resolución apelada y declarar infundado el requerimiento de prolonga­
ción de prisión preventiva, y disponer su libertad en observancia del artículo 273° del CPP. (Exp. N .°
00091-2014-95-500l-JR-PE-01-Lima, del 25-07-2016, ff. jj. 3.4, 3.5.1 y 3.7. Segunda Sala Penal de
Apelaciones Nacional. Sala Penal Nacional. Texto completo: <bit.ly/2TikgN4>).

§ 1169. La existencia de una especial dificultad en el proceso que huidamente el pedido de pro­
longación de prisión preventiva no está referida exclusivamente a la existencia de nuevos elemen­
tos o actos posteriores a la resolución que impuso la prisión preventiva, ya que puede fundamen­
tarse en particularidades que el Juez no advirtió al momento de calificar el pedido primigenio.
2.2. Dado el carácter excepcional de la medida de prisión preventiva, la misma está sujeta a plazos, los
que están contemplados en el artículo 272° del CPP, el cual como regla general ha establecido que el
plazo de prisión preventiva no debe durar más allá de nueve meses; y tratándose de procesos complejos,
dicho límite es no mayor de dieciocho meses. El plazo de prisión preventiva con la modificatoria intro­
ducida por Ley 30076 al artículo 274° del CPP, no solo comprende el necesario para la realización de
los actos de investigación que son propios de la etapa de investigación preparatoria, sino también debe
comprender las otras etapas del proceso, llámese etapa intermedia y de juzgamiento. Al producirse el
vencimiento del plazo de prisión preventiva, sin que se haya dictado sentencia condenatoria, ya sea de
oficio o a solicitud de parte, se dispondrá la libertad del imputado, y se dictarán - de ser necesario - las
medidas que permitan asegurar su presencia en las diligencias judiciales, inclusive es factible dictar las
restricciones establecidas en el artículo 288° numerales 2 al 4 CPP. No obstante lo anterior, la misma
Ley procesal ha previsto que bajo determinadas circunstancias el plazo regulado en el artículo 272° del
CPP, pueda extenderse más allá del margen establecido en dicho artículo; así, el 274° del CPP señala
que cuando concurran circunstancias que importen una especial dificultad o prolongación de la inves­
tigación o del proceso y subsista la posibilidad de que el imputado pudiera sustraerse a la acción de la
♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL
Art. 274 LIBRO SEGUNDO: LA ACTIVIDAD PROCESAL 590

justicia u obstaculizar la actividad probatoria, la prisión preventiva podrá prolongarse por un plazo no
mayor al fijado en el numeral 2) del artículo 272° del CPP, estableciendo como requisito que el Fiscal lo
solicite antes de su vencimiento. [...] 3.3.3. Con relación al motivo casacional referido al desarrollo de
doctrina jurisprudencial sobre: la prisión preventiva no debe respaldarse en la complejidad establecida
desde el inicio de la causa. Este extremo también ha generado el desarrollo de doctrina jurisprudencial
en el fundamento 2.4.2. que señala: “Esta institución está prevista en el numeral 1 del artículo 274° del
Código Procesal Penal, el cual requiere acumulativamente dos presupuestos: i) Una especial dificultad
o prolongación de la investigación o del proceso. Por especial dificultad se entiende la concurrencia de
circunstancias que obstaculizan la realización de determinada diligencia, la práctica de alguna pericia
o alguna circunstancia propia de la conducta del imputado, elementos de juicio objetivos posteriores
al dictado de prisión preventiva primigenia y su impugnación. La Ley no establece que deban existir
nuevos elementos o actos que sustenten este requisito, pues el Juez al momento de determinar el plazo
de prisión preventiva pudo no tener en cuenta en su real dimensión estas particularidades que le dan
complejidad al caso, ii) Que el imputado pudiera sustraerse a la acción de la justicia u obstaculizar la
actividad probatoria, que no se establece en función a un reexamen de lo ya resuelto en la prisión pre­
ventiva a propósito del peligro procesal, sino sobre el análisis sobre si dichas condiciones subsisten o se
mantienen” . [...] (Exp. N .° 00091-20l4-95-5001-JR-PE-01-Lima, del 25-07-2016, ff. jj. 2.2 y 3.3.3.
Segunda Sala Penal de Apelaciones Nacional. Sala Penal Nacional. Texto completo: <bit.ly/2TikgN4>).

JURISPRUDENCIA DE LAS CORTES SUPERIORES

§ 1170. El Fiscal Superior no puede corregir (o sanear) el requerimiento del Fiscal provincial,
referido a una segunda “prolongación de la prisión preventiva” y considerar que se trató de una
“adecuación de prolongación de prisión preventiva” , menos aun si esta ño tiene sustento en cir­
cunstancias complejas no advertidas con anterioridad. Décim o prim ero. Conforme se determina la
Fiscalía Provincial Penal con anterioridad solicitó al órgano jurisdiccional, la prolongación de la prisión
preventiva dictada contra los nombrados procesados; sin embargo, por requerimiento fiscal de fecha
16 de octubre del año en curso [...] solicita por segunda vez, en forma expresa la prolongación de la
medida de prisión preventiva por 5 meses adicionales; contraviniendo de esta forma lo establecido en
el artículo 274.1 del CPP, norma que al ser interpretada restrictivamente al amparo del artículo VIL3
del T.P. del CPP, permite establecer que la posibilidad de solicitar dicha prolongación, es solo por una
única vez. Décim o segundo. Si bien es cierto de acuerdo a lo regulado en el artículo 274.2 del CPP,
excepcionalmente, el Juez de la Investigación Preparatoria a solicitud del Fiscal, podrá adecuar el plazo
de prolongación de la prisión preventiva otorgado a los plazos establecidos en el artículo 272; sin em­
bargo, ello procederá siempre y cuando se presenten circunstancias de especial complejidad, nuevas, no
advertidas al efectuar el requerimiento de prisión preventiva y su prolongación. [...] Décim o cuarto. En
consecuencia, el Fiscal Superior no puede pretender el saneamiento del requerimiento inicial del Fiscal
Provincial, menos variarlo, bajo la justificación de “error material en el nomen inris” de lo solicitado, y
alegar que se trata de un pedido de “adecuación de prolongación de prisión preventiva”, cuando desde
un inicio el principio de contradicción quedó delimitado con el requerimiento escrito de “prolongación
de la prisión preventiva” , sustentado en los mismos términos en primera instancia, sin referencia alguna
a circunstancias de especial complejidad, nuevas, no advertidas al efectuar su primer requerimiento de
prolongación, exigible para la adecuación conforme al artículo 274.2 del CPP. Décim o quinto. En tal
sentido, admitir el indicado pedido implicaría transgredir el principio de rogación relacionado directa­
mente con el principio de congruencia, por cuanto el juez a la hora de resolver, debe atenerse únicamen­
te a las cuestiones debatidas en audiencia -por las partes-, no pudiendo sustituir sus postulados, menos
enmendar sus omisiones, en resguardo del principio de imparcialidad y de seguridad jurídica; siendo
así, la duplicidad del pedido fiscal de “prolongación de prisión preventiva”, deviene en improcedente,
correspondiendo revocar la recurrida. (Exp. N .° 00615-2018-71-0701-JR-PE-ll, del 06-12-2018, ff.
jj. 11, 12, 14 y 15. Primera Sala Penal de Apelaciones. Corte Superior de Justicia del Callao. Texto
completo: <bit.ly/2Si2Uzq>).
n o m o s & th e sis
591 SECCIÓN III: MEDIDAS DE COERCIÓN PROCESAL Arí. 274
§ 1171. Principio de legalidad en la no aplicación de la adecuación de la prisión preventiva
para un caso antes de la modificatoria del Decreto Legislativo N .° 1307. 5. Sobre el particular, es
menester indicar que dicha figura de “adecuación”, no está previsto legalmente en el Código Pro­
cesal Penal, así lo ha referido clara y expresamente la Sala Penal Permanente de la Corte Suprema de
Justicia de la República en la Casación N .° 147-2016-Lima [§ 1167], en el punto 2.2.3. al indicar: [ ..]
una vez dictada la prisión preventiva por un plazo menor al máximo legal\ no es posible la ampliación de
plazo, sino la prolongación de la prisión preventiva. Y en el punto 2.2.4 señala “En consecuencia, el requeri­
miento delfiscal con la denominación de prórroga o ampliación no existe, por lo que cuando se ha solicitado
aquello ante el vencimiento delplazo máximo de prisión preventiva y/o de plazo judicial establecido inferior,
el imputado deberá ser excarcelado, salvo que con arreglo al artículo 274° del CPP solicitare el Ministerio
Público, prolongación de plazo de prisión preventiva”. Es decir, esta Casación establece que las figuras
atípicas como “prórroga”, “ampliación” y otros, en los que cabe en este caso la “adecuación”, no pueden
utilizarse para seguir manteniendo la restricción de la libertad de una persona, dado que dichas figuras
no se encuentran reguladas taxativamente en la norma procesalpenal, tampoco se permite su interpreta­
ción analógica mientras no favorezcan la libertad del imputado o el ejercicio de sus derechos, conforme
lo indica el artículo VII del Título Preliminar del Código Procesal Penal; criterio adoptado por este
despacho que es corroborado con el Decreto Legislativo N .° 1307 publicado en el Peruano, el 30 de
diciembre del 2016, en cuyo artículo 2o modifica los articulados del Código Procesal Penal, entre estos,
el artículo 274° inciso 2, es adicionado con el siguiente texto: excepcionalmente el Fiscal podrá solicitar
a l Juez de Investigación Preparatoria adecuar elplazo de prolongación de la prisión preventiva siempre que
sepresenten circunstancias de especial complejidad que nofueron advertidas en el requerimiento inicial, y en
la Tercera Disposición Complementaria Final señala que la vigencia de esta norma será a los 90 días de
su publicación, esto es, contado a partir del 3 0 de diciembre de 2016; por lo que se entiende que hasta la
dación de este Decreto Legislativo, la figura de la “adecuación” no existía ni se encontraba regulada en
nuestro ordenamiento jurídico; lo cual no hace más que confirmar que fue un razonamiento extralegal
de la Sala de Apelaciones introducir dicha figura en el requerimiento de prolongación preventiva. (Exp.
N .° 00308-2017-0-150l-JR-PE-01, del 24-01-2017, f. j. 5. Primer Juzgado de Investigación Prepara­
toria Sede Central. Corte Superior de Justicia de Junín. Texto completo: <bit.ly/20g7Sw3>).

§ 1172. Ante una conformidad, el Juzgador conserva cierto margen de valorización necesario
para evitar efectos contrarios al ordenamiento jurídico. Modalidad agravada del delito de conduc­
ción en estado de ebriedad de vehículo motorizado. 5.1. Durante el debate en sede de impugnación,
la defensa técnica cuestionó el juicio de tipicidad de los magistrados de primera instancia, sosteniendo
que los medios probatorios ofrecidos de modo alguno permitirían establecer que se trató del delito de
Conducción de Vehículo en Estado de Ebriedad -en su forma agravada propiamente-, previsto en el
segundo párrafo del artículo 274°del Código Penal. Para ello, se precisó que el encausado habría sido
intervenido solo en poder de su licencia de conducir, de ahí que, no concurren los presupuestos des­
criptivos del tipo penal. 5.2. En principio, habrá que precisarse que ante una conformidad, en virtud
a los intereses en conflicto, la posición del Tribunal como destinatario de esa institución, no puede ser
pasiva a los efectos de su homologación; pues existe cierto margen de valoración que el juez debe ejercer
soberanamente. Si bien está obligado a respetar la descripción del hecho glosado en la acusación escrita
- vinculación absoluta con los hechos o inmodificabilidad del relato fáctico {vinculado factí)-, por razo­
nes de legalidad y justicia, puede y debe realizar un control respecto de la tipicidad de los hechos, del
título de imputación, así como de la pena solicitada y aceptada, por lo que la vinculación en esos casos
(vinculado criminis y vinculado poena) se relativiza en atención a los principios antes enunciados. El
juzgador está habilitado para analizar la calificación aceptada y la pena propuesta e incluso la convenida
por el acusado y su defensa: esa es la capacidad innovadora que tiene frente a la conformidad procesal
[Acuerdo Plenario N .° 5-2008/CJ-116 (§ 1500) - Fundamento 16]. 5.3. Es verdad que la sentencia
del 19 de octubre de 2016, se dictó como consecuencia de la conformidad del encausado CRAC y su
defensa con la acusación fiscal en la primera fase del juicio oral [...]. Sin embargo, asumiendo que se
habría efectuado un deficiente control judicial en el ámbito de la tipicidad de los hechos, con notorias
consecuencias en el ámbito de la pena, no es posible sostener como regla jurídica pétrea, que operó la
♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL
Art. 274 LIBRO SEGUNDO: LA ACTIVIDAD PROCESAL 592

preclusión de ese momento procesal de aceptación de cargos; más, si por razones de legalidad y justicia,
la vinculación con la acusación en estos casos (vinculatio criminis y vinculatio poend) se relativiza en
atención a la doctrina jurisprudencial antes indicada. 5.4. El tipo penal de Conducción de Vehículo
en Estado de Ebriedad o Drogadicción, exige para su configuración de una conducta consistente en
conducir o maniobrar un vehículo motorizado bajo los efectos de alcohol o de drogas. Al ser un tipo de
peligro abstracto, no se requiere la presencia del peligro material, y menos aún un resultado lesivo; la
mera conducción sobre el límite legal permitido de alcohol en la sangre configura la tipicidad positiva.
Su forma agravada, es igualmente regulada en el segundo párrafo del artículo 274° del Código Penal,
al establecer que: “Cuando el agente presta servicios de transporte público de pasajeros [...], encontrándose
en estado de ebriedad la pena privativa de libertad será no menor de uno ni mayor de tres años
La consumación en este caso, se producirá cuando el sujeto activo, bajo la influencia de bebidas alco­
hólicas, conduce un vehículo; de transporte público, prestando servicios efectivos en esas condiciones.
Es doloso entonces, porque el agente decide prestar el servicio público, ‘conociendo que ha ingerido
alcohol y que pudiera superar el límite cuantitativo permitido. 5.5. El cuestionamiento en este ámbito
de la imputación es bien recibida, porque la señora Juez Penal en su deber de realizar un control respecto
de la tipicidad de los hechos, no tuvo en cuenta: (i) si el vehículo automotor intervenido era empleado
para el servicio de transporte público; (ii) si en efecto el encausado se disponía a prestar dicho servicio,
si lo estuvo haciendo, o si lo hizo antes de su intervención; (iii) si los datos contenidos en el Acta de In­
tervención Policial, donde se consignó la presencia de botellas de cervezas y vasos de vidrio conteniendo
dicha bebida, nos permitirían, establecer que se venía prestando servicio de trasporte público instantes
de su intervención; más cuando el encausado, fue hallado sólo en poder de su licencia, y no de otra
documentación, como autorizaciones, permisos de ruta o licencias adicionales, que hagan presumir esa
actividad. La ausencia de mínima corroboración, sobre tales circunstancias, sencillamente se termina
por tipificar la conducta como delito de conducción de vehículo automotor en su forma simple (primer
párrafo del artículo 274° C.P.). Si bien la A quo pudo, rechazar la conclusión anticipada, habida cuenta
la necesidad de un debate probatorio más intenso sobre todas estas circunstancias, durante el juicio
oral; también pudo, instar en la primera fase del juicio la corrección del tipo penal ante el Ministerio
Público, y luego, promover la conformidad procesal. Lejos de ello, mostró total pasividad, cuando es
más bien la oralidad, el principio que informa la etapa de juzgamiento. (Expediente N .° 00175-2017­
0, del 17-01-2018, ff. jj. 5.1 al 5.5. Sala Penal de Apelaciones. Corte Superior de Justicia de Huánuco.
Texto completo: <bit.ly/20mmk5U>).
§ 1173. Haciendo una interpretación de la normativa penal aplicable, es posible aumentar
el plazo de prisión preventiva a más de 36 meses, previo estricto cumplimiento de las exigencias
procesales requeridas. 4.2.12. Por otro lado, en el ámbito concreto que nos ocupa, referido al plazo de
prisión preventiva, la Exposición de Motivos señala que para los procesos complejos se prevé que “la in­
vestigación preparatoria puede durar hasta treinta y seis meses, esto es, todo el plazo de prisión preven­
tiva prolongada; sin embargo, estos procesos no terminan en dicha etapa sino se prolongan durante la
etapa intermedia y el juicio oral.” Más adelante complementa: “la norma no prevé que en dichas etapas,
los imputados puedan estar en prisión preventiva - en tanto y en cuanto se mantenga el peligro procesal
-, pese a que el proceso lo requiere; lo que contraviene la finalidad y esencia de las medidas cautelares
que es asegurar la presencia del imputado a fin de que la sentencia tenga virtualidad.” 4.2.13. Si bien la
norma que concreta estos propósitos legislativos no tiene la claridad que se desearía, de ahí que admita
múltiples y contrarias interpretaciones, el Colegiado no puede abdicar a su deber de administrar justicia
con arreglo a la Ley y los principios que emanan de todo el sistema jurídico en su conjunto. Por lo que
sostenemos que del análisis de estos fragmentos de la exposición de motivos, surge la idea fundamental
que resume el razonamiento planteado por el legislador, así como- permite determinar la vatio legis del
numeral 2, artículo 274° del CPP, que no es otra que otorgar al Ministerio Público un plazo de prisión
preventiva mayor a los treinta y seis meses, previo al estricto cumplimiento de las exigencias procesales
que en la citada norma se precisan. Por lo que la interpretación que se realice de la adecuación del plazo
de prolongación de prisión preventiva, debe tener esta orientación. 4.2.14. Entonces, si tenemos que
tal es el propósito de la “adecuación de plazos”, corresponde determinar cuál es el mecanismo concre-
n o m o s & th e sis
593 SECCION lli: MEDIDAS DE COERCION PROCESAL Art. 274
to que debe adoptarse para su operatividad. Para tal efecto, este Colegiado estima necesario exponer
algunas cuestiones fundamentales al respecto. En primer lugar: se debe tener claro que la norma prevé
que el plazo de prolongación debe adecuarse a los plazos del numeral 1, artículo 274° 1 CPP; en ese
sentido, consideramos que esta adecuación únicamente puede darse respecto del plazo de prolongación
de hasta doce meses previsto para los procesos de criminalidad organizada, dado que los plazos de
nueve y dieciocho meses no han sufrido variación alguna. 4.2.15. En segundo lugar, se debe considerar
que antes de la modificación del artículo 274° del CPP, en los procesos seguidos contra integrantes de
presuntas organizaciones criminales, se podía requerir una prolongación de hasta dieciocho meses; sin
embargo, luego de la modificación, la prolongación en estos casos se ha reducido a doce meses. Por
tanto, considerar que la adecuación a la que se refiere la ley, únicamente permite adecuar el plazo de
prolongación ya otorgado, de dieciocho meses, al nuevo plazo establecido en la ley, doce meses, como
se sostiene en la recurrida; nos conduce al absurdo de considerar que el nuevo marco legal acorta los
plazos de prisión preventiva en procesos seguidos contra miembros de organizaciones criminales, lo que
resulta abiertamente contrario al sentido y propósitos perseguidos por la modificación legislativa antes
indicada. 4.2.16. De ahí que consideramos que la adecuación resulta plenamente compatible con la
inclusión de un nuevo plazo de prisión preventiva específico para procesos seguidos contra integrantes
de presuntas organizaciones criminales, establecido en treinta y seis meses. Esta modificación, coetánea
a la incorporación de la adecuación de plazos, permite considerar al plazo de prisión preventiva y al
plazo de prolongación otorgado antes de la modificatoria, como un solo plazo de prisión preventiva,
en el cual de darse los presupuestos excepcionales que establece la norma modificada, podrá adicio­
narse como máximo, el nuevo plazo de doce meses de prolongación. Interpretación que a la luz de los
objetivos, ya precisados, que sustentan la modificación producida al artículo 274 del Código Procesal
Penal por el Decreto Legislativo N .° 1307, de modo alguno es inconstitucional, como lo ha sostenido
la defensa en audiencia. 4.2.17. Para finalizar esta parte, corresponde referirnos a uno de los puntos
cuestionados por la recurrente, y que inciden en lo que es materia de análisis. Nos referimos a la men­
ción, por parte del Juez de primera instancia, de la Casación N .° 147-2016/Lima [§ 1167]; resolución
que declara la inexistencia de la denominada prórroga de la prisión preventiva. Sobre el particular se
precisa que el supuesto de hecho de aquella casación no puede asimilarse a los hechos que motivan el
presente pronunciamiento. En efecto, los hechos de aquella se refieren a un requerimiento fiscal que
busca recuperar un plazo de prisión preventiva que no fue concedido por el órgano jurisdiccional, bajo
la figura pretorianamente creada de la prórroga. (Exp. N .° 00044-2015-82-520l-JR-PE-03, del 15-05­
2017, íf. jj. 4.2.12 al 4.2.17. Colegiado A. Sala Penal Nacional de Apelaciones Especializada en Delitos
. de Corrupción de Funcionarios. Texto completo: <bit.ly/2WcpJqt>).

• § 1174. L a posibilidad de hacer uso de la adecuación de plazos, y mantener la prisión pre­


ventiva por doce meses más para personas que no pertenecen a la organización criminal, luego
de vencida la prolongación, es jurídicamente imposible. 6.7. Entonces, si tenernos que ese es el
propósito de la “adecuación de plazos”, corresponde determinar cuál es el mecanismo concreto que
debe, adoptarse para su operatividad. Para tal efecto, este Colegiado estima necesario exponer algunas
cuestiones fundamentales al respecto. En primer lugar, se debe tener claro que la norma prevé que el
plazo de prolongación debe adecuarse a los plazos del numeral 1, artículo 274° del CPP; en ese sentido,
consideramos que esta adecuación únicamente puede darse respecto del plazo de prolongación de hasta
doce meses previsto para los procesos de criminalidad organizadas, puesto que los plazos de nueve y
dieciocho meses no han sufrido variación alguna. 6.8. En segundo lugar, se debe considerar que antes
de la modificación del artículo 274° del CPP, en los procesos seguidos contra integrantes de presuntas
organizaciones criminales, se podía requerir una prolongación de hasta dieciocho meses; sin embargo,
luego de la modificación, la prolongación en estos casos se ha reducido a doce meses. Por tanto, consi­
derar que la adecuación a la que se refiere la ley, únicamente permite adecuar el plazo de prolongación
ya otorgado, de catorce meses en este caso, al nuevo plazo establecido en la ley, doce meses, como se
sostiene en la recurrida; nos conduce al absurdo de considerar que el nuevo marco legal acorta los plazos
de prisión preventiva en procesos seguidos contra miembros de organizaciones criminales, lo que resulta
abiertamente contrario al sentido y propósitos perseguidos por el Decreto Legislativo N .° 1307. [...]
♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL
Art. 274 LIBRO SEGUNDO: LA ACTIVIDAD PROCESAL 594

6.12. En el presente caso, si bien se presenta la primera circunstancia -sucesión de leyes procesales en
el tiempo-, no concurre la segunda, dado que el Decreto Legislativo N .° 1307 -ley posterior- crea una
institución procesal sui generis, denominada adecuación de plazos, distinta a la prisión preventiva y su
prolongación, con características y presupuestos definidos por la ley, y con un mecanismo de aplicación
propio que no consiste en extender los plazos de manera automática en perjuicio del imputado, sino en
adecuarlos, previo estricto cumplimiento de los presupuestos establecidos en la ley para su procedencia.
Esto es, el instituto de la adecuación no implica una ampliación automática de los plazos de prisión
preventiva y su prolongación, por lo que no es pertinente acudir a las excepciones previstas en el artí­
culo VII del Título Preliminar del CPP, como se hace en la recurrida, sino que al tratarse de institutos
jurídicos distintos, es de aplicación la regla de aplicación inmediata de la ley procesal. 6.13. En este
ámbito, además, cabe referirnos a uno de los argumentos reiterados en la resolución recurrida, referido
a que la adecuación, en los términos propuestos por la Fiscalía, no sería procedente, debido a que incide
sobre plazos ya vencidos (el de prisión preventiva) y por vencerse (el de prolongación). A criterio de
este Colegiado, tal afirmación no es acorde con la interpretación sostenida por esta Sala, puesto que la
adecuación, como la hemos desarrollado en los párrafos precedentes, no altera los plazos de prisión pre­
ventiva y su prolongación, acortándolos o extendiéndolos, pues estos plazos ya agotados y por agotarse
se mantienen incólumes, lo que se produce es la adecuación del plazo de prolongación, para ser conside­
rado parte de un plazo de un instituto distinto, corno es la prisión preventiva. Esta afirmación, incluso
guarda correspondencia con el contenido semántico del término adecuación, que en esencia denota el
acto de adaptar o ajustar algo -el plazo de prolongación- para que se acomode a una situación o cosa
distinta -plazo de prisión-. [...] 6.21. De acuerdo a la particularidad del caso seguido contra la imputada
D., al no haber sido considerada por la Fiscalía como una de las integrantes de la organización criminal,
no resultan aplicables, en su caso, las disposiciones legales previstas por el Código Procesal Penal para
crimen organizado, que tienen que ver con la adecuación del plazo de prolongación de prisión preven­
tiva por doce meses. 6.22. N o obstante lo precisado, si bien la Fiscalía ha sostenido que para resolver
la situación jurídica planteada contra CE, se tiene que ver la totalidad del proceso y no aisladamente la
imputación en contra de ella, porque esta guarda estrecha relación con la actuación de las demás perso­
nas que forman parte de la organización criminal; sin embargo, considera el Colegiado, que tratándose
de normas de carácter sumamente excepcional como las del instituto procesal de la adecuación de plazos
de prolongación preventiva -en este caso de doce meses-, no es posible extenderlas a personas que no
están incluidas dentro del supuesto de hecho de la norma, como es la criminalidad organizada, porque,
como ya se señaló, los propósitos declarados del Decreto Legislativo N .° 1307 es dotar de eficacia a la
persecución de delitos cometidos por organizaciones criminales, de ahí que las variaciones sustanciales
en materia de plazos de prisión preventiva y su prolongación se refieran precisamente a los plazos por
imponerse en procesos seguidos contra estos aparatos criminales. Por tanto, la posibilidad de hacer uso
de la adecuación de plazos, y mantener la prisión preventiva por doce meses más para personas que no
pertenecen a la organización criminal, luego de vencida la prolongación, es jurídicamente imposible.
(Exp. N .° 00044-2013-98-3201-JR-PE-01, del 10-07-2017, íf. jj. 6.7, 6.8, 6.12, 6.13, 6.21 y 6.22.
Colegiado A. Sala Penal Nacional de Apelaciones Especializada en Delitos de Corrupción de Funciona­
rios. Texto completo: <bit.ly/20j2Bnp>).
§ 1175. Disposiciones fiscales de especial complejidad. Todas las diligencias fiscales que se lle­
ven a cabo con la finalidad de esclarecer los hechos contenidos en la disposición de formalización
de investigación preparatoria, no pueden considerarse como hechos no previstos y excepcionales
que ameriten una ampliación del plazo de prisión preventiva. 5.12. [...] [Se debe] puntualizar que
las actuaciones fiscales, en general, no pueden considerarse circunstancias de especial complejidad en la
magnitud que prevé la ley procesal; pues, resulta claro que tanto el plazo de investigación preparatoria
como el de prisión preventiva se otorgan con la razonable previsión de que en este periodo se llevaran
a cabo múltiples y hasta delicadas diligencias fiscales orientadas a esclarecer los hechos investigados. En
ese sentido, todas las diligencias fiscales que se lleven a cabo con la finalidad de esclarecer los hechos
contenidos en la disposición de formalización de investigación preparatoria, no pueden considerarse
como hechos no previstos y excepcionales que ameriten una ampliación del plazo de prisión preven-
n o m o s & th e s is
595 SECCIÓN III: MEDIDAS DE COERCIÓN PROCESAL Art. 274
tiva, en el marco de una adecuación. 5.13= No sucede lo mismo cuando las actuaciones postuladas
por el Ministerio Público como circunstancias de especial complejidad, en este caso, disposiciones
fiscales, tienen por objeto ampliar la imputación fáctica contra los imputados ya comprendidos en la
investigación, o en otro supuesto, se incluyen al proceso a sujetos no comprendidos en la disposición
de formalización de investigación preparatoria inicial. En tal caso, resulta evidente que la inclusión en
el proceso de nuevos hechos o nuevos imputados, impone sobre el titular de la acción penal una carga
de investigación cuya realización naturalmente demandará mayor tiempo. 5.14. No obstante, adicio­
nalmente, habrá que verificar dos cuestiones: en primer lugar, que la ampliación objetiva o subjetiva de
la imputación fiscal se haya producido con posterioridad al otorgamiento de la prolongación del plazo
de prisión preventiva dispuesta según la ley que regía antes de la entrada en vigencia del contenido del
Decreto Legislativo N .° 1307, solo así podrá considerarse que tal circunstancia no fue prevista al tiempo
de otorgarse dicho plazo. Y en segundo lugar, que dichas ampliaciones impongan sobre el titular de
la acción penal una carga de investigación de considerable entidad, que justifique el tiempo adicional
que solicita mediante su requerimiento de adecuación. Esto es, se excluyen las disposiciones fiscales
que tengan por objeto precisar, aclarar o realizar ligeras modificaciones o ampliaciones a la imputación
primigenia, que no demanden, en la institución fiscal, una inversión considerable de horas-hombre.
5.15- De estas premisas, se colige la exigencia procesal de que el Ministerio Público, al formular su
requerimiento de adecuación, cumpla con precisar el objeto de las disposiciones que, a su criterio,
constituyen circunstancias de especial complejidad. En el presente caso, como se ha verificado en la
audiencia de apelación, el Ministerio Público ha hecho referencia a una serie de disposiciones fiscales
que implicarían, según su criterio, una especial complejidad del caso. En muchas de estas disposiciones
se ordena la realización de actos de investigación como son declaraciones indagatorias, testimoniales,
solicitud de documentación, pericias, etc.; no obstante, como ya se expresó, estas diligencias no pueden
considerarse circunstancias de especial complejidad, en los términos que exige el inciso 2, artículo 274°
del Código Procesal Penal. El carácter excepcional de este nuevo instituto procesal impone negar a estas
actuaciones fiscales la calidad de circunstancias que importen una especial dificultad del proceso. (Exp.
N .° 00160-2014-163-5201 -JR-PE-01, del 01-06-2017, ff. jj. 5.12 al 5.15. Colegiado A. Sala Penal
Nacional de Apelaciones Especializada en Delitos de Corrupción de Funcionarios. Corte Superior de
Justicia. Texto completo: <bit.ly/20ivMab>).

JURISPRUDENCIA DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL

§ 1176. Prolongación de la prisión preventiva. 5. [...] Finalmente, este Colegiado debe desesti­
mar la alegación de la demanda en el sentido de que “el proceso penal tuvo que haber sido declarado
complejo desde un inicio, por lo que su prolongación resultaría arbitraria”, pues la complejidad de un
proceso penal puede determinarse a través de las investigaciones subsecuentes que se realicen respecto
del caso penal, complejidad que debe ser dispuesta por el representante del Ministerio Público mediante
una resolución suficientemente motivada -que en el caso de autos no es materia de cuestionamiento ni
de pronunciamiento de este Tribunal-. Al respecto: a) en cuanto al caso penal sub materia se tiene un
proceso complejo en el que el plazo de la duración de la prisión preventiva se encuentra establecido en
18 meses, contexto en el que resulta importuno el alegato de la supuesta aplicación de la prolongación
de la prisión preventiva, que es un instituto procesal distinto que no guarda relación con el caso cons­
titucional de autos; en ese sentido: b) resulta impertinente la motivación de la Resolución de fecha 15
de octubre de 2010, en cuanto argumenta que “la prolongación de la prisión preventiva de 9 meses
a 18 meses es automática”; sin embargo, dicha argumentación no termina por invalidarla en tanto la
motivación que sustenta la desestimación del pedido de inmediata libertad resulta suficiente en los tér­
minos de la Constitución. (Exp. N .° 01014-2011-PHC/TC, del 28-06-2011 [Web: 11-07-2011 / EP:
14-09-2011], £ j. 5. Texto completo: <bit.ly/2uwUHxJ>).

JURISPRUDENCIA DE LA CORTE INTERAMERICANA DE DERECHOS HUMANOS

§ 1177. Se debe valorar periódicamente las causas y fines de la prisión preventiva con el fin
de verificar si sigue siendo necesaria para las investigaciones durante el proceso. 117. La Corte

♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL


Art. 275 LIBRO SEGUNDO: LA ACTIVIDAD PROCESAL 596

resalta que en los casos de personas detenidas los jueces no tienen que esperar hasta el momento de
dictar sentencia absolutoria para que los detenidos recuperen su libertad, sino que deben valorar pe­
riódicamente que las causas y fines que justificaron la privación de libertad se mantienen, si la medida
cautelar todavía es absolutamente necesaria para la consecución de esos fines y si es proporcional. En
cualquier momento que la medida cautelar carezca de alguna de estas condiciones, deberá decretarse la
libertad. De igual forma, ante cada solicitud de liberación del detenido, el juez tiene que motivar aun­
que sea en forma mínima las razones por las que considera que la prisión preventiva debe mantenerse.
(Cfr. Caso Chaparro Álvarez y Lapo Iñiguez vs. Ecuador, Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones
y Costas, Sentencia del 21 de noviembre de 2007, párrafo 117. Texto completo: <bit.ly/2u8ILlF>).
§ 1178. Se debe ponderar seriamente el tiempo de la prisión preventiva a fin. 18. Una vez más nos
hallamos ante el problema de laprisión preventiva, es decir, de la más severa de las medidas cautelares que hasta
hoy conserva el enjuiciamiento penal, en tanto entraña una restricción profunda de la libertad, con muy im­
portantes consecuencias. Solemos afirmar que la prisión preventiva no es una verdadera sanción; no constituye
una medida punitiva, sino apenas precautoria y efímera. Técnicamente, es cierto. Sin embargo, considerado
este fenómeno de cara a la realidad --aunque ésta tropiece con el tecnicismo—la prisión preventiva no difiere
en nada, salvo en el nombre, de la prisión punitiva: ambas son privación de libertad, se desarrollan (a menu­
do) en pésimas condiciones, causan al sujeto y a quienes le rodean un severo gravamen material y psíquico, y
traen consigo repercusiones de largo alcance, a veces devastadoras. Inclusive, en no pocas ocasiones -el Caso
López Álvarez es muestra de ello, ciertamente no única- la reclusión preventiva se prolonga tanto o más que
una reclusión punitiva. Por ello, entre otras cosas, es preciso ponderar seriamente la justificación, las caracte­
rísticas, la duración y las alternativas de la prisión preventiva. (Cfr. Caso López Álvarez vs. Honduras, Senten­
cia del 01 de febrero de 2006, párrafo 18. Voto razonado del Juez Sergio García Ramírez. Texto completo:
<bit.ly/2HzbeZV>).
§ 1179. Sólo procederá la prisión preventiva cuando sea el único medio que permita asegu­
rar los fines del proceso. 100. Las medidas cautelares se establecen en tanto sean indispensables para
los objetivos propuestos. La prisión preventiva no es una excepción a esta regla. Como consecuencia del
principio de excepcionalidad, sólo procederá la prisión preventiva cuando sea el único medio que per­
mita asegurar los fines del proceso porque se pueda demostrar que las medidas menos lesivas resultarían
infructuosas a esos fines. Por eso, siempre se debe procurar su sustitución por una de menor gravedad
cuando las circunstancias así lo permitan. (C ID H , Informe N .° 86/09 del 6 de agosto de 2009 [Caso
12.553. Fondo: Jorge, José y D ante Peirano Basso contra la República Oriental de Uruguay], párrafo
100. Texto completo: <bit.ly/2wsDV8I>>).

REMISIÓN

§ 1180. Sobre la duración de la detención. Véase la jurisprudencia del artículo 137° del Código
Procesal Penal de 1991 [§ 2394 ss.].

Artículo 275: Cómputo del plazo de la prisión preventiva

1. No se tendrá en cuenta para el cómputo de los plazos de la prisión preventiva, el tiempo en que la
causa sufriere dilaciones maliciosas atribuibles al imputado o a su defensa.
2. El cómputo del plazo, cuando se hubiera declarado la nulidad de todo lo actuado y dispuesto se dicte
un nuevo auto de prisión preventiva, no considerará el tiempo transcurrido hasta la fecha de la emisión de
dicha resolución.
3. En los casos en que se declare la nulidad de procesos seguidos ante la jurisdicción militar y se ordene
el conocimiento de los hechos punibles imputados a la jurisdicción penal ordinaria, el plazo se computará
desde la fecha en que se dicte el nuevo auto de prisión preventiva.^(2)

n o m o s & th e sis
597 SECCIÓN III: MEDIDAS DE COERCIÓN PROCESAL Art. 275
NOTA DE ACTUALIZACION
(1) De conform idad con la quinta disposición complementaria m odificatoria del Decreto Legislativo N.° 1229 (EP# 25­
09-2015), se dispone que el presente artículo entre en vigencia a partir del día siguiente de la publicación del citado
decreto legislativo. Anteriormente había sido adelantado por la segunda disposición complementaria final del Decreto
Legislativo N.° 1206 (EP, 23-09-2015).
(2) De conform idad con la tercera disposición complementaria final del Decreto Legislativo N.° 1206 (EP, 23-09-2015), se
dispone que cuando en el presente artículo, hagan referencia a los térm inos "investigación preparatoria", "expediente
fiscal", "prisión preventiva", "juez de la investigación preparatoria" y "sala penal", se debe interpretar que dichos térm inos
hacen referencia, respectivamente, a "Instrucción", "expediente fiscal", "mandato de detención", "juez penal" y "sala pe­
nal". Esta disposición rige en los distritos judiciales en los que el Nuevo Código Procesal Penal no ha entrado en vigencia.

PLENOS JURISDICCIONALES

■ § 1181. S ise declara la nulidad de sentencia condenatoria entonces pierde su eficacia la prolon­
gación de la prisión preventiva, debiendo disponerse la inmediata libertad del detenido. Pregun ­
ta: ¿La prolongación de la prisión preventiva pierde su eficacia cuando la sentencia es anulada? C onclusión
Plenaria: La prolongación de la prisión preventiva carecerá de fundamento si es que la condena que la
motivó fuera declarada nula y como consecuencia deberá disponerse la inmediata libertad del detenido.
(Pleno Jurisdiccional Distrital en Materia Penal y Procesal Penal de la Corte Superior de Justicia de
Tumbes del 20-07-2017. Tema 3: Eficacia de la prolongación de la prisión preventiva cuando la senten­
cia es anulada. Texto completo: <bit.ly/2NfLgvl>).

JURISPRUDENCIA DE LA CORTE SUPREMA

§ 1182. Las dilaciones maliciosas atribuibles al imputado o su defensa no se computan en el


plazo a imponer del impedimento de salida. Diferencias entre la medida de impedimento de sa­
lida del país y la prisión preventiva. Quinto. Fundamentos de la Sala Penal Especial. Los motivos
de impugnación del recurrente se centran en que este Tribunal se pronuncie sobre la procedencia de
la aplicación supletoria del artículo 273, inciso 1, del CPP, referido al cómputo del plazo de la prisión
preventiva, a la medida de impedimento de salida del país, al existir un vacío normativo respecto a las
dilaciones maliciosas imputables al procesado o a su defensa. Sexto. El artículo 273, inciso 1, prescribe:
“No se tendrá en cuenta para el cómputo de los plazos de la prisión preventiva, el tiempo en que la causa su­
friere dilaciones maliciosas atribuibles a l imputado y su defiensa}\ En el CPP, el citado artículo se encuentra
ubicado en la Sección III, medidas de coerción procesal, título III, referido a la prisión preventiva, en
el cual se desarrollan diversas instituciones -tales como los presupuestos para su aplicación, duración,
impugnación, revocatoria, incomunicación y cesación- referidas a esta medida de coerción procesal
personal. Séptim o. De otro lado, la medida coercitiva personal de impedimento de salida del país,
comparte la misma sección de la medida anterior; sin embargo, su desarrollo se encuentra previsto en
el título VI, artículos 295 y 296, del CPP. Octavo. Si bien ambas medidas de coerción personal afectan
el derecho fundamental de toda persona a la libertad personal, se debe tener en consideración, entre
otros aspectos, que: (i) La afectación de este derecho fundamental, se manifiesta en niveles de intensidad
diferentes: de este modo, mientras que la prisión preventiva priva al procesado de su libertad personal, el
impedimento de salida solo restringe dicho derecho, (ii) El ámbito de aplicación también es diferente.
La prisión preventiva se aplica únicamente a la persona del imputado; no obstante, el impedimento de
salida, puede ser aplicado a un testigo importante, (iii) Los presupuestos materiales también difieren
entre una medida y otra: de tal caso que, en el impedimento de salida el peligro procesal está compuesto
únicamente por el peligro de fuga, mientras que en caso de la prisión preventiva, además de este, debe
concurrir en peligro, de obstaculización. Noveno. Invoca el recurrente el argumento a fortiori, por
existir un vacío legal y solicita la aplicación supletoria del artículo 275, inciso 1, del CPP, al impedi­
mento de salida del país. Para ello, señala que las dilaciones maliciosas en las que incurrió la defensa
de los acusados se materializó en 2 actuaciones: (i) La recusación planteada contra el Juez Supremo de
Investigación Preparatoria, (ii) La nulidad del acto procesal, del 24 de diciembre del 2016. Décim o.

♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL


Art. 275 LIBRO SEGUNDO: LA ACTIVIDAD PROCESAL 598

Ahora bien, es cierto que existe un vacío legal. Para resolver tal pretensión, debemos señalar que ningún
derecho fundamental -como lo es el derecho a la libertad personal-, tiene carácter de absoluto, sino que
puede ser limitado en el modo, forma y garantías previstas por ley. En ese sentido, el CPP ha previsto
determinadas directrices y reglas al momento de limitar los derechos del procesado, tales como el artí­
culo V IL inciso 3), del título preliminar, el cual prescribe que “La Ley que coacte la libertad o el ejercicio
de los derechos procesales de las personas, así como la que limite un poder conferido a las partes o establezca
sanciones procesales, será interpretada restrictivamente. La interpretación extensiva y la analogía quedan
prohibidas mientras nofavorezcan la libertad del imputado o el ejercicio de sus derechosD écim o prim ero.
El citado artículo se debe concordar con el artículo 253, inciso 2), del referido CPP, el cual prescribe que
“L a restricción de un derecho fundam ental requiere de expresa autorización legal, y se impondrá con respeto
a l principio de proporcionalidad y siempre que, en la me ida y exigencia necesaria, existan suficientes ele­
mentos de convicción \ Décim o segundo. A criterio de este Tribunal, la pretensión antes señalada resulta
incompatible con los dispositivos legales antes reseñados, puesto que en ellos se hace referencia a que
para limitar o restringir un derecho fundamental, como lo es la libertad personal: (i) Se debe realizar
una interpretación restringida de las normas que coacten la libertad; y, (ii) Debe existir autorización
legal expresa. Décim o tercero. En ese sentido, es preciso señalar que la interpretación restringida impide
aplicar de manera supletoria lo dispuesto en el artículo 275, inciso 1, del CPP, prevista para la prisión
preventiva, al impedimento de salida; esto es, si bien el juez se encuentra facultado a no atribuibles al
imputado o a su defensa, tal circunstancia está prevista en caso se trate de la medida coercitiva personal
de tener en cuenta, para el cómputo del plazo de la prisión preventiva, el tiempo en que la causa sufriere
dilaciones maliciosas prisión preventiva, no así para la de impedimento de salida. D écim o cuarto. En
los artículos 295 y 296, del CPP, que regulan el impedimento de salida, el legislador no ha previsto
que las mencionadas dilaciones puedan aplicarse al impedimento de salida; esto es, no es un supuesto
recogido de manera expresa en la ley; por lo que, no se puede a aplicar a otros casos no contemplados
por el legislador, tal y como pretende el Ministerio Público. (AV. N .° 01-2014-30, del 12-04-2017, ff.
jj. 5 al 13. Sala Penal Especial. Texto completo: <bit.ly/2Ts9YtE>).

JURISPRUDENCIA DE LA SALA PENAL NACIONAL

§ 1183. El no cómputo de plazo por dilación maliciosa. 10.1. El no cómputo de plazo por dila­
ción maliciosa previsto en el artículo 275°. 1. del CPP, está regulado dentro del Capítulo II del Título III
de la Sección III, del Libro Segundo del CPP, por lo tanto, debe sujetarse a los lincamientos generales
establecidos para el tratamiento de medidas de coerción procesal contemplados en dicho dispositi­
vo, dentro de estas, la naturaleza rogatoria de su imposición o modificación (artículo 255° del CPP);
y corresponde a las facultades del Ministerio Público promoverlas, sustentarlas y acreditarlas, siendo
función del Juez de Investigación Preparatoria decidir si los acepta o rechaza, manteniéndose dentro
de los límites de la pretensión. (Exp. N .° 241-2014-37-5001-JR-PE-01, del 27-10-2017, £ j. 10.1 y
10.2. Segunda Sala Penal de Apelaciones Nacional, en adición a sus funciones Sala Penal Especializada
en Delitos Aduaneros, Tributarios, de Mercado y Ambientales. Sala Penal Nacional. Texto completo:
cbit.ly/2Hse8Ak>).
§ 1184. El no cómputo de plazos por dilación maliciosa atribuible al imputado o su defensa. El
órgano jurisdiccional no puede considerar como dilación maliciosa todas aquellas solicitudes de
reprogramación de audiencias que fueron aprobadas en su momento sin ningún cuestionamiento
por parte del Ministerio Público. 8.2. El Ministerio Público como titular de la acción penal conforme
al artículo 159°.4 de la Constitución Política del Estado está a cargo de la investigación preparatoria;
y, de acuerdo al rol que le asigna el CPP, específicamente el artículo 6 l°.2 le corresponde ordenar y
practicar los actos de investigación que correspondan, indagando no solo las circunstancias que permi­
tan comprobar la imputación, sino también las que sirvan para eximir o atenuar la responsabilidad del
imputado. 8.3. Las facultades del Ministerio Público por tanto le permiten conducir la investigación
del delito para lo cual está facultado a programar y reprogramar las diligencias de acuerdo a la estrategia

nom os & th e sis


599 SECCION III: MEDIDAS DE COERCION PROCESAL Art. 275
de investigación que haya decidido; en ese escenario la defensa tiene derecho a participar en todas las
diligencias programadas por el Ministerio Público (artículo 84°.3 del CPP) y está impedida de recurrir
al uso de mecanismos dilatorios que entorpezcan el correcto funcionamiento de la administración de
justicia; y en función a la naturaleza inaplazable o no de las diligencias a las que es citado, puede ser re­
emplazado siguiendo los mecanismos establecidos en el artículo 83° del CPP 8.4. Si bien en el ejercicio
de la profesión de abogado es posible que las diligencias programadas en un proceso puedan coincidir
en fecha y hora con otras diligencias programadas en otro proceso a cargo del mismo defensor, o con
otras actividades que tenga que cumplir, es posible solicitar la variación de fechas comunicando con la
debida anticipación esa circunstancia, para ser reemplazado por otro (artículo 85°.4 del CPP); por lo
tanto, la reprogramación de una diligencia es aceptada por el director de la investigación (Ministerio
Público), su conducta no puede -por sí misma- ser considerada dilatoria o maliciosa, pues existe pre­
visión legal que ha contemplado esa circunstancia, y es posible concretar la diligencia reemplazando
inclusive al defensor inconcurrente. 8.5. El no cómputo de plazos, establecido en el artículo 273°. 1
del CPP por dilación maliciosa atribuible al imputado o su defensa, han sido considerados como una
sanción a la parte que la provoca y pretende obtener un beneficio de esa circunstancia. Al respecto Gon­
zalo del Río Labarthe señala al efecto: “cuando el imputado incumple su deber de buena fe procesal,
el Estado debe reaccionar en defensa de la eficacia de la administración de justicia”, diferenciando los
casos de legítimo ejercicio del derecho de defensa aun cuando comprenda la realización de diligencias
complejas y aquellas que sean meramente impertinentes o inútiles. 8.6. En el caso que nos ocupa, las
disposiciones fiscales que acceden a la solicitud de reprogramación de diligencias [...] no contienen una
observación o prevención de tomarse como conducta dilatoria el pedido de reprogramación, menos
contienen un requerimiento de justificación documentada de la razón que motiva la solicitud de repro­
gramación, menos observación sobre la naturaleza individual o colegiada de la defensa. Por lo tanto, las
solicitudes de reprogramación que fueron tramitadas y concedidas sin ninguna observación, no pueden
ser consideradas como dilación maliciosa por la jueza de instancia. En el mismo sentido el uso de los
mecanismos previstos en el Código -tutela de derechos- en tanto no suspendan o paralicen el proceso
no pueden sustentar el no cómputo de plazos de prisión preventiva previsto en el artículo 275.1 del
CPP. (Exp. N .° 241-2014-37-5001-JR-PE-01, del 27-10-2017, ff. jj. 8.2 al 8.6. Segunda Sala Penal
de Apelaciones en adición a sus funciones Sala Penal Especializada en delitos aduaneros, tributarios, de
mercado y ambientales. Sala Penal Nacional. Texto completo: <bit.ly/2Hse8Ak>).

JURISPRUDENCIA DE LAS CORTES SUPERIORES

§ 1185. No se tendrá en cuenta para el cómputo de los plazos de la prisión preventiva el tiempo
durante el cual el abogado defensor impidió de manera injustificada la realización de determina­
da audiencia. Sétim o. [...] De lo acontecido es evidente que nos encontramos conforme ha quedado
desarrollado líneas arriba por el Tribunal Constitucional y lo prescrito por el artículo 275° del Código
Procesal Penal, ante comportamientos obstruccionistas por parte del abogado defensor del investigado,
el cual no ha presentado disposición alguna para llevar a cabo la audiencia de ampliación de la prisión
preventiva, lo que generó que dicha audiencia no se haya realizado hasta en dos oportunidades, ha­
biéndose reprogramado por tercera vez para el día 10 de noviembre del año en curso a horas dos de la
tarde, con el apercibimiento de llevarse a cabo con la asistencia del abogado defensor público si es que
el abogado defensor particular no concurriera, por lo que no podría ampararse lo peticionado en tanto
debe resolverse necesariamente el pedido de ampliación de prisión preventiva lo cual fue efectuado
antes del vencimiento del plazo de prisión preventiva y será en dicha audiencia en la que se determine
finalmente en virtud del artículo 274° del Código Procesal Penal, si es procedente o no dicha petición,
debiéndose exhortar al abogado defensor del investigado a que preste disposición favorable para llevar
a cabo dicha audiencia, pues caso contrario será llevada a cabo con la asistencia del defensor público
penal, de conformidad con lo preceptuado por el artículo 85° del Código Procesal Penal. (Exp. N .°
2840-2010-0-200l-JR-PE-02, del 08-11-2010, f. j. 7. Segundo Juzgado de Investigación Preparatoria
de Piura. Corte Superior de Justicia de Piura. Texto completo: <bit.ly/2FZX8j6>). Art. 275 NCPP
♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL
Art. 276 LIBRO SEGUNDO: LA ACTIVIDAD PROCESAL 600

JURISPRUDENCIA DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL

§ 1186. Cómputo del plazo de detención desde el inicio del proceso. 2. El periodo de detención
sufrido por la favorecida, específicamente a efectos de aplicar el artículo 137° del Código Procesal Penal,
ha de computarse desde el momento en que las autoridades judiciales competentes del fuero común
inicien el proceso correspondiente, de conformidad con la interpretación jurisprudencial del Tribunal
(Exp. N .° 1170-2001-HC/TC) que corresponde al presente caso. El nuevo proceso, desde este punto
de vista, puede considerarse como una posibilidad beneficiosa y debe cumplir el trámite de ley. En este
caso, el Juzgado Corporativo Nacional de Bandas y Terrorismo Especial de Lima, con fecha 6 de agosto
de 2001, abrió instrucción contra la favorecida y otros por la presunta comisión del delito de homicidio
calificado, robo agravado y encubrimiento real (Espe. N .° 237-2001), debiéndose, en consecuencia,
computar el plazo de detención a partir de esta fecha. (Exp. N .° 282-2002-HC/TC, del 11-07-2002
[Web: 13-11-2002], f. j. 2. Texto completo: <bit.ly/2FHQ4qV>).

REMISIÓN

§ 1187. Sobre la duración de la detención. Véase la jurisprudencia del artículo 137° del Código
Procesal Penal de 1991 [§ 2394 ss.].

Artículo 276: Revocatoria de la libertad

La libertad será revocada, inmediatamente, si el imputado no cumple con asistir, sin motivo legítimo,
a la primera citación que se le formule cuando se considera necesaria su concurrencia. El Ju e z seguirá el
trámite previsto en el numeral 2) del artículo 279.(1)(2)

NOTA DE ACTUALIZACIÓN
(1) De conform idad con la quinta disposición com plem entaria m odificatoria del Decreto Legislativo N.° 1229 (EP, 25­
09-2015), se dispone que el presente artículo entre en vigencia a partir del día siguiente de la publicación del citado
decreto legislativo. Anteriorm ente había sido adelantado por la segunda disposición com plem entaria final del Decreto
Legislativo N.° 1206 (EP, 23-09-2015).
(2) De conform idad con la tercera disposición complementaria final del Decreto Legislativo N.° 1206 (EP, 23-09-2015), se
dispone que cuando en el presente artículo, hagan referencia a los térm inos "investigación preparatoria", "expediente
fiscal", "prisión preventiva", "juez de la investigación preparatoria" y "sala penal", se debe interpretar que dichos términos
hacen referencia, respectivamente, a "Instrucción", "expediente fiscal", "m andato de detención", "juez penal" y "sala pe­
nal". Esta disposición rige en los distritos judiciales en los que el Nuevo Código Procesal Penal no ha entrado en vigencia.

Artículo 277: Conocimiento de la Sala

El Jue z deberá poner en conocimiento de la Sala Penal la orden de libertad, su revocatoria y la prolon­
gación de la prisión preventiva.^(2)

NOTA DE ACTUALIZACIÓN
(1) De conform idad con la quinta disposición com plem entaria m odificatoria del Decreto Legislativo N.° 1229 (EP, 25­
09-2015), se dispone que el presente artículo entre en vigencia a partir del día siguiente de la publicación del citado
decreto legislativo. Anteriorm ente había sido adelantado por la segunda disposición com plem entaria final del Decreto
Legislativo N.° 1206 (EP, 23-09-2015).
(2) De conform idad con la tercera disposición complementaria final del Decreto Legislativo N.° 1206 (EP, 23-09-2015), se
dispone que cuando en el presente artículo, hagan referencia a los térm inos "investigación preparatoria", "expediente
fiscal", "prisión preventiva", "juez de la investigación preparatoria" y "sala penal", se debe interpretar que dichos térm inos
hacen referencia, respectivamente, a "Instrucción", "expediente fiscal", "m andato de detención", "juez penal" y "sala pe­
nal". Esta disposición rige en los distritos judiciales en los que el Nuevo Código Procesal Penal no ha entrado en vigencia.

n o m o s & th e sis
601 SECCION III: MEDIDAS DE COERCION PROCESAL Alt 278
CAPÍTULO 111
LA IMPUGNACIÓN DE LA PRISIÓN PREVENTIVA

Artículo 278: Apelación

1. Contra el auto de prisión preventiva procede recurso de apelación. El plazo para la apelación es de
tres días. El Ju e z de la Investigación Preparatoria elevará los actuados dentro de las veinticuatro horas,
bajo responsabilidad. La apelación se concede con efecto devolutivo.
2. La Sala Penal se pronunciará previa vista de la causa, que tendrá lugar, dentro de las setenta y dos
horas de recibido el expediente, con citación del Fiscal Superior y del defensor del imputado. La decisión,
debidamente motivada, se expedirá el día de la vista de la causa o dentro de las cuarenta y ocho horas,
bajo responsabilidad.
3. Si la Sala declara la nulidad del auto de prisión preventiva, ordenará que el mismo u otro Juez dicte
la resolución que corresponda con arreglo a lo dispuesto en el artículo 271 .(1) {2) (a) (b)

NOTA DE ACTUALIZACIÓN
(1) Vigencia adelantada por la segunda disposición complementaria final del Decreto Legislativo N.° 1206 (EP, 23-09-2015),
el mismo que entró en vigencia a los sesenta días de su publicación.
(2) De conform idad con la tercera disposición complementaria final del Decreto Legislativo N.° 1206 (ER 23-09-2015), se
dispone que cuando en el presente artículo, hagan referencia a los térm inos "investigación preparatoria", "expediente
fiscal", "prisión preventiva", "juez de la investigación preparatoria" y "sala penal", se debe interpretar que dichos térm inos
hacen referencia, respectivamente, a "Instrucción", "expediente fiscal", "mandato de detención", "juez penal" y "sala
penal". Esta disposición rige en los distritos judiciales en los que el Nuevo Código Procesal Penal no ha entrado en
vigencia.

PROTOCOLOS, REGLAMENTOS, LINEAMIENTOS, GUÍAS Y DIRECTIVAS


(a) Directiva N.° 005-2016-MP-FN: "Actuación del fiscal en el procedimiento de prisión preventiva y su apelación en
los distritos que aún no se im plementa íntegramente el Código Procesal Penal" (aprobado por la Resolución N.°
3939-2016-M P-FN de 08-09-2016). Véase el texto completo en: <bit.ly/2WMVmr9>.
(b) Directiva N.° 002-2016-MP-FN: "Normas para el registro y sistematización de los requerimientos de prisión preventiva"
(aprobado por la Resolución N.° 2193-2016-MP-FN de 11 -05-2016). Véase el texto completo en: <bit.ly/2HUWMwf>.

ACUERDOS DE LAS SALAS PENALES SUPERIORES

§ 1188. No procede la solicitud de reprogramación de audiencia de apelación de auto por in­


concurrencia del abogado defensor bajo la justificación de tener otras diligencias. Véase la jurispru­
dencia del artículo 420° del Nuevo Código Procesal Penal [§ 1720]. (Acuerdo N .° 1-2018-SPS-CSJLL
del 12-01-2018. Acuerdo de Jueces Titulares de las Salas Penales Superiores de la Corte Superior de
Justicia de la Libertad. Texto completo: <bit.ly/2WgTQNv>).

JURISPRUDENCIA DE LA CORTE SUPREMA

§ 1189. Prisión preventiva: debida motivación. D écim o p rim ero. [...] Si bien las resolucio­
nes judiciales que restringen derechos fundamentales deben estar especialmente motivadas, de una
interpretación sistemática de los artículos 271 y 278 del Código Procesal Penal, a la luz del bloque
de constitucionalidad, mencionado anteriormente, este Supremo Tribunal entiende que la referida
alusión a una resolución “debidamente motivada” implica la descripción del proceso mental que
llevó a la decisión, la existencia de motivación externa e interna, y la claridad de la exposición.
Es de aclarar, sin embargo, que no es parte del contenido esencial del derecho a la motivación de
resoluciones judiciales que, de manera pormenorizada, todas las alegaciones que las partes puedan
formular dentro del proceso sean objeto de un pronunciamiento expreso y detallado. [...]. (Casa-

♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL


Art. 278 LIBRO SEGUNDO: LA ACTIVIDAD PROCESAL 602

ción N .° 70-2010-Lambayeque, del 26-04-2011, £ j. 11. Sala Penal Permanente. Texto completo:
<bit.ly/2cpz4pm>).

JURISPRUDENCIA DE LAS CORTES SUPERIORES

§ 1190. Tanto el procesado como el Ministerio Público, una vez dictada en la misma audien­
cia la resolución que resuelve el requerimiento de prisión preventiva, pueden optar por reservar
su derecho de impugnar o expresar que interponen recurso de apelación, teniendo el plazo de 3
días hábiles en ambos casos para perfeccionar el acto. Quinto. Que, en el caso en especifico de la
resolución impugnada que declara improcedente el recurso de apelación, se aprecia que esta se sustenta
principalmente en lo siguiente: a. Que, del audio y acta de registro de audiencia adjunto, se advierte que
se dictó oralmente la resolución número tres de fecha diez de febrero del año en curso que resuelve declarar
fundado el requerimiento de Prisión Preventiva en contra del imputado OFMA, entre otros aspectos, culmi­
nado se notificó a las partes procesales en ese mismo acto; en la cual el abogado defensor del imputado señaló
“Esta defensa se reserva se reserva el recurso de apelación \ b. Seguidamente con fecha quince de febrero del
presente año, el abogado defensor del imputado OFMA presenta su escrito, señalando textualmente en su su­
mida y exordio: “Interpongo recurso de apelación' contra la resolución tres defecha 10 defebrero de 2 0 1 7 que
dispone mandado de prisión preventiva, c. Por resolución número cinco defecha diecisiete defebrero del año
en curso, la Juez del PrimerJuzgado de Investigación Preparatoria de Huancavelica, resolvió declarar impro­
cedente el recurso impugnatorio de apelación, por no existir voluntad impugnativa claramente consignada,
no basta decir “me reservo el derecho de interponer recurso impugnatorio" se requiere que la parte legitimada
se pronuncie clara y contundentemente sobre la impugnación, si recurre o no recurre. Sexto. [Rjevisado los
actuados, efectivamente del tenor del acta de registro de audiencia de prisión preventiva de fecha diez
de febrero del presente año, cotejado con el registro de audio de la audiencia de prisión preventiva, se
advierte que la defensa del imputado en el acto de la notificación e impugnación señaló -en concreto-:
“Esta defensa se reserva el recurso de apelación”, por lo que no es correcto que haya manifestado:
“Esta defensa se reserva lapresentación y fundam entación de la apelación”. Séptimo, Que, si bien
queda determinado que el defensor se reservó su derecho de impugnación; sin embargo, ello no implica
que haya estado en imposibilidad de interponer el recurso de apelación por escrito dentro del plazo de
tres días de culminada la audiencia, por cuanto conforme al artículo 278.1 del CPP: “Contra el auto
de prisión preventiva procede recurso de apelación. El plazo para la apelación es de tres días (...)
[Resaltado nuestro]. Octavo, [...] [La] Casación 33-2010-Puno [§ 1664], en su considerando segundo,
señala que “En cuanto a la forma del acto de interposición, el literal b) del apartado 1 del artículo 403
del nuevo Código Procesal Penal, estipula que éste puede ser por escrito u oral. La interposición oral
del recurso de la parte procesal legitimada sólo cabe respecto de resoluciones expedidas en el curso de
la audiencia, supuesto en el que el recurso se interpondrá en el mismo acto en que se lee la resolución
que lo motiva. (.••)” • Por tanto la ulterior formalización escrita del recurso se realizará en fecha poste­
rior, y sólo en el caso de expedición de sentencias, por imperio del artículo 401, apartado 1 del CPP, es
posible la reserva del acto de interposición, conforme al fundamento tercero de la misma resolución.
Noveno, [...] [Sin] embargo la propia Casación, en el mismo fundamento segundo, expresa: “Que, el
artículo 405 del nuevo Código Procesal Penal, salvo los supuestos específicos, regula los presupuestos
subjetivos y formales de los recursos impugnativos en general (...)” [resaltado nuestro]. Uno de esos
supuestos específicos, es sin duda el artículo 278.1 del CPP, que regula como plazo para el recurso de
apelación -de la prisión preventiva-, el plazo de tres días, ello contado desde el día siguiente de dictada
en la misma audiencia la resolución que resuelve el requerimiento de la indicada medida de coerción,
solicitada por el Ministerio Público. Décimo, [...] [Por] consiguiente el artículo 405.l.b) del CPP, sobre
la interposición oral del recurso de apelación, cuando se trata de resoluciones expedidas en el curso de
la audiencia, no resulta aplicable al presente caso de prisión preventiva, por existir norma específica; por
tanto, no cabe darle a dicha norma interpretación extensiva alguna, para impugnar la indicada medida,
es decir no puede interpretarse que el término “El plazo para la apelación es de tres días” haga referencia
a la formalización o fundamentación del recurso; con mayor razón si conforme al artículo VII.3 del
T.P. del CPP: “La Ley que coacte la libertad o el ejercicio de los derechos procesales de las personas, así

nom os & th e sis


603 SECCIÓN III: MEDIDAS DE COERCIÓN PROCESAL Arí. 279
como la que limite un poder conferido a las partes o establezca sanciones procesales, será interpretada
restrictivamente. La interpretación extensiva y la analogía quedan prohibidas mientras no favorezcan
la libertad del imputado o el ejercicio de sus derechos”. Décim o Prim ero. En el caso en específico, lo
correcto es realizar una interpretación restrictiva del artículo 278.1 del CPP, por lo que resulta legítimo
que en primera instancia, tanto el procesado como el Ministerio Público, una vez dictada en la misma
audiencia la resolución que resuelve el requerimiento de prisión preventiva, opten por reservar su de­
recho de impugnar o expresar que interponen recurso de apelación, en el primer supuesto tendrán tres
días para interponer dicho recurso, y en el segundo, tres días para fundamentar por escrito la apelación
interpuesta. (Exp. N .° 00174-2017-64-1101, auto del 17-03-2017, ff. jj. 5 al 11. Sala Penal de Apela- i
dones. Corte Superior de Justicia de Huancavelica. Texto completo: <bit.ly/2Fs7wzu>).

CAPÍTULO IV
LA REVOCATORIA DE LA COMPARECENCIA
POR PRISIÓN PREVENTIVA

A rtículo 2 7 9 : Cam bio de com p arecen cia por prisión preventiva

1. Si durante la investigación resultaren indicios delictivos fundados de que el imputado en situación


de comparecencia está incurso en los supuestos del artículo 268, el Juez a petición del Fiscal, podrá dictar
auto de prisión preventiva.
2. El Juez de la Investigación Preparatoria citará a una audiencia para decidir sobre el requerimiento
Fiscal. La audiencia se celebrará con los asistentes que concurran. El Juez emitirá resolución inmediata­
mente o dentro de las cuarenta y ocho horas de su celebración.
3. Contra la resolución que se emita procede recurso de apelación, que se concederá con efecto devo­
lutivo.0^

NOTA DE ACTUALIZACIÓN
(1) Vigencia adelantada por la segunda disposición complementaria final del Decreto Legislativo N.° 1206 (EP, 23-09-2015),
el m ism o que entró en vigencia a los sesenta días de su publicación.
(2) De conform idad con la tercera disposición complementaria final del Decreto Legislativo N.° 1206 (ER 23-09-2015), se
dispone que cuando en el presente artículo, hagan referencia a los térm inos "investigación preparatoria", "expediente
fiscal", "prisión preventiva", "juez de la investigación preparatoria" y "sala penal", se debe interpretar que dichos térm inos
hacen referencia, respectivamente, a "Instrucción", "expediente fiscal", "mandato de detención", "juez penal" y "sala pe­
nal". Esta disposición rige en los distritos judiciales en los que el Nuevo Código Procesal Penal no ha entrado en vigencia.

DOCTRINA JURISPRUDENCIAL VINCULANTE DE LA CORTE SUPREMA

§ 1191. Supuestos en el que el Juez puede revocar la medida de comparecencia con restricciones
por la de prisión preventiva. 2.2. En la presente causa, el tema que motiva el interés casacional incide
en la posibilidad de revocatoria (cambio o variación) de la medida de comparecencia con restricciones
por la de prisión preventiva, lo que necesariamente se relaciona con los principios de reformabilidad,
proporcionalidad y necesidad, que entre otros rigen la actividad coercitiva personal. 2.3. Así tenemos
que en armonía con lo establecido en los artículos 253 incisos 2 y 3 [del NCPP], y 255 incisos 2 y 3
[del NCPP], por regla general, las decisiones jurisdiccionales que disponen medidas que implican la
restricción de derechos fundamentales, principalmente la libertad, con fines de aseguramiento personal
para efectos del procesamiento penal, son reformables; en la medida que varíen las condiciones o su­
puestos que motivaron su imposición; al tener como referentes el incremento o decaimiento del peligro
procesal inicialmente apreciado, así como la existencia de suficientes elementos incriminatorios. Lo que
implica la posibilidad que se varíen tanto la medida de prisión preventiva por comparecencia (simple o
con restricciones), como la de comparecencia en general por la prisión preventiva, teniendo en ambos

♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL


Art. 279 LIBRO SEGUNDO: LA ACTIVIDAD PROCESAL 604

casos como exigencia fáctica, la variación ulterior de las circunstancias inicialmente apreciadas, como
consecuencia del aporte de nuevos elementos a la investigación. 2.4. En este orden de ideas, el artículo
279, inciso primero, del Código Procesal Penal, operativiza en términos generales el principio de refor-
mabilidad de la medida de comparecencia, tanto la referida en el artículo 286, como la del artículo 287
del citado cuerpo legal; al resultar inadecuada la interpretación restrictiva del referido artículo, que pre­
tende que el mismo solo se refiere a la posibilidad de variación de la comparecencia simple; al respecto
solo cabe precisar: a) que al referirse dicho artículo al imputado “en situación de comparecencia”, no
hace ninguna distinción entre uno u otro tipo de comparecencia, se utiliza el término de modo general
para conglobar a ambos; y b) el referido artículo, está ubicado sistemáticamente, antes del capítulo que
refiere a la comparecencia, lo que permite inequívocamente considerar que tal acepción “en situación
de comparecencia”, refiere indistintamente a la comparecencia sea simple o con restricciones. 2.5. Por
su parte, al artículo 287 inciso 3 establece una causal específica de revocatoria de la comparecencia con
restricciones por prisión preventiva, sustentada en la variación ulterior de las circunstancias asegurati-
vamente relevantes, evidenciada por el incumplimiento de las restricciones impuestas al imputado en
situación de comparecencia, conducta procesal negativa que expresa un incremento del peligro procesal
producido por el imputado. La interpretación que pretende establecer a partir de dicha causa espe­
cífica, la única posibilidad de revocatoria de la medida de comparecencia con restricciones por la de
prisión preventiva, no solo contraviene el texto expreso del artículo en comento, sino colisiona con los
preceptos generales contenidos en los artículos 253 y 255 del Código Procesal Penal. 2.6. Cabe anotar
que, así como el cumplimiento de las restricciones adicionadas a la comparecencia, en su faz negativa
determina una causal específica de la agravación de la coerción personal; frente a la variación de las
circunstancias inicialmente apreciadas, fuera del caso de incumplimiento antes referido, el principio
de proporcionalidad exige la evaluación de la eficacia coercitiva de tales restricciones frente a las nuevas
circunstancias. Siendo esto así, debe precisarse que la revocatoria de la comparecencia con restricciones
por prisión preventiva, requiere del aporte de nuevos elementos que importen una variación sustancial
de las circunstancias que determinaron la imposición de aquella, que permitan un significativo incre­
mento del peligro procesal, de tal manera que la capacidad asegurativa de dicha medida (la comparecen­
cia con restricciones) se viera desbordada, haciéndose necesaria la imposición de la prisión preventiva
para garantizar el adecuado desarrollo del proceso. Ello implica que: a) Los nuevos elementos surgidos
de la investigación posean contundencia acreditativa de nuevas condiciones, b) La necesidad de una
evaluación actual de la capacidad asegurativa de la comparecencia con restricciones impuesta frente a las
nuevas condiciones, la que incluye la verificación del cumplimiento por el imputado de las restricciones
impuestas, c) La determinación que dicha medida resulta insuficiente ante el colapso de su capacidad
asegurativa frente a las nuevas condiciones. (Casación N .° 119-2016-Áncash, del 06-04-2018, que esta­
bleció como doctrina jurisprudencial vinculantes los ff. jj. 2.4, 2.5 y 2.6. Primera Sala Penal Transitoria
[EP, 23-09-2018, Jurisprudencia, Año XXVII, N .° 1086, p. 8100]. Texto completo: <bit.ly/2VIyus6>).

JURISPRUDENCIA DE LA CORTE SUPREMA

§ 1192. El recurso de casación no da lugar a una tercera instancia, pues la pluralidad de ins­
tancia se agota con la decisión de la Sala de Apelaciones. Recurrentes que buscan se declare infun­
dado el requerimiento que efectuó el fiscal sobre revocatoria de la comparecencia restringida por
prisión preventiva, pretendiendo continuar el decurso de la investigación en libertad. Sexto. En
efecto, se aprecia de cada recurso, que la finalidad de ambos recurrentes es que se declare infundado el
requerimiento que efectuó el Ministerio Público sobre la revocatoria de la comparecencia restringida
por prisión preventiva, y así mantener su situación jurídica inicial; en otras palabras, pretenden conti­
nuar el decurso de la investigación en libertad. Sin embargo, los argumentos que plantean se circunscri­
ben en efectuar un recuento de lo acontecido durante el desarrollo de la investigación y los elementos
merituados en su oportunidad por los órganos jurisdiccionales de grado. La Sala Suprema no constituye
una segunda instancia de apelación, sino de supervisión dirigida a establecer si los órganos jurisdiccio­
nales, al emitir su resolución cuestionada, lo hicieron en cumplimiento y observancia de los derechos
fundamentales propios de un Estado Constitucional de Derecho. 6.1. El tema central de cada recurso

n o m o s & t h e s is
605 SECCIÓN III: MEDIDAS DE COERCIÓN PROCESAL Art. 280
presentado está dirigido a la protesta que cada recurrente efectuó sobre el incremento del peligro de
fuga. Para ello, esbozaron argumentos que se sustentan, básicamente, en la negativa de cada uno de ellos
sobre la pertenencia a una organización criminal que les incrimina la Fiscalía; o que el haber otorgado
un poder a favor de un tercero para que realice viajes al interior o exterior del país con sus menores hijos,
no resulta ser un elemento que incremente dicho peligro de fuga. Estas circunstancias han sido materia
de análisis por el Juzgado y la Sala Penal de Apelaciones; cuestiones que no son amparables en esta vía.
Admitir sus pretensiones, conforme las plantearon, implicaría que el Supremo Tribunal actúe como una
instancia ordinaria, y no excepcional. [...] Noveno. Asimismo, esta Corte Suprema advirtió, en reitera­
das oportunidades, que la mayoría de recursos de casación interpuestos son rechazados. Esto pone en
relieve el desconocimiento de la verdadera naturaleza del recurso, cuya finalidad esencial es el respeto
y cumplimiento de la ley (tanto en su aplicación como en su interpretación), y no que sea entendido
como una segunda oportunidad de apelación (con la pretensión de obtener justicia al discrepar con el
análisis y valoración recibidos). Por ello, recalcamos que el recurso de casación no da lugar a una tercera
instancia, pues la pluralidad de instancia se agota con la decisión de la Sala de Apelaciones; así, son los
tribunales de mérito los que conocen los aspectos de hecho y de derecho, mientras que en sede casatoria
solo se pueden conocer cuestiones exclusivamente de derecho, lo cual se realiza a partir de los hechos
previamente probados por el juzgado y la Sala de Apelaciones. Por tales motivos, se debe rechazar los
recursos presentados y dejar sin efecto la resolución N .° 12 del 28 de agosto de 2017 [...], que concedió
la presente casación, sin perjuicio del derecho de los recurrentes para requerir una nueva evaluación de
su situación jurídica ante el órgano correspondiente, sobre la base de la presencia de nuevos elementos
que deberán ser legítimamente aportados cuando lo soliciten. (Casación N .° 1116-2017-Lima [Caso
Ollanta Húmala y Nadine Heredia] , de 18-12-2017, íf. jj. 6 y 9. Primera Sala Penal Transitoria. Texto
completo: <bit.ly/2FaiCcz>).

CAPÍTULO V
LA INCOMUNICACIÓN

Artículo 280: Incomunicación

La incomunicación del imputado con mandato de prisión preventiva procede si es indispensable


para el establecimiento de un delito grave. No podrá exceder de diez días. La incomunicación no im­
pide las conferencias en privado entre el Abogado Defensor y el preso preventivo, las que no requieren
autorización previa ni podrán ser prohibidas. La resolución que la ordena se emitirá sin trámite alguno,
será motivada y puesta en conocimiento a la Sala Penal. Contra ella procede recurso de apelación dentro
del plazo de un día. La Sala Penal seguirá el trámite previsto en el artículo 267.(1) (2)

NOTA DE ACTUALIZACIÓN
(1) Vigencia adelantada por la segunda disposición complementaria final del Decreto Legislativo N.° 1206 (EP, 23-09-2015),
el m ism o que entró en vigencia a los sesenta días de su publicación.
(2) De conformidad con la tercera disposición complementaria final del Decreto Legislativo N.° 1206 (ER 23-09-2015), se
dispone que cuando en el presente artículo, hagan referencia a los térm inos "investigación preparatoria", "expediente
fiscal", "prisión preventiva", "juez de la investigación preparatoria" y "sala penal", se debe interpretar que dichos términos
hacen referencia, respectivamente, a "Instrucción", "expediente fiscal", "mandato de detención", "juez penal" y "sala pe­
nal". Esta disposición rige en los distritos judiciales en los que el Nuevo Código Procesal Penal no ha entrado en vigencia.

JURISPRUDENCIA D EL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL

§ 1193. Derecho a no ser incomunicado no es un derecho absoluto. 172. En lo que atañe al primer
aspecto, nuevamente el Tribunal Constitucional ha de recordar que el derecho a no ser incomunicado
no es un derecho absoluto, sino susceptible de ser limitado, pues como el mismo literal “g”, inciso 24),

♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL


Art. 280 LIBRO SEGUNDO: LA ACTIVIDAD PROCESAL 606

del artículo 2o de la Constitución se encarga de precisar, tal incomunicación puede realizarse en los casos
indispensables para el esclarecimiento de un delito, y en la forma y por el tiempo previstos por la ley. En
tal supuesto, “la autoridad está obligada bajo responsabilidad a señalar, sin dilación y por escrito, el lugar
donde se halla la persona detenida”. En consecuencia, no hay un derecho absoluto a no ser incomunicado.
Éste puede efectuarse, excepcionalmente, en los casos indispensables, y siempre que con ello se persiga el
esclarecimiento de un delito, considerado como muy grave. Además, el Tribunal Constitucional considera
que cuando la Constitución alude a la existencia de un “caso indispensable”, con ello exige la presencia de
una razón objetiva y razonable que la justifique. Pero, a su vez, sea cual fuere esa base objetiva y razonable,
tal incomunicación no puede practicarse para otros fines que no sean el esclarecimiento de un delito, en
la forma y plazo que la ley establezca. Como lo ha expresado la Corte Interamericana de Derechos Huma­
nos, “la incomunicación es una medida de carácter excepcional que tiene como propósito impedir que se
entorpezca la investigación de los hechos” (Caso Suárez Rosero. Ecuador, párrafo 51). 173. En segundo
lugar, aunque el literal “g”, inciso 24), del artículo 2o de la Constitución no indique expresamente la auto­
ridad responsable para decretar la incomunicación, el Tribunal Constitucional entiende que ella debe ser
efectuada necesariamente por el Juez penal, en tanto que se trata de una medida limitativa de un derecho
fundamental. (Exp. N .° 010-2002-AI/TC [caso Marcelino Tineo Silva y más de 5,000 ciudadanofi, del
03-01-2003 [Web: 04-01-2003 / EP, 04-01-2003], ff. jj. 172-173. Texto completo: <bit.ly/2TPZlax>).

JURISPRUDENCIA DE LA CORTE INTERAMERICANA DE DERECHOS HUMANOS

§ 1194. La incomunicación debe ser excepcional y que su uso durante la detención puede cons­
tituir un acto contrario a la dignidad humana. 376. Por otra parte, en relación con la incomunicación
de la presunta víctima, este Tribunal ya ha señalado que en el Derecho Internacional de los Derechos
Humanos se ha establecido que la incomunicación debe ser excepcional y que su uso durante la deten­
ción puede constituir un acto contrario a la dignidad humana, dado que puede generar una situación
de extremo sufrimiento psicológico y moral para el detenido. En el mismo sentido, desde sus primeras
sentencias la Corte Interamericana ha considerado que el aislamiento prolongado y la incomunicación
coactiva representan, por sí mismos, formas de tratamiento cruel e inhumano, lesivas de la integridad
psíquica y moral de la persona y del derecho de todo detenido al respeto debido a la dignidad inherente
al ser humano. Los Estados además deben garantizar que las personas privadas puedan contactar a sus
familiares. Adicionalmente, la Corte nota que las Normas de Procedimiento para la investigación poli­
cial, la instrucción y el juzgamiento de delitos cometidos con propósito terrorista, vigentes al momento
de la detención de la señora J. en la D IN C O TE, disponían que: En caso de ser indispensable para el
esclarecimiento del delito, el Fiscal Provincial solicitará al Juez Instructor correspondiente que autorice
[la] incomunicación del detenido, por un plazo no mayor de diez días. La incomunicación no impide
las conferencias en privado entre el abogado defensor y el detenido, las cuales no podrán ser prohibidas
por la Autoridad Policial, en ningún caso, ni requieren autorización previa, informando al Fiscal Pro­
vincial. [...] 378. La Corte advierte que, de la prueba aportada por las partes, se desprende que al menos
desde el 16 de abril de 1992 la señora J. solo tuvo contacto con su abogado defensor, al momento de
su manifestación policial, durante su detención en la D IN CO TE. Este Tribunal resalta además que
mientras estuvo detenida en la D IN C O T E la presunta víctima no tuvo contacto con sus familiares. El
Estado no ha demostrado que en el presente caso era indispensable someter a J. a dicha incomunica­
ción, ni que la misma se haya realizado conforme a la legislación interna. Al respecto, la Corte recuerda
que la incomunicación es una medida excepcional para asegurar los resultados de una investigación y
que sólo puede aplicarse si es decretada de acuerdo con las condiciones establecidas de antemano por la
ley. La Corte considera que la incomunicación a la que fue sometida la señora J. en el presente caso no
fue acorde al carácter excepcional que debe tener esta modalidad de detención, sobre todo considerando
que la legislación interna solamente permitía 10 días de incomunicación y bajo autorización judicial, lo
cual no se ha demostrado sucedió en el presente caso. En virtud de lo anterior, el Estado violó el artículo
5.1, en relación con el artículo 1.1 de la Convención, en perjuicio de la señora J. (CID H , C aso/, vs.
Perú, sentencia del 27-11-2013, párrs. 376 y 378. Texto completo: <bit.ly/2W6Wu94>).

n o m o s & t h e s is
607 SECCION III: MEDIDAS DE COERCION PROCESAL Art. 283
§ 1195. Incomunicación no impide la garantía a una defensa efectiva. 51. La incomunicación
es una medida de carácter excepcional que tiene como propósito impedir que se entorpezca la in­
vestigación de los hechos. Dicho aislamiento debe estar limitado al período de tiempo determinado
expresamente por la ley. Aún en ese caso el Estado está obligado a asegurar al detenido el ejercicio de
las garantías mínimas e inderogables establecidas en la Convención y concretamente, el derecho a
cuestionar la legalidad de la detención y la garantía del acceso, durante su aislamiento, a una defensa
efectiva. (Cfr. Caso Sudrez Rosero vs Ecuador, Sentencia del 12 de noviembre de 1997, párrafo 51.
Texto completo: cbit.ly/2TZgMnW>).

A rtículo 2 8 1 : D erechos

El incomunicado podrá leer libros, diarios, revistas y escuchar noticias de libre circulación y difusión.
Recibirá sin obstáculos la ración alimenticia que le es enviada.(1) (2) .

NOTA DE ACTUALIZACIÓN
(1) Vigencia adelantada por la segunda disposición com plementaria final del Decreto Legislativo N.° 1206 (EP, 23-09-2015),
el m ismo que entró en vigencia a los sesenta días de su publicación.
(2) De conform idad con la tercera disposición complementaria final del Decreto Legislativo N.° 1206 (ER 23-09-2015), se
dispone que cuando en el presente artículo, hagan referencia a los términos "investigación preparatoria", "expediente
fiscal", "prisión preventiva", "juez de la investigación preparatoria" y "sala penal", se debe interpretar que dichos térm inos
hacen referencia, respectivamente, a "Instrucción", "expediente fiscal", "mandato de detención", "juez penal" y "sala pe­
nal". Esta disposición rige en los distritos judiciales en los que el Nuevo Código Procesal Penal no ha entrado en vigencia.

A rtículo 2 8 2 : C e se

Vencido el término de la incomunicación señalada en la resolución, cesará automáticamente.^2)

NOTA DE ACTUALIZACIÓN
(1) Vigencia adelantada por la segunda disposición com plementaria final del Decreto Legislativo N.° 1206 (EP, 23-09-2015),
el m ism o que entró en vigencia a los sesenta días de su publicación.
(2) De conform idad con la tercera disposición complementaria final del Decreto Legislativo N.° 1206 (EP, 23-09-2015), se
dispone que cuando en el presente artículo, hagan referencia a los términos "investigación preparatoria", "expediente
fiscal", "prisión preventiva", "juez de la investigación preparatoria" y "sala penal", se debe interpretar que dichos términos
hacen referencia, respectivamente, a "Instrucción", "expediente fiscal", "mandato de detención", "juez penal" y "sala pe­
nal". Esta disposición rige en los distritos judiciales en los que el Nuevo Código Procesal Penal no ha entrado en vigencia.

CAPÍTULO VI
LA CESACIÓN DE LA PRISIÓN PREVENTIVA

A rtículo 2 8 3 : C e sa ció n de la prisión preventiva

1. El imputado podrá solicitar la cesación de la prisión preventiva y su sustitución por una medida de
comparecencia las veces que lo considere pertinente.
2. El Juez de la Investigación Preparatoria decidirá siguiendo el trámite previsto en el artículo 274.
3. La cesación de la medida procederá cuando nuevos elementos de convicción demuestren que no
concurren los motivos que determinaron su imposición y resulte necesario sustituirla por la medida de
comparecencia. Para la determinación de la medida sustitutiva el Juez tendrá en consideración, adicional-

♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL


Art. 283 LIBRO SEGUNDO: LA ACTIVIDAD PROCESAL 608

mente, las características personales del imputado, el tiempo transcurrido desde la privación de libertad
y el estado de la causa.
4. El Juez impondrá las correspondientes reglas de conductas necesarias para garantizar la presencia
del imputado o para evitar que lesione la finalidad de la medida.(1) (2) (3)

NOTA DE ACTUALIZACIÓN
(1) Artículo m odificado por la cuarta disposición com plem entaria m odificatoria del Decreto Legislativo N.° 1229 (EP, 25-09­
2015).
(2) De conform idad con la quinta disposición com plem entaria m odificatoria del Decreto Legislativo N.° 1229 (EP, 25­
09-2015), se dispone que el presente artículo entre en vigencia a partir del día siguiente de la publicación del citado
decreto legislativo. Anteriorm ente había sido adelantado por la segunda disposición com plem entaria final del Decreto
Legislativo N.° 1205 (EP, 23-09-2015). •
(3) De conform idad con la tercera disposición com plem entaria final del Decreto Legislativo N.° 1206 (EP, 23-09-2015), se
dispone que cuando en el presente artículo, hagan referencia a los térm inos "investigación preparatoria", "expediente
fiscal", "prisión preventiva", "juez de la investigación preparatoria" y "sala penal", se debe interpretar que dichos térm inos
hacen referencia, respectivamente, a "Instrucción", "expediente fiscal", "mandato de detención", "juez penal" y "sala pe­
nal". Esta disposición rige en los distritos judiciales en los que el Nuevo Código Procesal Penal no ha entrado en vigencia.

DOCTRINA JURISPRUDENCIAL VINCULANTE DE LA CORTE SUPREMA

§ 1196. Cesación de la prisión preventiva. 2.9. La cesación de la prisión preventiva requiere una
nueva evaluación pero en base a la presencia de nuevos elementos que deberán ser legítimamente apor­
tados por la parte solicitante, elementos que deben incidir en la modificación de la situación preexisten­
te y con ello posibilitar su aplicación. Por tanto si no se actúan nuevos elementos o los que se actuaron
no fueron de fuerza suficiente para aquel propósito no podrá cesar la prisión preventiva. Ello lógica­
mente implica que la evaluación se deberá efectuar teniendo en cuenta los requisitos generales para la
procedencia de esta medida de coerción personal, temporal y mutable. (Casación N .° 391-2011-Piura,
del 18-06-2013, que establece como doctrina jurisprudencial el apartado 2.9 de la parte considerativa.
Sala Penal Permanente. Texto completo: <bit.ly/2bN3R0k>).

JURISPRUDENCIA DE LA CORTE SUPREMA

§ 1197. Variabilidad y cesación de la prisión preventiva. Quinto. Que una de las características
esenciales de las medidas de coerción es su variabilidad o provisionalidad, es decir, su sometimiento a la
cláusula11rebus sic stantibus\ de modo que su permanencia o modificación, en tanto perdura el proceso
penal declarativo, estará siempre en función de la estabilidad o el cambio que hicieron posible su adop­
ción. Tal característica, que está en la propia naturaleza de tales medidas y del proceso que las expresa,
explica que la Ley Procesal prevea diversos mecanismos para transformar, esto es, modificar, sustituir,
alzar o corregir una medida de coerción, en tanto en cuanto varíen los presupuestos materiales según su
entidad, alcance o modo de expresión- y circunstancias que determinaron su imposición: jumus commisi
delicti -razonada atribución del hecho punible a una persona determinada- o periculum in mora (tra­
tándose de medidas personales: periculum libertatis) -indicios posibles de conductas disvaliosas del im­
putado, siempre, para con el proceso (peligrosismo procesal), concretadas en los peligro de fuga o de
entorpecimiento probatorio, evaluables según el caso concreto-. Así las cosas, lo dispuesto en el artículo
133° in fine y 144°, segundo párrafo, del CPP 1991, es llanamente la expresión de esa nota esencial de
las medidas de coerción procesal. De otro lado, tratándose de medidas de coerción nunca debe perderse
de vista que desde un punto de vista funcional persiguen, como no puede ser de otra manera, asegurar
la comparecencia del imputado en el proceso, el normal desarrollo del mismo y el cumplimiento de la
pena que eventualmente se imponga, así como impedir la ocultación o destrucción de los elementos
probatorios. (R. N. N .° 3100-2009-Lima, del 11-02-2010, f. j.'5. Sala Penal Permanente. Texto com­
pleto: <bit.ly/lOwnUQO>).
§ 1198. La sola recalificación de la conducta no determina ip soju re el cese de la prisión preven­
tiva. 4.6. El término ‘ nuevos elementos de convicción” al que se hace mención en el artículo 283 del
nom os & th e sis
609 SECCIÓN III: MEDIDAS DE COERCIÓN PROCESAL Art. 283
Código Procesal Penal se refiere a fundamentos que superen los tres presupuestos previstos en el artículo
268 del Código Procesal Penal que el Juzgado de Investigación inicialmente valoró para la imposición
del mandato de prisión, que son: a) que existan fundados y graves elementos de convicción para estimar
razonablemente la comisión de un delito que vincule al imputado como autor o partícipe de este; b) que
la sanción a imponerse sea superior a cuatro años de pena privativa de libertad; y c) que el imputado,
en razón de sus antecedentes y otras circunstancias del caso particular, permita colegir razonablemente
que tratará de eludir la acción de la justicia -peligro de fuga- u obstaculizar la averiguación de la verdad
-peligro de obstaculización-. 4.7. Quien postule el pedido de cesación de prisión deberá fundamentar
concretamente que alguno o varios de los presupuestos empleados para dictar el mandato de prisión
ya no concurren. La defensa técnica del imputado debió enfocarse en demostrar la inexistencia de los
peligros de obstaculización y/o fuga, extremos sobre cuya base se dictó el mandato de prisión. [...] 4.13.
La sola recalificación de la conducta no determina ipso jure el cese de la prisión. 4.14. Tanto más si, con­
forme al inciso 4 del artículo 349 del Código Procesal Penal, referido al contenido del requerimiento
de acusación, el Fiscal indicará en la acusación las medidas de coerción subsistentes dictadas durante la
investigación preparatoria; y, en su caso, podrá solicitar su variación o que se dicten otras según corres­
ponda. En el presente caso, el Fiscal no solicitó su variación; por ello, la interpretación efectuada por
la Sala Superior trasciende a la autonomía concedida al Ministerio Público para el requerimiento de las
medidas de coerción procesal personal. (Casación N .° 1021-2016-San Martín, del 14-02-2018, ff. jj.
4.6, 4.7, 4.13 y 4.14. Sala Penal Permanente. Texto completo: <bit.ly/2FGRXBI>).

§ 1199. Nuevos elementos de convicción. Noveno. Cabe mencionar que el mandato de prisión
preventiva del 5 de mayo de 2013, se dictó solo por el hecho fáctico consistente en el uso de pasajes
aéreos, y las llamadas telefónicas efectuados con [el coimputado] RO, no figurando en dicha resolución,
los presuntos nuevos hechos, incorporados en la Disposición Fiscal N .° 10; respecto de los cuales no
se ha pedido ningún requerimiento de prisión preventiva. En consecuencia, si el hecho principal ha
sido declarado atípico, en primera (Juzgado de Investigación Preparatoria) y segunda instancia (Sala de
Apelaciones), entonces se da el supuesto previsto en el artículo doscientos ochenta y tres, numeral tres
del Código Procesal Penal, que señala: ccla cesación de la medida procederá cuando nuevos elementos
de convicción demuestren que no concurren los motivos que determinaron su imposición y resulte
necesario sustituirla por la medida de comparecencia [...]”; por cuanto la resolución que declaró fun­
dada la excepción de improcedencia de acción, constituye un nuevo elemento de convicción para este
Colegiado, que debilita la imputación fiscal. (Apelación N .° 03-2013 “28”, del 21-03-2016, f. j. 9. Sala
Penal Especial. Texto completo: <bit.ly/lpR9FKg>).

§ 1200. Se deben tener nuevos elementos de convicción para determinar si procede la cesación
de la prisión preventiva. La interpretación de estos elementos de convicción no puede ser de carác­
ter restringido como se pretende, sino amplia, en atención al p rin c ip ió lo homine. Segundo. [...]
[El] artículo 283 del Código de Procesal Penal dispone, que el investigado podrá solicitar la cesación
de la prisión preventiva y su sustitución por una medida de comparecencia las veces que los considere
pertinente; asimismo, en su tercer párrafo señala, que la cesación de la medida de prisión preventiva
procederá cuando nuevos elementos de convicción demuestren que no concurren los motivos que de­
terminaron su imposición y resulte necesario sustituirla por la medida de comparecencia. Aún más, el
legislador peruano consideró que para la determinación de la medida sustitución, el Juez incluso, tendrá
en consideración, adicionalmente, las características personales del investigado, el tiempo transcurrido
desde la privación de la libertad y el estado de la causa. [...] Cuarto. [...] [De] la evaluación los actuados,
se advierte que el fundamento del Juez de Investigación Preparatoria es erróneo, toda vez, que la medida
cautelar de prisión preventiva, tiene como características su variabilidad y provisionalidad, en razón,
que ella debe ser permanentemente revisada por el Juez de tal manera que apenas ésta varíe, pueda ser
dejada sin efecto o sustituida por otra menos grave; de ahí, que se aplica la cláusula conocida como
“rebus sic stantibus”, es decir, que la prisión preventiva puede ser modificada si varían las condiciones que
en su momento justificaron su dictado. Quinto. [...] [Los] elementos de convicción no necesariamente
se hace alusión a pruebas de cargo, pues éstas serán obtenidas durante el decurso de la Investigación

♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL


Art. 283 LIBRO SEGUNDO: LA ACTIVIDAD PROCESAL 610

Preparatoria, sino a evidencias, hechos y situaciones que generan convencimiento sobre algo específico.
La interpretación de estos elementos de convicción no puede ser de carácter restringido como se pre­
tende, sino amplia, en atención al principio pro homine. Así pues, la decisión jurisdiccional de segunda
instancia [que confirmó la resolución que declara Fundada la excepción de improcedencia de acción]
de declarar atípico el hecho considerado inicialmente como cohecho pasivo específico, sí debe ser consi­
derado como un nuevo hecho o situación que incide relevantemente en la modificación de la situación
preexistente. [...] Noveno. Cabe mencionar que el mandato de prisión preventiva [...], se dictó solo por
el hecho fáctico consistente en el uso de pasajes aéreos, y las llamadas telefónicas efectuados con R., no
figurando en dicha resolución, los presuntos nuevos hechos, incorporados en la Disposición Fiscal N .°
10; respecto de los cuales no se ha pedido ningún requerimiento de prisión preventiva. En consecuen­
cia, si el hecho principal ha sido declarado atípico, en primera (Juzgado de Investigación Preparatoria) y
segunda instancia (Sala de Apelaciones), entonces se da el supuesto previsto en el artículo 283, numeral
3 del Código Procesal Penal [...], por cuanto la resolución que declaró fundada la excepción de im­
procedencia de acción, constituye un nuevo elemento de convicción para este Colegiado, que debilita
la imputación fiscal. (Apelación N .° 03-2015-28-Lima, del 21-03-2016, ff. jj. 2, 4, 5 y 9. Sala Penal
Especial. Texto completo: cbit.ly/2FoEjWq>).
§ 1201. Para la determinación de la medida sustitutiva de la prisión preventiva, el Juez ten­
drá en consideración las características personales del imputado, el tiempo transcurrido desde la
privación de libertad y el estado de la causa. 1.3. El artículo 283 del citado Código [Nuevo Códi­
go Procesal Penal] establece que el imputado podrá solicitar la cesación de la prisión preventiva y su
sustitución por una medida de comparecencia las veces que lo considere pertinente; y que procederá
cuando nuevos elementos de convicción demuestren que no concurren los motivos que determinaron
su imposición y resulte necesario sustituirla por la medida de comparecencia. Para la determinación de
la medida sustitutiva el Juez tendrá en consideración, adicionalmente, las características personales del
imputado, el tiempo transcurrido desde la privación de libertad y el estado de la causa. 1.4. El inciso
uno del artículo 433 del Código Procesal Penal en cuanto establece que si la sentencia de la Sala penal
de la Corte Suprema declara fundado el recurso, además de declarar la nulidad de la sentencia o auto
recurrido, podrá decidir por sí el caso, en tanto para ello no sea necesario un nuevo debate, u ordenar el
reenvío del proceso. La sentencia se notificará a todas las partes, incluso a las no recurrentes. (Casación
N .° 391-2011-Piura, del 18-06-2013, ff. jj. 1.3 y 1.4. Sala Penal Permanente. Texto completo: <bit.
ly/2ueIhKL>).
§ 1202. Variación del mandato de detención debe contener nuevos elementos de convicción.
2.1. La variación del mandato de detención exige que el encausado proponga a conocimiento del Tri­
bunal la concurrencia de nuevos elementos de convicción que demuestren la extinción o variación de
los motivos que determinaron su imposición, ello conforme al mandato estipulado en el artículo 283
del Nuevo Código Procesal Penal vigente en este distrito judicial por mandato del Decreto Legislativo
1206 [...]. 2.2. En los antecedentes no se aprecia que el encausado hubiera cumplido con proponer
argumentos vinculados a la exigencia antes descrita; sino que su fundamento se enfoca en la innecesa-
ridad de mantener vigente un mandato de detención, toda vez que cumple una condena efectiva como
consecuencia de una sentencia. Sin embargo, tal argumento no se halla acreditado en los recaudos de
forma fehaciente con la copia de la sentencia de condena ni la resolución que la declare firme; por lo que
tal afirmación sin verificación adecuada no puede ser amparada por el tribunal. (R. N. N .° 1568-2017-
Lima, del 12-10-2017, ff. jj. 2.1 y 2.2. Sala Penal Permanente. Texto completo: <bit.ly/2Ib4kdx>).
§ 1203. El cese de prisión preventiva no implica una nueva evaluación, sino verificar que los
nuevos elementos ofrecidos por la parte solicitante inciden en la modificación de la situación
preexistente. 4.2.1. Conforme al contenido del artículo 283° del Código Procesal Penal, es posible que
el órgano jurisdiccional disponga el cese de la prisión preventiva, respecto de un imputado durante el
transcurso de la investigación, siempre y cuando se logren incorporar, a esta, nuevos elementos de con­
vicción que demuestren la inconcurrencia de los motivos que determinaron su imposición y, por tanto,
resulta necesario sustituirla por una medida de comparecencia. Es decir, conforme al texto de la norma,
n o m o s & th e sis
611 SECCIÓN III: MEDIDAS DE COERCIÓN PROCESAL Arí. 283
se debe verificar la existencia de elementos de convicción nuevos que pongan en duda o desvirtúen los
que inicialmente sirvieron para amparar la medida coercitiva de prisión preventiva. Este principio de
variabilidad es permitido por nuestra norma procesal en la medida que la prisión preventiva constituye
una de las restricciones más intensas de los derechos fundamentales de un investigado, como es la priva­
ción de libertad. En tal sentido, conforme ha señalado la Corte Suprema, el cese de prisión preventiva
no implica una nueva evaluación, sino -en base a los nuevos elementos que deben ser aportados por la
parte solicitante- verificar si estos inciden en la modificación de la situación preexistente. [...] (Exp. N .°
00186-2015-84-5001-JR-PE-01, del 15-05-2017, £ j. 4.2.1. Sala Penal Nacional de Apelaciones. Texto
completo: <bit.ly/2Hv£Ela>).

JURISPRUDENCIA D E LA SALA PENAL NACIONAL

§ 1204. La solicitud de cese de prisión preventiva debe contener nuevos elementos de con­
vicción para su análisis. Tercero [...] [La] cesación de la prisión preventiva procede cuando nuevos
elementos de convicción han enervado los motivos iniciales que sirvieron de sustento para el dictado del
mandato de prisión preventiva, así tenemos que: 3.1. El artículo 283 del Código Procesal Penal dispone
que la cesación de la medida (se entiende de la prisión preventiva) procederá cuando nuevos elementos de
convicción demuestren que no concurren los motivos que determinaron su imposición y resulte necesario susti­
tuirla con la medida de comparecencia. 3.2. En igual sentido, jurisprudencia consolidada en la materia,
como sería el establecido en el numeral 2.9 de la Casación N .° 391-2011-Piura [§ 1196], puntualizó
que: 3.2.1. La cesación de la prisión preventiva importa someter a una nueva evaluación la prisión pre­
ventiva, pero en base a la presencia de nuevos elementos que deberán ser aportados por la parte solicitante,
elementos que deberán incidir en la modificación de la situación preexistente y con ello posibilitar su apli­
cación. 3.2.2. De tal suerte que si no se actúan nuevos elementos o los que se actuaron no tuvieron fuerza
suficientepara aquelpropósito nopodrá cesar la prisión preventiva. (Exp. N .° 0016-2017-92-5001-JR-PE-
01-Nacional, resolución del 23-02-2018, £ j. 3. Primer Juzgado de Investigación Preparatoria Nacional.
Sala Penal Nacional. Texto completo: <bit.ly/2ND0WZx>).

§ 1205. El pedido de cesación de la prisión preventiva no constituye una reevaluación de los


elementos propuestos por las partes al momento en que el Ministerio Público solicitó inicial­
mente la prisión preventiva y esta fue concedida. 3.4.3. Teniendo presente lo argüido, es de acotar
que; la cesación de prisión preventiva converge como instituto procesal al cual la investigada contra
quien se dictó prisión preventiva, puede recurrir las veces que lo considere pertinente, a fin de que
sea sustituida por una medida de comparecencia; empero para su procedencia de conformidad con el
inciso tercero del artículo 283 del Código Procesal Penal, se exige “nuevos elementos de convicción”,
los cuales deben demostrar que ya no concurren aquellos motivos determinado- res de la imposición
de prisión preventiva, y que por tal razón según el caso concreto devenga en impostergable sustituirla
por la medida de comparecencia. 3.4.4. Cabe resaltar así que, la cesación no constituye una reeva­
luación de los elementos propuestos por las partes al momento en que el Ministerio Público solicitó
inicialmente la prisión preventiva y se concedió por el Juzgado de Investigación Preparatoria, pues ello
sólo es materia de reevaluación al momento de impugnarla, que en este caso fue desestimado el recurso
al declararse inadmisible, quedando firme la medida cautelar personal. Es preciso señalar a la vez que
la cesación de prisión converge como institución contracautelar, cuyo núcleo es la variabilidad de los
presupuestos materiales que fundaron la procedencia de la medida en comento, significando que la
persistencia o alteración de dichos presupuestos habilitantes a su adopción inicial, los cuales deben ser
evocados, pueden determinar la variación o sostenibilidad del acotado mandato restrictivo. (Exp. N .°
00243-2017-24-5001-JR-PE-01-Lima, del 02-02-2018, ff. jj. 3.4.3 y 3.4.4. Primera Sala Penal de
Apelaciones Nacional. Texto completo: <bit.ly/2UDUjJq>).

§ 1206. Cesación de prisión preventiva puede solicitarse en cualquier etapa del proceso. 2.6.3.
De lo expuesto precedentemente se desprende, que el imputado podrá solicitar la cesación de la prisión
preventiva y su sustitución, las veces que considere pertinente, siempre que de las nuevas diligencias ac­
tuadas durante el proceso se presenten nuevos elementos de prueba que demuestren que no concurren

♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL


Art. 283 LIBRO SEGUNDO: LA ACTIVIDAD PROCESAL 612

o se han desvanecido los presupuestos que determinaron la imposición de la medida de prisión preven­
tiva; en consecuencia es errada la interpretación que ha realizado el Juez de investigación preparatoria,
al señalar que la conclusión de la etapa de investigación preparatoria le impide al procesado pedir el cese
de la prisión preventiva, lo cual no significa que se ha cerrado a la defensa técnica que pueda solicitar
la modificación o variación de las medidas coercitivas de carácter personal, de conformidad con lo
regulado en el artículo 350.1 del Código Procesal Penal; cuando las normas procesales que regulan las
medidas de coerción personal no establecen limitación alguna para que en cualquier etapa del proceso
se pueda imponer, modificar o cesar estas medidas. [...] 2.6.5. Estando a las consideraciones preceden­
tes, se advierte que la resolución materia de apelación que contiene que la interpretación sistemática
realizada por el Juez de mérito en la que concluye que no resulta factible la tramitación de la cesación
de prisión preventiva luego de culminada la investigación preparatoria, no resulta ajustada a derecho
al pretender limitar la facultad del imputado de poder solicitar este medida en cualquier etapa del
proceso; imponiendo así, restricciones dónde la ley no lo hace, por lo que la resolución impugnada al
afectar las garantías del debido proceso y vulnerar el principio de legalidad, se encuentra incursa en la
causal de nulidad absoluta prevista en el inciso d) del artículo 150 del Código Procesal Penal. (Exp. N .°
00686-2016-50-0301-JR-PE-03-Abancay, del 21-09-2017, ff. jj. 2.6.3 y 2.6,5. Segunda Sala Penal de
Apelaciones Nacional. Texto completo: <bit.ly/2TZKTdZ>).

JURISPRUDENCIA DE LAS CORTES SUPERIORES

§ 1207. El hecho que la Corte Suprema haya determinado que una solicitud de extradición se
encuentra incompleta, no determina que no se cumpla el primer requisito para decretar la prisión
preventiva (fundados y graves elementos de convicción de la comisión del delito vinculado al
imputado). Véase la jurisprudencia del artículo 268° del Nuevo Código Procesal Penal [§ 1035]. (Exp.
N .° 17004-2015 (409-2015), del 23-03-2016, f. j. 17. Sétimo Juzgado Penal de Lima. Corte Superior
de Justicia de Lima. Texto completo: <bit.ly/2HeDxgy>).

JURISPRUDENCIA DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL

§ 1208. La prisión preventiva dehe ser una medida provisional. 3. En efecto, la detención judi­
cial preventiva debe ser una medida provisoria, es decir, que su mantenimiento sólo debe persistir en
tanto no desaparezcan las razones objetivas que sirvieron para su dictado, pues las medidas coercitivas,
además de ser provisionales, se encuentran sometidas a la cláusula rebus sic stantibus, lo que significa
que su permanencia o modificación, a lo largo del proceso, estará siempre subordinada a la estabilidad
o al cambio de los presupuestos que posibilitaron su adopción inicial, por lo que es plenamente posible
que alterado el estado sustancial de los presupuestos fácticos respecto de los cuales la medida se adoptó,
la misma pueda ser variada, criterio que guarda concordancia con la previsión legal establecida en el
último párrafo del artículo 283.° del Código Procesal Penal (Decreto Legislativo N .° 957), que señala
que “la cesación de la medida [de la prisión preventiva] procederá cuando nuevos elementos de convicción
demuestren que no concurren los motivos que determinaron su imposición y resulte necesario sustituirla por
la medida de comparecencia . (Exp. N .° 01036-2011-PH C/TC [caso Yon Núñez Velásquez], del 01-06­
2011 [Web: 24-06-2011 / EP, 29-07-2011], f. j. 3. Texto completo: <bit.ly/2Fwoyg9>).

Artículo 284: Impugnación

1. El imputado y el Ministerio Público podrán interponer recurso de apelación, dentro del tercer día de
notificado. La apelación no impide la excarcelación del imputado a favor de quien se dictó auto de cesación
de la prisión preventiva.
2. Rige lo dispuesto, en lo pertinente, en los numerales 1) y 2) del artículo 278.(1)(2)

n o m o s & th e s is
613 SECCIÓN III: MEDIDAS DE COERCIÓN PROCESAL Art. 286
NOTA DE ACTUALIZACIÓN

(1) Vigencia adelantada por la segunda disposición complementaria final del Decreto Legislativo N.° 1206 (EP, 23-09-2015),
el m ism o que entró en vigencia a los sesenta días de su publicación.
(2) De conformidad con la tercera disposición complementaria final del Decreto Legislativo N.° 1206 (EP, 23-09-2015), se
dispone que cuando en el presente artículo, hagan referencia a los térm inos "investigación preparatoria", "expediente
fiscal", "prisión preventiva", "juez de la investigación preparatoria" y "sala penal", se debe interpretar que dichos térm inos
hacen referencia, respectivamente, a "Instrucción", "expediente fiscal", "mandato de detención", "juez penal" y "sala pe­
nal". Esta disposición rige en los distritos judiciales en los que el Nuevo Código Procesal Penal no ha entrado en vigencia.-

Artículo 285: Revocatoria

La cesación de la prisión preventiva será revocada si el imputado infringe las reglas de conducta o no
comparece a las diligencias del proceso sin excusa suficiente o realice preparativos de fuga o cuando nue­
vas circunstancias exijan se dicte auto de prisión preventiva en su contra. Asimismo perderá la caución, si
la hubiere pagado, la que pasará a un fondo de tecnificación de la administración dejusticia.(1)(2)

NOTA DE ACTUALIZACIÓN

(1) Vigencia adelantada por la segunda disposición com plementaria final del Decreto Legislativo N.° 1206 (EP, 23-09-2015),
el m ism o que entró en vigencia a los sesenta días de su publicación.
(2) De conform idad con la tercera disposición complementaria final del Decreto Legislativo N.° 1206 (EP, 23-09-2015), se
dispone que cuando en el presente artículo, hagan referencia a los térm inos "investigación preparatoria", "expediente
fiscal", "prisión preventiva", "juez de la investigación preparatoria" y "sala penal", se debe interpretar que dichos térm inos
hacen referencia, respectivamente, a "Instrucción", "expediente fiscal", "mandato de detención", "juez penal" y "sala pe­
nal". Esta disposición rige en los distritos judiciales en los que el Nuevo Código Procesal Penal no ha entrado en vigencia.

TÍTULO IV
LA COMPARECENCIA

Artículo 286: Presupuestos

1. El juez de la investigación preparatoria dictará mandato de comparecencia simple si el fiscal no


solicita prisión preventiva al término del plazo previsto en el artículo 266.
2. También lo hará cuando, de mediar requerimiento fiscal, no concurran los presupuestos materiales
previstos en el artículo 268.
En los supuestos anteriores, el fiscal y el juez de la investigación preparatoria deben motivar los funda­
mentos de hecho y de derecho que sustenten su decisión.(1)

NOTA DE ACTUALIZACIÓN

(1) Artículo modificado por el artículo 3 de la Ley N.° 30076 (EP, 19-08-2013).

DOCTRINA JURISPRUDENCIAL VINCULANTE DE LA CORTE SUPREMA

§ 1208a. Supuestos en el que el Juez puede revocar la medida de comparecencia con restriccio­
nes por la de prisión preventiva. Véase la jurisprudencia del artículo 279° del Nuevo Código Proce­
sal Penal [§ 1191]. (Casación N .° 119-2016-Áncash, del 06-04-2018, que estableció como doctrina
jurisprudencial vinculantes los ff. jj. 2.4, 2.5 y 2.6. Primera Sala Penal Transitoria [EP, 23-09-2018,
Jurisprudencia, Año XXVII, N .° 1086, p. 8100]. Texto completo: <bit.ly/2VTyus6>).

♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL


Art. 287 LIBRO SEGUNDO: LA ACTIVIDAD PROCESAL 614

Artículo 287: Comparecencia restrictiva

1. Se impondrán las restricciones previstas en el artículo 288, siempre que el peligro de fuga o de obs­
taculización de la averiguación de la verdad pueda razonablemente evitarse.
2. El juez podrá imponer una de las restricciones o combinar varias de ellas, según resulte adecuada al
caso, y ordenará las medidas necesarias para garantizar el cumplimiento de las restricciones impuestas
al imputado.
3. Si el imputado no cumple con las restricciones impuestas, previo requerimiento realizado por el
fiscal o por el juzgador en su caso, se revocará la medida y se dictará mandato de prisión preventiva. El
trámite que seguirá el juez será el previsto en el artículo 271.
4. El Ju e z podrá imponer la prohibición de comunicarse o aproximarse a la víctima o a aquellas perso­
nas que determine, siempre que ello no afecte el derecho de defensa.
5. También podrá disponerse, alternativamente, la utilización de la vigilancia electrónica personal que
permita controlar que no se excedan las restricciones impuestas a la libertad personal, de conformidad a
la ley de la materia y su reglam ento.^(2)

NOTA DE ACTUALIZACIÓN
(1) Artículo m odificado por la cuarta disposición com plem entaria modificatoria del Decreto Legislativo N.° 1229 (ER 25-09­
2015). Anteriormente había-sido m odificado por el artículo 3 de la Ley N.° 30075 (ER 19-08-2013) y por el artículo 4 de
la Ley N.° 29439 (ER 18-11 -2009).
(2) De conform idad con la quinta disposición complementaria m odificatoria del Decreto Legislativo N.° 1229 (ER 25-09­
2015), se dispone que el presente artículo entre en vigencia a partir del día siguiente de la publicación del citado decreto
legislativo.

ACUERDO PLENARIO DE LA CORTE SUPREMA

§ 1209. La prisión preventiva: presupuestos y vigilancia electrónica. (XI Pleno Jurisdiccional


Supremo Penal 2019. Texto completo: <bit.ly/2I5PxPu>).

DOCTRINA JURISPRUDENCIAL VINCULANTE DE LA CORTE SUPREMA

§ 1210. Supuestos en el que el Juez puede revocar la medida de comparecencia con restriccio­
nes por la de prisión preventiva. Véase la jurisprudencia del artículo 279° del Nuevo Código Proce­
sal Penal [§ 1191]. (Casación N .° 119-2016-Áncash, del 06-04-2018, que estableció como doctrina
jurisprudencial vinculantes los íF. jj. 2.4, 2.5 y 2.6. Primera Sala Penal Transitoria [EP, 23-09-2018,
Jurisprudencia, Año XXVII, N .° 1086, p. 8100]. Texto completo: <bit.ly/2VIyus6>).

PLENOS JURISDICCIONALES

§ 1211. No es necesario el pronóstico de una pena superior a los cuatro anos para dictar una
comparecencia con restricciones, pues basta que preexistan tanto los fundados y graves elementos
de convicción como peligro de fuga u obstaculización. Problemática: ¿Se puede dictar compare­
cencia con restricciones aun cuando la pena sea inferior a cuatro años, o se puede dictar comparecencia con
restricciones solo si la pena pronosticada es superior a cuatro años? Posición adoptada por mayoría: “N o
es necesario el pronóstico de una pena superior a los cuatro años para dictar una comparecencia con
restricciones, pues basta que preexistan tanto los fundados y graves elementos de convicción como
peligro de fuga u obstaculización. En este caso, ante el incumplimiento de alguna de las reglas de con­
ducta y para determinar la variación de la comparecencia con restricciones por la medida de prisión
preventiva, se tendría que realizar un segundo nivel de análisis, para que se determine el cumplimiento
de los presupuestos para dictar la prisión preventiva conforme al 268° del CPP, sobretodo, el segundo
presupuesto respecto a la prognosis de la pena superior a los cuatro años de pena privativa de la libertad.
De otra parte, el juez en el caso concreto podrá determinar comparecencia con restricciones, incluso

nom os & th esis


615 SECCIÓN III: MEDIDAS DE COERCIÓN PROCESAL Art. 287
con caución económica, que servirá para garantizar la sujeción del investigado al proceso, en aquellos
casos en que la prognosis de pena se encuentre por debajo de los cuatro años de pena privativa de liber­
tad”. (Pleno Jurisdiccional Distrital Penal y Procesal Penal de Arequipa 2018, realizado el 23-11-2018,
convocado por la Corte Superior de Justicia de Arequipa. Tema 1: Comparecencia con restricciones y
prisión preventiva. Texto completo: <bit.ly/2Xjre7R>).

JURISPRUDENCIA DE LAS CORTES SUPERIORES

§ 1212. Trámite de la solicitud de vigilancia electrónica personal. Segundo. El artículo 3 del De­
creto Legislativo 1322 establece que la Vigilancia Electrónica Personal es un mecanismo de control que
tiene por finalidad monitorear el tránsito tanto de procesados como de condenados, dentro de un radio
de acción y desplazamiento, teniendo como referencia el domicilio o lugar que se señale. El inciso 3.3
de la mencionada norma establece que para el caso de condenados, la vigilancia electrónica personal es
un tipo de pena, aplicable por conversión luego de impuesta una sentencia de pena privativa de libertad
efectiva, que será dispuesta por el Juez a fin de garantizar el cumplimiento de la pena y la resocialización
del condenado. Tercero. El artículo 6 del Reglamento aprobado por Decreto Supremo 004-2017-JUS,
establece que el Juez podrá determinar la medida dentro de dos modalidades: i) La Vigilancia Elec­
trónica dentro del perímetro del domicilio; y ii) La Vigilancia Electrónica con Tránsito Restringido.
Cuarto. El interno [...] fue sentenciado con fecha 27 de julio del 2016 por el delito de Hurto Agravado
en grado de Tentativa, imponiéndosele dos años y seis meses de pena privativa de libertad efectiva, no
tiene la condición de reincidente ni habitual; su internamiento no se debe a una revocatoria de pena ni
de beneficio penitenciario, tampoco se encuentra dentro de las exclusiones señaladas en el inciso c del
artículo 5 déla norma citada. Quinto. El interno [...] ha cumplido con presentar ante ésta judicatura
la solicitud de Vigilancia Electrónica Personal con Tránsito Restringido, apreciándose del mismo que
ha anexado la documentación requerida en la norma, como es copia certificada de la sentencia emitida
por el Juzgado y su confirmatoria emitida por el Superior Colegiado, los documentos que acreditan su
domicilio o lugar señalado donde cumplirá la medida y Certificado de Antecedentes Penales y se ha
requerido los informes psicológico, social y jurídico, todos con resultado positivo a favor del interno
solicitante, así como también el informe de verificación técnica realizado por la empresa prestadora
del servicio de Vigilancia Electrónica Personal, también con resultado favorable; que no se encuentra
dentro de las exclusiones señaladas y ha señalado haber cancelado la reparación civil, cumpliendo por
ello con los requisitos establecidos en el artículo 7 del Decreto Legislativo antes citado; habiéndose
verificado la disponibilidad del dispositivo de vigilancia electrónica para el presente caso. Sexto. El sen­
tenciado [...] ha solicitado la vigilancia electrónica con tránsito restringido, para tal efecto ha justificado
que ha estado realizando labores de apoyo en la Transferencia Municipal de la Municipalidad de San
Juan de Lurigancho, por lo que contaba con las expectativas de integrarse y ejercer su profesión, que
posee un negocio dedicado al rubro de Catering u Organización de Eventos Sociales; asimismo ha pre­
sentado la verificación técnica de la ruta a seguir a fin de laborar en el municipio antes referido ubicado
en jirón LA N .° 180 [...], a la que concurrirá de Lunes a Sábado entre las 8.00 horas y las 19:00 horas
y además a concurrir en caso de asistencia médica al Centro Hospitalario JZ, ubicado en el paradero
15 de la avenida W [...], en la fecha y hora que sea necesario su concurrencia. Sétimo. Habiéndose
realizado la audiencia correspondiente, contando con la aceptación expresa del condenado, quien se
compromete al pago del monto mensual fijado para el uso del mecanismo, habiéndose escuchado al
representante del Ministerio Público y a la defensa, no existiendo oposición, se determina que se ha
dado cumplimiento a las normas legales vigentes, por lo que procede acceder a lo solicitado. (Exp. N .°
02191-2013-0-3002-JR-PE-02, auto de vigilancia electrónica personal con tránsito restringido del 31­
01-2019, ff. jj. 2 al 7. Segundo Juzgado Especializado Penal de San Juan de Miradores. Corte Superior
de Justicia de Lima Sur. Texto completo: <bit.ly/2Th4UIu>).

JURISPRUDENCIA DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL

§ 1213. La comparecencia restrictiva limita el derecho a la libertad de tránsito con el objeto de


asegurar la presencia del procesado. 2. Del mismo modo, tampoco se ha acreditado que la resolución
♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL
Art. 288 LIBRO SEGUNDO: LA ACTIVIDAD PROCESAL 616

cuestionada afecte la libertad de tránsito del recurrente, pues si bien se le ha comprendido en un proceso
penal en calidad de procesado, y, al dictarse el mandato de comparecencia restringida, se ha dispuesto
que éste cumpla con no ausentarse del lugar de su residencia ni salir fuera del país sin previa autoriza­
ción del Juzgado, también es verdad que tal medida se ha dictado con el objeto de asegurar su presencia
en el proceso. (Exp. N .° 1077-2002-HC/TC, del 08-07-2002 [Web: 14-02-2003 / EP: 14-02-2003],
£ j. 2. Texto completo: <bit.ly/2!4DKTx>).

Artículo 288: Las restricciones

Las restricciones que el Ju e z puede imponer son las siguientes:


1. La obligación de someterse al cuidado y vigilancia de una persona o institución determinada, quien
informará periódicamente en los plazos designados.
2. La obligación de no ausentarse de la localidad en que reside, de no concurrir a determinados lugares,
o de presentarse a la autoridad en los días que se le fijen.
3. La prohibición de comunicarse con personas determinadas, siempre que no afecte el derecho de
defensa.
4. La prestación de una caución económica, si las posibilidades del imputado lo permiten. La caución
podrá ser sustituida por una fianza personal idónea y suficiente.
5. La vigilancia electrónica personal, de conformidad a la ley de la materia y su reglamento, la que se
cumplirá de la siguiente forma:
a) La ejecución se realizará en el domicilio o lugar que señale el imputado, a partir del cual se determi­
nará su radio de acción, itinerario de desplazamiento y tránsito.
b) El imputado estará sujeto a vigilancia electrónica personal para cuyo cumplimiento el juez fijará las
reglas de conducta que prevé la ley, así como todas aquellas reglas que consideren necesarias a fin de
asegurar la idoneidad del mecanismo de control.
c) El imputado que no haya sido anteriormente sujeto de sentencia condenatoria por delito doloso podrá
acceder a la vigilancia electrónica personal. Se dará prioridad a:
i. Los mayores de 65 años.
ii. Los que sufren de enfermedad grave, acreditada con pericia médico legal.
iii. Los que adolezcan de discapacidad física o permanente que afecte sensiblemente su capacidad de
desplazamiento.
iv. Las mujeres gestantes dentro del tercer trimestre del proceso de gestación. Igual tratamiento ten­
drán durante los doce meses siguientes a las fecha de nacimiento.
v. La madre que sea cabeza de familia con hijo menor o con hijo o cónyuge que sufra de discapacidad
permanente, siempre y cuando haya estado bajo su cuidado. En ausencia de ella, el padre que se encuentre
en las mismas circunstancias tendrá el mismo tratamiento.
d) El imputado deberá previamente acreditar las condiciones de vida personal laboral, familiar y social
con un informe social y pericia psicológica.^(2)

NOTA DE ACTUALIZACIÓN
(1) Artículo m odificado por la cuarta disposición complementaria m odificatoria del Decreto Legislativo N.° 1229 (EP, 25-09­
2015).
(2) De conform idad con la quinta disposición complementaria m odificatoria del Decreto Legislativo N.° 1229 (EP, 25-09­
2015), se dispone que el presente artículo entre en vigencia a partir del día siguiente de la publicación del citado decreto
legislativo. Anteriorm ente se había adelantado la vigencia de los numerales 1 y 4 por los artículos 3 y 4 del Decreto
Legislativo N.° 1097 (EP, 01 -09-2010), pero luego este adelanto fue derogado por el artículo 1 de la Ley N.° 29572 (EP,
15-09-2010).

n o m o s & th e sis
617 SECCIÓN III: MEDIDAS DE COERCIÓN PROCESAL Art. 289
JURISPRUDENCIA DE LAS CORTES SUPERIORES

§ 1214. Trámite de la solicitud de vigilancia electrónica personal. Véase la jurisprudencia del


artículo 287o del Nuevo Código Procesal Penal [§ 1212]. (Exp. N .° 02191-2013-0-3002-JR-PE-02,
auto de vigilancia electrónica personal con tránsito restringido del 31-01-2019, ff. jj. 2 al 7. Segundo
Juzgado Especializado Penal de San Juan de Miraflores. Corte Superior de Justicia de Lima Sur. Texto
completo: <bit.ly/2Th4UIu>).

Artículo 289: La caución


1. La caución consistirá en una suma de dinero que se fijará en cantidad suficiente para asegurar que el
imputado cumpla las obligaciones impuestas y las órdenes de la autoridad.
La calidad y cantidad de la caución se determinará teniendo en cuenta l a naturaleza del delito, la con­
dición económica, personalidad, antecedentes del imputado, el modo de cometer el delito y la gravedad
del daño, así como las demás circunstancias que pudieren influir en el mayor o menor interés de éste para
ponerse fuera del alcance de la autoridad fiscal o judicial.
No podrá imponerse una caución de imposible cumplimiento para el imputado, en atención a su situa­
ción personal, a su carencia de medios y a las características del hecho atribuido.
2. La caución será personal cuando el imputado deposita la cantidad fijada en la resolución en el Banco
de la Nación. Si el imputado carece de suficiente solvencia económica ofrecerá fianza personal escrita de
una o más personas naturales o jurídicas, quienes asumirán solidariamente con el imputado la obligación
de pagar la suma que se le haya fijado. El fiador debe tener capacidad para contratar y acreditar solvencia
suficiente.
3. La caución será real cuando el imputado constituya depósito de efecto público o valores cotizables
u otorgue garantía real por la cantidad que el Juez determine. Esta caución sólo será procedente cuando
de las circunstancias del caso surgiera la ineficacia de las modalidades de las cauciones precedentemente
establecidas y que, por la naturaleza económica del delito atribuido, se conforme como la más adecuada.
4. Cuando el imputado sea absuelto o sobreseído, o siendo condenado no infringe las reglas de conduc­
ta que le fueron impuestas, le será devuelta la caución con los respectivos intereses devengados, o en su
caso, quedará sin efecto la garantía patrimonial constituida y la fianza personal otorgada.

PLENOS JURISDICCIONALES

§ 1215. Medidas cautelares personales: detención y caución. Véase la jurisprudencia del artículo
188° del Código Procesal Penal de 1991 [§ 2417]. (Pleno Jurisdiccional Nacional Penal de lea de 1998.
Tema 6: Medidas cautelares personales: detención y caución. Texto completo: <bit.ly/lszm32Q>).

JURISPRUDENCIA DE LA CORTE SUPREMA

§ 1216. Caución se establece teniendo en cuenta determinadas reglas como la naturaleza del
delito o la condición económica del imputado. Sexto. Que, efectuado un análisis del artículo 10
inciso c) del Decreto Legislativo N .° 813, se observa que dicha norma vulnera, en principio, el dere­
cho a la libertad personal consagrado en el artículo 2, inciso 24 literal b) de la Constitución Política
del Estado, en la medida que la caución es entendida como una garantía económica que tiene por
objeto asegurar que el inculpado cumpla las obligaciones y órdenes impuestas por la autoridad. En
consecuencia, la misma debe establecerse teniendo en cuenta determinadas reglas como la naturaleza
del delito o la condición económica del imputado, que de no ser observadas generarían la imposición
de una caución de imposible cumplimiento, que acarrearía una inminente variación del mandato de
comparecencia restringida por el de detención, afectándose el derecho a la libertad personal del im­
putado. Sétimo. [Dicho] dispositivo colisiona con el derecho a la igualdad reconocida en el artículo 2
inciso de la Constitución Política del Estado, al generar un trato desigual de los ciudadanos sometidos
♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL
Art. 290 LIBRO SEGUNDO: LA ACTIVIDAD PROCESAL 618

a proceso penal por delito tributario con otros ciudadanos sometidos a proceso penal por otros delitos,
pues dicha norma origina que se impongan montos excesivos como caución, al calcularse en base al
monto de la deuda tributaria y no en base a la condición económica del procesado, olvidándose que el
monto de la caución debe establecerse sobre la base de determinadas reglas como puede ser la naturaleza
del delito, la condición económica, personalidad, antecedentes del imputado, el modo de cometer el
delito y la gravedad del daño. Octavo. [Esto] último sirve además para determinar que el dispositivo en
comento resulta contrario a los principios de razonabilidad y proporcionalidad, pues el mismo impone
una caución tasada, que imposibilita al Juzgador adecuarla de acuerdo a las condiciones personales del
procesado. (Consulta N .° 4248-2010-Lima, de 31-05-2011, ff. jj. 6-8. Sala de Derecho Constitucional
y Social Permanente. Texto completo: <bit.ly/2bVLt4z>).
§ 1217. No puede ofrecerse los bienes de la sociedad conyugal como caución real. Noveno. En
cuanto a si la garantía real ofrecida tiene la entidad suficiente para satisfacer la finalidad por la que se im­
puso la caución, debe tenerse en cuenta que: 9.1. En primer lugar, corresponde advertir que el inmueble
ofrecido como caución real por el procesado SL, según se aprecia en la Copia Certificada de Partida
Registral [...], se encuentra a nombre de la sociedad conyugal conformada por el procesado CM SL y
doña JMYA, adquirida por el precio de US$ 80,000.00 dólares americanos. 9.2. Según lo establecido
en el artículo 301 del Código Civil -sociedad de gananciales- se advierte que ésta no es una sociedad, ni
siquiera una persona jurídica, sino una comunidad sui generis, la misma que no es asimilable a la copro­
piedad, cuenta con una regulación legal propia. Asimismo, los bienes sociales (en este caso el inmueble
ofrecido como caución real) vienen a ser así un bien común de los cónyuges, cuya administración y
disposición corresponde a ambos, salvo el otorgamiento de poderes. (Cuaderno de Comparecencia con
restricciones y caución de impedimento de salida del país N .° 00011-2019- “ 1”, del 24-04-2019, f. j.
9. Juzgado Supremo de Instrucción. Texto completo: <bit.ly/30sOjqb>).
§ 1218. Presupuestos básicos parala imposición del arresto domiciliario. 2. Como toda medida
cautelar, la imposición del arresto domiciliario está supeditada a la observancia de dos presupuestos
básicos: jum us boni iuris (apariencia del derecho) y periculum in mora, (peligro procesal). El primero de
ellos está referido en el ámbito penal a la suficiencia de elementos probatorios que vinculen al imputado
con el hecho delictivo, mientras el segundo se refiere al peligro de que el procesado se sustraiga a la
acción de la justicia o perturbe la actividad probatoria. Asimismo, tal como lo ha sostenido constan­
temente la jurisprudencia de este Tribunal (Exps. N .° 1091-2002-HC [§ 1049], 1565-2002-HC [§
1229] y 376-2003-HC [§ 1230]), el elemento más importante para evaluar la validez de la medida
cautelar es el peligro procesal, de manera que, a mayor o menor peligro procesal, la medida cautelar
podrá ser más o menos gravosa, respectivamente. 3. La Sala Penal Especial, mediante resolución subsa-
natoria [...], justifica el periculum in mora en la conducta procesal que siguió el imputado a lo largo de
la investigación llevada a cabo por el Ministerio Público. Asimismo, indica en su Resolución [...], que
dicho peligro procesal no es de una entidad tal que haga necesaria la imposición de una detención, sino
que se deberá optar por una medida menos restrictiva. (Exp. N .° 2268-2002-HC/TC, del 26-01-2004
[Web: 16-04-2004], ff. jj. 2 y 3. Texto completo: <bit.ly/2YvOFuY>).

Artículo 290: Detención domiciliaria

1. Se impondrá detención domiciliaria cuando, pese a corresponder prisión preventiva, el imputado:


a) Es mayor de 65 años de edad;
b) Adolece de una enfermedad grave o incurable;
c) Sufre grave incapacidad física permanente que afecte sensiblemente su capacidad de desplaza­
miento;
d) Es una madre gestante.
2. En todos los motivos previstos en el numeral anterior, la medida de detención domiciliaria está con­
dicionada a que el peligro de fuga o de obstaculización pueda evitarse razonablemente con su imposición.

n o m o s & fh e s is
619 SECCIÓN III: MEDIDAS DE COERCIÓN PROCESAL Art. 290
3. La detención domiciliaria debe cumplirse en el domicilio del imputado o en otro que el Juez designe y
sea adecuado a esos efectos, bajo custodia de la autoridad policial o de una institución -pública o privada-
o de tercera persona designada para tal efecto.
4. También podrá disponerse la detención domiciliaria del imputado bajo la utilización de la vigilancia
electrónica personal, de conformidad a la ley de la materia y su reglamento.
5. Cuando sea necesario, se impondrá límites o prohibiciones a la facultad del imputado de comunicar­
se con personas diversas de aquellas que habitan con él o que lo asisten.
6. El control de la observancia de las obligaciones impuestas corresponde al Ministerio Público y a la
autoridad policial. Se podrá acumular a la detención domiciliaria una caución.
7. El plazo de duración de detención domiciliaria es el mismo que el fijado para la prisión preventiva.
Rige, en lo pertinente, lo dispuesto en los artículos 273 al 277.
8. Si desaparecen los motivos de detención domiciliaria establecidos en los literales b) al d) del numeral
1), el Ju e z -previo informe pericial- dispondrá la inmediata prisión preventiva del imputado.(1)(2)

NOTA DE ACTUALIZACIÓN
(1) Artículo m odificado por la cuarta disposición complementaria m odificatoria del Decreto Legislativo N.° 1229 (EP, 25-09­
2015).
(2) De conform idad con la quinta disposición complementaria m odificatoria del Decreto Legislativo N.° 1229 (ER 25-09­
2015), se dispone que el presente artículo entre en vigencia a partir del día siguiente de la publicación del citado decreto
legislativo.

PLENOS JURISDICCIONALES

§ 1219. El arresto domiciliario y su futuro. Véase la jurisprudencia del artículo 143° del Código
Procesal Penal de 1991 [§ 2406]. (Pleno Jurisdiccional Superior Nacional Penal deTrujillo, efectuado
el 11-12-2004. Tema 1.1: El arresto domiciliario y su futuro. Texto completo: <bit.ly/2cMnWDc>).

JURISPRUDENCIA DE LA CORTE SUPREMA

§ 1220. No configura delito de encubrimiento personal el hecho de que un juez suplente varié
el mandato de detención de un reo en cárcel sin observar el procedimiento de ley y sin notificar
a las partes. Dicha conducta es de naturaleza omisiva, por lo tanto, es atípica. Cuarto, D elju icio
de tipicidad. [...] 4 .L [...] Como puede evidenciarse y/o advertirse un elemento objetivo [del delito de
encubrimiento personal] es el hecho de sustraer a una persona de la persecución penal y la circunstancia
agravada se presenta cuando el funcionario o servidor público sustrae a una persona de la investiga­
ción de un delito o déla custodia del delincuente. De ahí, que cuando el tipo penal alude al agente en su
condición de funcionario o servidor público encargado de la investigación del delito, hace referencia a
policías y fiscales quienes por mandato legal y constitucional son los encargados de investigar el delito;
centrándose el verbo rector en la sustracción que debe llevar el agente respecto de la persona que es
destinataria, de la acción de la justicia. Como se evidencia el verbo rector que aludimos esta afirmado
en la acción de sustraer, que equivale a un hecho efectivo y no a una omisión, el acto realizado por el
agente debe estar constituido por un hecho positivo, lo que en el presente caso indudablemente no se
condice con los términos de la acusación fiscal, que expresamente reseña “que a raíz de la resolución
expedida, se produjo la excarcelación del procesado, sin observar e l procedim iento de ley, se obvio las
respectivas notificaciones a los sujetos procesales y a lo sola penal y con eseprocedimiento irregular elJuez
suplenteprocesado, permitió que [el detenido] se sustraiga de la persecución penal impidiendo que se ejecute el
mandato de deten ción ..]Emergiendo que el comportamiento criminal que alude el Fiscal como encu­
brimiento personal está constituido por el acto omisivo del procesado de no observar el procedimiento
de ley, y obviar las respectivas notificaciones. Aunado a ello, en el caso del Juez, que radica función
jurisdiccional, el ejercicio de tal atribución -aun cuando advierta irregularidades- no lo vincula con
sustraer a la persona de la persecución penal, en tanto el acto decisional de variar (dictar) un mandato
de detención por el de comparecencia con restricciones, no puede constituir la sustracción del agente de
♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL
Art. 290 LIBRO SEGUNDO: LA ACTIVIDAD PROCESAL 620

la persecución penal -recuérdese que es una medida cautelar que modifica su situación jurídica dentro
del proceso que continua- pues este comportamiento podrá tener otro contenido delictivo cuando tal
decisión devenga, por ejemplo, de un acuerdo previo influenciado por el ofrecimiento de una dadiva
u otro, pero no encubrimiento personal. Los elementos objetivos como “persecución penal” “u otra
medida ordenada por la justicia”, están destinados u orientados a otras personas o servidores y funcio­
narios públicos que no son los que dictan las decisiones judiciales (los jueces). En el caso que nos ocupa
cardinalmente se analiza el comportamiento del recurrente en la medida que expidió una resolución
en su condición de Juez Suplente permitiendo con ello que [el detenido] ya no contara con mandato
de detención en su contra, sino que a partir de la expedición de la resolución en cuestión, siguiera el
proceso penal con la situación jurídica procesal de comparecencia restringida; pensar que tal accionar,
la de variar una orden de detención por la de comparecencia restringida, sin observar el procedimiento
de ley, constituye la configuración del tipo penal de encubrimiento personal, sería como lo refiere el
profesor Zafia ron i, arbitrario, inmenso e insoportable; y, si fuera así, podríamos señalar una situación
en tal sentido a manera de ejemplo: “cuando un juez que en uso de sus facultades, en un prim er momento
otorgue u ordene comparecencia restringida y en un momento posterior la revoca por mandato de detención,
tendrá que responderpor el mencionado delito (de encubrimiento personal) en la medida quepermitió, con su
decisión, que elprocesado evada o se sustraiga de su participación en elproceso penal o en la investigación del
m ism o) Resulta razonable que ello no debe ser entendido así, pues la prohibición contenida en el tipo
penal antes mencionado -es una figura autónoma, y es un delito de referencia porque viene antelada por
otro hecho típico y antijurídico- no describe este tipo de comportamiento, al menos en el presente caso.
En este sentido, este Colegiado Supremo considera que tal elemento o condición objetiva contenida
en el tipo penal en cuestión, no ha existido, pues como se ha detallado rigurosamente en la presente
ejecutoria, lo que existió fue la variación de una orden de detención por la de comparecencia restringida
y ello no puede ser interpretado en el sentido, que el funcionario público (recurrente) haya sustraído (o
permitido la sustracción) [al detenido] del proceso tramitado en su contra y adicional a ello, tenemos
que precisar que la resolución de libertad emitida a favor del procesado fue revocada al día siguiente
(23 de julio de 2003), por otro Juez. Por tanto, al estar ante una conducta que de modo alguno no
contiene los elementos objetivos del tipo penal de encubrimiento personal (artículo 404 del Código
Penal) deviene, el hecho incriminado como delictivo, en atípico [...]. (R. N. N .° 929-2014-Arequipa,
de 22-08-2014, f. j. 4. Sala Penal Permanente. Texto completo: <bit.ly/2 InVKpi>).
§ 1221. Compensación y cómputo de los días de detención domiciliaria por prisión efectiva.
2.8. [...] Corresponde evaluar la regla de equivalencia entre un día de detención domiciliaria a efectos
del cómputo de pena privativa de libertad sobre la base de los siguientes fundamentos: • El artículo
47 del Código Penal señala: “El tiempo de detención que haya sufrido el procesado se abonará para el
cómputo de la pena impuesta a razón de un día de pena privativa de libertad por cada día de detención”.
La última parte de este precepto no hace diferencias entre el tipo de detención, en ellas se incluyen la
preliminar, la preventiva y la domiciliaria -esta última no está excluida-. Por tanto, la razón ahí expuesta
-un día de privación de libertad por un día de detención-, en aplicación del inciso 11 del artículo 139 de
la Constitución Política del Perú, también es aplicable para los casos de detención domiciliaria. • Auna­
do a ello, como fundamento complementario, el inciso 1 del artículo 399 del Decreto Legislativo 937,
al regular la estructura de las sentencias de condena, establece que: “La sentencia condenatoria fijará,
con precisión, las penas o medidas de seguridad que correspondan y, en su caso, la alternativa a la pena
privativa de libertad y las obligaciones que deberá cumplir el condenado. Si se impone pena privativa
de libertad efectiva, para los efectos del cómputo se descontará, de ser el caso, el tiempo de detención,
de prisión preventiva y de detención domiciliaria que hubiera cumplido, así como de la privación de
libertad sufrida en el extranjero como consecuencia del procedimiento de extradición instaurado para
someterlo a proceso en el país”. Como se aprecia, dicha regla concede un tratamiento equiparable a los
tipos de detención a los que se somete a una persona durante el trámite de su causa. 2.9. Por ello, al am­
paro de las normas antes descritas, y atendiendo que el procesado al tiempo de la ejecución del mandato
de detención domiciliaria estaba privado de su libertad en un establecimiento penitenciario, es que en
ambos casos se produjo el cumplimiento efectivo de las finalidades de las medidas de coerción; cualidad
n o m o s & th e sis
621 SECCIÓN III: MEDIDAS DE COERCIÓN PROCESAL Art. 290
que determina la fijación de la reducción equivalente de un día de detención domiciliaria, por un día de
detención. (R. N. N .° 1611-2018-Lima, del 06-12-2018, ff. jj. 2.8 y 2.9. Sala Penal Permanente. Texto
completo: <bit.ly/2Fm 9WQl>).

JURISPRUDENCIA DE LAS CORTES SUPERIORES

§ 1222. Trámite de la solicitud de vigilancia electrónica personal. Véase la jurisprudencia del


artículo 287° del Nuevo Código Procesal Penal [§ 1212]. (Exp. N .° 02191-2013-0-3002-JR-PE-02,
auto de vigilancia electrónica personal con tránsito restringido del 31-01-2019, ff. jj. 2 al 7. Segundo
Juzgado Especializado Penal de San Juan de Miradores. Corte Superior de Justicia de Lima Sur. Texto
completo: cbit.ly/2Th4UIu>).

JURISPRUDENCIA DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL

§ 1223. Arresto domiciliario. Cómputo de la detención sufrida. 44. Tal como quedó dicho, el
fin que persigue la ley en cuestión, prima, facie, no puede ser considerado como constitucionalmente
inválido, toda vez que optimiza la libertad personal del penado al reducir el tiempo de purgación de pena
en un establecimiento penitenciario. Y, desde luego, la medida adoptada, esto es, permitir que para tales
efectos se abone el tiempo de arresto domiciliario al cómputo de la pena impuesta, a razón de un día de
pena privativa de libertad por cada día de arresto, resulta idóneo para alcanzar dicho objetivo. 45. Sin
embargo, ¿resulta razonable que el tiempo de arresto domiciliario (con las características que tiene en
nuestro ordenamiento procesal penal vigente) sea computado “día por día” con la pena privativa de liber­
tad? 46. Para este Tribunal Constitucional, una medida como la descrita vacía de contenido la finalidad
preventivo-general de la pena privativa de libertad, pues reduce irrazonablemente la posibilidad de que
genere un suficiente efecto intimidatorio. Además, y lo que es más grave, desvirtúa la posibilidad de que
la sociedad afiance su confianza en el orden penitenciario constitucional, pues se observará con impoten­
cia cómo delitos de naturaleza particularmente grave son sancionados con penas nimias, o absolutamente
leves en relación al daño social causado. Ello alcanza mayores y perniciosas dimensiones en una sociedad
como la nuestra en la que, de por sí, la credibilidad de la ciudadanía en los poderes públicos se encuentra
significativamente mellada. 47. [...] Es evidente que la punición benevolente de hechos que generan un
repudio social absoluto y que afectan en grado sumo diversos bienes jurídicos de particular relevancia
constitucional, mina la confianza de la población en el Derecho, con el consecuente riesgo para la conso­
lidación del cuadro material de valores recogido en la Carta Fundamental. 48. Por otra parte, la norma
resulta también contraria a la finalidad preventivo-especial de la pena, pues al permitir que el delincuente
conciba el arresto domiciliario como una limitación de la libertad personal idéntica a la pena privativa de
libertad, debilita e incluso descarta toda posibilidad de que internalice la gravedad de su conducta. Esto
resultará particularmente evidente en el caso de delitos de corrupción, en los que los beneficios genera­
dos por la comisión del delito aparecerán como significativamente superiores a la gravedad de la pena
impuesta como consecuencia de su comisión. La tendencia a la reiteración de esta conducta es, pues, un
peligro inminente para la sociedad. 49. Asimismo, aun cuando las medidas tendientes a la rehabilitación
y resocialización del penado que dispensan nuestros centros carcelarios no son óptimas, la posibilidad
de que dichos objetivos se cumplan será menor, mientras se reduzca el tiempo de ejecución de la pena
privativa de libertad. 50. Por las razones expuestas, este Tribunal considera inconstitucional la disposición
impugnada en el extremo que permite que el tiempo de arresto domiciliario sea abonado para el cómputo
de la pena impuesta a razón de un día de pena privativa de libertad por cada día de arresto domiciliario.
Ello significa que es inconstitucional la frase “y domiciliaria” del primer párrafo del artículo 47° del Có­
digo Penal, modificado por el artículo único de la Ley N .° 28568. (Exp. N .° 0019-2005-PI/TC [caso
Demanda de incomtitucionalidad contra la Ley N .° 28568 que modifica el art. 47° CP], del 21-07-2005
[Web: 21-07-2005 / EP, 22-07-2005], ff. jj. 44-50. Texto completo: <bit.ly/2pAlMuv>).
§ 1224. En el arresto domiciliario, la intensidad de coerción personal es de grado inmediato
inferior al de la detención preventiva. Iu s am bulandi. 3. El arresto domiciliario, de acuerdo a lo esta­
blecido por el artículo 143° del Código Procesal Penal (Decreto Legislativo N .° 638), es una modalidad
♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL
Art. 290 LIBRO SEGUNDO: LA ACTIVIDAD PROCESAL 622

del mandato de comparecencia (medida cautelar de naturaleza personal) que el juez dicta cuando no co­
rresponde la detención preventiva. 4. Por tanto, el arresto domiciliario no puede ser entendido como un
sustituto o símil de la detención preventiva, más aún si difieren en su incidencia sobre el derecho fun­
damental a la libertad personal; y ello porque el ius ambulandi se ejerce con mayores alcances, no existe
la aflicción psicológica que caracteriza a la reclusión, no se pierde la relación con el núcleo familiar y
amical, en determinados casos, se continúa ejerciendo total o parcialmente el empleo, se sigue gozando
de múltiples beneficios (de mayor o menor importancia) que serían ilusorios bajo el régimen de discipli­
na de un establecimiento penitenciario, y, en buena cuenta, porque el hogar no es la cárcel (Expediente
N .° 0019-2005-PI/TC [§ 1223], caso M ás del 25% del número legal de miembros del Congreso de la
República). 5. Sin embargo, esto no significa que el arresto domiciliario sea concebido como una forma
simple de comparecencia que no afecta en nada la libertad individual, por el contrario, es la forma más
grave de comparecencia restringida que la norma procesal penal ha contemplado porque la intensidad
de coerción personal que supone es de grado inmediato inferior al de la detención preventiva. 6 . En la
misma línea, este Tribunal ha señalado que “ [...] la obligación de permanecer, en forma vigilada, dentro
del domicilio, es, sin duda, también una limitación seria de la libertad locomotora, cuyo dictado, por
cierto, debe necesariamente justificarse, pues sucede que esta constituye, entre las diversasfórmulas con las
que sepuede decretar la comparecencia restrictiva en nuestro ordenamiento procesalpenal, la más grave’ (Ex­
pediente N .° 1565-2002-HC/TC [§ 1229], caso Héctor Chumpitaz Gonzáles). 7. Y si se quiere seguir
argumentado a favor de entender el arresto domiciliario como una forma de restringir la libertad indi­
vidual, cabe recordar la STC N .° 2663-2003-HC/TC, caso Eleobina Mabel Aponte Chuquihuanca,
donde este Tribunal delineó la tipología de hábeas corpüs y admitió su procedencia cuando se producen
ciertas situaciones que suponen una perturbación en el libre ejercicio de la libertad individual, tales
como el establecimiento de rejas, seguimientos injustificados de autoridad incompetente, citaciones
policiales reiteradas, vigilancia al domicilio (hábeas corpus restringido). Por tanto, si este Colegiado ha
entendido que estos hechos son capaces de restringir la libertad individual, ¿cómo no puede producir
dicho efecto el arresto domiciliario? 8. Entonces, teniendo en cuenta a) que la detención domiciliaria
es una medida cautelar que le sigue en grado de intensidad a la detención preventiva; b) que su dictado
supone una restricción de la libertad individual; y, c) que el artículo 47.° del Código Penal contempla
la posibilidad de abonar al cómputo del quantum condenatorio, además de la detención preventiva,
la pena multa o limitativa de derechos; resulta, por tanto, razonable y constitucionalmente válido que
los días, meses o años de arresto en domicilio, a pesar de no existir previsión legal que contemple este
supuesto, sean considerados por el juez a efectos de reducir la extensión de la pena, o dicho en otros
términos, para abonar al cómputo de la pena y contribuir al cumplimiento de la condena. 9. Es impo­
sible aceptar entonces, si nos ubicamos en el contenido mismo de la Constitución, que apoyado en el
principio de dignidad humana le concede el derecho de libertad individual a las personas, que los días
de arresto domiciliario carezcan de valor. Lo contrario significaría caer en un positivismo puro que no
se condice con la Constitución, que es una norma fundamental insuflada de valores y principios, que
niega una interpretación restrictiva de su texto normativo y que contempla la interposición del hábeas
corpus no sólo frente actos sino también ante omisiones de cualquier autoridad, funcionario o persona
que violan la libertad individual (en el caso de autos, omisión inadmisible del legislador). (Exp. N .°
6201-2007-PHC/TC [caso Moisés Wolfenson Woloch], del 10-03-2008 [Web: 19-03-2008 / EP, 04-07­
2008], ff. jj. 3-9. Texto completo: <bit.ly/2urUTyo>).
§ 1225. La detención domiciliaria procede como medida cautelar cuando asegure un eficiente
desarrollo del proceso penal. 10. [...] [No] es posible considerar que se pueda acumular el plazo de
detención domiciliaria a efectos de computar el plazo máximo de detención preventiva establecido en
la normativa vigente. Asimismo, resulta importante dejar en claro que la decisión judicial de excarcelar
al actor, al haberse declarado la falta de complejidad respecto del proceso penal, no significa una limita­
ción a la facultad del juzgador de adoptar las medidas tendientes a garantizar la presencia del actor en el
proceso y evitar la perturbación de la actividad probatoria, fines esenciales de toda medida restrictiva de
libertad. Así, se tiene que la detención domiciliaria, en tanto restricción a la libertad individual anterior
a la imposición de la pena, procede como medida cautelar cuando asegure un eficiente desarrollo del
n o m o s & th e s is
623 SECCIÓN III: MEDIDAS DE COERCIÓN PROCESAL Art. 290
proceso penal. A ese respecto, el Tribunal Constitucional ha establecido en uniforme jurisprudencia los
presupuestos básicos para la imposición del arresto domiciliario, los cuales son: a) suficiencia de ele­
mentos probatorios que vinculen al imputado con el hecho delictivo; y b) peligro de que el procesado
se sustraiga a la acción de la justicia o perturbe la actividad probatoria. (Exp. N .° 0124-2004-HC, Exp.
N .° 2712-2002-HC). (Exp. N .° 5259-2005-PHC/TC [caso Segundo Nicolás Trujillo López\, del 19-07­
2006 [Web: 08-11-2005 / EP, 16-02-2007], £ j. 10. Texto completo: <bit.ly/2ucsYFl>).

§ 1226. Presupuestos básicos para la im posición del arresto domiciliario. 7. El Tribunal


Constitucional en reiterada jurisprudencia ha señalado que la detención domiciliaria 7 la prisión
preventiva responden a medidas de diferente naturaleza jurídica, en razón al distinto grado de
incidencia que generan sobre la libertad personal del individuo. No cabe duda, que la detención
domiciliaria supone una intromisión a la libertad menos gravosa, pues resulta una menor carga
psicológica, debido a que no es lo mismo, permanecer por disposición judicial en el domicilio que
en prisión, siendo menos estigmatizante 7 evitando el “contagio criminal” al que se expone con
la entrada a un establecimiento penitenciario. Sin embargo, no se puede desconocer que tanto la
prisión provisional 7 la detención domiciliaria, se asemejan por el objeto, es decir, en tanto impiden
a una persona autodeterminarse por su propia voluntad a fin de lograr asegurar la eficacia en la
administración de justicia. 8 . En la legislación vigente, la detención domiciliaria, se ha considerado
dentro de las medidas de comparecencia -siendo la más gravosa de todas-; y como tal, esta medida o
aquellas de comparecencia menos gravosas, se aplican en defecto de la detención preventiva cuando
no se configuren algunos de los presupuestos de ley establecidos para decretarla. 9. La detención
domiciliaria, en tanto restricciones a la libertad individual anterior a la imposición de la pena, úni­
camente procede como medida cautelar cuando asegure un eficiente desarrollo del proceso penal. A
ese respecto, el Tribunal Constitucional ha establecido en uniforme jurisprudencia los presupuestos
básicos para la imposición del arresto domiciliario, cuales son: a) fum us boni iuris (apariencia del
derecho); b) periculum in mora (peligro procesal). El primero de ellos, referido a la suficiencia de
elementos probatorios que vinculen al imputado con el hecho delictivo, mientras que el segundo se
relaciona con el peligro de que el procesado se sustraiga a la acción de la justicia o perturbe la activi­
dad probatoria. (Exp. N .° 0124-2004-HC, Exp. N .° 2712-2002-HC). 10. Asimismo, al igual que
en el caso de la prisión preventiva, la detención domiciliaria, se encuentra sometida a los criterios
subsidiariedad, provisionalidad, razonabilidad 7 proporcionalidad, a fin de evitar la arbitrariedad
de la decisión. 11. En ese sentido, si bien las restricciones a derechos son admitidas prima facie, el
principio de proporcionalidad -también conocido como prohibición del exceso-, impide la injeren­
cia desproporcionada sobre los mismos, evaluación que debe medirse en conjunto con otro limite,
cual es, la prohibición de rebasar el contenido esencial del derecho. 12 . Uno de los problemas en
la legislación actual, es la falta de regulación de plazos máximos para la imposición de esta medida,
omisión que puede resultar lesiva al derecho a l plazo razonable. De este modo, la no existencia de
plazos máximos para la medida de detención domiciliaria, deja al juzgador sin un parámetro cuan­
titativo límite, para verificar el exceso en la restricción al derecho. (...) 13. No obstante lo señalado,
tomando en cuenta a su vez, lo dispuesto en el incisos 8 del artículo 139° de la Constitución, 7, a
fin de salvar este vacío legal, el Tribunal considera importante resaltar dos premisas: a) la existencia
delplazo máximo, no resulta el único criterio determinante para constatar que una detención devie­
ne en desproporcionada 7 arbitraria luego de vencido el plazo, pudiendo tornarse en tal, inclusive
antes del cumplimiento del mismo, cuando por ejemplo, desaparezcan las razones que motivaron el
propio mandato. (...) b) la inexistencia de un plazo máximo legal, de ninguna manera puede admi­
tirse como justificación válida para la permanencia de una medida restrictiva de derechos, de forma
indefinida, arbitraria 7 desproporcionada, debiendo más bien, ser valorado en cada caso, según los
elementos de juicio objetivos existentes. Lo contrario, llevaría al absurdo de mantener a la persona
privada de su libertad -en mayor medida-, por el establecimiento de medidas cautelares 7 no a con­
secuencia de la imposición de una pena; o, lo que es peor, detenida provisionalmente en prisión o
en el domicilio, para luego ser absuelto por inexistencia del hecho imputado. Estas situaciones desde
ya, terminan por desnaturalizar la finalidad 7 función de las medidas cautelares, además de perder
♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL
Art. 290 LIBRO SEGUNDO: LA ACTIVIDAD PROCESAL 624

su justificación como disposición de carácter procesal preventivo. 14. Bajo este razonamiento, el
Tribunal Constitucional reitera y establece que el exceso de detención domiciliaria puede verificarse
en cada caso concreto atendiendo a una serie de elementos, dentro de los cuales, la existencia de un
plazo máximo como referente derivado del propio principio de proporcionalidad, solo es uno de
ellos y no el único determinante. Tómese en cuenta además, que la existencia de un plazo razona­
ble no puede establecerse en abstracto, traducido en un número fijo de días sino dependiendo de
las circunstancias derivadas de cada caso. (Exp. N .° 0731-2004-H C /T C [caso Alfonso Villanueva
Chirinos], del 16-04-2004 [Web: 31-05-2005], ff. jj. 7-14. Texto completo: <bit.ly/2Fvud5Z>).
§ 1227. L a prisión preventiva y la detención domiciliaria son medidas sustitutivas una de otra,
es por ello que no pueden brindarse en parte una con otra. 15. Como ha dicho este Tribunal, la
detención domiciliara (o arresto domiciliario) presente en el artículo 290 del Código Procesal Penal de
2004, adscribe al modelo restringido de esta medida cautelar y, por tanto, “es una medida sustitutiva
de la prisión provisional” (STC 0019-2005-PI/TC, fundamento 14 [§ 1223]). Consecuentemente,
frente al pedido de sustitución de la prisión preventiva por la detención domiciliaria, el Juez o bien
desestimaba el pedido (manteniendo la prisión preventiva), o bien estimaba la solicitud (disponiendo
la detención domiciliaria en lugar de la prisión preventiva [cfr. voz “sustituir”, en Diccionario de la
Real Academia Españoldfi). 16. Sin embargo, el Juez del Segundo Juzgado de Investigación Preparatoria
de Tambopata resolvió estimar “en parte” la solicitud de detención domiciliaria, pero, incongruente­
mente, manteniendo la prisión preventiva. Esto se evidencia en las Resoluciones N .° s 4 y 5 dictadas
en respuesta a dicha solicitud: Resolución N ° 4: DECLARO: FUNDADO en parte la petición en parte
(sic) de variación de Prisión Preventiva, respecto de la medida coercitiva e intemamiento por el de arresto o
detención domiciliaria (...) en tanto dure este mandato este mandato (sic) de Prisión Preventiva, dictado por
la autoridad Judicial” (fojas 41; subrayado nuestro). Resolución N. ° 5 : “2. Una vez que este se restablezca
de salud y exista un documento idóneo que informe de parte de ESSALUD, que el imputado HG, sea dado
de alta médica y estando a losfines de la medida coercitiva de prisión preventiva de carácter provisional (...)
este será inmediatamente conducido a l Establecimiento Penitenciario que designe el IN PE sede regional”
[...] 17. Como puede apreciarse, las Resoluciones N .° s 4 y 5 citadas afectan claramente el derecho a
la debida motivación de las resoluciones judiciales por contener una motivación sustancialmente incon­
gruente, ya que no han sido dictadas de manera congruente con la solicitud presentada por la defensa
del favorecido, desviando el marco del debate procesal al hacer concurrentes dos medidas cautelares (la
prisión preventiva y la detención domiciliaria) que, por su naturaleza, son sustitutivas una de otra. [...]
(Exp. N .° 04096-2016-PHC/TC, del 06-10-2016 [Web: 07-10-2016 / EP: 15-03-2017], ff. jj. 15 al
17. Texto completo: <bit.ly/2TINQ2j>).
§ 1228. Detención domiciliaria no es lo mismo que una detención propiamente dicho. 1.
Teniendo en cuenta que el demandante cuestiona la decisión jurisdiccional que ordena su arresto domi­
ciliario, argumentando que en el proceso penal que se le sigue no se ha demostrado su participación en
los delitos investigados, resulta aplicable al presente caso el artículo 16°, inciso a), de la Ley N .° 25398.
2. Por otro lado, es necesario resaltar que, de acuerdo con el artículo 143° del Código Procesal Penal, la
detención domiciliaria impuesta al demandante es una modalidad del mandato de comparecencia; por
lo tanto, no constituye un mandato de detención propiamente dicho. (Exp. N .° 2000-2003-HC/TC,
del 09-09-2003 [Web: 03-12-2003], ff. jj. 1 y 2 . Texto completo: <bit.ly/2TCvImJ>).
§ 1229. L a detención domiciliaria no es lo mismo que la detención provisional. 2. En ese senti­
do, lo primero que este Tribunal Constitucional debe destacar, teniendo en consideración los términos
en que se ha formulado la pretensión, es que el análisis del presente caso no es sustancialmente igual
a otros que, con anterioridad, se haya pronunciado. En concreto, en relación al tema de la detención
judicial preventiva o, como también se le conoce en la doctrina, la prisión provisional. En efecto, en
el presente caso se cuestiona que el juzgador haya decretado contra el beneficiario el mandato de com­
parecencia con detención domiciliaria, mientras que en los casos a los que se ha hecho referencia en el
párrafo anterior, se cuestionaba supuestos de detención judicial preventiva. Tales figuras, desde luego,
no pueden ser equiparadas ni en sus efectos personales, ni en el análisis de sus elementos justificatorios
nom os & th e sis
625 SECCIÓN III: MEDIDAS DE COERCIÓN PROCESAL Art. 292
pues, es indudable que la primera de las mencionadas (la detención domiciliaria) se configura como una
de las diversas formas a las que, de manera alternativa, puede apelar el juzgador con el objeto de evitar
la segunda de ellas, esto es, a la detención judicial preventiva, que, como se ha expuesto en la sentencia
recaída en el caso S. contra el Poder Judicial, se trata siempre de una medida cuya validez constitucional
se encuentra sujeta a los principios de subsidiaridad, provisionalidad, razonabilidad y proporcionalidad,
en tanto que comporta una restricción, en términos plenarios, de la libertad locomotora del afectado
con ella. (Exp. N .° 1565-2002-HC/TC, del 05-08-2002 [Web: 12-09-2002], £ j. 2. Texto completo: j
<bit.ly/2FFX726>). '
§ 1230. L a detención domiciliaria es una medida de comparecencia restrictiva. L a detención
domiciliaria puede ser flexibilizada en su aplicación. 2. En primer término, es pertinente señalar
que, tal como ocurriera en el caso C. (Exp. 1565-2002-HC-TC) [§ 1229], en el presente proceso no
nos encontramos ante un supuesto de prisión provisional, sino ante uno de comparecencia restrictiva.
En efecto, tal como está regulada en nuestra legislación procesal penal, la detención domiciliaria no
aparece como una forma de detención judicial preventiva, sino, antes bien, como una alternativa frente
a ésta. Y es que, tal como quedó establecido en la sentencia antes aludida, si bien ambas figuras, al estar
encaminadas a asegurar el éxito del proceso penal, responden a la naturaleza de las medidas cautelares,
no pueden ser equiparadas ni en sus efectos personales ni en sus elementos justificatorios, dado el distin­
to grado de incidencia que generan sobre la libertad personal del individuo. Empero, no es ajeno a este
Tribunal que, entre las alternativas frente a la detención judicial preventiva, la detención domiciliaria es
la que aparece como la más seria y limitativa de la libertad personal, razón por la que su validez consti­
tucional también se encuentra sujeta a los principios de subsidiariedad, razonabilidad, provisionalidad
y proporcionalidad. [...] 12. Finalmente, es pertinente señalar que al analizar el presente caso, este
Colegiado ha tomado en cuenta que si bien existe una seria restricción de la libertad individual, en el
caso de la recurrente, ésta se ve flexibilizada al cumplir la detención domiciliaria en su mismo centro de
labores. (Exp. N .° 0376-2003-HC/TC, del 07-04-2003 [Web: 09-05-2003 / EP: 09-05-2003], ff. jj. 2
y 12. Texto completo: <bit.ly/2U3PMU3>).

Artículo 291: Comparecencia simple

1. El Juez prescindirá de las restricciones previstas en el artículo 288, cuando el hecho punible denun­
ciado esté penado con una sanción leve o los actos de investigación aportados no lo justifiquen.
2. La infracción de la comparecencia, en los casos en que el imputado sea citado para su declaración o
para otra diligencia, determinará la orden de ser conducido compulsivamente por la Policía.

Artículo 292: Notificaciones especiales

El mandato de comparecencia y las demás restricciones impuestas serán notificadas al imputado me­
diante citación que le entregará el secretario por intermedio del auxiliar judicial correspondiente, o la deja­
rá en su domicilio a persona responsable que se encargue de entregarla, sin perjuicio de notificársele por
la vía postal, adjuntándose a los autos constancia razonada de tal situación.
El auxiliar judicial, además, dejará constancia de haberse informado de la identificación del procesado
a quien notificó o de la verificación de su domicilio, si estaba ausente.(1)

NOTA DE ACTUALIZACIÓN
(1) Artículo modificado por el artículo 5 de la Ley N.° 28924 (EP, 08-12-2006), la misma que de conform idad con su artículo
7 entra en vigencia a los ciento ochenta (180) días de su publicación.

♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL


A lt 293 LIBRO SEGUNDO: LA ACTIVIDAD PROCESAL 626

TÍTULO V
LA INTERNACIÓN PREVENTIVA

Artículo 293: Presupuestos

1. El Jue z de la Investigación Preparatoria podrá ordenar la internación preventiva del imputado en un


establecimiento psiquiátrico, previa comprobación, por dictamen pericial, de que sufre una grave altera­
ción o insuficiencia de sus facultades mentales, que lo tornan peligroso para s í o para terceros, cuando
medien los siguientes presupuestos:
a) La existencia de elementos de convicción suficientes para sostener, razonablemente, que es autor de un
hecho punible o partícipe en él y probablemente será objeto de una medida de seguridad de internación.
b) La existencia de una presunción suficiente de que no se someterá al procedimiento u obstruirá un
acto concreto de investigación. Rigen análogamente los artículos 269 y 270.
2. Si se establece que el imputado está incurso en el artículo 20, inciso dos, del Código Penal, el Ju e z
de la Investigación Preliminar informará al Juzgado Penal competente para dictar la decisión final sobre
su inimputabilidad e internación y lo pondrá a su disposición.
Rige lo dispuesto en los numerales 2) y 3) del artículo 274. No será necesaria la concurrencia del impu­
tado si su estado de salud no lo permite, pero es obligatoria la presencia de su defensor. El Imputado podrá
ser representado por un familiar.

Artículo 294: Internamiento previo para observación y examen.

1. El Ju e z de la Investigación Preparatoria, después de recibir una comunicación motivada de los peri­


tos, previa audiencia con asistencia de las partes legitimadas, instada de oficio o a pedido de parte, podrá
disponer -a los efectos de la preparación de un dictamen sobre el estado psíquico del imputado-, que el
imputado sea llevado y observado en un hospital psiquiátrico público.
2. Para adoptar esta decisión deberá tomar en cuenta si existen elementos de convicción razonable
de la comisión del delito, siempre que guarde relación con la importancia del asunto y que corresponda
esperar una sanción grave o la medida de seguridad de internamiento.
3. El internamiento previo no puede durar más de un mes.

TÍTULO VI
EL IMPEDIMENTO DE SALIDA

Artículo 295: Solicitud del Fiscal

1. Cuando durante la investigación de un delito sancionado con pena privativa de libertad mayor de tres
años resulte indispensable para la indagación de la verdad, el Fiscal podrá solicitar al Ju e z expida contra
el imputado orden de impedimento de salida del país o de la localidad donde domicilia o del lugar que se le
fije. Igual petición puede formular respecto del que es considerado testigo importante.
2. El requerimiento será fundamentado y precisará el nombre completo y demás datos necesarios de la
persona afectada, e indicará la duración de la medida.(a)

PROTOCOLOS, REGLAMENTOS, UNEAMIENTOS, GUÍAS Y DIRECTIVAS


(a) Protocolos de actuación conjunta referidos a las medidas lim itativas de derechos com o el de allanamiento, intervención
de las comunicaciones telefónicas, im pedim ento de salida y levantamiento del secreto bancario, reserva tributaria y
bursátil (aprobado por la Resolución Adm inistrativa N.° 387-2014-CE-PJ de 19-11-2014). Véase el texto com pleto en:
<bit.ly/2UplsCJ>.

n o m o s & th e sis
627 SECCIÓN III: MEDIDAS DE COERCIÓN PROCESAL Arí. 295
ACUERDOS PLENARIOS DE LA CORTE SUPREMA

§ 1230a. Impedimento de salida del país y diligencias preliminares. (XI Pleno Jurisdiccional
Supremo Penal 2019. Texto completo: <bit.ly/2I5PxPu>).

JURISPRUDENCIA DE LA CORTE SUPREMA

§ 1231. Tanto el impedimento de salida como la regla de comparecencia restrictiva referida a


“no salir de la localidad” son medidas cautelares personales. 3.9. A criterio interpretativo general de
la Primera Sala Penal de Apelaciones de la Corte Superior de Justicia de Lima, se tiene lo siguiente: i)
a partir de una interpretación literal de la normatividad procesal penal, resulta sostenible afirmar que,
entre la comparecencia restrictiva y el impedimento de salida (regulado autónomamente en los artículos
295 y 296 del Código Procesal Penal), solo la primera sería una medida cautelar personal; ii) en virtud
de un método sistemático de interpretación, si bien -en atención a su ubicación normativa- se puede
concluir que tanto el impedimento de salida como la regla de comparecencia restrictiva referida a “no
salir de la localidad” son medidas cautelares personales (naturaleza jurídica), la primera se determina a
un fin concreto: la realización de actos de investigación necesarios para el esclarecimiento del hecho, en
los que la presencia del investigado es indispensable para su realización; en cambio, en las reglas de com­
parecencia restrictiva, la finalidad es garantizar la efectividad de la sentencia que se dicte en los procesos
que, existiendo peligro procesal, es posible evitar imponiendo restricciones; iii) la restricción consistente
en “no salir de la localidad” y/o la respectiva orden de no salir del país salvo conocimiento y/o anuencia
judicial no se circunscribe al plazo previsto legalmente para el impedimento de salida regulado autó­
nomamente. (Casación N .° 1412-2017-Lima, del 01-08-2018, f. j. 3.9. Sala Penal Permanente. Texto
completo: <bit.ly/2F8JuIs>).
§ 1232. Normativa y alcances del impedimento de salida del país. El impedimento de salida se
puede dictar para investigados e inclusive testigos, no siendo necesaria la formalización previa de
una investigación. 2.1.1. Ley N .° 27379 de 21 de diciembre de 2000. Ley de procedimiento para
adoptar medidas excepcionales de limitación de derechos en investigaciones preliminares. En su artícu­
lo 2 inciso 2, se refiere al impedimento de salida del país, que procede contra investigados y testigos:
“cuando resulte indispensable para la indagación de la verdad v no sea necesaria ni proporcional una
limitación de la libertad más intensa”. Esta medida puede acumularse a la de detención y a la compare­
cencia con restricciones del artículo 143 del Código Procesal Penal. Según el artículo 4 de la ley “El Juez
Penal inmediatamente y sin ningún trámite previo se pronunciará mediante resolución motivada...”.
Ello significa que en tales supuestos incluso puede implementarse sin audiencia y sin correr traslado.
2.1.2. Ley N .° 27399 de 13 de enero de 2001. Ley que regula las investigaciones preliminares previstas
en la Ley N .° 27379, tratándose de los funcionarios comprendidos en el artículo 99 de la Constitución
Política del Estado. En su artículo 2 se establece que los funcionarios del Estado comprendidos en el
artículo 99 de la Constitución pueden ser objeto de las medidas limitativas de derechos previstas en la
Ley N .° 27379 (entre las que se encuentra el impedimento de salida del país). Como se puede advertir,
si bien se excluye mediante el artículo 2 de la Ley N .° 27399, la posibilidad de implementar la deten­
ción preliminar y el impedimento de salida de la localidad o del lugar en el que se le fije, no se excluye
con esta norma la posibilidad de implementación de impedimento de salida del país. Lo que puede
advertirse en concordancia con una atenta lectura de la Ley N .° 27379, Ley de procedimiento para
adoptar medidas excepcionales de limitación de derechos en investigaciones preliminares. 2.1.3. Nuevo
Código Procesal Penal. Decreto Legislativo 957 publicado el de abril de 2004 y vigente progresivamen­
te desde el 01 de julio de 2006.- Sobre la Medida de Impedimento de Salida, el artículo 295 de dicho
cuerpo normativo establece: “2. Cuando durante la investigación de un delito sancionado con pena priva­
tiva de libertad mayor de tres años resulte indispensable para la indagación de la verdad, el Fiscalpodrd so­
licitar al Juez expida contra el imputado orden de impedimento de salida del país o de la localidad donde
domicilia o del lugar que se le Jije. Igualpetición puede form ular respecto del que es considerado testigo im­
portante. 2. E l requerimiento seráfundamentado y precisará el nombre completo y demás datos necesarios de
la persona afectada, e indicará la duración de la m edida’. 2.1.4. Decreto Legislativo 988 de fecha 21 de

♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL


Art. 295 LIBRO SEGUNDO: LA ACTIVIDAD PROCESAL 628

julio de 2007, que modifica la ley N .° 27379 ampliando los delitos en los que puede aplicarse dichas
medidas excepcionales e incorpora nuevas medidas adicionales de limitación de derechos en investiga­
ciones fiscales preliminares. 2.1.5. Ley N .° 29374 de 15 de setiembre de 2010, que dispone la aplica­
ción inmediata del Código Procesal Penal de 2004 vigente progresivamente desde el 01 de julio de
2006, en todo el país, para delitos cometidos por funcionarios públicos, en los lugares donde aún no
está vigente el Código Procesal Penal en toda su extensión. 2.1.6. Ley N .° 30077 de 20 de agosto de
2013, contra el crimen organizado que en su sexta disposición complementaria modificatoria efectúa
un cambio en el artículo 1 de la Ley N .° 27379 de 21 de diciembre de 2000, Ley de procedimiento para
adoptar medidas excepcionales de limitación de derechos en investigaciones preliminares en los siguien­
tes términos: Artículo 1. Ambito de aplicación. “Lapresente ley está circunscrita a las medidas que limitan
derechos en el curso de investigaciones preliminares, de carácter jurisdiccional. Las medidas limitativas pre­
vistas en la presente ley podrán dictarse en los siguientes casos: 1. Delitos perpetrados por una pluralidad de
personas, siempre que en su realización se hayan utilizado recursospúblicos o hayan intervenido funcionarios
o servidores públicos o cualquier persona con el consentimiento o aquiescencia de éstos”. (...) 2.2. De lo ex­
puesto, puede advertirse con meridiana transparencia que, el Código Procesal Penal en sus artículos 295
y 296, establece ciertas condiciones y parámetros legales generales para la imposición del impedimento
de salida del país en un proceso común, por ejemplo, debe tratarse de la investigación de un delito
sancionado con pena privativa de libertad mayor de tres años y resulte indispensable para la indagación
de la verdad; e incluso, se prevé la realización de una audiencia, sin embargo, es pertinente efectuar las
siguientes precisiones: a) El Código Procesal Penal no condiciona su imposición a la existencia de la
formalización de la investigación preparatoria, tan es así, que dicha medida procede también contra
testigos aunque en este caso, por un plazo máximo de cuatro meses, b) La Ley N .° 27379 no está dero­
gada. Por el contrario, al haber sido modificada mediante Ley N .° 30077 que es de fecha 20 de agosto
de 2013 (después de la promulgación del Código Procesal Penal de 2004), se ha fortalecido la posibili­
dad de su implementación en investigaciones preliminares -incluso sin audiencia-, para casos específicos
y excepcionales ya glosados; consecuentemente, tampoco se ha derogado la Ley N .° 27399 de 13 de
enero de 2001, (que regula las investigaciones preliminares previstas en la Ley N .° 27379, tratándose de
los funcionarios comprendidos en el artículo 99 de la Constitución Política del Estado), c) Lo antes
referido significa que en el actual escenario procesal penal, existen dos contextos normativos para la
implementación del impedimento de salida del país: El primero para los supuestos fácticos “comunes”,
a que se refieren los artículos 295 y 296 del Código Procesal Penal; y, el segundo, para los casos precisa­
dos en la Ley N .° 27379 Ley de procedimiento para adoptar medidas excepcionales de limitación de
derechos en investigaciones preliminares y su modificatoria 30077, que comprende la complementaria
Ley N .° 27399, para altos funcionarios del artículo 99 de la Constitución Política, que a su vez se rela­
ciona con los procesos especiales para altos funcionarios regulado en el artículo 449 a 451 del Código
Procesal Penal. A esta misma conclusión sobre el carácter complementario de esa normativa se ha llega­
do en la Ejecutoria Suprema N .° 05-2014 “2”, expedida por la Sala Penal Especial (actuando como Sala
de Apelaciones) de la Corte Suprema de Justicia de la República, Apelación de auto de tutela de dere­
chos de 22 de julio de 2014, [...] donde se expresó: “Complementariamente, es aplicable la Ley N .°
27399, de 13 de enero de 2001, que regula las investigaciones preliminares previstas en la Ley N .°
27379, tratándose de los funcionarios comprendidos en el artículo 99 de la Constitución, en cuanto sea
pertinente, pues autoriza llevar a cabo la investigación preliminar al procedimiento de acusación cons­
titucional por la presunta comisión de delitos de función, a cuyo término autoriza al Fiscal de la Nación
a formular la denuncia constitucional correspondiente, conforme al artículo 89 del Reglamento del
Congreso de la República; a fin de lograr un equilibrio entre garantía y eficacia, dada la naturaleza y
urgencia de tales diligencias preliminares; por lo que rige la regla especial que autoriza al Fiscal de la
Nación a realizar medidas limitativas de derechos, entre ellas, las de levantamiento de la reserva tributa­
ria sin necesidad de autorización judicial”. 2.3. En conclusión, el caso sub materia, implica la imple-
mentación de la medida de impedimento de salida del país que se encuentra dentro del supuesto excep­
cional por tratarse de una investigación preliminar contra “pluralidad de personas” en la que habrían
intervenido “funcionarios o servidores públicos”, comprendiendo al interesado como miembro del

n o m o s & th e sis
629 SECCIÓN III: MEDIDAS DE COERCIÓN PROCESAL Art. 295
Consejo Nacional de la Magistratura -por tanto, alto funcionario del estado-. El principio constitucio­
nal de presunción de inocencia no excluye la posibilidad de la implementación de medidas de coerción
personal debido a la imperiosa necesidad que el sistema de justicia pueda reaccionar eficazmente en la
lucha contra la criminalidad común u organizada- tan es así, que incluso en casos comunes, la detención
preliminar, medida mucho más aflictiva, desde la perspectiva del derecho a la libertad individual, es
admisible sin que se haya formalizado aún la investigación preparatoria, pues, como su nombre lo indi­
ca es para “diligencias preliminares” lo que se encuentra estipulado en el artículo 261 del Código Pro­
cesal Penal, y, por su naturaleza pueden aplicarse sin conocimiento del afectado (inaudita parte), para
que existan buenos resultados y se le arraigue o sujete a la investigación, pues, de no ser así evidente­
mente no podrían garantizarse los objetivos procesales de urgencia, sin que ello excluya por cierto, que
se le garantice su derecho a la defensa mediante los medios impugnatorios legalmente contemplados.
2.4. Todo lo analizado está corroborado -incluso para su instauración en investigaciones preliminares
por los pronunciamientos del Tribunal Constitucional en relación al tema, tal como puede verse en el
caso del Expediente N .° 01064-2010-PHC/TC, Lima, (acción de hábeas corpus planteada por Juan
Carlos Ruiz Ríos) sentencia de fecha 12 de noviembre de 2010, donde se expresó: “11. Como se ha de­
jado expuesto en los fundamentos precedentes, una de las formas de limitación de la libertad de tránsito
puede estar constituida por el mandato judicial de impedimento de salida delpaís. Respecto de ello es necesa­
rio señalar que está prevista legalmente en el artículo 2 o, inciso 2) de la Ley N .0 27379, que señala que esta
medida coercitiva se adoptará en tanto resulte indispensable para los fines del proceso y siempre que no sea
necesaria una limitación más intensa de la libertad personal. M ás recientemente el Nuevo Código Procesal
Penal, de vigencia en una buena parte delpaís, la ha recogido de modo expreso en los artículos295° y 296°,
superando la omisión del viejo Código de Procedimientos Penales. 12. Esta materia no resulta ser novedosa
para la jurisprudencia constitucional, pues este Colegiado ya ha tenido oportunidad de estudiarla y evaluar
su validez constitucional a l emitirpronunciamiento en la ST C 3016-2007-PHCÍTC, en cuyofundamento
11 ha tenido la oportunidad de señalar que: “...no toda intervención a un derechofundamentalper se resul­
ta inconstitucional, pero si puede resultarlo cuando la misma no se ajuste plenamente a l principio de propor­
cionalidad. Y es que si bien, es atribución delju ez penal dictar las medidas coercitivas pertinentes afín de
asegurar el normal desarrollo y fines delproceso, y por tanto, puede imponer el impedimento de salida delpaís,
dicha medida coercitiva debe reunir, por lo menos, los siguientes requisitos: a. Debe ser ordenada, dirigida y
controlada por autoridad judicial. Lo que significa que sólo mediante decisión ju dicial se puede imponer la
medida provisional personal de impedimento de salida del país. b. La decisión ju dicial debe contener los
datos necesarios de la persona afectada. Lo que supone que dicha decisión mínimamente debe contener los
nombresy apellidos completos de la persona afectada; el número de su Documento Nacional de Ldentidad; el
órgano jurisdiccional que lo dispone; el número o identificación del expediente y el delito por el cual se le in­
vestiga oprocesa. Estos mismos requisitos deben ser registradospor la autoridad administrativa competente, c.
Debe estar debidamentefundamentada y motivada. Lo que significa que deben señalarse las razones o moti­
vos que supuestamentejustifican la imposición de dicha medida, y en su caso, de la prolongación de su man­
tenimiento mientras dure elproceso, d. Debe señalarse la duración de la medida. Si bien la norma preconsti­
tucional no señala un plazo de duración del impedimento de salida delpaís; ello no obsta para que eljuez de
la causa, en cada caso concreto, señale un plazo determinado, o de ser el caso, establezca la prolongación de su
mantenimiento mientras dure elproceso; en este último caso, deberá ser dictado razonablemente atendiendo
a las necesidades que existan a l interior de cada proceso, tales como el asegurar la presencia del imputado en
elproceso, el normal desarrollo del mismo, el evitar que seperturbe la actividadprobatoria y la efectividad de
las sentencias. En cualquier caso, esta medida nopuede durar más allá de lo quepuede durar elproceso penal,
pues, existiendo sentencia condenatoria con mandato de detención no hay razón alguna para mantener su
vigencia. O más aún, si se trata de procesosfenecidos con sentencia absolutoria o de un sobreseimiento, resul­
tará totalmente arbitrario que dicha medida subsista. 13. Como se puede apreciar de lo expuesto anterior­
mente, el análisis efectuado por el Tribunal Constitucional recayó sobre la medida de impedimento de salida
delpaís impuesta dentro de un proceso penal; sin embargo, ello no es óbicepara que este Colegiado establezca
que dichas reglas también le son aplicables a todos aquellos supuestos de impedimento de salida delpaís, sea
cualjuera la naturaleza delproceso del cual derivan. Y es que dichas reglas cumplen una doblefunción; por

♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL


Art. 295 LIBRO SEGUNDO: LA ACTIVIDAD PROCESAL 630

un lado constituyen lineamientos objetivos que han de tenerpresente los órganosjurisdiccionales a l momento
de dictar una medida como la que es objeto de análisis y, por otro lado, sirven como garantías mínimas para
la persona a la cual se le va a imponer dicha medida y, colateralmente, para la protección de terceros que
podrían encontrarse perjudicados con una medida de impedimento de salida del país . (A. V. N .°
11-2018-“ r-L im a, del 10-08-2018, ff. jj. 2.1.1 al 2.4. Sala Penal Especial. Texto completo:
cbit.ly/2NzDJHE>).
§ 1233. Al imponerse la medida restrictiva de impedimento de salida del país, no sera po­
sible otorgar autorizaciones de viaje, excepto que la vida del imputado corra riesgo y requiera
necesariamente ser atendido en el extranjero. Cuando en una comparecencia con restricciones se
impone al acusado la obligación de no ausentarse del país, es posible discutir la posibilidad de una
autorización de viaje. Séptim o. Del análisis de los arts. 295 y 296 del CPP, que regulan la figura o la
medida del impedimento de salida del país, en efecto, no se advierte de manera expresa alguna mención
o referencia al pedido de autorización de viaje, ello solo podría ser posible, conforme también file admi­
tido por la defensa de una interpretación del art. 295; es más, el abogado defensor ha sostenido que es
un componente del régimen del impedimento de salida la autorización del viaje, es decir, forma parte
del impedimento de salida esta solicitud de autorización de viaje. Octavo. Al respecto, este juzgador
quiere dejar establecido que, a criterio de quien habla, discrepando de lo expuesto por la defensa, no
existiría ninguna base legal para sostener que existiría la posibilidad de la autorización de viaje, es más,
tampoco a criterio de este juzgador, realizando una interpretación del artículo 295 del CPP. Noveno. Si
bien, el señor abogado ha hecho referencia a alguna doctrina especializada en la materia y ha admitido,
en esta audiencia, que, en efecto*, no existe una regulación expresa, ello conlleva a una construcción por
parte de la judicatura, de ser posible, admitir este permiso de salida y establecer los requisitos que para
ello debería de cumplirse, pero para este juzgador, ello no resultaría posible porque el impedimento de
salida del país, como una medida coercitiva; lo que pretende es asegurar la presencia del imputado en
la investigación, a que esté presente durante la misma, a fin de que pueda, eventualmente, participar de
algún acto concreto realizado por el Ministerio Público; por lo tanto, el permiso de salida o autorización
de viaje como se pretende llamar, resultaría contraproducente a la propia finalidad de la medida, en
efecto, no se trataría, a criterio de este juzgador, de una autorización, sino de dejar sin efecto la medida
de impedimento de salida, permitiendo que salga del país cuando, precisamente, la medida lo que pre­
tende es cautelar su presencia en el territorio nacional, que ello no puede desprenderse de la finalidad
de ía medida coercitiva en cuestión. Establecer un plazo de autorización de viaje seria desnaturalizar
la medida propiamente y su finalidad, reitero, sería dejar sin efecto por un breve plazo a resultas de
que el imputado pueda retornar y se le vuelva a imponer la medida de impedimento de salida. Por lo
tanto, discrepando con lo argumentado por el señor abogado, reconociendo que ha establecido algu­
nos requisitos que, a su entender, deben de cumplirse para esta autorización, y que, a su entender, se
encuentran cumplidos; este juzgador no los comparte, pues, se considera que no podría interpretarse,
desde el impedimento de salida del país, la posibilidad de una autorización de viaje. Décim o. Distinto
es, como bien lo señalo el abogado defensor, cuando en una comparecencia con restricciones se im­
pone al imputado la obligación de no ausentarse del país, en ella es perfectamente posible discutir la
posibilidad de autorizar el viaje fuera del país, pero en el impedimento de salida no lo considero de un
análisis, de una interpretación, de la finalidad que persigue la medida coercitiva, la posibilidad de que se
pueda permitir una autorización de viaje, aún sea está por el más mínimo plazo que se requiera. Décimo
prim ero. Siendo ello así, no encuentro asidero ya, en hacer un anáfisis del motivo de salud, por cuanto,
a mi consideración, no procede la autorización de viaje; no obstante, es del caso señalar que, en efecto,
podríamos aceptar que el investigado Kuczynski Godard, siendo un paciente sometido a un tratamiento
de una cardiopatía podría tener la posibilidad de hacer un tratamiento en el extranjero, pero tampoco
en este aspecto la defensa ha sustentado que este tratamiento no pueda ser realizado en nuestro país,
la única opinión es la del propio médico tratante que ha señalado que esta solo puede ser realizada por
la clínica que lo operó y de la cual se origina el mal que hoy presenta. No se encuentra en discusión su
condición ni el tratamiento al cual debe ser sometido, que si bien el Ministerio Publico ha pretendido
cuestionar la validez de los documentos, ello no resulta relevante para determinar el cuadro clínico que
n o m o s & th e s is
631 SECCIÓN III: MEDIDAS DE COERCIÓN PROCESAL Art. 295
presenta el investigado Kuczynski Godard, lo que llama la atención, en esta ocasión, a este juzgador es la
posibilidad de que solamente en los Estado Unidos pueda realizarse este tratamiento, no existe a enten­
der, de este juzgador, documento alguno que permita descartar que ello no pueda realizarse en nuestro
territorito. Décim o segundo. Por último, es del caso señalar que si bien, para este juzgador, el art. 295
no permitiría una autorización de viaje, es del caso tener en cuenta que una excepción podría ser cuando
se corre el riesgo de vida del imputado y que, de ninguna otra manera, pueda hacerse un tratamiento en
territorio nacional y que requiera necesariamente ser tratado e intervenido en el extranjero, lo cual solo
podría ser determinado por los médicos legistas del Instituto Nacional de Medicina Legal, excepción
única que contempla este juzgador para poder viabilizar una autorización de viaje que, como he dejado
dicho, desnaturaliza la medida coercitiva de impedimento de salida. (Exp. N .° 19-2018-1, del 30-07­
2018, fF. jj. 7 al 12. Tercer Juzgado de Investigación Preparatoria. Texto completo: <bit.ly/2ETnlzh>).
§ 1234. Las dilaciones maliciosas atribuibles al imputado o su defensa no se computan en
el plazo a imponer del impedimento de salida. Diferencias entre la medida de impedimento de
salida del país y la prisión preventiva. Véase la jurisprudencia del artículo 275° del Nuevo Código
Procesal Penal [§ 1182]. (AV. N .° 01-2014-30, del 12-04-2017, fF. jj. 5 al 13. Sala Penal Especial. Texto
completo: <bit.ly/2Ts9YtE>).

JURISPRUDENCIA D E LA SALA PENAL NACIONAL

§ 1235. Aplicación del test de proporcionalidad al evaluar una la solicitud de una medida
que limite o restrinja derechos fundamentales. Véase la jurisprudencia del artículo 268° del Nuevo
Código Procesal Penal [§ 1031]. (Exp. N .° 075-2017-23, del 13-12-2018, £ 7.9. Tercer Juzgado de
Investigación Preparatoria Nacional. Sala Penal Nacional. Texto completo: <bit.ly/2EDIBZw>).

JURISPRUDENCIA D E LAS CORTES SUPERIORES

§ 1236. La base fundamental para justificar la adopción del impedimento de salida del país
es que la medida resulte indispensable para la indagación de la verdad. La sola alegación de la
complejidad del proceso no justifica la imposición de esta medida. 17. Lo que es motivo de análisis
en el presente caso, es determinar si la orden de impedimento de salida del país del investigado, resulta
indispensable para la indagación de la verdad y si la misma se ha dispuesto con arreglo al principio de
proporcionalidad exigido por nuestro ordenamiento jurídico cuando se trate de afectar derechos funda­
mentales. 18. Los derechos fundamentales no son valores absolutos, es posible su afectación conforme
a los fines perseguidos en la investigación, rodeado de ciertas garantías para el afectado que permita
garantizar su validez probatoria. Asencio Mellado destaca los principios informadores que legitiman
la intromisión de los poderes públicos en el ámbito de los derechos fundamentales, al respecto precisa
“No existe en realidad derechos fundamentales estrictamente ilimitables, siendo así que de lo contra­
rio se frustraría de antemano el éxito de cualquier investigación penal, si bien, del mismo modo, la
restricción de los derechos fundamentales ha de acomodarse en cada caso a los siguientes requisitos:
Jurisdiccionalidad; Principio de Proporcionalidad; Garantías en la ejecución de la vulneración. 19. La
base fundamental para justificar la adopción del impedimento de salida del País conforme a las normas
glosadas en los fundamentos jurídicos, es que la medida resulte indispensable para la indagación de la
verdad, la racionalidad de la medida implica que esté condicionada a la preexistencia de un hecho que
revele una conducta obstruccionista a la investigación, que exista la probabilidad que el investigado se
ausente del País y el Ministerio Público no pueda llevar a cabo los actos de investigación que desarrolla
conforme a la estrategia delineada, la proporcionalidad de la medida según Pedraz Penalva “es algo más
que un criterio, regla o elemento de juicio utilizable, técnica y asépticamente para afirmar consecuencias
jurídicas; es un principio consustancial al Estado de Derecho con plena y necesaria operatividad, cons­
tituyendo su exigida utilización uno de los imperativos básicos a observar en toda hipótesis en que los
derechos y libertades fundamentales pueden verse afectados”. 20. El Juez de Investigación Preparatoria
debe motivar debidamente la resolución que dispone la aplicación de medidas restrictivas de derechos,
debe exponer las razones que sustentan la medida, que no existe otro medio menos gravoso que pueda

♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL


Art. 295 LIBRO SEGUNDO: LA ACTIVIDAD PROCESAL 632

asegurar la finalidad de la investigación, la indagación de la verdad; en el presente casó el Juzgador


aduce cinco razones por las cuales considera viable el requerimiento del Ministerio Publico, por lo que
al haber sido impugnado dichos criterios corresponde a éste Órgano Superior analizar si las mismas
guardan algún tipo de relación con la exigencia que hace el artículo 295° del Código Procesal Penal.
21. Al respecto el Juez sustenta el impedimento de salida del país, en el hecho de que nos encontramos
ante una investigación de trascendencia nacional e internacional, que ésta investigación es de naturaleza
compleja; sin precisar de qué manera la importancia de la investigación o su complejidad puede afectar
la indagación de la verdad, de qué manera la cantidad significativa de actos de investigación y de impu­
tados, puede sustentar el impedimento de salida del País si en la misma resolución expresamente señala
que el apelante ha comparecido a todos los requerimientos fiscales, tanto en la ciudad de Lima como
en Tacna, a fin de deponer su manifestación y que en la Audiencia celebrada ante su Judicatura a través
de su defensa técnica ha entregado siete pasaportes. 22. Una tercera razón en que sustenta su resolución
el Juez es que el Fiscal podría requerir la presencia del investigado, para la realización de cualquier acto
de investigación, se advierte claramente que el Juez sustenta una medida de coerción personal en una
posibilidad, el razonamiento es en condicional, lo que violenta los preceptos generales que debe tener en
cuenta el Juzgador para dictar una medida de coerción procesal de que la restricción solo opera cuando
fuera indispensables y por el tiempo estrictamente necesario, no habiendo justificado ni el Fiscal ni el
Juez el por qué de los tres meses de la restricción. 23. Una cuarta razón que esgrime el Juzgador es que
si bien es cierto el investigado ha comparecido a las citaciones del Ministerio Público, sin embargo no
se puede alegar que se descarta el peligro de fuga; sin embargo en el mismo fundamento alega que para
desvirtuar el peligro de fuga existen otras instituciones penales, tales como la prisión preventiva, la com­
parecencia con restricciones, la detención domiciliaria, sosteniendo que en la institución de impedi­
mento de salida del país no se trata de evitar el peligro de fuga sino garantizar el éxito de las investigacio­
nes, de hecho éste razonamiento es incongruente y no precisa de qué manera el impedimento de salida
del país del investigado va a garantizar el éxito de las investigaciones. 24. Una quinta razón que estima
el Juzgador para declarar fundado el requerimiento de impedimento de salida del país, consiste en que
el investigado ha viajado en innumerables ocasiones al extranjero y que no existe evidencia que en la
mayoría de los países haya realizado actividades lícitas, tales como ser negocios o indicios que haya rea­
lizado turismo, ésta aseveración es verdaderamente temeraria del Juzgador y contradice sin fundamento
alguno el principio de presunción de inocencia, lo que es censurable, en todo caso, este fundamento en
nada justifica la medida ordenada y que es materia de apelación. 25. Finalmente el Juez considera que
la medida ordenada no perjudica por el momento al investigado, dado que ha evidenciado su intención
de no ausentarse del País, éste fundamento no tiene sustento, por cuanto la medida de impedimento de
salida del país, se expide en tanto y en cuanto sea indispensable para la indagación de la verdad y no si
eventualmente perjudica o no al afectado. 26. Bajo éste contexto, [ni] el Ministerio Público ni el Juzga­
do de Investigación Preparatoria han demostrado por que el requerimiento de impedimento de salida
resulta indispensable para la indagación de la verdad, de qué manera ésta medida asegura la presencia
del investigado al proceso si hay un reconocimiento expreso de que viene concurriendo a todas las cita­
ciones del Ministerio Público, de qué manera el desestimar el requerimiento solicitado pueda afectar el
desarrollo de la investigación o perturbar la actividad probatoria, por lo que debe revocarse la resolución
impugnada, respetando los criterios expuestos por el magistrado Jurisprudencia Nacional Código Pro­
cesal Penal - Decreto Legislativo N .° 957 ponente para que se confirme la resolución recurrida. (Exp.
N .° 01434-2009-46-2301-JR-PE-01, del 24-01-2011, ff. jj. 17 al 26. Sala Penal de Apelaciones de
Tacna. Corte Superior de Justicia de Tacna. Texto completo: <bit.ly/2FIZFsGe>).
§ 1237. Impedimento de salida del país. Defensa solicita que se revoque el auto y, a partir de
una correcta interpretación del art. 295 NCPP, se declare la procedencia del permiso de salida del
país. Jueces no están habilitados para interpretar las normas en abstracto. Tercero. La pretensión
del recurso impugnatorio es que se “revoque el auto y, a partir de una correcta interpretación del art.
295 del CPP, se declare la procedencia del permiso de salida del país a un investigado sujeto a la medida
cautelar de impedimento del país dictada en una investigación preliminar’ . Incluso en plena audiencia,

n o m o s & th e sls
633 SECCIÓN III: MEDIDAS DE COERCIÓN PROCESAL Art. 296
por medio de las preguntas correspondientes de los integrantes del Colegiado, se solicitó se pronuncie
respecto del caso en concreto referido a su patrocinado Kuczynski Godard; sin embargo, este insistió en
que se reserva de discutir el tema de fondo para cuando, por la naturaleza del pedido, reactualice toda
la documentación pertinente y acreditar con mejor documentación el mérito de su pedido. Cuarto.
El Colegiado considera que el argumento de agravio invocado por el recurrente tiene directa conexión
con la interpretación de la ley procesal penal, en este caso del art. 295 del CPP en abstracto. Esto es,
pretende que el Colegiado, de manera abstracta, determine si la interpretación efectuada en la recurrida
del citado numeral es razonable o no. Quinto. Este argumento, de acuerdo a nuestro sistema jurídico
procesal penal, no puede ampararse. En efecto, los jueces de la justicia penal ordinaria no estamos ha­
bilitados para interpretar las normas en abstracto. Por el contrario, solo lo estamos para interpretarlas
y aplicarlas a un caso en particular, es decir, para resolver un caso concreto, situación que en este caso,
no podemos realizar debido a que el recurrente se ha abstenido, de forma insistente, de poner en debate
el mérito de su pedido. En conclusión, el abogado recurrente no ha expresado agravio directo para su
patrocinado, el investigado Pedro Pablo Kuczynski Godard. De tal modo, el Colegiado no tiene otra
alternativa que confirmar la resolución venida en grado. (Exp. N .° 19-2018-1-520 l-JR-PE-03, del
07-08-2018, ff. jj. 3 al 5. Colegiado A. Sala Penal Nacional de Apelaciones Especializada en Delitos de
Corrupción de Funcionarios. Texto completo: <bit.ly/2VKflpO>).

Artículo 296: Resolución y audiencia

1. La resolución judicial también contendrá los requisitos previstos en el artículo anterior. Rige lo dis­
puesto en los numerales 2 y 3 del artículo 279.
2. La medida no puede durar más de cuatro (4) meses en el caso de testigos importantes.
3. Para el caso de imputados, los plazos de duración son los fijados en el artículo 272.
4. La prolongación de la medida sólo procede tratándose de imputados, en los supuestos y bajo el trámite
previsto en el artículo 274. Los plazos de prolongación son los previstos en el numeral 1 del artículo 274.
5. En el caso de testigos importantes, la medida se levantará luego de realizada la declaración o actua­
ción procesal que la determinó.
6. El Juez resolverá de conformidad con lo dispuesto en los numerales 2 y 3 del artículo 279. Para lo
dispuesto en el recurso de apelación rige lo dispuesto en el numeral 2 del artículo 278. 0)(2)(a)

NOTA DE ACTUALIZACIÓN

(1) Texto conforme a la modificación efectuada por el artículo 2o del Decreto Legislativo N.° 1307 (ER 30-12-2016), el
m ismo que entró en vigencia a nivel nacional a los noventa (90) días de su publicación en el diario oficial El Peruano.
(2) De conformidad con el numeral 5.1 del artículo 5 del Decreto Legislativo N.° 1097 (EP, 01-09-2010), se adelanta la
vigencia del presente numeral 2 en los Distritos Judiciales donde aún no se encuentra vigente, respecto de los procesos
señalados en el artículo 2 del citado Decreto Legislativo. Posteriormente, el citado Decreto Legislativo fue derogado por
el artículo 1 de la Ley N.° 29572 (EP, 15-09-2010).

PROTOCOLOS, REGLAMENTOS, LINEAM1ENT0S, GUÍAS Y DIRECTIVAS

(a) Protocolos de actuación conjunta referidos a las medidas limitativas de derechos com o el de allanamiento, intervención
de las comunicaciones telefónicas, im pedimento de salida y levantamiento del secreto bancario, reserva tributaria y
bursátil (aprobado por la Resolución Adm inistrativa N.° 387-2014-CE-PJ de 19-11-2014). Véase el texto completo en:
<bit.ly/2UplsCJ>.

JURISPRUDENCIA D E LA CORTE SUPREMA

§ 1238. Tanto el impedimento de salida como la regla de comparecencia restrictiva referida


a Mno salir de la localidad” son medidas cautelares personales. Véase la jurisprudencia del artículo
295° del Nuevo Código Procesal Penal [§ 1231]. (Casación N .° 1412-2017-Lima, del 01-08-2018, £
j. 3.9. Sala Penal Permanente. Texto completo: <bit.ly/2F8Ju!s>).

♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL


Art. 297 LIBRO SEGUNDO: LA ACTIVIDAD PROCESAL 634

JURISPRUDENCIA DE LAS CORTES SUPERIORES

§ 1239. Las dilaciones maliciosas atribuibles al imputado o su defensa no se computan en


el plazo a imponer del impedimento de salida. Diferencias entre la medida de impedimento de
salida del país y la prisión preventiva. Véase la jurisprudencia del artículo 275° del Nuevo Código
Procesal Penal [§ 1182]. (AV. N .° 01-2014-30, del 12-04-2017, ff. jj. 5 al 13. Sala Penal Especial. Texto
completo: cbit.ly/2Ts9YtE>).

TÍTULO Vil
LA SUSPENSIÓN PREVENTIVA DE DERECHOS

Artículo 297: Requisitos

1. El Ju e z, a pedido del Fiscal, podrá dictar las medidas de suspensión preventiva de derechos previs­
tas en este Título cuando se trate de delitos sancionados con pena de inhabilitación, sea ésta principal o
accesoria o cuando resulte necesario para evitar la reiteración delictiva.
2. Para imponer estas medidas se requiere:
a) Suficientes elementos probatorios de la comisión de un delito que vincule al imputado como autor
o partícipe del mismo.
b) Peligro concreto de que el imputado, en atención a las específicas modalidades y circunstancias del
hecho o por sus condiciones personales, obstaculizará la averiguación de la verdad o cometerá delitos de
la misma clase de aquél por el que se procede.^

NOTA DE ACTUALIZACIÓN
(1) Vigencia adelantada por la segunda disposición com plem entaria final del Decreto Legislativo N.° 1190 (EP, 22-08-2015),
en todo el territorio peruano. . ,

Artículo 298: Clases

1. Las medidas de suspensión preventiva de derechos que pueden imponerse son las siguientes:
a) Suspensión temporal del ejercicio de la patria potestad, tutela o cúratela, según el caso.
b) Suspensión temporal en el ejercicio de un cargo, empleo o comisión de carácter público. Esta medida
no se aplicará a los cargos que provengan de elección popular.
c) Prohibición temporal de ejercer actividades profesionales, comerciales o empresariales.
d) Suspensión temporal de la autorización para conducir cualquier tipo de vehículo o para portar armas
de fuego.
e) Prohibición de aproximarse al ofendido o su familia y, en su caso, la obligación de abandonar el hogar
que compartiere con aquél o la suspensión temporal de visitas.
2. La resolución que imponga estas medidas precisará las suspensiones o prohibiciones a los derechos,
actividades o funciones que correspondan.0*

NOTA DE ACTUALIZACIÓN
(1) Vigencia adelantada por la segunda disposición com plem entaria final del Decreto Legislativo N.° 1190 (ER 22-08-2015),
en todo el territorio peruano.

nomos &thesis
635 SECCIÓN III: MEDIDAS DE COERCIÓN PROCESAL Art. 302
Artículo 2 9 9 : Duración

1. Las medidas no durarán más de la mitad del tiempo previsto para la pena de inhabilitación en el caso
concreto. Los plazos se contarán desde el inicio de su ejecución. No se tomará en cuenta el tiempo transcu­
rrido en que la causa sufriere dilaciones maliciosas imputables al procesado o a su defensa.
2. Las medidas dictadas perderán eficacia cuando ha transcurrido el plazo sin haberse dictado senten­
cia de primera instancia. El Juez, cuando corresponda, previa audiencia, dictará la respectiva resolución
haciendo cesar inmediatamente las medidas impuestas, adoptando ios proveídos que fueren necesarios
para su debida ejecución.(1)

NOTA DE ACTUALIZACIÓN
(1) Vigencia adelantada por la segunda disposición complementaria final del Decreto Legislativo N.° 1190 (EP, 22-08-2015),
en todo el territorio peruano. .

Artículo 300: Sustitución o acumulación

El incumplimiento de las restricciones impuestas al imputado, autoriza al Juez a sustituir o acumular


estas medidas con las demás previstas en el presente Título, incluso con las de prisión preventiva o de­
tención domiciliaria, teniendo en cuenta la entidad, los motivos y las circunstancias de la trasgresión.(1)

NOTA DE ACTUALIZACIÓN
(1) Vigencia adelantada por la segunda disposición complementaria final del Decreto Legislativo N.° 1190 (ER 22-08-2015),
en todo el territorio peruano.

Artículo 3 0 1 'Concurrencia con la comparecencia restrictiva y trámite

Para la imposición de estas medidas, que pueden acumularse a las de comparecencia con restricciones
y dictarse en ese mismo acto, así como para su sustitución, acumulación e impugnación rige lo dispuesto
en los numerales 2) y 3) del artículo 274.(1)

NOTA DE ACTUALIZACIÓN
(1) Vigencia adelantada por la segunda disposición com plementaria final del Decreto Legislativo N.° 1190 (ER 22-08-2015),
en todo el territorio peruano.

TÍTULO VIII
EL EMBARGO

Artículo 302: Indagación sobre bienes embargables

En el curso de las primeras diligencias y durante la investigación preparatoria el Fiscal, de oficio o a so­
licitud de parte, indagará sobre los bienes libres o derechos embargables al imputado y al tercero civil, a fin
de asegurar la efectividad de las responsabilidades pecuniarias derivadas del delito o el pago de las costas.

♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL


Art. 302 LIBRO SEGUNDO: LA ACTIVIDAD PROCESAL 636

ACUERDO PLENARIO DE LA CORTE SUPREMA

§ 1240. Medidas de coerción reales en el delito de lavado de activos. 16. Las medidas de coerción
reales, son actos de autoridad, plasmados a través de una resolución jurisdiccional, y regidas por el
principio dispositivo, mediante los cuales se asegura las consecuencias jurídicas económicas del delito y
las costas procesales. Su reconocimiento legal es consecuencia de la acumulación de acciones: penal y
civil, en el proceso penal. Las citadas medidas recaen sobre el patrimonio del imputado o sus bienes
jurídicos patrimoniales, limitándolos con la finalidad de impedir que durante el proceso determinadas
actuaciones dañosas o perjudiciales por parte del encausado afecten la efectividad de la sentencia o la
eficacia del proceso. Están dirigidas a la protección de las pruebas o medios de prueba [en puridad, de
fuentes de investigación o de prueba], lo que en síntesis quiere decir salvaguardar o proteger el proceso
[José Antonio N eyra F lores: M anual del Nuevo Proceso Penal y Litigación Oral, Editorial Idemsa,
Lima, 2010 . pp. 487-488 y 491], Su finalidad estriba en asegurar el futuro cumplimiento de las respon­
sabilidades civiles derivadas de la comisión del hecho punible, y de las penas pecuniarias y consecuencias
accesorias, amén de las costas; es decir, de las responsabilidades pecuniarias que en definitiva pueden
declararse procedentes. Las notas características o elementos de las medidas de coerción real son las
comunes a todas las medidas de coerción. El artículo 3 1 5 °.l del Código Procesal Penal de 2004 -en
adelante, NCPP- insiste en el principio de variabilidad, respecto del que destaca que la variación, susti­
tución o cese está en función a “... las circunstancias del caso y con arreglo a l principio de proporcionali­
dad..L . // 17. Como las responsabilidades pecuniarias pueden ser de diferente tipo, las medidas reales
pueden ser susceptibles de la siguiente clasificación: A. Medidas reales penales. Su objeto es garantizar
la efectividad de los pronunciamientos de naturaleza penal y procesal penal de la sentencia y que posean
un contenido patrimonial: multa, decomiso, pago de costas. B. Medidas reales civiles. Son propias del
proceso civil acumulado. Tienden a asegurar la ejecución de los pronunciamientos de naturaleza civil y
contenido patrimonial de la sentencia que se dicte: restitución, reparación e indemnización. // 18. El
NCPP identifica cinco medidas de coerción real, que muy bien pueden ser aplicadas a los procesos por
delito de lavado de activos: 1) inhibición; 2) embargo -el primero y el segundo, inmovilizan bienes del
patrimonio del imputado o responsable civil-; 3) incautación; 4) medidas anticipativas; 3) medidas
preventiva contra las personas jurídicas, que son anticipativas en su esencia. Si bien el N CPP sólo reco­
noce las medidas anticipativas genéricas (artículo 312° NCPP) e incorpora algunas medidas anticipadas
específicas: desalojo preventivo y pensión anticipada de alimentos (artículos 3 1 1 ° y 3 l 4 ° NCPP), no
existe obstáculo, a partir de poder cautelar genérico de que está investida la autoridad jurisdiccional y
de aplicación supletoria de la Ley Procesal Común: el Código Procesal Civil, de incorporar las denomi­
nadas medidas innovativas y de no innovar, que apuntan a provocar un cambio de la situación existen­
te al tiempo de peticionarlas. Las primeras, reponen el estado de hecho o de derecho cuya alteración
sería el sustento del delito cometido en agravio de la víctima; y, las segundas conservan la situación de
hecho de derecho presentada al incoarse el proceso (artículos 682° y 687° CPC). // 19. Como es sabido,
los presupuestos de las medidas de coerción real son dos: A. El jum us delicti comissi, consiste en la exis­
tencia de indicios racionales de criminalidad -es la denominada apariencia y justificación del derecho
subjetivo’, que en el proceso penal importa, como acota G imeno S endra , una “...razonada atribución
del hecho punible a una persona determinada” [.Derecho Procesal Penal, 2 da. Edición, Editorial Colex,
Madrid, 2007, p. 301]). Ha de existir una imputación formal contra una persona determinada. El jui­
cio de probabilidad delictiva es mencionado específicamente por el artículo 303°.3 NCPP, aun cuando
se refiera sólo al embargo y, por extensión expresa, a la orden de inhibición. 101fum us debe referirse, de
un lado, a un delito que haya ocasionado un daño o perjuicio material o moral; y, de otro, a que los
referidos indicios -ciertamente, procedimentales’- evidencien una relación de causalidad con el sujeto
contra el que se adoptan: imputado o tercero civil. No es necesaria una acreditación específica cuando
se dicte sentencia condenatoria, aun cuando fuera impugnada. B. El segundo presupuesto es el pericu-
lum in mora.,, es el peligro o daño jurídico derivado del retardo del procedimiento. Consiste en el riesgo
de daño para la efectividad de la tutela judicial pretendida en el proceso principal. Se debe acreditar la
concreta probabilidad de que se produzcan, durante la pendencia del proceso, situaciones que. impidan
o dificulten la efectividad del procedimiento penal y civil de condena, que pueda incorporar la sentencia

n o m o s & th e s is
637 SECCIÓN III: MEDIDAS DE COERCIÓN PROCESAL Art. 302
penal -peligro de infructuosidad-. En el proceso penal, se concreta por el ‘peligro de fuga” o de oculta­
ción personal o patrimonial del imputado [Vicente G imeno S endra, Ibidem, p. 592]. Lo relevante del
periculum es la comprobación de la extensión del daño causado por el imputado como consecuencia del
delito perpetrado y, a su vez, medir el tiempo necesario que todo proceso, cuyo retraso puede hacer
ineficaz la respuesta jurisdiccional si no se adoptan medidas tendentes a mantener la situación presente,
o a evitar maniobras lesivas para los derechos de la víctima -en el caso del lavado de activos, al Estado-
derivadas del comportamiento del imputado [Agustín -Jesús Pérez-C ruz M artín y otros: Derecho
Procesal Penal, Editorial Civitas, Madrid, 2009]. Es de tener en claro, que el periculum, en lo civil, tiene
una configuración objetiva: no se requiere necesariamente que se haya producido cierto comportamien­
to del imputado, ni menos una intención de este de causar perjuicio al actor. El peligro se materializa
en las posibilidades del responsable civil, durante el tiempo del proceso, de que se dedique a distraer,
dilapidar u ocultar sus bienes, real o ficticiamente, para hacer impracticable la satisfacción de las conse­
cuencias jurídico - económicas. Si la solvencia, honestidad y arraigo del imputado -siempre en el plano
civil, que no penal- estuvieran acreditados, decae y no se justifica su imposición. El artículo 303°.3
NCPP, en tal virtud, estipula: “ ...por las características del hecho o del imputado., exista riesgo fundado de
■ insolvencia del imputado o de ocultamiento o desaparición del bien . II 20. Es de destacar, en el procedi­
miento de coerción real, por lo menos dos situaciones precisas: A. La oportunidad para solicitar una
medida de coerción real. La regla, por cierto, es que su requerimiento se realiza parcialmente en sede de
diligencias preliminares policiales -en el caso de aseguramiento de documentos privados, y secuestros e
incautaciones preliminares (artículo 68°, apartado 1, literales T y ‘k\ NCPP); y, regularmente, en el
curso de las primera diligencias y durante la investigación preparatoria (entre otros, artículos 302°,
310°, 316° NCPP). Asimismo, tales medidas pueden solicitarse, siempre por la parte procesal legitima­
da, en sede intermedia (artículos 349°.4 y 350°.l.c, y 353°.3 NCPP -supuesto último, que incluso
autoriza al Juez de la Investigación Preparatoria a pronunciarse de oficio si fuere necesario sobre las
medidas de coerción-). B. El N CPP fija un procedimiento para determinar la decisión del trámite: con
o sin traslado al afecto: imputado o responsable civil. La regla general para la imposición de las medidas
de coerción real, guiada siempre por el principio de rogación de la parte procesal legitimada es el previo
traslado a las partes, en especial a la parte afectada, por el término de tres días (artículo 315°.2 NCPP).
Empero, por razones obvias, rige la regla del artículo 203°.2 NCPP, tal exigencia de contradicción pre­
via se aplicará siempre que “no existiere riesgo fundado de pérdida definalidad de la medida. esta im­
posibilidad y los derechos de impugnación que ulteriormente se reconoce, evita considerar que tal
procedimiento vulnera la prohibición de indefensión. No se realiza el trámite de audiencia, sino el de
simple traslado: su lógica es la escrituralidad del procedimiento (artículo 315°.2 NCPP), aunque es
posible en situaciones excepcionales, debidamente explicadas en la decisión, ir al trámite de audiencia
(artículo 203°.2 NCPP). // 21 . Las medidas coercitivas reales que se pueden aplicar en el proceso penal
por delito de lavado de activos, en los Distritos Judiciales que la reforma procesal penal no está vigente
para este delito, con el Código de Procedimientos Penales de 1940 -en adelante, ACPP-, son las previs­
tas en su artículo 9 4 ° y la Ley N .° 27379, del 20 de diciembre de 2000 , que en su listado de delitos
inicialmente no la incluía, tipificado en los artículos 296°-A y 296°-B del Código Penal y, posterior­
mente, sistematizado en la Ley N .° 27765 “Ley Penal contra el lavado de activos ’, del 20 de junio de
2002 , incorporado a la Ley N .° 27379, del 20 de diciembre de 2000, mediante Decreto Legislativo N .°
988, del 22 de julio de 2007, son: a) Incautación, apertura e interceptación de documentos privados,
libros contables, bienes y correspondencia; b) Embargo u orden de inhibición para disponer o grabar
bienes que se inscribirán en Registros Públicos cuando corresponda; c) Inmovilización de bienes mue­
bles y clausura temporal de locales; así como la Ley de Pérdida de Dominio N .° 29212, del 16 de abril
de 2008. La incautación citada inicialmente, puede erigirse en inicialmente en una medida instrumen­
tal restrictiva de derechos -garantiza el proceso de conocimiento del hecho delictivo-, pero a su vez -en
orden a la entidad y fin ulterior de lo incautado- puede devenir en una incautación cautelar o coercitiva.
(Acuerdo Plenario N .° 7-2011/CJ-116, del 06-12-2011, ff. jj. 16-21. VII Pleno Jurisdiccional de las
Salas Penales Permanente y Transitorias [EP, 30-05-2012]. Texto completo: <bit.ly/lKcea63>).

♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL


Art. 303 LIBRO SEGUNDO: LA ACTIVIDAD PROCESAL 638

Artículo 303: Embargo

1. Identificado el bien o derecho embargable, el Fiscal o el actor civil, según el caso, solicitarán al
Jue z de la Investigación Preparatoria la adopción de la medida de embargo. A estos efectos motivará su
solicitud con la correspondiente justificación de la concurrencia de los presupuestos legalmente exigi­
dos para su adopción, especificará el bien o derecho afectado, precisará el monto del embargo e indicará
obligatoriamente la forma de la medida. Las formas de embargo son las previstas, en lo pertinente, en el
Código Procesal Civil.
2. El actor civil debe ofrecer contracautela. Ésta no será exigible en los supuestos previstos en el artí­
culo 614 del Código Procesal Civil.
3. El Ju e z, sin trámite alguno, atendiendo al mérito del requerimiento y de los recaudos acompañados
o que, de ser el caso, solicite al Fiscal, dictará auto de embargo en la forma solicitada o la que considere
adecuada, siempre que no sea más gravosa que la requerida, pronunciándose, en su caso, por la contra­
cautela ofrecida. Se adoptará la medida de embargo, siempre que en autos existan suficientes elementos
de convicción para sostener razonablemente que el imputado es con probabilidad autor o partícipe del
delito objeto de imputación, y por las características del hecho o del imputado, exista riesgo fundado de
insolvencia del imputado o de ocultamiento o desaparición del bien.
4. La prestación de la contracatuela, cuando corresponde, será siempre previa a cualquier acto de cum­
plimiento o ejecución del embargo acordado. Corresponde al Juez pronunciarse sobre la idoneidad y sufi­
ciencia del importe de la contracautela ofrecida.
5. Rige, para el actor civil, lo dispuesto en el artículo 613 del Código Procesal Civil.
6. Aun denegada la solicitud de medida cautelar de embargo, podrá reiterarse la misma si cambian las
circunstancias existentes en el momento de la petición.
7. Si se ha dictado sentencia condenatoria, aun cuando fuere impugnada, a solicitud de parte, procede
el embargo, sin necesidad de contracautela ni que se justifique expresamente la probabilidad delictiva.

ACUERDO PLENARIO DE LA CORTE SUPREMA

§ 1241. Solicitud escrita de la medida. 20. Es de destacar, en el procedimiento de coerción real,


por lo menos dos situaciones precisas: A. La oportunidad para solicitar una medida de coerción real. La
regla, por cierto, es que su requerimiento se realiza parcialmente en sede de diligencias preliminares po­
liciales -en el caso de aseguramiento de documentos privados, y secuestros e incautaciones preliminares
(artículo 68 °, apartado 1, literales ‘i’ y ck’, NCPP); y, regularmente, en el curso de las primera diligencias
y durante la investigación preparatoria (entre otros, artículos 302°, 310°, 316° NCPP). Asimismo,
tales medidas pueden solicitarse, siempre por la parte procesal legitimada, en sede intermedia (artículos
3490 4 y 350 o.l.c, y 353°.3 NCPP -supuesto último, que incluso autoriza al Juez de la Investigación
Preparatoria a pronunciarse de oficio si fuere necesario sobre las medidas de coerción-). B. El NCPP
fija un procedimiento para determinar la decisión del trámite: con o sin traslado al afecto: imputado o
responsable civil. La regla general para la imposición de las medidas de coerción real, guiada siempre
por el principio de rogación de la parte procesal legitimada es el previo traslado a las partes, en especial
a la parte afectada, por el término de tres días (artículo 315°.2 NCPP). Empero, por razones obvias,
rige la regla del artículo 203°.2 NCPP, tal exigencia de contradicción previa se aplicará siempre que
“no existiere riesgo fundado de pérdida de finalidad de la medida... ; esta imposibilidad y los derechos de
impugnación que ulteriormente se reconoce, evita considerar que tal procedimiento vulnera la prohi­
bición de indefensión. No se realiza el trámite de audiencia, sino el de simple traslado: su lógica es la
escrituralidad del procedimiento (artículo 313°.2 NCPP), aunque es posible en situaciones excepciona­
les, debidamente explicadas en la decisión, ir al trámite de audiencia (artículo 203°.2 NCPP). (Acuerdo
Plenario N .° 7-201 1/C J-l 16, del 06-12-2011, que establece como doctrina legal los criterios expuestos
en los ff. jj. 6-21, particularmente el f. j. 20. VII Pleno Jurisdiccional de las Salas Penales Permanente y
Transitorias [EP, 30-05-2012]. Texto completo: <bit.ly/lKcea63>).
n o m o s & th e sis
639 SECCIÓN III: MEDIDAS DE COERCIÓN PROCESAL Art. 303
ACUERDOS DE LAS SALAS PENALES SUPERIORES

§ 1242. Notificaciones del trámite de las medidas cautelares reales. Tema: Notificaciones de las
medidas cautelares reales. A cuerdo . El trámite de las medidas cautelares reales debe ser notificado a la
parte solicitante (fiscal, actor civil o agraviado) y a la parte afectada con la medida, así como también a la
parte que se apersone a la instancia acreditando legitimidad e interés para obrar. F undamentación. Se
considera agraviado a todo aquél que resulte directamente ofendido por el delito o perjudicado por las
consecuencias del mismo (artículo 94.1° CPP). El actor civil, sin perjuicio de los derechos que se le
reconocen al agraviado está facultado para formular diversas solicitudes en salvaguarda de su derecho
(artículo 104° CPP). El agraviado del delito se encuentra en condiciones de ser un protagonista del
proceso penal, encontrándose facultado para participar activamente en el desarrollo del proceso, siendo
necesario que el agraviado actúe con todos los derechos y garantías que le aseguran la satisfacción de su
pretensión. En este sentido, el agraviado tiene derecho a solicitar el desalojo preventivo del inmueble en
los delitos de usurpación (artículo 311.1° CPP), en tanto que, el actor civil puede solicitar el embargo
(303.1° CPP) y demás medidas cautelares reales. (Acuerdo N .° 5-2018-SPS-CSJLL del 26-01-2018.
Acuerdo de Jueces Titulares de las Salas Penales Superiores de la Corte Superior de Justicia de la Liber­
tad. Texto completo: <bit.ly/2U N 6BPC>).

§ 1243. Al agraviado recurrente se le notificará todo el trámite en segunda instancia del recur­
so de apelación del auto de sobreseimiento y de la sentencia absolutoria, mientras al agraviado
recurrido solo se le notificará la resolución final que resuelve el recurso. Véase la jurisprudencia del
artículo 347° del Nuevo Código Procesal Penal [§ 1398]. (Acuerdo N .° 4-2018-SPS-CSJLL del 26-01­
2018. Acuerdo de Jueces Titulares de las Salas Penales Superiores de la Corte Superior de Justicia de la
Libertad. Texto completo: <bit.ly/2 T jD B 0g>).

JURISPRUDENCIA DE LA CORTE SUPREMA

§ 1244. No puede trabarse embargo sobre bienes de dominio público para efectivizar el pago
de la reparación civil. Cuarto. Que el artículo 73 de la Constitución establece, en lo pertinente, lo
siguiente: “Los bienes de dominio público son inalienables e imprescriptibles” . Sobre esta disposición
superior, el Tribunal Constitucional, en varios procesos de inconstitucionalidad, ya fijó sus alcances, por
lo que es de secundar su doctrina constitucional. En efecto, lo esencial de esta disposición constitucio­
nal es que el Estado tiene (i) bienes de dominio público -que son inalienables, imprescriptibles y, por
ende, además, inembargables, sobre los cuales se ejerce administración de carácter tuitivo y público-,
y (ii) bienes de dominio privado -que conforman el patrimonio privado del Estado y no tienen esa
inmunidad de los bienes de dominio público- [Sentencia del Tribunal Constitucional N .° 006-96-1/
TC , del 30 de enero de 1997, fundamentos jurídicos uno y dos]. Las resoluciones judiciales o las que
se emitan para ejecutarlas, en consecuencia, no pueden recaer sobre los bienes de dominio público: la
justificación constitucional se encuentra en el citado artículo 73 de la Constitución [Sentencia del Tri­
bunal Constitucional N .° 013-2001-A1/TC (causa acumulada), de 29 de enero de 2004, fundamento
jurídico 13, 16 y 21 ]. Ante la inexistencia de una ley que defina con exactitud qué bienes del Estado son
embargables o sobre los que se debe ejecutar forzosamente, por ejemplo, para el pago de la reparación
civil (punto civil de la sentencia penal), ha enfatizado el Tribunal Constitucional que al juez le corres­
ponde analizar, en cada caso concreto, si el bien sobre el que se ha trabado la ejecución forzosa está o
no relacionado con el cumplimiento de las funciones del órgano público, y si está o no afecto a un uso
público [Sentencia del Tribunal Constitucional N .° 015-2001-A1/TC, fundamento jurídico 26]. [...]
(Casación N .° 1017-2016-Tumbes, del 11-10-2017, f. j. 4. Sala Penal Permanente. Texto completo:
<bit.ly/2Ho0u08>).

JURISPRUDENCIA DE LAS CORTES SUPERIORES

§ 1245. Los bienes de una sociedad de gananciales pueden ser objeto de medidas cautelares. 7.
[...] [El] Colegiado que los derechos que tiene uno de los cónyuges respecto de los bienes de la sociedad
de gananciales pueden ser objeto de medidas cautelares con la finalidad de asegurar acreencias u obli-
♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL
Art. 304 LIBRO SEGUNDO: LA ACTIVIDAD PROCESAL 640

gaciones por las que tenga que responder un cónyuge en forma personal; sin embargo, la realización
de dichas medidas está sujeta al cambio de régimen de sociedad de gananciales por el de separación de
patrimonios, conforme a las normas vigentes sobre la materia [...]. (Exp. N .° 0022-2017-19-5001-JR-
PE-02, del 07-03-2018, f. j. 7. Sala Penal Nacional de Apelaciones Colegiado A. Texto completo:
<bit.ly/2Y9ot9k>).

Artículo 304: Ejecución e Impugnación del auto de embargo

1. Cualquier pedido destinado a impedir o dilatar la concreción de la medida es inadmisible.


2. Ejecutada la medida se notificará a las partes con el mandato de embargo.
3. Se puede apelar dentro del tercer día de notificado. El recurso procede sin efecto suspensivo.

Artículo 305: Variación y Alzamiento de la medida de embargo

1. En el propio cuaderno de embargo se tramitará la petición de variación de la medida de embargo,


que puede incluir el alzamiento de la misma. A este efecto se alegará y en su caso se acreditarán hechos
y circunstancias que pudieron tenerse en cuenta al tiempo de su concesión. La solicitud de variación y, en
su caso, de alzamiento, se tramitará previo traslado a las partes. Rige, en lo pertinente, el artículo 617 del
Código Procesal Civil.
2. Está permitida la sustitución del bien embargado y su levantamiento previo empoce en el Banco de la
Nación a orden del Juzgado del monto por el cual se ordenó la medida. Efectuada la consignación la reso­
lución de sustitución se expedirá sin trámite alguno, salvo que el Juez considere necesario oír a las partes.
3. La resolución que se emita en los supuestos previstos en los numerales anteriores es apelable sin
efecto suspensivo.

Artículo 306: Sentencia firme y embargo

1. Firme una sentencia absolutoria, un auto de sobreseimiento o resolución equivalente, se alzará de


oficio o a petición de parte el embargo adoptado, y se procederá de ser el caso a la determinación de los
daños y perjuicios que hubiera podido producir dicha medida si la solicitó el actor civil.
2. Firme que sea una sentencia condenatoria, se requerirá de inmediato al afectado el cumplimiento de
las responsabilidades correspondientes, bajo apercibimiento de iniciar la ejecución forzosa respecto del
bien afectado.

JURISPRUDENCIA D EL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL

§ 1246. Otorgar una medida cautelar, que tiene el efecto de suspender provisionalmente la
ejecución, total o parcial, de una sentencia firme dictada en otro proceso, constituye una inter­
vención al derecho a la cosa juzgada. La calidad de cosa juzgada de una decisión dictada en un
proceso cautelar está limitada temporalmente. 7. También carece de sustento la reclamación basada
en la afectación del derecho a la cosa juzgada. Este derecho, que conforma el derecho al debido proce­
so, garantiza “ [...] en primer lugar, a que las resoluciones que hayan puesto fin al proceso judicial no
puedan ser recurridas mediante medios impugnatorios, ya sea porque éstos han sido agotados o porque
ha transcurrido el plazo para impugnarla; y, en segundo lugar, a que el contenido de las resoluciones
que hayan adquirido tal condición, no pueda ser dejado sin efecto ni modificado, sea por actos de
otros poderes públicos, de terceros o, incluso, de los mismos órganos jurisdiccionales que resolvieron
el caso en el que se dictó” (Cfr. ST C 4587-2004-AA/TC [§ 66]), precisamente porque las sentencias
con calidad de cosa juzgada deben ser cumplidas en sus propios términos. Por ello, hemos dicho que de

n o m o s & th e s is
641 SECCIÓN III: MEDIDAS DE COERCIÓN PROCESAL Art. 309
su contenido protegido “... se desprende, por un lado, un mandato de que las autoridades cumplan lo
ordenado o declarado en ella en sus propios términos y, por otro, una prohibición de que cualquier au­
toridad, incluida la jurisdiccional, deje sin efecto las sentencias y, en general, resoluciones que ostentan
la calidad de cosa juzgada (artículo 139°, inc. 2 , Const.)” [Cfr. 1569-2006-AA/TC, fundamento 4]. 8 .
Ciertamente, de esta cualidad también participan las sentencias dictadas en los procesos cautelares. Sin
embargo, a diferencia de otras, la cualidad de cosa juzgada de una decisión dictada en un proceso cau­
telar está limitada temporalmente. Surte sus efectos hasta el momento que se ponga fin al proceso prin­
cipal, dentro del cual se dictó. Esto es consecuencia del carácter instrumental de las medidas cautelares,
al encontrarse configuradas con el propósito de asegurar provisionalmente que se pueda ejecutar, si ese
fuera el caso, la decisión definitiva que se dicte en el proceso principal. Esto es, garantizar la efectiva
tutela de una pretensión principal que tiene la apariencia, prima facie, de encontrarse protegida por el
Derecho {fumus boni inris), mediante una medida idónea (adecuación), para evitar el peligro que puede
significar la demora en la tramitación o vaciar de contenido final el respectivo proceso {periculum in
mora). [...] 10. [...] [Si] entra en el radio de nuestra competencia, cada vez que se expide una resolución
con el propósito de impedir la ejecución de una sentencia final que tiene la autoridad de la cosa juzgada,
evaluar que su dictado no adolezca de déficits desde el punto de vista de los derechos fundamentales.
Y es que la concesión de una medida cautelar, que tiene el efecto de suspender provisionalmente la
ejecución, total o parcial, de una sentencia firme dictada en otro proceso, constituye, en sí misma, una
intervención al derecho a la cosa juzgada de quien resultó beneficiada con ella. 11. Así, pues, considera
este Tribunal que la resolución N .° 1, de fecha 8 de mayo de 2008, mediante la cual se otorgó una me­
dida cautelar al recurrente [y cuya protección de la cosa juzgada aquí se ha solicitado], fue dictada sin
considerar los efectos de cosa juzgada adquirida por la sentencia emitida por la Segunda Sala Penal de la
Corte Superior de Justicia del Cusco, de fecha 25 de junio de 2008 [...] y, por tanto, se ha prescindido
del derecho a que esta se respete por quien resultó beneficiado con ella. El Tribunal observa que la citada
resolución N .° 1 no contiene razones que la justifiquen. [...] (Exp. N .° 08246-2013-PA/TC, del 13-08­
2015 [Web: 11-05-2017 / EP: 26-07-2017], ff. jj. 7, 8, 10 y 11. Texto completo: <bit.ly/2Uyqp9j>).

Artículo 307: Autorización para vender el bien embargado

1. Si el procesado o condenado decidiere vender el bien o derecho embargado, pedirá autorización al


Juez.
2. La venta se realizará en subasta pública. Del precio pagado se deducirá el monto que corresponda
el embargo, depositándose en el Banco de la Nación. La diferencia será entregada al procesado o a quien
él indique.

Artículo 308: Desafectación y Tercería

1. La desafectación se tramitará ante el Jue z de la Investigación Preparatoria. Procede siempre que se


acredite fehacientemente que el bien o derecho afectado pertenece a persona distinta del imputado o del
tercero civil, incluso si la medida no se ha formalizado o trabado. Rige, en lo pertinente, el artículo 624 del
Código Procesal Civil.
2. La tercería se interpondrá ante el Ju e z Civil, de conformidad con el Código Procesal Civil. Deberá ci­
tarse obligatoriamente al Fiscal Provincial en lo Civil, que intervendrá conforme a lo dispuesto en el inciso
2) del artículo 113 de dicho Código.

Artículo 309: Trámite de la apelación en segunda instancia

Las apelaciones respecto de las resoluciones contempladas en los artículos 304, 305.3 y 308.1 se
tramitarán, en lo pertinente, conforme al artículo 278.

♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL


Art.310 LIBRO SEGUNDO: LA ACTIVIDAD PROCESAL 642

TÍTULO IX
OTRAS MEDIDAS REALES

Artículo 310: Orden de inhibición

1. El Fiscal o el actor civil, en su caso, podrán solicitar, cumplidos los requisitos establecidos en el artí­
culo 303, que el Ju e z dicte orden de inhibición para disponer o gravar los bienes del imputado o del tercero
civil, que se inscribirá en los Registros Públicos.
2. Rige, en lo pertinente, lo dispuesto en el Título anterior.

ACUERDO PLENARIQ DE LA CORTE SUPREMA

§ 1247. Medidas de coerción reales y delito de lavado de activos. Véase la jurisprudencia del
artículo 302° del Nuevo Código Procesal Penal [§ 1240]. (Acuerdo Plenario N .° 7-2011/CJ-116, del
06-12-2011, que establece como doctrina legal los criterios expuestos en los íF. jj. 16-21, particularmen­
te los fF. jj. 16-19. VII Pleno Jurisdiccional de las Salas Penales Permanente y Transitorias [EP, 30-05­
2012]. Texto completo: <bit.ly/lKcea63>).

JURISPRUDENCIA DE LAS CORTES SUPERIORES

§ 1248. Medida de orden de inhibición. El embargo es una medida cautelar que limita un
monto determinado del patrimonio de una persona. Décim o. [...] [La] orden de inhibición es una
medida de carácter personalísima, es decir, una prohibición dirigida en exclusividad al imputado -en
calidad de titular de los bienes que Forman parte de su patrimonio- que le restringe el ejercicio de la
Facultad de disponer o gravar los mismos, no corresponde limitarla a un monto, lo que si ocurre con
el embargo, en tanto que esta es una medida que puede aFectar el patrimonio de una persona por un
monto determinado. En consecuencia, si bien el numeral 1 del artículo 310 del CPP exige el cumpli­
miento de los requisitos establecidos en el artículo 303 del mismo cuerpo legal para decretar la orden
de inhibición, dada su naturaleza de medida de indisponibilidad absoluta y su carácter personalísi-
mo, no corresponde el cumplimiento del requisito relacionado con la precisión del monto. (Exp. N .°
00017-2017-2-5201-JR-PE-03, del 20-04-2018, F. j. 10. Sala Penal Nacional de Apelaciones Especia­
lizada en Delitos de Corrupción de Funcionarios Colegiado A. Texto completo: <bit.ly/2WkQF71>).

Artículo 311: Desalojo preventivo

1. En los delitos de usurpación, el juez, a solicitud del fiscal o del agraviado, ordenará el desalojo
preventivo del inmueble ocupado en el término de veinticuatro horas, ministrando provisionalmente la
posesión al agraviado, siempre que exista motivo razonable para sostener que se ha cometido el delito y
que el derecho del agraviado está suficientemente acreditado. El desalojo se ejecuta dentro del término de
setenta y dos horas de concedida.
2. La Policía Nacional, una vez que tenga conocimiento de la comisión del delito, lo pondrá en conoci­
miento del fiscal y llevará a cabo las investigaciones que el caso amerita. El fiscal, sin perjuicio de disponer
las acciones que correspondan, realizará inmediatamente una inspección en el inmueble. El agraviado
recibirá copia certificada de las actuaciones policiales y de la diligencia de inspección del fiscal.
3. La solicitud de desalojo y ministración provisional puede presentarse durante las diligencias prelimi­
nares o en cualquier estado de la investigación preparatoria. Se acompañarán los elementos de convicción
que acrediten la comisión del delito y el derecho del ofendido.
4. El juez resolverá, sin trámite alguno, en el plazo de veinticuatro horas. Contra la resolución que se
dicte procede recurso de apelación. La interposición del recurso suspende la ejecución de la resolución
impugnada.

nomos &thesis
643 SECCIÓN III: MEDIDAS DE COERCIÓN PROCESAL Art. 312-A
5. El juez elevará el cuaderno correspondiente dentro de veinticuatro horas de presentada la impugna­
ción, bajo responsabilidad. La Sala se pronunciará en el plazo de tres días, previa audiencia con notifica­
ción de las partes. Si ampara la solicitud de desalojo y ministración provisional de posesión, dispondrá se
ponga en conocimiento dei juez para su inmediata ejecución.(1)(2)

NOTA DE ACTUALIZACIÓN
(1) Artículo m odificado por el artículo 3 de la Ley N.° 30076 (EP, 19-08-2013).
(2) De conformidad con la primera disposición complementaria final de la Ley N.° 30076 (ER 19-08-2013), se adelantó la
vigencia del presente artículo, en todo el territorio peruano.

ACUERDOS DE LAS SALAS PENALES SUPERIORES

§ 1249. Notificaciones del trámite de las medidas cautelares reales. Véase la jurisprudencia del
artículo 303° del Nuevo Código Procesal Penal [§ 1242]. (Acuerdo N .° 5-2018-SPS-CSJLL del 26-01­
2018. Acuerdo de Jueces Titulares de las Salas Penales Superiores de la Corte Superior de Justicia de la
Libertad. Texto completo: <bit.ly/2UN6BPC>).

Artículo 312: Medidas anticipadas

El Juez, excepcionalmente, a pedido de parte legitimada, puede adoptar medidas anticipadas desti­
nadas a evitar la permanencia del delito o la prolongación de sus efectos lesivos, así como la ejecución
anticipada y provisional de las consecuencias pecuniarias del delito.

ACUERDO PLENARIO DE LA CORTE SUPREMA

§ 1250. Medidas de coerción reales y delito de lavado de activos. Véase la jurisprudencia del
artículo 302° del Nuevo Código Procesal Penal [§ 1240]. (Acuerdo Plenario N .° 7-2011/CJ-l 16, del
06-12-2011, que establece como doctrina legal los criterios expuestos en los ff. jj. 6-21, particularmente
el £ j. 18. VII Pleno Jurisdiccional de las Salas Penales Permanente y Transitorias [EP, 30-05-2012].
Texto completo: <bit.ly/lKcea63>).

Artículo 312-A: Secuestro conservativo

1. Con la finalidad de asegurar el pago de la reparación civil derivada del delito, el Fiscal, de oficio o
a solicitud de parte, puede solicitar al Juez el secuestro conservativo de vehículos motorizados, del im­
putado o del tercero civilmente responsable, que implica la desposesión física del bien y su entrega a un
custodio.
2. En los casos de los delitos de lesiones culposas o de homicidio culposo, previstos en el artículo
124 y 111 del Código Penal respectivamente, cometidos con el uso de vehículo motorizado de servicio
de transporte público o privado, el Fiscal debe solicitar al Juez competente se trabe la medida cautelar
de secuestro conservativo sobre el vehículo motorizado, salvo que la parte legitimada lo haya solicitado
previamente.
3. El Juez, sin trámite alguno, atendiendo al requerimiento y de los recaudos acompañados, dictará
auto de secuestro conservativo sobre el vehículo identificado, designando a un custodio, no pudiendo
recaer tal designación en el propio imputado o tercero civilmente responsable.
4. La resolución que dispone el secuestro conservativo puede impugnarse dentro del tercer día de no­
tificada. El recurso procede sin efecto suspensivo. Cualquier pedido destinado a impedir o dilatar la con­
creción de la medida es inadmisible, sin perjuicio de la sanción que corresponda por conducta maliciosa.

♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL


Art. 313 LiBRO SEGUNDO: LA ACTIVIDAD PROCESAL 644

5. El imputado o el tercero civilmente responsable, de ser el caso, puede solicitar la variación de la medida,
ofreciendo garantía o bien que de igual manera permita asegurar el pago de la reparación civil.
6. Si como consecuencia del hecho constitutivo del delito de lesión u homicidio culposo, el vehículo
siniestrado resulta dañado considerablemente, el Fiscal deberá identificar otro bien mueble del imputado
o del tercero civilmente responsable, que permita asegurar de manera proporcional y razonable, el pago de
la reparación civil, a fin de proceder a su secuestro conservativo.
7. Firme una sentencia absolutoria, un auto de sobreseimiento o resolución equivalente, se dejará sin
efecto el secuestro, procediendo su entrega a quien corresponda.
8. Firme que sea una sentencia condenatoria, se requerirá de inmediato al afectado con la medida el
cumplimiento de las responsabilidades correspondientes, bajo apercibimiento de iniciar la ejecución for­
zosa del bien secuestrado.
9. El Fiscal, sin perjuicio de la aplicación de esta medida, solicitará cuando corresponda la suspensión
preventiva de derechos, así como la imposición de medidas preventivas contra las personas jurídicas,
según lo estipulado en el artículo 297 al 301 y 313 del Código Procesal Penal, respectivamente.
10. Lo qiie no se encuentre regulado en el presente artículo, rige en lo que fuera pertinente el Código
Procesal Civil de manera supletoria.(1)(2)

NOTA DE ACTUALIZACIÓN
(1) Artículo incorporado por el artículo 2 del Decreto Legislativo N.° 1190 (EP, 22-08-2015).
(2) Vigencia adelantada por la segunda disposición com plem entaria final del Decreto Legislativo N.° 1190 (ER 22-08-2015),
en todo el territorio peruano.

Artículo 313: Medidas preventivas contra las personas jurídicas.

1. El Jue z, a pedido de parte legitimada, puede ordenar respecto de las personas jurídicas:
a) La clausura temporal, parcial o total, de sus locales o establecimientos;
b) La suspensión temporal de todas o alguna de sus actividades;
c) El nombramiento de un Administrador Judicial;
d) El sometimiento a vigilancia judicial;
e) Anotación o inscripción registral del procesamiento penal.
2. Para imponer estas medidas se requiere:
a) Suficientes elementos probatorios de la comisión de un delito y de la vinculación de la persona jurí­
dica en los supuestos previstos en el artículo 105 del Código Penal;
b) Necesidad de poner término a la permanencia o prolongación de los efectos lesivos del delito, peligro
concreto de que a través de la persona jurídica se obstaculizará la averiguación de la verdad o se comete­
rán delitos de la misma clase de aquél por el que se procede;
3. Estas medidas no durarán más de la mitad del tiempo previsto para las medidas temporales esta­
blecidas en el artículo 105 del Código Penal. En los delitos ecológicos la suspensión o la clausura durarán
hasta que se subsanen las afectaciones al ambiente que determinaron la intervención judicial.(1)

NOTA DE ACTUALIZACIÓN
(1) Vigencia adelantada por la segunda disposición com plem entaria final del Decreto Legislativo N.° 1190 (ER 22-08-2015),
en todo el territorio peruano.

ACUERDO PLENARIO DE LA CORTE SUPREMA

§ 1251. Consecuencias jurídicas aplicables a las personas jurídicas. Vease la jurisprudencia del
artículo 90° del Nuevo Código Procesal Penal [§ 435]. (Acuerdo Plenario N .° 7-2009/CJ-116, del 13-

n o m o s & th e s is
645 SECCION III: MEDIDAS DE COERCION PROCESAL A rt 8!5
11-2009, que establece como doctrina legal los criterios expuestos en los íF. jj. 11-22, particularmente
el £ j. 15. V Pleno Jurisdiccional de las Salas Penales Permanente y Transitorias [EP, 13-11-2009]. Texto
completo: <bit.ly/2lnPTAw>).

Artículo 313-A: Medidas cautelares en casos de responsabilidad administrativa autónoma


de personas jurídicas

En los supuestos previstos en la Ley que regula la responsabilidad administrativa autónoma de las per­
sonas jurídicas por el delito de cohecho activo transnacional, el juez, a pedido de parte legitimada, puede
ordenar, además de las medidas establecidas en el numeral 1 del artículo 313, las siguientes:
a. Prohibición de actividades futuras de la misma clase o naturaleza de aquellas con cuya realización
se habría cometido, favorecido o encubierto el delito.
b. Suspensión para contratar con el Estado.
La imposición de las medidas señaladas en el primer párrafo procede siempre que existan suficientes
elementos probatorios sobre la responsabilidad administrativa de la persona jurídica por el delito de cohe­
cho activo transnacional y que fuese indispensable para prevenir los riesgos de ocultamiento de bienes o
de insolvencia sobrevenida o para impedir la obstaculización de la averiguación de la verdad. Estas medi­
das cautelares no duran más de la mitad del tiempo fijado para las medidas de carácter temporal previstas
en el artículo 5 de la Ley que regula la responsabilidad administrativa autónoma de las personas jurídicas
por el delito de cohecho activo transnacional.(1)

NOTA DE ACTUALIZACIÓN
(1) Artículo incorporado por la segunda disposición complementaria m odificatoria de la Ley N.° 30424 (EP, 21 -04-2016), la
m ism a que entra en vigencia el 1 de julio de 2017.

Artículo 314: Pensión anticipada de alimentos

1. En los delitos de homicidio, lesiones graves, omisión de asistencia familiar prevista en el artículo 150
del Código Penal, violación de la libertad sexual, o delitos que s e relacionan con la violencia familiar(1), el
Juez a solicitud de la parte legitimada impondrá una pensión de alimentos para los directamente ofendi­
dos que como consecuencia del hecho punible perpetrado en su agravio se encuentran imposibilitados de
obtener el sustento para sus necesidades.
2. El Juez señalará el monto de la asignación que el imputado o el tercero civil ha de pagar por mensua­
lidades adelantadas, las que serán descontadas de la que se establezca en la sentencia firme.

NOTA DE ACTUALIZACIÓN
(1) Mediante Oficio N.° 024-2016-DP-PAD, enviado por la Primera Adjunta de la Defensoría del Pueblo, se indica que el
presente artículo estaría derogado tácitam ente por la Segunda Disposición Complementaria Derogatoria de la Ley N.°
30364 (ER 23-11 -2015), en la parte que hace referencia a la "violencia familiar".

Artículo 315: Variación y cesación. Trámite y recurso

1. Las medidas previstas en este Título podrán variarse, sustituirse o cesar cuando atendiendo a las
circunstancias del caso y con arreglo al principio de proporcionalidad resulte indispensable hacerlo.
2. La imposición, variación o cesación se acordarán previo traslado, por tres días, a las partes. Contra
estas decisiones procede recurso de apelación. Rige, en lo pertinente, lo dispuesto en los numerales 2) y
3) del artículo 278.

♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL


Art.316 LIBRO SEGUNDO: LA ACTIVIDAD PROCESAL 646

TÍTULO X
LA INCAUTACIÓN

Artículo 316: Objeto de la incautación

1. Los efectos provenientes de la infracción penal o los instrumentos con que se hubiere ejecutado, así
como los objetos del delito permitidos por la Ley, siempre que exista peligro por la demora, pueden ser
incautados durante las primeras diligencias y en el curso de la Investigación Preparatoria, ya sea por la
Policía o por el Ministerio Público.
2. Acto seguido, el Fiscal requerirá inmediatamente al Ju e z de la Investigación Preparatoria la expedición
de una resolución confirmatoria, la cual se emitirá, sin trámite alguno, en el plazo de dos días.
3. En todo caso, para dictar la medida se tendrá en cuenta las previsiones y limitaciones establecidas
en los artículos 102 y 103 del Código Penal. <a>(b><c>w « ® <*>

PROTOCOLOS, REGLAMENTOS, LINEAMIENTOS, GUÍAS Y DIRECTIVAS


(a) Reglamento de cosas materia de delitos y de efectos decom isados (aprobado por la Resolución Adm inistrativa N.°
133-2014-CE-PJ de 23-04-2014). Véase el texto com pleto en: <bit.ly/2FT2YCH>.
(b) Directiva N.° 012-2012-MP-FN: "Actuación conjunta entre el Ministerio Público y la SUNAT en virtud de la Octava
Disposición Complementaria y Transitoria del Decreto Legislativo N.° 1104" (aprobado por la Resolución N.°
3107-2012-M P-FN [EP, 24-11 -2012]). Véase el texto com pleto en: <bit.ly/2TSRxPj>.
(c) Manual de procedimientos, norm as para la administración, registro, control y disposición de los elem entos materiales,
evidencias y bienes incautados en el Ministerio Público (aprobado por la Resolución N.° 1091 -2011 -M P-FN-GG de 15­
11 -2011). Véase el texto com pleto en: <bit.ly/2FP7Tn3>.
(d) Reglamento de la cadena de custodia de elementos materiales, evidencias y administración de bienes incautados
(aprobado por la Resolución N.° 729-2006-M P-FN de 15-06-2006). Véase el texto com pleto en: <bit.ly/2FIR5ho>.
(e) Reglamento de administración de bienes incautados y decom isados por delitos contra la adm inistración pública
(aprobado por la Resolución M inisterial N.° 11 -2002-JUS de 27-03-2002). Véase el texto com pleto en: <bit.ly/2FJBs9x>.
(f) Reglamento de la cadena de custodia de elementos materiales, evidencias y adm inistración de bienes incautados
(aprobado por la Resolución N.° 729-2006-M P-FN de 15-06-2006)-. Véase el texto com pleto en: <bit.ly/2F!R5ho>.
(g) Protocolo de actuación interinstitucional para la aplicación de la incautación, comiso, hallazgo y cadena de custodia
(aprobado por el Decreto Supremo N.° 010-2018-JUS [EP, 25-08-2018]). Véase el texto com pleto en: <bit.ly/2lpOPiC>.
(h) Protocolos de actuación conjunta referidos a las medidas lim itativas de derechos como el de allanamiento, intervención
de las com unicaciones telefónicas, impedim ento de salida y levantamiento del secreto bancario, reserva tributaria y
bursátil (aprobado por las Resolución Adm inistrativa N.° 387-2014-CE-PJ de 19-11 -2014). Véase el texto com pleto en:
<bit.ly/2UplsCJ>.

ACUERDO PLENARIO DE LA CORTE SUPREMA

§ 1252. Incautación. 9. La incautación cautelar (artículo 3 l6 °.l NCPP) incide en los efectos pro­
venientes de la infracción penal, en los instrumentos con los que se ejecutó y en los objetos del delito
permitidos por la ley. A. Los efectos del delito o producía scaeleris son los objetos producidos mediante
la acción delictiva, como el documento o la moneda falsa, así como las ventajas patrimoniales derivadas
del hecho punible, como el precio del cohecho, el del delincuente a sueldo, o la contraprestación reci­
bida por el transporte de droga, etcétera. B. Los instrumentos del delito o instrumenta, scaeleris son los
objetos que, puestos en relación de medio a fin con la infracción, han servido para su ejecución, tales
como el vehículo utilizado para el transporte de la mercancía, los útiles para el robo, el arma empleada,
maquinarias del falsificador, etcétera. C. Los objetos del delito son las cosas materiales sobre las que
recayó la acción típica, como por ejemplo las cosas hurtadas o robadas, armas o explosivos en el delito
de tenencia ilícita de las mismas, la droga en el delito de tráfico ilícito de drogas, los bienes de con­
trabando en dicho delito, etcétera, para lo que se requiere una regulación específica. En estos casos la
incautación como medida procesal precede al decomiso como consecuencia accesoria que se dictará en
la sentencia (artículo 102° CP). (Acuerdo Plenario N .° 5-2010/CJ-116, del 16-11-2010, f. j. 9 [ff. jj. 6

n o m o s & th e s is
647 SECCION III: MEDIDAS DE COERCION PROCESAL Art.316
al 15, considerados vinculantes]. VI Pleno Jurisdiccional de las Salas Penales Permanente y Transitorias
[EP, 30-12-2010]. Texto completo: <bit.ly/lIZPK4N>).

DOCTRINA JURISPRUDENCIAL VINCULANTE DE LA CORTE SUPREMA

§ 1253. Fiscal debe devolver bien incautado si caso fue archivado por no formalizar investi­
gación preparatoria, siempre que bien no sea intrínsecamente delictivo. Décimo. La Sala Penal
Permanente de la Corte Suprema de Justicia de la República declaró bien concedido el recurso de casa­
ción, solo por la causal de errónea interpretación y falta de aplicación de la Ley penal o de otras normas
jurídicas necesarias para su aplicación, en este caso, sobre el artículo trece de la Ley N .° 28008 (Ley de
delitos aduaneros), en específico sobre: i) Pronunciarse sobre si es que es acorde a Ley que el juez para
efectos de devolver el vehículo incautado por delito de contrabando tenga que exigir una sentencia
absolutoria o un auto de sobreseimiento o si es que con la disposición de archivo de la investigación pre­
liminar se cumple este requisito; ti) Determinar cuándo se está ante un bien intrínsecamente delictivo
en el caso de automóviles incautados por delitos de contrabando, es decir, si es que se puede devolver
el bien al tercero que lo adquiere de buena fe o si en todos los casos los debe tener bajo custodia la
Administración Aduanera. Décimo cuarto. En el caso concreto, originalmente existió una disposición
de no formalización y continuación de investigación preparatoria; archivo de la investigación que fue
aprobado por el Fiscal Superior, pero actualmente por los mismos hechos existe una investigación en la
Fiscalía Provincial de Arequipa, por lo que sigue en discusión si el carácter del bien es intrínsecamente
delictivo, por lo que de haberse descartado definitivamente tal carácter del bien, la cosa decidida del
M inisterio Público debe generar seguridad jurídica penal y real y por lo tanto la devolución de­
fin itiva del bien. Vigésimo sexto. De lo que se colige que la licitud de la obtención del vehículo en
mención sigue puesta a debate, no habiéndose desvirtuado aún la delictuosidad intrínseca del mismo,
si es que para el Ministerio Público, que conduce las diligencias preliminares e investigación preparato­
ria formalizada continúa en tal función, para que se establezca si efectivamente dicho bien constituye
materia de contrabando, al haber sido presuntamente ingresado al territorio nacional vulnerando el
control aduanero, y que no existe disposición fiscal definitiva que desvirtúe la comisión de un delito y
que el bien no sea intrínsecamente delictivo. Vigésimo séptimo. En ese sentido, para el caso de vehículo
automotor descrito en “I. Fundamentos de Hecho”, dentro del apartado “Itinerario de la causa en pri­
mera instancia”, punto primero, Placa de Rodaje [...], incautado por delito de contrabando, conforme
a la descripción típica prevista en el artículo 2o de la Ley N .° 28008 -Ley de Los Delitos Aduaneros-
conforme lo desarrollamos en el punto “II. Fundamentos de Derecho”, considerando décimo noveno,
resulta ser intrínsecamente delictivo, cuando las conductas se subsumen en cualquiera de las conductas
típicas que prevé tal disposición. Vigésimo octavo. El vehículo automotor del caso concreto cuenta
con inscripción en Registros Públicos y viene siendo objeto de investigación en el Distrito Fiscal de
Arequipa, por ser ahí donde se procedió a su inscripción, no cuenta con grabación original de chasis
(regrabado) conforme al peritaje realizado; por lo que no existe un archivo definitivo de la investigación
que descarte lo intrínsecamente delictivo del vehículo, porque aún no se ha podido determinar el origen
lícito al no contar con la documentación que sustente sus características. Por lo que a pesar que frente a
un archivo definitivo por no formalización de investigación preparatoria consentida o aprobado por el
Fiscal Superior, el Juez de la Investigación Preparatoria tiene la facultad de decidir sobre la devolución
del bien incautado cuando su naturaleza no es intrínsecamente delictiva, continuando en esclarecimien­
to fiscal, no resulta conforme a ley la devolución del mismo, debiendo ser la administración aduanera
quien mantenga el depósito del vehículo. (Casación N .° 136-2015-Cusco, de 04-04-2017, estableció
como doctrina jurisprudencial los considerandos: décimo, décimo cuarto, vigésimo sexto, vigésimo
séptimo y vigésimo octavo del rubro II. Sala Penal Permanente [EP, 15-08-2017, Jurisprudencia, Año
XXVI, N .° 1051, p. 7829]. Texto completo: <bit.ly/2tBE7ix>).

§ 1254. Devolución de un bien incautado a su propietario quien es un tercero ajeno al ilícito co­
metido. Quinto. [...] 5.3. En ese sentido, el derecho de propiedad es un derecho fundamental de todo
ser humano debidamente reconocido por nuestra Constitución Política, motivo por el cual el Estado

♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL


Art.316 LIBRO SEGUNDO: LA ACTIVIDAD PROCESAL 648

debe proteger su goce y ejercicio en libertad. Sin embargo, todo derecho fundamental a pesar de su im­
portancia encuentra ciertos límites y restricciones, pues en el caso del derecho a la propiedad se pueden
encontrar los siguientes supuestos establecidas por ley: la expropiación, incautación y decomiso. En el
caso materia de casación resulta de interés determinar los límites del derecho a la propiedad respecto a
las figuras de incautación [...]. 5.4. Asimismo, la incautación es una de las limitaciones al derecho de
propiedad, que está regulado en los artículos 218 a 223 del Código Procesal Penal; así también, ha sido
materia de desarrollo en el Acuerdo Plenario N .° 5-2010/CJ-116 [§ 894], en el cual se ha precisado
sus alcances, características y objetivos. Así, la incautación es una medida cautelar de carácter real,
por lo que recae en el patrimonio del imputado o en todo caso sobre bienes jurídicos patrimoniales,
limitándolos con la finalidad de impedir que, durante el proceso, determinadas actuaciones dañosas o
perjudiciales por parte del imputado, afecten la efectividad de las sentencias con relación a las conse­
cuencias jurídicas de carácter económico del delito o en cuanto a la propia eficacia del proceso. [...] 5.6.
El decomiso regulado en los artículos 102 y 103 de nuestro Código Penal, establece que el juez resuelve
el decomiso de los instrumentos con que se hubiere ejecutado el delito, aun cuando pertenezcan a
terceros, salvo cuando estos no hayan prestado su consentimiento para su utilización o que exista un
proceso autónomo para ello. En tal sentido, al ser esta medida jurídica un límite al derecho constitucio­
nal de propiedad merece ser dictado como toda decisión judicial debidamente motivada, pasando por
un análisis, donde se verifique si resulta proporcional o no el comiso. [...] Sexto. [...] 6.3. Siendo así,
en el caso concreto existió una limitación ilegítima en el derecho a la propiedad del recurrente, toda vez
que si bien en un inicio fue legítima y necesaria la medida de incautación del vehículo citado, al haber
sido un instrumento del delito de contrabando agravado perpetrado por BT G H y otros; sin embargo,
dicha medida se tornó en ilegítima al no ser revocada cuando se demostró que la titularidad del bien
pertenecía a SC, quien es un tercero ajeno al proceso del delito de contrabando agravado; por tanto,
al no haberse tenido en cuenta la excepcionalidad a la incautación y a lo establecido en la doctrina
jurisprudencial de este Tribunal Supremo [Casación N .° 382-2013-Puno (§ 1987)], referido a la incau­
tación de bienes de propiedad de terceros no intervinientes en el ilícito penal, corresponde conceder el
derecho al recurrente y que el bien sea devuelto. (Casación N .° 103-2016-Puno, del 17-05-2017, ff. jj.
5.3, 5.4, 5.6 y 6.3, publicado como doctrina jurisprudencial. Sala Penal Permanente [EP, 30-06-2017,
Sentencias en Casación, Año XXI, N .° 730, p. 94129]. Texto completo: <bit.ly/2SgmKeo>).

§ 1255. Juez puede devolver bienes incautados sin necesidad de absolución del procesado o
sobreseimiento del proceso. Los supuestos de los artículos 319 y 320 del Código Procesal Penal
no se contraponen a la Ley de Delitos Aduaneros; al contrario, la complementan. Véase la jurispru­
dencia del artículo 319° del Nuevo Código Procesal Penal [§ 1271]. (Casación N .° 646-2014-Sullana,
del 16-03-2016, que establece como doctrina jurisprudencial vinculante los ff. jj. 9 al 19. Sala Penal
Permanente [EP, 22-12-2016, Jurisprudencia, Año XXV, N .° 1031, pp. 7652-7654]. Texto completo:
<bit.ly/2iKniak>).
§ 1256. Necesidad de confirmación judicial de la incautación de bienes. Proporcionalidad de la
medida de incautación. 3.8. Con el rótulo de “incautación”, el Código Procesal Penal de 2004 ha esta­
blecido dos instituciones jurídico-procesales, una como medida de búsqueda de pruebas con restricción
de derechos y otra como medida de coerción. En ambos casos es un acto de autoridad que limita las fa­
cultades de dominio respecto de bienes o cosas relacionadas, de uno u otro modo, con el hecho punible.
En el primer caso, su función es primordialmente conservativa -de aseguramiento de fuentes de prueba
material- y, luego, probatoria que ha de realizarse en el juicio oral. En el segundo caso, su función es
substancialmente de prevención del ocultamiento de bienes sujetos a decomiso y de impedimento a la
obstaculización de la averiguación de la verdad. Aun cuando en la identificación de los bienes sujetos a
una u otra medida existen ámbitos comunes -pueden cumplir funciones similares-, lo esencial estriba en
la función principal que cumplen, básicamente de cara a la posibilidad de una consecuencia accesoria
de decomiso. 3.9. El artículo 316 del Código Procesal Penal establece que “ [...] los efectos provenientes
de la infracción penal o los instrumentos con que se hubiere ejecutado, así como los objetos permitidos
por la ley siempre que exista peligro por la demora pueden ser incautados durante las primeras dili-
n o m o s & th e s is
649 SECCIÓN III: MEDIDAS DE COERCIÓN PROCESAL Alt 316
gencias y en el curso de la investigación, ya sea por la Policía o por el Ministerio Público, debiendo el
fiscal requerir inmediatamente al Juzgado de Investigación Preparatoria la expedición de una resolución
confirmatoria, la cual se emitirá sin trámite alguno en el plazo de dos días”. Asimismo, el inciso 2, del
artículo 218 del mismo cuerpo normativo establece que: “[...] la Policía no necesitará autorización del
fiscal ni orden judicial cuando se trata de una intervención en flagrante delito o peligro inminente de su
perpetración, de cuya ejecución dará cuenta inmediata al fiscal. Cuando existe peligro por la demora,
la exhibición o la incautación debe disponerla el fiscal. En todos estos casos, el fiscal una vez que tomó
conocimiento de la medida o dispuso su ejecución, requerirá al juez de la investigación preparatoria la
correspondiente resolución confirmatoria”. 3.10. En ambos casos, el legislador ha establecido como im­
perativa la obligación del Ministerio Público, debe recurrir al órgano jurisdiccional para la expedición
de la resolución confirmatoria, lo que evidencia que la medida, ya sea instrumental o cautelar, siempre
será necesaria la revisión del órgano jurisdiccional y la expedición de la correspondiente resolución
confirmatoria. En ese sentido, los juzgados que evalúen dichos requerimientos deberán revisar no solo
el plazo en el que es presentado el requerimiento, sino además y con mayor rigor, la proporcionalidad
de la medida, la existencia efectiva de elementos de convicción que acrediten la relación con un evento
delictivo, la fimdamentación suficiente en la que se haga distinción en el tipo de incautación, la necesi­
dad de la misma y los efectos sobre derechos del titular de los bienes. 3.11. De ser el caso que el órgano
jurisdiccional considere mediante resolución firme que la medida no debe ser confirmada al no existir
elementos de convicción que acrediten la vinculación del bien con el delito que se está sustanciando,
este escenario hace desaparecer el presupuesto principal de la incautación, por lo cual los bienes que
han sido objeto de intervención por la Policía o Ministerio Público, deberán ser puestos a disposición
de sus legítimos propietarios, esto no solo reduce al mínimo la afectación al derecho de propiedad,
sino también garantiza que terceros que nada tuvieron que ver en el evento delictivo se vean afectados
injustificadamente por la medida. Los efectos del incumplimiento de la presentación o la presentación
tardía del requerimiento de confirmatoria de incautación, solo acarrearán responsabilidad administrati­
va del fiscal encargado, pero en ningún caso la nulidad de la materialización de la medida. De darse esta
circunstancia el titular del bien, que verifique la falta del requerimiento de confirmatoria, podrá recurrir
en principio ante el fiscal encargado y al no obtener respuesta u obtener una negativa, podrá recurrir al
órgano jurisdiccional, quien deberá evaluar las circunstancias con citación del fiscal y resolver lo que al
caso concreto atañe. (Casación N .° 136-2013-Tacna, de 11-06-2014, íf. jj. 3.8 al 3.11 [hay que precisar
que solo se ha establecido como doctrina jurisprudencial vinculante lo dispuesto en los íf. jj. 3.4, 3.6,
3.10 y 3.11]. Sala Penal Permanente [EP, 24-09-2014, Jurisprudencia, Año XXIIÍ, N .° 970, pp. 7159­
7161]. Texto completo: <bit.ly/2cH7wvn>).

JURISPRUDENCIA DE LA CORTE SUPREMA

§ 1257. Incautación procesal: definición. Quinto. La incautación procesal regulada en el artículo


316 del Código Procesal Penal, consiste en la aprehensión de un instrumento -bien mueble o inmue­
ble- con que se hubiese ejecutado un determinado delito, y tiene por objeto resguardar aquellos bienes
relacionados con el delito -sin importar su valor económico- que puedan servir como evidencia material
para acreditar, por un lado, el hecho delictivo y, por otro lado, la responsabilidad penal del imputado; es
decir, se impone cuando resulte necesario para el esclarecimiento del hecho punible y procura asegurar
el éxito de la investigación preparatoria, a la vez que implica una limitación al derecho de uso y goce
de los bienes para proveer a las necesidades probatorias, cuya virtud el titular queda privado de ellos,
mientras queda en custodia a disposición de la autoridad competente. Sexto. La incautación puede te­
ner un carácter instrumental o un carácter cautelar, según esté destinado a adquirir y conservar material
probatorio útil a la investigación; es decir, presenta una configuración jurídica dual: como medida de
búsqueda de pruebas y restricción de derechos (medida instrumental restrictiva de derechos), y como
medida de coerción (con una típica función cautelar). En el primer caso, su función es primordialmente
conservativa, y luego, probatoria que ha de realizarse en el juicio oral. En el segundo caso, su función
es sustancialmente de prevención del ocultamiento de bienes sujetos a decomiso y de impedimento
♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL
Art.316 LIBRO SEGUNDO: LA ACTIVIDAD PROCESAL 650

obstaculización de averiguación de la verdad objetiva. (Casación N .° 231-2011-Madre de Dios, de 17­


03-2012, ff. jj. 3 y 6. Sala Penal Permanente. Texto completo: <bit.ly/2b2VBql>).
§ 1258. Presupuestos de la incautación cautelar. Sexto. [...] [La] incautación cautelar es una
medida de coerción real o patrimonial [...]. Como medida limitativa de un derecho fundamental -de
propiedad- está informada por los principios de intervención indiciaría (suficientes elementos de con­
vicción) y de proporcionalidad -prohibición del exceso- (cumplimiento de los requisitos generales de
idoneidad, necesidad y estricta proporcionalidad). El principio de proporcionalidad, desde la coerción
real, se expresa, en orden al peligrosismo procesal, en evitar los riesgos de ocultamiento de los bienes,
insolvencia sobrevenida, obstaculización de la averiguación de la verdad o reiteración delictiva. Asi esta
consagrado en el artículo 253, apartados 2 y 3, del Código Procesal Penal, en cuya virtud se exige el
cumplimiento de sus presupuestos materiales [...]. [El] peligrosismo procesal se concreta puntualmente,
conforme al artículo 317, apartado 1), del Código Procesal Penal, en neutralizar el peligro o riesgo “...
de que la libre disponibilidad de los bienes relacionados con el delito (i) pueda agravar o prolongar sus conse­
cuencias o (ii) facilitar la comisión de otros delitos^. La exigencia de “suficientes elementos de convicción”,
desde luego, abarca no solo alfum us delicti comissi (razonable atribución del hecho punible a un imputa­
do, desde el estándar de probabilidad delictiva o sospecha suficiente), sino también alpericulum in mora
(riesgo de ocultación patrimonial -de los bienes delictivos- o peligro de reiteración delictiva utilizán­
dolos de uno u otro modo, y, en lo específico, que estos puedan agravar o prolongar las consecuencias
del delito o facilitar la comisión de otros delitos). Séptim o. [...] La medida de incautación cautelar, en
tanto recae sobre bienes relacionados con el delito, afecta por extensión necesaria a quien lo tenga en su
poder, sea interviniente en el delito o no responsable penal del mismo. En este último caso, el tercero
afectado debe ser de mala fe -única exigencia para que proceda la incautación y, luego, el decomiso-.
[...] [E]l decomiso no se dispondrá cuando el bien delictivo ha sido transferido a tercero de buena fe y
a título oneroso o por cualquier otra razón análoga [...]. [...] Noveno. [...] Cuando el hecho delictivo
entraña la intervención de personas jurídicas, el tipo infraccional es propio. El presupuesto del tipo es el
injusto típico, pero no es su elemento o supuesto de hecho constitutivo. Este es, alternativamente, que
el injusto típico (i) fuere cometido en ejercicio de la actividad de la persona jurídica o (ii) que se utilice
su organización para favorecerlo o encubrirlo [...]. (Casación N .° 864-2017-Nacional, del 21-05-2018,
ff. jj. 6, 7 y 9. Sala Penal Permanente. Texto completo: <bit.ly/2TkLJl8>).
§ 1259. Son objetos de incautación aquellos que han servido para la ejecución del delito.
Octavo. Al respecto, el Acuerdo Plenario N .° 5-2010/CJ-116 [§ 894], define los instrumentos del
delito como los objetos que, puestos en relación de medio a fin con la infracción, han servido para su
ejecución; en consecuencia, corresponde determinar si el vehículo donde se hallo cannabis sativa-mari-
huana, constituye instrumento del delito de Tráfico ilícito de drogas, para luego determinar si procede
o no su incautación. [...] Décimo segundo. Finalmente, se advierte que el vehículo en cuestión, en el
contexto en que se suscitaron los hechos, no reúne los presupuestos [...] para ser calificado como instru­
mento o herramienta del delito de Tráfico ilícito de drogas, pues dicho vehículo no estaba autorizado
para ser utilizado con fines particulares, tan solo para las labores propias de la empresa propietaria [...].
(R. N. N .° 1109-2015-Junín, de 29-10-2015, f f jj. 8 y 12. Sala Penal Permanente. Texto completo:
<bit.ly/2el907F>).
§ 1260. Confirmación judicial de la incautación. Noveno, El Código Procesal Penal permite por
razones de urgencia la incautación durante las primeras diligencias y en el curso de la investigación pre­
paratoria, ya sea por la Policía o por el Ministerio Público. La urgencia se traduce en dos supuestos: a)
peligro por la demora, es decir, riesgo razonable y fundado que de no realizarse inmediatamente, el bien
relacionado con el delito se puede perder; y, b) delito flagrante; esto es, que el delito se esté cometiendo
o exista peligro inminente que se cometa, y sea necesario hacer cesar ese estado antijurídico aprehen­
diendo la cosa material relacionada con la infracción que se está perpetrando. Una vez efectivizada esta
medida, el Fiscal requerirá inmediatamente al juez de la investigación preparatoria la expedición de una
resolución confirmatoria, conforme a lo establecido en el inciso 2 del artículo 316 [...]. Décim o, En
ese sentido, corresponde precisar que la incautación es la privación de la posesión de un bien u objeto
n o m o s & th e s is
651 SECCIÓN III: MEDIDAS DE COERCIÓN PROCESAL Arí. 316
y su consecuente indisponibilidad y ocupación por la autoridad penal o también puede decirse que es
la desposesión que realiza la autoridad competente de bienes y efectos por razones de interés público
o de actuaciones ilícitas. En el Código de Procedimientos Penales, la incautación como acto previo a
la formalización de la denuncia por el representante del Ministerio Público, era evaluado por el Juez
Penal en diferentes momentos, tales como al dictar el auto de apertura de instrucción y pronunciarse
por la condición jurídica del imputado, al pronunciarse por la devolución o no del bien incautado y
al dictar sentencia, entre otros; sin que sea necesario que el Fiscal Provincial solicite la confirmatoria
de sus alcances al Juez Penal. Décimo Prim ero. El Código Procesal Penal establece, en cambio, que
el representante del Ministerio Público está en la obligación de solicitar la confirmatoria judicial de la
incautación llevada adelante sin autorización judicial, en casos de flagrancia delictiva o peligro inmi­
nente de su producción, conforme lo regulado en el inciso 3 del artículo 203, e inciso 2 del artículo
316, disposiciones que inclusive usan la terminología “inmediatamente” para dar a entender que aquel
requerimiento del representante del Ministerio Público se debe de verificar en el acto o en el término
de la distancia; sin embargo, en el [NCPP] no existe norma que determine cuál es el espacio temporal
del que podía hacer uso el Fiscal para requerir la confirmatoria judicial de incautación, y es por ello que
el término “inmediatamente” era interpretado indistintamente: algunos entendían que la oportunidad
de solicitar la confirmatoria era el mismo día o a más tardar al día siguiente de realizada la incautación,
y otros consideraban que el plazo que otorga el ordenamiento es de dos días de verificada la medida,
precisamente porque estos son los plazos que otorgan las normas adjetivas acotadas al juez de la investiga­
ción preparatoria para confirmar o desaprobar la medida ejecutada por la Fiscalía o la Policía, o para que
se pronuncie sobre la solicitud de requerimiento de confirmatoria del Fiscal Provincial, según sea el caso,
pues si el Juez de Investigación Preparatoria tiene dos días para pronunciarse sobre el requerimiento Fiscal;
en consecuencia, ese mismo plazo debía de concederse al Fiscal para que válidamente pueda postular el res­
pectivo requerimiento, entendiéndose que se tratan de días hábiles. Décimo Segundo. En muchos distritos
judiciales en donde se encuentra vigente el Código Procesal Penal, este es el plazo que se viene aplicando
en relación a la solicitud de confirmatoria judicial de incautación; sin embargo, los Jueces Supremos de las
Salas Penales Permanente y Transitoria de la Corte Suprema de la República, a través del Acuerdo Plenario
N .° 5-2010/CJ-116 [§ 894] [...], desarrollaron doctrina jurisprudencial sobre el tema de la incautación,
reconociendo la existencia de dos formas de incautación: a) Incautación Instrumental, como medida de
búsqueda de pruebas y restricción de derechos, y así está regulado en los artículos 218 al 223 del Código
acotado, el cual recae sobre bienes que constituyen cuerpo del delito o contra cosas que se relacionan
con el delito o que sean necesarias para el esclarecimiento de los hechos investigados; b) Incautación
Cautelar, como medida de coerción, y así se encuentra regulado en los artículos trescientos dieciséis
al trescientos veinte del mismo Código, el cual tiene incidencia en los efectos de la infracción penal,
en los instrumentos con los que se ejecutó y en los objetos del delito permitidos por ley. (Casación
N .° 231-2011-Madre de Dios, de 17-03-2012, íf. jj. 9-12. Sala Penal Permanente. Texto completo:
<bit.ly/2b2VBql>).
§ 1261. Oportunidad para solicitar confirmatoria de incautación. Décimo quinto. [Mientras] el
representante del Ministerio Público no solicite la confirmatoria judicial de la incautación verificada, no
podrá realizar ningún acto de investigación respecto al bien o evidencia incautada; sin embargo, la tar­
danza u omisión de la solicitud de confirmación judicial -al no importar la infracción de un precepto que
determine la procedencia legítima de la incautación- no determina irremediablemente la nulidad radical
de la propia medida ni su insubsanabilidad. El plazo para requerir la respectiva resolución jurisdiccional,
en este caso, no es un requisito de validez o eficacia de la incautación -sin perjuicio de la responsabilidad
administrativa que acarrea al Fiscal omiso-. Su incumplimiento no está asociada, como consecuencia le­
galmente prevista, a específicas y severas sanciones procesales: nulidad absoluta o anulabilidad -requisito
indispensable para anular los efectos jurídicos correspondientes-. (Casación N .° 231-2011-Madre de
Dios, de 17-05-2012, £ j. 15. Sala Penal Permanente. Texto completo: <bit.ly/2b2VBql>).

§ 1262. Si el propietario de bien decomisado demuestra que no está vinculado con el delito in­
vestigado al no consentir el uso del bien con fines ilícitos, deberá devolvérsele el bien. Sexto. Ahora
♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL
Art.316 LIBRO SEGUNDO: LA ACTIVIDAD PROCESAL 652

bien, en lo atinente a la pretensión deducida por la Parte Civil, es de puntualizar que la misma no supera
los requisitos mínimos estipulados en la ley para la procedencia del decomiso definitivo. Del texto ex­
preso del artículo 102 del Código Penal, trasciende que si bien es cierto es posible el decomiso sobre los
instrumentos con que se hubiere ejecutado un delito, aun cuando pertenezcan a terceros, también lo es
que, se impone una exigencia material, esto es, ‘ siempre que se haya prestado su consentimiento para su
utilización”. Este aspecto ha sido desarrollado adecuadamente por la Sala Penal Superior, en cuanto de­
termina, en relación a la titular del vehículo RMLM, que “(..) no se ha llegado a determinar la existencia
de algún elemento que perm ita razonablemente colegir que (...) haya proporcionado el vehículo en cuestión
(...) con el objeto (...) que (...) lo utilice para cometer el delito”. Sétim o. El razonamiento del Tribunal Ad
Quo se sustenta en los actos de investigación realizados durante la etapa de instrucción, determinándose
que la propietaria del vehículo RM LM , ha participado en calidad de testigo, habiendo prestado su
testimonial en la etapa de instrucción, a fojas trescientos ochenta y seis; en cuyo acto niega haber tenido
conocimiento respecto al uso real y efectivo del vehículo por parte del sentenciado ZELM, precisando
que, no obstante tratarse de su hermano, mantenían una relación de trabajo basada en la confianza,
desconociendo los motivos por los cuales el encausado, el día que se produjo su captura, ingresó al
terminal marítimo APM TERM INALS y DP W ORDL. Estas afirmaciones, no fueron contradichas,
sino más bien respaldadas por el encausado ZELM, en sede policial [...] en presencia del representante
del Ministerio Público, y en la investigación [...]. Converge a lo expuesto, la consulta RUC [...], según
la cual RM LM es una persona natural, dedicada a la actividad económica: transporte de carga por ca­
rretera. Visto ello así, debe darse por cierta la versión de la propietaria del vehículo, siendo ostensible la
ausencia de elementos qué la cuestionen, por lo que no corresponde atribuirle conocimiento sobre la ac­
tividad ilícita. Es de insistir que dicho conocimiento constituye el requisito material indispensable para
aplicar el decomiso definitivo. Octavo. En esa línea considerativa, esta Sala Penal Suprema ha tenido la
oportunidad de emitir pronunciamiento en torno a la presenté incidencia, en el Recurso de Casación
N .° 382-2013/Puno [§ 1287], de fecha 10 de marzo de 2013, en el que se estableció como doctrina
jurisprudencial vinculante, que el decomiso sólo corresponderá aplicarse si el bien -sujeto a posible
comiso- es de propiedad de uno de los responsables penales del ilícito investigado, por lo que, en el caso
que el propietario de un bien incautado demuestre fehacientemente que no tiene vinculación objetiva
con el delito investigado, pues se trata de un tercero ajeno al ilícito, podrá solicitar la devolución del
bien, lo cual deberá concedérsele inmediatamente, o de necesitarse para la investigación del ilícito podrá
postergarse su entrega hasta el fin del proceso - fundamento jurídico décimo octavo. (R. N. N .° 3259-
2015-Lima, del 07-04-2016, ff. jj. 6 al 8. Sala Penal Permanente. Texto completo: <bit.ly/2CusY58>).

JURISPRUDENCIA DE LA SALA PENAL NACIONAL

§ 1263. La incautación cautelar de bienes es una medida incompatible con el embargo e inhibi­
ción patrimonial. 3.1.3. En el caso de autos, se tiene que el Ministerio Público, sin alterar la situación
del embargo e inhibición ya definidos a nivel cautelar, propone que los bienes inmuebles de Santiago de
Surco [...] y el de Lurín, [...] estarían vinculados al hecho punible materia de investigación, por lo que la
incautación requerida aseguraría eventual decomiso del que serían pasibles. Para esta Sala Superior, no
es aceptable esta proposición, pues la medida coercitiva real de incautación vista desde un ángulo estric­
tamente jurídico, no podría ejecutarse simultáneamente con el embargo e inhibición antes detallados.
En primer lugar, porque su fin cautelar es distinto -la incautación es instrumento de la sanción de deco­
miso, mientras el embargo e inhibición, [...], versa sobre la pena de multa, la reparación civil y las costas
del proceso-; y, en segundo lugar, porque el efecto asegurativo finalmente perseguido-evitar que la libre
disponibilidad de los bienes pueda prolongar o extender el ámbito delictivo- se cumple, especialmente,
con la medida de inhibición dispuesta, la cual importa la imposibilidad de que se dispongan o graven
los bienes en cuestión. En este contexto, la ocupación y desposesión de los inmuebles-efectos propios de
la incautación- resulta manifiestamente excesiva si se tiene en consideración que, aun siendo ocupados
por sus titulares o terceras personas, los bienes no podrían ser enajenados, transferidos o traslados en
su titularidad fuera de la custodia jurisdiccional -su bloqueo provisional así lo ha dispuesto el juez con

no m o s & th e s is
653 SECCIÓN III: MEDIDAS DE COERCIÓN PROCESAL kú. 317
la inhibición-. En conclusión: la medida de incautación peticionada por el Fiscal, en lo relativo a los
bienes inmuebles citados, debe ser revocada en este extremo y reformándola se declare improcedente.
[...] 4.3. [...] Por tanto, cabe enfatizar que la medida coercitiva real de incautación no puede acumularse
al embargo e inhibición: porque los fines cautelare son inconciliables y, porque basta en sí mismo la
inhibición patrimonial para considerar como conjurado todo riesgo de transferencia o desaparición de
bienes -el bloqueo registral es firme-. En conclusión: la medida de incautación requerida por el Fiscal
debe desestimarse, revocándose en este extremo la apelada, declarándola improcedente. (Exp. N .° 249­
2015-40, auto sobre incautación cautelar y otros del 22-11-2018, ff. 3.1.3 y 4.3. Primera Sala Penal de
Apelaciones Nacional. Sala Penal Nacional. Texto completo: <b it.ly/2030K R 0>).

