Violencia de Genero y Rol de Los Animale
Violencia de Genero y Rol de Los Animale
Violencia de Genero y Rol de Los Animale
XIII CONGRESO
[INTER]NACIONAL DE
PSICOLOGÍA JURÍDICA
Y FORENSE LIBRO DE
RESÚMENES
VIGO
Libro de actas (Eds.):
Verónica Marcos, Yurena Gancedo, Bárbara Castro y Adriana Selaya
Comité Organizador
Comité Organizador de la sociedad Comité Organizador Local
Española de Psicología Jurídica y
Forense
Presidencia Presidencia
Ramón Arce Fernández Francisca Fariña Rivera
Secretaría Secretaría
Mercedes Novo Pérez Dolores Seijo Martínez
María José Vázquez
Miembros
Mila Arch Marín Miembros
Gualberto Buela-Casal Bárbara Castro Rubio
Ana María Martín Rodríguez Yurena Gancedo Fernández
Francisca Expósito Jiménez Bárbara González Amado
Francisca Fariña Rivera Manuel Isorna Folgar
Marisol Lila Murillo Verónica Marcos Martínez
Ismael Loinaz Calvo Laura Redondo Gutiérrez
José Manuel Muñoz Vicente Katia Rolán González
Sebastián de la Peña Velasco Jéssica Sanmarco Vázquez
María Escudero Sánchez Adriana Selaya Berodia
Luis Rodríguez Franco Manuel Vilariño Vázquez
Miguel Ángel Soria Verde
Francisco Manuel Tortosa Gil
LIBRO DE RESÚMENES. XIII CONGRESO (INTER)NACIONAL DE PSICOLOGÍA JURÍDICA ÍNDICE
Y FORENSE
DE CONTENIDOS
2
LIBRO DE RESÚMENES. XIIIRESÚMENES.
LIBRO DE CONGRESO XIII
(INTER)NACIONAL DE PSICOLOGÍA
CONGRESO (INTER)NACIONAL DEJURÍDICA Y FORENSE
PSICOLOGÍA JURÍDICA Y FORENSE
3
LIBRO DE RESÚMENES. XIII CONGRESO (INTER)NACIONAL DE PSICOLOGÍA JURÍDICA ÍNDICE
Y FORENSE
DE CONTENIDOS
4
LIBRO DE RESÚMENES. XIIIRESÚMENES.
LIBRO DE CONGRESO XIII
(INTER)NACIONAL DE PSICOLOGÍA
CONGRESO (INTER)NACIONAL DEJURÍDICA Y FORENSE
PSICOLOGÍA JURÍDICA Y FORENSE
¿Por qué ofendemos? Explorando los motivos del ofensor como primer paso para la
prevención de ofensas
María Fernández-Capo, María Gámiz, Carla Martos y Silvia Recoder ...................................... 89
Perdón intrapersonal en el ámbito laboral desde una perspectiva de género
Ana Beltrán y Francisca Expósito ............................................................................................... 89
MESA DE EXPERTOS 15: PROPUESTAS DESDE EL ESTUDIO MULTIDISCIPLINAR PARA LA
MEJOR PROTECCIÓN DE LOS NIÑOS/AS EN LOS PROCEDIMIENTOS DE FAMILIA ............ 91
¿Qué función cumple un informe pericial psicológico en un procedimiento de familia?
Dolores Viñas .............................................................................................................................. 91
Los derechos de los niños, niñas y adolescentes en la ruptura familiar
Judith Solé Resina ...................................................................................................................... 92
¿Modelos alternativos de familia /o familias reconstituidas? ¿Es la diversidad la nueva
“normalidad” de hoy en el ámbito de familia?
Virtudes Campos ......................................................................................................................... 92
MESA DE EXPERTOS 16: PSICOLOGÍA JURÍDICA Y PERSPECTIVA DE GÉNERO ................ 93
Los sesgos en la investigación y la práctica profesional con mujeres víctimas de violencia
de género. ¿cómo luchar contra lo subconsciente?
Mª Jesús Cala y Eva Trigo .......................................................................................................... 93
Perspectiva de género y evaluación pericial psicológica en la UVFI
Jose Manuel Muñoz .................................................................................................................... 94
Violencia contra las mujeres: los crímenes que no cesan
Esperanza Bosch ........................................................................................................................ 96
MESA DE EXPERTOS 17: LA INFANCIA Y LA ADOLESCENCIA: LOS CAMBIOS LEGALES
PARA SU PROTECCIÓN ................................................................................................................ 97
Novedades en relación con el cambio de sexo de los menores
Marta Rufilanchas ....................................................................................................................... 97
La suspensión del régimen de comunicaciones y estancias en caso de existencia de
proceso por violencia de género
Cristina Diaz-Malnero .................................................................................................................. 98
La audiencia de los menores
Carmen Varela ............................................................................................................................ 99
MESA DE EXPERTOS 18: NEUROCIENCIA Y NEUROPSICOLOGÍA FORENSE .................... 101
Qué aporta la neurociencia a la psicología y neuropsicología forense
Raquel Balmaseda .................................................................................................................... 101
Retos para el crecimiento de la neuropsicología forense en España
Amaya Nagore, Andrea Horta, Coral Ariño y Maribel Marín ..................................................... 101
Estado actual de la neuropsicología forense en países donde está consolidada
Alexander Araya ........................................................................................................................ 102
MESA DE EXPERTOS 19: ¿ESTÁ DEFINIDO UN ÁMBITO DE PSICOLOGÍA JURÍDICA DEL
TRÁFICO Y LA SEGURIDAD VIAL? ............................................................................................ 104
Conducción segura más allá de los 65 años: la importancia de las funciones ejecutivas y
de su evaluación
Sara Puig, Nuria Belloch, Aránzazu Duque, Marta Aliño, Paula Martínez, Irene Cano y María José
García ........................................................................................................................................ 104
Veinte años es mucho,… al menos en ciencia. El necesario cambio en la acreditación de
aptitud psicofísica necesaria para la tenencia y uso de armas
Macarena Tortosa, Cosme Fernández, Gabriel Dorantes y Francisco Tortosa ....................... 106
El marco normativo de los planes de seguridad víal y movilidad de las empresas
Francisco Alonso, Cosme Fernández y Cristina Esteban......................................................... 108
5
LIBRO DE RESÚMENES. XIII CONGRESO (INTER)NACIONAL DE PSICOLOGÍA JURÍDICA ÍNDICE
Y FORENSE
DE CONTENIDOS
6
LIBRO DE RESÚMENES. XIIIRESÚMENES.
LIBRO DE CONGRESO XIII
(INTER)NACIONAL DE PSICOLOGÍA
CONGRESO (INTER)NACIONAL DEJURÍDICA Y FORENSE
PSICOLOGÍA JURÍDICA Y FORENSE
José Raúl Jiménez, Jordan Micaela Castelblanco, Daniela Andrea Chinchilla, Luis Orlando
Jiménez y Ever José López ...................................................................................................... 158
Ruta para denunciar y atender la trata infantil en colombia
Ever José López, Lina María Santos, Ana María Altamar, Laura Camila Jaimes, Alexandra
Cárdenas y Angie Katherin Martínez ........................................................................................ 160
Trata y tráfico ilegal de personas
Karen Andrea Giraldo, Sofía Perilla, Luis Orlando Jiménez, Ever José López y Sandra Milena
Ruíz ........................................................................................................................................... 162
Migración: factores de riesgo para la trata de personas
José Raúl Jiménez, Luis Orlando Jiménez, Ever José López, Sandra Milena Ruíz ................ 164
Protocolo de atención psicológica a víctimas de trata de personas en Colombia
Bryan Felipe Villani, Sandra Milena Ruiz y Ever José López ................................................... 166
SIMPOSIO 4. LA EVALUACIÓN DE LA VALIDEZ DE SÍNTOMAS Y LA SIMULACIÓN: ESTADO
DEL ARTE Y AVANCES INTERNACIONALES ............................................................................ 170
Conceptos actualizados, mitos y controversias sobre la validez de síntomas y la
simulación
Esteban Puente y José Antonio Ruiz ........................................................................................ 170
La evaluación de la validez de síntomas en españa: la simulación
Ramón Arce .............................................................................................................................. 171
Evaluación de la exageración de síntomas y la simulación en estrés postraumático
Héctor González ........................................................................................................................ 172
Avances internacionales: consistencia en la evaluación de la validez de los síntomas
Irena Boskovic ........................................................................................................................... 173
Valoración de la simulación en dolor
Luis Aguerrevere y David Pina .................................................................................................. 174
La investigación en validez de síntomas
Esteban Puente y Thomas Merten ............................................................................................ 175
SIMPOSIO 5. VIOLENCIA FILIOPARENTAL (VFP) ¿UN PROBLEMA SOCIAL O FAMILIAR?
........................................................................................................................................................ 177
Comprender, descubrir, intervenir y educar
Jesús García ............................................................................................................................. 177
Aproximación a la VFP desde la justicia: Justicia Restaurativa, modelos y su evaluación.
Consecuencias penales, medidas de la fiscalía
Joaquín Delgado y Carmen de la Jara ...................................................................................... 178
Qué, quién, donde, cuando, cómo y porqué
Carlos Igual ............................................................................................................................... 178
Valoración forense de la violencia filio-parental
Ana Eugenia Abasolo ................................................................................................................ 179
Entre el secreto y la vergüenza. Intervención psicosocial con familias
Raquel Gallego.......................................................................................................................... 180
Un lugar para liberarse de estigmas
Lourdes Bangueses y Rafael Lores .......................................................................................... 180
Propuesta de coordinación e intervención
Cristina Blanco .......................................................................................................................... 181
Reestructuración del vínculo
Jose Antonio Morala.................................................................................................................. 181
SESIONES APLICADAS ............................................................................................................... 183
Sesión aplicada 1. Cómo hacer un peritaje psicológico forense en el ámbito penal
Gualberto Buela-Casal y José María Palomares-Rodríguez ......................................................... 184
Sesión aplicada 2. Dilemas éticos y técnicos en periciales psicológicas forenses
Elena Garrido, Sergio Mora, Rocío Pina, Inés Lovelle................................................................... 184
7
LIBRO DE RESÚMENES. XIII CONGRESO (INTER)NACIONAL DE PSICOLOGÍA JURÍDICA ÍNDICE
Y FORENSE
DE CONTENIDOS
8
LIBRO DE RESÚMENES. XIIIRESÚMENES.
LIBRO DE CONGRESO XIII
(INTER)NACIONAL DE PSICOLOGÍA
CONGRESO (INTER)NACIONAL DEJURÍDICA Y FORENSE
PSICOLOGÍA JURÍDICA Y FORENSE
9
MESAS DE EXPERTOS
LIBRO DE RESÚMENES. XIIIRESÚMENES.
LIBRO DE CONGRESO XIII
(INTER)NACIONAL DE PSICOLOGÍA
CONGRESO (INTER)NACIONAL DEJURÍDICA Y FORENSE
PSICOLOGÍA JURÍDICA Y FORENSE
El concepto de furtivismismo, es tan antiguo como cuando el hombre decide imponer normas
sobre la caza y la propiedad de los animales cazados. Entendiendo así que los animales salvajes
cuando están en libertad son un bien común, pero que cuando se quiere realizar un
aprovechamiento de los mismos pasan a tener propiedad. Ya en el Derecho Romano tenemos la
idea “Ferae Bestia” consistente en la posesión de las piezas de caza. En la Edad Media es cuando
más relevancia tiene, el hecho imponiendo normas sobre la caza y la pesca y dejando claro que
estas era propiedad de los reyes y señores feudales. Todo tenía un porque y es y continúa siendo,
poder poner cupos a los animales cazados igual que los métodos utilizados e intentar, la no
desaparición de especie. Pensemos, que por ejemplo en mitad del siglo XIX, la administración creo
las juntas provinciales de extinción de animales dañinos. Aunque ya en la ley de caza de 1542,
aparece la figura del alimañero, como la persona encarga del control de los animales dañinos. Las
juntas en su creación fueron un atentico caldo de cultivo de exterminio de especies. Solo hay que
pensar que había una lista de pagos por cada especie cazada, muchas de ellas actualmente están
protegidas por la ley, es cuando se ponen de moda la utilización sobre todo de veneno y más
concretamente la estricnina. Todo cambia a partir de los años 70 del siglo pasado, con la eliminación
de las juntas, la protección de muchas especies, etc. En la actualidad el furtivismo sigue siendo una
lacra que diezma la fauna y afecta de forma significativa al medio ambiente. Actualmente se juntan
11
LIBRO DE RESÚMENES. XIII CONGRESO (INTER)NACIONAL DE PSICOLOGÍA JURÍDICA Y FORENSE
MESAS DE EXPERTOS
los métodos ancestrales, como lazos, cepos, etc. con el uso de tecnología punta, como cámaras de
fototrampeo, seguimiento gps, etc. Aunque no hay estudios sobre el perfil del furtivo, podemos
establecer algunos tipos o perfiles de forma provisional. Como estudio a primera vista podemos decir
que la práctica del furtivismo es un acto que realizan mayoritariamente los varones. Aunque por
ejemplo en la recolección de marisco de forma ilegal, se pueden encontrar hombres y mujeres.
Asimismo, respecto a la edad depende mucho del tipo de caza o pesca que realiza la persona. Por
ello, puede observarse desde niños cazando pájaros con trampas (cepos, liga, etc.) hasta personas
de edad avanzada que siempre han practicado estas prácticas.
De subsistencia, persona que caza para comer por necesidad o para aumentar las
proteínas en su dieta.
Tradicional. Pasa de padres a hijos, bien vista por el núcleo familiar como algo que
se ha de preservar.
Por protección de cultivos o animales de granja.
Acumulación de trofeos. Puro exhibicionismo, ostentación, orgullo.
Comercio con las piezas, partes o carne.
“Gamesmanshiip” término acuñado Muth y Bowe, que hace referencia a las
personas que lo hacen por el placer de ir en contra la ley, alardear del hecho. El
juego de ir en contra del poder establecido.
Estos perfiles seguro que no son todos los que nos podemos encontrar pudiendo existir
muchos más. Incluso algunos de ellos se mezclan y pueden ser difícil caracterizarlos. La caza furtiva
no es un problema local, sino un problema a nivel internacional y los perfiles son muy similares.
Como caso en que se aúnan la captura ilegal de especies y maltrato. Podemos comentar como
sentencia pionera en España la del juzgado de lo Penal nº 26 de Barcelona. En donde se condena
a un cazador que había colocado jaulas trampas para la captura de mamíferos salvajes, capturando
un zorro, que dejo sin comida ni agua y que se sacrificó, debido al estado del animal cuando se
intervino.
Pese a que las tasas de violencia en España son de las menores de Europa y de todo el
mundo, existen conductas criminales tipificadas relativamente de forma reciente como delito que
merecen especial atención por la idiosincrasia de las mismas. Ejemplo de ello es el maltrato y las
conductas violentas contra los animales. La Criminología es una ciencia muy rica, con múltiples
objetos de estudios y diferentes marcos teóricos que la sustentan. Ello ha dado lugar a diferentes
ramas como la criminología ambiental, la criminología del desarrollo o la criminología crítica. Una de
ellas es la criminología verde o Green Criminology (GC), encargada del estudio de los delitos y
perjuicios cometidos contra el medio ambiente (Potter, 2010).
Es en esta rama donde tienen cabida tanto los vínculos entre los crímenes ambientales y
otras formas de delincuencia, así como la relación entre maltrato animal y violencia interpersonal u
otros delitos (Nurse, 2014). Por su entidad, miembros de la comunidad científica defienden que el
maltrato animal debe constituir un fenómeno de estudio sui generis (Beirne, 2016). Pese a que el
maltrato animal ha sido y sigue siendo una de las conductas criminales más infravaloradas e
infraestimadas (Querol, 2016), la producción científica en los últimos años ha impulsado una mayor
concienciación y sensibilización sobre el tema, así como movimientos sociales, políticos y
asociacionistas. La reforma del Código Penal del año 2015 implicó diferentes cambios que, si bien
han sido aplaudidos por algunos sectores, siguen considerándose insuficientes.
12
LIBRO DE RESÚMENES. XIIIRESÚMENES.
LIBRO DE CONGRESO XIII
(INTER)NACIONAL DE PSICOLOGÍA
CONGRESO (INTER)NACIONAL DEJURÍDICA Y FORENSE
PSICOLOGÍA JURÍDICA Y FORENSE
Las acciones típicas en España tras dicha reforma son el maltrato injustificado que conlleve
lesiones o la muerte de un animal, el maltrato cruel a animales domésticos en espectáculos no
autorizados legalmente, el abandono de los mismo cuando pueda haber peligro para su vida o
integridad, y el sometimiento de los animales a explotación sexual. Algunos términos legislativos
sugieren dudas, como ¿cuándo es injustificado el maltrato de un animal? O el hecho de que la
ausencia de lesiones pueda conllevar la impunidad de la conducta delictiva. Respecto a la
explotación sexual, Menéndez de Llano (2015) considera insuficiente la regulación actual pues en
numerosas ocasiones se quedan prácticamente impunes violaciones y agresiones sexuales de
animales. Ello, teniendo en cuenta la dificultad probatoria de la conducta, conlleva el uso de los
animales como objetos sexuales. En términos criminológicos, la violencia sexual ejercida por las
personas contra los animales es todavía más desconocida que el “mero” maltrato de éstos, y se
desconoce su prevalencia. Ello, sumado al desconocimiento de los tipos de maltrato sexual y al
empleo sinónimo de conceptos teóricos diferenciados, complica todavía más la investigación de este
objeto de estudio. Un ejemplo de ello son los términos zoofilia y bestialismo se emplean de la misma
forma pese a subyacer en sus definiciones características que las diferencian. De esta manera, la
zoofilia se define como un apego emocional a los animales relacionados con la preferencia de éstos
como parejas sexuales, que incluye afecto y atracción sexual, por ello se considera una parafilia en
el DSM-V (Kavanaugh y Maratea, 2016). Sin embargo, en el bestialismo no hay apego ni afecto, se
utiliza a los animales como objeto para conseguir la gratificación sexual de una persona, tratándose
de una conducta repetida a través de la historia en diferentes culturas del mundo (Miletski, 2009).
Esta diferenciación es muy importante, pues discernir la existencia de esta afectividad puede ayudar
a distinguir la motivación de la conducta.
Además de lo anterior, miembros de la comunidad científica han publicado recientemente
investigaciones que evidencian empíricamente la asociación entre violencia interpersonal y violencia
sexual contra los animales, constituyendo este último, uno de los principales indicadores de violencia
entre las personas. Es por ello que el objetivo de esta ponencia es contribuir a dilucidar las dudas
que hay entorno a la violencia sexual contra los animales, presentando una diferenciación
conceptual de los términos que acostumbran a utilizarse de forma errónea, y arrojando luz a algunas
de sus características, como el modus operandi empleado, las diferentes razas más victimizadas o
las motivaciones principales para este delito. También conocer con qué tipologías delictivas o
conductas antisociales se asocia. La metodología empleada es la de una revisión, identificando los
temas principales abordados durante los últimos años. Algunos de los principales temas emergidos
se centran en la violencia sexual contra los animales como indicador de violencia interpersonal
futura. Asimismo, la atención se focaliza en su relación con la pornografía infantil, constituyendo las
imágenes indecentes de menores de edad con animales unas de las más brutales y extremas, tal y
como lo indican algunas escalas de medición de la gravedad de las imágenes de pornografía infantil
e investigaciones precedentes (McGlynn y Bows, 2019). Por otro lado, algunos estudios publicados
analizan de forma individualizada tipos de lesiones causadas por conductas de bestialismo, tanto
consecuencias a nivel médico para la persona que ejerce dicha violencia, como veterinaria en cuanto
a la víctima, postulándose los veterinarios forenses como figuras clave en la detección de
indicadores de maltrato sexual de animales. En cuanto a conductas sexuales con animales, no existe
una gran diferenciación en las prácticas ejercidas entre personas y entre personas y animales,
siendo las más frecuentes besar al animal, masturbarlo e incluso llegar a la penetración (Sendler,
2019).
Respecto a la violencia doméstica, los animales siguen siendo víctimas de
instrumentalización por parte de terceros, que los utilizan para amenazar a las víctimas humanas y
ejercer, especialmente, maltrato psicológico contra ellas, e incluso pudiendo llegar a forzarlas a
cometer abuso sexual de sus propias mascotas (Fitzgerald et al., 2020). Tareas como el estudio en
profundidad del tema y la prevención centrada en la educación desde edades muy tempranas
constituyen de los principales retos dentro del estudio de la violencia contra los animales. Asimismo,
la valoración del riesgo de la conducta de este tipo de agresores constituye un gran reto para los
13
LIBRO DE RESÚMENES. XIII CONGRESO (INTER)NACIONAL DE PSICOLOGÍA JURÍDICA Y FORENSE
MESAS DE EXPERTOS
Palabras clave: bestialismo, zoofilia, violencia contra los animales, explotación sexual
E-mail de contacto: albacompany@ub.edu
Ante la inminente entrada del primer Estado de Alarma (marzo 2020), el Ministerio de
Igualdad elaboró un Plan de Contingencia. El Plan de Contingencia desarrollaba una serie de
medidas de carácter estratégico y operativo para ayudar a prevenir, controlar y minimizar las
posibles consecuencias negativas en las vidas de muchas víctimas de violencia de género a raíz de
las medidas de confinamiento. Como parte del plan de contingencia, reforzado con la aprobación
del RDL, se declaró servicio esencial todos los servicios de asistencia integral a las víctimas de
violencia contra las mujeres. De esta manera tanto el teléfono del 016, como las consultas online,
siguieron funcionando con normalidad las 24 horas del día, todos los días de la semana. Al 016
también se sumó por primera vez un servicio de chat a través de mensajería instantánea con
psicólogas expertas en violencia de género de apoyo emocional y psicológico.
El Plan de Contingencia también contaba con una novedad a nivel internacional: un espacio
seguro para que las mujeres que deben entrar en una casa de acogida o un recurso de emergencia
y no tienen con quién dejar a sus animales, puedan hacerlo gracias a la Dirección General de
Derechos de los Animales, que coordina el Programa VioPet. Estudios en EEUU revelan que un
59% de las mujeres víctimas de violencia retrasan o se niegan a entrar a un recurso si su animal no
se encuentra a salvo. Esto último también puede ser uno de los motivos que explican el retraso en
la interposición de una denuncia (Querol, Cuquerella, Ascione y Pinizzotto, 2012). Entre un 86 y un
71% de mujeres refieren incidentes relacionados con maltrato a sus animales, y en un 63% de los
casos los menores presencian el maltrato (agravante). Hay que tener en cuenta que en la dinámica
de la violencia de género se produce un aislamiento de la víctima, que en ese período se exacerbó
por el confinamiento. Dentro de la tipología de violencia psicológica, se incluye la instrumentalización
del animal de compañía (Querol, Cuquerella, Ascione y Puccia, 2011), aunque también se engloban
animales que sean fuente de afecto para la mujer y no necesariamente los habitualmente
considerados de compañía; de ahí que el factor attachment o vínculo tenga un componente esencial.
En algunos casos, existe violencia hacia los animales, pero la motivación no es el daño psicológico,
sino que se trata de victimarios poliviolentos. La instrumentalización del animal comprende desde
amenazas y conductas de control a causarle daño, infligirle maltrato físico o psicológico (Arkow,
2014; Cirici, Querol y Ripoll, 2010) o incluso el teriocidio (Querol, 2021).
En un estudio realizado en Australia y Reino Unido (Taylor et al, 2019) sobre cómo
responden personas al maltrato hacia los animales en contexto de violencia de pareja, se
identificaron tres temas recurrentes en las respuestas de los encuestados: (a) los animales son una
fuente importante de apoyo; (b) los humanos protegen activamente a los compañeros animales; (c)
el hecho de presenciar maltrato hacia los animales puede ser un factor desencadenante de
abandonar relaciones violentas. La restricción de interacciones sociales aumenta el vínculo con los
animales, punto clave que debemos comprender para evitar ejercer violencia institucional. Un
estudio de la Universidad de Saint Leo alerta que los animales pueden haber sido víctimas de
maltrato, otros son entregados a refugios o a otras familias con el fin de evitarles daños. Las mujeres,
a cambio, experimentan desesperación, profunda pena por la pérdida de sus animales y relaciones
disruptivas. Si la víctima tiene hijos, también se ven afectados por la pérdida. (Querol, 2021). Durante
el confinamiento se ofrecieron cerca de 900 casas de acogida particulares y unas 30 asociaciones
colaboradoras.
14
LIBRO DE RESÚMENES. XIIIRESÚMENES.
LIBRO DE CONGRESO XIII
(INTER)NACIONAL DE PSICOLOGÍA
CONGRESO (INTER)NACIONAL DEJURÍDICA Y FORENSE
PSICOLOGÍA JURÍDICA Y FORENSE
Según datos del Ministerio de Igualdad, desde que empezó el confinamiento el número de
llamadas y consultas online registradas por el 016 de atención a víctimas de violencia machista
creció un 47%. Entre ambas vías se registraron 17.022 peticiones de asistencia, 5.447 más que en
el mismo periodo de 2019. A ello hay que sumarle las 1.678 consultas hechas al servicio de apoyo
emocional y psicológico de Whatsapp (Nota de prensa del 16/4/2020, Ministerio de Igualdad).
Respecto al Programa VioPet, la media de atención de casos fue de 15-20/ semana, llegando a
atender hasta a 4 y 5 casos en los días más complejos. Las especies que se gestionaron fueron:
gato, perro, gallina, oca, serpiente, pez y ave. El Programa VioPet se articula en cuatro ejes
fundamentales: la seguridad tanto de personas y animales, la confidencialidad, el bienestar animal
y la preservación del vínculo humano-animal.
Los protocolos sanitarios y de seguridad para el traslado de los animales son muy estrictos,
dada la complejidad añadida de trabajar asegurando la máxima protección frente al Sars-Cov-2 de
personas y animales, ya que se describieron casos de transmisión de humanos a perros y gatos
(Newman, 2020). El dispositivo de acogida se pone en marcha una vez lo solicita la víctima.
Entonces, los animales son recogidos por la policía. En cuanto es posible, los animales vuelven a
reunirse con las víctimas. La valoración del Programa VioPet resulta muy positiva por parte de las
supervivientes ya que los animales son considerados miembros de la familia y este abordaje respeta
esta consideración.
El maltrato animal es un delito contra el medioambiente, tipificado en art. 337 del Código
Penal que forma parte del Capítulo IV De los delitos relativos a la protección de la flora, fauna y
animales domésticos, tras la reforma del Código Penal por la Ley Orgánica 1/2015. Con esta ley se
añadió a los tipos relativos a la fauna protegida, aquellos dirigidos no sólo a los animales de
compañía, sino también a los de cría y espectáculos (animales amansados), ya que el legislador
consideró que el que un animal esté destinado a ser sacrificado para el consumo humano o a la
diversión no implica en ningún caso que esté permitido su maltrato.
Este cambio legislativo no fue fortuito, ya que estaba, y sigue estando, en consonancia con
los movimientos sociales en defensa de los animales y con la controversia que están suscitando en
los últimos tiempos las fiestas populares y los deportes en los que se causa algún tipo de sufrimiento
a los animales, así como el trato que reciben aquellos destinados al consumo humano durante su
cría y sacrificio. Las Memorias de la Fiscalía General del Estado sugieren que en nuestro país se
condena alrededor de un 80% de los casos de maltrato animal que llegan a juicio, aunque no
sabemos cuántas denuncias se desestiman en algún punto anterior del proceso legal ni cuántos
casos de maltrato animal nunca son denunciados.
Estudiar el maltrato animal como un delito ecológico implica prestar atención a la conducta
de maltrato en sí misma, y no como un síntoma de constructos psicopatológicos o de personalidad
que, según algunos autores, son capaces de predecir la conducta delictiva adulta si son
diagnosticados en la infancia y la adolescencia. Esta elección no significa que no tenga interés
analizar la relación del maltrato animal con otras formas de conducta delictiva, o con variables de
personalidad como la empatía o la frialdad emocional, en un esfuerzo de clarificar el origen, el
mantenimiento y, sobre todo, la erradicación de esta conducta. Significa adoptar la perspectiva de
que “hacer daño a un animal es un acto moralmente complejo y culturalmente ambiguo” (Patterson-
Kane y Piper, 2009, pág.590). En la mayoría de las culturas se permite matar y/o causar sufrimiento
a algunos animales, pero no hay unanimidad acerca de a qué animal ni de qué conductas están
15
LIBRO DE RESÚMENES. XIII CONGRESO (INTER)NACIONAL DE PSICOLOGÍA JURÍDICA Y FORENSE
MESAS DE EXPERTOS
permitidas. Esto es así porque el maltrato animal se define, no en términos del sufrimiento del animal
ni de la intención del agresor, sino de la valoración social del hecho, que es un juicio
multidimensional y complejo.
La definición del maltrato socialmente aceptable o inaceptable es, con frecuencia,
“antropocéntrica, arbitraria y caprichosa” (Beirne 1999, pág.54). La cultura influye especialmente en
la aceptación del maltrato animal, de forma que puede haber formas legales e ilegales de llevar a
cabo un mismo tipo de maltrato sin que se considere antisocial a quien maltrata, como ocurre con
la caza o con el sacrificio de animales en mataderos (Patterson-Kane y Piper, 2009). Es cierto que
el maltrato animal, al tratarse de una conducta violenta, puede formar parte de un patrón más amplio
de violencia. Pero esto no quiere decir que exista progresión desde el maltrato animal a la violencia
interpersonal. Los datos disponibles al respecto carecen del rigor metodológico necesario para hacer
tal afirmación (Walters, 2018). La evidencia disponible parece apuntar a que los niños, más que
aprender la violencia interpersonal a través del maltrato animal, lo que hacen es ir desarrollando
distintas formas de violencia que se relacionan más o menos entre sí a lo largo del ciclo vital (Volant
et al., 2008).
En este sentido, se ha constatado que, en la edad adulta, existe una relación positiva entre
maltrato animal y violencia doméstica (Monsalve et al., 2017). Pero se trata de una relación espuria
por instrumental, ya que al infligir daño al animal que es la mascota de la pareja se ejerce control
psicológico sobre ella y se le causa daño, dado su fuerte vínculo emocional con el animal (Newberry,
2017). Cuando hay hijos, estos niños creen que las amenazas y el daño infligido a los animales son
para crear y mantener el miedo en el hogar, aislarlos unos de otros y prevenir/castigar los intentos
de la madre de ser independiente y de abandonar la relación (McDonald et al., 2015). Muchas
víctimas de violencia doméstica retrasan ir a una casa-refugio porque les preocupa el bienestar de
su mascota si abandonan su domicilio sin ella o llegan a abandonar la casa-refugio para volver a su
domicilio por temor a que le ocurra algo a su mascota (Travers et al., 2009). Esto es así porque,
para ellas, esta mascota constituye un importante apoyo emocional, ya que el agresor las ha aislado
de su familia y amigos (Flynn, 2000).
Considerados conjuntamente, los estudios a los que se ha hecho referencia sugieren dos
cosas. Primero, que hay muchas personas que han maltratado a los animales sin que hayan sido
detenidos ni condenados jamás por esta ni por otra conducta violenta y, segundo, que hay
muchísimos más casos de maltrato animal de los que se castigan legalmente y a los que habría que
prestar atención (Alleyne et al., 2015). Si nuestro objetivo es prevenir y reducir la conducta de
maltrato animal, que es reprensible en sí mismo, es preciso abordarlo como una conducta anti-
normativa. Esto supone tener en cuenta que el número de transgresores es inversamente
proporcional al grado de desviación, de modo que sólo unas pocas personas son maltratadores
reincidentes, con un historial de violencia y que simultanean otras formas de comportamiento
antisocial, mientras que la mayoría de las personas, en el otro extremo del continuo, llevamos a
cabo actividades de este tipo sólo ocasionalmente. La cuestión es averiguar cuál es la norma que
se activa cuando se censura el maltrato a un animal y cuál es la legitimidad percibida de dicha
norma. También sería de interés esclarecer si, en términos psicosociales, existen diferencias entre
el maltrato a especies protegidas, mascota y animales amansados. Por último, habría que plantear
si actuando sobre variables psicosociales se puede prevenir o reducir la frecuencia de estas
conductas, con independencia que quieres las llevan a cabo se conviertan en asesinos en serie.
Palabras clave: maltrato animal, delito ecológico, normas personales, normas sociales descriptivas,
percepción de leyes de protección de animales
E-mail de contacto: ammartin@ull.edu.es
16
LIBRO DE RESÚMENES. XIIIRESÚMENES.
LIBRO DE CONGRESO XIII
(INTER)NACIONAL DE PSICOLOGÍA
CONGRESO (INTER)NACIONAL DEJURÍDICA Y FORENSE
PSICOLOGÍA JURÍDICA Y FORENSE
La Comisión de Igualdad del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) aprobó
recientemente la Guía de criterios de actuación judicial para decidir sobre la custodia de los hijos
tras la ruptura familiar, una herramienta que pretende ser útil para orientar a los miembros de la
Carrera Judicial en la toma de decisiones relativa a la custodia de los hijos e hijas en procesos de
separación, divorcio o ruptura de pareja.
En la elaboración de la Guía han participado un grupo multidisciplinar de profesionales de
la Judicatura, la Fiscalía, la Universidad, la Abogacía especializada y los Institutos de Medicina Legal
y Ciencias Forenses, coordinados desde la Comisión de Igualdad del CGPJ.
La Guía recoge una revisión exhaustiva y separada de la jurisprudencia de los distintos órganos
judiciales de nuestro país (Tribunal Supremo, Tribunales Superiores de Justicia de aquellas
Comunidades Autónomas que cuentan con derecho civil foral propio en materia de familia –Aragón,
Cataluña, País Vasco y Navarra-, y distintas Audiencias Provinciales) en materia de custodia en
general y custodia compartida en particular. Además, recoge las aportaciones actuales de las
principales ciencias auxiliares de los jueces y Tribunales de familia en esta materia, la Psicología y
el Trabajo Social.
Entre las principales aportaciones del trabajo realizado habría que citar:
1. El consenso alcanzado en torno al concepto de custodia compartida, que es definido como el
ejercicio efectivo de una coparentalidad responsable, es decir, la participación activa de los
progenitores en las tareas de crianza y educación de los hijos en términos de tiempo y esfuerzo,
y por tanto, no debe entenderse como un reparto aritmético de los tiempos de convivencia de
los hijos con cada progenitor.
2. La necesidad de atender a las características individuales de cada caso para valorar la mejor
opción de custodia, evitando posturas generalistas o estereotipadas sobre los distintos
sistemas de custodia.
3. La inclusión de las fórmulas de Justicia Terapéutica en los procedimientos de Familia.
4. Las recomendaciones que recoge para los jueces y juezas que tienen que dirimir sobre la
modalidad de custodia más idónea, entre las que cabe destacar: a) la importancia de dar
audiencia a los niños y niñas, siempre que ello resulte posible atendiendo a su edad y grado
de madurez; b) desterrar prejuicios personales previos sobre el “mejor modelo” de custodia; c)
identificar los motivos que subyacen a las peticiones de las partes en relación a la custodia; d)
valorar la actitud de cada progenitor a la hora de asumir sus responsabilidades; e) la disposición
de cada progenitor para llegar a acuerdos con el otro progenitor que se refieran a los hijos e
hijas; y f) su capacidad para mantener a los hijos e hijas fuera del conflicto d pareja.
5. La especial relevancia que concede a la custodia en situaciones de violencia de género o
doméstica, dedicándole un capítulo específico. Para estos casos se proponen, entre otros, los
siguientes criterios de actuación judicial: a) la prioridad es siempre el interés del menor; b)
importancia de diferenciar entre situaciones de alta conflictividad en la pareja con las
situaciones de violencia de género o violencia familiar; c) la mera existencia de una denuncia
por violencia de género no resulta suficiente para denegar la posibilidad de un guarda
compartida; d) si se detecta una situación de violencia de género o violencia familiar, se excluirá
la guarda compartida aunque no exista condena penal firme; e) si el menor ha presenciado la
violencia denunciada, se excluirá la guarda compartida, pues se ha producido un ataque a su
integridad moral y al desarrollo de su personalidad; f) la estimación de la orden de protección
tras una denuncia también excluirá la posibilidad de custodia compartida o exclusiva en favor
del investigado; y g) importancia de tener en cuenta los informes periciales realizados tanto en
17
LIBRO DE RESÚMENES. XIII CONGRESO (INTER)NACIONAL DE PSICOLOGÍA JURÍDICA Y FORENSE
MESAS DE EXPERTOS
la causa civil como en la penal. Entre los criterios para restringir o controlar los contactos
paternofiliales se recogen: a) la gravedad y reiteración de los hechos denunciados; b) si se ha
utilizado a los menores como instrumentos para ejercer la violencia sobre la mujer; c) la
presencia o no de los hijos en los hechos investigados; d) la vinculación del padre con los hijos;
y e) y la opinión del hijo o la hija. En estos casos en los que se restringe los contactos padre-
hijos deberán adoptarse medidas de control y seguimiento posteriores a la sentencia, a través
de los Puntos de Encuentro Familiar.
Entre las propuestas de mejora, el grupo de trabajo recogió las siguientes: la necesidad de
crear una especialización de familia dentro de la jurisdicción civil, la importancia de que todos los
profesionales que desempeñan sus funciones en los Juzgados de Familia cuenten con una
formación especializada, la necesidad de acortar los tiempos de resolución judicial de los asuntos
de familia, la importancia de que en la motivación de una sentencia de familia se huya de la
sistemática trascripción de la jurisprudencia o la normativa legal, así como de decisiones
automáticas, soluciones estandarizadas y/o fundamentaciones vagas e imprecisas y se recojan las
circunstancias concretas de la familia que motivaron la resolución.
Ponentes:
José Antonio Seijas Quintana. Magistrado jubilado de la Sala Primera del Tribunal Supremo.
“Evolución jurisprudencial en torno a la Custodia Compartida.
Carmen Delgado Echevarría. Magistrada. Letrada del Gabinete Técnico (CGPJ). Sección
de Igualdad y Violencia de Género. “Presentación de la Guía: Exposición de conclusiones
del estudio de jurisprudencia en materia de custodia compartida y de las recomendaciones”.
Margarita Pérez-Salazar Resano. Magistrada. Juzgado de Violencia sobre la Mujer nº 1 de
Pamplona. “Violencia de género en la pareja y valoración de las relaciones familiares post-
ruptura”.
Juana María Biezma López. Psicóloga Forense. Juzgados de Pamplona. “Criterios
psicológicos para la valoración del plan de parentalidad: una mirada con perspectiva de
Justicia Terapéutica”.
18
LIBRO DE RESÚMENES. XIIIRESÚMENES.
LIBRO DE CONGRESO XIII
(INTER)NACIONAL DE PSICOLOGÍA
CONGRESO (INTER)NACIONAL DEJURÍDICA Y FORENSE
PSICOLOGÍA JURÍDICA Y FORENSE
En los últimos años, las tasas de violencia de los hijos hacia los padres han aumentado
considerablemente, convirtiéndose en un grave problema social. Del mismo modo, la literatura
científica sobre este tipo de violencia ha crecido de forma espectacular situándose nuestro país en
uno de los más productivos y avanzados en este ámbito de investigación. Dada la complejidad del
tema y que aún es un área reciente de investigación, la comunidad científica debe hacer frente a
diversos retos en el abordaje de la violencia filio-parental y seguir avanzando en la identificación y
comprensión de los múltiples factores que inciden en esta problemática social.
Con este propósito se plantea esta mesa de expertos que tiene como objetivo reflexionar y
debatir sobre el estado actual de la investigación sobre el tema e identificar al menos algunos de los
principales desafíos a los que se enfrenta este ámbito de estudio. Se presentan importantes
aportaciones tanto a nivel teórico como empírico. En concreto, en esta mesa se debate sobre los
motivos del aumento de este fenómeno en los últimos años, el papel de la sociedad en este tipo de
violencia y la necesidad de un abordaje psicosocial. Se hacen aportaciones tan necesarias como la
propuesta de una definición integral de la violencia filio-parental y de una tipología de esta forma de
violencia. También se ofrecen datos sobre los criterios de calidad de los diferentes instrumentos de
evaluación existentes. Además, se adopta un nivel de análisis psicosocial de la violencia filio-
parental en un contexto cultural de culpabilización de sus víctimas que debe ser tenido en cuenta y
que no se ha abordado anteriormente. En cuanto a los factores de riesgo vinculados a la violencia
filio-parental, si bien se ha demostrado previamente la relevancia de ciertas prácticas parentales en
relación con este tipo de violencia, se aportarán datos que profundizan en los mecanismos que
explican esa relación.
En línea con los Modelos Ecológicos, las aportaciones presentadas resaltan la importancia
de considerar múltiples variables en diferentes niveles, así como el papel de la interacción entre
ellas en el desarrollo y mantenimiento de la violencia filio-parental (Contreras, Cano-Lozano,
Rodríguez-Díaz y Simmons, 2021). Los estudios futuros deberían continuar profundizando en los
mecanismos que explican el vínculo entre los factores de riesgo y la violencia filio-parental. Sólo así
tendremos las claves necesarias para la detección precoz e intervención eficaz tan necesaria en
este tipo de casos.
En esta mesa de expertos se contará con la participación de cuatro equipos de investigación
que desarrollan actualmente diversas líneas de investigación sobre la violencia filio-parental. En
concreto, Ramón Arce, presidente de la SEPJF y profesor de la Universidad de Santiago, Izaskun
Ibabe, Ainara Arnoso y Edurne Elgorriaga de la Universidad del País Vasco, Ana M. Martín y Helena
Cortina de la Universidad de La Laguna y M. Carmen Cano-Lozano, Lourdes Contreras y F. Javier
Rodríguez-Díaz de la Universidad de Jaén y de la Universidad de Oviedo.
19
LIBRO DE RESÚMENES. XIII CONGRESO (INTER)NACIONAL DE PSICOLOGÍA JURÍDICA Y FORENSE
MESAS DE EXPERTOS
Para conocer de una realidad es necesario tener una definición y medida clara y
generalizada. Sin embargo, en la violencia filio-parental no es tal. Así, encontramos en la literatura
tasas de prevalencia que abarcan desde alrededor del 1% al 60%. Esta extrema variabilidad pone
de manifiesto que estamos ante un problema de medida. Asimismo, no existe una tipología
compartida de violencia filio-parental. Si bien, la World Health Organization establece que los tipos
de daño por victimización son: físico, psicológico (lesión mental o sufrimiento emocional), económico
y vulneración de derechos fundamentales. No obstante, en la literatura epidemiológica, se han
creado tipologías difíciles de medir y diferenciar de otras (e.g., abuso psicológico, abuso emocional,
violencia psicológica); o se han medido partes como el conjunto; se han medido variables con
criterios de tolerancia cero cuando requieren de reiteración.
En suma, la medida goza de una validez imperfecta (no es inválida) que es necesario
corregir para futuras investigaciones. De hecho, con las medidas actuales sólo alrededor del 50%
de los menores son clasificados como genuinos agresores o no agresores de violencia hacia los
padres. En todo caso, sabemos que el predictor más robusto de la violencia filio-parental es la
victimización de violencia por parte de los progenitores incrementando un 71% las probabilidades
del ejercicio de violencia filio-parental; que este incremento es igual para la victimización de violencia
directa y vicaria; que el tipo de violencia ejercida sobre los padres, física o psicológica, son de igual
magnitud; y que los estudios con población comunitaria y judicial muestran un valor predictivo
similar, de lo que se deriva que la mayoría de la violencia filio-parental permanece oculta. Llegados
a este punto nos planteamos conocer qué déficits presentan estos menores para diseñar
intervenciones dirigidas a reparar esos daños. Al respecto en un estudio de campo con menores
con medidas judiciales por violencia filio-parental (no otros delitos) hallamos tasas de prevalencia
significativas de problemas psicológicos con predominancia de comorbilidad o multi-comorbilidad
clínica y daños en las funciones ejecutivas. En consecuencia, la intervención con el agresor se ha
de dividir en dos partes, una clínica para intervenir sobre los problemas psicológicos, y otra cognitiva
para entrenar las funciones ejecutivas deterioradas.
20
LIBRO DE RESÚMENES. XIIIRESÚMENES.
LIBRO DE CONGRESO XIII
(INTER)NACIONAL DE PSICOLOGÍA
CONGRESO (INTER)NACIONAL DEJURÍDICA Y FORENSE
PSICOLOGÍA JURÍDICA Y FORENSE
youth-to-parent aggression, mientras que para los hijos/as menores de 12 años sería child-to-parent
aggression.
El concepto de VFP ha ido evolucionado con la inclusión de criterios más objetivos y
aspectos contextuales que facilitan una mejor comprensión de la dinámica violenta. Se podría
denominar VFP cuando los hijos/as biológicos o adoptados conscientemente dirigen la agresión
física, psicológica, emocional, financiera o sexual hacia uno de los progenitores o cuidadores,
repetidamente a lo largo del tiempo, cuando el agresor/a y la víctima viven habitualmente juntos.
Las características de poder, control y dominio no se han agregado a la definición, porque existen
diferentes tipologías de VFP, y esta característica no está presente en todas las tipologías. Teniendo
en cuenta los antecedentes teóricos, se identifican cuatro tipologías de VFP (ofensiva, defensiva,
afectiva y situacional) en función del nivel de coerción y la naturaleza de la violencia. Por ello sería
relevante realizar el diagnóstico inicial de la VFP para optar por el tipo de intervención más adecuado
para la familia.
En un estudio previo centrado en el análisis de instrumentos de evaluación de la VFP se
examinaron once instrumentos de acuerdo con el protocolo COSMIN (Estándares basados en
consenso para la selección de instrumentos de medición en el ámbito de la salud). Las propiedades
psicométricas más sólidas que se han informado de esos instrumentos son la consistencia interna
y la validez estructural, mientras que apenas se ha informado de otras pruebas de validez. El
instrumento que obtuvo la calificación más elevada es el Cuestionario de Violencia Filio-Parental
(CPV-Q) (12-25 años) y se puede considerar un instrumento prometedor. La realización de un
psicodiagnóstico inicial de la tipología de la VFP junto a la evaluación del nivel de gravedad ayudaría
a seleccionar el tipo de intervención individual o familiar más adecuado en cada caso, así como la
prevención de situaciones más graves a través de una intervención temprana.
Futuros estudios deberían integrar la investigación referente a la violencia inter-personal en
otros ámbitos y analizar aspectos distintivos de VFP frente a la delincuencia juvenil o la violencia de
pareja, para seguir avanzando en la mejora de la conceptualización y evaluación de la VFP. Esto
facilitaría la labor de los/as profesionales de los Servicios de Infancia y Familia en cuanto a la
identificación de los casos de VFP. Con ello los padres y madres romperían el silencio sobre este
abuso familiar oculto, y la familia tendría la oportunidad de comenzar el camino hacia la recuperación
de las relaciones paterno-filiales. En nuestra sociedad los/as hijos/as son vistos como víctimas
potenciales y a algunas personas les cuesta mucho comprender cómo los progenitores pueden tener
miedo de sus propios hijos/as, y en general se culpabiliza a los progenitores de su situación de
victimización. Todo esto hace pensar en la necesidad de realizar campañas de concienciación y
sensibilización en la población general sobre este problema familiar.
21
LIBRO DE RESÚMENES. XIII CONGRESO (INTER)NACIONAL DE PSICOLOGÍA JURÍDICA Y FORENSE
MESAS DE EXPERTOS
socialmente, por sus familiares, amigos, e incluso por los profesionales a los que acuden en busca
de ayuda (Edenborough et al., 2008). Las respuestas que reciben deslegitiman su sufrimiento,
haciendo que se sientan aún más incomprendidas. Tanto sus sentimientos como las respuestas que
reciben emergen en un contexto cultural de culpabilización a la víctima, que concibe la VFP como
el resultado, pura y exclusivamente, de la incompetencia de los padres (Holt, 2016). Culpabilizar a
las víctimas genera reacciones de enfado, malestar y resentimiento hacia ellas, dificultando así el
que se les preste la ayuda que necesitan (Weiner, 2018). Solamente cuando se toma en
consideración el contexto cultural que justifica al agresor y que responsabiliza a la víctima de su
propio sufrimiento, puede entenderse la respuesta social e institucional que se está dando
actualmente a la VFP en nuestro país.
La culpabilización a la víctima se ceba especialmente con las madres, al existir la creencia
machista de que la responsabilidad del cuidado de los hijos les corresponde a ellas en mayor medida
que a los padres (Oviedo, 2019). Este sesgo está también presente en la investigación científica
sobre la desadaptación de niños y adolescentes, que infrarrepresenta las contribuciones de los
padres y sobrerrepresenta las de las madres (Phares, 1992). En consonancia con las creencias
machistas sobre el papel de la mujer en la sociedad, se espera de las madres que se ajusten a la
perfección a la visión idealizada de la maternidad, siendo juzgadas más duramente las madres
solteras o separadas, a quienes se culpabiliza además por la ausencia del padre.
En los medios de comunicación los últimos años han aparecido casos de VFP que han
provocado debates y multitud de reacciones en televisión, radio, prensa y redes sociales. Estas
reacciones constituyen un material muy valioso para el análisis de la culpabilización de las víctimas
de este tipo de violencia, especialmente cuando existen sentencias judiciales al respecto. En
ocasiones, ni el silencio de la víctima ha evitado los juicios de valor en los medios sobre su vida
personal y familiar, y sobre sus capacidades parentales. En esto casos, la víctima es etiquetada
como “mala madre”, incluso cuando la escalada de la violencia termina en lesiones físicas
constatadas. A pesar de las pruebas documentales que las víctimas aportan, parte de la opinión
pública sigue manifestándose en su contra y cuestionando la legitimidad de sus testimonios.
En esta intervención se analizan algunas declaraciones hechas públicamente por víctimas,
así como las reacciones que han suscitado, tanto en los medios de comunicación tradicionales como
en las redes sociales. El objetivo es ilustrar el grado de asimilación por parte de la opinión pública
española de la cultura de la culpabilización, y su uso como mecanismo psicológico que justifica la
inacción frente a los casos de VFP. El interés del análisis de estas declaraciones radica en que se
trata de casos prototípicos de VFP que, al haber sido discutidos públicamente, permiten reflexionar
sobre la doble victimización sufrida por las madres agredidas y sobre el mensaje que este tipo de
reacción social está transmitiendo a otras víctimas de VFP.
22
LIBRO DE RESÚMENES. XIIIRESÚMENES.
LIBRO DE CONGRESO XIII
(INTER)NACIONAL DE PSICOLOGÍA
CONGRESO (INTER)NACIONAL DEJURÍDICA Y FORENSE
PSICOLOGÍA JURÍDICA Y FORENSE
en el hogar (Beckmann et al., 2017; Contreras et al., 2020; Contreras y Cano-Lozano, 2015; Ibabe
et al., 2013) y la falta de calidez parental (Beckmann et al., 2017; Cano-Lozano et al., 2020; Calvete
et al., 2015; Ibabe et al., 2013). Sin embargo, la exposición a violencia en el hogar o la falta de
calidez de los padres como factores de riesgo no explican por sí solos cómo esto lleva a los
adolescentes a ser violentos con sus padres. Los efectos de estas variables sobre los
comportamientos violentos de los hijos pueden verse influidos por otras variables.
La investigación actual trata de profundizar en el análisis de las variables implicadas en la
relación entre estos dos factores de riesgo y la violencia filio-parental. En esta línea, se presentan
los resultados obtenidos en diversos estudios que tienen como objetivos: 1) Examinar el papel del
procesamiento socio-cognitivo en la relación entre la exposición a la violencia en el hogar y la
violencia filio-parental; 2) Analizar la relación entre la falta de calidez parental y la violencia filio-
parental a través de otras variables cognitivas, emocionales y sociales. Además, se identifican las
razones que motivan la violencia filio-parental según los efectos diferenciales detectados.
Los principales resultados señalan que la exposición a la violencia en el hogar está
relacionada con componentes disfuncionales del procesamiento socio-cognitivo y que, mientras que
algunos de estos componentes (acceso a la ira y respuesta agresiva) están relacionados con la
violencia de hijos a padres motivada por razones reactivas, otros componentes (anticipación de
consecuencias positivas y justificación de la violencia) se relacionan con el uso instrumental de la
agresión contra los padres (Estudio 1). Asimismo, los resultados indican que la percepción de falta
de calidez parental tiene importantes repercusiones psicológicas, generando diversos problemas
cognitivos (atribución hostil) y emocionales (ira), que a su vez conducen a una violencia filio-parental
motivada por razones reactivas. La percepción de crítica-rechazo de los padres también se relaciona
con una mayor probabilidad de asociación con grupos de iguales desviados, lo que se asocia con el
uso de drogas y, a su vez, con la violencia filio-parental motivada por razones reactivas e
instrumentales (Estudio 2). En conclusión, los estudios futuros deben seguir profundizando en el
conocimiento de los factores de riesgo de la violencia filio-parental y de los mecanismos implicados
para fortalecer nuestra comprensión de este tipo de violencia lo que permitirá el diseño de programas
de prevención e intervención más eficaces.
23
LIBRO DE RESÚMENES. XIII CONGRESO (INTER)NACIONAL DE PSICOLOGÍA JURÍDICA Y FORENSE
MESAS DE EXPERTOS
lurodri@us.es, gallego@uniovi.es
La “Violencia de Género” es una forma de ejercer la violencia contra las mujeres adultas o
jóvenes y es considerada epidemia mundial que afecta integral y globalmente a la Salud, a las
familias y a la de la comunidad en general. Un estudio de la Organización Mundial de la Salud
(OMS), publicado en 2005, ya destacaba sobre muestras de diez países que la proporción de
mujeres que habían experimentado violencia física o sexual por parte de sus parejas oscilaba entre
el 15% en Japón hasta el 71% en Etiopía; igualmente, refería que al menos una de 5 que habían
informado de abusos físicos previos jamás informaron ser víctimas de ello (WHO, 2005). A partir de
los datos existentes de más de 80 países, en el año 2013, la OMS realizó un análisis con la Escuela
de Higiene y Medicina Tropical de Londres y encontró que en todo el mundo casi un tercio (30%) de
todas las mujeres han experimentado violencia física y / o sexual por parte de su pareja íntima. Las
estimaciones de prevalencia siguen oscilando entre el 23,2% en los países de ingresos altos y el
24,6% en la región del Pacífico occidental, el 37% en la Región del Mediterráneo Oriental y el 37,7%
en el Asia Sudoriental. Además, en todo el mundo, hasta el 38% de todos los asesinatos de mujeres
son cometidos por parejas íntimas. Además de la violencia de pareja, globalmente cerca del 10%
de las mujeres afirman haber sido agredidas sexualmente por alguien que no es un compañero
sentimental (Mthem et al., 2021; WHO, 2013).