JURISPRUDENCIA DE LAS CORTES SUPERIORES

§ 1264. Es incongruente que el juez ampare un reexamen de incautación por existir un tercero
de buena fe que no intervino en el delito y a la vez fije una caución. 2.6. Estando a lo indicado, es
incongruente que el juez ampare un reexamen de incautación por existir un tercero de buena fe que no
intervino en el delito y a la vez fije una caución; puesto que, al estar ante la devolución de un bien en
forma definitiva, no se podría pretender a futuro el decomiso del mismo -o el monto consignado como
caución-, como una consecuencia accesoria, bajo la justificación de que el tercero si prestó su consen­
timiento para su utilización. 2.7. Por tanto, el A quo al declarar fundado el reexamen de la medida de
incautación, por ser la solicitante un tercero de buena fe, es implícito que no prestó consentimiento,
razón por la cual no procedería un eventual decomiso como consecuencia accesoria, por lo que no hay
necesidad de imponer una caución económica; más aún, que el reexamen persigue el levantamiento de
la incautación y la entrega del bien -que tiene el carácter de definitiva-; procediendo únicamente fijar
caución, con reserva de una reversión, en el supuesto del artículo 318.3.b del CPP, cuando se trata de
una entrega provisional del bien incautado. 2.8. Se debe tener en cuenta además que la finalidad de una
caución, es servir de garantía patrimonial como mecanismo de sujeción al proceso, y que para el caso
concreto no resulta aplicable al ser la recurrente un tercero ajeno no comprendida en la investigación,
al no haber intervenido en el ilícito, menos es sujeto procesal. 2.9. Finalmente, es de considerar que el
Ministerio Público expresó su conformidad con el reexamen de la incautación -al no impugnar la recu­
rrida-, por lo que sin duda estuvo de acuerdo con la devolución de la embarcación, al quedar determina­
do que la recurrente es propietaria del bien “tercero de buena fe”, pues su embarcación -instrumento del
delito- fue utilizada sin su consentimiento; por lo que la devolución del bien resulta procedente, sin ne­
cesidad de imposición de una caución económica. En ese sentido, resulta prudente declarar la nulidad
del extremo recurrido. (Exp. N .° 02991-2017-66-0701-JR-PE-10, del 10-05-2018, ff. jj. 2.6 al 2.9.
Sala Penal de Apelaciones. Corte Superior de Justicia del Callao. Texto completo: <bit.ly/20qFGqu>).
§ 1265. Para la realización del registro personal -y del registro vehicular- por la policía, fuera
de los supuestos de flagrancia o de peligro inminente de su perpetración, debe necesariamente
contar con la autorización o la orden del fiscal en forma previa a la ejecución de dicha medida
restrictiva de derechos. Tráfico ilícito de drogas. Véase la jurisprudencia del artículo 210° del Nuevo
Código Procesal Penal [§ 874]. (Expediente N.° 1193-2014-42, del 28-11-2017, ff. jj. 15 y 16. Tercera
Sala Penal Superior. Corte Superior de Justicia de La Libertad. Texto completo:<bit.ly/2UQkRaf>).

Articulo 317: Intervención Judicial

1. Si no existe peligro por la demora, las partes deberán requerir al Juez la expedición de la medida
de incautación. Para estos efectos, a sí como para decidir en el supuesto previsto en el artículo anterior,
debe existir peligro de que la libre disponibilidad de los bienes relacionados con el delito pueda agravar o
prolongar sus consecuencias o facilitar la comisión de otros delitos.
2. Rige el numeral 3 del artículo 316. (aNWWWtofflfe)

♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL


Art.318 LIBRO SEGUNDO: LA ACTIVIDAD PROCESAL 654

PROTOCOLOS, REGLAMENTOS, LINEAMIENTOS, GUÍAS Y DIRECTIVAS


(a) Reglamento de cosas materia de delitos y de efectos decomisados (aprobado por la Resolución Administrativa N.°
133-2014-CE-PJ de 23-04-2014). Véase el texto completo en: <bit.ly/2FT2YCH>.
(b) Directiva N.° 012-2012-MP-FN: "Actuación conjunta entre el Ministerio Público y la SUNAT en virtud de la Octava
Disposición Complementaria y Transitoria del Decreto Legislativo N.° 1104" (aprobado por la Resolución N.°
3107-2012-M P-FN [EP, 24-11 -2012]). Véase el texto com pleto en: <bit.ly/2TSRxPj>.
(c) Manual de procedimientos, normas para la administración, registro, control y disposición de los elementos materiales,
evidencias y bienes incautados en el M inisterio Público (aprobado por la Resolución N.° 1091 -2011 -MP-FN-GG de 15­
11-2011). Véase el texto com pleto en: <bit.ly/2FP7Tn3>.
(d) Reglamento de la cadena de custodia de elementos materiales, evidencias y administración de bienes incautados
(aprobado por la Resolución N.° 729-2006-M P-FN de 15-06-2006). Véase el texto com pleto en: <bit.ly/2FIR5ho>.
(e) Reglamento de administración de bienes incautados y decomisados por delitos contra la administración pública
(aprobado por la Resolución Ministerial N.° 11 -2002-JUS de 27-03-2002). Véase el texto com pleto en: <bit.ly/2FJBs9x>.
(f) Protocolo de actuación interinstitucionaI para la aplicación de la incautación, com iso, hallazgo y cadena de custodia
(aprobado por el Decreto Supremo N.° 010-2018-JUS [EP, 25-08-2018]). Véase el texto completo en: <bit.ly/2lpOPiC>.
(g) Protocolos de actuación conjunta referidos a las medidas lim itativas de derechos com o el de allanamiento, intervención
de las com unicaciones telefónicas, im pedim ento de salida y levantamiento del secreto bancario, reserva tributaria y
bursátil (aprobado por las Resolución Adm inistrativa N.° 387-2014-CE-PJ de 19-11 -2014). Véase el texto completo en:
<bit.ly/2UplsCJ>.

JURISPRUDENCIA DE LA CORTE SUPREMA

§ 1266. Presupuestos de la incautación cautelar. Véase la jurisprudencia del artículo 316° del
Nuevo Código Procesal Penal [§ 1258]. (Casación N .° 864-2017-Nacional, del 21-05-2018, ff. jj. 6, 7
y 9. Sala Penal Permanente. Texto completo: <bit.ly/2TkLJl8>).

Artículo 318: Bienes incautados

1. Los bienes objeto de incautación deben ser registrados con exactitud y debidamente individualiza­
dos, estableciéndose los mecanismos de seguridad para evitar confusiones. De la ejecución de la medida
se debe levantar un acta, que será firmada por los participantes en el acto. La Fiscalía de la Nación dictará
las disposiciones reglamentarias necesarias para garantizar la corrección y eficacia de la diligencia, así
como para determinar el lugar de custodia y las reglas de administración de los bienes incautados.
2. Sin perjuicio de lo anterior, si se trata de incautación de bienes muebles se procederá de manera que
se tomen bajo custodia y -si es posible- se inscribirá en el registro correspondiente. Si se trata de bienes
inmuebles o de derecho sobre aquellos, adicionalmente a su ocupación, se procederá de manera que dicha
medida se anote en el registro respectivo, en cuyo caso se instará la orden judicial respectiva. De igual
forma, se procederá cuando se dicte la medida de incautación sobre bienes inscribibles. Cuando los bienes
incautados no se encuentren a nombre del inculpado se inscribirá dicha medida cursándose los partes a los
Registros Públicos, debiendo el funcionario competente proceder conforme al mandato judicial.
3. El bien incautado, si no peligran los fines de aseguramiento que justificaron su adopción, si la Ley lo
permite, puede ser
a) Devuelto al afectado a cambio del depósito inmediato de su valor; o,
b) Entregado provisionalmente al afectado, bajo reserva de una reversión en todo momento, para con­
tinuar utilizándolo provisionalmente hasta la conclusión del proceso. En el primer supuesto, el importe
depositado ocupa el lugar del bien; y, en el segundo supuesto, la medida requerirá que el afectado presente
caución, garantía real o cumpla determinadas condiciones.
4. Si se alega sobre el bien incautado un derecho de propiedad de persona distinta del imputado o si
otra persona tiene sobre el bien un derecho adquirido de buena fe cuya extinción podría ser ordenada en
el caso de la incautación o del decomiso, se autorizará su participación en el proceso. En este caso el
participante en la incautación será oído, personalmente o por escrito, y podrá oponerse a la incautación.

nom os & th e sis


655 SECCIÓN III: MEDIDAS DE COERCIÓN PROCESAL A rt 319
Para el esclarecimiento de tales hechos, se puede ordenar la comparecencia personal del participante
de la incautación. Si no comparece sin justificación suficiente, se aplicarán los mismos apremios que para
los testigos. En todo caso, se puede deliberar y resolver sin su presentación, previa audiencia con citación
de las partes. ^ ® ^ ® wfa)

NOTA DE ACTUALIZACIÓN
(1) Artículo modificado por el artículo 3 del Decreto Legislativo N.° 983 (EP, 22-07-2007).

PROTOCOLOS, REGLAMENTOS, LINEAMIENTOS, GUÍAS Y DIRECTIVAS


(a) Reglamento de cosas materia de delitos y de efectos decomisados (aprobado por la Resolución Adm inistrativa N.°
133-2014-CE-PJ de 23-04-2014). Véase el texto completo en: <bit.ly/2FT2YCH>.
(b) Directiva N.° 012-2012-MP-FN: "Actuación conjunta entre el Ministerio Público y la SUNAT en virtud de la Octava
Disposición Complementaria y Transitoria del Decreto Legislativo N.° 1104" (aprobado por la Resolución N.°
3107-2012-MP-FN [ER 24-11 -2012]). Véase el texto completo en: <bit.ly/2TSRxPj>.
(c) Manual de procedimientos, normas para la administración, registro, control y disposición de los elementos materiales,
evidencias y bienes incautados en el Ministerio Público (aprobado por la Resolución N.° 1091 -2011 -MP-FN-GG de 15­
11-2011). Véase el texto completo en: <bit.ly/2FP7Tn3>.
(d) Reglamento de la cadena de custodia de elementos materiales, evidencias y administración de bienes incautados
(aprobado por la Resolución N.° 729-2006-MP-FN de 15-06-2006). Véase el texto completo en: <bit.ly/2FIR5ho>.
(e) Reglamento de administración de bienes incautados y decomisados por delitos contra la administración pública
(aprobado por la Resolución Ministerial N.° 11 -2002-JUS de 27-03-2002). Véase el texto completo en: <bit.ly/2FJBs9x>.
(f) Protocolo de actuación interinstitucional para la aplicación de la incautación, comiso, hallazgo y cadena de custodia
(aprobado por el Decreto Supremo N.° 010-2018-JUS [EP, 25-08-2018]). Véase el texto completo en: <bit.ly/2lpOPiC>.
(g) Protocolos de actuación conjunta referidos a las medidas limitativas de derechos como el de allanamiento, intervención
de las com unicaciones telefónicas, impedimento de salida y levantamiento del secreto bancario, reserva tributaria y
bursátil (aprobado por las Resolución Administrativa N.° 387-2014-CE-PJ de 19-11 -2014). Véase el texto completo en:
<bit.ly/2UplsCJ>. .

JURISPRUDENCIA DE LA CORTE SUPREMA

§ 1267. Presupuestos de la incautación cautelar. Véase la jurisprudencia del artículo 316° del
Nuevo Código Procesal Penal [§ 1258]. (Casación N .° 864-2017-Nacional, del 21-05-2018, íF. jj. 6, 7
y 9. Sala Penal Permanente. Texto completo: <bit.ly/2TkLJl8>).

JURISPRUDENCIA DE LAS CORTES SUPERIORES

§ 1268. Para la realización del registro personal -y del registro vehicular- por la policía, fuera
de los supuestos de flagrancia o de peligro inminente de su perpetración, debe necesariamente
contar con la autorización o la orden del fiscal en forma previa a la ejecución de dicha medida
restrictiva de derechos. Tráfico ilícito de drogas. Véase la jurisprudencia del artículo 210° del Nuevo
Código Procesal Penal [§ 874]. (Expediente N .° 1193-2014-42, del 28-11-2017, fF. jj. 15 y 16. Tercera
Sala Penal Superior. Corte Superior de Justicia de La Libertad. Texto completo:<bit.ly/2UQkRaF>).

§ 1269. Es incongruente que el juez ampare un reexamen de incautación por existir un tercero
de buena fe que no intervino en el delito y a la vez fije una caución. Véase la jurisprudencia del
artículo 316° del Nuevo Código Procesal Penal [§ 1264]. (Exp. N .° 02991-2017-66-0701-JR-PE-10,
del 10-05-2018, fF. jj. 2.6 al 2.9. Sala Penal de Apelaciones. Corte Superior de Justicia del Callao. Texto
completo: <bit.ly/20qFGqu>).

Artículo 319: Variación y reexamen de la incautación

a) Si varían los presupuestos que determinaron la imposición de la medida de incautación, ésta será
levantada inmediatamente, a solicitud del Ministerio Público o del interesado.

♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL


Art.319 LIBRO SEGUNDO: LA ACTIVIDAD PROCESAL 656

b) Las personas que se consideren propietarios de buena fe de los bienes incautados y que no han
intervenido en el delito investigado, podrán solicitar el reexamen de la medida de incautación, a fin que se
levante y se le entreguen los bienes de su propiedad.
c) Lo s autos que se pronuncian sobre la variación y el reexamen de la incautación se dictarán previa
audiencia, a la que también asistirá el peticionario. Contra ellos procede recurso de apelación. Rige,
en lo pertinente, lo dispuesto en el numeral 2) del artículo 278 y en los numerales 2) y 3) del artículo
279 . 0 ) (a) (b) (c) (d) (e) (f) (g)

NOTA DE ACTUALIZACIÓN
(1) Artículo m odificado por el artículo 3 del Decreto Legislativo N.° 983 (EP, 22-07-2007).

PROTOCOLOS, REGLAMENTOS, LINEAMIENTOS, GUÍAS Y DIRECTIVAS


(a) Reglamento de cosas materia de delitos y de efectos decom isados (aprobado por la Resolución Adm inistrativa N.°
133-2014-CE-PJ de 23-04-2014). Véase el texto completo en: <bit.ly/2FT2YCH>.
(b) Directiva N.° 012-2012-MP-FN: "Actuación conjunta entre el M inisterio Público y la SUNAT en virtud de la Octava
Disposición Complementaria y Transitoria del Decreto Legislativo N.° 1104" (aprobado por la Resolución N.°
3107-2012-M P-FN [EP( 24-11-2012]). Véase el texto com pleto en: <bit.ly/2TSRxPj>.
(c) Manual de procedimientos, normas para la administración, registro, control y disposición de los elementos materiales,
evidencias y bienes incautados en el M inisterio Público (aprobado por la Resolución N.° 1091 -2011 -MP-FN-GG de 15­
11 -2011). Véase el texto com pleto en: <bit.ly/2FP7Tn3>.
(d) Reglamento de la cadena de custodia de elementos materiales, evidencias y administración de bienes incautados
(aprobado por la Resolución N.° 729-2006-M P-FN de 15-06-2006). Véase el texto completo en: <bit.ly/2FIR5ho>.
(e) Reglamento de adm inistración de bienes incautados y decom isados por delitos contra la administración pública
(aprobado por la Resolución Ministerial N.° 11 -2002-JUS de 27-03-2002). Véase el texto completo en: <bit.ly/2FJBs9x>.
(f) Protocolo de actuación interinstitucional para la aplicación de la incautación, comiso, hallazgo y cadena de custodia
(aprobado por el Decreto Supremo N.° 010-2018-JUS [EP, 25-08-2018]). Véase el texto completo en: <bit.ly/2lpOPiC>.
(g) Protocolos de actuación conjunta referidos a las medidas lim itativas de derechos como el de allanamiento, intervención
de las com unicaciones telefónicas, impedim ento de salida y levantam iento del secreto bancario, reserva tributaria y
bursátil (aprobado por las Resolución Adm inistrativa N.° 387-2014-CE-PJ de 19-11 -2014). Véase el texto com pleto en:
<bit.ly/2UplsCJ>.

ACUERDO PLENARIQ DE LA CORTE SUPREMA

§ 1270. Reexamen de la incautación. § 4. Reexamen de la incautación. 15. El afectado por una


medida de incautación, instrumental o cautelar, que en ambos casos tiene la condición de interviniente
accesorio, tiene dos opciones: interponer recurso de apelación o solicitar el reexamen de la medida. La
institución del reexamen se asocia a la incorporación de actos de investigación o de algún elemento de
convicción luego de la realización del acto mismo, que modifique la situación que inicialmente generó
la incautación. Desde luego, si la incautación carece desde un inicio de los presupuestos materiales que
la determinan será del caso interponer el respectivo recurso de apelación. El tercero que alegue ser pro­
pietario de un bien incautado y que no ha intervenido en el delito, dice el artículo 319°.2 NCPP, puede
solicitar el reexamen de la medida de incautación, a fin de que se levante y se le entregue el bien de su
propiedad. Esta norma no significa que sólo tiene esta opción, pues muy bien, frente a la contundencia
de la evidencia preexistente -no la que puede aportar con posterioridad a la incautación- puede intentar
derechamente la apelación. El reexamen, por lo demás, importa un análisis de la medida a partir de
nuevos indicios procedimentales o elementos de convicción; no controla la incautación sobre la base de
las evidencias existentes cuando ésta se decretó o efectivizó. (Acuerdo Plenario N .° 5-2010/CJ-116, del
16-11-2010, £ j. 15 [ff. jj. 6 al 15, considerados vinculantes]. VI Pleno Jurisdiccional de las Salas Penales
Permanente y Transitorias [EP, 30-12-2010]. Texto completo: <bit.ly/lIZPK4N>).

DOCTRINA JURISPRUDENCIAL VINCULANTE DE LA CORTE SUPREMA

§ 1271. Juez puede devolver bienes incautados sin necesidad de absolución del procesado o
sobreseimiento del proceso. Los supuestos de los artículos 319 y 320 del Código Procesal Penal no

nom os & th e s is
657 SECCIÓN III: MEDIDAS DE COERCIÓN PROCESAL Art.319
se contraponen a la Ley de Delitos Aduaneros; al contrario, la complementan. Noveno. La Ley N .°
28008 en su artículo 13 de su Capítulo I, Título II, modificado por el Decreto Legislativo N .° l i l i ,
del 29 de junio de 2012, regula la incautación en caso de delitos aduaneros, en el caso específico de la
devolución de los bienes incautados señala: “E l Fiscal ordenará la incautación y secuestro de las mercancías
(...) los que serán custodiados por la Administración Aduanera en tanto se expida el auto de sobreseimiento,
sentencia condenatoria o absolutoria proveniente de resolución firme, que ordene su decomiso o disponga su
devolución a l propietario. Queda prohibido bajo responsabilidad, disponer la entrega o devolución de las
mercancías (...), en tanto no medie sentencie absolutoria o auto de sobreseimiento proveniente de resolución
firm e que disponga su devolución dentro delproceso seguido por la comisión de delitos aduaneros. En el caso
de vehículos o bienes muebles susceptibles de inscripción registral, queda prohibido, bajo responsabilidad,
sustituir la medida de incautación o secuestro de estos bienes por embargos enforma de depósito, inscripción
u otra que signifique su entrega física a l propietario o poseedor de los mismos. La prohibición de disponer la
entrega o devolución de las mercancías (...), alcanza igualmente a las resoluciones o disposiciones dictadas por
el Ministerio Público, si luego de la investigación preliminar o de las diligencias preliminares, se declare que
no procede promover la acción penal o se disponga el archivo de la denuncia. En dichos casos corresponderá
a la Administración Aduanera la evaluación de la devolución de estas mercancías ( ..) ”. Décimo. Las reglas
que establece son claras: i) La incautación ordenada por el fiscal será custodiada por la Administración
Aduanera, ii) Esta situación se mantiene hasta que se emite auto de sobreseimiento, sentencia que orde­
ne el decomiso o se disponga su devolución al propietario, iii) En caso que el fiscal decida no promover
la acción penal corresponde a la Administración Aduanera evaluar la devolución. Décimo primero. [El]
Decreto Legislativo 937 presenta dos regulaciones: sobre incautación probatoria, la de los artículos 218
al 223 y la cautelar de los artículos 316 al 320. Décimo segundo. En el primero caso, sobre la devolu­
ción de bienes, señala el artículo 222: “El Fiscal y la Policía con conocimiento del primero podrá devol­
ver al agraviado o a terceros los objetos incautados o entregar los incautados que ya fueron utilizados en
la actividad investigadora, con conocimiento del Juez de la Investigación Preparatoria. Asimismo, podrá
devolverlos al imputado si no tuvieren ninguna relación con el delito. La devolución podrá ordenarse
provisionalmente y en calidad de depósito, pudiendo disponerse su exhibición cuando fuera necesario.
Los bienes sustraídos serán entregados al agraviado. Si el Fiscal no accede a la devolución o entrega, el
afectado podrá instar, dentro del tercer día, la decisión del Juez de la Investigación Preparatoria”. Déci­
mo tercero. De ello se advierten las siguientes reglas: i) Fiscal o policía pueden devolver los bienes incau­
tados: a) Al agraviado o terceros, b) Si fueron utilizados en la investigación, c) Al imputado si aquellos
no tienen relación con el delito, ii) Si el fiscal no accede a la devolución, el afectado podrá acudir al juez.
Décimo cuarto. En cuanto a la incautación cautelar señala el artículo 319: “Si varían los presupuestos
que determinaron la imposición de la medida de incautación, ésta será levantada inmediatamente, a so­
licitud del Ministerio Público o del interesado. Las personas que se consideren propietarios de buena fe
de los bienes incautados y que no han intervenido en el delito investigado, podrán solicitar el reexamen
de la medida de incautación, a fin que se levante y se le entreguen los bienes de su propiedad. Los autos
que se pronuncian sobre la variación y el reexamen de la incautación se dictarán previa audiencia, a la
que también asistirá el peticionario. Contra ellos procede recurso de apelación. Rige, en lo pertinente, lo
dispuesto en el numeral 2) del artículo 278 y en los numerales 2) y 3) del artículo 279”. En el artículo
320 señala: “Dictada sentencia absolutoria, auto de sobreseimiento o de archivo de las actuaciones,
los bienes incautados se restituirán a quien tenga derecho, salvo que se trate de bienes intrínsecamente
delictivos. El auto, que se emitirá sin trámite alguno, será de ejecución inmediata. La restitución no
será ordenada si, a solicitud de las partes legitimadas, se deben garantizar -cuando corresponda- el pago
de las responsabilidades pecuniarias del delito y las costas”. Décimo quinto. De ello se advierten las
siguientes reglas: i) El juez puede dejar sin efecto la incautación: a) Si varían sus presupuestos, b) El afec­
tado es propietario de buena fe y no ha intervenido en el delito investigado, iii) En caso de absolución,
sobreseimiento o archivo, los bienes se restituirán a quien tenga derecho, salvo que se trate de bienes
intrínsecamente delictivos o deben garantizar el pago de las responsabilidades pecuniarias del delito y las
costas”. Décimo sexto. De lo expuesto se advierte que la norma aduanera se dirige al fiscal, así como lo
hace el artículo 222 del Código Procesal Penal. Sin embargo, los artículos 319 y 320 del mismo cuerpo

♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL


Art.319 LIBRO SEGUNDO: LA ACTIVIDAD PROCESAL 658

normativo se dirigen al juez. Se debe dejar claro que estas normas no son incompatibles, se comple­
mentan, pues en ambas regulaciones se señala que la incautación se mantiene hasta el sobreseimiento o
absolución. Décim o séptim o. Sin embargo, la regulación de la Ley N .° 28008 no regula todos los su­
puestos de la actividad del juez. Es decir, los supuestos del considerando décimo quinto de los artículos
319 y 320 del Código Procesal Penal no se contraponen; al contrario, la complementan, pues regulan
los supuestos en que el juez puede devolver los bienes incautados; por ello, sí está plenamente vigente,
en todo el país. Décim o octavo. Anteriormente, la Casación N .° 342-2011-Cusco [§ 1641], del 2 de
julio de 2013, expedida por lá Sala Penal Permanente de esta Corte Suprema, refirió que el artículo 13
de la Ley N .° 28008 no abarca todo el procedimiento a seguir como consecuencia de la incautación de
bienes objeto de delitos. El fiscal debe solicitar la confirmatoria de incautación ante el juez, quien en uso
de sus facultades podrá confirmar la medida o entregar el bien ya sea al agraviado, imputado, terceros
o incluso entregar en custodia a la administración aduanera, de acuerdo a cada caso concreto. Décimo
noveno. Además, esta Corte Suprema ha dilucidado conflictos entre ambas normas, lo que deja claro la
vigencia de Ley N .° 28008, como ocurrió en el Auto de calificación de Casación N .° 66-2011-Cusco,
de 13 de agosto de 2011, Casación N .° 342-2011-Cusco [§ 1641], del 2 de julio de 2013, Casación
N .° 45-2012-Cusco [§ 895], del 13 de agosto de 2013, Casación N .° 273-2011-Cusco, del 29 de enero
de 2013, Casación N .° 113-2013-Arequipa [§ 1276], del 16 de septiembre de 2014, Casación N .°
136-2013-Tacna [§ 1256], del 11 de junio de 2014, Casación N .° 139-2011-Cusco [§ 1272], del 10
de abril de 2012, entre otros. En ese sentido, la referencia al Oficio N .° 970-2013-MP-FN-OAJ citado
que señala que la norma está derogada, no es vinculante, más cuando el juez es quien dicta el derecho.
(Casación N .° 646-2014-Sullana, del 16-03-2016, que establece como doctrina jurisprudencial vincu­
lante los íf. jj. 9 al 19. Sala Penal Permanente [EP, 22-12-2016, Jurisprudencia, Año XXV, N .° 1031,
pp. 7652-7654]. Texto completo: <bit.ly/2iKniak>).

JURISPRUDENCIA DE LA CORTE SUPREMA

§ 1272. Continuación de medidas coercitivas reales cuando la investigación preparatoria ha sido


sobreseída. Sexto. [Ha] quedado debidamente establecido que el titular de la acción penal pública, ha in­
coado procesos de investigación, por la comisión de delito de contrabando; sin embargo, ambos procesos
con opinión favorable de la Fiscalía Superior han sido sobreseídos. [...] Sétim o. [...]. Partiendo de dicha
premisa, resulta inviable la continuación de medidas coercitivas reales dispuesta intra proceso penal y que
supeditadas al derrotero de la pretensión punitiva, se dispuso declarar fundado el reexamen, entrega del
bien incautado y levantamiento de la medida.” . (Casación N .° 139-2011-Cusco, de 10-04-2012, íf. jj. 6
y 7. Sala Penal Permanente. Texto completo: <bit.ly/2beEXXT>).

JURISPRUDENCIA DE LAS CORTES SUPERIORES

§ 1273. Improcedencia del reexamen de incautación ante la no variación de los presupuestos


iniciales que determinaron su imposición. Tercero. [...] [En] torno a la variación de los presupuestos
que se contienen en el literal a) del artículo 319°, en realidad no han variado estos presupuestos siguen
manteniéndose los iniciales que han ameritado la confirmación de la incautación y por ende no resulta
cierto que no se tengan por el momento suficientes elementos de convicción en torno a que el vehículo
incautado con placa X pueda resultar un bien que pueda ser sometido finalmente a esta incautación
de naturaleza cautelar con una razonable probabilidad de un comiso definitivo por parte del Estado
Peruano; en consecuencia el Juzgador considera que dada estas circunstancias no es posible estimar el
pedido de reexamen con fines de devolución del bien incautado; dejando a salvo para que esta petición
lo puedan hacer valer una vez se tengan elementos de convicción que reviertan estas circunstancias y
presupuestos que aún se mantienen en torno a la decisión de confirmación de incautación. (Exp. N .°
00620-2011-22-210 l-JR-PE-01, del 23-08-2011, f. j. 3. Primer Juzgado de Investigación Preparatoria
de Puno. Corte Superior de Justicia de Puno. Texto completo: <bit.ly/2U105DO>).

n o m o s & t h e s is
659 SECCIÓN III: MEDIDAS DE COERCION PROCESAL Art. 320

Artículo 320: Pérdida de eficacia de la incautación


1. Dictada sentencia absolutoria, auto de sobreseimiento o de archivo de las actuaciones, los bienes
incautados se restituirán a quien tenga derecho, salvo que se trate de bienes intrínsecamente delictivos. El
auto, que se emitirá sin trámite alguno, será de ejecución inmediata.
2. La restitución no será ordenada si, a solicitud de las partes legitimadas, se deben garantizar -cuando
corresponda- el pago de las responsabilidades pecuniarias del delito y las costas. (a) (fa) (c) (d) (e) (o(g)

PROTOCOLOS, REGLAMENTOS, LINEAMIENTOS, GUÍAS Y DIRECTIVAS


(a) Reglamento de cosas materia de delitos y de efectos decomisados (aprobado por la Resolución Administrativa N.°
133-2014-CE-PJ de 23-04-2014). Véase el texto completo en: <bit.ly/2FT2YCH>.
(b) Directiva N.° 012-2012-MP-FN: "Actuación conjunta entre el Ministerio Público y la SUNAT en virtud de la Octava
Disposición Complementaria y Transitoria del Decreto Legislativo N.° 1104" (aprobado por la Resolución N.°
3107-2012-MP-FN [ER 24-11 -2012]). Véase el texto com pleto en: <bit.ly/2TSRxPj>.
(c) Manual de procedimientos, normas para la administración, registro, control y disposición de los elementos materiales,
evidencias y bienes incautados en el Ministerio Público (aprobado por la Resolución N.° 1091 -2011 -MP-FN-GG de 15­
11-2011). Véase el texto completo en: <bit.ly/2FP7Tn3>.
(d) Reglamento de la cadena de custodia de elementos materiales, evidencias y administración de bienes incautados
(aprobado por la Resolución N.° 729-2006-MP-FN de 15-06-2006). Véase el texto completo en: <blt.ly/2FIR5ho>.
(e) Reglamento de administración de bienes incautados y decomisados por delitos contra la administración pública
(aprobado por la Resolución Ministerial N.° 11 -2002-JUS de 27-03-2002). Véase el texto completo en: <bit.ly/2FJBs9x>.
(f) Protocolo de actuación interinstitucional para la aplicación de la incautación, comiso, hallazgo y cadena de custodia
(aprobado por el Decreto Supremo N.° 010-2018-JUS [EP, 25-08-2018]). Véase el texto completo en: <bit.ly/2lpOPiC>.
(g) Protocolos de actuación conjunta referidos a las medidas limitativas de derechos com o el de allanamiento, intervención
de las com unicaciones telefónicas, impedimento de salida y levantamiento del secreto bancario, reserva tributaria y
bursátil (aprobado por las Resolución Administrativa N.° 387-2014-CE-PJ de 19-11 -2014). Véase el texto completo en:
<bit.ly/2UplsCJ>. .

DOCTRINA JURISPRUDENCIAL VINCULANTE DE LA CORTE SUPREMA

§ 1274. Los supuestos de los artículos 319 y 320 del Código Procesal Penal no se contraponen
a la Ley de Delitos Aduaneros; al contrario, la complementan. Véase la jurisprudencia del artículo
319° del Nuevo Código Procesal Penal [§ 1271]. (Casación N .° 646-2014-Sullana, del 16-03-2016,
que establece como doctrina jurisprudencial vinculante los ff. jj. 9 al 19. Sala Penal Permanente [EP,
22-12-2016, Jurisprudencia, Año XXV, N .° 1031, pp. 7652-7634].Texto completo: <bit.ly/2iKniak>).
§ 1275. La autoridad aduanera custodia el vehículo incautado hasta que se sobresea el pro­
ceso o se emita sentencia que ordene su decomiso o devolución, siendo el juez el encargado de
reexaminar y disponer la devolución del bien. Véase la jurisprudencia del artículo 218° del Nuevo
Código Procesal Penal [§ 895]. (Casación N .° 45-2012-Cusco, de 13-08-2013, que establece como
doctrina jurisprudencial el fundamento III. 1. Sala Penal Permanente [EP, 21-06-2014, Jurisprudencia,
Año XXIII, N .° 963, pp. 7099-7101]. Texto completo: <bit.ly/2p5paQt>).
§ 1276. Aun cuando no se acredite judicialmente el delito de contrabando, tratándose de bie­
nes intrínsecamente delictivos no procede su restitución o devolución al procesado luego del so­
breseimiento. Décimo tercero. Es pertinente realizar algunas precisiones sobre la casación, en razón de
que en nuestro ordenamiento jurídico, el recurso de casación como medio de impugnación es de carác­
ter especial y extraordinario; un recurso singular que permite acceder a la Sala Penal de la Corte Supre­
ma con cognición especial, sobre vicios en la resolución por infracciones normativas que inciden en la
decisión judicial, que en este caso concreto están referidos a interpretaciones erróneas de normas de
derecho procesal. En este sentido la casación tiene entre sus finalidades. 1. Función nomofiláctica orien­
tada a la adecuada aplicación e interpretación del derecho objetivo al caso concreto. 2. Función Unifi-
cadora, orientada a la unificación o uniformidad de la jurisprudencia nacional por la Corte Suprema de
Justicia (Artículo 384 del Código Procesal Civil, modificado por el artículo 1 de la Ley N .° 29364 pu-

♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL


Art. 320 LIBRO SEGUNDO: LA ACTIVIDAD PROCESAL 660

blicada el 28 mayo 2009). 3. Y la Función dikelógica, o buscar la justicia en el caso concreto, en tanto
que la justicia es la razón de ser de la actividad jurisdiccional conforme se desprende de la primera
parte del artículo 138 de la Constitución Política del Estado. Décim o cuarto. En el presente caso, la
cuestión es establecer si un órgano jurisdiccional podría devolver un bien que por sí mismo constituye
el objeto material del delito, que en el caso que nos convoca se trata de un vehículo clonado. Al respec­
to, esta Suprema instancia considera que para dar solución a esta cuestión debe utilizarse ciertos criterios
como el fin dikelógico de la casación, a fin de evitar que los jueces, mediante sus decisiones, generen
impunidad cuando exista un delito, o arbitrariedad frente a una conducta que no es penalmente repri-
mible ni perseguible, lo que quiere decir, que sería desacertado que un bien directamente relacionado
con el hecho delictivo sea devuelto o entregado a la persona quien la utilizó para perpetrar su ilícito
proceder. Décim o quinto. El legislador no previo ni se proyectó al supuesto de que un sobreseimiento
solicitado por el fiscal y amparado por el juez, generaría como consecuencia la devolución del bien in­
cautado (vehículo clonado), en tanto la conducta del encausado [...] por delito de contrabando dejó ser
considerada un ilícito penal por razón de la cuantía del bien incautado. Ante ello, este Colegiado Supre­
mo considera que existe una deficiencia de la ley, a fin de resolver la cuestión planteada. Frente a este
panorama el juez debe optar por una decisión en que la justicia prevalezca frente a una deficiencia de la
ley, es así que nuestra Constitución Política del Estado en su artículo 139 inciso ocho, señala: “E lprin ­
cipio de no dejar de administrar justicia por vacío o deficiencia de la ley. En tal caso, deben aplicarse los
principios generales del derecho y el derecho consuetudinario', superando así, el principio non tíquet, cuya
fórmula fue utilizada por los jueces medievales para expresar que no encontraban solución al asunto que
se les planteaba. Como es sabido, las legislaciones modernas adoptan la regla contraria, por la cual los
tribunales nunca pueden dejar de sentenciar (impartir justicia), debiendo para tal efecto emplear
métodos dé interpretación jurídica en caso de oscuridad o de laguna legal, esto es que los jueces no
pueden dejar de juzgar bajo pretexto de silencio, oscuridad o insuficiencia de las leyes. El otro criterio a
utilizar a fin de dar solución a la cuestión formulada y, atendiendo a lo precedentemente expuesto, el
profesor Ronald Dworkin en el caso Riggs Palmer, en que la Corte Suprema del Estado de Nueva York
tomó la decisión de no conceder la herencia a una persona que asesinó a su abuelo para que éste no
cambiara su testamento, se basó su decisión en el principio del cual “nadie puede beneficiarse a costa
de su propio delito”. Este principio, aclara Dworkin, es parte del ordenamiento jurídico, aunque nun­
ca haya sido promulgado. Un principio no busca alcanzar ninguna meta económica, política o social,
sino satisfacer la justicia y la moral; un principio no es una regla, no establece una solución o respuesta
definida, no impide que el mismo principio inspire soluciones distintas, y no hay contradicción en que
principios opuestos convivan, y a veces uno prevalezca sobre otro. A los principios no se les aplica la
noción de validez, dice Dworkin, un principio no es válido ni inválido sino que tiene peso o gravitación
en un caso en concreto, y así, es posible que un principio prevalezca sobre otro en un juicio, sin que ello
signifique que el principio opuesto haya sido violado; simplemente, el juez decidió que en ese caso uno
de los principios tenía más peso. Esto no puede suceder con las reglas porque si hay dos reglas opuestas,
una de ellas es inválida. Décim o sexto. En este mismo sentido, este Colegiado Supremo considera que
en el presente caso estamos ante un hecho similar al señalado precedentemente (Riggs Palmer), pues la
ley dentro de un sistema constitucional de derecho no puede ser utilizada para que un acto que la
contraviene se cubra con un manto de legalidad a través de una decisión judicial; en consecuencia,
esta Suprema instancia observa que la ley procesal penal, en un nivel infraconstitucional ordena la de­
volución del bien incautado (vehículo clonado), que constituye el objeto material del delito de contra­
bando, despenalizado a través del Decreto Legislativo N .° l i l i , publicado en el diario oficial “El Pe­
ruano” el 29 de junio de 2012 y, ello no debe hacerse efectivo en tanto el espíritu de la ley procesal penal
no ha considerado al momento de ordenarse el levantamiento de las medidas coercitivas, que el men­
cionado bien materia del delito (vehículo clonado), sirvió para que se configurara el delito de contra­
bando. Proceder en sentido contrario, es decir, devolver el vehículo incautado conforme a lo prescrito
por el ordenamiento procesal penal vigente, constituiría una mera interpretación literal, la que nos
alejaría de una solución con criterio de justicia. A manera de recapitulación podemos señalar que, en el
presente caso no estamos ante un vacío o laguna de la ley sino ante una deficiencia de la misma, y la

n o m o s & t h e s is
661 SECCIÓN III: MEDIDAS DE COERCIÓN PROCESAL Art. 320
interpretación ante esta deficiencia tiene que ser corregida por el juzgador intérprete, y con ello cumplir
el fin teleológico de la ley a fin de no generar impunidad o arribar a una decisión injusta. En el presen­
te caso, el texto de la ley ha dispuesto que si un vehículo que es incautado por estar incurso en un acto
de contrabando, y al no haberse acreditado judicialmente el delito, este debe ser devuelto; sin embargo,
cuando el bien producto del contrabando (en este caso el vehículo) es intrínsecamente, sustancialmente
o constitutivo de un delito no resulta razonable que éste sea devuelto para su tráfico (comercialización,
venta, alquiler, etc.), pues este vehículo al no tener D.U.A. -Declaración única de Aduanas-, no se pue­
de determinar su licita procedencia, en tal medida no puede ser devuelto o entregado a la persona a
quien se le incautó, sino a quien tenga legítimo derecho sobre el mencionado bien, entonces, necesaria­
mente quien tiene derecho a que se le restituya o entregue el bien por las circunstancias del caso es al
Estado Peruano, representado en este caso por la Superintendencia Nacional de Administración Tribu­
taria, SUNAT; desarrollándose interpretativamente por extensión el artículo 320 inciso 1 del nuevo
Código Procesal Penal cuando establece que “ tratándose de bienes intrínsecamente delictivos no procede su
restitución o devolución a l procesado!' (Casación N .° 113-2013-Arequipa, de 16-09-2014, que estableció
como doctrina jurisprudencial los fundamentos 13, 14, 15 y 16. Sala Penal Permanente [EP, 19-02­
2015, Jurisprudencia, Año XXIV, N .° 978, pp. 7207-7209]. Texto completo: <bit.ly/2GfcFKj>).

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LIBRO TERCERO
EL PROCESO COMÚN
SECCIÓN I
LA INVESTIGACIÓN PREPARATORIA

TÍTULO I
NORMAS GENERALES

Artículo 321: Finalidad

1. La Investigación Preparatoria persigue reunir los elementos de convicción, de cargo y de descargo,


que permitan al Fiscal decidir si formula o no acusación y, en su caso, al imputado preparar su defensa.
Tiene por finalidad determinar si la conducta incriminada es delictuosa, las circunstancias o móviles de la
perpetración, la identidad del autor o partícipe y de la víctima, a sí como la existencia del daño causado.
2. La Policía Nacional del Perú y sus órganos especializados en criminalística, la Dirección de Policía
Contra la Corrupción, el Instituto de Medicina Legal y los demás organismos técnicos del Estado, están
obligados a prestar apoyo al Fiscal. Las universidades, institutos superiores y entidades privadas, de ser el
caso y sin perjuicio de la celebración de los convenios correspondientes, están facultados para proporcio­
nar los informes y los estudios que requiere el Ministerio Público. La Contraloría General de la República,
conforme a sus atribuciones y competencia, a solicitud del Titular del Ministerio Público, podrá prestar el
apoyo correspondiente, en el marco de la normativa de control.(1)
3. El Fiscal, mediante una Disposición, y con arreglo a las directivas emanadas de la Fiscalía de la
Nación, podrá contar con la asesoría de expertos de entidades públicas y privadas para formar un equipo
interdisciplinario de investigación científica para casos específicos, el mismo que actuará bajo su direc­
ción. (a)

NOTA DE ACTUALIZACIÓN
(1) Numeral 2 m odificado por el artículo único de la Ley N.° 28697 (ER 22-03-2006).

PROTOCOLOS, REGLAMENTOS, LINEAMIENTOS, GUÍAS Y DIRECTIVAS


(a) Manual para el desarrollo del plan de investigación (aprobado por la Resolución N.° 1700-2013-MP-FN de 14-06-2013).
Véase el texto com pleto en: <bit.ly/2Ucqzam>.

DOCTRINA JURISPRUDENCIAL VINCULANTE DE LA CORTE SUPREMA

§ 1277. Excepciones de oficio. Adecuación del proceso común a un proceso inmediato. Véase la
jurisprudencia del artículo 446° del Nuevo Código Procesal Penal [§ 1892]. (Casación N.° 243-2016-
La Libertad, del 17-07-2018, que estableció como doctrina jurisprudencial vinculantes los ff. jj. 9 y 10.

♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL


Art. 322 LIBRO TERCERO: EL PROCESO COMUN 664

Primera Sala Penal Transitoria [EP, 23-08-2018, Jurisprudencia, Año XXVII, N .° 1086, p. 8097]. Texto
completo: <bit.ly/2IRYRuj>).
§ 1278. Adecuación del proceso común a un proceso inmediato. Excepciones de oficio. In­
tervención en flagrancia. Véase la jurisprudencia del artículo 446° del Nuevo Código Procesal Pe­
nal [§ 1893]. (Casación N .° 244-2016-La Libertad, del 20-07-2018, que estableció como doctrina
jurisprudencial vinculantes los ff. jj. 9 y 10. Primera Sala Penal Transitoria [EP, 23-08-2018, Jurispru­
dencia, Año XXVII, N .° 1086, p. 8095]. Texto completo: <bit.ly/2Uc5996>).
§ 1279. Inculpado y víctima pueden postular acuerdos reparatorios durante la investigación
preparatoria (artículo 2o, ines. 6 y 7). Véase la jurisprudencia del artículo 2o del Nuevo Código Proce­
sal Penal [§ 192]. (Casación N .° 437-2012-San Martín, de 19-09-2013, que establece que en las Cortes
Superiores de los Distritos Judiciales en los que se encuentra en vigencia el Código Procesal Penal, con­
sideren como doctrina jurisprudencial vinculante lo dispuesto en el £ j. 10. Sala Penal Permanente [EP,
31-05-2014, Jurisprudencia, AñoXXIII, N.° 961, pp. 7087-7091]. Texto completo: <bit.ly/2FEvSai>).

Artículo 322: Dirección de la investigación

1. El Fiscal dirige la Investigación Preparatoria. A tal efecto podrá realizar por s í mismo o encomendar a la
Policía las diligencias de investigación que considere conducentes al esclarecimiento de los hechos, ya sea
por propia iniciativa o a solicitud de parte, siempre que no requieran autorización judicial ni tengan contenido
jurisdiccional. En cuanto a la actuación policial rige lo dispuesto en el artículo 65.
2. Para la práctica de los actos de investigación puede requerir la colaboración de las autoridades y
funcionarios públicos, quienes lo harán en el ámbito de sus respectivas competencias y cumplirán los
requerimientos o pedidos de informes que se realicen conforme a la Ley.
3. El Fiscal, además, podrá disponer las medidas razonables y necesarias para proteger y aislar indicios
materiales en los lugares donde se investigue un delito, a fin de evitar la desaparición o destrucción de los
m ism os.(a)

PROTOCOLOS, REGLAMENTOS, LINEAMIENTOS, GUÍAS Y DIRECTIVAS


(a) Reglamento de la cadena de custodia de elementos materiales, evidencias y adm inistración de bienes incautados
(aprobado por la Resolución N.° 729-2006-M P-FN de 15-06-2006). Véase el texto com pleto en: <bit.ly/2FIR5ho>.

JURISPRUDENCIA DE LA CORTE SUPREMA

§ 1280. Las declaraciones dadas durante la investigación preliminar y sin la participación del
Ministerio Publico carecen de valor como prueba si no fueron ratificadas ante las autoridades
judiciales. Tercero. Una sentencia condenatoria debe estar sustentada en pruebas suficientes e idóneas
que permitan al juzgador arribar a la convicción, sin un ápice de duda, de la responsabilidad penal del
procesado. En caso contrario, el acusado debe ser absuelto, en estricto respecto del principio de pre­
sunción de inocencia reconocido en el artículo 2, parágrafo 24, literal e, de la Constitución Política del
Estado. C uarto. De la revisión de los actuados judiciales se concluye que si bien el proceso se instruyó
en mérito de la denuncia instada por los agraviados, ello no es suficiente para el sustento de un juicio de
condena como el que se pretende; puesto que las primigenias incriminaciones fueron rendidas a nivel
policial, sin la presencia del representante del Ministerio Público. En ese escenario, los agravios expues­
tos por el recurrente no tienen asidero, ya que las actuaciones policiales sirven de fundamento para que
el fiscal decida si formula o archiva la denuncia, o dispone la realización de una investigación preliminar
(esa es su finalidad). Solo en casos excepcionales (fugacidad e irrepetibilidad del hecho), siempre que
se practiquen las diligencias conforme con las formalidades que la Constitución y el ordenamiento
procesal exigen, podrán ser consideradas al momento de emitirse la sentencia. Quinto. No existe en el
presente caso prueba de cargo que permita estimar la pretensión penal. En efecto, los actos de denuncia

n o m o s & t h e s is
665 SECCIÓN i: LA INVESTIGACIÓN PREPARATORIA Arí. 323
no han sido objeto de ratificación. El testigo policial, al que hace referencia el Ministerio Público en su
recurso, no presenció los hechos imputados, a lo cual ha de sumarse que el procesado fue intervenido
al observarse que salía de la turba de personas que mantenía una gresca con los agraviados, lo cual no es
mérito suficiente para estimar un juicio de condena, tanto más si no se le encontró el objeto del delito
[...]. Sexto. Por otro lado, la declaración del procesado constituye un medio de defensa y no un medio
para fijar objetivamente la verdad; por ende, la acusación no puede probarse con las contradicciones en
las que este pueda incurrir, puesto que la Ley no impone al imputado la obligación jurídica de decir la
verdad. Séptim o. Al no existir elementos de cargo suficientes que desvirtúen la presunción de inocencia
que asiste al encausado se concluye que el Colegiado Superior valoró en forma lógica y congruente los
actuados judiciales. Por tanto el juicio de valor que emitió resolvió adecuadamente el conflicto, sobre
la base de lo preceptuado por el artículo 284, del Código de Procedimiento Penales; por lo que co­
rresponde desestimar el recurso interpuesto y confirmar, la recurrida. (R. N. N.° 3062-2014-Lima, del
12-12-2016, ff. jj. 3 al 7. Sala Penal Transitoria. Texto completo: <bit.ly/2Hjzpv2>).
§ 1281. La persecución penal no siempre se inicia con la apertura de una investigación prelimi­
nar formal. [...] Noveno. [...] [La] persecución penal, no se inicia con la apertura de una investigación
preliminar formal, contra la persona que cometió un delito; tal como postula la defensa de la acusada.
Puede empezar antes, como el caso de la flagrancia delictiva. Sin embargo, es necesario delimitar en
qué casos, en realidad, comienza dicha persecución. Este Supremo Tribunal, considera que en el caso
concreto que nos ocupa, la mera denuncia verbal de la denunciante, no inició la persecución penal
contra el imputado; por cuanto éste no fue sorprendido en flagrante delito y la denunciante no presentó
ningún indicio o evidencia de que el denunciado cometió el delito de violación sexual; sino más bien
sospechaba de tal acto ilícito. En efecto, la denunciante BCLL, con fecha 23 de octubre de 2009, se
apersonó al local de la Fiscalía de Huepetuhe para denunciar que su menor hija estaría en amores con
el denunciado FCF, a quien sorprendió manoseándola; y que dicha menor había desaparecido de su
casa el día 18 de octubre de dicho año hasta el día siguiente, sospechando que habría tenido relaciones
sexuales con el referido denunciado; así consta en la denuncia verbal de folios 3. La sospecha de que
alguien cometió algún delito entonces, no constituirá el inicio de una persecución penal. (Recurso de
Apelación N .° 26-2013-NCPP/Madre de Dios, del 28-11-2017, £ j. 9. Segunda Sala Penal Transitoria.
Texto completo: <bit.ly/2B066xc>).

REMISIÓN .

§ 1282. Sobre la participación del fiscal en la investigación de la policía. Véase la jurisprudencia


del artículo 67° del Nuevo Código Procesal Penal [§ 363 ss.].

Artículo 323: Función del Juez de la Investigación Preparatoria

1. Corresponde, en esta etapa, al Juez de la Investigación Preparatoria realizar, a requerimiento del


Fiscal o a solicitud de las demás partes, los actos procesales que expresamente autoriza este Código.
2. El Ju e z de la Investigación Preparatoria, enunciativamente, está facultado para: a) autorizar la
constitución de las partes; b) pronunciarse sobre las medidas limitativas de derechos que requieran orden
judicial y -cuando corresponda- las medidas de protección; c) resolver excepciones, cuestiones previas y
prejudiciales; d) realizar los actos de prueba anticipada; y, e) controlar el cumplimiento del plazo en las
condiciones fijadas en este código

DOCTRINA JURISPRUDENCIAL VINCULANTE DE LA CORTE SUPREMA

§ 1283. Inculpado y víctima pueden postular acuerdos reparatorios durante la investigación


preparatoria (artículo 2o, ines. 6 y 7). Véase la jurisprudencia del artículo 2o del Nuevo Código Proce­
sal Penal [§ 192]. (Casación N.° 437-2012-San Martín, de 19-09-2013, que establece que en las Cortes

♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL


Art. 323 LIBRO TERCERO: EL PROCESO COMÚN 666

Superiores de los Distritos Judiciales en los que se encuentra en vigencia el Código Procesal Penal, con­
sideren como doctrina jurisprudencial vinculante lo dispuesto en el £ j. 10. Sala Penal Permanente [EP,
31-05-2014, Jurisprudencia, Año XXIII, N .° 961, pp. 7087-7091]. Texto completo: <bit.ly/2FEvSai>).
§ 1284. Prolongación de prisión preventiva debe ser resuelta por juez de investigación prepa­
ratoria. Véase la jurisprudencia del artículo 274° del Nuevo Código Procesal Penal [§ 1148]. (Casación
N .° 328-2012-Ica, de 17-10-2013, que establece que en las Cortes Superiores de los Distritos Judiciales
en los que se encuentra en vigencia el Código Procesal Penal, consideren como doctrina jurisprudencial
vinculante lo señalado en los ff. jj. 5 al 8. Sala Penal Permanente [EP, 06-03-2014, Jurisprudencia, Año
XXIII, N .° 956, pp. 7055-7058]. Texto completo: <bit.ly/2Di9G08>.
N ota: Véase también la consulta excepcional a la presente casación publicada el 22-07-2015 [Texto
completo: <bit.ly/2bXZz89>] que incorporó nuevos fundamentos a la presente casación).

JURISPRUDENCIA DE LA CORTE SUPREMA

§ 1285. El juez no está obligado a convocar a audiencia de tutela en los casos que aprecie ma­
nifiesta intención del imputado o de su abogado defensor de dilatar el proceso. Sexto. El Juez de
investigación Preparatoria está obligado a convocar a audiencia de tutela si se presenta una solicitud
para la tutela del respeto a un derecho fundamental que no tiene vía propia. No obstante, debe de
realizar una calificación del contenido de la solicitud porque, eventualmente, el agravio puede consti­
tuirse en irreparable si se cita a audiencia; por lo que, en este caso, excepcionalmente, puede resolver
de manera directa y sin audiencia. Asimismo, no está obligado a convocar a audiencia de tutela en los
casos que aprecie manifiesta intención del imputado o de su abogado defensor de obstruir la labor de
investigación de lo fiscalía en vez de debatir sobre la existencia de un agravio de derechos. El Juez, por
tanto, está habilitado para realizar un control de admisibilidad de la petición respectiva y, en su caso,
disponer el rechazo liminar, cuidando siempre de verificar cada caso en particular para no dejar en In­
defensión al imputado. (Exp. N .° 00202-2018-l-5001-JS-PE-01-Lima [Caso Pedro Pablo Kuczynski\ ,
del 20-12-2018, f. j. 26. Juzgado Supremo de Investigación Preparatoria. Corte Suprema de Justicia de
la República. Texto completo: <bit.ly/2FbCgVz>).

JURISPRUDENCIA DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL

§ 1286. Supuestos en los que no procede el recurso de agravio constitucional. El recabar la


prueba cuando se pretende formalizar una denuncia es un asunto específico dilucidable única­
mente ante la judicatura ordinaria penal. 1. En la sentencia emitida en el Expediente 00987-2014-
PA/TC, publicada en el diario oficial El Peruano el 29 de agosto de 2014, este Tribunal estableció, en
el fundamento 49, con carácter de precedente, que se expedirá sentencia interlocutoria denegatoria,
dictada sin más trámite, cuando concurra alguno de los siguientes supuestos, que igualmente están
contenidos en el artículo 11 del Reglamento Normativo del Tribunal Constitucional, los cuales se pre­
sentan cuando: a) Carezca de fundamentación la supuesta vulneración que se invoque, b) La cuestión
de Derecho contenida en el recurso no sea de especial trascendencia constitucional, c) La cuestión de
Derecho invocada contradiga un precedente del Tribunal Constitucional, d) Se haya decidido de mane­
ra desestimatoria en casos sustancialmente iguales. 2. En el presente caso se evidencia que el recurso de
agravio no está referido a una cuestión de Derecho de especial trascendencia constitucional. Al respecto,
un recurso carece de esta cualidad cuando no está relacionado con el contenido constitucionalmente
protegido de un derecho fundamental; cuando versa sobre un asunto que está materialmente excluido
del proceso de tutela de que se trata; o, finalmente, cuando lo pretendido no alude a un asunto que
requiere una tutela de especial urgencia. 3. Expresado de otro modo, y teniendo en cuenta lo precisado
en el fundamento 50 de la sentencia emitida en el Expediente 00987-2014-PA/TC, una cuestión no
reviste especial trascendencia constitucional en los siguientes casos: (1) si una futura resolución del
Tribunal Constitucional no soluciona algún conflicto de relevancia constitucional, pues no existe lesión
que compromete el derecho fundamental involucrado o se trata de un asunto que no corresponde

n o m o s & t h e s is
667 SECCIÓN I: LA INVESTIGACIÓN PREPARATORIA Art. 324
resolver en la vía constitucional; o (2) si no existe necesidad de tutelar de manera urgente el derecho
constitucional invocado, y no median razones subjetivas u objetivas que habiliten a este órgano colegia­
do para emitir un pronunciamiento de fondo. 4. En el caso de autos, el recurrente reclama protección
a sus derechos fundamentales a la tutela jurisdiccional efectiva, de defensa y a la debida motivación, y
cuestiona la Disposición Fiscal Superior [...] de fecha 13 de noviembre de 2014 (f. 5), en el extremo que
revocó la Disposición Fiscal Provincial 3, de fecha 16 de mayo de 2014; y, reformándola, declaró fun­
dadas en parte las quejas de derecho interpuestas por ELC SA y la Procuraduría Pública Especializada
en Delitos de Lavado de Activos y Proceso de Pérdida de Dominio. Por ello, ordenó ampliar la investi­
gación preliminar contra VL. 5. Esta Sala del Tribunal Constitucional hace notar que tanto la subsun-
ción de la actividad ilícita en el supuesto de hecho previsto en la norma como el ejercicio de la acción
penal son atributos del Ministerio Público. Asimismo, el recabar la prueba al momento de formalizar
denuncia es un asunto específico que corresponde dilucidar únicamente a la judicatura ordinaria penal.
En el presente caso, la disposición cuestionada expresa que lo que se busca en la investigación penal
es determinar o descartar la conversión o transferencia de bienes, efectos o ganancias de origen ilícito;
mientras que el proceso civil versa sobre la nulidad de acto jurídico de la compraventa de los inmuebles
por simulación absoluta. Por ende, se justifican tanto la declaración de complejidad de la investigación
penal y la orden de realizar actos de investigación, como el levantamiento del secreto bancario y la
reserva tributaria de la imputada. Por consiguiente, el presente recurso debe ser desestimado. 6. En
consecuencia, y de lo expuesto en los Andamentos 2 a 5 supra, se verifica que el presente recurso de
agravio ha incurrido en la causal de rechazo prevista en el acápite b) del fundamento 49 de la sentencia
emitida en el Expediente 00987-2014-PA/TC y el inciso b) del artículo 11 del Reglamento Normativo
del Tribunal Constitucional. Por esta razón, corresponde declarar, sin más trámite, improcedente el
recurso de agravio constitucional. (Exp. N .° 04274-2015-PA/TC, del 02-11-2016 [Web: 02-03-2017],
ff. jj. 1 al 6. Texto completo: <bit.ly/2FhDdvD>).

Artículo 324: Reserva y secreto de la investigación

1. La investigación tiene carácter reservado. Sólo podrán enterarse de su contenido las partes de ma­
nera directa o a través de sus abogados debidamente acreditados en autos. En cualquier momento pueden
obtener copia simple de las actuaciones.
2. El Fiscal puede ordenar que alguna actuación o documento se mantenga en secreto por un tiempo no
mayor de veinte días, prorrogables por el Juez de la Investigación Preparatoria por un plazo no mayor de
veinte días, cuando su conocimiento pueda dificultar el éxito de la investigación. La Disposición del Fiscal
que declara el secreto se notificará a las partes.
3. Las copias que se obtengan son para uso de la defensa. El Abogado que las reciba está obligado a man­
tener la reserva de Ley, bajo responsabilidad disciplinaria. Si reincidiera se notificará al patrocinado para que lo
sustituya en el término de dos días de notificado. Si no lo hiciera, se nombrará uno de oficio.(a)

PROTOCOLOS, REGLAMENTOS, LINEAMIENTOS, GUÍAS Y DIRECTIVAS


(a) Directiva N.° 004-2014-CE-PJ: "Lineamientos para el acceso a la inform ación y/o la expedición de copias simples del
expediente judicial durante la etapa de instrucción del proceso penal" (aprobado por la Resolución Administrativa N.°
205-2014-CE-PJ de 18-05-2014). Véase el texto completo en: <bit.ly/2uHNISB>.

JURISPRUDENCIA DE LA CORTE SUPREMA

§ 1287. Secreto de las investigaciones preliminares debe ser declarado en resolución motivada.
La facultad del fiscal de ordenar el secreto de las actuaciones de forma total o parcial se encuentra
referida a alguno o algunos actos dentro de la investigación preliminar, y no a la investigación
preliminar en su totalidad. Prim ero. El artículo 68, inciso 3, del Código Procesal Penal reconoce al
imputado y su defensa el derecho de acceder a las diligencias practicadas por la Policía y a las que se

♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL


Art. 325 LIBRO TERCERO: EL PROCESO COMÚN 668

insten en la fase de investigación preliminar. Aunque en esta primera subetapa procesal no rige, por su
naturaleza, el principio de publicidad que conlleva el juicio oral, se le reconoce una publicidad relativa o
ínter portes, traducida en la facultad-derecho de los sujetos procesales de tomar conocimiento de forma
inmediata y oportuna de los cargos que se les atribuyen y, de ser el caso, de instar las actuaciones que les
sean favorables para la defensa de sus legítimos intereses. Esta es la fórmula sobre la cual deben operar
las actuaciones estatales en el marco de una investigación. El derecho a la no indefensión, reconocido
en el artículo 139, inciso 14, de la Constitución Política, significa que ha de respetarse el derecho de
contradicción, que garantiza el acceso al proceso en defensa de derechos legítimos, dentro de los cuales
están, evidentemente, el acceso oportuno de los cargos, así como “las facultades de alegar, probar e
intervenir la prueba ajena para controlar su correcta práctica y contradecirla” . Segundo. La citada ga­
rantía de defensa procesal [contradicción] se limita definitivamente por la declaración del secreto de las
investigaciones, en virtud del cual se le impide al interesado conocer, intervenir o hasta contradecir las
actuaciones que se practiquen durante el periodo en que se mantiene en secreto la investigación. Esta
disposición, sustentada en el valor justicia y en la eficacia de las actuaciones estatales en el descubrimien­
to de la verdad, faculta al ente acusador a ejercer las medidas necesarias para evitar que las pruebas sean
destruidas o alteradas. Sin embargo, debe armonizarse con el derecho de defensa del investigado, que
supone, ínter alia, la posibilidad de conocer los hechos que se le imputan desde el inicio de las inves­
tigaciones. El secreto de las actuaciones para asegurar el éxito de las investigaciones o la obligación del
Estado de garantizar en la mayor medida posible la imposición de sanciones a quienes resulten culpables
no es ilimitado y debe preservar el contenido esencial de los derechos fundamentales de la persona.
Evidentemente, el contenido de la imputación variará de acuerdo con el avance de las investigaciones y
alcanzará recién su punto más álgido en la acusación, cuando se formule definitivamente la pretensión
punitiva. No obstante, antes de ello y como mínimo la persona sometida a una investigación debe co­
nocer con el mayor detalle posible los hechos que se le atribuyen. Tercero. La norma in comento debe
ser armonizada con lo previsto por el artículo 324 del Código Procesal Penal, tal como expresamente lo
ha establecido el legislador -rige en cuanto le sea pertinente-. Ambas disposiciones regulan el carácter
reservado de la investigación y la facultad del fiscal de ordenar el secreto de las actuaciones de forma
total o parcial. Esto importa que sus efectos pueden circunscribirse a alguno o algunos actos de investi­
gación. De ninguna forma se trata de la investigación preliminar en abstracto -en ningún extremo de la
norma se aprecia tal enunciado- ni del íntegro de ella. La posición que sostiene esto último olvida que
la constitucionalidad del secreto de las investigaciones y su compatibilidad con el derecho de defensa
requieren, como condición esencial, que el secreto de las actuaciones fiscales o policiales venga objetiva
y razonablemente justificado en circunstancias que el fiscal debe exteriorizar en una decisión motivada
que posibilite a las partes, una vez alzado el secreto, conocer cuáles fueron los motivos que llevaron al
fiscal a adoptar tal decisión e incluso de recurriría por carecer de fundamentación o ser desproporciona­
da y, en definitiva, al órgano judicial a verificar si esta fue imprescindible para asegurar la eficacia de la
administración de justicia y si se cumplió con realizar un juicio de ponderación entre este y el derecho
de defensa. (Casación N .° 373-2018-Nacional, del 13-02-2019, ff. jj. 1 al 3. Sala Penal Permanente.
Texto completo: <bit.ly/2HgepFB>).

Artículo 325: Carácter de las actuaciones de la investigación

La s actuaciones de la investigación sólo sirven para emitir las resoluciones propias de la investigación
y de la etapa intermedia. Para los efectos de la sentencia tienen carácter de acto de prueba las pruebas
anticipadas recibidas de conformidad con los artículos 242 y siguientes, y las actuaciones objetivas e
irreproducibles cuya lectura en el juicio oral autoriza este Código.

JURISPRUDENCIA DE LA CORTE SUPREMA

§ 1288. Informe de Contraloría es propiamente una pericia institucional. Tercero. Que en autos
existe no sólo el Informe de Verificación de la Contraloría -que propiamente es una pericia institucio-
n o m o s & th e s is
669 SECCIÓN i: LA INVESTIGACIÓN PREPARATORIA Art. 325
nal-, sino también tres pericias contables: la primera es de carácter pre procesal y se hizo a instancia de
la policía [...], la segunda es una pericia de parte del encausado V W [...], y la tercera es oficial deci­
dida por el Juez Penal [...]. Estas últimas sólo se pronuncian acerca de los montos cuestionados como
consecuencia de lo efectivamente realizado y, luego, paralizado, pero no se refieren a las razones que
motivaron la paralización de las obras y el costo que ello implicó a la entidad agraviada. [...] (R. N. N.°
3108-2013-Junín, de 02-04-2014, £ j. 3. Sala Penal Transitoria. Texto completo: <bit.ly/256awd9>).
§ 1289. U na prueba preconstituida no es suficiente para derrumbar la presunción de ino­
cencia. [Sum illa] La prueba preconstituida tiene un poder probatorio disminuido. 1. La recurren­
te, con acierto, señala que el Informe Especial N.° 063-2006 es una prueba precpnstituida. Eso
implica que se le reconozca un poder probatorio disminuido frente a otros tipos de prueba. La razón
consiste en que una prueba preconstituida importa una fuente de prueba en la cual el hecho está
impregnado de modo artificial, generalmente mediante la escritura y que se genera sin contradic­
ción, principio esencial de la prueba. Ello significa que el juzgador conoce el hecho contenido en esa
prueba fiándose en quien lo ha redactado, tal como es el caso del Informe Especial N .° 065-2006.
2. Que el conocimiento del hecho que se pretende probar no esté directamente impregnado en la
fuente de prueba que se ofrece como medio probatorio, importa que la inmediación que tiene el
juzgador realmente,esté más alejada del hecho de lo que suele ocurrir con otros medios de prueba
como lo son las pruebas testificales o documentales que emanan directamente del hecho delictivo.
3. Más aún, la contradicción de este medio probatorio es casi nula, pues cuando sea sometida a
debate en el juicio oral, poco se podrá hacer para cuestionar la información consignada en el docu­
mento que es prueba preconstituida. A lo mucho se podrá intentar cuestionar su validez, lo cual casi
nunca tiene éxito porque es normal que quienes redactan este tipo de pruebas tengan experiencia
en ello por razón de su ocupación y domine sus formalidades. 4. En este orden de ideas, se puede
concluir que la el Informe Especial N .° 065-2006, en su condición de prueba preconstituida, es
incapaz de por sí sola acreditar por inferencia identificativa la imputación fáctica en lo referido a
la sustracción de patrimonio del Estado. Para lograr esa conclusión es necesaria actuar otras prue­
bas en el proceso que puedan sumar fuerza a este tipo de prueba. 5. Entender lo contrario, que
una prueba preconstituida es suficiente para derrumbar la presunción de inocencia, sería un grave
error. Si el juicio previo en el que se debe probar la responsabilidad penal -inc. 10 del art. 139 de la
Constitución Política del Estado- es una garantía de toda persona imputada, y que además la prueba
se produce en ese momento con el control de las partes mediante el contradictorio, entender que
una prueba documental que no emana naturalmente del hecho que se pretende probar acredita la
responsabilidad penal del procesado, vaciaría de contenido el derecho de defensa que se debe ejercer
en el juicio. (R. N. N .° 1584-2014-Lambayeque, de 04-11-2015. Sala Penal Permanente. Texto
completo: <bit.ly/2fjhre9>)

JURISPRUDENCIA DE LAS CORTES SUPERIORES

§ 1290. L a declaración en cámara Gesell tiene calidad de prueba preconstituida. Véase la jurispru­
dencia del artículo 242° del Nuevo Código Procesal Penal [§ 924]. (Exp. N .° 00039-2018-57-2601-JR-
PE-01, del 26-01-2018, £ j. 12. Primer Juzgado de Investigación Preparatoria. Distrito Judicial de
Tumbes. Texto completo: <bit.ly/20tZPfm>).

♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL


Art. 326 LIBRO TERCERO: EL PROCESO COMÚN 670

TÍTULO II
LA DENUNCIA Y LOS ACTOS INICIALES DE LA INVESTIGACIÓN

CAPÍTULO I
LA DENUNCIA

Artículo 326: Facultad y obligación de denunciar

1. Cualquier persona tiene la facultad de denunciar los hechos delictuosos ante la autoridad respectiva,
siempre y cuando el ejercicio de la acción penal para perseguirlos sea público.
2. No obstante, lo expuesto deberán formular denuncia:
a) Quienes están obligados a hacerlo por expreso mandato de la Ley. En especial lo están los profesio­
nales de la salud por los delitos que conozcan en el desempeño de su actividad, así como los educadores
por los delitos que hubieren tenido lugar en el centro educativo.
b) Los funcionarios que en el ejercicio de sus atribuciones, o por razón del cargo, tomen conocimiento
de la realización de algún hecho punible.(a)

PROTOCOLOS, REGLAMENTOS, LINEAMIENTOS, GUÍAS Y DIRECTIVAS


(a) Reglamento de denuncias en línea y de línea de orientación al ciudadano (aprobado por las Resolución N.° 045-2015-M P -
FN de 09-01 -2015). Véase el texto com pleto en: <bit.ly/2TQUrlln>.
(b) Instrucción General N.° 1-2018-M P-FN: "Lincam ientos para la gestión de denuncias y casos del M inisterio Público"
(aprobado por la Resolución N.° 2648-2018-M P-FN de 19-07-2018). Véase el texto com pleto en: <bit.ly/2UcJAJv>.

Artículo 327: No obligados a denunciar

1. Nadie está obligado a formular denuncia contra su cónyuge y parientes comprendidos dentro del
cuarto grado de consanguinidad o segundo de afinidad.
2. Tampoco existe esta obligación cuando el conocimiento de los hechos está amparado por el secreto
profesional.(a)

PROTOCOLOS, REGLAMENTOS, LINEAMIENTOS, GUÍAS Y DIRECTIVAS


(a) Reglamento de denuncias en línea y de línea de orientación al ciudadano (aprobado por las Resolución N.° 045-2015-M P -
FN de 09-01 -2015). Véase el texto com pleto en: <bit.ly/2TQUrUn>.
(b) Instrucción General N.° 1-2018-M P-FN: "Lineamientos para la gestión de denuncias y casos del M inisterio Público"
(aprobado por la Resolución N.° 2648-2018-M P-FN de 19-07-2018). Véase el texto com pleto en: <bit.ly/2UcJAJv>.

JURISPRUDENCIA DE LA CORTE SUPREMA

§ 1291. El mero conocimiento de la actividad delictiva de su conviviente no convierte a una mu­


jer en coautora o cómplice del delito de tráfico ilícito de droga. Quinto. [En] lo atinente a la encausada
P. C , solo consta que es conviviente del imputado L. V y que en el hogar convivencial se encontró la droga
y equipos para la elaboración o acondicionamiento de droga. Ella negó estar vinculada con esa conducta
delictiva e incluso saber de su concreta existencia en la casa -no vio su contenido-, pero que todo lo trajo
su conviviente [...]. Ahora bien, el hecho de que en el hogar común se encuentre droga y equipos, del que
reconoce autoría exclusiva el dueño de casa: el encausado L. V., y de que es imposible que su conviviente
-la encausada P. C.- no supiera nada de eso, tal hecho -el mero conocimiento de la actividad delictiva de su
coimputado- no la convierte en coautora o cómplice del delito de tráfico ilícito de droga. Debe probarse,
con arreglo al tipo legal acusado, que la encausada intervino en la tenencia con fines de comercialización y,

n o m o s & t h e s is
671 SECCIÓN I: LA INVESTIGACIÓN PREPARATORIA Art. 328
antes, preparación de droga con los instrumentos incautados. Tal conducta, empero, no ha sido acreditada.
Lo que está probado es la autoría de su conviviente L. V , titular de lo incautado. No lo está, en cambio,
que se trató de una tenencia compartida de droga con fines de tráfico y de que el equipo incautado era
para que ambos lo utilicen en la preparación ylo acondicionamiento de droga. Esa lógica común no tiene
punto de referencia probatorio. Nadie vincula a la referida imputada, quien por lo demás carece de ante­
cedentes [...]. (R. N. N.° 824-2016-Callao, de 17-10-2016, f. j. 5. Sala Penal Transitoria. Texto completo:
<bit.ly/2lEJkBJ>).

§ 1292. Derecho al secreto profesional. La intimidad profesional de los abogados merece una
protección especial. Véase la jurisprudencia del artículo 165° del Nuevo Código Procesal Penal [§ 738]
(Casación N.° 272-2016-Tacna, del 29-12-2016, ff. jj. 17 y 18. Sala Penal Transitoria. Texto completo:
<bit.ly/2Uy8dN0>).

JURISPRUDENCIA DE LA SALA PENAL NACIONAL

§ 1293. El conviviente no necesariamente incurre en responsabilidad penal por convivir en el


inmueble donde se procesaba la droga. Segundo. Responsabilidad penal personal de [la conviviente].
a) Es central establecer si con base a los hechos probados lleva necesariamente a la conclusión que [la
conviviente] tuvo intervención personal en la realización del hecho punible. El Colegiado, considera
que esta hipótesis ciertamente es plausible; empero, también es plausible la hipótesis de que [la convi­
viente] no está involucrada en la realización del hecho punible. La convivencia en el inmueble donde
se procesaba la droga, no lleva directamente a inferir el involucramiento personal de [la conviviente],
en la realización del hecho; en efecto, se trata indudablemente de indicios contingentes, pero no tienen
la calidad epistémica de indicios necesarios. La probada relación convivencial entre JT y [su convivien­
te], en el inmueble donde se encontró el laboratorio clandestino de procesamiento de droga, no es un
indicio unívoco que lleve en dirección lógica necesaria a que [la conviviente] tendría responsabilidad
personal configurando un determinado nivel de intervención delictiva en el hecho imputado, b) No
constituye un indicio posterior de responsabilidad, la circunstancia que no haber denunciado a JT; en
efecto, el estrecho vínculo convivencial que los unía y la hija procreada, condicionan su comportamien­
to; en efecto, aún desde una perspectiva normativa, [la conviviente] no estaba obligada a denunciar a
su conviviente, precisamente por el vínculo convivencia que los unía -ámbito amplio del derecho a la
no autoincriminación-. Tampoco constituye un indicio posterior, la falsa - o mala justificación de la
[conviviente] imputada, en el sentido que no convivía en el inmueble con JT, -ámbito del derecho a la
defensa-. (Exp. N.° 281-2008-0-500l-JR-PE-04, del 30-10-2015, f. j. 2. Sala Penal Nacional. Texto
completo: <bit.ly/2TZXbDR>).

Artículo 328: Contenido y forma de la denuncia

1. Toda denuncia debe contener la identidad del denunciante, una narración detallada y veraz de los
hechos, y -de ser posible- la individualización del presunto responsable.
2. La denuncia podrá formularse por cualquier medio. Si es escrita, el denunciante firmará y colocará
su impresión digital. Si es verbal se sentará el acta respectiva.
3. En ambos casos, si el denunciante no puede firmar se limitará a colocar su impresión digital, deján­
dose constancia en el acta del impedimento.(a)

PROTOCOLOS, REGLAMENTOS, LINEAMIENTOS, GUÍAS Y DIRECTIVAS

(a) Reglamento de denuncias en línea y de línea de orientación al ciudadano (aprobado por las Resolución N.° 045-2015-M P-
FN de 09-01 -2015). Véase el texto completo en: <bit.ly/2TQUrUn>.
(b) Instrucción General N.° 1-2018-MP-FN: "Lincamientos para la gestión de denuncias y casos del Ministerio Público"
(aprobado por la Resolución N.° 2648-2018-M P-FN de 19-07-2018). Véase el texto completo en: <bit.ly/2UcJAJv>.

♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL


Art. 329 LIBRO TERCERO: EL PROCESO COMÚN 672

REMISIÓN
§ 1294. Sobre identificación del imputado. Véase la jurisprudencia de los artículos 72° del Nuevo
Código Procesal Penal [§ 394 ss.] y 166° del Nuevo Código Procesal Penal [§ 740 ss.].

CAPÍTULO II
ACTOS INICIALES DE LA INVESTIGACIÓN

Artículo 329: Formas de iniciar la investigación

1. El Fiscal inicia los actos de investigación cuando tenga conocimiento de la sospecha de la comisión
de un hecho que reviste los caracteres de delito. Promueve la investigación de oficio o a petición de los
denunciantes.
2. La inicia de oficio cuando llega a su conocimiento la comisión de un delito de persecución pública.

Artículo 330: Diligencias preliminares

1. El Fiscal puede, bajo su dirección, requerir la intervención de la Policía o realizar por s í mismo di­
ligencias preliminares de investigación para determinar si debe formalizar la Investigación Preparatoria.
2. Las Diligencias Preliminares tienen por finalidad inmediata realizar los actos urgentes o inaplazables
destinados a determinar si han tenido lugar los hechos objeto de conocimiento y su delictuosidad, así
como asegurar los elementos materiales de su comisión, individualizar a las personas involucradas en su
comisión, incluyendo a los agraviados, y, dentro de los límites de la Ley, asegurarlas debidamente.
3. El Fiscal al tener conocimiento de un delito de ejercicio público de la acción penal, podrá constituirse
inmediatamente en el lugar de los hechos con el personal y medios especializados necesarios y efectuar
un examen con la finalidad de establecer la realidad de los hechos y, en su caso, impedir que el delito pro­
duzca consecuencia ulteriores y que se altere la escena del delito.(a) (b)

PROTOCOLOS, REGLAMENTOS, LINEAMIENTOS, GUÍAS Y DIRECTIVAS


(a) M anual para el desarrollo del plan de investigación (aprobado por la Resolución N.° 1700-2013-M P-FN de 14-06-2013).
Véase el texto com pleto en: <bit.ly/2Ucqzam>.
(b) Protocolo de actuación interinstitucional de protección e investigación de la escena del crim en (aprobado por el Decreto
Suprem o N.° 010-2018-JUS [ER 25-08-2018]). Véase el texto com pleto en: <bit.ly/2v7Kwju>.

DOCTRINA JURISPRUDENCIAL VINCULANTE DE LA CORTE SUPREMA

§ 1295. Establece diferenciación entre los plazos de las diligencias preliminares y las actuacio­
nes de la investigación preparatoria, entendiendo las primeras como excepcionales. Carácter re­
servado de las diligencias preliminares. Sétimo. Que, en ese sentido, es preciso señalar lo siguiente: a)
que el inciso segundo del artículo trescientos treinta y siete del Código Procesal Penal, establece que las
diligencias preliminares forman parte de la Investigación Preparatoria, y ésta a su vez tiene un plazo de
ciento veinte días naturales, prorrogables por única vez hasta por un máximo de sesenta días naturales,
conforme a lo estatuido por el inciso uno del numeral trescientos cuarenta y dos del mismo cuerpo de
leyes, ello debe aplicarse en concordancia con lo dispuesto por el inciso segundo del numeral trescientos
treinta y cuatro, que prescribe, que el plazo de las diligencias preliminares, es de veinte días [Nota del
editor: en la actualidad es de sesenta días, luego de la modificatoria efectuada por la Ley N .° 30076] y
que no obstante ello, el Fiscal podrá fijar un plazo distinto según las características, complejidad y cir­
cunstancias de los hechos objeto de investigación; b) en ese orden de ideas, la etapa de la Investigación
Preparatoria, presenta a su vez dos sub etapas: la primera correspondiente a las diligencias preliminares
y la segunda que corresponde a la investigación preparatoria propiamente dicha. En ese contexto, la
n o m o s & t h e s ls
673 SECCIÓN I: LA INVESTIGACIÓN PREPARATORIA Art. 330
fase de diligencias preliminares tiene un plazo distinto, el mismo que está sujeto a control conforme
dispone el inciso segundo del numeral ciento cuarenta y cuatro del Código Procesal Penal; control que
tiene fundamental importancia para una tramitación adecuada y eficiente del proceso. Octavo. Que, el
artículo trescientos treinta y seis del [...] Código, en la parte final del inciso uno, regula la formalización
y la continuación de la Investigación Preparatoria, la que deberá comunicarse al Juez de la Investigación
Preparatoria a tenor de lo dispuesto en el inciso tres del mismo numeral, en concordancia con el artícu­
lo tres del Código Procesal Penal; interpretándose de todo ello que, el plazo establecido en el numeral
trescientos cuarenta y dos, debe computarse a partir de su comunicación en virtud a lo establecido en el \-
inciso dos del artículo ciento cuarenta y tres; señalándose, además, a partir de una interpretación siste­
mática, que, esa es la razón por la cual en cada una de esas fases, diligencias preliminares e Investigación
Preparatoria, el Código Procesal Penal prevé la posibilidad de que los justiciables y fundamentalmente
el imputado puedan promover mecanismos de control del plazo de investigación, que se regulan de
manera diferenciada tanto para la fase de las diligencias preliminares como para la investigación pre­
paratoria propiamente dicha, conforme se desprende de los artículos trescientos treinta y cuatro inciso
segundo y, trescientos cuarenta y tres inciso segundo del referido texto normativo. Noveno. Que, la
formalización de la investigación preparatoria tiene como una de sus finalidades trascendentes la le­
gitimación de los sujetos procesales, de manera que es recién a partir de dicho acto procesal que los
mismos pueden constituirse y ser reconocidos como tales en el proceso para el efectivo ejercicio de sus
pretensiones, debiendo tenerse en cuenta, además, que según dispone el artículo trescientos veintiuno
del Código Procesal Penal, la investigación preparatoria tiene como finalidad reunir los elementos de
convicción de cargo y de descargo. [...] Décimo Prim ero. Que concluyendo, losplazos para las diligen­
ciaspreliminares, de veinte días [hoy sesenta días] naturalesy el que se concede a l Fiscalpara fija r uno distinto
según las características, complejidady circunstancias de los hechos objeto de investigación son diferentes y no
se hallan comprendidos en los ciento veinte días naturales más la prórroga a la que alude la norma pertinente,
que corresponden a la investigación preparatoria propiamente dicha. Décimo Segundo. Que, finalmente es
necesario precisar que si bien los plazos referidos son distintos, es fundamental establecer que el plazo
de las denominadas diligencias preliminares y fundamentalmente el plazo adicional al de los veinte días
[hoy sesenta días] que el artículo trescientos treinta y cuatro le autoriza al Fiscal en casos que por sus
características revistan complejidad, no debe ser uno ilimitado y, si bien es cierto, en este extremo de la
norma no se precisa de manera cuantitativa cuál es su límite temporal, también es verdad que ello no
puede afectar el derecho al plazo razonable que constituye una garantía fundamental integrante del de­
bido proceso; que por lo demás, deben entenderse como excepcionales, ponderándose el plazo máximo
de duración atendiendo a criterios de orden cualitativos conforme a los principios de razonabilidad y
proporcionalidad, debiendo tenerse siempre presente que las diligencias preliminares tienen como fina­
lidad inmediata realizar los actos urgentes o inaplazables conforme dispone el artículo trescientos treinta
de la ley procesal penal y que por estas consideraciones, la fase de diligencias preliminares no podría, en
la hipótesis más extrema, ser mayor que el plazo máximo de la Investigación Preparatoria regulado en el
artículo trescientos cuarenta y dos de la ley procesal penal. (Casación N.° 02-2008-La Libertad, de 03­
06-2008, que establece como doctrina jurisprudencial el contenido del f. j. 11. Sala Penal Permanente.
Texto completo: <bit.ly/2cRN7E6>).
§ 1296. El plazo de la fase de diligencias preliminares no forma parte del plazo que se señala
para la segunda fase denominada de la investigación preparatoria. El plazo se computa en días
naturales y no hábiles. Cuarto. Asimismo, el inciso segundo del artículo trescientos treinta y cuatro
del Código Procesal Penal establece que el plazo de las diligencias preliminares, conforme el artículo
tercero del mismo cuerpo de leyes, es de veinte días, salvo que se produzca la detención de una persona.
No obstante ello, el Fiscal podrá fijar un plazo distinto según las características, complejidad y circuns­
tancias de los hechos objeto de investigación. Que, el plazo de veinte días le corresponde a la fase de di­
ligencias preliminares: la cual no forma parte del plazo que se señala para la segunda fase denominada de
la investigación preparatoria; esto es porque cada una de ellas persigue una finalidad distinta: pues, las
diligencias preliminares son para concluir si se formaliza o no denuncia; siendo así, si el Fiscal se excede
del plazo en las diligencias preliminares, se somete a un tipo de control. De otro lado, quien se considere
♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL
Art. 330 LIBRO TERCERO: EL PROCESO COMUN 674

afectado por una excesiva duración de las diligencias preliminares, solicitará al Fiscal le dé término y
dicte la disposición que corresponda; a fin de no afectar el derecho al plazo razonable que constituye una
garantía fundamental integrante del debido proceso. Quinto. Que la regla para el cómputo del plazo,
se encuentra regulado en el artículo ciento ochenta y tres del Código Civil, que establece que se com­
putará conforme al calendario gregoriano, estableciéndose en su inciso primero que el plazo señalado
por días se computará por días naturales, salvo que la ley o el acto jurídico establezca que se haga por
días hábiles. Sexto. Que, el considerando décimo primero de la Resolución Casatoria N .° 02-2008 [§
1295], pronunciado el 3 de junio de 2008, estableció que el plazo para las diligencias preliminares son
de veinte días naturales. Sétim o. Que, el cómputo de plazo de las diligencias preliminares se inicia a
partir de la fecha en que el Fiscal tiene conocimiento del hecho punible, y no desde la comunicación al
encausado de la denuncia formulada en su contra. (Casación N .° 66-2010-Puno, de 26-04-2011, ff. jj.
4-7, que establece como doctrina jurisprudencial que los plazos para las diligencias preliminares son de
días naturales y no hábiles. Sala Penal Permanente. Texto completo: <bit.ly/27rMxng>).

JURISPRUDENCIA DE LA CORTE SUPREMA

§ 1297. Diligencias preliminares. 2.6. [...] [Las] diligencias preliminares constituyen una etapa pre­
jurisdiccional del proceso penal, por la cual el Fiscal está autorizado para reunir los elementos probatorios
para formalizar la investigación, a efectos de elaborar su estrategia acusatoria o desestimar la denuncia,
estableciéndose en el artículo trescientos treinta del Código Procesal Penal que estas diligencias tienen
como finalidad inmediata realizar actos urgentes o inaplazables, asegurar los elementos materiales que
se utilizaron para su comisión e individualizar a las personas involucradas y a los agraviados. [...] 2.7.
[...] [En] las diligencias preliminares no podrán realizarse actos que, estando destinados a determinar si
han tenido lugar los hechos denunciados y si estos constituyen delito, puedan ser postergados o no sean
urgentes, dado que estos actos podrán llevarse a cabo dentro de la fase de investigación preparatoria,
propiamente dicha, sirviendo además en esta etapa para fortalecer o desvirtuar la hipótesis del Fiscal, con
la cual formalizó la investigación. 2 .8. Dicho aquello son tres los fines de las diligencias preliminares: i)
Realizar actos urgentes solo para determinar si los hechos denunciados son reales y si además configuran
uno o varios ilícitos penalmente perseguibles; ii) asegurar la escena del crimen y la evidencia sensible de
la presunta comisión del ilícito, y evitar en lo posible mayores consecuencias derivadas de la perpetración
del delito; e iii) individualizar al presunto imputado fundamentalmente y al agraviado si es posible.
(Casación N.° 318-2011-Lima, de 22-11-2012, ff. jj. 2.6 al 2.9. Sala Penal Permanente. Texto completo:
cbit.ly/1p4AzgR>). .
§ 1298. La finalidad de la etapa de diligencias preliminares, tratándose de criminalidad or­
ganizada, no solo es la realización de actos urgentes e inaplazables; cualquier otro acto de in­
vestigación destinado a verificar las condiciones de la acción penal también pueden sostener su
existencia. 1.7. La inicial actividad investigativa del fiscal no se agota con la realización de actos ur­
gentes e inaplazables destinados a establecer: i) si tuvieron lugar los hechos objeto de conocimiento y
su delictuosidad; ii) asegurar los elementos materiales de la comisión del delito; iii) individualizar a las
personas involucradas y asegurarlas debidamente; sino que a estos se aúna la finalidad de determinar
si se formaliza la investigación preparatoria (decisión que se realizará como resultado de las diligencias
investigativas realizadas, dando término a esta fase prejurisdiccional). 1.8. Los actos urgentes e inaplaza­
bles a los que hace referencia la norma procesal van ligados al propósito ulterior o finalidad mediata -de
ser el caso- de formalizar investigación preparatoria; por lo que tales actos no deben ser vinculados en
estricto a un sentido temporal. Lo que resulta de una interpretación sistemática y teleológica del artículo
330, incisos 1 y 2 del CPP. Categorizar lo urgente y necesario solo a un mínimo de tiempo, limitaría
la actuación fiscal, afectaría su rol investigativo y el principio de derecho de seguridad jurídica. 1.9. La
regulación procesal penal establece que el fiscal puede desarrollar investigaciones comunes, complejas,
e investigación de delitos perpetrados por imputados integrantes de organizaciones criminales, perso­
nas vinculadas a ella o que actúan por encargo de la misma. Es dentro de esta dinámica que adquiere
sentido la interpretación antes señalada sobre lo “urgente o inaplazable”, ello en función de que en cada
n o m o s & t h e s is
675 SECCIÓN I: LA INVESTIGACIÓN PREPARATORIA Art. 330
caso en concreto el fiscal debe satisfacer los presupuestos del artículo 336.1 del CPP para continuar
con su investigación; de lo contrario, deberá archivar lo actuado. 1.10. En los delitos de criminalidad
organizada, por su impacto social, su peligrosidad y efectos en el contexto, la necesidad de la actividad
indagativa es mayor, pues se debe realizar un tramado de diligencias especiales, recurriendo incluso a
técnicas especiales de investigación, la propia complejidad de la criminalidad organizada deriva en que
realice una pluralidad de actos especiales de investigación, es por ello que lo urgente o inaplazable no
puede calificarse en su sentido temporal estricto. (Casación N.° 399-2018-Lima, del 11-10-2018, ff. jj.
1.7 al 1.10. Sala Penal Permanente. Texto completo: <bit.ly/2NnXvpK>).

§ 1299. En el marco de una investigación a una organización criminal, el plazo máximo de


las diligencias preliminares no debe superar los 36 meses. Véase la jurisprudencia del artículo 346°
del Nuevo Código Procesal Penal [§ 1312]. (Casación N.° 599-2018-Lima, del 11-10-2018, ff. jj.
2.1.2, 2.1.3, 2.1.4, 2.15, 2.1.6, 2.1.10, 2.1.11 y 2.1.12. Sala Penal Permanente. Texto completo:
<bit.ly/2NnXvpK>).

§ 1300. Flagrancia presunta, flagrancia y diligencias preliminares. La captura del vehículo, sin la
posesión del objeto del delito y sin el reconocimiento de la agraviada, no satisface el rigor conceptual
del delito flagrante. Véase la jurisprudencia del artículo 446° del Nuevo Código Procesal Penal [§ 1897].
(Casación N.° 692-2016-Lima Norte, de 18-12-2017, ff jj. 2-6. Primera Sala Penal Transitoria. Texto com­
pleto: <bit.ly/2ImhvpA>).

§ 1301. Alcances de las diligencias preliminares y la tutela de derechos. Véase la jurisprudencia


del artículo 71° del Nuevo Código Procesal Penal [§ 376]. (Casación N .° 14-2010-La Libertad, de 05­
07-2011, f. j. 4. Sala Penal Permanente. Texto completo: <bit.ly/2WoF0Vt>).

JURISPRUDENCIA DE LA SALA PENAL NACIONAL .

§ 1302. En los casos de criminalidad organizada el plazo de las diligencias preliminares es de 36


meses. 3.6. Sobre las D iligencias Prelim inares. Concebimos como pertinente efectuar precisiones so­
bre el ámbito regulador que atañe a la primera estación de investigación penal en aras de facilitar la apre­
hensión del tema en alzada, en los siguientes términos: 3.6.1. Para el derecho procesal penal, la aplicación
inmediata de las normas, implica que el acto procesal estará regulado por la norma vigente al momento
en que éste se realiza [Exp. N.° 2196-2002-HC/TC (§ 2436)], recogido en el artículo VII - inciso 1 del
Título Preliminar del Código Procesal Penal, de cuyo contenido amerita interés glosar lo siguiente: “La
Ley procesal penal es de aplicación inmediata, [...]”. 3.6.2. Es de recordar que la etapa de la investigación
preparatoria, presenta dos sub etapas: a) Diligencias Preliminares, -artículo 337o -inciso 2 del CPP - y b)
Investigación Preparatoria propiamente dicha; por consiguiente como lo señaló la Sala Penal Permanente
de la Corte Suprema en la Casación N.° 02-2008-La Libertad del 3 de junio de 2008 [§ 1295], en su
fundamento sétimo, “ [...] la fase de Diligencias Preliminares tiene un plazo distinto [...]”, encontrándose
sujeto a control conforme lo previsto por el artículo 144 - inciso 2 del cuerpo normativo antes mencio­
nado; no obstante el invocado Tribunal Supremo estableció que el plazo de estas - artículo 334 inciso 2
del Código Adjetivo -y fundamentalmente el adicional no debe ser ilimitado, pues si bien la norma no
ha precisado de manera cuantitativa el límite temporal de este último, su determinación de modo alguno
puede afectar el derecho al plazo razonable, constitutivo en garantía fundamental integrante del debido
proceso; por ende el establecimiento de plazos adicionales para diligencias preliminares corresponde ser
asumido por la fiscalía como “excepcionales”, ponderándose los principios de razonabilidad y propor­
cionalidad, más aún, si el citado estadio procesal tiene como objeto inmediato realizar actos urgentes o
inaplazables de conformidad con el artículo 330 - inciso 2 del Código Procesal argüido; razón por la cual
dicha fase de modo alguno podría ser mayor que el plazo máximo de la investigación preparatoria, en
este caso, previsto para aquellos seguidores sobre delitos presuntamente perpetrados por imputados in­
tegrantes de organizaciones criminales, personas vinculadas a ella o que actúen por encargo de la misma.
3.6.3. No está demás abundar en que las Diligencias Preliminares constituyen una fase pre jurisdiccional,
en cuyo contexto el fiscal conoce la noticia criminal motivadora de buscar la verdad, empero sin haber
♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL
Art. 330 LIBRO TERCERO: EL PROCESO COMÚN 676

formalizado aún la investigación preparatoria propiamente dicha; presentando juntamente la particula­


ridad de asegurar el cuerpo del delito, los elementos de prueba que por su naturaleza y característica son
considerados actos urgentes’, entre otros acorde lo establecido por el artículo 330 - inciso 2 del Código
Procesal Penal; habiendo determinado el legislador como plazo de duración el de sesenta días según lo
enuncia el inciso 2 del artículo 334 del cuerpo normativo antes mencionado -modificado por el artículo
3 de la Ley 30076-, sin embargo se tiene prevenido que ante la evidencia de características de compleji­
dad y circunstancias de los hechos objeto de investigación, el fiscal se encuentra facultado para fijar un
plazo distinto [Ibídem y Casación N.° 02-2008-La Libertad del 03 de junio de 2008, en su fundamento
décimo primero] que no puede ser ilimitado. 3.6.4. Es importe mencionar que en la fase de análisis no
podrán realizarse actos que, estando destinados a determinar si han tenido lugar los hechos denunciados
y si estos constituyen delito, puedan ser postergados o no sean urgentes, pues estos podrán desarrollarse
dentro del estadio de Investigación Preparatoria propiamente dicha [Casación 318-2011-Lima del 22
de noviembre de 2012, expedido por la Sala Penal Permanente de la Corte Suprema]. 3.6.5. Por otro
lado, es menester hacer hincapié a la representante del Ministerio Púbico de la investigación en cuestión
-Fiscal de la Primera Fiscalía Supraprovincial Corporativa Especializada en Delitos de Lavado de Activos
y Pérdida de Dominio, Segundo Despacho- que las Diligencias Preliminares, presentan como finalidad
como se ha anotado en parte líneas arriba: a) Realizar actos urgentes para determinar si los hechos de­
nunciados son reales y si además configuran uno o varios ilícitos penalmente perseguibles, b) Asegurar la
escena del crimen y la evidencia sensible de la presunta comisión del ilícito, procurando evitar mayores
consecuencias derivadas de la perpetración del delito, y c) Individualizar al presunto imputado así como
al agraviado, de ser posible; de proceder en contrario se estaría desarrollando diligencias inherentes a la
Investigación Preparatoria propiamente dicha, deviniendo en irregular la actuación fiscal. 3.6.6. A razón
de lo expuesto, debe quedar claro que al ser distintos los plazos de las Diligencias Preliminares con los
de la Investigación Preparatoria aludida, al perseguir cada uno de ellos una finalidad disímil, es menester
resaltar que a la fecha el plazo legal para tales diligencias es de sesenta días naturales, delimitado como di­
ferente aunque pudiendo formar parte del plazo fijado por el Fiscal según las características, complejidad
y circunstancias de los hechos objeto de investigación, lo cual está sometido a control de quien se consi­
dere afectado por excesiva duración de la citada fase pre jurisdiccional, prerrogativa dirigida a no afectar
el derecho al plazo razonable. 3.6.7. En ese orden de ideas, sin obviar haberse establecido la Investigación
Preparatoria para casos simples, complejos así como diferenciarlos de aquellos seguidos contra presuntos
integrantes de organización criminal, personas vinculadas a ella o que actúan por encargo de la misma;
no impide que la distinción de plazos se efectúe también para las Diligencias Preliminares a razón de lo
expuesto anteriormente al denotar diferencias sustanciales entre ambos estadios procesales de investiga­
ción. 3.6.8. Es necesario resaltar, para lo fines del inicio del cómputo del plazo que atañe al sub materia,
al 15 de abril de 2015, fecha de la Disposición N.° 1, mediante la cual la Primera Fiscalía Supraprovincial
Corporativa Especializada en Delito de Lavado de Activos y Pérdida de Dominio, dispuso además de
acumular la denuncia SGF 506015704-2015-107 a la denuncia SGF 5060157042015-102, abrir inves­
tigación preliminar contra G. A O. L. y otros por la presunta comisión del delito de Lavado de Activos
en agravio del Estado, aunado a concederse un plazo de sesenta días para la actuación de diligencias; es
así como a la luz de la Casación N .° 144-2012-Ancash [§ 1310] expedida por la Sala Penal Permanente
de la Corte Suprema el 11 de julio de 2013, fundamento quinto, permite conocer con claridad que “ [...]
el computo del plazo de las Diligencias Preliminares se inician a partir de la fecha en que el Fiscal tiene
conocimiento del hecho punible [...]”, quedando determinado por la Ejecutoria Suprema N.° 66-2010
que ello debe acontecer en días naturales y no hábiles [Casación N .° 66-2010-Puno del 26 de abril de
2011] [§ 1296] como se tiene anotado precedentemente. (Exp. N .° 00128-2015-19-500l-JR-PE-03
[Resolución N .° 10], de 09-08-2017, Considerando 3.6. Primera Sala Penal de Apelaciones Nacional.
Sala Penal Nacional. Texto completo: <bit.ly/2Gy8rfR>).

JURISPRUDENCIA D E LA CORTE INTERAMERICANA DE DERECHOS HUMANOS

§ 1303. Correcto manejo de la escena del crimen. 150. La Corte ha establecido que la eficiente
determinación de la verdad en el marco de la obligación de investigar una muerte, debe mostrarse desde

n o m o s & th e sis
677 SECCIÓN I: LA INVESTIGACIÓN PREPARATORIA Alt 330
las primeras diligencias con toda acuciosidad. En este punto, en cuanto al manejo de la escena del cri­
men, el levantamiento y tratamiento del cadáver de la víctima, la necropsia, así como el mantenimiento
de la cadena de custodia de todo elemento de prueba forense, en su jurisprudencia y siguiendo el Ma­
nual sobre la Prevención e Investigación Efectiva de Ejecuciones Extrajudiciales, Arbitrarias y Sumarias
de Naciones Unidas (Protocolo de Minnesota), la Corte ha sustentado que deben realizarse algunas
diligencias mínimas e indispensables para la conservación de los elementos de prueba y evidencias que
puedan contribuir al éxito de la investigación. En este sentido, ha especificado los principios rectores
que es preciso observar en una investigación cuando se está frente a una muerte violenta. 151. La
Corte ha especificado que las autoridades estatales que conducen una investigación de este tipo deben
intentar como mínimo, Ínter alia: i) identificar a la víctima; ii) recuperar y preservar el material proba­
torio relacionado con la muerte, con el fin de ayudar en cualquier potencial investigación penal de los
responsables; iii) identificar posibles testigos y obtener sus declaraciones en relación con la muerte que
se investiga; iv) determinar la causa, forma, lugar y momento de la muerte, así como cualquier patrón
o práctica que pueda haber causado la muerte, y v) distinguir entre muerte natural, muerte accidental,
suicidio y homicidio. Además, es necesario investigar exhaustivamente la escena del crimen, se deben
realizar autopsias y análisis de restos humanos, en forma rigurosa, por profesionales competentes y
empleando los procedimientos más apropiados. 152. La Corte destaca que el correcto manejo de la
escena del crimen es un punto de partida de la investigación y, por tanto, determinante para esclarecer
la naturaleza, circunstancias y características del delito, así como los participantes en el hecho. Es por
ello que su manejo debe ser mediante profesionales entrenados en la importancia de sus acciones, la
preservación de la escena del crimen, las actividades a realizar en esta, y en la recuperación y preserva­
ción de la evidencia. La jurisprudencia de la Corte ha señalado que un Estado puede ser responsable por
dejar de “ordenar, practicar o valorar pruebas que hubieran sido de mucha importancia para el debido
esclarecimiento de los homicidios” . En relación con la escena del crimen, los investigadores deben,
como mínimo, fotografiar dicha escena, cualquier otra evidencia física y el cuerpo como se encontró y
después de moverlo; todas las muestras de sangre, cabello, fibras, hilos u otras pistas deben ser recogidas
y conservadas; examinar el área en busca de huellas de zapatos o cualquier otra que tenga naturaleza
de evidencia, y hacer un informé detallando cualquier observación de la escena, las acciones de los
investigadores y la disposición de toda la evidencia coleccionada. Se debe cerrar la zona contigua al ca­
dáver, y prohibir, salvo para el investigador y su equipo, el ingreso a la misma. Mientras ello no suceda
debe evitarse cualquier contaminación de la misma y mantenerla bajo custodia permanente. Una de
las acciones en el sitio del hallazgo de mayor riesgo es la manipulación del cadáver, el cual no debe ser
manipulado sin la presencia de profesionales, quienes deben examinarlo y movilizarlo adecuadamente
según la condición del cuerpo. (CIDH, Caso Velásquez Paizy Otros vs. Guatemala, sentencia de 19-11­
2015, párrs. 150 al 152. Texto completo: <bit.ly/2GCsgpl>).
§ 1304. D ebida diligencia en una investigación médico-legal de una muerte. 153. Igualmente,
la debida diligencia en una investigación médico-legal de una muerte exige el mantenimiento de la
cadena de custodia de todo elemento de prueba forense. La Corte ha señalado que ello consiste en
llevar un registro escrito preciso, complementado, según corresponda, por fotografías y demás elemen­
tos gráficos, para documentar la historia del elemento de prueba a medida que pasa por las manos de
diversos investigadores encargados del caso. La cadena de custodia puede extenderse más allá del juicio
y la condena del autor, dado que las pruebas antiguas, debidamente preservadas, podrían servir para
el sobreseimiento de una persona condenada erróneamente. La excepción la constituyen los restos de
víctimas positivamente identificadas que pueden ser devueltos a sus familias para su debida sepultura,
con la reserva de que no pueden ser cremados y que pueden ser exhumados para nuevas autopsias.
154. En cuanto a las autopsias, como lo ha señalado la Corte, tienen como objetivo recolectar, como
mínimo, información para identificar a la persona muerta, la hora, la fecha, causa y forma de muerte.
Estas deben respetar ciertas formalidades básicas, como indicar la fecha y hora de inicio y finalización,
así como el lugar donde se realiza y el nombre del funcionario que la ejecuta. Asimismo, se debe, ínter
alia, fotografiar adecuadamente el cuerpo; tomar radiografías del cadáver, de su bolsa o envoltorio y
después de desvestirlo, documentar toda lesión. Se debe documentar la ausencia, soltura o daño de los
♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL
Art. 331 LIBRO TERCERO: EL PROCESO COMÚN 678

dientes, así como cualquier trabajo dental, y examinar cuidadosamente las áreas genital y para-genital
en búsqueda de señales de abuso sexual. Asimismo, el Manual de Naciones Unidas indica que en los
protocolos de autopsia se debe anotar la posición del cuerpo y sus condiciones, incluyendo si está tibio
o frío, ligero o rígido; proteger las manos del cadáver, registrar la temperatura del ambiente y recoger
cualquier insecto. (CIDH , Caso Veldsquez Paizy Otros vs. Guatemala, sentencia de 19-11-2015, párrs.
153 y 154. Texto completo: <bit.ly/2GCsgpl>).

Artículo 331: Actuación policial

1. Tan pronto la Policía tenga noticia de la comisión de un delito, lo pondrá en conocimiento del Minis­
terio Público por la vía más rápida y también por escrito, indicando los elementos esenciales del hecho y
demás elementos inicialmente recogidos, así como la actividad cumplida, sin perjuicio de dar cuenta de
toda la documentación que pudiera existir.
2. Aun después de comunicada la noticia del delito, la Policía continuará las investigaciones que haya
iniciado y después de la intervención del Fiscal practicará las demás investigaciones que les sean delega­
das con arreglo al artículo 68.
3. Las citaciones que en el curso de las investigaciones realice la policía a las personas pueden
efectuarse hasta por tres veces.

ACUERDOS PLENARIOS DE LA CORTE SUPREMA

§ 1304a. Actuación policial y exención de responsabilidad penal. (XI Pleno Jurisdiccional Supremo
Penal 2019. Texto completo: <bit.ly/2I5PxPu>).

JURISPRUDENCIA DE LA CORTE SUPREMA

§ 1305. Motivos por los que las actuaciones policiales, en principio, no poseen valor probato­
rio. Los actos que forman parte del informe policial tendrán valor probatorio en cuanto se hayan
realizado con la presencia del representante del Ministerio Publico y hayan sido corroborados
con otros medios de prueba. Décim o tercero. Ahora bien, las actuaciones policiales, en principio, no
poseen valor probatorio debido a los siguientes motivos: a) La ausencia del juez durante su realización,
b) La falta de garantías en su práctica. Al no ser los actos valorados directamente por el órgano juris­
diccional, no pueden ser idóneos de otorgársele calidad de prueba suficiente a aquella actividad que se
desarrolla sin que pueda constatarse que fueron practicadas con las garantías de Ley que le otorgarían
mérito probatorio. [...] Décim o sexto. Esta carencia de valor puede salvarse con la presencia del Fiscal
en la actividad policial, por ello, el inciso 1 del artículo 331 del Código Procesal Penal, establece que tan
pronto la Policía tenga noticia de la comisión de un delito, lo pondrá en conocimiento del Ministerio
Público por la vía más rápida y también por escrito, indicando los elementos esenciales del hecho y
otros inicialmente recogidos, así como la actividad cumplida, sin perjuicio de dar cuenta de toda la do­
cumentación que pudiera existir. [...] Décim o octavo. En conclusión, el valor probatorio que se otorgue
al contenido del informe policial (manifestaciones, actas, y demás diligencias preliminares), dependerá
que estos actos se hayan realizado con la presencia del representante del Ministerio Público, que confir­
ma que la actividad policial cumpla con las garantías previstas en la Ley, asimismo, deben encontrarse
corroborados con otros medios de prueba que valorados conjuntamente, puedan ser idóneos para escla­
recer los hechos materia de imputación. Adicional a ello, dichas diligencias introducidas al juicio oral
tendrán aptitud probatoria a pesar de no haber estado presente el Fiscal, siempre que las circunstancias
de urgencia o necesidad y dado el carácter irrepetible de dicha actuación haya impedido que estuviera
presente el representante del Ministerio Público. (Casación N .° 158-2016-Huaura, del 10-08-2017, ff.
jj. 13, 16 y 18. Segunda Sala Penal Transitoria. Texto completo: <bit.ly/2Fv7aIA>).

nomos &thesis
679 SECCIÓN I: LA INVESTIGACIÓN PREPARATORIA Art. 334
REMISIÓN

§ 1306. Sobre el valor legal de la investigación policial. Véase la jurisprudencia del artículo 62°
del Código de Procedimientos Penales [§ 2092 ss.].

Artículo 332: Informe policial

1. La policía en todos los casos en que intervenga elevará al fiscal un informe policial.
2. El informe policial contendrá los antecedentes que motivaron su intervención, la relación de las dili­
gencias efectuadas y el análisis de los hechos investigados, absteniéndose de calificarlos jurídicamente y
de imputar responsabilidades.
3. El informe policial adjuntará las actas levantadas, Das manifestaciones recibidas, las pericias reali­
zadas, las recomendaciones sobre actos de investigación y todo aquello que considere indispensable para
el esclarecimiento de la imputación, así como la comprobación del domicilio y los datos personales de los
imputados.(1)

NOTA DE ACTUALIZACIÓN

(1) Artículo modificado por el artículo 3 de la Ley N.° 30076 (EP, 19-08-2013).

Artículo 333: Coordinación interinstitucional de la Policía Nacional con el Ministerio


Público

Sin perjuicio de la organización policial establecida por la Ley y de lo dispuesto en el artículo 69, la
Policía Nacional instituirá un órgano especializado encargado de coordinar las funciones de investigación
de dicha institución con el Ministerio Público, de establecer los mecanismos de comunicación con los
órganos de gobierno de! Ministerio Público y con las Fiscalías, de centralizar la información sobre la cri­
minalidad violenta y organizada, de aportar su experiencia en la elaboración de los programas y acciones
para la adecuada persecución del delito, y de desarrollar programas de protección y seguridad.

TÍTULO III
LA INVESTIGACIÓN PREPARATORIA

Artículo 334: Calificación

1. Si el fiscal al calificar la denuncia o después de haber realizado o dispuesto realizar diligencias


preliminares, considera que el hecho denunciado no constituye delito, no es justiciable penalmente o se
presentan causas de extinción previstas en la ley, declarará que no procede formalizar y continuar con
la investigación preparatoria, así como ordenará el archivo de lo actuado. Esta disposición se notifica al
denunciante, al agraviado y al denunciado.
2. El plazo de las diligencias preliminares, conforme al artículo 3, es de sesenta días, salvo que se
produzca la detención de una persona. No obstante ello, el fiscal podrá fijar un plazo distinto según las
características, complejidad y circunstancias de los hechos objeto de investigación. Quien se considere
afectado por una excesiva duración de las diligencias preliminares, solicitará al fiscal le dé término y dicte
la disposición que corresponda. Si el fiscal no acepta la solicitud del afectado o fija un plazo irrazonable,
este último podrá acudir al juez de la investigación preparatoria en el plazo de cinco días instando su pro­
nunciamiento. El juez resolverá previa audiencia, con la participación del fiscal y del solicitante.
3. En caso de que el hecho fuese delictuoso y la acción penal no hubiere prescrito, pero faltare la iden­
tificación del autor o partícipe, ordenará la intervención de la policía para tal fin.

♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL


Art. 334 LIBRO TERCERO: EL PROCESO COMÚN 680

4. Cuando aparezca que el denunciante ha omitido una condición de procedibilidad que de él depende,
dispondrá la reserva provisional de la investigación, notificando al denunciante.
5. El denunciante o el agraviado que no estuviese conforme con la disposición de archivar las actuacio­
nes o de reservar provisionalmente la investigación, requerirá al fiscal, en el plazo de cinco días, eleve las
actuaciones al fiscal superior.
6. El fiscal superior se pronunciará dentro del quinto día. Podrá ordenar se formalice la investigación,
se archiven las actuaciones o se proceda según corresponda. 0)(2)(3)(a)(b)(c)

NOTA DE ACTUALIZACIÓN
(1) Artículo m odificado por el artículo 3 de la Ley N.° 30076 (EP, 19-08-2013).
(2) Vigencia adelantada por la segunda disposición com plem entaria final del Decreto Legislativo N.° 1206 (ER 23-09-2015),
el m ism o que entró en vigencia a los sesenta días de su publicación. '
(3) De conform idad con la tercera disposición com plem entaria final del Decreto Legislativo N.° 1206 (ER 23-09-2015), se
dispone que cuando en el presente artículo, hagan referencia a los térm inos "investigación preparatoria", "expediente
fiscal", "prisión preventiva", "juez de la investigación preparatoria" y "sala penal", se debe interpretar que dichos térm inos
hacen referencia, respectivamente, a "instrucción", "expediente fiscal", "mandato de detención", "juez penal" y "sala
penal". Esta disposición rige en ios distritos judiciales en los que el Nuevo Código Procesal Penal no ha entrado en
vigencia.

PROTOCOLOS, REGLAMENTOS, LINEAMIENTOS, GUÍAS Y DIRECTIVAS


(a) M anual para el desarrollo del plan de investigación (aprobado por la Resolución N.° 1700-2013-M P-FN de 14-06-2013).
Véase el texto com pleto en: <bit.ly/2Ucqzam>.
(b) Directiva N.° 004-2016-MP-FN: "Plazo para requerir la elevación de actuados contra la disposición fiscal de archivo o
de reserva provisional de la investigación" (aprobado por la Resolución N.° 3259-2016-M P-FN de 20-07-2016). Véase el
texto com pleto en: <bit.ly/2Vi1 x6c>.
(c) Directiva N.° 009-2012-MP-FN: Plazo para im pugnar las disposiciones fiscales de archivo o de reserva provisional
(aprobada por la Resolución N.° 2045-2012-MP-FN de 08-08-2012). Véase el texto com pleto en: <bit.ly/2IM al Pz>.

DOCTRINA JURISPRUDENCIAL VINCULANTE DE LA CORTE SUPREMA

§ 1307. Establece diferenciación entre los plazos de las diligencias preliminares y las actua­
ciones de la investigación preparatoria, entendiendo las primeras como excepcionales. Véase la
jurisprudencia del artículo 330° del Nuevo Código Procesal Penal [§ 1295]. (Casación N .° 02-2008-La
Libertad, de 03-06-2008, que establece como doctrina jurisprudencial el contenido del £ j. 11. Sala
Penal Permanente. Texto completo: <bit.ly/2cRN7E6>).
§ 1308. El plazo de la fase de diligencias preliminares no forma parte del plazo que se señala
para la segunda fase denominada de la investigación preparatoria. El plazo se computa en días
naturales y no hábiles. Véase la jurisprudencia del artículo 330° del Nuevo Código Procesal Penal [§
1296]. (Casación N .° 66-2010-Puno, de 26-04-2011, que establece como doctrina jurisprudencial que
los plazos para las diligencias preliminares son de días naturales y no hábiles. Sala Penal Permanente.
Texto completo: <bit.ly/27rMxng>).
§ 1309. Disposición de no formalización de investigación preparatoria y su calidad de cosa
juzgada. Tercero. El objeto de análisis para esta Sala Suprema es la determinación del efecto que tiene
un auto de no ha lugar al inicio de la instrucción. Si se trata de una cosa juzgada, o si por el contrario
se trata de una cosa decidida. A. Sobre la decisión de iniciar elproceso penal. 1. El artículo setenta y siete
del Código de Procedimientos Penales establece el deber del Juez penal de Calificar la denuncia realiza­
da por el Ministerio Público. Tal como se aprecia: “Recibida la denuncia y sus recaudos, el Juez Espe­
cializado en lo Penal sólo abrirá instrucción si considera que de tales instrumentos aparecen indicios
suficientes o elementos de juicio reveladores de la existencia de un delito, que se ha individualizado a su
presunto autor o partícipe, que la acción penal no ha prescrito o no concurra otra causa de extinción de
la acción penal. El auto será motivado y contendrá en forma precisa los hechos denunciados, los ele­
mentos de prueba en que se funda la imputación, la calificación de modo específico del delito o los

n o m o s & th e s is
681 SECCIÓN I: LA INVESTIGACIÓN PREPARATORIA Art. 334
delitos que se atribuyen al denunciado, la motivación de las medidas cautelares de carácter personal o
real, la orden al procesado de concurrir a prestar su instructiva y las diligencias que deben practicarse en
la instrucción.” 2. Puede apreciarse que existen cuatro requisitos para determinar si procede o no el
inicio de la instrucción: A. La existencia de elementos reveladores de la comisión del delito, el delito
materia de proceso penal no puede ser uno que el órgano jurisdiccional decida, sino que será aquel sobre
el cual el Ministerio Público haya formulado la denuncia; B. La individualización del autor o partícipe;
C. La acción penal no ha de haber prescrito; y D. No deben concurrir causas de extinción de la acción
penal distintas a la prescripción. 3. Adicionalmente a estos requisitos existen otros puntos adicionales
que el Juez deberá seguir, para que no se vea afectado el derecho a la defensa del imputado. A. El prime­
ro es el deber de expresar los hechos denunciados, dado que los mismos serán los hechos que fijen la
instrucción durante el proceso penal. B. El segundo, es el deber de señalar cuales son los elementos de
prueba (estrictamente actos de investigación en la mayoría de casos) que sustentan la posible existencia
de los hechos denunciados. C. El tercero es la calificación jurídica de los hechos denunciados, la misma
que no se ha de limitar a la mera enunciación del delito a investigar, sino que implica el deber de expre­
sar “el modo específico del delito o los delitos que se imputan al procesado”. Por esta expresión se ha de
entender el señalar la modalidad delictiva específica que se esté imputando al procesado. Es el caso del
delito de homicidio agravado, el cual tiene dentro de sí distintas modalidades. Una correcta calificación
jurídica será aquella que exprese cuál de todas ellas es la aplicable al caso concreto. D. El cuarto es la
motivación de las medidas cautelares de carácter real o personal que se hayan de atribuir al procesado.
Al respecto, a diferencia de lo que sucede en el Código Procesal Penal de 2004, no será necesario contar
con una solicitud de medida cautelar, sino que el Juez de oficio podrá señalar si decide o no imponer
una medida cautelar. E. El quinto es el deber de señalar una fecha para la declaración instructiva del
procesado. F. Finalmente, se establecerán las diligencias que deberán practicarse en la instrucción. Sobre
este punto, dado que en el anterior sistema procesal {sistema mixto), la instrucción es esencialmente de
carácter inquisitivo, el juez puede -de oficio- señalar cuáles serán los actos de investigación a realizar. B.
E l efecto del auto de no ha lugar a iniciar instrucción.> 1. El auto de no ha lugar al-inicio de la instrucción
es la decisión del órgano jurisdiccional de no iniciar un proceso penal en contra del imputado. El mismo
se emite cuando no se presenta alguno de los cuatro requisitos para determinar si procede o no iniciar
un proceso penal. 2. Existe una duda válida, que tiene trascendentales efectos prácticos, en torno a los
efectos que tiene este auto. Vale decir, si se trata de una cosa juzgada o si es una cosa decidida. Al res­
pecto, existen dos posturas que sintetizan el estado actual. Una primera postura considera que se trata
de una cosa juzgada, pues -partiendo desde una ópticaform al antes que sustantiva- la emisión de este auto
es realizada a través de un pronunciamiento jurisdiccional. El efecto principal de optar por esta postura
es que la acción penal no pueda ser ejercida nuevamente, en ningún supuesto, en contra del denunciado
por los hechos expresados en el auto de no ha lugar. Una segunda postura -que privilegia más un análi­
sis sustantivo que formal- considera que el auto es una cosa decidida. Esta postura reconoce que el
pronunciamiento es emitido por un Magistrado, pero el fondo del pronunciamiento no implica la
realización de actividad jurisdiccional alguna. Para esta postura sólo la sentencia, en la medida que se ha
realizado un análisis probatorio, tiene efectos de cosa juzgada. Coherentemente con este planteamiento,
el Ministerio Público podría presentar una nueva denuncia por los mismos hechos, claro está cuando
tuviera medios probatorios distintos o una nueva calificación jurídica. 3. Desde nuestra perspectiva la
solución al problema se haya en el tipo de acto que realiza el Juez penal al momento de emitir el auto
de no ha lugar, el cual determinó la adopción de la denegación del proceso. Al momento de emitir este
auto el Juez valora básicamente dos puntos: la existencia de indicios suficientes que acrediten la existen­
cia de un hecho delictivo; y, la juridicidad de los hechos imputados, tanto en el extremo referido a la
calificación jurídica del hecho como a la existencia de alguna causal de extinción de la acción penal. Si
la actividad realizada por el Magistrado es referida a la calificación jurídica del hecho imputado, enton­
ces resulta evidente que él realiza una actividad estrictamente jurisdiccional: la determinación de la ili­
citud o licitud de un hecho. Por ello, en este supuesto, el auto referido tiene los efectos de una cosa
juzgada. En el caso de que la valoración incida en los actos de investigación realizados, entonces este
acto procesal tendrá el efecto de cosa decidida. Ello implicará que el Ministerio Público, en caso encon-
♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL
Art. 334 LIBRO TERCERO: EL PROCESO COMUN 682

trara pruebas nuevas acerca de la comisión del ilícito, las mismas que evidentemente no podían ser co­
nocidas al momento de la formulación de la denuncia, puede presentar una nueva denuncia sobre la
persona. 4. Nuestra interpretación se ampara en el criterio señalado por el Tribunal Constitucional. En
un primer momento el supremo intérprete de la constitución afirmó “que el auto de no ha lugar de
apertura de instrucción es un simple auto que se ha emitido sin haber existido un proceso penal” [STC.
Exp. N .° 1077-2002-HC/TC (§ 1213), Caso García Quiroga]; es decir, rechazó la posibilidad que el
auto precitado sea parte integrante del contenido esencial de la cosa juzgada, sustentándose en que la
prohibición de ser sometido a un nuevo juicio por los mismos hechos requiere la existencia de una
previa sentencia firme, en la que se haya absuelto al inculpado, por lo que dicho auto es un simple auto
emitido sin existir proceso penal. En igual sentido en el Expediente N .° 3789-2005-PHC/TC (Caso:
Javier León Eyzaguirre), señaló que: “ [...] se colige que no se instauró proceso penal contra el beneficia­
rio, y que éste no fue juzgado en un proceso penal anterior, que nunca se dictó sentencia contra él y por
ende no existe sentencia firme dictada en su contra [...] al no encontrarse entre las instituciones que por
mandato de la norma suprema producen efectos de cosa juzgada, la pretensión del actor radica en que
este Tribunal le asigne al auto de no ha lugar a la apertura de instrucción, carácter de cosa juzgada, ca­
lidad de la que no goza la resolución judicial mencionada, toda vez que las situaciones jurídicas allí
declaradas carecen de la firmeza e intangibilidad que caracteriza al principio de inmutabilidad, el cual
es atributo esencial de la cosa juzgada” (fundamento jurídico décimo). Esta postura asumida varió el año
2008, cuando el Tribunal Constitucional -en la sentencia N .° 2725-2008-PHC/TC [§ 1313], conside­
ró que: “...si bien el Tribunal Constitucional ha señalado en precedente sentencia (Cf. Exp. N .° 6081-
2005-PH C/TC, FJ. 7. Caso Alonso Leonardo Esquivel Cornejo), que “una resolución emitida por el
Ministerio Público en la que se establece no hoy mérito para formalizar denuncia no constituye cosa
juzgada, por lo que la presente sentencia no impide que la demandante no pueda ser posteriormente
investigado, y, ser el caso, denunciado penalmente por los mismos hechos” . No obstante esta interpre­
tación, el Tribunal Constitucional en la sentencia antes citada ha establecido que: “dicho criterio mere­
ce una excepcional inaplicación cuando los motivos de la declaración de “no ha lugar a formular denun­
cia penal” por parte del fiscal se refiere a que el hecho no constituye delito, es decir, carece de ilicitud
penal” (fundamento jurídico quince). Concluye, el Tribunal Constitucional, estableciendo: “Distinto
sería el caso, si el motivo del archivamiento fiscal de una denuncia, se decidiese por déficit o falta de
elementos de prueba, por cuanto, la existencia de nuevos elementos probatorios, no conocidos con
anterioridad por el Ministerio Público, permitiría al titular de la acción penal reabrir la investigación
preliminar, siempre que los mismos revelen la necesidad de una investigación del hecho punible y el
hecho no haya prescrito (fundamento jurídico diecinueve). El anterior pronunciamiento nos lleva a la
conclusión de que si el archivo de una denuncia puede tener, en caso de que la razón del archivo sea la
valoración de la juridicidad penal, el efecto de cosa juzgada. Entonces el auto de apertura de instruc­
ción, con mucha mayor razón por ser emitido por un Juez penal, puede tener los efectos de cosa juzga­
da en el mismo supuesto: la denegación se bas[a] en la valoración de la jurisdicción penal. C. Análisis
del caso concreto. 1. El presente caso, el auto de no ha lugar a iniciar instrucción fue emitido por el ma­
gistrado en razón que consideró que la conducta realizada por el imputado era atípica. Ello en la medi­
da en que al no haberse otorgado la licencia al procesado, no se causó perjuicio alguno al Estado. 2. En
este caso la excepción de cosa juzgada se tramitó bajo las normas del Código Procesal Penal de 2004,
solicitándose que sea fundado porque existe un pronunciamiento previo -bajo las reglas del Código de
Procedimientos Penales- que tiene el valor de cosa juzgada: el auto de no ha lugar. 3. En este nuevo
modelo procesal penal no existe el auto de no ha lugar a iniciar instrucción; sin embargo, tiene un
equivalente funcional el cual es la decisión del Ministerio Público de no formalizar la investigación
preparatoria. Al respecto, es preciso hacer mención al artículo trescientos treinta y cinco del menciona­
do cuerpo normativo, que señala: “ 1. La disposición de archivo prevista en el primer y último numeral
del artículo anterior, impide que otro Fiscal pueda promover u ordenar que el inferior jerárquico pro­
mueva una Investigación Preparatoria por los mismos hechos. 2. Se exceptúa esta regla, si se aportan
nuevos elementos de convicción, en cuyo caso deberá reexaminar los actuados el Fiscal que previno. En
el supuesto que se demuestre que la denuncia anterior no fue debidamente investigada, el Fiscal Supe-
norrtos & t h e s l s
683 SECCIÓN I: LA INVESTIGACIÓN PREPARATORIA Art. 334
rior que previno designará a otro Fiscal Provincial.” 4. Tal como podemos observar, la regla que antes
fijamos para determinar los efectos del auto de no ha lugar a iniciar instrucción, es la misma que se ha
adoptado en el nuevo sistema procesal penal para el caso de la disposición de no formalizar la investiga­
ción preparatoria. A saber, si el pronunciamiento del Ministerio Público se refiere a la juridicidad de los
hechos, entonces no será posible el pronunciamiento sobre los mismos hechos, por lo que tiene los
efectos de cosa juzgada; si el pronunciamiento es denegatorio por razones de índole probatoria, enton­
ces tendrá los efectos de cosa decidida. 5. La excepción de cosa juzgada en el Código Procesal Penal de
2004, no abarcará sólo a resoluciones que tengan tal efecto, y que hayan sido emitidas en el marco de
la vigencia de este cuerpo normativo. También habrá de abarcar a aquellas resoluciones que fueron
emitidas bajo el amparo del Código de Procedimientos Penales, y que tuvieran el efecto de cosa juzgada,
como es el claro caso del auto de no ha lugar a iniciar instrucción motivado en la juridicidad de los
hechos. 6. Sobre la base de las consideraciones precedentes, concluimos que el auto de no ha lugar a
iniciar instrucción al denunciado tiene los efectos de cosa juzgada. La razón radica en el tipo de valora­
ción realizada en el caso concreto: un análisis de la juridicidad penal (en este caso de tipicidad) del hecho
denunciado. (Casación N.° 326-2011-Cusco, de 28-03-2013, que establece como doctrina
jurisprudencial lo concerniente al punto III (Del motivo casacional para el desarrollo de doctrina
jurisprudencial). Sala Penal Permanente. Texto completo: <bit.ly/2Gwi4N2>).

N ota: Cfr. Exp. N .° 2725-2008-PHC/TC [§ 1313] y Exp. N.° 01887-2010-PHC/TC [§ 1315],


en la jurisprudencia de este mismo artículo.

§ 1310. Tratándose de investigaciones complejas, el plazo máximo para llevar a cabo las di­
ligencias preliminares es de ocho meses (art. 334°.2). Décim o. Que, así las cosas, y teniendo en
cuenta las pautas instauradas en la jurisprudencia nacional, especialmente a través de la Casación N .°
02-2008 [§ 1295], que prescribe, que la fase de diligencias preliminares no puede ser mayor que el
plazo máximo de la investigación preparatoria regulada en el artículo 342 del Código Procesal Penal,
esto es, de ocho meses; y en aplicación del artículo 334 inciso 2, en concordancia con el artículo 146
del citado Código, debe entenderse que este es el mismo plazo razonable para que la Fiscalía disponga la
ejecución de diligencias a nivel preliminar; por lo que, se debe establecer como doctrina jurisprudencial
que: “tratándose de investigaciones complejas, elplazo máximo para llevara cabo las diligenciaspreliminares
es de ocho meses'\ considerándose proceso complejo, cuando: a) requiera la actuación de una cantidad
significativa de actos de investigación; b) comprenda la investigación de numerosos delitos; c) involucra
una cantidad importante de imputados o agraviados; d) investiga delitos perpetrados por imputados
integrantes o colaboradores de bandas u organizaciones delictivas; e) demanda la realización de pericias
que comportan la revisión de una nutrida documentación o de complicados análisis técnicos; f) necesi­
ta realizar gestiones de carácter procesal fuera del país; o, g) deba revisar la gestión de personas jurídicas
o entidades del Estado. (Casación N .° 144-2012-Ancash, de 11-07-2013, que establece como doctrina
jurisprudencial lo dispuesto en el f. j. 10. Sala Penal Permanente [EP, 16-05-2014, Jurisprudencia, Año
XXIII, N .° 960, pp. 7083-7085]. Texto completo: <bit.ly/2tyFrTp>).

§ 1311. Los plazos solo pueden ser prorrogados cuando la ley lo permita. No procede prorro­
gar el plazo de la investigación cuando el plazo se ha vencido. El plazo de diligencias preliminares
en casos complejos. Véase la jurisprudencia del artículo 144° del Nuevo Código Procesal Penal [§
577]. (Casación N.° 134-2012-Ancash, del 13-08-2013, que establece como doctrina jurisprudencial
lo señalado en el segundo considerando. Sala Penal Permanente. Texto completo: <bit.ly/2TkbfXV>).

JURISPRUDENCIA DE LA CORTE SUPREMA

§ 1312. En el marco de una investigación a una organización criminal, el plazo máximo de las
diligencias preliminares no debe superar los 36 meses. 2.1.2. El artículo 334.2 del CPP establece
que “El plazo de las diligencias preliminares, conforme al artículo 3, es de 60 días, salvo que se pro­
duzca la detención de una persona. No obstante ello el Fiscal podrá fijar un plazo distinto según las
características complejidad y circunstancias de los hechos objeto de investigación”. 2.1.3. Este precepto
♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL
Art. 334 LIBRO TERCERO: EL PROCESO COMÚN 684

contempla un plazo ordinario referencial -de 60 días- y un plazo distinto que se fija en función de las
características, complejidad y circunstancias de los hechos objeto de investigación. En este segundo
caso, si bien el legislador ha optado por no precisar de manera cuantitativa el límite máximo del plazo
de las diligencias preliminares, este Supremo Tribunal -tomando como referencia el plazo previsto en
el artículo 342 del CPP para la investigación preparatoria- ha establecido en las Sentencias Casatorias
N .° 02-2008-La Libertad [§ 1295], del 03 de junio de 2008 y N .° 144-2012-Áncash [§ 1310], del 11
de julio de 2013, que el plazo máximo de las diligencias preliminares (en las investigaciones comunes
y complejas) no puede, en la hipótesis más extrema, ser superior al límite máximo de la duración de la
investigación preparatoria. 2.1.4. Es de precisar, que en su versión primigenia, el artículo 342 del CPP,
en sus incisos 1 y 2, contemplaba para la investigación preparatoria únicamente dos plazos: uno común
(de 120 días naturales, prorrogable por única vez hasta por un máximo de 60 días naturales) y otro para
las investigaciones complejas (de ocho meses). Posteriormente, con la Ley N .° 30077 (Ley Contra el
Crimen Organizado), vigente desde el 1 de julio de 2014, se modificó el inciso 2 del articulo 342 del
CPP y se incorporó el plazo de investigación preparatoria de 36 meses para el caso de investigación de
delitos perpetrados por imputados integrantes de organizaciones criminales, personas vinculadas a ella
o que actúan por encargo de la misma. 2.1.5. Es claro que la falta de un plazo legal máximo para las
“diligencias preliminares” de investigaciones comunes, complejos o de criminalidad organizada afecta
el principio-derecho de seguridad jurídica; por ello, es necesario que estas se realicen siempre dentro
de un plazo razonable (garantía derivada del derecho fundamental al debido proceso), que no es el
equivalente al plazo legal, sino que depende de las circunstancias particulares que presente cada caso.
Al respecto, el Tribunal Europeo de Derechos Humanos señaló que para determinar el plazo razonable
en un caso concreto, se debe considerar la complejidad del asunto, el comportamiento de las partes y la
actuación de los tribunales. 2.1.6. El Tribunal Constitucional ha precisado, como doctrina de carácter
jurisprudencial, que para determinar la razonabilidad del plazo de la investigación preliminar, se debe
acudir cuando menos a dos criterios: uno subjetivo, que está referido a la actuación del investigado y a
la actuación del fiscal; y otro objetivo, que está referido a la naturaleza objeto de los hechos de investiga­
ción, dentro de este -a juicio del Tribunal- cabe comprender la complejidad de los hechos a investigar.
Considera que el plazo razonable de la investigación preliminar no tiene ni puede tener en abstracto
un único plazo para todos los casos, traducido en un número fijo de días, semanas o años, sino que tal
razonabilidad inevitablemente debe ser establecida según las circunstancias concretas de cada caso. [...]
2.1.10. Siguiendo las líneas interpretativas en las Sentencias Casatorias N.° 02-2008-La Libertad y N.°
144-2012-Áncash respecto a considerar como baremo el plazo máximo fijado en la investigación prepa­
ratoria; en el marco de una investigación a una organización criminal, el plazo máximo de las diligencias
preliminares no debe superar los 36 meses. 2.1.11. Tal plazo se justifica en atención a que una organi­
zación criminal, dada la dinámica de las conductas derivadas, puede requerir mayor plazo al previsto
para las indagaciones de casos comunes o complejos, presenta mayores dificultades. Se exige una mayor
inversión de recursos personales, logísticos, demanda un tiempo superior para investigarla, procesarla y
juzgarla, a diferencia de otros procesos y es necesario potenciar la eficacia de la persecución penal y no
limitar la operatividad fiscal, en tanto es posible que decida técnicas especiales de investigación. 2.1.12.
Ello no significa que el plazo máximo de treinta y seis meses deba ser utilizado en su integridad, pues
en función del interés investigativo el fiscal puede optar por un plazo menor. La disposición que dicte el
fiscal debe justificar la necesidad del plazo y la razonabilidad de las diligencias ordenadas. (Casación N.°
399-2018-Lima, del 11-10-2018, ff. jj. 2.1.2, 2.1.3, 2.1.4, 2.13, 2.1.6,' 2.1.10, 2.1.11 y 2.1.12. Sala
Penal Permanente. Texto completo: <bit.ly/2NnXvpK>).

JURISPRUDENCIA DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL

§ 1313. Decisión fiscal de <cNo ha lugar a formalizar denuncia penal” genera un estatus de
inamovible. 15. [Una] cuestión que merece consideración en el presente caso, es si las investigaciones
preliminares fiscales que arriban a una resolución conclusiva de archivo, puede generar la aplicación de
la garantía. Al respecto, si bien el Tribunal Constitucional ha señalado en precedente sentencia (Cf. Exp.
N .° 6081-2005-PHC/TC. FJ. 7. Caso: Alonso Leonardo Esquivel Cornejo), que “una resolución emitida
n o m o s & th e s is
685 SECCIÓN I: LA INVESTIGACIÓN PREPARATORIA Art. 334
por el Ministerio Público en la que se establece no hay mérito para formalizar denuncia no constituye
cosa juzgada, por lo que la presente sentencia no impide que la demandante pueda ser posteriormente
investigado y, de ser el caso, denunciado penalmente por los mismos hechos”. No obstante, dicho
criterio merece una excepcional inaplicación cuando los motivos de la declaración de “no ha lugar a
formular denuncia penal” por parte del fiscal, se refieren a que el hecho no constituye delito, es decir,
carecen de ilicitud penal. 16. Este Tribunal afirma que la decisión fiscal de “No ha lugar a formalizar
denuncia penal” en los términos precisados anteriormente, genera un estatus de inamovible. Esta afir­
mación tiene sustento en dos postulados constitucionales: a) La posición constitucional del Ministerio
Público, lo encumbra como el único órgano persecutor autorizado a promover el ejercicio público de
la acción penal, es decir, ostenta el monopolio acusatorio que le asigna el artículo 159° de la Constitu­
ción Política, en otras palabras, es el fiscal quien decide qué persona debe ser llevada ante los tribunales
por la presunta comisión de un delito; b) Si bien las resoluciones de archivo del Ministerio Público no
están revestidas de la calidad de la cosa juzgada, sin embargo, tienen la naturaleza de cosa decidida que
las hace plausibles de seguridad jurídica. Este Tribunal ha señalado en precedente sentencia (Exp. N .°
0413-2000-AA/TC. FJ. 3. Caso: Ingrid del Rosario Peña Alvarado), que el principio de cosa decidida
form a parte del derecho fundamental a l debido proceso en sede administrativa, por lo que, frente a su trans­
gresión o amenaza, necesariamente se impone el otorgamiento de la tutela constitucional correspondiente. Es
necesario acotar que, el fiscal no es una simple autoridad administrativa, pues su actividad se orienta a
la legalidad y no a los intereses administrativos o de los administrados. (Exp. N.° 2725-2008-PHC/TC
[caso Roberto Boris Chanca Temoche et al.], de 22-09-2008 [Web: 02-10-2008 / EP, 04-11-2008], ff. jj.
13 y 16. Texto completo: <bit.ly/2GcPQcx>).
§ 1314. Archivamiento fiscal cuestionada se encuentra debidamente motivada, pues no se ad­
vierte que su contenido sea irrazonable o arbitrario. 4. Revisada la Disposición Fiscal de Archivo
[...], [el Ministerio Público] concluye en que no procedía formalizar la investigación respectiva, toda vez
que el agraviado [...], conductor de la moto taxi, al momento de los hechos “se encontraba en actitud
negligente y temeraria”, pues, conforme al Acta de Inspección Técnica Policial, “venía zigzagueando por
el carril contrario a su desplazamiento, encontrándose en estado de ebriedad”, conforme al dictamen
pericial toxicológico, factor que es considerado “como el predominante para la causa del accidente
de tránsito”; por lo que no resulta “imputable al investigado el hecho punible, por no haber violado
ningún deber de cuidado”. Impugnada la disposición fiscal precedentemente reseñada, vía recurso de
queja la Segunda Fiscalía Superior Mixta y de Apelaciones de Jaén, desestimó la queja de derecho, al
tener en cuenta tanto el estado de ebriedad del conductor de la mototaxi así como que transitaba por
un carril contrario a su sentido. [...] 6. Con vista de lo antes expuesto, se aprecia que las disposiciones
fiscales cuestionadas se encuentran debidamente motivadas [...], pues no se advierte que su contenido
sea irrazonable o arbitrario, por el contrario, se han dictado conforme con los hechos y pruebas conte­
nidas en la Carpeta Fiscal [...]. Por consiguiente, el Tribunal Constitucional advierte que, sobre la base
de lo actuado en sede fiscal, no es factible que se le pueda imputar algún tipo de responsabilidad a los
fiscales emplazados -lo que, por cierto, no corresponde que sea investigado en esta vía-, además, en las
decisiones cuestionadas se sustentan hechos objetivos que determinan la irresponsabilidad de [el im­
putado] como aparece de su propio contenido. (Exp. N.° 02942-2014-PA/TC, del 21-09-2016 [Web:
01-03-2018], ff. jj. 4 y 6. Texto completo: <bit.ly/2GprNoo>).
§ 1315. Pronunciamiento fiscal de archivo definitivo adquiere el carácter de inmutable e irre-
producible surtiendo los efectos de la cosa juzgada. 16. La Comisión Interamericana de Derechos
Humanos ha precisado que: “...La decisión del Fiscal no promoviendo la acción penal mediante la de­
nuncia o requerimiento de instrucción correspondientes, al estimar que los hechos que se le pusieron en su
conocimiento no constituyen delito es un acto de esencia típicamente jurisdiccional -como toda actividad del
Ministerio Público en elproceso- que adquiere el carácter de inmutable e irreproducible surtiendo los efectos
de la cosajuzgada, una vezfirme. De este modo, a l igual que una decisión judicial recaída, es definitiva y en
consecuencia trasciende en sus efectos con caracteres prohibitivos para procesosfuturos basados en los mismos
hechos materia de decisión...” (Informe N.° 1/95, relativo al caso 11.006 del 7 de febrero de 1995). [...]
♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL
Art. 334 LIBRO TERCERO: EL PROCESO COMÚN 686

18. Esta forma de razonamiento asumida por el Tribunal Constitucional tiene como fundamento el
principio de seguridad jurídica; principio que forma parte consustancial del Estado Constitucional de
Derecho y está íntimamente vinculado con el principio de interdicción de la arbitrariedad. Así este
principio constituye la garantía que informa a todo el ordenamiento jurídico, siendo una norma
de actuación de los poderes públicos, que les obliga a hacer predecible sus decisiones y a actuar dentro de los
márgenes de razonabilidady proporcionalidad y en un derecho subjetivo de todo ciudadano que supone la
expectativa razonable de que sus márgenes de actuación>respaldadospor el derecho, no serán arbitrariamente
modificados...” (STC 5942-2006-PA/TC). 19. En tal sentido, el principio de seguridad jurídica es la
garantía constitucional del investigado que no puede ser sometido a un doble riesgo real de ser denun­
ciado y sometido a investigaciones por hechos o situaciones que en su oportunidad han sido resueltos y
absueltos por la autoridad pública. Por ello, al ser el Ministerio Público un órgano constitucional consti­
tuido y por ende sometido a la Constitución, su actividad no puede ser ejercida, irrazonablemente, con
desconocimiento de los principios y valores constitucionales, ni tampoco al margen del respeto de los
derechos fundamentales, como el principio y el derecho del ne bis in idem o la no persecución múltiple.
(Exp. N .° 01887-2010-PHC/TC [caso Hipólito Guillermo M ejía Valenzuela], de 22-09-2008 [Web:
11-10-2010 / EP, 20-10-2010], ff. jj. 16, 18 y 19. Texto completo: <bit.ly/2HDIFv8>).
§ 1316. No adecuar investigación fiscal lesiona derechos de las partes. 9. [En] el modelo de
investigación preliminar implementado por el Ministerio Público, se estableció la posibilidad de la
presentación de un recurso de queja de derecho contra la decisión de no formalizar investigación pre­
liminar a través del artículo 12° de la Ley Orgánica del Ministerio Público (Decreto Legislativo N.°
052), modificado por la Ley N .° 25037, cuyo contenido dispone lo siguiente: “La denuncia a que se
refiere el artículo precedente puede presentarse ante el Fiscal Provincial o ante el Fiscal Superior. Sí éste
lo estimase procedente instruirá al Fiscal Provincial para que la formalice ante el Juez Instructor compe­
tente. Sí el Fiscal ante el que ha sido presentada no la estimase procedente, se lo hará saber por escrito
al denunciante, quien podrá recurrir en queja ante el Fiscal inmediato superior, dentro del plazo de
tres días de notificada la Resolución denegatoria. Consentida la Resolución del Fiscal Provincial o con
la decisión del Superior, en su caso, termina el procedimiento.” Con la regulación del Nuevo Código
Procesal Penal y el nuevo diseño de la investigación preparatoria, la posibilidad de cuestionamiento
de las decisiones fiscales fue recogida a través del inciso 5) del artículo 334.° de dicho cuerpo legal, al
disponer lo siguiente: “El denunciante que no estuviese conforme con la Disposición de archivar las
actuaciones o de reservar provisionalmente la investigación, requerirá al Fiscal, en el plazo de cinco días,
eleve las actuaciones al Fiscal Superior.” Como es de verse, estas dos normas legales han venido a entrar
en conflicto al momento de su aplicación como consecuencia de la implementación progresiva del
Nuevo Código Procesal Penal, pues regulan por igual el mismo supuesto de cuestionar la decisión fiscal
de archivar el caso variando únicamente el plazo a otorgarse al denunciante para tal fin, conflicto nor­
mativo que a consideración de este Colegiado debe ser resuelto optando por la aplicación de la norma
más tuitiva para la parte que decide cuestionar dicha decisión, en razón de que dicho conflicto de orden
espacial y temporal, no debe afectar el derecho de las partes de acceder a un medio impugnatorio o la
aplicación de la disposición que cumpla con dicha función. En tal sentido, el operador jurídico debe
aplicar la norma que otorgue una mayor tutela al referido derecho. 10. En el caso de autos se aprecia
que la demandante, con fecha 3 de enero de 2009 [...] denunció ante la Comisaría de Piura a don C.
A. Y. V., por el delito de apropiación ilícita. Con fecha 23 de abril de 2009, se dicta la Disposición de
adecuación y ampliación de investigación preliminar [...], en la que se ordena la adecuación del referido
procedimiento a las normas del Nuevo Código Procesal Penal, de conformidad con lo estipulado por el
artículo 18.2 del Decreto Legislativo N .° 958, La referida denuncia fue desestimada por la Fiscal empla­
zada al declarar no ha lugar a la formalización de la investigación preparatoria, mediante la Disposición
fiscal N .° 02-2009, de fecha 28 de mayo de 2009 [...], decisión que fue notificada a la demandante el
2 de junio de 2009 [...]. La recurrente presenta recurso de queja con fecha 8 de junio de 2009 [...], el
cual fue denegado por extemporáneo mediante la resolución cuestionada de fecha 9 de junio de 2009,
decisión que fue notificada a la actora el 11 de junio de 2009 [...]. La resolución cuestionada se sustenta
en el plazo de tres días que regula el artículo 12° de la Ley Orgánica del Ministerio Público para la
n o m o s & t h e s is
687 SECCIÓN I: LA INVESTIGACIÓN PREPARATORIA Art. 334
presentación del recurso de queja de derecho contra la disposición de archivo. 11. Por lo tanto, el pro­
cedimiento que se efectuó como consecuencia de la denuncia de la recurrente fue adecuado a las normas
del Nuevo Código Procesal Penal el 23 de abril de 2009, conforme lo disponía el artículo 18.2, inciso b,
del Decreto Legislativo N.° 938, es decir que, respecto de dicho procedimiento, luego de la disposición
de adecuación y ampliación dictada en la mencionada fecha, correspondía continuar su tramitación de
acuerdo a las reglas establecidas por el Nuevo Código Procesal Penal, dado que dicha normativa empe­
zó a regir en el Distrito Judicial de Piura el 1 de abril de 2009, tal como lo dispuso en su momento el
artículo 2 del Decreto Supremo N .° 016-2009-JUS, razón por la cual la Fiscal emplazada, al sustentar
el rechazo del recurso de queja de derecho de la recurrente en el artículo 12° de la Ley Orgánica del
Ministerio Público, lesionó los derechos invocados, debido a que a la fecha de entrada en vigor del refe­
rido Código en cada Distrito Judicial y la generación del conflicto normativo temporal y espacial entre
las disposiciones de la Ley Orgánica del Ministerio Público y el Nuevo Código Procesa] Penal materia
de controversia, correspondía que dicho conflicto sea resuelto aplicando la norma que brindaba mayor
tutela al derecho de acceso a la impugnación, conforme lo hemos detallado en el fundamento 9 supra,
situación que evidencia que el recurso de queja de derecho de la recurrente sí fue presentado dentro del
plazo legal que dispone la normativa vigente aplicable a su caso, razón por la cual corresponde estimar
la demanda. (Exp. N .° 02445-2011-PA/TC [caso Ruth Elizabeth Llontop Ramos], de 14-03-2014 [Web:
29-04-2014 / EP, 09-07-2015], ff. jj. 9-11. Texto completo: <bit.ly/2HLWaIq>).
§ 1317. Forma y el plazo para cuestionar las disposiciones fiscales que declaran improcedente
la formalización y continuación de la investigación preliminar o preparatoria. No existe un va­
cío legal para el cuestionamiento del resultado negativo de dicha etapa. 13. Como es de verse la
finalidad de los recursos de apelación y queja es específicamente impugnar actos procesales emitidos
en la etapa de juzgamiento del proceso penal y no resultan aplicables a etapas previas, como lo son la
investigación preliminar o la investigación preparatoria dado que no existe un vacío legal para el cues­
tionamiento del resultado negativo de dicha etapa, pues conforme se ha expuesto en el fundamento
10 supra, tanto el artículo 12° de la Ley Orgánica del Ministerio Público como el inciso 5) del artículo
334.° del Nuevo Código Procesal Penal regulan expresamente la forma y el plazo en que el denunciante
debe plantear los cuestionamientos contra las disposiciones fiscales que declaran improcedente la for­
malización y continuación de la investigación preliminar o preparatoria. (Exp. N.° 04426-2012-PA/TC
[caso Unión Peruana de los Adventista del Séptimo D ía Movimiento de Reforma (UPASDIAMOR)}, de
15-01-2014 [Web: 30-05-2014 / EP, 07-10-2015], £ j. 13. Texto completo: <bit.ly/2Frjmsq>).
§ 1318. Plazo de la investigación preliminar. 5. El derecho al plazo razonable de la investigación
preliminar (policial o fiscal) en tanto manifestación del derecho al debido proceso alude a un lapso de
tiempo suficiente para el esclarecimiento de los hechos objeto de investigación y la emisión de la deci­
sión respectiva. Si bien es cierto que toda persona es susceptible de ser investigada, no lo es menos que
para que ello ocurra, debe existir la concurrencia de una causa probable y la búsqueda de la comisión de
un ilícito penal en un plazo que sea razonable. De ahí que resulte irrazonable el hecho que una persona
esté sometida a un estado permanente de investigación policial o fiscal. Sobre el particular, este Tribunal
en la sentencia del Exp. N.° 5228-2006-PHC/TC, Gleiser Katz [§ 1364], ha precisado con carácter
de doctrina jurisprudencial (artículo VI del Título Preliminar del CPConst) que para determinar la
razonabilidad del plazo de la investigación preliminar, se debe acudir cuando menos a dos criterios:
Uno subjetivo que está referido a la actuación del investigado y a la actuación del fiscal, y otro objetivo
que está referido a la naturaleza de los hechos objeto de investigación. (Exp. N.° 02748-2010-PHC/
TC, del 11-08-2010 [Web: 17-08-2010 / EP: 09-09-2010], f. j. 5. Texto completo: <bit.ly/2UkbbI7>).

INFORME DE LA COMISIÓN INTERAMERICANA DE DERECHOS HUMANOS

§ 1319. Decisión del Fiscal de no promover la acción penal adquiere el carácter de inmutable e
irreproducible surtiendo los efectos de la cosa juzgada, una vez firme. 3. [...] La Comisión considera
que la decisión del Fiscal no promoviendo la acción penal mediante la denuncia o el requerimiento
de instrucción correspondientes, al estimar que los hechos que se le pusieron en su conocimiento no

♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL


Art. 335 LIBRO TERCERO: EL PROCESO COMÚN 688

constituyen delito es un acto de esencia típicamente jurisdiccional -como toda actividad del Ministerio
Público en el proceso- que adquiere el carácter de inmutable e irreproducible surtiendo los efectos de
la cosa juzgada, una vez firme. De este modo, al igual que una decisión judicial recaída, es definitiva y
en consecuencia trasciende en sus efectos con caracteres prohibitivos para procesos futuros basados en
los mismos hechos materia de la decisión. [...] (Informe N .° 1/95, relativo al Caso 11.006 [Perú] del
07-02-1995. Texto completo: <bit.ly/lVZjNPn>).

Artículo 335: Prohibición de nueva denuncia

1. La Disposición de archivo prevista en el primer y ultimo numeral del artículo anterior, impide que otro
Fiscal pueda promover u ordenar que el inferior jerárquico promueva una Investigación Preparatoria por
los mismos hechos.
2. Se exceptúa esta regla, si se aportan nuevos elementos de convicción, en cuyo caso deberá
reexaminar los actuados el Fiscal que previno. En el supuesto que se demuestre que la denuncia anterior
no fue debidamente investigada, el Fiscal Superior que previno designará a otro Fiscal Provincial.

JURISPRUDENCIA DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL

§ 1320. No constituyen cosa decidida las resoluciones fiscales que no se pronuncien sobre la no
ilicitud de los hechos denunciados. 20. La Comisión Interamericana de Derechos Humanos ha pre­
cisado que: “La decisión del Fiscal no promoviendo la acción penal mediante la denuncia o requerimiento
de instrucción correspondientes, a l estimar que los hechos que se le pusieron en su conocimiento no constituyen
delito es un acto de esencia típicamentejurisdiccional -como toda actividad del Ministerio Público en elpro­
ceso- que adquiere el carácter de inmutable e irreproducible surtiendo los efectos de la cosa juzgada, una vez
firme. De este modo, a l igual que una decisión ju dicial recaída, es definitiva y en consecuencia trasciende en
sus efectos con caracteres prohibitivos para procesosfuturos basados en los mismos hechos materia de decisión
[ . . f (Informe N.° 1/95, relativo al caso 11.006 del 7 de febrero de 1995). 21. Este criterio ha sido
asumido por el Tribunal Constitucional a través de diversos fallos en los que ha señalado que: “... las
resoluciones que declaran no ha lugar a form alizar denuncia penal, que en el ejercicio de susfuncionespudie­
ran emitir los representantes del Ministerio Público, no constituyen en estricto cosa juzgada, pues esta es una
garantía exclusiva de los procesos jurisdiccionales. No obstante ello, este Colegiado les ha reconocido el status
de inamovible o cosa decidida, siempre y cuando se estime en la resolución, que los hechos investigados no
configuran ilícito penal...” (STC 2725-2008-PHC/TC [§ 1313]). 22. A contrario sensu, no constituirá
cosa decidida las resoluciones fiscales que no se pronuncien sobre la no ilicitud de los hechos denun­
ciados, teniendo abierta la posibilidad de poder reaperturar la investigación si es que se presentan los
siguientes supuestos: a) cuando existan nuevos elementos probatorios no conocidos con anterioridad
por el Ministerio Público; o, b) cuando la investigación ha sido deficientemente realizada. (Exps. N.°
s 2110-2009-PHC/TC y 02527-2009-PHC/TC (acumulado) [caso Wilber Nilo Medina Barcena], de
28-03-2011 [Web: 14-07-2011], ff. jj. 20-22. Texto completo: <bit.ly/lTc9cte>).

Artículo 336: Formalización y continuación de la Investigación Preparatoria

1. Si de la denuncia, del Informe Policial o de las Diligencias Preliminares que realizó, aparecen indicios
reveladores de la existencia de un delito, que la acción penal no ha prescrito, que se ha individualizado al
imputado y que, si fuera el caso, se han satisfecho los requisitos de procedibilidad, dispondrá la formali­
zación y la continuación de la Investigación Preparatoria.
2. La Disposición de formalización contendrá:
a) El nombre completo del imputado;

n o m o s & t h e s ls
689 SECCIÓN I: LA INVESTIGACIÓN PREPARATORIA Art. 336
b) Los hechos y la tipificación específica correspondiente. El Fiscal podrá, si fuera el caso, consignar
tipificaciones alternativas al hecho objeto de investigación, indicando los motivos de esa calificación;
c) El nombre del agraviado, si fuera posible; y,
d) Las diligencias que de inmediato deban actuarse.
3. El Fiscal, sin perjuicio de su notificación al imputado, dirige la comunicación prevista en el artículo
3 de este Código, adjuntando copia de la Disposición de formalización, al Juez de la Investigación Prepa­
ratoria.
4. El Fiscal, si considera que las diligencias actuadas preliminarmente establecen suficientemente
la realidad del delito y la intervención del imputado en su comisión, podrá formular directamente acu-
sa c ió n .(a)

PROTOCOLOS, REGLAMENTOS, LINEAMIENTOS, GUÍAS Y DIRECTIVAS

(a) Directiva N.° 007-2012-MP-FN: Procedimiento a seguir cuando se haya incurrido en una errónea calificación jurídica en
la disposición de form alización de la investigación preparatoria (aprobada por la Resolución N.° 2045-2012-M P-FN de
08-08-2012). Véase el texto com pleto en: <bit.ly/2V8omfr>.

ACUERDO PLENARIO DE LA CORTE SUPREMA

§ 1321. Acusación directa y proceso inmediato. § 2. Alcances de la acusación directa conforme a l


artículo 3 3 6 °.4 N C PP y diferencias con elproceso inmediato regulado en el artículo 446° y ss. NCPP. 8. La
acusación directa como parte del proceso común faculta al Ministerio Público acusar directamente, siem­
pre que estén presentes todos los presupuestos de la punibilidad y de la perseguibilidad y se cumplan los
supuestos de aplicación contemplados en el artículo 336°.4 NCPP. En el presente caso, el Fiscal decide
pasar directamente a la etapa intermedia prescindiendo de la etapa de investigación formal. La acusación
directa formulada por el Ministerio Público deberá cumplir con los presupuestos contemplados en el
artículo 349° NCPP, y previo traslado del requerimiento a las partes el Juez de la Investigación Prepara­
toria ejercerá el correspondiente control de acusación pudiendo desestimar el pedido Fiscal cuando con­
curra alguna de las causales de sobreseimiento, previstas en el artículo 348° NCPP. 9. El proceso inme­
diato es un proceso especial distinto del proceso común. Sus supuestos de aplicación se encuentran
suficientemente desarrollados en el artículo 446° NCPP. El Fiscal podrá solicitar la aplicación del proceso
inmediato al Juez de la Investigación Preparatoria. El requerimiento de proceso inmediato se presentará
luego de culminadas las diligencias preliminares, o en su defecto, basta antes de transcurrido 30 días de
la formalización de la investigación preparatoria. La solicitud del Fiscal está sujeta a la decisión jurisdic­
cional, pues la exigencia de su aplicación está condicionada a los presupuestos contemplados por el artí­
culo 446°.l NCPP. Asimismo, el requerimiento de incoación de proceso inmediato deberá ser notificado
a las demás partes procesales, quienes podrán pronunciarse sobre su procedencia. En el caso que el Juez
admita el requerimiento emitirá un auto que dispone la procedencia de este proceso especial, luego de lo
cual el Fiscal formulará acusación y lo remitirá al Juez competente para que dicte acumulativamente el
auto de enjuiciamiento y de citación ajuicio. Al ser el proceso inmediato distinto al proceso común y no
haber etapa intermedia, será el Juez del Juicio Oral quien controle la acusación y evaluará la admisión de
los medios probatorios que podrán presentar los demás sujetos procesales de constitución en parte proce­
sal, así como otros requerimientos. En el caso que no concurran los supuestos taxativos de aplicación del
proceso inmediato, el Juez de la Investigación Preparatoria podrá desestimar la solicitud del Fiscal. La
decisión que desestima el pedido podrá ser apelada. // § 3. La acusación directa y la disposición deforma­
lización y continuación de la investigación preparatoria. 10. La Disposición de formalización de la investi­
gación preparatoria es la comunicación formal que el Fiscal dirige al imputado para efectos de hacer de
su conocimiento la imputación clara y precisa de los hechos que se le atribuyen, la correspondiente cali­
ficación jurídica específica y, por ende, que se va realizar una investigación formalizada en su contra, po­
sibilitándole, a través de su abogado defensor, aportar los medios de investigación y de prueba que estime
pertinentes. Asimismo, este acto fiscal fija las diligencias que se actuarán en la etapa de investigación
preparatoria propiamente dicha. Es decir, que si el Ministerio Público considera que las diligencias actua-

♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL


Art. 336 LIBRO TERCERO: EL PROCESO COMÚN 690

das preliminarmente establecen la suficiencia fáctica y probatoria del hecho y la vinculación del imputado
al mismo, dispondrá la formalización de la Investigación Preparatoria estableciendo las diligencias que de
inmediato deban actuarse. 11. En el caso de que el Fiscal ha decidido no continuar con las diligencias de
investigación y acusar directamente -como una de sus facultades como director de la investigación- el
imputado solo solicitaría la realización de elementos de convicción durante las diligencias preliminares
porque no se produciría la etapa de Investigación Preparatoria por ser innecesaria, ni tampoco una for­
malización de la Investigación Preparatoria en este sentido. Además, el artículo 336°.4 NCPP estipula
que la acusación directa podrá formularse por el Fiscal, si concluida las Diligencias Preliminares o recibi­
do el Informe Policial considera que los elementos obtenidos en la investigación establecen suficiente­
mente la realidad del delito y la intervención del imputado en su comisión. Acusación directa, cuyos re­
quisitos están previstos en el artículo 349° NCPP, que cuenta con los mismos elementos de la
formalización de la Investigación Preparatoria prevista en el artículo 336°. 1 NCPP, por lo que se garanti­
za el conocimiento cierto de los cargos y la probabilidad de contradicción. // § 4. Funciones del reque­
rim iento acusatorio en la acusación directa. 12. Conforme a lo expuesto, el requerimiento acusatorio,
en el procedimiento de acusación directa, cumple las funciones de la disposición de la formalización de
la investigación preparatoria en la etapa de investigación. Es decir: (i) individualiza al imputado y señala
los datos que sirven para identificarlo; (ii) satisface el principio de imputación necesaria describiendo de
forma clara y precisa el hecho que se le atribuye al imputado, con sus circunstancias precedentes, conco­
mitantes y posteriores, y la correspondiente tipificación; (iii) establece la suficiencia probatoria señalando
los elementos de convicción que fundamentan el requerimiento acusatorio; (iv) determina la cuantía de
la pena que se solicita y fija la reparación civil cuando no hay actor civil; y (v) ofrece los medios de prue­
ba para su actuación en la audiencia. 13. El derecho de defensa de las partes procesales queda salvaguar­
dado con la notificación del requerimiento de acusación para que en el plazo de 10 días puedan pronun­
ciarse sobre el pedido fiscal. Respecto al imputado, se le posibilita, en virtud del artículo 330°. 1 NCPP,
observar la acusación fiscal formal y sustancialmente y, de ser el caso, ofrecer las pruebas que considere se
deben producir en el juzgamiento. En el caso de que la víctima no haya podido constituirse en actor civil
podrá solicitarla al Juez de la Investigación Preparatoria conforme al artículo 100° NCPP y antes de que
concluya el plazo establecido en el artículo 350° NCPP, en virtud de lo señalado por la citada normativa
en el apartado 1, literal h), conforme al cual los sujetos procesales podrán plantear en el plazo de 10 días
cualquier otra cuestión que prepare mejor el juicio; asimismo, objetar la reparación civil, o reclamar su
incremento o extensión, para lo cual ha de ofrecer los medios de prueba pertinentes para su actuación en
el juicio oral. 14. El Fiscal en el requerimiento de acusación, de conformidad con el artículo 349°.4
NCPP, indicará entre otros aspectos las medidas de coerción subsistentes dictadas durante la Investiga­
ción Preparatoria; y, en su caso, podrá solicitar su variación o que se dicten otras según corresponda. En
caso que el Fiscal no solicite una medida coercitiva, será de aplicación lo dispuesto por el artículo 286°
NCPP, la medida que prevé de comparecencia simple. Excepcionalmente, y solo por razones de urgencia
y necesidad de asegurar la presencia del imputado en el proceso, el Fiscal podrá requerir medida de coer­
ción personal proporcional al peligro procesal en una audiencia autónoma a la de la etapa intermedia de
control de la acusación directa, según las reglas correspondientes a tal requerimiento. // § 5. E l proceso
inm ediato y la form alización de la investigación p rep aratoria. 15. Estando a lo dispuesto por el artí­
culo 447°. 1 NCPP, el Fiscal tiene la posibilidad de requerir la incoación del proceso inmediato en dos
momentos: (i) luego de culminar las diligencias preliminares y (ii) antes de los treinta días de formalizada
la Investigación Preparatoria. En base al primer supuesto, se estará ante un Proceso Inmediato incoado
sin formalización de la Investigación Preparatoria; de ahí que resulta necesario que el requerimiento de
incoación de este proceso incorpore los mismos elementos que una disposición de formalización de In­
vestigación Preparatoria y supuestos de aplicación que se producen. En cambio, en virtud del último
supuesto, se tiene que en el Proceso Inmediato, sí existe la obligación de formalizar la Investigación Pre­
paratoria con las implicancias que ello tiene, es decir, que se notifique de esta disposición al imputado a
fin que conozca la imputación hecha en su contra y pueda preparar su estrategia de defensa, o de ser el
caso interponer los medios de defensa técnicos que considere pertinentes. // § 6. E l proceso inm ediato y
la etapa interm edia. 16. Dentro de la estructura del proceso común, una de las funciones más impor-
nom os & th e sis
691 SECCIÓN I: LA INVESTIGACIÓN PREPARATORIA Art. 336
tantes que debe cumplir la etapa intermedia es controlar los resultados de la investigación preparatoria,
para lo cual se ha de examinar el mérito de la acusación fiscal y los recaudos de la causa con el fin de de­
cidir si procede o no iniciar el juicio oral. Es decir, el Juez de la investigación preparatoria, como director
de la etapa intermedia, realiza un control tanto formal, sustancial y sobre la suficiencia de los elementos
de convicción de la acusación. 17. En el proceso inmediato, al ser uno especial que se particulariza en
razón de sus supuestos de aplicación: flagrancia delictiva; confesión del imputado; y que los elementos de
convicción acumulados durante las diligencias preliminares, y previo interrogatorio del imputado, sean
evidentes, no existe etapa intermedia. 18. No obstante ello, la autoridad judicial ha de realizar en este
proceso dos controles. Son los siguientes: A. De acuerdo con el artículo 448°. 1 NCPP el Juez de Inves­
tigación Preparatoria, realiza un primer control antes de dar inicio al proceso inmediato. Es el control al
requerimiento del fiscal para la incoación del proceso inmediato. Este primer control permite al Juez de
la Investigación Preparatoria determinar si procede o no dar inicio a un proceso inmediato, para lo cual
es preciso que dicha autoridad judicial verifique el cumplimiento de los supuestos de aplicación de este
proceso. Asimismo, en armonía con el artículo 448°. 1 NCPP, el Juez de la Investigación Preparatoria
corre traslado a las partes de dicho requerimiento por un plazo de tres días y debe decidir, en un plazo
igual, si acepta o rechaza el requerimiento fiscal. Sobre este punto cabe destacar que, en el marco de los
principios de oralidad, inmediación, contradicción y publicidad, así como para evitar la indefensión, que
inspiran el nuevo Código Procesal Penal, puede ser factible, atento a las circunstancias de la causa, esta­
blecer una audiencia para el Proceso Inmediato, que se seguirá conforme a las pautas establecidas de
manera genérica por el artículo 8o NCPP. Por tanto, para que el Juez de la Investigación Preparatoria re­
suelva la procedencia o no de este proceso especial, si fuera el caso -aunque no obligatoriamente-, podrá
producirse un debate con la concurrencia del Fiscal, quien argumentará oralmente por qué eligió y con­
sidera la aplicación de este proceso especial, así como con la presencia del imputado y su abogado defen­
sor, los cuales podrán contradecir este requerimiento Fiscal y el Juez hará las preguntas aclaratorias expi­
diendo la resolución motivada que corresponda. Asimismo el Fiscal, de ser el caso, solicitará la aplicación
de las medidas de coerción que considere pertinentes, de manera simultánea y separada del requerimien­
to de incoación del proceso inmediato, requerimiento que será discutido en audiencia, siguiendo las
consideraciones del Título I, Sección Tres, del citado Código, según corresponda. B. El segundo control
a cargo de la autoridad judicial, es el de la acusación fiscal, para ello es preciso referir que en virtud del
artículo 349° NCPP tal requerimiento debe cumplir determinados requisitos que condicionan su validez,
y que corresponde controlar al juez de juicio oral, quien dictará el auto de enjuiciamiento en virtud del
artículo 448°.2 NCPP. // § 7. Momento de aportación de mediosprobatorios en elproceso inm ediato.
19. Uno de los problemas que se suscitan en torno al proceso inmediato es que al no contar con fase in­
termedia, no se tiene un momento específico en el que el imputado y las demás partes realicen la aporta­
ción de medios probatorios, por lo que el acusado ingresaría en desventaja al juicio. Asimismo, que no
hay oportunidad para que las partes procesales puedan constituirse como tales. 20. En un proceso co­
mún, en el que sí se lleva a cabo la etapa intermedia -donde las partes tienen la oportunidad de ofrecer
cuanto medio de prueba consideren- cabe la posibilidad de permitir que las partes ofrezcan medios de
pruebas al inicio del juicio oral, en virtud del artículo 373° NCPP, lo que se condiciona únicamente a
determinados supuestos, tales como: i. Que la prueba sea nueva y que haya sido conocida con posterio­
ridad a la audiencia de control, ii. Que la prueba no haya sido admitida a nivel de la audiencia de control
en la etapa intermedia. 21. De ello se tiene que en el proceso inmediato resulta válida la realización de
este acto al inicio del juicio oral bajo la conducción del mismo juez de juzgamiento, quien ha de realizar
un control de los medios de prueba ofrecidos para el Juicio Oral como por las demás partes que debe
cumplir los principios de legalidad, pertinencia, utilidad y conducencia. Así, la actuación probatoria, eje
central del juicio oral, será desarrollada respetando los principios de igualdad, legalidad y contradicción,
que integran las garantías del debido proceso y defensa procesal. 22. Estas consideraciones no afectan el
principio de imparcialidad, que garantiza que el juez sea un tercero entre las partes, toda vez que la regla
en base a la cual el ofrecimiento y admisión probatoria debe realizarse en la etapa intermedia no puede
ser entendida como absoluta y menos aún en el contexto de un proceso especial que, como se tiene ex­
puesto, se rige por pautas propias. Por lo demás, queda garantizado el respectivo contradictorio a que se
♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL
Art. 336 LIBRO TERCERO: EL PROCESO COMÚN 692

someterán las pruebas ofrecidas al poder ser actuadas en el juicio oral. 23. Función que se realiza, siguien­
do la misma lógica empleada para la aportación de los medios probatorios, al no existir investigación
preparatoria, ni la etapa intermedia, los sujetos procesales tendrán, al inicio del juicio oral, oportunidad
para solicitar su constitución en el proceso, y tanto en el rol previsto en el parágrafo 21 como en el pre­
sente, la mayor garantía de imparcialidad se comprobará con la resolución debidamente motivada que
expedirá el juez penal al respecto. (Acuerdo Plenario N.° 6-2010/CJ-l 16, del 16-11-2010, que establece
como doctrina legal los criterios expuestos en los íf. jj. 8-23. VI Pleno Jurisdiccional de las Salas Penales
Permanente y Transitorias [EP, 30-12-2010]. Texto completo: <bit.ly/lmSzIz3>).
§ 1322. Cargos penales. 6. Los rasgos generales o características esenciales de la acción de tutela juris­
diccional penal, normada en el artículo 71° del Nuevo Código Procesal Penal -en adelante, NCPP- han
sido abordados en el Acuerdo Plenario N .° 4-2010/CJ-116 [§ 372]. Los derechos fundamentales que se
protegen son aquellos previstos en el citado artículo 71° NCPP. Uno de ellos es el: conocimiento de los car­
gos formulados en contra del imputado (artículo 71°.2, a’). Debe entenderse por cargos penales’, aquella
relación o cuadro de hechos -acontecimiento histórico-, de relevancia penal, que se atribuye al imputado y
que,prim afacie, justifican la inculpación formal del Ministerio Público. El artículo 336°.2, ‘b’ NCPP, sobre
este extremo, fija como contenido de la Disposición de Formalización y Continuación de la Investigación
Preparatoria -en adelante, DFCIP-, “los hechos y la tipificación específica correspondiente. E l Fiscalpodrá, si
Juera el caso, consignar tipificaciones alternativas al hecho objeto de investigación, indicando los motivos de esa
calificación . (Acuerdo Plenario N .° 2-2012/CJ-l 16, del 26-03-2012, que establece como doctrina legal los
criterios expuestos en los ff. jj. 6 al 11, particularmente el f. j. 6 .1 Pleno Jurisdiccional Extraordinario de las
Salas Penales Permanente y Transitoria [EP, 26-07-2014]. Texto completo: cbit.ly/1Pc0WYg>).

§ 1323. Audiencia de tutela e imputación suficiente. Véase la jurisprudencia del artículo 71°
del Nuevo Código Procesal Penal [§ 373]. (Acuerdo Plenario N .° 2-2012/C J-l 16, del 26-03-2012,
que establece como doctrina legal los criterios expuestos en los íf. jj. 6 al 11. I Pleno Jurisdiccio­
nal Extraordinario de las Salas Penales Permanente y Transitoria [EP, 26-07-2014]. Texto completo:
cbit.ly/1PcOWYg>).

DOCTRINA JURISPRUDENCIAL VINCULANTE DE LA CORTE SUPREMA

§ 1324. Socio puede interponer excepciones sin necesidad de que la persona jurídica a la cual
representa esté incorporada al proceso como sujeto procesal. Atribución de responsabilidad penal
al representante de la persona jurídica. Véase la jurisprudencia del artículo 6o del Nuevo Codigo
Procesal Penal [§ 211]. (Casación N.° 134-2013-Ucayali, de 16-08-2016, que establece como doctrina
jurisprudencial vinculante el sentido de los ff. jj. 13, 20, 27 y 33. Sala Penal Permanente. [EP, 18-02­
2017, Jurisprudencia, Año XXVI, N .° 1035, pp. 7695-7699]. Texto completo: <bit.ly/2lILXyt>).

JURISPRUDENCIA DE LA CORTE SUPREMA

§ 1325. Al momento de formalizar la investigación preparatoria, el fiscal puede incluir un


delito que no mencionó en las diligencias preliminares, siempre y cuando se desprenda de los
mismos hechos. C uarto. Las diligencias preliminares determinan una fase de “averiguación previa”,
esencialmente cognoscitiva y conservativa a la vez, cuyo contenido es de servir al fiscal, para que en un
tiempo prudencial, pueda tomar las decisiones jurídicas, adecuadas según la naturaleza del caso, donde
solo aquellos hechos que revelen suficientes indicios de criminalidad puedan ser sometidos a una per­
secución formal del Estado. El persecutor público cuenta con una serie de alternativas, culminadas las
diligencias preliminares, entre ellas, la disposición de archivo, la reserva provisional de la investigación
y la formalización de la investigación preparatoria. Quinto. En rigor, la resolución de vista, de fecha 16
de junio de 2010, que por mayoría revoca y, reformándola, declaró fundada la nulidad planteada por el
investigado SP es manifiestamente contradictoria, pues en el mismo considerando octavo que se acotó
precedentemente, los señores jueces superiores también sostuvieron que “ (...) si bien, en el presente
caso, no se refieren a nuevos hechos, sobre los mismos se viene imputando un nuevo delito”, esto es,
nom os & th e sis
693 SECCIÓN I: LA INVESTIGACIÓN PREPARATORIA Art. 336
no se tratan de nuevos hechos, situación única en la que sí se afectaría el derecho de defensa, ante una
atribución nueva y sorpresiva, lo que no ha sucedido en el caso de autos. Que al respecto, cabe preci­
sar, que el artículo 336, inciso 2, acápite “b”, dispone acerca de la formalización y continuación de la
investigación preparatoria, que esta contendrá: “Los hechos y la tipificación específica correspondiente.
El Fiscal podrá, si fuera el caso, consignar tipificaciones alternativas al hecho objeto de investigación,
indicando los motivos de esa calificación”, por lo tanto, la ley procesal sí confiere al fiscal, la facultad de
consignar tipos penales alternativos, a la materia de investigación, no es propiamente un concurso de- í
lictivo sino un conflicto aparente de normas, que puede resultar coherente desde un análisis de estricta
legalidad con arreglo a los derechos constitucionales de un investigado, y ese fue el tenor de lo resuelto
por el Fiscal Provincial, al citar en la parte resolutiva de su disposición, que en forma alternativa al delito
de fraude procesal, atribuye también el delito de estafa y otras defraudaciones [...]. No está por demás
señalar, que los datos enunciados en el artículo 336, inciso 2, del Código Procesal Penal, son esenciales
para con el desarrollo mismo de los actos de investigación, de que los actos de coerción recaigan sobre
un sujeto (imputado), debidamente identificado y, que los cargos incriminados estén debidamente apa­
rejados según las tipificaciones penales -presuntamente contravenidas-. (Casación N.° 154-2011-Piura,
del 17-04-2012, ff. jj. 4 y 5. Sala Penal Permanente. Texto completo: <bit.ly/2CkXwGt>).
§ 1326. Correlación y desvinculación procesal: congruencia o no entre acusación y sentencia.
Véase la jurisprudencia del artículo 349° del Nuevo Código Procesal Penal [§ 1410]. (Casación N .° 62-
2009-La Libertad, de 20-07-2010, f. j. 5. Sala Penal Permanente. Texto completo: <bit.ly/2bOZlzj>).

§ 1327. En la audiencia de control de la acusación el Juez no puede requerir a la fiscalía que


varíe el tipo penal. Véase la jurisprudencia del artículo 350° del Nuevo Código Procesal Penal [§
1444]. (Casación N.° 1450-2017-Huanuco, del 23-04-2019, ff. jj. 3 al 5. Sala Penal Permanente. Texto
completo: <bit.ly/2WPNPbp>).

JURISPRUDENCIA DE LA SALA PENAL NACIONAL

§ 1328. El momento pertinente para solicitar al juez que este requiera la remisión del caso a
otro juez que se ha avocado su conocimiento sin que le corresponda, es una vez formalizada la
investigación preparatoria. 2.1.4. La contienda de competencia, ocurre cuando no se ha determinado
concretamente la competencia sobre el conocimiento de un caso, pudiéndose advertir la avocación
simultánea de dos o más jueces sobre el mismo delito - contienda positiva- o bien la convergencia inhi­
bitoria de dos o más jueces de conocer el mismo delito - contienda negativa-. Las partes pueden solicitar
al juez que este requiera la remisión del caso a otro juez que se ha avocado su conocimiento sin que le
corresponda - art. 42.1 del CPP-. 2.1.5. El momento pertinente para realizar este requerimiento no
puede ser otro sino una vez formalizada la investigación preparatoria. Ello se infiere como consecuencia
de una interpretación sistemática del CPP. 2.1.5.1. Se le faculta al fiscal -art. 334 y 336 del CPP- que,
al momento de calificar la denuncia, o tras la realización de las diligencias preliminares, puede declarar
la formalización o no de la investigación preparatoria -ordenando además el archivo en caso de no
formalizarse-. 2.1.5.2. La comunicación al Juez de Investigación Preparatoria de la Disposición fiscal
de formalización de la investigación preparatoria -arts. 3 y 336.3 del CPP- no solo amerita la avocación
del conocimiento del caso por dicho órgano jurisdiccional, sino que también implica la pérdida de la
facultad fiscal de archivar la investigación sin intervención judicial -art. 339.2 del CPP-. 2.1.5.3. Antes
de la formalización de la investigación preparatoria, la función del Juez de Investigación Preparatoria
es limitada, correspondiéndole controlar la realización de determinadas actuaciones -control de plazos
de diligencias preliminares, tutela de derechos, entre otros- y la corrección debida al advertirse notorias
vulneraciones de derechos fundamentales del investigado. 2.1.6. La conclusión arribada no puede de
ninguna manera dejar de reconocer que las diligencias preliminares formen parte de la investigación
preparatoria -en cuanto este se formalice- y, por ende, del proceso penal -art. 337.2 del CPP- más el co­
nocimiento del Juez de Investigación preparatoria solo puede tenerse por cierto una vez se le comunique
la disposición fiscal de formalización de la investigación preparatoria, y desde este momento también se
habilita la posibilidad de interponerse contienda de competencia por parte de cualquier de los sujetos

♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL


Art. 336 LIBRO TERCERO: EL PROCESO COMUN 694

procesales. (Exp. N.° 280-2017-6-5001-JR-PE-02, del 09-10-2018, ff. jj. 2 .1 .4 ,2 .1 .5 ,2.1.5.1,2.1.5.2,


2.1.5.3 y 2.1.6. Primera Sala Penal de Apelaciones Nacional. Sala Penal Nacional. Texto completo: <bit.
ly/2XJN84b>).

JURISPRUDENCIA DE LAS CORTES SUPERIORES

§ 1329. La acusación directa en contra del imputado no tiene efecto suspensivo la contabili-
zación del plazo extraordinario. 3.2. El Acuerdo Plenario 6-2010/CJ-116 [§ 1321], señala que la
Acusación Directa, cumple las mismas funciones de la Formalización de Investigación Preparatoria;
en efecto, la funcionalidad de ambos actos procesales, está referida al inicio de un proceso penal, a
la formulación de una imputación concreta, y a la calificación jurídica que corresponde; dado que la
Acusación Directa al suprimir la etapa de Investigación Preparatoria debe cumplir también la función
de determinar concretamente la imputación. Asimismo, debe tenerse en cuenta que la suspensión de
la prescripción en la Formalización de Investigación Preparatoria se justifica en la medida en que se
requiere mayor tiempo para la realización de la actividad investigatoria y así establecer la existencia de
responsabilidad penal o en su defecto su archivamiento. En el presente caso, dada la naturaleza de la
Acusación Directa ya no es necesario dicha labor, debiendo considerarse además que el control de acu­
sación, así como el juzgamiento tienen plazos cortos que favorecen la culminación del proceso dentro
de un plazo que impida la impunidad. Este Acuerdo Plenario no integra analógicamente el efecto de la
suspensión, propio de la Formalización de Investigación Preparatoria a la Acusación Directa, pues afec­
taría el principio constitucional de inaplicabilidad por analogía de la ley penal y procesal penal, además
que sería contrario al principio procesal que proscribe la interpretación extensiva y analógica prevista
en el artículo VII. 3 del Código Procesal Penal. 3.3. La Sala considera que un efecto gravoso como la
suspensión del plazo de prescripción debe estar expresamente previsto en la ley, y este aparente vacío no
puede ser cubierto por la Jurisprudencia ni Acuerdos Plenarios [tampoco lo están], pues ello significaría
atribuir función legislativa a los jueces y con ello la posibilidad de que pretorianamente, se aplique
analógicamente un efecto jurídico que está vinculado únicamente a la Formalización de Investigación
Preparatoria. [...] 4.2. [...] [El] Fiscal formula acusación directa en contra del imputado, hecho irrele­
vante para la contabilización del plazo extraordinario de prescripción ya que esta no genera el efecto
suspensivo de la prescripción de la acción penal [...]. (Exp. N .° 2794-2016-82, del 30-05-2017, ff. jj.
3.2, 3.3 y 4.2. Tercera Sala Penal de Apelaciones Sede Central. Corte Superior de Justicia de Arequipa.
Texto completo: <bit.ly/2UHrBHo>).
§ 1330. Desde la perspectiva del tipo son significativos solo los hechos que están vinculados a
cada uno de los elementos del tipo, por tanto, no hay necesidad de una descripción natural histó­
rica y completa de los hechos, sino solo de aquellos hechos jurídicamente relevantes. 3.2. [...] La
construcción de la imputación concreta tiene dos puntos de referencia: i) por un lado el tipo penal que
describe los elementos normativos; y ii) por otro lado, los hechos o datos de la realidad concreta. Desde
la perspectiva del tipo es significativo solo los hechos que están vinculados a cada uno de los elementos
del tipo, por tanto, no hay necesidad de una descripción natural histórica y completa de los hechos;
en efecto, es el dispositivo típico que exige determinados fundamentos fácticos para su configuración y
la adjudicación de determinados efectos jurídicos. Es claro que no todos los tipos penales tienen igual
configuración, así admiten una clasificación diversa (de resultado, de mera actividad, resultativos, de
medios, instantáneos, permanentes, etc.). En síntesis, solo los hechos jurídicamente relevantes, serán
aquellos que están exigidos por un elemento del tipo. El diseño normativo determina el cumplimiento
razonable del hecho, así, el elemento temporal puede ser cumplido conforme a una unidad de tiempo
(hora, día, semana, año), siempre de acuerdo a la configuración típica. Por otro lado, es la propia reali­
dad la que impone límites a los datos que se pueda obtener para construir la imputación, de tal manera
que el proceso reconstructivo de la imputación atiende a una técnica narrativa historiográfica, con los
datos que se cuente. No siendo atendible por tanto una narrativa literaria ajena a las propias exigencias
penales [...]. (Exp. N.° 00200-2015-54-040l-JR-PE-01, del 25-01-2018, f. j. 3.2. Tercera Sala Penal de
Apelaciones Sede Central. Corte Superior de Justicia de Arequipa. Texto completo: <bit.ly/2uiSB4s>).

n o m o s & th e sís
695 SECCIÓN I: LA INVESTIGACIÓN PREPARATORIA Art. 336
§ 1331. Mediante la vía de tutela de derechos durante la investigación preliminar se puede so­
licitar al fiscal que brinde los cargos que se formulan en contra de los investigados. 14. El Acuerdo
Plenario N.° 2-2012/CJ-116 [§ 373], en su fundamento jurídico N.° 6, señala: Los rasgos generales o
características esenciales de la acción de tutela jurisdiccional penal, normada en el artículo 71° del Nue­
vo Código Procesal Penal -en adelanté, NCPP- han sido abordados en el Acuerdo Plenario N .° 4-2010/
C J-116 [§ 372]. Los derechos fundamentales que se protegen son aquellos previstos en el citado artícu­
lo 71° NCPP. Uno de ellos es el: conocimiento de los cargos formulados en contra del imputado (artícu­
lo 71°.2.a). Debe entenderse por cargos penales’, aquella relación o cuadro de hechos -acontecimiento
histórico-, de relevancia penal, que se atribuye al imputado y que, prim a facie, justifican la inculpación
formal del Ministerio Público. El artículo 336°.2.b NCPP, sobre este extremo, fija como contenido de la
Disposición de Formalización y Continuación de la Investigación Preparatoria - en adelante, DFCIP-,
“los hechos y la tipificación específica correspondiente. E l Fiscalpodrá, si fuera el caso, consignar tipificacio­
nes alternativas a l hecho objeto de investigación, indicando los motivos de esa calificación . 15. El mismo
acuerdo plenario en su fundamento 8 indica: En nuestro nuevo sistema procesal penal no corresponde
al órgano jurisdiccional, como en otros contados modelos procesales, un amplio control de los presu­
puestos jurídico materiales en sede de investigación penal preparatoria, cuyo señorío ejerce a plenitud
el Ministerio Público -distinto es el caso, por cierto, de las otras etapas o fases procesales- (verbigracia:
artículo 15°.3 del Estatuto de Roma de la Corte Penal). Bastaría, en principio, la mera afirmación por
el Fiscal de un suceso aparentemente típico para la configuración formalmente válida del proceso penal
-el acto de imputación, si bien procesal, no es jurisdiccional-. Sólo en definidos momentos y precisos
actos procesales está reservado al órgano jurisdiccional intervenir para enmendar presuntos desafueros
del Fiscal a propósito de la expedición de la DFCIP. Este sería el caso, por ejemplo, de la delictuosidad
del hecho atribuido y de los presupuestos procesales, en que el N CPP prevé vías específicas para su con­
trol jurisdiccional -el supuesto más notorio es el de la excepción de improcedencia de acción: artículo
6 °.l.b NCPP-. 16. En esta línea explicativa, se tiene de autos que la defensa técnica de cada uno de los
investigados A., C. y J., en sede de investigación preliminar han solicitado vía Tutela de Derechos, se
constate el agravio que a su derecho a conocer los cargos formulados en su agravio, se está produciendo
con las Disposiciones N.° 01, 02 y 03, las que consideran tienen descripciones imprecisas de los hechos
así como de sus respectivas participaciones es decir hay ausencia de imputación necesaria. 17. En la re­
solución venida en apelación se desprende, que el Juez ha motivado su decisión en la mínima presencia
de la garantía procesal denominada “Derechos Sustanciales”, que constituye presupuesto básico para
el ejercicio del derecho de defensa recogido en el artículo IX del Título Preliminar del NCPP, por una
imputación débil, ello porque en la resolución apelada se indica “no se advierte referencia alguna a las
■ razones -aunque mínimas- que motivan la incorporación de las citadas personas como parte de la presente
investigación preliminar . (Exp. N .° 00462-2017-7-1826-JR-PE-02, del 03-10-2017, ff. jj. 14 al 17.
Segunda Sala Penal de Apelaciones de Lima. Corte Superior de Justicia de Lima. Texto completo:
<bit.ly/2UK0ZWh>).

§ 1332. La acusación directa como una de las alternativas para descongestionar la carga pro­
cesal y como elemento para propiciar la celeridad de los procesos penales por las llamadas salidas
tempranas. Sexto. En cuanto a si para que proceda una acusación directa es requisito previo que el
Fiscal haya formalizado la Investigación Preparatoria, debemos señalar que si bien es cierto el texto
del artículo 336° se encuentra ubicado en la parte pertinente del Código Procesal Penal referida a la
Investigación Preparatoria, más aún cuando dicho artículo se refiere a la formalización y continuación
de la precitada investigación, en ese contexto una posible interpretación llevaría a concluir que efec­
tivamente previa la acusación directa resultaría necesario por la Fiscalía la disposición que formaliza
y decide continuar dicha investigación preparatoria; sin embargo, tenemos que la Acusación directa,
en el mismo contexto del nuevo modelo procesal penal, viene reseñada por un lado como una de las
alternativas para descongestionar la carga procesal y por otro para propiciar la celeridad de los procesos
penales por las llamadas salidas tempranas (terminación anticipada, proceso inmediato, conformidad,
etc.), siendo la esencia de estos procesos especiales o simplificados la relación tiempo-proceso-costo; así
el tiempo o plazo que debe durar un proceso constituye una materia de interés para el propio imputado
♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL
Art. 337 LIBRO TERCERO: EL PROCESO COMÚN 696

como para el Estado mismo, así también lo dispone la Convención Americana de Derechos Humanos
(instrumento internacional ratificado por el Estado peruano) cuando en el artículo séptimo numeral
quinto señala que “Toda persona detenida o retenida debe ser llevada, sin demora, ante un juez u otro
funcionario autorizado por la ley para ejercer funciones judiciales y tendrá derecho a ser juzgada dentro
de un plazo razonable o a ser puesta en libertad, sin perjuicio de que continúe el proceso. Su libertad
podrá estar condicionada a garantías que aseguren su comparecencia en el juicio”, lo cual es reiterado
en el artículo 8 numeral 1 de la citada Convención; ello lo ha hecho suyo el Tribunal Constitucional
peruano en reiterada jurisprudencia cuando se pronuncia que considera que el derecho a que una per­
sona sea juzgada dentro de un plazo razonable si bien no se encuentra expresamente contemplado en la
Constitución, se trata de un derecho que coadyuva el pleno respeto de los principios de proporcionali­
dad, razonabilidad, subsidiariedad, necesidad, provisionalidad y excepcionalidad, que debe guardar la
duración de un proceso para ser reconocido como constitucional, añadiendo que se trata, propiamente,
de una manifestación implícita del derecho al debido proceso y la tutela judicial efectiva reconocidos en
el artículo 139° numeral 3 de nuestra Constitución y en tal medida, se funda en el respeto a la dignidad
de la persona humana. Sétim o. En el caso concreto, se trata de un proceso por Incumplimiento de
Obligación Alimentaria (Omisión a la Asistencia Familiar), esto es, uno donde ante el incumplimiento
del pago de los alimentos ordenados en un proceso civil en el cual las partes hicieron valer ya sus argu­
mentos, además por la información estadística de esta Corte Superior (y probablemente sea el mismo
comportamiento en los demás distritos judiciales) constituye el mayor número de carga procesal (idén­
tica situación se daba en el modelo procesal penal anterior), argumentos que abundan y favorecen para
que procesos de estas características culminen mediante salidas tempranas o vías rápidas; otro aspecto a
señalar es que al ser el Fiscal el titular de la acción penal y el encargado de la investigación, como señala
el artículo 336° numeral 4 del CPP si éste considera que de las diligencias actuadas preliminarmente se
establecen suficientemente la realidad del delito y la intervención del imputado en su comisión, podrá
formular directamente acusación, lo cual significa saltarse hasta la siguiente fase del proceso (etapa
intermedia) prescindiendo en consecuencia de la etapa de la investigación formal; a decir de Espinoza
Goyena ello tienen absoluta lógica ya que el acto de acusación “que es en rigor el acto en que se con­
creta la pretensión punitiva, requiere haber llegado al conocimiento de los hechos en alta probabilidad;
se exige por ello un estándar probatorio más elevado”, concluyendo que “la idea que subyace a esta
exigencia del artículo 336°. 4, o sea, la previa realización de diligencias preliminares, es dotarle a dicha
acusación directa de la suficiente consistencia probatoria para no generar la paradoja o el riego de un
sobreseimiento precisamente por falta de prueba suficiente”; en ese mismo sentido señala Burgos Alfaro
que cuando se trata de la Acusación Directa el fiscal no presentará su disposición de formalización de
la investigación preparatoria; así es el fiscal quien debe definir la necesidad o no de una investigación,
todo ello apuntando además que a partir de la misma construye su estrategia de teoría del caso, en ese
sentido, si en opinión del fiscal como titular de la acción penal considera que de las diligencias actuadas
preliminarmente se establece suficientemente la realidad del delito y la intervención del imputado en su
comisión, no resulta necesario imponerse que formalice una investigación preparatoria (cuya finalidad
es precisamente obtener los elementos que le permitan acusar lo cual el Fiscal señala que ya lo tiene), por
lo que formulada la acusación directa, como refiere [...] el Juez de la Investigación Preparatoria no tiene
otra posibilidad que la de instaurar la etapa intermedia; en conclusión en esta aspecto, esta Sala conside­
ra que en los casos de Acusación directa de conformidad con el artículo 336° numeral 4 del CPP no es
necesario requerir que el Fiscal emita previamente disposición por la cual formalice y continúe la Inves­
tigación Preparatoria. (Exp. N .° 2009-05267-0-2001-JR-PE-2, del 03-08-2009, ff. jj. 6 y 7. Sala Penal
de Apelaciones de Piura. Corte Superior de Justicia de Piura. Texto completo: <bit.ly/2UwGe3q>).

Artículo 337: Diligencias de la Investigación Preparatoria

1. El Fiscal realizará las diligencias de investigación que considere pertinentes y útiles, dentro de los
límites de la Ley.

nom os & th e sis


697 SECCIÓN I: LÁ INVESTIGACIÓN PREPARATORIA Alt 337
2. Las diligencias preliminares forman parte de la investigación preparatoria. No podrán repetirse una
vez formalizada la investigación. Procede su ampliación si dicha diligencia resultare indispensable, siem­
pre que se advierta un grave defecto en su actuación o que ineludiblemente deba completarse como con­
secuencia de la incorporación de nuevos elementos de convicción.
3. El Fiscal puede:
a) Disponer la concurrencia del imputado, del agraviado y de las demás personas que se encuentren en
posibilidad de informar sobre circunstancias útiles para los fines de la investigación. Estas personas y los
peritos están obligados a comparecer ante la Fiscalía, y a manifestarse sobre los hechos objeto de investi­
gación o emitir dictamen. Su inasistencia injustificada determinará su conducción compulsiva;
b) Exigir informaciones de cualquier particular o funcionario público, emplazándoles conforme a las
circunstancias del caso.
4. Durante la investigación, tanto el imputado como los demás intervinientes podrán solicitar al Fiscal
todas aquellas diligencias que consideraren pertinentes y útiles para el esclarecimiento de los hechos. El
Fiscal ordenará que se lleven a efecto aquellas que estimare conducentes.
5. Si el Fiscal rechazare la solicitud, se instará al Ju e z de la Investigación Preparatoria a fin de obtener
un pronunciamiento judicial acerca de la procedencia de la diligencia. El Juez resolverá inmediatamente
con el mérito de los actuados que le proporcione la parte y, en su caso, el Fiscal.(1)

NOTA DE ACTUALIZACIÓN

0 ) Texto conform e a la m odificación efectuada por el artículo T del Decreto Legislativo N.° 1307 (EP, 30-12-2016), el m is­
mo que entró en vigencia a nivel nacional a los noventa (90) días de su publicación en el diario oficial El Peruano).

DOCTRINA JURISPRUDENCIAL VINCULANTE DE LA CORTE SUPREMA

§ 1333. Establece diferenciación entre los plazos de las diligencias preliminares y las actua­
ciones de la investigación preparatoria, entendiendo las primeras como excepcionales. Véase la
jurisprudencia del artículo 330° del Nuevo Código Procesal Penal [§ 1295]. (Casación N.° 02-2008-La
Libertad, de 03-06-2008, que establece como doctrina jurisprudencial el contenido del £ j. 11. Sala
Penal Permanente. Texto completo: <bit.ly/2cRN7E6>).

JURISPRUDENCIA DE LA SALA PENAL NACIONAL

§ 1334. L a judicatura no resulta competente para resolver la acumulación de carpetas fiscales


en diligencias preliminares, sino el propio Ministerio Público. 2.3.1. Concretado el examen de
Autos, permite remembrar que los actos del Ministerio Público gozan de amparo legal - Constitución y
Código Procesal Penal - por estar encargado de la persecución del delito; de igual forma se encuentran
reglados por Directivas y Lincamientos emanados de dicha institución así como por su Ley Orgánica
de conformidad con los artículos 61° y 63o- ambos inciso primero del Código Adjetivo, implicando
ello que sus decisiones son susceptibles a ser cuestionadas, como la Disposición N .° 08 del 12 de abril
de 2018 recaída en la Carpeta Fiscal [...] emanada de la Segunda Fiscalía Supraprovincial Corporativa
Especializada en delitos de Lavado de Activos y Pérdida de Dominio - Quinto Despacho, siguiendo
el procedimiento preestablecido. 2.3.2. Es oportuno denotar que el fiscal en la etapa prejurisdiccional
del proceso penal se encuentra autorizado para reunir elementos probatorios o también llamados de
convicción para poder formalizar lá investigación, así como para elaborar su estrategia acusatoria o para
desestimar la denuncia. 2.3.3. El Tribunal Constitucional señala que el derecho al debido proceso tra­
sunta en un atributo continente, al albergar múltiples garantías y derechos fundamentales que regulan
la actividad fiscal y deben ser cautelados; en ese sentido, estando al razonamiento desplegado por esta
instancia en el ítem 2.1.2. de la presente resolución y demás desarrollado, nos permite concluir que la
judicatura no resulta competente para resolver lo pretendido por la defensa - acumulación de carpetas
fiscales en estadio preliminar sino el propio Ministerio Público. (Exp. N .° 00280-2017-5-5001-JR-

♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL


Art. 338 LIBRO TERCERO: EL PROCESO COMÚN 698

PE-02, del 26-09-2018, ff. jj. 2.3.1 al 2.3.3. Primera Sala Penal de Apelaciones Nacional. Sala Penal
Nacional. Texto completo: <bit.ly/2GG4ppt>).

JURISPRUDENCIA DE LAS CORTES SUPERIORES

§ 1335. Cuando el imputado o los demás intervinientes soliciten al fiscal responsable del caso,
la realización de alguna diligencia que consideren pertinente para el esclarecimiento de los he­
chos, y éste les rechazare la solicitud, podrán instar al juez de la investigación preparatoria a que
se pronuncie acerca de la procedencia de la diligencia. Q uinto. En efecto, en el sistema acusatorio
que sustenta el Código Procesal Penal de 2004, cuando el fiscal dicta una providencia o disposición, se
entiende que lo hace de acuerdo a los normas constitucionales y procesales vigentes y sólo en los casos
previstos en forma taxativa en el Código Procesal Penal, el órgano jurisdiccional puede reexaminarlos
a petición de parte, cuando se alegue vulneración de derechos fundamentales. Sexto. De modo que si
bien los incisos 4 y 5 del artículo 337o del Código Procesal Penal no resultan del todo claros y propician
aparente confusión, deben ser interpretados a partir de la fecha, en forma sistemática y de acuerdo al
modelo acusatorio que recoge el Código Procesal Penal de 2004. De tal interpretación se concluye
que cuando el imputado como los demás intervinientes soliciten al Fiscal responsable del caso, la rea­
lización de alguna diligencia que consideren pertinente y útil para el esclarecimiento de los hechos, y
éste les rechazare la solicitud, podrán instar la participación del Juez de la investigación preparatoria a
fin de obtener un pronunciamiento judicial acerca de la procedencia de la diligencia. Se entiende que
recurrirán al Juez siempre que no estén de acuerdo con lo decidido por el Fiscal. El Juez resolverá de
forma inmediata. (Exp. N.° 00057-2011-0-1826-JR-PE-01, del 29-09-2011, ff. jj. 5 y 6. Sala Penal
de Apelaciones del Subsistema Anticorrupción. Corte Superior de Justicia de Lima. Texto completo:
<bit.ly/2D0DBgl>).
§ 1336. En las diligencias preliminares es suficiente que el fiscal reúna elementos mínimos y
realice actos urgentes e inaplazables para establecer si los hechos han existido. Noveno. Peor aún,
no podemos dejar de lado que los fines de cada etapa definen el plazo razonable aludido en el conside­
rando anterior. La misma corte suprema ha señalado y definido que para las diligencias preliminares es
suficiente que el fiscal reúna elementos mínimos y realice actos urgentes e inaplazables para establecer
si los hechos han existido, si constituyen delitos y asegurar elementos materiales de su comisión, in­
dividualizar a las personas o agentes activos y pasivos del mismo hecho; pero no para realizar o actuar
todos los demás elementos y medios de prueba que deberán ser materia de actuación o indagación en
la propia etapa de investigación preparatoria tras su formalización por ante el juez de garantías. Siendo
ello así, tras haberse vencido el plazo inicialmente fijado o haberse cumplido con los fines antes precisa­
dos, el plazo se convierte en irrazonable. (Exp. N .° 2256-2010, del 03-05-2010, £ j. 9. Cuarto Juzgado
de Investigación Preparatoria de Trujillo. Corte Superior de Justicia de La Libertad. Texto completo:
<bit.ly/20Q 29x8>).

A rtícu lo 3 3 8 : C o n d icio n es de la s actu acio n e s de in ve stigació n

1. El Fiscal podrá permitir la asistencia de los sujetos procesales en las diligencias que deba realizar,
salvo las excepciones previstas por la Ley. Esta participación está condicionada a su utilidad para el es­
clarecimiento de los hechos, a que no ocasione perjuicio al éxito de la investigación o a que no impida una
pronta y regular actuación.
2. El Fiscal velará porque la concurrencia de las personas autorizadas no interfiera en el normal de­
sarrollo del acto e impartirá instrucciones obligatorias a los asistentes para conducir adecuadamente la
diligencia. Está facultado a excluirlos en cualquier momento si vulneran el orden y la disciplina.
3. El Fiscal, en el ejercicio de sus funciones de investigación, podrá solicitar la intervención de la Policía
y, si es necesario, el uso de la fuerza pública, ordenando todo aquello que sea necesario para el seguro y
ordenado cumplimiento de las actuaciones que desarrolla.

n o m o s & t h e s is
699 SECCIÓN 1: LA INVESTIGACIÓN PREPARATORIA Art. 339
4. Cuando el Fiscal, salvo las excepciones previstas en la Ley, deba requerir la intervención judicial para
la práctica de determinadas diligencias, la actuación de prueba anticipada o la imposición de medidas
coercitivas, estará obligado a formalizar la investigación, a menos que lo hubiere realizado previamente.

A rtícu lo 3 3 9 : Efecto s de la fo rm alizació n de la investigación

1. La formalización de la investigación suspenderá el curso de la prescripción de la acción penal.


2. Asimismo, el Fiscal perderá la facultad de archivar la investigación sin intervención judicial.

ACUERDOS PLENARIOS DE LA CORTE SUPREMA

§ 1337. Sentido del artículo 339° del Código Procesal Penal. § 6. D esarrollo del tercer tema.
23. Tercer tema. El apartado uno del artículo 339° del nuevo Código Procesal Penal prescribe que “la
Formalización de la Investigación Preparatoria suspende el curso de la prescripción de la acción p en al\ En­
tonces la discusión de ese párrafo está centrada en las cuestiones de legitimidad, legalidad y razonabili-
dad. 24. La “suspensión” de la prescripción prevista en el artículo 84° del Código Penal consiste en la
creación de un estado en el cual el tiempo deja de correr porque se presenta una situación particular
determinada por la Ley que impide la persecución penal -constituye la excepción al principio general de
la continuidad del tiempo en el proceso-. La continuación del proceso dependerá de la decisión de una
autoridad extra penal, que puede ser un Juez del ámbito civil, administrativo, comercial, de familia y en
todos los casos se paraliza el inicio o la continuación del proceso desde que se presenta la circunstancia
que amerita la imposibilidad de su prosecución y se reiniciará cuando se resuelva esa cuestión. Por con­
siguiente, el término de la prescripción sufre una prolongación temporal. 25. La consecuencia más
significativa es que el tiempo transcurrido con anterioridad al momento en que se presentó la causa que
suspendió el proceso no se pierde y se sumará al que transcurra después de su reiniciación, pero el tiem­
po cumplido durante la vigencia de la suspensión no se computa para los efectos de la prescripción ex­
traordinaria. 26. Sin embargo, la literalidad del inciso 1 del artículo 339° del Código Procesal Penal
evidencia que regula expresamente una suspensión “sui generis”, diferente a la ya señalada, porque
afirma que la Formalización de la Investigación Preparatoria emitida por el Fiscal, como director y
coordinador de esta etapa procesal -quien adquiere las funciones de las que actualmente goza el Juez de
instrucción-, suspende el curso de la prescripción de la acción penal. Con la formulación de la imputa­
ción se judicializa el proceso por la comunicación directa entre el Fiscal y el Juez de la Investigación
Preparatoria y culmina la etapa preliminar de investigación practicada por el Fiscal. En consecuencia,
queda sin efecto el tiempo que transcurre desde este acto fiscal hasta la culminación del proceso con una
sentencia o resolución judicial que le ponga fin o en su caso hasta que sea aceptada la solicitud de sobre­
seimiento del Fiscal. 27. La redacción y el sentido del texto es claro, en cuanto regula la institución de
la “suspensión” con todas las consecuencias y matices que conlleva y no es posible deducir que el legis­
lador quiso reglamentar un supuesto de “interrupción” de la prescripción, porque la voluntad fue esta­
blecer que ese acto del Fiscal es motivo de suspensión. En la práctica, el principal efecto de esta norma
es la prolongación del tiempo necesario para considerar extinguida la responsabilidad penal por un
determinado hecho y, en ese sentido, cuando existe actividad procesal del Fiscal -formalizando la inves­
tigación- el plazo de prescripción deja de computarse desde que se declara. 28. Esta previsión legal tiene
que ser analizada desde dos aspectos concretos: A. Que es obligación del Estado proveer de los mecanis­
mos necesarios para la realización de la pretensión punitiva derivada de un delito, pues los intereses
tutelados por las normas penales son eminentemente públicos, y en ese contexto preordena el proceso
penal para asegurar la persecución del delito contra todo ilegítimo obstáculo. B . El Estado por medio
del Ministerio Público ejerce la pretensión punitiva que se deriva de un delito, promueve la aplicación
de la sanción correspondiente y solicita que se ejecute el fallo. 29. Desde esta perspectiva el fundamento
de la posibilidad de suspender el plazo de prescripción dirigiendo el procedimiento contra el presunto
culpable constituye el instrumento que tiene el Estado y ejecuta el órgano judicial para poner de mani-

♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL


Art. 339 LIBRO TERCERO: EL PROCESO COMUN 700

fiesto que aún se vislumbran posibilidades de éxito en la investigación del presunto delito y que la infrac­
ción pueda ser castigada -el acto del Fiscal que constituye la formalización del proceso se realiza después
que se identificó e individualizó plenamente al imputado, se describió los hechos, se tipificó la conducta
en la norma correspondiente y se reunió indicios reveladores de la comisión del delito, valorando adecua­
damente todas las circunstancias del caso- para evitar la sensación de impunidad en la sociedad, como
marco de la política criminal del Estado. 30. Por tanto, la suspensión del plazo de prescripción significa
que la ley otorga más tiempo a la autoridad para que persiga el delito. Constituye la manifestación de
voluntad objetivamente idónea del Estado para asegurar el éxito en la persecución del hecho delictivo y
contribuye a consolidar el principio constitucional de obligatoriedad en el ejercicio de la persecución
penal que tiene el Ministerio Público prescrita en el artículo 159° de la Carta Política. 31. La aplicación
de esta regulación legal no vulnera el derecho fundamental del imputado a un proceso sin dilaciones in­
debidas programado en el inciso tres del artículo 139° de la Constitución -inserto en la garantía del debi­
do procesa- y tampoco se afecta el derecho a que la causa se resuelva por el Juez Penal en un tiempo razo­
nable, por lo siguiente: A. El fenómeno de la prescripción regulado en la norma constitucional y
sustantiva está determinado esencialmente por una autolimitación del Estado para ejercer su potestad
represiva cuando no ejerce la acción eficaz y oportunamente en un tiempo determinado. Por tanto, el
legislador es el que decide si los actos que se realizan para iniciar la persecución penal, como “la Formali­
zación de la Investigación Preparatoria” es una causa que suspende el curso de la prescripción. B. Dicha
institución sustantiva está inspirada en el interés de la sociedad de que no haya delitos impunes, pero li­
mitando a los órganos encargados de la persecución penal. Una interpretación distinta supone aceptar
que la prescripción es un derecho establecido a favor del imputado y el rechazo a la existencia de causas
procesales que suspendan el curso de la prescripción. Sin embargo, esto implica olvidar el interés social
en la persecución de los delitos. C. La suspensión del plazo de la prescripción no origina un problema de
condiciones de desigualdad entre el Ministerio Público y el imputado por la creación de una posibilidad
que afecta derechos fundamentales, pues cuando el hecho imputado de carácter delictivo conserva su
contenido de lesividad, es necesario una sanción a su autor por ser legítima. En ese sentido, no se puede
sostener la existencia de desigualdad -relevante jurídicamente- cuando se persigue y castiga una infracción
punible. D. No puede concebirse que los imputados tengan derecho a la resolución del proceso en un
plazo razonable en los que el retraso pueda ser provocado por su propia actitud procesal para evitar el
avance del procedimiento y prescribir el delito, lo que debe evitarse. E. La reforma del sistema procesal
implicó cambios radicales e importantes constituyendo uno de los más significativos relevar a los jueces
de las labores de investigación dentro del proceso penal -propio de un sistema acusatorio- y por otro lado,
la reforma de la aplicación de instituciones dentro del nuevo sistema. En ese contexto, en el ordenamien­
to procesal la “suspensión de la prescripción” se forja en un proceso estructurado que respeta las garantías
del debido proceso, promueve valores constitucionales medulares y definitivos para la protección jurisdic­
cional efectiva. F. En el Nuevo Código Procesal Penal las etapas del proceso tienen un plazo establecido:
la Investigación Policial o Fiscal veinte días, la Investigación Preparatoria ciento veinte días, ampliado a
sesenta días y para casos complejos hasta ocho meses y si bien el juzgamiento no tiene plazo definido, no
obstante una de sus características principales como innovación del nuevo modelo procesal es su celeridad
y continuación ininterrumpida hasta su conclusión, evitando dilaciones y pérdida de concentración,
como la propia Ley lo señala en el artículo 360° [incisos 1 y 5] si nofuera posible realizar el debate en un
solo día, éste continuará durante los días consecutivos que fueran necesarios hasta su conclusión y no podrá
realizarse otrosjuicios hasta su culminación -. Es evidente que el nuevo sistema procesal busca simplificar,
descongestionar, acelerar y hacer más eficiente la Administración de Justicia penal, asegurando una mayor
eficiencia y eficacia en tanto en cuanto a la decisión de los jueces sólo se someten las causas que están en
capacidad de resolver oportunamente. G. Por otro lado, la propia norma procesal en los artículos 334°
[inciso 2] y 343° regula las situaciones en las que el plazo de la investigación preliminar y preparatoria
exceda su duración y reconoce al afectado el derecho de acudir al Juez de la Investigación Preparatoria
-Juez de Garantías considerado como el custodio de la legalidad del procedimiento de investigación que
realiza el Ministerio Público y tiene como función esencial tutelar las garantías del imputado- para que
resuelva el conflicto y ordene la culminación de esas etapas procesales cuando las considere excesivas -se

n o m o s & t h e s is
701 SECCIÓN I: LA INVESTIGACIÓN PREPARATORIA Art. 339
materializa por medio de una audiencia de control de plazos-. Es evidente el interés y voluntad del legis­
lador de someter a control el plazo del proceso por el Juez que ejerce las funciones del control de garantías
-y reglado en el sistema procesal penal- en virtud del principio medular del Estado de Derecho para no
dejar a completo arbitrio del Fiscal la duración de la investigación. 32. En ese contexto, es claro que el j
plazo de la suspensión del proceso se produce dentro del marco impuesto por la Ley, no es ilimitado y
eterno y se corresponde con la realidad legislativa de la nueva norma procesal y el marco de política cri­
minal del Estado. Por tanto, con los límites racionales regulados no habría un exceso de tiempo hasta la
culminación del proceso con un pronunciamiento que ponga término del modo más rápido posible a la
situación de incertidumbre porque con la previsión de la ley fijando pautas de duración de los procesos
no debería existir menoscabo a un juicio justo en un tiempo razonable y donde el derecho de la sociedad
a defenderse del delito se armoniza con el del imputado, de modo que no se sacrifica a ninguno de ellos
a favor del otro. Con esto debe resaltarse que si bien los actos del procedimiento suspenden el curso de la
prescripción de la acción persecutoria, no obstante lo hacen hasta cierto límite. (Acuerdo Plenario N.°
1-2010/CJ-116, del 16-11-2010, íf. jj. 23-32 [hay que precisar que los ff. jj. 12-32 son considerados
doctrina legal]. VI Pleno Jurisdiccional de las Salas Penales Permanente y Transitorias [EP, 30-12-2010].
Texto completo: <bit.ly/2Tos3Jh>).

§ 1338. Sobre la necesidad de reevaluar la suspensión de la prescripción dispuesta en el artícu­


lo 339°.l del Código Procesal Penal 2004. § 1. ElAcuerdo Plenario N. ° l-2 0 1 0 /C J-ll6 y la suspensión
de la prescripción de la acción penal por formalización de la Investigación Preparatoria. 6. El Acuerdo
Plenario N.° 1-2010/CJ-l 16 [§ 1337], del 16 de noviembre de 2010, al analizar la naturaleza y efectos
de la configuración del artículo 339° inciso 1 “La formalización de la investigación suspenderá el curso de
la prescripción de la acción penal” declaró expresamente en su fundamento jurídico 27 lo siguiente: “La
redacción y el sentido del texto es claro, en cuanto regula la institución de la ‘suspensión con todas las conse­
cuencias y matices que conlleva y no es posible deducir que el legislador quiso reglamentar un supuesto de
‘interrupción de la prescripción, porque la voluntadfue establecer que ese acto del Fiscal es motivo de suspen­
sión. En la práctica, elprincipal efecto de esta norma es la prolongación del tiempo necesario para considerar
extinguida la responsabilidad penal por un determinado hecho y, en ese sentido, cuando existe actividad
procesal del Fiscal -formalizando la investigación- el plazo de prescripción deja de computarse desde que se
dedara \ 7. Sin embargo, con posterioridad a este Acuerdo Plenario un sector minoritario de la doctrina
y de la judicatura nacional ha vuelto a insistir en la conveniencia de asum ir que lo previsto en dicha
norma como suspensión dehe ser entendido como interrupción y que, incluso, procede a apartarse de
lo establecido en el Acuerdo Plenario sobre la materia (Cfr. Sentencia de Apelación del 21 de marzo de
2011, recaída en el Expediente N .° 00392-2008-49-1302-JR-PE-01.Corte Superior de Justicia de
Huaura, fundamentos 4.1 a 4.10 y Voto Singular del Juez Superior Reyes Alvarado. Asimismo, comen­
tario a dicha sentencia de José David Burgos Alvarado: La Formalización de la Investigación Preparato­
ria ¿Suspensión interrupción de la acción penal? en Gaceta Penaly Procesal Penal. Tomo 22. Abril 2011,
p. 261 y ss.). Entre estas posturas también se ha afirmado, sin mayor detalle argumental y de modo re­
iterado, que la disposición del artículo 339° inciso 1 del Código Procesal Penal, ha derogado las reglas
sobre interrupción y suspensión de la prescripción de la acción penal que contienen los artículos 83° y
84° del Código Penal sustantivo. Frente a ello, otro calificado sector de la doctrina ha ratificado la co­
herencia y validez de lo establecido por las Salas Penales de la Corte Suprema de Justicia (Cfr. Raúl Pa-
riona Arana. La prescripción en el Código Procesal Penal de 2 0 0 4 ¿Suspensión o interrupción de la prescrip­
ción? en Gaceta Penaly Procesal Penal. Tomo 23. Mayo 2011, p. 221 y ss.). Las ponencias presentadas
en la Audiencia Pública Preparatoria del 12 de marzo han puesto también de manifiesto estas discrepan­
cias con diferentes argumentos en uno y otro sentido, siendo común a todas la ausencia de un análisis
del origen histórico y comparado del inciso 1 del artículo 3 3 9 ° y que resulta imprescindible para es­
clarecer definitivamente la función y alcances dogmáticos así como prácticos de tal disposición legal. //
§ 2 . L a fuente legal extranjera del artículo 3 3 9 ° inciso 1 valida la posición hermenéutica asumida en el
Acuerdo Plenario de 2010. 8. La influencia directa de la reforma procesal penal chilena en la redacción
del artículo 339° inciso 1 es plena y evidente. En efecto, al igual que la norma nacional, el literal a) del
artículo 233° del Código Procesal Penal de Chile también establece que “La formalización de la investi-
♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL
Art. 339 LIBRO TERCERO: EL PROCESO COMÚN 702

gaciónpreparatoria,producirá los siguientes efectos: a) Suspenderá el curso de la prescripción de la acción penal


en conformidad a lo dispuesto en el artículo 9 6 ° del Código Penal'. Ahora bien, en el artículo aludido del
texto fundamental del Derecho Penal sustantivo del vecino país del sur los efectos y causales de la sus­
pensión de la prescripción de la acción penal están claramente diferenciados de los que corresponden a
la interrupción: “Esta prescripción se interrumpe, perdiéndose el tiempo transcurrido, siempre que el delin­
cuente comete nuevamente crimen o simple delito, y se suspende desde que el procedimiento se dirige
contra é l'. Esto significa, sencillamente, que en Chile siempre la incoación de un proceso contra el
autor de un hecho punible es causal de suspensión de la prescripción de la acción penal y no de inte­
rrupción. Lo mismo ocurre ahora en el Perú desde la puesta en vigencia del Código Procesal Penal de
2004. Por tanto, la interpretación hecha por el Acuerdo Plenario es correcta y tiene plena validez técni­
ca y práctica. // § 3. La suspensión e interrupción de la prescripción de la acción penal en el derecho penal
histórico peruano han regulado siempre causales y efectos distintos. 9. En el derecho penal histórico nacio­
nal, también los efectos y las causales de interrupción y suspensión de la acción penal han estado clara­
mente estipulados sin que haya posibilidad alguna de confundirlos. Remitiéndonos únicamente al Có­
digo Penal de 1924 podemos constatar incluso que los artículos 121° sobre interrupción y el 122° sobre
suspensión ponían en evidencia tales diferencias. Es más, en el segundo de los artículos citados, incluso
se estipulaba que los efectos de la suspensión no alcanzaban a los plazos de la prescripción extraordina­
ria de la acción penal prevista en el párrafo in fine la primera de dichas normas: “Si el comienzo o la
terminación delproceso dependiese de cualquier cuestión que deba resolverse en otro procedimiento, se consi­
derará en suspenso la prescripción hasta que esté concluido, salvo lo prescrito en la últim a parte del artí­
culo anterior '. Importante salvedad que no fue reproducida por el actual artículo 84° del Código Penal
vigente, demostrando con ello, una vez más, que no existe en la legislación vigente ninguna relación de
identidad ni dependencia residual entre la interrupción y la suspensión de la prescripción de la acción
penal. De esta manera, desde el plano histórico, se vuelve a ratificar la pertinencia y solidez hermenéu­
tica de lo acordado en el Acuerdo Plenario N.° 1-2010/CJ-116. // § 4. Las relaciones intrasistemáticas
entre los artículos 8 3 °y 8 4 ° del Código Penal de 1991, con el artículo 3 3 9 ° inciso 1 del Código Procesal
Penal de 2 0 0 4 son de plena compatibilidadfuncional. 10. Frente a la ya demostrada autonomía de las
reglas y efectos de la suspensión en relación a las que gobiernan la configuración y eficacia de la inte­
rrupción de la prescripción de la acción penal, cabe concluir señalando que el artículo 339° inciso 1 del
Código Procesal Penal de 2004 no ha derogado ni modificado, directa o indirectamente, las reglas
contenidas en el artículo 83° de Código Penal vigente. El artículo 84° del Código Penal tampoco ha sido
derogado ni mediatizado en sus efectos por el inciso 1 del artículo 339° del Código Procesal Penal.
Fundamentalmente porque ambas disposiciones son independientes aunque aludan a una misma insti­
tución penal como lo es la suspensión de la prescripción de la acción penal. Se trata solamente de
disposiciones compatibles que regulan, cada una, causales distintas de suspensión de la prescrip­
ción d éla acción pen al que pueden operar de modo secuencial, paralelo o alternativo. Efectivamen­
te, la prejudicialidad considerada por la norma sustantiva puede paralizar incluso la continuación de un
proceso penal en trámite y donde la Formalización de la Investigación Preparatoria que considera la
norma adjetiva, ya decretó la suspensión del plazo de prescripción de la acción penal. Es más, a ello se
refiere también de modo expreso el artículo 3° en sus incisos 1 y 2: “ 1. La cuestión prejudicial procede
cuando el Fiscal decide continuar con la Investigación Preparatoria, pese a quefuere necesaria en vía extra­
penal una declaración vinculada a l carácter delictuoso del hecho incriminado. 2. Si se declara fundada, la
Investigación Preparatoria se suspende hasta que en la otra vía recaiga resolución firme. Esta decisión
beneficia a todos los imputados que se encuentren en igual situación jurídica y que no la hubieren deducido".
Por consiguiente, desde el dominio de las relaciones intrasistemáticas de las normas sustantivas o adje­
tivas, vinculadas a la interrupción o prescripción de la acción penal en la legislación nacional vigente,
no se configura ni se condiciona la presencia de una antinomia legal que demande la modificación o
complementación del Acuerdo Plenario N.° 1-2010/CJ-116. // § 5. Necesidad de un plazo razonable
para la suspensión de la prescripción en el caso del artículo 3 3 9 ° inciso 1 del Código Procesal Penal de 2004.
11. Es pertinente y oportuno establecer un límite temporal para la duración de la suspensión de la ac­
ción penal, generada por la Formalización de la Investigación Preparatoria. Tal requerimiento fue tam-
n o m o s & t h e s is
703 SECCIÓN I: LA INVESTIGACIÓN PREPARATORIA Ari. 339
bien reiteradamente planteado en las ponencias sustentadas durante la Audiencia Pública preparatoria
del I Pleno Jurisdiccional Extraordinario por lo que expresan una fundada demanda de la comunidad
nacional. Pero, además, ella guarda estricta coherencia con las exigencias, límites y efectos que derivan
del principio de plazo razonable para la realización de la justicia. En ese contexto, pues, y atendiendo
a los antecedentes históricos de la suspensión de la prescripción en nuestra legislación, cabe asimilar,
para satisfacer tal expectativa social, el mismo límite temporal que contenía el derogado artículo 122°
del Código Penal de 1924. Esto es, en adelante debe entenderse que la suspensión de la prescripción en
el caso del artículo 339° inciso 1, no podrá prolongarse más allá de un tiempo acumulado equivalente
al plazo ordinario de prescripción más una mitad de dicho plazo. Por lo demás este mismo criterio se
mantuvo en los Proyectos de Código Penal de setiembre de 1984 (Art. 96°), de octubre de 1984 (Art.
83°), de agosto de 1985 (Art. 89°) y de abril de 1986 (Art. 88°) que precedieron al Código Penal de
1991 por lo que su razonabilidad es admisible. (Acuerdo Plenario N.° 3-2012/CJ-l 16, del 26-03-2012,
ff. jj. 6-11.1 Pleno Jurisdiccional Extraordinario de las Salas Penales Permanente y Transitoria [EP, 26­
07-2014]. Texto completo: <bit.ly/lmZZ9j0>).

DOCTRINA JURISPRUDENCIAL VINCULANTE DE LA CORTE SUPREMA

§ 1339. El cómputo de los plazos de prescripción de la acción penal en los casos de suspensión
por formalización de investigación preparatoria, no es ilimitado, sino por un periodo equivalente
a un plazo ordinario más la mitad, por lo que la acción penal prescribirá indefectiblemente cuando
haya culminado dicho plazo. Tercero. E lprimer motivo de casación admitido está referido a establecer si
la palabra suspensión del curso de la acción penal contenida en el artículo 339, inciso 1, del Código Procesal
Penal debe interpretarse como una suspensión propiamente dicha. Cuarto. La prescripción tiene un sentido
de liberación o extinción, pudiéndose referir a prescripción de la acción penal o de la pena, siendo que la
primera está referida a un plazo de tiempo establecido en la Ley, dentro del cual los órganos jurisdicciona­
les pueden iniciar el proceso, pero, finalizado, ya no se puede perseguir el delito; es decir, existiría una im­
posibilidad de promover la acción penal luego de haber transcurrido determinado plazo establecido por
la Ley, desde la fecha en que se cometió el delito. Con relación a esta institución del Derecho Sustantivo
Penal, se encuentran la interrupción y suspensión. “La interrupción hace perder todo el tiempo corrido a
favor del procesado y comienza a prescribir nuevamente, a partir de la misma fecha, la acción penal [...].
En cambio, la suspensión consiste solamente en un intervalo que no se computa; cesada la causa de la
suspensión, se cuenta el tiempo anterior a ella, si lo hubo, y sigue corriendo el termino originario” [Bra-
m ont Arias, Luis Alberto. Derecho penal peruano! Parte general. Lima: Editorial San Marcos, 2004, p.
513]. Cada una de estas instituciones tiene diferentes causales. Quinto. En lo que respecta a la suspensión
de la prescripción, “señala el artículo 84 del Código Penal que el plazo de prescripción se suspende si el
comienzo o la continuación del proceso penal depende de cualquier cuestión que deba resolverse en otro
procedimiento’. Se trata de un recurso civilista por el que excepcionalmente se suspende el cómputo del
plazo, hasta tanto se resuelva el asunto -no penal- que lo motivó. Las cuestiones que suspenden el plazo
de prescripción son dos: a) Cuestiones previas y b) Cuestiones prejudiciales” [Villa S tein , Javier. Derecho
penal: Parte general. Lima: Ara Editores, 2014, p. 619]. Sin embargo, dicha institución no solo tiene regu­
lación en el Código Sustantivo, sino también en el Procesal; es así que el artículo 339, inciso 1, del Códi­
go Procesal Penal, cuya interpretación y aplicación ha dado motivo al presente recurso de casación, esta­
blece que “La formalización de la investigación suspenderá el curso de la prescripción de la acción penal”.
En buena cuenta, lo que hace el artículo es presentarnos una nueva modalidad de suspensión del plazo
prescriptorio, que se generará a mérito de dicha disposición fiscal que importa la “promoción de la acción
penal, y da el inicio formal de la intervención jurisdiccional controlando el mérito de la investigación pre­
paratoria” [San M artín C astro , César. Derecho procesalpenal. Lecciones. Lima: INPECCP y CENALES
Fondo Editorial, 2015, p. 317]. Que, respecto del sentido que el legislador le dio al artículo 339, inciso
1, del Código Procesal Penal, ya ha sido desarrollado por el Acuerdo Plenario de las Salas Penales de la
Corte Suprema N.° 1-2010 [§ 1337], complementado por el Acuerdo Plenario N .° 3-2012 [§ 1338].
[...] Octavo. Los fundamentos esgrimidos por la Sala de Apelaciones para fundamentar su apartamiento
de la doctrina jurisprudencial sentada en los Acuerdos Plenarios N .° 1-2010 y N.° 3-2012, citados en el
♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL
Art. 339 LIBRO TERCERO: EL PROCESO COMÚN 704

rubro “II. Fundamentos de derecho, punto II. Del pronunciamiento del Tribunal de Apelación”, acápite
segundo, puntos a, b, c y d, son ilegales por lo siguiente: 8.1. Respecto del argumento de la supuesta
desnaturalización de la institución de los plazos procesales, resulta ser contradictoria, en tanto que la
“suspensión de la prescripción” prevista en el artículo 339, inciso 1, del Código Procesal Penal, se forja en
un proceso estructurado que respeta las garantías del debido proceso, promueve valores constitucionales
medulares y definitivos para la protección jurisdiccional efectiva, por cuanto lo que la suspensión busca
es brindar un tiempo razonable al órgano administrador de justicia, así como al de persecución del delito
a fin de que se lleven a cabo las diligencias pertinentes dentro del debido proceso. 8.2. Acerca del argu­
mento sobre la duplicidad y la vulneración de los plazos máximos de prescripción de la acción penal, son
conforme al principio de legalidad; por lo tanto, se debe proceder a computar el plazo extraordinario de la
prescripción de la acción penal, desde la formalización de la investigación preparatoria. 8.3. Finalmente,
respecto al argumento de la posibilidad del autorreproche del propio delincuente como medio alternativo
a la pena para purgar castigo, expresado con las siguientes palabras en el auto de vista recurrido: “Si bien,
en materia penal la mayoría de los casos irresueltos se debe a la renuencia de los imputados a someterse al
proceso, y ello debido a que por instinto de conservación, toda persona reacciona protegiendo su libertad
y por ello elude o fuga, pero, ser fugitivo no quiere decir que esa persona haya resuelto su problema, pues
pueda ser más tortuoso que estar en la cárcel purgando una condena, pues tiene que estar a salto de mata,
no alcanzar el sueño, ser juzgado día a día por su consciencia o fuero interno, y, por eso, es que el tiempo
debe llevar el perdón para el perseguido [...]”, no puede concebirse que los imputados tengan derecho a
la resolución del proceso en un plazo razonable en los que el retraso sea provocado por su propia actitud
procesal para evitar el alcance del procedimiento y prescribir el delito, lo que debe evitarse. En buena
cuenta, la suspensión de la prescripción está inspirada en el interés de la sociedad de que no haya delitos
impunes, pero limitando igualmente a los órganos de persecución penal a actuar con celeridad evitando
dilaciones indebidas y garantizando el debido proceso, conforme lo desarrolló el Acuerdo Plenario de
las Salas Penales Supremas N .° 3-2012 en los puntos B y D del fundamento jurídico 31. Noveno. El
Acuerdo Plenario N .° 1-2010 se encarga de esclarecer que la palabra suspensión contenida en el artículo
339, inciso 1, del Código Procesal Penal no puede estar referida a un supuesto de interrupción, sino
más bien a uno de suspensión, como refiere su tenor literal; y que en el Acuerdo Plenario N .° 3-2012 se
determina que el plazo máximo que durará la suspensión de la prescripción de la acción penal será de un
periodo equivalente a la prescripción extraordinaria. [...] Undécimo. En consecuencia, el computo de los
plazos de prescripción de la acción penal en los casos de suspensión por formalización de investigación
preparatoria, no es ilimitado, sino por un periodo equivalente a un plazo ordinario más la mitad, por lo
que la acción penal prescribirá indefectiblemente cuando haya culminado dicho plazo, conforme lo dejó
sentado el Acuerdo Plenario de las Salas Penales de la Corte Suprema N.° 3-2012. (Casación N .° 332-
2015-Del Santa, de 28-03-2017, que establece como doctrina jurisprudencial vinculante los ff. jj. 4, 3, 8,
9 y 11. Sala Penal Permanente [EP, 14-03-2018, Jurisprudencia, Año XXVII, N .° 1073, p. 8019]. Texto
completo: <bit.ly/2FLVUVX>).
§ 1340. La formalización de la investigación preparatoria suspende el plazo de prescripción de
la acción penal hasta el máximo de la pena privativa de libertad más la mitad. Suspensión de la
prescripción de la acción penal. Es aplicable la reducción por responsabilidad restringida. Séptim o.
En lo que respecta a la suspensión de la prescripción de la acción penal, señala el artículo 84 del Código
Penal que el plazo se suspende si el comienzo o la continuación del proceso penal dependen de cualquier
cuestión que deba resolverse en otro Procedimiento. “Se trata de un recurso civilista por el que excepcional­
mente se suspende el cómputo delplazo, hasta tanto se resuelva el asunto -no penal- que lo motivó. Las cues­
tiones que suspenden elplazo de prescripción son dos: a) Cuestionesprevias y b) Cuestionespre-judiciales \ Sin
embargo, dicha institución no solo tiene regulación en el Código Sustantivo, sino también en el Procesal;
es así que el artículo 339, inciso 1, del Código Procesal Penal, cuya interpretación y aplicación ha dado
motivo al presente recurso de casación, establece que “La formalización de la investigación suspenderá
el curso de la prescripción de la acción penal”. Octavo. El Acuerdo Plenario de las Salas Penales de la
Corte Suprema N .° 1-2010/CJ-l 16 [§ 1337] desarrolla la institución de la suspensión de la prescripción
de la acción penal que se encuentra prevista en el artículo 84, pero además refiere en su fundamento
n o m o s & th e s is
705 SECCION I: LA INVESTIGACION PREPARATORIA Art. 339
jurídico veintiséis que la literalidad del inciso uno, del artículo 339, del Código Procesal Penal, eviden­
cia que regula expresamente una suspensión sui géneris, diferente a la ya señalada, porque afirma que la
Formalización de la investigación preparatoria emitida por el Fiscal, como director y coordinador de esta
etapa procesal -quien adquiere funciones de las que actualmente goza el Juez de instrucción-, suspende el
curso de la prescripción de la acción penal. Con la formulación de la imputación se judicializa el proceso
por la comunicación directa entre el Fiscal y el Juez de la Investigación Preparatoria y culmina la etapa
preliminar de investigación practicada por el Fiscal. Noveno. Lo que fue complementado por el Acuerdo
Plenario de las Salas Penales de la Corte Suprema N.° 3-2012/CJ-116 [§ 1338], en cuyo fundamento
jurídico 10 deja sentado que por la autonomía de reglas y efectos de la suspensión e interrupción de la
prescripción de la acción penal, concluyen que el artículo 339, inciso 1, del Código Procesal Penal, no
ha derogado ni modificado, directa ni indirectamente, las reglas contenidas en el artículo 83 del Código
Penal vigente. Así también, el artículo 84 del Código Penal tampoco ha sido derogado ni mediatizado
en sus efectos por el inciso 1, del artículo 339, del Código Procesal Penal, pues ambas disposiciones son
independientes aunque aludan a una misma institución penal. [...] Undécimo. Que conforme a los an­
tecedentes históricos de la suspensión de la prescripción de la acción penal en nuestra legislación, y a una
correcta interpretación del Código Procesal Penal, y Acuerdo Plenario N.° 1-2010, complementado por
el Acuerdo Plenario Extraordinario N.° 3-2012 de las Salas Penales de la Corte Suprema, el artículo 339,
inciso 1, del Código Procesal Penal establece una modalidad de suspensión del plazo prescriptorio única
en su género, a mérito de la formalización de investigación preparatoria que importará la “promoción de
la acción penal, y da el inicio formal de la intervención jurisdiccional controlando el mérito de la inves­
tigación preparatoria”. Que es la siguiente: cometido algún hecho ilícito, comenzará a correr un plazo de
prescripción de la acción penal que, de acuerdo al primer párrafo del artículo ochenta del Código Penal,
será igual al máximo de la pena fijada por la Ley para el delito; sin embargo, al formalizarse la investiga­
ción preparatoria generará la suspensión de la prescripción, cuyo plazo máximo es equivalente al plazo or­
dinario de prescripción más la mitad del mismo. [...] Decimotercero. En consecuencia, el cómputo de los
plazos de prescripción de la acción penal, en los casos de suspensión por Formalización de investigación
preparatoria, no es ilimitado sino por un periodo equivalente a un plazo ordinario más la mitad, por lo
que la acción penal prescribirá indefectiblemente cuando haya culminado dicho plazo, conforme lo dejó
sentado el Acuerdo Plenario de las Salas Penales de la Corte Suprema N.° 3-2102. [...] Vigesimosegundo.
El Código Procesal Penal no establece ninguna excepción a la aplicación del artículo 81 del Código Penal,
referido a la reducción del plazo de la prescripción de la acción penal en los casos que se haya suspendido
o interrumpido. Vigesimotercero. Por el contrario, la doctrina es uniforme en señalar que el contenido
del artículo 81 del Código Penal se circunscribe dentro de un supuesto de responsabilidad restringida, en
el cual se goza plenamente del beneficio de la reducción a la mitad del plazo prescriptorio. (Casación N .°
442-2015-Del Santa, de 19-04-2017, que establece como doctrina jurisprudencial vinculante los ff. jj. 7,
8, 9, 11,13, 22 y 23. Sala Penal Permanente [EP, 11-02-2018, Jurisprudencia, Año XXVII, N.° 1072, p.
8008]. Texto completo: <bit.ly/2IjPuiH>).

§ 1341. No se considerará interrumpido el plazo de prescripción contra un sujeto si es que no


fue comprendido expresamente en el proceso como imputado. 4.7. Estando a lo expuesto, debemos
determinar en el caso concreto cuáles son las actuaciones del Ministerio Público, que interrumpen el
plazo ordinario de prescripción; al respecto, debe precisarse que no es cualquier actividad realizada
por el Ministerio Público, sino aquellas de entidad suficiente, en las que se aprecia que se ha efectua­
do una imputación válida contra el procesado, tales como la disposición que apertura las diligencias
preliminares con imputación a una persona por cargos en su contra; pues sólo así, tenemos la certeza
que los efectos del proceso penal pueden recaer sobre una persona determinada; pues aun cuando se
haya recepcionado la declaración de un sujeto, si éste no ha sido comprendido en forma expresa en el
proceso bajo una imputación válida, no se le considerará como una actuación realizada por el Ministe­
rio Público tendiente a interrumpir el plazo ordinario de prescripción, toda vez que puede ser que esté
declarando en calidad de testigo, no existiendo certeza o precisión de que se encuentre comprendido en
el proceso penal; ello en resguardo a los derechos fundamentales que le asisten al procesado, tales como
ser informado de la imputación, su derecho de defensa, el principio de igualdad de armas, entre otros.
♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL
Art. 339 LIBRO TERCERO: EL PROCESO COMÚN 706

4.8. En consecuencia, las actuaciones del Ministerio Publico respecto de otros procesados, no interrum­
pen el plazo ordinario de prescripción de una persona que aún no ha sido incluida como partícipe en
la investigación o procesamiento del hecho delictivo, ni pueden sus efectos serles extensivos; por ello, el
artículo ochenta y ocho del Código Penal, establece que los plazos de prescripción corren, se interrum­
pen o suspenden en forma separada para cada uno de los partícipes del hecho punible. (Casación N.°
347-2011-Lima, Sala Penal Permanente, del 14-03-2013, que establece como doctrina jurisprudencial
el contenido del fundamento cuarto, respecto a los supuestos en los que se produce la interrupción del
plazo de prescripción de la acción penal, el cual concurre cuando se ha efectuado una imputación válida
contra el procesado, tal como la disposición que apertura las diligencias preliminares con imputación
a una persona por cargos en su contra; pues sólo así, existe certeza de que los efectos del proceso penal
pueden recaer sobre una persona determinada; asimismo, las actuaciones del Ministerio Público ten­
dientes a interrumpir el plazo ordinario de prescripción, no comprenden a una persona que aún no ha
sido incluida como partícipe en la investigación o procesamiento del hecho delictivo, ni pueden sus
efectos serles extensivos. (Casación N .° 347-2011-Lima, del 14-05-2013, que establece como doctrina
jurisprudencial el contenido del f. j. 4. Sala Penal Permanente. Texto completo: <bit.ly/22K0nl8>).

PLENOS JURISDICCIONALES

§ 1342. Acusación directa y prescripción. Problemática: ¿La acusación directa suspende elplazo de
prescripción o la acusación directa no suspende el plazo de prescripción? Posición adoptada por mayoría:
“El art 339.1 del CPP establece como efecto jurídico de la formalización de la investigación preparatoria
la suspensión del plazo de prescripción; porque la acusación directa también inicia el proceso común,
entonces debe sistemáticamente aplicarse el mismo efecto jurídico, todo ello de acuerdo a la Casación
N .° 66-2018-Cusco [§ 1346]”. (Pleno Jurisdiccional Distrital Penal y Procesal Penal de Arequipa 2018,
realizado el 23-11-2018, convocado por la Corte Superior de Justicia de Arequipa. Tema 2: Acusación
directa y prescripción. Texto completo: <bit.ly/2Xjre7R>).
§ 1343. La prescripción de acción penal desde la perspectiva del cómputo del plazo a efectos de
establecer la prescripción extraordinaria. Planteamiento del problema: Existe controversia entre
la posición de los Juzgados Unipersonales de Concepción y los de Huancayo; así los primeros sustentan
que para la instalación del juicio inmediato se notifica al inculpados que [sic] y los segundos señalan
que cuando el inculpado no acude a la audiencia los declarado [sic] reo contumaz. Con el nuevo mo­
delo procesal penal y el [Acuerdo] Plenario del 1-2010 [§ 1337] se deja sin efecto todo lo anterior, y se
señala que la prescripción se suspende con la formalización de la investigación preparatoria y entonces
nuevamente se vuelve a computar todo, y la pregunta es si eso no va en contra de todas las normas
internacionales como por ejemplo el plazo razonable, no podemos tener a una persona diez años en un
proceso por un delito de hurto por ejemplo. C onclusión : Estas dos resoluciones han sido emitidas
bajo normas procesales distintas y en contextos distintos por lo que no habiendo contradicción alguna,
no hay nada que votar. Tenemos como referentes las ideas de la Corte Suprema y en todo caso cada ma­
gistrado hará un desarrollo de la interpretación de ellas. (Pleno Jurisdiccional Distrital Penal y Procesal
Penal del Distrito Judicial de Junín del 29-09-2017. Tema 1. Texto completo: <bit.ly/2WOKAki>).

ACUERDOS DE LAS SALAS PENALES SUPERIORES

§ 1344. La acusación directa presentada al juez de investigación preparatoria tiene el efecto


jurídico de interrumpir -no suspender- la prescripción de la acción penal. T ema : Reevaluación de
la prescripción de la acción penal en la acusación directa a propósito de la Casación N .° 66-2018-Cus­
co [§ 1346], de 15/10/2018. A cuerdo : “Ratificar el Acuerdo N.° 7-2017-SPS-CSJLL [§ 1345] de
29/9/2017, en el sentido que el requerimiento fiscal de acusación directa presentado al juez de in­
vestigación preparatoria tiene el efecto jurídico de interrumpir -no suspender- la prescripción de la
acción penal” . F undamentación : Mediante Acuerdo N .° 7-2017-SPS-CSJLL de 29/9/2017, los Jueces
Superiores Penales de La Libertad utilizando el método de interpretación literal consideraron que el
artículo 339.1 del CPP ha regulado expresamente la suspensión de la prescripción para la disposición

n o m o s & th e s is
707 SECCIÓN I: LA INVESTIGACIÓN PREPARATORIA Art. 339
de formalización de investigación preparatoria. Luego, conforme al método de interpretación restric­
tivo, tratándose de una norma que limita la potestad punitiva no es posible ampliar la suspensión de
la prescripción a otras actuaciones del Ministerio Publico distintas a la formalización de investigación,
la misma que contiene una suspensión sui generis. Finalmente, conforme al método de interpretación
teleológico, se tiene que la finalidad de la norma es permitir que en el proceso penal común se tenga
el tiempo necesario para ejercer la potestad punitiva, por el contrario, la acusación directa es un me­
canismo de aceleración del proceso penal común que busca evitar trámites innecesarios, en la que no
existe propiamente la etapa de investigación preparatoria, no existiendo por consiguiente la necesidad
de prolongar la duración del proceso que es el efecto propio de la suspensión de prescripción. Los
fundamentos antes expuestos no han sido objeto de análisis en la Casación N .° 66-2018-Cusco, por lo
que, no habiendo expresado que lo resuelto constituye doctrina jurisprudencial vinculante conforme a
los alcances del artículo 22 de la Ley Orgánica del Poder Judicial, concordante con el artículo 433.3 del
CPP, queda incólume el Acuerdo N.° 7-2017-SPS-CSJLL [§ 1345] conforme al principio de indepen­
dencia judicial y de sujeción de la potestad de administrar justicia a la Constitución y a la ley. (Acuerdo
N.° 16-2018-SPS-CSJLL del 30-11-2018. Acuerdo de Jueces Titulares de las Salas Penales Superiores
de la Corte Superior de Justicia de La Libertad. Texto completo: <bit.ly/20itMyY>).

§ 1345. El requerimiento fiscal de acusación directa presentado al juez de investigación prepa­


ratoria tiene el efecto jurídico de interrumpir -no suspender- la prescripción de la acción penal.
Tema: Prescripción de la acción penal en la acusación directa. A cuerdo : “El requerimiento fiscal de
acusación directa presentado al juez de investigación preparatoria tiene el efecto jurídico de interrum­
pir -no suspender- la prescripción de la acción penal”. F undamentación: La prescripción radica en
la autolimitación que el Estado asume en materia de ejercicio de la acción penal o de realización de
su potestad punitiva, en razón de la prolongación temporal que ha traspasado el límite que el propio
Estado ha fijado. En este sentido, conforme al método de interpretación literal sólo el artículo 339.1°
del CPP ha regulado expresamente la suspensión de la prescripción para la disposición de formalización
de investigación preparatoria. Luego, conforme al método de interpretación restrictivo, tratándose de
una norma que limita la potestad punitiva no es posible ampliar la suspensión de la prescripción a otras
actuaciones del Ministerio Público distintas a la formalización de investigación, la misma que contiene
una suspensión sui generis. Finalmente, conforme al método de interpretación teleológico, se tiene
que la finalidad de la norma es permitir que en el proceso penal común se tenga el tiempo necesario
para ejercer la potestad punitiva. La acusación directa no es un proceso especial, sino más bien un me­
canismo de aceleración del proceso penal común que busca evitar trámites innecesarios, en la que no
existe propiamente la etapa de investigación preparatoria, no existiendo por consiguiente la necesidad
de prolongar la duración del proceso que es el efecto propio de la suspensión de prescripción. (Acuerdo
N .° 7-2017-SPS-CSJLL del 29-09-2017. Acuerdo de Jueces Titulares de las Salas Penales Superiores de
la Corte Superior de Justicia de La Libertad. Texto completo: <bit.ly/2HpYi6T>).

JURISPRUDENCIA DE LA CORTE SUPREMA

§ 1346. La acusación directa también suspenderá el plazo de prescripción de la acción penal,


al igual que lo hace la formalización de la investigación preparatoria. Vigesimosegundo. De este
modo, se concluye que nuestro ordenamiento jurídico procesal actual, si bien representa un avance res­
pecto al modelo procesal de 1940, no se encuentra falto de vacíos e imprecisiones, los cuales se han ido
supliendo por desarrollo de doctrina jurisprudencial de esta Corte Suprema sobre la base del principio
de no dejar de administrar justicia ante el vacío o deficiencia de la ley, contenido en el inciso octavo
del artículo 139 de la Constitución Política del Perú. Es esta una de esas situaciones en las que este Co­
legiado Supremo estima pertinente dejar establecido que la suspensión de la prescripción de la acción
penal por formalización de la investigación preparatoria es una nueva causal de suspensión introducida
por el Código Procesal Penal; sin embargo, no se tomó en cuenta que en el mismo cuerpo legislativo
existe una figura jurídica como es la acusación directa, que, a pesar de que la doctrina jurisprudencial
equiparó a la formalización de investigación preparatoria, no se precisó si también representa los mis-
♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL
Art. 339 LIBRO TERCERO: EL PROCESO COMÚN 708

mos efectos, pues el código no lo regula ni establece. Vigesimotercero, Tampoco se puede hacer caso
omiso a los argumentos de la Sala Superior respecto a que, si se asume que la acusación directa también
debe suspender el plazo de prescripción de la acción penal, implicaría un caso de analogía in malam
partem (por afectar el debido proceso del imputado) y que vulneraría el principio de legalidad (pues no
está comprendido en la norma procesal). Al respecto, resulta necesario afrontar dicha problemática con
el test de proporcionalidad, a fin de establecer si la equiparación de efectos jurídicos que se pretende
es idónea, necesaria y proporcional para la finalidad que se busca. Vigesimocuarto. En primer lugar,
debe observarse si para el caso de autos concurren derechos o garantías constitucionales que entren en
conflicto, pues, de no ser así, no resultaría necesaria la aplicación del test. Así, resulta obvio que, al esta­
blecer que la acusación suspenda los plazos de prescripción de la acción penal al igual que la disposición
de formalización de la investigación preparatoria cuando ello no se encuentra expresamente previsto en
la norma ni la doctrina jurisprudencial hasta ahora desarrollada, implicaría una afectación del principio
de legalidad y el debido proceso para cualquier procesado, pues, si la norma penal no señala efectos
específicos para el caso en mención, no resultaría adecuado hacerlos extensivos por analogía; de otro
lado, también se aprecia que, de respetar en estricto lo contemplado por el Código Procesal Penal y no
aceptar que la acusación directa suspenda los plazos de prescripción, ello conllevaría una seria afectación
a los derechos de las víctimas o agraviados respecto a su tutela jurisdiccional efectiva y debido proceso.
Vigesimoquinto. El primer elemento constitutivo del test de proporcionalidad es el subprincipio de
idoneidad, según el cual se exige la identificación de un fin de relevancia constitucional en la decisión
que limitaría un derecho fundamental. Se puede apreciar, además, que este subprincipio guarda relación
con el principio de exclusiva protección de bienes jurídicos y el de lesividad. Asimismo, este subprin­
cipio obliga que se constate que la idoneidad de la medida tenga relación con el objetivo, es decir, que
contribuya de algún modo con la protección de otro derecho o de otro bien jurídico relevante. De este
modo, no se aprecia que la afectación a los derechos del imputado atente, inicialmente, contra el núcleo
esencial de alguno de sus derechos, sino que la misma representa una intervención leve que guarda
relevancia con la finalidad que se busca proteger, para el aseguramiento de la resolución del proceso y
juzgamiento hasta su conclusión, evitar la impunidad de delitos y garantizar la tutela jurisdiccional efec­
tiva a favor de las víctimas. Vigesimosexto. En segundo lugar, se encuentra el subprincipio de necesidad,
que reúne a varios de los límites más importantes del ius puniendo tales como el principio de exclusiva
protección de bienes jurídicos, el principio de intervención mínima y el respeto del principio de frag-
mentariedad. En ese sentido, se hace necesario examinar si para la consecución de la finalidad señalada
en el considerando precedente existe algún otro medio alternativo no gravoso o de menor intensidad
que a la equiparación planteada. Y, aunque inicialmente se pueda pensar que una alternativa válida sería
la propuesta legislativa y su debate correspondiente para su incorporación en la norma procesal, ello
no resulta óptimo, dado que no existe certeza de su pronta, eficaz y adecuada implementación, con lo
cual se deja en desatención a las víctimas y al aparato de justicia hasta la resolución de un supuesto que
válidamente también podría no efectuarse. Por ello, se concluye que su determinación como doctrina
jurisprudencial por parte de este Colegiado Supremo resulta una medida idónea al proceso. Vigésimo-
séptimo. Por último, se debe verificar el tercer subprincipio de proporcionalidad (o proporcionalidad
en sentido estricto), que consiste en una valoración en la que se ponderan los principios que resultan
afectados tanto por la medida como por su correspondiente derecho afectado, con los principios que
justifican la intervención sobre la base de protección de bienes jurídicos. Así, se tiene que el Tribunal
Constitucional ha señalado en la sentencia recaída en el Expediente N .° 0045-2004-AI que: Consiste en
una comparación entre el grado de realización u optimización del fin constitucional y la intensidad de la
intervención en el derecho. La comparación de estas dos variables ha de efectuarse según la denominada
ley de ponderación: “Cuanto mayor es el grado de la no satisfacción o de la afectación de un principio,
tanto mayor tiene que ser la importancia de la satisfacción del otro” . Como se aprecia, en la ley están
presentes los dos elementos: la afectación -o no realización de un principio- y la satisfacción -o realiza­
ción del otro-. Se establece así una relación directamente proporcional según la cual: cuanto mayor es la
intensidad de la intervención o afectación del derecho, tanto mayor ha de ser el grado de realización del
fin constitucional, de lo contrario la intervención no estará justificada y será inconstitucional. Vigesi-
n o rrto s & t h e s is
709 SECCIÓN I: LA INVESTIGACIÓN PREPARATORIA Art. 339
moctavo. De este modo, se aprecia que establecer que la acusación directa también suspenderá el plazo
de prescripción de la acción penal, al igual que lo hace la formalización de la investigación preparatoria,
si bien importa una leve afectación a los derechos del acusado, resulta significativamente menor en com­
paración al agravio que se produciría en caso de no fijarlo así; y, dado que en la doctrina jurisprudencial
de esta Corte Suprema se han señalado las bases que llevan a asumir dicha posición propuesta como
lógica y coherente, la decisión final a favor de ello resulta conducente, racional y como corolario a la
línea desarrollada hasta la actualidad. Vigesimonoveno. En conclusión, este Colegiado Supremo se en­
cuentra convencido de que, en vista de que la acusación directa cumple con las mismas funciones que
la formalización de la investigación preparatoria, y que ambas representan comunicaciones directas con
el juez penal, resulta adecuado y proporcional establecer que los efectos de la prescripción que le atañe
la norma procesal a la disposición de la formalización de la investigación preparatoria también deba ser
extendida para la acusación directa. (Casación N .° 66-2018-Cusco, del 15-10-2018, ff. jj. 22 al 29. Sala
Penal Permanente. Texto completo: <bit.ly/2VkVTQn>).

§ 1347. La formalización de la Investigación preparatoria suspende la prescripción de la acción


penal. 6.4. La doctrina jurisprudencial que consolida la suspensión de la prescripción de la acción penal.
El Acuerdo Plenario N.° 1-2010 [§ 1337], precisa que: “la literalidad del inciso 1 del artículo 339° del
Código Procesal Penal regula expresamente una suspensión suigeneris (...) la Formalización de la Inves­
tigación Preparatoria emitida por el Fiscal, como director y coordinador de esta etapa procesal (...) sus­
pende el curso de la prescripción de la acción penal. Con la formulación de la imputación se judicializa
el proceso por la comunicación directa entre el Fiscal y el Juez de la Investigación Preparatoria y culmina
la etapa preliminar de investigación practicada por el Fiscal. En consecuencia, queda sin efecto el tiem­
po que transcurre desde este acto Fiscal hasta la culminación del proceso con una sentencia o resolución
judicial que le ponga fin o en su caso hasta que sea aceptada la solicitud de sobreseimiento del Fiscal” .
6.5. Por otro lado, el Acuerdo Plenario N .° 3-2012/CJ-116 [§ 1338] no solo consolida la doctrina
que sustenta la “suspensión” fijada en el artículo 339°, inciso 1, del Código Adjetivo con el Acuerdo
Plenario N.° 1-2010/CJ-166, sino que establece un límite temporal a la duración de dicha suspensión
de la prescripción formada por la formalización de la investigación preparatoria, esto es “(...) Frente a
la ya demostrada autonomía de a las reglas y efectos de la suspensión en relación a las que gobiernan la
configuración y eficacia de la interrupción de la prescripción de la acción penal, cabe concluir señalando
que el artículo 339°, inciso 1, del Código Procesal Penal de 2004 no ha derogado ni modificado, directa
o indirectamente, las reglas contenidas en el artículo 83° de Código Penal vigente. (...) en adelante debe
entenderse que la suspensión de la prescripción en el caso del artículo 339° inciso 1, no podrá prolon­
garse más allá de un tiempo acumulado equivalente al plazo ordinario de prescripción más una mitad
de dicho plazo. 6.6. A su vez, la sentencia de Casación N.° 383-2012, regula que “(...) al haberse forma­
lizado la investigación [...], se suspende el curso de la prescripción de la acción penal, el cual no puede
prolongarse más allá de un tiempo acumulado equivalente al plazo ordinario más una mitad de dicho
plazo [...]”, precisando que vencido el plazo de suspensión, continuará el curso de la prescripción que
inicialmente se suspendió, conforme al artículo 339°, inciso 1, del Código Adjetivo. 6.7. Por otro lado,
la sentencia de casación N.° 643-2015, también ha precisado que: “aquí no hay discusión los Acuerdos
Plenarios N.° 1-2010 y N.° 3-2012/CJ-116 son claros; la formalización de la investigación no es un
acto de interrupción de la prescripción de la acción penal regulado en el artículo 83° del Código Penal,
sino un acto de suspensión literalmente establecido en el inciso 1 del artículo 339° del Código Penal,
y expresamente delimitado por acuerdos plenarios antes citados (...)”. (Casación N.° 779-2016-Cusco,
del 26-07-2017, ff. jj. 6.4 al 6.7. Sala Penal Permanente. Texto completo: <bit.ly/2FqakgA>).

§ 1348. Disposición de formalización y continuación de la investigación preparatoria no pue­


de ser cuestionada mediante audiencia de tutela. Segundo. [No es] posible cuestionar la Disposición
de Formalización de la Investigación Preparatoria a través de una Audiencia de Tutela, esto es, activar
una vía de control judicial de la referida disposición fiscal, por cuanto, la vía de tutela solo está habili­
tada para aquellos casos en los que se vulnere algunos de los derechos esenciales asociados en términos
amplios a la defensa que se encuentran enumerados en el artículo setenta y uno del Código Procesal
♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL
Art. 339 LIBRO TERCERO: EL PROCESO COMÚN 710

Penal [...]. (Casación N .° 01-2011-Piura, de 08-03-2012, £ j. 2. Sala Penal Permanente. Texto comple­
to: <bit.ly/2b0NZUw>). '

JURISPRUDENCIA DE LAS CORTES SUPERIORES

§ 1349. Acusación directa no suspende el plazo de prescripción de la acción penal. 2.4. Se ha


generado una corriente interpretativa negativa a partir de la cual se ha equiparado a la acusación directa
con la formalización de la investigación preparatoria para los efectos de suspender la prescripción de
la acción penal también en los casos en los que el fiscal acusa directamente e incluso (podría interpre­
tarse), cuando incoa proceso inmediato [...] La razón de dicha equiparación es que en ambos casos se
trataría de una actuación procesal fiscal judicializando un caso penal. Esta misma Sala Penal, en reciente
resolución de vista ha señalado que: “ 11.- Si bien la suspensión del curso de la prescripción de la acción
penal tiene lugar con la formalización de la investigación preparatoria, como lo dispone expresamente
el artículo 339.1 ° del Código Procesal Penal; nada obsta que el mismo efecto suspensivo tenga lugar
también con otras formas de actividad procesal del fiscal comunicadas al juez de investigación prepara­
toria, como la acusación directa o la incoación de procesos especiales -entre ellos, el proceso inmediato-,
en los cuales el proceso es judicializado, perdiendo el fiscal la facultad de archivar la investigación sin
intervención judicial (art. 339- 2 o del CPP). Es la actividad procesal del fiscal comunicando al juez el
inicio del proceso penal el sustento de la suspensión de la prescripción [...] La acusación directa también
suspende el plazo de prescripción de la misma manera que la formalización de la investigación prepa­
ratoria. La Casación N .° 383-2012-La Libertad, ha establecido como doctrina jurisprudencial que al
haberse formalizado la investigación se suspende el curso de la prescripción de la acción penal, el cual
no puede prolongarse más allá de un tiempo acumulado equivalente al plazo ordinario más una mitad
de dicho plazo. Podemos concluir entonces conforme a la doctrina jurisprudencial de la Corte Suprema
de Justicia que la acusación directa suspende el plazo de la prescripción por un tiempo igual al plazo
ordinario de prescripción más una mitad de dicho plazo. Sobre dicho fallo, este colegiado va a realizar
un reexamen de los argumentos y conclusiones allí arribadas; a la luz de una renovada calificación
(valuación, interpretación, deducción entre líneas, contextual, etc.) del antecedente supremo citado,
a su referencia directa a los acuerdos plenarios también citados (01-2010 y 03-2012), así como a una
interpretación legal y sistemática de los preceptos del Código Procesal Penal, especialmente al artículo
VII de su Título Preliminar, fuente de interpretación con rango constitucional de todo su texto. [...]
2.8.5 [...] Podemos colegir entonces que en el ámbito de la interpretación normativa, y sumado a la que
ha asumido la Corte Suprema en los acuerdos plenarios varias veces citados en esta resolución, la inter­
pretación correcta y conforme a la Constitución de la figura de la Acusación Directa, podría ser tanto
una interpretación objetiva, como una prima facie, contextual, originaria, lingüística, literal y dentro
de éstas, una interpretación literal no correctora, pues se ciñe al sentido semántico y sintáctico del texto
normativo; pero a la vez, debe ser una interpretación no analógica, en el entendido que ésta, para el
presente caso estaría generando una norma inexistente y que perjudica los intereses del procesado, pues
duplicaría los plazos prescriptorios; y como ya definimos antes, la interpretación analógica negativa o in
malampartem, está proscrita, especialmente -y con mayor razón- para el derecho penal, para lo cual he­
mos hecho referencia a las normas de interpretación procesal del Título Preliminar del código adjetivo
del 2004; máxime cuando hemos determinado que la razón subyacente para los casos de la suspensión
de la prescripción de la acción penal, tratado en el caso de la formalización de la investigación prepa­
ratoria, está referida o dirigida a dotar de un mayor plazo al titular de la acción penal para realizar su
investigación y llevar a cabo o cumplir con las demás etapas del proceso penal común, circunstancia que
no ocurre en la acusación directa (ni en la incoación del proceso inmediato) por dos razones fundamen­
tales: 1.- El juicio oral es inminente y con ello la expedición de una sentencia definitiva de la situación
jurídica del incoado; y 2.- Complementaria de la anterior, los casos de Acusación Directa (y del Proceso
Inmediato) se suponen casos fáciles, en el sentido que no son complejos, incluso aveces en los que existe
una flagrancia delictiva de por medio y en los que todos los elementos de convicción que verifican el
hecho histórico delictivo, están al alcance del sistema de justicia simplemente para actuarse y valorarse
en Juicio; en buena cuenta, ya no hay nada más que investigar, ni motivo por el cual la causa requiera

n o m o s & th e sis
71 1 SECCIÓN I: LA INVESTIGACIÓN PREPARATORIA Art. 340
de mayor plazo para su vista y actuación en Juicio oral. Consecuentemente, incluso por esta razón, no
es atendible la extensión de la consecuencia negativa: “suspensión del plazo de prescripción de la acción
penal”, cuando de la Acusación Directa se trate. (Expediente N.° 349-2017-0, del 02-10-2017-Trujillo,
fF. jj. 2.4 y 2.8.5. Tercera Sala Penal de Apelaciones. Corte Superior de Justicia de la Libertad. Texto
completo: <bit.ly/20jSZsD>).

JURISPRUDENCIA DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL

§ 1350. Distinción entre interrupción y suspensión. 10. [...] La interrupción y la suspensión del
plazo se distinguen en el hecho de que producida la interrupción el plazo vuelve a contabilizarse. En
cambio, la suspensión sólo detiene el cómputo del plazo y, superada la causal de suspensión, el plazo trans­
currido se mantiene y se continúa contabilizando. (Exp. N.° 7451-2005-PHC/TC [caso Franklin Mace-
donio Alcántara Muñoz\, del 10-10-2005 [Web: 05-07-2006 / EP, 10-08-2006], £ j. 10. Texto completo:
<bit.ly/2DNrvok>). .

TÍTULO IV
LOS ACTOS ESPECIALES DE INVESTIGACIÓN

Artículo 340: Circulación y entrega vigilada de bienes delictivos

1. El Fiscal podrá autorizar la circulación o entrega vigilada de bienes delictivos. Esta medida deberá
acordarse mediante una Disposición, en la que determine explícitamente, en cuanto sea posible, el objeto
de autorización o entrega vigilada, así como las características del bien delictivo de que se trate. Para
adoptarla se tendrá en cuenta su necesidad a los fines de investigación en relación con la importancia del
delito y con las posibilidades de vigilancia. El Fiscal que dicte la autorización remitirá copia de la misma a
la Fiscalía de la Nación, que abrirá un registro reservado de dichas autorizaciones.
2. Se entenderá por circulación o entrega vigilada la técnica consistente en permitir que remesas ilícitas
o sospechosas de bienes delictivos circulen por territorio nacional o salgan o entren en él sin interferencia
de la autoridad o sus agentes y bajo su vigilancia, con el fin de descubrir o identificar a las personas in­
volucradas en la comisión de algún delito, así como también prestar auxilio a autoridades extranjeras en
esos mismos fines. El recurso a la entrega vigilada se hará caso por caso y, en el plano internacional, se
adecuará a lo dispuesto en los Tratados Internacionales.
3. La interceptación y apertura de envíos postales sospechosos de contener bienes delictivos y, en
su caso, la posterior sustitución de los bienes delictivos que hubiese en su interior se llevarán a cabo
respetando lo dispuesto en el artículo 226 y siguientes. La diligencia y apertura preliminar del envío pos­
tal se mantendrá en secreto hasta que hayan culminado las Diligencias Preliminares; y, en su caso, se
prolongará, previa autorización dél Juez de la Investigación Preparatoria, hasta por quince días luego de
formalizada la Investigación Preparatoria.
4. Los bienes delictivos objeto de esta técnica especial son: a) las drogas tóxicas, estupefacientes o
sustancias psicotrópicas, así como otras sustancias prohibidas; b) las materias primas o insumos destina­
dos a la elaboración de aquellas; c) los bienes, dinero, títulos valores, efectos y ganancias a que se refiere
el Decreto Legislativo 1106; d) los bienes relativos a los delitos aduaneros; e) los bienes, materiales, ob­
jetos y especies a los que se refieren los artículos 2 2 8 ,2 3 0 ,3 0 8 ,3 0 9 ,2 5 2 a 255,257, 279 y 279-A del
Código P en al.(1)(a)

NOTA DE ACTUALIZACIÓN

(1) Numeral 4 m odificado por la tercera disposición complementaria modificatoria de la Ley N.° 30077 (EP, 20-08-2013), la
m isma que entró en vigencia el 1 de julio de 2014.

PROTOCOLOS, REGLAMENTOS, LINEAMIENTOS, GUÍAS Y DIRECTIVAS


(a) Reglamento de la cadena de custodia de elem entos materiales, evidencias y administración de bienes incautados
(aprobado por la Resolución N.° 729-2006-MP-FN de 15-06-2006). Véase el texto completo en: <bit.ly/2FIR5ho>.

♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL


Art. 341 LIBRO TERCERO: EL PROCESO COMÚN 712

Artículo 341: Agente encubierto

1. El Fiscal, cuando se trate de diligencias preliminares que afecten actividades propias de la crimina­
lidad organizada, de la trata de personas, de los delitos de contra la administración pública previstos en
los artículos 382 al 401 del Código Penal, y en tanto existan indicios de su comisión, podrá autorizar a
miembros especializados de la Policía Nacional del Perú, mediante una disposición y teniendo en cuenta
su necesidad a los fines de la investigación, a actuar bajo identidad supuesta y a adquirir y transportar los
objetos, efectos e instrumentos del delito y diferir la incautación de los mismos. La identidad supuesta
será otorgada por el Fiscal por el plazo de seis (6) meses, prorrogables por períodos de igual duración
mientras perduren las condiciones para su empleo, quedando legítimamente habilitados para actuar en
todo lo relacionado con la investigación concreta y a participar en el tráfico jurídico y social bajo tal iden­
tidad. En tanto sea indispensable para la realización de la investigación, se pueden crear, cambiar y utili­
zar los correspondientes documentos de identidad. El Fiscal, cuando las circunstancias así lo requieran,
podrá disponer la utilización de un agente especial, entendiéndose como tal al ciudadano que, por el rol o
situación en que está inmerso dentro de una organización criminal, opera para proporcionar las evidencias
incriminatorias del ilícito penal.
2. La Disposición que apruebe la designación de agentes encubiertos, deberá consignar el nombre verda­
dero y la identidad supuesta con la que actuarán en el caso concreto. Esta decisión será reservada y deberá
conservarse fuera de las actuaciones con la debida seguridad. Una copia de la misma se remite a la Fiscalía
de la Nación, que bajo las mismas condiciones de seguridad, abrirá un registro reservado de aquellas.
3. La información que vaya obteniendo el agente encubierto deberá ser puesta a la mayor brevedad
posible en conocimiento del Fiscal y de sus superiores. Dicha información deberá aportarse al proceso en
su integridad y se valorará como corresponde por el órgano jurisdiccional competente. De igual manera,
esta información sólo puede ser utilizada en otros procesos, en la medida en que se desprendan de su
utilización conocimientos necesarios para el esclarecimiento de un delito.
4. La identidad del agente encubierto se puede ocultar al culminar la investigación en la que intervino.
Asimismo, es posible la ocultación de la identidad en un proceso, siempre que se acuerde mediante resolu­
ción judicial motivada y que exista un motivo razonable que haga temer que la revelación pondrá en peligro
la vida, la integridad o la libertad del agente encubierto o agente especial, o que justifique la posibilidad de
continuar utilizando la participación de éstos últimos.
5. Cuando en estos casos las actuaciones de investigación puedan afectar los derechos fundamentales,
se deberá solicitar al Juez de la Investigación Preparatoria las autorizaciones que, al respecto, establezca
la Constitución y la Ley, así como cumplir las demás previsiones legales aplicables. El procedimiento será
especialmente reservado.
6. El agente encubierto estará exento de responsabilidad penal por aquellas actuaciones que sean con­
secuencia necesaria del desarrollo de la investigación, siempre que guarden la debida proporcionalidad
con la finalidad de la misma y no constituyan una manifiesta provocación al delito.
7. En los delitos contra la administración pública previstos en los artículos 382 al 401 del Código Penal,
el Fiscal podrá disponer que funcionarios, servidores y particulares sean nombrados como agentes espe­
ciales. Si por la naturaleza del hecho, éstos participan de un operativo de revelación del delito, el Fiscal
deberá disponer las medidas de protección pertinentes. El agente especial deberá cuidar de no provocar el
delito. Ejecutada la técnica especial de investigación, se requerirá al Juez Penal competente la confirma­
toria de lo actuado.(1) (2) (a) (b)

NOTA DE ACTUALIZACIÓN
(1) Texto conform e a la m odificación efectuada por el artículo 2o del Decreto Legislativo N.° 1307, (EP, 30-12-2016), el
m ismo que entró en vigencia a nivel nacional a los noventa (90) días de su publicación en el diario oficial El Peruano.
Anteriormente había sido m odificado por la tercera disposición com plem entaria modificatoria de la Ley N.° 30077 (EP,
20-08-2013) y por el artículo 5 de la Ley N.° 28950 (EP, 16-01 -2007).
(2) De conform idad con la primera disposición complementaria, transitoria y final de la Ley N.° 28950 (EP, 16-01 -2007), el
presente artículo entró en vigencia desde el día siguiente de la publicación de la citada Ley.

nomos &thesis
713 SECCIÓN I: LA INVESTIGACIÓN PREPARATORIA Art. 341
PROTOCOLOS, REGLAMENTOS, LINEAMIENTOS, GUÍAS Y DIRECTIVAS

(a) Reglamento de circulación y entrega vigilada bienes delictivos y agente encubierto (aprobado por la Resolución N.°
729-2006-M P-FN de 15-06-2006). Véase el texto completo en: <bit.ly/2X80PIZ>.
(b) Reglamento de la cadena de custodia de elementos materiales, evidencias y administración de bienes incautados
(aprobado por la Resolución N.D729-2006-MP-FN de 15-06-2006). Véase el texto completo en: <bit.ly/2FIR5ho>.

JURISPRUDENCIA DE LA CORTE SUPREMA

§ 1351. Agente provocador. Noveno. [...] El agente provocador es la persona que determina la
consumación del ilícito, haciendo que otra persona incurra en un delito que probablemente no se había
propuesto realizar con anterioridad, para lo cual mantiene contacto permanente con la persona que va
a inducir o bien tener simple contacto de manera ocasional. Existe provocación, entonces, en todos
aquellos supuestos en los cuales el agente provoca la consumación de un ilícito que el inducido no se
había planteado consumar con anterioridad. (Casación N .° 13-2011-Arequipa, del 13-03-2012, £ j. 9.
Sala Penal Permanente. Texto completo: <bit.ly/21oGURR>).

§ 1352. Delito provocado. Décimo. Para que exista el delito provocado es exigible que la provo­
cación -en realidad, una forma de instigación o inducción- nazca del agente provocador, de tal manera
que se incite a cometer un delito a quien inicialmente no tenía tal propósito, surgiendo así en el agente
todo el iter criminis, desde la fase de ideación o deliberación a la ejecución del delito, como consecuen­
cia de la iniciativa y comportamiento del provocador, por ello la actividad criminal nace viciada. El
agente provocador cuando incita a otro a cometer un delito no lo hace con el fin de lesionar o poner
en peligro el bien jurídico tutelado, sino con el propósito de que el provocado se haga merecedor de
una sanción. En nuestro ordenamiento no es admisible realizar mecanismos para tentar a las personas
a cometer hechos delictivos, y menos provocar su consumación en circunstancias en que la persona
inducida no se había planteado esta posibilidad. Las personas no pueden válidamente inducir a otra
persona a cometer un determinado delito. (Casación N .° 13-2011-Arequipa, del 13-03-2012, f. j. 10.
Sala Penal Permanente. Texto completo: <bit.ly/21oGURR>).

§ 1353. Agente encubierto, agente especial y agente provocador. Décimo segundo. La discusión
que plantean los recurrentes es que la intervención por la cual fueron detenidos con las armas se debe
a que C J era un informante de la policía y en esa calidad actuó bajo su protección, es así que habría
inducido a los demás procesados a la comisión del ilícito por lo que estaríamos ante un delito provoca­
do. Décim o tercero. Dentro de las estrategias para combatir la criminalidad organizada la legislación
procesal penal ha incorporado la figura del agente encubierto y agente especial, el primero es un efectivo
policial registrado que cuenta con autorización del fiscal. El segundo lo dispone el fiscal y es un ciuda­
dano que por el rol o situación en que está inmerso dentro de una organización criminal, opera para
proporcionar evidencias. Ninguna de estas situaciones es aplicable a CJ ni RQ, pues no están registrados
como tales, no tienen autorización fiscal y no hay documento que acredite ello. [...] Décim o octavo.
La sentencia del Tribunal Constitucional recaída en el Exp. N.° 04750-2007-PHC/TC [§ 1354], del 9
de enero de 2008, señala que el agente provocador interviene para inducir o incitar a cometer el delito
[para provocar la realización del delito] y su actuación determina que una o varias personas incurran
en un delito que no tenían propuesto realizarlo con anterioridad, o en caso no hubiesen dado inicio
formal a su preparación. En este -caso el conocimiento y la voluntad de dirigir el comportamiento hacia
la realización del hecho delictivo surge en la persona del autor vinculado al crimen organizado y no
en el agente encubierto. Esto genera el delito provocado. Entonces, son tres las notas que distinguen
esta categoría: i) Un elemento objetivo, representado por la incitación del agente provocador, este debe
tomar la iniciativa a consecuencia de la cual surge la resolución delictiva en la persona del provocado,
ii) Un elemento subjetivo, representado por la conducta del agente provocador que aspira a conseguir
una meta que difiere por completo de la que por lo común persigue todo delincuente, que es el castigo
de la persona provocada, iii) El agente provocador debe poner todos los medios precautorios adecua­
dos para evitar que se pueda alcanzar el resultado desaprobado. Décimo noveno. El delito provocado

♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL


Art. 341 LIBRO TERCERO: EL PROCESO COMÚN 714

aparece como consecuencia de la actividad de un agente o colaborador de la Policía Nacional del Perú o
un ciudadano, que guiado por la intención de detener a los sospechosos incita a perpetrar la infracción
a quien no tenía previamente el propósito de delinquir [...] La verdadera causa de la actividad criminal
nace viciada, pues el sujeto instigador del delito controla todo el iter criminis desde la fase de ideación
hasta la ejecución. Vigésimo. En el presente caso se debe distinguir cuál sería el supuesto delito provo­
cado, que según la tesis de las defensas es el de robo a unos supuestos narco traficantes, no el de tenencia
ilegal de armas. De ahí que sus alegaciones estén mal dirigidas, pues para que exista el delito provocado
es exigible que la provocación nazca del agente provocador, de tal manera que incite a cometer un delito
a quien inicialmente no tenía tal propósito (Casación N .° 13-2011-Arequipa [§ 1352], del 13 de marzo
de 2012, emitida por la Sala Permanente de la Corte Suprema), en este caso no se habría incitado a
cometer el delito de tenencia ilegal de armas, pues la incitación seria al de robo, por propia voluntad
los acusados tomaron las armas fin origen lícito, lo que es una conducta típica, pues no se acreditó que
estas sean de RQ, configurándose el delito. Por ende, no le es aplicable esta figura, al no haber agente
provocador no existe delito provocado. (R. N. N .° 3020-2015-Junín, del 21-09-2016, ff. jj. 12, 13, 18,
19 y 20. Sala Penal Permanente. Texto completo: <bit.ly/2TvxTbW>).

JURISPRUDENCIA DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL

§ 1354. Agente encubierto. 15. El agente encubierto o secreto es aquella persona seleccionada y
adiestrada que con identidad supuesta [simulando ser delincuente] se infiltra o penetra por disposición
de autoridad competente a una organización criminal, con el propósito de proporcionar [desde adentro
de ella] información que permita el enjuiciamiento de los miembros que la componen. Y es que, estan­
do a que hay delitos que son susceptibles de ser descubiertos y probados sólo si los órganos encargados
de la investigación son admitidos en el círculo en el que ellos tienen lugar, resulta necesario su empleo
para que de modo encubierto se introduzcan [como un integrante más] en el corazón mismo de dicha
organización criminal, a fin de proporcionar [desde su interior] información sobre sus integrantes,
funcionamiento y financiación. Desde el punto de vista operacional, el procedimiento de ‘ agente en­
cubierto” lo realiza [por lo general] un policía seleccionado y adiestrado, que ocultando su identidad
se infiltra en una organización criminal con el propósito de determinar su estructura e identificar a
sus dirigentes, integrantes, recursos, “modus operandi” y conexiones con otras asociaciones ilícitas. Su
actividad es desarrollada a corto o largo período y participa en algunos casos con los miembros de la
organización en hechos específicos que sean necesarios para su permanencia en dicha organización. En
concreto, el empleo del agente encubierto es una técnica de investigación eficaz para la obtención de
evidencias probatorias e identificación de los involucrados en el delito, toda vez que el agente, al lograr
infiltrarse de manera clandestina a la escena misma del crimen, observa in personan los hechos delicti­
vos practicados por los autores y partícipes de la organización criminal. (Exp. N.° 04750-2007-PHC/
T C [caso Thays Penélope Rodrígues\, del 09-01-2008 [Web: 08-08-2008 / EP, 08-11-2008], f. j. 15.
Texto completo: <bit.ly/2G3XMJV>).
§ 1355. Agente provocador. 16. Conviene precisar que agente encubierto no es lo mismo que
agente provocador. El agente provocador interviene para inducir o incitar a cometer el delito [para pro­
vocar la realización del delito] y su actuación determina que una o varias personas incurran en un delito
que no tenían propuesto realizarlo con anterioridad, o en caso no hubiesen dado inicio formal a su
preparación; mientras que el agente encubierto se infiltra a una organización criminal para determi­
nar su estructura, funcionamiento e identificar a sus integrantes, esto es, para demostrar o acreditar
que una o varias personas tenían ya la predisposición de realizar actividades ilícitas, o que continúan
practicando dichas actividades y cuyo descubrimiento se pretende. El conocimiento y la voluntad de
dirigir el comportamiento hacia la realización del hecho delictivo surge en este caso en la persona del
autor vinculado al crimen organizado y no en el agente encubierto. (Exp. N.° 04750-2007-PHC/TC
[caso Thays Penélope Rodrigue^ del 09-01-2008 [Web: 08-08-2008 / EP, 08-11-2008], f. j. 16. Texto
completo: <bit.ly/2G3XMJV>).

n o m o s & th e sis
715 SECCIÓN I: LA INVESTIGACIÓN PREPARATORIA A lt 342

Artículo341-A:Operacioneserscubiertas^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^ \
1. Cuando en las Diligencias Preliminares se trate de identificar personas naturales y jurídicas, así
como bienes y actividades propias de la criminalidad organizada, de la trata de personas y de los delitos
contra la administración pública previstos en los artículos 382 al 401 del Código Penal, en tanto existan
indicios de su comisión, el Ministerio Público podrá autorizar a la Policía Nacional del Perú a fin de que
realice operaciones encubiertas sin el conocimiento de los investigados, tales como la protección legal
de personas jurídicas, de bienes en general, incluyendo títulos, derechos y otros de naturaleza intangible,
entre otros procedimientos. El Fiscal podrá crear, estrictamente para los fines de la investigación, personas
jurídicas ficticias o modificar otras ya existentes, así como autoriza la participación de personas naturales
encubiertas, quienes podrán participar de procesos de selección, contratación, adquisición o cualquier
operación realizada con o para el Estado.
2. La autorización correspondiente será inscrita en un registro especial bajo los parámetros legales
señalados para el agente encubierto. Por razones de seguridad, las actuaciones correspondientes no for­
marán parte del
3. expediente del proceso respectivo sino que formarán un cuaderno secreto al que sólo tendrán acceso
los jueces y fiscales competentes.
4. Ejecutado lo dispuesto en el numeral 1, se requerirá al Juez Penal competente la confirmatoria de lo
actuado. Dicha resolución es apelable.(1)

NOTA DE ACTUALIZACIÓN

(1) Texto conform e a la modificación efectuada por el artículo 2o del Decreto Legislativo N,° 1307, (EP, 30-12-2016), el
m ism o que entró en vigencia a nivel nacional a los noventa (90) días de su publicación en el diario oficial El Peruano.
Anteriorm ente había sido incorporado por la cuarta disposición complementaria modificatoria de la Ley N.° 30077 (EP,
20-08-2013), la misma que entró en vigencia el 1 de julio de 2014.

TÍTULO V
CONCLUSIÓN DE LA INVESTIGACIÓN PREPARATORIA

Artículo 342: Plazo

1. El plazo de la Investigación Preparatoria es de ciento veinte días naturales. Sólo por causas justi­
ficadas, dictando la Disposición correspondiente, el Fiscal podrá prorrogarla por única vez hasta por un
máximo de sesenta días naturales.
2. Tratándose de investigaciones complejas, el plazo de la Investigación Preparatoria es de ocho me­
ses. Para el caso de investigación de delitos perpetrados por imputados integrantes de organizaciones
criminales, personas vinculadas a ella o que actúan por encargo de la misma, el plazo de la investigación
preparatoria es de treinta y seis meses. La prórroga por igual plazo debe concederla el Juez de la Investi­
gación Preparatoria.^
3. Corresponde al Fiscal emitir la disposición que declara complejo el proceso cuando: a) requiera de la
actuación de una cantidad significativa de actos de investigación; b) comprenda la investigación de nume­
rosos delitos; c) involucra una cantidad importante de imputados o agraviados; d) demanda la realización
de pericias que comportan la revisión de una nutrida documentación o de complicados análisis técnicos;
e) necesita realizar gestiones de carácter procesal fuera del país; f) involucra llevar a cabo diligencias en
varios distritos judiciales; g) revisa la gestión de personas jurídicas o entidades del Estado; o h) comprenda
la investigación de delitos perpetrados por integrantes de una organización criminal, personas vinculadas
a ella o que actúan por encargo de la misma.(1)

♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL


Art. 342 LIBRO TERCERO: EL PROCESO COMÚN 716

NOTA DE ACTUALIZACIÓN
(1) Numerales 2 y 3 m odificados por la tercera disposición com plem entaria m odificatoria de la Ley N.° 30077 (ER 20-08­
2013), la m isma que entró en vigencia el 1 de julio de 2014.

ACUERDO PLENARIO DE LA CORTE SUPREMA

§ 1356. Proceso penal inmediato reformado. Legitimación y alcances. “Evidencia delic­


tiva” o “prueba evidente” . Véase la jurisprudencia del artículo 446° del Nuevo Código Procesal
Penal [§ 1891]. (Acuerdo Plenario N.° 2-2016/C J-l 16, del 01-06-2016, que establece como doc­
trina legal los criterios expuestos en los ff. jj. 7 al 12 y 15 al 24, particularmente el 9, donde analiza
la “ausencia de complejidad o simplicidad procesal” . II Pleno Jurisdiccional Extraordinario de las
Salas Penales Permanente y Transitoria de la Corte Suprema de Justicia [EP, 04-08-2016, Jurispru­
dencia, Año XXV, N.° 1020, pp. 7522-7530]. Texto completo: <bit.ly/2FK4zeQ>).