Las numerosas revisiones bibliográficas y estudios metaanalíticos sobre la denominada
jurídicamente en España como Violencia de Género (García-Leiva, Puente-Martínez, Ubillos-Landa,
y Páez-Rovira, 2019; López-Cepero,Rodríguez-Franco, y Rodríguez-Díaz, 2015; Rodríguez Franco,
López – Cepero, y Rodríguez-Díaz, 2009), suscita un enorme interés que ha sido correspondido por
el esfuerzo en la investigación empírica de la comunidad científica. Sin embargo, parecen existir
ciertas divergencias, un escaso paralelismo, o una asintonía, entre el desarrollo histórico y social
sobre el tema y las publicaciones en revistas científicas (Rodríguez Franco, López – Cepero, y
Rodríguez-Díaz, 2009).
Como ejemplo, la denominada Violencia de Pareja (Intimate Partner Violence), tal como se
recoge en los thesaurus de las bases de datos internacionales de literatura científica indica que la
violencia entre parejas de novios adolescentes y jóvenes ha recibido una muy escasa atención en
nuestro medio y solo de manera reciente (García-Leiva, Puente-Martínez, A., Ubillos-Landa, y Páez-
Rovira, 2019; López-Cepero, Rodríguez-Franco, y Rodríguez-Díaz, 2015). La prevalencia en estas
edades se sitúa en torno al 6%, lo que supone doblar la estimada en parejas adultas en España, al
igual que en otros países. Las consecuencias de sufrir este tipo de violencia son, si cabe, aún más
relevantes que en la edad adulta, en el sentido de que la dinámica del maltrato es aprendida tanto
por víctimas como por agresores y facilita la implantación y consolidación de pautas de relación en
edades adultas altamente desadaptativas. Dentro de este marco de referencia, sería conveniente
mencionar especialmente a una creciente población en riesgo, la no heterosexual, en la que, al igual
que en adolescentes y jóvenes, presenta una alta prevalencia que parece no ser correspondida por
el interés a nivel de la investigación científica (Aguilera, Rodríguez-Franco, Rodríguez-Diaz,
Alameda, y Paino-Quesada, in review).
La comunidad científica se enfrenta a nuevos retos. Desde un punto de vista metodológico,
los estudios, en su gran mayoría, se limitan a seleccionar bien varones o bien a mujeres, obviando
en su consecuencia que ambos forman parte de una pareja en relación en la que sus dinámicas e
interacciones resultan de muy especial relevancia en la explicación de la violencia. El análisis del
diseño de la mayoría de los estudios realizados, en contraste a lo anterior, indica que los datos
recogidos sobre prevalencia de varones y mujeres son obtenidos por miembros de ambos sexos
que componen muestras independientes en las que la relación entre varones y mujeres estudiados
es nula. Esto implica olvidar que la IPV, a diferencia de otros tipos de violencia, es una violencia en
24
LIBRO DE RESÚMENES. XIIIRESÚMENES.
LIBRO DE CONGRESO XIII
(INTER)NACIONAL DE PSICOLOGÍA
CONGRESO (INTER)NACIONAL DEJURÍDICA Y FORENSE
PSICOLOGÍA JURÍDICA Y FORENSE
relación, por lo que se pierde y no se considera el contexto fundamental de pareja. En este sentido,
se viene proponiendo una línea interesante de estudio, donde se analiza simultáneamente el
comportamiento de ambos miembros de una misma pareja: los estudios diádicos, que permiten
realizar el análisis a de una variable no estudiada adecuadamente como es el contexto de la
interacción de los comportamientos en las relaciones interpersonales de pareja (Herrero Olaizola,
Rodríguez Franco, Juarros-Basterretxea, y Rodríguez-Diaz, 2020). A su vez, los estudios de revisión
bibliográficos parecen soslayar, cuando son centrados en riesgos muy concretos y específicos, que
el análisis de los factores de riesgo (y de protección)interactúan intensamente entre sí, por lo que
centrarse exclusivamente en aquellos muy específicos o singulares suele conllevar niveles de
explicación y tamaños de efectos muy bajos como para explicar por sí solos este tipo de
comportamientos (García-Leiva, Puente-Martínez, A., Ubillos-Landa, y Páez-Rovira, 2019; Herrero
Olaizola, Rodríguez Franco, Juarros-Basterretxea, y Rodríguez-Diaz, 2020).
Los estudios realizados, adicionalmente, parecen centrarse más en factores históricos y
sociales previos a la relación, menoscabando aquellos presenten en el momento de la relación
actual de una pareja en activo, como es el caso (por ejemplo) de la forma de resolución de conflicto
en las relaciones interpersonales afectivas de pareja (Herrero Olaizola, Rodríguez Franco, Juarros-
Basterretxea, y Rodríguez-Diaz, 2020). La consideración de las dinámicas durante las interacciones
de pareja, de hecho, es uno de los factores que han propiciado el estudio de la llamada “bilateralidad”
que han dado como resultado que el ejercicio de una agresión por cualquier miembro de la pareja
suscita de manera probable la agresión y/o violencia del otro miembro de la pareja (Paíno, Aguilera,
Rodríguez-Franco, Rodríguez Díaz, y Bailén, 2020; Riesgo, Rejano, Rodriguez-Franco, Fernández-
Suarez, Herrero, y Rodríguez-Diaz, 2019). La delimitación de conceptos es otro punto de interés de
especial relevancia. Tan solo por destacar alguno, Violencia de pareja (IPV), Violencia contra las
Mujeres y Violencia de Género (jurídicamente en España) no son intercambiables.
Las poblaciones juveniles y adolescentes, las parejas no heterosexuales y muchas otras
formas de violencia afectivas en el noviazgo, sean entre jóvenes o adultos, pone en evidencia la
necesidad en sintonizar el avance en el estudio de la Violencia de Género, ampliando
necesariamente su área de competencias en el concepto jurídico actual. El utilizado en la actualidad
es un concepto que parece limitarse y restringirse al comportamiento directo en las relaciones de
pareja, que nos llevará a tomas de decisiones no acertadas ni efectivas en tanto lograr una
resolución de intervención más amplia y orientada al desarrollo de comportamientos competentes
en el logro de una respuesta adaptada al conflicto (Herrero Olaizola, Rodríguez Franco, Juarros-
Basterretxea, y Rodríguez-Diaz, 2020; Rodríguez-Franco, Gracia, Juarros-Basterretxea, Fernández-
Suárez, y Rodríguez-Díaz, 2018).
CIBERVIOLENCIA EN EL NOVIAZGO
César Armando Rey
Universidad Pedagógica y Tecnológica de Colombia
25
LIBRO DE RESÚMENES. XIII CONGRESO (INTER)NACIONAL DE PSICOLOGÍA JURÍDICA Y FORENSE
MESAS DE EXPERTOS
dificultades de salud mental. Así, Borrajo y Gámez-Gaudix (2016), encontraron que la CVN se
asociaba con niveles más altos de depresión y ansiedad, y un peor ajuste diádico, entre 782
españoles de 18 a 30 años, mientras queSmith et al. (2018), hallaron que se asociaba con una baja
autoestima y malestar psicológico entre 190 adolescentes canadienses, en tanto queZweig,
Lachman, Yahner y Dank (2014) encontraron que la victimización correlacionaba significativamente
con síntomas depresivos e ira/hostilidad entre 3745 adolescentes estadounidenses.
Entre las variables asociadas con la perpetración se encuentran los celos románticos, los
mitos sobre el amor, las creencias sexistas, los estereotipos de género, la victimización de violencia
en el noviazgo (VN), la legitimización de la CVN entre los varones, haber perpetrado previamente
esta forma de violencia, haber presenciado violencia en la figura paterna, las experiencias infantiles
negativas, la exposición a conflictos familiares y el ciberbullying (Caridade et al., 2019). Peña et al.
(2018), hallaron, en ese sentido, una correlación significativa entre la ciberviolencia de pareja, el uso
problemático de Internet y el cyberbullying, entre 456 estudiantes universitarios mexicanos, mientras
que Borrajo, Gámez-Guadix, Pereda y Calvete (2015), encontraron una correlación significativa
entre la perpetración y la victimización entre 788 españoles de 18 a 30 años. Peskin et al., (2017),
por su parte, encontraron una correlación significativa entre la perpetración de CVN con la
perpetración de bullying y reglas de violencia de los varones hacia las mujeres, entre 424
adolescentes estadounidenses, mientras que Cava et al. (2020) informaron que la victimización de
VN tradicional y los mitos románticos predecían significativamente la perpetración entre 492
adolescentes españoles. A pesar de estos hallazgos, este fenómeno no ha sido todavía
suficientemente investigado y muchos de los estudios realizados presentan limitaciones
metodológicas, como el uso de una metodología transversal y correlacional, con muestras que no
superan los mil participantes (Caridade et al., 2019). Además, no existe un consenso sobre la
relación entre la CVN y la VN “offline”, considerando algunos autores que la CVN es una extensión
de la VN en medios virtuales, mientras que otros señalan diferencias sustanciales entre estas
(Caridade y Braga, 2020; Temple et al., 2016).
El objetivo de este planteamiento a realizar es efectuar una revisión de los avances en la
comprensión y la prevención de este fenómeno, realizando un análisis crítico de los estudios de
prevalencia, las investigaciones sobre las dificultades de salud asociadas al mismo, las variables
relacionadas con la perpetración, su relación con la VN tradicional y las alternativas de evaluación,
intervención y prevención de esta problemática.
26
LIBRO DE RESÚMENES. XIIIRESÚMENES.
LIBRO DE CONGRESO XIII
(INTER)NACIONAL DE PSICOLOGÍA
CONGRESO (INTER)NACIONAL DEJURÍDICA Y FORENSE
PSICOLOGÍA JURÍDICA Y FORENSE
27
LIBRO DE RESÚMENES. XIII CONGRESO (INTER)NACIONAL DE PSICOLOGÍA JURÍDICA Y FORENSE
MESAS DE EXPERTOS
La violencia en la pareja contra la mujer (IPV-AW, del inglés intimate partner violence against
women) es uno de los problemas sociosanitarios más preocupantes y desafiantes para las agendas
sociales y políticas por su especial gravedad. La elevada prevalencia de la IPV-AW ha motivado y
motiva el creciente interés en encontrar los mecanismos explicativos de su ocurrencia y las
consecuencias posteriores, pero también en comprender el proceso de búsqueda de ayuda de las
víctimas. A pesar de que el número de denuncias y los casos oficialmente registrados aumentan
cada año, se estima que siguen sin representar fidedignamente el número de casos reales.
La presumida y presumible elevada cifra negra en los casos de IPV-AW afecta directamente
a las propuestas socio-políticas de intervención cuyo objetivo principal es la prevención e
intervención temprana. En tanto que muchas de las víctimas se muestran reacias a denunciar los
hechos ante las autoridades (incluso a buscar cualquier otra forma de ayuda) (Bosch-Fiol y Ferrer-
Pérez, 2019), las medidas de prevención e intervención se ven limitadas, haciendo necesario
ahondar en los mecanismos de búsqueda de ayuda por parte de las víctimas y los factores
influyentes, con especial atención en aquellos elementos que determinan que se busque (o no)
ayuda en las autoridades. Tanto la ayudar informal como formal son claves en la prevención de
nuevos episodios de IPV-AW y sus potenciales consecuencias negativas (Augustyn y Willyard,
2020; Bosch-Fiol y Ferrer-Pérez, 2019).
En general, la ayuda informal incluye a los actores del contexto próxima de la víctima (familia,
amistades, o vecinos), mientras que la ayuda formal suele referirse a las fuentes de ayuda
provenientes del gobierno y la administración pública u otros servicios sociales (p. e., asesoramiento
legal gratuito, apoyo psicológico gratuito, asociaciones de apoyo a las víctimas), otorgándose un rol
particularmente relevante a las autoridades (p. e., policía). Sin negar la relevancia de la ayuda
informal y que habitualmente constituye la base del proceso de búsqueda de ayuda, la aplicación
de medidas legales ya sea para proteger a la víctima y/o reprender al victimario suele estar
habitualmente condicionada por la efectiva denuncia por parte de la víctima ante las autoridades
(Bosch-Fiol y Ferrer-Pérez, 2019), haciendo imprescindible comprender los elementos que
determinar esta elección.
Las denuncias ante las autoridades suelen tener, en general, buenos resultados para las
víctimas. Sin embargo, autoridades como proveedor de ayuda suele estar infrautilizado. Son varios
los ejemplos que se pueden encontrar en la literatura: en algunas investigaciones se ha señalado
que apenas el 14% de las mujeres víctimas de los casos más severos de IPV-AW denunciaron los
hechos ante la policía (European Union Agency for Fundamental Rights [FRA] 2014). Por su parte,
otros autores han detectado que el porcentaje de mujeres que denuncias IPV-AW oscila entre el 7%
y el 60% (Augustyn y Willyard, 2020). Los resultados en los casos femicidios no son mejores, pues
se ha señalado que solo el 26% de las mujeres víctimas de femicidio habían denunciado la IPV-AW
ante las autoridades (Bosch-Fiol y Ferrer-Pérez, 2019).
La baja tendencia a denunciar la IPV-AW por parte de las víctimas ha motivado un amplio
número de investigaciones con el objetivo de entender las razones para denunciar (o no) de las
víctimas ante las autoridades. A partir de dichos estudios, uno de los puntos generalmente
aceptados ha sido el del miedo a las represalias por parte del victimario como razón principal para
no denunciar los hechos. Sin embargo, el miedo de las víctimas a las posibles represalias por parte
del victimario no es el único motivo por el que no denuncian y hay quienes han sugerido que ni
siquiera es la razón más frecuente (Sanz-Barbero et al., 2016). Así, otro de los elementos que se
han señalados como determinantes de la búsqueda de ayuda en las autoridades en la severidad de
la IPV sufrida.
28
LIBRO DE RESÚMENES. XIIIRESÚMENES.
LIBRO DE CONGRESO XIII
(INTER)NACIONAL DE PSICOLOGÍA
CONGRESO (INTER)NACIONAL DEJURÍDICA Y FORENSE
PSICOLOGÍA JURÍDICA Y FORENSE
Concretamente, se ha observado que las víctimas son más favorables a denunciar los hechos ante
las autoridades cuanto mayor es la severidad de la violencia sufrida (Hanson et al., 2019): La
búsqueda de ayuda en las autoridades fue característico de las víctimas que buscan todo tipo de
ayuda y que son, también, las que mayores niveles de victimización presentan. Estas víctimas
denuncian entre 2 y 3 veces más que el resto, entre las cuales algunas se caracterizan incluso por
evitar el sistema de justicia. Estos resultados confirman apoyan la premisa de que los niveles de
victimización juegan un papel clave en la tendencia a denunciar, no siendo sino en los casos más
severos en los que las víctimas optan de manera definitiva por buscar ayuda en las autoridades.
Esta tendencia a optar por las autoridades como proveedor de ayuda en casos de IPV-AW
mayoritariamente solo en los casos de violencia más severa plantea incógnitas sobre qué puede
determinar esto. Entre las posibles explicaciones cómo las víctimas definen o perciben la IPV puede
ser determinante.
La forma en la que las víctimas de IPV perciben esta forma de violencia puede influir de
manera significativa en su reacción ante la victimización, incluyendo la conducta de búsqueda (o no)
de ayuda y la elección del proveedor de ayuda. Algunos investigadores han señalado que a medida
que la aceptación de la IPV por parte de la víctima aumenta, menor es su percepción de maltrato
(García-Díaz et al., 2017).
Igual que la percepción de la IPV como una conducta aceptable sesga la percepción de
maltrato, es plausible que la percepción sesgada de la IPV influya en la percepción sesgada de su
denunciabilidad, en tanto que la aceptación de la IPV también se relaciona con la justificación y la
minimización de la misma, reduciendo así la probabilidad de denunciar. Esta premisa es coherente
con los resultados obtenidos en investigaciones previas y en las cuales se ha indicado que el 25%
de las víctimas de IPV no lo denunciaron ante las autoridades por considerar que los hechos no era
los suficientemente severos para ser considerados denunciables (FRA, 2014). Esto nos lleva a
sugerir que definir las conductas concretas y legalmente constitutivas de IPV como conductas
denunciables por parte de las víctimas es determinante en el proceso de búsqueda de ayuda en las
autoridades.
Aunque la elección de las autoridades como proveedor de ayuda no garantiza que se
interponga la denuncia efectivamente, se ha comprobado que el contacto con las autoridades
también aumenta la predisposición a volver a acudir a ellas en búsqueda de ayuda cuando la
victimización se repite (Youstin y Siddique, 2019). Esta perspectiva invita a pensar que en aquellos
casos donde las mujeres víctimas de violencia en la pareja han definido la violencia como un
problema, han decidido buscar ayuda y han realizado un acercamiento a los sistemas de ayuda
formal, también han redefinido el problema con la severidad que legalmente se le otorga, facilitando
así el proceso de denuncia ante las autoridades.
A pesar de que varias investigaciones han tenido en cuenta los aspectos anteriores de
aceptación de la IPV-AW, el estudio de la denunciabilidad de la violencia en la pareja es limitado.
En este sentido, resultados como los mencionados y que ponen de relieve que el contacto previo
con las autoridades u otras formas de ayuda formal podría, pues, suponer un mayor conocimiento
sobre las medidas legales que puede tomar la víctima, invitan a proponer la necesidad de incluir la
denunciabilidad como un factor clave del proceso de búsqueda de ayuda en las autoridades. Siendo
así, el fomento de la búsqueda ayuda podría enfatizar específicamente la denunciabilidad de los
actos y así salvar la tendencia de muchas víctimas a no denunciar los hechos o e incluso los casos
en los que no terminan con el proceso de legal (Bosch-Fiol y Ferrer-Pérez, 2019; Sanz-Barbero et
al., 2016), así como promover la búsqueda de ayuda temprana.
29
LIBRO DE RESÚMENES. XIII CONGRESO (INTER)NACIONAL DE PSICOLOGÍA JURÍDICA Y FORENSE
MESAS DE EXPERTOS
30
LIBRO DE RESÚMENES. XIIIRESÚMENES.
LIBRO DE CONGRESO XIII
(INTER)NACIONAL DE PSICOLOGÍA
CONGRESO (INTER)NACIONAL DEJURÍDICA Y FORENSE
PSICOLOGÍA JURÍDICA Y FORENSE
En esta Mesa de Expertos se tratan distintos aspectos relacionados con las víctimas de
violencia de género, significando a aquellas que denuncian su situación y por ende, se adentran en
el Sistema de Justicia. Se trataría de mujeres victimizadas por sus parejas o exparejas que inician
un proceso policial y judicial que en ocasiones se presenta sumamente complejo para ellas.
La participación, está dotada de distintos perfiles profesionales del Sistema de Justicia y del
Ministerio del Interior, con un largo recorrido profesional, desde los que se abordan problemas
específicos de este tipo victimización manteniendo un necesario enfoque científico, experto y
multidimensional de la victimización, que al mismo tiempo se centre en lo que ha de mejorarse para
evitar otras derivadas victimológicas tales como las multivictimizaciones, revictimizaciones y
victimizaciones secundarias. También se exponen medidas orientadas a garantizar que todas las
víctimas puedan acceder a una óptima atención durante el proceso judicial y dentro del Sistema de
Justicia, abordando esta realidad desde la evidencia científica y el conocimiento experto, que avalan
la práctica psicológica-pericial que pone de manifiesto que la victimización secundaria es una
realidad muy presente.
Se aboga por el uso sistemático de los conocimientos aportados por la perspectiva de
género en la práctica de los profesionales del sistema de justicia que abordan estos casos.
Plasmando desde la Fiscalía General del Estado, encargada de la Violencia de Género, la
perspectiva de género que necesariamente ha de impregnar cada actuación jurídica. Así como de
la necesidad de que las Oficinas de Atención a la Víctima del Delito cobren un mayor protagonismo
al constituirse por la Ley en una parte esencial de la Administración de Justicia garantista de los
derechos de las víctimas. Ya que son las encargadas de ajustar las medidas de asistencia y apoyo
que necesitan estas mujeres toda vez que se conocen las circunstancias idiosincráticas de cada
caso. En suma, conviene singularizar las acciones destinadas a víctimas especialmente vulnerables
detectadas la gran mayoría desde la sede policial (VIOGEN) y a través de un Plan de Apoyo
Psicológico Individualizado de las OAVD, coordinado desde la Administración de Justicia y regulado
por Ley.
Palabras clave: Sistema de Justicia, fiscalía, OAV judicial, VIOGEN, victimología, violencia de
género, multivictimización, victimización secundaria, re-victimizacion, psicología jurídica
31
LIBRO DE RESÚMENES. XIII CONGRESO (INTER)NACIONAL DE PSICOLOGÍA JURÍDICA Y FORENSE
MESAS DE EXPERTOS
Sólo el 21.7% de las mujeres que han sufrido algún tipo de VdG en la pareja actual o pasada
ha denunciado la situación. Esta cifra se eleva ligeramente (32.1%) en el caso de la violencia física
y/o sexual (Delegación del Gobierno contra la Violencia de Género, 2020). El tiempo medio de
permanencia en una relación de pareja victimizante es de 8 años y 8 meses. Entre los motivos por
los que estas mujeres permanecen tanto tiempo en la relación está el miedo y desconocimiento del
proceso judicial, 19%, y la creencia de no serán creídas en un 13% (Delegación del Gobierno contra
la Violencia de Género, 2019). En un estudio cualitativo, utilizando entrevistas a mujeres víctimas
de VdG en la pareja y a profesionales del ámbito jurídico, médico y social, sobre los motivos
relacionados con el proceso judicial, que inhiben a estas víctimas a denunciar se señalan, por parte
de las mujeres, entre otros, el temor al proceso judicial, que perciben como un entorno ajeno y que
les impone, y el miedo a no ser creídas; por parte de los profesionales se señalan, entre otros, la
incomprensión por parte del sector judicial del fenómeno de la VdG en la pareja, el cuestionamiento
de la mujer y la falta de credibilidad (Delegación del Gobierno contra la Violencia de Género, 2015).
32
LIBRO DE RESÚMENES. XIIIRESÚMENES.
LIBRO DE CONGRESO XIII
(INTER)NACIONAL DE PSICOLOGÍA
CONGRESO (INTER)NACIONAL DEJURÍDICA Y FORENSE
PSICOLOGÍA JURÍDICA Y FORENSE
Por otro lado, en el año 2020 se interpusieron un total de 150.785 denuncias por VdG en la
pareja. En 14.932 casos (10.25%) la víctima se acogió a la dispensa de la obligación legal de
declarar, es decir, renunció a continuar con el proceso judicial una vez iniciado (Consejo General
del Poder Judicial, 2021).
Aunque la LO 1/2004 ha supuesto un avance para la protección de los derechos de las
mujeres víctimas de VdG en la pareja, y la creación, dentro del marco de esta ley, de los Juzgados
de Violencia sobre la Mujer una forma de que estas mujeres reciban una intervención especializada,
la realidad es que, tras los más de dieciséis años de su funcionamiento, estos juzgados presentan
algunos problemas de enfoque, desempeño profesional y falta de recursos que impacta
negativamente en el acceso efectivo de estas mujeres a la justicia (Rodríguez y Naredo, 2012). La
inhibición a denunciar (elevada cifra negra de delitos en el ámbito de la VdG en la pareja) y la tasa
de abandono en las causas iniciadas, pueden ser repercusiones de esos déficits detectados en el
sistema de justicia (Erice, 2008).
La mayor parte de las denuncias se inician por intervención policial (69.68% por denuncia
de la víctima; 1.88% por denuncia de un familiar y el 13.44% por intervención directa policial)
(Consejo General del Poder Judicial, 2021). La opinión de estas mujeres respecto a la intervención
policial es bastante satisfactoria tanto para el caso de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del
Estado -Policía Nacional y Guardia Civil- (González y Garrido, 2015), como para la Ertzaintza
(Silvan, Astigarraga y Naredo, 2015) y los Mossos d´ Esquadra (Tamarit, Aizpitarte, Hernández y
Arantegui, 2019).
En esta presentación, tras una revisión de la literatura nacional sobre el tema, principalmente
a través de estudios realizados con metodología cualitativa (n=13), se presentan las principales
quejas expresadas por mujeres víctimas de VdG en la pareja que han pasado por un proceso
judicial.
Los principales resultados se han organizado en torno a dos aspectos:
a) quejas en relación a la actividad probatoria:
La toma de declaración se ciñe al hecho concreto y crítico que propició la denuncia,
desvirtuándose la VdG en la pareja.
Valorar a las víctimas de VdG en la pareja, a partir del estereotipo de “víctima ideal”
de este tipo de violencia (pasiva frente a la victimización, altamente vulnerables y
profundamente afectada).
Manejo habitual de prejuicios respecto a las mujeres que denuncian VdG por parte
de sus parejas, y que restan credibilidad a su denuncia (i.e., motivaciones
secundarias para denunciar, por ejemplo, la regularización de su situación en España
en el caso de víctimas extranjeras, o el sacar ventaja en el proceso civil cuando hay
hijos). Esta desconfianza hacia la víctima provoca una elevada dureza en la práctica
de los procesos probatorios (i.e., interrogatorios por parte de la defensa hostiles y
agresivos) e incluso trato irrespetuoso (verbalizaciones y actitudes que reflejan
prejuicios relacionados con este tipo de delitos).
Falta de impulso de oficio de una institución eficaz para el esclarecimiento de los
hechos por parte del Ministerio Fiscal. A veces se deniega pruebas por considerarse
innecesarias y a la vez se sobresee el caso por “no quedar suficientemente probado.”
La dificultad probatoria de la violencia psicológica en sus diferentes formas
b) quejas en relación al trato recibido:
Ausencia de instalaciones adecuadas donde las víctimas puedan estar cómodas y
sin contacto con el agresor y/o sus familiares.
Se desatiende su estado emocional y como éste puede afectar a la comprensión del
proceso judicial y al aporte de material probatorio (testimonio).
Reiteración de declaraciones.
Falta de sensibilidad, mostrándose excesivamente formalistas (aplicación objetiva de
la Ley). Las mujeres se sienten intimidadas por el exceso de solemnidad y lenguaje
33
LIBRO DE RESÚMENES. XIII CONGRESO (INTER)NACIONAL DE PSICOLOGÍA JURÍDICA Y FORENSE
MESAS DE EXPERTOS
técnico. No se sienten escuchadas más allá de los hechos concretos que dan lugar a
la denuncia.
Actitud negativa (enfado o frustración) ante conductas de las víctimas que se
consideran incomprensibles para los profesionales (sensación de que hacen perder
el tiempo al sistema de justicia, cuando lo que realmente quieren es continuar la
relación con la pareja).
Malas prácticas: culpabilizar a la mujer, buscar otras explicaciones a la violencia
denunciada (conflicto de pareja, consumo de alcohol, factores culturales…).
Respecto a la figura del abogado, las mujeres se quejan de falta de implicación, falta
de formación especializada, falta de apoyo (se centran principalmente en los aspectos
más convenientes para el proceso) y en ocasiones, trato inadecuado al trasladar
desconfianza hacia la versión de la mujer o tomando decisiones en contra de su
voluntad.
En este sentido, son significativos algunos de los datos arrojados por la investigación de
Cala et al. (2012):
El porcentaje de renuncias al proceso penal disminuye sustancialmente cuando las
decisiones las toman conjuntamente la mujer y su abogado (13.3%), frente a cuanto
las toma la mujer sola (45.4%) o el abogado solo (43.4%).
El porcentaje de renuncias más elevado se produce en procedimientos iniciados por
denuncias de otra persona diferente a la mujer víctima (66.6%), mientras el
porcentaje más bajo se produce cuando la denuncia es fruto de una decisión bien
meditada por parte de la mujer, independientemente de que se acompañe o no de
algún episodio de especial gravedad (22.8%).
La mayor parte de las mujeres que no reciben apoyo psicológico renuncian más que
las mujeres que cuentan con ese apoyo, sobre todo si proviene de los servicios
sociales (51.5% vs 19%).
Herramientas como la “Guía de actuación con perspectiva de género en la investigación y
enjuiciamiento de los delitos de violencia de género” (Martín-Najera y Galdeano, 2021) y una mayor
utilización de la Oficina de Atención a las Víctima, encargada de realizar la evaluación
individualizada del caso para ajustar las medidas de asistencia y apoyo, podrían ayudar a minimizar
las deficiencias señaladas por las víctimas de VdG en la pareja en su paso por el proceso judicial.
Introducción
La violencia basada en el género tiene, tanto por su origen, como por los mecanismos de
su desarrollo, y, sobre todo, por sus consecuencias, unas características bien diferenciadas respecto
de otros tipos de violencia. Por ello, si al enfrentarnos a ella como profesionales, desde cualquiera
de los ámbitos de posible intervención, no partimos de una comprensión clara del problema no
vamos a poder ser eficaces en la lucha por su erradicación, ni generar una protección adecuada a
las víctimas de tal violencia.
Por otro lado, la peculiaridad de este tipo de violencia, que la hace esencialmente diferente
y particularmente dañina, deriva de la existencia de una relación íntima, presente o pasada, entre el
agresor y la víctima, de manera que suma a la mujer que la sufre en una situación de pérdida
marcada de su autonomía personal. Es una violencia que ancla sus raíces en el poder del hombre
que busca controlar y someter a la mujer. Y, por último, responde generalmente a un ciclo, bien
34
LIBRO DE RESÚMENES. XIIIRESÚMENES.
LIBRO DE CONGRESO XIII
(INTER)NACIONAL DE PSICOLOGÍA
CONGRESO (INTER)NACIONAL DEJURÍDICA Y FORENSE
PSICOLOGÍA JURÍDICA Y FORENSE
descrito en la literatura científica, que comienza con una fase de acumulación de tensiones, culmina
explosivamente con actos de maltrato o agresión, y es seguida de otra fase de reconciliación, o
«luna de miel», tras la cual, antes o después, se iniciará un nuevo ciclo de violencia. De esta manera,
a VG se caracteriza por ser cíclica, instrumental y concentrada. La especialización creada por el
legislador con la LO1/2004 tiene su fundamento en el carácter especial de la víctima. Su
vulnerabilidad y las características transversales de la discriminación por razón de género exigen,
en su instrucción y enjuiciamiento, la identificación de las estrategias de investigación en casos
difíciles la utilización de instrumentos para que la víctima quiera acceder al sistema judicial y su
permanencia a lo largo del proceso. La perspectiva de género se convierte en el instrumento clave
para la realización de esta labor. Nos permite identificar nuestros propios prejuicios que distorsionan
la percepción de los hechos y condicionan nuestra respuesta. Cada vez que pasamos por alto
circunstancias que generan discriminación a una mujer, podemos estar adoptando una postura
injusta en la medida que se impide o dificulta el acceso de esa víctima a una justicia igualitaria.
La violencia de género al desarrollarse en el ámbito de la pareja y normalmente en el
domicilio, se ha caracterizado socialmente por su invisibilidad, y en la actualidad subsiste su
ocultismo; basta con analizar los datos que facilitan las Macroencuestas elaboradas cada cuatro
años por la Delegación del Gobierno en relación de las denuncias interpuestas directamente por las
víctimas, sus familiares, por sus amigos o por el sistema sociosanitario para apreciar “lo silenciada”
que está dicha violencia.
Conclusión
El objetivo perseguido es conseguir la igualdad efectiva entre H y M en la aplicación de la
ley, tarea aún no alcanzada, que nos incumbe a todas/os y un criterio obligado de aplicación de la
norma al caso concreto que vincula al Misterio Fiscal y a la Justicia. La guía de perspectiva de
género en la instrucción y enjuiciamiento de los delitos de violencia de género de la FGE responde
a esta exigencia.
Introducción
Más de la mitad de las víctimas de delitos que se asisten, en Oficinas de Asistencia a
Víctimas de Delitos (OAVD) del Ministerio de Justicia (MJU) y desde hace dos décadas, son mujeres
victimizadas por su pareja o expareja (hombres). Esto es, mujeres que sufren la Violencia de Género
definida en la Ley Orgánica 1/2004. Un delito, de los cometidos sobre el cónyuge o sobre persona
que esté o haya estado ligada al autor por una análoga relación de afectividad, aun sin convivencia,
o sobre los descendientes, ascendientes o hermanos por naturaleza, adopción o afinidad, propios o
del cónyuge o conviviente, contemplado en Ley 4/2015, de 27 de abril, del Estatuto de la víctima del
delito y el Real Decreto 1109/2015 por el que se desarrolla la Ley 4/2015, de 27 de abril, del Estatuto
de la víctima del delito, y se regulan las Oficinas de Asistencia a las Víctimas del Delito creadas en
1998.
Todas estas mujeres, madres en muchos casos, obtienen una especial atención desde las
OAVD en la regulación legal actual; ya que se las considera junto con sus hijos/as víctimas
especialmente vulnerables. Lo que supone, que en las OAVD del MJU, como víctimas directas,
reciban una atención inmediata desde la sede judicial y en coordinación con todos los operadores
jurídicos y en ocasiones con las fuerzas y cuerpos de seguridad del estado y locales. Esta
coordinación se acentúa en aquellos casos cuya valoración del riesgo es media, alta o extrema en
35
LIBRO DE RESÚMENES. XIII CONGRESO (INTER)NACIONAL DE PSICOLOGÍA JURÍDICA Y FORENSE
MESAS DE EXPERTOS
36
LIBRO DE RESÚMENES. XIIIRESÚMENES.
LIBRO DE CONGRESO XIII
(INTER)NACIONAL DE PSICOLOGÍA
CONGRESO (INTER)NACIONAL DEJURÍDICA Y FORENSE
PSICOLOGÍA JURÍDICA Y FORENSE
coordinación con los cuerpos y fuerzas de seguridad del estado, y locales, así como con los servicios
sociales, y también asociaciones o entidades del tercer sector, y otras como los médicos.
Conclusiones
En el CAPÍTULO IV Evaluación individual de las víctimas, en el Artículo 30 de la Ley 4/2015
se recoge la función de: Evaluación individual de las víctimas a fin de determinar sus necesidades
especiales de protección. Se puede consultar para entender la gran importancia que tiene aplicarlo,
y que desde instancias policiales y los operadores jurídicos deriven paralelamente, y desde el primer
contacto con la víctima, a las OAVD. A estas víctimas de violencia de género, a estas mujeres y a
sus hijos/as especialmente vulnerables, para evitar muertes, nuevas agresiones o re-victimización
(con la misma pareja), multivictimización y/ o polivictimización (otros victimarios con el mismo delito
y otros delitos, u otros delitos con distinto victimario), y victimización secundaria (daño por interponer
denuncia). También para el resto de las funciones que desarrollamos en las OAVD.
La aplicación del Protocolo de actuación general y en particular el de Víctimas de Violencia
de Género desde la sede judicial en las OAV que dependen directamente del Ministerio de Justicia,
garantiza que la mujer víctima de violencia de género, pueda reducir la probabilidad de ser
multiictimizada o polivictimizada y sufra re-victimización. También victimización secundaria,
transformando su paso por la Administración de Justicia en un proceso de justicia restaurativa que
suponga un crecimiento postraumático para reinsertarse en sociedad, con un nuevo plan de vida
junto a sus hijos/as. Como una mujer libre y capacitada para responder a cualquier tipo de violencia
de género con conductas o interacciones basadas en el respeto y la resolución pacífica de conflictos.
Sintiendo que se hace justicia a través de una sentencia favorable y proporcionada a sus
necesidades para seguir adelante.
37
LIBRO DE RESÚMENES. XIII CONGRESO (INTER)NACIONAL DE PSICOLOGÍA JURÍDICA Y FORENSE
MESAS DE EXPERTOS
Los programas de intervención con hombres condenados por violencia de género son un
elemento esencial en el conjunto de estrategias de prevención de la violencia de género adoptadas
por la administración y las instituciones. En las últimas décadas se han producido importantes
avances en este tipo de intervenciones de la mano de diversos equipos de investigación y
profesionales implicados en la búsqueda activa de estrategias que incrementen la efectividad de
estos programas. En esta mesa profesionales e investigadoras relatarán sus experiencias y trabajos
centrados en diferentes aspectos vinculados con una mejor prevención de la violencia de género.
Se expondrán (1) los principales resultados del proyecto ENGAGE para la mejora de la detección y
derivación a programas de intervención de hombres que, sin encontrarse todavía en el sistema
judicial, han ejercido o se encuentran ejerciendo violencia de género; (2) la experiencia de creación
e implementación de un servicio municipal del ayuntamiento de Valencia (Repara), en el que se
trabaja tanto con hombres condenados por violencia de género como con hombres que acuden al
servicio de forma voluntaria; (3) los resultados obtenidos en un estudio que aborda uno de los retos
de la intervención en el ámbito que nos ocupa: la diversidad cultural en los programas de
intervención; (4) una propuesta de intervención con hombres especialmente resistentes a la
intervención (hombres condenados por violencia de género con problemas de consumo de alcohol
y otras drogas), así como el protocolo de evaluación de la misma mediante un ensayo controlado
aleatorizado.
38
LIBRO DE RESÚMENES. XIIIRESÚMENES.
LIBRO DE CONGRESO XIII
(INTER)NACIONAL DE PSICOLOGÍA
CONGRESO (INTER)NACIONAL DEJURÍDICA Y FORENSE
PSICOLOGÍA JURÍDICA Y FORENSE
cuatro pasos para abordar la violencia de género en usuarios hombres: 1. Identificar, 2. Preguntar,
3. Motivar para el cambio y 4. Derivar a un programa para agresores. Una evaluación pre - post
mostró que profesionales aumentaron la detección de la perpetración de violencia en sus usuarios
hombres en un 25% y duplicaron las derivaciones a programas para agresores después de recibir
la formación y la guía ENGAGE.
39
LIBRO DE RESÚMENES. XIII CONGRESO (INTER)NACIONAL DE PSICOLOGÍA JURÍDICA Y FORENSE
MESAS DE EXPERTOS
Los programas de intervención para hombres que ejercen violencia contra sus parejas
comienzan a implementarse en Estados Unidos durante los años 70. A pesar de los años de
trayectoria en la aplicación de estos programas, en la actualidad la efectividad de este tipo de
intervención sigue siendo un tema de debate. Los investigadores no han podido establecer de
manera concluyente, si la intervención reduce el riesgo de reincidencia en los hombres que
participan de ella, así como tampoco cuál es la orientación más efectiva para los programas. No
obstante, la comunidad científica ha logrado proponer algunas recomendaciones con algunos
aspectos que mejorarían los resultados de los programas, entre las que se cuenta la necesidad de
una adaptación cultural para los hombres de minorías étnicas y raciales (Gondolf, 2012; Murphy y
Ting, 2010). La adaptación de los programas a los distintos colectivos minoritarios ha sido objeto de
debate. En población inmigrante algunos autores sugieren que los programas convencionales de
enfoque cognitivo-conductual con orientación feminista no serían capaces de obtener buenos
resultados. En este sentido, aspectos culturales relacionados con creencias y actitudes como los
roles de género y elementos vinculados con la inmigración como factores ambientales y duelos
migratorios podrían afectar la obtención de mejores resultados (Murphy y Ting, 2010). Por otro lado,
existen investigaciones que sugieren que no hay evidencia suficiente sobre la efectividad de los
programas adaptados para colectivos minoritarios y consideran que los programas convencionales
serían igualmente efectivos (Parra-Cardona et al., 2013). Independiente del debate, las principales
dificultades que muestran los participantes pertenecientes a colectivos minoritarios e inmigrantes en
los programas de intervención son las altas tasas de abandono, las actitudes negativas hacia el
tratamiento, la falta de participación y el posible enfrentamiento con los y las profesionales
encargados de la intervención. Situaciones que sugieren la posibilidad que algunos aspectos
culturales podrían estar relacionados con resultados más pobres, altas tasas de reincidencia y baja
asistencia en los programas de intervención con hombres agresores. En consecuencia, la
adaptación cultural sería un ámbito de posibilidades para explorar y poder enfocar el interés de
investigación, como una potencial línea de mejora para los programas de intervención. Lo anterior,
a pesar de la falta de acuerdo sobre la posible relación entre cultura y los resultados de los
programas de intervención para los colectivos minoritarios (Vargas et al., 2015, 2020).
Introducción
Los problemas de abuso de alcohol y otras drogas (CPAD) han sido identificados en la
literatura científica como un importante factor de riesgo vinculado a la violencia contra la mujer en
las relaciones de pareja o, siguiendo la legislación española, violencia de género. Un hecho que
confirma la relación de los CPAD con este tipo de violencia es que se trata de un problema presente
en, aproximadamente, el 50% de las personas que participan en los programas de intervención con
hombres que ejercen violencia de género. Además, se ha comprobado que los CPAD son un
importante predictor del abandono de la intervención en este tipo de programas (Lila et al., 2020).
Sin embargo, la mayoría de los programas de intervención con hombres que ejercen violencia de
40
LIBRO DE RESÚMENES. XIIIRESÚMENES.
LIBRO DE CONGRESO XIII
(INTER)NACIONAL DE PSICOLOGÍA
CONGRESO (INTER)NACIONAL DEJURÍDICA Y FORENSE
PSICOLOGÍA JURÍDICA Y FORENSE
género no ajustan la intervención a las necesidades específicas de los participantes, incluidos los
CPAD (Expósito-Álvarez et al., 2021). Esta comunicación tiene como objetivo presentar un protocolo
para la realización de un ensayo controlado aleatorizado con objeto de evaluar una nueva
herramienta motivacional diseñada para incrementar la efectividad y la adherencia a los programas
de intervención con hombres que ejercen violencia de género y que, a su vez, presentan CPAD.
Método
Se realizará un ensayo controlado aleatorizado para evaluar si los Planes Motivacionales
Individualizados (PMI; Lila et al., 2018; Romero-Martínez et al., 2019; Santirso et al., 2020) centrados
en los CPAD (PMI-CPAD) son más efectivos que los PMI estándar en los programas de intervención
con hombres que ejercen violencia de género. Los participantes (N = 120) serán asignados de forma
aleatoria a una de las dos condiciones siguientes: (1) grupo experimental, consistente en un
programa de intervención estándar para hombres que ejercen violencia de género al que se añade
un PMI centrado en los CPAD (PMI-CPAD); (2) grupo control, en el que los participantes reciben un
programa de intervención estándar para hombres que ejercen violencia de género al que se añade
un PMI general. El PMI estándar es una estrategia de intervención basada en los principios de la
entrevista motivacional, los estadios de cambio y las fortalezas de los participantes. Consiste en
cinco entrevistas motivacionales en las que se construyen y monitorizan metas de cambio relevantes
para los participantes y que favorezcan el abandono de la conducta violenta (3 al comienzo, 1 a
mitad y 1 al final del programa de intervención); tres sesiones grupales en las que se comparten las
metas de cambio con los compañeros de grupo; técnicas de refuerzo de las metas y técnicas de
retención durante las sesiones grupales a lo largo de toda la intervención. En el PMI-CPAD; (1) al
menos una de las metas de cambio tiene que estar vinculada al CPAD; (2) se explora la posibilidad
de asistencia a recursos externos que traten el CPAD en aquellos participantes que lo necesiten y,
(3) se incluye en las sesiones grupales el tratamiento específico de los problemas vinculados a las
conductas adictivas en la mayoría de las sesiones de intervención mediante ejemplos específicos
vinculados a este factor de riesgo y de cómo cada aspecto tratado en el programa interactúa con el
CPAD (e.g., el impacto del CPAD en el manejo de la ira o en la interpretación de las situaciones
conflictivas en las relaciones de pareja). Se realizará una evaluación pre y post tratamiento, así
como un seguimiento a los seis meses de finalizada la intervención. Se utilizarán diferentes fuentes
de información (i.e., registros oficiales, autoinformes, evaluación de las/los coordinadores de los
grupos de intervención) para evaluar los resultados primarios/finales (i.e., violencia física, violencia
psicológica, reincidencia, consumo de alcohol y/o drogas) y los resultados secundarios/proximales
(i.e., adherencia a la intervención, atribuciones y actitudes relacionadas con la violencia de género,
autocontrol y ajuste psicológico).
Discusión
Siguiendo el protocolo que se presenta en esta comunicación, se pretende evaluar la
efectividad de una herramienta diseñada específicamente para hombres que ejercen violencia de
género y que tienen CPAD, colectivo que presenta un mayor riesgo de reincidencia y de abandono
de la intervención. Se espera que el uso de una estrategia de intervención adaptada a estos
participantes especialmente resistentes a la intervención incremente la adherencia a la misma,
reduciendo la probabilidad de reincidencia e incrementando la efectividad de los programas.
41
LIBRO DE RESÚMENES. XIII CONGRESO (INTER)NACIONAL DE PSICOLOGÍA JURÍDICA Y FORENSE
MESAS DE EXPERTOS
La psicología militar forma parte, junto con otras especialidades fundamentales como
medicina, farmacia, veterinaria, odontología y enfermería, del Cuerpo Militar de Sanidad (CMS). Por
la Ley 17/1999, de 18 de mayo, de Régimen del Personal de las Fuerzas Armadas (FAS), se creó
la especialidad fundamental de psicología del Cuerpo Militar de Sanidad. Una nueva estructura que
vino a modificar el encuadramiento que tenía hasta ese momento la psicología en un Servicio de
Psicología y Psicotecnia de las FAS, creado por el Real Decreto 2840/1977, de 28 de octubre, y
desarrollado mediante el Reglamento del Servicio de Psicología (Orden Ministerial 99/1981) por el
que se establecieron sus misiones y se estructuraron sus órganos de planificación y ejecución.
Necesidades observadas dentro de la institución militar aconsejaron a los responsables del
Ministerio acometer este cambio, insertando la actuación de la psicología en el ámbito de la salud.
Desde ese momento, uno de los principales retos con los que se han encontrado los
diferentes responsables de la psicología militar ha sido el de promover el entendimiento de la
actuación psicológica en todas sus vertientes, no únicamente en el ámbito de la psicología clínica,
promoviendo campos históricos de actuación de esta, como la selección de personal y la mejora de
capacidades del personal militar. Siendo posible afirmar que, a fecha de hoy, este es un reto en vías
de conseguirse, ya que se vive con absoluta normalidad dentro de la Sanidad Militar el trabajo de
una de sus especialidades fundamentales, la psicología, en ámbitos tan variados como la clínica, la
selección, los aspectos educativos, la prevención, la psicología militar operativa, etc., todos ellos
con el denominador común que supone el concepto de salud, entendido este de una manera amplia,
más allá de la presencia de enfermedad, dotando de una gran importancia tanto las acciones
preventivas como aquellas basadas en la psicología positiva (Donoso, 2012). Los oficiales
psicólogos que componen esta especialidad del CMS, aunque con procedencia variada, comparten
su ubicación y marco normativo dentro de dicho cuerpo militar. Sin embargo, dada la gran variedad
de posibles destinos y cometidos específicos, atendiendo a las particularidades de cada uno de ellos
dentro del Ejército correspondiente (Tierra, Armada o Aire), se encuentra un enorme abanico de
posibilidades de aplicación de los conocimientos de la psicología dentro de las FAS. Sirva, a modo
de ejemplo, citar las aplicaciones en el campo de la selección y reclutamiento, en el ámbito de la
salud, evaluaciones con distintos fines, intervención en zonas de operaciones y en emergencias, en
actividades de inteligencia, en el entorno psicosocial, en la psicopedagogía, la formación y la
investigación, o en programas de intervención de todo tipo, lo que es uno de sus principales
atractivos en el reclutamiento de personas que optan a formar parte de esta especialidad.
En este sentido, si algo caracteriza a las FAS modernas es que están destinadas a trabajar
en escenarios de crisis y emergencias, ya sea en tiempo de paz, o cuando existan conflictos bélicos.
De ahí que desde principios del siglo XX ya se empezara a encuadrar intervenciones psicológicas
en contextos militares con ocasión de emergencias y catástrofes. Adaptándose en el caso español
modelos de intervención, tanto para la atención a los afectados, como en la proporcionada a los
intervinientes, basados en los empleados en diferentes países (USA, Rusia, Australia) y por
diferentes organismos (OMS, ACNUR, OPS, Handicap Internacional). Configurándose técnicas y
procedimientos concretos, como los del programa de preparación psicológica de la Unidad Militar
de Emergencias (UME).
Un entrenamiento organizado en diferentes fases (antes, durante y después de la
emergencia), y cuyos contenidos están adaptados de programas de entrenamiento empíricamente
validos en contextos militares, e incluyen el fortalecimiento y desarrollo de aspectos como afecto,
pensamiento y afrontamiento positivos, control del comportamiento, realismo, hardiness,
autoeficacia, espiritualidad, altruismo, fortaleza física, experiencia y resistencia al estrés, apoyo
socio-familiar, trabajo en equipo e identidad grupal (Bardera, García-Silgo y Pastor, 2014). Las
intervenciones que nuestros psicólogos militares llevan a cabo en el ámbito de las catástrofes
42
LIBRO DE RESÚMENES. XIIIRESÚMENES.
LIBRO DE CONGRESO XIII
(INTER)NACIONAL DE PSICOLOGÍA
CONGRESO (INTER)NACIONAL DEJURÍDICA Y FORENSE
PSICOLOGÍA JURÍDICA Y FORENSE
43
LIBRO DE RESÚMENES. XIII CONGRESO (INTER)NACIONAL DE PSICOLOGÍA JURÍDICA Y FORENSE
MESAS DE EXPERTOS
Si algo caracteriza a las Fuerzas Armadas modernas es que están destinadas a trabajar en
escenarios de crisis y emergencias, ya sea en tiempo de paz, o cuando existan conflictos bélicos.
De ahí que desde principios del siglo XX ya se empezara a encuadrar intervenciones psicológicas
en contextos militares con ocasión de emergencias y catástrofes. Adaptándose en el caso español
modelos de intervención, tanto para la atención a los afectados, como en la proporcionada a los
intervinientes, basados en los empleados en diferentes países (USA, Rusia, Australia) y por
diferentes organismos (OMS, ACNUR, OPS, Handicap Internacional). Configurándose técnicas y
procedimientos concretos, como los del programa de preparación psicológica de la Unidad Militar
de Emergencias (UME). Un entrenamiento organizado en diferentes fases (antes, durante y después
de la emergencia), y cuyos contenidos están adaptados de programas de entrenamiento
empíricamente validos en contextos militares, e incluyen el fortalecimiento y desarrollo de aspectos
como afecto, pensamiento y afrontamiento positivos, control del comportamiento, realismo,
hardiness, autoeficacia, espiritualidad, altruismo, fortaleza física, experiencia y resistencia al estrés,
44
LIBRO DE RESÚMENES. XIIIRESÚMENES.
LIBRO DE CONGRESO XIII
(INTER)NACIONAL DE PSICOLOGÍA
CONGRESO (INTER)NACIONAL DEJURÍDICA Y FORENSE
PSICOLOGÍA JURÍDICA Y FORENSE
apoyo socio-familiar, trabajo en equipo e identidad grupal (Bardera, García-Silgo y Pastor, 2014).
Las intervenciones que nuestros psicólogos militares llevan a cabo en el ámbito de las catástrofes
emergen de la psicología positiva, intentando crear fortalezas y promover la resiliencia en las
personas y grupos sobre los que se intervine.
Para finalizar esta Mesa de Expertos, cabe recordar que en la aeronáutica militar concurren
una serie de factores que hacen el hecho de volar más complejo, si cabe. Uno de estos factores
45
LIBRO DE RESÚMENES. XIII CONGRESO (INTER)NACIONAL DE PSICOLOGÍA JURÍDICA Y FORENSE
MESAS DE EXPERTOS
específicos es que el vuelo militar comporta mayores riesgos, ya que muchas decisiones se toman
en condiciones de estrés elevado. Además, los pilotos de aviones militares tienen la gran
responsabilidad de utilizar armamento de gran poder destructivo por lo que en caso de error puede
provocar consecuencias imprevisibles. Otro elemento importante es que los vuelos en las FAS se
realizan en escenarios cambiantes y dinámicos, en los que se llevan a cabo misiones arriesgadas y
complejas. Además, es habitual la necesidad de tener que procesar la información de una forma
muy rápida, con limitación de tiempo, bajo elevados niveles de estrés y a menudo con información
insuficiente, incierta o ambigua. Por tanto, el contexto militar añade mayor dificultad al ya de por si
exigente hecho de volar. Que es necesario tener en cuenta para diseñar un plan de entrenamiento
integral que contemple todas las variables posibles.
En estos programas de entrenamiento la psicología aeronáutica cobra gran importancia,
tanto impartiendo conferencias informativas como participando de forma activa en los
entrenamientos del personal con responsabilidad de vuelo de las diferentes unidades. A esto hay
que sumar la importancia de la psicología en una adecuada selección y clasificación para garantizar
la seguridad en el vuelo y las operaciones militares. Todo ello hace de la psicología aeronáutica un
campo apasionante donde existen grandes posibilidades de desarrollo profesional.
46
LIBRO DE RESÚMENES. XIIIRESÚMENES.
LIBRO DE CONGRESO XIII
(INTER)NACIONAL DE PSICOLOGÍA
CONGRESO (INTER)NACIONAL DEJURÍDICA Y FORENSE
PSICOLOGÍA JURÍDICA Y FORENSE
Uno de cada cinco niños y niñas españoles deberá afrontar alguna forma de victimización
sexual a lo largo de su infancia (Pereda, 2016), cuya evaluación, en caso de ser denunciada, puede
conllevar daños adicionales a su estado emocional. Este fenómeno, conocido como victimización
secundaria, se ha vinculado a las múltiples entrevistas que debe afrontar el menor y la desconfianza
que percibe de los profesionales ante su declaración, lo que favorece el sentimiento de culpa
(González et al., 2013). Pero, si bien el concepto de victimización secundaria se utiliza,
habitualmente, para referirse a la implicación de la víctima en el proceso penal, éste incluye también
casos no vinculados con este proceso donde psicólogos no formados adecuadamente se encargan
del tratamiento a víctimas, profesionales de la medicina llevan a cabo exploraciones innecesarias, y
policías entrevistan al menor de forma inadecuada, entre otros (Baca et al., 2006). La presente mesa
de expertos tiene como objetivo presentar aquellas iniciativas nacionales que se están
implementando en los últimos años para reducir el riesgo de esta forma de violencia institucional.
Así, la psicóloga Mónica Rincón presentará la experiencia piloto del Juzgado Especializado
en la Violencia contra la Infancia y la Adolescencia que se ha puesto en marcha en las Islas
Canarias, la representante de Save the Children-Catalunya Emilie Rivas describirá el proyecto piloto
de las Barnahus o Casas de los Niños y Niñas que se está llevando a cabo en Catalunya, la
psicóloga Vanessa Carral de Dogtor Animal, explicará el proyecto de Perros de Apoyo a Menores
en Juzgados, que acompañan a los niños inmersos en procesos judiciales de la Comunidad de
Madrid, y las investigadores del GReVIA Laura Andreu y Carla González presentarán un estudio
sobre la visión de los profesionales del ámbito judicial nacional sobre la creación de un material
escrito para niños y niñas que puede usarse para explicar a las víctimas menores de edad el
procedimiento judicial, los profesionales implicados, y su papel en el mismo, con el fin de reducir la
victimización secundaria y ofrecer al niño o niña un recurso que le proporcione información y
seguridad.
Palabras clave: victimización secundaria, victimología del desarrollo, victimización, víctima, infancia
Introducción
Los niños, niñas y adolescentes (NNA) han tendido a ser las víctimas invisibles olvidadas
como señala Jaffe et al (2014). Diversas investigaciones han documentado la victimización derivada
del delito y su impacto grave impacto sobre NNA en forma de desajustes emocionales, sociales,
cognitivos y comportamentales (Besemer et al., 2017) que incluso puede desembocar en el peor
escenario posible, el filicidio (Liem y Konenraadt, 2008) Sin embargo, una intervención temprana
puede marcar la diferencia en la vida de los NNA víctimas de violencia (Henao 2005).
El contacto de los NNA víctimas con la Justicia, bien sea como víctimas o testigos,
contribuye a una segunda victimización, institucional, estructural, y con frecuencia traumática para
los menores. Diversos estudios han puesto de manifiesto la magnitud de la victimización secundaria
y su efecto sobre los menores (véase Gutiérrez et al., 2009; Unda y Dupret, 2013; Tamarit y
Hernández, 2018)
47
LIBRO DE RESÚMENES. XIII CONGRESO (INTER)NACIONAL DE PSICOLOGÍA JURÍDICA Y FORENSE
MESAS DE EXPERTOS
Desde hace más de tres décadas los Estados se han comprometido a respetar los derechos
de los NNA reconocidos en la Convención de los Derechos de niño que, como tratado internacional
de Naciones Unidas, es vinculante para los estados firmantes. El Comité de los derechos del niño
de las Naciones Unidad se ha comprometido con la propuesta de planes y programas para adaptar
la justicia a la infancia. Desde el entorno europeo, las iniciativas se han centrado en establecer las
Directrices sobre una justicia adaptada a los niños elaboradas por el Consejo de Europa y el informe
sobre justicia adaptada a la infancia de 2015 de la Agencia de los Derechos Fundamentales de la
Unión Europea.
El Comité de los Derechos del Niño en el informe de evaluación a España del año 2010,
recomendaba al Estado que se apruebe una ley integral sobre la violencia contra los niños. En el
año 2018, el Comité lamentó la falta de progresos en la aprobación de esa ley.
Lo que sí se puso se aprobó fue la Ley 4/2015, de 27 de abril, del Estatuto de la víctima del
delito que estableció la necesidad de atender al menor como víctima vulnerable y las
particularidades necesarias para ofrecer una justicia de calidad a los NNA respetando sus derechos.
Sin embargo, faltaba aún la Ley Específica de Protección a la Infancia que se hizo esperar cinco
años más.
Resultados
En Las Palmas de Gran Canaria, conscientes de la necesidad de adaptar la justicia a la
infancia comenzamos a trabajar sobre victimización secundaria en el año 2013 por iniciativa de la
Junta de Jueces, IMLCF y la UFAM, acordando un protocolo inicial en el que se prescindiera de
tomar declaración al menor, y se grabara en video desde el primer contacto del menor con la UFAM,
reduciendo la victimización secundaria Posteriormente, en el 2015, se puso en marcha el Modelo
de Buenas Práctica con la infancia, con siete iniciativas que pretendían ofrecer una respuesta
integral a los derechos de los menores en el ámbito de la justicia. Incluían un Protocolo de
coordinación institucional (policía, sanidad, juzgado), la adaptación de los espacios a las
necesidades de los menores, el Programa vía libre a la infancia, adaptación de materiales escritos
mediante el uso de Lectura Fácil, y la dotación de la sala Gessell con tecnología puntera, la
sistematización de la pauta unitaria respecto al concepto de interés superior del menor, así como un
programa dirigido a escolares para acercar el conocimiento de la justicia. Dicho modelo se expuso
en II Congreso Mundial sobre Infancia y Adolescencia: 'La Convención sobre los Derechos del Niño
a debate 30 años después' celebrado en Marruecos en noviembre de 2019.
El proyecto piloto de la creación del juzgado de violencia contra la infancia y la adolescencia
responde a las exigencias normativas vigentes, así como a un compromiso de los profesionales con
la necesidad de adaptar la justicia a los niños:
El mandato legal para adaptar la justicia a la infancia viene recogido en las exigencias
normativas, el Informe Mundial de Naciones Unidas Sobre La Violencia Contra Los
Niños y Niñas establece que los gobiernos deben crear procedimientos de investigación
de casos de violencia, apropiados para los niños y niñas; también la Observación
General del Comité de Derechos del Niño Nº 13 contemplaba la creación de los órganos
judiciales con competencia especializada en la protección de menores y adolescentes.
Finalmente, en las Observaciones finales sobre los informes periódicos quinto y sexto
combinado de España de las Naciones Unidas, en su apartado 47, se recomendaba
que el Estado español aumentara “el número de jueces especializados en la infancia” y
velara “porque se disponga de juzgados especializados en justicia de menores y de
procedimientos que tengan en cuenta las necesidades de los NNA.
El propio Proyecto de Ley Orgánica de protección integral a la infancia y la adolescencia
frente a la violencia, en su disposición final decimoséptima contemplaba el mandato al
Gobierno para la elaboración de dos proyectos de ley, en el plazo de un año, con el fin
de establecer la especialización de la jurisdicción penal y civil en materia de violencia
contra menores.
48
LIBRO DE RESÚMENES. XIIIRESÚMENES.
LIBRO DE CONGRESO XIII
(INTER)NACIONAL DE PSICOLOGÍA
CONGRESO (INTER)NACIONAL DEJURÍDICA Y FORENSE
PSICOLOGÍA JURÍDICA Y FORENSE
El Consejo General del Poder Judicial aprobó en febrero de este año, la puesta en
marcha de un Proyecto Piloto en Las Palmas de Gran Canaria, dada su trayectoria
siendo recientemente reconocido con un premio nacional a la calidad de la Justicia por
sus mejoras en el ámbito de protección a la infancia. Según el CGPJ el partido judicial
cuenta con las condiciones idóneas para implantar la experiencia piloto: Guía de buenas
prácticas a la infancia, protocolo de recepción y acompañamiento a las víctimas
menores de edad, salas de espera acondicionadas y sala Gesell, entre otras.
Conclusión
No obstante, la experiencia piloto del juzgado pretende ir más allá. Pensamos que la
adaptación de la justicia a la infancia no puede quedar en una mera adaptación de espacios, uso de
formularios comprensibles de lectura fácil o grabar la declaración de la víctima. Hoy podemos hablar
de la arquitectura de la víctima, de las exigencias técnicas de una grabación de la imagen y el sonido
o de espacios fuera de los juzgados que eviten someter a la víctima a múltiples entrevistas y
exámenes, a la realidad de Cero niños en los Juzgados, con la creación de la casa del niño vinculada
al IMLCF.
En la Mesa de Expertos, explicaré el funcionamiento del Juzgado, la metodología y
estrategias utilizadas para hacer realidad la adaptación de la justicia a los NNA a través de un
novedoso funcionamiento del juzgado, desde la acogida inicial hasta el cierre de la instrucción.
Introducción
Las experiencias de victimización sexual durante la infancia constituyen un problema de
gran extensión alrededor del mundo, pudiendo tener graves repercusiones para el desarrollo y la
salud integral de los niños, niñas y adolescentes. En España, estudios independientes han mostrado
la alta prevalencia de este tipo de victimización. Sin embargo, los organismos públicos no han
conseguido dar una respuesta adecuada a las víctimas, y en su lugar existe un sistema complejo
que revictimiza el niño una y otra vez. Es por lo tanto necesario un cambio de modelo que se centre
en el niño víctima, y es de celebrar la aprobación por parte del Congreso de la nueva Ley Orgánica
de protección integral a la infancia y la adolescencia frente a la violencia que legisla en este sentido
(Pereda et al., 2021).
Resultados
Desde los años 1980, existe otro modelo de atención a los niños y niñas víctimas de
violencias sexuales, que antepone el interés superior del niño a las exigencias burocráticas de las
diferentes administraciones. Este modelo, nacido originalmente en Estados Unidos, fue desarrollado
en los años 1990 en los países nórdicos donde ahora es el modelo vigente de intervención con
casos de abuso sexual infantil.
El modelo Barnahus, que significa Casas de los Niños en islandés es un modelo, pionero
en España, que da respuesta a las problemáticas generadas por la respuesta actual, reduciendo la
multiplicidad de pruebas y agentes que intervienen en el caso, al origen de la victimización
secundaria, promoviendo la formación y coordinación entre los profesionales, reduciendo la
confusión que generan los diversos protocolos de actuación, protegiendo los derechos del niño y
asegurando una intervención adecuada para la víctima y su familia. Además de los elementos
fundamentales de los centros americanos, las Barnahus islandesas incorporaron una nueva
49
LIBRO DE RESÚMENES. XIII CONGRESO (INTER)NACIONAL DE PSICOLOGÍA JURÍDICA Y FORENSE
MESAS DE EXPERTOS
herramienta: la realización y grabación de la entrevista forense con el niño víctima por circuito
cerrado de televisión ante un representante del ámbito judicial que garantizaba que la prueba fuera
válida para el juicio y se configurara como prueba preconstituida.
El modelo Barnahus pone el énfasis en el interés superior del menor, reduce la victimización
secundaria y consigue que el niño o niña sea atendido en centros integrales y multidisciplinares por
profesionales expertos y coordinados (Johansson et al., 2017). En función del país en el que se
hayan creado las Barnahus, estas pueden depender de los servicios sociales y de protección, del
departamento de salud o de la administración de justicia. El modelo nunca es estático ni fijo y
depende de las particularidades del país en el que se aplica, constituyéndose en una práctica de
trabajo que evoluciona para adaptarse a las necesidades del niño víctima, pero respetando las
características culturales de su contexto. Así, entre los departamentos involucrados generalmente
se incluyen las fuerzas de seguridad, los servicios de protección infantil y profesionales como
criminólogos (que coordinan los equipos profesionales de los centros), trabajadores sociales,
psicólogos, policías y fiscales, pediatras y médicos forenses.
A pesar de que puede haber variaciones entre los diferentes centros, las Barnahus son
siempre entornos amigables, situados en áreas residenciales, lejos de espacios judiciales y centros
médicos, y con una decoración que maximiza el confort del niño (dibujos, juguetes, colores). El niño
se siente seguro y nunca entra en contacto con su supuesto agresor. Dentro de las Barnahus, el
personal especializado se encarga de las entrevistas y peritaciones forenses. Una vez finalizada la
evaluación y la peritación, el menor de edad y su familia reciben el tratamiento especializado que
necesiten y que también puede llevarse a cabo en el mismo espacio. En el modelo Barnahus es
muy importante ofrecer de forma integrada todos los servicios que puede requerir una menor víctima
para recuperarse. La orientación y el tratamiento psicológicos, tanto para él o ella como para su
familia, son fundamentales. Los resultados de uno de los primeros estudios que ha evaluado su
efectividad en seis municipios de Suecia son muy similares a los obtenidos en los Estados Unidos
y constatan que estos centros consiguen reducir la victimización secundaria del niño y de su familia
(Rasmusson, 2011). Así, la reducción del nivel de estrés y ansiedad a lo largo del proceso facilita
que el niño ofrezca un relato completo y óptimo de su experiencia y, a la vez, favorece su proceso
de recuperación después de la victimización (Whitcomb et al., 1994).
Pero el modelo Barnahus no consiste únicamente en la creación de un centro
multidisciplinar, sino que una de sus herramientas imprescindibles son los programas de
preparación para víctimas, que ayudan a los niños, niñas y adolescentes a saber qué esperar del
sistema de justicia, cuáles son sus derechos como testigos, cómo declarar en el juzgado, si fuera
necesario, o quiénes son los agentes que forman parte del proceso de notificación y denuncia, entre
otros (Kaldal et al., 2017).
Conclusión
A finales del año 2018, la Generalitat de Catalunya se comprometió a implementar el modelo
Barnahus en su territorio, y en julio de 2020 se inauguró oficialmente en Tarragona, la primera
Barnahus en España, un proyecto piloto cuyos resultados del pilotaje serán disponibles en 2022. A
raíz de este primer proyecto, varias comunidades se interesaron por el modelo y están iniciando
pasos para su implementación. En esta ponencia se presentará el desarrollo del modelo Barnahus
y su aplicación a nuestro país.
50
LIBRO DE RESÚMENES. XIIIRESÚMENES.
LIBRO DE CONGRESO XIII
(INTER)NACIONAL DE PSICOLOGÍA
CONGRESO (INTER)NACIONAL DEJURÍDICA Y FORENSE
PSICOLOGÍA JURÍDICA Y FORENSE
Introducción
La presencia de los menores en los Juzgados es una realidad que desvela necesidades
específicas por cubrir. Esta investigación aborda la presencia, en las Cortes de Justicia Españolas,
de Perros de Apoyo a Menores que funcionan como reductores de factores ansiógenos y como
facilitadores de estados emocionales positivos durante las entrevistas forenses o testificaciones. El
estudio queda fundamentado en los beneficios de la interacción hombre-animal basados en los
estudios de Allen (2003), Teso (2011) y Wells (2004).
La acuciante necesidad de visibilizar a los menores y ofrecerles un apoyo adaptado a sus
individualidades remarca la importancia de la presente investigación. Los Juzgados son entornos
hostiles que refieren situaciones desagradables. La visibilización de los menores y la oportunidad
de acercar una herramienta de protección en estos casos, son los objetivos fundamentales de este
Proyecto de investigación buscando aceptar la hipótesis que refiere que la presencia de Perros de
Apoyo específicamente adiestrados durante las entrevistas forenses de los menores ejercen una
influencia estadísticamente significativa en la reducción de manifestaciones conductuales
ansiógenas (se acepta H1 si p < 0.05).
Método
Se utiliza una metodología cuasiexperimental o de control parcial con la presencia o no
presencia del Perro de Apoyo como variable independiente y con, como variables dependientes, los
movimientos de canalización emocional, la presencia o ausencia de movimientos compulsivos,
inquietud y llanto. La muestra cuenta con un grupo control de 32 sujetos y un grupo experimental de
32 sujetos, ambos de edades entre 6 y 12 años que tuvieron que asistir a los Juzgados para
completar una entrevista forense. Los sujetos se distribuyen de manera aleatoria en ambos grupos.
Los menores del grupo experimental realizaban la entrevista forense acompañados de un Perro de
Apoyo, mientras que el grupo control asistía a la entrevista sin Perro de Apoyo. La recogida de datos
se realizó en las tres fases del proyecto: en la sala de espera, durante la entrevista y en la despedida,
de manera observacional a través de unas plantillas de recogida de datos. Los datos fueron
analizados desde la estadística descriptiva, el análisis de porcentajes y la prueba Chi-cuadrado. Los
resultados obtenidos resaltan que la presencia de los Perros de Apoyo tiene una influencia
significativa en la ausencia de movimientos nerviosos e inquietud. No queda tan clara su influencia
en la variable llanto. A su vez, la presencia de los Perros de Apoyo influye en los estados
emocionales verbalizados por los menores, siendo estos más proactivos en las interacciones
comunicativas con los profesionales judiciales. El Perro de Apoyo influye en la generación de
vínculos seguros entre los menores y los profesionales judiciales, siendo éstos últimos percibidos
como más confiables y favoreciendo entrevistas más fluidas desde estados emocionales positivos.
Resultados y Discusión
Los resultados afirman la hipótesis experimental concluyendo que la presencia de los Perros
de Apoyo en sedes judiciales ofrece un apoyo emocional a los menores reduciendo las
manifestaciones conductuales ansiógenas. En base a lo cual quedan enmarcados los objetivos de
la investigación.
No obstante, se debe ser cauto con los resultados, ya que existen algunas limitaciones
metodológicas que se esperan paliar en una segunda fase de la investigación, ampliando la muestra
y controlando factores de validez interna (efecto de maduración y el sesgo de experimentadores) y
externa (efecto reactivo a la situación y efecto novedoso). Así, se plantea la posibilidad de añadir
una herramienta de neurofeedback en la segunda fase de investigación a fin de complementar los
resultados con datos fisiológicos objetivos.
El estudio supone el punto de partida para la inclusión de Perros de Apoyo en sedes
judiciales como elementos de humanización de los Juzgados, ofreciendo una herramienta de
51
LIBRO DE RESÚMENES. XIII CONGRESO (INTER)NACIONAL DE PSICOLOGÍA JURÍDICA Y FORENSE
MESAS DE EXPERTOS
protección para los menores y facilitando la labor de los profesionales judiciales en aquellos casos
valorados como aptos para este tipo de recurso. Los resultados suponen un antes y un después en
la visibilización de los menores en un entorno hecho por adultos para adultos en el que la figura de
los menores queda desdibujada entre la burocracia judicial. Se recalca pues, la labor de los Perros
de Apoyo como un elemento clave para mejorar la calidad de vida de los menores que hayan de
testificar durante un proceso judicial.
Por último, el carácter pionero en España del servicio de Perros de Apoyo a Menores en
Juzgados otorga al presente documento una diferenciación que puede resultar interesante a ojos
del lector pudiendo descubrir la adaptación de la presencia de animales específicamente
adiestrados al Sistema Judicial Español, implementando protocolos específicos, técnicas novedosas
y un diseño experimental acorde a la incorporación de una herramienta que no ha sido utilizada
previamente en los Juzgados españoles.
Palabras clave: intervenciones asistidas con animales, perros de apoyo, menores, ansiedad,
entrevistas forenses
E-mail de contacto: vanessa.carral@dogtoranimal.es
Introducción
El proceso de justicia penal puede suponer una experiencia sumamente estresante para los
niños, niñas y adolescentes que han sido víctimas de un delito. El entorno judicial, ideado desde
una perspectiva adultocéntrica, resulta intimidante para cualquier víctima, y en especial para
aquellas menores de edad. El desconocimiento y la incomprensión del contexto en el que se ven
inmersos incrementa la ansiedad de estas víctimas (Quas et al., 2009).
Al margen del perjuicio que puede llegar a suponer para las víctimas, este estado emocional
negativo altera su memoria y, por consiguiente, afecta a la calidad del testimonio (Saywitz y
Nathanson, 1993), por lo que también tiene efectos negativos en el proceso judicial.
Una alternativa para reducir el estrés de este proceso, y facilitar la declaración, es preparar
adecuadamente a las víctimas menores de edad (Saywitz et al., 1993). En este sentido, se han
redactado diversas guías con pautas y recomendaciones para jueces, abogados, profesionales de
protección infantil y padres o cuidadores. Sin embargo, los recursos dirigidos a los propios niños y
niñas son limitados. En el plano internacional se han elaborado algunos cuentos, materiales
audiovisuales y herramientas interactivas con el fin de reducir la victimización secundaria que puede
resultar de enfrentar el proceso judicial. En España, estos recursos son más escasos, especialmente
en el contexto penal.
El presente estudio presenta la percepción, los conocimientos y el uso que hacen los
profesionales que trabajan en el ámbito penal en nuestro país de herramientas y recursos que
expliquen el procedimiento judicial y los agentes que intervienen en él a los niños, niñas y
adolescentes (NNA) víctimas de la violencia. El objetivo final es crear un material dirigido a reducir
la ansiedad y la incertidumbre de las víctimas menores de edad que deben enfrentar un proceso de
justicia penal.
Método
Participantes
La muestra final está formada por 216 profesionales (49 hombres y 167 mujeres), con
edades comprendidas entre los 20 y los 76 años (M = 42,9; DT = 12,0). Todos los participantes
52
LIBRO DE RESÚMENES. XIIIRESÚMENES.
LIBRO DE CONGRESO XIII
(INTER)NACIONAL DE PSICOLOGÍA
CONGRESO (INTER)NACIONAL DEJURÍDICA Y FORENSE
PSICOLOGÍA JURÍDICA Y FORENSE
Diseño y procedimiento
Con el objetivo de acceder a una muestra extensa de profesionales vinculados con el
proceso judicial en casos de menores víctimas de la violencia, se creó un enlace a una plataforma
de respuesta online con las preguntas objeto de análisis. Este enlace se distribuyó en las redes
sociales del Grupo de Investigación en Victimización Infantil y Adolescente (GReVIA), así como a
través de la Sociedad Española en Psicología Jurídica y Forense (SEPJF) y sus miembros. Tras
obtener el consentimiento informado, el profesional podía acceder a la encuesta. Se cumplió con
toda la normativa de protección de datos de la Universidad de Barcelona.
Instrumentos de medida
La encuesta incluye 17 preguntas creadas ad hoc para dar respuesta al objetivo del estudio.
Seis de las preguntas refieren a datos sociodemográficos de los participantes, ocho preguntan sobre
la opinión y conocimientos de los profesionales en relación a los niños, niñas y adolescentes en el
proceso penal, la victimización secundaria y cómo conseguir reducirla y dos son preguntas abiertas
en las que se solicita a los participantes información sobre expresiones que utilizan menores
víctimas de edad relativas al proceso penal y el lenguaje jurídico que deben conocer. Finalmente,
se proporciona un espacio libre para que los participantes realicen toda aquella aportación que
consideren relevante.
Resultados
Tras el análisis de los resultados, los profesionales del ámbito jurídico consideran que no
disponen de recursos que ayuden a explicar el proceso penal a víctimas menores de edad (n = 174,
80,6%). Si bien, aquellos que refieren disponer de este tipo de recursos, describen tener acceso a
materiales de elaboración propia, guías, cuentos, juegos o material audiovisual (n = 40, 18,5%);
orientados principalmente a niños y niñas de entre 6-12 años (n = 30, 13,9%). Algunas limitaciones
que presentan estos recursos son un lenguaje poco adecuado, difícil generalización a todas las
víctimas menores de edad, escasa inclusión de población no normativa, poca actualización e
información insuficiente o inadecuada. Así pues, gran parte de los profesionales considera que
podría ser de gran utilidad disponer de un nuevo material de este tipo (n = 158, 73,1%).
Consideran que la franja de edad para la cual tendría mayor utilidad sería primaria (6-12
años) (n = 149, 69,0%), seguido de secundaria (12-17 años) (n = 44, 20,4%). Respecto al mejor
formato para este material, muestran preferencia por el formato audiovisual interactivo (n = 136,
63,0%), en comparación con el escrito (n = 49, 22,7%), el audiovisual no interactivo (n = 19, 8,8%)
u otros (n = 8, 3,7%).
En relación al contenido, consideran que los elementos vinculados al proceso penal que
pueden impresionar más a una víctima menor de edad son el contacto con las figuras judiciales (n
= 170, 78,7%), la declaración (n = 167, 77,3%), la exploración física (n = 141, 65,3%), el contacto
con la policía (n = 140, 64,8%) y las instalaciones judiciales (n = 140, 64,8%). Según las respuestas
de los profesionales, las figuras vinculadas al proceso penal que se deben explicar son la figura del
juez (n= 193, 89,4%), psicólogo forense (n = 182, 84,3%), fiscal (n = 165, 76,4%), médico forense
(n = 159, 73,6%), abogado (n = 149, 69,0%) y policía (n = 132, 61,1%).
En cuanto a la información del proceso penal, consideran que debe incluir principalmente
los pasos que se seguirán en el proceso (n = 175, 81,0%), el papel del niño, niña o adolescente en
el proceso (n = 168, 77,8%), el objetivo del mismo (n= 166, 76,9%), los derechos del menor (n =
152, 70,4%), los espacios físicos en los que estará durante el proceso (n = 139, 64,4%) y la duración
del mismo (n = 106, 49,1%).
En referencia a las principales preocupaciones que presenta una víctima menor de edad al
enfrentarse a un proceso penal se encuentran las consecuencias que el juicio puede tener para sí
53
LIBRO DE RESÚMENES. XIII CONGRESO (INTER)NACIONAL DE PSICOLOGÍA JURÍDICA Y FORENSE
MESAS DE EXPERTOS
mismo (n = 187, 86,6%), encontrarse con el victimario (n = 167, 77,3%), las consecuencias del juicio
para otros (n = 151, 69,9%), su desempeño en el juicio oral (n = 111, 51,4%).
Algunos participantes mencionan la importancia de incluir los conceptos jurídicos básicos,
adecuados y adaptados a la capacidad intelectual del menor. Asimismo, los profesionales que
indiquen algunas palabras textuales o expresiones que los niños y niñas usan para referirse al
proceso penal como: “No puedo hablar más porque voy a meter en problemas a… (denunciado)”,
“nadie les explica”, “estoy cansada”, “los señores que estaban allí (jueces y fiscales)”, “la sala con
la tele donde puedo ver... (cuando declaran de manera separada o en prueba preconstituida)”,
“nervioso/a, preocupación, miedo, vergüenza, inseguridad”, etc.
Por último, se recopilan algunas propuestas de los participantes. En términos generales, se comenta
la importancia y necesidad de contar con un material que se pueda adaptar a diferentes edades y
características individuales de cada niño, niña o adolescente, sugiriendo un material manipulativo
para los más pequeños y con medios tecnológicos para los adolescentes. Referido al contenido,
como aspecto a tener en cuenta se indica la posibilidad de explicar las partes del proceso en las
que el menor interviene, no todo el proceso al completo, con el fin de facilitar su comprensión,
explicando los “porqués”, además de conceptos concretos. Otro aspecto destacable es el hecho de
que este material contemple las consecuencias del proceso tanto para la víctima como para el
agresor. Otros participantes sugieren la importancia de elaborar materiales diferenciados para los
profesionales que trabajan con niños, niñas y adolescentes, para los familiares y cuidadores y para
sensibilizar a los profesionales judiciales sobre las particularidades de una víctima menor de edad.
Discusión
Ofrecer conocimiento y confort a los niños, niñas y adolescentes que se someten a procesos
de justicia penal reduce la ansiedad de los mismos y tiene un efecto positivo en el procedimiento
judicial (Lipovsky y Stern, 1997). En España, los recursos para llevar a cabo esta preparación de las
víctimas menores de edad son escasos. Desde la perspectiva de los profesionales del ámbito
jurídico, sería necesario elaborar un material dirigido, principalmente, a las víctimas de entre 6 y 12
años; mediante un formato interactivo, que emplee un lenguaje adaptado a la edad de estas
víctimas. Este recurso debería explicar el procedimiento judicial paso a paso, el papel del menor en
este proceso y las figuras judiciales. La creación de un material que ayude a los niños, niñas y
adolescentes a conocer el proceso de justicia penal sería un buen recurso que podría contribuir a la
reducción de la victimización secundaria.
54
LIBRO DE RESÚMENES. XIIIRESÚMENES.
LIBRO DE CONGRESO XIII
(INTER)NACIONAL DE PSICOLOGÍA
CONGRESO (INTER)NACIONAL DEJURÍDICA Y FORENSE
PSICOLOGÍA JURÍDICA Y FORENSE
55
LIBRO DE RESÚMENES. XIII CONGRESO (INTER)NACIONAL DE PSICOLOGÍA JURÍDICA Y FORENSE
MESAS DE EXPERTOS
La mediación es un espacio relacional y, por ello, requiere acuerdos relacionales entre las
partes, y entre estas y la persona mediadora. Desde la construcción de la “alianza mediadora” hasta
la definición de una nueva relación (de coparentalidad, de colaboración, de reconocimiento…), la
labor de la persona mediadora puede incluir la identificación de componentes psicológicos dañados
o simplemente desactivados durante el transcurso del proceso conflictivo. Y su intervención puede
hacer que se pongan en marcha o se restauren. Acordar una mutualidad aceptable, es decir, una
definición de la relación que suponga el compromiso explícito de poner en marcha una colaboración
con ingredientes de prosocialidad, un pacto de apoyo mutuo o de interés común implica procesos
psicológicos de regulación afectiva y estrategias de afrontamiento que es conveniente tener en
cuenta en las intervenciones mediadoras.
56
LIBRO DE RESÚMENES. XIIIRESÚMENES.
LIBRO DE CONGRESO XIII
(INTER)NACIONAL DE PSICOLOGÍA
CONGRESO (INTER)NACIONAL DEJURÍDICA Y FORENSE
PSICOLOGÍA JURÍDICA Y FORENSE
57
LIBRO DE RESÚMENES. XIII CONGRESO (INTER)NACIONAL DE PSICOLOGÍA JURÍDICA Y FORENSE
MESAS DE EXPERTOS
La Ley Orgánica 3/2021, de 24 de marzo de regulación de la Eutanasia, es una ley que nace
antes de la pandemia mundial por COVID 19, y se aprueba siete meses después de intenso debate
político y en medio de una Crisis Mundial. Un debate muy cuestionado por no haber tenido en
cuenta las aportaciones de la sociedad civil, críticas con la misma, pero cargadas de experiencia y
conocimiento, con cada argumento. Unas opiniones realizadas públicamente desde organizaciones
y colectivos de reconocido prestigio e implicados o afectados por la misma, de forma activa y pasiva.
Trascendiendo sus argumentos a la ciudadanía con una idea principal que compartimos: garantizar
que los sujetos receptores de su aplicación, las personas especialmente más vulnerables que
recoge la ley, tengan derecho a una vida digna y sin sufrimiento. Para lo cual habrá que promover
políticas a favor de la vida, y garantistas de los derechos a recibir todos los cuidados paliativos y
otros bio-psico-socio-espirituales (religiosos también), que puedan dignificar la vida y el final de la
vida, antes de aplicar el derecho a morir, a través de la eutanasia o el suicidio asistido.
Así pues, consideramos, como colectivo excluido, que a través de la aplicación de la misma
se generarán grandes problemas debido a la enorme casuística que la realidad de cada solicitud
proveerá. Por lo cual, desde la Sección de Psicología Jurídica del COPCYL estamos proponiendo
que, en toda España, estemos preparados y formados, para actuar en aquellos momentos en los
que será necesaria la valoración psicológica previa a la aplicación de la eutanasia. Sirvan de ejemplo
los colectivos con discapacidad y los de la enfermedad mental. En el primer caso, tal y como
adelantó la ONU sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad y sobre Pobreza Extrema
y Derechos Humanos, que en España ha puesto voz el Comité Español de Representantes de
Personas con Discapacidad y reclamó antes y después de la Ley, para evitar cualquier
discriminación por motivos de discapacidad. Y en el segundo, nos referimos a aquellos casos en los
que la enfermedad mental de la persona solicitante sea el motivo principal; y uniéndonos a la
propuesta de la Sociedad Española de Psiquiatría de que se realice una valoración médico-
psiquiátrica previamente, consideramos adecuado se contemple también la psicológica forense (no
sanitaria) y de forma complementaria. Más allá del matiz biologicista de la Ley. Teniendo en cuenta
los aspectos psicológicos, sociales- familiares y espirituales, y los profesionales de referencia para
abordarlos, que han quedado fuera en la Ley.
Por otra parte, intentaremos solventar el problema de que, cuando la Ley como tal no ofrezca
garantías a las personas más vulnerables, ha de valorarse la aplicación de la Psicología Sanitaria
para mejorar la salud mental de la persona que sufre una enfermedad grave e incurable o un
padecimiento grave, crónico e imposibilitante en los términos establecidos en esta ley. Y no solo de
esta persona sino también de su familia. Con especial atención en los Cuidados Paliativos
individualizados. Para ello, ponemos de manifiesto que esto se pueda conseguir a través de la
Declaración de últimas voluntades, renunciando a la aplicación de la Ley de Eutanasia a favor de
dichos cuidados que reducirán el sufrimiento desde un equipo multidisciplinar, integrado también y
necesariamente, por profesionales de la psicología. Una figura asistencial, que posteriormente
pueda actuar como testigo-perito si fuera necesario ante las Comisiones de Garantía y Evaluación
y en el Comité de Ética Asistencial, en el caso de que el/la paciente, finalmente, expresara su deseo
a través del documento que se ha descrito en la ley para tal fin (consentimiento informado firmado
también por el médico), o se dieran las circunstancias para recibir la eutanasia o el suicidio asistido,
a través del informe de un tercero si la persona ha perdido su capacidad para realizar dicho
consentimiento.
Finalmente, dejar testimonio de que, en este momento, el Colegio de Psicología de Castilla
y León, ya solicitó la inclusión del profesional de la psicología como miembro de dicha Comisión de
58
LIBRO DE RESÚMENES. XIIIRESÚMENES.
LIBRO DE CONGRESO XIII
(INTER)NACIONAL DE PSICOLOGÍA
CONGRESO (INTER)NACIONAL DEJURÍDICA Y FORENSE
PSICOLOGÍA JURÍDICA Y FORENSE
Palabras clave: Ley de Eutanasia, valoración psicológica, informe pericial, psicólogo/a forense,
enfermedad mental, discapacidad, vulnerabilidad, espiritualidad, cuidados paliativos
59
LIBRO DE RESÚMENES. XIII CONGRESO (INTER)NACIONAL DE PSICOLOGÍA JURÍDICA Y FORENSE
MESAS DE EXPERTOS
En la Ley se señala expresamente que una persona no puede acceder a la muerte voluntaria
asistida por el solo hecho de haber sido diagnosticada con una enfermedad mental ni una
discapacidad. Se menciona al psiquiatra para valorar si puede decidir sobre enfermedad mental. No
menciona al profesional de la psicología.
6. Ley de Eutanasia de Nueva Zelanda. Aprobada el 13 de Noviembre de 2019, sometida
a referéndum en Octubre de 2020 y que está previsto entre en vigor el 6 de Noviembre de 2021.
La mención al psicólogo parece ser que se contempló, pero aparece borrada en la redacción
definitiva. Se significa la figura del psiquiatra para valorar si la persona es competente para decidir
sobre la muerte asistida.
Y como ocurre en Australia, se excluye expresamente a aquellos pacientes cuyo diagnóstico
es de enfermedad mental y discapacidad para acceder a la muerte voluntaria.
7. Ley Orgánica 3/21, de 24 de marzo, de Regulación de La Eutanasia en España
Recoge desde el principio (en el preámbulo) el sufrimiento psicológico presente en estas
personas que están padeciendo. Esta es la primera mención que se hace a la necesidad que tienen
de recibir alivio a ese sufrimiento si no se está proporcionando. Y posteriormente, en el artículo 3º
se habla de “sufrimiento físico o psíquico constante e intolerable para quien lo padece”. Se identifica
tanto un estado psicológico alterado, como una frecuencia continua y una intensidad alta, que habría
que valorar para determinar que así lo es. Por otro lado, en ese mismo artículo, se especifica otra
variable a tener en cuenta desde la psicología, ya que define la “situación de incapacidad de hecho”
como: la “situación en la que el paciente carece de entendimiento y voluntad suficiente para regirse
de forma autónoma, plena y efectiva por sí mismo”. Es decir, cuestiones que tienen que ver con
capacidades cognitivas y volitivas. Además, se regulan las Comisiones de Garantía y Evaluación
que existirán en todas las Comunidades Autónomas y cuya composición será es de carácter
multidisciplinar. Con un mínimo de 7 miembros, entre los que se incluye personal médico, de
enfermería y juristas. Pero no se incluye la figura del profesional de la psicología, a pesar de ser una
profesión reconocida, tanto en el ámbito sanitario como en el jurídico, para abordar la salud o
padecimiento mental y/o la capacidad o incapacidad. Señalar que se contempla en la Ley, como
parte primordial, la manifestación por escrito de la persona solicitante del deseo de morir dignamente
a través de la eutanasia o el suicidio asistido. Y en este punto, señalar que el mismo podría haber
recogido o recoger el Testamento vital o declaraciones anticipadas, de su intención de recibir
cuidados paliativos antes que la eutanasia o el suicidio asistido. Lo cual facilitaría la aplicación de la
eutanasia, pero dando prioridad a los cuidados paliativos multidisciplinares. A partir del análisis de
lo expuesto y con actitud de respeto al ser humano y a su dignidad, establecemos unas conclusiones
y unas propuestas.
Conclusiones
Realizando un análisis comparativo, después de identificar que tanto los aspectos médicos
relacionados con el dolor físico como los factores psicológicos, cobran una especial relevancia en
el proceso de morir y así es recogido en la regulación del derecho a la muerte digna, comprobamos
que únicamente Bélgica, incluye la figura del profesional de la psicología, y para aquellos casos en
los que el paciente solicitante sea un menor de edad.
Trasladándonos al ámbito español revisadas éstas, consideramos necesaria la presencia
del/la psicóloga en todas las Comisiones de Garantía y Evaluación y en el Comité de Ética
Asistencial, de cualquier región española. También en el Anteproyecto de Ley de los derechos y
garantías de las personas al final de su vida, de la Comunidad de Castilla y León, sobre el que se
está trabajando en la actualidad y en el que, desde el Colegio de Psicología se está argumentando
y solicitando nuestra inclusión.
Además, proponemos la implicación del profesional de la psicología en cuatro momentos o
de cuatro formas diferentes, durante el proceso en el que una persona puede manifestar que desea
morir:
1. En Atención primaria. Siendo derivado por el médico de familia al psicólogo/a sanitario/a
de referencia u otro a tal efecto.
60
LIBRO DE RESÚMENES. XIIIRESÚMENES.
LIBRO DE CONGRESO XIII
(INTER)NACIONAL DE PSICOLOGÍA
CONGRESO (INTER)NACIONAL DEJURÍDICA Y FORENSE
PSICOLOGÍA JURÍDICA Y FORENSE
Palabras clave: Ley Eutanasia, suicidio asistido, regulación legal, muerte digna, informe pericial
psicológico, valoración psicológica, cuidados paliativos
E-mail de contacto: mangelespg@cop.es
61
LIBRO DE RESÚMENES. XIII CONGRESO (INTER)NACIONAL DE PSICOLOGÍA JURÍDICA Y FORENSE
MESAS DE EXPERTOS
informada, expresa y reiterada en el tiempo por dicha persona, y que se lleva a cabo en un contexto
de sufrimiento debido a una enfermedad o padecimiento grave, crónico e imposibilitante o de
enfermedad grave e incurable causantes de un sufrimiento físico o psíquico intolerables y que no ha
podido ser mitigado por otros medios”.
Según se desprende de esta definición, las personas que solicitan la Eutanasia quieren
acabar con su vida para dejar de sufrir. También indica que esta petición ha de tomarse tras un
proceso de información y que conduce a manifestar expresa y reiteradamente su voluntad que ha
de ser por tanto libre y consciente. La libertad puede verse condicionada por influencias tanto
externas como internas entre los que podemos citar algunos trastornos mentales. Los trastornos
mentales, que tienen una gran prevalencia en la sociedad, pueden generar un gran sufrimiento y
mermar enormemente la calidad de vida de las personas. Algunos trastornos mentales pueden
comprometer o alterar la capacidad de juicio y las funciones psíquicas esenciales y por tanto
condicionar la toma de decisiones, limitando o anulando la voluntad de la persona haciéndola
especialmente vulnerable.
Los profesionales de la psicología que hemos atendido a personas que expresan su deseo
de morir o que ya han intentado en alguna ocasión atentar contra su vida, observamos que lo ven
como la única salida para acabar con el sufrimiento tan intenso que padecen. Es por esto, que
consideremos de gran importancia, que las personas que quieran solicitar la Eutanasia o el Suicidio
asistido deban ser valoradas previamente por un equipo multidisciplinar que haga una profunda
valoración psicológica y psiquiátrica, que permita llegar a la conclusión de si la persona es
plenamente consciente y libre para tomar esta decisión y no está siendo condicionada por una
patología subyacente susceptible de terapia.
Los datos revelan que existe una alta relación entre el intento de suicidio y la manifestación
de algún trastorno en Salud Mental: a nivel mundial mueren por suicidio al año más de 800.000
personas, según los datos obtenidos por la OMS; en España el suicidio es la primera causa de
muerte no natural; en el año 2017 fueron 3.679 personas fallecidas por suicidio, estas cifras superan
a los fallecidos en accidentes de tráfico. El suicidio asociado a trastornos mentales es una de las
principales causas de muerte en personas de 15 a 34 años. Los estudios han evidenciado que las
personas con Trastornos mentales son más susceptibles a tener ideación y tentativa suicida. El
estigma generado hacia las personas con patologías mentales les hace especialmente vulnerables,
y le dificulta el acceso al empleo, a la vivienda, etc. viéndose perjudicado su entorno social.
Entendiendo que existe una elevada relación entre el deseo de morir y los trastornos de
Salud Mental, cobra aún más fuerza, la necesidad de hacer una minuciosa evaluación de cada caso
por parte de expertos en salud mental, para poder así verificar si se han empleado todos los recursos
necesarios y existentes para ayudar a cada una de estas personas. Los individuos aquejados por
patologías mentales son personas que pueden sufrir un trastorno depresivo, trastorno bipolar,
trastorno obsesivo-compulsivo, esquizofrenia, adicciones, trastorno de personalidad, trastorno de
conducta alimentaria, entre otros, por tanto, son personas que se encuentran desesperanzadas e
incapaces de afrontar sus problemas, lo que les puede llevar a buscar una solución drástica. Ya
que, en muchos de estos trastornos, y debido a su sintomatología, existe el deseo de morir habría
que poner especial atención en examinar si el padecimiento de este trastorno mental pueda estar
condicionando de algún modo la petición de la eutanasia.
En septiembre de 2019, el Ministerio de Sanidad anunciaba la necesidad de incluir un
abordaje integral contra el Suicidio en el Plan de Estrategia de Salud Mental 2019-2024, ya que
consideran que “el suicidio y la tentativa de suicidio constituyen uno de los principales problemas de
salud pública en todo el mundo”. Con lo cual, resulta paradójico, que por un lado se haya aprobado
la Ley de Eutanasia, si lo comparamos con algo similar al suicidio asistido, y por otro lado se creen
planes de prevención del suicidio, para los enfermos de salud mental en todo caso.
Discusión
Los planes en Estrategias de Salud mental deberían, en efecto, ir destinados a prevenir,
detectar precozmente y abordar los problemas de salud mental que puedan llevar al suicidio, pero
62
LIBRO DE RESÚMENES. XIIIRESÚMENES.
LIBRO DE CONGRESO XIII
(INTER)NACIONAL DE PSICOLOGÍA
CONGRESO (INTER)NACIONAL DEJURÍDICA Y FORENSE
PSICOLOGÍA JURÍDICA Y FORENSE
nos parece que es igual de importante destinar los recursos necesarios a que las personas que han
de tomar la decisión frente a la Eutanasia, se les pueda prestar el tratamiento necesario para que lo
hagan libremente y no bajo la presencia de un padecimiento psicopatológico previo, ya que como
demuestra la evidencia científica, muchas de estas patologías son reversibles con los tratamientos
adecuados. En la actualidad, los recursos destinados a la prevención y tratamiento de la salud
mental son escasos e insuficientes. Son los pacientes, las familias y los profesionales en Salud
Mental los que llevan años pidiendo la incorporación de más profesionales de la psicología a la
Atención Primaria, para poder poner a disposición de las personas con Trastornos mentales más
especialistas que garanticen una ayuda inmediata, profesional y cualificada, para poder atender de
manera urgente y eficaz a todas estas personas que expresan su deseo de morir.
Conclusiones
Creemos que debemos asegurarnos de que cuando una persona solicita la Eutanasia, lo
hace siempre en los casos de ausencia de opciones de tratamiento que reduzcan el sufrimiento y
de que no lo hace bajo el padecimiento de un trastorno mental reversible que pueda alterar o anular
su capacidad de juicio, que esté contribuyendo a su deseo de morir. Entendemos que ha de
aplicarse con suma cautela en pacientes con trastornos mentales y por ello entendemos que es
necesario que debe ser evaluado por un equipo multidisciplinar de expertos en salud mental,
poniendo especial atención en hacer un análisis funcional de todas las variables internas y externas
que están motivando dicha petición. Por último, hay que poner al alcance de la persona previamente
a su decisión, todos los recursos necesarios capaces de mitigar su dolor mental y emocional.
La Organización Mundial de la Salud ha definido el cuidado paliativo como «el cuidado total,
activo, de los pacientes cuya enfermedad no responde al tratamiento curativo. Es fundamental el
control del dolor, de otros síntomas y de los problemas psicológicos, sociales y espirituales. El
objetivo del cuidado paliativo es la consecución de la mejor calidad de vida para los pacientes y las
familias» (1). La Sociedad Europea de Cuidados Paliativos, por su parte, lo define como «la provisión
de un cuidado total activo cuando la enfermedad no responde a tratamiento curativo. El cuidado
paliativo ni adelanta ni retrasa la muerte; proporciona liberación del dolor y de otros síntomas
molestos; integra los aspectos psicológicos y espirituales del cuidado, y ofrece un sistema de apoyo
para ayudar a la familia a hacer frente a la enfermedad del paciente y al duelo» (2). El Consejo de
Cuestiones Éticas y Jurídicas de la Asociación Médica Americana define la eutanasia como «el acto
de producir la muerte de una persona sufriente y desesperanzadamente enferma de una manera
relativamente rápida e indolora por motivos de compasión», y afirma que se produce un suicidio
asistido «cuando un médico facilita a un paciente la muerte al proporcionarle los medios y/o la
información necesarios para capacitar a dicho paciente para que realice un acto que acabe con su
vida» (3). La Comisión Estatal Holandesa sobre la Eutanasia definió la misma como «la terminación
intencional de la vida por alguien distinto al paciente a petición de éste», y el suicidio asistido como
«la ayuda intencional a un paciente para que acabe con su propia vida a petición del mismo» (4).
Hay tres formas de tratar la cuestión de la eutanasia: 1. rechazándola sobre la base de la
convicción en el principio del respeto a la vida; 2. considerar el respeto a la vida como de suma
importancia, pero justificándola cuando todas las demás medidas paliativas fracasan, y 3. aceptarla
63
LIBRO DE RESÚMENES. XIII CONGRESO (INTER)NACIONAL DE PSICOLOGÍA JURÍDICA Y FORENSE
MESAS DE EXPERTOS
como resultado de la libre elección de pacientes que no quieren vivir a través del sufrimiento y del
declive aun cuando el dolor pueda ser controlado (5). El Comité de Bioética de España propone los
cuidados paliativos frente a la eutanasia y el auxilio al suicidio. Propone la sedación paliativa frente
a casos específicos de sufrimiento existencial refractario. Lo hace en base a la buena praxis médica.
Indica específicamente que es por la “efectiva universalización de los cuidados paliativos y la mejora
de las medidas y recursos de apoyo sociosanitario” (6). Desde la SECPAL se defiende la postura
de que “No es posible hablar de atención digna ni de muerte digna, cuando no está garantizado que
las personas puedan decidir dónde, cómo y con quién morir, sólo el cuándo. Solo existirá una
verdadera libertad y un verdadero derecho a decidir, cuando existan en España unos cuidados
paliativos universales, homogéneos y eficaces para todos.
El Dr. Manuel González Barón, Jefe del Servicio de Oncología Médica del Hospital
Universitario La Paz y director honorario de la Cátedra de Oncología y Medicina Paliativa de la UAM.
lo expresa de la siguiente manera: “Actualmente en España no está garantizado ni el derecho a
tener una muerte sin dolor ni una muerte sin sufrimiento. La cobertura en España de Cuidados
Paliativos está alrededor del 50%. Se calcula que hay más de 150.000 pacientes con enfermedades
irreversibles, incurables y en situación terminal. La mitad de estos, es decir, entre 75.000 o casi
80.000, carecen de la oportunidad de morir en paz, ellos y sus familias. En la actualidad, en nuestro
país mueren más de 4000 pacientes cada mes sin haber podido recibir las ayudas sociales de la
dependencia y existe una evidente y clara falta de desarrollo de los Cuidados Paliativos y de una
estratificación en las estructuras sanitarias acorde a la atención paliativa desde los hospitales de
máximo nivel, a centros de salud y ambulatorios o atención domiciliaria”.
En la misma línea, el Dr. Jacinto Bátiz, director del Instituto para Cuidar Mejor Hospital San
Juan de Dios de Santurtzi, y secretario de la Comisión Central de Deontología de la OMC. “¿Nos
hemos preguntado alguna vez cuáles son las necesidades del enfermo cuando está llegando el final
de su vida? Si transformamos cada una de estas necesidades en un derecho estaremos ayudando
a vivir dignamente mientras llega su muerte. Tiene necesidad de que se le alivie el dolor y cualquier
otro síntoma molesto, por lo que se merece el derecho de que se le alivie el dolor. Tiene necesidad
de que se le apoye emocionalmente, por lo que se merece el derecho al apoyo psicológico. Tiene
necesidad de ser acompañado durante su etapa final, por lo que se merece el derecho a no morir
en la soledad no deseada. Tiene necesidad de satisfacer sus necesidades espirituales, por lo que
se merece el derecho a recibir el apoyo espiritual que él desee teniendo en cuenta sus creencias y
sus valores”.
Resultados
Por lo anteriormente expuesto, esta ley, tal como está planteada, sólo servirá para acortar
la vida de las personas, pero no garantizará que las personas con enfermedades avanzadas reciban
una atención integral y de calidad, hasta el final de su vida.
Discusión
Es necesario sustituir la figura de «Médico responsable» por la de «Equipo sanitario
responsable» constituido por al menos un médico, un psicólogo, un trabajador social y un agente
espiritual, de modo que la valoración no tenga en cuenta solo los aspectos físicos, sino también los
psicológicos, sociales y espirituales, como recomienda la Organización Mundial de la Salud.
Del mismo modo sucede con la figura del «Médico consultor» que debería sustituirse por «Equipo
sanitario consultor» que abarque las valoraciones médicas, psicológicas, sociales y espirituales
relevantes para cada caso. Por este mismo motivo, la «Comisión de Garantía y Evaluación» debería
estar constituida por al menos un médico, un psicólogo, un trabajador social y un agente espiritual,
para que verifiquen si, a su juicio, concurren los requisitos y condiciones establecidos para el
correcto ejercicio del derecho a solicitar y recibir la prestación de ayuda a morir.
64
LIBRO DE RESÚMENES. XIIIRESÚMENES.
LIBRO DE CONGRESO XIII
(INTER)NACIONAL DE PSICOLOGÍA
CONGRESO (INTER)NACIONAL DEJURÍDICA Y FORENSE
PSICOLOGÍA JURÍDICA Y FORENSE
65
LIBRO DE RESÚMENES. XIII CONGRESO (INTER)NACIONAL DE PSICOLOGÍA JURÍDICA Y FORENSE
MESAS DE EXPERTOS
66
LIBRO DE RESÚMENES. XIIIRESÚMENES.
LIBRO DE CONGRESO XIII
(INTER)NACIONAL DE PSICOLOGÍA
CONGRESO (INTER)NACIONAL DEJURÍDICA Y FORENSE
PSICOLOGÍA JURÍDICA Y FORENSE
Palabras clave: violencia de género, evaluación del riesgo de violencia, gestión del riesgo, Sistema
VioGén
67
LIBRO DE RESÚMENES. XIII CONGRESO (INTER)NACIONAL DE PSICOLOGÍA JURÍDICA Y FORENSE
MESAS DE EXPERTOS
permanente en mejorar los procedimientos y protocolos del Sistema VioGén (González, López-
Ossorio y Muñoz, 2018) para hacer frente a los casos denunciados de violencia de género y que
constituyen una de las ocupaciones prioritarias del Área en su conjunto. En este sentido, desde hace
varios años se está impulsando mejorar y ampliar los mecanismos de valoración y gestión del riesgo
de las víctimas de violencia de género. Este extremo se ha puesto de relieve en el Pacto de Estado
contra la Violencia de Género y recientemente en las recomendaciones europeas publicadas en la
Guía de European Institute for Gerder Equality (European Institute for Gender Equality -EIGE, 2019)
explicitando la necesidad de la coordinación multiagencias en la valoración del riesgo de estas
víctimas. En suma, en aras a dar una respuesta más eficaz a esta problemática se precisa de una
nueva estrategia multicéntrica en la que se destaca el importante papel que desempeñan los
operadores jurídicos, especialmente en lo referido a la actividad profesional de los Institutos de
Medicina Legal y Ciencias Forenses, así como los profesionales del ámbito penitenciario, tanto en
Procedimiento Ordinario como, de forma muy especial en Medio Abierto y Medidas Alternativas.
Los trabajos de supervisión y mejora de los formularios de valoración del riesgo son
continuos, y un ejemplo de ello es que a lo largo de los últimos años se han abordado nuevas
estrategias que, procedentes de los análisis pormenorizados de casos reales de homicidios u otros
de violencia muy grave, están permitiendo trabajar en la dirección que aconsejan tanto los
organismos internacionales como nacionales en lo referido a las mejores prácticas para hacer frente
a estos delitos tan graves desde el ámbito institucional. La actualización y modernización de estos
protocolos se sitúa en la valoración policial del riesgo de reincidencia, ampliando su capacidad
predictiva a supuestos de potencial letalidad, desarrollando y validando un nuevo Protocolo Dual,
VPR5.0 más una Escala-H; VPR5.0-H, (López-Ossorio, González-Álvarez, Loinaz, Martínez-Martínez,
y Pineda, 2020). Este Protocolo también es capaz de detectar supuestos en los que los menores
pueden encontrarse en distintas situaciones que comprenden un doble nivel de análisis, de
vulnerabilidad o de riesgo, permitiendo informar de ello a los operadores jurídicos para aconsejar y,
en su caso, establecer medidas concretas de protección de estos menores. Lo expuesto se traduce
y enmarca en el acometiendo desarrollos técnicos en todo lo referido a la Identificación, Evaluación
y Gestión del riesgo en el marco de un ambicioso enfoque de Gestión Integral y secuencial que
pretende ampliar las posibilidades de gestión de los casos mediante la incorporación de varias
instituciones relevantes que, como actores necesarios, mejorarían el conocimiento real y efectivo de
las circunstancias que inciden en la evolución de cada Caso. Las actuaciones e información
procedentes de estas fuentes tan destacadas se constituyen como un elemento central para
singularizar y actualizar las medidas de protección de la víctima e intentar evitar complejos
homicidios de mujeres (López-Ossorio, Carbajosa, Cerezo-Domínguez, González-Álvarez, Loinaz y
Muñoz-Vicente, 2018).
Con el objetivo de optimizar la información, El Sistema VioGén incorporó un Mecanismo de
Alerta Temprana denominado Sistema Supervisor de Procesos (SSP) que, mediante un proceso
automatizado integrado en VioGén, opera tanto “dentro” de cada Valoración (Intra) como “entre” las
distintas Valoraciones a lo largo del tiempo (Inter) y permite ir corrigiendo de forma automatizada
incoherencias/contradicciones entre indicadores de una misma valoración o entre unas valoraciones
y otras. Este Sistema también permite que la información de algunos indicadores esté conectada
con indicadores de la misma naturaleza de valoraciones posteriores, evitando el “desplome”
injustificado de los niveles de riesgo en sucesivas reevaluaciones. El SSP es el mecanismo que
conezca y da valor a la información procedente de las Valoración Forense del Riesgo, determinadas
actuaciones penitenciarias o alertas dirigidas a instituciones de ayuda y atención a las víctimas,
ajustando la información que sirve de base para las valoraciones de seguimiento del mismo Caso
que realicen los agentes policiales posteriormente.