DOCTRINA JURISPRUDENCIAL VINCULANTE DE LA CORTE SUPREMA

§ 1357. La conclusión de la investigación preparatoria se da con la emisión de la disposición fis­


cal. La constitución del actor civil se puede dar luego del vencimiento del plazo de la investigación
preparatoria y antes de la emisión de la disposición fiscal de conclusión. Véase la jurisprudencia del
artículo 343° del Nuevo Código Procesal Penal [§ 1373]. (Casación N.° 613-2015-Puno, de 03-07­
2017, que establece como doctrina jurisprudencial los ff. jj. 10-12. Primera Sala Penal Transitoria. Texto
completo: <bit.ly/2FmukCz>).
§ 1358. Prórroga del plazo de investigación preparatoria que se requiera a partir del 01-07­
2014 es la prevista en la Ley 30077, por constituir un nuevo acto procesal autónomo al plazo ordi­
nario de investigación preparatoria. Décimo segundo. Para fijar el plazo de investigación preparatoria
se debe tomar en cuenta: i) Gravedad y clase o naturaleza del delito imputado, ii) Características del
hecho objeto de investigación, iii) Dificultad y rigor de los actos de investigación pertinentes y útiles
para su necesario esclarecimiento, iv) Actitud del fiscal y del encausado, esto es, diligencia del investi­
gador y maniobras obstruccionistas del encausado [STC N .° 7624-2005-PHC/TC del veintisiete de
julio de 2006. Caso Hernán Ronald Buitrón Rodríguez]; mientras que la prórroga del plazo de inves­
tigación preparatoria, tiene que ver con las dificultades de las investigaciones como sería la demora en
la realización de determinado acto de investigación. La prórroga requiere de una disposición fiscal; es
decir es un acto procesal. En ese sentido, la disposición fiscal con la que inicia el plazo de investigación
constituye un acto procesal, y el requerimiento de prórroga del plaza de investigación, otro; pues, no es
de aplicación automática ni de oficio, sino que necesita ser postulado por el Fiscal al Juez de la investi­
gación preparatoria que debe someterlo a audiencia con la defensa del imputado; en consecuencia, son
actos procesales con criterios autónomos propios desplegados por las partes y el órgano jurisdiccional.
[...] Vigésimo. En consecuencia, la invocación del inciso dos del artículo trescientos cuarenta y dos
del Código Procesal Penal, conforme a la modificaciones incorporadas por la Ley N .° 30077, crimen
organizado, vigente desde el 1 de julio de 2014, en un proceso en trámite, tiene sustento en el principio
previsto en el inciso uno del artículo VII del Título Preliminar del Código Procesal Penal que establece
la aplicación inmediata de la ley que rige al tiempo de la actuación procesal. La interpretación de este
principio permite concluir que el plazo ordinario de ocho meses primigeniamente establecido para la
investigación preparatoria no puede ser adecuado a la citada modificatoria, pues es un plazo empezado o
en giro; pero sí con la prórroga de plazo de investigación preparatoria, que es una institución autónoma,
con su propio estatuto y que constituye un nuevo acto procesal, por lo que no se da ningún supuesto
de excepción a la aplicación inmediata de la ley procesal, prevista en la segunda parte del inciso uno del
artículo VII del Título Preliminar del Código Procesal Penal, porque cuando se solicita tal prórroga,
ya estaba vigente la Ley N.° 30077, 1 de julio de 2014, por lo que, debe ser aplicada. [...] Vigésimo
tercero. En consecuencia, el requerimiento de la prórroga del plazo de investigación preparatoria, debe
realizarse bajo un control judicial en audiencia donde ejerzan contradicción los defensores de los impu­
tados, de su fundamentación fáctica y jurídica y de las actuaciones del Ministerio Público, que debe ser

n o m o s & th e sis
717 SECCION i: LA INVESTIGACION PREPARATORIA Art. 342
conforme a lo establecido por las sentencias del Tribunal Constitucional indicadas en el considerando
vigésimo segundo, rubro II Fundamentos de Derecho, sustentado en la garantía y el pleno respeto del
derecho fundamental al debido proceso y sus diversas manifestaciones, como es el plazo razonable.
(Casación N.° 309-2015-Lima [Caso Gregorio Santos], de 29-03-2016, que establece como doctrina
jurisprudencial lo establecido en los ff. jj. 12, 20 y 23 del rubro II. Fundamentos de derecho [EP, 09-04­
2016, Jurisprudencia, Año XXV, N.° 1008, pp. 7423-7429]. Sala Penal Permanente. Texto completo:
<bit.ly/1qM0HyJ>).

§ 1359. Diligencias preliminares no pueden durar más de 8 meses en procesos penales comple­
jos. Véase la jurisprudencia del artículo 330° del Nuevo Código Procesal Penal [§ 1295]. (Casación N.°
02-2008-La Libertad, de 03-06-2008, que establece como doctrina jurisprudencial el contenido del f.
j. 11. Sala Penal Permanente. Texto completo: <bit.ly/2cRN7E6>).

§ 1360. El plazo de la fase de diligencias preliminares no forma parte del plazo que se señala
para la segunda fase denominada de la investigación preparatoria. El plazo se computa en días
naturales y no hábiles. Véase la jurisprudencia del artículo 330° del Nuevo Código Procesal Penal [§
1296]. (Casación N .° 66-2010-Puno, de 26-04-2011 , que establece como doctrina jurisprudencial que
los plazos para las diligencias preliminares son de días naturales y no hábiles. Sala Penal Permanente.
Texto completo: <bit.ly/27rMxng>).

§ 1361. Tratándose de investigaciones complejas, el plazo máximo para llevar a cabo las dili­
gencias preliminares es de ocho meses. Véase la jurisprudencia del artículo 334° del Nuevo Código
Procesal Penal [§ 1310]. (Casación N.° 144-2012-Ancash, de 11-07-2013, que establece como doc­
trina jurisprudencial lo dispuesto en el fundamento jurídico décimo. Sala Penal Permanente [EP, 16­
05-2014, Jurisprudencia, Año XXIII, N.° 960, pp. 7083-7085]. Texto completo: <bit.ly/2tyFrTp>).
§ 1362. Los plazos solo pueden ser prorrogados cuando la ley lo permita. No procede prorro­
gar el plazo de la investigación cuando el plazo se ha vencido. El plazo de diligencias preliminares
en casos complejos. Véase la jurisprudencia del artículo 144° del Nuevo Código Procesal Penal [§
577]. (Casación N.° 134-2012-Ancash, del 13-08-2013, que establece como doctrina jurisprudencial
lo señalado en el segundo considerando. Sala Penal Permanente. Texto completo: <bit.ly/2TkbfXV>).
§ 1363. En un delito especialmente grave cometido en grado de tentativa habrá mayor viabi­
lidad de aplicación del proceso inmediato. No se prohíbe o excluye toda aplicación del proceso
inmediato en caso de delitos especialmente graves con penas elevadas, ya que el eje rector para
incoar el proceso inmediato es la evidencia delictiva. Véase la jurisprudencia del artículo 446° del
Nuevo Código Procesal Penal [§ 1900]. (Casación N .° 44l-2017-Ica, del 24-05-2018, ff. jj. 3.1 al 3.3.
Sala Penal Permanente. Texto completo: <bit.ly/2GWoisA>).

PRECEDENTES VINCULANTES DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL

§ 1364. La razonabilidad del plazo máximo de investigación fiscal. Criterios para determinar la
razonabilidad del plazo de la investigación preliminar. 2. Previamente a la resolución del presente
caso, el Tribunal Constitucional, supremo guardián e intérprete de la Constitución y de los derechos
fundamentales, advierte un vacío legislativo en cuanto al plazo de investigación prejurisdiccional. En
consecuencia, considera necesario establecer, en virtud del artículo VI del Código Procesal Constitucio­
nal, determinados criterios jurídicos que permitan determinar la razonabilidad y proporcionalidad del
plazo de investigación que realice el Ministerio Público en cumplimiento del mandato constitucional
previsto en el artículo 159° de la Constitución del Estado. 3. La Constitución (artículo 159°) ha asignado
al Ministerio Público una serie de funciones constitucionales, entre las cuales, destaca la facultad de ejer­
citar la acción penal ya sea de oficio o a pedido de parte, tal como dispone el artículo 159° inciso 5 de la
Constitución. Si bien es una facultad discrecional reconocida por el poder constituyente al Ministerio
Público, es obvio que esta facultad, en tanto que el Ministerio Público es un órgano constitucional cons­
tituido, y por ende sometido a la Constitución, no puede ser ejercida, irrazonablemente, con desconoci-

♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL


Art. 342 LIBRO TERCERO: EL PROCESO COMÚN 718

miento de los principios y valores constitucionales, tampoco al margen del respeto de los derechos fun­
damentales. 4. En realidad, ésta es una exigencia que se deriva de la naturaleza misma de nuestro Estado
constitucional y democrático, si se considera que dos elementos caracterizadores de este tipo de Estado
son la supremacía jurídica de la Constitución y la tutela de los derechos fundamentales. El primer ele­
mento permite que la Constitución, en tanto norma jurídica y política suprema, establezca el marco ju­
rídico dentro del cual se realiza el ejercicio de los poderes públicos y privados. Por su parte, la tutela de
los derechos fundamentales, en tanto éstos comportan una eficacia vertical y horizontal, se erigen como
auténticos límites al ejercicio del poder estatal, pero también de los particulares. En tal sentido, se puede
señalar que el Estado constitucional se caracteriza, precisamente, por limitar y controlar el ejercicio arbi­
trario del poder del Estado y de los particulares. 5. En esta misma línea de limitación y control del poder
público y privado, el artículo 200° inciso 1 de la Constitución establece que el proceso constitucional de
hábeas corpus “ [...] procede ante el hecho u omisión de cualquier autoridad, funcionario o persona que
vulnera o amenaza la libertad individual o los derechos constitucionales conexos”. De conformidad con
esta disposición constitucional, se puede señalar que la Constitución no ha excluido la posibilidad de
realizar un razonable control constitucional de los actos del Ministerio Público, pues ha previsto la pro­
cedencia del hábeas corpus contra cualquier autoridad, funcionario o persona que amenaza o vulnera el
derecho a la libertad personal o los derechos conexos. 6. Lo señalado precedentemente tiene su funda­
mento, por otro lado, en la interdicción de la arbitrariedad, la cual es un principio y una garantía frente
a la facultad discrecional que la ley ha reconocido al Ministerio Público al no disponer un plazo máximo
de investigación prejurisdiccional lo cual afecta el principio-derecho de la seguridad jurídica. De ahí que
se haya señalado, en sentencia anterior (Exp. N.° 06167-2005-PHC/TC, f. j. 30 [§ 1431]), que “el grado
de discrecionalidad atribuido al fiscal para que realice la investigación sobre la base de la cual determina­
rá si existen elementos suficientes que justifiquen su denuncia ante el juez penal, se encuentra sometida
a principios constitucionales que proscriben: a) actividades caprichosas, vagas e infundadas desde una
perspectiva jurídica; b) decisiones despóticas, tiránicas y carentes de toda fuente de legitimidad; y c) lo
que es contrario a los principios de razonabilidad y proporcionalidad jurídica” . 7. Asimismo, se funda­
menta en que la Constitución (artículo 2°-24-e) reconoce el principio-derecho fundamental a la presun­
ción de inocencia, lo que implica que “ [c]uando existe el procesamiento y mucho antes, es decir, con la
sola imputación por parte de cualquier otro miembro de la sociedad (el fiscal, la policía, el vecino, la
prensa) el principio que rige es que la persona no sea señalada como culpable hasta que una sentencia no
lo declare como tal”. 8. Precisamente el contenido principal de la presunción de inocencia comprende la
interdicción constitucional de la sospecha permanente. De ahí que resulte irrazonable el hecho que una
persona esté sometida a un estado permanente de investigación fiscal o judicial. Ello es así en la medida
que si bien es cierto que toda persona es susceptible de ser investigada, no lo es menos que para tal efecto
se exija la concurrencia de dos elementos esenciales: 1) que exista una causa probable y 2) una búsqueda
razonable de la comisión de un ilícito penal. 9. De igual modo, la posibilidad de que el Tribunal Consti­
tucional realice el control constitucional de los actos del Ministerio Público tiene su sustento en el dere­
cho fundamental al debido proceso. Este derecho despliega también su eficacia jurídica en el ámbito de
la etapa prejurisdiccional de los procesos penales; es decir, en aquella fase del proceso penal en el cual al
Ministerio Público le corresponde concretizar el mandato constitucional previsto en el artículo 159° de
la Constitución. 10. Claro está, que las garantías previstas en el artículo 4o del Código Procesal Consti­
tucional, que no son sino la concretización de los principios y derechos previstos en el artículo 139° de la
Constitución serán aplicables a la investigación fiscal previa al proceso penal siempre que sean compati­
bles con su naturaleza y fines, los mismos que deben ser interpretados de conformidad con el artículo Io
de la Constitución, según el cual “la defensa de la persona humana y el respeto de su dignidad son el fin
supremo de la sociedad y del Estado”. 11. Precisamente, una de las garantías que se deriva del derecho
fundamental al debido proceso aplicables a la etapa de investigación fiscal es el que ésta se realice dentro
de un plazo razonable. Legislativamente no se ha previsto un plazo máximo para la investigación fiscal,
por lo que le corresponde a este supremo intérprete de la Constitución, ponderar y concordar los deberes
del Estado social y democrático de Derecho que están reconocidos en el artículo 44° de la Constitución
-garantizar la plena vigencia de los derechos fundamentales y proteger a la población de las amenazas
contra su seguridad- con el artículo 139° que erige al Ministerio Publico como titular de la acción penal

n o m o s & th e sis
719 SECCIÓN I: LA INVESTIGACIÓN PREPARATORIA Art. 342
y representante de la sociedad en los procesos judiciales. 12. Evidentemente, un Estado social y democrá­
tico de Derecho no sólo tiene el deber de proteger los derechos fundamentales de las personas sino
también el de investigar y sancionar la comisión de los delitos que afectan bienes jurídico constituciona­
les. Por ello, si bien no corresponde a este Tribunal Constitucional establecer plazos fijos y perentorios de
la investigación prejurisdiccional -tarea propia del Poder Legislativo- sí tiene la potestad jurisdiccional de
establecer, en línea de principio, criterios de razonabilidad y proporcionalidad que garantice el respeto de
los derechos fundamentales de las personas sometidas a una investigación fiscal en el marco de la facultad
de investigación y persecución del delito a cargo del Ministerio Público. 13. Los criterios que el Tribunal
Constitucional considera necesarios para determinar la razonabilidad y proporcionalidad del plazo de la
investigación fiscal, evidentemente, no son criterios jurídicos rígidos aplicables de manera idéntica a to­
dos los casos. Por el contrario, deberán ser aplicados atendiendo a las circunstancias presentes en la inves­
tigación fiscal. Al respecto, la jurisprudencia comparada, particularmente del Tribunal Europeo de Dere­
chos Humanos, ha señalado que para determinar la existencia, en un caso concreto, de un plazo
razonable se debe tener en consideración la complejidad del asunto, el comportamiento de las partes y la
actuación de los tribunales. 14. Criterios que también la jurisprudencia de este Colegiado ha recogido en
sendas sentencias, tales como 6167-2006-PHC/TC, 7624-2005-HC/TC, 594-2004-HC/TC. Por ello,
a juicio de este colegiado, los criterios a considerar para determinar la razonabilidad del plazo de la inves­
tigación fiscal son de dos tipos: subjetivo y objetivo. En el primero quedan comprendidos 1) la actuación
del fiscal y 2) la actuación del investigado; en el segundo, la naturaleza de los hechos objeto de investiga­
ción. 15. Los criterios subjetivos, como ya se adelantó, están referidos a la actuación tanto del investigado
como del fiscal a cargo de la investigación prejurisdiccional. En cuanto se refiere al investigado se debe
tener en cuenta la actitud obstruccionista del investigado, la cual puede manifestarse en 1) la no concu­
rrencia, injustificada, a las citaciones que le realice el fiscal a cargo de la investigación, 2) el ocultamiento
o negativa, injustificada, a entregar información que sea relevante para el desarrollo de la investigación,
3) la recurrencia, de mala fe, a determinados procesos constitucionales u ordinarios con el fin de dilatar
o paralizar la investigación prejurisdiccional, y 4) en general, todas aquellas conductas que realice con el
fin de desviar o evitar que los actos de investigación conduzcan a la formalización de la denuncia penal.
16. En cuanto a la actividad del fiscal, el primer criterio a considerar es la capacidad de dirección de la
investigación y la diligencia con la que ejerce las facultades especiales que la Constitución le reconoce. En
principio, se parte de la presunción de constitucionalidad y legalidad de los actos de investigación del
ministerio público. No obstante, es uña presunción iuris tantum, en la medida que ella puede ser desvir­
tuada. Ahora bien, para la determinación de si en una investigación prejurisdiccional hubo o no diligen­
cia por parte del fiscal a cargo de la investigación deberá considerarse, de un lado, la realización o no de
aquellos actos que sean conducentes o idóneos para la formalización de la denuncia respectiva. 17. En ese
sentido, habrá inactividad fiscal aun cuando se lleven a cabo actos de investigación que no tengan rela­
ción directa o indirecta con el objeto de investigación. Más aún, la falta de diligencia fiscal no puede ser
soslayado por aseveraciones o infundios acerca de la conducta del investigado o de terceros; por cuanto,
de realizarse una conducta ilícita de personas vinculadas al proceso, sólo cabe realizar una denuncia a fin
de no incurrir en el posible delito de omisión de denuncia, previsto en el artículo 407° del Código Penal.
18. Dentro del criterio objetivo, ajuicio del Tribunal Constitucional, cabe comprender la naturaleza de
los hechos objeto de investigación; es decir, la complejidad del objeto a investigar. Al respecto, es del caso
señalar que la complejidad puede venir determinada no sólo por los hechos mismos objeto de esclareci­
miento, sino también por el número de investigados más aún si se trata de organización criminales inter­
nacionales, la particular dificultad de realizar determinadas pericias o exámenes especiales que se requie­
ran, así como los tipos de delitos que se imputan al investigado, como por ejemplo, los delitos de lesa
humanidad. También debe considerarse el grado de colaboración de las demás entidades estatales cuando
así lo requiera el Ministerio Público. 19. Cabe señalar que es dentro del marco de estos criterios jurídicos
que se deberá determinar, en cada caso concreto, si es que la investigación prejurisdiccional se ha desarro­
llado dentro de un plazo razonable. Ello es así en la medida que los actos de los poderes del Estado y los
órganos constitucionales, en general, y del Ministerio Público, en particular, no se legitiman, desde la
perspectiva constitucional, en sí mismos, sino a partir del respeto pleno del conjunto de valores, princi-

♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL


Art. 342 LIBRO TERCERO: EL PROCESO COMUN 720

píos constitucionales y de los derechos fundamentales de la persona, de conformidad con el artículo I o


de la Constitución. (Exp. N .° 5228-2006-PHC/TC [Caso Samuel Gleiser Katz\, de 15-02-2007 [Web:
30-05-2007 / EP, 01-07-2007], que estableció como doctrina jurisprudencial los ff jj. 2 al 19. Texto
completo: <bit.ly/2FQelwG>).
§ 1365. El derecho constitucional al plazo razonable de la investigación preliminar. 5. El dere­
cho al plazo razonable de la investigación preliminar (policial o fiscal) en tanto manifestación del dere­
cho al debido proceso alude a un lapso de tiempo suficiente para el esclarecimiento de los hechos obje­
to de investigación y la emisión de la decisión respectiva. Si bien es cierto que toda persona es
susceptible de ser investigada, no lo es menos que para que ello ocurra, debe existir la concurrencia de
una causa probable y la búsqueda de la comisión de un ilícito penal en un plazo que sea razonable. De
ahí que resulte irrazonable el hecho que una persona esté sometida a un estado permanente de investi­
gación policial o fiscal. Sobre el particular, este Tribunal en la sentencia del Exp. N .° 5228-2006-PHC/
TC , Gleiser K atz [§ 1364], ha precisado con carácter de doctrina jurisprudencial (artículo VI del Tí­
tulo Preliminar del CPConst) que para determinar la razonabilidad del plazo de la investigación preli­
minar, se debe acudir cuando menos a dos criterios: Uno subjetivo que está referido a la actuación del
investigado y a la actuación del fiscal, y otro objetivo que está referido a la naturaleza de los hechos obje­
to de investigación. 6. Dentro del criterio subjetivo, en cuanto se refiere a la actuación del investigado,
es de señalar que la actitud obstruccionista de este puede manifestarse en: 1) la no concurrencia, injus­
tificada, a las citaciones que le realice el fiscal a cargo de la investigación, 2) el ocultamiento o negativa,
injustificada, a entregar información que sea relevante para el desarrollo de la investigación, 3) la recu­
rrencia, de mala fe, a determinados procesos constitucionales u ordinarios con el fin de dilatar o parali­
zar la investigación prejurisdiccional, y 4) en general, todas aquellas conductas que realice con el fin de
desviar o evitar que los actos de investigación conduzcan a la formalización de la denuncia penal. 7. En
cuanto a la actividad delfiscal, los criterios a considerar son la capacidad de dirección de la investigación
y la diligencia con la que ejerce las facultades especiales que la Constitución le reconoce. Si bien se
parte de la presunción de constitucionalidad y legalidad de los actos de investigación del Ministerio
Público, ésta es una presunción iuris tantum, en la medida que ella puede ser desvirtuada. Ahora bien,
para la determinación de si en una investigación prejurisdiccional hubo o no diligencia por parte del
fiscal a cargo de la investigación deberá considerarse, la realización o no de aquellos actos que sean
conducentes o idóneos para el esclarecimiento de los hechos y la formalización de la denuncia respecti­
va u otra decisión que corresponda. 8. Dentro del criterio objetivo, a juicio del Tribunal Constitucio­
nal, cabe comprender la naturaleza de los hechos objeto de investigación; es decir, la complejidad del
objeto a investigar. Al respecto, es del caso señalar que la complejidad puede venir determinada no sólo
por los hechos mismos objeto de esclarecimiento, sino también por el número de investigados más aún
si se trata de organizaciones criminales nacionales y/o internacionales, la particular dificultad de realizar
determinadas pericias o exámenes especiales que se requieran, así como la complejidad de las actuacio­
nes que se requieran para investigar los tipos de delitos que se imputan al investigado, como por ejem­
plo, los delitos de lesa humanidad, terrorismo, tráfico ilícito de drogas, lavado de activos, etc. También
debe considerarse el grado de colaboración de las demás entidades estatales cuando así lo requiera el
Ministerio Público. 9. Sobre lo anterior, cabe precisar que, la razonabilidad del plazo de la investigación
preliminar no puede ser advertida por el simple transcurso cronológico del tiempo, como si se tratase de
una actividad mecánica, sino que más bien se trata de una actividad compleja que requiere del uso de
un baremo de análisis especial que permita verificar las específicas circunstancias presentes en cada in­
vestigación (actuación del investigado, actuación del fiscal y la naturaleza de los hechos objeto de la
investigación). Asimismo, este Tribunal considera que el plazo razonable de la investigación preliminar
no tiene ni puede tener en abstracto un único plazo para todos los casos, traducido en un número fijo
de días, semanas, meses o años, sino que tal razonabilidad, inevitablemente debe ser establecida según
las circunstancias concretas de cada caso. En ese sentido, esta especial evaluación debe ser realizada en
principio por el propio Fiscal a cargo de la investigación (de oficio o a pedido de parte), mediante una
decisión debidamente motivada o, por el juez constitucional cuando conozca de procesos constitucio­
nales en que se alegue la afectación de este derecho constitucional. 10. Por otro lado, si bien el Nuevo
n o m o s & th e s is
721 SECCIÓN I: LA INVESTIGACIÓN PREPARATORIA Alt. 342
Código Procesal Penal de 2004 aún no está vigente en todo el país no cabe duda que este cuerpo legal
contiene diversos dispositivos que contribuyen al perfeccionamiento del derecho procesal peruano que
se erige como el programa procesal penal de la Constitución, y que por tanto, pueden servir de paráme­
tro interpretativo para la solución de otros casos en que sean aplicables. En ese sentido, en aras de opti­
mizar la tutela del derecho al plazo razonable de la investigación, este Tribunal considera que en las in­
vestigaciones preliminares que se inicien bajo la vigencia y aplicación de los alcances del Código de
Procedimientos Penales y el Código Procesal Penal de 1991, el Fiscal conforme a dichas normas, debe
fijar un plazo razonable de la investigación preliminar según las características, complejidad y circuns­
tancias de los hechos objeto de la investigación, y de ser el caso, justificar las razones por las cuáles de­
bería continuarse con la realización de la investigación. 11. No obstante ello, se advierte que el plazo de
investigación preparatoria previsto en el artículo 342.2 del Nuevo Código Procesal Penal de 2004, no
se condice con la realidad social, ni con la capacidad de actuación del Ministerio Público, pues es de
conocimiento público que existen investigaciones preliminares o preparatorias sobre tráfico ilícito de
drogas y/o lavado de activos que por la complejidad del asunto exceden los ocho meses, que pueden ser
prorrogados por igual plazo. Por esta razón, este Tribunal estima que el plazo previsto en el artículo re­
ferido debe ser modificado con la finalidad de que no queden impunes los delitos de tráfico ilícito de
drogas y/o lavado de activos, pues vencido el plazo (8 o 16 meses) se puede ordenar la conclusión de la
investigación preparatoria. De ahí que, se le exhorte al Congreso de la República a que modifique el
plazo del artículo mencionado (investigación preparatoria en casos complejos) de acuerdo a la capaci­
dad de actuación del Ministerio Público, sin que ello suponga la afectación del derecho al plazo razona­
ble. / / L a tutela del derecho al plazo razonable de la investigación preliminar. 12. Llegado hasta
aquí, este Tribunal considera que la tutela del derecho al plazo razonable de la investigación preliminar
no supone la exclusión del demandante de la investigación, sino que actuando dentro del marco cons­
titucional y democrático del proceso penal en su fase preliminar, lo que, corresponde es la reparación in
natura por parte del Ministerio Público que consiste en emitir en el plazo más breve posible el pronun­
ciamiento sobre el fondo del asunto que suponga la conclusión de la investigación prejurisdiccional,
bajo responsabilidad. Ahora bien, como es obvio, dicho pronunciamiento atendiendo a las facultades
constitucionales y legales del Ministerio Público puede materializarse sea en la formalización de la de­
nuncia o, sea en el archivo definitivo de la investigación, etc. 13. No obstante lo anterior, este Tribunal
precisa que el plazo para el pronunciamiento sobre el fondo del asunto, debe ser fijado por el juez
constitucional, en cada caso concreto, teniendo en cuenta el estado actual de la investigación, la impor­
tancia de los bienes jurídicos tutelados, la incidencia en los valores e instituciones básicas de todo Esta­
do Constitucional de Derecho y el cumplimiento de los deberes y obligaciones constitucionales, así
como procurando que dicho plazo no sea un imposible para unos casos y/o un exceso para otros. 14.
De otro lado, surge la interrogante sobre la consecuencia jurídica aplicable en los casos en que ya se ha
formalizado la denuncia penal. Sobre el particular, este Tribunal considera que al encontrarse ya judi-
cializado los hechos materia de la persecución penal, corresponde al juez de la causa, efectuar el respec­
tivo examen constitucional, a fin de verificar la violación o no del derecho al plazo razonable de la in­
vestigación preliminar. En este orden de cosas, la eventual determinación y/o verificación de la
vulneración del derecho no supone como es obvio, el archivo o la conclusión de la investigación judi­
cial, sino que el juez de la causa deberá poner en conocimiento de esta circunstancia a las instancias
correspondientes para las responsabilidades a que hubiere lugar (Oficina de Control de la Magistratura,
Consejo Nacional de la Magistratura, Procuraduría del Poder Judicial o del Ministerio Publico, etc.).
15. Finalmente, cabe recordar que los delitos de tráfico ilícito de drogas y lavado de activos, constituyen
ilícitos de carácter pluriofensivo, en la medida que ponen en estado de alarma y peligro a las bases so­
ciales y amenazan la propia existencia del Estado. Es por ello, que la obligación constitucional del Esta­
do peruano, prevista en el artículo 8o de la Constitución, de prevenir y sancionar este tipo de ilícitos cno
debe agotarse en la mera descripción típica de las conductas delictivas en el Código Penal y en las leyes
especiales, criminalizando el delito de tráfico ilícito de drogas [y sus derivaciones], con penas severas
proporcionales a los bienes constitucionalmente protegidos que se afligen, sino que además para llegar
a tal cometido debe procurarse el establecimiento de procedimientos de investigación eficientes, es de-

♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL


Art. 342 LIBRO TERCERO: EL PROCESO COMÚN 722

cir, que objetivamente demuestren resultados cada vez más eficaces; lo contrario, significaría incurrir en
una infracción constitucional por parte de las autoridades competentes para ello” (Exp. N .° 04750-
2007-PH C/TC [§ 1354]). En ese sentido, a fin de concretizar esta obligación constitucional de preve­
nir y sancionar eficazmente el tráfico ilícito de drogas y sus derivaciones, y estando a lo dispuesto por el
artículo III del Título Preliminar del CPConst., este Tribunal considera que en los procesos constitucio­
nales en que se haya dictado sentencia estimatoria de segundo grado relacionados con el delito de tráfi­
co ilícito de drogas y/o lavado de activos, excepcionalmente, la Procuraduría del Estado correspondien­
te se encuentra habilitada -independientemente del plazo- para la interposición de un recurso de agravio
constitucional especial, el mismo que deberá concedido por las instancias judiciales. (Exp. N .° 02748-
2010-PH C/TC [Caso AlexanderMosquera Izquierdo], de 11-08-2010 [Web: 17-08-2010 / EP, 09-09­
2010], que estableció como doctrina jurisprudencial los ff. jj. 5 al 10 y 12 al 15. Texto completo:
<bit.ly/2U40fOO>).

JURISPRUDENCIA DE LA CORTE SUPREMA

§ 1366. L a prórroga de la investigación preparatoria es excepcional y única. Cuarto. Ahora


bien, es de afirmar lo siguiente: 1. El artículo 342 del Código Procesal Penal regula el plazo de duración
de la etapa de investigación preparatoria. El denominado “plazo ordinario” queda sujeto a un tiempo
fijo en función al cumplimiento del objeto de la averiguación fiscal -el cual, por tanto, podrá ser menor
atento a esa finalidad, pero sujeto al criterio discrecional del fiscal Instructor-. Por otra parte, si se trata
de una investigación compleja, como ha sido calificada la que es materia de esta causa, la prórroga del
plazo ordinario está sujeta a una decisión del Juez de la Investigación Preparatoria (artículo 342, apar­
tado 2, última oración, del Código Procesal Penal) -distinto es el caso de una investigación simple, en
el que la prórroga la fija el propio Fiscal (artículo 342, apartado 1, última oración, del código citado)-.
La prórroga judicial siempre es objeto de un trámite contradictorio entre las partes procesales. 2. Es
obvio, además, que la prórroga como tal y el tiempo que se acuerde de extensión del plazo de duración
de la etapa procesal de la investigación preparatoria están en función no solo a (i) las diligencias de
investigación que objetivamente resulten indispensables para el debido esclarecimiento de los hechos,
sino también a (ii) los obstáculos incontrolables surgidos en su avance y a las dificultades concretas
que atravesó el curso de la investigación. Asimismo, debe examinarse, en esta perspectiva y de cara al
derecho al plazo razonable, tanto (iii) la situación jurídica del imputado -si está como preso preventivo
y/o si sus bienes han sido afectados coercitivamente, si está sometido a alguna limitación relevante de
sus derechos-, (iv) el cumplimiento del deber de diligencia que corresponde al Fiscal, y (v) la gravedad
y trascendencia social de los hechos investigados. 3. Por último, fijada la prórroga por el Juez y determi­
nada su extensión temporal, ésta ya no es prorrogable sucesivamente. La prórroga es única -la autoridad
penal solo tiene una oportunidad para decidir, por su propia naturaleza, una institución excepcional- y
sujeta a la valoración judicial, que ha de tener en cuenta los haremos expuestos líneas arriba. Quinto.
Por tanto, habiéndose prorrogado el plazo de la investigación preparatoria, resolución no objetada, no
es posible instar una segunda prórroga, aun cuando la primera decisión judicial fijó un plazo menor
al máximo de ocho meses. (Casación N.° 1682-2017-Puno, del 06-04-2018, ff. jj. 4 y 5. Sala Penal
Permanente. Texto completo: <bit.ly/2IMWd8Q>).
§ 1367. Un requerimiento de prórroga, como tal, no excluye formalmente otra solicitud en
sentido contrario formulada por la contraparte. Es el Juez quien decide lo conveniente a los fines
del debido esclarecimiento de los hechos y del derecho al plazo razonable. Cuarto. Ahora bien,
es de afirmar lo siguiente: 1. El artículo 342 del Código Procesal Penal regula el plazo de duración de
la etapa de investigación preparatoria -ordinario y ampliatorio-. El Fiscal puede solicitar al Juez de la
Investigación Preparatoria, en caso de procesos complejos, una prórroga hasta un plazo igual al ordi­
nario. 2. De otro lado, las partes, distintas del Fiscal, pueden solicitar al Juez el control del plazo de
duración de la investigación preparatoria para que la dé por conclusa. Para esto último se requiere que
se hayan vencido los plazos previstos en el artículo 342 del Código Procesal Penal (artículo 343.2 del
citado Código). 3. Puede darse el caso de que, concurrentemente, se plantee por el Fiscal una prórroga
nom os & th e sis
723 SECCIÓN I: LA INVESTIGACIÓN PREPARATORIA A lt 342
del plazo de investigación preparatoria y se solicite por la defensa de una de las partes -del imputado
en este caso- el cese de la investigación preparatoria. En tal virtud, el Juez decidirá ambas peticiones
tomando en cuenta, unitariamente, las circunstancias de la causa en función a las exigencias normativas
correspondientes. 4. Aun cuando el Fiscal requiera la prórroga con anterioridad, si no ha resuelto el Juez
y casi inmediatamente una de las partes presenta una solicitud de conclusión del plazo de investigación
preparatoria, es evidente que deben resolverse ambas peticiones. Un requerimiento de prórroga, como
tal, no excluye formalmente otra solicitud en sentido contrario formulada por la contraparte. Es el
Juez quien decide lo conveniente a los fines del debido esclarecimiento de los hechos y del derecho al
plazo razonable. Q uinto. Que, por tanto, es patente que la causa de pedir excepcional del señor Fiscal
Superior es manifiestamente infundada. No puede negarse el derecho de una de las partes a la tutela
jurisdiccional en función a un pedido, no resuelto, de la parte contraria. El derecho al plazo razonable,
que integra la garantía del debido proceso, por su carácter constitucional, impone un criterio herme-
néutico de las normas procesales en cuestión de modo tal que consolide el acceso a la jurisdicción y
permita un debate y decisión sobre el fondo de la cuestión controvertida: si el plazo de investigación
requiere de una prórroga, si vulneró o no el derecho al plazo razonable o si se incurrió en dilaciones
indebidas. (Casación N .° 1677-2017-Puno, del 06-04-2018, ff. jj. 4 y 5. Sala Penal Permanente. Texto
completo: <bit.ly/2EpIf7n>).
§ 1368. En el marco de una investigación a una organización criminal, el plazo máximo de
las diligencias preliminares no debe superar los 36 meses. Véase la jurisprudencia del artículo 334°
del Nuevo Código Procesal Penal [§ 1312]. (Casación N.° 399-2018-Lima, del 11-10-2018, ff. jj.
2.1.2, 2.1.3, 2.1.4, 2.15, 2.1.6, 2.1.10, 2.1.11 y 2.1.12. Sala Penal Permanente. Texto completo:
<bit.ly/2NnXvpK>).

§ 1369. Aplicación del principio de ultractividad favorable al reo solo está vinculada a la nor­
ma penal y no procesal. La ley procesal penal es de aplicación inmediata. Véase la jurisprudencia
del artículo VII del Nuevo Código Procesal Penal [§ 98] . (Calificación de Casación N.° 142-2015-Lima
[Caso Belaunde Lossio], de 21-08-2015, f. j. 4. Sala Penal Permanente. Texto completo: <bit.ly/lNsT-
gkG>).

JURISPRUDENCIA DE LAS CORTES SUPERIORES

§ 1370. La investigación preparatoria concluye cuando se notifica a las partes con la disposición
de conclusión de la investigación preparatoria. Si el pedido de constitución en tercero civil se pre­
sentó con anterioridad al acto de notificación de la disposición de conclusión de la investigación,
no es posible declararla improcedente por extemporánea. Véase la jurisprudencia del artículo 343°
del Nuevo Código Procesal Penal [§ 1376]. (Exp. N.° 00031-2017-3-520l-JR-PE-02, del 30-01-2018,
sumilla. Colegiado A. Sala Penal Nacional de Apelaciones Especializada en Delitos de Corrupción de
Funcionarios. Texto completo: <bit.ly/2Fyjngl>).

JURISPRUDENCIA DE LA CORTE INTERAMERICANA DE DERECHOS HUMANOS

§ 1371. Tesis del “no plazo” . Establece como criterio de razonabilidad la complejidad del caso,
la actividad procesal de las partes demandante y la conducta asumida por las autoridades juris­
diccionales. 77. El artículo 8.1 de la Convención también se refiere al plazo razonable. Este no es un
concepto de sencilla definición. Se pueden invocar para precisarlo los elementos que ha señalado la
Corte Europea de Derechos Humanos en varios fallos en los cuales se analizó este concepto, pues este
artículo de la Convención Americana es equivalente en lo esencial, al 6 del Convenio Europeo para la
Protección de Derechos Humanos y de las Libertades Fundamentales. De acuerdo con la Corte Euro­
pea, se deben tomar en cuenta tres elementos para determinar la razonabilidad del plazo en el cual se
desarrolla el proceso: a) la complejidad del asunto; b) la actividad procesal del interesado; y c) la con­
ducta de las autoridades judiciales (Ver entre otros, Eur. Court H.R., Motta judgment of 19 February
1991, Series A no. 195-A, párr. 30; Eur. Court H.R., Ruiz Mateos v. Spain judgment of 23 June 1993,
♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL
Art. 342 LIBRO TERCERO: EL PROCESO COMUN 724

Seríes A no. 262, párr. 30). 78. Por lo que respecta al primer elemento, es claro que el asunto que se
examina es bastante complejo, ya que dada la gran repercusión de la muerte del joven Genie Lacayo, las
investigaciones fueron muy extensas y las pruebas muy amplias (supra 69). Todo ello podría justificar
que el proceso respectivo, que adicionalmente ha tenido muchos incidentes e instancias, se haya pro­
longado más que otros de características distintas. 79. En cuanto al segundo elemento que se refiere a
la actividad procesal del afectado no consta en autos que el señor Raymond Genie Peñalba, padre de la
víctima, hubiere tenido una conducta incompatible con su carácter de acusador privado ni entorpecido
la tramitación, pues se limitó a interponer los medios de impugnación reconocidos por la legislación de
Nicaragua (supra 70). 80. En lo que al tercer elemento se refiere, es decir, en cuanto a la conducta de
las autoridades judiciales de Nicaragua, esta Corte estima que no se han producido dilaciones excesivas
en las diversas etapas del proceso, con excepción de la última fase todavía pendiente (supra 71), es decir,
del recurso de casación ante la Corte Suprema de Justicia interpuesto por la parte acusadora el 29 de
agosto de 1994, admitido por dicho Tribunal el 31 siguiente y que, no obstante las diversas solicitudes
de las partes, todavía no ha sido resuelto. Incluso considerando la complejidad del asunto, así como las
excusas, impedimentos y sustitución de los magistrados de la Corte Suprema de Justicia, el plazo de
más de dos años que ha transcurrido desde la admisión del citado recurso de casación no es razonable y
por consiguiente este Tribunal debe considerarlo violatorio del artículo 8.1 de la Convención. Lo hará
en la parte resolutiva en relación con el artículo 1.1 de la misma que es el que contiene la obligación
general de respetar la Convención. 81. Adicionalmente al estudio de las eventuales demoras en las
diversas etapas del proceso, la Corte Europea ha empleado para determinar la razonabilidad del plazo
en el conjunto de su trámite lo que llama “anáfisis global del procedimiento” (Motta, supra 77, párr.
24; Eur. Court H.R., Vernillo judgment of 20 February 1991, Series A no. 198 y Eur. Court H.R.,
Unión Alimentaria Sanders S.A. judgment o f 7 July 1989, Series A, no. 137). Aun cuando se excluyan
la investigación policial y el plazo que empleó la Procuraduría General de la República de Nicaragua
para formular acusación ante el juez de primera instancia, es decir, realizando el cómputo a partir del
23 de julio de 1991, fecha en que ese juez dictó el auto de apertura del proceso, hasta la actualidad en
que todavía no se ha pronunciado sentencia firme, han transcurrido más de cinco años en este proceso,
lapso que esta Corte considera que rebasa los límites de la razonabilidad prevista por el artículo 8.1 de la
Convención. (CID H , Caso Genie Lacayo vs. Nicaragua, sentencia de 29-01-1997, párrs. 77 y ss. Texto
completo: <bit.ly/1Qjudne>).
§ 1372. Obligación estatal de no restringir la libertad más allá de lo estrictamente necesa­
rio, ya que la desproporcionalidad temporal de la prisión preventiva constituye la anticipación
de la pena a la sentencia. Estableció además que el tiempo del proceso era aquel que estaba
encerrado entre la detención del imputado, primer acto del procedimiento, y el pronuncia­
miento de sentencia definitiva de la última instancia. 77. Esta Corte estima que en el principio
de presunción de inocencia subyace el propósito de las garantías judiciales, al afirmar la idea de que
una persona es inocente hasta que su culpabilidad sea demostrada. De lo dispuesto en el artículo
8.2 de la Convención se deriva la obligación estatal de no restringir la libertad del detenido más allá
de los límites estrictamente necesarios para asegurar que no impedirá el desarrollo eficiente de las
investigaciones y que no eludirá la acción de la justicia, pues la prisión preventiva es una medida
cautelar, no punitiva. Este concepto está expresado en múltiples instrumentos del derecho inter­
nacional de los derechos humanos y, entre otros, en el Pacto Internacional de Derechos Civiles y
Políticos, que dispone que la prisión preventiva de las personas que hayan de ser juzgadas no debe
ser la regla general (art. 9.3). En caso contrario se estaría cometiendo una injusticia al privar de
libertad, por un plazo desproporcionado respecto de la pena que correspondería al delito imputa­
do, a personas cuya responsabilidad criminal no ha sido establecida. Sería lo mismo que anticipar
una pena a la sentencia, lo cual está en contra de principios generales del derecho universalmente
reconocidos. 78. La Corte considera que con la prolongada detención preventiva del señor Suárez
Rosero, se violó el principio de presunción de inocencia, por cuanto permaneció detenido del 23 de
junio de 1992 al 28 de abril de 1996 y la orden de libertad dictada en su favor el 10 de julio de 1993
no pudo ser ejecutada sino hasta casi un año después. Por todo lo expuesto, la Corte declara que el
n o m o s & th e s is
725 SECCIÓN I: LA INVESTIGACIÓN PREPARATORIA Art. 343
Estado violó el artículo 8.2 de la Convención Americana. (CIDH, Caso Sudrez Rosero vs. Ecuador,
sentencia de 12-11-1997, párrs. 77 y ss. Texto completo: <bit.ly/23jCwGE>).

Artículo 343: Control del plazo

1. El Fiscal dará por concluida la Investigación Preparatoria cuando considere que ha cumplido su ob­
jeto, aun cuando no hubiere vencido el plazo.
2. Si vencidos los plazos previstos en el artículo anterior el Fiscal no dé por concluida la Investigación
Preparatoria, las partes pueden solicitar su conclusión al Juez de la Investigación Preparatoria. Para estos
efectos el Ju e z citará al Fiscal y a las demás partes a una audiencia de control del plazo, quien luego de
revisar las actuaciones y escuchar a las partes, dictará la resolución que corresponda.
3. Si el Juez ordena la conclusión de la Investigación Preparatoria, el Fiscal en el plazo de diez
días debe pronunciarse solicitando el sobreseimiento o formulando acusación, según corresponda. Su
incumplimiento acarrea responsabilidad disciplinaria en el Fiscal.

DOCTRINA JURISPRUDENCIAL VINCULANTE DE LA CORTE SUPREMA

§ 1373. La conclusión de la investigación preparatoria se da con la emisión de la disposición


fiscal. La constitución del actor civil se puede dar luego del vencimiento del plazo de la investiga­
ción preparatoria y antes de la emisión de la disposición fiscal de conclusión. Octavo. En este orden
de ideas, respecto a la regulación de la actividad de jueces y fiscales, el numeral 2, del artículo 144 del
Código Procesal Penal, debe orientarse con las actividades relacionadas con el ejercicio de la acción penal
(en el caso de fiscales), como el formular acusación y expedir resoluciones en caso de jueces, las cuales, al
mantener estrecha relación con las funciones que la Constitución asigna al Ministerio Publico y al Poder
Judicial de manera exclusiva y excluyeme, no pueden ser sancionadas con la caducidad del plazo estable­
cido por ley para emitir su dictamen o resolución. Lo contrario importaría una vulneración de las citadas
normas constitucionales. Su inobservancia necesariamente debe estar sujeta a una sanción disciplinaria,
puesto que todo justiciable tiene derecho a ser juzgado en un plazo razonable y a no ser sometido de
manera indefinida a un proceso penal sin que se resuelva su situación jurídica. [...] Décimo. De la inter­
pretación de las normas señalas líneas arriba, el fiscal, como director de la investigación, a través de una
disposición fiscal dará por concluida la Investigación Preparatoria cuando considere que ha cumplido su
objeto. Esta no puede ser concluida por el juez con el solo vencimiento del plazo legal; ante la ausencia
de la respectiva disposición fiscal, las partes pueden solicitar su conclusión al juez de Investigación Pre­
paratoria, a través de una audiencia de control de plazo al control del plazo. Respecto al control del plazo
de la Investigación Preparatoria (el cual está vinculado a la facultad constitucional asignada al Ministerio
Público de investigar el delito) se establece que acarrea solo responsabilidad disciplinaria en el fiscal, en
caso se exceda en el plazo otorgado. Décimo prim ero. En el caso específico, de los argumentos del recurso
de casación [...], interpuesto por el representante del Ministerio Público, se advierte que el fiscal a cargo,
mediante Resolución 6-2012, del 29 de marzo de 2015, dio por concluida la Investigación Preparatoria
formal seguida en contra de R. S. Q. y otros; por lo que resulta posible y admisible la constitución como
actor civil solicitada por la Procuradora Pública a cargo de los Asuntos Judiciales del Ministerio del
Interior, relativos al Tráfico Ilícito de Drogas del 16 de enero de 2015, ante el Tercer Juzgado Penal de
Investigación Preparatoria de San Román-Juliaca; puesto que se encuentra dentro del periodo establecido
por la norma. Décimo segundo. En ese mismo sentido, se advierte que el Tribunal de Apelación realizó
una errónea aplicación del artículo 343 del Código Procesal Penal, al considerar que para los efectos del
pedido de Constitución en Actor Civil no se observa la fecha en que se emitió la disposición fiscal de
conclusión de Investigación Preparatoria, sino cuando esta ha concluido de manera real u objetiva. En
consecuencia, el recurso de casación interpuesto debe ser amparado, la resolución impugnada declarada
nula, así como la resolución emitida por el juez de Investigación Preparatoria. Deberá señalarse una
nueva fecha de audiencia de constitución en actor civil, en virtud del numeral 1, del artículo 343, del

♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL


Art. 343 LIBRO TERCERO: EL PROCESO COMUN 726

Código Procesal Penal”. (Casación N .° 613-2015-Puno, de 03-07-2017, que establece como doctrina
jurisprudencial los ff. jj. 10-12. Primera Sala Penal Transitoria. Texto completo: <bit.ly/2FmukCz>).

JURISPRUDENCIA DE LA CORTE SUPREMA

§ 1374. A través de una disposición fiscal es que se dará por concluida la investigación prepa­
ratoria cuando el fiscal considere que ha cumplido su objeto. Esta no puede ser concluida por el
juez con el solo vencimiento del plazo legal. Ante la ausencia de la respectiva disposición fiscal,
las partes pueden solicitar su conclusión al juez de investigación preparatoria, a través de una
audiencia de control de plazo. Sexto. En ese sentido, es preciso señalar que el artículo 343 del aludido
Código regula el control de plazo: el fiscal dará por concluida la investigación preliminar cuando con­
sidere que ha cumplido su objeto. De acuerdo con lo dispuesto en el numeral uno del mismo artículo,
en concordancia con el numeral dos del citado Código, se señala que si vencidos los plazos previstos en
el artículo 341, el fiscal no dio por concluida la investigación preparatoria, las partes pueden solicitar su
conclusión al juez de esta. Para estos efectos, el juez citará al fiscal y a las demás partes a una audiencia
de control del plazo. Sétim o. Una de las líneas rectoras del nuevo proceso penal, como consecuencia de
la asunción específica del principio acusatorio, es la separación de funciones de investigación y juzga­
miento. De esta manera, constitucionalmente, la investigación penal está a cargo del fiscal y la decisoria
a cargo del juez. [...] Octavo. En este orden de ideas, respecto a la regulación de la actividad de jueces
y fiscales, el numeral 2 del artículo 144 del Código Procesal Penal, debe orientarse con las actividades
relacionadas con el ejercicio de la acción penal (en el caso de fiscales), como el formular acusación y
expedir resoluciones en caso de jueces, las cuales, al mantener estrecha relación con las funciones que
la Constitución asigna al Ministerio Público y al Poder Judicial de manera exclusiva y excluyeme, no
pueden ser sancionadas con la caducidad del plazo establecido por ley para emitir su dictamen o resolu­
ción. Lo contrario importaría una vulneración de las citadas normas constitucionales. Su inobservancia
necesariamente debe estar sujeta a una sanción disciplinaria, puesto que todo justiciable tiene derecho a
ser juzgado en un plazo razonable y a no ser sometido de manera indefinida a un proceso penal sin que
se resuelva su situación jurídica. Noveno. Asimismo, luego de realizar una interpretación a la norma
citada en la resolución de vista del propio Código, se tiene lo establecido por el artículo 101 del Código
Procesal Penal, referido a la oportunidad de la constitución en actor civil a la cual está vinculada a que
deberá efectuarse antes de la culminación de la investigación preparatoria; por ende, iniciada formal­
mente esta no puede concluir de otra forma que no sea formal; conforme lo establece el numeral 1,
del artículo 343, del Código Procesal Penal. Décimo. De la interpretación de las normas señalas líneas
arriba, el fiscal, como director de la investigación, a través de una disposición fiscal dará por concluida
la investigación preparatoria cuando considere que ha cumplido su objeto. Esta no puede ser concluida
por el juez con el solo vencimiento del plazo legal; ante la ausencia de la respectiva disposición fiscal, las
partes pueden solicitar su conclusión al juez de investigación preparatoria, a través de una audiencia de
control de plazo. Respecto al control del plazo de la investigación preparatoria (el cual está vinculado a
la facultad constitucional asignada al Ministerio Público de investigar el delito) se establece que acarrea
solo responsabilidad disciplinaria en el fiscal, en caso se exceda en el plazo otorgado. Decim oprim ero.
En el caso específico, de los argumentos del recurso de casación [...], interpuesto por el representante
del Ministerio Público, se advierte que el fiscal a cargo, mediante resolución 6-2012, del 29 de marzo
de 2015, dio por concluida la investigación preparatoria formal seguida en contra de R S Q y otros; por
lo que resulta posible y admisible la constitución como actor civil solicitada por la Procuradora Pública
a cargo de los Asuntos Judiciales del Ministerio del Interior Relativos al Tráfico Ilícito de Drogas del 16
de enero de 2015, ante el Tercer Juzgado Penal de Investigación Preparatoria de San Román-Juliaca;
puesto que se encuentra dentro del periodo establecido por la norma. Decim osegundo. En ese mismo
sentido, se advierte que el Tribunal de Apelación realizó una errónea aplicación del artículo 343 del
Código Procesal Penal, al considerar que para los efectos del pedido de constitución en actor civil no se
observa la fecha en que se emitió la disposición fiscal de conclusión de investigación preparatoria, sino
cuando esta ha concluido de manera real u objetiva. En consecuencia, el recurso de casación interpuesto
debe ser amparado, la resolución impugnada declarada nula, así como la resolución emitida por el juez

n o m o s & th e s ís
727 SECCIÓN I: LA INVESTIGACIÓN PREPARATORIA Art. 343
de investigación preparatoria. Deberá señalarse una nueva fecha de audiencia de constitución en actor
civil, en virtud del numeral 1, del artículo 343, del Código Procesal Penal. (Casación N .° 613-2015-
Puno, del 03-07-2017, que estableció como doctrina jurisprudencial vinculantes los íf. jj. 10, 11 y 12.
Primera Sala Penal Transitoria. Texto completo: <bit.ly/2ul9Yqg>).

§ 1375. En el marco de una investigación a una organización criminal, el plazo máximo de


las diligencias preliminares no debe superar los 36 meses. Véase la jurisprudencia del artículo 334°
del Nuevo Código Procesal Penal [§ 1312]. (Casación N.° 599-2018-Lima, del 11-10-2018, ff. jj.
2.1.2, 2.1.3, 2.1.4, 2.15, 2.1.6, 2.1.10, 2.1.11 y 2.1.12. Sala Penal Permanente. Texto completo:
cbit.ly/2NnXvpK>).

JURISPRUDENCIA DE LAS CORTES SUPERIORES

§ 1376. La investigación preparatoria concluye cuando se notifica a las partes con la disposi­
ción de conclusión de la investigación preparatoria. Si el pedido de constitución en tercero civil
se presentó con anterioridad al acto de notificación de la disposición de conclusión de la investi­
gación, no es posible declararla improcedente por extemporánea. 6.11. Al respecto, del debate pro­
ducido en audiencia, se postulan varios criterios interpretativos que intentan determinar el momento o
acto procesal en que concluye la investigación preparatoria: i) Primero: cuando materialmente vence su
plazo legal, ii) Segundo: cuando el fiscal dicta la disposición de conclusión o cuando el juez dicta el auto
que ordena la conclusión de la investigación, previa audiencia de control de plazo, iii) Tercero: cuando
se comunica al juez la disposición de conclusión, o iv) Cuarto: cuando se notifica a las partes con la
disposición de conclusión. [...] 6.15. El cuarto criterio -cuando se notifica a las partes con la disposición
de conclusión-, a juicio de este Superior Colegiado, es el que resulta ser el más adecuado para efectos
de determinar la finalización del cómputo del plazo de la investigación preparatoria. Esto es así, porque
según lo dispuesto en el inciso 6 del artículo 122° del CPP, concordante con el inciso 1 del artículo 127°
del CPP, las disposiciones deben ser notificadas a los sujetos procesales, dentro de las veinticuatro horas
después de ser dictadas, salvo que se disponga un plazo menor [...]. En esa línea, si las disposiciones
fiscales deben ser notificadas por mandato legal, los efectos de la comunicación se producen desde que
los sujetos o partes procesales tienen conocimiento de su contenido. En esa línea, se ha pronunciado
la Primera Sala Penal Especial de la Corte Suprema de Justicia de la República, señalando lo siguiente:
“... la doctrina jurisprudencial establecida por el Tribunal Supremo, respecto al artículo 343 del C.PP, ha
fijado que es el representante del Ministerio Público quien, a través de una disposición, da concluida la inves­
tigación preparatoria cuando considere que ha cumplido su objeto -en el caso de que no se haya solicitado la
conclusión al JIP -; no obstante la disposición producirá efectos a partir del acto de notificación a los
sujetos procesales de la conclusión de la m ism a” (resaltado agregado). 6.16. Finalmente, este Tribunal
Superior, estima que tanto el tercer como el cuarto criterio interpretativo resultan válidos de invocar para
efectos de determinar la finalización del cómputo del plazo. Sin embargo, en atención a los principios
generales de interpretación -entre ellos: los principios pro actione, de interpretación conforme, de inter­
pretación razonable, de protección efectiva de los derechos, entre otros-, nos decantamos por el cuarto
criterio, por cuanto es el sentido interpretativo que permite el acceso a la administración de justicia de la
manera más favorable para la efectividad de los derechos; garantiza de manera más adecuada la vigencia,
eficacia y protección de los derechos fundamentales que le asisten a todas las partes dentro del proceso;
y, produce resultados más razonables, equitativos y justos. [...] 6.19. Como ya se ha dicho líneas arriba,
este Tribunal Superior considera que el criterio interpretativo más adecuado para entender por culmi­
nada la investigación preparatoria, es aquel, según el cual la investigación preparatoria concluye cuando
se notifica a las partes con la disposición de conclusión. 6.20. En el presente caso, y analizado el iter
procesal, se puede verificar que el escrito presentado por la Procuraduría Pública Ad hoc ante el órgano
jurisdiccional con fecha 11 de septiembre de 2017 -mediante la cual solicitó se incorpore como terceros
civilmente responsables a las empresas LA SAC, V H P SAC y VH SAS, en la investigación seguida con­
tra D AE por la presunta comisión del delito de Negociación incompatible en agravio del Estado-, ha
sido presentado con mucha anterioridad a que se le notificara a esta parte procesal con dicha disposición

♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL


Art. 344 LIBRO TERCERO: EL PROCESO COMÚN 728

y un día antes de que le sea comunicada al juez de investigación preparatoria. 6.21. En consecuencia,
si el pedido de constitución en tercero civil se presentó con anterioridad al acto de notificación de la
disposición de conclusión de la investigación, sin que la Procuraduría Ad hoc haya tenido conocimiento
de tal disposición, su solicitud no puede ser declarada improcedente por extemporánea, razón por la
cual la venida en grado debe ser revocada y reformándola debe disponerse que el juez de investigación
preparatoria admita a trámite la solicitud, y en su oportunidad se pronuncie sobre el fondo del asunto,
analizando debidamente los planteamientos de las partes. (Exp. N .° 00031-2017-3-520 l-JR-PE-02,
del 30-01-2018, íf. jj. 6.11, 6.15, 6.16, 6.19, 6.20 y 6.21. Colegiado A. Sala Penal Nacional de Apela­
ciones Especializada en Delitos de Corrupción de Funcionarios. Texto completo: <bit.ly/2IyK3QU>).
§ 1377. Otorgar una prórroga no prudencial del plazo de la investigación preparatoria puede
vulnerar el derecho de defensa del imputado. Sexto. Otro agravio es que en la recurrida se ha dis­
puesto la prórroga del plazo de la investigación preparatoria por ocho días, sin tener en consideración el
plazo del procedimiento posterior a la presentación de la pericia señalado en el artículo 180° del Código
Procesal Penal de 2004. Al respecto es de precisar que como alega la recurrente, el plazo señalado como
prórroga no es prudencial, pues en el término de ocho días no podrá hacerse efectivo el procedimiento
que establece en forma taxativa el artículo 180.1 del CPP de 2004 una vez que se presenta el informe
pericial ordenado realizar por el Fiscal responsable del caso. Situación que incluso puede perjudicar
el derecho de defensa del imputado, quien puede verse perjudicado por no tener el tiempo suficiente
para observar el informe pericial que previamente le debe ser notificado. Incluso el término fijado es
insuficiente para realizarse las diligencias que la misma defensa del imputado ha solicitado como así ha
quedado en evidencia en la audiencia. En consecuencia, el colegiado debe modificar el término de la
prórroga establecido en la recurrida. (Exp. N.° 00024-2011 -3- 1826-JR-PE-02, del 06-09-2011, f. j. 6.
Sala Penal de Apelaciones del Subsistema Anticorrupción-Lima. Corte Superior de Justicia de Lima.
Texto completo: <bit.ly/2uU lTol>).

SECCIÓN II
LA ETAPA INTERMEDIA

TÍTULO I
EL SOBRESEIMIENTO

Artículo 344: Decisión del Ministerio Público

1. Dispuesta la conclusión de la Investigación Preparatoria, de conformidad con el numeral 1 del artícu­


lo 343, el Fiscal decidirá en el plazo de quince días si formula acusación, siempre que exista base suficien­
te para ello, o si requiere el sobreseimiento de la causa. En casos complejos y de criminalidad organizada,
el Fiscal decide en el plazo de treinta (30) días, bajo responsabilidad.
2. El sobreseimiento procede cuando:
a) El hecho objeto de la causa no se realizó o no puede atribuírsele al imputado;
b) El hecho imputado no es típico o concurre una causa de justificación, de inculpabilidad o de no
punibilidad;
c) La acción penal se ha extinguido; y,
d) No existe razonablemente la posibilidad de incorporar nuevos datos a la investigación y no haya
elementos.(1)(2)(a)

NOTA DE ACTUALIZACIÓN
(1) Texto conforme a la m odificación efectuada por el artículo 2o del Decreto Legislativo N.° 1307 (EP, 30-12-2016), el
m ism o que entró en vigencia a nivel nacional a los noventa (90) días de su publicación en el diario oficial El Peruano.

n om os & th e s is
729 SECCIÓN II: LA ETAPA INTERMEDIA Art. 344
(2) De conform idad con el numeral 6.1 del artículo 6 del Decreto Legislativo N.° 1097 (ER 01-09-2010), se adelanta la
vigencia del presente artículo en los Distritos Judiciales donde aún no se encuentra vigente, respecto de los procesos
señalados en el artículo 2 del citado Decreto Legislativo. Posteriormente, el citado Decreto Legislativo fue derogado por
el artículo 1 de la Ley N.° 29572 (EP, 15-09-2010).

PROTOCOLOS, REGLAMENTOS, LINEAMIENTOS, G UÍAS Y DIRECTIVAS

(a) Manual para el desarrollo del plan de investigación (aprobado por la Resolución N.° 1700-2013-MP-FN de 14-06-2013).
Véase el texto com pleto en: <bit.ly/2Ucqzam>.

DOCTRINA JURISPRUDENCIAL VINCULANTE DE LA CORTE SUPREMA

§ 1378. Ausencia de oposición del actor civil al requerimiento de sobreseimiento no impide que este
recurra en apelación. Ante un auto de sobreseimiento de primera instancia, contrario al requerimiento
de acusación, es el requerimiento del Fiscal Superior el que predomina, no siendo requisito que el reque­
rimiento del Fiscal Provincial sea también por sobreseimiento. Véase la jurisprudencia del artículo 345°
del Nuevo Código Procesal Penal [§ 1385]. (Casación N.° 187-2016-Lima, de 23-11-2016, que-.fija como
doctrina jurisprudencial los ff. jj. 15 al 21. Sala Penal Permanente. [EP, 30-01-2017, Sentencias en Casación,
AñoXXI, N.° 722-B, pp. 87660-87663].Texto completo: <bit.ly/2mr4q2P>).

PLENOS JURISDICCIONALES

§ 1379. Sí es posible actuar y valorar actos de investigación o de prueba para resolver una
excepción de improcedencia en la audiencia de control de acusación. Pregunta: ¿Para resolver la
excepción de improcedencia de acción en una audiencia de control de acusación es posible desarrollar actos
de prueba? C onclusión plenaria: Primera postura : Sí es posible actuar y valorar actos de investiga­
ción o de prueba, porque de lo contrario se afecta el derecho de defensa y el derecho a probar. (Pleno
Jurisdiccional Distrital en Materia Penal y Procesal Penal de la Corte Superior de Justicia de Tumbes
del 20-07-2017. Tema 2: Prohibición de la actuación probatoria. Texto completo: <bit.ly/2NfLgvl>).

JURISPRUDENCIA DE LA CORTE SUPREMA

§ 1380. Jueces superiores que discreparon con sobreseimiento del fiscal superior no están im­
pedidos de sentenciar. Cuarto. Que, en el presente caso, los datos objeto de examen y el juicio sobre
su mérito son distintos. En vía de control jurídico de la legalidad del requerimiento de sobreseimiento,
se requiere analizar si existe sospecha suficiente o elementos de convicción suficientes o razonables para
acusar y, por ende, para enjuiciar a una persona; decisión que sólo se ampara en actos de investigación,
propios del procedimiento o fase intermedia. Diferente es el caso del juicio de culpabilidad para emitir
sentencia en el procedimiento principal o fase de enjuiciamiento, pues éste requiere certeza para emitir
sentencia condenatoria y se ampara en actos de prueba. No hay, pues, contaminación de tal entidad
que vicia la imparcialidad del órgano jurisdiccional de fallo [jueces superiores]. No pueden equipararse
juicio de probabilidad delictiva del imputado y juicio de certeza de culpabilidad del acusado. (R. N.
N.° 3473-2012-Arequipa, del 02-04-2013, f. j. 4. Sala Penal Transitoria. Texto completo: <bit.ly/lSM-
Coex>).

§ 1381. Principio acusatorio. 5.14. En ese sentido, respecto a la vigencia del Principio Acusatorio,
se han emitido pronunciamientos respecto al significado y transcendencia del citado principio, orien­
tado a respetar los fueros competenciales de cada sujeto procesal en el proceso, así el Tribunal Consti­
tucional, a través de su línea jurisprudencial, ha precisado que: i) no puede existir juicio sin acusación,
debiendo ser formulada ésta por persona ajena al órgano jurisdiccional sentenciador, de manera que si
el Fiscal no formula acusación contra el imputado, el proceso debe ser sobreseído necesariamente, ii)
No puede condenarse por hechos distintos de los acusados, ni a persona distinta a la acusada: iii) No
puede atribuirse al juzgador poderes de dirección material del proceso que cuestionen su imparcialidad;
sobre el cual, según dicha línea interpretativa, le corresponde seguir a este Tribunal Supremo, conforme
así lo ha establecido en reiterada jurisprudencia en respeto al principio acusatorio, como garantía del
♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL
A lt 344 LIBRO TERCERO: EL PROCESO COMÚN 730

debido proceso. (R. N. N .° 2379-2015-La Libertad, del 16-02-2017, ff. jj. 3.10 y 3.14. Segunda Sala
Penal Transitoria. Texto completo: <bit.ly/2C7CE5i>).
§ 1382. Sobreseimiento. Sétim o. [El] sobreseimiento [es] aquella figura jurídica mediante la cual
el órgano jurisdiccional que conoce un proceso da por concluida su tramitación sin emitir una deci­
sión final sobre el fondo del problema, no se pronuncia respecto a si el imputado es responsable o no
de las imputaciones que pesan en su contra al haber concurrido las causales contenidas en la norma
procesal -numeral dos del artículo trescientos cuarenta y cuatro del Código Procesal Penal-; estando
facultado el Juez de la causa a aplicarla cuando concurre cualquiera de las causales enumeradas [...].
(Casación N .° 181-2011-Tumbes, del 06-09-2012, f. j. 7. Sala Penal Permanente. Texto completo:
<bit.ly/1NdhEMj >).
§ 1383. La Sala de apelación puede establecer que un concreto motivo de sobreseimiento no
va acorde a lo dispuesto por el Código Procesal Penal, pero no exigir al fiscal que acuse. El que
tiene la potestad de acusar es el Ministerio Publico. C uarto. En el presente caso, se estimó que el
principio acusatorio impide que el órgano jurisdiccional pueda realizar un control de legalidad sobre la
resolución impugnada en función a las alegaciones de las partes, en especial de la víctima recurrente. El
principio acusatorio no tiene esa dimensión. Se limita a garantizar que el juez mantenga su imparciali­
dad, para lo cual es necesario una clara separación entre quien acusa, quien se defiende y quien enjuicia;
una distinción precisa entre las etapas de investigación preparatoria y de enjuiciamiento y su atribución
a órganos distintos; la prohibición de que se puede condenar más allá de la acusación formulada, y la
interdicción de la reforma en peor en sede de impugnación [...] Quinto. [A]nte una resolución de so­
breseimiento, con independencia de la posición procesal del Fiscal Superior -que no es parte recurrente,
sino recurrida- es indudable que el Tribunal Superior no puede ordenar al Fiscal Provincial que acuse
-es una función exclusiva del Ministerio Público, constitucionalmente reconocida-. No obstante ello,
(i) en cumplimiento del principio de legalidad, la Sala de Apelación sí puede establecer que un concreto
motivo de sobreseimiento -que no se sustente en una apreciación del material investigativo, salvo temas
de 1) infracción directa de reglas o preceptos de prueba o 2) de vulneración del derecho constitucional
a la prueba- no se amolda a lo dispuesto en el artículo 344, apartado 2, del Código Procesal Penal, y
declararlo así a fin de la reformulación del requerimiento, de suerte que el Fiscal deberá instar otro
requerimiento excluyendo el motivo desestimado judicialmente o subsanando algún defecto en que
ha incurrido, bajo la advertencia, claro está, que no está obligado a formular acusación [...]. (Casa­
ción N.° 1184-2017-E1 Santa, del 22-05-2018, ff. jj. 4 y 5. Sala Penal Permanente. Texto completo:
<bit.ly/2GPhPQ9>).
§ 1384. Fase intermedia. Q uinto. El nuevo Código a diferencia del antiguo, presupone una fase
intermedia en la que rigen a plenitud los principios de contradicción y de oralidad, a partir de la
cual se insta la intervención de las demás partes, éstas pueden formular sus pretensiones, existe una
audiencia preliminar y el Juez de la Investigación Preparatoria, de ser el caso, expide el auto de en­
juiciamiento pronunciándose por el conjunto de solicitudes de las partes, entre ellas de ofrecimiento
de pruebas formuladas ofrecidas por todas las partes; modelo de procedimiento que, desde luego,
no es el que recoge el antiguo Código, que presupone pautas escritas, sin audiencia preliminar, y
restringidamente contradictorias, aunque no por ello cabe tildársele de inconstitucional, pues en
sede intermedia y de iniciación del acto oral permite las solicitudes probatorias y de otros medios
de defensa. (Casación N .° 03-2007-PIuaura, de 07-11-2007, f. j. 5. Sala Penal Permanente. Texto
completo: <bit.ly/1Yvy0kt>).

n o m o s & th e sis
731 SECCION II: LA ETAPA INTERMEDIA Art. 345

Artículo 345: Control del requerimiento de sobreseimiento y audiencia de control del


sobreseimiento

1. El Fiscal enviará al Juez de la Investigación Preparatoria el requerimiento de sobreseimiento, acom­


pañando el expediente fiscal. El Ju e z correrá traslado del pedido de la solicitud a los demás sujetos proce­
sales por el plazo de diez (10) días.
2. Los sujetos procesales podrán formular oposición a la solicitud de archivo dentro del plazo esta­
blecido. La oposición, bajo sanción de inadmisibilidad, será fundamentada y podrá solicitar la realización
de actos de investigación adicionales, indicando su objeto y los medios de investigación que considere
procedentes.
3. Vencido el plazo del traslado, el Juez citará al Ministerio Público y a los demás sujetos procesales
para una audiencia preliminar para debatir los fundamentos del requerimiento de sobreseimiento. La au­
diencia es de carácter inaplazable, rige lo dispuesto en el numeral 1 del artículo 85, se instalará con los
asistentes, a quienes escuchará por su orden para debatir los fundamentos del requerimiento fiscal. La
resolución se emitirá en el plazo de tres (3) días.
4. Entre el requerimiento de sobreseimiento y la audiencia que resuelve lo pertinente no puede transcu­
rrir más de treinta (30) días. En casos complejos y de criminalidad organizada no podrá exceder de sesenta
(60) días, bajo responsabilidad.0)(2)

NOTA DE ACTUALIZACIÓN

(1) Texto conform e a la m odificación efectuada por el artículo 2o del Decreto Legislativo N.° 1307 (EP, 30-12-2016), el
m ism o que entró en vigencia a nivel nacional a los noventa (90) días de su publicación en el diario oficial El Peruano.
(2) De conform idad con el numeral 6.1 del artículo 6 del Decreto Legislativo N.° 1097 (EP, 01-09-2010), se adelanta la
vigencia del presente artículo en los Distritos Judiciales donde aún no se encuentra vigente, respecto de los procesos
señalados en el artículo 2 del citado Decreto Legislativo. Posteriormente, el citado Decreto Legislativo fue derogado por
el artículo 1 de la Ley N.° 29572 (EP, 15-09-2010).

DOCTRINA JURISPRUDENCIAL VINCULANTE DE LA CORTE SUPREMA

§ 1385. Ausencia de oposición del actor civil al requerimiento de sobreseimiento no impide


que este recurra en apelación. Ante un auto de sobreseimiento de primera instancia, contrario
al requerimiento de acusación, es el requerimiento del Fiscal Superior el que predomina, no
siendo requisito que el requerimiento del Fiscal Provincial sea también por sobreseimiento.
Décim o Q uinto. El artículo 104 del Código Procesal Penal establece que las facultades del actor civil
son: deducir nulidad de actuados, ofrecer medios de investigación y de prueba, participar en los actos
de investigación y de prueba, intervenir en el juicio oral, interponer recursos impugnatorios que la
Ley prevé; correspondiendo precisar que sin perjuicio de aquellos derechos, también le son atribuidos
los derechos que le asiste al agraviado; así, tenemos que el artículo 95 de la citada norma señala como
derechos -entre otros- en su inciso d) impugnar el sobreseimiento y la sentencia absolutoria [Sala
Penal Permanente de la Corte Suprema de Justicia, Casación N .° 413-2014-Lambayeque del 07 de
abril de 2015, £ j. 17 [§ 495]. Décim o Sexto. De lo anotado precedentemente, se tiene que el nu­
meral 2 del artículo 345 del Código Procesal Penal establece quedos sujetos procesales -entre ellos el
actor civil- podrán formular oposición a la solicitud de sobreseimiento dentro del plazo establecido;
asimismo, señala que la oposición será fundamentada, bajo sanción de nulidad. Décim o Séptim o. La
formalidad prevista para ello presenta dos fases, una escrita: “ [...] autoriza a las partes contrarias a for­
mular por escrito oposición al sobreseimiento” [San M artin C astro , César. Derecho Procesal Penal.
Lecciones. IN PECCP-CEN ALES, Lima 2015, p. 377], donde puede solicitar la realización de una
investigación suplementaria, o que en vía de control se eleve al superior jerárquico; y otra oral, que
es la audiencia, donde se debaten las alegaciones presentadas por escrito. Esto guarda relación con el
décimo segundo fundamento del Acuerdo Plenario N .° 6-2009/CJ-116 [§ 1401], que establece: “El
procedimiento de la etapa intermedia consta de dos fases: oral y escrita. Las distintas posibilidades

♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL


Art. 345 LIBRO TERCERO: EL PROCESO COMÚN 732

que tiene el Juez de la Investigación Preparatoria frente a la acusación fiscal, pueden concretarse luego
del trámite de traslado a las demás partes -nunca antes- (fase escrita) y de la realización de la audiencia
preliminar (fase oral, que plasma la vigencia calificada de los principios de oralidad y concentración)” .
Décim o O ctavo. El planteamiento inoportuno [fuera del plazo o incumpliendo la formalidad previs­
ta -primero escrita y luego oral-] o la ausencia de oposición contra el requerimiento de sobreseimien­
to, no constituye un requisito previo para la apelación de este; más aún si el numeral 2 del artículo
345 del Código Procesal Penal establece que los sujetos procesales “podrán” formular oposición a la
solicitud de sobreseimiento; es decir, su formulación es discrecional o facultativa. D écim o Noveno.
Los principios dispositivo y de trascendencia que rigen los medios impugnativos, establecen que estos
se plantean sólo por sujetos procesales legitimados; es decir, que hayan sufrido un perjuicio con la
resolución que es objeto de impugnación, y no por quienes la hubieren consentido. Vigésimo. Argüir
falta de interés para interponer recurso de apelación al sobreseimiento por no plantear oposición, vul­
neraría el derecho al recurso que le asisten a las partes; el principio de legalidad, pues el artículo 420
del Código Procesal Penal no establece la oposición como requisito de procedencia de la apelación
de autos -de sobreseimiento-, resultando una interpretación extensiva de las formalidades del recurso
prevista en el artículo 405 del citado Texto legal; y el inciso 3 del artículo VII del Título Preliminar
del Código Procesal Penal, que establece: “La Ley que coacte la libertad o el ejercicio de los derechos
procesales de las personas, así como la que limite un poder conferido a las partes o establezca san­
ciones procesales, será interpretada restrictivamente [...]”. Vigésimo Prim ero. En ese sentido, la Sala
Penal Permanente de la Corte Suprema de Justicia en la Casación N .° 413-2014-Lambayeque, del 7
de abril de 2015, señala que el derecho a la defensa comporta en estricto el derecho a no quedar en
estado de indefensión en ningún estado del proceso, y ello se trasgrede cuando a los titulares de los
derechos e intereses legítimos se les impide ejercer los medios legales suficientes para su defensa. En
consecuencia, la imposibilidad de plantear recurso de apelación al sobreseimiento -por previamente
no haber planteado oposición desnaturalizaría el procedimiento, generando indefensión a las partes
procesales. (Casación N .° 187-2016-Lima, de 23-11-2016, que fija como doctrina jurisprudencial
los fF. jj. 15 al 21. Sala Penal Permanente. [EP, 30-01-2017, Sentencias en Casación, Aüo XXI, N .°
722-B, pp. 87660-87663]. Texto completo: <bit.ly/2mr4q2P>).
§ 1386. Emitida una sentencia absolutoria, si el único impugnante es el actor civil, y el fis­
cal provincial expresa su conformidad con la misma, deberá verificarse si el fiscal superior al
momento de llevarse a cabo la audiencia de apelación, reitera su conformidad con la sentencia
absolutoria. Véase la jurisprudencia del artículo 104° del Nuevo Código Procesal Penal [§ 495].
(Casación N .° 413-2014-Lambayeque, de 07-04-2015, ff. jj. 16 al 23 [ff. jj. 16 al 42 fijados como
doctrina jurisprudencial]. Sala Penal Permanente [EP, 22-07-2015, Jurisprudencia, Año XXIV, N .°
986, pp. 7258-7261]. Texto completo: <bit.ly/2oZgY4Y>).

ACUERDOS DE LAS SALAS PENALES SUPERIORES

§ 1387. El juez dispondrá la exclusión y sanción al abogado defensor si no asiste de manera


injustificada a una audiencia inaplazable. Véase la jurisprudencia del artículo 85° del Nuevo C ó­
digo Procesal Penal [§ 422]. (Acuerdo N.° 3-2017-SPS-CSJLL, de 15-06-2017. Acuerdo de Jueces
Titulares de las Salas Penales Superiores de la Corte Superior de Justicia de La Libertad. Texto completo:
<bit.ly/2HbXqDQ> [p. 3]).

JURISPRUDENCIA DE LA CORTE SUPREMA

§ 1388. Actor civil que impugna el auto de sobreseimiento, oponiéndose y discrepando el Fis­
cal Superior con el Fiscal Provincial, disponiendo que se acuse. Sala de Apelaciones puede resolver
de conformidad con él, sobre contenido penal, no existiendo inobservancia del principio acusato­
rio, dispositivo ni de congruencia. Tercero. 3.2. El inciso 3, del artículo 347: “Contra el auto de so­
breseimiento procede recurso de apelación (...)”. Entonces sea uno que se ha expedido con lo expuesto
por el Fiscal, que requirió acusación; sin embargo, no apeló, con mayor razón cuando tal resolución se

n o m o s & th e s is
733 SECCION II: LA ETAPA INTERMEDIA Art. 346
haya expedido de conformidad con el Fiscal Provincial, el único que podría recurrir sería el agraviado
o actor civil; caso contrario dicha resolución quedaría en una instancia, sin la posibilidad de controlar
la falibilidad judicial y otorgar la seguridad jurídica a la parte en una segunda instancia. Cuarto. La
institución del actor civil se encuentra regulada en el artículo 98 del Código Procesal Penal, que señala
“La acción reparatoria en el proceso penal solo podrá ser ejercitada por quien resulte perjudicado por
el delito, es decir, por quien según la Ley civil esté legitimado para reclamar la reparación y, en su caso,
los daños y perjuicios producidos por el delito.” Mientras que en el artículo 100 de la citada norma se
establecen los requisitos para su constitución. [...] Sexto. La Casación N.° 413-2014-Lambayeque [§
495], 7 de abril de 2015 [...] establece en su considerando vigesimoprimero que emitida una sentencia
absolutoria -en el presente caso se trata de un auto de vista que revocó el auto que declaró fundado el
sobreseimiento planteado a favor de la [procesada], y reformándolo lo declaró infundado- y leída la
misma en audiencia pública o privada (según el caso), cuando el único impugnante sea el actor civil,
y el Fiscal Provincial exprese su conformidad con la misma, deberá verificarse si el Fiscal Superior
al momento de llevarse a cabo la audiencia de apelación, reitera su conformidad con la sentencia
recurrida. Séptim o. Y su considerando vigesimotercero que “(...) no puede sostenerse el cumplimiento
del principio acusatorio cuando el Fiscal Superior en la audiencia de apelación -sin tener la condición
de impugnante, sino parte del proceso- discrepa con la sentencia absolutoria emitida en primera ins­
tancia; en tal situación, el tribunal de apelación está expedito para analizar el fondo del asunto en los
términos de los agravios expresados por las partes procesales recurrentes en su escrito impugnatorio”.
Octavo. [En] el presente caso solo el actor civil apeló el auto de sobreseimiento a favor de [la procesada]
y, posteriormente, en la audiencia de apelación, el Fiscal Superior emitió una disposición oponiéndose
al requerimiento de sobreseimiento de su Fiscal Provincial y auto judicial respectivo fundamentando
que el Fiscal Provincial debió acusar, por lo que prima el principio de jerarquía en el Ministerio Públi­
co, en su defecto, el órgano judicial debe respetar el principio acusatorio porque sin acusación no hay
sentencia, y al ser un órgano autónomo no puede obligarlo a que insista en la persecución del delito,
salvo que su superior jerárquico lo disponga; por lo que la Sala Superior se encuentra también facultada
para analizar el contenido penal de la controversia de acuerdo a los agravios planteados por las partes.
(Casación N.° 879-2016-Piura, del 02-08-2017, ff. jj. 3, 4, 6, 7 y 8. Sala Penal Permanente. Texto
completo: <bit.ly/2U3ifFC>).

§ 1389. El agraviado tiene derecho a impugnar el sobreseimiento y la sentencia absolutoria. El


hecho que el fiscal no haya interpuesto recurso de apelación, no puede interpretarse como expre­
sión de conformidad. Tanto el fiscal como el agraviado son autónomos en la impugnación frente
a una sentencia absolutoria. Véase la jurisprudencia del artículo 95° del Nuevo Código Procesal Penal [§
466]. (Casación N .° 966-2017-Ica, del 20-04-2018, ff. jj. 13, 14 y 16. Sala Penal Permanente. Texto
completo: <bit.ly/2BUPHak>).

§ 1390. La investigación suplementaria. No se puede imponer al sujeto procesal que se opone


al requerimiento del sobreseimiento que solicite la realización de actos de investigación no pro­
puestos con anterioridad, ya que la norma no hace referencia alguna a actos “nuevos” sino a actos
“adicionales” . Véase la jurisprudencia del artículo 346° del Nuevo Código Procesal Penal [§ 1393]. (Casa­
ción N.° 1693-2017-Ancash, del 14-11-2018, ff. jj. 3.1 al 3.7. Sala Penal Permanente. Texto completo:
<bit.ly/2GRGu6L>).

Artículo 346: Pronunciamiento del Juez de la Investigación Preparatoria

1. El Juez se pronunciará en el plazo de quince (15) días. Para casos complejos y de criminalidad
organizada el pronunciamiento no podrá exceder de los treinta (30) días. Si considera fundado el requeri­
miento fiscal, dictará auto de sobreseimiento. Si no lo considera procedente, expedirá un auto elevando las
actuaciones al Fiscal Superior para que ratifique o rectifique la solicitud del Fiscal Provincial. La resolución
judicial debe expresar las razones en que funda su desacuerdo.

♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL


Art. 346 LIBRO TERCERO: EL PROCESO COMUN 734

2. El Fiscal Superior se pronunciará en el plazo de diez (10) días. Con su decisión culmina el trámite.
3. Si el Fiscal Superior ratifica el requerimiento de sobreseimiento, el Juez de la Investigación Prepara­
toria inmediatamente y sin trámite alguno dictará auto de sobreseimiento.
4. Si el Fiscal Superior no está de acuerdo con el requerimiento del Fiscal Provincial, ordenará a otro
Fiscal que formule acusación.
5. El Ju e z de la Investigación Preparatoria, en el supuesto del numeral 2 del artículo anterior, si lo
considera admisible y fundado, dispondrá la realización de una Investigación Suplementaria indicando el
plazo y las diligencias que el Fiscal debe realizar. Cumplido el trámite, no procederá oposición ni disponer
la concesión de un nuevo plazo de investigación.(1) (2)

NOTA DE ACTUALIZACIÓN
(1) Texto conform e a la m odificación efectuada por el artículo 2o del Decreto Legislativo N.° 1307 (EP, 30-12-2016), el
m ism o que entró en vigencia a nivel nacional a los noventa (90) días de su publicación en el diario oficial El Peruano.
(2) De conform idad con el numeral 6.1 del artículo 6 del Decreto Legislativo N.° 1097 (EP, 01-09-2010), se adelanta la
vigencia del presente artículo en los Distritos Judiciales donde aún no se encuentra vigente, respecto de los procesos
señalados en el artículo 2 del citado Decreto Legislativo. Posteriormente, el citado Decreto Legislativo fue derogado por
el artículo 1 de la Ley N.° 29572 (EP, 15-09-2010).

DOCTRINA JURISPRUDENCIAL VINCULANTE DE LA CORTE SUPREMA

§ 1391. Ausencia de oposición del actor civil al requerimiento de sobreseimiento no impide


que este recurra en apelación. Ante un auto de sobreseimiento de primera instancia, contrario
al requerimiento de acusación, es el requerimiento del Fiscal Superior el que predomina, no
siendo requisito que el requerimiento del Fiscal Provincial sea también por sobreseimiento.
Véase la jurisprudencia del artículo 345° del Nuevo Código Procesal Penal [§ 1385]. (Casación N .° 187-
2016-Lima, de 23-11-2016, que fija como doctrina jurisprudencial los ff. jj. 15 al 21. Sala Penal
Permanente. [EP, 30-01-2017, Sentencias en Casación, Año XXI, N .° 722-B, pp. 87660-87663].
Texto completo: <bit.ly/2mr4q2P>).

PLENOS JURISDICCIONALES

§ 1392. El juez de investigación preparatoria sí puede disponer de oficio la ampliación su­


plementaria de la investigación preparatoria al evidenciar deficiencias en el acopio de actos de
investigación por parte del fiscal. ¿Ante un requerimiento fiscal de sobreseimiento, puede elJuez de Inves­
tigación Preparatoria am pliar de oficio suplementariamente la investigación para el mayor acopio de actos
de investigación por parte del fiscal? C onclusión plenaria : Por unanimidad se aprueba el siguiente
enunciado: “El Juez de Investigación Preparatoria sí puede disponer de oficio la ampliación suplemen­
taria de la Investigación Preparatoria al evidenciar deficiencias en el acopio de actos de investigación por
parte del fiscal”. F undamento : En caso el Juez de garantías observe deficiencias en el acopio de actos
de Investigación ordenados por el fiscal, deberá disponer de oficio la ampliación suplementaria de la
Investigación Preparatoria. Dicha ampliación suplementaria de investigación permitirá al Juez definir
con mejor criterio el proceso además de garantizar el derecho de la víctima, así como definir en mejor
medida la situación jurídica del imputado. Si bien, el principio acusatoria recae exclusivamente sobre
el Ministerio Público, el Tribunal Constitucional a través de la sentencia recaída en el Exp. 4620-2009-
P H C /T C [§ 1394] de fecha 10 de noviembre de 2011 ha precisado que ningún derecho fundamental
es absoluto. Que, la regla derivada del principio acusatorio podría encontrar supuestos en los que
resulte relativizada. Y es que, si bien el ejercicio de la acción penal es una competencia otorgada por el
Constituyente al Ministerio Público, en tanto se trata de un órgano constituido, y por tanto sometido
a la Constitución, esta facultad de decidir si se ejerce o no la acción penal, no puede ser ejercida de
modo arbitrario. De ahí, que por más que nuestra Carta Magna encomiende al Ministerio Público la
defensa de la legalidad, ello no impide que ante un proceder arbitrario, tanto el Poder Judicial como el
Tribunal Constitucional pueda corregir tales actuaciones. (I Pleno Jurisdiccional Distrital en Materia

n o m o s & th e s is
735 SECCIÓN il: LA ETAPA INTERMEDIA Art. 346
Penal y Procesal Penal de la Corte Superior de Justicia de Huancavelica del 06-10-2017. Tema 3. Texto
completo: <bit.ly/2VgWwu9>).

JURISPRUDENCIA DE LA CORTE SUPREMA •

§ 1393. La investigación suplementaria. No se puede imponer al sujeto procesal que se opo­


ne al requerimiento del sobreseimiento que solicite la realización de actos de investigación no
propuestos con anterioridad, ya que la norma no hace referencia alguna a actos “nuevos” sino a
actos “adicionales” . 3.1. La investigación suplementaria es uno de los tres supuestos a los que hace
referencia el artículo 346 del C.P.P. ante el requerimiento de sobreseimiento de fiscal -las otras dos están
referidas a la emisión de los autos de sobreseimiento o de elevación de la causa al fiscal superior a fin
de instar la acusación, según corresponda al caso en concreto-. 3.2. El auto que dispone la investiga­
ción suplementaria se dicta cuando el J.I.P. [Juzgado de Investigación Preparatoria] considera que la
investigación no está completa y faltan actuaciones indispensables para un pronunciamiento definitivo.
3.3. Al respecto el artículo 343.2 del C.P.P. señala lo siguiente: “Los sujetos procesales podrán form ular
oposición a la solicitud de archivo dentro delplazo establecido. La oposición, bajo sanción de inadmisiblidad,
sera fundamentada y podrá solicitar la realización de actos de investigación adicionales, indicando su objeto
y los medios de investigación que considere procedentes. "3.4. La solicitud de los actos de investigación a la
que hace referencia el citado artículo es facultativa. El legislador le otorgó tal facultad, que se advierte
con el término “podrá”, al sujeto procesal que se oponga al requerimiento de sobreseimiento formulado
por el representante del Ministerio Público; no obstante, de conformidad con el artículo 346.5 C.P.P.,
si el J.I.P. considera admisible la oposición planteada y dispone la realización de una investigación su­
plementaria, lo hará indicando el plazo y las diligencias que el fiscal debe realizar. 3.5. Estos actos de
investigación tienen por característica ser adicionales, no necesariamente nuevos (no propuestos con
anterioridad por alguno de los sujetos procesales), pues de lo contrario tal precisión constaría de manera
expresa en la norma, tal como se puede advertir de los artículos 373.1 -que faculta a las partes a ofrecer
nuevos medios de prueba, que solo se admiten aquellos que las partes hayan tenido conocimiento con
posterioridad a la audiencia de control de la acusación- y 385.2, del C.P.P. -que hace referencia a la
actuación, de oficio o pedido de parte, de nuevos medios probatorios si en el curso del debate resultasen
indispensables o manifiestamente útiles para esclarecer la verdad. 3.6. En ese sentido, imponer al sujeto
procesal que se opone al requerimiento de sobreseimiento que solicite la realización de actos de investi­
gación no propuestos con anterioridad es una exigencia no prevista en la norma procesal, lo que podría
afectar el derecho a la prueba, la cual forma parte del derecho a la tutela procesal efectiva que, entre los
aspectos que recaen bajo su ámbito de protección, está prevista la garantía que asiste a las partes (no solo
al imputado) de presentar los medios probatorios que considere pertinentes a fin de crear convicción en
el juzgador de que sus argumentos son los correctos. Constituye un derecho básico de los justiciables
de producir la prueba relacionada con los hechos que configuran su pretensión o su defensa. 3.7. En
tal sentido, se debe tener presente que cuando la norma indica que la parte que se opone al requeri­
miento de sobreseimiento puede solicitar la realización de elementos de convicción adicionales, no se
refiere únicamente a aquellos que no se hayan ofrecido con anterioridad, sino a todas las actuaciones
indispensables que permitan un pronunciamiento definitivo. (Casación N.° 1693-2017-Ancash, del
14-11-2018, íf. jj. 3.1 al 3.7. Sala Penal Permanente. Texto completo: <bit.ly/2GRGu6L>).

JURISPRUDENCIA DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL

§ 1394. Procedimiento para forzar la acusación escrita. Por ser atentatorias del derecho de la vícti­
ma, se exige un control judicial. 11. Al respecto, este Tribunal considera que la referida irregularidad por
parte del Ministerio Público merecía un control judicial, pues tales actuaciones fiscales resultan atentatorias
del derecho de la víctima, que se ve mediatizado en el marco del proceso penal a través de la titularidad de la
acción penal que dicho órgano constitucional ostenta. A mayor abundamiento, este Tribunal advierte que,
una vez corregida la omisión anotada por el órgano jurisdiccional, el Ministerio Público optó por sostener
acusación penal contra el procesado [...]. (Exp. N.° 4620-2009-PHC/TC [caso Eber Iparraguirre Trujillo],
de 10-11-2011 [Web: 21-12-2011], f. j. 11. Texto completo: <bit.ly/2pyUqYl>).

♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL


Art. 347 LIBRO TERCERO: EL PROCESO COMÚN 736

Artículo 347: Auto de sobreseimiento

1. El auto que dispone el sobreseimiento de la causa deberá expresar:


a) Los datos personales del imputado;
b) La exposición del hecho objeto de la Investigación Preparatoria;
c) Los fundamentos de hecho y de derecho; y,
d) La parte resolutiva, con la indicación expresa de los efectos del sobreseimiento que correspondan.
2. El sobreseimiento tiene carácter definitivo. Importa el archivo definitivo de la causa con relación al
imputado en cuyo favor se dicte y tiene la autoridad de cosa juzgada. En dicha resolución se levantarán
las medidas coercitivas, personales y reales, que se hubieren expedido contra la persona o bienes del
imputado.
3. Contra el auto de sobreseimiento procede recurso de apelación. La impugnación no impide la inme­
diata libertad del imputado a quien favorece.(1)

NOTA DE ACTUALIZACIÓN
(1) De conform idad con el numeral 6.1 del artículo 6 del Decreto Legislativo N.° 1097 (EP, 01-09-2010), se adelanta la
vigencia del presente artículo en los D istritos Judiciales donde aún no se encuentra vigente, respecto de los procesos
señalados en el artículo 2 del citado Decreto Legislativo. Posteriormente, el citado Decreto Legislativo fue derogado por
el artículo 1 de la Ley N.° 29572 (EP, 15-09-2010).

DOCTRINA JURISPRUDENCIAL VINCULANTE DE LA CORTE SUPREMA

§ 1395- El agraviado puede impugnar la sentencia absolutoria sin restricciones. Facultades del
agraviado para apelar el auto de sobreseimiento y la sentencia absolutoria. Carga de la prueba
y traslado de conclusiones de la Fiscalía a otro proceso. Véase la jurisprudencia del artículo 95° del
Nuevo Código Procesal Penal [§ 461]. (Casación N.° 353-201 I-Arequipa, de 15-07-2013, que establece
que en las Cortes Superiores de los Distritos Judiciales en los que se encuentra en vigencia el Código Procesal
Penal, consideren como doctrina jurisprudencial vinculante lo señalado en el cuarto considerando. Sala Pe­
nal Permanente. [EP, 12-04-2014, Jurisprudencia, Año XXIII, N.° 957, pp. 7063-7064]. Texto completo:
cbit.ly/2oZap2k>).
§ 1396. Aun cuando no se acredite judicialmente el delito de contrabando, tratándose de bienes
intrínsecamente delictivos no procede su restitución o devolución al procesado luego del sobresei­
miento. Véase la jurisprudencia del artículo 320° del Nuevo Código Procesal Penal [§ 1276]. (Casación
N .° 113-2013-Arequipa, de 16-09-2014, que estableció como doctrina jurisprudencial los fundamen­
tos 13, 14, 15 y 16. Sala Penal Permanente [EP, 19-02-2015, Jurisprudencia, Año XXIV, N.° 978, pp.
7207-7209]. Texto completo: <bit.ly/2GfcFKj>).
§ 1397. Emitida una sentencia absolutoria, si el único impugnante es el actor civil, y el fis­
cal provincial expresa su conformidad con la misma, deberá verificarse si el fiscal superior al
momento de llevarse a cabo la audiencia de apelación, reitera su conformidad con la sentencia
absolutoria. Véase la jurisprudencia del artículo 104° del Nuevo Código Procesal Penal [§ 495]. (Ca­
sación N .° 413-2014-Lambayeque, de 07-04-2015, ff. jj. 16 al 22 [ff. jj. 16 al 42 fijados como doctrina
jurisprudencial]. Sala Penal Permanente [EP, 22-07-2015, Jurisprudencia, Año XXIV, N.° 986, pp.
7258-7261]. Texto completo: <bit.ly/2oZgY4Y>).

ACUERDOS DE LAS SALAS PENALES SUPERIORES

§ 1398. Al agraviado recurrente se le notificará todo el trámite en segunda instancia del recur­
so de apelación del auto de sobreseimiento y de la sentencia absolutoria, mientras al agraviado
recurrido solo se le notificará la resolución final que resuelve el recurso. T ema : Notificaciones al
agraviado del trámite de apelación en segunda instancia. A cuerdo . Al agraviado recurrente -no cons-

n o m o s & th e s is
737 SECCIÓN II: LA ETAPA INTERMEDIA Art. 348
tituido en actor civil-, se le notificará todo el trámite en segunda instancia del recurso de apelación del
auto de sobreseimiento y de la sentencia absolutoria. De otro lado, al agraviado recurrido, únicamente
se le notificará la resolución final (auto o sentencia) que resuelve el recurso, salvo que se hubiere aper­
sonado en segunda instancia, en cuyo caso, también se le notificará todo el trámite. F undamentación.
Se considera agraviado a todo aquel que resulte directamente ofendido por el delito o perjudicado por
las consecuencias del mismo (artículo 94.1 CPP). El agraviado del delito se encuentra en condiciones
de ser un protagonista del proceso penal, encontrándose facultado para participar activamente en el
desarrollo del proceso, siendo necesario que el agraviado actúe con todos los derechos y garantías que
le aseguran la satisfacción de su pretensión. En este sentido, el agraviado tiene derecho a impugnar el
sobreseimiento y la sentencia absolutoria (artículo 95.1.d CPP), para ello, los órganos jurisdiccionales
de primera instancia -bajo responsabilidad- deben notificar al agraviado el auto de sobreseimiento y la
sentencia absolutoria, con la finalidad de permitirle ejercitar de manera efectiva su derecho constitu­
cional a la doble instancia (artículo 139.6 Constitución). (Acuerdo N .° 4-2018-SPS-CSJLL del 26-01­
2018. Acuerdo de Jueces Titulares de las Salas Penales Superiores de la Corte Superior de Justicia de la
Libertad. Texto completo: <bit.ly/2TjDB0g>).

JURISPRUDENCIA DE LA CORTE SUPREMA

§ 1399. Actor civil que impugna el auto de sobreseimiento, oponiéndose y discrepando el


Fiscal Superior con el Fiscal Provincial, disponiendo que se acuse. Sala de Apelaciones puede
resolver de conformidad con él, sobre contenido penal, no existiendo inobservancia del principio
acusatorio, dispositivo ni de congruencia. Véase la jurisprudencia del artículo 343° del Nuevo Código
Procesal Penal [§ 1388]. (Casación N.° 879-2016-Piura, del 02-08-2017, ff. jj. 3 ,4, 6, 7 y 8. Sala Penal
Permanente. Texto completo: <bit.ly/2U3ifFC>).

Artículo 348: Sobreseimiento total y parcial

1. El sobreseimiento será total cuando comprende todos los delitos y a todos los imputados; y parcial
cuando sólo se circunscribe a algún delito o algún imputado, de los varios que son materia de la Disposi­
ción de Formalización de la Investigación Preparatoria.
2. Si el sobreseimiento fuere parcial, continuará la causa respecto de los demás delitos o imputados
que no los comprende.
3. El Juez, frente au n requerimiento Fiscal mixto, acusatorio y no acusatorio, primero se pronunciará
acerca del requerimiento de sobreseimiento. Culminado el trámite según lo dispuesto en los artículos
anteriores, abrirá las actuaciones relativas a la acusación fiscal.(1)

NOTA DE ACTUALIZACIÓN
(1) De conform idad con el numeral 6.1 del artículo 6 del Decreto Legislativo N.° 1097 (EP, 01-09-2010), se adelanta la
vigencia del presente artículo en los Distritos Judiciales donde aún no se encuentra vigente, respecto de los procesos
señalados en el artículo 2 del citado Decreto Legislativo. Posteriormente, el citado Decreto Legislativo fue derogado por
el artículo 1 de la Ley N.° 29572 (EP, 15-09-2010).

PLENOS JURISDICCIONALES

§ 1400. El recurso de apelación tendrá efecto diferido cuando se trata de autos de sobresei­
miento parciales. Problema: ¿Frente a un recurso de apelación contra un auto que resuelve declarar
fundado un sobreseimiento parcial (etapa intermedia), es concedido con efecto suspensivo o diferido?
C onclusión P lenaria : El pleno adoptó por mayoría la postura que enuncia lo siguiente: “Frente a
un recurso de apelación contra un auto que resuelve declarar fundado un sobreseimiento parcial (etapa
intermedia), es concedido con efecto diferido”. F undamento : • El recurso de apelación tendrá efecto
diferido cuando se trata de autos de sobreseimiento parciales conforme al artículo 410.1 del Código

♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL


Art. 349 LIBRO TERCERO: EL PROCESO COMÚN 738

Procesal Penal. • Conforme al fundamento anterior cuando existe pluralidad de imputados o de delitos
y se dicte auto de sobreseimiento (etapa intermedia) frente al cual se formula apelación, se debe conce­
der con efecto diferido para resolverse conjuntamente que la sentencia. (Pleno Jurisdiccional Distrital
en Materia Penal y Civil de Apurímac del 17-10-2015. Tema III. Texto completo: <bit.ly/2SOAljr>).

TÍTULO II
LA ACUSACIÓN

Artículo 349: Contenido

1. La acusación fiscal será debidamente motivada, y contendrá:


a) Los datos que sirvan para identificar al imputado, de conformidad con lo previsto en el numeral 1
del artículo 88;
b) La relación clara y precisa del hecho que se atribuye al imputado, con sus circunstancias preceden­
tes, concomitantes y posteriores. En caso de contener varios hechos independientes, la separación y el
detalle de cada uno de ellos;
c) Los elementos de convicción que fundamenten el requerimiento acusatorio;
d) La participación que se atribuya al imputado;
e) La relación de las circunstancias modificatorias de la responsabilidad penal que concurran;
f) El artículo de la Ley penal que tipifique el hecho, la cuantía de la pena que se solicite y las conse­
cuencias accesorias;
g) El monto de la reparación civil, los bienes embargados o incautados al acusado, o tercero civil, que
garantizan su pago, y la persona a quien corresponda percibirlo; y,
h) Los medios de prueba que ofrezca para su actuación en la audiencia. En este caso presentará la lista
de testigos y peritos, con indicación del nombre y domicilio, y de los puntos sobre los que habrán de recaer
sus declaraciones o exposiciones. Asimismo, hará una reseña de los demás medios de prueba que ofrezca.
2. La acusación sólo puede referirse a hechos y personas incluidos en la Disposición de formalización
de la Investigación Preparatoria, aunque se efectuare una distinta calificación jurídica.
3. En la acusación, el Ministerio Público podrá señalar, alternativa o subsidiariamente, las circunstan­
cias de hecho que permitan calificar la conducta del imputado en un tipo penal distinto, para el caso de que
no resultaren demostrados en el debate los elementos que componen su calificación jurídica principal, a
fin de posibilitar la defensa del imputado.
4. El Fiscal indicará en la acusación las medidas de coerción subsistentes dictadas durante la Investi­
gación Preparatoria; y, en su caso, podrá solicitar su variación o que se dicten otras según corresponda.^

NOTA DE ACTUALIZACIÓN
(1) Texto conform e a la m odificación efectuada por el artículo 2o del Decreto Legislativo N .M 307 (ER 30-12-2016), el m is­
m o que entró en vigencia a nivel nacional a los noventa (90) días de su publicación en el diario oficial El Peruano.

ACUERDOS PLENARIOS DE LA CORTE SUPREMA

§ 1401. Control de la acusación fiscal. Alcances jurídico procesales. 6. La acusación fiscal es un


acto de postulación del Ministerio Público que promueve en régimen de monopolio en los delitos sujetos
a persecución pública (artículos 159o.5 de la Constitución, I o y 92° de la Ley Orgánica del Ministerio
Público -en adelante, LOMP, 219° ACPP y I o, 60° y 344°. 1 NCPP). Mediante la acusación la Fiscalía
fundamenta y deduce la pretensión penal; esto es, la petición fundamentada dirigida al órgano jurisdic­
cional para que imponga una sanción penal a una persona por la comisión de un hecho punible que se
afirma que ha cometido. La Fiscalía, como se sabe, en virtud del principio de legalidad u obligatoriedad,

n o m o s & th e sis
739 SECCIÓN II: LA ETAPA INTERMEDIA Art. 349
está obligada a acusar cuando las investigaciones ofrecen base suficiente sobre la comisión del hecho pu­
nible atribuido al imputado (expresamente, artículo 344°. 1 NCPP). La acusación fiscal debe cumplir
determinados requisitos que condicionan su validez, y que corresponde controlar al órgano jurisdiccio­
nal. Con independencia de los presupuestos procesales, cuya ausencia impide al órgano jurisdiccional
entrar a examinar el fondo de la pretensión, la acusación fiscal debe expresar, de un lado, la legitimación
activa del fiscal como tal -cuya intervención sólo es posible en los delitos de persecución publica- y la le­
gitimación pasiva del acusado, quien desde el Derecho penal debe tratarse no sólo de una persona física
viva sino que ha debido ser comprendido como imputado en la etapa de instrucción o investigación
preparatoria y, por ende, estar debidamente individualizado. De otro lado, desde la perspectiva objetiva,
la acusación fiscal ha de respetar acabadamente los requisitos objetivos referidos a la causa de pedir: fun-
damentación fáctica y fundamentación jurídica, y al petitum o petición de una concreta sanción penal.
Por otro lado, la acusación fiscal, ante la acumulación del proceso civil al proceso penal (artículo 92° del
Código Penal -en adelante, CP-), también importa la introducción de la pretensión civil, basada en los
daños y perjuicios generados por la comisión de un acto ilícito. En función a su característica singular, la
acusación fiscal ha de señalar tanto la cantidad en que se aprecien los daños y perjuicios en la esfera patri­
monial del perjudicado causados por el delito o la cosa que haya de ser restituida, como la persona o
personas que aparezcan responsables -que han debido ser identificadas en una resolución judicial dictada
en la etapa de instrucción o investigación preparatoria- y el hecho en virtud del cual hubieren contraído
esa responsabilidad. 7. Los artículos 225° ACPP, 349° NCPP y 92°.4 de la Ley Orgánica del Ministerio
Público identifican el contenido de la acusación fiscal y condicionan su eficacia procesal. La característica
común de las normas citadas, desde una perspectiva subjetiva, es la necesidad de una identificación ex­
haustiva del imputado, quien ha de haber ser sido comprendido como tal mediante una acto de imputa­
ción en sede de investigación preparatoria o instrucción -fiscal o judicial, según se trate del NCPP o del
ACPP, respectivamente-. Desde la perspectiva objetiva, la acusación debe mencionar acabadamente la
fundamentación fáctica, indicar con todo rigor el título de condena y concretar una petición determina­
da, así como el ofrecimiento de medios de prueba. Formalmente, además de su carácter escrito, la acusa­
ción debe describir de modo preciso, concreto y claro los hechos atribuidos al imputado o a la persona a
la que se la atribuye responsabilidad civil, con mención fundamentada del resultado de las investigacio­
nes. Desde el Derecho penal, los hechos que la fundamentan deben ser los que fluyen de la etapa de in­
vestigación preparatoria o instrucción. Se exige una relación circunstanciada, temporal y espacial, de las
acciones u omisiones dolosas o culposas penadas por la ley, que han de constituir el objeto del juicio oral.
Esta descripción ha de incluir, por su necesaria relevancia jurídico-penal, las circunstancias modificativas
de la responsabilidad penal. 8. La acusación debe incluir un título de imputación determinado, es decir,
una calificación, siempre provisional, del hecho punible objeto de investigación preparatoria o instruc­
ción. Éste comprende la precisión de los elementos legales del hecho punible, la indicación de la ley penal
correspondiente con las normas que correspondan, referidas a la tipicidad objetiva y subjetiva, al grado
del delito, a la forma de autoría o de participación. Lo expuesto en el auto de apertura de instrucción o
en la disposición de formalización y continuación de la investigación preparatoria -según se trate del
ACPP o del NCPP, respectivamente-, respecto del fundamento jurídico, tiene un carácter relativo: lo que
interesa, sin perjuicio de la identificación del imputado, es la definición de los hechos que han sido obje­
to de investigación, y que no se altere la actividad: identidad, por lo menos parcial, de los actos de ejecu­
ción delictiva y la homogeneidad del bien jurídico tutelado. Lo expuesto no hace sino ratificar que ambas
decisiones -judicial una y fiscal otra- determinan la legitimación pasiva y se convierten en el requisito
previo de la acusación, con lo que evitan las acusaciones sorpresivas y robustecen el derecho de todo
ciudadano al conocimiento previo de la acusación; derecho último, que integra la garantía de defensa
procesal, y que no implica convertir el auto de apertura de instrucción o la disposición de formalización
y continuación de la investigación preparatoria en un escrito de acusación. Una regla expresa sobre esa
vinculación relativa del fundamento jurídico de la causa de pedir se encuentra en el artículo 349°.2
NCPP, que incluso autoriza un cambio en la calificación jurídica, siempre -claro está- con pleno respeto
del principio acusatorio, que exige en este nivel, de un lado, identidad esencial -es decir, total o parcial-
entre los hechos de ejecución delictiva investigados y acusados, y, de otro lado, respeto de la homogenei-

♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL


Art. 349 LIBRO TERCERO: EL PROCESO COMUN 740

dad del bien jurídico protegido por el ordenamiento sustantivo. En tanto se trata de un acto de postula­
ción, que es objeto de conocimiento del acusado y respecto del cual se iniciará el juicio oral, no es de
recibo sostener que tal proceder del fiscal vulnera el principio de contradicción o lesiona la garantía de
defensa procesal. [...] 12. La etapa intermedia en el NCPP se afilia al sistema legal de la obligatoriedad del
control del requerimiento fiscal. El Juez de la Investigación Preparatoria es el encargado de realizar el
control de legalidad de la acusación fiscal, esto es, verificar la concurrencia de los presupuestos legales que
autorizan la acusación fiscal -ese, y no otro, es su ámbito funcional-. El procedimiento de la etapa inter­
media consta de dos fases: oral y escrita. Las distintas posibilidades que tiene el Juez de la Investigación
Preparatoria frente a la acusación fiscal, según los artículos 3507352° NCPP, pueden concretarse luego
del trámite de traslado a las demás partes -nunca antes- (fase escrita) y de la realización de la audiencia
preliminar (fase oral, que plasma la vigencia calificada de los principios de oralidad y concentración). El
Juez decide luego de escuchar a las todas las partes procesales, nunca antes. 13. El artículo 350°. 1 NCPP
autoriza a las partes proponer motivadamente ocho cuestiones o mociones específicas. Ahora bien, el
control formal de la acusación fiscal, que incluso puede promoverse de oficio por el Juez de la Investiga­
ción Preparatoria -la revisión del cumplimiento de los requisitos legales de un acto procesal trascendente
y la validez de la serie procesal constituye una facultad judicial inherente a la potestad jurisdiccional, en­
raizada en garantía misma de tutela jurisdiccional efectiva-, está contemplado en el literal a) del citado
apartado 1) del artículo 350° NCPP. Este comprende los supuestos descritos en el párrafo 9° en relación
con el artículo 349° NCPP. Los defectos denunciados, en caso que se acojan, requerirán, conforme al
artículo 352°.2 NCPP, una decisión inmediata de devolución de las actuaciones al Fiscal, con la necesaria
suspensión de la audiencia, siempre que se requiera de “...un nuevo análisis del Ministerio Publico”. 14.
El control sustancial de la acusación está en función al mérito mismo del acto postulatorio del Fiscal.
Negar la validez de la acusación y la consecuente procedencia del juicio oral -con independencia de la
aplicación de un criterio de oportunidad, circunscripto a los supuestos del artículo 2° NCPP, y de la de­
ducción de excepciones- sólo es posible si se presentan los requisitos que permiten el sobreseimiento de
la causa, los que están taxativamente contemplados en el artículo 344°.2 NCPP. Este control, por imperio
del artículo 352°.4 NCPP, puede ser realizado de oficio. Al Juez de la Investigación Preparatoria le corres­
ponde decretarla, cuando la presencia de los requisitos del sobreseimiento es patente o palmaria, no sin
antes instar el pronunciamiento de las partes sobre el particular. 15. Por la propia naturaleza de ambos
controles: formal y sustancial, no es posible ejercerlos conjuntamente, sino sucesivamente. El control
formal es previo a toda posibilidad de análisis de mérito de la acusación. Es así que el artículo 352°.2
NCPP precisa que si se advierten defectos que importan el incumplimiento de los requisitos establecidos
en el artículo 349°. 1 NCPP -en una discusión que debe preceder al análisis de los demás aspectos que
deben tratarse en la audiencia preliminar- lo pertinente es suspender la audiencia para su debida subsana-
ción, luego de lo cual debe reanudarse. La decisión de formular observaciones a la acusación es una causal
de suspensión de la audiencia, que será del caso instar sólo cuando el defecto detectado requiera de un
nuevo análisis del Ministerio Público. D e no corresponder la suspensión, siempre será del caso decidirla
y proseguir con la audiencia para dar paso a la discusión de las demás observaciones. El control sustancial
tiene lugar en un momento procesal distinto, luego de la subsanación de las observaciones de la acusación
fiscal. Esta comprende el examen de la concurrencia de cinco elementos necesarios para la viabilidad de
la acusación respecto de los cargos objeto de investigación: elemento fáctico, elemento jurídico, elemento
personal, presupuestos procesales vinculados a la vigencia de la acción penal y elementos de convicción
suficientes (artículo 344°.l NCPP). (Acuerdo Plenario N.° 6-2009/CJ-116, del 13-11-2009, ff. jj. 6-8,
12-15 [hay que precisar que los ff. jj. 6 al 15 han sido establecidos como doctrina legal]. V Pleno Juris­
diccional de las Salas Penales Permanente y Transitorias [EP, 13-11-2009]. Texto completo: <bit.ly/2cO-
3xxf>).

§ 1402. Acusación fiscal y congruencia. Véase la jurisprudencia del artículo 1° del Nuevo Código
Procesal Penal [§ 171]. (Acuerdo Plenario N.° 4-2009/CJ-116, del 13-11-2009, f. j. 12 [los criterios
expuestos en los ff. jj. 6-18 han sido establecidos como doctrina legal]. V Pleno Jurisdiccional de las
Salas Penales Permanente y Transitorias [EP, 13-11-2009]. Texto completo: <bit.ly/lZhoyAm>).
n o m o s & th e sis
741 SECCIÓN II: LA ETAPA INTERMEDIA Alt 349
§ 1403. Audiencia de tutela e imputación suficiente. Véase la jurisprudencia del artículo 71°
del Nuevo Código Procesal Penal [§ 373]. (Acuerdo Plenario N .° 2-2012/CJ-116, del 26-03-2012,
que establece como doctrina legal los criterios expuestos en los ff. jj. 6 al 11. I Pleno Jurisdiccio­
nal Extraordinario de las Salas Penales Permanente y Transitoria [EP, 26-07-2014]. Texto completo:
cbit.ly/1Pc0WYg>).

PRECEDENTE VINCULANTE DE LA CORTE SUPREMA

§ 1404. Naturaleza jurídica de los elementos de convicción y su suficiencia en la acusación


fiscal. Actuación de las partes en el control formal y material de la acusación. Interpretación sis­
temática y lógica de los elementos de convicción. Décimo quinto. En el Código Procesal Penal se
mencionan los llamados elementos de convicción, pero no se le da un contenido concreto, se le vincula
con su suficiencia, pero no se le dota de un contenido material. Una primera aproximación conceptual
a su contenido sería la siguiente: Por la etapa en los que son utilizados, luego de realizados los actos de
investigación, durante la investigación preparatoria, los elementos de convicción son los fundamentos
o las razones suficientes que tiene el fiscal para tener la certeza o convencimiento que se puede imputar
un hecho punible al imputado, como autor o partícipe y, por ende, formularle una acusación e ir a
juicio. Para una mayor delimitación de sus alcances pueden plantearse los siguientes criterios: a) Los
elementos de convicción son los que sirven de base para la formulación de una acusación fiscal; b) No
pueden tener la misma intensidad incriminatoria que la prueba, obtenible solo en juicio, pues solo ge­
nera certeza en el fiscal que es quien sostiene sus acusación; c) Por juicio a contrario del artículo 344.2;
d) Los elementos de convicción deben ser suficientes, para acusar, pues en situación inversa solo daría
lugar al sobreseimiento; e) Quienes determinan, por regla general, la suficiencia de los elementos de
convicción, son los fiscales, pues son ellos los titulares de la acción penal; j ) Solo cuando la insuficiencia
de elementos de convicción sea evidente o cuando no exista la posibilidad razonable de incorporar
al juicio, elementos de prueba -que en realidad son de convicción- puede instar el sobreseimiento, la
defensa, o el juez decretarlo de oficio. Control de la acusación y en particular de sus elementos de
convicción. Décimo sexto. Uno de los avances del nuevo sistema procesal penal, es el hecho que la acu­
sación formulada por el fiscal, para ir a juicio, está sujeta a un control por las partes, en una audiencia
preliminar. En el nuevo sistema entonces, se establece una valla que los fiscales, como titulares de la
acción penal deben superar. La cuestión que debe esclarecerse es, cuál es el alcance de dicho control, y
qué grado de injerencia tienen las partes para controlarla. En este sentido, se establece que la acusación
será debidamente motivada. De esta manera, los fiscales al igual que los jueces deben fundamentar
suficientemente, de manera lógica e integral su pretensión persecutoria. Con el nuevo sistema procesal
penal ya no es más posible que los fiscales presenten acusaciones incompletas, enrevesadas, ilógicas o
contradictorias, deben satisfacer un mínimo estándar de suficiencia que permita a la defensa preparar
su teoría del caso, en juicio. Pero, además, la acusación fiscal debe contar con un conjunto de requisitos
fácticos y jurídicos que son mencionados de manera taxativa e independiente, uno de los cuales son los
elementos de convicción. Décimo sétimo. Ahora bien, fijadas estas dos exigencias, con relación a la acu­
sación (motivación e integralidad), ¿cuál es el control que puede ejercerse respecto de ella? La respuesta
está en función, otra vez, del estadio en que se formula y el rol de quien, como titular exclusivo, la rea­
liza. Décimo octavo. En este contexto, inicialmente, las partes y en particular la defensa solo tienen la
posibilidad de hacer un control formal de la acusación; dar cuenta por ejemplo de omisiones relevantes
en la acusación; indefinición en el título de imputación; insuficiencia o contradicción en la identifica­
ción de los acusados; insuficiente individualización de los acusados con relación a los hechos objeto del
proceso o confusión en los tipos penales invocados. Se trata por tanto de errores o insuficiencias en la
debida motivación de la acusación. Décimo noveno. Se evidencia la necesidad de interpretar el artículo
352, inciso 4, del Código Procesal penal para definir el grado de convicción necesario para conside­
rar la suficiencia de elementos de convicción y el alcance del control jurisdiccional del requerimiento
acusatorio durante la etapa intermedia, todo ello desde la perspectiva de las funciones del Ministerio
Público y del Juez de Investigación Preparatoria. Vigésimo. Respecto al control sustancial, con relación
a los elementos de convicción presentados en la acusación debe considerarse que el que puede ejercerse,

♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL


Art. 349 LIBRO TERCERO: EL PROCESO COMÚN 742

tiene que circunscribirse exclusivamente a los casos en el que el juicio de suficiencia, que les está per­
mitido hacer a las partes, tenga por resultado la evidente certeza de la concurrencia de un supuesto de
sobreseimiento y, en su caso, la imposibilidad altamente probable que no se podrá incorporar nuevos
elementos de prueba. Pero entiéndase que estos son casos límites, notorios, áprehensibles por cualquie­
ra: inexistencia del objeto del proceso; imposibilidad que el imputado haya estado presente en el lugar
del hecho; el hecho investigado ha devenido en atípico; o hay eximentes de responsabilidad evidentes;
no hay mayor controversia que la acción penal se ha extinguido (prescripción evidente o muerte del im­
putado). Y en el caso que es motivo casacional que resulte, todas luces, evidente que no hay elementos
de convicción o que estos no estén apoyados en medios probatorios que puedan generar información
relacionada con el objeto del proceso (testigos, vídeos o actas). Finalmente, no pudiéndose sobreseer, en
la etapa intermedia, un proceso penal cuando haya elementos de convicción que generen duda, en la
comisión del delito o en la responsabilidad penal del imputado, que exige el esclarecimiento en el juicio
oral. Vigésimo prim ero. Es decir, tanto la decisión del Ministerio Público como la solicitud que puede
realizar el acusado o su defensa de sobreseer la acción penal se encuentra regulada por la misma norma
adjetiva. Sin embargo el presupuesto de aplicación entre uno y otro sujeto procesal descansa en un
fundamento diferente pues por mandato constitucional el Ministerio Público es el único encargado de
desempeñar la acción penal, mientras que en contraparte, el procesado y su defensa pueden únicamente
cuestionarla ante el Juez de Investigación Preparatoria, en ese sentido, considerando quien únicamente
tiene, en esta etapa del proceso, fundamentalmente, como función el control judicial y de garantías [San
Martín Castro, César E. Acerca de la función delJuez de la Investigación Preparatoria, p, 5. Tomado de:
http://www.incip.org.pe/archivos/publicaciones/funciondeljuez.pdf]. (Casación 760-2016-La Liber­
tad, de 20-03-2017, estableció como doctrina jurisprudencial los ff. jj. 15 al 33. Sala Penal Permanente
[EP, 26-04-2017, Jurisprudencia, Ano XXVI, N .° 1039, p. 7719]. Texto completo: <bit.ly/2Hr4jlh>).

§ 1405. Alcances del principio de imputación necesaria. Tercero, Sustento normativo. [...] II.
Asimismo, el texto constitucional en el artículo ciento cincuenta y nueve establece que el Ministerio
Público es el titular del ejercicio de la acción penal pública y tiene el deber de la carga de la prueba,
bajo el principio de la imputación necesaria como una manifestación del principio de legalidad y del
principio de la defensa procesal (art. 2. 24 “d” y 139.14). III. En virtud del mencionado principio, la
jurisprudencia Constitucional ha señalado como “ [...] ineludible exigencia que la acusación ha de ser
cierta, no implícita, sino precisa, clara y expresa; con una descripción suficiente detallada de los hechos
considerados punibles que se imputan y del material probatorio en que se fundamenta [...]”, según el
cual “a l momento de calificar la denuncia será necesario, por mandato directo e imperativo de la norma
procesal citada, controlar la corrección jurídica del juicio de imputación propuesto por el fiscal, esto es, la
imputación de un delito debepartir de una consideración acerca del supuesto aporte delictivo de todos y cada
uno de todos y cada uno de los imputados ’ (Fundamento jurídico 13 de la ST C N .° 4989-2006-PHC/
TC ) [§ 2120]. IV. La imputación que se alude, supone la atribución de un hecho punible, fundado
en el factum correspondiente, así como en la legis atinente y sostenido en la prueba, presupuestos que
deben ser inescrupulosamente verificados por el órgano jurisdiccional que ejerciendo la facultad de con­
trol debe exigir que la labor fiscal sea cabal, que la presentación de los cargos, sea puntual y exhaustiva,
que permita desarrollar juicios razonables. V No es suficiente la simple enunciación de los supuestos de
hecho contenidos en las normas penales; estos deben tener su correlato fáctico concreto, debidamente
diferenciado y limitado respecto de cada uno de los encausados, tanto más cuando se trata de delitos
de infracción de deber, donde las conductas están íntimamente vinculadas al cargo que desempeñan y
la función que les es confiada. VI. Asimismo el Acuerdo Plenario N.° 6-2009/CJ-l 16 [sic], precisa que
“El Juez Penal tiene un control de legalidad sobre el ejercicio de la acción penal, por cuanto el proce­
samiento de quien resulte emplazado por el Fiscal requiere autorización o decisión judicial, por lo que
corresponde al Juez es evaluar si la promoción de la acción penal se amolda a los requisitos que establece
la ley procesal; dicho deber de control se intensifica en la etapa intermedia ante la acusación del señor
Fiscal Superior, correspondiéndole entonces a la Sala Superior efectuar el control correspondiente”. (R.
N . N .° 956-2011-Ucayali, del 21-03-2012, que constituye precedente vinculante los puntos II al VI,
n o m o s & th e s is
743 SECCIÓN II: LA ETAPA INTERMEDIA Art. 349
del acápite tercero [EP, 08-03-2013, Jurisprudencia, Año XXII, N.° 934, pp. 6833-6861]. Sala Penal
Permanente. Texto completo: <bit.ly/2FyUoq7>).
§ 1406. En el periodo inicial del juicio oral, el fiscal solo puede exponer los términos de la acu­
sación escrita. No cabe una modificación de la acusación, tan solo de simples errores materiales.
Duodécimo. Como el Fiscal Supremo planteó, es del caso analizar si se incurrió en una nulidad absoluta
que excepciona el principio del efecto parcialmente devolutivo del recurso {tantum devolutum quantum
apellatum). Sostiene el señor Fiscal Supremo que el Fiscal Superior en el período inicial del juicio oral
modificó la tipificación de los hechos y pidió una pena mayor a la solicitada en la acusación fiscal escrita
(quince años de pena privativa de libertad), así como una reparación civil solidaria de S/. 36.000 -como
consta de la acusación escrita [...] y de su exposición oral [...] y acusación oral [...]-, sin fundamento
alguno y con vulneración del derecho de defensa. Esta situación, lamentablemente, fue aceptada por
el Tribunal Superior. Ahora bien, es verdad que emitida acusación escrita y vencida la etapa interme­
dia con el control de acusación correspondiente, ya no cabe que se modifique la misma, pues a estos
efectos solo puede hacer uso de la acusación complementaria respectiva y, en su caso, de una acusación
oral mínimamente modificada -inclusión de alguna circunstancia sin que modifique esencialmente la
imputación, corrección de simples errores materiales, aumento o disminución de la pena y reparación
civil- (artículos 263 y 273 del Código de Procedimientos Penales). En el período inicial del juicio oral,
el Fiscal solo puede, de cara al conocimiento de los cargos, exponer sucintamente los términos de la
acusación escrita (artículo 243, numeral 1 del Código de Procedimientos Penales); por tanto, no cabe
una modificación de la acusación, salvo simples errores materiales. La forma cómo procedió el Fiscal,
aceptada por el órgano jurisdiccional, vulneró el debido proceso y ocasionó indefensión material en el
imputado, por lo que es de aplicación el artículo 298, numeral 1 del Código de Procedimientos Penales.
Cabe enfatizar que determinado el objeto procesal y deducida la defensa -en la etapa intermedia- no es
posible que los hechos y el título de imputación puedan alterarse introduciendo variaciones esenciales
-mutación o ampliación de la pretensión-. Esta es la nota característica de inmutabilidad que se ha
infringido en el presente caso. (R. N. N .° 2747-2017-Lima Sur, del 17-04-2018, f. j. 12. Sala Penal
Permanente. Texto completo: <bit.ly/2NAg8H3>).

PLENOS JURISDICCIONALES

§ 1407. La suficiencia de la prueba de campo y/o pericia preliminar en el control de acusación


en los procesos por tráfico ilícito de drogas. Problemática: L os procesos de tráfico ilícito de drogas en
el distrito ju dicial de Piura adolecen de graves defectosprobatorios. Los acusadospadecen extensosperiodos de
prisión preventiva y losplazos de investigación preparatoria se extienden más allá de lo razonable, en atención
a una deficiencia operativa: La Dirección Ejecutiva de Criminalística no cuenta con suficientes laboratorios
para el análisis químico cuantitativo y cualitativo de las drogas decomisadas, con lo que desde el momento del
descubrimiento del delito hasta que se tiene la pericia definitiva de droga pueden trascurrir hasta 12 meses.
Durante este tiempo, el acusado padece prisión preventiva motivada en extensiones de la misma y/o de la
investigación preliminar. Conforme a la Directiva General 015-2016-IN/DGCO, a l hallazgo y decomiso
de drogas corresponde entre otras acciones, la realización de la prueba de campo, pesaje y lacrado, entendido
como elprocedimiento policial in situ mediante el cual se realizan exámenes haciendo uso de kits de identifi­
cación de drogas con la finalidad de orientar preliminarmente sobre la naturaleza de la sustancia. E l pesaje
supone la identificación peso bruto de la sustancia sometida a pruebas de campo. E l asunto es: En los casos
de delitos de tráfico ilícito de drogas ¿Puede superarse la etapa intermedia con la respectiva acusación fiscal
con la sola existencia de la prueba de campo, pesaje y lacradoi El Pleno ha acordado por unanimidad :
Sí. Siempre que, el fiscal cumpla con presentar los documentos y los peritos en la audiencia de juicio
oral correspondiente a la luz del artículo 373 inc. 1 del Código Procesal Penal. (Pleno Jurisdiccional
Distrital Penal de la Corte Superior de Justicia de Piura del 23-11-2018. Tema 3. Texto completo:
cbit.ly/2DX7mhG>).
§ 1408. No cabe la posibilidad de retiro de la acusación fiscal en la etapa intermedia del proce­
so penal. ¿La oportunidad de retirar la acusación fiscalpor parte del Ministerio Público, sólo se daría en la

♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL


Art. 349 LIBRO TERCERO: EL PROCESO COMÚN 744

etapa, dejuicio oral o cabría la posibilidad de realizarlos en la etapa intermedia delproceso penal? C onclu ­
sión plenaria : Por unanimidad se aprueba el siguiente enunciado: No cabría la posibilidad de retiro
de la acusación fiscal en la etapa intermedia del proceso penal. F undamento : A solicitud del Ministerio
Público el Juez de Investigación Preparatoria no debería aceptar el retiro de la acusación de la causa en
la etapa intermedia ya que esta solo procedería en la etapa de juzgamiento. El trámite de retiro de la
acusación en la etapa de juicio ha sido regulado en el artículo 387.4° del CPP de la siguiente forma: a) El
Juzgador, después de oír a los abogados de las partes, resolverá en la misma audiencia lo que corresponda
o la suspenderá con tal fin por el término de dos días hábiles, b) Reabierta la audiencia, si el Juzgador
está de acuerdo con el requerimiento del Fiscal, dictará auto dando por retirada la acusación, ordenará la
libertad del imputado si estuviese preso y dispondrá el sobreseimiento definitivo de la causa, c) Si el Juz­
gador discrepa del requerimiento del Fiscal, elevará los autos al Fiscal jerárquicamente superior para que
decida, dentro del tercer día, si el Fiscal inferior mantiene la acusación o si debe proceder con arreglo al
literal anterior, d) La decisión del Fiscal jerárquicamente superior vincula al Fiscal inferior y al Juzgador.
Efectuada la contradicción del supuesto de hecho normativo del artículo 387.4° del CPP (retiro de la
acusación en audiencia de juicio) con el supuesto de hecho del caso concreto (retiro de la acusación en
audiencia preliminar), resulta evidente la semejanza esencial entre ambas, como presupuesto de habi­
litación del método de integración jurídica de la analogía. (I Pleno Jurisdiccional Distrital en Materia
Penal y Procesal Penal de la Corte Superior de Justicia de Huancavelica del 06-10-2017. Tema 2. Texto
completo: <bit.ly/2VgWwu9>).
§ 1409. El juez puede fijar un monto mayor a lo solicitado por el Fiscal si es que la parte civil no
formula su petición indemnizatoria. Pregunta: Si la parte civil noform ula su petición indemnizatoria,
¿eljuzgador puede fija r un monto mayor a l solicitado por elfiscal? A cuerdo Plenario : El Pleno adoptó
por unanimidad la postura que enuncia lo siguiente: “El juzgador sí puede fijar un monto mayor a
lo solicitado por el Fiscal, si la parte civil no formula su petición indemnizatoria”. F undamento : El
Juzgador con la atribución que la Ley y la Constitución le atribuye sí puede fijar un monto superior
al señalado por el Fiscal, aun [si] la parte civil no haya cuestionado o solicitado una mayor cantidad,
pues como ente decisor no sólo califica la conducta atribuida del agente así como lo que corresponde
a la pena, sino también la reparación civil en lo que corresponde a la dimensión del daño causado.
Esto es, que se encuentra condicionado a fijar un monto mayor a éste. (I Pleno Jurisdiccional Distrital
Penal de la Corte Superior de Justicia de Huancavelica del 23-10-2008. Tema VI. Texto completo:
<bit.ly/2FvN9BS>).

JURISPRUDENCIA DE LA CORTE SUPREMA

§ 1410. Correlación y desvinculación procesal: congruencia o no entre acusación y sentencia.


Q uinto. [...] El conocimiento de la acusación requiere que se informe al imputado tanto el hecho atri­
buido como la calificación jurídica de tales hechos. La acusación contra el encausado M M M cumplió
ambos cometidos. Desde la calificación jurídica, el nuevo ordenamiento procesal penal autoriza a que,
respetando el núcleo esencial del hecho, pero degradándolo o aumentando determinadas circunstan­
cias, puedan plantearse tipificaciones alternativas -véase artículos 336, inciso 2, parágrafo “b” y 349 in­
ciso 3 del Nuevo Código Procesal Penal-. Basta que el imputado las conozca y que estas se correspondan
con los hechos investigados, que no sean sorpresivas, para que este derecho instrumental de la garantía
de defensa procesal esté resguardado. [...] El título condenatorio es plenamente congruente con el título
acusatorio: delito de actos contra el pudor, expresamente citado por el Fiscal en su acusación escrita, que
es la que fija el objeto procesal y determina el rumbo del juicio oral. [...] Desde el principio acusatorio la
sentencia respetó los hechos acusados en su núcleo esencial. No está prohibido al Tribunal, desde luego,
degradar la acusación a partir de la prueba actuada: pasar de violación a actos contra el pudor. El objeto
procesal no se alteró, pues además de la identidad entre el factum acusatorio y los hechos declarados
probados en la sentencia se acató la homogeneidad del bien jurídico existente entre los delitos de vio­
lación y actos contra el pudor. (Casación N .° 62-2009-La Libertad, de 20-07-2010, f. j. 5. Sala Penal
Permanente. Texto completo: <bit.ly/2b0Zlzj>).

no m o s & th e sis
745 SECCIÓN II: LA ETAPA INTERMEDIA Art. 349
§ 1411. Principio acusatorio: congruencia procesal. Principio lógico de razón suficiente. Cuar­
to. Que la acusación fiscal es un acto procesal que, en virtud del principio acusatorio [...] corresponde
exclusivamente al Ministerio Público [...]. En tal sentido debe existir una relación de congruencia entre el
contenido de la acusación y lo resuelto en la sentencia final [...]. De lo expuesto se advierte que en el trá­
mite de la presente causa no se vulneró el principio acusatorio y tampoco la garantía genérica del debido
proceso, en tanto existió un pronunciamiento expreso por parte de la Sala Penal de Apelaciones acerca del
tipo penal invocado en la acusación fiscal - principio de congruencia-, esto es, el artículo 173 del Código
Penal [...]. Sexto. Desde la perspectiva del juicio de hecho o de culpabilidad, para que la sentencia no
vulnere el principio lógico de razón suficiente debe cumplir dos requisitos: a) consignar expresamente
el material probatorio en que se fundan las conclusiones a la que se arriba, describiendo el contenido de
cada elemento de prueba que seleccione como relevante [basados en medios de prueba útiles, decisivos e
idóneos] -requisito descriptivo-; y, b) valorarlo debidamente, de suerte que evidencie su ligazón racional
con las afirmaciones o negaciones que se incorporen en el fallo -requisito intelectivo- (Casación N.°
9-2010-Tacna, de 13-10-2010, ff. jj. 4 y 6. Sala Penal Permanente. Texto completo: <bit.ly/2aXp2hv>).
§ 1412. Principio acusatorio. Si el fiscal no acusa, y esta posición es avalada por el fiscal superior
en grado, no cabe otra alternativa al órgano jurisdiccional que aceptar esa postura. Tercero. Que, aun
cuando el representante de la Procuraduría Pública expone las razones por las cuales existirían elementos de
convicción que vinculan a los encausados con el delito en cuestión, es menester señalar que por mandato
constitucional corresponde al Ministerio Público la persecución del delito -véase inciso 3 del artículo ciento
159 de la Constitución Política del Estado-, no siendo posible que éste Supremo Tribunal valore el fondo
de la controversia, pues no sólo se vulneraría el principio acusatorio que impide al Organo Jurisdiccional
asumir funciones acusatorias, reservadas solo al Ministerio Público, sino que se lesionaría el ámbito propio
de las atribuciones de esta Institución como órgano autónomo de derecho constitucional reconocido por el
artículo 158 de la Constitución Política del Estado; que, en este mismo sentido se ha pronunciado la juris­
prudencia constitucional en el Expediente N.° 2005-2006-PHC/TC [§ 1478], señalando que: “...La pri­
mera de las características del principio acusatorio mencionadas guarda directa relación con la atribución
del Ministerio Público, reconocida en el artículo 149 de la Constitución, entre otras, de ejercitar la acción
penal. Siendo exclusiva la potestad del Ministerio Público de incoar la acción penal y de acusar, a falta de
ésta, el proceso debe llegar a su fin. [...] Si el Fiscal Supremo coincide con la opinión del Fiscal Superior
respecto del no ha lugar a juicio y archiva el proceso, se pronunciará en ese sentido, devolviendo la causa a
la Sala Penal para que dicte la resolución de archivo. Contra esta resolución no cabe recurso alguno, pues
la decisión del Ministerio Público, titular de la acción penal, ha sido la de terminar con la persecución del
delito, consecuentemente, no cabe disposición expresa en sentido contrario por otra autoridad” [...]. “En
atención a que el control de la legalidad sobre el dictamen fiscal tiene su límite en el principio acusatorio
[...] únicamente es posible revocar el auto de sobreseimiento y disponer que el Fiscal formule acusación, si
es que el Fiscal que interviene en la absolución del grado discrepa del dictamen en referencia; de no hacerlo,
se debe sobreseer la causa sin más, dada la base persecutoria constitucionalmente impuesta al proceso penal
[...]”. Cuarto. Que, en ese entendimiento o razón del principio acusatorio se discierne que el dictamen del
Fiscal Supremo, quien representa la máxima instancia de la Institución que ostenta la exclusiva potestad
de incoar acción penal, ha opinado se declare no haber nulidad en la resolución recurrida, ratificando
lo opinado por el señor Fiscal Superior, confirmándose de esa manera la aplicación del principio acusa­
torio. (R. N. N.° 2330-2012-Junín, de 30-01-2013, ff. jj. 3-4. Sala Penal Permanente. Texto completo:
<bit.ly/1rB 1h3 9>).
§ 1413. El principio de imputación necesaria presupone una fundamentación de hecho, ley y
pruebas en conjunto. 3.1. Sobre el agravio referido al principio de imputación necesaria, debe señalar­
se que en la ejecutoria suprema recaída en el Recurso de Nulidad N.° 956-2011-Ucayali [§ 1405] [...],
se señaló que el cumplimiento de tal principio supone “la atribución de un hecho punible fundado en
el factum correspondiente, así como en la legis atinente y sostenido en la prueba [...]. No es suficiente la
simple enunciación de los supuestos de hecho contenidos en las normas penales, estos deben tener su
correlato fáctico concreto, debidamente diferenciado y limitado respecto de cada uno de los encausa-

♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL


Art. 349 LIBRO TERCERO: EL PROCESO COMÚN 746

dos” (párrafos cuarto y quinto del considerando tercero de la acotada ejecutoria suprema: precedentes
vinculantes). (R. N . N .° 367-2018-Del Santa, del 07-06-2018, f. j. 3.1. Sala Penal Permanente. Texto
completo: <bit.ly/2SKKl7j>).
§ 1414. Diferencia entre la imputación necesaria y la excepción de improcedencia de acción.
La falta de imputación necesaria no significa la ausencia o inexistencia de algún elemento del
tipo penal. Décim o segundo. [...] La referida excepción [de improcedencia de acción] es un medio de
defensa contra la acción penal que procede, cuando el hecho denunciado no constituye delito o no es
justiciable penalmente. La improcedencia de acción, por tanto, comprende dos supuestos; el primero,
relacionado a todos aquellos casos de atipicidad penal absoluta o relativa del hecho objeto de imputa­
ción o de la concurrencia de una causa de justificación; y un segundo supuesto, que hace referencia a la
ausencia de una condición objetiva de punibilidad o a la presencia de una causal personal de exclusión
de pena o excusa absolutoria. Décim o cuarto. [...] La imputación necesaria, en palabras de Cáceres
Juica consiste en que: “la imputación es la afirmación clara, precisa y circunstanciada de un hecho con­
creto, con lenguaje descriptivo, referido al pasado, que permite afirmar a negar en cada caso o agregar
otros hechos que conjuntamente con los afirmados, amplíen, excluyan o aminoren la significancia penal
[...]. Décim o quinto. Definido los conceptos sobre la naturaleza de la excepción de improcedencia de
acción y el principio de imputación necesaria; se puede apreciar, que la Segunda Sala Penal de Apela­
ciones de la Corte Superior de Justicia de Arequipa, confundió los conceptos de ambas instituciones.
[...] La falta de imputación necesaria no significa la ausencia o inexistencia de algún elemento del tipo
penal; por lo que no puede equipararse con la excepción de improcedencia de acción. La Sala Penal de
Apelaciones, interpretó erróneamente el artículo 6, literal b) del Código Procesal Penal, al considerar
que la falta de imputación necesaria es un supuesto para amparar la excepción de improcedencia de
acción. En tal virtud, la causal de errónea interpretación de la ley procesal penal, debe estimarse. (Casa­
ción N .° 392-2016-Arequipa, del 12-09-2017, ff. jj. 12, 14 y 13. Segunda Sala Penal Transitoria. Texto
completo: <bit.ly/2IVUcat>).

§ 1415. La excepción de improcedencia absoluta o relativa en los casos de acusación alternativa


o subsidiaria. Segundo, [...] i) sobre la acusación alternativa [...] “La acusación alternativa se presenta
cuando un mismo hecho se acusa con más de una calificación jurídica. El fiscal, frente a ese único
hecho, señala alternativa o subsidiariamente, las circunstancias que permitan calificar la conducta del
imputado en un tipo penal distinto al principal. Estas figuras proceden cuando, frente a un mismo
hecho, hay más de una ley penal que, en apariencia, discute al hecho. Por lo que se entiende que, la
imposición de una de ellas desplaza a la otra u otras calificaciones jurídicas que fueron establecidas de
manera alternativa o subsidiaria. Es de considerar, por ello que al incluir la acusación un título de im­
putación determinada, esta es siempre una calificación provisional” , ii) Sobre la excepción de improce­
dencia de la acción [...] a) que la conducta incriminada no esté prevista como delito en el ordenamiento
jurídico penal vigente [...], b) que el suceso fáctico no se adecúe a la hipótesis típica de la disposición
penal preexistente, invocada en la investigación o acusación fiscal [...]. iii) Efectos de la excepción de
improcedencia de acción, por atipicidad absoluta y relativa, cuando existe una acusación alternativa o
subsidiaria [...]. En caso se declare fundada por atipicidad absoluta, el efecto será que el hecho incrimi­
nado no constituye delito en el ordenamiento jurídico, es decir, no puede ser subsumido en ninguno
de los tipos penales del Código Penal. Si sobre tal hecho se hubiera postulado una calificación jurídica
principal y otra alternativa o subsidiaria, los efectos de la excepción abarcarían a ambas. [...] [Si] se
plantea la excepción de improcedencia de acción y esta se ampara por atipicidad relativa, es posible
que, habiendo postulado una calificación principal y otra alternativa o subsidiaria, el hecho atribuido
pueda ser enmarcado en alguna de ellas, dependiendo del caso concreto. [...] [La] fundabilidad de la
excepción de improcedencia de acción por atipicidad relativa, no tiene como efecto el archivo definitivo
del proceso. (Casación N .° 723-2017-Apurímac, del 13-11-2018, f. j. 2. Sala Penal Permanente. Texto
completo: <bit.ly/2tBYlG4>).

§ 1416. En una excepción de improcedencia de acción interpuesta en un proceso sobre en­


riquecimiento ilícito, no es razonable exigir una descripción detallada de los actos de abuso de
n o m o s & th e s is
747 SECCIÓN II: LA ETAPA INTERMEDIA Art. 349
poder en que hubiese incurrido el imputado para desvirtuar la tipicidad de los cargos. Véase la
jurisprudencia del artículo 6o del Nuevo Código Procesal Penal [§ 218]. (Casación N.° 277-2018-Ven-
tanilla, del 21-03-2019, ff. jj. 3 al 3. Sala Penal Permanente. Texto completo: <bit.ly/20vxyou>).
§ 1417. En la acusación fiscal no será requerido un relato minucioso y detallado de la totalidad
de elementos fácticos que obren en las diligencias de investigación, sino sólo aquellos que descri­
ban con claridad la conducta antijurídica. Segundo. El artículo 349, apartado 1, literal a), del Código
Procesal Penal, estatuye lo siguiente: “La acusación fiscal será debidamente motivada, y contendrá: [...]
b) La relación clara y precisa del hecho que se atribuye al imputado, con sus circunstancias preceden­
tes, concomitantes y posteriores. En caso de contener varios hechos independientes, la separación y el
detalle de cada uno de ellos”. Lo expuesto significa que la acusación ha de ser (i) expresa y en términos
que no sean absolutamente vagos e indeterminados -debe relatarse el hecho tal y como lo vería un ob­
servador imparcial: descripción de las circunstancias de tiempo, lugar y modo, desde una perspectiva
concreta y según las posibilidades del caso-. Además, la acusación ha de ser (ii) precisa -determinada o
específica, con niveles razonables de concreción- y clara -comprensible- respecto del hecho y del delito
por el que se formula. La acusación fiscal debe formularse en términos que permitan al acusado saber a
qué atenerse y diseñar su estrategia defensiva. En esta misma perspectiva, (iii) cuando se trata de varios
imputados, la acusación fiscal debe indicar, en cuanto sea posible, cuál fue el papel desempeñado por
cada uno de ellos. Aunque, por lo demás, es de tener presente, como indica LLR, que con frecuencia
ello no es posible y lo que procede únicamente es hacer referencia a la realización conjunta del hecho
delictivo por ellos, lo que carece de un carácter esencial cuando se les atribuye los hechos a los impu­
tados en carácter de coautores [...]. De igual manera, cabe puntualizar que el apartado fáctico de la
acusación fiscal, si bien debe ser completo -incluir todos los elementos fácticos que integran el tipo de­
lictivo y las circunstancias que influyen sobre la responsabilidad del causado- y específico -debe permitir
conocer cuáles son las acciones que se consideran delictivas- pero no exhaustivo. Así, no se requiere
un relato minucioso y detallado, o pormenorizado, ni la incorporación ineludible al texto del escrito
de elementos fácticos que obren en las diligencias de investigación, y a los que la acusación se refiere
con suficiente claridad (véase: Sentencia del Tribunal Supremo de España de fecha 6 de abril de 1993).
(Casación N .° 247-2018-Ancash, del 13-11-2018, f. j. 2. Sala Penal Permanente. Texto completo:
<bit.ly/2DYqSdL>). .
§ 1418. En la requisitoria escrita por parte del Fiscal no es suficiente la simple enunciación
genérica de los supuestos de hecho, sino que estos deben tener su correlato en una adecuada sub-
sunción de la conducta incriminada. Décimo prim ero. [El] fiscal superior en su requisitoria escrita
no describe una acción que constituya delito de tráfico ilícito de drogas, previsto en el artículo 296 (pri­
mer párrafo), 296-A (primer párrafo, e inciso 1 del tercer párrafo), del Código Penal. El representante
del Ministerio Público, erróneamente, solo se preocupó por demostrar en el proceso que la acusada
V CR obstruyó la captura de O, pero no que haya realizado actos concretos de tráfico ilícito de drogas.
Décimo segundo. En ese sentido, no se advierte una proposición fáctica que se subsuma en esos tipos
penales, lo que constituye la ausencia de imputación necesaria, como manifestación del principio de
legalidad. Cabe acotar que no es suficiente la simple enunciación genérica de los supuestos de hecho,
sino que estos deben tener su correlato en una adecuada subsunción de la conducta incriminada. D é­
cimo tercero. En el Acuerdo Plenario N .° 4-2007/CJ-l 16 [§ 2281], emitido por los integrantes de las
salas Permanente y Transitoria de la Corte Suprema de Justicia de la República, se señaló que “el escrito
de acusación que formule el fiscal debe contener la descripción de la acción u omisión punible”. Para
que alguien pueda defenderse es imprescindible que exista algo de que defenderse: esto es, algo que se le
atribuya haber hecho u omitido hacer, en el mundo fáctico, con significado en el mundo jurídico, exi­
gencia que en materia procesal penal se conoce como imputación. Por esos fundamentos, la absolución
se encuentra arreglada a ley. (R. N. N .° 3211-2014-Lima Sur, del 15-11-2016, ff. jj. 11 al 13. Sala Penal
Permanente. Texto completo: <bit.ly/2DYQlDW>).
§ 1419. La acusación debe ser netamente objetiva, no puede estar basada en inferencias, pre­
sunciones o interpretaciones en contra del imputado. 3.5. Los términos de la acusación no se pue-
♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL
Art. 349 LIBRO TERCERO: EL PROCESO COMÚN 748

den basar en inferencias, presunciones o interpretaciones contra reo. Sus alcances deberán ser netamente
objetivos, garantizando en todo momento su titularidad de la acción penal y su responsabilidad en
la carga de la prueba; por ello, corresponde ratificar la absolución por insuficiencia probatoria. (R.
N. N .° 1040-2017-Lima Norte, del 26-09-2017, £ j. 3.5. Sala Penal Permanente. Texto completo:
cbit.ly/2H4f0ds>).
§ 1420. Es nula la sentencia que realiza un examen genérico de los hechos sin pronunciarse
sobre la imputación realizada de forma individual a cada imputado. El fiscal es el encargado de
individualizar las responsabilidades de los coimputados en su acusación. 2.2. Conforme con los
agravios sostenidos por los imputados, del análisis de la sentencia se desprende que sufre de una moti­
vación aparente, puesto que se realizó un examen genérico de los hechos en tanto no se pronunció de
la imputación realizada a cada encausado ni se señalaron las pruebas que acreditarían la comisión del
ilícito de forma específica, por lo que adolece de nulidad insalvable. [...] 2.5. En este caso, se eviden­
cia que en la acusación no se describió la proposición fáctica de forma detallada para cada imputado;
asimismo, no se señaló de forma taxativa el Subtipo penal o la modalidad típica descrita en la norma
penal. Además, el señor fiscal imputó el ilícito a título de autores a quienes, al momento de los hechos,
no tenían la calidad de funcionarios o servidores públicos, razón por la que se debe precisar, si fuera el
caso, si serán comprendidos como autores o partícipes, debiendo argumentar su postura adecuadamen­
te. (R. N . N.° 2271-2013-Huancavelica, del 28-08-2015, ff. jj. 2.2 y 2.5. Sala Penal Transitoria. Texto
completo: <bit.ly/2To2cVL>).
§ 1421. La acusación complementaria como facultad del fiscal para modificar la acusación es­
crita inicial. Supuestos para modificar la acusación fiscal inicial: de autor mediato a autor directo
(el imputado fije quien disparó a la agraviada y no un desconocido por orden de él). Delito de
parricidio. Cuarto. [El] Código Procesal Penal, desde el principio acusatorio, impone al Ministerio
Público la determinación del objeto procesal. 1. Desde una perspectiva provisional, la acusación escrita
define la pretensión penal. Su contenido está determinado por el artículo 349 del Código Procesal Pe­
nal. Al respecto, es relevante destacar lo siguiente: A. En orden a la fundamentación fáctica, la acusación
debe exponer (i) la relación clara y precisa del hecho -el relato fáctico ha de ser completo, claro y espe­
cífico (no se acepta una acusación formulada en términos absolutamente vagos e indeterminados, debe
incluirse todos los elementos que integran el tipo delictivo sancionado y las acciones que se consideran
delictivas: STSE 285/2015, de 14-05), aunque no necesariamente exhaustivo-, con sus circunstancias
precedentes, concomitantes y posteriores -circunstancias que repercutan sobre la responsabilidad del
acusado-; (ii) la participación que se atribuya al imputado -es la delimitación subjetiva-; y, (iii) la re­
lación de las circunstancias modificatorias de la responsabilidad penal que concurran. B. En orden a
la fundamentación jurídico penal, la acusación debe indicar el artículo de la Ley penal que tipifique
el hecho, esto es, el marco jurídico del hecho (tipo penal, grado de ejecución, título de intervención
delictiva y circunstancias modificatorias de la responsabilidad penal). La acusación tiene que formu­
larse en términos que permitan al acusado saber a qué atenerse y diseñar su estrategia defensiva (ATSE
123/2014, de 27-03). 2. Como provisional que es esta acusación escrita, puede sufrir modificaciones,
siempre en el curso del juicio oral -recuérdese que en el periodo inicial del juicio oral, el Fiscal, respecto
de la acusación escrita, aprobada judicialmente mediante el auto de enjuiciamiento, solo puede exponer
“...resumidamente los hechos objeto de la acusación, la calificación jurídica y las pruebas que ofreció
y fueron admitidas” (artículo 371, apartado 2, del Código Procesal Penal) -no puede, por respeto al
valor seguridad jurídica y al conocimiento previo de los cargos, formular cambio alguno en la acusación
escrita-. En efecto, el Fiscal tiene tres alternativas: A. Durante el juicio oral, introducir un escrito de
acusación complementaria para ampliar dicha acusación -ampliación que está sujeta a que se incluya
un hecho nuevo o una nueva circunstancia no mencionada en la acusación escrita, que modifica la
calificación legal o integra un delito continuado-. B. En el paso de alegato oral del período decisorio del
juicio, formular una acusación oral adecuada, referida al petitum: aumento o disminución de la pena o
de la reparación civil requerida en la acusación escrita porque advierte un mayor contenido de injusto
o culpabilidad por el hecho o porque el daño se elevó o disminuyó en atención al material probatorio
n om os & th e sis
749 SECCION II: LA ETAPA INTERMEDIA Art. 349
ejecutado en el acto oral (artículo 387, apartado 2, del Código Procesal Penal). C. En el paso de alega­
to oral del período decisorio del juicio, formular una acusación oral corregida, para subsanar simples
errores materiales o para incluir alguna circunstancia genérica no contemplada -que, por cierto, no pro­
voque indefensión y, sin que sea considerada una acusación complementaria- (artículo 387, apartado
3, del Código Procesal Penal). Quinto. [De] otro lado, el órgano jurisdiccional también puede, en el
curso del juicio y antes de la culminación de la actividad probatoria, instar la modificación de la califi­
cación jurídica de los hechos objeto del debate si el Fiscal no lo consideró así, a cuyo efecto plantearía la
tesis modificatoria correspondiente. El Fiscal, desde luego, puede asumir esa tesis y modificar el título
acusatorio respectivo -la calificación jurídica de los hechos, en sentido amplio, puede importar, de un
lado, una tipificación distinta ya sea por un diferente enfoque en la subsunción típica o por la intro­
ducción de circunstancias que podrían alterar la tipicidad inicialmente contemplada por el Ministerio
Público; o, de otro lado, una punibilidad distinta-. Sexto. [En] el presente caso, se cambió el título de
intervención delictiva del acusado L.L., de autor mediato al de autor material directo, al excluirse, como
inicialmente se postuló, que un tercero, por órdenes suyas, mató a la agraviada, sin que varíe la afirmada
intervención de otras personas en la ejecución típica. El hecho nuevo consistió, más allá de la variación
del título de intervención delictiva, en que el imputado L.L, según la Fiscalía, fue quien disparó a la
agraviada, no un desconocido por orden de él. La calificación legal, en el ámbito del título de interven­
ción delictiva, como consecuencia de ese cambio de situación fáctica, varió y, por consiguiente, generó
de parte del Ministerio Público una acusación complementaria. Es evidente, por lo demás, el serio error
inicial de considerar una autoría mediata por el solo hecho de dirigir el curso de los acontecimientos tí­
picos, pues, salvo el supuesto de dominio de aparatos de poder organizados -en que el ejecutor material
es punible-, la autoría mediata supone que el autor mediato realiza el tipo legal de un delito de comisión
dolosa haciendo actuar para sí en la ejecución del hecho a un “intermediario”, quien posee la forma
de un “instrumento humano”. El ejecutor material es impune porque ejecutó una conducta atípica en
sentido objetivo, sin dolo típico, conforme a derecho, de modo no culpable o porque es inimputable
[...]. Séptim o. [En] estas condiciones, no existió un cambio ilícito de la calificación jurídica o legal de
los hechos. No se mutó por completo los hechos, ni se trató de un factum radicalmente distinto; solo
se cambió parte de la ejecución típica del mismo y la exclusión de un sujeto en la comisión material del
mismo. La autoría atribuida al imputado L.L no se alteró radicalmente -toda clase de autoría tiene una
misma respuesta legal-; de autoría mediata se pasó a autoría material por exclusión de un individuo en el
acto de disparar a la agraviada -ya no fue aquél por orden de L.L sino el propio L.L quien materialmente
disparó contra la víctima-. Esto último es un hecho nuevo que merece una diferente calificación legal en
el ámbito del título de intervención delictiva; y, por tanto, cumple con las exigencias del artículo 374,
apartado 2), del Código Procesal Penal. (Casación N .° 317-2018-Ica, del 25-10-2018, ff. jj. 4 al 7. Sala
Penal Permanente. Texto completo: <bit.ly/2BXEVAd>).

§ 1422. Principio acusatorio en el retiro de acusación. Véase la jurisprudencia del artículo I o


del Nuevo Código Procesal Penal [§ 177]. (R. N. N.° 1487-2014-Tacna, del 23-08-2016, ff. jj. 3 y 4.
Sala Penal Transitoria. Texto completo: <bit.ly/2ExY3WW>).

§ 1423. La sola recalificación de la conducta no determina ipsoju re el cese de la prisión preven­


tiva. Véase la jurisprudencia del artículo 283° del Nuevo Código Procesal Penal [§ 1198]. (Casación
N .° 1021-2016-San Martín, del 14-02-2018, ff. jj. 4.6, 4.7, 4.13 y 4.14. Sala Penal Permanente. Texto
completo: <bit.ly/2FGRXBI>).

§ 1424. No puede dictarse sentencia si no se ha identificado plenamente al agresor. Véa­


se la jurisprudencia del artículo 189° del Nuevo Código Procesal Penal [§ 838]. (Casación N .°
879-2015-Madre de Dios, del 03-11-2017, f. j. 8. Primera Sala Penal Transitoria. Texto completo:
<bit.ly/2umPpVl>).

§ 1425. La calificación de un delito en un proceso penal, como la eventual desvinculación del


mismo en la sentencia, es producto de la evaluación de la prueba actuada. No siendo el recurso
de casación una tercera instancia, no procede solicitar vía este recurso, tal desvinculación. Véa-
♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL
Art. 349 LIBRO TERCERO: EL PROCESO COMÚN 750

se la jurisprudencia del artículo 429° del Nuevo Código Procesal Penal [§ 1820]. (Casación N.°
618-2016-Sullana, del 20-01-2017, £ j. 5. Auto de Calificación de Recurso de Casación. Sala Penal
Permanente. Texto completo: <bit.ly/2FrlYrD>).
§ 1426. En la audiencia de control de la acusación el Juez no puede requerir a la fiscalía que
varíe el tipo penal. Véase la jurisprudencia del artículo 350° del Nuevo Código Procesal Penal [§
1444]. (Casación N .° 1430-2017-Huanuco, del 23-04-2019, ff. jj. 3 al 3. Sala Penal Permanente. Texto
completo: cbit.ly/2W PNPbp>).

JURISPRUDENCIA DE LAS CORTES SUPERIORES

§ 1427. Nulidad de prisión preventiva contra imputado por no haber imputación concreta en
el delito. Finalmente, en el punto IV de la Formalización de la Investigación Preparatoria, y respecto a
la tipificación de los hechos, dice el Fiscal Provincial: “ [...] en su calidad de Alcalde de la Municipalidad
Provincial de Espinar; estos imputados han organizado días antes de las medidas de lucha, causando a la
población de Espinar y realizando apologías al delito de disturbios, para lo cual utilizaban los diferentes
medios de comunicación de la Provincia de Espinar [...]”. Más adelante refiere: “ [...] la actuación de
los imputados fue trascendente en la organización en la intención frustrada de tomar el campamento
minero [...] para lo cual han incitado a la población con la finalidad que generen disturbios”. Teniendo
en cuenta lo antes señalado, es evidente que no obra en la formalización de investigación preparatoria,
así como en el requerimiento de prisión preventiva, imputación necesaria concreta, y por el contrario se
han reseñado hechos de manera general, no precisando en el caso del delito de disturbios, cuál habría
sido la participación efectiva del investigado en los mismos, tanto más que se han señalado días especí­
ficos en los que dice habría participado el investigado. En el mismo sentido, el juez a quo al resolver el
requerimiento de prisión preventiva, no ha precisado ni descrito las conductas que a su juicio tipifica­
rían el delito de disturbios, y cuál habría sido la participación concreta del investigado [...] ni los daños
a la propiedad privada [...]. (Exp. N.° 0796-2012, Resolución N.° 010. Sala Penal Permanente. Corte
Superior de Justicia de lea. Referencia: Actualidad Penal 9, 2015, p. 196).
§ 1428. Desde la perspectiva del tipo son significativos solo los hechos que están vinculados a
cada uno de los elementos del tipo, por tanto, no hay necesidad de una descripción natural histó­
rica y completa de los hechos, sino solo de aquellos hechos jurídicamente relevantes. 3.2. [...] La
construcción de la imputación concreta tiene dos puntos de referencia: i) por un lado el tipo penal que
describe los elementos normativos; y ii) por otro lado, los hechos o datos de la realidad concreta. Desde
la perspectiva del tipo es significativo solo los hechos que están vinculados a cada uno de los elementos
del tipo, por tanto, no hay necesidad de una descripción natural histórica y completa de los hechos;
en efecto, es el dispositivo típico que exige determinados fundamentos fácticos para su configuración y
la adjudicación de determinados efectos jurídicos. Es claro que no todos los tipos penales tienen igual
configuración, así admiten una clasificación diversa (de resultado, de mera actividad, resultativos, de
medios, instantáneos, permanentes, etc.). En síntesis, solo los hechos jurídicamente relevantes, serán
aquellos que están exigidos por un elemento del tipo. El diseño normativo determina el cumplimiento
razonable del hecho, así, el elemento temporal puede ser cumplido conforme a una unidad de tiempo
(hora, día, semana, año), siempre de acuerdo a la configuración típica. Por otro lado, es la propia reali­
dad la que impone límites a los datos que se pueda obtener para construir la imputación, de tal manera
que el proceso reconstructivo de la imputación atiende a una técnica narrativa historiográfica, con los
datos que se cuente. N o siendo atendible por tanto una narrativa literaria ajena a las propias exigencias
penales [...]. (Exp. N .° 00200-2015-54-040l-JR-PE-01, del 25-01-2018, f. j. 3.2. Tercera Sala Penal de
Apelaciones Sede Central. Corte Superior de Justicia de Arequipa. Texto completo: <bit.ly/2uiSB4s>).

§ 1429. Retiro de la acusación en un proceso por el delito de omisión, rehusamiento o demora


de actos funcionales. 2.1. [El] Ministerio Público al formular su alegato final ha procedido a retirar
la Acusación contra V N , únicamente por el delito de Rehusamiento de actos funcionales, en agravio
del Proyecto Especial Regional Pasto Grande de Moquegua, representado por el Procurador Público

n o m o s & th e s is
751 SECCION II: LA ETAPA INTERMEDIA Art. 349
Anticorrupción de Moquegua y el Representante legal del Proyecto; sustentando su requerimiento
en que si bien se habría acreditado en juicio oral los elementos objetivos del tipo penal prescrito en el
artículo 377 del Código Penal [Omisión, rehusamiento o demora de actos funcionales], que prescribe:
“El funcionario publico que, ilegalmente, omite, rehúsa o retarda algún acto de su cargo...”; no sucede
lo mismo con el elemento subjetivo, toda vez que, si bien el Acusado habría actuado con conocimiento
del tipo objetivo, no habría actuado con voluntad de cometer el citado ilícito, sino con la voluntad de
cumplir con lo prescrito en el artículo 45 de la Resolución de Contraloría [...]. Corrido traslado al Actor
Civil, representante del Proyecto Especial Pasto Grande, señaló que no tiene ninguna objeción, siendo
que el Acusado manifestó estar conforme con el requerimiento fiscal. 2.2. Que, conforme al artículo
387.4 del Código Procesal Penal “Si el Fiscal considera que los cargos formulados contra el acusado han
sido enervados en el juicio, retirará la acusación” . En el caso de autos, Ministerio Público en su alegato
de apertura imputó al Acusado el hecho de que una vez despedido de su cargo de Jefe encargado de la
O CI del Proyecto Especial Pasto Grande, no efectuó la respectiva entrega de cargo, actividad propia e
inherente a la calidad de funcionario público, pese a los requerimientos efectuados. 2.3. Que, Minis­
terio Público retira su acusación porque en juicio se habría acreditado que el Acusado habría actuado
en la creencia de que era aplicable el artículo 45° de la Resolución de Contraloría N .° 459-2008-CG,
y en ese sentido, bajo la creencia de que no se encontraba obligado hacer entrega del cargo en la forma
exigida por la entidad agraviada. Al efecto cabe hacer el análisis si efectivamente no concurre el elemen­
to subjetivo del tipo penal, o es que tampoco concurre el elemento objetivo. 2.4. Que, la Resolución
Presidencial N.° 1-2008P/CD-PERPG, de fecha 19 de diciembre de 2008, oralizada en audiencia, deja
sin efecto la Resolución Administrativa que encarga al Acusado el cargo de Jefe de la Oficina de Control
Interno del Proyecto Especial Pasto Grande, y precisa que debe hacer entrega del cargo de acuerdo a
Ley. Al efecto debe tenerse presente que el delito de Rehusamiento de actos funcionales, solo puede ser
cometido por un funcionario o servidor público; sin embargo, conforme al texto de la Resolución ad­
ministrativa antes mencionada, que fue consentida, según el informe oralizado en audiencia, el Acusado
primero fue cesado en sus funciones, y luego obligado a entregar el cargo; por lo que al haberse dejado
sin efecto su nombramiento como encargado de la Jefatura de la OCI, ya no era funcionario público, en
consecuencia, éste no podría cometer el ilícito que se le imputa; siendo que al momento en que se le crea
la obligación de entregar el cargo, éste ya no era funcionario público. Resultando así la conducta que se
imputa al Acusado atípica objetivamente, por lo que resultaría procedente el pedido de retiro de acu­
sación formulado por Fiscalía. 2.5. Que, a mayor abundamiento, el tipo objetivo imputado al acusado
requiere para su configuración que el agente omita algún acto de su cargo; bajo este supuesto, el cargo,
por mandato normativo o del instrumento de gestión de la entidad, debe crear en el agente la obligación
de desarrollar un acto; en el caso de autos, Ministerio Público en su imputación original señalaba que
el Acusado no había efectuado la respectiva entrega de cargo, actividad propia e inherente de su calidad
de funcionario público; al efecto y sin perjuicio de lo expuesto en el párrafo precedente, cabe hacer el
análisis de si el imputado estaba obligado o no por mandato normativo a efectuar la entrega de cargo.
2.6. Que, debe tenerse presente que el artículo 45 de la Resolución de Contraloría N .° 459-2008-CG
precisa “En los casos de separación definitiva, de culminación del encargo o de suspensión de la función
de control, el Jefe del O CI tiene la obligación de hacer entrega documentada del cargo al funcionario o
servidor que determine la Contraloría General, dentro del plazo de diez (10) días hábiles siguientes a la
fecha de notificación del acto respectivo, salvo que por razones debidamente sustentadas se autorice una
ampliación del plazo”. Respecto a la vigencia de este dispositivo, se tiene que el mismo fue publicado
en el diario oficial El Peruano el 01 de noviembre 2008, y conforme a su disposición quinta, entró en
vigencia a los treinta (30) días de su publicación, esto es, el 30 de noviembre del mismo año, cuando
el Acusado aún se encontraba laborando en su cargo de Jefe encargado de la O C I del Proyecto Pasto
Grande; en consecuencia, el Acusado por mandato normativo se encontraba facultado para entregar
el cargo en el plazo de diez días hábiles siguientes a la fecha de notificación del cese en su función, y
obligado a entregar el cargo a funcionario o servidor que determine la Contraloría General; en esa línea,
el hecho de que el Acusado no haya entregado el cargo dentro de los tres días siguientes a su cese, no
constituye omisión alguna a acto propio de su cargo. Resultando contrario a Derecho, interpretar que al

♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL


Art. 349 LIBRO TERCERO: EL PROCESO COMÚN 752

Acusado, al momento de su cese, le era aplicable la Resolución de Contraloría Número 114-2003-CG,


toda vez que la misma fue expresamente dejada sin efecto (derogada) por la Resolución de Contraloría
N .° 459-2008-CG, vigente desde el 30 de noviembre de 2008. Con lo que otra vez se ratifica que la
conducta imputada al Acusado resulta atípica objetivamente; resultando fundado el pedido de Fiscalía
de retiro de la acusación en tal extremo. (Exp. N .° 216-2009-89-280l-JR-PE-01, del 16-04-2010, ff. jj.
2.1 al 2.6. Segundo Juzgado Penal Unipersonal de Moquegua. Corte Superior de Justicia de Moquegua.
Texto completo: <bit.ly/2Uq0fsB>).

JURISPRUDENCIA DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL

§ 1430. Cuando el principio acusatorio entra en conflicto con otros bienes constitucionales,
cabe anular la decisión fiscal en virtud del principio de interdicción de la arbitrariedad. 9* Con­
forme se aprecia de lo actuado, la Cuarta Sala Penal Liquidadora de la Corte Superior de Justicia de
La Libertad, a través de resolución de fecha 28 de febrero de 2008 [...], declaró la nulidad del auto de
sobreseimiento en virtud de que el Juez se habría limitado a acatar mecánicamente lo dictaminado y
que el dictamen fiscal había omitido realizar valoración alguna de los medios obtenidos, como la pericia
valorativa y diversas documentales. 10. Así, el caso materia de la presente sentencia difiere en cierta
medida respecto del previsto en anteriores pronunciamientos de este Tribunal, en los que se dictaba un
sobreseimiento después de que el Ministerio Publico se había pronunciado en doble grado en el sentido
de no acusar, pues en el presente caso la Sala Penal emitió la cuestionada anulación en virtud de que 1)
el juez dictó sobreseimiento sin efectuar un análisis de fondo y 2) el dictamen fiscal de sobreseimiento
se habría emitido sin haber valorado determinados medios de prueba. 11. Al respecto, este Tribunal
considera que la referida irregularidad por parte del Ministerio Público merecía un control judicial,
pues tales actuaciones fiscales resultan atentatorias del derecho de la víctima, que se ve mediatizado en
el marco del proceso penal a través de la titularidad de la acción penal que dicho órgano constitucional
ostenta. A mayor abundamiento, este Tribunal advierte que, una vez corregida la omisión anotada por
el órgano jurisdiccional, el Ministerio Público optó por sostener acusación penal contra el procesado
[...]. 12. Finalmente, no obstante la presente desestimatoria, cabe recalcar que el criterio adoptado por
este Tribunal Constitucional a partir de la sentencia recaída en el Expediente N .° 2005-2006-PHC [§§
323 y 350] mantiene su vigencia. Sin embargo, el presente caso demuestra que el principio acusatorio
(como ocurre con los demás derechos fundamentales) no es absoluto y en determinadas circunstancias
entra en conflicto con otros bienes constitucionales. Así, en esta ocasión, fue el principio de interdic­
ción de la arbitrariedad -que también informa la labor del Ministerio Publico- lo que motivó a la Sala
Superior a anular el sobreseimiento por no haber hecho un control efectivo de la disposición fiscal y
no advertir que habían medios probatorios que no habían sido valorados, en perjuicio del derecho de
la parte civil. (Exp. N .° 4620-2009-PHC/TC [caso Eber Iparraguirre Trujillo], de 10-11-2011 [Web:
21-12-2011], ff. jj. 9-12. Texto completo: <bit.ly/2pyUqYl>).

§ 1431. En aras del principio de contradicción y del derecho de conocimiento de los cargos,
se prohíbe las acusaciones e insuficientes que producirán indefensión. 30. Desde la consoli­
dación del Estado de derecho surge el principio de interdicción de la arbitrariedad, el mismo que
tiene un doble significado, tal como ha sido dicho en anterior sentencia: “a) En un sentido clásico
y genérico, la arbitrariedad aparece como el reverso de la justicia y el derecho, b) En un sentido
moderno y concreto, la arbitrariedad aparece como lo carente de fundamentación objetiva; como
lo incongruente y contradictorio con la realidad que ha de servir de base a toda decisión. Es decir,
como aquello desprendido o ajeno a toda razón de explicarlo. En consecuencia, lo arbitrario será
todo aquello carente de vínculo natural con la realidad”. (Exp. N .° 090-2004-AA/TC [§ 348]).
Adecuando los fundamentos de la referida sentencia a la actividad fiscal, es posible afirmar que
el grado de discrecionalidad atribuido al fiscal para que realice la investigación sobre la base de la
cual determinará si existen elementos suficientes que justifiquen su denuncia ante el juez penal, se
encuentra sometida a principios constitucionales que proscriben: a) actividades caprichosas, vagas
e infundadas desde una perspectiva jurídica; b) decisiones despóticas, tiránicas y carentes de toda

nom os & th e sis


753 SECCION II: LA ETAPA INTERMEDIA Art. 349
fuente de legitimidad; y c) lo que es contrario a los principios de razonabilidad y proporcionalidad
jurídica. (Exp. N .° 6167-2005-PH C/TC [caso Fernando Cantuarias Salaverry], del 28-02-2006
[Web: 09-03-2006 / EP, 23-03-2006], £ j. 30. Texto completo: <bit.ly/2pveUSC>).
§ 1432. Si bien las facultades que le competen al Fiscal Provincial en la etapa o ámbito de las
denuncias se encuentran vinculadas al principio de interdicción de la arbitrariedad y al debido
proceso, no está signada por el principio de contradicción. 13. Si bien las facultades de decisión que
le competen al fiscal provincial penal en la tramitación prejurisdiccional de las denuncias se encuentran
vinculadas al principio de interdicción de la arbitrariedad y al debido proceso (Exp. N.° 6167-2005-
PH C/TC. Caso Cantuarias Salaverry [§ 1431]), se debe precisar además que dicha etapa preliminar no
está signada por el principio de contradicción (Exp. N .° 8319-2006-HC/TC. Caso Urrutia Fonsea),
por lo que la objeción en sede fiscal que formulara la demandada a los informes de los que aduce no
haber tenido conocimiento -no obstante que en la demanda constitucional cita textualmente el conte­
nido de dichos documentos para rebatirlos- no afecta per se su derecho de defensa, más aún si se tiene
en cuenta que en observancia del debido proceso dichos informes o cualquier prueba de cargo contra su
persona podrán ser objeto de debate contradictorio en sede judicial, en el proceso penal N.° 65-06 que
le ha instaurado el Décimo Noveno Juzgado Penal en mérito a la denuncia fiscal materia de autos. (Exp.
N .° Ó2492-2007-PHC/TC [caso Lupe M aritza Zevallos Gonzales\, del 29-08-2007 [Web: 07-12-2007
/ EP, 23-01-2008], £ j. 13. Texto completo: <bit.ly/2HVQPuL>).
§ 1433. Toda resolución judicial -o fiscal- debe señalar estrictamente el nivel de intervención de
cada uno de los participantes del becbo punible. 13. [...] [Al] momento de calificar la denuncia será
necesario, por mandato directo e imperativo de la norma procesal citada, controlar la corrección jurí­
dica del juicio de imputación propuesto por el fiscal, esto es, la imputación de un delito debe partir de
una consideración acerca del supuesto aporte delictivo de todos y cada uno de los imputados. (Exp. N.°
8125-2005-PHC/TC [caso General Electric], del 14-11-2005 [Web: 25-01-2006 / EP, 01-02-2006], £
j. 13. Texto completo: <bit.ly/2DNyc9V>).
§ 1434. Exigencia de la precisión en una resolución judicial de la modalidad típica del he­
cho como componente del requisito fáctico. 14. En el caso de autos, el juez penal cuando instaura
instrucción por el delito por falsificación de documentos en general, omitiendo pronunciarse en
cuál de las modalidades delictivas presumiblemente habría incurrido la imputada, y al no precisar
si la presunta falsificación de documentos que se imputa a la favorecida está referida a instrumentos
públicos o privados, lesiona su derecho a la defensa, toda vez que, al no estar informada con certeza
de los cargos imputados, se le restringe la posibilidad de declarar y defenderse sobre hechos con­
cretos, o sobre una modalidad delictiva determinada y, con ello, la posibilidad de aportar pruebas
concretas que acrediten la inocencia que aduce. Esta omisión ha generado un estado de indefensión
que incidirá en la pena a imponerse y en la condición jurídica de la procesada, lo cual demuestra que
el proceso se ha tornado en irregular por haberse transgredido los derechos fundamentales que inte­
gran el debido proceso, esto es, el derecho de defensa; ello, a su vez, ha determinado la afectación de
la tutela jurisdiccional, ambos garantizados por la Norma Constitucional [...]. 17. Por consiguiente,
este Tribunal considera que se ha transgredido el Principio Acusatorio, pues la beneficiaría no tiene
la ocasión de defenderse de todos y cada uno de los elementos de hecho que componen las moda­
lidades delictivas previstas para el delito que se le instruye, las mismas, que no pueden convalidarse
por la circunstancia que la favorecida está asistida por un abogado defensor. [...] (Exp. N.° 3390-
2005- PH C /T C [caso Jacinta M argarita Toledo M anrique], del 06-08-2005 [Web: 11-08-2005], ff.
jj. 14 y 17. Texto completo: <bit.ly/2FxZdm8>).

§ 1435. Auto de apertura de instrucción. Indicios y elementos de juicio que deben sustentar
cada imputación como requisito normativo del principio de imputación necesaria. Véase la
jurisprudencia del artículo 77° del Código de Procedimientos Penales [§ 2125]. (Exp. N.° 5325-
2006- PH C /T C [caso D avid A níbalJim énez Sardón], del 29-08-2006 [Web: 07-09-2006 / EP, 28­
10-2006], ff. jj. 8-10. Texto completo: <bit.ly/2IKK5B4>).

♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL


Art. 350 LIBRO TERCERO: EL PROCESO COMÚN 754

§ 1436. Obligación del juez penal de evaluar la corrección jurídica del juicio de imputación
propuesto por el fiscal. 7. Como se aprecia, esta disposición procesal contiene las directrices a seguir
por la judicatura penal cuando ha de formalizar una hipótesis acusatoria, y que disgregadas pueden re­
sumirse en las siguientes: a) Existencia de suficientes elementos reveladores de la comisión de un delito;
b) Individualización del presunto autor o partícipe; c) Que la acción penal no haya prescrito o concurra
una causa de extinción de la acción penal; d) Delimitación fiáctica precisa de los hechos denunciados;
e) Señalamiento de los elementos de prueba en que se funda la imputación; f) Calificación de modo
específico del delito o los delitos que se atribuyen al denunciado; g) Motivación de las medidas cau­
telares de carácter personal o real. 8. Siendo así, el juez penal al momento de calificar la denuncia está
obligado ope legis al control de la corrección jurídica del juicio de imputación propuesto por el fiscal,
debiendo verificar con criterio constitucional el cumplimiento de los presupuestos antes señalados para
abrir instrucción penal, circunstancia jurídica que consideramos no se ha cumplido en el presente caso
por cuanto el auto de apertura de instrucción no se adecúa al rigor de las exigencias de la norma procesal
antes citada. (Exp. N .° 9544-2006-PHC/TC [caso Edwin Antonio M allqui Herrera a favor de Rómulo
Jorge Peñaranda Castañeda y otró\, del 26-08-2007 [Web: 05-12-2007 / EP, 29-08-2008], ff. jj. 7 y 8.
Texto completo: <bit.ly/2URUoJu>).
§ 1437. Debe existir una coherencia entre la acusación y la sentencia, para garantizar el princi­
pio de congruencia procesal. No afecta el principio de congruencia que el Juez dicte sentencia por
la comisión de un delito en grado de tentativa cuando el Ministerio Publico acusó la consuma­
ción del delito. Véase la jurisprudencia del artículo 397° del Nuevo Código Procesal Penal [§ 1617].
(Exp. N.° 05179-2015-PHC/TC, del 28-11-2017 [Web: 19-02-2019], ff. jj. 11 al 16. Texto completo:
cbit.ly/2Vj 5APe>).

REMISIÓN

§ 1438. Sobre el principio acusatorio. Véase la jurisprudencia de los artículos I o [§ 170 ss.], 60°
[§ 315 ss.] y 356° [§ 1468 ss.] del Nuevo Código Procesal Penal.

Artículo 350: Notificación de la acusación y objeción de los demás sujetos procesales

1. La acusación será notificada a los demás sujetos procesales. En el plazo de diez días éstas podrán:
a) Observar la acusación del Fiscal por defectos formales, requiriendo su corrección;
b) Deducir excepciones y otros medios de defensa, cuando no hayan sido planteadas con anterioridad
o se funden en hechos nuevos;
c) Solicitar la imposición o revocación de una medida de coerción o la actuación de prueba anticipada
conforme a los artículos 242 y 243, en lo pertinente;
d) Pedir el sobreseimiento;
e) Instar la aplicación, si fuere el caso, de un criterio de oportunidad;
f) Ofrecer pruebas para el juicio, adjuntando la lista de testigos y peritos que deben ser convocados al
debate, con indicación de nombre, profesión y domicilio, precisando los hechos acerca de los cuales serán
examinados en el curso del debate. Presentar los documentos que no fueron incorporados antes, o señalar
el lugar donde se hallan los que deban ser requeridos;
g) Objetar la reparación civil o reclamar su incremento o extensión, para lo cual se ofrecerán los medios
de prueba pertinentes para su actuación en el juicio oral; o,
h) Plantear cualquier otra cuestión que tienda a preparar mejor el juicio.
2. Los demás sujetos procesales podrán proponer los hechos que aceptan y que el Juez dará por
acreditados, obviando su actuación probatoria en el Juicio. Asimismo, podrán proponer acuerdos acerca
de los medios de prueba que serán necesarios para que determinados hechos se estimen probados. El
Juez, sin embargo, exponiendo los motivos que lo justifiquen, podrá desvincularse de esos acuerdos; en

nom os & th e s is
755 SECCIÓN II: LA ETAPA INTERMEDIA A lt 350

caso contrario, si no fundamenta especialmente las razones de su rechazo, carecerá de efecto la decisión
que los desestime.

ACUERDOS PLENARIOS DE LA CORTE SUPREMA

§ 1439. Control de la acusación fiscal. Alcances jurídico procesales. Véase la jurisprudencia de los
artículos 349° del Nuevo Código Procesal Penal [§ 1401] y 229° del Código de Procedimientos Penales
[§ 2221]. (Acuerdo Plenario N.° 6-2009/CJ-116, del 13-11-2009, fF. jj. 6-8, 12-15 [hay que precisar
que los fF. jj. 6 al 15 han sido establecidos como doctrina legal]. V Pleno Jurisdiccional de las Salas Pena­
les Permanente y Transitorias [EP, 13-11-2009]. Texto completo: <bit.ly/2c03xxf>).
§ 1440. Acusación fiscal y congruencia. Véase la jurisprudencia del artículo Io del Nuevo Código
Procesal Penal [§ 171]. (Acuerdo Plenario N.° 4-2009/CJ-116, del 13-11-2009, f. j. 12 [los criterios
expuestos en los fF. jj. 6-18 han sido establecidos como doctrina legal]. V Pleno Jurisdiccional de las
Salas Penales Permanente y Transitorias [EP, 13-11-2009]. Texto completo: <bit.ly/lZhoyAm>).

PLENOS JURISDICCIONALES

§ 1441. L a aplicación del principio de oportunidad se puede dar antes de la promoción de


la acción penal, en la audiencia de incoación de proceso inmediato o en la etapa intermedia.
Pregunta: ¿En qué etapa del proceso se debe instar la aplicación del criterio de oportunidad conforme al
artículo 3 5 0 ° inciso 1, literal e) del Código Procesal Penal? C onclusión Plenaria adoptada por una­
nimidad : 'La aplicación del principio de oportunidad se puede dar en tres momentos diferentes; la
primera, antes de la promoción de la acción penal -sede fiscal-; la segunda, en la audiencia de incoación
de proceso inmediato realizado ante el Juzgado de Investigación Preparatoria; y, la tercera, en la etapa
intermedia (audiencia de juicio inmediato, ante el juez de juzgamiento) al amparo del artículo 350°
del Código Procesal Penal, que precisa que las partes podrán instar la aplicación de un criterio de opor­
tunidad, como medida alternativa para dar fin a un proceso penal”. (Pleno Jurisdiccional Distrital en
Materia Penal-Procesal Penal de la Corte Superior de Justicia de Pasco del 17-10-2017. Tema 1: Aplica­
ción del criterio de oportunidad durante la etapa intermedia en el proceso inmediato. Texto completo:
<bit.ly/2TUdGkj>).
§ 1442. Sí es posible actuar y valorar actos de investigación o de prueba para resolver una
excepción de improcedencia en la audiencia de control de acusación. Pregunta : ¿Para resolver la
excepción de improcedencia de acción en una audiencia de control de acusación es posible desarrollar actos
de prueba? C onclusión plenaria: Primera postura: S í es posible actuar y valorar actos de investiga­
ción o de prueba, porque de lo contrario se afecta el derecho de defensa y el derecho a probar. (Pleno
Jurisdiccional Distrital en Materia Penal y Procesal Penal de la Corte Superior de Justicia de Tumbes
del 20-07-2017. Tema 2: Prohibición de la actuación probatoria. Texto completo: <bit.ly/2NfLgvl>).

JURISPRUDENCIA DE LA CORTE SUPREMA

§ 1443. Control substancial de la acusación. Cuarto. El control formal de la acusación fiscal,


que incluso puede promoverse de oficio por el Juez de la Investigación Preparatoria -la revisión del
cumplimiento de los requisitos legales de un acto procesal trascendente y la validez de la serie procesal
constituye una facultad judicial inherente a la potestad jurisdiccional, enraizada en garantía misma de
tutela jurisdiccional efectiva-, está contemplado en el literal a) del citado apartado 1) del artículo 350°
NCPP. Este comprende los supuestos descritos en el artículo 349° NCPP. Los defectos denunciados, en
caso que se acojan, requerirán, conforme al artículo 352°.2 NCPP, una decisión inmediata de devolu­
ción de las actuaciones al Fiscal, con la necesaria suspensión de la audiencia, siempre que se requiera de
“...un nuevo análisis del Ministerio Público” . (Casación N.° 82-2012-Moquegua, del 15-04-2013, f. j.
4. Sala Penal Permanente. Texto completo: <bit.ly/lTkxQLz>).

♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL


Art. 350 LIBRO TERCERO: EL PROCESO COMUN 756

§ 1444. En la audiencia de control de la acusación el Juez no puede requerir a la fiscalía que


varíe el tipo penal. Tercero. Ahora bien, como se sabe, corresponde exclusivamente al Ministerio
Público no solo promover la acción penal dictando la Disposición Fiscal de Formalización de la Inves­
tigación Preparatoria (artículo 336 del Código Procesal Penal), sino además introducir la pretensión
penal a través de la acusación fiscal. Según el artículo 349 del Código acotado, la acusación fiscal no
solo debe formular una relación clara y precisa del factum y la relación de circunstancias que corres­
pondan, sino además debe precisar el artículo de la Ley penal que tipifique el hecho, la cuantía de la
pena que se solicite y las consecuencias accesorias. La pretensión penal, entonces, desde el principio
acusatorio -que integra la garantía del debido proceso- en el ámbito de los requisitos objetivos, respec­
to de la causa de pedir, se refiere (i) al hecho punible (fundamentación fáctica) —enunciar un relato
fáctico desde la perspectiva de la ley penal aplicable, cuya exigencia se circunscribe a un hecho típico
y a la homogeneidad del bien jurídico-; y, (ii) al título de condena -la fundamentación jurídica, con
la relatividad que corresponda y la posibilidad de modificar el título acusatorio a partir de la homo­
geneidad del bien jurídico entre ambos tipos penales [...] Y, en lo atinente a la petición, debe pedir la
sanción penal respectiva y, si correspondiere, las consecuencias accesorias -el órgano jurisdiccional, en
este caso, está obligado, bajo determinados límites, al no imponer una sanción superior a la pedida por
el Ministerio Público (artículo 397, numeral 3, del Código Procesal Penal). Como se advierte de lo
expuesto, los posibles cambios -casi nulos respecto de la fundamentación fáctica, y relativos respecto a
la fundamentación jurídica (planteamiento de la tesis) y a la petición o petitum-, solo tienen lugar en
la sentencia, nunca antes. Luego, no cabe solicitud alguna, de previo y especial pronunciamiento y que
genere un incidente procesal, para que se altere algún ámbito de la acusación -el fiscal, y solo él, es quien
introduce la pretensión procesal-. Desde luego, desde el objeto del debate y conforme al principio de
exhaustividad el juez tendría una mayor posibilidad para Un pronunciamiento acerca del título de con­
dena en la medida que el imputado cuestione la tipificación del fiscal. Cuarto. El control judicial de la
acusación fiscal tiene un marco expreso, autorizado por el artículo 330, numeral 1, del Código Procesal
Penal. Las demás partes procesales, desde una perspectiva formal, según el literal a), pueden observar la
acusación del Fiscal por defectos formales, requiriendo su corrección; y, desde la perspectiva material,
conforme al literal d), están facultadas a pedir el sobreseimiento. Los defectos formales, desde luego, no
inciden en el juicio de tipicidad (indicación del tipo delictivo correspondiente con base en elfactum del
requerimiento acusatorio) ni en el juicio de imputación (elementos de convicción que justifiquen una
sospecha suficiente acerca de los cargos), que se dilucidan en la sentencia tras el juicio oral. Los defectos
formales son materia de corrección inmediata, e importan omisiones patentes en el relato de hechos, en
la identificación del imputado, en la mención y análisis propio de la justificación acusatoria, así como
en las citas legales respectivas; además, algún incumplimiento de los requisitos señalados en el artículo
349 del Código Procesal Penal. No cabe, por tanto, en esta fase procesal -intermedia- cuestionar las
bases probatorias de la acusación y sobre esa base solicitar un cambio de tipo penal o una modificación
de la pena. Estas objeciones son defensas de fondo, no formales, por lo que es inadmisible plantearlas
y, menos, aceptarlas en sede intermedia. Q uinto. En el presente caso, en la audiencia de control de
acusación la parte acusada planteó como moción que la Fiscalía realizó una tipificación incorrecta de
los hechos relevantes, pues sería el delito tributario de comercio clandestino de mercadería o productos
sujetos a control (artículo 272 del Código Penal), y no el delito acusado de tráfico ilícito de Insumos
Químicos y Productos Fiscalizados (artículo 296-B del Código Penal), que es uno de tráfico ilícito de
drogas, que a su vez integra los delitos contra la salud pública. Llama la atención este mandato, primero,
porque vulnera el principio acusatorio por cuanto entre ambos tipos penales no existe homogeneidad
de bien jurídico vulnerado; y, segundo, porque el relato fáctico de la acusación es compatible con la
tipificación respectiva. El Juez de la Investigación Preparatoria, sin atender a los límites y sentido de las
mociones reguladas en el artículo 330, apartado 1, de la Ley Ritual, y en base a un análisis probatorio
a partir de lo cual estimó la inexistencia de pruebas acerca de elemento para ser destinadas a la
elaboración de drogas tóxicas, estupefacientes o sustanciaspsicotrópicas... “, según exige el artículo 296-B
del Código Penal, amparó la observación de las partes acusadas y dispuso que se adecúe el tipo penal
acusado y, como es obvio, parcialmente los hechos -lo que es grave-. Acreditar si el propósito de los

nomos &thesis
757 SECCIÓN II: LA ETAPA INTERMEDIA Art. 351
imputados era la elaboración de drogas toxicas o no es un punto, vista la calificación fiscal, que debe
dilucidarse en el juicio oral. Es un tema de fondo, probatorio, no formal vinculado a alguna omisión o
defecto procesal. El Juez de Investigación Preparatoria quebrantó la norma procesal y afectó los poderes-
de persecución del Ministerio Público concretados en la acusación fiscal y en el objeto del proceso. La
garantía del debido proceso, al alterar, esencialmente la legalidad procesal penal, ha sido inobservada.
(Casación N .° 1450-2017-Huanuco, del 23-04-2019, ff. jj. 3 al 5. Sala Penal Permanente. Texto com­
pleto: <bit.ly/2WPNPbp>).

§ 1445. Oportunidad de las partes procesales para plantear observaciones a la acusación fiscal.
Resoluciones expedidas dentro de la audiencia de control y recurso de reposición. Véase la juris­
prudencia del artículo 415° del Nuevo Código Procesal Penal [§ 1706]. (Casación N .° 53-2010-Piura,
de 07-06-2012, f. j. 13. Sala Penal Permanente. Texto completo: <bit.ly/2bpguzi>).

JURISPRUDENCIA D E LAS CORTES SUPERIORES

§ 1446. La pretensión de carácter civil en la etapa de investigación preparatoria debe estimar­


se como postulatoria, lo que no ocurre en la etapa intermedia, en la cual debe ofrecer de modo
definitivo los medios probatorios que sustenten el tipo de daño y proponer su importe, a efectos
de obtener la reparación civil. Véase la jurisprudencia del artículo 100° del Nuevo Código Procesal
Penal [§ 485]. (Exp. N .° 00011-2017-7-520l-JR-PE-03, del 07-08-2017, ff. jj.12 y 18. Colegiado A.
Sala Penal Nacional de Apelaciones Especializada en Delitos de Corrupción de Funcionarios. Corte
Superior de Justicia. Texto completo: <bit.ly/2O0Xg4l>).

Artículo 351: Audiencia preliminar

1. Presentados los escritos y requerimientos de los sujetos procesales o vencido el plazo fijado en el
artículo anterior, el Ju e z de la Investigación Preparatoria señalará día y hora para la realización de una
audiencia preliminar, la que deberá fijarse dentro de un plazo no menor de cinco (5) días ni mayor de veinte
(20) días. Para la instalación de la audiencia es obligatoria la presencia del Fiscal y el abogado defensor
del acusado. No podrán actuarse diligencias de investigación o de prueba específicas, salvo el trámite
de prueba anticipada y la presentación de prueba documental, para decidir cualquiera de las solicitudes
señaladas en el artículo anterior.
2. La audiencia es de carácter inaplazable, rige lo dispuesto en el numeral 1 del artículo 85, será dirigi­
da por el Ju e z de la Investigación Preparatoria y durante su realización, salvo lo dispuesto en este numeral,
no se admitirá la presentación de escritos.
3. Instalada la audiencia, el Juez otorgará la palabra por un tiempo breve y por su orden al Fiscal, a la
defensa del actor civil, a sí como del acusado y del tercero civilmente responsable, los que debatirán sobre
la procedencia o admisibilidad de cada una dé las cuestiones planteadas y la pertinencia de la prueba ofre­
cida. El Fiscal podrá en la misma audiencia, presentando el escrito respectivo, modificar, aclarar o integrar
la acusación en lo que no sea sustancial; el Juez, en ese mismo acto correrá traslado a los demás sujetos
procesales concurrentes para su absolución inmediata.
4. Si la audiencia es suspendida, la siguiente sesión deberá realizarse en un plazo no mayor a ocho (8)
días hábiles. Entre el requerimiento acusatorio y la emisión del auto que lo resuelve no puede transcurrir
más de cuarenta (40) días. En casos complejos y de criminalidad organizada no podrá exceder de noventa
(90) días, bajo responsabilidad.0)

NOTA DE ACTUALIZACIÓN

(1) Texto conform e a la m odificación efectuada por el artículo 2o del Decreto Legislativo N.° 1307 (ER 30-12-2016), el m is­
mo que entró en vigencia a nivel nacional a los noventa (90) días de su publicación en el diario oficial El Peruano.

♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL


Art. 351 LIBRO TERCERO: EL PROCESO COMÚN 758

PLENOS JURISDICCIONALES

§ 1447. Se puede iniciar el juicio inmediato sin la presencia del imputado. Tema I: Los efectos
de la instalación y declaración de contumacia en la audiencia única de juicio inmediato. No procede la
aplicación de la terminación anticipada en la audiencia preliminar de control de acusación. Acuerdo
aprobado por mayoría: “Si el imputado se encuentra válidamente notificado y no concurre, se instala
la audiencia única de juicio inmediato, iniciando la etapa de control de acusación, pues el artículo 351
solamente exige la presencia obligatoria del fiscal y el abogado defensor del acusado, razón la cual, recien
iniciado el juzgamiento es que le declare reo contumaz”. (Pleno Jurisdiccional Penal de la Corte Supe­
rior de Justicia de Ventanilla, del 16-08-2018. Tema I. Texto completo: <bit.ly/2TURlTD>).
§ 1448. Situación del acusado notificado que no acude a la audiencia única de juicio inme­
diato. Tema 3: La audiencia única de juicio inmediato, desde la perspectiva de su instalación y estadio
de su suspensión. C onclusión : Ante la inconcurrencia del acusado debidamente notificado para la
audiencia única de juicio inmediato corresponde no instalar la misma, llevando a cabo el control de
acusación y suspendiendo la referida audiencia al iniciarse el juicio oral propiamente dicho, declarando
su contumacia o ausencia, según corresponda. (Pleno Jurisdiccional Distrital Penal y Procesal Penal del
Distrito Judicial de Junín del 29-09-2017. Tema 3. Texto completo: <bit.ly/2WOKAki>).
§ 1449. Sí es posible actuar y valorar actos de investigación o de prueba para resolver una
excepción de improcedencia en la audiencia de control de acusación. Pregunta: ¿Para resolver la
excepción de improcedencia de acción en una audiencia de control de acusación es posible desarrollar actos
de prueba? C onclusión plenaria : Primera postura: S í es posible actuar y valorar actos de investiga­
ción o de prueba, porque de lo contrario se afecta el derecho de defensa y el derecho a probar. (Pleno
Jurisdiccional Distrital en Materia Penal y Procesal Penal de la Corte Superior de Justicia de Tumbes
del 20-07-2017. Tema 2: Prohibición de la actuación probatoria. Texto completo: <bit.ly/2NfLgvl>).

PLENO DE LOS JUZGADOS PENALES DE INVESTIGACIÓN PREPARATORIA

§ 1450. Notificación y apercibimientos en audiencia de control de acusación. Acuerdo: 1. La


acusación se notificara al domicilio real y procesal del acusado. 2. La audiencia preliminar de control de
acusación es de carácter inaplazable. 3. Las resoluciones de traslado de acusación y citación a audiencia
se sujetaran a los considerandos del presente acuerdo. 4. La presentación de la carpeta fiscal conjun­
tamente con el requerimiento de acusación es obligatoria. 5. Los asistentes jurisdiccionales aplicaran
los modelos de resoluciones que se anexan. (Acuerdo Plenario N .° 03-2008, de 04-01-2008. Pleno de
los Juzgados Penales de Investigación Preparatoria de Trujillo. Corte Superior de La Libertad. Texto
completo: <bit.ly/1V6IM Í7>).

ACUERDOS DE LAS SALAS PENALES SUPERIORES

§ 1451. El juez dispondrá la exclusión y sanción al abogado defensor si no asiste de manera


injustificada a una audiencia inaplazable. Véase la jurisprudencia del artículo 85° del Nuevo C ó­
digo Procesal Penal [§ 422]. (Acuerdo N.° 3-2017-SPS-CSJLL, de 15-06-2017. Acuerdo de Jueces
Titulares de las Salas Penales Superiores de la Corte Superior de Justicia de La Libertad. Texto completo:
<bit.ly/2HbXqDQ> [p. 3]).

JURISPRUDENCIA DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL

§ 1452. Recurrente solicita que se declare la nulidad de la audiencia preliminar de control de


acusación. El hecho de que en el proceso penal se imponga úna medida restrictiva de libertad
individual, no habilita la procedencia de un habeos corpas per se. 5. [La] recurrente solicita que se
declare la nulidad de la audiencia preliminar de control de acusación en el proceso que se le sigue por
la comisión del delito de parricidio agravado [...]. Se alega la vulneración de los derechos a la tutela
jurisdiccional efectiva, al debido proceso y de defensa, y de los principios de legalidad, contradicción,
inmediación y publicidad. 6. La demandante sostiene que no se cumplieron los plazos establecidos para
n o m o s & th e sis
759 SECCIÓN II: LA ETAPA INTERMEDIA A lt 352

realizar los descargos a la acusación fiscal, dado que la resolución 1, de fecha 27 de julio de 2016, que
contenía la acusación fiscal le fue notificada el 11 de agosto de 2016 en el establecimiento penitenciario
donde se encuentra recluida, fecha desde la cual corrió el plazo de diez días hábiles para que absuelva
el traslado del requerimiento de acusación, el cual venció el 25 de agosto de 2016; sin embargo, antes
de dicho vencimiento se le notificó la resolución 3, de fecha 11 de agosto de 2016, para que acuda a la
audiencia de control de acusación. Además, cuestiona que no se haya notificado el traslado de la acusa­
ción fiscal a su domicilio procesal. Agrega que se ha excluido a su abogado defensor de la audiencia de
fecha 26 de agosto de 2016 sin que exista resolución alguna debidamente motivada. 7. Sin embargo, el
alegado incumplimiento del plazo para la absolución del requerimiento de acusación fiscal, la audiencia
preliminar de control de la acusación y su reprogramación, y la falta de notificación de la acusación
fiscal en el domicilio procesal, no afectan de manera negativa, directa y concreta la libertad personal de
la recurrente, que es el derecho fundamental materia de tutela del habeos corpus. En todo caso, de autos
se advierte que la actora, a través de su abogado defensor, absolvió el requerimiento acusatorio con fe­
cha 23 de agosto de 2016 [...] y que la audiencia pública de control de acusación fue realizada el 31 de
agosto de 2016, en presencia de su abogado, quien de forma oral formuló observación al requerimiento
acusatorio, audiencia que fue reprogramada para el 9 de setiembre de 2016 [...]. Por consiguiente, la
demanda debe ser rechazada por falta de conexidad con el derecho a la libertad personal, el cual consti­
tuye el derecho fundamental materia de tutela del hdbeas corpus. 8. En este escenario, resulta oportuno
destacar que el hecho de que en el proceso penal se haya dictado una medida restrictiva de la libertad in­
dividual no comporta, per se, la procedencia del hdbeas corpus contra todo pronunciamiento judicial (o
fiscal) que pueda expedirse al interior del proceso, pues el hdbeas corpus se encuentra habilitado contra
los actos u omisiones que incidan de manera directa y negativa en el derecho a la libertad individual o
sus derechos conexos; es decir, que generen agravio directo al derecho materia de tutela del hdbeas corpus
(Expedientes 01838-2011-PHC/TC y 03670-2010-PHC/TC, entre otros), como lo es, por ejemplo,
que se cuestione, la sentencia condenatoria, siempre que en ella se acuse la vulneración de los derecho a
la libertad individual y se cumpla el requisito de firmeza exigido en los procesos de hdbeas corpus contra
resolución judicial. (Exp. N.° 00569-2017-PHC/TC, del 19-09-2018 [Web: 17-10-2018], ff. jj. 5 al 8.
Texto completo: <bit.ly/2W244RU>).

Artículo 352: Decisiones adoptadas en la audiencia preliminar

1. Finalizada la audiencia el Juez resolverá inmediatamente todas las cuestiones planteadas, salvo que por lo
avanzado de la hora o lo complejo de los asuntos por resolver, difiera la solución hasta por cuarenta y ocho horas
improrrogables. En este último caso, la decisión simplemente se notificará a las partes.
2. Si los defectos de la acusación requieren un nuevo análisis del Ministerio Público, el Ju e z dispondrá
la devolución de la acusación y suspenderá la audiencia por cinco días para que corrija el defecto, luego de
lo cual se reanudará. En los demás casos, el Fiscal, en la misma audiencia, podrá hacer las modificaciones,
aclaraciones o subsanaciones que corresponda, con intervención de los concurrentes. Si no hay observa­
ciones, se tendrá por modificado, aclarado o saneado el dictamen acusatorio en los términos precisados
por el Fiscal, en caso contrario resolverá el Juez mediante resolución inapelable.
3. De estimarse cualquier excepción o medio de defensa, el Juez expedirá en la misma audiencia la
resolución que corresponda. Contra la resolución que se dicte, procede recurso de apelación. La impugna­
ción no impide la continuación del procedimiento.
4. El sobreseimiento podrá dictarse de oficio o a pedido del acusado o su defensa cuando concurran los
requisitos establecidos en el numeral 2) del artículo 344, siempre que resulten evidentes y no exista razona­
blemente la posibilidad de incorporar en el juicio oral nuevos elementos de prueba. El auto de sobreseimiento
observará lo dispuesto en el artículo 347. La resolución desestimatoria no es impugnable.^
5. La admisión de los medios de prueba ofrecidos requiere:
a) Que la petición contenga la especificación del probable aporte a obtener para el mejor conocimiento
del caso; y

♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL


Art. 352 LIBRO TERCERO: EL PROCESO COMÚN 760

b) Que el acto probatorio propuesto sea pertinente, conducente y útil. En este caso se dispondrá todo
lo necesario para que el medio de prueba se actúe oportunamente en el Juicio. El pedido de actuación de
una testimonial o la práctica de un peritaje especificará el punto que será materia de interrogatorio o el
problema que requiere explicación especializada, a sí como el domicilio de los mismos. La resolución que
se dicte no es recurrible.
6. La resolución sobre las convenciones probatorias, conforme a lo dispuesto en el numeral 2) del artí­
culo 350, no es recurrible. En el auto de enjuiciamiento se indicarán los hechos específicos que se dieren
por acreditados o los medios de prueba necesarios para considerarlos probados.
7. La decisión sobre la actuación de prueba anticipada no es recurrible. Si se dispone su actuación, ésta
se realizará en acto aparte conforme a lo dispuesto en el artículo 245, sin perjuicio de dictarse el auto de
enjuiciamiento. Podrá dirigirla un Juez si se trata de Juzgado Penal Colegiado.

NOTA DE ACTUALIZACIÓN
(1) De conform idad con el numeral 6.1 del artículo 6 del Decreto Legislativo N.° 1097 (EP, 01-09-2010), se adelanta la vi­
gencia del presente numeral 4 en los Distritos Judiciales donde aún no se encuentra vigente, respecto de los procesos
señalados en el artículo 2 del citado Decreto Legislativo. Posteriormente, el citado Decreto Legislativo fue derogado por
el artículo 1 de la Ley N.° 29572 (EP, 15-09-2010).

ACUERDOS PLENARIOS DE LA CORTE SUPREMA

§ 1453. Control de la acusación fiscal. Alcances jurídico procesales. Véase la jurisprudencia de


los artículos 349° del Nuevo Código Procesal Penal [§ 1401] y 229° del Código de Procedimientos
Penales [§ 2221] . (Acuerdo Plenario N .° 6-2009/CJ-l 16, del 13-11-2009, ff. jj. 6 al 8 [hay que precisar
que los ff. jj. 6 al 15 han sido establecidos como doctrina legal]. V Pleno Jurisdiccional de las Salas Pe­
nales Permanente y Transitorias [EP, 13-11-2009]. Texto completo: <bit.ly/2c03xxf>).

DOCTRINA JURISPRUDENCIAL VINCULANTE DE LA CORTE SUPREMA

§ 1454. Es apelable la resolución que rechaza un medio de defensa en la etapa intermedia.


Sexto. [...] [Este] Tribunal Supremo considera que la interpretación de la norma procesal debe opti­
mizar la tutela de derechos. En esa medida, si existe un vacío normativo relacionado a la posibilidad
de impugnar decisiones desestimatorias de medios de defensa en la etapa intermedia (el artículo 352,
inciso 3, del Código Procesal Penal, establece: “De estimarse cualquier excepción o medio de defensa,
el juez expedirá en la misma audiencia la resolución que corresponda. Contra la resolución que se
dicte, procede recurso de apelación. La impugnación no impide la continuación del procedimiento”,
del cual se desprende que solo se hace referencia a la posibilidad de apelar resoluciones estimatorias;
resulta razonable completar el mensaje normativo con lo expuesto en el artículo 416, inciso 1, precepto
b, del Código Procesal Penal, el cual establece que: “El recurso de apelación procederá contra: [...] Los
autos de sobreseimiento y los que resuelvan cuestiones previas, cuestiones prejudiciales y excepciones,
o que declaren extinguida la acción penal o pongan fin al procedimiento o la instancia”, de lo que se
advierte que son apelables los autos en los que se resuelven excepciones; por lo que corresponde aplicar
la analogía favorable al reo -in bonam partem- con el artículo VII, del Título Preliminar, de la referida
norma procesal, que prescribe que: 3. La Ley que coacte la libertad o el ejercicio de los derechos procesales
de las personas, asi como la que limite un poder conferido a las partes o establezca sanciones procesales, será
interpretada restrictivamente. La interpretación extensiva y la analogía quedan prohibidas mientras no fa ­
vorezcan la libertad ¿leí imputado o el ejercicio de sus derechos. 4. En caso de duda insalvable sobre la Ley
aplicable debe estarse a lo másfavorable a l reo. Se trata del principio de que no perjudicará al recurrente
una deficiencia formal en el ámbito técnico-jurídico (interpretación pro actione), que garantiza, entre
otros derechos, la posibilidad de que una persona pueda acceder a la justicia y cuestione una resolución
emitida en la fase intermedia del proceso, y que versa sobre el núcleo de la imputación. [...] (Casación
N .° 893-2016-Lambayeque, de 20-04-2018, que establece como doctrina jurisprudencial vinculante

n o m o s & th e s ls
761 SECCIÓN II: LA ETAPA INTERMEDIA Art. 352
el £ j. [6], Primera Sala Penal Transitoria [EP, 29-06-2018, Jurisprudencia, Año XXVII, N.° 1080, p.
8058]. Texto completo: <bit.ly/2BSQyse>).

§ 1455. Juez incorporará de oficio declaraciones de menor víctima de delitos sexuales (audio,
video o acta donde se registra esta primera declaración), en la etapa intermedia, si el fiscal no lo
hiciera. Actuación de declaraciones previas en caso de menores de edad víctimas de delitos se­
xuales. Toma de declaración en Cámara Gesell. Véase la jurisprudencia del artículo 242° del Nuevo
Código Procesal Penal [§ 917]. (Casación N .° 33-2014-Ucayali, de 28-20-2015, que establece como
doctrina jurisprudencial vinculante los ff. jj. 14, 15, 25 al 29. Sala Penal Permanente [EP, 26-11-2016,
Jurisprudencia, Año XXV, N.° 1029, pp. 7623-7627]. Texto completo: <bit.ly/2k0eqlZ>).

PRECEDENTE VINCULANTE DE LA CORTE SUPREMA

§ 1456. Naturaleza jurídica de los elementos de convicción y su suficiencia en la acusación fis­


cal. Actuación de las partes en el control formal y material de la acusación. Véase la jurisprudencia
del artículo 349° del Nuevo Código Procesal Penal [§ 1404]. (Casación N ° 760-2016-La Libertad, de
20-03-2017, estableció como doctrina jurisprudencial los ff. jj. 15 al 35. Sala Penal Permanente [EP,
26-04-2017, Jurisprudencia, Año XXVI, N .° 1039, p. 7719]. Texto completo: <bit.ly/2Hr4jlh>).

PLENOS JURISDICCIONALES

§ 1457. Situación del acusado notificado que no acude a la audiencia única de juicio inme­
diato. Tema 3: La audiencia única de juicio inmediato, desde la perspectiva de su instalación y estadio
de su suspensión. C onclusión : Ante la inconcurrencia del acusado debidamente notificado para la
audiencia única de juicio inmediato corresponde no instalar la misma, llevando a cabo el control de
acusación y suspendiendo la referida audiencia al iniciarse el juicio oral propiamente dicho, declarando
su contumacia o ausencia, según corresponda. (Pleno Jurisdiccional Distrital Penal y Procesal Penal del
Distrito Judicial de Junín del 29-09-2017. Tema 3. Texto completo: <bit.ly/2WOKAki>).

ACUERDOS DE LAS SALAS PENALES SUPERIORES

§ 1458. Para hacer memoria o evidenciar contradicciones excepcionalmente puede utilizarse


cualquier documento que contenga la declaración del órgano de prueba brindada en otros pro­
cesos judiciales y !o procedimientos administrativos. Véase la jurisprudencia del artículo 157° del
Nuevo Código Procesal Penal [§ 620]. (Acuerdo N.° 14-2018-SPSP-CSJLL del 19-10-2018. Acuerdo
de Jueces Titulares de las Salas Penales Superiores de la Corte Superior de Justicia de La Libertad. Texto
completo: <bit.ly/20i5Ifl>).

JURISPRUDENCIA DE LA CORTE SUPREMA

§ 1459. Principio de la necesidad de la prueba. Tercero. El principio de la necesidad de la prueba


se erige como pauta rectora y fundamental para la seguridad jurídica, porque el encartado y los demás
sujetos de la relación jurídico procesal penal saben a ciencia cierta que sin la prueba el estado no podría
cumplir su función esencial de administrar justicia, dado a que la prueba permite la aplicación de las
normas jurídicas sea para tipificar el delito, acreditar la antijuricidad de la conducta, la culpabilidad o
para concluir en la inexistencia de estos fenómenos jurídicos. Cuarto. Sin embargo, esta prueba debe
ser legítimamente obtenida para que así pueda servir de argumento al operador jurisdiccional cuando
este deba emitir el juicio de valor correspondiente. En el caso de autos, se aprecia que los registros do­
miciliarios efectuados en los domicilios de las encausadas [...], han sido realizados con clara afectación
al derecho constitucional a la inviolabilidad del domicilio, pues estos no revistieron las formalidades de
ley, -inmediatez y flagrancia- por ende, el material incautado y decomisado a los encausadas no puede
ser valorado convenientemente, por ello es que resulta correcta la decisión del tribunal a quo respecto
a la absolución de la encausada al no existir otro elemento de prueba que la vincule con el grave delito

♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL


Art. 352 LIBRO TERCERO: EL PROCESO COMÚN 762

imputado. (R. N . N .° 4824-2005-Lima, del 24-05-2006, ff. jj. 3 y 4. Sala Penal Transitoria. Texto
completo: <bit.ly/2cUl6lV>).
§ 1460. Control substancial de la acusación. Cuarto. El control formal de la acusación fiscal,
que incluso puede promoverse de oficio por el Juez de la Investigación Preparatoria -la revisión del
cumplimiento de los requisitos legales de un acto procesal trascendente y la validez de la serie procesal
constituye una facultad judicial inherente a la potestad jurisdiccional, enraizada en garantía misma de •
tutela jurisdiccional efectiva-, está contemplado en el literal a) del citado apartado 1) del articulo 350°
NCPP. Éste comprende los supuestos descritos en el artículo 349° NCPP. Los defectos denunciados, en
caso que se acojan, requerirán, conforme al artículo 352°.2 NCPP, una decisión inmediata de devolu­
ción de las actuaciones al Fiscal, con la necesaria suspensión de la audiencia, siempre que se requiera de
“...un nuevo análisis del Ministerio Público” . (Casación N .° 82-2012-Moquegua, del 15-04-2013, £ j.
4. Sala Penal Permanente. Texto completo: <bit.ly/lTkxQLz>).
§ 1461. En una excepción de improcedencia de acción interpuesta en un proceso sobre en­
riquecimiento ilícito, no es razonable exigir una descripción detallada de los actos de abuso de
poder en que hubiese incurrido el imputado para desvirtuar la tipicidad de los cargos. Véase la
jurisprudencia del artículo 6o del Nuevo Código Procesal Penal [§ 218]. (Casación N .° 277-2018-Ven-
tanilla, del 21-03-2019, ff. jj. 3 al 5. Sala Penal Permanente. Texto completo: <bit.ly/20vxyou>).

JURISPRUDENCIA DE LAS CORTES SUPERIORES

§ 1462. Es posible que por medio de tutela de derechos se pueda excluir material probatorio
cuando se evidencie ilicitud directa o indirecta, siempre y cuando no se tenga vía propia, al ser
residual la audiencia de tutela. Sétimo. Se precisa que el pedido de tutela de derechos presentando el
15 de junio de 2011 tuvo como pretensión declarar la suspensión definitiva de visualización y trans­
cripción de audios y videos de video vigilancia, siendo que en audiencia, la defensa con anuencia de la
otra parte, cambio la pretensión para tener como tal, la exclusión del material probatorio contenido en
el material audio visual y auditivo de las video vigilancias realizadas los días primero y dos de febrero de
2011. En audiencia, cuya acta obra a fojas 26, ante la solicitud del Fiscal para visualizar el contenido de
los videos que se pretendía excluir, la defensa se opuso, logrando que la Juez de investigación prepara­
toria le diera la razón. Asimismo, en la audiencia cuya acta obra a fojas 97 de la presente incidencia, no
se verifica que se haya visualizado y debatido la exclusión del material antes indicado, dictando la juez
la recurrida señalando que la discusión de exclusión de material probatorio se realizará en la audiencia
preliminar de la etapa intermedia. Octavo. Siendo así, corresponde determinar si en el caso concreto,
es procedente que por medio de tutela de derechos, se evalúe la exclusión de material probatorio que
ha decir de la defensa del investigado CR, habría sido obtenido ilícitamente por el titular de la acción
penal, quien en audiencia ha negado tal posibilidad. Para tal efecto, debemos recurrir al Acuerdo Ple-
nario N .° 4-2010/C J-l 16 [§ 372], que en su fundamento 17 establece que “a través de la audiencia de
tutela se podrá solicitar la exclusión del materialprobatorio obtenido ilícitamente- en los casos en que ésta sea
la base de sucesivas medidas o diligencias- siempre que no exista una vía propia para alcanzar este propósito
y que tenga que ver con la afectación o vulneración de alguno de los derechosfundamentales del imputado re­
conocido en el artículo 7 1 ° N C P P \ Noveno. De modo que el citado acuerdo plenario establece en forma
clara que es posible que por medio de tutela de derechos se pueda excluir material probatorio cuando se
evidencie ilicitud directa o indirecta, siempre y cuando no se tenga vía propia, al ser residual la audiencia
de tutela, sin embargo, en el caso que nos ocupa, tal como aparece presentada la tutela, no es posible
evaluar exclusión alguna, pues el material no ha sido visualizado por la autoridad jurisdiccional por
oposición incluso de la defensa. Más bien, por la naturaleza de los medios probatorios que se cuestionan
y por la oportunidad que se realiza, se concluye que la defensa del investigado CR, tiene la oportunidad,
como así se afirma en la recurrida, de discutir el material probatorio y lograr su exclusión de ser el caso,
en la audiencia preliminar de la etapa intermedia según aparece establecido en el artículo 352.5° en
concordancia con el artículo 155.2° del Código Procesal Penal, cuando el Ministerio Publico ofrezca
oralmente como material probatorio el contenido del audio visual y auditivo de los videos grabados los
nomos &thesis
763 SECCIÓN II: LA ETAPA INTERMEDIA Art. 354
días primero y dos de febrero de 2011. (Exp. N.° 00005-2011-16-1826-JR-PE-02, del 07-09-2011, ff.
jj. 7 al 9. Sala Penal de Apelaciones del Subsistema Anticorrupción-Lima. Corte Superior de Justicia de
Lima. Texto completo: <bit.ly/2G015E9>).
§ 1463. Interpretación del inciso 3 del artículo 352 del Código Procesal Penal. 8. Una primera
disposición a la que es necesaria recurrir, es el inciso 3, artículo 352 del CPP, que textualmente señala:
“De estimarse cualquier excepción o, medio de defensa, eljuez expedirá en la misma audiencia la resolución
que corresponda. Contra la resolución que se dicte, procede recurso de apelación. La impugnación no impide
la continuación delprocedimiento”. Una interpretación literal del término estimar significa aceptar una
petición, demanda o recurso, por lo que la frase “De estimarse cualquier excepción o medio de defensa”,
hace referencia sin duda a la admisibilidad de las excepciones o medios de defensa que fueron objeto
de debate durante la audiencia preliminar, de conformidad con lo dispuesto en el inciso 3, artículo 352
del CPP. Este criterio concuerda con la última patte de la disposición bajo análisis, el cual como hemos
anotado prescribe que la impugnación no impide la continuación del procedimiento, situación que
solo ocurre cuando la excepción es declarada infundada. Por tanto, el Colegiado considera que otorgar
al término estimar el sentido de fundabilidad de la excepción no resulta correcto, porque si bien el
dispositivo legal inicia con la frase “De estimarse cualquier excepción o medio de defensa”; sin embargo
al señalar a continuación que “el juez expedirá en la misma audiencia la resolución que corresponda”,
claramente reserva para un momento posterior a la estimación, la decisión de fundabilidad o no de la
excepción o medio de defensa. Además efectuar una interpretación distinta, no sería congruente con
la última parte del dispositivo materia de interpretación. (Exp. N.° 00002-2017-15-520l-JR-PE-02,
del 06-10-2017, f. j. 8. Sala Penal Nacional de Apelaciones del Sistema Especializado en Delitos de
Corrupción de Funcionarios. Texto completo: <bit.ly/2Fra80F>).

TÍTULO III
EL AUTO DE ENJUICIAMIENTO

Artículo 353: Contenido del auto de enjuiciamiento

1. Resueltas las cuestiones planteadas, el Juez dictará el auto de enjuiciamiento. Dicha resolución no
es recurrible.
2. El auto de enjuiciamiento deberá indicar, bajo sanción de nulidad:
a) El nombre de los imputados y de los agraviados, siempre que en este último supuesto hayan podido
ser identificados;
b) El delito o delitos materia de la acusación fiscal con indicación del texto legal y, si se hubiere plan­
teado, las tipificaciones alternativas o subsidiarias;
c) Los medios de prueba admitidos y, de ser el caso, el ámbito de las convenciones probatorias de
conformidad con el numera! 6) de! artículo anterior;
d) La indicación de las partes constituidas en la causa.
e) La orden de remisión de los actuados al Juez encargado del juicio oral.
3. El Juez, si resulta necesario, de oficio o según el pedido de parte formulado conforme a lo dispuesto
en el numeral 1 c) del artículo 350, se pronunciará sobre la procedencia o la subsistencia de las medidas
de coerción o su sustitución, disponiendo en su caso la libertad del imputado.

Artículo 354: Notificación del auto de enjuiciamiento

1. El auto de enjuiciamiento se notificará al Ministerio Público y a los demás sujetos procesales, se


tendrá como válido el último domicilio señalado por las partes en la audiencia preliminar, empleándose
para ello el medio más célere.

♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL


Art. 355 LIBRO TERCERO: EL PROCESO COMÚN 764

2. Dentro de las cuarenta y ocho (48) horas de la notificación, el Juez de la Investigación Preparatoria
hará llegar al Ju e z Penal que corresponda dicha
3. resolución y los actuados correspondientes, así como los documentos y los objetos incautados, y se
pondrá a su orden a los presos preventivos.(1)

NOTA DE ACTUALIZACIÓN
(1) Texto conform e a la m odificación efectuada por el artículo 2o del Decreto Legislativo N.° 1307 (EP, 30-12-2016), el m is­
m o que entró en vigencia a nivel nacional a los noventa (90) días de su publicación en el diario oficial El Peruano).

JURISPRUDENCIA DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL

§ 1464. El solo acto de falta de notificación genera violación del derecho al debido proceso.
Véase la jurisprudencia del artículo 399° del Nuevo Código Procesal Penal [§ 1633]. (Exp. N.° 4196-
2010-PH C/TC [caso Galo Edgard Revilla Bastios], del 14-03-2011 [Web: 28-03-2011 / EP, 06-05­
2011], £ j. 3. Texto completo: <bit.ly/2CCJkbV>).

TÍTULO IV
EL AUTO DE CITACIÓN A JUICIO

Artículo 355: Auto de citación a juicio

1. Recibidas las actuaciones por el Juzgado Penal competente, éste dictará el auto de citación a juicio
con indicación de la sede del juzgamiento y de la fecha de la realización del juicio oral, salvo que todos los
acusados fueran ausentes. La fecha será la más próxima posible, con un intervalo no menor de diez (10)
días.
2. El Juzgado Penal ordenará el emplazamiento de todos los que deben concurrir al juicio. En la reso­
lución se identificará a quién se tendrá como defensor del acusado y se dispondrá todo lo necesario para
el inicio regular del juicio.
3. Los testigos y peritos serán citados directamente para la sesión que les corresponda intervenir.
4. El emplazamiento al acusado se hará bajo apercibimiento de declararlo reo contumaz en caso de
inconcurrencia injustificada.
5. Será obligación del Ministerio Público y de los demás sujetos procesales coadyuvar en la localiza­
ción y comparecencia de los testigos o peritos que hayan propuesto.
6. La audiencia de instalación de juicio es inaplazable, rige el numeral 1 del artículo 85°.(1)

NOTA DE ACTUALIZACIÓN
(1) Texto conform e a la m odificación efectuada por el artículo 2o del Decreto Legislativo N.° 1307 (ER 30-12-2016), el m is­
m o que entró en vigencia a nivel nacional a los noventa (90) días de su publicación en el diario oficial El Peruano).

ACUERDO PLENARIO DE LA CORTE SUPREMA

§ 1465. Notificación de resoluciones y competencias del Ministerio Público (artículo 355°


apartados 2 y 5). 15. A. Interpretación sistemática. A .l. El artículo 363 del CPP estatuye que el juez
penal o el juez presidente del juzgado colegiado dirigirán el juicio y ordenará los actos necesarios para
su desarrollo. La citación a los testigos y peritos se lleva a cabo por el personal a cargo de este autoridad
jurisdiccional, conforme con el artículo 366 del referido texto legal, el cual indica que: “ 1. El auxiliar
jurisdiccional del juzgado adoptará las acciones pertinentes para que se efectúen las notificaciones or­
denadas y se encuentren en lugar adecuado los objetos o documentos cuya presentación en audiencia
ha sido ordenada. 2. Igualmente, está obligado a realizar las coordinaciones para la asistencia puntual

n o m o s & th e sis
765 SECCION II: LA ETAPA INTERMEDIA Art. 355
del fiscal, de las partes y de sus abogados, así como para la comparecencia de los testigos, peritos, intér­
pretes y otros intervinientes citados por el juzgado El apartado 5, artículo 355, del CPP, señala
la obligación de las partes procesales de coadyuvar en la localización y comparecencia de sus testigos y
peritos ajuicio. Sin embargo dicha norma debe ser interpretada conjuntamente con los demás apartados
de tal artículo en el orden de prelación que figuran: “ 1. Recibidas las actuaciones por el juzgado penal
competente, este dictará el auto de citación a juicio con indicación de la sede del juzgamiento y de la
fecha de la realización del juicio oral, salvo que todos los acusados hieran ausentes [...]. 2. El juzgado
penal ordenará el emplazamiento de todos los que deben concurrir al juicio [...]. 3. Cuando se estime
que la audiencia se prolongará en sesiones consecutivas, los testigos y peritos podrán ser citados directa­
mente para la sesión que les corresponda intervenir [...]. 5. Será obligación del Ministerio Público y de
los demás sujetos procesales coadyuvar en la localización y comparecencia de los testigos o peritos que
hayan propuesto”. La norma determina las primeras acciones por realizar, una vez recibida la causa por
el juez juzgador, como dictar el auto de citación a juicio; es decir, el acto que comunica que el juicio
oral va a iniciar y que determinadas personas deben acudir a la sede judicial. Luego de ello, el juzgado
penal ordenará el emplazamiento de todos los que deben concurrir al juicio. Sólo en el último párrafo
dispone que será obligación del Ministerio Público y de los demás sujetos procesales coadyuvar en la
localización y comparecencia de los testigos o peritos que hayan propuesto. Por lo tanto, siempre el
personal auxiliar del juzgado citará a testigos y peritos, sin perjuicio de que coadyuven en ello las partes.
Esto se confirma con la previsión contenida en el artículo 366 del Código citado. A.2. En el mismo
sentido, dispone el artículo 23 del Reglamento de Notificaciones, Citaciones y Comunicaciones, bajo
las normas del Código Procesal Penal, emitida por el Consejo Ejecutivo del Poder Judicial, que: “ [...]
una vez que el órgano jurisdiccional determine la necesidad de hacer comparecer a las personas indica­
das en el artículo 21 del citado Reglamento, la citación judicial será remitida al encargado de notifica­
ciones, quien procederá a hacer entrega de la misma al destinatario de la citación. En casos especiales,
dispondrá que sea la Policía la encargada de notificar”. El artículo 21 prevé: “La citación judicial tiene
por finalidad hacer comparecer a las víctimas, testigos, peritos, intérpretes, depositarios y otros que
correspondan, en el tiempo y lugar prefijados, para llevar a cabo una actuación judicial, en los casos
que el órgano jurisdiccional considere necesaria su presencia”. El artículo 24 del mencionado Regla­
mento preceptúa que: “ [...] cuando se trate de testigos y peritos a ser citados, el Juez requerirá al sujeto
procesal que los propuso para que se encargue de entregar la respectiva citación judicial”; lo que debe
entenderse como subsidiario; y una forma de coadyuvar, cuando se agotó y son ineficaces las cursadas
por el órgano administrativo judicial, especialmente porque el artículo 24 citado no puede colisionar
con las normas referidas del Código Procesal Penal, por jerarquías de normas previstas en el segundo
párrafo del artículo 138 de la Constitución Política del Estado, que concuerda con el artículo 14 de la
Ley Orgánica del Poder Judicial. A.3. Además, el Reglamento de Notificaciones, Citaciones y Comuni­
caciones entre Autoridades en la Actuación Fiscal, señala expresamente que tiene por objeto establecer
el procedimiento de notificaciones de las actuaciones procesales, que realizan los fiscales en su condición
de titulares del ejercicio público de la acción penal, así como el de las citaciones y comunicaciones entre
autoridades. Pero la citación a juicio de testigos y peritos no es una actuación procesal que competa a
los fiscales, en su condición de titulares del ejercicio público de la acción penal; como sí lo es notificar
el archivo de la denuncia o el secreto de la investigación. Por último, esta norma señala que los fiscales,
en el ejercicio de sus funciones, están facultados para citar a las víctimas, testigos, peritos, intérpretes y
depositarios; por lo que debe en tenderse que solo lo hará en la etapa de investigación que dirige y, por
lo tanto, está a cargo su concreción. A. 4. De una apreciación sistemática de las normas que regulan esta
actividad, es claro que corresponde al Juzgado Unipersonal o Colegiado citar a los testigos y peritos. 16.
B. Interpretación teleológica. B .l. El apartado 5, del artículo 355, del CPP dispone: “[...] será obligación
del Ministerio Público y de los demás sujetos procesales coadyuvar en la localización y comparecencia de
los testigos o peritos que hayan propuesto”. Coadyuvar, según la Real Academia de la Lengua Española, es
la acción de asistir, ayudar, colaborar al logro de un fin. En este caso, implicaría el ayudar en ciertos casos,
excepcionales, a la función de citar que tiene el juzgado. Ello es concordante con el literal h), del apartado
1, del artículo 349, del CPP, que ordena que el Fiscal, en su acusación ofrecerá los medios de prueba para su

♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL


Art. 355 LIBRO TERCERO: EL PROCESO COMÚN 766

actuación en la audiencia; en este caso, la lista de testigos y peritos, con indicación del nombre y domicilio,
y de los puntos sobre los que habrán de recaer sus declaraciones. B.2. En el mismo sentido, el literal f), del
apartado 1, del artículo 350, del mismo texto legal, permite a la defensa del acusado, actor civil, tercero
civil o parte procesal, ofrecer pruebas para el juicio, para lo cual deberá adjuntar la lista de testigos y peritos
que serán convocados al debate, con indicación de nombre, profesión y domicilio; además de precisar los
hechos acerca de los cuales serán examinados en el curso del debate. B.3. Entonces, el fin de la norma no
es que en todos los casos el Ministerio Público y las demás partes procesales citen a sus testigos y peritos,
sino el que únicamente coadyuven a este propósito. Es el órgano judicial el que hace el juicio, capta la in­
formación y expide resoluciones orales y/o escritas, y es a su área administrativa a la que corresponde (con
la información que aquellos le brinden). (Acuerdo Plenario N .° 5-2012/CJ-116, del 29-01-2013, que
establece como doctrina legal los ff. jj. 15-16. VIII Pleno Jurisdiccional de las Salas Penales Permanente
y Transitoria [EP, 04-01-2014]. Texto completo: <bit.ly/2FDUaSP>).

PLENOS JURISDICCIONALES

§ 1466. El plazo de atención al contumaz en los procesos penales debe realizarse dentro de los
15 días naturales. P roblemática: ¿Cuál es el plazo procesal en que debe ser atendido un contumaz una
vez que es puesto a disposición delju ez en cumplimiento de las órdenes de conducción compulsiva? El Pleno
ha acordado por unanimidad : El contumaz debe ser atendido dentro del plazo razonable con un límite
máximo de 15 días naturales. (Pleno Jurisdiccional Distrital Penal de la Corte Superior de Justicia de
Piura del 23-11-2018. Tema 2: La atención del contumaz en los procesos penales. Texto completo:
<bit.ly/2DX7 mhG>).

JURISPRUDENCIA DE LAS CORTES SUPERIORES

§ 1467. La citación o comunicación a los órganos de prueba con el contenido del auto de ci­
tación a juicio por los sujetos procesales no vulnera el contenido esencial de derechos y garantías
previstas por la Constitución. Apercibimiento en caso de inconcurrencia de los órganos de prue­
ba. 21. Si bien el artículo 355° inciso 2) del Código Procesal Penal dispone que el Juzgado Penal orde­
nará el emplazamiento de todos los que deben concurrir al juicio, dicha norma no debe ser interpretada
llanamente en su literalidad -ni como obligatoria imposición al personal auxiliar jurisdiccional, ni como
necesaria imposición a los sujetos procesales- sino en consonancia con los principios acusatorio, adver­
saria! y de igualdad de armas que inspiran nuestro sistema procesal y que constituyen fundamento de
interpretación por disposición del artículo X del Título Preliminar del anotado, desde esa perspectiva,
corresponde en principio a los sujetos procesales poner en conocimiento de sus órganos de prueba, el
contenido del auto de citación a juicio, y procurar su efectiva concurrencia al juzgamiento oral para
acreditar sus respectivas teorías del caso. 22. Esta Sala Penal estima que la citación o comunicación a los
órganos de prueba con el contenido del auto de citación a juicio por los sujetos procesales no vulnera
el contenido esencial de derechos y garantías previstas por la Constitución, específicamente el debido
proceso invocado por la parte apelante, por el contario, contribuye a consolidar el modelo que inspira el
nuevo Código Procesal Penal a través del asentamiento de una buena práctica que posibilitará que sean
las partes quienes se interesen en llevar a juicio a sus testigos o peritos, como en efecto mayoritariamente
viene sucediendo en la práctica judicial, esa es la regla general para efectivizar su comparecencia. 23. No
obstante la regla indicada precedentemente, existen algunos casos en los que la citación o comunicación
a los órganos de prueba podría resultar inoficiosa como lo son los supuestos de testigos hostiles (testigos
que está en contra de los intereses de la parte que lo ofrece) o de funcionarios o servidores públicos
(para cuya comparecencia o permiso del superior jerárquico para tal fin, requieren justificar un empla­
zamiento judicial); en esos casos, con ocasión del ofrecimiento de sus medios probatorios en la etapa
intermedia, los sujetos procesales deberán invocar motivadamente tales circunstancias requiriendo que
el emplazamiento para el juzgamiento oral sea efectuado por el órgano jurisdiccional. 24. Los aperci­
bimientos que la norma procesal establece para el caso de inconcurrencia de los órganos de prueba se
efectivizan teniendo en cuenta, en principio, la posición de la parte oferente sobre el particular, tal es asi

n o m o s & th e sis
767 SECCIÓN III: EL JUZGAMIENTO Art. 356
que pese a que un testigo válidamente emplazado por la autoridad judicial no concurre a la audiencia,
y que correspondería efectivizar el apercibimiento de conducción compulsiva, puede la parte que lo
propuso prescindir de su actuación por convenir a sus intereses. Desde esa perspectiva, en aquellos casos
en que pese a la citación o comunicación efectuada por los sujetos procesales, el órgano de prueba no
concurre al juzgamiento oral, será la parte quien deberá requerir al Juez su emplazamiento judicial, la
efectivización de una orden de conducción compulsiva o simplemente optar por prescindir de su actua­
ción. 25. El auto de citación a juicio deberá establecer claramente que es obligación de las partes llevar
al juicio oral a sus órganos de prueba, y hacerles conocer además que tienen el deber de comparecer
a dicha audiencia, caso contrario podrían ser objeto de los apercibimientos previstos en la ley. 26. En
atención a las consideraciones expuestas, esta Sala Penal de Apelaciones considera que con la decisión
judicial de requerir a las partes la citación de sus órganos de prueba para el juzgamiento oral, no se ha
vulnerado el debido proceso, debiendo disponer que la magistrada en lo sucesivo adecúe la expedición
del auto de citación a juicio con las especificaciones efectuadas en la presente resolución, efectivizando
la Comisión Especial de Implementación del CPP - Secretaría Técnica obligación y el derecho de las
partes a llevar a sus testigos y peritos a juicio oral. (Exp. N .° 6604-2008-42-1601-JR-PE-03, del 20-01­
2010, íf. jj. 21 al 26. Sala Penal de Apelaciones de Trujillo. Corte Superior de Justicia de La Libertad.
Texto completo: <bit.ly/2YLklwN>).

SECCION III
EL JUZGAMIENTO

TÍTULO I
PRECEPTOS GENERALES

Artículo 356: Principios del juicio

1. El juicio es la etapa principal del proceso. Se realiza sobre la base de la acusación. Sin perjuicio
de las garantías procesales reconocidas por la Constitución y los Tratados de Derecho Internacional de
Derechos Humanos aprobados y ratificados por el Perú, rigen especialmente la oralidad, la publicidad, la
inmediación y la contradicción en la actuación probatoria. Asimismo, en su desarrollo se observan los prin­
cipios de continuidad del juzgamiento, concentración de los actos del juicio, identidad física del juzgador
y presencia obligatoria del imputado y su defensor.
2. La audiencia se desarrolla en forma continua y podrá prolongarse en sesiones sucesivas hasta su
conclusión. Las sesiones sucesivas, sin perjuicio de las causas de suspensión y de lo dispuesto en el
artículo 360, tendrán lugar al día siguiente o subsiguiente de funcionamiento ordinario del Juzgado.

ACUERDO PLENARIO DE LA CORTE SUPREMA

§ 1467a. Absolución, sobreseimiento y reparación civil. Prescripción y caducidad en ejecu­


ción de sentencia en el proceso penal. (XI Pleno Jurisdiccional Supremo Penal 2019. Texto completo:
<bit.ly/2I5PxPu>).

§ 1468. La oralidad como una forma de expresión de los actos procesales. 8. [...]. El principio de
oralidad está referido, primordialmente, a la forma de los actos procesales. Éstos han de ser realizados verbal­
mente -predominio de lo hablado sobre lo escrito-. Además, vista su importancia y si se insta su incorpora­
ción cardinal en las actuaciones procesales -como lo hace razonable, que no radicalmente, el NCPP-, se erige
en un modo de hacer el proceso, pues facilita la aplicación de los principios de investigación, inmediación,

♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL


Art. 356 LIBRO TERCERO: EL PROCESO COMÚN 768

concentración y publicidad, aunque, como es obvio -situación que no puede desconocerse en modo alguno-,
no condiciona la estructura del proceso, la formación del material fáctico y la valoración de la pmeba. [...]
(Acuerdo Plenario N.° 6-2011/CJ-l 16, del 06-12-2011, £ j. 8. VII Pleno Jurisdiccional de las Salas Penales
Permanente y Transitoria [EP, 30-05-2012], Texto completo: <bit.ly/lRkEJxm>).

PRECEDENTE VINCULANTE DE LA CORTE SUPREMA

§ 1469. Principio acusatorio como garantía esencial del proceso penal (artículo 356°. 1). Terce­
ro. Que dos son los aspectos objeto de análisis recursal: a) la correcta aplicación de la doctrina
jurisprudencial referida a los alcances del principio acusatorio; y, b) el ámbito del objeto procesal y la
aplicación de la regla de prescripción de la acción penal. Cuarto. Que, en cuanto al principio acusato­
rio, es evidente -según doctrina procesalista consolidada- que se trata de una de las garantías esenciales
del proceso penal, que integra el contenido esencial del debido proceso, referida al objeto del proceso,
y determina bajo qué distribución de roles y bajo qué condiciones se realizará el enjuiciamiento del
objeto procesal penal (conforme: G imeno S endra , Vicente, Derecho Procesal Penal, editorial Colex,
Madrid, p. 79); que, entre las notas esenciales de dicho principio, en lo que es relevante al presente caso,
se encuentra, en primer lugar, que el objeto del proceso lo fija el Ministerio Publico, es decir, los hechos
que determinan la incriminación y ulterior valoración judicial son definidos por el Fiscal, de suerte que
el objeto del proceso se concreta en la acusación fiscal -que a su vez debe relacionarse, aunque con un
carácter relativo en orden a la propia evolución del sumario judicial, con la denuncia fiscal y el auto
apertorio de instrucción, que sencillamente aprueba la promoción de la acción penal ejercitada por el
Fiscal-, respecto a la cual la decisión judicial debe ser absolutamente respetuosa en orden a sus límites
fácticos; y, en segundo lugar, que la función de acusación es privativa del Ministerio Público y, por ende,
el juzgador no ha de sostener la acusación; que esto último significa, de acuerdo al aforismo nemo iudex
sine acusatore, que si el Fiscal no formula acusación, más allá de la posibilidad de incoar el control jerár­
quico, le está vedado al órgano jurisdiccional ordenar al Fiscal que acuse y, menos, asumir un rol activo
y, de oficio, definir los ámbitos sobre los que discurrirá la selección de los hechos, que solo compete a la
Fiscalía: el presupuesto del juicio jurisdiccional es la imputación del Fiscal; que, por tanto, si el órgano
judicial está conforme con el dictamen no acusatorio del Fiscal Provincial y, por ello, no decide incoar
el procedimiento para forzar la acusación, y si a continuación, con motivo del recurso de apelación de
la parte civil, el Fiscal Superior igualmente emite un dictamen no acusatorio, ratificando el parecer del
Fiscal Provincial -es de recordar al respecto que el Ministerio Público, a nivel institucional, está regido
por el principio de unidad en la función y dependencia jerárquica, de suerte que, en estos casos, prima
el parecer del Superior Jerárquico y si este coincide con lo decidido por el Fiscal inferior concreta y
consolida la posición no incriminatoria del Ministerio Público- no existe posibilidad jurídica que el
órgano jurisdiccional de alzada dicte una resolución de imputación; que, no obstante ello, como ha
venido sosteniendo esta Suprema Sala en reiterada jurisprudencia, y pese a lo expuesto, es posible -asu­
miendo una ponderación de otros derechos fundamentales en conflicto- una anulación del procedi­
miento cuando, de uno u otro modo, y de manera especialmente relevante, se afecte el derecho a
prueba de la parte civil -que integra la garantía constitucional de defensa procesal- o la decisión fiscal
incurra en notorias incoherencias, contradicciones o defectos de contenido que ameritan un nuevo
pronunciamiento fiscal y, en su caso, la ampliación de la propia instrucción, tales como se omite valorar
determinados actos de investigación o de prueba, no se analiza determinados hechos que fueron objeto
de la denuncia fiscal y del auto de apertura de instrucción, así como, desde otra perspectiva, se niega
inconstitucionalmente la actuación de prueba pertinente ofrecida oportunamente en la oportunidad, el
modo y forma de ley por la parte civil o cuando admitida la prueba no se actúa en función a situaciones
irrazonables, que no son de cargo de aquella; que, en el presente caso, no se ha producido ninguna de
las situaciones de excepción ancladas en el derecho a la prueba o a la completa valoración de los hechos
que integran la instrucción judicial, por lo que, la invocación del principio acusatorio como motivo
suficiente para confirmar el sobreseimiento, es legalmente correcto y no infringe precepto constitucio­
nal alguno. Q uinto. Que, como se ha dejado expuesto, el objeto del proceso se concreta en el dictamen
final del Ministerio Público, que cuando es acusatorio introduce la pretensión penal, que a su vez está
n o m o s & th e sis
769 SECCION III: EL JUZGAMIENTO Art. 356
definida, en su aspecto objetivo, por la denominada “fundamentación fáctica”, esto es, el hecho punible,
el hecho histórico subsumible en un tipo penal de carácter homogéneo -esos hechos son formulados por
el Ministerio Público a una persona determinada, y en su definición o concreción no puede intervenir
el órgano jurisdiccional-; que el escrito de acusación formaliza la pretensión penal y en función a ese
marco fáctico debe pronunciarse el órgano jurisdiccional; que los hechos delimitados en la acusación
fiscal [...] se circunscriben, en su esencia, a la falsificación de una partida de bautismo que se presentó
en un proceso jurisdiccional y, mediante ella, se logró un fallo que sirvió para afectar derechos patrimo­
niales de la [empresa] agraviada [...]; que el citado documento falso se utilizó el 25 de julio de 1984 y
dio lugar a sendas sentencias jurisdiccionales que culminaron con la Ejecutoria Suprema del 21 de fe­
brero de 1989, tal como se indica [...] de la sentencia penal de primera instancia -dato de hecho que no
ha sido objetado por el quejoso-; por tanto, es a partir de esa fecha -es obvio que durante la tramitación
del proceso civil y hasta que no culminara no era posible promover la acción penal pues de acuerdo al
artículo 84° del Código Penal estaba vigente una causal de suspensión del plazo de prescripción- que
empieza a correr el plazo de la prescripción extraordinaria, en tanto que el delito de falsedad es de co­
misión instantánea y se consuma, en todo caso, cuando a sabiendas se utiliza el documento falso -un
supuesto típico distinto de la confección, alteración o modificación falsaria del documento y que, asi­
mismo, puede concurrir con él y ser perpetrado por el propio autor de la elaboración del documento
falso o por un tercero-, el cual en el presente caso sustentó una demanda y dio lugar a una sentencia que
consolidó el propósito criminal del agente -es de insistir que el uso de un documento falso es un delito
de estructura instantánea aunque sus efectos puedan prolongarse más allá, por lo que, en principio, el
plazo de prescripción empezará a contarse desde el momento de su utilización-; que si cuenta el plazo
desde el 21 de febrero de 1989 hasta la fecha de la sentencia de vista del 7 de agosto de 2006 ha trans­
currido más de quince años, en tanto se calificó que el documento falso era de carácter público, por lo
que la declaración de prescripción es legalmente correcta. Sexto. Que si bien es cierto que en el curso
del procedimiento se dedujo una excepción de prescripción y, finalmente, este Supremo Tribunal la
desestimó mediante Ejecutoria [...] del 8 de julio de 1999, bajo el argumento que con la partida de
bautismo falsa promovió una serie de demandas civiles de desalojo en los años 1994, 1995 y 1996, a
partir de las cuales debe computarse el plazo de prescripción, es de precisar que la acusación fiscal deli­
mitó el objeto procesal a la alteración de la partida de bautismo y su utilización en el proceso de contra­
dicción de sentencia -dato que es compatible con las denuncias fiscales en consecuencia, es ese el
marco de referencia bajo los precisos contornos del principio acusatorio, cuya esencia en virtud de su
jerarquía constitucional debe respetarse en todo momento por el órgano jurisdiccional, de suerte que
una resolución interlocutoria no puede, en esos estrictos ámbitos, definir anteladamente el contenido
fáctico y, luego, la apreciación jurídica del órgano de mérito cuando deba dictar sentencia, siempre que
esté de por medio la vigencia de las garantías procesales constitucionalizadas. Séptim o. [...] [En] armo­
nía con el principio acusatorio, la introducción de cargos, en suma, la persecución del delito correspon­
de al Ministerio Público -artículo 159 numeral 5 de la Constitución- y es a ese órgano que en todo caso
debió acudir la parte civil para instar la ampliación del auto de apertura de instrucción, de suerte que
esa petición no ameritaba una decisión expresa del Tribunal con riesgo de incurrir en nulidad de actua­
ciones o de dictar un fallo corto causante de incongruencia cifra petita [...]. (Queja N.° 1678-2006-
Lima, dél 13-04-2007, ff. jj. 3-7 [hay que precisar que solo los ff. jj. 4, 5 y 6 constituyen precedente
vinculante]. Sala Penal Permanente [EP, 13-04-2007]. Texto completo: <bit.ly/2tWtqq>).

DOCTRINA JURISPRUDENCIAL VINCULANTE DE LA CORTE SUPREMA

§ 1470. Recurso de apelación y principio de inmediación. Excepciones al principio de inme­


diación, relacionadas a la valoración de la prueba personal en segunda instancia. Véase la jurispru­
dencia del artículo 422° del Nuevo Código Procesal Penal [§ 1729]. (Casación N.° 636-2014-Arequipa,
de 03-02-2016, que establece como doctrina jurisprudencial vinculante lo señalado en el considerando
2.4 [en este caso, véanse los considerandos 2.3.1 y 2.3.2]. Sala Penal Permanente [EP, 26-07-2016,
Jurisprudencia, Año XXV, N.° 1018, pp. 7499-7503]. Texto completo: <bit.ly/2a8rZbM>).
♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL
Art. 356 LIBRO TERCERO: EL PROCESO COMÚN 770

PLENOS JURISDICCIONALES

§ 1471. Problemática de la realización efectiva de los juicios orales en sesiones continuas e


ininterrumpidas. Principios de concentración inmediación, unidad y continuidad de la audien­
cia. P regunta: ¿Es una práctica adecuada a los propósitos de la reforma procesalpenal, la suspensión sucesi­
va de losjuzgamientos hasta por ocho días y mientras tanto pueden iniciarse otrosjuzgamientos y llevarse p a­
ralelamente sin afectar los principios de concentración, inmediación, unidad y continuidad de la audiencia?
C onclusión P lenaria : E l Pleno adoptó por mayoría'. Iniciado el juicio oral, éste debe realizarse en lo
posible en una sola audiencia o en sesiones consecutivas y continuadas, con plazos de suspensión máxi­
mos de hasta ocho días. Esta forma de trabajo no impide que puedan iniciarse y llevarse a cabo otros
juicios paralelamente. (Pleno Jurisdiccional Nacional Penal y Procesal Penal, realizado en Chiclayo el
26 y 27 de junio de 2015. Tema: Problemática de la realización efectiva de los juicios orales en sesiones
continuas e ininterrumpidas. Principios de concentración inmediación, unidad y continuidad de la
audiencia. Texto completo: <bit.ly/2af02D8>).

JURISPRUDENCIA DE LA CORTE SUPREMA

§ 1472. Principio de inmediación en las actuaciones probatorias. Décim o prim ero. [...] La in­
mediación, como principio y presupuesto, permite el acercamiento del Juzgador con todos los ele­
mentos que sean útiles para emitir una sentencia justa; así, la inmediación se desarrolla en dos planos:
i) entre quienes participan en el proceso y el tribunal, para lo cual se exige la presencia física de estas
personas; la vinculación entre los acusados y el Tribunal Juzgador es una inmediatez que se hace efectiva
a través de la oralidad; ii) en la recepción de la prueba, para que el Juzgador se forme una idea de los he­
chos y para que sea posible la defensa se requiere que la prueba sea practicada en el juicio; la inmediatez
da lugar a una relación interpersonal directa, frente a frente, cara a cara, de todos entre sí: acusado y juz­
gador, acusado y acusador, acusado y defensores, entre éstos con el Juzgador y acusador, el agraviado y el
tercero civil; el Juzgador conoce directamente la personalidad, las actitudes, las reacciones del acusado,
así como del agraviado, del tercero civil, del testigo o perito; por lo que la inmediación resulta una nece­
sidad imprescindible para otorgar el correcto valor probatorio de los medios probatorios incorporados
y actuados. El principio de inmediación trasciende en cuanto a la valoración de los medios probatorios
{testimonial, peritaje, referencial), pues si dichos medios probatorios no se actuaron en audiencia ante el
Juzgador es imposible que se les pueda dotar de un verdadero valor probatorio. El Juicio Oral, materia­
lización del principio de inmediación, es el ámbito normal en el que se actúan los medios probatorios y
el Juzgado Unipersonal o Colegiado es quien debe otorgarles un determinado valor probatorio; por lo
que si el Colegiado Superior no tiene ante sí al testigo {pruebapersonal) es imposible que le otorgue di­
ferente valor probatorio sin la actuación de otros medios probatorios que las cuestionen. (Casación N.°
54-2010-Huaura, de 03-03-2011, f. j. 11. Sala Penal Permanente. Texto completo: <bit.ly/2aJfNyO>).

§ 1473. Aplicación del principio de inmediación. Prueba suficiente para condenar, absolución
y sobreseimiento. \Sumilla\. i) El Tribunal Juzgador determinó que [el imputado] fue el autor de los
disparos a partir del principio de inmediación; que no puede ser cuestionado: se trata de un juicio de
comparación a partir de la observación directa del imputado y de lo expuesto por los testigos, que no
puede ser reemplazado en sede impugnativa, ii) Por insuficiencia de pruebas de cargos debe ratificarse
la absolución [de los coimputados], iii) No existen elementos de convicción que sostengan la inicial
imputación de la Fiscalía. (R. N. N .° 884-2014-Del Santa [Caso “Nolasco”], de 09-12-2014. Sala Penal
Transitoria. Texto completo: <bit.ly/2jAhAvX>).
§ 1474. El principio de inmediación en las actuaciones probatorias. Segundo. [...] Que el nuevo
Código Procesal Penal, establece que el juicio es la etapa principal del proceso, rigen especialmente los
principios de oralidad, publicidad, inm ediación y la contradicción en la actuación probatoria. La in­
mediación garantiza que el Juez encargado se sentenciar tenga contacto directo con todas las pruebas. Si
el Juez no oye directamente la declaración del testigo sino que la lee de un acta, no está en condiciones
-por capaz que sea- de realizar un juicio de credibilidad respecto de lo que el testigo ha dicho, además,

nomos &thesss
771 SECCIÓN III: EL JUZGAMIENTO Art. 356
tal declaración no puede ser contraexaminada y por tanto sometida al test de la contradictoriedad. Sin
inmediación la información ostenta una bajísima calidad y no satisface un control de confiabilidad
mínimo, de ahí, que debe protegerse la inmediación del Juez, pues la escritura no permite conocer di­
rectamente la prueba. (Casación N.° 09-2007-Huaura, de 18-02-2008, f. j. 2. Sala Penal Permanente.
Texto completo: <bit.ly/2cTQOMr>).
§ 1475. Registro de resoluciones cuando versan sobre el objeto procesal o sobre una cuestión
incidental referida a la regularidad o viabilidad del procedimiento penal. La oralidad en las re­
soluciones judiciales. Quinto. [Las] resoluciones judiciales [...] cuando [...] entrañan un pronuncia­
miento sobre el objeto procesal o resuelven una cuestión incidental referida a la regularidad o viabilidad
del procedimiento penal, cuya motivación es indispensable, el principio de seguridad jurídica y la pro­
pia noción de escrituralidad que incorpora la Constitución para el supuesto de resoluciones judiciales
-artículo 139, inciso 5- exige que se consignen o transcriban íntegramente en el acta, sin perjuicio de
que consten, si fuera el caso, en la reproducción audiovisual -concordancia de los artículos 120, numeral
2, y 123, numeral 1, del Código Procesal Penal-. (Casación N .° 6l-2009-La Libertad, del 05-03-2010,
f. j. 5. Sala Penal Permanente. Texto completo: <bit.ly/2bDdDUc>).
§ 1476. Reiterados cambios en la conformación del juzgado colegiado vulneran el principio
de inmediación. Véase la jurisprudencia del artículo 359° del Nuevo Código Procesal Penal [§ 1486].
(Casación N.° 87-2012-Puno, de 18-06-2013, ff. jj. 7 y 9. Sala Penal Permanente. Texto completo:
<bit.ly/lUed5kS>).

JURISPRUDENCIA DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL

§ 1477. Contenido del principio acusatorio. 5. [...] La vigencia del principio acusatorio imprime
al sistema de enjuiciamiento determinadas características: “a) Que no puede existir juicio sin acusación,
debiendo ser formulada esta por persona ajena al órgano jurisdiccional sentenciador, de manera que si
ni el fiscal ni ninguna de las otras partes posibles formulan acusación contra el imputado, el proceso
debe ser sobreseído necesariamente; b) Que no puede condenarse por hechos distintos de los acusa­
dos ni a persona distinta de la acusada; c) Que no pueden atribuirse al juzgador poderes de dirección
material del proceso que cuestionen su imparcialidad”. (Exp. N .° 2005-2006-PHC/TC [caso Manuel
Enrique Umbert Sandoval] , del 13-03-2006 [Web: 17-03-2006 / EP, 23-03-2006], f. j. 5. Texto com­
pleto: <bit.ly/2FWEUAg>).
§ 1478. Falta de acusación impide continuar con el proceso. 6. La primera de las caracterís­
ticas del principio acusatorio mencionadas guarda directa relación con la atribución del Ministerio
Público, reconocida en el artículo 159° de la Constitución, entre otras, de ejercitar la acción penal.
Siendo exclusiva la potestad del Ministerio Público de incoar la acción penal y de acusar, a falta de
ésta, el proceso debe llegar a su fin. [...] 7. De acuerdo [al] principio acusatorio, la falta de acusación
impide cualquier emisión de sentencia condenatoria, máxime si el fiscal tuvo la opción, en vez de
acusar, de solicitar la ampliación de la instrucción. En caso el fiscal decida no acusar, y dicha resolu­
ción sea ratificada por el fiscal supremo (en el caso del proceso ordinario) o por el fiscal superior (para
el caso del proceso sumario), al haber el titular de la acción penal desistido de formular acusación,
el proceso penal debe llegar a su fin. (Exp. N .° 2005-2006-PH C/TC [caso M anuel Enrique Umbert
Sandoval] , del 13-03-2006 [Web: 17-03-2006 / EP, 23-03-2006], ff. jj. 6 y 7. Texto completo:
<bit.ly/2FWEUAg>). •

REMISIÓN

§ 1479. Sobre el principio acusatorio. Véase la jurisprudencia de los artículos I o [§ 170 ss.], 60°
[§315 ss.] y 349° [§ 1401 ss.] del Nuevo Código Procesal Penal.

♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL


Arl 357 LIBRO TERCERO: EL PROCESO COMÚN 772

Artículo 357: Publicidad del Juicio y restricciones

1. E8 juicio oral será público. No obstante ello, el Juzgado mediante auto especialmente motivado podrá
resolver, aún de oficio, que el acto oral se realice total o parcialmente en privado, en los siguientes casos:
a) Cuando se afecte directamente el pudor, la vida privada o la integridad física de alguno de los parti­
cipantes en el juicio;
b) Cuando se afecte gravemente el orden público o la seguridad nacional;
c) Cuando se afecte los intereses de la justicia o, enunciativamente, peligre un secreto particular, co­
mercial o industrial, cuya revelación indebida sea punible o cause perjuicio injustificado, a sí como cuando
sucedan manifestaciones por parte del público que turben el regular desarrollo de la audiencia;
d) Cuando esté previsto en una norma específica;
2. El Juzgado también podrá disponer, individual o concurrentemente, con sujeción al principio de pro­
porcionalidad, las siguientes medidas:
a) Prohibir el acceso u ordenar la salida de determinadas personas de la Sala de Audiencias cuando
afecten el orden y el decoro del juicio;
b) Reducir, en ejercicio de su facultad disciplinaria, el acceso de público a un número determinado de
personas, o, por las razones fijadas en el numeral anterior, ordenar su salida para la práctica de pruebas
específicas;
c) Prohibir el acceso de cámaras fotográficas o de filmación, grabadoras, o cualquier medio de
reproducción mecánica o electrónica de imágenes, sonidos, voces o similares, siempre que considere
que su utilización puede perjudicar los intereses de la ju sticia y, en especial, el derecho de las partes.
3. Desaparecida la causa que motivó la privacidad del juicio se permitirá el reingreso del público a la
Sala de Audiencias. El Juzgado, con criterio discrecional, podrá imponer a los participantes en el juicio el
deber de guardar secreto sobre los hechos que presenciaren o conocieren.
4. Los juicios sobre funcionarios públicos, delitos de prensa y los que se refieran a derechos fundamen­
tales garantizados por la Constitución son siempre públicos.
5. La sentencia será siempre pública, excepto en los casos en que el interés de menores de edad exija
lo contrario.

ACUERDO PLENARIO DE LA CORTE SUPREMA

§ 1480. Apreciación de la prueba en los delitos contra la libertad sexual. Irrelevancia de la


resistencia de la víctima. Declaración de la víctima. Retractación. Derecho a la intimidad de la
víctima. Evitación de la estigmatización secundaria. Véase la jurisprudencia del artículo 171° del
Nuevo Código Procesal Penal [§ 790]. (Acuerdo Plenario N .° 1-2011/CJ-l 16, del 06-12-2011, f. j. 38
[ff. jj. 21 al 38 establecidos como doctrina legal]. VII Pleno Jurisdiccional de las Salas Penales Permanente
y Transitoria [EP, 30-05-2012]. Texto completo: <bit.ly/ll3XDuk>).

JURISPRUDENCIA D E LA SALA PENAL NACIONAL

§ 1481. Audiencia publica y privada. Criterios para declarar el juzgamiento en audiencias


privadas por delito de violación sexual. Véase la jurisprudencia del artículo 218° del Código de Pro­
cedimientos Penales [§ 2210]. (Exp. N .° 899-2007-0-5001-JR, resolución del 12-08-2016, ff. jj. 1 al
6. Sala Penal Nacional. Texto completo: <bit.ly/2pehLPC>).

JURISPRUDENCIA D E LA CORTE INTERAMERICANA DE DERECHOS HUMANOS

§ 1482. Derecho a un proceso publico. 167. El derecho al proceso público consagrado en el artí­
culo 8.5 de la Convención es un elemento esencial de los sistemas procesales penales acusatorios de un
Estado democrático y se garantiza a través de la realización de una etapa oral en la que el acusado pueda

n o m o s & t h e s is
773 SECCION III: EL JUZGAMIENTO Art. 359
tener inmediación con el juez y las pruebas y que facilite el acceso al público. 168. La publicidad del
proceso tiene la función de proscribir la administración de justicia secreta, someterla al escrutinio de las
partes y del público y se relaciona con la necesidad de la transparencia e imparcialidad de las decisiones
que se tomen. Además, es un medio por el cual se fomenta la confianza en los tribunales de justicia.
La publicidad hace referencia específica al acceso a la información del proceso que tengan las partes e
incluso los terceros. (CIDH, Caso Palamara Iribarne vs. Chile, sentencia de 22-11-2005, párrs. 167 y
168. Texto completo: <bit.ly/lpxOJGe>).

Artículo 3 5 8 : Co n dicio n es para la publicidad del ju icio

1. Se cumple con la garantía de publicidad con la creación de las condiciones apropiadas para que el
público y la prensa puedan ingresar a presenciar la audiencia.
2. Está prohibido el ingreso de aquel que porte arma de fuego u otro medio idóneo para agredir o per­
turbar el orden. Tampoco pueden ingresar los menores de doce años, o quien se encuentra ebrio, drogado
o sufre grave anomalía psíquica.

Artículo 3 5 9 : Concurrencia del Ju e z y de las partes

1. El juicio se realizará con la presencia ininterrumpida de los Jueces, el Fiscal y de las demás partes,
salvo lo dispuesto en los numerales siguientes.
2. Cuando el Juzgado es colegiado y deje de concurrir alguno de sus miembros siendo de prever que su
ausencia será prolongada o que le ha surgido un impedimento, será reemplazado por una sola vez por el
Ju e z llamado por Ley, sin suspenderse el juicio, a condición de que el reemplazado continúe interviniendo
con los otros dos miembros. La licencia, jubilación o goce de vacaciones de los Jueces no les impide par­
ticipar en la deliberación y votación de la sentencia.
3. El acusado no podrá alejarse de la audiencia sin permiso del Juez. En caso de serle otorgado el per­
miso, será representado por su abogado defensor.
4. Si el acusado que ha prestado su declaración en el juicio o cuando le correspondiere se acoge al de­
recho al silencio, deja de asistir a la audiencia, ésta continuará sin su presencia y será representado por su
abogado defensor. Si su presencia resultare necesaria para practicar algún acto procesal, será conducido
compulsivamente. También se le hará comparecer cuando se produjere la ampliación de la acusación. La
incomparecencia del citado acusado no perjudicará a los demás acusados presentes.
5. Cuando el abogado defensor del acusado injustificadamente se ausente de la audiencia, rige lo dis­
puesto en el numeral 1 y 3 del artículo 85, excluyéndosele de la defensa.
6. Cuando el Fiscal, injustificadamente, se ausente de la audiencia o no concurra a dos sesiones conse­
cutivas o a tres sesiones no consecutivas, se le excluirá del juicio y se requerirá al Fiscal jerárquicamente
superior en grado designe a su reemplazo.
7. Cuando el actor civil o el tercero civil no concurra a la audiencia o a las sucesivas sesiones del juicio,
éste proseguirá sin su concurrencia, sin perjuicio que puedan ser emplazados a comparecer para declarar.
Si el actor civil no concurre a la instalación de juicio o a dos sesiones, se tendrá por abandonada su cons­
titución en parte.(1)

NOTA DE ACTUALIZACIÓN
(1) Texto conform e a ia modificación efectuada por el artículo Y del Decreto Legislativo N.° 1307 (EP, 30-12-2016), el m is­
m o que entró en vigencia a nivel nacional a los noventa (90) días de su publicación en el diario oficial El Peruano.

DOCTRINA JURISPRUDENCIAL VINCULANTE DE LA CORTE SUPREMA

§ 1483. Juez del colegiado reemplazado, que presenció gran parte del contradictorio durante
el juicio oral, puede volver e intervenir hasta la sentencia. Derecho del juez natural y el principio
♦ NUEVO CODIGO PROCESAL PENAL
Art. 359 LIBRO TERCERO: EL PROCESO COMÚN 774

de inmediación. 2 .4 .3 . De esta manera, el inciso 2 del artículo 359° del Código Adjetivo, en relación
a la concurrencia del Juzgador, establece lo siguiente: “Cuando el juzgado es colegiado y deje de concu­
rrir alguno de sus miembros siendo de prever que su ausencia será prolongada o que le ha surgido un
impedimento, será reemplazado por una sola vez por el juez llamado por ley, sin suspenderse el juicio,
a condición de que el reemplazado continué interviniendo con los otros dos miembros. La licencia.
Jubilación o goce de vacaciones de los jueces no les impide participar en la deliberación y votación de la
sentencia” -[El resaltado es nuestro]-. Así, la ley es taxativa al señalar lo siguiente: i) Es viable el reem­
plazo de un magistrado cuando esté en etapa de juzgamiento; ti) El nuevo magistrado será el llamado
por ley; iii) El reemplazo será por una sola vez; y, iv) Se exige que el nuevo magistrado continúe inter­
viniendo con los otros dos miembros hasta la culminación de la causa en la instancia pertinente [quien
es el sujeto quo reemplazó al magistrado; que para una mejor aclaración gramatical debió indicar “el
reemplazante”]; y. v) La licencia, jubilación o goce de vacaciones de los jueces no les impide participar
en la deliberación y votación de la sentencia. 2 .5 .8 .2 . Exam en de necesidad. Sobre el particular, dos
aspectos son claves de analizarse bajo este sub principio: i) Si existen medios alternativos igualmente
idóneos para cumplir con el objetivo de Juez Natural; y, ii) Si tales medios no afectan el principio de
inmediación, o de hacerlo, la afectación es de menor intensidad. 2 .5 .8 .2 .I. En el presente caso, se tiene
que en la sesión del 25 de febrero de 2016 intervino la magistrada N S, donde se examinó al perito AC
(médico legisla que emitió el certificado médico legal [...] practicado a la agraviada), quien se ratificó
de la elaboración del referido certificado médico; sin embargo, dicha magistrado (quien reemplazó una
sola vez al magistrado EG) no continuó como miembro integrante del Juzgado Colegiado en dicha
causa, debido a que el magistrado que fue reemplazado se reincorporó (el 3 de marzo de 2016) y par­
ticipó en las siguientes audiencias e incluso suscribió la sentencia de primera instancia del 7 de marzo
de 2016 [...]. Al respecto, cabe señalar que este ultimo magistrado no estuvo de licencia, ni jubilación
o goce vacacional para que puede participar en la deliberación y votación de la sentencia (conforme lo
señala el segundo párrafo, del artículo 359 del código Adjetivo), toda vez que continúo, luego de ser
reemplazado, como miembro integrante del referido Juzgado hasta la emisión de la sentencia: advirtién­
dose que si bien la norma establece que el magistrado reemplazante debe estar hasta la culminación de
juicio y, por tanto, deliberar y votar en la decisión de la causa; sin embargo, hay que establecer límites
en cuanto a su participación. Así, cuando el magistrado reemplazado estuvo presente en el desarrollo del
contradictorio (actuación de prueba personal y oralización de prueba documental), y es reemplazado
posteriormente, por una sola vez puede el magistrado reemplazado intervenir, deliberar y votar hasta la
emisión de la sentencia; en caso contrario, se vulneraría el principio de inmediación. De otro lado, si el
magistrado reemplazado por otro no estuvo en el desarrollo del contradictorio ni en los alegatos de las
partes, en este caso es necesaria la intervención del magistrado reemplazante a efectos de la deliberación
y votación hasta la emisión de la sentencia; en caso contrario, se vulneraría el principio de inmediación
y el derecho al juez natural. 2 .5 .8.2.2 . En consecuencia, al no existir otras medidas alternativas era ne­
cesario que el magistrado reemplazado se reincorpore a fin de no infringir el principio de inmediación
ni del juez natural, conforme las razones esbozadas líneas arriba. (Casación N .° 736-2016-Ancash,
de 26-07-2017, que estableció como desarrollo de doctrina jurisprudencial los fundamentos 2.4.3 y
2.5.8.2. Sala Penal Permanente [EP, 10-11-2017, Jurisprudencia, Año XXVI, N .° 1063, p. 7963]. Texto
completo: <bit.ly/2FAoKsj >).
§ 1484. Recurso de apelación y principio de inmediación. Excepciones al principio de inme­
diación, relacionadas a la valoración de la prueba personal en segunda instancia. Véase la jurispru­
dencia del artículo 422° del Nuevo Código Procesal Penal [§ 1729]. (Casación N .° 636-2014-Arequipa,
de 03-02-2016, que establece como doctrina jurisprudencial vinculante lo señalado en el considerando
2.4 [en este caso, véanse los considerandos 2.3.1 y 2.3.2]. Sala Penal Permanente [EP, 26-07-2016,
Jurisprudencia, Año XXV, N.° 1018, pp. 7499-7503]. Texto completo: <bit.ly/2a8rZbM>).

PLENOS JURISDICCIONALES

§ 1485. El juez reemplazado puede volver a conocer el juicio que conoció el juez reemplazante
siempre y cuando no se baya actuado nada relevante en audiencia. P roblemática: ¿Eljuez reempla-
nom os & th e sis
775 SECCIÓN III: EL JUZGAMIENTO Art. 359
zado puede volver a conocer eljuicio que conoció elju ez reemplazante? Posición adoptada p o r m a y o r í a :
“La regla es que el Colegiado que inicia la audiencia es quien debe culminarla, solamente de forma ex­
cepcional por ausencia prolongada de uno de los integrantes que conforma el Colegiado, se produciría
el cambio. Sin embargo, si no hay una ausencia prolongada, la reprogramación de la audiencia debe de
manejarse a nivel de coordinación a efecto de evitar nulidades. Asimismo, una vez realizado el cambio i
(por ausencia definitiva de uno de los miembros del Colegiado dentro del contexto del art. 359.2 del
C.P.P. éste se producirá por una sola vez, en cuyo caso, quien reemplazó debe continuar y terminar con
la audiencia. Ahora bien, si la ausencia es temporal, pero la audiencia corre riesgo de quiebre y no puede
reprogramarse en la agenda del Juzgado Colegiado, entonces, de manera excepcional va intervenir el
reemplazante, pero sabiendo que va a retornar el Juez que fue reemplazado, este último podrá retornar
siempre y cuando no se haya actuado nada relevante en audiencia; pues la intervención fue únicamente
para no quebrar la audiencia” . (Pleno Jurisdiccional Distrital Penal y Procesal Penal de Arequipa 2018,
realizado el 23-11-2018, convocado por la Corte Superior de Justicia de Arequipa. Tema 5: Interven­
ción de jueces que integran los juzgados penales colegiados en caso de licencia y otros. Texto completo:
<bit.ly/2Xjre7R>).

JURISPRUDENCIA DE LA CORTE SUPREMA

§ 1486. Reiterados cambios en la conformación del juzgado colegiado vulneran el principio


de inmediación. Sétimo. [Durante] el desarrollo del juicio oral no solo hubo uno, sino hasta tres cam­
bios [de magistrados], circunstancia importante que ocasiona vicio en la sentencia, toda vez que ello
se vincula al principio de inmediación, el cual tiene como finalidad mantener la más íntima relación
posible, el más estrecho contacto con el juzgador de una parte, los litigantes y la totalidad de los medios
probatorios de la otra, desde el comienzo del proceso hasta la sentencia final. De esta manera, deben
conocer para decidir, [los magistrados] recogen directamente sin intermediario alguno las impresiones
personales a lo largo de todos los actos procesales, cuya ordenada concatenación constituyen el proceso,
plasmándolas en el fallo como consecuencia de la elaboración lógica de la sentencia. La meta que todo
proceso debe conseguir es la búsqueda de la verdad, pero no la verdad formal, sino la verdad material
y para ello se encontrará el juez en mejores condiciones si se entiende directamente con las partes y la
prueba, que si lo hace de manera indirecta. En frase de Carnelutti: “El principio de inmediación se pue­
de resumir en un lema: abreviar la distancia y por consiguiente acercar todo lo más posible, al juzgador a
las partes y a los hechos debatidos” (Trattato delprocesso civile. ID iritto eproceso, Napoli, 1958, p. 151).
Dentro del sistema oral, el principio de oralidad tiene un especial relieve, ya que nunca podremos ni
siquiera imaginarnos el sistema formal de la oralidad si no partimos de la inmediación, entendiéndola
como el contacto directo del juez con el proceso. La oralidad, la inmediación y la concentración exigen
que el juzgador que pronuncia la sentencia haya asistido a lapráctica de las pruebas, de donde extrae
su convencimiento, y haya entrado, por lo tanto, en relación directa no solo con los testigos, con los
peritos y con los objetos de juicio [...], sino también con las partes, de forma que pueda apreciar las de­
claraciones de tales personas fundándose en la impresión inmediata recibida de ellos y no en referencias
ajenas. De ello se desprende la necesidad de desarrollar todo el proceso ante el mismo juzgador y sin
solución de continuidad, esto es, concentrándose en una sesión o en varias próximas, desarrolladas ante
el mismo Colegiado, salvo la excepción que efectúa el artículo trescientos cincuenta y nueve inciso dos
del Código Procesal Penal: “ [...] será reemplazado por una sola vez por el Juez llamado por ley”, por lo
que el Juzgado Penal Colegiado desnaturalizó y vulneró dicho artículo. [...] Noveno. Que elprincipio
de inmediación se encuentra vinculado al principio de oralidad, la inmediación es una condición
necesaria para la oralidad, impone que el juzgamiento sea realizado por el mismo Tribunal desde el
comienzo hasta el final, es el acercamiento que tiene el juzgador con todos los elementos que sean útiles
para emitir sentencia. Rige en dos planos-, i) En la relación entre quienes participan en el proceso y el
Tribunal, lo que exige la presencia física de estas personas. La vinculación entre los acusados y la Sala
Penal que juzga es una inmediatez que se hace efectiva a través de la oralidad. Este principio impide,
junto al principio contradictorio, que una persona pueda ser juzgada en ausencia; ii) En la recepción de
la prueba, para que el juzgador se forme una clara idea de los hechos y para que sea posible la defensa se

♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL


Art. 359 LIBRO TERCERO: EL PROCESO COMÚN 776

requiere que la prueba sea practicada en el juicio. En este sentido da lugar a una relación interpersonal
directa, frente a frente, cara a cara, de todos entre sí: acusado y juzgador, acusado y acusador, acusado
y defensores, entre estos con el juzgador y acusador, el agraviado y el tercero civil. El juzgador conoce
directamente la personalidad, las actitudes, las reacciones del acusado, así como del agraviado, del ter­
cero civil, del testigo o perito. En consecuencia, la inm ediación es una necesidad porque es una de las
condiciones materiales imprescindibles para la formación y consolidación del criterio de conciencia con
el que será expedido el fallo. (Casación N .° 87-2012-Puno, de 18-06-2013, ff. jj. 7 y 9 [las negritas son
nuestras]. Sala Penal Permanente. Texto completo: <bit.ly/lUed5kS>).
§ 1487. El acusado puede guardar silencio en el juicio, pero no hacer que éste se proyecte hacia
atrás, con la eficacia de cancelar otras manifestaciones precedentes. Séptim o. [...] Es de acotar que
el derecho al silencio es un derecho de uso actual, que se activa y puede ejercitarse en cada momento
procesal, pero retroactúa sobre los ya transcurridos, ni tiene, por tanto, en ellos la incidencia que pre­
tende el que recurre. El acusado puede guardar silencio en el juicio, pero no hacer que éste se proyecte
hacia atrás, con la eficacia de cancelar otras manifestaciones precedentes. Lo adquirido en el curso de la
investigación forma parte definitivamente de los autos, de los que solo podría ser expulsado formalmen­
te por razón de ilicitud [STSE 93/2010, de 12 de febrero]. Esta doctrina, que no vulnera el contenido
constitucionalmente garantizado del derecho a la no autoincriminación, es la que recoge el citado
artículo 376, numeral 1, del Código Procesal Penal. De otro lado, la confesión, si se presta con respeto
a las garantías preconocidas a todo imputado -condiciones externas objetivas con la que se obtuvo- y
no resulta inverosímil, en tanto se acredite con otros medios de prueba el cuerpo del delito -existencia
del delito-, puede ser idónea para acreditar la autoría del confesante en el delito ya establecido por otras
pruebas [STSE 1105/2007, de 21 de diciembre]. (Casación N .° 1462-2017-Lambayeque, del 15-02­
2018, f. j. 7. Sala Penal Permanente. Texto completo: <bit.ly/2TAZJs7>).
§ 1488. Juez provisional tiene la obligación de continuar con el conocimiento de la causa aun­
que se haya nombrado al juez titular. Juez imparcial. Cuarto. [...] [La] defensa ha invocado también
la causal excepcional prevista en el inciso 4 del artículo 427 de la citada norma Procesal, para desarrollo
de la doctrina jurisprudencial: A) A fin que se determine si en un despacho judicial al haber designación
de un Juez unipersonal titular por el Consejo Nacional de la Magistratura, el juez unipersonal provisio­
nal que le precedía puede seguir ejerciendo judicatura para continuar conociendo las causas en trámite,
debiéndose aplicar el artículo 149 de la Ley Orgánica del Poder judicial o no para estos casos -por la
causal de inobservancia y/o errónea aplicación de garantía constitucional en el Juez imparcial, artículo
429.1 del Código Procesal Penal-, [...]. Q uinto. En cuanto al punto A) del fundamento cuarto, el tema
propuesto no es de interés casacional, que Juez del Juzgado Colegiado haya sido provisional y que se
haya dejado sin efecto su nombramiento, por designación de titular, puesto que el Juez provisional tiene
la obligación de continuar con el conocimiento de la causa aunque esté cesado, de conformidad con el
artículo 149 del Texto Único de la Ley Orgánica del Poder Judicial. (Casación N .° 13-2017-Lima, de
18-12-2017, ff. jj. 4 y 5. Sala Penal Permanente. Texto completo: <bit.ly/2UGKc6w>).

JURISPRUDENCIA D EL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL

§ 1489. La ausencia voluntaria del imputado no impide la continuidad del juicio. La lectura
de sentencia puede continuarse en el supuesto que el imputado no concurra a la audiencia, pero
su abogado defensor sí. 3.3.6. En el presente caso, respecto a la alegada vulneración del derecho de no
ser condenado en ausencia, consideramos que es posible continuar con el juicio oral pese a la reiterada
ausencia del imputado a las sesiones de audiencia en conformidad con lo previsto por el artículo 359°,
inciso 4), del Código Procesal Penal, norma vigente en el distrito judicial del cual proviene el proceso
constitucional de autos. Allí se señala que en el marco del juicio oral la ausencia voluntaria del imputado
no impide la continuidad del juicio, pudiendo ser representado por un abogado defensor, cuando dicha
parte haya prestado su declaración o renunciado voluntariamente a hacerlo, conforme a la previsión del
artículo 359.°, inciso 4), del Código Procesal Penal que a la letra dice: “ [...] Si el acusado que ha presta­
do su declaración en el juicio o cuando le correspondiere se acoge al derecho al silencio, deja de asistir a

n o m o s & th e s is
777 SECCIÓN III: EL JUZGAMIENTO Arí. 360
la audiencia, ésta continuará sin su presencia y será representado por su defensor [...]”. En este caso, se
entiende que el imputado hizo uso de su derecho de defensa. 3.3.7. De la norma anteriormente glosada
se puede concluir que se permitirá la continuación del juicio oral sin la presencia del imputado si este ha
comparecido al acto oral (para dar su declaración u optar por guardar silencio) y posteriormente a ello
decide sustraerse del proceso renunciando de este modo a ejercer la defensa material de los cargos que
se le imputan. 3.3.8. A nuestro juicio, y conforme al contenido de este derecho, se debe señalar que no
se ha vulnerado el derecho constitucionalmente protegido a ser condenado en ausencia porque el actor
conoció el proceso y la imputación en su contra. Además, concurrió a las diligencias tanto en las etapas
iniciales como a las audiencias del juicio oral, donde prestó declaración e incluso ejerció la autodefensa.
No obstante ello, voluntariamente no concurrió a la audiencia de lectura de sentencia y a la audiencia
de apelación de sentencia. 3.3.9. También debe precisarse que en la audiencia donde se le leyó la sen­
tencia condenatoria estuvo presente su abogado defensor, quien escuchó la sentencia dictada contra su
patrocinado. En consecuencia, no se ha vulnerado el derecho del favorecido de no ser condenado en
ausencia. (Exp. N.° 000023-2012-PHC/TC, del 07-06-2017 [Web: 08-06-2017], ff. jj. 3.3.6 al 3.3.9.
Texto completo: <bit.ly/2Tocsy6>).

§ 1490. El no permitirle al imputado ejercer su defensa material, convocando directamente


a las partes a la lectura de sentencia, vulnera el derecho de defensa y se constituye en causal de
nulidad de la sentencia. Véase la jurisprudencia del artículo 396° del Nuevo Código Procesal Penal [§
1594]. (R. N. N .° 851-2014-LimaNorte, del 19-11-2015, ff. jj. 2.3 al 2.6. Sala Penal Transitoria. Texto
completo: <bit.ly/2EySGWz>).

A rtículo 3 6 0 : Continuidad, su sp en sió n e interrupción del juicio

1. Instalada la audiencia, ésta seguirá en sesiones continuas e ininterrumpidas hasta su conclusión. Si


no fuere posible realizar el debate en un solo día, éste continuará durante los días consecutivos que fueran
necesarios hasta su conclusión.
2. La audiencia sólo podrá suspenderse:
a) Por razones de enfermedad del Juez, del Fiscal o del imputado o su defensor;
b) Por razones de fuerza mayor o caso fortuito; y,
c) Cuando este Código lo disponga.
3. La suspensión del juicio oral no podrá exceder de ocho días hábiles. Superado el impedimento, la
audiencia continuará, previa citación por el medio más rápido, al día siguiente, siempre que éste no dure
más del plazo fijado inicialmente. Cuando la suspensión dure más de ese plazo, se producirá la interrup­
ción del debate y se dejará sin efecto el juicio, sin perjuicio de señalarse nueva fecha para su realización.
4. Si en la misma localidad se halla enfermo un testigo o un perito cuyo examen se considera de tras­
cendental importancia, el Juzgado puede suspender la audiencia para constituirse en su domicilio o centro
de salud, y examinarlo. A esta declaración concurrirán el Juzgado y las partes. Las declaraciones, en esos
casos, se tomarán literalmente, sin perjuicio de filmarse o grabarse. De ser posible, el Juzgado utilizará el
método de videoconferencia.
5. Entre sesiones, o durante el plazo de suspensión, no podrán realizarse otros juicios, siempre que las
características de la nueva causa lo permitan.(a)(b)

PROTOCOLOS, REGLAMENTOS, LINEAMIENTOS, G UÍAS Y DIRECTIVAS

(a) Directiva N.° 002-2018-CE-PJ: "Lincamientos para el desarrollo e instalación de audiencias realizadas en los procesos
penales bajo los alcances del Nuevo Código Procesal Penal, mediante el uso de videoconferencia y otros aplicativos
tecnológicos de com unicación-redes sociales" (aprobado por la Resolución Administrativa N.° 084-2018-CE-PJ de 14­
03-2018). Véase el texto com pleto en: <bit.ly/2Ud70Ua>.
(b) Reglamento general de audiencias bajo las norm as del Código Procesal Penal (aprobado por la Resolución Adm inistra­
tiva N.° 096-2006-CE-PJ de 28-06-2006). Véase el texto com pleto en: <bit.ly/2uEYAk7>.

♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL


Art. 361 LIBRO TERCERO: EL PROCESO COMÚN 778

ACUERDOS PLENARIOS DE LA CORTE SUPREMA

§ 1491. La suspensión no afecta el derecho fundamental a un proceso sin dilaciones indebidas.


Véase la jurisprudencia del artículo 339° del Nuevo Código Procesal Penal [§ 1337]. (Acuerdo Plenario
N.° 1-2010/CJ-116, del 16-11-2010, £ j. 31 [hay que precisar que solo los ff. jj. 12-32 son considerados
doctrina legal]. VI Pleno Jurisdiccional de las Salas Penales Permanente y Transitorias [EP, 30-12-2010].
Texto completo: <bit.ly/2Tos3Jh>).

Artículo 361: Oralidad y registro

1. La audiencia se realiza oralmente, pero se documenta en acta. El acta contendrá una síntesis de
lo actuado en ella y será firmada por el Juez o Juez presidente y el secretario. Los Jueces, el Fiscal, y la
defensa de las partes pueden hacer constar las observaciones al acta que estimen convenientes. Asim is­
mo, la audiencia podrá registrarse mediante un medio técnico, según el Reglamento que al efecto dicte el
órgano de gobierno del Poder Judicial.
2. El acta y, en su caso, la grabación demostrarán el modo como se desarrolló el juicio, la observancia
de las formalidades previstas para él, las personas que han intervenido y los actos que se llevaron a cabo.
Rige a este efecto el artículo 121 del presente Código.
3. Toda petición o cuestión propuesta en audiencia será argumentada oralmente, al igual que la recep­
ción de las pruebas y, en general, toda intervención de quienes participan en ella. Está prohibido dar lectura
a escritos presentados con tal fin, salvo quienes no puedan hablar o no lo supieren hacer en el idioma
castellano, en cuyo caso intervendrán por escrito, salvo que lo hagan por medio de intérprete.
4. Las resoluciones serán dictadas y fundamentadas verbalmente. Se entenderán notificadas desde el
momento de su pronunciamiento, debiendo constar su registro en el a cta .(a)

PROTOCOLOS, REGLAMENTOS, LINEAMIENTOS, GUÍAS Y DIRECTIVAS


(a) Reglamento del nuevo despacho judicial del m ódulo penal corporativo de las Cortes Superiores de Justicia de la Re­
pública (aprobado por la Resolución Adm inistrativa N.° 014-2017-CE-PJ de 11-01-2017). Véase el texto completo en:
<bit.ly/2HUsqK¡>.

ACUERDO PLENARIO DE LA CORTE SUPREMA

§ 1492. Lo decisivo para la configuración institucional del principio de oralidad es el modelo


de audiencias orales. 8. [...] Lo decisivo para la configuración institucional del principio de oralidad
es el modelo de audiencias orales, que es la sede procesal donde tiene lugar este principio, escenario
insustituible de su concreción procesal. En éstas el juez se pone en relación directa con las pruebas
personales y con las partes -lo determinante en este principio, es pues, su fase probatoria-, sin perjuicio
de que la audiencia haya sido preparada por una serie de actos escritos, en los cuales incluso puede
haberse interpuesto la pretensión y opuesto la resistencia [M ontero A roca: Ibídem, p. 383], según se
advierte de los artículos 349° y 330°.l NCPP. (Acuerdo Plenario N .° 6-2011/C J-l 16, del 06-12-2011,
f. j. 8. VII Pleno Jurisdiccional de las Salas Penales Permanente y Transitoria [EP, 30-05-2012]. Texto
completo: <bit.ly/1RkEJxm>).

DOCTRINA JURISPRUDENCIAL VINCULANTE DE LA CORTE SUPREMA

§ 1493. Los autos emitidos en incidencias deben documentarse por escrito, excepto cuando
no hayan sido impugnados. Decisiones emitidas oralmente: transcripción íntegra de la decisión.
Véase la jurisprudencia del artículo 123° del Nuevo Código Procesal Penal [§ 528]. (Casación N .°
159-2011-Huaura, del 22-05-2012, que establece como doctrina jurisprudencial vinculante el sentido
de los ff. jj. 3.11 y 3.12. Sala Penal Permanente. Texto completo: <bit.ly/2b2Gsrx>).

n o m o s & th e sls
779 SECCIÓN III: EL JUZGAMIENTO Alt. 364
Artículo 362: Incidentes

1. Los incidentes promovidos en el transcurso de la audiencia serán tratados en un solo acto y se resol­
verán inmediatamente. En su discusión se concederá la palabra a las partes, por el tiempo que fije el Juez
Penal, a fin de que se pronuncien sobre su mérito.
2. Las resoluciones que recaen sobre estos incidentes son recurribles sólo en los casos expresamente
previstos en este Código.

Artículo 363: Dirección del juicio

1. El Juez Penal o el Juez Presidente del Juzgado Colegiado dirigirán el juicio y ordenará los actos
necesarios para su desarrollo. Le corresponde garantizar el ejercicio pleno de la acusación y de la defensa
de las partes. Está facultado para impedir que las alegaciones se desvíen hacia aspectos impertinentes o
inadmisibles, sin coartar el razonable ejercicio de la acusación y de la defensa. También lo está para limitar
el uso de la palabra a las partes y a sus abogados, fijando límites igualitarios para todos ellos, de acuerdo
a la naturaleza y complejidad del caso, o para interrumpir a quien hace uso manifiestamente abusivo de
su facultad.
2. En los casos de Juzgados Colegiados, la dirección del juicio se turnará entre sus demás integrantes.

JURISPRUDENCIA DE LA CORTE SUPREMA

§ 1494. Principio de inmediación en materia probatoria. Véase la jurisprudencia del artículo


356° del Nuevo Código Procesal Penal [§ 1468 ssj.

Artículo 364: Poder disciplinario y discrecional

1. El poder disciplinario permite al Juez mantener el orden y el respeto en la Sala de Audiencias, así
como disponer la expulsión de aquél que perturbe el desarrollo del juicio, y mandar detener hasta por
veinticuatro horas a quien amenace o agreda a los Jueces o a cualquiera de las partes, sus abogados y los
demás intervinientes en la causa, o impida la continuidad del juzgamiento, sin perjuicio de las acciones
penales a que hubiere lugar. En el caso que un acusado testigo o perito se retire o aleje de la audiencia
sin permiso del Ju e z o del Jue z presidente, se dispondrá que sea traído a la misma por la fuerza pública.
2. El defensor de las partes podrá ser expulsado de la Sala de Audiencias, previo apercibimiento. En
este caso será reemplazado por el que designe la parte dentro de veinticuatro horas o, en su defecto, por
el de oficio.
3. Cuando la expulsión recaiga sobre el acusado se dictará la decisión apropiada que garantice su de­
recho de defensa, en atención a las circunstancias del caso. Tan pronto como se autorice la presencia del
acusado, se le instruirá sobre el contenido esencial de aquello sobre lo que se haya actuado en su ausencia
y se le dará la oportunidad de pronunciarse sobre esas actuaciones.
4. Cuando se conceda al acusado el derecho de exponer lo que estime conveniente a su defensa, limi­
tará su exposición al tiempo que se le ha fijado. Si no cumple con las limitaciones precedentes se le podrá
llamar la atención y requerirlo. En caso de incumplimiento podrá darse por terminada su exposición y, en
caso grave, disponer se le desaloje de la Sala de Audiencias. En este último supuesto o cuando el acusado
se muestre renuente a estar presente en la audiencia, la sentencia podrá leerse no estando presente el acu­
sado, pero con la concurrencia obligatoria de su abogado defensor o el nombrado de oficio, sin perjuicio
de notificársele posteriormente.
5. El poder discrecional permite al Juez resolver cuestiones no regladas que surjan en el juicio, cuya
resolución es necesaria para su efectiva y debida continuación.

♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL


Alt 365 LIBRO TERCERO: EL PROCESO COMÚN 780

A rtícu lo 3 6 5 : Delito en el ju icio

Si durante el juicio se cometiera un delito perseguible de oficio, el Ju e z Penal ordenará levantar un


acta con las indicaciones que correspondan y ordenará la detención del presunto culpable, a quien inme­
diatamente lo pondrá a disposición del Fiscal que corresponda, remitiéndosele copia de los antecedentes
necesarios, a fen de que proceda conforme a Ley.

Artículo 366: Auxiliar Jurisdiccional

1. El Auxiliar Jurisdiccional del Juzgado adoptará las acciones pertinentes para que se efectúen las
notificaciones ordenadas y se encuentren en lugar adecuado los objetos o documentos cuya presentación
en audiencia ha sido ordenada.
2. Igualmente, está obligado a realizar las coordinaciones para la asistencia puntual del Fiscal, de las
partes y de sus abogados, así como para la comparecencia de los testigos, peritos, intérpretes y otros
intervinientes citados por el Juzgado.
3. Corresponde además al Auxiliar Jurisdiccional del Juzgado la fe pública judicial, así como, a través
del personal a su cargo, el control de la documentación y registros del Juzgado, el apoyo al Juzgado du­
rante el Juicio y la responsabilidad de la confección y custodia de las actas del juicio y demás registros,
incluso de los medios técnicos de reproducción y archivo, de conformidad con el Reglamento aprobado por
el órgano de gobierno del Poder Ju d ic ia l.(a)

PROTOCOLOS, REGLAMENTOS, LINEAMIENTOS, GUÍAS Y DIRECTIVAS


(a) Reglamento del nuevo despacho judicial del m ódulo penal corporativo de las Cortes Superiores de Justicia de la Re­
pública (aprobado por la Resolución Adm inistrativa N.° 014-2017-CE-PJ de 11-01-2017). Véase el texto completo en:
<bit.ly/2HUsqK¡>.

TÍTULO II
LA PREPARACIÓN DEL DEBATE

Artículo 367: Concurrencia del imputado y su defensor

1. La audiencia no podrá realizarse sin la presencia del acusado y de su defensor.


2. La citación al imputado con domicilio conocido y procesal, será requerido para su concurrencia al
juicio bajo apercibimiento de ser declarado contumaz.
3. S i es un solo acusado o siendo varios ninguno concurre a la apertura de la audiencia, sin justificar su
inasistencia, se señalará nuevo día y hora, sin perjuicio de declararlos contumaces.
4. Cuando son varios los acusados, y alguno de ellos no concurra, la audiencia se iniciará con los asis­
tentes, declarándose contumaces a los inconcurrentes sin justificación. Igual trato merecerá el acusado
que injustificadamente deje de asistir a la audiencia.
5. En caso que el acusado ausente o contumaz sea capturado o se presente voluntariamente antes de
que se cierre la actividad probatoria, se le incorporará a la audiencia, se le hará saber los cargos que se le
atribuyen y se le informará concisamente de lo actuado hasta ese momento. A continuación, se le dará la
oportunidad de declarar y de pronunciarse sobre las actuaciones del juicio, y se actuarán de ser el caso las
pruebas compatibles con el estado del juicio.
6. El imputado preso preventivo, en todo el curso del juicio, comparecerá sin ligaduras ni prisiones,
acompañado de los efectivos policiales para prevenir el riesgo de fuga o de violencia. En casos o ante cir­
cunstancias especialmente graves, y de acuerdo al Reglamento que, previa coordinación con el Ministerio

nom os & th e sis


781 SECCION III: EL JUZGAMIENTO Art. 367
del Interior, dicte el Órgano de Gobierno del Poder Judicial, podrán establecerse mecanismos o directivas
de seguridad adecuadas a las circunstancias.(a)

PROTOCOLOS, REGLAMENTOS, LINEAMIENTOS, GUÍAS Y DIRECTIVAS


(a) Reglamento del nuevo despacho judicial del m ódulo penal corporativo de las Cortes Superiores de Justicia de la Re­
pública (aprobado por la Resolución Adm inistrativa N.° 014-2017-CE-PJ de 11-01-2017). Véase el texto completo err
<bit.ly/2HUsqKi>. .

ACUERDOS DE LAS SALAS PENALES SUPERIORES

: § 1495. L a inconcurrencia del acusado a la audiencia de apelación de sentencia ocasionará


que se declare inadm isible el recurso, pero si es el abogado de la parte recurrente el que no asiste
a la diligencia p ara la que es citado, será excluido y reemplazado p or otro. Tema: Solicitudes de
reprogramación de audiencias de apelación de sentencias por inconcurrencia del abogado defensor al
tener otras diligencias. A cuerdo. La inconcurrencia de la parte recurrente a la audiencia de apelación
de sentencia ocasionará que se declare inadmisible el recuso, pero si el imputado es parte recurrida y
su abogado defensor no concurre a la diligencia para la que es citado, será excluido definitivamente y
reemplazado por otro que, en ese acto, designe el procesado, o por un defensor público, sin perjuicio
de aplicarse la sanción respectiva. F undamentación . La audiencia de apelación de sentencia es inapla­
zable (artículo 367.1° CPP). Si el acusado recurrente no concurre injustificadamente a la audiencia, se
declarará la inadmisibilidad del recurso que interpuso. De igual manera se procederá si no concurre el
fiscal cuando es parte recurrente (artículo 423.3° CPP). Si el abogado defensor del imputado recurrido
no concurre a la diligencia para la que es citado, será excluido definitivamente y reemplazado por otro
que, en ese acto, designe el procesado, o por un defensor público, sin perjuicio de aplicarse la sanción
respectiva de conformidad con el artículo 292° LOPJ -amonestación y multa no menor de 01 ni mayor
de 20 URP- (artículo 85.3° CPP). Es necesario precisar que, según estadísticas del año judicial 2017
elaboradas por la Administración del Módulo Penal de la Corte Superior de Justicia de La Libertad, las
frustraciones de audiencias de apelación por inasistencia del abogado defensor llega hasta el 25% de
las audiencias programadas en segunda instancia, lo cual constituye un factor negativo en términos de
eficiencia y eficacia del sistema de justicia penal, por lo que, como regla, no se admitirá como justifi­
cación de inconcurrencia a la audiencia de apelación, la realización de otras diligencias por el abogado
defensor del imputado. En consecuencia, corresponderá aplicar los apercibimientos legales en caso de
inconcurrencia del abogado defensor del imputado a la audiencia de apelación de sentencia. (Acuerdo
N.° 2-2018-SPS-CSJLL del 12-01-2018. Acuerdo de Jueces Titulares de las Salas Penales Superiores de
la Corte Superior de Justicia de La Libertad. Texto completo: <bit.ly/2WcwrN7>).

JURISPRUDENCIA D E LAS CORTES SUPERIORES

§ 1496. Facultad del juez para excluir y multar al abogado defensor que ha sido notificado
y no asiste a audiencia de manera injustificada. Tercero. Conforme a lo establecido en el artículo
85 del Código Procesal Penal, si el abogado defensor no concurre a la diligencia para la que es citado
y ésta es de carácter inaplazable será reemplazado por otro que en este acto designe el procesado o
por un defensor público llevándose adelante la diligencia, dicha norma procesal establece además que
son audiencias de carácter inaplazable las previstas en los artículos 367°, entre otros, siendo que este
dispositivo procesal penal señala que la audiencia de juicio oral solo puede instalarse con la presencia
obligatoria y física del acusado y su defensa técnica; asimismo, dicho dispositivo legal establece que el
juzgador tiene la facultad de sancionar al abogado conforme con lo establecido en el artículo 292° de
la Ley Orgánica del Poder Judicial. Cuarto. El señor abogado no ha concurrido a esta audiencia pese a
encontrarse debidamente notificado en su casilla electrónica y tener pleno conocimiento de la realiza­
ción de esta audiencia de juicio oral, tal como lo ha señalado el propio acusado, tampoco ha justificado
en modo alguno las tazones de su inasistencia, esto implica que el abogado aun así hubiera viajado ha
privilegiado otra causa en desmedro del juicio oral ante un órgano colegiado, cuya frustración de la au-

♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL


Art. 368 LIBRO TERCERO: EL PROCESO COMÚN 782

diencia genera mayores costos al Estado, dado que se trata de un Juzgado con tres jueces a la que ademas
interviene el representante del Ministerio Público, el Actor Civil; por tanto, siempre debe privilegiarse
en el órgano judicial donde se genere menores gastos al Estado con una frustración de una audiencia.
Q uinto. [...] [En] el presente caso no se puede instalar la audiencia de juicio oral por la ausencia del
abogado defensor; por lo que, habiendo sido justificado de modo alguno esta inasistencia corresponde
excluirlo de la defensa técnica, además de imponérsele la medida coercitiva conforme al apercibimiento
prevenido en el auto de citación a juicio, esto es, imponérsele una multa compulsiva equivalente a 02
Unidades de Referencia Procesal [...]. (Exp. N.° 05191-2013-91-040l-JR-PE-01, del 16-05-2018, ff.
jj. 3 al 5. Primer Juzgado Penal Colegiado Supraprovincial Permanente. Corte Superior de Justicia de
Arequipa. Texto completo: <bit.ly/2TXU12N>).

Artículo 368: Lugar del Juzgamiento

1. El Juzgamiento tendrá lugar en la Sala de Audiencias que designe el Juzgado Penal.


2. Cuando por razones de enfermedad u otra causal justificada sea imposible la concurrencia del acu­
sado a la Sala de Audiencias, el juzgamiento podrá realizarse en todo o en parte en el lugar donde éste se
encuentre, siempre que su estado de salud y las condiciones lo permitan.
3. El órgano de gobierno del Poder Judicial establecerá las causas con preso preventivo que se reali­
zarán en los locales o sedes judiciales adyacentes o ubicados dentro de los establecimientos penales, ga­
rantizando siempre la publicidad del juicio y que existan las condiciones materiales para su realización. (a)

PROTOCOLOS, REGLAMENTOS, LINEAM IENTOS, GUÍAS Y DIRECTIVAS


(a) Reglamento del nuevo despacho judicial del módulo penal corporativo de las Cortes Superiores de Justicia de la Re­
pública (aprobado por la Resolución Adm inistrativa N.° 014-2017-CE-PJ de 11-01-2017). Véase el texto completo en:
<bit. Iy/2H Usq Ki>.

PLENOS JURISDICCIO N ALES______________________ ______________________________


§ 1497. Implicancias de la inasistencia de agraviado a audiencia de juicio. Actividad del Juez de
Paz Letrado en el proceso por faltas. ¿Cuál debe ser la actividad delJuez de Paz Letrado? El Pleno adop­
tó por mayoría el enunciado siguiente: “Hacer lectura del Informe Policial o documentos que contie­
nen la actividad probatoria efectuada en sede policial o propuesta por la parte en su denuncia y requerir
precisiones o realizar preguntas al imputado respecto de alguna declaración contradictoria: Realizando
acusación y actividad destinada a determinar la culpabilidad o no del imputado con la finalidad que el
Juicio continúe y no se genere impunidad.” (Pleno Jurisdiccional Distrital Penal de la Corte Superior de
Moquegua del 15-06-2017. Tema 5. Sub-Tema N .° 01. Texto completo: <bit.ly/2HdBREg>).

Artículo 369: Instalación de la audiencia

1. La audiencia sólo podrá instalarse con la presencia obligatoria del Ju e z Penal o, en su caso, de los
Jueces que integran el Juzgado Penal Colegiado, del Fiscal y, con las prevenciones fijadas en el artículo
366, del acusado y su defensor.
2. El Ju e z Penal verificará la correcta citación a las partes, así como la efectiva concurrencia de los
testigos y peritos emplazados. La inasistencia de las demás partes y de los órganos de prueba citados
no impide la instalación de la audiencia. El Auxiliar Jurisdiccional realizará las acciones conducentes a la
efectiva concurrencia de estos últimos en la oportunidad que acuerde el Ju e z Penal.

nomos &thesis
783 SECCIÓN III: EL JUZGAMIENTO Alt 371
A rtículo 370: Ubicación de las partes en la audiencia

1. El Juez Penal tendrá a su frente al acusado; a su derecha, al Fiscal y al abogado de la parte civil; y, a
su izquierda al abogado defensor del acusado.
2. Los testigos y peritos ocuparán un ambiente contiguo a la Sala de Audiencias. El Auxiliar Jurisdiccional
tomará las medidas necesarias para que los testigos no puedan dialogar entre sí. Los testigos y peritos
sólo serán introducidos a la Sala de Audiencias a medida que sean llamados para ser examinados.

TÍTULO III
EL DESARROLLO DEL JUICIO

Artículo 371 . Apertura del juicio y posición de las partes ■

1. Instalada la audiencia, el Juez enunciará el número del proceso, la finalidad específica del juicio, el
nombre y los demás datos completos de identidad personal del acusado, su situación jurídica, el delito
objeto de acusación y el nombre del agraviado.
2. Acto seguido, el Fiscal expondrá resumidamente los hechos objeto de la acusación, la calificación
jurídica y las pruebas que ofreció y fueron admitidas. Posteriormente, en su orden, los abogados del actor
civil y del tercero civil expondrán concisamente sus pretensiones y las pruebas ofrecidas y admitidas.
Finalmente, el defensor del acusado expondrá brevemente sus argumentos de defensa y las pruebas de
descargo ofrecidas y admitidas.
3. Culminados los alegatos preliminares, el Ju e z informará al acusado de sus derechos y le indicará que
es libre de manifestarse sobre la acusación o de no declarar sobre los hechos. El acusado en cualquier estado
del juicio podrá solicitar ser oído, con el fin de ampliar, aclarar o complementar sus afirmaciones o declarar
si anteriormente se hubiera abstenido. Asimismo, el acusado en todo momento podrá comunicarse con su
defensor, sin que por ello se paralice la audiencia, derecho que no podrá ejercer durante su declaración o
antes de responder a las preguntas que se le formulen.

JURISPRUDENCIA DE LA CORTE SUPREMA

§ 1498. En la requisitoria oral, el fiscal debe mantener la identidad del hecho que fue pre­
sentado en la acusación escrita. Quinto. [...] [El] principio acusatorio impide que se traspasen los
límites de la pretensión procesal, que queda acotada, en la acusación escrita, por los hechos que en
ella se comprenden, y por las personas a quienes se imputen. El fiscal, a su vez, en la requisitoria oral
debe mantener la identidad esencial del hecho objeto de acusación escrita -los hechos básicos- [...] -está
prohibido, por tanto, las alteraciones esenciales, no meramente formales (conforme.: STSE de 10 de
mayo de 2007) -. Solo se podrá variar, en este extremo objetivo, las modalidades del suceso y sus cir­
cunstancias, las que no modifican esencialmente la imputación ni provocan indefensión, como indica el
señalado apartado 3) el artículo 387 del citado Código. En la sentencia impugnada se parte de estimar
que el delito sub-judice es un delito permanente y que, por las actuaciones administrativas, se entiende
que el hecho delictivo se inició en 2008. Sin embargo, extender el suceso histórico objeto de acusación
a fechas anteriores, sin discriminar que el propio Fiscal diferenció entre hechos imputados y elementos
de convicción -indicación de la prueba documental que sustentaría los cargos-, importó una alteración
esencial de la identidad del hecho. No se trató de agregar (i) una circunstancia -que son datos fácticos
que están alrededor del hecho principal y que importan una agravación o atenuación de la respuesta
punitiva- o introducir (ii) algunos detalles fácticos que mejor expliquen o perfilen el mismo suceso
histórico, en aras de una mayor claridad expositiva o una mejor comprensión de lo ocurrido (confor­
me: ST SE N.° 351/2012, de 7 de mayo de 2012) -siempre, claro está, que estas circunstancias o datos

♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL


Art. 372 LIBRO TERCERO: EL PROCESO COMÚN 784

fueron materia de debate, conforme a la prueba practicada en el juicio oral, y que las circunstancias
“contra reo” sean asumidas por la fiscalía-. (Casación N .° 234-2017-La Libertad, del 22-08-2017, f. j.
3. Primera Sala Penal Transitoria. Texto completo: <bit.ly/2XT2V0z>).
§ 1499. La acusación complementaria como facultad del fiscal para modificar la acusación
escrita inicial. Supuestos para modificar la acusación fiscal inicial: de autor mediato a autor di­
recto (el imputado fue quien disparó a la agraviada y no un desconocido por orden de él). Delito
de parricidio. Véase la jurisprudencia del artículo 349° del Nuevo Código Procesal Penal [§ 1421].
(Casación N .° 317-2018-Ica, del 25-10-2018, ff. jj. 4 al 7- Sala Penal Permanente. Texto completo:
cbit.ly/2BXEVAd>).

Artículo 372: Posición del acusado y conclusión anticipada del juicio

1. El Jue z, después de haber instruido de sus derechos al acusado, le preguntará si admite ser autor o
partícipe del delito materia de acusación y responsable de la reparación civil.
2. Si el acusado, previa consulta con su abogado defensor, responde afirmativamente, el Juez declara­
rá la conclusión del juicio. Antes de responder, el acusado también podrá solicitar por s í o a través de su
abogado conferenciar previamente con el Fiscal para llegar a un acuerdo sobre la pena para cuyo efecto se
suspenderá por breve término. La sentencia se dictará en esa misma sesión o en la siguiente, que no podrá
postergarse por más de cuarenta y ocho horas, bajo sanción de nulidad del juicio.
3. Si se aceptan los hechos objeto de acusación fiscal, pero se mantiene un cuestionamiento a la pena
y/o la reparación civil, el Ju e z previo traslado a todas las partes, siempre que en ese ámbito subsista la
contradicción, establecerá la delimitación del debate a la sola aplicación de la pena y/o a la fijación de la
reparación civil, y determinará los medios de prueba que deberán actuarse.
4. Si son varios los acusados y solamente admiten los cargos una parte de ellos, con respecto a estos
últimos se aplicará el trámite previsto en este artículo y se expedirá sentencia, continuando el proceso
respecto a los no confesos.
5. La sentencia de conformidad, prevista en el numeral 2) de este artículo, se dictará aceptando
los términos del acuerdo. No obstante, si a partir de la descripción del hecho aceptado, el Juez estima
que no constituye delito o resulta manifiesta la concurrencia de cualquier causa que exima o atenúa la
responsabilidad penal, dictará sentencia en los términos en que proceda. No vincula al Juez Penal la
conformidad sobre el monto de la reparación civil, siempre que exista actor civil constituido en autos y
hubiera observado expresamente la cuantía fijada por el Fiscal o que ha sido objeto de conformidad. En
este caso, el Juez Penal podrá fijar el monto que corresponde si su imposición resultare posible o, en todo
caso, diferir su determinación con la sentencia que ponga fin al juicio.

ACUERDO PLENARIO DE LA CORTE SUPREMA

§ 1500. Conclusión anticipada del juicio oral, pluralidad de acusados y ruptura del proceso.
25. En esta perspectiva, es evidente que si existe una pretensión civil alternativa, ejercitada conforme a
lo dispuesto en el artículo 227° del Código de Procedimientos Penales, el imputado deberá referirse a
ella en el marco de la responsabilidad civil que le corresponde admitir. En ese ámbito, por imperio de
la garantía de tutela jurisdiccional -artículo 139°.3 de la Constitución-, se debe dar plena intervención
a la parte civil. Ahora bien, de no mediar acuerdo o aquiescencia de los interesados y, en ese caso, de
no ser suficiente la mera lectura de la prueba documental y de las actuaciones documentadas -como
establece el inciso 3) del artículo 5° de la Ley N.° 28122-, en la medida que el artículo 227° del Código
ritual autoriza la actuación de prueba testifical y pericial para justificar la pretensión civil de la víctima,
sin perjuicio de la prueba que en ese ámbito haya podido proponer la Fiscalía conforme al inciso 5) del
artículo 225° del mismo Código, el Tribunal podrá fallar respecto de la responsabilidad penal y disponer
la continuación del proceso para la actuación probatoria respectiva, en tanto se requiera una indaga-

n o m o s & th e s ls
785 SECCIÓN III: EL JUZGAMIENTO Art. 372
ción, concreción probatoria y alegaciones ulteriores sobre ella. La cesura del juicio que se establece,
pretorianamente impuesta, deriva del respeto a la garantía de tutela jurisdiccional a favor de la víctima
y de la imperiosa evitación de la indefensión material que le puede acarrear una decisión sin prueba,
no obstante su necesidad procesal. La interpretación constitucional de la institución de la conformidad
-específicamente del inciso 3) del citado artículo 3° de la Ley N.° 28122- desde los numerales 3) y 14)
del artículo 139° de la Ley Fundamental, que reconocen las garantías procesales de tutela jurisdiccional
y defensa procesal, así lo impone. Esta conclusión no sólo no está prohibida por la ley, sino que no la
tergiversa -no es incompatible con ella-, pese al silencio legislativo o, mejor dicho, a la presencia de una
laguna legal. Si en una misma causa es posible, para un supuesto, dictar una sentencia conformada, y
para otro, emitir -luego de la prosecución del juicio, bajo perspectivas de contradicción efectiva- una
segunda sentencia; entonces, no existe impedimento alguno que se profiera una segunda sentencia,
precedida de un juicio en forma, referida ya no a los objetos penal y civil -que es el supuesto anterior,
contemplado en el numeral 4) de la Ley N .° 28122-, sino circunscripta exclusivamente al objeto civil,
y sólo para los imputados conformados -es la regla, por lo demás, que ha establecido el apartado 5) del
artículo 372° del Nuevo Código Procesal Penal-. [...] 28. E stablecer como doctrina legal, conforme
a los fundamentos jurídicos ocho a veintitrés, la siguiente: 1) El Tribunal, en el procedimiento de con­
formidad, no puede agregar ni reducir los hechos o circunstancias descritos por el Fiscal y aceptados
por el imputado y su defensa. Tampoco puede pronunciarse acerca de la existencia o no de las pruebas
o elementos de convicción. 2) La oportunidad procesal para que el acusado se acoja a la conformidad
es cuando se le emplace en el período inicial y, siempre, antes que se inicie propiamente el período pro­
batorio del juicio oral. 3) La conformidad parcial está expresamente autorizada por la ley. Es posible un
juzgamiento independiente para los acusados no conformados, que se producirá siempre que los hechos
estén clara y nítidamente definidos en la acusación, y el relato fáctico que contiene la acusación delimite
perfectamente los roles y la conducta específica que realizó cada copartícipe. 4) El imputado conformado
puede declarar en el juicio contradictorio seguido contra los acusados no conformados. El régimen jurídico
de su declaración variará si al momento de su intervención en el juicio son ajenos o no al proceso -criterio
de la alteridad-. 5) El Tribunal está vinculado absolutamente a los hechos conformados. No sólo tiene
un deber de instrucción o información, también tiene poderes de revisión in bonam partem respecto a su
configuración jurídica, dentro de los límites del principio acusatorio y del respeto al principio de contra­
dicción, y, en consecuencia, está autorizado a dictar la sentencia que proceda. Asimismo, puede dosificar la
pena dentro del marco jurídico del tipo legal en aplicación de los artículos 43° y 46° del Código Penal. 6)
La sentencia conformada no tiene efectos extensivos o prejudiciales sobre la sentencia dictada en el juicio
contradictorio. Si en el juicio contradictorio surgen datos nuevos que favorezcan la situación jurídica de los
reos conformados, en el fallo que se dicte puede revisarse la sentencia con el fin de atenuar la pena. 7) Existe
cierta coincidencia entre la regulación de la confesión y la función de la conformidad. La confesión, para
que configure una circunstancia atenuante de carácter excepcional, está sujeta a determinados requisitos
legalmente estipulados, cuya ratio es la facilitación del esclarecimiento de los hechos delictivos y que sea
relevante para la investigación de los mismos. No obstante ello, la conformidad, de cumplir sus requisitos
legales, importa necesariamente una reducción de la pena, por aplicación analógica del artículo 471° del
Nuevo Código Procesal Penal, aunque con una reducción inferior a la sexta parte. 8) La conformidad
sobre el objeto civil está informada por los principios dispositivo y de congruencia. Si no se cuestiona la
reparación civil no es posible modificarla. Debe respetar la pretensión civil alternativa de la parte civil. Es
posible, si fuera el caso, la cesura del juicio para la actuación de pruebas en aras de la determinación de la
reparación civil. Debe tomarse en cuenta para su concreción la suma global y la regla de la solidaridad en
los supuestos de codelincuencia. La variación del monto de la reparación civil en la segunda sentencia no
altera la fijada en la sentencia conformada. 29. Precisar que los principios jurisprudenciales que contiene
la doctrina legal antes mencionada debe ser invocado por los Magistrados de todas las instancias judiciales,
sin perjuicio de la excepción que estipula el segundo párrafo del artículo 22° del Texto Único Ordenado de
la Ley Orgánica del Poder Judicial, aplicable extensivamente a los Acuerdos Plenarios dictados al amparo
del artículo 116° del estatuto orgánico. (Acuerdo Plenario N.° 5-2008/CJ-116, del 18-07-2008, ff. jj. 25,
28,29 [hay que precisar que solo los ff. jj. 8 al 23 constituyen doctrina legal]. IV Pleno Jurisdiccional de las
Salas Penales Permanente, Transitorias y Especial [EP, 03-11-2008]. Texto completo: <bit.ly/2FqSnhO>).

♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL


Art. 372 LIBRO TERCERO: EL PROCESO COMÚN 786

§ 1501. Luego de efectuada la conformidad de la acusación por parte del imputado, el Juez no
puede mencionar, interpretar o valorar acto de investigación o prueba preconstituida alguna. En
la sentencia no habrá pronunciamiento alguno sobre las pruebas. 9. Lo expuesto significa, desde
la estructura de la sentencia y de la función que en ese ámbito corresponde al órgano jurisdiccional,
que los hechos no se configuran a partir de la actividad probatoria de las partes -ese período del juicio
oral, residenciado en la actuación de los medios de prueba, sencillamente, no tiene lugar-. Los hechos
vienen definidos, sin injerencia de la Sala sentenciadora, por la acusación con la plena aceptación del
imputado y su defensa. La sentencia, entonces, no puede apreciar prueba alguna, no sólo porque no
existe tal prueba, al no ser posible que se forme a partir de una específica actividad probatoria, por lo
demás inexistente, sino además porque la ausencia del contradictorio y el propio allanamiento de la
parte acusada no autoriza a valorar los actos de investigación y demás actuaciones realizadas en la etapa
de instrucción. Se da en este caso una “predeterminación de la sentencia”. La sentencia, en la medida
en que está precedida de un acto procesal de aceptación de los hechos, tanto en el plano objetivo como
subjetivo, y de su relevancia jurídico penal, con las consecuencias que le son propias, sólo puede apreciar
desde el imputado la libertad, la voluntariedad -sin vicios del consentimiento-, la plena capacidad -si
tiene o no limitadas sus capacidades intelectivas- y el conocimiento racional e informado de la natu­
raleza de la acusación que acepta, de la limitación o restricción de sus derechos e intereses legítimos,
derivados de una declaración judicial de culpabilidad y de la consiguiente imposición de una sanción
penal y reparación civil, así como de los derechos e instrumentos de defensa a los que está renunciando.
Ello obliga al Tribunal, como paso inicial de su poder de apreciación de la aceptación de los cargos y
acogimiento a la conformidad, no sólo a un examen de las características y situación del propio imputa­
do, sino al previo ejercicio de su deber de instrucción; es decir, de informar objetivamente los alcances
de la institución de la conformidad, sin formular promesas o condicionar la respuesta del imputado
a un determinado tratamiento procesal o punitivo, en el entendido que una desviación de ese deber
entrañaría una constricción irrazonable o una promesa indebida que viciaría el consentimiento con
la consiguiente ineficacia de la conformidad. 10. Superado ese nivel de control, el Tribunal no puede
mencionar, interpretar y valorar acto de investigación o de prueba preconstituida alguna, desde que el
imputado expresamente aceptó los cargos y renunció a su derecho a la presunción de inocencia, a la
exigencia de prueba de cargo por la acusación y a un juicio contradictorio. Los fundamentos de hecho
o juicio histórico de la sentencia, en suma, no se forman como resultado de la valoración de la prueba,
sino le vienen impuestos al juez por la acusación y la defensa, a través de un acto de allanamiento de
esta última, que son vinculantes al Tribunal y a las partes. El relato fáctico aceptado por las partes no
necesita de actividad probatoria, ya que la conformidad excluye toda tarea para llegar a la libre convic­
ción sobre los hechos. Por consiguiente, el órgano jurisdiccional no puede agregar ni reducir los hechos
o circunstancias que han sido descritos por el Fiscal en su acusación escrita y aceptados por el acusado y
su defensa, pues ello implicaría revisar y valorar actos de aportación de hechos, excluidos por la propia
naturaleza de la conformidad procesal. En consecuencia, es inaceptable que el Tribunal se pronuncie
sobre la no presencia de pruebas, pues la conformidad del acusado -es de insistir- supone que ha que­
dado fijado el elemento fáctico, sin que exista propiamente prueba al no mediar juicio derivado de tal
apreciación de hechos [es una previsión lógica precisamente por la inexistencia de prueba en este mo­
mento procesal]. Ello, además, provocaría una indefensión a las partes frente al Tribunal sentenciador
por introducir un tema que no fue objeto de discusión, y rebasar la vinculación fáctica que la institución
importa {vinculatio facti). (Acuerdo Plenario N.° 5-2008/CJ-116, del 18-07-2008, ff. jj. 9 y 10 [hay
que precisar que los ff. jj. 8 al 23 constituyen doctrina legal]. IV Pleno Jurisdiccional de las Salas Penales
Permanente, Transitorias y Especial [EP, 03-11-2008]. Texto completo: <bit.ly/2FqSnhO>).
§ 1502. Oportunidad para solicitar la conformidad. 11. La oportunidad procesal en que tiene lu­
gar la conformidad está claramente estipulada en la Ley Procesal Penal. El emplazamiento al imputado
y su defensa, de cara a la posible conformidad, constituye un paso necesario del período inicial del pro­
cedimiento del juicio oral. Su definición determinará si se pone fin al acto oral con la inmediata expe­
dición de una sentencia conformada, evitándose el periodo probatorio y, dentro del período decisorio,
el paso de alegato de las partes respecto a la actividad probatoria desarrollada en el juicio -obviamente
nomos &thesis
787 SECCION III: EL JUZGAMIENTO Art. 372
inexistente cuando se produce la conformidad procesal. En atención a que una de las notas esenciales
de la conformidad, como acto procesal, es su carácter formal, debe cumplir con las solemnidades re­
queridas por la ley. Si la conformidad procesal persigue evitar el procedimiento probatorio del juicio
oral en aras de la inmediata finalización de la causa, es obvio que una vez que se emplazó al imputado
y su defensa para que se pronuncien acerca de los cargos objeto de acusación, y ambos se expresaron
negativamente al respecto, ya no es posible retractarse luego que se dio inicio formal al período probato­
rio. Extraordinariamente pueden presentarse, sin duda, algunas excepciones a esa regla general, uno de
cuyos motivos podría ser la concurrencia de vicios procedimentales o vicios en el emplazamiento o en
la respuesta del imputado o de su defensa. Pero la condición o límite necesario siempre estará definido
por la apertura y entrada al período que consolida la lógica contradictoria del juicio oral, esto es, con
el inicio efectivo del examen o declaración del imputado, como primer paso de la actuación probato­
ria. La exigencia del cumplimiento del trámite de conformidad antes de la práctica de la prueba evita,
precisamente, que pueda optarse por esa institución a partir de la fuerza o sentido indicativo de algunas
de las diligencias acreditativas practicadas o por realizarse; y, con ello, impedir conductas fraudulentas
o especulativas. (Acuerdo Plenario N.° 5-2008/CJ-116, del 18-07-2008, £ j. 11 [hay que precisar que
los ff. jj. 8 al 23 constituyen doctrina legal]. IV Pleno Jurisdiccional de las Salas Penales Permanente,
Transitorias y Especial [EP, 03-11-2008]. Texto completo: <bit.ly/2FqSnhO>).

§ 1503. Ante la pluralidad de imputados, es posible aceptar la conformidad parcial de uno o al­
gunos de ellos. 13. Si se tiene en cuenta que el imputado conformado acepta o reconoce los hechos que
se le atribuyen y que sobre su acaecimiento no cabe discusión, observación o debate alguno -vinculatio
facti-y de suerte que el órgano jurisdiccional se limita a incorporarlos como tal en la sentencia conforma­
da, en principio, no existe obstáculo procesal para que la situación jurídica de un imputado se resuelva
mediante una sentencia conformada y, finalizado ese trámite, prosiga la causa para dilucidar la situación
jurídica de los imputados no conformados, aun cuando se trate del mismo hecho o delito -conexidad
objetiva o, mejor dicho, pluralidad de objetos desde el punto de vista subjetivo-; es decir, cuando se les
atribuya cargos por autoría, instigación o complicidad de un mismo hecho delictivo, y estén presentes
en la audiencia. Cabe puntualizar que en el proceso penal no existe la figura del litis consorcio pasivo
necesario, pues la posición de cada imputado se considera con total independencia de los otros -no hay
comunidad de suerte para todos los copartícipes, la responsabilidad penal es siempre individual-, a
cuyo efecto se entiende que en sede penal existirán tantas pretensiones cuantas personas se les haya de
dirigir contra ellas la acusación. El presupuesto de un juzgamiento independiente estará presente, que
es la perspectiva normal de una acusación, cuando existan elementos fácticos para enjuiciar el delito con
autonomía y juzgar separadamente a cada imputado. Si se presentan estas condiciones, entonces, cabe
individualizar la responsabilidad que se atribuye a cada copartícipe, por lo que el órgano judicial estará
facultado a decidir sin necesidad de contar con la voluntad concurrente de los restantes copartícipes.
En suma, si los hechos están clara y nítidamente definidos en la acusación, si el relato fáctico delimita
perfectamente los roles y la conducta específica que realizó cada copartícipe, no existe problema alguno
para ese tratamiento autónomo, en cuya virtud no se “ .. .afectaría el resultado del debate oral'. (Acuerdo
Plenario N .° 5-2008/C J-l 16, del 18-07-2008, f. j. 13 [hay que precisar que los íf. jj. 8 al 23 constituyen
doctrina legal]. IV Pleno Jurisdiccional de las Salas Penales Permanente, Transitorias y Especial [EP, 03­
11-2008]. Texto completo: <bit.ly/2FqSnhO>).

PRECEDENTE VINCULANTE DE LA CORTE SUPREMA

§ 1504. Conclusión anticipada de la instrucción y del juicio oral. Interpretación de los alcances
del artículo 5o de la Ley N.° 28122. Véase la jurisprudencia del artículo Io de la Ley N .° 28122 [§
2692]. (R. N. N.° 1766-2004-Callao, del 21-09-2004, íf. jj. 3 y 4 constituyen precedente vinculante.
Sala Penal Permanente [EP, 06-10-2004]. Texto completo: <bit.ly/lQ2sbcM>).

§ 1505. Conclusión anticipada del debate oral. Requisitos. Véase la jurisprudencia del artículo
281° del Código de Procedimientos Penales [§ 2260]. (R. N. N.° 2206-2005-Ayacucho, del 12-07-
♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL
Art. 372 LIBRO TERCERO: EL PROCESO COMÚN 788

2005, f. j. 3 constituye precedente vinculante. Sala Penal Permanente [EP, 15-09-2005]. Texto comple­
to: <bit.ly/lRJSkx7>).

PLENOS JURISDICCIONALES

§ 1506. Es procedente la terminación anticipada en la etapa intermedia. Pregunta: Necesidad


de reevaluar la aplicación de la terminación anticipada en la etapa intermedia del Código Procesal Penal.
El Pleno adopto por mayoría lo siguiente: S í es procedente, desde una interpretación amplia, pues elfin
de la terminación anticipada es evitar etapas y audiencias innecesarias; además deben tenerse en cuenta la
carga procesal que afrontan las fiscalías y juzgados en todo elpaís, así como las circunstancias especiales pre­
sentadas en la etapa intermedia como es el caso del reo ausente, de la acusación directa o de la integración o
subsanación de la acusación fiscal. (Pleno Jurisdiccional Distrital en Materia Penal, realizada por la Corte
Superior de Justicia de Ancash, el día 19-10-2018. Tema 2. Texto completo: <bit.ly/2uhcKI0>).

JURISPRUDENCIA DE LA CORTE SUPREMA

§ 1507. Sobre la conformidad. 3.1. La conclusión anticipada del juicio oral tiene como aspecto
sustancial la institución de la conformidad, la cual estriba en el reconocimiento del principio de ad­
hesión en el proceso penal, donde la finalidad es la pronta culminación del proceso; este acto procesal
tiene un carácter expreso y siempre es unilateral de disposición de la pretensión, claramente formaliza­
da, efectuada por el procesado y su defensa, que importa una renuncia a la actuación de pruebas y del
derecho a un juicio público; por ello, el relato fáctico aceptado por las partes y propuesto por el Ministe­
rio Público, en su acusación escrita, no necesita de actividad probatoria, ya que la conformidad excluye
toda tarea para llegar a la libre convicción sobre los hechos. 3.2. En tal sentido, al haberse acogido el
encausado [...], previa consulta con su abogado defensor, a la conclusión anticipada del juicio oral (folio
trescientos noventa y cuatro), aceptó los cargos determinados por el representante del Ministerio Públi­
co en la acusación fiscal [...], y renunció a la actividad probatoria; estrictamente a los actos de prueba y
a la realización de juicio oral. (R. N. N .° 1686-2014-Lima, de 11-06-2015, ff. jj. 3.1 y 3.2. Sala Penal
Transitoria. Texto completo: <bit.ly/2bKuxRa>).

§ 1508. La sentencia conformada es la renuncia a la presunción de inocencia por parte del


procesado. Sexto. En el presente caso nos encontramos ante una sentencia conformada; esto quiere
decir, que el procesado renunció a su derecho a la presunción de inocencia por la cual se exige la prueba
de la imputación fáctica antes de poder emitir un fallo condenatorio. Séptim o. Esta renuncia aconteció
mediante su acogimiento a la conclusión anticipada de conformidad con el artículo 5 de la Ley 28122,
que ha sido objeto de desarrollo jurisprudencial por esta Suprema Corte en el Acuerdo Plenario N .°
5-2008/CJ-l 16 [§ 1500]. En el citado Acuerdo Plenario se define que el efecto esencial del acogimiento
a la conclusión anticipada es la convalidación de los hechos materia de imputación. Octavo. En este
orden de ideas, una vez que el procesado se acoge a la conclusión anticipada, opera la vinculación a los
hechos, la llamada vinculación absoluta con los hechos, de modo que el juzgador ya no puede evaluar
pruebas, de hecho la fase probatoria desaparece por ser innecesaria toda vez que el mismo procesado
acepta como verdadera la imputación fáctica. (R. N . N .° 167-2016-Lima, del 23-11-2017, íf. jj. 6 al 8.
Segunda Sala Penal Transitoria. Texto completo: <bit.ly/2CCM H2B>).

§ 1509. Si el acusado acepta los cargos, el juez ha de declarar la conclusión del juicio para dar
lugar a una sentencia conformada. Cuarto. Que, frente a los agravios del encausado, debe precisarse
que la formal aceptación unilateral, voluntaria e informada, de los hechos por su parte, con la conformi­
dad de su abogado defensor -como se advierte en el presente caso-, comporta la renuncia a la actividad
probatoria propia de un juicio oral -única etapa que por sus garantías habilita la formación de la prueba
a valorar-, como acto dispositivo del imputado -con base al principio de adhesión-; que los hechos,
convenidos por el Fiscal Superior y el acusado, vinculan de forma absoluta al Tribunal Sentenciador
-vinculado facti-, que deberá tenerlos como realmente acontecidos, y sin posibilidad por las partes -por
propio efecto del consentimiento- de cuestionarlos recursalmente; que, en tal virtud, no es posible
nom os & th e sis
789 SECCION III: EL JUZGAMIENTO Art. 372
aceptar los argumentos de defensa que niega que hubo violencia y uso de arma, así como que presentó
alteración de la conciencia por su estado de ebriedad, en tanto éstos inciden en parte en la veracidad de
los hechos expuestos por el señor Fiscal Superior que inicialmente fueron aceptados sin reservas por el
recurrente y su defensa. (R. N. N.° 2257-2009-Piura, de 18-03-2010, f. j. 4. Sala Penal Permanente.
Texto completo: <bit.ly/10vY21j>).

§ 1510. Para declarar la conformidad, debe existir plena aceptación de los hechos por parte
del acusado. Nulidad de sentencia conformada, pues imputado, integrante de una comunidad
nativa, admite responsabilidad pero desconocía que mantener relaciones sexuales con una menor
de edad era delito. Sexto. [El] Tribunal de Instancia aplicó incorrectamente la institución jurídica de la
conclusión anticipada, porque cuando el abogado defensor del citado acusado emitió sus alegatos, entre
otros fundamentos, propios de eximir de responsabilidad, argumentó que si bien su patrocinado admite
responsabilidad, este desconocía que mantener relaciones sexuales con una menor de edad era delito
[...]; de lo que se infiere que no expresó plena conformidad en los hechos materia de acusación. Pues
no solo los alegatos de su abogado defensor en la audiencia de juicio oral van dirigidos a obtener una
absolución; sino que en su recurso de nulidad también reiteró dicha petición, al solicitar la aplicación
del artículo 15 del Código Penal, como eximente de responsabilidad. Séptim o. De otro lado, se advierte
también que el Colegiado Superior, al momento de fundamentar la pena señaló que la conformidad del
imputado y su defensa no fueron absolutas sino relativas, puesto que el abogado defensor del acusado
ha manifestado que su patrocinado no sabía que mantener acceso carnal con una menor de edad era
delito [...]; y, pese a ello, se emitió la decisión materia de análisis. Por ende, se concluye que la decisión
cuestionada contraviene lo dispuesto en el Acuerdo Plenario N .° 5-2008/CJ-116 [§ 1500], donde se
dispone que para declarar la conformidad, debe existir plena aceptación de los hechos por parte del acu­
sado. En el caso concreto, en puridad, no existe una aceptación plena de los mismos, pues, finalmente,
aunque existe cuestionamiento de la pena, también se alega la aplicación de una norma que exime de
responsabilidad al condenado recurrente. (R. N. N.° 2692-2014-Lima, de 26-05-2016, íf. jj. 6 y 7. Sala
Penal Transitoria. Texto completo: <bit.ly/2mRNaot>)

§ 1511. El reconocimiento de cargos al acogerse al trámite de conclusión anticipada por un


delito no puede considerarse como la confesión sincera si el imputado fue intervenido el mismo
día que perpetró el evento criminal. Séptimo. [...] [C]abe mencionar que el reconocimiento de cargos
que formuló cuando se acogió al trámite de conclusión anticipada prevista en la Ley N .° 28122, no
puede considerarse como la confesión sincera regulada en el artículo 136 del Código de Procedimientos
Penales, porque el sentenciado fue intervenido el mismo día que perpetró el evento criminal frustrado,
como se da cuenta en la ocurrencia de calle común [...] suscrita por la autoridad policial intervinien-
te. (R. N. N.° 342-2017-Lima Sur, del 24-08-2017, f. j. 7. Sala Penal Permanente. Texto completo:
<bit.ly/2VjyLBq>).

§ 1512. La conclusión anticipada del juicio oral es aplicable cuando el acusado acepta ple­
namente la totalidad de los hechos, no siendo posible que acepte la comisión del delito base y
cuestione las agravantes imputadas. 2.2. En la sesión del plenario, [...], el encausado aceptó los cargos
descritos en la acusación; no obstante, al ser preguntada la defensa técnica del recurrente, admitió en
parte los hechos atribuidos a su patrocinado, mostrando disconformidad con la circunstancia agra­
vatoria del delito objeto de acusación, aludiendo que su defendido desconocía la cantidad específica
de droga que trasladaba; además, agregó que en autos no existe material probatorio que acredite lo
contrario, haciendo referencia a la documentación sobre las condiciones en las que vive el procesado, y
justificando el movimiento migratorio de su defendido para, finalmente, solicitar la adecuación del tipo
penal, desechando el tipo agravado y remitiéndose al tipo base (afirmaciones que reitero en el recurso
de nulidad), cuestionando también los hechos atribuidos. 2.3. Pese a los cuestionamientos de la defensa
técnica, la Sala Penal Superior declaró la conclusión anticipada del juicio (que por su naturaleza requiere
la aceptación de los cargos de la acusación fiscal, tal como se señaló líneas arriba). 2.4. El pronuncia­
miento emitido por el órgano jurisdiccional no satisface las exigencias del referido instituto procesal,
dado que efectuó valoración de los medios de prueba (las actuaciones policiales y las actas que acreditan
♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL
Art. 372 LIBRO TERCERO: EL PROCESO COMÚN 790

la materialidad del delito). 2.5. Debió denegarle el pedido de conclusión y continuar con el proceso
ordinario, a fin de que el recurrente pueda hacer valer su derecho al cuestionamiento de los cargos
imputados en el juzgamiento, con todas las garantías procesales pertinentes. 2.6. En consecuencia, se
incurrió en causa de nulidad, [...], al no contarse con una conformidad plena respecto de los cargos im­
putados [...]. (R. N. N .° 692-2013-Apurímac, del 10-01-2014, ffi jj. 2.2 al 2.6. Sala Penal Transitoria.
Texto completo: <bit.ly/2NZbHWk>).
§ 1513. El imputado no puede impugnar una sentencia conformada alegando inocencia pues
se nadie puede ir contra sus propios actos. Primero. Que la defensa del encausado VR en su recurso
[...] instó la absolución de los cargos. Alegó que la agraviada expresó su consentimiento para el acto
sexual; que su defendido asumió que la agraviada no concurrió a declarar en el proceso judicial; que su
declaración inicial carece de verosimilitud y persistencia. Segundo. Se está ante una sentencia confor­
mada, pues el imputado y su defensa aceptaron los cargos materia de la acusación fiscal [...]. Además,
la agraviada expresó que el imputado abusó sexualmente de ella contra su voluntad, con quien nunca
tuvo una relación sentimental (declaración de fojas 7, con el concurso del fiscal y de su madre). Tercero.
No consta que la aceptación de los cargos fue ilegal o que se efectuó con engaños, presión, manifiesto
error o sin una adecuada información de la defensa. Luego, no es posible que se impugne la sentencia
alegando inocencia pues se vulneraría el principio de que “nadie puede ir contra sus propios actos”. (R.
N. N .° 1033-2017-Lima Este, del 25-09-2017, ff. jj. 1 al 3. Sala Penal Permanente. Texto completo:
<bit.ly/2TjzOoE>).
§ 1514. Conclusión anticipada del juicio oral. Control de tipicidad en la sentencia condena­
toria. Octavo. Emitida la sentencia conformada [...], el director de debates preguntó a las partes si se
encontraban conformes con la sentencia emitida; por ello, el sentenciado [...], previo asesoramiento
de su defensa técnica, indicó que se encontraba conforme. Sin embargo, [posteriormente] interpuso
su recurso de nulidad alegando que su defensa, al momento de la lectura de sentencia conformada, fue
ineficaz. [...] Décimo. En mérito del Acuerdo Plenario N .° 5-2008/CJ-116 [§ 1500] [...] y el Acuerdo
Plenario N .° 4-2006/CJ-116 [...], este Tribunal Supremo efectúa un control de tipicidad respecto a
dicho delito imputado, y determina que la conducta del encausado P. se encuadra en el delito contra
la vida, el cuerpo y la salud, en la modalidad de homicidio calificado, previsto en el artículo 108,
apartado 1, del Código Penal vigente al momento de los hechos [...]. Undécimo. La ferocidad es una
agravante que se define como el acto realizado con absoluto desprecio y desdén por la vida humana;
se configura cuando el sujeto activo concluye con la vida del sujeto pasivo sin motivo ni móvil apa­
rentemente explicable o cuando el agente actúa con ferocidad brutal en la determinación del agente,
es decir, inhumanidad en el móvil. [...] Decimoquinto. En cuanto a la agravante de gran crueldad, su
configuración requiere ex profeso que se exponga a la víctima a un padecimiento lento y con el firme
deseo de que sufra intensos dolores antes de su muerte. De la conducta desplegada por el encausado
[...] no se advierte objetivamente dicha especial circunstancia de gravedad, o que en modo alguno haya
hecho sufrir innecesariamente a la víctima M. para luego darle muerte, sino que se observa un instinto
de perversidad que agrava su culpabilidad. Decimoséptimo. [...] [Este] Tribunal Supremo recalificó el
tipo penal atribuido conforme a sus atribuciones indicadas en el considerando décimo al decimoquinto
de la presente resolución suprema, y determinó que la responsabilidad del encausado está configurada
solo en el apartado uno del artículo 108 del Código Penal [...]. (R. N. N.° 371-2018-Del Santa, del 16­
05-2018, ff. jj. 10, 11, 15 y 17. Sala Penal Permanente. Texto completo: <bit.ly/2TL6N5t>).
§ 1515. Defensa técnica deficiente genera nulidad de conclusión anticipada. Segundo. Que
la sentencia recurrida se dictó como consecuencia de la conformidad del acusado y su defensa con la
acusación fiscal en la primera fase del juicio oral [...]. El instituto de la conformidad procesal se sustenta
en el principio del consenso y supone una aceptación libre e informada -con el concurso del abogado
defensor- por el imputado. En el presente caso, el imputado ingresó al juicio oral con una conducta
procesal de rechazo de los cargos, como consta de su manifestación [...] e instructiva [...]; y con la
posición favorable a su línea fáctica de defensa por su coimputado RRR (manifestación [...]), quien se
acogió al proceso especial de terminación anticipada. Sorprende su acogimiento a la conclusión antici-
n o m o s & th e s is
791 SECCION III: EL JUZGAMIENTO Alt 372
pada del debate oral y, más aún, que su abogado en su alegato de clausura exprese que si bien el día de
los hechos acompaña a su coencausado RRR, no sabía que este último portaba droga. Esa invocación
es de inocencia y de ausencia de dolo respecto de su presencia con RRR, el mismo que era la persona
que escondía droga adherida a su cuerpo. Tercero. Que, siendo así, es evidente que el imputado careció
de una defensa efectiva, pues la información jurídica que le proporcionó fue a todas luces equivocada.
Como el defensor indujo a error al imputado para la aceptación de los cargos -una persona con prima­
ria incompleta que se dedica a la agricultura en Huanta-, ésta no puede ser calificada de espontánea y
voluntaria. Este vicio de la voluntad -error- determina la falta de eficacia jurídica del procedimiento de
conclusión anticipada del debate oral. (R. N. N.° 2925-2012-Lima, de 25-01-2013, ff. jj. 2 y 3. Sala
Penal Transitoria. Texto completo: <bit.ly/10efG9K>).

§ 1516. El acogimiento del imputado a la conclusión anticipada del proceso no es suficiente


para fundamentar su sentencia condenatoria. Cuarto. En ese sentido, aun cuando el encausado H.
T. se acogió a la conclusión anticipada del juicio oral [...], la Sala Superior debió realizar un mínimo
análisis de los presupuestos necesarios para la configuración del título de imputación atribuido al refe­
rido recurrente, pues no basta precisar que éste se acogió a la conclusión anticipada del juicio oral para
sustentar una sentencia condenatoria, soslayando los principios que rigen la autoría y participación,
pues ello contraviene claramente los derechos referidos en el considerando precedente; en el caso con­
creto, debemos precisar que, conforme al principio de accesoriedad, sólo podrá atribuirse al partícipe
la contribución a la realización del injusto si se ha acreditado -no es necesaria una sentencia condena­
toria- la realización del injusto por parte del autor, lo que implica, mínimamente, la individualización
del autor del injusto, pues no puede presumirse la existencia del autor y del delito imputado como
erróneamente hace la sentencia recurrida, que en su fundamento dos punto tres precisa: “lo que lleva a
presumir que el encausado mencionado, en colaboración con algún funcionario o servidorpúblico del Centro
de Salud de Kimbiri-Cusco haya sustraído o apropiado dicho medicamento antes de su registro de ingreso” \
dicha presunción vulnera, de manera concreta el principio de accesoriedad, y de manera general el
derecho a la presunción de inocencia y la debida motivación de las resoluciones judiciales, pues existe
un cumulo de posibilidades por las que los medicamentos llegaron al establecimiento del recurrente.
Q uinto. Vertido lo anterior, debe precisarse, en términos poco complejos, que por el principio de acce­
soriedad “lo accesorio sufre la consecuencia de lo principal”, lo que implica, en el ámbito de la autoría,
que no puede haber partícipe si no existe autor, situación que nos lleva a concluir, en el caso concreto,
en la absolución del recurrente, pues en autos no se llegó a acreditar la comisión del delito de peculado
-la sentencia recurrida únicamente lo presumió-, para lo cual es necesario acreditar la vinculación del
autor a la institución positiva que lo reviste de un haz de derechos y deberes, además, del patrimonio
público encomendado, entre otros; en ese sentido, la sentencia emitida por la Sala Superior yerra al
atribuir al encausado H. T. el título de partícipe, sin haber establecido fehacientemente la omisión del
delito de peculado y sin siquiera haber individualizado a su autor, por ello, [...] es del caso absolver al
referido encausado de la acusación fiscal recaída en su contra. (R. N. N .° 1318-2011-Ayacucho, de 10­
05-2012, ff. jj. 4-5. Sala Penal Permanente. Texto completo: <bit.ly/lSO0DFR>).

§ 1517. El derecho a la debida motivación de las resoluciones judiciales se flexibiliza cuando


las partes del proceso alcanzan un acuerdo respecto a la cantidad de la reparación civil. 2.5.1. La
conformidad es aquel acto procesal de adhesión y/o allanamiento del procesado a la acusación fiscal, al
aceptar los hechos ilícitos atribuidos, y permitiendo la pronta culminación del juicio oral, pues no se
requiere que las pruebas sean valoradas, conforme así se desprende del artículo 372° del Código Pro­
cesal Penal. Si bien el procesado acepta su responsabilidad en los hechos imputados, quedando exento
el Tribunal de analizar los medios probatorios; no obstante, se puede cuestionar la cantidad de pena
y/o el monto de la reparación civil, conforme se prense del inciso tercero del artículo 372° del Código
Adjetivo. 2.5.2. En ese sentido, la última parte del inciso 5 del artículo 372° del Código Procesal Penal
establece que: “No vincula al Juez Penal la conformidad sobre el monto de la reparación civil, siempre
que exista actor civil constituido en autos y hubiera observado expresamente la cuantía fijada por el
Fiscal o que ha sido objeto de conformidad. En este caso, el Juez Penal podrá fijar el monto que corres-

♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL


Art. 372 LIBRO TERCERO: EL PROCESO COMUN 792

ponde si su imposición resultare posible o, en todo caso, diferir su determinación con la sentencia qué
ponga fin al juicio”. 2.5.3. Además, el Acuerdo Plenario N .° 05-2008/CJ-116, señala que “(...) si no
se cuestiona la reparación civil fijada en la acusación fiscal el Tribunal está limitado absolutamente a la
cantidad acordada, esto es, no puede modificarla ni alterarla en su alcance o ámbito y magnitud” [...].
2.5.4. En consecuencia, se advierte que el derecho a la debida motivación de las resoluciones judiciales
se flexibiliza cuando las partes litigiosas del proceso alcanzan un acuerdo respecto a la cantidad de la
reparación civil; por tanto, el Juzgador se limita a fijar dicha cantidad en una resolución, siempre que
no sea cuestionada por ninguna de las partes; por lo que, ello no implica la vulneración del derecho a la
debida motivación. (Casación N .° 1136-2016-Arequipa, de 16-08-2017, ff. jj. 2.5.1 al 2.5.4. Sala Penal
Permanente. Texto completo: <bit.ly/2JsUOTW>).

JURISPRUDENCIA DE LAS CORTES SUPERIORES

§ 1518. El juzgador tiene un deber de control de la tipicidad de los hechos imputables al pre­
sentarse la conformidad del acusado. En la sentencia conformada, el juez no puede pronunciarse
sobre la presencia de pruebas, puesto que la conformidad excluye toda actividad conducente a la
búsqueda de la verdad de los hechos. Prim ero. Que el artículo [372] del Código Procesal Penal que
ha sido objeto anteriormente de sentencias vinculantes a observar, incorpora en nuestro ordenamien­
to procesal penal nacional, la institución de la “conformidad”, por la cual el Juez director de debates
instó al acusado presente si aceptaba ser autor del delito de Omisión a la asistencia familiar materia de
acusación como de la reparación civil, quien previa consulta con su abogado y previa suspensión en el
caso concreto para dialogar con el señor Fiscal, y luego de alcanzar acuerdo, expresaron en audiencia
sus conformidades absolutas por los cargos fácticos que se le imputa como reconociendo su responsabi­
lidad, por lo que se dispuso la conclusión anticipada del juicio, para emitirse luego de la deliberación,
la “sentencia conformada”. Cabe mencionar que la institución de la “conformidad” está en el reconoci­
miento del principio de adhesión del acusado en el proceso penal, en el momento del inicio del juicio
oral, aunque con sus propias singularidades, para la pronta culminación del juicio oral a través de un
acto unilateral del acusado y su defensa de reconocer los hechos objeto de la imputación fiscal, y aceptar
las consecuencias jurídico penales y civiles correspondientes. Acto procesal que, si bien no es un nego­
cio procesal, por excepción como en el caso concreto, tenemos la “conformidad premiada”, cuando el
acusado por sí y su abogado en audiencia han conferenciado con el Fiscal para llegar a un acuerdo sobre
el quamtum de la pena y de la reparación civil, habiendo arribado a un acuerdo consensuado entre las
aludidas partes, lo que importa una doble garantía (acusado y su defensa), que significa una renuncia
a la actuación de pruebas en juicio público, constituyendo un acto de disposición del propio proceso,
conviniendo en la expedición de una sentencia condenatoria en su contra. Segundo. Por tanto, los
hechos se configuran, no a partir de la actividad probatoria de las partes en juicio oral, sino que vienen
definidos, sin injerencia del Juzgador, por la acusación con plena aceptación del acusado y su defensa,
por lo que la sentencia presente, no puede apreciar prueba alguna, primero porque no existe esa prueba
en juicio oral, sino, segundo, por la ausencia del contradictorio y el propio allanamiento de la parte
acusada, no autoriza a valorar los actos de investigación y demás actuaciones realizadas en la etapa de
fiscal o con sujeción al Juez de la Etapa Preparatoria; por lo que se da en éste caso una “predetermina­
ción Comisión Especial de Implementación del CPP - Secretaría Técnica de la sentencia” . Tercero. Que
el acusado presente, en el juicio oral, al expresar su “conformidad” antes referida, consultó previamente
con su abogado defensor de su elección y ha actuado con plena libertad voluntad y racionalidad, sin
limitaciones de sus capacidades intelectivas, e informado de su derecho por el Juez director del debate
y su defensa, de la acusación que acepta, deviniendo con su reconocimiento en una declaración ju­
dicial de culpabilidad con la consiguiente imposición de una sanción penal y reparación civil, por lo
que éste Colegiado no puede mencionar, interpretar y valorar actos de investigación o de prueba pre
- constituida alguna, desde que el imputado con su “conformidad” de los cargos imputados, renunció
expresamente a su derecho a la presunción de inocencia como a la exigencia de prueba de cargo de la
acusación y a un juicio contradictorio; por lo que los fundamentos de hecho o juicio histórico de la
sentencia, no se forman como resultado de valoración de la prueba, sino que le vienen impuestos al Juez

nomos &thesis
793 SECCION III: EL JUZGAMIENTO Art. 373
por la acusación y la defensa, a través de un acto de allanamiento de ésta ultima, que son vinculantes al
Juzgado Colegiado y a las partes; y ello, por cuanto el relato fáctico aceptado por el acusado presente y
que se alude precedentemente, no necesita de actividad probatoria, dado que la conformidad excluye
toda tarea para llegar a la libre convicción de los hechos; por lo que en éste orden de ideas, el Colegiado
no puede agregar ni reducir los hechos o circunstancias que han sido descritos por el Fiscal, en su reque­
rimiento de acusación y oralizados en su alegato de apertura, y aceptado por el acusado y su abogado
defensor; dado que ello implicaría revisar y valorar actos de aportación de hechos, que son excluidos por
la propia naturaleza de la “conformidad procesal”. En consecuencia, es inaceptable que el Colegiado se
pronuncie sobre presencia de pruebas, por cuanto con la “conformidad” del acusado y defensa, ha que­
dado fijado el elemento fáctico, y es lógico afirmar la inexistencia de pruebas en este momento procesal.
Cuarto. Que la presencia del Juzgador, no es pasiva para efectos de su homologación que arribaron o
acordaron las partes: ya que si bien está obligado a respetar la descripción del hecho de la acusación y
una vinculación absoluta a los hechos o inmodificabilidad del relato fáctico (vinculado facti), por ra­
zones de legalidad y justicia, puede, debe y tiene que realizar un control respecto de la tipicidad de los
hechos del título de la imputación, como de la pena solicitada y acordada. (Exp. N .° 4142-2009, del
05-11-2010, ff. jj. 1 al 4. Juzgado Penal Colegiado de Arequipa. Corte Superior de Justicia de Arequipa.
Texto completo: <bit.ly/2CSeufC>).

§ 1519. Las partes pueden incoar el proceso de terminación anticipada durante el período
comprendido entre la formalización de la investigación preparatoria y hasta la instalación e inicio
de la audiencia preliminar de acusación. Véase la jurisprudencia del artículo 468° del Nuevo Código
Procesal Penal [§ 1960]. (Exp. N .° 3356-2011-43-Trujillo, del 03-05-2012, f. j. 1.7. Tercer Juzgado
Penal de Investigación Preparatoria de Trujillo. Corte Superior de Justicia de La Libertad. Texto com­
pleto: <bit.ly/2UsvzUp>).

A rtículo 3 7 3 : So licitud de hueva prueba

1. Culminado el trámite anterior, si se dispone la continuación del juicio, las partes pueden ofrecer
nuevos medios de prueba. Sólo se admitirán aquellos que las partes han tenido conocimiento con poste­
rioridad a la audiencia de control de la acusación.
2. Excepcionalmente, las partes podrán reiterar el ofrecimiento de medios de prueba inadmitidos en la
audiencia de control, para lo cual se requiere especial argumentación de las partes. El Juez decidirá en ese
mismo acto, previo traslado del pedido a las demás partes.
3. La resolución no es recurrible.

PLENOS JURISDICCIONALES

§ 1520. La suficiencia de la prueba de campo ylo pericia preliminar en el control de acusación


en los procesos por tráfico ilícito de drogas. Problemática: L os procesos de tráfico ilícito de drogas en
el distrito ju dicial de Piura adolecen de graves defectosprobatorios. Los acusadospadecen extensosperiodos de
prisión preventiva y losplazos de investigación preparatoria se extienden más allá de lo razonable, en atención
a una deficiencia operativa: La Dirección Ejecutiva de Criminalística no cuenta con suficientes laboratorios
para el análisis químico cuantitativo y cualitativo de las drogas decomisadas, con lo que desde el momento del
descubrimiento del delito hasta que se tiene la pericia definitiva de droga pueden trascurrir hasta 12 meses.
Durante este tiempo, el acusado padece prisión preventiva motivada en extensiones de la misma ylo de la
investigación preliminar. Conforme a la Directiva General 015-2016-LN/DGCO, a l hallazgo y decomiso
de drogas corresponde entre otras acciones, la realización de la prueba de campo, pesaje y lacrado, entendido
como elprocedimiento policial in situ mediante el cual se realizan exámenes haciendo uso de kits de identifi­
cación de drogas con la finalidad de orientar preliminarmente sobre la naturaleza de la sustancia. E l pesaje
supone la identificación peso bruto de la sustancia sometida a pruebas de campo. E l asunto es: En los casos

♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL


Art. 373 LIBRO TERCERO: EL PROCESO COMÚN 794

de delitos de tráfico ilícito de drogas ¿Puede superarse la etapa intermedia con la respectiva acusación fiscal
con la sola existencia de la prueba de campo, pesaje y lacrado? El Pleno ha acordado por unanimidad :
Sí. Siempre que, el fiscal cumpla con presentar los documentos y los peritos en la audiencia de juicio
oral correspondiente a la luz del artículo 373 inc. 1 del Código Procesal Penal. (Pleno Jurisdiccional
Distrital Penal de la Corte Superior de Justicia de Piura del 23-11-2018. Tema 3. Texto completo:
<bit.ly/2DX7mhG>).

JURISPRUDENCIA DE LA CORTE SUPREMA

§ 1521. Ofrecimiento y admisión de nuevos medios de prueba. Sexto. [...] El apartado uno del
artículo trescientos setenta y tres del nuevo Código Procesal Penal, en el caso de nuevos medios de prue­
ba establece que su ofrecimiento y admisión está condicionada a que se ha tenido conocimiento de su
existencia con posterioridad a la audiencia de control de la acusación, que no es el caso del ofrecimiento
de la declaración de un testigo debidamente identificado que prestó declaración en sede de investiga­
ción preparatoria. Ahora bien, el apartado dos del mismo artículo estatuye que es posible ofrecer un
medio de prueba inadmitido en la audiencia de control; y, si bien no existe identidad absoluta entre el
ofrecimiento de una prueba personal y el ofrecimiento de una prueba documental, es evidente que en
el caso de autos lo que el Fiscal perseguía era incorporar un elemento de prueba vital: la exposición de
hechos por una persona determinada. La excepcionalidad en la admisión de la lectura de una declara­
ción sumarial de un testigo se basa en argumentos de urgencia y excepcionalidad, por lo que en caso que
estos presupuestos no se presenten es indispensable que el testigo concurra al acto oral para que exponga
lo que sabe acerca de los hechos enjuiciados. En consecuencia, la insistencia del testimonio personal en
el acto oral, en esas condiciones de rechazo del acta de declaración sumarial, muy bien puede ser invo­
cada en la oportunidad prevista en el artículo trescientos setenta y tres, apartado dos, del nuevo Código
Procesal Penal [...]. (Casación N .° 09-2007-Huaura, de 18-02-2008, f. j. 6. Sala Penal Permanente.
Texto completo: <bit.ly/2cTQOMr>).
§ 1522. Lectura de prueba documental y nueva prueba. Sexto. [...] Si bien no existe identidad
absoluta entre el ofrecimiento de una prueba personal y el ofrecimiento de una prueba documental, es
evidente que en el caso de autos lo que el Fiscal perseguía era incorporar un elemento de prueba vital: la
exposición de hechos por una persona determinada. La excepcionalidad en la admisión de la lectura de
una declaración sumarial de un testigo se basa en argumentos de urgencia y excepcionalidad, por lo que
en caso que estos presupuestos no se presenten es indispensable que el testigo concurra al acto oral para
que exponga lo que sabe acerca de los hechos enjuiciados. En consecuencia, la insistencia del testimo­
nio personal en el acto oral, en esas condiciones de rechazo del acta de declaración sumarial, muy bien
puede ser invocada en la oportunidad prevista en el artículo trescientos setenta y tres, apartado dos, del
nuevo Código Procesal Penal. (Casación N .° 10-2007-La Libertad, del 29-01-2008, f. j. 6. Sala Penal
Permanente. Texto completo: <bit.ly/2cHWaqJ>).
§ 1523. Declaración de menor omitida en acusación fiscal puede incorporarse durante juicio
oral. Noveno. Que, el inciso 1 del artículo 373 del Código Procesal Penal, establece que estamos ante
un supuesto de nueva prueba cuando: “culminado el trámite anterior, si se dispone la continuación del
juicio, las partes pueden ofrecer nuevos medios de prueba. Sólo se admitirán aquellos que las partes han
tenido conocimiento con posterioridad a la audiencia de control de la acusación”; que, en tal virtud, la
declaración de la menor agraviada no constituía nueva prueba, en tanto su versión respecto a los hechos
ya se conocía con anterioridad a la audiencia de control de acusación, pues ésta proporcionó su refe-
rencial en sede policial no sólo en presencia de su madre sino también de la señora Fiscal Especializada
de Familia con fecha 4 de febrero de 2010; que, además, dicha declaración no fue ofrecida en la etapa
intermedia, esto es, cuando la acusación es evaluada por las partes, por lo que concluida dicha etapa
ya no era posible ofrecer dicho medio de prueba en atención al principio de preclusión, y si bien, la
ley procesal penal faculta de modo excepcional que al inicio del juzgamiento se pueda ofrecer nuevas
pruebas, éstas están referidas a aquellas que recién fueron conocidas con posterioridad a la audiencia de
control de acusación, calidad o condición que no tenía la declaración de la menor agraviada, no obs-

n o m o s & th e sis
795 SECCIÓN III: EL JUZGAMIENTO Art. 374
tante lo cual se admitió, se actuó y se valoró no sólo en la sentencia de primera instancia, sino también
en la de segunda instancia, por ende, se vulneró el principio de legalidad material. Décim o. Que, sin
embargo, este Supremo Tribunal toma en consideración los siguientes aspectos: i) la defensa técnica
del encausado en el Juicio Oral no cuestionó ni se opuso a la admisión de la declaración plenaria de
la víctima como nuevo prueba; ii) tampoco expuso tal hecho como agravio al formular su recurso de
apelación [...], contra la sentencia de primera instancia, alegándolo recién con motivo de su recurso
de casación; iii) que la actuación de la declaración plenaria de la agraviada sirvió para que la defensa
del encausado haciendo uso del principio de contradicción procediera a interrogar y contra interrogar,
acorde con su línea defensiva, a la víctima, de modo tal que se respetó el derecho de defensa corolario
del debido proceso; y, iv) que aun cuando no se hubiese ofrecido, admitido ni actuado dicho medio
de prueba (declaración plenaria de la agraviada) en autos existían otros elementos de prueba (prueba
objetiva e indicios) que valorados en forma conjunta llevan al convencimiento respecto a la materialidad
del delito incriminado así como en relación a la culpabilidad del encausado. Décimo prim ero. Que, en
efecto, los Jueces pueden prescindir de la práctica de pruebas o diligencias en función a criterios tales
como su imposibilidad, sobreabundancia o inutilidad, y valorar la suficiencia de las pruebas actuadas
(entre ellos también valorar indicios) con criterio de conciencia; que, en el presente caso, aun cuando
el Juzgado Colegiado y la Sala de Apelaciones valoraron la declaración plenaria de la menor agraviada,
es posible estimar que la prueba de cargo existente con prescindencia de la declaración plenaria de la
agraviada acredita la existencia del delito y la responsabilidad penal del encausado -sobre la base de
criterios razonables y relevantes-; así, se cuenta con la referencia policial de la menor que fue realizada
en presencia no sólo de su madre sino también de la Fiscal de Familia, la misma que se condice con la
denuncia efectuada por su padre y se corrobora con las testimoniales de su madre y tía que le otorgan
fuerza acreditativa; que, además, se tiene el mérito de la pericia psicológica que demuestra el daño a
la incipiente formación de su personalidad, lo cual aunado a la pluralidad de indicios que emergen de
autos como la presencia del imputado en la casa de la víctima, el haber ocupado un cuarto, el haberle
dado clases de matemáticas, que los padres de la víctima salían de casa, que las clases al principio eran en
el interior del cuarto del encausado y luego en el comedor, determinan que la imputación tiene entidad
suficiente para enervar el status de inocencia del encausado previsto en el apartado e) del inciso 24 del
artículo 2 de la Constitución Política del Estado. (Casación N .° 09-2012-La Libertad, del 24-04-2013,
ff jj. 9-11. Sala Penal Permanente. Texto completo: <bit.ly/lXzHH0L>).
§ 1524. La investigación suplementaria. No se puede imponer al sujeto procesal que se opone
al requerimiento del sobreseimiento que solicite la realización de actos de investigación no pro­
puestos con anterioridad, ya que la norma no hace referencia alguna a actos “nuevos” sino a actos
“adicionales” . Véase la jurisprudencia del artículo 346° del Nuevo Código Procesal Penal [§ 1393]. (Casa­
ción N .° 1693-2017-Ancash, del 14-11-2018, ff. jj. 3.1 al 3.7. Sala Penal Permanente. Texto completo:
<bit.ly/2GRGu6L>).

Artículo 374: Poder del Tribunal y Facultad del Fiscal

1. Si en el curso del juicio, antes de la culminación de la actividad probatoria, el Juez Penal observa la
posibilidad de una calificación jurídica de los hechos objeto del debate que no ha sido considerada por el
Ministerio Público, deberá advertir al Fiscal y al imputado sobre esa posibilidad. Las partes se pronuncia­
rán expresamente sobre la tesis planteada por el Jue z Penal y, en su caso, propondrán la prueba necesaria
que corresponda. Si alguna de las partes anuncia que no está preparada para pronunciarse sobre ella, el
Juez Penal suspenderá el Juicio hasta por cinco días, para dar oportunidad a que exponga lo conveniente.
2. Durante el juicio el Fiscal, introduciendo un escrito de acusación complementaria, podrá ampliar la
misma, mediante la inclusión de un hecho nuevo o una nueva circunstancia que no haya sido mencionada
en su oportunidad, que modifica la calificación legal o integra un delito continuado. En tal caso, el Fiscal
deberá advertir la variación de la calificación jurídica.

♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL


Art. 374 LIBRO TERCERO: EL PROCESO COMÚN 796

3. En relación con los hechos nuevos o circunstancias atribuidas en la acusación complementaria,


se recibirá nueva declaración del imputado y se informará a las partes que tienen derecho a pedir la
suspensión del juicio para ofrecer nuevas pruebas o preparar la defensa. La suspensión no superará el
plazo de cinco días.

ACUERDO PLENARIO DE LA CORTE SUPREMA

§ 1525. Desvinculación del título acusatorio, en tanto las partes conozcan de esa alternativa y
se respete la homologación o identidad del bien jurídico entre el tipo legal objeto de acusación y el
tipo delictivo materia de condena. Véase la jurisprudencia del artículo 285°-A del Código de Proce­
dimientos Penales [§ 2281]. (Acuerdo Plenario N.° 4-2007/CJ-116, del 16-11-2007, ff. jj. 10 y 12 [ff.
jj. 8-12 considerados doctrina legal]. Pleno Jurisdiccional de las Salas Penales Permanentes y Transitorias
de la Corte Suprema de Justicia [EP, 25-03-2008, Jurisprudencia, Año XVII, N.° 873, pp. 6404-6406].
Texto completo: <bit.ly/2HqExu7> [p. 6404]).

PLENOS JURISDICCIONALES

§ 1526. Por el principio de iu ra novit curia es obUgación del Juez realizar la correcta califi­
cación del delito en los casos en que el Ministerio Púbbco equivoque la suhsunción. La correcta
calificación del delito en la Audiencia de Presentación de Cargos por parte delJuez en base a l principio iura
novit curia y la reconducción de la tipificidad. C onclusión Plenaria : Se ha aprobado por mayoría el
siguiente enunciado: “En la audiencia de presentación de cargos se realiza entre otros un control de lega­
lidad, que por el principio iuria novit curia es obligación del Juez advertir a las partes cuál es la correcta
subsunción y ser debatida en audiencia, que con el asentimiento y/o sin el asentimiento del Ministerio
Público su obligación es hacer la correcta calificación del delito”. F undamento : Llevada a cabo la au­
diencia de presentación de cargos, es de advertirse que el Juez no está en la facultad de alterar los hechos
materia de imputación por parte del Ministerio Público; siempre los hechos (evento criminoso) serán
introducidos por el Ministerio Público en la presentación de cargos por ser el titular de la acción penal,
hechos que deben ser materia de debate y de control de legalidad (subsunción); debiendo analizar cuáles
son los elementos constitutivos del tipo penal en relación al evento criminoso; pudiendo el Juez advertir
que el delito incoado por el representante del Ministerio Público resulta atípico; debiendo advertir y
señalar cual debería ser la tipicidad correcta, sin variar sustancialmente los hechos, previo asentimiento
del Ministerio Público y traslado a las partes presentes. (Pleno Jurisdiccional Distrital en Materia Penal
y Procesal Penal de la Corte Superior Justicia de Lima Este del 13-09-2017. Tema 2. Texto completo:
<bit.ly/2FuvPvC>).
§ 1527. El juzgado colegiado debe conocer de un proceso en el cual como consecuencia de la
acusación complementaria se introduce una calificación jurídica, que en su extremo mínimo es
superior a 6 anos de pena privativa de la libertad. Pregunta: ¿Determinar si elju ez unipersonalpierde
competencia para seguir conociendo eljuzgamiento, cuando la nueva calificación jurídica de los hechos, in­
troducida a través de una acusación complementaria, contempla en su extremo mínimo una pena conminada
superior a los seis años? H ipótesis : En el supuesto caso que elju ez unipersonal se aparte de conocer eljuzga­
miento, la remisión de los actuados implicaría dejar sin efecto todas las actuaciones deljuzgamiento llevado a
cabo por elju ez unipersonal. C onclusión Plenaria: El juzgado colegiado debe conocer de un proceso
en el cual como consecuencia de la acusación complementaria se introduce una calificación jurídica,
que en su extremo mínimo es superior a seis años de pena privativa de la libertad. (Pleno Jurisdiccional
Distrital en Materia Penal y Procesal Penal de la Corte Superior de Justicia de Tumbes del 20-07-2017.
Tema 4: Competencia del juez unipersonal cuando en la audiencia de juzgamiento se introduce una
nueva calificación jurídica, cuyo extremo mínimo contempla una pena superior a los seis años. Texto
completo: <bit.ly/2N£Lgvl>).

n o m o s & th e sis
797 SECCIÓN III: EL JUZGAMIENTO A lt 3 7 4

JURISPRUDENCIA DE LA CORTE SUPREMA

§ 1528. En el supuesto de una nueva circunstancia no mencionada en su oportunidad, el con­


curso ideal de delitos es compatible con el procedimiento de acusación complementaria. Falsa ,
declaración en procedimiento administrativo y falsedad genérica. Sexto. [El] artículo 374, nume- j
rales 2 y 3 del Código Procesal Penal, referido al supuesto de acusación complementaria, estableció los j
elementos que determinan su procedencia: i) escrito de acusación complementaria; ii) incorporación ;
de hecho nuevo o circunstancia no mencionada en su oportunidad; iii) modificación de la calificación
legal o integración del delito continuado; iv) recabación de nueva declaración del imputado, v) infor­
mar posibilidad de suspensión de audiencia; y suspensión máxima por el plazo de cinco días. Sétimo.
Al respecto, es pertinente señalar que para la introducción de la acusación complementaria no solo está
referida a la incorporación de hecho nuevo, sino también a la incorporación de una nueva circunstancia
no mencionada en su oportunidad. Cuando se trata de incorporar un hecho nuevo, es evidente que
corresponde a un concurso real, pues cada hecho es constitutivo de un delito autónomo y proviene de
un mismo agente, de lo que se deduce que cuando se trata de la incorporación de un nuevo hecho, es
evidentemente que este es incompatible con el concurso ideal en la acusación complementaria. En el
caso de autos, lo que surgió fue una nueva circunstancia, que no había sido mencionada en su oportu­
nidad; esto es, la remisión del Oficio N.° 01790, del 16 de mayo de 2016, remitido por JFM C, jefe de
la División de Educación Superior del Ministerio de Educación de Chile, quien informó que la casa de
estudios El Vergel o El Bergel no figuraba en el registro de instituciones de educación superior; además
que EMVB no registraba matrícula en carrera técnica o profesional en alguna de las instituciones de
educación superior de ese país; circunstancia que ameritó que el fiscal de la causa proceda a emitir acu­
sación complementaria [...] y que fue introducida al juicio oral en la audiencia del veintinueve de marzo
de 2017, en cuyo acto oralizó dicho medio de prueba. A criterio del fiscal y el Colegiado, dicha nueva
circunstancia, no mencionada en su oportunidad, constituyó el delito de falsedad genérica, previsto
en el artículo 438 del Código Penal y como quiera que la remisión de dicha información de ninguna
manera constituía un nuevo hecho, sino que era parte del hecho fáctico, entonces se mantiene intacta
la unidad de acción. En el caso de autos comprende una doble desvaloración de la ley penal: falsa de­
claración en procedimiento administrativo, previsto en el artículo 411 del Código Sustantivo y falsedad
genérica, previsto en el artículo 438 del Código Penal. Es evidente, entonces, que en el supuesto de una
nueva circunstancia no mencionada en su oportunidad, el concurso ideal de delitos es compatible con
el procedimiento de acusación complementaria. (Casación N .° 795-2017-Áncash, del 19-12-2017, ff.
jj. 6 y 7. Primera Sala Penal Transitoria. Texto completo: <bit.ly/2FyRwcF>).

§ 1529. Correlación entre la acusación y sentencia. Principio de congruencia. El juzgador no


puede introducir en la sentencia ningún nuevo hecho que sea perjudicial para el acusado, que no
figurara previamente en la acusación. Véase la jurisprudencia del artículo 397° del Nuevo Código
Procesal Penal [§ 1607]. (R. N. N .° 1051-2017-Lima, del 27-03-2018, ff. jj. 3.2, 3.3 y 3.4. Primera
Sala Penal Transitoria. Texto completo: <bit.ly/2IIjnNQ>).

§ 1530. Sala debe comunicar al procesado posible cambio de la calificación del delito. Véase
la jurisprudencia del artículo 285°-A del Código de Procedimientos Penales [§ 2288]. (R. N. N.°
848-2014-Huancavelica, del 21-01-2015, f. j. 2.1 y 2.7. Sala Penal Transitoria. Texto completo:
<bit.ly/1VJUUGL>).

§ 1531. Desvinculación procesal: presupuestos. Solo será procedente si los hechos materia de
acusación no constituyen un único delito. No procede desvinculación procesal de delito de viola­
ción sexual de menor de edad por el delito de actos contra el pudor de menores. Véase la jurispru­
dencia del artículo 285°-A del Código de Procedimientos Penales [§ 2295]. (R. N. N .° 3424-2013-Ju-
nín, del 08-06-2015- Sala Penal Transitoria. Texto completo: <bit.ly/2UOXmys>).
§ 1532. La acusación complementaria como facultad del fiscal para modificar la acusación
escrita inicial. Supuestos para modificar la acusación fiscal inicial: de autor mediato a autor di­
recto (el imputado fue quien disparó a la agraviada y no un desconocido por orden de él). Delito
♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL
Art. 375 LIBRO TERCERO: EL PROCESO COMÚN 798

de parricidio. Véase la jurisprudencia del artículo 349°del Nuevo Código Procesal Penal [§ 1421].
(Casación N .° 317-2018-Ica, del 23-10-2018, ff. jj. 4 al 7. Sala Penal Permanente. Texto completo:
cbit.ly/2BXEVAd>).
§ 1533. Inobservancia del principio de congruencia procesal pues no existe una coincidencia o
corroboración básica entre la acusación fiscal y sentencia, toda vez que la sentencia tiene por acre­
ditados hechos referidos a una violación vía anal, pero la acusación fiscal solo describió violación
vaginal. Véase la jurisprudencia del artículo 39T del Nuevo Código Procesal Penal [§ 1606]. (Casa­
ción N .° 813-2016-Cañete, de 23-08-2017, ff. jj. 16 y 17. Sala Penal Permanente. Texto completo:
<bit.ly/2Fmn35E>).

TÍTULO IV
LA ACTUACIÓN PROBATORIA

Artículo 375: Orden y modalidad del debate probatorio

1. El debate probatorio seguirá el siguiente orden:


a) Examen del acusado;
b) Actuación de los medios de prueba admitidos; yr
c) Oralización de los medios probatorios.
2. El Ju e z Penal, escuchando a las partes, decidirá el orden en que deben actuarse las declaraciones de
los imputados, si fueran varios, y de los medios de prueba admitidos.
3. El interrogatorio directo de los órganos de prueba corresponde al Fiscal y a los abogados de las partes.
4. El Ju e z durante el desarrollo de la actividad probatoria ejerce sus poderes para conducirla
regularmente. Puede intervenir cuando lo considere necesario a fin de que el Fiscal o los abogados de las
partes hagan los esclarecimientos que se les requiera o, excepcionalmente, para interrogar a los órganos
de prueba sólo cuando hubiera quedado algún vacío.

JURISPRUDENCIA DE LA CORTE SUPREMA

§ 1533a. Principio de inmediación en materia probatoria. Véase la jurisprudencia del articulo


356° del Nuevo Código Procesal Penal [§ 1467a ss.].

Artículo 376: Declaración del acusado

1. Si el acusado se rehúsa a declarar total o parcialmente, el Ju e z le advertirá que aunque no declare el


juicio continuará, y se leerán sus anteriores declaraciones prestadas ante el Fiscal.
2. Si el acusado acepta ser interrogado, el examen se sujetará a las siguientes reglas:
a) El acusado aportará libre y oralmente relatos, aclaraciones y explicaciones sobre su caso;
b) El interrogatorio se orientará a aclarar las circunstancias del caso y demás elementos necesarios
para la medición de la pena y de la reparación civil;
c) El interrogatorio está sujeto a que las preguntas que se formulen sean directas, claras, pertinentes
y útiles;
d) No son admisibles preguntas repetidas sobre aquello que el acusado ya hubiere declarado, salvo la
evidente necesidad de una respuesta aclaratoria. Tampoco están permitidas preguntas capciosas, imper­
tinentes y las que contengan respuestas sugeridas.
3. El Ju e z ejercerá puntualmente su s poderes de dirección y declarará, de oficio o a solicitud de parte,
inadmisible las preguntas prohibidas.

nomos &thesis
799 SECCIÓN III: EL JUZGAMIENTO Art. 376
4. El último en intervenir será el abogado del acusado sometido a interrogatorio.

ACUERDOS PLENARIOS DE LA SALA PENAL NACIONAL

§ 1534. La declaración del imputado en juicio oral y la posibilidad de emplear declaraciones


previas para dilucidar contradicciones. § 4. Desarrollo de la problemática planteada. 17. A tenor de lo
dispuesto en el artículo 376°. 1 del CPP es posible la lectura de la declaración previa del imputado, en
caso este se rehúse a declarar en el plenario, en esa línea de razonamiento, nada obsta a que se pueda usar
esa misma declaración previa, con la finalidad de evidenciar una contradicción con una declaración en
juicio oral, prestada en virtud de un acto derivado de la autonomía del imputado como sujeto procesal,
y que además tiene la posibilidad latente de guardar silencio en ejercicio de esa libertad. Es menester
precisar que, una declaración prestada en la investigación, sin coacción, no trae como consecuencia
necesaria una declaración contra reo. Correlativamente, el pedido de cotejar una declaración previa de
un imputado con la vertida en juicio, por presuntas contradicciones entre las mismas, es perfectamente
razonable, dada la facultad interperlatoria que tienen las partes procesales, lo cual no afecta de manera
alguna al derecho a la no autoincriminación. Negar dicha práctica por parte del órgano jurisdiccional,
excluye el escrutinio de información relevante (que no es suficiente para condenar sin prueba periférica)
para adoptar una decisión y, en este punto viene al caso lo argumentado por Nieva Fenoll, J. (2010).
La valoración de la prueba. Madrid. Marcial Pons. Página 193 etpassim: “[u]na cierta distancia por parte
delju ez favorece su imagen de ecuanimidad (...) pero no deform a que eljuez se transforme en un convidado
depiedra. La cuestión tiene relevancia, sobre todo en los interrogatorios, sean departes, testigos o peritos. (...)
Las leyes no sólo no impiden que losjueces cuestionen a estos sujetos sobre aspectos concretos, sino que existen
numerosos preceptos que avalan dicha intervención (...) No es negativo que eljuez se implique en la prueba
(...) creo que es esencial que lo haga, porque si no entiende la declaración de alguno de los sujetos que depon­
gan en elproceso, bien parece que lo lógico es que consulte sus dudas con el declarante, y no que permanezca
en silencio, mostrando un interés rayano con la apatía (...) Por supuesto que el interés de las partes no suele
ser que resplandezca la verdad, sino simplemente ganar el proceso. Y por ello precisamente es por lo que la
figura deljuez y su intervención en estafase resultan esenciales. Y es que habida cuenta, precisamente, de que
eljuez es imparcial, no le moverá otro impulso que intentar alejarse de las posiciones interesadas de las partes
y tratar de esclarecer el dubium que le han planteado. (...) Si elju ez tuviera que permanecer perfectamente
pasivo en la fase de la práctica probatoria, desde luego asistiría a l proceso como un árbitro desinformado o,
peor aún, informado solamentepor lo que las partes transmiten \ (Acuerdo Plenario N .° 03-2018-SPN, de
01-12-2018, que estableció como doctrina legal (pautas interpretativas) el criterio expuesto en el £ j. 17.
II Pleno Jurisdiccional de la Sala Penal Nacional 2018. Texto completo: <bit.ly/2wxletf>).

PLENOS JURISDICCIONALES

§ 1535. No está permitido el uso de la declaración previa del imputado para evidenciar contra­
dicciones en su versión. Problemática: ¿La declaración previa del imputado es un medio deprueba o un
medio de defensa? Vosición adoptada por mayoría: “ N o está permitido el uso de la declaración previa del
imputado para evidenciar contradicciones en su versión, porque: i) la declaración del acusado es un acto
defensivo, no un medio de prueba; ii) la regulación normativa de la declaración del imputado es distinta
a la declaración del testigo; iii) el uso de la declaración previa está regulado solo para peritos y testigos,
más no para el imputado”. (Pleno Jurisdiccional Distrital Penal y Procesal Penal de Arequipa 2018, rea­
lizado el 23-11-2018, convocado por la Corte Superior de Justicia de Arequipa. Tema 4: La declaración
previa del imputado es un medio de prueba o un medio de defensa. Texto completo: <bit.ly/2Xjre7R>).

§ 1536. Orden de las preguntas formuladas por las partes al acusado en el juzgamiento. ¿Quién
inicia el interrogatorio a l acusado, elfiscal o el abogado defensor? C onclusión plenaria: L o que está pro­
piciando la norma es que el Ministerio Público formule el contrainterrogatorio (formulando preguntas
sugestivas y desacreditación) sin antes darle la oportunidad al acusado de manifestarse libremente de
la imputación en su contra y posteriormente someterse a preguntas abiertas de interrogatorio directo

♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL


Alt 376 LIBRO TERCERO: EL PROCESO COMÚN 800

que generalmente lo dirige su abogado que le permitan declarar libremente respecto a la imputación en
su contra y someterse de ser el caso a preguntas cerradas en un contrainterrogatorio siempre y cuando
acepte declarar y no haga uso de su derecho a guardar silencio. (Pleno Jurisdiccional Distrital en M a­
teria Penal y Procesal Penal de la Corte Superior de Justicia de Tumbes del 20-07-2017. Tema $. Texto
completo: <bit.ly/2NfLgvi>).
§ 1537. No es factible dar lectura a la declaración previa del acusado al inicio del debate pro­
batorio. ¿Es factible la lectura de la declaración previa del acusado, a l inicio del debate probatorio, cuando
señala que por el momento no va a declarar o va a guardar silencio? El Pleno adopto por mayoría el
enunciado siguiente: “No es factible dar lectura a la declaración previa del acusado, al inicio del debate
probatorio, en tanto se contravendría el derecho de defensa del acusado, puesto que la norma establece
que en cualquier estado del juicio el acusado puede declarar . (Pleno Jurisdiccional Distrital Penal de
la Corte Superior de Moquegua del 15-06-2017. Tema N .° 4. Texto completo: <bit.ly/2HdBREg>).

JURISPRUDENCIA DE LA CORTE SUPREMA


§ 1538. Lectura de declaraciones anteriores del acusado que en juicio oral guarda silencio no
vulnera el derecho a la no autoincriminación. Sexto. [...] El arresto ciudadano del serenazgo tiene
como sustento el artículo 260 del citado Código. Si la condena se sustentó en prueba plural, no solo
en la confesión sumarial del imputado -incorporada en juicio oral como prueba documentada-, no es
posible estimar una vulneración de la presunción de inocencia. Igualmente, el articulo 376, numeral 1,
del Código Procesal Penal autoriza la lectura de la declaración del acusado prestadas ante el Fiscal si en
el juicio oral se rehúsa a declarar. Además, cabe enfatizar que conforme al artículo 160, numeral 2, del
Código Procesal Penal la confesión, bajo determinados requisitos, es un medio de prueba. Luego, en el
sub-lite medió la admisión de los cargos del imputado, prestada con intervención de su defensor y ante
el Fiscal, así como el detalle del arresto al imputado y, finalmente, las lesiones que sufrió el agraviado
como consecuencia del robo de que fue victima. Por consiguiente, es patente que las reglas de prueba
de siguieron cumplidamente. No se afectó ninguna garantía constitucional. Séptim o. Que, finalmente,
es de acotar que el derecho al silencio es un derecho de uso actual, que se activa y puede ejercitarse
en cada momento procesal, pero retroactúa sobre los ya transcurridos, ni tiene, por tanto, en ellos, la
incidencia que pretende el que recurre. El acusado puede guardar silencio en el juicio, pero no hacer
que éste se proyecte hacia atrás, con la eficacia de cancelar otras manifestaciones precedentes. Lo ad­
quirido en el curso de la investigación forma parte definitivamente de los autos, de los que Solo podría
ser expulsado formalmente por razón de ilicitud [STSE 95/2010, de 12 de febrero]. Esta doctrina, que
no vulnera el contenido constitucionalmente garantizado del derecho a la no autoincriminación, es la
que recoge el citado artículo 376, numeral 1, del Codigo Procesal Penal. De otro lado, la confesión, si
se presta con respeto a las garantías preconocidas a todo imputado -condiciones externas objetivas con
la que se obtuvo- y no resulta inverosímil, en tanto se acredite con otros medios de prueba el cuerpo
del delito -existencia del delito-, puede ser idónea para acreditar la autoría del confesante en el delito
ya establecido por otras pruebas [STSE 1105/2007, de 21 de diciembre]. (Casación N. Casación
N .° 1462-2017-Lambayeque, de 15-02-2018, ff. jj. 6 y 7. Sala Penal Permanente. Texto completo:
<bit.ly/2ttCxiI>).
§ 1539. Delito de falsedad ideológica. Mentir sobre la identidad cuando se es detenido no
configura delito contra la fe pública y materializa el principio de no autoincriminación. 2.7. En
cuanto a la subsuncíón de los hechos referidos al delito de falsedad ideológica, la Sala Penal y la Fis­
calía Suprema coincidieron en sostener la legalidad de aquella operación. 2.8. Teniendo en cuenta la
imputación fáctica, el hecho de que el encausado se haya identificado con un nombre falso, supuesto
o de persona real, como este caso, el nombre de su medio hermano [...], materializa el principio de no
autoincriminación, aspecto que no ha sido analizado por la Sala Superior Penal, y que afecta el derecho
al debido proceso (principio de tipicidad); como consecuencia de ello, el encausado [...] no puede ser
responsabilizado penalmente por dicho acto. (R. N. N .° 3093-2013-Lima Norte, de 22-05-2014, ff. jj.
2.7 y 2.8. Sala Penal Transitoria. Texto completo: <bit.ly/2FGYf4F>).
nomos &thesis
801 SECCIÓN III: EL JUZGAMIENTO A lt 378

REMISIÓN

§ 1539a. Sobre declaración del imputado. Véase también la jurisprudencia del artículo 166° del
Nuevo Código Procesal Penal [§ 740 ss.].

Artículo 377: Declaración en caso de pluralidad de acusados

1. Los acusados declararán, por su orden, según la lista establecida por el Juez Penal, previa consulta ¡
a las partes. 1
2. En este caso el examen se realizará individualmente. El Juez, de oficio o a solicitud de las partes,
podrá disponer que se examine separadamente a los acusados, a cuyo efecto los acusados restantes serán
desalojados de la Sala de Audiencias. Culminado el interrogatorio del último acusado y encontrándose
todos en la Sala de Audiencias, el Juez les hará conocer oralmente los puntos más importantes de la
declaración de cada uno de ellos. Si alguno de los acusados hiciese una aclaración o rectificación se hará
constar en acta siempre que fuere pertinente y conducente.

Artículo 378: Examen de testigos y peritos

1. El Juez, después de identificar adecuadamente al testigo o perito, dispondrá que preste juramento o
promesa de decir la verdad.
2. El examen de los testigos se sujeta -en lo pertinente- a las mismas reglas del interrogatorio del
acusado. Corresponde, en primer lugar, el interrogatorio de la parte que ha ofrecido la prueba y luego las
restantes. Antes de declarar, los testigos no podrán comunicarse entre sí, ni deberán ver, oír o ser informa­
dos de lo que ocurriere en la sala de audiencia. No se puede leer la declaración de un testigo interrogado
antes de la audiencia cuando hace uso de su derecho a negar el testimonio en el juicio.
3. El examen al testigo menor de dieciséis años de edad será conducido por el Juez en base a las
preguntas y contrainterrogatorios presentados por el Fiscal y las demás partes. Podrá aceptarse el auxilio
de un familiar del menor y/o de un experto en psicología. Si, oídas las partes, se considerase que el inte­
rrogatorio directo al menor de edad no perjudica su serenidad, se dispondrá que el interrogatorio prosiga
con las formalidades previstas para los demás testigos. Esta decisión puede ser revocada en el transcurso
del interrogatorio.
4. El Juez moderará el interrogatorio y evitará que el declarante conteste preguntas capciosas, suges­
tivas o impertinentes, y procurará que el interrogatorio se conduzca sin presiones indebidas y sin ofender
la dignidad de las personas. Las partes, en ese mismo acto, podrán solicitar la reposición de las decisiones
de quien dirige el debate, cuando limiten el interrogatorio, u objetar las preguntas que se formulen.
5. El examen de los peritos se inicia con la exposición breve del contenido y conclusiones del dictamen
pericial. Si es necesario se ordenará la lectura del dictamen pericial. Luego se exhibirá y se les preguntará
si corresponde al que han emitido, si ha sufrido alguna alteración y si es su firma la que aparece al final
del dictamen. A continuación se les pedirá expliquen las operaciones periciales que han realizado, y serán
interrogados por las partes en el orden que establezca el juez, comenzando por quien propuso la prueba y
luego los restantes.
6. Si un testigo o perito declara que ya no se acuerda de un hecho, se puede leer la parte correspondien­
te del acto sobre su interrogatorio anterior para hacer memoria. Se dispondrá lo mismo si en el interrogato­
rio surge una contradicción con la declaración anterior que no se puede constatar o superar de otra manera
7. Los peritos podrán consultar documentos, notas escritas y publicaciones durante su interrogatorio.
En caso sea necesario se realizará un debate pericial, para lo cual se ordenará la lectura de los dictámenes
periciales o informes científicos o técnicos que se estimen convenientes.
8. Durante el contrainterrogatorio, las partes podrán confrontar al perito o testigo con sus propios
dichos u otras versiones de los hechos presentadas en el juicio.

♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL


Art. 378 LIBRO TERCERO: EL PROCESO COMUN 802

9. Los testigos y peritos expresarán la razón de sus informaciones y el origen de su conocimiento.


10. A solicitud de alguna de las partes, el juez podrá autorizar un nuevo interrogatorio de los testigos o
peritos que ya hubieran declarado en la audiencia.(a)

PROTOCOLOS, REGLAMENTOS, LINEAMIENTOS, GUÍAS Y DIRECTIVAS


(a) Directiva N.° 008-2012-MP-FN: "El ofrecim iento y la actuación de la prueba pericial” (aprobado por la Resolución N.°
2045-2012-MP-FN de 08-08-2012). Véase el texto com pleto en: <bit.ly/2YJKhJ3>.

ACUERDOS PLENARIQS DE LA CORTE SUPREMA

§ 1540. Delitos de violencia contra la mujer y los integrantes del grupo familiar. Ambito pro­
cesal; Ley N.° 30364. Declaración de la víctima en los delitos contra la libertad sexual. La prueba
anticipada. Véase la jurisprudencia del artículo 19o de la Ley N .° 30364, Ley para prevenir, sancionar y
erradicar la violencia contra las mujeres y los integrantes del grupo familiar [§ 2648] . (Acuerdo Plenario
N .° 5-2016/CJ-116, de 12-06-2017, que estableció como doctrina legal los criterios expuestos en los
ff. jj. 10° al 17°. X Pleno Jurisdiccional de las Salas Penales Permanente y Transitorias [EP, 17-10-2017,
Jurisprudencia, Ano XXVI, N.° 1056, p. 7902]. Texto completo: <bit.ly/2sGTlDG>).
§ 1541. De la sindicación de coacusado, testigo o agraviado. Lincamientos en materia de
prueba indiciaría, declaraciones de coimputados y víctimas, y declaraciones de testigos de refe­
rencia. Véase la jurisprudencia del artículo 166° del Nuevo Código Procesal Penal [§ 740]. (Acuerdo
Plenario N .° 2-2005/CJ-116, del 30-09-2005, que establece como reglas de valoración de las declara­
ciones de coimputados y agraviados -testigos víctimas- las que se describen en los ff. jj. 9 y 10, con las
prevenciones señaladas en el £ j. 11, constituyendo precedentes vinculantes. Pleno Jurisdiccional de
las Salas Penales Permanente y Transitoria de la Corte Suprema de Justicia [EP, 26-11-2005]. Texto
completo: cbit.ly/1mLskGg>).

DOCTRINA JURISPRUDENCIAL VINCULANTE DE LA CORTE SUPREMA

§ 1542. Juez incorporará de oficio declaraciones de menor víctima de delitos sexuales (audio,
video o acta donde se registra esta primera declaración), en la etapa intermedia, si el fiscal no lo
hiciera. Actuación de declaraciones previas en caso de menores de edad víctimas de delitos se­
xuales. Toma de declaración en Cámara Gesell. Véase la jurisprudencia del artículo 242° del Nuevo
Código Procesal Penal [§ 917]. (Casación N.° 33-2014-Ucayali, de 28-20-2015, que establece como
doctrina jurisprudencial vinculante los ff. jj. 14, 15, 25 al 29. Sala Penal Permanente [EP, 26-11-2016,
Jurisprudencia, Año XXV, N.° 1029, pp. 7623-7627]. Texto completo: <bit.ly/2k0eqlZ>).

ACUERDOS DE LAS SALAS PENALES SUPERIORES

§ 1543. La declaración previa del testigo que obra en el expediente judicial -para la prueba-,
puede ser utilizado por los sujetos procesales en el examen realizado en el juicio oral, para hacer
memoria o evidenciar contradicciones, previo reconocimiento del documento por el mismo testi­
go. 1. T ema : Actuación de declaraciones previas al juicio. [...] 4. F undamentación: El artículo 87 del
Reglamento del Nuevo Despacho Judicial del Módulo Penal Corporativo de las Cortes Superiores de
Justicia de la República, precisa que el expediente judicial para la prueba está formado con los medios
de prueba admitidos en la etapa intermedia, así como los nuevos medios de prueba ofrecidos en la
audiencia de juicio; además se incorporará las actas, informes y declaraciones previas, vinculados con el
órgano de prueba, previamente admitidos. En el caso de las declaraciones de testigos prestadas ante el
fiscal durante la investigación preparatoria debe adjuntarse las constancias del debido emplazamiento
a las partes como lo exige el artículo 383. l.d del CPP. En tal sentido, las declaraciones previas pue­
den ser utilizadas por los sujetos procesales en el examen de testigos para hacer memoria o evidenciar
contradicciones; empero, como aclara el artículo 378.2 del CPP no se puede leer la declaración de un
testigo interrogado antes de la audiencia cuando hace uso de su derecho a anegar el testimonio en el

n o m o s & th e s is
803 SECCIÓN III: EL JUZGAMIENTO Art. 379
juicio. Finalmente, el artículo 186.1 del CPP prescribe que cuando sea necesario se ordenara el reco­
nocimiento del documento por su autor o por quien resulte identificado según su voz, imagen, huella,
señal u otro medio. 5. A c u e r d o : La declaración previa del testigo que obra en el Expediente Judicial
-para la prueba-, puede ser utilizado por los sujetos procesales en el examen realizado en el juicio oral,
para hacer memoria o evidenciar contradicciones, previo reconocimiento del documento por el mismo
testigo. (Acuerdo N.° 13-2018-SPS-CSJLL del 10-08-2018. Acuerdo de Jueces Titulares de las Salas
Penales Superiores de la Corte Superior de Justicia de La Libertad. Texto completo: <bit.ly/2FsEBKv>).

JURISPRUDENCIA DE LA CORTE SUPREMA

§ 1544. EiTmateria de criminalística forense se exigen tres elementos para estimar disparos
por arma de fuego: plomo, bario y antimonio, así como da cuenta de una posibilidad de contami­
nación en escena y tanto de falsos positivos como de falsos negativos. Un esclarecimiento en este
punto resulta indispensable, tanto más si sobre las hipótesis alternativas propuestas por la defensa
en este punto no se produjo un examen pericial puntual y riguroso. Véase la jurisprudencia del
artículo 181° del Nuevo Código Procesal Penal [§ 827]. (Casación N.° 317-2018-Ica, del 25-10-2018,
ff. jj. 4 al 7. Sala Penal Permanente. Texto completo: <bit.ly/2BXEVAd>).
§ 1545. Valoración de la declaración del colaborador eficaz. No es posible condenar al im­
putado en base a versiones de los colaboradores o arrepentidos que no han sido corroborados
o investigados. Véase la jurisprudencia del artículo 158° del Nuevo Código Procesal Penal [§ 635].
(R. N. N.° 99-2017-Nacional, del 19-09-2017, ff. jj. 7 y 8. Sala Penal Permanente. Texto completo:
<bit.ly/2EBuvYy>).
§ 1546. Puede otorgarse mayor credibilidad a las declaraciones del menor brindadas en au­
diencia que a la versión proporcionada en entrevista única [en cámara Gesell]. Véase la jurispruden­
cia del artículo 242° del Nuevo Código Procesal Penal [§ 920]. (Casación N.° 664-2016-Huaura, del
19-05-2017, ff. jj. 6 y 7. Primera Sala Penal Transitoria. Texto completo: <bit.ly/2INM4lb>).

JURISPRUDENCIA DE LA CORTE INTERAMERICANA DE DERECHOS HUMAMOS

§ 1547. Derecho de defensa e interrogación al testigo. 141. La Corte estima que, la restricción a
la labor de los abogados defensores y la escasa posibilidad de presentación de pruebas de descargo han
quedado demostradas en este caso. Efectivamente, los inculpados no tuvieron conocimiento oportuno
y completo de los cargos que se les hacían; las condiciones en que actuaron los defensores fueron ab­
solutamente inadecuadas para su eficaz desempeño y sólo tuvieron acceso al expediente el día anterior
al de la emisión de la sentencia de primera instancia. En consecuencia, la presencia y actuación de los
defensores fueron meramente formales. No se puede sostener que las víctimas contaron con una defen­
sa adecuada. [...] 153. La Corte considera que la legislación aplicada al caso imposibilita el derecho a
interrogar a los testigos que fundamentaron la acusación contra las supuestas víctimas. Por una parte, se
prohíbe el interrogatorio de agentes, tanto de la policía como del ejército, que hayan participado en las
diligencias de investigación. Por otra, tal como ha sido consignado (supra 141), la falta de intervención
del abogado defensor hasta el momento en que declara el inculpado, hace que aquél no pueda contro­
vertir las pruebas recabadas y asentadas en el atestado policial. (CIDH, Caso Castillo Petruzziy otros vs.
Perú, sentencia de 30-05-1999, párrs. 141 y 153. Texto completo: <bit.ly/lycdjkX>).

Artículo 379: Inconcurrencia del testigo o perito

1. Cuando el testigo o perito, oportunamente citado, no haya comparecido, el Jue z ordenará que sea
conducido compulsivamente y ordenará a quien lo propuso colabore con la diligencia.
2. Si el testigo o perito no puede ser localizado para su conducción compulsiva, el juicio continuará con
prescindencia de esa prueba.

♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL


Art. 380 LIBRO TERCERO: EL PROCESO COMÚN 804

JURISPRUDENCIA DE LA CORTE SUPREMA

§ 1548. Cuando la norma establece que quien propuso el medio de prueba “colabore con la di­
ligencia de conducción compulsiva” del perito, no se refiere a que realice por sí misma todo el acto
de conducción. No puede prescindirse la actuación de un medio de prueba, como consecuencia
de la primera inconcurrencia de un perito. C uarto. [Los] apercibimientos, ante el incumplimiento
de una citación judicial, son expresos. Están taxativamente estipulados eñ la ley procesal. Al respecto, el
artículo 379 del Código Procesal Penal estatuye que cuando el perito, oportunamente citado, no haya
comparecido, el Juez ordenará que sea conducido compulsivamente y dispondrá a quien propuso ese
medio de prueba colabore con la diligencia. Cabe aclarar que la norma dice, respecto de quien ofreció
el medio de prueba, que “colabore con la diligencia de conducción compulsiva” -informar sobre el
paradero del perito, indagar las razones de su ausencia, comunicar a la autoridad encargada lo que
sabe al respecto y ayudarla, de ser el caso, para que concrete su misión-, no que realice por sí el acto de
conducción compulsiva. Quinto. En el caso de autos se dictó un apercibimiento impertinente, distinto
del legalmente previsto. La prescindencia de la actuación de un medio de prueba, como consecuencia,
por ejemplo, de la primera inconcurrencia de un perito, no está autorizada por la ley. Esta institución
procesal es una salida u opción de ultima ratio, que se lleva a cabo para evitar la interrupción -o quiebra-
del juicio oral, vale decir, cuando está en riesgo la continuidad del proceso. Solo se dictará cuando los
apercibimientos legalmente establecidos (conducción compulsiva, en este caso) no puedan cumplirse.
Esto es, cuando, por ejemplo, no ubica al perito para conducirlo a la sesión respectiva o cuando se ad­
vierta, finalmente, que en el domicilio fijado ya no reside y se desconoce su paradero o se acredite que
no está disponible para la audiencia por enfermedad, viaje u otra razón excepcional, sin que sea posible
aplicar las reglas del artículo 380 del Código Procesal Penal. (Casación N .° 1072-2016-Huánuco, de
11-05-2017, ff. jj. 4 y 5. Primera Sala Penal Transitoria. Texto completo: <bit.ly/2ullfa3>).

Artículo 380: Examen especial del testigo o perito v !

1. El juez, de oficio o a solicitud de parte, puede ordenar que el acusado no esté presente en la audiencia
durante un interrogatorio, si es de temer que otro procesado, un testigo o un perito no dirá la verdad en su
presencia.
2. De igual manera se procederá si, en el interrogatorio de un menor de diez y seis años, es de temer
un perjuicio relevante para él, o si, en el interrogatorio de otra persona como testigo o perito, en presencia
del acusado, existe el peligro de un perjuicio grave para su integridad física o salud. Tan pronto como el
acusado esté presente de nuevo, debe instruírsele sobre el contenido esencial de aquello que se ha dicho
o discutido en su ausencia.

Artículo 381: Audiencia especial para testigos y peritos

1. Los testigos y peritos que no puedan concurrir a la Sala de Audiencias por un impedimento justifica­
do, serán examinados en el lugar donde se hallen por el juez.
2. Si se encuentran en lugar distinto al del juicio, el ju ez se trasladará hasta el mismo o emplea­
rá el sistem a de vídeo conferencia, en el primer supuesto los defensores podrán representar a las
partes.
3. En casos excepcionales, el juez comisionará a otro órgano jurisdiccional para la práctica de la prue­
ba, pudiendo intervenir en la misma los abogados de las partes, el acta deberá reproducir íntegramente la
prueba y, si se cuenta con los medios técnicos correspondientes, se reproducirá a través de video, filma­
ción o audio.

n o m o s & th e sis
805 SECCIÓN III: EL JUZGAMIENTO Alt 383

Artículo 382: Prueba material

1. Los instrumentos o efectos del delito, y los objetos o vestigios incautados o recogidos, que obren o
hayan sido incorporados con anterioridad al juicio, siempre que sea materialmente posible, serán exhibi­
dos en el debate y podrán ser examinados por las partes.
2. La prueba material podrá ser presentada a los acusados, testigos y peritos durante sus decla­
raciones, a fin de que la reconozcan o informen sobre ella. (a)
NOTA DE ACTUALIZACIÓN

(1) Artículo modificado por el artículo 3 del Decreto Legislativo N.° 983 (ER 22-07-2007).

PROTOCOLOS, REGLAMENTOS, UNEAM IENTOS, GUÍAS Y DIRECTIVAS

(a) Reglamento de la cadena de custodia de elementos materiales, evidencias y administración de bienes incautados
(aprobado por la Resolución N.° 729-2006-M P-FN de 15-06-2006). Véase el texto completo en: <bit.ly/2FIR5ho>.

Artículo 383: Lectura de la prueba documental

1. Sólo podrán ser incorporados al juicio para su lectura:


a) Las actas conteniendo la prueba anticipada;
b) La denuncia, la prueba documental o de informes, y las certificaciones y constataciones;
c) Los informes o dictámenes periciales, así como las actas de examen y debate pericial actuadas con
la concurrencia o el debido emplazamiento de las partes, siempre que el perito no hubiese podido concurrir
al juicio por fallecimiento, enfermedad, ausencia del lugar de su residencia, desconocimiento de su para­
dero o por causas independientes de la voluntad de las partes. También se darán lectura a los dictámenes
producidos por comisión, exhorto o informe;
d) Las actas conteniendo la declaración de testigos actuadas mediante exhorto. También serán leídas
las declaraciones prestadas ante el Fiscal con la concurrencia o el debido emplazamiento de las partes,
siempre que se den las condiciones previstas en el literal anterior; y,
e) Las actas levantadas por la Policía, el Fiscal o el Juez de la Investigación Preparatoria que contie­
nen diligencias objetivas e irreproducibles actuadas conforme a lo previsto en este Código o la Ley, tales
como las actas de detención, reconocimiento, registro, inspección, revisión, pesaje, hallazgo, incautación
y allanamiento, entre otras.
2. No son oralizables los documentos o actas que se refieren a la prueba actuada en la audiencia ni a
la actuación de ésta. Todo otro documento o acta que pretenda introducirse al juicio mediante su lectura
no tendrá ningún valor.
3. La oralización incluye, además del pedido de lectura, el de que se escuche o vea la parte pertinente
del documento o acta.(a)

PROTOCOLOS, REGLAMENTOS, UNEAMIENTOS, GUÍAS Y DIRECTIVAS

(a) Directiva N.° 008-2012-MP-FN: "El ofrecim iento y la actuación de la prueba pericial" (aprobado por la Resolución N.°
2045-2012-MP-FN de 08-08-2012). Véase el texto completo en: <bit.ly/2YJKhJ3>.

ACUERDOS DE LAS SALAS PENALES SUPERIORES

§ 1549. Para hacer memoria o evidenciar contradicciones excepcionalmente puede utilizarse


cualquier documento que contenga la declaración del órgano de prueba brindada en otros pro­
cesos judiciales y/o procedimientos administrativos. Véase la jurisprudencia del artículo 157° del
Nuevo Código Procesal Penal [§ 620]. (Acuerdo N.° 14-2018-SPSP-CSJLL del 19-10-2018. Acuerdo

♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL


Art. 383 LIBRO TERCERO: EL PROCESO COMUN 806

de Jueces Titulares de las Salas Penales Superiores de la Corte Superior de Justicia de La Libertad. Texto
completo: <bit.ly/20i5Ifl>).
§ 1550. La declaración previa del testigo que obra en el expediente judicial -para la prueba-,
puede ser utilizado por los sujetos procesales en el examen realizado en el juicio oral, para hacer
memoria o evidenciar contradicciones, previo reconocimiento del documento por el mismo testi­
go. Véase la jurisprudencia del artículo 378° del Nuevo Código Procesal Penal [§ 1543]. (Acuerdo N.°
13-2018-SPP-CSJLL del 10-08-2018. Acuerdo de Jueces Titulares de las Salas Penales Superiores de la
Corte Superior de Justicia de La Libertad. Texto completo: <bit.ly/2FsEBKv>).
§ 1551. El expediente judicial para la prueba. En el caso de las declaraciones de testigos pres­
tadas ante el fiscal durante la investigación preparatoria, debe adjuntarse las actas de declaracio­
nes previas con las constancias del debido emplazamiento a las partes. Véase la jurisprudencia del
artículo 136° del Nuevo Código Procesal Penal [§ 571]. (Acuerdo N .° 9-2018-SPS-CSJLL del 20-04­
2018. Acuerdo de Jueces Titulares de las Salas Penales Superiores de la Corte Superior de Justicia de La
Libertad. Texto completo: <bit.ly/2FBKBSH>).

PLENOS JURISDICCIONALES

§ 1552. Implicancias de la inasistencia de agraviado a audiencia de juicio. Actividad del Juez de


Paz Letrado en el proceso por faltas. ¿C uál debe ser la actividad delJuez de Paz Letrado? El Pleno adop­
tó p o r m a y o r í a el enunciado siguiente: “Hacer lectura del Informe Policial o documentos que contie­
nen la actividad probatoria efectuada en sede policial o propuesta por la parte en su denuncia y requerir
precisiones o realizar preguntas al imputado respecto de alguna declaración contradictoria: Realizando
acusación y actividad destinada a determinar la culpabilidad o no del imputado con la finalidad que el
Juicio continúe y no se genere impunidad.” (Pleno Jurisdiccional Distrital Penal de la Corte Superior de
Moquegua del 15-06-2017. Tema 5. Sub-Tema N.° 01. Texto completo: <bit.ly/2HdBREg>).

JURISPRUDENCIA DE LA CORTE SUPREMA

§ 1553. Valorar pruebas en el juicio oral que no fueron propuestas ni admitidas en las etapas
procesales pertinentes vulnera el debido proceso. Todo documento o acta que pretenda introdu­
cirse al juicio mediante su lectura no tendrá ningún valor. Décim o quinto. La debida motivación de
una sentencia exige que exista: a) Fundamentación jurídica, esto es, la valoración pertinente y completa
de las cuestiones de Derecho aplicables al caso. No es suficiente la sola mención de las normas a aplicar
al caso, sino la explicación y justificación de por qué tal caso se encuentra dentro de los supuestos que
contemplan tales normas; b) Congruencia entre lo pedido y lo resuelto y que implica la expresión de
los argumentos que expresarán la conformidad entre los pronunciamientos del fallo y las pretensiones
formuladas por las partes; y, c) Suficiencia, vale decir que por sí misma exprese una suficiente justifi­
cación de la decisión adoptada, aun si esta es breve o concisa o se presenta el supuesto por remisión.
[...] Décim o séptim o. Finalmente, tanto la ocurrencia del hecho incriminado como la vinculación de
los imputados debe encontrarse debidamente motivada independientemente, es decir, la ocurrencia
del hecho incriminado deberá contar con fundamentación jurídica, congruencia entre lo pedido y lo
resuelto y expresar suficiente justificación de la razón adoptada, así también, al sustentar la vinculación
del imputado se deberá observar dicha estructura. De igual manera, tanto en la motivación del hecho
incriminado como en su vinculación con el imputado se deberá evitar los supuestos de efectiva afec­
tación a la debida motivación, conforme se precisó en el fundamento décimo quinto. [...] Trigésimo
tercero. Inclusive si se tomara como cierta dicha afirmación vertida en ambas instancias, ello implicaría
que durante el juicio oral se introdujo un elemento de prueba que no fue propuesto ni admitido en las
etapas procesales pertinentes, el cual llego a formar parte de la valoración probatoria. Dicha situación
se encuentra expresamente proscrita en el inciso 2, del artículo 383 del Código procesal Penal la que
establece todo otro documento o acta que pretenda introducirse al juicio mediante su lectura no tendrá
ningún valor. Desde esa perspectiva, el irregular proceder de primera instancia, reafirmado en segunda

nom os & th e sis


807 SECCION III: EL JUZGAMIENTO ÁíL ¿85
instancia, se constituye en una grave afectación a la garantía constitucional del Debido Proceso. [...]
Trigésimo sétimo. Considerando que corresponde al Ministerio Público, como titular de la acción
penal, el deber de probar su imputación, tenemos que el no ofrecimiento de los elementos de prueba
obtenidos durante la etapa de investigación - en el caso concreto actas de registro personal y actas de
incautación - es su exclusiva responsabilidad, por tanto, no existe sustento para que los efectos de su
omisión sean sufridos por los procesados, quienes afrontaron el proceso penal inclusive estando priva­
dos de su libertad, más aún cuando el propio representante del Ministerio Público, como titular de la
acción penal, es quien debe, inicialmente, formarse convicción respecto de la responsabilidad penal,
y es el primer encargado de seleccionar los elementos probatorios pertinentes para generar la misma
convicción en el Juez, su decisión de no ofrecer determinados medios de prueba no puede, por tanto,
generar la presunción de un error de la parte acusatoria, por el contrario, genera certeza respecto de la
inutilidad de dicho elemento de prueba para generar convicción en el juzgador. El mismo supuesto es
aplicable a la parte Juzgadora quien, de conformidad con el artículo 385, inciso 2, del Código Procesal
Penal, pudo incorporar de oficio nuevos medios probatorios, iniciativa que no fue adoptada. (Casación
N .° 618-2015-Cusco, de 19-05-2017, íf. jj. 15, 17, 33 y 37. Sala Penal Permanente. Texto completo:
<bit.ly/2ulYS16>).

Artículo 384: Trámite de la oralización

1. La oralización tendrá lugar cuando, indistintamente, lo pida el Fiscal o los Defensores. La oralización
se realizará por su orden, iniciándola el Fiscal, continuándola el abogado del actor civil y del tercero civil,
y culminando el abogado del acusado. Quien pida oralización indicará el folio o documentos y destacará
oralmente el significado probatorio que considere útil.
2. Cuando los documentos o informes fueren muy voluminosos, se podrá prescindir de su lectura ínte­
gra. De igual manera, se podrá prescindir de la reproducción total de una grabación, dando a conocer su
contenido esencial u ordenándose su lectura o reproducción parcial.
3. Los registros de imágenes, sonidos o en soporte informático podrán ser reproducidos en la audien­
cia, según su forma de reproducción habitual.
4. Una vez que se concluya la lectura o reproducción de los documentos, el juzgador concederá la
palabra por breve término a las partes para que, si consideran necesario, expliquen aclaren, refuten o se
pronuncien sobre su contenido.

Artículo 385: Otros medios de prueba y prueba de oficio

1. Si para conocer los hechos, siempre que sea posible, que no se haya realizado dicha diligencia en
la investigación preparatoria o ésta resultara manifiestamente insuficiente, el Juez Penal, de oficio o a
pedido de parte, previo debate de los intervinientes, ordenará la realización de una inspección o de una
reconstrucción, disponiendo las medidas necesarias para llevarlas a cabo.
2. El Juez Penal, excepcionalmente, una vez culminada la recepción de las pruebas, podrá disponer, de
oficio o a pedido de parte, la actuación de nuevos medios probatorios si en el curso del debate resultasen
indispensables o manifiestamente útiles para esclarecer la verdad. El Juez Penal cuidará de no reemplazar
por este medio la actuación propia de las partes.
3. La resolución que se emita en ambos supuestos no es recurrible.

DOCTRINA JURISPRUDENCIAL VINCULANTE DE LA CORTE SUPREMA

§ 1554. Juez incorporará de oficio declaraciones de menor víctima de delitos sexuales (audio,
video o acta donde se registra esta primera declaración), en la etapa intermedia, si el fiscal no lo
hiciera. Actuación de declaraciones previas en caso de menores de edad víctimas de delitos se-

♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL


Art. 385 LIBRO TERCERO: EL PROCESO COMÚN 808

xuales. Toma de declaración en Cámara Gesell. Véase la jurisprudencia del artículo 242° del Nuevo
Código Procesal Penal [§ 917]. (Casación N.° 33-2014-Ucayali, de 28-20-2015, que establece como
doctrina jurisprudencial vinculante los íF. jj. 14, 15, 25 al 29. Sala Penal Permanente [EP, 26-11-2016,
Jurisprudencia, Año XXV, N .° 1029, pp. 7623-7627]. Texto completo: <bit.ly/2k0eqlZ>).

JURISPRUDENCIA DE LA CORTE SUPREMA

§ 1555. Amparar el pedido del Fiscal en audiencia de juicio oral, para visualizar el video de la
diligencia de entrevista única del menor agraviado en casos de delitos sexuales, ante la negativa
del procesado, no constituye un quebrantamiento al deber de imparcialidad del Juez. 4.2. Ahora
bien, de la revisión de autos se advierte que el real cuestionamiento del recurrente es la actuación, como
prueba de oficio, de la visualización del C D de la diligencia de entrevista única del menor agraviado, la
misma que se actuó a pedido del representante del Ministerio Público, en la sesión de audiencia de jui­
cio oral del 14 de noviembre de 2014 [...], luego de que se oralizara la prueba documental, donde señaló
que conforme con el numeral 2, del artículo 385, del Código Procesal Penal, de manera excepcional, se
disponga la visualización del CD de diligencia de entrevista única del menor agraviado o, en su defecto, se
reciba la declaración del menor agraviado”. El juez de la causa confirió el traslado de tal pedido al procesa­
do, luego que este manifestara su disconformidad con la actuación de tal prueba; sin embargo, median­
te resolución ocho, expedida en la misma sesión, se declaró fundada la solicitud del representante del
Ministerio Público, y dispuso la visualización del CD que contiene la entrevista del agraviado. Precisó
que se acoge tal pedido en amparo de lo dispuesto en el artículo 385 del Código Procesal Penal. En ese
orden de ideas, el recurrente indica que se vulnera su derecho al debido proceso, en su componente
de imparcialidad del órgano jurisdiccional, al actuar la citada visualización. 4.3. Sobre el particular,
debemos señalar que la prueba actuada no fue admitida de oficio, sino a solicitud del representante del
Ministerio Público y con la garantía el derecho de contradicción del procesado, pues se confirió traslado
a este, según se deja expresa constancia en el acta de la audiencia de juicio oral. 4.4. Además, si bien es
cierto que el inciso dos, del artículo 385, del Código Procesal Penal, hace referencia a la actuación de
“nuevos medios probatorios”, también es verdad que la citada visualización no constituye una circuns­
tancia nueva; es decir que, en puridad, no es una prueba nueva, pues tal visualización únicamente es la
corroboración de lo ya evidenciado en la lectura del acta de entrevista única del menor en la Cámara
Gesell, que minutos antes fue actuada; por ello, el proceder del juzgado está acorde con el principio de
interés superior del niño, pues evitó la revictimización del menor agraviado (véase el fundamento 38 del
Acuerdo Plenario N .° 1-2011/CJ-l 16 [§ 790]). Además, se efectuó tal actuación probatoria al amparo
de la facultad que el legislador otorgó al juzgador (inciso dos, del artículo trescientos ochenta y cinco,
del citado Código). 4.5. Similar criterio fue establecido por la Sala Penal Permanente, en Casación N.°
33-2014-Ucayali [§ 917], donde se estableció que: Decimocuarto: es claro que estas reglas deben conside­
rar la edad dé la víctima: mientras menor sea, mayor será la restricción para que declaren en eljuicio oral. Por
ende, será obligatorio que, sobre esta base, en la etapa intermedia, elfiscal, en casos de delitos sexuales, solicite
que se escuche el audio, se visione el video o se oralice el audio donde se registra esta primera declaración, la
cual se debe constar en un soporte que perm ita su incorporación como medio de prueba completo. Decimo­
quinto: si, por error, elfiscal no lo hiciera, sobre la base del interés superior del niño, elpapel garante deljuez
de los derechos de los ciudadanos y el artículo 385 del Código Procesal Penal este lo incorporará de oficio en
la etapa respectiva. 4.6. Por otro lado, la citada visualización resultaba indispensable y manifiestamente
útil para esclarecer la verdad de los hechos, sobre las imputaciones en contra del ahora sentenciado y
lo alegado por este en su defensa, sobre la existencia de un relato “fantasioso”, y luego evaluar si tal
declaración cumplía con los requisitos establecidos en el Acuerdo Plenario N .° 2-2005/CJ-l 16 [§ 740],
y las exigencias detalladas en los artículos 145, 156 y 157 del Código Procesal Penal. 4.7. Siendo ello
así, es evidente que los agravios denunciados por el recurrente deben ser desestimados, al no verificarse
de autos la inobservancia o infracción a garantía o derecho constitucional alguno, pues la actuación de
esta prueba cumplió con la finalidad de la labor probatoria. (Casación N .° 63-2016-Cañete, del 11-05­
2018, ff. jj. 4.2 al 4.7. Primera Sala Penal Transitoria. Texto completo: <bit.ly/2FeeEhH>).
n o m o s & th e sis
809 SECCIÓN III: EL JUZGAMIENTO A lt 385
§ 1556. La prueba de oficio es de uso discrecional para el órgano jurisdiccional, por lo que su
no utilización o constituye infracción normativa alguna. Quinto. Ahora bien, la prueba de oficio,
como tal y según el artículo 385, numeral 2 del Código Procesal Penal, es discrecional para el órgano
jurisdiccional, por tanto, su no utilización no constituye infracción normativa alguna. Sobre la omisión
de actuación de un medio de prueba concreto, es de acotar que sólo será casacionalmente relevante si
éste se inadmite pese a su pertinencia y utilidad, o si no se llega a ejecutar por una razón no legalmente
justificada o por un motivo no imputable a la parte que lo propuso. En estos casos, la infracción del
principio de aportación de parte es lo relevante, no la falta de actuación de la prueba de oficio. (Ca­
sación N .° 1552-2017-Lambayeque, del 02-03-2018, f. j. 5. Sala Penal Permanente. Texto completo:
<bit.ly/2EEKF3G>).

§ 1557. Amparar el pedido del Fiscal en audiencia de juicio oral, para visualizar el video de la
diligencia de entrevista única del menor agraviado en casos de delitos sexuales, ante la negativa
del procesado, no constituye un quebrantamiento al deber de imparcialidad del Juez. 4.2. Ahora
bien, de la revisión de autos se advierte que el real cuestionamiento del recurrente es la actuación, como
prueba de oficio, de la visualización del CD de la diligencia de entrevista única del menor agraviado, la
misma que se actuó a pedido del representante del Ministerio Público, en la sesión de audiencia de jui­
cio oral del 14 de noviembre de 2014 [...], luego de que se oralizara la prueba documental, donde señaló
que “[ .. ] conforme con el numeral 2, del artículo 385> del Código Procesal Penal, de manera excepcional, se
disponga la visualización del CD de diligencia de entrevista única del menor agraviado o, en su defecto, se
reciba la declaración del menor agraviado El juez de la causa confirió el traslado de tal pedido al procesa­
do, luego que este manifestara su disconformidad con la actuación de tal prueba; sin embargo, median­
te resolución ocho, expedida en la misma sesión, se declaró fundada la solicitud del representante del
Ministerio Público, y dispuso la visualización del CD que contiene la entrevista del agraviado. Precisó
que se acoge tal pedido en amparo de lo dispuesto en el artículo 385 del Código Procesal Penal. En ese
orden de ideas, el recurrente indica que se vulnera su derecho al debido proceso, en su componente
de imparcialidad del órgano jurisdiccional, al actuar la citada visualización. 4.3. Sobre el particular,
debemos señalar que la prueba actuada no fue admitida de oficio, sino a solicitud del representante del
Ministerio Público y con la garantía el derecho de contradicción del procesado, pues se confirió traslado
a este, según se deja expresa constancia en el acta de la audiencia de juicio oral. 4.4. Además, si bien es
cierto que el inciso dos, del artículo 385, del Código Procesal Penal, hace referencia a la actuación de
“nuevos medios probatorios”, también es verdad que la citada visualización no constituye una circuns­
tancia nueva; es decir que, en puridad, no es una prueba nueva, pues tal visualización únicamente es la
corroboración de lo ya evidenciado en la lectura del acta de entrevista única del menor en la Cámara
Gesell, que minutos antes fue actuada; por ello, el proceder del juzgado está acorde con el principio de
interés superior del niño, pues evitó la revictimización del menor agraviado (véase el fundamento 38 del
Acuerdo Plenario N .° 1-2011/CJ-l 16 [§ 790]). Además, se efectuó tal actuación probatoria al amparo
de la facultad que el legislador otorgó al juzgador (inciso dos, del artículo trescientos ochenta y cinco,
del citado Código). 4.5. Similar criterio fue establecido por la Sala Penal Permanente, en Casación N.°
33-2014-Ucayali [§ 917], donde se estableció que: Decimocuarto: es claro que estas reglas deben conside­
rar la edad de la víctima: mientras menor sea, mayor será la restricción para que declaren en eljuicio oral. Por
ende, será obligatorio que, sobre esta base, en la etapa intermedia, elfiscal, en casos de delitos sexuales, solicite
que se escuche el audio, se visione el video o se oralice el audio donde se registra esta primera declaración, la
cual se debe constar en un soporte que permita su incorporación como medio de prueba completo. Decimo­
quinto: si, por error, elfiscal no lo hiciera, sobre la base del interés superior del niño, elpapel garante deljuez
de los derechos de los ciudadanos y el artículo 385 del Código Procesal Penal, este lo incorporará de oficio en
la etapa respectiva. 4.6. Por otro lado, la citada visualización resultaba indispensable y manifiestamente
útil para esclarecer la verdad de los hechos, sobre las imputaciones en contra del ahora sentenciado y
lo alegado por este en su defensa, sobre la existencia de un relato “fantasioso”, y luego evaluar si tal
declaración cumplía con los requisitos establecidos en el Acuerdo Plenario N .° 2-2005/CJ-l 16 [§ 740],
y las exigencias detalladas en los artículos 145, 156 y 157 del Código Procesal Penal. 4.7. Siendo ello
así, es evidente que los agravios denunciados por el recurrente deben ser desestimados, al no verificarse
♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL
Art. 386 LIBRO TERCERO: EL PROCESO COMUN 810

de autos la inobservancia o infracción a garantía o derecho constitucional alguno, pues la actuación de


esta prueba cumplió con la finalidad de la labor probatoria. (Casación N .° 63-2016-Cañete, del 11-05­
2018, ff. jj. 4.2 al 4.7. Primera Sala Penal Transitoria. Texto completo: <bit.ly/2FeeEhH>).
§ 1558. La investigación suplementaria. No se puede imponer al sujeto procesal que se opone
al requerimiento del sobreseimiento que solicite la realización de actos de investigación no pro­
puestos con anterioridad, ya que la norma no hace referencia alguna a actos “nuevos” sino a actos
“adicionales” . Véase la jurisprudencia del artículo 346° del Nuevo Código Procesal Penal [§ 1393]. (Casa­
ción N .° 1693-2017-Ancash, del 14-11-2018, ff. jj. 3.1 al 3.7. Sala Penal Permanente. Texto completo:
<bit.ly/2GRGu6L>).
§ 1559. Puede otorgarse mayor credibilidad a las declaraciones del menor brindadas en au­
diencia que a la versión proporcionada en entrevista única [en cámara Gesell]. Véase la jurispruden­
cia del artículo 242° del Nuevo Código Procesal Penal [§ 920]. (Casación N.° 664-2016-Huaura, del
19-05-2017, ff. jj. 6 y 7. Primera Sala Penal Transitoria. Texto completo: <bit.ly/2INM4Ib>).

TÍTULO V
LOS ALEGATOS FINALES

Artículo 386: Desarrollo de la discusión final

1. Concluido el debate probatorio, la discusión final se desarrollará en el siguiente orden:


a) Exposición oral del fiscal;
b) Alegatos de los abogados del actor civil y del tercero civil;
c) Alegatos del abogado defensor del acusado;
d) Autodefensa del acusado.
2. No podrán leerse escritos, sin perjuicio de la lectura parcial de notas para ayudar a la memoria o el
empleo de medios gráficos o audio-visuales para una mejor ilustración al juez.
3. Si está presente el agraviado y desea exponer, se le concederá la palabra, aunque no haya intervenido
en el proceso. En todo caso, corresponderá la última palabra al acusado.
4. El juez penal concederá la palabra por un tiempo prudencial en atención a la naturaleza y comple­
jidad de la causa. Al finalizar el alegato, el orador expresará sus conclusiones de un modo concreto. En
caso de manifiesto abuso de la palabra, el juez penal llamará la atención al orador y, si este persistiere,
podrá fijarle un tiempo límite en el que indefectiblemente dará por concluido el alegato.
5. Culminada la autodefensa del acusado, el juez penal declarará cerrado el debate.(1)

NOTA DE ACTUALIZACIÓN
(1) Artículo m odificado por el artículo 3 de la Ley N.° 30076 (EP, 19-08-2013).

JURISPRUDENCIA DE LA CORTE SUPREMA

§ 1560. Los alegatos de las partes deben ser tomados en cuenta en la motivación para la senten­
cia. 4.1. Sobre este derecho, la Corte Interamericana de Derechos Humanos, en el caso Apitz Barbera y
otros vs. Venezuela,, precisó que: [...] 78. El Tribunal [también] ha resaltado que las decisiones que adop­
ten los órganos internos que puedan afectar derechos humanos deben estar debidamente fundamen­
tadas, pues de lo contrario serían decisiones arbitrarias. En este sentido, la argumentación de un fallo
debe mostrar que han sido debidamente tomados en cuenta los alegatos de las partes y que el conjunto
de pruebas ha sido analizado. Asimismo, la motivación demuestra a las partes que estas han sido oídas
y, en aquellos casos en que las decisiones son recurribles, les proporciona la posibilidad de criticar la
resolución y lograr un nuevo examen de la cuestión ante las instancias superiores. Por todo ello, el deber
nom os & th e s ls
811 SECCION III: EL JUZGAMIENTO Art. 387
de motivación es una de las debidas garantías incluidas en el artículo 8.1 [de la Convención Americana
sobre Derechos Humanos] para salvaguardar el derecho a un debido proceso. 4.2. En ese entender, el
derecho a la motivación de resoluciones judiciales constituye una garantía fundamental en los supuestos
en que con la decisión emitida se afecta de manera negativa la esfera o situación jurídica de las personas.
Así, toda decisión que carezca de una motivación adecuada, suficiente y congruente, constituirá una
decisión arbitraria y, en consecuencia, será inconstitucional. (R. N. N.° 905-2018-Lima Norte, del 06­
09-2018, ff. jj. 4.1 y 4.2. Sala Penal Transitoria. Texto completo: <bit.ly/2Tuxdri>).

Artículo 387: Alegato oral del Fiscal

1 . El Fiscal, cuando considere que en el juicio se han probado los cargos materia de la acusación
escrita, la sustentará oralmente, expresando los hechos probados y las pruebas en que se fundan,
la calificació n jurídica de los mismos, la responsabilidad penal y civil del acusado, y de ser el caso,
la responsabilidad del tercero civil, y concluirá precisando la pena y la reparación civil que solicita.
2. Si el Fiscal considera que del juicio han surgido nuevas razones para pedir aumento o disminución
de la pena o la reparación civil solicitadas en la acusación escrita, destacará dichas razones y pedirá la
adecuación de la pena o reparación civil. De igual manera, en mérito a la prueba actuada en el juicio, puede
solicitar la imposición de una medida de seguridad, siempre que sobre ese extremo se hubiera producido
el debate contradictorio correspondiente.
3. El Fiscal, en ese acto, podrá efectuar la corrección de simples errores materiales o incluir alguna
circunstancia, siempre que no modifique esencialmente la imputación ni provoque indefensión y, sin que
sea considerada una acusación complementaria.
4. Si el Fiscal considera que los cargos formulados contra el acusado han sido enervados en el juicio,
retirará la acusación. En este supuesto el trámite será el siguiente:
a) El Juzgador, después de oír a los abogados de las demás partes, resolverá en la misma audiencia lo
que corresponda o la suspenderá con tal fin por el término de dos días hábiles.
b) Reabierta la audiencia, si el Juzgador está de acuerdo con el requerimiento del Fiscal, dictará auto
dando por retirada la acusación, ordenará la libertad del imputado si estuviese preso y dispondrá el sobre­
seimiento definitivo de la causa.
c) Si el Juzgador discrepa del requerimiento del Fiscal, elevará los autos al Fiscal jerárquicamente su ­
perior para que decida, dentro del tercer día, si el Fiscal inferior mantiene la acusación o si debe proceder
con arreglo al literal anterior.
d) La decisión del Fiscal jerárquicamente superior vincula al Fiscal inferior y al Juzgador.

PLENOS JURISDICCIONALES

§ 1561. No cabe la posibilidad de retiro de la acusación fiscal en la etapa intermedia del proce­
so penal. ¿La oportunidad de retirar la acusación fiscalpor parte del Ministerio Público, sólo se daría eri la
etapa de juicio oral o cabría la posibilidad de realizarlos en la etapa intermedia delproceso penal? C o n c l u ­
P o r u n a n i m i d a d se aprueba el siguiente enunciado: No cabría la posibilidad de retiró
s ió n p l e n a r ia :

de la acusación fiscal en la etapa intermedia del proceso penal. F u n d a m e n t o : A solicitud del Ministerio
Publico el Juez de Investigación Preparatoria no debería aceptar el retiro de la acusación de la causa en
la etapa intermedia ya que esta solo procedería en la etapa de juzgamiento. El trámite de retiro de la
acusación en la etapa de juicio ha sido regulado en el artículo 387.4° del CPP de la siguiente forma: a) El
Juzgador, después de oír a los abogados de las partes, resolverá en la misma audiencia lo que corresponda
o la suspenderá con tal fin por el término de dos días hábiles, b) Reabierta la audiencia, si el Juzgador
está de acuerdo con el requerimiento del Fiscal, dictará auto dando por retirada la acusación, ordenará la
libertad del imputado si estuviese preso y dispondrá el sobreseimiento definitivo de la causa, c) Si el Juz­
gador discrepa del requerimiento del Fiscal, elevará los autos al Fiscal jerárquicamente superior para que

♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL


Art. 387 LIBRO TERCERO: EL PROCESO COMÚN 812

decida, dentro del tercer día, si el Fiscal inferior mantiene la acusación o si debe proceder con arreglo al
literal anterior, d) La decisión del Fiscal jerárquicamente superior vincula al Fiscal inferior y al Juzgador.
Efectuada la contradicción del supuesto de hecho normativo del artículo 387.4° del CPP (retiro de la
acusación en audiencia de juicio) con el supuesto de hecho del caso concreto (retiro de la acusación en
audiencia preliminar), resulta evidente la semejanza esencial entre ambas, como presupuesto de habi­
litación del método de integración jurídica de la analogía. (I Pleno Jurisdiccional Distrital en Materia
Penal y Procesal Penal de la Corte Superior de Justicia de Huancavelica del 06-10-2017. Tema 2. Texto
completo: <bit.ly/2VgWwu9>).

JURISPRUDENCIA DE LA CORTE SUPREMA

§ 1562. La acusación complementaria como facultad del fiscal para modificar la acusación
escrita inicial. Supuestos para modificar la acusación fiscal inicial: de autor mediato a autor di­
recto (el imputado fue quien disparó a la agraviada y no un desconocido por orden de él). Delito
de parricidio. Véase la jurisprudencia del artículo 349°del Nuevo Código Procesal Penal [§ 1421].
(Casación N .° 317-2018-Ica, del 25-10-2018, ff. jj. 4 al 7. Sala Penal Permanente. Texto completo:
cbit.ly/2BXEVAd>).

JURISPRUDENCIA DE LAS CORTES SUPERIORES

§ 1563. Retiro de la acusación en un proceso por el delito de omisión, rehusamiento o demora


de actos funcionales. 2.1. [El] Ministerio Público al formular su alegato final ha procedido a retirar la
Acusación contra V N, únicamente por el delito de Rehusamiento de actos funcionales, en agravio del
Proyecto Especial Regional Pasto Grande de Moquegua, representado por el Procurador Público Anti­
corrupción de Moquegua y el Representante legal del Proyecto; sustentando su requerimiento en que si
bien se habría acreditado en juicio oral los elementos objetivos del tipo penal prescrito en el artículo 377
del Código Penal [Omisión, rehusamiento o demora de actos funcionales], que prescribe: “El funcio­
nario público que, ilegalmente, omite, rehúsa o retarda algún acto de su cargo...”; no sucede lo mismo
con el elemento subjetivo, toda vez que, si bien el Acusado habría actuado con conocimiento del tipo
objetivo, no habría actuado con voluntad de cometer el citado ilícito, sino con la voluntad de cumplir
con lo prescrito en el artículo 45 de la Resolución de Contraloría [...]. Corrido traslado al Actor Civil,
representante del Proyecto Especial Pasto Grande, señaló que no tiene ninguna objeción, siendo que el
Acusado manifestó estar conforme con el requerimiento fiscal. 2.2. Que, conforme al artículo 387.4.°
del Código Procesal Penal “Si el Fiscal considera que los cargos formulados contra el acusado han sido
enervados en el juicio, retirará la acusación” . En el caso de autos, Ministerio Público en su alegato de
apertura imputó al Acusado el hecho de que una vez despedido de su cargo de Jefe encargado de la
O C I del Proyecto Especial Pasto Grande, no efectuó la respectiva entrega de cargo, actividad propia e
inherente a la calidad de funcionario público, pese a los requerimientos efectuados. 2.3. Que, Minis­
terio Público retira su acusación porque en juicio se habría acreditado que el Acusado habría actuado
en la creencia de que era aplicable el artículo 45° de la Resolución de Contraloría N .° 459-2008-CG,
y en ese sentido, bajo la creencia de que no se encontraba obligado hacer entrega del cargo en la forma
exigida por la entidad agraviada. Al efecto cabe hacer el análisis si efectivamente no concurre el elemen­
to subjetivo del tipo penal, o es que tampoco concurre el elemento objetivo. 2.4. Que, la Resolución
Presidencial N .° 1-2008P/CD-PERPG, de fecha 19 de diciembre de 2008, oralizada en audiencia, deja
sin efecto la Resolución Administrativa que encarga al Acusado el cargo de Jefe de la Oficina de Control
Interno del Proyecto Especial Pasto Grande, y precisa que debe hacer entrega del cargo de acuerdo a
Ley. Al efecto debe tenerse presente que el delito de Rehusamiento de actos funcionales, solo puede ser
cometido por un funcionario o servidor público; sin embargo, conforme al texto de la Resolución ad­
ministrativa antes mencionada, que fue consentida, según el informe oralizado en audiencia, el Acusado
primero fue cesado en sus funciones, y luego obligado a entregar el cargo; por lo que al haberse dejado
sin efecto su nombramiento como encargado de la Jefatura de la OCI, ya no era funcionario público, en

n o m o s & th e sis
813 SECCIÓN III: EL JUZGAMIENTO Art. 389
consecuencia, éste no podría cometer el ilícito que se le imputa; siendo que al momento en que se le crea
la obligación de entregar el cargo, éste ya no era funcionario público. Resultando así la conducta que se
imputa al Acusado atípica objetivamente, por lo que resultaría procedente el pedido de retiro de acu­
sación formulado por Fiscalía. 2.5. Que, a mayor abundamiento, el tipo objetivo imputado al acusado
requiere para su configuración que el agente omita algún acto de su cargo; bajo este supuesto, el cargo,
por mandato normativo o del instrumento de gestión de la entidad, debe crear en el agente la obligación
de desarrollar un acto; en el caso de autos, Ministerio Público en su imputación original señalaba que
el Acusado no había efectuado la respectiva entrega de cargo, actividad propia e inherente de su calidad
de funcionario público; al efecto y sin perjuicio de lo expuesto en el párrafo precedente, cabe hacer el
análisis de si el imputado estaba obligado o no por mandato normativo a efectuar la entrega de cargo.
2.6. Que, debe tenerse presente que el artículo 45 de la Resolución de Contraloría N.° 459-2008-CG
precisa “En los casos de separación definitiva, de culminación del encargo o de suspensión de la función
de control, el Jefe del O C I tiene la obligación de hacer entrega documentada del cargo al funcionario o
servidor que determine la Contraloría General, dentro del plazo de diez (10) días hábiles siguientes a la
fecha de notificación del acto respectivo, salvo que por razones debidamente sustentadas se autorice una
ampliación del plazo”. Respecto a la vigencia de este dispositivo, se tiene que el mismo fue publicado
en el diario oficial El Peruano el 01 de noviembre 2008, y conforme a su disposición quinta, entró en
vigencia a los treinta (30) días de su publicación, esto es, el 30 de noviembre del mismo año, cuando
el Acusado aún se encontraba laborando en su cargo de Jefe encargado de la O C I del Proyecto Pasto
Grande; en consecuencia, el Acusado por mandato normativo se encontraba facultado para entregar
el cargo en el plazo de diez días hábiles siguientes a la fecha de notificación del cese en su función, y
obligado a entregar el cargo a funcionario o servidor que determine la Contraloría General; en esa línea,
el hecho de que el Acusado no haya entregado el cargo dentro de los tres días siguientes a su cese, no
constituye omisión alguna a acto propio de su cargo. Resultando contrario a Derecho, interpretar que al
Acusado, al momento de su cese, le era aplicable la Resolución de Contraloría Número 114-2003-CG,
toda vez que la misma fue expresamente dejada sin efecto (derogada) por la Resolución de Contraloría
N .° 459-2008-CG, vigente desde el 30 de noviembre de 2008. Con lo que otra vez se ratifica que la
conducta imputada al Acusado resulta atípica objetivamente; resultando fundado el pedido de Fiscalía
de retiro de la acusación en tal extremo. (Exp. N.° 216-2009-89-2801-JR-PE-01, del 16-04-2010, ff. jj.
2.1 al 2.6. Segundo Juzgado Penal Unipersonal de Moquegua. Corte Superior de Justicia de Moquegua.
Texto completo: <bit.ly/2Uq0fsB>).

Artículo 388: Alegato oral del actor civil

1. El abogado del actor civil argumentará sobre el agravio que el hecho ha ocasionado a su patrocinado,
demostrará el derecho a la reparación que tiene su defendido y destacará la cuantía en que estima el monto
de la indemnización, a sí como pedirá la restitución del bien, si aún es posible, o el pago de su valor.
2. El abogado del actor civil podrá esclarecer con toda amplitud los hechos delictuosos en tanto sean
relevantes para la imputación de la responsabilidad civil, así como el conjunto de circunstancias que influ­
yan en su apreciación. Está prohibido de calificar el delito.

Artículo 389: Alegato oral del abogado del tercero civil

1. El abogado del tercero civil podrá negar la existencia del hecho delictivo atribuido al acusado, o
refutar la existencia de la responsabilidad civil solidaria que le atribuye la acusación o el actor civil, o la
magnitud del daño causado y el monto de la indemnización solicitada.
2. El abogado del tercero civil podrá referirse íntegramente al hecho objeto de imputación y, sin cues­
tionar el ámbito penal de la misma, resaltar la inexistencia de los criterios de imputación de derecho civil.

♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL


Alt 390 LIBRO TERCERO: EL PROCESO COMUN 814

Artículo 390: Alegato oral del abogado defensor del acusado

1. El abogado defensor del acusado analizará los argumentos de la imputación en cuanto a los ele­
mentos y circunstancias del delito, la responsabilidad penal y grado de participación que se atribuye a su
patrocinado, la pena y la reparación civil solicitadas, y si fuere el caso las rebatirá.
2. Concluirá su alegato solicitando la absolución del acusado o la atenuación de la pena, o de ser el
caso cualquier otro pedido que favorezca a su patrocinado.

Artículo 391: Autodefensa del acusado

1. Concluidos los alegatos orales, se concederá la palabra al acusado para que exponga lo que estime
conveniente a su defensa. Limitará su exposición al tiempo que se le ha fijado y a lo que es materia del
juicio. Si no cumple con la limitación precedente se le podrá llamar la atención y requerirlo para que con­
crete su exposición.
2. Si el acusado incumple con la limitación impuesta, se dará por terminada su exposición y, en caso
grave, se dispondrá se le desaloje de la Sala de Audiencias. En este último supuesto, la sentencia podrá
leerse no estando presente el acusado pero estando su defensor o el nombrado de oficio, sin perjuicio de
notificársele con arreglo a Ley.

TÍTULO VI
LA DELIBERACIÓN Y LA SENTENCIA

Artículo 392: Deliberación

1. Cerrado el debate, los jueces pasarán, de inmediato y sin interrupción, a deliberar en sesión secreta.
2. La deliberación no podrá extenderse más allá de dos días, ni podrá suspenderse por más de tres días
en caso de enfermedad del juez o de alguno de los jueces del Juzgado Colegiado. En los procesos comple­
jos el plazo es el doble en todos los casos previstos en el párrafo anterior.
3. Transcurrido el plazo sin que se produzca el fallo, el juicio deberá repetirse ante otro Juzgado, sin
perjuicio de las acciones por responsabilidad disciplinaria que correspondan.
4. Las decisiones se adoptan por mayoría. Si ésta no se produce en relación con los montos de la pena
y la reparación civil, se aplicará el término medio. Para imponer la pena de cadena perpetua se requerirá
decisión unánime.

PRECEDENTE VINCULANTE DE LA CORTE SUPREMA

§ 1564. Audiencia de apelación debe repetirse ante otro colegiado si no se emitió fallo en el
plazo legal. I I I . [...] 3 .1 . La competencia es objetiva, funcional, territorial y por conexión, que precisa e
identifica a los órganos jurisdiccionales que deben conocer un proceso -conforme el artículo 19°, Inciso
1 y 2, del Código Procesal Penal-; y, la contienda de competencia surgen en el proceso cuando durante
su tramitación se presentan problemas sobre la determinación de competencia -conforme el artículo
42° y ss. del acotado Código-; siendo dos las situaciones: a) Positiva, cuando dos o más jueces simul­
táneamente toman conocimiento del mismo delito y pretenden conocer de él; y, b) Negativa, cuando
dos o más jueces simultáneamente rehúsan tomar conocimiento del mismo delito. Así, se determina
que en el presente caso este Tribunal Supremo es competente para dirimir la contienda de competencia,
conforme el artículo 45°, inciso 3, del Código Adjetivo, que indica: “La contienda de competencia
entre Salas Penales Superiores será resuelta por la Sala Penal Suprema” . 3 .2 . En la apelación de senten-
nom os & th e sls
815 SECCION III: EL JUZGAMIENTO Art. 393
das, durante la audiencia de apelación se observarán, en cuanto sean aplicables, las normas relativas al
juicio de primera instancia, conforme el artículo 424°, inciso 1, del Código Adjetivo; además, rige para
la deliberación y expedición de la sentencia de segunda instancia lo dispuesto, en lo pertinente, en el
título 393° del citado Código e indica que el plazo para dictar sentencia no podrá exceder de diez (10)
días, conforme lo prevé el artículo 425°, inciso 1, del Código Adjetivo. 3.3. En ese sentido, para la
deliberación y emisión de la sentencia, el ordenamiento procesal, remitiéndose a las normas relativas al
juicio de primera instancia, conlleva a considerar que una vez transcurrido el plazo sin que se produzca
el fallo, el juicio deberá repetirse ante otro órgano jurisdiccional, conforme al precepto señalado en el
artículo 392°, inciso 3, del Código Adjetivo. 3.4. En atención a ello, efectuando una interpretación sis­
temática del ordenamiento procesal penal, este Tribunal Supremo considera que también debe aplicarse
el artículo 392°, inciso 3, del Código Procesal Penal, para casos de apelación de sentencias, en el sentido
que una vez transcurrido el plazo sin que se produzca el fallo, la audiencia de apelación deberá repetirse
ante otro Colegiado, a fin de emitirse la sentencia correspondiente, toda vez que durante la audiencia
de apelación se observan también las normas relativas al juicio de primera instando, en armonía con
el artículo 424°, inciso 1, del citado Código. (Competencia N .° 12-2017-Ica, de 06-06-2017, quees-
tableció precedente vinculante el fundamento jurídico III. Sala Penal Permanente [EP, 31-10-2017,
Jurisprudencia, Año XXVI, N.° 1061, p. 7955]. Texto completo: <bit.ly/2HrqCnx>).

RESOLUCIÓN GENERAL DE LA CORTE SUPREMA

§ 1565. Disposiciones del Código Procesal Penal respecto de la audiencia de lectura de senten­
cia de casación. Véase la resolución general de la Corte Suprema incluida en el artículo 396° del Nuevo
Código Procesal Penal [§ 1589]. (Resolución General de la Corte Suprema, Lima, 28-06-2016, f. 2.
Recurso de casación. Sala Penal Transitoria. Texto completo: <bit.ly/29IHn0p>).

DOCTRINA JURISPRUDENCIAL VINCULANTE DE LA CORTE SUPREMA

§ 1566. La sentencia debe ser ineludiblemente leída en audiencia pública, salvo las excepciones
de ley, y después de ello notificada a los sujetos procesales. Véase la jurisprudencia del artículo 396°
del Nuevo Código Procesal Penal [§ 1590]. (Casación N.° 183-2011-Huaura, del 05-09-2012, que
establece que en las Cortes Superiores de los Distritos Judiciales en los que se encuentra en vigencia el
Código Procesal Penal, consideren como doctrina jurisprudencial vinculante lo señalado en el cuarto
considerando [Análisis jurídico fáctico] de la presente resolución. Sala Penal Permanente [EP, 19-03­
2013, Jurisprudencia, Año XXII, N .° 937, pp. 6895-6897]. Texto completo: <bit.ly/2p5hAWl).

JURISPRUDENCIA DE LA CORTE SUPREMA

§ 1567. El no permitirle al imputado ejercer su defensa material, convocando directamente


a las partes a la lectura de sentencia, vulnera el derecho de defensa y se constituye en causal de
nulidad de la sentencia. Véase la jurisprudencia del artículo 396° del Nuevo Código Procesal Penal [§
1594]. (R. N. N.° 851-2014-Lima Norte, del 19-11-2015, ff. jj. 2.3 al 2.6. Sala Penal Transitoria. Texto
completo: <bit.ly/2EySGWz>).

A rtícu lo 39 3 : N orm as para la deliberación y votación

1. El Ju e z Penal no podrá utilizar para la deliberación pruebas diferentes a aquellas legítimamente


incorporadas en el juicio.
2. El Ju e z Penal para la apreciación de las pruebas procederá primero a examinarlas individualmente
y luego conjuntamente con las demás. La valoración probatoria respetará las reglas de la sana crítica,
especialmente conforme a los principios de la lógica, las máximas de la experiencia y los conocimientos
científicos.
3. La deliberación y votación se referirá a las siguientes cuestiones:

♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL


Art. 393 LIBRO TERCERO: EL PROCESO COMÚN 816

a) Las relativas a toda cuestión incidental que se haya diferido para este momento;
b) Las relativas a la existencia del hecho y sus circunstancias;
c) Las relativas a la responsabilidad del acusado, las circunstancias modificatorias de la misma y su
grado de participación en el hecho;
d) La calificación legal del hecho cometido;
e) La individualización de la pena aplicable y, de ser el caso, de la medida de seguridad que la sustituya
o concurra con ella;
f) La reparación civil y consecuencias accesorias; y,
g) Cuando corresponda, lo relativo a las costas.

ACUERDO PLENARIO DE LA CORTE SUPREMA

§ 1568. De la sindicación de coacusado, testigo o agraviado. Lincamientos en materia de


prueba indiciaría, declaraciones de coimputados y víctimas, y declaraciones de testigos de refe­
rencia. Véase la jurisprudencia del artículo 166° del Nuevo Código Procesal Penal [§ 740]. (Acuerdo
Plenario N.° 2-2005/CJ-116, del 30-09-2005, que establece como reglas de valoración de las declara­
ciones de coimputados y agraviados -testigos víctimas- las que se describen en los fF. jj. 9 y 10, con las
prevenciones señaladas en el £ j. 11, constituyendo precedentes vinculantes. Pleno Jurisdiccional de
las Salas Penales Permanente y Transitoria de la Corte Suprema de Justicia [EP, 26-11-2005]. Texto
completo: <bit.ly/1mLskGg>).

DOCTRINA JURISPRUDENCIAL VINCULANTE DE LA CORTE SUPREMA

§ 1569. Recurso de apelación y principio de inmediación. Excepciones al principio de inme­


diación, relacionadas a la valoración de la prueba personal en segunda instancia. Véase la jurispru­
dencia del artículo 422° del Nuevo Código Procesal Penal [§ 1729]. (Casación N .° 636-2014-Arequipa,
de 03-02-2016, que establece como doctrina jurisprudencial vinculante lo señalado en el considerando
2.4 [en este caso, véanse los considerandos 2.3.1 y 2.3.2]. Sala Penal Permanente [EP, 26-07-2016,
Jurisprudencia, Año XXV, N .° 1018, pp. 7499-7503]. Texto completo: <bit.ly/2a8rZbM>).

JURISPRUDENCIA DE LA CORTE SUPREMA

§ 1570. Reglas de la experiencia. Séptim o. [El] principio de la libre apreciación de la prueba otorga
al Juzgador la facultad y autonomía para que conforme a las reglas de la experiencia y aplicando un
raciocinio lógico determine si un hecho está probado o no, y en ese sentido la máxima de la experiencia
nos dice que determinado hecho, actitud o fenómeno se puede manifestar de determinada forma de­
bido a la constante y reiterada observación del acontecer común por la repetición uniforme de ciertos
acontecimientos del accionar humano; lo que nos lleva a determinar que el encausado [...] participó
activamente en el hecho incriminado, más aún si [tiene] antecedentes penales, en el cual registra una
condena por el mismo delito, además, fue reconocido por el agraviado [...] por [el] delito contra el
patrimonio -robo agravado- con arma de fuego frustrado en banda, pretendiendo evadir su responsa­
bilidad en los hechos incriminados asegurando que el día del robo estuvo en su casa con malestar por
haber sido su cumpleaños dos días atrás; sin embargo, no existe medio probatorio alguno que acredite
su dicho. (R. N . N .° 902-2012-Cañete, del 29-01-2013, f. j. 7. Sala Penal Permanente. Texto completo:
<bit.ly/2c6tuM6>).
§ 1571. Reglas de máxima de la experiencia para poder desvirtuar la presunción de inocencia.
Cuarto. En tanto que la vinculación de la recurrente se corrobora con el mérito del atestado policial
[...], donde se da cuenta el modo, lugar y circunstancias de cómo se produjo el hallazgo de la droga que
se pretendía enviar a la ciudad de Lima, en cuyo remitente figuraba el nombre de la acusada recurrente,
y la sustancia ilegal se entregaría al ahora sentenciado W ; esta afirmación se respalda con la boleta de
venta [...], y el manifiesto de pasajeros [...], de donde se concluye que la acusada SS fue quien envió la

n o m o s & th e s is
817 SECCIÓN III: EL JUZGAMIENTO Ari. 393
encomienda, consignada como costal con frutas, la misma que remitía al sentenciado W . Quinto. La
conclusión antes descrita se refrenda con los testimonios de KSS y VPP, secretaria y administrador de la
empresa T I SA, respectivamente, quienes manifestaron que [...] llegó una señora que pretendió enviar
una encomienda con destino a la ciudad de Lima, pero como esta no portaba Documento Nacional de
Identidad, no le recibieron su paquete; cuando le dijeron que podría enviarla un familiar, esta retornó
con una fémina, que según refería era su hija, quien llevaba un bebé en brazos y fue ella la que entregó
su documento de identidad para enviar la encomienda; además, al mostrársele la ficha del RENIEC
de la acusada SS, ambos testigos la reconocen como la persona que otorgó su Documento Nacional de
Identidad para enviar la encomienda. [...] Séptimo. Consecuentemente, las reglas de la máxima de la
experiencia nos permiten colegir que la encausada sabía sobre el contenido ilícito de la encomienda;
pues no es normal que una persona preste su D N I a un desconocido, para que realice un trámite de esa
naturaleza. En tal sentido, al verificar que la condena impuesta se encuentra debidamente motivada,
corresponde a este Supremo Tribunal confirmarla. (R. N. N.° 2792-2014-Huánuco, del 28-05-2015,
ff. jj. 4, 5 y 7. Sala Penal Transitoria. Texto completo: <bit.ly/2WhaGvT>).
§ 1572. Para imponer una condena es necesario que el juez haya llegado a la certeza de la
responsabilidad del acusado exigiéndose una mínima actividad probatoria efectivamente incri-
minatoria. 2.1. La doctrina procesal ha considerado, objetivamente, que para imponer una condena
es preciso que el juzgador haya llegado a la certeza respecto a la responsabilidad penal del encausado, la
cual solo puede ser generada por una actuación probatoria suficiente, que permita crear, en él, la con­
vicción de culpabilidad; sin la cual no es posible revertir la inicial condición de inocencia que tiene todo
acusado dentro del proceso; ello implica que, para ser desvirtuada, se exige una mínima actividad pro­
batoria efectivamente incriminatoria, producida con las debidas garantías procesales y de la cual pueda
deducirse la culpabilidad del procesado, puesto que, “ [...] los imputados gozan de una presunción iuris
tantum\ por tanto, en el proceso ha de realizarse una actividad necesaria y suficiente para convertir
la acusación en verdad probada; [...] asimismo, las pruebas deben haber posibilitado el principio de
contradicción y haberse actuado [...], con escrupuloso respeto a las normas tuteladoras de los derechos
fundamentales”. (R. N . N .° 2506-2017-Lima, del 24-07-2018, f. j. 2.1. Primera Sala Penal Transitoria.
Texto completo: <bit.ly/2VFqMPt>).
§ 1573. Análisis de ilogicidad en la motivación en los delitos de actos contra el pudor. La
motivación ilógica está conectada con la valoración de las pruebas lícitamente incorporadas al
proceso. Véase la jurisprudencia del artículo 429° del Nuevo Código Procesal Penal [§ 1827]. (Casa­
ción N .° 482-2016-Cusco, de 23-03-2017, ff. jj. 4 al 7. Primera Sala Penal Transitoria. Texto completo:
cbit.ly/2FEqmV5>).
§ 1574. Transformación de proceso de seguridad a proceso común. Véase la jurisprudencia del
artículo 458° del Nuevo Código Procesal Penal [§ 1943]. (Casación N.° 16-2009-Huaura, de 07-03­
2000, f. j. 9. Sala Penal Permanente. Texto completo: <bit.ly/lLYE0AX>).
§ 1575. Tribunal superior no puede actuar ni valorar la prueba no admitida a juicio (CD de
visualización de intervención), a pesar de que complementa o completa a una de las pruebas ad­
mitidas (acta de intervención). Véase la jurisprudencia del artículo 184° del Nuevo Código Procesal
Penal [§ 830]. (Casación N.° 709-2016-Lambayeque, del 08-06-2017, f. j. 8. Primera Sala Penal Tran­
sitoria. Texto completo: <bit.ly/2tIPVgm>).
§ 1576. Vicio de motivación incompleta o insuficiente al no explicarse fundadamente una o
algunas causas de pedir impugnativas o peticiones. Véase la jurisprudencia del artículo 394° del
Nuevo Código Procesal Penal [§ 1582]. (Casación N .° 343-2018-Madre de Dios, del 12-12-2018, ff
jj. 2 al 7. Sala Penal Permanente. Texto completo: <bit.ly/2EpEvmG>).
§ 1577. Valoración incorrecta de testimonios y pericias. Inferencias probatorias sustentadas en
máximas de experiencia notoriamente equivocadas. No se pueden trazar hipótesis o causalidades
hipotéticas, sin sustento fáctico ni experimental, para restar fuerza a una clara conclusión pericial.

♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL


Art. 394 LIBRO TERCERO: EL PROCESO COMUN 818

Violación de menor de edad y delitos de clandestinidad. Véase la jurisprudencia del artículo 166° del
Nuevo Código Procesal Penal [§ 759]. (Casación N.° 1179-2017-Sullana, del 10-05-2018, ff. jj. 5-8.
Sala Penal Permanente. Texto completo: <bit.ly/2BGspol>).

JURISPRUDENCIA DE LAS CORTES SUPERIORES

§ 1578. La sentencia y el juicio oral adolecen de nulidad absoluta si el Juez valoró pruebas
documentales no incorporadas al material probatorio. Trigésimo tercero. En el caso específico el
juez al momento de la valoración probatoria, debió tener en cuenta lo establecido en el artículo 393.1
del CPP: “E l Juez Penal no podrá utilizar para la deliberación pruebas diferentes a aquellas legítimamente
incorporadas en eljuicio”, sin embargo, incumplió dicha norma, al valorar pruebas documentales no in­
corporadas al material probatorio; faltando al principio de legalidad procesal, que quebranta las garan­
tías de defensa en juicio y de tutela jurisdiccional efectiva; pues toda prueba para su valoración, requiere
que ésta haya sido sometida a debate. Trigésimo cuarto. En consecuencia, al haber el juez valorado
indebidamente documentales de cargo no actuadas ni sometidas a discusión en juicio oral, que han
servido de base para determinar la responsabilidad penal de los acusados recurrentes, es decir, dio mérito
a lo que no debía valorar porque no integraba el conjunto de medios de pruebas acogidas, actuadas y
debatidas en el plenario; genera una causal de nulidad absoluta, tanto de la sentencia como del juicio
oral, conforme al artículo 150.d) del CPP, por inobservancia del derecho a la debida valoración de la
prueba, lo que infringe el debido proceso penal; irregularidad que no es factible ser subsanada en esta
instancia; y, al no haber sido advertida por los recurrentes, corresponde de oficio declarar tal nulidad,
disponiendo que otro juez realice nuevo juzgamiento, con la observancia de los derechos y garantías
que le asiste a todo justiciable en el proceso penal. (Exp. N.° 04290-2011-70-070 l-JR-PE-01, del 29­
11-2018, ff. jj. 33 y 34. Primera Sala Penal de Apelaciones. Corte Superior de Justicia del Callao. Texto
completo: <bit.ly/2UDIra9>).

REMISIÓN

§ 1579. Sobre apreciación de las pruebas testimoniales y sindicación de los agraviados. Véase la
jurisprudencia del artículo 166° del Nuevo Código Procesal Penal [§ 740 ss.].

Artículo 394: Requisitos de la sentencia

La sentencia contendrá:
1. La mención del Juzgado Penal, el lugar y fecha en la que se ha dictado, el nombre de los jueces y las
partes, y los datos personales del acusado;
2. La enunciación de los hechos y circunstancias objeto de la acusación, las pretensiones penales y
civiles introducidas en el juicio, y la pretensión de la defensa del acusado;
3. La motivación clara, lógica y completa de cada uno de los hechos y circunstancias que se dan por
probadas o improbadas, y la valoración de la prueba que la sustenta, con indicación del razonamiento que
la justifique;
4. Los fundamentos de derecho, con precisión de las razones legales, jurisprudenciales o doctrinales
que sirvan para calificar jurídicamente los hechos y sus circunstancias, y para fundar el fallo;
5. La parte resolutiva, con mención expresa y clara de la condena o absolución de cada uno de los
acusados por cada uno de los delitos que la acusación les haya atribuido. Contendrá además, cuando
corresponda el pronunciamiento relativo a las costas y lo que proceda acerca del destino de las piezas de
convicción, instrumentos o efectos del delito;
6. La firma del Juez o Jueces.

n o m o s & th e sis
819 SECCIÓN III: EL JUZGAMIENTO ArtB394
ACUERDO PLENARIO DE LA CORTE SUPREMA

§ 1580. Si se da un desajuste notorio entre el fallo judicial y los términos en que las partes
formularon sus pretensiones se produce una incongruencia constitucionalmente relevante. 11.
El artículo 92°.4 de la Ley Orgánica del Ministerio Público en concordancia con el artículo 225°.3 del
Código de Procedimientos Penales establece que el escrito de acusación debe contener la proposición
de la pena que fuera aplicable y su duración. De igual manera, el artículo 273° del aludido Código
prescribe que la acusación oral del Fiscal concluirá pidiendo la pena que juzgue legal. Es evidente, por
lo demás, que el Tribunal en el ejercicio de su poder de control de legalidad de los actos postulatorios
del Ministerio Público está autorizado a cuidar que los pedidos de pena se enmarquen dentro de las
estipulaciones o marcos de la Ley, específicamente en orden al tiempo de duración y a la precisión de los
derechos objeto de privación, incapacitación o suspensión de la pena de inhabilitación. Por otro lado,
el artículo 283° de la Ley procesal penal estatuye que la sentencia condenatoria, entre otros elementos
que la configuran, debe imponer la pena principal que debe sufrir el reo, la fecha que ésta comienza a
contarse, el día de su vencimiento, y las penas accesorias. La necesidad de que la acusación comprenda
el pedido de pena que el Fiscal considere legal, en principio, no vincula la posición del Tribunal. Se trata
de una propuesta de sanción que el Tribunal valorará conforme a la garantía penal, de legalidad de las
penas, en cuya virtud, según prevé el artículo II del Título Preliminar del Código Penal en concordancia
con el artículo 2°.24.e) de la Constitución, la pena objeto de sanción será exclusivamente la estable­
cida en la ley. Es ésta la que fija la pena aplicable una vez que se han precisado los distintos elementos
que la determinan. El principio acusatorio sólo exige, en relación con la acusación, la (1) congruencia
fáctica: las características esenciales del hecho punible acusado, en cuyo caso la correlación es absoluta
(“vinculación fáctica”); y, (2) la congruencia jurídica: identidad del bien jurídico respecto del delito
acusado, esto es, una correlación relativa (“vinculación jurídica”). La congruencia cuantitativa, en fun­
ción al petitum del Fiscal, es inexistente en el Código de Procedimientos Penales, tal como está previsto
en el artículo 285°-A. Desde esta perspectiva, aunque el Fiscal tiene el deber de concretar la pena, tal
fijación no vincula al Tribunal que tiene la obligación de imponer aquella que legalmente corresponda
de conformidad con sus propios criterios en orden a la valoración de aquello que ha sido sometido a su
enjuiciamiento, pues en ese punto impera el principio de legalidad, de necesario cumplimiento. Em­
pero, en el Nuevo Código Procesal Penal la vinculación penológica es relativa, pues el artículo 397°.3
estipula, bajo la condición de su legalidad -tiempo y extensión-, la no imposición de una pena más grave
que la requerida por el Fiscal. En este último supuesto la congruencia cuantitativa importa, llanamente,
una recepción matizada de una fórmula eminentemente dispositiva, que como es obvio no integra el
núcleo del principio acusatorio, circunscrito a la delimitación del hecho punible dentro de los términos
del debate; la ley, en este caso, reconoce al Fiscal una faculta específica de delimitar el marco superior
punitivo dentro del cual han de conformar el asunto los órganos jurisdiccionales. (Acuerdo Plenario
N.° 2-2008/CJ-116, del 18-07-2008, f. j. 11. IV Pleno Jurisdiccional de las Salas Penales Permanente,
Transitorias y Especial [EP, 03-11-2008]. Texto completo: <bit.ly/2WBmAkr>).

JURISPRUDENCIA DE LA CORTE SUPREMA

§ 1581. Contenido que debe tener toda sentencia. La sentencia constituye la decisión definitiva
de una cuestión criminal, acto complejo que contiene un juicio de reproche o de ausencia del mismo,
sobre la base de hechos que han de ser determinados jurídicamente. Es por eso que debe fundarse en
una actividad probatoria suficiente que permita al juzgador la creación de la verdad jurídica y establecer
los niveles de imputación. (Exp. N .° 3947-99-Ayacucho, de 11-11-1999. Sala Penal. Texto completo:
C h o c a n o - Y a l l a d o l i d , JPenal, p. 334).

§ 1582. Vicio de motivación incompleta o insuficiente al no explicarse fundadamente una o al­


gunas causas de pedir impugnativas o peticiones. Segundo. [...] A este respecto, primero, el artículo
394 del Código Procesal Penal exige (i) una motivación clara, lógica y completa de los hechos objeto del
debate, (ii) la valoración de la prueba con indicación del razonamiento justificativo, y (iii) precisión de
los enjuiciamientos legales correspondientes; y, segundo, el artículo 393, apartado 2, del citado Código

♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL


Art. 394 LIBRO TERCERO: EL PROCESO COMÚN 820

estipula que la valoración de la prueba respetará las reglas de la sana crítica, especialmente conforme a
los principios de la lógica, las máximas de la experiencia y los conocimientos científicos. La motivación
exige, por consiguiente, expresar los razonamientos fácticos y jurídicos que conducen a la interpretación
y valoración de las pruebas, así como en la interpretación y aplicación del Derecho. Tercero, Asumido lo
anterior, es posible identificar, por lo menos, cinco supuestos de vicios de la motivación, más allá de que
se acepte que ésta puede ser escueta o sucinta siempre que sea suficientemente indicativa. Estos vicios
podrían ser los siguientes: (i) en la motivación omitida -ausencia total de razonamientos en la senten­
cia-, lo que por cierto no es común-; (ii) en la motivación insuficiente -omisión parcial de la expresión
de las razones que conducen al fallo o ausencia de motivación en determinados aspectos esenciales del
juicio de hecho o de derecho-; (iii) en la motivación contradictoria -los motivos expresados por el juez
resultan incompatibles o inconciliables entre sí, de forma que se anulan mutuamente-; (iv) en la moti­
vación hipotética o dubitativa -suposición de hechos cuya realidad no está acreditada o sobre motivos
que dejan planear una sombra de incertidumbre en torno a la exactitud de sus enunciados-; y, (v) en la
motivación arbitraria -referida a errores graves en la inferencia probatoria, que colisionan con los princi­
pios de la lógica, las máximas de la experiencia y los conocimientos científicos-. C uarto, En la sentencia
de apelación es evidente que el vicio de motivación incompleta o insuficiente se presentará cuando no se
explican o razonan fundadamente una o algunas causas de pedir impugnativas o peticiones (en este últi­
mo supuesto: clase de tutela impetrada), lo que, por cierto, afecta la garantía de tutela jurisdiccional. Si
se trata de la causa de pedir (hechos jurídicos) debe existir un razonamiento acerca de un determinado
fundamento jurídico, comprensivo de unos hechos y de un específico fundamento jurídico, y, por ende,
el Tribunal debe razonarlo puntualmente en orden a lo que se pide con relación a ese fundamento alega­
do [...]. Quinto, El encausado AA en su recurso de apelación de fojas 107, de 21-08-2017, señaló que la
sentencia de primera instancia realizó una mala y errada valoración probatoria, de suerte que no utilizó
las reglas de la lógica, la sana crítica y la experiencia (sic) [las reglas de la sana crítica judicial, como se
sabe, están constituidas por las leyes de la lógica, las máximas de experiencia y los conocimientos cientí­
ficos: artículos 158, apartado 1, y 393, apartado 2, del Código]. Asimismo, apuntó que no existió certe­
za de que los vestigios materiales hallados en el cuerpo de la víctima (espermatozoides) le correspondan;
que no existió persistencia en la incriminación; que, por ello, no se desvirtuó la presunción de inocencia
y, al existir duda, debió absolvérsele. En la audiencia de apelación de fojas 140, de 28-11-2017, acotó
que su apelación era de derecho e insistió en cuestionar la declaración hechos declarados probados de la
sentencia de primera instancia, según lo indicado en el párrafo anterior. El Tribunal Superior estimó que
si la apelación es de derecho no se podía cuestionar el juicio de hecho -la apreciación de la prueba-, por
lo que se limitó a examinar el aspecto formal de la sentencia recurrida, esto es, el juicio de validez (error
in procedendo). Sexto, Si se cuestiona la presencia de un defecto de motivación de la sentencia -en orden
a la inferencia probatoria, es decir, si ésta tiene debido sustento en la sana crítica judicial-, y si además
se objeta una inobservancia de las reglas de prueba y regla de juicio (in dubio pro reo) de la garantía de
presunción de inocencia, en pureza, se afirma un error indicando, de mala apreciación de una cuestión
de hecho [...]. El impugnante no denunció en apelación la violación de una norma procesal referida a la
estructura interna de la sentencia de primera instancia causante de nulidad. En su recurso de apelación
afirmó la infracción de determinados preceptos que se refieren a la logicidad de la motivación y a lo que
dicha sentencia debe abordar para cumplir con enervar la presunción de inocencia (específicamente -en
el sub-lite-, prueba inculpatoria fiable y suficiente, y racionalidad de la inferencia probatoria). Luego,
el examen impugnativo debió abordar ambos extremos, más allá de que en apelación el Tribunal Supe­
rior puede realizar, con las limitaciones derivadas del principio de inmediación, un análisis autónomo
de la prueba actuada y decidir en su consecuencia. Séptim o, Si se exige un razonamiento explícito y
suficiente acerca de un determinado fundamento jurídico, comprensivo de unos hechos -se hizo sufrir
el acto sexual a una niña o no- y de un específico fundamento jurídico -se motivó o no lógicamente la
sentencia y se cumplió o no con las reglas de la presunción de inocencia-, entonces, al no incorporar una
respuesta judicial en orden a lo que se pidió con relación al fundamento alegado, se vulneró el derecho
a la motivación, que integra la garantía genérica tutela jurisdiccional. La motivación fue incompleta o
insuficiente. (Casación N .° 343-2018-Madre de Dios, del 12-12-2018, ff. jj. 2 al 7. Sala Penal Perma­
nente. Texto completo: <bit.ly/2EpEvmG>).
n o m o s & th e sis
821 SECCIÓN III: EL JUZGAMIENTO A rt.3 94
§ 1583. Inaplicación de una norma que regula una institución de relevancia constitucional,
como es la prescripción, vulnera la garantía de tutela jurisdiccional y, con ella, la motivación
judicial. Tercero. Que, ahora bien, el problema que presenta la sentencia de instancia, en clave de
motivación no se encuentra en la declaración de hechos probados, esto es, en términos de congruencia
entre lo alegado por las partes y las respuestas que se han proporcionado, así como en clave de razona-
bilidad pues se han expuesto las razones que inclinaron a favor del requerimiento fiscal a partir de la
prueba actuada; sino, más bien, en orden al respeto del ordenamiento jurídico, al obviar los plazos de
prescripción de la acción penal. En efecto, si los hechos ocurrieron en julio de 2011 a la fecha del fallo
de segunda instancia -en agosto de 2014- ya habían transcurrido el plazo extraordinario de prescripción,
más de tres años (el delito está conminado con una pena máxima de dos años de privación de libertad)
-en pureza: tres años y quince días-, como lo resaltó el voto singular. Esa inaplicación de una norma que
regula una institución de relevancia constitucional, como es la prescripción, vulnera la garantía de tutela
jurisdiccional y, con ella, la motivación judicial. (Queja N .° 497-2014-Apurímac, de 02-06-2015, f. j.
3. Sala Penal Transitoria. Texto completo: <bit.ly/lTVGujm>).

§ 1584. La discrepancia en la forma de interpretar la legalidad no es en modo alguno jus­


tificación para estimar vulnerado el derecho de motivación. Tercero. Que el Ministerio Público,
uniformemente, decidió no acusar e introducir la pretensión penal, lo que finalmente fue aceptado
por el órgano jurisdiccional. Se cuestiona, en pureza, una vulneración del derecho de motivación de las
resoluciones judiciales. Empero, del texto de las dos resoluciones judiciales aparece que éstas inciden
en que, a su juicio, con independencia del derecho de propiedad -ajeno al delito de usurpación como
bien jurídico tutelado-, no se acreditó la posesión efectiva del predio cuestionado cuando sucedieron
los hechos denunciados por las agraviadas. La constancia de posesión ha sido materia de una respuesta
y análisis explícito en el auto de vista a partir de prueba testifical, además se afirmó que las agraviadas
no se encontraban en los predios supuestamente usurpados. Cuarto. Que, al margen de la corrección
o no del examen probatorio de la Sala Superior, la motivación no es constitucionalmente defectuosa, se
dio cumplida respuesta a los requerimientos de las partes, y se expusieron los motivos por los que, desde
la prueba actuada, se inclinó a decidir como lo hizo. Además, se aplicó el ordenamiento jurídico penal,
sobre la base del bien jurídico tutelado en el delito de usurpación. Es de precisar que la discrepancia
en la forma de interpretar la legalidad no es en modo alguno justificación para estimar vulnerado el
derecho de motivación. (Queja N.° 498-2014-Junín, de 08-06-2015, ff. jj. 3-4. Sala Penal Transitoria.
Texto completo: <bit.ly/lNvFu6o>).

§ 1585. No es posible sustentar una sentencia condenatoria en elementos de prueba obtenidos


en la etapa de investigación. 2.2. [El] Juzgado Penal Colegiado, solo se basó en elementos de prueba
obtenidos en la etapa investigatoria (tales como, la declaraciones del agraviado, del menor infractor y
la del propio procesado), no llegando a debatir estos elementos de prueba en juicio oral para verificar
su idoneidad y puedan así ser considerados válidos para emitir una sentencia condenatoria [...]. 2.3.
[...] [Si bien dichos] elementos de prueba [...] fueron obtenidos con las garantías formales de ley, las
pruebas se materializan en el juicio oral bajo las reglas del contrainterrogatorio que garantiza el sistema
procesal, siendo posible [allí] confirmar o descartar la imputación. [...] (Casación N.° 357-2011-Ama-
zonas, de 04-06-2013, ff. jj. 2.2 y 2.3 de los considerandos. Sala Penal Permanente. Texto completo:
cbit.ly/1OXrX8h>).

§ 1586. Es nulo aquel defecto sustancial de motivación para los pronunciamientos judiciales
que no expresan las razones de sus conclusiones fácticas o probatorias. 2.1. La sentencia impug­
nada no ha sido suficientemente motivada. Evalúa el juicio de tipicidad de dos delitos: el de estafa y el
de asociación ilícita, los cuales se hallan relacionados por la forma en la que se les imputa la operación
fraudulenta que realizó [el procesado recurrente]. 2.2. En cuanto al delito de estafa, la Sala Superior no
realizó un análisis sesudo de los elementos que lo integran. La razón de su absolución obedece a la falta
de acreditación de entrega de dinero a favor del procesado [...] sin considerar que, conforme a la impu­
tación formulada, se trata de una organización encargada de captar a clientes que acudían a la empresa
G, para posteriormente ser derivados a una tercera y ofrecer la promesa de proveer de vehículos. [...]
♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL
Art. 395 LIBRO TERCERO: EL PROCESO COMÚN 822

2.5. Asimismo, el extremo referido al delito de asociación ilícita tampoco se halla motivado. Si bien
se refieren los elementos que integran este tipo penal, como la pluralidad de agentes, una estructura
organizada y jerárquica con distribución de roles de cada uno de sus miembros, y el elemento temporal
de permanencia, el Tribunal Superior no expresó las razones por las que los mencionados elementos no
concurren; simplemente refirió una conclusión probatoria genérica sin razonamiento previo, que no sa­
tisface la exigencia de motivación prevista en el inciso cinco del artículo 139 de la Constitución Política
del Perú. (R. N. N .° 2613-2017-Lima, del 25-09-2018, ff. jj. 2.1, 2.2 y 2.5. Sala Penal Permanente.
Texto completo: <bit.ly/2C66sPO>).

JURISPRUDENCIA DE LA CORTE INTERAMERICANA DE DERECHOS HUMANOS

§ 1587. La sentencia penal ha de ser exhaustiva, motivada y congruente. 152. En cuanto a lo


alegado por los representantes sobre la falta de motivación de la sentencia respecto de la divulgación
de la conversación telefónica, la Corte ha señalado que la motivación “es la exteriorización de la jus­
tificación razonada que permite llegar a una conclusión”. El deber de motivar las resoluciones es una
garantía vinculada con la correcta administración de justicia, que protege el derecho de los ciudadanos
a ser juzgados por las razones que el Derecho suministra, y otorga credibilidad de las decisiones jurídicas
en el marco de una sociedad democrática. 153. El Tribunal ha resaltado que las decisiones que adopten
los órganos internos, que puedan afectar derechos humanos, deben estar debidamente fundamentadas,
pues de lo contrario serían decisiones arbitrarias. En este sentido, la argumentación de un fallo debe
mostrar que han sido debidamente tomados en cuenta los alegatos de las partes y que el conjunto de
pruebas ha sido analizado. Asimismo, la motivación demuestra a las partes que éstas han sido oídas y,
en aquellos casos en que las decisiones son recurribles, les proporciona la posibilidad de criticar la reso­
lución y lograr un nuevo examen de la cuestión ante las instancias superiores. Por todo ello, el deber de
motivación es una de las “debidas garantías” incluidas en el artículo 8.1 de la Convención para salva­
guardar el derecho a un debido proceso. 154. La Corte ha precisado que el deber de motivar no exige
una respuesta detallada a todo argumento de las partes, sino que puede variar según la naturaleza de la
decisión, y que corresponde analizar en cada caso si dicha garantía ha sido satisfecha. (Cfr. Caso Tristán
Donoso vs. Panamá, Sentencia del 27-01-2009, párrs. 152-154. Texto completo: <bit.ly/29EDjLz>).

Artículo 395: Redacción de la sentencia

Inmediatamente después de la deliberación, la sentencia será redactada por el Juez o el Director del
Debate según el caso. Los párrafos se expresarán en orden numérico correlativo y referentes a cada cuestión
relevante. En la redacción de las sentencias se pueden emplear números en la mención de normas legales y
jurisprudencia, y también notas al pie de página para la cita de doctrina, bibliografía, datos jurisprudenciales
y temas adicionales que sirvan para ampliar los conceptos o argumentos utilizados en la motivación.

RESOLUCIÓN GENERAL DE LA CORTE SUPREMA

§ 1588. Disposiciones del Código Procesal Penal respecto de la audiencia de lectura de senten­
cia de casación. Véase la resolución general de la Corte Suprema incluida en el artículo 396° del Nuevo
Código Procesal Penal [§ 1589]. (Resolución General de la Corte Suprema, Lima, 28-06-2016, f. 2.
Recurso de casación. Sala Penal Transitoria. Texto completo: <bit.ly/29IHn0p>).

Artículo 396: Lectura de la sentencia

1. El Juez Penal, Unipersonal o Colegiado, según el caso, se constituirá nuevamente en la Sala de


Audiencias, después de ser convocadas verbalmente las partes, y la sentencia será leída ante quienes
comparezcan.

n o m o s & th e s is
823 SECCIÓN III: EL JUZGAMIENTO Alt. 396
• 2. Cuando por la complejidad del asunto o lo avanzado de la hora sea necesario diferir la redacción de
la sentencia, en esa oportunidad se leerá tan sólo su parte dispositiva y uno de los jueces relatará sinté­
ticamente al público los fundamentos que motivaron la decisión, anunciará el día y la hora para la lectura
integral, la que se llevará a cabo en el plazo máximo de los ocho días posteriores al pronunciamiento de la
parte dispositiva ante quienes comparezcan.
3. La sentencia quedará notificada con su lectura integral en audiencia pública. Las partes
inmediatamente recibirán copia de ella.

RESOLUCIÓN GENERAL DE LA CORTE SUPREMA

§ 1589. Disposiciones del Código Procesal Penal respecto de la audiencia de lectura de senten­
cia de casación^ F u n d a m e n t o s : Prim ero. Que el artículo 431, apartado 4, del Código Procesal Penal,
para los efectos de la audiencia de lectura de sentencia de casación remite a lo establecido en el artículo
425, apartado 4, de dicha Ley Procesal Penal, el cual establece que: “La sentencia de segunda instancia se
pronunciará siempre en audiencia pública. Para estos efectos, se notificará a las partes la fecha de la audien­
cia. E l acto se llevará a cabo con laspartes que asistan. No seráposible aplazarla bajo ninguna circunstancia^.
Segundo. Que el procedimiento impugnativo en casación, luego de la audiencia de casación (artículo
431, apartado 3, del Código Procesal Penal), tiene una fase secreta de deliberación, votación y redacción
de la sentencia (aplicación, en lo pertinente y por remisión, de los artículos 392, apartado 1, y 395 del
Código Procesal Penal). Esta fase, desde luego, se lleva a cabo con el pleno de la Sala de Casación -y con
los mismos jueces supremos que intervinieron en la audiencia de casación-, y está dedicada a deliberar
-o debatir- sobre los puntos impugnativos correspondientes y, luego de agotada la discusión, a votar
sobre su mérito y decidir si se estima o se desestima, total o parcialmente, el recurso de casación, así
como, en el primer caso, si se pronuncia como instancia o se procede al reenvío del proceso (artículo
433, apartado uno, del Código Procesal Penal). La redacción de la sentencia incumbe, desde luego,
al Juez Supremo ponente, mientras que la ulterior firma de la misma corresponde a todos los señores
jueces supremos de la Sala de Casación. Tercero. Que si bien la sentencia se pronuncia en audiencia
pública, para cuyo efecto la fecha de la misma debe ser la del día en que se celebre la audiencia de lec­
tura del fallo de casación, ello no excluye el procedimiento previo de deliberación, votación, redacción
ni firma de la sentencia de casación. Como la audiencia de lectura de sentencia de casación es un acto
formal y solemne de comunicación a las partes y al público en general, dónde el Tribunal hace conocer
la sentencia, pero en cuyo desarrollo no se realiza ningún pedido o actuación procesal relevante, no es
de la esencia de la referida audiencia la presencia de todos los jueces supremos de la Sala de Casación.
Es así que, en aras de facilitar su debida ejecución y organizar adecuada y eficazmente el funcionamien­
to del Tribunal, corresponde establecer, desde una perspectiva de ordenación del procedimiento de
casación, que esa audiencia esté presidida por el señor Juez Ponente, quien representará a toda la Sala
de Casación. Cuarto. Que, de igual manera, para garantizar el exacto conocimiento de las partes de la
sentencia de casación y que puedan interponer las solicitudes de corrección y de aclaración respectivas
-cuya versión-resumen podrá ser expuesta verbalmente por el Juez Ponente-, en caso estén presentes en
la audiencia se les debe notificar en ese acto por cédula. En caso contrario, inmediatamente la Secretaría
de la Sala dispondrá la notificación correspondiente. Esta forma de proceder en modo alguno obsta lo
dispuesto, en lo pertinente, por el artículo 396, apartado 3, del Código Procesal Penal. Quinto. Que,
siendo así, es del caso dictar las reglas respectivas conforme con las consideraciones expuestas. D e c i ­
s i ó n : Por estas razones y en uso de las facultades de ordenación procesal de las que está investida este

Supremo Tribunal: e s t a b l e c i e r o n las siguientes reglas: Prim era. La audiencia de lectura de sentencia
de casación será presidida, en representación del Pleno de la Sala de Casación, por el señor Juez Supre­
mo ponente de la causa objeto de decisión. El acta será suscrita por dicho magistrado. Segunda. La
sentencia de casación será firmada con anterioridad y llevará como fecha la de la audiencia de lectura
de sentencia en que formalmente se pronuncie. Tercera. El señor Juez Supremo, en vez de la lectura
integral de la sentencia, puede exponer verbalmente una versión-resumen de la misma; e, inmediata­
mente, disponer se notifique en ese acto la sentencia a las partes concurrentes a la diligencia. Si las partes

♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL


Art. 396 LIBRO TERCERO: EL PROCESO COMÚN 824

no asisten se les notificará en su domicilio procesal fijado en el radio urbano de la Corte Suprema de
Justicia. Cuarta. La regla anterior en modo alguno obsta lo dispuesto, en lo pertinente, por el artículo
396, apartado 3, del Código Procesal Penal. Quinta. El acta de la audiencia será firmada por el señor
Juez Supremo ponente que presidió dicha audiencia de lectura de sentencia de casación. (Resolución
General de la Corte Suprema, Lima, 28-06-2016. Recurso de casación. Sala Penal Transitoria. Texto
completo: <bit.ly/29IHn0p>).

DOCTRINA JURISPRUDENCIAL VINCULANTE DE LA CORTE SUPREMA

§ 1590. La sentencia debe ser ineludiblemente leída en audiencia pública, salvo las excepcio­
nes de ley, y después de ello notificada a los sujetos procesales. Cuarto. [...] 4.2. Sobre la lectura de
la sentencia emitida en segunda instancia por las Salas de Apelaciones de las Cortes Superiores de Justicia.
4.2.1. Que, respecto a la diligencia de lectura de sentencia, debe indicarse que en el Código Procesal
Penal existen normas genéricas que regulan su desarrollo tras el juicio oral llevado a cabo tanto por el
Juzgado Unipersonal o Colegiado, respectivamente, como se advierte del Título VI - artículo 392 y
siguientes - de la Sección III del citado Texto Legal - al respecto, el inciso 3 del artículo 396 establece
lo siguiente: “ ...La sentencia quedará notificada con su lectura integral en audiencia pública... ” -
como las específicas vinculadas a la lectura de sentencia en segunda instancia, que se encuentra regulada en el
artículo 425 del Código acotado; que el inciso 4 de este dispositivo legal señala: “...L a sentencia de segunda
instancia se pronunciará siempre en audiencia pública. Para estos efectos se notificará a las partes la fecha
de la audiencia. E l acto se llevará a cabo con las partes que asistan. No será posible aplazarla bajo ninguna
circunstancia..”, que de ello se puede precisar entonces que ya sea la sentencia de primera o de segunda
instancia, es un supuesto normativo de ineludible cumplimiento por los órganos judiciales su lectura
en audiencia publica - sin perjuicio de reconocerse lo estipulado en el segundo párrafo del artículo 396
del Código Procesal Penal que establece, "... Cuando por la complejidad del asunto o lo avanzado de
la hora sea necesario diferir la redacción de la sentencia, en esa oportunidad se leerá tan sólo su parte
dispositiva y uno de los jueces relatará sintéticamente al público los fundamentos que motivaron la
decisión, anunciará el día y la hora para la lectura integral la que se llevará a cabo en el plazo máximo
de los ocho días posteriores al pronunciamiento de la parte dispositiva ante quienes comparezcan...”-.
4.2.2. Que, en efecto, ello garantiza el conocimiento de los argumentos y la decisión judicial en for­
ma oral a los justiciables presentes y al público concurrente, en consonancia con el espíritu del nuevo
modelo procesal penal que busca ir aboliendo las prácticas inquisitivas que redundan en una reserva de
las actuaciones judiciales, en tal sentido, el Código Procesal Penal plantea a lo largo del procedimien­
to un sistema de audiencias que garantiza no solo la contradicción de las posiciones entre los sujetos
procesales durante el proceso, sino que también garantiza la publicidad en las actuaciones judiciales,
que permite un adecuado control de la ciudadanía sobre la actuación de los jueces, siendo la lectura de
la sentencia una exigencia no solo de orden formal, sino que es a su vez una exigencia normativa que
tiende a someter al escrutinio general la decisión adoptada, en consecuencia, y en cumplimiento a lo
dispuesto en el inciso 6 del artículo 425 del Código Procesal Penal la sentencia de segunda instancia -al
igual que la derivada del acto de juzgamiento en primera instancia- debe ser, primero, ineludiblemente
leída -se entiende en audiencia pública, salvo las excepciones de ley en que dicha diligencia se hará en
forma reservada - y después de ello notificada a los sujetos procesales. 4.2.3. Que, cabe indicar que la
disposición de publicar la decisión judicial en una página web resulta lógica y abona al conocimiento
y difusión de las sentencias dictadas por este Poder del Estado, en tal sentido, debería ser una premisa
general e inicial que tales publicaciones deban realizarse a través de los medios de difusión idóneos y
legalmente autorizados y reconocidos para dicha finalidad, como resultan ser las páginas electrónicas de
las diversas Cortes Superiores de Justicia; sin embargo, resulta ser un hecho evidente en nuestro país que
en muchos casos no existe la logística necesaria ni la cultura de la publicidad que tienda a la difusión
por tales medios informáticos de las sentencias dictadas, en consecuencia, si tomamos en cuenta que en
la actualidad se está llevando a cabo en nuestro país el proceso de reforma en materia procesal penal de
manera progresiva, no resulta equivocado ni irrazonable disponer la difusión de las decisiones judiciales,
a través de otros mecanismos -como pueden ser otras direcciones electrónicas destinadas obviamente a

n o m o s & th e sis
825 SECCION III: EL JUZGAMIENTO Art. 396
la difusión de noticias y temas de interés de índole jurídico-, en tanto se vayan estableciendo las condi­
ciones técnico-operativas y logísticas óptimas para alcanzar los fines publicísticos que enarbola el Códi­
go Procesal Penal. (Casación N .° 183-2011-Huaura, del 05-09-2012, que establece que en las Cortes
Superiores de los Distritos Judiciales en los que se encuentra en vigencia el Código Procesal Penal,
consideren como doctrina jurisprudencial vinculante lo señalado en el cuarto considerando [Análisis
jurídico fáctico] de la presente resolución. Sala Penal Permanente [EP, 19-03-2013, Jurisprudencia, Aüo
XXII, N .° 937, pp. 6895-6897]. Texto completo: <bit.ly/2p5hAWl).

PRECEDENTE VINCULANTE DE LA CORTE SUPREMA

§ 1591. El juzgamiento y la condena del imputado sin su presencia física. Cuarto. Que, sin
perjuicio de lo expuesto precedentemente, debe dejarse establecido que si bien el Colegiado Superior
sancionó la inconcurrencia del procesado [...] a la sesión de audiencia en la que se iban a leer las cues­
tiones de hecho y la sentencia recaída en el proceso que se le siguió, y que ello acarreó que se declarara
quebrado el juicio oral, sin embargo, cabe indicar que dicho procedimiento resulta totalmente perjudi­
cial para el proceso mismo -con la declaración de quiebre que retrotraerá todo, a un estadio inicial del
acto oral-, y lo convierte en ineficiente, pues debe tenerse en cuenta que si un procesado ha cumplido
con asistir a todas las audiencias del contradictorio, ha ejercido cabalmente su derecho de defensa, con
interrogatorios y pruebas, su abogado ha efectuado sus alegatos finales e incluso el mismo procesado ha
realizado su autodefensa, entonces, la audiencia final en la que se cumplirá con la lectura de las cuestio­
nes de hecho y la sentencia, representa simplemente un acto de notificación de la decisión adoptada, lo
que se puede hacer en presencia o no del acusado, pues tal situación no afecta en modo alguno el dere­
cho de defensa del procesado, quien siguiendo los lineamientos descritos -de presencia en las sesiones
anteriores y presentación de sus argumentos ya sea por el mismo o su abogado defensor- ha preservado
-y así lo tiene que asegurar el Organo Jurisdiccional- el respeto a sus derechos y garantías constitucio­
nales -de debido proceso y de defensa-; en tal sentido, la lectura de la sentencia solo constituye un acto
formal de comunicación de la decisión, no afectando las garantías que rigen el contradictorio, pues ya
precluyó la actuación probatoria y esta se realizó en igualdad de armas y con presencia del acusado y su
abogado defensor, siendo ello así, entonces no existía en el presente caso motivo alguno que conllevara a
la declaración del quiebre del juicio oral, sino que pudo proseguirse con el acto oral en el estadio que se
encontraba -así incluso lo habilita el Código Procesal Penal de 2004, cuando en su artículo 396 señala:
“...que la sentencia será leída ante quienes comparezcan (ello obviamente en tanto en cuanto se hayan
garantizado los derechos de los justiciables en el desarrollo del proceso penal)-; tanto más si -por las
consideraciones expuestas- no se trata de una condena en ausencia o contumacia, ello pues el procesado
tuvo garantizado todos sus derechos fundamentales, que los ejerció conjuntamente con su abogado en
la fase de juzgamiento correspondiente; en consecuencia, en lo sucesivo las consideraciones expuestas
por este Supremo Tribunal deberán ser tomadas en cuenta por las Salas Penales de las Cortes Superiores
de Justicia de nuestro país como Precedente Vinculante normativo, conforme al artículo trescientos uno
-A del Código de Procedimientos Penales, incorporado por el artículo dos del Decreto Legislativo N .°
959. (R. N. N.° 4040-2011-Lima, de 29-11-2012, fundamento cuarto constituye precedente vinculan­
te normativo. Sala Penal Permanente [EP, 16-07-2013, Jurisprudencia, Año XXII, N.° 944, p. 6938].
Texto completo: cbit.ly/2p 1W zLM>).

ACUERDOS DE LAS SALAS PENALES SUPERIORES

§ 1592. Si las partes no concurren a la audiencia, además de la obligatoria lectura de la resolu­


ción, se les notificará en su domicilio procesal. Plazo para impugnar la sentencia en caso de concu­
rrencia o inconcurrencia a la audiencia de lectura de sentencia. T e m a : Base de datos de seguimiento
de prisiones preventivas. A c u e r d o . Si las partes concurren a la audiencia de lectura de sentencia, se
procederá a su lectura y se les entregará copia de la resolución, dejándose constancia en autos; pero, si las
partes no concurren a la audiencia, además de la obligatoria lectura de la resolución, se les notificará en
su domicilio procesal. El plazo de impugnación de la sentencia se computará a partir del día siguiente a

♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL


Art. 396 LIBRO TERCERO: EL PROCESO COMÚN 826

la entrega de la copia de la sentencia leída en la audiencia (para las partes concurrentes), o a partir de la
respectiva notificación (para las partes inconcurrentes). F u n d a m e n t a c i ó n . Si la audiencia de lectura de
sentencia se lleva a cabo con las partes que comparezcan, entonces no existe una carga procesal de asis­
tencia. La incomparecencia no puede estar asociada a una sanción procesal o pérdida de determinadas
posibilidades procesales. El acto procesal comunicación de la sentencia se perfecciona, cuando se facilita
a las partes copia de la sentencia leída en audiencia pública. La copia es indispensable para que pueda
examinarse el fallo e interponerse un recurso, por lo que, en autos debe figurar la constancia judicial de
la entrega de la copia a las partes. Lo que determina el inició del cómputo del plazo de impugnación es
la recepción de la copia de la sentencia leída previamente, no solo su lectura. La incomparecencia a la
audiencia de lectura de sentencia no puede determinar la pérdida de la entrega de la copia de la senten­
cia leída y, además que ya no pueda recurrir o que el plazo se compute desde el día siguiente de la lectura
de la sentencia. Esto último sólo regirá si ese mismo día o en el mismo acto se entregue copia de la sen­
tencia leída. (Acuerdo N .° 7-2018-SPS-CSJLL del 26-01-2018. Acuerdo de Jueces Titulares de las Salas
Penales Superiores de la Corte Superior de Justicia de la Libertad. Texto completo: <bit.ly/2JyQX9k>).

JURISPRUDENCIA DE LA CORTE SUPREMA

§ 1593. Cómputo del plazo para interponer recurso de apelación en los procesos penales. Lo
que determina el inicio del cómputo del plazo es la recepción de la copia de la sentencia. Segundo.
Que la admisión del recurso de casación del imputado C L se justificó en los alcances del voto singular
de uno de los miembros del Tribunal Superior, [...] que estimó que el recurso de apelación fue extem­
poráneo. Se consideró, al respecto, que sus argumentos justificaban el examen casacional respectivo.
Llama la atención, sin embargo, que dentro del procedimiento de impugnación -de apelación concre­
tamente- el momento procesal para examinar la legalidad del concesorio de la impugnación tiene lugar
luego de cumplida la absolución de agravios o vencido el plazo para hacerlo, conforme a la concor­
dancia dé los artículos 421, numeral 2, y 405, numeral 3, del Código Procesal Penal. El Juez Superior
disidente no tuvo en cuenta este precepto procesal, de carácter imperativo. Tercero. Que, sin embargo,
es de rigor examinar las disposiciones legales del recurso de apelación y, en su mérito, determinar si
el Fiscal que no asiste a la audiencia de lectura de la sentencia de apelación no puede recurrir o solo
puede hacerlo el mismo día de la lectura del fallo. Ahora bien, la audiencia de lectura de la sentencia
de primera instancia se lleva a cabo con las partes que comparezcan, tal como estipula el artículo 396,
apartado 1, del Código Procesal Penal. No existe, por consiguiente, una carga procesal de asistencia y,
por ende, tal incomparecencia, en principio, no puede estar asociada a una sanción procesal o pérdida
de determinadas posibilidades procesales. El apartado 3) del artículo 396 del citado Código dispone
que la sentencia quedará notificada con su lectura integra en audiencia pública. Este precepto, además,
impone una obligación al Tribunal: debe entregar a las partes, inmediatamente, copia de la aludida
sentencia. El acto procesal de comunicación de la sentencia se perfecciona, entonces, cuando se facilita
a las partes copia de la sentencia leída en audiencia pública. En esta misma línea, aunque con mayores
exigencias procesales, tratándose de las sentencias de vista, se requiere, copulativamente, su lectura
y notificación -el acto de comunicación a las partes procesales se expresa, en este caso, a través de la
notificación- (artículo 425, numeral 6, del Código Procesal Penal). Por consiguiente, debe entenderse
que la sentencia de primera instancia exige que se proporcione una copia de ella a las partes procesales.
La copia en mención es indispensable para que pueda examinarse cuidadosamente el fallo y, en su
mérito, para que se interponga un recurso debidamente fundamentado -la garantía de defensa procesal
impone que el acto de comunicación sea efectivo-. En autos debe figurar una constancia del Secretario,
titular de la fe pública judicial, que tal copia se entregó a todas las partes; no solo a la que asistió a la
audiencia de lectura de sentencia -que plasma no solo los principios de oralidad e inmediación, sino el
derecho instrumental, integrante de la garantía genérica de defensa procesal, de conocer las actuaciones
judiciales-. Cuarto. Que el artículo 414, numeral 1, literal b), del Código Procesal Penal indica que el
plazo para la interposición del recurso de apelación contra sentencias es de cinco días. La regla general
en el proceso penal es que el plazo se toma en cuenta desde el día siguiente de la notificación o puesta
en conocimiento -entrega de la copia respectiva, en este caso- de la resolución o sentencia de que se

momos & th e sis


827 SECCION III: EL JUZGAMIENTO

trate (artículo 147 del Código Procesal Civil, y concordancia de los artículos 127, numeral 5 y 396,
numeral 3, del Código Procesal Penal). La expresión “Laspanes inmediatamente recibirán copia de ella
[de la sentencia leída en su integridad en audiencia pública]” no puede interpretarse aisladamente de la
frase anterior “La sentencia quedará notificada con su lectura integral en audiencia pública'. Consecuente­
mente, lo que determina el inicio del cómputo del plazo es la recepción de la copia de la sentencia leída
previamente, no su sola lectura. Es de insistir que como la comparecencia a la audiencia de lectura de
sentencia es facultativa para las partes, su incomparecencia no puede determinar la pérdida de la entrega
de la copia de la sentencia leída y, además, que ya no puedan recurrir o que el plazo se compute desde el
día siguiente de la lectura de la sentencia. Esto último solo regirá si ese mismo día o en el mismo acto se
entregue copia de la sentencia leída -unidad temporal de lectura de la sentencia y entrega de la copia de
la misma a las partes-. Por ello, no es de aplicación el artículo 16, numeral 2 -notificación por lectura-,
del Reglamento de Notificaciones, citaciones y Comunicaciones bajo las normas del Código Procesal
Penal, aprobado por Resolución Administrativa N.° 096-2006-CE-PJ, de veintiocho de junio de dos
mil seis, porque este apartado se refiere a las comparecencias obligatorias, no a las facultativas. Q uinto.
Que el criterio de interpretación en estos casos debe respetar la garantía genérica de tutela jurisdiccional
reconocida en el artículo 139, numeral 3, de la Constitución. En su mérito se debe asegurar el acceso
al recurso legalmente previsto y, en su consecuencia, rige el principio pro actione, por el cual debe inter­
pretarse los preceptos procesales referidos a los recursos del modo más favorable a su ejercicio efectivo.
La ley, en todo caso, asegura un plazo de cinco días para el recurso de apelación de sentencias, sea que
estén presentes en la audiencia o que no lo estén, porque el plazo se cuenta desde el día siguiente de
la entrega de la copia de la sentencia. La única diferencia es que la parte asistente al acto de lectura de
sentencia tiene dos momentos impugnatorios: el de anuncio o interposición del recurso y el de formali-
zación del mismo, mientras que quien no concurre solo tiene un momento: interposición de un recurso
debidamente fundamentado, ambos bajo las mismas reglas establecidas en el artículo 405, numeral 1,
del Código Procesal Penal. Sexto. Que, de otro lado, es de tener presente el principio de igualdad de ar­
mas, que integra la garantía genérica del debido proceso (artículo 139, numeral 3, de la Constitución).
Al respecto, se tiene que el artículo 401, numeral 2, del Código Procesal Penal precisó que “Para los
acusados no concurrentes a la audiencia, elplazo [para interponer recurso de apelación] comienza a correr
desde el día siguiente de la notificación en su domicilio procesal. Este precepto no incorporó en su supuesto
de hecho al Ministerio Público, por lo que como las bases materiales son equivalentes -el Fiscal tampoco
está obligado a concurrir a la audiencia de lectura de la sentencia de primera instancia-, corresponde
la misma consecuencia jurídica. (Casación N.° 799-2017-Callao, de 30-01-2018, ff. jj. 2-6. Sala Penal
Permanente. Texto completo: <bit.ly/2FUao66>).
§ 1594. El no permitirle al imputado ejercer su defensa material, convocando directamente
a las partes a la lectura de sentencia, vulnera el derecho de defensa j se constituye en causal de
nulidad de la sentencia. 2.3. Luego de los alegatos finales del señor abogado defensor del imputado,
el a quo dio por concluido el debate oral sin observar que correspondía efectuar la defensa material del
encausado, inobservancia que lleva a concluir que se afectó el derecho del encausado a ejercer la defensa
material [...]. 2.4. Cuando se suspendió la penúltima sesión, sin oír la autodefensa, se convocó para
lectura de sentencia, como si el fuero estuviera en aquel estado. En el acta de la última sesión del 05­
12-2013 [...], mediante resolución emitida en tal acto se decidió continuar con la lectura de sentencia,
debido a que tanto el encausado como su patrocinado, a pesar de que se encontraban debidamente
notificados no concurrieron a la audiencia, y consignaron que únicamente el encausado no concurrió
para su defensa material y correspondiente lectura de sentencia. Es verdad que el acusado dejó de asistir,
pero cierto es también que ello ocurrió antes de que el proceso estuviera expedito para emitir senten­
cia, generándose una situación que el Colegiado Superior causó. 2.5. El Colegiado Superior adoptó
una actitud omisiva, sin encausar el desarrollo de la audiencia con sujeción a las normas procesales y
principios jurídicos inherentes al juicio oral; como está previsto en los artículos 216 y 279 del Código
Adjetivo, existiendo en el caso concreto, violación del derecho de defensa del justiciable al no habérsele
concedido en su oportuno momento la palabra para que expusiera lo que estimara conveniente en su
defensa, impidiéndosele, de esta forma, que ejerciera eficazmente su derecho; irregularidad que debe
♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL
Art. 397 LIBRO TERCERO: EL PROCESO COMUN 828

subsanarse por la grave vulneración que connota. 2.6. De conformidad con lo establecido en el segundo
párrafo, del artículo 301, del Código de Procedimientos Penales, corresponde declarar la nulidad de
la sentencia recurrida, a efectos de que se desarrolle un nuevo juicio oral, con la celeridad y celo que
corresponde. (R. N. N .° 851-2014-LimaNorte, del 19-11-2013, ff. jj. 2.3 al 2.6. Sala Penal Transitoria.
Texto completo: <bit.ly/2EySGWz>).

JURISPRUDENCIA DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL

§ 1595. Notificación de concurrencia a la lectura de sentencia no amenaza la libertad indi­


vidual del procesado. 2. Respecto al cuestionamiento que hace de la resolución que lo cita para que
concurra a la lectura de sentencia, ésta no configura una amenaza a la libertad individual del deman­
dante, toda vez que él está obligado -en tanto procesado- a acudir al local del juzgado cuantas veces sea
requerido, para los fines que deriven del propio proceso. (Exp. N .° 4196-2010-PHC/TC [caso Galo
EdgardRevilla Bustios.], del 14-03-2011 [Web: 28-03-2011 / EP, 06-03-2011], £ j. 2. Texto completo:
<bit.ly/2CCJkbV>).

Artículo 397: Correlación entre acusación y sentencia

1. La sentencia no podrá tener por acreditados hechos u otras circunstancias que los descritos en la
acusación yf en su caso, en la acusación ampliatoria, salvo cuando favorezcan al imputado.
2. En la condena, no se podrá modificar la calificación jurídica del hecho objeto de la acusación o su
ampliatoria, salvo que el Juez Penal haya dado cumplimiento al numeral 1) del artículo 374.
3. El Ju e z Penal no podrá aplicar pena más grave que la requerida por el Fiscal, salvo que se solicite una
por debajo del mínimo legal sin causa justificada de atenuación.

ACUERDOS PLENARIOS DE LA CORTE SUPREMA

§ 1596. Desvinculación procesal. Alcances del artículo 285-A del Código de Procedimientos
Penales. Correlación entre acusación y sentencia. Véase la jurisprudencia del artículo 285°-A del Có­
digo de Procedimientos Penales [§ 2281]. (Acuerdo Plenario N .° 4-2007/CJ-116, del 16-11-2007, ff.
jj. 10 y 12 [ff. jj. 8-12 considerados doctrina legal]. Pleno Jurisdiccional de las Salas Penales Permanentes
y Transitorias de la Corte Suprema de Justicia [EP, 25-03-2008, Jurisprudencia, Año XVII, N.° 873, pp.
6404-6406]. Texto completo: <bit.ly/2HqExu7> [p. 6404]).
§ 1597. Acusación fiscal y congruencia. Véase la jurisprudencia del artículo Io del Nuevo Código
Procesal Penal [§ 171]. (Acuerdo Plenario N .° 4-2009/CJ-116, del 13-11-2009, f. j. 12 [los criterios
expuestos en los ff jj. 6-18 han sido establecidos como doctrina legal]. V Pleno Jurisdiccional de las
Salas Penales Permanente y Transitorias [EP, 13-11-2009]. Texto completo: <bit.ly/lZhoyAm>).

DOCTRINA JURISPRUDENCIAL VINCULANTE DE LA CORTE SUPREMA

§ 1598. El juez no puede influir en la decisión del fiscal para variar la pena del acusado por una
mayor en el requerimiento de acusación. Véase la jurisprudencia del artículo 426° del Nuevo Código
Procesal Penal [§ 1795]. (Casación N .° 401-2016-Moquegua, de 15-09-2017, £ j. 2. Primera Sala
Penal Transitoria [EP, 28-09-2017, Jurisprudencia, Año XXVI, N .° 1054, p. 7871]. Texto completo:
<bit.ly/2p 1K 0Rq>).
§ 1599. Competencia y límites del Tribunal Revisor, cuando interviene en segunda y definitiva
instancia. Tribunal revisor puede variar la calificación jurídica realizada respecto de los hechos en
primera instancia y no invocada por las partes. Véase la jurisprudencia del artículo 409° del Nuevo
Código Procesal Penal [§ 1677]. (Casación N.° 430-2015-Lima, de 28-06-2016, que establece como

n o m o s & th e s is
829 SECCIÓN III: EL JUZGAMIENTO Art. 397
doctrina jurisprudencial los ff. jj. 18 al 22, particularmente el 18. Sala Penal Transitoria [EP, 26-07­
2016, Jurisprudencia, Año XXV, N .° 1018, pp. 7503-7508]. Texto completo: <bit.ly/2GjTGOM>).

PLENOS JURISDICCIONALES

§ 1600. Las circunstancias agravantes (genéricas o cualificadas) que no han sido postuladas
por el órgano acusador, pueden ser introducidas de oficio, cuando son evidentes. ¿Las circuns­
tancias agravantes (genéricas o cualificadas) que no han sido postuladas por el órgano acusador, pueden ser
introducidas de oficio, cuando son evidentes, por ejemplo: pluralidad de agentes (genérica) o la reincidencia
y la calidad del agente (cualificadasj? Se acuerda p o r u n a n i m i d a d : Sí puede el juzgador introducir de
oficio circunstancias agravantes genéricas cuando fluyan del contexto fáctico descrito por el fiscal en
su teoría del caso, en virtud del principio de legalidad y iura novit curia. (Pleno Jurisdiccional Distrital
en Materia Penal de la Corte Superior de Justicia de Sullana, realizada el 20-11-2018. Tema II. Texto
completo: <bit.ly/2Nv5PnD>).

§ 1601. Desvinculación o determinación alternativa. Véase la jurisprudencia del artículo 298°


del Código de Procedimientos Penales [§ 2327] . (Pleno Jurisdiccional Nacional Penal de lea de 1998.
Tema 4: Desvinculación o determinación alternativa. Texto completo: <bit.ly/2ciiOHU>).

JURISPRUDENCIA D E LA CORTE SUPREMA

§ 1602. Principio acusatorio: congruencia procesal. Principio lógico de razón suficiente. Ctutr-
to. Que la acusación fiscal es un acto procesal que, en virtud del principio acusatorio [...] corresponde
exclusivamente al Ministerio Público [...]. En tal sentido debe existir una relación de congruencia entre
el contenido de la acusación y lo resuelto en la sentencia final [...]. De lo expuesto se advierte que en
el trámite de la presente causa no se vulneró el principio acusatorio y tampoco la garantía genérica del
debido proceso, en tanto existió un pronunciamiento expreso por parte de la Sala Penal de Apelaciones
acerca del tipo penal invocado en la acusación fiscal - principio de congruencia-, esto es, el artículo cien­
to setenta y tres del Código Penal [...]. Sexto. Desde la perspectiva del juicio de hecho o de culpabilidad,
para que la sentencia no vulnere el principio lógico de razón suficiente debe cumplir dos requisitos: a)
consignar expresamente el material probatorio en que se fundan las conclusiones a la que se arriba, des­
cribiendo el contenido de cada elemento de prueba que seleccione como relevante [basados en medios
de prueba útiles, decisivos e idóneos] -requisito descriptivo-; y, b) valorarlo debidamente, de suerte que
evidencie su ligazón racional con las afirmaciones o negaciones que se incorporen en el fallo -requisito
intelectivo- (Casación N .° 9-2010-Tacna, de 13-10-2010, ff. jj. 4 y 6. Sala Penal Permanente. Texto
completo: <bit.ly/2aXp2hv>).

§ 1603. Congruencia jurídica y derecho a la igualdad en el proceso penal. Tercero. Ahora bien,
es verdad que la calificación realizada por el Ministerio Público no vincula al órgano jurisdiccional. No
se exige, desde el principio acusatorio, una congruencia jurídica entre el título acusatorio y el título con­
denatorio. El respeto a los hechos, en su línea material de ejecución esencial, es fundamental (congruen­
cia fáctica), pero desde las reglas del concurso de leyes y de delitos no es imprescindible una coincidencia
plena -incluso desde el tipo delictivo-. En este nivel, según los casos, es de aplicación la concepción (i)
del in duhio pro reo -cuando hay una relación de desnivel entre varios delitos que llegan al debate- o,
atento a las características del caso, (it) de la constatación o determinación alternativa -cuando el inter-
viniente ha cometido uno de diversos delitos independientes o que formulas concúrsales resultan aplica­
bles-. La postulación de las partes sobre este punto, desde luego, es plena, pero no pueden sostener que,
porque el órgano jurisdiccional interpretó y aplicó de modo distinto las reglas del concurso de leyes y de
delitos, se vulneró el principio acusatorio o, más grave aún, el principio de contradicción -”en su ámbito
de conocimiento de cargos”-. Basta la postulación fiscal en la materia (concretada en la acusación) y,
en esta perspectiva, la fijación de la postura por las demás partes procesales -se trata de un problema
normativo ineludible a fin de determinar si se está ante una unidad o a pluralidad de acción-, para que
el órgano jurisdiccional esté en condiciones de efectuar la correspondiente definición y aplicación sobre

♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL


Art. 397 LIBRO TERCERO: EL PROCESO COMUN 830

el particular: si se está ante un concurso ideal, real o aparente, o ante un delito continuado. [...] Sexto.
Que estas variaciones han sido cuestionadas desde el derecho a la igualdad en la aplicación de la ley. La
vulneración de este derecho se produce cuando un mismo órgano judicial se aparta de forma inmoti­
vada de la interpretación de la ley seguida en casos esencialmente iguales. De modo que son requisitos
de la aplicación de dicha vulneración: (i) la existencia de igualdad de hechos; (ii) de alteridad personal
en los supuestos contrastados; (iii) de identidad del órgano judicial -la misma Sala aunque tenga una
composición diferente-; (iv) de una línea doctrinal previa y consolidada, o una sentencia precedente
inmediata exactamente igual desde la perspectiva jurídica con la que se enjuició -cuya carga de prueba
es de cargo del impugnante-; y, (v) el apartamento inmotivado de dicha línea de interpretación previa o
del inmediato precedente [...], Desde luego, este derecho no excluye la posibilidad de un trato diferente,
pero sí las diferencias injustificadas o arbitrarias, carentes de justificación objetiva y razonable (STSE
636/2006, de ocho de junio). Además, el principio de igualdad no da cobertura a un imposible derecho
a la igualdad en la ilegalidad (STSE 999/2003, de dos de junio). (Casación N .° 150-2018-Arequipa, del
03-09-2018, íf. jj. 3 y 6. Sala Penal Permanente. Texto completo: <bit.ly/2C9Qcxo>).
§ 1604. La sala superior no puede imputar al procesado por hechos distintos a los acusados.
El imputado no fine investigado ni acusado por el delito de asociación ilícita para delinquir, sino
por la comisión del delito de tráfico ilícito de drogas (en la modalidad de burrier). Undécimo.
[...] [Se] tiene que el titular de la acción penal formalizó denuncia [...] contra los procesados que di­
rectamente estuvieron involucrados en los hechos [...] así como también contra las personas a quienes
R [actualmente sentenciado] habría comprado pasajes de avión en otras oportunidades [...], pues se
estableció que estas personas estarían involucradas en una organización criminal dedicada al tráfico
de drogas, lo que fue posteriormente ratificado en la acusación fiscal. Duodécim o. Sin embargo, la
primera problemática que este Colegiado Supremo advierte de la imputación realizada por el titular
de la acción penal es su insuficiente precisión y descripción [...]. [Además] se puede afirmar con me­
ridiana certeza que, al no existir prueba que vincule al recurrente con el hecho generador del presente
proceso, entonces se debe descartar su participación por los hechos descritos en la acusación fiscal y el
delito subsumido de tráfico ilícito de drogas agravado por pluralidad de agentes. Decimotercero. Esta
situación conlleva a apreciar la segunda problemática que advierte esta Sala Suprema, referida a que,
al establecer que la imputación contra el recurrente se encuentra desasociada del tipo penal materia de
autos y del hecho principal que motivó el proceso, se evidencia que el análisis y valoración efectuados
por la Sala Superior se motivaron sobre la existencia de una organización criminal dedicada al tráfico
de drogas hacia el extranjero, en la que el acusado [...] formaba parte como posible burrier, debido a
que sus registros de migraciones [...] dan cuenta de los numerosos viajes que efectuó [...] a destinos
que resultan coincidentes con los efectuados por el procesado R, este último quien le compró pasajes
al extranjero en más de una oportunidad. Además, el procesado recurrente no supo justificar el motivo
de sus viajes ni el dinero con el que los financió, desprendiéndose por ello su responsabilidad penal.
Ello vulnera flagrantemente el principio acusatorio y el derecho de defensa del recurrente, puesto que
esta persona no fue investigada ni acusada por el delito de asociación ilícita para delinquir (que sería la
conducta subsumida indebidamente por la Sala Superior) [...]. D ecim ocuarto. No obstante lo antes
señalado, también debe apreciarse que, independientemente de las dos problemáticas que advierte este
Colegiado Supremo, que por sí solas justifican una corrección al fallo de primera instancia, también
se hace necesario cuestionar el análisis valorativo efectuado por la Sala Superior, el cual, a pesar de no
tomar en cuenta los lincamientos sobre el principio de imputación necesaria, tampoco lo hizo para la
determinación de responsabilidad por prueba indiciaría, pues este órgano partió de una sospecha de
responsabilidad y la corroboró con el indicio de mala justificación como prueba única y principal, la
cual por sí sola resulta incapaz de sustentar una sentencia condenatoria (aun si esta hubiera respetado
la imputación necesaria) [...]. (R. N. N .° 600-2018-Lima, del 21-09-2018, fF. jj. 11 al 14. Sala Penal
Permanente. Texto completo: <bit.ly/2NwTI9z>).
§ 1605. La variación de oficio en la sentencia por la Sala Penal de los presupuestos normativos
de la acusación transgrede el principio acusatorio. Décimo. Debe precisarse que si bien se formuló

n o m o s & th e s is
831 SECCIÓN III: EL JUZGAMIENTO Árl 397
acusación fiscal -contra el recurrente- por delito de peculado previsto en el artículo 387 del Código
Penal (modalidad básica) y, sin embargo, se condenó al recurrente por el delito de peculado previsto en
el artículo 388 del Código Penal (peculado de uso), sin fundamentar dicha variación; conforme lo se­
ñalado en el considerando precedente, esta problemática carece de trascendencia en el caso concreto en
razón que la consecuencia jurídica para la conducta es la misma -con independencia de la tipicidad- de
naturaleza administrativa, mejor dicho, es pasible de sanción por un subsistema jurídico menos gravoso
al Derecho penal; sin embargo, debe hacerse llegar la debida nota de atención a la Sala Superior, a efec­
tos de que tenga en cuenta que variar los presupuestos normativos de la acusación fiscal cuando esto no
es pertinente, sin la fundamentación correspondiente, transgrede el principio acusatorio, propio de un
Estado constitucional de derecho, respetuoso de los derechos fundamentales y garantías del ciudadano.
(R. N . N .° 3763-2011-Huancavelica, del 29-01-2013, f. j. 10. Sala Penal Permanente. Texto completo:
<bit.ly/lUOBYkD>).

§ 1606. Inobservancia del principio de congruencia procesal pues no existe una coincidencia o
corroboración básica entre la acusación fiscal y sentencia, toda vez que la sentencia tiene por acre­
ditados hechos referidos a una violación vía anal, pero la acusación fiscal solo describió violación
vaginal. Décim o sexto. Contrario a lo sostenido por la Sala de Apelaciones, sí resulta importante deter­
minar en el debate probatorio y en la motivación de la sentencia cuál es la vía -vaginal o anal- mediante
la cual el sentenciado habría tenido el acceso carnal con la menor agraviada; afirmar lo contrario sería
inaplicar lo prescrito en los artículos 374° inciso 2 y 397° inciso 1 ambos del Código Procesal Penal. De
esta forma y por los fundamentos antes esgrimidos, se acredita que la Sentencia de Vista ha inobservado
el principio de congruencia procesal pues no existe una coincidencia o corroboración básica entre la
Acusación Fiscal y Sentencia (esto es, fundamentación y los hechos acreditados en ella), toda vez que
la sentencia tiene por acreditados hechos referidos a una violación vía anal, pero la acusación fiscal
solo describió violación vaginal y, a pesar de que tuvo la oportunidad de variar o agregar hechos en la
acusación ampliatoria [...] no lo hizo, configurándose así la vulneración al referido principio. Décimo
séptim o. En consecuencia, al haberse inobservado el principio de congruencia, también se ha visto
afectado el principio acusatorio, pues el Juzgado se subrogó en la actuación del Ministerio Público y
varió la descripción de los hechos, pues no obstante nunca se mencionó en la acusación fiscal violación
de tipo anal, el Juzgado introdujo esta circunstancia; así también se ha vulnerado el derecho de defensa
del sentenciado [...], pues al introducir en el debate judicial un elemento fáctico -violación anal y no
vaginal- que no se encontraba contemplado en la Acusación Fiscal, se le restringe de manera evidente el
derecho de construir una defensa idónea. (Casación N.° 813-2016-Cañete, de 23-08-2017, ff. jj. 16 y
17. Sala Penal Permanente. Texto completo: <bit.ly/2Fmn35E>).

§ 1607. Correlación entre la acusación y sentencia. Principio de congruencia. El juzgador no


puede introducir en la sentencia ningún nuevo hecho que sea perjudicial para el acusado, que no
figurara previamente en la acusación. 3.2. Se atribuyó de manera general a los imputados formar
parte de la organización delictiva liderada por A CR (dedicada al tráfico ilícito de drogas) y tener como
función la inversión, venta, transferencia, posesión de las ganancias (para darle legalidad al dinero
producto del tráfico de drogas), pues los bienes obtenidos no tenían proporción con los ingresos eco­
nómicos (evidenciándose la utilización de testaferros). La recurrente fue acusada por adquirir o receptar
el fundo de sesenta hectáreas [...], mas no poseerlo. 3.3. En la requisitoria oral, el señor Fiscal Superior
acusa por receptación entonces la conducta devendría en atípica pues se consumó con la transferencia
del bien, esto es, el 26 de junio de 1987 cuando aún no entraba en vigencia el artículo 296-A, por lo que
su imposición vulneraría el principio de legalidad y la condena el principio de congruencia procesal.
3.4. La Sala Penal Superior erróneamente la condenó por haber adquirido y poseído el bien materia
de análisis. La segunda conducta atribuida no fue materia de acusación, por lo que se habría vulnerado
el principio acusatorio puesto que justamente una de las exigencias de este principio es la correlación
entre la acusación y sentencia. Así, San Martín Castro precisa que la congruencia es el deber de dictar
sentencia conforme a las pretensiones deducidas por las partes en el proceso, esto es, la imposibilidad de
variar el sustrato fáctico por el cual el sujeto ha sido sometido a proceso y posteriormente resulta acusa-

♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL


Art. 397 LIBRO TERCERO: EL PROCESO COMÚN 832

do, por lo que debe existir congruencia fáctica, es decir, el juzgador no puede introducir en la sentencia
ningún nuevo hecho que sea perjudicial para el acusado, que no figurara previamente en la acusación.
(R. N . N .° 1051-2017-Lima, del 27-03-2018, fF. jj. 3.2, 3.3 y 3.4. Primera Sala Penal Transitoria. Texto
completo: <bit.ly/2IIjnNQ>).
§ 1608. Sala debe comunicar al procesado posible cambio de la calificación del delito. Véase
la jurisprudencia del artículo 283°-A del Código de Procedimientos Penales [§ 2288]. (R. N. N.°
848-2014-Huancavelica, del 21-01-2015, £ j. 2.1 y 2.7. Sala Penal Transitoria. Texto completo:
<bit.ly/lVJUUGL>).
§ 1609. Desvinculación procesal: solo será procedente si los hechos materia de acusación no
constituyen un único delito. El tribunal de instancia, de oficio, puede realizar una nueva califi­
cación jurídica del hecho incriminado siempre que concurran determinados presupuestos. Véase
la jurisprudencia del artículo 285°-A del Código de Procedimientos Penales [§ 2295]. (R. N. N.°
3424-2013-Junín, del 08-06-2015. Sala Penal Transitoria. Texto completo: <bit.ly/2UOXmys>).
§ 1610. Desvinculación procesal del título de intervención delictiva de coautoría a autoría me­
diata por aparatos organizados de poder. Véase la jurisprudencia del artículo 285°-A del Código de
Procedimientos Penales [§ 2293]. (Casación N .° 173-2018-Lima, del 11-10-2018, f. j. 4.5. Sala Penal
Permanente. Texto completo: <bit.ly/2EEgKqW>).
§ 1611. Solamente se puede desvincular cuando la nueva calificación haya sido introducida al
debate por el imputado como parte de su resistencia (como argumento alternativo o secundario
tácito o implícito). Véase la jurisprudencia del artículo 285°-A del Código de Procedimientos Penales
[§ 2296]. (R. N . N.° 767-2013-Lima, del 07-06-2013, fF. jj. 4 y 5. Sala Penal Transitoria. Texto com­
pleto: <bit.ly/29DYfrl>).
§ 1612. Solamente se puede desvincular cuando la nueva calificación haya sido introducida al
debate por el imputado: precisión de nuevos presupuestos. Véase la jurisprudencia del artículo 285o-
A del Código de Procedimientos Penales [§ 2297]. (R. N. N.° 1677-2013-Lima Sur, del 19-11-2013,
fF. jj. 6 y 7. Sala Penal Permanente. Texto completo: <bit.ly/29E4DlE>).
§ 1613. Modificación del título de imputación. El título de intervención delictiva es el de
instigación, no de coautoría. Este cambio no afecta el principio acusatorio ni el de contradic­
ción. Homicidio alevoso. Véase la jurisprudencia del artículo I del Nuevo Código Procesal Penal [§
10]. (R. N . N .° 290-2018-Ventanilla, del 03-05-2018, £ j. 8. Sala Penal Permanente. Texto completo:
<bit.ly/2GON2D4>).
§ 1614. En la audiencia de control de la acusación el Juez no puede requerir a la fiscalía que
varíe el tipo penal. Véase la jurisprudencia del artículo 350° del Nuevo Código Procesal Penal [§
1444]. (Casación N.° 1450-2017-Huanuco, del 23-04-2019, fF. jj. 3 al 5. Sala Penal Permanente. Texto
completo: <bit.ly/2WPNPbp>).

JURISPRUDENCIA DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL

§ 1615. Principio de congruencia procesal entre lo acusado y lo condenado. 2.3. [...] El Tri­
bunal Constitucional ha manifestado que el principio de congruencia o correlación entre lo acusado
y lo condenado constituye un límite a la potestad de resolver por parte del órgano jurisdiccional, toda
vez que garantiza que la calificación jurídica realizada en el marco de un proceso penal (tomando en
cuenta lo señalado por el Ministerio Público, en virtud de su competencia postulatoria) sea respetada al
momento de emitirse sentencia. Cabe precisar que el juez se encuentra premunido de la facultad para
poder apartarse de los términos de la acusación fiscal, en tanto respete los hechos que son objeto de acu­
sación, sin que cambie el bien jurídico tutelado por el delito acusado, así como que respete el derecho
de defensa y el principio contradictorio [STC N .° 2179-2006-PHC/TC y ST C N .° 0402-2006-PHC/
TC ]. En la sentencia recaída en el Expediente N .° 2955-2010-PHC/TC, el Tribunal Constitucional

n o m o s & th e s is
833 SECCION III: EL JUZGAMIENTO Art. 397
señaló que el juzgador penal puede dar al hecho imputado una distinta definición jurídica sin que ello
comporte per se la tutela de un bien jurídico diferente que no sea el protegido por el ilícito imputado,
pues la definición jurídica al hecho imputado por un tipo penal que tutele otro bien jurídico, en prin­
cipio,, implicaría una variación de la estrategia de la defensa que en ciertos casos puede comportar la
indefensión del procesado” [...]. (Exp. N.° 01316-2014-PHC/TC, del 01-03-2016 [Web: 01-03-2017
/ EP: 05-08-2017], f. j. 2.3. Texto completo: <bit.ly/2F9Uu90>).
§ 1616. No es automático el desistimiento fiscal a impugnar la sentencia. 9. [Cabe] precisar que
el desistimiento del recurso de apelación de la sentencia penal no opera de manera automática, dado
que los órganos judiciales en sede penal tienen la facultad de controlar la legalidad de dicho tipo de
pedidos, con la finalidad de verificar si se encuentran ajustados a ley. En tal sentido, este Tribunal con­
sidera que la motivación expuesta por la Sala emplazada no resulta inconstitucional, en tanto sustenta,
de manera suficiente y razonada, su decisión de declarar infundado el citado desistimiento y continuar
con la revisión de la condena penal impugnada, pues el inciso 7) del artículo 397 del Código Procesal
Penal establece parámetros específicos que deben ser cumplidos por el fiscal al momento de efectuar
pedidos relacionados con la imposición de la pena, esto en cumplimiento del principio de legalidad
penal; razón por la cual la afectación al debido proceso que alega el recurrente carece de sustento. (Exp.
N.° 04552-2013-H C/TC [caso Horacio Mendoza Aguirre], del 26-06-2014 [Web: 07-11-2014], f. j. 9.
Texto completo: <bit.ly/2HWwDfR>).

§ 1617. Debe existir una coherencia entre la acusación y la sentencia, para garantizar el princi­
pio de congruencia procesal. No afecta el principio de congruencia que el Juez dicte sentencia por
la comisión de un delito en grado de tentativa cuando el Ministerio Publico acusó la consumación
del delito. 11. Al respecto, se debe precisar que, en principio, debe existir una correlación entre la
acusación y la sentencia, a efectos de garantizar el principio de congruencia procesal, así como asegurar
que las partes procesales pueden hacer ejercicio efectivo del derecho defensa que les asiste; ello presenta
diversas excepciones que se encuentran debidamente previstas en la normatividad procesal penal, como
es el caso de la facultad de jueces de juzgamiento de desvincularse de la calificación jurídica postulada
por el Ministerio Publico, siempre y cuando se cumplan los supuestos establecidos en el artículo 374
del Nuevo Código Procesal Penal. 12. Sin embargo, en el presente caso se aprecia que no estamos
ante dicho supuesto, pues se alega que el recurrente ha sido sentenciado por el mismo delito que le
fue imputado por el Ministerio Público (igual calificación jurídica), pero la variación se presentó en
cuanto la apreciación del grado de ejecución delictiva; es decir, si el delito estuvo en grado de tentativa
o consumado, lo cual evidentemente es parte de la valoración que realiza el juzgado respecto a lo pos­
tulado y probado por las partes en juicio oral. 13. Entonces, si bien en el proceso penal el Ministerio
Público postuló la consumación del delito de extorsión agravado, para el juzgado penal solo se llegó
a acreditar la realización del delito en su grado de tentativa; es decir, no hubo un cambio en cuanto a
los hechos materia de la acusación fiscal, al tipo penal ni al bien jurídico protegido, sino en cuanto al
grado de ejecución del delito. Cabe señalar que dicho cambio, conforme con el artículo 16 del Código
Penal, autorizaba al juez a disminuir prudencialmente la pena, lo que el juzgado penal colegiado tuvo
en cuenta según se aprecia en quinto considerando, numeral 5-5, de la sentencia condenatoria (fojas 93
a la 95); por lo que no se aprecia afectación alguna a los derechos del recurrente. En este mismo punto,
respecto a que se ha afectado el principio de la cosa juzgada; de la sentencia de vista de 2 de octubre
de 2013 (fojal21) se desprende que, en la etapa intermedia, el Ministerio Público solicitó calificar en
forma alternativa los hechos atribuidos al recurrente por el delito de extorsión en grado de tentativa, lo
cual fue declarado improcedente mediante Resolución 28, emitida en la audiencia de control de acusa­
ción de 13 de diciembre de 2012. 15. Contra dicha resolución el Ministerio Público interpuso recurso
de apelación, pero la Sala Superior declaró la inadmisibilidad de este y la nulidad del concesorio. De
lo señalado se aprecia que no se ha afectado dicho principio, en primer lugar, dado que no existió un
pronunciamiento de fondo por parte del Juzgado de Investigación Preparatoria respecto a la calificación
jurídica de los hechos imputados y, en segundo lugar, dado que es facultad de los jueces de juzgamiento
desvincularse de la calificación jurídica o realizar una adecuación del tipo penal postulado atendiendo

♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL


Art. 398 LIBRO TERCERO: EL PROCESO COMUN 834

al caso concreto, a efectos de garantizar la debida adecuación de los hechos a los tipos penales. 16. En
virtud de lo señalado, se aprecia que las resoluciones cuestionadas fueron dictadas dentro de un pro­
ceso regular, respetándose todas las garantías otorgadas a las partes, conforme lo establece la ley penal
y procesal. Por ello, a criterio de este Tribunal, no se aprecia la afectación al derecho al debido proceso
invocada por el recurrente. (Exp. N .° 05179-2015-PHC/TC, del 28-11-2017 [Web: 19-02-2019], ff.
jj. 11 al 16. Texto completo: <bit.ly/2Vj5APe>).
§ 1618. Dilucidar la responsabilidad penal, la valoración y suficiencia de los medios proba­
torios corresponde a la judicatura ordinaria, por lo tanto, el proceso constitucional de bábeas
corpus no debe ser utilizado como vía indirecta para revisar una decisión jurisdiccional final.
Véase la jurisprudencia del artículo 158° del Nuevo Código Procesal Penal [§ 634]. (Exp. N.° 06794-
2015-PH C/TC, del 23-11-2016 [Web: 25-04-2017 / EP: 01-07-2017], ff. jj. 3 y 4. Texto completo:
<bit.ly/2T3DV31>).

REMISIÓN

§ 1619. Sobre la desvinculación procesal. Véase la jurisprudencia del artículo 285°-A del Código
de Procedimientos Penales [§ 2280 ss.].
§ 1620. Sobre el derecho de defensa. Véase la jurisprudencia del artículo IX del Nuevo Código
Procesal Penal [§ 125 ss.].
§ 1621. Sobre el principio de non reform atio in p eiu s. Véase la jurisprudencia de los artículos
409° [§ 1676 ss.] y 426° [§ 1795 ss.] del Nuevo Código Procesal Penal; y artículos 292° [§ 2306 ss.] y
300° [§ 2339 ss.] del Código de Procedimientos Penales.

Artículo 398: Sentencia absolutoria

1. La motivación de la sentencia absolutoria destacará especialmente la existencia o no del hecho im­


putado, las razones por las cuales el hecho no constituye delito, a sí como, de ser el caso, la declaración de
que el acusado no ha intervenido en su perpetración, que los medios probatorios no son suficientes para
establecer su culpabilidad, que subsiste una duda sobre la misma, o que está probada una causal que lo
exime de responsabilidad penal.
2. La sentencia absolutoria ordenará la libertad del acusado, la cesación de las medidas de coerción, la
restitución de los objetos afectados al proceso que no estén sujetos a comiso, las inscripciones necesarias, la
anulación de los antecedentes policiales y judiciales que generó el caso, y fijará las costas.
3. La libertad del imputado y el alzamiento de las demás medidas de coerción procesal se dispondrán
aun cuando la sentencia absolutoria no esté firme. De igual modo, se suspenderán inmediatamente las
órdenes de captura impartidas en su contra.(a)(b)

PROTOCOLOS, REGLAMENTOS, LINEAMIENTOS, GUÍAS Y DIRECTIVAS


(a) Protocolo de actuación interinstitucional para la aplicación de la term inación anticipada del proceso (aprobado por el
Decreto Supremo N.° 010-2018-JUS [EP, 25-08-2018]). Véase el texto com pleto en: <bit.ly/2GgsWiq>.
(b) Protocolo de term inación anticipada del proceso (MINJUS 2014). Véase el texto com pleto en: <bit.ly/2PfX2Xt>.

JURISPRUDENCIA DE LA CORTE SUPREMA

§ 1622. Sentencia absolutoria. Tercero. [A] efectos de emitir una decisión absolutoria el Juzgador
debe: i) concluir de manera fehaciente sobre la plena irresponsabilidad penal de la persona a quien se le
imputa la comisión de un delito, arribando a dicha certeza a través del material de prueba de descargo
acopiado durante el proceso; ii) en su defecto cuando de la actividad probatoria surja duda razonable
sobre la participación del procesado, en virtud del principio del in dubiopro reo; o iii) que dicha actividad

n o m o s & th e s is
835 SECCION III: EL JUZGAMIENTO Art. 398
probatoria sea insuficiente para entrar a un análisis de condena. (R. N. N.° 816-2010-Lima, del 05-05­
2011, £ j. 3. Sala Penal Permanente. Texto completo: <bit.ly/2bWSFfc>).
§ 1623. Si la sentencia absolutoria es recurrida por el Ministerio Publico, pero el órgano jerár­
quicamente superior (Fiscalía Suprema en este caso) opina que se debe declarar la nulidad de la
resolución que absuelve al acusado, entonces se entiende que el titular de la acción penal desistió
de ella. 2.1. [...] [Es] el Ministerio Publico el órgano al que la Constitución ha encomendado la función
persecutoria, destinada a la aplicación del Derecho Penal a los infractores de las normas jurídico penales;
es trascendente observar los alcances del proceso penal esencialmente acusatorio, que se han fijado al
atribuir a la fiscalía la titularidad de la acción penal en régimen de monopolio. 2.2. Es claro que el siste­
ma acusatorio exige que alguien inste la constitución de un proceso penal, que la actividad persecutora
del delito se promueva externamente al propio Poder Judicial y que, por tanto, queden separadas las
funciones de acusar y juzgar; si bien el Ministerio Público es un órgano estatal que desarrolla una fun­
ción pública, ello permite diferenciar, al interior del Estado, esas dos funciones y evitar que un mismo
órgano concentre ambos roles. 2.3. No existe pretensión penal por el órgano encargado de ejercitarla,
puesto que aunque la titular de la Segunda Fiscalía Superior Penal de San Román-Juliaca, recurrió la
sentencia absolutoria del procesado don JQ C , la Fiscalía Suprema en lo Penal, órgano jerárquicamente
superior, opinó que se debe declarar no haber nulidad; es decir, se encontró conforme con la absolución.
Bajo las reglas del principio acusatorio se ha diluido la imputación penal; técnicamente, el titular de la
acción penal, a nombre del pueblo peruano, ha obrado de modo que equivale al desistimiento de la per­
secución del delito, tal como se aprecia en el referido Dictamen Fiscal Supremo. 2.4. En consecuencia,
el órgano jurisdiccional no puede proseguir con un proceso en el que no existe carga en contra de los
procesados, es pertinente atender la situación procesal creada con el pronunciamiento de la instancia
suprema del Ministerio Público y, por ello, corresponde declarar la culminación de la causa, dejando
subsistente la sentencia venida en grado. (R. N. N.° 2386-2015-Puno, del 25-04-2017, ffi jj. 2.1 ai 2.4.
Primera Sala Penal Transitoria. Texto completo: <bit.ly/2THj7Uc>).

§ 1624. Frente a una sentencia de vista que revoca una absolutoria de primera instancia, con­
denando al absuelto; corresponde declarar nulas ambas, ordenando se lleve a cabo un nuevo juicio
oral, en primera instancia, para salvaguardar el derecho al recurso del procesado. Quinto. Cabe
precisar que en la jurisprudencia nacional existían posiciones disímiles sobre la condena del absuelto,
en virtud a que la configuración legal de nuestro sistema procesal penal literal b), inciso 3, del artículo
425 del Código Procesal Penal, lo permite. No obstante, limita el derecho a recurrir del sentenciado,
pues solo estaría habilitado como medio impugnatorio a interponerse contra dicha sentencia de vista
el recurso de casación, el mismo que por su concepción tiene un carácter limitado a aspectos jurídicos
y no fácticos y probatorios. Debiendo recurrir a la norma internacional -inciso 5 del artículo 14 del
Pacto Internacional de derechos civiles y políticos (PIDCP) de Nueva York- que manda de modo
definitivo que cuando se verifica el presupuesto de hecho consistente en una sentencia condenatoria,
la consecuencia jurídica es que esta se pueda cuestionar ante un Tribunal Superior; es decir, el proce­
sado tiene derecho a impugnar el fallo condenatorio ante un Tribunal Superior. Sexto. Así las cosas, la
Casación N° 194-2014-Ancash [§ 1760], del 27 de mayo del 2015, en los fundamentos 4.12 y 4.13,
establece:” [...] si nos encontramos ante un vicio determinado por la ausencia de un presupuesto pro­
cesal de existencia por no haber-por no existir- un órgano jurisdiccional capaz de revisar la condena del
absuelto, la consecuencia jurídica que se desencadena es la nulidad por ser un vicio de proceder {vicio in
procedendo). Lo último que falta por determinar es el alcance de la nulidad, hasta donde se debe anular
el proceso en donde se ha condenado en segunda instancia a quien fue absuelto en primera instancia.
[...] con el fin de salvaguardar el derecho del condenado por un delito a recurrir el fallo, mientras no
se implemente ninguna de las propuestas dadas por este Supremo Tribunal, corresponde anular el fallo
condenatorio dictado en primera y segunda instancia, para que si en un nuevo juicio se le encontrara
culpable del delito imputado, tenga la posibilidad de impugnar la sentencia condenatoria por medio
de un recurso de apelación”. Séptim o. La citada doctrina jurisprudencial vinculante fue acogida por la
Casación N° 542-2014-Tacna [§ 1782] del 14 de octubre de 2015, que sostiene: “Ante una sentencia

♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL


Art. 399 LIBRO TERCERO: EL PROCESO COMÚN 836

de vista que revoca la sentencia absolutoria de primera instancia condenando al absuelto, donde este
no cuenta con un recurso con las cualidades necesarias para garantizar su derecho a impugnar ese fallo
condenatorio y tampoco existe una sala especializada que actúe como revisor de la sentencia condena­
toria de segunda instancia, corresponde la anulación de todo el proceso hasta el inicio del juicio oral de
primera instancia”; y por la reciente Casación N ° 405-2014-Callao del 10 de mayo de 2016. Octavo.
En consecuencia, el consenso de la doctrina jurisprudencial establece que frente a una sentencia de
vista que revoca una absolutoria de primera instancia, condenando al absuelto; corresponde declarar
nulas ambas, ordenando se lleve a cabo un nuevo juicio oral, en primera instancia, para salvaguardar
el derecho al recurso del procesado; y por tanto, la revisión de su sentencia por un tribunal superior,
respetando de esta manera la normativa nacional e internacional. (Casación N .° 722-2014-Tumbes, del
18-05-2016, ff. jj. 5 al 8. Sala Penal Permanente. Texto completo: <bit.ly/2X37i8S>).

Artículo 399: Sentencia condenatoria

1. La sentencia condenatoria fijará, con precisión, las penas o medidas de seguridad que correspondan
y, en su caso, la alternativa a la pena privativa de libertad y las obligaciones que deberá cumplir el conde­
nado. Si se impone pena privativa de libertad efectiva, para los efectos del cómputo se descontará, de ser
el caso, el tiempo de detención, de prisión preventiva y de detención domiciliaria que hubiera cumplido, así
como de la privación de libertad sufrida en el extranjero como consecuencia del procedimiento de extradi­
ción instaurado para someterlo a proceso en el país.
2. En las penas o medidas de seguridad se fijará provisionalmente la fecha en que la condena finaliza,
descontando los períodos de detención o prisión preventiva cumplidos por el condenado. Se fijará, asim is­
mo, el plazo dentro del cual se deberá pagar la multa.
3. En tanto haya sido materia de debate, se unificarán las condenas o penas cuando corresponda. En
caso contrario se revocará el beneficio penitenciario concedido al condenado en ejecución de sentencia
anterior, supuesto en el que debe cumplir las penas sucesivamente.
4. La sentencia condenatoria decidirá también sobre la reparación civil, ordenando -cuando correspon­
da- la restitución del bien o su valor y el monto de la indemnización que corresponda, las consecuencias
accesorias del delito, las costas y sobre la entrega de los objetos secuestrados a quien tenga mejor dere­
cho para poseerlos.
5. Leído el fallo condenatorio, si el acusado está en libertad, el Ju e z podrá disponer la prisión preventiva
cuando haya bases para estimar razonablemente que no se someterá a la ejecución una vez firme la
sentencia.

ACUERDO PLENARIO DE LA CORTE SUPREMA

§ 1624a. Absolución, sobreseimiento y reparación civil. Prescripción y caducidad en ejecu­


ción de sentencia en el proceso penal. (XI Pleno Jurisdiccional Supremo Penal 2019. Texto completo:
<bit.ly/2I5PxPu>).

JURISPRUDENCIA DE LA CORTE SUPREMA

§ 1625. Sentencia condenatoria. Tercero. [Una] sentencia condenatoria exige soporte en suficien­
tes elementos de prueba que acrediten en forma clara, categórica e indubitable la responsabilidad penal
del acusado en el hecho imputado; que a falta de estos elementos corresponde su absolución; en tanto
que la responsabilidad penal exclusivamente puede generarse a partir de una actuación probatoria que
produzca convicción de culpabilidad, ante cuya carencia es inviable revertir la primigenia condición
de inocencia que tiene toda persona conforme al derecho contenido en el literal “e” del inciso 24 del
artículo 2 de la Constitución Política del Estado. (R. N . N .° 2473-2011-Lima, del 22-05-2012, £ j. 3.
Sala Penal Transitoria. Texto completo: <bit.ly/2ckjq9z>).

nomos &thesis
837 SECCIÓN III: EL JUZGAMIENTO Art. 399
§ 1626. Sentencia condenatoria. Tercero. [Para] los efectos de emitir una sentencia condenatoria es
preciso que el Juzgador tenga plena certeza de la responsabilidad penal del procesado, lo que sólo puede
ser generado por una actuación probatoria que establezca en él, convicción de culpabilidad, de lo con­
trario, no será posible revertir la inicial condición de inocencia que tiene todo imputado [...]. (R. N. N .°
2030-2011-Piura, del 27-10-2011, f. j. 3. Sala Penal Transitoria. Texto completo: <bit.ly/2bP04y8>).
§ 1627. Principio de exhaustividad. La resolución debe estar motivada bajo los hechos y prue­
bas relevantes del caso. 3.2. [...] Por [el] principio de exhaustividad, el juez debe pronunciarse, entre
otros aspectos, sobre los alcances más relevantes de los hechos y de las pruebas; su inobservancia presu­
pone motivación incompleta o insuficiente, en tanto que esta importa, en uno de sus supuestos, la falta
de examen respecto a pruebas esenciales o decisivas para la definición y entidad del objeto del debate
[...]. 3.6. Es en virtud de dicha actuación probatoria y de la valoración conjunta de medios de prueba
efectuada por el A quo que la referida prueba pericial físico-médica aparece como una de las bases pro­
batorias esenciales de la sentencia condenatoria de primera instancia (cfr. párrafo 7.3.3 de la sentencia
de primera instancia). Sin embargo, ya en sede de apelación, no se observa que tal prueba pericial haya
sido valorada por el Adquem [...], pese a resultar esencial para efectos del esclarecimiento del objeto del
proceso penal y, consecuentemente, integrar el objeto del debate; con lo cual se determina, claramente,
que se está ante una motivación incompleta o insuficiente que amerita subsanación en sede de segunda
instancia, toda vez que es en dicha sede que se habilita al órgano jurisdiccional a que, como producto
de una apreciación adecuada de la prueba actuada con base en la sana crítica, valore la prueba pericial y
ratifique el valor probatorio asignado a ella por el A quo o, de ser el caso y justificarse, lo modifique [...].
(Casación N.° 453-2018-Sullana, del 05-11-2018, £ j. 3.6. Sala Penal Permanente. Texto completo:
<bit.ly/2U68zdn>).

§ 1628. Los alegatos de las partes deben ser tomados en cuenta en la motivación para la senten­
cia. 4.1. Sobre este derecho, la Corte Interamericana de Derechos Humanos, en el caso Apitz Barbera y
otros vs. Venezuela, precisó que: [...] 78. El Tribunal [también] ha resaltado que las decisiones que adop­
ten los órganos internos que puedan afectar derechos humanos deben estar debidamente fundamen­
tadas, pues de lo contrario serían decisiones arbitrarias. En este sentido, la argumentación de un fallo
debe mostrar que han sido debidamente tomados en cuenta los alegatos de las partes y que el conjunto
de pruebas ha sido analizado. Asimismo, la motivación demuestra a las partes que estas han sido oídas
y, en aquellos casos en que las decisiones son recurribles, les proporciona la posibilidad de criticar la
resolución y lograr un nuevo examen de la cuestión ante las instancias superiores. Por todo ello, el deber
de motivación es una de las debidas garantías incluidas en el artículo 8.1 [de la Convención Americana
sobre Derechos Humanos] para salvaguardar el derecho a un debido proceso. 4.2. En ese entender, el
derecho a la motivación de resoluciones judiciales constituye una garantía fundamental en los supuestos
en que con la decisión emitida se afecta de manera negativa la esfera o situación jurídica de las personas.
Así, toda decisión que carezca de una motivación adecuada, suficiente y congruente, constituirá una
decisión arbitraria y, en consecuencia, será inconstitucional. (R. N. N.° 905-2018-Lima Norte, del 06­
09-2018, ff. jj. 4.1 y 4.2. Sala Penal Transitoria. Texto completo: <bit.ly/2Tuxdri>).
§ 1629. En el supuesto que la pena mayor a la solicitada por el Fiscal se encuentre por debajo
del marco legal señalado en la norma penal, el juez, en virtud al principio de legalidad, podrá
imponer una pena superior que si se encuentre dentro del marco abstracto estipulado por el le­
gislador. Décimo Tercero. Principio acusatorio y determinación ju d icial [Se] puede reafirmar que
no existe una vinculación estricta entre el principio acusatorio y el proceso judicial de determinación
de la pena, en tanto el petitum o petición de pena no integran el objeto del proceso penal ni define el
principio acusatorio, aunque, desde luego -y en la concepción asumida por el NCPP- tiene incidencia
en el principio de contradicción y la garantía de defensa procesal, pues fija los términos del debate al
señalar un tope máximo a la pena a imponer en el caso concreto y expresa un límite a las funciones
encomendadas tanto al Ministerio Público como al Poder Judicial dentro de la organización del Esta­
do, (véase fundamento jurídico N .° 16 del Acuerdo Plenario N .° 4-2009/CJ-116 [§ 171]). Décimo
Cuarto. Asimismo, el citado Acuerdo Plenario precisó que a nivel de juicio oral -sentencia de primera
♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL
Art. 399 LIBRO TERCERO: EL PROCESO COMÚN 838

instancia- debe predominar el principio de legalidad. Así, el juez, en suma, debe imponer la pena dentro
del marco legal correspondiente. No está librado al arbitrio del Ministerio cada delito. N o se trata de
impedir que la acusación señale un límite máximo -que es la pauta legal fijada por el NCPP-, sino de
evitar que pueda establecer penalidades diferentes a las legales. Décim o Quinto. Por regla general, par­
tiendo del supuesto que la pena solicitada por el Ministerio Público esté dentro de los márgenes legales
de la norma penal, el Juez no podrá imponer una pena mayor a la solicitada por el Fiscal, siendo ésta el
límite superior. Sin embargo, en el supuesto que la pena mayor a la solicitada se encuentre por debajo
del marco legal señalado en la norma penal, el juez, en virtud al principio de legalidad, podrá imponer
una pena superior se encuentre dentro del marco abstracto estipulado por el legislador. Cabe precisar,
que solo a nivel de primera instancia el juez tiene esta facultad de hacer preponderar el principio de
legalidad, pues én etapa impugnativa prevalece el principio dispositivo, así como el principio de inter­
dicción e la reforma peyorativa -inciso 3 del artículo 409 del CPP-. (Casación N .° 608-2015-Tumbes,
del 04-04-2017, íf. jj. 13 al 15. Sala Penal Permanente. Texto completo: <bit.ly/2CBjF3A>).
§ 1630. Compensación y cómputo de los días de detención domiciliaria por prisión efec­
tiva. Véase la jurisprudencia del artículo 290° del Nuevo Código Procesal Penal [§ 1221]. (R. N.
N .° 1611-2018-Lima, del 06-12-2018, íf. jj. 2.8 y 2.9. Sala Penal Permanente. Texto completo:
<bit.ly/2Fm9WQl>).

JURISPRUDENCIA DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL

§ 1631. Contenido de la sentencia condenatoria. 165. La prohibición de que se pueda condenar


in absentia es una garantía típica del derecho al debido proceso penal. Es el corolario de una serie de
garantías vinculadas con el derecho de defensa que tiene todo acusado en un proceso penal. [...] 166.
La cuestión de si la prohibición de condena en ausencia se extiende a la realización de todo el proceso
penal o sólo al acto procesal de lectura de sentencia condenatoria [...]. 167. De esta forma, el derecho
en mención garantiza, en su faz negativa, que un acusado no pueda ser condenado sin que antes no se
le permita conocer y refutar las acusaciones que pesan en su contra, así como que no sea excluido del
proceso en forma arbitraria. En su faz positiva, el derecho a no ser condenado en ausencia impone a las
autoridades judiciales el deber de hacer conocer la existencia del proceso así como el de citar al acusado
a cuanto acto procesal sea necesaria su presencia física. 168. El Tribunal observa, sin embargo, que la au­
sencia de una persona en el desarrollo del proceso y, en forma particular, durante el juicio, no sólo puede
tener por causa el desconocimiento que tenga de aquél, sino también la rebeldía o renuncia expresa a la
comparecencia. En el ámbito del proceso penal, el desconocimiento que el acusado tenga de la existen­
cia de un proceso genera un supuesto de “ausencia”; mientras que la resistencia a concurrir al proceso,
teniendo conocimiento de él, se denomina “contumacia”. 169. En el caso, el ordinal “c” del artículo
12.9 del Decreto Legislativo 922 faculta a la Sala Penal, entre otras cosas, que pueda dictar una sentencia
condenatoria sin contar con la presencia del acusado, cuando en el acto procesal de lectura de sentencia
éste incurra en una falta de carácter grave. El Tribunal aprecia que, en el contexto en que dicha facultad
puede ejercitarse, no se está frente a un supuesto de condena en ausencia o de contumacia. El acusado
no ha sido ajeno a la existencia del proceso. Tampoco ha sido rebelde a participar en él, conociendo de la
existencia del proceso. En la hipótesis abstracta a la que se refiere la disposición impugnada, el acusado
ha estado presente en el desarrollo del proceso y aun en el acto procesal de lectura de sentencia, en la que
incluso ha podido expresar los argumentos que mejor han convenido para su defensa. Su desalojo, que
presupone su participación en la audiencia de lectura de sentencia, por el contrario, se origina en una
falta grave por él cometida, que perturba la culminación eficaz del proceso. (Exp. N .° 003-2005-PI/TC
[caso Walter Húmala Lema etaL], del 09-08-2006 [Web: 11-12-2006 / EP, 18-12-2006], ff. jj. 165-169.
Texto completo: <bit.ly/2FigyDLZ>).
§ 1632. Notificación de concurrencia a la lectura de sentencia no amenaza la libertad indi­
vidual del procesado. 2. Respecto al cuestionamiento que hace de la resolución que lo cita para que
concurra a la lectura de sentencia, ésta no configura una amenaza a la libertad individual del deman­
dante, toda vez que él está obligado -en tanto procesado- a acudir al local del juzgado cuantas veces sea

n o m o s & th e s is
839 SECCION III: EL JUZGAMIENTO Art. 401
requerido, para los fines que deriven del propio proceso. (Exp. N.° 4196-2010-PHC/TC [caso Galo
Edgard Revilla Bastios], del 14-03-2011 [Web: 28-03-2011 / EP, 06-05-2011], £ j. 2. Texto completo:
<bit.ly/2CCJkbV>).

§ 1633. E l solo acto de falta de notificación genera violación del derecho al debido proceso. 3.
En relación con el acto concreto de no haber sido notificado, se ha señalado que la notificación es un acto
procesal cuyo cuestionamiento o anomalía no genera, per se, violación del derecho al debido proceso;
para que ello ocurra resulta indispensable la constatación o acreditación indubitable por parte de quien
alega la violación del derecho al debido proceso, esto es de que con la falta de una debida notificación
se ha visto afectada de modo real y concreto una manifestación de este: el derecho de defensa. Ello se
entiende desde la perspectiva de que los procesos constitucionales no son una instancia a la que pueden
extenderse las nulidades o impugnaciones del proceso judicial ordinario, ni tampoco pueden convertirse
en un medio para la articulación de estrategias de defensa luego de que una de las partes haya sido vencida
en un proceso judicial (Exp. N.° 4303-2004-AA/TC; Exp. N.° 0188-2009-PHC/TC, entre otros). (Exp.
N.° 4196-2010-PHC/TC [caso Galo Edgard Revilla Bastios], del 14-03-2011 [Web: 28-03-2011 / EP,
06-05-2011], f. j. 3. Texto completo: <bit.ly/2CCJkbV>).

§ 1634. Principio de congruencia procesal entre lo acusado y lo condenado. Véase la jurispru­


dencia del artículo 397o del Nuevo Código Procesal Penal [§ 1615]. (Exp. N.° 01316-2014-PHC/TC,
del 01-03-2016 [Web: 01-03-2017 / EP: 05-08-2017], f. j. 2.3. Texto completo: <bit.ly/2F9Uu9Q>).

Artículo 400: Responsabilidad de persona no comprendida en el proceso o comisión de


otro delito

1. Si de las pruebas actuadas resultara que un testigo ha declarado falsamente o se infiere responsabilidad
penal de cualquier otra persona no comprendida en el proceso o se descubre otro hecho delictuoso similar, dis­
tinto o conexo con el que es materia del juzgamiento y es perseguible por ejercicio público de la acción penal,
la sentencia dispondrá que estos hechos se pongan en conocimiento de la Fiscalía competente para los fines
legales que correspondan, a la que se enviará copia certificado de lo actuado.
2. El testigo a quien se atribuya declaración falsa sobre el caso materia de juzgamiento no será procesa­
do por ese delito mientras no se ordene en la sentencia que se expida en ese procedimiento y quede firme.

Artículo 401: Recurso de apelación

1. Al concluir la lectura de la sentencia, el Juzgador preguntará a quien corresponda si interpone re­


curso de apelación. No es necesario que en ese acto fundamente el recurso. También puede reservarse la
decisión de impugnación.
2. Para los acusados no concurrentes a la audiencia, el plazo empieza a correr desde el día siguiente de
la notificación en su domicilio procesal.
3. Rige en lo pertinente lo dispuesto en el artículo 405.
4. Si se trata de una sentencia emitida conforme a lo previsto en el artículo 448, el recurso se interpondrá
en el mismo acto de lectura. No es necesario su formalización por escrito. En caso el acusado no concurra a la
audiencia de lectura, rige el literal c) del inciso 1 del artículo 414. La Sala Penal Superior, recibido el cuaderno
de apelación, comunicará a las partes que pueden ofrecer medios probatorios en el plazo de tres (3) días.(1)(2)(a)

NOTA DE ACTUALIZACIÓN
(1) Texto conform e a la m odificación efectuada por el artículo 2° del Decreto Legislativo N.° 1307 (EP, 30-12-2016), el
m ism o que entró en vigencia a nivel nacional a los noventa (90) días de su publicación en el diario oficial El Peruano.
(2) De conform idad con la 7.a DCF del Decreto Legislativo N.° 1307 (EP, 30-12-2016), se adelante la entrada en vigencia del
presente artículo, en los distritos judiciales donde aún no se encuentre vigente dicha norma, para su aplicación en el
proceso inm ediato.

♦ NUEVO CODIGO PROCESAL PENAL


Art. 402 LIBRO TERCERO: EL PROCESO COMÚN 840

PROTOCOLOS, REGLAMENTOS, LINEAMIENTOS, GUÍAS Y DIRECTIVAS


(a) Protocolo de actuación interinstitucional específico para la aplicación del proceso inm ediato reform ado (aprobado por
el Decreto Supremo N.° 003-2016-JUS de 23-08-2018). Véase el texto com pleto en: <bit.ly/2uG5wxx>.

PLENOS JURISDICCIONALES

§ 1635. Plazo para impugnar la sentencia de primera instancia. En caso de pluralidad de suje­
tos procesales, el plazo para apelar la sentencia debe ser computado desde la lectura de sentencia
para los imputados concurrentes y para los ausentes, desde la notificación en el domicilio proce­
sal. ¿Elplazo para apelar la sentencia a todos los sujetosprocesales, debe ser computado desde el día siguiente
de la audiencia de lectura de sentencia? o ¿debe ser computado para los acusados no concurrentes a la audien­
cia de lectura de sentencia, desde la notificación en el domicilio procesal? El Pleno adoptó por mayoría el
enunciado siguiente: “El plazo para apelar la sentencia debe ser computado para los sujetos procesales
concurrentes, desde el día siguiente de la audiencia de lectura de sentencia; y, para el caso de los sujetos
procesales no concurrentes, el plazo para apelar la sentencia se computa desde la notificación en su
domicilio procesal (artículo 401.2 del Código Procesal Penal)” . (Pleno Jurisdiccional Distrital Penal de
la Corte Superior de Moquegua del 15-06-2017. Tema N .° 3. Texto completo: <bit.ly/2HdBREg>).

JURISPRUDENCIA DE LA CORTE SUPREMA

§ 1636. Reglas de interposición de impugnaciones orales. Si no se impugna expresamente una


decisión expedida oralmente o leída en audiencia, no hay una voluntad impugnativa claramente
consignada. No basta decir “no estando conforme” . Véase la jurisprudencia del artículo 405° del
Nuevo Código Procesal Penal [§ 1664]. (Casación N.° 33-2010-Puno, de 11-11-2010, fF. jj. 2 y 3. Sala
Penal Permanente. Texto completo: <bit.ly/2bDorS4>).

JURISPRUDENCIA DE LAS CORTES SUPERIORES

§ 1637. Tanto el procesado como el Ministerio Publico, una vez dictada en la misma audien­
cia la resolución que resuelve el requerimiento de prisión preventiva, pueden optar por reservar
su derecho de impugnar o expresar que interponen recurso de apelación, teniendo el plazo de
3 días hábiles en ambos casos para perfeccionar el acto. Véase la jurisprudencia del artículo 278°
del Nuevo Código Procesal Penal [§ 1190]. (Exp. N .° 00174-2017-64-1101, auto del 17-03-2017,
ff. jj. 5 al 11. Sala Penal de Apelaciones. Corte Superior de Justicia de Huancavelica. Texto completo:
<bit.ly/2Fs7wzu>).

Artículo 402: Ejecución provisional

1. La sentencia condenatoria, en su extremo penal, se cumplirá provisionalmente aunque se interponga


recurso contra ella, salvo los casos en que la pena sea de multa o limitativa de derechos.
2. Si el condenado estuviere en libertad y se impone pena o medida de seguridad privativa de libertad
de carácter efectivo, el Jue z Penal según su naturaleza o gravedad y el peligro de fuga, podrá optar por
su inmediata ejecución o imponer algunas de las restricciones previstas en el artículo 288 mientras se
resuelve el recurso.(1)

NOTA DE ACTUALIZACIÓN
(1) De conform idad con la 7.a DCF del Decreto Legislativo N.° 1307 (EP, 30-12-2016), se adelante la entrada en vigencia del
presente artículo, en los distritos judiciales donde aún no se encuentre vigente dicha norma, para su aplicación en el
proceso inmediato.

nomos &thesis
841 SECCION III: EL JUZGAMIENTO Art. 402
ACUERDOS PLENARIOS DE LA CORTE SUPREMA

§ 1638. Sistema de ejecución provisional. 8. Es evidente que la regulación del momento inicial de
la ejecución de una pena es un ámbito que incumbe al legislador procesal -el Código Penal, por lo demás,
no ha establecido un precepto al respecto-. En su relación con los recursos, puede existir, como regla, el
sistema de ejecución provisional o el sistema suspensivo. En la legislación procesal penal nacional se ha
optado por ambos modelos. En este contexto cabe precisar lo siguiente: A. Si se examina el régimen del
NCPP, podrá advertirse, en el caso de la sentencia condenatoria, la inclinación por el primer modelo: la
impugnación no tiene efecto suspensivo -así lo dispone el artículo 402°. 1 NCPP como regla específica
frente a la genérica del artículo 4412°. 1 [sic] NCPP-, con la excepción de la imposición de las penas de
multa o limitativas de derechos, una de las cuales es, por cierto, conforme al artículo 31°.3 del Código
Penal, la pena de inhabilitación. Ello significa, entonces, que sólo las sentencias que imponen penas de
privativas de libertad y restrictivas de libertad que consignan los artículos 29° y 30° del Código Penal -en
adelante, CP- se cumplen provisionalmente pese a la interposición de un recurso impugnatorio contra
ellas. Por tanto, si el condenado estuviera en libertad y se impone pena o medida de seguridad privativa
de libertad de carácter efectivo, el Juez Penal, interpuesto el recurso, según lo autoriza el artículo 402°.2
NCPP, podrá optar por su inmediata ejecución o por imponer alguna restricción de las previstas en el
artículo 288° NCPP. A su turno, el Tribunal de Revisión, en caso se hubiera optado por la inmediata eje­
cución de la pena impuesta, podrá suspenderla, atendiendo a las circunstancias del caso, según el artículo
418°.2 NCPP. Tal efecto suspensivo concluirá cuando la sentencia queda firme. En consecuencia, la pena
de inhabilitación conforme a las disposiciones pertinentes del N CPP no se ejecuta hasta que la sentencia
condenatoria adquiera firmeza. Rige plenamente, en este dominio, el denominado sistema suspensivo.
B. Distinta es la regulación normativa adoptada por el ACPP. En efecto, su artículo 330° admite expresa­
mente el sistema de la ejecución inmediata o provisional para todas las penas, salvo las de internamiento,
relegación, penitenciaría o expatriación. Cabe anotar que las tres primeras penas no fueron ratificadas
por el CP de 1991, por lo que en dicho caso el aludido precepto procesal carece actualmente de signifi­
cación alguna. La sentencia condenatoria impugnada, sólo si impone pena de expatriación, exigirá que
el encausado quede “...entre tanto, bajo vigilancia de la autoridad política' -así lo precisa el artículo 331°
in fine ACPP-. Al respecto es pertinente señalar que si bien la pena de expatriación ha sido reconocida
en el artículo 30°. 1 CP, su legitimidad es inaceptable desde la perspectiva superior del artículo 22°.5 de
la Convención Americana sobre Derechos Humanos, lo cual ha determinado que el Congreso discuta
su posible exclusión. En cambio, la pena de expulsión del país, que igualmente es una pena restrictiva de
libertad, prevista en el artículo 30°.2 CP sólo para extranjeros, no tiene ese grave vicio de ilegitimidad y,
por ende, será posible instrumentar los mecanismos de vigilancia adecuados si su aplicación promueve la
interposición de un recurso impugnatorio. En consecuencia, la pena de inhabilitación según las normas
del ACPP -con diferencia del régimen del NCPP- se ejecuta provisionalmente (no hay al respecto ningu­
na regla de excepción similar a la contenida en el NCPP). Siendo así, no hace falta esperar la firmeza de la
sentencia condenatoria que la imponga para comenzar a ejecutar la pena de inhabilitación. El sistema que
para esta clase de pena sigue el ACPP, ante la interposición de un recurso, es el de la ejecución provisio­
nal. (Acuerdo Plenario N.° 10-2009/CJ-116, del 13-11-2009, £ j. 8. V Pleno Jurisdiccional de las Salas
Penales Permanente y Transitorias [EP, 13-11-2009]. Texto completo: <bit.ly/10eYLFX>).