El objetivo general es contribuir de manera decidida en seguir reduciendo la violencia de
género a través de mecanismos de prevención integrales optimizados a tal efecto que de manera
específica tengan un impacto en los feminicidios, otros episodios de violencia grave no letal,
procesos cronificados de multivictimización (Iverson, Litwack, Pineles, Suvak, Vaughn y Resick,
68
LIBRO DE RESÚMENES. XIIIRESÚMENES.
LIBRO DE CONGRESO XIII
(INTER)NACIONAL DE PSICOLOGÍA
CONGRESO (INTER)NACIONAL DEJURÍDICA Y FORENSE
PSICOLOGÍA JURÍDICA Y FORENSE
Palabras clave: VioGén, predicción del riesgo, gestión del riesgo, valoración policial del riesgo
E-mail de contacto: jjlo@interior.es
Introducción
El objetivo de este proyecto fue elaborar una Guía de Juicio Profesional Estructurado (JPE)
que sirva para complementar la evaluación del riesgo policial y ajustar mejor las estrategias de
gestión de los casos de mayor riesgo de reincidencia grave y letal. Este proyecto se enmarca dentro
de las recomendaciones internacionales en las valoraciones del riesgo de Violencia de Género
(VdG) en la pareja (López-Ossorio, Muñoz, Andrés-Pueyo y Pastor, 2021) y, en concreto, surge de
una propuesta de colaboración realizada desde la Secretaría de Estado de Seguridad con la APF.
El presente trabajo pretende ser de utilidad tanto para la evaluación del riesgo específica encargada
a los psicólogos forenses de las Unidades de Valoración Forense Integral (UVFI), como para la
aportación de estos en las valoraciones integrales de violencia de género elaboradas dentro de los
Institutos de Medicina Legal y Ciencias Forenses (IMLCF).
La predicción del riesgo de letalidad hacia la mujer, en este contexto, se torna una labor de
incuestionable necesidad, aunque no debemos olvidarnos de que, como predicción, pronóstico o
resultado medido en términos de probabilidad, estas valoraciones entrañan un margen de error
cuyas limitaciones plantean un escenario claramente controvertido en el contexto judicial,
precisamente por las consecuencias tan gravosas que una mala praxis puede generar sobre los
sujetos implicados. Para ello se deben utilizar instrumentos que permitan que la toma de decisiones
judiciales alcance el máximo equilibrio entre las garantías procesales del investigado y la efectiva
protección de la víctima.
Desde que se comenzase a hacer pronóstico de riesgo- allá por los años 80- hasta la
actualidad, la metodología de estudio sobre la predicción de la violencia ha sufrido grandes cambios,
habiéndose superado ya la metodología basada en el “ojo clínico”, para dejar paso al desarrollo de
métodos de predicción más sofisticados y sustentados en estudios empíricos. La convivencia entre
todos ellos, métodos actuariales y métodos basados en el juicio clínico o juicio profesional
estructurado, comienza a hacerse un hueco dentro del panorama científico-técnico de la evaluación
del riesgo, no habiendo duda alguna sobre la utilidad de los primeros, pero que en ningún caso
pueden sustituir al profesional en la toma de decisiones.
Esta Guía se encuadraría dentro de las herramientas de JPE que son las recomendadas
para evaluar el riesgo en el contexto forense, ya que permiten ajustar la valoración del riesgo a las
características idiosincrásicas de cada caso así como introducir los conocimientos de los
profesionales especializados que las utilizan, manteniendo como factores de riesgo los utilizados en
la herramienta actuarial utilizada por la policía VPRH5.0 por su validez empírica (López-Ossorio,
González-Álvarez, Loinaz, Martínez-Martínez y Pineda, 2021). Además, se añaden otras variables,
provenientes de la literatura clínica, tanto de los trabajos de intervención con maltratadores como
de mujeres en situación de riesgo o especial vulnerabilidad de retomar la relación tras la denuncia.
Como procedimiento de aplicación se han seguido los pasos recomendados en el uso de
estas herramientas (Loinaz, 2017): a) recopilación de información relevante sobre el caso; b)
valoración de la presencia/ausencia de los factores de riesgo en el caso concreto; c) selección de
los “factores críticos”; e) formulación de caso; f) escenarios de riesgo; g) estrategias de gestión; h)
asignación del nivel de riesgo al caso (bajo, moderado, alto). Además, para la formulación y
69
LIBRO DE RESÚMENES. XIII CONGRESO (INTER)NACIONAL DE PSICOLOGÍA JURÍDICA Y FORENSE
MESAS DE EXPERTOS
clasificación final se introduce la utilización del SAPROF (de Vogel et al., 2009, 2012) para introducir
los factores de protección que pueden equilibrar los factores de riesgo actuando como fortalezas y
contribuyendo al desistimiento de la acción violenta.
Por último, aunque hasta no hace mucho los niños, niñas y adolescentes (NNA) eran las
víctimas invisibles y olvidadas y no estaban reconocidos como víctimas directas dentro del contexto
de la violencia en la pareja, las últimas reformas legislativas, cumpliendo con las recomendaciones
europeas, han ido adaptándose a esta concepción del niño como sujeto activo y necesitado de una
especial protección, especialmente cuando se tienen que adoptar sobre él una serie de decisiones
sobre su custodia y relaciones con el otro progenitor. Por ello, se ha realizado una revisión de la
investigación en Familicidio para incluir claves que nos permitan detectar aquellos casos en los que
es necesario restringir y controlar los contactos paternofiliales, como indican las guías
internacionales (AFCC, 2016) y nacionales (CGPJ, 2021).
En definitiva, esta herramienta pretende detectar a los hombres con mayor probabilidad de
reincidir grave o letalmente contra su mujer y/o los hijos de ésta; detectar a las mujeres con más
probabilidad de retornar con el agresor a pesar de la denuncia y a los menores en riesgo de
convertirse en una extensión de la violencia hacia sus madres. Para cada uno de estos casos se
proponen mecanismos de gestión de riesgo concretos.
Metodología
La composición del grupo de trabajo se hizo a través de selección de miembros de la APF
con conocimientos y experiencia en la evaluación del riesgo y en la metodología científica (búsqueda
de literatura científica y valoración crítica de la misma).
El funcionamiento del grupo comenzó por establecer la organización del contenido de la
Guía (epígrafes sobre los que se estructuraría la información). Después se repartieron los
contenidos entre los distintos integrantes del grupo en función de sus conocimientos y preferencias.
Cada miembro del grupo realizó la revisión bibliográfica y el análisis crítico del material seleccionado.
Para el desarrollo de estas funciones, se elaboró un cronograma de entregas. Cada trabajo
individual fue revisado por el resto de los miembros del grupo.
Una vez elaborada la Guía se trasladó para su revisión a tres reconocidos expertos externos
en la materia. Finalmente se realizó una segunda revisión por otros miembros de la APF.
Palabras clave: violencia de género, evaluación del riesgo de violencia, factores de protección,
factores de vulnerabilidad, menores
E-mail de contacto: milagros.delcampo@justicia.es
Introducción
El Ministerio de Justicia elaboró en 2011 un Protocolo de valoración médico-forense urgente
del riesgo de violencia de género, ampliamente consensuado entre los profesionales, pero poco
solicitado por los operadores jurídicos. El Protocolo recomendaba la aplicación como prueba
complementaria de la Escala de Predicción del Riesgo Grave de Violencia contra la Pareja (EPV-R)
elaborada por Echeburúa, Amor, Loinaz y De Corral (2010). Desde 2011 hasta ahora se han
desarrollado nuevos estudios científicos sobre la valoración del riesgo (VR) lo que, unido a la
experiencia adquirida en su aplicación, a la generalización de la actividad de las Unidades de
Valoración Forense Integral (UVFI) y a las medidas del Pacto de Estado contra la Violencia de
Género (PEVG), recomendaban una revisión y actualización. En este contexto, se elaboró en 2020
un nuevo protocolo de valoración forense urgente del riesgo en VG por parte del Comité Científico-
70
LIBRO DE RESÚMENES. XIIIRESÚMENES.
LIBRO DE CONGRESO XIII
(INTER)NACIONAL DE PSICOLOGÍA
CONGRESO (INTER)NACIONAL DEJURÍDICA Y FORENSE
PSICOLOGÍA JURÍDICA Y FORENSE
Técnico del Consejo Médico Forense. Se plantea como un instrumento que permita elaborar
informes sólidamente sustentados que den al profesional seguridad en la toma de decisiones y que
ayuden al objetivo final, una mejor protección de las víctimas. Presenta como principal novedad la
recomendación de uso, como herramienta actuarial, del formulario “Valoración Forense del Riesgo
(VFR)” del sistema de seguimiento integral de los casos de violencia de género (VioGén). Se facilita,
además, su cumplimentación mediante el acceso al sistema VioGén por parte del personal de los
Institutos de Medicina Legal y Ciencias Forenses (IMLCF).
Como consecuencia de la Instrucción número 4/2019 de la Secretaria de Estado de
Seguridad del Ministerio del Interior aparecen las llamadas diligencias de “caso de especial
relevancia”, así como las que afectan a menores en situación de vulnerabilidad y/o en situación de
riesgo, que conllevan que se genere una diligencia automatizada que recomienda la práctica de
evaluaciones forenses adicionales para complementar la valoración policial y, en su caso,
determinar las medidas de gestión del riesgo más pertinentes. Esta circunstancia puede repercutir
en la actividad de los IMLCF ya que puede generar solicitudes automáticas de valoraciones forenses
urgentes del riesgo.
Partiendo de esta nueva situación no parecía lógico que no hubiera un intercambio de
información entre instituciones directamente implicadas en la valoración del riesgo como los Fuerzas
y Cuerpos de Seguridad del Estado y los IMLCF. Entre los principios rectores del nuevo protocolo
está el uso preferente de la VFR. La VFR asienta dentro del sistema VioGén. Su uso conlleva no
solo el referido intercambio de información, sino que además ha implicado que se hayan arbitrado
medidas para facilitar el acceso al sistema VioGén desde los IMLCF, ya que, hasta la publicación
del nuevo protocolo, el acceso no era posible en muchos IMLCF.
Conclusiones
Este nuevo protocolo da impulso a las medidas del PEVG que persiguen mejorar la
protección y la respuesta institucional a las víctimas, ya que promueve la comunicación,
coordinación y el trabajo en red entre diferentes instituciones y agentes intervinientes y además
maximiza el uso de los recursos disponibles.
Los profesionales de los IMLCF se enfrentan a un reto de indudable trascendencia al que
darán respuesta con la profesionalidad que les caracteriza. El uso del nuevo protocolo y su
interrelación con el sistema VioGén se consolida como un nuevo enfoque cuya finalidad es contribuir
a la función que tienen los profesionales forenses a la hora de asesorar a los operadores jurídicos
en la toma de decisiones sobre la adopción y mantenimiento de las medidas judiciales de protección
de las víctimas. Sin embargo, esta utilidad dependerá de que las autoridades judiciales soliciten más
habitualmente la VR en violencia de género, poco demandada en la actualidad y de que desde los
IMLCF seamos capaces de dar una respuesta eficaz.
Palabras clave: evaluación del riesgo de violencia, valoración forense del riesgo, Sistema VioGén,
protocolo valoración forense del riesgo
E-mail de contacto: marpastorbravo@gmail.com
71
LIBRO DE RESÚMENES. XIII CONGRESO (INTER)NACIONAL DE PSICOLOGÍA JURÍDICA Y FORENSE
MESAS DE EXPERTOS
de Seguridad para el intercambio de información respecto a las personas condenadas que están
bajo su responsabilidad. En concreto, en el ámbito de la privación de libertad, desde el año 2016 se
transfiere información entre VioGén y el sistema informático que gestiona las penas de prisión (SIP).
Por una parte, cada vez que se graba una nueva alta en el SIP (interno nuevo que ingresa a cumplir
condena en prisión), el sistema detecta si está dado de alta en VioGén. Si es así, a partir de ese
momento el SIP hará una transferencia a veces inmediata y a veces periódica de datos que tengan
que ver, fundamentalmente, con salidas del establecimiento penitenciario por parte del interno. El
objetivo es que esta información sea tenida en cuenta en las valoraciones del riesgo que realiza
VioGén y se determinen las actuaciones policiales pertinentes en función de dichas valoraciones del
riesgo. Por ejemplo, se informa de ingresos y salidas de prisión, permisos de salida, salida por tercer
grado, por libertad condicional, si el penado recibe nuevas causas, etc.
En la actualidad se está trabajando en una nueva vía de colaboración respecto a las
personas privadas de libertad, en concreto respecto a las mujeres víctimas que aparecen en el
sistema. La finalidad es que cada vez que se grabe un nuevo caso de interna en el SIP, VioGén
avise de si está presente en el sistema como víctima de violencia de género. Esta información será
importante a la hora de gestionar comunicaciones, permisos de salida e intervenciones específicas
que puedan requerir estas mujeres. Sin embargo, la administración penitenciaria no es competente
solamente respecto a la pena privativa de libertad, sino que ejecuta también más de 100.000 casos
al año de penas y medidas comunitarias, de las cuales un 37% son casos de violencia de género
(siendo un 65% si solo se tienen en cuenta las suspensiones de condena). Desde el año 2008, el
personal que trabaja con las personas sometidas a una medida alternativa tiene la opción de entrar
en VioGén para consultar información respecto a los penados y, de esta manera, poder definir más
adecuadamente el plan de tratamiento que se realiza con ellos durante el cumplimiento de la pena.
En la actualidad, se han definido dos nuevas vías de colaboración entre el sistema VioGén
y la información de la que dispone Instituciones Penitenciarias respecto a los hombres condenados
a una medida alternativa a la prisión. Por una parte, se están llevando a cabo las actuaciones
necesarias para integrar los sistemas VioGén y SISPE (sistema informático encargado de gestionar
las medidas alternativas). El objetivo es informar, respecto a los hombres que están realizando
programas de tratamiento en el ámbito comunitario como parte de su medida alternativa, de cuándo
inician y cuándo finalizan el programa, así como de las posibles incidencias a lo largo del desarrollo
del programa. Esta información será relevante para las valoraciones del riesgo de reincidencia de
estos penados que realiza el sistema VioGén ya que se ha demostrado que los hombres que siguen
y finalizan íntegramente los programas de tratamiento tienen un riesgo de reincidencia menor,
mientras que los que abandonan o no finalizan tienen un riesgo mayor. Por otra parte, dentro del
sistema VioGén se ha habilitado una sección para que los y las terapeutas que realizan tratamiento
con los hombres condenados en la comunidad, puedan informar de posibles vicisitudes a lo largo
del desarrollo del programa que sean de interés de cara a la valoración del riesgo. En concreto, se
han definido 8 tipos de anotaciones que podrán realizar en cualquier momento del programa de
tratamiento:
Se identifica alguna circunstancia o situación que puede suponer un riesgo hacia la víctima
Se identifican conductas de control y/o acoso hacia la víctima
Se identifica la presencia de ideación suicida
Se identifican intentos de suicidio
Se identifica inestabilidad emocional y/o conductual derivada del consumo de alcohol o
tóxicos
Se detecta un agravamiento de la sintomatología psiquiátrica
Se identifica agravamiento de la inestabilidad emocional o comportamientos impulsivos
Presencia de comportamientos hostiles hacia profesionales u otras personas
Estos ítems han sido definidos en una Guía de procedimiento elaborada entre la Secretaría
de Estado de Seguridad y la Secretaria General de Instituciones Penitenciarias. El colectivo de
profesionales que van a realizar estas grabaciones ha recibido formación al respecto. Estas
vicisitudes se grabarán en el apartado “Anotaciones VioGén” que facilita el intercambio inmediato e
72
LIBRO DE RESÚMENES. XIIIRESÚMENES.
LIBRO DE CONGRESO XIII
(INTER)NACIONAL DE PSICOLOGÍA
CONGRESO (INTER)NACIONAL DEJURÍDICA Y FORENSE
PSICOLOGÍA JURÍDICA Y FORENSE
Palabras clave: violencia de género, evaluación del riesgo, gestión del riesgo, medidas de
protección
E-mail de contacto: laura.negredo@dgip.mir.es
73
LIBRO DE RESÚMENES. XIII CONGRESO (INTER)NACIONAL DE PSICOLOGÍA JURÍDICA Y FORENSE
MESAS DE EXPERTOS
Introducción
En el ámbito comunitario, la violencia de género se ha relacionado con unas tasas más
elevadas de victimización previa, consumo de drogas, alteraciones psicopatológicas, baja
autoestima, y dificultades para manejar las emociones (Dutton, El-Khoury, Murphy, Somberg y Bell,
2005; Gleason, 1993; Pico-Alfonso, 2006; Villacencio y Sebastián, 1997). Los estudios llevados a
cabo para conocer qué es lo que explica los problemas de salud mental de las mujeres maltratadas
en el ámbito comunitario han señalado que una variable explicativa relevante es la dificultad para
regular las emociones (Ivenson, Shenk y 2009) Diversas investigaciones revelan que más del 50%
de las mujeres presas (algunos estudios llegan a situar la tasa en torno al 80%) han sido víctimas
de violencia de género (Cruells, Torrents, Cruells y Igareda, 2005). Por otro lado, se ha señalado
los procesos de victimización previa como un factor de riesgo más significativo en mujeres que en
hombre para la comisión de delitos violentos (para revisión, ver: Loinaz, 2016).
Pese a que los trabajos realizados en prisión también muestran las repercusiones
psicológicas que tiene el maltrato en las mujeres presas (Zust, 2009; O'Keefe,1998), no hay ningún
estudio que se centre en los mecanismos subyacentes que expliquen este fenómeno. Con el
presente estudio se pretende visibilizar la violencia de género de las mujeres presas, explorando
además su ajuste psicológico y las variables que inciden en el mismo.
Método
La muestra estuvo compuesta por 96 internas del Centro Penitenciario de Madrid I, de las
cuales 49 informaron ser víctimas de violencia de género y otras 47 refirieron no presentar episodios
74
LIBRO DE RESÚMENES. XIIIRESÚMENES.
LIBRO DE CONGRESO XIII
(INTER)NACIONAL DE PSICOLOGÍA
CONGRESO (INTER)NACIONAL DEJURÍDICA Y FORENSE
PSICOLOGÍA JURÍDICA Y FORENSE
Resultados
En relación a las variables sociodemográficas medidas, no se han encontrado diferencias
entre los grupos de mujeres maltratadas (n = 49) y no maltratadas (n = 47) para ninguna variable (p
> .05): Edad (t(94) = 0,35; p = ,729), origen de nacimiento (χ2 (1) = 0,14; p = ,706), nivel de estudios
(χ2 (1) = 0,16; p = ,692) y estado civil (χ2 (2) = 0,142; p = ,706).
Se observaron diferencias significativas en el tipo de delitos, pues las mujeres víctimas de
violencia de género tienen más delitos contra las personas (χ2 (3) = 7.714; p = .05). Por otro lado, y
en relación a los procesos de victimización previa, las víctimas de violencia de género son quienes
sufren más procesos de polivictimización (χ2 (1) =9,301; p = ,01). En cuanto a las variables
psicológicas, se encontraron diferencias entre los grupos de mujeres víctimas de violencia de género
y no víctimas para las siguientes variables (p < .05)
Sintomatología psicológica: obsesión (t(94) = 2,58; p = ,01), Sensibilidad Interpersonal (t(94)
= 3,44; p < ,01), depresión (t(94) = 2,98; p < ,01), Ansiedad (t(94) = 3,06; p < ,01), hostilidad
(t(72,07) = 3,07; p < ,01), ansiedad fóbica (t(82,07) = 2,20; p = ,03), ideación paranoide
(t(74,99) = 3,09; p = ,03), psicoticismo (t(94) = 2,17; p = ,03), y la variable global desajuste
psicológico (t(94) = 3,27; p = ,03).
Autoestima (t(94) = 1,95; p = ,05)
Regulación emocional: atención (t(94) = 2,19; p = ,03) , aceptación (t(83,52) = 2,52; p = ,01)
y variable global (t(82,57) = 2,88; p = ,01).
Adicionalmente, se examinó mediante análisis de mediación si las mujeres víctimas de
violencia de género presentaban más alteraciones psicopatológicas porque tenían más problemas
de regulación emocional. Se comprobó que el efecto de la violencia de género sobre el desajuste
psicológico fue significativo (β= ,38, p = ,003) y el efecto de la desregulación emocional en el
desajuste psicológico también (β=.48, p = ,000). Cuando se introdujo la mediadora (desregulación
emocional), el predictor (ser víctima de violencia de género) dejó de ser significativo para explicar el
desajuste psicológico (β=.19, p =,093) y el efecto indirecto fue significativo, IE= −0.19, 95% CI:
[−0,37 - −0,04].
Conclusiones
Los resultados ponen de manifiesto que las mujeres víctimas de violencia de género
presentan delitos más violentos, tasas más elevadas de procesos de victimización previa y más
desajuste psicológico. Lo que explica que el desajuste psicológico sea mayor son las dificultades
de regulación emocional. De cara a mejorar la salud mental de las mujeres maltratadas y además
intentar disminuir la probabilidad delitos violentos, desde la Administración Penitenciaria se debe
apostar por una intervención psicológica específica, que trabajen las habilidades emocionales y los
procesos victimización previa.
Palabras clave: prisión, mujer, violencia de género, victimización previa, regulación emocional
Email- de contacto: sandra.chiclana@dgip.mir.es
75
LIBRO DE RESÚMENES. XIII CONGRESO (INTER)NACIONAL DE PSICOLOGÍA JURÍDICA Y FORENSE
MESAS DE EXPERTOS
Introducción
Entre los retos de la atención a mujeres presas se ha descrito una elevada prevalencia de
historias de victimización, especialmente por parte de parejas o de tipo sexual, y más prevalente en
autoras de delitos violentos (Loinaz, 2014, 2016; Loinaz y Andrés-Pueyo, 2017). La historia de
victimización en mujeres presas es significativamente más prevalente que en la población general.
Tal es la relación entre victimización y delincuencia femenina que los modelos de análisis
criminológico señalan la victimización en ellas como uno de los principales factores de riesgo, tanto
para el inicio como para el mantenimiento de la actividad delictiva. La presente comunicación
describirá una aproximación empírica al estudio de la historia de victimización en una muestra de
mujeres presas en Cataluña y a la conexión entre la presencia de victimización y distintas variables
de interés terapéutico y de evaluación del riesgo.
Método
Este trabajo describe los resultados de una muestra de 78 mujeres presas en Cataluña, a
las que se aplicó un protocolo de evaluación que incluyó el autoinforme de la historia de victimización
en diferentes formas de violencia (Loinaz, 2020), dos screening de salud mental Kessler
Psychological Distress Scale (K-10; Kessler et al., 2002, traducción de Alonso, Martinez-Aceituno,
Codony, Haro, Pinto-Meza) y Global Health Questionnaire (GHQ-12; Golberg, 1978; traducción Lobo
y Muñoz, 1996), el Inventario de Evaluación de la Personalidad (PAI, Morey, 1991; Ortiz-Tallo,
Santamaría, Cardenal, y Sánchez, 2011), la Escala de Autoestima (Rosenberg, 1965), la escala de
apego Experience in Close Relationships – versión breve (ECR-RS; Fraley et al., 2011, traducida
para este estudio) y la escala impulsividad de Barrat -versión breve- (BIS-15, Spinella, 2007). Todas
las internas participaron de forma voluntaria, previa firma del consentimiento informado. La
evaluación se llevó a cabo por parte del autor del estudio, estando en todo momento presente para
resolver dudas y acompañar a las internas en el autoinforme de cuestiones sensibles y que en
algunos casos generó malestar.
Resultados
Los resultados mostraron una prevalencia de victimización significativamente superior a la
de la población general. La presencia de cualquier forma de victimización alcanzó el 86% y un 78%
afirmó haber sufrido algún tipo de violencia de pareja (63% física, 61% psicológica, 24% económica,
y 27% sexual). Respecto a formas de violencia distintas a las de pareja, el 47% habría sufrido
violencia física, el 49% violencia psicológica y el 39% violencia sexual. La polivictimización (sufrir
distintas formas de violencia -sexual, VCP, infancia, etc.-) estaba presente en un 18% cuando se
trataba de dos formas de violencia y en el 23% cuando eran tres formas. La victimización sexual se
padece mayoritariamente en la infancia (58%) y la adolescencia (71%) principalmente a manos de
familiares y conocidos. Un 52% de las mujeres informó de violencia autodirigida: el 19% había
pensado en el suicidio, el 27% tenía al menos un intento de suicidio y un 17% se había
autolesionado. El 68% había tenido conflictos en prisión: un 42% con compañeras, un 22% con
funcionarios, un 14% había agredido a compañeras y el 30% habían sido agredidas por sus
compañeras.
Los indicadores de malestar psicológico durante el último mes (K10 y GHQ12) mostraron
puntuaciones superiores a las de la población general, para los puntos de corte nacionales (62%
puntuación ≥ 3; Reig-Ferrer, Cabrero-García y Lizán-Tudela, 2009) y para el sistema de corrección
internacional del GHQ12 (32% puntuación ≥ 20: Cornelius, Groothoff, van der Klink y Brouwer,
2013). Sin embargo, no mostraron diferencias entre las mujeres con historia de victimización y sin
ella. Esto se debió al elevado nivel de malestar psicológico general en toda la muestra. La sola
presencia de victimización no ofreció diferencias significativas en las escalas clínicas, pero sí la
76
LIBRO DE RESÚMENES. XIIIRESÚMENES.
LIBRO DE CONGRESO XIII
(INTER)NACIONAL DE PSICOLOGÍA
CONGRESO (INTER)NACIONAL DEJURÍDICA Y FORENSE
PSICOLOGÍA JURÍDICA Y FORENSE
Discusión
La elevada sintomatología o malestar psicológico general en la muestra en conjunto no se
pudo relacionar con la victimización codificada de forma dicotómica. La prevalencia de los síntomas
del trastorno mental en el PAI (con elevaciones clínicas) no se consideró tan alta, por lo que el
malestar durante el último mes podría deberse a las circunstancias que rodearon la estancia en
prisión (reciente admisión, libertad cercana, evolución de la prisión) y no a un trastorno. En este
sentido, las pruebas de detección de K10 y GHQ12 diagnosticarían en exceso la posibilidad de
trastorno mental. Las variables descritas y relacionadas con la victimización son de especial interés
para diseñar objetivos terapéuticos y programas centrados en el trauma, incluso pueden afectar a
la evolución dentro de los programas o la vinculación terapéutica.
Introducción
La vida de las mujeres está marcada por determinados factores de discriminación social
anteriores a su encarcelamiento. Como puede ser el alto porcentaje de mujeres que vivían en
situaciones de pobreza, provenientes de familias desestructuradas, muchas de ellas son cabeza de
familia monoparental, con alta tasa de natalidad y maternidad precoz, lo que conlleva cargas y
responsabilidades en el ámbito familiar, con hijos/as e incluso personas dependientes a cargo, que
les obliga a abandonar los estudios, presentando dificultades el mantenimiento de la unidad familiar
y su sostenimiento económico (Yagüe, 2007). Estos factores pudieron tener una fuerte incidencia
en la comisión del delito y se agravan irremediablemente con el ingreso en prisión.
Algunas de estas mujeres además de transgredir la Ley, han incumplido determinadas
“normas” de género culturales (por ej. en el caso de mujeres de etnia gitana) por lo que se
encuentran ante una doble sanción social, que les puede generar estigmatización y marginación,
con las dificultades que tendrán de cara a su futura reincorporación socio familiar. Además, las
mujeres han padecido procesos de victimización antes de su entrada en prisión (80% padecido
situaciones de violencia), y hay una mayor incidencia de enfermedad mental grave que en los
hombres y mayor severidad en mujeres drogodependientes. Aunque el ingreso en prisión, para
cualquier persona supone una gran incertidumbre y elevada ansiedad ante una situación,
generalmente desconocida, y que implica la ruptura con el entorno y las relaciones socio familiares,
cobra especial atención en el caso de las mujeres.
En esta ponencia, se expondrá brevemente las necesidades específicas que presentan las
mujeres a su ingreso en prisión y un modelo de intervención en un centro de mujeres.
77
LIBRO DE RESÚMENES. XIII CONGRESO (INTER)NACIONAL DE PSICOLOGÍA JURÍDICA Y FORENSE
MESAS DE EXPERTOS
Los delitos contra las personas que, aunque representan una minoría (13%), requieren en
estos casos un abordaje específico, atendiendo a todos los factores presentes en su etiología y la
gravedad que representan. Hay que destacar dentro de esta tipología, por el sufrimiento que supone
y la alarma social, los parricidios en mujeres con enfermedad mental grave, y asociados en algunas
ocasiones a una situación de postparto ya que, en estos casos, además de los múltiples factores de
vulnerabilidad, se suma el proceso de judicialización que una vez en prisión agrava esta situación
de vulnerabilidad, tan necesaria de abordar de forma específica.
Por todo lo expuesto anteriormente, la mujer a su ingreso en prisión suele presentar un
estado de ansiedad, impotencia, incertidumbre y sentimientos de culpa por las cargas familiares que
han dejado fuera, al ser la persona principal como cabeza de familia (menores a cargo o personas
dependientes). Desde esta perspectiva y para atender de forma específica estas situaciones se creó
un módulo de ingresos/adaptación, con menor número de internas, para facilitar la adaptación
penitenciara y conseguir una adecuada separación interior. En este módulo conviven además de las
mujeres que acaban de ingresar en prisión, internas de apoyo y aquellas mujeres que necesiten un
periodo de estabilización y acompañamiento en su vida diaria (p.ej. mujeres con enfermedad mental
grave, mujeres en protocolo de prevención de suicidio). El objetivo es poder ir adaptándose al medio
penitenciario sin suponer un agravamiento mayor ante este periodo de inestabilidad emocional, a la
vez que cada profesional del equipo técnico puede atender específicamente sus necesidades y
conocerla mejor de cara al diseño de su programa individualizado de intervención.
Con la finalidad, de realizar una adaptación progresiva a los módulos de respeto que existen
en el centro penitenciario, adecuándolo a las necesidades específicas de cada mujer, derivándolas
posteriormente al nivel más adecuado de exigencia (Nivel 1 y 3). La primera preocupación que suele
manifestar una mujer a su ingreso en prisión es la necesidad de poder ponerse en contacto con su
familia y saber el estado de sus hijos e hijas y personas dependientes a cargo. En estos primeros
momentos, cobra gran relevancia el papel de trabajo social (p.ej. tutelas, rupturas familiares,
situaciones de desprotección) y profesionales que les ayuden a gestionar esta inestabilidad
emocional y estado de ansiedad, además de poder permanecer en un espacio normalizado de
convivencia. Especial relevancia cobra el acompañamiento por otras mujeres (internas de apoyo)
para facilitar la transición al ámbito penitenciario y la comprensión y empatía hacia situaciones
similares que han compartido. La permanencia mínima en el módulo era de una semana sin una
duración máxima, ya que se iba adaptando a las necesidades específicas de cada mujer. La
intervención era multidisciplinar donde se creó un equipo de ingresos con la presencia además de
los profesionales del equipo técnico de funcionarios/as de vigilancia. Una vez a la semana se reunían
junto con la subdirectora de tratamiento para valorar la adaptación de cada mujer a la prisión y
valorar el módulo más adecuado a su perfil y necesidades.
Tras la experiencia en este módulo cabe destacar la necesidad de crear este espacio de
acompañamiento progresivo al medio penitenciario sobre en los casos de mayor riesgo y
vulnerabilidad como son:
Mujeres monoparentales, con hijos menores que su ingreso puede suponer la
tramitación de una acogida o tutela. Esta preocupación se incrementa durante su ingreso
en prisión, si además el menor es adolescente, por atribuirse la responsabilidad de
protección ante situaciones de mayor riesgo o vulnerabilidad.
Mujeres extranjeras, que son detenidas en España con sus hijos/as y no tienen familiares
ni persona allegadas que puedan acogerle.
Mujeres con enfermedad mental grave, que al ingreso presentan una gran inestabilidad
emocional y conductual.
Casos minoritarios, aunque muy relevantes por el sufrimiento que supone y la alarma
social generada, como son las mujeres que cometen un asesinato a su hijo/a.
Generalmente con enfermedad grave, provenientes de una unidad psiquiátrica previa al
ingreso en prisión. En estos casos, tras un corto espacio de tiempo en enfermería con la
atención médica necesaria para su estabilización, e inclusión en protocolo de prevención
de suicidios, el paso a este tipo de módulo con un acompañamiento optimizó la
78
LIBRO DE RESÚMENES. XIIIRESÚMENES.
LIBRO DE CONGRESO XIII
(INTER)NACIONAL DE PSICOLOGÍA
CONGRESO (INTER)NACIONAL DEJURÍDICA Y FORENSE
PSICOLOGÍA JURÍDICA Y FORENSE
Conclusiones
Queda patente que existen diferencias evidentes entre los hombres y las mujeres presas, y
que estas viven su encarcelamiento de forma diferente, siendo necesario dar importancia al mayor
sufrimiento que provoca su ingreso en prisión al entender que están desatendiendo sus obligaciones
familiares y la separación de sus hijos/as. Sufrimiento generado por los roles de género atribuidos
a la mujer y su responsabilidad en la maternidad. Cabe destacar, la necesidad de atención
específica, desde el primer momento, de mujeres que al ingreso presentan inestabilidad grave o
mayor vulnerabilidad como son los casos expuestos anteriormente.
Introducción
Las drogas representan un fenómeno social, económico, político, cultural, etc. de grandes
dimensiones y, a la vez, es una cuestión que el sistema de justicia condena todo el circuito de la
cadena de producción, fabricación, distribución, venta y control de mercados. Asimismo, en cuanto
a los consumos se distinguen patrones y características en función del género, entendiéndose el
enfoque de género como una perspectiva crítica, teórica y metodológica, que permite analizar y
señalar la inequidad en distintos aspectos de las vidas de las mujeres (Romo, 2010), en este caso
relacionado a las sustancias. Así, se hallan notables diferencias entre hombres y mujeres en las
formas en que consumen las sustancias, en la evolución de las adicciones, en las dosis y cantidades
consumidas, en los patrones de uso, en los rasgos psicopáticos, etc. (Rekalde y Vilches, 2003;
Villagrá, et al., 2011) y, son recientes los estudios que pretenden analizar desde esta perspectiva el
problema de las drogodependencias, y en prisión éstos son más escasos. En este trabajo se analiza
el fenómeno de las drogodependencias en las mujeres condenadas a prisión, al igual que las drogas
como motivo de delito, los distintos factores de riesgo y los procesos de intervención orientados al
tratamiento e intervención con miradas socioeducativas y de género.
Método
La investigación cuenta métodos cualitativos como cuantitativos, en dos muestras
representativas de mujeres, en el marco de dos proyectos nacionales (N=538 en medio ordinario –
MUDRES 17% de la población total femenina- y, N=310 en medio abierto – REINAC 31% de la
población femenina-). El proceso de muestreo se realizó en dos etapas, una primera en torno a la
79
LIBRO DE RESÚMENES. XIII CONGRESO (INTER)NACIONAL DE PSICOLOGÍA JURÍDICA Y FORENSE
MESAS DE EXPERTOS
Resultados y discusión
Los niveles de consumos en ambos proyectos son claros, en medio ordinario la relación
problemática con las drogas antes del ingreso en prisión fue del 60.6%, siendo las AA el 55.4% de
las mujeres (Añaños, 2017; Añaños y García-Vita, 2017); mientras, en medio abierto es del 23,2%
(Galán, Ramos, Turbi y Añaños, 2021). Se observa en el momento de la investigación, en medio
ordinario, tras un periodo de permanencia en prisión, un cambio de perfil hacia EX y PMM; por su
parte, en medio abierto el perfil actual mayoritario es NA y a gran distancia las EX. También, se
identifica el delito “contra la salud”, que en su mayoría refiere al tráfico de drogas, como el delito
principal; así como se halla relación con la reincidencia delictiva Chi-cuadrado p-valor <0.05
(MUDRES 31.6% y REINAC 24.5%) (Añaños, Nistal y Moles, 2021). En cuanto a la salud mental, el
59,7% (REINAC) de las 72 adictas analizadas sólo 14 (19,4%) tienen un diagnóstico de salud
mental, además de la adicción, considerándose éstas las que presentan una patología dual.
Igualmente, se determina una asociación positiva significativa entre haber consumido alguna
sustancia y haber consumido alguna vez tranquilizantes recetados, y tiene un cociente de ventajas
de θ=4,875, que indica que la probabilidad de consumir tranquilizantes recetados casi 5 veces
superior en las consumidoras que en las no consumidoras.
Queda patente que el consumo de drogas es uno de los factores significativos en los
procesos delictivos, en la exposición a situaciones de riesgo y en la comisión de delitos y la
reincidencia. Las situaciones que rodean las dificultades de la salud mental, los efectos del consumo
de sustancias y la problemática del narcotráfico, representan limitaciones o conflictos en la persona,
en sus entornos y en sus procesos de preparación para la libertad e reinserción social, para lo cual
es importante la identificación temprana y los consecuentes diagnósticos. Todo esto pone de relieve
la urgencia y necesidad de implementar programas que aborden de forma integral estas cuestiones,
que vayan más allá de una atención medicalizada o de corte exclusivamente
psicológica/psiquiátrica, poniendo énfasis en los procesos terapéuticos y la intervención con
enfoques socioeducativos y de género, orientados a la prevención de las recaídas y de la
reincidencia.
Introducción
Las mujeres que cumplen condena en prisión son una minoría con respecto a los hombres
debido a la baja prevalencia de comisión de delitos a manos de mujeres. Sin embargo, la institución
penitenciaria considera necesario visibilizar a las mujeres dentro de prisión, prestando atención a
sus necesidades, intereses y a los recursos específicos que pueda precisar este colectivo. Respecto
al perfil criminológico de las mujeres en prisión con datos actualizados a febrero de 2021, más del
60% de las mujeres encarceladas en España lo son por delitos contra el patrimonio y orden
socioeconómico, y delitos contra la salud pública. El porcentaje de mujeres que cumplen condena
80
LIBRO DE RESÚMENES. XIIIRESÚMENES.
LIBRO DE CONGRESO XIII
(INTER)NACIONAL DE PSICOLOGÍA
CONGRESO (INTER)NACIONAL DEJURÍDICA Y FORENSE
PSICOLOGÍA JURÍDICA Y FORENSE
por delitos de homicidio es de un 9.6% situándose por detrás los delitos de lesiones con un
porcentaje del 3.4%. A pesar de esta baja tasa de incidencia, son delitos que tienen una gran
repercusión a nivel social.
De forma general, podemos diferenciar dos tipos de mujeres que presentan conducta
violenta en las prisiones: mujeres que han cometido un delito violento como asesinato, lesiones,
agresiones, etc.; y mujeres que presentan conducta violenta tanto dentro como fuera de la prisión.
Analizaremos un caso que representa de forma muy descriptiva el perfil de mujer con conducta
violenta en prisión. Si bien no podemos generalizar las conclusiones extraídas en este caso al resto
de la población penitenciaria, sí nos puede llevar a una reflexión acerca de las estrategias de
intervención más adecuadas para el tratamiento de la mujer delincuente.
Metodología
La metodología empleada se basa en el análisis de un caso de una mujer que presenta
conducta violenta de forma generalizada, tanto dentro como fuera de prisión. Los procedimientos y
fuentes de datos utilizadas han sido predominantemente cualitativos: Entrevistas personales;
Observación conductual; Registros y autorregistros; y Evaluación de tareas para casa.
Cabe destacar que al inicio de la intervención grupal ya existía una buena alianza
terapéutica con la participante, si bien tuvimos que adaptar la frecuencia de intervenciones
individuales en función de las necesidades y demanda de la participante. El programa se basó en
una intervención psicosocial para el tratamiento de la conducta violenta -PSICOVI- (II.PP., 2017),
estructurado en diferentes unidades terapéuticas, teniendo en cuenta la perspectiva de género -
SER MUJER.ES- (II. PP. 2010). La duración del programa fue de 15 meses, con una frecuencia
semanal en sesiones de dos horas. El equipo responsable de la intervención grupal lo formaron tres
profesionales de diferentes áreas: psicóloga, educador y trabajadora social.
Presentación de un caso
Datos sociodemográficos: 32 años, nacionalidad española, separada con un hijo en
acogimiento familiar.
Estudios: primarios.
Historia familiar: abandono materno en la infancia, refiere malos tratos y antecedentes
tóxicos en la figura paterna. Criada por su abuela con relación conflictiva.
Relación de pareja con denuncias por VG, con la que tuvo un hijo que se encuentra en
acogimiento familiar.
Delito cometido: múltiples robos con violencia, atentado a la autoridad.
Conducta penitenciaria: inadaptada. Constan 15 incidentes regimentales con multitud de
agresiones y amenazas. Sin disfrute de permisos.
Historia toxicofílica: inicio a temprana edad con varios intentos rehabilitadores sin éxito.
Rasgos de personalidad: trastorno de la personalidad Clúster B. Irascible, elevada
vulnerabilidad. Baja tolerancia a la frustración.
Autoestima muy deteriorada por trayectoria vital. Sesgo de atribución hostil. Errores de
interpretación y creencias que sustentan la conducta agresiva.
Predomina la agresividad reactiva derivada de proceso cognitivo sesgado.
Asunción de la responsabilidad con utilización de mecanismos de defensa. Capaz de
realizar autocrítica. Honestidad, sinceridad. Indefensión aprendida.
Asunción de valores delincuenciales desde la infancia.
En el momento que se le ofrece la participación en el programa PICOVI (II. PP., 2017) a la
interna presentaba un nivel de desconfianza elevado hacia los profesionales y la institución en
general. El hecho de haberla seleccionado para participar en un programa le causó un gran impacto
emocional, ya que en palabras de la interna “nunca nadie me había seleccionado para nada en toda
mi vida”. Esto ejerce un efecto positivo en ella, mejorando su motivación al cambio y
comprometiéndose a mejorar su conducta penitenciaria como condición para participar en el
programa.
81
LIBRO DE RESÚMENES. XIII CONGRESO (INTER)NACIONAL DE PSICOLOGÍA JURÍDICA Y FORENSE
MESAS DE EXPERTOS
Conclusiones
Podemos resaltar algunas conclusiones en cuanto a las estrategias que en esta experiencia
nos resultaron más adecuadas durante la intervención:
Consideramos a las participantes como expertas de sus propias experiencias con capacidad
para la autorreflexión, dando un carácter vivencial al programa, y nos marcamos como
objetivo primordial con cada una de ellas el desarrollo personal.
El carácter heterogéneo de las participantes dificultó inicialmente la creación de un ambiente
relacional positivo, percibiéndose entre ellas muy diferentes. A pesar de esta dificultad, se
logró establecer un ambiente empático y no crítico.
Prestar mucha atención al modelo de apego, ya que la mayoría de las mujeres que ingresan
en prisión han tenido modelos de apego inseguros estableciendo de adultas relaciones
dependientes, con excesiva sensibilidad al rechazo y necesidad de aprobación.
Acomodar la directividad en la terapia al nivel de reactancia de las participantes. Las más
reactivas se benefician más de ser abordadas de una manera no intrusiva. En este caso el
estilo personal de los terapeutas se acerca más a la flexibilidad y espontaneidad. Esta
circunstancia nos favoreció ya que el programa de tratamiento es estructurado con áreas
temáticas y contenidos específicos. La combinación de estas características del programa
con el estilo no intrusivo de los terapeutas resultó beneficiosa para la adherencia al
tratamiento.
Cuidado con la técnica de confrontación. Con aquellas mujeres que han sufrido un proceso
de victimización, de malos tratos, esta técnica puede dañarlas y provocar el rechazo al
tratamiento.
82
LIBRO DE RESÚMENES. XIIIRESÚMENES.
LIBRO DE CONGRESO XIII
(INTER)NACIONAL DE PSICOLOGÍA
CONGRESO (INTER)NACIONAL DEJURÍDICA Y FORENSE
PSICOLOGÍA JURÍDICA Y FORENSE
83
LIBRO DE RESÚMENES. XIII CONGRESO (INTER)NACIONAL DE PSICOLOGÍA JURÍDICA Y FORENSE
MESAS DE EXPERTOS
Desde lana Teoría Cognitiva Social (Bandura, 1986, 1990) la relación entre el razonamiento
moral y la acción está mediada por una serie de mecanismos autorreguladores. La inactivación
voluntaria de estos procesos autorreguladores se conoce como desconexión moral (DM) y conlleva
el uso selectivo de diferentes mecanismos socio-cognitivos que favorecen la transgresión de
normas, así como la desinhibición de impulsos agresivos y conductas inmorales e inhumanas
(Bandura, 1990, 2002). En los últimos años se ha estudiado el papel que juegan los mecanismos de
DM en la facilitación de conductas violentas, antisociales e inhumanas, tales como: a) agresión,
conducta antisocial y delincuencia en niños y adolescentes; b) acoso escolar; c) acoso cibernético;
d) violencia en el noviazgo; e) acoso en las cárceles; e) terrorismo; f) pena capital; g) guerra y otras
operaciones militares; y h) destrucción ilegal del medio ambiente y actividades industriales nocivas
(ver Rubio-Garay, 2016, para una revisión). La relación entre el razonamiento moral y la acción está
mediada por una serie de mecanismos auto-sancionadores y autorreguladores, que anticipan la
acción moral y la acción violenta de manera que la presencia de estos mecanismos favorece el
incumplimiento de las normas sociales y la desinhibición de conductas agresivas, inmorales e
inhumanas (Bandura, 2002). Los adolescentes y jóvenes que usan estos MMD entienden que su
comportamiento no está relacionado con sus estándares morales internos de mala conducta o
comportamiento poco ético, y tienden a mostrar más agresividad (Obermann, 2011). En este
sentido, varios estudios han demostrado la relación directa y significativa entre DM y agresión
(Bandura et al., 1996; Bandura et al., 2001; Paciello et al., 2008; Rubio-Garay et al., 2016; 2019) y
relaciones negativas entre MD y empatía (Detert et al., 2008; Rubio-Garay et al., 2017). Se
describirán los diferentes mecanismos de desconexión moral y se analizarán los principales
resultados que han asociado estos mecanismos con los diferentes tipos de comportamiento violento
en adolescentes y jóvenes.
84
LIBRO DE RESÚMENES. XIIIRESÚMENES.
LIBRO DE CONGRESO XIII
(INTER)NACIONAL DE PSICOLOGÍA
CONGRESO (INTER)NACIONAL DEJURÍDICA Y FORENSE
PSICOLOGÍA JURÍDICA Y FORENSE
85
LIBRO DE RESÚMENES. XIII CONGRESO (INTER)NACIONAL DE PSICOLOGÍA JURÍDICA Y FORENSE
MESAS DE EXPERTOS
Las personas que cometen delitos violentos, además de utilizar frecuentemente diferentes
mecanismos de desconexión moral, también pueden presentar numerosas distorsiones cognitivas.
Ambos aspectos, pueden facilitar la conducta delictiva y su afrontamiento ante los sentimientos de
malevolencia o de culpa. Específicamente, dentro del contexto de la violencia contra la pareja, se
han estudiado, entre otros conceptos, las distorsiones cognitivas y el sexismo en los agresores.
En esta exposición se tratará de responder a diferentes cuestiones: ¿los hombres violentos
contra la pareja puntúan más en distorsiones cognitivas y en sexismo ambivalente que aquellos que
no agreden a su pareja? ¿Existe relación entre las distorsiones cognitivas, el sexismo ambivalente
y los mecanismos de desconexión moral en los agresores contra la pareja? ¿Los agresores contra
la pareja tienen rasgos de personalidad anómalos que pudieran estar vinculados a la violencia de
género?, etc. Para responder a estas cuestiones, se recurrirá a trabajos empíricos realizados en los
últimos años. Como adelanto de los resultados, los hombres violentos contra la pareja puntúan
significativamente más en distorsiones cognitivas y en sexismo ambivalente que aquellos que no
ejercen violencia contra la pareja. A su vez, estos constructos considerados globalmente, están
relacionados con una magnitud media o grande, dependiendo del grupo de pertenencia: agresores
contra la pareja (r = 0,62) y no agresores (r = 0,37). Se comentan sus implicaciones para la práctica
clínica.
86
LIBRO DE RESÚMENES. XIIIRESÚMENES.
LIBRO DE CONGRESO XIII
(INTER)NACIONAL DE PSICOLOGÍA
CONGRESO (INTER)NACIONAL DEJURÍDICA Y FORENSE
PSICOLOGÍA JURÍDICA Y FORENSE
El interés social busca un modelo penal objetivo y neutral que proteja la convivencia y
bienestar, así como provea de derechos sociales e individuales a las personas a las que ampara.
Sin embargo, la insatisfacción en cuanto a la eficacia de estos modelos despierta la disposición a la
solución del conflicto desde una función más rehabilitadora y reparadora, más allá de las que se
contemplan en los sistemas de justicia tradicionales. La Justicia Restaurativa supone un proceso
donde las partes involucradas- como son el victimario, la víctima y la comunidad, buscan y dan
solución colectivamente al conflicto teniendo en cuenta las consecuencias del delito y sus
implicaciones en el futuro. La finalidad de este proceso es atender las necesidades y
responsabilidades tanto a nivel individual como colectivo y lograr la integración de la víctima y del/la
infractor/a en la comunidad a través de la reparación, restitución o el servicio a la comunidad (Arocha
et al. 2018). Este planteamiento jurídico incluye los siguientes principios: reparación o compensación
del daño; reconciliación o encuentro entre las partes para restablecer la relación o abordar una
solución pacífica para el conflicto; intervención mínima, con tal de recudir el volumen de expedientes
que pueden resolverse mediante procesos judiciales; y social, fomentando la participación de los
distintos agentes que componen la comunidad (Álvarez, 2008). Las prácticas o técnicas llevadas a
cabo en los procesos de justicia restaurativa abarcan un amplio abanico de posibilidades como son:
Mediación víctima-infractor; Conferencias comunitarias; Círculos de paz; Restitución y servicios
comunitarios; Círculos de apoyo; Conciliación post-judicial. Todas esta practicas parten de dos
premisas esenciales, como son el hecho de que el trasgresor sea capaz de responsabilizarse de
sus actos e intente reparar el daño producido y, por otra parte, las víctimas sean capaces de dar un
cierre a este episodio (Kennedy et al., 2018)
Palabras Clave: justicia restaurativa, abuso sexual, acoso sexual, perdón, prevención
Comprender el acoso sexual desde una perspectiva amplia implica analizar la violencia de
género aisladora (conocida como Isolating Gender Violence-IGV) y sus implicaciones sociales y
legales. Si bien las acciones de prevención y respuesta a la violencia sexual se han abordado
ampliamente durante las últimas décadas con el objetivo de proteger a las víctimas directas, el papel
de la IGV y su legislación es clave para la superación de la violencia de género en todos sus ámbitos
y esferas. Esta ponencia aportará conocimiento sobre la trayectoria de la realidad de la violencia
que sufren las personas que apoyan a las víctimas, hasta el momento actual de convertirse en ley
por primera vez, como violencia de segundo orden; así como resaltar la importancia de este hecho
para el acceso a la justicia de las víctimas y la superación del acoso del que han sido víctimas.
87
LIBRO DE RESÚMENES. XIII CONGRESO (INTER)NACIONAL DE PSICOLOGÍA JURÍDICA Y FORENSE
MESAS DE EXPERTOS
Las consecuencias del abuso sexual en las víctimas, especialmente en menores, han sido
ampliamente descritas. Además de los desórdenes mentales y trastornos que se pueden desarrollar
a corto, medio y largo plazo, se ha descrito en profundidad su experiencia vital, señalándose tres
características comunes en las víctimas: la estigmatización, la sexualización traumática y un estado
de indefensión y falta de control, en el que se extrema la percepción de la propia vulnerabilidad y
victimización. Si el abuso se ha producido por parte de un adulto de su confianza, a estas
experiencias se le suma una cuarta, un sentimiento profundo de traición, pérdida de confianza en
los demás y un miedo exagerado al rechazo y al abandono, junto con una experiencia de culpa y
vergüenza y una gran dificultad para establecer vínculos sanos. Por último, algunos autores han
descrito una última consecuencia, añadida en la experiencia de aquellos casos en los que el abuso
lo ha cometido una figura religiosa: el impacto espiritual, llamado por algunos el “asesinato del alma”
o “devastación espiritual”.
Con este punto de partida, desde la psicología se ha planteado que el ASI representa “el
mal absoluto” y, por lo tanto, implica un no-perdón absoluto. Al abordar el tema del perdón, el punto
de partida debe ser la consideración de la ofensa cometida y del impacto que ha tenido en la víctima.
Sólo entendiendo la experiencia vital de quien recibe la ofensa se puede empezar un camino que
pueda quizás llegar al perdón, pero que sin duda se debe recorrer cuidando sus necesidades, desde
88
LIBRO DE RESÚMENES. XIIIRESÚMENES.
LIBRO DE CONGRESO XIII
(INTER)NACIONAL DE PSICOLOGÍA
CONGRESO (INTER)NACIONAL DEJURÍDICA Y FORENSE
PSICOLOGÍA JURÍDICA Y FORENSE
el respeto a su dignidad, sin minimizar el daño sufrido y, sobre todo, sin hacerle aún más daño. En
la presentación se revisará la cuestión sobre qué tipo de perdón sería conveniente plantear en el
caso del ASI, se revisarán los elementos importantes que habría que considerar al trabajar el perdón
en víctimas de ASI, y se revisarán los elementos presentes en dos propuestas de intervención para
facilitar el perdón en víctimas de ASI, las propuestas por Tracy (1999) y Walton (2005).
El perdón, entendido como una estrategia de afrontamiento, es una posible respuesta que
las víctimas de una ofensa pueden elegir libremente. Está ampliamente demostrado que el perdón
aumenta la salud de las víctimas y facilita el restablecimiento de las relaciones interpersonales. Gran
parte de la investigación en este ámbito se ha centrado en estudiar las razones que llevan a las
personas a perdonar para comprender este complejo fenómeno y mejorar las intervenciones sobre
el perdón. Sin embargo, apenas existen estudios que hayan abordado las razones por las que las
personas se convierten en ofensores. El objetivo de este estudio es explorar los diferentes motivos
subyacentes a las ofensas desde un enfoque motivacional de la personalidad. En esta presentación
se expondrás los principales resultados de un estudio en marcha, en el que han participado 131
adultos españoles (46,6% hombres y 52,7% mujeres) con una media de edad de 51,12 años (DE
9,01). Se recoge información sociodemográfica, información sobre el tipo de ofensas cometidas y
los motivos para su realización, nivel de culpabilidad, grado de satisfacción con la vida y fortalezas
del carácter. Identificar los aspectos motivacionales podría ayudar a explicar por qué esta conducta
antisocial se activa, mantiene y termina. Además, conocer las variables asociadas a la motivación
para ofender (es decir, variables sociodemográficas, rasgos de personalidad, antecedentes
biográficos) puede ser fundamental para prevenir ofensas y diseñar programas psicoeducativos
relacionados con la prosocialidad.
Dentro del ámbito de las relaciones interpersonales, son varios los estudios que evidencian
que, son las mujeres en comparación con los hombres, quienes experimentan victimización sexual
(e.g., Romito y Grassi, 2007; Slashinski et al., 2003), así como diferentes ofensas (Archer, 2000).
Estos hallazgos ponen de relieve la vulnerabilidad de la mujer, pese a los avances obtenidos en
algunas regiones y países por la justicia y la igualdad (Hazel y Kleyman, 2020). Prestando especial
atención a las relaciones interpersonales que se originan dentro del contexto laboral, si bien parece
haberse garantizado la participación plena y efectiva de las mujeres y la igualdad de oportunidades
en todos los niveles de toma de decisiones (i.e., a nivel político, económico y público; Mohanty et
al., 2018), la desigualdad y discriminación hacia las mujeres en el ámbito laboral no parece haber
cesado. Por ejemplo, se estima que aproximadamente el 5-10% de los europeos y las europeas ha
sido objeto de acoso laboral en algún momento de su vida (Zapf et al., 2011). De acuerdo con la
reciente Macroencuesta de la Delegación del Gobierno contra la Violencia de Género (DGVG, 2019),
89
LIBRO DE RESÚMENES. XIII CONGRESO (INTER)NACIONAL DE PSICOLOGÍA JURÍDICA Y FORENSE
MESAS DE EXPERTOS
el 40.4% las mujeres de más de 16 años (inclusive) han experimentado acoso sexual laboral en
algún momento de su vida, y un 10.2% en los últimos doce meses. Pese a la prominencia en la
incidencia de casos de acoso sexual, el número de denuncias frente a este tipo de situaciones no
se ha visto incrementada (Cereceda et al., 2018). Es más, solamente el 2.5% de las mujeres que
reportaron haber sido objeto de acoso sexual denunciaron frente a un organismo oficial;
fomentándose de esta forma la imperceptibilidad de la problemática (DGVG, 2019). Este modo
evitativo de proceder podría deberse al temor que experimentan a sentirse avergonzadas, a ser
etiquetadas como víctimas, a perder su trabajo, o a la falta de conocimiento acerca de cuáles son
sus derechos y/o convencimiento de que la persona acosadora no será sancionada (Foster y
Fullagar, 2018). Una de las respuestas de afrontamiento que se ha observado en las mujeres que
sufren comportamientos abusivos o acoso en el entorno laboral es el perdón intrapersonal. Esto es,
la necesidad interna de renunciar a la ira y el resentimiento hacia la persona que acosa por el propio
bienestar individual, social y laboral (Bies, 2006; Tripp et al., 2007). Es decir, las personas que sufren
acoso parecen exhibir una necesidad de superar el estado emocional negativo sin esperar a que
llegue una disculpa, o incluso sin querer reparar la relación con la persona ofensora. Los proyectos
o programas de Justicia Restaurativa dirigidos a abordar la discriminación, intimidación, u otro tipo
de ofensas que acontecen en el lugar de trabajo, siguen siendo escasos pese a que existe cierto
consenso en lo referente a la necesidad de instaurar prácticas restaurativas en este contexto. Uno
de los proyectos pioneros en fomentar esta iniciativa, además de acometer las denuncias de acoso
en el ámbito laboral, es la Justicia Restaurativa Victoria (JRV), originaria de Canadá, Estados Unidos
y Australia. Con todo, se propone un programa de intervención cuyo objetivo general se centra en
proporcionar herramientas destinadas a favorecer el perdón—principalmente intrapersonal—en las
personas que sufren o han sufrido comportamientos de acoso, con el fin de mejorar su bienestar en
sus distintos niveles.
90
LIBRO DE RESÚMENES. XIIIRESÚMENES.
LIBRO DE CONGRESO XIII
(INTER)NACIONAL DE PSICOLOGÍA
CONGRESO (INTER)NACIONAL DEJURÍDICA Y FORENSE
PSICOLOGÍA JURÍDICA Y FORENSE
La ruptura conyugal es una realidad cotidiana que requiere de un abordaje especifico por
parte de los operadores jurídicos, muy especialmente, en los casos en los que existen hijos menores
de edad. Asimismo, resulta evidente que un adecuado abordaje de estas situaciones requiere,
preferentemente, de directrices obtenidas desde una perspectiva multidisciplinar que pueda
contribuir al mejor desarrollo de los procedimientos en el ámbito de familia, pero, sobre todo, a tratar
de garantizar la protección del/los menores implicados/as.
En esta mesa de expertos, desde una perspectiva aplicada, se presentarán las
conclusiones y propuestas derivadas del Seminario interdisciplinar en derecho de familia, que bajo
la dirección y coordinación del magistrado Ilmo. D. Xabier Abel, está dedicado al estudio de
cuestiones específicas de especial interés para la mejor protección del/los menores en los
procedimientos de familia y al estudio y análisis de problemáticas específicas de las familias
implicadas a fin de intentar ofrecer respuestas eficaces que puedan facilitar una adecuada
resolución positiva de los procedimientos.
91
LIBRO DE RESÚMENES. XIII CONGRESO (INTER)NACIONAL DE PSICOLOGÍA JURÍDICA Y FORENSE
MESAS DE EXPERTOS
La cotidianidad en los juzgados de familia nos lleva a una serie de supuestos, cada vez más
frecuentes, que constituyen nuevas realidades sociales que se alejan de la estructura clásica de
familia. ¿Son estos modelos alternativos de familia, supuestos de familias reconstituidas?
Partiendo de una serie de casos reales se trata de analizar dónde tienen su encaje,
ofreciendo respuestas a cuestiones cómo: ¿Debemos limitarnos cuando hablamos de familias
reconstituidas al modelo exclusivamente de una nueva pareja hombre/mujer con la que se inicia una
nueva convivencia tras la ruptura, ya sea con hijos propios, de la nueva pareja o incluso comunes?
¿podemos incluir otras realidades que se configuran también como una nueva forma de convivencia
familiar con los menores, pero con connotaciones diferentes? ¿Cuál sería el papel deseable para
desempeñar en este marco por los distintos profesionales? Y ¿qué avances se pueden apuntar al
respecto? ¿Qué importancia, y problemática, presentan la diversidad como factor multicultural y la
globalidad?
92
LIBRO DE RESÚMENES. XIIIRESÚMENES.
LIBRO DE CONGRESO XIII
(INTER)NACIONAL DE PSICOLOGÍA
CONGRESO (INTER)NACIONAL DEJURÍDICA Y FORENSE
PSICOLOGÍA JURÍDICA Y FORENSE
93
LIBRO DE RESÚMENES. XIII CONGRESO (INTER)NACIONAL DE PSICOLOGÍA JURÍDICA Y FORENSE
MESAS DE EXPERTOS
cómo difundir los resultados del estudio. En el camino tendremos que justificar también
adecuadamente todos los aspectos relacionados con el método de estudio, que no está libre de
sesgos de género ni cuando aplicamos los instrumentos más estandarizados posibles, con
adecuadas características de validez y fiabilidad, pero no siempre adecuados en cuanto a equidad
de género.
Así, aplicar la perspectiva de género en investigación consiste precisamente en plantearnos
y respondernos racionalmente múltiples preguntas sobre cada aspecto a decidir en la investigación,
para evitar con ellas la actuación subconsciente del sexismo. Pero evitar los sesgos sexistas en la
investigación no es únicamente una cuestión de salvaguarda de las características del método
científico, sino que es especialmente importante porque la investigación también tiene un papel
relevante en la práctica profesional, de forma que una investigación sesgada puede conducir a
creencias sesgadas que se manifiesten en una práctica profesional sesgada, que dañe la dignidad
de las personas ante las que se actúa. La presencia de sesgos en general y sesgos sexistas en
particular ha sido puesta de manifiesto en múltiples investigaciones psicológicas, mostrando su
ocurrencia en variados ámbitos de la vida humana personal y profesional. No podía ser menos en
el caso de la práctica profesional con mujeres que han sufrido violencia de género, con el agravante
de que en este caso pueden estar actuando los sesgos sexistas por una doble vía: la que afecta a
cualquier persona y la que se deriva de tener en cuenta posibles investigaciones sexistas, que
vendrían a retroalimentar nuestras propias creencias erróneas.
Así, nuestros estereotipos de género van a mediar las atribuciones que hacemos sobre el
comportamiento de los demás en función de que estos sean mujeres y hombres, de manera que
una misma conducta va a ser interpretada de forma diferente según la realice un hombre o una
mujer. Del mismo modo, a la hora de trabajar con mujeres que han sufrido violencia y tomar
decisiones sobre su comportamiento, por ejemplo, creerlas o no, pondremos en marcha una serie
de creencias estereotipadas, a veces sexistas, que mediarán nuestro comportamiento, nuestra
intervención y nuestra toma de decisiones. Nuevamente la perspectiva de género puede ser la
herramienta adecuada para combatir los sesgos sexistas en la práctica profesional en general y con
mujeres que han sufrido violencia de género en particular. Aplicarla consistirá en plantearnos y
respondernos racionalmente múltiples preguntas sobre cada aspecto a decidir en el curso de dicha
práctica, sin dar cuestiones por sentadas, nutriendo nuestra toma de decisiones con investigaciones
no sesgadas sobre la temática, poniendo obstáculos a la actuación de los sesgos sexistas. Así, la
especialización y la reflexión consciente serán fundamentales para conseguir una intervención más
adecuada con mujeres que han sufrido violencia de género, que no dañe su dignidad ni acabe
haciéndoles sufrir una victimización secundaria.
94
LIBRO DE RESÚMENES. XIIIRESÚMENES.
LIBRO DE CONGRESO XIII
(INTER)NACIONAL DE PSICOLOGÍA
CONGRESO (INTER)NACIONAL DEJURÍDICA Y FORENSE
PSICOLOGÍA JURÍDICA Y FORENSE
95
LIBRO DE RESÚMENES. XIII CONGRESO (INTER)NACIONAL DE PSICOLOGÍA JURÍDICA Y FORENSE
MESAS DE EXPERTOS
de riesgo; d) la dificultad que tienen las mujeres de abandonar la relación con el agresor, el código
patriarcal también afecta a las mujeres, si el valor de la mujer deriva de sus roles de esposa y
madre, aquello que suponga reconocer haber fracasado en ello será evitado; e) conocer que muchos
de estos agresores tienen un perfil normo-adaptado socialmente, incluso pueden gozar de prestigio
dentro de su comunidad; y f) atender a los esquemas sexistas presentes en la dinámica de
funcionamiento psicológico de estos agresores.
En el plano civil: a) conocer las graves consecuencias que para el proceso psicoevolutivo
de los hijos supone el estar expuestos, de forma directa o indirecta, a este tipo de violencia; b)
atender a los casos en los que los contactos paterno-filiales pueden ser utilizados para seguir
ejerciendo control sobre la mujer; c) atender a los factores de riesgo que pueden extender la
violencia grave/letal a los hijos (familicidio); y d) abordar los casos de resistencia o rechazo de los
hijos a relacionarse con la figura paterna desde una perspectiva multicausal. Por último, también se
expondrán los riesgos de adoptar la perspectiva de género de forma acrítica en el proceso de
evaluación pericial psicológica, en concreto en lo que puede afectar a la formulación de hipótesis
alternativas a los hechos denunciados (Muñoz y Echeburúa, 2016).
96
LIBRO DE RESÚMENES. XIIIRESÚMENES.
LIBRO DE CONGRESO XIII
(INTER)NACIONAL DE PSICOLOGÍA
CONGRESO (INTER)NACIONAL DEJURÍDICA Y FORENSE
PSICOLOGÍA JURÍDICA Y FORENSE
Se han producido cambios sociales importantes que inciden en la situación de los menores
y que demandan una mejora de los instrumentos de protección jurídica. De acuerdo con todo ello,
las nuevas leyes tienen como objeto introducir los cambios necesarios en la legislación española de
protección a la infancia y a la adolescencia que permitan continuar garantizando a los menores una
protección uniforme. Sin embargo, todavía vemos algunas debilidades en las nuevas leyes o en sus
propuestas. Por un lado, nos plantean nuevos interrogantes como en las ponencias expuestas en
esta mesa de expertos: “Novedades en relación con el cambio de sexo de los menores”, “Suspensión
del régimen de comunicaciones y estancias en caso de existencia de proceso por violencia de
género” y “La audiencia de los menores”. Por otro lado, estos temas propuestos por expertas juristas
nos revelan que, en la práctica, aunque ha habido mejoras, siguen existiendo barreras que pueden
poner en peligro dicha protección.
El pasado 29 de junio de 2021 se dio luz verde al “anteproyecto de ley LGTBI”, que fusiona la
ley trans y la normativa reguladora de los derechos del colectivo LGTBI, comenzando así su
tramitación, después de meses de duras negociaciones en el seno del Gobierno, por lo controvertido
del tema. El Anteproyecto establece unas líneas generales de actuación de los poderes públicos y
regula una serie de medidas para promover la igualdad efectiva de las personas trans en diferentes
ámbitos: laboral, salud y educativo. Modifica el artículo 120 del Código Civil reconociendo la filiación
de los hijos e hijas de las parejas formadas por dos mujeres sin necesidad de que estén casadas.
Además, prohíbe las terapias de conversión destinadas a modificar la orientación, identidad
sexual o la expresión de género de las personas, con independencia de que esta haya dado su
consentimiento. Regula el procedimiento de cambio de sexo ante el Registro Civil. Bastará con un
formulario en el que la persona manifestará su disconformidad con el sexo mencionado y la petición
de modificación. Previa información de las consecuencias legales del cambio y ratificación de la
solicitud, en el plazo de un mes, se dictará resolución por el Registro aprobando el mismo. No es
necesario aportar ningún informe psicológico, ni la declaración de un testigo para acreditar su
condición. Tampoco es requisito hormonarse u operarse. En este sentido, señalar que el acceso a
todos estos servicios sanitarios se rige por las leyes autonómicas. Pasados 6 meses desde la
inscripción solo se podrá recuperar el género anterior por resolución judicial.
Una de las novedades más importantes de este proyecto es que se elimina la mayoría de
edad para solicitar el cambio del sexo que consta ante el Registro Civil, pudiendo iniciarlo las
personas mayores de 16 años por sí mismas, sin condicionante alguno y, siendo mayores de 14 y
menores de 16, acompañadas de sus representantes legales. Si hay discrepancia con los
progenitores o entre ellos, el menor podrá recurrir a un defensor judicial. En el caso de los mayores
de 12 años y menores de 14, el procedimiento para cambiar de sexo registral será mediante
Jurisdicción Voluntaria. Se incluye la posibilidad de que los menores de 12 años puedan cambiarse
el nombre en el Registro Civil. Nuestra legislación otorga plena capacidad jurídica y de obrar a los
mayores de 18 años. Por ello, los menores de edad están bajo la responsabilidad parental de sus
progenitores, quienes ejercen su representación legal y administración, siempre en su interés, de
acuerdo con su personalidad, y con respeto a sus derechos, su integridad física y mental, y su
97
LIBRO DE RESÚMENES. XIII CONGRESO (INTER)NACIONAL DE PSICOLOGÍA JURÍDICA Y FORENSE
MESAS DE EXPERTOS
desarrollo integral. El anteproyecto es una excepción a la regla general, permitiendo que los menores
de edad tomen decisiones al margen de sus progenitores, que tendrán importantes implicaciones
en numerosas esferas de su vida privada y pública, al quedar suprimido cualquier requisito más allá
de la voluntad del menor. ¿Estamos ante una medida que efectivamente reportará mayor protección
a los intereses de los menores? ¿Qué pasará en caso de desacuerdo entre la voluntad del menor y la
de sus progenitores?
En ocasiones los cambios legislativos vienen determinados por las prisas políticas o la
presión de que se pueda ejercer en relación con alguna materia sensible a la hora de legislar. Sin
duda, no podemos ignorar la relevancia de la lucha contra la violencia de género llevada a cabo en
España desde el Pacto de Estado de 2007. Sin embargo, la modificación legislativa del artículo 94
del Código Civil realizada por la Ley 8/2021, por la que se reforma la legislación civil y procesal para
el apoyo a las personas con discapacidad en el ejercicio de su capacidad jurídica que entrará en
vigor el 3 de septiembre de 2021, crea una controversia importante por la imposición que encierra
por cuanto fija un automatismo en virtud del cual en caso de que exista una denuncia por violencia
de género, el juzgado debe suspender el régimen de comunicación y estancias. En efecto, el párrafo
cuarto dice que: “No procederá el establecimiento de un régimen de visita o estancia, y si existiera
se suspenderá, respecto del progenitor que esté incurso en un proceso penal iniciado por atentar
contra la vida, la integridad física, la libertad, la integridad moral o la libertad e indemnidad sexual
del otro cónyuge o sus hijos”.
Por ello, el automatismo parece servido sin que medie la discrecionalidad del juez en base
a informes psicológicos o del Punto de Encuentro en su caso. Sin duda, ello tiene como
consecuencia directa la suspensión del derecho de los menores a relacionarse con ambos
progenitores agravado por el hecho de que el proceso penal tiene una duración muy variable si nos
encontramos por ejemplo en un partido judicial en el que existe juzgado especializado en violencia
de género o no, lo que sin duda crea una desigualdad de los ciudadanos en función de su lugar de
residencia. Más allá, ello comportará que los menores estarán sin poder relacionarse con su padre
(por estadística) durante meses o incluso años hasta la finalización del proceso penal por sentencia
firme o archivo. El tiempo para los hijos e hijas se vivirá de distinta manera según su edad, pero
cuando los hijas e hijas son muy pequeños o incluso adolescentes, seis meses o un año sin contacto,
es sin duda un periodo muy largo para el mantenimiento del vínculo que pueda existir. ¿Cómo
recuperar ese tiempo? ¿Cómo restructurar la relación? Incluso ¿cómo evitar la estigmatización de
estos padres a los ojos de sus hijos e hijas? Lo cierto es que además se abre una brecha de
interpretación a la hora de determinar qué es un “proceso penal iniciado”. A primera vista, no hay
duda de que parece que la simple denuncia es suficiente por cuanto es el acto que abre el proceso,
es decir que lo inicia. Ello hace temer una cierta instrumentalización del proceso penal por parte de
uno de los progenitores que, como simple estrategia, puede presentar la denuncia, sin perjuicio de
lo que finalmente se decida en el proceso penal, es decir sin que existe previamente a la suspensión
del régimen de comunicación y estancias una confirmación judicial de los hechos.
Así, transcurrido el tiempo, se podría considerar por los forenses, el Punto de Encuentro o
el Equipo Psicosocial que la restauración de la pauta de comunicación deberá ser gradual, limitando
en ocasiones la pauta de vida que los hijos e hijas tenían conforme convivencia o incluso
posteriormente a la ruptura, fijada por orden judicial. Ello también a contraviene alguna legislación
98
LIBRO DE RESÚMENES. XIIIRESÚMENES.
LIBRO DE CONGRESO XIII
(INTER)NACIONAL DE PSICOLOGÍA
CONGRESO (INTER)NACIONAL DEJURÍDICA Y FORENSE
PSICOLOGÍA JURÍDICA Y FORENSE
Palabras clave: violencia, régimen de estancias, suspensión, denuncia, proceso penal, informes
E-mail de contacto: cristinadiaz@icab.cat
La audiencia de los menores ha sido objeto en los últimos años de debate tanto cuando se
realiza en el ámbito civil en procedimientos de separación, divorcio o de guarda y alimentos, cómo en
el ámbito penal en caso de maltrato o abusos. La Ley Orgánica 8/2021, de 4 de junio, de protección
integral a la infancia y la adolescencia frente a la violencia, que entró en vigor el pasado 25 de junio
de 2021, pone de manifiesto la importancia de evitar una victimización secundaria de los menores que
se encuentran inmersos en procesos penales con el fin de que no deban relatar en varias ocasiones
los hechos que denuncian. Así la ley fija la modificación de la Ley de Enjuiciamiento Criminal para
convertir en excepcional la declaración en juicio de los menores de catorce años o de las personas
con discapacidad necesitadas de especial protección, por lo que establece como norma general la
práctica de la audiencia del menor como prueba preconstituida en fase de instrucción, con todas las
garantías de la práctica de la prueba en el juicio oral, y prevé su reproducción en el acto del juicio,
evitando que el paso del tiempo entre la primera declaración y la fecha de celebración del juicio oral
afecten a la calidad del relato, así como la victimización secundaria de víctimas especialmente
vulnerables, como ya hemos expuesto.
En este sentido, serán los equipos psicosociales quienes realizar la audiencia del menor por
considerar que s formación, que la ley orgánica prevé como específica en temas de protección a la
infancia y la adolescencia, será idónea a la hora de poder, por un lado, preservar al menor y, por otro,
recabar el relato necesario en el proceso penal. Por ello, el objetivo perseguido por el Legislador es el
de mejorar la atención a los menores y el rendimiento de la prueba, deberán apoyar al tribunal de
manera interdisciplinar e interinstitucional, sirviéndose del trabajo de los profesionales que hayan
podido intervenir anteriormente y estudiando las circunstancias personales, familiares y sociales del
menor o con discapacidad.
Para ello se podrá utilizar el sistema de cámara Gesell o incluso el sistema Barnahus
actualmente en prueba piloto en Tarragona, siendo un proyecto de la Generalitat de Catalunya y Save
the Children, con el fin de brindar siempre a los menores un espacio seguro y de atención integral. El
cambio de paradigma y cambiar el adultocentrismo existente por la visión del menor es sin duda lo
que este cambio legislativo busca mediante una profunda reforma. Lo cierto es que, si bien ello se
plantea en el proceso penal, no cabe duda de que sería oportuno poder realizar la prueba
preconstituida en el proceso civil de separación, divorcio o guarda y alimentos puesto que el objetivo
es el mismo: asegurarse que la audiencia del menor no sea en sí otra situación que pueda perjudicar
el bienestar del menor.
Los juzgados especializados en familia entienden de ello e intentan realizar un protocolo desde
dar la bienvenida al menor hasta explicarle cómo se desarrollará la audiencia, comunicando sus
derechos de manera clara, hasta la despedida, todo ello intentando que en todo momento el menor
no siente sobre sus hombros ningún peso de decisión. Sin embargo, la falta de juzgados
99
LIBRO DE RESÚMENES. XIII CONGRESO (INTER)NACIONAL DE PSICOLOGÍA JURÍDICA Y FORENSE
MESAS DE EXPERTOS
100
LIBRO DE RESÚMENES. XIIIRESÚMENES.
LIBRO DE CONGRESO XIII
(INTER)NACIONAL DE PSICOLOGÍA
CONGRESO (INTER)NACIONAL DEJURÍDICA Y FORENSE
PSICOLOGÍA JURÍDICA Y FORENSE
Entre las aportaciones de la Neurociencia al ámbito forense se encuentran los métodos para
la obtención de la información, para determinar la veracidad del testimonio, para detectar la
simulación, los métodos de evaluación neuropsicológica, las técnicas de neuroimagen y los modelos
psicobiológicos explicativos sobre el comportamiento objeto de pericia en un tribunal por citar
algunos. Para un conocimiento exhaustivo de estas aportaciones y de su utilidad y aplicabilidad es
necesario centrar esta disciplina en la realidad huyendo de mitos clínicos en neuropsicología
forense. La Neurociencia ofrece aportaciones muy valiosas al ámbito forense, pero algunas no son
determinantes por el momento por lo que hay que ser cautos al inferir los procesos psicológicos a
partir de los métodos con los que contamos en la actualidad.
La neuropsicología forense está en estrecha relación con los conocimientos que provienen
del área de la neuropsicología clínica y experimental, aunque también se nutre de disciplinas con
conocimientos tangentes como las neurociencias, la psicología evolutiva, la psicología forense, la
criminología e, indudablemente, el derecho. Las neurociencias influyen en el mundo jurídico con la
incorporación de avances científicos que contribuyen, con su conocimiento, a las áreas de debate
que la sociedad, con su característica de constante dinamismo, va generando. Los retos técnicos y
metodológicos de la neuropsicología forense en nuestro contexto fueron ya señalados hace casi dos
décadas (Verdejo y cols., 2004), habiéndose avanzado en algunas cuestiones. No obstante, están
presentes aún en el panorama legal numerosos desafíos para esta subespecialidad, motivo por el
cual, en 2018 surgió la Sociedad Española de Neuropsicología Jurídica y Forense (SENJYF).
En el ámbito jurisdiccional civil, asistimos recientemente a los cambios legislativos
introducidos por la aprobación de la Ley que reforma la legislación civil y procesal para el apoyo a
las personas con discapacidad (Ley 8/2021, de 2 de junio). No obstante, la valoración del presunto
discapacitado es aún un capítulo pendiente para la psicología forense en general y la
neuropsicología concretamente, cuando concurren causas de dependencia por causa neurológica.
101
LIBRO DE RESÚMENES. XIII CONGRESO (INTER)NACIONAL DE PSICOLOGÍA JURÍDICA Y FORENSE
MESAS DE EXPERTOS
102
LIBRO DE RESÚMENES. XIIIRESÚMENES.
LIBRO DE CONGRESO XIII
(INTER)NACIONAL DE PSICOLOGÍA
CONGRESO (INTER)NACIONAL DEJURÍDICA Y FORENSE
PSICOLOGÍA JURÍDICA Y FORENSE
crearon las I Jornadas de Psicología Forense en el Poder Judicial de Costa Rica, incorporando
temáticas afines a la neuropsicología.
Lo anterior, ha reflejado la consolidación desde entonces de un interés y necesidad de
avanzar en esta línea de trabajo, permitiendo el progreso y desarrollo de la neuropsicología aplicada
al campo forense. Es necesario señalar que en este proceso de fortalecimiento ha contribuido de
gran manera la formación de profesionales llevada a cabo en España (UPO, ineuro, UNIR, entre
otros), así como el apoyo y aportes de especialistas internacionales también de España
primordialmente, México y Estados Unidos. Desde este campo del conocimiento se interviene en la
actualidad en procesos civiles y penales, representando las personas con discapacidad, adultas
mayores y población sin escolaridad formal, una puerta de entrada que ha desafiado su crecimiento
y desarrollo. A la fecha, la neuropsicología forense no solo es de conocimiento de las y los
profesionales en psicología, sino de los operadores del derecho desde los distintos roles que ocupan
en el sistema de justicia costarricense.
103
LIBRO DE RESÚMENES. XIII CONGRESO (INTER)NACIONAL DE PSICOLOGÍA JURÍDICA Y FORENSE
MESAS DE EXPERTOS
En los ámbitos civil, laboral, y penal, cuanto menos, están claramente reconocidas, legal y
profesionalmente, las funciones periciales y forenses de los psicólogos. No obstante, constituye un
ámbito cuanto menos descuidado en las preocupaciones de los órganos representativos de la
profesión. La definición profesional formal del perfil (De Nicolás, 1995; COP, 1998), ciertamente
antigua, dejaba fuera este ámbito. También queda muy desdibujado en los desarrollos recientes de
la organización colegial. La reciente aprobación de la División de Psicología del Tráfico y de la
Seguridad (aprobada en Junta General de 16/12/2017), que ha comenzado recientemente un
Boletín, unido al establecimiento, entre 2017 y 2020, de Acreditaciones [Psicóloga/o Experta/o en
Psicología Aeronáutica, en emergencias y catástrofes, en Psicología del Tráfico y de la Seguridad],
ha ayudado a definir mejor un ámbito tradicionalmente reducido a la actuación profesional en los
Centros de Reconocimiento, pero que sigue ignorando o descuidando las singularidades de la
actuación jurídica y forense en el perfil.
La magnitud de las consecuencias negativas de los comportamientos de riesgo, regulados
o no es remarcable. De hecho, en sucesivos informes de la OMS se sitúan esas consecuencias
como problemas de salud pública muy graves, identificándolas en muchos casos como en
pandemias ocultas. No resulta fácil aproximarse a ellas, ya que definen fenómenos muy complejos
y ámbitos multidisciplinares en los que el papel cada vez más especializado de la psicología no ha
dejado de crecer y diversificarse. Hace más de un siglo se gestó, y viene funcionando en España,
un modelo de actuación profesional que, en muchos casos, responde a requerimientos legalmente
establecidos. En sucesivos Congresos hemos ido viendo que funciona en todos los niveles de
prevención, y que no ha dejado de ampliar sus perfiles y sus responsabilidades, en muchos casos
ni siquiera cubiertos por grupos de trabajo en los Colegios. Una buena parte de estas actuaciones,
pero no todas, se relacionan con los Centros de Reconocimiento, el que parece referente obligado,
unos Centros que, al menos, para el Col.legi Oficial de Psicología de Catalunya tienen una marcada
impronta forense vinculada a la práctica pericial, supuesto que compartimos
La Mesa incluye presentaciones sobre ámbitos de actuación de la psicología con marcado
acento forense, actuaciones profesionales innovadoras en unos casos, y necesitadas de
transformación otras, que deberían incorporarse entre las líneas estratégicas prioritarias de la nueva
División, además de ser tenidas en cuenta por los Colegios tanto en su oferta periódica de formación
continua, como en las propuestas formativas definidas para las acreditaciones, así mismo se
defiende la necesidad de incrementar la colaboración entre la práctica profesional y la investigación
universitaria.
Palabras clave: acreditación tráfico, división tráfico, máster tráfico, acción pericial, investigación y
profesión
Según las últimas cifras del Instituto Nacional de Estadística (INE, 2021), el 19,77% de la
población es mayor de 65 años actualmente en España. No obstante, diferentes estimaciones hacen
pensar que dicha cifra espera duplicarse en 2050 de forma que una tercera parte de los conductores
104
LIBRO DE RESÚMENES. XIIIRESÚMENES.
LIBRO DE CONGRESO XIII
(INTER)NACIONAL DE PSICOLOGÍA
CONGRESO (INTER)NACIONAL DEJURÍDICA Y FORENSE
PSICOLOGÍA JURÍDICA Y FORENSE
tendrá entre 70 y 75 años (García Ruíz, 2014). Estas cifras, junto a las presentadas por la Asociación
de Conductores Europeos de Automóviles (ACEA) en las que se observa un incremento de la edad
media de los turismos en España la cual se mantiene entre los 10 países con parques
automovilísticos más envejecidos, ponen de manifiesto la importancia de revisar la eficacia de los
procesos de revisión de la renovación de los permisos de conducción en aquellos conductores más
vulnerables. De hecho, en un estudio reciente (Gutiérrez, 2020) pone de manifiesto que la edad de
los conductores resulta especialmente relevante conforme el vehículo que se conduce es más
antiguo. De hecho, dicho estudio muestra un claro incremento de la probabilidad de sufrir un
accidente de tráfico con graves consecuencias. De hecho, en las cifras de la Dirección de Tráfico y
Seguridad Vial se observa un incremento de 10 puntos porcentuales en la tasa de conductores
fallecidos cuando la edad del conductor es de más de 65 años. De igual manera, la tasa de
conductores fallecidos o heridos censados por cada 100.000 conductores censados se duplica en
conductores de más de 65 años. Estos datos se acompañan con el incremento del 12,3% al 56,6%
de ocupantes de turismos de 65 años y más implicados en accidentes de coche.
Actualmente, se considera que un accidente de coche tiene una explicación multicausal, en
la que intervienen aspectos de la propia persona como la educación, formación, valores, actitudes,
normas u enfermedades. No obstante, las características de la vía como la conservación, el diseño
o la señalización también deben ser tenidas en cuenta, así como el propio vehículo que se conduce
(tipo, mantenimiento, antigüedad, etc.). Todo ello hace necesario considerar la necesidad de una
legislación que lo regule y mecanismos de supervisión de todos los elementos citados (persona, vía
y vehículo) que promuevan la seguridad vial. Considerando los datos actuales, se observa la
necesidad de valorar un equilibrio entre la autonomía y la seguridad en la conducción conforme
avanza la edad del conductor. La obtención del certificado de conducción en España se regula por
el Reglamento General de Conductores (Real Decreto 818/2009), y en ella se establecen los tramos
de revisión por edad y los mecanismos, variables a analizar y pruebas de evaluación. Según el
artículo 12 del Reglamento General de Conductores, Real Decreto 818/2009, la vigencia del permiso
estándar (permiso B) es de 10 años mientras su titular no cumpla los sesenta y cinco años de edad,
y una vez cumplidos éste tendrá una vigencia de 5 años. Aquí nos vamos a referir al modelo de
prevención primaria vigente en España primero en conductores profesionales, y, desde 1982 (Real
Decreto 1967/1982 de 28 de mayo y su desarrollo por la Orden de 22 de septiembre de 1982 y
desarrollos normativos posteriores), ampliado a todos los aspirantes a la obtención/renovación de
carnés de conducir. Es un modelo de evaluación de las aptitudes para conducir primario porque
trata de prevenir la colisión antes de que suceda. Además, supone que la evaluación se realiza en
todos los conductores (de modo periódico), procedimiento de cribado o despistaje, como requisito
administrativo necesario para la obtención del permiso o licencia de conducción.
El vigente Reglamento General de Conductores (Real Decreto 818/2009 de 8 de mayo, y
legislación posterior) incluye en su Anexo IV el cuadro de enfermedades y deficiencias que son
causa de denegación o de adaptaciones, restricciones de circulación y otras limitaciones en la
obtención o prórroga del permiso o licencia de conducción. No obstante, se observa que el 92,7%
de los conductores a partir de los 70 años son calificados en su revisión como “Apto pero con
Restricciones” con la filosofía de entender que la limitación debe venir dada por el descenso en las
capacidades de conducción y no por la edad (Álvarez, 2015). En este sentido, se observa que de
entre el 35-41% precisaron corrección óptica obligatoria, entre el 4-66% una reducción de su periodo
de vigencia, entre el 3-16% requirieron de adaptaciones en su vehículo, y se observó entre un 2-
12% de prevalencia de deterioro de aptitudes psicomotrices y entre un 1,6-5% de detección de
trastornos neurológicos y mentales que contribuyeron a mostrar hasta un 78% renovación de
permiso con restricciones por kilometraje, conducción acompañada, conducción diurna o limitación
de la velocidad (Montoro y Mirabet, 2003).
Actualmente, los informes sobre la aptitud psicofísica sólo pueden ser emitidos por Centros
oficiales o por los Centros sanitarios privados que se rigen por el Real Decreto 170/2010, de 19 de
febrero, por el que se aprueba el Reglamento de Centros de Reconocimiento destinados a verificar
las aptitudes psicofísicas de los conductores. Estos centros siguen las pautas del Protocolo de
105
LIBRO DE RESÚMENES. XIII CONGRESO (INTER)NACIONAL DE PSICOLOGÍA JURÍDICA Y FORENSE
MESAS DE EXPERTOS
Introducción
Una y otra vez se reabre el debate sobre el acceso legal a la posesión y uso de armas de
fuego y sobre el papel que puede jugar una legislación más restrictiva para prevenir asesinatos,
suicidios y accidentes con armas de fuego. Es un debate culturalmente condicionado. Unos piensan
que su tenencia y más o menos (posible) uso debe ser un derecho. Otros, por el contrario, sostienen
que un fácil acceso a ellas favorece la aparición de acciones violentas.
¿Libertad norteamericana (tradición individuocéntrica) o control europeo (tradición
administratocéntrica)? (Martínez, 2002). En la Geneva Declaration on Armed Violence and
Development (2006) se establecía que 9 de cada 10 muertes violentas ocurren al margen de las
situaciones de conflicto armado (Geneva Declaration, 2015a) y se pedía un mayor control del
complejo fenómeno. La adopción, a finales de 2015, de la Agenda 2030 para el Desarrollo
Sostenible, en concreto el 16, supuso un espaldarazo a la necesidad de afrontar el problema
(Geneva Declaration, 2015b). La legislación española, siguiendo una tradición centenaria (Tortosa,
Civera y Pastor, 2001, Tortosa et al., 2017), y satisfaciendo recomendaciones de la OMS (WHO,
2014), obliga a superar una exploración psicológica de sus aptitudes psicofísicas a cualquier
aspirante a la tenencia de armas. A través de estos exámenes de aptitud se puede impedir la
obtención/renovación de un permiso o licencia de armas a quien no cumpla con los requisitos que
establece la normativa, y puede hacerlo porque la/el solicitante no reúna las condiciones físicas y/o
psicomotoras y/o mentales exigidas, o porque ha perdido las que tenía.
Mas de millón y medio de licencias, amparan casi tres millones de armas en manos de
particulares. Durante la última década se concedió (obtención/renovación) un promedio anual de
300.000 licencias y autorizaciones de armas, denegándose unas 5.100 licencias/año, prácticamente
106
LIBRO DE RESÚMENES. XIIIRESÚMENES.
LIBRO DE CONGRESO XIII
(INTER)NACIONAL DE PSICOLOGÍA
CONGRESO (INTER)NACIONAL DEJURÍDICA Y FORENSE
PSICOLOGÍA JURÍDICA Y FORENSE
un 2% de las solicitadas [1,76% vs. 0,70 en USA]. En los últimos 29 años 9.456 personas muertas
por un mal uso de las armas de fuego (lesiones autoinfligidas, homicidios, accidentes), una media
de 326 al año, casi una diaria (0,90). Los datos coinciden con estudios que muestran que tener un
arma de fuego en el hogar incrementa el riesgo general de posibles acciones violentas (Anglemyer,
Horvath y Rutherford, 2014; Butler et al., 2020; Swanson, Eyllons, Sheu, y Miller, 2021). El problema
es que la legislación, los criterios, e incluso los instrumentos básicos, tienen más de 20 años de
antigüedad.
Metodología
Resulta necesaria una actualización y adecuación normativa, no puede seguir siendo una
generalización del modelo de exploración de conductores. Nuestro objetivo fue fundamentar una
posible nueva propuesta normativa, y ofrecer un adecuado y actualizado protocolo de exploración
(criterios, instrumentos, y modelos de exploración diferenciados) que regulase la acreditación de las
condiciones de aptitud psicofísica necesarias para la tenencia y uso de armas de fuego. No
olvidemos que persigue detectar, en sujetos “aparentemente sanos”, problemas de salud de forma
precoz, lo que pretende lograr a través (pruebas de screening) de un examen médico, psicomotor y
psicológico periódico, lo que le convierte en una importante área de intervención pericial en este
ámbito del derecho civil (COPC, 2016). Se planteó una investigación que sigue un diseño
longitudinal con un esquema definido.
Resultados y Discusión
La nueva legislación no debe seguir siendo una generalización de la normativa al respecto
establecida para la expedición de los permisos y licencias de conducción. Establecemos dos tipos
básicos de reconocimiento para quienes aspiran a obtener/renovar permisos y licencias de armas.
Propone un protocolo nuevo para guiar el proceso evaluador, y un nuevo modelo de historia clínica
ajustado, lógicamente, al protocolo y a los diversos tipos de reconocimiento. Propone también un
nuevo modelo de Anexo que introduce modificaciones tanto en lo referente a estructura, como a
contenidos y criterios. En el caso de las aptitudes perceptivo-motoras/toma de decisiones y
personalidad, se sugiere mantener la estructura, en el caso de las aptitudes perceptivo-motoras y la
toma de decisiones, reducida a una prueba que intente valorar ese proceso en relación al
atenimiento-no atenimiento a normas. En el caso de la vulnerabilidad a la psicopatología se plantea
107
LIBRO DE RESÚMENES. XIII CONGRESO (INTER)NACIONAL DE PSICOLOGÍA JURÍDICA Y FORENSE
MESAS DE EXPERTOS
El ámbito laboral, y especialmente el de las empresas, son el principal motor del desarrollo
social y económico, y las interacciones sociales que ocurren en las mismas posibilitan el crecimiento
económico con apoyo de la innovación, al igual que la actividad de las administraciones y otro tipo
de organizaciones sin ánimo de lucro, y la de sus directivos y trabajadores constituyen también una
fuente de riqueza y progreso social. Con todo, la actividad laboral no está exenta de riesgos de los
que destacan los accidentes de trabajo que provocan muertes y lesiones que se sufren con ocasión
o por consecuencia del trabajo que efectúa. No en vano, el laboral es uno de los principales motivos
de desplazamiento, de la demanda de movilidad y transporte y en este ámbito se concentra un gran
porcentaje de la accidentalidad vial.
Dentro de los desplazamientos laborales existen dos tipologías: desplazamientos en
trayecto, o in itinere, y en desplazamientos en jornada laboral, o en misión. De acuerdo con ello
existen dos tipos de Accidentes Laborales de Tránsito: los Accidentes In Itinere y los Accidentes En
misión. Los primeros los más representados en las estadísticas oficiales de accidentes de trabajo
con baja, 57.316 en e caso de los asalariados y 2.017 en el caso de trabajadores por cuenta propia,
siendo mucho menores los datos en el segundo caso; datos, por cierto, coincidentes con los que
ofrecen las aseguradoras (UNESPA, 2020). No es baladí, son 163 accidentes laborales de tráfico
diarios, casi un 15% de los accidentes laborales están relacionados con el tráfico, y suponen,
además de los costes personales y familiares, siempre prioritarios, unos dos mil millones de euros
en costos directos e indirectos. Consecuentemente, para la mejora de la Seguridad Vial, la Movilidad
y el Transporte en todos los países, se hace necesario contar con el necesario concurso e
implicación de las empresas, y de los trabajadores. La ISO 39001 es una buena herramienta, pero
no es suficiente. Resulta imperativo el desarrollo de Planes Laborales de Seguridad Vial y Movilidad
que atiendan a esta problemática y que compartan unos objetivos comunes que permitan minimizar
las víctimas en accidentes de tráfico, favorezcan la circulación, y promuevan el cambio hacia una
movilidad más sostenible.
108
LIBRO DE RESÚMENES. XIIIRESÚMENES.
LIBRO DE CONGRESO XIII
(INTER)NACIONAL DE PSICOLOGÍA
CONGRESO (INTER)NACIONAL DEJURÍDICA Y FORENSE
PSICOLOGÍA JURÍDICA Y FORENSE
Así mismo, este trabajo parte de la premisa de que el propio ámbito laboral constituye un
espacio físico-temporal de carácter especialmente beneficioso para acometer con mayor eficacia el
objetivo de reducir la accidentalidad vial en el país, ya que en el mismo se puede tener mayor
conocimiento de los sujetos, consecuentemente particularizar las intervenciones de acuerdo con sus
características personales y circunstancias, y hacer que las mismas tengan una mayor continuidad
completando un adecuado seguimiento. Además, en este ámbito se puede atender a otros sucesos
relacionados con la seguridad vial, los cuales podría haber ocurrido un daño, o deterioro de la salud
(sin tener en cuenta la gravedad), o una fatalidad, que van desde los incidentes o cuasi-accidentes,
hasta las propias condiciones inseguras y el riesgo, que en otros ámbitos como el general no son
posibles controlar. También por el carácter que tienen las empresas de grupos de personas
organizados, que donde se producen fenómenos de influencia social y se generan y comparten
valores, el ámbito laboral se presenta como especialmente proclive para el fomento y el desarrollo
de una verdadera y positiva cultura de la seguridad vial.
Considerando todo ello, el objeto del presente trabajo es realizar un análisis del marco
normativo, que determina la actuación por parte de las Empresas, Administraciones Públicas y otras
Organizaciones, para el desarrollo de los necesarios Planes Laborales de Seguridad Vial y
Movilidad, y en base al mismo realizar toda una serie de propuestas de mejora que maximicen su
aplicación y utilidad.
Introducción
En seguridad vial llevamos décadas luchando contra la pandemia de los accidentes de
tráfico, que generan anualmente 1,35 millones de muertos en todo el mundo y casi 50 millones de
personas con lesiones graves. (WHO 2018). En España, durante los últimos 5 años se han
producido de media unos 102.000 accidentes de tráfico, causando 1.800 fallecidos y unos 8.900
heridos graves (DGT 2019) y parece que la tendencia continua al alza. Acabar con esta pandemia
de los accidentes de tráfico requiere seguir adoptando hábitos y conductas que favorezcan la
seguridad vial y modificar los comportamientos inseguros, sobre todo los de aquellos conductores
que representan mayor riesgo en las vías, por cometer de manera reincidente infracciones contra la
seguridad vial. En España, durante los últimos años se han establecido diferentes medidas para
reducir la siniestralidad, muchas de ellas centradas en los conductores ya que como afirma Treat et
al., (1973) el factor humano está involucrado o es participante entre el 71% y el 93% de los
accidentes de tráfico, siendo el factor que mayor implicación tiene y hasta la fecha no existe ningún
estudio que lo desmienta.
La reincidencia, en el factor humano, incrementa las probabilidades de sufrir un accidente
por el número de ocasiones en que se manifiesta la conducta problema o infractora por lo que resulta
importante diseñar intervenciones para conductores que han cometido un número importante de
infracciones (Struckman-Johnson, 1989; McKnight and Tippetts, 1997; Michael, 2004; Bamford et
al., 2007; Clark et al., 2015; Baltruschat, et al., 2021). Según Lijarcio et al., (2015) a diferencia de la
mayoría de los países miembros de la Unión Europea (UE), en España la reincidencia está regulada
por dos vías, administrativa y penal. Cuando se habla de reincidencia en los países europeos suele
109
LIBRO DE RESÚMENES. XIII CONGRESO (INTER)NACIONAL DE PSICOLOGÍA JURÍDICA Y FORENSE
MESAS DE EXPERTOS
ser un delito que tiene penas escalonadas debido a acciones subsiguientes del mismo delito, sin
que se establezca la reincidencia vía administrativa. En este trabajo nos centraremos en la
reincidencia administrativa.
En España, la legislación de Trafico Ley 17/2005, de 19 de julio y sus posteriores
modificaciones, regulan vía administrativa el permiso y la licencia de conducción por puntos, donde
se indican las infracciones, sanciones e intervenciones reeducativas, estas últimas basadas en los
cursos de recuperación de puntos de 12 o 24 horas para conductores reincidentes que hayan
perdido parte o todo su saldo de puntos y con ellos la vigencia de su permiso, respectivamente.
(Lijarcio et al., 2018). Estos cursos se materializan en el Programa de Intervención Sensibilización
y Reeducación Vial (INCOVIA) desarrollado por la Universitat de València (UV), y a través de una
metodología cognitivo-emocional, pretenden promover cambios hacia conductas seguras en los
reincidentes y reducir los comportamientos infractores de alto riesgo. El problema radica en que, si
un conductor pierde más de una vez la licencia, se le aplica el mismo programa (aunque ya paso
por él y no tuvo el resultado esperado) ya que la administración no tiene planteada una intervención
alternativa ni tampoco analiza la causa de la reincidencia del conductor.
Hipotéticamente los conductores más peligrosos y que mayor riesgo representan para la
sociedad, son los que reinciden en su mal comportamiento al volante, cometiendo infracciones
graves o muy graves y perdiendo en diferentes ocasiones su vigencia del permiso de conducción.
Conocer la evolución de la reincidencia administrativa en los últimos 10 años de datos disponibles
(2009-2018) así como las asistencias reiteradas al programa INCOVIA nos ayudará a contextualizar
su incidencia en la seguridad vial y a reflexionar si el programa de tratamiento aplicado es eficaz
para reducir estos comportamientos peligrosos, o por el contrario serían susceptible de cambios, ya
que durante 15 años solo han sufrido actualizaciones legislativas y epidemiológicas y no
metodológicas.
Método
Para conocer los datos de la reincidencia se ha consultado la base oficial de datos ARENA
y de Reincidentes custodiada por la Dirección General de Tráfico. La explotación y análisis de los
datos se ha realizado sobre las infracciones que llevan aparejada la pérdida de puntos durante los
años 2009 y 2018, último año con datos disponibles y consolidados hasta el momento de la
realización de la investigación. Se han realizado análisis estadísticos univariados y multivariados a
fin de obtener una valoración global de la reincidencia. La clasificación de la reincidencia se apoyó
en la conceptualización que realiza la Dirección General de Tráfico (DGT), en su base de datos
donde concluye que: “la reincidencia vía administrativa es la comisión de un infracción grave o muy
grave sancionable y la repetición de dicha sanción, por la misma causa, separadas al menos por 24
horas seguidas durante un año.”
Resultados y Discusión
Referente a la reincidencia anual (véase Tabla 1) nos encontramos con 570.622
reincidentes en el periodo estudiado, potenciales participantes en el programa de intervención
INCOVIA. La reincidencia se redujo a la mitad, experimentando un descenso de 33.391 conductores.
Este descenso no es constante a lo largo de los años, produciéndose aumentos y reducciones,
sobre los que habría que profundizar para poder explicarlos. A los descensos alcanzados en los
años 2010 (12.73%) y 2012 (11.84%), les sigue un repunte de casi el 6% en 2013 (5.98%). También
se producen incrementos en los siguientes años del 6.37% (2016) y de 1.60% (2017). En el año
2018, se alcanza la preocupante cifra de 44.221 conductores reincidentes. Esta cifra de conductores
reincidentes, en comparación con el número total de conductores, cerca de los 27 millones, puede
parecer insignificante. Sin embargo, situándola en relación al número de accidentes con víctimas,
algo más de 100.000, sí que permite poner en dimensión del problema que suponen los conductores
reincidentes para la seguridad vial. Casi 45.000 conductores de reincidentes podrían ser los
responsables de parte de los 100.000 accidentes de tráfico, los cuales no necesariamente acuden
a un programa de reeducación vial.
110
LIBRO DE RESÚMENES. XIIIRESÚMENES.
LIBRO DE CONGRESO XIII
(INTER)NACIONAL DE PSICOLOGÍA
CONGRESO (INTER)NACIONAL DEJURÍDICA Y FORENSE
PSICOLOGÍA JURÍDICA Y FORENSE
Si tomamos los datos de los conductores no reincidentes, que no han sido sancionados,
(véase Tabla 3) el número de conductores oscila entre los 24 y los 29 millones al año, número que
va creciendo desde el año 2010 con 24,18 millones de conductores a los 29.63 millones registrados
en 2018. Este crecimiento continuado presenta dos saltos que rompen con la tendencia del período
estudiado. El primero se produce entre los años 2009 y 2010 se produce un descenso del 4.17%,
pasando de 25,24 M a 24.18M. El segundo tiene lugar entre los años 2012 y 2013, donde se registra
un incremento del 9.37%, pasando de 25.55 M en 2012 a 27.94 en 2013.
Acerca de las intervenciones podemos afirmar que, en 10 años, se han realizado 31.209
cursos de 24 horas para de recuperación del permiso, para un total de 380.225 conductores
111
LIBRO DE RESÚMENES. XIII CONGRESO (INTER)NACIONAL DE PSICOLOGÍA JURÍDICA Y FORENSE
MESAS DE EXPERTOS
reincidentes, de los cuales 18.422 perdieron el permiso 2 veces o más, lo que indica que participaron
varias veces en el programa de intervención INCOVIA sin éxito reeducativo.
Para los conductores que han perdido el permiso de conducción en más de dos ocasiones
se les debería aplicar una intervención nueva y específica, basada en agrupación de sus
infracciones o tipologías de la misma naturaleza, haciendo especial incidencia en tres posibles
variables: sustancias, velocidad y conducta antisocial. Una vez declarado reincidente se le debería
realizar una valoración por parte de un profesional, para determinar si existe patología o por el
contrario si es un reincidente esporádico en el caso de sustancias o velocidad o si presenta
conductas impulsivas o agresivas. Sirva como ejemplo esta primera aproximación sobre la cual se
debería investigar más para su desarrollo, pilotaje y puesta en marcha en el futuro, véase Figura 1.
Conductor Reincidente
Intervención especifica en
función del perfil
Introducción
Aunque típicamente el concepto de “seguridad” en el ámbito de la movilidad tiende a
reducirse a la prevención de siniestros viales, existen otras problemáticas de alto impacto que
también afectan sustancialmente a los usuarios. Una de los más relevantes es la victimización en el
entorno del transporte público (Alonso et al., 2020; Orozco-Fontalvo et al., 2019), medio en el cual
existen altos índices de acciones criminales, acentuados por la falta de acciones efectivas para su
prevención y control (Sousa, 2017; Smith y Clarke, 2000).
El objetivo de este estudio era analizar los índices de victimización experimentados por los
usuarios del sistema de transporte público integrado de la ciudad de Madrid, clasificados por
diferentes tipos de eventos (o comportamientos) y su relación con el miedo al delito y los posibles
cambios comportamentales derivados de este miedo y su impacto en los patrones de movilidad.
Partiendo de las consideraciones teóricas y evidencias científicas previas recabadas en
otros sistemas de transporte, para este estudio se hipotetizó que: (i) existen diferencias de género
112
LIBRO DE RESÚMENES. XIIIRESÚMENES.
LIBRO DE CONGRESO XIII
(INTER)NACIONAL DE PSICOLOGÍA
CONGRESO (INTER)NACIONAL DEJURÍDICA Y FORENSE
PSICOLOGÍA JURÍDICA Y FORENSE
según el tipo de incidente de victimización; (ii) el índice de miedo al crimen difiere según el historial
de victimización; y (iii) los usuarios que han sufrido incidentes delictivos han modificado sus patrones
de desplazamiento para evitar nuevos incidentes similares en el contexto del transporte público.
Método
Para el desarrollo de este estudio piloto y recabar datos se tomó una muestra total de n=
151 usuarios del sistema de transporte público de la ciudad de Madrid con una media de edad de
M= 41.8 (DT= 13.75) años. El 43% de la muestra estaba compuesta por mujeres y el 57% por
hombres. Todos ellos respondieron a una encuesta semiestructurada acerca de sus hábitos
cotidianos de movilidad, miedo al delito y sucesos relacionados con el crimen experimentados en el
entorno del transporte público y adaptaciones conductuales derivadas de los incidentes de
victimización a lo largo de los 5 últimos años.
Resultados
A nivel descriptivo, se encontró que la mayoría usuarios del sistema transporte público de
Madrid han sufrido al menos un incidente de victimización dentro de este entorno. Dadas las
diferencias de género en términos de victimización en el entorno de transporte los datos fueron
analizados teniendo en cuenta esta variable, obteniendo como resultado que las mujeres sufren en
mayor porcentaje los eventos de victimización, destacando significativamente aquellos relacionados
con el acoso verbal y físico (véase Tabla 1).
Discusión
Los resultados de este estudio piloto sugieren que existe una prevalencia
considerablemente elevada de victimización en el contexto del sistema integrado de transporte
público de Madrid que, además (una vez consultadas las fuentes) contrasta sustancialmente con las
estadísticas oficiales disponibles, sugiriendo un alto índice de sub-registro o no reporte de casos y
victimización oculta dentro de este contexto, como se ha descrito en estudios anteriores (Alonso et
al., 2020; Orozco-Fontalvo et al., 2019).
Además, las diferencias de género en términos de victimización relacionadas con
agresiones verbales y físicas (la mayoría de ellas de tipo sexual) sitúan a las mujeres como usuarios
de mayor vulnerabilidad (Ceccato y Loukaitou-Sideris, 2021; Sutton, 2005), dado que además son
quienes admiten tener un mayor miedo al crimen (Noon et al., 2019; Stark y Meschik, 2018) y más
113
LIBRO DE RESÚMENES. XIII CONGRESO (INTER)NACIONAL DE PSICOLOGÍA JURÍDICA Y FORENSE
MESAS DE EXPERTOS
114
LIBRO DE RESÚMENES. XIIIRESÚMENES.