JURISPRUDENCIA DE LAS CORTES SUPERIORES

§ 1639. En nuestro ordenamiento procesal penal, los recursos impugnativos no tienen efectos
suspensivos, salvo excepciones. El recurso de casación no impide la ejecución provisional de las
resoluciones que se impugnan. Véase la jurisprudencia del artículo 412° del Nuevo Código Procesal Pe­
nal [§ 1699]. (Exp. N .° 0008-2014-21-5201-JR-PE-03, del 06-12-2017, ff. jj. 6.1 al 6.7. Sala Penal
Nacional de Apelaciones Especializada en Delitos de Corrupción de Funcionarios Colegiado A. Texto
completo: <bit.ly/2CwfV3n>).

♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL


AH. 403 LSBRO TERCERO: EL PROCESO COMÚN 84 2

Artículo 403: Inscripción de la condena

1. Se inscribirán en el Registro correspondiente, a cargo del Poder Judicial, todas las penas y medidas
de seguridad impuestas y que constan de sentencia firme.
2. La inscripción caducará automáticamente con el cumplimiento de la pena o medida de seguridad
impuesta.(1)

NOTA DE ACTUALIZACIÓN
(1) De conform idad con la 7.a DCF del Decreto Legislativo N.° 1307 (EP, 30-12-2016), se adelante la entrada en vigencia del
presente artículo, en los distritos judiciales donde aún no se encuentre vigente dicha norma, para su aplicación en el
proceso inmediato.

ACUERDOS PLENARIOS DE LA CORTE SUPREMA

§ 1640. Inscripción de la pena en el Registro Judicial y su comunicación a los órganos peniten­


ciarios. 7. Un problema, no abordado con la extensión y profundidad debida en el Acuerdo Plenario
anterior, es el referido a la relación entre la sentencia de instancia y el recurso impugnatorio; esto es,
si el inicio de la ejecución de la pena de inhabilitación tiene lugar inmediatamente -aunque de modo
provisorio, o a título de ejecución provisional- o si es de esperar que la sentencia recurrida adquiera
firmeza. Este conflicto interpretativo derivado es relevante, sobre todo si se tiene en cuenta la actual
vigencia paralela de dos Códigos que regulan el desarrollo del proceso penal en el país y que delinean sus
propios modelos y reglas de ejecución de sentencias condenatorias, así como la eficacia de los recursos
impugnatorios que se interpongan contra ellas. Concretamente, el tema objeto de análisis y aclaración,
por promover cierto nivel de controversia hermenéutica, está vinculado con el párrafo 15° del Acuerdo
Plenario N .° 2-2008/CJ-116 [§ 1580], del 18 de julio del año próximo pasado. En él se estipuló lo
siguiente: “La ejecución de la pena de inhabilitación., [...], requiere, como paso previo, que a l adquirir fir­
meza la sentencia condenatoria el órgano jurisdiccional de instancia que la dictó cumpla con lo dispuesto en
el articulo 3 3 2 ° del Código de Procedimientos Penales. [...] A continuación, ese mismo órgano ju dicial debe
remitir la causa a l Juez Penal competente para dar inicio a l proceso de ejecución...”. También demanda,
con igual finalidad aclaratoria, un reexamen el párrafo 9o del citado Acuerdo Plenario en cuanto acotó
que “E l término de la inhabilitación, en caso de ser impuesta como pena conjunta, corre paralelamente a las
otras penas principales, y se computa a partir de la fecha en que la sentencia queda firm e”. Ahora bien, no
resulta discutible, desde luego, que la inscripción de la pena en el Registro Judicial y su comunicación
a los órganos penitenciarios -en caso de inhabilitación conjunta o accesoria a pena privativa de liber­
tad- sólo deba producirse una vez que quede firme la sentencia condenatoria correspondiente. Este es
el principio rector sancionado expresamente tanto en el artículo 332° del Código de Procedimientos
Penales de 1940 -en adelante, ACPP-, como en el artículo 403°. 1 del nuevo Código Procesal Penal de
2004 -en adelante, NCPP-. El tema en discusión es si la ejecución de la pena de inhabilitación requiere
como presupuesto la firmeza del fallo que la imponga o su inscripción en el Registro Judicial. (Acuerdo
Plenario N .° 10-2009/CJ-116, del 13-11-2009, f. j. 7. V Pleno Jurisdiccional de las Salas Penales Per­
manente y Transitorias [EP, 13-11-2009]. Texto completo: <bit.ly/10eYLFX>).

n o m o s & th e s is
LIBRO CUARTO
LA IMPUGNACIÓN
SECCIÓN I
PRECEPTOS GENERALES

Artículo 404: Facultad de recurrir ■■■■■ ■■ ■

1. Las resoluciones judiciales son impugnables sólo por los medios y en los casos expresamente es­
tablecidos por la Ley. Los recursos impugnatorios se interponen ante el juez que emitió la resolución re­
currida.
2. El derecho de impugnación corresponde sólo a quien la Ley se lo confiere expresamente. Si la Ley no
distingue entre los diversos sujetos procesales, el derecho corresponde a cualquiera de ellos.
3. El defensor podrá recurrir directamente en favor de su patrocinado, quien posteriormente si no está
conforme podrá desistirse. El desistimiento requiere autorización expresa de abogado defensor.
4. Los sujetos procesales, cuando tengan derecho de recurrir, podrán adherirse, antes que el expediente
se eleve al Ju e z que corresponda, al recurso interpuesto por cualquiera de ellos, siempre que cumpla con
las formalidades de interposición.^

NOTA DE ACTUALIZACIÓN
(1) De conform idad con la 7.a DCF del Decreto Legislativo N.° 1307 (EP, 30-12-2016), se adelante la entrada en vigencia del
presente artículo, en los distritos judiciales donde aún no se encuentre vigente dicha norma, para su aplicación en el
proceso inmediato.

DOCTRINA JURISPRUDENCIAL VINCULANTE DE LA CORTE SUPREMA

§ 1640a. Legalidad del proceso impugnatorio. Décimo Sexto. El derecho a impugnar está consa­
grado por el inciso 6 del artículo 139 de la Constitución Política del Estado, que preceptúa como ga­
rantía del debido proceso, la pluralidad de instancia en cualquier proceso jurisdiccional o administrati­
vo; sin embargo, la normatividad legal que regula estos procesos, en nuestro caso, el Código Procesal
Penal, señala a los sujetos procesales legitimados para que este derecho pueda ser ejercido. Décim o Sé­
timo. El artículo 104 del Código Procesal Penal establece que las facultades del actor civil son: deducir
nulidad de actuados, ofrecer medios de investigación y deprueba, participar en los actos de investigación y de
prueba, intervenir en eljuicio oral, interponer los recursos impugnatorios que la Ley prevé; correspondiendo
precisar que sin perjuicio de aquellos derechos, también le son atribuidos los derechos que le asiste al
agraviado; así, tenemos que el artículo noventa y cinco de la citada norma señala como derechos -entre
otros en su inciso d)- impugnar el sobreseimiento y la sentencia absolutoria. Décim o Octavo. De lo
anotado precedentemente, se tiene que existe una definición clara del rol protagonista que le correspon­
de al actor civil. Esta línea jurisprudencial se plasmó en la Casación N.° 353-2011-Arequipa [§ 323],
del 4 de junio de 2013, que en su fundamento jurídico 4.5, señala que: “ [...] el agraviado del delito se

♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL


Art. 404 LIBRO CUARTO: LA IMPUGNACION 844

encuentra en condiciones de ser un protagonista del proceso penal, encontrándose facultado por el Código
Procesal Penal para participar activamente en el desarrollo del proceso, siendo necesario que el agraviado
actúe con todos los derechosy garantías que le aseguran la satisfacción de su pretensión [...]”; por consiguien­
te, no existe duda que al actor civil le asiste el derecho de apelar en resguardo de sus intereses, pues bajo
ese contexto está legitimado para impugnar la sentencia absolutoria. Décim o Noveno. De otro lado,
habiéndose establecido que sí es facultad del actor civil el recurrir una sentencia absolutoria, queda por
establecer si existe legitimidad del actor civil para activar una persecución penal cuando el Ministerio
Público no impugna una sentencia absolutoria. Vigésimo. Al respecto, debe precisarse que el Tribunal
Constitucional en el Expediente N .° 2005-2006-PH C/TC [§ 323], señala que: “[...] La prim era de las
características delprincipio acusatorio mencionadas guarda directa relación con la atribución del Ministerio
Público, reconocida en el artículo ciento cincuenta y nueve de la Constitución, entre otras, de ejercitar la ac­
ción penal. Siendo exclusiva la potestad del Ministerio Público de incoar la acción penaly de acusar, a falta
de ésta, el proceso debe llegar a su fin. [...] Si el Fiscal Supremo coincide con la opinión del Fiscal Superior
respecto del no ha lugar a juicio y archiva elproceso, se pronunciará en ese sentido, devolviendo la causa a la
Sala Penalpara que dicte la resolución de archivo Vigésimo Prim ero. Estando a lo expuesto, se debe
tener en consideración que emitida una sentencia absolutoria, y leída la misma en audiencia pública o
privada (según el caso), cuando el único impugnante sea el actor civil, y el Fiscal Provincial exprese su
conformidad con la misma, deberá verificarse si, el Fiscal Superior al momento de llevarse a cabo la
audiencia de apelación, reitera su conformidad con la sentencia absolutoria. Vigésimo Segundo. Siendo
ello así, este Supremo Tribunal considera que la Sala de Apelaciones no tiene más que confirmar la ab­
solución; toda vez que, el inciso cinco del artículo ciento cincuenta nueve de la Constitución Política
del Estado, establece que corresponde al Ministerio Público ejercitar la acción penal de oficio o a peti­
ción de parte, mientras que el artículo catorce del Decreto Legislativo N .° 052, de la Ley Orgánica del
Ministerio Público, señala que sobre el Ministerio Público recae la carga de la prueba, y el artículo once
de la precitada norma regula que el titular de la acción penal es el representante del Ministerio Público;
aunado a ello, se debe tener presente que el artículo quinto de la Ley Orgánica aludida, establece la
autonomía del Ministerio Público y preceptúa que están jerárquicamente organizados y deben sujetarse
a las instrucciones que pudieren impartirles sus superiores. Vigésimo Tercero. Ahora bien, este Supremo
Tribunal considera que no puede sostenerse el cumplimiento del principio acusatorio cuando el Fiscal
Superior en la audiencia de apelación -sin tener la condición de impugnante, sino parte del proceso-
discrepa con la sentencia absolutoria emitida en primera instancia; en tal situación, el Tribunal de
Apelación está expedito para analizar el fondo del asunto en los términos de los agravios expresados por
las partes procesales recurrentes en su escrito impugnatorio. B. Capacidad nulificante de la sala y
principio de congruencia recursal. Vigésimo Cuarto. El artículo cuatrocientos nueve del Código
Procesal Penal, dispone la competencia del Tribunal Revisor en los siguientes casos: “[...] 1. L a impug­
nación confiere a l Tribunal competencia solamentepara resolver la materia impugnada, así como para decla­
rar la nulidad en caso de nulidades absolutas o sustanciales no advertidas por el impugnante. 2. Los errores
de derecho en la fundamentación de la decisión recurrida que no hayan influido en la parte resolutiva no la
anulará, pero serán corregidos. De igual manera se procederá en los casos de error material en la denomina­
ción o el cómputo de las penas. 3. La impugnación del Ministerio Público' perm itirá revocar o modificar la
resolución aún a favor del imputado. L a impugnación interpuesta exclusivamente por el imputado no permi­
te modificación en su perjuicio [ . J \ En tal sentido, se tiene que la mencionada disposición delimita el
ámbito de alcance del pronunciamiento del Tribunal Revisor. Vigésimo Quinto. La razón por la que se
estableció esta regla obedece a no afectar dos garantías básicas del proceso penal. La primera es el dere­
cho de defensa, pues si el Tribunal Revisor modifica, sea aumentando o retirando parte de los actos
procesales no impugnados, deja en indefensión a una de las partes que no planteó sus argumentos antes
que el pronunciamiento sea emitido. La segunda es el derecho a la seguridad jurídica, pues podría afec­
tase resoluciones que tienen el carácter de consentidas, lo que resulta sumamente lesivo para esta insti­
tución. Vigésimo Sexto. La presente regla general tiene dos grandes excepciones. La primera, dispuesta
por el art. 409 del C.P.P. en la segunda parte de su numeral 1, respecto a que se trate de actos procesales
que tengan vicios que conlleven a una nulidad absoluta. La segunda es la declaratoria de nulidad de

nom os & th e sis


845 SECCION I: PRECEPTOS GENERALES Arí. 404
actos procesales conexos al objeto de impugnación. Ambos serán tratados en la siguiente sección. Vigé­
simo Sétim o. Asimismo, el art. 409 del C.P.P. en la segunda parte de su numeral primero, establece la
excepción a la regla general antes mencionada. Esta excepción dispone que -incluso cuando no hubiere
sido advertido por el impugnante- el Tribunal Revisor puede pronunciarse sobre puntos distintos al
objeto de impugnación, si se trata de nulidades absolutas o sustanciales. Vigésimo Octavo. Al respecto,
debe precisarse que la nulidad de un acto procesal implica que el mismo se encontraba viciado y por
tanto debe dejar de existir en el ordenamiento jurídico; y, en atención a la gravedad de la causal de
nulidad es que se puede hablar de nulidades absolutas y de nulidades relativas. Vigésimo Noveno. La
diferencia entre ambos tipos radica en la gravedad del vicio que origina a la nulidad. Si se trata de vicios
leves, los cuales naturalmente podrían ser susceptibles de convalidación, entonces nos encontramos
frente a una nulidad relativa. Por el contrario, si nos hayamos frente a vicios muy graves, no convalida-
bles, entonces nos encontraremos frente a la nulidad absoluta. Trigésimo. El Código Procesal Penal
define la nulidad absoluta en su art. 150, en los términos siguientes: a) A la intervención, asistencia
y representación del imputado o déla ausencia de su defensor en los casos en que es obligatoria su presencia;
b) A l nombramiento, capacidad y constitución de Jueces o Salas; c) A la promoción de la acción penaly a la
participación del Ministerio Público en las actuaciones procesales que requieran su intervención obligatoria;
d) A la inobservancia del contenido esencial de los derechos y garantías previstospor la Constitución [ . J \ El
criterio seguido en esta definición es que la protección de los derechos fundamentales es parte de la
esencia del ordenamiento jurídico y, por tanto, labor del Magistrado. Entonces podemos señalar que
una grave afectación a los mismos será entendióle como un vicio grave que acarrea la nulidad del acto
procesal que la originó. Trigésimo Prim ero. El Magistrado del Tribunal Revisor tiene la capacidad para
declarar de oficio, una nulidad absoluta, incluso cuando la misma no sea parte del ámbito de impugna­
ción, pues este tipo de nulidad puede conllevar a que otros actos procesales puedan ser viciados al am­
pararse en ella. Por tanto, atendiendo al rol de garante que cumple el Magistrado al interior del proceso
penal, está facultado normativamente a intervenir en estos casos. Trigésimo Segundo. La segunda ex­
cepción, estrechamente vinculada al caso de las nulidades absolutas, es la competencia del Tribunal para
pronunciarse sobre aquellos actos procesales que no formaron parte de la impugnación presentada. En
este sentido, a juicio de este colegiado, es posible un pronunciamiento del Tribunal Revisor más allá del
objeto de impugnación, si se trata de una declaratoria de nulidad de oficio, y, exista actos procesales
vinculados a qué sea declarado nulo, los cuales -consecuentemente- también deben ser declarados nu­
los, por más que estos últimos no formen parte del objeto de la impugnación. Trigésimo Tercero.
También cabe recordar que el ejercicio de la competencia del órgano jurisdiccional se encuentra sujeto
a determinados límites, siendo uno de ellos, el principio dispositivo de los medios impugnatorios: tan-
tum devolutum quantum appellatum, es decir, sólo puede pronunciarse acerca de los hechos alegados por
las partes, siempre que estos hayan sido invocados. De acuerdo con las normas precitadas al resolver una
apelación, el Tribunal de Mérito no puede fundamentar el fallo en temas que no han sido materia de
contradicción oportuna ni alegados por los sujetos procesales, más aún si el Ministerio Público en lo
atinente a la responsabilidad penal consistió tal extremo; pues caso contrario, se estaría violando el deber
de congruencia, con repercusiones en el derecho de defensa de las partes. Trigésimo Cuarto. Los agra­
vios expresados en los recursos impugnatorios van a definir y delimitar el pronunciamiento del Tribunal
Revisor, atendiendo al principio de congruencia recursal, concebido como encaje o ensamble entre lo
impugnado y la sentencia, en el contexto de exigencia de concordancia o armonía que obliga establecer
una correlación total entre los dos grandes elementos definidores: la expresión de agravios y la decisión
judicial; por tanto, la expresión de agravios determina las cuestiones sometidas a decisión de este Supre­
mo Tribunal, estando vedado pronunciarse fuera del alcance de las pretensiones impugnativas que no
fueron oportunamente planteadas, en tanto la congruencia es una exigencia lógica que está presente en
todo el proceso, del que dimana que en el presente sólo se emitirá pronunciamiento respecto a los agra­
vios expresados en los recursos, que fueron concedidos; toda vez que el libro IV del Código Procesal
Penal, referido a la impugnación, otorga a los justiciables el modo, forma y plazo para fundamentar los
concretos agravios que a su parecer le causó la resolución judicial que cuestiona, lo cual supone el seña­
lar la insatisfacción total o parcial de cualquiera de sus pretensiones (principales o accesorias), oposicio-

♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL


Art. 404 LIBRO CUARTO: LA IMPUGNACIÓN 846

nes o simples peticiones formuladas en el proceso; de ahí que, admitir y emitir pronunciamiento sobre
nuevos agravios postulados con posterioridad a los expresados en el escrito de impugnación sería vulne­
rar el principio de preclusión y de igualdad que debe existir entre las partes en un proceso, pues signifi­
caría modificar el orden preestablecido de los actos procesales e incorporar nuevas peticiones o argu­
mentos que no podrían ser contradichos por los otros sujetos procesales. Trigésimo Q uinto. En tal
sentido, las Salas de Apelaciones y los Tribunales Revisores deben circunscribir su pronunciamiento
respecto a los agravios expresados en los recursos impugnatorios efectuados en el plazo legal y antes su
concesorio y no los efectuados con posterioridad a ello, mucho menos, evaluar una prueba no invocada;
pues de ocurrir ello, se está vulnerando el principio de congruencia recursal con afectación al derecho
de defensa. C. Derecho de defensa en la audiencia de apelación. Trigésimo Sexto. El derecho a la
defensa comporta en estricto el derecho a no quedar en estado de indefensión en ningún estado del
proceso. Este derecho tiene una doble dimensión: una material, referida al derecho del imputado o
demandado de ejercer su propia defensa desde el mismo instante en que toma conocimiento de que se
le atribuye la comisión de determinado hecho delictivo; y, otra formal, que supone el derecho a una
defensa técnica; esto es, al asesoramiento y patrocinio de un abogado defensor durante todo el tiempo
que dure el proceso (Cfr. STC N.° 06260-2005-H C/TC [§ 390]). Trigésimo Sétim o. El derecho a no
quedar en estado de indefensión se conculca cuando a los titulares de los derechos e intereses legítimos
se les impide ejercer los medios legales suficientes para su defensa; pero no cualquier imposibilidad de
ejercer estos medios produce un estado de indefensión que atenta contra el contenido constitucional­
mente protegido del derecho, sino que es constitucionalmente relevante cuando se genera una indebida
y arbitraria actuación del órgano que investiga o juzga al individuo. Este hecho se produce cuando alju s­
ticiable se le impide, de modo injustificado argumentar a favor de sus derechos e intereses legítimos (Exp. N.°
0582-2006-PA/TC; Exp. N .° 5175-2007-H C/TC, entre otros) -el resaltado es nuestro-. Trigésimo
Octavo. El derecho de defensa en el proceso penal se constituye como un derecho fundamental que
asiste a todo imputado y a su Abogado defensor a comparecer al proceso a fin de responder con eficacia
la imputación existente. Trigésimo Noveno. El derecho de defensa está regulado por distintos ordena­
mientos jurídicos en concordancia con las normas contenidas en los Tratados y Convenios Internacio­
nales; así, en el numeral catorce del artículo 139 de la Constitución Política del Estado de 1993, se es­
tablece como garantía de la Administración de Justicia, el no ser privado del derecho de defensa en
cualquier estado del proceso. Los numerales 1 y 3, literal b, del artículo 14 del Pacto Internacional de
Derechos Civiles y Políticos reconoce el derecho a contar con los medios adecuados para la preparación
de su defensa. En efecto: 1. “[...] Toda persona tendrá derecho a ser oída públicamente y con las debidas
garantías [...] en la substanciación de cualquier acusación de carácter penal form ulada contra ella [...]. 3.
Durante el proceso, toda persona acusada de un delito tendrá derecho, en plena igualdad, a las siguientes
garantías mínimas: b) A disponer del tiempo y de los medios adecuados para la preparación de su defensa y a
comunicarse con un defensor de su elección'. Asimismo, el artículo 8 numeral 1, y el literal “c” numeral 2
de la Convención Americana sobre Derechos Humanos también reconoce estas garantías, así: “Artículo
8. Garantías judiciales. 2. Toda persona inculpada de delito tiene derecho a que se presuma su inocencia
mientras no se establezca legalmente su culpabilidad. Durante elproceso, toda persona tiene derecho, en plena
igualdad, a las siguientes garantías mínimas: [...] c. Concesión a l inculpado del tiempo y de los medios ade­
cuados para la preparación de su defensa ’. La “defensa procesal” como garantía fundamental es reconoci­
da por el artículo 11 numeral 1 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, al expresar lo
siguiente: 1 . Toda persona acusada de delito tiene derecho a que se presuma su inocencia mientras no se
pruebe su culpabilidad, conforme a la ley y enjuicio público en el que se le hayan asegurado todas las garan­
tías necesarias para su defensa”. E l *'aseguramiento de todas las garantías necesarias para su defensa” a la que
alude la Declaración Universal de los Derechos Humanos, implica el otorgamiento de los medios adecuados
para la preparación de la defensa. C uadragésim o. El Derecho de Defensa en el nuevo Código Procesal
Penal está regulado en el Art. IX del Título Preliminar, estableciendo que: Toda persona tiene derecho
inviolable e irrestricto a que: - se le informe de sus derechos. // - se le comunique de inmediato y deta­
lladamente la imputación formulada en su contra. // - ser asistido por un abogado defensor de su elec­
ción o de oficio, desde que es citado o detenido por la autoridad. // - se le conceda un tiempo razonable

n o m o s & th e sis
847 SECCIÓN I: PRECEPTOS GENERALES Á it 404
para que prepare su defensa. II - ejercer su autodefensa material. II - A intervenir en plena igualdad, en
la actividad probatoria y en las condiciones previstas por la ley. // - A utilizar los medios de prueba
pertinentes. // En el mismo artículo se especifica que el ejercicio del derecho de defensa se extiende a
todo estado y grado del procedimiento, en la forma y oportunidad que la ley señala. Como se aprecia,
el imputado tiene derecho a defenderse desde que se le hace la imputación, con el inicio de la primeras
diligencias de investigación hasta la culminación del proceso penal y siempre asistido de un defensor de
su elección o defensor público; quien puede informarse de los cargos, intervenir en las iniciales diligen­
cias de investigación, participar de las mismas, presentar pedidos, ofrecer la actuación de pruebas y de­
más posibilidades que la ley le permite en igualdad de condiciones. Cuadragésim o prim ero. El artícu­
lo 424 del Código Procesal Penal, regula el desarrollo que debe seguir la audiencia de apelación; allí se
expresa, entre otras cosas, que se dará oportunidad a las partes para desistirse total o parcialmente de la
apelación interpuesta, así como ratifiquen los motivos de la apelación. Cuadragésim o Segundo. En tal
sentido, es obligación de la parte recurrente esgrimir los agravios expresados en su escrito de fundamenta-
ción del recurso de apelación en la respectiva audiencia, para los efectos que la parte contraria pueda exami­
narla, discutirla o rebatirla en pleno ejercicio de su derecho de defensa, de esa manera no se le vulnerará sus
derechos constitucionales y no se le dejará en indefensión. (Casación N.° 413-2014-Lambayeque, de 07-04­
2015, ff. jj. 16 al 42 fijados como doctrina jurisprudencial. Sala Penal Permanente [EP, 22-07-2015, Juris­
prudencia, Año XXIV, N.° 986, pp. 7258-7261]. Texto completo: <bit.ly/2oZgY4Y>).

JURISPRUDENCIA DE LA CORTE SUPREMA

§ 1641. Concepto de medios impugnatorios. 4.1. [Los] medios impugnatorios son instrumentos
o mecanismos legales puestos a disposición de las partes procesales para que expresen su disconformidad
con una resolución que interpretan como errónea o injusta. En otros términos, son medios procesales
mediante los cuales las partes legitimadas cuestionan una resolución judicial que les causa perjuicio, en
tanto que es contraria a sus pretensiones. (Casación N.° 342-2011-Cusco, de 02-07-2013, f. j. 4.1. Sala
Penal Permanente. Texto completo: <bit.ly/lYut0yD>).

§ 1642. Se incurrirá en motivación aparente cuando no se hace mención concreta a lo que era
el centro del cuestionamiento impugnativo. Errores involuntarios de los servidores judiciales o de
las propias partes procesales no son argumentos razonables para negar el acceso a la impugnación.
Principio pro actione. Cuarto. El auto impugnado, pese a que el argumento del querellante estaba am­
parado en una exposición sobre el error del personal de la Mesa de Partes y que, no obstante ello, había
cumplido con el pago de la tasa correspondiente, no se refirió a esta argumentación específica. Se limitó
a afirmar generalidades acerca de la necesidad del pago de la tasa judicial y del monto que correspondía
abonar en el presente caso en función a la pretensión civil introducida por el querellante. Incurrió, pues,
en una motivación aparente, al no hacer mención concreta a lo que era el centro del cuestionamiento
impugnativo: si era verdad o no tal argumento y si, jurídicamente, era del caso dar por cumplida o no
la exigencia de pago de la tasa judicial pertinente. Cabe enfatizar que lo esencial en materia de tasas o
aranceles judiciales es que, desde luego, se paguen, y que se cumpla esta carga procesal en tiempo opor­
tuno. El casacionista cumplió con hacerlo dentro del plazo señalado por el Juez de la causa, por lo que
es menester que se declare admisible el recurso de apelación y que el Tribunal Superior conozca de la
resolución N.° 4, de 9 de mayo de 2017, que rechazó la querella que formuló contra CEYV. Quinto. La
resolución impugnada en casación vulneró la garantía de tutela jurisdiccional (artículo 139, numeral 3,
de la Constitución), específicamente el derecho de acceso a la jurisdicción, al denegar irrazonablemente,
bajo una motivación aparente, el recurso de queja y, con ello, cerrar la vía de la apelación. El principio
pro actione es fundamental para determinar el alcance de las reglas procesales sobre la impugnación y,
en el presente caso, es patente que los preceptos sobre tasas o aranceles judiciales se cumplieron opor­
tunamente. Sobre esta premisa, un error involuntario -sea de los servidores judiciales o, incluso, de las
propias partes procesales- en modo alguno puede servir de argumento razonable para negar el acceso a
la impugnación. (Casación N .° 970-2017-Tacna, del 17-04-2018, ff. jj. 4 y 5. Sala Penal Permanente.
Texto completo: <bit.ly/2HbCjSA>).

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Art. 404 LIBRO CUARTO: LA IMPUGNACIÓN 848

§ 1643. Principio de taxatividad en los recursos impugnatorios. No toda decisión judicial es


impugnable, solo lo son las expresamente indicadas por la Ley. Si se concede un medio impug­
nativo que no se encuentra dentro del supuesto normativo, entonces se incurre en causal de nuli­
dad insubsanable. Véase la jurisprudencia del artículo 292° del Código de Procedimientos Penales [§
2307]. (R. N. N .° 3229-2015-Tumbes, de 18-07-2016, £ j. 2. Sala Penal Transitoria. Texto completo:
<bit.ly/2n7 d22V>).
§ 1644. Siendo importante para admitir el recurso de apelación, la expresión de agravios y su
debida fundamentación, su inadmisibilidad por esta causa no puede basarse en meras formali­
dades como que esté expresamente consignada en la sumilla, pues si puede desprenderse de los
fundamentos del escrito, se cumplió este requisito. Véase la jurisprudencia del artículo 416° del Nuevo
Código Procesal Penal [§ 1708]. (Casación N .° 229-2015-Lima, de 10-11-2013, f. j. 13 y 13. Sala Penal
Permanente. Texto completo: <bit.ly/2YpDl3I>).
§ 1645. Definición de “expresión de agravios” . Fundamentar no es repetir argumentos que ya
fueron expuestos ante el a quo o dar explicaciones personales o doctrinarias de por qué el impug­
nante estima que el fallo se encuentra errado o contrario a sus intereses. Véase la jurisprudencia del
artículo 300° del Código de Procedimientos Penales [§ 2347]. (R N . N .° 2421-2011-Cajamarca, de
24-01-2013, ff. jj. 6.1.2 al 6.1.4. Sala Penal Permanente. Texto completo: <bit.ly/29zx64k>).

JURISPRUDENCIA DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL

§ 1646. Derecho a los medios impugnatorios. 2. [...] [El] Tribunal recuerda que el derecho al
debido proceso que comprende una serie de derechos fundamentales de orden procesal, cada uno de los
cuales cuenta con un contenido constitucionalmente protegido que le es propio. Uno de los derechos
que conforman el derecho al debido proceso es el derecho de acceso a los medios impugnatorios. En ese
sentido, es necesario precisar que en la medida en que el derecho al debido proceso no tiene un ámbito
constitucionalmente garantizado en forma autónoma, sino que su lesión se produce a consecuencia de
la afectación de cualesquiera de los derechos que lo comprenden, dentro del cual se encuentra el de
acceso a los medios impugnatorios, un pronunciamiento sobre el fondo en relación con aquel derecho
presupone, a su vez, uno en tomo al último de los mencionados. 3. El derecho a los recursos o medios
impugnatorios es un contenido implícito de un derecho expreso. En efecto, si bien este no se encuentra
expresamente reconocido en la Constitución Política del Perú, su reconocimiento a título de derecho
fundamental puede inferirse de la cláusula constitucional mediante la cual se reconoce el derecho al
debido proceso. Como se expresa en el ordinal h) del artículo 8.2 de la Convención de la Americana
de Derechos Humanos. 4. En relación con su contenido, este Tribunal tiene afirmado que el derecho
a los medios impugnatorios es un derecho de configuración legal, mediante el cual se posibilita que lo
resuelto por un órgano jurisdiccional pueda ser revisado por un órgano jurisdiccional superior. (Exp.
N .° 5194-2005-H C/TC, del 14-03-2007 [Web: 22-05-2003/ EP: 22-05-2003], ff. jj. 2 al 4. Texto
completo: <bit.ly/2SREHQs>).

§ 1647. Diferencia entre revocación y nulidad. 3. [En] un acto procesal de impugnación el supe­
rior jerárquico al revisar tiene la facultad de confirmar, revocar o declarar nula la resolución impugnada.
No obstante, existe una distinción sustancial entre el instituto de revocar y el de anular, puesto que
cuando se revoca se deja sin efecto la resolución recurrida (subsistiendo el acto procesal pero sus efectos
no se ejecutan) y por esta razón el juzgador colegiado puede modificar la decisión del inferior, mientras
que cuando se anula el acto procesal queda como inexistente, por lo que jurídicamente nunca se realizó
y el juzgador colegiado puede disponer, en el caso concreto, porque el inferior vuelva a dictar la reso­
lución que corresponda conforme a ley. [...] (Exp. N .° 05068-2009-PHC/TC [caso Wiljredo Alejandro
Medina Veldsquez[, del 30-11-2009 [Web: 22-01-2010], £ j. 3. Texto completo: <bit.ly/2n3Pbjd>).
§ 1648. Diferencia entre anular o revocar una resolución impugnada. 3. En cuanto al extremo
que se cuestiona la resolución de nulidad de la Sala Superior, cabe precisar que en un acto procesal de
impugnación el superior jerárquico al revisar tiene la facultad de confirmar, revocar o declarar nula la

nom os & th e sis


849 SECCIÓN I: PRECEPTOS GENERALES Art. 404
resolución impugnada. No obstante, existe una distinción sustancial entre el instituto de revocar y el
de anular, puesto que cuando se revoca se deja sin efecto la resolución recurrida (subsistiendo el acto
procesal pero sus efectos no se ejecutan) y por esta razón el juzgador colegiado puede modificar la de­
cisión del inferior, mientras que cuando se anula el acto procesal queda como inexistente, por lo que
jurídicamente nunca se realizó y el juzgador colegiado puede disponer, en el caso concreto, porque el
inferior vuelva a dictar la resolución que corresponda conforme a ley. En el presente caso se advierte que
la resolución de la Sala Superior que se cuestiona no constituye una resolución en grado de apelación
que haya revocado la resolución de la primera instancia sobre concesión del beneficio penitenciario,
caso en el que se dispone la consecuente ubicación y captura del actor, sino que es una resolución que
en consulta declara la nulidad (deja al acto procesal inexistente) de la resolución del juez de ejecución
disponiendo que emita un nuevo pronunciamiento. Por ende, la resolución que de autos se cuestiona,
en sí misma, no contiene medida que imponga limitación al derecho de la libertad personal [...]. Por
consiguiente, en cuanto al cuestionamiento constitucional de la resolución de nulidad de la Sala Supe­
rior emplazada, la demanda debe ser rechazada en aplicación de la causal de improcedencia contenida
en el inciso 1 del artículo 5° del Código Procesal Constitucional, toda vez que la resolución no incide
de manera directa y negativa en el derecho de la libertad personal que es la materia de tutela del proceso
de hábeas corpus. (Exp. N .° 05068-2009-PHC/TC, del 30-11-2009 [Web: 22-01-2010], £ j. 3. Texto
completo: <bit.ly/2YvfzSV>).

§ 1649. El derecho de acceso a los recursos o a recurrir las resoluciones judiciales forma parte
del derecho fundamental al debido proceso. Contenido del derecho a la pluralidad de la instan­
cia. 2 .3 . [...] El Tribunal Constitucional tiene expuesto, en uniforme y reiterada jurisprudencia, que el
derecho de acceso a los recursos o a recurrir las resoluciones judiciales, es una manifestación implícita
del derecho fundamental a la pluralidad de la instancia, reconocido en el artículo 139°, inciso 6, de
la Constitución, el cual, a su vez, forma parte del derecho fundamental al debido proceso, reconocido
en el artículo 139°, inciso 3, de la Norma Fundamental (Cfr. SSTC 1243-2008-PHC, fundamento
2; 5019-2009-PHC, fundamento 2; 2396-2010-PA; fundamento 4). Con relación al contenido del
derecho a la pluralidad de la instancia, este Colegiado tiene establecido que se trata de un derecho
fundamental que “tiene por objeto garantizar que las personas, naturales o jurídicas, que participen en
un proceso judicial tengan la oportunidad de que lo resuelto por un órgano jurisdiccional sea revisado
por un órgano superior de la misma naturaleza, siempre que se haya hecho uso de los medios impug-
natorios pertinentes, formulados dentro del plazo legal” (Cfr. RRTC 3261-2005-PA, fundamento 3;
5108-2008-PA, fundamento 5; 5415-2008-PA, fundamento 6; y STC 0607-2009-PA, fundamento
51). En esa medida, el derecho a la pluralidad de la instancia guarda también conexión estrecha con
el derecho fundamental a la defensa, reconocido en el artículo 139°, inciso 14, de la Constitución.
Ahora bien, cabe señalar que este Tribunal ha advertido que el derecho sub examine, también denomi­
nado derecho a los medios impugnatorios, es uno de configuración legal conforme lo ha establecido
en la STC 4235-2010-H C/TC [§ 1668]: “...el derecho a los medios impugnatorios es un derecho de
configuración legal, mediante el cual se posibilita que lo resuelto por un órgano jurisdiccional pueda
ser revisado por un órgano jurisdiccional superior” (Cfr. SSTC 5194-2005-PA, fundamento 4; 10490-
2006-PA, fundamento 11; 6476-2008-PA, fundamento 7). Este Tribunal Constitucional de manera
reiterada ha señalado lo siguiente: “(...) El hecho de que el derecho a la pluralidad de la instancia ostente
un contenido esencialy, a su vez -en tanto derecho fundamental de configuración legal-, un contenido deli-
mitablepor el legislador democrático, genera, entre otras, una consecuencia inevitable, a saber, que el referido
derecho “no implica un derecho deljusticiable de recurrir todas y cada una de las resoluciones que se emitan
a l interior de unproceso\QJti. SST C 1243-2008-PHC, fundamento 3; 5019-2009-PHC, fundamento
3; 2596-2010-PA; fundamento 5, STC N .° 4235-2010-PHC, fiindamento 13 [§ 1668]). (Exp. N.°
04892-2013-PHC/TC [caso Grimaldo Taboada Cáceres], de 13-08-2014, f. j. 2.3. [Web: 16-05-2016 /
EP: 08-10-2016]. Texto completo: <bit.ly/2TSJh6y>).

§ 1650. El derecho a la pluralidad de instancia o derecho a recurrir el fallo del juez, como dere­
cho constitucionalmente protegido. 2. El derecho a la pluralidad de instancias forma parte del debido

♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL


Art. 404 LIBRO CUARTO: LA IMPUGNACION 850

proceso judicial y goza de reconocimiento a nivel internacional en la Convención Americana de Dere­


chos Humanos, la cual en su art. 8, inc. 2, parágrafo h, ha previsto que toda persona tiene el “Derecho
de recurrir del fallo ante juez o tribunal superior [...]” . 3. El Tribunal Constitucional tiene expuesto, en
uniforme y reiterada jurisprudencia, que el derecho de acceso a los recursos o a recurrir las resoluciones
judiciales, es una manifestación implícita del derecho fundamental a la pluralidad de instancias, reco­
nocido en el art. 139, inc. 6, de la Constitución, el cual, a su vez, forma parte del derecho fundamental
al debido proceso, reconocido en el art. 139, inc. 3, de la Norma Fundamental [...]. 4. Con relación al
contenido del derecho a la pluralidad de la instancia, este Colegiado tiene establecido que se trata de
un derecho fundamental que “tiene por objeto garantizar que las personas, naturales o jurídicas, que
participen en un proceso judicial tengan la oportunidad de que lo resuelto por un organo jurisdiccional
sea revisado por un órgano superior de la misma naturaleza, siempre que se haya hecho uso de los me­
dios impugnatorios pertinentes, formulados dentro del plazo legal [...]. En esa medida, el derecho a la
pluralidad de la instancia guarda también conexión estrecha con el derecho fundamental a la defensa,
reconocida en el art. 139, inc. 14, de la Constitución. 5. Ahora bien, cabe señalar que este Tribunal ha
advertido que el derecho sub examine, también denominado derecho a los medios impugnatorios, es
uno de configuración legal conforme lo ha establecido en la sentencia del Exp. N.° 4235-2010-PHC/
T C [§ 1668]: “ [...] el derecho a los medios impugnatorios es un derecho de configuración legal, me­
diante el cual se posibilita que lo resuelto por un órgano jurisdiccional pueda ser revisado por un órgano
jurisdiccional superior” [...]. 6. H a precisado también lo siguiente: [El] hecho de que el derecho a la
pluralidad de la instancia ostente un contenido esencial, y, a su vez -en tanto derecho fundamental de
configuración legal-, un contenido delimitable por el legislador democrático, genera, entre otras, una
consecuencia inevitable, a saber, que el referido derecho “no implica un derecho del justiciable de recu­
rrir todas y cada una de las resoluciones que se emitan al interior de un proceso” [...]. 7. En el presente
caso, se advierte de fojas 36 de autos la resolución de fecha 10 de marzo del 2008, que ordenó que el
abogado defensor del favorecido cumpla con firmar o suscribir el escrito de sustentación del recurso de
nulidad interpuesto contra la sentencia condenatoria de fecha 24 de enero del 2008. Si bien la precitada
resolución no señala un plazo para que se subsane dicha omisión; sin embargo, conforme a lo expresado
en la resolución de fecha 17 de julio del 2008, el actor fue notificado con el requerimiento de subsana-
ción el 28 de abril del 2008; y su abogado firmó el escrito de sustentación de la impugnación el 15 de
julio del 2008; es decir, más de dos meses después de notificado, lo cual resultó en un cumplimiento
tardío del requerimiento, además de atentatorio contra la celeridad que debe caracterizar a todo proceso
judicial, en especial al proceso penal, donde no puede permitirse una dilación innecesaria que afecte la
efectividad del iuspuniendi estatal, las labores de impartición de justicia concretamente el interés gene­
ral en la investigación y sanción del delito, ni que perjudique a las demás partes procesales ni la protec­
ción de bienes jurídicos constitucionales. 8. Además, en el caso de autos, se señaló el apercibimiento en
la diligencia de lectura de sentencia de fecha 24 de enero del 2008, conforme se aprecia de fojas 28, de
que en caso no se fundamente el recurso de nulidad interpuesto contra la sentencia condenatoria dentro
del plazo de ley, se declarará improcedente el referido recurso conforme a lo previsto por el art. 300
del Código de Procedimientos Penales, por lo que este Tribunal Constitucional entiende que el plazo
para la presentación de la referida impugnación es perentorio, razonable, diligente y no ad infinitum.
9. Este Tribunal considera que en el presente caso se rechazó correctamente el medio impugnatorio de
apelación porque el favorecido incumplió con subsanar el escrito de sustentación del recurso de nulidad
interpuesto contra la sentencia que lo condenó, dentro de un plazo razonable. 10. Por lo expuesto, este
Tribunal declara que, en el presente caso, no se violó el derecho a la pluralidad de la instancia o doble
instancia reconocido en el art. 139, inc. 6 de la Constitución. (Exp. N .° 04067-2014-PHC/TC, del 24­
01-2018 [Web: 25-06-2018 / EP: 22-11-2018], ff. jj. 2 al 10. Texto completo: <bit.ly/2TmNChX>).

§ 1651. El derecho a la pluralidad de instancia guarda completa relación con el derecho cons­
titucional de defensa, junto a la de ser juzgado por un juez imparcial. 11. Esta Sala aprecia que un
extremo de la demanda se dirige contra la Sala Penal de Apelaciones de la Corte Superior de Justicia
de Cañete, integrada por los señores HM, G G y FS, y, se solicita la nulidad de la sentencia de fecha 25
de julio de 2016, que confirmó la sentencia condenatoria emitida por el Juzgado Penal Colegiado de
nomos &thesis
851 SECCION I: PRECEPTOS GENERALES Art. 404
Cañete. Sin embargo, según se advierte a foja 1 de autos en la resolución de fecha 25 de julio de 2016 '
(cuya nulidad se solicita) se tiene por devueltos los autos del superior: se dispone la inscripción y el cum­
plimiento de la pena impuesta en la sentencia y se avocan los señores HM, G G y FS como integrantes
del Juzgado Penal Colegiado de Cañete; es decir, erróneamente, se consideró a dichos magistrados como
integrantes de la Sala Penal de Apelaciones de la Corte Superior de Justicia de Cañete demandada en
autos. 12. De otro lado, de los fundamentos de la demanda esta Sala advierte que, en relación con la ale­
gada vulneración del derecho a la pluralidad de instancia del favorecido, lo que en realidad se pretende
es cuestionar la resolución expedida por la Sala Penal de Apelaciones de la Corte Superior de Justicia de
Cañete sobre la declaración de inadmisibilidad del recurso de apelación que don RS presentó contra la
sentencia condenatoria; esto es, la sentencia, Resolución 11, de fecha 2 de febrero de 2016; y no la reso­
lución de fecha 25 de julio de 2016, que fue emitida por el Juzgado Penal Colegiado de Cañete. 13. En
efecto, según se aprecia a foja 51 de autos, en el numeral 2 de la sentencia, Resolución 11” de fecha 2 de
febrero de 2016, se declaró inadmisible el recurso de apelación que presentó el favorecido por no haber
concurrido su abogado defensor a la audiencia de apelación de sentencia. La Sala Penal de Apelaciones
de la Corte Superior de Justicia de Cañete que emitió la precitada resolución estuvo integrada por los
señores SQ, GH y Q M (f. 61). 14. El Tribunal Constitucional ha señalado que el derecho a ser juzgado
por un juez imparcial constituye un elemento del derecho al debido proceso y se refiere a evitar cual­
quier tipo de compromiso que pudiera tener el juez con las partes procesales o en el resultado del proce­
so, o a la influencia negativa que puede tener en el juez la estructura del sistema, es decir, si el sistema no
ofrece suficientes garantías para desterrar cualquier duda razonable. 15. Este Colegiado aprecia a fojas
187 de autos que la sentencia de fecha 7 de julio de 2017, emitida en segunda instancia en el presente
proceso de hábeas corpus y que desestimó la demanda, fue dictada por la Sala Penal de Apelaciones de la
Corte Superior de Justicia de Cañete integrada por los señores SQ, GH y QM, quienes se pronunciaron
en los numerales 13 y 14 de la citada sentencia sobre la alegada vulneración del derecho a la pluralidad
de instancia al haberse declarado inadmisible el recurso de apelación contra la sentencia condenatoria
impuesta al favorecido. 16. Por ello, esta Sala considera que la participación del colegiado integrado por
los magistrados SQ, G H y QM en la expedición de la sentencia, Resolución 11, de fecha 2 de febrero de
2016, y en la sentencia de segunda instancia en el presente proceso de hábeas corpus vulnera el derecho
a ser juzgado por un juez imparcial. 17. Por consiguiente, al haberse infringido el derecho a ser juzgado
en sede constitucional por un juez imparcial, se ha incurrido en un vicio procesal que constituye un
quebrantamiento de forma (Expedientes 2944-2012-PHC/TC y 3064-2016-PHC/TC). Por tanto,
en aplicación del arlículo 20 del Código Procesal Constitucional, se deben devolver los actuados a fin
de que se emita un nuevo pronunciamiento en el proceso de hábeas corpus sin la intervención de los
magistrados SQ, GH y QM. 18. Finalmente, debe tenerse presente que el Tribunal Constitucional en
la sentencia recaída en el Expediente 4865-2012-PHCITC, en un caso similar al presente, ha dejado
establecido que el derecho a la pluralidad de instancia es un derecho fundamental que tiene por objeto
garantizar que las personas, naturales o jurídicas, que participen en un proceso judicial tengan la opor­
tunidad de que lo resuelto por un órgano jurisdiccional sea revisado por un órgano superior de la misma
naturaleza, siempre que se haya hecho uso de medios impugnatorios pertinentes formulados dentro del
plazo legal. En ese sentido, el derecho a la pluralidad de la instancia guarda también conexión estrecha
con el derecho fundamental de defensa, reconocido en el artículo 139, inciso 14, de la Constitución
Política del Perú. (Exp. N .° 03307-2017-HC/TC, del 18-09-2018 [Web: 24-10-2018], ff. jj. 11 al 18.
Texto completo: <bit.ly/2VYkYRd>).

§ 1652. El derecho fundamental a la pluralidad de instancia en la normativa y jurisprudencia


supranacional. 5. El derecho fundamental a la pluralidad de instancia, reconocido en el artículo 139,
inciso 6 de la Constitución, constituye uno de los pilares en lo que se cimenta un Estado Constitucio­
nal peruano, que es respetuoso de la primacía normativa de la Constitución y garante de la vigencia
efectiva de los derechos fundamentales, pues considera a la persona humana como valor supremo el
mismo que es anterior y superior al propio Estado y que, por tanto, condiciona todo el accionar de la
Administración Pública. 6. Tal derecho fundamental ha sido consagrado en instrumentos internacio­
nales ratificados por el Estado Peruano y que, por ende, forma parte del Derecho interno; tales como
♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL
Art. 404 LIBRO CUARTO: LA IMPUGNACIÓN 852

la Convención Americana sobre Derechos Humanos, cuyo artículo 8, inciso 2, literal h) establece que
“ [d]urantc el proceso, toda persona tiene derecho, en plena igualdad, a las siguientes garantías mínimas
[...] derecho de recurrir del fallo ante juez o tribunal superior”; y el Pacto Internacional de Derechos
Civiles y Políticos, cuyo artículo 14, inciso 5 contempla que “ [t]oda persona declarada culpable de un
delito tendrá derecho a que el fallo condenatorio y la pena que se le haya impuesto sean sometidos a un
Tribunal superior, conforme a lo prescrito por la ley”. Esto último, desde ya adelantamos, no implica
vaciar de contenido el derecho constitucional por vía legislativa, impidiendo un pronunciamiento del
superior jerárquico a pesar de haber sido oportunamente interpuesto el recurso. 7. Al respecto, la propia
Corte Interamericana de Derechos Humanos ha señalado que “ [...] Si bien los Estados tienen un mar­
gen de apreciación para regular el ejercicio de ese recurso, no pueden establecer restricciones o requisitos
que infrinjan la esencia misma del derecho de recurrir del fallo [...] no basta con la existencia formal
de los recursos sino que éstos deben ser eficaces”, es decir, deben dar resultados o respuestas al fin para
el cual fueron concebidos” (cfr. Caso Herrera Ulloa Vs Costa Rica, sentencia del 2 de julio de 2004,
párrafo 161 [§ 26]). 8. Asimismo, la Corte ha hecho suyo el criterio del Comité de Derechos Humanos
establecido en los casos M. Sineiro Fernández c. España (1007/2001), dictamen del 7 de agosto de
2003, párrafos 7 y 8: Gómez Vásquez c. España (701/1996), dictamen del 20 de julio de 2000, párrafo
11.1 m, en el sentido que sigue: [...] la inexistencia de la posibilidad de que el fallo condenatorio y la
pena del autor fueran revisadas íntegramente, como se desprende de la propia sentencia de casación [..],
limitándose dicha revisión a los aspectos formales o legales de la sentencia, no cumple con las garantías
que exige el párrafo 3, artículo 14 del Pacto. Por consiguiente, al autor le fue denegada el derecho a la
revisión del fallo condenatorio y de la pena, en violación del párrafo 5 del artículo 14 del Pacto.” (cfr.
Caso Herrera Ulloa Vs. Costa Rica. Sentencia del 2 de julio de 2004, párrafo 166). 9. Afirma en otros
de sus casos, que, en tanto las garantías judiciales buscan que quien esté incurso en un proceso no sea
sometido a decisiones arbitrarias, “ [...] el derecho a recurrir del fallo no podría ser efectivo si no se
garantiza respecto de todo aquél que es condenado, ya que la condena es la manifestación del ejercicio
del poder punitivo del Estado” (cfr. Caso Mohamed Vs. Argentina. Sentencia del 23 de noviembre
de 2012, párrafo 92). 10. En esta parte, debe acotarse que constituye un imperativo interpretar los
derechos conforme a los tratados internacionales y a la jurisprudencia supranacional, pues la Cuarta
Disposición Final y Transitoria de la Constitución señala que “ [l]as normas relativas a los derechos y las
libertades que la Constitución reconoce se interpretan de conformidad con la Declaración Universal de
Derechos Humanos y con los tratados y acuerdos internacionales sobre las mismas materias ratificadas
por el Perú” . Asimismo, el artículo V del Título Preliminar del Código Procesal Constitucional señala
expresamente que “ [e] 1 contenido y alcances de los derechos constitucionales protegidos por los proce­
sos regulados en el presente Código deben interpretarse de conformidad con la Declaración Universal
de Derechos Humanos, los tratados sobre derechos humanos, así como de las decisiones adoptadas por
los tribunales internacionales sobre derechos humanos constituidos según tratados de los que el Perú es
parte”. Aquello no es otra cosa que el Derecho Convencional al que se encuentra sometido el Estado
peruano, en tanto parte suscriptora de instrumentos internacionales sobre Derechos Humanos. 11. A
nivel interno, y en armonía con los tratados internacionales antes referidos, este Tribunal en reiterada,
abundante y uniforme jurisprudencia, ha sostenido que el derecho fundamental a la pluralidad de ins­
tancia forma parte inherente del derecho fundamental al debido proceso, consagrado en el artículo 139,
inciso 6, del Texto Constitucional (cfr. Sentencias 12,13-2008-PHC/TC, fundamento 2; 5019-2009-
PH C /TC, fundamento 2:2596-2010-PA/TC, fundamento 4, entre otras). 12. Asimismo, en relación a
su contenido, tiene establecido que se trata de un derecho fundamental que “tiene por objeto garantizar
que las personas, naturales o jurídicas, que participen en un proceso judicial tengan la oportunidad de
que lo resuelto por un órgano jurisdiccional sea revisado por un órgano superior de la misma naturaleza,
siempre que se haya hecho uso de los medios impugnatorios pertinentes, formulados dentro del plazo
legal” (cfr. RRTC 03261-2005-PA, fundamento 3; 05108-2008-PA, fundamento 5; 05415-2008-PA,
fundamento 6; y Sentencia 00607-2009-PA, fundamento 51). En ese orden, no es difícil advertir que
el derecho a la pluralidad de la instancia guarda también conexión estrecha con el derecho fundamental
de defensa, reconocido en el artículo 139, inciso 14, de la misma Carta fundamental. 13. Si bien este

n o m o s & th e sis
853 SECCIÓN I: PRECEPTOS GENERALES Art. 404
Tribunal ha indicado que el derecho sub examine es uno de configuración legal (cfr. Sentencias 5194-
2005-PA/TC, fundamento 4; 10490-2006-PA/TC, fundamento 1 1; 6476-2008-PA/TC, fundamento
7), esto no significa, en modo alguno, que el legislador ordinario, al regular los requisitos para su ejer­
cicio, lo deje sin contenido o lo limite irrazonablemente, contraviniendo así la voluntad del Legislador
Constituyente, que es la voluntad originaria, suprema y soberana. Se trata entonces de verificar en
cada caso si lo regulado se encuentra dentro del marco de lo “constitucionalmente posible”, o si, por
el contrario, lo previsto legalmente resulta arbitrario en todos los sentidos interpretativos posibles, en
cuyo caso corresponde a la justicia constitucional utilizar los mecanismos correctivos necesarios en pro­
cura de restablecer el derecho fundamental afectado. (Exp. N .° 07805-2013-PHC/TC, del 18-10-2018
[Web: 26-10-2018], ff. jj. 5 al 13. Texto completo: <bit.ly/2Hurg7g>).

JURISPRUDENCIA DE LA CORTE INTERAMERICANA DE DERECHOS HUMANOS

§ 1653. El derecho a recurrir del fallo. El recurso ordinario debe ser eficaz y accesible. El
recurso contra la sentencia condenatoria debe respetar garantías procesales mínimas. 241. El ar­
tículo 8.2 de la Convención contempla la protección de garantías mínimas a favor de “ [t]oda persona
inculpada de delito” . La Corte entiende que el artículo 8.2 se refiere, en términos generales, a las ga­
rantías mínimas de una persona que es sometida a una investigación y proceso penal. Esas garantías
mínimas deben ser protegidas dentro del contexto de las distintas etapas del proceso penal, que abarca
la investigación, acusación, juzgamiento y condena. En el último inciso en que expone esas garantías,
es decir, el h), se refiere al “derecho de recurrir del fallo ante juez o tribunal superior”. Se trata de una
garantía del individuo frente al Estado y no solamente una guía que oriente el diseño de los sistemas de
impugnación en los ordenamientos jurídicos de los Estados Partes de la Convención. 242. El Tribunal
ha señalado que el derecho de recurrir del fallo es una garantía primordial que se debe respetar en el
marco del debido proceso legal, en aras de permitir que una sentencia adversa pueda ser revisada por
un juez o tribunal distinto y de superior jerarquía orgánica. La doble conformidad judicial, expresada
mediante el acceso a un recurso que otorgue la posibilidad de una revisión íntegra del fallo condenato­
rio, confirma el fundamento y otorga mayor credibilidad al acto jurisdiccional del Estado, y al mismo
tiempo brinda mayor seguridad y tutela a los derechos del condenado. Asimismo, la Corte ha indicado
que, lo importante es que el recurso garantice la posibilidad de un examen integral de la decisión recu­
rrida. 243. El derecho de impugnar el fallo busca proteger el derecho de defensa, en la medida en que
otorga la posibilidad de interponer un recurso para evitar que quede firme una decisión adoptada en un
procedimiento viciado y que contiene errores que ocasionarán un perjuicio indebido a los intereses de
una persona. 244. La Corte ha sostenido que el artículo 8.2.h de la Convención se refiere a un recurso
ordinario accesible y eficaz. Ello supone que debe ser garantizado antes de que la sentencia adquiera la
calidad de cosa juzgada. La eficacia del recurso implica que debe procurar resultados o respuestas al fin
para el cual fue concebido. Asimismo, el recurso debe ser accesible, esto es, que no debe requerir mayo­
res complejidades que tornen ilusorio este derecho. En ese sentido, la Corte estima que las formalidades
requeridas para que el recurso sea admitido deben ser mínimas y no deben constituir un obstáculo
para que el recurso cumpla con su fin de examinar y resolver los agravios sustentados por el recurren­
te. 245. Debe entenderse que, independientemente del régimen o sistema recursivo que adopten los
Estados Parte y de la denominación que den al medio de impugnación de la sentencia condenatoria,
para que éste sea eficaz debe constituir un medio adecuado para procurar la corrección de una condena
errónea. Ello requiere que pueda analizar las cuestiones fácticas, probatorias y jurídicas en que se basa
la sentencia impugnada, puesto que en la actividad jurisdiccional existe una interdependencia entre las
determinaciones fácticas y la aplicación del derecho, de forma tal que una errónea determinación de
los hechos implica una errada o indebida aplicación del derecho. Consecuentemente, las causales de
procedencia del recurso deben posibilitar un control amplio de los aspectos impugnados de la sentencia
condenatoria. 246. Además, el Tribunal considera que, en la regulación que los Estados desarrollen en
sus respectivos regímenes recursivos, deben asegurar que dicho recurso contra la sentencia condenatoria
respete las garantías procesales mínimas que, bajo el artículo 8 de la Convención, resulten relevantes y
necesarias para resolver los agravios planteados por el recurrente, lo cual no implica que deba realizarse

♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL


Art. 404 LIBRO CUARTO: LA IMPUGNACIÓN 854

un nuevo juicio. 247. En el caso específico, la Corte también considera conveniente resaltar que el
derecho de recurrir del fallo también se encuentra previsto en la Convención sobre los Derechos del
Niño. El artículo 40.2.b.v señala que: “a todo niño del que se alegue que ha infringido las leyes penales
o a quien se acuse de haber infringido esas leyes se le garantice, por lo menos, lo siguiente: [...] que
esta decisión y toda medida impuesta a consecuencia de ella, serán sometidas a una autoridad u órgano
judicial superior competente, independiente e imparcial, conforme a la ley”. Al respecto, el Comité
de los Derechos del Niño ha interpretado que conforme a esta disposición “ [e]l niño tiene derecho a
apelar contra la decisión por la que se le declare culpable de los cargos formulados contra él y las me­
didas impuestas como consecuencia del veredicto de culpabilidad. Compete resolver esta apelación a
una autoridad u órgano judicial superior competente, independiente e imparcial, en otras palabras, un
órgano que satisfaga las mismas normas y requisitos que el que conoció del caso en primera instancia”.
Asimismo, también ha estimado que este derecho “no se limita a los delitos más graves”. Por lo tanto,
el derecho de recurrir del fallo adquiere una relevancia especial tratándose de la determinación de los
derechos de los niños, particularmente, cuando han sido condenados a penas privativas de libertad por
la comisión de delitos. (CIDH , Caso Mendoza y Otros vs. Argentina,, sentencia de 14-05-2013, párrs.
241 al 247. Texto completo: <bit.ly/2vkywLz>). .
§ 1654. El recurso de revisión como excepción al principio de cosa juzgada. 121. Con respecto
a los recursos de revisión, esta Corte ha establecido en otras oportunidades que “ [l]a doctrina se ha
referido en forma reiterada al recurso de revisión como un recurso excepcional con el fin de evitar que
la cosa juzgada mantenga una situación de evidente injusticia debido al descubrimiento de un hecho
que, de haberse conocido al momento de dictarse la sentencia hubiese modificado su resultado, o que
demostraría la existencia de un vicio sustancial en la sentencia” . 122. En ese sentido, este Tribunal en­
tiende que el recurso de revisión constituye una excepción al principio de cosa juzgada y está orientado
a enmendar los errores, irregularidades, o violaciones al debido proceso, cometidos en determinadas
decisiones judiciales, para que, en aplicación de la justicia material, se profiera una nueva decisión que
resulte acorde al ordenamiento jurídico cuando sea evidente que en esas mismas decisiones se cometie­
ron errores o ilicitudes que las vuelven contrarias a derecho. La normatividad interna de varios Estados
de la región ha incorporado estos recursos en el marco de sus derechos procesales penales. De la misma
forma, varios tribunales penales internaciones, o incluso tribunales internacionales no penales, estable­
cen en sus procedimientos la posibilidad de revisar el fallo condenatorio por distintas causas. De esa for­
ma, debe entenderse que esos recursos se establecen como un remedio contra los actos violatorios de los
derechos fundamentales, en los términos del artículo 25 de la Convención, cometidos en el desarrollo
de un proceso judicial. 123. Además, la Corte ha señalado que los Estados tienen la responsabilidad de
establecer normativamente y de asegurar la debida aplicación de los recursos efectivos y de las garantías
del debido proceso legal ante las autoridades competentes, que amparen a todas las personas bajo su
jurisdicción contra actos que violen sus derechos fundamentales o que conlleven a la determinación de
los derechos y obligaciones de éstas. También ha establecido que para que el Estado cumpla con lo dis­
puesto en el artículo 25 de la Convención no basta con que los recursos existan formalmente, sino que
es preciso que tengan efectividad en los términos del mismo, es decir que den resultados o respuestas
a las violaciones de derechos reconocidos, ya sea en la Convención, en la Constitución o en la ley. Lo
anterior implica que el recurso debe ser idóneo para combatir la violación y que sea efectiva su aplica­
ción por la autoridad competente. De igual manera un recurso efectivo implica que el análisis por la
autoridad competente de un recurso judicial no puede reducirse a una mera formalidad, sino que debe
examinar las razones invocadas por el demandante y manifestarse expresamente sobre ellas. (CIDH,
Caso Ornar Humberto Maldonado Vargas y Otros vs. Chile, sentencia de 02-09-2015, párrs. 121 al 123.
Texto completo: <bit.ly/2UzK73x>).
§ 1655. Toda persona privada de la libertad tiene derecho a recurrir la legalidad de su deten­
ción ante un juez o tribunal competente. 170. El artículo 7.6 de la Convención protege el derecho de
toda persona privada de la libertad a recurrir la legalidad de su detención ante un juez o tribunal com­
petente, a fin de que éste decida, sin demora, sobre la legalidad de la privación de libertad y, en su caso,

nom os & th e sís


855 SECCIÓN I: PRECEPTOS GENERALES Art. 404
decrete su libertad. La Corte ha enfatizado que la autoridad que debe decidir la legalidad del arresto o
detención debe ser un juez o tribunal. Con ello la Convención está resguardando que el control de la
privación de la libertad debe ser judicial. Asimismo, ha referido que éstos “no solo deben existir for­
malmente en la legislación, sino que deben ser efectivos, esto es, cumplir con el objetivo de obtener sin
demora una decisión sobre la legalidad del arresto o de la detención. (CIDH, Caso J. vs. Perú, sentencia
de 27-11-2013, párr. 170. Texto completo: <bit.ly/2W6Wu94>).

§ 1656. El derecho a recurrir del fallo no podría ser efectivo si no se garantiza respecto de todo
aquél que es condenado, lo que incluye a quienes han sido condenados mediante sentencia que
revoca una decisión absolutoria. 90. La Corte hace notar que este caso presenta la particularidad de
que al imputado se le siguió un proceso penal de dos instancias, y fue condenado en segunda instancia
por un tribunal que revocó la decisión absolutoria del juzgado de primera instancia. Para determinar si
al señor Mohamed le asistía el derecho de recurrir del fallo ante juez o tribunal superior, corresponde
determinar si la protección consagrada en el artículo 8.2.h de la Convención Americana permite una
excepción, tal como alega Argentina, cuando el imputado haya sido declarado condenado por un tri­
bunal que resuelva un recurso contra su absolución. 91. El artículo 8.2 de la Convención contempla
la protección de garantías mínimas a favor de “ [tjoda persona inculpada de delito”. En el último inciso
en que expone esas garantías, cual es el h), protege el “derecho de recurrir del fallo ante juez o tribunal
superior” . La Corte entiende que el artículo 8.2 se refiere, en términos generales, a las garantías mínimas
de una persona que es sometida a una investigación y proceso penal. Esas garantías mínimas deben ser
protegidas dentro del contexto de las distintas etapas del proceso penal, que abarca la investigación, acu­
sación, juzgamiento y condena. 92. Teniendo en cuenta que las garantías judiciales buscan que quien
esté incurso en un proceso no sea sometido a decisiones arbitrarias, la Corte interpreta que el derecho
a recurrir del fallo no podría ser efectivo si no se garantiza respecto de todo aquél que es condenado,
ya que la condena es la manifestación del ejercicio del poder punitivo del Estado. Resulta contrario al
propósito de ese derecho específico que no sea garantizado frente a quien es condenado mediante una
sentencia que revoca una decisión absolutoria. Interpretar lo contrario, implicaría dejar al condenado
desprovisto de un recurso contra la condena. Se trata de una garantía del individuo frente al Estado
y no solamente una guía que orienta el diseño de los sistemas de impugnación en los ordenamientos
jurídicos de los Estados Partes de la Convención. (CIDH, Caso Mohamed vs. Argentina,, sentencia del
23-11-2012, párrs. 90 al 92. Texto completo: <bit.ly/2W7OVPd>).

§ 1657. Características que debe tener un recurso impugnatorio para constituirse en una ga­
rantía del debido proceso. 269. El alcance y el contenido del derecho de recurrir del fallo han sido
precisados en numerosos casos resueltos por esta Corte. En general, ha determinado que es una garan­
tía primordial que se debe respetar en el marco del debido proceso legal, en aras de permitir que una
sentencia adversa pueda ser revisada por un juez o tribunal distinto y de superior jerarquía orgánica.
Toda persona sometida a una investigación y proceso penal debe ser protegida en las distintas etapas
del proceso, que abarca la investigación, acusación, juzgamiento y condena. 270. En particular, con­
siderando que la Convención Americana debe ser interpretada teniendo en cuenta su objeto y fin,
que es la eficaz protección de los derechos humanos, la Corte ha determinado que debe ser un recurso
ordinario, accesible y eficaz, que permita un examen o revisión integral del fallo recurrido, esté al al­
cance de toda persona condenada y respete las garantías procesales mínimas: a) Recurso ordinario: el
derecho de interponer un recurso contra el fallo debe ser garantizado antes de que la sentencia adquiera
la calidad de cosa juzgada, pues busca proteger el derecho de defensa evitando que quede firme una
decisión adoptada en un procedimiento viciado y que contenga errores que ocasionarán un perjuicio
indebido a los intereses de una persona, b) Recurso accesible: su presentación no debe requerir mayores
complejidades que tornen ilusorio este derecho. Las formalidades requeridas para su admisión deben
ser mínimas y no deben constituir un obstáculo para que el recurso cumpla con su fin de examinar y
resolver los agravios sustentados por el recurrente, c) Recurso eficaz: no basta con la existencia formal
del recurso, sino que éste debe permitir que se obtengan resultados o respuestas al fin para el cual fue
concebido. Independientemente del régimen o sistema recursivo que adopten los Estados Partes y de

♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL


Art. 405 LIBRO CUARTO: LA IMPUGNACIÓN 856

la denominación que den al medio de impugnación de la sentencia condenatoria, debe constituir un


medio adecuado para procurar la corrección de una condena errónea. Este requisito esta intimamente
vinculado con el siguiente: d) Recurso que permita un examen o revisión integral del fallo recurrido:
debe asegurar la posibilidad de un examen integral de la decisión recurrida. Por lo tanto, debe permitir
que se analicen las cuestiones fácticas, probatorias y jurídicas en que se basa la sentencia impugnada,
puesto que en la actividad jurisdiccional existe una interdependencia entre las determinaciones fácticas
y la aplicación del derecho, de forma tal que una errónea determinación de los hechos implica una erra­
da o indebida aplicación del derecho. Consecuentemente, las causales de procedencia del recurso deben
posibilitar un control amplio de los aspectos impugnados de la sentencia condenatoria. De tal modo
se podrá obtener la doble conformidad judicial, pues la revisión íntegra del fallo condenatorio permite
confirmar el fundamento y otorga mayor credibilidad al acto jurisdiccional del Estado, al paso que
brinda mayor seguridad y tutela a los derechos del condenado, e) Recurso al alcance de toda persona
condenada: el derecho a recurrir del fallo no podría ser efectivo si no se garantiza respecto de todo aquél
que es condenado, ya que la condena es la manifestación del ejercicio del poder punitivo del Estado.
Debe ser garantizado inclusive frente a quien es condenado mediante una sentencia que revoca una
decisión absolutoria, f) Recurso que respete las garantías procesales mínimas: los regímenes recursivos
deben respetar las garantías procesales mínimas que, con arreglo al artículo 8 de la Convención, resulten
pertinentes y necesarias para resolver los agravios planteados por el recurrente, sin que ello implique la
necesidad de realizar un nuevo juicio oral. (CID H , Caso Norín Catnmán y Otros (Dirigentes, miembros
y activista del pueblo indígena mapuche) vs. Chile, sentencia del 29-05-2014, párrs. 269 y 270. Texto
completo: cbit.ly/2ISW w 02>).
§ 1658. Los recursos son ilusorios cuando se demuestra su inutilidad en la práctica. 137. Los
recursos son ilusorios cuando se demuestra su inutilidad en la práctica, el Poder Judicial carece de la
independencia necesaria para decidir con imparcialidad o faltan los medios para ejecutar las decisiones
que se dictan en ellos. A esto puede agregarse la denegación de justicia, el retardo injustificado en la
decisión y el impedimento del acceso del presunto lesionado al recurso judicial. (C ID H , Caso Ivcher
Bronstein vs. Perú, sentencia del 06-02-2001, párr. 137. Texto completo: <bit.ly/2PuhzaX>).
§ 1659. El hecho de que las impugnaciones no se resuelvan de manera favorable al recurrente
no quiere constituye por sí misma una vulneración al derecho de acceso a un recurso efectivo.
83. Si bien las instancias superiores no advirtieron las irregularidades que ocurrieron en el proceso
penal, de las que deriva la responsabilidad internacional del Estado por la violación del artículo 8 de
la Convención, admitieron a trámite y resolvieron con regularidad los recursos interpuestos por la
defensa del señor Fermín Ramírez. El hecho de que las impugnaciones intentadas no fueran resueltas,
en general, de manera favorable a los intereses del señor Fermín Ramírez, no implica que la víctima no
tuviera acceso a un recurso efectivo para proteger sus derechos. Luego del análisis de los fundamentos
de hecho y de derecho contenidos en las resoluciones de los diversos recursos intentados en el proceso
penal, este Tribunal no considera demostrado que el Estado violó el derecho de acceso a un tribunal, o
coartó al imputado la posibilidad de contar con un recurso efectivo para impugnar la sentencia dictada
en su contra. (CIDH , Caso Fermín Ramírez vs. Guatemala, sentencia del 20-06-2005, párr. 83. Texto
completo: <bit.ly/2IKm5Sc>).

Artículo 405: Formalidades del recurso

1. Para la admisión del recurso se requiere:


a) Que sea presentado por quien resulte agraviado por la resolución, tenga interés directo y se halle
facultado legalmente para ello. El Ministerio Público puede recurrir incluso a favor del imputado.
b) Que sea interpuesto por escrito y en el plazo previsto por la Ley. También puede ser interpuesto en
forma oral, cuando se trata de resoluciones expedidas en el curso de la audiencia, en cuyo caso el recurso
se interpondrá en el mismo acto en que se lee la resolución que lo motiva.

n o m o s & th e s ls
857 SECCIÓN I: PRECEPTOS GENERALES A lt 405
c) Que se precise las partes o puntos de la decisión a los que se refiere la impugnación, y se expresen
los fundamentos, con indicación específica de los fundamentos de hecho y de derecho que lo apoyen. El
recurso deberá concluir formulando una pretensión concreta.
2. Los recursos interpuestos oralmente contra las resoluciones finales expedidas en la audiencia se
formalizarán por escrito en el plazo de cinco días, salvo disposición distinta de la Ley.
3. El Ju e z que emitió la resolución impugnada, se pronunciará sobre la admisión del recurso y notificará
su decisión a todas las partes, luego de lo cual inmediatamente elevará los actuados al órgano jurisdiccio­
nal competente. El Juez que deba conocer la impugnación, aún de oficio, podrá controlar la admisibilidad
del recurso y, en su caso, podrá anular el concesorio.(1)

NOTA DE ACTUALIZACIÓN
(1) De conform idad con la 7.a DCF del Decreto Legislativo N.° 1307 (EP, 30-12-2016), se adelante la entrada en vigencia del
presente artículo, en los distritos judiciales donde aún no se encuentre vigente dicha norma, para su aplicación en el
proceso inmediato.

DOCTRINA JURISPRUDENCIAL VINCULANTE DE LA CORTE SUPREMA

§ 1660. Ausencia de oposición del actor civñ al requerimiento de sobreseimiento no impide que este
recurra en apelación. Ante un auto de sobreseimiento de primera instancia, contrario al requerimiento
de acusación, es el requerimiento del Fiscal Superior el que predomina, no siendo requisito que el reque­
rimiento del Fiscal Provincial sea también por sobreseimiento. Véase la jurisprudencia del artículo 345°
del Nuevo Código Procesal Penal [§ 1385]. (Casación N.° 187-2016-Lima, de 23-11-2016, que fija como
doctrina jurisprudencial los fF. jj. 15 al 21. Sala Penal Permanente. [EP, 30-01-2017, Sentencias en Casación,
Año XXI, N .° 722-B, pp. 87660-87663]. Texto completo: <bit.ly/2mr4q2P>).

§ 1661. Aun cuando la impugnación en casación de la sentencia fuera realizada oralmente en


audiencia, el impugnante tiene un plazo de diez días para formalizarla por escrito. Véase la jurispru­
dencia del artículo 414° del Nuevo Código Procesal Penal [§ 1703]. (R. Queja N.° 36-2013-NCPP-Ica,
del 26-08-2013, fF. jj. 3-6, que estableció como doctrina jurisprudencial vinculante los fF jj. 4, 5 y 6.
Sala Penal Permanente. Texto completo: <bit.ly/2O76093>).

ACUERDOS DE LAS SALAS PENALES SUPERIORES

§ 1662. Control de admisibilidad de los recursos impugnatorios. T e m a : Control de adm isibili­


dad de los recursos impugnatorios. A c u e r d o : “L o s recursos impugnatorios sólo serán admitidos por
los jueces de primera y segunda instancia mediante auto motivado, si contienen en forma expresa,
clara y precisa los requisitos mínimos legales descritos a continuación de modo enunciativo: 1) La
pretensión impugnatoria: pedir la revocatoria o nulidad de la resolución. Pueden ser propuestos
en forma de disyunción (o) o en forma de conjunción (y/o). Si la pretensión impugnatoria es de
revocatoria y/o nulidad (conjunción), deben ser fundamentadas en forma separada 2) La clase del
agravio: especificar el error de hecho o de derecho de la resolución. Si es un error de hecho debe
especificarse si se trata de: a) una errónea valoración de alguno o algunos de los elementos de con­
vicción o medios de prueba actuados en el proceso; b) la ausencia de valoración de alguno o algunos
de los elementos de convicción o medios de prueba actuados en el proceso; y, c) la invocación de
hechos no probados en el proceso. Si es un error de derecho debe especificarse si se trata de: a) la
indebida aplicación o errónea interpretación de la norma, b) la falta de aplicación de la norma, c)
la inaplicación o aplicación errónea de la jurisprudencia vinculante de la Corte Suprema de Justicia
o del Tribunal Constitucional aplicable al caso. 3) Las partes o puntos de la resolución que causa
agravio: identificar el número del fundamento de la resolución, cuál es la argumentación que se
considera errónea del Juez a quo y cuál sería la argumentación correcta que se propone sea acogida
por el Juez a d quem. 4) Desarrollar en forma enumerada y ordenada los fundamentos que sirven de
sustento para demostrar la argumentación errónea de la resolución impugnada, así como la argu-

♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL


Art.405 LIBRO CUARTO: LA IMPUGNACIÓN 858

mentación correcta que se pretende sea acogida” . F u n d a m e n t a c i ó n : Las partes legitimadas deben
cumplir de manera estricta con los requisitos previstos en la ley, para que pueda admitirse el recurso
impugnatorio interpuesto contra una resolución que le causa agravio, para tal efecto, los jueces de
primera y de segunda instancia deberán efectuar un control riguroso del cumplimiento formal de
los requisitos legales que permitan emitir un pronunciamiento válido sobre el fondo del recurso;
en caso contrario, procederán a declararlo inadmisible al constituir el derecho a la pluralidad de la
instancia uno de configuración legal. (Acuerdo N .° 5-2017-SPS-CSJLL, de 02-08-2017. Acuerdo de
Jueces Titulares de las Salas Penales Superiores de la Corte Superior de Justicia de La Libertad. Texto
completo: <bit.ly/2HbXqDQ> [p. 7]).

JURISPRUDENCIA DE LA CORTE SUPREMA

§ 1663. La impugnación penal debe extenderse a la reparación civil en los delitos de peligro.
Vigésimo prim ero. No obstante el Acuerdo Plenario N .° 6-2006/CJ-116 [fundamento 10] [§ 238],
señala que cabe la posibilidad que exista reparación civil en los delitos de peligro, pues se produce una
alteración del ordenamiento jurídico con entidad suficiente, según los casos, para ocasionar daños ci­
viles, sobre el que obviamente incide el interés tutelado por la norma penal -que, por lo general y que
siempre sea así, es de carácter supraindividual-. Esta delictiva alteración o perturbación del ordenamien­
to jurídico se debe procurar restablecer, así como los efectos que directa o causalmente ha ocasionado
su comisión [el daño como consecuencia directa y necesaria del hecho delictivo]. Vigésimo segundo.
Entonces, la reparación civil se logrará si se acredita la comisión del hecho punible. En el presente caso,
al ser un delito de peligro, la reparación está subordinada a la existencia del delito que se cuestiona por
afectación por vicios procesales, de ahí que la impugnación por la nulidad debió entenderse extensiva­
mente como impugnación de la reparación civil. Vigésimo tercero. Sobre la alegación de causa de justi­
ficación, es cierto que la antijuridicidad se rige por el principio de unidad del ordenamiento jurídico, lo
que significa que lo que no constituye un injusto en el ámbito penal, no debería constituirlo tampoco
en otra parte del ordenamiento jurídico. Vigésimo cuarto . Entonces, cuando un acto está protegido
por una causa de justificación, este será lícito, incluso en el ámbito civil, de ahí que no podría caber una
reparación civil. Esta consideración no es absoluta, pues puede haber casos en los cuales a pesar de no
ser antijurídica la conducta supone un daño civil. Vigésimo quinto. Entonces, el invocar que el hecho
imputado no es delito por falta de antijuricidad -al existir la causa de justificación que los hechos que se
le imputan al procesado se realizaron en ejercicio de actos de abogacía-, supone, en determinados casos,
que la conducta no ha causado ningún tipo de daño en el ordenamiento jurídico. De ahí que el juzga­
do debió haber hecho un razonamiento sobre si la alegación de justificación de la defensa involucraba
también sobre la existencia de daño civil. (Casación N .° 229-2015-Lima, de 10-11-2015, ff. jj. 21-25.
Sala Penal Permanente. Texto completo: <bit.ly/2YpDl3I>).
§ 1664. Reglas de interposición de impugnaciones orales. Si no se impugna expresamente una
decisión expedida oralmente o leída en audiencia, no hay una voluntad impugnativa claramente
consignada. No basta decir “no estando conforme” . Segundo. [...] La interposición oral del recurso
de la parte procesal legitimada solo cabe respecto de resoluciones expedidas en el curso de la audiencia,
supuesto en el que el recurso se interpondrá en el mismo acto en que se lee la resolución que lo motiva.
[...] Tercero. Que, (i) es evidente que no es viable impugnar oralmente una resolución escrita, pues la
regla es que esta modalidad de resolución solo se recurre por escrito y en el plazo previsto por la Ley.
También (ii) es incuestionable que el nuevo Código Procesal Penal en el caso de decisiones expedidas
oralmente o leídas en audiencia, como consecuencia de la concordancia de dos principios que la in­
forman: oralidad y concentración, introduce dos reglas clarísimas: (a) acto de interposición oral en esa
misma audiencia, y (b) ulterior formalización escrita del recurso en fecha posterior. Solo en el caso de
expedición de sentencias, por imperio del artículo 401°, apartado 1 del nuevo Código Procesal Penal, es
posible la reserva del acto de interposición. Cuarto. [En] el acto de la audiencia, expedida la resolución
oral cuestionada, la señora fiscal [...] expresó: “ ...no estando conforme, solicitamos se nos notifique y se nos
haga llegar los audios correspondientes a fin de evaluar las medidas y acciones correspondientes que tomará

n o m o s & th e s is
859 SECCIÓN I: PRECEPTOS GENERALES Art. 405
el Ministerio Público, en relación a los hechos materia de audiencia [...]. Al respecto cabe una precisión y
dos aclaraciones. 1. La señora Fiscal Provincial no impugnó expresamente el auto judicial de tutela de
derechos. No hay una voluntad impugnativa claramente consignada. No basta decir “no estando confor­
me', se requiere que la parte legitimada se pronuncie clara y contundentemente sobre la impugnación,
si recurre o no recurre. 2. La decisión oral se da por notificada en el mismo momento de su expedición
en presencia de las partes que asistieron a la audiencia -las características del principio de oralidad así
lo imponen-. 3. No puede condicionarse un acto procesal de parte -ni menos la suspensión del tiempo
del proceso- a que se le haga entrega del audio de la audiencia o se notifique una decisión oral -que
en este último caso no es viable- (para evaluar, según anotó, las medidas y acciones correspondientes),
puesto que el Ministerio Público estuvo representado en el acto de la audiencia y conocía de lo sucedido
y decidido. (Casación N.° 33-2010-Puno, de 11-11-2010, ff. jj. 2 y 3. Sala Penal Permanente. Texto
completo: <bit.ly/2bDorS4>).

§ 1665. Las meras alegaciones sin corroboración, no determinan la trascendencia del funda­
mento del recurso. Las conclusiones probatorias y jurídicas se pueden cuestionar en base a los
fundamentos de la impugnación. 3.5. Frente a tales afirmaciones, el impugnante sostiene que no se
habría valorado la vinculación de MAGC, quien afirmó que durante aproximadamente diez años este
último trabajó con WYB como cobrador de microbús en la ruta Santa Rosa-Jicamarca, así como la
vinculación familiar entre estas dos últimas personas. Sin embargo, dicho alegato constituye una mera
especulación que no contradice suficientemente las conclusiones a las que arribó la Sala Superior vía
prueba indiciaría, tanto más si no expresa contradicción respecto a la conclusión probatoria expresada
en la sentencia en cuestión, referida a la incriminación que habría expresado el también procesado
M AGC. (R. N. N .° 2444-2017-Lima, del 06-02-2018, f. j. 3.5. Sala Penal Permanente. Texto comple­
to: <bit.ly/2utc5Uf>).

§ 1666. Sala de Apelaciones debe constatar existencia de fundamentos que permitan deter­
minar si una problemática es de interés para el desarrollo de doctrina jurisprudencial. Véase la
jurisprudencia del artículo 430° del Nuevo Código Procesal Penal [§ 1840]. (Queja N.° 257-2016-NC-
PP-Lambayeque, del 12-07-2016, f. j. 6. Sala Penal Permanente. Texto completo: <bit.ly/2EvWebT>).

JURISPRUDENCIA DE LAS CORTES SUPERIORES

§ 1667. Tanto el procesado como el Ministerio Publico, una vez dictada en la misma audien­
cia la resolución que resuelve el requerimiento de prisión preventiva, pueden optar por reservar
su derecho de impugnar o expresar que interponen recurso de apelación, teniendo el plazo de
3 días hábiles en ambos casos para perfeccionar el acto. Véase la jurisprudencia del artículo 278°
del Nuevo Código Procesal Penal [§ 1190]. (Exp. N.° 00174-2017-64-1101, auto del 17-03-2017,
íf. jj. 5 al 11. Sala Penal de Apelaciones. Corte Superior de Justicia de Huancavelica. Texto completo:
<bit.ly/2Fs7wzu>).

JURISPRUDENCIA DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL

§ 1668. Derecho a recurrir. Aunque éste es un contenido vinculante del derecho que se proyecta
desde la propia Constitución, las condiciones para la procedencia del recurso pueden ser objeto de regula­
ción legal, sin perjuicio de lo cual, debe precisarse que tales condiciones no pueden representar obstáculos
irrazonables para el acceso al recurso y para su debida eficacia. En ese sentido, tal como ha sostenido este
Tribunal, no cabe que legalmente “se establezca y aplique condiciones de acceso que tengan el propósito
de disuadir, entorpecer o impedir irrazonable y desproporcionadamente su ejercicio” (Cfr. SSTC 5194-
2005-PA, F. J. 5; 0962-2007-PA, F. J. 4; 1243-2008-PHC, F. J. 3; 5019-2009-PHC, F. J. 3; 6036-2009-
PA, F. J. 2; 2596-2010-PA, F. J. 5). En palabras de la Corte Interamericana de Derechos Humanos,
“ [s]i bien los Estados tienen un margen de apreciación para regular el ejercicio de ese recurso, no pueden
establecer restricciones o requisitos que infrinjan la esencia misma del derecho de recurrir del fallo. Al res­
pecto, la Corte ha establecido que no basta con la existencia formal de los recursos sino que éstos deben

♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL


Art. 406 LIBRO CUARTO: LA IMPUGNACIÓN 860

ser eficaces’, es decir, deben dar resultados o respuestas al fin para el cual fueron concebidos”. (Cfr. Caso
Herrera Ulloa vs. Costa Rica, Excepciones preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas, Sentencia del 2
de julio de 2004, párrafo 161 [§ 26]). (Exp. N.° 4235-2010-PHC/TC [caso Alberto Fujimori F ujim ori
de 11-08-2011, £ j. 18 [Web: 11-08-2011 / EP, 21-09-2011]. Texto completo: <bit.ly/2TqjI7H>).
§ 1669. Juez constitucional puede revisar decisión de rechazar medios impugnatorios. 2.3.
[...] Debe tenerse presente también que este Tribunal ha considerado que el derecho a la pluralidad de
la instancia es un derecho de configuración legal, lo cual implica que es al legislador quien le corres­
ponde crear y/o determinar los requisitos que se debe cumplir para que estos sean admitidos, así como
establecer el procedimiento que se deba seguir. Sin embargo, ello no permite que se puedan establecer
condiciones o requisitos para que en realidad se busque disuadir o impedir la interposición de los re­
cursos. En el caso de autos, se cuestiona la resolución que declara inadmisible el recurso de apelación
interpuesta contra una sentencia condenatoria. Al respecto, conforme al fundamento 25 de la sentencia
recaída en el Expediente N .° 4235-2010-PHC/TC [§ 1668], pertenece al contenido constitucional­
mente protegido del derecho fundamental a la pluralidad de instancias, el derecho de toda persona a
un recurso eficaz contra la sentencia que imponga una condena penal. Sin embargo, y al encontrarnos
frente a un derecho de configuración legal, este Tribunal puede analizar si en la aplicación del artículo
405, numeral 1, inciso c), del Nuevo Código Procesal Penal, por el cual el recurso interpuesto fue de­
clarado inadmisible, se vulneró el derecho a la pluralidad de instancia. [...] En el considerando tercero
de la Resolución N .° 11, de fecha 16 de mayo de 2012, se señala específicamente que “De la revisión del
escrito de fundamentación del recurso de apelación [ ..] no cumple [...] relativo a la precisión del derecho en
que se apoyan los hechos que expone y cuestiona [...], razón por la que se declaró inadmisible el recurso
de apelación. Analizado el escrito de apelación [...], este Tribunal considera que este sí cumple los re­
quisitos establecidos en el artículo 405, numeral 1, inciso c), del Nuevo Código Procesal Penal, pues si
bien en la parte III, Fundamentos de Derecho del Petitorio, sólo se consigna el artículo 139, inciso 6, de
la Constitución Política del Perú y los artículos 413 y 414, inciso 1, del Nuevo Código Procesal Penal,
es en el desarrollo de la parte correspondiente a II, Fundamentos de Hecho del Impugnatorio, en el cual
se invoca la aplicación del principio de presunción de inocencia frente a la alegada insuficiencia pro­
batoria en la sentencia que condenó al recurrente. Cabe señalar que a este Tribunal no le corresponde
pronunciarse respecto a la extensión o calidad de la motivación en los fundamentos de derecho, sino
tan sólo determinar si ésta se aprecia o no en el recurso presentado por la defensa del recurrente, con
el fin de que su derecho a la pluralidad de instancias no sea vulnerado, como ha sucedido en el caso de
autos. Por lo expuesto, este Tribunal declara que en el presente caso se violó el derecho a la pluralidad
de instancias, reconocido en el artículo 139, inciso 6, de la Constitución. (Exp. N .° 03386-2012-HC/
T C [caso Jesús Benicio Marchan Ríos\, de 18-08-2014, £ j. 2.3 [Web: 18-11-2014]. Texto completo:
<bit.ly/2HDbE24>).

Artículo 406: Desistimiento

1. Quienes hayan interpuesto un recurso pueden desistirse antes de expedirse resolución sobre el gra­
do, expresando sus fundamentos.
2. El defensor no podrá desistirse de los recursos interpuestos por él sin mandato expreso de su patro­
cinado, posterior a la interposición del recurso:
3. El desistimiento no perjudicará a los demás recurrentes o adherentes, pero cargarán con las
c o s ta s .(1) (a)

NOTA DE ACTUALIZACIÓN
(1) De conform idad con la 7.a DCF del Decreto Legislativo N.° 1307 (EP, 30-12-2016), se adelante la entrada en vigencia del
presente artículo, en los distritos judiciales donde aún no se encuentre vigente dicha norma, para su aplicación en el
proceso inmediato.

n om os & th e sis
861 SECCIÓN I: PRECEPTOS GENERALES AH 406
PROTOCOLOS, REGLAMENTOS, LINEAMIENTOS, GUÍAS Y DIRECTIVAS
(a) Directiva N.° 005-2012-MP-FN: "Concurrencia del fiscal superior a la audiencia de apelación" (aprobado por la Resolu­
ción N.° 2045-2012-MP-FN de 08-08-2012). Véase el texto com pleto en: <bit.ly/2VLxOT3>.

PLENOS JURISDICCIONALES

§ 1670. Problemas generados con el desistimiento del recurso de apelación por parte del Fis­
cal Superior. P r e g u n t a : ¿El controljurisdiccional del desistimiento del recurso de apelación por parte del
Fiscal Superior vulnera el principio de separación de roles? C o n c l u s i ó n P l e n a r i a : E l Pleno adoptó por
mayoría: No corresponde declarar fundado el desistimiento del recurso de apelación, en caso que la Sala
advierta que la fúndamentación del Fiscal Superior no resulta razonable ni compatible con el princi­
pio de legalidad. (Pleno Jurisdiccional Nacional Penal y Procesal Penal, realizado en Chiclayo el 26 y
27 de junio de 2015. Tema: Desistimiento del Fiscal Superior en sede de Apelación. Texto completo:
<bit.ly/2af02D8>).

§ 1671. El desistimiento del recurso de apelación por parte del Fiscal Superior en supuestos de
criterios de oportunidad y terminación anticipada desestimados cuando también apele el imputado.
P r e g u n t a .: ¿El desistimiento delFiscal en los supuestos mencionadosgenera la imposibilidad de amparar el recurso
del imputado? C o n c l u s i ó n P l e n a r i a : E l Pleno adoptó por mayoría'. Sí, porque una de las partes intervi-
nientes en dichos supuestos es el Ministerio Público y como quiera que el desistimiento del fiscal superior
marcaría la pauta para no insistir en el uso de la aplicación de los criterios de oportunidad y terminación
anticipada, resultaría imposible que se ampare el recurso del imputado. (Pleno Jurisdiccional Nacional Penal
y Procesal Penal, realizado en Chiclayo el 26 y 27 de junio de 2015. Tema: Desistimiento del Fiscal Superior
en sede de Apelación. Texto completo: <bit.ly/2afÜ2D8>).

JURISPRUDENCIA DE LA CORTE SUPREMA

§ 1672. El desistimiento del fiscal superior de la apelación efectuada por el fiscal provincial
debe ser expreso y está sujeto al trámite del Código Procesal Civil: Tercero. [Por] la especial configu­
ración orgánica del Ministerio Público y los principios institucionales y de actuación que lo informan,
específicamente el principio de unidad en la función, el Fiscal Superior en grado no está sujeto a la
posición procesal asumida por el Fiscal inferior -esta no le es vinculante- y, por tanto, puede adoptar
un planteamiento jurídico distinto -el aludido principio de unidad en la función compromete, en todo
caso, a los Fiscales del mismo oficio, mas no al Superior en grado (la Fiscalía Superior)-, es de precisar
que el desistimiento siempre es expreso y está sujeto a un trámite específico, conforme establece el artí­
culo 341° y siguientes del Código Procesal Civil. En consecuencia, no es posible sostener que el Fiscal
Superior se desistió del recurso de apelación. Al no hacerlo -el desistimiento no se presume- el Tribunal
debía pronunciarse sobre el mérito del recurso de apelación del Fiscal Provincial, quien introdujo la
pretensión impugnativa y a la cual debió responder razonada y razonablemente. [...] (Casación N .°
22-2010-Cusco, de 23-09-2010, f. j. 3. Sala Penal Permanente. Texto completo: <bit.ly/2b3 lT p J> ).
§ 1673. Supremacía del principio de jerarquía cuando el recurso proviene del propio Ministe­
rio Publico. Quinto. Que, en cuanto a los dos extremos absolutorios recurridos por el Fiscal Adjunto
Superior, se tiene que el señor Fiscal Supremo en lo Penal en su dictamen [...] del cuadernillo de nu­
lidad, por falta de pruebas: ausencia de reconocimiento físico, de un lado, y falta de exposición de los
policías acerca de las incautaciones de las armas en fecha posterior al robo, de otro, no acepta los agra­
vios y se pronuncia por la ratificación de la sentencia en ambos puntos. Rige, entonces, el principio de
jerarquía. La posición del Ministerio Público la expresa el Fiscal superior en grado; y, si éste no se aúna
a la posición del fiscal recurrente, la impugnación queda vacía de contenido. El Juez en la sentencia ya
se pronunció acerca de la pretensión del Fiscal y si el recurso acusatorio lo trae el indicado Fiscal, la no
aceptación de su pretensión por el Fiscal superior en grado, atento al carácter dispositivo del sistema de
recursos, impide el control jurisdiccional precisamente porque el recurso no se ha sostenido por quien

♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL


Art. 407 LIBRO CUARTO: LA IMPUGNACIÓN 862

debía hacerlo: el fiscal competente en sede del recurso de nulidad. (R. N. N .° 1894-2014-Lima, de 18­
08-2015, £ j. 5. Sala Penal Transitoria. Texto completo: <bit.ly/23VtP2P>).
§ 1674. Supremacía del principio de jerarquía cuando el recurso proviene de otra parte proce­
sal. Q uinto. Que, de otro lado, si bien el Fiscal Superior, ante el recurso del imputado, estimó que el
proceso no había concluido y solicitó la nulidad de lo actuado para una ampliación de las diligencias
de investigación, tal situación no es vinculante al Tribunal. La acusación ya se ejercitó y la sentencia de
primera instancia cumplió con pronunciarse acerca de la realidad de los hechos, de su tipificación y de
la pena correspondiente. No es un recurso de la Fiscalía sino del imputado. Ademas, al pronunciarse
el órgano jurisdiccional sobre el mérito de los agraviados y desestimarlos ha cumplido con absolver el
grado. La vulneración del acusatorio se produciría si asume funciones de acusación reemplazando a la
Fiscalía, lo que no ha sucedido. (R. Q. E. N.° 550-2014-Lima Este, de 18-08-2015, £ j. 5. Sala Penal
Transitoria. Texto completo: <bit.ly/lqnMpUf>).

Artículo 407: Ámbito del recurso ^


1. El imputado y el Ministerio Público podrán impugnar, indistintamente, del objeto penal o del objeto
civil de la resolución.
2. El actor civil sólo podrá recurrir respecto al objeto civil de la resolución.(1)
NOTA DE ACTUALIZACIÓN
(1) De conform idad con la 7.a DCF del Decreto Legislativo N.° 1307 (EP, 30-12-2016), se adelante la entrada en vigencia del
presente artículo, en los distritos judiciales donde aún no se encuentre vigente dicha norma, para su aplicación en el
proceso inm ediato.

Artículo 408: Extensión del recurso


1. Cuando en un procedimiento hay coimputados, la impugnación de uno de ellos favorecerá a los de­
más, siempre que los motivos en que se funde no sean exclusivamente personales.
2. La impugnación presentada por el imputado favorece al tercero civil.
3. La impugnación presentada por el tercero civil favorece al imputado, en cuanto no se haya funda­
mentado en motivos exclusivamente personales.0*

NOTA DE ACTUALIZACIÓN
(1) De conform idad con la 7.a DCF del Decreto Legislativo N.° 1307 (EP, 30-12-2016), se adelante la entrada en vigencia del
presente artículo, en los distritos judiciales donde aún no se encuentre vigente dicha norma, para su aplicación en el
proceso inmediato.

DOCTRINA JURISPRUDENCIAL VINCULANTE DE LA CORTE SUPREMA

§ 1675. Efectos que puede generar la sentencia casatoria en las partes vinculadas no recurren­
tes. Vigésimo noveno. En base a la facultad de casar de oficio de esta Corte Suprema conforme al inciso
1 del artículo 432 del CPP que literalmente señala: “El recurso atribuye a la Sala Penal de la Corte
Suprema el conocimiento del proceso (...) sin perjuicio de las cuestiones que sean declarables de oficio
en cualquier estado y grado del proceso”, se advierte como necesario desarrollar doctrina jurisprudencial
vinculante, respecto a los posibles efectos que puede generar la sentencia casatoria en las partes vincula­
das no recurrentes que se encuentren en la misma situación jurídica que la parte recurrente en casación.
Trigésim o. Para emitir al respecto una posición razonada y motivada conforme a derecho y los fines de
la casación es necesario tener en consideración que: - Los fines últimos de la casación son el de Nomo-
filaquia, Uniformización de la Jurisprudencia, y Dikelógico [Cfr. San Martín Castro, César, Derecho
n o m o s & th e s is
863 SECCION I: PRECEPTOS GENERALES Art. 409
Procesal Penal, INPECCP-CENALES, Lima, Perú, 201$, pg. 709.]. El último de éstos hace referencia
a la justicia en el caso concreto, teniendo un enfoque normativo integral respecto de los derechos
humanos. Trigésimo prim ero. Asimismo, partiendo de un ámbito general de la teoría de la impugna­
ción, debemos recordar que los recursos impugnativos -reposición, apelación, casación, y queja- tienen
ciertos efectos jurídicos generales como el devolutivo, suspensivo, diferido y extensivo. Centrándonos
en el último de estos, conforme la doctrina, consiste en ampliar los efectos jurídicos -positivos- de
una impugnación a la parte que no realizó el acto impugnativo, pero que se encuentra en situación
idéntica de aquel que presenta la impugnación [Véscovi, Enrique, Los recursosjudiciales y demás medios
impugnativos en Iberoamérica, Depalma Buenos Aires, 1988, p. 58]. Trigésimo segundo. Siguiendo esa
línea, nuestro ordenamiento jurídico ha previsto en su artículo 408 inciso 1 del CPP la extensión de los
recursos, señalando que: “Cuando en un procedimiento hay coimputados, la impugnación de uno de
ellos favorecerá a los demás, siempre que los motivos en que se funde no sean exclusivamente per­
sonales.” (Resaltado nuestro) Cabe precisar, a modo de ejemplo, que un motivo o condición personal
no extensible a los demás coimputados puede ser la edad de uno de los sujetos; si trata por ejemplo de
una menor de edad, o un sujeto en calidad de responsabilidad restringida. Trigésimo tercero. Confor­
me lo señalado, si bien en la sección pertinente a la regulación del recurso de Casación, no se regula el
supuesto de hacer extensiva la resolución casatoria a aquellos coimputados no recurrentes; realizando
una interpretación integrada del artículo 408, inciso 1, del CPP, establecido dentro de los preceptos
generales de los medios impugnativos, sumado al fin dikelógico del recurso de casación, cabe precisar
la obligatoriedad de la Sala Suprema respecto a hacer extensiva una resolución casatoria -positiva- a
aquellos coimputados que no recurrieron en casación; y, que inclusive no hicieron uso de la garantía de
la pluralidad de instancias, apelando su sentencia. (Casación N .° 421-2015-Arequipa, de 21-03-2017,
que estableció como doctrina jurisprudencial vinculante los ff. jj. 29 al 33. Sala Penal Permanente.
Texto completo: <bit.ly/2FCNuTV>).

Artículo 409: Competencia del Tribunal Revisor

1. La impugnación confiere al Tribunal competencia solamente para resolver la materia impugnada,


así como para declarar la nulidad en caso de nulidades absolutas o sustanciales no advertidas por el
impugnante.
2. Lo s errores de derecho en la fundamentación de la decisión recurrida que no hayan influido en la
parte resolutiva no la anulará, pero serán corregidos. De igual manera se procederá en los casos de error
material en la denominación o el cómputo de las penas.
3. La impugnación del Ministerio Público permitirá revocar o modificar la resolución aún a favor del
imputado. La impugnación interpuesta exclusivamente por el imputado no permite modificación en su
perjuicio.(1)

NOTA DE ACTUALIZACIÓN
(1) De conform idad con la 7.a DCF del Decreto Legislativo N.° 1307 (EP, 30-12-2016), se adelante la entrada en vigencia del
presente artículo, en los distritos judiciales donde aún no se encuentre vigente dicha norma, para su aplicación en el
proceso inmediato.

DOCTRINA JURISPRUDENCIAL VINCULANTE DE LA CORTE SUPREMA

§ 1676. El principio acusatorio y la garantía de congruencia. El principio tantum apellatum


quantum devolutum. La vulneración al principio de congruencia reviste un interés casacional. La
autoridad jurisdiccional que conoce un medio impugnatorio debe circunscribirse a los agravios
aducidos por las partes. Sexto. Que, con respecto a la doctrina jurisprudencial solicitada [...]. 6.1. El
principio de congruencia o conocido también como de correlación, importa un deber exclusivo del
juez, por el cual debe expresar los fundamentos de una respuesta coherente en su resolución que dicta,

♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL


Art. 409 LIBRO CUARTO: LA IMPUGNACIÓN 864

basado en las pretensiones y defensas traducidas en agravios formulados por los justiciables en su recur­
so impugnativo, y que de esa manera se pueda justificar la decisión arribada en razones diversas a las ale­
gadas por las partes. Este principio tiene una cierta vinculación con el derecho a la tutela jurisdiccional
efectiva, al principio acusatorio y al contradictorio. 6.2. El Tribunal Constitucional afirma que el prin­
cipio de congruencia, forma parte del contenido constitucionalmente protegido del derecho de moti­
vaciones de las decisiones judiciales [Expediente N.° 8327-2005-AA/TC. Fundamento Jurídico 5], y
este principio garantiza que el juzgador debe resolver cada caso concreto sin omitir, alterar o exceder las
pretensiones formuladas por las partes. 6.3. Que, el agravio o gravamen es el perjuicio real e irreparable
que presenta una parte afectada por una decisión jurisdiccional, y por lo tanto, limitan y racionalizan
la potestad represiva del Estado en el proceso. Esta viene a ser el núcleo central de un recurso impug­
nativo. 6.4. Cuando se produce discordancia entre el pronunciamiento judicial con el contenido de los
agravios efectuados por las partes en forma oportuna, se produce el vacío de incongruencia. Esto puede
ocurrir por exceso {ultra petita), por defecto {cifra o infra petitd) o por exceso o defecto {extra petita).
En la primera, se conceda más de lo pedido, en la segunda, omitiendo injustificadamente pronunciarse
sobre alguna de las cuestiones decisivas del debido, y el tercero, cuando se sale del tema litigioso para de
esa manera, otorgar o denegar lo que nadie le ha pedido, y al propio tiempo no responder a lo que se le
ha pedido. 6.5. Que, en el caso de autos la Sala de Mérito incurrió en un pronunciamiento extra petita,
por cuanto fue más allá de lo deducido por la parte recurrente, vulnerando de esa manera el principio de
congruencia recursal a que estaba obligado a cumplir. 6.6. Que, siendo así, en el caso de autos el tema
planteado por el recurrente reviste interés casacional a criterio de este Supremo Tribunal, toda vez que
al interponerse un recurso impugnatorio éste debe ser atendido en función a los agravios invocados por
quien lo interponga, precisándose que en el caso de autos la Sala Superior excedió su función revisora
al entrever en los fundamentos de la recurrida que los hechos investigados podrían configurarse dentro
de los alcances de lo contenido en los artículos trescientos setenta o trescientos setenta y dos del Código
Penal; siendo ello el fundamento principal para revocar la resolución que declaró fundada la excepción
de improcedencia de acción, no habiéndose enmarcado la resolución materia de casación en los hechos
que constituyen la presente investigación y la calificación jurídica invocada por el Ministerio Público,
circunstancia que afecta el debido proceso y la tutela jurisdiccional efectiva, más si se tiene en cuenta
que ninguno de los apelantes -parte agraviada ni Ministerio Público- fundamentaron como agravio una
posible nueva calificación del hecho denunciado los artículos trescientos setenta o trescientos setenta y
dos del Código Penal. 6.7. Que, a mayor abundamiento, es de precisar que el numeral uno del artículo
cuatrocientos nueve del Código procesal Penal señala que la impugnación confiere del Tribunal com­
petencia solamente para resolver la materia impugnada, así como para declarar la nulidad en caso de
nulidades absolutas o sustanciales no advertidas por el impugnante. (Casación N .° 215-2011-Arequipa,
del 12-06-2012, que estableció como doctrina jurisprudencial que la autoridad jurisdiccional que co­
noce un medio impugnatorio debe circunscribirse a los agravios aducidos por las partes, en su recurso
impugnatorio presentado, de conformidad con lo establecido en el numeral 1 del artículo 409° CPP.
Sala Penal Permanente [EP, 01-04-2013, Jurisprudencia, Ano XXII, N .° 938, pp. 6899-6900]. Texto
completo: <bit.ly/1qM0xrb>).
§ 1677. Competencia y límites del Tribunal Revisor, cuando interviene en segunda y definitiva
instancia. Tribunal revisor puede variar la calificación jurídica realizada respecto de los hechos
en primera instancia y no invocada por las partes. Décim o octavo. El nuevo proceso penal delimita
claramente las funciones del Ministerio Público y del juez dentro de un proceso penal, así compete al
Ministerio Público la titularidad del ejercicio de la acción penal, conduce la investigación del delito,
actúa en el proceso con independencia de criterio, interviene en todo el desarrollo del mismo y esta
legitimado para interponer recursos conforme al artículo [IV] del Título Preliminar y artículos 60 y 61
del Código Procesal Penal. A su lado, el juez como tercero imparcial está premunido de su obligación
de aplicar la norma jurídica que corresponde al caso concreto, lo que entraña el conocimiento del or­
denamiento jurídico. D écim o noveno. En el marco del proceso penal rige la máxima “El juez conoce
el derecho” por lo que el objeto viene determinado por el hecho histórico, de modo que el juzgador
tiene el imperio sobre el juicio jurídico de los hechos; lo que no significa que pueda mutar el hecho o
nom os & th e sfs
865 SECCIÓN I: PRECEPTOS GENERALES Art. 409
lesionar la homogeneidad del bien jurídico, antes bien su preservación deviene obligatoria. En cualquier
resolución judicial y sin contravenir el principio de legalidad, el juez debe determinar el derecho, debe
moldearlo para adaptarlo al caso concreto [N ieva F enoll , Jordi. Derecho Procesal I (Introducción).
Marcial Pons, Madrid, 2014, p. 45]. Para Montero Aroca la aplicación de este principio manifiesta que
el juzgador conoce el derecho y no se encuentra vinculado a las alegaciones jurídicas que le hagan las
partes, pudiendo estimar como correcta una de las opiniones formuladas por las partes, pero también
estimando que las dos no son aplicables al caso enjuiciado, por lo que puede formular su propia cali­
ficación jurídica, esto es, una tercera opinión, de la que debe ejerce contradicción [M ontero A roca,
Juan y otros. Derecho Jurisdiccional. Tomo I. Valencia, Tirant lo Blanch, 2004, p. 325]. De ahí que el
Ministerio Público postula y fija los hechos que considera delictivos, delimitando así el ámbito en que
decantará el proceso (principio acusatorio), sin que ello merme la facultad jurisdiccional (iudicium)
que detenta el juez para aplicar la norma jurídica que corresponde al caso en concreto, preservando al
realizar tal ejercicio, la intangibilidad del factum y advirtiendo que se haya garantizado el derecho de
defensa, ello como regla de juicio. Vigésimo. En efecto, nuestro ordenamiento jurídico lo precisa así,
en el artículo VII del Título Preliminar del Código Civil, sobre el principio iura novit curia, señala que
los jueces tienen la obligación de aplicar la norma jurídica pertinente, aunque no haya sido invocada.
Este principio ha sido recogido por el artículo VII del Título Preliminar del Código Procesal Civil,
estableciendo que el Juez debe aplicar el derecho que corresponda al proceso, aunque no haya sido invo­
cado por las partes o lo haya sido erróneamente. En la Casación de la Sala Civil Transitoria de la Corte
Suprema de Justicia de la República, N .° 1944-2009-Piura de 1 de octubre de 2010, se ratifica ello y
señala que la aplicación del principio tiene como límites los principios de contradicción y congruencia
[Ezquiaga G anuzas, Francisco Javier, Iura novit curia y aplicación judicial del Derecho. Valladolid, Lex
Nova, 2000, pp. 31 y 32]. Vigésimo prim ero. En esta línea normativa, y respecto a la impugnación, el
artículo 409, del Código Procesal Penal, establece la competencia del Tribunal Revisor, en los siguientes
casos: “ [•••] 1. La impugnación confiere al Tribunal competencia solamente para resolver la materia im­
pugnada, así como para declarar la nulidad en caso de nulidades absolutas o sustanciales no advertidas
por el impugnante”. Surge aquí la interrogante si el Tribunal Revisor puede variar la calificación jurídica
realizada respecto de los hechos en primera instancia y no invocada por las partes. En primer lugar rige
en plenitud el aforismo iura novit curia en la medida en que se respete el principio de congruencia entre
imputación y resolución, y las exigencias derivadas del derecho de defensa, solo así a decir de Alfonso
Zambrano “la aplicación del principio resulta legítima”. En el Acuerdo Plenario N.° 4-2007/CJ-l 16 [§
2281] se perfilan supuestos de desvinculación procesal bajo los alcances del artículo 285-A del Código
de Procedimientos Penales (que tiene su correlato en el apartado 2, del artículo 397 del Código Procesal
Penal) en el que se precisa que el Tribunal está sometido al principio de legalidad “por el que ante un
hecho concreto debe aplicar la norma que corresponda aun en contra de la pedida erróneamente por la
acusación. En estos supuestos, siempre se da una homogeneidad delictiva y no se produce un supuesto
de falta de contradicción o fallo sorpresivo, precisamente por la comunidad de los hechos que entraña”.
Señalamos también en el referido Acuerdo Plenario: “Que tratándose del supuesto de modificación
de la calificación jurídica, y aun cuando no se ha planteado la tesis, es posible una desvinculación en
los casos de manifiesto error, de evidencia de la opción jurídica correcta, fácilmente constatable por la
defensa, de tal modo que por lo obvio o semejanza de la opción asumida no se produce un supuesto de
indefensión, en tanto que todos los puntos de la sentencia pudieron ser debatidos al haber sido conteni­
dos en la acusación. En estos casos, el tipo legal objeto de condena en relación con el tipo legal materia
de acusación ha de ser homogéneo: mismo hecho histórico subsumible en una figura penal que lesione
el mismo bien jurídico protegido (esta regla expresa una importante limitación al principio iura novit
curia), en tanto expresan conductas estructuralmente semejantes”. Vigésimo segundo. En este contexto,
la subsunción típica del hecho, como expresión natural del poder de la jurisdicción corresponde igual­
mente al Tribunal Revisor, pues no puede abdicar de los poderes que le otorga la iudicium, sino actuar
dentro de las previsiones legales establecidas en tanto no cause indefensión a las partes, de modo tal que
si el órgano de instancia, con o sin actuación probatoria, en esta determina una indebida calificación,
es posible que oriente su reconducción, en estricta aplicación del principio de legalidad. El límite a tal

♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL


Art. 409 LIBRO CUARTO: LA IMPUGNACIÓN 866

facultad, está vinculado al principio de congruencia, referido ello al respeto al hecho fáctico postulado
por el fiscal en su acusación erradicando así la indefensión y respetando que la calificación jurídica sea
homogénea a la propuesta en su acusación. De ahí que es posible que el Tribunal Revisor al evaluar la
corrección jurídica de la decisión pueda desvincularse de la calificación jurídica planteada en Primera
Instancia como expresión genuina de la iudicium, en el ejercicio de la aplicación correcta de la norma
jurídica y respeto al principio de legalidad. Por ello, si con posterioridad a la audiencia de apelación el
Tribunal Superior advierte que a los hechos propuestos le corresponde una distinta calificación jurídica
y estima que corresponde afianzar la garantía del derecho de defensa y principio de contradicción,
puede declarar la nulidad de todo o en parte de la sentencia recurrida y disponer se remitan los autos
al juez que corresponda con el propósito que se lleva a cabo un nuevo juzgamiento respecto al nuevo
título de imputación. Lo expuesto se correlaciona con el artículo 429, del Código Procesal Penal que
estima la competencia del Tribunal para declarar la nulidad en caso de nulidades absolutas o sustanciales
no advertidas por el impugnante. (Casación N.° 430-2015-Lima, de 28-06-2016, que establece como
doctrina jurisprudencial los fF. jj. 18 al 22. Sala Penal Transitoria [EP, 26-07-2016, Jurisprudencia, Ano
XXV, N .° 1018, pp. 7503-7308]. Texto completo: <bit.ly/2GjTGOM>).
§ 1678. Recurso de apelación y principio de inmediación. Excepciones al principio de inme­
diación, relacionadas a la valoración de la prueba personal en segunda instancia. Véase la jurispru­
dencia del artículo 422° del Nuevo Código Procesal Penal [§ 1729] . (Casación N .° 636-2014-Arequipa,
de 03-02-2016, que establece como doctrina jurisprudencial vinculante lo señalado en el considerando
2.4 [en este caso, véase el considerando 2.4.3]. Sala Penal Permanente [EP, 26-07-2016, Jurisprudencia,
Año XXV, N .° 1018, pp. 7499-7503]. Texto completo: <bit.ly/2a8rZbM>).

JURISPRUDENCIA D E LA CORTE SUPREMA

§ 1679. Ámbito de competencia del tribunal revisor. La competencia del órgano revisor para
subsanar omisiones no implica la imposibilidad absoluta de declarar la nulidad de la sentencia.
Undécimo. El ámbito de competencia del Tribunal revisor es el de confirmar, revocar o declarar nulo el
pronunciamiento de primera instancia. En caso de optar por la subsanación de alguna omisión detecta­
da en el pronunciamiento de primera instancia, necesariamente debe estructurar una motivación que se
encuentre acorde con las demás conclusiones que sustentaron el pronunciamiento materia de revisión,
esto es, en los supuestos en los que el aspecto que se pretende subsanar incida en la coherencia de los
demás argumentos que sustentan la sentencia de primera instancia. La competencia del órgano revisor
para subsanar omisiones no implica la imposibilidad absoluta de declarar la nulidad de la sentencia. Se
requiere que previamente se determine la relevancia del vicio advertido y, conforme a ello, se defina si es
susceptible de subsanación vía pronunciamiento de segunda instancia. La declaratoria de nulidad de la
resolución venida en grado debe ser una opción excepcional. Este criterio responde al imperativo de que
los órganos jurisdiccionales propendan a la solución de los conflictos e incertidumbres jurídicas con la
mayor eficiencia y en el menor tiempo posible, pero observando -claro está- el debido proceso y la tutela
jurisdiccional. (Casación N.° 1304-2017-Arequipa, de 31-01-2019, f. j. 11. Sala Penal Permanente.
Texto completo: <bit.ly/2EhlBPJ>).
§ 1680. Alcances en lo atinente a la facultad nulificante del Tribunal Superior. Prim ero. El
artículo 409, inciso 1, del Código Procesal Penal, establece que la impugnación confiere al Tribunal
competencia solamente para resolver la materia impugnada. En efecto, “ [...] el objeto de la apelación
determina el ámbito de actuación del Tribunal Revisor, el cual -en principio- debe limitarse solo a los
extremos que han sido materia de impugnación” [(1) Fundamento décimo de la Sentencia de Casa­
ción N .° 300-2014/Lima. del 13 de noviembre de 2014.]. La afirmación expuesta -tantum devolutum
quantum appellatum- no es otra cosa que una de las expresiones de los principios de congruencia y
dispositivo que rigen en materia de impugnación. Esta es la regla en el recurso de apelación, en tanto
medio de gravamen: el Tribunal Superior solo puede pronunciarse acerca de los hechos alegados por
las partes, que les generan un perjuicio; es decir, no puede, de oficio, pronunciarse por ámbitos no
cuestionados y asumir la voluntad de los particulares, puesto que se convertiría en una parte más.

nomos &thesís
867 SECCIÓN I: PRECEPTOS GENERALES Alt 409
Segundo. Esta regla encuentra una excepción o como el Tribunal Constitucional lo ha llamado “una
relativización” en las genéricas facultades nulificantes [(2) El Tribunal Constitucional desarrolla el prin­
cipio dispositivo, en torno al recurso de casación. No obstante, estos argumentos son también aplicables
a las apelaciones, puesto que son medios de impugnación. Véase al respecto la sentencia recaída en el
expediente 315T2006-AA/TC, del 17 de septiembre de 2008. Caso Carlos Tello Holgado y otra.],
cuando se está ante actos procesales que presentan vicios con nulidad absoluta [(3) Cfr. Fundamento
décimo segundo de la Sentencia de Casación N.° 300-2014/lima del 13 de noviembre de 2014]. Una
nulidad absoluta o también llamada insubsanable es un fenómeno de ineficacia ligado a la antijuridi­
cidad, que consiste en la ausencia de presupuestos o en el incumplimiento de requisitos jurídicos de
especial relevancia -se refieren a actos fundamentales del proceso y a la intervención de sujetos esenciales
[C reus]-. La ineficacia que le es propia afecta no solo el acto defectuoso, sino que elimina los efectos
que hayan podido producirse desde el momento en que el acto se llevó a cabo hasta la declaración de
nulidad absoluta [(4) Cfr. San M artín Castro, César. Derecho Procesal Penal. Lecciones. INPECCP,
2013, pp. 778 y 779]. Tercero. Bajo este tamiz, el artículo 150, del Código Procesal Penal, establece
cuando un acto procesal se encuentra inmerso dentro de una de nulidad absoluta, al proponer cuatro
supuestos de defecto o vicio, referentes: i) A la intervención, asistencia y representación del imputado
o de la ausencia de su defensor en los casos donde su presencia es obligatoria, ii) Al nombramiento,
capacidad y constitución de jueces o salas, iii) A la promoción de la acción penal y a la participación
del Ministerio Público en las actuaciones procesales que requieran su intervención obligatoria, iv) A la
inobservancia del contenido esencial de los derechos y garantías previstos por la Constitución. Cuarto.
Es evidente que la declaración de una nulidad de oficio no puede ser un acto arbitrario, tanto más si
fue pronunciada por el órgano jurisdiccional sin que fuera solicitada por los sujetos procesales. Esta
decisión debe estar fundamentada y expresada de tal manera que: i) Se pueda identificar el acto procesal
que la ocasionó, ii) Se conozca en qué supuesto de los antes indicados se hallaría, para que, a partir de
ello, se establezca claramente la pérdida de efectos jurídicos y validez de los actos procesales posteriores
a ella. (Casación N.° 175-2016-Ica, de 20-10-2016, ff. jj. 1 al 4. Sala Penal Transitoria. Texto completo:
<bit.ly/2k0tSLa>).

§ 1681. Valoración sesgada de los medios de prueba es causal de nulidad de la condena: no se


ha ponderado la declaración de los testigos presenciales. Cuarto. [El] Tribunal de Instancia, para
sustentar la condena impugnada [...] realizó una valoración sesgada de los medios de prueba obteni­
dos en el transcurso del proceso, al considerar que el [imputado] habría admitido ser el causante de la
muerte del agraviado, cuando aceptó haberlo agredido en las piernas, espalda y brazos, con el objeto
contundente (palo) que utilizaba para realizar su servicio de vigilancia [...]; lo cual no sería veraz, porque
en su descargo el imputado es reiterante cuando asegura de que habría dejado con vida al agraviado; y
plantea como tesis de descargo que terceras personas habrían matado a la víctima. Quinto. Que, de otro
lado, [...] los testigos presenciales [...] no fueron convocados ajuicio oral a pesar de que señalaron que
el agraviado estaba con vida cuando el acusado se retiró, y que habrían sido los otros vigilantes quienes
causaron su muerte. Además, tampoco fueron convocados los efectivos policiales que suscriben las ocu­
rrencias de calle común [...], donde se da cuenta del hallazgo del cadáver del occiso y de la intervención
al encausado, el mismo día délos hechos. (R. N. N.° 1447-2015-LaLibertad, de 23-03-2016, ff. jj. 4-5.
Sala Penal Transitoria. Texto completo: <bit.ly/2fbFSup>).

§ 1682. Penas benignas no pueden incrementarse en perjuicio del acusado recurrente. Noveno.
Que, de otro lado, este Supremo Tribunal considera que la pena impuesta al encausado [...] no resulta
proporcional a la gravedad del delito cometido, toda vez que, tratándose de una [agraviada] menor de
quince años, el injusto realizado genera un trauma psicológico que merma su desarrolló personal y de
manera general dicho injusto genera un panorama desestabilizador de las expectativas normativas que
rigen nuestra sociedad; sin embargo, al no haber sido recurrido el extremo punitivo por el represen­
tante del Ministerio Público, este Supremo Tribunal, en atención al principio non reformado inpeius,
se encuentra imposibilitado de incrementar la pena impuesta. (R. N. N.° 2764-2012-Lima Norte, del
30-01-2013, £ j. 9. Sala Penal Permanente. Texto completo: <bit.ly/lq0Byzb>).

♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL


Art. 409 LIBRO CUARTO: LA IMPUGNACIÓN 868

§ 1683. Proscripción de agravar la situación jurídica del recurrente. [Pese] a que la tipificación
del hecho punible es incorrecta [...] así como la subsunción normativa del hecho es inadecuada desde la
perspectiva de la consumación de la infracción penal [...], todo lo cual merece una sanción disciplinaria
por la negligencia inexcusable que ello supone, no es posible agravar la pena impuesta al recurrente en
virtud del principio de interdicción de la reforma peyorativa. (R. N . N .° 2146-2005-Huaura, del 21­
07-2005. Sala Penal Permanente. Texto completo: San M artín , J P v i n c u l a n t e , p. 207).
§ 1684. Incumplimiento del deber de exhaustividad por la Sala de Apelaciones genera nulidad
en caso el error sea trascendente. Sexta. [...] E. El deber de exhaustividad del Juez exige que conteste
en su fundamentación el petitorio de los recurrentes y cuando omite hacerlo se incurre en vicio de in­
congruencia, en tanto en cuanto el Estado al asumir la función jurisdiccional para impartir justicia tiene
el deber de pronunciarse razonadamente sobre los méritos del reclamo y se establezca la procedencia o
improcedencia del petitorio. F. Esta decisión final es el fundamento y objeto final del derecho al recurso
judicial, vinculado a la motivación escrita de las resoluciones judiciales en todas las instancias prevista
en el inciso cinco del artículo 139 de la Constitución Política del Perú, pues si no se da razones sufi­
cientes sobre los elementos introducidos en el proceso no se legitima la parte resolutiva de la sentencia.
[...] (Casación N .° 25-2010-Huaura, de 21-10-2010, f. j. 6. Sala Penal Permanente. Texto completo:
cbit.ly/2b2GGid>).
§ 1685. Principio de exhaustividad. La resolución debe estar motivada bajo los hechos y prue­
bas relevantes del caso. 3.2. [...] Por [el] principio de exhaustividad, el juez debe pronunciarse, entre
otros aspectos, sobre los alcances más relevantes de los hechos y de las pruebas; su inobservancia presu­
pone motivación incompleta o insuficiente, en tanto que esta importa, en uno de sus supuestos, la falta
de examen respecto a pruebas esenciales o decisivas para la definición y entidad del objeto del debate
[...]. 3.6. Es en virtud de dicha actuación probatoria y de la valoración conjunta de medios de prueba
efectuada por el A quo que la referida prueba pericial físico-médica aparece como una de las bases pro­
batorias esenciales de la sentencia condenatoria de primera instancia (cfr. párrafo 7.5.3 de la sentencia
de primera instancia). Sin embargo, ya en sede de apelación, no se observa que tal prueba pericial haya
sido valorada por d A d quem [...], pese a resultar esencial para efectos del esclarecimiento del objeto del
proceso penal y, consecuentemente, integrar el objeto del debate; con lo cual se determina, claramente,
que se está ante una motivación incompleta o insuficiente que amerita subsanación en sede de segunda
instancia, toda vez que es en dicha sede que se habilita al órgano jurisdiccional a que, como producto
de una apreciación adecuada de la prueba actuada con base en la sana crítica, valore la prueba pericial y
ratifique el valor probatorio asignado a ella por el A quo o, de ser el caso y justificarse, lo modifique [...].
(Casación N.° 453-2018-Sullana, del 05-11-2018, f. j. 3.6. Sala Penal Permanente. Texto completo:
<bit.ly/2U68zdn>).
§ 1686. Alcances del articulo 409 NCPP: ámbito de conocimiento del Tribunal de Apelación
en cuanto a su capacidad nulificante. Décim o. [El] objeto de la apelación determina el ámbito de
actuación del Tribunal Revisor, el cual -en principio- debe limitarse solo a los extremos que han sido
materia de impugnación. [...] Décim o segundo. La presente regla general tiene dos grandes excepciones.
La primera, dispuesta por el mismo artículo cuatrocientos nueve en la segunda parte de su numeral 1, es
que se trate de actos procesales que tengan vicios que conlleven a una nulidad absoluta. La segunda es la
declaratoria de nulidad de actos procesales conexos al objeto de impugnación. [...] (Casación N .° 300-
2014-Lima, de 13-11-2014, ff. jj. 10 y 12. Sala Penal Permanente. Texto completo: <bit.ly/2FGgbjG>).

§ 1687. Competencia del tribunal revisor. Cuarto. [...] [El] inciso 1 del artículo 409 del Código
[Procesal Penal], otorga al Tribunal revisor -en este caso la Sala de Apelaciones- competencia solamente
para resolver la materia impugnada, así como para declarar la nulidad en caso de nulidades absolutas
o sustanciales no advertidas por el impugnante. Que si bien, el texto de la citada norma, delimita el
ámbito de revisión, ello de modo alguno significa que el órgano superior de revisión no pueda advertir
y ordenar corregir omisiones incurridas por el órgano jurisdiccional de primera instancia, más aún, si el
dispositivo legal antes señalado, establece claramente la posibilidad -de ser el caso- que se fije un monto
nom os & th e sís
869 SECCIÓN I: PRECEPTOS GENERALES Art. 409
por concepto de reparación civil cuando se trate de sentencia absolutoria, apreciándose además del
contenido de la sentencia de primera instancia, que no hizo mención alguna sobre la pretensión civil
expuesta por la querellante en su denuncia [...]. (Casación N.° 179-201 I-Arequipa, de 20-01-2012, £
j. 4. Sala Penal Permanente. Texto completo: <bit.ly/2cbbaQs>).

§ 1688. Sala debe comunicar al procesado posible cambio de la calificación del delito. Véase
la jurisprudencia del artículo 285°-A del Código de Procedimientos Penales [§ 2288]. (R. N. N .°
848-2014-Huancavelica, del 21-01-2015, £ j. 2.1 y 2.7. Sala Penal Transitoria. Texto completo:
<bit.ly/lVJUUGL>).

§ 1689. Desvinculación procesal: solo será procedente si los hechos materia de acusación no
constituyen un único delito. El tribunal de instancia, de oficio, puede realizar una nueva califi­
cación jurídica del hecho incriminado siempre que concurran determinados presupuestos. Véase
la jurisprudencia del artículo 285°-A del Código de Procedimientos Penales [§ 2295]. (R. N. N .°
3424-2013-Junín, del 08-06-2015. Sala Penal Transitoria. Texto completo: <bit.ly/2UOXmys>).

§ 1690. Desvinculación procesal del título de intervención delictiva de coautoría a autoría me­
diata por aparatos organizados de poder. Véase la jurisprudencia del artículo 285°-A del Código de
Procedimientos Penales [§ 2293]. (Casación N.° 173-2018-Lima, del 11-10-2018, £ j. 4.5. Sala Penal
Permanente. Texto completo: <bit.ly/2EEgKqW>).

§ 1691. Solamente se puede desvincular cuando la nueva calificación haya sido introducida al
debate por el imputado como parte de su resistencia (como argumento alternativo o secundario
tácito o implícito). Véase la jurisprudencia del artículo 285°-A del Código de Procedimientos Penales
[§ 2296]. (R. N. N .° 767-2013-Lima, del 07-06-2013, ff. jj. 4 y 5. Sala Penal Transitoria. Texto com­
pleto: <bit.ly/29DYfrl>).

§ 1692. Solamente se puede desvincular cuando la nueva calificación haya sido introducida al
debate por el imputado: precisión de nuevos presupuestos. Véase la jurisprudencia del artículo 285o-
A del Código de Procedimientos Penales [§ 2297]. (R N. N.° 1677-2013-Lima Sur, del 19-11-2013,
fF. jj. 6 y 7. Sala Penal Permanente. Texto completo: <bit.ly/29E4DlE>).

§ 1693. La concertación (en el delito de colusión), ante la ausencia de prueba directa, se puede
establecer mediante prueba indirecta o indiciaría. Cambio del título de intervención, de cómplice
a autor, no vulnera el principio de interdicción de la reforma peyorativa. Procedimiento de adqui­
sición irregular en donde el valor de los bienes adquiridos estaba sobrevalorados. Véase la jurispru­
dencia del artículo 158° del Nuevo Código Procesal Penal [§ 677]. (R. N. N.° 1722-2016-Del Santa,
de 23-01-2017, ff. jj. 8 y 11. Primera Sala Penal Transitoria. Texto completo: <bit.ly/2DoCdBA>).

JURISPRUDENCIA DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL

§ 1694. Principio de congruencia. 9. El Tribunal Constitucional ha señalado que el principio de


congruencia o correlación entre lo acusado y lo condenado constituye un límite a la potestad de resolver
por parte del órgano jurisdiccional, toda vez que garantiza que la calificación jurídica realizada en el marco
de un proceso penal (tomando en cuenta lo señalado por el Ministerio Público, en virtud de su compe­
tencia postulatoria) sea respetada al momento de emitirse sentencia Asimismo, cabe precisar que el juez se
encuentra premunido de la facultad para poder apartarse de los términos de la acusación fiscal, en tanto
respete los hechos que son objeto de acusación, sin que cambie el bien jurídico tutelado por el delito acu­
sado, así como que respete el derecho de defensa y el principio contradictorio [STC N.° 2179-2006-PHC/
T C y STC N.° 0402-2006-PHC/TC]. 10. En la sentencia recaída en el Expediente N.° 2955-2010-PHC/
TC, el Tribunal Constitucional estableció que el juzgador penal puede dar al hecho imputado una distinta
definición jurídica sin que ello comporte per se la tutela de diferente bien jurídico que no sea el protegido
por el ilícito imputado, pues la definición jurídica al hecho imputado por un tipo penal que tutele otro
bien jurídico, en principio, implicaría la variación de la estrategia de la defensa que en ciertos casos puede
♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL
Art. 410 LIBRO CUARTO: LA IMPUGNACIÓN 870

comportar la indefensión del procesado. (Exp. N.° 00349-2013-PHC/TC [caso Alberto Rosendo Oré Yza-
rral del 20-11-2013 [Web: 23-01-2014], íf. jj. 9-11. Texto completo: <bit.ly/2Cwo9Z6>).
§ 1695. Interdicción de la reform atio in p e iu s o reforma peyorativa de la pena. 4. La inter­
dicción de la reformatio in peius o reforma peyorativa de la pena es una garantía del debido proceso
implícita en nuestro texto constitucional. Si bien tal interdicción se identifica íntimamente con el
derecho de defensa, pues agravar una pena para condenar por un ilícito que no haya sido materia de
acusación, importa una grave afectación del mentado derecho, es indudable que la proscripción de
la reformatio in peius también tiene una estrecha relación con el derecho de interponer recursos im-
pugnatorios. En efecto, y en la línea de lo mencionado en su momento por el Tribunal Constitucio­
nal Español (ST C 45/1993, FJ 2o), admitir que el Tribunal que decide el recurso tiene facultad para
modificar de oficio, en perjuicio y sin audiencia del recurrente, la sentencia íntegramente aceptada
por la parte recurrida, sería tanto como autorizar que el recurrente pueda ser penalizado por el he­
cho mismo de interponer su recurso, lo que supone introducir un elemento disuasivo del ejercicio
del derecho a los recursos legalmente previstos. (Exp. N .° 1918-2002-H C /TC [caso Alfonso Balta-
zar M ontalván], del 10-09-2002 [Web: 31-10-2003], f. j. 4. Texto completo: <bit.ly/2UROAjh>).

REMISIÓN

§ 1696. Sobre el principio de non reform atio in p eiu s. Véase la jurisprudencia del articulo 426°
[§ 1795 ss.] del Nuevo Código Procesal Penal; y artículos 292° [§ 2306 ss.] y 300° [§ 2339 ss.] del
Código de Procedimientos Penales.

Artículo 410: Impugnación diferida

1. En los procesos con pluralidad de imputados o de delitos, cuando se dicte auto de sobreseimiento,
estando pendiente el juzgamiento de los otros, la impugnación que se presente si es concedida reservará
la remisión de los autos hasta que se pronuncie la sentencia que ponga fin a la instancia, salvo que ello
ocasione grave perjuicio a alguna de las partes.
2. En este último caso, la parte afectada podrá interponer recurso de queja, en el modo y forma previsto
por la Ley.

PLENOS JURISDICCIONALES

§ 1697. El recurso de apelación tendrá efecto diferido cuando se trata de autos de sobresei­
miento parciales. Problema : ¿Frente a un recurso de apelación contra un auto que resuelve declarar
fundado un sobreseimiento parcial (etapa intermedia), es concedido con efecto suspensivo o diferido?
C onclusión Plenaria : El pleno adoptó por mayoría la postura que enuncia lo siguiente: “Frente a
un recurso de apelación contra un auto que resuelve declarar fundado un sobreseimiento parcial (etapa
intermedia), es concedido con efecto diferido”. F undamento : • El recurso de apelación tendrá efecto
diferido cuando se trata de autos de sobreseimiento parciales conforme al artículo 410.1 del Código
Procesal Penal. • Conforme al fundamento anterior cuando existe pluralidad de imputados o de delitos
y se dicte auto de sobreseimiento (etapa intermedia) frente al cual se formula apelación, se debe conce­
der con efecto, diferido para resolverse conjuntamente que la sentencia. (Pleno Jurisdiccional Distrital
en Materia Penal y Civil de Apurímac del 17-10-2015. Tema III. Texto completo: <bit.ly/2SOAljr>).

JURISPRUDENCIA D E LA CORTE SUPREMA

§ 1698. Apelación de sobreseimiento debe ser sin efecto suspensivo y con calidad de diferida.
Q uinto. [...] Esta resolución fue la solución jurídica al planteamiento de los acusados recurrentes, quie­
nes en la etapa intermedia dedujeron excepciones de improcedencia de acción que tuvieron como fin
el sobreseimiento del proceso por esos delitos, por lo que su impugnación debe ser objeto procesal del

n o m o s & th e s is
871 SECCION I: PRECEPTOS GENERALES Art.412
recurso de apelación sin efecto suspensivo y con calidad de diferida. (Casación N .° 23-2010-La Liber­
tad, de 21-10-2010, £ j. 5. Sala Penal Permanente. Texto completo: <bit.ly/2bzFy5o>).

Artículo 411: Libertad de los imputados

Los imputados que hayan sobrepasado el tiempo de la pena impuesta por una sentencia pendiente de
recurso, sin perjuicio que éste sea resuelto, serán puestos en inmediata libertad. El juzgador está faculta­
do para dictar las medidas que aseguren la presencia del imputado, siendo aplicable en lo pertinente las
restricciones contempladas en el artículo 288.

Artículo 412: Ejecución provisional

1. Salvo disposición contraría de la Ley, la resolución impugnada mediante recurso se ejecuta provisio­
nalmente, dictando las disposiciones pertinentes si el caso lo requiere.
2. Las impugnaciones contra las sentencias y demás resoluciones que dispongan la libertad del impu­
tado no podrán tener efecto suspensivo.(1)

NOTA DE ACTUALIZACIÓN .

(1) De conform idad con la 7.a DCF del Decreto Legislativo N.° 1307 (ER 30-12-2016), se adelante la entrada en vigencia del
presente artículo, en los distritos judiciales donde aún no se encuentre vigente dicha norma, para su aplicación en el
proceso inmediato.

JURISPRUDENCIA DE LAS CORTES SUPERIORES

§ 1699. En nuestro ordenamiento procesal penal, los recursos impugnativos no tienen efectos
suspensivos, salvo excepciones. El recurso de casación no impide la ejecución provisional de las
resoluciones que se impugnan. 6.1. El fundamento jurídico 8 del Acuerdo Plenario N.° 10-2009/
CJ-116, [...], con relación al sistema que ha asumido nuestro CPP en materia de recursos, señala que
la legislación procesal penal ha adoptado tanto el sistema de ejecución provisional como el sistema
suspensivo, precisando que “si se examina el régimen del NCPP, podrá advertirse, en el caso de la sentencia
condenatoria, la inclinación por elprimer modelo: la impugnación no tiene efectos suspensivo -así lo dispone
el artículo 402°. 1 NCPP como regla específica frente a la genérica del artículo 412°. 1 NCPP- 6.2.
La regla genérica en materia de recursos la encontramos consagrada en el artículo 412°. 1, sección I
(Preceptos Generales), Libro Cuarto (La Impugnación) del CPP, en los siguientes términos: “Salvo
disposición contraria de la Ley, la resolución impugnada mediante recurso se ejecuta provisionalmente, dic­
tando las disposiciones pertinentes si el caso lo requiere”. 6.3. El profesor Ibérico Castañeda, sostiene que:
T I artículo 412 del CPP recoge el efecto no suspensivo de los recursos (...) Ello significa que la regla
general es que la interposición de los recursos no suspende la ejecución de lo decidirlo, salvo mandato
expreso de la ley que disponga el efecto suspensivo del recurso Las excepciones a esta regla -es decir, el
efecto suspensivo de los recursos-, las encuentra en los artículos 4 l8 °.l (cuando se interpone recurso de
apelación contra las sentencias y los autos de sobreseimiento, así como de los autos que pongan fin a la
instancia), 418°.2 (cuando a criterio del órgano de revisión decide suspender la ejecución de la sentencia
condenatoria a pena privativa de libertad efectiva), 402°. 1 (cuando la pena sea de multa o limitativa
de derechos) y 402°.2 del CPP (cuando el juez a quo, decide no ejecutar la condena a pena privativa
de la libertad efectiva a un acusado que se hallaba en libertad, hasta que se resuelva la impugnación
planteada). 6.4. En la doctrina nacional, el doctor S., al desarrollar el concepto del recurso de casación
penal, sostiene: “Es un medio de impugnación extraordinario, que produce los efectos devolutivo, no
suspensivo -salvo el caso de libertad: artículo 412 NCPP- y extensivo en lo favorable, mediante el cual
se somete a la Sala Penal de la Corte Suprema el conocimiento, a través de motivos o causales tasadas,
de determinadas sentencias y autos definitivos dictados en apelación por las Cortes Superiores con el

♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL


Art.413 LIBRO CUARTO: LA IMPUGNACIÓN 872

fin de lograr la anulación de la recurrida, todo ello con fundamento en la existencia de vicios en la apli­
cación e interpretación de las normas de Derecho material o procesal, aplicable al caso” . Más adelante,
al desarrollar una de las notas esenciales de este recurso, sostiene que su carácter no suspensivo 'Deriva
del carácter general que se atribuye a los recursos: artículo 412 NCPP; el recurso no impide la ejecución
provisional de la resolución impugnada, salvo las disposiciones sobre libertad” 6.5. En la misma línea,
el profesor Ibérico Castañeda, al referirse al recurso de casación, afirma que ”es un medio impugnatorio
extraordinario, de competencia exclusiva de la Sala Penal de la Corte Suprema, tal como lo establece el
artículo 141 de la Constitución Política del Estado. Tiene efecto devolutivo, por cuanto su conocimien­
to es de cargo del órgano superior del que dictó la providencia jurisdiccional cuestionada. Pero no tiene
efecto suspensivo, es decir, que su interposición no impide la ejecución de la decisión jurisdiccional
impugnada”. 6.6. La doctrina nacional ha seguido esa línea de interpretación sobre la que no existe
mayor discusión, si nos atenemos a la clara determinación de la regla general que ha recogido nuestro
CPP en materia de recursos, y, específicamente, el sistema no suspensivo que caracteriza al recurso de
casación. 6.7. En consecuencia, queda claro que el recurso de casación no tiene efecto suspensivo y,
en consecuencia, su interposición, no impide la ejecución de la sentencia impugnada en su extremo
condenatorio. (Exp. N .° 0008-2014-21-5201-JR-PE-03, del 06-12-2017, ff. jj. 6.1 al 6.7. Sala Penal
Nacional de Apelaciones Especializada en Delitos de Corrupción de Funcionarios Colegiado A. Sala
Penal Nacional. Texto completo: <bit.ly/2CwfV3n>).

JURISPRUDENCIA D EL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL

§ 1700. La ejecución de la sentencia no se encuentra supeditada a lo que se resuelva en el recur­


so de casación. 1. El objeto de la demanda es que se declare la nulidad de la Resolución 2, de fecha 30
de enero de 2017, que resolvió cursar oficios para la búsqueda y captura de don JSH H , conforme a lo
ordenado en la Sentencia de Vista 49-2016, Resolución 06-2016, de fecha 27 de octubre de 2016, que
confirmó la sentencia 339-2016, Resolución 8, de fecha 12 de julio de 2016, en el extremo de la conde­
na por el delito de cohecho pasivo propio; la revocó en el extremo de la pena; y, reformándola, le impuso
finalmente cinco años y un mes de pena privativa de la libertad (Expediente 04483-2016-52-0401-JR-
PE-01). Se alega la vulneración de los derechos a la libertad personal y al debido proceso. [...] 3. En el
presente caso, se tiene el artículo 402, inciso 1, del Nuevo Código Procesal Penal establece la ejecución
de la sentencia aunque se haya interpuesto recurso de apelación contra esta. En el mismo sentido, el
artículo 412, inciso 1, del Nuevo Código Procesal Penal prevé que la resolución impugnada mediante
algún recurso se ejecuta, Por consiguiente, este Tribunal considera que el cumplimiento de lo resuelto
en la Resolución 6-2016, de fecha 27 de octubre de 2016, respecto a la ejecución de los cinco años
y un mes de pena privativa de la libertad contra el recurrente, no se encuentra supeditado a lo que se
resuelva en el recurso de casación, como así lo alega el recurrente. (Exp. N .° 01986-2017-PHC/TC, del
06-11-2018 [Web: 13-12-2018 / EP: 06-05-2019], ff. jj. 1 y 3. Texto completo: <bit.ly/2HMxuzc>).

SECCIÓN II
LOS RECURSOS

Artículo 413: Clases

Los recursos contra las resoluciones judiciales son:


1. Recurso de reposición
2. Recurso de apelación
3. Recurso de casación
4. Recurso de queja

nomos &thesis
873 SECCIÓN II: LOS RECURSOS A rt.413
JURISPRUDENCIA DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL

§ 1701. Derecho de acceso a los recursos legalmente previstos. 3. El Tribunal Constitucional tie­
ne expuesto, en uniforme y reiterada jurisprudencia, que el derecho de acceso a un recurso o a recurrir
las resoluciones judiciales, es una manifestación implícita del derecho fundamental a la pluralidad de la
instancia, reconocido en el artículo 139°, inciso 6 de la Constitución el cual, a su vez, forma parte del
derecho fundamental al debido proceso, reconocido en el artículo 139°, inciso 3, de la Norma Funda­
mental [Cfr. STC 01243-2008-PHC/TC y STC 04235-2010-PHC/TC [§ 1668], ente otras]. 4. Con
relación al contenido del derecho a la pluralidad de la instancia, este Colegiado tiene establecido que se
trata de un derecho fundamental que “tiene por objeto garantizar que las personas, naturales o jurídicas,
que participen en un proceso judicial tengan la oportunidad de que lo resuelto por un órgano jurisdic­
cional sea revisado por un órgano superior de la misma naturaleza, siempre que se haya hecho uso de los
medios impugnatorios pertinentes, formulados dentro del plazo legal” [Cfr. RTC 03261-2005-PA/TC,
RTC 05108-2008-PA/TC y STC 00607-2009- PA/TC, fundamento 51]. En esa medida, el derecho a
la pluralidad de la instancia guarda también conexión estrecha con el derecho fundamental a la defensa,
reconocido en el artículo 139°, inciso 14, de la Constitución. 5. Desde luego, cuál sea la denominación
del medio jurídicamente previsto para el acceso al órgano de segunda instancia, es un asunto consti­
tucionalmente irrelevante. Sea que se lo denomine recurso de apelación, recurso de nulidad, recurso
de revisión, o llanamente medio impugnatorio, lo importante constitucionalmente es que permita un
control efectivo de la resolución judicial primigenia. (Exp. N.° 121-2012-PA/TC [caso Alicia Aurora
Ríos Veramatus de C astañeda del 12-04-2012 [Web: 29-11-2012 / EP, 02-02-2013], ff. jj. 3-5. Texto
completo: <bit.ly/2FwOCb4>).

JURISPRUDENCIA DE LA CORTE INTERAMERJCANA DE DERECHOS HUMANOS

§ 1702. Derecho de recurrir del fallo ante un juez o tribunal superior. 158. La Corte consi­
dera que el derecho de recurrir del fallo es una garantía primordial que se debe respetar en el marco
del debido proceso legal, en aras de permitir que una sentencia adversa pueda ser revisada por un
juez o tribunal distinto y de superior jerarquía orgánica. El derecho de interponer un recurso contra
el fallo debe ser garantizado antes de que la sentencia adquiera calidad de cosa juzgada. [...] 159. La
Corte ha indicado que el derecho de recurrir del fallo [...] no se satisface con la mera existencia de
un órgano de grado superior al que juzgó y condenó al inculpado, ante el que éste tenga o pueda
tener acceso. [...] [E]s preciso que el tribunal superior reúna las características jurisdiccionales que
lo legitiman para conocer del caso concreto. Conviene subrayar que el proceso penal es uno solo a
través de sus diversas etapas, incluyendo la tramitación de los recursos ordinarios que se interpon­
gan contra la sentencia. [...] 161. De acuerdo al objeto y fin de la Convención Americana, cual
es la eficaz protección de los derechos humanos, se debe entender que el recurso que contempla
el artículo 8.2.h. de dicho tratado debe ser un recurso ordinario eficaz mediante el cual un juez o
tribunal superior procure la corrección de decisiones jurisdiccionales contrarias al derecho. Si bien
los Estados tienen un margen de apreciación para regular el ejercicio de ese recurso, no pueden es­
tablecer restricciones o requisitos que infrinjan la esencia misma del derecho de recurrir del fallo. Al
respecto, la Corte ha establecido que “no basta con la existencia formal de los recursos sino que éstos
deben ser eficaces”, es decir, deben dar resultados o respuestas al fin para el cual fueron concebidos.
[...] 163. El juez o tribunal superior encargado de resolver el recurso interpuesto contra la sentencia
penal tiene el deber especial de protección de las garantías judiciales y el debido proceso a todas las
partes que intervienen en el proceso penal de conformidad con los principios que lo rigen. 164. La
posibilidad de “recurrir del fallo” debe ser accesible, sin requerir mayores complejidades que tornen
ilusorio este derecho. 165. [...] [L]o importante es que dicho recurso garantice una examen integral
de la decisión recurrida. (Cfr. Caso Herrera Ulloa vs. Costa Rica, Sentencia del 02-07-2004, párrs.
158 y ss. Texto completo: <bit.ly/lcUfkCo>).

♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL


Alt 414 LIBRO CUARTO: LA IMPUGNACIÓN 874

Artículo 414: Plazos

1. Los plazos para la interposición de los recursos, salvo disposición legal distinta, son:
a) Diez (10) días para el recurso de casación;
b) Cinco (5) días para el recurso de apelación contra sentencias;
c) Tres (3) días para el recurso de apelación contra autos interlocutorios, el recurso de queja y apelación
contra sentencias emitidas conforme a lo previsto en el artículo 448;
d) Dos (2) días para el recurso de reposición.
El plazo se computará desde el día siguiente a la notificación de la resolución.(1) (2) (a)

NOTA DE ACTUALIZACIÓN
(1) Texto conform e a la m odificación efectuada por el artículo 2o del Decreto Legislativo N.° 1307 (EP, 30-12-2016), el
m ism o que entró en vigencia a nivel nacional a los noventa (90) días de su publicación en el diario oficial El Peruano.
(2) De conform idad con la 7.a DCF del Decreto Legislativo N.° 1307 (ER 30-12-2016), se adelante la entrada en vigencia del
presente artículo, en los distritos judiciales donde aún no se encuentre vigente dicha norma, para su aplicación en el
proceso inmediato.

PROTOCOLOS, REGLAMENTOS, LINEAMIENTOS, GUÍAS Y DIRECTIVAS

(a) Protocolo de actuación interinstitucional específico para la aplicación del proceso inm ediato reformado (aprobado por
el Decreto Supremo N.° 003-2016-JUS de 23-08-2018). Véase el texto com pleto en: <bit.ly/2uG5wxx>.

DOCTRINA JURISPRUDENCIAL VINCULANTE DE LA CORTE SUPREMA

§ 1703. Aun cuando la impugnación en casación de la sentencia fuera realizada oralmente en


audiencia, el impugnante tiene un plazo de diez días para formalizarla por escrito. Tercero. Del
acta de registro de audiencia pública de lectura de sentencia de vista, fechada el 14 de diciembre de
2012, se aprecia que el sentenciado interpuso recurso de casación, el que fue formalizado el 04 de enero
de 2013, conforme se observa del sello de recibido colocado en el escrito de casación; siendo declarado
inadmisible, por cuanto la Sala Penal Superior consideró que fue presentado de forma extemporánea.
Se argumentó que como el justiciable había interpuesto el recurso de casación en dicha audiencia, el
plazo que tenía para formalizar la impugnación era de cinco días, conforme al principio de especiali­
dad de la norma procesal, prevista en el artículo 405, inciso 2, del Código Procesal Penal. Cuarto. Al
respecto, se debe dejar sentado que nos encontramos frente a un conflicto de normas que genera un
problema de antinomia, pues existen dos reglas que pertenecen al ordenamiento procesal penal, pero
que conllevan la aplicación de plazos distintos entre sí, esto es, entre la prevista en el artículo 405,
inciso 2, y la contemplada en la disposición 414, inciso 1, literal a), del indicado Código Procesal, y
por lo tanto, producen soluciones incompatibles. De allí que, para resolverlo, debamos remitirnos a la
adopción de los criterios contenidos en los principios generales del Derecho, que en este caso es el de la
especialidad, que supone que la norma especial prevalece sobre la general. Q uinto. En tal escenario, la
Sala Superior ha aplicado indebidamente una norma general del libro de las impugnaciones (la prevista
en el artículo 405, numeral 2, del acotado Código Procesal), por cuanto la regla específica para la casa­
ción es la prevista en el artículo 414, numeral 1, literal a), del Código Procesal Penal, que prevé que el
plazo máximo para la interposición de este medio impugnatorio es de diez días, computados desde el
día siguiente en que se tiene conocimiento (notificación) de la resolución que se cuestiona. Esto es así,
ya que el otorgamiento de un plazo mayor para la formulación del recurso de casación -la casación es
un recurso de impugnación ordinario porque impide la firmeza de la resolución que se impugna, a dife­
rencia de los extraordinarios, como la acción de revisión, que presupone la firmeza de la decisión final-,
a diferencia de las otras impugnaciones ordinarias, como la apelación o la queja, encuentra sustento en
que el recurrente tiene que precisar las causales tasadas y fundamentar cada una de ellas conforme a lo
establecido en el ordenamiento procesal, para lograr su admisión. Sexto. En tal sentido, aun cuando la
impugnación en casación de la sentencia de vista fuera realizada en la audiencia -de lectura de sentencia

n o m o s & th e sis
875 SECCIÓN III: EL RECURSO DE REPOSICIÓN A lt 415
de apelación-, se debe observar y respetar, de forma concreta, la especificidad de las disposiciones sobre
la casación; tanto más si se tiene en cuenta lo previsto en el artículo VII, inciso 3, del Título Preliminar
del indicado Código Procesal, que impone el criterio de que la interpretación de las normas procesales
debe ser realizada conforme al principio pro actione, esto es, que la interpretación debe resultar extensiva
en tanto favorezca al ejercicio de los derechos procesales del justiciable; pues lo contrario es transgre­
dir el derecho de aquel al acceso a los recursos, que para su concretización se debe seguir el criterio
interpretativo de la preferencia de normas, que conduce a que las normas procesales que regulan los
medios impugnatorios deben ser interpretadas de forma extensiva de conformidad con los derechos
constitucionales, no en el sentido de obstaculizar su ejercicio, sino en la perspectiva de optimizarlo, a
fin de que, en el caso, no se produzca una denegación de justicia; por lo que el juez debe rechazar toda
interpretación formalista y desproporcionada de los presupuestos y requisitos que le conduzcan a negar
el acceso a los mismos; dejando claro que la decisión podrá ser, también, de inadmisión, siempre que
se adopte en aplicación razonada de una causa legalmente prevista. (R. Queja N .° 36-2013-NCPP-Ica,
del 26-08-2013, ff jj. 3-6, que estableció como doctrina jurisprudencial vinculante los ff. jj. 4, 5 y 6.
Sala Penal Permanente. Texto completo: <bit.ly/2O76093>).

JURISPRUDENCIA DE LA CORTE SUPREMA

§ 1704. La vulneración del plazo es insubsanable y determina la inadmisibilidad del medio de


impugnación deducido. Segundo. Que el recurso de nulidad, del que el recurso de queja excepcional
es instrumental, se interpuso, extemporáneamente; que, en efecto, la sentencia de vista [...], del 29 de
agosto de 2006, se notificó a la querellante el 1 de septiembre de ese año, según la constancia de [autos],
lo que incluso fue ratificado por el propio impugnante en el recurso [...], pese a lo cual recién recurrió el
7 de septiembre del 2006, es decir, fuera del plazo estipulado por el artículo doscientos noventa y cinco
del Código de Procedimientos Penales; que, asimismo, propio recurso de queja excepcional se presentó
el día jueves catorce de septiembre -del 2006 no obstante que la denegatoria del recurso de nulidad se
notificó el día martes 12 de septiembre de 2006, con infracción del artículo doscientos noventa y siete,
apartado tres, literal a, del Código de Procedimientos Penales, modificado por el Decreto Legislativo
N.° 939, que prescribe que dicha impugnación debe interponerse en el plazo de veinticuatro horas
de notificada la resolución denegatoria del recurso de nulidad. Tercero. Que el plazo para la interpo­
sición del recurso es un presupuesto procesal de carácter objetivo de toda impugnación, de carácter
insubsanable, cuya vulneración determina la inadmisibilidad del medio de impugnación deducido.
(Queja N .° 1336-2006-Lima, del 12-04-2007, ff. jj. 2 y 3. Sala Penal Permanente. Texto completo:
cbit.ly/1R4aTH O >).
§ 1705. Cómputo del plazo para interponer recurso de apelación en los procesos penales. Lo
que determina el inicio del cómputo del plazo es la recepción de la copia de la sentencia. Véase la ju­
risprudencia del artículo 396° del Nuevo Código Procesal Penal [§ 1593]. (Casación N.° 799-2017-Ca-
llao, de 30-01-2018, ff. jj. 2-6. Sala Penal Permanente. Texto completo: <bit.ly/2FUao66>).

SECCIÓN III
EL RECURSO DE REPOSICIÓN

Artículo 415: Ámbito

1. El recurso de reposición procede contra los decretos, a fin de que el Juez que los dictó examine
nuevamente la cuestión y dicte la resolución que corresponda. Durante las audiencias sólo será admisible
el recurso de reposición contra todo tipo de resolución, salvo las finales, debiendo el Juez en este caso
resolver el recurso en ese mismo acto sin suspender la audiencia.

♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL


A rt.4 16 LIBRO CUARTO: LA IMPUGNACIÓN 876

2. El trámite que se observará será el siguiente:


a) Si interpuesto el recurso el Ju e z advierte que el vicio o error es evidente o que el recurso es manifies­
tamente inadmisible, lo declarará a sí sin más trámite.
b) Si no se trata de una decisión dictada en una audiencia, el recurso se interpondrá por escrito con las
formalidades ya establecidas. Si el Ju e z lo considera necesario, conferirá traslado por el plazo de dos días.
Vencido el plazo, resolverá con su contestación o sin ella.
3. El auto que resuelve la reposición es inimpugnable.

JURISPRUDENCIA DE LA CORTE SUPREMA

§ 1706. Oportunidad de las partes procesales para plantear observaciones a la acusación fis­
cal. Resoluciones expedidas dentro de la audiencia de control y recurso de reposición. 2. [En] la
Audiencia de Control de la Acusación [...] los demás sujetos procesales [...] tienen un plazo perentorio
de diez días para formular las observaciones previstas en los acápites del a) hasta el h) del numeral uno
[del artículo 350° del CPP] [...] debiéndose entender que dichas observaciones deben ser formuladas
en forma escrita dentro del plazo mencionado [...] a fin que los puntos allí consignados sean los que
deban ser debidamente debatidos por las partes y resueltos por el Juez de la investigación preparatoria
en la audiencia preliminar. 3. Que, en dicho orden de ideas, no puede ser posible, de modo alguno,
que tales observaciones sean formuladas recién en el acto de la audiencia preliminar [...]. 6. [El] artículo
cuatrocientos quince del Código Procesal Penal, establece lo siguiente: “...Durante las audiencias solo
será admisible el recurso de reposición contra todo tipo de resolución -autos-, menos las finales...”, en
tal sentido, no puede pretenderse -como así lo solicita el Fiscal Superior-, que se realice una interpre­
tación extensiva del artículo cuatrocientos quince, literal e), cuando ello colindaría flagrantemente con
otra norma legal -de naturaleza imperativa- que resulta ser específica y concreta para el caso de autos
[...]”. (Casación N .° 53-2010-Piura, de 07-06-2012, f. j. 13. Sala Penal Permanente. Texto completo:
<bit.ly/2bpguzi>).

SECCIÓN IV
EL RECURSO DE APELACIÓN

TÍTULO I
PRECEPTOS GENERALES

Artículo 416: Resoluciones apelables y exigencia formal

1. El recurso de apelación procederá contra:


a) Las sentencias;
b) Los autos de sobreseimiento y los que resuelvan cuestiones previas, cuestiones prejudiciales y
excepciones, o que declaren extinguida la acción penal o pongan fin al procedimiento o la instancia;
c) Los autos que revoquen la condena condicional, la reserva del fallo condenatorio o la conversión de
la pena;
d) Los autos que se pronuncien sobre la constitución de las partes y sobre aplicación de medidas coer­
citivas o de cesación de la prisión preventiva;
e) Los autos expresamente declarados apelables o que causen gravamen irreparable.
2. Cuando la Sala Penal Superior tenga su sede en un lugar distinto del Juzgado, el recurrente deberá
fijar domicilio procesal en la sede de Corte dentro del quinto día de notificado el concesorio del recurso

nom os & fh e s is
877 SECCIÓN IVt EL RECURSO DE APELACIÓN Art. 416
de apelación. En caso contrario, se le tendrá por notificado en la misma fecha de la expedición de las
resoluciones dictadas por la Sala Penal Superior.

JURISPRUDENCIA DE LA CORTE SUPREMA

§ 1707. Principio de inmediación en relación al juicio oral de primera y segunda instancia.


12.2.11. Habiéndose afirmado en la moderna doctrina procesal de corte acusatorio el imperio del prin­
cipio de inmediación en la valoración de los medios de prueba, como único camino que conduce a la
convicción del juzgador, la tacha de injusticia de la resolución apelada debe involucrar lógicamente un
nuevo debate ante Jueces también presentes que emitirán una nueva decisión, la que responderá a ese
nuevo debate; así, respetando el principio de inmediación ante el Juez Superior que conoce del recurso,
en rigor no habrá habido un reexamen del caso y por ende tampoco doble instancia, sino, una nueva
primera instancia. Ello significa que el recurso de apelación no daría-lugar a una segunda instancia, por­
que no es posible que se haga un reexamen con inmediación. [...] 12.5.2. La opción legislativa adoptada
significa una revolución en la concepción que se tenía sobre el recurso de apelación y la segunda ins­
tancia. Siempre habíamos concebido que a través de este recurso era posible cuestionar la valoración de
cualquier medio de prueba actuado, a efecto que el superior con mejor criterio vuelva a valorarlos y se
decida por la opción que la parte recurrente propone. Así, la nueva regulación importa una limitación al
derecho a los recursos de las partes, pues, si bien puede presentarse un recurso contra una sentencia, en
principio no se podrá cuestionar la valoración de la prueba personal, precisamente porque esta requiere
inmediación, de la que carece el órgano Adquem. (Casación N.° 195-2012-Moquegua, de 05-09-2013,
íf. jj. 12.2.11 y 12.5.2. Sala Penal Permanente. Texto completo: <bit.ly/lUdBdnG>).
§ 1708. Siendo importante para admitir el recurso de apelación, la expresión de agravios y su
debida fundamentación, su inadmisibilidad por esta causa no puede basarse en meras formali­
dades como que esté expresamente consignada en la sumilla, pues si puede desprenderse de los
fundamentos del escrito, se cumplió este requisito. Décimo tercero. La cuestión controvertida del
presente proceso es determinar si se vulneró su derecho al recurso, debido a que al procesado en su re­
curso de apelación no señaló expresamente la impugnación en el extremo de la reparación civil impues­
ta, y la Sala por tal motivo la declaró consentida. [...] Décimo quinto. Siendo importante para admitir
el recurso, la expresión de agravios y su debida fundamentación, su inadmisibilidad por esta causa no
puede basarse en meras formalidades como que esté expresamente consignada en la sumilla, pues si
puede desprenderse de los fundamentos del escrito, se cumplió este requisito, lo que debe considerarse
para no afectar el derecho al recurso. La lectura de la fundamentación del recurso debe seguir las reglas
de la lógica: no contradicción, razón suficiente, identidad, etc. (Casación N.° 229-2015-Lima, de 10­
11-2015, f. j. 13 y 15. Sala Penal Permanente. Texto completo: <bit.ly/2YpDl3I>).
§ 1709. Definición de “expresión de agravios” . Fundamentar no es repetir argumentos que ya
fueron expuestos ante el a quo o dar explicaciones personales o doctrinarias de por qué el impug­
nante estima que el fallo se encuentra errado o contrario a sus intereses. Véase la jurisprudencia del
artículo 300° del Código de Procedimientos Penales [§ 2347]. (R. N. N .° 2421-2011-Cajamarca, de
24-01-2013, ff. jj. 6.1.2 al 6.1.4. Sala Penal Permanente. Texto completo: <bit.ly/29zx64k>).

JURISPRUDENCIA DE LAS CORTES SUPERIORES

§ 1710. Control de oficio de la legitimidad de la medida de prisión preventiva. Si se impugna


la resolución que decidió dictar prisión preventiva, se entiende que implícitamente tampoco se
está de acuerdo con el plazo emitido. La Sala puede reformular el plazo dictado a pesar de no
haber sido solicitado expresamente por el recurrente. Vigésimo prim ero. En esa línea, en el presente
caso, el Colegiado estima prudente señalar que si bien en la pretensión impugnatoria no fue materia de
controversia el plazo de duración de la medida de prisión preventiva; sin embargo, por el solo hecho de
haber cuestionado el imputado la imposición de dicha medida, se entiende que nunca estuvo conforme

♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL


Art.416 LIBRO CUARTO: LA IMPUGNACIÓN 878

con su dictado, por lo tanto menos de su plazo; por lo que, independientemente de desestimar su recur­
so, nada impide que en segunda instancia, por la naturaleza del tema, se realice de oficio un control de
la legitimidad de la medida de prisión preventiva, en su proyección temporal, a fin de que su duración
sea regulada en forma razonable y proporcional, sobre todo, si ésta no es tal y de forma manifiesta po­
dría vulnerar derechos fundamentales cuyo cumplimiento no fue advertido por el recurrente. Vigésimo
segundo. Lo argumentado, no implica contravenir el principio de congruencia recursal, por cuanto,
toda orden judicial que limite derechos fundamentales, debe respetar el principio de proporcionalidad,
de acuerdo a la naturaleza y finalidad de la medida, conforme lo exige el indicado artículo VI del T.P.
del CPP, norma rectora que prevalece sobre el resto de disposiciones del Código; con mayor razón, si
el resguardo de un derecho fundamental, como lo sería el derecho a ser juzgado dentro de un plazo
razonable, no puede ponerse en riesgo por la taxatividad o rigidez de algún dispositivo procesal; más
aún, si el artículo 255.2 del CPP, faculta al Juez reformar de oficio las medidas de coerción procesal.
Vigésimo tercero. En ese sentido, teniendo en cuenta que a todo juez le asiste la obligación de cautelar
los derechos fundamentales de las personas, y al estar frente a una medida coercitiva de carácter gravosa
y haciendo un pronóstico objetivo sobre la base de los actos procesales que en este tipo de proceso de
acuerdo a su naturaleza se acostumbra a realizar; es que, en el caso concreto, resulta prudente que el
plazo de duración de la medida impuesta, sea regulado en forma razonable y proporcional, atendiendo
a que conforme aparece de autos, la actuación de diligencias pendientes a nivel de investigación prepa­
ratoria serían mínimas [p. e. declaración de imputados y de policías intervinientes]; por lo que, de oficio
se debe dejar sin efecto el plazo de los nueve meses de prisión preventiva impuesta contra los imputados,
y en su lugar disponer que la medida coercitiva sea concedida por el plazo de siete meses [...]. (Exp. N.°
02544-2018-60-070l-JR-PE-01, del 07-09-2018, ff. jj. 21 al 23. Primera Sala Penal de Apelaciones.
Corte Superior de Justicia del Callao. Texto completo: <bit.ly/2Jpkmmb>).

JURISPRUDENCIA DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL

§ 1711. Solo se declarará inadmisible el recurso de apelación cuando, además de la ausencia


del imputado, también se aprecie la ausencia del abogado defensor a la audiencia de apelación.
2.3.3. Cabe igualmente anotar, que el derecho a la pluralidad de la instancia, en su sentido mas básico,
es un atributo personal de carácter procesal que “tiene por objeto garantizar que las personas, naturales o
jurídicas, que participen en un proceso judicial tengan la oportunidad de que lo resuelto por un órgano
jurisdiccional sea revisado por un órgano superior de la misma naturaleza, siempre que se haya hecho uso
de los medios impugnatorios pertinentes, formulados dentro del plazo legal” [...]. La cuestión de cuál sea
la denominación del medio jurídicamente previsto para el acceso al órgano de segunda instancia revisora
no es un asunto constitucionalmente relevante. Se denomine recurso de apelación, recurso de nulidad,
recurso de revisión, o cualquier otro, lo importante constitucionalmente es que permita un control eficaz
de la resolución judicial primigenia. Y se viola dicho derecho cuando se impide u obstaculiza su acceso de
manera arbitraria e irrazonablemente. 2.3.4. En el presente caso, este Tribunal observa que el recurrente
denuncia que no se le ha permitido acceder a una instancia o grado superior, pese a haber interpuesto
el medio impugnatorio satisfaciendo las condiciones establecidas por la ley procesal penal, por el simple
hecho de no concurrir a la audiencia de apelación, aplicándose un apercibimiento realizado al amparo del
artículo 423, inciso 3, del Nuevo Código Procesal Penal. En este contexto, se advierte que la declaración
de inadmisibilidad del recurso de apelación ha impedido que el recurrente acceda al grado o la instancia
judicial superior, con el propósito de que se revise la sentencia condenatoria dictada en su contra. Ello
constituye una intervención sobre el derecho a la pluralidad de la instancia cuya legitimidad es menester
indagar. 2.3.5. Un examen de esa naturaleza fue efectuado por este Tribunal en la Sentencia 2964-20
11-PHC/TC. Allí se dijo que si bien el inciso 3) del artículo 423 del Nuevo Código Procesal Penal tenía
como finalidad que se cumpla con principios procesales de primer orden (tales como el de contradicción
efectiva, inmediación y oralidad en el proceso penal), y que la consecuencia jurídica de dicha disposición
legislativa era una medida adecuada para alcanzarla, esta no era una medida necesaria, pues “lapresencia
física y personal del recurrente (apelante) para que se lleve a cabo la audiencia de apelación, no resulta necesa­
ria ni indispensable, pues esta actuación se puede desarrollar con la sola presencia de su abogado patrocinante,

n o m o s & th e s is
879 SECCIÓN IV: EL RECURSO DE APELACIÓN Alt 418
quien puede sustentar oraly técnicamente los argumentos del medio impugnatorio de apelación para que estos
puedan ser sometidos a l contradictorio y al debate oral con su contraparte (Ministerio Público). En ese sentido,
al existir otro mecanismo que brinda el mismo resultado buscado por la medida de intervención, mecanismo
que presenta un menor grado de afectación del derechofundamental a la pluralidad de instancias, dicha me­
dida de intervención, [...] debe ser interdictada por este Tribunal”. 2.3.6. Cabe apuntar que la ausencia de
justificación material en la aplicación del inciso 3) del artículo 423 del Nuevo Código Procesal Penal in­
valida la resolución judicial que declaró la inadmisibilidad del recurso de apelación. Pero de esto no nece­
sariamente se deriva la invalidez constitucional de la disposición legislativa en sí misma. La existencia de
una norma (es decir, un sentido interpretativo) constitucionalmente conforme en la disposición impide
que este Tribunal (o cualquier otro) pueda declarar su inconstitucionalidad. Y, como también se expresó
en la Sentencia 2964-2011-PHC/TC, sí existe una interpretación constitucionalmente conforme de la
disposición en cuestión: Esta interpretación es la que considera que el recurso de apelación de sentencia debe
ser declarado inadmisible cuando no concurra el imputado o, en ausencia de éste, su abogado defensor. Es decir,
solo se declarará inadmisible el recurso de apelación cuando, además de la ausencia del imputado, también se
aprecie la ausencia del abogado defensor a la audiencia de apelación; de lo contrario, la sola presencia de este
último basta para adm itir el recurso y llevar adelante el debate contradictorio en la audiencia de apelación.
(Exp. N .° 03181-2013-PA/TC, del 03-01-2017 [Web: 31-01-2017 / EP: 01-03-2017], ff. jj. 2.3.3 al
2.3.6. Texto completo: <bit.ly/2u3JRiq>).
§ 1712. Garantía constitucional de la doble instancia. 4. [El] derecho a la pluralidad de instancia
[...] tiene por objeto garantizar que todo justiciable tenga la oportunidad de que lo resuelto por un
órgano jurisdiccional sea revisado por un órgano superior de la misma naturaleza, siempre que se haya
hecho uso de los medios impugnatorios pertinentes, formulados dentro del plazo legal [...]. (Exp. N .°
1755-2007-PA/TC [Caso Sociedad Minera de Responsabilidad Limitada “E l Molino de C ajam arca\ de
26-11-2007 [Web: 26-01-2009], f. j. 4. Texto completo: <bit.ly/2ag2JPH>).

Artículo 417: Competencia

1. Contra las decisiones emitidas por el Ju e z de la Investigación Preparatoria, así como contra las ex­
pedidas por el Juzgado Penal, unipersonal o colegiado, conoce el recurso la Sala Penal Superior.
2. Contra las sentencias emitidas por el Juzgado de Paz Letrado, conoce del recurso el Juzgado Penal
unipersonal.(1)

NOTA DE ACTUALIZACIÓN
(1) De conform idad con la 7.a DCF del Decreto Legislativo N.° 1307 (EP, 30-12-2016), se adelante la entrada en vigencia del
presente artículo, en los distritos judiciales donde aún no se encuentre vigente dicha norma, para su aplicación en el
proceso inmediato.

Artículo4 1 8 :Efectos . ■

1. El recurso de apelación tendrá efecto suspensivo contra las sentencias y los autos de sobreseimien­
to, así como los demás autos que pongan fin a la instancia.
2. Si se trata de una sentencia condenatoria que imponga pena privativa de libertad efectiva, este extre­
mo se ejecutará provisionalmente. En todo caso, el Tribunal Superior en cualquier estado del procedimien­
to recursal decidirá mediante auto inimpugnable, atendiendo a las circunstancias del caso, si la ejecución
provisional de la sentencia debe suspenderse.(1)

NOTA DE ACTUALIZACIÓN
(1) De conform idad con la 7.a DCF del Decreto Legislativo N.° 1307 (EP, 30-12-2016), se adelante la entrada en vigencia del
presente artículo, en los distritos judiciales donde aún no se encuentre vigente dicha norma, para su aplicación en el
proceso inmediato.

♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL


Art.419 LIBRO CUARTO: LA IMPUGNACIÓN 880

JURISPRUDENCIA P E LAS CORTES SUPERIORES

§ 1713. En nuestro ordenamiento procesal penal, los recursos impugnativos no tienen efectos
suspensivos, salvo excepciones. El recurso de casación no impide la ejecución provisional de las
resoluciones que se impugnan. Véase la jurisprudencia del artículo 412° del Nuevo Código Procesal Pe­
nal [§ 1699]. (Exp. N.° 0008-2014-21-5201-JR-PE-03, del 06-12-2017, ff. jj. 6.1 al 6.7. Sala Penal
Nacional de Apelaciones Especializada en Delitos de Corrupción de Funcionarios Colegiado A. Texto
completo: cbit.ly/2CwfV3n>).

Artículo 419: Facultades de la Sala Penal Superior

1. La apelación atribuye a la Sala Penal Superior, dentro de los límites de la pretensión impugnatoria,
examinar la resolución recurrida tanto en la declaración de hechos cuanto en la aplicación del derecho.
2. El examen de la Sala Penal Superior tiene como propósito que la resolución impugnada sea anulada
o revocada, total o parcialmente. En este último caso, tratándose de sentencias absolutorias podrá dictar
sentencia condenatoria.
3. Bastan dos votos conformes para absolver el grado.(1)

NOTA DE ACTUALIZACIÓN
(1) De conform idad con la 7.a DCF del Decreto Legislativo N.° 1307 (EP, 30-12-2016), se adelante la entrada en vigencia del
presente artículo, en los distritos judiciales donde aún no se encuentre vigente dicha norma, para su aplicación en el
proceso inmediato.

JURISPRUDENCIA DE LA CORTE SUPREMA

§ 1714. Facultades de la Sala Penal Superior. Sétim o. Es exacto que con arreglo a los principios de
inmediación y de oralidad, que priman en materia de la actuación y ulterior valorabilidad y valoración de
la prueba personal, el tribunal de alzada no está autorizado a variar la conclusión o valoración que de su
contenido y atiendabilidad realice el órgano jurisdiccional de primera instancia. Ello, desde luego, recude
el criterio fiscalizador del Tribunal de Apelación, pero no elimina. En esos casos -las denominadas “zonas
opacas”- los datos expresados por los testigos estrechamente ligados a la inmediación (lenguaje, capacidad
narrativa, expresividad de sus manifestaciones, precisiones en su discurso, etcétera) no son susceptibles de
supervisión y control en apelación; no pueden ser variados. Empero, existen “zonas abiertas”, accesibles al
control. Se trata de los aspectos relativos a la estructura racional del propio contenido de la prueba, ajenos
en sí mismos a la percepción sensorial del juzgador de primera instancia, que pueden ser fiscalizados a tra­
vés de las reglas de la lógica, la experiencia y los conocimientos científicos. (Casación N.° 5-2007-Huaura,
de 11-10-2007, f. j. 7. Sala Penal Permanente. Texto completo: <bit.ly/2aw4oCu>).

JURISPRUDENCIA DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL

§ 1715. La imposibilidad que se pueda recurrir o cuestionar el fallo condenatorio de la per­


sona que ha sido absuelta en primera instancia vulnera el derecho a la pluralidad de instancias.
L a casación no un mecanismo que habilite la posibilidad de una revisión integral del fallo. Véase
la jurisprudencia del artículo 425° del Nuevo Código Procesal Penal [§ 1792]. (Exp. N .° 0861-2013-
PH C/TC, del 23-01-2018 [Web: 17-08-2018], ff. jj. 16 al 23. Texto completo: <bit.ly/2V4sslh>).

n o m o s & th e sis
881 SECCIÓN IV: EL RECURSO DE APELACIÓN ÁrtB420

TÍTULO I!
LA APELACIÓN DE AUTOS

Artículo 420: Trámite

1. Recibidos los autos, salvo los casos expresamente previstos en este Código, la Sala conferirá tras­
lado del escrito de fundamentación del recurso de apelación al Ministerio Público y a los demás sujetos
procesales por el plazo de cinco días.
2. Absuelto el traslado o vencido el plazo para hacerlo, si la Sala Penal Superior estima inadmisible
el recurso podrá rechazarlo de plano. En caso contrario, la causa queda expedita para ser resuelta, y se
señalará día y hora para la audiencia de apelación.
3. Antes de la notificación de dicho decreto, el Ministerio Público y los demás sujetos procesales pue­
den presentar prueba documental o solicitar se agregue a los autos algún acto de investigación actuado
con posterioridad a la interposición del recurso, de lo que se pondrá en conocimiento a los sujetos pro­
cesales por el plazo de tres días. Excepcionalmente la Sala podrá solicitar otras copias o las actuaciones
originales, sin que esto implique la paralización del procedimiento.
4. El auto en el que la Sala declara inadmisible el recurso podrá ser objeto de recurso de reposición, que
se tramitará conforme al artículo 415.
5. A la audiencia de apelación podrán concurrir los sujetos procesales que lo estimen conveniente. En
la audiencia, que no podrá aplazarse por ninguna circunstancia, se dará cuenta de la resolución recurrida,
de los fundamentos del recurso y, acto seguido, se oirá al abogado del recurrente y a los demás abogados
de las partes asistentes. El acusado, en todo caso, tendrá derecho a la última palabra.
6. En cualquier momento de la audiencia, la Sala podrá formular preguntas al Fiscal o a los abogados de
los demás sujetos procesales, o pedirles que profundicen su argumentación o la refieran a algún aspecto
específico de la cuestión debatida.
7. Salvo los casos expresamente previstos en este Código, la Sala absolverá el grado en el plazo de
veinte d ía s .(1)(a)

NOTA DE ACTUALIZACIÓN
(1) De conform idad con la 7.a DCF del Decreto Legislativo N.° 1307 (EP, 30-12-2016), se adelante la entrada en vigencia del
presente artículo, en los distritos judiciales donde aún no se encuentre vigente dicha norma, para su aplicación en el
proceso inmediato.

PROTOCOLOS, REGLAMENTOS, LINEAMIENTOS, GUÍAS Y DIRECTIVAS


(a) Directiva N.° 005-2012-MP-FN: "Concurrencia del fiscal superior a la audiencia de apelación" (aprobado por la Resolu­
ción N.° 2045-2012-M P-FN de 08-08-2012). Véase el texto completo en: <bit.Iy/2VLxOT3>.

ACUERDO PLENARIO DE LA CORTE SUPREMA

§ 1716. La apelación de autos y concurrencia de la parte apelante a la audiencia en segunda


instancia. § 1. Planteamiento delproblema propuesto. 6. Los juristas asistentes al VIII Pleno Jurisdiccio­
nal Penal de las Salas Penales de la Corte Suprema de Justicia de la República, en lo que respecta al
presente tema, partieron del problema que existe en torno a que la inadmisibilidad de la apelación de
autos, por inconcurrencia del recurrente, no está prevista expresamente en el artículo 420, apartado 5,
del Nuevo Código Procesal Penal -en adelante NCPP-, a diferencia de lo que sucede en el recurso de
apelación de sentencias previstas en el artículo 423, apartado 3, del acotado Código. 7. En primer lugar,
se escuchó la tesis defendida por el señor doctor Mario Pablo Rodríguez Hurtado, quien propugna que
en la apelación de autos no es obligatoria la concurrencia del recurrente, puesto que en el inciso 5, del
artículo 420, del NCPP se estipula explícitamente que “ [...] a la audiencia de apelación de autos podrán
concurrir los sujetos procesales que lo estimen conveniente”, con lo que se advierte que la asistencia de

♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL


Art. 420 LIBRO CUARTO: LA IMPUGNACIÓN 882

la parte recurrente es discrecional; esto es, la ley los faculta a asistir o no a dicho acto procesal, sin que
ello implique una sanción penal. 8. Por otro lado, el señor doctor Aldo Figueroa Navarro, Juez Superior
Titular de la Corte Superior de Justicia de Lima, manifestó que el problema planteado se resuelve en vía
de interpretación; esto es una cuestión interpretativa que se resuelve dentro de los alcances propios y no
extensivos de lo que se entiende por audiencia; pues si el apelante no concurre, no hay audiencia reali­
zable y. por ende, el recurso de apelación debe declararse inadmisible. Dicho de otro modo, el artículo
420, inciso 5, del NCPP, no tiene un vacío que requiera ser llenado mediante la analogía, sino que
puede integrarse por el sentido semántico, lógico y sistemático de la audiencia oral, contradictoria e
inmediata. // § 2 . Aspectos generales. 9. Como punto de partida, es de afirmar que la impugnación pro­
cesal es el poder concedido a las partes y, excepcionalmente, a terceros, tendiente a lograr la modifica­
ción, revocación, anulación o sustitución de un acto procesal que se considera ilegal o injusto. De otro
lado, la impugnación es un derecho fundamental reconocido por la Constitución bajo el nombre de
“pluralidad de la instancia” [Artículo 139, apartado 6o de la Constitución Política del Estado]. 10. La
impugnación ampliamente considerada, se manifiesta como el poder y actividad reconocidos a las par­
tes del proceso, y excepcionalmente también a terceros interesados, tendientes a conseguir la revocación,
anulación, sustitución o modificación de un concreto acto de procedimiento, que se afirma incorrecto
o defectuoso- injusto o ilegal-; es esta la causa del agravio que el acto produce al interesado. En ese
contexto, el poder de impugnación como tal se ejercita dentro del proceso y tiende a obtener la modi­
ficación, revocación, anulación y sustitución de un acto procesal ilegal o injusto: se exhibe como una
prolongación de los poderes de acción y excepción. 11. El artículo I, inciso 4, del Título Preliminar del
Nuevo Código Procesal Penal establece como pauta garantizadora del derecho a la impugnación que
“ [...] las resoluciones son recurribles en los casos y en el modo previsto por la Ley. Las sentencias o autos
que ponen fin a la instancia son susceptibles del recurso de apelación” . Es decir, eleva como categoría
fundamental el derecho a recurrir, el cual es desarrollado posteriormente en el Libro IV del citado Có­
digo, donde se encuentran establecidos los preceptos generales de la impugnación -véanse los artículos
404 al 412-, y las regulaciones de los recursos -artículos 413 al 438-, así como también de la acción de
revisión -artículos 439 al 443-; sin embargo, se debe precisar que este derecho fundamental no goza de
carácter absoluto, pues la impugnación de las resoluciones judiciales solo procede por los medios y en
los casos expresamente establecidos por la Ley (véase el artículo 404, inciso 1, del NCPP). // § 3 . Preci­
siones en tomo a los enfoques sugeridos. 12. En el Libro Cuarto, Sección IV, Título II, del NCPP, se regu­
la y desarrolla todo lo concerniente a la “Apelación de Autos”. Así, en el artículo 420, se encuentra
previsto el trámite que se debe llevar a cabo; mientras que en el Título III se regula todo lo referido a la
“Apelación de Sentencias”, desde el artículo 421 al 424 del NCPP. Sin embargo, lo que resulta materia
de análisis es lo estipulado en el inciso 5, del artículo 420, del NCPP: “A la audiencia de apelación po­
drán concurrir los sujetos procesales que lo estimen conveniente. En la audiencia, que no podrá apla­
zarse por ninguna circunstancia, se dará cuenta de la resolución recurrida, de los fundamentos del re­
curso y, acto seguido, se oirá al abogado del recurrente y a los demás abogados de las partes asistentes.
El acusado, en todo caso, tendrá derecho a la última palabra”. 13. Al respecto, se advierte que en los
distritos judiciales de Huaura, Lambayeque y La Libertad se emiten resoluciones que según su conteni­
do establecen como criterio y desarrollo jurisprudencial la obligatoriedad de la parte apelante. Así, por
ejemplo, se tiene la Resolución N .° 10, del 23 de enero de 2009, recaída en el Expediente N.° 2008-
00657-87-1308-PE-l, emitida por la Sala Penal de Apelaciones de la Corte Superior de Justicia de
Huaura. Esta resolución, según su propio contenido, establece como criterio o desarrollo jurisprudencial
la obligatoriedad de la parte apelante -pese a que cumplió con fundamentar su recurso-, de asistir a la
Audiencia de Apelación “ [...] bajo apercibimiento, en caso de inconcurrencia de su abogado defensor,
de declararse nulo el concesorio e inadmisible la apelación interpuesta”. Como se puede advertir lo se­
ñalado en la citada resolución es controversial por ir en contra de lo señalado en el apartado 5 del artí­
culo 420° del NCPP. Posición que se refuerza si se tiene en cuenta que en la misma resolución existió
un voto en discordia del doctor Luis Alberto Vásquez Silva, quien no estuvo de acuerdo con el voto en
mayoría de sus colegas porque lo consideró una evidente arbitrariedad. 14. Por su parte, en el distrito
judicial de Lambayeque también se ha adoptado el criterio de obligatoriedad de la concurrencia de las

n o m o s & th e s is
883 SECCIÓN IV: EL RECURSO DE APELACIÓN Art. 420
partes procesales a la audiencia de la apelación de autos; de tal forma que en el Expediente N .° 2786­
2010, por Resolución N.° 13, del 18 de mayo de 201 1 , se deja entrever la inconcurrencia de la apelan­
te y su abogada, y se señala en el considerando primero: “ [...] conforme se infiere, lo dispuesto en el
artículo 420, inciso 5, del NCP, la asistencia de la parte apelante y de su abogado es indispensable para
la realización de la audiencia de apelación de auto, pues el abogado tiene que informar oralmente las
razones de la impugnación, las mismas que deben ser puestas en conocimiento de las partes asistentes y
sobre la base del debate que se produzca, el Colegiado tiene que resolver oralmente de inmediato”. 15.
En el distrito judicial de La Libertad también se ha producido la misma situación, materia de análisis,
en el sentido de que ante la inconcurrencia de la parte recurrente a la audiencia de apelación de autos se
aplicará supletoriamente lo señalado para la audiencia de apelación de sentencia. Así, por ejemplo, en
el Expediente N.° 846-i2010 emitido por la Primera Sala Penal de Apelaciones de la Corte Superior de
Justicia de La Libertad, mediante Resolución N .° 5, del 11 de marzo del 201 1, se declara inadmisible el
recurso de apelación interpuesto por la parte apelante, porque no asistió a la audiencia de apelación de
autos. Los miembros de la Primera Sala Penal de Apelaciones de la Corte Superior de Justicia de La
Libertad actuaron de manera similar en el Expediente N.° 6027-2009, en el cual, mediante Resolución
N.° 10, del 14 de marzo de 2011, que declara la inadmisibilidad del recurso de impugnación interpues­
ta por la parte apelante, y se registra como incidencia su no asistencia a dicha audiencia de apelación de
autos. Sin embargo, con fecha 26 de agosto del 2011, los jueces integrantes de la Primera Sala Penal de
Apelaciones de la Corte Superior de Justicia de La Libertad, mediante Resolución N.° 7, contenida en
el Expediente N.° 3235-2010, señalaron en forma expresa que “ [...] variando la práctica procesal penal
seguida desde la implementación del Código Procesal Penal, este Colegiado cambia de criterio y prác­
tica en la aplicación del desarrollo de la audiencia de apelación de autos, en el sentido de que se aplica­
rá de ahora en adelante lo dispuesto en stricto sensu por el artículo 420, inciso 5, del NCPP, en cuanto
a la tramitación de la audiencia de apelación de autos; por lo que resulta obvio que este cambio de
prácticas e interpretación del procedimiento respecto a la sustanciación de la apelación de autos rige a
partir de la presente audiencia hasta que haya una nueva fundamentación que avale a la misma, la mo­
difique o lo que fuere pertinente” . De esta forma, es a partir de esta resolución que la Corte Superior de
Justicia de La Libertad se aparta del criterio acogido de obligatoriedad de la concurrencia de la parte
apelante a la audiencia de apelación de autos, aplicada supletoriamente de la audiencia de apelación de
sentencia. // § 4 . Análisis delproblema propuesto. 16. Al respecto, se debe partir de la afirmación que tal
como se desprende de la aludida norma, la realización de la audiencia de apelación se llevará a cabo con
la presencia de los sujetos procesales que voluntariamente decidan concurrir á la citada audiencia, sin
ser necesaria la presencia obligatoria del concurrente; con lo que claramente se advierte que existe un
tratamiento diferenciado, dado a la apelación de autos con el de apelación de sentencias, pues en este
último supuesto se podrá declarar inadmisible el recurso de apelación del inconcurrente, absteniéndose
la Sala Superior de pronunciarse sobre el fondo del recurso. 17. La naturaleza procesal de la apelación
de sentencias es la revisión de la decisión de la primera instancia, en la que dado al principio de contra­
dicción y de asistencia efectiva se requiere la presencia obligatoria de la parte recurrente; por lo que en
caso de su inconcurrencia se genera como gravamen, la inadmisibilidad del recurso, lo que perjudica
única y exclusivamente a dicha parte recurrente, caso que no se puede aplicar supletoriamente con la
audiencia de apelación de autos, puesto que no se requiere presencia, puesto que no se realiza juicio al­
guno. 18. En este punto, se debe tener en cuenta que el artículo VII, del Título Preliminar, apartado 3, del
NCPP, señala expresamente que “ [...] la ley que coapta la libertad o el ejercicio de los derechos procesales
de la persona, así como la que Emite un poder conferido a las partes o establezca sanciones procesales, será
interpretada restrictivamente. La interpretación extensiva y la analogía quedan prohibidas mientras no fa­
vorezcan la libertad del imputado o el ejercicio de sus derechos”. De la norma acotada, se puede colegir que
el hecho de trasladar lo dispuesto es el artículo 423, apartado 3, del NCPP, que declara la inadmisibilidad
del recurso de apelación de sentencia por inasistencia del imputado a la audiencia, no puede aplicarse ex­
tensivamente a la impugnación de autos porque se aplica la analogía in malam partem y perjudica de esta
manera al imputado, pese a que la norma contenida en el artículo 420 del acotado Código no lo señala en
forma expresa. Por tanto, no es aplicable el apartado 3, del artículo 423, del NCPP, donde se señala la in-

♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL


Art. 420 LIBRO CUARTO: LA IMPUGNACIÓN 884

admisibilidad del recurso, pese a haber sido fundamento porque toda persona tiene derecho a la tutela ju­
risdiccional protegida constitucionalmente; tanto más si se tiene en cuenta que la interpretación sistemáti­
ca que se buscaría hacer de dicho numeral no sería a favor del reo sino en contra del mismo, vulnerándose
el principio de la función jurisdiccional. 19. En otras palabras, no se puede obviar que la sanción de inad­
misibilidad del recurso por inasistencia a la audiencia es taxativa para los casos de apelación de sentencias,
siempre en casos en las que discute el juicio de culpabilidad pero no para la apelación de autos, lo cual no
deriva de un olvido o error del legislador, porque claramente se advierte del apartado 5, del artículo 420,
del NCPP, que señala expresamente que “ [•••] a la audiencia de apelación de autos podrán concurrir los
sujetos procesales que lo estimen- conveniente”; por tanto, si su asistencia a la audiencia es discrecional o
facultativo, en tanto que la ley los faculta a asistir o no a un acto procesal, seria ilegítimo porque al ejercer
un derecho sean sancionados penalmente. 20. Finalmente, se debe dejar sentado que el NCPP; en su artí­
culo 420, apartado 5, al señalar que las partes, procesales podrán concurrir a la audiencia de apelación de
autos, no contraviene ningún derecho, pues, como ya se explicó precedentemente, es una facultad discre­
cional, de las partes de asistir o no a la audiencia de apelación de autos; mientras que el artículo 423, apar­
tado 3, del citado Código, regula que a la audiencia de apelación de sentencia las partes procesales tendrán
que concurrir de manera obligatoria, puesto que en esta se analiza un nuevo juicio oral, por lo que es estric­
tamente necesaria la presencia de la parte recurrente; por consiguiente, no es posible que de manera suple­
toria y extensiva se traslade el carácter de obligatoriedad de la parte recurrente a la audiencia de apelación de
autos. De ahí que cuando el impugnante no concurra a la audiencia de apelación de autos, el órgano revisor
no debe declarar inadmisible el recurso -como sucede en la apelación de sentencias- sino resolver el fondo
de aquel; en provecho de la persecución regular de la causa, según las normas del Nuevo Código Procesal
Penal. (Acuerdo Plenario N .° 1-2012/CJ-116, del 18-01-2013, ff. jj. 6-20. VIII Pleno Jurisdiccional de las
Salas Penales Permanente y Transitoria [EP, 04-01-2014]. Texto completo: cbit.ly/1W8MNAE>).

DOCTRINA JURISPRUDENCIAL VINCULANTE DE LA CORTE SUPREMA

§ 1717. Fiscal superior puede optar por no pronunciarse sobre las apelaciones. 2.2.6.1.3. En
ese sentido, si bien se exige a los representantes del Ministerio Público una motivación adecuada y
coherente de sus pronunciamientos; sin embargo, dicha norma no es aplicable al caso concreto, pues
su actuación procesal no se circunscribe a una petición formulada por el Fiscal Superior, al no ser parte
recurrente en sede de apelación, sino a una ratificación del pedido de requerimiento de sobreseimiento
que solicitó el Fiscal Provincial a causa de su abstención de pronunciamiento; toda vez que, si bien los
representantes del Ministerio Público se rigen por el principio de independencia, al adecuarse sus actos
a criterios objetivos, rigiéndose únicamente a la Constitución y a la Ley, sin perjuicio de las directivas o
instrucción que emita la Fiscalía de la Nación [Numeral 1 del artículo 61° del Código Procesal Penal];
sino también se rigen bajo otros principios rectores, siendo uno de estos el unidad de actuación, que
procura que las políticas de persecución penal sean uniformes y persigan objetivos comunes, y de jerar­
quía, el cual deben sujetarse a las instrucciones que les impartan sus superiores. Tales principios tratan
de dotar de coherencia y unidad al ejercicio de las funciones constitucionales que establece el artículo
139° de la Constitución Política del Estado a fin de establecer una coordinación conjunta entre los Fis­
cales de los distintos niveles en atención a la política de persecución criminal. 2.2.7.2. La obligatoriedad
de concurrencia en apelación de autos por el Ministerio Público. 2.2.7.2.I. A ello, abona que el numeral
5 del artículo 420° del Código Procesal Penal, señala que la concurrencia de las partes a la audiencia
de apelación de autos es optativa, es decir, no es obligatoria. En ese sentido, la abstención de emitir
pronunciamiento del Fiscal Superior, quien acude a la audiencia de apelación de auto, por un recurso
interpuesto por otra parte procesal, no afecta el derecho a la debida motivación de resoluciones judicia­
les, más aun si la Directiva N .° 003-2012-MP-FN, referida a casos que se tramiten con las normas del
Nuevo Código Procesal Penal, establece que “Respecto a la interposición de los recursos de apelación
por otros sujetos procesales, el Fiscal Superior no está obligado a pronunciarse por escrito ni a concurrir
a la audiencia de apelación”. (Casación N .° 475-2013-Tacna, de 17-06-2015, fundamentos 2.2.6.1.3 al
2.2.7.2.1 establecidos como desarrollo jurisprudencial. Sala Penal Permanente [EP, 11-09-2015, Juris­
prudencia, Año XXIV, N .° 989, pp. 7287-7289]. Texto completo: <bit.ly/2IeQp3P>).

n o m o s & th e sís
885 SECCIÓN IV: EL RECURSO DE APELACIÓN Art. 420
§ 1718. Notificación defectuosa. Se vulnerará el derecho a la defensa si no se notifica los proce­
dimientos o diligencias judiciales que aplican sanciones o restricciones a los derechos de las per­
sonas. Véase la jurisprudencia del artículo 127° del Nuevo Código Procesal Penal [§ 560]. (Casación
N .° 326-2016-Lambayeque, de 23-11-2016, que establece como doctrina jurisprudencial vinculante lo
señalado en los £F. jj. 3.4.3 y 3.4.5. Sala Penal Permanente [EP, 11-01-2017, Jurisprudencia, Año XXVI,
N .° 1032, pp. 7658-7662]. Texto completo: <bit.ly/2iFAdiI>).

§ 1719. Ausencia de oposición del actor civil al requerimiento de sobreseimiento no impide que este
recurra en apelación. Ante un auto de sobreseimiento de primera instancia, contrario al requerimiento
de acusación, es el requerimiento del Fiscal Superior el que predomina, no siendo requisito que el reque­
rimiento del Fiscal Provincial sea también por sobreseimiento. Véase la jurisprudencia del artículo 345°
del Nuevo Código Procesal Penal [§ 1385]. (Casación N.° 187-2016-Lima, de 23-11-2016, que fija como
doctrina jurisprudencial los ff. jj. 15 al 21. Sala Penal Permanente. [EP, 30-01-2017, Sentencias en Casación,
Año XXI, N.° 722-B, pp. 87660-87663]. Texto completo: <bit.ly/2mr4q2P>).

ACUERDOS DE LAS SALAS PENALES SUPERIORES

§ 1720. No procede la solicitud de reprogramación de audiencia de apelación de auto por


inconcurrencia del abogado defensor bajo la justificación de tener otras diligencias. T e m a : Solici­
tudes de reprogramación de audiencias de apelación de autos por inconcurrencia del abogado defensor
al tener otras diligencias. A c u e r d o . La audiencia de apelación de auto -cualquiera sea la materia- es
inaplazable y se realiza con quienes asistan, procediéndose a dar cuenta de la resolución recurrida y
de los fundamentos del recurso. F u n d a m e n t a c i ó n . La audiencia de apelación de auto es inaplazable
(artículo 420.5° CPP), tanto así que, para la audiencia de apelación del auto de prisión preventiva se
ha considerado que la Sala Penal se pronunciará previa vista de la causa (artículo 278.1° CPP). No
obstante lo expuesto, los abogados defensores de las partes -imputado, tercero civil, agraviado- vienen
presentando solicitudes de reprogramación de audiencias de apelación de autos, argumentando como
causa justificante la realización de otras diligencias judiciales o fiscales en la misma fecha y hora de la
audiencia de apelación. Según estadísticas del año judicial 2017 elaboradas por la Administración del
Módulo Penal de la Corte Superior de Justicia de La Libertad, las frustraciones de audiencias de apela­
ción por inasistencia del abogado defensor llega hasta el 25% de las audiencias programadas en segunda
instancia, lo cual constituye un factor negativo en términos de eficiencia y eficacia del sistema de justicia
penal, por lo que, como regla, no corresponde reprogramar la audiencia de apelación por inconcurren­
cia del abogado defensor bajo la justificación de tener otras diligencias. En consecuencia, la audiencia
de apelación de auto -cualquiera sea la materia- se realiza con quienes asistan, sin aplazamiento por
ninguna circunstancia, procediéndose a dar cuenta de la resolución recurrida y de los fundamentos del
recurso. (Acuerdo N.° 1-2018-SPS-CSJLL del 12-01-2018. Acuerdo de Jueces Titulares de las Salas Pe­
nales Superiores dé la Corte Superior de Justicia de la Libertad. Texto completo: <bit.ly/2WgTQNv>).

JURISPRUDENCIA DE LA CORTE SUPREMA

§ 1721. Admisión de nuevas pruebas en segunda instancia. En apelación de prisión preventiva,


cualquiera de las partes pueden presentar elementos de convicción realizados o recabados con
posterioridad a la audiencia de prisión: la exigencia mínima es que se les someta a contradicción e
inmediación en la audiencia respectiva. Véase la jurisprudencia del artículo 430° del Nuevo Código Pro­
cesal Penal [§ 1837]. (Casación N.° 216-2016-E1 Santa, del 12-08-2016, £ j. 5. Sala Penal Transitoria.
Texto completo: <bit.ly/2p0az8W>).

JURISPRUDENCIA DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL

§ 1722. Apelación fue declarada inadmisible porque abogado se retiró de la sala para concurrir a
otra diligencia (Art. 420, inc. 5). 13. [E]l artículo 420.° del Código Procesal Penal, vigente en el Distri­
to Judicial de Ayacucho, regula la tramitación de la apelación de los autos que se expiden en un proceso
penal y señala qué sujetos procesales tienen obligación de concurrir a la audiencia y quiénes pueden
♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL
Art. 421 LIBRO CUARTO: LA IMPUGNACIÓN 886

concurrir voluntariamente. Indica además cuál es el orden que debe observarse para dar cuenta de la pieza
o piezas recurridas, el orden con que deben ejercitar sus derechos y alegaciones, y los sujetos procesales
intervinientes, entre otros aspectos. En ese sentido, precisa que “la audiencia, que no podrá aplazarse por
ninguna circunstancia...” y, subrayando enfáticamente que; “en todo caso, tendrá derecho a la última
palabra...” [...]. 14. En este orden de razonamiento, es facultad del juez, como director del proceso, dictar
los apremios y rebeldías tendientes a garantizar la presencia de los sujetos procesales intervinientes en las
diligencias señaladas, tanto más si estas diligencias por mandato expreso de la ley especial de la materia no
pueden ser aplazadas ni reprogramadas por ninguna circunstancia. [...] 15. Respecto del supuesto incum­
plimiento del horario de la audiencia por parte de los integrantes de la Sala, debe mencionarse que si bien
se notificó que la audiencia iniciaría a las 9:30 de la mañana, el retraso de unos minutos en su inicio por
la realización de una audiencia anterior, situación que no ha sido desacreditada por ninguna de las partes,
no generó una situación de indefensión en el recurrente. Situación distinta hubiera sido el inicio de la
audiencia antes de la hora establecida o el que ella no se inicie en un contexto en el que no fuera esperable
la resolución del retraso. Es así que no resulta razonable la conducta del abogado de abandonar la sala de
audiencia pasados quince minutos de la hora inicialmente prevista para la audiencia [para concurrir a otra
diligencia], teniendo pleno conocimiento de las circunstancias [...]. (Exp. N .° 8332-2013-PA/TC [caso
Walter Demetrio Fernández Palomino], de 27-10-2014 [Web: 31-03-2015 / EP: 14-05-2016], ff. jj. 13,
14 y 15. Texto completo: <bit.ly/2TUrlsq>).

TÍTULO III
LA APELACIÓN DE SENTENCIAS

Artículo 421: Trámite inicial

1. Recibidos los autos, la Sala conferirá traslado del escrito de fundamentación del recurso de apela­
ción por el plazo de cinco días.
2. Cumplida la absolución de agravios o vencido el plazo para hacerlo, si la Sala Penal Superior estima
inadmisible el recurso podrá rechazarlo de plano. En caso contrario, comunicará a las partes que pueden
ofrecer medios probatorios en el plazo de cinco días. El auto que declara inadmisible el recurso podrá ser
objeto de recurso de reposición, que se tramitará conforme al artículo 4 1 5 .(1)(a)

NOTA DE ACTUALIZACIÓN
(1) De conform idad con la 7.a DCF del Decreto Legislativo N.° 1307 (ER 30-12-2016), se adelante la entrada en vigencia del
presente artículo, en los distritos judiciales donde aún no se encuentre vigente dicha norma, para su aplicación en el
proceso inmediato.

PROTOCOLOS, REGLAMENTOS, LINEAM IENTOS, GUÍAS Y DIRECTIVAS


(a) Directiva N.° 005-2012-MP-FN: "Concurrencia del fiscal superior a la audiencia de apelación” (aprobado por la Resolu­
ción N.° 2045-2012-M P-FN de 08-08-2012). Véase el texto com pleto en: <bit.ly/2VLxOT3>.

JURISPRUDENCIA DE LA CORTE SUPREMA

§ 1723. Cálculo del plazo para interponer la apelación por huelga del Poder Judicial. Que,
si bien la Sala Penal de Apelaciones, en su considerando tercero, considera que, la Ley Orgánica del
Poder Judicial, en su artículo 124, parte final, señala, “son días inhábiles aquellos en que se suspende
el despacho conforme a ley”, supuestos en los cuales no se encuentra los días de suspensión de labores
por la huelga de los trabajadores del Poder Judicial; tal interpretación no se condice con el principio
fav o r actionis o pro actione, según el cual “se impone a los juzgadores la exigencia de interpretar los
requisitos y presupuestos procesales en el sentido más favorable a la plena efectividad del derecho a
obtener una resolución válida sobre el fondo” y donde se establece, a su vez, que “los requisitos formales

n o m o s & th e sis
887 SECCIÓN IV: EL RECURSO DE APELACIÓN Art. 422
-en el presente proceso, el cálculo del plazo para interponer la apelación [-] se interpreten y apliquen
de modo flexible y atendiendo a su finalidad y de que a su incumplimiento no se anuden consecuencias
desproporcionadas o excesivamente gravosas” (Casación N.° 124-2011-Lambayeque, de 14-06-2012,
considerando segundo. Las negritas son nuestras. Texto completo: <bit.ly/lWBTIW8>)

§ 1724. Se incurrirá en motivación aparente cuando no se hace mención concreta a lo que era
el centro del cuestionamiento impugnativo. Errores involuntarios de los servidores judiciales o de
las propias partes procesales no son argumentos razonables para negar el acceso a la impugnación.
Principio p ro actione. Cuarto, El auto impugnado, pese a que el argumento del querellante estaba am­
parado en una exposición sobre el error del personal de la Mesa de Partes y que, no obstante ello, había
cumplido con el pago de la tasa correspondiente, no se refirió a esta argumentación específica. Se limitó
a afirmar generalidades acerca de la necesidad del pago de la tasa judicial y del monto que correspondía
abonar en el presente caso en función a la pretensión civil introducida por el querellante. Incurrió, pues,
en una motivación aparente, al no hacer mención concreta a lo que era el centro del cuestionamiento
impugnativo: si era verdad o no tal argumento y si, jurídicamente, era del caso dar por cumplida o no
la exigencia de pago de la tasa judicial pertinente. Cabe enfatizar que lo esencial en materia de tasas o
aranceles judiciales es que, desde luego, se paguen, y que se cumpla esta carga procesal en tiempo opor­
tuno. El casacionista cumplió con hacerlo dentro del plazo señalado por el Juez de la causa, por lo que
es menester que se declare admisible el recurso de apelación y que el Tribunal Superior conozca de la
resolución N .° 4, de 9 de mayo de 2017, que rechazó la querella que formuló contra CEYV. Quinto, La
resolución impugnada en casación vulneró la garantía de tutela jurisdiccional (artículo 139, numeral 3,
de la Constitución), específicamente el derecho de acceso a la jurisdicción, al denegar irrazonablemente,
bajo una motivación aparente, el recurso de queja y, con ello, cerrar la vía de la apelación. El principio
pro actione es fundamental para determinar el alcance de las reglas procesales sobre la impugnación y,
en el presente caso, es patente que los preceptos sobre tasas o aranceles judiciales se cumplieron opor­
tunamente. Sobre esta premisa, un error involuntario -sea de los servidores judiciales o, incluso, de las
propias partes procesales- en modo alguno puede servir de argumento razonable para negar el acceso a
la impugnación. (Casación N.° 970-2017-Tacna, del 17-04-2018, ff. jj. 4 y 5. Sala Penal Permanente.
Texto completo: <bit.ly/2HbCjSA>).

§ 1725. No todo defecto de motivación para un órgano de instancia conlleva la sanción de


nulidad. Tribunal superior debe conocer del fondo del asunto, sin necesidad de reenvío, lo que es
coherente con la naturaleza ordinaria del recurso de apelación. Véase la jurisprudencia del artículo
425° del Nuevo Código Procesal Penal [§ 1776]. (Casación N.° 975-2016-Lambayeque, de 27-12­
2016, f. j. 6. Sala Penal Transitoria. Texto completo: <bit.ly/2mtK7kM>).

JURISPRUDENCIA DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL

§ 1726. Principio pro actione. Como lo ha señalado este Tribunal, “...la necesidad de conceder
un plazo razonable para subsanar las deficiencia(s) de índole estrictamente formal en que pudieran
incurrir las demandas, los medios impugnatorios y recursos en general presentados a la judicatura, debe
considerarse como criterio inherente a todo orden procesal, en aplicación del criterio pro actione y en
resguardo de la tutela jurisdiccional efectiva, a tenor del inciso 3) del artículo 139° de la Constitución”
[Exp. 503-2002-AA/TC]. (Exp. N .° 0616-2003-AA/TC [Caso Roberto Ato del Avellanad de 06-06­
2005 [Web: 18-07-2005], £ j. 7. Texto completo: <bit.ly/2TonKxz>).

A rtículo 4 2 2 : Pru eb as en segu n d a instan cia

1. El escrito de ofrecimiento de pruebas deberá indicar específicamente, bajo sanción de inadmisibili­


dad, el aporte que espera de la prueba ofrecida.
2. Sólo se admitirán los siguientes medios de prueba:
a) Los que no se pudo proponer en primera instancia por desconocimiento de su existencia;

♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL


Art. 422 LIBRO CUARTO: LA IMPUGNACIÓN 888

b) Los propuestos que fueron indebidamente denegados, siempre que hubiere formulado en su momen­
to la oportuna reserva; y,
c) Los admitidos que no fueron practicados por causas no imputables a él.
3. Sólo se admitirán medios de prueba cuando se impugne el juicio de culpabilidad o de inocencia. Si
sólo se cuestiona la determinación judicial de la sanción, las pruebas estarán referidas a ese único extre­
mo. Si la apelación en su conjunto sólo se refiere al objeto civil del proceso, rigen los límites estipulados
en el artículo 374 del Código Procesal Civil.
4. La Sala mediante auto, en el plazo de tres días, decidirá la admisibilidad de las pruebas ofrecidas en
función a lo dispuesto en el numeral 2) del artículo 155 y a los puntos materia de discusión en la apelación.
La resolución es inimpugnable.
5. También serán citados aquellos testigos -incluidos los agraviados- que han declarado en primera
instancia, siempre que la Sala por exigencias de inmediación y contradicción considere indispensable su
concurrencia para sustentar el juicio de hecho de la sentencia, a menos que las partes no hayan insistido
en su presencia, en cuyo caso se estará a lo que aparece transcrito en el acta del juicio.(1)

NOTA DE ACTUALIZACIÓN
(1) De conform idad con la 7.a DCF del Decreto Legislativo N.° 1307 (EP, 30-12-2016), se adelante la entrada en vigencia del
presente artículo, en los distritos judiciales.donde aún no se encuentre vigente dicha norma, para su aplicación en el
proceso inmediato.

DOCTRINA JURISPRUDENCIAL VINCULANTE DE LA CORTE SUPREMA

§ 1727. Para el aporte de prueba en segunda instancia prima el desconocimiento y no las


razones por las que se interpone la misma. Décim o segundo. Que el artículo 422° inciso 2, acápite
a) del Código Procesal Penal, referidos a la prueba en segunda instancia prescribe: Sólo se admitirán
los siguientes medios de prueba: a) Los que no se pudo proponer en primera instancia por des­
conocimiento de su existencia, en ese sentido ‘Tara el aporte de prueba en segunda instancia prim a el
desconocimiento y no las razones por las que se interpone la misma” (S a n M a r t í n C a s t r o , César. Derecho
Procesal Penal - Lecciones. Primera edición. Cénales Fondo Editorial, Lima, 2015, p. 685), así como de
lo que se trata es de nuevos hechos acaecidos con posterioridad a l trámite procesal de la prueba en juicio” (San
Martín Castro, César. Op. Cit., p. 686.), por lo que “Solo se admiten los siguientes medios de prueba: a)
Pruebas cuya existencia se desconocía: Se trata depruebas cuya existencia no conocía el recurrentey, por tanto,
no pudo solicitar se practicaran, o bien aquellas otras que, conociendo su existencia, no pudo proponerla, por
carecer de disponibilidad sobre la misma. Se excluyen los medios probatorios que estaban disponibles en el
momento deljuicio. En rigor, dice Gimeno, se trata de supuestos de imposibilidad de proposición de prueba
debiendo únicamente, bien a la aparición de hechos nuevos acaecidos con posterioridad a l trámite procesal
de prueba en eljuicio (nova producto), bien a la existencia de hechos que, no obstante ser de fecha anterior
a dicho trámite preelusivo, hubieren llegado a conocimiento del recurrente en un momento posterior (nova
reperta) (S a n M a r t i n C a s t r o , César, Recursos de Apelación y de Casación Penal, Artículo del Libro: I
Jornada de Derecho Procesal - Teoría de la Impugnación, Palestra Editores, Año 2009, p. 19). Asimis­
mo “Una primera regla general de adm isibilidad de pruebas en segunda instancia estriba en que los medios
de prueba ofrecidos tiendan a demostrar deform a directa la inocencia o culpabilidad del encausado, o que
vayan dirigidas a la demostración de la veracidad de unos hechos que de form a indirecta supongan, por
aplicación de criterios lógicos, la inocencia o culpabilidad del acusado. No se admitirá, juera de eseperíodo,
nueva prueba documental, pues los supuestosfosados que incorpora el artículo 422 N CPP no lo aceptan; su
admisión supondría negar la contradicción a que tienen derecho las demás partes. ” (S a n M a r t i n C a s t r o ,
César, Recursos de Apelación y de Casación Penal, Op. Cit., p. 20). En consecuencia la existencia de he­
chos anteriores desconocidos deben ser acreditados, especialmente si son pruebas de hechos relevantes,
admitir lo contrario sería aceptar nuevas pretensiones. Décim o cuarto. a) En el caso de autos no se ha
demostrado ello, cuando presentaron: i) La impresiones de fotos aéreas de formato 23cmx23cm, de
fecha de vuelo 15/08/2000, (...) otra del 24/09/2011, tomadas con anterioridad al traslado de la acusa-

n o m o s & th e sis
889 SECCIÓN M EL RECURSO DE APELACIÓN Art. 422
ción, ii) La Carta remitida por Horizons South del 15 de octubre de 2014, donde hace llegar a la actora
civil reproducciones de imágenes aerofotografías de la región Cajamarca de los años 2000 y 2011, iii)
Las impresiones de tomas aéreas de Google Earth correspondiente a los años 2004, 2007 y 2010, b) La
actora civil pudo tener conocimiento anteriormente de los medios probatorios recién ofrecidos, pues
solicitó con fecha 15 de octubre de 2014 a la empresa Horizons South América, las impresiones de
fotografías de los años 2000 a 2011 [...], presentadas recién en su escrito del 17 de octubre de 2014, y
estando a la fecha que corresponde a cada uno de las fotos, que adjuntó con una Carta, su desconoci­
miento para haberlas propuesto en primera instancia se encuentra desacreditado, no habiendo vulne­
ración alguna al derecho a la prueba. (Casación N.° 458-2015-Cajamarca, de 13-05-2017, establece
como doctrina jurisprudencial vinculante los ff. jj. 7, 8, 9, 12, 14, 18, 19 y 20. Sala Penal Permanente
[EP, 20-05-2017, Jurisprudencia, Año XXVI, N.° 1043, p. 7759]. Texto completo: <bit.ly/2Gg7eL3>).
§ 1728. Valoración de la prueba en segunda instancia. Quinto. En un sistema de sana crítica la
valoración de la prueba no se deja librada a la íntima convicción del juez, al contrario, debe valorarla te­
niendo en consideración las circunstancias cambiantes locales y temporales, así como las particularida­
des del caso concreto, mediante una valoración razonada, la que debe ser motivada, a través de criterios
normativos que sirven al juez en una actitud prudente y objetiva con la finalidad de emitir juicios de
valor. Sexto. En este sistema la prueba personal debe valorarse, más que sobre la base de las emociones
del declarante, sobre el testimonio del mismo, así se analiza: i) La coherencia de los relatos, empezando
por la persistencia en su incriminación, sin contradicciones, ii) La contextualización del relato, es decir,
que ofrezca detalles de un marco o ambiente en que se habrían desarrollado los hechos del relato, iii)
Las corroboraciones periféricas, como otras declaraciones, hechos que sucedieran al mismo tiempo, etc.
iv) Existencia de detalles oportunistas a favor del declarante. Octavo. La instancia recursiva implica una '
serie de limitaciones: al objeto de conocimiento, como son: lo que piden los recurrentes, a través de sus
agravios; la incorporación de prueba, pues solo se admite la nueva; la valoración de la prueba personal,
pues por designio del inciso dos del artículo cuatrocientos veinticinco del Código Procesal Penal el
Tribunal de Apelación no puede variar el resultado probatorio sobre la prueba personal realizada en
primera instancia, si no hay prueba nueva. Noveno. Picó i Junoy ya había puesto de relieve esta temática
en la jurisprudencia española, estableciendo la excepción cuando el razonamiento judicial de instancia
sea ilógico, irracional, arbitrario, incongruente, absurdo, contraria a las máximas de experiencia o a las
reglas de la sana crítica, etc. Décim o Segundo. La contradicción a la que se refiere la jurisprudencia
vinculante es a la que se aprecia en la misma manifestación, no a la comparación que se hace entre las
diversas que se hubieran prestado en el transcurso del proceso. Décim o Tercero. Sin embargo, la falta
de coherencia entre una declaración y otra debe ser analizada y valorada cuando estas versiones son
apreciadas con manifiesto error o la apreciación infringe las reglas de la lógica, ciencia y máximas de la
experiencia, de otra forma se estaría revalorando la prueba y no un control de la valoración. (Casación
N.° 96-2014-Tacna, de 20-04-2016, que estableció como doctrina jurisprudencial vinculante los ff. jj.
5, 6, 8, 9, 12 y 13. Sala Penal Permanente [EP, 25-05-2017, Jurisprudencia, Año XXVI, N.° 1044, p.
7763]. Texto completo: <bit.ly/2tAyDET>).
§ 1729. Recurso de apelación y principio de inmediación. Excepciones al principio de inme­
diación, relacionadas a la valoración de la prueba personal en segunda instancia. 2.4. Sobre el re­
curso de apelación y el principio de inmediación. 2.4.1. La garantía constitucional de la doble instancia
(inciso sexto del artículo 139° de la Constitución), que “tiene por objeto garantizar que todo justiciable
tenga la oportunidad de que lo resuelto por un órgano jurisdiccional sea revisado por un órgano supe­
rior de la misma naturaleza, siempre que se haya hecho uso de los medios impugnatorios pertinentes,
formulados dentro del plazo legal” -[STC Exp. N.° 1755-2007-PA/TC, fundamento jurídico cuarto (§
1712)]-, precisa que su materialización se produce en el sistema de impugnación que posee cada juris­
dicción, siendo que nuestro sistema procesal penal lo recoge en el Libro Cuarto del Código Procesal
Penal. 2 .4 .2 . Al respecto, cabe precisar que el recurso de apelación es “(...) un recurso impugnatorio por
el cual, quien se considere perjudicado por una resolución judicial o el Ministerio Público, puede acudir
ante el órgano superior inmediato, a fin de que se vuelva a analizar lo actuado y se dicte otro fallo, lo

♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL


Art. 422 LIBRO CUARTO: LA IMPUGNACIÓN 890

cual supone una nueva valoración de las pruebas” - [ C u b a s V i l l a n u e v a , Víctor. E l Proceso Penal. Teoría
y jurisprudencia constitucional. Lima: Palestra Editores, 2006, pp. 488-489]-, configurándose así como
el medio impugnatorio por excelencia en el sistema procesal penal peruano, regulado en la sección IV
del Libro Cuarto del Código Adjetivo, advirtiéndose que su normatividad delimita su grado de actua­
ción en estricto cumplimiento de las formalidades exigidas. Así, se tiene que en el nuevo modelo proce­
sal penal es viable el ofrecimiento de pruebas en segunda instancia (apelación), las cuales serán admiti­
das conforme a lo establecido en el segundo inciso del artículo 422° del citado Código, desarrollándose
la respectiva audiencia, conforme a lo previsto en el artículo 424° del Código Procesal Penal. Al respec­
to, cabe precisar que Georg Freund es uno de los primeros en proponer la necesidad de un sistema in­
tegral del derecho penal, al señalar que “Por sistema integral del Derecho penal’ no sólo entiendo el
Derecho penal sustantivo y el Derecho de la determinación de la pena, sino también el Derecho proce­
sal penal como auténtico campo de aplicación de los dos anteriores”. Vid. F r e u n d , Georg. “Sobre la
función legitimadora de la idea de fin en el sistema integral del derecho penal”, en: W o l t e r , Jürgen y
Georg F r e u n d (Eds.) E l sistema integral de derecho penal. Delito, determinación de la pena y proceso penal.
Madrid: Marcial Pons, Ediciones Jurídicas y Sociales, 2004, p. 93. No obstante, relacionando su pro­
puesta al ordenamiento jurídico peruano, consideramos que el sistema penal integral comprende el
derecho penal sustantivo, el derecho penal adjetivo y el derecho penal de ejecución. 2.4.3. En ese sen­
tido, lo alegado en el recurso de apelación será materia de examen por el Juzgador de mérito, respetando
el principio tantum apellatum quanto devollutum (inciso primero del artículo 409° del Código Adjeti­
vo), consistente en la prohibición de que el Tribunal de mérito se pronuncie por aquello que no haya
sido impugnado. No obstante, se advierte que el Juzgador de mérito está sujeto a lo establecido en el
artículo 423° al momento de su deliberación y análisis de la prueba actuada en segunda instancia y de
las pruebas pericial, documental, preconstituida, anticipada y personal. 2.4 .4 . De esta manera, en el
segundo inciso del artículo en mención el legislador otorga facultades de valoración probatoria al juz­
gador de mérito, indicándose estas posibilidades: i) se valorará la prueba actuada en la audiencia de
apelación, y ii) se valorará la prueba pericial, documental, preconstituida y anticipada. Se advierte, en­
tonces, que el principio de inmediación estará presente al momento de actuarse la nueva prueba en la
audiencia de apelación, permitiéndose así un reexamen pleno del acervo probatorio existente. Asimis­
mo, se produce una excepción al principio de inmediación en cuanto a la valoración de las pruebas
pericial, documental, preconstituida y anticipada, pues se permite su reexamen por parte del juzgador
de mérito, sin que éste haya presenciado en audiencia la formación de estos medios probatorios. 2 .4 .5 .
Al respecto, se tiene que la prueba personal si bien puede ser valorada en grado de apelación por el
juzgador, no obstante, ésta no podrá tener diferente valor probatorio; así lo establece la segunda parte
del inciso segundo del artículo 425° del Código Procesal Penal: “La Sala Penal Superior no puede otor­
gar diferente valor probatorio a la prueba personal que fue objeto de inmediación por el Juez de prime­
ra instancia”. Sin embargo, esta regla de valoración de la prueba personal puede ser modificada, exclu­
sivamente en una situación: “ [cuando] su valor probatorio sea cuestionado por una prueba actuada en
segunda instancia” -extremo final de la segunda parte del inciso segundo del artículo 425° del Código
Adjetivo-, advirtiéndose que la prueba personal será valorada siempre que: primero, se haya admitido
nueva prueba en segunda instancia, y, segundo, que ésta haya sido actuada en la audiencia de apelación.
En ese sentido, se observa que el principio de inmediación desarrollado en la actuación de medios pro­
batorios en audiencia de apelación permite el reexamen de una prueba personal, pese a que ésta haya
sido actuada ante el juzgador de instancia. 2.4.6. Sin embargo, cabe precisar que en cuanto a la valora­
ción de la prueba personal la jurisprudencia emitida por este Supremo Tribunal ha precisado determi­
nadas excepciones al principio de inmediación en su valoración por el Tribunal de mérito. Así, en la
Casación N.° 05-2007-Huaura [§ 1735] del 11 de octubre de 2007, en su fundamento jurídico sép­
timo, refirió que si bien el Tribunal de alzada no puede modificar la valoración del contenido de la
prueba personal, en atención al principio de inmediación y de oralidad, sin embargo, precisó que exis­
ten “zonas abiertas” accesibles al control, en situaciones referidas al contenido de la prueba personal.
Siguiendo esa línea jurisprudencial, la Casación N.° 03-2007-Huaura [§ 835] del 7 de noviembre de
2007, en su fundamento jurídico undécimo, en la jurisprudencia del presente artículo], reiteró que el
n o m o s & th e s is
891 SECCIÓN IV. EL RECURSO DE APELACIÓN Art. 422
contenido de la prueba personal puede ser merituada por el Juzgado de mérito, siempre que ésta haya
sido entendida con manifiesto error, sea imprecisa, dubitativa, o haya podido ser desvirtuada por prue­
bas practicadas en segunda instancia. 2.4.7* En la Casación N .° 54-2010-Huaura [§ 1472] del 3 de
marzo de 2011, en su fundamento jurídico décimo primero, se define a la inmediación “como principio
y presupuesto, [que] permite el acercamiento del Juzgador con todos los elementos que sean útiles para
emitir una sentencia justa (...) [precisando que] si el Colegiado Superior no tiene ante sí al testigo (prue­
ba personal) es imposible que le otorgue diferente valor probatorio sin la actuación de otros medios
probatorios que la cuestionen”. Asimismo, la Casación N .° 87-2012-Puno [§ 1486] del 18 de junio
de 2013, en su fundamento jurídico sétimo, indicó que el principio de inmediación “tiene como fina­
lidad mantener la más íntima relación posible, el más estrecho contacto con el Juzgador de una parte,
los litigantes y la totalidad de los medios probatorios de la otra desde el comienzo del proceso hasta la
sentencia final”; además, en su fundamento jurídico noveno, precisa que “el principio de inmediación
se encuentra vinculado al principio de oralidad, la inmediación es una condición necesaria para la ora-
lidad, (...) es el acercamiento que tiene el juzgador con todo[s] los elementos que sean útiles para emitir
sentencia. (...) En consecuencia, la inmediación es una necesidad porque es una de las condiciones
materiales imprescindibles para la formación y consolidación de conciencia con el que será expedido el
fallo”. 2 .4 .8 . En la Casación N .° 195-2012-Moquegua [§ 1763] del 5 de setiembre de 2013, referida
a la institución denominada “condena del absuelto”, se desarrolló en su considerando décimo segundo
el principio de inmediación en relación al juicio oral de primera y segunda instancia, precisando que “la
nueva regulación [Nuevo Código Procesal Penal] importa una limitación al derecho a los recursos de las
partes, pues, si bien puede presentarse un recurso contra una sentencia, en principio no se podrá cues­
tionar la valoración de la prueba personal, precisamente porque ésta requiere inmediación, de la que
carece el órgano Adquem -véase punto “ 12.5.2” de la citada ejecutoria-, más aún si considera que el
principio de inmediación, en relación al principio de oralidad, constituyen el mecanismo idóneo para
la formación de la convicción del juzgador -véase punto “ 12.2.11” de la citada ejecutoria-. Siguiendo
esta línea jurisprudencial, la Casación N .° 385-2013-San Martín [§ 1759] del 5 de mayo de 2015,
referida a la institución de la “condena del absuelto”, en su fundamento jurídico “5.16”, señala que si
bien el juzgador A d quem no puede otorgar diferente valor probatorio a la prueba personal, sin embar­
go, “si bien corresponde al Juez de primera instancia valorar la prueba personal, empero el A d quem está
posibilitado a controlar, a través del recurso de apelación, si dicha valoración infringe las reglas de la
lógica, la ciencia y las máximas de la experiencia”. 2.4.9. En consecuencia, en nuestra jurisprudencia se
ha establecido que excepcionalmente la prueba personal sí es susceptible de valoración por el Tribunal
de mérito, siempre que la valoración realizada por el Juzgador de instancia infrinja las reglas de la lógica,
la ciencia y las máximas de la experiencia, además de las garantías exigidas por el Acuerdo Plenario N.°
2-2005/CJ-l 16 [§ 740] -[ausencia de incredibilidad subjetiva, verosimilitud y persistencia en la incri­
minación]-; precisándose que el Juzgador de mérito podrá valorar y/o controlar la prueba personal en
aquellas zonas abiertas de su declaración, es decir, “los aspectos relativos a la estructura racional del
propio contenido de la prueba, ajenos en sí mismos a la percepción sensorial del juzgador de primera
instancia” -Casación N .° 03-2007-Huaura, fundamento jurídico undécimo-, además de otorgarle un
diferente valor probatorio en la sentencia de vista, situaciones que en ningún modo infringe alguna
garantía constitucional. 2.4.10. En ese sentido, al advertirse que el Juzgador de mérito accede a la prue­
ba personal actuada en primera instancia a través de medios técnicos de grabación u otro mecanismo
técnico que reproduzca las actuaciones probatorias del juicio oral, se tiene que el citado Juzgador reexa­
mina la prueba personal, a efectos de detectar alguna infracción normativa en su valoración, mas no está
permitido a otorgarle un diferente valor probatorio, salvo en las excepciones señaladas en el consideran­
do anterior; precisándose que la variación del valor probatorio de la prueba personal en segunda instan­
cia, por sí sola, no será suficiente para sustentar una sentencia de vista que perjudique la situación jurí­
dica del procesado, más aún si existen medios probatorios de otra naturaleza (prueba documental,
pericial, entre otras) que contradicen su valoración. (Casación N.° 636-2014-Arequipa, de 03-02-2016,
que establece como doctrina jurisprudencial vinculante lo señalado en el considerando 2.4. Sala Penal
♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL
Art. 422 LIBRO CUARTO: LA IMPUGNACIÓN 892

Permanente [EP, 26-07-2016, Jurisprudencia, Año XXV, N .° 1018, pp. 7499-7503]. Texto completo:
<bit.ly/2a8rZbM>).
§ 1730. La repetición de prueba de testigos en segunda instancia. Criterios para la admisión
en apelación de prueba testimonial ya rendida en primera instancia (Art. 422, inc. 5). Noveno.
Una excepción [al] carácter limitado o restringido de la apelación es la establecida en el apartado 5 del
artículo 422 [...]. Décimo. Calderón Cuadrado [C alderón C uadrado, María Pía. La prueba en el
recurso de apelación penal (aplicación jurisprudencial en el proceso abreviado y en el juicio de faltas). Ti-
rant lo Blandí, Valencia, 1999, pp. 116 y 117] hace una reseña de esta posibilidad de repetición en el
derecho europeo, indica que el § 323 (2 y 3) de la Strafprozessordnung (StPO), además de admitir en
la vista del recurso nuevos medios de prueba, dispone que podrá prescindirse de la citación de testigos
interrogados en la primera instancia y de los peritos, solo cuando la repetición de su interrogatorio no
pareciera necesaria para el esclarecimiento de la causa. En Italia el artículo 603 del CPP establece que los
litigantes pueden pedir la repetición de pruebas ya practicadas en la instancia o la realización de nuevas
pruebas decidiendo el juez en función de su convencimiento sobre el estado de los hechos. Décimo
prim ero. Sin embargo, nuestro sistema es más limitado, por lo que, no obstante lo dispuesto por la
norma, se debe de tener cuidado, pues se podría desnaturalizar el recurso de apelación al no depurar el
ingreso de prueba ya actuada a la audiencia de apelación, así como conculcar el derecho fundamental
a un proceso sin dilaciones indebidas [M ontón G arcía , M. Lidón. La prueba en el recurso de casación
penal por quebrantamiento de form a (su evolución en la doctrina del Tribunal Supremo: 1882-1997).
Tesis doctoral inédita, p. 132. Citado por 312, C alderón C uadrado, María Pía. Ob. cit., p. 116;
y, Sánchez C órdova, Juan H . “El recurso de apelación. Problemas de aplicación derivados de las
reforma procesal penal” . En: AA. W . Medios impugnatorios. Problemas de aplicación del Código Procesal
Penal de 2004. Gaceta Jurídica, Lima, 2011]. Décimo segundo. En ese sentido, no podría repetirse la
prueba testimonial desarrollada en primera instancia, solo por la insatisfacción que produzca al litigante
un determinado resultado probatorio [C alderón C uadrado, ob. cit., p. 115], pues se deben tener
razones estrictamente fundamentadas para ello. Décimo tercero. Para Miranda Estrampes [M iranda
E strampes, Manuel. L a mínima actividad probatoria en el proceso penal. Barcelona, 1997, p. 635] no
parece desacertado que en determinados supuestos pudiera admitirse la reproducción ante el Tribunal
ad quem de las pruebas practicadas en primera instancia [...] en aquellos casos en que el recurrente lo
solicitara, especialmente cuando la apelación se fundamenta en la impugnación del convencimiento
judicial resultante de la apreciación de uno o varios medios de prueba concretos (por ejemplo cuando
se denuncia la falta de credibilidad del testigo). Décimo cuarto . La Sala Penal Permanente en el recurso
de Apelación N.° 02-2009-La Libertad [§ 1746], seguido contra altos funcionarios, emitió la resolu­
ción del veintiséis de junio de dos mil diez, en el que señala que se aplicará este artículo cuando las
declaraciones de los testigos, incluidos los agraviados, adolezcan de sensibles defectos legales o déficit
de información que impide el necesario esclarecimiento de los hechos objeto del debate. Es de tener en
claro que el principio rector de la apelación penal contra sentencias definitivas es sólo permitir la actua­
ción de nuevas pruebas desde una perspectiva de complementación del material probatorio en orden
a la corrección de irregularidades probatorias de la primera instancia y a superar, limitadamente, las
preclusiones allí producidas. Décimo quinto. En ese orden de ideas, atendiendo a la doctrina nacional
y extranjera, así como a la jurisprudencia nacional y el derecho comparado, las notas que autorizan la
admisión de prueba testimonial ya rendida en el juicio de primera instancia son, copulativamente: i)
La presencia de un defecto grave de práctica o valoración de la prueba personal en primera instancia,
ii) Que la información brindada por el testigo pueda variar la decisión del a quo. Por la importancia de
estas vulneraciones y de la información contenida se puede ingresar este material probatorio sin afectar
los principios de inmediación, contradicción, derecho de defensa y plazo razonable. (Casación N.°
854-2015-Ica, de 23-11-2016, ff. jj. 9 al 15 [hay que precisar solo lo señalado en el f. j. 15 se establece
como doctrina jurisprudencial vinculante]. Sala Penal Permanente [EP, 11-01-2017, Jurisprudencia,
Año XXVI, N.° 1032, pp. 7655-7657]. Texto completo: <bit.ly/2k7jLs3>).

§ 1731. Supuestos en el que el Juez puede revocar la medida de comparecencia con restriccio­
nes por la de prisión preventiva. Véase la jurisprudencia del artículo 279° del Nuevo Código Proce-
nom os & th e sis
893 SECCIÓN IV: EL RECURSO DE APELACIÓN Art. 422
sal Penal [§ 1191]. (Casación N .° 119-2016-Áncash, del 06-04-2018, que estableció como doctrina
jurisprudencial vinculantes los fF. jj. 2.4, 2.5 y 2.6. Primera Sala Penal Transitoria [EP, 23-09-2018,
Jurisprudencia, Año XXVII, N.° 1086, p. 8100]. Texto completo: <bit.ly/2VIyus6>).

§ 1731a. La condena del absuelto como facultad del tribunal de apelaciones para revocar
la sentencia de primera instancia que absolvió al procesado y reformándola lo condena. El a d
quem está posibilitado a controlar, a través del recurso de apelación, si la valoración de la prue­
ba personal es correcta. Véase la jurisprudencia del artículo 425° del Nuevo Código Procesal Pe­
nal [§ 1759]. (Casación N.° 385-2013-San Martín, de 05-05-2015, fF. jj. 5.10 al 5.17 establecidos
como doctrina jurisprudencial, particularmente el F. j. 5.16. Sala Penal Permanente. Texto en línea:
cbit.ly/ lT S p h o o ).

JURISPRUDENCIA DE LA CORTE SUPREMA

§ 1732. Se puede revalorar prueba en segunda instancia si se infringen máximas de experiencia


o reglas de la sana crítica. 2. L a valoración de la prueba personal Quinto. El sistema procesal penal
peruano no solo se adscribe al sistema de libre valoración, sino que se decanta por una valoración racional
de la prueba, en la medida en que contiene un conjunto de normas generales y específicas que constitu­
yen pautas racionales, objetivas y controlables, en aras de garantizar un elevado estándar de suficiencia
probatoria compatible con el derecho fundamental a la presunción de inocencia. Sexto. En un sistema de
sana crítica la valoración de la prueba no se deja librada a la íntima convicción del juez, al contrario, este
debe valorarla teniendo en consideración las circunstancias cambiantes locales y temporales, así como las
particularidades del caso concreto, mediante una valoración razonada, la que debe ser motivada, a través
de criterios normativos que sirven al juez en una actitud prudente y objetiva con la finalidad de emitir
juicios de valor. Sétimo. En este sistema la prueba personal debe valorarse más que sobre la base de las
emociones del declarante, sobre el testimonio del mismo, así se analiza: i) La coherencia de los relatos,
empezando por la persistencia en su incriminación, sin contradicciones, ii) La contextualización del rela­
to, es decir, que ofrezca detalles de un marco o ambiente en que se habrían desarrollado los hechos del
relato, iii) Las corroboraciones periFéricas, como otras declaraciones, hechos que sucedieran al mismo
tiempo, etc. iv) Existencia de detalles oportunistas a Favor del declarante. Octavo. El Acuerdo Plenario
N.° 2-2005/CJ-l 16 [§ 740], del 30 de septiembre de 2005 (Pleno Jurisdiccional de las Salas Permanen­
te y Transitoria de la Corte Suprema de Justicia), las recoge, así se señala que la declaración, capaz de
desvirtuar la presunción de inocencia, debe cumplir los siguientes requisitos: i) Ausencia de incredibilidad
subjetiva; esto es, que existan relaciones, entre agraviado e imputado, basadas en el odio, resentimientos,
enemistad u otras que puedan incidir en la parcialidad de la deposición, que le nieguen aptitud para ge­
nerar certeza, ii) Verosimilitud, que no solo incide en la coherencia y solidez de la propia declaración, sino
que debe estar rodeada de ciertas corroboraciones periFéricas de carácter objetivo que la doten de aptitud
probatoria, iii) Persistencia en la incriminación; es decir, que la sindicación sea permanente. El cambio de
versión no necesariamente la inhabilita para su apreciación judicial, y en la medida en que el conjunto de
sus declaraciones se hayan sometido a debate y análisis, el juzgador puede optar por la que considere
adecuada. 3. L a valoración de la prueba personal en segunda instancia. Noveno. La valoración de la
prueba en segunda instancia se encuentra orientada por ciertas reglas que buscan garantizar los derechos
de los intervinientes, la vigencia del principio de inmediación y el derecho al recurso. Implica una serie
de limitaciones: i) Al objeto de conocimiento, pues está delimitado por lo que piden los recurrentes, ii) A
la incorporación de prueba, pues solo se admite la nueva, iii) A la valoración de la prueba personal, pues
por designio del inciso 2 del artículo 425 del Código Procesal Penal, el Tribunal de Apelación no puede
variar el resultado probatorio sobre la prueba personal realizada en primera instancia: “(...) La Sala Penal
Superior no puede otorgar diFerente valor probatorio a la prueba personal que fue objeto de inmediación
por el juez de primera instancia, salvo que su valor probatorio sea cuestionado por una prueba actuada en
segunda instancia”. Décimo. En las pruebas personales, es el Tribunal de Instancia quien goza de inme­
diación, por lo que, le corresponde su valoración conForme a los principios de oralidad e inmediación,
debiendo prevalecer esta, salvo que se evidencie un Fallo en el razonamiento lógico del juzgador, o se es-
♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL
Art. 422 LIBRO CUARTO: LA IMPUGNACIÓN 894

tablezcan afirmaciones o conclusiones arbitrarias. Picó i Junoy ya había puesto de relieve esta considera­
ción en su jurisprudencia nacional, pero se deja espacio de lo contrario cuando el razonamiento judicial
de instancia sea ilógico, irracional, arbitrario, incongruente, absurdo, contraria a las máximas de experien­
cia o a las reglas de la sana crítica, etc. Décimo prim ero. Estas consideraciones fueron recogidas por la
Corte Suprema estableciendo doctrina jurisprudencial vinculante en la sentencia de Casación N.° 385-
2013-San Martín [§ 1759], del 5 de mayo de 2015, establece que: i) Las pruebas personales que fueron
actuadas con inmediación en primera instancia no pueden ser revaloradas por el Tribunal de Apelación,
que debe respetar el mérito o conclusión probatoria realizada. Esto es parte de las llamadas zonas opacas,
ii) Pero también existen zonas abiertas, que se da cuando el juez asume como probado un hecho a través
de la prueba: a) Apreciada con manifiesto error o de modo radicalmente inexacto, b) Oscura, imprecisa,
dubitativa, ininteligible, incompleta, incongruente o contradictoria en sí misma, c) Que es desvirtuada
por pruebas practicadas en segunda instancia, iii) En la prueba personal, la Sala de Apelaciones debe va­
lorar también la coherencia y persistencia de los principales testigos de cargo. El hecho de que un testigo
brinde diversas versiones en el proceso no inhabilita al órgano jurisdiccional a optar por una de las versio­
nes, siempre y cuando explicite los motivos por los cuales se decidió de esa forma; para ello, se valdrá de
las reglas de la experiencia, la verificación de la suficiencia, el análisis del conjunto de prueba apreciada
por el a quo y, el razonamiento sólido y completo que este mismo haya realizado, iv) El Tribunal de Al­
zada está posibilitado a controlar, a través del recurso de apelación, si dicha valoración infringe las reglas
de la lógica, la ciencia y las máximas de la experiencia. Es distinto controlar la valoración probatoria del
a quo en contraste a que el Tribunal de Apelaciones realice una revaloración de la prueba valorada por
aquel; siendo que la primera está permitida, mientras que la segunda está proscrita. Décim o segundo.
Asimismo, el Tribunal Constitucional en la sentencia recaída en el Expediente N .° 2201-2012-PA/TC,
del diecisiete de junio de dos mil trece, señaló que la actuación y la valoración de la prueba personal, en
su relación con el principio de inmediación, presenta dos facetas: una personal y otra estructural. “La
primera, que se refiere a los datos relacionados con la percepción sensorial del juez: lenguaje, capacidad
narrativa, expresividad de las manifestaciones, precisiones en el discurso, etc., no es susceptible de super­
visión y control en apelación, es decir, no puede ser variada. La segunda, cuyos datos se refieren a la es­
tructura racional del contenido de la prueba, ajenos en sí mismos a la percepción sensorial del juzgador,
sí puede ser fiscalizada y variadas. En este contexto, el relato fáctico que el juez asume como hecho pro­
bado no siempre es inmutable, pues: a) puede ser entendido o apreciado con manifiesto error o de modo
radicalmente inexacto; b) puede ser oscuro, impreciso, dubitativo, ininteligible, incompleto, incongruen­
te o contradictorio en sí mismo; o, c) ha podido ser desvirtuado por pruebas practicadas en segunda
instancia”. Décimo tercero. En tal línea discursiva, la Casación N .° 96-2014-Tacna [§ 1728], establece
como doctrina jurisprudencial los fundamentos décimo segundo y décimo tercero: “La contradicción a
la que se refiere la jurisprudencia vinculante -Casación N.° 385-2013-San Martín [§ 1759]- es a la que
se aprecia en la misma manifestación, no a la comparación que se hace entre las diversas que se hubieran
prestado en el transcurso del proceso”; “Sin embargo, la falta de coherencia entre una declaración y otra
debe ser analizada y valorada cuando estas versiones son apreciadas con manifiesto error o la apreciación
infringe las reglas de la lógica, ciencia y máximas de la experiencia, de otra forma se estaría revalorando la
prueba y no haciendo un control de la valoración”. (Casación N .° 468-2014-San Martín, de 27-04-2016,
ff. jj. 5-13. Sala Penal Permanente. Texto completo: <bit.ly/2FZlWbN>).
§ 1733. A lo largo de un proceso pueden precisarse datos en el relato, los cuales no se erigen
como contradicciones. Que la menor agraviada recuerde con mayor precisión la hora y no el
día de los hechos (en juicio oral) y que previamente indicara solo el día, no le resta coherencia y
solidez a su relato. Undécimo. En la sentencia de vista [...] se descartó la validez incriminatoria de la
sindicación de la menor agraviada, para lo cual se comparó la información consignada en la data del
certificado médico legal [...], la proporcionada en su pericia psicológica [...] y en juicio oral en primera
instancia [...]. La Sala Superior sostuvo que dichas versiones presentaban inconsistencias sobre el día y
hora de producidos los hechos, por lo que no generaban convicción sobre todo porque no era lógico
que la menor recordara con mayor precisión la hora y no el día de los hechos (en juicio oral) y que
previamente indicara solo el día. Por otro lado, afirmó que su sindicación era incongruente, pues no era
n o m o s & th e s is
895 SECCIÓN IV: EL RECURSO DE APELACIÓN Art. 422
lógico que notara que estaba siendo violada solo cuando oyó una voz que la llamaba para que realizara
sus labores (“ya es bora de la leche”) y que tampoco resulta creíble que recordara detalles sobre los abusos
que sufrió porque había consumido alcohol, lo que -además- habría impedido que llevara a cabo sus
actividades (sacar leche, cortar alfalfa) con normalidad. Duodécim o. Al respecto, corresponde indicar
que en la Casación N.° 96-2014/Tacna [§ 1728], del 20 de abril de 2016, se estableció con carácter
vinculante que “la contradicción a la que se refiere la jurisprudencia vinculante es a la que se aprecia en
la misma manifestación, no a la comparación que se hace entre las diversas que se hubieran prestado en
el transcurso del proceso” y que “la falta de coherencia entre una declaración y otra debe ser analizada y
valorada cuando estas versiones son apreciadas con manifiesto error o la apreciación infringe las reglas
de la lógica, ciencia y máximas de la experiencia, de otra forma se estaría revalorando la prueba y no un
control de la valoración” [...]. Decimotercero. En ese sentido, se verifica que en la sentencia de primera
instancia se valoró la sindicación de la menor contra el encausado brindada en la audiencia de juicio
oral, y se concluyó que existía coherencia y solidez en su relato; además que, conforme a la inmediación,
consideraron que su declaración era diáfana, y no un producto de la imaginación o elucubración de
la menor agraviada. En ese sentido, como indicamos, dicha valoración era incontrovertible por la Sala
Superior. Decim ocuarto. Las referidas contradicciones, indicadas por la Sala Superior, no se refieren a
la extraída del contenido de la declaración en juicio oral valorada en la sentencia de primera instancia; al
contrario, compararon versiones contenidas en otras fuentes, como la data del certificado médico legal
(a pesar de que este es solo una información referencial) y de la pericia psicológica. No obstante, sus
conclusiones sobre la incongruencia entre dichas versiones no se sostienen en consideraciones de infrac­
ción a las reglas de la lógica, la ciencia y las máximas de la experiencia, sino que se basan en apreciaciones
subjetivas respecto a la capacidad de una menor de recordar los detalles de la violación sexual de la que
fue víctima o si pudo realizar con normalidad sus actividades luego de haber consumido alcohol. Por •
otro lado, la Sala Superior no tomó en cuenta que a lo largo de un proceso puede precisarse el relato, y
que ellos no se erigen como contradicciones. Así, que la menor proporcionara una hora aproximada de
la violación sufrida recién en su declaración en juicio oral no puede ser considerado una incoherencia,
sino un matiz derivado de las preguntas específicas que se le realizaron. En el mismo sentido, lo referido
respecto al día de los hechos. (Casación N .° 1709-2017-Arequipa, del 31-01-2019, ff. jj. 11 al 14. Sala
Penal Permanente. Texto completo: <bit.ly/2GMeXCW>).
§ 1734. Si la agraviada no expresa una sindicación concreta al formular su primera declaración
y hace alusión a la intervención del procesado en actos posteriores a la consumación del robo
agravado, aunado a la exculpación de uno de los imputados, no se cuenta con medios suficientes
para aseverar la intervención del procesado como coautor o cómplice secundario del hecho. 2.2.
Conforme a los antecedentes, el 15 de marzo de 2011, los señores jueces superiores integrantes de la
Sala Penal para Procesos con Reos en Cárcel de la Corte Superior de Justicia de Lima expidieron la
sentencia conformada mediante la cual condenaron a VC como autor del delito de robo agravado en
grado de tentativa, en perjuicio de GR. En su declaración en sede de instrucción, VC indicó que el robo
lo perpetró solo, sin la intervención de C T [...]. En tales términos, se sometió a la conformidad pro­
cesal. 2.3. Entonces, contra el ahora sentenciado únicamente se tiene la versión de la agraviada, quien
afirmó que la intervención de C T fue con la finalidad de prevenir la presencia policial para asegurar el
resultado del crimen que perpetró VC. Bajo esa premisa, el grado de intervención delictiva del ahora
procesado no sería de autor, sino de cómplice. Grado de participación con el cual el señor representante
del Ministerio Público expresó conformidad, pues al formular su recurso invocó como parte de su fun-
damentación los considerandos de la Casación N.° 367-2011-Lambayeque, que se pronuncia por dicho
título de intervención. 2.4. Conforme a los antecedentes, por propia declaración de la agraviada [...],
quien la abordó para sustraer su celular fue el ahora sentenciado VC. En su incriminación inicial no
formuló imputación concreta contra CT; únicamente afirmó que luego de la sustracción dos personas
cruzaron la pista, quienes fueron abordadas posteriormente por la policía, como en efecto demuestra
el acta de intervención obrante en los folios quince y dieciséis. 2.5. La versión de la agraviada debe ser
corroborada con la declaración que brindó VC, pues este exculpó al procesado. Por tanto, la agraviada
no expresa una sindicación concreta al formular su primera declaración y hace alusión a la intervención
♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL
Art.422 LIBRO CUARTO: LA IMPUGNACIÓN 896

del procesado en actos posteriores a la consumación del hecho, aunado a la exculpación de su copro­
cesado, quien asumió la responsabilidad por el hecho imputado, no se cuenta con medios suficientes
para aseverar la intervención de LM, ya sea como coautor o como cómplice secundario del hecho. (R.
N. N .° 1488-2017-Lima, del 25-09-2018, ff. jj. 2.2 al 2.5. Sala Penal Permanente. Texto completo:
<bit.ly/2EjuKYb>).
§ 1735. Reglas excepcionales para el control por parte del tribunal de apelaciones de la valora­
ción probatoria del tribunal de juzgamiento. Sétim o. [Con] arreglo a los principios de inmediación
y de oralidad, que priman en materia de la actuación y ulterior valorabilidad y valoración de la prueba
personal, el Tribunal de Alzada no está autorizado a variar la conclusión o valoración que de su contenido
y atendibilidad realice el órgano jurisdiccional de primera instancia. Ello, desde luego, reduce el criterio
fiscalizador del Tribunal de Apelación, pero no lo elimina. En esos casos -las denominadas ‘ zonas opa­
cas”-, los datos expresados por los testigos estrechamente ligados a la inmediación (lenguaje, capacidad
narrativa, expresividad de sus manifestaciones, precisiones en su discurso, etcétera) no son susceptibles de
supervisión y control en apelación; no pueden ser variados. Empero, existen “zonas abiertas”, accesibles al
control. Se trata de los aspectos relativos a la estructura racional del propio contenido de la prueba, ajenos
en sí mismos a la percepción sensorial del juzgador de primera instancia, que pueden ser fiscalizados a
través de las reglas de la lógica, la experiencia y los conocimientos científicos. En consecuencia, el relato
fáctico que el Tribunal de Primera instancia asume como hecho probado, no siempre es inconmovible,
pues: a) puede ser entendido o apreciado con manifiesto error o de modo radicalmente inexacto -el
testigo no dice lo que lo menciona el fallo-; b) puede ser oscuro, impreciso, dubitativo, ininteligible,
incompleto, incongruente o contradictorio en sí mismo; o, c) ha podido ser desvirtuado por pruebas
practicadas en segunda instancia [...]. (Casación N.° 05-2007-Huaura, de 11-10-2007, £ j. 7. Sala Penal
Permanente. Texto completo: <bit.ly/2aw4oCu>).
§ 1736. Recurso de apelación y prueba en segunda instancia. Dos sistemas de apelación: li­
mitado y amplio. C uarto. En la teoría de los recursos, al analizar los poderes del Tribunal de Alzada,
se toma como referencia dos sistemas de apelación: el limitado y el amplio. Quinto. En el primero, el
recurso no es autónomo de la primera instancia, sino complementario, en la medida que el órgano que
conoce en segunda instancia se limita a efectuar un control meramente negativo, en el que no se for­
mula nuevas declaraciones [D oig D íaz, Yolanda. “El Sistema de recursos en el proceso penal peruano:
hacia la generalización de la doble instancia y la instauración de la casación”. En: Anuario de Derecho
Penal: la reforma del proceso penal peruano, Fondo editorial de la Pontificia Universidad Católica del
Perú, Lima, 2004, p. 202]. En consecuencia, la admisión de pruebas en segunda instancia es total, el
material instructorio es idéntico en ambas fases, sin posibilidad que las partes puedan deducir nuevas
excepciones y nuevos medios de ataque y defensa, ni hechos o pruebas que no hayan sido deducidos en
primera instancia [N eyra F lores , José Antonio. M anual del nuevo proceso penal & litigación oral. Idem-
sa, Lima, 2010, p. 386]. Sexto. En el sistema pleno la nueva fase es entendida como una continuación
del primer proceso (novum iudicium), en el que existirá un nuevo pronunciamiento, autónomo, sobre
el fondo del asunto [D oig D íaz, Yolanda. “El Sistema de recursos en el proceso penal peruano: hacia
la generalización de la doble instancia y la instauración de la casación”. Ob. Cit., p. 201]. Séptim o.
Nuestro Código Procesal Penal ha tomado características de ambos, posee un sistema de apelación
mixto [Vide: D oig D íaz , Yolanda. “El recurso de apelación contra sentencias”. En: C ubas Villanueva,
Víctor y otros. E l nuevo proceso penal. Estudios fundamentales. Palestra Editores, Lima, 2005, p. 555],
en consecuencia, solo se admitirán algunos medios de pruebas que cumplan los siguientes requisitos: i)
No se pudieron proponer en primera instancia por desconocimiento de su existencia, ii) Fueron indebi­
damente denegados, siempre que el recurrente hubiera formulado en su momento la oportuna reserva,
iii) Admitidos que no fueron practicados por causas no imputables a él. Estos supuestos son similares a
los concebidos en el artículo setecientos noventa y cinco de la Ley de Enjuiciamiento Criminal y tienen
por objeto posibilitar la práctica de la prueba, no sólo para corregir irregularidades probatorias de la
primera instancia -quebrantamiento de normas cuya infracción se permite subsanar en la segunda-, sino
también, aprovechando la continuación del proceso, para excepcionar limitadamente las preclusiones

nom os & th e s is
897 SECCIÓN M EL RECURSO DE APELACIÓN Art. 422
allí producidas [Calderón C uadrado, María Pía. La prueba en el recurso de apelación penal (aplicación
jurisprudencial en elproceso abreviado y en eljuicio defaltas). Tirant lo Blandí, Valencia, 1999, p. 82].
(Casación N .° 854-2015-Ica, de 23-11-2016, ff jj. 4-7. Sala Penal Permanente [EP, 11-01-2017, Juris­
prudencia, Año XXVI, N.° 1032, pp. 7655-7657]. Texto completo: <bit.ly/2k7jLs3>).

§ 1737. Contenido de la prueba personal puede ser merituada por el Juzgado de mérito. Sép­
timo. [...] Corresponde a los Tribunales de Mérito -de primera instancia y de apelación- la valo­
ración de la prueba de suerte que únicamente está reservado a este Tribunal de Casación apreciar
si de lo actuado en primera y segunda instancia, en atención a lo expuesto en el fallo de vista, la
existencia de un auténtico vacío probatorio. [...] Undécimo. [Las] pruebas personales tienen un ám­
bito no accesible al control del Tribunal de Revisión, derivado del principio de inmediación. Empero,
se insistió, existen ‘ zonas abiertas”, accesibles al control, Se trata de los aspectos relativos a la estructura
racional del propio contenido de la prueba, ajenos en sí mismos a la percepción sensorial del juzgador
de primera instancia, que pueden ser fiscalizados a través de las reglas de la lógica, la experiencia y
los conocimientos científicos. En consecuencia, el relato fáctico que el Tribunal de Primera Instancia
asume como hecho probado, no siempre es inconmovible, pues: a) puede ser entendido o apreciado
con manifiesto error o de modo radicalmente inexacto -el testigo no dice lo que lo mencione el fallo-;
b) puede ser oscuro, imprecise, dubitativo, ininteligible incompleto, incongruente o contradictorio
en sí mismo; o, c) ha podido ser desvirtuado por pruebas practicadas en segunda instancia. [...] (Ca­
sación N .° 03-2007-Huaura, de 07-11-2007, ff. jj. 7 y 11. Sala Penal Permanente. Texto completo:
cbit.ly/1Yvy0kt>).

§ 1738. Si el hecho previo fue materia de evaluación y una sentencia absolutoria, es obligación
del Ministerio Publico proporcionar indicios complementarios que relativicen dicho fallo judicial
o que permitan afirmar hechos nuevos de carácter delictivo. 6.2.4. Habiendo un tribunal de justicia
determinado la absolución de los ahora procesados ARVE y AF de la imputación fiscal en su contra
por la presunta comisión del delito de trata de personas, dicha decisión constituye un fundamento
esencial para desestimar la agravante propuesta por el representante del Ministerio Público respecto
a la configuración del último párrafo del artículo 3 de la Ley N.° 27765; ello toda vez que, conforme
también lo sostuvo el Tribunal Superior, no se estableció un nexo de causalidad entre los actos de trata
de personas y el incremento patrimonial ahora juzgado, esto es, no se demostró de modo categórico que
el dinero con el que adquirió sus bienes fueron obtenidos como consecuencia de la trata de personas
o el favorecimiento a la prostitución, tanto más si en su impugnación la propia parte civil pretende
sostener de modo residual que el incremento patrimonial no documentado de la procesada constituye
un supuesto de evasión tributaria. 6.2.5. La precisión de la imputación en materia de lavado de activos
debe ser estandarizada, esto es fijar la naturaleza del hecho previo del que se cuestiona que el criminal
obtuvo ganancias o dinero para blanquear. El Ministerio Público ni la parte civil pueden postular una
acusación o pretensión sobre la base de la relatividad del hecho previo; razón por la que la alegación
de evasión tributaria como una forma residual de dotar de ilicitud a los capitales de los procesados
no resulta adecuada. El dinero, capital o bienes como supuesto elemento del tipo penal de lavado de
activos requiere concretamente que su obtención sea la consecuencia de un proceder delictivo, por ello
es que se demanda la relación entre tipo objetivo y subjetivo. 6.2.6. Si el procesamiento por el delito
previo referido a la trata de personas fue archivado por absolución, esta declaración al ser emitida por
una autoridad jurisdiccional (por el motivo que sea) restringe el encausamiento por el delito de lavado
de activos, dado que el juez penal no puede contradecir en un procesamiento posterior la decisión de
absolución y someter nuevamente a los procesados a un juzgamiento respecto a una materia que ya fue
declarada. En ese sentido, correspondía al Ministerio Público demostrar el nexo de causalidad en base a
hechos nuevos que los procesados obtuvieron ganancias como consecuencia de traficar con personas o
someterlas a la prostitución; sin embargo, esta exigencia no fue cumplida por el defensor de la legalidad.
(R. N. N .° 2547-2015-Lima, del 31-05-2017, ff. jj. 6.2.4, 6.2.5 y 6.2.6. Sala Penal Permanente. Texto
completo: <bit.ly/2NRuhzE>).
♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL
Art. 422 LIBRO CUARTO: LA IMPUGNACIÓN 898

§ 1740. Nueva prueba. Décim o prim ero. [...] El ofrecimiento y admisión de los medios probato­
rios está relacionado con el derecho a la libertad probatoria, pues cualquier medio probatorio ofrecido
oportunamente mientras sea idóneo, pertinente y conducente para sustentar una circunstancia debe ser
admitido por el Juzgador; sin embargo, estas reglas generales de admisión de los medios probatorios no
rigen para la admisión de los medios probatorios en segunda instancia, así lo señala el numeral dos del
artículo cuatrocientos veintidós del Código Procesal Penal, el cual señala que “solo se admitirán los si­
guientes medios de prueba: a) Los que no se pudo proponer en primera instancia por desconocimiento
de su existencia; b) Los propuestos que fueron indebidamente denegados, siempre que hubiere formu­
lado en su momento la oportuna reserva; y, c) Los admitidos que no fueron practicados por causas no
imputables a él. [...] Décim o segundo. [...] Del escrito [...] de ofrecimiento de la testimonial de MM M
presentado por el encausado AAA no se advierte fundamentación alguna para encuadrar el ofrecimiento
de prueba (en segunda instancia) en ninguno de los supuestos que habilita el ordenamiento procesal,
esto es, que recién se tuvo conocimiento de su existencia, que haya sido indebidamente denegado en
primera instancia o haya sido admitido y no actuado por causa no imputable a su persona; por lo que
este extremo no vulnera la garantía de la defensa procesal. (Casación N .° 56-2010-La Libertad, de 28­
02-2011, ff. jj. 11 y 12. Sala Penal Permanente. Texto completo: <bit.ly/2cbjlsx>).
§ 1741. La Sala de Apelaciones puede volver a valorar la prueba personal actuada en primera
instancia sólo en caso que esta, haya sido entendida o apreciada con manifiesto error o de modo
radicalmente inexacto, o que haya sido desvirtuada por pruebas practicadas en segunda instancia.
D uodécim o. Empero el principio de inmediación no evita el doble grado de jurisdicción, la regla de
valoración de la prueba personal puede ser modificada exclusivamente cuando su valor probatorio sea
cuestionado por una prueba actuada en segunda instancia -conforme lo prevé el extremo final de la
segunda parte del numeral dos del artículo 425 del Código Procesal Penal-. Se produce una excepción
al principio de inmediación, la facultad de valorar la prueba personal en grado de apelación sin que
haya existido nueva declaración en segunda instancia, en los supuestos: 12.1. En que se aprecie “zonas
abiertas” accesibles al control en situaciones referidas al contenido de la prueba personal, es decir, los
aspectos relativos a la estructura racional del propio contenido de la prueba, ajenos en sí mismos a la
percepción sensorial del juzgador de primera instancia. La prueba personal puede ser valorada por el
juzgado de mérito, siempre que esta haya sido entendida con manifiesto error, sea imprecisa, dubitativa
o haya podido ser desvirtuada por pruebas practicadas en segunda instancia. Así se ha señalado en la
Sentencia de Casación N .° 03-2007/Huaura [§ 835]. 12.2. Cuando la valoración hecha por el juez a
quo infringe las reglas de la lógica, la ciencia y las máximas de la experiencia, conforme a lo indicado en
la Sentencia Casatoria N .° 385-2013/San Martín [§ 1759]. Decim otercero. En el caso materia de alza­
da, se advierte que la Sala Superior no fundamentó adecuadamente los motivos por los cuales considera
que el razonamiento de primera instancia no sea el correcto. Asimismo, no identificó las zonas abiertas
susceptibles de control, pues a su criterio, no resulta lógico a las reglas de la experiencia y reglas de las
máximas de la experiencia, lo siguiente: 13.1. Que la madre de la agraviada al tomar conocimiento
de los hechos no haya denunciado, más aún si se encontraba separada del acusado. 13.2. Que existen
contradicciones en las declaraciones de la menor y su madre. 13.3. Que los restos de semen hayan per­
manecido húmedos durante doce horas después de haber ocurrido los hechos. 13.4. Que existen mó­
viles de animadversión por parte de la menor agraviada hacia el acusado, por los contextos de violencia
familiar vividos. Y que además no se comprobó que el rendimiento escolar de la menor haya decaído.
D ecim ocuarto. Si bien, como ya se ha indicado ut supra, la Sala de Apelaciones puede volver a valorar
la prueba personal actuada en primera instancia, está supeditada a que haya sido entendida o apreciada
con manifiesto error o de modo radicalmente inexacto, o que haya sido desvirtuada por pruebas prac­
ticadas en segunda instancia. Empero ninguno de estos supuestos antes descritos resulta equiparable
con el juicio valorativo efectuado por la Sala de Apelaciones. Existe una manifiesta ilogicidad en la
motivación de la sentencia de vista, contraviniendo además lo establecido en el Acuerdo Plenario N.°
1-2011/CJ-l 16 [§ 790], respecto a la apreciación de la prueba en los delitos contra la libertad sexual;
así como la línea jurisprudencial referida a la denuncia tardía en los casos de agresión sexual; a lo que
se aúna la inobservancia de la prohibición preceptuada en el numeral dos del artículo 425 del Código
■ n o m o s & th e s is
899 SECCIÓN IV: EL RECURSO DE APELACIÓN Art. 423
Procesal Penal, del cual se desprende que está incursa en la causal prevista en el literal d del artículo
ciento 50 de la norma adjetiva y por ende la vulneración a las garantías constitucionales previstas en el
artículo 139, numerales tres y cinco de la Constitución Política del Estado, y por tanto la nulidad de la
recurrida. En consecuencia, deben remitirse los actuados a otra Sala Penal de Apelaciones, a fin de que
luego de llevar a cabo la audiencia de apelación respectiva, emita nuevo pronunciamiento conforme
a ley, en mérito a lo preceptuado en el segundo párrafo del numeral dos del artículo 433 del referido
código. (Casación N.° 1445-2017-Arequipa, del 14-12-2018, £f. jj. 12 al 14. Sala Penal Permanente.
Texto completo: <bit.ly/2ToQeLB>).

§ 1742. Principio de inmediación en relación al juicio oral de primera y segunda instancia.


Véase la jurisprudencia del artículo 416° del Nuevo Código Procesal Penal [§ 1707]. (Casación N .°
195-2012-Moquegua, de 05-09-2013, fif. jj. 12.2.11 y 12.5.2. Sala Penal Permanente. Texto completo:
<bit.ly/1UdBdnG>).

A rtícu lo 4 2 3 : Em plazam iento para la audiencia de apelación

1. Decidida la admisibilidad de la prueba ofrecida, en ese mismo auto se convocará a las partes, incluso
a los imputados no recurrentes, para la audiencia de apelación.
2. Es obligatoria la asistencia del Fiscal y del imputado recurrente, así como de todos los imputados
recurridos en caso la impugnación fuere interpuesta por el Fiscal.
3. Si el acusado recurrente no concurre injustificadamente a la audiencia, se declarará la inadmisi­
bilidad del recurso que interpuso. De igual manera se procederá si no concurre el Fiscal cuando es parte
recurrente.
4. Si los imputados son partes recurridas, su inasistencia no impedirá la realización de la audiencia, sin
perjuicio de disponer su conducción coactiva y declararlos reos contumaces.
5. Es, asimismo, obligatoria la concurrencia de las partes privadas si ellas únicamente han interpuesto
el recurso, bajo sanción de declaración de inadmisibilidad de la apelación; y,
6. Si la apelación en su conjunto sólo se refiere al objeto civil del proceso, no es obligatoria la concu­
rrencia del imputado ni del tercero civil.*1)

NOTA DE ACTUALIZACIÓN

(1) De conform idad con la 7.a DCF del Decreto Legislativo N.° 1307 (EP, 30-12-2016), se adelante la entrada en vigencia del
presente artículo, en los distritos judiciales donde aún no se encuentre vigente dicha norma, para su aplicación en el
proceso Inmediato.

ACUERDO PLENARIO DE LA CORTE SUPREMA

§ 1743. La apelación de autos y concurrencia de la parte apelante a la audiencia en segunda


instancia. Véase la jurisprudencia del artículo 420° del Nuevo Código Procesal Penal [§ 1716]. (Acuer­
do Plenario N.° 1-2012/CJ-116, del 18-01-2013, ff. jj. 6-20. VIII Pleno Jurisdiccional de las Salas
Penales Permanente y Transitoria [EP, 04-01-2014]. Texto completo: <bit.ly/lW8MNAE>).

DOCTRINA JURISPRUDENCIAL VINCULANTE DE LA CORTE SUPREMA

§ 1744. La audiencia de apelación puede realizarse con la sola presencia del abogado defensor
del imputado. Cuarto. Que, como se ha dejado anotado en los considerandos precedentes, son dos los
puntos sobre los que este Supremo Tribunal debe efectuar algunas precisiones de carácter procedimen-
tal, respecto a concretas situaciones que vienen generando algunas divergencias entre el proceder de los
Magistrados - al menos en este caso - que conforman las Salas de Apelaciones de las Cortes Superiores
de Justicia donde ya se encuentra vigente el Código Procesal Penal con el criterio asumido por los repre­
sentantes del Ministerio Público, siendo estas las siguientes: 4.1. Respecto a la Convocatoria y asistencia
♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL
Art. 423 LIBRO CUARTO: LA IMPUGNACION 900

del imputado a la audiencia de apelación. 4.1.1. Que, resulta claro de conformidad con el inciso 1 del
artículo 423 del Código Procesal Penal que una vez que se ha decidido la admisibilidad de la prueba
ofrecida -como ha sucedido en el presente caso- se deberá convocar a las partes, incluso a los imputados
no recurrentes a la audiencia de apelación, en efecto esta norma hace mención a que el Organo Jurisdic­
cional debe poner en conocimiento de todos los sujetos procesales la realización de dicha audiencia, con
el fin de dárseles la oportunidad a que puedan asistir y hacer valer sus posiciones antes que la causa sea
resuelta en segunda instancia. 4.1.2. Que, asimismo, el inciso 2 del citado dispositivo legal y que habría
sido vulnerado, según alega el recurrente, con el proceder del Colegiado Superior, estipula: “...Es obli­
gatoria la asistencia del Fiscaly del imputado recurrente, a si como de todos los imputados recurridos en
caso la impugnación fuere interpuesta por el Fiscal...” ; en efecto, dicha norma en principio establece
la obligatoriedad de la asistencia del imputado recurrido ante la impugnación efectuada por el Fiscal, sin
embargo, dicha norma debe ser comprendida y aplicada no de manera aislada y literal, sino que debe
interpretarse en forma sistemática con las demás disposiciones que guarden relación con dicha premisa
inicial dentro del marco jurídico vigente, así se tiene que el inciso 4 del artículo 423 de la norma acota­
da, señala: “...S i los imputados son partes recurridas -se entiende no recurrentes- su inasistencia no
im pedirá la realización de la audiencia. d \ entonces, resulta razonable establecer que no obstante la
obligatoriedad anotada, el Legislador ha previsto casos en los que no concurra el imputado recurrido, en
tales supuestos la fórmula legal a seguir por el juzgador no es suspender el juicio, sino por el contrario en
esos casos la audiencia se debe llevar a cabo, tanto más si concurre el abogado defensor del procesado.
4.1.3. Que, al respecto el inciso 1 del artículo 71 del Código Procesal Penal establece: “...el imputado
puede hacer valer por sí mismo,, o a través de su abogado defensor los derechos que la Constitución y las Leyes
le conceden.d\ como vienen a ser la tutela jurisdiccional efectiva, derecho de defensa, igualdad ante la
Ley, a la doble instancia, entre otros; asimismo, se ha dejado anotado en el Recurso de Apelación N .°
02-2009 [§ 1746] de La Libertad, fundamento 8, lo siguiente: “...pese a que la audiencia de apelación.,
en este caso, en atención a los motivos del recurso y a l ámbito de sus objeciones no requiere de modo necesario
la presencia del imputado [...] L a audiencia de apelación, p or tanto, puede realizarse con la sola
presencia de su abogado defensor, a quien debe reconocerse, analógicamente, la representación
del imputado y, por tanto, los derechos de intervención en todas las diligencias y de ejercicio de todos los
medios de defensa que la ley reconoce (artículo 79, apartado 3 del Código Procesal Penal)...”. Asimismo, se
ha dejado establecido en la Casación N .° 01-2007-Huaura, de fecha 26 de julio de 2007 [§ 1128], lo
siguiente: “...Es particularmente importante, a todos los efectos, la regla incorporada en elpenúltimo extre­
mo del apartado 2 del examinado artículo 271 del Nuevo Código Procesal Penal: “Si el imputado se niega
por cualquier motivo a estar presente en la audiencia será representado por su abogado defensor o el defensor
de oficio, según sea el caso”. No es pues, absoluta la necesidad de presencia del imputado en la audiencia de
prisión preventiva; es sí necesaria, su debida citación en su domicilio real oprocesal- si lo hubiere señalado -,
o su conducción a l Juzgado cuando esté efectivamente detenido [con ello se cumple elprincipio de contradic­
ción, se hace efectiva la garantía de tutela jurisdiccional - en cuanto acceso a l proceso -y se afirma, a su vez,
la garantía de defensa procesal]. Si el imputado se niega a asistir, sea porque huyó, porque no es habido - lo
que denota imposibilidad material delJuez para emplazado - oporque, sencillamente, no quiere hacerlo - en
ejercicio de su derecho material de defensa, a su propia estrategia procesal, opor simple ánimo de sustracción o
entorpecimiento procesal -, la audiencia se lleva a cabo con la representación técnica del abogado defensor de
confianza o de oficio..7 4.1.4. Que, de lo expuesto, entonces, es de colegirse extensivamente que en los
casos de inasistencia del imputado recurrido a la audiencia de apelación, no existe impedimento alguno
para que dicha diligencia se lleve a cabo, con la presencia de los otros sujetos procesales, incluso dicha
ausencia puede ser convalidada con la asistencia de su abogado defensor, lo que asegura el resguardo de
todas las garantías que nuestro ordenamiento jurídico procesal penal prevé a su favor, en consecuencia,
la obligatoriedad en la asistencia del imputado recurrido tiene una aplicación relativa, pues existen
mecanismos supletorios, como es la asistencia de su abogado defensor, que garantizan en pleno los
derechos y garantías procesales, en consecuencia, no es del caso considerar dicha inasistencia como
vulneración de las normas legales de carácter procesal, debiendo interpretarse en forma sistemática lo
dispuesto por el inciso dos del artículo 423 del Código Procesal Penal. 4.1.5. Que, en cuanto a lo ale-

n o m o s & fh e sis
901 SECCIÓN IV; EL RECURSO DE APELACIÓN Art. 423
gado por el recurrente en el sentido que ante la inasistencia del imputado a la audiencia de apelación,
los Jueces Superiores no disponen previamente su conducción coactiva y declararlos contumaces, cabe
indicar que dicha disposición contenida en la parte final del inciso 4 del artículo 423, debe ser aplicada,
caso por caso y no en forma definitiva, general e indiscriminada, ello pues en algunos casos concretos,
la prueba de cargo conocida por el órgano jurisdiccional en segunda instancia puede ser tan débil e
insuficiente para cuestionar una decisión absolutoria de primera instancia, que sería razonablemente
inadecuado disponer la conducción coactiva del imputado recurrido o su declaración de contumaz,
. cuando su presencia -que puede ser incluso convalidada con la asistencia de su abogado defensor- no
sea determinante para definir la decisión judicial, entonces resulta adecuado precisar que en función a la
naturaleza de los hechos y la prueba de cargo y de descargo que exista en cada caso particular, el Juzga­
dor podrá adoptar la decisión que considere pertinente, proporcional y razonable en cada uno de ellos,
sin que la no imposición de las medidas anotadas en la parte final del artículo 423 del Código Procesal
Penal signifique per se afectación al debido proceso. [...] (Casación N.° 183-2011-Huaura, del 05-09­
2012, que establece que en las Cortes Superiores de los Distritos Judiciales en los que se encuentra en
vigencia el Código Procesal Penal, consideren como doctrina jurisprudencial vinculante lo señalado en
el cuarto considerando [Análisis jurídico fáctico] de la presente resolución. Sala Penal Permanente [EP,
19-03-2013, Jurisprudencia, AñoXXII, N.° 937, pp. 6895-6897]. Texto completo: <bit.ly/2p5hAWl).

ACUERDOS DE LAS SALAS PENALES SUPERIORES

§ 1745. La inconcurrencia del acusado a la audiencia de apelación de sentencia ocasionará que


se declare inadmisible el recurso, pero si es el abogado de la parte recurrente el que no asiste a la
diligencia para la que es citado, será excluido y reemplazado por otro. Véase la jurisprudencia del
artículo 367° del Nuevo Código Procesal Penal [§ 1495]. (Acuerdo N.° 2-2018-SPS-CSJLL del 12-01­
2018. Acuerdo de Jueces Titulares de las Salas Penales Superiores de la Corte Superior de Justicia de La
Libertad. Texto completo: <bit.ly/2WcwrN7>).

JURISPRUDENCIA DE LA CORTE SUPREMA

§ 1746. Asistencia del impugnante a la apelación. Tercero. [La declaración de inadmisibilidad


presupone, como es lógico, una norma expresa y, además, se aplica solo y estrictamente a los casos en
los que no exista ni la menor duda, es decir, al alcance interpretativo de la ley se limita al núcleo de su
significación]. [...] En tal virtud, la asistencia a la audiencia de apelación de autos es, propiamente, una
posibilidad procesal, en tanto oportunidad procesal que se brinda al apelante a fin de acrecentar sus
expectativas de una decisión favorable con su asistencia a las audiencias y exponer razonada, razonable
y oralmente sus puntos de vista fácticos y jurídicos, así como sus propias pretensiones o resistencias. El
NCPP, para el caso del recurso de apelación, ha configurado la asistencia del impugnante a la apelación
como una carga procesal sólo cuando se apelen sentencias, pues su inasistencia determina la declaración
de inadmisibilidad del recurso. (Casación N.° 52-2009-Arequipa [Auto], de 13-07-2010, fundamento
3 y 4. Sala Penal Permanente. Texto completo: Casaciones y Acuerdos^ p. 93 <bit.ly/2IwhAr2>).

§ 1745. Inadmisibilidad de la apelación si el recurrente y el abogado defensor no asisten de


manera injustificada a la audiencia de apelación de sentencia pese a encontrarse debidamente
notificados. Tampoco procede la reprogramación. 2.3. [...] En el presente caso, [...] obra el acta de
registro de audiencia de apelación de sentencia de fecha 20 de marzo del 2013, con la que se acredita la
asistencia del querellante y de su abogado defensor; pero se deja constancia de la inasistencia del que­
rellado y de su abogado defensor pese a estar debidamente notificados; lo cual no ha sido contradicho
por el actor en autos; por el contrario, ha solicitado la reprogramación de la audiencia en mención ante
su inasistencia al encontrarse grave de salud, lo que significa que tenía conocimiento de dicha audiencia
por haber sido válidamente notificado. Este Tribunal, en la ST C 04334-2012-PHC/TC [§ 1749],
en relación a un caso similar al presente, en el que se cuestionaba la declaración de inadmisibilidad
del medio impugnatorio de apelación por la inconcurrencia del recurrente apelante y de su abogado
defensor, elegido libremente, a la audiencia de apelación de sentencia, ha establecido lo siguiente: “(...)

♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL


Art. 423 LIBRO CUARTO: LA IMPUGNACIÓN 902

Este Tribunal considera que en el presente caso se rechazó correctamente el medio impugnatorio de
apelación porque ni la recurrente ni su abogado defensor, elegido libremente, acudieron a la reprogra­
mada audiencia de apelación sin haber justificado en autos su inasistencia; es decir, que voluntariamente
decidieron no presentarse en la citada diligencia, demostrando con ello desinterés y dejando abierta la
posibilidad de dilatar innecesariamente el proceso (...)”. En el caso de autos este Colegiado también
estima que se rechazó correctamente el medio impugnatorio de apelación porque ni el recurrente ni
su abogado defensor acudieron a la audiencia de apelación pese a estar debidamente notificados con
dicha audiencia; demostrando así desinterés con el desarrollo de la misma, y, con ello, dejando abierta
la posibilidad de dilatar innecesariamente el proceso. Finalmente debe precisarse que, al haberse des­
estimado la demanda, las demás pretensiones también deben ser desestimadas. [...] (Exp. N .° 04892-
2013-PH C/TC, del 13-08-2014 [Web: 16-05-2016 / EP: 08-10-2016], f. j. 2.3. Texto completo:
<bit.ly/2TSJh6y>).
§ 1746. La audiencia de apelación puede realizarse con la sola presencia de su abogado de­
fensor. Sexto. [El] artículo 423, apartado 3, del nuevo Código Procesal [...] establece la necesidad de
la presencia personal del imputado recurrente a la audiencia de apelación de sentencia, exigencia que
se sustenta en que todo imputado está sujeto al proceso y, por tanto, ligado a los mandatos judiciales
de comparecencia -el imputado tiene la carga de comparecer en el proceso-. En el caso en cuestión, la
norma citada busca consolidar la vigencia de principios procesales y procedimentales de primer orden:
contradicción efectiva -que integra la garantía de defensa proceso-, inmediación y oralidad -que inte­
gran la garantía del debido proceso-. [...] Octavo. En consecuencia, en este caso concreto, como está
en riesgo la libertad personal del imputado -y sólo porque lo está de modo irremediable- sería despro­
porcionado atar a su inconcurrencia la inadmisibilidad del recurso que interpuso. Por ello cabe concluir
que el motivo de su probable inasistencia está justificado. La audiencia de apelación, por tanto, puede
realizarse con la sola presencia de su abogado defensor, a quien debe reconocerse, analógicamente, la
representación del imputado y, por tanto, los derechos de intervención en todas las diligencias y de
ejercicio de todos los medios de defensa que la ley reconoce (artículo setenta y nueve, apartado tres, del
nuevo Código Procesal Penal). (Apelación N .° 02-2009-La Libertad, de 26-06-2010, ff. jj. 6 y 8. Sala
Penal Permanente. Texto completo: <bit.ly/2bPe78I>).
§ 1747. La asistencia del imputado a la audiencia de prisión preventiva no es obligatoria para
su instalación, si se constata previamente que su inasistencia a la misma se debe a una decisión
voluntaria, intencional o negligente frente a una debida citación. Véase la jurisprudencia del articulo
271° del Nuevo Código Procesal Penal [§ 1128]. (Casación N .° 01-2007-Huaura, del 26-07-2007, ff.
jj. 5 y 7. Sala Penal Permanente. Texto completo: <bit.ly/2cUloD4>).

JURISPRUDENCIA DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL

§ 1748. Resulta inconstitucional declarar la inadmisibilidad de la apelación de sentencia cuan­


do no asista el procesado-recurrente pero sí concurre su abogado defensor. 17. Asimismo, este
Tribunal ha establecido en la STC 02964-2011-PHC/TC [§ 1752] que resulta inconstitucional la
aplicación del inciso 3 del artículo 423° del Código Procesal Penal para declarar la inadmisibilidad de
la apelación de sentencia cuando inasista el procesado-recurrente pero sí concurra su abogado defensor,
porque este puede sustentar oral y técnicamente los argumentos del agravio del medio impugnatorio de
apelación para que estos puedan ser sometidos al contradictorio con su contraparte, debiendo llevarse
a cabo la audiencia de apelación de sentencia. 18. En el caso de autos, luego de leída la sentencia con­
denatoria y concedido el medio impugnatorio de apelación, se realizó una audiencia de apelación de
sentencia el 10 de agosto del 2012 ante la Sala Penal de Apelaciones de la Corte Superior de Justicia de
lea, en la cual sólo estuvo presente el abogado defensor del favorecido, por lo que se declaró inadmisible
el citado medio impugnatorio por la inconcurrehcia del acusado apelante en atención al inciso 3 del
artículo 423 del Código Procesal Penal. 19. En el presente caso, este Tribunal considera que conforme al
ya citado criterio jurisprudencial (Expediente N .° 2964-2011-HC) debió llevarse a cabo dicha audien­
cia, pese a no encontrarse presente el recurrente, porque su abogado defensor, que se encontraba en la

nom os & th e s is
903 SECCIÓN IV: EL RECURSO DE APELACIÓN Art. 423
audiencia de apelación de sentencia, estaba facultado para sustentar oral y técnicamente los argumentos
del medio impugnatorio de apelación para que estos sean sometidos al contradictorio y al oral con su
contra parte (Ministerio Publico); lo que en otras palabras significa que el imputado (demandante)
pudo sustentar su impugnación a través de defensor técnico, pues no es absoluta la necesidad de la
presencia del acusado. (Exp N. 0 07683-2013-PHC/TC-Ica, del 21-01-2016, fF. jj. 17 al 19. Texto
completo: <bit.ly/2EAUher>).