LIBRO DE CONGRESO XIII
(INTER)NACIONAL DE PSICOLOGÍA
CONGRESO (INTER)NACIONAL DEJURÍDICA Y FORENSE
PSICOLOGÍA JURÍDICA Y FORENSE
Mucho ha sido lo que se ha escrito sobre las consecuencias negativas que la ruptura de
pareja provoca en los hijos e hijas, también, aunque menos, sobre los adultos implicados. Sin
embargo, a pesar de que la ruptura de pareja puede ser una oportunidad para progenitores e hijos
poco se ha escrito sobre ello, tal vez por la frecuencia de las consecuencias negativas y su gravedad.
Sin duda, la existencia de tribunales especializados permite gestionar la ruptura de pareja
como una oportunidad, y no convertirla en un proceso destructivo para las personas y las familias
implicadas. Para la mayoría de las familias el divorcio o la ruptura de pareja resulta una de las
experiencias vitales más estrés (Kreyenfeld y Trappe, 2020), tanto para quienes se separan como
para sus hijos. Repercute en todos los ámbitos de sus vidas, incluyendo el de salud. Tal es el impacto
que se considera una experiencia adversa de la infancia (ACES) (Crouch, et al., 2020; Fariña, Seijo,
Fernández-Hermelo et al., 2020). Sin embargo, existe suficiente evidencia científica para afirmar
que el daño que sufren los hijos e hijas, incluso hasta la etapa adulta, no lo provoca la separación
de los progenitores sino el conflicto familiar (Thulin, Heinze y Zimmerman, 2021).
Para revertir esta situación se requiere un abordaje diferente al tradicional, que implica juzgados
especializados de resolución de problemas y una perspectiva multidisciplinar, en línea con lo que
señala la Justicia Terapéutica (TJ) (Daicoff y Wexler, 2003). Los tribunales de resolución de
problemas buscan alcanzar mejores resultados y al mismo tiempo proteger los derechos individuale
(Berman y Feinblatt, 2003). No se centran en la mera resolución de un caso sino en lograr también
resultados tangibles que eviten la reaparición del problema. En ellos los asuntos se tratan no
únicamente como un problema legal sino también como un problema humano, por lo que
indefectiblemente se necesita conocer algunos principios de las ciencias del comportamiento
(Winick y Wexler, 2003). Además, los tribunales de resolución de problemas se caracterizan por la
implicación judicial activa, que incluye hacer valer la autoridad judicial para motivar a los usuarios
de la Justicia a aceptar los servicios que mejor se ajustan a sus necesidades y hacer un seguimiento
de ello (Winick y Wexler (2003). Una jurisdicción especializada en familia debería de tener esta
orientación.
En el derecho de familia, adoptar una perspectiva de TJ conlleva a que todos los
profesionales que intervienen, incluidos jueces, abogados, personal judicial y proveedores de
servicios, a enfocarse en identificar y lograr resultados que ayuden realmente a mejorar las vidas de
todos los miembros de la familia que se encuentren involucrados en el procedimiento legal (Babb,
1997, 2014, 2021). Esto exige a todos los operadores jurídicos una formación especializada, y
diferente a la que se enseña todavía en la mayoría de las facultades. En el caso particular de la
abogacía de familia, la premisa de la que se parte es que su labor ya no se ciñe únicamente a
representar a sus clientes legalmente, sino que implica ayudar a los progenitores a resolver los
problemas ofreciéndoles adecuado asesoramiento que les permita tomar decisiones convenientes,
y alcanzar acuerdos que sean buenos para los hijos, y que a la vez resulten, razonables, justos,
viables y duraderos (Fariña, Seijo y Vázquez, 2020; Ong, 2020). Lo que no se traduce en una labor
paternalista con su cliente o que minimice su autodeterminación, ni tampoco que no defienda los
intereses de sus clientes (Fariña, Seijo y Vázquez, 2020). Muy por el contrario, supone un ejercicio
responsable y comprometido de su profesión con altos beneficios para sus clientes y sus familias.
Así, como señala Tesler (1999), convocando a Erickson, (1991) y a Stolle et al. (1997),
afirma que muchos abogados con amplia experiencia en procesos contenciosos de familia admiten
que la satisfacción del cliente no parece relacionarse directamente con los resultados obtenidos en
la sentencia, puesto que anhelan otros que los tribunales no pueden proporcionar; por eso incluso
cuando ganan no obtienen todo lo que quieren. Por lo tanto, una gestión tradicional contenciosa de
la ruptura de pareja daña y no satisface a los implicados. En nuestra opinión, esto exige a la
115
LIBRO DE RESÚMENES. XIII CONGRESO (INTER)NACIONAL DE PSICOLOGÍA JURÍDICA Y FORENSE
MESAS DE EXPERTOS
abogacía de familia, en línea con lo que plantea Lozano (2020), complementar su formación jurídica
para coadyuvar a sus clientes a gestionar convenientemente los conflictos y ofrecer un servicio de
calidad.
Sin embargo, la vía contenciosa tradicional todavía sigue siendo la única que practican
algunos de los profesionales implicados, y no sólo los del derecho, sino también los de la psicología
o el trabajo Social. A modo de ejemplo, cuando los peritos psicólogos y trabajadores sociales
enfocan su intervención en sustentar la postura del progenitor que los contrata, o la de los
designados por el tribunal, dirigida a establecer, de manera implícita o explícita, un progenitor
ganador y otro perdedor. Sin duda el cambio de paradigma en la gestión de la ruptura de pareja
conlleva la implicación y formación de todos los profesionales que intervienen en estos casos.
En esta mesa de expertos participan juristas especializados en derecho de familia, quienes
representan a las asociaciones más importantes de España en su ámbito. A todas las ponentes les
une el objetivo de lograr una Jurisdicción de Familia o, como en los últimos tiempos se ha
considerado y hasta defendido, la Jurisdicción de Infancia, Familia y Capacidad. En todo caso, todas
defienden la creación de una jurisdicción especializada para tratar los asuntos que tienen que ver
con la familia. En concreto, las ponentes abordarán la relevancia de la especialización, el derecho
colaborativo de familia, la mediación familiar, los informes psicosociales y la coordinación de
parentalidad. De esta manera, se propone una exposición desde la visión del Derecho de Familia
con objeto de generar un debate interdisciplinar con la Psicología Jurídica.
Introducción
Entre las nuevas metodologías alternativas de resolución extrajudicial de conflictos, y como
paradigma de justicia Terapéutica, se encuentra el Derecho Colaborativo. Esta práctica está
resultando pieza clave en la transformación de la práctica del Derecho de Familia ofreciendo grandes
beneficios a las familias que realizan este proceso con abogados colaborativos.
Es una alternativa voluntaria, en la que los abogados intervinientes, formados en práctica
colaborativa, llevan a cabo una negociación integradora basada en la cooperación y en la
satisfacción de los intereses de ambas partes. Además, se incluye el requisito de la renuncia formal
de los abogados de las partes a no litigar en ese asunto ante el Juzgado si la negociación no llega
a un acuerdo. El fin es garantizar que se pondrán todos los esfuerzos y se agotarán todos los
recursos a fin de lograr el mejor acuerdo para ambas partes y donde el resultado final sea
ganar/ganar que, en el ámbito del Derecho de Familia, se traduce en la ganancia mutua para toda
la familia y, en especial, para los menores. El Derecho Colaborativo surge en EEUU cuando ante la
insatisfacción de ciudadanos y abogados con el sistema judicial tradicional (lentitud procesos,
calidad de las resoluciones, costes…), un abogado de Familia, Stu Webb introdujo en 1990 el
concepto de Derecho Colaborativo como una práctica de gestión de disputas asistida por abogados
por vía extrajudicial, siguiendo el proceso de negociación basado en la teoría de gestión de conflictos
colaborativa de Harvard y con el compromiso de no litigar ante los tribunales caso de no conseguirse
el acuerdo.
La negociación integradora, constructiva y no litigante, es base del Derecho Colaborativo.
Frente a la tradicional negociación distributiva en la que las partes defienden sus posiciones sin
entrar a conocer otros elementos de la negociación, y donde cada una busca sólo su mayor
beneficio. La práctica colaborativa defiende una negociación positiva y de cooperación para la
satisfacción de los intereses de las partes, en el logro de obtener beneficios mutuos. Para ello, es
116
LIBRO DE RESÚMENES. XIIIRESÚMENES.
LIBRO DE CONGRESO XIII
(INTER)NACIONAL DE PSICOLOGÍA
CONGRESO (INTER)NACIONAL DEJURÍDICA Y FORENSE
PSICOLOGÍA JURÍDICA Y FORENSE
esencial la formación del abogado en prácticas colaborativas, que le permita averiguar y conocer
los intereses de las partes para proponer opciones creativas y llegar a soluciones alternativas
óptimas que den valor a ambas partes, apartándose así del concepto de “unos ganan y otros
pierden”, para llegar a la idea de “todos ganamos”.
Un proceso colaborativo se basa en una serie de elementos fundamentales:
1.- El compromiso de las partes en llevar a cabo una negociación para el logro de un acuerdo
mutuamente aceptado por cada una, sin acudir a los tribunales para resolver el conflicto
mientras esté vigente el proceso colaborativo, y en proceder con honestidad, respeto y buena
fe con un intercambio transparente de información.
2.- Renuncia de los abogados a intervenir judicialmente en un procedimiento contencioso en caso
de no poder alcanzar un acuerdo. Si intervienen otros profesionales deberán firmar también su
renuncia.
3.- Trabajo de escucha en profundidad del abogado con su cliente encaminado a la identificación
de sus intereses reales, al análisis del conflicto, a la búsqueda de metas compartidas con la
otra parte a fin de encontrar la mejor solución amistosa para ambos.
4.- Participación activa de los clientes en las reuniones junto con sus abogados, llevando a cabo
una actividad constructiva para compartir información, identificar intereses y preocupaciones, y
discutir opciones en la búsqueda de soluciones de equidad.
5.- Poder recurrir a expertos neutrales, decididos de mutuo acuerdo, con el fin de que intervengan,
medien o asesoren a ambas partes en las materias en las que sea necesario.
6.- El contenido de las reuniones o encuentros, está basado en una absoluta confidencialidad. El
proceso negociador finaliza cuando, de manera conjunta los abogados, elaboran un convenio
regulador que será firmado por ambas partes. En este se detallan los acuerdos alcanzados y
los Abogados explican los pasos a seguir para que dichos acuerdos sean eficaces
judicialmente.
117
LIBRO DE RESÚMENES. XIII CONGRESO (INTER)NACIONAL DE PSICOLOGÍA JURÍDICA Y FORENSE
MESAS DE EXPERTOS
118
LIBRO DE RESÚMENES. XIIIRESÚMENES.
LIBRO DE CONGRESO XIII
(INTER)NACIONAL DE PSICOLOGÍA
CONGRESO (INTER)NACIONAL DEJURÍDICA Y FORENSE
PSICOLOGÍA JURÍDICA Y FORENSE
119
LIBRO DE RESÚMENES. XIII CONGRESO (INTER)NACIONAL DE PSICOLOGÍA JURÍDICA Y FORENSE
MESAS DE EXPERTOS
Obtener una relación más profunda y de equipo con los demás profesionales participantes.
Reducir la interrogante del resultado judicial.
Ayudar a los clientes a obtener sus propios acuerdos y participar en la solución de sus
problemas sin dejarlos en manos de terceros. Reduce incertidumbre.
Promover la confianza y respeto mutuo entre los clientes dejando abiertas vías de
comunicación.
Conclusiones
Indudablemente se ha progresado en España, gracias al esfuerzo de mucho profesionales
que, desde sus distintas materias y desde los distintos ámbitos de su intervención, han hecho con
su trabajo en el día a día que los procesos de ruptura de pareja comiencen a ser tratados mediante
otros métodos alternativos al procedimiento contencioso (la interposición de la demanda debe ser
el último recurso en la generalidad de los casos) y abordarse de manera sensible para que el
proceso sea lo más terapéutico posible. Es una exigencia de responsabilidad social para los
operadores jurídicos, aconsejar otras formas alternativas de resolución de conflictos, ya que una
decisión de fuerza adoptada por el juez se va a percibir como la victoria de una parte sobre la otra,
mientras que una decisión consensuada y trabajada puede ser enormemente beneficiosa para toda
la familia. Desde el punto de vista emocional, estos nuevos modelos de Justicia permiten acabar
con el concepto de vencedores y vencidos que tanto perjudica a las relaciones familiares.
Introducción
El Derecho de Familia ha ido evolucionando con la sociedad. Los actuales modelos de
familia, diferentes al sistema familiar tradicional, ha traído consigo la necesidad de que la norma se
adapte a las mismas; si bien es cierto, la Ley suele ir más lenta que la sociedad.
El Derecho de Familia abarca las relaciones familiares entre las parejas, entre los padres,
entre los hermanos, entre los padres y los hijos, filiación, adopción, acogida, etc., y no solo en el
momento de la ruptura de la pareja, sino desde el mismo momento en que se constituye la familia,
a lo largo de su convivencia y cuando se produce la ruptura de ésta. Ello nos lleva a una idea que
se ha impuesto a nivel jurisprudencial: cada familia es un caso concreto y así se ha de tratar. Y,
además, con un espíritu pacificador del conflicto familiar en pro de los menores, cuyo interés superior
es protegido por la Ley, cuyos derechos vienen recogidos en Convención de los Derechos del Niño
de 1989, sin olvidar que también tiene derecho a ser oídos.
Si por algo se caracterizan las rupturas de pareja es por su alta carga emocional que hace
que, en muchas ocasiones, no se pueda conseguir el consenso. Es por ello que la Mediación familiar
sea una muy buena herramienta ya que devuelve a los mediados el control y la responsabilidad
sobre sus propias decisiones, se restablece el diálogo, mejorando la comunicación y construyendo
ellos mismos el futuro de su familia.
La mediación familiar
En España, de los diferentes ámbitos de aplicación de la mediación, la familiar es la que
tiene más tradición. Si bien la actual Ley de Mediación en nuestro país es la consecuencia de la
transposición de la Directiva de mediación de 21 de mayo de 2008 (2008/52/CE) sobre ciertos
aspectos de la mediación en asuntos civiles y mercantiles, lo cierto es que con anterioridad ya existía
la Mediación Familiar a través de la normativa de las Comunidades Autónomas, que la regulaban al
120
LIBRO DE RESÚMENES. XIIIRESÚMENES.
LIBRO DE CONGRESO XIII
(INTER)NACIONAL DE PSICOLOGÍA
CONGRESO (INTER)NACIONAL DEJURÍDICA Y FORENSE
PSICOLOGÍA JURÍDICA Y FORENSE
121
LIBRO DE RESÚMENES. XIII CONGRESO (INTER)NACIONAL DE PSICOLOGÍA JURÍDICA Y FORENSE
MESAS DE EXPERTOS
Conclusiones
Es necesario un cambio de paradigma entre los letrados de forma que dejen de ver la
mediación como antagónica a sus intereses para verla como una aliada y para ello es necesario que
tengan experiencia en su utilización.
Decíamos al comienzo que los conflictos familiares se caracterizaban por su alta carga
emocional. En el momento de mayor estrés y vulnerabilidad los progenitores tienen que decidir el
futuro de su familia. Ello lleva, en muchas ocasiones, a que éstos decidan poner en manos del Juez
dicha decisión. La consecuencia es una sentencia que no va a satisfacer todas las necesidades
reales de esa familia ya que el Juzgador no puede entrar a conocer de cuestiones personales o
emocionales.
Precisamente, por la situación en la que se encuentran los mediados es por lo que la
mediación es más que aconsejable. Pero, además debido a la tipología del conflicto familiar,
complejo y con una gran carga emocional, es por lo que la comediación interdisciplinar es la más
conveniente, ya que va permitir dar un apoyo más concreto en los distintos ámbitos del conflicto.
Cierto es que la formación del mediador es amplia en herramientas e incluye unos conocimientos
legales mínimos, pero la posibilidad de que los mediadores pertenezcan a diferentes disciplinas
hace que ésta sea enriquecedora tanto para los mediadores como para los mediados.
En el ámbito de la Mediación Familiar, los equipos formados, por ejemplo, por psicólogos y
abogados suelen conllevar un trabajo conjunto muy fructífero. Para ello es necesario que el equipo
esté muy bien integrado y coordinado, haciendo uso de las cualidades de cada uno de sus
miembros. De esta forma, se potencia la adquisición de habilidades y conocimientos por parte del
equipo mediador, al retroalimentarse mutuamente, mientras que los mediados cuentan con un
servicio más integral y acorde a las facetas del conflicto familiar con el que acuden a la mediación.
Introducción
El complejo escenario de la pandemia COVID19 viene sometiendo a nuestra sociedad a
situaciones de gran tensión. Para las familias, el estrés derivado de la afectación de la salud, la
incertidumbre económica, la conciliación laboral y familiar en entorno de teletrabajo o la modificación
forzada de hábitos cotidianos y de convivencia son, entre otras, circunstancias que han generado
problemas antes inexistentes o agravado otros. Incluso han anticipado decisiones sobre ruptura.
La gestión de los conflictos familiares se ha complicado; en España, más a raíz de la
declaración de estado de alarma por Real Decreto 463/2020 de 14 de marzo y sucesivas prórrogas.
Dudas sobre el cumplimiento de medidas de guarda o estancias con cada progenitor en periodos
de confinamiento o restricciones de movilidad, así como incumplimientos de pago de alimentos ante
pérdida de empleo son situaciones que han suscitado numerosos problemas, agravados por la
paralización de plazos procesales, la suspensión de vistas salvo contadísimas excepciones, la
imposibilidad de recurrir a los puntos de encuentro familiar y, además, la contradicción en los
criterios judiciales sobre las modificaciones legales temporales. En tan difíciles circunstancias, es
destacable la labor realizada por la abogacía especializada en derecho de familia para la
122
LIBRO DE RESÚMENES. XIIIRESÚMENES.
LIBRO DE CONGRESO XIII
(INTER)NACIONAL DE PSICOLOGÍA
CONGRESO (INTER)NACIONAL DEJURÍDICA Y FORENSE
PSICOLOGÍA JURÍDICA Y FORENSE
consecución de acuerdos e interpretación de las resoluciones judiciales, así como la de los y las
profesionales de la mediación y servicios psicosociales. Pero la experiencia en tribunales evidencia
un aumento significativo de los procedimientos de modificación de medidas, ejecuciones y
solicitudes de decisión judicial con respecto a cuestiones cotidianas de responsabilidad parental
que, lejos de resolver el conflicto, a menudo lo agravan y retroalimentan, imposibilitando el ejercicio
de una parentalidad positiva.
La alta conflictividad familiar, con crisis sanitaria o sin ella, precisa un diagnóstico temprano y pronta
actuación que permita detener la escalada del conflicto y situaciones de violencia evitables con los
recursos adecuados, como puede serlo la coordinación de parentalidad.
Coordinación de parentalidad
La coordinación de parentalidad es un recurso específico para familias en situación de alta
conflictividad. Precisa una alta preparación técnica multidisciplinar y puede resultar eficaz cuando
otros sistemas de intervención o métodos de gestión pacífica de conflictos no han funcionado o si
éstos son inadecuados por la naturaleza del conflicto o por su intensidad. Es además una valiosa
herramienta de Justicia Terapéutica que contribuye a transformar positivamente la dinámica
relacional familiar. Suele definirse como un proceso alternativo, aunque, en puridad, se trata de una
intervención complementaria -distinta a la mediación, a la terapia o a los programas de apoyo
psicosocial-, centrada en ayudar a los progenitores en la implementación de un plan de parentalidad
positiva en interés de los hijos e hijas, con beneficio para toda la familia. Permite además detectar
situaciones de violencia y proteger a los menores frente al maltrato.
La introducción de la figura en España se produjo a partir de estudios llevados a cabo en
otros países, en especial experiencias americanas y canadienses. Proviene de una necesidad a
cubrir en las intervenciones post ruptura de pareja con hijos menores de edad o con capacidad
necesitada de apoyo y más en concreto ante dificultades extremas en la implementación del plan
de parentalidad o el cumplimiento de medidas. Por ello, este método de trabajo no debe ser
importado sin más sino identificando las necesidades a cubrir en cada red de recursos y particular
sistema jurídico (Pérez-Crespo, 2019), con protocolos de derivación detallados que garanticen la
adecuación y calidad de la intervención. De ahí las diversas experiencias que se vienen
123
LIBRO DE RESÚMENES. XIII CONGRESO (INTER)NACIONAL DE PSICOLOGÍA JURÍDICA Y FORENSE
MESAS DE EXPERTOS
Consideraciones finales
El abordaje de los conflictos familiares ha de ser integral, interdisciplinar y coordinado con
cada profesional interviniente, con especialización de juzgados y tribunales en materia de familia,
infancia y capacidad.
La coordinación de parentalidad, como figura de apoyo altamente especializada, puede
resultar muy útil en la implementación del plan de parentalidad y correcto cumplimiento de las
resoluciones judiciales.
Su regulación detallada y homogénea es imprescindible, tanto para ofrecer a las familias un
recurso psicosocial ajustado a su concreta situación como para evitar prácticas inadecuadas que
mermen la confianza y seguridad de la figura, así como la calidad de las intervenciones.
Introducción
La abogacía del siglo XXI, y en especial la dedicada a la Infancia, Familia y Capacidad, se
enfrenta a retos importantes y a problemas que no están previstos en los códigos legislativos, a lo
que se une un servicio público de administrar justicia que adolece de los medios humanos y
materiales necesarios, y que siendo consciente de la necesidad de la creación de la jurisdicción de
124
LIBRO DE RESÚMENES. XIIIRESÚMENES.
LIBRO DE CONGRESO XIII
(INTER)NACIONAL DE PSICOLOGÍA
CONGRESO (INTER)NACIONAL DEJURÍDICA Y FORENSE
PSICOLOGÍA JURÍDICA Y FORENSE
familia y la especialización de todos los operadores jurídicos, hasta ahora no ha dado muestras de
abordar la creación de la jurisdicción y especialización. Y digo hasta ahora, porque, justo el año que
el divorcio cumple 40 años en nuestro País, se ha promulgado la Ley Orgánica 8/2021, de 4 de junio,
de protección integral a la infancia y la adolescencia frente a la violencia, publicada en el BOE Núm.
134, de 5 de junio, (en vigor a partir del 25 de junio de 2021), que prevé la especialización en
Infancia, Familia y Capacidad dentro del orden jurisdiccional civil, reivindicación de la Asociación
Española de Abogados de Familia (Aeafa), desde hace más de 20 años.
125
LIBRO DE RESÚMENES. XIII CONGRESO (INTER)NACIONAL DE PSICOLOGÍA JURÍDICA Y FORENSE
MESAS DE EXPERTOS
Y para esta función constitucional, no solo debemos contar con excelente formación jurídica
en aras a brindar al ciudadano que deposita en nosotros la confianza de su asunto, y obtener los
mejores resultados a nivel legal, sino también a nivel emocional, y para ello, es preciso una
formación que abarque otras facetas, que hace unos años, no muchos, no entraban en nuestra
estructura de juristas. Si bien es cierto, que hay que distinguir entre las ciencias jurídicas de la
familia, de las ciencias sociales de la familia, también lo es, que, en la rama del derecho de infancia,
familia y capacidad, deben ir coordinadas y de la mano, sumando, sin confusiones, ni invasiones,
conviviendo en buena vecindad; y, siendo conscientes, como somos la mayoría, operadores
jurídicos y sociales de que, para avanzar en un lado, se precisa colaboración del otro. La formación
multidisciplinar es intrínseca a la especialidad. Hoy en día, para la abogacía de familia, es
imprescindible la formación en control de emociones, en comunicación y diálogo, oratoria, en
escucha activa, mediación, negociación, y debemos ampliar nuestros horizontes e interiorizar una
mentalidad colaborativa. No es suficiente creer saber negociar intuitivamente. Debemos esforzarnos
en contribuir a la armonización de la convivencia en sociedad, cumpliendo escrupulosamente el
Código Deontológico profesional.
Comentarios finales
Si reunimos las condiciones señaladas afrontaremos de forma eficaz el asunto
encomendado, minimizando la litigiosidad, alcanzando acuerdos eficientes y previniendo futuros
conflictos, dejando abierta la posibilidad de soluciones de futuras crisis.
En nuestros respectivos campos de actuación, precisamos trabajar de forma interdisciplinar,
coordinando nuestra labor con profesionales de las ciencias sociales, en aras a una solución de los
intereses de los ciudadanos. Y agotada la posibilidad del acuerdo, no intentada, sino agotada,
corresponderá al Juez, impartir la tutela judicial efectiva, un juez especializado, con un fiscal
especializado, en un juzgado de familia, donde todos los operadores que intervengan sean
especialistas, tal cual ordena y manda la Disposición final Vigésima de la Ley Orgánica 8/2021 de 4
de junio. Bienvenida sea, parece que ha tomado en cuenta que la Familia no es menos importante
que las cláusulas suelo. Es de agradecer. Ahora solo falta lo más difícil, el cumplimiento de los
plazos y la dotación económica.
126
LIBRO DE RESÚMENES. XIIIRESÚMENES.
LIBRO DE CONGRESO XIII
(INTER)NACIONAL DE PSICOLOGÍA
CONGRESO (INTER)NACIONAL DEJURÍDICA Y FORENSE
PSICOLOGÍA JURÍDICA Y FORENSE
genera que exista una justicia de primera en el ámbito de la familia y una justicia de segunda, por lo
tanto, se podría decir que no se cumple, de alguna manera, el principio constitucional de que todo
ciudadano es igual ante la ley, pero además se genera, en muchas ocasiones, una situación de
indefensión tanto a las familias como a los profesionales que interviene en estos procedimientos.
127
LIBRO DE RESÚMENES. XIII CONGRESO (INTER)NACIONAL DE PSICOLOGÍA JURÍDICA Y FORENSE
MESAS DE EXPERTOS
Introducción
Desde que el magistrado Pascual Ortuño recogió en una resolución judicial de la Audiencia
Provincial de Barcelona en 2013 la primera coordinación de parentalidad (CP) en España, esta figura
nacida en EEUU en la década de los 90, se ha ido introduciendo en nuestro país para dar respuesta
a las rupturas de las parejas inmersas en situaciones de alta litigiosidad que recurren reiteradamente
al contexto judicial a resolver sus conflictos, dejando a sus hijas e hijos atrapados en medio del
conflicto.
Desde entonces se han ido poniendo en marcha algunos proyectos: 1) Sabadell durante el
año 2013 de la mano de Logos Media. 2) En Cataluña entre 2014 y principios de 2016, gestionado
por el Centro de Mediación de Derecho Privado de la Generalitat. 3) En Castellón, desde finales de
2016 y hasta la fecha, proyecto co-organizado por ASEMIP-ANEFAM. Actualmente en los Colegios
Oficiales de Psicología de Cataluña y de la Comunidad Valenciana continúan funcionando los
listados de CP (aunque en la comunidad valenciana recientemente han dejado de estar
subvencionados). En otras comunidades autónomas se están realizando también algunas
derivaciones a CP. En estos momentos hay dos proyectos, de acceso gratuito para las familias, que
están liderando la implantación de la CP en España.
Conclusiones
Con la mesa de expertos se pretende dar una imagen global, a la par que detallada, de los
proyectos, señalando aspectos de coincidencia y particularidades de ambos, a la vez que la
participación de la moderadora así como de las aportaciones de los asistentes, contribuirán también
a aportar matices y a ampliar el foco hacia servicios y proyectos de CP en otros lugar de España.
Para finalmente propiciar sinergias y abrir líneas de desarrollo futuro.
Ponentes:
Juan Pablo González del Pozo. Magistrado juez-titular del Juzgado de Primera Instancia nº
24, de Familia, de Madrid. “Aspectos jurídicos de la Coordinación de Parentalidad en los
Juzgados de Madrid”.
Félix Arias Airas. Director del Centro de Intervención Parental del Ayuntamiento de Madrid.
“Aspectos técnicos del Servicio de Coordinación de Parentalidad del Ayuntamiento de
Madrid”.
128
LIBRO DE RESÚMENES. XIIIRESÚMENES.
LIBRO DE CONGRESO XIII
(INTER)NACIONAL DE PSICOLOGÍA
CONGRESO (INTER)NACIONAL DEJURÍDICA Y FORENSE
PSICOLOGÍA JURÍDICA Y FORENSE
129
SIMPOSIOS
LIBRO DEXIII
LIBRO DE RESÚMENES. RESÚEMENES. XIII
CONGRESO CONGRESO (INTER)NACIONAL
(INTER)NACIONAL DE PSICOLOGÍA
DE PSICOLOGÍA JURÍDICAJURÍDICA Y FORENSE
Y FORENSE
131
LIBRO DE RESÚMENES. XIII CONGRESO (INTER)NACIONAL DE PSICOLOGÍA JURÍDICA Y FORENSE
SIMPOSIOS
132
LIBRO DEXIII
LIBRO DE RESÚMENES. RESÚEMENES. XIII
CONGRESO CONGRESO (INTER)NACIONAL
(INTER)NACIONAL DE PSICOLOGÍA
DE PSICOLOGÍA JURÍDICAJURÍDICA Y FORENSE
Y FORENSE
133
LIBRO DE RESÚMENES. XIII CONGRESO (INTER)NACIONAL DE PSICOLOGÍA JURÍDICA Y FORENSE
SIMPOSIOS
confinamiento domiciliario para detener el progresivo aumento de los contagios por coronavirus,
las consultas de atención, asesoramiento online o atención telefónicas para las víctimas de
violencia de género se multiplicaron por 650%.
Este incremento viene explicado por la restricción de movimientos y la obligatoria
convivencia de la víctima con su agresor junto a la inseguridad económica por la que la sociedad
atravesaba, lo cual impedía a la víctima salir del domicilio o acudir a la policía. De hecho, y tal y
como expone la ONU (2020), una de las causas de este aumento de servicio telefónico y online
por parte de las víctimas se debe a que el confinamiento “avivó la tensión y el estrés generados
por preocupaciones relacionadas con la seguridad, la salud y el dinero; el aislamiento de las
mujeres con compañeros violentos creó la situación perfecta para ejercer un comportamiento
controlador y violento en el hogar”. Es bien sabido que la situación de convivencia con el agresor
puede limitar las coyunturas que se presentan corrientemente a la víctima para interponer una
denuncia contra su agresor y, por otra parte, el confinamiento en el domicilio evita la libre
circulación del agresor, reduciendo la probabilidad de quebrantamiento de las órdenes de
alejamiento y, en consecuencia, no se termina interponiendo la correspondiente denuncia por el
quebrantamiento. De hecho, durante el tercer trimestre del año 2020, las denuncias por violencia
de género fueron similares, aunque algo inferiores (con una variación de un 5.03%) a las del
mismo periodo del año anterior. Tal y como especifican los autores Vives-Cases, Parra-Casado,
Estévez, Torrubiano-Domínguez (2021), las cifras volvieron a alcanzar cifras similares a los
momentos previos a la pandemia por COVID-19 a partir de después del verano de 2020,
momento en el que se vuelve a la nueva normalidad.
En cuanto a las medidas más relevantes adoptadas a nivel nacional para solventar esta
problemática, a los pocos días del establecimiento del estado de alarma y confinamiento, el
Ministerio de Igualdad aprobó el Plan de Contingencia contra la violencia de género ante la crisis
de la COVID-19 y el Real Decreto Ley 12/2020, de 31 de marzo, de medidas urgentes en materia
de protección y asistencia a las víctimas de violencia de género durante este estado de alarma.
Por otro lado, se establecieron diferentes líneas telefónicas desde distintas entidades para
aportar apoyo a las víctimas de este tipo de violencia. Además, se publicaron diferentes guías,
recomendaciones, campañas y acuerdos entre distintas entidades para luchar contra esta
problemática como la Guía de recursos para víctimas de violencia de género adaptada a la crisis
de COVID-19 o distintas campañas para promover la prevención a nivel social.
Se ha evidenciado con la pandemia la existencia de otro grupo de gran vulnerabilidad,
dicho colectivo está compuesto por todos aquellos familiares que sufren las agresiones por parte
de un hijo o hija violento/a, también llamado Violencia Filio-Parental.
La violencia filio-parental hace referencia al conjunto de conductas de violencia física,
psicológica o económica, realizadas de forma reiterada en el tiempo, y dirigida de los hijos e hijas
a sus padres, madres o tutores (Pereira et al., 2017; Urra, Sancho, Atarés, Buale y Isabel, 2015).
Al igual que ha ocurrido con la Violencia de Género, la permanencia prolongada en el
hogar de los progenitores junto a sus hijos e hijas ha incrementado los niveles y/o frecuencia del
maltrato físico y psicológico. Estas situaciones habitualmente vienen derivadas de diferentes
factores impulsores de la ruptura del equilibrio familiar, tales como los déficits de regulación
emocional y de gestión de la tensión, la inadaptación de los roles establecidos, el exceso de
responsabilidad en uno/s de los miembros de la familia, los estilos educativos inadecuados, la
falta de habilidades de comunicación y de gestión de conflictos, entre otros factores (Corthier,
2021; Villate, 2020). En este tipo de violencia, habitualmente la principal víctima suele ser la
progenitora (Bobic, 2002; Gallagher, 2004) y en menor medida el progenitor. Este hecho se debe
a varias razones: las progenitoras suelen ser menos fuertes físicamente que los progenitores;
además, es más frecuente que las madres tengan la guarda y custodia exclusiva en casos de
separación o divorcio que los padres.
Según un estudio de Oxford y Manchester, la incidencia de episodios de violencia de los
hijos/as hacia sus progenitores aumentó hasta en un 70% durante el confinamiento (Condry,
Miles, Brunton-Douglas y Oladapo, 2020). En abril de 2020 se detectó un aumento de estos
casos, apareciendo diversas noticias en los titulares de los medios de comunicación, como es el
134
LIBRO DEXIII
LIBRO DE RESÚMENES. RESÚEMENES. XIII
CONGRESO CONGRESO (INTER)NACIONAL
(INTER)NACIONAL DE PSICOLOGÍA
DE PSICOLOGÍA JURÍDICAJURÍDICA Y FORENSE
Y FORENSE
caso de La Razón donde afirmaban observar “una escalada de episodios de violencia filio-
parental”. Además, en la Memoria de la Fiscalía General del Estado (2020), se publicó lo
siguiente: “Resulta descorazonador comprobar como esta modalidad delictiva asciende año tras
año. En el año 2019 incrementan hasta 5.055 los procedimientos incoados. En el año 2018 se
contabilizaron 4.833 asuntos, frente a los 4.665 de 2017 y los 4.355 de 2016”. Analizando los
datos de 2020, se encuentra que los expedientes abiertos a menores de edad por delitos de
violencia filio-parental fueron de 4.699.
A pesar de que el número de expedientes abiertos haya disminuido durante el año 2020,
la Fundación Amigó (2021) resaltó que los casos de este tipo de violencia que se denuncian
suelen ser los casos más graves, es decir, existe cierto porcentaje de casos que no llegan a
denunciar ni a pedir ayuda por miedo a las consecuencias legales para sus hijos e hijas, por
vergüenza o tristeza por la situación vivida, por negación de la situación, etc. Acerca de las
medidas adoptadas frente a este tipo de violencia encontramos el Proyecto Conviviendo de la
Fundación Amigó, el cual ofrecía pautas de convivencia para las familias. También estuvieron
diversas líneas de teléfono encargándose de la atención a estas víctimas, tales como el 112 o el
900 900 120.
El último grupo vulnerable que se va a revisar es el de los menores que sufren maltrato
por parte de sus padres o madres. Los malos tratos o violencia de los progenitores hacia sus
hijos/as engloba cualquier tipo de conducta o negligencia que genere un daño físico, psicológico
o emocional, sexual en el menor de edad. El Estudio sobre la Evolución de la Violencia a la
Infancia en España según las Víctimas 2009-2016 elaborado por la Fundación ANAR ya indicaba
antes de la pandemia que la violencia o malos tratos hacia los menores de edad había
aumentado en los últimos años. Además, pusieron en evidencia que 7 de cada 10 niños, niños y
adolescentes que sufrían este tipo de violencia se producían en el domicilio familiar y que, en
más de la mitad de los casos, la violencia venía ejercida por al menos uno de sus progenitores.
También se encontró que, en el ámbito familiar, el principal agresor solía ser el padre biológico
(34.4%), seguido de la madre biológica (24.4%). No obstante, en los casos de malos tratos físicos
graves, el porcentaje entre progenitor y progenitora como agresor apenas variaba (52.1% el
padre biológico y 47% la madre biológica). La Fundación ANAR (2021) recogió en su Informe
anual del año 2020 las diferentes estadísticas referentes a las atenciones telefónicas y online a
menores de edad en tiempos de pandemia por COVID-19. Concretamente, a través de las
diferentes líneas telefónicas, abrieron 11761 casos de niños, niñas y adolescentes. Durante el
año 2020, los motivos de consulta por violencia más habituales fueron maltrato físico (15.4%),
seguido de maltrato psicológico (7.7%) y, en menor medida, por abuso sexual (3.9%) y abandono
(1.4%). Por otro lado, durante el periodo de confinamiento por la pandemia del COVID-19, las
consultas de los menores de edad más habituales fueron por maltrato físico (16.4%), por maltrato
psicológico (13.9%), por abuso sexual (3.9%) y por abandono (3.6%). También se observó que
los casos de violencia dentro del hogar aumentaron de un 36.1% al inicio del confinamiento en
marzo a un 47.7% a la finalización del confinamiento estricto hacia finales de abril.
Dentro de las medidas adoptadas para luchar contra este tipo de violencia durante el
confinamiento por la pandemia, la Fundación ANAR amplió sus horarios de atención tanto
telefónicas como online (chat, email, etc.). En conclusión, la pandemia del COVID-19 ha
generado un gran efecto negativo sobre la población en general, en especial sobre la salud
mental tales como sintomatología ansiosa y/o depresiva, miedo e incertidumbre por la situación
de crisis, etc. (Lorente-Acosta, 2020; Peterman et al., 2020). Si a ello le sumamos las
consecuencias a nivel psicológico que puede acarrear la violencia intrafamiliar, se pone en
evidencia la gran vulnerabilidad de esta población.
Con respecto a la violencia de género, el confinamiento ha generación una disminución
significativa en cuanto al número de denuncias policiales (Instituto Nacional de Estadísticas,
2021). Sin embargo, se han contabilizado un gran número de llamadas telefónicas y atención
online a mujeres víctimas de este tipo de violencia causado por la imposibilidad de movilidad y,
por tanto, de alejarse de su agresor o solicitar ayuda policial (Consejo General del Poder Judicial,
2020; Ministerio de Igualdad, 2020; Ruiz-Pérez y Pastor-Moreno, 2020).
135
LIBRO DE RESÚMENES. XIII CONGRESO (INTER)NACIONAL DE PSICOLOGÍA JURÍDICA Y FORENSE
SIMPOSIOS
Con el auge de la psicología positiva, parece ser que la palabra resiliencia es conocida
por la sociedad incluso sin tener conocimiento de la ciencia de la psicología. La resiliencia se
define como aquella capacidad que tenemos las personas de, ante eventos adversos o cambios
inesperados del ambiente, modificar nuestros esquemas psicológicos y adaptarnos a este
cambio. Tras este proceso de adaptación, evolucionamos y desarrollamos nuevas habilidades
que nos permitirán, en el futuro, superar eventos similares al que ha causado este cambio en
nosotros (Sisto, Vicinanza, Campanozzi, Ricci, Tartaglini, Tambone, 2019). Con la actual
situación de pandemia que está afectando psicológicamente a una gran mayoría de la población,
surge la cuestión de cómo están viviendo las personas migradas o refugiadas este evento
mundial que podría resultar traumático para aquellos individuos que no cuenten con redes de
apoyo fortalecidas o cuya situación económica se haya visto gravemente afectada. Por otra parte,
sabemos que muchas víctimas de violencia de género se han visto forzadas por esta situación a
compartir vivienda con sus agresores, o se han visto todavía más aisladas y marginadas de una
sociedad que, en muchas ocasiones, deja de lado aquellas personas que más ayuda necesitan.
Según el Ministerio de Igualdad, en abril de 2020 se multiplicaron por 650% las consultas online
de atención a las víctimas de violencia y desde que comenzó el confinamiento las denuncias
oficiales, las órdenes de protección y las muertes disminuyeron, alcanzando datos no registrados
desde 2015. Los datos volvieron a aumentar entre mitad y finales de año, cuando se levantaron
las medidas de la cuarentena, llegando a alcanzarse datos similares en comparación con los del
mismo periodo del 2019 (Vives, Parra, Estévez, Torrubiano, Sanz, 2021). Con respecto a la
situación de mujeres migrantes en España, los asesinatos por motivo de violencia de género
afectan a 35 mujeres por cada millón de mujeres extranjeras mientras que la prevalencia sería
de 10 por cada millón de españolas (Martínez, 2020). Cabe tener en cuenta que, la cantidad
excesiva de burocracia y la consiguiente victimización secundaria que supone entrar en un
136
LIBRO DEXIII
LIBRO DE RESÚMENES. RESÚEMENES. XIII
CONGRESO CONGRESO (INTER)NACIONAL
(INTER)NACIONAL DE PSICOLOGÍA
DE PSICOLOGÍA JURÍDICAJURÍDICA Y FORENSE
Y FORENSE
procedimiento judicial, las mujeres extranjeras podrían desmotivarse a realizar dichos trámites
(Martínez, 2020).
Dado que el presente trabajo se estudió la violencia de género en el ámbito privado, se
diferencian diversos tipos de violencia; la económica, la psicológica, la simbólica, la física, la
sexual y la social (Delegación de Gobierno, 2018). Las consecuencias de esta según la OMS
(2021), son principalmente trastornos de estrés y de ansiedad (con una prevalencia de TEPT de
entre 33 y 84%). Las probabilidades de sufrir depresión se multiplican por 2.43 (Lövestad, Löve,
Vaez, y Krantz, 2017) y prácticamente el 50% de las personas que padecen ansiedad y estrés
han sido expuestas a algún tipo de violencia con razón de género (Montesó-Curto, 2017). El
presente estudio tiene dos objetivos. El primero sería examinar el rol de la resiliencia en mujeres
migrantes víctimas de violencia de género durante la pandemia de la Covid-19. El segundo
objetivo sería recoger todos los datos necesarios para poder realizar, en un futuro, un estudio
comparativo con personas refugiadas o migradas que no han sufrido violencia de género. De
esta forma, se plantean tres hipótesis:
1. La resiliencia se relaciona de forma inversa con el nivel de TEPT, Ansiedad y
Depresión en muj
2. eres víctima de violencia de género refugiadas/migrantes durante la pandemia de la
COVID-19; 2. El TEPT correlaciona con la sintomatología ansiosa y depresiva;
3. Las mujeres que lleven menos tiempo en el país de acogida presentarán más
sintomatología de depresión, ansiedad y TEPT.
Para ello, se ha llevado a cabo un estudio experimental para el cual se han realizado
entrevistas semiestructuradas a 24 mujeres que habían sido víctimas de violencia de género en
el ámbito privado – por parte de sus parejas, exparejas o personas del entorno familiar – y que,
además, habían migrado en algún momento de su vida. En primer lugar, nos pusimos en contacto
con asociaciones y esperamos a que aquellas mujeres que quisieran participar nos contactaran
para realizar una entrevista. Esta tenía una duración de treinta minutos en la que, además de
preguntas de tipo sociodemográfico y al respecto de la pandemia COVID-19, se aplicaron las
pruebas DASS-21 para evaluar sintomatología depresiva y ansiosa, TOP-8 para determinar la
posible presencia de TEPT y BRSC, la Escala Breve de Resiliencia.
Con los datos recogidos se realizó un estudio analítico, analizándolos mediante el
paquete estadístico SPSS v.28.0. (IBM). En un primer momento, se analizaron los datos
descriptivos obtenidos de las entrevistas con las participantes. A continuación, se realizaron unas
correlaciones bivariadas con el coeficiente de correlación Spearman y una prueba de
significación bilateral. El nivel de significación elegido fue de “p” igual o menor de 0’01 y se calculó
en cualquier caso el tamaño de la relación. Además, se realizaron gráficos de dispersión con
algunas de las variables con el fin de encontrar si existía o no relación entre ellas.
Con respecto a las variables sociodemográficas, el estudio cuenta con una muestra de
24 mujeres migrantes víctimas de violencia de género en el ámbito privado, cuya edad se sitúa
entre los 20 y los 55 años. Más de la mitad de las participantes (el 63%) tenían entre 20 y 30
años, mientras que solo un 4% de las entrevistadas se sitúan en el rango de los 41-45 años. Los
países de origen de las participantes son muy variados. Destacar que, en este caso, el porcentaje
más elevado (un 25%) son de origen español, seguido por un 17% de mujeres provenientes de
Marruecos y un 13% de Colombia. Una gran mayoría de las participantes (71%) se encuentra,
actualmente, viviendo en España. Si bien un 9% de mujeres migraron al Reino Unido, el resto de
los porcentajes (4%), se encuentran repartidos entre distintos países. Prácticamente la mitad de
la muestra (46%) aportaron motivos que pueden agruparse en las categorías Agrupación familiar
y Estudios. La siguiente categoría que más veces se respondió fue Inestabilidad política (17%).
Más de la mitad de entrevistadas (54%) llevaban entre 0 y 5 años en el país de acogida y un 79%
de ellas se encuentran en el país de acogida como migrantes, frente al 21% que se encuentra
en situación de refugio. La mayoría de las mujeres contaba con estudios universitarios (67%), de
las cuales un 17% tenía, además, estudios postuniversitarios. Un 25% contaba con formación
profesional y fueron una minoría (8%) aquellas que únicamente habían cursado formaciones
137
LIBRO DE RESÚMENES. XIII CONGRESO (INTER)NACIONAL DE PSICOLOGÍA JURÍDICA Y FORENSE
SIMPOSIOS
138
LIBRO DEXIII
LIBRO DE RESÚMENES. RESÚEMENES. XIII
CONGRESO CONGRESO (INTER)NACIONAL
(INTER)NACIONAL DE PSICOLOGÍA
DE PSICOLOGÍA JURÍDICAJURÍDICA Y FORENSE
Y FORENSE
que ha sufrido?” indicaron “psicológica”, por lo que sí identificaron haber sufrido esa violencia,
pero no se reconocían como víctimas, mientras que aquellas que habían sufrido una violencia
más visible, como es la física, no parecieron dudar ante dichas preguntas. Este fenómeno podría
ser consecuencia de que, como expone Perela (2010), socialmente se asumen unas pautas con
respecto a las dinámicas de los hombres sobre las mujeres que dificultan el reconocimiento de
la violencia psicológica, asumiéndose esta como algo normal dentro del ámbito privado. Además,
el actual art. 173.2 del Código Penal tipifica la violencia psíquica, sancionando el empleo de esta
pero no la causación de lesiones psíquicas, por lo que nos encontramos ante un término poco
claro y difícil de definir (Valcarce, 2000). Podría ser por todo esto que, cuando las víctimas se
reconocen como tal e intentan salir del ciclo de violencia, tienden a culpabilizarse y esto dificulta
que asuman que están siendo víctimas de un delito, por lo que se tarda más en denunciar en
estos casos (Perela, 2010). Por otra parte, muchas de ellas resaltaron las reacciones racistas
que han sufrido por parte del entorno y las instituciones, que no es posible medir con
cuestionarios y que, en muchos casos, no es posible demostrar y quedan impunes, en el olvido.
Comentarios como que la víctima solo se ha juntado con el agresor por dinero o por motivos
burocráticos, pudieron causar un incremento de culpabilidad en las mujeres, añadido al que ya
sufren por el propio ciclo de violencia.
El hecho de que se estudiara la variable de migración y refugio responde al segundo
objetivo general: recoger todos los datos necesarios para poder realizar, en un futuro, un estudio
comparativo con personas refugiadas o migradas que no han sufrido violencia de género hace
referencia a la perspectiva de futuro de este proyecto. Gracias a la obtención de estos datos, que
confluyen con los datos recogidos y analizados en el TFM de la compañera del máster y al
contacto mantenido con diversas asociaciones, se planteó, para el último trimestre del 2021,
realizar una intervención de la que se puedan beneficiar todas las mujeres víctimas de violencia
de género que así lo deseen. La intervención se está llevando a cabo actualmente, con mujeres
que han sufrido violencia de género y mínimo una migración a lo largo de su vida y consiste en
una serie de talleres que tienen como objetivo principal fortalecer la resiliencia mediante el trabajo
en la autoestima, la gestión emocional, la resolución de problemas y la psicoeducación en
habilidades comunicativas. De esta forma, se pretende, utilizando la técnica test-retest, comparar
los resultados obtenidos en las pruebas BRSC, DASS-21 y TOP-8 antes y después de la
asistencia a los talleres.
Lo que ha resultado más fácil a la hora de componer este trabajo es la búsqueda de
bibliografía. Resulta paradójico que el ámbito de la violencia de género sea uno de los más
estudiados, es increíblemente fácil encontrar bibliografía de cualquier tipo de violencia, de
prevalencias, informes realizados anualmente, programas de intervención, testimonios… Así
como la gran cantidad de asociaciones que existen, la tipificación del delito en el código penal,
las campañas de prevención… Y aun así la situación de violencia de género se sigue viviendo,
tanto en el ámbito privado como en el público, a pesar de que contemos con unas instituciones
que supuestamente respaldan a las víctimas. ¿Qué es todo esto sino un indicador de que el
problema no se está atendiendo desde una posición correcta? Lo más importante para atacar
las cuestiones de índole social es educar a aquellas generaciones que todavía no han
interiorizado las costumbres, normas y prejuicios sociales; educar a las personas en igualdad y
consentimiento desde que son pequeñas. También, enseñar a aquellos que trabajan en
instituciones públicas a identificar sus propias conductas, cuando perpetúan violencia contra los
colectivos más vulnerables y dificultan el desagradable proceso judicial al que a ninguna mujer
le gustaría enfrentarse.
139
LIBRO DE RESÚMENES. XIII CONGRESO (INTER)NACIONAL DE PSICOLOGÍA JURÍDICA Y FORENSE
SIMPOSIOS
140
LIBRO DEXIII
LIBRO DE RESÚMENES. RESÚEMENES. XIII
CONGRESO CONGRESO (INTER)NACIONAL
(INTER)NACIONAL DE PSICOLOGÍA
DE PSICOLOGÍA JURÍDICAJURÍDICA Y FORENSE
Y FORENSE
años, haber vivido una migración o refugio y tener fluidez en español. En cambio, se descartaron
perfiles con un deterioro en la comprensión o que hubieran participado en un programa de
intervención en resiliencia recientemente.
Los instrumentos para la recogida de datos fueron los siguientes. Para la información
sociodemográfica, un cuestionario de preguntas abiertas y de selección múltiple. Para la
resiliencia, el Brief Resilience Coping Scale (Sinclair y Wallston, 2004). Para las variables COVID-
19 y en concreto el miedo a la COVID-19, la alfabetización en salud y la preocupación por el
impacto económico, un cuestionario unidimensional en formato Likert (Murphy y Moret-Tatay,
2021). Para la salud mental y en concreto, ansiedad, depresión y estrés, el DASS-21 (Lovibond
y Lovibond, 1995). Y para la violencia de pareja, preguntas referidas a si se había sufrido o no,
al tipo y a la denuncia.
Para llevar a cabo el estudio, en primer lugar, se contactó con entidades para conocer
las necesidades psicológicas de esta población. Se creó el proyecto y se consiguió financiación
por parte de la Unidad de Cooperación internacional al Desarrollo de la UCV y aprobación del
comité ético. Después se contactó con entidades y se hizo difusión mediante un póster tanto en
las ciudades como en redes sociales. A los participantes se les realizó una entrevista de 30
minutos presencial, telefónicamente o mediante videollamada y más tarde, se efectuó la
investigación. Todo ello, con el objetivo de que esta investigación sirviera como base para una
futura intervención, punto en el que nos encontramos actualmente.
Para obtener resultados, en primer lugar, se analizó la fiabilidad de las escalas mediante
el Coeficiente Alfa de Cronbach. También se contextualizó la muestra en un análisis descriptivo
centrado en la edad media, el sexo, la formación, el año de migración, el país de procedencia y
acogida, las creencias religiosas y el motivo de desplazamiento. Para la comparación del grupo
control con el grupo experimental desplazado se utilizó la prueba t de Student, pero también la
prueba no paramétrica Kruskal-Wallis. Para el análisis de las relaciones, se emplearon
correlaciones de Pearson, de orden cero y parciales. Respecto al modelo explicativo propuesto,
se exploró mediante el modelo de regresión lineal pero también con un modelo de moderación.
En cuanto al análisis de la violencia de pareja, se utilizó un análisis descriptivo y la prueba u de
Mann-Whitney para analizar la relación de este evento con el resto de las variables. Por último,
el estudio de la edad se llevó a cabo mediante correlaciones de Pearson.
De los análisis estadísticos se obtuvo, primero, según la consistencia interna, que las
escalas contaban con una buena fiabilidad. En el análisis descriptivo, se pudo observar la
homogeneidad de la muestra en muchas variables, pero no en otras como la formación. Por
ejemplo, la básica es mayor en migrantes y refugiados mientras que la postuniversitaria en
españoles no desplazados. O en la religión, ya que el porcentaje de no creyentes disminuía en
refugiados. En cuanto a la comparación del grupo control y experimental se obtuvieron
diferencias significativas en Resiliencia y Salud Mental, pero no en variables sobre la COVID-19.
El mismo patrón se encontró en el estudio de las relaciones. Y, además, esta relación fue
moderada por la situación migratoria. Respecto a la violencia de pareja, el tipo más común fue
la psicológica, menos de la mitad habían denunciado y además, estas mujeres presentaron peor
salud mental. Por último, del análisis de la edad, se extrajo que, a menor edad, mayor
vulnerabilidad psicológica.
De forma concluyente, cabe reflexionar, en primer lugar, sobre las variables
sociodemográficas: i) los datos replicaron las estadísticas nacionales en cuanto al
desplazamiento, ii) las personas migrantes y refugiadas presentaron mayor vulnerabilidad en
formación académica, iii) la COVID-19 pudo influir en el momento de desplazamiento, en el
momento de adaptación al país o cuando el sujeto ya se ha integrado y iv) las personas
refugiadas presentaron niveles de religiosidad mayores. Una explicación para este fenómeno es
que los episodios adversos, como el refugio, requieren para su superación de capacidades de
adaptación y afrontamiento y que existe una relación positiva entre espiritualidad y conducta
resiliente (Flórez et al., 2020; Morán et al., 2019 y San Román et al., 2019).