§ 1749. La inasistencia injustificada de la recurrente y su abogado a la reprogramada audiencia


de apelación, es demostración de su desinterés y deja abierta la posibilidad de dilatar innecesaria­
mente el proceso. 2.3. [...] Este Tribunal considera que en el presente caso se rechazó correctamente el
medio impugnatorio de apelación porque ni la recurrente ni su abogado defensor, elegido libremente,
acudieron a la reprogramada audiencia de apelación sin haber justificado en autos su inasistencia; es
decir, que voluntariamente decidieron no presentarse en la citada diligencia, demostrando con ello des­
interés y dejando abierta la posibilidad de dilatar innecesariamente el proceso). [...] (Exp. N .° 04334-
2012-PH C/TC [Caso Cruz M aría Castillo Jiménezr], del 14-12-2012 [Web: 10-04-2013 / EP: 27-03­
2014], f. j. 2.3. Texto completo: <bit.ly/2Izvbkn>).

§ 1750. Si el abogado del procesado no acude a la audiencia de apelación y el procesado se


niega a aceptar un defensor de oficio, la Sala deberá reprogramar la audiencia. 6. Asimismo, este
Tribunal, en reiterada jurisprudencia, ha señalado que el derecho a la defensa comporta en estricto el de­
recho a no quedar en estado de indefensión en cualquier etapa del proceso penal, el cual tiene una doble
dimensión: una material, referida al derecho del imputado o demandado de ejercer su propia defensa
desde el mismo instante en que toma conocimiento de que se le atribuye la comisión de determinado
hecho delictivo; y otra formal, que supone el derecho a una defensa técnica, esto es, al asesoramiento
y patrocinio de un abogado defensor durante todo tiempo que dure el proceso. [...] 8. En el presente
caso, se advierte de la constancia de fecha 6 de mayo de 2013 [...] que no se pudo instalar la audiencia
de apelación de sentencia de fecha 6 de mayo de 2013 debido a la inasistencia del abogado defensor
del favorecido, inasistencia que fue justificada. [El procesado] sí estuvo presente en la audiencia de
apelación. Por ello, en principio, dicha audiencia podría haber sido realizada si se designaba al defensor
de oficio en reemplazo del abogado del favorecido. Sin embargo, el favorecido expresó su negativa a
ser defendido por el abogado de oficio que le propuso la Sala demandada. 9. Al respecto, este Tribunal
considera que la Sala superior ante la renuncia expresa del favorecido a un defensor de oficio, debió
disponer por única y última vez la reprogramación de la audiencia bajo apercibimiento de -a pesar de
su negativa- nombrársele defensor de oficio o declarar la inadmisibilidad del recurso de apelación, pero
no declarar inmediatamente la inadmisibilidad del recurso de apelación, pues con dicha decisión se le
impidió al favorecido contar con una defensa que le permita exponer sus argumentos contra la sentencia
condenatoria de fecha 30 de enero de 2013. (Exp. N.° 03238-2014-PI/TC, del 01-03-2018 [Web: 01­
10-2018], fif. jj. 6, 8 y 9. Texto completo: <bit.ly/2Wrk93K>).

§ 1751. No resulta indispensable que el propio condenado impugnante acuda a la audiencia


de apelación si se encuentra presente su abogado defensor. 3.3.4. De autos se advierte que, luego
de leída la sentencia condenatoria y concedido el recurso de apelación, se convocó a la audiencia de
apelación de sentencia el 13 de mayo de 2013 ante la Sala Penal de Apelaciones de Huamanga de la
Corte Superior de Justicia de Ayacucho, audiencia a la cual asistieron todas las partes procesales a ex­
cepción del recurrente en su calidad de acusado-apelante aunque sí acudió su abogado defensor. Sin
embargo, por no haber concurrido el recurrente a la referida audiencia se declaró inadmisible su recurso
de apelación, invocándose el inciso 5) del artículo 423 del Nuevo Código Procesal Penal. Asimismo, se
declaró inadmisible el recurso de reposición interpuesto contra la antes citada resolución, en aplicación
del artículo 423, inciso 3, del referido código. 3.3.6. El Tribunal Constitucional a través de la Sentencia
recaída en el Expediente 2964-2011-PHC/TC [§ 1752] efectuó una interpretación del artículo 423,
inciso 3) del Nuevo Código Procesal Penal de conformidad con la Constitución. Según lo previsto por
la referida disposición legal, que regula la apelación de sentencias “si el acusado recurrente no concurre
injustificadamente a la audiencia, se declarará la inadmisibilidad del recurso que interpuso. (...)” 3.3.7.
♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL
Art. 424 LIBRO CUARTO: LA IMPUGNACIÓN 904

En la referida sentencia, el Tribunal Constitucional entendió que el fin que persigue la referida disposi­
ción -que no permite la realización de la audiencia de apelación de sentencia si no se encuentra presente
la parte impugnante- es el de asegurar la contradicción, inmediación y oralidad, a través de la presencia
de las partes en el acto oral de apelación. Asimismo, entendió que para garantizar dichos fines no resulta
indispensable que el propio condenado impugnante acuda a la audiencia si se encuentra presente su
abogado defensor. Ello es así, por cuanto una interpretación literal de la disposición, en la que se declare
la inadmisibilidad del recurso por no haber concurrido el propio condenado apelante a la audiencia de
apelación, aunque se encuentre presente su abogado, devendría en una restricción innecesaria y, por
tanto, desproporcionada del derecho a los recursos. (Exp. N .° 02285-2014-PA/TC-Ayacucho, del 09­
12-2015 [Web: 07-08-2018], ff. jj. 3.3.4, 3.3.6 y 3.3.7. Texto completo: <bit.ly/2NKLCKk>).
§ 1752. La presencia física y personal del recurrente para que se lleve a cabo la audiencia de
apelación de sentencia, no resulta necesaria ni indiscutible. 19. [...] En dicha línea, este Tribunal
considera que la interpretación literal del inciso 3) del artículo 423° del Nuevo Código Procesal Penal
efectuada por la Segunda Sala Penal de Apelaciones de Arequipa resulta inconstitucional, dado que la
presencia física y personal del recurrente (apelante) para que se lleve a cabo la audiencia de apelación,
no resulta necesaria ni indispensable, pues esta actuación se puede desarrollar con la sola presencia de
su abogado patrocinante, quien puede sustentar oral y técnicamente los argumentos del medio im-
pugnatorio de apelación para que estos puedan ser sometidos al contradictorio y al debate oral con su
contraparte (Ministerio Público). [...] (Exp. N.° 02964-2011-PHC/TC [Caso M auricio Gilberto Ponce
Núñez], del 16-07-2013 [Web: 06-11-2013], f. j. 19. Texto completo: <bit.ly/2YgsetD>).

Artículo 424: Audiencia de apelación

1. En la audiencia de apelación se observarán, en cuanto sean aplicables, las normas relativas al juicio
de primera instancia.
2. Al iniciar el debate se hará una relación de la sentencia recurrida y de las impugnaciones corres­
pondientes. Acto seguido, se dará la oportunidad a las partes para desistirse total o parcialmente de la
apelación interpuesta, así como para que ratifiquen los motivos de la apelación.
3. A continuación se actuarán las pruebas admitidas. El interrogatorio de los imputados es un paso
obligatorio cuando se discute el juicio de hecho de la sentencia de primera instancia, salvo que decidan
abstenerse de declarar.
4. Pueden darse lectura en la audiencia de apelación, aún de oficio, al informe pericial y al examen del
perito, a las actuaciones del juicio de primera instancia no objetadas por las partes, así como, dentro de los
límites previstos en el artículo 383, a las actuaciones cumplidas en las etapas precedentes.
5. Al culminar la actuación de pruebas, las partes alegarán por su orden empezando por las recurrentes,
de conformidad en lo pertinente con el numeral 1) de artículo 386. El imputado tendrá derecho a la última
palabra. Rige lo dispuesto en el numeral 5) del artículo 386°.*(1)

NOTA DE ACTUALIZACIÓN
(1) De conform idad con la 7.a DCF del Decreto Legislativo N.° 1307 (EP, 30-12-2016), se adelante la entrada en vigencia del
presente artículo, en los distritos judiciales donde aún no se encuentre vigente dicha norma, para su aplicación en el
proceso inmediato.

PRECEDENTE VINCULANTE DE LA CORTE SUPREMA

§ 1753. Audiencia de apelación debe repetirse ante otro colegiado si no se emitió fallo en el
plazo legal. III. [...] 3 .1 . La competencia es objetiva, funcional, territorial y por conexión, que precisa e
identifica a los órganos jurisdiccionales que deben conocer un proceso -conforme el artículo 19°, Inciso
1 y 2, del Código Procesal Penal-; y, la contienda de competencia surgen en el proceso cuando durante

n o m o s & th e s is
905 SECCIÓN IV: EL RECURSO DE APELACIÓN A lt 424
su tramitación se presentan problemas sobre la determinación de competencia -conforme el artículo
42° y ss. del acotado Código-; siendo dos las situaciones: a) Positiva, cuando dos o más jueces simul­
táneamente toman\oonocimiento del mismo delito y pretenden conocer de él; y, b) Negativa, cuando
dos o más jueces simultáneamente rehúsan tomar conocimiento del mismo delito. Así, se determina
que en el presente caso este Tribunal Supremo es competente para dirimir la contienda de competencia,
conforme el artículo 45°, inciso 3, del Código Adjetivo, que indica: “La contienda de competencia
entre Salas Penales Superiores será resuelta por la Sala Penal Suprema” . 3.2. En la apelación de senten­
cias, durante la audiencia de apelación se observarán, en cuanto sean aplicables, las normas relativas al
juicio de primera instancia, conforme el artículo 424°, inciso 1, del Código Adjetivo; además, rige para
la deliberación y expedición de la sentencia de segunda instancia lo dispuesto, en lo pertinente, en el
título 393° del citado Código e indica que el plazo para dictar sentencia no podrá exceder de diez (10)
días, conforme lo prevé el artículo 425°, inciso 1, del Código Adjetivo. 3.3. En ese sentido, para la
deliberación y emisión de la sentencia, el ordenamiento procesal, remitiéndose a las normas relativas al
juicio de primera instancia, conlleva a considerar que una vez transcurrido el plazo sin que se produzca
el fallo, el juicio deberá repetirse ante otro órgano jurisdiccional, conforme al precepto señalado en el
artículo 392°, inciso 3, del Código Adjetivo. 3.4. En atención a ello, efectuando una interpretación sis­
temática del ordenamiento procesal penal, este Tribunal Supremo considera que también debe aplicarse
el artículo 392°, inciso 3, del Código Procesal Penal, para casos de apelación de sentencias, en el sentido
que una vez transcurrido el plazo sin que se produzca el fallo, la audiencia de apelación deberá repetirse
ante otro Colegiado, a fin de emitirse la sentencia correspondiente, toda vez que durante la audiencia
de apelación se observan también las normas relativas al juicio de primera instando, en armonía con
el artículo 424°, inciso 1, del citado Código. (Competencia N .° 12-2017-Ica, de 06-06-2017, que
estableció precedente vinculante el fundamento jurídico III. Sala Penal Permanente [EP, 31-10-2017,
Jurisprudencia, Año XXVI, N.° 1061, p. 7953]. Texto completo: <bit.ly/2HrqCnx>).
§ 1754. Recurso de apelación y principio de inmediación. Excepciones al principio de inme­
diación, relacionadas a la valoración de la prueba personal en segunda instancia. Véase la jurispru­
dencia del artículo 422° del Nuevo Código Procesal Penal [§ 1729]. (Casación N .° 636-2014-Arequipa,
de 03-02-2016, que establece como doctrina jurisprudencial vinculante lo señalado en el considerando
2.4 [en este caso, véase el considerando 2.4.2]. Sala Penal Permanente [EP, 26-07-2016, Jurisprudencia,
Año XXV, N .° 1018, pp. 7499-7503]. Texto completo: <bit.ly/2a8rZbM>).

JURISPRUDENCIA DE LA CORTE SUPREMA

§ 1755. L a trascendencia de la omisión de pronunciamiento en sentencia de segunda instancia


requiere que se trate de una cuestión planteada por el apelante como objeto del recurso y se refiera
al fondo de la controversia. Quinto. Si bien es verdad entre el escrito de interposición y formalización
del recurso de apelación y la sentencia de vista debe existir exhaustividad -es decir, en su perspectiva
negativa, falta de pronunciamiento sobre alguno de los puntos que haya sido objeto del recurso y de­
bate entre las partes en el proceso impugnativo (es lo que erróneamente se denomina “incongruencia
infra p etitu m ) -, es de tener presente que la trascendencia de la omisión requiere que se trate de una
cuestión planteada por el apelante como objeto del recurso y que se refiera al fondo de la controversia,
único caso en que se erige en un verdadero supuesto de falta de tutela jurisdiccional. Siendo así, en el
presente caso, la sentencia de vista resolvió lo relativo al juicio de culpabilidad, luego, la garantía de tu­
tela jurisdiccional no se afectó. Los dos temas incidentales, aun cuando no resueltos -lo que vulnera un
requisito ordinario de contenido de la sentencia-, ni siquiera generan nulidad de actuaciones porque no
ocasionaron indefensión material alguna en la medida en que, oportunamente, se resolvieron y fueron
de conocimiento del imputado, tanto más si no las planteó en la propia audiencia de apelación, confor­
me al principio de oralidad (artículo 424, apartado 2, del Código Procesal Penal). En consecuencia, el
motivo de casación no puede prosperar. (Casación N .° 1468-2017-Lambayeque, del 06-08-2018, f. j.
5. Sala Penal Permanente. Texto completo: <bit.ly/2FraVh6>).

♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL


Art. 425 LIBRO CUARTO: LA IMPUGNACION 906

Artículo 425: Sentencia de Segunda Instancia

1. Rige para la deliberación y expedición de la sentencia de segunda instancia lo dispuesto, en lo perti­


nente, en el artículo 393. El plazo para dictar sentencia no podrá exceder de diez (10) días.
Sin perjuicio de Bo anterior, si se trata de proceso inmediato, el plazo para dictar sentencia no podrá
exceder de tres (3) días, bajo responsabilidad.
Para la absolución del grado se requiere mayoría de votos.
2. La Sala Penal Superior sólo valorará independientemente la prueba actuada en la audiencia de ape­
lación, y las pruebas pericial, documental, preconstituida y anticipada. La Sala Penal Superior no puede
otorgar diferente valor probatorio a la prueba personal que fue objeto de inmediación por el Juez de prime­
ra instancia, salvo que su valor probatorio sea cuestionado por una prueba actuada en segunda instancia.
3. La sentencia de segunda instancia, sin perjuicio de lo dispuesto en el artículo 409, puede:
a) Declarar la nulidad, en todo o en parte, de la sentencia apelada y disponer se remitan los autos al
Ju e z que corresponda para la subsanación a que hubiere lugar;
b) Dentro de los límites del recurso, confirmar o revocar la sentencia apelada. Si la sentencia de primera
instancia es absolutoria puede dictar sentencia condenatoria imponiendo las sanciones y reparación civil
a que hubiere lugar o referir la absolución a una causa diversa a la enunciada por el Juez. Si la sentencia
de primera instancia es condenatoria puede dictar sentencia absolutoria o dar al hecho, en caso haya sido
propuesto por la acusación fiscal y el recurso correspondiente, una denominación jurídica distinta o más
grave de la señalada por el Ju e z de Primera Instancia. También puede modificar la sanción impuesta, así
como imponer, modificar o excluir penas accesorias, conjuntas o medidas de seguridad.
4. La sentencia de segunda instancia se pronunciará siempre en audiencia pública. Para estos efectos
se notificará a las partes la fecha de la audiencia. El acto se llevará a cabo con las partes que asistan. No
será posible aplazarla bajo ninguna circunstancia.
5. Contra la sentencia de segunda instancia sólo procede el pedido de aclaración o corrección y recurso
de casación, siempre que se cumplan los requisitos establecidos para su admisión.
6. Leída y notificada la sentencia de segunda instancia, luego de vencerse el plazo para intentar re­
curriría, el expediente será remitido al Ju e z que corresponde ejecutarla conforme a lo dispuesto en este
Código.(1) ® w

NOTA DE ACTUALIZACIÓN

(1) Texto conform e a la m odificación efectuado por el artículo 2o del Decreto Legislativo N.° 1307 (EP, 30-12-2016), el
m ism o que entró en vigencia a nivel nacional a los noventa (90) días de su publicación en el diario oficial El Peruano.
(2) De conform idad con la 7.a DCF del Decreto Legislativo N.° 1307 (EP, 30-12-2016), se adelante la entrada en vigencia del
presente artículo, en los distritos judiciales donde aún no se encuentre vigente dicha norma, para su aplicación en el
proceso inmediato.

PROTOCOLOS, REGLAMENTOS, LINEAMIENTOS, GUÍAS Y DIRECTIVAS


(a) Protocolo de actuación interinstitucional específico para la aplicación del proceso inm ediato reformado (aprobado por
el Decreto Supremo N.° 003-2016-JUS de 23-08-2018). Véase el texto com pleto en: <bit.ly/2uG5wxx>.

RESOLUCIÓN GENERAL DE LA CORTE SUPREMA

§ 1756. Disposiciones del Código Procesal Penal respecto de la audiencia de lectura de senten­
cia de casación. Véase la resolución general de la Corte Suprema incluida en el artículo 43 Io del Nuevo
Código Procesal Penal [§ 1841]. (Resolución General de la Corte Suprema, Lima, 28-06-2016, £ 1.
Recurso de casación. Sala Penal Transitoria. Texto completo: <bit.ly/29IHn0p>).

nom os & th e sis


907 SECCIÓN IV: EL RECURSO DE APELACIÓN Art. 425
DOCTRINA JURISPRUDENCIAL VINCULANTE DE XA CORTE SUPREMA

§ 1757. La solución de anular el fallo condenatorio dictado en primera y segunda instancia es


excesiva, pues una de las facultades de la Sala de Apelaciones frente al recurso respecto a la senten­
cia absolutoria es confirmarla, conforme con el artículo 425 del Código Procesal Penal. Décimo
segundo. Habida cuenta que el Juez no puede dejar de resolver, la única solución provisional posible
es declarar nula la sentencia recurrida, pues de otra forma se afectaría el citado derecho, proceder que
encuentra refuerzo si se considera que en ningún caso esta Corte Suprema convalidó la condena del
absuelto. Décimo tercero. Sin embargo, la solución de anular el fallo condenatorio dictado en primera
y segunda instancia es excesiva, pues una de las facultades de la Sala de Apelaciones frente al recurso res­
pecto a la sentencia absolutoria es confirmarla, conforme con el artículo 425 del Código Procesal Penal
y esta Corte Suprema que lo hizo en las sentencias casatorias N. ° 385-2013-San M artín [§ 1759] y
40-2012-Am azonas [§ 1778]. Incluso en el Código de Procedimientos Penales, que prohíbe la conde­
na del absuelto por exigencias de inmediación, también prevé que se confirme la absolución. (Casación
N.° 499-2014-Arequipa, de 16-03-2017, que estableció como doctrina jurisprudencial vinculante los
ff. jj. 12 y 13. Sala Penal Permanente [EP, 19-05-2017, Jurisprudencia, Año XXVI, N.° 1042, p. 7754].
Texto completo: <bit.l 7/ 2FGfZjB>).
§ 1758. Valoración de la prueba en segunda instancia. Véase la jurisprudencia del artículo 422°
del Nuevo Código Procesal Penal [§ 1728]. (Casación N .° 96-2014-Tacna, de 20-04-2016, que esta­
bleció como doctrina jurisprudencial vinculante los ff. jj. 5, 6, 8, 9, 12 y 13. Sala Penal Permanente [EP,
25-05-2017, Jurisprudencia, Año XXVI, N.° 1044, p. 7763]. Texto completo: <bit.l7/ 2tA7DET>).
§ 1759. La condena del absuelto como facultad del tribunal de apelaciones para revocar la sen­
tencia de primera instancia que absolvió al procesado y reformándola lo condena. El a d quem está
posibilitado a controlar, a través del recurso de apelación, si la valoración de la prueba personal es
correcta. [Cabe hacer mención que la condena del absuelto despoja al condenado, que por primera vez
en segunda instancia (es condenado,) de su derecho a impugnar, pues el contenido del Pacto Internacio­
nal de Derecho Civiles y Políticos es claro al referir que la impugnación del fallo condenatorio no es una
posibilidad ni una facultad sometida al poder discrecional de los órganos de justicia, sino que c o n stip e
un derecho reconocido al imputado]. 5.13. En segunda instancia, respecto a la labor de valoración de
la prueba personal, debemos tener en cuenta que el Ad quem solo puede valorar los medios probatorios
que se actuaron ante él, ello en virtud del principio de inmediación. Dicho de otro modo, las pruebas
personales que fueron actuadas con inmediación en primera instancia no pueden ser revaloradas por
el A d quem, lo que significa que este órgano debe respetar el mérito o conclusión probatoria realizada
por el Ad quo. 5.14. En esta línea, M ontero A roca y F lors M atíez sostienen que “Tratándose de
pruebas personales, como la testifical, la única inmediación es aquélla de la que goza el Tribunal de
Instancia, a quién corresponde su valoración conforme a los principios de oralidad y su consecuencia la
inmediación, debiendo prevalecer esa valoración salvo que se evidencia un fallo en el razonamiento ló­
gico o en el íter inductivo del juzgador de instancia, o cuando por el mismo se establezcan afirmaciones
o conclusiones arbitrarias y absurdas, y lo mismos debe decirse cuando se trata de la prueba pericial”.
5.15. Aunado a ello, esta Sala Suprema al emitir la Casación N.° 05-2007-Huaura [§ 1735], manifestó
que en materia de valoración de prueba personal es cierto que el Ad quem> en virtud a lós principios de
inmediación y de oralidad, no está autorizado a variar la conclusión o valoración dada por elA d quo. Ello,
desde luego, reduce el criterio fiscalizador del Tribunal de Apelación, pero no lo elimina. Agrega que en
los casos de valoración de prueba personal en segunda instancia, el Ad quem tiene el margen de control
o intervención que está vinculado a la coherencia interna de la valoración realizada por el A d qua y que
tiene que ver con aquello que la doctrina comparada denomina “zonas abiertas”. Las zonas opacas son
los datos expresados por los testigos estrechamente ligados a la inmediación por lo que la valoración
dada en primera instancia no es susceptible de revisión; en consecuencia, no espasible de variación. Las
zonas abiertas, sin embargo, son aspectos relativos a la estructura racional del propio contenido de la
prueba, ajenos a la percepción sensorial del Juzgador de primera instancia que pueden ser objeto de
fiscalización a través de la lógica, la experiencia y los conocimientos científicos. Este último caso puede

♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL


Art. 425 LIBRO CUARTO: LA IMPUGNACIÓN 908

darse cuando el Juez A d qua asume como probado un hecho: Es apreciado como manifestó error de
modo radicalmente inexacto; es oscuro, impreciso, dubitativo, ininteligible, incompleto, incongruente
o contradictorio entre sí; o, e) pudo ser desvirtuado por pruebas practicadas en segunda instancia.
Finalmente, concluye que en la prueba personal, el A d quem debe valorar también la coherencia y per­
sistencia de los principales testigos de cargo. Teniendo en cuenta ello, el hecho de que un testigo brinde
diversas versiones en el proceso no inhabilita al órgano jurisdiccional a optar por una de las versiones,
siempre y cuando explicite los motivos por los cuales se decidió de esa forma; para ello, se valdrá de las
reglas de la experiencia, la verificación de la suficiencia, el análisis del conjunto de prueba apreciada por
el A d qua y, el razonamiento sólido y completo que este mismo haya realizado. 5.16. En ese sentido,
existe una limitación impuesta al A d quem, descrita en el artículo cuatrocientos veinticinco, apartado
dos, del Código Procesal Penal a fin de no infringir el principio de inmediación; esto es, no puede otor­
gar diferente valor probatorio a la prueba personal que fue objeto de inmediación por el Juez de primera
instancia, salvo que su valor probatorio sea cuestionado por una prueba actuada en segunda instancia.
Dicho aquello, si bien corresponde al Juez de primera instancia valorar la prueba personal, empero el
A d quem está posibilitado a controlar, a través del recurso de apelación, si dicha valoración infringe las
reglas de la lógica, la ciencia y las máximas de la experiencia. 5.17. En esa línea, que el Juzgador de
primera instancia cometa un error al valorar la prueba es algo sustancialmente contrario a que efectúe
una nueva valoración probatoria partiendo de cero, que es lo propio de un sistema de apelación limi­
tado; es decir, es distinto controlar la valoración probatoria del A d qua en contraste a que el A d quem
realice una revaloración de la prueba valorada por aquel; siendo que la primera está permitida, mientras
que la segunda está proscrita. (Casación N.° 385-2013-San Martín, de 05-05-2015, ff. jj. 5.10 al 5.17
establecidos como doctrina jurisprudencial. Sala Penal Permanente. Texto en línea: <bit.ly/lTSphoc>).
§ 1760. La sala de apelación no puede condenar al absuelto en primera instancia. Si detecta un
error en la aplicación del derecho objetivo y/o procesal que ameritarían una condena, debe anular
el fallo condenatorio dictado en primera y segunda instancia para que si en un nuevo juicio se le
encontrara culpable del delito imputado, tenga la posibilidad de impugnar la sentencia condena­
toria por medio de un recurso de apelación. 4.3. A la fecha en que es emitida esta sentencia casatoria,
el tema de la condena del absuelto como facultad del tribunal de apelaciones para revocar la sentencia
de primera instancia que absolvió al procesado y reformándola lo condena [De acuerdo a las facultades
otorgadas por el lit. “b” inc. 3 del art. 425 del Nuevo Código Procesal Penal], ya ha sido objeto de
pronunciamiento por parte de este Supremo Tribunal en las sentencias recaídas en la Casación N.° 385-
2013-San Martín [§ 1759] y la Casación N.° 195-2012-Moquegua [§ 1707]. Siendo sobre la base de
las conclusiones ya alcanzadas se desarrollará la doctrina jurisprudencial en este caso. 4.4. Así las cosas,
se tiene que la línea jurisprudencial más reciente de este Supremo Tribunal en la Casación N.° 385­
2013- San Martín, del 5 de mayo del presente año (2015), ha sostenido que: Cabe hacer mención que la
condena del absuelto despoja a l condenado, que por primera vez en segunda instancia [es condenado,] de su
derecho a impugnar, pues el contenido del Pacto Internacional de Derecho Civiles y Políticos es claro
a l referir que la impugnación delfaUo condenatorio no es una posibilidad ni una facultad sometida a l
poder discrecional de los órganos dejusticia, sino que constituye un derecho reconocido a l imputado [Casación
N .° 385-2013-San Martín, del 05 de mayo de 2015, f. j. 5.23. La negrita es nuestra]. 4.5. A esta solu­
ción se arribó en consonancia con la jurisprudencia y, esencialmente, con la normativa internacional
que incide directamente sobre la condena del absuelto. En efecto, el Pacto Internacional de Derechos
Civiles y Políticos -en adelante PIDCP- en el inciso quinto del artículo catorce reza: Toda persona decla­
rada culpable de un delito tendrá derecho a que elfallo condenatorio y la pena que se le haya impuesto sean
sometidos a un tribunal superior, conforme a lo prescrito por la ley. 4.6. En la actualidad se sabe que las
normas jurídicas pueden estar estructuradas como normas y como principios. La norma estructurada
como principio es un mandato de optimización (Optimierungsgebote), mientras que la norma estructu­
rada como regla es un mandato definitivo {definitive Geboté) [Con relación a los principios y a las reglas.
Cfr. Alexy, Robert. La construcción de los derechosfundamentales. Buenos Aires: Ad-Hoc, 2010, p. 20],
capaz de ser aplicado por subsunción por cuanto “obligan, prohíben o permiten algo en forma definiti­
va” [Ibídem]. Lo que esto implica es que las normas estructuradas como reglas obedecen a la estructura
n o m o s & th e sis
909 SECCIÓN IV: EL RECURSO DE APELACIÓN Art. 425
clásica de toda norma que contempla un presupuesto de hecho y una consecuencia jurídica. 4.7. Así las
cosas, la norma internacional antes citada (Inc. 5 del Ajrt. 14 del PIDCP es una regla en tanto manda
de modo definitivo que cuando se verifica el presupuesto de hecho consistente en una declaración de
responsabilidad penal (culpabilidad en palabras del PIDCP), una sentencia condenatoria; se desencade­
na una consecuencia jurídica consistente en que se pueda cuestionar, impugnar, esa condena ante un
tribunal superior. En pocas palabras, el procesado tiene derecho a cuestionar el fallo condenatorio ante
un tribunal superior. 4.8. En el fondo, no se debate si condenar en segunda instancia es posible, pues sí
lo es, pero se exige que si esa posibilidad existe, el condenado por primera vez en segunda instancia
tenga a su disposición un recurso devolutivo [Un recurso que es conocido por el superior jerárquico del
tribunal que dictó el fallo] donde el juzgador tenga facultades amplias de control. En esencia, se ha
determinado que el derecho a la doble instancia, que gozan toda parte procesal, tiene un contenido
especial en el caso de la parte que actúa como defensa. Dicho contenido es el derecho de impugnar el
fallo condenatorio ante un tribunal superior que goce de amplias facultades de control. 4.9. En este
escenario, alguien podría sostener que se garantiza ese derecho a la instancia plural de quien es conde­
nado en segunda instancia mediante el recurso de casación. Sin embargo, esta posibilidad ya ha sido
descartada en el fuero internacional y en el fuero nacional [Cfr. Casación N.° 385-2013, del 05 de mayo
de 2015, £ j. 5.24] en tanto la casación es un recurso extraordinario, con finalidades específicas, limitado
a las causales expresamente recogidas en la norma procesal [Específicamente en el artículo 429 del Nue­
vo Código Procesal Penal] y que además cuenta con vallas de procedencia establecidas por la ley [Espe­
cíficamente las vallas de procedencia contenidas en el artículo 427 del Nuevo Código Procesal Penal].
Y en consecuencia el tribunal de casación no goza de esas amplias facultades de revisión con las cuales
debe contar el tribunal que revise el fallo condenatorio. 4.10. En este orden de ideas, la apelación es “el
medio habilitado por el legislador para trasladar una resolución judicial de la primera instancia, a través
del cual el superior jerárquico a aquel que dictó la resolución impugnada puede revisar no solo los re­
sultados del órgano inferior, sino también su actividad procesal” [Vilela Carbajal, Karla. “Medios im-
pugnatorios y nulidad procesal”. En: Vilela Carbajal, Karla y otros. Teoría de la impugnación. IJornadas
de Derecho Procesal. Lima: Palestra editores, 2009, p. 77]. Si hemos descartado la posibilidad de consi­
derar a la casación como el mecanismo impugnatorio idóneo para lograr garantizar la pluralidad de
instancias del condenado en segunda instancia, pese a haber sido absuelto en primera instancia, el re­
curso de apelación se muestra como un medio impugnatorio idóneo para lograr dicha finalidad. 4.11.
El problema es que un recurso de las características necesarias para satisfacer las exigencias del inciso 5
del artículo 14 del PIDCP implicaría la posibilidad de apelar el fallo de segunda instancia que condena
por primera vez a quien fue absuelto en primera instancia. Para remediar este problema se han propues­
to dos soluciones contenidas en la Casación N.° 385-2013-San Martín en sus fundamentos jurídicos:
cinco punto veintiséis (5.26) en el cual se propone la habilitación de salas revisoras en cada distrito ju­
dicial para que realicen el juicio de hecho y de derecho del condenado por primera vez en segunda
instancia; y en el cinco punto veintisiete (5.27) que se propone la habilitación de un medio impugna-
torio adecuado para la condena del absuelto. 4.12. A la fecha de la presente sentencia, ninguna de las
soluciones propuestas antes expuestas ha sido realizada. Consecuentemente, si nos encontramos ante un
vicio determinado por la ausencia de un presupuesto procesal de existencia [Cfr. Vilela Carbajal, Karla.
Nulidades procesales civiles y sentencia firme. Lima: Palestra editores, 2007, p. 33] por no haber -por no
existir- un órgano jurisdiccional capaz de revisar la condena del absuelto [Tal como se propuso en el
fundamento jurídico 5.26. de la Casación N.° 385-2013-San Martín del 05 de mayo de 2015], la con­
secuencia jurídica que se desencadena es la nulidad por ser un vicio en el proceder (vicio in procedendó)
[Cfr. Vilela Carbajal, Karla. “Medios de impugnación y nulidad procesal”. En Vilela Carbajal, Karla y
otros. Teoría de la... ob. cit., pp. 79-80]. Lo último que falta por determinar es el alcance de la nulidad,
hasta donde se debe anular el proceso en donde se ha condenado en segunda instancia a quien fue ab­
suelto en primera instancia. 4.13. En atención a todo lo expuesto y con el fin de salvaguardar el derecho
del condenado por un delito a recurrir el fallo, mientras no se implemente ninguna de las propuestas
dadas por este Supremo Tribunal, corresponde anular el fallo condenatorio dictado en primera y segun­
da instancia para que si en un nuevo juicio se le encontrara culpable del delito imputado, tenga la po-

♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL


Art. 425 LIBRO CUARTO: LA IMPUGNACIÓN 910

sibilidad de impugnar la sentencia condenatoria por medio de un recurso de apelación. (Casación N.°
194-2014-Ancash, de 27-05-2015, fundamentos 4.3 al 4.13 establecidos como doctrina jurisprudencial
vinculante en todas las cortes superiores que aplican el nuevo CPP. Sala Penal Permanente [EP, 10-06­
2015, Jurisprudencia, Año XXIV, N .° 984, pp. 7247-7249]. Texto completo: <bit.ly/2p3RhPQ>).
§ 1761. La casación no es un recurso eficaz para revisar íntegramente la “condena del absuelto”,
por lo que, en tal caso, solo se puede anular las sentencias de primera y segunda instancia. Sala de
apelación no puede condenar al absuelto en primera instancia. 4.10. Cabe destacar que el tema de
la condena del absuelto como facultad del Tribunal de apelaciones para revocar la sentencia de primera
instancia que absolvió al procesado y reformándolo lo condena, ya ha sido objeto de pronunciamiento por
parte de este Supremo Tribunal. Así tenemos: 4.11. La Sentencia de Casación N.° 195-2012-Moquegua
[§ 1763], emitida por la Sala Penal Permanente de la Corte Suprema de Justicia de la República, respecto
al cuestionamiento de la constitucionalidad de las normas que faculta al juzgador de segunda instancia a
revocar la sentencia absolutoria de primera instancia y al reformarla emite pronunciamiento condenatorio,
en el cual realizó un análisis amplio de los dispositivos normativos internacionales, concluyendo que la
condena del absuelto no es incompatible con la Constitución Política del Estado, respecto del derecho
a recurrir el fallo, siempre que la sentencia adversa pueda ser revisada por un Juez o Tribunal distinto y
de superior jerarquía, a efectos de otorgar la posibilidad de una revisión íntegra del fallo condenatorio,
brindando mayor seguridad y tutela a los derechos del condenado; asimismo, enfatizó la necesidad de la
actuación de nueva prueba para los efectos de condenar al absuelto en virtud del principio de inmediación,
pese a que no se pueda efectuar reproche alguno, en tanto la prueba actuada deba tener entidad suficiente
para enervar el status de inocencia del encausado. En ese sentido, existió pronunciamiento únicamente
sobre el tema doctrinal, y en cuanto al caso concreto (delito contra la administración pública, en la mo­
dalidad de peculado, en agravio del Estado, seguido contra JJJ), declaró nula la sentencia de primera y
segunda instancia, y se dispuso la realización de un nuevo juzgamiento, para lo cual el Tribunal Superior
debía tener en consideración los fundamentos esgrimidos en la propia sentencia de casación, al verificar
que la cuestionada no cumplía con las exigencias plasmadas; precisando que esta sentencia de casación
contiene fundamentos adicionales del Juez Supremo Morales Parraguez, en tanto consideró que la condena
en sede de apelación constituía “una condena en instancia única”; por lo que, expresó su discrepancia en
cuanto se sostiene que no es incompatible con la Constitución Política del Estado, precisando que se debe
garantizar que la decisión de condenar al absuelto pueda ser recurrida. 4.12. En la Sentencia de Casación
N.° 280-2013-Cajamarca [§ 1781], se marcó aún más la diferencia existente entre el recurso de apelación
y la casación como recursos impugnatorios, rechazando de este modo la casación penal como solución
para salvaguardar el derecho a recurrir del condenado, ya que no es un recurso impugnatorio de carácter
ordinario, precisando que la condena del absuelto limita el derecho a recurrir, pero que ésta sí puede ser
amparable, estableciendo la necesidad de crear un órgano judicial que pueda realizar el juicio de hecho y
de derecho de la condena dictada en segunda instancia, contra una persona que previamente había sido
absuelta; asimismo, se solicita se convoqué a Sala Plena para adicionar un artículo al rubro del sistema de
recursos que habilite el medio impugnatorio de carácter ordinario que dé lugar a la intervención de dicho
órgano. 4.13. Asimismo, la Sentencia de Casación 385-2013 San Martín [§ 1759], se afianzaron las
posturas anteriores, respecto a que una decisión condenatoria debía tener la posibilidad de ser revisada por
un Tribunal jerárquico superior al que lo emitió, enfatizando las facultades de la Sala Penal Superior, en
cuanto a la actuación de nueva prueba en vía de apelación; asimismo, en la línea interpretativa de que como
Estado Parte de la Organización de las Naciones Unidas - O N U y suscribientes del Pacto Internacional
de Derechos Civiles y Políticos estamos obligados a cumplir con dichos instrumentos de protección de
derechos humanos, razón por la cual se consideró que para no emitir una condena en instancia única se
debe habilitar la revisión del fallo en otra instancia. 4.14. Además, uno de los últimos pronunciamientos
sobre este tema específico, lo recoge la Sentencia de Casación N.° 194-2014 Ancash [§ 1760], por el
cual se precisa que existen pronunciamientos previos concluyendo que no está en debate si condenar en
segunda instancia es posible, sino que dicha condena pueda tener a su disposición un recurso devolutivo,
donde el juzgador tenga facultades amplias de control. En consecuencia, debido a que es el recurso de
apelación el medio habilitado para dicho fin, al descartar que dicha posibilidad la satisfice el recurso de
n o m o s & th e s is
911 SECCION IV: EL RECURSO DE APELACION Alt 425
casación, reitera la necesidad de crear Salas Revisoras; por lo que, se concluye que ante la ausencia hasta la
fecha de un órgano jurisdiccional capaz de revisar la condena del absuelto, la consecuencia jurídica que se
desencadena es la nulidad. 4.15. Con lo anterior expuesto, se concluye que si bien esta Sala Suprema tiene
mayor jerarquía y rango que la Sala Penal de Apelaciones, siendo por tal razón un órgano judicial distinto;
sin embargo, esta máxima instancia judicial no tiene competencia para poder realizar una revisión integral,
independientemente de la denominación que se le pueda dar al recurso, ya que su competencia resolutiva
está limitada producto de la interposición y fundamentación del recurso extraordinario de la casación
penal, no siendo este último recurso uno de carácter eficaz para el caso en concreto por limitarse al análisis
de los aspectos formales y legales de la sentencia expedida, esto es, de control de constitucionalidad y de
legalidad, así como de unificación jurisprudencial. 4.16. Asimismo, [...] mientras no se implemente nin­
guna de las propuestas dadas por este Supremo Tribunal -Organo jurisdiccional capaz de revisar la condena
del absuelto-, corresponde anular el fallo condenatorio dictado en primera y segunda instancia para que si
en un nuevo juicio se le encontrara culpable del delito imputado, tenga la posibilidad de impugnar la sen­
tencia condenatoria por medio de un recurso de apelación. (Casación N.° 454-2014-Arequipa, de 20-10­
2015, fundamentos 4.15 al 4.16 establecidos como doctrina jurisprudencial. Sala Penal Permanente [EP,
05-02-2016, Jurisprudencia, Ano XXV, N.° 1002, pp. 7383-7385]. Texto completo: <bit.ly/2p4hQo8>).

§ 1762. Emitida una sentencia absolutoria, si el único impugnante es el actor civil, y el fiscal
provincial expresa su conformidad con la misma, deberá verificarse si el fiscal superior al momen­
to de llevarse a cabo la audiencia de apelación, reitera su conformidad con la sentencia absoluto­
ria. Véase la jurisprudencia del artículo 104° del Nuevo Código Procesal Penal [§ 495]. (Casación N.°
413-2014-Lambayeque, de 07-04-2015, ff. jj. 18, 19, 21 al 23 [ff. jj. 16 al 42 fijados como doctrina
jurisprudencial]. Sala Penal Permanente [EP, 22-07-2015, Jurisprudencia, Ano XXIV, N.° 986, pp.
7258-7261]. Texto completo: <bit.ly/2oZgY4Y>).

§ 1763. Condena al absuelto, valoración de pruebas personales y presencia del imputado en


apelación. Décimo tercero. [Estando] a lo prescrito por el inciso dos del artículo cuatrocientos vein­
ticinco del Código Procesal Penal, y considerando que el legislador se decantó por la tutela de la in­
mediación, que queda reflejada en el impedimento de otorgar diferente valor probatorio a la prueba
personal que fue objeto de inmediación por el Ad quo, la posibilidad de condena en segunda instancia
se remitiría a los siguientes supuestos: i) la condena en segunda instancia se decide cambiando el valor
probatorio de la prueba pericial, documental, preconstituida o anticipada, pues se concibe que estos
medios de prueba no exigen imprescindiblemente de inmediación; ii) la condena en segunda instancia
se decide cambiando el valor probatorio de la prueba personal -que en principio está prohibido-, en
razón a la actuación de prueba en segunda instancia que cuestiona su valor probatorio. Aquí, la obje­
ción de ausencia de inmediación queda salvada porque en relación con la prueba en segunda instancia
el órgano ad quem sí tiene inmediación; y iii) un tercer supuesto, aunque no está relacionado a la
inmediación, sería la condena en segunda instancia debido a la corrección de errores de derecho. [...]
Décimo sexto. [De] manera que si el debate planteado en segunda instancia versa exclusivamente sobre
cuestiones jurídicas [...] En tales supuestos, en cuanto el debate sea estrictamente jurídico, la posición
de la parte podría entenderse debidamente garantizada por la presencia de su abogado, en quien se
encarnaría la efectividad del derecho de defensa frente a los argumentos esgrimidos por la otra parte.
(Casación N .° 195-2012-Moquegua, de 05-09-2013, f. j. 13 [ff. jj. 13 al 18 establecidos como doctrina
jurisprudencial]. Sala Penal Permanente. Texto completo: <bit.ly/lUdBdnG>).

§ 1764. Recurso de apelación y principio de inmediación. Excepciones al principio de in­


mediación, relacionadas a la valoración de la prueba personal en segunda instancia. Véa­
se la jurisprudencia del artículo 422° del Nuevo Código Procesal Penal [§ 1729]. (Casación N .°
636-2014-Arequipa, de 03-02-2016, que establece como doctrina jurisprudencial vinculante lo se­
ñalado en el considerando 2.4 [en este caso, véanse los considerandos 1.4, 2.4.3, 2.4.5 y 2.5.6]. Sala
Penal Permanente [EP, 26-07-2016, Jurisprudencia, Año XXV, N.° 1018, pp. 7499-7503]. Texto
completo: <bit.ly/2a8rZbM>).
♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL
Art. 425 LIBRO CUARTO: LA IMPUGNACIÓN 912

§ 1765- La sentencia debe ser ineludiblemente leída en audiencia pública, salvo las excepciones
de ley, y después de ello notificada a los sujetos procesales. Véase la jurisprudencia del artículo 396°
del Nuevo Código Procesal Penal [§ 1590]. (Casación N .° 183-2011-Huaura, del 05-09-2012, que
establece que en las Cortes Superiores de los Distritos Judiciales en los que se encuentra en vigencia el
Código Procesal Penal, consideren como doctrina jurisprudencial vinculante lo señalado en el cuarto
considerando [Análisis jurídico fáctico] de la presente resolución. Sala Penal Permanente [EP, 19-03­
2013, Jurisprudencia, Año XXII, N .° 937, pp. 6895-6897]. Texto completo: <bit.ly/2p5hAWl).
§ 1766. El principio acusatorio y la garantía de congruencia. El principio tantum apellatum
quantum devolutum . La vulneración al principio de congruencia reviste un interés casacional.
La autoridad jurisdiccional que conoce un medio impugnatorio debe circunscribirse a los agra­
vios aducidos por las partes. Véase la jurisprudencia del artículo 409° del Nuevo Código Procesal
Penal [§ 1676]. (Casación N .° 215-2011-Arequipa, del 12-06-2012, que estableció como doctrina
jurisprudencial que la autoridad jurisdiccional que conoce un medio impugnatorio debe circunscribirse
a los agravios aducidos por las partes, en su recurso impugnatorio presentado, de conformidad con lo
establecido en el numeral 1 del artículo 409° CPP. Sala Penal Permanente [EP, 01-04-2013, Jurispru­
dencia, Año XXII, N .° 938, pp. 6899-6900]. Texto completo: <bit.ly/lqM0xrb>).
§ 1767. Puede otorgarse mayor credibilidad a las declaraciones del menor brindadas en au­
diencia que a la versión proporcionada en entrevista única [en cámara Gesell]. Sexto. Este Colegia­
do Supremo no verificó la alegada inobservancia del artículo 425, literal dos, del Código Procesal Penal,
ya que la Sala Penal Superior puede valorar de manera independiente la prueba actuada en la audiencia
de apelación e incluso otorgar diferente valor probatorio a la prueba personal que fue objeto de inme­
diación por el juez de primera instancia si su valor probatorio fue cuestionado por una prueba actuada
en segunda instancia. En este caso, se recabó la declaración de la menor agraviada en la audiencia de
apelación (que coincidía con lo señalado en juicio oral de primera instancia), donde negó su inicial
sindicación contra el procesado. Séptim o. Con relación a lo anteriormente referido, tampoco se aprecia
la falta de motivación en la sentencia absolutoria, la cual otorgó mayor credibilidad a las declaraciones
de la menor brindadas en audiencia (primera y segunda instancias) y no a su versión proporcionada en
entrevista única [en cámara Gesell], por cuanto los motivos fueron debidamente desarrollados en los
fundamentos 25 al 27 de la resolución cuestionada. (Casación N.° 664-2016-Huaura, del 19-05-2017,
ff. jj. 6 y 7. Primera Sala Penal Transitoria. Texto completo: <bit.ly/2INM4Ib>).

ACUERDOS DE LAS SALAS PENALES SUPERIORES

§ 1768. Si las partes no concurren a la audiencia, además de la obligatoria lectura de la reso­


lución, se les notificará en su domicilio procesal. Plazo para impugnar la sentencia en caso de
concurrencia o inconcurrencia a la audiencia de lectura de sentencia. Véase la jurisprudencia del
artículo 396° del Nuevo Código Procesal Penal [§ 1592]. (Acuerdo N.° 7-2018-SPS-CSJLL del 26-01­
2018. Acuerdo de Jueces Titulares de las Salas Penales Superiores de la Corte Superior de Justicia de la
Libertad. Texto completo: <bit.ly/2JyQX9k>).
§ 1769. La audiencia de lectura de sentencia de apelación podrá ser presidida por el Juez Su­
perior Ponente de la causa objeto de decisión, quién representará a toda la Sala Penal Superior
de Apelación. El acta será suscrita por dicho magistrado. T e m a : Procedimiento en la audiencia de
lectura de sentencia de apelación. A c u e r d o : “La audiencia de lectura de sentencia de apelación podrá
ser presidida por el Juez Superior Ponente de la causa objeto de decisión, quién representará a toda la
Sala Penal Superior de Apelación. El acta será suscrita por dicho magistrado” . F u n d a m e n t a c i ó n : El
procedimiento impugnativo en apelación de sentencias, luego de la audiencia de apelación, tiene una
fase secreta de deliberación, votación y redacción de la sentencia. Esta fase se lleva a cabo por el pleno
de la Sala Penal Superior -y con los mismos Jueces Superiores que intervinieron en la audiencia de apela­
ción-, y está dedicada a deliberar -o debatir- sobre los puntos impugnativos correspondientes y, luego de
agotada la discusión, a votar sobre su mérito y decidir si se estima o se desestima el recurso de apelación.

n o m o s 81 t h e s is
913 SECCIÓN IV: EL RECURSO DE APELACIÓN Art. 425
La redacción de la sentencia incumbe al Juez Superior ponente, mientras que la ulterior firma corres­
ponde a todos los Jueces Superiores integrante de la Sala de Apelación. En este sentido, la audiencia
pública de lectura de sentencia de apelación es un acto formal y solemne de comunicación a las partes y
al público de la sentencia previamente votada, redactada y firmada por todos los Jueces Superiores inte­
grantes de la Sala de Apelación. (Acuerdo N.° 8-2017-SPS-CSJLL del 02-10-2017. Acuerdo de Jueces
Titulares de las Salas Penales Superiores de la Corte Superior de Justicia de La Libertad. Texto completo:
<bit.ly/2E6q 1sh>).

JURISPRUDENCIA DE LA CORTE SUPREMA

§ 1770. Si bien por la inmediación le corresponde al juez de primera instancia valorar la prue­
ba personal, empero el tribunal superior puede controlar, a través del recurso de apelación, si
dicha valoración infringió las reglas de la lógica, la ciencia y las máximas de la experiencia. Vi­
gésimo. En relación a la valoración de la prueba personal, se advierte una motivación insuficiente, ya
que la Sala Penal de Apelaciones no sustentó por qué razones compartió la argumentación del Juzgado
Penal Colegiado, pues no se indicó cuál de las versiones de los testigos ofrece mayor credibilidad, si
las brindadas en la investigación preparatoria -con la garantía de la presencia de su abogado defensor
y ante el fiscal- o la que se rindió en juicio oral. Conforme se ha indicado, si bien por la inmediación
corresponde al juez de primera instancia valorar la prueba personal, empero el tribunal superior está
posibilitado a controlar, a través del recurso de apelación, si dicha valoración infringió las reglas de
la lógica, la ciencia y las máximas de la experiencia. En este caso, debió controlar si las declaraciones
fueron valoradas conforme a los criterios establecidos por el Acuerdo Plenario N .° 2-2005-CJ/116 [§
740] ya mencionado, y siguiendo las pautas interpretativas establecidas en el R. N. N.° 3044-2004 [§
741] , que constituye precedente vinculante, el mismo que aborda dos tópicos: retractación y no persis­
tencia, y cuyos criterios resultan aplicables al nuevo modelo procesal con los matices correspondientes.
(Casación N .° 675-2016-Ica, de 11-04-2019, ff. jj. 16, 17 y 24. Sala Penal Transitoria. Texto completo:
<bit.ly/2UEz4pR>).

§ 1771. El cuestionamiento sobre la posibilidad de desarrollo del acto sexual en condiciones


diferentes a las regularmente dadas no imposibilita su comisión automáticamente, sino requiere
de un apoyo objetivo que así lo compruebe. Fundamentación inadecuada respecto a la valoración
en segunda instancia de la prueba personal actuada en primera instancia. Octavo. Ahora bien, el
numeral dos, del artículo 425 señala que: “La Sala Penal Superior sólo valorará independientemente
la prueba actuada en la audiencia de apelación, y las pruebas pericial, documental, preconstituida y
anticipada. La Sala Penal Superior no puede otorgar diferente valor probatorio a la prueba personal que
fue objeto de inmediación pro el Juez de primera instancia, salvo que su valor probatorio sea cuestio­
nado por una prueba actuada en segunda instancia”. Asimismo, conforme ya lo señaló esta Suprema
Instancia en la Casación N.° 05-2007/Huaura [§ 1735], se tiene que: “(...) el Tribunal de Alzada no
está autorizado a variar la conclusión o valoración que de su contenido y atendibilidad realice el órgano
jurisdiccional de primera instancia. Ello, desde luego, reduce el criterio fiscalizador del Tribunal de
Apelación, pero no lo elimina. En esos casos las denominadas zonas opacas, los datos expresados por
los testigos estrechamente ligados a la inmediación (lenguaje, capacidad narrativa, expresividad de sus
manifestaciones, precisiones en su discurso, etcétera) no son susceptibles de supervisión y control en
apelación; no pueden ser variados” . Noveno. No obstante, se precisó, que en esta sentencia de casación,
que: “Empero, existen zonas abiertas, accesibles al control. Se trata de los aspectos relativos a la estructu­
ra racional del propio contenido de la prueba, ajenos en sí mismos a la percepción sensorial del juzgador
de primera instancia, que pueden ser fiscalizados a través de, las reglas de la lógica, la experiencia y los
conocimientos científicos. En consecuencia, el relato fáctico que el Tribunal de Primera Instancia asu­
me como hecho probado, no siempre es inconmovible, pues: a) puede ser entendido o apreciado con
manifiesto error o de modo radicalmente inexacto -el testigo no dice lo que lo menciona el fallo-; b)
puede ser oscuro, impreciso, dubitativo, ininteligible, incompleto, incongruente o contradictorio en sí
mismo; o, c) ha podido ser desvirtuado por pruebas practicadas en segunda instancia. Décimo. Sin em-

♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL


Art. 425 LIBRO CUARTO: LA IMPUGNACION 914

bargo, en el caso de autos, se aprecia que la Sala Superior no fundamentó adecuadamente los motivos
por los que considera que el razonamiento del Juzgado de primera instancia no es el correcto, pues, a su
criterio, no resulta adecuado a la lógica ni las reglas de la experiencia que la menor haya sido abusada
en su salón de clases mientras el resto de sus compañeros se encontraban afuera de este en el recreo
(existía una latencia de ingreso súbito). No obstante, no apoya dicha conclusión con un razonamiento
mínimamente comprobado y solo se sustentaron en presunciones subjetivas, ya que el cuestionamiento
sobre la posibilidad de desarrollo del acto sexual en condiciones diferentes a las regularmente dadas no
imposibilita su comisión automáticamente, sino requiere de un apoyo objetivo que así lo compruebe.
Décim o prim ero. Del mismo modo, cuestionar la verosimilitud de la víctima a raíz que el examen mé­
dico concluyó que existieron actos contranatura y el hecho de que esta inició una relación convivencial
posterior (y con ello no se aprecia una afectación emocional), resultan también conclusiones subjetivas,
sesgadas y que contravienen lo señalado por el Acuerdo Plenario N .° 1-2011 [§ 790], en cuyo funda­
mento jurídico once precisa que: “Cabe puntualizar, conforme lo establecido en el literal d. de la regla
setenta, de las Reglas de Procedimiento y Prueba de la Corte Penal Internacional, la credibilidad, la ho­
norabilidad o la disponibilidad sexual de la víctima o de un testigo no podrán inferirse de la naturaleza
sexual del comportamiento anterior o posterior de la víctima o de un testigo”. Décim o segundo. En ese
sentido, si bien la Sala Superior puede volver a valorar la prueba personal actuada en primera instancia,
esta se supedita a que haya sido entendida o apreciada con manifiesto error o de modo radicalmente
inexacto; que la narración sea oscura, imprecisa, dubitativa, ininteligible, incompleta, incongruente o
contradictoria en sí misma; o, que haya sido desvirtuada por pruebas practicadas en segunda instancia.
Empero, ninguno de los supuestos antes descritos resulta equiparable con el juicio valorativo efectuado
por la Sala de Instancia, pues su fimdamentación resultó incompleta y escasa a fin de fundamentar la
reversión de una condena de cadena perpetua por un delito de gravedad como el de autos. (Casación
N .° 541-2015-Lambayeque, del 27-02-2017, ff. jj. 8 al 12. Primera Sala Penal Transitoria. Texto com­
pleto: <bit.ly/2YhnvI5>).
§ 1772. Tribunal de Apelación no puede dar distinto valor probatorio a las pruebas personales
actuadas en juicio oral. Sexto. [El] Colegiado Superior [...] al momento de realizar el análisis sobre la
prueba personal actuada en primera instancia [...] le otorga un valor probatorio diferente al asignado
por el Juzgado de primera instancia, pese a que, como también se reconoció, el encausado vía su aboga­
do defensor no presentó prueba nueva en segunda instancia, por tanto [...] la Sala Penal de Apelaciones
estaba vinculada a respetar el análisis realizado por el Juzgado Penal Colegiado, tanto más si la prueba
aportada fue objeto de inmediación durante el juicio oral. (Casación N .° 65-2012-Sullana, de 20-08­
2013, f. j. 6. Sala Penal Permanente. Texto completo: <bit.ly/2Iq6Vhv>).
§ 1773. Apelación y límites de la valoración de la prueba personal en segunda instancia. Ter­
cero. [...] [L]a regla general es que en la valoración de prueba personal la Sala de revisión no le puede
otorgar diferente valor probatorio, salvo que el mismo haya sido cuestionado por un medio de prueba
actuado en segunda instancia”. (Casación N.° 153-2010-Huaura, de 22-11-2011, f. j. 3. Sala Penal
Permanente. Texto completo: <bit.ly/20BQfoY>).
§ 1774. Límites de la valoración de la prueba personal en segunda instancia y principio de
inmediación. El órgano de apelación no puede modificar los hechos probados que conllevaron a
la condena del acusado después de realizar diferente valoración de la credibilidad de los testimo­
nios, sí y solo sí tal modificación no file precedida por el examen directo y personal del declarante.
3.2. Se cuestiona que el Colegiado Superior inobservó el numeral 2, del artículo 425, del CPP, al dar
valor diferente a la declaración del perito ingeniero don HFS, pese a no haberse actuado prueba nueva
que la desvirtúe o contradiga. [...] 3.4. No obstante, en la jurisprudencia se ha establecido que excep­
cionalmente la prueba personal es susceptible de valoración por el Tribunal de Mérito, siempre que la
valoración realizada por el juzgador de instancia infrinja las reglas de la lógica, la ciencia y las máximas
de la experiencia, además de las garantías exigidas en el Acuerdo Plenario N .° 2-2005 [§ 740]. 3.5. La
sentencia de primera instancia se sustentó principalmente en las conclusiones del Informe Técnico [...],
realizado por el ingeniero [...] y que fue ratificado en el plenario. En la audiencia de apelación se dejó
n o m o s & th e s is
915 SECCIÓN IV: EL RECURSO DE APELACIÓN Art. 425
constancia de que no fueron actuados nuevos medios probatorios; en consecuencia, para absolver a los
procesados como coautores del delito de contaminación del ambiente la Sala Superior otorgó diferente
valor probatorio a la declaración del referido perito (sin prueba actuada en segunda instancia), contravi­
niendo lo estipulado en la precitada norma. 3.6. Al respecto, San Martín Castro precisa que el respeto a
la inmediación en la apreciación de prueba personal, como límite a la amplitud del criterio fiscalizador
del iudex ad quem, se justifica porque cuando el material probatorio del juicio de primera instancia se
centra primordial o exclusivamente en la prueba testifical, en ella debe distinguirse las zonas opacas, de
difícil acceso a la supervisión y control, y las zonas francas que sí son controlables en la segunda instan­
cia. 3.7. En efecto, la decisión del Juzgado Unipersonal no ha caído en manifiesto error, pues considera
que la zona donde funciona el local Manutara tiene calidad de “zona residencial”; por lo tanto, los
-procesados debieron tomar en cuenta esa restricción. Se cuestionó la manera en que fue realizada la
medición del ruido; no obstante, esa cuestión fue atendida por el señor perito ingeniero [...], quien pre­
cisó que las mediciones se realizaron dentro de habitaciones de inmuebles contiguos y en la calle a una
distancia de cinco metros, además, que en ese momento el ruido provenía solo del local de Manutara.
La conclusión de la Sala de Apelaciones no se basa en el control de la valoración de la prueba, sino en la
revaloración de aquella, lo que resulta contrario a la debida valoración de la prueba en segunda instan­
cia. 3.8. El órgano de apelación no puede modificar los hechos probados que conllevaron a la condena
del acusado después de realizar diferente valoración de la credibilidad de los testimonios, si y solo si
tal modificación no fue precedida por el examen directo y personal del declarante. En consecuencia,
claramente se incurrió en contravención al inciso 2, del artículo 425, del CPP, por lo que cabe estimar
el presente recurso. (Casación N.° 749-2015-Arequipa, del 10-05-2018, ff. jj. 3.2, 3.4, 3.5, 3.6, 3.7 y
3.8. Primera Sala Penal Transitoria. Texto completo: <bit.ly/2GQcEic>).

§ 1775. Es posible en segunda instancia condenar al absuelto en primera instancia. La senten­


cia de vista no puede comprender al acusado contumaz inasistente si fuera del caso revocar un
fallo de primera instancia absolutorio pues se requiere escucharlo para conformar el juicio de
hecho. Cuarto. En este caso, se cuestiona si era posible en segunda instancia condenar al absuelto en
primera instancia, habida cuenta de la existencia de una sentencia de casación que concluyó que tal
potestad del Tribunal Superior no era posible. El imputado, además, señaló que el señor Fiscal Superior
en sede de segunda instancia no pidió que se le condene sino que se anule la absolución. 1. Una respues­
ta precisa al problema parte de invocar, firmemente, lo dispuesto en el artículo 425, apartado 3, del
Código Procesal Penal, que dice: “La sentencia de segunda instancia [...] puede: b) Dentro de los límites
del recurso, confirmar o revocar la sentencia apelada. Si la sentencia de primera instancia es absolutoria
puede dictar sentencia condenatoria imponiendo las sanciones y reparación civil a que hubiere lugar...”.
La legitimidad de esta posibilidad está en función, desde luego, a las notas características del recurso de
apelación, a su estructura, dimensión y particularidades nacionales, así como a las situaciones procesales
concretas que se presenten en la causa. Tal posibilidad, como es obvio, es aceptada en el derecho com­
parado, incluso en el Derecho Internacional -véase, por ejemplo, el Estatuto de la Corte Penal Interna­
cional, artículo 83, numeral 2-. 2. Cabe enfatizar, más allá de que una sentencia de casación señaló la
inviabilidad de condenar al absuelto, que finalmente la Sala Constitucional y Social de esta Corte Su­
prema -órgano jurisdiccional competente funcionalmente cuando se trata de consultas en materia de
inaplicación de normas con rango de ley (artículo 14 de la Ley Orgánica del Poder Judicial) por tribu­
nales inferiores, en su sentencia de 22-10-2015, afirmó la constitucionalidad de esta opción y, por
consiguiente, desaprobó una consulta en sentido contrario elevada por la Corte Superior de Justicia de
Junin (Consulta N .° 15852-2014/Junín). 3. Nuestro recurso de apelación es típicamente ordinario -se
puede plantear bajo causas de pedir y petitum de hecho (impugnar el juicio de culpabilidad o de ino­
cencia) y de derecho (correcta interpretación y/o aplicación de los preceptos jurídicos)-; y, además, es
igual, en cuanto a sus alcances, tanto si tiene contenido acusatorio como defensivo. No existen diferen­
cias entre los recursos del fiscal, del actor civil o del imputado -se asume como fundamental el principio
de igualdad de armas-; los motivos o causales para apelar son los mismos, no hay restricciones específicas
para alguna de las partes. 4. Si bien el Código Procesal Penal opta por un sistema de revissio prioris ins-
tantiae -no por el novum iudicium-, (i) autoriza la actuación de pruebas no actuadas en primera instan-
♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL
Art. 425 LIBRO CUARTO: LA IMPUGNACIÓN 916

cia, bajo determinados límites (artículo 422, apartados 2 y 3, del Código Procesal Penal: pruebas cuya
existencia se desconocía, pruebas indebidamente denegadas y pruebas admitidas que no fueron practi­
cadas); (ii) incluso, permite la citación de testigos -incluidos los agraviados- cuya presencia sea necesaria
por exigencias de inmediación y contradicción a fin de sustentar el juicio de hecho (artículo 422, apar­
tado 5, del Código Procesal Penal); y, (iii) introduce un límite radical respecto de la valoración de la
prueba personal que fue objeto de inmediación por el Juez de primera instancia -salvo que su valor
probatorio sea cuestionado por una prueba actuada en segunda instancia- (artículo 42$, apartado 2, del
Código Procesal Penal). 5. En esta perspectiva la audiencia de apelación -en la que se observarán, en
cuanto sean aplicables, las normas relativa al juicio de primera instancia (artículo 424, apartado 1, del
Código Procesal Penal- requiere la presencia del acusado, sea recurrente o recurrido si la impugnación
procede del Fiscal. Si el imputado es parte recurrida su inasistencia, si bien no impide el desarrollo de la
audiencia, determinará se le declare reo contumaz y se disponga su conducción coactiva (artículo 423,
numerales 2 y 4, del Código Procesal Penal). Es claro, en esta última posibilidad, que la sentencia de
vista no puede comprender al acusado contumaz inasistente si fuera del caso revocar un fallo de prime­
ra instancia absolutorio (véase el artículo 79, numeral 5, del Código Procesal Penal), pues se requiere
escucharlo para conformar el juicio de hecho. Quinto. Cuando se cuestiona el juicio de hecho, como
en el presente caso, las exigencias del debido proceso -de equidad del procedimiento penal, en tanto que
los principios de inmediación, publicidad y contradicción son garantías del acto de valoración de la
prueba, del proceso de conformación de los hechos-, requiere, fundamentalmente, que el imputado que
sostiene su inocencia tenga la posibilidad de explicar en defensa de su causa y de ser examinado directa
y personalmente por el Tribunal de Apelación en una audiencia pública -con presencia de los demás
interesados o partes adversas-, incluso de los testigos cuyo testimonio sirve de sustento al juicio de he­
cho, pues en todo momento se ha respetar la posibilidad de contradicción. Es de tener presente que para
cumplir esta exigencia el Código Procesal Penal impone la presencia del imputado en la audiencia de
apelación y, además, con fines de inmediación, autoriza la citación de testigos (artículo 422, numeral 5,
del Código Procesal Penal). N o es suficiente, a estos efectos, la grabación del juicio de primera instancia
(conforme: Sentencia del Tribunal Constitucional Español 105/2014, de 23-06). En estos casos, como
proclamó la doctrina del Tribunal Europeo de Derechos Humanos, resulta preciso que el Tribunal de
Apelación lleve a cabo un examen “directo y personal” del acusado y de los testimonios presentados por
él en persona, en el seno de una “nueva audiencia” en presencia de los demás interesados o partes adver­
sas [...]. Incluso tal “nueva audiencia” es necesaria cuando la inferencia del Tribunal de Apelación ha
tenido relación con elementos subjetivos [...]. La inmediación es, pues, relevante porque permite al
órgano jurisdiccional sentenciador perciba, en cuanto a las pruebas personales se trata, por sí mismo y
sin ningún tipo de traba, los testimonios de las personas que han de deponer en su presencia, para que
de este modo pueda, sin ningún tipo de interferencias, participar y adquirir finalmente, considerando
que los testimonios son fiables o no, el conocimiento necesario sobre el modo y circunstancias en las
que se produjeron los hechos objeto de enjuiciamiento, y ello con el fin último de fallar la causa de la
forma más ajustada a la realidad [...]. Sexto. Fijada la doctrina sobre la materia, en el presente caso se
tiene: 1. En la audiencia de apelación -en sus treinta y ocho sesiones, del 20-04 al 21-08 de 2017- solo
declararon parte de los encausados y se oralizó prueba documental. El imputado recurrido V.A-quien
estuvo presente en la audiencia- no declaró respecto de los motivos de la apelación del Ministerio Pú­
blico, solo se dio lectura a su declaración en sede de primera instancia (sesión de 18-07-2017), e hizo
de su derecho a la última palabra (sesión de 03-08-2017). 2. La sentencia de vista impugnada, que al­
teró la apreciación del cuadro de hechos e infirió un juicio de culpabilidad, se sustentó no sólo en la
prueba documental que citó (cartas, demanda civil, denuncia penal) sino también prueba personal
(testifical) respecto a si advirtió la falta de representatividad de QR-este punto se destacó a propósito de
la declaración en primera instancia de la gerente técnica de (...), VR, y a su intervención previa en las
últimas fases del contrato cuestionado y en sus relaciones con su coimputado RV. 3. Siendo así, en el
caso concreto, no era posible dictar condena sin recibir de nuevo las declaraciones de los árbitros, de Q R
y de VR, así como sin atender a lo expuesto por R V en la audiencia de segunda instancia. Por consi­
guiente, al omitirse esas diligencias y pautas de valoración, la condena del absuelto vulneró los princi-

n o m o s & th e s is
917 SECCIÓN IV: EL RECURSO DE APELACIÓN Art. 425
pios de inmediación y publicidad, que integran la garantía del debido proceso, y el principio de contra­
dicción, que integra la garantía de defensa procesal La nulidad es, pues, inevitable, conforme al
artículo 150, literal d), del Código Procesal Penal. 4. Dada esta conclusión, no es del caso pronunciarse
acerca de si, además, medió un problema de congruencia ante el pedido de la Fiscalía Superior y la de­
cisión del Tribunal de Apelación -de anulación del fallo de primera instancia a condena del absuelto-.
(Casación N.° 1379-2017-Nacional, del 28-08-2018, íf. jj. 4 al 6. Sala Penal Permanente. Texto com­
pleto: <bit.ly/2GTh48G>).

§ 1776. No todo defecto de motivación para un órgano de instancia conlleva la sanción de


nulidad. Tribunal superior debe conocer del fondo del asunto, sin necesidad de reenvío, lo que es
coherente con la naturaleza ordinaria del recurso de apelación. Sexto. [...] 4 o. [...] [No] todo defecto
de motivación para un órgano de instancia, a través de un recurso ordinario, como es el de apelación,
conlleva la sanción de nulidad. La premisa es que el Tribunal de Apelación, luego de destacar el defec­
to y censurar la actuación del Juez de Primera Instancia, debe subsanar esas omisiones o, en su caso,
errores de juicio, pues para eso se concibe un juicio de apelación. El Tribunal ad quem debe conocer del
fondo del asunto, sin necesidad de reenvío, lo que es coherente con la naturaleza ordinaria del recurso
de apelación, en la que adquiere plena competencia, con idéntico poder y amplitud de conocimiento
al tribunal de instancia, para conocer y resolver sobre las pretensiones de las partes, sin más límites que
la prohibición de la reformado in peius3 y el derivado del principio <ctantum devolutum quantum
appellatum” -efecto devolutivo del recurso- [ G i m e n o S e n d r a , Derecho Procesal Civil, Tomo I, 2007,
p. 592]. De esta forma se respeta, además, la garantía del plazo razonable o interdicción de dilaciones
indebidas y el principio de economía procesal. (Casación N .° 975-2016-Lambayeque, de 27-12-2016,
f. j. 6. Sala Penal Transitoria. Texto completo: <bit.ly/2mtK7kM>).

§ 1777. Declaratoria de nulidad de actos procesales conexos al objeto de impugnación. Décimo


segundo. La presente regla general tiene dos grandes excepciones. La primera, dispuesta por el mismo
artículo cuatrocientos nueve en la segunda parte de su numeral 1, es que se trate de actos procesales que
tengan vicios que conlleven a una nulidad absoluta. La segunda es la declaratoria de nulidad de actos
procesales conexos al objeto de impugnación. [...] (Casación N.° 300-2014-Lima, de 13-11-2014, f. j.
12. Sala Penal Permanente. Texto completo: <bit.ly/2FGgbjG>).

§ 1778. Condena al absuelto y pluralidad de instancias. [El] derecho a recurrir el fallo es una
garantía esencial en el marco al debido proceso, en aras de permitir que una sentencia adversa pueda ser
revisada por un Juez o Tribunal distinto y de superior jerarquía a efectos de otorgar la posibilidad de una
revisión íntegra del fallo condenatorio brindando de esta manera mayor seguridad y tutela a los dere­
chos del condenado. Siendo ello así, la condena al absuelto, habilitada por las normas procesales objeto
de evaluación, no es per se incompatible con la Constitución. (Casación N.° 40-2012-Amazonas, de
19-09-2013. Sala Penal Permanente. Texto completo: <bit.ly/247I98o>).

§ 1779. Corte Suprema está habilitada para condenar a un absuelto en segunda instancia.
Cuarto. Que, de la revisión de la sentencia de vista emitida por la Sala Penal de Apelaciones se observa
la existencia de incongruencias en la motivación de su decisión. En efecto, de la descripción de hechos
probados emergen diversos elementos de prueba e indicios, tanto antecedentes, concomitantes y sub­
secuentes que denotan la existencia del delito [...], pero que sin justificación y razonamiento adecuado
arriban contradictoriamente a la decisión de absolución del agente [...]. Sétimo. Que, establecida y
amparada la causal de manifiesta ilogicidad materia de recurso de casación y declarada la nulidad de la
sentencia [...], este Colegiado Supremo emite pronunciamiento de fondo respecto a la sentencia de pri­
mera instancia [...], en tanto no resulta necesario un nuevo debate [...]. (Casación N.° 245-2012-Cusco,
de 19-09-2013, ff. jj. 4 y 7. Sala Penal Permanente. Texto completo: <bit.ly/lW TLQjH>).

§ 1780. Condenar al imputado en segunda instancia no vulnera el derecho a la instancia plu­


ral. Octavo. Que, la referida garantía [de instancia plural] es reconocida también en condiciones de
igualdad tanto a la parte acusada como a la parte acusadora, no existiendo razón alguna para admitir *
que el a d quem solo pueda absolver al condenado cuando este cuestione la condena, pero no pueda
♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL
Art. 425 LIBRO CUARTO: LA IMPUGNACIÓN 918

condenar al absuelto cuando la parte acusadora cuestione, precisamente con su recurso, tal absolución.
Así, si tenemos en cuenta la exigencia del principio de igualdad, no existe justificación razonable que
permita, de un lado, avalar la posibilidad de una decisión del ad quem que revoque y sustituya la conde­
na pero, de otro lado, impedir que ejerza las mismas facultades respecto de la absolución. [...] Décimo.
Que, en este contexto, el acusado tendrá toda la posibilidad de discutir la pretensión punitiva en dos
oportunidades, esto es, tanto ante el juez de primera instancia como ante el de apelación, incluso en el
caso de la apelación de una sentencia absolutoria por parte de la parte acusadora. De esta manera, podrá
ejercer su derecho de defensa frente a la acusación que se le haga durante la primera instancia y, lo que es
lo más importante, podrá también hacerlo en el juicio sobrevenido por el recurso actuado por el Fiscal,
en virtud del cual se realizará el juzgamiento en segunda instancia. (Consulta N .° 2491-2010-Arequipa,
de 14-09-2010, ff. jj. 8 y 10. Sala de Derecho Constitucional y Social Permanente. Texto completo:
<bit.ly/lRqOgxk>).
§ 1781. La “condena del absuelto” limitaría el derecho a recurrir del sentenciado. Décimo p ri­
mero. [En] el presente caso nos encontramos ante una sentencia de vista que revoca la sentencia abso­
lu toria de primera instancia (condena del absuelto), la que según la configuración legal de nuestro siste­
ma procesal penal, como se ha dicho, lim itaría el derecho a recurrir d el sentenciado, pues solo estaría
habilitado como medio impugnatorio a interponerse en contra de dicha sentencia de vista el recurso de
casación, el mismo que por su concepción tiene un carácter limitado a aspectos jurídicos (y no facticos
y probatorios), tanto más, si de la lectura de la sentencia de primera instancia se advierten presuntas
incongruencias que deben ser materia de una nueva evaluación, a través de otro juzgamiento. Décimo
segundo. En tal línea discursiva, se advierte que el recurso de casación interpuesto por el recurrente [...],
presenta determinados parámetros de pronunciamiento, que se circunscriben específicamente a aspec­
tos de índole eminentemente jurídicos, que imposibilitan la amplitud del pronunciamiento en relación
con la efectiva utilización del derecho a recurrir el fallo, que más bien debe ser amplio (análisis fáctico
y probatorio), por tanto, a efectos de no restringirle su derecho de defensa, en su manifestación del
derecho a recurrir, debe estimarse positivamente el presente recurso, a fin de que se pueda viabilizar
un mecanism o operativo funcional, que posibilite la creación de un órgano ju risd iccio n al que tenga
com petencia p a ra realizar un ju ic io integral de hecho y de derecho sobre los aspectos que fundaron
una sentencia condenatoria que en segunda instancia revoca una sentencia absolutoria. En tal sentido,
al no existir según nuestro ordenamiento procesal un órgano judicial que pueda resguardar en toda
su amplitud el derecho a recurrir del sentenciado, toda vez que el recurso de casación al ser un medio
impugnatorio extraordinario, por su propia naturaleza no constituye una nueva instancia y tiene un
alcance limitado y tasado (en el que solo se puede hace una evaluación netamente jurídica), a fin de ga­
rantizar el derecho de defensa del imputado recurrente, debe declararse fundado el recurso de casación
interpuesto por el procesado [...]. (Casación N.° 280-2013-Cajamarca, de 13-11-2014, ff. jj. 11 y 12
[las negritas son nuestras]. Sala Penal Permanente. Texto completo: cbit.ly/1WTuP97>).
§ 1782. Posiciones disímiles en la jurisprudencia sobre la condena del procesado previamente
absuelto. Cuarto. Respecto al punto anotado en el fundamento jurídico anterior referido a la condena
del absuelto como facultad del tribunal de apelaciones para revocar la sentencia de primera instancia
que absolvió al procesado y reformándola los condena, cabe precisar que existen posiciones disímiles
en la jurisprudencia; así tenemos: Casación N.° 195-2012-Moquegua [§ 1763] que establece supues­
tos de condena del absuelto; Casación N .° 385-2013-San Martín [§ 1759] que autoriza a condenar
al absuelto siempre que se actúen prueba en segunda instancia; Casación N .° 280-2013-Cajamarca
[§ 1781] que insta a crear un órgano judicial que pueda realizar el juicio de hecho y de derecho de la
condena dictada en segunda instancia; y, Casación N .° 194-2014-Áncash [§ 1760] que establece que
hasta que exista esta Sala de Apelaciones se declaren nulas las sentencias que condenan al absuelto. Por
lo que, este Supremo Tribunal ejercitará su función unificadora a fin de evitar la vulneración de garan­
tías constitucionales de carácter procesal-Derecho al recurso. Q uinto. Así las cosas, se tiene que la línea
jurisprudencial más reciente de este Supremo Tribunal en la Casación N .° 194-2014-Ancash, del 27
de mayo del 2015, ha sostenido en su fundamento jurídico cuatro punto ocho (4.8): “En el fondo, no

n o m o s & th e s is
919 SECCIÓN IV: EL RECURSO DE APELACIÓN Arí. 425
se debate si condenar en segunda instancia es posible, pues sí lo es, pero se exige que si esa posibilidad
existe, el condenado por primera vez en segunda instancia tenga a su disposición un recurso devolutivo
donde el juzgador tenga facultades amplias de control. En esencia, se ha determinado que el derecho a
la doble instancia, que gozan toda parte procesal, tiene un contenido especial en el caso de la parte que
actúa como defensa. Dicho contenido es el derecho a impugnar el fallo condenatorio ante un tribunal
superior que goce de amplias facultades de control ; y el cuatro punto nueve (4.9): ccEn este escenario,
alguien podría sostener que se garantiza ese derecho a la instancia plural de quien es condenado en
segunda instancia mediante el recurso de casación. Sin embargo, esta posibilidad ya ha sido descartada
en el fuero internacional y en el fuero nacional en tanto la casación es un recurso extraordinario, con
finalidades específicas, limitada a las causales expresamente recogidas en la norma procesal y que ade­
más cuenta con vallas de procedencia establecidas en la ley. Y en consecuencia el tribunal de casación
no goza de esas amplias facultades de revisión con las cuales debe contar el tribunal que reviste el fallo
condenatorio . [...] Octavo, En función a lo expuesto en los fundamentos jurídicos anteriores, se debe
emitir pronunciamiento en razón a que nos encontramos ante una sentencia de vista que revoca la
sentencia absolutoria de primera instancia -condena del absuelto-, la misma que según la configuración
legal de nuestro sistema procesal penal, limitaría el derecho a recurrir del sentenciado, pues solo estaría
habilitado como medio impugnatorio a interponerse en contra de dicha sentencia de vista el recurso de
casación, el mismo que por su concepción tiene un carácter limitado a aspectos jurídicos y no fácticos
y probatorios; para remediar este problema se han propuesto dos soluciones contenidas en la Casación
N.° 385-2013-San Martín, las mismas que no han sido realizadas, esto es, la creación de salas revisoras
en cada distrito judicial para que realicen el juicio de hecho y de derecho del condenado por primera
vez en segunda instancia y la habilitación de un medio impugnatorio adecuado para la condena del
absuelto. [...] D écim o segundo. Asi las cosas, nos encontramos ante una sentencia de vista que revoca
la sentencia absolutoria de primera instancia condenando al absuelto, donde éste nó cuenta con un
recurso con las cualidades necesarias para garantizar su derecho a impugnar ese fallo condenatorio y
tampoco existe una sala especializada que actué como revisor de la sentencia condenatoria de segunda
instancia; por tanto, ante la ausencia de un presupuesto procesal de existencia y rebatidos los fundamen­
tos de la primera sentencia, corresponde la anulación de todo el proceso hasta el inicio del juicio oral
de primera instancia, de modo tal que, si el procesado es encontrado responsable del ilícito penal que se
le imputa, esa sentencia condenatoria pueda ser revisada por una Sala Superior con facultades amplias
de control mediante el recurso de apelación, respetando de esta manera la garantía constitucional de
carácter procesal del derecho a recurrir que le asiste a todo condenado. (Casación N.° 542-2014-Tacna,
de 14-10-2015, ff. jj. 4, 5, 8 y 12. Sala Penal Permanente [EP, 05-05-2016, Jurisprudencia, Año XXV¡
N.° 1010, pp. 7435-7438]. Texto completo: <bit.ly/283ooni>).

§ 1783. La reconducción del tipo penal no puede ser rechazada de plano haciendo referencia
al principio de congruencia procesal, sin antes haber realizado un análisis ponderativo que jus­
tifique o no la viabilidad de tal reconducción. Sexto, [sic] Sobre el caso concreto. [...] Dentro de los
fundamentos de la cuestionada sentencia de vista, se estableció que el juicio de tipicidad realizado en la
sentencia de primera instancia era erróneo [delito de estafa] y que lo correcto sería adecuarlo al delito de
estelionato, pero que debido al principio de congruencia recursal se ven imposibilitados de reconducir
el tipo penal, pues emitirían un pronunciamiento extra petita; no obstante, no se precisa como es que
de haber reconducido el tipo penal se habría afectado alguna garantía constitucional a los sujetos pro­
cesales, relacionada con el derecho de defensa, tutela jurisdiccional efectiva o la reformatio inpeius. Bajo
ese contexto, frente al deber de congruencia y a la prohibición de la reforma peyorativa, que derivan del
principio acusatorio existen cuestiones de orden pública implicada en el ejercicio del iuspuniendi. Así,
el organo de apelación esta facultado a corregir los errores de calificación jurídica que pueda advertir,
materia en la cual rige el principio de legalidad y el interés público que sirven de fundamento a las leyes
penales. Más aún, si el artículo 425.3.b, del NCPP, establece la posibilidad que el Tribunal de Apelacio­
nes dentro de sus facultades pueda modificar la calificación jurídica, siempre que haya sido propuesta
por el fiscal en su requerimiento. En este caso, si bien los agravios de los recurrentes no estaban dirigidos
a cuestionar la calificación jurídica asumida en la sentencia de primera instancia, el Tribunal Revisor,
♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL
Art. 425 LIBRO CUARTO: LA IMPUGNACIÓN 920

luego de absolver los agravios propuestos, pudo evaluar la posibilidad de reconducir el tipo penal e
incluso morigerar el quantum de la pena a favor del reo, dado que en su oportunidad el titular de la
acción penal planteó una acusación alternativa (estelionato), que fue de pleno conocimiento de los su­
jetos procesales; sin embargo, no se aprecia en la sentencia de vista mayor argumentación para rechazar
dicha posibilidad; pues no debe tomarse como justificación el principio de congruencia procesal para
generar impunidad, sin antes haber realizado la ponderación respectiva dado que se habría generado
una oposición de garantías de corte constitucional. (Casación N .° 617-2015-Huaura, del 10-01-2017,
f. j. 6. Sala Penal Transitoria. Texto completo: <bit.ly/2T8TLlh>).
§ 1784. Valoración de la prueba. Octavo. [...] [La] pretendida interpretación errónea del numeral
2 del artículo 425 del Código Procesal Penal se refiere en estricto a la valoración de pruebas personales,
y no a la limitación de la valoración de pruebas periciales como se puede apreciar del contenido de la
declaración del referido perito a nivel de la audiencia de apelación, quien se refiere estrictamente al
contenido de su pericia, realizando una explicación técnica y acorde a la valoración del contenido de los
alcances de la prueba pericial, donde sí es posible realizar una valoración independiente de la realizada a
nivel de primera instancia, máxime si se advierte que existen elementos suficientes que advierten del es­
tado mental del encausado que facultaron al Colegiado para declararlo inimputable [...]. (Casación N.°
75-2011-Huaura, de 03-04-2012, £ j. 8. Sala Penal Permanente. Texto completo: <bit.ly/2c42Jbb>).
§ 1785. Ilogicidad en la motivación cuando al sentenciado se le absolvió, mientras que al
otro cosentenciado se le confirmó la pena bajo la misma prueba de cargo. 3.8. Los fundamentos
esenciales radican en la inobservancia de la garantía constitucional al debido proceso y el derecho a la
motivación de resoluciones judiciales, en tanto consideró que en segunda instancia las mismas prue­
bas que en conjunto sirvieron para condenar a tres de los cuatro encausados fueron el sustento de la
absolución de CM, por simples conjeturas, pese a que se postuló la tenencia compartida y un reparto
funcional de roles en el tráfico de drogas, por lo que existe ilogicidad en la sentencia. 3.9. En la audien­
cia de casación, el señor Fiscal Supremo no solo reiteró lo señalado en el acápite precedente, sino que
además alegó vulneración a lo previsto en el numeral dos, del artículo 425, del Código Procesal Penal,
en tanto el Colegiado Superior dio un valor distinto a la prueba actuada en primera instancia, sin que
hubiera actuación en segunda, por lo que no le estaba permitido darle otro mérito para absolver a CM
[...] 3.10. Una de las garantías establecidas por la ley es el derecho al debido proceso, que como lo ha
señalado ampliamente el Tribunal Constitucional en diversas sentencias supone el cumplimiento de to­
das las garantías, requisitos y normas de orden público que deben observarse en las instancias procesales
de todos los procedimientos [...]. 3.11. Como se ha indicado, en segunda instancia solo se recabaron
los testimonios de los encausados recurrentes, no habiéndose actuado prueba distinta. El Colegiado
Superior, más allá de la facultad fiscalizadora que le corresponde conforme a lo establecido en la Casa­
ción N .° 5-2007-Huaura [§ 532] realizó nueva valoración de los medios de prueba actuados en primera
instancia, para determinar la absolución. 3.12. Pese al planteamiento de tenencia compartida de las
armas halladas en el vehículo, el Colegiado Superior postuló que el encausado no estuvo en dominio o
posesión permanente, es decir, con dicho razonamiento se restó mérito probatorio a lo declarado por
el cosentenciado M C , sin que este hubiera declarado en audiencia de apelación o se hubiese ofrecido
algún testimonio o documental que diera paso a una revaloración. [...] 3.16. Tanto el sentenciado PC
como la Fiscalía Superior postulan la ilogicidad en la motivación, en tanto, como ya se ha dicho, al sen­
tenciado PC se le absolvió, mientras que al primero se le condenó bajo la misma prueba de cargo. 3.17.
Una de las garantías establecidas por la ley, es el derecho a obtener de los órganos jurisdiccionales una
respuesta motivada, pero razonada y congruente respecto a las peticiones que se formulen, en este caso,
en materia penal. 3.18. Como se tiene expuesto en los considerandos precedentes (fundamentos tres
punto once a tres punto catorce), el pronunciamiento del Colegiado Superior deviene en ambivalente,
en tanto al incumplir lo previsto en la norma procesal contenida en el numeral dos, del artículo 425, del
Código Procesal Penal, específicamente en torno al encausado CM (mas no así en cuanto a PC), afectó
el debido proceso, produciéndose como efecto ilogicidad en la motivación, concerniente al ámbito que
propuso el Ministerio Público. (Casación N.° 426-2015-Sullana, de 18-10-2015, ff. jj. 3.8, 3.9, 3.10,
3.11, 3.12, 3.16, 3.17 y 3.18. Sala Penal Permanente. Texto completo: <bit.ly/2TRB3eP>).
n o m o s & th e s is
921 SECCIÓN IV: EL RECURSO DE APELACIÓN Art. 425
§ 1786. La valoración de la prueba omitida no ocasiona vicio en la sentencia de segunda ins­
tancia, si aplicado el método de la supresión hipotética, la misma no es esencial ni decisiva para
resolver el caso judicial. Sétim o. [La] omisión de valoración del dictamen pericial psicológico del acu­
sado carece de relevancia y no ocasiona vicio en la sentencia, pues no es esencial y decisiva para resolver
el caso judicial a su favor y enervar las demás pruebas de cargo que se actuaron en su contra. Por tanto,
no existe interés jurídico para declarar la nulidad de la sentencia de vista por dos motivos: (i) no se
afectó la motivación (ii) la ausencia de razonamiento de la Sala de Apelaciones no es de tal entidad que
prive al fallo de motivo suficiente para justificar la condena del imputado [...]. Octavo. [Para] apreciar
si la prueba omitida es decisiva, se acude al método de la supresión hipotética: la prueba será decisiva, y
su validez afectará de manera fundamental a la motivación cuando -si mentalmente se la repusiera- las
conclusiones hubieran sido necesariamente distintas. Por tanto, aun admitiendo, hipotéticamente la
prueba omitida, el resultado de la pericia psicológica no anularía el sentido de la decisión final adoptada
en la sentencia de condena [...] pues no es capaz de desvirtuar el mérito de los otros elementos de con­
vicción utilizados por los Jueces de Apelación [...]. (Casación N .° 07-2010-Huaura, de 14-10-2010, ff.
jj. 7 y 8. Sala Penal Permanente. Texto completo: <bit.ly/2b2WQrY>).

§ 1787. La pretensión impugnativa hecha valer por escrito no puede variarse cualitativamente
en sede oral. Bajo determinados presupuestos y límites, es factible condenar en segunda instancia
al absuelto en la primera. En el delito de malversación de fondos, ante una delegación de faculta­
des, la autoridad delegante no se exime de responsabilidad. Segundo. [En] primer lugar, es verdad
que la pretensión impugnativa hecha valer por escrito no puede variarse cualitativamente en sede oral.
El impugnante solo puede desistirse total o parcialmente de la apelación interpuesta y ratificarse -par­
cial o totalmente, sin atentar su esencia- en los motivos de la apelación, como reza el apartado 2 del
artículo 424 del Código Procesal Penal. En segundo lugar, en el presente caso, el problema singular
deriva del entendimiento de una anterior línea jurisprudencial que, contra lo estipulado por el artí­
culo 425, numeral 3, literal b), del Código Procesal Penal, consideró que el Tribunal de Apelación no
podía condenar al absuelto, por lo que, si la sentencia absolutoria de primera instancia era infundada,
solo cabía anularla para la realización de un nuevo juicio oral (efecto jurídico que, en todo caso, era el
previsto en el Código de Procedimientos Penales de 1940, artículo 301, pero no en el Código Procesal
Penal). Esto sucedió en el presente caso: el Fiscal Superior, bajo ese entendimiento, modificó elpetitum:
de revocatorio a anulatorio. En tercer lugar, la posición de este Supremo Colegiado sobre este punto ya
ha sido establecida en la sentencia casatoria 1379-2017/Nacional [§ 1775], de 28 de agosto de 2018,
en cuya virtud, bajo determinados presupuestos y límites, es enteramente factible condenar en segunda
instancia al absuelto en primera instancia. La doctrina jurisprudencial ha variado. En cuarto lugar, es
cierto que la pretensión impugnativa está formada por la causa de pedir y la petición; la primera es el
motivo impugnativo y la segunda se refiere al concreto pronunciamiento judicial que se pide. En el pre­
sente caso no se alteró la causa de pedir, sino que se adaptó la petición a la línea jurisprudencial suprema
en ese momento dominante. En quinto lugar, como quiera que el cuestionamiento al fallo de primera
instancia siempre se mantuvo firme y ni siquiera se alteró los argumentos impugnativos -que sostenían
la causa petendi-, entonces, el fallo de vista que debía dictarse en ningún momento podría dejar de
atender a la causa de pedir. El cambio del petitum debe entenderse, entonces, como un error que, por lo
expuesto, no puede generar la desestimación liminar del recurso, pues ello atentaría contra el principio
transversal de proporcionalidad y la garantía de tutela jurisdiccional, en su ámbito de interpretación de
las normas impugnativas, desde una perspectiva pro actione y favorable a la efectividad del recurso. [...]
Séptim o. [...] [La] Ley General del Sistema Nacional de Presupuesto no exime de responsabilidad-en el
marco del Derecho Presupuestario- a la autoridad delegante. Pero, como mantiene su deber de garante
institucional respecto del manejo presupuestario, no le es ajeno lo que la autoridad delegada puede
realizar- no puede desentenderse de lo que haga-. El conocimiento pues se le atribuye-él debía saber lo
que sucedía con un tema tan delicado como el manejo presupuestal e interrumpir un suceso riesgoso
para el patrimonio institucional, por lo que no cabe alegar desconocimiento ni implícitamente sostener
que estaba al margen de toda función de vigilancia o supervisión. El delito de malversación es uno de
infracción de deber-situaciones de responsabilidad por competencias-. En este caso lo relevante es el
♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL
Art. 425 LIBRO CUARTO: LA IMPUGNACIÓN 922

deber institucional que ha de cumplir el imputado recurrente como Gobernador Regional-la fuente del
deber es la propia ley de la materia-. Si es delegante debe delegar bien, supervisar razonablemente a su
delegado (Gerente Regional de Planeamiento, Presupuesto y Acondicionamiento Territorial) y, en su
caso, corregirle o incluso sustituirle si ello es necesario para la observancia de la función de seguridad
encomendad. Como se trata del manejo presupuestal de la institución mayor es el riesgo que debe
controlar y más difícil su control, entonces, es más intensa sus tareas de supervisión. [...]. (Casación
N.° 503-2018-Madre de Dios, del 05-02-2019, ff. jj. 2 y 7. Sala Penal Permanente. Texto completo:
<bit.ly/2SdflMO>).
§ 1788. La prueba personal, en cuanto depende del principio de inmediación, no puede ser
apreciada independientemente y otorgarse, en su consecuencia, diferente mérito probatorio.
Tercero. [Es] verdad que en sede de apelación la prueba personal, en cuanto depende del principio
de inmediación -que solo es importante para garantizar una mejor calidad de información sobre el
suceso histórico acusado, no para la valoración de la prueba-, no puede ser apreciada independien­
temente y otorgarse, en su consecuencia, diferente mérito probatorio (artículo 425, apartado 2, del
Código Procesal Penal). Sin embargo, ello no impide examinar la racionalidad de su análisis y la co­
rrección de las inferencias probatorias aplicadas para determinar si un hecho está probado o no [...].
(Casación N .° 1331-2017-Cusco, del 18-07-2018, f. j. 3. Sala Penal Permanente. Texto completo:
<bit.ly/2Xmi2Q5>).
§ 1789. La prueba personal puede ser merituada por el a d quem siempre que ésta haya sido
entendida con manifiesto error, sea imprecisa, dubitativa, o haya podido ser desvirtuada por prue­
ba practicada en segunda instancia. Cuarto. Por otro lado, la instancia recursiva implica una serie
de limitaciones al objeto de conocimiento como son: lo que piden los recurrentes, a través de sus
agravios: la incorporación de prueba, pues solo se admite la nueva: la valoración de la prueba personal,
pues por designio del inciso 2 del artículo 425 del Código Procesal Penal el Tribunal de Apelación no
puede variar el resultado probatorio sobre la prueba personal realizada en primera instancia, si no hay
prueba nueva [...]. Noveno. Empero, en cuanto a la valoración de la prueba personal la jurisprudencia
emitida por el Supremo Tribunal ha precisado determinadas excepciones al principio de inmediación
en su valoración por el Tribunal de mérito. Así, en la Casación N .° 05-2007-Huaura [§ 1735] del 11
de octubre de 2007, en su fundamento jurídico séptimo, refirió que si bien el Tribunal de alzada no
puede modificar la valoración del contenido de la prueba personal, en atención al principio de inme­
diación y de oralidad, sin embargo, precisó que existen “zonas abiertas” accesibles al control, en situa­
ciones referidas al contenido de la prueba personal. Siguiendo esa línea jurisprudencial, la Casación N .°
03-2007-Huaura [§ 835] del 7 de noviembre de 2007, en su fundamento jurídico undécimo, reiteró
que el contenido de la prueba personal puede ser merituada por el Juzgado de mérito, siempre que ésta
haya sido entendida con manifiesto error, sea imprecisa, dubitativa, o haya podido ser desvirtuada por
prueba practicada en segunda instancia. Décim o. En el mismo sentido en la Casación N .° 385-2013-
San Martín [§ 1759] del 5 de mayo de 2015, referida a la institución de la “condena del absuelto”, en
su fundamento jurídico 5.16 señala que si bien el juzgador A d quem no puede otorgar diferente valor
probatorio a la (prueba personal), empero el A d quem está posibilitado a controlar, a través del recurso
de apelación si dicha valoración infringe las reglas de la lógica, la ciencia y las máximas de la experien­
cia”. (Casación N.° 678-2017-Cusco, del 29-01-2019, ff. jj. 4, 9 y 10. Sala Penal Permanente. Texto
completo: <bit.ly/2H0q9wL>).

JURISPRUDENCIA D E LAS CORTES SUPERIORES

§ 1790. No se puede condenar al absuelto en primera instancia si no se ha producido nueva ac­


tividad probatoria. 2.3. [...] Si bien se ha previsto la facultad de la Sala Superior de emitir una condena
del que fue absuelto en primera instancia, ello en este caso no es posible, pues no se ha producido nueva
actividad probatoria, y de hacerlo, sería violatorio del derecho que tiene el imputado al doble conforme
o doble instancia. Efectivamente, la Convención Americana establece el derecho al doble conforme y a
un recurso amplio, es decir, el derecho de todo condenado a revisar en una instancia superior los funda-

n o m o s & th e sis
923 SECCION IV: EL RECURSO DE APELACION Art. 425
mentos de hecho y derecho de la condena impuesta, derecho que no se garantiza a través del recurso de
casación, que es el único recurso que le quedaría al imputado, impidiéndose al condenado a ejercer su
derecho al doble conforme, el que solo se limita a revisar la correcta aplicación del derecho, y no tiene
competencia para revisar los hechos y las pruebas. Por ello, debe tenerse en cuenta además lo señalado
en el Informe de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, en el Caso No. 11.618 Oscar Al­
berto Mohamed Vs Argentina, del 13 de abril de 2011 respecto de la condena del absuelto y también al
deber de control difuso de convencionalidad que tienen todos los jueces de los Estados partes. [...] (Exp.
N .° 02850-2010-45-1601-JR-PE-06, del 20-09-2011, f. j. 2.3. Sala Penal de Apelaciones de Trujillo.
Corte Superior de Justicia de La Libertad. Texto completo: <bit.ly/2YQnlrp>).

§ 1791. Condena del absuelto en mérito a la apelación interpuesta por el actor civil. III.- Pe­
titorio del recurso de apelación: El agraviado AFLS interpone recurso de apelación contra la sentencia
contenida en la resolución número once [...] solicitando que el Colegiado Superior revoque la sentencia
impugnada [...] Quinto. Sobre las facultades del “ad quem” al absolver el grado, conforme al artículo
423 del Código Procesal Penal, la Sala Penal Superior al emitir la sentencia de segundo grado puede
dictar sentencia condenatoria a quien haya sido absuelto en primera instancia, imponiendo la sanción
y la reparación civil que corresponda; la legitimidad de ésta posibilidad está en función a las notas
características del recurso de apelación y situaciones procesales concretas que se presentan en la causa,
tal posibilidad es obvio y es aceptada en el derecho comparado, incluso en el derecho Internacional
con arreglo al numeral 2 del artículo 83 del Estatuto de la Corte Penal Internacional ha dicho la Corte
Suprema en reciente sentencia, de modo tal que la opción de la condena del absuelto está consignado
en norma vigente y que la misma no deja de aplicarse en nuestro medio si se producen las condiciones
adecuadas. En efecto la Corte Suprema considera que la condena del absuelto se podría dar siempre que
se garantice los principios de inmediación, publicidad y contradicción pues ellos permiten la valoración
de la prueba - se requiere fundamentalmente que el imputado que sostiene su inocencia tenga la posi­
bilidad de explicar en defensa de su causa y de ser examinado directa y personalmente por el Tribunal
de Apelación en una audiencia pública con la presencia de las demás partes interesadas o partes adversas
incluso de los testigos de cuyo testimonio sirve de sustento al juicio de hecho y eso es lo que consiga
precisamente el artículo 422 numeral 5to del Código Procesal Penal, postura que la Corte Suprema
emula a la consignada por la doctrina de Tribunal Europeo de Derechos Humanos [...] destaca que la
I n m e d i a c i ó n es relevante porque permite al órgano jurisdiccional sentenciador perciba, en cuanto a
las pruebas personales se trata, por sí mismo y sin ningún tipo de traba sea del acusado o testigo sean
fiables o no, el conocimiento necesario sobre el modo y circunstancias en las que se produjeron los
hechos objeto de enjuiciamiento, y ello con la finalidad de fallar la causa de la forma más ajustada a la
realidad [...]. El Tribunal Europeo recientemente ha precisado con mayor énfasis la postura señalada
en la Sentencia Asunto Hernández Royo c. España, mediante Sentencia del día 20 de Septiembre del
año 2016, en el sentido que en efecto para condenar se precisa de una nueva audiencia en segunda
instancia, en la cual deben concurrir los testigos o pruebas orales nuevas de donde surge la posibilidad
de condenar, pero sobre todo incide en que la comparecencia del imputado es capital en aras de un
proceso penal justo y equitativo, por tanto debe garantizarse al acusado el derecho de apersonarse en la
sala de audiencia al ser uno de los elementos esenciales del artículo 6 del Convenio, esto es que: “Toda
persona tiene derecho a que su causa sea oída equitativa (...) por un Tribunal (...) que decidirá los liti­
gios sobre sus derechos (...), y que en consecuencia que el TE D H ha considerado que una audiencia se
revela necesaria cuando la jurisdicción de apelación realiza una nueva valoración de los hechos considera
acreditados en Primera Instancia y los estudia de nuevo, situándose así al margen de las consideraciones
estrictamente jurídicas; en conclusión se impone una audiencia en presencia del acusado (quien debe
ser oído o que teniendo la oportunidad de ser oído elige guardar silencio) antes de que una sentencia
sobre la culpabilidad de éste último sea dictada, de lo que se colige que si se aprecia las pruebas en su
conjunto - las de primera instancia-, sin existir nueva prueba y la declaración del acusado - en segun­
da instancia-, es posible obtener un resultado de culpabilidad o de mantener la absolución, ello será
propio del derecho interno de cada Estado; en tal sentido ha dicho el TE D H que si bien garantiza en
su artículo 6 el derecho a un proceso equitativo, la tarea es examinar si el procedimiento, incluida la

♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL


Art. 425 LIBRO CUARTO: LA IMPUGNACIÓN 924

forma de obtención de las pruebas, ha sido justo en su conjunto y ello entendemos se ve en cada caso en
concreto y de acuerdo con la realidad que efectivamente se aprecia a través de la inmediación que como
garantía procesal a resguardarse y de no poderse valorarse medios probatorios que no fueron actuados
en sede de apelación, sino dar la valoración que la norma otorga bajo el principio de inmediación. [...]
Décim o Sexto. En el caso sub litis, sobre la restitución del bien, debe comprenderse no solo el pago del
daño civil, sino la restitución a la parte agraviada del bien del cual fue despojado de conformidad con el
artículo 94 del Código Penal, en razón de restituirle al estatus anterior al desarrollo del suceso delictivo,
entendiendo a la “restitución” como aquella forma de restauración de la situación jurídica alterada por
el delito o devolución del bien, dependiendo del caso, al legítimo poseedor o propietario; asimismo,
es ampliamente aceptado y recogido por la Corte Suprema que el delito de usurpación protege el bien
jurídico de posesión del agraviado, mas no el derecho de propiedad, por lo cual, es regla general que
la sentencia condenatoria debe disponer la restitución de la posesión del inmueble del agraviado; en el
caso sub materia se ha despojado del bien al agraviado y resulta proporcional devolver el bien; indepen­
diente del conflicto de orden civil que tienen pendiente. (Exp. N .° 00453-2018-4-330 l-JR-PE-01, del
08-05-2019, ff. jj. 5 y 16. Segunda Sala Penal de Apelaciones. Corte Superior de Justicia de Ventanilla.
Texto completo: <bit.ly/2HlVs3T>).

JURISPRUDENCIA DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL

§ 1792. La imposibilidad que se pueda recurrir o cuestionar el fallo condenatorio de la persona


que ha sido absuelta en primera instancia vulnera el derecho a la pluralidad de instancias. La casa­
ción no un mecanismo que habilite la posibilidad de una revisión integral del fallo. 16. En el caso
de autos, el Tribunal Constitucional considera que permitir que una sentencia de segundo grado pueda
condenar a la persona absuelta en primera instancia, conforme al artículo 425, inciso 3, literal “b” del
Nuevo Código Procesal Penal, y de otro lado no se habilite un medio impugnatorio eficaz que permita
que una instancia distinta pueda efectuar una revisión plena e integral de la corrección de dicha senten­
cia condenatoria, donde se analicen los hechos, las pruebas u otras cuestiones jurídicas, contraviene el
derecho a la pluralidad de instancia. 17. Si bien los emplazados indican que la recurrente pudo inter­
poner el recurso de casación conforme al artículo 429, incisos 1 y 2, del Nuevo Código Procesal Penal,
el cual permite alegar la inobservancia de las garantías constitucionales de carácter procesal o material
y la inobservancia de normas de carácter procesal sancionadas con nulidad, o por la causal excepcional
establecida en el artículo 427, inciso 4, del Nuevo Código Procesal Penal; debe tenerse presente que,
en nuestro ordenamiento jurídico, la casación se configura como un recurso extraordinario que habilita
una revisión limitada de la resolución judicial recurrida. [...] 18. En consecuencia, no toda sentencia
condenatoria expedida en segunda instancia y a la cual le preceda una sentencia absolutoria de primer
grado puede ser objeto de revisión a través del recurso de casación, sino solo aquellas que se subsuman
en los supuestos previstos en el artículo 427 del Nuevo Código Procesal Penal. Asimismo, este recurso
no habilita una revisión plena de las cuestiones fácticas, probatorias y jurídicas que conciernan al caso,
sino que pretende circunscribirse a un análisis de puro derecho (respecto a la inobservancia de algunas
de las garantías constitucionales de carácter procesal o material, o la indebida aplicación, en la interpre­
tación o falta de aplicación de la ley penal, entre otros supuestos). Se requiere, en este orden de ideas, un
mecanismo que habilite la posibilidad de una revisión integral del fallo. 19. La casación no constituye
un recurso eficaz que permita un análisis integral del fallo condenatorio de segunda instancia, sino que,
por el contrario, circunscribe su ámbito de competencia a una revisión de puro derecho de la sentencia
recurrida. Ello afecta ciertamente el contenido constitucionalmente protegido del derecho a la plurali­
dad de instancia, pues no permite que la Corte Suprema actúe como órgano superior de revisión de la
primera sentencia condenatoria. 20. La demanda consiste en que se declare la nulidad de la Resolución
[...] cabe advertir que la absolución de cualquier persona solo corresponde al juez ordinario por lo que
este Tribunal excedería sus funciones con un pronunciamiento en ese sentido [...]. 21. [...] [El] Tribu­
nal Constitucional tiene en cuenta la magnitud del agravio producido a la recurrente, situación que
bien puede replicarse en casos posteriores, por lo que se hace necesario estimar la presente demanda en
aplicación del artículo 1 del Código Procesal Constitucional. En ese sentido, corresponde al Congreso

n o m o s & th e s is
925 SECCIÓN l\t EL RECURSO DE APELACIÓN Art. 425
de la República habilitar un medio impugnatorio adecuado y eficaz que permita una revisión amplia
e integral del fallo condenatorio del absuelto. 23. Por lo expuesto, este Tribunal estima que la imposi­
bilidad que se pueda recurrir o cuestionar el fallo condenatorio de la persona que ha sido absuelta en
primera instancia vulnera el derecho a la pluralidad de instancias. (Exp. N.° 0861-2013-PHC/TC, del
23-01-2018 [Web: 17-08-2018], íf. jj. 16 al 23. Texto completo: <bit.ly/2V4sslh>).
§ 1793. Elementos que forman parte del contenido del derecho a la prueba. Véase la jurispru­
dencia del artículo 155° del Nuevo Código Procesal Penal [§ 605]. (Exp. N.° 4831-2005-PHC/TC
[caso Rubén Silvio Curse Castro], del 08-08-2005 [Web: 06-09-2006 / EP, 20-10-2006], flF. jj. 6 y 8.
Texto completo: <bit.ly/2DKwRRt>).

JURISPRUDENCIA DE LA CORTE INTERAMERICANA DE DERECHOS HUMANOS

§ 1794. Derecho a recurrir. Un derecho efectivo. II. [...]. B. [...] En primer término, el Tribunal se
pronunció sobre el alcance del artículo 8.2.h de la Convención con respecto a sentencias penales de con­
dena emitidas al resolver un recurso contra la absolución, debido a que el Estado sostuvo que sería permi­
tido establecer excepciones al derecho a recurrir condenas penales. La Corte estableció que el derecho a
recurrir del fallo no podría ser efectivo si no se garantiza respecto de todo aquél que es condenado, y que
resulta contrario al propósito de ese derecho específico que no sea garantizado frente a quien es condena­
do mediante una sentencia que revoca una decisión absolutoria. Interpretar lo contrario, implicaría dejar
al condenado desprovisto de un recurso contra la condena. La Corte concluyó que, en los términos de la
protección que otorga el artículo 8.2.h de la Convención Americana, el señor Mohamed tenía derecho
a recurrir del fallo proferido por la Sala Primera de la Cámara Nacional de Apelaciones el 22 de febrero
de 1995, toda vez que en éste se le condenó como autor del delito de homicidio culposo. Seguidamente,
la Corte se refirió al contenido de la garantía que otorga el artículo 8.2.h de la Convención. La Corte
resaltó que el derecho de impugnar el fallo busca proteger el derecho de defensa, y reiteró que el artículo
8.2.h de la Convención se refiere a un recurso ordinario accesible y eficaz, lo cual supone, ínter a.lia> que:
debe ser garantizado antes de que la sentencia adquiera la calidad de cosa juzgada; debe procurar resul­
tados o respuestas al fin para el cual fue concebido; y las formalidades requeridas para que el recurso sea
admitido deben ser mínimas y no deben constituir un obstáculo para que el recurso cumpla con su fin
de examinar y resolver los agravios sustentados por el recurrente. Asimismo, el Tribunal indicó que, in­
dependientemente del régimen o sistema recursivo que adopten los Estados Partes y de la denominación
que den al medio de impugnación de la sentencia condenatoria, para que éste sea eficaz debe constituir
un medio adecuado para procurar la corrección de una condena errónea. Ello requiere que pueda analizar
cuestiones fácticas, probatorias y jurídicas en que se basa la sentencia impugnada. Consecuentemente, las
causales de procedencia del recurso deben posibilitar un control amplio de los aspectos impugnados de la
sentencia condenatoria. Además el Tribunal consideró que, en la regulación que los Estados desarrollen
en sus respectivos regímenes recursivos, deben asegurar que dicho recurso contra la sentencia condenato­
ria respete las garantías procesales mínimas que, bajo el artículo 8 de la Convención, resulten relevantes
y necesarias para resolver los agravios planteados por el recurrente, lo cual no implica que deba realizarse
un nuevo juicio oral. Posteriormente, la Corte analizó si al señor Mohamed se le garantizó el derecho
a recurrir del fallo condenatorio. La Corte hizo notar que no fue controvertido que el ordenamiento
jurídico aplicado al señor Mohamed no preveía ningún recurso penal ordinario para que aquel pudiera
recurrir la sentencia condenatoria que le fue impuesta. La decisión condenatoria de segunda instancia era
una sentencia definitiva recurrible solamente a través de un recurso extraordinario federal y un posterior
recurso de queja. La Corte consideró que el referido recurso extraordinario no constituye un medio de
impugnación procesal penal sino que se trata de un recurso extraordinario regulado en el Código Procesal
Civil y Comercial de la Nación, el cual tiene sus propios fines en el ordenamiento argentino. Asimismo,
resaltó que las causales que condicionan la procedencia de dicho recurso están limitadas a la revisión
de cuestiones referidas a la validez de una ley, tratado, norma constitucional o a la arbitrariedad de una
sentencia, y excluye las cuestiones fácticas y probatorias, así como de derecho de naturaleza jurídica no
constitucional. No obstante lo anterior y tomando en cuenta que el Estado sostuvo que el recurso extraor-

♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL


Art. 426 LIBRO CUARTO: LA IMPUGNACIÓN 926

dinario federal podría haber garantizado el derecho a recurrir del fallo condenatorio, la Corte efectuó -5-
consideraciones adicionales relativas a examinar el tratamiento que en el caso concreto dieron los órganos
judiciales a los recursos interpuestos por el señor Mohamed. La Corte resaltó que, aun cuando se analice
si materialmente dichos recursos habrían protegido el derecho a recurrir la sentencia condenatoria del
señor Mohamed, las causales de procedencia del recurso extraordinario limitaban per se la posibilidad del
señor Mohamed de plantear agravios que implicaran un examen amplio y eficaz del fallo condenatorio.
Por consiguiente, tal limitación incide negativamente en la efectividad que en la práctica podría tener di­
cho recurso para impugnar la sentencia condenatoria. La Corte constató que en el presente caso el alcance
limitado del recurso extraordinario federal quedó manifiesto en la decisión proferida por la Sala Primera
de la Cámara Nacional de Apelaciones, la cual rechazó in limine el recurso interpuesto por el defensor del
señor Mohamed con base en que los argumentos presentados se referían £a cuestiones de hecho, prueba
y derecho común, que ha[bían] sido valoradas y debatidas en oportunidad del fallo impugnado”. La
Corte concluyó que el sistema procesal penal argentino que fue aplicado al señor Mohamed no garan­
tizó normativamente un recurso ordinario accesible y eficaz que permitiera un examen de la sentencia
condenatoria contra el señor Mohamed, en los términos del artículo 8.2.h de la Convención Americana,
y también constató que el recurso extraordinario federal y el recurso de queja no constituyeron en el
caso concreto recursos eficaces para garantizar dicho derecho. Adicionalmente, la Corte concluyó que la
inexistencia de un recurso judicial que garantizara la revisión de la sentencia de condena del señor Moha­
med y la aplicación de unos recursos judiciales que tampoco garantizaron tal derecho a recurrir del fallo
implicaron un incumplimiento del Estado del deber general de adecuar su ordenamiento jurídico interno
para asegurar la realización de la garantía judicial protegida por el artículo 8.2.h de la Convención. Con
base en las anteriores consideraciones, la Corte determinó que Argentina violó el derecho a recurrir del
fallo protegido en el artículo 8.2.h de la Convención Americana, en relación con los artículos 1.1 y 2 de
dicho tratado, en perjuicio del señor Oscar Alberto Mohamed. (Caso Mohamed, vs. Argentina, Sentencia
del 23-11-2012. Texto del resumen: <bit.ly/26LIFgH>. Texto completo: <bit.ly/2chTRvi>).

Artículo 426: Nulidad del juicio

1. En los casos del literal a) del numeral 3) del artículo anterior, no podrán intervenir los jueces que
conocieron del juicio anulado.
2. Si el nuevo juicio se dispuso como consecuencia de un recurso a favor del imputado, en éste no podrá
aplicarse una pena superior a la impuesta en el primero.*(1)

NOTA DE ACTUALIZACIÓN
(1) Texto conform e a la m odificación efectuado por el artículo 2o del Decreto Legislativo N.° 1307 (EP, 30-12-2016), el m is­
m o que entró en vigencia a nivel nacional a los noventa (90) días de su publicación en el diario oficial El Peruano.

DOCTRINA JURISPRUDENCIAL VINCULANTE DE LA CORTE SUPREMA

§ 1795. El juez no puede influir en la decisión del fiscal para variar la pena del acusado por
una mayor en el requerimiento de acusación. Segundo. [...] 2.2.4. [...] [El] fiscal [en] su alegato de
cierre solicitó cuatro años de pena privativa de libertad e inhabilitación según conforme con los incisos
1 y 2, del artículo 36, del Código Penal por el mismo periodo que la pena privativa de libertad; y ante
el requerimiento del juez para que aclare sobre el imputado Z, quien habría participado en los dos he­
chos, el fiscal en audiencia precisó que se trata, respecto de este caso, un supuesto de concurso real del
delito, y se le debe fijar la pena para cada hecho en cuatro años, por lo que solicitó ocho años de pena
privativa de libertad. 2.2.5. El Colegiado Superior señaló que la defensa técnica de Z no cuestionó la
pena en audiencia. Por lo que considera que no hubo afectación al debido proceso ni, menos, al derecho
de defensa. 2.2.6. Este Supremo Tribunal considera que se ha vulnerado el principio acusatorio puesto
que el juez no puede aplicar pena más grave que la requerida por el fiscal. Es así como el debate jurí-

nomos &thesis
927 SECCIÓN IV: EL RECURSO DE APELACIÓN Art. 426
dico propiamente dicho solo es realizado en el juicio oral, y únicamente a partir de la acusación existe
intervención del juez. 2.2.7. Así también ha vulnerado el principio de imparcialidad contemplado en el
artículo I, del Título Preliminar del Código Procesal Penal, el cual garantiza que el juez sea un tercero
entre las partes, independiente y neutral, la de no ser parte ni tener prejuicios a favor o en contra, du­
rante todo el proceso; sin embargo, este, indebidamente, influyó en la decisión del Fiscal para variar la
pena del acusado, más aún cuando esta no fue la solicitada en su requerimiento de acusación. (Casación
N .° 401-2016-Moquegua, de 15-09-2017, £ j. 2. Primera Sala Penal Transitoria [EP, 28-09-2017, Ju­
risprudencia, Año XXVI, N.° 1054, p. 7871]. Texto completo: <bit.ly/2plK0Rq>).
§ 1796. Reforma peyorativa producto de nulidad anterior. No se puede imponer una pena
mayor a la impuesta en la sentencia anulada cuando dicha nulidad fue otorgado en virtud de un
cuestionamiento interpuesto p or la defensa. 2. El artículo 429 en su inciso 2 -Nuevo Código Proce­
sal Penal- regula como una de las causales para interponer la casación la infracción de normas procesales
sancionadas con nulidad. Esto significa que la corte suprema, como máxima instancia de la justicia or­
dinaria, puede casar aquella sentencia que injustificadamente no aplica una norma procesal en el caso
concreto. 3. A esta norma subyace la idea de que el recurso de casación permite que este supremo tribu­
nal verifique que los jueces apliquen las normas pertinentes en el proceso. Ello no es sino una expresión
del derecho al debido proceso por cuanto toda persona tiene derecho a una resolución fundada en de­
recho [(1) Derecho reconocido en la sentencia recaída en el Exp. 06151-2007-PA/TC del 12 de septiem­
bre del 2008, £ j. 3]. 4. Así las cosas, tenemos que en el presente caso hemos de verificar que no se aplicó
la norma procesal penal contenida en el inciso 2 del artículo 426 del Nuevo Código Procesal Penal cuyo
texto es el siguiente: “Si el nuevojuicio se dispuso como consecuencia de un recurso a favor del imputado, en éste
no podrá aplicarse una pena superior a la impuesta en elprimero.” 5. La citada norma procesal prohíbe la
aplicación de una pena superior a la que se impuso en la sentencia emitida en el juicio que fue anulado por
razón de un recurso a favor del procesado. Con ello, para aplicar esta norma es necesario: la existencia de
una primera sentencia condenatoria, que la misma sea anulada por un recurso en favor del sentenciado, y
que exista una segunda sentencia condenatoria donde se impone una pena superior a la establecida en la
primera sentencia condenatoria. 6. Esta opción legislativa es un supuesto que evita empeorar la situación
jurídica de quien logra la nulidad de la sentencia en uso de su derecho a la impugnación. Normalmente, al
haber sido declarada nula la sentencia del primer juicio, lo allí actuado o decidido no tendría por qué cau­
sar efecto alguno en la segunda sentencia. No obstante, el legislador es quien ha optado por establecer una
excepción a esta regla con el inciso 2 del artículo 426 del Nuevo Código Procesal Penal. 7. El resultado es
que cuando el procesado impugna la sentencia solicitando su nulidad, no se ve amedrentado por la posibi­
lidad de ver empeorada su situación jurídica con el resultado que del nuevo juicio emane. Esto viene a ser
un supuesto de prohibición de reforma peyorativa -reformado inpeius- que tiene como referente la senten­
cia anulada. Aquello que no puede empeorar la situación del procesado, es la sentencia condenatoria que
se emita en el nuevo juicio en el extremo de la cantidad de pena a imponer. 8. En la medida que el artícu­
lo objeto de análisis habla de “un recurso a favor del imputado”, se entiende que dicho recurso puede haber
sido interpuesto tanto por la defensa como por el Ministerio Público -tal como lo recoge el lit. “a” del inc.
1 del art. 405 del Nuevo Código Procesal Penal- en cumplimiento de su rol de defensor de la legalidad [(3)
Aunque esto no sea lo que de ordinario ocurre, es posible que el Ministerio Público interponga un recurso
en favor del imputado cuando el fallo judicial es ilegal. En este caso, el representante del ministerio público
en su rol de defensor de la legalidad debería impugnar en favor del procesado. Si como consecuencia de
dicha impugnación o de la planteada por la defensa se da origen al nuevo juicio, se activa la prohibición de
reformar en peor]. 9. Una vez que se verifica que el nuevo juicio tuvo lugar por un recurso a favor del
procesado, la pena impuesta en el primer juicio se vuelve un límite infranqueable conforme lo prescribe el
inciso 2 del artículo 426 del Nuevo Código Procesal Penal. Lo que corresponde es preguntarnos sobre la
naturaleza jurídica de esta prohibición ¿limita las facultades del juez o regula la consecuencia jurídica del
delito? 10. Si entendemos que el dispositivo legal mencionado limita las facultades del juez que componen
los elementos de la jurisdicción, específicamente su iuditio -facultad de determinar el derecho-, entonces
nos encontraremos ante un error en el proceder -error in procedendo- y corresponde la anulación del acto
procesal viciado a menos que el mismo pueda ser subsanado por el tribunal revisor. 11. Si por el contrario
♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL
Art. 426 LIBRO CUARTO: LA IMPUGNACION 928

entendemos que esta norma regula la consecuencia jurídica de la norma penal, entonces nos encontrare­
mos ante un error en enjuiciamiento -error in indicando, alude a errores en la operación intelectiva de
aplicar el derecho al tema de fondo- y corresponderá la revocación mediante la aplicación correcta del de­
recho. 12. La determinación del tipo de error en que incurre el juzgador no es cosa fácil. En la medida que
todo derecho exigido judicialmente se determina en el seno del proceso, se podría afirmar que todo error,
incluso la incorrecta aplicación del derecho sustantivo, es un error in procedendo [(4) Cfr. Vilela Carbajal,
Karla. Nulidades procesales civiles y sentencia firme. Lima: Palestra, 2007, p. 70 y siguientes]. La diferencia
cualitativa del error debe ser encontrada en que “los vicios in iudicando se cometen cuando el juez resuelve
sobre el fondo del asunto, mientras que los in procedendo acontecen en cualquier otro caso en la aplicación
de la norma no haya tenido por fin resolver el objeto del litigio” [(5) Cfr. Vilela Carbajal, ob. cit., p. 71].
13. La pena en tanto consecuencia jurídica del delito, es de naturaleza penal y por ende de derecho sustan­
tivo en tanto versa sobre el fondo del litigio. En el proceso penal se ventila la responsabilidad penal del
procesado, tanto respecto a los hechos que se prueban en el juicio, como en la subsuncion típica -identidad
entre el hecho y la ley penal en la cual encajaría el mismo-. Naturalmente, todo tipo penal contempla un
supuesto de hecho y una consecuencia jurídica que normalmente es una pena privativa de libertad [(6) Se
dice normalmente porque existen tipos penales como el delito de injuria, contenida en el articulo 130 del
Código Penal, que no contemplan como consecuencia jurídica una pena privativa de libertad]. 14. Incluso
su determinación está regulada en el Código Penal -arts. 43, 4 6 ,46-A, 46-B, 46-C, 46-D y 46- E- porque
se entiende que la cantidad de pena encuentra correspondencia en el reproche que la sociedad hace al indi­
viduo por haber defraudado una expectativa normativa [(7) En tal sentido, el profesor Jakobs nos explica
que: “La pena hay que definirla positivamente: es una muestra de la vigencia de la norma a costa del res­
ponsable. De ahí surge un mal, pero la pena no ha cumplido ya su cometido con tal efecto, sino solo con
la estabilización de la norma lesionada”. Jakobs, Günther. Derecho Penal. Parte General. Madrid: Marcial
Pons, 1997, p. 9]. 15. La norma contenida en el inciso 2 del artículo 426 del Nuevo Código Procesal Penal,
no regula la determinación judicial de la pena, como sí lo hacen los dispositivos antes señalados del Codigo
Penal. Lo que establece es un tope a la facultad del juez de determinar la pena a imponer en la sentencia
que emana del nuevo juicio. 16. En la medida que la norma bajo análisis condiciona la facultad del juez de
decir el derecho objetivo por una situación procesal, esto es la nulidad de una sentencia anterior que fijo
una pena específica, la naturaleza del error que acontece ante la inobservancia del inciso 2 del artículo 426
del Nuevo Código Procesal Penal es en el proceder -in procedendo-. 17. A esta conclusión abona el que su
incidencia sea en el nuevo juicio, que tendrá como límite lo decidido en el juicio anterior que fue anulado;
y el que la norma está contenida en el Nuevo Código Procesal Penal. Así las cosas, falta determinar si en el
caso concreto resulta menester anular la sentencia impugnada o si se puede revocar su decisión evitando el
reenvío de la causa. 18. La nulidad es la sanción más drástica que se desencadena por infracción a una
norma procesal. Se entiende que es menester recurrir a esta consecuencia jurídica cuando no es posible que
el tribunal revisor emita un pronunciamiento sobre el fondo sin vulnerar derechos de los justiciables [(8)
En este sentido, Fredie Didier Jr. y Pedrosa Nogueira nos explican que: “La invalidez de un acto procesal o
del procedimiento es encarada por el derecho procesal como algo pernicioso. La invalidación del acto debe
ser vista como solución de última ratio, tomada sólo cuando no fuese posible aprovechar el acto practicado
con defecto. El magistrado debe sentir un profundo malestar cuando tenga que invalidar un acto procesal”.
Didier Jr., Fredie y Pedrosa Nogueira, Pedro Henrique. Teoría de los hechosjurídicos procesales. Lima: Ara,
2013, p. 91]. Ello, en tanto la finalidad del proceso es lograr el pronunciamiento del órgano jurisdiccional
[(9) Respecto a la definición de proceso y su finalidad Cfr. Vilela Carbajal, Karla. Nulidadesprocesales civi­
les, ob. cit., p. 43]. Para conseguir ese cometido, el juez debe estar en las mejores condiciones posibles para
aplicar el derecho. 19. En este orden de ideas, se vulneran derechos de las partes cuando el juez revisor está
en las mismas condiciones que el juez que resolvió la causa antes que él. En estas condiciones el juez a quem
-juez que revisa la sentencia impugnada- puede emitir directamente pronunciamiento sobre el fondo sin
necesidad de reenviar la causa mediante la anulación. 20. Así las cosas, la imposición de la pena supone la
verificación de supuestos hechos que son parte de los hechos probados en el juicio, como lo son el vinculo
entre el procesado y la víctima, los antecedentes penales, nivel cultural, costumbres, etc. Esto implica que
tanto el colegiado superior como este supremo tribunal, puede corregir errores en la cantidad de pena

n om os & th e sis
929 SECCIÓN IV¡ EL RECURSO DE APELACIÓN Art. 426
porque los hechos que se requieren para aplicar el derecho ya han sido acreditados en primera instancia. 21.
En tanto, todo el fenómeno procesal está destinado a presentar al juzgador un caso en condiciones de ser
analizado sobre el fondo, la nulidad solo se desencadenará cuando el vicio procesal no pueda ser corregido
por el tribunal revisor. Cuando el vicio sea superable, se emitirá pronunciamiento sobre el fondo. (Casación
N.° 822-2014-Amazonas, de 18-05-2016, que establece como doctrina jurisprudencial vinculante lo seña­
lado en los ff. jj. 2 al 21. Sala Penal Permanente [EP, 08-10-2016, Jurisprudencia, Año XXV, N.° 1026,
pp. 7579-7582]. Texto completo: <bit.ly/2eXxc82>).

JURISPRUDENCIA DE LA CORTE SUPREMA

§ 1797. Non reform atio in p eius: análisis del artículo 426.2 del Código Procesal Penal. 2.3.11.
[Cuando] el inciso 2 del artículo 426 del Código Procesal Penal precisa: cSi el nuevo juicio se dispuso
como consecuencia de un recurso a favor del imputado’, debe entenderse que para que se active la inter­
dicción de prohibición de reforma en peor, el recurso debe haber sido interpuesto solo a su favor, ya sea
por el propio procesado o por el representante del Ministerio Público [...], esto es, desde el momento
que únicamente existe recurso impugnatorio a favor del procesado se activa la referida garantía; ello
guarda correlación y debe interpretarse sistemáticamente con la parte final del inciso 3 del artículo 409
del Código Procesal Penal: “La impugnación interpuesta exclusivamente por el imputado no permite
modificación en su perjuicio”. (Casación N.° 417-2012-La Libertad, de 02-09-2014, f. j. 2.3.11. Sala
Penal Permanente. Texto completo: <bit.ly/2Dz5R7q>).
§ 1798. Si el Ministerio Público no recurre el extremo punitivo no es posible incrementar
la pena impuesta. Noveno. De otro lado, este Supremo Tribunal considera que la pena impuesta al
encausado BS no resulta proporcional a la gravedad del delito cometido, toda vez que, tratándose de
una menor de quince años, el injusto realizado genera un trauma psicológico que merma su desarrollo
personal y de manera general dicho injusto genera un panorama desestabilizador de las expectativas
normativas que rigen nuestra sociedad; sin embargo, al no haber sido recurrido el extremo punitivo por
el representante del Ministerio Público, este Supremo Tribunal, en atención al principio non reformatio
in peius, se encuentra imposibilitado de incrementar la pena impuesta. (R. N. N .° 2764-2012-Lima
Norte, del 30-01-2013, f. j. 9. Sala Penal Permanente. Texto completo: <bit.ly/lq0Byzb>).
§ 1799. La acusación oral modificada, si se trata de agravar la situación jurídica del acusado,
tiene que ser planteada en las fases previas al juicio oral y no en sede de alegatos. Véase la jurispru­
dencia del artículo 285°-A del Código de Procedimientos Penales [§ 2289]. (R. N. N .° 1232-2016-Ju-
nín, del 10-01-2017, f. j. 7. Sala Penal Transitoria. Texto completo: <bit.ly/2VCdUcV>).

JURISPRUDENCIA DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL

§ 1800. La reforma peyorativa de la pena en el recurso de nulidad. 8. [...] [Si] el sentenciado


solamente solicita la nulidad de la sentencia condenatoria, entonces el ius puniendi del Estado, cuyo
poder se expresa en la actuación de la instancia decisora, no podrá modificar la condena sancionando
por un delito que conlleve una pena más grave que la impuesta en anterior instancia. Distinto es el caso
en que el propio Estado, a través del representante del Ministerio Público, haya mostrado su discon­
formidad con la pena impuesta, vía la interposición del medio impugnatorio; pues en tal circunstancia,
el juez de segunda instancia queda investido de la facultad de aumentar la pena, siempre que ello no
importe una afectación del derecho a la defensa, esto es, siempre que no se sentencie sobre la base
de un supuesto que no haya sido materia de acusación [...]. (Exp. N.° 02614-2013-PHC/TC [Caso
Marco Antonio Manrique Villavicencio], del 30-04-2014 [Web: 10-07-2014], £ j. 8. Texto completo:
cbit.ly/2upukd 1>).

REMISIÓN

§ 1801. Sobre el principio de non reform atio in peius. Véase también la jurisprudencia del artí­
culo 409° [§ 1676 ss.] del Nuevo Código Procesal Penal; y artículos 292° [§ 2306 ss.] y 300° [§ 2339
ss.] del Código de Procedimientos Penales.
♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL
Alt 427 LIBRO CUARTO: LA IMPUGNACIÓN 930

SECCIÓN V
EL RECURSO DE CASACIÓN

Artículo 427: Procedencia

1 . El recurso de casación procede contra las sentencias definitivas, los autos de sobreseimiento, y
los autos que pongan fin al procedimiento, extingan la acción penal o la pena o denieguen la extinción,
conmutación, reserva o suspensión de la pena, expedidos en apelación por las Salas Penales Superiores.
2. La procedencia del recurso de casación, en los supuestos indicados en el numeral 1), está sujeta a
las siguientes limitaciones:
a) Si se trata de autos que pongan fin al procedimiento, cuando el delito imputado más grave tenga
señalado en la Ley, en su extremo mínimo, una pena privativa de libertad mayor de seis años.
b) Si se trata de sentencias, cuando el delito más grave a que se refiere la acusación escrita del Fiscal
tenga señalado en la Ley, en su extremo mínimo, una pena privativa de libertad mayor a seis años.
c) Si se trata de sentencias que impongan una medida de seguridad, cuando ésta sea la de internación.
3. Si la impugnación se refiere a la responsabilidad civil, cuando el monto fijado en la sentencia de pri­
mera o de segunda instancia sea superior a cincuenta Unidades de Referencia Procesal o cuando el objeto
de la restitución no pueda ser valorado económicamente.
4. Excepcionalmente, será procedente el recurso de casación en casos distintos de los arriba
mencionados, cuando la Sala Penal de la Corte Suprema, discrecionalmente, lo considere necesario para
el desarrollo de la doctrina jurisprudencial.

DOCTRINA JURISPRUDENCIAL VINCULANTE DE LA CORTE SUPREMA

§ 1802. Regulación de la casación de oficio: procede en cualquier momento del proceso a dis-
crecionalidad del tribunal. Quinto. El recurso de casación de oficio está previsto en el inciso 1 del
artículo 432 del Código Procesal Penal, el cual señala: sin perjuicio de las cuestiones que sean decla­
rables de oficio en cualquier estado y grado delproceso” (resaltado nuestro); sin embargo, no se en­
cuentra regulado en forma taxativa, ni se da mayor referencia cómo o cuándo debe aplicarse, ni bajo qué
fundamentos se puede invocar. Sexto. La casación de oficio debe ser entendida como una segunda ca­
sación excepcional, toda vez que uno de sus fundamentos radica en el inciso 4, del artículo 427 del
Código Procesal Penal; en la experiencia jurisdiccional se ha observado que los recursos de casación
excepcionales presentados por alguna de las partes de un proceso penal (Ministerio Público, Imputado,
Actor Civil, Tercero civil), se declaran inadmisibles por cuestiones estrictamente formales; es decir, por
no cumplir con disposiciones del inciso 3 del artículo 430 del Código Procesal Penal -fundamentar
respecto al punto que pretende se desarrolle como doctrina jurisprudencial-. Sétim o. Pero qué pasa, si
en efecto, la casación excepcional interpuesta -aunque defectuosa formalmente- deja ver un tema de
interés casacional para la Corte Suprema, por cumplir alguno de los fundamentos ya citados en la Que­
ja N C PP N .° 66-2009-La Libertad u otro debidamente justificado; o cuando interponen recurso de
casación ordinaria, mas no invocan o justifican correctamente conforme a la norma procesal penal -por
ejemplo el inciso 1 del artículo 430 del Código Procesal Penal- declarándose inadmisible; pero la Corte
Suprema puede advertir que sí existe la configuración de alguna de las causales del artículo 429 del ci­
tado Código. En ambos supuestos el recurso debe ser admitido para que el caso en concreto sea evalua­
do. Octavo. Es decir, el recurso de casación de oficio se presenta como una excepción a la formalidad
exigida en la norma procesal, yendo más allá, actuando en pro de los fines últimos de la casación -No-
mofilaquia, Uniformización de la Jurisprudencia, y Dikelógico [Cfr. San M artín C astro, César, De­
recho Procesal Penal, INPECCP-CENALES, Lima, Perú, 2015, p. 709]-. En el mismo sentido se pro­
nuncia Moreno Rivera [M oreno Rivera, Luis Gustavo, La Casación Penal, Ediciones Nueva Jurídica,

nom os & th e s ls
93 1 SECCIÓN V. EL RECURSO DE CASACIÓN Art. 427
Bogotá, Colombia, 2013, p. 73] señalando que: la casación oficiosa opera como excepción, en primer
lugar frente al principio de limitación y, en segundo frente a l carácter rogado del recurso /!../’ asimismo la
Corte Suprema -colombiana- tiene una inexorable obligación de “asumir el conocimiento de la casación
por vía oficiosa permitiendo la consecución de losfines señalados para el recurso \ Noveno. Así, la casación
de oficio para que sea admitida para desarrollo de doctrina jurisprudencial -inciso 4, del artículo 427
del Código Procesal Penal- o por casación ordinaria -incisos 1, 2 y 3 del artículo 427 del citado Código-,
siempre encontrará su fundamento de admisión en la concurrencia de alguna de las causales del artícu­
lo 429 del Código Procesal Penal, que denotan alguna afectación grave a garantías, o derechos consti­
tucionales de carácter procesal o material; por tanto, encuentra sus raíces en el principio general del
derecho procesal, iure novit curia -ElJuez conoce el derecho-. Décimo. Una de las características princi­
pales del recurso de casación de oficio es su discrecionalidad. Es decir, procede a exclusiva discreciona-
lidad del Tribunal Supremo -y en cualquier momento del proceso-. Lo que no está regulado taxativa­
mente en la norma procesal penal, pero ha sido interpretado por esta Corte Suprema en otras
oportunidades, por ejemplo la Casación N .° 148-2010/Moquegua [§ 1810]. La discrecionalidad, la
casación de oficio debe estar bien fundamentada; la calificación de oficio de determinado caso debe
sostenerse en la posibilidad de una grave afectación de derechos o garantías constitucionales que se
pueden haber afectado durante el proceso, que terminarían viciando la resolución arribada -se debe
amparar en alguna de las causales del artículo 429 del citado código-. La justificación, para ser correcta
como ya lo ha señalado el Tribunal Constitucional en reiterada jurisprudencia no debe ser extensa, pues
basta con ser precisa y coherente. Décimo prim ero. Ahora desarrollaremos cómo se procede con este
tipo recurso después de su admisión: Regla General.- Nuestro Código Procesal Penal regula la interpo­
sición y admisión del recurso de casación en su artículo 431, señalando: 1. Concedido el recurso de
casación, el expediente quedará diez días en la Secretaría de la Sala para que los interesados puedan
examinarlo y presentar, si lo estiman conveniente, alegatos ampliatorios. 2. Vencido el plazo, se señala­
rá día y hora para la audiencia de casación, con citación de las partes apersonadas. La audiencia se ins­
talará con la concurrencia de las partes que asistan. En todo caso, la falta de comparecencia injustificada
del Fiscal, en caso el recurso haya sido interpuesto por el Ministerio Público, o del abogado de la parte
recurrente, dará lugar a que se declare inadmisible el recurso de casación. [...]” (resaltado nuestro).
Décimo segundo. Lo resaltado precedentemente resulta de interés para establecer las particularidades
del recurso de casación de oficio. Como se advierte, pese a una calificación positiva, el recurso de casa­
ción puede devenir en inadmisible ante la inconcurrencia de la parte recurrente a la audiencia de casa­
ción. Analizado fuera del marco de la casación de oficio dicha normativa guarda sentido, pues se advier­
te que si el sujeto recurrente -supuesto agraviado- desacata una notificación de asistir a la audiencia de
casación sin mayor justificación, constituye una aceptación tácita de la sentencia u resolución inicial­
mente recurrida. Décim o tercero. La casación de oficio se promueve por interés del Tribunal Supre­
mo, que busca más allá del caso en concreto, y las limitaciones formales del recurso, un pronunciamien­
to jurídico -de estricto derecho- con dos fines principales: 1) Enriquecer la jurisprudencia y 2) Evitar
que las malas interpretaciones, ambigüedades vacíos legislativos, puedan generar la vulneración de de­
rechos o garantías constitucionales. Décimo cuarto. La regulación que brinda el Código Procesal Penal
referente a la desestimación del recurso de casación por inconcurrencia de la parte interesada en el
proceso, no concuerda y colisiona con los fines de la casación de oficio. Décimo quinto. Lo audiencia
de casación de oficio se llevará a cabo con o sin la presencia de las partes, a quienes se cita a fin que
realicen las argumentaciones que considere, siempre garantizando ampliamente el ejercicio del derecho
de defensa, pero a las cuales no puede obligárseles concurrir a una audiencia que si bien fue promovida
por alguno de ellos, fue declarada inadmisible la calificación de su recurso. Es del mismo criterio la
Corte Suprema Colombiana la cual, en su sentencia del 31 de agosto de 2003 con ponencia del magis­
trado Jorge Luis Quintero Milanés donde señaló: “ [...] el derecho a la prerrogativa que tienen los sujetos
procesales de desistir el recurso extraordinario de casación no puede impedir a la Corte, como órgano
límite de la jurisdicción ordinaria y guardiana de la Constitución Política, enmendar la irregularidades
atentatorias contra los derechos fundamentales, so pretexto de la finalización o culminación de su com­
petencia por razón del desistimiento, máxime cuando el debido proceso como máxima expresión del

♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL


Art. 427 LIBRO CUARTO: LA IMPUGNACIÓN 932

principio de legalidad se erige en garantía fundamental. Lo contrario implicaría una actitud permisiva
e inadmisible frente a una decisión injusta, sin sustento legal y, por lo mismo constitutiva una vía de
hecho [...]” . [Rodríguez C hocontá , Orlando Alfonso, Casación y Revisión Penal, evolución y garantís-
mo, Temis, Bogotá, Colombia, 2008, p. 151]. Es de notar que en la regulación de la casación oficiosa
en Colombia, no se celebra una audiencia de casación, por considerarlo innecesario [Cfr. M oreno
R ivera, Luis Gustavo, L a Casación Penal, Ediciones Nueva Jurídica, Bogotá, Colombia, 2013, p. 73].
Décimo sexto. Por tanto, la Corte Suprema emitirá un pronunciamiento de fondo haciendo un juicio
de estricto derecho en el caso concreto, que sirvan para enriquecer o cubrir espacios hasta el momento
ambiguos o que no han sido tratados, en relación al caso. Mediante la casación de oficio el Tribunal
Supremo puede pronunciarse en el fondo del caso concreto pese a la inconcurrencia de las partes, en­
contrando como límite de su pronunciamiento la garantía constitucional de la prohibición de la refor­
ma en perjuicio. Por tanto, si se trata del imputado solo se puede arribar a una absolución o a una nu­
lidad de la sentencia recurrida, nunca a una sentencia condenatoria, y si es el actor civil a fijar, mantener
o mejorar la reparación civil establecida. (Casación N .° 389-2014-San Martín, del 07-10-2015, que
estableció como doctrina jurisprudencial los ff. jj. 5 a 16, y 25 al 28. Sala Penal Permanente [EP, 02-12­
2016, Jurisprudencia, Año XXV, N .° 1030, pp. 7639-7642]. Texto completo: <bit.ly/2GjZWpK>).

§ 1803. Presupuestos de la reparación civil. Mediante recurso de casación no se podrá cuestio­


nar la reparación civil en el extremo del bien ya restituido, salvo que se trate de dinero en efectivo.
2.1. Sobre la reparación civil en elproceso penal. Décimo. El derecho a la debida motivación de las
resoluciones en el derecho penal ampara los autos y las sentencias. En ese sentido, previo a la emisión
de una sentencia penal, el desarrollo de las audiencias se concentra en el análisis de la pretensión penal
y civil de la causa que se debate, toda vez que el objeto de este proceso es doble: penal y civil -véase
Acuerdo Plenario N .° 06-2006/CJ-116, £ j. 6-; más aún si “nuestro sistema procesal penal se ha adhe­
rido a la opción de posibilitar la acumulación de la pretensión resarcitoria, de naturaleza civil, en el
proceso penal (...) [por lo que, esta] acumulación de la acción civil al proceso penal, responde sencilla­
mente a un supuesto de acumulación heterogénea de pretensiones, con fines procesales estrictos. Esta
tendencia encuentra un beneficio en el hecho de que, con el menor desgaste posible de jurisdicción, se
pueda reprimir el daño público causado por el delito y reparar el daño privado ocasionado por el mismo
hecho” -véase Acuerdo Plenario N .° 05-2011/CJ-116, f. j. 10-; por tanto, una sentencia penal deberá
pronunciarse sobre la responsabilidad penal y civil del procesado, pues solo así se estaría cumpliendo y
respetando el derecho a la debida motivación de las resoluciones penales. Décimo primero. De esta
manera, al emitirse una sentencia penal el Juzgador está obligado a pronunciarse sobre la responsabili­
dad penal del agente y su respectiva responsabilidad civil, las cuales fundamentan la imposición de una
pena y la fijación de una reparación civil, respectivamente. No obstante, resulta necesario precisar que
la responsabilidad penal y civil posee una naturaleza jurídica diferente, pese a tener un presupuesto
común que ocasiona la vulneración de un bien jurídico, el mismo que normativamente infringe una
norma penal y fácticamente ocasiona un daño a la víctima y/o perjudicado. De esta manera, resulta
prudente señalar que no toda responsabilidad penal genera una responsabilidad civil y viceversa, por lo
que, es necesario que en el caso concreto se analice las responsabilidades -penales y civiles- que concu­
rren en el acto ilícito del agente justiciable. Al respecto, corresponde precisar que la responsabilidad civil
es “como una técnica de tutela (civil) de los derechos (u otras situaciones jurídicas) que tiene por finali­
dad imponer al responsable (no necesariamente el autor) la obligación de reparar los daños que éste ha
ocasionado” -Espinoza Espinoza, Juan. Derecho de la responsabilidad civil. Lima: Editorial Rodhas,
2006, p. 42-. Décimo segundo. En ese sentido, la consecuencia jurídica de la responsabilidad civil en
nuestra normativa penal se denomina “reparación civil”, que está instaurada en el artículo 92° del Có­
digo Penal al establecer que “La reparación civil se determina conjuntamente con la pena” . La repara­
ción civil, entonces, se constituye como una de las consecuencias jurídicas del delito, que se impone
-conjuntamente con la pena- a la persona responsable de la comisión de un delito, con la finalidad de
resarcir el daño ocasionado a la víctima, en razón de restituirle al status anterior al desarrollo del suceso
delictivo, conforme lo establece el artículo 93° del Código Penal. En ese sentido, este Supremo Tribunal
entiende a la “restitución” como aquella “forma de restauración de la situación jurídica alterada por el
n o m o s & t h e s is
933 SECCIÓN V. EL RECURSO DE CASACIÓN Art. 427
delito o devolución del bien, dependiendo del caso, al legítimo poseedor o propietario” -Guillermo
Bringas, Luis Gustavo. L a reparación civil en el proceso penal. Lima: Pacífico Editores, 2011, p. 94-,
siempre que se hayan vulnerado derechos patrimoniales; asimismo, se entiende por “indemnización de
daños y perjuicios” a la forma de reestabilización de los derechos menoscabados por el delito, siempre
que “se ha vulnerado derechos no patrimoniales del perjudicado o, incluso, habiéndose realizado la
sustracción del bien” -Guillermo Bringas, Luis Gustavo. La reparación civil en el proceso penal. Lima:
Pacífico Editores, 2011, p. 100-. Décimo tercero. Asimismo, el artículo 101° del Código Penal estable­
ce que “La reparación civil se rige, además, por las disposiciones pertinentes del Código Civil”; por lo
que, se deberá analizar los artículos correspondientes a la responsabilidad civil, en el marco de la nor­
mativa civil, toda vez que “existen notas propias, finalidades y criterios de imputación distintos entre
responsabilidad penal y responsabilidad civil, aun cuando comparten un mismo presupuesto: el acto
ilícito causado por un hecho antijurídico, a partir del cual surgen las diferencias respecto de su regula­
ción jurídica y contenido entre el ilícito penal y el ilícito civil” -véase Acuerdo Plenario N.° 6-2006/
CJ-116, f. j. 7 [§ 238]-. Décimo cuarto. En ese sentido, como presupuesto para la fijación de la repa­
ración civil, corresponde analizar la existencia o no de responsabilidad civil para lo cual deberá recurrir
al desarrollo de los elementos de esta institución, que son los siguientes: a) El hecho ilícito se define
como aquella conducta humana que contraviene el orden jurídico y constituye, a su vez, delito. Esta
manera de obrar permite reconocer dos mecanismos para vulnerar la norma jurídica: 1) violación de
deberes que tienen su origen en relaciones jurídicas ya existentes entre el autor y la persona afectada, y
2) violaciones de deberes de carácter general; b) El daño ocasionado entendido como aquel perjuicio
generado a consecuencia del hecho ilícito, sea patrimonial o extrapatrimonial. El Código Civil en sus
artículos 1984° y 1985°, desarrolla los criterios que permiten establecer la existencia de daño; por lo
que, para la cuantificación de los daños patrimoniales se establece criterios como el “lucro cesante”
[aquello que ha sido o será dejado de ganar a causa del acto dañino] -Manzanares Campos, Mercedes.
Criterios para valuar el quantum indemnizatorio en la responsabilidad civil extracontractual. Lima:
Editora Jurídica Grijley, 2008, p. 43- y “daño emergente” [entendido como el perjuicio efectivo sufrido
en el patrimonio de la víctima, que ha perdido un bien o un derecho que ya estaban incorporados a ese
patrimonio] -Manzanares Campos, Mercedes. Criterios para valuar el quantum indemnizatorio en la
responsabilidad civil extracontractual. Lima: Editora Jurídica Grijley, 2008, p. 40-, mientras que para la
cuantificación de los daños extrapatrimoniales el criterio es el “daño moral” [aquel perjuicio moral que
afecta el mundo inmaterial, incorporal, de los pensamientos y de los sentimientos] -Manzanares Cam­
pos, Mercedes. Criterios para valuar el quantum indemnizatorio en la responsabilidad civil extracon­
tractual. Lima: Editora Jurídica Grijley, 2008, p. 75-, el “daño a la persona” [aquel que lesiona la inte­
gridad física del sujeto, su aspecto psicológico y/o proyecto de vida] -Manzanares Campos, Mercedes.
Criterios para valuar el quantum indemnizatorio en la responsabilidad civil extracontractual. Lima:
Editora Jurídica Grijley, 2008, p. 50-. Cabe mencionar que el “proyecto de vida” es aquel “daño de tal
magnitud que afecta, por tanto, la manera en que el sujeto ha decidido vivir, que trunca el destino de la
persona, que le hace perder el sentido mismo de su existencia” -Manzanares Campos, Mercedes. Crite­
rios para valuar el quantum indemnizatorio en la responsabilidad civil extracontractual. Análisis a partir
de la jurisprudencia. Lima: Editora Jurídica Grijley, 2008, p. 64-. En consecuencia, se entiende que el
daño es “todo menoscabo contra los intereses de los individuos en su vida de relación social, que el
Derecho ha considerado merecedores de la tutela legal” -Taboada Córdova, Lizardo. Elementos de la
Responsabilidad Civil. 3ra. Edición. Lima: Editora Jurídica Grijley, 2013, p. 39-; c) La relación de
causalidad es entendida como la relación de causa-efecto (antecedente - consecuencia) que debe existir
entre la conducta antijurídica del agente y el daño causado -Taboada Córdova, Lizardo. Elementos de la
Responsabilidad Civil. 3ra. Edición. Lima: Editora Jurídica Grijley, 2013, p. 39-; y, d) Los factores de
atribución, que consisten en considerar a alguien como responsable del hecho antijurídico, ya sea a tí­
tulo de dolo o culpa o mediante un bien riesgoso o peligroso, advirtiéndose que en este extremo se re­
fiere a institutos de naturaleza civil. 2.2. L a reparación civily el recurso de casación. Décimo quinto.
En ese sentido al ser la reparación civil una institución regulada por el proceso penal, cuyo sistema de
atribución de responsabilidad es netamente de carácter civil, ésta encuentra protección y regulación en

♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL


Art. 427 LIBRO CUARTO: LA IMPUGNACIÓN 934

todos los niveles de un proceso judicial, inclusive en la impugnación extraordinaria: recurso de casación.
Así, se tiene que el inciso tercero del artículo 427° del Código Procesal Penal señala: “(■ ••) Si la impug­
nación se refiere a la responsabilidad civil, cuando el monto fijado en la sentencia de primera o de se­
gunda instancia sea superior a cincuenta Unidades de Referencia Procesal o cuando el objeto de ^ re s­
titución no pueda ser valorado económicamente. (...)”. Décimo sexto. De la lectura del citado artículo
se desprende que el cuestionamiento de la reparación civil vía casación penal, también encuentra limi­
taciones de orden cualitativas y cuantitativas. Por ello, se precisa que la reparación civil podrá ser cues­
tionada en el extremo monetario que se imponga, o de la afectación de un bien de imposible devolu­
ción, por ejemplo: la vida; dejando de lado la parte referida al bien que se ordene restituir. Asimismo, el
monto que imponga el Juez Penal, ya sea por valor equivalente del bien o por concepto de daños y
perjuicios, debe superar las 50 U.R.P. Décimo sétimo. En ese sentido, la reparación civil comprende:
1.- el bien o su valor económico, y 2.- el pago de daños y perjuicios. Centrándonos en lo primero, al
demostrarse el daño de un bien éste deberá ser restituido por su responsable en las mismas condiciones
previas a su afectación, o en todo caso deberá pagar el valor monetario del mismo; en concreto, la de­
volución del bien o su pago. No obstante, corresponde precisar que si el bien es restituido fácticamente
o a través de su valor económico, también existe la posibilidad del pago de un monto dinerario por
concepto de daños y perjuicios. Décimo octavo. La reparación civil, como se precisó, por una cuestión
de economía procesal-judicial busca resolver dentro del proceso penal, y si así lo decide la parte perti­
nente, el cuestionamiento de carácter civil, es decir, verificar la existencia de un daño y determinar su
responsable. Ello se hace con el único fin de celeridad, mas cabe la posibilidad que se opte por una re­
solución en la Orden Jurisdiccional Civil, siendo ésta excluyente de la vía penal y viceversal. Así, se
puede afirmar que en un proceso penal se puede impugnar dos aspectos: 1.- la existencia de responsa­
bilidad civil, o 2.- el monto dinerario que se impone por concepto responsabilidad civil. Décimo nove­
no. Al impugnarse el carácter civil de una sentencia penal condenatoria, lo usual es cuestionar -recurrir-
el monto que se impone como concepto de reparación civil por considerarlo ínfimo o exorbitante. No
se busca cuestionar la calidad del bien que se ordena restituir -pues éste existe previo e independiente­
mente del proceso penal-. En ese sentido, conforme a los fundamentos jurídicos precedentes, al recurrir
vía casación penal la reparación civil, podemos afirmar que el legislador peruano ha sido claro en preci­
sar que resulta viable analizar la impugnación extraordinaria interpuesta siempre que verifique previa­
mente que se trata de un monto superior a la 50 U.R.P. o un bien no valorable económicamente, por
tanto no regula el cuestionamiento de un bien ya restituido. Vigésimo. En ese sentido, si la responsabi­
lidad civil está demostrada, prima facie se ordenará -de ser posible- la devolución del bien, sino su valor
monetario. Si el bien es restituido no se podrá discutir la calidad de este bien en un proceso penal, y solo
podrá cuestionarse el monto que se imponga por daños y perjuicios, dejando a salvo la posibilidad de
que la parte civil cuestione, en lo pertinente, la calidad del bien en un proceso judicial diferente -juris­
dicción civil-, buscando así satisfacer sus intereses legales. Vigésimo primero. Analizar la calidad y ca­
racterísticas del bien que se ordena restituir como parte de la reparación civil dentro de un proceso penal
implica un mayor bagaje probatorio, que no es competencia del Juez Penal; es decir, emitir un pronun­
ciamiento jurisdiccional referido al bien -en sí mismo discutido- resultaría ir más allá de un proceso de
determinación de responsabilidad civil, pues ello sería entrar en un proceso distinto al de la determina­
ción de su responsabilidad. Resultando ello imposible, dado que la importación de la institución de la
responsabilidad civil al proceso penal surge por estricta necesidad y en base a un principio de celeridad
con la finalidad de evitar la peregrinación de jurisdicciones; característica que no se cumplen para la
importación de alguna otra institución -por ejemplo, derechos reales-. (Casación N .° 657-2014-Cusco,
de 03-05-2016, que establece como doctrina jurisprudencial, los ff. jj. establecidos en el punto II -con­
siderandos 10 al 21-. Sala Penal Permanente [EP, 09-11-2016, Jurisprudencia, Año XXV, N.° 1028, pp.
7611-7614]. Texto completo: <bit.ly/2jWwiNU>).
§ 1804. Los autos emitidos en incidencias deben documentarse por escrito, excepto cuando
no hayan sido impugnados. Decisiones emitidas oralmente: transcripción íntegra de la decisión.
Véase la jurisprudencia del artículo 123° del Nuevo Código Procesal Penal [§ 528]. (Casación N.°

n o m o s & t h e s is
935 SECCIÓN V. EL RECURSO DE CASACIÓN ArL 427
159-2011-Huaura, del 22-05-2012, que establece como doctrina jurisprudencial vinculante el sentido
de los ff. jj. 3.11 y 3.12. Sala Penal Permanente. Texto completo: <bit.ly/2b2Gsrx>).

JURISPRUDENCIA D E LA CORTE SUPREMA .

§ 1805. El acceso a la casación es discrecional, cuando el Tribunal Supremo estime que por la
trascendencia del caso es importante fijar o aclarar una doctrina legal o jurisprudenciai. Sexto. [E]
s importante puntualizar que, en estos casos, el acceso a la casación es discrecional, cuando el Tribunal
Supremo estime que por la trascendencia del caso es importante fijar o aclarar una doctrina legal o
jurisprudencial. Así las cosas, no es razonable pedir que se examine una institución procesal en todas sus
notas características, más aún si sobre el particular, desde la doctrina de las medidas de coerción perso­
nal, se tienen reconocidos sus presupuestos, requisitos y condiciones. Es importante enfatizar que todo
aquello referido a la apreciación de los denominados “actos de aportación de hechos” para determinar
la cuestión de hecho, (l.°) el jum us comissi delicti (razonable atribución del hecho punible) en este caso,
para estimarlo acreditado no integra los poderes de revisión del Tribunal de Casación, más allá de fijar
en casos excepcionales por las características de una concreta figura delictiva, el estándar de juicio (sos­
pecha grave o vehemente), ya expuestos con reiteración como pauta hermenéutica, y si de modo patente
los materiales de investigación no se presentan -grueso error de valoración del material investigativo-.
De igual manera, es de resaltar que (2.°) los motivos de prisión preventiva (gravedad del hecho atribuido
y peligrosismo procesal) deben estar presentes y analizarse debidamente desde perspectivas concretas en
el asunto en examen -esta sospecha, acerca del cumplimiento de los presupuestos materiales, tiene un
carácter dinámico y no estático, de suerte que a medida que la causa avance es más exigente-. Nada de
lo expuesto es nuevo ni merece una insistencia particular, tampoco ha sido palmariamente rechazado u
obviado en el auto recurrido. Séptimo. Que, asimismo, el artículo 274 CPP no puede interpretarse al
margen de las exigencias de toda medida de coerción personal (artículo 253 del CPP): presupuestos ma­
teriales, presupuestos formales y, antes, respeto de los principios de proporcionalidad y de intervención
indiciaría. La prisión preventiva, como es conocido, solo cumple una función procesal, no de carácter
preventivo especial o general. La prolongación, en sentido propio, tiene dos presupuestos circunscriptos
o específicos, sin perjuicio de entender que los generales de toda prisión preventiva tienen que subsistir
-solo hará falta una motivación sobre aquéllos si se han actuado nuevos actos de investigación que me­
recen una reevaluación de los puntos que pueden estar en cuestión-: (i) la dificultad del proceso, que se
deriva de las necesidades de esclarecimiento, de las peticiones de las partes, miradas en su conjunto, e
incluso atendiendo a las características del propio órgano de investigación (carga procesal, complejidad
de actos instructorios concretos, disponibilidad de medios logísticos y personales, aunque apreciados
desde una perspectiva de debida diligencia del investigador); y, (ii) subsistencia de los riesgos de fuga o
de obstaculización, desde una perspectiva de permanencia más honda o profunda de la probabilidad de
que el imputado, en caso de permanecer en libertad, se sustraiga a la acción de la justicia o realice actos
de obstrucción de los medios de investigación o de prueba, todo deducido de las circunstancias del caso
concreto, el interés y posibilidades que tiene el imputado de alejarse o de frustrar la recolección de los
materiales de instrucción o de prueba. El presente caso, sin duda, es complejo y requiere numerosos
actos de investigación -incluso los periciales-. Sobre los riesgos de fuga o de obstaculización, no es del
caso insistir, en el caso concreto, en su apreciación. No cabe aceptar el conocimiento del recurso de ca­
sación que se solicita. (Casación N.° 1063-2016-Lima, de 17-02-2017, ff. jj. 6 y 7. Primera Sala Penal
Transitoria. Texto completo: <bit.ly/2FICwwV>).

§ 1806. Interés casacional. Sexto. [Como] este Supremo Tribunal ya estableció, en los supuestos de
la llamada ‘casación excepcional5cabe exigir que el impugnante consigne adicional y puntualmente las
razones que justifican el desarrollo de la doctrina jurisprudencial que pretende. La valoración que ha de
realizar la Sala de casación, más allá de su carácter discrecional -artículo 427, apartado 4, del NCPP-, ha
de circunscribirse a la presencia de un verdadero interés casacional; esto es: (i) unificación de interpre­
taciones contradictorias -jurisprudencia contradictoria entre diversos órganos jurisdiccionales-, afirma­
ción de la existencia de una línea jurisprudencial o de jurisprudencia vinculante de la máxima instancia

♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL


Art. 427 LIBRO CUARTO: LA IMPUGNACIÓN 936

judicial frente a decisiones contrapuestas con ella expedidas por tribunales inferiores, o definición de un
sentido interpretativo a una norma reciente o escasamente invocada pero de especiales connotaciones
jurídicas, así como (ii) la exigencia ineludible, por sus características generales, más allá del interés del
recurrente -defensa del ius constitutionis-, de obtener una interpretación correcta de específicas normas
de derecho penal y procesal penal. [...] (Queja N .° 66-2009-La Libertad, de 12-02-2010, £ j. 6. Sala
Penal Permanente. Texto completo: <bit.ly/2cmT7pG>).
§ 1807. La casación penal. Tercero. [El] recurso de casación por su propia naturaleza no constituye
una nueva instancia y es de cognición limitada, concentrado en la questio iuris. Por lo demás, la deno­
minada “casación formal o por quebrantamiento de forma” está centrada en revisar si el órgano juris­
diccional cumplió o no con las normas jurídicas que rigen el procedimiento, o la estructura y ámbito
de las resoluciones que emitan en función a la pretensión y resistencia de las partes. [...] (Casación N.°
01-2007-Huaura, del 26-07-2007, f. j. 3. Sala Penal Permanente. Texto completo: <bit.ly/2cUloD4>).
§ 1808. Inadmisibilidad del recurso de casación por incumplimiento del presupuesto procesal
objetivo. Tercero. Que, sin embargo, el apartado dos, inciso a) del citado artículo 427° del nuevo Có­
digo Procesal Penal, estatuye que en las resoluciones como la presente se requiere para la viabilidad del
recurso de casación que el delito imputado más grave tenga señalado en la ley, en su extremo mínimo,
una pena privativa de libertad mayor de seis años; que el delito más grave objeto del presente proceso
penal [...] es el de hurto agravado, que está conminado con pena privativa de libertad no menor de tres
ni mayor de seis años -artículo ciento ochenta y seis del Código Penal-; que en consecuencia, el delito
incriminado no alcanza el criterio summapoena estatuido en la norma procesal, por lo que la resolución
impugnada no cumple el presupuesto procesal objetivo que habilita el recurso de casación, siendo de
aplicación el literal c) del apartado uno del artículo cuatrocientos veintiocho del Código Procesal Penal
[...]. (Casación N .° 04-2007-Huaura (Auto), del 14-08-2007, £ j. 3. Sala Penal Permanente. Texto
completo: <bit.ly/2cznuMf>).
§ 1809. El auto que resuelve la solicitud de tutela de derechos no extingue el procedimiento
penal, por lo tanto es un objeto impugnable no recurrible en casación. Tercero. Observamos que el
recurso de casación incide sobre un objeto impugnable no recurrible en casación; al respecto, el artículo
427°, apartado 1 del N C PP expresa que el recurso de casación procede, entre otros, contra los autos
que pongan fin al procedimiento o extingan la acción penal o pena. En el presente caso la resolución
que motivó la impugnación del Fiscal Adjunto Superior recayó sobre una Audiencia de Tutela, decisión
que por su propia naturaleza no extingue el procedimiento penal [...]. (Casación N .° 99-2010-Ama-
zonas, del 17-02-2011, f. j. 3. Sala Penal Permanente. Texto completo: Casaciones y Acuerdos, p. 273
<bit.ly/2Ipafcx>).
§ 1810. Procedencia de la casación oficiosa. Tercero. Que, en ese sentido, surge con nitidez que la
casación oficiosa no sólo procede cuando la sentencia de segunda instancia se dicta en un juicio viciado
de nulidad, sino también cuando la exigencia de desarrollo de doctrina jurisprudencial busca definir
contornos más o menos precisos del ámbito de vigencia y aplicación de las normas jurídicas penales,
para de ese modo poder darles un sentido determinado que pueda fijar criterios adecuados para su
aplicación, en ese sentido, no existe ningún problema o dificultad para aceptar pacíficamente la legiti­
midad y utilidad de poder viabilizar un pronunciamiento en sede casacional respecto de una causal no
invocada y no declarada Bien Concedida en el Auto de Calificación de Casación, eso sí, entendiendo
que esta forma de proceder es excepcional, conforme se fundamentó en el primer considerando. Por tal,
en el presente caso, este Supremo Tribunal se pronunciará de manera oficiosa sobre la interpretación de
los artículos ciento setenta y ciento setenta y tres, inciso tercero, del Código Penal, buscando afianzar
doctrina jurisprudencial respecto a la interpretación de los preceptos jurídicos antes mencionados, se
apertura entonces la causal contenida en el artículo 429, inciso 3, referido a la errónea interpretación
de la ley penal. Además, se absolverá el grado respecto a las causales declaradas Bien Concedidos en el
Auto de Calificación de fecha 10 de marzo de 2011, esto es, sobre la inobservancia de garantía consti­
tucional de carácter material -presunción de inocencia y debido proceso- y sobre la falta de logicidad en

n o m o s & t h e s is
937 SECCIÓN \£ EL RECURSO DE CASACIÓN Art. 427
la motivación. (Casación N.° 148-2010-Moquegua, del 03-07-2012, £ j. 3. Sala Penal Permanente [EP,
20-06-2013, Jurisprudencia, Año XXII, N.° 942, pp. 6918-6920]. Texto completo: <bit.ly/2tuvtCE>).
§ 1811. Fijación arbitraria de la reparación civil. Corresponde realizar nuevamente audiencia
de juicio oral sobre este extremo. Vigésimo noveno. [...] [Se] fijó arbitrariamente la reparación civil
en 100 mil nuevos soles, pues no se explica cómo se llega a ese monto, cuál es la prueba que lo sustenta,
qué tipo de daño comprende el monto, ni los factores relevantes para llegar a él, solo señala que es pro­
bable que la Empresa tenga un seguro, lo que es una motivación aparente y es solo un intentó dar un
cumplimiento formal al mandato de motivación [...]. [...] Trigésimo primero. [...] [También se] señala
que según las guías de remisión, facturas y relación de bienes faltantes existe una pérdida aproximada de
242.810.83 nuevos soles (entre bienes y dinero en efectivo), pero no indica en qué medios probatorios,
testimonios, pericias o documentos se basan, dónde se encuentran registrados, ni hacen un balance que
permita con certeza entender al justiciable que efectivamente se han sustraídos tales bienes y sus mon­
tos. En este caso estamos ante una falta absoluta de prueba y, por lo tanto, motivación sobre este aspec­
to. Trigésimo segundo. Además, luego suma este supuesto faltante a los 100 mil nuevos soles que fijó en
primera instancia el juzgado, quedando la reparación civil en la suma de 342.810.83 nuevos soles, sin
explicar qué monto corresponde a lucro cesante y cuál a daño emergente, lo cual también debe seguir
las reglas de razonabilidad y del artículo 1332 del Código Civil que señala que si el resarcimiento del
daño no pudiera ser probado en su monto preciso, deberá fijarlo el juez con valoración equitativa. [...]
Trigésimo cuarto. Es claro que existen graves afectaciones al derecho a la motivación de las resoluciones
judiciales en el extremo de la reparación civil, lo que obliga a un nuevo pronunciamiento de primera y
segunda instancia, debiendo precisarse que el monto de 100 mil nuevos soles de primera instancia fue
impugnado por [los] procesados [...]. Entonces, corresponde realizar nuevamente la audiencia de juicio
oral de primera instancia, sobre el extremo de la reparación civil, puesto que la estimación del recurso
de casación solo trae consigo un juicio rescindente -inciso 1 del artículo 433 del Código Procesal Penal-
(Casación N.° 694-2014-La Libertad, del 29-03-2016, ff. jj. 29, 31, 32 y 34. Sala Penal Permanente.
Texto completo: <bit.ly/2bNvBDE>).

§ 1812. El recurso de casación no constituye una nueva instancia. Tercero. [...] [El] recurso de
casación por su propia naturaleza no constituye una nueva instancia y es de cognición limitada, pues
debe formularse a partir del supuesto de hecho establecido en la sentencia, a efectos de examinar si el
caso se resolvió de acuerdo a la ley sustantiva aplicable, mas no para revisar la solución del problema
probatorio que antecedió al juicio de culpabilidad establecido en la sentencia, ya que esta cuestión ata­
ñe a lo que es la valoración de la prueba ajena al recurso de casación; es decir, la eliminación del error
judicial en puridad no se hace por efecto de una nueva valoración de la prueba. (Casación N .° 73-2011-
Puno, del 19-04-2012, f. j. 3. Sala Penal Permanente. Texto completo: <bit.ly/29JijHB>).
§ 1813. Corrección de error judicial en ejercicio de la facultad casatoria de la Corte Suprema.
Aplicación del principio de celeridad y economía procesal. Cuarto. [Es] principio constitucional la
“duda favorable al reo”, la cual es generada luego de que efectuadas una actividad probatoria tendente a
acreditar la responsabilidad penal del procesado, ésta no logra crear certeza ni convicción en el jugador
sobre ella, conduciendo aquí esta situación sea favorable al reo; en ese sentido, de autos se advierte que
si bien al procesado [...] no se le ha concedido al Recurso de Nulidad pese a que conforme se desprende
de las copias anexas en el cuadernillo de Recurso de Nulidad, éste fundamentó en tiempo oportuno
su medio impugnatorio la cual no fue tomada en cuenta, sin embargo en aplicación del principio de
celeridad y economía procesal y sustentado además en la facultad casatoria la Corte Suprema, nos irro­
gamos la potestad de analizar su situación jurídica en esta instancia [...]. (R. N. N.° 733-2004-Ucayali,
de 16-07-2004, £ j. 4. Sala Penal Transitoria. Texto completo: <bit.ly/2CyBD6E>).

§ 1814. El recurrente debe fundamentar debidamente por qué su planteamiento merece desa­
rrollo jurisprudencial, debiendo remitirse exclusivamente a cuestiones de derecho. 3.1. Respecto
del primer aspecto del planteamiento, el pedido se desarrolla sobre la base de una serie de consideracio­
nes en torno a la valoración efectuada por la Sala Superior, los que dieron motivo a que se emitiera la

♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL


Art. 428 LIBRO CUARTO: LA IMPUGNACIÓN 938

resolución que confirmó la condena de primera instancia. Sentencia en que se pronunciaron respecto
de las actas que fueron obtenidas con las garantías de ley (presencia del señor fiscal); en tal sentido, lo
que busca el recurrente, en puridad, es el reexamen de tales medios probatorios. En cuanto al cuestiona-
miento del tipo penal aplicado, el sentenciado tuvo garantizado su derecho para observar el tipo penal
que hoy indica está erróneamente encuadrado, por cuanto fue objeto de devolución de la acusación en
la etapa intermedia (control de acusación) hasta en cuatro ocasiones [...] e incluso el señor fiscal precisó
el párrafo en que encuadraba el hecho [...]; en tal sentido, el recurso debe ser desestimado, dado que
se parte del respeto a los hechos probados, los cuales son inalterables y que por medio de esta vía no es
posible modificar el bagaje probatorio del factum, ni el tipo penal imputado. 3.2. Asimismo, respecto
del segundo aspecto, excepcionalmente, será procedente el recurso de casación en casos distintos de
los mencionados en los incisos primero al tercero, del artículo 427 del Nuevo Código Procesal Penal,
cuando la Sala Penal de la Corte Suprema, discrecionalmente, lo considere necesario para el desarrollo
de la doctrina jurisprudencial; efectivamente, el Supremo Tribunal, puede decidir si la materia impug­
nada detenta interés casacional o no, ello con la única finalidad de fomentar el desarrollo de la doctrina
jurisprudencial. El inciso cuatro, del artículo 427, del Código Procesal Penal, solo permite superar las
exigencias concernientes al tipo de resolución recurrible (acto casable) y al presupuesto objetivo de
la “summa poena” (gravamen), enarbolando la necesidad de desarrollar la doctrina jurisprudencial. El
sentenciado pretende el desarrollo del criterio judicial respecto del principio del reparto de roles por
contravención con el principio acusatorio, así como al principio de tercero imparcial como órgano ju­
risdiccional; y cuyo argumento es que existe una errónea calificación jurídica de los hechos postulados y
que los jueces lejos de pronunciarse sobre tales cuestiones, confirmaron la sentencia impugnada, además
su pedido radica en que se establezcan parámetros para que los órganos jurisdiccionales eviten obligar al
titular de la acción penal directa o tácitamente a que haga requerimientos no impulsados por iniciativa
propia, como parte de la relación procesal; sin embargo, tales planteamientos no han sido sustentados y
no se justificó por qué dichos principios han de merecer desarrollo de la doctrina jurisprudencial como
pretende, más aún que se limita a realizar cuestionamientos sin mayor análisis, por lo que no cabe esti­
mar el recurso de casación interpuesto, puesto que este debe estar circunscrito a puntuales cuestiones de
derecho. (Casación N .° 359-2015-San Martín, del 06-11-2015, ff. jj. 3.1 y 3.2. Sala Penal Transitoria.
Texto completo: <bit.ly/2Cl3KGa>).
§ 1815. Sala de Apelaciones debe constatar existencia de fundamentos que permitan deter­
minar si una problemática es de interés para el desarrollo de doctrina jurisprudencial. Véase la
jurisprudencia del artículo 430° del Nuevo Código Procesal Penal [§ 1840]. (Queja N .° 257-2016-NC-
PP-Lambayeque, del 12-07-2016, f. j. 6. Sala Penal Permanente. Texto completo: <bit.ly/2EvWebT>).

Artículo 428: Desestimación

1. La Sala Penal de la Corte Suprema declarará la inadmísibilidad del recurso de casación cuando:
a) no se cumplen los requisitos y causales previstos en los artículos 405 y 429;
b) se hubiere interpuesto por motivos distintos a los enumerados en el Código;
c) se refiere a resoluciones no impugnables en casación; yf
d) el recurrente hubiera consentido previamente la resolución adversa de primera instancia, si ésta
fuere confirmada por la resolución objeto del recurso; o, si invoca violaciones de la Ley que no hayan sido
deducidas en Eos fundamentos de su recurso de apelación.
2. También declarará la inadmisibilidad del recurso cuando:
a) carezca manifiestamente de fundamento;
b) se hubieren desestimado en el fondo otros recursos sustancialmente iguales y el recurrente no da
argumentos suficientes para que se modifique el criterio o doctrina jurisprudencial ya establecida.
3. En estos casos la inadmisibilidad del recurso podrá afectar a todos los motivos aducidos o referirse
solamente a alguno de ellos.

n o m o s & t h e s is
939 SECCIÓN V. EL RECURSO DE CASACIÓN Art. 428
DOCTRINA JURISPRUDENCIAL VINCULANTE DE LA CORTE SUPREMA

§ 1816. Presupuestos de la reparación civil. Mediante recurso de casación no se podrá cuestio­


nar la reparación civil en el extremo del bien ya restituido, salvo que se trate de dinero en efectivo.
Véase la jurisprudencia del artículo 427° del Nuevo Código Procesal Penal [§ 1803]. (Casación N.°
657-2014-Cusco, de 03-05-2016, que establece como doctrina jurisprudencial, los ff. jj. establecidos
en el punto II -considerandos 10 al 21-. Sala Penal Permanente [EP, 09-11-2016, Jurisprudencia, Año
XXV, N.° 1028, pp. 7611-7614]. Texto completo: <bit.ly/2jWwiNU>).

JURISPRUDENCIA DE LA CORTE SUPREMA

§ 1817. Inadmisibilidad: incumplimiento de presupuesto procesal objetivo (art. 428.l.c). Ter­


cero. Que, sin embargo, desde el presupuesto procesal objetivo del recurso de casación, se tiene que el
apartado dos, literal b), del artículo cuatrocientos veintisiete del nuevo Código Procesal Penal, dispone
que las sentencias son recurribles en casación siempre que el delito más grave, en su extremo mínimo,
tenga señalado en la Ley una pena privativa de libertad mayor de seis años; que el artículo trescientos
ochenta y siete del Código Penal, modificado por la Ley N.° 26198, establece para el peculado doloso
pena privativa de libertad no menor de dos años ni mayor de ocho años, que, por consiguiente, como
el extremo mínimo de dicho tipo legal no supera los seis años de pena privativa de libertad, dicha sen­
tencia no es susceptible de recurso de casación [...]. (Casación N .° 07-2007-Huaura, del 14-09-2007, £
j. 3. Sala Penal Permanente. Texto completo: <bit.ly/2bLWKXO>).
§ 1818. Inadmisibilidad: incumplimiento de presupuesto procesal objetivo (art. 428.l.c). Sé­
tim o. Que, como se abrió instrucción por delito de homicidio calificado y se acusó por ese delito, en
tanto que el Tribunal de Apelaciones realizó un juicio de desvinculación -que es constitucionalmente
aceptable- siempre y cuando: a) el delito materia de condena importa la vulneración de un tipo penal
homogéneo o que pertenezca al mismo grupo delictivo, y sea menos grave que aquél, como sucede
entre el delito de homicidio calificado y lesiones graves seguidas de muerte; y, b) la distinta tipificación
no impida el eficaz ejercicio de la defensa del acusado; último requisito este que vinculado al principio
acusatorio, exige que la defensa haya contemplado en su estrategia defensiva esa posibilidad [...]. Que,
en consecuencia, el reproche que se formula no tiene entidad casacional, esto es, no se cumple el presu­
puesto procesal objetivo que habilita el recurso objeto de grado [...]. (Casación N.° 07-2007-Huaura,
del 14-09-2007, f. j. 7. Sala Penal Permanente. Texto completo: <bit.ly/2bLWKXO>).
§ 1819. No existe violación a la obligación de motivar cuando se denuncia genéricamente
su incorrección porque no se está de acuerdo con sus conclusiones. Cuarto. [La] garantía de mo­
tivación se vulnera cuando se trata de (i) motivación omisiva, (ii) motivación vaga, (iii) motivación
incompleta -falta de explicación en ámbitos esenciales del juicio histórico o jurídico-, (iv) motivación
dubitativa, o (v) motivación ilógica -desde sus inferencias probatorias-; no cuando se denuncie gené­
ricamente su incorrección porque no se está de acuerdo con sus conclusiones. La sentencia de vista
respondió los agravios del recurso de apelación y su motivación es razonable, no arbitraria. [...] (Ca­
sación N.° 1494-2017-Huancavelica, del 23-02-2018, £ j. 4. Sala Penal Permanente. Texto completo:
<bit.ly/2NwpiE8>).
§ 1820. La calificación de un delito en un proceso penal, como la eventual desvinculación del
mismo en la sentencia, es producto de la evaluación de la prueba actuada. No siendo el recurso
de casación una tercera instancia, no procede solicitar vía este recurso, tal desvinculación. 5. [...]
Pretensión concreta: Solicita se le imponga pena por hurto agravado con el carácter de suspendida;
petición que sustenta en una desvinculación con el tipo penal por el cual fue investigado y condenado,
todo esto en base a una nueva evaluación de las pruebas actuadas, que no resulta atendible por esta vía;
en consecuencia corresponde aplicar el literal a) del inciso uno del artículo 428 del Código Procesal
Penal, declarando inadmisible el recurso por no haberse cumplido con los requisitos previstos en el artí­
culo 405 del Código Procesal Penal [...]. (Casación N .° 618-2016-Sullana, del 20-01-2017, £ j. 5. Auto
de Calificación de Recurso de Casación. Sala Penal Permanente. Texto completo: <bit.ly/2FrlYrD>).

♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL


AH 429 LIBRO CUARTO: LA IMPUGNACIÓN 940

Artículo 429: Causales: Son causales para interponer recurso de casación

1. Si la sentencia o auto han sido expedidos con inobservancia de algunas de las garantías constitucio­
nales de carácter procesal o material, o con una indebida o errónea aplicación de dichas garantías.
2. Si la sentencia o auto incurre o deriva de una inobservancia de las normas legales de carácter proce­
sal sancionadas con la nulidad.
3. Si la sentencia o auto importa una indebida aplicación, una errónea interpretación o una falta de
aplicación de la Ley penal o de otras normas jurídicas necesarias para su aplicación.
4. Si la sentencia o auto ha sido expedido con falta o manifiesta ilogicidad de la motivación, cuando el
vicio resulte de su propio tenor.
5. Si la sentencia o auto se aparta de la doctrina jurisprudencial establecida por la Corte Suprema o, en
su caso, por el Tribunal Constitucional.

DOCTRINA JURISPRUDENCIAL VINCULANTE DE LA CORTE SUPREMA

§ 1821. El principio acusatorio y la garantía de congruencia. El principio tantum apellatum


quantum devolutum . La vulneración al principio de congruencia reviste un interés casacional.
La autoridad jurisdiccional que conoce un medio impugnatorio debe circunscribirse a los agra­
vios aducidos por las partes. Véase la jurisprudencia del artículo 409° del Nuevo Código Procesal
Penal [§ 1676]. (Casación N.° 215-2011-Arequipa, del 12-06-2012, que estableció como doctrina
jurisprudencial que la autoridad jurisdiccional que conoce un medio impugnatorio debe circunscribirse
a los agravios aducidos por las partes, en su recurso impugnatorio presentado, de conformidad con lo
establecido en el numeral 1 del artículo 409° CPP. Sala Penal Permanente [EP, 01-04-2013, Jurispru­
dencia, Año XXII, N .° 938, pp. 6899-6900]. Texto completo: <bit.ly/lqM0xrb>).
§ 1822. Reforma peyorativa producto de nulidad anterior. No se puede imponer una pena
mayor a la impuesta en la sentencia anulada cuando dicha nulidad fue otorgado en virtud de un
cuestionamiento interpuesto por la defensa. Véase la jurisprudencia del artículo 426° del Nuevo Có­
digo Procesal Penal [§ 1796]. (Casación N.° 822-2014-Amazonas, de 18-05-2016, que establece como
doctrina jurisprudencial vinculante lo señalado en los íf. jj. 2 al 21. Sala Penal Permanente [EP, 08-10­
2016, Jurisprudencia, Año XXV, N .° 1026, pp. 7579-7582]. Texto completo: <bit.ly/2eXxc82>).
§ 1823. Competencia y límites del Tribunal Revisor, cuando interviene en segunda y definitiva
instancia. Tribunal revisor puede variar la calificación jurídica realizada respecto de los hechos en
primera instancia y no invocada por las partes. Véase la jurisprudencia del artículo 409° del Nuevo
Código Procesal Penal [§ 1677]. (Casación N.° 430-2015-Lima, de 28-06-2016, que establece como
doctrina jurisprudencial los ff. jj. 18 al 22, particularmente el 22. Sala Penal Transitoria [EP, 26-07­
2016, Jurisprudencia, Año XXV, N .° 1018, pp. 7503-7508]. Texto completo: <bit.ly/2GjTGOM>).
§ 1824. El derecho a la debida motivación de las resoluciones importa que los órganos judi­
ciales expresen las razones o justificaciones objetivas que sustentan una determinada decisión.
Véase la jurisprudencia del artículo 123° del Nuevo Código Procesal Penal [§ 527]. (Casación N .°
401-2016-Moquegua, de 15-09-2017, £ j. 1. Primera Sala Penal Transitoria [EP, 28-09-2017, Jurispru­
dencia, Año XXVI, N .° 1054, p. 7871]. Texto completo: <bit.ly/2plK0Rq>).

JURISPRUDENCIA D E LA CORTE SUPREMA

§ 1825. Apartamiento de doctrina jurisprudencial. 2.4. La casación jurisprudencial [cfr. artículo


429, numeral 5, del Código Procesal Penal de 2004] resulta atendible basta en tres supuestos, cuando
los órganos jurisdiccionales penales diferentes a la Corte Suprema: 2.4.1. Se apartan de un criterio
jurisprudencial vinculante o de ineludible observancia, de conformidad con lo establecido en el se­
gundo párrafo del artículo 22 de la Ley Orgánica del Poder Judicial, esto es, al decidir, expresamente,

n o m o s & t h e s is
941 SECCIÓN V . EL RECURSO DE CASACIÓN

no seguir el criterio jurisprudencial supremo vinculante que sea de aplicación al caso que resuelven,
justificando su decisión de apartamiento, precisando sus razones (apartamiento expreso de doctrina
jurisprudencial); 2.4.2. Soslayan la aplicación del referido criterio a pesar de que resulta ser de aplica­
ción al caso que resuelven, por desconocimiento o deliberadamente, sin hacer alusión alguna al mismo
en la resolución que expiden (apartamiento presunto de doctrina jurisprudencial); y 2.4.3. Aparen­
temente cumplen con aplicar el criterio jurisprudencial vinculante o de ineludible observancia, que
resulta ser de aplicación al caso que resuelven; no obstante, no lo hacen rigurosa, adecuada o acabada­
mente, lo cual repercute significativamente en la solución del caso que deciden (apartamiento material
de doctrina jurisprudencial). (Casación N .° 344-2017-Cajamarca, de 04-12-2017, £ j. 2.4. Sala Penal
Permanente. Texto completo: <bit.ly/2GDJHno>).
§ 1826. Criterios para resolver una antinomia jurídica entre una sentencia casatoria y un acuer­
do plenario. Segundo. [...]. 2. La antinomia existente la Sentencia de la Sala Constitucional y Social
Permanente [...], de fecha 9 de febrero de 2017 (Consulta N.° 19578-2016/E1 Santa [§ 717]) y el
Acuerdo Plenario de las Salas de lo Penal de este Supremo Tribunal N.° 4-2016/CIJ-l 16 [§ 717],
publicado el 17 de octubre de 2017, debe resolverse en función a tres criterios: i) especialidad -criterio
cualitativo vinculado a la rama del Derecho en la que se inserta el precepto legal examinado-, ii) mo­
mento de expedición de las sentencias del Tribunal Supremo en oposición -criterio de temporalidad,
iii) técnica de resolución de conflictos normativos, específicos del Derecho penal, en el que se ubica el
precepto examinado -regla jurídica específica, propia del Derecho penal. Tercero. En el presente caso,
los tres criterios indicados permiten afirmar la aplicación del Acuerdo Plenario de las Salas de lo Penal
de este Supremo Tribunal N.° 4-2016/CIJ-l 16, publicado el 17 de octubre de 2017. En consecuencia,
esta es la doctrina jurisprudencial que debe primar. (Casación N .° 214-2018-E1 Santa, del 08-11-2018,
ff. jj. 2 y 3. Sala Penal Permanente. Texto completo: <bit.ly/2H30sM3>).
§ 1827. Análisis de ilogicidad en la motivación en los delitos de actos contra el pudor. La
motivación ilógica está conectada con la valoración de las pruebas lícitamente incorporadas al
proceso. Cuarto. [E]l motivo de casación previsto en el inciso 4) del artículo 429 del Código Procesal
Penal, tiene como enunciado normativo el siguiente: “Si la sentencia o auto ha sido expedido con falta
o manifiesta ilogicidad de la motivación, cuando el vicio resulte de su propio tenor \ Este enunciado con­
templa dos hipótesis: (i) falta de motivación, y (ii) manifiesta ilogicidad de la motivación. En ambos
supuestos, el vicio debe resultar del propio tenor de la resolución, lo que desde luego obvia un análisis
de las actuaciones judiciales -del resultado probatorio- para confrontarlo con la resolución emitida; y,
por consiguiente, delimita el examen casacional a la propia resolución de vista. Este es el supuesto típico
de “juicio sobre el juicio”. El derecho a la motivación exige que el juez tenga en cuenta las alegaciones
de las partes y las pruebas practicadas, lo que supone que dicte un fallo congruente con esas alegacio­
nes, razonándolo debidamente con las pruebas practicadas y con el ordenamiento jurídico. Entraña el
cumplimiento de dos elementos: congruencia -coherencia perfecta entre las alegaciones de las partes y
las respuestas del juez- y razonabilidad -el juez debe exponer los motivos por los que se inclina a favor
de acoger o no una petición, ciñéndose a las pruebas del proceso- [Nieva Fenoll, Jordi: Derecho Procesal
/ - Introducción, Editorial Marcial Pons, Madrid, 2014, página 156]. A continuación se expresarán
los ámbitos de cada hipótesis normativa, que por cierto tienen un contenido propio -desde el proceso
penal nacional-, no necesariamente conforme con lo que en su día, con equívoca amplitud y exceso
competencial expuso el Tribunal Constitucional en la STC N.° 728-2008-PHC/TC [§ 540], de 13 de
octubre de 2008. Quinto. Que la falta de motivación está referida no solo: 1. A la ausencia absoluta
de análisis, probatorio y jurídico penal, en la resolución judicial, esto es, a la carencia formal de un ele­
mento estructural de la resolución -motivación inexistente- (muy excepcional, por cierto). También está
relacionada 2. A la motivación incompleta o insuficiente, que comprende la falta de examen respecto
de (i) aspectos centrales o trascendentes del objeto del debate -puntos relevantes objeto de acusación
y defensa, esto es, pretensiones en sentido propio y no meras alegaciones que apoyen una pretensión
(STSE de quince de marzo de dos mil doce)-; (ii) de pruebas esenciales o decisivas para su definición y
entidad -sin las cuales pierde sentido la actividad probatoria, y las postulaciones y alegaciones de las par-

♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL


Alt 429 LIBRO CUARTO: LA IMPUGNACIÓN 942

tes procesales-, (iii) de la calificación de los hechos en el tipo legal -tipicidad- y de las demás categorías
del delito relevantes, de la intervención delictiva, de las circunstancias eximentes o modificativas de la
responsabilidad en caso de haber concurrido, y (iv) de la medición de la pena y fijación de la reparación
civil cuando correspondiera. Asimismo, está concernida 3. A la motivación aparente, que es aquella que
incorpora razonamientos impertinentes sobre los puntos materia de imputación o de descargo (objeto
del debate), o que introduce razonamientos vagos, genéricos o imprecisos, al punto que no explique la
causa de su convicción. Este apartado, sin duda, igualmente, comprende 4. Aquellas sentencias que dan
lugar a una imposibilidad de subsunción por inexistencia de la premisa mayor. Esto es así (i) cuando el
detalle de los hechos y sus circunstancias, gramaticalmente, resulte incomprensible; (ii) cuando por la
omisión de datos o circunstancias importantes, esto es, extremos capitales o fundamentales del relato
fáctico -según el objeto del debate-, no es posible conocer la verdad de lo acontecido, qué fue lo que
sucedió; y, (iii) cuando el detalle de los hechos se describa en términos dubitativos o ambiguos. Sobre
el particular, es posible sostener, al amparo de la jurisprudencia española, que tal ilicitud se producirá
cuando “...en el contexto del hecho probado se produzca la existencia de imprecisión bien por el empleo
de términos o frases ininteligibles, bien por omisiones que hagan incomprensible el relato, o por el em­
pleo de juicios dubitativos, por la absoluta carencia de supuesto fáctico o por la mera descripción de la
resultante probatorio sin expresión por el juzgador de lo que considera probado” (STSE de 5 de febrero
de 2014). Sexto. Que la motivación ilógica está conectada con la valoración de las pruebas lícitamente
incorporadas al proceso (artículo 393, numeral 1, del Codigo Procesal Penal); solo estas se pueden uti­
lizar como fundamento de la decisión. La valoración probatoria exige el respeto de las reglas de la lógica
-se incluye, las máximas de la experiencia y las leyes científicas- (articulo 393, numeral 2, del citado
Código). La razonabilidad del juicio del juez descansa, ya no en la interpretación (acto de traslación) de
las pruebas o en su selección bajo la regla epistémica de relevancia, sino en la corrección de la inferencia
aplicada. El enlace entre el elemento de prueba extraído del medio de prueba que da lugar a la conclu­
sión probatoria -que es el dato precisado de acreditar- debe estar conforme con las regías de la lógica,
las máximas de la experiencia o las leyes o conocimientos científicos. Si se escoge una regla lógica, una
máxima de la experiencia o una ley científica equivocada o impertinente, es decir, que no corresponde
-incluso si no se incorpora una de esas reglas-; si se escoge una de éstas demasiado genérica o amplia
para definir el caso concreto; o si se la aplica incorrecta o equivocadamente; en estos casos, la inferencia
resultante será equivocada. Se requiere que el análisis que proyecta el juicio de inferencia en función a
las pruebas -datos objetivos acreditados- excluya la arbitrariedad como consecuencia de la vulneración
de las reglas del criterio humano. Séptim o. Que, en todo caso, corresponde al impugnante aportar los
elementos que pongan de relieve la falta de lógica y racionalidad del juicio en relación con los datos
objetivos acreditados (STSE de 31 de mayo de 1999). Si el recurrente busca, además, la sustitución de
la decisión por el propio Tribunal Supremo -en tanto que la regla es el respeto de los hechos declarados
probados en la instancia-, se requerirá que el juicio de inferencia no dependa de la inmediación, sino
de la pura corrección del razonamiento jurídico de los jueces sentenciadores (STSE de catorce de abril
de mil novecientos noventa y nueve). (Casación N .° 482-2016-Cusco, de 23-03-2017, ff. jj. 4 al 7.
Primera Sala Penal Transitoria. Texto completo: <bit.ly/2FEqmV5>).
§ 1828. Motivación ilógica como defecto de motivación. Segundo. [...] La motivación ilógica
es aquella que infringe las reglas de la sana crítica, en relación a la inferencia probatoria. Se presenta
cuando la inferencia probatoria contraviene las leyes lógicas (no contradicción, razón suficiente o tercio
excluido), las máximas de la experiencia o los conocimientos científicos consolidados -es el denominado
error in cogitando-. [...] (Casación N .° 1179-2017-Suüana, del 10-05-2018, f. j. 2. Sala Penal Perma­
nente. Texto completo: <bit.ly/2BGspol>).
§ 1829. Estamos ante un supuesto de motivación sustancialmente incongruente cuando se
responde a un agravio no invocado por el recurrente. Vigesimoquinto. Al respecto, se aprecia que la
Sala Superior incurrió en error, pues la alegación recursiva del encausado no se refería a la calificación
alternativa realizada por el representante del Ministerio Público, sino a su propio argumento defensivo,
vinculado a la inexistencia del dominio funcional del sujeto activo para cometer el hecho, y respecto

nomos &thesis
943 SECCIÓN V: EL RECURSO DE CASACIÓN

al cual el juzgador de primera instancia no emitió pronunciamiento. Esta circunstancia implica una
vulneración de la debida motivación, en su vertiente de motivación sustancialmente incongruente -se
responde a un agravio no invocado por el recurrente-, pues implicó una modificación del debate proce­
sal que llevó a que se deje incontestada dicha pretensión en los pronunciamientos de ambas instancias.
Vigesimosexto. Del mismo modo, esta incongruencia constituye una deficiencia insubsanable, pues, en
el caso concreto, conforme se detalló en los fundamentos jurídicos precedentes, existen deficiencias de
motivación relevantes en torno a los hechos centrales que sustentan la imputación fáctica, como son la
solicitud y la entrega del dinero, lo cual puede incidir decisivamente en la tipificación del hecho. (Casa­
ción N .° 1304-2017-Arequipa, de 31-01-2019, ffi jj. 25 y 26. Sala Penal Permanente. Texto completo:
<bit.ly/2EhlBPJ>).
§ 1830. Incongruente motivación de la determinación judicial de la pena: nulidad de sentencia
que en su fundamentación sostiene pena suspendida pero determina en la parte resolutiva una
pena de reclusión. 16. En el caso de autos, es preciso señalar, que no reviste mayor cuestionamiento la
materialidad del delito, pues tanto la agraviada -de 12 años de edad a la fecha de los hechos- como el
encausado -de 24 años de edad a la fecha de los hechos- sostuvieron desde la etapa inicial del proceso,
que mantienen una relación sentimental (enamorados/convivientes) y por ello, mantuvieron relaciones
sexuales de forma consentida, sin el uso de violencia o amenaza, producto de ello, concibieron a una
niña y han formado una familia. [...] 20. Es evidente la ilogicidad y falta de congruencia entre la parte
considerativa (fundamentos para la determinación de la pena) y la parte resolutiva (imposición de una
pena privativa de libertad). El razonamiento del Colegiado de Apelaciones es que el encausado está
obligado a proveer el sostenimiento protección, educación y formación de la hija procreada con la agra­
viada; siendo que, restringir la posibilidad de dicho cumplimiento, mermaría derechos fundamentales
de la menor que depende de él; sin embargo, determina una pena de reclusión en un Establecimiento
Penitenciario. 21. Siguiendo esta línea de argumentación, se identifica que la Sala Superior realiza
una incongruente motivación de la determinación judicial de la pena, advirtiéndose que respecto a
la decisión de primera instancia, existe un voto discordante que opina que debe imponerse una pena
suspendida al ahora casacionista; notándose que la Sala Superior realiza una deficiente motivación por
reenvío, pues hace suyos los fundamentos de una determinación judicial de pena condicional (expuesta
en el mencionado voto en discordia); empero, sirve para justificar en forma incongruente, una pena
efectiva. Es evidente entonces, que se ha incurrido en flagrante vulneración a la garantía constitucional
de la debida motivación de resoluciones judiciales, plasmada en el inciso 5 del artículo 139° de la Cons­
titución Política del Estado. 22. Por tanto, este Tribunal Supremo, como garante y protector de las ga­
rantías fundamentales establecidas en la Constitución Política del Perú, considera que resulta amparable
el cuestionamiento del casacionista, referido a la falta de motivación en la determinación de la pena y
manifiesta ilogicidad de la motivación de la sentencia en cuanto a la determinación de la pena, pues uno
de los contenidos del derecho del debido proceso es el derecho a obtener de los órganos jurisdiccionales
una resolución motivada, razonada y congruente con las premisas afirmadas como válidas; es decir, que
toda decisión jurisdiccional debe tener coherencia y conexión en la construcción de su razonamiento.
23. En el caso de estudio este Supremo Tribunal considera que la sentencia recurrida no ha motivado su
decisión conforme a los estándares que exige el principio de congruencia en la argumentación jurídica.
Por ello, respecto a lo que reclama el casacionista, en cuanto a la reiterada jurisprudencia que habilita
a los jueces a imponer una pena suspendida en su ejecución, cuando la relación sexual se da dentro
de una relación sentimental-convivencial y con el consentimiento de la agraviada, a fin de proteger a
la familia y el interés superior del niño; deberá ser evaluado y analizado por un nuevo Colegiado que
deberá determinar la pena concreta a imponer, en este caso. 24. Finalmente, habiéndose determinado
la nulidad y nuevo pronunciamiento de la sentencia de vista en el extremo de la determinación judicial
de la pena; es preciso señalar que no fue materia de cuestionamiento, la sentencia de primera instancia,
que por mayoría impone treinta años de pena privativa de libertad, a WMA, la misma que mantiene
todos sus efectos legales, hasta que se emita el pronunciamiento del Colegiado Superior correspondien­
te. (Casación N.° 4-2015-Cajamarca, de 11-06-2017, ff. jj. 16, 20, 21, 22, 23 y 24. Segunda Sala Penal
Transitoria. Texto completo: <bit.ly/2TOUmpb>).
♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL
Art. 429 LIBRO CUARTO: LA IMPUGNACIÓN 944

§ 1831. Vulneración de la garantía de motivación de las resoluciones judiciales. De la lectura


minuciosa de la sentencia de vista se advierte que el Tribunal de apelación, respecto a la calificación
jurídica de los hechos atribuidos al encausado [...], se limitó a señalar que a juicio del representante
del Ministerio Publico, están referidos al tipo penal de violación sexual de menor de edad [...]’, que,
sin embargo, ha obviado especificar el inciso del citado artículo por el que el encausado estaba siendo
juzgado; que dicha precisión resultaba de suma importancia a efectos de que el enjuiciado pueda rea­
lizar un cabal ejercicio de su derecho de defensa, más aun cuando de dicha determinación dependía
la fijación de los márgenes mínimo y máximo de pena entre los que el Tribunal Juzgador debía fijar
judicialmente la pena. En tal virtud, es de estimar que la sentencia de segunda instancia ha incurrido
en flagrante vulneración de la garantía de motivación de las resoluciones judiciales, prevista en el inciso
cinco del artículo 139 de la Constitución. (Casación N .° 49-2009-Tacna, de 23-04-2010, £ j. 6. Sala
Penal Permanente. Texto completo: <bit.ly/2bA4glr>).
§ 1832. La motivación debe ser expresa, clara, completa y emitida con arreglo a las normas
prescritas. Q uinto. Que, en lo referente al motivo de inobservancia de la garantía constitucional de
motivación, se tiene: l . ° Que el Tribunal no solo debe incorporar las razones necesarias, basadas en la
prueba actuada y en el Derecho objetivo, es decir, la motivación ha de ser expresa, clara, completa y
emitida con arreglo a las normas prescritas -la motivación sea, en buena cuenta, legal-. Si bien es cierto
no se impone una determinada extensión de la motivación ni un razonamiento explícito, exhaustivo
o pormenorizado de todos los aspectos sobre los que se pronuncia la decisión, sí que debe reconocerse
cuál ha sido la ratio decidendi [STCE 223/2003, de 13 de diciembre]. 2.° Que las argumentos aducidos
sean razonables, esto es, la inferencia probatoria debe ser compatible con las máximas de la experiencia,
las leyes de la lógica y/o las reglas científicas pertinentes. Un caso de ilogicidad se da, por ejemplo,
cuando la resolución contenga contradicciones internas por errores manifiestos (STCE 173/1996, de
11 de noviembre]. Una afectación a uno de estos dos niveles hace de la motivación constitucionalmente
defectuosa. La ilegitimidad constitucional de la motivación se presenta, como se sabe, (i) cuando ésta
es inexistente -así lo será, por ejemplo, cuando la fundamentación de la sentencia no tenga ninguna
relación con el fallo de la misma [STCE 138/1993, de 18 de octubre], (ii) cuando es insuficiente en sus
contornos esenciales -en orden al juicio de criminalidad o al juicio de medición de la sanción penal-,
así como iii) cuando ésta es aparente lo que importa vulneración patente de la lógica, la experiencia o la
ciencia, pese a lo exigido por el artículo 138°, apartado 1, del Código Procesal Penal. La logicidad de la
sentencia exige la coherencia interna del fallo y la expresión correspondiente de sus términos en la moti­
vación o redacción -que respondan a las reglas del recto entendimiento humano-. Fuera de estos límites,
la libre convicción del juzgador excluye el control de la casación [D e L a R úa, Fernando: La casación
penal, segunda edición, reimpresión, Lexis Nexis, Buenos Aires, 2006, pp. 110-111]. Es claro, por lo
demás, que el artículo 139°, numeral 3), de la Constitución, no ampara el acierto de las resoluciones
judiciales, salvo el caso de error patente -inmediatamente verificable en forma incontrovertible- deter­
minante de la decisión adoptada e imputable al órgano jurisdiccional que produzca efectos negativos en
la esfera del ciudadano [SSTCE 96/2000, de 10 de abril; 60/1999, de 12 de abril; y, 167/1999, de 27
de septiembre. (Casación N .° 603-2015-Madre de Dios, de 01-09-2016, f. j. 5. Sala Penal Transitoria.
Texto completo: <bit.ly/2fDEmhg>).
§ 1833. La valoración de la prueba omitida no ocasiona vicio en la sentencia de segunda ins­
tancia, si aplicado el método de la supresión hipotética, la misma no es esencial ni decisiva para
resolver el caso judicial. Véase la jurisprudencia del artículo 425° del Nuevo Código Procesal Penal
[§ 1786]. (Casación N .° 07-2010-Huaura, de 14-10-2010, ff. jj. 7 y 8. Sala Penal Permanente. Texto
completo: <bit.ly/2b2WQrY>).
§ 1834. Manifiesta ilogicidad en la motivación de sentencia. Cuarto. Que "el apartado 4 del
artículo 429 del nuevo Código Procesal Penal precisa como motivo autónomo de casación, “Si la sen­
tencia o auto ha sido expedido con falta o manifiesta ilogicidad de la motivación” . Este motivo puede
resumirse en la ausencia notoria de motivación, en la motivación incompleta -que no responde a todos
los agravios relevantes para una decisión razonada del caso-, y en la motivación incongruente, oscura
nomos &thesis
945 SECCIÓN V. EL RECURSO DE CASACIÓN Art. 430
o que vulnera las reglas de la lógica, la ciencia o la experiencia. La ilogicidad de la motivación [...] está
residenciada en vicios ilógicos en la fundamentación del fallo, que lo hacen irrazonable. La motivación
de las resoluciones judiciales que exige la Constitución requiere de una argumentación que fundamente
la declaración de voluntad del órgano jurisdiccional y que atienda al sistema de fuentes normativas
establecido. El Tribunal debe expresar de modo claro, entendible y suficiente -más allá que, desde la
forma de la misma, sea sucinta, escueta o concisa e incluso por remisión- las razones de un concreto
pronunciamiento y en las cuales se apoya para adoptar su decisión -no hace falta, por cierto, que entre
a debatir cada uno de los preceptos o razones jurídicas alegadas por la parte, pero sí que desarrolle una
argumentación racional ajustada al tema en debate-. Desde la perspectiva del juicio de hecho o de
culpabilidad, para que la sentencia no vulnere el principio lógico de razón suficiente debe cumplir dos
requisitos: a) consignar expresamente el material probatorio en que se fundan las conclusiones a la que
se arriba, describiendo el contenido de cada elemento de prueba que seleccione como relevante [basados
en medios de prueba útiles, decisivos e idóneos] -requisito descriptivo-; y, b) valorarlo debidamente, de
suerte que evidencie su ligazón racional con las afirmaciones o negaciones que se incorporen en el fallo
-requisito intelectivo-. (Casación N.° 19-2010-La Libertad, de 03-11-2010, f. j. 4. Sala Penal Perma­
nente. Texto completo: <bit.ly/2a3RVDO>).

§ 1835. Si bien tribunal superior incurrió en una grave infracción procesal, en sede casatoria no
puede ser subsanada si dicho error exige una valoración de la prueba. Séptimo. [En] el sub-lite, la
motivación del juez de primera instancias no fue defectuosa desde el punto de vista constitucional y, por
ende, no merecía estimar que medió una infracción procesal in indicando. Incluso, aun cuando fuera así,
no era del caso dictar una sentencia procesal anulatoria, sino debió subsanarse ese error y dictarse una sen­
tencia de mérito, definitiva. El Tribunal Superior incurrió -él sí- en una grave infracción procesal, que en
casación debe señalarse; y, como ese error exige una valoración de la prueba, no es del caso, por no corres­
ponder a la casación, su subsanación mediante una sentencia de mérito. (Casación N.° 975-2016-Lam-
bayeque, de 27-12-2016, f. j. 7. Sala Penal Transitoria. Texto completo: <bit.ly/2mtK7kM>).
§ 1836. Ante la falta de acusación por parte del Ministerio Publico, el órgano jurisdiccio­
nal no puede emitir pronunciamiento respecto a un apartamiento de la jurisprudencia vincu­
lante. Véase la jurisprudencia del artículo IV del Nuevo Código Procesal Penal [§ 83]. (Casación
N .° 222-2012-Arequipa, del 19-09-2013, ff. jj. 10 y 11. Sala Penal Permanente. Texto completo:
<bit.ly/2F3TRxs>).

Artículo 430: Interposición y admisión

1. El recurso de casación, sin perjuicio de lo dispuesto en el artículo 405, debe indicar separadamente
cada causal invocada. Asimismo, citará concretamente los preceptos legales que considere erróneamente
aplicados o inobservados, precisará el fundamento o los fundamentos doctrinales y legales que sustenten
su pretensión, y expresará específicamente cuál es la aplicación que pretende.
2. interpuesto recurso de casación, la Sala Penal Superior sólo podrá declarar su inadmisibilidad en los
supuestos previstos en el artículo 405 o cuando se invoquen causales distintas de los enumerados en el
Código.
3. Si se invoca el numeral 4) del artículo 427, sin perjuicio de señalarse y justificarse la causal que co­
rresponda conforme al artículo 429, el recurrente deberá consignar adicional y puntualmente las razones
que justifican el desarrollo de la doctrina jurisprudencial que pretende. En este supuesto, la Sala Penal
Superior, para la concesión del recurso, sin perjuicio de lo dispuesto en el numeral anterior, constatará la
existencia de la fundamentación específica exigida en estos casos.
4. Si la Sala Penal Superior concede el recurso, dispondrá se notifiquen a todas las partes y se les
emplazará para que comparezcan ante la Sala Penal de la Corte Suprema y, si la causa proviene de un
Distrito Judicial distinto de Lima, fijen nuevo domicilio procesal dentro del décimo día siguiente al de la
notificación.

♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL


Alt 430 LIBRO CUARTO: LA IMPUGNACION 946

5. Elevado el expediente a la Sala Penal de la Corte Suprema, se correrá traslado del recurso a las demás
partes por el plazo de diez días, siempre que previamente hubieren cumplido ante la Sala Penal Superior
con lo dispuesto en el numeral anterior. Si, conforme a lo dispuesto en el numeral anterior, no se señaló
nuevo domicilio procesal, se tendrá al infractor por notificado en la misma fecha de la expedición de las
resoluciones que se dicten por la Sala Penal Suprema.
6. Acto seguido y sin trámite alguno, mediante auto, decidirá conforme al artículo 428 si el recurso está
bien concedido y si procede conocer el fondo del mismo. Esta resolución se expedirá dentro del plazo de
veinte días. Bastan tres votos para decidir si procede conocer el fondo del asunto.

JURISPRUDENCIA DE LA CORTE SUPREMA

§ 1837. Admisión de nuevas pruebas en segunda instancia. En apelación de prisión preventiva,


cualquiera de las partes pueden presentar elementos de convicción realizados o recabados con
posterioridad a la audiencia de prisión: la exigencia mínima es que se les someta a contradicción
e inmediación en la audiencia respectiva. Quinto. Que, por otro lado, es pertinente puntualizar que
no está negada en la fase de apelación de un auto la presentación de actos de investigación actuados con
posterioridad al auto de prisión preventiva emitido por el Juez de Primera Instancia. Si bien tal posibi­
lidad no es absoluta, pues está sujeta a determinados plazos y trámites previos para su debida valoración
en la Alzada, ello en modo alguno significa que los errores sobre esas limitaciones importen la nulidad
del auto de vista, pues corresponde examinarlas en casación desde el contenido global de la causa y si
existen otros elementos de convicción que justifican la decisión adoptada. Por lo demás, también debe
examinarse si esos nuevos actos de investigación, en su tramitación en la audiencia de apelación, vulne­
raron los principios de contradicción e inmediación, y, por ende, si generaron efectiva indefensión ma­
terial. No solo hace falta una infracción objetiva de la ley, sino si esa incorrección ocasionó indefensión
material al afectado. El recurso debe desestimarse de plano y así se declara. (Casación N .° 216-2016-El
Santa, del 12-08-2016, f. j. 5. Sala Penal Transitoria. Texto completo: <bit.ly/2p0az8W>).
§ 1838. Inadmisibilidad por imprecisiones y falta de fundamentado!! específica respecto a las
garantías constitucionales supuestamente vulneradas. Cuarto. Que en el presente caso, el recurrente
se limita a indicar que no se llevó un debido y correcto procedimiento: debido proceso y derecho de
defensa; que respecto al primer punto cita el artículo primero -aunque debió citar el artículo segundo-
del Título Preliminar del nuevo Código Procesal Penal -referido a la presunción de inocencia-, luego
de lo cual señala que si bien se le incautó droga dentro de su domicilio desconocía su procedencia su
cónyuge, que denunció los hechos, habría confabulado en su contra, así como que la droga pertenecía
a una tercera persona, quien ha tenido problemas con ese delito, cuya existencia se acreditó con la hoja
penológica [...], que, respecto al segundo punto: vulneración de derecho de defensa, no existe mención
separada expresa sobre su pretendida vulneración y menos se aporta fundamentación específica. Q uin­
to. [...] Respecto a la garantía del derecho a la presunción de inocencia [...] no ha identificado el aspecto
o ámbito de ese derecho fundamental que se ha vulnerado a los efectos de su control constitucional en
vía casatoria [...]. (Casación N .° 02-2007-Huaura [Auto de calificación], del 05-07-2007, ff. jj. 4 y 5.
Sala Penal Permanente. Texto completo: <bit.ly/2bLXsUQ>).
§ 1839. Inadmisibilidad por no precisar ni fundamentar separadamente cada causal invocada.
Tercero. Si bien el imputado, en principio, ha citado como motivos del recurso los incisos 1 y 4 del
artículo 429 del Código Procesal Penal [...] se tiene que no los ha precisado ni fundamentado separa­
damente como exige el apartado uno del artículo 430 de la Ley Procesal Penal cuando taxativamente
estipula que: “el recurso de casación, sin perjuicio de lo dispuesto en el artículo cuatrocientos cinco,
debe indicar separadamente cada causal invocada, Asimismo citará concretamente los preceptos legales
que considere erróneamente aplicados o inobservados [...]; que en consecuencia, al no cumplir con el
presupuesto formal estatuido en este fundamento jurídico, no es posible entrar a analizar su coherencia
o correspondencia interna a los efectos de su admisibilidad. (Casación N .° 68-2009-Huaura, del 04-02­
2010, £ j. 3. Sala Penal Permanente. Texto completo: <bit.ly/2c46lsg>).
nomos &thesis
947 SECCION V . EL RECURSO DE CASACION

§ 1840. Sala de Apelaciones debe constatar existencia de fundamentos que permitan determi­
nar si una problemática es de interés para el desarrollo de doctrina jurisprudencial. Sexto. Con­
forme lo exige el inciso segundo del artículo 430° del Código Procesal Penal, ante la interposición del
recurso de casación ordinaria la Sala Penal de Apelaciones está limitada a examinar si su recurso cumple
con los requisitos determinados en el artículo 403° del Código Adjetivo o si se invocan causales distintas
a las establecidas. Asimismo, si bien la Sala Penal de Apelaciones carece de competencia para determinar
cuándo una problemática es de interés para el desarrollo de doctrina jurisprudencial, pues, conforme
al artículo 427° del Código Procesal Penal esto compete, únicamente, a la Sala Suprema, sin embargo,
no debe obviarse que la Sala Penal de Apelaciones tiene el deber de constatar la existencia de dicha
fiindamentación, conforme al inciso 3 del artículo 430° del citado Código, lo que no implica valorar
su relevancia para el desarrollo de doctrina jurisprudencial. (Queja N.° 257-2016-NCPP-Lambayeque,
del 12-07-2016, f. j. 6. Sala Penal Permanente. Texto completo: <bit.ly/2EvWebT>).

Artículo 431: Preparación y audiencia

1. Concedido el recurso de casación, el expediente quedará diez días en la Secretaría de la Sala para que
los interesados puedan examinarlo y presentar, si lo estiman conveniente, alegatos ampliatorios.
2. Vencido el plazo, se señalará día y hora para la audiencia de casación, con citación de las partes
apersonadas. La audiencia se instalará con la concurrencia de las partes que asistan. En todo caso, la falta
de comparecencia injustificada del Fiscal, en caso el recurso haya sido interpuesto por el Ministerio Pú­
blico, o del abogado de la parte recurrente, dará lugar a que se declare inadmisible el recurso de casación.
3. Instalada la audiencia, primero intervendrá el abogado de la parte recurrente. Si existen varios recu­
rrentes, se seguirá el orden fijado en el numeral 5) del artículo 424, luego de lo cual informarán los abogados
de las partes recurridas. Si asiste el imputado, se le concederá la palabra en último término.
4. Culminada la audiencia, la Sala procederá, en lo pertinente, conforme a los numerales 1) y 4) del
artículo 425. La sentencia se expedirá en el plazo de veinte días. El recurso de casación se resuelve con
cuatro votos conformes.

RESOLUCIÓN GENERAL DE LA CORTE SUPREMA

§ 1841. Disposiciones del Código Procesal Penal respecto de la audiencia de lectura de senten­
cia de casación. F u n d a m e n t o s : Prim ero. Que el artículo 431, apartado 4, del Código Procesal Penal,
para los efectos de la audiencia de lectura de sentencia de casación remite a lo establecido en el artículo
425, apartado 4, de dicha Ley Procesal Penal, el cual establece que: “La sentencia de segunda instancia se
pronunciará siempre en audiencia pública. Para estos efectos, se notificará a las partes la fecha de la audien­
cia. E l acto se llevará a cabo con las partes que asistan. No seráposible aplazarla bajo ninguna circunstancia\
Segundo. Que el procedimiento impugnativo en casación, luego de la audiencia de casación (artículo
431, apartado 3, del Código Procesal Penal), tiene una fase secreta de deliberación, votación y redacción
de la sentencia (aplicación, en lo pertinente y por remisión, de los artículos 392, apartado 1, y 395 del
Código Procesal Penal). Esta fase, desde luego, se lleva a cabo con el pleno de la Sala de Casación -y con
los mismos jueces supremos que intervinieron en la audiencia de casación-, y está dedicada a deliberar
-o debatir- sobre los puntos impugnativos correspondientes y, luego de agotada la discusión, a votar
sobre su mérito y decidir si se estima o se desestima, total o parcialmente, el recurso de casación, así
como, en el primer caso, si se pronuncia como instancia o se procede al reenvío del proceso (artículo
433, apartado uno, del Código Procesal Penal). La redacción de la sentencia incumbe, desde luego,
al Juez Supremo ponente, mientras que la ulterior firma de la misma corresponde a todos los señores
jueces supremos de la Sala de Casación. Tercero. Que si bien la sentencia se pronuncia en audiencia
pública, para cuyo efecto la fecha de la misma debe ser la del día en que se celebre la audiencia de lec­
tura del fallo de casación, ello no excluye el procedimiento previo de deliberación, votación, redacción
ni firma de la sentencia de casación. Como la audiencia de lectura de sentencia de casación es un acto

♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL


Art. 431 LIBRO CUARTO: LA IMPUGNACIÓN 948

formal y solemne de comunicación a las partes y al público en general, donde el Tribunal hace conocer
la sentencia, pero en cuyo desarrollo no se realiza ningún pedido o actuación procesal relevante, no es
de la esencia de la referida audiencia la presencia de todos los jueces supremos de la Sala de Casación.
Es así que, en aras de facilitar su debida ejecución y organizar adecuada y eficazmente el funcionamien­
to del Tribunal, corresponde establecer, desde una perspectiva de ordenación del procedimiento de
casación, que esa audiencia esté presidida por el señor Juez Ponente, quien representará a toda la Sala
de Casación. C uarto. Que, de igual manera, para garantizar el exacto conocimiento de las partes de la
sentencia de casación y que puedan interponer las solicitudes de corrección y de aclaración respectivas
-cuya versión-resumen podrá ser expuesta verbalmente por el Juez Ponente-, en caso estén presentes en
la audiencia se les debe notificar en ese acto por cédula. En caso contrario, inmediatamente la Secretaría
de la Sala dispondrá la notificación correspondiente. Esta forma de proceder en modo alguno obsta lo
dispuesto, en lo pertinente, por el artículo 396, apartado 3, del Código Procesal Penal. Quinto. Que,
siendo así, es del caso dictar las reglas respectivas conforme con las consideraciones expuestas. D e c i ­
s i ó n : Por estas razones y en uso de las facultades de ordenación procesal de las que está investida este

Supremo Tribunal: e s t a b l e c i e r o n las siguientes reglas: Prim era. La audiencia de lectura de sentencia
de casación será presidida, en representación del Pleno de la Sala de Casación, por el señor Juez Supre­
mo ponente de la causa objeto de decisión. El acta será suscrita por dicho magistrado. Segunda. La
sentencia de casación será firmada con anterioridad y llevará como fecha la de la audiencia de lectura
de sentencia en que formalmente se pronuncie. Tercera. El señor Juez Supremo, en vez de la lectura
integral de la sentencia, puede exponer verbalmente una versión-resumen de la misma; e, inmediata­
mente, disponer se notifique en ese acto la sentencia a las partes concurrentes a la diligencia. Si las partes
no asisten se les notificará en su domicilio procesal fijado en el radio urbano de la Corte Suprema de
Justicia. C uarta. La regla anterior en modo alguno obsta lo dispuesto, en lo pertinente, por el artículo
396, apartado 3, del Código Procesal Penal. Q uinta. El acta de la audiencia será firmada por el señor
Juez Supremo ponente que presidió dicha audiencia de lectura de sentencia de casación. (Resolución
General de la Corte Suprema, Lima, 28-06-2016. Recurso de casación. Sala Penal Transitoria. Texto
completo: <bit.ly/29IHn0p>).

ACUERDOS DE LAS SALAS PENALES SUPERIORES

§ 1842. La audiencia de lectura de sentencia de apelación podrá ser presidida por el Juez Su­
perior Ponente de la causa objeto de decisión, quién representará a toda la Sala Penal Superior de
Apelación. El acta será suscrita por dicho magistrado. Véase la jurisprudencia del artículo 423° del
Nuevo Código Procesal Penal [§ 1769]. (Acuerdo N .° 8-2017-SPS-CSJLL del 02-10-2017. Acuerdo
de Jueces Titulares de las Salas Penales Superiores de la Corte Superior de Justicia de La Libertad. Texto
completo: <bit.ly/2E6qlsh>).

JURISPRUDENCIA DE LA CORTE SUPREMA *1

§ 1843. Inasistencia a la audiencia de casación tiene como consecuencia la inadmisibilidad.


1. De conformidad con el artículo 431 del Nuevo Código Procesal Penal, se declarará inadmisible el
recurso de casación cuando la parte que la interpuso no concurre a la audiencia de la vista de la causa.
Dispositivo legal que precisa: Vencido el plazo, se señalará día y hora para la audiencia de casación,
con citación de las partes apersonadas. La audiencia se instalará con la concurrencia de las partes que
asistan. En todo caso, la falta de comparecencia injustificada del Fiscal, en caso el recurso haya sido
interpuesto por el Ministerio Público, o del abogado de la parte recurrente, dará lugar a que se declare
inadmisible el recurso de casación. 2. [...] [A] la mencionada audiencia no concurrió la parte recu­
rrente pese a estar debidamente notificada tal como informó la Relatora de esta Sala Suprema [...].
(Casación N .° 198-2015-Cusco, del 14-09-2016, ff. jj. 1 y 2. Sala Penal Permanente. Texto completo:
<bit.ly/2JqycVB>).
§ 1844. La inconcurrencia injustificada de las partes a la audiencia de casación sobre sentencia
(desistimiento tácito), dará lugar a la inadmisibilidad del recurso interpuesto y, aparejado a ello,

nomos &thesis
949 SECCIÓN V. EL RECURSO DE CASACIÓN Art. 432
la imposición de las costas. Octavo. El recurso de casación, como acto procesal de parte exige como
presupuesto subjetivo de admisibilidad que exista interés de quien lo plantea. Este interés en primer
lugar demanda una declaración expresa de voluntad del sujeto procesal interesado, que se materializa a
través del acto de interposición del recurso para poder abrir instancia. En segundo lugar es necesaria la
existencia de un gravamen o perjuicio concreto generado por la sentencia o resolución que se cuestio­
na. Dentro de ese contexto, una vez abierta la instancia, el recurrente puede conservarla o perderla si
cumple o no con las disposiciones impuestas por la ley procesal -artículo 428 e inciso 2 del artículo 431
del Código Procesal Penal-. Asimismo tiene la facultad jurídica de desistirse y renunciar a su derecho
impugnativo para interponer recursos (en tanto rige el principio dispositivo, puede desistirse aunque el
recurso haya sido concedido y cualquiera que sea el trámite cumplido antes de la sentencia de casación,
de conformidad con el artículo cuatrocientos seis del Código Procesal Penal). Esta intención de renun­
ciar puede ser expresa o tácita, y en éste último caso la intención se deducirá de cualquier actitud o ma­
nifestación del recurrente en el proceso, después de presentado el recurso, que sea incompatible con la
pretensión jurídica -como sucede cuando el abogado defensor no concurre a la audiencia de casación-.
[...] Décimo. En consecuencia, debe declararse inadmisible el recurso de casación por desistimiento
tácito de los acusados [...], en tanto sus abogados defensores no concurrieron a la audiencia de casación.
[...] Décimo prim ero. Este desistimiento del recurso interpuesto por el acusado, trae aparejada la im­
posición de las costas [...]. (Casación N .° 13-2009-La Libertad, del 23-04-2010, ff. jj. 8, 10 y 11. Sala
Penal Permanente. Texto completo: <bit.ly/2ckc9ex>).

Artículo 432: Competencia

1. El recurso atribuye a la Sala Penal de la Corte Suprema el conocimiento del proceso sólo en cuanto
a las causales de casación expresamente invocadas por el recurrente, sin perjuicio de las cuestiones que
sean declarables de oficio en cualquier estado y grado del proceso.
2. La competencia de la Sala Penal de la Corte Suprema se ejerce sobre los errores jurídicos que con­
tenga la resolución recurrida. Está sujeta de manera absoluta a los hechos legalmente comprobados y
establecidos en la sentencia o auto recurridos.
3. Los errores jurídicos de la sentencia recurrida que no influyeren en su parte dispositiva no causan
nulidad. La Sala deberá corregirlos en la sentencia casatoria.

DOCTRINA JURISPRUDENCIAL VINCULANTE DE LA CORTE SUPREMA

§ 1845. Posibles efectos que puede generar la sentencia casatoria en las partes vinculadas no re­
currentes. Véase la jurisprudencia del artículo 408° del Nuevo Código Procesal Penal [§ 1675]. (Casa­
ción N.° 421-2015-Arequipa, de 21-03-2017, que estableció como doctrina jurisprudencial vinculante
los ff. jj. 29 al 33. Sala Penal Permanente. Texto completo: <bit.ly/2FCNuTV>).

JURISPRUDENCIA DE LA CORTE SUPREMA

§ 1846. La Corte Suprema puede examinar la estructura racional del elemento de prueba y su
conformidad con las máximas de experiencia, las leyes de la lógica y los conocimientos científicos.
Tercero. Que es evidente que el recurso de casación exige una precisión de las razones y causales que
lo motivan. En materia de la questiofacti es obvio asimismo que la casación, desde la perspectiva de la
garantía de presunción de inocencia, no permite que el Tribunal Supremo se sustituya en la valoración
de la prueba al Tribunal de Apelación para dictar un fallo sustitutivo y menos de aquel ámbito que se
circunscribe al principio de inmediación, aunque desde un segundo nivel de apreciación lo faculta a
examinar la estructura racional del elemento de prueba y su conformidad con las máximas de expe­
riencia, las leyes de la lógica y los conocimientos científicos, aspecto respecto del cual no ha incidido el
casacionista. Es evidente, entonces, que es de aplicación el artículo 428° numeral 2, literal a) del Nuevo
Código Procesal Penal: el recurso impugnativo interpuesto carece en lo más mínimo de las exigencias
♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL
Art. 433 LIBRO CUARTO: LA IMPUGNACIÓN 950

típicas de la casación; y, el recurrente, erróneamente, se ha limitado a reproducir los argumentos de su


apelación. (R. Q. NCPP N.° 248-2015-Cusco, del 31-07-2015, £ j. 3. Sala Penal Transitoria. Texto
completo: <bit.ly/lTgKwRl>).

Artículo 433: Contenido de la sentencia casatoria y Pleno Casatorio

1. Si la sentencia de la Sala Penal de la Corte Suprema declara fundado el recurso, además de declarar
la nulidad de la sentencia o auto recurridos, podrá decidir por s í el caso, en tanto para ello no sea necesario
un nuevo debate, u ordenar el reenvío del proceso. La sentencia se notificará a todas las partes, incluso a
las no recurrentes.
2. Si opta por la anulación sin reenvío en la misma sentencia se pronunciará sobre el fondo dictando
el fallo que deba reemplazar el recurrido. Si decide la anulación con reenvío, indicará el Ju e z o Sala Penal
Superior competente y el acto procesal que deba renovarse. El órgano jurisdiccional que reciba los autos,
procederá de conformidad con lo resuelto por la Sala Penal Suprema.
3. En todo caso, la Sala de oficio o a pedido del Ministerio Público podrá decidir, atendiendo a la na­
turaleza del asunto objeto de decisión, que lo resuelto constituye doctrina jurisprudencial vinculante a
los órganos jurisdiccionales penales diferentes a la propia Corte Suprema, la cual permanecerá hasta
que otra decisión expresa la modifique. Si existiere otra Sala Penal o ésta se integra con otros Vocales,
sin perjuicio de resolverse el recurso de casación, a su instancia, se convocará inmediatamente al
Pleno Casatorio de los Vocales de lo Penal de la Corte Suprema para la decisión correspondiente, que
se adoptará por mayoría absoluta. En este último supuesto no se requiere la intervención de las partes,
ni la resolución que se dicte afectará la decisión adoptada en el caso que la motiva. La resolución que
declare la doctrina jurisprudencial se publicará en el diario oficial.
4. Si se advirtiere que otra Sala Penal Suprema u otros integrantes de la Sala Penal en sus decisiones
sostuvieran criterios discrepantes sobre la interpretación o la aplicación de una determinada norma, de
oficio o a instancia del Ministerio Público o de la Defensoría del Pueblo, en relación a los ámbitos referidos
a su atribución constitucional, obligatoriamente se reunirá el Pleno Casatorio de los Vocales de lo Penal
de la Corte Suprema. En este caso, previa a la decisión del Pleno, que anunciará el asunto que lo motiva,
se señalará día y hora para la vista de la causa, con citación del Ministerio Público y, en su caso, de la
Defensoría del Pueblo. Rige, en lo pertinente, lo dispuesto en el numeral anterior.

RESOLUCIÓN GENERAL DE LA CORTE SUPREMA

§ 1847. Disposiciones del Código Procesal Penal respecto de la audiencia de lectura de senten­
cia de casación. Véase la resolución general de la Corte Suprema incluida en el artículo 431° del Nuevo
Código Procesal Penal [§ 1841]. (Resolución General de la Corte Suprema, Lima, 28-06-2016, f. 2.
Recurso de casación. Sala Penal Transitoria. Texto completo: <bit.ly/29IHn0p>).

EJECUTORIA SUPREMA VINCULANTE DE LA CORTE SUPREMA

§ 1848. Jurisprudencia vinculante no es de aplicación retroactiva y no significa una modifica­


ción legal. Tercero. Que, si bien con posterioridad a la fecha de expedición de la sentencia condenatoria
se dictó el Acuerdo Plenario N .° 3-2005/CJ-116, el mismo que a tenor a lo señalado en el artículo
301-A del Código de Procedimientos Penales tiene carácter vinculante y ha de ser de obligatorio cum­
plimiento en todas las instancias judiciales, según lo dispuesto por el primer párrafo del artículo 22 del
Texto Único Ordenado de la Ley Orgánica del Poder Judicial, éste no es de aplicación retroactiva ya
que ésta solo atañe a la ley penal, tal como lo establece el artículo 6 del Código Penal; que, al respecto,
cabe puntualizar que la modificación de un fallo firme sólo es posible cuando media una modificación
legal, que no ha ocurrido en el caso de autos; que un supuesto cambio jurisprudencial no constituye
cambio normativo porque, como aclara Roxin, la nueva interpretación no es una voluntad de la ley, que

n o m o s & t h e s is
951 SECCIÓN V. EL RECURSO DE CASACIÓN Art. 433
ya existía desde siempre, pero que sólo ahora ha sido correctamente reconocida [.Derecho Penal. Parte [
general,, Editorial Civitas, Madrid, 1999, página 145]; que, en consecuencia, un pedido de sustitución |
basado en un supuesto cambio jurisprudencial no es conforme al principio de legalidad. (R. N. N.° i
1920-2006-Piura, del 08-08-2006, fundamento tercero constituido precedente vinculante conforme
al Acuerdo Plenario N.° 1-2007/ESV-22, del 16-11-2007, f. j. 10. Pleno Jurisdiccional de las Salas ¡
Penales Permanentes y Transitorias de la Corte Suprema de Justicia [EP, 25-03-2008]. Texto completo:
<bit.ly/2HqExu7> [p. 6400]).

JURISPRUDENCIA DE LA CORTE SUPREMA

§ 1849. Acuerdos plenarios constituyen criterios de interpretación de la ley, que si bien tienen
carácter vinculante, no es posible brindarle efectos descriminalizadores y tampoco son de aplicación
retroactiva. Cuarto. Que, los Acuerdos Plenarios encuentran sustento legal en el artículo 301-A del Códi­
go de Procedimientos Penales, artículos 22 y 116 del Texto Único Ordenado de la Ley Orgánica del Poder
Judicial, constituyendo no únicamente una posición o criterio jurisprudencial, sino que por su carácter vin­
culante fijan parámetros o pautas a considerar para analizar o resolver determinados casos, que contienen
materias controversiales vinculadas al ejercicio de sus atribuciones y competencias inherentes a la función
jurisdiccional, persiguiendo afianzar la seguridad jurídica en tanto procuran la integración del ordenamien­
to jurídico, complementándolo ante la existencia de los vacíos normativos que se presentan. [...] Sétim o.
[La] modificación de un fallo firme sólo es posible cuando medie una nueva ley, lo que no ha ocurrido en
el caso que es materia de análisis -el recurrente no invoca como fundamento de sus agravios la existencia
de una nueva ley, sino una interpretación distinta de la ley ya existente-, pues el cambio jurisprudencial no
constituye per se una variación normativa, por lo que la pretensión del recurrente basada en ese supuesto
no es conforme al Principio de Legalidad. Octavo. Que, en este sentido, se descarta totalmente la equi­
paración que se le pueda brindar a los acuerdos plenarios, que -como se ha señalado- constituyen criterios
de interpretación de la ley, que si bien tienen carácter vinculante, no es posible brindarle efectos descri­
minalizadores y tampoco son de aplicación retroactiva ya que ésta se encuentra estrictamente reservada
a la ley; en tanto tal efecto constituye una circunstancia que excepcionalmente autoriza la remoción del
carácter inmutable de la cosa juzgada [(1) En esta misma línea se encuentran las Ejecutorias Vinculantes R.
N. N.° 1500-2006 y 1920-2006 (§ 1848), contenidas en el Acuerdo Plenario N.° 1-2007/ESV-22]. (R.
N. N.° 2527-2011-Lambayeque, del 12-01-2012, ff. jj. 4, 7 y 8. Sala Penal Transitoria. Texto completo:
<bit.ly/2aiRM2q>).

§ 1850. No cabe la aplicación retroactiva de un acuerdo plenario, ni de manera excepcional.


En materia penal toda excepción a la regla debe estar normada. 2.2.1. El artículo VIL2, del Código
Procesal Penal establece que: “La ley procesal referida a derechos individuales que sea más favorable
al imputado, expedida con posterioridad a la actuación procesal, se aplicará retroactivamente, incluso
para los actos ya concluidos, si fuera posible” (el énfasis es nuestro). La citada disposición jurídica hace
referencia a la retroactividad benigna en materia penal-procesal; sin embargo, tanto el Código Procesal
Penal como la Constitución exigen que la norma jurídica a retrotraer en sus efectos tenga rango de ley.
2.2.2. Supra (fundamento 2.1.1) se señaló qué tipo de normas jurídicas tienen la calificación de ley o
norma con rango de ley. De allí que se afirme que los acuerdos plenarios no se subsumen en ninguno
de dichos supuestos, sino únicamente posee la categoría propia de jurisprudencia. A partir de lo cual, es
pertinente concluir lo siguiente: a) Un acuerdo plenario no posee naturaleza de ley. b) Sin la calificación
de ley o norma con rango de ley, un acuerdo plenario no puede aplicarse de manera retroactiva. 2.2.3.
Superado el debate de la retroactividad de los acuerdos plenarios, corresponde evaluar el proceder de los
órganos jurisdiccionales ordinarios. Así, se advierte que las decisiones emitidas tanto por el Primer Juz­
gado Nacional de Investigación Preparatoria y la Sala Penal Nacional de Apelaciones-Colegiado A -que
conceden efectos retroactivos al Acuerdo Plenario N .° 1-2017/CJ-l 16-, distan del Recurso de Nulidad
N .° 1920-2006-Piura [§ 1848] (establecido como precedente vinculante mediante el Acuerdo Plenario
N .° 1-2007-/ESV-22, del 16 de noviembre del 2007), el cual estableció que los acuerdos plenarios no
tienen efectos retroactivos. 2.2.4. Si bien la citada ejecutoria suprema (Recurso de Nulidad N.°1920-

♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL


Art. 433 LIBRO CUARTO: LA IMPUGNACIÓN 952

2006-Piura) resolvió la situación jurídica de una persona sentenciada, diferente a la condición de Ál-
varez Aguilar, quien tiene condición de investigado; se debe considerar que la razón de la norma {ratio
decidendi) versa sobre lo mismo: no cabe la aplicación retroactiva de un acuerdo plenario, ni de manera
excepcional, pues en materia penal toda excepción a la regla debe estar normada, y en el presente caso
no se advierte esta exigencia fundamental para la aplicación de una excepción. 2.2.5. En tal sentido, en
el proceso penal seguido contra el investigado Álvarez Aguilar no son aplicables retroactivamente los
términos establecidos el Acuerdo Plenario N.° 1-2017/CJ-116, por no situarse en los supuestos de ins­
trumentos legales susceptibles de aplicación retroactiva. (Casación N.° 50-2018-Lima, del 17-10-2018,
íf. jj. 2.2.1 al 2.2.5. Sala Penal Permanente. Texto completo: <bit.ly/2T5PVGb>).
§ 1851. Acuerdo plenario: concepto y naturaleza jurídica. Séptimo. Uno de los pilares fundamenta­
les del sistema de justicia es la predictibilidad de las resoluciones judiciales, esto es, que los usuarios puedan
prever objetivamente las líneas de interpretación de las normas aplicadas para resolver casos similares. La
predictibilidad judicial genera seguridad jurídica y, con ello, consolida la institucionalidad, como funda­
mento del Estado Constitucional y de Derecho. Pero la predictibilidad no se genera directa y exclusiva­
mente por la existencia de la ley. Aun cuando nuestro sistema jurídico se sustenta en la ley como fuente de
derecho, su funcionalidad se efectiviza mediante las decisiones judiciales. Ahora bien, en la medida en que
las disposiciones legales son lenguaje, requieren necesariamente que se les dé un sentido normativo. Por
ende, han de ser interpretadas por los jueces. La labor interpretativa de los jueces puede dar lugar a resulta­
dos diferentes. En este contexto, adquiere sentido que las decisiones judiciales sean uniformizadas por los
máximos órganos de decisión jurisdiccional. A nivel de la justicia ordinaria, la Corte Suprema cumple esta
función unificadora. Octavo. Ahora bien, en nuestro país, en el ámbito penal, las Salas Penales Permanente
y Transitoria de la Corte Suprema, de consuno en Pleno Jurisdiccional, emiten acuerdos y sentencias ple-
narias. Estos acuerdos son líneas de interpretación jurisdiccional asumidas por los jueces supremos, luego
de una discusión colectiva. La legitimidad de los acuerdos se sustenta en que son adoptados por el máximo
nivel de la magistratura ordinaria, la interpretación asumida es producto de la deliberación del Pleno, y se
considera que la orientación de la decisión adoptada constituye el correcto sentido explicativo de la ley. Los
criterios jurisprudenciales que componen los acuerdos plenarios son establecidos como doctrina legal. Su
legalidad se fundamenta precisamente en que se trata de criterios interpretativos consensuados y conformes
a la norma legal. No se trata de la creación de una norma legal, sino de interpretaciones cuyo carácter vin­
culante -relativo- recae en la parte prescriptiva del acuerdo -ratio decidendi o parte resolutiva del acuerdo-.
Noveno. Por otro lado, los acuerdos plenarios, al ser pronunciamientos de interpretación normativa para
la unificación de criterios jurisprudenciales, no tienen efectos normativos derogatorios, como sucede con
los pronunciamientos emitidos por el Tribunal Constitucional, en las sentencias dictadas en procesos de
inconstitucionalidad que son estimados. [...] (Casación N .° 46-2018-Nacional, del 17-04-2019, ff- jj. 7 al
9. Sala Penal Permanente. Texto completo: cbit.ly/2HeHVLs>).
§ 1852. Aplicación judicial de los sentidos interpretativos de los acuerdos plenarios no son re­
troactivos. Décimo. Conforme a la naturaleza del acuerdo plenario, no es posible hablar de su aplicación
retroactiva (o irretroactiva), en tanto este no constituye una norma legal; su fuerza vinculante no lo con­
vierte en tal. En otras palabras, un acuerdo plenario no se aplica -en su sentido normativo-, solo las normas
pueden ser aplicadas. Los acuerdos plenarios le dan un sentido interpretativo a las disposiciones legales y
los criterios fijados son lincamientos hermenéuticos que los jueces deben invocar como sustento cuando
resuelvan un caso en el que deben aplicar una disposición legal interpretada plenariamente. Decimoprime-
ro. En puridad, solo se puede hablar de aplicación retroactiva cuando se trata de normas penales. En efecto,
conforme al artículo 103 de la Constitución Política del Perú, la norma penal se puede aplicar retroactiva­
mente cuando favorece al reo. Del mismo modo, el Código Penal, en el artículo 6, precisa que, en caso de
conflicto de leyes penales, se aplicará la más favorable al reo. Este criterio se extiende, con restricciones, al
ámbito procesal penal. En este sentido, en el artículo VII, numeral 2, del Título Preliminar se señala que:
“La Ley procesal referida a expedida con posterioridad a la actuación procesal, se aplicará retroactivamente,
incluso para los actos ya concluidos, si fuera posible”. Por tanto, en materia de los efectos de un acuerdo
plenario, es impropio hablar de aplicación retroactiva (o irretroactiva), pues por su naturaleza jurídica -de

n o m o s & t h e s is
953 SECCIÓN V. EL RECURSO DE CASACIÓN Art. 433
ser criterios vinculantes de interpretación normativa-, los acuerdos plenarios no crean normas, sino que
consolidan el sentido correcto de las leyes. (Casación N.° 46-2018-Nacional, del 17-04-2019, f£ jj. 10 y
11. Sala Penal Permanente. Texto completo: <bit.ly/2HeHVLs>).

§ 1853. El acuerdo plenario y su relación con el principio de seguridad jurídica. Decimosegundo.


El principio de seguridad jurídica, del cual deriva el principio de predictibilidad y certeza de las decisiones
judiciales, guarda relación con la naturaleza del acuerdo plenario, en tanto ambos están ligados a la debida
interpretación y aplicación correcta del derecho. En efecto, el Tribunal Constitucional, en la sentencia
recaída en el Expediente N.° 3950-2012-PA-TC, fundamento jurídico 7, ha precisado lo siguiente: “El
principio de predictibilidad y certeza de las decisiones judiciales en cuanto que manifestación del principio
de seguridad jurídica implica la exigencia de coherencia o regularidad de criterio de los órganos judiciales
en la interpretación y aplicación del derecho, salvo justificada y razonable diferenciación. Así, la finalidad
de esta exigencia funcional no es otra que la contribución del orden constitucional y el aseguramiento de
la realización de los derechos fundamentales. Si bien el principio constitucional de seguridad jurídica no se
encuentra reconocido expresamente en la Constitución, ello no ha impedido a este Tribunal reconocer en
él a un principio constitucional implícito que se deriva del Estado Constitucional de derecho (artículos 3 y
4.3 de la Constitución)”. En este contexto, cuando se resuelve un caso tomando en cuenta los parámetros
fijados en un acuerdo plenario no se vulnera, en modo alguno, el principio de seguridad jurídica; por el
contrario, se afianza, en tanto la resolución expedida estará acorde con la debida interpretación de la nor­
ma legal. En realidad, el carácter prescriptivo de lo acordado plenariamente se condice con la posibilidad
contraria: que los jueces no observen los criterios interpretativos asumidos en el acuerdo, sin explicar de
manera reforzada las razones de la inobservancia o apartamiento de la doctrina legal. Solo en este Sentido
-la no observancia inmotivada de los acuerdos plenarios- se vulnera la predictibilidad y, por ende, la segu­
ridad jurídica. (Casación N.° 46-2018-Nacional, del 17-04-2019, f. j. 12. Sala Penal Permanente. Texto
completo: <bit.ly/2HeHVLs>).

§ 1854. Cambio jurisprudencial no es un cambio normativo, pues solo se trata de una precisión
de los alcances de una concreta figura delictiva. Quinto. [...] [El] cambio jurisprudencial no es un
cambio normativo [ni siquiera lo establecido en la jurisprudencia vinculante antes mencionada puede
calificarse de un cambio en la jurisprudencia precedente, pues solo se trata de una precisión de los
alcances de una concreta figura delictivo], menos aún en el ámbito del Derecho Penal que tiene como
principio rector la reserva absoluta de ley para la definición de las conductas punibles [en realidad,
como apunta Bacigalupo Zapater, los cambios jurisprudenciales solo importan una corrección de la
interpretación de una voluntad legislativa ya existente en el momento del hecho, por lo que no afectan
a la objetividad del Derecho Penal ni al principio de confianza] [...], así como que en el caso de autos no
ha mediado la entrada en vigor de una nueva ley que comprenda en sus alcances los hechos objeto de
la condena. (R. N. N .° 4403-2006-Lima, del 19-03-2007, f. j. 5. Primera Sala Penal Transitoria. Texto
completo: <bit.ly/2caFhEP>).

§ 1855. La casación por apartamiento de doctrina jurisprudencial está en función de las deci­
siones vinculantes, así declaradas por las Altas Cortes de Justicia, excluyéndose de su ámbito de
comprensión las decisiones que, a pesar de emanar de tales Cortes, solo fijan una determinada
línea jurisprudencial. Segundo. [...] 2.3. En líneas generales, la casación por apartamiento de doctrina
jurisprudencial o, simplemente, la casación jurisprudencial está en función de las decisiones vinculan­
tes, así declaradas por las Altas Cortes de Justicia, excluyéndose de su ámbito de comprensión las deci­
siones que, a pesar de emanar de tales Cortes, solo fijan una determinada línea jurisprudencial. En la
jurisdicción ordinaria-penal, los precedentes vinculantes así expresados en Ejecutorias Supremas según
el Código de Procedimientos Penales, las doctrinas jurisprudenciales establecidas como vinculantes en
sentencias casatorias de conformidad con el Código Procesal Penal de dos mil cuatro o los principios
jurisprudenciales fijados en Acuerdos Plenarios como producto de la realización de Plenos Jurisdic­
cionales de Jueces Supremos en lo Penal constituyen, todos, decisiones de Jueces Supremos Penales
de observancia necesaria y obligatoria por órganos jurisdiccionales de otras instancias. (Casación N,°
441-2017-Ica, del 24-05-2018, £ j. 2.3. Sala Penal Permanente. Texto completo: <bit.ly/2GWoisA>).
♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL
Art. 433 LIBRO CUARTO: LA IMPUGNACION 954

§ 1856. No toda ejecutoria suprema fija principio jurisprudencial, sino solo aquella que así
lo precise, la cual debe ser publicada en el diario oficial El Peruano. Décim o. De otro lado, el
representante del Ministerio Publico invoca la causal número cinco del artículo 429 del Código Pro­
cesal Penal “si la sentencia se aparta de la doctrina jurisprudencial establecida por la Corte Suprema o, en
su caso, por el Tribunal Constitucional-, refiriendo que la sentencia recurrida se apartó de la doctrina
jurisprudencial establecida por la Corte Suprema-pues ello implica la causal invocada- en las Ejecu­
torias Supremas número: R. N. N .° 552-2004-Puno; R. N. N .° 2270-2004-La Libertad; R. N. N.
4166-99; R. N . N .° 608-2004-Ucayali; no obstante se advierte que la sentencia recurrida fia respetado
los parámetros fijados por las referidas Ejecutorias Supremas, esto es, no se advierte apartamiento
alguno por parte de la Sala Penal de Apelaciones, muy por el contrario, se aprecia una orientación en
la misma directriz, esto es, una orientación que aplica los criterios propios de la imputación objetiva;
en ese sentido, no se aprecia configuración de la causal invocada por el recurrente. Décim o Prim ero.
Aunado a lo referido en el considerando precedente, debe acotarse que el artículo 22 de la ley orgá­
nica del Poder Judicial precisa “Las Salas Especializadas de la Corte Suprema de Justicia de la República
ordenan la publicación trimestral en el D iario Oficial cE l Peruano* de las Ejecutorias que Jijan principios
jurisprudenciales que han de ser de obligatorio cumplimiento, en todas las instancias judiciales . Estos
principios deben ser invocados por los magistrados de todas las instancias judiciales, cualquiera que sea su
especialidad, como precedente de obligatorio cumplimiento. En caso que por excepción decidan apartarse
de dicho criterio, están obligados a motivar adecuadamente su resolución dejando constancia delprecedente
obligatorio que desestiman y de los fundamentos que invocan; en tal sentido, no toda Ejecutoria Supre­
ma fija principio jurisprudencia, sino solo aquella que así lo precise, la cual debe ser publicada en el
diario oficial “El Peruano”; por tanto, las Ejecutorias Supremas citadas por el recurrente no prescriben
principio jurisprudencial, no obstante, obedecen a una orientación doctrinal, acogida por la Sala Penal
de Apelaciones para dar solidez a su fundamentación. De lo expuesto, no se advierte configuración de
la causal número cinco del artículo 429 del Código Procesal Penal, por tanto, el recurso de casación
debe ser declarado infúndado. (R. N . N .° 227-2012-Sullana, del 15-10-2013, ff. jj. 10 y 11. Sala Penal
Permanente. Texto completo: <bit.ly/2F7HUI7>).

JURISPRUDENCIA DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL

§ 1857. Principio de predictibilidad y certeza de las decisiones judiciales. 7. El principio de pre-


dictibilidad y certeza de las decisiones judiciales en cuanto que manifestación del principio de seguri­
dad jurídica implica la exigencia de coherencia o regularidad de criterio de los órganos judiciales en la
interpretación y aplicación del derecho, salvo justificada y razonable diferenciación. Así, la finalidad de
esta exigencia funcional no es otra que la contribución del orden constitucional y el aseguramiento de la
realización de los derechos fundamentales. Si bien el principio constitucional de seguridad jurídica no se
encuentra reconocido expresamente en la Constitución, ello no ha impedido a este Tribunal reconocer en
él a un principio constitucional implícito que se deriva del Estado Constitucional de derecho (artículos 3 y
4.3 de la Constitución). Ahora bien, no cabe duda de que esta exigencia constitucional de predictibilidad
y certeza de las decisiones judiciales se ve concretizada con la denominada jurisprudencia constitucional, la
que solo se tendrá por cumplida si se respetan tales decisiones. (Expediente N.° 03950-2012-PA-TC, del
28-03-2014 [Web: 17-09-2014 / EP, 08-07-2015], £ j. 7. Texto completo: <bit.ly/2Ly0fTY>).
§ 1858. Resoluciones jurisdiccionales con carácter normativo. Precedentes vinculantes. Dere­
cho a la igualdad en la aplicación de la ley. Exigencia al órgano jurisdiccional de aplicar el mismo
criterio en dos casos similares. 5. El derecho a la igualdad, reconocido en el articulo 2, inciso 2 de la
Constitución, tiene dos facetas: igualdad ante la ley e igualdad en la aplicación de la ley. Mientras la
primera constituye un límite al legislador, la igualdad en la aplicación de la ley se configura como limite
al accionar de los órganos jurisdiccionales o administrativos, exigiendo que los mismos, al momento de
aplicar las normas jurídicas, no atribuyan distintas consecuencias jurídica a dos supuestos de hecho que
sean sustancialmente iguales (Cfr. Exp. N .° 0004-2006-PI/TC, Funds 123-124 [§ 245]). El presente
caso se configura como uno de igualdad en la aplicación de la ley. 6. Sin embargo, constituye un requi-

n o m o s & t h e s is
955 SECCIÓN Y. EL RECURSO DE CASACIÓN Art. 436
sito para que se configure la exigencia del órgano jurisdiccional de aplicar el mismo criterio en dos casos
similares derivado del principio de igualdad, que se trate del mismo juez, ya que en caso contrario se
estaría atentando contra el principio de autonomía judicial, reconocido en el artículo 139, inciso 2 de
la Constitución. Como lo ha señalado este Tribunal Constitucional: “La independencia judicial debe
ser entendida como aquella capacidad autodeterminativa para proceder a la declaración del derecho,
juzgando y haciendo ejecutar lo juzgado, dentro de los marcos que fijan la Constitución y la Ley”. 7.
Ello resulta congruente con lo dispuesto en el artículo 146, inciso 1 de la Constitución en el sentido de
que: “El Estado garantiza a los magistrados judiciales: 1. Su independencia. Sólo están sometidos a la
Constitución y la ley [...]”. Ello no implica desde luego, que resulte vulneratorio de la independencia
judicial la existencia de resoluciones jurisdiccionales con carácter normativo, como las resoluciones que
el Tribunal Constitucional expida en materia de inconstitucionalidad, los precedentes vinculantes (artí­
culo VII del Código Procesal Constitucional) y en general la interpretación de los preceptos y principios
constitucionales que resulte de las resoluciones dictadas por el Tribunal Constitucional (artículo VI in
fine del Código Procesal Constitucional), así como los precedentes vinculantes que emiten las salas
penales de la Corte Suprema (artículo 301-A del Código de Procedimientos Penales) y los plenos casa-
torios en materia civil (artículo 400 del Código Procesal Civil), toda vez que por su carácter normativo
tienen efectos similares a los de la ley (Cfr. Exp. N.° 0024-2003-AI/TC). 8. En este orden de ideas el
contenido del derecho a la igualdad en la aplicación de la ley por parte de los órganos jurisdiccionales
exige, entre otros requisitos, que se trate de los mismos jueces. Asimismo, sólo será exigible a un juez
suscribir el criterio plasmado en una resolución jurisdiccional emitida por otro en caso de que se trate
de sentencias con contenido vinculante como las expresadas en el párrafo precedente. (Exp. N.°
02593-2006-PHC/TC [Caso Clever Inocencio Retís], del 05-01-2009 [Web: 04-02-2009 / EP, 11-04­
2009], ff. jj. 5-8. Texto completo: <bit.ly/2Yk4Trd>).

Artículo 434: Efectos de la anulación

1. La anulación del auto o sentencia recurridos podrá ser total o parcial.


2. Si no han anulado todas las disposiciones de la sentencia impugnada, ésta tendrá valor de cosa
juzgada en las partes que no tengan nexo esencial con la parte anulada. La Sala Penal de la Corte Suprema
declarará en la parte resolutiva de la sentencia casatoria, cuando ello sea necesario, qué partes de la
sentencia impugnada adquieren ejecutoria.

PRECEDENTE VINCULANTE DE LA CORTE SUPREMA

§ 1859. Naturaleza inmutable de la resolución expedida por la Corte Suprema que resuelve el
recurso de nulidad. Véase la jurisprudencia del artículo 298° del Código de Procedimientos Penales [§
2325]. (R. N. N.° 798-2005-Ica, del 22-08-2005, f. j. 2 constituye precedente vinculante. Sala Penal
Permanente [EP, 27-08-2005]. Texto completo: <bit.ly/lZizldz>).

Artículo 435: Libertad del imputado

Cuando por efecto de la casación del auto o sentencia recurridos deba cesar la detención del procesado,
la Sala Penal de la Corte Suprema ordenará directamente la libertad. De igual modo procederá, respecto de
otras medidas de coerción.

Artículo 436: Improcedencia de recursos

1. La sentencia casatoria no será susceptible de recurso alguno, sin perjuicio de la acción de revisión
de la sentencia condenatoria prevista en este Código.

♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL


Art. 437 LIBRO CUARTO: LA IMPUGNACIÓN 956

2. Tampoco será susceptible de impugnación la sentencia que se dictare en el juicio de reenvío por la
causal acogida en la sentencia casatoria. S í lo será, en cambio, si se refiere a otras causales distintas de
las resueltas por la sentencia casatoria.

SECCION VI
EL RECURSO DE QUEJA

Artículo 437: Procedencia y efectos

1. Procede recurso de queja de derecho contra la resolución del Ju e z que declara inadmisible el recurso
de apelación.
2. También procede recurso de queja de derecho contra la resolución de la Sala Penal Superior que
declara inadmisible el recurso de casación.
3. El recurso de queja de derecho se interpone ante el órgano jurisdiccional superior del que denegó el
recurso.
4. La interposición del recurso no suspende la tramitación del principal, ni la eficacia de la resolución
denegatoria.

DOCTRINA JURISPRUDENCIAL VINCULANTE DE LA CORTE SUPREMA

§ 1860. El principio acusatorio y la garantía de congruencia. El principio tantum apellatum


quantum devolutum . La vulneración al principio de congruencia reviste un interés casacional.
La autoridad jurisdiccional que conoce un medio impugnatorio debe circunscribirse a los agra­
vios aducidos por las partes. Véase la jurisprudencia del artículo 409° del Nuevo Código Procesal
Penal [§ 1676]. (Casación N .° 215-2011-Arequipa, del 12-06-2012, que estableció como doctrina
jurisprudencial que la autoridad jurisdiccional que conoce un medio impugnatorio debe circunscribirse
a los agravios aducidos por las partes, en su recurso impugnatorio presentado, de conformidad con lo
establecido en el numeral 1 del artículo 409° CPP. Sala Penal Permanente [EP, 01-04-2013, Jurispru­
dencia, Año XXII, N .° 938, pp. 6899-6900]. Texto completo: <bit.ly/lqM0xrb>).

ACUERDOS DE LAS SALAS PENALES SUPERIORES

§ 1861. Trámite del recurso de queja por denegatoria de casación. Tema: Trámite del recurso de
queja por denegatoria de casación. A cuerdo : El recurso de queja por denegatoria de casación, presen­
tado por la parte legitimada ante la Sala Penal Superior, generará únicamente la remisión del mismo a la
Corte Suprema de Justicia por conducto oficial y dentro del segundo día hábil siguiente de presentado.
Para tal efecto, los Asistentes de Causas mediante decreto darán cuenta de la presentación de la queja
al Presidente de la respectiva Sala Penal Superior que denegó la casación, quien procederá a firmar el
oficio de remisión. F undamentación : Las partes legitimadas pueden presentar recurso de queja por
denegatoria de casación -de manera directa- ante la Sala Penal Suprema, la misma que tiene plena com­
petencia en cuanto a la admisibilidad y fundabilidad del recurso. Así mismo, también pueden presentar
el recurso de queja -de manera indirecta- ante la Sala Penal Superior que denegó el recurso de casación,
la misma que se limitará a remitirla a la Corte Suprema de Justicia por conducto oficial y dentro del
segundo día hábil siguiente de presentado, bajo responsabilidad. (Acuerdo N .° 06-2017-SPS-CSJLL del
29-09-2017. Acuerdo de Jueces Titulares de las Salas Penales Superiores de la Corte Superior de Justicia
de La Libertad. Texto completo: <bit.ly/2HNTSZr>).
n o m o s & t h e s ls
957 SECCION VI: EL RECURSO DE QUEJA Art. 437
JURISPRUDENCIA DE LA CORTE SUPREMA

§ 1862. Recurso de queja: definición. Segundo. [...] 2.1. El recurso de queja es un remedio para ac­
ceder directamente al órgano jurisdiccional superior, al cual se solicita revoque y sustituya una resolución
dictada por el órgano jurisdiccional inferior; así, la queja es considerada como un mecanismo recursal que
procede cuando un órgano jurisdiccional deniega la concesión de los recursos impugnativos de apelación
y de casación. (R. Q. [NCPP] N .° 224-2011-Lambayeque, del 09-04-2012, £ j. 2.1. Sala Penal Perma­
nente. Texto completo: <bit.ly/2cqnom8>).

§ 1863. Recurso de queja: características. Segundo. El recurso de queja -de derecho- es aquél que se
interpone ante la Sala Penal Superior que declara inadmisible el recurso de casación, con precisión del mo­
tivo de su interposición e invocación de la norma jurídica vulnerada; además, tiene la característica de ser
instrumental, al quedar habilitado por la denegatoria del recurso de casación y procura exclusivamente su
concesión, conforme lo dispone el apartado 2 del artículo 437 del Código Procesal Penal, en concordancia
con el artículo 438 del citado cuerpo legal. (R. Q. [NCPP] N .° 222-2011-Lambayeque, del 02-04-2012,
£ j. 2. Sala Penal Permanente. Texto completo: <bit.ly/2c4kw08>).

§ 1864. Valoración de la prueba en el recurso de queja. Tercero. Que la valoración de la prueba no


es un elemento que integra la garantía genérica del debido proceso, sino las de presunción de inocencia
y motivación -que integra la garantía de tutela jurisdiccional-. La denuncia del imputado no incide en
una motivación constitucionalmente defectuosa -omisión de interpretar y valorar determinado medio
de prueba o valorar el conjunto de la prueba sin reglas objetivas de la sana crítica-, sino en una diferente
valoración de la prueba, lo que no es de examinar a través del recurso extraordinario de queja. En cuanto
a la fiabilidad, corroboración y suficiencia de la prueba, de autos aparece que la agraviada lo sindicó
como uno de los violadores, unida a la versión referencial de su enamorado J. D. V. y al mérito de la
pericia médico legal. Además, en sede preliminar, con la intervención del fiscal, el quejoso reconoció
haber ultrajado sexualmente a la agraviada. No existe, pues, vulneración a la presunción de inocen­
cia. [...]. (Queja N.° 350-2013-Junín, de 21-06-2016, f. j. 3. Sala Penal Transitoria. Texto completo:
<bit.ly/2CAipL4>).

JURISPRUDENCIA DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL

§ 1865. Si se interpone hábeas corpus contra la resolución que resuelve la queja y declara
improcedente el recurso de apelación del imputado, deberá adjuntarse una copia de la referida
resolución, de lo contrario se declarara improcedente el recurso. 2. En el expediente que obra en
el Tribunal, no hay copia de la resolución que resuelve la queja; solo existe una mención a ella en la
demanda de habeas corpus. Empero, el Tribunal Constitucional, en el fundamento 6 del auto emitido
en el Expediente 01761-2014-PA/TC, precisó que, para que se verifique la afectación a derechos fun­
damentales con la expedición de una resolución judicial, es necesario que el demandante presente una
copia de la misma. 3. El habeas corpus cuestiona que se haya denegado la apelación al beneficiario, el
expresidente de la República Alejandro Toledo Manrique. Sin embargo, si eso ocurrió, el beneficiario y
su defensa legal debieron plantear un recurso de queja, conforme lo establece el artículo 437 del Código
Procesal Penal. En consecuencia, la demanda debe declararse improcedente. [...] 10. En el presente
caso, conforme ha sido indicado, el beneficiario y su defensa cuestionan que a través de la Resolución 3,
de fecha 16 de febrero de 2017, se haya declarado inadmisible de su recurso de apelación. Al respecto,
de autos se aprecia que contra la referida resolución de inadmisibilidad se habría presentado un recurso
de queja, como se señala a fojas 3 del expediente, en el escrito de demanda de hábeas corpus [...]. 11.
Conforme se señala en el escrito, dicho recurso fue declarado inadmisible. Sin embargo, en autos no
aparece copia de la referida resolución que habría resuelto el recurso de queja, siendo claro que este
Tribunal no podría emitir un pronunciamiento de fondo sin tener el contenido de dicha resolución.
12. Al respecto, es menester precisar que este Tribunal Constitucional ha dispuesto como doctrina
jurisprudencial, en el fundamento 6 del ATC Exp. n.° 01761-2014-PA/TC que es un deber de los
litigantes y sus abogados en el caso de los procesos constitucionales contra resoluciones judiciales, y
♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL
Art. 438 LIBRO CUARTO: LA IMPUGNACIÓN 958

no de este órgano colegiado, presentar aquellas resoluciones judiciales pertinentes, las cuales permitan
acreditar las lesiones iusfundamentales que se invocan: “[E ]l Tribunal considera pertinente recordar que
las afectaciones a los derechosfundamentales invocadas en el marco de un proceso constitucional deberán ser
contrastadas con una prueba mínima, pero suficiente, que acredite el acto lesivo. Es decir, si como en el caso
de autos, aju icio de la recurrente las afectaciones producidas en sus derechos se originan en el contenido de
distintas resolucionesjudiciales, el mínimo exigido que permita a l juez constitucional verificar si la invocada
afectación alegada se produjo, o no, será presentar una copia de tales pronunciamientos judiciales. Si bien es
cierto, el sistema de consulta de expedientes del PoderJudicialpermite acceder a l conocimiento de algunos de
sus pronunciamientos a través de un servicio público en línea, no es tarea de la jurisdicción constitucional
buscar las resoluciones cuestionadas para poder otorgar una respuesta a l justiciable. Por el contrario, el de­
mandante, y en todo caso, su abogado, sí tienen la obligación de acompañar una copia de las resoluciones que
cuestionan por constituir una prueba indispensable para verificar la invocada afectación. Por tanto, indepen­
dientemente de que en el presente caso se haya podido revertir la omisión probatoria mencionada y se emita
pronunciamiento, el Tribunal advierte de ta l exigencia, sobre todo para los abogados litigantes y bajo sanción,
de adjuntar las resoluciones que se busca cuestionar a través de los distintos procesos constitucionales’ [...] 13.
Siendo así, al no haberse acreditado debidamente la existencia del acto lesivo, la presente demanda debe
declararse improcedente. (Exp. N .° 02225-2017-PHC/TC, del 18-09-2017 [Web: 22-11-2017/EP:
04-01-2018], ff. jj. 2, 3, 10, 11, 12 y 13. Texto completo: <bit.ly/2Fhm5Gb>).
§ 1866. Recurso de queja: el Tribunal Constitucional no tiene competencia para conocer im­
pugnaciones contra decisiones de un órgano jurisdiccional que rechazó abstenciones de jueces. 3.
Cabe señalar que el Tribunal Constitucional, al resolver el recurso de queja, debe pronunciarse sobre la
procedibilidad del recurso de agravio constitucional verificando fundamentalmente lo siguiente: (i) si
este se ha interpuesto contra una resolución denegatoria en segunda instancia o grado de una demanda
de hábeas corpus, amparo, habeas data y cumplimiento; o (ii) si concurre alguno de los supuestos ante
los cuales cabe presentar un RAC atípico de acuerdo con su jurisprudencia. 4. El presente recurso de
queja ha sido interpuesto en el marco de un proceso de amparo que ha tenido el siguiente íter procesal:
a. Mediante Resolución 39, de fecha 15 de octubre de 2015» 1a Sala Mixta de la Corte Superior de
Justicia de Moquegua declaró infundada la abstención formulada por el juez superior EACM en el
proceso de amparo promovido por don V JC R y concedió al apelante tres días de plazo para que exprese
agravios, b. Contra dicha resolución, respecto al extremo que declaró infundada la abstención, la re­
currente interpuso recurso de apelación. Mediante Resolución 40, de fecha 3 de diciembre de 2015, la
Sala Mixta de la Corte Superior de Justicia de Moquegua declaró improcedente dicho recurso por no
encontrarse previsto el supuesto de apelación contra una resolución desestimatoria de una abstención
formulada por un juez superior, c. Contra la Resolución 40, la recurrente interpuso recurso de queja. 5.
El recurso de queja interpuesto por la recurrente no se dirige contra un auto denegatorio de un recurso
de agravio constitucional, sino contra un auto que desestimó la abstención formulada por el juez supe­
rior EACM. Al respecto, cabe señalar que el Tribunal Constitucional no es competente para conocer
impugnaciones contra decisiones de un órgano jurisdiccional que rechaza abstenciones formuladas por
jueces. Por consiguiente, el presente recurso de queja resulta improcedente. (Exp. N .° 00010-2016-Q/
TC , del 02-08-2016 [Web: 13-03-2017], ff. jj. 3 al 5. Texto completo: <bit.ly/206Td6v>).

Artículo 438: Trámite

1. En el recurso de queja se precisará el motivo de su interposición con invocación de la norma jurídica


vulnerada. Se acompañará el escrito que motivó la resolución recurrida y, en su caso, los referentes a su
tramitación; la resolución recurrida; el escrito en que se recurre; y, la resolución denegatoria.
2. Rige lo dispuesto en los dos últimos párrafos del artículo 403 del Código Procesal Civil.
3. Interpuesto el recurso, el órgano jurisdiccional competente decidirá, sin trámite alguno, su admisibilidad
y, en su caso, su fundabilidad. Para decidir, puede solicitarse al órgano jurisdiccional inferior copia de alguna
actuación procesal. Este requerimiento puede cursarse por fax u otro medio adecuado.
n o m o s & t h e s is
959 SECCIÓN Vil: LA ACCIÓN DE REVISIÓN Art. 4 3 9
4. Si se declara fundada la queja, se concede el recurso y se ordena al Juez de la causa envíe el expe­
diente o ejecute lo que corresponda, sin perjuicio de la notificación a las partes.
5. Si se declara infundada la queja, se comunica la decisión al Ministerio Público y a los demás sujetos
procesales.

SECCIÓN VI!
LA ACCIÓN DE REVISIÓN

Artículo 439: Procedencia

La revisión de las sentencias condenatorias firmes procede, sin limitación temporal y sólo a favor del
condenado, en los siguientes casos:
1. Cuando después de una sentencia se dictara otra que impone pena o medida de seguridad por el mis­
mo delito a persona distinta de quien fue primero sancionada, y no pudiendo conciliarse ambas sentencias,
resulte de su contradicción la prueba de la inocencia de alguno de los condenados.
2. Cuando la sentencia se haya pronunciado contra otra precedente que tenga la calidad de cosa ju z­
gada.
3. Si se demuestra que un elemento de prueba, apreciado como decisivo en la sentencia, carece de valor
probatorio que se le asignara por falsedad, invalidez, adulteración o falsificación.
4. Si con posterioridad a la sentencia se descubren hechos o medios de prueba, no conocidos durante
el proceso, que solos o en conexión con las pruebas anteriormente apreciadas sean capaces de establecer
la inocencia del condenado.
5. Cuando se demuestre, mediante decisión firme, que la sentencia fue determinada exclusivamente
por un delito cometido por el Ju e z o grave amenaza contra su persona o familiares, siempre que en los
hechos no haya intervenido el condenado.
6. Cuando la norma que sustentó la sentencia hubiera sido declarada inconstitucional por el Tribunal
Constitucional o inaplicable en un caso concreto por la Corte Suprema.

SENTENCIA PLENARIA DE LA CORTE SUPREMA

§ 1867. Juez que condenó no puede resolver la acción de revisión de la sentencia. El juez su­
premo que participó en el proceso del cual se derivó la condena del accionante en revisión, resolviendo
sobre su responsabilidad, el recurso de nulidad o el recurso de casación, no puede avocarse al conoci­
miento de su demanda de revisión. (Sentencia Plenaria N .° 1-2015/301-A-2-ACPP, del 05-05-2015.
Salas Penales Permanente y Transitoria [EP, 24-10-2015]. Texto completo: <bit.ly/2cMS80Q>).

JURISPRUDENCIA D E LA CORTE SUPREMA

§ 1868. Fundamento del recurso de revisión de sentencia. Sexto. En principio, la sentencia firme
tiene un efecto preelusivo que excluye toda posible continuación del proceso sobre el mismo objeto
procesal. Sin embargo, la función de reconstruir la seguridad jurídica -confirmación de valores ético-so­
ciales y de la confianza en las normas- que cumple la decisión definitiva, en algunos casos debe ceder
en aras de valores superiores; por ello, se permite la revisión del procedimiento cerrado por sentencia
pasada en autoridad de cosa juzgada mediante el recurso de revisión a favor del condenado, en su­
puestos excepcionales en los cuales, en verdad, el mantenimiento de la decisión no contribuiría a esos
objetivos. En ese sentido, es preciso señalar que la labor del Tribunal de Revisión no es determinar si

♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL


Art. 439 LIBRO CUARTO: LA IMPUGNACIÓN 960

existe o no alguna causa o motivo que invalide la sentencia sino solo y exclusivamente si, a la vista, fun­
damentalmente de circunstancias que no han sido tenidas en cuenta por el juzgador, la sentencia debe
rescindirse por ser esencialmente injusta; por lo que deviene al caso realizar una revisión de los medios
probatorios obrantes en autos a pesar de haberse dado la institución de la cosa juzgada. Séptim o. En
el presente caso, el recurrente invoca la causal prevista en el numeral 4, del artículo 439, del Codigo
Procesal Penal, [...],por tanto, es indispensable, en primer lugar, que se trate de hechos o medios de
prueba nuevos -fuente de información válida y consistente-, esto es, que el órgano juzgador no contó
con ellas en su oportunidad para decidir; y, en segundo lugar, que tengan tal contenido de información,
razonable y suficiente, que por sí solo o en relación con los demás recaudos de la causa objeto de revisión
permita concluir que la condena que se dictó no se condice con el valor justicia, y con lo que realmente
aconteció. (Rev. Sent. N .° 5-2016-Lima, del 29-12-2016, f. j. 3. Sala Penal Transitoria. Texto completo:
<bit.ly/2BY44dV>).
§ 1869. Si bien la demanda de revisión tiene como causa de pedir la presencia de pruebas nue­
vas descubiertas con posterioridad a la sentencia, es posible también presentar hechos existentes
en el proceso penal que ya fueron fijados y valorados en él. Prim ero. [La] demanda de revisión tiene
como causa de pedir la presencia de pruebas nuevas descubiertas con posterioridad a la sentencia, que
solo o en conexión con las pruebas anteriormente apreciadas son capaces de establecer la inocencia del
condenado -se requiere, entonces, que el medio de prueba nuevo no haya sido producido ante el órgano
jurisdiccional sentenciador-. Así lo prevé el artículo 439, numeral 4, del Código Procesal Penal, que
también incluye el supuesto de “hechos nuevos”. El primer supuesto, como se sabe, abre la posibilidad
de valorar los hechos existentes en el proceso penal que ya fueron fijados y valorados en el, para una nue­
va valoración [...].• El núcleo de la argumentación del accionante [...] -gerente público- estriba en que
el acuerdo o concierto colusorio se realizó con anterioridad a su ingreso como Jefe del Area de Gestión
Administrativa de la U G E L [...]; y, que, dentro del marco de su competencia o rol, con posterioridad,
intervino en el trámite administrativo para autorizar el pago de trabajos de mantenimiento y adecua­
ción del local institucional, como así se consignó en la documentación respectiva -los pagos fueron a
personas jurídicas, no a una persona física-. • Sin perjuicio de la prueba documental y personal actuada
en el proceso penal declarativo de condena, el accionante, desde el análisis comparativo realizado, acom­
pañó cinco documentos, que no se incorporaron en la causa -nueva prueba documental-. Cabe anotar
que el conjunto de los expedientes administrativos de la U GEL cero tres están anexados en el proceso
inicial. [...] C uarto. [...] La prueba nueva consolida que estuvo al margen de ese esquema delictivo y,
en conexión con las pruebas del proceso penal declarativo de condena que se cuestiona en cuanto a la
quaestio facti, se concluye que no conoció de esa concertación y que la documentación que por su rol
le correspondía revisar no decía siquiera que era un pago por obras. (Acción de Revisión. N.° 74-2018-
Lima, del 07-03-2019, ff. jj. 1 y 4. Sala Penal Permanente. Texto completo: <bit.ly/2luTksx>).
§ 1870. La prueba nueva será admitida en tanto tenga la capacidad de generar duda razonable
sobre el error judicial. Segundo. La demanda de revisión, dada la finalidad específica que ostenta, cuál
es la rescisión de sentencias firmes de condena formal y materialmente válidas, y por constituir una ex­
cepción a la inmutabilidad de las sentencias y al principio de seguridad jurídica basado en la firmeza de
la cosa juzgada, sólo procede ante la acreditación de una causa taxativamente prevista en la ley. Tercero.
Los argumentos esgrimidos por el recurrente, están dirigidos a cuestionar la decisión optada por el cita­
do órgano jurisdiccional, ya que no aportan prueba nueva alguna, pues del análisis preliminar efectuado
a la prueba ofrecida por el recurrente, como es el certificado médico legal [...] que se le practicará, en
la que se concluye lesiones traumáticas recientes ocasionadas por agente contundente; que si bien no
han sido objeto de valoración en el proceso principal, no cuentan con el principio de utilidad propio
de todo medio probatorio, incumpliendo la formalidad de los medios probatorios, ya que no basta con
determinar su calidad de prueba nueva sino que es necesaria la concurrencia de la capacidad de generar
la duda razonable del error judicial capaces de establecer la inocencia del condenado; objeciones que no
constituyen materia de análisis vía revisión de sentencia, pues están orientadas a conseguir, luego de la
culminación del proceso, un reexamen de los hechos, pruebas actuadas y un nuevo fallo que enerve su

n o m o s & t h e s is
961 SECCIÓN Vil: LA ACCIÓN DE REVISIÓN kit 4 3 9
responsabilidad penal. (Revisión de Sentencia N.° 3 1-2014-Apurímac, del 20-03-2014, ff. jj. 2 y 3. Sala
Penal Transitoria. Texto completo: <bit.ly/2JHERLc>).

§ 1871. Se pretende inaplicar la pena por delito de violencia contra la autoridad bajo el fun­
damento de la “ebriedad relativa” , la levedad de las lesiones y la resistencia a la propia detención,
y a lo desarrollado por el Acuerdo Plenario N.° 2016/CJ-116. Presupuestos de procedencia del
recurso de revisión. Segundo. [La] demanda de revisión [...] presentada [...] invocó como motivo de
revisión el artículo 439, numeral 6 del Código Procesal Penal: precepto declarado inaplicable por la
Corte Suprema. Argumentó que las lesiones sufridas por el efectivo policial implicaban dos días de
atención facultativa por cinco días de incapacidad médico legal, y en el hecho concurren la ebriedad
relativa y la resistencia a la propia detención; que es de aplicación el Acuerdo Plenario N.° 1-2016, de 1
de junio de 2016 [...], que declaró inaplicable el parámetro de la pena fijado para el artículo 367 del Có­
digo Penal. Tercero. [La] revisión, como nota característica esencial, de un lado, en el plano fáctico, solo
permite rescindir una condena firme si se incorpora prueba alternativa, no conocida con anterioridad,
que aporte información fiable, pertinente y útil, definitiva en suma, que permita variar el juicio histórico
y enervar el mérito de las pruebas de cargo anteriormente apreciadas o de aquellos fallos dictados al am­
paro del principio del consenso (por ejemplo, terminación anticipada, conformidad procesal, y otros),
o que revele la falsedad o manifiesta falta de eficacia de un medio de prueba sustancial para la condena;
y, de otro lado, excepcionalmente, en el plano normativo, “cuando la norma que sustentó la sentencia
hubiera sido declarada inconstitucional por el Tribunal Constitucional o inaplicable en un caso concreto
por la Corte Suprema”. Cuarto. [En] el presente caso, se afirma que la Corte Suprema declaró inaplicable
la pena fijada para uno de los delitos materia de condena. Empero, es de acotar, primero, que se trató
de un Acuerdo Plenario que, por su propia naturaleza, es de efectos generales; segundo, ese Acuerdo
Plenario no inaplicó el tipo legal materia de condena en este caso, ni tampoco estimó inconstitucional la
pena legalmente prevista -no invocó el artículo 138, segundo párrafo, de la Constitucional-; y, tercero,
el citado Acuerdo Plenario incorporó líneas interpretativas para el correcto entendimiento del tipo legal
en cuestión y para la adecuada determinación de la pena. No se está, por ende, ante un Acuerdo Plenario
que inaplicó un precepto legal porque se vulneró la Constitución, ya sea en el supuesto de hecho y/o en
la consecuencia jurídica del tipo penal correspondiente. Existe, en suma, una imposibilidad jurídica del
petitorio, pues el planteamiento del actor no está protegido por el ordenamiento jurídico en los términos
que propone. (Recurso de Revisión N.° 400-2017-Lambayeque, auto de calificación de 24-11-2017, ff.
jj. 2-4. Sala Penal Permanente. Texto completo: <bit.ly/2tBwOYi>).

§ 1872. Procedencia de la acción de revisión. [La] acción de revisión, por su propia naturaleza
excepcional, destinada a hacer primar el valor justicia sobre la seguridad jurídica, solo procede cuando
se acredite la comisión de conductas antijurídicas que hayan podido influir causalmente, directa o indi­
rectamente, en la sentencia, falseando su premisa de hecho, o cuando se prueba la existencia de hechos
nuevos -por cualquier medio de prueba- que venga con posterioridad a evidenciar la equivocación del
fallo [...]. (Ejecutoria suprema N.° 50-2004-Lima, del 27-05-2003. Referencia: San M artín , D proce-
sal, p. 760).