En cuanto a la primera hipótesis, sí se confirma que una resiliencia más alta se relaciona
con baja ansiedad, depresión y estrés. Pero además que esta relación es moderada por la
141
LIBRO DE RESÚMENES. XIII CONGRESO (INTER)NACIONAL DE PSICOLOGÍA JURÍDICA Y FORENSE
SIMPOSIOS
Situación Migratoria y que, por lo tanto, la resiliencia tendría un componente mixto tanto de
personalidad como ambiental.
También se confirma la segunda hipótesis, y es que existe un continuo de vulnerabilidad
entre el grupo no desplazado y el refugiado, siendo este último el más vulnerable
psicológicamente. Esto según otros autores, puede explicarse por la “aculturación psicológica”
que se refiere a las transformaciones actitudinales, de valores e identidad que experimentan los
migrantes y los autóctonos cuando entran en contacto (Graves, 1967) y que predice el nivel de
integración y adaptación sociocultural y psicológica (Al Fagoush, 2013).
En cuanto a la tercera hipótesis, no se obtuvieron resultados concluyentes y por lo tanto,
a diferencia de bibliografía previa a (Lissek et al., 2006; Murphy y Moret-Tatay, 2021; Zlotnick et
al., 2021), no se pudo afirmar la relación entre Actitudes frente a la COVID-19 y Salud Mental.
Esto puede explicarse ya que cada variable solo se ha medido con un ítem limitando la fiabilidad.
Por otra parte, las mujeres desplazadas que habían vivido violencia de pareja
presentaron niveles más altos de ansiedad, depresión y estrés debido a que supone un evento
traumático que conlleva barreras económicas, falta de apoyo social, etc. entre otros muchos
obstáculos (Izirray, 2018; Martínez et al., 2017; OMS, 2018).
En la quinta hipótesis solo pudo afirmarse la relación inversa con la edad, en la salud
mental, pero no en otras variables. La bibliografía en este aspecto es escasa, pero en población
general durante la pandemia, los jóvenes junto a las personas ancianas también fueron los
grupos de mayor vulnerabilidad psicológica a (Losada-Baltar et al., 2020; O’Higgins et al., 2020).
La principal limitación de este estudio fue la adaptación de los cuestionarios, dado que
el origen cultural y lingüístico de la muestra fue muy variado, pero se compensó con el requisito
de fluidez en español. Además, su fiabilidad fue demostrada gracias a la comparación con el
grupo control y los valores adecuados en las pruebas estadísticas. Otra, fue el número reducido
de muestra de los subgrupos desplazados. Por último, para futuras investigaciones, se propuso
mejorar el instrumento de medición de las variables COVID-19 y ampliar el estudio de otras
variables como el año de migración o el grupo etario.
Parte de los resultados presentados hasta aquí están publicados en Solà-Sales et al.
(2021) y son la base para el diseño de acciones de intervención. En primer lugar, se propone la
intervención psicológica en personas refugiadas y migrantes a partir de un programa piloto, cuyo
comité ético ya ha sido aceptado. Este tiene como objetivo el aumento de la resiliencia y la
consecuente reducción de alteraciones psicológicas. Se está llevando a cabo actualmente
durante 10 sesiones y en grupos de unas 5 personas reunidas de forma telemática durante
aproximadamente una hora. Teniendo en cuenta, la luz arrojada por la investigación en cuanto a
perspectiva de género, los grupos han sido divididos según si se presenta o no, la variable
violencia de pareja. Partiendo de la investigación (Solà-Sales et al., 2021) y de bibliografía previa
(Colegio Oficial de Psicólogos de Madrid, 2016; Grotberg, 2003; Málaga et al., 2019; Martínez y
Martínez, 2018; Rascón, 2018, Serrano-Zárate y de la Rosa, 2018; UNICEF, 2017; Wolin y Wolin,
1993) durante estas sesiones se trabaja la vinculación con el grupo; las capacidades de
introspección, comunicación, gestión emocional, autoestima y resolución de problemas y la
alfabetización en salud. Finalmente, mediante la evaluación de resultados y en concreto,
siguiendo el método test-retest y la comparación con un grupo control, se analizará la eficacia
del programa en el aumento de la resiliencia y la disminución de alteraciones psicológicas.
También se llevarán a cabo otros indicadores para evaluar el diseño y funcionamiento del
programa como registro de las sesiones por las profesionales o encuestas de satisfacción. Por
otra parte, tal y como se ha demostrado en la investigación, para que la intervención sea integral
es necesario incidir en la inclusión social con el objetivo de promover una buena aculturación
psicológica.
Para ello, es importante intervenir en la población del país de acogida, en este caso
España. En nuestro país, el racismo es la razón que con mayor prevalencia motiva al delito de
odio año tras año desde el 2016 (Ministerio del Interior, 2020) y los prejuicios más frecuentes
acerca de este colectivo son el aumento de enfermedades y de criminalidad (ACNUR, 2018) o la
percepción de amenaza y la consideración como una carga económica (Arcila et al, 2020).
142
LIBRO DEXIII
LIBRO DE RESÚMENES. RESÚEMENES. XIII
CONGRESO CONGRESO (INTER)NACIONAL
(INTER)NACIONAL DE PSICOLOGÍA
DE PSICOLOGÍA JURÍDICAJURÍDICA Y FORENSE
Y FORENSE
Por ello, se debe luchar contra el miedo que lleva a culpabilizar al diferente del propio
malestar contribuyendo a “la inclusión social, económica y política de todas las personas”
referente al Objetivo de Desarrollo Sostenible nº10 (Gobierno de España, 2018). Así, se ha
diseñado una campaña de sensibilización apoyada en material audiovisual que pretende dar voz
a esta minoría para explicar quiénes son y por qué vienen a nuestro país. Para promover su
eficacia, se ha tenido en cuenta que sea creativa (buscando que destaque frente al bombardeo
de información actual y la normalización de la violencia), clara, cree indignación y motive a la
acción y tenga distintos formatos de transmisión (Castañeda, 2017).
143
LIBRO DE RESÚMENES. XIII CONGRESO (INTER)NACIONAL DE PSICOLOGÍA JURÍDICA Y FORENSE
SIMPOSIOS
144
LIBRO DEXIII
LIBRO DE RESÚMENES. RESÚEMENES. XIII
CONGRESO CONGRESO (INTER)NACIONAL
(INTER)NACIONAL DE PSICOLOGÍA
DE PSICOLOGÍA JURÍDICAJURÍDICA Y FORENSE
Y FORENSE
Metodología de la investigación
En cuanto a la metodología, el estudio tiene una muestra de 63 personas inmigrantes,
que fueron seleccionados de forma no probabilística a través de un muestreo incidental. Del total,
30 son mujeres (47.6%) y 33 son hombres (52.4%). La gran mayoría provienen del continente
africano, en especial Marruecos. Todos los participantes son personas adultas inmigrantes entre
18 y 65 años, sin ningún tipo de deterioro o condición que impida la comprensión de las preguntas
y para dar consentimiento a participar en el estudio. Esto incluye un dominio fluido del español.
En relación a los instrumentos, se recogen datos sociodemográficos e información
general (sexo, edad, estudios, país de origen, ciudad actual). Se incluyen también las siguientes
preguntas sobre actitudes de la literatura previa (Murphy y Moret-Tatay, 2021; Pérez-Mengual,
Aragonés-Barberá, Moret-Tatay y Moliner-Albero, 2021):
Temo a personas con enfermedades contagiosas.
Considero que me he informado correctamente sobre la COVID-19.
Creo que ha aumentado mi sentido de pertenencia a España.
Me preocupa el impacto económico que pueda tener la pandemia en España
Además, se administra el cuestionario Similitud Intergrupal Percibida, con preguntas
referentes a la percepción de bienestar, estado político, economía, relaciones sociales, creencias
y valores, respecto al país de origen y el de acogida (Rojas, Sayans-Jiménez, Navas, 2012):
El sistema político y de gobierno (forma en que se eligen los gobiernos, forma en que
funcionan, participación política, leyes, etc..).
El sistema de bienestar social (educación, sanidad y servicios sociales).
Las formas de trabajar (ritmo de trabajo, horario, condiciones laborales -p.e., desempleo,
eventualidad, etc.).
Los hábitos de consumo y economía doméstica (productos que compran, tipo de comida que
consumen, economía familiar –p.e., dinero que gastan y ahorran, forma de administrar lo que
tienen, etc.).
Las relaciones sociales (forma de relacionarse, lugares habituales de relación social, uso del
tiempo libre y formas de divertirse, etc.).
Las relaciones familiares (forma de relacionarse con la pareja, hijos-as, las personas
mayores de la familia, reparto de roles o funciones, etc.).
Las creencias y prácticas religiosas (creencias, prácticas y cumplimiento personal de
obligaciones o prohibiciones religiosas).
Los valores (respeto a las personas mayores, forma de educar a los hijos-as, igualdad entre
hombres y mujeres, papel de la religión en la vida, etc.).
El primer paso en el procedimiento fue conseguir el código ético del comité ético de la
Universidad Católica de Valencia (código UCV/2020-2021/123).
Se trata de un diseño de encuesta con un nivel exploratorio y relacional. El tratamiento
cuantitativo se basa en análisis estadísticos descriptivos, comparativos, de proporción y de
varianza. Tras examinar el supuesto de normalidad y homogeneidad de varianzas se seleccionó
un abordaje no-paramétrico de los datos. Posteriormente, se realizaron análisis de correlación
de variables.
145
LIBRO DE RESÚMENES. XIII CONGRESO (INTER)NACIONAL DE PSICOLOGÍA JURÍDICA Y FORENSE
SIMPOSIOS
Resultados de la investigación
Las puntuaciones obtenidas sobre los motivos por los que las personas emigran son:
motivos laborales el 47.6%; motivos familiares el 23.80%; por estudios el 17.46%; y por último,
por causas de refugio internacional, el 11.11%. Respecto al nivel de formación, el 19% tiene
formación básica, otro 19% tiene formación profesional, el 9.5% estudios postuniversitarios, y el
52% universitarios. En la Tabla 1 se recogen los datos sobre el lugar de origen. Las frecuencias
más altas son las personas procedentes de Marruecos 23.8%, y Bolivia 22.2%.
Alemania 1 1.58
Algeria 1 1.58
Alicante 1 1.58
Angola 1 1.58
Armenia- Erevan 1 1.58
Bizkaia 2 3.17
Bolivia 14 22.22
China 4 6.34
Colombia 2 3.17
Gran Bretaña 1 1.58
Guinea Ecuatorial 2 3.17
India 1 1.58
Irak 1 1.58
Malawi 2 3.17
Marruecos 15 23.80
República Democrática del Congo 1 1.58
Rumania 1 1.58
Senegal 2 3.17
Siria 7 11.11
Venezuela 3 4.76
Si hablamos del sexo, por una parte, el porcentaje de muestra de mujeres es del 47.62 por ciento,
siendo de estas el 77% migrantes y el 23% refugiadas. Por la otra parte, el porcentaje de hombres
es del 52%, siendo el 67% migrantes y el 33% refugiados. La media de edad nos da un resultado
de 33.60 y la desviación típica es 10.51. Esto nos indica que la media de edad de los participantes
son jóvenes, siendo el rango de edad de 19 – 54 años. En la Tabla 2 se exponen los resultados
de los estadísticos descriptivos en relación al país de origen y al país de acogida.
146
LIBRO DEXIII
LIBRO DE RESÚMENES. RESÚEMENES. XIII
CONGRESO CONGRESO (INTER)NACIONAL
(INTER)NACIONAL DE PSICOLOGÍA
DE PSICOLOGÍA JURÍDICAJURÍDICA Y FORENSE
Y FORENSE
147
LIBRO DE RESÚMENES. XIII CONGRESO (INTER)NACIONAL DE PSICOLOGÍA JURÍDICA Y FORENSE
SIMPOSIOS
Conclusiones
Respecto a la salud mental, como hemos visto en la introducción, el impacto de la
COVID-19 ha provocado cambios socio-económicos y psicológicos en las personas. Una de las
poblaciones que se han visto afectadas es la de las personas inmigrantes. El estudio realizado
en Madrid en el 2020 destacó que las personas entre 18 y los 54 años, tenían más miedo de
contagiarse que los que eran mayores de esta edad, aun cuando las estadísticas de mortandad
en la población española eran mayores en el grupo de más de 60 años (Sandín, Valient, García-
Escalera, Campagne y Chorot, 2020). Queriendo contrastar esta hipótesis con las personas
migrantes, realizamos cuatro preguntas sobre la COVID-19, siendo una de ellas referente al
miedo al contagio por la enfermedad.
Los resultados muestran que la población más joven tiene más miedo al contagio por la
COVID-19 que las personas más mayores. Podemos comprobar que, efectivamente, en
personas migrantes, los jóvenes son más propensos a tener miedo. Este es un campo abierto
que se deja para futuras investigaciones.En los datos de la Tabla 3, la correlación de Spearman,
podemos observar que, las personas en las que ha aumentado su sentido de pertenencia en el
país de acogida tienen más miedo al contagio y más preocupación por el impacto económico de
su país de origen. Se observa que hay una similitud en la preocupación o temor, por lo que podría
dar lugar a estudio.
En el estudio se podría extraer una hipótesis procedente de la relación de la ansiedad
de las personas que tienen niveles de sentimiento de pertenencia más altos y relacionarlo con la
preocupación, para así poder hablar de los efectos de la crisis vital que supone el hecho
migratorio y las secuelas en la persona migrante.
No obstante, como hemos visto en el marco teórico, la migración de un país a otro puede
suponer un momento de crisis vital, constituyendo un riesgo psicosocial para la persona
148
LIBRO DEXIII
LIBRO DE RESÚMENES. RESÚEMENES. XIII
CONGRESO CONGRESO (INTER)NACIONAL
(INTER)NACIONAL DE PSICOLOGÍA
DE PSICOLOGÍA JURÍDICAJURÍDICA Y FORENSE
Y FORENSE
inmigrante (Tunstall, Shortt, Pearce, y Mitchell, 2015). Por esto, es necesario la promoción de
recursos que protejan la salud mental de la persona migrante. Respecto a la tabla 2 (Wilcoxon),
vemos que se muestran diferencias estadísticamente significativas. Esto significa que las
personas que migran a otro país consideran que el estado de la política, el bienestar, el trabajo
y los hábitos de consumo son mejores en los países de acogida. Sin embargo, consideran que
las relaciones sociales, familiares, creencias y valores, son mejores en su país de origen.
Podemos observar que las personas migrantes, sufren un momento de crisis vital
relacionado, no sólo con el hecho de vivir un cambio de cultura, sino especialmente con la
carencia de relaciones sociales, creencias y valores procedentes de su lugar de origen, y que
ponen en riesgo la salud mental (Hombrados, Gómez, Domínguez, y García, 2013; Patiño y
Kirchner, 2008).
Hacen falta recursos y profesionales que acompañen a las personas migrantes en su
proceso ya que, lejos de ser una amenaza para la sociedad, son una oportunidad para el mismo
desarrollo del país a nivel económico y cultural, proporcionando un enriquecimiento cultural
(Borjas, 1993a, 2006; Aysa-Lastra y Cachón, 2013; Iglesias y Llorente, 2008). Para ello, es
necesario realizar campañas de sensibilización y organizar agrupaciones de personas, que
desarrollen movimientos para ayudar en la defensa de derechos y plasmar la realidad de la
persona migrante, ya que para poder acceder a un empleo deben cumplir con unos requisitos
mínimos que, en ocasiones, les impide integrarse en la sociedad y, por ende, les repercute en
su salud mental.
Para concluir, es importante ver que cada persona migrante es diferente. Tiene una
historia particular, procede de un país con un contexto social y cultural propios, por lo que, para
trabajar en el apoyo psicosocial, es necesario atender a la demanda individualizada. La figura de
un profesional para el apoyo psicológico es esencial para proporcionarles herramientas
psicológicas que favorezcan la propia autonomía a la hora de realizar el proceso de adaptación
a su entorno de la forma más adecuada.
Es imprescindible que el profesional de salud mental que trabaje con este colectivo sea
sensible hacia las diferentes culturas, permitiéndole así conocer las limitaciones culturales y
propiciar la aceptación de la multiculturalidad, las formas diferentes de relacionarse y de
comunicarse, manteniendo límites ante los prejuicios o diagnósticos apresurados que deterioran
la convivencia de la sociedad.
149
LIBRO DE RESÚMENES. XIII CONGRESO (INTER)NACIONAL DE PSICOLOGÍA JURÍDICA Y FORENSE
SIMPOSIOS
La figura del Coordinador Parental lleva ya unos años prodigándose por nuestro territorio,
y es bien sabida las diferentes polémicas en la que se ha visto, lo que también es cierto es la
necesidad de tener una figura con las características de las que hablamos en pro de la protección
real de los menores en situaciones de alta conflictividad. Pretendo con la elección de estos
trabajos hacer una profundización en la necesidad e importancia de terminar de validar esta
figura. Gloria Terrats nos hará un recorrido de la figura, especialmente en las conductas de
rechazo hacia un progenitor, con una revisión sistemática del tema. Seguidamente, Asunción
Tejedor, como una de las pioneras del desarrollo de esta figura en nuestro país, expondrá las
ventajas que presenta el desarrollo de esta figura. Dos experiencias en diferentes contextos nos
presentan Félix Arias y Nazaret Martínez, entre un proyecto piloto en la Comunidad de Madrid y
la practica privada de esta figura. Terminamos en simposio con mi participación acercando la
figura del Coordinador parental a casos concretos donde se relacionan interferencias parentales
con violencia filioparental.
Las conductas de rechazo por parte de los niños y adolescentes (NNA), han sido
estudiadas principalmente dentro del enfoque de la Alienación Parental (AP) y en el contexto de
las separaciones y divorcios en temas de custodia.En el ámbito forense las evaluaciones se
realizan de forma estática a través de un experto cuando aparecen conductas de resistencia a
mantener visitas regulares con el progenitor rechazado (targeted parent) mientras que las
preferencias se dirigen hacia el padre que cuestiona el valor de las visitas o padre preferido
(prefered parent). La incorporación de la figura del Coordinador de Parentalidad (CP) abre una
perspectiva nueva en el estudio de las conductas de rechazo de niños/as y adolescentes (NNA).
La intervención del CP tiene como objetivo la protección del menor, así como facilitar el
aprendizaje de los progenitores de manera que les permita gestionar el conflicto en favor de
poder ejercer una coparentalidad positiva. El CP realiza una evaluación dinámica de las
conductas de rechazo que se presentan como uno de los principales obstáculos en la
intervención.
Bernet señala que la prevalencia de las conductas de rechazo en USA se sitúa en torno
a un 1%, lo que se traduce en 740.000 NNA, cifra que supone que (de los menores inmersos en
disputas por su custodia), el 25% desarrolla rechazo. En España un estudio realizado con 69
familias y llevado a cabo por los equipos técnicos de los Juzgados de Barcelona, identificó que
el 10% de la población atendida manifestaba AP (rechazo). Al igual que para el resto de
profesionales clínicos y forenses, para el CP resulta necesario poder diferenciar entre un rechazo
persistente con negativas injustificadas a visitar a uno de los progenitores, de otras conductas
que pueden aparecer en los NNA después de un divorcio y que pueden ser producto de un
normal desarrollo como son: la preferencia por uno de los padres, la elección por cuestiones
específicas del divorcio o por querer distanciarse de un progenitor cuya conducta pudiera ser
negligente o abusiva. Desde la perspectiva psicológica ha prevalecido el estudio de las conductas
de rechazo dentro de un enfoque patológico. Gardner identificó el rechazo como Síndrome de
Alienación Parental (SAP). Posteriormente Kelly Johnson optaron por identificar el rechazo en
términos de alienación infantil, centrando el modelo en el enfoque sistémico familiar donde se
150
LIBRO DEXIII
LIBRO DE RESÚMENES. RESÚEMENES. XIII
CONGRESO CONGRESO (INTER)NACIONAL
(INTER)NACIONAL DE PSICOLOGÍA
DE PSICOLOGÍA JURÍDICAJURÍDICA Y FORENSE
Y FORENSE
contempla la interacción de diferentes variables en relación con las visitas y la resistencia. Bernet
señala la necesidad de diferenciar entre el SAP y la AP, entendiendo que mientras el primero se
basa en la idea de un progenitor que influye activamente en la percepción negativa sobre el otro
utilizando ideas de "miedo y riesgo", la AP puede ocurrir simplemente en el contexto de un
divorcio conflictivo, donde los padres luchan activamente y el hijo acaba por tomar partido para
protegerse y mantenerse fuera de la batalla.
El objetivo de esta revisión se ha centrado en sintetizar la evidencia científica de estudios
orientados a facilitar elementos que permitan la evaluación y diagnóstico de la presencia
(injustificada o no) de conductas de rechazo en NNA, así como determinar cuáles se han
considerado las variables con mayor incidencia en este tipo de conductas.
Se realizó una búsqueda de artículos publicados entre 2000 y 2021 en las bases de datos
siguientes: Web of Science, PsycINFO, PsycARTICLES y Google Scholar.
Los hallazgos con mayor relevancia han sido los siguientes:
Obtención de nueve instrumentos que permiten evaluar y diagnosticar conductas de
rechazo.
Considerar el Splitting como factor diferenciador de la AP y otro tipo de conductas.
Diferenciación entre el padre alienador y el padre rechazado.
Validación de seis de los ocho factores contemplados inicialmente en la literatura, uno
de los cuales no estaba incluido en los ocho originales y que quedan definidos como
sigue: campaña de denigración hacia el padre alienado; fenómeno del pensador
independiente; apoyo reflexivo; presencia de escenarios prestados; propagación de la
animosidad a la familia extensa y falta de efecto positivo hacia el padre alienado.
Con esta comunicación me gustaría exponer los avances de la intervención con familias
que están viviendo situaciones de alta conflictividad en España. No cabe duda de que las
rupturas, separaciones y divorcios de alta conflictividad afectan a todos los miembros de la
familia, pero especialmente a los hijos e hijas que quedan atrapados en los conflictos
interparentales, de manera que se ven privados de su derecho a mantener un contacto adecuado
con ambos progenitores y sus familias extensas, y consecuentemente, algunos se ven privados
de su derecho a crecer en un entorno protector y respetuoso con sus necesidades. Somos
conscientes de que las soluciones que se han adoptado desde el ámbito judicial no siempre han
tenido el éxito deseado, es decir, una recuperación de la relación entre los miembros de la familia,
sino que nos encontramos con muchos incumplimientos de las sentencias provocando
nuevamente procesos judiciales para solicitar “ejecuciones de sentencia” que no suelen
cumplirse, alegando a la voluntad de los menores en muchas ocasiones y jugando con su
vulnerabilidad para tomar unas decisiones sobre las relaciones con sus progenitores, que hacen
que a veces tomen partido en favor de uno y en contra de otro. La búsqueda de nuevas formas
de abordaje de los problemas que surgen en la ruptura de la convivencia de parejas con hijos
viene dada por la continua demanda de intervención ante los casos conflictivos, y por ello se ha
planteado desde hace una década la búsqueda de un método más apropiado para cada caso, y
en particular para estas familias que viven una situación de alta conflictividad.
Para lograr esto es necesario intervenir con los progenitores, de manera que podamos
devolverles su responsabilidad parental, perdida a lo largo del proceso conflictivo, y darles de
nuevo la posibilidad de que ellos puedan tomar las decisiones con todo lo que tiene que ver con
sus hijos, sin la intervención de terceros. Por todo ello, las familias y todos los profesionales
relacionados con estos procesos (jueces, fiscales, psicólogos, trabajadores de Servicios
151
LIBRO DE RESÚMENES. XIII CONGRESO (INTER)NACIONAL DE PSICOLOGÍA JURÍDICA Y FORENSE
SIMPOSIOS
Sociales, PEF, y otros que puedan intervenir con los niños) se van a beneficiar de la actuación
del Coordinador de Parentalidad (CoPa) porque su intervención va a mejorar sus servicios y si
tenemos éxito, habremos logrado que una familia pueda relacionarse adecuadamente tras la
ruptura, si bien el mayor beneficio siempre va a ser para los niños, niñas y adolescentes (NNA)
que se verán protegidos por sus progenitores y tendrán la posibilidad de tener un futuro más
adecuado, alejado de la conflictividad que ha supuesto la ruptura. Con ello intento que se
comprenda la necesaria implementación de esta figura dentro de los procesos judiciales de
familias con alta conflictividad, no sólo como una solución final, sino como una medida de
prevención para los niños, niñas y adolescentes que son la parte más vulnerable de estas
situaciones de conflictividad, para poderles ofrecer un futuro lejos de las tensiones de las malas
relaciones parentales.
En el año 2018 se produjo la apertura del primer Centro de Intervención Parental (CIP)
puesto en marcha por el Ayuntamiento de Madrid y la asociación APROME destinado a ofrecer
una atención profesional especializada a las familias en situación de ruptura o postruptura de
pareja con dificultades para ejercer adecuadamente su parentalidad. Entre los Servicios que
ofrece este Centro, se encuentra la Coordinación de Parentalidad que se ha desarrollado en
colaboración con dos Juzgados de Familia de Madrid. Durante este periodo de tiempo, a través
de la evolución de los casos atendidos, se han obtenido diferentes conclusiones respecto a los
perfiles, características y necesidades familiares, tipos de dificultades ocasionadas por los
conflictos entre los progenitores, curso de las dificultades, objetivos de intervención, etc. más
propicios para ser derivados a esta figura profesional.
Además, diferentes intervenciones propias de la Coordinación de Parentalidad han sido
analizadas para intentar obtener un aprendizaje destinado a mejorar la calidad y efectividad del
desarrollo de esta atención profesional especializada. En este sentido, cuestiones prácticas
derivadas del análisis de esta experiencia; como la elaboración de informes y planes de
parentalidad, el diseño de programas de intervención, así como la elección, aplicación de
diferentes técnicas, habilidades y estrategias serán brevemente reseñadas en esta exposición.
152
LIBRO DEXIII
LIBRO DE RESÚMENES. RESÚEMENES. XIII
CONGRESO CONGRESO (INTER)NACIONAL
(INTER)NACIONAL DE PSICOLOGÍA
DE PSICOLOGÍA JURÍDICAJURÍDICA Y FORENSE
Y FORENSE
Introducción
Para poder contextualizar el momento en que se producen este tipo de casos es
inevitable definir en primer lugar a que nos referimos cuando hablamos de violencia filio- parental
(en adelante VFP). Las agresiones de niños, niñas y adolescentes (NNA) hacia sus progenitores
no son nuevas. Aparecían asociadas a psicopatologías diversas -adicciones, trastornos
psicóticos graves, autismo- o como reflejo de otras situaciones de violencia intrafamiliar: como
protección de agresiones, o defensiva de otros miembros de la familia, retaliación o reflejo de un
estilo relacional violento en la familia (Pereira, 2006).
El problema de la VFP sigue incrementándose de manera sorprendente en los últimos
años, tanto en nuestro país como en muchos otros de nuestro entorno. Fruto de la atención a
esta problemática, en 2013 se crea en España la Sociedad para el estudio de la VFP (SEVIFIP),
con el objetivo de promover el estudio, la enseñanza, la investigación, la regulación deontológica
y la intervención de y en la VFP. La VFP, siguiendo su definición tradicional, hace referencia a
aquellas conductas reiteradas de violencia física, psicológica (verbal o no verbal) o económica,
dirigida a los y las progenitoras, o a aquellos adultos que ocupan su lugar. Otra característica
común es que tenemos que introducir el concepto de “circularidad” (Watzlawick, Beavin y
Jackson, 1981). En toda relación es imprescindible entender el funcionamiento que se establece
entre las partes, no solo entre los propios progenitores, sin no entre todos los miembros del
sistema. La circularidad implica que lo que sucede en primer nivel de interacción, afecta o influye
en otros niveles, así como que condiciona la interacción de los miembros del sistema. Es
importante comprender las relaciones que se establecen entre miembros de una familia, eso será
153
LIBRO DE RESÚMENES. XIII CONGRESO (INTER)NACIONAL DE PSICOLOGÍA JURÍDICA Y FORENSE
SIMPOSIOS
un indicador de lo que está ocurriendo, y va a ayudar a que las respuestas que se den desde las
instituciones o profesionales que intervienen ayuden a solucionarlo, en lugar de agravarlo aún
más. Si intervenimos sin comprender, hay muchas posibilidades de que suceda esto último.
En los procesos de separación, cuando el conflicto se endurece, aparecen de forma casi
condicionada ciertos comportamientos en los progenitores relacionados con la sensación de
ganar, de poder. En muchas ocasiones los hijos/as se convierten en esta moneda de cambio
“ideal” para provocar en “el otro/a” la respuesta buscada. Desgraciadamente, ese objetivo,
sumado al dolor emocional, al entramado del propio conflicto y en muchas ocasiones, a al deseo
de venganza, hace perder de vista a los progenitores la verdadera lucha de esa situación, que
debiera ir dirigida en el cuidado de los más desfavorecidos en esos momentos, sus hijos/as. Una
ruptura como tal, no necesariamente implica un sufrimiento general, efectivamente la dinámica
de la familia cambia, las interacciones se fragmentan y es necesario una reorganización del
sistema. Las personas estamos capacitadas (unos más que otros) para superar situaciones
difíciles, afrontar problemas y resolverlos. Ahora bien, lo que provoca realmente dolor y
sufrimiento y conlleva consecuencias emocionales y psicológicas devastadoras para un gran
número de NNA, es el conflicto entre sus progenitores y
especialmente conflictos de alta intensidad, donde ellos/as se ven inevitablemente
envueltos. En esos procesos de conflictos se dan muchas dinámicas perjudiciales que de una
manera u otra se traducen en comportamientos de los NNA para con alguno u ambos
progenitores. Entre estas dinámicas están las llamadas Dinámicas de Resistencia y Rechazo
Filio-Parental. Lo habitual es que las Dinámicas de Resistencia y Rechazo Filio-Parental
correspondan a una mezcla de factores en las que intervienen ambos progenitores, las y los
hijos/as e incluso la familia extensa, red social e instituciones (Arrospide, 2021). En la mayoría
de los casos cuando se rompe la pareja lo que se produce es una desconfianza en la forma en
que nos sujetamos en el otro/a, cuando nuestras emociones de confianza, de aprecio, de
seguridad se transforman, por cualquier motivo, en desconfianza, inseguridad y enfado. Es en
este punto cuando, si no resolvemos de forma adecuada, será muy fácil prolongar dichas
emociones y reforzar un conflicto cada vez más patológico. Esta situación se traslada a los
hijos/as que comparten el escenario de la ruptura, siendo, no en pocas situaciones, protagonistas
en primer plano de dicho conflicto y de las consecuencias del mismo. Cuando aprendo a
desenvolverme en el enfado y en la inseguridad, y no tengo recursos suficientes para regular
estas emociones, o en otros casos, cuando estas emociones no las siento controlables, es
sencillo que se dispare la conducta violenta y es posible que esta esté dirigida hacia quién creo
es responsable de mi desregulación emocional.
Algunas dinámicas de resistencia y rechazo y VFP pueden deberse a relatos ajustados
a la realidad y otros relatos pueden ser equivocados (por ignorancia o malentendidos),
inventados, magnificados o delirantes. Y en otros muchos casos, habitualmente la mayoría,
habrá un poco de todo, parte de ajuste y parte de desajuste con la realidad (Arrospide, 2021).
Entre estos cambios también se hace necesario la relación de la aparición de comportamientos
violentos con los estilos educativos entre progenitores, que si bien es cierto es perjudicial cuando
son contrapuestos en el sistema normalizado, dificultan más cuando hablamos de ruptura y
además estas dinámicas se contraponen con las que existían antes dicha ruptura. Es decir,
aspectos que se validaban antes de la ruptura entre progenitores, que tras las rupturas no solo
no son validados, sino que son criticados utilizados para negativizar la ejecución del otro/a como
progenitor eficaz. Estas contradicciones son integradas por los NNA de muy diversas formas, y
algunas consecuencias de ellas pueden derivar en comportamientos violentos hacía el progenitor
criticado.
Parece en este sentido, que al contrario que la VFP tradicional, que estaba más
relacionada con estilos educativos más autoritarios; cuando hablamos de la nueva VFP se asocia
más con estilos educativos permisivos y negligentes y se conceptualiza como un intento primitivo
de alejamiento en una relación en la que la educación (entendida como poner límites y normas
y, por tanto, generar frustración), se sacrifica para mantener la relación (extremadamente
cercana, fusional, creada y mantenida por ambos) (Pereira, 2021). A nivel de intervención, en
154
LIBRO DEXIII
LIBRO DE RESÚMENES. RESÚEMENES. XIII
CONGRESO CONGRESO (INTER)NACIONAL
(INTER)NACIONAL DE PSICOLOGÍA
DE PSICOLOGÍA JURÍDICAJURÍDICA Y FORENSE
Y FORENSE
este tipo de casos donde las interferencias parentales han terminado provocando
comportamientos violentos dirigidos hacia uno u ambos progenitores, se hace necesario una
atención integral, si además el caso se encuentra judicializado, es imprescindible una atención
más cercana y dirigida de todo el proceso y una atención que ayude a proteger esos efectos
colaterales en los NNA.
Como es bien sabido el mecanismo judicial es enormemente lento y farragoso y en
muchas ocasiones un conflicto requiere una respuesta rápida e incluso inaplazable para evitar
males mayores. La figura del coordinador de parentalidad tiende a solucionar estas situaciones
(Ruiz-Jarabo, 2021).
Conclusiones
El uso de la figura del coordinador será una mejor opción para abordar situaciones
relacionadas con los casos donde se termine desarrollando una VFP. Casos donde además se
haya judicializado el proceso. Casos donde la intensidad del conflicto requiera una atención
rápida y eficaz. El profesional de la Coordinación de Parentalidad debe ser capaz de detectar,
prevenir y actuar ante la violencia de género, la violencia filio parental y otras formas de violencia.
(Checa, 2021). Los resultados que llevamos observando en los diferentes planes piloto puestos
en marcha en diferentes comunidades de España, están relacionados con una mejor gestión del
conflicto en un menor tiempo. Teniendo en cuanta el aumento tan sorprendente de este tipo de
casos y la analizada relación entre las interferencias de los progenitores con el desarrollo de
comportamientos violentos de sus hijos/as, se hace necesario una intervención integral y eficaz
que disminuya la intensidad del conflicto y por consiguiente las consecuencias en nuestros NNA.
155
LIBRO DE RESÚMENES. XIII CONGRESO (INTER)NACIONAL DE PSICOLOGÍA JURÍDICA Y FORENSE
SIMPOSIOS
Introducción
La trata de personas con fines de explotación sexual se define como el traslado o
captación de personas recurriendo al uso de fuerza u otras formas de coacción para ejercer
autoridad sobre otra persona para obtener un beneficio libidinoso, donde el propósito de esta es
la prostitución ajena y forzada u otra cualquier otra actividad sexual remunerada (UNODC, 2004).
Siendo una de las principales formas de explotación en América, encontrando que el impacto en
las víctimas de trata de personas con fines sexuales se deriva en diversas consecuencias
devastadoras y permanentes en la salud de dichas personas (Chávez-Gutiérrez y Chávez-
Gutiérrez, 2018).
Abordar este fenómeno desde la perspectiva multicausal implica el análisis de diferentes
frentes que incluyen problemáticas de tipo económico, social, cultural y político. La desigualdad,
la inequidad, la desintegración familiar, el consumismo, la migración rural-urbana, la
discriminación, el abuso sexual intrafamiliar, el tráfico de drogas y de seres humanos pueden
citarse como los principales factores de riesgo, los cuales se articulan como estructurales y
estructurantes en la construcción de relaciones de violencia (Bonasso, 2003).
La presente investigación tuvo como objetivo identificar los elementos operacionales que
nos permiten aproximarnos al concepto de trata de personas con fines sexuales desde una
perspectiva diferencial con relación a otros fines de la trata, tomando en cuenta marcos
metodológicos, normativos e investigativos a nivel nacional e internacional, que den cuenta de
este fenómeno, su apreciación, reproducción y características de este.
156
LIBRO DEXIII
LIBRO DE RESÚMENES. RESÚEMENES. XIII
CONGRESO CONGRESO (INTER)NACIONAL
(INTER)NACIONAL DE PSICOLOGÍA
DE PSICOLOGÍA JURÍDICAJURÍDICA Y FORENSE
Y FORENSE
Método
La presente investigación es de tipo cualitativo longitudinal, porque responde a una
recolección de datos en diferentes periodos o momentos de tiempo para la realización de
inferencias frente al cambio o evolución que pueda tener el fenómeno, con el paso de este. A su
vez, es de diseño longitudinal de tendencia, debido a que, este analiza los cambios con el paso
del tiempo en categorías, conceptos, sucesos, variables, o la relación entre ellos. Y nuestro
estudio pretende analizar la evolución o complementación de hallazgos teóricos frente a la trata
de personas con fines sexuales en los años comprendidos entre el 2004 al 2020.
Para desarrollar este objetivo se llevó a cabo una revisión de literatura teórico-empírica
tomando como elementos centrales: la definición de la trata de personas con fines sexuales, los
factores asociados a la misma, el marco normativo, georreferenciación de la trata a nivel nacional
e internacional, aspectos victimológicos de las diferentes poblaciones afectadas por este
fenómeno (mujeres, niños y adolescentes), y la asociación con la prostitución y otras formas de
explotación sexual. Por ello se revisaron 57 documentos, que aparecen asociados con los
criterios de búsqueda señalados anteriormente y descartando documentos que se referían a la
trata de personas con otros fines diferentes a la explotación sexual. En la revisión se
consideraron las bases de datos: Google Académico, Scielo, Redalyc, Ebsco Host y
Sciencedirect.
Resultados
De acuerdo con el informe ofrecido por la UNODC (Oficina de las Naciones Unidas contra
la droga y el Delito) hay alrededor de 2,5 millones de personas que han sido víctimas de la trata
UNODC (2014), sin embargo, se calcula que por cada víctima identificada existen 20 más sin
identificar, de la cifra total estimada la mitad de las víctimas son menores de 18 años. Por otra
parte, en el reporte global de 2009 se estima que el 79% de las víctimas son mujeres sometidas
a explotación sexual, seguido por la explotación laboral o servicios forzados, un 13% de esta
población proviene de América del sur y dentro de esta población en América del sur el 66% son
mujeres, un 12% son hombres y 9% niños.
También se encuentra que la trata de personas con fines sexuales sigue afectando
principalmente a las mujeres y a las niñas, esto con un promedio del 65% a nivel mundial. De
acuerdo con lo mencionado por Giménez-Salinas (2011) la mujer se ha mantenido como la
principal víctima durante largas décadas, de la más amplia base de datos de víctimas que son
traficadas en todo el mundo (5.233 casos) podemos inferir algunas características que nos
muestran el perfil de las víctimas de trata con fines de explotación sexual. El 80% son mujeres,
el 74% tiene menos de 25 años, más del 55% son solteras, divorciadas o separadas, y el 27%
tienen hijos. Se encuentra que en distintas regiones del mundo existen porcentajes altos de la
trata de mujeres con fines netamente sexuales, por ejemplo, Norteamérica tiene un promedio del
74%, América Central y caribe con uno de los datos más altos del 92%, Europa Central y Sudeste
presenta un valor del 78%, Asia del Este y pacifico también presenta una cifra alta ubicándose
en un 65%, pero, por el contrario, se encuentra que el Sur de África presenta uno de los
promedios más bajos, ya que en este prima la trata de personas con el propósito de los trabajos
forzados. Por otra parte, se encuentra que en Colombia de 686 casos registrados el 82% son
mujeres y de este valor 408 casos son con fines de explotación sexual.
La trata con fines de explotación sexual corresponde al 53% de todas las formas de trata
en el mundo, en las regiones Europa y Asia Central este tipo de trata representa un 66%, 53%
en África y Oriente Medio, 48% en América y 26% en Asia Oriental y Meridional y el Pacífico
(UNODC, 2014). De acuerdo con las cifras contempladas en EpData, (2020) en Norteamérica un
75% de la trata de personas se realiza con fines de explotación sexual, América Central y el
Caribe la trata con fines de explotación sexual corresponde a un 90%, en Sudamérica representa
un 59% aproximadamente, 74% en Europa Occidental y del sur y 75% en Europa Central y
Sudeste (EpData, 2020), siendo el 85% de las víctimas mujeres adultas, seguidas de las niñas
con un 71%, los niños con un 29% y finalmente los hombres adultos con un 10% liderando las
mujeres provenientes de Nigeria, Colombia y Venezuela. Este tipo de trata, en Europa y Asia
157
LIBRO DE RESÚMENES. XIII CONGRESO (INTER)NACIONAL DE PSICOLOGÍA JURÍDICA Y FORENSE
SIMPOSIOS
Central representa un 66%, 53% en África y Oriente Medio, 48% en América y 26% en Asia
Oriental y Meridional y el Pacífico (UNODC, 2014). La mayoría de las personas investigadas o
arrestadas, procesadas y / o condenadas por trata de personas siguen siendo hombres, lo que
representa más del 60% del total.
En Colombia, el senado (2020) da a conocer el informe presentado por el ministerio del
interior, este refleja un incremento del 1000% entre 2013 y 2020, puesto que en el país se tenía
60 víctimas y su incremento llegó a 686 víctimas. Así mismo, la Embajada Norteamericana en el
año 2019 registra que el 55% de los casos correspondió a víctimas de nacionalidad colombiana.
De igual forma, la Oficina de las Naciones Unidas contra las Droga y el Delito, estableció que
entre 2003 y 2016, las cifras de víctimas en el mundo se duplicaron a las 225 mil, el 72% eran
mujeres y niñas, de las cuales en un 58% fueron victimizadas con fines de explotación sexual.
Discusión
Posterior a la revisión teórica de los 57 artículos asociados a la trata de personas con
fines sexuales, podemos inferir en primer lugar que se encuentran dos conceptos importantes
dentro del término “Trata de personas con fines sexuales”, entre ellas la trata de personas,
definida como la captación o acogida recurriendo a diversas formas de coacción para ejercer
autoridad sobre otra persona con fines de explotación, sexual (UNODC, 2004). Así mismo,
existen múltiples escenarios y formas en los cuales se puede desarrollar la captación de una
persona (victima), como trata y en este caso con fines de explotación sexual. Las causas por las
cuales se da la trata de personas son diversas, por un lado, pueden obedecer a problemas
sociales y económicos de un país.
Introducción
Históricamente, las personas en condiciones de vulnerabilidad han sido tratadas como
mercancía u objetos, siendo, además, víctimas de diferentes tipos de violencia y/o explotación
(Bernal, 2010). De hecho, durante la época de guerras y conquistas territoriales principalmente
en América Latina, las mujeres, niñas y adolescentes se convirtieron en las principales afectadas
por este fenómeno llamado esclavitud, obligadas a realizar prácticas de tipo sexual, laboral o
relacionadas a la servidumbre. El crecimiento de la población a lo largo de los años y con ello, la
diferenciación entre prácticas étnicas y socioculturales, dieron paso a una nueva definición de la
esclavitud en dónde el término esclavo se transforma en siervo, y el concepto de posesión sobre
el otro se ajusta a uno que implica más, una relación social de dominación y servicio (San Martín,
2013). Por esta razón, el término de trata de personas se considera como una manifestación
moderna de la esclavitud, en la cual una persona ejerce total control sobre otra hasta privarla de
su libertad, despreciando su condición de persona y ejerciendo sobre ella los poderes inherentes
a la propiedad sobre su cuerpo; así como una violación masiva de Derechos Humanos y un
crimen de lesa humanidad (Bernal, 2010).
La Asamblea General de la ONU aprobando la Declaración sobre los principios
fundamentales de justicia para las víctimas de delitos y de abuso de poder define como víctima,
a toda persona que de forma individual o colectivamente pase o sufra daños, lesiones físicas o
mentales, sufrimiento emocional, pérdida económica, financiera o menoscabo sustancial de sus
158
LIBRO DEXIII
LIBRO DE RESÚMENES. RESÚEMENES. XIII
CONGRESO CONGRESO (INTER)NACIONAL
(INTER)NACIONAL DE PSICOLOGÍA
DE PSICOLOGÍA JURÍDICAJURÍDICA Y FORENSE
Y FORENSE
Método
Se realizó una revisión de análisis conceptual, basado en la elección del matrimonio
servil como concepto de interés, determinando un propósito de análisis, los usos asociados a
este concepto, las características o atributos sobre el concepto, las causas, antecedentes y
consecuencias a partir de las referencias empíricas que apliquen.
Resultados
A partir de la investigación es posible considerar la siguiente matriz que permite abordar
la operacionalización, las causas, las consecuencias y las tipologías del matrimonio servil como
modalidad de trata de personas.
Discusión
El concepto de matrimonio y las reglas que existen en torno a él se ha mantenido en
algunas culturas a lo largo del tiempo, puesto que sus creencias religiosas, principios éticos,
morales y culturales, rigen de manera constante las decisiones de los miembros de dichas
sociedades, que, sin importar las consecuencias, han decidido mantener este patrón cultural,
que en ocasiones es protagonista de la vulneración de los derechos humanos, de mujeres,
adolescentes, niñas y niños. Dichas concepciones son las que aún hoy en día mantienen la
invisibilización de fenómenos como el matrimonio servil, ya que detrás de todos estos
159
LIBRO DE RESÚMENES. XIII CONGRESO (INTER)NACIONAL DE PSICOLOGÍA JURÍDICA Y FORENSE
SIMPOSIOS
imaginarios, esta una cultura patriarcal, que ha mantenido durante décadas, relaciones de poder
históricamente desiguales, en donde la mujer al ser dominada y discriminada por el hombre no
ha logrado el total disfrute de sus derechos (Ortí, 2013).
El desconocimiento por parte de la sociedad respecto a este fenómeno como un delito,
ha aumentado la invisibilización, ya que dependiendo del contexto, se puede llegar a desconocer
este tipo de uniones maritales como una forma de trasgredir los derechos humanos (Alcaldía
Mayor de Bogotá e Instituto Distrital para la Protección de la Niñez y la Juventud, 2019); adicional
a la Oficina de Naciones Unidas Contra la Droga y el Delito, La Subsecretaría De Derechos
Humanos y Secretaría de Gobierno y Derechos Humanos Alcaldía de Medellín (2015) afirman
que este se puede llegar confundir fácilmente con otra serie de delitos tipificados, tales como el
secuestro; de este manera la invisibilización no solo se da por los ciudadanos, sino también por
las mismas autoridades administrativas, de seguridad y de justicia. Anudado a esto, la
estigmatización y los prejuicios que se tejen en la sociedad, respecto a la realidad de las víctimas
de este tipo de modalidad de trata de personas, hacen hincapié al igual que los otros factores en
la invisibilización, dado que impiden que las víctimas, en especial de trata interna, realicen una
denuncia oportuna y reciban atención a tiempo.
Introducción
El objetivo de la presente investigación es elaborar una ruta de atención para denunciar
los casos de trata infantil específicamente, dado que en la revisión teórica no se halló un proceso
delimitado o específico para sancionar estos actos a la población infantil en Colombia. Es
importante definir los siguientes conceptos, la palabra trata se entiende como la acción de
coaccionar y atribuir poder en contra de la voluntad y elección de cualquier tipo de persona con
un fin determinado (Salazar, 2016). Para interés de la investigación se conceptualiza dos
subcategorías de los grupos poblacionales que pueden estar en un riesgo más alto de este delito:
La trata infantil incluye a la niños, niñas y adolescentes (NNA) menores de 18 años, que se
encuentren expuestos a una forma de violencia e imposición. Además, se considera delito,
cuando se vulneren sus derechos imponiendo el consentimiento de sus actos a la movilidad,
explotación y trabajo forzado (Naciones Unidas, 2001).
Por otro lado, la trata de personas es entendida como la captación, el transporte, traslado
de cualquier individuo, por medio de amenazas o la implementación de la fuerza, ya sea al rapto,
engaño y abuso de poder o de un evento de vulnerabilidad, de igual manera, a la recepción de
pagos y algún beneficio para acceder más fácilmente a un individuo con fines de explotación
(ONU, 2016). Donde se realicen acciones como, forzar a eventos de trabajos forzados,
prostitución, la extracción de órganos (Protocolo de Palermo, 2000). Entre los factores de riesgo
que presenta la población infantil, se pueden resaltar dos, el primero, la inmadurez, ya que se
encuentran en un proceso de desarrollo y maduración cognitiva, que impide un juicio racional de
las consecuencias de sus actos; el segundo, la carencia afectiva, por escenarios de abandono,
negligencia o presión de terceros en la vulneración de derechos. Estos factores se ejercen por
personas cercanas a los NNA como sus progenitores, allegados y personas que se encuentren
a su cuidado (Mejía, 2016).
La trata infantil no está tipificada dentro del código penal como una conducta antijuridica,
sino que se desglosa como una modalidad intrínseca de la trata de personas. De conformidad
con la normatividad legal lo primero que se debe aseverar es que la trata infantil en Colombia es
160
LIBRO DEXIII
LIBRO DE RESÚMENES. RESÚEMENES. XIII
CONGRESO CONGRESO (INTER)NACIONAL
(INTER)NACIONAL DE PSICOLOGÍA
DE PSICOLOGÍA JURÍDICAJURÍDICA Y FORENSE
Y FORENSE
una actividad ilícita, que ha sido denominada también como “esclavitud moderna” siendo una
forma de vulneración y violación a los derechos a la libertad, la no discriminación, la vida, la
seguridad, la dignidad, la salud, la educación, entre otros (Reyes, Vargas y Aceros, 2018). En
este sentido, se ha incluido el Enfoque Basado en Derechos Humanos (ENDH) en la elaboración
y desarrollo de políticas públicas que enmarcan la trata de personas desde una visión en el
derecho internacional, este último acoge todos los derechos de la víctima sin interesar condición
de nacionales o no nacionales.
Método
La metodología utilizada corresponde a un modelo instrumental para el diseño de
lineamientos, rutas o estrategias de atención, evaluación e intervención frente a problemas
sociales precisos y necesidades del contexto. Para esta investigación se desarrollaron cinco
pasos: evaluación e identificación de la necesidad, revisión conceptual teórico-empírica,
estructuración de ejes de acción de la ruta, identificación de actores y construcción de la ruta.
Resultados
A partir de la investigación se pone a disposición una ruta de identificación y atención en
casos de trata donde los niños, las niñas y los adolescentes se vean involucrados como víctimas
en delitos de trata (véase Figura 1).
×
×
×
×
×
×
×
×
×
À
×
×
×
À
×
×
×
×
À
×
Discusión
La trata infantil es invisible dado a la clandestinidad, por ello es difícil conocer el número
exacto de víctimas a nivel mundial, sin embargo, la Oficina de las Naciones Unidas contra la
Droga y el Delito (2014) informa que casi 1,2 millones de niños forman parte de la trata cada año.
Estos trabajos representan un riesgo para la salud mental y física de los menores, ya
que se ven expuestos a los abusos y maltratos arraigados por los tratantes, pues están sometidos
a diario a amenazas, golpes o consumo de sustancias psicoactivas durante la explotación. Según
la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) pueden generar secuelas como estrés
postraumático en 38,9%, depresión el 61,2% y la ansiedad el 42.8% evidenciando un impacto
mental y emocional en las víctimas. El Informe Global de la Trata de Personas (2018) de la
Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC), el 30% de las víctimas de
trata en el mundo son personas menores de 18 años (23% son niñas y 7% niños). Asimismo, en
Global Report on Trafficking in Persons (2020) se encontró que, a nivel mundial 1 de cada 3
víctimas de trata es un niño, las edades en las cuales se encuentran las victimas radican con el
nivel de ingresos del país en que residen, es decir, aquellos países más ricos detectan en mayor
proporción víctimas de trata adultas, sin embargo, los niños detectados en estos con mayor
frecuencia se enfocan con explotación sexual, mientras que aquellos países más pobres
detectan un mayor número de niños, en este caso, se enfocan en el trabajo infantil.
161
LIBRO DE RESÚMENES. XIII CONGRESO (INTER)NACIONAL DE PSICOLOGÍA JURÍDICA Y FORENSE
SIMPOSIOS
Palabras clave: trata infantil, normatividad legal, vulneración de derechos, trata de personas
E-mail de contacto: ejlopez@ucatolica.edu.co
Introducción
El objetivo de la presente investigación es identificar las diferencias conceptuales entre
trata y tráfico ilegal de personas que tienen los estudiantes universitarios de los programas de
derecho y psicología pertenecientes. Para responder a este objetivo se abordarán las
representaciones sociales frente a cada uno de los constructos de interés y se realizará un
análisis psicolingüístico de las definiciones operacionales que tienen los participantes frente a la
trata y el tráfico de personas.
La trata de personas es la captación, el transporte, el traslado, la acogida o la recepción
de personas, siendo estas amenazadas incluso al uso de fuerza u otro tipo de estrategia para el
engaño o coacción con fines de explotación (Carrasco, 2014).
162
LIBRO DEXIII
LIBRO DE RESÚMENES. RESÚEMENES. XIII
CONGRESO CONGRESO (INTER)NACIONAL
(INTER)NACIONAL DE PSICOLOGÍA
DE PSICOLOGÍA JURÍDICAJURÍDICA Y FORENSE
Y FORENSE
Método
Participantes
La muestra objeto de los resultados que presenta la investigación hasta el momento
corresponden a un grupo de 144 estudiantes universitarios, 68 de psicología y 76 de derecho,
quienes respondieron un formulario en drive. El 17,1% de los participantes fueron hombres y el
82,9% mujeres; mayormente pertenecientes los estratos socioeconómicos 3(25,7%), 4(44,3%) y
5(15,7%).
Diseño y procedimiento
La investigación se desarrolla a partir de un diseño comparativo de los conceptos
presentados por los participantes frente a tráfico y trata de personas con análisis multivariados.
Esto se complementa con el análisis de las representaciones sociales mediante la asociación
libre de palabras.
Instrumentos de medida
La investigación se aborda a partir de dos instrumentos, una entrevista semiestructurada
para la recolección de relatos frente a la operacionalización de la trata y del tráfico de personas.
Un segundo instrumento lo constituye un formulario de asociación libre de palabras frente a los
términos “trata de personas” y tráfico de personas”.
Resultados
A continuación, se abordan los resultados de la asociación libre de palabras, el cual se
enfoca en la identificación de las diferencias o semejanzas en la operacionalización que realizan
los participantes de ambos términos.
Tráfico de personas
Se identificaron 149 palabras asociadas con tráfico de personas según las respuestas
de los participantes.
Palabras compuestas asociadas con tráfico de personas: Violencia sexual, Mula
narcotráfico, violación de derechos, Violación sexual, Privación de libertad, Trabajo forzado,
Comercio de personas, Traspaso de frontera, Trabajos forzados, Extracción de órganos, Negocio
sucio, Venta de órganos, Captar personas, Venta de personas, Comercio de personas,
Movimiento ilegal, Trata de blancas, Caminar rápido.
Trata de personas
Se identificaron 153 palabras asociadas con trata de personas según las respuestas de
los participantes.