§ 1873. Sentencias inconciliables como motivo de revisión de sentencia. Tercero. [...] La prueba
que permite el contraste es, en este caso, otra sentencia penal firme, condenatoria o absolutoria, por
el mismo delito -o, mejor dicho, hecho procesal o suceso histórico objeto de imputación y condena o
absolución- dictada con posterioridad. El contraste entre ambas decisiones importa la imposibilidad
de hacer que coexistan dos sentencias penales que tienen por fundamento esencial de la declaración de
culpabilidad la determinación de hechos inconciliables entre sí; lo que se afecta son las reconstrucciones
de hecho, de suerte que una no puede estar en presencia de la otra -esto último deriva del principio de
trascendencia-. Se trata pues del juicio histórico de las sentencias en pugna, no del juicio jurídico. Por lo
demás, en los casos de pluralidad de personas en el mismo suceso histórico es posible, según su nivel de
intervención y del diferencial anáfisis de la imputación objetiva y subjetiva atinente a cada uno de ellos,
es posible niveles distintos de subsunción típica. Lo que importa es comparar las reconstrucciones de
los hechos en ambas sentencias y que de su contraste fluya que son contradictorias mutuamente y que
♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL
Art. 439 LIBRO CUARTO: LA IMPUGNACIÓN 962

no es viable armonizarlas. No es posible la revisión cuando la contradicción sólo está en la diversa inter­
pretación de la ley, ya que no se admite la revisión por motivos de derecho [...]. Décimo prim ero. Que,
por otro lado, no es posible reexaminar lo resuelto en ambos fallos respecto del delito de rebelión bajo el
argumento de un patente error jurídico penal en la subsunción normativa y que el suceso histórico sólo
es subsumible en el delito de sedición. Como ya quedó estipulado, en el motivo de inconciliabilidad de
sentencias firmes cuando procesalmente se menciona el vocablo “delito”, se refiere a un hecho procesal o
suceso histórico subsumible en uno o varios tipos legales -no a un delito en concreto o tipo legal, desde
la perspectiva material-. [...] Décim o tercero. Que, finalmente, el motivo de revisión de inconciliabilidad
de sentencias no es de recibo. La reconstrucción de los hechos en ambas sentencias no se oponen en lo
esencial [...]. (Rev. Sent. N .° 4-2014-Lima [Caso Antauro Húmala], del 18-03-2015, ff. jj. 3,11 y 13. Sala
Penal Transitoria. Texto completo: <bit.ly/lNwbebB>).
§ 1874. Prueba nueva (art. 439.4). Tercero. [El] hecho materia de la controversia en la presente
demanda corresponde a la causal comprendida en el inciso 4 del artículo 439 del Codigo Procesal Penal,
que establece, si con posterioridad a la sentencia se descubren hechos o medios de prueba, no conocidos
durante el proceso, que solos o en conexión con las pruebas anteriormente apreciadas, sean capaces de
establecer la inocencia del condenado. En dicho sentido, la demandante ha presentado como medios
de prueba, en rigor, un certificado de inscripción como una partida de nacimiento para demostrar
un hecho no conocido durante el proceso penal que se le siguió, esto es, que era una menor de edad
cuando fue juzgada y condenada; por lo tanto, acreditar esta situación corresponde al asunto a diluci­
dar en el presente caso, pues de ser cierta y estar acreditada, este nuevo hecho conllevaría a demostrar
que se trataría de la ocurrencia de una infracción a la ley penal por parte de un adolescente, que debió
resolverse en un proceso conforme lo regula el Código de los Niños y Adolescentes y no asi, en uno
de carácter penal como ha sucedido. Cuarto. [S]e tiene que los nuevos hechos o medios de prueba,
por su amplitud, es el supuesto más significativo y alegado. Tiene el carácter de una cláusula abierta,
que incluso puede comprender a los demás motivos. Significa que los hechos -en tanto elementos de
prueba-, o los medios de prueba o mejor dicho, medios de valoración que fundan la revisión, anulen o
eliminen el efecto incriminador de los que corren en la causa originaria, poniendo de relieve un error
claro y manifiesto ocasionado por el desconocimiento de estos nuevos datos, cuya presencia hubieran
cambiado el signo de las valoraciones y conclusiones judiciales. No es preciso que los hechos se produz­
can con posterioridad a la condena, pueden ser anteriores o coetáneos, lo relevante es que de haber sido
de conocimiento al tiempo de dictarse la sentencia y no pudieron ser tenidos en cuenta por el Tribunal.
(Revisión de Sentencia N .° 254-2013-Tumbes, de 28-04-2016, ff. jj. 3 y 4. Sala Penal Permanente.
Texto completo: <bit.ly/2fwiQfT>).
§ 1875. Se pueden admitir nuevos medios de prueba luego de la sentencia, si estos no fueron
conocidos durante el proceso y que pueden llegar a admitir la inocencia del condenado (art.
439.4). Q uinto. Este Supremo Tribunal, como se ha mencionado, en el auto admisorio, descalificó
la causal propuesta por el recurrente, así como casi la totalidad de sus argumentos planteados en su
demanda, y recondujo la causal por el inciso 4, del artículo 439, del NCPP, el mismo que señala: Si
con posterioridad a la sentencia se descubren hechos o medios de prueba, no conocidos durante el
proceso, que solos o en conexión con las pruebas anteriormente apreciadas sean capaces de establecer
la inocencia del condenado”; y precisó que el recurrente cumplió con presentar prueba nueva [pericia
química], cuyas conclusiones podrían poner en cuestionamiento la prueba de cargo esencial que sirvió
de sustento de las sentencias cuestionadas. Siendo así, corresponde señalar que el debate únicamente
se va a centrar en determiñar si la prueba ofrecida como nueva por la defensa del condenado [pericia
química] tiene entidad suficiente como para contrarrestar el caudal incriminatorio que conllevó al
juicio de condena. Cabe precisar que la prueba nueva presentada no debe haber sido anunciada por las
partes procesales, ni introducida en el debate probatorio, además que debe tener relación directa con
el delito imputado y virtualidad para enervar una sentencia con calidad de cosa juzgada. (Revisión de
Sentencia (NCPP) N .° 253-2014-Lima, del 29-01-2016, f. j. 5. Sala Penal Transitoria. Texto comple­
to: <bit.ly/2Vmp4Cs>).

n o m o s & t h e s is
963 SECCIÓN Vil: LA ACCIÓN DE REVISIÓN Art. 439
§ 1876. Prueba de ADN demuestra que el procesado recurrente no es padre del hijo de la
agraviada en un delito por violación. Esta prueba científica adjuntada por el recurrente constituye
prueba nueva, al ser acreditada con posterioridad a las sentencias de primera y segunda instancias,
hechos no conocidos en el juicio, que desvirtúa la imputación fiscal y las pruebas obrantes en
autos (art. 439.4). Decimoprimero. Es evidente que la imputación y la condena contra el recurrente
no solo se limitó al abuso sexual ocasionado a la agraviada sino que, además, se le atribuyó que como
consecuencia de dichas agresiones resultó embarazada. De modo tal que en el proceso seguido en su
contra, los medios probatorios recopilados y las conclusiones a las que arribaron los órganos judiciales,
sirvieron para confirmar dicha aseveración. [...] Decimoquinto, [...] [El] recurrente adjuntó el Expe­
diente [...] sobre prueba anticipada [...], en el que se actuó la prueba pericial de A DN , [...] que concluyó
que [el procesado] no es padre biológico de M JC (hija de la agraviada), prueba que fue ratificada por
sus autores en la audiencia de actuación de medios probatorios; lo que constituye efectivamente prueba
nueva no conocida durante el trámite regular del proceso. Dicha prueba científica presenta conclusiones
fidedignas que dejan fuera de margen cualquier aspecto subjetivo a interpretación; su valor cercano a
la realidad de los hechos acontecidos es lo que permite otorgar mayor peso probatorio a estos medios
obtenidos a través de medios técnicos y científicos, como es una prueba de A DN. Por tanto, si dicho
resultado niega la paternidad del recurrente respecto de la menor [...], no solo quiebra la imputación en
su contra, sino que además contradicen la versión de la agraviada y también las pruebas actuadas sobre
la base de dicha sindicación, por lo que estas pierden validez probatoria para enervar su presunción de
inocencia. Decimosexto. En atención a lo expuesto, la nueva prueba aportada por el recurrente [...]
posee suficiencia fuerza probatoria para desvirtuar las que sirvieron de sustento para su condena, reivin­
dicándose, de esta manera, la presunción de inocencia que lo amparaba, ante la insuficiencia probatoria
para sostener la imputación fiscal en su contra. Por tanto, en aplicación a la parte liminar, del numeral
1, del artículo 444, del Código Procesal Penal, corresponde declarar fundada la presente demanda de
revisión. (Revisión N C C P N.° 154-2016-Lambayeque, del 11-12-2018, ff. jj. 11, 15 y 16. Sala Penal
Transitoria. Texto completo: <bit.ly/2U7KpiX>).

§ 1877. La prueba científica presenta conclusiones más fieles de la realidad y que dejan fuera de
margen cualquier aspecto subjetivo a interpretación. Prueba de ADN que reivindica la presunción
de inocencia. Décimo cuarto. Ante ello, el Oficio [...] del 27 de noviembre de 2014, y la Prueba de
A DN [...] aportados por el condenado, resultan efectivamente pruebas nuevas que no fueron o pudie­
ron ser conocidas durante el trámite regular del proceso, puesto que, tanto en la sentencia de primera
como la de segunda instancia, se recalcó la ausencia de dichos resultados (así como su intrascendencia).
Décimo quinto. Respecto a la capacidad de dichos documentos para establecer la inocencia del acu­
sado, se debe precisar que la prueba científica, a diferencia de las demás obtenidas durante el proceso
(testimoniales, indiciarías, entre otras), presentan conclusiones fieles de la realidad y que dejan fuera de
margen cualquier aspecto subjetivo a interpretación. Es precisamente dicho valor, cercano a la realidad
de los hechos acontecidos, lo que permite otorgar mayor peso probatorio a los medios obtenidos a tra­
vés de medios técnicos y científicos, como lo es una prueba de A DN . Décimo sexto. En mérito a ello, se
tiene que la menor vinculó su embarazo a las agresiones sexuales a las que el acusado la sometió, lo cual
fue ratificado en su examen psicológico y contado a su padre (conforme lo que atestiguó este durante el
proceso). De modo tal que los resultados que niegan la paternidad del acusado respecto del menor V T
no solo quiebran la imputación en su contra sino que, además, contradicen la versión de la agraviada
y, con ello, también a las pruebas (y sus resultado) actuadas sobre la base de dicha sindicación; con lo
cual, estas se vuelven insostenibles y pierden validez probatoria para enervar la presunción de inocencia
con la que ingresó el acusado al proceso, y por ello se debe mantener vigente dicha garantía en atención
a la insuficiencia de otras pruebas. Décimo séptimo. De otro lado, resulta pertinente precisar que este
Colegiado Supremo, advierte en las sentencias recurridas, una deficiencia en su motivación, puesto que
la sentencia de primera instancia consideró probado el embarazo de la menor tan solo con prueba tes­
timonial (sindicación de la agraviada y su padre), mientras que la sentencia de vista obvió dar respuesta
al argumento del acusado (respecto a la prueba de A DN), al referir que ello no resultaba relevante al
caso de autos, pese a que ello sí fue materia de controversia y probanza en el juicio de primera instancia,
♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL
Art. 439 LIBRO CUARTO: LA IMPUGNACIÓN 964

y como tal se encontraba en la obligación de revisar; tanto más si el delito materia de instrucción y
juzgamiento acarrea una sanción de cadena perpetua. Décim o octavo. En mérito a los considerandos
precedentes, esta Sala Suprema considera que la nueva prueba aportada por el acusado posee suficiencia
probatoria para desvirtuar los medios probatorios de primera instancia que sirvieron de sustento para
la condena, con lo cual se reivindica la presunción de inocencia que lo amparaba originalmente ante la
insuficiencia de pruebas para determinar la imputación fiscal en su contra. Por lo tanto, en atención a la
parte liminar, del numeral 1, del artículo 444, del Código Procesal Penal, corresponde declarar fundada
la demanda de revisión interpuesta por el recurrente y, actuando de instancia, absolverlo de la acusación
fiscal. (Revisión de Sentencia. N .° 312-2015-Lambayeque, del 13-03-2017, ffi jj. 14 al 18. Primera Sala
Penal Transitoria. Corte Suprema de la República. Texto completo: <bit.ly/2YiY0qb>).

§ 1878. La declaración notarial de la agraviada, quien ha declarado en el proceso, no sería una


prueba nueva. Segundo. Que, en principio, se advierte que la demanda [...] no cita expresamente el
motivo de revisión ni la norma jurídica pertinente, pero fluye de la misma que se sustenta como funda­
mento de derecho en el inciso 4 del artículo del 439° del Nuevo Código Procesal Penal; esto es, prueba
o hechos nuevos. A estos efectos, sin embargo, presentando una declaración notarial de la agraviada,
apunta que la declaración del padre de la agraviada no es coherente; que la menor no es persistente ni
coherente en sus declaraciones; que denunció la tía de la agraviada, no su madre; que la sentencia no
hace mención a la pericia psicológica que se realizó al imputado; que no se le notificó de la causa y sólo
conoció de él cuando fue a la Comisaría de Cañete a sacar sus antecedentes policiales, donde lo detu­
vieron. Tercero. Que, ahora bien, es del caso afirmar que se presenta el motivo de improcedencia esta­
blecido en el artículo 427°, inciso 6, del Código Procesal Civil. En efecto, el ordenamiento jurídico no
protege una revisión sustentada en unos motivos que no se subsumen realmente en los supuestos de la
norma autoritativa. El artículo 439° numeral 4 del Nuevo Código Procesal Penal exige hechos o medios
de prueba no conocidos durante el proceso y que tengan entidad para hacer variar los hechos declarados
probados en la sentencia cuestionada. En el presente caso, la demanda cuestiona el juicio histórico de la
sentencia y sólo acompaña una declaración jurada de la agraviada, quien por lo demás ha declarado en
el proceso y en el acto oral expresó lo mismo que ahora señala [...], tal como fluye de la sentencia [...].
En esas condiciones la declaración de la agraviada, de proponerse, no sería una prueba nueva y vendría
a repetir lo que anotó en su declaración plenarial. No existe, pues, nada nuevo que merezca continuar
con el trámite del proceso de revisión penal. (Rev. Sent. NCPP N.° 132-2014-Cañete, del 13-03-2015,
ff. jj. 2 y 3. Sala Penal Transitoria. Texto completo: <bit.ly/lTV H x20>).
§ 1879. No es suficiente o determinante que alguna norma enfatice que el bombero no es fun­
cionario o servidor público, sino que es de analizar el status integral de su función, la naturaleza
del servicio de la institución y las reglas jurídicas respecto de los bienes asignados para el cumpli­
miento de sus funciones. Q uinto. [El] tipo penal de peculado de uso (artículo 388 del Código Penal),
como se sabe, exige, en lo pertinente, que el autor sea un funcionario o servidor público, para fines aje­
nos al servicio, usa o permite que otro use vehículos, máquinas o cualquier otro instrumento de trabajo
pertenecientes a la administración pública o que se hallan bajo su guarda. En esta perspectiva penal, el
artículo 425 del citado Código incorpora una noción amplia de funcionario o servidor público, pues
no solo comprende a los que integren la carrera administrativa, a los que desempeñan cargos políticos
o de confianza y a los miembros de las Fuerzas Armadas y Policía Nacional; sino también (i) a los que,
con independencia del régimen laboral, presten servicios en organismos públicos en general -incluidas
empresas públicas y sociedades de economía mixta- y en su mérito ejerzan funciones en ellas, y (ii) a los
designados por autoridad competente para desempeñar actividades o funciones en nombre o al servicio
del Estado o sus entidades. Esta amplitud permite reconocer que el Código Penal acoge un concepto
amplio, situándose un poco más allá del Derecho administrativo a la hora de fijar este elemento nor­
mativo -es un concepto funcionarial autónomo y exclusivo del Código Penal-. Como acota la STSE
793/2006, de 14 de julio, “Se trata de un concepto nutrido por ideasfuncionales de raíz jurídico-política y
acordes a un concreto planteamiento político-criminal que exige atribuir la cualidad defuncionario conforme
a unasfunciones y metas propias del Derecho penal, no siempre coincidentes con el Derecho administrativo7

n o m o s & f h e s is
965 SECCIÓN Vil: LA ACCIÓN DE REVISIÓN Arí. 439
Por consiguiente, no es suficiente o determinante que el artículo 3 del Decreto Legislativo N.° 1260
enfatice que el bombero no es funcionario o servidor público, sino que es de analizar el status integral
de su función, la naturaleza del servicio de la institución y las reglas jurídicas respecto de los bienes
asignados para el cumplimiento de sus funciones (artículos 5 y 6 del referido Decreto Legislativo). Ello
significa que el agente debe realizar actos funcionariales y referidos a la relación entre la administración
y los administrados; es decir, debe estar incorporado en la actividad publica -lo que puede suceder de
distintas formas- y, además, debe ejercer la función pública [...]. Desde el Derecho penal se exige, en­
tonces, para ser considerado funcionario o servidor público (i) un elemento referido a la participación
en el ejercicio de funciones públicas; y (ii) un título de habilitación de dicha participación, que puede
ser triple: disposición de la ley, elección, o designación o nombramiento por autoridad competente
-determinante de un vínculo con el Estado o sus entidades, incluidas empresas públicas o de economía
mixta- [...] (Revisión Sentencia. N .° 503-2017-Callao, del 05-11-2018, f. j. 5. Sala Penal Permanente.
Texto completo: <bit.ly/2U3GraM>).

§ 1880. Medio de prueba inválido como causal de revisión de sentencia. Tercero. Que, ahora
bien, es del caso afirmar que se presenta el motivo de improcedencia establecido en el artículo 427°,
inciso 6, del Código Procesal Civil. En efecto, el ordenamiento jurídico no protege una revisión sus­
tentada en unos motivos que no se subsumen realmente en los supuestos de la norma autoritativa. El
artículo 439° numeral 3 del Nuevo Código Procesal Penal exige medios de prueba falsos, inválidos,
adulterados o falsificados. Este motivo, empero, no se refiere a un cuestionamiento de la propia prueba
que obra en autos, a partir, de un análisis distinto al efectuado por el órgano jurisdiccional en sede decla­
rativa de condena, para restarle valor jurídico procesal. Este motivo se circunscribe a la exigencia de que
un documento o acta sea falso o carezca de un requisito esencial para su validez desde una perspectiva
formal -no material-, lo cual requiere un aporte probatorio específico, no un razonamiento alternativo
acerca de su valorabilidad. Este último juicio es propio del juez del proceso declaratorio de condena
no del de revisión. La falsedad, invalidez, adulteración o falsificación requiere de un fallo judicial o,
de modo patente, de una prueba autónoma a la actuación o documento cuestionado que revele ese
defecto formal que le reste valor jurídico y haga ilícita su incorporación en el acervo probatorio. (Rev.
Sent. NCPP N.° 277-2014-La Libertad, del 20-03-2015, fi j. 3. Sala Penal Transitoria. Texto completo:
<bit.ly/lV6aE68>).

§ 1881. La revisión responde a una finalidad concreta: rescindir sentencias firmes de condena.
[Sumilla] La revisión responde a una finalidad concreta: rescindir sentencias firmes de condena y úni­
camente puede admitirse en aquellos supuestos previstos taxativamente en el artículo 439 del Código
Procesal Penal, pues constituye una excepción a la inmutabilidad de las sentencias firmes y al principio
de seguridad jurídica basado en la firmeza de la cosa juzgada. (Rev. Sent. NCPP N.° 172-2014-San
Martín, del 17-04-2015. Sala Penal Transitoria. Texto completo: <bit.ly/lVZbW4l>).
§ 1882. Testimonio viciado por falsedad o nulidad: el acto jurídico procesal que lo contiene
tiene un vicio interno que revela su ineficacia jurídica. Cuarto. Que, en el presente caso, el accio­
nante cuestiona la condena sobre la base de la supuesta insuficiencia de pruebas y el hecho de que las
declaraciones de los agraviados no pueden justificar una condena. La alegación de una insuficiencia de
pruebas, de un error de juicio del Tribunal de Mérito, no importa un motivo de revisión. No solo se tra­
ta de presentar argumentos distintos a los asumidos en esa causa, sino de acompañar pruebas u ofrecer
con principio de sustento objetivo que acrediten, a partir de ellas, la falsedad o invalidez de una prueba
de cargo. La falsedad o invalidez de un testimonio no se acredita por el hecho de que falten elementos de
corroboración, sino porque positivamente se demuestre que se trata de un medio de prueba viciado por
falsedad -fluye un dato que no es compatible con la realidad de lo acontecido- o nulidad -el acto jurídico
procesal que lo contiene tiene un vicio interno que revela su ineficacia jurídica-. (Rev. Sent. NCPP N .°
172-2015-Arequipa, del 28-08-2015, fi j. 4. Sala Penal Transitoria. Texto completo: <bit.ly/lsk6fB3>).
§ 1883. El objeto de la revisión de sentencia no es examinar si el fallo se expidió con pruebas in­
suficientes o diminutas. Cuarto. Que, en el caso concreto, los argumentos planteados por el condenado

♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL


Art. 439 LIBRO CUARTO: LA IMPUGNACIÓN 966

en la demanda de revisión no se encuentran dentro del objeto del aludido proceso impugnatorio, pues en
realidad lo que pretende el demandante es un reexamen de los medios probatorios evaluados en la senten­
cia -no está destinado a examinar si el fallo condenatorio se expidió con pruebas diminutas o insuficientes,
sino a revisar a la luz de nueva prueba si la condena debe rescindirse-; que por consiguiente la demanda de
revisión de sentencia debe ser rechazada liminarmente ante la inviabilidad del recurso y la vigencia efectiva
del principio de celeridad procesal. (Rev. Sent. NCPP N .° 174-2014-Madre de Dios, del 16-01-2015, f. j.
4. Sala Penal Permanente. Texto completo: <bit.ly/21iBhVo>).
§ 1884. Demanda de revisión de sentencia resulta manifiestamente improcedente, pues los fun­
damentos fácticos alegados están orientados a que se emita un nuevo juicio de valor tendiente a rea­
lizar una nueva apreciación de hechos distinta a la realizada por el colegiado superior. Además, tam­
poco invoca ni ofrece ninguna prueba nueva ni alegó un hecho nuevo. Tercero. [...] El ordenamiento
jurídico no protege una revisión cuando no exista conexión lógica entre los hechos y el petitorio; pues el
demandante cuestiona el valor que se le dio al dictamen pericial de restos de disparo por armas de fuego
[...], que se le practicó y arrojó positivo para plomo, antimonio y bario, así como al acta de registro personal
en el cual estampó su huella digital y firma; sin embargo, no consideró el hecho de haber reconocido, en
su manifestación policial, que era la persona encargada de recoger semanalmente el dinero acordado con
la [empresa extorsionada], supuestamente en apoyo al Comedor de los Desocupados del Frente de Tra­
bajadores en Construcción Civil La Campiña Chorrillos y Balnearios; además, que fue intervenido en un
operativo policial cuando recibía el dinero producto de la extorsión. Cuarto. Asimismo, los documentos
adjuntados por el demandante no respaldan la causal prevista en el inciso 3, del artículo 439, del Nuevo .
Código Procesal Penal; por ello, se trataría de un petitorio ilógico, por lo que en el fondo lo que pretende es
cuestionar el análisis probatorio efectuado por el Colegiado Superior en su oportunidad, lo que a través de
esta vía resulta impertinente; por tales motivos, los agravios planteados carecen de sustento y devienen en
inatendibles. (Rev. Sent. NCPP N.° 201-2014-Lima, del 13-11-2015, ff. jj. 3 y 4. Sala Penal Transitoria.
Texto completo: <£it.ly/2W5Dnzr>).
§ 1885. Es improcedente la demanda de revisión que solo cuestiona el acervo probatorio. Quinto.
Por otro lado, en cuanto a la prueba nueva glosada [anteriormente], se aprecia que dentro de los argumentos
de la demanda no se hace mención al mérito probatorio de las pmebas que pretende se actúen y tampoco
las relaciona con la entidad o valor que tendrían para cuestionar el juicio histórico anterior, tanto más si de la
revisión de la sentencia se aprecia que dichas testimoniales debieron ser ofrecidas en su momento por la defensa
del procesado [...] al haber tenido siempre pleno conocimiento de las mismas. Sexto. Que sobre el particular
se presenta un motivo de improcedencia, [...] en tanto que los fundamentos que expone no se subsumen en
los supuestos de la norma autoritativa: no se indica ni argumenta una prueba falsa, ni se enumera y justifica
la pmeba nueva con entidad para enervar el fallo condenatorio, evidenciándose que sus fundamentos en rea­
lidad están dirigidos a cuestionar la actividad probatoria que ya fue objeto de valoración en el proceso penal
cuya revisión demanda, lo cual no es de recibo a través de la [revisión de sentencias]. (Rev. Sent. NCPP N.°
126-2014-Arequipa, del 13-03-2015, f f jj. 5 y 6. Sala Penal Transitoria. Texto completo: <bit.ly/2nH6mon>).

JURISPRUDENCIA D E LA CORTE INTERAMERICANA DE DERECHOS HUMANOS

§ 1886. El recurso de revisión como excepción al principio de cosa juzgada. 121. Con respecto
a los recursos de revisión, esta Corte ha establecido en otras oportunidades que c[l]a doctrina se ha
referido en forma reiterada al recurso de revisión como un recurso excepcional con el fin de evitar que
la cosa juzgada mantenga una situación de evidente injusticia debido al descubrimiento de un hecho
que, de haberse conocido al momento de dictarse la sentencia hubiese modificado su resultado, o que
demostraría la existencia de un vicio sustancial en la sentencia”. 122. En ese sentido, este Tribunal en­
tiende que el recurso de revisión constituye una excepción al principio de cosa juzgada y está orientado
a enmendar los errores, irregularidades, o violaciones al debido proceso, cometidos en determinadas
decisiones judiciales, para que, en aplicación de la justicia material, se profiera una nueva decisión que
resulte acorde al ordenamiento jurídico cuando sea evidente que en esas mismas decisiones se cometie­
ron errores o ilicitudes que las vuelven contrarias a derecho. La normatividad interna de varios Estados

no m o s & th e sis
967 SECCIÓN Vil: LA ACCIÓN DE REVISIÓN Arí. 441
de la región ha incorporado estos recursos en el marco de sus derechos procesales penales. De la misma
forma, varios tribunales penales internaciones, o incluso tribunales internacionales no penales, estable­
cen en sus procedimientos la posibilidad de revisar el fallo condenatorio por distintas causas. De esa for­
ma, debe entenderse que esos recursos se establecen como un remedio contra los actos violatorios de los
derechos fundamentales, en los términos del artículo 25 de la Convención, cometidos en el desarrollo
de un proceso judicial. 123. Además, la Corte ha señalado que los Estados tienen la responsabilidad de
establecer normativamente y de asegurar la debida aplicación de los recursos efectivos y de las garantías
del debido proceso legal ante las autoridades competentes, que amparen a todas las personas bajo su
jurisdicción contra actos que violen sus derechos fundamentales o que conlleven a la determinación de
los derechos y obligaciones de éstas. También ha establecido que para que el Estado cumpla con lo dis­
puesto en el artículo 25 de la Convención no basta con que los recursos existan formalmente, sino que
es preciso que tengan efectividad en los términos del mismo, es decir que den resultados o respuestas
a las violaciones de derechos reconocidos, ya sea en la Convención, en la Constitución o en la ley. Lo
anterior implica que el recurso debe ser idóneo para combatir la violación y que sea efectiva su aplica- •
ción por la autoridad competente. De igual manera un recurso efectivo implica que el análisis por la
autoridad competente de un recurso judicial no puede reducirse a una mera formalidad, sino que debe
examinar las razones invocadas por el demandante y manifestarse expresamente sobre ellas. (CIDH,
Caso Ornar Humberto Maldonado Vargas y Otros vs. Chile, sentencia de 02-09-2015, párrs. 121 al 123.
Texto completo: <bit.ly/2UzK73x>).

Artículo 440: Legitimación

1. La acción de revisión podrá ser promovida por el Fiscal Supremo en lo Penal y por el condenado.
2. Si el condenado fuere incapaz, podrá ser promovida por su representante legal; y, si hubiera fallecido
o estuviere imposibilitado de hacerlo, por su cónyuge, sus ascendientes, descendientes o hermanos, en
ese orden.

JURISPRUDENCIA DE LA CORTE SUPREMA

§ 1887. El proceso debe llevarse a cabo por los sujetos expresamente señalados o autorizados
en la Ley para el ejercicio de la acción. Tercero. Que, ahora bien, el artículo 440° del Nuevo Código
Procesal Penal hace referencia a la legitimidad en la causa, en cuya virtud el proceso debe llevarse a cabo
por los sujetos expresamente señalados o autorizados en la Ley para el ejercicio de la acción: los que
integran la relación jurídica material: fiscal y condenado -de ser el caso, también la parte o actor civil-.
En el suh-lite, al no presentar la demanda uno de los dos últimos, quien lo hace por el condenado debe
encontrarse en los supuestos del apartado segundo del citado artículo: condenado incapaz, condenado
fallecido o condenado imposibilitado, en cuya virtud para el primer caso debe promover la demanda
su representante legal, y en los otros dos supuestos, su cónyuge, sus ascendientes, descendientes o
hermanos, en ese orden. (Rev. Sent. NCPP N.° 150-2014-Ancash, del 23-01-2015, f. j. 3. Sala Penal
Transitoria. Texto completo: <bit.ly/lTgUFgK>).

Artículo 441: Contenido de la demanda

1. La demanda de revisión será presentada ante la Sala Penal de la Corte Suprema. Debe contener lo
siguiente:
a) La determinación precisa de la sentencia cuya revisión se demanda, con indicación del órgano juris­
diccional que la dictó;
b) La causal invocada y la referencia específica y completa de los hechos en que se funda, así como las
disposiciones legales pertinentes.

♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL


Art. 442 LIBRO CUARTO: LA IMPUGNACIÓN 968

c) La indemnización que se pretende, con indicación precisa de su monto. Este requisito es potestativo.
2. Se acompañará copia de las sentencias expedidas en el proceso cuya revisión se demanda. Asimis­
mo, se acompañará la prueba documental si el caso lo permite o la indicación del archivo donde puede
encontrarse la misma.
3. Cuando la demostración de la causal de revisión no surge de una sentencia judicial irrevocable, el
recurrente deberá indicar todos los medios de prueba que acrediten la verdad de sus afirmaciones.
4. La Sala Penal de la Corte Suprema podrá otorgar un plazo al demandante para que complete los
requisitos faltantes.

Artículo 442: Efectos

La interposición de la demanda de revisión no suspende la ejecución de la sentencia. Sin embargo, en


cualquier momento del procedimiento, la Sala podrá suspender la ejecución de la sentencia impugnada
y disponer, de ser el caso, la libertad del imputado, incluso aplicando, si correspondiere, una medida de
coerción alternativa.

Artículo 443: Trámite

1. Interpuesta la demanda con sus recaudos, la Sala examinará si reúne los requisitos exigidos en los
artículos anteriores. Si la demanda fuera inadmitida, la decisión se tomará mediante auto dictado por
unanimidad.
2. Si se admite la demanda, la Sala dará conocimiento de la demanda al Fiscal o al condenado, según
el caso. Asimismo, solicitará el expediente de cuya revisión se trate y, si correspondiera, la prueba docu­
mental señala[d]a por el demandante.
3. De igual manera, dispondrá, si fuere necesario, la recepción de los medios de prueba ofrecidos por
el demandante, por la otra parte y los que considere útiles para la averiguación de la verdad. De esas
actuaciones se levantará el acta correspondiente, pudiendo la Sala designar uno de los miembros para su
actuación.
4. Concluida la actuación probatoria, que no podrá exceder de treinta días, la Sala designará fecha para
la Audiencia de Revisión, a la que se citarán al Fiscal y el defensor del condenado, de su representante o
del familiar más cercano. La inasistencia del demandante determinará la declaración de inadmisibilidad
de la demanda.
5. Instalada la audiencia de revisión, se dará cuenta de la demanda de revisión y de la prueba actuada.
Acto seguido, informarán oralmente el Fiscal y el abogado del condenado, de su representante o del
familiar más cercano. S i el imputado asiste a la audiencia hará uso de la palabra en último lugar. Concluida
la audiencia, la Sala emitirá sentencia en audiencia pública en el plazo de veinte días. Rige lo dispuesto en
el numeral 4) del artículo 425.

JURISPRUDENCIA D E LA CORTE SUPREMA

§ 1888. Corresponde a la Corte Suprema examinar si la demanda de revisión interpuesta reú­


ne los requisitos de admisibilidad y procedencia. Prim ero. Que, de conformidad con lo dispuesto
por el artículo 443°, apartado 1, del Nuevo Código Procesal Penal, en esta fase del procedimiento,
corresponde al Supremo Tribunal examinar si la demanda de revisión interpuesta reúne los requisitos
de admisibilidad y procedencia fijados en los dispositivos anteriores y, en lo pertinente, en lo regulado
por los artículos 426° y 427° del Código Procesal Civil -ley procesal común-. (Rev. Sent. NCPP N.°
150-2014-Ancash, del 23-01-2015, f. j. 1. Sala Penal Transitoria. Texto completo: <bit.ly/lTgUFgK>).
§ 1889. La subsanación solo es dable si es posible superar la vulneración del requisito de in­
admisibilidad. C uarto. Que si bien, se omitieron requisitos de inadmisibilidad, tales como: no haber
n o m o s & th e s ls
969 SECCIÓN Vil: LA ACCIÓN DE REVISIÓN Art. 445
señalado el domicilio real del condenado -que no es precisamente la cárcel donde sufre la pena privativa
de libertad-, y el domicilio procesal indicado no está dentro del radio urbano de la Corte Suprema fijado
por la Resolución Administrativa N.° 101-2011-P-CE-PJ del 12 de diciembre de 2011, su subsana-
ción en modo alguno superaría la vulneración del requisito de improcedencia referido a su ostensible
imposibilidad jurídica. (Rev. Sent. NCPP N.° 119-2014-Ucayali, del 16-01-2015, £ j. 4. Sala Penal
Transitoria. Texto completo: <bit.ly/lYvDiN0>).

Artículo 444: Sentencia

1. Si la Sala encuentra fundada la causal invocada, declarará sin valor la sentencia motivo de la im­
pugnación y la remitirá a nuevo juicio cuando el caso lo requiere, o pronunciará directamente la sentencia
absolutoria.
2. Si la sentencia dispone un nuevo juicio, éste será tramitado conforme a las reglas respectivas. El
ofrecimiento de prueba y la sentencia no podrán fundarse en una nueva apreciación de los mismos hechos
del proceso, con independencia de las causales que tornaron admisible la revisión.
3. Si la sentencia es absolutoria, se ordenará la restitución de los pagos efectuados por concepto de re­
paración y de multa, a sí como -de haberse solicitado- la indemnización que corresponda por error judicial.
4. La sentencia se notificará a todas las partes del proceso originario.

Artículo 445: Renovación de la demanda

La denegatoria de la revisión, o la ulterior sentencia confirmatoria de la anterior, no impide una nueva


demanda de revisión, siempre que se funde en otros hechos o pruebas.

♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL


LIBRO QUINTO .
LOS PROCESOS ESPECIALES
SECCIÓN I
EL PROCESO INMEDIATO

NOTA DE ACTUALIZACIÓN
(1) Vigencia adelantada de la presente Sección por el artículo 3 del Decreto Legislativo N.° 1194 (EP, 30-08-2015), el m ismo
que entró en vigencia a nivel nacional a todos los 90 días de su publicación en el diario oficial El Peruano.

Artículo 446: Supuestos de aplicación

1. El Fiscal debe solicitar la incoación del proceso inmediato, bajo responsabilidad, cuando se presente
alguno de los siguientes supuestos:
a) El imputado ha sido sorprendido y detenido en flagrante delito, en cualquiera de los supuestos del
artículo 259;
b) El imputado ha confesado la comisión del delito, en los términos del artículo 160; o
c) Los elementos de convicción acumulados durante las diligencias preliminares, y previo interrogato­
rio del imputado, sean evidentes.
2. Quedan exceptuados los casos en los que, por su complejidad, de conformidad con lo dispuesto en
el numeral 3 del artículo 342, sean necesarios ulteriores actos de investigación.
3. Si se trata de una causa seguida contra varios imputados, sólo es posible el proceso inmediato si
todos ellos se encuentran en una de las situaciones previstas en el numeral anterior y estén implicados
en el mismo delito. Los delitos conexos en los que estén involucrados otros imputados no se acumulan,
salvo que ello perjudique al debido esclarecimiento de los hechos o la acumulación resulte indispensable.
4. Independientemente de lo señalado en los numerales anteriores, el Fiscal también deberá solicitar
la incoación del proceso inmediato para los delitos de omisión de asistencia familiar y los de conducción
en estado de ebriedad o drogadicción, sin perjuicio de lo señalado en el numeral 3 del artículo 447 del
presente C ó d igo .(1)(a)(b)

NOTA DE ACTUALIZACIÓN
(1) Artículo m odificado por el artículo 2 del Decreto Legislativo N.° 1194 (ER 30-08-2015), el mismo que entró en vigencia a
nivel nacional a todos los 90 días de su publicación en el diario oficial El Peruano.

PROTOCOLOS, REGLAMENTOS, LINEAMIENTOS, GUÍAS Y DIRECTIVAS


(a) Protocolo de actuación interinstitucional específico para la aplicación del proceso inmediato reformado (aprobado por
el Decreto Supremo N.° 003-2016-JUS de 23-08-2018). Véase el texto com pleto en: <bit.ly/2uG5wxx>.
(b) Directiva N.° 05-2015-MP-FN: "Actuación fiscal en casos de detención en flagrancia delictiva, proceso inm ediato y re­
querim ientos de prisión preventiva" (aprobado por la Resolución N.° 5893-2015-MP-FN de 20-11 -2015). Véase el texto
com pleto en: <bit.ly/2FSAskr>.

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Arf. 446 LIBRO QUINTO: LOS PROCESOS ESPECIALES 972

ACUERDOS PLENARIOS DE LA CORTE SUPREMA

§ 1890. Acusación directa y proceso inmediato. Véase la jurisprudencia del artículo 336° del
Nuevo Código Procesal Penal [§ 1321]. (Acuerdo Plenario N.° 6-2010/CJ-116, del 16-11-2010, que
establece como doctrina legal los criterios expuestos en los ff. jj. 8-23, particularmente los ff. jj. 15 y ss.
VI Pleno Jurisdiccional de las Salas Penales Permanente y Transitorias [EP, 30-12-2010]. Texto com­
pleto: <bit.ly/lmSzIz3>).
§ 1891. Proceso penal inmediato reformado. Legitimación y alcances. “Evidencia delictiva” o
“prueba evidente” . § 1. Marco preliminar. [...] 7.° Sin duda, el proceso inmediato nacional -de fuen­
te italiana-, en clave de legitimación constitucional o de fundamento objetivo y razonable, se sustenta,
primero, en la noción de “simplificación procesal”, cuyo propósito consiste en eliminar o reducir etapas
procesales y aligerar el sistema probatorio para lograr una justicia célere, sin mengua de su efectividad;
y, segundo, en el reconocimiento de que la sociedad requiere de una decisión rápida, a partir de la no­
ción de “evidencia delictiva” o “prueba evidente”, lo que a su vez explica la reducción de etapas proce­
sales o de periodos en su desarrollo. Ello, a su vez, necesita, como criterios de seguridad -para que la
celeridad y la eficacia no se instauren en desmedro de la justicia-, la simplicidad del proceso y lo eviden­
te o patente de las pruebas de cargo; así como, en consecuencia, una actividad probatoria reducida, a
partir de la noción de “evidencia delictiva”; lo que asimismo demanda, aunque a nivel secundario pero
siempre presente, una relación determinada entre delito objeto de persecución y conminación penal.
Los presupuestos materiales o la naturaleza de su objeto: (*) de evidencia delictiva y (ií) de ausencia de
complejidad o simplicidad, a los que se refiere el artículo 446, apartados 1) y 2), del NCPP (Decreto
Legislativo N.° 1194, de 30-8-2015), reclaman una interpretación estricta de las normas habilitadoras
de este proceso especial, en cuanto el proceso inmediato, por ampararse en la simplificación procesal,
reduce al mínimo indispensable -aunque no irrazonablemente- las garantías procesales de las partes, en
especial las de defensa y tutela jurisdiccional de los imputados. Por consiguiente, en la medida que
exista, con claridad y rotundidad, prueba evidente o evidencia delictiva y simplicidad, la vía del proceso
inmediato estará legitimada constitucionalmente. Este criterio interpretativo plasma directamente lo
que ha sido recogido positivamente por el artículo VIII, apartado tres, primera parte, del Título Preli­
minar del NCPP: “La Ley que coacta [...] el ejercicio de los derechos procesales de las personas, así
como la que limite un poder conferido a las partes [...], será interpretada restrictivamente”. 8.° La
“prueba evidente” o “evidencia delictiva” se define a partir de tres instituciones -dos de ellas con un al­
cance legislativo en el propio NCPP, que es pertinente matizar para los efectos de los alcances del pro­
ceso inmediato-: delito flagrante, confesión del imputado y delito evidente. Su objetivo o efecto es
meramente procesal. Estriba, instrumentalmente, en concretar el ámbito de aplicación de un procedi­
miento especial más rápido y sencillo, menos formalista y complejo que el común u ordinario. A. El
delito flagrante, en su concepción constitucionalmente clásica se configura por la evidencia sensorial del
hecho delictivo que se está cometiendo o que se acaba de cometer en el mismo instante de ser sorpren­
dido el delincuente; de suerte que se conoce directamente tanto la existencia del hecho como la identi­
dad del autor y se percibe, al mismo tiempo, la relación de este último con la ejecución del delito y se
da evidencia patente de tal relación. Se trata de una situación fáctica, en que el delito se percibe con
evidencia y exige inexcusablemente una inmediata intervención [STSE de 3-2-2004], se requiere una
evidencia sensorial y luego de la noción de urgencia. Las notas sustantivas que distingue la flagrancia
delictiva son: a) inmediatez temporal, que la acción delictiva se esté desarrollando o acabe de desarro­
llarse en el momento en que se sorprende o percibe; y, b) inmediatez personal, que el delincuente se
encuentre en el lugar del hecho en situación o en relación con aspectos del delito (objetos, instrumen­
tos, efectos, pruebas o vestigios materiales), que proclamen su directa participación en la ejecución de
la acción delictiva. Las notas adjetivas que integran el delito flagrante son: a) la percepción directa y
efectiva: visto directamente o percibido de otro modo, tal como material fílmico o fotografías (medio
audiovisual) -nunca meramente presuntiva o indiciaría- de ambas condiciones materiales; y, b) la nece­
sidad urgente de la intervención policial, la cual debe valorarse siempre en función del principio de
proporcionalidad, de tal suerte que evite intervenciones desmedidas o la lesión desproporcionada de

n o m o s & th e sis
973 SECCIÓN I: EL PROCESO INMEDIATO Arí. 446
derechos respecto al fin con ellas perseguidas (Conforme: SSTSE de 28-12-1994 y de 7-3-2007). Por
lo demás, la noción general de “delito flagrante” requiere una aplicación jurisdiccional siempre atenta a
las singularidades del modo de verificación de cada concreta conducta delictiva (STCE 341/1993). Lo
expuesto comprende lo que la doctrina procesalista reconoce como tres tipos de flagrancia: 1. Flagrancia
estricta: el sujeto es sorprendido y detenido en el momento de ejecutar el hecho delictivo. 2. Cuasi fla­
grancia: el individuo capturado después de ejecutado el hecho delictivo, siempre que no se le haya
perdido de vista y haya sido perseguido desde la realización del delito. 3. Flagrancia presunta: la persona
es intervenida por la existencia de datos que permiten intuir su intervención -en pureza, que viene de
‘intervenir’- en el hecho delictivo [ L ó p e z B e t a n c o u r t , Eduardo. Derecho Procesal Penal. Segunda edi­
ción. México: Iura Editores, p. 93]. La flagrancia supone, primero, que todos los elementos necesarios
para evidenciar la comisión del delito se encuentren presentes en el lugar de la detención y sean recaba­
dos durante la captura; lo cual abre la puerta a la prosecución de un proceso inmediato; y, segundo, que
al efectuarse la detención de hecho se impide la continuación de la acción delictiva y de este modo se
protegen los intereses de las víctimas del delito. En todo caso, la flagrancia delictiva se ve, no se demues­
tra, y está vinculada a la prueba directa y no a la indirecta, circunstancial o indiciaría (STSE 980/2014,
de 22 de julio). Ello refuerza la idea de que si fuese preciso elaborar un proceso deductivo más o menos
complejo para establecer la realidad del delito y la participación en él del delincuente no puede
considerarse un supuesto de flagrancia (STSE 749/2014, de 12 de noviembre). La actualidad e inme­
diatez del hecho, y la percepción directa y sensorial del mismo, excluyen de por sí la sospecha, conjetu­
ra, intuición o deducciones basadas en ello (STSE 758/2010, de 30 de junio). Es cierto que la modifi­
cación del artículo 259 NCPP, establecida por la Ley N .° 29596, de 25-8-2010, amplió, exagerada e
irrazonablemente, la relación que debe existir entre la percepción del hecho y el momento mismo de la
intervención al imputado -notas sustantivas de la flagrancia delictiva-, lo que le resta, en gran medida,
inmediatez temporal y personal, así como evidencia. Sin embargo, para los efectos de la compatibilidad
de la flagrancia delictiva con el proceso inmediato, en la noción de evidencia siempre ha de primar:
claridad de la comisión del delito por el imputado y lógica concluyente de lo que se aprecia y observa
-incluso a través de medios audiovisuales-, con descarte razonable de alguna duda o información incom­
pleta que fluye de los actos de investigación provisionales realizados inmediatamente o con carácter de
urgencia y tiempo imprescindible, que es a lo que se denomina “diligencias policiales de prevención”
[Conforme: G i m e n o S e n d r a , Vicente. Derecho Procesal Penal. Segunda edición. Madrid: Editorial
Civitas, 2015, pp. 354-357]. Está claro, por lo demás, que si el concepto de flagrante delito se utiliza,
por ejemplo, para efectos procesales, a fin de decidir un procedimiento a seguir -este sería el caso-, no
hay nada que objetar a una interpretación más o menos amplia del mismo. Pero cuando lo que se pre­
tende es fundamentar en él una excepción al contenido de un derecho fundamental, la interpretación
debe ser necesariamente restrictiva -por ejemplo, para la entrada y registro domiciliario- [ M a r t í n M o ­
r a l e s , Ricardo. “Entrada en domicilio por causa de delito flagrante”. En Revista Electrónica de Ciencia

Penal y Criminología,; 01-02, 1999, p. 2]. La flagrancia se erige, en este caso del proceso inmediato,
como una circunstancia que hace solamente más segura la determinación del autor del delito y permite,
por tanto, un procedimiento más rápido en la investigación y en la celebración del juicio [B r i c h e t t i ,
Giovanni. La “evidencia” en el Derecho Procesal Penal. Buenos Aires: Editorial EJEA, 1973, p. 169].
Debe asumirse que el supuesto de ‘flagrancia presunta’ puede llegar a presentar dificultades. Así Jimé-
nez-Villarejo Fernández previene que “...la tenencia de los efectos del delito no se considera, por sí solo, su­
ficiente para desvirtuar el principio de presunción de inocencia. Constituye un indicio aislado que no se
acredita cómo llegaron a su poder. Los efectos del delito pueden haberse encontrado en un lugar próximo en
que fueron abandonados por el autor del hecho o haberlos adquirido de éste, lo que podría dar lugar a otras
figuras delictivas, como la apropiación indebida de cosa de dueño desconocido o la receptación; pero se aleja
de lo que tradicionalmente se entendía por delito flagrante..!' [ A g u s t í n - J e s ú s P é r e z - C r u z M a r t i n y
otros. Derecho Procesal Penal. Navarra: Editorial Civitas, 2009, p. 691]. B. El delito confeso está defini­
do en el artículo 160 NCPP. Por razones de simplificación procesal, la regla para su admisión será la
denominada “confesión pura o simple”, en cuya virtud el imputado voluntariamente admite los cargos
o imputación formulada en su contra -relación de hechos propios por medio de la cual reconoce su

♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL


Art. 446 LIBRO QUINTO: LOS PROCESOS ESPECIALES 974

intervención en el delito- Ese reconocimiento de los hechos por él cometidos (confesión propia), ha de
ser libre -sin presiones o amenazas: violencia, intimidación y/ o engaño- y prestado en estado normal de
las facultades psíquicas del imputado, así como con información al imputado de sus derechos. Además,
(/) debe rendirse ante el juez o el fiscal en presencia del abogado del imputado; (ii) debe ser sincera
-verdadera y con ánimo de esclarecer los hechos- y espontánea -de inmediato y circunstanciada-; y,
como requisito esencial de validez, {iit) ha de estar debidamente corroborado con otros actos de inves­
tigación -fuentes o medios de investigación-, pues permite al órgano jurisdiccional alcanzar una plena
convicción sobre su certidumbre y verosimilitud, a partir de un debido respeto a las reglas de la lógica
o las máximas de la experiencia. La exigencia de corroboración, como se sabe, tiene el propósito de
desterrar el sistema de valoración tasado del proceso penal inquisitivo, en el que la fase instructora esta­
ba destinada a arrancar la confesión del imputado que, por su carácter de “prueba plena”, se erigía en la
“ regina probatorum [G imeno S endra, Vicente. Obra citada, p. 559]. La “confesión calificada”, es de­
cir, la incorporación en el relato del imputado de aceptación de haber intervenido en los hechos atribui­
dos de circunstancias que tienden a eximir o atenuar la responsabilidad penal [Barragán Salvatierra,
Carlos. Derecho Procesal Penal. Tercera edición. México: Editorial Me Graw Hill, 2009, pp. 495-497],
en principio, debe descartarse, como un supuesto de confesión idónea para el proceso inmediato, a
menos que ese dato alternativo sea claro o fácilmente demostrable con mínima prueba de urgencia. De
igual manera, si la verosimilitud de la confesión está en crisis, su indagación es esencial para investigar
el hecho en toda su extensión y determinar la existencia de otros intervinientes en su comisión, lo que
de por sí aleja la posibilidad de optar por el proceso inmediato. C. El delito evidente no tiene una refe­
rencia legislativa específica. Sin embargo, con arreglo a su acepción literal, un delito evidente es aquel
cierto, claro, patente y acreditado sin la menor duda. Cuando la ley hace mención a la denominada
“prueba evidente” exige una prueba que inmediatamente, esto a p r im a facie, persuada de su correspon­
dencia con la realidad; busca que la apreciación del juez en aquel supuesto sea exacta con extrema pro­
babilidad [Brichetti, Giovanni. Obra citada, p. 17]. Los iniciales actos de investigación deben reflejar,
sin el menor asomo de duda o incertidumbre, la realidad del delito y de la intervención en su comisión
del imputado. Fuera de los casos de flagrancia o de confesión -en tanto supuestos propios de evidencia
delictiva-, las fuentes de investigación o los medios de investigación llevados a cabo han de apuntar, con
certeza manifiesta, con conocimiento indudable, la comisión de un delito y la autoría o participación
del imputado. No debe haber ningún ámbito relevante no cubierto por un medio de investigación, y
los actos de investigación han de ser precisos y sin deficiencia legal alguna, esto es, idóneos y con sufi­
ciente fiabilidad inculpatoria. Propiamente, el concepto de “prueba evidente” está referido a la valora­
ción del resultado de la prueba -si esta se produce de un modo seguro y rápido- y es la que proporciona
la comprensión completa del hecho delictuoso en modo irresistible y rápido; significa solamente prueba
que demuestra de un modo seguro, necesario y rápida la existencia de un determinado hecho, demos­
tración que puede emerger implícitamente de uno o más elementos de convicción unívocos, por lo que
no se requiere un laborioso proceso lógico para el convencimiento judicial a partir de los elementos de
cargo [Brichetti, Giovanni. Obra citada, pp. 68-70, 191]. Cabe acotar, finalmente, que no debe con­
fundirse “evidencia” como traducción equívoca de la voz inglesa “evidencé\ pues esta última significa,
simplemente, prueba’ o cada una de sus especies’ [ C a b a n e l l a s de Torres, Guillermo. Diccionario
Enciclopédico de Derecho Usual. Volumen III. Trigésima Edición. Buenos Aires: Editorial Heliasta, 2008,
p. 665]. 9.° La “ausencia de complejidad o simplicidad procesal” tiene una primera referencia -no la
única- en el artículo 342°.3 NCPP, modificado por la Ley N .° 30077, del 20-8-2013. Esta norma con­
templa ocho supuestos de complejidad de la investigación preparatoria. La base de esta institución
procesal es, de un lado, la multiplicidad de imputados, agraviados, hechos delictuosos y/o actos de in­
vestigación que se requieran; y, de otro lado, la complejidad o la dificultad de realización de determina­
dos actos de investigación -tanto por el lugar donde debe realizarse o ubicarse la fuente de investigación,
como por el conjunto y la pluralidad de actividades que deben ejecutarse-, o por la intervención en el
delito de organizaciones delictivas o miembros de ella -lo que implica la exigencia de esclarecer un po­
sible entramado delictivo- Estos supuestos, como es obvio, demandan un procedimiento de averigua­
ción amplio y particularmente difícil, que necesita de una variada y estructurada estrategia investigativa,

n o m o s & th e sís
975 SECCIÓN I: EL PROCESO INMEDIATO Alt 446
y con una muy clara lógica indiciaría, en la que el tiempo de maduración para la formación de una in­
culpación formal demanda un tiempo razonable y se aleja de toda posibilidad de simplificación proce­
sal. Por el contrario, es que, en función a los recaudos de la causa, se presume que el proceso es sencillo
y de duración breve. [B a r o n a V i l a r , Silvia y otros. Derecho Jurisdiccional-Tomo III. 22 ° edición. Valen­
cia: Editorial Tirant lo Blancli, 2014, p. 587]. La simplicidad de los actos de investigación y su contun­
dencia desde un primer momento, con la consiguiente rapidez en su tramitación, como característica
de este procedimiento [B a r o n a V i l a r , Silvia. Obra citada, p. 588] permiten apartar del proceso inme­
diato {i) hechos complejos -en virtud a su variedad de circunstancias, a la posible inicial equivocidad de
determinados actos de investigación y/o a la presencia de vacíos en la acreditación de determinados
pasajes importantes de los hechos-; o, («) en el que existen motivos razonables para dudar -que no
descartar radicalmente- tanto de la legalidad y/o suficiencia, como de la fiabilidad y/o congruencia de
los actos de investigación recabados; obtención de las fuentes de investigación y actuación de los medios
de investigación; así como desde su valoración racional, de la contundencia ab initio del resultado incri-
minatorio. La necesidad de especiales -o específicas- averiguaciones acerca del hecho o de su autor o
partícipe para concretarlo y esclarecerlo, determinan la exclusión del proceso inmediato. En cambio, si
el desarrollo del hecho puede ser reconstruido con facilidad y certidumbre desde sus primeros momen­
tos es posible obviar o reducir al mínimo la investigación preparatoria y pasar al proceso inmediato. En
este caso, prima la inmediación del juicio por sobre la cautela en la reunión de los elementos de convic­
ción -seguridad del material probatorio-, que es la base de la investigación preparatoria [ L e o n e , Gio-
vanni. Tratado de Derecho Procesal Penal. Tomo II. Buenos Aires: Ediciones EJEA, 1963, pp. 457-458].
La complejidad no solo está vinculada a la naturaleza interna del acto de investigación -a lo complicado
y/o extenso del mismo-, sino también a las condiciones materiales referidas a la ejecución del acto de
investigación o en su incorporación a la causa -por razones de distancia, de remisión de muestras y su
análisis, de saturación de los servicios periciales, de demora en la expedición de informes por parte de
diversos órganos públicos, etcétera-. Cabe tener presente que si se imputa un hecho delictivo a varias
personas, la noción de prueba evidente o evidencia delictiva debe comprender a todos ellos -a los ele­
mentos de convicción referidos a la intervención de todos los indiciados en el hecho o hechos delictuo­
sos-. De igual modo, si se imputan varios hechos a distintas personas, la evidencia delictiva -prueba
evidente- debe comprenderlas acabadamente. 10.° Otro elemento que debe tomarse en cuenta para
seguir esta vía procedimental, desde el principio constitucional de proporcionalidad, y que es un ele­
mento implícito por la propia esencia del proceso inmediato, es la gravedad del hecho objeto de impu­
tación desde la perspectiva de la conminación penal -en pureza, la pena esperada en atención a la cul­
pabilidad por el hecho y por la culpabilidad del autor-. A mayor gravedad del hecho, más intensa será
la necesidad de circunscribir o limitar la admisión y procedencia del proceso inmediato. Sus presupues­
tos y sus requisitos se analizarán con mayor rigor para justificar, en clave de proporcionalidad, la exclu­
sión del proceso común. La idoneidad y estricta proporcionalidad del proceso inmediato, que asegura
una respuesta rápida al delito, pero con una flexibilización de las garantías de defensa procesal y tutela
jurisdiccional, siempre debe estar en función a delitos que no sean especialmente graves. Basta una duda
mínima acerca del cumplimiento de estos presupuestos y requisitos para optar por el proceso común,
cuya preferencia es obvia. El respeto por estos subprincipios se reconoce en la medida en que se asume
que los delitos especialmente graves demandan, en sí mismos, un mayor y más profundo nivel de escla­
recimiento, y una actividad probatoria más intensa y completa -tanto en el ámbito de su configuración
típica como en las exigencias de la medición de la pena (causales de disminución o incremento de pu-
nibilidad, circunstancias cualificadas o privilegiadas, circunstancias específicas, circunstancias genéricas
y reglas de reducción punitiva por bonificación procesal)-. Basta que el delito sea especialmente grave y
que, por las características específicas de su comisión concreta, requiera algún tipo de esclarecimiento
acentuado respecto a una categoría del delito o a una circunstancia relevante para la medición de la pena
-siempre, un factum-, para proscribir constitucionalmente la vía del proceso inmediato. La determina­
ción de lo que debe estimarse como “delito especialmente grave” no permite, por falta de una norma
definidora, una respuesta o conclusión exacta o categórica. Es del caso, sin embargo, tener presente que
bajo esta lógica, y a un mero nivel ejemplificativo, que el Código Penal -en adelante, CP- y las leyes

❖ NUEVO CODIGO PROCESAL PENAL


Art. 446 LIBRO QUINTO: LOS PROCESOS ESPECIALES 976

penales complementarias, en atención al grado de afectación al bien jurídico y a su propia entidad o


importancia, y en algunos supuestos fundados en una lógica de mayor gravedad del hecho e interven­
ción delictiva, reprime ciertos delitos (i) con pena de cadena perpetua (sicariato: artículo 108-C, tercer
párrafo, CP; secuestro: artículo 152, cuarto párrafo, CP; violación sexual de menor de edad seguida de
muerte o lesión grave: artículo 173-A CP; robo con circunstancias especiales agravantes: artículo 189,
tercer párrafo, CP; extorsión: artículo 200, noveno párrafo, CP); (it) con pena privativa de libertad no
menor de veinticinco años (feminicidio: artículo 108-B, segundo párrafo, CP; trata de personas agrava­
da: artículo 153-A, segundo párrafo, CP); o, (tii) con pena privativa de libertad no menor de quince
años (ciertos supuestos de tráfico ilícito de drogas con agravantes: artículo 297, primer párrafo, CP).
11 .° La prevención es clara, aun cuando la ley procesal se centra no en la entidad del delito sino en las
nociones de evidencia delictiva y de investigación sencilla -que es lo [que] prima y se denomina “ámbi­
to de aplicación”-. El juez ha de optar por un criterio seleccionador muy riguroso para aceptar la incoa­
ción de un proceso inmediato en relación con delitos que pueden traer aparejada una sanción especial­
mente grave, impropia desde una perspectiva político criminal para dictarse en un proceso rápido, en la
medida en que puede demandar un esclarecimiento más intenso, alejado del concepto de “mínima ac­
tividad probatoria”. En todo caso, sin perjuicio de la entidad del delito, pero con mayor cuidado cuan­
do se está ante un delito especialmente grave, el eje rector es la evidencia delictiva, que debe abarcar
todas las categorías del delito, las circunstancias respectivas y los factores de medición de la pena, al
punto que solo requiera de un esclarecimiento adicional mínimo, sin graves dificultades desde la activi­
dad probatoria de los sujetos procesales -investigación sencilla-. 12 .° El proceso inmediato consta,
desde su propia regularidad interna, de dos fases procesales: 1. Audiencia única de incoación. 2 . Audien­
cia única de juicio. Ambas informadas por el principio de aceleramiento procesal, en el que rige la
máxima de que las audiencias son inaplazables y la vigencia del principio de concentración procesal. Las
dos se erigen en sus notas características. Cabe destacar que la audiencia única de juicio, condicionada
por la audiencia única de incoación, al definir con carácter previo la viabilidad del proceso inmediato
en atención a los presupuestos y requisitos que lo configuran: evidencia delictiva y no complejidad
procesal, a su vez, se subdivide en dos periodos procesales: (i) de definición de los presupuestos del
juicio para dictar, si correspondiere, acumulativa y oralmente, los autos de enjuiciamiento y de citación
ajuicio; y, (ti) de realización del juicio propiamente dicho. Una especialidad en materia de prueba es que
a las partes corresponde “ [...] convocar a sus órganos de prueba, garantizando su presencia en la Audien­
cia, bajo apercibimiento de prescindirse de ellos” (artículo 448, apartado dos, NCPP). Esta carga pro­
cesal, desde luego, tiene sus límites razonables en la exigencia del deber de esclarecimiento que es propio
-es la meta- del proceso penal en el sistema euro continental. Los apercibimientos ante la inconcurrencia
de órganos de prueba (testigos y peritos debidamente individualizados y con domicilio cierto, lo que es
de cargo de las partes) y su ejecución corresponden al órgano jurisdiccional, porque es quien tiene el ius
imperium] las partes no pueden conducir coactivamente a los testigos y peritos. Si se acredita documen­
talmente que la parte concernida realizó adecuadamente la debida citación al órgano de prueba, corres­
ponde al juez, de ser el caso, insistir en su concurrencia; con la excepción de personas que pertenezcan
a la Administración Pública o de testigos especiales, para lo cual su citación y conducción corresponde,
previa información cierta de la parte, al órgano jurisdiccional (artículos 164, 167, 168 y 169 NCPP). §
2 . L egitim idad constitucional d elproceso inm ediato reform ado. [...] 15.° En la incoación del proce­
so inmediato por delitos de omisión de asistencia familiar y de conducción en estado de ebriedad o de
drogadicción, según el apartado 4), del artículo 446 NCPP, como anteriormente se aclaró, pareciera que
no hace falta que concurran los presupuestos y requisitos de evidencia delictiva y de ausencia de com­
plejidad. Tal conclusión interpretativa, no obstante, no es de recibo en sus estrictos términos. La justi­
ficación constitucional del proceso inmediato -su fundamento material- se basa, precisamente, en am­
bas nociones. Sin ellas, se vulnera la garantía de defensa procesal y se restringe irrazonablemente la
garantía de tutela jurisdiccional, pues se propendería a la emisión de sentencias con prueba inidónea y
con un nivel de celeridad que conspiraría contra la regularidad y equidad del proceso jurisdiccional. El
delito de omisión de asistencia familiar, por su propia configuración típica, exige la previa decisión de
la justicia civil que se pronuncie acerca del derecho del alimentista y de la obligación legal del imputado,

n o m o s & th e s is
977 SECCION I: EL PROCESO INMEDIATO Alt 446
de la entidad del monto mensual de la pensión de alimentos y del objetivo incumplimiento del pago,
previo apercibimiento, por el deudor alimentario. Es claro que tales elementos no son los únicos para
fundar el juicio de culpabilidad ni necesariamente determinan la imposición de una sentencia condena­
toria -la posibilidad de actuar es esencial, pues lo que se pena no es el “no poder cumplir”, sino el “no
querer cumplir” (STSE 1148/1999, de 28 de julio); es la consecuencia de la cláusula general de salva­
guarda propia de los comportamientos omisivos, según la cual solo comete un delito de dicha estructu­
ra quien omite la conducta debida pudiendo hacerlo [P r a t s C a n u t , José Miguel. Comentarios, Obra
citada, p. 459]-, pero son suficientes -vista la corrección del juicio civil, y siempre que sea así-para esti­
mar en clave de evidencia delictiva -y en principio-, la admisión y procedencia del proceso inmediato,
que no lo es necesariamente para la condena. El delito de conducción en estado de ebriedad o droga-
dicción, siempre que importe la intervención policial del imputado conduciendo un vehículo motori­
zado en ese estado, con la prueba pericial respectiva -dentro de los marcos y con estricto respeto el artí­
culo 213 NCPP-, constituye un claro supuesto de “evidencia delictiva”. Es indiscutible que la
regularidad de la prueba, antes de la intervención policial debe estar consolidada. Deben agregarse al
requerimiento de incoación del proceso inmediato las actas y pericias que exige el citado artículo 213
NCPP. 16.° De otro lado, el apartado uno, del artículo 446 NCPP, establece la obligatoriedad por
parte del Ministerio Público de la interposición de la solicitud de incoación del proceso inmediato,
claro está -así debe entenderse- cuando se presentan los presupuestos materiales de evidencia delictiva y
de no complejidad. Pero, tal exigencia u obligatoriedad, ¿vulnera alguna garantía o principio procesal o
procedimental? ¿Cómo entender, en su caso, esa obligatoriedad? Esa norma, ineludiblemente, debe
concordarse con el apartado uno, del artículo 447 NCPP, y el párrafo final de dicho artículo, que son
-como ya se anotó- condiciones de legitimidad constitucional del proceso inmediato. No debe variar el
análisis la expresión “bajo responsabilidad”, que preside el artículo 446.1 NCPP, pues en modo alguno
altera el sentido de la norma procesal. Siendo así: A. El supuesto de delito flagrante, en tanto el impu­
tado esté efectivamente detenido, determina la solicitud de incoación del procedimiento inmediato
luego de vencido el plazo de 24 horas o 15 días, según sea el caso -delito común o exceptuado-, en
cuanto no haga falta la solicitud de detención preliminar incomunicada y de detención convalidada
(artículos 265 y 266 NCPP), y siempre que no se presenten las circunstancias indicadas en el noveno
fundamento jurídico. B. Es claro que si se trata de un delito menor es susceptible de aplicar el artículo
2 NCPP, modificado por la Ley N.° 30076, del 19-8-2013, donde el fiscal puede optar por el principio
de oportunidad. El hecho de que el apartado cuatro, numeral b), del artículo 447 NCPP permite que
se inste el principio de oportunidad en el curso de la audiencia única de incoación del procedimiento
inmediato, en modo alguno importa la inaplicación o abrogación del principio de oportunidad en sede
preliminar a la inculpación formal -Disposición Fiscal de Formalización y Continuación de la Investi­
gación Preparatoria-. El fiscal tiene la potestad de examinar, antes de inculpar formalmente a una per­
sona. Si es posible la aplicación de algún criterio de oportunidad y, en consecuencia, decidir bajo su
propia autoridad. Distinto es el caso de la denominada “oportunidad tardía”, que presupone inculpa­
ción formal y autoriza la intervención del juez en la decisión, conforme con lo dispuesto por el artículo
2.7 NCPP. C. Si se cumplen acabadamente las notas materiales o sustantivas y adjetivas de la flagrancia
delictiva, así como el requisito de simplicidad procesal, y no sean aplicables, en los términos ya expresa­
dos, los artículos 2 , 265 y 266 NCPP, se hace efectiva la obligatoriedad del fiscal para solicitar la incoa­
ción del procedimiento inmediato. Aquí no se impone una actuación irrazonable al Ministerio Público,
sino que se exige el cumplimiento de la ley que sujeta su aplicación a que se satisfagan determinados
presupuestos y requisitos. La responsabilidad se entenderá cuando sea manifiesto que se debe proceder
a la solicitud de incoación del proceso inmediato y, pese a ello, no se insta sin fundamento razonable
alguno. D. La flagrancia delictiva, como se sabe, no es el único presupuesto material de la evidencia
delictiva. También se encuentran los presupuestos de confesión y de delito evidente. En estos últimos,
el párrafo final, del artículo 447 NCPP dispone que el requerimiento de incoación del procedimiento
inmediato se presenta luego de culminar la subfase de diligencias preliminares (artículo 330 NCPP)
-claro está, si se dan los requisitos para su instauración- o, en su defecto, antes de los treinta días de
formalizada la investigación preparatoria. Las diligencias de averiguación fiscal, como paso inevitable al

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Art. 446 LIBRO QUINTO: LOS PROCESOS ESPECIALES 978

requerimiento de procedimiento inmediato, desde luego, tendrán lugar cuando a final de cuentas se
superen los defectos de la intervención en flagrancia, se presente con toda claridad una confesión corro­
borada o se consolide y/o superen omisiones o defectos en actos de investigación, que dan lugar a un
delito evidente; a consecuencia de lo cual no se requiere de nuevos o distintos actos de investigación,
siempre que ello no importe una restricción irrazonable del derecho de probar de las copartes o de las
contrapartes. 17.° La opción que se asume es que la norma en debate puede salvar su constitucionalidad
si se la interpreta en la forma prevista en el parágrafo precedente. Es inadmisible obligar, sin más, al
Ministerio Público a una actuación irrazonable por la incoación de un proceso reformado si no se pre­
sentan sus presupuestos materiales, que la propia Ley Procesal Penal desarrolla. También es intolerable
que se prescriba la responsabilidad -obviamente funcional, nunca penal- del fiscal si no solicita la incoa­
ción del proceso inmediato, pues éste tiene desde la ley -y así debe reconocérsele- precisamente varias
opciones posibles, sujetas desde luego a una valoración de las circunstancias fácticas y jurídicas que en
cada caso se presenta. Las conminaciones disciplinarias y las determinaciones de actuación sin tomar en
cuenta las circunstancias del caso son constitucionalmente desproporcionadas y afectan la autonomía
del Ministerio Público como órgano constitucional y la libertad de actuación, dentro de la ley, de los
fiscales. Sin embargo, como es posible, en clave sistemática y de coherencia y respeto de los principios y
garantías de la Constitución, optar por una interpretación de las normas ordinarias acorde con esas
previsiones institucionales, cabe concluir que si la norma en cuestión se interpreta tal como se plantea
en este Acuerdo Plenario será viable excluir su inaplicación por inconstitucional. El control constitucio­
nal, como se sabe, es de ultima ratio, y por consiguiente, es excepcional; el control difuso, en todo caso,
se circunscribe a la real existencia de un problema concreto entre las partes, y la declaración de inapli-
cabilidad de la norma cuestionada solo procede para resolver cuestiones litigiosas respecto de las cuales
existe incompatibilidad manifiesta, no simples interpretaciones entre la norma legal y una constitucio­
nal [ R u b i o C o r r e a , Marcial. E l Estado Peruano según la Jurisprudencia del Tribunal Constitucional,
Lima: Fondo editorial PUCP, 2006, pp. 100- 101 . SST C C N.° 145-99-AA-TC, de ocho de setiembre
de 1999 y N .° 5-96-I-TC, de diecinueve de (??) de 1996]. § 3. Algunos aspectos del trám ite delp ro­
ceso inm ediato reform ado. 18.° Oportunidad procesal de la incoación delproceso inmediato: El artículo
447 NCPP estipula dos momentos procesales para la solicitud de incoación del proceso inmediato El
primer momento está circunscripto al delito flagrante -artículo 446, literal a) del apartado 1, NCPF- y
siempre que el imputado se encuentra sujeto materialmente a una detención efectiva -artículo 447,
numeral 1, NCPP-, supuesto en el que el Fiscal lo hará, si correspondiere claro está, a su término o
vencimiento. El segundo momento está referido al delito confeso y al delito evidente -artículo 446, li­
terales b) y c) del apartado 1, NCPP-, supuestos en los cuales el fiscal presentará el requerimiento de
incoación de este proceso, “...luego de culminar las diligencias preliminares o, en su defecto, antes de los
treinta días deform alizada la investigación preparatoria..?. El proceso inmediato por delito flagrante re­
quiere que el imputado esté detenido y que no se necesite realizar, luego de las veinticuatro horas de
detención, algún acto de investigación adicional o de confirmación ineludible. En tal caso, el fiscal in­
mediatamente debe formular el requerimiento y el juez debe realizar la audiencia única de incoación del
proceso inmediato dentro de las cuarenta y ocho horas siguientes a dicho requerimiento. Es importan­
te, a los efectos de garantizar el derecho de defensa -plazo razonable para que el imputado prepare su
defensa: artículo EK, apartado 1), del Título Preliminar NCPP- que ese plazo debe computarse, necesa­
riamente, desde que el citado imputado es notificado efectivamente con el auto de citación a la referida
audiencia. El imputado debe ser notificado del auto en referencia y del propio requerimiento fiscal; solo
a partir de ese momento puede empezar a correr el plazo respectivo. Al amparo de la norma citada, y en
especial del artículo 8o, apartado dos, literal c), de la Convención Americana de Derechos Humanos,
que exige que el imputado tenga un tiempo razonable para preparar su defensa, es posible que el juez,
en atención a la entidad del delito atribuido y a las exigencias de la causa -para remover los obstáculos
que impiden una defensa efectiva-, haga uso de la potestad de fijar un plazo judicial, distinto, pero
siempre breve, para la realización de esa audiencia. 19.° Si no se presenta el caso de delito flagrante, tal
como se ha dejado estipulado precedentemente, es absolutamente viable, si se cumplen los supuestos de
delito confeso o de delito evidente -en tanto en cuanto la meta de esclarecimiento no presente comple-

n o m o s & th e sis
979 SECCIÓN I: EL PROCESO INMEDIATO Alt 446
jidad, no requiera de indagaciones dificultosas y los actos de investigación sean concluyentes o incon­
trovertibles-, que el fiscal inste el proceso inmediato dentro del plazo estipulado en el párrafo final del
artículo 447° NCPP. En este último caso -literales b) y c) del apartado 1 del artículo 446° NCPP- los
plazos se extienden -se trata de los plazos para señalar fecha para la audiencia única de incoación del
proceso-. Como el principio de aceleramiento procesal es una de las notas características del proceso
inmediato, la audiencia única de incoación del proceso inmediato debe señalarse inmediatamente de
presentado el requerimiento fiscal, notificarse a más tardar al día siguiente hábil y realizarse dentro de
un plazo breve, siempre mayor de las cuarenta y ocho días siguientes a la presentación del requerimien­
to fiscal -que es el plazo para el delito flagrante- y no mayor de cinco días a la recepción por el Juzgado
del citado requerimiento fiscal -que es la mitad del plazo fijado para el juicio oral (artículo 355 °. 1,
NCPP)- o, según los casos, vinculados a la causa en concreto, otro plazo judicial, siempre menor a la
norma antes mencionada. Se entiende, en todos los casos, que el requerimiento fiscal debe indicar los
domicilios procesales de quienes se hubieran personado en la causa, a los efectos de las notificaciones
correspondientes. 20.° El apartado uno del artículo 448° NCPP estipula que el Juez penal es el compe­
tente funcional para realizar la audiencia única de juicio inmediato. Una vez que recibe el expediente
por el Juez de la investigación preparatoria, debe realizar la audiencia en un plazo que “...no debe exceder
las setenta y dos horas desde su recepción, bajo responsabilidadfuncionar. Es de tener presente, sin embar­
go, que se trata de otro Juez, al que se le remite la causa. Por consiguiente, es de rigor asumir, primero,
que debe dictar el auto de citación para la audiencia única de juicio inmediato; segundo, que la prime­
ra cuestión a dilucidar es la validez de la acusación -si cumple los presupuestos y requisitos procesales
respectivos-, la admisión de pruebas, y las demás cuestiones previstas en el artículo 350°. 1 NCPP; y,
tercero, que el segundo periodo de la audiencia es, propiamente, la realización puntual del debate oral
-ejecución de las pruebas y alegatos-. En este sentido el plazo de setenta y dos horas debe computarse a
partir de la emisión y notificación del auto de citación dictado por el Juez Penal. Es claro que el auto
debe emitirse inmediatamente de recibida la causa y notificarse en el día o, a más tardar, al día siguien­
te; y, es a partir de la notificación que empieza a correr las setenta y dos horas. Entender ese cómputo
de otra forma vulnera la garantía de defensa en juicio pues el imputado tendría un tiempo irrazonable­
mente reducido para preparar su defensa. Rige, en todo caso, lo dispuesto en la última parte del párrafo
final del fundamento jurídico décimo octavo. 21.° Elproceso inmediato y el ejercicio del derecho de defen­
sa. Dictado el auto de incoación del proceso inmediato -que es oral y se profiere en la misma audiencia
(artículo 447, apartado 4, NCPP) y, por ende, debe figurar cumplidamente en el acta, sin perjuicio de
su registro audiovisual o por un medio técnico (artículos 120 y 361, en lo pertinente, NCPP)-, en vir­
tud de los principios de concentración y de aceleramiento procesales, corresponde al fiscal que, dentro
del plazo de veinticuatro horas, emita la acusación escrita correspondiente, hecho lo cual el juez de la
Investigación Preparatoria remitirá las actuaciones al juez Penal competente. En cuanto a la audiencia
de juicio inmediato, el primer periodo del enjuiciamiento consiste en la delimitación de los hechos y de
las pruebas, así como en la dilucidación de todas las articulaciones tendentes a garantizar un enjuicia­
miento concentrado en la cuestión de la culpabilidad y, de ser el caso, de la sanción penal, consecuencias
accesorias y reparación civil -decidir y superar todos aquellos presupuestos procesales o cuestiones pro­
cesales que impidan la celebración y definición del enjuiciamiento- Este periodo culmina con la emisión
acumulada de los autos de enjuiciamiento y de citación a juicio. El segundo periodo del enjuiciamiento
consiste, propiamente, en la celebración del juicio. Se aplican las reglas del proceso común, con la con­
dición de que esas reglas deben ser: “ [••.] compatibles con la naturaleza célere del proceso inmediato”,
lo cual significa que las actuaciones probatorias e incidencias deben llevarse a cabo y dilucidarse en el
menor tiempo posible y concentradamente. La regla general es la prevista en los artículos 356.2 y 360.2
NCPP: el debate se realiza en un solo día y las sesiones sucesivas, sin perjuicio de las causas de suspen­
sión -lógica excepcional-, se realizarán al día siguiente o subsiguiente (aunque la primera opción es la
idónea para el juicio inmediato). Ahora bien, si se tiene en cuenta que las lógicas de evidencia delictiva
y de simplicidad procesal, condicionantes del proceso inmediato, desde ya han determinado una causa
en que las exigencias de esclarecimiento ulterior son mínimas, cabe entender que las solicitudes proba­
torias del imputado han de tener ese carácter de pruebas indispensables para enervar la prueba de cargo

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Art. 446 LIBRO QUINTO: LOS PROCESOS ESPECIALES 980

de la Fiscalía, también limitada a las lógicas de evidencia delictiva, de las que partió su requerimiento de
incoación del proceso inmediato. En todo caso, conforme con las prevenciones de los artículos 155.2,
352.5,b) y 373.1 y 2 NCPP, se admitirán, según los casos, los medios de prueba que sean pertinentes,
conducentes, útiles, necesarios, de posible actuación y no sobreabundantes. No existe, en este supuesto,
limitación irrazonable al derecho de postulación probatoria. 22.° El proceso inmediato se sustenta en la
existencia de evidencia delictiva. El debate probatorio, por consiguiente, será muy acotado; referido,
primero, a la acreditación de tal evidencia delictiva; y, segundo, a la verificación de la regularidad, fiabi­
lidad, corrobación y suficiencia de la prueba de cargo. La defensa, como es obvio, podrá cuestionar y,
en su caso, desacreditar la prueba de cargo y su suficiencia, así como presentar contraprueba. Es posible
que, por razones que escapan al control de las partes y del órgano jurisdiccional, se produzca un proble­
ma sensible o insuperable en la incorporación de determinada prueba o pruebas, esenciales para la de­
cisión de la causa. La opción que tiene el juez, incluso ya incoado el proceso inmediato e iniciado la
audiencia única de enjuiciamiento inmediato, será -previo debate contradictorio- dictar el auto de
transformación del proceso inmediato en proceso común, muy similar a lo que sucede en el caso del
proceso especial de seguridad (artículo 458°. 1 NCPP). Supletoriamente, en caso de audiencia en curso
el Juez penal aplicará la norma antes indicada, a fin de reiniciarse, desde el principio, el juicio oral con
las reglas del proceso común, respetando la eficacia procesal de los actos de prueba ya actuados. En los
otros supuestos el Juez de la investigación preparatoria o el Juez penal, según el caso, aplicará el aparta­
do siete del artículo 447° NCPP. 23.° Audiencia de incoación delproceso inmediato y solicitudes concurren­
tes. El artículo 447.2 y 3 N C PP estipula que en la audiencia de incoación del proceso inmediato puede
plantearse la imposición de una medida de coerción a instancia del fiscal y la aplicación del principio de
oportunidad -incluye el acuerdo reparatorio- o del proceso de terminación anticipada. Algunos puntos
problemáticos pueden advertirse: A. El apartado 4) de dicha disposición legal dispone que el juez de la
Investigación Preparatoria resuelve, mediante resolución oral, esas solicitudes en el siguiente orden: 1.
Procedencia de la medida de coerción. 2. Procedencia, indistinta y, según el caso, del principio de opor­
tunidad, del acuerdo reparatorio o del proceso de terminación anticipada. 3. Procedencia de la incoa­
ción del proceso inmediato. Si la ley fija un orden para resolver los puntos planteados es inexcusable que
ese orden tiene que respetarse, aunque la nulidad procesal solo se originará cuando se vulnere irrazona­
blemente la regularidad del procedimiento en sus lógicas esenciales y se genere un supuesto de indefen­
sión material. B. Por otro lado, es claro que si se admite y estima alguna de las solicitudes del punto
segundo ya no será necesario pronunciarse respecto a la incoación del proceso inmediato, pues estas
tienden a resolver la causa bajo modalidades propias, en las que el principio del consenso tiene primacía.
De desestimarse alguna de las tres alternativas del punto segundo, el juez de la Investigación Preparato­
ria decidirá si cabe instaurar el procedimiento inmediato. C. La petición de una medida de coerción: sea
prisión preventiva u otra alternativa, no descarta o modifica la pretensión sobre el tema u objeto prin­
cipal. El imputado puede ser excarcelado en sus diversas modalidades o declarado preso preventivo -el
plazo de privación procesal de la libertad personal no está en función a si la causa puede resolverse a
través del procedimiento inmediato, que es un hecho futuro respecto del cual el juez, en este paso pro­
cesal, no puede valorar, sino a las necesidades del proceso jurisdiccional, a las características del impu­
tado y a la gravedad y complejidad del hecho delictivo atribuido, siempre en una perspectiva de asegu­
ramiento procesal con pleno respeto del principio de proporcionalidad y de la garantía de presunción
de inocencia entendida normativamente (artículo 253. 2 y 3, NCPP)-, lo que en modo alguno altera la
necesidad de decisión acerca la incoación del proceso de terminación anticipada o del proceso inmedia­
to. D . El efecto procesal de la desestimación del proceso inmediato es que la causa se reconduzca al
proceso común. El fiscal a cargo del caso, en vía de complementación -ya se han realizado actuaciones
previas por la Policía y puede que por la propia Fiscalía-, dictará la Disposición de Formalización y
Continuación de la Investigación Preparatoria o, de ser el caso -cuando ya se hubiera emitido tal dispo­
sición-, continuará con las actuaciones de investigación. En todo caso, la medida de coerción dictada
no se modifica de pleno derecho y su reforma requiere de una petición de parte. El apartado 7) del ar­
tículo 447 NCPP debe interpretarse en este sentido. Cabe aclarar que si bien el artículo 338.4 NCPP
indica que el fiscal, para la imposición de medidas coercitivas, está obligado a formalizar la investiga-

n o m o s & th e s is
981 SECCIÓN I: EL PROCESO INMEDIATO Art. 446
clon, ello se entiende en los marcos comunes de la investigación preparatoria; pero en el caso del artícu- r
lo 447.2 NCPP, propio del proceso inmediato, tal exigencia, por razones obvias, no se ha positivizado;
el apartado uno solo impone al fiscal, como presupuesto procesal para requerir la incoación del proceso ¡'­
inmediato, el vencimiento del plazo de detención, y en el otro apartado, inmediatamente, lo autoriza a
requerir, si correspondiera, la prisión preventiva en el curso de la audiencia única de incoación del pro­
ceso inmediato. 24.° Apelación y proceso inmediato. El proceso inmediato reformado solo prevé expresa- !
mente el recurso de apelación contra el auto que resuelve el requerimiento de proceso inmediato, en
cuyo caso se tratará de una apelación con efecto devolutivo (artículo 447.5 NCPP). Es obvio que un
recurso de apelación, por su carácter jerárquico, siempre tiene efecto devolutivo -es de conocimiento de .
un órgano jurisdiccional superior en la estructura orgánica del Poder Judicial- Lo determinante es si
tiene efecto suspensivo. La norma general es el artículo 418.1 NCPP. La apelación, en estos casos, de un
auto no equivalente -que no pone fin al procedimiento penal (no clausura la persecución penal), sea que
acepte o rechace la incoación del proceso inmediato-, no tiene efecto suspensivo. Las demás apelaciones
contra resoluciones interlocutorias -en orden al principio de oportunidad, proceso anticipado y medi­
das coercitivas-, igualmente no tienen efectos suspensivos. En el caso de la apelación del auto de prisión
preventiva, rige el artículo 278.1 NCPP. La apelación, en este caso, es igualmente devolutiva y no sus­
pensiva. Si se dispone la libertad del imputado no podrá tener efecto suspensivo (artículo 412.2 NCPP).
Una situación que puede presentarse cuando se dicta mandato de prisión preventiva y el imputado
impugna el auto antes del vencimiento del plazo de tres días, es que la causa ya se encuentre ante el juez
Penal. Como debe propenderse a la efectividad del derecho al recurso legalmente previsto -que integra
la garantía de tutela jurisdiccional-, tal situación no impide que el juez Penal se pronuncie por la admi­
sión o inadmisión de dicho recurso y, en su caso, eleve copia certificada de los actuados a la Sala Penal
Superior. Negar esa posibilidad, a partir de una concepción formalista, en el sentido de que quien debe
pronunciarse acerca del recurso es el juez de la Investigación Preparatoria, sería restringir irrazonable­
mente el derecho de tutela jurisdiccional o, en su caso, propender a una dilación indebida de la causa
con el objetivo de que el último juez sea quien califique la impugnación. Recuérdese que quien absuel­
ve el grado es el Tribunal Superior, no el juez Penal. Por último, la Sección Primera del Libro Quinto
del NCPP no fijó un procedimiento específico, acelerado, de apelación. En consecuencia, rige el con­
junto de las normas generales sobre la materia que tiene establecidas en el Libro Cuarto del NCPP.
(Acuerdo Plenario N.° 2-2016/CJ-116, del 01-06-2016, que establece como doctrina legal los criterios
expuestos en los íf. jj. 7 al 12 y 15 al 24. II Pleno Jurisdiccional Extraordinario de las Salas Penales
Permanente y Transitoria de la Corte Suprema de Justicia [EP, 04-08-2016, Jurisprudencia, Año XXV,
N .° 1020, pp. 7522-7530]. Texto completo: <bit.ly/2FK4zeQ>).

DOCTRINA JURISPRUDENCIAL VINCULANTE DE LA CORTE SUPREMA

§ 1892. Excepciones de oficio. Adecuación del proceso común a un proceso inmediato. Nove­
no. En el Acuerdo Plenario [N.° 2-2016-CIJ-l 16 (§ 1891)] [...] se ha tenido en cuenta que el juez ha
de optar por un criterio seleccionador muy riguroso, para aceptar la incoación de un proceso inmediato
en relación con delitos que pueden traer aparejada una sanción grave. Que el proceso inmediato consta
de dos fases procesales: La audiencia de incoación y la audiencia única de juicio; que la solicitud procesal
de incoación del proceso inmediato, se encuentra sujeta a dos momentos procesales, siendo el primero
de ellos, que se trate de un delito flagrante, que el imputado se encuentre sujeto materialmente a una
detención efectiva y que no se necesite realizar, luego de las 24 horas de detención, algún acto de inves­
tigación adicional o de confirmación ineludible. Se contempló también el caso que la prueba pericial,
resulte fundamental para la acreditación del delito y citó como casos, solo a título enunciativo, el tráfico
ilícito de drogas, entre otros varios en que la prueba pericial es especialmente relevante. Décimo. Ex­
puestos los hechos y dado que la Corte Suprema en el Acuerdo Plenario N .° 2-2016-CIJ-l 16, ha dejado
establecido para casos como el presente, en que pueda surgir una incidencia respecto al trámite de un
proceso: sea común o sea inmediato, sin embargo, es preciso dejar establecido que si bien los medios
de defensa técnicos como las excepciones, pueden resolverse de oficio por el juez, ello debería tener
lugar luego de un análisis concienzudo no solo de las circunstancias de la intervención en flagrancia,

♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL


Art. 446 LIBRO QUINTO: LOS PROCESOS ESPECIALES 982

para decidir el proceso inmediato, sino 7 además, el de no afectar en general el derecho a la prueba 7
en específico el principio acusatorio que permite al fiscal, como titular de la acción penal 7 responsable
de la carga de la prueba, conforme lo prevé el artículo IV, del Título Preliminar, del Código Procesal
Penal, decidir la investigación preparatoria para el acopio de los elementos probatorios necesarios, que
hagan exitosa la prosecución de la acción penal 7 consecuentemente la efectivización del ius puniendi,
cuando no cuente con aquellos para incoar un proceso inmediato. En el presente caso, la decisión del
fiscal de iniciar investigación preparatoria, lo fue con el objeto de dar cumplimiento al articulo 321.1
del Código Procesal Penal. (Casación N.° 243-2016-La Libertad, del 17-07-2018, que estableció como
doctrina jurisprudencial vinculantes los ff. jj. 9 7 10. Primera Sala Penal Transitoria [EP, 23-08-2018,
Jurisprudencia, Año XXVII, N .° 1086, p. 8097]. Texto completo: <bit.l7/ 2 IKYRuj>).
§ 1893. Adecuación del proceso común a un proceso inmediato. Excepciones de oficio. In­
tervención en flagrancia. Noveno. En el Acuerdo Plenario [N.° 2-2016-CIJ-116 (§ 1891)] [...] se ha
tenido en cuenta, que el juez ha de optar por un criterio seleccionador mu 7 riguroso para aceptar la
incoación de un proceso inmediato en relación con delitos que pueden traer aparejada una sanción gra­
ve. El proceso inmediato consta de dos fases procesales: la audiencia de incoación 7 la audiencia única
de juicio; la solicitud procesal de incoación del proceso inmediato, se encuentra sujeta a dos momentos
procesales, siendo el primero de ellos, que se trate de un delito flagrante, que el imputado se encuentre
sujeto materialmente a una detención efectiva 7 que no se necesite realizar, luego de las veinticuatro
horas de detención, algún acto de investigación adicional o de confirmación ineludible. Se contempló
también el caso que la prueba pericial, resulte fundamental para la acreditación del delito 7 citó como
casos, solo a título enunciativo, el tráfico ilícito de drogas, entre otros varios en que la prueba pericial es
especialmente relevante. Décim o. Expuestos los hechos 7 dado que la Corte Suprema en el Acuerdo Ple­
nario N.° 2-2016-CIJ-l 16, ha dejado establecido para casos como el presente, en que pueda surgir una
incidencia respecto al trámite de un proceso, sea común o sea inmediato, es preciso dejar establecido
que si bien los medios de defensa técnicos como las excepciones, pueden resolverse de oficio por el juez,
ello debería tener lugar luego de un análisis concienzudo no solo de las circunstancias de la intervención
en flagrancia, para decidir el proceso inmediato, sino 7 además, el de no afectar en general el derecho a
la prueba 7 en específico el principio acusatorio que permite al fiscal, como titular de la acción penal 7
responsable de la carga de la prueba, conforme al artículo IV, del Título Preliminar, del Código Procesal
Penal, decidir la investigación preparatoria para el acopio de los elementos probatorios necesarios que
hagan exitosa la prosecución de la acción penal 7 consecuentemente la efectivizarían del ius puniendi
(derecho a sancionar), cuando no cuente con aquellos para incoar un proceso inmediato. En el presente
caso, la decisión del fiscal de iniciar investigación preparatoria, lo fue con el objeto de dar cumplimiento
al artículo 321.1 del Código Procesal Penal. (Casación N .° 244-2016-La Libertad, del 20-07-2018, que
estableció como doctrina jurisprudencial vinculantes los ff. jj. 9 7 10. Primera Sala Penal Transitoria [EP,
23-08-2018, Jurisprudencia, Año XXVII, N .° 1086, p. 8093]. Texto completo: <bit.l7/2Uc5996>).

REUNIÓN DE UNIFICACIÓN DE CRITERIOS DE JUECES A CARGO DE PROCESOS INMEDIATOS

§ 1894. Pena efectiva en delitos de violencia familiar. P r e g u n t a : ¿En los delitos de lesiones leves (arti­
culo 122 CP) y agresiones en contra de las mujeres o integrantes delgrupofam iliar (articulo 122-B CP), sepuede
aprobar el acuerdo de terminación anticipada con pena privativa de libertad efectiva convertida a prestación de
jomarlas de servicios a la comunidad? A c u e r d o : Se acordó por u n a n i m i d a d que procede aprobar el acuerdo
de terminación anticipada, dictando sentencia con pena privativa de libertad efectiva convertida a presta­
ción de jornadas de servicio a la comunidad; dejando a salvo el criterio discrecional del juez de desvincu­
larse de este acuerdo, cuando los hechos lo ameritan. (Primera Reunión de Unificación de Criterios de los
Jueces de Investigación preparatoria a cargo de los procesos inmediatos de la Corte Superior de Justicia de
Huánuco, efectuado el 04-01-2018. Tema 9. Texto completo: <bit.l7/ 2 u6Dhea>).
§ 1895. Diligencias preliminares para incoar proceso inmediato. P r e g u n t a .: ¿Procede aprobar el
proceso inmediato, en el delito de omisión a la asistenciafam iliar, si elMinisterio Público -previamente- no abrió
diligenáas preliminarespara notificar a l imputado con la formulación de cargosy para que aplique elprincipio
n o m o s & th e s ís
983 SECCIÓN I: EL PROCESO INMEDIATO Art. 446
de oportunidad'?A c u e r d o : Se acordó por m a y o r í a que el fiscal no requiere abrir diligencias preliminares
para incoar proceso inmediato en el delito de omisión de asistencia familiar; porque la aplicación del prin­
cipio de oportunidad extra proceso es facultativa para el Fiscal (artículo 2.1 del CPP). (Primera Reunión
de Unificación de Criterios de los Jueces de Investigación preparatoria a cargo de los procesos inmedia­
tos de la Corte Superior de Justicia de Huánuco, efectuado el 04-01-2018. Tema 11. Texto completo:
<bit.ly/2u6Dhea>).

§ 1896. Proceso inmediato en delitos aduaneros, tributarios, de mercado y ambientales. P r e g u n ­


ta : ¿En
el delito de comercio clandestino, es competentepara conocer elproceso inmediato, eljuez de investigación
preparatoria especializado en delitos aduaneros, tributarios, de mercado y ambientales de Huánuco, o elJuez
de investigación preparatoria deflagrancia, omisión a la asistenciafam iliar y conducción en estado de ebriedad
o drogadicción de la provincia donde ocurrieron los hechos? A c u e r d o : Se acordó por m a y o r í a que la com­
petencia del requerimiento le corresponde al juez del juzgado de investigación preparatoria de flagrancia,
omisión a la asistencia familiar y conducción en estado de ebriedad o drogadicción de la provincia donde
ocurrieron los hechos; porque el Acuerdo Plenario Extraordinario 2-2016/CIJ-116 [§ 1891] no realizó
ninguna excepción al respecto; habiendo establecido como doctrina legal los siguientes supuestos para
seguir esta vía procedimental; i) prueba evidente; ii) simplicidad del caso. (Primera Reunión de Unifica­
ción de Criterios de los Jueces de Investigación preparatoria a cargo de los procesos inmediatos de la Corte
Superior de Justicia de Huánuco, efectuado el 04-01-2018. Tema 10. Texto completo: <bit.ly/2u6Dhea>).

JURISPRUDENCIA DE LA CORTE SUPREMA

§ 1897. Flagrancia presunta, flagrancia y diligencias preliminares. La captura del vehículo, sin la
posesión del objeto del delito y sin el reconocimiento de la agraviada, no satisface el rigor conceptual del
delito flagrante. Segundo. [L]os presupuestos procesales son circunstancias tan importantes que la admisibi­
lidad de todo el proceso depende de su presencia o ausencia; o, mejor dicho, son condiciones de admisibilidad
para alcanzar una decisión material, por lo que la comprobación de los presupuestos procesales es de oficio en
todas las etapas del proceso (Volk, Klaus, 2016: 208/210). Uno de los presupuestos procesales está referido a
la causa, a su correcta tramitación desde las reglas estipuladas por el Código Procesal. Esto último tiene un
sólido respaldo constitucional en el artículo 139 numeral 3 de la Constitución, cuando precisa que: “Ninguna
persona puede ser desviada de la jurisdicción predeterminada por la ley ni sometida a procedimiento distinto de los
previamente establecidas \ Es pues uno de los derechos procesales fundamentales que integran la garantía gené­
rica del debido proceso. En el presente caso se discute si se presentan los presupuestos materiales de la incoación
del proceso especial. Tercero. Que el artículo 446 del Código Procesal Penal establece los presupuestos mate­
riales que determinan la incoación del proceso inmediato, en cuanto procedimiento especial informado por el
principio de aceleramiento procesal. Esta norma, en lo pertinente, requiere flagrancia delictiva o prueba evi­
dente del hecho y de la participación de su autor. La flagrancia delictiva está regulada en el artículo 239 del
Código Procesal Penal, según la Ley N.° 29396, de 25 de agosto de 2010. El inciso cuatro del citado artículo
regula la denominada “flagrancia presunta”. Según esta norma, existe flagrancia cuando: “Elagente es encontra­
do dentro de las veinticuatro horas después de la perpetración deldelito con efectos o instrumentosprocedentes de aquel
o que hubieren sido empleadospara cometerlo o con señales en sí mismo o en su vestido que indiquen su probable
autoría oparticipación en el hecho delictuoso”. Por la naturaleza del acto en cuestión, que importa la privación
del derecho fundamental a la libertad personal, es obvio que la indicada disposición debe interpretarse restric­
tivamente. El agente, en este supuesto, ha de tener los bienes delictivos (instrumentos del delito, objetos del
delito o electos del delito) en su poder y en ese momento debe ser detenido, dentro de las veinticuatro horas
de la comisión del delito. El imputado C. O. no fue reconocido por la agraviada en el momento en que ocurrió
el robo en su agravio. Ella no le vio el rostro. Por eso es que no lo describió en su denuncia ni en su declaración
preliminar, de suerte que llama la atención que recién lo haga en el juicio oral inmediato. [...]. Cuarto. Que la
actuación de las diligencias de investigación preliminar -las denominadas “diligencias urgentes e inaplazables”-
son aquellas que se realizan bajo las exigencias de una situación concreta que requiere el rápido aseguramiento
de las fuentes de investigación, diligencias que, por tal motivo, no pueden esperar. Ese es el caso de las pesqui­
sas y, en especial, de un registro vehicular, regulado por el artículo 210, apartados 3 y 4, del Código Procesal

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Art. 446 LIBRO QUINTO: LOS PROCESOS ESPECIALES 984

Penal. El imputado, en este caso, tiene derecho de hacerse asistir por una persona de su confianza, siempre que
ésta se pueda ubicar rápidamente y sea mayor de edad. Desde luego, una diligencia de investigación, como es
la pesquisa-registro vehicular, puede ser ampliada, más aun si en el primer registro vehicular no intervino el
Ministerio Público. En este caso, sin embargo, no existen razones de extrema urgencia que impidan la inter­
vención de un abogado defensor en sede de investigación preliminar (articulo 71, apartados 1 y 2, literal c
del Código Procesal Penal). En la segunda acta no constan las razones por las cuales el imputado rehusó firmar
el acta, tampoco por qué no se contó con un abogado defensor de confianza o, en todo caso, con un abogado
defensor de oficio. Estatuye, al respecto, el artículo 120, apartado 2, del Codigo Procesal Penal que: ...Se debe
hacer constar en el acta el cumplimiento de las disposiciones especiales previstas para las actuaciones que así lo
requieran”. Quinto. Que, en consecuencia, desde la perspectiva de la calificación de la flagrancia del delito -en
sus diversas modalidades- e incluso en el supuesto de prueba evidente del mismo, es de tener en consideración
que para su calificación se asume exclusivamente todo aquello que constaba en determinados momentos
procesales. Para el primer supuesto: la información que se tenía, momentos previos y en el mismo instante de
la detención (información de la víctima o de un testigo presencial del hecho, vestigios materiales o información
videográfica, entre otros). Para el segundo supuesto: los actos de investigación acopiados en el curso de las di­
ligencias preliminares, basta el momento de la incoación del proceso inmediato. Así las cosas, no es posible
afirmar que en este caso se cumplieron con esos presupuestos para incoar un proceso especial inmediato. La
agraviada no había visto el rostro del imputado -ni siquiera lo describió cuando denunció el delito en su per­
juicio ni cuando declaró en sede preliminar-. Es más: en el vehículo, cuando se efectuó el primer registro vehi­
cular, no se hallaron los objetos del delito. Es verdad que la agraviada apuntó la placa del vehículo y, al verlo
posteriormente, luego de unas horas, identificó el coche y pidió la ayuda policial correspondiente para su
captura. Pero, en atención: (i) al tiempo transcurrido, (ii) al hecho de que el imputado no se le capturó en el
teatro del delito, (iii) a las protestas de inocencia de aquél, y (iv) que al momento de la primera revisión vehi­
cular no se encontró los objetos del delito, no es posible concluir que se está ante un supuesto de flagrancia
presunta.. La flagrancia, por su propia razón de ser, requiere una acreditación de los hechos por pmeba directa
a partir de informaciones categóricas, procedentes del agraviado, de testigos presenciales o de filmaciones in­
dubitables, que demuestren, sin necesidad de inferencias complejas, que el detenido fue quien intervino en la
comisión del delito. En el presente caso, frente a los vacíos probatorios resaltados, no puede concluirse, todavía,
que el imputado era quien conducía el vehículo utilizado para el robo en agravio de Matos Valera: no se daba
una situación de flagrancia delictiva. La captura del vehículo, al coincidir su placa de rodaje con la apuntada
por la agraviada, sin la posesión del objeto del delito y sin el reconocimiento de esta, no satisface el rigor con­
ceptual del delito flagrante. Sexto. Que tampoco es posible sostener el requisito de pmeba evidente, que
también permite la incoación del proceso inmediato. Lo central para que se dé por establecida la evidencia
delictiva sería, en el presente caso, el hallazgo de los bienes robados en el carro conducido por el imputado.
Como quedó dicho, en el primer registro vehicular no se encontraron parte de los bienes robados a la agravia­
da. Recién, al producirse un segundo registro vehicular, es que se hallaron los bienes descritos en el acta [...],
que luego se devolvieron a la víctima [...]. Empero, la diligencia no cumplió las exigencias legales que le con­
fieren fiabilidad y eficacia procesal. No estuvo presente un abogado defensor, no se consignaron las razones por
las cuales el primero no estuvo presente y el imputado no firmó el acta. La presencia de un abogado defensor,
fuera de los supuestos de urgencia y peligro por la demora, es insustituible. El vehículo ya estaba en poder de
la Comisaría de Laura Caller y el imputado estaba detenido, luego, no se justifica la inasistencia de un defensor
en ese acto. Se vulneró, entonces, la concordancia de los artículos 71, apartados 1 y 2, literal ac” y 120, aparta­
do 2, del Código Procesal Penal. (Casación N.° 692-2016-Lima Norte, de 18-12-2017, ff. jj. 2-6. Primera Sala
Penal Transitoria. Texto completo: <bit.ly/2ImhvpA>). ’
§ 1898. Proceso inmediato y flagrancia delictiva. Primero. [...] Es verdad que el auto que, aceptando
el requerimiento de la Fiscalía Provincial, dispuso se siga la causa en la vía inmediata, no fue recurrido por
el imputado. Sin embargo, no es posible sostener, como regla jurídica pétrea, que operó la predusión de ese
momento procesal y, por tanto, que tal dedaración jurisdiccional ya no se puede cuestionar en las demás etapas
procesales. [...] La convalidación y d saneamiento procesales no caben cuando d vicio procesal configura una
nulidad absoluta o insubsanable, que comprometen derechos y garantías fundamentales [...], sino únicamente
cuando no se observan las formalidades previstas en la Ley para el desarrollo de un acto procesal [...]. Segundo.
n o m o s & th e s is
985 SECCION I: EL PROCESO INMEDIATO Art. 446
[Según] el auto de incoación del proceso inmediato [...], se declaró procedente ese proceso especial porque se
estimó que el imputado [...] fue detenido en flagrancia delictiva. [...] Tercero. [...] En estos casos, como es ob­
vio, por tratarse de un proceso que restringe plazos procesales y elimina o reduce fases procesales -la flagrancia,
como institución procesal, tiene un objetivo instrumental para facilitar la actuación de la autoridad policial o
para instituir procedimientos simplificados y céleres-, la interpretación de las normas que lo autorizan, por sus
efectos, debe ser restrictiva, es decir, dentro de la esfera de su ordenamiento, en el núcleo de su representación
o significación del texto legal. Quinto. [En] el presente caso, los policías captores no presenciaron la comisión
del delito. Tampoco lo hizo la madre, ni siquiera la tía de la niña. Ambas se limitaron a expresar lo que la
niña, luego del suceso, les dijo, cuando ni siquiera el imputado se encontraba en la vivienda de aquélla. [...]
[Lo] cierto que el delito subjudice no puede calificarse de flagrante. [...] Sexto. [En] consecuencia, se desvió
al imputado del procedimiento legalmente preestablecido, que es el común, derivándolo irrazonablemente al
proceso inmediato. [...] (Casación N.° 842-2016-Sullana, de 16-03-2017, ff. jj. 1, 2, 3, 5 y 6. Primera Sala
Penal Transitoria. Texto completo: <bit.ly/2nSWzMQ>).

§ 1899. Procede el proceso inmediato en delitos de violación sexual de menor de edad cuando
existe flagrancia, cuando el imputado confiesa la comisión del delito y cuando los elementos de
convicción acumulados sean evidentes. Séptim o. El Acuerdo Plenario Extraordinario N .° 2-2016/
CIJ-116 [§ 1891], en su fundamento jurídico 10, establece que el proceso inmediato no debe aplicarse
a delitos especialmente graves, en la medida en que puede demandar un esclarecimiento más intenso
alejado del concepto de ‘ mínima actividad probatoria”. En este caso, nos encontramos ante un delito
especialmente grave, sancionado con la pena más grave del sistema penal, esto es, la cadena perpetua
[delito de violación sexual al menor de edad, artículo 173.1 del Código Penal]. Sin embargo, no es sufi­
ciente la cuantía de la pena para determinar la no incoación del proceso inmediato, sino que también se
requiere observar lo prescrito en el artículo 446 del Código Procesal Penal, el cual refiere que el proceso
inmediato procederá cuando: a) El imputado ha sido sorprendido y detenido en flagrante delito, en
cualquiera de los supuestos del artículo 259; b) el imputado ha confesado la comisión del delito, en los
términos del artículo 160; o c) los elementos de convicción acumulados durante las diligencias prelimi­
nares, y previo interrogatorio del imputado, sean evidentes [...]. (Casación N.° 1130-2017-San Martín,
del 09-08-2018, £ j. 7. Sala Penal Permanente. Texto completo: <bit.ly/2SpTIJb>).
§ 1900. En un delito especialmente grave cometido en grado de tentativa habrá mayor viabi­
lidad de aplicación del proceso inmediato. No se prohíbe o excluye toda aplicación del proceso
inmediato en caso de delitos especialmente graves con penas elevadas, ya que el eje rector para
incoar el proceso inmediato es la evidencia delictiva. Tercero. [...] 3.1. En atención a que el cues-
tionamiento casacional, en el presente caso, se centra en que se aplicó el proceso inmediato pese a
la ausencia de simplicidad procesal y a que la pena conminada para el delito materia de acusación y
juzgamiento (violación sexual en agravio de víctima menor de trece años de edad) es alta, solo resulta
necesaria la referencia pertinente al Acuerdo Plenario sobre proceso inmediato. Sobre el particular, se
tiene lo señalado a continuación: 1. El proceso inmediato nacional se sustenta en la noción de “simpli­
ficación procesal” y en el reconocimiento de que la sociedad requiere de una decisión rápida, a partir
de la noción de “evidencia delictiva” o “prueba evidente”, lo cual, a su vez, explica la reducción de eta­
pas procesales. Para que la celeridad y la eficacia no contravengan el ideal de justicia, la aplicación del
proceso inmediato requiere la simplicidad del proceso, lo evidente o patente de las pruebas de cargo y,
consecuentemente, una actividad probatoria reducida (fundamento jurídico séptimo). 2. Al tener como
base teórica la simplificación procesal, el proceso inmediato reduce al mínimo indispensable -aunque
no irrazonablemente- las garantías procesales, en especial las de defensa y tutela jurisdiccional de los
imputados. Consecuentemente, en la medida que exista, con claridad o rotundidad, prueba evidente o
evidencia delictiva y simplicidad, la vía del proceso inmediato se encuentra legitimada constitucional­
mente (fundamento jurídico séptimo). 3. Una de las instituciones definitorias de la “prueba evidente”
es el delito flagrante (fundamento jurídico octavo). Para la aplicación del proceso inmediato, la ausencia
de complejidad o simplicidad procesal tiene una primera referencia en el numeral 3 del artículo 342 del
Código Procesal Penal, modificado por la Ley N .° 30077. Asimismo, la necesidad de que en el proceso

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Art. 446 LIBRO QUINTO: LOS PROCESOS ESPECIALES 986

inmediato los actos de investigación sean simples y contundentes desde un primer momento permite
excluir de su aplicación hechos complejos, y aquellos en que existan motivos razonables para dudar
tanto de la legalidad y/o suficiencia como de la fiabilidad y!o congruencia de los actos de investigación
recabados; obtención de las fuentes de investigación y actuación de los medios de investigación; así
como, desde su valoración racional, de la contundencia ab initio del resultado incriminatorio. Si el
desarrollo del hecho puede ser reconstruido con facilidad y certidumbre desde sus primeros momentos,
es posible obviar o reducir al mínimo la investigación preparatoria y pasar al proceso inmediato (fun­
damento jurídico noveno). 5. Desde el principio constitucional de proporcionalidad, para la aplicación
del proceso inmediato debe considerarse la gravedad del hecho en atención a la conminación penal. A
mayor gravedad del hecho, más intensa será la necesidad de restringir la aplicación del proceso inmedia­
to. La idoneidad y estricta proporcionalidad del proceso inmediato, que asegura una respuesta rápida al
delito, pero con una flexibilización de las garantías de defensa procesal y tutela jurisdiccional, siempre
debe estar en función de delitos que no sean especialmente graves (fundamento jurídico décimo). 6.
Los delitos especialmente graves demandan un mayor y más profundo nivel de esclarecimiento, y una
actividad probatoria más intensa y completa. Basta que el delito sea especialmente grave y que, por las
características específicas de su comisión concreta, requiera algún tipo de esclarecimiento acentuado
respecto a una categoría del delito para proscribir constitucionalmente la vía del proceso inmediato.
Como ejemplo de tales delitos, es de considerar, entre otros, los sancionados con privativa de libertad
no menor de veinticinco años (fundamento jurídico décimo). 7. Aun cuando la ley procesal no se centra
en la entidad del delito, sino en las nociones de evidencia delictiva y de investigación sencilla, el Juez
debe optar por un criterio seleccionador muy riguroso para aceptar la incoación de un proceso inme­
diato en relación con delitos que pueden traer aparejada una sanción especialmente grave, impropia,
desde una perspectiva político criminal, para dictarse en un proceso rápido, en la medida en que puede
demandar un esclarecimiento más intenso. En todo caso, sin perjuicio de la entidad del delito, pero con
mayor cuidado cuando se está ante un delito especialmente grave, el eje rector es la evidencia delictiva,
al punto de que solo requiera de un esclarecimiento adicional mínimo, sin graves dificultades desde la
actividad probatoria de los sujetos procesales -investigación sencilla- (fundamento jurídico once). 3.2.
Como se puede observar, de una lectura integral del Acuerdo Plenario sobre proceso inmediato, en
puridad, no se prohíbe o excluye toda aplicación del proceso inmediato reformado a casos en los cuales
el hecho punible se encuentra revestido de especial gravedad y, consecuentemente, el desvalor se refleja
en un quantum punitivo significativamente elevado. Para la exclusión del proceso inmediato en tales
supuestos, dicho factor (drasticidad punitiva) es una condición necesaria aunque no suficiente. Se debe
verificar también que el caso concreto, dada su singular comisión, exija un determinado esclarecimiento
acentuado, para lo cual resulta importante la actuación del defensor técnico, pues a este corresponde,
en primer orden, justificar la impertinencia y el riesgo pernicioso de aplicar el proceso inmediato al caso
que defiende. Asimismo, en tales casos ha de evaluarse con singular exhaustividad la evidencia delictiva.
Superado dicho examen, si se cae en cuenta de que el esclarecimiento adicional requerido es mínimo
es de optar por el proceso inmediato. 3.3. En un delito especialmente grave cometido en grado de
tentativa habrá mayor viabilidad de aplicación del proceso inmediato, toda vez que -sin perjuicio de la
respectiva aminoración prudencial de pena (cfr. artículo dieciséis del Código Penal) y de la siempre ne­
cesaria suficiencia probatoria- no se exige la acreditación de la totalidad de los elementos del tipo penal
que se trate, basta con probar que la decidida ejecución delictiva inició; lo cual resulta compatible con la
idea de simplicidad procesal ínsita al proceso inmediato. (Casación N .° 441-2017-Ica, del 24-05-2018,
ff. jj. 3.1 al 3.3. Sala Penal Permanente. Texto completo: cbit.ly/2GWoisA>).
§ 1901. La confesión sincera no reduce la pena cuando se es descubierto en flagrancia, por ser
irrelevante para la investigación o esclarecimiento del hecho. Véase la jurisprudencia del artículo 160°
del Nuevo Código Procesal Penal [§ 703]. (R. N. N.° 370-2017-Lima, del 19-09-2017, ff. jj. 3.2 y 3.3.
Sala Penal Permanente. Texto completo: <bit.ly/2NdoRlz>).
§ 1902. No es posible aplicar la regla de reducción por bonificación procesal por confesión sin­
cera cuando el imputado fue capturado en flagrancia presunta. Véase la jurisprudencia del artículo

n o m o s & th e sis
987 SECCIÓN I: EL PROCESO INMEDIATO Art. 446
160° del Nuevo Código Procesal Penal [§ 702]. (R. N. N.° 190-2018-Lima Norte, del 03-07-2018, ff.
jj. 2 y 3. Sala Penal Permanente. Texto completo: <bit.ly/2IQltbI>).

JURISPRUDENCIA DE LAS CORTES SUPERIORES

§ 1903. Proceso inmediato no puede aplicarse a aquellos casos donde no hay evidencia, donde no
hay prueba directa ni donde los hechos y la prueba no están suficientemente determinados. 5.25. En
ese entendido, estimamos que la incoación del proceso inmediato bajo condiciones de “flagrancia” que en
este caso no concurren, no es correcto, porque descalifica la opción probatoria, tanto más si en delitos de
esta naturaleza [actos contra el pudor] son los indicios los que regularmente conducen a la verdad, positiva
o negativa, entonces se atenta contra un derecho fundamental que tienen las partes, esto es probar sus
afirmaciones. Igualmente se vulnera el derecho de defensa que tienen las partes, en este caso especialmente
el imputado, a quien se le debe otorgar la posibilidad de acreditar sus afirmaciones de la manera más am­
plia y suficiente, debiendo en todo caso el órgano judicial llenar aquellos vacíos de probanza, cuando las
partes no son plenos ni suficientes en su actividad probatoria, no como complementador de las pruebas
de las partes, sino como verificador de que las afirmaciones probadas efectivamente son como las partes
indican o no, a eso se denomina excepcionalidad y complementariedad probatoria. [...] 5.27. La flagrancia
pura en su probanza, no requiere prueba indiciaría, sino que por la naturaleza de su descubrimiento, la
prueba normalmente es directa, salvo excepciones periféricas que requieren comprobación de otra índole,
en- cambio los hechos no flagrantes, generalmente requieren prueba indiciaría, pues el no conocimiento
directo del hecho y la clandestinidad con que se producen, solo por excepción se encuentra acreditada
con prueba directa, siendo la prueba indiciarla la que tiene privilegio en este tipo de descubrimiento de
delitos, (en realidad no hay delitos de flagrancia o no flagrancia, el termino se refiere a la forma en que se
descubre el delito), consecuentemente un delito de- actos contra el pudor, deberá contar con abundante
prueba indiciarla que otorgue convicción sobre su producción y la responsabilidad del actor, no siendo
factible que en un proceso inmediato que toda esa actividad probatoria referida a buscar indicios sea posible
hacerlo en tan corto tiempo y con las limitaciones que un proceso inmediato. [...] 5.34. El proceso penal
de flagrancia no tiene por qué reemplazar a los procesos ordinarios, sino que la complementa, la hace ágil
e inmediata por las circunstancias en que se descubre el hecho, por la contundencia probatoria directa y
porque ya no resultan viables debates estériles e innecesarios que derivan en la demora procesal, pero no
puede aplicarse a aquellos casos donde no hay evidencia, donde no hay prueba directa ni donde los hechos
y la prueba no están suficientemente determinados, casos en los que se tiene que conducir el caso a través
del proceso ordinario normal, lo que permitirá un resultado positivo o negativo pero más cercano a la ver­
dad y la justicia, en consecuencia, en este caso es preciso que se reconduzca el proceso por la vía ordinaria.
(Exp. N.° 00186-2016-1-1826-JR-PE-03, del 16-05-2016, ff. jj. 5.25, 5.27 y 5.34. Segunda Sala Penal de
Apelaciones de la Corte Superior de Justicia de Lima. Texto completo: <bit.ly/2k4kHNS>)

JURISPRUDENCIA DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL

§ 1904. Para que se configure la flagrancia en la comisión de un delito es necesaria la concu­


rrencia de la inmediatez temporal y la inmediatez personal; como elementos fundados, inme­
diatos y directos. 3.3.3. El Tribunal Constitucional ha establecido, en reiterada jurisprudencia, que
la flagrancia en la comisión de un delito presenta la concurrencia de dos requisitos insustituibles: a) la
inmediatez temporal, es decir, que el delito se esté metiendo o que se haya cometido instantes antes; y
b) la inmediatez personal, es decir, que el presunto delincuente se encuentre en el lugar de los hechos
en el momento de la comisión del delito y esté relacionado con el objeto o los instrumentos del delito,
ofreciendo una prueba evidente de su participación en el hecho delictivo. 3.3.4. En este sentido, se tiene
que la flagrancia es un instituto procesal con relevancia constitucional que debe entenderse como una
evidencia del hecho delictuoso respecto de su autor. Así, la flagrancia se configurará cuando exista un
conocimiento fundado, directo e inmediato del hecho punible que se viene realizando o que se acaba
de realizar instantes antes, situación en la que, por su particular configuración, es necesaria la urgente
intervención de la Policía para que actúe conforme a sus atribuciones. En este sentido, lo que justifica la

♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL


Art. 446 LIBRO QUINTO: LOS PROCESOS ESPECIALES 988

excepción al principio constitucional de la reserva judicial para privar de la libertad a una persona es la
situación particular de la urgencia que, en el caso, concurriendo los requisitos de la inmediatez temporal
e inmediatez personal de la flagrancia delictiva, comporta su necesaria intervención policial. 3.3.5. El
presente caso trata del cuestionamiento de la detención policial del favorecido realizada el 9 de abril de
2013, denunciando que aquella se ejecutó sin que medie un mandato judicial o se configure la situación
de flagrancia. Al respecto, de los autos se tiene: a) el Acta de Denuncia Verbal N.° 100-2013-CPNP-EM/
SIDF PO R PRESUNTO D /C /L/P - SECU ESTRO , de fecha 9 de abril de 2013 (9:30am), levantada
en las Oficina de Investigación de la Comisaría “El Milagro”, se aprecia que don PC (23 años) denuncia
que, con fecha 5 de abril de 2013, en circunstancias que se encontraba con su conviviente doña MJ
(18 años) esperando al padre de ella para conversar sobre su noviazgo, se presentó don MS quien con la
participación de otra persona lo agredió “con puños” (Sic.) y se llevó por la fuerza y sin rumbo descono­
cido a su conviviente. Asimismo, precisa que por vía telefónica su conviviente le informó que su padre
la tenía encerrada en la granja donde vive y trabaja, sin permitirle salir de dicho lugar, lo que denuncia
a la PNP para los fines del caso [...]. b) el Acta de Intervención Policial [...], su fecha 9 de abril de 2013
(10:50am), levantada en “la granja” (sic) ubicada en el kilómetro 585 de la Panamericana Norte, se in­
dica que los efectivos policiales (de la aludida comisaría) y el denunciante se constituyeron a dicho lugar,
circunstancias en las que la agraviada (su conviviente) salió a recibirlos pero el denunciado “la agarró por
la espalda” (sic); y “la hizo ingresar arrastrando de nuevo” (sic); se indica que al ser hechos de flagrante
delito de violencia familiar los efectivos policiales procedieron a ingresar al lugar pero fueron agredidos
por el denunciado y otras personas, quienes los amenazaron con arrojarles piedras. En ese escenario es
que se solicitó y recibió el apoyo del efectivo policial emplazado (AT) quien logró intervenir a MS (43
años) para ser conducido a la mencionada comisaría en calidad de retenido. En ese acto MJ alega que
su padre (el favorecido) la llevó contra su voluntad al lugar donde fue encontrada y que ella quería irse
con el denunciante [...]. c) el Oficio N .° 2 9 T 2 0 13-3FPF-LL, de fecha 22 de abril de 2013, se aprecia
que el fiscal de la Tercera Fiscalía Provincial de Familia de Trujillo, LCG , informa que, conforme a la
Carpeta Fiscal Siatf N .° 249-2013, tiene a su cargo la denuncia de violencia familiar dirigida contra
don José Fermín Maqui Salinas, y que su intervención se realizó con su autorización vía telefónica; acto
mediante el cual dispuso que de inmediato le sea tornada su manifestación y fuese citado [...]. 3.3.6.
En el presente caso, este Tribunal advierte que la detención policial del favorecido se dio cuando este
agredió físicamente a su hija M S (la agarró por la espalda y la arrastró a efectos de que reingrese al re­
cinto donde se encontraba contra su voluntad) y agredió y amenazó con arrojar piedras a los efectivos
policiales intervinientes. En otras palabras, la detención policial que se cuestiona en la demanda no se
dio en mérito a los hechos sucedidos el día 5 de abril de 2013, materia de la aludida denuncia de parte
del día 9 de abril de 2013 (9:30am), sino en atención a la conducta desplegada por el beneficiario que
se describe en el Acta de Intervención Policial [...], de fecha 9 de abril de 2013 (10:50am). Ella a su
vez evidencia la situación delictiva de flagrancia del delito que -en su momento- fue apreciada por el
efectivo policial demandado como constitutivo del delito de violencia familiar. 3.3.7. Asimismo, este
Tribunal considera pertinente indicar que no es tarea que competa al juez constitucional el determinar
el delito o delitos que el favorecido don JFM S habría realizado en la fecha de los hechos descritos en la
citada acta de intervención policial. No obstante, es su atribución el verificar si la detención realizada
por el efectivo policial emplazado se efectuó en la situación de la flagrancia que establece la Constitu­
ción, lo cual sí se evidencia del caso de autos, pues se aprecia la concurrencia de los presupuestos de la
inmediatez temporal y la inmediatez personal de la flagrancia descritos en el fundamento 3.3.3, supra.
Por consiguiente, corresponde que la presente demanda sea desestimada. A mayor ablandamiento, cabe
advertir que, conforme a lo señalado por la fiscalía de familia que viene tramitando el caso sub materia,
los hechos investigados se refieren a una denuncia por violencia familiar (fojas 80). Al respecto, cabe
señalar que el Reglamento de la Ley de Protección Frente a la Violencia familiar, aprobado por Decreto
Supremo N .° 002- 98-JUS, estipula en su artículo 8o que en caso de flagrante delito o de grave peligro
de su perpetración, la Policía Nacional está facultada para allanar el domicilio del agresor, si los hechos
se producen en su interior, y/o detenerlo, dando cuenta, en este último caso, al representante del Minis­
terio Público; dispositivo legal que resulta acorde con lo establecido en el artículo 2o, inciso 24, literal f

no m o s & th e s is
989 SECCION I: EL PROCESO INMEDIATO Art. 446
de la Constitución del Estado. (Exp. N.° 04630-2013-PHC/TC, del 26-06-2014 [Web: 08-01-201$ /
EP: 24-04-2015], ff. jj. 3.3.3 al 3.3.7. Texto completo: <bit.ly/2XUjfyn>).

§ 1905. Requisitos para la configuración de la flagrancia en la comisión de un delito. Debi­


do a la naturaleza de la flagrancia, es necesaria la urgente intervención de la policía conforme
a sus atribuciones. 9. El Tribunal Constitucional ha establecido, en reiterada jurisprudencia, que la
flagrancia en la comisión de un delito presenta la concurrencia de dos requisitos insustituibles: a) la
inmediatez temporal, es decir, que el delito se esté cometiendo o que se haya cometido instantes antes;
y b) la inmediatez personal, es decir, que el presunto delincuente se encuentre en el lugar de los hechos
en el momento de la comisión del delito y esté relacionado con el objeto o los instrumentos del delito,
ofreciendo una prueba evidente de su participación en el hecho delictivo. 10. En este sentido, se tiene
que la flagrancia es un instituto procesal con relevancia constitucional que debe entenderse como una
evidencia del hecho delictuoso respecto de su autor. Así, la flagrancia se configurará cuando exista un
conocimiento fundado, directo e inmediato del hecho punible que se viene realizando o que se acaba
de realizar instantes antes, situación en la que, por su particular configuración, es necesaria la urgente
intervención de la policía conforme a sus atribuciones. En este sentido, lo que justifica la excepción al
principio constitucional de la reserva judicial para privar de la libertad a una persona es la situación
particular de la urgencia que, en el caso, concurriendo los requisitos de la inmediatez temporal e inme­
diatez personal de la flagrancia delictiva, comporta la necesaria intervención policial. 11. En el presente
caso se aprecia: i) la Disposición [...] de fecha 10 de julio de 2014, a través de la cual se exponen hechos
vinculados en la presunta comisión del delito de tráfico ilícito de drogas acontecidos el 2 de julio de
2014 y que comprenden a la camioneta de placa de rodaje C00706, por lo que se dispone abrir inves­
tigación preliminar contra dos personas, entre las que no se encuentra comprendida doña FFH (fojas
18); ii) el Acta de Hallazgo, Prueba de Campo, Pesaje e Incautación de Droga, de fecha 14 de agosto
de 2014, mediante la cual se da cuenta de la presencia de la actora en la oficina del Depandro PNP
Puno a efectos de llevarse a cabo la aludida diligencia investigatoria que dio como resultado el hallazgo,
incautación y lacrado de 18,634 kilos de clorhidrato de cocaína (fojas 22); y iii) la Notificación de De­
tención, de fecha 14 de agosto de 2014, por medio de la cual se pone en conocimiento de doña FFH
que se encuentra en calidad de detenida por el presunto delito de tráfico ilícito de drogas (fojas 26).
12 . En el presente caso, este Tribunal advierte que la detención policial de la recurrente se efectuó sin la
existencia de un mandato judicial escrito y motivado ni en situación de flagrante delito, sino por deci­
sión de la autoridad policial emplazada, conforme ha reconocido en su declaración indagatoria, pues se
prescindió de los presupuestos constitucionales que legitiman la detención policial previsto en la Cons­
titución Política del Perú en su artículo 2, numeral 24, literal En efecto, de las instrumentales antes
descritas, se aprecia que la detención de la recurrente se produjo el 14 de agosto de 2014, cuando se
apersonó a la oficina del Depandro PNP Puno para la diligencia investigatoria de levantamiento del acta
de hallazgo, prueba de campo, pesaje e incautación de droga sobre el vehículo de su propiedad, que fue
intervenido el 2 de agosto de 2014; es decir, para su detención policial se prescindió de los elementos de
configuración de la situación de flagrancia, a saber, la inmediatez temporal, que implica que el delito se
esté cometiendo o que se haya cometido instantes antes; y la inmediatez personal, que importa que la
recurrente se encuentre en el momento, lugar y en relación irrefutable con los elementos constitutivos
del hecho delictivo. 13. En suma, en el caso de autos, de manera objetiva y acreditada, se tiene que la
detención policial de la recurrente se efectuó de manera arbitraria, ya que no se ejecutó un mandato
judicial ni hubo concurrencia de los requisitos de la inmediatez temporal e inmediatez personal de la
flagrancia delictiva, que hubiera comportado la necesaria intervención policial. Por consiguiente, la
demanda debe ser estimada. (Exp. N .° 04487-2014-PHC/TC, del 20-09-2016 [Web: 25-06-2018], ff.
jj. 9 al 13. Texto completo: <bit.ly/2T8qhjk>).

REMISIÓN

§ 1905a. Sobre la actuación de la Policía en la investigación preliminar. Véase también la jurispru­


dencia del artículo I o de la Ley N.° 27934 [§ 2687 ss.].

♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL


A lt 447 LIBRO QUINTO: LOS PROCESOS ESPECIALES 990

Artículo 447: Audiencia única de Incoación del proceso inmediato en casos de flagrancia
delictiva

1. Al término del plazo de la detención policial establecido en el artículo 264, el Fiscal debe solicitar al
Ju e z de la investigación preparatoria la incoación del proceso inmediato. El Juez, dentro de las cuarenta
y ocho horas (48) siguientes al requerimiento fiscal, realiza una audiencia única de incoación para deter­
minar la procedencia del proceso inmediato. La detención del imputado se mantiene hasta la realización
de la audiencia.
2. Dentro del mismo requerimiento de incoación, el Fiscal debe acompañar el expediente fiscal y co­
municar si requiere la imposición de alguna medida coercitiva, que asegure la presencia del imputado en
el desarrollo de todo el proceso inmediato. El requerimiento de incoación debe contener, en lo que resulte
pertinente, los requisitos establecidos en el numeral 2 del artículo 336.
3. En la referida audiencia, las partes pueden instar la aplicación del principio de oportunidad, de un
acuerdo reparatorio o de la terminación anticipada, según corresponda.
4. La audiencia única de incoación del proceso inmediato es de carácter inaplazable. Rige lo estable­
cido en el artículo 85. El Juez, frente a un requerimiento fiscal de incoación del proceso inmediato, se
pronuncia oralmente en el siguiente orden, según sea el caso:
a) Sobre la procedencia de la incoación del proceso inmediato.
b) Sobre la procedencia del principio de oportunidad, de un acuerdo reparatorio o de la terminación
anticipada, solicitado por las partes;
c) Sobre la procedencia de la medida coercitiva requerida por el Fiscal;
5. El auto que resuelve el requerimiento de proceso inmediato debe ser pronunciada, de modo impos­
tergable, en la misma audiencia de incoación.
La resolución es apelable con efecto devolutivo, el recurso se interpone y fundamenta en el mismo acto.
No es necesario su formalización por escrito. El procedimiento que se seguirá será el previsto en el inciso 2
del artículo 278.
6. Pronunciada la decisión que dispone la incoación del proceso inmediato, el Fiscal procede a formular
acusación dentro del plazo de veinticuatro (24) horas, bajo responsabilidad. Recibido el requerimiento
fiscal, el Ju e z de la Investigación Preparatoria, en el día, lo remite al Ju e z Penal competente, para que
dicte acumulativamente el auto de enjuiciamiento y de citación a juicio, con arreglo a lo dispuesto en el
numeral 3 del artículo 448.
7. Frente al auto que rechaza la incoación del proceso inmediato, el Fiscal dicta la Disposición que
corresponda o la formalización de la Investigación Preparatoria.
Para los supuestos comprendidos en los literales b) y c), numeral 1 del artículo 446, rige el procedi­
miento antes descrito en lo que corresponda. Solo en estos supuestos, el requerimiento se presenta luego
de culminar las diligencias preliminares o, en su defecto, antes de los treinta (30) días de formalizada la
Investigación Preparatoria.(1) (a) (b) (c) (d) (e) (f)

NOTA DE ACTUALIZACIÓN
(1) Artículo conforme a la m odificación efectuada por el artículo 2o del Decreto Legislativo N.° 1307 (EP, 30-12-2016), el
m ism o que entró en vigencia a nivel nacional a los noventa (90) días de su publicación en el diario oficial El Peruano.
Anteriormente había sido m odificado por el artículo 2 del Decreto Legislativo N.° 1194 (EP, 30-08-2015), el m ism o que
entró en vigencia a nivel nacional a to d os los 90 días de su publicación en el diario oficial El Peruano.

PROTOCOLOS, REGLAMENTOS, LINEAM IENTO S, GUÍAS Y DIRECTIVAS


(a) Protocolo de actuación interinstitucional específico para la aplicación del proceso inmediato reformado (aprobado por
el Decreto Supremo N.° 003-2016-JUS de 23-08-2018). Véase el texto com pleto en: <bit.ly/2uG5wxx>.
(b) Directiva N.° 05-2015-M P-FN: "Actuación fiscal en casos de detención en flagrancia delictiva, proceso inmediato y
requerimientos de prisión preventiva" (aprobado por la Resolución N.° 5893-2015-M P-FN de 20-11 -2015). Véase el texto
com pleto en: <bit.ly/2FSAskr>.

nomos &thesís
99 1 SECCIÓN I: EL PROCESO INMEDIATO Art. 447
(c) Protocolo de actuación ¡nterinstitucional para la aplicación de la term inación anticipada del proceso (aprobado por el
Decreto Suprem o N.° 010-2018-JUS [ER 25-08-2018]). Véase el texto completo en: <bit.ly/2GgsWiq>.
(d) Protocolo de term inación anticipada del proceso (MINJUS 2014). Véase el texto com pleto en: <bit.ly/2PfX2Xt>.
(e) Protocolo de actuación interinstitucional para la aplicación de la term inación anticipada del proceso (aprobado por el
Decreto Suprem o N.° 010-2018-JUS [ER 25-08-2018]). Véase el texto completo en: <bit.ly/2GgsWiq>.
(f) Protocolo de term inación anticipada del proceso (MINJUS 2014). Véase el texto com pleto en: <bit.ly/2PfX2Xt>.

ACUERDOS PLENARIOS DE LA CORTE SUPREMA

§ 1906. Pena efectiva, principio de oportunidad y acuerdo reparatorio. (XI Pleno Jurisdiccional
Supremo Penal 2019. Texto completo: <bit.ly/2I5PxPu>).

§ 1907. Acusación directa y proceso inmediato. Véase la jurisprudencia del artículo 336° del
Nuevo Código Procesal Penal [§ 1321]. (Acuerdo Plenario N .° 6-2010/CJ-116, del 16-11-2010, que
establece como doctrina legal los criterios expuestos en los íF. jj. 8-23, particularmente los íf. jj. 13 y ss.
VI Pleno Jurisdiccional de las Salas Penales Permanente y Transitorias [EP, 30-12-2010]. Texto com­
pleto: <bit.ly/lmSzIz3>).

§ 1908. Proceso penal inmediato reformado. Legitimación y alcances. “Evidencia delictiva”


o “prueba evidente” . Véase la jurisprudencia del artículo 446° del Nuevo Código Procesal Penal- [§
1891]. (Acuerdo Plenario N.° 2-2016/CJ-116, del 01-06-2016, que establece como doctrina legal los
criterios expuestos en los fF jj. 7 al 12 y 15 al 24. II Pleno Jurisdiccional Extraordinario de las Salas
Penales Permanente y Transitoria de la Corte Suprema de Justicia [EP, 04-08-2016, Jurisprudencia, Año
XXV, N .° 1020, pp. 7522-7530]. Texto completo: <bit.ly/2FK4zeQ>).

PLENOS JURISDICCIONALES

§ 1909. Situación del acusado notificado que no acude a la audiencia única de juicio inme­
diato. Tema 3: La audiencia única de juicio inmediato, desde la perspectiva de su instalación y estadio
de su suspensión. C o n c l u s i ó n : Ante la inconcurrencia del acusado debidamente notificado para la
audiencia única de juicio inmediato corresponde no instalar la misma, llevando a cabo el control de
acusación y suspendiendo la referida audiencia al iniciarse el juicio oral propiamente dicho, declarando
su contumacia o ausencia, según corresponda. (Pleno Jurisdiccional Distrital Penal y Procesal Penal del
Distrito Judicial de Junín del 29-09-2017. Tema 3. Texto completo: <bit.ly/2WOKAki>).
§ 1910. Disposición del detenido si el fiscal no ha requerido la prisión preventiva en los procesos
inmediatos. P r e g u n t a .: ¿En un Proceso Inmediato, si el Ministerio Público no requiere Prisión Preventiva,
debeponerse a l detenido a disposición delJuzgado hasta la realización de la audiencia? C o n c l u s i ó n p l e n a r i a :
El Pleno acordó p o r m a y o r í a que “Antes de aplicar la ley, debe ser interpretada dentro de un contexto
constitucional. Y los literales b y f del artículo 2 numeral 24 de la Constitución Política del Estado esta­
blecen: “b. No se permite forma alguna de restricción de la libertad personal, salvo en los casos previstos
por la ley (...)”. Y “f. Nadie puede ser detenido sino por mandamiento escrito y motivado del juez o por
las autoridades policiales en caso de flagrante delito. La detención no durará más del tiempo estrictamente
necesario para la realización de las investigaciones y, en todo caso, el detenido debe ser puesto a disposición
del juzgado correspondiente, dentro del plazo máximo de cuarenta y ocho horas o en el término de la
distancia”. (Pleno Jurisdiccional Nacional Penal y Procesal Penal de Moquegua, efectuado los días 9 y 10­
06-2017. Tema 3. Texto completo: <bit.ly/2GK6lfd>).

§ 1911. El fiscal puede presentar la solicitud de prisión preventiva dentro de las primeras 24
horas de incoado el proceso inmediato. P r e g u n t a : E lfiscal no ha requerido prisión preventiva conjunta­
mente opor separado a la incoación alproceso inmediato: ¿Puede requerirprisión preventiva contra el detenido
enflagrancia, horas antes de iniciarse o al iniciarse la audiencia de control de flagrancia -proceso inmediato?
C o n c l u s i ó n p l e n a r i a : El Pleno acordó p o r m a y o r í a que “El fiscal puede presentar la solicitud de prisión
preventiva dentro de las primeras 24 horas de incoado el proceso inmediato”. (Pleno Jurisdiccional Dis-
♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL
Art. 447 LIBRO QUINTO: LOS PROCESOS ESPECIALES 992

trital Penal de Lima Norte, efectuado el 04-11-2016. Tema I [Facultades del fiscal sobre requerimiento de
prisión preventiva en el procedimiento de incoación del proceso inmediato]. Problema 1. Texto completo:
<bit.ly/2pqsHsO>).
§ 1912. Requerimiento del fiscal de prisión preventiva conjuntamente o por separado a la incoa­
ción al proceso inmediato. P r i m e r a P r e g u n t a : E lfiscal que ha requerido prisión preventiva conjuntamente
0 por separado a la incoación a l proceso inmediato: ¿Puede variar el requerimiento de prisión preventiva horas
antes de iniciarse o a l iniciarse la audiencia de control deflagrancia -proceso inmediato por la de comparecencia
restringida? C o n c l u s i ó n p l e n a r i a : 35 magistrados señalaron que sí es posible variar el requerimiento de
prisión preventiva por la de comparecencia restringida. S e g u n d a P r e g u n t a : ¿Puede desistiese el requeri­
miento de prisión preventiva horas antes de iniciarse la audienáa de control de flagrancia-proceso inmediato?
C o n c l u s i ó n p l e n a r i a : 35 magistrados señalaron que sí es posible el desistimiento de requerimiento de
prisión preventiva. (Pleno Jurisdiccional Distrital Penal de Lima Norte, efectuado el 04-11-2016. Tema
1 [Facultades del fiscal sobre requerimiento de prisión preventiva en el procedimiento de incoación del
proceso inmediato]. Problema 2. Texto completo: <bit.ly/2pqsPísO>).
§ 1913. Juez de flagrancia y recalificación del delito. P r e g u n t a : Cuando eljuez de control de fla ­
grancia advierte que elfiscal no ha tipificado jurídicamente los hechos en form a correcta o existe en ese sentido
oposición válida de la defensa técnica del imputado, esposible que: ¿Eljuez deflagrancia puede efectuar control
de la imputaciónjurídica y, apartarse de la tipificación postulada por elfiscaly declararfundada la incoación del
proceso inmediato por un tipo penal diferente que él ha recalificado o lo ha justificado la defensa? C o n c l u s i ó n
p l e n a r i a : El juez debe rechazar mas no recalificar. (Pleno Jurisdiccional Distrital Penal de Lima Norte,

efectuado el 04-11-2016. Tema II [Facultades del juez en el procedimiento de control de la flagrancia-in­


coación del proceso inmediato]. Problema 1. Texto completo: <bit.ly/2pqsHsO>).
§ 1914. El juez de flagrancia no puede ordenar dentro de la audiencia de control de flagrancia
que el fiscal formalice la investigación preparatoria como condición previa para declarar fundada la
incoación del proceso inmediato. P r e g u n t a : ¿Eljuez de flagrancia puede ordenar dentro de la audiencia
de control de flagrancia que elfiscalformalice la investigación preparatoria como condición previa para decla­
rarfundada la incoación delproceso inmediato? C o n c l u s i ó n p l e n a r i a : 25 magistrados señalaron que no.
(Pleno Jurisdiccional Distrital Penal de Lima Norte, efectuado el 04-11-2016. Tema II [Facultades del
juez en el procedimiento de control de la flagrancia-incoación del proceso inmediato]. Problema 2. Texto
completo: <bit.ly/2pqsHsO>).
§ 1915. El juez de flagrancia tiene la facultad legal para debatir la pretensión y resolver el reque­
rimiento de prisión preventiva de la Fiscalía. P r e g u n t a : En casos que eljuez deflagrancia decida declarar
infundada la incoación del proceso inmediato, ¿tiene la facultad legal para debatir la pretensión y resolver el
requerimiento de prisión preventiva de la Fiscalía? C o n c l u s i ó n p l e n a r i a : 23 magistrados señalaron que
sí. (Pleno Jurisdiccional Distrital Penal de Lima Norte, efectuado el 04-11-2016. Tema II [Facultades del
juez en el procedimiento de control de la flagrancia-incoación del proceso inmediato]. Problema 3. Texto
completo: <bit.ly/2pqsHsO>).
§ 1916. El juez de flagrancia que decide declarar infundada la incoación del proceso inmediato
solo tiene facultad para devolver los actuados. P r e g u n t a : ¿Eljuez deflagrancia que decide declarar infun­
dada la incoación delproceso inmediato puede ordenar que la fiscalía formalice la investigación preparatoria en
proceso común contra el imputado o solo tienefacultad para devolverle los actuados? C o n c l u s i ó n p l e n a r i a :
37 magistrados señalaron que el juez sólo puede devolver los actuados. (Pleno Jurisdiccional Distrital Penal
de Lima Norte, efectuado el 04-11-2016. Tema II [Facultades del juez en el procedimiento de control de la
flagrancia-incoación del proceso inmediato]. Problema 4. Texto completo: <bit.ly/2pqsHsO>).
§ 1917. Plazo y oportunidad procesal para impugnar y fundamentar la decisión del requerimien­
to de prisión preventiva. P r e g u n t a : D ada la celeridad procesal e inmediatez en los términos del Decreto
Legislativo N ° 1194, el momentoy oportunidadprocesalpara impugnaryfundamentarpor laspartesprocesales
es diferente a los términos y supuestos normativos que prescribe el C PP20 04para elproceso común. ¿Cual es el

n o m o s & th e s is
993 SECCION I: EL PROCESO INMEDIATO Art. 447
momento para impugnar y fundamentar la decisión adversa en el requerimiento de prisión preventiva delpro­
cedimiento de incoación deproceso inmediato? C o n c l u s i ó n p l e n a r i a : Debe apelar en el mismo acto más el
término de tres días que establece la ley. (Pleno Jurisdiccional Distrital Penal de Lima Norte, efectuado el
04-11-2016. Tema III. Texto completo: <bit.ly/2pqsHsO>).

REUNIÓN DE UNIFICACIÓN DE CRITERIOS DE JUECES A CARGO DE PROCESOS INMEDIATOS

§ 1918. Detención del imputado sin requerimiento de prisión preventiva. P r e g u n t a : ¿Eljuez debe
mantener la detención del imputado hasta la realización de la audiencia única, si elfiscal no requirió prisión
preventiva? A c u e r d o : Se acordó por m a y o r í a que en los casos de flagrancia delictiva se debe mantener
la detención del imputado hasta la realización de la audiencia única, ello de conformidad con la última
parte del artículo 447.1 del CPP. No siendo inconstitucional tal detención, porque el artículo 2. 24, b) de
la Constitución autoriza restringir la libertad personal, en los casos previstos por la ley. (Primera Reunión
de Unificación de Criterios de los Jueces de Investigación preparatoria a cargo de los procesos inmedia­
tos de la Corte Superior de Justicia de Huánuco, efectuado el 04-01-2018. Tema 1. Texto completo:
<bit.ly/2u6Dhea>).

§ 1919. Terminación anticipada y principio de oportunidad instados en la audiencia única. P r e ­


gun ta: ¿Eljuez debe aprobar el acuerdo de terminación anticipada o principio de oportunidad instados en la
audiencia única, si el agraviado no se encuentra presente o no ha sido notificado con el acuerdo? A c u e r d o : Se
acordó por m a y o r í a que se debe aprobar el acuerdo de terminación anticipada o de principio de oportu­
nidad instado en la audiencia única, conforme a lo previsto en el artículo 447.3 del CPP. Procedimiento
que no vulnera el derecho de defensa del agraviado, porque será notificado con la sentencia de terminación
anticipada o resolución de sobreseimiento, para que ejerza su derecho a la doble instancia si no se encuen­
tra conforme con el quantum de la reparación civil. (Primera Reunión de Unificación de Criterios de los
Jueces de Investigación preparatoria a cargo de los procesos inmediatos de la Corte Superior de Justicia de
Huánuco, efectuado el 04-01-2018. Tema 2. Texto completo: <bit.ly/2u6Dhea>).

§ 1920. Improcedencia del principio de oportunidad. P r e g u n t a : ¿Procede aplicar el principio de


oportunidad, si elfiscal no presentó elementos de convicción para determinar si el imputado es habitual o rein­
cidente; o si anteriormente se acogió a esteprincipio? A c u e r d o : Se acordó por u n a n i m i d a d que no procede
aplicar el principio de oportunidad si el fiscal no presentó elementos de convicción para verificar si el
imputado es reincidente o habitual, o si anteriormente se acogió a este principio; porque el artículo 2.9,
a) y b) del CPP prohíbe la aplicación de este principio cuando el imputado tiene la condición de habitual
o reincidente, y cuando anteriormente se ha acogido a este principio en dos oportunidades. (Primera
Reunión de Unificación de Criterios de los Jueces de Investigación preparatoria a cargo de los procesos in­
mediatos de la Corte Superior de Justicia de Huánuco, efectuado el 04-01-2018. Tema 3. Texto completo:
<bit.ly/2u6Dhea>).

§ 1921. Principio de oportunidad sin reparar el daño causado. P r e g u n t a : ¿Procede aplicar elprin-
cipio de oportunidad, si el imputado no reparó los daños y perjuicios ocasionados a la víctima, o lo realizó en
forma parcial? A c u e r d o : Se acordó por m a y o r í a que si procede aplicar el principio de oportunidad si el
imputado reparó los daños en forma parcial, otorgándole un plazo para que cancele el saldo de la repara­
ción civil. (Primera Reunión de Unificación de Criterios de los Jueces de Investigación preparatoria a cargo
de los procesos inmediatos de la Corte Superior de Justicia de Huánuco, efectuado el 04-01-2018. Tema
4. Texto completo: <bit.ly/2u6Dhea>).

§ 1922. Principio de oportunidad sin el imputado. P r e g u n t a : ¿Procede aplicar elprincipio de opor­


tunidad instado en la audiencia única por la defensa del imputado, si éste no se encuentra presente? A c u e r d o :
Se acordó por u n a n i m i d a d que si procede aplicar el principio de oportunidad instado por el abogado del
imputado, si éste previamente expresa su conformidad mediante escrito, comunicación telefónica, u otro
medio de comunicación como video conferencia, etc. (Primera Reunión de Unificación de Criterios de los
Jueces de Investigación preparatoria a cargo de los procesos inmediatos de la Corte Superior de Justicia de
Huánuco, efectuado el 04-01-2018. Tema 5. Texto completo: <bit.ly/2u6Dhea>).

♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL


Art. 448 LIBRO QUINTO: LOS PROCESOS ESPECIALES 994

§ 1923. Elementos de convicción para determinar la pena. P r e g u n t a : ¿Procede aprobar el requeri­


miento de incoación del proceso inmediato, si elfiscal no presentó elementos de convicción para determinar la
pena? A c u e r d o : Se acordó por u n a n i m i d a d que no debe aprobarse la incoación del proceso inmediato,
si el fiscal no presentó elementos de convicción para determinar la pena; porque el artículo 156° del CPP
establece que son objeto de prueba en el proceso los hechos que se refieran a la imputación, la punibilidad
y la determinación de la pena o medida de seguridad, así como los referidos a la responsabilidad civil deri­
vada del delito. (Primera Reunión de Unificación de Criterios de los Jueces de Investigación preparatoria
a cargo de los procesos inmediatos de la Corte Superior de Justicia de Huánuco, efectuado el 04-01-2018.
Tema 6. Texto completo: <bit.ly/2u6Dhea>).
§ 1924. Recalificación de oficio del tipo penal. P r e g u n t a : ¿Eljuez puede aprobar elproceso inmedia­
to, variando de oficio el tipo penal (p. ej. hurto agravado a robo agravado); o debe desaprobar el requerimiento
de incoación de proceso inmediato? A c u e r d o : Se acordó por m a y o r í a que no procede aprobar el proceso
inmediato variando de oficio el tipo penal, porque se desnaturalizaría este proceso especial. (Primera
Reunión de Unificación de Criterios de los Jueces de Investigación preparatoria a cargo de los procesos
inmediatos de la Corte Superior de Justicia de Huánuco, efectuado el 04-01-2018. Tema 7. Texto com­
pleto: <bit.ly/2u6Dhea>).
§ 1925. Nuevo requerimiento de proceso inmediato posterior a otro declarado improcedente.
P r e g u n t a : ¿Procede aprobar elproceso inmediato por el delito de omisión de asistenciafam iliar,
si anteriormen­
te se declaró improcedente el requerimientopor un requisitoform al (p. ej. no haberse adjuntado copia certificada
delpre aviso judicial de la notificación de requerimiento)? A c u e r d o : Se acordó por m a y o r í a que procede
aprobar el proceso inmediato, si anteriormente se declaró improcedente el requerimiento por un requisito
formal, porque no se emitió pronunciamiento de fondo. (Primera Reunión de Unificación de Criterios de
los Jueces de Investigación preparatoria a cargo de los procesos inmediatos de la Corte Superior de Justicia
de Huánuco, efectuado el 04-01-2018. Tema 8. Texto completo: <bit.ly/2u6Dhea>).
§ 1926. Revocación de la suspensión de la pena en el periodo de prueba. P r e g u n t a : ¿Procede
revocar la suspensión de la pena dentro delplazo delperiodo de prueba, si transcurrió la pena suspendidafijad a
en la sentencia; teniendo en cuenta que elperiodo de prueba es superior a la pena fijada? A c u e r d o : Se acordó
por u n a n i m i d a d que procede revocar la pena suspendida si se encuentre vigente el periodo de prueba.
(Primera Reunión de Unificación de Criterios de los Jueces de Investigación preparatoria a.cargo de los
procesos inmediatos de la Corte Superior de Justicia de Huánuco, efectuado el 04-01-2018. Tema 12.
Texto completo: <bit.ly/2u6Dhea>).

ACUERDOS DE LAS SALAS PENALES SUPERIORES

§ 1927. El juez dispondrá la exclusión y sanción al abogado defensor si no asiste de manera


injustificada a una audiencia inaplazable. Véase la jurisprudencia del artículo 85° del Nuevo C ó ­
digo Procesal Penal [§ 422]. (Acuerdo N.° 3-2017-SPS-CSJLL, de 15-06-2017. Acuerdo de Jueces
Titulares de las Salas Penales Superiores de la Corte Superior de Justicia de La Libertad. Texto completo:
<bit.ly/2HbXqDQ> [p. 3]).

Artículo 448: Audiencia única de Juicio Inmediato

1. Recibido el auto que incoa el proceso inmediato, El Ju e z penal competente realiza la audiencia única
de juicio inmediato en el día. En todo caso, su realización no debe exceder las setenta y dos (72) horas
desde la recepción, bajo responsabilidad funcional.
2. La audiencia única de juicio inmediato es oral, pública e inaplazable. Rige lo establecido en el artí­
culo 85. Las partes son responsables de preparar y convocar a sus órganos de prueba, garantizando su
presencia en la Audiencia.
3. Instalada la Audiencia, el fiscal expone resumidamente los hechos objeto de la acusación, la califica­
ción jurídica y las pruebas que ofrecerá para su admisión, de conformidad con lo establecido en el artículo

nomos &thesis
995 SECCION I: EL PROCESO INMEDIATO Art. 448
349. Si el Juez Penal determina que los defectos formales de la acusación requieren un nuevo análisis,
dispone su subsanación en la misma audiencia. Acto seguido, las partes pueden plantear cualquiera de las
cuestiones previstas en el artículo 350, en lo que corresponda.
4. El auto que declara fundado el sobreseimiento o un medio técnico de defensa, es apelable con efecto
devolutivo, el recurso se interpondrá y fundamentará en el mismo acto. Rige lo previsto en el artículo 410.
5. El Juez debe instar a las partes a realizar convenciones probatorias. Cumplidos los requisitos de
validez de la acusación, de conformidad con el numeral 1 del artículo 350; y resueltas las cuestiones
planteadas, el Juez Penal dicta acumulativamente el auto de enjuiciamiento y citación a juicio, de manera
inmediata y oral.
6. El juicio se realiza en sesiones continuas e ininterrumpidas hasta su conclusión. El Juez Penal que
instale el juicio no puede conocer otros hasta que culmine el ya iniciado. En lo no previsto en esta Sección,
se aplican las reglas del proceso común, en tanto sean compatibles con la naturaleza célere del proceso
inmediato.(1)(a)(b)

NOTA DE ACTUALIZACIÓN

(1) Artículo conforme a la modificación efectuada por el artículo 2o del Decreto Legislativo N.° 1307 (EP, 30-12-2016), el
m ism o que entró en vigencia a nivel nacional a los noventa (90) días de su publicación en el diario oficial El Peruano.
Anteriormente había sido modificado por el artículo 2o del Decreto Legislativo N.° 1194 (EP, 30-08-2015), el m ismo que
entró en vigencia a nivel nacional a todos los 90 días de su publicación en el diario oficial El Peruano.

PROTOCOLOS, REGLAMENTOS, LINEAMIENTOS, G UÍAS Y DIRECTIVAS

(a) Protocolo de actuación interinstitucional específico para la aplicación del proceso inmediato reformado (aprobado por
el Decreto Supremo N.° 003-2016-JUS de 23-08-2018). Véase el texto completo en: <bit.ly/2uG5wxx>. .
(b) Directiva N.° 05-2015-M P-FN: "Actuación fiscal en casos de detención en flagrancia delictiva, proceso inmediato y re­
querimientos de prisión preventiva" (aprobado por la Resolución N.° 5893-2015-MP-FN de 20-11-2015). Véase el texto
completo en: <bit.ly/2FSAskr>.

ACUERDOS PLENARIOS DE LA CORTE SUPREMA

§ 1928. Acusación directa y proceso inmediato. Véase la jurisprudencia del artículo 336° del
Nuevo Código Procesal Penal [§ 1321]. (Acuerdo Plenario N .° 6-2010/CJ-116, del 16-11-2010, que
establece como doctrina legal los criterios expuestos en los ff. jj. 8-23, particularmente el £ j. 18. VI
Pleno Jurisdiccional de las Salas Penales Permanente y Transitorias [EP, 30-12-2010]. Texto completo:
<bit.ly/1mSzIz3>).

§ 1929. Proceso penal inmediato reformado. Legitimación y alcances. “Evidencia delictiva”


o “prueba evidente” . Véase la jurisprudencia del artículo 446° del Nuevo Código Procesal Penal [§
1891]. (Acuerdo Plenario N.° 2-2016/CJ-116, del 01-06-2016, que establece como doctrina legal los
criterios expuestos en los ff. jj. 7 al 12 y 15 al 24, particularmente el 12 y el 20. II Pleno Jurisdiccional
Extraordinario de las Salas Penales Permanente y Transitoria de la Corte Suprema de Justicia [EP, 04­
08-2016, Jurisprudencia, Año XXV, N.° 1020, pp. 7522-7530]. Texto completo: <bit.ly/2FK4zeQ>).

PLENOS JURISDICCIONALES

§ 1930. Se puede iniciar el juicio inmediato sin la presencia del imputado. Tema I: Los efectos
de la instalación y declaración de contumacia en la audiencia única de juicio inmediato. No procede la
aplicación de la terminación anticipada en la audiencia preliminar de control de acusación. Acuerdo
aprobado por mayoría: “Si el imputado se encuentra válidamente notificado y no concurre, se instala
la audiencia única de juicio inmediato, iniciando la etapa de control de acusación, pues el artículo 351
solamente exige la presencia obligatoria del fiscal y el abogado defensor del acusado, razón la cual, recién
iniciado el juzgamiento es que le declare reo contumaz”. (Pleno Jurisdiccional Penal de la Corte Supe­
rior de Justicia de Ventanilla, del 16-08-2018. Tema I. Texto completo: <bit.ly/2TURlTD>).

♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL


Art. 448 UBRO QUINTO: LOS PROCESOS ESPECIALES 996

§ 1931. Situación del acusado notificado que no acude a la audiencia única de juicio inme­
diato. Tema 3: La audiencia única de juicio inmediato, desde la perspectiva de su instalación y estadio
de su suspensión. C o nclusión : Ante la inconcurrencia del acusado debidamente notificado para la
audiencia única de juicio inmediato corresponde no instalar la misma, llevando a cabo el control de
acusación y suspendiendo la referida audiencia al iniciarse el juicio oral propiamente dicho, declarando
su contumacia o ausencia, según corresponda. (Pleno Jurisdiccional Distrital Penal y Procesal Penal del
Distrito Judicial de Junín del 29-09-2017. Tema 3. Texto completo: <bit.ly/2WOKAki>).
§ 1932. No es factible que el juez unipersonal o colegiado en observancia del derecho de la prueba
y contradicción efectiva flexibilice los plazos para que el imputado pueda presentar en la segunda
sesión de audiencia sus medios de prueba. Pregunta: Dada la inmediatez de losplazos, deljuzgamiento y
la celeridad que persigue el Decreto Legislativo N ° 1194 resulta indispensable, de necesidady racional evaluar
la jlexibilidad en la presentación de los medios de prueba del imputado. Los defensores de elección o público ge­
neralmente señalan a l aperturarse eljuzgamiento que recién han sido designados o contratadosy no han definido
la estrategia y el cuadro probatorio. ¿Esfactible que eljuez unipersonal o colegiado en observancia del derecho de
la prueba y contradicción efectivaflexibilice losplazospara que el imputado pueda presentar en la segunda sesión
de audiencia sus medios deprueba? C onclusión plenaria: 37 magistrados, señalaron que el juez solo puede
devolver los actuados. (Pleno Jurisdiccional Distrital Penal de Lima Norte, efectuado el 04-11-2016. Tema
IV Problema 1. Texto completo: <bit.ly/2pqsHsO>).
§ 1933. Es prioritario que el juez unipersonal y colegiado durante el juzgamiento actúe la prueba
personal admitida antes que la lectura de documentos a fin de concretar y hacer efectiva la contradic­
ción, para evitar la valoración de los actos de investigación preliminar. Pregunta.: D ada la inmediatez
de losplazos, deljuzgamiento y la celeridad quepersigue el Decreto Legislativo N. ° 1194 resulta indispensable,
de necesidady racional evaluar la flexibilidad en la presentación de los medios deprueba del imputada. Los de­
fensores de elección opúblico generalmente señalan a l aperturarse eljuzgamiento que recién han sido designados
o contratados y no han definido la estratega y el cuadro probatorio. ¿Es prioritario, que eljuez unipersonaly
colegiado durante eljuzgamiento actúe la prueba personal admitida antes que la lectura de documentos a fin
de concretary hacer efectiva la contradicción, para evitar la valoración de los actos de investigación preliminar?
C onclusión plenaria: 27 magistrados señalaron que sí. (Pleno Jurisdiccional Distrital Penal de Lima
Norte, efectuado el 04-11-2016. Tema IV Problema 2. Texto completo: <bit.ly/2pqsHsO>).

ACUERDOS DE LAS SALAS PENALES SUPERIORES

§ 1934. El juez dispondrá la exclusión y sanción al abogado defensor si no asiste de manera


injustificada a una audiencia inaplazable. Véase la jurisprudencia del artículo 85° del Nuevo Có­
digo Procesal Penal [§ 422]. (Acuerdo N.° 3-2017-SPS-CSJLL, de 13-06-2017. Acuerdo de Jueces
Titulares de las Salas Penales Superiores de la Corte Superior de Justicia de La Libertad. Texto completo:
<bit.ly/2HbXqDQ> [p. 3]).

JURISPRUDENCIA D E LAS SALAS SUPERIORES

§ 1935. La prueba en el proceso inmediato. Delito de conducción en estado de ebriedad. C uar­


to . Análisis fáctico jurídico. [...] La prueba de la comisión de un delito para vencer la presunción de
inocencia, consagrada en el artículo 2 inciso 24 numeral c) de la Constitución Política del Estado, tiene
que ser de tal magnitud que no deje la menor duda y otorgue plena convicción al juzgador de qué los
hechos han ocurrido y que el responsable es el imputado. Si la prueba en este tipo de delitos y otros es
esencialmente la indiciaría, es preciso que el recojo de esos indicios para otorgar márgenes de convic­
ción, tiene que ser suficiente, lo que se logra, a través de diversos medios que requieren tiempo y dili­
gencia para ser completos, caso contrario, se corre el riesgo de incurrir en errores judiciales, que debido
a los bienes jurídicos y derechos en conflicto, pueden resultar irreparables. 2. De la misma forma según
el Acuerdo Plenario Extraordinario N .° 2-2016 [§ 1891] en su fundamento jurídico 15 la incoación del
proceso inmediato en el delito de conducción es estado de ebriedad es necesario que concurran los

n o m o s & t h e s fs
997 SECCIÓN I: EL PROCESO INMEDIATO A lt 4 4 8

presupuestos y requisitos de evidencia delictiva y ausencia de complejidad, y es que la justificación


constitucional del proceso inmediato; pues su fundamento material se basa precisamente en ambas
nociones. Sin ellas se vulnera la garantía de defensa procesal y se restringe irrazonablemente la garantía '
' de tutela jurisdiccional, pues se propendería a la emisión de sentencias con prueba inidónea y con un :
nivel de celeridad que conspiraría contra la regularidad y equidad del proceso jurisdiccional. 3. En
cuanto a la insuficiencia probatoria cuestionada en la sentencia se advierte que el Juzgado de primera
instancia centró su razonamiento condenatorio en la declaración testimonial del efectivo policial RRER
y en la declaración previa del imputado CEGC y ello se desprende del fundamento 1.3 de la parte
considerativa de la sentencia apelada: “Se encuentra acreditado que el acusado CEGC, manejo su vehí- -
culo desde la discoteca “Pachas” hasta la avenida 9 de noviembre de Camaná, que si bien el acusado ha
negado este hecho señalando que “en ningún momento estaban los policías, en ese momento no había
nadies (sic), hemos ido a la calle nueve de noviembre [...] yo me he pasado, hemos estado conversando
con mi primo ahí sentados y yo senté a lado del volante ahí hemos estado mirando el carro y yo me
senté en el volante pero yo estaba con el brazo mal y yo no podía manejar el vehículo y de ahí el patru­
llero nos encuentra con el vehículo estacionado [...] en ningún momento yo he estado manejando el
vehículo, en ningún momento, mi primo ha estado manejado [...] yo tenía destino irme al hospital
porque estaba mal [...] yo me he ido me he fugado prácticamente por lo que me han agredido [...] yo
me he ido y mi primo vámonos, vámonos de acá” prendido el carro yo no podía estaba inmóvil con mi
brazo y me ha llevado y en ningún momento habido ningún patrullero [...] al guachimán que me ha
estado agrediendo a mí, me ha agarrado con un fierro me ha agredido me ha golpeado mi brazo, me ha
golpeado a patadas todo [...] al policía yo le entrego las llaves al señor [...] [evidencia contradicción] he
regresado al lugar a recoger mi vehículo y lo encendí mi carro y me he ido conduciendo hasta inmedia­
ciones del colegio SB porque lo iba a dejar en cochera de mi primo D G pero no llegue al lugar, porque
me estacione más antes y la policía a los cinco minutos de estacionado me interviene la policía [...]. Me
estacione porque mi brazo me estaba sangrando y me dolía” . Sin embargo, el efectivo policial RRER,
señaló que “[...] si se dieron a la fuga, procedimos a ubicarlos en el patrullero, teniendo conocimiento
por personas que el vehículo se ido por la avenida 9 de noviembre porque hemos ido por el lugar inter­
viniéndolos a la vuelta en la calle que hay unos bares [...] en el volante estaba en ese momento CEG C,
pero no estaba el carro en movimiento estaba estacionado [...] estaban sentados en los asientos de ade­
lante, uno de conductor y otro de copiloto, reconoce a la persona que estaba en el asiento del piloto, se
identifica el acusado C E G C ”, que en tal sentido tenemos acreditado que al momento de la intervención
efectivamente el vehículo se encontraba estacionado, así como que la policía Nacional lo estaba buscan­
do, así mismo se tiene prueba directa de sindicación por la cual el efectivo policial interviniente, ha re­
conocido al acusado como la persona que se encontraba en el volante del vehículo, hecho que no ha
negado el acusado puesto que señaló que se pasó del lugar al lado del volante, con lo que corrobora lo
señalado por el efectivo policial, siendo así, claramente tenemos que el acusado se encontraba en el
asiento del conductor; otro aspecto que confirma la conducción es que el acusado fue la persona que
entregó las llaves del vehículo, siendo que solo la persona que conduce podía tener las llaves del mismo,
por otro lado el propio acusado ha reconocido que manejo el vehículo, como se ha oralizado al eviden­
ciarse contradicción, teniéndose que dicha declaración fue prestada con las garantías legales ello es fue
en presencia de su abogado y del Ministerio Público, ahora ha señalado que iba al hospital sin embargo
ello no sucedió, como se tiene pues se encontraba estacionado el vehículo en la avenida y no se dirigía
al hospital”. 4. Ahora bien, se verifica que la única fuente de prueba es la declaración del efectivo policial
RRER, quien señaló que el imputado y su acompañante se dieron a la fuga y que posteriormente lo
intervinieron a la vuelta, pero el carro no estaba en movimiento, estaba estacionado. Sin embargo, el
juzgador apoya esta declaración con la declaración previa del imputado contrastada en juicio oral, a
través de una contradicción en su declaración. De lo anterior se puede concluir que no se cumple con
los requisitos de evidencia delictiva y ausencia de complejidad, que exige la procedencia de este tipo de
proceso. Así se tiene en cuanto a: A, La evidencia delictiva está vinculada a una prueba directa que ve­
rifique la participación del agente, situación que no se presenta en la sentencia, ya que ésta se respalda
en la propia declaración del imputado en diligencias preliminares. No obstante, es doctrina aceptada

♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL


Art. 449 LIBRO QUINTO: LOS PROCESOS ESPECIALES 998

mayoritariamente que la declaración del imputado es un medio de defensa, y no uno de investigación


o de prueba, en efecto, la declaración del imputado perfecciona el contradictorio procesal, por tanto,
configura el proceso mismo. De esta forma la declaración del imputado no puede ser considerada infor­
mación probatoria, peor aún, en contra de los intereses del imputado. En todo caso la mala justifica­
ción” sólo puede ser considerada un indicio posterior, si tiene la idoneidad razonable para engarzarse
con otros indicios adicionales. La valoración de la declaración del imputado como fuente de informa­
ción, revela en el fondo la pretensión de considerar al propio imputado como fuente de información
idónea de cargo para su propia responsabilidad. Esta posición es ratificada por el articulo 378.8 del
Código Procesal Penal, donde se contempla la evidencia de contradicciones solo para el caso de testigos
y peritos; pero no para la declaración de los imputados. Todo ello guarda consonancia con el derecho
de los imputados a no auto incriminarse, así la Convención Americana de Derechos Humanos en su
artículo 8.2 reconoce al acusado el derecho a no ser obligado a declarar contra si mismo ni a declararse
culpable, y de tomarse su declaración como confesión sincera la misma tiene que encontrarse debida­
mente comprobada. B . La ausencia de complejidad, que tampoco se cumple al plantearse por la defen­
sa del imputado una tesis contraria a la planteada por el Ministerio publico, cuyo respaldo apunta pre­
cisamente a la insuficiente actividad probatoria, por lo que se denota la necesidad de realizar mayores
actos de investigación para realizar a plenitud un análisis certero de los hechos sobre la teoría del caso
alterna de la defensa, al haberse descartado el empleo de la declaración previa como un medio de prue­
ba. 5. En esta situación corresponde que este proceso se reconduzca a través de un mecanismo procesal
que garantice mayores actos de investigación, y se despeje toda duda para decidir con solvencia la situa­
ción jurídica del imputado, con el objeto de lograr el proposito de reconstruir probatoriamente los
enunciados de los hechos postulados por el Ministerio Público (Exp. N .° 00092-2017-47-0402-JR-
PE-01, del 05-09-2017, f. j. 4. Tercera Sala Penal de Apelaciones. Corte Superior de Justicia de Arequipa.
Texto completo: <bit.ly/2FlgGla>).

SECCIÓN II
EL PROCESO POR RAZÓN DE LA FUNCIÓN PÚBLICA

TÍTULO I
EL PROCESO POR DELITOS DE FUNCIÓN ATRIBUIDOS
A ALTOS FUNCIONARIOS PÚBLICOS

Artículo 449: Disposiciones aplicables

El proceso penal contra los altos funcionarios públicos taxativamente designados en el artículo 99 de
la Constitución por los delitos que cometan en el ejercicio de sus funciones y hasta cinco años después de
haber cesado en él, se regirá por las reglas del proceso común, salvo las que se establecen en este Título.

Artículo 450: Reglas específicas para la incoación del proceso penal

1. La incoación de un proceso penal, en los supuestos del artículo anterior, requiere la previa interpo­
sición de una denuncia constitucional, en las condiciones establecidas por el Reglamento del Congreso
y la Ley, por el Fiscal de la Nación, el agraviado por el delito o por los Congresistas; y, en especial, como
consecuencia del procedimiento parlamentario, la resolución acusatoria de contenido penal aprobada por
el Congreso.
2. El Fiscal de la Nación, en el plazo de cinco días de recibida la resolución acusatoria de contenido pe­
nal y los recaudos correspondientes, emitirá la correspondiente Disposición, mediante la cual formalizará

n o m o s & t h e s is
999 SECCIÓN II: EL PROCESO POR RAZÓN DE LA FUNCIÓN PÚBLICA Alt. 450
la Investigación Preparatoria, se dirigirá a la Sala Penal de la Corte Suprema a fin de que nombre, entre sus
miembros, al Vocal Supremo que actuará como Juez de la Investigación Preparatoria y a los integrantes
de la Sala Penal Especial que se encargará del Juzgamiento y del conocimiento del recurso de apelación
contra las decisiones emitidas por el primero, y designará a los Fiscales Supremos que conocerán de las
etapas de Investigación Preparatoria y de Enjuiciamiento.
3. El Vocal Supremo de la Investigación Preparatoria, con los actuados remitidos por la Fiscalía de la
Nación, dictará, en igual plazo, auto motivado aprobando la formalización de la Investigación Preparatoria,
con citación del Fiscal Supremo encargado y del imputado. La Disposición del Fiscal de la Nación y el auto
del Vocal Supremo de la Investigación Preparatoria respetarán los hechos atribuidos al funcionario y la
tipificación señalada en la resolución del Congreso.
4. Notificado el auto aprobatorio del Vocal Supremo de la Investigación Preparatoria, el Fiscal Supremo
designado asumirá la dirección de la investigación, disponiendo las diligencias que deban actuarse, sin
perjuicio de solicitar al Vocal Supremo las medidas de coerción que correspondan y los demás actos que
requieran intervención jurisdiccional.
5. El cuestionamiento de la naturaleza delictiva de los hechos imputados o del cumplimiento de los
requisitos de procedibilidad, así como lo relativo a la extinción de la acción penal podrá deducirse luego de
formalizada y aprobada la continuación de la Investigación Preparatoria, mediante los medios de defensa
técnicos previstos en este Código.
6. La necesidad de ampliar el objeto de la investigación por nuevos hechos delictivos cometidos por el
Alto Funcionario en el ejercicio de sus funciones públicas, requiere resolución acusatoria del Congreso, a
cuyo efecto el Fiscal de la Investigación Preparatoria se dirigirá al Fiscal de la Nación para que formule la
denuncia constitucional respectiva. Si de la investigación se advierte que la tipificación de los hechos es
diferente a la señalada en la resolución acusatoria del Congreso, el Fiscal emitirá una Disposición ai res­
pecto y requerirá al Vocal de la Investigación Preparatoria emita la resolución aprobatoria correspondiente,
quien se pronunciará previa audiencia con la concurrencia de las partes. En este caso no se requiere la
intervención del Congreso.
7. Contra la sentencia emitida por la Sala Penal Especial Suprema procede recurso de apelación, que
conocerá la Sala Suprema que prevé la Ley Orgánica del Poder Judicial. Contra la sentencia de vista no
procede recurso alguno.
8. El auto de sobreseimiento o el que ampara una excepción u otro medio de defensa que enerve la pre­
tensión acusatoria, a sí como la sentencia absolutoria, en tanto adquieran firmeza, devuelve al procesado
sus derechos políticos, sin que sea necesario acuerdo de Congreso en este sentido.
9. El plazo que se refiere al artículo 99 de la Constitución no interrumpe ni suspende la prescripción de
la acción penal de conformidad con el artículo 84 del Código Penal.
10. Vencido el plazo de cinco años, previsto en el artículo 99 de la Constitución, siempre que no se
haya incoado el proceso penal, el ex alto funcionario público estará sometido a las reglas del proceso
penal común.

JURISPRUDENCIA VINCULANTE DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL

§ 1936. Las investigaciones realizadas por el Congreso de la República, en tanto el asunto


revista interés público, pueden recaer tanto sobre funcionarios y servidores públicos como sobre
particulares. 19. El artículo 970 de la Constitución, en lo que ahora resulta pertinente, establece lo
siguiente: “El Congreso puede iniciar investigaciones sobre cualquier asunto de interés público. Es obli­
gatorio comparecer, por requerimiento, ante las comisiones encargadas de tales investigaciones, bajo los
mismos apremios que se observan en el procedimiento judicial. Por su parte, el artículo 880 del
Reglamento del Congreso, ah initio, dispone lo siguiente: “El Congreso puede iniciar investigaciones
sobre cualquier asunto de interés público, promoviendo un procedimiento de investigación que garan­
tice el esclarecimiento de los hechos y la formulación de conclusiones y recomendaciones orientadas a
corregir normas y políticas y/o sancionar la conducta de quienes resulten responsables, de acuerdo con

♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL


Art. 451 LIBRO QUINTO: LOS PROCESOS ESPECIALES 1000

las siguientes reglas”. 20. Como se aprecia, ninguno de los preceptos determina cuáles son las condicio­
nes que debe ostentar el “asunto” para que pueda ser calificado de “interés público” . Empero, el aludido
artículo 88° brinda elementos que permiten una primera delimitación. En efecto, si las conclusiones y
recomendaciones de la Comisión de Investigación deben estar orientadas a corregir normas y políticas
y/o sancionar la conducta de quienes resulten responsables”, resulta que el asunto debe encontrarse
vinculado con el resguardo de la denominada ética pública, esto es, con la eventual afectación de la
ética reconocida en las normas establecidas por el ordenamiento jurídico, cuyo respeto es imprescindi­
ble para la convivencia pacífica y el respeto por los derechos fundamentales como condición necesaria
para la efectiva vigencia del principio-derecho de dignidad humana. Pero no puede tratarse de asuntos
relacionados con la ética privada, es decir, con asuntos relativos a los variados modelos de virtud con los
que los ciudadanos despliegan válidamente su libertad y construyen su proyecto de vida, aun cuando
pueda una importante mayoría social discrepar con tales perspectivas de pensamiento y de acción. No
puede, pues, confundirse el sentido axiológico o prescriptivo del “interés público”, con el sentido socio­
lógico o descriptivo del “interés del público” . En un Estado Constitucional, no todo asunto que defacto
interesa a la ciudadanía, justifica jurídicamente que los poderes públicos lo aborden para desencadenar
consecuencias de iure. Si aquel fuese el factor determinante para considerar que un asunto reviste interés
público, la dignidad humana se encontraría en serio peligro. 21. A su vez, el articulo 5° del Reglamento
del Congreso establece que la función de control político comprende, entre otras cuestiones, la realiza­
ción de actos e investigaciones y la aprobación de acuerdos sobre la conducta política del Gobierno, los
actos de la administración y de las autoridades del Estado”. Es decir, hay una asociación entre las inves­
tigaciones congresales y el propósito de velar por el regular tratamiento de la cosa publica. Asi, bajo una
interpretación sistemática, puede agregarse que, en general, los asuntos relacionados con el resguardo de la
debida gestión estatal son de interéspúblico, y por tanto, pueden ser objeto de investigación por el Congreso de
la República. 22. Ahora bien, ello no significa, como se afirma en la demanda, que “la responsabilidad
que resulte fruto de las investigaciones tendría que recaer, siempre, en los funcionarios públicos sujetos
o no al antejuicio político” . Mientras el asunto revista interés público en los términos antes señalados,
la investigación puede recaer sobre hechos vinculados también con particulares. La parte demandante
alega que su conclusión deriva “de la lectura de los incisos g), h), i) y j) del (...) articulo 88° del [Re­
glamento del Congreso]”. Empero, se pierde de vista que el literal b) del mismo precepto señala que
“las autoridades, los funcionarios y servidores públicos y cualquier persona, están en la obligación de
comparecer ante las Comisiones de Investigación y proporcionar a estas las informaciones testimoniales
y documentarlas que requieran” (énfasis agregado). De hecho el propio literal g) al que alude la deman­
da refiere que “cuando de las investigaciones que realizan las Comisiones de Investigación aparezca la
presunción de la comisión de delito, el informe de la Comisión establece hechos y consideraciones de
derecho, con indicación de las normas de la legislación penal que tipifiquen los delitos que se imputan
al investigado o a los investigados, concluyendo con la formulación de denuncia contra los presuntos
responsables” (énfasis agregado), sin que en modo alguno exprese que tal investigado o investigados de­
ban ser funcionarios públicos. [...] (Exp. N .° 04968-2014-PH C/TC [caso Alejandro Toledo M anrique
y otros], de 04-11-2015 [Web: 04-11-2015 / EP, 08-11-2015], que establece el f. j. 21, resaltado en
cursivas, como precedente vinculante). Texto completo: <bit.ly/20ohi8T>).

Artículo 451: Conversión del procedimiento común y acumulación

1. Si en el curso de un proceso penal común, se determina que uno de los imputados está incurso en
el artículo 99 de la Constitución, el Juez de la causa, de oficio o a pedido del Ministerio Público o de otro
sujeto procesal, previa audiencia con la intervención de los mismos, remitirá copia de lo actuado a la Fis­
calía de la Nación para que se proceda a la formulación de la denuncia constitucional correspondiente; si el
Fiscal de la Nación no está conforme con la resolución judicial solicitará la intervención de la Sala Penal de
la Corte Suprema para que se pronuncie al respecto. La Sala resolverá, mediante resolución inimpugnable
y previa audiencia con asistencia de las partes.

n o m o s & t h e s is
1001 SECCIÓN II: EL PROCESO POR RAZÓN DE LA FUNCIÓN PÚBLICA Art. 452
2. Cuando el hecho sea atribuido a varios imputados y sólo alguno de ellos debe ser sujeto al f
procedimiento parlamentario de acusación constitucional, la causa deberá separarse para que se continúe j
en la jurisdicción ordinaria contra quienes no proceda este procedimiento. Se remitirá copia certificada de !
lo actuado al Fiscal de la Nación contra los restantes, para que proceda conforme lo dispone el numeral !
anterior. Si el Congreso emite resolución acusatoria, las causas deberán acumularse y serán tramitadas
según las reglas especiales previstas en este Título.

TÍTULO II
EL PROCESO POR DELITOS COMUNES ATRIBUIDOS A
CONGRESISTAS Y OTROS ALTOS FUNCIONARIOS

Artículo 452: Ámbito


1. Los delitos comunes atribuidos a los Congresistas, al Defensor del Pueblo y a los Magistrados del
Tribunal Constitucional, desde que son elegidos hasta un mes después de haber cesado en sus funciones,
no pueden ser objeto de investigación preparatoria y enjuiciamiento hasta que el Congreso, o el Pleno del
Tribunal Constitucional en el caso de sus miembros, siguiendo el procedimiento parlamentario -o el admi­
nistrativo en el caso del Tribunal Constitucional- que corresponda, lo autorice expresamente.
2. Si el funcionario ha sido detenido en flagrante delito deberá ser puesto en el plazo de veinticuatro
horas a disposición del Congreso o del Tribunal Constitucional, según el caso, a fin de que inmediatamente
autorice o no la privación de libertad y el enjuiciamiento.

JURISPRUDENCIA DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL

§ 1937. Inmunidad parlamentaria. 34. Al respecto, este Colegiado definió la inmunidad parlamen­
taria en el fundamento 5 de la sentencia recaída en el Expediente N.° 0006-2003-AI/TC [§ 1940] como
una garantía procesal penal de carácter político de la que son titulares los cuerpos legislativos de un Estado
a favor de sus miembros, de forma tal que estos no puedan ser detenidos ni procesados penalmente sin la
aprobación previa del Parlamento; y precisó que su objeto es prevenir aquellas detenciones o procesos pe­
nales que, sobre bases estrictamente políticas, pretendan perturbar el debido funcionamiento del Congreso
o alterar su conformación. 35. Asimismo, en la sentencia del Expediente N .° 1011-2000-HC/TC (fun­
damento 1), se ha dicho que la inmunidad parlamentaria es [...] una prerrogativa de los miembros del Poder
Legislativo, consistente en la imposibilidad de que sean procesados o detenidos salvoflagrante delito previo levan­
tamiento de la inmunidadpor parte del correspondiente Poder Legislativo. De este modo, se configura como un
impedimento procesalpara la apertura de la instrucción penal, cuya estricta observancia constituye un elemento
de especial importancia delprocedimiento preestablecido por la ley y, desde talperspectiva, como atributo inte­
grante del derecho al debido proceso. 36. La inmunidad parlamentaria opera tan sólo respecto de delitos co­
munes; para los funcionales existe la acusación constitucional prevista en el artículo 99° de la Constitución
y desarrollada en el artículo 89° del Reglamento del Congreso. 37. Así, circunscrita constitucionalmente
la inmunidad parlamentaria como las inmunidades de arresto y proceso, es posible entenderla, entonces,
como una garantía que busca proteger la libertad personal de los parlamentarios contra detenciones y
procesos judiciales con aparente contenido penal relacionado con delitos comunes que tienen una evidente
motivación y finalidad política. Con dicha protección se salvaguarda la conformación y funcionamiento
del Parlamento. Por ello, corresponde al Poder Legislativo efectuar la valoración de los móviles políticos que
puedan existir a través del procedimiento de levantamiento de la inmunidad parlamentaria, a fin de garan­
tizar la autonomía del Parlamento y la plena vigencia del principio de separación de poderes (artículo 43°
de la Constitución). 38. Si la finalidad de la inmunidad parlamentaria está destinada fundamentalmente
a la constitución y funcionamiento del Congreso, entonces la inmunidad no puede considerarse como un

♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL


Art. 452 LIBRO QUINTO: LOS PROCESOS ESPECIALES 1002

derecho o una prerrogativa individual de los congresistas, sino como una garantía institucional del Parla­
mento que protege la función congresal y al propio Poder Legislativo. Por tales razones, para que funcione
correctamente el Parlamento es necesario dotarlo de ciertos mecanismos que así lo permitan, como el de
la inmunidad parlamentaria, o la freedom frorn arrest or molestation, además de la ya nombrada inviolabi­
lidad de voto y opiniones (freedomfrom speeclo). Ahora bien, los ámbitos de protección de estos privilegios
encuentran límites y condicionamientos en la propia Constitución, por lo que la exención circunscrita en
el interna corporis acta será vigente cuando el parlamentario realice una actividad estrictamente congresal,
y no más allá (cfr. STC 00026-2006-PI/TC, fundamento 13 [§ 1938]). 39. Así, se precisa que la inmu­
nidad parlamentaria solamente rige para los procesos penales y para el arresto (salvo en el caso de delito
flagrante) cuando se trata de supuestos delitos comunes, en consecuencia no se puede invocar respecto de
los procesos administrativos, civiles e incluso respecto de las diligencias preliminares de investigación que
por mandato constitucional compete realizar al Ministerio Público. (Exp. N.° 00013-2009-PI/TC [Proceso
de inconstitucionalidad contra la R Leg. N. ° 008-2007-CR. en la pane que modifica el segundo párrafo del artí­
culo 2 5 ° del Reglamento del Congreso], del 04-01-2010 [Web: 07-01-2010], f£ jj. 34-39. Texto completo:
<bit.ly/2Wc2XyW>).
§ 1938. La inmunidad parlamentaria solo tiene como objeto evitar que el parlamentario pueda
ser procesado por delitos comunes. 21. Bajo el parámetro antedicho, habrá de analizarse el ámbito de
protección de la inmunidad parlamentaria en una doble vertiente. La inmunidad sólo tendrá sentido si
tiene como objeto proteger a los parlamentarios dentro de un proceso judicial que tiene carácter penal,
y también desde que estos son elegidos como tales. [...] 22. Ante todo, este Colegiado estima conve­
niente precisar que la inmunidad parlamentaria solamente rige para los procesos penales: Puesto que la
inmunidad -diversamente dé la inviolabilidad- tiene un ámbito exclusivamente penal, únicamente pue­
de aducirse respecto de causas penales, no civiles, ni en relación a sanciones administrativas o disciplina­
rias, procedimientos todos ellos cuya apertura no requiere autorización previa de las Cámaras. Además,
una interpretación de este tipo fluye naturalmente de lo que el propio artículo 93° señala, al expresar
que el procesamiento puede desencadenar en una detención; es más, un límite al levantamiento de la
inmunidad se produce cuando existe ‘delito flagrante. Un amplio desarrollo de esta materia también
se puede encontrar en la novedosa legislación procesal penal (artículos 452° y subsiguientes del Código
Procesal Penal, aún no vigente plenamente). 23. Asimismo, el modificado artículo 16° del Reglamento
del Congreso, en su segundo párrafo, expresa con bastante claridad lo que hemos venido afirmando:
[ ..] L a inmunidad parlam entaria no protege a los Congresistas contra las acciones de naturaleza diferente a
la penal, que se ejerzan en su contra [...]. En tal entendido, sólo tendrá validez la garantía institucional de
la inmunidadparlam entaria cuando el congresista se encuentra sometido a un proceso penal respecto a delitos
comunes. Es más, antes de la modificación del mencionado artículo 16 ° se dejaba sentada una exigencia
adicional: no era admisible una acusación por actos derivados de (sus) actos privados\ (Exp. N.° 0026-
2006-PI/TC [caso Demanda de inconstitucionalidad en temas de inmunidades de arresto y procesó], del
08-03-2007 [Web: 12-03-2007 / EP, 18-03-2007], ff. jj. 21-22. Texto completo: <bit.ly/2GcWRtP>).
§ 1939. La inmunidad parlamentaria rige desde el momento en que el parlamentario es electo,
vale decir desde el momento que el JN E realiza la proclama. 29. De otro lado, la protección contra
el arresto sólo comienza con la elección, es decir, desde que el Jurado Nacional de Elecciones proclama
al congresista electo. En nuestro ordenamiento jurídico, antes de la proclamación el candidato no está
protegido. Ahora bien, si la protección contra el arresto o detención, que tiene fundamental inciden­
cia en la conformación del Congreso, sólo empieza con la proclamación, entonces, se justifica que la
inmunidad de proceso comprenda a los procesos penales iniciados con posterioridad a la elección,
independientemente de la fecha de la comisión del delito (si el supuesto delito se cometió antes de la
proclamación pero no se inició el proceso penal, entonces el congresista electo quedará protegido por la
inmunidad de arresto y se deberá solicitar el levantamiento del fuero parlamentario). Asimismo, es claro
que si bien el proceso penal iniciado con anterioridad a la proclamación del congresista, por mandato
del segundo párrafo del artículo 16° del Reglamento del Congreso, continuará después de la elección,
la inmunidad de arresto se mantiene y sólo procederá su detención si el Congreso lo autoriza, consti-

n o m o s & t h e s is
1003 SECCIÓN II: EL PROCESO POR RAZÓN DE LA FUNCIÓN PÚBLICA Alt. 452
tuyéndose tal garantía en un límite a la regla del segundo párrafo del artículo 16° del Reglamento del
Congreso. (Exp. N.° 0026-2006-PI/TC [caso Demanda de inconstitucionalidaden temas de inmunidades
de arresto y proceso], del 08-03-2007 [Web: 12-03-2007 / EP, 18-03-2007], £ j. 29. Texto completo:
<bit.ly/2GcWRtP>).

§ 1940. Diferencias entre el antejuicio político y la inmunidad parlamentaria. 6. Así, entre la


prerrogativa funcional del antejuicio político y la inmunidad parlamentaria pueden establecerse distan­
cias de orden formal y material. Las primeras señalan que, mientras todos los funcionarios que gozan de
inmunidad (artículo 93°, 161° y 201° de la Constitución), tienen, a su vez, la prerrogativa de antejuicio
(artículo 99°), no todos los que son titulares de ésta, lo son de la inmunidad. Por otra parte, mientras
la inmunidad parlamentaria tiene vigencia desde que se es elegido en el cargo hasta un mes después
de haber cesado (artículo 93°), la prerrogativa funcional de antejuicio permanece vigente hasta 5 años
después de haber cesado en el cargo (artículo 99°). Desde el punto de vista material, a diferencia de
lo que ocurre con el privilegio del antejuicio político, en el procedimiento para el levantamiento de la
inmunidad parlamentaria, el Congreso no asume un rol acusatorio, sino estrictamente verificador de
la ausencia de contenido político en la acusación. En estos casos, el Parlamento no pretende acreditar
la responsabilidad penal del recurrente, sino, tan sólo, descartar los móviles políticos que pudieran
encontrarse encubiertos en una denuncia de “mera apariencia penal”. De otra parte, un análisis lógico
permite deducir que la garantía de la inmunidad parlamentaria opera sólo respecto de delitos comunes,
puesto que en el caso de los delitos funcionales, sin importar de quién haya provenido la denuncia, y
aun cuando haya sido tramitada, en un inicio, con arreglo al segundo y tercer párrafo del artículo 16°
del Reglamento, el Congreso deberá iniciar la investigación correspondiente conforme al artículo 89°
del Reglamento, con el propósito de determinar si hay o no lugar a la formación de la causa, y, conse­
cuentemente, si corresponde o no levantar la prerrogativa del congresista, concebida a estos efectos, ya
no como la inmunidad a que hace alusión el artículo 93° de la Constitución, sino según el contexto
del privilegio de antejuicio al que alude el artículo 99° constitucional. De igual manera, si el Congreso
advirtiera que la materia sobre la que versa la denuncia sólo puede ser subsumida en la configuración
de un delito común, aun cuando en un inicio el procedimiento haya sido tramitado como si se tra­
tase de una acusación constitucional, debe limitarse a levantar la prerrogativa funcional sin formular
acusación alguna, pues los casos de delitos comunes no se encuentran contemplados en el artículo 99°
de la Constitución. (Exp. N.° 0006-2003-AI/TC [Acción de inconstitucionalidad contra el inciso j) del
artículo 8 9 ° del Reglamento del Congreso], del 01-12-2003 [Web: 03-12-2003], £ j. 6. Texto completo:
<bit.ly/2pwj SgU>).
§ 1941. El parlamento solo se limita a realizar un control de la inexistencia de motivaciones
políticas en el proceso penal a seguirse, o seguido, contra el alto dignatario. 34. Pero, ¿cuál es la
conducta que asume el Congreso en un pedido de levantamiento de inmunidad parlamentaria? Según
el fundamento 6 de la sentencia del Expediente N.° 0006-2003-AI/TC [§ 1940], es uno estrictamente
verificador de la ausencia de contenido político en la acusación. No es que pretenda acreditar la respon­
sabilidad penal del recurrente, sino, tan sólo, descartar los móviles políticos que pudieran encontrarse
encubiertos en una denuncia de mera apariencia penal’. De igual manera, en la sentencia emitida en el
Expediente N .° 5291-2005-HC/TC, en los fundamentos 24 y 23, este Colegiado precisó que la regla
general constitucional es clara al establecer que [...] es indispensable la autorización del Congreso de la Re­
pública para procesarpenalmente a un Congresista de la República. Sin embargo, esposible diferenciar den­
tro de esta situación dos supuestos. E l primero, cuando elproceso penal se pretende iniciar con posterioridad
a la elección del Congresista denunciado. En este caso, siempre será necesario, para procesar a l Congresista,
requerir que el Congreso de la República levante la inmunidad parlamentaria y autorice el procesamiento.
E l segundo supuesto, es aquel en el que a un ciudadano se le procesa y durante ese lapso resulta electo. En este
caso, también se deberá solicitar el levantamiento de la inmunidadparlamentaria del Congresista electo, para
procesarlo, salvo el caso de que elproceso pen al venga durando en exceso (en este caso doce años y todavía se
encuentra en primera instancia), y existan pendientes de resolverpedidos de extinción de la acción penal que
favorezcan a l Congresista de la República. En efecto, no habría necesidad de solicitar el levantamiento de

♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL


Art. 453 LiBBO QUINTO: LOS PROCESOS ESPECIALES 1004

la inmunidad si es manifiesta la extinción de la acción penal, puesto que en este caso el proceso penal
debe archivarse judicialmente. (Exp. N .° 0026-2006-PI/TC [caso Demanda de inconstitucionalidad en
temas de inmunidades de arresto y procesé del 08-03-2007 [Web: 12-03-2007 / EP, 18-03-2007], fi j.
34. Texto completo: <bit.ly/2GcWRtP>).

Artículo 453: Reglas del proceso y elevación del requerimiento de autorización de


procesamiento

1. El proceso penal, en estos casos, se seguirá bajo las reglas del proceso común. En la etapa de en­
juiciamiento intervendrá un Juzgado colegiado. El recurso de casación procederá según las disposiciones
comunes que lo rigen.
2. Si al calificar la denuncia, el Informe Policial o las indagaciones preliminares, o si en el curso del
proceso se advierte que el imputado está incurso en las disposiciones del artículo anterior, el Jue z de oficio
o a petición de parte, previa audiencia, elevará los actuados respecto de aquél al Presidente de la Corte
Superior correspondiente para que por su conducto se eleven las actuaciones al Congreso o al Tribunal
Constitucional, según el caso, a fin de que se expida la resolución de autorización de procesamiento.
Desde el momento en que se dicte la resolución, que es inimpugnable, se reservará lo actuado en ese
extremo a la espera de la decisión de la autoridad competente, sin perjuicio de continuar la causa si existen
otros procesados.

TÍTULO III
EL PROCESO POR DELITOS DE FUNCIÓN ATRIBUIDOS A
OTROS FUNCIONARIOS PÚBLICOS

Artículo 454: Ámbito

1. Los delitos en el ejercicio de sus funciones atribuidos a los Vocales y Fiscales Superiores, a los
miembros del Consejo Supremo de Justicia Militar, al Procurador Público, y a todos los magistrados del
Poder Judicial y del Ministerio Público, requieren que el Fiscal de la Nación, previa indagación preliminar,
emita una Disposición que decida el ejercicio de la acción penal y ordene al Fiscal respectivo la formaliza-
ción de la Investigación Preparatoria correspondiente.
2. La Disposición del Fiscal de la Nación no será necesaria cuando el funcionario ha sido sorprendido
en flagrante delito, el mismo que en el plazo de veinticuatro horas será conducido al despacho del Fiscal
Supremo o del Fiscal Superior correspondiente, según los casos, para la formalización de la investigación
preparatoria.
3. Corresponde a un Fiscal Supremo y a la Corte Suprema el conocimiento de los delitos de función
atribuidos a los miembros del Consejo Supremo de Justicia Militar, a los Vocales y Fiscales Superiores y
al Procurador Público, así como a otros funcionarios que señale la Ley. En estos casos la Sala Penal de
la Corte Suprema designará, entre sus miembros, al Vocal para la Investigación Preparatoria y a la Sala
Penal Especial, que se encargará del Juzgamiento y del conocimiento del recurso de apelación contra las
decisiones emitidas por el primero; y, el Fiscal de la Nación hará lo propio respecto a los Fiscales Supremos
que conocerán de las etapas de investigación preparatoria y de enjuiciamiento. Contra la sentencia emitida
por la Sala Penal Especial Suprema procede recurso de apelación, que conocerá la Sala Suprema que prevé
la Ley Orgánica del Poder Judicial. Contra la sentencia de vista no procede recurso alguno.
4. Corresponde a un Fiscal Superior y a la Corte Superior competente el conocimiento de los delitos
de función atribuidos al Juez de Primera Instancia, al Ju e z de Paz Letrado, al Fiscal Provincial y al Fiscal
Adjunto Provincial, a s í como a otros funcionarios que señale la Ley. En estos casos la Presidencia de la

n o m o s & f h e s is
1005 SECCION III: EL PROCESO DE SEGURIDAD Árt. 456
Corte Superior designará, entre los miembros de la Sala Penal competente, al Vocal para la Investigación
Preparatoria y a la Sala Penal Especial, que se encargará del Juzgamiento y del conocimiento del recurso
de apelación contra las decisiones emitidas por el primero; y, el Fiscal Superior Decano hará lo propio
respecto a los Fiscales Superiores que conocerán de las etapas de investigación preparatoria y de enjui­
ciamiento. Contra la sentencia emitida por la Sala Penal Especial Superior procede recurso de apelación,
que conocerá la Sala Penal de la Corte Suprema. Contra esta última sentencia no procede recurso alguno.

Artículo 455: Disposiciones aplicables

El proceso penal en estos casos se regirá por las reglas del proceso común, con las excepciones
previstas en el artículo anterior.

SECCIÓN III
EL PROCESO DE SEGURIDAD

Artículo 456: Instauración del proceso de seguridad

1. Cuando el Fiscal, luego de haberse dictado la resolución prevista en el artículo 75, o cuando al cul­
minar la Investigación Preparatoria considere que sólo corresponde imponer al imputado una medida de
seguridad y que son aplicables las disposiciones del Título IV del Libro I del Código Penal, según el estado
de la causa realizará las actuaciones de investigación imprescindibles o, si estima que éstas han cumplido
su objeto requerirá la apertura de juicio oral y formulará el correspondiente requerimiento de imposición
de medidas de seguridad, aplicando en lo pertinente lo dispuesto para la acusación fiscal con la indicación
precisa de la medida de seguridad que solicita.
2. Si el imputado está procesado con otros imputados, se desacumulará el extremo de Sos cargos que
se le imputan, incoándose una causa independiente.

PRECEDENTE VINCULANTE DE LA CORTE SUPREMA

§ 1942. Criterios para la aplicación de la medida de seguridad de internación. Octavo. Que,


por otro lado, teniendo en cuenta que la Corte Suprema tiene facultad casatoria conforme lo reconoce el
artículo 141 de la Constitución Política del Estado, esta Sala Penal Suprema debe establecer las siguientes
precisiones: a) Que las medidas de seguridad son sanciones que se aplican judicialmente a los inim­
putables o imputables relativos que han cometido un hecho punible; que la medida de internación es
privativa de libertad y sólo puede aplicarse cuando existe el peligro potencial de que el inimputable pueda
cometer en el futuro otros delitos considerablemente graves. Por tanto la internación es una medida de
seguridad que conlleva graves efectos restrictivos en la libertad de las personas. Por lo demás, como señala
Claus Roxin, "... el fin de la pena y las medidas de seguridad no se diferencia en esencia. Ciertamente, los
fines preventivos se persiguen por las medidas de seguridad de una forma diferente y que la mayoría de
las veces contrasta también con la orientación de los cometidos de la pena en el caso individual, pero la
tendencia fundamentalmente preventiva es la misma” (Claus Roxin, Derecho Penal. Parte General, Tomo I,
Civitas, Madrid, 1997). b) Que, en consecuencia, tratándose de una sanción la medida de internación sólo
puede ser impuesta en la sentencia y luego de que en juicio se haya acreditado la realización del delito por
el inimputable y su estado de peligrosidad, c) Que la duración de la medida de internación no puede ser
indeterminada, por eso el operador judicial debe definir en la sentencia su extensión temporal, la cual, con­
forme lo establece el artículo 75 ab initio, en ningún caso puede exceder los límites cuantitativos de la pena
privativa de libertad concreta, que se hubiera aplicado al procesado si hubiera sido una persona imputable.

♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL


Art. 457 LIBRO QUINTO: LOS PROCESOS ESPECIALES 1006

d) Que, además, la duración de la medida de internación debe ser proporcional a la peligrosidad potencial
del agente y coherente con las recomendaciones que sobre el tratamiento a aplicar haya precisado el perito
psiquiatra. (R. N. N .° 104-2005-Ayacucho, del 16-03-2005, que constituye precedente vinculante en lo
concerniente a la aplicación de la medida de seguridad de internación prevista en los arts. 74 y 75 CP y la
que alude el £ j. 8 de esta resolución. Segunda Sala Penal Transitoria. Texto completo: <bit.ly/lN54cTY>).

Artículo 457: Reglas especiales

1. Para el proceso de seguridad se aplican las disposiciones sobre el proceso común, sin perjuicio de
las reglas especiales previstas en esta sección.
2. Cuando el imputado se encuentre en la situación prevista en el artículo 20.2 del Código Penal, luego
de procederse conforme al artículo 75, sus facultades serán ejercidas por su curador o por quien designe
el Ju e z de la Investigación Preparatoria, con quien se entenderán todas las actuaciones, salvo los actos
de carácter personal.
3. En este caso, si fuere imposible su cumplimiento, no se interrogará al imputado.
4. El Ju e z de la Investigación Preparatoria podrá también rechazar el requerimiento de imposición de
medidas de seguridad formulado por el Fiscal, si considera que corresponde la aplicación de una pena.
Contra esta resolución procede recurso de apelación, con efecto suspensivo.
5. El proceso de seguridad no podrá acumularse con un proceso común.
6. El juicio se realizará con exclusión del público. De igual manera, también podrá realizarse sin la
presencia del imputado si fuere imposible en razón a su estado de salud o por motivos de orden o de segu­
ridad. En el juicio será representado por su curador.
7. Si no es posible la presencia del imputado en el acto oral, antes de la realización del juicio podrá
disponerse el interrogatorio del imputado, con la intervención y orientación de un perito. Esta actuación
sólo será posible si lo permite la condición del imputado, a juicio del perito.
8. Cuando no pueda contarse con la presencia del imputado, se podrán leer sus declaraciones anterio­
res, así como la prevista en el numeral anterior.
9. Es imprescindible que en el acto oral se interrogue al perito que emitió el dictamen sobre el estado
de salud mental del imputado, sin perjuicio de disponerse, de ser el caso, la ampliación de dicho dictamen
por el mismo u otro perito.
10. La sentencia versará sobre la absolución o sobre la aplicación de una medida de seguridad.

Artículo 458: Transformación al proceso común y advertencia

1. Si después de la instalación del juicio oral, como consecuencia del debate, el Ju e z advierte que no
es de aplicación el artículo 456 y que es posible aplicar una pena al imputado, el Juez dictará la resolución
de transformación del proceso y advertirá al imputado de la modificación de su situación jurídica, dándole
la oportunidad de defenderse, sin perjuicio de dar intervención a las partes. En este caso se suspenderá el
acto oral y se reiniciará antes del plazo previsto en el numeral 3) del artículo 360.
2. Rigen, análogamente, las reglas sobre acusación ampliatoria si el Fiscal considera que se presenta
lo establecido en el numeral anterior, así como las reglas sobre correlación entre acusación y sentencia.
3. Si se ha deliberado en ausencia del imputado en virtud del artículo anterior, se deberán repetir
aquellas partes del juicio en las que el inculpado no estaba presente.

JURISPRUDENCIA D E LA CORTE SUPREMA

§ 1943. Transformación de proceso de seguridad a proceso común. Noveno. [...] Es claro que
cambia su objeto jurídico: el proceso de seguridad discute no solo los hechos, aspecto en el que es

n o m o s & t h e s is
1007 SECCÍON IV: PROCESO POR DELITO DE EJERCICIO PRIVADO ... Alt 460
idéntico al proceso común, sino la presencia del binomio peligrosidad/medida de seguridad; pero esta
diferencia no lo hace necesariamente incompatible con el proceso común -comparte el cuadro matriz
de las garantías de todo enjuiciamiento-, pues en este último proceso tras el juicio oral el Tribunal puede
incluso imponer una medida de seguridad si se dan los presupuestos para ella y medió una discusión y
debate sobre el particular, es decir, si se cumplió el principio de contradicción -artículo 393°, apartado
3), literal e), del NCPP- La prohibición de acumulación de un proceso de seguridad con el común es
obvia, pero solo dice de la imposibilidad de conexidad debido al diferente objeto de ambos procesos.
La acumulación por conexidad importa en este último caso, y en sentido estricto diversidad de delitos
culpándose a una sola persona o a varias, y procede si se cumplen sus presupuestos y condiciones; tiene
como fundamento el tratamiento unitario de esas causas o imputaciones para garantizar la economía
y la celeridad procesal, así como para evitar fallos contradictorios y posibilitar un conocimiento más
integral de los cargos con arreglo al principio de inmediación y, en su caso, se pueda aplicar las reglas
del concurso de delitos. La base común del rito del juicio oral para ambos procesos, cuando es el del
caso transformarlos, solo autoriza, de modo general, a repetir aquellas actuaciones especiales que en el
caso del proceso de seguridad se realizaron sin el concurso del imputado por razones de salud. No debe
empezarse de cero -no puede entenderse que las actuaciones previas son ineficaces procesalmente-, sino
que debe continuar en lo que es compatible y repetir lo que se hizo al margen del principio de bilate-
ralidad y presencia efectiva del imputado. (Casación N.° 16-2009-Huaura, de 12-03-2010, f. j. 9. Sala
Penal Permanente. Texto completo: <bit.ly/lLYE0AX>).

SECCIÓN IV
PROCESO POR DELITO DE EJERCICIO PRIVADO
DE LA ACCIÓN PENAL

Artículo 459: Querella

1 . En los delitos sujetos a ejercicio privado de la acción penal, el directamente ofendido por el delito for­
mulará querella, por s í o por su representante legal, nombrado con las facultades especiales establecidas
por el Código Procesal Civil, ante el Juzgado Penal Unipersonal.
2. El directamente ofendido por el delito se constituirá en querellante particular. La querella que formule
cumplirá con los requisitos establecidos en el artículo 109, con precisión de los datos identificatorios y
del domicilio del querellado.
3. Al escrito de querella se acompañará copias del mismo para cada querellado y, en su caso, del poder
correspondiente.

A rtículo 4 6 0 : Control de A dm isibilidad

1. Si el Ju e z considera que la querella no es clara o está incompleta, dispondrá que el querellante par­
ticular, dentro de tercer día, aclare o subsane la omisión respecto a los puntos que señale. Si el querellante
no lo hiciere, se expedirá resolución dando por no presentada la querella y ordenando su archivo definitivo.
2. Consentida o ejecutoriada esta resolución, se prohíbe renovar querella sobre el mismo hecho punible.
3. El Juez, por auto especialmente motivado, podrá rechazar de plano la querella cuando sea manifiesto
que el hecho no constituye delito, o la acción esté evidentemente prescrita, o verse sobre hechos punibles
de acción pública.

♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL


Art. 461 LIBRO QUINTO: LOS PROCESOS ESPECIALES 1008

Artículo 461: Investigación preliminar

1. Cuando se ignore el nombre o domicilio de la persona contra quien se quiere dirigir la querella, o
cuando para describir clara, precisa y circunstanciadamente el delito fuere imprescindible llevar a cabo
una investigación preliminar, el querellante solicitará al Ju e z en su escrito de querella su inmediata
realización, indicando las medidas pertinentes que deben adoptarse. El Ju e z Penal, si correspondiere,
ordenará a la Policía Nacional la realización de la investigación en los términos solicitados por el que­
rellante, fijando el plazo correspondiente, con conocimiento del Ministerio Público.
2. La Policía Nacional elevará al Ju e z Penal un Informe Policial dando cuenta del resultado de la in­
vestigación preliminar ordenada. El querellante, una vez notificado de la recepción del documento policial,
deberá completar la querella dentro del quinto día de notificado. Si no lo hiciere oportunamente caducará
el derecho de ejercer la acción penal.

Artículo 462: Auto de citación ajuicio y audiencia ;■ • "■::

1. Si la querella reúne los requisitos de Ley, el Ju e z Penal expedirá auto admisorio de la instancia y
correrá traslado al querellado por el plazo de cinco días hábiles, para que conteste y ofrezca la prueba que
corresponda. Se acompañará a la indicada resolución, copia de la querella y de sus recaudos.
2. Vencido el plazo de contestación, producida o no la contestación, se dictará el auto de citación a
juicio. La audiencia deberá celebrarse en un plazo no menor de diez días ni mayor de treinta.
3. Instalada la audiencia se instará a las partes, en sesión privada, a que concilien y logren un acuer­
do. Si no es posible la conciliación, sin perjuicio de dejar constancia en el acta de las razones de su no
aceptación, continuará la audiencia en acto público, siguiendo en lo pertinente las reglas del juicio oral.
El querellante particular tendrá las facultades y obligaciones del Ministerio Público, sin perjuicio de poder
ser interrogado.
4. Los medios de defensa que se aleguen en el escrito de contestación o en el curso del juicio oral se
resolverán conjuntamente en la sentencia.
5. Si el querellante, injustificadamente, no asiste a la audiencia o se ausente durante su desarrollo, se
sobreseerá la causa.

DOCTRINA JURISPRUDENCIAL VINCULANTE DE LA CORTE SUPREMA

§ 1944. Aplicación de la cadena de custodia a los procesos penales por ejercicio privado de la
acción (querella). Véase la jurisprudencia del artículo 220° del Nuevo Código Procesal Penal [§ 901].
(Casación N.° 63-2011-Huaura, de 24-04-2012, ff. jj. 4 al 7 establecidos como doctrina jurisprudencial.
Sala Penal Permanente [EP, 30-07-2012]. Texto completo: <bit.ly/2FDmxQS>).

PLENOS JURISDICCIONALES

§ 1945. Desistimiento tácito ante la primera inconcurrencia justificada de la querellante en


el proceso por faltas. P r e g u n t a : ¿Sepuede aplicar el desistimiento tácito ante la primera inconcurrencia
de la parte agraviada (querellante particular) en el proceso por faltas? C o n c l u s i ó n P l e n a r i a : Existen
órganos jurisdiccionales que, por economía y celeridad procesal, y en mérito a lo dispuesto por los
artículos 110 y 462.5 del CPP, aplican el desistimiento tácito ante la primera inconcurrencia injustifi­
cada de la parte agraviada, por cuanto estaría mostrando un desinterés de continuar con el proceso por
faltas. (Pleno Jurisdiccional Distrital en Materia Penal y Procesal Penal de la Corte Superior de Justicia
de Tumbes del 20-07-2017. Tema 1: El desistimiento tácito en el proceso de faltas. Texto completo:
cbit.ly/2N£Lgvl>).

nomos &thesis
1009 SECCIÓN Y. EL PROCESO DE TERMINACIÓN ANTICIPADA M 468
Artículo 463: Medidas de coerción personal

1. Únicamente podrá dictarse contra el querellado la medida de comparecencia, simple o restrictiva,


según el caso. Las restricciones sólo se impondrán si existen fundamentos razonables de peligro de fuga
o de entorpecimiento de la actividad probatoria.
2. Si el querellado, debidamente notificado, no asiste al juicio oral o se ausente durante su desarrollo,
se le declarará reo contumaz y se dispondrá su conducción compulsiva, reservándose el proceso hasta que
sea habido.

Artículo 464: Abandono y desistimiento

1. La inactividad procesal durante tres meses, produce el abandono del proceso, que será declarado
de oficio.
2. En cualquier estado del proceso, el querellante puede desistirse o transigir.
3. El que se ha desistido de una querella o la ha abandonado, no podrá intentarla de nuevo.

Artículo 465: Muerte o incapacidad del querellante

Muerto o incapacitado el querellante antes de concluir el juicio oral, cualquiera de sus herederos po­
drá asumir el carácter de querellante particular, si comparecen dentro de los treinta días siguientes de la
muerte o incapacidad.

Artículo 466: Recursos

1. Contra la sentencia procede recurso de apelación. Rigen las reglas comunes para la admisión y
trámite del citado recurso.
2. Contra la sentencia de la Sala Penal Superior no procede recurso alguno.

Artículo 467: Publicación o lectura de la sentencia

En los delitos contra el honor cometidos mediante la palabra oral o escrita o la imagen por cualquier
medio de comunicación social, a solicitud del querellante particular y a costa del sentenciado, podrá
ordenarse la publicación o lectura, según el caso, de las sentencias condenatorias firmes.

SECCIÓN V
EL PROCESO DE TERMINACIÓN ANTICIPADA

Artículo 468: Normas de aplicación .....

Los procesos podrán terminar anticipadamente, observando las siguientes reglas:


1. A iniciativa del Fiscal o del imputado, el Juez de la Investigación Preparatoria dispondrá, una vez
expedida la Disposición Fiscal del artículo 336 y hasta antes de formularse acusación fiscal, pero por una
sola vez, la celebración de una audiencia de terminación anticipada, de carácter privada. Su celebración no
impide la continuación del proceso. Se formará, al respecto, cuaderno aparte.

♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL


Art. 468 LIBRO QUINTO: LOS PROCESOS ESPECIALES 1010

2. El Fiscal y el imputado podrán presentar una solicitud conjunta y un Acuerdo Provisional sobre la
pena y la reparación civil y demás consecuencias accesorias. Están autorizados a sostener reuniones pre­
paratorias informales. En todo caso, la continuidad del trámite requiere necesariamente la no oposición
inicial del imputado o del Fiscal según el caso
3. El requerimiento fiscal o la solicitud del imputado será puesta en conocimiento de todas las partes
por el plazo de cinco días, quienes se pronunciarán acerca de la procedencia del proceso de terminación
anticipada y, en su caso, formular sus pretensiones.
4. La audiencia de terminación anticipada se instalará con la asistencia obligatoria del Fiscal y del im­
putado y su abogado defensor. Es facultativa la concurrencia de los demás sujetos procesales. Acto segui­
do, el Fiscal presentará los cargos que como consecuencia de la Investigación Preparatoria surjan contra
el imputado y éste tendrá la oportunidad de aceptarlos, en todo o en parte, o rechazarlos. El Jue z deberá
explicar al procesado los alcances y consecuencias del acuerdo, así como las limitaciones que representa
la posibilidad de controvertir su responsabilidad. A continuación, el imputado se pronunciará al respecto,
así como los demás sujetos procesales asistentes. El Jue z instará a las partes, como consecuencia del
debate, a que lleguen a un acuerdo, pudiendo suspender la audiencia por breve término, pero deberá con­
tinuar el mismo día. No está permitida la actuación de pruebas en la audiencia de terminación anticipada.
5. Si el Fiscal y el imputado llegan a un acuerdo acerca de las circunstancias del hecho punible, de la
pena, reparación civil y consecuencias accesorias a imponer, incluso la no imposición de pena privativa
de libertad efectiva conforme a la Ley penal, a sí lo declararán ante el Ju e z debiéndose consignar expresa­
mente en el acta respectiva. El Ju e z dictará sentencia anticipada dentro de las cuarenta y ocho horas de
realizada la audiencia.
6. Si el Ju e z considera que la calificación jurídica del hecho punible y la pena a imponer, de conformi­
dad con lo acordado, son razonables y obran elementos de convicción suficientes, dispondrá en la senten­
cia la aplicación de la pena indicada, la reparación civil y las consecuencias accesorias que correspondan
enunciando en su parte resolutiva que ha habido acuerdo. Rige lo dispuesto en el artículo 398.
7. La sentencia aprobatoria del acuerdo puede ser apelada por los demás sujetos procesales. Los de­
más sujetos procesales, según su ámbito de intervención procesal, pueden cuestionar la legalidad del
acuerdo y, en su caso, el monto de la reparación civil. En este último caso, la Sala Penal Superior puede
incrementar la reparación civil dentro de los límites de la pretensión del actor c iv il.(a)(b)

PROTOCOLOS, REGLAMENTOS, LINEAMIENTOS, GUÍAS Y DIRECTIVAS


(a) Protocolo de actuación interinstitucional para la aplicación de la term inación anticipada del proceso (aprobado por el
Decreto Supremo N.° 010-2018-JUS [EP, 25-08-2018]). Véase el texto com pleto en: <bit.ly/2GgsWiq>.
(b) Protocolo de term inación anticipada del proceso (MINJUS 2014). Véase el texto com pleto en: <bit.ly/2PfX2Xt>. '

ACUERDO PLENARIO DE LA CORTE SUPREMA

§ 1946. Aspectos esenciales de la terminación anticipada. 7. El proceso de terminación anticipa­


da importa la aceptación de responsabilidad por parte del imputado respecto del hecho punible objeto
del proceso penal y la posibilidad de negociación acerca de las circunstancias del hecho punible, la pena,
la reparación civil y las consecuencias accesorias. Así fluye de lo dispuesto en el artículo 468°. 4 y 5
NCPP. Al haberse regulado para todo tipo de delitos -ámbito de aplicación general- y sometido sus re­
glas a una pauta unitaria, es obvio que, por razones de coherencia normativa y de primacía de la ley
posterior que reemplaza un instituto legal determinado, las disposiciones del NCPP han venido a reem­
plazar a las disposiciones procesales penales especiales, tales como las Leyes N .° 26320 y 28008. Sin
embargo, en el caso de los delitos aduaneros -Ley N .° 28008-, las normas de contenido relevantemente
penal material y las reglas procesales específicas vinculadas a las primeras y al modo cómo se han regu­
lado estos delitos siguen rigiendo, tal es el caso de los literales c), d) y e), y los cinco párrafos finales del
artículo 20°. 8. El proceso de terminación anticipada atraviesa diversas etapas o fases, que va desde la
calificación de la solicitud de terminación anticipada -sin que para ello o para la continuación del refe-
rto m o s & t h e s i s
1011 SECCIÓN V: EL PROCESO DE TERMINACIÓN ANTICIPADA Art. 468
rido proceso corresponda realizar diligencia preliminar alguna o tomar una declaración al imputado-
[fase inicial], hasta la realización de la audiencia respectiva [fase principal] y la consecuente emisión de
la decisión resolutoria correspondiente: auto desaprobatorio del acuerdo o sentencia anticipad [fase
decisoria]. Es claro, por lo demás, que audiencia preparatoria es privada, cuya justificación estriba en
que es consecuencia del carácter de publicidad relativa de la investigación preparatoria y constituye,
desde la perspectiva del imputado, uno de los efectos benéficos de este proceso especial, quien apunta a
que su caso no se ventile públicamente. Es condición de la realización de la citada audiencia que la so­
licitud de terminación anticipada pase el examen judicial de admisibilidad y procedencia. Además, el
Juez ha de revisar si el imputado tiene debido conocimiento de los alcances y consecuencia del acuerdo
al que puede llegar -es, precisamente, el segundo paso de la audiencia, inmediatamente después de la
presentación de los cargos por la Fiscalía-. El consentimiento del imputado, visto el carácter dispositivo
de la pretensión o los efectos que entraña, ha de ser libre, voluntario -sin presiones o amenazas-, infor­
mado, prestado con el auxilio de un abogado defensor, y con pleno conocimiento de lo que hace o deja
de hacer y a lo que se somete una vez que acepta el acuerdo. 9. Si es que las partes arriban a un acuerdo
-que tiene como presupuesto la afirmación de la responsabilidad penal del imputado y, como condi­
ción, la precisión de las consecuencias jurídico-penales y civiles correspondientes, en perfecta armonía
con el principio de legalidad-, corresponde al Juez en ejercicio de su potestad jurisdiccional llevar a cabo
los pertinentes controles acerca de la legalidad del acuerdo y de la razonabilidad de la pena. 10. El con­
trol de legalidad del acuerdo se expresa en tres planos diferentes: A. El ámbito de la tipicidad o califica­
ción jurídico-penal, en relación a los hechos objeto de la causa y a las circunstancias que rodean al hecho
punible. B. El ámbito de la legalidad de la pena y, en su caso, a su correspondencia con los parámetros,
mínimo y máximo, que fluyen del tipo legal aplicado y de las circunstancias modificativas de la respon­
sabilidad -esto es lo que se denomina “pena básica”-. También el juicio de legalidad alcanza al respeto de
los ámbitos legalmente definidos de la reparación civil -siendo del caso resaltar que en este extremo
prima por completo la disposición sobre el objeto civil- y de las consecuencias accesorias. C. La exigen­
cia de una suficiente actividad indiciaría. Ello implica que las actuaciones o diligencias de la investiga­
ción permitan concluir que existe base suficiente -probabilidad delictiva- (i) de la comisión de lós he­
chos imputados y de su vinculación con el imputado, y (ii) que están presentes todos los presupuestos
de la punibilidad y de la perseguibilidad. 11. El control de la razonabilidad de la pena está centrado en
el examen del quantum de la pena y de la reparación civil objeto del acuerdo. El Juez ha de realizar una
valoración que evite que se vulnere, por exceso o por defecto, el principio de proporcionalidad, se lesio­
ne la finalidad de la pena o se afecte indebidamente los derechos e intereses legítimos de la víctima. Por
consiguiente, sólo podrá rechazar el acuerdo si de modo palmario o evidente se estipule una pena o una
reparación civil evidentemente desproporcionada o que en el caso de la pena se lesione ostensiblemente
el principio preventivo. 12. El análisis que corresponde al Juez Penal para homologar el acuerdo que le
presentan las partes procesales concernidas es ciertamente distinto a la valoración y examen jurídico
penal que hace el Juez en el proceso común luego del juicio oral. En este último el Juez aprecia y valora
los actos de prueba y puede aplicar criterios como el in dubio pro reo para absolver al imputado, lo que
en cierta medida no es posible en el proceso de terminación anticipada, en atención a los mecanismos
reconocimos para su conformación sobre la base del consenso procesal. Es claro, atento a lo expuesto,
que el Juez debe desaprobar el acuerdo si advierte la inexistencia de los hechos, la atipicidad de la con­
ducta atribuida u otra situación similar. Lo correcto en estos casos es que, rechazado el acuerdo, los
cargos se diluciden en el proceso común. Es un contrasentido, en atención al ámbito del control juris­
diccional del acuerdo, que se busque una absolución o una decisión que resuelva un objeto distinto al
juicio sobre la validez y eficacia jurídica del acuerdo objeto de control jurisdiccional. // § 4. Beneficios
en elproceso especial de terminación anticipada. 13. La determinación de la pena debe respetar los ámbi­
tos legales referidos tanto a la configuración de la pena básica -definida como la configuración del
marco penal establecido por el tipo legal y las diferentes normas que contienen las circunstancias modi­
ficativas de la responsabilidad genéricas, sean agravantes y/o atenuantes-, como al establecimiento de la
pena concreta o final -que es el resultado de la aplicación de los factores de individualización estipulados
en los artículos 45° y 46° del Código Penal, siempre dentro del marco penal fijado por la pena básica y
♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL
Art. 468 LIBRO QUINTO: LOS PROCESOS ESPECIALES 1012

a partir de criterios referidos al grado de injusto y el grado de culpabilidad-. El acuerdo deberá determi­
nar la pena concreta o final consensuada, cuyo examen, bajo las pautas señaladas líneas arriba -juicios
de legalidad y razonabilidad de la pena-, corresponde realizar al Juez. 14. El artículo 471° NCPP esti­
pula una reducción adicional acumulable de la pena de una sexta parte. Cabe puntualizar que la última
frase del citado dispositivo legal precisa que el beneficio en cuestión es adicional y se acumulará al que
reciba por confesión. Esta última es una circunstancia modificativa de la responsabilidad de carácter
genérica y excepcional, en tanto permite disminuir la pena hasta en una tercera parte por debajo del
mínimo legal (artículo 161° NCPP), que lo que hace es redefinir el marco penal correspondiente, de ahí
que es lógica la disposición procesal que la diferencia del beneficio por el acogimiento a la terminación
anticipada y, por tanto, no encuentra obstáculo a su acumulación. Ahora bien, la aplicación del benefi­
cio de una reducción de una sexta parte se refiere a la pena concreta o final. Sobre ésta, una vez definida,
es que ha de operar la reducción en una sexta parte -es una pauta de disminución fija y automática, es
decir, tasada-. El acuerdo podrá consignarla, pero en todo caso siempre diferenciándola de la pena con­
creta y final, del resultado final como consecuencia del beneficio aludido, a efecto de que el Juez pueda
definir con seguridad y acierto la realidad del beneficio premial y su exacta dimensión. // § 5. Recursos
en elproceso especial de terminación anticipada. 15. Uno de los principios que regulan el régimen jurídi­
co de los recursos es el de taxatividad, que estipula que la admisión de todo recurso está condicionada a
que se encuentre taxativa o expresamente previsto en la ley. Integra el presupuesto procesal objetivo del
recurso. En este sentido, cada recurso tiene su propia regulación, pues está diseñado para cada situación
específica, en cuya virtud no se admite un recurso cuando corresponde otro, lo que es propio del prin­
cipio de singularidad. El gravamen o agravio integra el presupuesto procesal de carácter subjetivo del
recurso. La admisión de un recurso está condicionada a que perjudique el derecho o interés legítimo de
la parte procesal concernida o impugnante. Esta, como consecuencia del principio dispositivo -eje
esencial del sistema de recursos en toda clase de procesos jurisdiccionales-, debe demostrar argumental-
mente el perjuicio o agravio sufrido por la resolución que impugna y el recurso ha de presentarse como
el remedio capaz de excluir el perjuicio invocado, que debe provenir de la parte resolutiva de la resolu­
ción judicial. 16. El artículo 468°.7 N CPP prescribe que la sentencia anticipada, aprobatoria del acuer­
do, puede ser apelada por los demás sujetos procesales -se entiende fuera de Fiscal y del imputado, en
tanto en cuanto, respecto de estos últimos, la sentencia anticipada respete los límites del acuerdo-. Esta
norma no se ha pronunciado acerca de la posibilidad de apelación u otro recurso contra el auto que
desaprueba el acuerdo. Sin embargo, es de tener en consideración la regla general establecida por el ar­
tículo 416°. 1 NCPP, que determina como objeto impugnable en apelación los autos que ponga fin al
procedimiento o a la instancia -literal b)- o, en su caso, los que causen gravamen irreparable -literal e)-.
No cabe duda de la pertinencia de la aplicación de la regla general del artículo 416°. 1. b) y e) NCPP,
pues la desaprobación del acuerdo tiene como efecto la culminación del proceso de terminación antici­
pada y, además, causa un gravamen irreparable porque cancela la vía consensuada y evita la aplicación
del beneficio premial. Entender que no es así, por lo demás, vulneraría el derecho a la tutela jurisdiccio­
nal en la medida que uno de los elementos que integra su contenido constitucionalmente protegido es
el acceso a los recursos legalmente previstos, así como infringiría el debido proceso en el ámbito del
derecho al recurso -pluralidad de la instancia- respecto de las decisiones que causan estado. // § 6. Pro­
ceso de terminación anticipada y etapa intermedia del proceso común. 17. Dentro de la estructura del
proceso común, la etapa intermedia es imprescindible. Una de las funciones más importantes que debe
cumplir es el control de los resultados de la investigación preparatoria, para lo cual ha de examinar el
mérito de la acusación fiscal y los recaudos de la causa con el fin de decidir si procede o no abrir el juicio
oral, el procedimiento principal. El proceso de terminación anticipada no guarda correspondencia con
el proceso común. Es un proceso especial sujeto a sus propias reglas de iniciación y con una estructura
singular -etapas propias y actuaciones singulares no equiparables con el proceso común, basado en el
principio estructural de contradicción y no en el de consenso que informa al primero-. Además, el
proceso de terminación anticipada se insta después de expedida la Disposición de Formalización y
Continuación de la Investigación Preparatoria y hasta antes de formularse la acusación fiscal (artículo
468°. 1 NCPP) y la audiencia especial y privada está sometida a determinadas pautas y ritos, muy dis-

nomos &thesfs
1013 SECCIÓN V. EL PROCESO DE TERMINACIÓN ANTICIPADA Art. 468
tintos a los que rigen la audiencia de control de la acusación, acto de postulación que, a mayor abunda­
miento, no existe en la terminación anticipada. 18. El artículo 350o. Le) NCPP autoriza a las partes
procesales, distintas del Fiscal, instar la aplicación, si fuere el caso, de un criterio de oportunidad, enten­
dido en sentido amplio. Se discute si esta norma permitiría que en sede de etapa intermedia se instaure
el proceso de terminación anticipada, bajo el entendido de que este último expresa un criterio de opor­
tunidad procesal. Ya se ha dejado sentado las diferencias sustantivas entre el proceso especial de termi­
nación anticipada y la etapa intermedia del proceso común. El primero tiene como eje el principio del
consenso y una de sus funciones es la de servir a la celeridad procesal, mientras que la segunda tiene
como elemento nuclear el principio de contradicción y el cuestionamiento -en la medida de lo posible
y como alternativa más fuerte de la potestad de control de la legalidad de que está investido el órgano
jurisdiccional- de la pretensión punitiva del Ministerio Público. El objeto del principio de oportunidad,
entonces, es aquel que busca, en clave material, la dispensa de pena o una respuesta distinta de la reac­
ción punitiva propia del sistema de sanciones del Código Penal, y, como tal, según nuestras normas
procesales, sólo puede estar destinada a la aplicación de los supuestos o “criterios” contemplados en el
artículo 2 o NCPP. Los mecanismos alternativos que buscan respuestas basadas en la idea del consenso
(terminación anticipada, conformidad procesal y colaboración eficaz), por su propia especificidad y
singularidad, unido a los controles jurisdiccionales que corresponde realizar, están sometidos a un pro­
cedimiento determinado, que no tiene las características, alcances y metodología de la audiencia preli­
minar de control de la acusación. Por otro lado, es de acotar que cuando el citado artículo 350°.l.e)
NCPP prescribe que en la etapa intermedia se puede aplicar un criterio de oportunidad, tal referencia,
sistemáticamente, sólo remite al artículo 2o NCPP. La confusión se debe a que el antecedente directo
del principio de oportunidad es el artículo 230° del Código Procesal Penal Modelo para Iberoamérica,
que denomina a este dispositivo “criterios de oportunidad”, los cuales, como se observa de su tenor, son
los supuestos previstos en el mencionado artículo 2o NCPP. 19. A mayor abundamiento, la incorpora­
ción del proceso de terminación anticipada en la etapa intermedia del proceso común no sólo desnatu­
raliza su regulación propia y naturaleza jurídica, sino que tergiversa otro eje de su reconocimiento en el
proceso penal nacional: la función de acortar los tiempos procesales y evitar las etapas procesales comu­
nes intermedia y de enjuiciamiento, precisamente uno de los fundamentos que permite el beneficio
premial de reducción de la pena de una sexta parte. Si se incoa en sede de etapa intermedia no podría
aplicarse, en sus propios términos, el artículo 471° NCPP por no cumplir su finalidad político criminal.
20. La audiencia preliminar de control de la acusación no está diseñada para concretar la terminación
anticipada del proceso, pues en la primera solo es obligatoria la asistencia del Fiscal y el defensor del
acusado, mientras que la audiencia de terminación anticipada se instalará con la asistencia obligatoria del
Fiscal y del imputado y su abogado defensor. En caso de que no concurra el acusado concernido o los
otros si fueran causas complejas o seguidas contra varios encausados, sería imposible desarrollar la audien­
cia de terminación anticipada. Su aceptación obligaría a fijar otra audiencia, con serio desmedro del
principio de aceleramiento procesal. Desde la perspectiva de los demás sujetos procesales también se
producen inconvenientes. Al no ser obligatoria la presencia de ellos no se podrían oponer a la realización
de esta audiencia, pues como señala el artículo 468°.3 NCPP el requerimiento fiscal o la solicitud del
imputado será puesta en conocimiento de todas las partes por el plazo de cinco días, quienes se pronun­
ciarán acerca de la procedencia del proceso de terminación anticipada y, en su caso, formular sus preten­
siones. Empero, al aplicar la terminación anticipada en la etapa intermedia tal trámite, indispensable, no
será posible. 21. De lo expuesto en los párrafos anteriores se colige que la incorporación pretoriana de la
terminación anticipada en la etapa intermedia afecta gravemente el principio estructural de contradicción
procesal, reconocido en el artículo 1.1 del Título Preliminar NCPP, comprendido a su vez en la garantía
de defensa procesal reconocida en el artículo 139°. 14 de la Constitución, desarrollada en el artículo IX
del Título Preliminar NCPP. El indicado principio y la garantía procesal aludida integran el Programa
procesal penal de la Constitución, que podrían afectarse seriamente si se permite tan insólito proceder,
ausente de base legislativa y sustento jurídico procesal. (Acuerdo Plenario N.° 5-2009/CJ-116, del 13­
11-2009, ff. jj. 7 al 21. V Pleno Jurisdiccional de las Salas Penales Permanente y Transitorias [EP, 13­
11-2009]. Texto completo: <bit.ly/2cqOy!v>).

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Art. 468 LIBRO QUINTO: LOS PROCESOS ESPECIALES 1014

DOCTRINA JURISPRUDENCIAL VINCULANTE DE LA CORTE SUPREMA

§ 1947. La notificación a la audiencia de terminación anticipada es obligatoria para todas las


partes procesales, aun cuando el agraviado no se haya constituido en actor civil. Vigésimo cuarto.
Distinto hubiese sido la situación, si junto a la citación a la audiencia de la medida coercitiva se le hubie­
ses notificado a la Procuraduría el acuerdo de terminación anticipada, con el fin de darle la posibilidad
de cuestionar el acuerdo extremo de la reparación civil, previa constitución en actor civil, y de esta
manera, dotar al proceso de un marco de legalidad y respeto a las garantías constitucionales de carácter
procesal como el debido proceso y el derecho de defensa. Vigesimoquinto. En este sentido, se debió
proceder estrictamente de conformidad con el artículo 468.3, del Código Procesal Penal, que señala:
“El requerimiento fiscal o la solicitud del imputado será puesta en conocimiento de todas las partes por
el plazo de cinco días, quienes se pronunciaran acerca de la procedencia del proceso de terminación
anticipada y, en su caso, formular pretensiones” . Vigesimosexto. Asimismo, debió citarse a la audiencia
de terminación anticipada a la Procuraduría; por lo que no es correcto interpretar el artículo 468.4, de
la norma procesal, como erróneamente lo han considerado las instancias ordinarias, que la ausencia del
actor civil, cuya asistencia es facultativa, justifica la falta de notificación a la precitada audiencia, pues
son actos procesales distinto. En esta línea, la notificación a la instalación de la audiencia de terminación
anticipada es obligatoria para todas las partes procesales, aun cuando el agraviado no se haya consti­
tuido en actor civil, al margen de si su presencia es facultativa, es decir, si no condiciona la actuación
e instalación de la audiencia, en virtud a que en la misma o previa a ella, dada en la etapa investigativa
en la que se encuentra, esto es, en la oportunidad procesal pertinente, podría solicitar constituirse en
actor civil y ejercer las facultades patrimoniales que le otorga la norma procesal y, de esta manera, no
provocar que se quede en grave estado de indefensión, como ocurrió en el presente caso. (Casación N.°
655-2015-Tumbes, de 16-08-2017, que estableció como doctrina jurisprudencial vinculante los íf. 24
al 26. Primera Sala Penal Transitoria [EP, 27-07-2018, Jurisprudencia, Año XXVII, N .° 1083, p. 8075].
Texto completo: <bit.ly/2XqDZxp>).

PLENO DE LOS JUZGADOS PENALES DE INVESTIGACIÓN PREPARATORIA

§ 1948. Proceso de terminación anticipada. A c u e r d o : 1. La presentación del acuerdo provisional


entre fiscal e imputado, permite la citación directa a audiencia, si no están constituidos judicialmente
otros sujetos procesales. 2. La citación a audiencia debe contener el apercibimiento de rechazarse la
solicitud o requerimiento y procederse al archivo del cuaderno, en caso de inasistencia injustificada del
fiscal, el imputado o su abogado defensor. 3. La oposición del imputado o fiscal contenida en la abso­
lución de la solicitud o requerimiento, faculta rechazarla de plano, sin necesidad de citar a audiencia. 4.
El juez puede solicitar aclaraciones y/o sugerir la modificación puntual del acuerdo en el debate privado
de la audiencia. 5. El juez calificara la legalidad, razonabilidad y suficiencia del acuerdo provisional. 6.
Las reglas de conducta en caso de suspensión de la ejecución de la pena, serán fijadas exclusivamente
por el juez, atendiendo lo propuesto por las partes, de ser el caso. 7. La condición de no reincidente
o habitual del imputado, será acreditado con el certificado (negativo) de antecedentes penales u otro
documento oficial o con la información del Fiscal, bajo responsabilidad de su veracidad. 8. En caso de
requerimiento simultaneo de terminación anticipada del proceso y prisión preventiva de reo en cárcel,
debe realizarse una sola audiencia dentro de las 48 horas, condicionando el debate y resolución de lo
segundo al resultado del primero. 9. Aprobar el formato de resolución que se anexa. 10. Aprobar el
formato de audiencia que se anexa. (Acuerdo Plenario N.° 07-2008, de 04-01-2008. Pleno de los Juz­
gados Penales de Investigación Preparatoria deTrujillo. Corte Superior de La Libertad. Texto completo:
<bit.ly/ lT jM E tE >).

PLENOS JURISDICCIONALES

§ 1949. Es procedente la terminación anticipada en la etapa intermedia. P r e g u n t a : Necesidad


de reevaluar la aplicación de la terminación anticipada en la etapa intermedia del Código Procesal Penal.
El Pleno adopto p o r m a y o r í a lo siguiente: S í es procedente, desde una interpretación amplia, pues elfin

nom os & th e sis


1015 SECCIÓN V. EL PROCESO DE TERMINACIÓN ANTICIPADA Art. 468
de la terminación anticipada es evitar etapas y audiencias innecesarias; además deben tenerse en cuenta la
carga procesal que afrontan las fiscalías y juzgados en todo elpaís, así como las circunstancias especiales pre­
sentadas en la etapa intermedia como es el caso del reo ausente, de la acusación directa o de la integración o
subsanación de la acusación fiscal. (Pleno Jurisdiccional Distrital en Materia Penal, realizada por la Corte
Superior de Justicia de Ancash, el día 19-10-2018. Tema 2. Texto completo: <bit.ly/2uhcKI0>).

§ 1950. No procede la aplicación de la terminación anticipada en la audiencia preliminar de


control de acusación. T e m a II: La procedencia de la terminación anticipada en la etapa intermedia.
Acuerdo aprobado p o r u n a n i m i d a d : “N o procede la aplicación de la terminación anticipada en la au­
diencia preliminar de control de acusación”. (Pleno Jurisdiccional Penal de la Corte Superior de Justicia
de Ventanilla, del 16-08-2018. Tema II. Texto completo: cbit.ly/2TUR1TD>).

§ 1951. En el proceso de terminación anticipada, el fiscal podrá aplicar de oficio la confesión


sincera y disminuir la pena concreta al imputado. ¿En el proceso penal especial de terminación anti­
cipada, el representante del Ministerio Público puede o no aplicar la confesión sincera y disminuir la pena
concreta al imputado? Conclusión plenaria: P o r u n a n i m i d a d el siguiente enunciado: “Sí podrá el repre­
sentante del Ministerio Publico, aplicar la confesión sincera y disminuir la pena concreta al imputado
de oficio, en el proceso de terminación anticipada”. F u n d a m e n t o : El Ministerio Público, como titular
de la acción penal, deberá indicar el artículo de la ley penal que tipifique el hecho, así como la cuantía
de la pena que se solicite. Si el Fiscal y el imputado llegan a un acuerdo acerca de las circunstancias del
hecho punible, de la pena, reparación civil y consecuencias accesorias a imponer, incluso la no impo­
sición de pena privativa de libertad efectiva conforme a la ley penal. El pedido de sanción penal es lo
que dota de contenido al acuerdo de Terminación Anticipada, en aquellos casos de condenas efectivas
o suspensivas en su ejecución. En ese orden de ideas, el representante del Ministerio Público, puede
tomar en consideración los criterios establecidos en los artículos 45 y 46 del Código Penal, a pesar de
ser mensajes normativos dirigidos al Juez. Los criterios señalados en el artículo 46 del Código Penal son:
1. Constituyen circunstancias de atenuación, siempre que no estén previstas específicamentepara sancionar el
delito y no sean elementos constitutivos del hecho punible la siguiente: (...) g) Presentarse voluntariamente a
las autoridades después de haber cometido la conducta punible, para admitir su responsabilidad: La confe­
sión sincera antes de haber sido descubierto. En esta circunstancia se valora un acto de arrepentimiento
posterior al delito y que expresa la voluntad del agente de hacerse responsable de aquel y asumir las con­
secuencias jurídicas derivadas. La presentación debe ser voluntaria, esto es, espontánea, libre, sin media
presión. El fiscal deberá tener en consideración la presencia o no de atenuantes o agravantes ya sean
genéricas o específicas. (I Pleno Jurisdiccional Distrital en Materia Penal y Procesal Penal de la Corte
Superior de Justicia de Huancavelica del 06-10-2017. Tema 1. Texto completo: <bit.ly/2VgWwu9>).

§ 1952. Sí es posible solicitar terminación anticipada en un momento posterior a dicha audiencia.


P r e g u n t a : Estando
a que la terminación anticipada es un derecho exclusivo del imputado que solo es usado por
única vez antes de la acusación fiscal, conforme a l artículo 468 del CPP; lo dispuesto por el D. Leg. N. ° 1206
a l ser empleado, dio mecanismo a l instar eljuez a dicha celebración, ¿imposibilita a l imputado a solicitar termi­
nación anticipada posterior a dicha audiencia? C o n c l u s i ó n p l e n a r i a : 28 magistrados señalaron que sí es
posible. (Pleno Jurisdiccional Distrital Penal de Lima Norte, efectuado el 04-11-2016. Tema V Problema
1. Texto completo: <bit.ly/2pqsHsO>).

§ 1953. El juez puede optar por una pena suspendida en lugar de la pena efectiva acordada
en el acuerdo de terminación anticipada. P r e g u n t a : Si en el acuerdo fiscal de terminación anticipada
se acuerda la aplicación de una pena efectiva, ¿es posible que elju ez opte por una pena suspendida? C o n ­
c l u s i ó n P l e n a r i a : El Pleno adoptó p o r m a y o r í a lo siguiente: “Sí es posible que el Juez opte por una

pena suspendida a la acordada en la terminación anticipada como una efectiva”. F u n d a m e n t o : Hay


casos en el cual, el representante del Ministerio Público y el inculpado acuerdan imponer una pena
efectiva; verbigracia dos años de pena privativa de libertad efectiva. El artículo 471 del Código Procesal
Penal, establece que el imputado que se acoja a éste proceso recibirá un beneficio de reducción de la
pena de una sexta parte; además, este beneficio es adicional y se acumulará al que reciba por confesión.

♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL


Art. 468 LIBRO QUINTO: LOS PROCESOS ESPECIALES 1016

Es decir, la pena de dos años de privativa de libertad debe reducirse una sexta parte y adicionalmente
podrá reducirse por confesión sincera. En resumidas cuentas, podrá aplicarse inclusive por debajo de
un año ya que es potestad del Juez Penal. Entonces atendiendo a que la pena es mínima, sería posible
que el Juez disponga la suspensión de la pena, contraviniendo el acuerdo en el sentido que era con
carácter de efectiva. Más aún si el Inciso 5) de artículo 468 del nuevo Código Procesal Penal, establece
solamente que se podrá acordar “inclusive la no imposición de una pena efectiva”; que por el principio
de favorabilidad y legalidad, no debe interpretarse en contra del procesado, por tanto, dicha posibilidad
solo es para acordar la no imposición de una pena efectiva y no para acordar una pena efectiva. (I Pleno
Jurisdiccional Distrital Penal de la Corte Superior de Justicia de Huancavelica del 23-10-2008. Tema
III. Texto completo: <bit.ly/2FvN9BS>).

JURISPRUDENCIA DE LA CORTE SUPREMA

§ 1954. Terminación anticipada: reparación civil. Quinto. [...] C. El Tribunal de Apelación si


bien tiene la potestad de aumentar o disminuir el monto fijado por el concepto de la reparación civil, en
el presente caso se excedió al incrementarla en la suma de cien mil nuevos soles, pues para ello se basó en
argumentos que no lo justifican: i) el dolor e impacto emocional que ocasionó la muerte del agraviado a
los nietos del occiso, y ii) los daños materiales ocasionados al vehículo del agraviado al quedar totalmen­
te inoperativo y porque era la herramienta de trabajo con la que mantenía a su familia. [...] Sexto. En
lo atinente al Tercero Civilmente Responsable es correcta la actuación del Superior Colegiado, pues al
advertir la existencia de un tercero civil responsable, de acuerdo a la concordancia de lo dispuesto en los
artículos noventa y tres y noventa y cinco del Código Penal -norma última que señala que la reparación
será solidaria entre los responsables del hecho punible y los terceros civilmente responsables- incorporó
a la Empresa [...] para que conjuntamente con el procesado T T T cumpla con el pago de la pretensión
económica fijada por concepto de reparación civil, no solo porque por error involuntario el Juez de la
Investigación Preparatoria omitió pronunciarse al respecto, sino también porque constituyó uno de los
argumentos invocados por la agraviada en su escrito [...]: “el imputado no solo era socio y gerente de la
citada empresa, sino también poseía gran parte de dichas acciones” . No existió indefensión material al
incorporarlo como tal, y la necesidad de su concurrencia como obligado civil surge del artículo noventa
y cinco del Código Penal, por tanto, teniendo en cuenta los lincamientos de la norma sustantiva antes
acotada -artículo noventa y tres del referido cuerpo legal- y de acuerdo a los fundamentos jurídicos
precedentes, debe disminuirse prudencialmente. (Casación N .° 37-2008-La Libertad, del 10-03-2010,
ff. jj. 5 y 6. Sala Penal Permanente. Texto completo: <bit.ly/lrsvUqf>).
§ 1955. Si bien la presencia del agraviado en la audiencia de terminación anticipada es cons­
titutiva, la notificación a la instalación de la misma sí es obligatoria. Constitución de actor civil
en el proceso especial por terminación anticipada. Sexto. Como ya se ha establecido (Casación N .°
655-20 15-Tumbes [§ 472]), si bien la presencia del agraviado es facultativa en una audiencia de Ter­
minación Anticipada, sin embargo, sí es obligatoria su notificación a la instalación de la misma, aun
cuando el agraviado no se haya constituido en actor civil. Las instancias ordinarias, al respecto, han
dado una interpretación errónea al artículo 468, inciso 4, del Código Procesal Penal, en cuanto a que
se justifica su falta de notificación, a tenor de que su asistencia es facultativa; es decir, si no condiciona
la actuación e instalación de la audiencia, en virtud de que en la misma o previo a ella, dada la etapa
investigativa, es la oportunidad procesal pertinente para solicitar constituirse en actor civil y ejercer
las facultades patrimoniales que le otorga la norma procesal. No hacer ello significa que el agraviado
se queda en grave estado de indefensión como ocurrió en el caso de autos. Sétim o. Estrictamente, se
debió proceder de conformidad con el artículo 468, inciso 3, del Código Procesal Penal, que señala el
requerimiento fiscal o la solicitud del imputado será puesta en conocimiento de todas las partes por el
plazo de 5 días, quienes se pronunciarán acerca de la procedencia del proceso de terminación antici­
pada y, en su caso, formular pretensiones” . Octavo. De lo que se colige, entonces, que llevar a cabo la
Audiencia de Terminación Anticipada, sin haberse puesto en conocimiento de las partes el contenido
del Acuerdo Provisional, produce que el sujeto del proceso se suma en un estado de indefensión insub-
n o m o s & t h e s is
1017 SECCIÓN V: EL PROCESO DE TERMINACIÓN ANTICIPADA Art. 468
sanable, y en el caso del agraviado de constituirse en actor civil como se ha señalado, además de no tener
la posibilidad de formular la pretensión civil que crea conveniente y apelar si no está conforme con el
monto fijado. Noveno. El proceso de terminación anticipada no guarda correspondencia con el proceso
común; es un proceso especial sujeto a sus propias reglas de iniciación y con una estructura singular.
(Casación N .° 780-2015-Tumbes, del 06-10-2017, ff. jj. 6-9. Sala Penal Transitoria. Texto completo:
<bit.ly/2EU8wwg>).
§ 1956. La conclusión anticipada del juicio oral no comporta una circunstancia atenuante
privilegiada que dé lugar, de forma necesaria, a una imposición de pena por debajo del mínimo
legal. Pertenencia del imputado a una comunidad nativa, como atenuante de la pena. Aplicación
del principio de preferencia de sanciones diferentes al encarcelamiento en caso de indígenas o
nativos. 2.6. La conclusión anticipada del juicio oral no comporta una circunstancia atenuante privi­
legiada que dé lugar, de forma necesaria, a una imposición de pena por debajo del mínimo legal de la
pena conminada del delito que se trate. Constituye una regla de reducción punitiva por bonificación
procesal que se aplica sobre la base de la pena concreta previa que se haya determinado. La proporción
en que se realiza la aminoración de pena por conformidad procesal no puede sobrepasar el séptimo de la
referida pena; el quantum punitivo final se establece en atención a las circunstancias del hecho, el nivel
y alcance de su actitud procesal, entre otros criterios (cfr. considerando 2.1 de la presente Ejecutoria).
2.7. Si bien es cierto que, al presente caso, es de aplicación la normatividad correspondiente a la Ley
N .° 36, la cual modificó el artículo 45-A del Código Penal e introdujo el sistema de tercios en nuestro
ordenamiento jurídico (tal y como también fue considerado por el A quo), no es de recibo el agravio
referido a que por la sola conformidad procesal ya se debe imponer una pena privativa de libertad por
debajo del mínimo legal de la pena conminada. El quantum punitivo establecido por la Sala Superior
resulta razonable, proporcional, es acorde a la función preventiva, protectora y resocializadora de la
pena y tiene en cuenta las condiciones personales del agente. Si bien a sus coacusados SPC y N T C
se les impuso un quantum de pena privativa de libertad inferior -aunque también de cumplimiento
efectivo- equivalente a cuatro años, debe tenerse en cuenta que aparecen actitudes procesales disímiles
(cfr. considerando 2.5 de la presente Ejecutoria). 2.8. Respecto a la pertenencia del sentenciado a una
comunidad nativa, debe señalarse que, de sus generales de ley, se tiene que su grado de instrucción es
primer año de educación secundaria. De ahí que, si bien se trata de un ciudadano nativo, es de afirmar
que recibió educación general y consecuentemente, no desconoce (por lo menos, no plenamente) los
derechos y deberes comprendidos en la normatividad común. 2.9. Si bien del numeral 2 del artículo 10
del Convenio N .° 169 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) se desprende que en casos de
indígenas o nativos condenados es de observancia el principio de preferencia de sanciones diferentes al
encarcelamiento, debe considerarse, en primer lugar, que en el artículo primero del referido convenio se
precisa que este se aplica: i) a los pueblos tribales en países independientes, cuyas condiciones sociales,
culturales y económicas les distingan de otros sectores de la colectividad nacional, y que estén regidos
total o parcialmente por sus propias costumbres o tradiciones o por una legislación especial; y ii) a los
pueblos en países independientes, considerados indígenas por el hecho de descender de poblaciones que
habitaban en el país o en una región geográfica a la que pertenece el país en la época de la conquista o
la colonización o del establecimiento de las actuales fronteras estatales y que, cualquiera sea su situación
jurídica, conservan todas sus propias instituciones sociales, económicas, culturales y políticas, o parte de
ellas. Como se puede advertir, el convenio en mención no es de aplicación a cualquier grupo de ciuda­
danos indígenas o nativos. Para tal efecto se exige, entre otros requisitos, que en dicho grupo perduren
aspectos originarios. En segundo lugar, debe acotarse que el referido principio no prohíbe que en casos
excepcionales y con la debida justificación se apliquen penas privativas de libertad a tales ciudadanos.
2.10. El sometimiento del sentenciado a la conformidad procesal no permitió la actuación y valoración
de la pericia antropológica que habría resultado pertinente a efectos de determinar, con suficiencia, la
aplicación del artículo 15 del Código Penal (error de prohibición culturalmente condicionado). Ello
podría haber permitido la identificación plena del acusado como nativo o aborigen y una mejor apre­
ciación del contexto cultural en el cual se produjo la ocurrencia delictiva. 2.11. De todos modos, en el
quantum punitivo impuesto, esta Sala Suprema considera que se tuvo en cuenta a favor del sentenciado,
♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL
Art. 468 LIBRO QUINTO: LOS PROCESOS ESPECIALES 1018

a manera de condición personal general, su pertenencia a una comunidad nativa. Sin tal condición, por
la gravedad del hecho, la pena privativa de libertad que habría impuesto el A quo sería mayor. (R. N.
N .° 2793-2017-San Martín, del 13-02-2018, ff. jj. 2.6 al 2.11. Sala Penal Permanente. Texto completo:
<bit.ly/2TlliBD>).
§ 1957. La sentencia aprobatoria del acuerdo de terminación anticipada no puede ser impug­
nada ni por el imputado ni por fiscal. C uarto. La terminación anticipada constituye una institución
procesal por la cual los procesos penales pueden terminar, sin la necesidad de llevar a cabo la etapa de
juzgamiento, siendo en este caso el representante del Ministerio Público y el inculpado quienes llegan
a un acuerdo por el cual se determinará el alcance de la pena, la reparación civil y las consecuencias
accesorias, evidentemente porque al optar por dicha institución se está asumiendo la participación y
responsabilidad de los hechos imputados. En ese sentido, esta institución tiene como característica el
consenso y, por tanto, es uno de los exponentes de la justicia penal negocial, cuya finalidad es concluir
la causa durante la etapa de investigación preparatoria, siendo el objeto de la negociación, sin duda, la
pena; pero “ello no implica negociar el cargo que se imputa o una pena distinta a la prevista legalmente
(...) por cuanto este instituto debe respetar las fuentes mismas del principio de legalidad, en todas sus
dimensiones” [...]. Quinto. De este modo, la norma procesal en su artículo 468 prevé las reglas que se
deben observar en los procesos de terminación anticipada; se debe precisar que el juez dentro de esta
institución tiene la facultad de garantizar que los términos del acuerdo cumplan principalmente con los
principios de legalidad -que abarca una extensa gama de principios constitucionales-, y es así que, cuan­
do el juez considera que la calificación jurídica del hecho punible y la pena a imponer, de conformidad
con lo acordado, son razonables y obran elementos de convicción suficientes, dispondrá en la sentencia
la aplicación de la pena indicada, la reparación civil y las consecuencias accesorias que correspondan,
conforme así lo establece el inciso 6 del artículo 468 del Código Procesal Penal. Sexto. Por las considera­
ciones expuestas, claro está, que el acuerdo provisional al ser avalado por el juez no puede ser variado en
su contenido, pues de ser el caso que el juez considere que los términos del mismo no son los correctos
o apropiados -sea por la subsunción del tipo penal, la pena, reparación civil u otro, o porque no se ha
efectuado la reducción adicional establecida en el artículo 471 del Código Procesal Penal- este tiene la
posibilidad de desaprobar el acuerdo; lo que implicaría que se continúe con el proceso y en juicio oral
se emita la decisión respectiva. Sétim o. Dicho aquello, de ser el caso que el juez apruebe el acuerdo, el
7 inciso del artículo 468 del Código Procesal Penal prescribe que la sentencia aprobatoria del acuerdo
puede ser apelada por los demás sujetos procesales. Lo cual significa que tanto el imputado como el
fiscal -cuyo acuerdo fue aprobado- no podrían ser agraviados con esa sentencia; no pudiéndose discutir
en vía de apelación el extremo de la pena impuesta, pues la audiencia de terminación anticipada es un
acto público, en la cual se obliga la concurrencia del fiscal, el imputado y su abogado defensor; donde
es el fiscal quien presenta los cargos, existiendo la oportunidad que el imputado acepte los mismo,
luego de lo cual el juez explica al procesado los alcances y consecuencias del acuerdo, así como las limi­
taciones que representa la posibilidad de controvertir su responsabilidad, a lo que el imputado puede
pronunciarse; todo ello en presencia de su abogado defensor, a efectos de que no se vulnere el derecho
de defensa que le asiste. Octavo. Estando a lo expuesto, en los considerandos precedentes debe dejarse
establecido que el juez tiene la potestad de aprobar el acuerdo provisional, lo que no implica que dicha
aprobación sea parcial a efectos que adicionalmente haga modificaciones del mismo, pues en el caso que
no estuviera conforme con los términos del acuerdo en su totalidad, deberá desaprobarlo. Ahora bien,
bajo esa premisa, se rompe la posibilidad que el fiscal y el imputado puedan recurrir la sentencia apro­
batoria, en tanto la misma se centra en los puntos consensuados por ambas partes en el acuerdo provi­
sional, por tanto, no se puede alegar a futuro el desconocimiento de los parámetros de esta institución,
simplemente por la sola necesidad de pretender la imposición de una pena menor a la impuesta, pues
de ser así se desnaturalizaría la institución de terminación anticipada, que justamente lo que pretende es
ante tal consenso entre las partes se evite recursos impugnatorios de algo que ya se discutió oportuna­
mente. Noveno. En consecuencia, en el caso concreto se advierte que emitida la sentencia aprobatoria,
no se debió conceder el recurso de apelación interpuesto por el condenado, menos aún bajo el sustento
que no le “explicaron” las consecuencias legales de dicha institución; y si bien por una cuestión formal
n o m o s & t h e s is
1019 SECCIÓN V . EL PROCESO DE TERMINACIÓN ANTICIPADA Alt 468
se debe consignar la pena concreta a efectos de distinguir la dimensión del beneficio premial otorgado,
ello en modo alguno constituye un grave daño irreparable al condenado, quien aceptó dicha pena, que
pueda viabilizar un recurso de apelación a quien no está autorizado por ley a interponerlo; razón por la
cual deviene en innecesario el reenvío de la presente causa para pronunciamiento sobre el fondo; toda
vez que queda vigente únicamente la sentencia de primera instancia, al no ser amparable el recurso
de apelación formulado por el condenado. (Casación N .° 340-2011-Amazonas, del 09-05-2013, que
estableció como doctrina jurisprudencial vinculantes los ff. jj. 8 y 9. Sala Penal Permanente. Texto
completo: <bit.ly/2J8deug>).
§ 1958. Si en el curso de la audiencia de prisión preventiva, la Fiscalía desiste de su pedido, esta
se da por concluida definitivamente, no siendo posible en el mismo acto dar trámite a una solici­
tud de terminación anticipada del proceso. Segundo. [Como] el proceso de terminación anticipada,
más allá de que obedece a una máxima de simplificación procesal, tiene su propia sustantividad y debe
plantearse en forma. Requiere de una solicitud -desde luego, escrita-, que puede ser conjunta entre el
fiscal y el imputado; y, con arreglo al principio de contradicción, debe ser puesta en conocimiento de
las demás partes por el plazo de cinco días, para que puedan pronunciarse y presentar sus pretensiones
-estas, asimismo, han de plantearse por escrito-. La audiencia que se señale, previa citación a todas
las partes, requiere como asistentes obligatorios al imputado y al fiscal solicitantes, y como asistentes
facultativos a las demás partes (co-partes: coimputados, y contrapartes: actor civil) -lo esencial es la
notificación y la fijación de la audiencia en un plazo razonable-. Si bien el acuerdo-base solo se produce
entre el imputado concernido y el fiscal, sin que las demás partes tengan potestad para impedirlo con
su negativa, ellas tienen el derecho legalmente reconocido de intervenir en la audiencia y deducir sus
planteamientos y objeciones. Respecto de la reparación civil, el actor civil tiene un ámbito de legiti­
mación más intenso pues no solo puede impugnar lo que se decida sobre el particular, al punto que,
pese al acuerdo, la Sala Superior puede incrementar la reparación civil. Las reglas del artículo 468 del
Código Procesal Penal así lo establecen. Tercero. [En] los casos en que el Estado resulte agraviado por
la comisión de un delito, como su defensa corresponde a la Procuraduría Públicas del Estado, órgano
público de relevancia constitucional que tiene un domicilio oficial de conocimiento notorio, a fin de
que la defensa de los intereses legítimos del Estado pueda consolidarse, requiere que la Fiscalía y, en su
caso, el órgano jurisdiccional le notifique oportunamente las actuaciones procesales que tendrán lugar
en una determinada causa. En el caso del proceso de terminación anticipada, la solicitud escrita debe
notificarse a la Procuraduría Pública del Estado, sin perjuicio de que se le dé la oportunidad de que
pueda constituirse en actor civil, para lo cual incluso debe comunicársele la incoación de las diligencias
preliminares o, en su caso, de la formalización de la investigación preparatoria. Esta es la lógica de un
proceso debido o con todas las garantías que exige a su vez que las reglas de trámite legalmente previstas
se cumplan acabadamente. Cuarto. En el caso de autos, la terminación anticipada surgió en el curso de
una audiencia de prisión preventiva -el requerimiento fiscal es de 23 de marzo de 2017 y la audiencia
se realizó al día siguiente, fecha en que se notificó a la Procuraduría Pública del Estado con unas horas
de anticipación-. En esa audiencia -a la que no asistió la Procuraduría- se produjo un cambio de objeto:
la Fiscalía se desistió del requerimiento de prisión preventiva y conjuntamente con el imputado ins­
taron la terminación anticipada del proceso, para lo cual adjuntaron un Acta de Acuerdo Provisional,
que el órgano jurisdiccional le dio trámite y dictó la sentencia de terminación anticipada que, luego,
se confirmó y que es materia de recurso de casación. Quinto. Que es patente la desnaturalización del
proceso de terminación anticipada y, además, la vulneración de las garantías de tutela jurisdiccional
y de defensa procesal en perjuicio de la Procuraduría Pública del Estado. Si media desistimiento del
requerimiento de prisión preventiva, objeto de la diligencia, ésta concluye definitivamente. No puede
aprovecharse para realizar actos distintos del que fue su objeto. La solicitud, individual o conjunta, de
terminación anticipada, está sujeta a un trámite rigurosamente establecido en los artículos 468 al 471
del Código Procesal Penal. La notificación a la Procuraduría debe permitir, desde la perspectiva del
plazo razonable, que ésta rápidamente decida si se constituye en actor civil, para lo cual debe conocer
de las actuaciones realizadas y tener un tiempo mínimo necesario para definir sus posibilidades de inter­
vención -la garantía de defensa así lo exige (artículo IX, apartado 1, del Código Procesal Penal). Es de

♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL


Art. 468 LIBRO QUINTO: LOS PROCESOS ESPECIALES 1020

recordar que existe, asimismo, y conforme a la garantía del debido proceso, un derecho a un juicio sin
prisas excesivas (STED H Makhif Abdemmazack, de 19 de octubre de 2004). El aceleramiento procesal
no puede plasmarse en perjuicio de las garantías de tutela jurisdiccional y de defensa procesal. (Casa­
ción N .° 1503-2017-Tumbes, del 05-02-2019, ff. jj. 2 al 5. Sala Penal Permanente. Texto completo:
<bit.ly/2SZIAXS>).

JURISPRUDENCIA DE LAS CORTES SUPERIORES

§ 1959. No corresponde terminación anticipada en un delito de violación sexual de menor si


la víctima sufre retardo mental y se encuentra, por tanto, en un estado de especial vulnerabilidad.
Décim o Segundo. [...] [Si] bien concurren algunas de las circunstancias atenuantes genéricas señaladas
por la Fiscalía en audiencia como la colaboración y la carencia de antecedentes mas no el comporta­
miento debido a que el imputado fue intervenido por la Policía Nacional a raíz de la denuncia verbal
de la madre de la víctima tal como obra carpeta, también se presentan una circunstancia agravante del
mismo orden relacionada con deficiencias motrices de la víctima prevista en el apartado n) del inciso 2
del artículo 46 del Código Penal-, esto es el retardo mental que posiciona a merced del autor- es decir en
un estado de especial “vulnerabilidad”. Esa situación de retardo mental que fue señalada por el mismo
representante del Ministerio Público en audiencia se encuentra corroborada [suficientemente]. En ese
orden, la pena concreta debió determinarse dentro del espacio punitivo del tercio intermedio no del
inferior, es decir entre los 6 a 7 años de pena privativa de libertad. Décim o tercero. Tanto el Ministerio
Público como la defensa han omitido la circunstancia agravante genérica para efecto de determinar
el espacio punitivo desde donde determinar la pena concreta básica lo cual ha dado lugar que la pena
concreta final sea inferior a que corresponder legalmente. El artículo 4o de la Constitución Política del
Estado establece que la comunidad y el Estado protegen especialmente al niño, al adolescente, a la ma­
dre y al anciano en situación de abandono. Ello ha dado lugar a que el artículo IX del TP del Código
de los Niños y adolescente reconozca que en toda medida concerniente al niño y al adolescente que
adopte el Estado a través de los Poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial, del Ministerio Público, los Go­
biernos Regionales, Gobiernos Locales y sus demás instituciones, así como en la acción de la sociedad,
se considerará el Principio del Interés Superior del Niño y del Adolescente y el respeto a sus derechos.
En ese sentido, este Tribunal estima que el Ministerio Público al momento de celebrar el acuerdo pro­
visional con el imputado y, determinar la pena concreta a imponerse haya fijado como espacio punitivo
el mínimo del tercio inferior para luego así arribar a una pena concreta de cuarenta y ocho meses que
sea suspendida en su ejecución, no ha velado por el interés superior de la adolescente quien además de
su edad se encuentra en estado de especial “vulnerabilidad” debido al retardo mental que padece que
hace que se comporte como una niña de 5 a 6 años de edad. (Exp. N.° 01202-2017-9-260 l-JR-PE-01-
Tumbes, del 09-11-2017, ff. jj. 12 y 13. Primer Juzgado de Investigación Preparatoria - Sede Central.
Distrito Judicial de Tumbes. Texto completo: <bit.ly/2TWc75k>).
§ 1960. Las partes pueden incoar el proceso de terminación anticipada durante el período
comprendido entre la formalización de la investigación preparatoria y hasta la instalación e inicio
de la audiencia preliminar de acusación. 1.7. N o existe ningún obstáculo legal para que los sujetos
procesales puedan incoar el proceso especial de terminación anticipada, por el periodo comprendido
entre la expedición de la disposición de formalización de investigación preparatoria hasta la formula­
ción (escrita y oral) del requerimiento de acusación en la audiencia preliminar, como lo prevé el artículo
468.1° del CPP. Los requerimientos -entre ellos el de acusación- en términos generales constituyen sólo
pedidos que el fiscal dirige al juez instando un pronunciamiento sobre un determinado acto procesal,
como así se entiende del artículo 122.4° del CPP. No es la formulación escrita del requerimiento de acu­
sación, lo que hace precluir la posibilidad de incoar la terminación anticipada, sino en rigor, cuando el
fiscal formula oralmente aquella acusación escrita en la audiencia preliminar, promoviéndose el debate y
la expedición de diversas decisiones judiciales sobre el control de la acusación a efectos de la realización
de un juicio saneado. En otras palabras, desde la formalización de la investigación preparatoria y hasta

nomos &thesis
1 021 SECCION V. EL PROCESO DE TERMINACIÓN ANTICIPADA Arí. 469
la instalación e inicio de la audiencia preliminar de acusación, las partes podrían instar por última vez
una terminación anticipada, pues en estricto, el fiscal no habría formulado completamente la acusación
en su fase oral, operando en la práctica que el debate originario de control de acusación sea sustituido
por el debate del acuerdo de terminación anticipada. Este nuevo escenario discursivo (de acusación a
terminación anticipada), generaría a su vez dos alternativas excluyentes: si el juez aprueba el acuerdo
de terminación anticipada, el proceso concluiría con la expedición de un sentencia condenatoria, devi­
niendo en innecesario el debate de la acusación por sustracción de la materia; por el contrario, si el juez
desaprueba el acuerdo de terminación anticipada, el proceso continuaría, deviniendo en obligatorio el
debate sobre el control formal y sustancial de la acusación de cara a su transición a la etapa final del
juicio, en cuyo caso, las partes todavía tendrían habilitado el procedimiento consensual de la conclusión
anticipada reconocida en el artículo 372.2° del CPP, desarrollada en extenso en el Acuerdo Plenario N.°
5-2008/CJ-116 [§ 1500] de fecha 18 de julio del 2008. (Exp. N.° 3356-2011-43-Trujillo, del 03-05­
2012, £ j. 1.7. Tercer Juzgado Penal de Investigación Preparatoria deTrujillo. Corte Superior de Justicia
de La Libertad. Texto completo: <bit.ly/2UsvzUp>).

Artículo 469: Proceso con pluralidad de hechos punibles e imputados

En los procesos por pluralidad de hechos punibles o de imputados, se requerirá del acuerdo de todos
los imputados y por todos los cargos que se incrimine a cada uno. Sin embargo, el Juez podrá aprobar
acuerdos parciales si la falta de acuerdo se refiere a delitos conexos y en relación con los otros imputados,
salvo que ello perjudique la investigación o si la acumulación resulta indispensable.(a)

PROTOCOLOS, REGLAMENTOS, LINEAMIENTOS, GUÍAS Y DIRECTIVAS

(a) Véase, supra, los señalados en el artículo 468° del Nuevo Código Procesal Penal.

JURISPRUDENCIA DE LAS CORTES SUPERIORES

§ 1961. La posibilidad de aprobar acuerdos parciales de terminación anticipada ocurrirá en


casos de concurso real de delitos. 4.7. En el proceso especial de terminación anticipada en caso de
acumulación objetiva o subjetiva puede presentar los siguientes casos: 1) Acuerdo Total, cuando todo
los imputados aceptan el delito incriminado en el cual se expide pronunciamiento judicial de fondo; 2)
Acuerdo Parcial, en el caso concreto que uno de los imputados no participe en la audiencia de termina­
ción anticipada por cualquier motivo, no justifica la aprobación del acuerdo ya que este supondría que
un mismo hecho se considere cierto y probado gracias a la terminación anticipada e incierto o impro­
bado por el resultado de la actuación probatoria en juicio, atentando contra el derecho de presunción
de inocencia del imputado que no participó en el acuerdo, pero que podría verse perjudicado por las
confesiones de los que aceptaron el acuerdo; así mismo, se vulneraría el principio de cosa juzgada si el
hecho que sirvió de base para la condena de los sentenciados que aceptaron la terminación anticipada,
se considera discutible para el imputado [...] que no participó en la terminación anticipada. No obs­
tante lo expuesto, el artículo 469° del Código Procesal Penal establece que el juez de la investigación
preparatoria podrá aprobar acuerdos parciales si la falta de acuerdo se refiere a delitos conexos y en
relación con otros imputados, salvo que ello perjudique la investigación o si la acumulación resulta
indispensable. En suma, la posibilidad de aprobar acuerdos parciales ocurrirá en casos de concurso real
de delitos regulados en el artículo 50° del Código Penal, cuando concurran varios hechos punibles que
deban considerarse como otros tantos independientes, que no son los supuestos de los hechos materia
de investigación. (Exp. N.° 073-2010-44-100l-JR-PE-03, del 14-06-2010, £ j. 4.7. Cuarto Juzgado
de Investigación Preparatoria de Cusco. Corte Superior de Justicia de Cusco. Texto completo: <bit.
ly/2UhwcE8>).

♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL


Art. 470 LIBRO QUINTO: LOS PROCESOS ESPECIALES 1022

Artículo 470: Declaración inexistente

Cuando no se llegue a un acuerdo o éste no sea aprobado, la declaración formulada por el imputado en
este proceso se tendrá como inexistente y no podrá ser utilizada en su contra.(a>

PROTOCOLOS, REGLAMENTOS, LINEAMIENTOS, GUÍAS Y DIRECTIVAS


(a) Véase, supra, los señalados en el artículo 468° del Nuevo Código Procesal Penal.

Artículo 471: Reducción adicional acumulable

El imputado que se acoja a este proceso recibirá un beneficio de reducción de la pena de una sexta par­
te. Este beneficio es adicional y se acumulará al que reciba por confesión, en tanto esta sea útil y anterior
a la celebración del proceso especial.
La acumulación no procede cuando el imputado tenga la calidad de reincidente o habitual, de conformi­
dad con los artículos 46-B y 4 6 -C del Código Penal, en cuyo caso solo recibe el beneficio correspondiente
a la terminación anticipada.
La reducción de la pena por terminación anticipada no procede cuando al imputado se le atribuya la
comisión del delito en condición de integrante de una organización criminal, esté vinculado o actúe por
encargo de e lla .(1)(2)(a)

NOTA DE ACTUALIZACIÓN
(1) Artículo m odificado por el artículo 3 de la Ley N.° 30076 (EP, 19-08-2013).
(2) De conform idad con la tercera disposición complementaria transitoria de la Ley N.° 30077 (EP, 20-08-2013), se señala
que no se aplica la reducción de la pena establecida en el presente artículo a quienes cometan los delitos comprendidos
en el artículo 3 de la citada Ley com o integrantes de una organización criminal, personas vinculadas a ella o que actúan
por encargo de la misma. La citada Ley entró en vigencia el 1 de julio de 2014.

PROTOCOLOS, REGLAMENTOS, LINEAMIENTOS, GUÍAS Y DIRECTIVAS


(a) Véase, supra, los señalados en el artículo 468° del Nuevo Código Procesal Penal.

PLENOS JURISDICCIONALES

§ 1962. El juez puede optar por una pena suspendida en lugar de la pena efectiva acordada en
el acuerdo de terminación anticipada. Véase la jurisprudencia del artículo 468° del Nuevo Código
Procesal Penal [§ 1953]. (I Pleno Jurisdiccional Distrital Penal de la Corte Superior de Justicia de
Huancavelica del 23-10-2008. Tema III. Texto completo: <bit.ly/2FvN9BS>).

JURISPRUDENCIA DE LA CORTE SUPREMA

§ 1963. La aplicación de los efectos atenuantes para la determinación de la pena por confesión
sincera y responsabilidad restringida (por acogerse a la conclusión anticipada del proceso) son
atribuciones facultativas y no obligatorias. Cuarto. Sobre la determinación de la pena. El procesado
M L Q optó por acogerse a la conformidad procesal (conclusión anticipada del proceso), de ahí que el
Tribunal tiene una amplia libertad para individualizar la pena, dentro del marco jurídico del tipo legal
en cuestión (pena abstracta), para dosificarla conforme con las reglas establecidas en nuestro ordena­
miento penal, cuyo único límite es no imponer una pena superior a la propuesta por el fiscal en su
acusación escrita (en este caso, el Fiscal Superior solicitó 35 de pena privativa de libertad en su dictamen
acusatorio). En ese sentido, se puede proceder, motivadamente, a graduar la proporcionalidad de la
pena en atención a la gravedad o entidad del hecho y las condiciones personales del imputado (carencias
sociales, cultura, costumbres, etc.), conforme se establece en los artículos 45 y 46, del Código Penal.

n o m o s & t h e s is
1023 SECCIÓN V. EL PROCESO DE TERMINACIÓN ANTICIPADA Alt 471
Asimismo, otra de las consecuencias de esta institución procesal es la posibilidad de la reducción de la
pena, la que solo puede llegar hasta una séptima parte, conforme con el Acuerdo Plenario N.° 5-2008/
QJ-116 [§ 1500]. [...] Quinto. [...] 5.4. Bajo este razonamiento, el Tribunal Superior advirtió que la
configuración del concurso real de delitos impide que se hagan efectivos los efectos atenuantes de la
confesión sincera y responsabilidad restringida referidos a la reducción de la pena, pues la aplicación de
dicho beneficio a favor del agente es facultativa y no obligatoria; y si el juez decide su aplicación volun­
taria, esta no pude ser a su libre albedrío, sino que se debe tener en cuenta o consideración otros hechos,
y no únicamente el factor de la edad y la confesión. En este caso, los graves hechos aceptados por el
recurrente, referidos a que aprovecho la oscuridad, con la participación de otros agentes y premunidos
con arma de fuego, asaltaron a los agraviados y se apropiaron de sus pertenencias; no conforme con
ello, decidieron privar de su libertad a la agraviada, quien durante su encierro fue abusada sexualmente,
vía vaginal, en dos oportunidades por sus agresores, entre ellos el recurrente; por lo que, pretender
minimizar su accionar, no resulta de recibo, en atención a la magnitud de los daños ocasionados.
N . N. 84-2015-Ayacucho, del 01-12-2016, ff. jj. 4 y 5. Sala Penal Transitoria. Texto completo:
<bit.ly/2Yo0dR5>).

§ 1964. Reducción de condena en delitos con cadena perpetua por conclusión anticipada.
Responsabilidad restringida por la edad en delitos sancionados con cadena perpetua. 3.6. El bene­
ficio premial por conclusión anticipada del juicio oral da lugar a una aminoración punitiva de entre un
séptimo o menos de la pena concreta determinada, y se delimita en atención a la entidad o complejidad
de la causa, las circunstancias del hecho y la situación personal del imputado, y el nivel y alcance de
su actitud procesal. 3.7. Sin embargo, en tanto que el delito materia de subsunción (robo con muerte
subsecuente) se encuentra sancionado con la pena privativa de libertad de cadena perpetua, solo cabía
efectuar la aminoración punitiva por el mencionado beneficio premial al quantum máximo de la pena
privativa de libertad temporal, el cual, de conformidad con el artículo 29 del Código Penal, es de 35
años. 3.8. En cuanto al cuestionamiento del sentenciado [...] referido a su responsabilidad restringida,
debe indicarse que es cierto que al momento del hecho (abril de dos mil quince) contaba con diecinueve
años de edad (cfr. su ficha Reniec, que obra a foja ciento cincuenta y nueve) y, asimismo, que la Corte
Suprema tiene establecido como principio jurisprudencial que la prohibición legal comprendida en el
segundo párrafo del articulo 22 del Código Penal para la aplicación de la responsabilidad restringida por
la edad en determinados delitos -como el de robo agravado- es inaplicable por conculcar el principio
institucional, de relevancia constitucional, de igualdad, entre otras razones. 3.9. No obstante, es de
precisar que la responsabilidad restringida en función de la edad en delitos sancionados con pena única
de cadena perpetua -como es el de robo agravado con muerte subsecuente-, si se aplica, dada la especial
gravedad que conllevan estos, implica que la respectiva aminoración punitiva, por regla, no podría ser
significativa. De ahí que esta Sala Suprema considere que la pena privativa de libertad impuesta (veinti­
séis años) debe incrementarse al quantum de treinta años, en el cual ya se valora la edad del encausado
en mención al momento del hecho (diecinueve años) y su sometimiento a la conclusión anticipada del
juicio oral. (R. N. N .° 1969-2017-Lima Sur, del 20-08-2018, ff. jj. 3.6 al 3.9. Sala Penal Permanente.
Texto completo: <bit.ly/2C4qw52>).

§ 1965. Cuando un delito sancionado con cadena perpetua se imputa en un proceso de con­
clusión anticipada, debe reducirse al máximo temporal de pena privativa de libertad, es decir, 35
anos. Sétim o. El Acuerdo Plenario N.° 05-2008/CJ-116, de 18 de julio de 2008-que trata sobre la
conclusión anticipada del juicio oral-, declaró en vía de integración jurídica-analogía-que toda confor­
midad procesal, si reúne los requisitos legales establecidos, tiene como efecto jurídico el beneficio de
reducción del quantum de la pena. Esta reduccion-que conlleva la conformidad procesal-constituye un
último paso en la individualización de la pena. En efecto, fijada la pena con arreglo a los artículos 45
y 46 del Código Penal-luego de haber determinado el marco penal abstracto-; a continuación, y como
consecuencia de diversas circunstancias modificativas de la responsabilidad penal; corresponde como
última operación fijar los efectos de la conformidad. Octavo. La ley N.° 28122, reguló la conclusión
anticipada del juicio oral, por razones de simplificación y economía procesal; permitiendo que el pro-

♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL


Art. 472 LIBRO QUINTO: LOS PROCESOS ESPECIALES 102 4

cesado admita los cargos formulados por el Ministerio Publico y luego renuncie al contradictorio, asi
como a la actuación de prueba y en general, a los debates; por ello, la norma señala que debe dictarse
la sentencia dentro de las 48 horas. Noveno. Al igual que la terminación anticipada del proceso; la
conclusión del juicio oral, sin debate, por colaboración con la justicia de parte del acusado, merecía
algún beneficio de carácter procesal, como es la reducción de la pena concreta que fijaría el organo
jurisdiccional para cada delito. Como la ley no decía nada al respecto, a diferencia de la terminación
anticipada previste en el artículo 471 del Código Procesal Penal de 2004; entonces, las Salas Penales
de la Corte Suprema emitieron el Acuerdo Plenario N .° 05-2008/CJ-116, de 18 de julio de 2008, que
faculta al juez a reducir la pena del procesado conformado, hasta 1/7 de la pena concreta. Esta reduc­
ción es imperativa y no facultativa, como equivocadamente afirma la mayoría del Colegiado Superior;
razonar lo contrario significaría vulnerar el principio de igualdad ante la ley. Décim o. Empero, ¿como
aplicar esa séptima parte en el caso de las penas indeterminada, como la cadena perpetua?, La respuesta
a esta interrogante que formula este Supremo Tribunal, sena aplicable una pena de carácter temporal;
degradándose así la pena de cadena perpetua. No hay otra manera de aplicar dicha reducción de pena.
La sanción temporal debe ser la máxima establecida en el articulo 29 del Codigo Penal; es decir, 35 de
pena privativa de libertad, ya que la pena prevista en el artículo 173, numeral 1 del Codigo Penal, in­
fringida por el acusado, solo prevé la cadena perpetua. (R. N . N.° 2583-2015-Callao, del 27-02-2017,
ff. jj. 7 al 10. Segunda Sala Penal Transitoria. Texto completo: <bit.ly/2VIZuYs>).

SECCIÓN VI
PROCESO POR COLABORACIÓN EFICAZ <’>

NOTA DE ACTUALIZACIÓN
(1) De conform idad con ia tercera disposición com plem entaria transitoria de la Ley N.° 30077 (EP, 20-08-2013), se dispone
la entrada en vigencia a nivel nacional de la presente Sección VI. La citada Ley entró en vigencia el 1 de julio de 2014.

Artículo 472: Solicitud

1. El Fiscal está facultado a promover o recibir solicitudes de colaboración eficaz y, en su caso, cuando
se planteen verbalmente, a levantar las actas correspondientes, a fin de iniciar el procedimiento de co­
rroboración y, si corresponde, a suscribir el Acuerdo de Beneficios y Colaboración, con persona natural o
jurídica que se encuentre o no sometida a un proceso penal, así como con quien ha sido sentenciado, en
virtud de la colaboración que presten a las autoridades para la eficacia de la justicia penal.
2. El Fiscal requerirá a los órganos fiscales y judiciales, mediante comunicación reservada, copia cer­
tificada o información acerca de los cargos imputados al solicitante. Los órganos requeridos, sin trámite
alguno y reservadamente, remitirán a la Fiscalía requirente la citada información.
3. El proceso especial de colaboración eficaz es autónomo y puede comprender información de interés
para una o varias investigaciones a cargo de otros fiscales. La Fiscalía de la Nación dictará las instruccio­
nes en relación a la forma en que dicha información debe ser compartida. La sentencia de colaboración
eficaz es oponible a todos los procesos que se detallan en el Acuerdo de Beneficios y Colaboración.
4. Es necesario que el solicitante acepte o, en todo caso, no contradiga la totalidad o, por lo menos,
alguno de los cargos que se le atribuyen. No comprende el procedimiento de colaboración eficaz aquellos
cargos que el solicitante o sindicado no acepte, en cuyo caso se estará a lo que se decida en la investiga­
ción preliminar o en el proceso penal correspondiente.(1)(2)(a)(b)(cHd)(e)

NOTA DE ACTUALIZACIÓN
(1) Texto conform e a la m odificación efectuada por la única disposición com plem entaria m odificatoria de la Ley N.°
30737 (ER 12-03-2018), que reformó el numeral 1. Anteriorm ente había sido m odificado por el artículo 2o del Decreto
n o m o s & t h e s is
1025 SECCIÓN VI: PROCESO POR COLABORACIÓN EFICAZ Art. 472
Legislativo N.° 1301 (EP, 30-12-2016), el mismo que entró en vigencia a nivel nacional a los noventa (90) días contados
a partir del día siguiente de su publicación en el Diario Oficial El Peruano.
(2) De conform idad con la tercera disposición com plementaria transitoria de la Ley N.° 30077 (ER 20-08-2013), se dispone
la entrada en vigencia a nivel nacional del presente artículo. La citada Ley entró en vigencia el 1 de julio de 2014.

PROTOCOLOS, REGLAMENTOS, LINEAMIENTOS, GUÍAS Y DIRECTIVAS

(a) Instrucción general N.° 1-2017-MP-FN: "Actuación fiscal en el proceso especial de colaboración eficaz" (aprobado por
la Resolución Adm inistrativa N.° 4201 -2017-MP-FN de 20-11 -2017). Véase el texto completo en: <bit.ly/2Kl 6TBz>.
(b) Directiva N.° 02-2001-MP-FN: "Reglamento de funciones del fiscal superior coordinador a que se refiere la Ley N.°
27378" (aprobado por la Resolución N.° 071 -2001 -MP-FN de 22-01 -2001). Véase el texto completo en: <bit.ly/2K0hsVe>.
(c) Directiva N.° 01-2001-MP-FN: "Instrucciones necesarias de orientación sobre los delitos respecto de los cuales se
establece beneficios por colaboración eficaz en el ámbito de la criminalidad organizada" (aprobado por la Resolución
N.° 070-2001 -MP-FN de 22-01 -2001). Véase el texto completo en: <bit.ly/2VIEBCI>. •
(d) Reglamento de protección de testigos, peritos, agraviados y colaboradores, a que se refiere el Título V de las Sección
II del Libro Segundo del Código Procesal Penal (aprobado por el Decreto Supremo N.° 003-2010-JUS de 12-02-2010).
Véase el texto com pleto en: <bit.ly/2Ubmlj3>.

(e) Reglamento del Programa de asistencia a víctimas y testigos (aprobado por la Resolución N.° 729-2006-MP-FN de 15­
06-2006). Véase el texto com pleto en: <bit.ly/2v6zzl M>.

ACUERDOS PLENARIOS DE LA SALA PENAL NACIONAL Y JUZGADOS PENALES NACIONALES

§ 1966. Utilización de la declaración del colaborador eficaz. Para ser utilizada en un requeri­
miento de medida coercitiva, deberá acompañarse con los elementos de corroboración del proceso
de colaboración eficaz. 19. Necesariamente debe haber elementos de corroboración interna para el uso
de la declaración del aspirante a colaborador eficaz. En efecto, para utilizar la declaración del colabora­
dor eficaz se debe acompañar los elementos de convicción corroborativos del proceso de colaboración
eficaz. La sola declaración del aspirante a colaborador eficaz no puede ser utilizada sin acompañar los
elementos de corroboración del proceso de colaboración eficaz. No podrá ser utilizada esa declaración
del aspirante a colaboración eficaz, precisamente porque es altamente sospechosa y su idoneidad futura
estriba en que en el mismo procedimiento de colaboración eficaz sea corroborada. 20. Se precisa que:
i) los elementos que corroboren internamente la declaración del colaborador servirán para el objeto
del proceso de colaboración eficaz; ii) empero, para habilitar su utilización en el requerimiento de una
medida coercitiva es necesario que el Ministerio Público acompañe los elementos corroborativos del
proceso de colaboración eficaz. Estos elementos serán sometidos a contradictorio en la audiencia de la
medida coercitiva; pero, además, será necesario el debate de otros elementos de convicción producidos
en el proceso receptor que amerite la medida coercitiva. Los elementos de corroboración del proceso de
colaboración deben ser sometidos a contradictorio en el proceso receptor para ser considerados como
elementos de convicción válidos. Su valoración requiere de un estándar de sospecha grave conjunta­
mente con otros elementos de convicción propios del proceso receptor. 21. Síntesis del voto en mayo­
ría. La declaración del colaborador eficaz debe ser corroborada internamente para su objeto (convenio
Ministerio Público y colaboración eficaz). Empero, para ser utilizada en un requerimiento de medida
coercitiva deberá acompañarse con los elementos de corroboración del proceso de colaboración eficaz.
Estos elementos deberán ser valorados por el juez conjuntamente con los elementos de convicción del
proceso receptor, para determinar si se ha configurado una sospecha grave y decidir la medida coerciti­
va. La sola declaración del colaborador no puede ser utilizada para requerir una medida coercitiva; en
ese orden, no es admisible que se pretenda una corroboración solo con elementos de convicción que se
han producido en el proceso receptor. La declaración de un aspirante a colaborador eficaz, con proce­
dimiento especial en trámite, podrá ser utilizada en otro proceso, siempre y cuando se acompañe con
los elementos de convicción provenientes del procedimiento especial y/o de la carpeta fiscal. Al Fiscal le
corresponderá postular el ofrecimiento de la declaración del aspirante a colaborador eficaz, acompañan­
do los elementos de convicción que corroboren el dicho. La valoración de la información corroborada,
corresponderá al Juez. (Acuerdo Plenario N. ° 02-2017-SPN, del 05-12-2017, que estableció como
pautas interpretativas para los órganos jurisdiccionales de este subsistema de administración de justicia

♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL


Art. 473 LIBRO QUINTO: LOS PROCESOS ESPECIALES 102 6

penal, los criterios expuestos en los fF. jj. 19 al 2 1 .1 Pleno Jurisdiccionales 2017 de la Sala Penal Nacio­
nal y Juzgados Penales Nacionales. Texto completo: <bit.ly/2QdpWrB>).

JURISPRUDENCIA DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL

§ 1967. Ámbito de la colaboración eficaz. 270. El instituto de la colaboración eficaz centra en la


figura del colaborador, también denominado “arrepentido” , la posibilidad de alcanzar los fines para el
cual fue creado. Y es en las exigencias que se imponen para conceder el beneficio que su regulación pue­
de comprometer derechos fundamentales reconocidos en la Ley Fundamental. En efecto, el Tribunal
observa que para acogerse al beneficio de la colaboración eficaz, y así obtener una exención o atenuación
de pena, el arrepentido asume una situación singular en el proceso penal. Por un lado, tiene la condición
de investigado o imputado, en la medida que confiesa su participación en cualquiera de los delitos para
los cuales se ha previsto el beneficio. Pero, de otro, también asume la condición de inculpado-testigo,
ya que para acogerse al beneficio proporciona información sobre actos criminales de terceros [artículo
3o de la Ley N .° 27378. 271. En el primer supuesto, es decir, cuando confiesa su culpabilidad o de­
clara contra sí mismo, su colaboración en el proceso penal podría entenderse, prima facie, como que
afecta el derecho a no autoinculparse. En el segundo supuesto, es decir, cuando asume la condición de
inculpado-testigo, la información que facilita sobre los actos ilícitos de sus coinculpados podría com­
prometer su derecho/principio de presunción de inocencia, pues en su condición de inculpado-testigo
no está obligado a decir la verdad. Es menester, por tanto, que este Tribunal se detenga en el análisis
constitucional de esas dos situaciones. [...] 283. En tales casos, sólo desde una perspectiva formal podría
señalarse que la decisión de confesar se realiza en ejercicio pleno de la autonomía de la voluntad, garan­
tizado por el artículo 2o inciso 20 literal “a” de la Constitución, es decir, en ejercicio de la libertad a no
estar obligado a ello. Esto vale tanto para el caso del investigado o acusado que realmente se encuentre
arrepentido de los hechos ilícitos que se le imputan, como para aquel que con fines estrictamente
utilitarios, ve en la concesión de los beneficios un medio para aplacar la intensidad de la privación de
libertad que pende sobre él, tras la posible expedición de una sentencia condenatoria. En ambos casos,
son disposiciones plenamente constitucionales, en la medida que se respete la autonomía de la voluntad
y el deber de colaboración en el ordenamiento jurídico nacional. [...] (Exp. N.° 003-2005-PI/TC [caso
Walter Húmala Lema etaL], del 09-08-2006 [Web: 11-12-2006 / EP, 18-12-2006], fF. jj. 270, 271 y
283. Texto completo: <bit.ly/2HgyDLZ>).

Artículo 473: Fase de corroboración

1. Recibida la solicitud, el Fiscal podrá disponer el inicio del procedimiento por colaboración eficaz,
ordenando las diligencias de corroboración que considere pertinentes para determinar la eficacia de la
información proporcionada. En estos casos podrá requerir la intervención de la Policía Nacional del Perú
para que, bajo su conducción, realice las indagaciones previas y eleve un Informe Policial.
2. Los procesos, incluyendo las investigaciones preparatorias que se siguen contra el solicitante conti­
nuarán con su tramitación correspondiente.
3. El Fiscal, podrá celebrar reuniones con los colaboradores con o sin la presencia de sus abogados.
Asimismo, podrá celebrar un Convenio Preparatorio, que precisará -sobre la base de la calidad de informa­
ción ofrecida y la naturaleza de los cargos o hechos delictuosos objeto de imputación o no contradicción-
ios beneficios, las obligaciones y el mecanismo de aporte de información y de su corroboración.
4. El colaborador, mientras dure el proceso, de ser el caso, será sometido a las medidas de asegura­
miento personal necesarias para garantizar el éxito de las investigaciones, la conclusión exitosa del proce­
so y su seguridad personal. En caso sea necesario, y siempre que no esté en el ámbito de sus potestades,
el Fiscal acudirá al Ju e z de la Investigación Preparatoria requiriéndole dicte las medidas de coerción y
de protección que correspondan, las cuales se dictarán reservadamente y en coordinación con el Fiscal.
Dichas medidas también son de aplicación para los representantes, socios e integrantes de la persona
jurídica, cuando corresponda.

nomos &thesis
1027 SECCIÓN VI: PROCESO POR COLABORACIÓN EFICAZ Arte 473
5. Cuando la medida de aseguramiento personal deba recaer en un colaborador que se encuentra in­
terno en algún establecimiento penitenciario, el Fiscal deberá seguir el procedimiento antes descrito ante
el Ju e z de la Investigación Preparatoria. Cuando este considere, luego de la evaluación correspondiente,
debe establecerse alguna medida de aseguramiento personal que se encuentra dentro de las facultades
del Instituto Nacional Penitenciario - INPE, comunica para que proceda conforme a sus atribuciones, quien
informa al Juez la medida adoptada.
6. Cuando el colaborador tiene mandato de prisión preventiva el Juez podrá variarlo a solicitud del
Fiscal, por el que corresponda; no son aplicables las reglas de cesación previstas para el proceso común.
En este caso, la variación procede por razones de seguridad o por ser parte del Convenio Preparatorio y
debe motivarse en mínimos actos de investigación realizados en la fase de corroboración; la audiencia es
privada y sólo participa el Fiscal, el colaborador y su defensor.
7. Cuando se requiera para las diligencias de corroboración y otras, la conducción del colaborador de un
establecimiento penitenciario a otro lugar, el Juez de la Investigación Preparatoria a pedido del Fiscal, po­
drá disponerlas fijando la fecha de la diligencia y comunicando dentro del plazo no menor de tres (03) días
a la Policía Nacional del Perú y al Instituto Nacional Penitenciario para su oportuna ejecución. Culminada
la diligencia, el interno retorna al establecimiento penitenciario al cual pertenece.(1) (2) (a)

NOTA DE ACTUALIZACIÓN

(1) Texto conform e a la modificación efectuada por la única disposición com plementaria modificatoria de la Ley N.°
30737 (ER 12-03-2018), que reformó el numeral 4. Anteriormente había sido modificado por el artículo T del Decreto
Legislativo N.° 1301 (ER 30-12-2016), el m ismo que entró en vigencia a nivel nacional a los noventa (90) días contados
a partir del día siguiente de su publicación en el Diario Oficial El Peruano.
(2) De conform idad con la tercera disposición complementaria transitoria de la Ley N.° 30077 (ER 20-08-2013), se dispone
la entrada en vigencia a nivel nacional del presente artículo. La citada Ley entró en vigencia el 1 de julio de 2014.

PROTOCOLOS, REGLAMENTOS, LINEAMIENTOS, GUÍAS Y DIRECTIVAS

(a) Reglamento del nuevo despacho judicial del módulo penal corporativo de las Cortes Superiores de Justicia de la
República (aprobado por la Resolución Administrativa N.° 014-2017-CE-PJ de 11 -01 -2017). Véase el texto completo en:
<bit.ly/2HUsqKi>.
(b) Véase, además, las señaladas en el artículo 472° del Nuevo Código Procesal Penal.

JURISPRUDENCIA DE LA CORTE SUPREMA

§ 1968. Valoración de la declaración del colaborador eficaz. No es posible condenar al im­


putado en base a versiones de los colaboradores o arrepentidos que no han sido corroborados
o investigados. Séptim o. [...] [En] materia de colaboradores o arrepentidos su sola sindicación no es
suficiente para concluir que el incriminado, en efecto, cometió la conducta delictiva atribuida. Hace
falta especialmente prueba de corroboración externa a esos testimonios -otros elementos o medios de
prueba-, como exigencia derivada de la garantía de presunción de inocencia. Se trata de testimonio,
en sí mismos, de escasa credibilidad por los beneficios buscados por los arrepentidos -declaraciones
intrínsecamente sospechosas, como dice la Sentencia del Tribunal Europeo de Derechos Humanos
[...], de suerte que deben extremarse las precauciones para aceptar sus versiones y, con ellas, condenar
por su solo mérito a una persona. Octavo. [...] [No] se tiene ningún dato objetivo, incluso periférico,
externo al testimonio incriminador, que permita sostener verosimilitud de las incriminaciones [...].
(R. N . N .° 99-2017-Nacional, del 19-09-2017, ff. jj. 7 y 8. Sala Penal Permanente. Texto completo:
cbit.ly/2EBuvYy>).

§ 1969. Las declaraciones que realicen los colaboradores eficaces sólo podrán enervar la pre­
sunción de inocencia si se cuenta con elementos periféricos que corroboren su veracidad. Tercero.
El acusado A M C C fue comprendido en los hechos materia de acusación, sobre la base de las declara­
ciones de los colaboradores eficaces de claves CDT-0101 [...] y C D T 0707 [...]. Ambos colaboradores
eficaces señalaron que el citado acusado era la persona que radicaba y tenía una tienda en la localidad
de Santa Rosa de Yanacanja, a quien conocían como Payaso o Payasito, y que en el año 2011 colaboró
♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL
Art. 473-A LIBRO QUINTO: LOS PROCESOS ESPECIALES 1028

con el camarada Artemio entregando ropa, plástico y botas de jebe, entre otras especies. En el pleno,
el primero indicó haberlo visto conversando con Artemio en la puerta de la tienda; el segundo sostuvo
haberlo visto en tres o cuatro oportunidades entregando diversas especies, a quienes movilizaba en su
motokar color rojo; ambos señalan desconocer si el conocido como Payaso o Payasito proporcionaba
información al camarada Artemio de la presencia policial o militar en la zona. Cuarto. No obstante,
los testigos de claves EPTM-201202 [...], TP-201315 [...], TP-201316 [...], TP-201317 [...] y EPTM-
201203 [...], quienes eran pobladores del valle de Santa Rosa de Yanajanca, han sostenido que eran
obligados a colaborar con víveres y productos. Respecto del acusado A M CC señalaron conocerlo como
un poblador de la zona, apodado Payaso o Payasito, y que elementos subversivos ingresaban a su tienda
para proveerse de plástico, botas de jefe, entre otros artículos; y que al igual que en otros estableci­
mientos, las entregas no eran en forma voluntaria, ya que los subversivos ingresaban portando armas
de fuego; que cuando llegaban los “senderistas” la gente tenía miedo, estos pedían en todas las tiendas
donde dejaban listas. Q uinto. Los testigos impropios T T H [...] y R P Q [...], ambos refieren no conocer
al acusado ni por su apelativo. El primero sostiene que su labor dentro de la organización terrorista
Sendero Luminoso era proporcionar información de cuando la policía entraba y hacía operativos; los
pobladores no fueron obligados a participar en alguna acción, pero sí a dar alojamiento, alimentación y
servicios de movilidad, mientras que las autoridades eran obligadas a asistir a las reuniones que convo­
caba el camarada Artemio; por su parte, el segundo sostiene no saber quiénes colaboraban con Sendero
Luminoso. Sexto. Las imputaciones de los colaboradores eficaces no cuentan con otros elementos de
convicción que las corroboren, no existe elemento de prueba que demuestre indubitablemente que el
acusado A M C C prestó colaboración voluntaria a la organización terrorista Sendero Luminoso; por lo
que estas no son suficientes para enervar su presunción de inocencia. (R. N. N.° 1848-2017-Nacional,
del 23-06-2018, ff. jj. 3 al 6. Sala Penal Nacional. Texto completo: <bit.ly/2W8tcKf>).

Artículo 473-A: Participación del agraviado

1. El agraviado, deberá ser citado al final de la fase de corroboración. Si asiste se le deberá informar
que uno de los aspectos que abarca el procedimiento en curso es el hecho delictivo en su perjuicio yf acto
seguido, se le preguntará acerca del monto de la reparación civil que considere adecuada a sus intereses.
Asimismo, se le indicará si desea intervenir en el procedimiento y, en su momento, firmar el acta del Acuer­
do de Beneficios y Colaboración.
2. El agraviado como sujeto procesal no participa de las diligencias de corroboración.
3. La intervención del agraviado está circunscrita al ámbito de la reparación civil y tendrá legitimación
para ofrecer pruebas necesarias para su debida estimación si fuere el caso.
4. La inasistencia del agraviado a las citaciones y su discrepancia del monto de la reparación civil fijada
en el Acuerdo no impedirá la continuación del trámite ni la suscripción del Acuerdo. En este caso, el agra­
viado tiene expedito su derecho para hacerlo valer en la vía civil, en cuyo caso impugnará el Acta sólo en
el extremo del monto de la reparación c iv il.(1) (a)

NOTA DE ACTUALIZACIÓN
(1) Artículo incorporado por el artículo 3o del Decreto Legislativo N.° 1301 (EP, 30-12-2016), el m ism o que entró en vigencia
a nivel nacional a los noventa (90) días contados a partir del día siguiente de su publicación en el Diario Oficial El
Peruano.

PROTOCOLOS, REGLAMENTOS, LINEAMIENTOS, GUÍAS Y DIRECTIVAS


(a) Véase, supra, las señaladas en el artículo 472° del Nuevo Código Procesal Penal.

Artículo 474: Procedencia

1. Para la aplicación del beneficio por colaboración eficaz, la persona natural y jurídica debe:

n o m o s & t h e s is
1029 SECCIÓN VI: PROCESO POR COLABORACIÓN EFICAZ Art. 475
a) Haber abandonado voluntariamente sus actividades delictivas;
b) Admitir o no contradecir, libre y expresamente, los hechos en que ha intervenido o se le imputen.
Aquellos hechos que no acepte no formarán parte del proceso por colaboración eficaz, y se estará a lo que
se decida en el proceso penal correspondiente; y,
c) Presentarse al Fiscal mostrando su disposición de proporcionar información eficaz.
2. Los delitos que pueden ser objeto del Acuerdo, son los siguientes:
a) Asociación ilícita, terrorismo, lavado de activos, delitos informáticos, contra la humanidad, trata de
personas y sicariato.
b) Para todos los casos de criminalidad organizada previstos en la ley de la materia.
c) Concusión, peculado, corrupción de funcionarios, delitos tributarios, delitos aduaneros contra la fe
pública y contra el orden migratorio, siempre que el delito sea cometido en concierto por pluralidad de
personas.
d) Los delitos prescritos en los artículos del 382 al 401 del Código Penal y el artículo 1 de la Ley 30424,
modificado por el Decreto Legislativo 1352, cuando el colaborador sea una persona jurídica.
3. No será obstáculo para la celebración del Acuerdo cuando se trate de concurso de delitos y uno de
ellos no corresponda a los previstos en el presente artículo.(1)(2)(a)

NOTA DE ACTUALIZACIÓN

(1) Texto conform e a la modificación efectuada por la única disposición complementaria modificatoria de la Ley N.° 30737
(EPf 12-03-2018), que reformó los numerales 1 y 2.d. Anteriormente había sido modificado por el artículo 2o del Decreto
Legislativo N.° 1301 (ER 30-12-2016), el m ism o que entró en vigencia a nivel nacional a los noventa (90) días contados
a p artir del día siguiente de su publicación en el Diario Oficial El Peruano.
(2) De conform idad con la tercera disposición complementaria transitoria de la Ley N.° 30077 (ER 20-08-2013), se dispone
la entrada en vigencia a nivel nacional del presente artículo. La citada Ley entró en vigencia el 1 de julio de 2014.

PROTOCOLOS, REGLAMENTOS, LINEAMIENTOS, GUÍAS Y DIRECTIVAS

(a) Véase, supra, las señaladas en el artículo 472° del Nuevo Código Procesal Penal.

Artículo 475: Requisitos de la eficacia dé la información y beneficios premíales

1. La información que proporcione el colaborador debe permitir, alternativa o acumulativamente:


a) Evitar la continuidad, permanencia o consumación del delito, o disminuir sustancialmente la mag­
nitud o consecuencias de su ejecución. Asimismo, impedir o neutralizar futuras acciones o daños que
podrían producirse cuando se está ante una organización delictiva.
b) Conocer las circunstancias en las que se planificó y ejecutó el delito, o las circunstancias en las que
se viene planificando o ejecutando.
c) Identificar a los autores y partícipes de un delito cometido o por cometerse o a los integrantes de la
organización delictiva y su funcionamiento, de modo que permita desarticularla o menguarla o detener a
uno o varios de sus miembros;
d) Entregar los instrumentos, efectos, ganancias y bienes delictivos relacionados con las actividades
de la organización delictiva, averiguar el paradero o destino de los mismos, o indicar las fuentes de finan-
ciamiento y aprovisionamiento de la organización delictiva;
2. El colaborador podrá obtener como beneficio premial, teniendo en cuenta el grado de eficacia o im­
portancia de la colaboración en concordancia con la entidad del delito y la responsabilidad por el hecho, los
siguientes: exención de la pena, disminución de la pena, suspensión de la ejecución de la pena, o remisión
de la pena para quien la está cumpliendo.
3. El beneficio de disminución de la pena podrá aplicarse acumulativamente con la suspensión de la
ejecución de la pena.

♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL


Art. 475 LIBRO QUINTO: LOS PROCESOS ESPECIALES 1030

4. En e! caso que el Acuerdo de Beneficios y Colaboración sea de pena efectiva, el sentenciado no podrá
requerir la aplicación de los beneficios penitenciarios previstos en las leyes de la materia.
5. La exención y la remisión de la pena exigirá que la colaboración sea activa y la información eficaz
permita:
a) Evitar un delito de especial connotación y gravedad;
b) Identificar categóricamente y propiciar la detención de líderes de especial importancia en la organi­
zación delictiva;
c) Descubrir concluyentemente aspectos sustantivos de las fuentes de financiamiento y aprovisiona­
miento de la organización delictiva, o de los instrumentos, efectos, ganancias y bienes delictivos de noto­
ria importancia para los fines de la organización.
6. Los jefes, cabecillas o dirigentes principales de organizaciones delictivas y los que han intervenido
en delitos que han causado consecuencias especialmente graves, únicamente podrán acogerse al bene­
ficio de disminución de la pena o suspensión de su ejecución, siempre que su aporte permita identificar a
miembros de la organización con mayor rango jerárquico. El Fiscal para acordar el beneficio, debe ponderar
la proporcionalidad entre el grado de aporte del colaborador y su grado de participación dentro de la es­
tructura criminal y el delito.
7. Cuando el colaborador sea una persona jurídica, teniendo en cuenta el grado de eficacia o impor­
tancia de la colaboración, podrá obtener como beneficio premial los siguientes: exención de las medidas
administrativas aplicables, prescritas en el artículo 5 de la Ley 30424, modificada por el Decreto Legisla­
tivo 1352, disminución por debajo de los parámetros mínimos establecidos, remisión de la medida para
la persona jurídica que la esté cumpliendo y los beneficios establecidos en las normas especiales que lo
regulan.(1)(2)(a)

NOTA DE ACTUALIZACIÓN
(1) Texto conform e a la m odificación efectuada por la única disposición com plem entaria modificatoria de la Ley N.°
30737 (EP, 12-03-2018), que incorporó el numeral 7. Anteriormente había sido m odificado por el artículo 2o del Decreto
Legislativo N.° 1301 (EP, 30-12-2016), el m ism o que entró en vigencia a nivel nacional a los noventa (90) días contados
a partir del día siguiente de su publicación en el Diario Oficial El Peruano.
(2) De conform idad con la tercera disposición complementaria transitoria de la Ley N.° 30077 (EP, 20-08-2013), se dispone
la entrada en vigencia a nivel nacional del presente artículo. La citada Ley entró en vigencia el 1 de julio de 2014.

PROTOCOLOS, REGLAMENTOS, LINEAMIENTOS, GUÍAS Y DIRECTIVAS


(a) Véase, sup ra , las señaladas en el artículo 472° del Nuevo Código Procesal Penal.

JURISPRUDENCIA DE LA CORTE SUPREMA .

§ 1970. Colaboradores eficaces no solo han reconocido al imputado fotográficamente median­


te fichas Reniec, sino que consolidaron ese reconocimiento con sus declaraciones en sede judicial,
donde todos coinciden al dar las características físicas. Terrorismo agravado. Cuarto. Pese a la
negativa del acusado [...] en el ilícito que se le imputa -terrorismo agravado-, se advierte que tanto el
delito como su responsabilidad se acreditan con la sindicación uniforme, coherente y persistente de los
colaboradores con clave CDT-0572, CDT-1010, CDT-1011 y CDT-1020, quienes narraron la forma
y circunstancias en que se produjeron los hechos. [...] Sexto. Los colaboradores con clave CDT-0572,
CDT-1010, CDT-1011 y CDT-1020 no solo han reconocido al imputado fotográficamente mediante
fichas RENIEC, sino que consolidaron ese reconocimiento con sus declaraciones en sede judicial, don­
de los cuatro coinciden al dar las características físicas del (c) “Roberto” . No se advierte tampoco una
sindicación gratuita por móviles turbios o espurios -no consta incredibilidad subjetiva alguna-, el relato
incriminador además está fortalecido con la declaración testimonial de YHI [...], quien es familiar de las
personas asesinadas, en la que precisa detalles de los hechos; así como con los protocolos de necropsia
de los integrantes de la familia F que fueron asesinados [...]. Así también, los testimonios de los colabo­
radores son uniformes, coherentes y han mantenido la persistencia de sus afirmaciones en el curso del

nomos &thesis
1031 SECCION VI: PROCESO POR COLABORACION EFICAZ kft. 476-A

proceso. En esos términos es que se entiende que las pruebas actuadas y glosadas son suficientes para
enervar la presunción constitucional de inocencia y por ende sustentar una sentencia condenatoria.
(R. N. N .° 2372-2017-Lima, del 11-09-2018, ff. jj. 4 y 6. Sala Penal Permanente. Texto completo:
<bit.ly/2Gzu57b>).

Artículo 476: El Acta de colaboración eficaz - denegación del Acuerdo

1. El Fiscal, culminados los actos de investigación, si considera procedente la concesión de los benefi­
cios que correspondan, elaborará un acta con el colaborador en la que constará:
a. El beneficio acordado;
b. Los hechos a los cuales se refiere el beneficio; y,
c. Las obligaciones a las que queda sujeta la persona beneficiada.
2. El Fiscal, si estima que la información proporcionada no permite la obtención de beneficio algu­
no, por no haberse corroborado suficientemente sus aspectos fundamentales, denegará la realización del
Acuerdo y dispondrá se proceda respecto del solicitante conforme a lo que resulte de las actuaciones de
investigación que ordenó realizar. Esta Disposición no es impugnable.
3. En los casos en que se demuestre la inocencia de quien fue involucrado por el colaborador, el Fiscal
deberá informarle de su identidad, siempre que se advierta indicios de que a sabiendas hizo la imputación
falsa para los fines legales correspondientes.(1)(2)(a)

NOTA DE ACTUALIZACIÓN

(1) Texto conform e a la modificación efectuada por el artículo 2° del Decreto Legislativo N.° 1301 (EP, 30-12-2016), el
m ism o que entró en vigencia a nivel nacional a los noventa (90) días contados a partir del día siguiente de su publicación
en el Diario Oficial El Peruano.
(2) De conform idad con la tercera disposición complementaria transitoria de la Ley N.° 30077 (EP, 20-08-2013), se dispone
la entrada en vigencia a nivel nacional del presente artículo. La citada Ley entró en vigencia el 1 de julio de 2014.

PROTOCOLOS, REGLAMENTOS, LINEAMIENTOS, GUÍAS Y DIRECTIVAS


(a) Véase, su p ra , las señaladas en el artículo 472° del Nuevo Código Procesal Penal.

Artículo 476-A: Eficacia de las diligencias de corroboración y su incorporación en otros


procesos

1. Si la información proporcionada por el colaborador arroja indicios suficientes de participación delic­


tiva de las personas sindicadas por éste o de otras personas naturales o jurídicas, será materia -de ser el
caso- de la correspondiente investigación y decisión por el Ministerio Público a efectos de determinar la
persecución y ulterior sanción de los responsables.
2. El Fiscal decide si lo actuado en la carpeta fiscal de colaboración eficaz será incorporado en todo o
en parte al proceso o procesos correspondientes, debiendo cautelar la identidad del declarante
3. El Fiscal, de conformidad con el artículo 65 decidirá si aporta el testimonio del colaborador a juicio.
Si existiere riesgo para su vida, se reservará su identidad. El Juez valorará su declaración de conformidad
con lo previsto en el numeral 2 del artículo 158.
4. Si el Ju e z aprueba el Acuerdo y los procesos donde el colaborador es imputado se encuentran en
investigación preparatoria, el Fiscal podrá no acusar al colaborador.
5. Si el Ju e z aprueba el Acuerdo y los procesos donde el colaborador es acusado se encuentran en ju z­
gamiento, el Fiscal podrá retirar la acusación y en su caso, el Juez Penal Unipersonal o Colegiado estarán
a lo resuelto en la sentencia por colaboración eficaz.

♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL


Art. 477 LIBRO QUINTO: LOS PROCESOS ESPECIALES 1032

6. La sentencia de colaboración eficaz será oponible en cualquier estado del proceso, ante los órganos
jurisdiccionales que son parte del Acuerdo de Beneficios y Colaboración E fic a z.(1)(a)

NOTA DE ACTUALIZACIÓN
(1) Texto conform e a la m odificación efectuada por la única disposición com plem entaria modificatoria de la Ley N.°
30737 (ER 12-03-2018), que reform ó el numeral 1. Anteriormente había sido incorporado por el artículo 3o del Decreto
Legislativo N.° 1301 (ER 30-12-2016), el m ism o que entró en vigencia a nivel nacional a los noventa (90) días contados
a partir del día siguiente de su publicación en el Diario Oficial El Peruano.

PROTOCOLOS, REGLAMENTOS, LINEAMIENTOS, GUÍAS Y DIRECTIVAS


(a) Véase, supra, las señaladas en el artículo 472° del Nuevo Código Procesal Penal.

Artículo 477: Colaboración durante la etapa de investigación del proceso contradictorio


1. Cuando el proceso por colaboración eficaz está referido a hechos que son materia de un proceso
penal que se encuentra en la etapa de investigación o incluso si no existe investigación, el Acuerdo de
Beneficios y Colaboración se remitirá al Jue z de la Investigación Preparatoria conjuntamente con los ac­
tuados formados al efecto para el control de legalidad respectivo.
2. El Jue z Penal, en el plazo de cinco (05) días, mediante resolución inimpugnable, podrá formular
observaciones al contenido del acta y a la concesión de los beneficios. En la misma resolución ordenará
devolver lo actuado al Fiscal.
3. Recibida el acta original o la complementaria, según sea el caso, con los recaudos pertinentes, el
Ju e z Penal dentro del décimo día, celebrará una audiencia privada especial con asistencia de quienes
celebraron el Acuerdo, en donde cada uno por su orden expondrá los motivos y fundamentos del mismo.
El Juez, verificará que el colaborador conozca los alcances del proceso especial. De dicha diligencia se
levantará un acta donde constarán resumidamente sus incidencias.
4. Culminada la audiencia, el Ju e z dentro de tercer día dictará, según sea el caso, un auto desaprobando
el Acuerdo o sentencia aprobándolo. Ambas resoluciones son susceptibles de recurso de apelación, de
conocimiento de la Sala Penal Superior. El agraviado, en tanto haya expresado su voluntad de intervenir
en el proceso y se haya constituido en parte, tendrá derecho a impugnar la sentencia aprobatoria, en el
extremo de la reparación civil.
5. Si el Juez considera que el Acuerdo no adolece de infracciones legales, no resulta manifiestamente
irrazonable, o no es evidente su falta de eficacia, lo aprobará e impondrá las obligaciones que corres­
pondan. La sentencia no podrá exceder los términos del Acuerdo. Si el Acuerdo aprobado consiste en la
exención o remisión de la pena, así lo declarará, ordenando su inmediata libertad y la anulación de los
antecedentes del beneficiado. Si consiste en la disminución de la pena, declarará la responsabilidad penal
del colaborador y le impondrá la sanción que corresponda según los términos del acuerdo, sin perjuicio de
imponer las obligaciones pertinentes.
6. Si la sentencia dispone la excarcelación de un colaborador recluido en un establecimiento peniten­
ciario, ésta será comunicada por el Juez, a la Dirección de Registro Penitenciario o la que haga sus veces
en el Distrito Judicial donde se ordene la medida a través de la vía más célere.
7. Si el acuerdo aprobado, consiste en la exención de las medidas administrativas, el Jue z así lo de­
clarará, disponiendo el levantamiento de las medidas cautelares descritas en el artículo 313-A del Código
Procesal Penal. De igual manera se procederá en caso el acuerdo comprenda la disminución de dichas
medidas administrativas.*1)(2) (a)

NOTA DE ACTUALIZACIÓN
(1) Texto conforme a la m odificación efectuada por la única disposición com plem entaria m odificatoria de la Ley N.°
30737 (ER 12-03-2018), que incorporó el numeral 7. Anteriormente había sido m odificado por el artículo 2o del Decreto
Legislativo N.° 1301 (ER 30-12-2016), el m ism o que entró en vigencia a nivel nacional a los noventa (90) días contados
a partir del día siguiente de su publicación en el Diario Oficial El Peruano.

n o m o s & t h e s is
1033 SECCIÓN VI: PROCESO POR COLABORACIÓN EFICAZ Alt 479
(2) De conformidad con la tercera disposición complementaria transitoria de la Ley N.° 30077 (EP, 20-08-2013), se dispone
la entrada en vigencia a nivel nacional del presente artículo. La citada Ley entró en vigencia el 1 de julio de 2014.

PROTOCOLOS, REGLAMENTOS, LINEAMIENTOS, GUÍAS Y DIRECTIVAS


(a) Véase, su p ra , las señaladas en el artículo 472° del Nuevo Código Procesal Penal.

Artículo 478: Colaboración durante las otras etapas del proceso contradictorio

1. Cuando el proceso por colaboración eficaz se inicia estando el proceso contradictorio en el Juzgado
Penal y antes del inicio del juicio oral, el Fiscal -previo los trámites de verificación correspondientes- re­
mitirá el acta con sus recaudos al Juez Penal, quien celebrará para dicho efecto una audiencia privada
especial.
2. El Juzgado Penal procederá, en lo pertinente, conforme a lo dispuesto en el artículo anterior. La reso­
lución que se pronuncie sobre la procedencia o improcedencia de los beneficios es susceptible de recurso
de apelación, de conocimiento de la Sala Penal Superior.
3. Si la colaboración se inicia con posterioridad a la sentencia, el Juez de la Investigación Preparatoria
a solicitud del Fiscal, previa celebración de una audiencia privada en los términos del artículo 477, podrá
conceder la remisión de la pena, la suspensión de la ejecución de la pena, la conversión de pena privativa
de libertad por multa, la prestación de servicios o la limitación de días libres, conforme a las equivalencias
previstas en las leyes de la materia. En caso el colaborador sea una persona jurídica, el Juez podrá con­
ceder la remisión de la medida administrativa impuesta o la conversión de cualquier medida por multa. En
ningún caso se aplicará dichos beneficios cuando la medida impuesta sea la inhabilitación definitiva para
contratar con el Estado o la disolución. Del mismo modo, se podrá aplicar como beneficio la disminución y
exención de los incisos 1 , 3 , 4 y 5 del artículo 105 del Código Penal.
4. En el supuesto del numeral 3, si el Juez desestima el Acuerdo, en la resolución se indicarán las razo­
nes que motivaron su decisión. La resolución -auto desaprobatorio o sentencia aprobatoria- que dicta el
Ju e z es susceptible de recurso de apelación, de conocimiento de la Sala Penal Superior.
5. Para medir la proporcionalidad de los beneficios otorgados, el Juez debe tomar en cuenta la oportu­
nidad de la información.(1)(2)(a)

NOTA DE ACTUALIZACIÓN
(1) Texto conform e a la m odificación efectuada por la única disposición complementaria modificatoria de la Ley N.°
30737 (ER 12-03-2018), que reformó el numeral 3. Anteriorm ente había sido modificado por el artículo 2o del Decreto
Legislativo N.° 1301 (ER 30-12-2016), el mismo que entró en vigencia a nivel nacional a los noventa (90) días contados
a partir del día siguiente de su publicación en el Diario Oficial El Peruano.
(2) De conform idad con la tercera disposición complementaria transitoria de la Ley N.° 30077 (EP, 20-08-2013), se dispone
la entrada en vigencia a nivel nacional del presente artículo. La citada Ley entró en vigencia el 1 de julio de 2014.

PROTOCOLOS, REGLAMENTOS, LINEAMIENTOS, GUÍAS Y DIRECTIVAS


(a) Véase, supra, las señaladas en el artículo 472° del Nuevo Código Procesal Penal.

Artículo 479: Condiciones, Obligaciones y Control del beneficiado

1. La concesión del beneficio premial está condicionado a que el beneficiado no cometa nuevo delito
doloso dentro de los diez (10) años de habérsele otorgado. Asimismo, conlleva la imposición de una o va­
rias obligaciones, sin perjuicio de disponer que el beneficiado se obligue especialmente a concurrir a toda
citación derivada de los hechos materia del Acuerdo de Colaboración aprobado judicialmente.
2. Las obligaciones son las siguientes:

♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL


Art. 480 LIBRO QUINTO: LOS PROCESOS ESPECIALES 1034

a) Informar todo cambio de residencia;


b) Ejercer oficio, profesión u ocupación lícitos;
c) Reparar los daños ocasionados por el delito, salvo imposibilidad económica;
d) Abstenerse de consumir bebidas alcohólicas y drogas;
e) Someterse a vigilancia de las autoridades o presentarse periódicamente ante ellas;
f) Presentarse cuando el Juez o el Fiscal lo solicite;
g) Observar buena conducta individual, familiar y social;
h) No salir del país sin previa autorización judicial;
i) Cumplir con las obligaciones contempladas en el acuerdo;
j) Acreditar el trabajo o estudio ante las autoridades competentes.
k) Informar y acreditar mediante instrumento legal o documento de carácter interno de la persona ju­
rídica, la condición de suspensión de sus actividades sociales y la prohibición de actividades futuras res­
tringidas.
3. Las obligaciones se impondrán según la naturaleza y modalidades del hecho punible perpetrado,
las circunstancias de tiempo, modo y lugar en que se cometió, la naturaleza del beneficio y la magnitud
de la colaboración proporcionada, a sí como de acuerdo a las condiciones personales del beneficiado. Las
obligaciones se garantizarán mediante caución o fianza, si las posibilidades económicas del colaborador
lo permiten.
4. Corresponde al Ministerio Público el control de su cumplimiento.(1)(2)(a)

NOTA DE ACTUALIZACIÓN
(1) Texto conform e a la m odificación efectuada por la única disposición com plem entaria m odificatoria de la Ley N.° 30737
(EP, 12-03-2018), que incorporó el literal k) del numeral 2. Anteriorm ente había sido m odificado por el artículo 2o del
Decreto Legislativo N.° 1301 (ER 30-12-2016), el m ism o que entró en vigencia a nivel nacional a los noventa (90) días
contados a partir del día siguiente de su publicación en el Diario Oficial El Peruano.
(2) De conform idad con la tercera disposición complementaria transitoria de la Ley N.° 30077 (EP, 20-08-2013), se dispone
la entrada en vigencia a nivel nacional del presente artículo. La citada Ley entró en vigencia el 1 de julio de 2014.

PROTOCOLOS, REGLAMENTOS, LINEAMIENTOS, GUÍAS Y DIRECTIVAS


(a) Véase, sup ra , las señaladas en el artículo 472° del Nuevo Código Procesal Penal.

Artículo 480: Revocación de los beneficios


1. El Fiscal Provincial, con los recaudos indispensables acopiados en la indagación previa iniciada
al respecto, podrá solicitar al Jue z que otorgó el beneficio premial la revocatoria de los mismos. El Juez
correrá traslado de la solicitud por el término de cinco días (05). Con su contestación o sin ella, realizará
la audiencia de revocación de beneficios con la asistencia obligatoria del Fiscal, a la que debe citarse a los
que suscribieron el Acuerdo de Colaboración. La inconcurrencia del beneficiado no impedirá la continua­
ción de la audiencia, a quien debe nombrársele un defensor de oficio. Escuchada la posición del Fiscal y
del defensor del beneficiado, y actuadas las pruebas ofrecidas, el Ju e z decidirá inmediatamente mediante
auto debidamente fundamentado en un plazo no mayor de tres (03) días. Contra esta resolución procede
recurso de apelación, que conocerá la Sala Penal Superior.
2. Cuando la revocatoria se refiere a la exención de pena, una vez que queda firme la resolución in­
dicada en el numeral anterior se seguirá el siguiente trámite, sin perjuicio de la aplicación de las reglas
comunes en tanto no lo contradigan:
a) Se remitirán los actuados al Fiscal Provincial para que formule acusación y pida la pena que corres­
ponda según la forma y circunstancias de comisión del delito y el grado de responsabilidad del imputado;
b) El Ju e z Penal inmediatamente celebrará una audiencia pública con asistencia de las partes, para lo
cual dictará el auto de enjuiciamiento correspondiente y correrá traslado a las partes por el plazo de cinco
n o m o s & t h e s is
1035 SECCIÓN VI: PROCESO POR COLABORACIÓN EFICAZ A lt 481

(05) días, para que formulen sus alegatos escritos, introduzcan las pretensiones que correspondan y ofrez­
can las pruebas pertinentes para la determinación de la sanción y de la reparación civil;
c) Resuelta la admisión de los medios de prueba, se emitirá el auto de citación a juicio señalando día y
hora para la audiencia. En ella se examinará al imputado y, de ser el caso, se actuarán las pruebas ofrecidas
y admitidas para la determinación de la pena y la reparación civil. Previos alegatos orales del Fiscal, del Pro­
curador Público y del abogado defensor, y concesión del uso de la palabra ai acusado, se emitirá sentencia;
d) Contra la cual procede recurso de apelación, que conocerá la Sala Penal Superior.
3. Cuando la revocatoria se refiere a la disminución de la pena, una vez que queda firme la resolución
indicada en el numeral 1) del presente artículo se seguirá el siguiente trámite, sin perjuicio de la aplicación
de las reglas comunes en tanto no lo contradigan:
a) Se remitirán los actuados al Fiscal Provincial para que formule la pretensión de la condena corres­
pondiente, según la forma y circunstancias de la comisión del delito y el grado de responsabilidad del
imputado;
b) El Juez Penal inmediatamente celebrará una audiencia pública con asistencia de las partes, previo
traslado a la defensa del requerimiento fiscal a fin de que en el plazo de cinco (05) días formule sus alega­
tos escritos, e introduzca, de ser el caso, las pretensiones que correspondan y ofrezca las pruebas perti­
nentes. Resuelta la admisión de los medios de prueba, se llevará a cabo la audiencia, donde se examinará
al imputado y, de corresponder, se actuarán las pruebas admitidas. La sentencia se dictará previo alegato
oral del Fiscal y de la defensa, a sí como de la concesión del uso de la palabra al acusado;
c) Contra la sentencia procede recurso de apelación, que será de conocimiento de la Sala Penal Supe­
rior.
4. Cuando la revocatoria se refiere a la remisión de la pena, una vez que queda firme la resolución indi­
cada en el numeral 1 del presente artículo, el Juez Penal en la misma resolución que dispone la revocatoria
ordenará que el imputado cumpla el extremo de la pena remitida.
5. Cuando la revocatoria se refiere a la suspensión de la ejecución de la pena, detención domiciliaria o
comparecencia se regirá en lo pertinente por las normas penales, procesales o de ejecución penal.
6. De igual manera se procederá en lo que corresponda, cuando el colaborador sea una persona jurídica.
0)(2)(a)

NOTA DE ACTUALIZACIÓN
(1) Texto conforme a la m odificación efectuada por la única disposición complementaria m odificatoria de la Ley N.°
30737 (EP, 12-03-2018), que incorporó el numeral 6. Anteriormente había sido m odificado por el artículo 2o del Decreto
Legislativo N.° 1301 (ER 30-12-2016), el mismo que entró en vigencia a nivel nacional a los noventa (90) días contados
a partir del día siguiente de su publicación en el Diario Oficial El Peruano.
(2) De conformidad con la tercera disposición complementaria transitoria de la Ley N.° 30077 (EP, 20-08-2013), se dispone
la entrada en vigencia a nivel nacional del presente artículo. La citada Ley entró en vigencia el 1 de julio de 2014.

PROTOCOLOS, REGLAMENTOS, LINEAMIENTOS, GUÍAS Y DIRECTIVAS


(a) Véase, supra, las señaladas en el artículo 472° del Nuevo Código Procesal Penal.

Artículo 481: Mérito de la información y de lo obtenido cuando se rechaza el Acuerdo

1. Si el Acuerdo de colaboración y beneficios es denegado por el Fiscal o desaprobado por el Juez,


las diversas declaraciones formuladas por el colaborador se tendrán como inexistentes y no podrán ser
utilizadas en su contra.
2. En ese mismo supuesto las declaraciones prestadas por otras personas durante la fase de corrobo­
ración; así como la prueba documental, los informes o dictámenes periciales y las diligencias objetivas
e irreproducibles, mantendrán su validez y podrán ser valoradas en otros procesos conforme a su propio
mérito y a lo dispuesto en el artículo 158. Rige, en todo caso, lo establecido en el artículo 159°.

♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL


Art. 48 1-A LIBRO QUINTO: LOS PROCESOS ESPECIALES 1036

NOTA DE ACTUALIZACIÓN
(1) Texto conform e a la m odificación efectuada por el artículo X del Decreto Legislativo N.° 1301 (EP, 30-12-2016), el
m ism o que entró en vigencia a nivel nacional a los noventa (90) días contados a partir del día siguiente de su publicación
en el Diario Oficial El Peruano.
(2) De conform idad con la tercera disposición com plem entaria transitoria de la Ley N.° 30077 (EP, 20-08-2013), se dispone
la entrada en vigencia a nivel nacional del presente artículo. La citada Ley entró en vigencia el 1 de ju lio de 2014.

PROTOCOLOS, REGLAMENTOS, UNEAMIENTOS, GUÍAS Y DIRECTIVAS


(a) Véase, sup ra , las señaladas en el artículo 472° del Nuevo Código Procesal Penal.

Artículo 481 -A: Utilidad de la información en otros procesos


1. Los elementos de convicción recabados en las diligencias de corroboración podrán ser empleados
para requerir medidas limitativas de derechos o medidas coercitivas en los procesos derivados o conexos
al proceso especial de colaboración eficaz.
2. La declaración del colaborador también podrá ser empleada para dichos efectos, en cuyo caso se
deberá cautelar su identidad, salvaguardando que la información utilizada no permita su identificación. En
estos casos, deberá acompañarse de otros elementos de convicción, rigiendo el numeral 2 del artículo 158.
0)(a) .

NOTA DE ACTUALIZACIÓN
(1) Artículo incorporado por el artículo 3o del Decreto Legislativo N.° 1301 (EP, 30-12-2016), el m ism o que entró en vigencia
a nivel nacional a los noventa (90) días contados a partir del día siguiente de su publicación en el Diario Oficial El
Peruano.

PROTOCOLOS, REGLAMENTOS, LINEAMIENTOS, GUÍAS Y DIRECTIVAS


(a) Véase, s u p ra , las señaladas en el artículo 472° del Nuevo Código Procesal Penal.

ACUERDOS PLENARIQS DE LA SALA PENAL NACIONAL Y JUZGAD OS PENALES NACIONALES

§ 1971. Utilización de la declaración del colaborador eficaz. Para ser utilizada en un requeri­
miento de medida coercitiva, deberá acompañarse con los elementos de corroboración del pro­
ceso de colaboración eficaz. Véase la jurisprudencia del artículo 472° del Nuevo Código Procesal
Penal [§ 1966]. (Acuerdo Plenario N . ° 02-2017-SPN, del 05-12-2017, que estableció como pautas
interpretativas para los órganos jurisdiccionales de este subsistema de administración de justicia penal,
los criterios expuestos en los ff. jj. 19 al 2 1 .1 Pleno Jurisdiccionales 2017 de la Sala Penal Nacional y
Juzgados Penales Nacionales. Texto completo: <bit.ly/2QdpWrB>).

SECCIÓN Vil
EL PROCESO POR FALTAS

Artículo 482: Competencia

7. Derogado w
2. Excepcionalmente, en los lugares donde no exista Ju e z de Paz Letrado, conocerán de este proceso
los Jueces de Paz. Las respectivas Cortes Superiores fijarán anualmente los Juzgados de Paz que pueden
conocer de los procesos por faltas.

n o m o s & t h e s is
1037 SECCIÓN Vil: EL PROCESO POR FALTAS Art. 4 8 4
3. El recurso de apelación contra las sentencias es de conocimiento del Juez Penal.

NOTA DE ACTUALIZACIÓN
(1) Inciso 1 derogado por la séptima disposición final de la Ley N.° 29824 (ER 03-01 -2012), la misma que entró en vigencia
a los tres (3) meses de su publicación en el diario oficial El Peruano.

PLENOS JURISDICCIONALES

§ 1972. Implicancias de la inasistencia de agraviado a audiencia de juicio. Actividad del Juez de


Paz Letrado en el proceso por faltas. ¿ Cuál debe ser la actividad delJuez de Paz Letrado? El Pleno adop­
tó p o r m a y o r ía el enunciado siguiente: “Hacer lectura del Informe Policial o documentos que contie­
nen la actividad probatoria efectuada en sede policial o propuesta por la parte en su denuncia y requerir
precisiones o realizar preguntas al imputado respecto de alguna declaración contradictoria: Realizando
acusación y actividad destinada a determinar la culpabilidad o no del imputado con la finalidad que el
Juicio continúe y no se genere impunidad.” (Pleno Jurisdiccional Distrital Penal de la Corte Superior de
Moquegua del 15-06-2017. Tema 5. Sub-Tema N.° 01. Texto completo: <bit.ly/2HdBREg>).

Artículo483:Iniciación •. ; .

1. La persona ofendida por una falta puede denunciar su comisión ante la Policía o dirigirse directamen­
te al Juez comunicando el hecho, constituyéndose en querellante particular.
2. En este último supuesto, si el Ju e z considera que el hecho constituye falta y la acción penal no ha
prescrito, siempre que estime indispensable una indagación previa al enjuiciamiento, remitirá la denuncia
y sus recaudos a la Policía para que realice las investigaciones correspondientes.
3. Recibido el Informe Policial, el Ju e z dictará el auto de citación a juicio siempre que los hechos
constituyan falta, la acción penal no ha prescrito y existan fundamentos razonables de su perpetración y
de la vinculación del imputado en su comisión. En caso contrario dictará auto archivando las actuaciones.
Contra esta resolución procede recurso de apelación ante el Juez Penal.
4. El auto de citación a juicio puede acordar la celebración inmediata de la audiencia, apenas recibido
el Informe Policial, siempre que estén presentes el imputado y el agraviado, así como si lo están los demás
órganos de prueba pertinentes a la causa o, por el contrario, no ha de resultar imprescindible su convoca­
toria. También podrá celebrarse inmediatamente el juicio si el imputado ha reconocido haber cometido la
falta que se le atribuye.
5. De no ser posible la celebración inmediata de la audiencia, en el auto se fijará la fecha más próxima
de instalación del juicio, convocándose al imputado, al agraviado y a los testigos que corresponda.

Artículo 484: Audiencia

1. La audiencia se instalará con la presencia del imputado y su defensor, y de ser el caso, con la concu­
rrencia del querellante y su defensor. Si el imputado no tiene abogado se le nombrará uno de oficio, salvo
que en el lugar del juicio no existan abogados o éstos resulten manifiestamente insuficientes. Las partes,
sin perjuicio de lo dispuesto en el numeral 5) del artículo anterior, podrán asistir acompañados de los me­
dios probatorios que pretendan hacer valer.
2. Acto seguido el Ju e z efectuará una breve relación de los cargos que aparecen del Informe Policial
o de la querella. Cuando se encontrare presente el agraviado, el Juez instará una posible conciliación y la
celebración de un acuerdo de reparación de ser el caso. Si se produce, se homologará la conciliación o el
acuerdo, dando por concluida las actuaciones.
3. De no ser posible una conciliación o la celebración de un acuerdo, se preguntará al imputado si ad­
mite su culpabilidad. Si lo hace, y no fueran necesarios otros actos de prueba, el Juez dará por concluido

♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL


Art. 485 LIBRO QUINTO: LOS PROCESOS ESPECIALES 1038

el debate y dictará inmediatamente la sentencia correspondiente. La sentencia puede pronunciarse verbal­


mente y su protocolización por escrito se realizará en el plazo de dos días.
4. Si el imputado no admite los cargos, de inmediato se le interrogará, luego se hará lo propio con la
persona ofendida si está presente y, seguidamente, se recibirán las pruebas admitidas y las que han pre­
sentado las partes, siguiendo las reglas ordinarias, adecuadas a la brevedad y simpleza del proceso por
faltas.
5. La audiencia constará de una sola sesión. Sólo podrá suspenderse por un plazo no mayor de tres
días, de oficio o a pedido de parte, cuando resulte imprescindible la actuación de algún medio probatorio.
Transcurrido el plazo, el juicio deberá proseguir conforme a las reglas generales, aun a falta del testigo o
perito requerido.
6. Escuchados los alegatos orales, el Ju e z dictará sentencia en ese acto o dentro del tercero día de su
culminación sin más dilación. Rige lo dispuesto en el numeral 3 del presente artículo.

Artículo 485: Medidas de coerción.

1. El Ju e z sólo podrá dictar mandato de comparecencia sin restricciones contra el imputado.


2. Cuando el imputado no se presente voluntariamente a la audiencia, podrá hacérsele comparecer por
medio de la fuerza pública, y si fuera necesario se ordenará la prisión preventiva hasta que se realice y
culmine la audiencia, la cual se celebrará inmediatamente.

Artículo 486: Recurso de apelación

1. Contra la sentencia procede recurso de apelación. Los autos serán elevados en el día al Juez Penal.
2. Recibida la apelación, el Juez Penal resolverá en el plazo improrrogable de diez días, por el solo mé­
rito de lo actuado, si es que el recurrente no exprese la necesidad de una concreta actuación probatoria, en
cuyo caso se procederá conforme a las reglas comunes, en cuanto se adecúen a su brevedad y simpleza.
Los Abogados Defensores presentarán por escrito los alegatos que estimen, sin perjuicio del informe oral
que puedan realizar en la vista de la causa, la que se designará dentro de los veinte días de recibos los
autos.
3. Contra la sentencia del Juez Penal no procede recurso alguno. Su ejecución corresponderá al Juez
que dictó la sentencia de primera instancia.

Artículo 487: Desistimiento o transacción

En cualquier estado de la causa, el agraviado o querellante puede desistirse o transigir, con lo que se
dará por fenecido el proceso.

PLENOS JURISDICCIONALES
§ 1973. Desistimiento en los procesos derivados de violencia familiar. ¿Cuál debe ser la actividad
delJuez de Paz Letrado? El Pleno adoptó p o r u n a n i m i d a d el enunciado siguiente: “Rechazar el desisti­
miento y continuar con el juicio a pesar que la agraviada no esté de acuerdo, pues la agresión proviene
de un hecho que ha generado un proceso de violencia familiar, en aplicación extensiva del artículo el
artículo 7° de la Ley N .° 27939 (modificado por la Ley N .° 29990).” (Pleno Jurisdiccional Distrital
Penal de la Corte Superior de Moquegua del 15-06-2017. Tema 5. Sub-Tema N .° 02. Texto completo:
cbit.ly/2 H dBREg>).

n o m o s & t h e s ls
LIBRO SEXTO
LA EJECUCIÓN Y LAS COSIAS
SECCIÓN I
LA EJECUCIÓN DE LA SENTENCIA

Artículo 488: Derechos

1. El condenado, el tercero civil y las personas jurídicas afectadas podrán ejercer, durante la ejecución
de la sentencia condenatoria, los derechos y las facultades que este Código y las Leyes le otorgan.
2. El condenado y las demás partes legitimadas están facultadas a plantear ante el Juez de la In­
vestigación Preparatoria los requerimientos y observaciones que legalmente correspondan respecto de la
ejecución de la sanción penal, de la reparación civil y de las demás consecuencias accesorias impuestas
en la sentencia.
3. Sin perjuicio de lo establecido en los numerales anteriores, corresponde al Ministerio Público el
control de la ejecución de las sanciones penales en general, instando las medidas de supervisión y control
que correspondan, y formulando al Juez de la Investigación Preparatoria los requerimientos que fueren
necesarios para la correcta aplicación de la Ley.(a)(b)

PROTOCOLOS, REGLAMENTOS, LINEAMIENTOS, GUÍAS Y DIRECTIVAS


(a) Directiva N.° 001 -2009-MP-FN-ETII/NCPR "Instrucciones respecto a la actuación de los fiscales en la etapa de ejecución
de sentencias condenatorias en el nuevo modelo procesal penal" (aprobado por la Resolución N.° 279-2009-MP-FN de
09-03-2009). Véase el te xto completo en: <bit.ly/2ütSXUz>.
(b) Registro y Control Biom étrico de Procesados y Sentenciados Libres (Directiva N.° 012-2008-CE-PJ, aprobado por el
Resolución Adm inistrativa N.° 270-2018-CE-PJ de 14-10-2008). Véase el texto completo en: <bit.ly/2Uyofph>.

ACUERDO PLENARIO DE LA CORTE SUPREMA

§ 1973a. Absolución, sobreseimiento y reparación civil. Prescripción y caducidad, en ejecu­


ción de sentencia en el proceso penal. (XI Pleno Jurisdiccional Supremo Penal 2019. Texto completo:
<bit.ly/2I5PxPu>).

EJECUTORIA SUPREMA VINCULANTE DE LA CORTE SUPREMA

§ 1974. La diferencia subsistente entre los términos de control y ejecución, al que se refiere el
artículo 488 del Código Procesal Penal, debe entenderse, en el primer caso, como comprobar el
cumplimiento de las sanciones penales, fiscalizar las mismas e intervenir para exigir su cumpli­
miento total; contrariamente a ello, cuando se hace referencia a la “ejecución” de la sanción penal,
significa llevar a la práctica o cumplir una orden en virtud de un mandato judicial. Cuarto. Que,
conforme se ha sostenido en la resolución que declara bien concedido el recurso de casación excepcional
interpuesto por el Fiscal al señalar en su considerando sétimo que sobre el particular existe una sentencia

♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL


Art.488 LIBRO SEXTO: LA EJECUCIÓN Y LAS COSTAS 1040

casatoria que interpretó y esclareció esta controversia, esto es, ¿quién se encargaba del control y quien
de la ejecución de la sentencia?; en tal sentido, se citó como regla general el artículo 29, apartado 4 del
nuevo Código Procesal Penal, que dispone, “...que corresponde al Juez de la Investigación Preparatoria
conducir la ejecución de la sentencia. Esta competencia funcional genérica ha sido ratificada por el artí­
culo 489 del citado Código, que impone al Juez la atribución de practicar las diligencias necesarias para
la ejecución de las sanciones penales” . Quinto, Que, en el mismo sentido, el argumento sostenido por
la Sala Penal de Apelaciones del Cusco, referido, a que según su criterio emerge una nueva aplicación
con el nuevo Código Procesal Penal al surgir un cambio estructural en las formas y prácticas del proceso
penal ordinario, que tal apreciación también ha sido dilucidada en la Sentencia Casatoria N. 79-2009
[§ 1976], del 17 de septiembre de 2010, emitida por la Sala Penal Permanente, en la que se señaló “...
el artículo 488 del nuevo Código Procesal Penal reconoce derechos y facultades que tienen las partes en
el proceso penal de ejecución. Todas ellas están facultadas para plantear al Juez los requerimientos y ob­
servaciones que legalmente correspondan a este ámbito (comprende, como es obvio, la sanción penal,
la reparación civil y las Consecuencias accesorias impuestas en la sentencia). El apartado 3 del indicado
precepto impone al Fiscal una atribución adicional: controlar la ejecución de las sanciones penales en
general; control que se materializa “...instando las medidas de supervisión y control que correspondan,
y formulando al Juez de la Investigación Preparatoria los requerimientos que fueren necesarios para la
correcta aplicación de la Ley”. El control a que se refiere el precepto analizado es de carácter externo.
El Fiscal por su condición de guardián de la legalidad y titular de la acción penal, tiene injerencia para
instar -pedir imperiosamente- medidas de supervisión y control, así como para formular requerimientos
en orden a la correcta aplicación de la ley...”. Sexto, Que, la diferencia subsistente entre los términos de
control y ejecución al que se refiere el artículo 488 del Codigo Procesal Penal, debe entenderse, en el
primer caso, como comprobar el cumplimiento de las sanciones penales, fiscalizar las mismas e interve­
nir para exigir su cumplimiento total; contrariamente a ello, cuando se hace referencia a la “ejecución”
de la sanción penal, significa llevar a la práctica o realizar una orden, cumplir una orden en virtud del
mandato judicial; por lo tanto, es esta y no otra la interpretación que se debe brindar a los términos
en comentario, no existiendo ninguna variación en el órgano encargado de la ejecución de sentencia
como erróneamente lo menciona la Sala Penal de Apelaciones del Cusco al sostener que ahora, en el
nuevo Código Procesal Penal correspondería al Ministerio Público ser el órgano donde debería com­
parecer el sentenciado a justificar sus actividades y firmar el libro respectivo de control. (Casación N.°
120-20 10-Cusco, de 05-05-2011, que estableció como criterio jurisprudencial los ff. jj. 4, 5 y 6 . Sala
Penal Permanente. Texto completo: <bit.ly/2pn 3wax>).
§ 1975. No hay exigencia al agraviado, tras la sentencia firme de condena, de constituirse en
parte civil para intervenir en el proceso o en la etapa de ejecución a los efectos de que se cum­
pla con satisfacer la reparación civil que se ha fijado. Véase la jurisprudencia del articulo 104° del
Nuevo Código Procesal Penal [§ 494], (R. N. N .° 1538-2005-Lima, del 20 de junio del 2005, f. j- 4
constituido precedente vinculante conforme al f. j. 10 del Acuerdo Plenario N .° 1-2005/ESV-22, del
30-09-2005. Pleno Jurisdiccional de las Salas Penales Permanente y Transitoria de la Corte Suprema de
Justicia [EP, 26-11-2005]. Texto completo: <bit.ly/2 c6sjZM> [p. 22]).

JURISPRUDENCIA DE LA CORTE SUPREMA

§ 1976. Funciones del fiscal en la etapa de ejecución de la peina. Control de las reglas de con­
ducta. Tercero. [El] artículo 488 del nuevo Código Procesal Penal reconoce los derechos y facultades
que tienen las partes en el proceso penal de ejecución. Todas ellas están facultadas para plantear al Juez
los requerimientos y observaciones que legalmente correspondan en este ámbito (comprende, como es
obvio, la sanción penal, la reparación civil y las consecuencias accesorias impuestas en la sentencia). El
apartado tres del indicado precepto impone al Fiscal una atribución adicional: controlar la ejecución
de las sanciones penales en general; control que se materializac... instando las medidas de supervisión y
control que correspondan, y formulando al juez de la investigación preparatoria los requerimientos que
fueren necesarios para la correcta aplicación de la L ey . El control a que se refiere el precepto analizado

n o m o s & t h e s is
1041 SECCIÓN I: LA EJECUCIÓN DE LA SENTENCIA Art. 489
es de carácter externo. El Fiscal, por su condición de guardián de la legalidad’ y titular de la acción
penal, tiene injerencia para instar -pedir imperiosamente- medidas de supervisión y control, así como
para formular requerimientos en orden a la correcta aplicación de la ley -facultad que a su vez debe
concordarse, en lo pertinente, con la Ley Orgánica del Ministerio Público, específicamente el artículo
95, incisos ocho y nueve-. Como es obvio, solo insta, esto es, urge la pronta ejecución de una medida
determinada, quien es ajeno a la potestad jurisdiccional y, precisamente, la solicitud que corresponda se
formula ante al Juez que tiene la competencia funcional que le es propia. (Casación N .° 79-2009-Piura,
de 17-09-2010, f. j. 3. Sala Penal Permanente. Texto completo: <bit.ly/2bzcMAN>).
§ 1977. Ejecución de sentencias: juez de investigación preparatoria ejecuta, Ministerio Público
controla. Noveno. [No] es correcto determinar que el Ministerio Público sea el encargado de dar cum­
plimiento a las reglas de conducta impuestas en una sentencia condenatoria, pues como lo dispone el
artículo cuatrocientos ochenta y ocho del Código Procesal Penal, el Ministerio Público es quien realiza
el control de la ejecución de las sanciones; siendo así, debe ejercer vigilancia sobre dicho cumplimien­
to conforme a sus atribuciones; contrario sensu, el Juez de la investigación preparatoria es quien tiene
competencia para ejecutar el cumplimiento de las reglas de conducta, establecido en el inciso cuarto del
artículo veintinueve del Código adjetivo; en concordancia con el artículo cincuenta y ocho del Código
Penal -principalmente en el numeral tercero de dicho artículo-: “Comparecer personal y obligatoria­
mente al Juzgado de Investigación preparatoria para justificar sus actividades” [...] y donde deberá de
firmar el libro de control respectivo. [...] (Casación N.° 116-2010-Cusco, de 05-05-2011, £ j. 9. Sala
Penal Permanente. Texto completo: <BÍt.ly/2FvNULe>).

Artículo 489: Ejecución penal

1. La ejecución de las sentencias condenatorias firmes, salvo lo dispuesto por el Código de Ejecución
Penal respecto de los beneficios penitenciarios, serán de competencia del Juez de la Investigación Pre­
paratoria.
2. El Ju e z de la Investigación Preparatoria está facultado para resolver todos los incidentes que se
susciten durante la ejecución de las sanciones establecidas en el numeral anterior. Hará las comuni­
caciones dispuestas por la Ley y practicará las diligencias necesarias para su debido cumplimiento. <a)

PROTOCOLOS, REGLAMENTOS, LINEAMIENTOS, GUÍAS Y DIRECTIVAS


(a) Registro y Control Biométrico de Procesados y Sentenciados Libres (Directiva N.° 012-2008-CE-PJ, aprobado por el
Resolución Adm inistrativa N.° 270-2018-CE-PJ de 14-10-2008). Véase el texto com pleto en: <bit.ly/2Uyofph>.

JURISPRUDENCIA DE LA CORTE SUPREMA

§ 1978. Conducción de la ejecución de sentencias. Véase la jurisprudencia del artículo 29° del
Nuevo Código Procesal Penal [§ 260]. (Casación N.° 118-2010-Cusco, de 05-05-2011, f. j. 3. Sala
Penal Permanente. Texto completo: <bit.ly/2bJAwXe>).

JURISPRUDENCIA DE LAS CORTES SUPERIORES

§ 1979. Corresponde al Juez de la Investigación preparatoria conducir la ejecución de la sen­


tencia. Tercero. En la recurrida se argumenta que el Ministerio Público como titular del ejercicio de
la acción penal, tiene interés y legitimidad en intervenir permanentemente en todo el desarrollo del
proceso, fundamentalmente en el cumplimiento efectivo de las medidas coercitivas personales, como la
comparecencia con restricciones y en la propia sentencia condenatoria con pena suspendida, requirien­
do al Juez los apercibimientos pertinentes ante el incumplimiento de las reglas de conducta por el im­
putado, habiendo el representante del Ministerio Público manifestado su conformidad con la sentencia.
Cuarto. Expuestos así los temas de debate, considera el colegiado que hay un solo tema sobre el cual

♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL


Art. 489 LIBRO SEXTO: LA EJECUCIÓN Y LAS COSTAS

pronunciarse: determinar si la ejecución de la sentencia condenatoria es competencia del Poder Judicial


o del Ministerio publico. Quinto. Para tal efecto, sólo nos queda remitirnos al considerando segundo
de la sentencia casatoria del 17 de setiembre de 2010 como lo refiere el recurrente. Aquí los señores Jue­
ces Supremos de la Sala Penal Permanente con toda claridad y propiedad, en el fundamento segundo,
argumentaron que el proceso de ejecución, está bajo la dirección del órgano jurisdiccional. La ejecución
de la sentencia integra la potestad jurisdiccional, de suerte que, conforme a la garantía de ejecución, que
integra el principio de legalidad penal (artículo 2 o apartado 24, literal d) de la Constitución), “...la eje­
cución de la pena será intervenida judicialmente”. Ello es así en cumplimiento de la garantía judicial de
tutela jurisdiccional efectiva recogida en el apartado tres del artículo 139° de la Constitución, que im­
pone la existencia de un control jurisdiccional sobre toda la fase de ejecución en atención a los derechos
e intereses legítimos que pueden ser afectados. El Poder Judicial no puede renunciar a este ámbito del
proceso penal, destinado precisamente a la realización judicial de las consecuencias jurídicas del delito,
establecidas en la sentencia firme que se erige en título de ejecución, y la forma cómo interviene en este
tipo de proceso es la trazada por la Ley ordinaria. Sexto. Incluso ello no puede interpretarse de modo
diferente, como erróneamente se hace en la recurrida, en atención al artículo 29° apartado cuarto del
Código Procesal Penal de 2004, que ha dispuesto: corresponde al Juez de la Investigación preparatoria
conducir la ejecución de la sentencia. Disposición procesal que se vuelve a ratificar en el artículo 489 del
mismo texto procesal que dispone que el Juez de la Investigación preparatoria tiene competencia para
conocer la ejecución de las sentencias. De modo que, para despejar alguna duda al respecto, la Corte
Suprema de Justicia por Resolución Administrativa N .° 321-2011-P-PJ, ha emitido la circular 2 para la
debida aplicación de la suspensión de la ejecución de la pena privativa de libertad, donde se ha dejado
claramente establecido que la ejecución de las sentencias y específicamente las reglas de conducta que
se imponen a los sentenciados, son de competencia del órgano jurisdiccional. Es más, en el artículo tres
de la citada circular, se insta a los Jueces Penales para que dispongan que el penado, cuya ejecución de la
pena privativa de la libertad fue suspendida, informe y justifique sus actividades mensualmente. (Exp.
N .° 00103-2011-1-1826-JR-PE-02, del 03-11-2011, ff. jj. 3 al 6 . Sala Penal de Apelaciones del Subsis­
tema Anticorrupción-Lima. Corte Superior de Justicia de Lima. Texto completo: <bit.ly/2VlBE5p>).
§ 1980. El modelo acusatorio de la ejecución penal en el ordenamiento jurídico nacional. 2.3.
La reforma procesal penal y la inclusión del modelo acusatorio ha traído cambios importantes al nivel
de las prácticas procesales y administrativas. Uno de los cambios sustanciales ha sido la separación de
funciones de investigación y juzgamiento. Como consecuencia de esta reforma, el Ministerio Público
ha asumido la función de dirigir la investigación del delito, así como nuevas atribuciones vinculadas
al ejercicio de la acción penal, en tanto que el Juez, asume una función estrictamente jurisdiccional.
El Fiscal prepara el caso, reúne las evidencias y luego acusa, llevando el caso al Juez, quien resuelve en
audiencia. La reforma también ha generado un cambio sustancial en la desformalización judicial del
proceso, pues ahora cada parte organiza su carpeta y sus pruebas, para luego llevarlas a la audiencia y
presentarlas al Juez para que decida el caso. Por ejemplo, en el caso de las medidas cautelares personales,
que en el viejo modelo eran decididas de oficio, ahora es el Fiscal quien lo requiere al Juez, luego que
ha reunido la evidencia suficiente para obtener su aplicación, pues las aplicaciones de las medidas cau­
telares guardan relación con la pretensión punitiva a su cargo. Efectivamente, en los casos en los cuales
se imponen medidas cautelares con reglas de conducta, el control de su cumplimiento se encomienda
al Fiscal a cargo del caso. Como se verá, a consecuencia del Modelo Acusatorio, muchas de las funcio­
nes judiciales-administrativas, han pasado ahora a manos del Ministerio Público, con la finalidad de
garantizar que los jueces ejerzan una función estrictamente jurisdiccional (decisoria). La interpretación
de las normas referidas a la ejecución de la sentencia debe ser realizada conforme a los principios que
rigen el modelo acusatorio, tal como lo estipula el artículo X del Título Preliminar del Código Procesal
Penal. Para ello también debe de tenerse en cuenta, que la ejecución de sentencias ha sido incorporada al
Código Procesal Penal -Sección I del Libro Sexto-, lo que en doctrina se conoce como la judicialización
de la ejecución penal. Esto trae como consecuencia, que la ejecución penal deje de ser tratada como
una función monopólica del Juez, y pase a ser tratada conforme a las reglas del modelo acusatorio, con
separación de funciones, sistema de audiencias, y la garantía de un juez más imparcial. Así lo estipula
SECCIÓN I: LA EJECUCIÓN DE LA SENTENCIA Alt 490

el artículo 488° inciso 1 “el condenado, el tercero civil y las personas jurídicas afectadas podrán ejer­
cer, durante la ejecución de la sentencia condenatoria, los derechos y facultades que este Código y las
Leyes le otorgan”. Por ello, de un modelo de ejecución penal regido por el sistema mixto inquisitivo,
caracterizado por el monopolio judicial (control y decisión), se pasa a un modelo de ejecución penal
informado por las reglas del sistema acusatorio, en consecuencia, ya no existe un monopolio judicial,
sino una separación de funciones, donde el control pasa al Ministerio Publico, y la decisión se mantiene
en el Juez. Así se desprende de la norma contenida en el inciso 3 del articulo 488 Sin perjuicio de lo
establecido en los numerales anteriores, corresponde a l Ministerio Público el control de la ejecución de las
sanciones penales en general, instando las medidas de supervisión y control que correspondan, y formulando
a l Juez de la Investigación Preparatoria los requerimientos que Jueren necesarios para la correcta aplicación
de la Ley”. Esta nueva función entregada al Ministerio Público, forma parte de su rol constitucional de
titular de la persecución penal, pues los cumplimientos de las penas tienen que ver con la satisfacción
real de la pretensión punitiva reconocida en la sentencia condenatoria, por ello en ese marco, el Nuevo
Código Procesal Penal reconoce que el Fiscal ejerce el control de la ejecución de las sanciones penales
en general. De acuerdo a esta nueva función, el Fiscal ejerce el control de dos formas: a) instando
las medidas de supervisión y control que correspondan, y b) formulando requerimientos al Juez de
Investigación Preparatoria. En el primer caso, realiza un conjunto de actos con la finalidad de obligar
al sentenciado, mediante las herramientas legales pertinentes, al cumplimiento rápido y eficaz, de las
sanciones penales contenidas en la sentencia condenatoria, y, para ello, el Codigo le asigna la función
de supervisión y control del cumplimiento de las sentencias, labor que lo realiza entre otras formas, ha­
ciéndose cargo del control de las reglas de conducta; el segundo es una función requirente que reconoce
que las decisiones sobre las diferentes incidencias que se presenten durante la ejecución de la sentencia
tienen carácter jurisdiccional, conforme lo estipula la Constitución y las leyes de la materia. En efecto,
según el artículo 489° resulta claro que la ejecución de la sentencia -como etapa- se realiza ante el Juez
de la Investigación Preparatoria resolviendo todos los incidentes que se susciten durante la ejecución
de las sanciones, lo que es concordante con el inciso 4 del articulo 29 que establece que es el Juez de
Investigación Preparatoria el encargado de conducir la ejecución de la sentencia. Estas normas deben
interpretarse de acuerdo al modelo acusatorio, a fin de que pueda distinguirse la función contralora y
requirente del Ministerio Público, de la función jurisdiccional, y así superar el modelo inquisitivo de la
ejecución penal. Otro aspecto de vital importancia es que el modelo acusatorio de la ejecución penal,
separa las funciones entre función de control a cargo del fiscal, y función de decisión a cargo del Juez,
brindando mayor eficacia y eficiencia al cumplimiento de las sentencias. La eficacia se encuentra garan­
tizada, al encargarse al Ministerio Público el control y supervisión del cumplimiento de las sentencias
por parte de los sentenciados. La eficiencia se manifiesta en que este modelo de separación de roles,
genera una separación entre los actos administrativos y los actos jurisdiccionales, que permite optimizar
el cumplimiento de la sentencia, desburocratizando esta etapa, generando la pronta satisfacción de
las víctimas, así como un ostensible ahorro de tiempo y recursos económicos. Si bien se ha citado a la
Casación 79-2009 [§ 1976], debe de precisarse que dicha jurisprudencia no resulta vinculante, y por
tanto no vincula a este órgano jurisdiccional, por lo que expresando nuestro mas profundo respeto a
dicha instancia, consideramos que en la presente resolución se han expresado argumentos de principio
que nos conducen a afirmar que el control de las reglas de conducta impuestas en la presente sentencia
condenatoria suspendida, forman parte de la nueva función de supervisión y control que adopta la
fiscalía, en la etapa de ejecución de las sentencias, y consiguientemente, la obligación del sentenciado de
concurrir al despacho fiscal para registrarse y dar cuenta de sus actos, resulta correcta y debe confirmar­
se. [...] (Exp. N.° 03714-2010-1-1601-JR-PE-08, del 10-03-2011, f. j. 2.3. Sala Penal de Apelaciones
de Trujillo. Corte Superior de Justicia de La Libertad. Texto completo: <bit.ly/2 FJgORK>).

Artículo 490: Cómputo de la pena privativa de libertad

1. Si el condenado se halla en libertad y la sentencia impone pena privativa de libertad efectiva, el Juez
de la Investigación Preparatoria dispondrá lo necesario para su captura.
Art. 491 LIBRO SEXTO: LA EJECUCIÓN Y LAS COSTAS 1044

2. Producida la captura, el Ju e z de la Investigación Preparatoria, una vez que esté plenamente acredi­
tada la identidad del condenado, realizará el cómputo de la pena, descontando de ser el caso el tiempo de
detención, de prisión preventiva y de detención domiciliaria que hubiera cumplido, a sí como de la privación
de libertad sufrida en el extranjero como consecuencia del procedimiento de extradición instaurado para
someterlo a proceso en el país.
3. El cómputo será siempre reformable, aun de oficio, si se comprueba un error o cuando nuevas cir­
cunstancias lo tornen necesario.
4. La fijación del cómputo de la pena se comunicará inmediatamente al Juzgado que impuso la sanción
y al Instituto Nacional Penitenciario.(a)

PROTOCOLOS, REGLAMENTOS, LINEAM IENTOS, GUÍAS Y DIRECTIVAS


(a) Registro y Control Biom étrico de Procesados y Sentenciados Libres (Directiva N.° 012-2008-CE-PJ, aprobado por el
Resolución Adm inistrativa N.° 270-2018-CE-PJ de 14-10-2008). Véase el texto com pleto en: <bit.ly/2Uyofph>.

Artículo 491: Incidentes de modificación de la sentencia

1. El Ministerio Público, el condenado y su defensor, según corresponda, podrán plantear, ante el Juez
de la Investigación Preparatoria incidentes relativos a la conversión y revocación de la conversión de pe­
nas, a la revocación de la suspensión de la ejecución de la pena y de la reserva del fallo condenatorio, y a
la extinción o vencimiento de la pena.
2. Los incidentes relativos a la revocación de la suspensión de la ejecución de la pena y de la reserva del
fallo condenatorio, y a la extinción o vencimiento de la pena deberán ser resueltos dentro del término de
cinco días de recibido la solicitud o requerimiento, previa audiencia a las demás partes. Si fuera necesario
incorporar elementos de prueba, el Ju e z de la Investigación Preparatoria, aun de oficio, y con carácter
previo a la realización de la audiencia o suspendiendo ésta, ordenará una investigación sumaria por breve
tiempo que determinará razonablemente, después de la cual decidirá. La Policía realizará dichas diligen­
cias, bajo la conducción del Fiscal.
3. Los incidentes relativos a la libertad anticipada, fuera de los beneficios penitenciarios de semiliber-
tad y liberación condicional y de la medida de seguridad privativa de libertad, y aquellos en los cuales, por
su importancia, el Ju e z de la Investigación Preparatoria lo estime necesario, serán resueltos en audiencia
oral, citando a los órganos de prueba que deben informar durante el debate.
4. Corresponde al Ju e z Penal Unipersonal el conocimiento de los incidentes derivados de la ejecución
de la sanción penal establecidos en el Código de Ejecución Penal, a s í como del procedimiento especial
de conversión de penas para condenados, conforme a la ley de la materia. La decisión requiere de una
audiencia con asistencia de las partes.
5. Asimismo, las solicitudes sobre refundición o acumulación de penas son de competencia del J u z ­
gado Penal Colegiado. Serán resueltas previa realización de una audiencia con la concurrencia del Fiscal,
del condenado y su defensor.
6. En todos los casos, el conocimiento del recurso de apelación corresponde a la Sala Penal Superior.(1)

NOTA DE ACTUALIZACIÓN
(1) Texto conform e a la m odificación efectuada por la 2.a DCM del Decreto Legislativo N.° 1300, (EP, 30-12-2016).

ACUERDO PLENARIO DE LA CORTE SUPREMA

§ 1981. Incidentes de modificación de la sentencia. Función y operatividad de la libertad anti­


cipada. § 2 . Incidentes de modificación de la sentencia. 11. El artículo 491 del N CPP presupone los
criterios expuestos en el parágrafo anterior. Una sentencia condenatoria puede, de algún modo y según
lo estipule la ley penal material o la ley de ejecución penal, ser objeto de modificaciones, ya sea para
n o m o s & t h e s is
1045 SECCIÓN I: LA EJECUCIÓN DE LA SENTENCIA Art. 491
intensificar la respuesta penal -siempre dentro de su mismo ámbito temporal- o para flexibilizarla. El
apartado 1, del citado artículo 491 del NCPP, se refiere a los supuestos que, procesalmente, se traducen
en “incidentes”: (i) De incumplimiento de las reglas o previsiones impuestas en determinadas penas
para su conversión en otra clase de pena, o para revocar la conversión anteriormente impuesta, así como
para revocar la suspensión de la ejecución de la pena y de la reserva del fallo condenatorio -todos ellos
expresamente previstos en el Código Penal y, para el caso de revocación de las penas, prestación de
servicios y limitación de días libres: el artículo 14 de la Ley N.° 27030, modificado por la Ley N.°
27935-; o (ii) tanto de extinción de la pena -artículo 85 del CP- cuanto del vencimiento de la misma,
que en el Derecho Procesal se denomina: “licénciamiento definitivo”; contempladas, asimismo, en el
Código Penal, o que emergen de las disposiciones de la propia sentencia de condena, y de su relación
con los preceptos del Código Penal o de otras normas de naturaleza penal. En este último supuesto, se
encuentra, por ejemplo, el cumplimiento de las penas de prestación de servicios a la comunidad y de
limitación de días libres: artículo 265, primer párrafo, del Reglamento del Código de Ejecución Penal
(en adelante, RCEP). 12. Un caso singular, que da lugar a múltiples incidentes de ejecución, es el de la
pena de vigilancia electrónica personal, instituida por la Ley N .° 29499, del 19 de enero de 2010, que
precisa que es una pena siempre aplicable por conversión. La pena de vigilancia electrónica personal se
puede disponer en la misma sentencia o, luego, mediante un “incidente de conversión” -que es el único
legalmente previsto para hacerlo, a diferencia que los demás supuestos de conversión que se hacen en la
propia sentencia-. Véase artículos 1, tercer párrafo, y 3, literal b; así como para este último supuesto:
artículo 4, que modifica el artículo 29-A CP, numeral 4. Impuesta la pena de vigilancia electrónica
personal, dada su naturaleza voluntaria, es posible variarla a pena privativa de libertad, a instancia del
condenado, cuando exprese formalmente su oposición -incidente de variación de la pena de vigilancia
electrónica personal- (artículo 2, primer y segundo párrafos, literal b). Por último, esta pena convertida
de vigilancia electrónica personal también puede ser objeto de revocación si el condenado incumple las
reglas de conducta impuestas al concederla -incidente de revocación- (artículo 10). 13. El apartado 2 ,
del artículo 491, N C PP establece el procedimiento de ejecución incidental general, que en lo pertinen­
te debe concordarse o complementarse con el artículo 8 del NCPP. La fase central es, de conformidad
con el principio procedimental de oralidad, la audiencia de ejecución, a la que deben ser citadas las
partes procesales, previa información de quien tiene el principal para identificar a las partes y su domi­
cilio procesal. Si hace falta adjuntar, obtener o incorporar elementos de prueba -que se concretan a
través de los medios de prueba legalmente previstos-, de oficio o a pedido de parte, el JIP puede dispo­
ner una investigación sumaria a cargo de la Policía, bajo la conducción del Fiscal -el artículo 489.2 del
NCPP claramente estipula que en los incidentes de ejecución el JIP practicará las diligencias necesarias
para su debido cumplimiento-. Lo puede hacer con carácter previo a la celebración de la audiencia o
luego de iniciada esta, suspendiéndola por un plazo razonable para su reiniciación inmediata. Como se
trata, en este último caso, de una audiencia de pruebas, es obvio que el JIP aplicará en lo pertinente las
reglas del juicio oral, pero bajo un criterio de simplificación y suma concentración. El término para la
decisión incidental del JIP -a través de un auto interlocutorio-, concluida la autodefensa del imputado
-siempre que voluntariamente concurra y quiera ejercer ese derecho-, es de cinco días. Por tanto, si la
decisión se emite el mismo día y momento de la conclusión de las alegaciones y autodefensa, se tratará
de una resolución oral. De no hacerlo en esa oportunidad, el JIP dictará una resolución escrita. 14.
Otras dos modalidades específicas de incidentes de ejecución, son las siguientes, que están a cargo del
Juez Penal, Unipersonal en la primera modalidad y Colegiado en la segunda modalidad. Los propia­
mente penitenciarios, previstos en el Código de Ejecución Penal. Se trata de los siguientes: A. Permisos
de salida (artículo 43 del CEP, se entiende cuando la Administración Penitenciaria lo deniega). B. Re­
dención de penas por el trabajo y la educación (artículos 44 al 46 del CEP), aunque, en este caso, está
en función al uso que pretenda dársele: licénciamiento definitivo -en cuyo caso compete al JIP- o para
tomarlo en cuenta a los efectos de la semilibertad y la liberación condicional -que será de competencia
del Juez Penal Unipersonal-. C. Semilibertad y liberación condicional (artículos 48 y 53 del CEP), y su
respectiva revocación (artículos 52 y 57 del CEP). D. Revisión de la pena de cadena perpetua (artículo
59-A CEP, que tiene su propio procedimiento). E. Visita íntima y recompensas (artículos 58 y 59 del

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Art. 491 LIBRO SEXTO: LA EJECUCIÓN Y LAS COSTAS 1046

CEP, se entiende cuando la Administración Penitenciaria las deniega). Los incidentes de refundición o
acumulación de penas (artículo 51 CP: concurso real retrospectivo). // § 3 . Incidentes de libertad antici­
pada. 15. Como quiera que el JIP posee una competencia general para conocer de la ejecución penal y
que, por consiguiente, el procedimiento incidental se entiende con él; el artículo 491, apartado 3,
NCPP, incorpora una regla de competencia específica, pero expansiva, cuando el interesado interponga
una solicitud incidental ejecutiva tendente a lograr, de uno u otro modo, la libertad anticipada. Tal
posibilidad se circunscribe a las condenas a pena privativa de libertad efectivas e importan que dichas
penas puedan ser modificadas -como reza el título del mencionado artículo- y que permitan, como
consecuencia, un cambio de la referida pena anticipar el licénciamiento definitivo o acortarla. Un ejem­
plo de esta viabilidad se tiene con la aplicación de los artículos 6 in fine y 7 del CP, que reconocen, en
sede de ejecución, la aplicación del instituto de la retroactividad benigna de la ley penal; de suerte que
una consecuencia ineludible, en el caso de pena privativa de libertad, será disminuirla o extinguirla de
pleno derecho. 16. Cabe resaltar que se está ante una institución procesal: el proceso de ejecución penal.
En el presente caso, bajo la denominación genérica de “libertad anticipada” y atento a sus efectos libe­
radores referidos a la pena más grave del sistema penal peruano: la pena privativa de libertad (artículo
29 del CP), (i) se introduce una regla de competencia -conocimiento por el JIP- y (ii) se define el pro­
cedimiento correspondiente. En este último ámbito -del procedimiento-, se impone la audiencia para
la decisión del incidente -es la denominada “audiencia de libertad anticipada”- y la citación de los órga­
nos de prueba que deben informar durante el debate; lo cual exige una audiencia de pruebas y la recep­
ción de las mismas bajo la égida de los principios procedimentales de oralidad, inmediación y concen­
tración; salvo, claro está, que solo se incorpore prueba documental, en cuyo caso deberá procederse a su
lectura, audición o visionado, según corresponda, y proceder, en lo pertinente, conforme con el artícu­
lo 384 del NCPP. 17. Es muy importante dejar sentado que el apartado 3, del artículo 491, NCPP es
una norma procesal. N o modifica, crea ni incorpora al ordenamiento jurídico una institución de dere­
cho penal material o de ejecución penal material, ni a su amparo pueden introducirse pretorianamente
modalidades de modificación, extinción o exención de penas privativas de libertad efectivas, no previs­
tas por la ley penal material o de ejecución penal material. El principio de legalidad que informa las tres
áreas del Derecho Penal -material, procesal y de ejecución- no admite una actuación judicial que vulne­
re el subprincipio de reserva de ley. Se trata de una norma procesal porque regula materias procesales:
competencia del juez y procedimiento; esto es, por su propio contenido. Su objeto es el incidente de
ejecución, lo que afecta a los órganos jurisdiccionales, sujetos procesales, actos procesales y regulación
del proceso -en este caso, del de ejecución-. Esta norma no incide en el contenido de la decisión, sino
que establece la procedencia de la misma [A s e n c i o M e l l a d o , 1997: 26]. 18. Llama la atención que el
Pleno Jurisdiccional Nacional Penal, de los Vocales Superiores de la República, realizado en Arequipa,
del dieciséis al diecisiete de noviembre del año pasado, al amparo de la referida norma, acordó que “ [...]
su entendimiento es una consecuencia jurídica de la valoración positiva de una conversión de la pena
privativa de libertad efectiva, dictada en una sentencia condenatoria por otra (multa, limitación de de­
rechos, vigilancia electrónica personal, etcétera); generando, como lo indica, la libertad anticipada”.
Asimismo, que en uno de sus documentos de trabajo (Acta N.° 3, del Grupo de Trabajo N.° 5) se seña­
le que el artículo 491.3 del NCPP permite al juzgador buscar formas alternativas a los efectos negativos
de la pena privativa de libertad; que una de estas es la conversión de la pena privativa de libertad a otra
de multa o limitativa de derechos; que, además, la conversión se da entre penas, por lo que se puede
convertir una pena de multa en una privativa de libertad y viceversa; que lo mismo pasa con las penas
limitativas de derechos. De igual manera, se tiene que algunos postulan que un supuesto de libertad
anticipada, prevista en el artículo 491.3 del NCPP, se da cuando el autor es condenado a pena suspen­
dida, e ingresa a la ejecución del régimen de prueba, con la obligación de cumplir con el pago de las
pensiones alimenticias, obligación que no cumple, pese a los apremios legales del artículo 59 del CP, por
lo que se procede a la revocación de la suspensión de la pena y se dispone su ingreso al Centro Penal,
para que cumpla con la pena impuesta en la sentencia; sin embargo, con posterioridad a la revocación
de la suspensión de la pena cumple con pagar las pensiones alimenticias que fueron el motivo de esta,
lo que constituye un argumento válido para obtener la excarcelación. Algún otro autor sobre las bases

n o m o s & t h e s is
1047 SECCIÓN I: LA EJECUCIÓN DE LA SENTENCIA Art. 491
teóricas anteriormente expuestas construye, incluso, supuestos de “revocación de la libertad anticipada”.
19. Estas conclusiones e interpretaciones, como fluye de lo expuesto en los parágrafos anteriores, reba­
san el ámbito propiamente procesal de la norma en cuestión e ingresan indebidamente al Derecho Penal
material. Es pertinente recordar que el Derecho Procesal Penal es un derecho instrumental respecto del
Derecho material, en tanto tiene por finalidad servir a la aplicación jurisdiccional de aquel al caso con­
creto. Decidir, por consiguiente, si procede, de una u otra forma, un supuesto de “libertad anticipada”
-que es simplemente una denominación general que se circunscribe a definir una competencia precisa
y un procedimiento legal cuando la aplicación de un instituto de derecho material trae como efecto la
libertad del sentenciado- corresponde al propio Derecho Penal material, que concreta el contenido de
la decisión judicial. (Acuerdo Plenario N.° 3-2012/CJ-116, del 24-01-2013, ff. jj. 11-17 y 19. VIII
Pleno Jurisdiccional de las Salas Penales Permanente y Transitoria [EP, 04-01-2014]. Texto completo:
<bit.ly/2 cjCl 8D>).

DOCTRINA JURISPRUDENCIAL VINCULANTE DE LA CORTE SUPREMA

§ 1982. No existe un tratamiento legal que regule en qué delitos procede la libertad anticipada,
ni cuáles son los presupuestos y requisitos que permitan al órgano jurisdiccional competente
aplicar tal figura jurídica. Pago de alimentos no evita prisión por omisión de asistencia familiar.
3. [...] Que, como se ha dejado anotado en los considerandos precedentes, el objeto de análisis para esta
Sala Suprema es la necesidad de desarrollo de la doctrina jurisprudencial respecto a la libertad anticipa­
da, regulada en el inciso tres, del artículo cuatrocientos noventa y uno del Código Procesal Penal; de­
biendo efectuar algunas precisiones de carácter aplicativo, a fin de uniformizar los criterios divergentes
de los Magistrados que conforman los órganos jurisdiccionales encargados de la aplicación del Código
Procesal Penal. 3.1. L a libertad anticipada: Que, el artículo cuatrocientos noventa y uno del Código
Procesal Penal regula lo concerniente a los incidentes de modificación de la sentencia, y en su inciso tres
señala: “...Los incidentes relativos a la libertad anticipada, juera de los beneficiospenitenciarios de semiliber-
tady liberación condicionaly de la medida de seguridadprivativa de libertad, y aquellos en los cuales, por su
importancia, elJuez de la Lnvestigación Preparatoria lo estime necesario, serán resueltos en audiencia oral, por
los órganos de prueba que debe informar durante el debate...”. La misma norma, invoca la figura de la li­
bertad anticipada como una institución cuyo cauce procedimental se realizará vía incidental y, de otro
lado, la distingue de los beneficios penitenciarios; sin embargo, no existe un tratamiento o desarrollo
legal, que regule en qué delitos procede, ni cuáles son los presupuestos y requisitos que permitan al ór­
gano jurisdiccional competente aplicar tal figura jurídica (tampoco se encuentra regulado en el Código
Penal, ni en el Código de Ejecución Penal). Sin embargo, la Sala Penal Permanente de Apelación de
Huaura, Expediente N .° 0200-2009-63 y el Segundo Juzgado de Investigación Preparatoria deTrujillo,
Expediente N .° 5339-2007-7, han declarado procedente la solicitud de libertad anticipada en los si­
guientes supuestos: a) cuando el condenado se encuentra próximo a fallecer o con una enfermedad muy
grave debidamente acreditada; b) cuando ha sido revocada la suspensión de la ejecución de la pena de un
condenado por delito de Omisión a la Asistencia Familiar, por incumplimiento del pago de las pensiones
devengadas y de la reparación civil, el cual tras la revocación de la suspensión de la pena efectuara elpago de
las pensiones devengadas y de la reparación civil, como se advierte en elpresente caso; y, c) como consecuencia
de la conversión de la pena. Siendo así, el desarrollo de la libertad anticipada debe ser realizada por el
Poder Legislativo, pues se desprende del tenor de la norma analizada -inciso tres del artículo cuatrocien­
tos noventa y uno del Código Procesal Penal-, que no existe desarrollo normativo al respecto, toda vez
que el Legislador no ha regulado los presupuestos materiales, ni ha fijado los parámetros, reglas ni re­
quisitos bajo los cuales el sentenciado deba acceder a la libertad anticipada, limitándose a mencionar tal
denominación, sin que en la escueta exposición de motivos del Código Procesal Penal, haya alguna
mención a ello, no existiendo antecedentes en nuestra legislación al respecto. Asimismo, el artículo
ciento dos de la Constitución Política del Estado establece como una atribución del Poder Legislativo:
“ ...D ar Leyes y resoluciones legislativas..”, en tal virtud, las disposiciones legales de obligatorio cumpli­
miento, que deben servir como reglas de juego para el desarrollo de un proceso judicial o en ejecución
de la sentencia dictada, deben estar claramente establecidas vía la norma jurídica habilitante, siendo

♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL


Art. 491 LIBRO SEXTO: LA EJECUCIÓN Y LAS COSTAS 1048

labor del órgano judicial efectuar la debida interpretación y aplicación de esta a cada caso concreto; por
tanto, si bien el inciso ocho, del artículo 139 de nuestra Carta Magna, señala: “...Elprincipio de no dejar
de administrarjusticia por vacío o deficiencia de la Ley...”; sin embargo, dicha actuación judicial comple­
mentaria y de alcance jurídico para las denominadas “lagunas del derecho” se podrían superar en tanto,
sea factible: a) la aplicación supletoria de otra norma jurídica o rama del derecho, b) la interpretación
extensiva, c) la analogía, y/o d) acudir a otras fuentes del derecho, como lo es la costumbre o los princi­
pios generales del derecho; empero en el caso concreto, la figura de la libertad anticipada, tal como está
planteada en el inciso tres, del artículo cuatrocientos noventa y uno del Código Procesal Penal, como instituto
diferente a los beneficios penitenciarios, no solo carece de correlación legislativa con otras legislaciones inter­
nacionales, sino que tampoco lo tiene con otras ramas del derecho específicas; asimismo, realizar una interpre­
tación extensiva o por analogía de dicha figura conllevaría a colisionar con otros mecanismos debidamente
normados y regulados (como vendría a ser la conversión de la pena, beneficios penitenciarios e inclusive
el indulto humanitario) y, finalmente, estando a la naturaleza y consecuencia que acarrearía su aplica­
ción sería riesgoso que se limite a la costumbre o a otros principios generales del derecho su vigencia,
dado que ello podría desnaturalizar y desbordar los alcances que el legislador ha querido estipular para
su aplicación; en tales condiciones no es factible -ni tarea del juzgador- crear procedimientos legales ni
realizar una aplicación subjetiva de normas inexistentes, cuando ello colisiona con la interpretación
sistemática que de un cuerpo normativo se deba realizar, generando un desorden y confusión de índole
jurídico aplicativo, que pondría en serio riesgo la uniformidad y congruencia de un cuerpo normativo,
generando decisiones judiciales de libertad anticipada en forma no regulada, abierta e indiscriminada;
vulnerándose así el principio de legalidad previsto en el artículo dos del Título Preliminar del Código
Penal. De igual forma, implica un impacto social negativo, pues desnaturaliza su finalidad -en efecto,
no podría construirse jurídicamente su afirmación, en los casos en que su incoación, se encuentre ante­
cedida del cumplimiento tardío de una obligación, pues con ello se estaría fomentando una cultura de
cumplimiento de la obligación (básicamente alimentaria) solo como ultima solución para el condena­
do, a fin que recupere en ese modo su libertad ambulatoria-; ya que el Juzgador en virtud a una inter­
pretación eminentemente subjetiva y amplia, desconoce la cosa juzgada, la seguridad jurídica y la tute­
la jurisdiccional efectiva. En tal sentido, la Sala Penal Permanente de la Corte Suprema de Justicia de la
República, se ha pronunciado en la Sentencia Casatoria N .° 189-2011, que estableció: “...a l no estar
reglada la Libertad anticipada en nuestro ordenamiento jurídico procesal, existe impedimento normativo
para que elJuez la otorgue; por tanto, si bien existe la necesidad de desarrollar respuestasjurídicas a los casos
de petición de libertad anticipada, consideramos que ello debe ser realizado por el Poder Legislativo, por lo
que, no procede su aplicación, en tanto no exista regulación específica motivada confundamentos constitucio­
nales a l respecto, que no colisionen con los derechos constitucionales, referidos alprincipio de legalidad, de cosa
juzgada y de tutela jurisdiccional efectiva, previstos en el artículo 2, acápite 24, inciso d) y el artículo 139,
incisos 2 y 3 de la Constitución Política del Estado, respectivamente ’; por consiguiente, no se puede pre­
tender distinguir ahí donde la ley no distingue. (Casación N .° 251-2012-La Libertad, de 26-09-2013,
que establece que en las Cortes Superiores de los Distritos Judiciales en los que se encuentra en vigencia
el Código Procesal Penal, consideren como doctrina jurisprudencial vinculante lo señalado en el f. j. 3.
Sala Penal Permanente [EP, 06-03-2014, Jurisprudencia, Año XXIII, N .° 936, pp. 7058-7062]. Texto
completo: <bit.ly/2H n019G>).
§ 1983. La libertad anticipada es una institución procesal solo citada por la norma y no desa­
rrollada por el legislador. III. [...] C. La libertad anticipada. 1. La libertad anticipada significa, que el
sentenciado a pena privativa de libertad efectiva accede a su libertad antes del cumplimiento de la pena.
El inciso tres del artículo cuatrocientos noventa y uno del Código Procesal Penal, establece la figura de
la libertad anticipada señalando: “Los incidentes relativos a la libertad anticipada, fuera de los beneficios
penitenciarios de sem ilibertady liberación condicionaly de la medida de seguridadprivativa de libertad, y
aquellos en los cuales, por su importancia, elJuez de la Investigación Preparatoria lo estime necesario, serán
resueltos en una audiencia oral, citando a los órganos de prueba que deben informar durante el debate” La
misma norma en comento, invoca la figura de la libertad anticipada como una institución cuyo cauce
procedimental se realizará vía incidental y, de otro lado, la distingue de los beneficios penitenciarios. 2 .
n o m o s & th e sfs
1049 SECCIÓN I: LA EJECUCIÓN DE LA SENTENCIA Art. 491
En efecto, no se advierte de la norma procesal los supuestos o causales que habiliten la aplicación de la
libertad anticipada, no se encuentran establecidos en el Código Penal, en su Capítulo III, donde regu­
lan los casos de conversión de la pena privativa de libertad, el Capítulo IV hace lo mismo respecto a la
suspensión de la ejecución de la pena y el Capítulo V destina sus preceptos al desarrollo de la reserva del
fallo condenatorio; del mismo modo, el Título V, del Libro I, del Código sustantivo regula todo lo con­
cerniente a la extinción de la acción penal y de la pena; tampoco alude dicha figura procesal el Código
de Ejecución Penal donde establece la operatividad de los beneficios penitenciarios; por consiguiente,
la libertad anticipada siendo una figura jurídica de carácter procesal no está regulada en ninguno de
los Códigos anteriormente señalados. 3. El artículo cuatrocientos noventa y uno del Código Procesal
Penal en sus respectivos incisos, lo que está haciendo es enumerar las respectivas incidencias [conversión
y revocación de la conversión depenas, revocación de la suspensión de la ejecución de la pena y de la reserva del
fallo condenatorio, y a la extinción o vencimiento de la pena] que modifican una sentencia en ejecución.
Por ello, cuando la norma procesal hace la distinción entre libertad anticipada y beneficios peniten­
ciarios, es una de género a especie, donde la libertad anticipada no es otra cosa que la consecuencia o
efecto de la aplicación de un beneficio de semilibertad o liberación condicional. 4. Este criterio es el que
sigue el Tribunal Constitucional en el Expediente N.° 12-2010-PI/TC [considerando 92], señalando
que: “E l único momento en que esposible verificar el grado de resocialización delpenado, es cuando se pre­
sente la solicitud de aplicación del beneficio que genera libertad anticipada. De ahí que la ley penitenciaria
aplicable es la que se encuentra vigente en la fecha en que se solicita el beneficio”. De ahí que aplicar dicha
institución de naturaleza procesal solo citada en la norma procesal, desnaturaliza el procedimiento de
ejecución de sentencia y con ello instituciones procesales como la conversión de las penas, reserva del
fallo condenatorio, suspensión de la pena privativa de libertad y los beneficios penitenciarios, que se
encuentran desarrolladas en nuestro ordenamiento jurídico vigente. 3. En tal sentido, el desarrollo de la
libertad anticipada debe ser realizada por el Poder Legislativo, deviniendo en irregular su aplicación vía
interpretación extensiva del artículo cuatrocientos noventa y uno, inciso tercero, del Código Procesal
Penal, en tanto no exista regulación específica y motivada con fundamentos constitucionales al respecto,
para no colisionar con los principios de legalidad, cosa juzgada y tutela jurisdiccional efectiva. 6 . En
la Casación N.° 189-2011, se estableció que: “[...] a l no estar reglada la libertad anticipada en nuestro
ordenamiento jurídico procesal, existe impedimento normativo para que eljuez la otorgue; por tanto, si bien
existe la necesidad de desarrollar repuestas jurídicas a los casos de petición de libertad anticipada, conside­
ramos que ello debe ser realizado por el Poder Legislativo, por lo que no procede su aplicación en tanto no
exista regulación específica motivada confundamentos constitucionales a l respecto, que no colisionen con los
derechos constitucionales, referidos a l principio de legalidad, de cosa juzgada y tutela jurisdiccional efectiva,
previstos en el artículo 2, acápite 24, inciso d), artículo 139> inciso 2 y 3 de la Constitución Política del Es­
tado, respectivamente ’; por consiguiente, no se puede pretender distinguir ahí donde la ley no distingue.
(Casación N.° 382-2012-La Libertad, de 17-10-2013, que establece que en las Cortes Superiores de los
Distritos Judiciales en los que se encuentra en vigencia el Código Procesal Penal, consideren como doc­
trina jurisprudencial vinculante lo dispuesto en el fundamento III [Del motivo casacional]. Sala Penal
Permanente [EP, 30-04-2014, Jurisprudencia, Año XXIII, N .° 959, pp. 7075-7081]. Texto completo:
<bit.ly/2Hq69Qm>).
§ 1984. No procede conversión de penas luego de emitida sentencia condenatoria. Conversión
de penas y prestación de servicios a la comunidad. Conversión se evaluará en tanto no proceda la
suspensión de ejecución o la reserva del fallo condenatorio. III. [...] Cuarto. El objeto de análisis
para esta Sala Suprema es la necesidad de desarrollo de la doctrina jurisprudencial respecto a la libertad
anticipada y la conversión de la pena. Si la primera es un mecanismo procesal previsto en la ley para
solicitar una conversión de pena en la etapa de ejecución de sentencia. A. Sobre la conversión de la
pena. 1. El Código Penal vigente ha considerado cinco modalidades alternativas a la prisión efectiva
que son las siguientes: a) sustitución de pena privativa de libertad; b) conversión de pena privativa de
libertad; c) suspensión de la ejecución de la pena; d) reserva del fallo condenatorio; e) exención de pena.
De las cuales la que tiene mayor aplicación es la suspensión de la ejecución de la pena y en menor grado
la reserva del fallo condenatorio, y en un porcentaje casi nulo las demás medidas alternativas. 2 . “E l

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Art. 491 LIBRO SEXTO: LA EJECUCION Y LAS COSTAS 1050

instituto penal de la conversión de pena puede ser definido como la conmutación de la pena privativa de li­
bertad impuesta en la sentencia, por una sanción de distinta naturaleza. En el caso del Derecho Penalperua­
no, la posibilidades de conversión de la pena privativa de libertad son dos: conversión en penas de multa o
conversión en pena lim itativas de derechos de prestación de servicios a la comunidad o de limitación de días
libres ’ (Víctor Roberto Prado Saldarriaga. Código Penal Estudios Preliminares referentes al Código
Penal. Asociación Peruana de Ciencias Jurídicas y Conciliación, p. 32). 3. Para que proceda esta medida
alternativa se exige las siguientes condiciones: i) que la pena impuesta en la sentencia condenatoria no
exceda de dos o cuatro años de pena privativa de libertad; y, ii) que, en el caso concreto, como requisito
especial exige que no sea posible aplicar al sentenciado una suspensión de la ejecución de la pena o una
reserva del fallo condenatorio. 4. El artículo 52 del Código Penal es el marco normativo en el cual re­
posa la conversión de la pena privativa de libertad, precisando dicha norma que en los casos que no
fuera procedente la condena condicional o la reserva del fallo condenatorio, el juez podrá convertir la
pena privativa de libertad no mayor de dos años en otra de multa, o la pena privativa de libertad no
mayor de cuatro años en otra de prestación de servicios a la comunidad, o limitación de días libres, a
razón de un día de privación de libertad por día de multa, siete días de privación de libertad por una
jornada de prestación de servicios a la comunidad o por una jornada de limitación de días libres. 5.
Literalmente la norma señala: “En los casos que nojuera procedente la condena condicional o la reserva del
fallo condenatorio elju ez podrá convertir la pena Además, que los tipos de pena sustituidos en la
conversión de la pena son: prestación de servicios a la comunidad, limitación de días libres y multa. 6.
Los artículos 53 y 54 del Código Penal contemplan como causales de revocación de la pena, que el
condenado no cumpla en forma injustificada con el pago de multa o de prestación de servicio o con la
jornada de limitación de días-libres, lo cual se diferencia de las penas suspendidas o reserva del fallo, que
señalan un serie de reglas de conductas impuesta por el juez en la sentencia. B. E l momento de la con­
versión de la p en a. 1. El artículo 46 del Código Penal señala que para determinar la pena dentro de los
límites fijados por la ley, el juez atenderá a la responsabilidad y gravedad del hecho punible cometido, en
cuanto no sean específicamente constitutivas del hecho punible o modificativas de la responsabilidad,
considerando las circunstancias genéricas señalas en el artículo invocado. A su vez, el último párrafo del
artículo 47 del Código Penal establece que la pena correspondiente al hecho punible es la de multa o li­
mitativas de derechos, la detención se computará a razón de dos días de dichas penas por cada día de
detención. Queda claro, entonces, que es de asumir que en la sentencia se deberá fundamentar la razón
de la pena a imponer o pena sustitutiva elegida, ya que esta última resulta una medida alternativa de ca­
rácter subsidiaria frente a las otras penas que regula el Código Penal. 2 . En efecto, si en un proceso penal
se determinó la responsabilidad penal de una persona respecto al delito cometido, siendo condenado a
pena privativa de libertad suspendida bajo ciertas reglas de conductas, resulta imperativo que esta deba
ser cumplida en el plazo y modo señalado en la ley; toda vez que la conversión de pena es una alternativa
que establece el Código Penal frente a la imposición de una pena efectiva de corta duración y de descarte
de la suspensión de la ejecución de la pena o reserva del fallo condenatorio. Entonces, se tiene que por
expresa disposición normativa la conversión de pena se efectúa al momento de emitirse sentencia; toda
vez que opera residualmente, es decir, cuando no procede la condena condicional o reserva del fallo, y
como estas se determinan al emitirse sentencia, la conversión de pena por otra alternativa se realizará al
momento de emitirse sentencia. 3. El inciso 2 del artículo 139 de la Constitución Política del Estado,
señala que ninguna autoridad puede dejar sin efecto resoluciones que han pasado en autoridad de cosa
juzgada, ni cortar procedimientos en trámite, ni modificar sentencias ni retardar su ejecución, lo cual
implica que la sentencia se cumpla en sus propios términos, sin poder calificar su contenido o sus funda­
mentos, restringir sus efectos o restringir sus efectos o interpretar sus alcances, bajo responsabilidad civil,
penal o administrativa, tampoco se puede dejar sin efecto resoluciones judiciales con autoridad de cosa
juzgada, ni modificar su contenido, ni retardar su ejecución, ni cortar procedimientos en trámite, tal
como lo establece el artículo 4 del Texto Único Ordenado de la Ley Orgánica del Poder Judicial. 4. Exis­
te una duda válida, que tiene trascendentales efectos prácticos, en torno al momento de aplicación del
instituto de conversión de pena. Al respecto, existen dos posturas que sintetizan el estado actual. Una
primera postura considera que la medida alternativa de conversión de pena solamente opera durante la

n o m o s & t h e s is
1051 SECCIÓN I: LA EJECUCIÓN DE LA SENTENCIA Art. 491
expedición de la sentencia, la emisión de la sentencia es realizada a través de un pronunciamiento juris­
diccional. El efecto principal de optar por esta postura es que no pueda ser ejercida nuevamente con la
finalidad de desnaturalizar los otros sustitutos alternativos de la pena. Una segunda postura considera que
opera también en la fase de ejecución de sentencia. Esta postura señala que apelando a una interpretación
sistemática de “todo el capítulo de la conversión de la pena”, lleva a la otra conclusión también jurídica
válida 7 justa, de que su aplicación puede hacerse en fase de ejecución de sentencia; toda vez que el Có­
digo Penal no ha contemplado en forma expresa la conversión de penas en la etapa de ejecución, sin
embargo, tampoco está prohibida. 5. Desde nuestra perspectiva, la solución al problema se halla en dife­
renciar las medidas alternativas adoptadas por el Código Penal al momento de su aplicación, lo cual de­
terminará sus efectos durante la fase de ejecución de sentencia. En efecto, al momento de emitir senten­
cia, el juez valora las circunstancias genéricas que prevén los artículos 45 y 46 del Código Penal, para
imponer una medida drástica que es la prisión efectiva, momento en el cual si descarta la condena con­
dicional o la reserva del fallo condenatoria, convencido que la pena concreta a imponer debe ser efectiva,
revalorará el pronunciamiento, y optará por las medidas alternativas, esto es, multa, prestación de servi­
cios a la comunidad o limitación de días libres. 6. De lo mencionado, es evidente que la actividad reali­
zada para la conversión de pena por el magistrado está referida al momento de la determinación judicial
de la pena concreta, ya que en ese momento realiza una actividad estrictamente jurisdiccional y porque
en el fallo debe fijarse la pena impuesta y a continuación debe acordarse la conversión. Sostener que se
pueda realizar en un momento posterior, implicará que se alteraría la autoridad de cosa juzgada, ya que
se emitiría pronunciamiento sobre circunstancias no conocidas al momento que se determinó la pena
concreta. 7. Esta interpretación se ampara en que la conversión de pena es una institución con presupues­
tos y requisitos preestablecidos porque una de sus funciones es evitar que una persona ingrese a prisión,
no sacarla de prisión. 8. Sobre las consideraciones precedentes, se concluye que la conversión de pena
opera al momento de la emisión de la sentencia. La razón radica en el tipo de valoración que hace el juez
al momento de la determinación judicial de la pena concreta, puesto que al emitir el fallo valora la perso­
nalidad del agente y las circunstancias que rodean al hecho punible, para luego de un proceso intelectivo,
declarar si procede o no la conversión de pena. (Casación N.° 382-2012-La Libertad, de 17-10-2013, que
establece que en las Cortes Superiores de los Distritos Judiciales en los que se encuentra en vigencia el
Código Procesal Penal, consideren como doctrina jurisprudencial vinculante lo dispuesto en el f. j. III
[Del motivo casacional]. Sala Penal Permanente [EP, 30-04-2014, Jurisprudencia, Año XXIII, N.° 959,
pp. 7075-7081]. Texto completo: <bit.ly/2Hq69Qm>).
§ 1985. En concurso real retrospectivo ya no tiene razón de ser la refundición de penas, sino
su acumulación o unificación: es del caso seguir el procedimiento incidental de ejecución de acu­
mulación o unificación de penas (art. 491.5 NCPP). Cuarto. [El] concurso real retrospectivo es una
institución de derecho penal material; y, como tal, rige el principio de tempus comissi delicti: la norma
aplicable es la de la fecha de comisión del delito -la consecuencia jurídica es el efecto punitivo resultante
de afirmar la existencia de tal concurso delictivo-. El procedimiento para hacer viable las consecuencias
jurídicas del concurso real retrospectivo, son sin duda de carácter procesal y, por ende, rige el principio
de tempus regit actum, entendiéndose este último como la fecha de la actuación procesal. No debe con­
fundirse, por tanto, lo que implica en materia punitiva el concurso real retrospectivo inclusive, con el
trámite que debe regular la decisión judicial para hacerla valer, según las circunstancias en que se invo­
que. Las reglas procesales, en todo caso, no resuelven los problemas propios del concurso real. Quinto.
Que se ha entendido, aunque sin base normativa, que en caso de concurso real retrospectivo refundir
importa incluir o comprender una pena en otra -la menor en la pena mayor o más grave- impuesta en
distinto proceso -puras consecuencias de derecho penal material- (confusión o falta de armonía que
se debe, como esclareció Hurtado Pozo, porque las normas procesales tienen fuentes legales distintas
a las materiales -francesa la primera y holandesa la segunda-), cuando históricamente el concurso real
asumió, en estos casos, la concepción de una nueva penalidad desde la perspectiva del delito más grave,
al que debe tenerse presente para su incremento punitivo los hechos de la otra sentencia (véase: artículo
108 del Código Penal de 1924 y originarios artículos 50 y 51 del Código Penal vigente). Para la fijación
de la pena no se siguió el modelo de absorción puro, luego, no puede hablarse de Refundición, sino el

♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL


Art. 492 LIBRO SEXTO: LA EJECUCION Y LAS COSTAS 105 2

de asperación: pena global aumentando la pena individual que correspondía al imputado por el delito
más grave [V i l l a v i c e n c i o T e r r e r o s , Felipe: Derecho Penal. Parte General, 2006, p. 707]. Ese modelo
es el mismo para el concurso real retrospectivo [ H u r t a d o P o z o / P r a d o S a l d a r r i a g a : M anual de De­
recho Penal. Parte General, //, p. 217]. En el presente caso, la concepción originaria del Código Penal de
1991 cambió radicalmente con la Ley N.° 28730, de 13 de mayo de 2006, pues desde el día siguiente
de esa fecha en los supuestos de concurso real, incluido el retrospectivo, se suman las penas concretas
que corresponden a los delitos cometidos, hasta un máximo del doble de la pena del delito más grave,
que no puede exceder de 35 años de pena privativa de libertad. Se asumió, en tal virtud, el modelo de
acumulación de las penas con un doble límite: el doble de la pena más grave y finalmente el tope de los
35 años [ G a r c í a C a v e r o , Percy: Derecho Penal. Parte General, 2012, p. 787]. Así se determinó en el
Acuerdo Plenario N .° 4-2009/CJ-116, de 13 de noviembre de 2009, párrafo noveno. Sexto. Que, así
las cosas, queda claro que si, por diversos factores -información oportuna de una pena ya impuesta-, no
se siguió esa consecuencia jurídico penal en el subsiguiente proceso -y antes no medió acumulación por
conexidad-, con el resultado anómalo de dos penas independientes entre sí, es del caso seguir el procedi­
miento incidental de ejecución de acumulación o unificación de penas -ya no es posible, propiamente,
la refundición, que es una denominación impuesta por la Ley N .° 10124, de 29 de diciembre de 1944,
sin base de Derecho penal material vigente-, que a efectos procesales instauró la Ley ya derogada y que,
luego, el Código Procesal Penal la asumió como un incidente de ejecución específico (artículo 488
[ N o t a : en realidad, 491] apartado 5), que con las últimas reformas del aludido concurso, ya no tiene
razón de ser la refundición de penas, sino su acumulación o unificación). (R. N. N .° 1523-2016-Aya-
cucho, del 20-02-2017, que estableció que los ff. jj. 4, 5 y 6 constituyen precedente vinculante. Primera
Sala Penal Transitoria. Texto completo: <bit.ly/2mPvEnl>).

A rtículo 49 2 : M edidas de seguridad privativas de la libertad

1. Las reglas establecidas en esta sección regirán para las medidas de seguridad privativas de la liber­
tad en lo que sean aplicables.
2. El Ju e z Penal examinará, periódicamente, la situación de quien sufre una medida de internación.
Fijará un plazo no mayor de seis meses entre cada examen, y decidirá previa audiencia teniendo a la
vista el informe médico del establecimiento y del perito. La decisión versará sobre la cesación o conti­
nuación de la medida y en este último caso, podrá ordenar la modificación del tratamiento.
3. Cuando el Ju e z tenga conocimiento, por informe fundado, de que desaparecieron las causas que
motivaron la internación, procederá a su sustitución o cancelación.

A rtículo 4 9 3 : Eje cu ció n civil y de la s dem ás c o n se cu e n cia s a cce so ria s

1. La reparación civil se hará efectiva conforme a las previsiones del Código Procesal Civil, con inter­
vención del Fiscal Provincial y del actor civil.
2. Para la ejecución forzosa del pago de la multa y de la venta o adjudicación del bien objeto de comiso
se aplicará, en lo pertinente, las normas del Código Procesal Civil.
3. Los incidentes que se plantean durante la ejecución de la reparación civil y de las demás consecuen­
cias accesorias serán resueltos en el plazo de tres días, previa audiencia que se realizará con las partes que
asistan al acto. Contra la resolución que resuelve el incidente procede recurso de apelación.

A rtículo 4 9 4 : In cau tació n y co m iso ,. .■

1. Cuando en la sentencia se ordene el comiso de algún bien, el Juez de la Investigación Preparatoria,


de no estar asegurado judicialmente, dispondrá su aprehensión. A los bienes materia de comiso se le dará
el destino que corresponda según su naturaleza, conforme a las normas de la materia.

n o m o s & t h e s is
1053 SECCIÓN I: LA EJECUCIÓN DE LA SENTENCIA Art. 494
2. Los bienes incautados no sujetos a comiso, serán devueltos a quien se le incautaron, inmediatamen­
te después de la firmeza de la sentencia. Si hubieran sido entregados en depósito provisional, se notificará
al depositario la entrega definitiva.
3. Los bienes incautados de propiedad del condenado que no fueron objeto de comiso, podrán ser in­
mediatamente embargados para hacer efectivo el cobro de las costas del proceso y de la responsabilidad
pecuniaria y civil declarada en la sentencia.(a)

PROTOCOLOS, REGLAMENTOS, LINEAMIENTOS, GUÍAS Y DIRECTIVAS

(a) Protocolo de actuación interinstitucional para la aplicación de la incautación, comiso, hallazgo y cadena de custodia
(aprobado por él Decreto Supremo N.° 010-2018-JUS [EP, 25-08-2018]). Véase el texto completo en: <bit.ly/2lpOPiC>.

DOCTRINA JURISPRUDENCIAL VINCULANTE DE LA CORTE SUPREMA

§ 1986. Devolución de un bien incautado a su propietario quien es un tercero ajeno al ilícito co­
metido. Quinto. [...] 5.3. En ese sentido, el derecho de propiedad es un derecho fundamental de todo
ser humano debidamente reconocido por nuestra Constitución Política, motivo por el cual el Estado
debe proteger su goce y ejercicio en libertad. Sin embargo, todo derecho fundamental a pesar de su im­
portancia encuentra ciertos límites y restricciones, pues en el caso del derecho a la propiedad se pueden
encontrar los siguientes supuestos establecidas por ley: la expropiación, incautación y decomiso. En el
caso materia de casación resulta de interés determinar los límites del derecho a la propiedad respecto a
las figuras de incautación [...]. 5.4. Asimismo, la incautación es una de las limitaciones al derecho de
propiedad, que está regulado en los artículos 218 a 223 del Código Procesal Penal; así también, ha sido
materia de desarrollo en el Acuerdo Plenario N .° 5-2010/CJ-116 [§ 894], en el cual se ha precisado
sus alcances, características y objetivos. Así, la incautación es una medida cautelar de carácter real,
por lo que recae en el patrimonio del imputado o en todo caso sobre bienes jurídicos patrimoniales,
limitándolos con la finalidad de impedir que, durante el proceso, determinadas actuaciones dañosas o
perjudiciales por parte del imputado, afecten la efectividad de las sentencias con relación a las conse­
cuencias jurídicas de carácter económico del delito o en cuanto a la propia eficacia del proceso. [...] 5.6.
El decomiso regulado en los artículos 102 y 103 de nuestro Código Penal, establece que el juez resuelve
el decomiso de los instrumentos con que se hubiere ejecutado el delito, aun cuando pertenezcan a
terceros, salvo cuando estos no hayan prestado su consentimiento para su utilización o que exista un
proceso autónomo para ello. En tal sentido, al ser esta medida jurídica un límite al derecho constitucio­
nal de propiedad merece ser dictado como toda decisión judicial debidamente motivada, pasando por
un análisis, donde se verifique si resulta proporcional o no el comiso. [...] Sexto. [...] 6.3. Siendo así,
en el caso concreto existió una limitación ilegítima en el derecho a la propiedad del recurrente, toda vez
que si bien en un inicio fue legítima y necesaria la medida de incautación del vehículo citado, al haber
sido un instrumento del delito de contrabando agravado perpetrado por BTGH y otros; sin embargo,
dicha medida se tornó en ilegítima al no ser revocada cuando se demostró que la titularidad del bien
pertenecía a SC, quien es un tercero ajeno al proceso del delito de contrabando agravado; por tanto,
al no haberse tenido en cuenta la excepcionalidad a la incautación y a lo establecido en la doctrina
jurisprudencial de este Tribunal Supremo [Casación N.° 382-2013-Puno (§ 1987)], referido a la incau­
tación de bienes de propiedad de terceros no intervinientes en el ilícito penal, corresponde conceder el
derecho al recurrente y que el bien sea devuelto. (Casación N .° 103-2016-Puno, del 17-05-2017, fF. jj.
5.3, 5.4, 5.6 y 6.3, publicado como doctrina jurisprudencial. Sala Penal Permanente [EP, 30-06-2017,
Sentencias en Casación, Año XXI, N.° 730, p. 94129]. Texto completo: <bit.ly/2SgmKeo>).
§ 1987. Devolución de bienes incautados a terceros ajenos al ilícito. Décimo octavo. Por lo
señalado precedentemente se puede afirmar que el derecho a la propiedad solo puede limitarse bajo
supuestos legalmente establecidos, como en efecto lo es la incautación, y posteriormente de ser nece­
sario el decomiso; sin embargo al tratarse de la limitación -permanente, o temporal en el mejor de los
casos- de un derecho constitucional, debe proceder a verificar ciertos supuestos -¿quién es el propietario
del bien?, ¿el propietario del bien, intervino en el ilícito?-, y realizar un análisis para dictar una decisión
♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL
Art. 495 LIBRO SEXTO: LA EJECUCIÓN Y LAS COSTAS 1054

acorde a ley y proporcional. Es así queprim a facie, tal como lo establece el Tribunal Constitucional solo
resulta legítimo una limitación al derecho de propiedad mediante la incautación, si el bien pertenece a
uno de los procesados por el delito materia de investigación. Con mayor razón, el decomiso al ser una
consecuencia accesoria del delito solo corresponderá aplicarse si el bien -sujeto a posible comiso- es
de propiedad de uno de los responsables penales del ilícito investigado. Por lo tanto, si el propietario
de un bien incautado, demuestra fehacientemente que no tiene una vinculación objetiva con el delito
investigado, pues se trata de un tercero ajeno al ilícito, podrá solicitar la devolución del bien y deberá
concedérsele inmediatamente, o de necesitarse para la investigación del ilícito podrá postergarse su
entrega hasta el fin del proceso -motivando la necesidad de su cautela-. En todo caso la limitación al
derecho de propiedad del tercero ajeno al delito, nunca será de manera permanente, eventualmente se
dictará temporalmente por razones de investigación del delito, pero siempre con una debida motivación
que demuestre la proporcionalidad de la medida. (Casación N.° 382-2013-Puno, del 10-03-2013, que
establece como doctrina jurisprudencial el £ j. 18 de la presente ejecutoria. Sala Penal Permanente [EP,
12-06-2015, Jurisprudencia, Año XXIV, N .° 985, pp. 7251-7253].Texto completo: <bit.ly/2b5Jvy4>).

JURISPRUDENCIA DE LA CORTE SUPREMA

§ 1988. Si el propietario de bien decomisado demuestra que no está vinculado con el delito
investigado al no consentir el uso del bien con fines ilícitos, deberá devolvérsele el bien. Véase la
jurisprudencia del artículo 316° del Nuevo Código Procesal Penal [§ 1262]. (R. N . N .° 3259-2015-
Lima, del 07-04-2016, ff. jj. 6 al 8. Sala Penal Permanente. Texto completo: <bit.ly/2CusY58>).

A rtícu lo 4 9 5 : S e n te n cia de clarativa de falsedad instrum ental

1. Cuando una sentencia declare falso un instrumento público, corresponderá al Ju e z de la Investiga­


ción Preparatoria ordenar que el acto sea reconstruido, suprimido o reformado. Si es del caso, ordenará las
rectificaciones regístrales que correspondan.
2. Si el documento ha sido extraído de un archivo, será restituido a él, con nota marginal en cada pági­
na, y se agregará copia de la sentencia que hubiera establecido la falsedad total o parcial.
3. Si se trata de un documento protocolizado, la declaración hecha en la sentencia se anotará al margen
de la matriz, en los testimonios que se hayan presentado y en el registro respectivo.

A rtícu lo 4 9 6 : O tras co m p ete n cias

1. Si en sede de ejecución un tercero alega propiedad sobre bienes decomisados o, en su caso, embar­
gados definitivamente, el Jue z de la Investigación Preparatoria remitirá la decisión al Ju e z Especializado
en lo Civil competente por el lugar, manteniendo mientras tanto la retención del bien.
2. En estos procesos intervendrá como parte el Fiscal Provincial en lo Civil.

SECCIÓN II
LAS COSTAS

A rtícu lo 4 9 7 : R e g la general, exce p ció n y recurso

1. Toda decisión que ponga fin al proceso penal o la que resuelva un incidente de ejecución de confor­
midad con la Sección I de este Libro, establecerá quien debe soportar las costas del proceso.
2. El órgano jurisdiccional deberá pronunciarse de oficio y motivadamente sobre el pago de las costas.

n o m o s & t h e s is
1055 SECCIÓN I!: LAS COSTAS Aft 499
3. Las costas están a cargo del vencido, pero el órgano jurisdiccional puede eximirlo, total o parcial- j
mente, cuando hayan existido razones serias y fundadas para promover o intervenir en el proceso. ¡
4 . La decisión sobre las costas sólo será recurrible autónomamente, siempre que fuere posible recurrir !
la resolución principal que la contiene y por la vía prevista para ella. j
5. No procede la imposición de costas en los procesos por faltas, inmediatos, terminación anticipada y
colaboración eficaz. Tampoco procede en los procesos por ejercicio privado de la acción penal si culmina
por transacción o desistimiento.

JURISPRUDENCIA DE LA CORTE SUPREMA

§ 1989. Costas tratándose de terminación anticipada. Quinto. Que como se trata de una termi­
nación anticipada del proceso de revisión penal por declaración de improcedencia de la demanda de
revisión penal, es de aplicación el artículo 497° numeral 1 del Nuevo Código Procesal Penal, cuya liqui­
dación corresponden a la secretaria de esta Sala, conforme al artículo 506° del Nuevo Código Procesal
Penal. (Rev. Sent. NCPP N.° 119-2014-Ucayali, del 16-01-2015, £ j. 5. Sala Penal Transitoria. Texto
completo: <bit.ly/1YvDiN0>).

A rtículo 4 9 8 : Contenido

1. Las costas están constituidas pon


a) Las tasas judiciales, en los procesos por delitos de acción privada, o cualquier otro tributo que co­
rresponda por actuación judicial;
b) Los gastos judiciales realizados durante la tramitación de la causa;
c) Los honorarios de los abogados de la parte vencedora, y de los peritos oficiales, traductores e intér­
pretes, en caso no constituyan un órgano del sistema de justicia, a sí como de los peritos de parte. Estos
conceptos serán objeto de una Tabla de montos máximos. Del monto fijado para los abogados según la
Tabla respectiva, un cinco por ciento se destinará al Colegio de Abogados respectivo para su Fondo Mutual;
2. El órgano de gobierno del Poder Judicial expedirá el Reglamento de Costas en el proceso penal, que
se actualizará periódicamente. En él se fijará la Tabla de los montos máximos por los conceptos señalados
en el numeral anterior.
3. El proceso abarca las actuaciones de la Investigación Preparatoria, así como la ejecución de penas,
consecuencias accesorias y medidas de seguridad.(a)

PROTOCOLOS, REGLAMENTOS, LINEAMIENTOS, GUÍAS Y DIRECTIVAS

(a) Reglamento del nuevo despacho judicial del módulo penal corporativo de las Cortes Superiores de Justicia de la Re­
pública (aprobado por la Resolución Administrativa N.° 014-2017-CE-PJ de 11-01-2017). Véase el texto com pleto en:
<b¡t.ly/2HUsqK¡>.

Artículo 4 9 9 : P erso n as e instituciones exentas. Caso e sp ecial de im po sició n

1. Están exentos del pago de costas los representantes del Ministerio Público, los miembros de las
Procuradurías Públicas del Estado, y los abogados y apoderados o mandatarios de las partes, así como los
Poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial, el Ministerio Público, los Órganos Constitucionalmente Autóno­
mos, los Gobiernos Regionales y Locales, y las Universidades Públicas.
2. Se exonerará de la imposición de costas en el proceso penal a quien obtiene auxilio judicial, de con­
formidad con lo dispuesto en el Código Procesal Civil. El auxilio judicial penal se entiende para estos solos
efectos y, en lo pertinente, rigen las disposiciones del Título Vil de la Sección Tercera del citado Código.

♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL


Art. 500 LIBRO SEXTO: LA EJECUCIÓN Y LAS COSTAS 1056

3. Cuando el denunciante hubiere provocado el procedimiento por medio de una denuncia falsa o
temeraria, se le impondrá total o parcialmente el pago de costas.

JURISPRUDENCIA DE LAS CORTES SUPERIORES

§ 1990. Gratuidad del servicio de la administración de justicia. Al defensor publico de un


imputado que no cuente con recursos económicos debe otorgársele copias simples gratuitas del
expediente fiscal y judicial. Véase la jurisprudencia del artículo 138° del Nuevo Código Procesal Penal
[§ 575]. (Exp. N .° 00027-2011-1-1826-SP-PE-O1, del 19-05-2011, ff. jj. 5 al 9. Sala Penal de Ape­
laciones del Subsistema Anticorrupción-Lima. Corte Superior de Justicia de Lima. Texto completo:
<bit.ly/2YPwJf6>).

A rtículo 5 0 0 : F ija ció n de las c o s ta s al im putado

1. Las costas serán impuestas al imputado cuando sea declarado culpable, incluso cuando se apliquen
los artículos 62 y 68 del Código Penal. También se impondrán cuando se imponga una medida de seguri­
dad.
2. Cuando en una sentencia se pronuncian absoluciones y condenas, se establecerá el porcentaje que
asumen el respectivo imputado y el que corresponde a los demás condenados conforme al numeral ante­
rior.
3. Cuando sean varios los condenados por el mismo delito, incluyendo los supuestos de los artículos
62 y 68 del Código Penal y la imposición de medidas de seguridad, responden solidariamente al pago de
costas.
4. Cuando el imputado tenga solvencia económica, deberá pagar al Ministerio de Justicia los servicios
del defensor de oficio que se le hubiere designado.

A rtícu lo 501: C o s ta s en c a s o s de abso lució n

1. Si el imputado es absuelto o no se le impone medida de seguridad, no se impondrá costas.


2. No obstante lo anterior, se impondrán costas:
a) Al actor civil o, según el caso, al querellante particular, según el porcentaje que determine el órgano
jurisdiccional, siempre y cuando resultare de las actuaciones que han obrado con temeridad o mala fe;
b) Al propio imputado cuando hubiere provocado su propia persecución denunciándose falsamente a
s í mismo o hubiere confesado falsamente el hecho. En este caso se determinará el porcentaje que debe
pagar.

JURISPRUDENCIA DE LA CORTE SUPREMA

§ 1991. Costas serán pagadas por quien interpuso un recurso sin éxito. Quinto. [El] artícu­
lo 504, apartado 2, del Código Procesal Penal, establece que las costas serán pagadas por quien in­
terpuso un recurso sin éxito o se desistió de su prosecución; siendo ello así, de oficio corresponde
su aplicación al presente caso, conforme al apartado 2 del artículo 497 del citado Codigo Procesal.
(Casación N .° 174-2011-Arequipa, de 20-01-2012, £ j. 5. Sala Penal Permanente. Texto completo:
<bit.ly/2FBKR4G>).

n o m o s & t h e s is
1057 SECCION II: LAS COSTAS A lt 506
Artículo 502: Costas en sobreseim ientos y cuando exista un impedimento para la
prosecución de la causa

1. Rige lo dispuesto en el artículo anterior cuando se dicte el sobreseimiento de la causa.


2. Cuando la persecución penal no pueda proseguir al ampararse una cuestión previa o una cuestión
prejudicial, pagará las costas el actor civil si hubiere instado la iniciación o la continuación del proceso.

Artículo 503: Costas en proceso por acción privada y la acción civil

1. En un proceso por acción privada, si se da el supuesto del artículo 136 del Código Penal, el imputado
pagará las costas. En este proceso no habrá lugar al pago de costas si las partes transigen.
2. Si en la sentencia se declara la responsabilidad civil y se impone la reparación civil, el imputado y el
tercero civil pagarán solidariamente las costas. Si no se impone la responsabilidad civil, pagará las costas
el actor civil. Si la acción civil no puede proseguir, cada parte soportará sus propias costas.
3. El abandono de la instancia determina la condena en costas del querellante particular.

Artículo 504: Incidentes de ejecución y recursos

1. Las costas serán pagadas por quien promovió un incidente de ejecución que le resultó desfavorable.
Si la decisión en el incidente le es favorable, las costas se impondrán a quien se opuso a su pretensión,
en la proporción que fije el órgano jurisdiccional. Si nadie se opuso al requerimiento del que promovió el
incidente y obtuvo decisión favorable, no se impondrán costas.
2. Las costas serán pagadas por quien interpuso un recurso sin éxito o se desistió de su prosecución. Si
gana el recurso, las costas se impondrán a quien se opuso a su pretensión impugnatoria, en la proporción
que fije el órgano jurisdiccional. Si no medió oposición al recurso que ganó el recurrente, no se impondrán
costas.

Artículo 505: Resolución sobre las costas

1. La condena en costas se establece por cada instancia, pero si la resolución de segunda instancia
revoca la de primera instancia, la parte vencida pagará las costas de ambas. Este criterio se aplica también
para lo que resuelva la Corte Suprema en el recurso de casación.
2. Cuando corresponde distribuir el pago de costas entre varios, el órgano judicial fijará con pre­
cisión el porcentaje que debe sufragar cada uno de los responsables, sin perjuicio de la solidaridad.
3. Para fijar los porcentajes se atenderá especialmente a los gastos que cada uno de ellos hubiere
provocado, a su conducta procesal, y al resultado del proceso o incidente en proporción a su participación
procesal y a las razones para litigar.

Artículo 506: Liquidación y ejecución

1. Las costas serán liquidadas por el Secretario del órgano jurisdiccional, después de quedar firme la
resolución que las imponga o la que ordena se cumpla lo ejecutoriado.
2. La liquidación atenderá todos Sos rubros citados en el artículo 498, debiéndose incorporar sólo los
gastos comprobados y correspondientes a actuaciones legaSmemte autorizadas.
3. Las partes tendrán tres días para observar la liquidación. Transcurrido el plazo sin que haya observa­
ción, la liquidación será aprobada por resolución inimpugnable.
4. Interpuesta la observación, se conferirá traslado a la otra paite por tres días. Con su absolución, se
conferirá traslado a la otra parte por tres días. Con su absolución o sin ella, el Juez de la Investigación
♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL
Art. 507 LIBRO SEXTO: LA EJECUCIÓN Y LAS COSTAS 1058

Preparatoria resolverá. La resolución es apelable sin efecto suspensivo. La Sala Penal Superior absolverá
el grado, sin otro trámite que la vista de la causa, en la que los abogados de las partes podrán asistir para
hacer uso de la palabra.
5. Las costas deben pagarse inmediatamente después de ejecutoriada la resolución que las aprueba.
En caso de mora devengan intereses legales. El Ju e z de la Investigación Preparatoria exigirá el pago de las
costas. Las resoluciones que expida son inimpugnables.
6. Las costas se hacen efectivas por el Juez de la Investigación Preparatoria a través del procedimiento
establecido en el artículo 716 del Código Procesal Civil.

A rtículo 5 0 7 : Anticipo de gastos ■■■■■■-.; : ......

1. Cuando sea necesario efectuar un gasto, el órgano jurisdiccional respectivo lo estimará, y quien
ofreció la medida lo anticipará, consignando la suma necesaria para llevar a cabo la diligencia.
2. Si está en imposibilidad de sufragar el anticipo del gasto, siempre que sea posible y la medida im­
prescindible, lo hará el Estado con cargo a su devolución cuando corresponda.

n o m o s & t h e s is
LIBRO SÉPTIM O
LA COOPERACIÓN JU D IC IA L INTERNACIONAL

SECCIÓN I
PRECEPTOS GENERALES

Artículo 508: Normatividad aplicable

1. Las relaciones de las autoridades peruanas con las extranjeras y con la Corte Penal Internacional en
materia de cooperación judicial internacional se rigen por los Tratados Internacionales celebrados por el
Perú y, en su defecto, por el principio de reciprocidad en un marco de respeto de los derechos humanos.
2. Si existiere tratado, sus normas regirán el trámite de cooperación judicial internacional. Sin perjuicio
de ello, las normas de derecho interno, y en especial este Código, servirán para interpretarlas y se aplicarán
en todo lo que no disponga en especial el Tratado.

DOCTRINA JURISPRUDENCIAL VINCULANTE DE LA CORTE SUPREMA

§ 1992. Información proveniente por cooperación internacional es relevante para la preven­


ción, investigación y represión de las infracciones aduaneras. Cuarto. Ha quedado establecido que
el tema a desarrollar vía doctrina jurisprudencial -con las consiguientes consecuencias procesales que
ello genere-, en virtud a lo regulado en el inciso 4 del artículo 427 del Código Procesal Penal, es el si­
guiente: establecer los alcances del inciso 2 del artículo 508° del Código Procesal Penal, en concordancia
con normas administrativas, como es el Decreto Supremo N.° 063-2004-RE, que ratificó el Acuerdo
Bilateral de Cooperación y Asistencia Mutua en Materias Aduaneras entre los Gobiernos del Perú y de
Chile, el cual señala que entre las autoridades aduaneras deberán prestarse cooperación y asistencia
mutua para la adecuada aplicación de la legislación aduanera en la prevención, investigación y represión
de las infracciones aduaneras. Quinto. En dicho sentido, cabe precisar que el artículo 508° del Código
Procesal Penal establece la normatividad aplicable a los procedimientos de cooperación judicial interna­
cional. Al respecto el inciso 1 de dicho dispositivo legal indica: "...Las relaciones de las autoridadesperua­
nas con las extranjeras y con la Corte Penal Internacional en materia de cooperación ju dicial internacional
se rigen por los Tratados celebrados por el Perúy, en su defecto, por elprincipio de reciprocidad en un marco
de respeto de los derechos humanos...”; asimismo, el inciso dos de dicho dispositivo legal precisa: “...Si
existiere tratado, sus normas regirán el trámite de cooperaciónju dicial internacional Sin perjuicio de ello, las
norm as de derecho interno, y en especial este Código servirán para interpretarlas y se aplicarán en todo lo
que disponga en especial el Tratado..!. Así fijada la normatividad, se debe agregar que iniciado el proce­
dimiento de control (fiscalización) sobre la mercadería que había sido importada a nuestro país por el
imputado [...], provenientes de la zona franca de Iquique-Chile, la Intendencia de Fiscalización y Ges­
tión de Recaudación Aduanera de la SUNAT, emite [dos] Oficios [...] a la Dirección Regional de
Aduana de Iquique-Chile con la finalidad que tenga a bien proporcionar información sobre el origen

♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL


Alt. 508 LIBRO SÉPTIMO: LA COOPERACIÓN JUDICIAL INTERNACIONAL 1060

declarado de los documentos “Z ” que se detallaron en anexo adjunto; precisándose que dicho requeri­
miento se hacía en consideración a las recomendaciones efectuadas en la Reunión Bilateral de las Auto­
ridades Aduaneras de Perú y Chile, realizadas en el mes de octubre de 2007. En tal sentido, se advierte
que la solicitud de la autoridad aduanera peruana, se sustentó en la necesidad de obtener valiosa infor­
mación de su par chilena para el debido control y fiscalización de las operaciones aduaneras realizadas,
en este caso específico, por parte del investigado [...]. Sexto. Con fecha 16 de septiembre de 2004, se
publicó en el Diario Oficial El Peruano, el Decreto Supremo N .° 063-2004-RE, referido a la Ratifica­
ción del “Acuerdo Bilateral de Cooperación y Asistencia Mutua en Materias Aduaneras entre los Go­
biernos de la República del Perú y la República de Chile”, estableciéndose en el inciso 1 de su artículo
2, lo siguiente: “...Las Partes Contratantes, a través de sus autoridades aduaneras, deberán prestarse coope­
ración y asistencia mutua, en conformidad con los términos delpresente Acuerdo para la adecuada aplicación
de la legislación aduanera, para la prevención, investigación y represión de las infracciones aduaneras..? \
asimismo, en el inciso quinto de dicho artículo se estipula: “...la autoridad aduanera de una parte con­
tratante podrá requerir la asistencia prevista en el numeral uno delpresente artículo, durante el desarrollo de
una investigación o en el marco de un procedimiento judicial y lo administrativo, o verificaciones, resolución
de determinación de clasificación arancelaria, valor y origen, que sean relevantes en el cumplimiento y apli­
cación de la legislación emprendida por esta Parte Contratante..?. Así también el inciso 3 del artículo 3,
señala que el intercambio de información entre los funcionarios de las autoridades aduaneras, versará
sobre los siguientes aspectos: “...e)personas respecto de las cuales la autoridad requirente tiene conocimien­
to de que han cometido o son sospechosas de haber cometido una infracción aduanera [..], f ) mercancías que
se transporten o que se encuentren almacenadas respecto de las cuales la autoridad requirente ha dado aviso
de que son sospechosas de tráfico ilícito hacía su territorio [...], h) intercambiar cualquier información y do­
cumentación que les perm ita asegurar la correcta liquidación de los derechos de aduanas y demás tributos,
especialmente información sobre tipo o indicadores de riesgos y otros que faciliten la determinación del
valor de aduana , clasificación arancelaria y origen de las m ercancías..?. Séptimo. De lo expuesto
se colige entonces, que la información solicitada por la Superintendencia Nacional de Administración
Tributaria a la Dirección Regional de Aduanas de Iquique-Chile y la respuesta formulada por esta últi­
ma a su par peruana, mediante Oficio [...] del 30 de noviembre de 2007, responden al estricto cumpli­
miento del Acuerdo Bilateral citado en el fundamento jurídico anterior, por ende, dicha información
resulta relevante para la adecuada aplicación de la legislación aduanera para la prevención, investigación
y represión de las infracciones aduaneras, la misma que debe ser tomada en consideración por la auto­
ridad fiscal o judicial correspondiente al momento de la investigación o decisión del caso puesto en su
conocimiento. Por ende, en el caso concreto, es factible incluir el Decreto Supremo N .° 063-2004-RE,
del 16 de septiembre de 2004, que ratifica el “Acuerdo Bilateral de Cooperación y Asistencia Mutua en
Materias Aduaneras entre los Gobiernos de la República del Perú y la República de Chile”, como un
instrumento legal que rige el trámite de cooperación judicial internacional, sin perjuicio de las comuni­
caciones interinstitucionales de carácter bilateral que se puedan prestar a nivel del Ministerio Público.
Octavo. Así las cosas, los Acuerdos Bilaterales que hayan sido debidamente ratificados por nuestro país
e insertos vía normatividad de derecho interno (Decreto Supremo en este caso), forman parte de la le­
gislación nacional y, por ende, deben ser aplicados en toda su extensión, de conformidad con lo estable­
cido en el inciso dos del artículo 308° del Código Procesal Penal. Noveno. En dicho orden de ideas, no
resulta arreglado a Ley que en este caso, no se haya merituado dicha información (alcanzada por la
Dirección Regional de Aduana de Iquique -Chile, mediante Oficio N.° 1731, del 30 de noviembre de
2007, que da cuenta que la mercadería materia de importación a nuestro país por parte del imputado
[...], tiene como país declarado de origen China Popular y no Malasia) por considerarla de carácter
administrativa, cuando existe normatividad expresa y concreta que viabiliza el intercambio de informa­
ción entre las autoridades aduaneras (de Perú y Chile) para la investigación e incluso procesamiento
judicial de un caso concreto. Por tanto, debe anularse lo decidido, en mayoría, por la Sala Penal de
Apelaciones de la Corte Superior de Justicia de Tacna, y actuando este Supremo Tribunal en sede de
instancia, se disponga una investigación suplementaria, a efectos que la información proporcionada por
la autoridad aduanera de Chile sea debidamente compulsada y merituada por el Fiscal Provincial com-

nom os & thesfs


1061 SECCION I: PRECEPTOS GENERALES Alt 511
petente, a fin de emitir el pronunciamiento que corresponda. Asimismo, el representante del Ministerio
Público, en atención a los fundamentos expuestos en la Ejecutoria Suprema que resolvió el recurso de
queja interpuesto, debe fijar en dicho pronunciamiento (emitido luego de la investigación suplementa­
ria) la tipificación concreta que corresponde al presente caso, toda vez que se advierte, que al disponer
la formalización de la investigación preparatoria consideró como tipificación del delito de defraudación
tributaria el artículo cuatro, e inciso a) del artículo 5° y el inciso f) del artículo 10° de la Ley N.° 28008
(modalidad agravada), mientras que en el requerimiento de sobreseimiento emitido tipificó dicho deli­
to en el artículo cuatro, e inciso a) del artículo 5° de la ley N.° 28008 (modalidad simple), lo que con­
llevó a que exista una confusión judicial, pues el Juez durante la etapa intermedia, al declarar fundado
el requerimiento de sobreseimiento se amparó en la primera tipificación citada precedentemente, mien­
tras que el Colegiado Superior al desestimar el recurso de casación consideró la modalidad simple del
delito de defraudación tributaria al señalar que el extremo punitivo mínimo no era mayor a seis años de
privación de la libertad (al respecto cabe aclarar que la modalidad básica del delito de defraudación
tributaria se encuentra sancionada con pena no menor de cinco ni mayor de ocho años de privación de
la libertad, mientras que la modalidad agravada con pena no menor de ocho ni mayor de doce años de
privación de la libertad). (Casación N .° 385-2012-Tacna, de 25-06-2014, que estableció como doctrina
jurisprudencial los considerandos 4 al 9 de los fundamentos de derecho. Sala Penal Permanente [EP,
22-11-2014, Jurisprudencia, Año XXIII, N .° 975, pp. 7195-7198]. Texto completo:
<bit.ly/2FH8dWN>).

Artículo 509: Documentación

1. Los requerimientos que presenta la autoridad extranjera y demás documentos que envíen, deben ser
acompañados de una traducción al castellano.
2. Si la documentación es remitida por intermedio de la autoridad central del país requirenfe o por vía
diplomática, no necesita legalización.
3. La presentación en forma de los documentos presume la veracidad de su contenido y la validez de
las actuaciones a que se refieran.
4. Corresponderá a la autoridad central, en coordinación con el Ministerio de Relaciones Exteriores,
traducir las solicitudes y la demás documentación que envíen las autoridades peruanas a las extranjeras.

Artículo 510: Competencia del país requirente y Ejecución del acto de cooperación

1. Para determinar la competencia del país requirente en las solicitudes de Cooperación Judicial Inter­
nacional, salvo en materia de extradición, se estará a su propia legislación.
2. No será motivo para desestimar la solicitud de cooperación judicial internacional, salvo en materia
de extradición, la circunstancia que el delito esté incurso en la jurisdicción nacional.
3. Si se requiere la práctica de algunas diligencias con arreglo a determinadas condiciones, su ejecu­
ción está condicionada a que no contraríe el ordenamiento jurídico nacional.

Artículo 511: Actos de Cooperación Judicial Internacional

1. Los actos de cooperación judicial internacional, sin perjuicio de lo que dispongan los Tratados, son
los siguientes:
a) Extradición;
b) Notificación de resoluciones y sentencias, así como de testigos y peritos a fin de que presenten
testimonio;
c) Recepción de las declaraciones del imputado, testigos, peritos y otras personas;

♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL


Art. 512 LIBRO SÉPTIMO: LA COOPERACIÓN JUDICIAL INTERNACIONAL 1062

d) Exhibición y remisión de documentos judiciales o copia de ellos;


e) Remisión de documentos e informes;
f) Realización de indagaciones o de inspecciones;
g) Examen de objetos y lugares;
h) Práctica de bloqueos de cuentas, embargos, incautaciones o secuestro de bienes delictivos, inmo­
vilización de activos, registros domiciliarios, allanamientos, control de comunicaciones, identificación o
ubicación del producto de los bienes o los instrumentos de la comisión de un delito, y de las demás medi­
das limitativas de derechos;
i) Facilitar información y elementos de prueba;
j) Traslado temporal de detenidos sujetos a un proceso penal o de condenados, cuando su comparecen­
cia como testigo sea necesaria, a sí como de personas que se encuentran en libertad;
k) Traslado de condenados;
l) Diligencias en el exterior; y,
m) Entrega vigilada de bienes delictivos.
2. La Cooperación Judicial Internacional también comprenderá los actos de asistencia establecidos en
el Estatuto de la Corte Penal Internacional y desarrollados en este Código.(1)

NOTA DE ACTUALIZACIÓN
(1) Texto conform e a la m odificación efectuada por el artículo T del Decreto Legislativo N.° 1281 (ER 29-12-2016).

Artículo 512: Autoridad central

1. La Fiscalía de la Nación es la Autoridad Central en materia de cooperación jurídica internacional,


quien, cuando así lo permitan los tratados, se comunica de manera directa con las Autoridades Centrales
extranjeras.
2. Corresponde a la Autoridad Central, con el apoyo del Ministerio de Relaciones Exteriores cuando así
corresponda, gestionar y realizar el seguimiento de las solicitudes de cooperación jurídica internacional,
cautelar los plazos y absolver consultas formuladas por las autoridades extranjeras y nacionales.
3. La Autoridad Central recibe y verifica la presentación y otorgamiento de las garantías diplomáticas
solicitadas por el Poder Judicial y el Poder Ejecutivo; asimismo, realiza el seguimiento del cumplimiento
de las garantías ofrecidas por el Estado peruano o el Estado requirente.
4. La Autoridad Central coadyuva con las autoridades nacionales competentes para verificar el cumpli­
miento del ordenamiento jurídico internacional y el derecho nacional, en materia de cooperación jurídica
internacional.
5. Corresponde al Ministerio de Relaciones Exteriores brindar el apoyo necesario a la Fiscalía de la Na­
ción como Autoridad Central en su s relaciones con los demás países y órganos internacionales, así como
intervenir en la tramitación de las solicitudes de cooperación que formulen las autoridades nacionales.
De igual manera, si a sí lo disponen los Tratados, recibir y poner a disposición de la Autoridad Central las
solicitudes de cooperación Jurídica internacional que presentan las autoridades extranjeras.(1)

NOTA DE ACTUALIZACIÓN
(1) Texto conform e a la m odificación efectuada por el artículo 2o del Decreto Legislativo N.° 1281 (ER 29-12-2016).

n o m o s & th e s is
1063 SECCIÓN II: LA EXTRADICIÓN Ári 514

SECCIÓN II
LA EXTRADICIÓN

TÍTULO I
CONDICIONES GENERALES

Artículo 513: Procedencia

1. La persona procesada, acusada o condenada como autor o partícipe que se encuentra en otro Estado,
puede ser extraditada a fin de ser juzgada o de cumplir la sanción penal que le haya sido impuesta como
acusada presente.
2. Cuando la extradición, en ausencia de Tratado, se sustente en el principio de reciprocidad, la Fiscalía
de la Nación y el Ministerio de Relaciones Exteriores informarán al Poder Judicial los casos en que tal
principio ha sido invocado por el Perú y en los que ha sido aceptado por el país extranjero involucrado en
el procedimiento de extradición, así como los casos en que el país extranjero ha hecho lo propio y el Perú
le hubiere dado curso y aceptado.

JURISPRUDENCIA DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL

§ 1993. L a extradición. 8. La extradición es un instituto jurídico que viabiliza la remisión compul­


siva de un individuo por parte de un Estado, a los órganos jurisdiccionales competentes de otro, a efec­
tos que sea enjuiciado o cumpla con una condena señalada, según haya sido su situación de procesado o
condenado en la comunidad política de destino. Es decir, por virtud de ella, un Estado hace entrega de
un reo o condenado a las autoridades judiciales de un homólogo, el cual lo reclama para la culminación
de su juzgamiento o eventualmente para el cumplimiento de la pena. 9. [...] [La] extradición debe ser
entendida como un procedimiento mediante el cual un Estado es requerido para que haga entrega de
un individuo que se encuentra dentro de su territorio y que tiene la condición de procesado o conde­
nado por un delito común, por otro Estado requiriente o solicitante, en virtud de un Tratado, o, a falta
de este, por aplicación del principio de reciprocidad, para que sea puesto a disposición de la autoridad
judicial competente y se le enjuicie penalmente o para que cumpla y se ejecute la pena impuesta, si se
hubiera producido previamente el proceso penal correspondiente. (Exp. N.° 3966-2004-HC/TC [caso
EnriqueJosé Benavides Morales], del 03-03-2005 [Web: 13-05-2005 / EP, 21-05-2005], ff. jj. 8-9. Texto
completo: <bit.ly/2CAL45L>).

. Artículo 514: Autoridades que intervienen

1. Corresponde decidir la extradición, pasiva o activa, al Gobierno mediante Resolución Suprema ex­
pedida con acuerdo del Consejo de Ministros, previo informe de una Comisión Oficial presidida por el
Ministerio de Justicia e integrada por el Ministerio de Relaciones Exteriores.
2. La decisión del Gobierno requiere la necesaria intervención de la Sala Penal de la Corte Suprema,
que emitirá una resolución consultiva, que la remitirá juntamente con las actuaciones formadas al efecto
al Ministerio de Justicia, con conocimiento de la Fiscalía de la Nación.

JURISPRUDENCIA DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL

§ 1994. Clases de extradición. 19. En función a los sujetos participantes en el procedimiento, la


extradición puede ser clasificada en: [i] La extradición activa. Es aquella en donde un Estado es el sujeto

♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL


A rt.515 LIBRO SÉPTIMO: LA COOPERACIÓN JUDICIAL INTERNACIONAL 1064

requiriente, es decir, aquél en cuya jurisdicción recae la investigación y represión del delito imputado
al individuo extraditable o extraditurus. [ii] La extradición pasiva. Es aquella en donde un Estado es
el requerido. En este caso, carece de relevancia que el sujeto solicitado tenga la calidad de residente,
turista o mero transeúnte en el territorio nacional. [...] 20. En función a sus razones cronológicas, la
extradición puede ser clasificada en: a) Extradición prim aria. Es aquella en donde el Estado requiere por
primera vez la remisión o entrega de un individuo, b) Extradición renovada. Es aquella en donde el Es­
tado requiere nuevamente la remisión o entrega del individuo, como consecuencia de su fuga luego de
haber sido extraditado, a efectos de culminar el juzgamiento o dar cumplimiento efectivo a la condena
impuesta, c) Extradición ampliada. Es aquella en donde el Estado solicita se le permita adicionalmente
juzgar por un delito primigeniamente no consignado en la solicitud de extradición. 21. Respecto a las
circunstancias que rodean al individuo, la extradición puede ser clasificada en: a) Reextradición. Es aquella
que se presenta cuando un Estado requiriente, tras haber conseguido la entrega de un individuo, se ve
requerido por un tercer Estado a una situación homologa, por haber cometido este mismo individuo un
delito dentro de éste en fecha anterior al perpetrado en su jurisdicción, b) Cuasi extradición. Es aquella
que se presenta en el caso de los marinos, desertores o delincuentes que se refugian en navios anclados en
un puerto bajo su jurisdicción. 22. En torno a los fines para los cuales es solicitada, la extradición puede
ser clasificada en: a) Extradición procesal o de imputado. Es aquella cuyo objeto consiste en la entrega del
extraditable para su enjuiciamiento, b) Extradición ejecutiva o de condenado. Es aquella cuya finalidad es
hacer que el extraditable cumpla una condena previamente impuesta. [...] 23. En general, la doctrina
reconoce como tales a las fuentes internacionales (tratados y convenios internacionales, sean bilaterales
o multilaterales, y las declaraciones de reciprocidad a falta de estos) y a las fuentes nacionales (normas
referidas a la extradición dentro de un ordenamiento jurídico, es decir, la Constitución Política, Código
Penal, Código Procesal Penal, legislación que tipifica el delito y demás normas sobre extradición). [...]
24. [El principio de reciprocidad en los procesos de extradición] es un elemento de justicia conmutati­
va que equipara las prestaciones en materia judicial de los Estados en las relaciones internacionales. El
principio de reciprocidad -que, en el caso de autos, ha sido invocado en el procedimiento de extradición
del beneficiario-, es considerado como fuente supletoria a falta de un tratado o convenio internacional y
en caso sea procedente la solicitud de extradición, ofreciéndose reciprocidad entre los Estados para casos
análogos, con el sometimiento a los principios y a las prácticas del Derecho Internacional y según las
condiciones de la entrega. Este principio consagra la más amplia cooperación para el cumplimiento de
la justicia; y se aplica fundamentalmente en los casos de delitos de lesa humanidad como narcotráfico y
terrorismo. (Exp. N .° 3966-2004-HC/TC [caso EnriqueJosé Benavides Morales], del 03-03-2005 [Web:
13-05-2005 / EP, 21-05-2005], ff. jj. 19-24. Texto completo: <bit.ly/2CAL45L>).

Artículo 515: Carácter de la resolución consultiva de la Corte Suprema

1. Cuando la Sala Penal de la Corte Suprema emita resolución consultiva negativa a la extradición, el
Gobierno queda vinculado a esa decisión.
2. Si la resolución consultiva es favorable a la entrega o considera procedente solicitar la extradición a
un país extranjero, el Gobierno puede decidir lo que considere conveniente.

TÍTULO II
LA EXTRADICIÓN PASIVA

Artículo 516: Ámbito

1. La persona procesada, acusada o condenada como autor o partícipe de un delito cometido en un país
extranjero y que se encuentre en territorio nacional, sea como residente, como turista o de paso, puede ser
extraditada a fin de ser investigada o juzgada o para que cumpla la sanción impuesta como reo presente.

nom os & th e s is
1065 SECCIÓN II: LA EXTRADICIÓN Art. 516
2. La concesión de la extradición está condicionada a la existencia de garantías de una recta impartición
de justicia en el Estado requirente; y, si una extradición anteriormente intentada por el Estado requirente,
ante un tercer Estado, hubiese sido rechazada por haberla considerado con implicancia política. La Fiscalía
de la Nación y el Ministerio de Relaciones Exteriores podrán informar si el Estado requirente presenta algún
cuestionamiento o existen antecedentes al respecto.

JURISPRUDENCIA DE LA CORTE SUPREMA

§ 1995. Modelo de extradición pasiva temporal. Quinto. [El] Tratado de Extradición subjudice
permite tanto aplazar el proceso de extradición o aplazar la entrega de una persona procesada o que
esté cumpliendo condena en el Estado requerido, cuanto, excepcionalmente, entregarla temporalmente
exclusivamente para fines del desarrollo del procedimiento penal, a cuya culminación deberá ser devuel­
ta con arreglo a las condiciones establecidas entre ambos Estados; que en la medida en que los cargos
incoados en el Perú contra los reclamados son graves y, de dictarse una sentencia condenatoria en su
contra, las penas serían ciertamente de consideración, resulta conveniente a los efectos de garantizar
un juicio justo y equitativo que éste se lleve a cabo en un plazo razonable, de suerte que culminado el
proceso en el Perú con sentencia condenatoria firme se disponga la entrega temporal de los mismos
al país requirente; y, de ser absolutoria, se ordene la entrega inmediata y sin condiciones de los re­
clamados. (Extradición N .° 24-2004-Lima, del 16-07-2004. Sala Penal Permanente. Texto completo:
<bit.ly/2cmXn8B>).

§ 1996. Presupuestos de la extradición pasiva. Quinto. Que el hecho atribuido a la requerida se


encuentra previsto como delito en nuestro ordenamiento jurídico penal, cumpliéndose de esta manera
con el principio de “identidad de norma”; asimismo, la acción penal no ha prescrito; de otro lado, del
análisis de la diligencia de audiencia publica realizada con fecha dos de julio del presente año en el esta­
blecimiento Penal de Mujeres de Chorrillos, se concluye que existen elementos de cargo relacionados a
la materialidad del hecho y la participación de la solicitada, en atención a lo dispuesto por los inciso c)
y d) del artículo diecisiete de la Ley veinticuatro mil setecientos diez. (Extradición N .° 34-2004-Lima,
del 02-08-2004. Sala Penal Permanente. Texto completo: S a n M a r t í n , JPvinculante, p. 940).

§ 1997. Condiciones exigibles para la extradición pasiva. Cuarto. Que la extradición pasiva es
una institución de cooperación judicial internacional por la que un Estado resuelve sobre la entrega de
un indujo imputado o condenado que se encuentra en su territorio a las autoridades de otro, que así se
le reclama para que sea juzgado en él o para que cumpla la condena que se le impuso. Las condiciones
exigibles para la extradición pasiva son las siguientes: a) que el delito se haya producido fuera de la
jurisdicción del Estado requerido; b) que el delito sea considerado como tal por ambos Estados; y, c)
que el hecho que motiva la extradición no hubiese dado motivo para ser juzgado en el Estado requerido
-sin perjuicio de las consideraciones que rodean a los pedidos de extradición por delitos de lesa huma­
nidad, en los que existen, además, otras líneas directrices-; asimismo, es de precisar que en los procesos
de extradición no se decide acerca de la hipotética culpabilidad o inocencia del sujeto reclamado ni
se efectúa pronunciamiento condenatorio alguno, puesto que, en su figura, no se ventila la existencia
o inexistencia de responsabilidad penal, sino simplemente, el cumplimiento de los requisitos y de las
garantías previstas en las normas de extradición -véase apartado 2 del artículo 518 del Código Procesal
Penal, que a lo más exige, si el tratado o la ley interna del Estado requirente lo determine, debiendo
contener la prueba necesaria que establezca, indicios suficientes de la comisión del hecho delictivo y
de la participación del extraditado-. Quinto. Que, es de indicar que el principio de la doble incrimi­
nación se encuentra referido a la legalidad penal y su significado consiste, de un lado, en que el hecho
sea delictivo y, de otro, que dicho evento criminal esté sancionado con una determinada penalidad
en las legislaciones punitivas del Estado requirente y del Estado requerido, si bien ello no implica, la
identidad de penas en ambas legislaciones [...]. (Extradición N.° 23-2012-Lima [Caso Francisco Morales
Bermúdez\ , del 15-03-2012, ff. jj. 4 y 5. Sala Penal Permanente. Texto completo: <bit.ly/lR58BYZ>).

♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL


Art.516 LIBRO SÉPTIMO: LA COOPERACIÓN JUDICIAL INTERNACIONAL 1066

§ 1998. Condiciones exigibles para la extradición pasiva. Cuarto. [La] extradición pasiva es una
institución de cooperación judicial internacional por la que un Estado resuelve sobre la entrega de un
individuo imputado o condenado que se encuentra en su territorio a las autoridades de otro, que así se
le reclama para que sea juzgado en él o para que cumpla la condena que se le impuso. Las condiciones
exigibles para la extradición pasiva son las siguientes: a) que el delito se haya producido fuera de la ju­
risdicción del Estado requerido; b) que el delito sea considerado como tal por ambos Estados; y, c) que
el hecho que motiva la extradición no hubiese dado motivo para ser juzgado en el Estado requerido;
asimismo, es de precisar que en los procesos de extradición no se decide acerca de la hipotética culpa­
bilidad o inocencia del sujeto reclamado ni se efectúa pronunciamiento condenatorio alguno, puesto
que, en su figura, no se ventila la existencia o inexistencia de responsabilidad penal, sino simplemente,
el cumplimiento de los requisitos y de las garantías previstas en las normas de extradición -véase apar­
tado 2 del artículo 518 del Código Procesal Penal, que a lo más exige, si el tratado o la ley interna del
Estado requirente lo determine, debiendo contener la prueba necesaria que establezca indicios suficien­
tes de la comisión del hecho delictivo y de la participación del extraditado-. (Extradición Pasiva N .°
78-2012-Callao, del 06-08-2012, £ j. 4. Sala Penal Permanente. Texto completo: <bit.ly/2bPXg5t>).

§ 1999. Presupuestos de la extradición pasiva. Tercero. La extradición pasiva es una institución


de cooperación judicial internacional por la que un Estado resuelve sobre la entrega de un individuo
imputado o condenado que se encuentra en su territorio, a las autoridades de otro Estado que así se lo
reclama para que sea juzgado en él o para que cumpla la condena que se le impuso; que las condiciones
exigibles para la extradición pasiva son las siguientes: a) que el delito se haya producido fuera de la ju­
risdicción del Estado requerido, b) que el delito sea considerado como tal por ambos Estados, y c) que
el hecho que motiva la extradición no hubiese dado motivo para ser juzgado en el Estado requerido;
que es de precisar que en los procesos de extradición no se aplica el derecho penal material, no se decide
acerca de la hipotética culpabilidad o inocencia del sujeto reclamado ni se efectúa pronunciamiento
condenatorio alguno, puesto que, en su seno, no se ventila la existencia de la responsabilidad penal,
sino, simplemente, el cumplimiento de los requisitos y de las garantías previstas en las normas de extra­
dición. (Extradición N .° 28-2018-Callao, del 25-07-2018, f. j. 3. Primera Sala Penal Transitoria. Texto
completo: <bit.ly/2UMY5Qu>).
§ 2000. En el trámite de la extradición no se decide acerca de la responsabilidad penal o no del
reclamado, simplemente el cumplimiento de los requisitos y de las garantías previstas. Prim ero.
El procedimiento de extradición pasiva está regulado en nuestro ordenamiento jurídico en los artículos
516 y siguientes del Nuevo Código Procesal Penal y está rodeado de garantías constitucionales que
respetan los derechos fundamentales del extraditurus. Segundo. En el trámite de la extradición no se
decide acerca de la responsabilidad penal o no del reclamado, simplemente el cumplimiento de los
requisitos y de las garantías previstas. Este procedimiento solo decide si procede remitir al reclamado
al Estado requirente para que sea juzgado por los hechos imputados, con las garantías de un debido
proceso. Tercero. Las reglas sobre extradición del Nuevo Código Procesal Penal tienen correspondencia
con el Tratado de Extradición celebrado entre la República del Perú y los Estados Unidos de América,
suscrito el 25 de julio de 2001, que entró en vigencia en ambos países el 25 de agosto de 2003. [...]
(Extradición Pasiva. N .° 59-2018-Lima, del 31-05-2018, ff. jj. 1 al 3. Sala Penal Permanente. Texto
completo: <bit.ly/2NNQv5J>).

JURISPRUDENCIA DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL

§ 2001. Extradición pasiva. 5. Dentro de la variada clasificación que se le puede atribuir al proce­
dimiento de Extradición, la denominada Extradición Pasiva es aquella en donde un Estado es requerido
para extraditar a una persona. En este caso, carece de relevancia que el sujeto solicitado tenga la calidad
de residente, turista o mero transeúnte en el territorio nacional. 6 . Al respecto, de manera general
deberá acreditarse lo siguiente: a) comprobación de no haberse extinguido la acción penal, conforme
a una u otra legislación; b) comprobación de no tratarse de deütos políticos o de hechos conexos, y c)
comprobación de que, en el caso de un procesado, éste no haya sido absuelto en el extranjero, o en el
norrios & th e sis
1067 SECCIÓN II: LA EXTRADICIÓN A rt.516
caso de un condenado, que éste no haya cumplido la pena. Asimismo, debe verificarse la hipótesis de la
acción o de la pena. (Exp. N .° 06317-2007-PHC/TC [caso Julio César GutiérrezJaramillo], del 08-01­
2008 [Web: 30-06-2008 / EP, 17-08-2008], ff. jj. 5-6. Texto completo: <bit.ly/2FTSrZx>).

§ 2002. Sistemas de extradición pasiva. 18. Finalmente, en lo relacionado al procedimiento de


extradición, desde la perspectiva del Estado requerido, podrá ser un procedimiento netamente judicial,
un procedimiento puramente administrativo-gubernativo, o un procedimiento mixto, que se nutre
de características propias de los procedimientos antes señalados, propios de dos sistemas jurídicos de
proyección universal, a saber: a) El sistema anglosajón o de revisión (o del “common law”), vigente
principalmente en el Reino Unido y los Estados Unidos de América, en el cual la autoridad judicial
realiza una valorización sustancial de las pruebas presentadas por el Estado requiriente y las que el pro­
pio extraditable pueda aportar para demostrar su inocencia o eximentes. En dicho sistema, si en sede
judicial no se autoriza la extradición, el gobierno no puede concederla, b) El sistema continental (o
romano- germánico), en el cual los tribunales del Estado requerido solamente realizan una evaluación
formal en base a los documentos remitidos por el Estado solicitante para verificar que se reúnan todos
los requisitos formales. Es decir, no tienen facultades para revisar las cuestiones de fondo tenidas en
cuenta para formular el pedido de extradición. Es un sistema jurídico contemporáneo predominante
en los países de Europa Occidental (con excepción de Reino Unido y algunos países nórdicos) y de
América Latina. (Exp. N.° 3966-2004-FíC/TC [caso Enrique José Benavides Morales], del 03-03-2005
[Web: 13-05-2005 / EP, 21-05-2005], £ j. 18. Texto completo: <bit.ly/2CAL45L>).

§ 2003. Un pedido de extradición sustancialmente pasa por compatibilizar los hechos incri­
minados respecto del delito imputado en el marco penal nacional, y no por determinar qué orde­
namiento penal (del Estado requirente o del Estado requerido) resulta más beneficioso. Pena más
gravosa en el extranjero (cadena perpetua) no vulnera los derechos del extraditable. 6. [...] [L]as
normas de la extradición pasiva contenidas en el Código Procesal Penal refieren al requerido como la
persona procesada, acusada o condenada como autor o partícipe de un delito, así como a la evaluación
de los hechos constitutivos del delito que se le atribuyen y que, a su vez, impliquen una pena igual o
superior a un año de privación de la libertad (Cfr. artículos 5 1 3 ,5 l6 y 5 1 7 .1 ). Por otra parte, el Tratado
de Extradición entre la República del Perú y de los Estados Unidos de América, entre otros, contiene
acuerdos respecto de la obligación de extraditar y los motivos para denegar la extradición; así como
sobre los delitos que dan lugar a la extradición, en referencia a la conducta delictiva del requerido, inde­
pendientemente de la terminología o clasificación que la norma sustantiva dé al delito; asimismo, trata
el tema de la denegatoria al pedido de extradición cuando la sanción penal a imponerse sea la pena de
muerte, supuesto este último que no importa al caso de autos. [...] 14. En este extremo de la demanda
se cuestiona la resolución suprema que estima el pedido de extradición pasiva del beneficiario, con el
argumento de que sus efectos resultarían vulneratorios del derecho a la resocialización del penado (el
beneficiario) y del acceso a los beneficios penitenciarios por cuanto habría la posibilidad de que se le im­
ponga la pena de cadena perpetua, aun cuando en el Estado peruano el delito de estafa tiene una pena
máxima de seis años de privación de la libertad personal. Sobre el particular, cabe reiterar que la decisión
judicial de un pedido de extradición sustancialmente pasa por compatibilizar los hechos incriminados
respecto del delito imputado en el marco penal nacional, y no por determinar qué ordenamiento penal
(del Estado requirente o del Estado requerido) resulta más beneficioso para la persona requerida a los
efectos de la decisión del pedido de extradición. 15. Ahora bien, [...] la pena conminada (por el Estado
requirente), para el tipo de delitos que se imputa al favorecido, es de 30 años de pena privativa de la
libertad hasta cadena perpetua (f. 56). Por consiguiente, en el caso no se manifiesta que los delitos que
el Estado requirente imputa al favorecido tengan como única pena la condena a cadena perpetua o que
dicha pena haya sido impuesta al favorecido; por el contrario, conforme se observa de los antecedentes
de la resolución judicial cuya nulidad se pretende, el beneficiario -en el Estado requirente- se encuentra
en situación de procesado bajo acusación formal, no advirtiéndose que su condición sea la de condena­
do a una pena privativa de la libertad en la que se vea afectado el derecho a la resocialización del penado
♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL
A rt.5 17 LIBRO SÉPTIMO: LA COOPERACIÓN JUDICIAL INTERNACIONAL 1068

que invoca la demanda. (Exp. N .° 08053-2013-PHC/TC [caso Armando Guillermo Pino Ponce], del
09-12-2015 [Web: 02-12-2016], ff. jj. 6, 14 y 15 - Texto completo: <bit.ly/2HQAHOD>).

Artículo 517: Rechazo de la extradición

1. No procede la extradición si el hecho materia del proceso no constituya delito tanto en el Estado re-
quirente como en el Perú, y si en ambas legislaciones no tenga prevista una pena privativa de libertad igual
o mayor a los dos años. Si se requiere una extradición por varios delitos, bastará que uno de ellos cumpla
con esa condición para que proceda respecto de los restantes delitos.
2. La extradición no tendrá lugar, igualmente:
a) S i el Estado solicitante no tuviera jurisdicción o competencia para juzgar el delito;
b) S i el extraditado ya hubiera sido absuelto, condenado, indultado, amnistiado o sujeto a otro derecho
de gracia equivalente;
c) S i hubiera transcurrido el término de la prescripción del delito o de la pena, conforme a la ley nacional
o del Estado requirente; siempre que no sobrepase el término de la legislación peruana;
d) S i el extraditado hubiere de responder en el Estado requirente ante tribunal de excepción o el proceso
al que se le va a someter no cumple las exigencias internacionales del debido proceso;
e) S i el delito fuere exclusivamente militar, contra la religión, político o conexo con él, de prensa, o de
opinión. La circunstancia de que la víctima del hecho punible de que se trata ejerciera funciones públicas,
no justifica por s í sola que dicho delito sea calificado como político. Tampoco politiza el hecho de que el
extraditado ejerciere funciones políticas. De igual manera están fuera de la consideración de delitos polí­
ticos, los actos de terrorismo, los delitos contra la humanidad y los delitos respecto de los cuales el Perú
hubiera asumido una obligación convencional internacional de extraditar o enjuiciar;
f) S i el delito es perseguible a instancia de parte y si se trata de una falta; y,
g) Si el delito fuere tributario, salvo que se cometa por una declaración intencionalmente falsa, o por
una omisión intencional, con el objeto de ocultar ingresos provenientes de cualquier otro delito.
3. Tampoco se dispondrá la extradición, cuando:
a) La demanda de extradición motivada por una infracción de derecho común ha sido presentada con el
fin de perseguir o de castigar a un individuo por consideraciones de raza, religión, nacionalidad o de opi­
niones políticas o que la situación del extraditado se exponga a agravarse por una u otra de estas razones;
b) Existan especiales razones de soberanía nacional, seguridad u orden público u otros intereses esen­
ciales del Perú, que tornen inconveniente el acogimiento del pedido;
c) El Estado requirente no diere seguridades de que se computará el tiempo de privación de libertad que
demande el trámite de extradición, así como el tiempo que el extraditado hubiese sufrido en el curso del
proceso que motivó el requerimiento.
d) El delito por el que se solicita la extradición tuviere pena de muerte en el Estado requirente y éste no
diere seguridades de que no será aplicable.(1)

NOTA DE ACTUALIZACIÓN
(1) Texto conform e a la m odificación efectuada por el artículo 2o del Decreto Legislativo N.° 1281 (EP, 29-12-2016).

JURISPRUDENCIA DE LA CORTE SUPREMA

§ 2004. Devolución de cuadernillo de extradición. 6. [El] artículo 517, inciso 1, del Código Pro­
cesal Penal señala: “No procede la extradición si el hecho materia del proceso no constituye delito tanto
en el Estado requirente como en el Perú [...]” . Este artículo concuerda con el artículo 11.3.a. del Tratado
de Extradición antes mencionado y contiene el principio de doble incriminación, que debe respetarse
en todo procedimiento de extradición, por cuanto tiene íntima relación con el principio de legalidad
penal sustancial previsto en el artículo 2, inciso 24, literal d) de la Constitución Política del Estado. 7.
n o m o s & th e s is
1069 SECCIÓN II: LA EXTRADICIÓN A rt.517
Asimismo, el artículo 518, inciso 1, literal a) del Código Procesal Penal prescribe: La demanda de extra­
dición debe contener: “a) Una descripción del hecho punible, con mención expresa de la fecha, lugar y
circunstancias de su comisión y sobre la identificación de la víctima, así como la tipificación legal que
corresponda al hecho punible”. Esta disposición legal concuerda con lo dispuesto en el artículo VI, in­
ciso 2, literal b) del Tratado con los Estados Unidos de América, y contiene el principio de imputación
necesaria, que también debe respetarse en todo procedimiento de extradición, por estar vinculado estre­
chamente con la garantía constitucional del derecho de defensa, previsto en el artículo 139, inciso 14,
de la Constitución Política del Estado, por cuanto si el imputado no conoce concretamente los cargos
que se le imputan, entonces, no tendrá opción de ejercer su derecho de defensa en forma efectiva. [...].
15. [Por lo tanto, el presente tribunal considera] que la demanda de extradición no está debidamente
instruida y se encuentra incompleta; por lo que haciendo uso de la facultad conferida por el artículo
518, inciso 3, del Código Procesal Penal Peruano, se pedirá al Estado requirente corrija y complete la
solicitud de extradición con los requisitos que señalan las normas procesales antes mencionadas, y que
concuerdan con el respectivo Tratado de Extradición; debiendo adjuntar los elementos de prueba que
sustentan la imputación, a los que se refiere el mencionado agente especial. Esta petición se hará a través
de la Fiscalía de la Nación y el Ministerio de Relaciones Exteriores. (Extradición pasiva N.° 23-2016-
Lima [caso Manuel Burga] , del 14-03-2016, ff. jj. 6, 7 y 15. Sala Penal Permanente. Texto completo:
<bit.ly/2cn398S>).

§ 2005. Principio de doble incriminación. Cuarto. Es de indicar que el principio de doble incrimi­
nación se encuentra referido a la legalidad penal y su significado consiste, de un lado, en que el hecho sea
delictivo y, de otro, que dicho evento criminal esté sancionado con una determinada penalidad en las le­
gislaciones punitivas de los Estados requirente y requerido, si bien ello no implica la identidad de las penas
en ambas legislaciones, bastará con que se cumplan los mínimos estándares de punibilidad previstos en las
normas aplicables [...]. (Extradición pasiva N.° 83-20l4-Lima [caso Manuel Burga], del 03-12-2014, £ j.
4. Sala Penal Permanente. Texto completo: <bit.ly/lVkmxpN>).

§ 2006. Requisitos de la doble incriminación y vigencia de la acción penal. El tipo penal perua­
no de atentado contra la patria potestad no ciimple con el requisito de la doble incriminación, no es
una figura penal en Chile, en consecuencia [...] no corresponde promover una extradición [...]. El delito
de desobediencia a la autoridad es un delito instantáneo [...] o, más concretamente, de estado, no es
un delito permanente (Extradición N .° 16-2002-Lima, del 10-11-2005. Sala Penal Permanente. Texto
completo: S a n M a r t í n , JPvinculante, p. 928).

JURISPRUDENCIA DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL

§ 2007. Rechazo de la extradición. 16. Entre las características de la institución destacan


las siguientes: a) Entrega internacional entre Estados de un individuo presunto autor de un acto
ilícito o condenado por la comisión del mismo, b) Se aplica en los casos de comisión de hechos
perpetrados en el ámbito territorial del Estado requiriente. En general no se concede la extradi­
ción por hechos no previstos como delitos en la ley del Estado requerido, c) Observancia de que
no se haya extinguido la acción penal por prescripción, amnistía, indulto o cosa juzgada, d) El
individuo extraditado puede ser nacional del Estado requiriente, o incluso extranjero ante él. e)
Tal como lo dispone el artículo 3 7 ° de nuestra Constitución, la extradición no opera en los casos
de los denominados delitos políticos, o por hechos conexos con ellos. Los delitos políticos son
aquellos que atentan contra la estabilidad y normal funcionamiento de los poderes públicos. En
ese sentido, la intencionalidad y objetivo del agente se deriva de la relación gobernante-goberna­
dos. A través de los delitos políticos se impugna, por móviles ideológicos, el poder de los órganos
políticos vigentes. Estos no surgen por ningún tipo de razonabilidad personal o ánimo de lucro.
Igualmente, esta excepción se extiende a los actos conexos, cuando la acción criminal sirve para
ejecutar o favorecer el atentado contra la organización y funcionamiento del cuerpo político, o
para procurar la impunidad del mismo. Debe señalarse que no se consideran como delitos po­
líticos y, por ende, son factibles de extradición, los casos derivados de terrorismo, magnicidio y

♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL


A lt 518 LIBRO SÉPTIMO: LA COOPERACIÓN JUDICIAL INTERNACIONAL 1070

genocidio, f) Tampoco procede la extradición cuando el pedido de remisión compulsiva obedece


a razones de discriminación por razones de convicción, nacionalidad, origen, etc. (Exp. N .° 3966-
2 0 0 4 -H C /T C [caso Enrique José Benavides M orales], del 03-03-2003 [Web: 13-05-2005 / EP,
21-05-2005], £ j. 16. Texto completo: <bit.ly/2CAL45L>).
§ 2008. No extradición por incumplimiento del principio de reciprocidad. 6. De otra parte,
este Tribunal estima pertinente que para evaluar la constitucionalidad de la extradición del demandante
también debe analizar si ésta respeta el principio de reciprocidad. Así debe resaltarse que entre el Perú y
el Brasil no opera el principio de reciprocidad reconocido en el artículo 37° de la Constitución, pues si
bien entre ambos países existe un tratado de extradición, debe tenerse presente que la Constitución de
Brasil en su artículo 5°, inciso LI establece que “ningún brasileño será extraditado, salvo el naturaliza­
do”, es decir, que sólo existe reciprocidad entre el Perú y el Brasil para extraditar extranjeros. Teniendo
presente ello, este Tribunal estima que la extradición del demandante debe ser denegada debido a que
la Constitución del Brasil es contraria al principio de reciprocidad pues no permite que sus nacionales
puedan ser extraditados al Perú para ser procesados penalmente. En buena cuenta por no existir entre
el Brasil y el Perú las mismas condiciones para la extradición de sus nacionales, el pedido de extradición
del demandante debe ser denegado y el procedimiento terminado, razón por la cual el mandato de
detención que se le impuso debe ser dejado sin efecto, sin perjuicio de las obligaciones penales a que
hubiera lugar. (Exp. N .° 04253-2009-PHC/TC [caso Ja ir Ardela Michhue], del 19-10-2009 [Web: 05­
01-2010], £ j. 6. Texto completo: <bit.ly/2uaS33w>).
§ 2009. No extradición por incumplimiento del principio de reciprocidad. 3. Tal como lo
ha señalado el Tribunal Constitucional en anterior oportunidad, la extradición debe ser entendida
como un procedimiento mediante el cual un Estado es requerido para que haga entrega de un indi­
viduo que se encuentra dentro de su territorio y que tiene la condición de procesado o condenado por
un delito común, al Estado requirente o solicitante, en virtud de un tratado, o a falta de este, por
aplicación del Principio de Reciprocidad, p ara que sea puesto a disposición de la autoridad ju dicial
competente y se le enjuicie penalmente, o p ara que cumpla y se ejecute la pena impuesta, si se hubiera
producido previamente el proceso penal correspondiente [...]. 4. En el caso materia de análisis, este
Tribunal advierte que la decisión que motivó el rechazo del pedido de extradición no constituye una
Resolución Judicial Suprema o Ejecutoria Suprema que pueda calificar el hecho como cosa juzgada,
pues como ya se indicó, la extradición es un instituto jurídico que viabiliza la remisión compulsiva
de un individuo por parte de un Estado a los órganos jurisdiccionales competentes de otro a efectos
de que sea enjuiciado o cumpla con una condena impuesta, y el acceder o denegar una extradición
no implica una calificación de los hechos que conlleve la exculpación del favorecido, ya que ello es
propio de un proceso ordinario [...]. (Exp. N .° 02468-2010-PH C/TC [caso Eduardo M artin Cal-
m ellD el Solar D íaz], del 28-11-2011 [Web: 12-01-2012 / EP, 27-02-2012], f. j. 6. Texto completo:
<bit.ly/2YlZFv9>).

Artículo 518: Requisitos de la demanda de extradición

1. La demanda de extradición debe contener;


a) Una descripción del hecho punible, con mención expresa de la fecha, lugar y circunstancias de su
comisión y sobre la identificación de la víctima, a sí como la tipificación legal que corresponda al hecho
punible;
b) Una explicación tanto del fundamento de la competencia del Estado requirente, cuanto de los moti­
vos por los cuales no se ha extinguido la acción penal o la pena;
c) Copias autenticadas de las resoluciones judiciales que dispusieron el procesamiento y, en su caso, el
enjuiciamiento del extraditado o la sentencia condenatoria firme dictada cuando el extraditado se encon­
traba presente, a sí como la que ordenó su detención y/o lo declaró reo ausente o contumaz;
d) Texto de las normas penales y procesales aplicables al caso, según lo dispuesto en el literal anterior;

no m o s & th e s ls
1071 SECCION ¡l: LA EXTRADICION 518
e) Todos los datos conocidos que identifiquen al reclamado, tales como nombre y apellido, sobrenom­
bres, nacionalidad, fecha de nacimiento, estado civil, profesión u ocupación, señas particulares, fotogra­
fías e impresiones digitales, y la información que se tenga acerca de su domicilio o paradero en territorio
nacional.
2. En todos los casos, con o sin tratado, la demanda de extradición debe contener la prueba necesaria
que establezca indicios suficientes de la comisión del hecho delictuoso y de la participación del reclamado
en dichos hechos.
3. Si la demanda de extradición no estuviera debidamente instruida o completa, la Autoridad Central a
instancia del órgano jurisdiccional y en coordinación con el Ministerio de Relaciones Exteriores pedirá al
Estado requirente corrija o complete la solicitud y la documentación.05

NOTA DE ACTUALIZACIÓN
(1) Texto conform e a la modificación efectuada por el artículo 2o del Decreto Legislativo N.° 1281 (ER 29-12-2016).

JURISPRUDENCIA DE LA CORTE SUPREMA

§ 2010. El imputado tiene mandato de prisión preventiva, por lo que, con creces, se cumple
con las exigencias extradicionales y legales. Los hechos por presuntos delitos de tráfico de in­
fluencias, colusión y lavado de activos no tienen carácter político ni son conexos a delitos de esta
naturaleza. Vigesimoséptimo. [El] artículo VI, apartado 3, literal a), del Tratado exige que se acompañe
a la solicitud de extradición “una copia del mandamiento u orden de detención emanado de un juez u otra
autoridad competente” [El subrayado es nuestro]. En esta perspectiva, la concordancia de los artículos
526, apartado 1), y 518, apartado 1), literal c), del Código Procesal Penal, estipula que se debe acom­
pañar, entre otros, la resolución que que ordenó su detención [del reclamado] y ¡o lo declaró reo ausente
o contumaz [el subrayado es nuestro]. Luego, desde nuestro derecho interno, no puede identificarse
detención con prisión preventiva, tanto más si el Código Procesal Penal reconoce ambas medidas de
coerción personales, que limitan la libertad deambulatoria del imputado. La segunda, obviamente, con
mayor intensidad y estabilidad en el tiempo, y la primera provisionalísima. El Tratado, a los fines de
la extradición, solo exige un mandato de detención vigente al momento de instarse la extradición o
como consecuencia de su expedición -la detención, en un sentido amplio, puede tener lugar cuando el
imputado se ausenta injustificadamente de la localidad o cuando incumple un emplazamiento efectivo,
el cual se plasma a través de una requisitoria o mandamiento de captura-. El imputado ATM tiene man­
dato de prisión preventiva, por lo que, con creces, se cumple con las exigencias extradicionales y legales.
Cabe enfatizar que para la emisión del auto de prisión preventiva no hace falta que, previamente, se
dicte auto de detención y, menos, que el imputado rinda declaración. No se impone, como presupuesto
formal de la prisión preventiva, tal exigencia (solo se necesita requerimiento fiscal, emplazamiento,
realización de la audiencia respectiva, presencia del abogado defensor del imputado o uno de oficio y
resolución especialmente motivada). El artículo 271, apartado 2), del Código Procesal Penal prescribe
al respecto: “Si el imputadlo se niega, por cualquier motivo a estarpresente en la audiencia, será representado
por su abogado o el defensor de oficio, según sea el caso \ El reclamado ATM sabía del requerimiento fiscal
de prisión preventiva y de la audiencia programada al efecto, y solo asistió su abogado de confianza. [...]
Cuadragésim o octavo. [...] 4. De las presuntas vulneraciones a l debido proceso. 4.1. [...] [Los] hechos por
presuntos delitos de tráfico de influencias, colusión y lavado de activos no tienen carácter político ni
son conexos a delitos de esta naturaleza. Se trata de delitos comunes y su procesamiento solo obedece
a la necesidad de esclarecer la realidad de su comisión -se trata de delitos considerados como tales en el
Derecho Internacional Penal-, o de ser el caso (si se dictare sentencia condenatoria), imponer la sanción
que corresponde, con pleno respeto de las garantías individuales y procesales del extraditable. 4.2.
Sostiene la defensa del extraditurus [del expresidente] que la persecución procesal por los tres delitos
tiene móviles políticos y que se busca limitar arbitrariamente los derechos individuales del reclamado.
Empero, como es obvio, que un delito tenga, por la persona del sujeto activo y su actividad pública,
un fuerte impacto político, y que de él y del proceso den cuenta los medios de comunicación social y

♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL


Alt 519 LIBRO SÉPTIMO: LA COOPERACIÓN JUDICIAL INTERNACIONAL 1072

diversas personalidades, incluidos políticos en actividad -más allá de sus particulares apreciaciones, que
en una democracia libre no pueden limitarse, pero que tampoco vinculan a la jurisdicción-, en modo
alguno puede calificarse al proceso penal como ilegítimo y motivado por razones de persecución polí­
tica. [...] (Extradición N .° 21-2018-Lima [Extradición del expresidente Alejandro Toledo Manrique], del
13-03-2018, ff. jj. 27 y 48. Sala Penal Permanente. Texto completo: <bit.ly/2 FVQqLL>).
§ 2011. Requisitos para llevar a cabo el procedimiento de extradición. C uarto. Conforme al art.
318, apartado 2 , del D. Leg. N .° 957, vigente conforme a la Ley N .° 28671, de 31 de enero del 2006,
modificado por el D. Leg. N .° 1281, de 29 de diciembre del 2016, es de indicar los indicios probatorios
suficientes para establecer la solidez de la imputación y la seriedad de los cargos que justifican el pedi­
do de extradición, aunque del tenor del art. 8 del Tratado, en relación al derogado art. 8 del Acuerdo
Bolivariano de Extradición, no se requiere adjuntar declaraciones o pruebas justificatorias de cargo o
indicios de criminalidad. Su coencausado y condenado [...] al prestar su manifestación policial de fojas
setenta ante el fiscal y abogado defensor, de 9 de julio del 2011 , señaló que el sujeto conocido como
“Negrini” de nacionalidad venezolana era el cabecilla y financista de la organización, y que quien le
seguía en el mando era el reclamado [...]-, el mismo vino al Perú y con el cual tuvo reuniones a fin de
buscar por vía marítima el traslado de la droga a Europa. Asimismo, dicho coencausado al prestar la
ampliación de su instructiva de fojas ciento ochenta y seis, de 6 de marzo del 2012 , se ratificó en el con­
tenido de su manifestación policial brindada en la Dirección de Investigación de tráfico ilícito de drogas
de la Policía Nacional, pese a que al prestar la continuación de su instructiva de fojas ciento setenta y
seis, de 8 de septiembre del 2011 , no se ratificó en dicha declaración. Así como se acogió a la conclu­
sión anticipada del proceso aceptando los hechos imputados, conforme a la sentencia conformada de
fojas doscientos noventa y ocho. Las sentencias precedentes acreditan el corpus delicti y el hecho de la
intervención de una organización delictiva formada por ciudadanos peruanos y colombianos destinada
a traficar clorhidrato de cocaína hacia Europa. Quinto. Desde los presupuestos formales, se cumple con
acompañar a la solicitud de extradición: 1. La resolución correspondiente de la Sala Penal Nacional,
que dispone la privación cautelar de la libertad del reclamado 2. Informe sobre consulta web del do­
cumento de identidad del reclamado; esto es, la Ficha de la Registraduría Nacional del Estado Civil de
la República de Colombia. 3. La exposición sumaria del hecho y el itinerario del procedimiento. 4. La
reiteración del mandato de ubicación y captura del reclamado. El cuaderno de extradición consta de las
copias debidamente certificadas. (Extradición Activa N .° 170-2018-Nacional, del 09-01-2019, ff. jj. 4
y 5. Sala Penal Permanente. Texto completo: <bit.ly/2JwIORY>).
§ 2012. Condiciones exigibles para la extradición pasiva. Véase la jurisprudencia del artículo 51 6o
del Nuevo Código Procesal Penal [§ 1997]. (Extradición N .° 23-2012-Lima [Caso Francisco Morales
Bermúdez], del 15-03-2012, ff. jj. 4 y 5. Sala Penal Permanente. Texto completo: <bit.ly/lR58BYZ>).

Artículo 519: Concurso de extradiciones

1. Si varios Estados solicitan la extradición de la misma persona por el mismo delito, se decidirá la
preferencia, según las siguientes circunstancias:
a) La existencia de Tratados que vinculen al Perú con el Estado requirente;
b) Las fechas de las demandas de extradición y, en especial, el estado de cada procedimiento;
c) El hecho de que el delito se haya cometido en el territorio de alguno de los Estados requirentes;
d) Las facilidades que cada uno de ellos tenga de conseguir las pruebas del delito;
e) El domicilio del extraditado o la sede de sus negocios, en la medida que en ambos casos le permitan
ejercer con mayor consistencia su derecho de defensa, así como paralelamente el domicilio de la víctima;
f) La nacionalidad del extraditado;
g) La gravedad del hecho delictivo en función a la pena conminada y su coincidencia con la Ley nacio­
nal, en especial que no se prevea la pena de muerte.

nom os & th esis


1073 SECCIÓN II: LA EXTRADICIÓN Art. 521
2. Si varios Estados reclamaren a la misma persona por otros delitos, se decidirá la preferencia, según
las siguientes circunstancias:
a) La mayor gravedad de los delitos, según la Ley peruana;
b) La nacionalidad del extraditado;
c) La posibilidad que concedida la extradición a un Estado requirente, éste pueda a su vez acceder luego
a la reextradición de la persona reclamada al otro Estado.
3. Aun cuando se decida por un Estado requirente, la justicia y el Gobierno deben pronunciarse acerca
de la procedencia de la extradición solicitada por el Estado que no la obtuvo de inmediato. En ese caso la
extradición no preferida tendrá los efectos de una reextradición autorizada.

Artículo 520: Efectos de la extradición concedida

1. El extraditado no podrá ser encausado por hechos anteriores y distintos a los que determinaron
la concesión de la extradición sin la previa autorización del Perú. En este caso debe interponerse una
demanda ampliatoria de extradición, la Sala Penal de la Corte Suprema, que tendrá a la vista la solicitud
del Estado requirente y con los documentos justificativos correspondientes, debe emitir una resolución
consultiva y el Consejo de Ministros debe aprobar la correspondiente Resolución Suprema autoritativa.
2. Si la calificación del hecho delictivo que motivó la extradición fuese posteriormente modificada en el
curso del proceso en el Estado requirente, ésta deberá igualmente ser autorizada por el Gobierno del Perú,
bajo los mismos trámites que el numeral anterior, con la precisión que sólo deberá atenderse a si la nueva
calificación también constituye un delito extraditable.
3. El extraditado no podrá ser reextraditado a otro Estado sin la previa autorización del Perú. Se seguirá
en sede nacional el trámite previsto en el numeral 1). Sin embargo, no será necesaria la autorización del
Gobierno del Perú si el extraditado renunciare a esa inmunidad ante una autoridad diplomática o consular
peruana y con el asesoramiento de un abogado defensor; o, cuando el extraditado, teniendo la posibilidad
de abandonar voluntariamente el territorio del Estado requirente no lo hace en el plazo de treinta días, o
cuando regrese voluntariamente a ese territorio después de haberlo abandonado.
4. Si el extraditado, después de la entrega al Estado requirente o durante el respectivo proceso, fugue
para regresar al Perú, será detenido mediante requisición directa y nuevamente entregado sin otras for­
malidades.
5. Los bienes -objetos o documentos- efecto o instrumento del delito y los que constituyen el cuerpo
del delito o elementos de prueba, serán entregados al Estado requirente, desde que se hallen en poder del
extraditado, aunque éste haya desaparecido o fallecido, salvo si afectan derechos de tercero. Así debe
constar en la Resolución Suprema que acepte la extradición.

Artículo 521: Inicio del procedimiento de extradición

El procedimiento de extradición pasiva se inicia:


1. Con la demanda de extradición presentada por la autoridad del Estado requirente a la Fiscalía de la
Nación, la que deriva el pedido al juez de investigación preparatoria competente para que se disponga la
detención del reclamado;
2. Con la detención del reclamado por mandato judicial a mérito de una solicitud de detención preven­
tiva con fines de extradición; o,
3. Con la detención del reclamado por existir en su contra una orden de captura internacional emitida a
través de la INTERPOL, en cuyo caso conoce del proceso el juez penal de turno del lugar donde se produjo
la detención.(1)

NOTA DE ACTUALIZACIÓN

(1) Texto conform e a la modificación efectuada por el artículo 2o del Decreto Legislativo N.° 1281 (ER 29-12-2016).

♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL


Art. 521 LIBRO SÉPTIMO: LA COOPERACIÓN JUDICIAL INTERNACIONAL 1074

JURISPRUDENCIA DE LA CORTE SUPREMA

§ 2013. Someter a cualquier ciudadano a un mandato de detención por el solo hecho de su


requerimiento en vía de extradición vulnera sus derechos constitucionales (artículo 521°, inc. 1).
Cuarto, Que, como se verifica de la resolución consultada, el Primer Juzgado Penal Supraprovincial ha
inaplicado el numeral 1 del artículo 521 del [Nuevo] Código Procesal Penal, en el extremo que dispone:
“Recibida por la Fiscalía de la Nación el pedido de extradición, el Juez de la Investigación Preparatoria
dictará mandato de detención para fines extradicionales contra la persona requerida, si es que no se
encontrare detenida en mérito a una solicitud de arresto provisorio” por considerar que dicha norma
importa una negación intrínseca de la obligación constitucional de motivación de las resolucionesjudiciales,
pues bastará como sustento la simple referencia de la norma imperativa con prescindencia de la exposición y
sustento de las causales de necesidad y racionalidad que la justifiquen, lo que evidentemente atenta contra
las garantías constitucionales a la independencia en el ejercicio de la función jurisdiccional y a la moti­
vación escrita de las resoluciones judiciales recogidas en los incisos 2 y 5 del artículo 139 de la Constitu­
ción Política del Estado, así como el derecho a constitucional a la libertad, en el sentido que nadie puede
ser detenido sino por mandato escrito y motivado del Juez, a que se refiere el literal f) del numeral 24
del artículo 2 de la misma norma legal. [...] Sétim o. Conforme al artículo 2 numeral 24 literal f) de la
Constitución Política del Estado, nadie puede ser detenido sino por mandamiento escrito y motivado
del Juez, o por las autoridades policiales en caso de flagrante delito; esto quiere decir que nuestra Cons­
titución establece 2 supuestos para la aplicación de la medida coercitiva de naturaleza personal (mandato
de detención), a saber: a) por orden del Juez, lo que debe surgir como consecuencia de una investigación
oficial o un proceso judicial, por ello se establece que el mandato del Juez debe ser escrito y demandante
motivado y b) cuando una persona se encuentra en flagrante delito, esto es en el preciso momento que se
está cometiendo el delito. Respecto al primer supuesto, el mandato de detención es concebido como una
medida coercitiva de naturaleza personal que se sustenta en los principios de necesidad, proporcionali­
dad, legalidad, prueba suficiente, judicialidad y provisionalidad; siendo su vigencia temporal, y dentro de
lo establecido por el artículo 135 del Código Procesal Penal [de 1991], sus requisitos concurrentes son: i)
Prueba suficiente: esto es, que deben existir suficientes elementos de convicción sobre la comisión de un
delito doloso y que además vinculen al imputado como autor o partícipe del mismo, ii) Prognosis depena:
a través del cual el Juez debe realizar un análisis preliminar de las evidencias disponibles y sobre esa base
calculará la pena que podría recaer, y iii) Peligro procesal, que supone dos elementos fundamentales como
son el peligro de fuga y la perturbación de la actividad probatoria. [...] Noveno. En el presente caso, al
preferido [preferir] el Juzgador la norma constitucional a la ley ordinaria no ha hecho más que reconocer
el derecho constitucional a la motivación escrita de las resoluciones judiciales que corresponde a todo
ciudadano, máxime aún si como se ha establecido en Eneas precedentes, para el dictado de un mandato
de detención el Juez debe emitir pronunciamiento sobre cada uno de los elementos concurrentes que
establece la Ley, jerarquía normativa que nuestro ordenamiento constitucional prevé en su artículo 138,
segundo párrafo, concordante con el artículo 51 de la misma Ley de Leyes, al prescribir que de existir
incompatibilidad entre una norma constitucional y una norma legal ordinaria, los jueces prefieren la
primera, y, para el caso concreto, al estar en discusión el derecho a la motivación escrita de las decisiones
judiciales para el caso específico de la privación del derecho a la libertad conforme lo regulan el literal
f) del numeral 24 del artículo 2, concordado con los incisos 2 y 5 del artículo 139 de la Constitución
Política del Estado, someter a cualquier ciudadano a un mandato de detención por el solo hecho de su
requerimiento en vía de extradición vulnera tales preceptos, así como del regulado en el numeral 2 del
artículo 7 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos, que prescribe que “nadie puede ser
privado de su libertad física salvo por las causas y en las condiciones fijadas de antemano por la Consti­
tución Política de los Estados Partes o por las leyes dictadas conforme a ellas”. Por tales consideraciones:
aprobaron la resolución consultada de fecha 21 de febrero del 2012, [...] en cuanto declara in a p l ic a b l e
al presente caso el numeral 1 del artículo 521 del Código Procesal Penal por contravenir los incisos 2
y 5 del artículo 139, y el literal f) del inciso 24 del artículo 2 de la Constitución Política del Estado;
en los seguidos contra Francisco Morales Bermúdez Cerruti por la supuesta comisión del delito de lesa

nomos & th e sis


1075 SECCIÓN II: LA EXTRADICIÓN

humanidad [...]. (Consulta N.° 649-2012-Lima, de 05-07-2012, ff. jj. 4, 7 7 9. Sala de Derecho Cons­
titucional 7 Social Permanente. Texto completo: <bit.l7/ 2 G 7pPCn>).

1
Artículo 521 -A: Audiencia de control de la detención con fines de extradición
' ¡

1. Una vez detenido el reclamado, dentro del plazo de veinticuatro (24) horas o en el término de la dis- I
tancia debe ser puesto a disposición del juzgado competente con comunicación a la Fiscalía de la Nación,
fiscal provincial y el funcionario diplomático y/o consular del Estado requirente.
2. El juez, dentro de las setenta y dos (72) horas, realiza una audiencia de control de la detención con
la participación del reclamado, su defensor, el fiscal competente y el representante que acredite la Misión
Diplomática. Durante la audiencia, el reclamado es informado sobre los motivos de su detención, los dere­
chos que le asisten y la posibilidad de acogerse a la extradición simplificada conforme al artículo 523-A.
La audiencia se instala con los que asistan y tiene carácter de inaplazable.
3. El juez resuelve en audiencia la medida de coerción personal que corresponda al caso. De dictarse
detención preventiva con fines de extradición, ésta no puede extenderse más allá del plazo razonable.
4. Contra el auto de detención preventiva con fines de extradición procede el recurso de apelación, que
puede ser interpuesto en el plazo de tres (3) días de notificada la decisión.(1)

NOTA DE ACTUALIZACIÓN

(1) Artículo incorporado por el artículo 3o del Decreto Legislativo N.° 1281 (EP, 29-12-2016).

Artículo 521 -B: Recepción y calificación de la demanda

1. En el supuesto de los numerales 2) y 3) del artículo 521, el Estado requirente debe presentar la
demanda de extradición en un plazo no mayor a sesenta (60) días. Con la presentación de la demanda al
Ministerio de Relaciones Exteriores se suspende el plazo antes señalado. De no presentarse la demanda de
extradición dentro del plazo establecido, se dispone la inmediata libertad del reclamado.
2. La Fiscalía de la Nación remite la demanda de extradición al juez que conoce del procedimiento
para que califique la demanda. Si advierte que ésta adolece de algún requisito coordina con la Fiscalía de
la Nación para que en un plazo no mayor de treinta (30) días de notificado el Estado requirente corrija o
complete la demanda y preste las garantías necesarias de ser el caso.
3. Subsanada la demanda, el juez competente remite el cuaderno a la Sala Penal de la Corte Suprema
adjuntando un informe ilustrativo en un plazo no mayor de veinticuatro (24) horas.(1)

NOTA DE ACTUALIZACIÓN

(1) Artículo incorporado por el artículo 3o del Decreto Legislativo N.° 1281 (ER 29-12-2016).

Artículo 521 -C: Audiencia ante la Corte Suprema ' ' ■T:- v ;-

1. Recibido el cuaderno, la Sala Penal, en un plazo no mayor de quince (15) días, realiza la audiencia de
extradición con citación del reclamado, su defensor, el fiscal supremo y los demás intervinientes aperso­
nados. La audiencia se instala con los que asistan y tiene carácter de inaplazable.
2. La Sala Penal escucha a los sujetos procesales, quienes pueden presentar pruebas, cuestionar o
apoyar las que aparezcan en el expediente de extradición, alegar la pertinencia o la impertinencia, formal
o material, de la demanda de extradición, o cuanto motivo a favor de sus pretensiones. La audiencia se
inicia con la precisión de las causales de extradición, el detalle del contenido de la demanda de extradición

♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL


Art. 522 LIBRO SÉPTIMO: LA COOPERACIÓN JUDICIAL INTERNACIONAL 1076

y la glosa de documentos y elementos de prueba acompañados. Luego el reclamado, si así lo considera


conveniente, declara al respecto y se somete al interrogatorio de las partes. A continuación alegan las par­
tes por su orden y, finalmente, el imputado tiene derecho a la última palabra. Concluido el debate, la Sala
Penal se pronuncia declarando procedente o improcedente el pedido de extradición emitiendo su decisión
en la misma audiencia. Excepcionalmente, cuando resulte necesario, la Sala puede celebrar audiencias
utilizando los medios tecnológicos más apropiados, como la videoconferencia u otros.
3. El cuaderno de extradición, es remitido al Ministerio de Justicia y Derechos Humanos dentro del
plazo de cinco (05) días, para la decisión final del Poder Ejecutivo.(1)

NOTA DE ACTUALIZACIÓN
(1) Artículo incorporado por el artículo 3o del Decreto Legislativo N.° 1281 (EP, 29-12-2016).

Artículo 522: Decisión y ejecución de la extradición

1. La decisión de la extradición se resuelve mediante Resolución Suprema con aprobación del Consejo
de Ministros la que se comunica a la Fiscalía de la Nación y al Estado requirente por la vía diplomática e
INTERPOL. En la comunicación al Estado requirente se consignan las condiciones que se hayan estableci­
do al momento de conceder la extradición.
2. Decidida definitivamente la demanda de extradición, el Estado peruano no dará curso a ningún nuevo
pedido de extradición por el mismo Estado requirente basado en el mismo hecho, salvo que la denegación
se funde en defectos de forma. Otro Estado que se considere competente podrá intentarla por el mismo
hecho si la denegación al primer Estado se sustentó en la incompetencia de dicho Estado para entender el
delito que motivó el pedido.
3. El Estado requirente deberá efectuar el traslado del reclamado en el plazo de treinta días, contados a
partir de la comunicación oficial. La Fiscalía de la Nación, atendiendo a la solicitud del Estado requirente,
cuando éste se viera imposibilitado de realizar el traslado oportunamente, podrá conceder un plazo adi­
cional de quince días. A su vencimiento, el extraditado será puesto inmediatamente en libertad y el Estado
requirente no podrá reiterar la demanda de extradición.
4. Los gastos de transporte internacional del extraditado y de los documentos y bienes incautados,
corren a cargo del Estado requirente.(1}

NOTA DE ACTUALIZACIÓN
(1) Texto conform e a la m odificación efectuada por el artículo 2o del Decreto Legislativo N.° 1281 (ER 29-12-2016).

Artículo 523: Detención preventiva con fines de extradición

1. La detención preventiva con fines de extradición de una persona reclamada por las autoridades ex­
tranjeras procede cuando:
a. Haya sido solicitada formalmente por la autoridad central del país interesado;
b. La persona reclamada haya sido ubicada dentro del territorio nacional y se encuentre con requeri­
miento de captura internacional a través la Organización Internacional de la Policía Criminal-INTERPOL.
2. La solicitud formal de la detención es remitida a la Fiscalía de la Nación por intermedio de la autori­
dad central del Estado requirente, o por conducto de la INTERPOL. En casos de urgencia, la solicitud de la
detención puede presentarse por cualquier medio, inclusive telegráfico, telefónico, radiográfico o electró­
nico. La solicitud formal contendrá:
a) El nombre de la persona reclamada, con sus datos de identidad personal y las circunstancias que
permitan encontrarla en el país;

nom os & th e sis


1077 SECCIÓN II: LA EXTRADICIÓN Art. 523-A
b) La fecha, lugar de comisión y tipificación del hecho imputado;
c) Si el requerido fuese un imputado, indicación de la pena conminada para el hecho perpetrado; y, si
fuera un condenado, precisión de la pena impuesta;
d) La invocación de la existencia de la orden judicial de detención o de prisión, y de ausencia o contu­
macia en su caso;
e) El compromiso del Estado solicitante a presentar el pedido formal de extradición.
3. La Fiscalía de la Nación remite la solicitud de detención con fines de extradición dentro de las 24
horas al juez de investigación preparatoria competente, con aviso al fiscal provincial que corresponda.
4. Conforme al artículo 521, el juez puede dictar el mandato de detención preventiva o la medida coer­
citiva personal que determine, siempre que el hecho que se repute delictivo también lo sea en el Perú y
tenga prevista una pena privativa de la libertad igual o mayor a los dos años. Si se invoca la comisión de
varios delitos, basta que uno de ellos cumpla con esa condición para que proceda respecto de los restantes
delitos. La decisión que emita es notificada al fiscal y comunicada a la Fiscalía de la Nación y a la oficina
local de la INTERPOL.
5. La detención cesa si se comprobase que el detenido no es la persona reclamada, o no se haya pre­
sentado la demanda formal de extradición en el plazo de sesenta (60) días.
6. El reclamado que sea liberado porque no se presentó a tiempo la demanda de extradición puede ser
nuevamente detenido una vez recibida la demanda formal de extradición.
7. En el caso del inciso b) del numeral 1) del presente artículo, la Policía Nacional procede a la inter­
vención y conducción del requerido en forma inmediata, poniéndolo a disposición del juez competente del
lugar de la intervención y comunicando tal hecho al fiscal provincial, a la Fiscalía de la Nación y al funcio­
nario diplomático o consular del país requirente.(1)

NOTA DE ACTUALIZACIÓN

(1) Texto conform e a la modificación efectuada por el artículo T del Decreto Legislativo N.° 1281 (ER 29-12-2016). Ante­
riormente había sido modificado por el artículo 3 de la Ley N.° 30076 (ER 19-08-2013) y por el artículo 3 del Decreto
Legislativo N.° 983 (ER 22-07-2007).

JURISPRUDENCIA DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL

§ 2014. Límites del juez que tramita la extradición. 4. Sin embargo, no se puede exigir que el
juez que tramita la extradición realice una evaluación de los requisitos necesarios para dictar dicho
mandato en el proceso penal que la motiva, porque él solo se limita a dar cumplimiento a un mandato
previamente expedido en un proceso penal; de lo que se desprende que la obligación de motivar la
resolución es exigióle al juez que dicta el mandato, y no a quien lo ejecuta, el cual únicamente evalúa la
admisibilidad y procedencia de la petición extraditoria de acuerdo con los requisitos señalados en la Ley
N .° 24710. (Exp. N.° 0033-2004-HC/TC [caso Luigi Calzolaio], del 10-03-2004 [Web: 31-08-2004],
£ j. 4. Texto completo: <bit.ly/2U45wpr>).

Artículo 523-A: Extradición simplificada o voluntaria

El reclamado en cualquier estado del procedimiento de extradición puede dar su consentimiento libre
y expreso a ser extraditado por el delito materia del pedido, no siendo necesario recibir la demanda de ex­
tradición. En ese caso, la autoridad que conozca de la detención preventiva o del pedido de extradición da
por concluido el procedimiento. La Sala Penal de la Corte Suprema, sin trámite alguno, dicta la resolución
consultiva que corresponda a la extradición; en caso de ser favorable, remite los actuados al Ministerio de
Justicia y Derechos Humanos para los fines de Ley.(1)

NOTA DE ACTUALIZACIÓN

(1) Artículo incorporado por el artículo 3o del Decreto Legislativo N.° 1281 (ER 29-12-2016).

♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL


Art. 523-B LIBRO SÉPTIMO: l a c o o p e r a c ió n j u d ic ia l in t e r n a c io n a l 1078

Artículo 523-B: Entrega diferida y temporal

Cuando la persona reclamada es procesada o está cumpliendo condena en el Perú, por hechos distintos
a los que motivan la solicitud de extradición, el Estado peruano puede aplazar la entrega de la persona
reclamada hasta que concluyan las actuaciones procesales o termine de cumplir su condena. Si el delito
hubiera sido cometido con posterioridad al delito que motiva la extradición, el reclamado puede ser entre­
gado siempre que el delito cometido en territorio nacional, sea sancionable con una pena menor.
Si fuera concedida la extradición de una persona que esté cumpliendo condena en el Perú, ésta podrá
ser entregada temporalmente al Estado requirente para que sea sometida a proceso. La persona entregada
es mantenida bajo custodia en el estado requirente y será devuelta al Perú después de la terminación de su
proceso, o cuando ya no sea necesaria su presencia.^

NOTA DE ACTUALIZACIÓN
(1) Artículo incorporado por el artículo 3o del Decreto Legislativo N.° 1281 (EP, 29-12-2016).

Artículo 524: Extradición de tránsito .

1. El tránsito de un extraditado de un tercer Estado y el de sus guardas, por el territorio nacional, será
permitido, mediante la presentación de copia auténtica del documento que conceda la extradición y de la
solicitud correspondiente, salvo si a ello no se opusieren graves motivos de orden público o de derechos
humanos. La autorización y, en su caso, la denegación será dispuesta por la Fiscalía de la Nación, en coor­
dinación con los Ministerios de Justicia y de Relaciones Exteriores.
2. Si el medio de transporte empleado es el aéreo, la autorización será necesaria solamente cuando
tuviere alguna escala prevista en territorio nacional.
3. La denegación del tránsito podrá darse en el caso de entrega del extraditado hecha sin garantías de
justicia.

TÍTULO 111
LA EXTRADICIÓN ACTIVA

Artículo 525: Ámbito e Iniciación

1. El fiscal o el agraviado puede requerir al juez que conoce del proceso penal la extradición de una
persona procesada o condenada que se encuentre en otro Estado.
2. El pedido de extradición procede cuando el delito que se persigue tiene una sanción igual o mayor a
dos años de pena privativa de la libertad o si el reclamado tiene por cumplir una pena no menor a un año al
momento de presentarse la solicitud; siempre que no sea posible utilizar otros mecanismos tecnológicos y
de comunicación para la comparecencia a juicio del reclamado, atendiendo a la gravedad del hecho delic­
tivo o a las condiciones especiales del reclamado.
3. Para dar curso al procedimiento de extradición activa, el juez que conoce del proceso penal debe
pronunciarse sobre el pedido de extradición. La resolución de requerimiento de extradición activa debe
precisar los hechos objeto de imputación, su calificación legal, la conminación penal, los indicios suficien­
tes que vinculen al reclamado como autor o partícipe en los hechos delictivos imputados, y, en su caso, la
declaración de ausencia o contumacia, así como la orden de detención con fines de extradición. La reso­
lución desestimatoria es apelable ante la Sala Penal Superior, que resuelve previa audiencia con citación e
intervención de las partes que concurran al acto en el plazo de cinco días.(1)

n o m o s & th e s is
1079 SECCIÓN II: LA EXTRADICIÓN Art. 525
NOTA DE ACTUALIZACIÓN

(1) Texto conforme a la modificación efectuada por el artículo 2o del Decreto Legislativo N.° 1281 (EP, 29-12-2016).

JURISPRUDENCIA DE LA CORTE SUPREMA

§ 2015. Los hechos por presuntos delitos de tráfico de influencias, colusión y lavado de activos
no tienen carácter político ni son conexos a delitos de esta naturaleza. Cuadragésimo octavo. [...]
4. D e las presuntas vulneraciones a l debido proceso. 4.1. [...] [Los] hechos por presuntos delitos de tráfico
de influencias, colusión y lavado de activos no tienen carácter político ni son conexos a delitos de esta
naturaleza. Se trata de delitos comunes y su procesamiento solo obedece a la necesidad de esclarecer
la realidad de su comisión -se trata de delitos considerados como tales en el Derecho Internacional
Penal-, o de ser el caso (si se dictare sentencia condenatoria), imponer la sanción que corresponde, con
pleno respeto de las garantías individuales y procesales del extraditable. 4.2. Sostiene la defensa del
extraditurus [del expresidente] que la persecución procesal por los tres delitos tiene móviles políticos y
que se busca limitar arbitrariamente los derechos individuales del reclamado. Empero, como es obvio,
que un delito tenga, por la persona del sujeto activo y su actividad pública, un fuerte impacto político,
y que de él y del proceso den cuenta los medios de comunicación social y diversas personalidades, in­
cluidos políticos en actividad -más allá de sus particulares apreciaciones, que en una democracia libre
no pueden limitarse, pero que tampoco vinculan a la jurisdicción-, en modo alguno puede calificarse
al proceso penal como ilegítimo y motivado por razones de persecución política. [...] (Extradición N.°
21-2018-Lima [Extradición del expresidente Alejandro Toledo Manrique], del 13-03-2018, £ j. 48. Sala
Penal Permanente. Texto completo: <bit.ly/2FVQqLL>).

§ 2016. Solicitud de ampliación de extradición activa. Segundo. [...] [Que] si bien el imputado
no tiene mandato de detención en esta causa, ello en modo alguno impide la procedencia de la amplia­
ción de la extradición tanto porque el proceso penal que da lugar a este procedimiento auxiliar se inició
cuando dicho imputado ya se encontraba en el país, cuanto porque no concurren los presupuestos
materiales que el artículo 135 del Código Procesal Penal [de 1991] impone para dictar dicha medida
cautelar personal; que desde las exigencias procesales necesarias para la viabilidad de la extradición se
tiene, en primer lugar, que el requerido está debidamente ubicado y asegurado en nuestro país, y en
segundo lugar, como ya se anotó, los delitos objeto de procesamiento están conminados con una pena
superior a un año de privación de libertad, factor éste que a final de cuentas, desde la gravedad del
injusto, es el determinantes para la dilucidación de la procedencia de la ampliación de la extradición
[...]. (Extradición N .° 58-2004-Lima, del 16-11-2004, £ j. 2. Sala Penal Permanente. Texto completo:
<bit.ly/2cqQAIn>).

§ 2017. Sobre el principio de doble incriminación en el delito de peculado. IV 4.1. El requisito


de la ‘doble incriminación no implica que el Estado requirente señale con precisión la figura típica en
que el hecho se encuadra; basta con que este sea constitutivo de delito, siendo importante comprobar si
los elementos materiales del hecho, tal como aparecen en la solicitud de extradición, pueden concretar
una especie delictiva prevista por ambas leyes: la del Estado requirente y la del Estado requerido, no
importando el nomenjuris. (Extradición Activa N .° 11-2015-Lima [Caso Martín Belaúnde Lossio], del
06-02-2015, f. j. IV. Sala Penal Permanente. Texto completo: <bit.ly/lX2pIBF>).
§ 2018. Extradición activa. Segundo. [La] extradición debe ser entendida como un procedimiento
mediante el cual un Estado es requerido para que haga entrega de un individuo que se encuentra den­
tro de su territorio -que tiene la condición de procesado o condenado por un delito común-, por otro
Estado requirente o solicitante, en virtud de un Tratado, o, a falta de éste, por aplicación del Principio
de Reciprocidad, para que sea puesto a disposición de la autoridad judicial competente a fin de que
se le enjuicie penalmente, o para que cumpla y se ejecute la pena que se le ha impuesto, si se hubiera
producido previamente el proceso penal correspondiente; y que, dentro de la variada clasificación que se
le puede atribuir al procedimiento de Extradición, se encuentra la denominada Extradición Activa, que

♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL


Art- 525 LIBRO SÉPTIMO: LA COOPERACIÓN JUDICIAL INTERNACIONAL 1080

es aquélla en donde un Estado -requirente- solicita a su similar para extraditar a una persona en donde
carece de relevancia que el sujeto solicitado tenga la calidad de residente, turista o mero transeúnte en
el territorio nacional. (Extradición Activa N .° 80-2012-Lima Norte, del 09-08-2012, £ j. 2. Sala Penal
Permanente. Texto completo: <bit.ly/2c0nDDn>).
§ 2019. Fundamentos de la extradición. La extradición no solo radica en el interés de que
los delitos no queden impunes, sino en no crear lugares de refugio para aquellos que delinquen.
Cuarto. El fundamento de esta institución [La extradición como se sabe, radica no solo en el interés
de los Estados en que los delitos no queden impunes, sino en no crear lugares de refugio de aquellos
individuos que delinquen. Existen razones tanto jurídicas (auxilio internacional en la lucha contra el
delito), como de índole práctica (solidaridad y ayuda mutua en la represión de la delincuencia y el in­
terés común de los Estados en la tutela del orden jurídico) [...]. La presente extradición se fundamenta
en los siguientes principios: a) El principio de doble incriminación: los hechos imputados al extradi-
turus (reclamado) constituyen delitos tanto en el país requirente con el país requerido, b) Principio de
Especialidad: el reclamado es solicitado por el Juzgado Supremo de Investigación Preparatoria de la
Corte Suprema de Justicia de la República por la comisión del delito contra la tranquilidad pública, en
la modalidad de organización criminal; y de los delitos contra la administración pública, en las moda­
lidades de patrocinio ilegal, negociación incompatible y tráfico de influencias; todos ellos, en perjuicio
del Estado Peruano; lo cuales se le atribuyen haberlos perpetrado en su condición de juez supremo de la
Corte Suprema de Justicia de la República, c) Principio de legalidad: consiste en que los delitos materia
de extradición deben estar contemplados en un tratado de extradición celebrado entre los Estados re­
quirente y requerido, siendo aplicables al caso los instrumentos tanto nacionales como internacionales.
La extradición se rige por los tratados internacionales (bilaterales o multilaterales) que consagran el
principio de la legalidad, precisó en líneas precedentes, por resolución del 19 de octubre de 2018 (folio
quinientos siete), el Juzgado Supremo de Investigación preparatoria de la Corte Suprema de Justicia
de la República tuvo por comunicada y aprobada la disposición de formalización y continuación de la
investigación preparatoria expedida por el fiscal supremo de la Primera Fiscalía Suprema en lo Penal,
contra el reclamado César José Hinostroza Pariachi por la presunta comisión de los siguientes ilícitos:
i. Organización criminal, previsto en el artículo 317 del Código Penal peruano; ii. Patrocinio ilegal,
tipificado en el artículo trescientos ochenta y cinco del Código Penal peruano-; iii. Negociación incom­
patible o aprovechamiento indebido del cargo, previsto en el artículo 399 del Código Penal peruano; y,
iv. Tráfico de influencias, previsto y sancionado en el artículo cuatrocientos del Código Penal peruano.
[...] Sexto. [...] Es importante precisar que los hechos atribuidos al extraditable y sus tipificaciones
-detallados en la disposición de formalización y continuación de la investigación preparatoria contra
el extraditable formulada por el representante del Ministerio Público, y la resolución emitida por el
Juzgado Supremo de Investigación Preparatoria de folio quinientos siete que la tuvo por comunicada
y aprobada; a las que se remitió la solicitud de extradición-, están circunscritos respetando los hechos
y calificación jurídica señalada en la resolución acusatoria del Congreso de la República. En efecto, el
procedimiento para el inicio de la investigación preparatoria se efectuó conforme con los parámetros
establecidos en los artículos 449 y 430 del Código Procesal Penal peruano; por tratarse de una inves­
tigación contra un funcionario comprendido en el artículo 99 de la Constitución Política del Estado
(en este caso, como juez supremo de la Corte Suprema de Justicia de la República en la época en que
ocurrieron los hechos); entre las citadas normas, resulta importante remitirnos a la última parte, del
inciso tres, del artículo 450 del mencionado Código adjetivo [...]. (Extradición Activa N .° 156-2018-
Lima [Caso César Hinostrozd\, del 06-11-2018, ff. jj. 4 y 6. Sala Penal Transitoria. Texto completo:
<bit.ly/2Hp6ypX>).

JURISPRUDENCIA D E LA SALA PENAL NACIONAL

§ 2020. Principio de doble incriminación. Décim o tercero. P r i n c i p i o d e d o b l e i n c r i m i n a c i ó n :


Esta institución del derecho internacional tiene doble fundamento: la necesidad de que la sanción del

n o m o s & th e sis
1081 SECCIÓN II: LA EXTRADICIÓN Art. 526
delito no se vea frustrada en razón del simple hecho de que el delincuente traspase las fronteras de su
país y que este delincuente sea juzgado en el foro más apropiado (forum conveniens) o sea aquel en el
que el delito fue cometido pues allí será, donde con mayor facilidad se puedan actuar las pruebas del
proceso penal. Señala Knight Soto que el principio de doble incriminación es útil para delimitar si las
conductas son susceptibles de extradición, en la medida en que se puedan identificar en un tipo penal,
tanto en la legislación del Estado requerido, como en la del requirente; además que esté incluida entre
aquellas que puedan motivar el procedimiento extradicional. El principio de doble incriminación no
implica que el Estado requirente señale con precisión la figura típica en que hecho se encuadra; basta
con que este, sea constitutivo de delito, siendo importante comprobar si los elementos materiales del
hecho, tal como aparecen en la solicitud de extradición, pueden concretar una especie delictiva prevista
por ambas leyes: la del Estado requirente y la del Estado requerido, no importando el nomen juris. El
presente pedido de extradición del ciudadano [ex presidente de la República] peruano [...], cumple
con el principio de doble incriminación, debido a que los hechos fácticos que se le atribuyen califican
como delitos tanto en el Perú (tráfico de influencias, colusión y lavado de activos), como en los Estados
Unidos de Norteamérica [sic] [...]. (Exp. N.° 00016-2017-86-500 l-JR-PE-01-Lima, del 19-02-2018,
f. j. 13. Primer Juzgado de Investigación Preparatoria Nacional. Sala Penal Nacional. Texto completo:
<bit.ly/2IRaOiH>).

Artículo 526: Procedimiento

1. El juez, luego de emitir la resolución respectiva, forma el cuaderno de extradición conteniendo, en lo


pertinente, la documentación señalada en los numerales 1) y 2) del artículo 518, así como la que acredita
que el reclamado ha sido ubicado en el país requerido, además de la justificación y los elementos de prueba
conforme a los tratados y la legislación interna del Estado requerido.
2. El cuaderno es remitido a la Sala Penal de la Corte Suprema, la que decide atendiendo al cumpli­
miento de los plazos establecidos en los tratados de extradición o los que hubiera establecido el Estado
requerido. Si la Sala declara procedente el pedido de extradición, el cuaderno se remite dentro de las 24
horas al Ministerio de Justicia y Derechos Humanos. Si se declara improcedente, se devuelve lo actuado
al órgano jurisdiccional requirente.
3. El Poder Ejecutivo se pronuncia mediante Resolución Suprema aprobada en Consejo de Ministros,
previo informe de la Comisión Oficial de Extradiciones y Traslado de Personas Condenadas.
4. Emitida la Resolución Suprema se dispone la traducción del cuaderno de extradición, de ser el caso.
La presentación formal de la extradición corresponde a la Fiscalía de la Nación con el concurso del Minis­
terio de Relaciones Exteriores.
5. Una vez presentada la solicitud de extradición ante el Estado requerido, corresponde a la Autoridad
Central hacer el seguimiento de la solicitud hasta que se obtenga respuesta y supervisar su ejecución
según las condiciones que hubiese establecido el Estado requerido.0*

NOTA DE ACTUALIZACIÓN
(1) Texto conform e a la modificación efectuada por el artículo T del Decreto Legislativo N.° 1281 (EP, 29-12-2016).

JURISPRUDENCIA D E LA CORTE SUPREMA______________________________________


§ 2021. Los hechos por presuntos delitos de tráfico de influencias, colusión y lavado de activos
no tienen carácter político ni son conexos a delitos de esta naturaleza. Véase la jurisprudencia del
artículo 525° del Nuevo Código Procesal Penal [§ 2015]. (Extradición N.° 21-2018-Lima [Extradición
del expresidente Alejandro Toledo Manrique}, del 13-03-2018, f. j. 48. Sala Penal Permanente. Texto
completo: <bit.ly/2FVQqLL>).

♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL


Aft. 527 LIBRO SÉPTIMO: LA COOPERACIÓN JUDICIAL INTERNACIONAL 1082

Artículo 527: Detención Preventiva con fines de extradición

1. En casos de urgencia, y especialmente cuando haya peligro de fuga, el juez Penal puede solicitar al
Estado requerido, por intermedio de la Autoridad Central, dictar mandato de detención preventiva con fines
de extradición.
2. El mandato de detención preventiva también puede solicitarse conjuntamente con la demanda formal
de extradición.0*

NOTA DE ACTUALIZACIÓN
(1) Texto conform e a la m odificación efectuada por el artículo T del Decreto Legislativo N.° 1281 (EPf 29-12-2016).

SECCION III
LA ASISTENCIA JUDICIAL INTERNACIONAL

Artículo 528: Ámbito y procedencia

1. Esta sección rige los actos de cooperación judicial internacional previstos en los incisos b) a j) del
numeral 1) del artículo 511.
2. En estos casos, la solicitud de asistencia judicial internacional o carta rogatoria sólo procederá cuan­
do la pena privativa de libertad para el delito investigado o juzgado no sea menor de un año y siempre que
no se trate de delito sujeto exclusivamente a la legislación militar.

Artículo 529: Motivos de denegación

1. Podrá denegarse, asimismo, la asistencia cuando:


a) El imputado hubiera sido absuelto, condenado, indultado o amnistiado por el delito que origina dicha
solicitud;
b) El proceso ha sido iniciado con el objeto de perseguir o de castigar a un individuo por razones de
sexo, raza, religión, nacionalidad, ideología o condición social;
c) La solicitud se formula a petición de un tribunal de excepción o Comisiones Especiales creadas al
efecto;
d) Se afecta el orden público, la soberanía, la seguridad o los intereses fundamentales del Estado; y,
e) La solicitud se refiera a un delito tributario, salvo que el delito se comete por una declaración in­
tencionalmente falsa, o por una omisión intencional, con el objeto de ocultar ingresos provenientes de
cualquier otro delito.
2. En las solicitudes de asistencia previstas en el literal h) del numeral 1) del artículo 511 se requiere
que el hecho que origina la solicitud sea punible en los dos Estados.

Artículo 530: Requisitos y trámite de la carta rogatoria

1. Las solicitudes de asistencia judicial o cartas rogatorias que se formulen a las autoridades naciona­
les se harán por escrito y deberán contener las siguientes indicaciones:
a) El nombre de la autoridad extranjera encargada de la investigación o del juzgamiento;
b) El delito a que se refiere la causa y descripción del asunto, la índole de la investigación o juzgamien­
to, y la relación de los hechos a los que se refiere la solicitud;

n o m o s & th e s is
1083 SECCIÓN III: LA ASISTENCIA JUDICIAL INTERNACIONAL Art. 533
c) Descripción completa de la asistencia que se solicita;
2. Cuando no se conozcan las pruebas en particular que se quiere obtener, basta con la mención de los
hechos que se buscan demostrar.
3. Si la solicitud no se ajusta a lo dispuesto en este artículo o cuando la información suministrada no
sea suficiente para su tramitación, se podrá pedir al Estado requirente modifique su solicitud o la complete
con información adicional. Durante ese lapso la autoridad nacional podrá adoptar actos de auxilio gené­
ricos en la investigación o medidas provisionales, como bloqueo de cuenta, embargos o confiscaciones
preventivas, para evitar perjuicios irreparables.

Artículo 531: Medios probatorios

1. Para la recepción de testimonios, se especificarán los hechos concretos sobre los cuales debe recaer
el interrogatorio o, en todo caso, se adjuntará un pliego interrogatorio.
2. Si se requiere corroborar una prueba o un documento original se acompañaran de ser posibles copias
auténticas de aquellas que justificaron el pedido o, en todo caso, podrán condicionarse a su oportuna
devolución.
3. Si el cumplimiento de la solicitud de asistencia pudiese entorpecer una investigación en trámite con­
ducida por autoridad competente, podrá disponerse el aplazamiento o el conveniente condicionamiento de
la ejecución, informándose al Estado requirente.

Artículo 532: Trámite de las solicitudes

1. La Fiscalía de la Nación cursará las solicitudes de asistencia de las autoridades extranjeras al Juez
de la Investigación Preparatoria del lugar donde deba realizarse la diligencia, quien en el plazo de dos días,
decidirá acerca de la procedencia de la referida solicitud.
2. Contra la resolución del Juez de la Investigación Preparatoria procede recurso de apelación sin efec­
to suspensivo. La Sala Penal Superior correrá traslado de lo actuado al Fiscal Superior y a los interesados
debidamente apersonados por el plazo común de tres días, y resolverá, previa vista de la causa, en el plazo
de cinco días.
3. En el trámite de ejecución del acto de asistencia judicial intervendrá el Ministerio Público y se citará
a la Embajada del país solicitante para que se haga representar por un Abogado. También se aceptará la
intervención de los abogados de quienes resulten ser partes en el proceso del que derive la carta rogatoria.
4. Sin perjuicio de lo anterior, en todo lo referente a las condiciones y formas de realización del acto de
asistencia, rige la legislación nacional.
5. Corresponde actuar la diligencia de asistencia judicial al propio Juez de la Investigación Preparato­
ria. Luego de ejecutarla, elevará las actuaciones a la Fiscalía de la Nación para su remisión a la autoridad
requirente por intermedio del Ministerio de Relaciones Exteriores.

Artículo 533: Traslado al extranjero de persona privada de libertad

1. La comparecencia y el traslado temporal al extranjero de una persona privada de libertad por la justi­
cia peruana, sólo podrá autorizarse si el requerido presta su consentimiento, con asistencia de un abogado
defensor, y siempre que su presencia en el país no fuera necesaria para una investigación y juzgamiento.
2. La autoridad extranjera deberá comprometerse a mantener en custodia física a la persona traslada
y la devolverá luego de acabadas la diligencias que originaron su traslado, sin necesidad de extradición o
en un tiempo que no exceda de sesenta días o el que le resta para el cumplimiento de la condena, según el
plazo que se cumpla primero, a menos que el requerido, la Fiscalía de la Nación y la autoridad extranjera
consientan prorrogarlo.

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Art. 534 LIBRO SÉPTIMO: LA COOPERACIÓN JUDICIAL INTERNACIONAL 1084

Artículo 534: Salvoconducto

1. La comparecencia de toda persona ante la autoridad extranjera, autorizada por la justicia peruana,
está condicionada a que se le conceda un salvoconducto, bajo el cual, mientras se encuentre en el Estado
requirente, no podrá:
a) Ser detenida o enjuiciada por delitos anteriores a su salida del territorio nacional;
b) Ser requerida para declarar o dar testimonio en procedimientos no especificados en la solicitud;
c) Ser detenida o enjuiciada con base en la declaración que preste, salvo el caso de desacato o falso
testimonio.
2. El salvoconducto cesará cuando la persona prolongue voluntariamente su estadía por más de quince
días a partir del momento en que su presencia ya no fuere necesaria.

Artículo 535: Prohibiciones

1. Los documentos, antecedentes, informaciones o pruebas obtenidas en aplicación de la asistencia


judicial no podrán divulgarse o utilizarse para propósitos diferentes de aquellos especificados en la carta
rogatoria, sin previo consentimiento de la Fiscalía de la Nación.
2. La autoridad judicial nacional al aceptar la solicitud de asistencia o, en su caso y posteriormente, la
Fiscalía de la Nación podrá disponer que la información o las pruebas suministradas al Estado requirente
se conserven en confidencialidad. Corresponde a la Fiscalía de la Nación realizar las coordinaciones con la
autoridad central del país requirente para determinar las condiciones de confidencialidad que mutuamente
resulten convenientes.

Artículo 536: Requisitos y trámite de la carta rogatoria a autoridades extranjeras

1. Las solicitudes de asistencia judicial que se formulen a las autoridades extranjeras se harán por
escrito y en el idioma del país requerido. Deberán contener las siguientes indicaciones:
a) El nombre de la autoridad peruana encargada de la investigación o del juzgamiento;
b) El delito a que se refiere la causa y descripción del asunto, la índole de la investigación o juzgamien­
to, y la relación de los hechos a los que se refiere la solicitud;
c) Descripción completa de la asistencia que se solicita y, en su caso, remisión de la documentación
pertinente;
2. Cuando no se conozcan las pruebas en particular que quieren obtenerse, se mencionará los hechos
que se buscan acreditar.
3. Corresponde a los jueces y fiscales, en el ámbito de sus respectivas atribuciones, cursar la carta
rogatoria a las autoridades extranjeras. Ésta se tramitará por intermedio de la Fiscalía de la Nación.

Artículo 537: Solicitud a las autoridades extranjeras para el traslado del detenido o
condenado

1. El Ju e z de la Investigación Preparatoria o, en su caso, el Ju e z Penal, a requerimiento del Fiscal o de


las otras partes, siempre que se cumplan los requisitos de procedencia previstos en el Código y resulte
necesaria la presencia de un procesado detenido o de un condenado que en el extranjero está sufriendo
privación de la libertad o medida restrictiva de la libertad, podrá solicitar su traslado al Perú a las auto­
ridades de ese país, a fin de que preste testimonio, colabore en las investigaciones o intervenga en las
actuaciones correspondientes.

n o m o s & th e s is
1085 SECCION IV: LAS DILIGENCIAS EN EL EXTERIOR Alt 539
2. La solicitud de traslado estará condicionada a la concesión por parte de Estado Peruano del salvo­
conducto correspondiente y a las exigencias mutuamente acordadas con la autoridad extranjera, previa
coordinación con la Fiscalía de la Nación.
3. Contra Da resolución que emite el Juez procede recurso de apelación con efecto suspensivo. Rige, en
lo pertinente, el numeral 2) del artículo 517.

SECCIÓN IV
LAS DILIGENCIAS EN EL EXTERIOR

Artículo 538: Práctica de diligencias en el extranjero por Fiscal o Juez peruanos

1. Cuando sea necesaria la práctica de diligencias en territorio extranjero, el Fiscal Superior o la Sala
Penal Superior competente, según corresponda realizarla al Fiscal o al Juez, podrán de acuerdo con la
naturaleza de la actuación y la urgencia de la misma, previa aceptación del Estado extranjero, autorizar el
traslado del Fiscal o del Juez. La decisión que se emite no es recurrible.
2. El Fiscal o el Juez dispondrá se forme cuaderno aparte conteniendo copia certificada de los actuados
pertinentes que resulten necesarios para determinar la necesidad y urgencia. La resolución que acuerde
solicitar la autorización será motivada y precisará las diligencias que deben practicarse en el extranjero.
3. La Fiscalía de la Nación recibirá por conducto del Ministerio de Relaciones Exteriores la respuesta
del Estado requerido sobre la posibilidad de realizarse en su territorio estas diligencias y las anexará a los
actuados.
4. Expedida la autorización a que se refiere el primer párrafo de este artículo, dará aviso al Ministerio de
Relaciones Exteriores y a la representación diplomática acreditada en Perú del país donde debe realizarse
la diligencia.

Artículo 539: Caso de que autoridades extranjeras consideren necesaria la práctica de


diligencias en el Perú

1. En caso que autoridades extranjeras consideren necesaria la práctica de diligencias en el Perú, lo


harán saber a la Fiscalía de la Nación por conducto de su autoridad central o vía diplomática.
2. La Fiscalía de la Nación derivará la solicitud al Juez de la Investigación Preparatoria del lugar donde
debe realizarse la diligencia, la cual previo traslado al Fiscal y a los interesados debidamente apersonados,
decidirá luego de la vista de la causa en el plazo de cinco días. La decisión es recurrible con efecto suspen­
sivo ante la Sala Penal Superior. Rige lo dispuesto en el numeral 2) del artículo 532.
3. Si se acepta la solicitud de la autoridad extranjera, su ejecución está condicionada a que no se
afecten derechos y garantías consagradas por el ordenamiento jurídico peruano. En este caso, prestará
a la autoridad extranjera el auxilio que requiere para el cumplimiento de dichas diligencias. El Ministerio
Público será citado y participará activamente en el procedimiento de ejecución.

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Aít. 540 LIBRO SÉPTIMO: LA COOPERACIÓN JUDICIAL INTERNACIONAL 1086

SECCIÓN V
EL CUMPLIMIENTO DE CONDENAS

TÍTULO I
LAS PENAS Y LAS MEDIDAS PRIVATIVAS DE LIBERTAD EFECTIVAS

Artículo 540: Bases y requisitos -

1. Las sentencias de la justicia penal nacional que imponen penas privativas de libertad o medidas de
seguridad privativas de libertad a nacionales de otro país pueden ser cumplidas en el país de origen de la
persona condenada o en el que acredite arraigo. Asimismo, las sentencias de la justicia penal extranjera
que impongan penas y medidas de seguridad privativas de libertad a peruanos pueden ser cumplidas en
el Perú.
2. Corresponde decidir el traslado activo o pasivo de personas condenadas al Poder Ejecutivo, mediante
Resolución Suprema expedida con acuerdo del Consejo de Ministros, previo informe de la Comisión de
Extradiciones y Traslado de Personas Condenadas.
3. La ejecución de la pena se cumplirá de acuerdo a las normas de ejecución o del régimen penitenciario
del Estado de cumplimiento.^

NOTA DE ACTUALIZACIÓN
(1) Texto conform e a la m odificación efectuada por el artículo 2o del Decreto Legislativo N.° 1281 (EP, 29-12-2016).

Artículo 541: Jurisdicción del Perú sobre la condena impuesta

1. El Perú, cuando acepte el traslado del condenado extranjero, mantiene jurisdicción sobre la condena
impuesta y cualquier otro procedimiento que disponga la revisión o modificación de las sentencias dic­
tadas por sus órganos judiciales. También retiene la facultad de indultar o conceder amnistía o redimir la
pena a la persona condenada.
2. La Fiscalía de la Nación, en coordinación con el Ministerio de Justicia y Derechos Humanos, acepta
las decisiones que sobre estos extremos adopte el Estado extranjero, previas consultas y coordinaciones.™

NOTA DE ACTUALIZACIÓN
(1) Texto conform e a la m odificación efectuada por el artículo 2o del Decreto Legislativo N.° 1281 (EP, 29-12-2016).

Artículo 542: Condiciones para el traslado y el cumplimiento de condenas

1. El traslado de la persona condenada es posible, si se cumplen las siguientes condiciones:


a) Que el hecho que origina la solicitud sea punible en ambos Estados;
b) Que el reo no haya sido declarado culpable de un delito exclusivamente militar;
c) Que la parte de la condena por cumplirse al momento de presentar la solicitud, sea por lo menos
de seis (06) meses. Excepcionalmente, las autoridades centrales pueden convenir el traslado aunque la
duración de la condena por cumplirse sea inferior;
d) Que la sentencia se encuentre firme;

n o m o s & t h e s is
1087 SECCION V: EL CUMPLIMIENTO DE CONDENAS A lt 544

e) Que las otras disposiciones de la sentencia, hayan sido satisfechas o garantizadas, especialmente
tratándose de multa, reparación civil y demás consecuencias accesorias.
e .l) Excepcionalmente, el condenado que solicita su traslado al extranjero, puede requerir al juez penal
competente que reduzca o le exonere el pago de la reparación civil y multas, acreditando razones huma­
nitarias debidamente fundadas o carecer de medios económicos suficientes, previo informe socio-econó­
mico del funcionario competente del Instituto Nacional Penitenciario que corrobore dicha situación. En el
caso de reparaciones civiles solidarias, el beneficio se extiende a los demás condenados extranjeros que
soliciten su traslado y se encuentren en la misma condición.
e.2) El condenado puede solicitar la reducción o exoneración con fines de traslado desde el momento
que la sentencia de condena quede firme. La solicitud se pone en conocimiento del actor civil. Luego de
recibir el informe socio-económico del Instituto Nacional Penitenciario y siempre que no exista oposición,
el juez resuelve en un plazo de cinco (05) días.
e.3) El actor civil puede interponer recurso de apelación contra el auto que aprueba la exoneración o
reducción de la reparación civil.
f) Que no exista contra el solicitante proceso penal pendiente.
2. La persona condenada puede cumplir su condena en un país distinto al de su nacionalidad, siempre
que demuestre arraigo, previa aceptación del Estado de cumplimiento.^

NOTA DE ACTUALIZACIÓN

(1) Texto conform e a la m odificación efectuada por el artículo 2o del Decreto Legislativo N.° 1281 (ER 29-12-2016). Ante­
riormente había sido modificado por el artículo único de la Ley N.° 29305 (ER 22-12-2008).

Artículo 543: Trámite para disponer el traslado de extranjero condenado en el Perú

1. La Autoridad central forma el cuaderno de traslado con los siguientes documentos:


a) La solicitud expresa de la persona condenada o su representante;
b) La aceptación del Estado de cumplimiento;
c) Copia de la sentencia de condena y la resolución que la declara firme, y la norma legal del Estado de
cumplimiento;
d) Copia de la resolución judicial que acredita la cancelación del pago de la reparación civil o su exo­
neración si fuera el caso;
e) Los informes correspondientes del Instituto Nacional Penitenciario;
f) Documento que acredite que la persona condenada no registre proceso penal pendiente; y,
g) Otros necesarios para la toma de decisión.
2. Formado el cuaderno, la Autoridad Central lo remite al Ministerio de Justicia y Derechos Humanos,
para la decisión final del Poder Ejecutivo.
3. La ejecución del traslado corresponde al Instituto Nacional Penitenciario.^

NOTA DE ACTUALIZACIÓN

(1) Texto conform e a la m odificación efectuada por el artículo 2o del Decreto Legislativo N.° 1281 (ER 29-12-2016).

Artículo 544: Trámite cuando el Perú solicita el traslado del extranjero

1. El nacional condenado en el extranjero o su representante pueden solicitar su traslado ante las au­
toridades del Estado de condena, ante el Consulado peruano más cercano a su lugar de detención o ante
la Fiscalía de la Nación.

♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL


Art. 544" A LIBRO SÉPTIMO: l a c o o p e r a c ió n j u d ic ia l in t e r n a c io n a l 1088

2. La Autoridad central forma el cuaderno de traslado con los siguientes documentos:


a) La solicitud expresa de la persona condenada o su representante;
b) Documento que acredite su nacionalidad;
c) Copia de la sentencia de condena y la resolución que la declara firme, y la norma legal del Estado de
condena; y,
d) Otros necesarios para Da toma de decisión.
3. Formado el cuaderno, la Autoridad Central lo remite al Ministerio de Justicia y Derechos Humanos,
para la decisión final del Poder Ejecutivo.
4. La ejecución del traslado corresponde al Instituto Nacional Penitenciario.^

NOTA DE ACTUALIZACIÓN
(1) Texto conform e a la m odificación efectuada por el artículo 2o del Decreto Legislativo N.° 1281 (EP, 29-12-2016). Ante­
riormente había sido m odificado por el artículo único de la Ley N.° 29305 (ER 22-12-2008).

Artículo 544-A: Ejecución de la condena en el Estado peruano

1. Ejecutado el traslado de un nacional, la Fiscalía de la Nación remite el cuaderno de traslado al juez


competente, a quien corresponde adecuar a la normatividad penal nacional el tipo penal previsto en la
sentencia impuesta por la autoridad extranjera. Es competente el juez penal del lugar donde el nacional se
encuentre cumpliendo condena.
2. Adecuada la sentencia extranjera, el juez remite copia de la resolución de adecuación al Registro
Central de Condenas del Poder Judicial y al Registro Penitenciario del Instituto Nacional Penitenciario,
para su inscripción y cumplimiento conforme a la normatividad nacional.(1)

NOTA DE ACTUALIZACIÓN
(1) Artículo incorporado por el artículo 3o del Decreto Legislativo N.° 1281 (ER 29-12-2016).

TÍTULO II
LAS OTRAS PENAS Y MEDIDAS DE SEGURIDAD

Artículo 545: Penas no privativas de libertad

1. El condenado de nacionalidad peruana por un órgano jurisdiccional extranjero a cumplir una pena de
condena condicional o la suspensión del fallo condenatorio, o de prestación de servicios a la comunidad, o
de limitación de días libres, o una medida de seguridad no privativa de libertad, podrá cumplirla en el Perú
bajo la vigilancia de la autoridad competente.
2. La aceptación de la solicitud está condicionada al cumplimiento de la reparación civil y de las de­
más consecuencias accesorias, y a la aceptación del condenado prestada con asistencia de su abogado
defensor.
3. La solicitud de la autoridad extranjera requiere copia certificada de la sentencia firme, información
completa de haberse cumplido la reparación civil y las demás consecuencias accesorias, información so­
bre la fecha de llegada al Perú, y explicación de las obligaciones asumidas por el condenado y del control
que se requiere de la autoridad peruana, con determinación de la fecha de finalización del control. No se
aceptará la solicitud cuando las obligaciones asumidas por el condenado o las medidas de control reque­
ridas contraríen la legislación nacional.
4. Si el condenado fuere peruano, podrá presentar la solicitud por s í o a través de terceros a su nombre.

n o m o s & t h e s is
1089 SECCION V . EL CUMPLIMIENTO DE CONDENAS Árt. 548
5. Resolverá la solicitud el Juez para la Investigación Preparatoria. Rige, en lo pertinente, ios numerales
1) y 2) del artículo 532. En estos casos se requiere informe del Instituto Nacional Penitenciario.
6. Corresponde a la autoridad peruana informar periódicamente al Estado de condena acerca de la
forma en que se lleva a cabo el control. Está obligada a comunicar de inmediato el incumplimiento por
parte del condenado de las obligaciones asumidas, para que el Estado de condena adopte las medidas que
correspondan al caso.

Artículo 546: Cumplimiento de penas no privativas de libertad en el Perú

1. El condenado extranjero por un órgano jurisdiccional peruano a cumplir una pena de condena condicional
o la suspensión del fallo condenatorio, o de prestación de servicios a la comunidad, o de limitación de días
libres, o una medida de seguridad no privativa de libertad, podrá ser cumplido en el país de su nacionalidad.
2. La s condiciones serán, analógicamente, las establecidas en el artículo anterior.
3. La solicitud debe ser presentada ante el Juez de la Investigación Preparatoria. La Fiscalía de la
Nación coordinará con la autoridad extranjera los requisitos y condiciones que el Estado de condena esta­
blece al respecto, y las remitirá al Juez de la causa para su decisión.

Artículo 547: Pena de multa y el decomiso

1. La s condenas de multa o la consecuencia accesoria del decomiso dictadas por autoridad judicial
extranjera, podrán ser ejecutadas en el Perú, a solicitud de su autoridad central, cuando:
a) El delito fuere de competencia del Estado requirente, según su propia legislación;
b) La condena esté firme;
c) El hecho que la motiva constituya delito para la Ley peruana, aun cuando no tuviera prescritas las
mismas penas;
d) No se trate de un delito político o el proceso se instó por propósitos políticos o motivos discrimina­
torios rechazados por el Derecho Internacional;
e) El condenado no hubiese sido juzgado en el Perú o en otro país por el hecho que motiva el pedido; y,
f) No se trata de una condena dictada en ausencia.
2. La autoridad central, en coordinación con el Ministerio de Relaciones Exteriores, podrá convenir
con el Estado requirente, sobre la base de reciprocidad, que parte del dinero o de los bienes obtenidos
como consecuencia del procedimiento de ejecución, queden en poder del Estado peruano.
3. Para todo lo relacionado con la solicitud y el procedimiento necesario para resolver el pedido del
Estado requirente, rigen en lo pertinente ios artículos 530 y 532.
4. El procedimiento judicial para la ejecución forzosa de la multa y del decomiso será el previsto en este
Código y podrán adoptarse medidas de coerción patrimonial. Intervendrá necesariamente el Fiscal Provincial.
5. La multa se ejecutará por el monto y las condiciones establecidas en la condena, el cual se conver­
tirá a la moneda nacional o a otra moneda según los acuerdos que se arriben y siempre que no prohíba la
legislación nacional.
6. Lo s gastos que ocasione la ejecución serán de cargo del Estado requirente.
7. El dinero o los bienes obtenidos serán depositados a la orden de la Fiscalía de la Nación, la que los
transferirá o entregará a la autoridad central del país requirente o a la que ésta designe.

Artículo 548: Pena de Inhabilitación

1. La s penas de inhabilitación impuestas por un órgano jurisdiccional extranjero serán ejecutadas en


el Perú, a solicitud de su autoridad central, siempre que se cumplan las condiciones establecidas en el
numeral 1) del artículo 532.

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Art. 549 LIBRO SÉPTIMO: LA COOPERACIÓN JUDICIAL INTERNACIONAL 1090

2. El procedimiento de admisión y el de ejecución, con la intervención necesaria del Fiscal Provincial,


será el previsto en los artículos 530 y 532, así como las normas sobre ejecución de sentencia establecidas
en el Código.

Artículo 549: Penas de multa e inhabilitación y decomiso objeto de cumplimiento en el


extranjero .

1. El órgano jurisdiccional peruano que haya impuesto una condena de multa, inhabilitación o decomi­
so, podrá requerir que se ejecute la condena en un país extranjero.
2. Las condiciones serán, analógicamente, las establecidas por el numeral 1) del artículo 532.
3. ES procedimiento de admisión y el de ejecución, con la intervención necesaria del Fiscal Provincial,
será el previsto en Sos artículos 530 y 532, así como las normas sobre ejecución de sentencia establecidas
en el Código.

SECCIÓN VI
LA ENTREGA VIGILADA

Artículo 550: Disposición dé entrega vigilada al exterior


1. La Fiscalía Provincial del lugar donde ocurra el hecho, previa coordinación con la Fiscalía de la Na­
ción y mediando solicitud expresa y motivada de la autoridad competente extranjera, podrá autorizar la
entrega vigilada con el fin de descubrir a las personas implicadas en delitos de naturaleza internacional o
transnacional y de entablar acciones penales contra ellas.
2. La entrega vigilada se acordará mediante una Disposición, que se guardará en reserva, y que se
comunicará a la autoridad central extranjera o, por razones de urgencia, a la autoridad que ha de realizar
la investigación.
3. La Disposición determinará, según el caso, que las remesas ilícitas cuya entrega vigilada se haya
acordado puedan ser interceptadas, y autorizadas a proseguir intactas o a sustituir su contenido, total o
parcialmente.
4. Corresponde al Fiscal Provincial conducir, con la activa intervención de la Policía Nacional, todo el
procedimiento de entrega vigilada.(a)

PROTOCOLOS, REGLAMENTOS, LINEAMIENTOS, GUÍAS Y DIRECTIVAS


(a) Reglamento de circulación y entrega vigilada bienes delictivos y agente encubierto (aprobado por la Resolución N.°
729-2006-M P-FN de 1 5-06-2006). Véase el texto com pleto en: <bit.ly/2X80PIZ>.

Artículo 551: Entrega vigilada y protección de la jurisdicción nacional

1. La Disposición que autoriza la entrega vigilada del bien delictivo se adoptará caso por caso.
2. Lo s gastos que en territorio nacional demande este mecanismo de cooperación serán de cuenta del
Ministerio Público. Sin embargo, la Fiscalía de la Nación está facultada para arribar a un acuerdo especí­
fico sobre la materia.
3. La Fiscalía de la Nación cuidará que el ámbito de la jurisdicción nacional no se limite indebidamente.

n om os & th e sis
1091 SECCIÓN Vil: COOPERACIÓN CON LA CORTE PENAL INTERNACIONAL Alt. 555

Artículo 552: Función de la Fiscalía de la Nación

1. La Fiscalía de Nación establecerá, en coordinación con la autoridad competente extranjera, el proce­


dimiento mutuamente convenido para la entrega vigilada.
2. Asimismo, precisará, con pleno respeto a la vigencia de Ley penal nacional, la atribución que corres­
ponde al Ministerio Público de promover la acción penal en el país, en caso el procedimiento de entrega
vigilada dé resultados positivos.

Artículo 553: Autorización para utilizar la entrega vigilada

1. La Fiscalía que investiga un delito previsto en el artículo 340, previa coordinación con la Fiscalía
de la Nación, podrá autorizar se solicite a la autoridad extranjera competente la utilización de la entrega
vigilada.
2. En virtud de la urgencia podrá utilizarse el canal directo con la autoridad central del país requerido
o, con autorización de ella, con el órgano que de inmediato tendrá a su cargo la ejecución de dicha técnica
de cooperación.

SECCIÓN V il
COOPERACIÓN CON LA CORTE PENAL INTERNACIONAL

TÍTULO I
ASPECTOS GENERALES

Artículo 554: Ámbito de la Cooperación

1. Los actos de cooperación del Perú con la Corte Penal Internacional son:
a) La detención y entrega de personas;
b) La detención provisional;
c) Los actos de cooperación previstos en el artículo 93 del Estatuto de la Corte Penal Internacional.
2. Asimismo, en cuanto no estén incluidos específicamente en dicha norma internacional, procede otor­
gar asistencia en los supuestos previstos en los literales b) al m) del numeral 1) del artículo 511, así como
en lo relativo a la ejecución de penas impuestas a nacionales por la Corte Penal Internacional.

Artículo 555: Trámite inicial de las solicitudes de cooperación

1. Las solicitudes de cooperación de un órgano de la Corte Penal Internacional serán recibidas vía di­
plomática y remitidas inmediatamente a la Fiscalía de la Nación, como autoridad central. También pueden
cursarse directamente a la Fiscalía de la Nación.
2. La Fiscalía de la Nación cursará al Juez de la Investigación Preparatoria las solicitudes de coopera­
ción de detención y entrega, de detención provisional, y de todas aquellas establecidas en el artículo 511.
3. Si el acto de cooperación consiste en: a) la identificación y búsqueda de personas u objetos; b) la rea­
lización de exhumaciones y el examen de cadáveres y fosas comunes; y, c) la identificación y determina­
ción del paradero de bienes delictivos, corresponderá su admisión y ejecución al Fiscal Provincial del lugar
de la diligencia. Si la solicitud, a su vez, exige la realización de inspecciones oculares; el congelamiento
o la incautación de bienes delictivos, el Fiscal Provincial instará al Juez de la Investigación Preparatoria
♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL
Art. 556 LIBRO SÉPTIMO: LA COOPERACIÓN JUDICIAL INTERNACIONAL 1092

dicíe la resolución autoritativa que corresponda. Salvo que requiera autorización jurisdiccional, el Fiscal
Provincial estará encargado de la conducción de las labores de protección de víctimas y testigos.
4. Cuando fuera necesario, y el interés de la justicia lo exige, las autoridades nacionales que intervienen
en un acto de cooperación estarán obligadas a preservar el secreto de las actuaciones en que intervengan.
Con especial énfasis se entenderán secretas las diligencias en tanto ellas puedan afectar la seguridad e
integridad corporal y psicológica de los investigados, de las víctimas, de los posibles testigos y de sus
familiares.

Artículo 556: Consultas y acuerdos con la Corte Penal Internacional

1. Si la ejecución de un acto de cooperación con la Corte Penal Internacional puede vulnerar una norma
de orden público y un principio fundamental del derecho, el órgano que deba decidir su admisión y desa­
rrollo, previamente, expresará mediante resolución o disposición consultiva -según se trata del Jue z o del
Fiscal, respectivamente- los motivos de la probable colisión y, reservadamente, las pondrá en conocimien­
to de la Fiscalía de la Nación.
2. La Fiscalía de la Nación realizará las consultas indispensables con la Corte Penal Internacional a fin
de resolver la cuestión. A su finalización, la Fiscalía de la Nación se pronunciará, pudiendo fijar en coor­
dinación con la Corte Penal Internacional el ámbito posible de la cooperación que se le daría a la misma,
aclarar los puntos de cuestionamiento de la decisión fiscal o judicial o dictar cualquier otra recomendación
que considere conveniente. Con esa respuesta, el Fiscal encargado o el Ju e z competente decidirán lo que
considere arreglado a derecho, con conocimiento de la Fiscalía de la Nación.
3. Si la cooperación consiste en la presentación de documentos, informaciones o divulgación de prue­
bas que puedan poner en riesgo la seguridad nacional o se trate de secretos de Estado, se procederá
conforme a los numerales anteriores. En este caso, la Fiscalía de la Nación coordinará con los Ministerios
u órganos del Estado involucrados e iniciará las consultas con la Corte Penal Internacional. Si la autoridad
judicial acuerda que es imposible cumplir el acto de cooperación solicitado, comunicará su resolución a la
Fiscalía de la Nación y ésta a la Corte Penal Internacional.
4. La Fiscalía de la Nación, en sus relaciones con la Corte Penal Internacional, informará de las normas
de derecho inferno y de los requisitos necesarios para el debido cumplimiento de los actos de cooperación
solicitados.

TÍTULO II
LA DETENCIÓN Y ENTREGA DE PERSONAS
Y LA DETENCIÓN PROVISIONAL

Artículo 557: Recepción y trámite

1. Una vez que la Fiscalía de la Nación reciba la solicitud de detención y entrega, con todos los docu­
mentos a que hace referencia el artículo 91 del Estatuto de la Corte Penal Internacional, remitirá las actua­
ciones al Ju e z de la Investigación Preliminar del lugar donde se encuentre el requerido, con conocimiento
de la Sala Penal de la Corte Suprema.
2. El Ju e z de la Investigación Preparatoria, inmediatamente, expedirá mandato de detención.
3. Producida la detención y puesto el extraditado a disposición judicial por la oficina local de la IN-
TERPOL, el Ju e z de la Investigación Preparatoria, con citación del Fiscal Provincial y dando cuenta del
hecho a la Fiscalía de la Nación, le tomará declaración, informándole previamente de los motivos de
la detención y de los detalles de la solicitud de entrega, entregándole copia de la misma. Asimismo, le
hará saber del derecho que tiene a nombrar abogado defensor o si no puede hacerlo de la designación

n o m o s & t h e s is
1093 SECCIÓN Vil: COOPERACIÓN CON LA CORTE PENAL INTERNACIONAL Á ít 55

de un abogado de oficio. El detenido, si a sí lo quiere, puede expresar lo que considere conveniente en


orden al contenido de la solicitud de entrega, incluyendo el cuestionamiento de la identidad de quien
es reclamado por la justicia internacional, o reservarse su respuesta para ¡a audiencia de control de la
entrega. Si el detenido no habla el castellano, se le nombrará un intérprete.
4. Acto seguido, el Juez de la Investigación Preparatoria en un plazo no mayor de quince días, citará
a una audiencia pública, con citación del requerido, su defensor, el Fiscal Provincial, el representante que
nombre la Corte Penal Internacional y, de ser el caso, el representante que designe la embajada del país
del que es nacional el detenido. Lo s intervinientes podrán presentar pruebas, cuestionar o apoyar las que
aparezcan en el expediente de entrega, alegar la pertinencia o la impertinencia, formal o material, de la
solicitud de entrega, o cuanto motivo a favor de sus pretensiones. La audiencia se inicia con la precisión
de las causales de entrega, el detalle del contenido de la solicitud de entrega y la glosa de documentos y
elementos de prueba que deben acompañarse al efecto. Luego el detenido, si asilo considera conveniente,
declarará al respecto y se someterá al interrogatorio de los participantes. A continuación éstos alegarán
por su orden y, finalmente, el imputado tendrá derecho a la última palabra. El expediente se elevará inme­
diatamente a la Sala Penal de la Corte Suprema, con conocimiento de la Fiscalía de la Nación.
5. La Sala Penal de la Corte Suprema, previo traslado de las actuaciones elevadas por el Juez de la
Investigación Preparatoria al Fiscal Supremo y a los demás participantes personados, señalará fecha para
la audiencia de entrega. La Audiencia se llevará a cabo con los que asistan, quienes por su orden infor­
marán oralmente, empezando por el Fiscal y culminando por el abogado del requerido. Si éste concurre a
la audiencia, lo hará en último lugar. La Corte Suprema emitirá resolución consultiva en el plazo de cinco
días. Notificada la resolución y vencido el plazo de tres días se remitirá inmediatamente al Ministerio de
Justicia.
6. S i el detenido contestara la solicitud de entrega, alegando la ocurrencia de cosa juzgada, sin per­
juicio de la continuación del trámite, el Juez de la Investigación Preparatoria formará cuaderno con copia
certificada de lo actuado y lo elevará a la Fiscalía de la Nación, la cual inmediatamente consultará a la
Corte Penal Internacional para que informe si hubo decisión de admisibilidad de la causa. El expediente
principal, en el estado en que se encuentre, quedará suspendido hasta la respuesta de la Corte Penal In­
ternacional. En este caso:
a) S i la causa fue admitida, la autoridad judicial dará curso al pedido de detención y entrega;
b) Si estuviese pendiente la decisión sobre la admisibilidad, la autoridad judicial podrá determinar la
suspensión del procedimiento de entrega, a la espera de la decisión de la Corte Penal Internacional.
7. S i el Juez de la Investigación Preparatoria, en función al cuestionamiento del detenido, realizadas
sumariamente las constataciones que correspondan, comprueba que no es la persona requerida por la
justicia penal internacional, así lo declarará inmediatamente, sin perjuicio de ordenar la detención de la
persona correcta y ponerla en conocimiento de la Fiscalía de la Nación y de la Sala Penal de la Corte Supre­
ma. Esta decisión, aun cuando se dictare antes de la audiencia, impedirá la prosecución del procedimiento.
Contra ella procede recurso de apelación ante la Sala Penal Superior.
8. El requerido, en cualquier estado del procedimiento judicial, podrá dar su consentimiento libre y
expreso a ser entregado a la Corte Penal Internacional. En este caso, el órgano jurisdiccional dará por
concluido el procedimiento. La Sala Penal de la Corte Suprema, sin trámite alguno, dictará la resolución
consultiva favorable a la entrega, remitiendo los actuados al Ministerio de Justicia para los fines de Ley.

Artículo 558: Resolución Suprema y Ejecución

1. La decisión sobre la entrega será mediante Resolución Suprema emitida por el Consejo de Ministros,
que será puesta en conocimiento de la Fiscalía de la Nación y la Corte Penal Internacional por la vía diplo­
mática. S i la resolución consultiva de la Corte Suprema es por la denegación de la entrega, así lo declarará
el Poder Ejecutivo. En caso contrario, el Poder Ejecutivo puede dictar la decisión que corresponda. Si ésta
es denegatoria de la entrega, la Fiscalía de la Nación comunicará el hecho a la INTERPOL.

♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL


Art. 559 LIBRO SÉPTIMO: LA COOPERACIÓN JUDICIAL INTERNACIONAL 1094

2. Decidida definitivamente la solicitud de entrega, la Corte Penal Internacional podrá dar curso a otra
solicitud por el mismo hecho, si la denegación se fundó en defectos de forma.
3. La Corte Penal Internacional deberá efectuar el traslado del detenido en el plazo de treinta días,
contados a partir de la comunicación oficial. La Fiscalía de la Nación, atento a la solicitud de la Corte Penal
Internacional, cuando ésta se viera imposibilitada de realizar el traslado oportunamente, podrá conceder
un plazo adicional de diez días. A su vencimiento, el detenido será puesto inmediatamente en libertad, y el
Estado requirente no podrá reiterar la demanda de extradición.
4. La Corte Penal Internacional, si absuelve a la persona entregada, comunicará al Perú tal hecho y le
enviará copia autenticada de la sentencia.
5. La Corte Penal Internacional solicitará al Perú la dispensa del numeral 1) del artículo 101 del Esta­
tuto de la Corte Penal Internacional. Previamente celebrará consultas con la Fiscalía de la Nación. La soli­
citud de dispensa será cursada directamente a la Sala Penal de la Corte Suprema. Rige, en lo pertinente, el
numeral 4) del artículo anterior y las demás normas siguientes.

Artículo 559: Plazo de la detención y libertad provisional

1. La detención, en ningún caso, puede exceder de noventa días. Vencido el plazo sin haber resuelto la
solicitud de entrega, se dispondrá por la autoridad judicial su inmediata libertad, sin perjuicio de imponer
las medidas restrictivas o de control que discrecionalmente se acuerden; asimismo, se dictará mandato de
impedimento de salida del país y se retendrá su pasaporte.
2. El detenido puede solicitar libertad provisional ante el órgano jurisdiccional que, en ese momento,
conozca de la solicitud de entrega. Presentada la solicitud, la autoridad judicial dará cuenta de la misma
a la Fiscalía de la Nación, la que se comunicará con la Corte Penal Internacional para que dé las recomen­
daciones necesarias.
3. El órgano jurisdiccional, para resolver la solicitud de libertad provisional tendrá en consideración las
recomendaciones de la Corte Penal Internacional. Ésta será concedida si se presentan circunstancias que
la justifiquen y si existen garantías suficientes para la realización de la entrega. En este caso se dictará
mandato de impedimento de salida del país y se retendrá el pasaporte del requerido, sin perjuicio de otras
medidas de control que el Juez discrecionalmente acuerde para impedir la fuga y asegurar la realización
de la entrega. Se seguirá, en So pertinente, el trámite previsto para la cesación de la prisión preventiva.(a)

PROTOCOLOS, REGLAMENTOS, LINEAMIENTOS, GUÍAS Y DIRECTIVAS


(a) Protocolos de actuación conjunta referidos a las medidas limitativas de derechos com o el de allanamiento, intervención
de las com unicaciones telefónicas, impedim ento de salida y levantamiento del secreto bancario, reserva tributaria y
bursátil (aprobado por la Resolución Adm inistrativa N.° 387-2014-CE-PJ de 19-11-2014). Véase el texto com pleto en:
<bit.ly/2UplsCJ>.

Artículo 560: D etención provisional con fines de entrega

1. A solicitud de la Corte Penal Internacional, el Ju e z de la Investigación Preparatoria, cumplidos los


requisitos que establece el artículo 92 del Estatuto de la Corte Penal Internacional, dictará mandato de
detención provisional con fines de entrega.
2. El detenido será puesto en libertad si la Fiscalía de la Nación no hubiese recibido la solicitud de en­
trega y los documentos que correspondan en el plazo de sesenta días de la fecha de detención.
3. El detenido provisionalmente podrá consentir en su entrega antes de que transcurra el plazo estipu­
lado en el numeral anterior. Rige, en lo pertinente, el numeral 6) del artículo 521.
4. Ejecutada la detención provisional, el Juez de la Investigación Preparatoria oirá a la persona detenida
en el plazo de veinticuatro horas, y le designará abogado defensor de oficio, si aquél no designa uno de su
confianza. La detención cesará si se comprobase que el detenido no es la persona reclamada.

n o m o s & t h e s ls
1095 SECCIÓN Vil: COOPERACIÓN CON LA CORTE PENAL INTERNACIONAL Á í't. 5 6 2

5. El detenido liberado porque no se presentó a tiempo la solicitud de entrega, puede ser nuevamente
detenido, si la solicitud de entrega y los documentos que lo juzgan fuesen recibidos en una fecha posterior.

Artículo 561: Concurrencia de solicitud de entrega y demanda de extradición

1. Habiendo concurrencia entre la solicitud de entrega y una demanda de extradición relativa a la mis­
ma conducta que constituya la base del crimen en razón del cual la Corte Penal internacional ha pedido
la entrega, la autoridad competente, con conocimiento de la Fiscalía de la Nación, notificará el hecho a la
Corte Penal Internacional y al Estado requirente. La Fiscalía de la Nación establecerá las consultas corres­
pondientes para una decisión en armonía con el artículo 90 del Estatuto de la Corte Penal Internacional. El
resultado de su intervención será comunicado por escrito a la autoridad judicial.
2. La demanda de extradición en trámite quedará pendiente hasta la decisión sobre la solicitud de
entrega.
3. La solicitud de entrega prevalecerá sobre la demanda de extradición de acuerdo con lo dispuesto en
el artículo 90 del Estatuto de la Corte Penal Internacional.

TÍTULO III
LOS DEMÁS ACTOS DE COOPERACIÓN

Artículo 562: Asistencia judicial

1. La Fiscalía de la Nación cursará a la autoridad que corresponda, de conformidad con el artículo 555,
las solicitudes de cooperación de la Corte Penal Internacional establecidas en el literal b) del numeral 1) y
en el primer extremo del numeral 2) del artículo 554.
2. El trámite que seguirán las solicitudes es el previsto, en lo pertinente, en los artículos 532 a 537.
3. El traslado provisional de un detenido a los fines de su identificación o de que preste testimonio o
asistencia de otra índole, requerirá que el detenido preste su libre consentimiento, con el concurso de un
abogado defensor, y que se asegure al trasladado no ser detenido o enjuiciado con base en la declaración
que preste, salvo el caso de desacato o falso testimonio.
4. Si existen concurrencia entre solicitudes de asistencia judicial con otro país, la autoridad judicial
inmediatamente dará cuenta a la Fiscalía de la Nación a fin que establezca las consultas con la Corte Penal
Internacional y el Estado requirente, a fin de dar debido cumplimiento. El trámite se reanudará a las resul­
tas de la comunicación que curse la Fiscalía de la Nación como consecuencia de las consultas entabladas
al respecto. Se tendrá en consideración lo dispuesto en el numeral 9) del artículo 93 del Estatuto de la
Corte Penal Internacional.
5. La solicitud de la Corte Penal Internacional que originara dificultades de ejecución, sin perjuicio de lo
dispuesto en el artículo 95 del Estatuto de la Corte Penal Internacional, será comunicada por la autoridad a
cargo de la misma a la Fiscalía de la Nación a fin de que inicie consultas con la Corte Penal Internacional,
en los siguientes casos:
a) Si la información fuese insuficiente para la ejecución de la solicitud;
b) Si fuere imposible ubicar a la persona buscada, dentro de la solicitud de entrega;
c) Si la ejecución de la solicitud, conforme a sus propios términos, estuviere en aparente conflicto con
una obligación asumida por el Perú con otro Estado, por medio de un Tratado.
6. En caso que la ejecución de una solicitud de asistencia interfiera una investigación o enjuiciamiento
en curso de un hecho distinto del que es materia de la solicitud de la Corte Penal Internacional, podrá apla­
zarse la ejecución por el tiempo que se acuerde con la Corte Penal Internacional. En todo caso, la autoridad
judicial, luego de declarar la presencia de una interferencia, dará cuenta a la Fiscalía de la Nación, a fin de

♦ NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL


All. 563 LIBRO SÉPTIMO: LA COOPERACIÓN JUDICIAL INTERNACIONAL 1096

que inicie consultas con la Corte para determinar, alternativamente, el plazo del aplazamiento, la ejecución
de la solicitud bajo ciertas condiciones o, en su caso, para acordar medidas de protección de pruebas o de
testigos, durante el lapso del aplazamiento.

Artículo 563: Cooperación con el Fiscal de la Corte Penal Internacional

1. El Fiscal de la Corte Penal Internacional, de conformidad con el artículo 54 del Estatuto de la Corte
Penal Internacional, podrá solicitar los actos de cooperación previstos en el artículo anterior, que se tra­
mitarán y ejecutarán conforme a las reglas establecidas en dicha norma. En todo caso, antes de solicitar
formalmente el acto de coordinación consultará con la Fiscalía de la Nación, a fin de establecer las condi­
ciones de operatividad y eficacia de la solicitud que pretenda.
2. El Fiscal de la Corte Penal Internacional podrá realizar en territorio nacional las diligencias de inves­
tigación que considere conveniente y se encuentren autorizadas en el Estatuto de la Corte Penal Interna­
cional. A este efecto, cursará la solicitud de cooperación a la Fiscalía de la Nación, la cual previas coordi­
naciones con aquélla, la derivará al Ju e z de la Investigación Preparatoria del lugar donde debe realizarse la
diligencia, la cual previo traslado al Fiscal y a los interesados debidamente personados, decidirá luego de
la vista de la causa en el plazo de cinco días. La decisión es recurrible con efecto suspensivo ante la Sala
Penal Superior. Rige lo dispuesto en el numeral 2) del artículo 532.
3. Si se acepta la solicitud de la Fiscalía de la Corte Penal Internacional, en tanto se cumplan los
presupuestos y las condiciones establecidas en el Estatuto de la Corte Penal Internacional, su ejecución
está condicionada a que no se afecten derechos y garantías consagradas por el ordenamiento jurídico pe­
ruano. En caso afirmativo, prestará a la autoridad extranjera el auxilio que requiere para el cumplimiento
de dichas diligencias. El Ministerio Público será citado y participará activamente en el procedimiento de
ejecución.

Artículo 564: Restricciones a la divulgación y gastos

1. Se aplican a todas las solicitudes de cooperación las restricciones previstas para impedir la divulga­
ción de información confidencial relacionada con la defensa o la seguridad nacional.
2. Los gastos ordinarios que se deriven del cumplimiento de las solicitudes de cooperación corren por
cuenta del Estado peruano, con las excepciones estipuladas en el artículo 100 del Estatuto de la Corte
Penal Internacional.

TÍTULO IV
LA EJECUCIÓN DE LA PENA

Artículo 565: Cumplimiento de penas impuestas a nacionales

1. El Estado Peruano podrá manifestar a la Corte Penal Internacional su disposición para recibir con­
denados de nacionalidad peruana. Esta decisión requiere informe favorable de la Fiscalía de la Nación y
Resolución Suprema del Sector Justicia con aprobación del Consejo de Ministros.
2. El Estado Peruano iniciará consultas con la Corte Penal Internacional para determinar el ámbito de
la ejecución de las penas y la aplicación del régimen jurídico de su aplicación, así como las bases de la
supervisión que compete a la Corte Penal Internacional.

n o m o s & t h e s is
1097 DISPOSICIONES COMPLEMENTARIAS Primera

Artículo 566: Ejecución de las penas


1. Si la pena es privativa de libertad, la Fiscalía de la Nación en coordinación con el Ministerio de J u s ­
ticia, comunicarán a la Corte Penal Internacional el establecimiento penal de cumplimiento de la pena. Se
acompañará copia autenticada de la sentencia.
2. La ejecución de la pena privativa de libertad dependerá del Acuerdo expreso a que llegue el Estado
Peruano con la Corte Penal Internacional. La pena no puede ser modificada por la jurisdicción peruana.
Todo pedido de revisión, unificación de penas, beneficios penitenciarios, traslado para la detención en
otro país y otros incidentes de ejecución, así como los recursos, son de competencia exclusiva de la Corte
Penal Internacional. El interno podrá dirigir los pedidos a la Fiscalía de la Nación, órgano que los trasladará
inmediatamente a la Corte Penal Internacional.
3. Las autoridades nacionales permitirán la libre y confidencial comunicación del sentenciado con la
Corte Penal Internacional.
4. Las penas de multa y el decomiso de bienes impuestos por la Corte Penal Internacional podrán ser
ejecutadas por la jurisdicción nacional. Rige, en lo pertinente, el artículo 547.
5. En caso de evasión del condenado, se dará cuenta a la Corte Penal Internacional a través de la Fis­
calía de la Nación, que iniciará consultas para proceder con arreglo al artículo 111 del Estatuto de la Corte
Penal Internacional.

DISPOSICIONES COMPLEMENTARIAS

DISPOSICIONES FINALES

Primera: Vigencia del Código Procesal Penal

1. El Código Procesal Penal entrará en vigencia progresivamente en los diferentes Distritos Judiciales
según un Calendario Oficial, aprobado por Decreto Supremo, dictado de conformidad con lo dispuesto
en el Decreto Legislativo que establecerá las normas complementarias y de implementación del Código
Procesal Penal.
2. El día 1 de julio de 2006 se pondrá en vigencia este Código en el Distrito Judicial designado por la
Comisión Especial de Implementación creada por el Decreto Legislativo N.° 958. El Distrito Judicial de
Lima será el Distrito Judicial que culminará la aplicación progresiva de este Código.(1)
3. El mencionado Decreto Legislativo establecerá, asimismo, las disposiciones transitorias y las referi­
das al tratamiento de los procesos seguidos con arreglo a la legislación anterior.
4. No obstante lo dispuesto en el numeral 2, el día 1 de febrero de 2006 entrarán en vigencia en todo el
país los artículos 468-471 y el Libro Sétimo “La Cooperación Judicial Internacional" y las disposiciones
modificatorias contenidas en este Código, excepto las contenidas en los numerales 5 ,6 y 7 de la Segunda
Disposición Modificatoria, que entrarán en vigencia el 1 de julio de 2006.(2)
Asimismo, entra en vigencia el Código Procesal Penal para los delitos tipificados en las secciones II, III
y IV, del artículo 382 al artículo 401, del capítulo II, del título XVIII del libro II del Código Penal, de acuerdo
a lo siguiente:
a) En el Distrito Judicial de Lima, el 15 de enero de 2011.
b) En los Distritos Judiciales de Lima Norte, Lima Sur y Callao, el 1 de abril de 2011.
c) En los demás distritos judiciales en los que el Código Procesal Penal aún no ha entrado en vigencia
integralmente, el 1 de junio de 2011 .(3)
5. D erogado .(4)
6. Los artículos 259 y 260 entran en vigencia en todo el país el 1 de julio de 2009.(5) (a)

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Segunda LIBRO S é p t im o : l a c o o p e r a c ió n j u d i c i a l i n t e r n a c io n a l 1098

NOTA DE ACTUALIZACIÓN
(1) Inciso 2 m odificado por el artículo 1 de la Ley N.° 28671 (EP, 31 -01 -2006).
(2) Inciso 4 m odificado por el artículo 1 de la Ley N.° 28671 (EP, 31-01-2006). Anteriormente había sido m odificado por el
artículo único de la Ley N.° 28460 (EP, 11 -01 -2005).
(3) Párrafo m odifi

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