Palabras compuestas asociadas con trata de personas: Raptar personas, Engañar
personas, Afectación psicológica, Vulnera la dignidad, personas escasos recursos, tráfico
humano, movimientos ilegales esclavitud mental, esclavitud laboral, Mujeres tristes, Privado
libertad, comercio personas, Trata personas, jugar con la vida de las personas, privación libertad,
privación la libertad, Violación a derechos, Falta valores
163
LIBRO DE RESÚMENES. XIII CONGRESO (INTER)NACIONAL DE PSICOLOGÍA JURÍDICA Y FORENSE
SIMPOSIOS
Discusión
La trata de personas se ha caracterizado por el traslado de personas sin consentimiento,
bajo engaños o amenazas, con el fin de obtener beneficios desde la explotación, por el contrario,
el tráfico de personas está relacionado con la búsqueda de beneficios migratorios de forma
voluntaria e ilegalmente a otro país. En el tráfico está implícito un cruce de fronteras mientas que
la trata puede configurarse al interior del mismo país.
Sin embargo, a pesar de las claridades conceptuales y jurídicas de ambos términos, para
la comunidad académica y la sociedad en general estos pueden parecer ser lo mismo o estar
enmarcados en la misma dimensión.
Introducción
A lo largo de la historia, el ser humano se ha interesado en la necesidad de buscar y
generar oportunidades que permitan satisfacer sus necesidades, además de la curiosidad de
explorar el mundo, lo anterior se sustenta desde la prehistoria, con la salida del Homo Sapiens
desde áfrica hace aproximadamente 200.000 años y su paso por diversas partes del mundo
(Organización no Gubernamental Ayuda en Acción, 2018). El descubrimiento de América fue otro
de los grandes acontecimientos históricos que aportó en el desarrollo del fenómeno migratorio
desde el continente europeo, en este periodo, eran sólo las personas más adineradas las que
podían realizar estos desplazamientos a excepción de trabajadores domésticos y personas
privadas de la libertad, quienes no podían costearse sus propios trayectos. Las migraciones
aumentan hacia el siglo XIX, gracias a la creación de medios de transporte que permitieron
traslados rápidos y eficientes conquistando espacios terrestres y marítimos generando colonias
en otros territorios, para entonces la reglamentación de ingreso y salida de cualquier territorio,
no existía. Dada la dinámica de los movimientos en masa que se generaban a través de los
medios de transporte, Estados Unidos tuvo la necesidad de realizar la selección sobre las
personas que ingresaban al país, otorgando condiciones y derechos para la estadía, fenómeno
que se generó a inicios del siglo XX, provocando la preocupación por la migración ilegal, dados
los hallazgos en los controles fronterizos y regulación de la documentación requerida.
Migración
Para entender mejor el fenómeno de la migración se hace necesario aclarar algunos
términos tales como migración, migrantes, refugiados y desplazamiento, que pueden ayudar a
comprender mejor estos fenómenos y diferenciarlos, aunque el objetivo en todos los casos es el
traslado, la diferencia radica en los motivos del traslado. La Organización Internacional para las
Migraciones (OIM) (2020) define la migración como el “Movimiento de personas fuera de su lugar
de residencia habitual, ya sea a través de una frontera internacional o dentro de un país”, sin
tener en cuenta la situación jurídica en la que se encuentre la persona, la voluntad de su traslado
o la permanencia. Dentro de ese proceso se destacan significativamente las diferencias
psicológicas y psicosociales que caracterizan no solo cultural, geográfica y políticamente el lugar
de partida sino el de destino (Micolta, 2005).El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia
(2020), también define la migración como un fenómeno por el cual las personas cambian su lugar
de residencia a otro país o región, ya sea como emigrante es decir, que sale de su país de origen
o inmigrante que es la persona que ingresa a un lugar diferente al de su origen. Este
164
LIBRO DEXIII
LIBRO DE RESÚMENES. RESÚEMENES. XIII
CONGRESO CONGRESO (INTER)NACIONAL
(INTER)NACIONAL DE PSICOLOGÍA
DE PSICOLOGÍA JURÍDICAJURÍDICA Y FORENSE
Y FORENSE
Trata de personas
Los migrantes irregulares presentan aumentan su vulnerabilidad, debido a que no
cuentan con la documentación reglamentaria, impidiendo el acceso legal a actividades que
permitan cubrir necesidades básicas, por lo tanto, son personas que corren un mayor riesgo de
sufrir vulneraciones de los derechos humanos, exponiéndose a ser posibles víctimas de redes
de trata de personas y tráfico ilícito de migrantes (El Informe del Alto Comisionado de las
Naciones Unidas para los Derechos Humanos, 2018).
Método
Esta investigación consiste en un análisis basado en revisión de alcance frente a los
niveles relacionales del modelo ecológico y a partir de este, la identificación de los factores de
riesgo de trata de personas que se puede exacerbar con los procesos migratorios.
Resultados y Discusión
Ontosistema
El nivel del ontosistema se relaciona con las características a nivel individual como lo son
los factores biológicos o genéticos y psicológicos, los cuales pueden tener una gran influencia
en la migración y trata de personas.
La migración evidencia diferencias de acuerdo con el género, se percibe que las mujeres
presentan mayor autonomía e independencia en el país de destino a diferencia de los hombres,
esto se ve también relacionado con la posibilidad que tienen las mujeres para conseguir un
empleo o tener acceso a beneficios como seguridad social, seguro de desempleo o ayudas de
algunas instituciones entre otras. En el caso de los hombres, se percibe un panorama diferente,
puesto que la autoestima de estos suele verse afectada teniendo una imagen un poco
desfavorable a diferencia del estatus o reconocimiento laboral que podrían tener en su lugar de
origen, generando una respuesta de apego a las normas y valores de este ante un ambiente
desfavorable y hostil en la que se ve afectada su identidad masculina (Goldrin, 1991, citado en
Giorguli, y Itzigsohn, 2006).
Microsistema
Una vez exista la oportunidad de emigrar por parte de alguno de los integrantes de una
familia, dos variables toman importancia en la dinámica que ésta va a empezar a llevar, la primera
de ellas hace referencia al imaginativo de seguir percibiéndose como una familia aunque sean
personas que ya no comparten el mismo techo y la segunda de ellas a la ilusión que ambas
partes de la familia, ahora separada, tienen a un posible reencuentro, al cual van dirigidos, todos
aquellos esfuerzos realizados en la distancia, como llamadas y mensajes así como envío de
mercancías u objetos que suplan las necesidades básicas que motivaron en primera instancia la
migración y que se espera, puedan ser disfrutados cuando la familia se encuentre nuevamente
junta.
Mesosistema
Si revisamos el contexto académico como derecho que debe garantizar el estado, la
probabilidad que un migrante que provenga con una cualificación educativa y profesional, de
convertirse en un migrante ilegal es mínimo, ya que, como se mencionaba previamente el lugar
de bienvenida lo verá como una oportunidad de potenciar procesos dentro del lugar de recepción;
por otra parte las personas que provienen de países pobres y que han sido vulneradas desde
diversas áreas desde su lugar de origen , cuentan con la probabilidad de ser migrantes
irregulares, incluso desde el mismo momento de gestionar ante las entidades la ruta de
migración, debido a las dificultades en el trámite o altos costos.
165
LIBRO DE RESÚMENES. XIII CONGRESO (INTER)NACIONAL DE PSICOLOGÍA JURÍDICA Y FORENSE
SIMPOSIOS
Exosistema
El exosistema contiene aquellos aspectos que no están relacionados directamente con
el individuo, sin embargo, ejercen influencia relevante en la toma de decisiones de las personas.
Un factor incidente en los procesos migratorios es el de seguridad, las personas se movilizan
cuando consideran que su integridad puede verse afectada por conflicto armado interno para el
caso del contexto colombiano o cuando se han visto inmersos en acciones que atentan contra
los derechos humanos.
Macrosistema
Pese a los avances en temas legislativos a nivel mundial, frente a la protección de las
personas migrantes, no son suficientes para contribuir a la garantía de derechos de las personas,
dado que en la sociedad se dan dinámicas sociales que pareciera estar fuera del alcance de la
normatividad. Una dinámica que pone en vulnerabilidad a las personas migrantes desde la salida
de su país de origen es la aporofobia definida como la acción de rechazo que se genera ante
las personas, desamparadas o pobres, es decir el rechazo por su clase social; ante la carencia
de oportunidades laborales y académicas las personas reevalúan su proyecto de vida,
encontrando una posibilidad en la migración, sin embargo, en el lugar de destino, se pueden ver
afectados por prácticas xenófobas definido por La oficina del Alto Comisionado de las Naciones
Unidas para los Refugiados como acciones de rechazo a las personas que no comparten la
misma nacionalidad, generando dificultades para acceder a oportunidades y convirtiendo a los
migrantes en posibles candidatos de las redes de trata de personas, lo anterior en la búsqueda
desesperada de garantizar necesidades básicas.
Introducción
La trata de personas constituye un fenómeno que históricamente se ha visto enmarcado
en gran parte de la humanidad desde incluso antes de acogerse su término, manifestándose en
tiempos de la colonia en diferentes culturas acciones en contra de la voluntad de las personas
fomentadas por la venta de personas como esclavos quienes padecían la explotación sexual y
laboral, junto a las constantes torturas y castigos que estos adolecían a causa de sus amos.
Denominada como la esclavitud del siglo XIX la trata de personas es considerada como uno de
los negocios ilícitos que acumula más dinero a nivel mundial según la Organización Internacional
del Trabajo (OIT, 2009) la trata de personas mueve un aproximado de 32.000 millones de dólares
al año en el mundo, de las cuales se ostenta que cerca de 12,3 millones de personas sufren de
situaciones laborales similares a la esclavitud.
En Colombia la trata de personas es un fenómeno que ha sido combatido a través de
campañas de concientización social donde se educa acerca de que es la trata de personas, sus
diferentes modalidades y maneras en que es captada las víctimas. Dentro de las leyes en contra
de la trata de personas en Colombia se consolida la Ley 985 de agosto del 2005 a través de la
cual se adoptan medidas de normas para la atención y protección de las víctimas brindando la
debida asistencia del estado para el restablecimiento de sus derechos humanos, continuamente
la lucha misma contra el delito de trata de personas y debida judicialización a las personas que
incurran como entes victimarios fomentadores de la trata en los procesos de captación, engaño,
166
LIBRO DEXIII
LIBRO DE RESÚMENES. RESÚEMENES. XIII
CONGRESO CONGRESO (INTER)NACIONAL
(INTER)NACIONAL DE PSICOLOGÍA
DE PSICOLOGÍA JURÍDICAJURÍDICA Y FORENSE
Y FORENSE
distribución y dominio sobre la víctima. No obstante, a pesar de la participación por parte del
estado colombiano, semilleros de investigación, casas en contra de la trata de personas,
laboratorios jurídicos, universidades y demás entes investigativos, se presenta un alto
desconocimiento en la sociedad colombiana frente a la trata de personas dando como
consecuencia la falta de denuncia, la no judicialización de los victimarios y situaciones de re
victimización a causa del desconocimiento por parte de funcionarios públicos en la atención a la
víctima de trata de personas, es allí donde nace el siguiente protocolo de atención a víctimas
desde la psicología frente a la necesidad de mostrarse como una guía que proporcione las
herramientas necesarias para dar una oportuna atención a la víctima en función del
acompañamiento, la reintegración social, la participación en procesos de denuncia y la
intervención psicoterapéutica.
Método
El presente es un proyecto de construcción y validación de un protocolo de atención
psicológica a víctimas de trata de personas en Colombia, del cual no se tiene gran cantidad de
antecedentes de protocolos de atención a nivel nacional, para ello se realizó la respectiva revisión
bibliográfica en la búsqueda de la comprensión del fenómeno de la trata de personas y sus
finalidades, no obstante el proyecto buscará promover la revisión de casos, análisis y
comprensión de los mismos en pro de guiar un adecuado manejo a las víctimas en proceso de
abordaje a la víctima, intervención en crisis e intervención clínica de las posibles situaciones
traumáticas generadas durante la vivencia del flagelo de la trata de personas en sus procesos
de captación, secuestro y participación forzada.
Resultados
Abordaje a la victima
Las víctimas de sucesos traumáticos pueden padecer un estrés severo, que llegan a
generar un conjunto de síntomas disociativos y ansioso-depresivos (Echeburúa, 2007a), por ello
la empatía será un factor importante que buscará generarse desde el primer encuentro con la
víctima, la cual será necesaria que el profesional muestre en una posición de escucha, atención
y comprensión frente a la solicitud de la víctima (véase Figura 1).
Listado de referencias
Instituciones participantes en el
proceso de abordaje
• Manual de abordaje, orientación y asistencia (2012).
Intervención en crisis
En relación de un caso de trata, la intervención psicológica reside en apoyar a la víctima,
con fin de ofrecer una atención que le permita reponer su equilibrio emocional y constituirse en
sujeto con poder de decisión, autoestima y autonomía, por esto el protocolo único de atención a
víctimas de trata de personas determina unas áreas para intervenirla en caso de requiera,
además estas áreas apoyan las demás evaluaciones realizadas por el profesional a cargo
mencionando estos procesos en la Figura 2.
167
LIBRO DE RESÚMENES. XIII CONGRESO (INTER)NACIONAL DE PSICOLOGÍA JURÍDICA Y FORENSE
SIMPOSIOS
INTERVENCIÓN
CLÍNICA Hace posible una buena comunicación; la
otra persona, en este caso la víctima, al
ENTREVISTA percibir que se le escucha, se siente
aceptada; creándose un clima de confianza,
de tranquilidad y relajación
Intervención clínica
La intervención clínica se enmarca como prioridad en el trabajo con las víctimas frente a
la respuesta de las posibles secuelas vivenciadas a raíz de situaciones inhumanas durante el
periodo de captación, secuestro y vivencia del flagelo de la trata de personas, esto asociado a
factores individuales en la capacidad de afrontamiento a la crisis, manejo de situaciones
traumáticas, edad del afectado, tiempo del cual se encontró la victima de trata de personas y
situaciones emergidas durante este tiempo, generando a través de estos factores la posibilidad
de que en algunos individuos el evento de la vivencia de la trata de personas no traspase más
allá de un acompañamiento inicial a un proceso de acompañamiento de reintegración social y el
conocimiento propio frente a las acciones jurídicas que esta pueda tomar contra los participantes
en su captación y engaño, no obstante el profesional de la psicología debe ofrecer una
indagación clara en el caso que permita un conocimiento claro en las victimas sobre la posible
existencia de traumas generados a partir de la vivencia del flagelo de la trata de personas.
Entre los enfoques que suministran esta perspectiva holística se encuentra el enfoque
ecológico para la atención de la violencia, instituida desde la propuesta de Bronfenbrenner
(1979). El enfoque Ecológico es utilizado por la OIM como terapia para la víctima de trata de
personas, este enfoque humanista ayuda a la víctima a poder identificar los estímulos adversos
y poder enfrentarlos para así lograr un equilibrio emocional. Este enfoque se presenta del
supuesto que señala que diariamente, cada persona se encuentra sumergida en una variedad
de niveles relacionales individuales, familiares, comunitarios y sociales, en las cuales se generan
diferentes acciones y expresiones de violencia. La evaluación consta de cuatro niveles de análisis
representados en la Figura 3, que se deben aplicar sistemáticamente según el profesional vea el
avance de cada plano en el proceso de la víctima.
MODELO
ECOLÓGICO Incluye a todas las instituciones que sirven para ligar a la
Comunitario víctima con la comunidad: Escuelas, medios de comunicación,
organismos de seguridad y justicia, etc.
168
LIBRO DEXIII
LIBRO DE RESÚMENES. RESÚEMENES. XIII
CONGRESO CONGRESO (INTER)NACIONAL
(INTER)NACIONAL DE PSICOLOGÍA
DE PSICOLOGÍA JURÍDICAJURÍDICA Y FORENSE
Y FORENSE
Discusión
Dentro de la revisión de documentos en la construcción del protocolo de atención a
víctimas de trata de personas se evidenció la falta de investigación nacional para la atención
psicológica a la víctima, puesto que hasta el momento la investigación se ha inclinado hacia la
judicialización de los victimarios y el acompañamiento judicial de las víctimas, este es un esfuerzo
por complementar las diferentes áreas de las cuales puede llegar a ser abordada una víctima de
trata de personas. La generalización en la condición de la víctima puede mostrar un sesgo
negativo en los procesos de intervención psicoterapéutica, a causa de que aunque la vivencia
del flagelo de la trata de personas haya sido participe en cada uno de los consultantes la forma
en que se puede desarrollar este delito en la personas puede ser muy distinta acorde a factores
como lo son el tiempo, la finalidad de la trata, acompañamiento de otras víctimas, condiciones
económicas, capacidad de resiliencia, entre otros. Por ello el abordaje junto a la exploración y
evaluación del caso se mostrarán como fases vitales en el proceso atención psicológica, pilares
fundamentales que podrán mostrar el deseo de continuidad de la víctima.
Palabras clave: abordaje, intervención clínica, intervención en crisis, trata de personas y víctima
E-mail de contacto: ejlopez@ucatolica.edu.co
169
LIBRO DE RESÚMENES. XIII CONGRESO (INTER)NACIONAL DE PSICOLOGÍA JURÍDICA Y FORENSE
SIMPOSIOS
Contextualización de la sesión
La terminología y la metodología usada en la disciplina a nivel internacional ha vivido un
avance importante en la última década debido a la necesidad de concretar y operativizar términos
que estaban siendo utilizados erróneamente. Por ejemplo, se ha hecho múltiples referencias en
la bibliografía en la temática a la poca idoneidad del concepto de simulación utilizado en el
Manual Diagnóstico y Estadístico de Trastornos Mentales en su quinta edición (DSM-5; American
Psychiatric Association, 2013). Dicho manual define el citado concepto como como la producción
intencional de sintomatología física y/o psicológica motivada por la obtención de una ganancia
externa, como una posible compensación económica, obtener medicación, alargar una baja
laboral, evitar el deber militar, etc. Esta visión ha sido ampliamente criticada por ser categórica y
obviar la evidencia que indica que se trata de un constructo continuo y multidimensional (Rogers
y Bender, 2018). Se ha señalado que la simulación no debería ser enfocada desde una
proposición dicotómica de “todo o nada” en la que toda presentación distorsionada de síntomas
sea entendida como una producción intencional o un intento deliberado de engaño. Esta visión
simplista de la problemática puede ocasionar que el/la profesional interprete que “toda
exageración indica simulación”, con las severas consecuencias que ello conlleva tanto para el
proceso de evaluación como para la persona evaluada.
Específicamente, en nuestro país, ya en el año 2013 los doctores Héctor González y
Pablo Santamaría señalaban que podía identificarse un uso arriesgado de los test de validez de
síntomas (Symptom Validity Test, SVT) al aplicarse de forma aislada y sin un conocimiento
profundo de la temática, tanto metodológico como conceptual. (Merten et al., 2013). De esta
manera, como señalan los anteriores autores, el/la evaluador/a entiende la prueba como una “vía
170
LIBRO DEXIII
LIBRO DE RESÚMENES. RESÚEMENES. XIII
CONGRESO CONGRESO (INTER)NACIONAL
(INTER)NACIONAL DE PSICOLOGÍA
DE PSICOLOGÍA JURÍDICAJURÍDICA Y FORENSE
Y FORENSE
mágica” para la detección del engaño, y toma una decisión basándose casi exclusivamente en
dicha prueba. SVTs como el conocido Inventario Estructurado de Simulación de Síntomas (SIMS)
son especialmente susceptibles a este uso inapropiado y, por este motivo, debe entenderse que
dichas herramientas pueden ayudar a definir una problemática, como la exageración de
síntomas, pero no ofrecen información sobre los factores intrínsecos o extrínsecos que
contribuyen a dicha problemática (Merckelbach et al., 2019). Por ello, resulta fundamental que
los/las profesionales que actúan en el contexto clínico-forense sean conocedores tanto de los
enfoques y metodologías de evaluación actualizadas, como de los modelos revisados.
De la misma forma, se considera que un elemento de gran importancia para la correcta
preparación de los/as psicólogos/as de nuestro país es el adecuado conocimiento de la
terminología empleada en la temática. Debe tenerse en consideración que, desde la publicación
del manual en castellano por excelencia de la disciplina, editado por González Ordi et al. (2012),
se dispone de pocas obras en castellano sobre la validez de síntomas, por lo que aún no se
dispone de consenso sobre cómo se traducirían, qué son y/o qué implican determinados términos
básicos en el área, como por ejemplo over-reporting (cuya traducción literal sería “sobre-
reporte”), over-endorsement (cuya traducción literal es sobre-endosamiento) o feigning (que en
ocasiones ha sido traducido como fingimiento, otras como exageración y otras se ha confundido
directamente con el término simulación).
Objetivo y procedimiento
Por todo lo anteriormente expuesto, el objetivo que se persigue mediante la presente
sesión es ofrecer una visión actualizada de la terminología y conceptos utilizados en la temática,
así como señalar ideas controvertidas ampliamente extendidas entre los profesionales como la
idea de que toda exageración observada en el paciente es sinónimo de simulación.
Contextualización de la sesión
En la valoración psicológica, el/la profesional debe considerar la posibilidad de que el/la
paciente esté realizando una presentación distorsionada de los síntomas, ya sea voluntaria y/o
involuntaria, o fundamentada en una motivación externa y/o interna. Específicamente, en el
contexto forense, donde la posibilidad de obtener un beneficio secundario es habitual, esta
evaluación resulta de vital importancia, ya que la falta de cooperación y la posibilidad de
distorsión puede amenazar la integridad de los datos obtenidos, afectando a la validez de las
conclusiones del/la profesional. La evidencia indica que, para analizar la validez de los síntomas,
es necesario una estrategia completa, rigurosa y específica, así como la aplicación de técnicas
y herramientas con demostrada validez que aborden el fenómeno sistemáticamente (Merten y
Merckelbach, 2020; Rogers y Bender, 2018).
Por este motivo, el campo de investigación ha vivido un exitoso avance en las tres últimas
décadas, especialmente a nivel internacional. Si bien la valoración de la validez de síntomas en
general ha sido objeto de interés en la bibliografía de nuestro país (González-Ordi et al., 2012),
el análisis del riesgo de simulación ha sido el protagonista de los principales avances científicos
españoles realizados en la disciplina, como por ejemplo la adaptación al castellano de los
instrumentos más utilizados a nivel internacional, la publicación de libros de enfoque teórico-
práctico, como la obra de González Ordi et al. (2012), o el diseño de protocolos basados en la
evidencia.
171
LIBRO DE RESÚMENES. XIII CONGRESO (INTER)NACIONAL DE PSICOLOGÍA JURÍDICA Y FORENSE
SIMPOSIOS
Objetivo y procedimiento
El objetivo de la presente sesión es ofrecer una visión general de cómo debe valorar el/la
profesional el riesgo de simulación mediante un protocolo de valoración multidimensional basado
en la evidencia. El/la ponente realizará una síntesis de los componentes del SEG y cómo
evaluarlos, y expondrá qué información debe plasmar en el informe pericial derivado de dicha
valoración y cómo debe expresarse correctamente en su ratificación.
Contextualización de la sesión
La evaluación psicológica del impacto y secuelas postraumáticas producidas por
acontecimientos vitales de diversa índole (accidentes de tráfico, acoso laboral, acoso escolar,
violencia psicológica, física y/o sexual de la pareja, efectos de la pandemia COVID-19, etc.) tiene
cada vez un interés más creciente en nuestro país. Particularmente, en el contexto forense y
médicolegal, resulta relevante prestar atención a los posibles sesgos de respuesta, como la
exageración de síntomas, sobre todo cuando puedan existir posibles beneficios externos o
materiales (bajas laborales, indemnizaciones, pensiones por discapacidad, etc.) y/o afectivas
(eximencia de deberes y obligaciones, búsqueda de apoyo social, etc.) que puedan dar lugar a
patrones de simulación (Bianchini et al., 2018; González Ordi, Santamaría y Capilla, 2012; Merten
y Merckelbach, 2020; Santamaría, González Ordi y Capilla, 2020).
La evaluación de la exageración de síntomas y de la posible simulación del estrés
postraumático resulta compleja puesto que, per se, se trata de un cuadro sintomatológico
igualmente complejo. No existe un método, instrumento o técnica milagrosa concreta en la
detección de la simulación, igual que no existe ningún procedimiento que en sí mismo no
produzca errores de medida. Por ello, a nuestro juicio, es importante tener en cuenta todas las
fuentes de información posibles sobre la conducta de la persona evaluada, que incluyen la
exploración y la entrevista clínica cuidadosa, la detección de inconsistencias durante las
entrevistas, la ejecución en diversas pruebas de autoinforme y neuropsicológicas, la observación
de la conducta en contextos evaluativos y no evaluativos, etc.
172
LIBRO DEXIII
LIBRO DE RESÚMENES. RESÚEMENES. XIII
CONGRESO CONGRESO (INTER)NACIONAL
(INTER)NACIONAL DE PSICOLOGÍA
DE PSICOLOGÍA JURÍDICAJURÍDICA Y FORENSE
Y FORENSE
Objetivo y procedimiento
El objetivo que se persigue es ofrecer un enfoque multimétodo-multisistema-
multidisciplinar (González Ordi et al., 2012), con el fin de facilitar el trabajo de los/as profesionales
que se enfrentan a la valoración de las secuelas postraumáticas en la determinación de
simulación. En la presente sesión se ofrecerá una guía de cómo afrontar la citada valoración, y
se dotará de pautas específicas para evaluar los resultados del CIT e integrarlos en un protocolo
de evaluación completo.
Introducción
En términos generales, se considera que una presentación variable o inconsistente de
los síntomas es un indicador de fingimiento, mientras que una presentación coherente y estable
refleja una enfermedad genuina. Los/as profesionales suelen suponer que los individuos
honestos son consistentes en sus informes mientras que los relatos engañosos incluyen muchas
incoherencias. La noción de que las fluctuaciones de los síntomas son indicativas de fingimiento
también está estrechamente relacionada con la suposición de que las personas que fingen
síntomas no son capaces de hacerlo de forma convincente durante un periodo prolongado. Sin
embargo, a pesar de que este indicador está plenamente aceptado, no ha sido investigado en
profundidad y existe evidencia que apunta en la dirección contraria. Estudios recientes en la
cuestión han identificado individuos capaces de fingir síntomas de forma convincente durante
semanas, e incluso se observó que dichos síntomas simulados eran más consistentes a lo largo
del tiempo que síntomas genuinos. Por este motivo, Boskovic, Zwaan, Baillie y Merckelbach
(2021) desarrollaron el estudio que se expone en la presente sesión, cuya finalidad era explorar
la conexión entre la (in)consistencia y el fingimiento de síntomas.
Metodología
El estudio se realizó con 140 estudiantes de la Universidad de Maastrich (Paises Bajos)
divididos en dos estudios (Estudio 1, n = 64; Estudio 2, n = 76). Para explorar la conexión entre
la (in)consistencia y el fingimiento, se empleó el muestreo de experiencia (Verhagen, Hasmi,
Drukker, van Os y Delespaul, 2016) para evaluar las calificaciones de la intensidad de los
síntomas de los participantes, clasificados como honestos, a los que se les instruyó para que
informaran con precisión sobre sus síntomas transitorios (Estudio 1) o crónicos (Estudio 2), y los
participantes a los que se les instruyó para fingir los síntomas en el transcurso de 5 días,
clasificados como simuladores experimentales. Como recompensa por la participación, cada
participante tenía la opción de recibir 1,5 créditos de investigación o un vale por valor de 10
173
LIBRO DE RESÚMENES. XIII CONGRESO (INTER)NACIONAL DE PSICOLOGÍA JURÍDICA Y FORENSE
SIMPOSIOS
Resultados
En ambos estudios, los fingidores informaron en los 5 días de intensidades de síntomas
significativamente mayores que las personas con quejas genuinas, pero los dos grupos no
difirieron con respecto a la (in)consistencia de los síntomas. Por lo tanto, los informes
persistentemente inflados, en lugar de incoherentes, de la intensidad de los síntomas a lo largo
del tiempo son indicativos de fingimiento.
Conclusiones
Los hallazgos obtenidos indican que la consistencia en sí misma no es una característica
que defina el reporte de síntomas genuinos, así como la inconsistencia no es típica de la
simulación. La característica más destacada de los fingidores es su tendencia a sobreinformar
de la intensidad de los síntomas hasta un nivel que supera los niveles de intensidad de aquellos
con quejas genuinas, una observación que se ha descrito a menudo en la literatura existente
(Sherman, Slick e Iverson, 2020). El mensaje para los clínicos es que la consistencia y su
contrapartida (es decir, la inconsistencia) no proporcionan una pista fiable sobre la presentación
de síntomas genuinos o engañosos. En otras palabras, tal y como están las cosas, se aconseja
a los clínicos que eviten el heurístico de la consistencia en las evaluaciones de validez de los
síntomas de sus pacientes.
Contextualización de la sesión
La valoración de la simulación es fundamental en el contexto forense (Sánchez,
Ampudia, Jiménez y Amado, 2017), donde presenta una ratio aproximada del 15 ± 15% (Young,
2015), pudiendo situarse entre el 20% y el 50% en condiciones específicas, como los trastornos
relacionados con el dolor (Greve, Ord, Bianchini y Curtis, 2009). Dichos trastornos son
considerados como unas de las condiciones más simuladas ya que el dolor se trata de una
experiencia subjetiva que no puede ser valorada de forma objetiva. Algunas de las condiciones
incluidas en esta categoría, como el esguince cervical, la fibromialgia o el dolor lumbar, no suele
presentar una fuente orgánica identificable que produzca dicho dolor. Por este motivo, el
diagnóstico de este tipo de condiciones suele estar basado en el relato del paciente, lo que las
hace especialmente susceptibles una presentación distorsionada.
En este sentido para la detección de la simulación es recomendable seguir una estrategia
multimétodo (Sánchez et al., 2017) que utilice múltiples fuentes de información, entre ellas
medidas psicométricas, siendo el uso de estas una de las aproximaciones más comunes para la
valoración de la exageración de síntomas y la simulación (Bianchini et al., 2014). Por este motivo,
los anteriores autores evaluaron una serie de medidas breves para detectar simulación en
trastornos relacionados con dolor, obteniendo resultados prometedores que evidencian la utilidad
de este tipo de medidas. Como señalan Curtis, Aguerrevere, Bianchini, Greve y Nicks (2019),
este tipo de instrumentos pueden incrementar la sensibilidad de los protocolos diseñados para
174
LIBRO DEXIII
LIBRO DE RESÚMENES. RESÚEMENES. XIII
CONGRESO CONGRESO (INTER)NACIONAL
(INTER)NACIONAL DE PSICOLOGÍA
DE PSICOLOGÍA JURÍDICAJURÍDICA Y FORENSE
Y FORENSE
Objetivo y procedimiento
El objetivo que se persigue en la presente sesión es ofrecer una síntesis de los
principales estudios sobre evaluación de la validez de síntomas y simulación en dolor. El ponente
expondrá qué herramientas han sido validadas para tal fin, cómo utilizarlas y cómo integrarlas
dentro de un protocolo multidimensional.
Contextualización de la sesión
Investigar en el campo de la validez de síntomas es una tarea compleja debido a que
disponer de un grupo de simuladores reales sobre los que se tenga total certeza es muy poco
frecuente. En condiciones normales, deben plantearse otras opciones para la formación de los
grupos que sean capaces de reflejar fielmente las características de la población de interés
(Rogers y Cavanaugh, 1983). Los diseños de investigación utilizados tradicionalmente no cubren
la totalidad de las particularidades del contexto, por lo que prácticamente desde el inicio de la
disciplina se han propuesto y estudiado diseños específicos para el mismo. Rogers y Bender
(2012) exponen que, a día de hoy, se dispone de un total de cinco diseños de investigación:
diseño de simulación, diseño de grupo conocido, diseños autosuficientes, diseño de criterio
parcial y diseño de prevalencia diferencial, siendo los dos primeros los que más han evolucionado
a lo largo del desarrollo de la disciplina.
El diseño de simulación es el más utilizado en la investigación en la temática, y fue uno
de los primeros planteados para dar respuesta a la necesidad de disponer de un grupo de
simuladores (Rogers y Bender, 2018). Se trata de un diseño experimental en el que se asigna a
los participantes, habitualmente no clínicos o asintomáticos, a dos condiciones, una de control,
donde se debe responder honestamente, y otra de simulación, donde se le pide al participante
que finja padecer una condición específica. Entre las ventajas que presenta este diseño es que
tiene una elevada validez interna, por lo que resulta más configurable y controlable, y es más
accesible para los investigadores por el tipo de muestra que utiliza (González, Santamaría y
Capilla, 2012). El principal problema que presenta este diseño es que cuando las comparaciones
se realizan con participantes no clínicos, la validez externa disminuye y la generabilidad de los
resultados es desconocida. Como exponen Rogers y Cavanaugh (1983), en este tipo de
comparación se produce una paradoja, ya que se pide a sujetos que obedezcan instrucciones
de falsear, con la finalidad de estudiar a personas que falsean cuando tienen que obedecer. De
la misma forma, se presenta el problema de que los sujetos a los que se les pide simular
difícilmente alcanzan el mismo nivel de motivación por fingir que los simuladores “genuinos”, ya
175
LIBRO DE RESÚMENES. XIII CONGRESO (INTER)NACIONAL DE PSICOLOGÍA JURÍDICA Y FORENSE
SIMPOSIOS
que no disponen del posible incentivo psicolegal o socioeconómico de estos últimos (Rogers y
Cavanaugh, 1983).
El segundo diseño que mencionábamos, el diseño de grupo conocido es otro de los más
utilizados y es considerado como una versión “más sofisticada” del diseño de simulación (Merten
et al., 2013). Supone además el “segundo paso” a seguir en el proceso de investigación, ya que
resulta recomendable que los resultados obtenidos en el citado diseño de simulación sean
replicados con grupos conocidos antes de ser aplicados en la práctica clínica (González Ordi,
Santamaría y Capilla, 2012). En esta aproximación, se dispone de un grupo de pacientes clínicos
que se clasifica en diferentes categorías aplicando una serie de criterios altamente fiables, como
pueden ser instrumentos psicométricos validados o expertos ajenos a la investigación. Presenta
la dificultad de que depende de un método fiable y riguroso de clasificación de los grupos, debido
a que únicamente pueden utilizarse aquellos mejor validados y que dispongan de ratios de
clasificación comprobados empíricamente (Rogers y Bender, 2012).
Debido a las dificultades señaladas en los dos anteriores diseños y su gran impacto en
los resultados y conclusiones obtenidas, resulta de vital importancia que el/la investigador/a
conozca a la perfección todos los componentes de los mismos, como el tipo de instrucciones
proporcionadas a los grupos experimentales, los controles de la manipulación que son
necesarios aplicar y en qué momento deben aplicarse, qué criterios pueden utilizarse para formar
los grupos criteriales, etc.
Objetivo y procedimiento
Por todo lo anteriormente indicado, el objetivo de la presente sesión es dar a conocer a
los asistentes qué características presentan los citados diseños de investigación en validez de
síntomas y cómo han evolucionado con la disciplina. En la presente sesión se realizará una
síntesis de los principales componentes de los diseños de simulación y grupo conocido, haciendo
especial hincapié en el tipo de instrucciones, los controles de la manipulación y los criterios de
clasificación. De la misma forma, se ofrecerá una guía de cuándo y cómo pueden ser utilizados.
176
LIBRO DEXIII
LIBRO DE RESÚMENES. RESÚEMENES. XIII
CONGRESO CONGRESO (INTER)NACIONAL
(INTER)NACIONAL DE PSICOLOGÍA
DE PSICOLOGÍA JURÍDICAJURÍDICA Y FORENSE
Y FORENSE
“Me gusta la gente que se niega a hablar, hasta que esté preparada para hablar”
Liliam Hellman (1905-1984)
La violencia filio parental o violencia de los hijos a los padres, es el conjunto de conductas
reiteradas de agresiones físicas, verbales o no verbales dirigidas a los padres o a los adultos que
ocupan su lugar (Aroca 2020). Se relaciona además con el desarrollo de personalidad y
conductas dominantes de los niños lo que, a su vez, es consecuencia tanto de una sociedad
excesivamente permisiva, cómo de exposición previa a la violencia.
El objetivo de este simposio es hacer hincapié en la importancia del abordaje
multidisciplinar, así como en las características, factores predisponentes, factores precipitantes
y métodos de intervención eficaz desde los diferentes ámbitos de intervención: él ámbito jurídico,
psicológico, policial, sanitario, educativo, comunitario y social.
Se tocaran contenidos sobre: Aspectos psicológicos y de vulnerabilidad de la VFP,
factores de riesgo, reestructuración del vínculo, Técnicas de Comunicación efectiva, técnicas en
solución de problemas, Técnicas asertivas, Manejo de las emociones, la justicia restaurativa,
modelos y su evaluación, medidas de la Fiscalía, relaciones familiares y VFP, intervención
psicoterapéutica y psicosocial con familias, cómo comprender, descubrir, intervenir y evaluar:
que, quien, donde, cuando, como y porque, desde la Pediatria, Medicina Forense, ámbito
educativo, policial, comunitario y social.
Ejercer como padres no es sencillo. Esta tarea va más allá de satisfacer las necesidades
básicas de alimentación y sustento, aun cuando estas son de gran importancia. La crianza de
los hijos incluye también aspectos tan relevantes como educar en un clima de afecto, apoyo y
respeto, el establecimiento de normas y disciplina, enseñar hábitos y estilos de vida saludables,
la transmisión de valores, o ayudar a los hijos a que tomen decisiones importantes. Todo ello sin
olvidar promover la autonomía de los hijos a medida que van creciendo para que aprendan a
autorregularse por sí mismos. Teniendo esto en cuenta, la disciplina parental es más necesaria e
importante que nunca. Y aplicarla de la forma adecuada aún lo es más.
177
LIBRO DE RESÚMENES. XIII CONGRESO (INTER)NACIONAL DE PSICOLOGÍA JURÍDICA Y FORENSE
SIMPOSIOS
Palabras clave: justicia restaurativa, modelos, convivencia con otras familias, medidas de la
fiscalía, Ley orgánica de responsabilidad penal de los menores, coordinador de bienestar,
delegado de protección
E-mail de contacto: joaquin.delgado@poderjudicial.es
178
LIBRO DEXIII
LIBRO DE RESÚMENES. RESÚEMENES. XIII
CONGRESO CONGRESO (INTER)NACIONAL
(INTER)NACIONAL DE PSICOLOGÍA
DE PSICOLOGÍA JURÍDICAJURÍDICA Y FORENSE
Y FORENSE
reproche penal en nuestro sistema legal, como son las llamadas “comunidades peligrosas”, sitios
de encuentro online donde se difunden ideas extremas sobre odio, misoginia, trastornos
psicológicos, suicidio, y otras conductas de riesgo, especialmente si son accesible a los menores
de edad.
Frente a estos riesgos se enfatiza la necesidad de incidir en la formación, no solo como
una forma útil para prevenir ser víctimas de estos delitos mientras son menores, sino también en
su próxima etapa adulta, dado que la tendencia es a un aumento progresivo de la
cibercriminalidad en las próximas décadas.
La violencia filo parental es un problema social y legal que está adquiriendo una
progresiva importancia a la luz de su incidencia creciente. Los datos judiciales han detectado el
incremento de denuncias. Así, la Fiscalía del País Vasco en la Última Memoria publicada, registra
en Bizkaia 156 expedientes por denuncia de padres ante la violencia de sus hijos, frente a los
101 expedientes del año anterior.
Detrás de esta evidencia se oculta un problema complejo al que no podemos darle una
explicación sencilla. La violencia filioparental (VFP) en su versión más estereotipada corresponde
a un joven o adolescente aparentemente “normal”, procedente de cualquier estrato social y que
ejerce violencia dentro de su familia, para lograr su control y sometimiento. En estos casos, la
violencia aparece vinculada con problemas de autoridad y educación familiar o patologías
psíquicas de los menores. Pero no se trata del único modelo de esta violencia.
En muchos casos, la VFP forma parte de la constelación de la violencia familiar,
conviviendo con la de género y el maltrato infantil. El ver un fenómeno u otro dentro de la familia,
va a depender del momento en que hagamos la observación. Por otro lado, la VFP no es un
fenómeno limitado a un victimario adolescente, hay una categoría de agresores adultos, que
retornan al hogar familiar tras una pérdida de empleo o ruptura de pareja y emerge la violencia.
Los médicos forenses de Bizkaia realizamos las pericias de la VFP, en la Unidad de
valoración Forense Integral, formado por trabajadores sociales, psicólogos y médicos. Se trata
de una unidad que nace a la luz de la Ley 1/2004, de protección integral frente a la violencia de
género, pero que hemos extendido para el estudio de la violencia doméstica en todas sus formas,
para alcanzar un diagnóstico que sea útil en la aplicación práctica de las leyes.
El espíritu de la Unidad es el trabajo integral entre los profesionales y en el análisis de la
unidad familiar completa, para lograr un diagnóstico social, psicológico y psicopatología de
víctimas y victimario”.
179
LIBRO DE RESÚMENES. XIII CONGRESO (INTER)NACIONAL DE PSICOLOGÍA JURÍDICA Y FORENSE
SIMPOSIOS
Tal y como informan las estadísticas, las denuncias interpuestas por madres y padres
maltratados por hijos/as menores o jóvenes, han sufrido un incremento considerable en la última
década, prueba de ello son los datos reportados anualmente por las Memorias de la Fiscalía
General del Estado. Las familias que se ven afectadas por esta problemática requieren de una
intervención que les ayude a reducir la conflictividad que viven en sus hogares y el malestar que
padece. A tenor de lo expuesto, cabe señalar que son todavía escasos los programas de
intervención, y más si tenemos en cuenta que la mayor parte se desarrollan desde el ámbito
judicial, es decir, tras la interposición de una denuncia. De este modo, resulta necesario
desarrollar respuestas que se anticipen a la vía judicial, desde un abordaje proactivo y preventivo.
Desde este posicionamiento, en el año 2015, surge en Madrid el Proyecto Conviviendo de la
Fundación Amigó como un recurso especializado en la intervención, la prevención y la
sensibilización de la violencia filio-parental.
Se trata de una propuesta socioeducativa y terapéutica que pretende dar una respuesta
especializada a aquellas familias que se encuentran en situaciones de conflicto. Este proyecto
se basa en la constatación de una necesidad educativa y social emergente, esto es, la existencia
de niños, niñas y adolescentes que, en su proceso de maduración y socialización, encuentran
dificultades de forma acentuada en su medio familiar, usando la violencia como método legítimo
de resolución de conflictos. Se trata de familias con hijas/os entre los 10 y 18 años que como
consecuencia de esos conflictos que dañan irremediablemente los lazos afectivos y relacionales,
necesitan orientación y acompañamiento para reconstruir una dinámica normalizada en su
relación familiar (Fundación Amigó, 2019).
180
LIBRO DEXIII
LIBRO DE RESÚMENES. RESÚEMENES. XIII
CONGRESO CONGRESO (INTER)NACIONAL
(INTER)NACIONAL DE PSICOLOGÍA
DE PSICOLOGÍA JURÍDICAJURÍDICA Y FORENSE
Y FORENSE
Con el inicio del siglo XXI comienzan a llegar a los centros de ejecución de medidas
judiciales menores que su delito se ha tipificado como violencia en el ámbito familiar, su perfil y
sus características personales reclaman de los profesionales nuevas respuestas y
planteamientos den la intervención.
La experiencia en estos primeros años de la Colonia San Vicente Ferrer (Godella –
Valencia) ha sido origen de un modelo de intervención especializada en lo que se ha conocido
como Violencia Filio parental. Desde un propio sistema pedagógico basado en la centralidad de
la persona y un método progresivo e individualizado se ha afrontado y definido una respuesta a
este nuevo perfil de menores en conflicto con la sociedad y la ley.
En el año 2007 se inicia el Grupo de Convivencia Luis Amigó en Madrid para la ejecución
de estas medidas judiciales y de medidas en medio abierto en especial libertad vigilada siempre
vinculada a la VFP. Es un paso más en el que la intervención se acerca a la realidad de la persona
y de la familia ya que es en este entorno en donde es imprescindible actuar. Desde esta
experiencia y en el año 2015 se inicia por la Fundación Amigó el proyecto Conviviendo que
pretende salir al encuentro de las familias que se encuentran en los comienzos de conflicto por
181
LIBRO DE RESÚMENES. XIII CONGRESO (INTER)NACIONAL DE PSICOLOGÍA JURÍDICA Y FORENSE
SIMPOSIOS
conductas agresivas de sus hijos e hijas con la convicción de que esta intervención sería más
eficaz cuando los problemas no hayan dañado de forma tan grave el vínculo entre ellos.
La experiencia de estos años de trabajo en VFP en la Fundación Amigó ha ido
evolucionando a medida que las familias nos han ido abriendo a nuevas situaciones, ofreciendo
diversas respuestas: algunas implicaban la separación temporal del adolescente de su núcleo
familiar, otras el trabajo ambulatorio pero todas ellas exigían un abordaje tanto socioeducativo
como psicosocial en el que el vínculo entre los miembros de la familia era el centro de nuestra
intervención.
182
SESIONES APLICADAS
LIBRO DE RESÚMENES. XIII CONGRESO (INTER)NACIONAL DE PSICOLOGÍA JURÍDICA YCOMUNICACIONES
FORENSE
En el año 2019, des del Grupo de Trabajo de Psicología Jurídica Aplicada al Ámbito
Penal, perteneciente a la Sección de Psicología Jurídica del Colegio Oficial de Psicología de
Catalunya, presentamos una Guía de libre consulta para colegiados/as que pretende resumir los
principales dilemas que encontramos en el momento de emitir un informe psicológico pericial, y
que suelen obedecer a aspectos éticos y deontológicos, pero también procesales: siendo de
interés general para el ámbito forense, hallar respuestas en ambos campos para al fin unificar
un criterio único. Si bien es cierto que esta guía no pretende ser un manual con respuestas
exclusivas y unitarias a todos los problemas existentes, sí arroja luz ante los dilemas más
habituales. Para esta guía se contó con el soporte del Magistrado José Villodre a fin de
comprender mejor y delimitar las cuestiones procesales. En la Guía se realiza un desarrollo sobre
los elementos centrales a nivel ético, deontológico y procesal sobre la función psicológica pericial
forense, planteando que la decisión técnica de cada caso suele estar reflejada en una de esas
categorías o bien, en casos más complejos, en la confluencia de varias de ellas. Así, debatimos
sobre si resulta ético poder realizar contrainformes o contrapericias y cuáles son sus limitaciones,
si es posible evaluar a las dos partes en un procedimiento penal, sobre si realizar un
contrainforme implica siempre revictimizar o exponer innecesariamente a la evaluación a una
persona, sobre quien aporta consentimiento informado a quien no puede darlo, sobre las
limitaciones de un informe pericial basado en una prueba preconstituida, y muchos otros más,
hasta alcanzar un total de catorce dilemas frecuentes en nuestro ámbito.
Un rápido análisis de las guías actualmente vinculadas a la labor del psicólogo forense
deja en evidencia, por un lado, la escasez de éstas y, por otro, la mayor profusión de guías en el
ámbito familiar que en el ámbito civil o penal. Así, en el ámbito familiar, se han publicado guías
relacionadas con la intervención forense en juzgados de familia, con la elaboración de informes
psicológicos periciales sobre custodia y régimen de visitas de menores, con la elaboración de
planes de parentalidad y con la evaluación de guarda y custodia en casos de violencia de género.
En cambio, en el ámbito penal encontramos sólo dos guías de buenas prácticas publicadas en
España: Una relativa a la evaluación psicológica forense de la violencia sobre la mujer (COPM,
184
LIBRO DEXIII
LIBRO DE RESÚMENES. RESÚEMENES. XIII
CONGRESO CONGRESO (INTER)NACIONAL
(INTER)NACIONAL DE PSICOLOGÍA
DE PSICOLOGÍA JURÍDICAJURÍDICA Y FORENSE
Y FORENSE
185
LIBRO DE RESÚMENES. XIII CONGRESO (INTER)NACIONAL DE PSICOLOGÍA JURÍDICA YCOMUNICACIONES
FORENSE
186
LIBRO DEXIII
LIBRO DE RESÚMENES. RESÚEMENES. XIII
CONGRESO CONGRESO (INTER)NACIONAL
(INTER)NACIONAL DE PSICOLOGÍA
DE PSICOLOGÍA JURÍDICAJURÍDICA Y FORENSE
Y FORENSE
específicamente la citada finalidad. Por este motivo, el objetivo que se persigue mediante la
presente sesión aplicada es dar a conocer a los/as profesionales del contexto forense los
principales avances y enfoques internacionales en la temática para la valoración de la validez de
síntomas, los estilos de respuesta, el fingimiento y la simulación, en especial aquellos
instrumentos con resultados prometedores que están siendo adaptados al castellano.
El informe pericial psicológico, como cualquier otra prueba pericial, está sujeto, entre
otros, al principio de contradicción, con toda la amplitud que permite el art. 347 LEC, en el acto
de la vista, en la que los peritos deberán someterse a las preguntas que les dirijan los letrados,
el Ministerio Fiscal y el propio Juez. Así, el art. 347.1 de la LEC señala que a los peritos, si el
juez admite su comparecencia en la vista del juicio oral, se les podrá solicitar, por las partes, la
exposición completa del dictamen, la explicación del dictamen o de alguno de sus puntos, las
respuestas a preguntas sobre el método aplicado, las premisas y conclusiones, las respuestas a
solicitudes de ampliación a extremos conexos, la crítica del dictamen de la parte contraria y la
formulación de las tachas que pudieran afectar al perito (art. 347.1 apartados 1º a 6º LEC). El
juez o tribunal también podrá formular preguntas a los peritos y requerir de ellos explicaciones
sobre lo que sea objeto del dictamen aportado. En el caso de tratarse de un informe solicitado
por el juez o Tribunal también podrá acordar su ampliación si entiende que el mismo solo ha
contestado parcialmente al objeto de la pericial (art. 347.2 LEC).
El modelo dual de prueba pericial de nuestra LEC favorece la aportación de informes
periciales contradictorios, lo que introduce un factor de complejidad en el proceso de valoración
de la prueba. En estos casos, el juez puede considerar útil e incluso recomendable que la
ratificación de los distintos peritos se realice de forma conjunta, en lo que se ha venido
denominando careo entre peritos. La posibilidad de un careo entre peritos, aun cuando
explícitamente no está regulada en la LEC (que solo prevé para el careo entre testigos y entre
éstos y las partes –art. 373 LEC-), encuentra apoyo legal en el apartado 5º del art. 347.1 LEC
que, al delimitar el ámbito de la contradicción del dictamen pericial y la intervención del perito en
el acto de la vista, prevé que pueda extenderse a la “crítica del dictamen de que se trate por el
perito de la parte contraria”. Esta alternativa está mayoritariamente aceptada en la práctica
forense, resultando tanto más útil cuanto mayor es el grado de cualificación profesional de los
peritos intervinientes.
La función directiva del juez durante el careo es fundamental, y a tal fin puede: a) instruir
a los peritos sobre el modo de practicar el careo; b) fijar el turno de intervenciones, y señalar el
perito que debe intervenir en primer lugar; c) ordenar los extremos sujetos a contradicción; d)
procurar que los peritos guarden el respeto debido, que no se interrumpan y que la diligencia no
degenere en mutas acusaciones; e) neutralizar los riesgos de enfrentamiento dialéctico; f) fijar el
modo de proceder en caso de someterse a careo más de dos peritos, siquiera es preferible limitar
la confrontación a dos de ellos; y g) percibir las actitudes o explicaciones de los careados.
En esta sesión aplicada se recreará un careo entre dos peritos psicólogos dentro de un
procedimiento de Familia, con consideraciones contradictorias sobre el mismo caso, que se
someterán a las preguntas del Juez. Al finalizar el careo el Juez valorará qué perito ha tenido
187
LIBRO DE RESÚMENES. XIII CONGRESO (INTER)NACIONAL DE PSICOLOGÍA JURÍDICA YCOMUNICACIONES
FORENSE
mayor poder de convicción y por ende, le ha ofrecido mayor confianza, argumentando los
elementos que le han llevado a esa consideración.
188
LIBRO DEXIII
LIBRO DE RESÚMENES. RESÚEMENES. XIII
CONGRESO CONGRESO (INTER)NACIONAL
(INTER)NACIONAL DE PSICOLOGÍA
DE PSICOLOGÍA JURÍDICAJURÍDICA Y FORENSE
Y FORENSE
189
LIBRO DE RESÚMENES. XIII CONGRESO (INTER)NACIONAL DE PSICOLOGÍA JURÍDICA YCOMUNICACIONES
FORENSE
Por todo lo expuesto, y a tenor de la cuestión planteada por Su Señoría, dados los
resultados de la valoración pericial psicológica realizada y atendiendo al mayor interés de las
menores, no es posible recomendar una custodia de tipo compartida o una monoparental a favor
de uno u otro progenitor. En consecuencia, se dictamina que lo más adecuado en la actualidad,
sería un acogimiento en familia ajena, con el fin de romper la dinámica familiar actual, al tiempo
que todos los miembros de la unidad familiar reciben atención psicológica especializada (Tejedor,
2007). La duración de la intervención será determinada por los profesionales que trabajen con la
unidad familiar y en base a los avances obtenidos, teniendo en cuenta que los contactos parento-
filiales han de ser supervisados. Es importante que, durante el proceso, se realice un seguimiento
judicial, con el fin de que se asegure el cumplimiento de las pautas establecidas. Esta
combinación de varios tipos de actuaciones o “abordaje psicolegal”, es considerado el más
adecuado para la problemática que nos enfrentamos (Bolaños, 2002).
Con el dictamen pericial mencionado, se acude a una primera vista, celebrada en mayo
de 2019, en la que no resulta necesaria la ratificación del informe emitido, puesto que tanto Su
Señoría como el Ministerio Fiscal muestran acuerdo con lo que se expresa en el mismo. Sin
embargo, plantean como alternativa al régimen de acogimiento en familia ajena propuesto,
retomar las visitas materno-filiales en PEF, sin retirar a las menores del domicilio paterno, por
considerarlo contraproducente para las mismas. Se le hace un apercibimiento al progenitor en
caso de continuar incumpliendo con lo establecido y se le advierte de la futura retirada de la
custodia de sus hijas, de no resultar favorables los informes que emita el recurso, sin hacer
mención al trabajo terapéutico necesario para abordar las interferencias parentales, algo en lo
que esta perito insiste. La situación de pandemia imposibilitó la celebración de una segunda vista,
hasta enero de 2021, a la que acuden las menores y reiteran su negativa a tener cualquier tipo
de contacto con la progenitora o la familia materna.
Por todo ello, dada la gravedad de la situación, la dilatación en el tiempo del conflicto y
la edad de las menores en la actualidad, lo más probable es que una intervención terapéutica ya
no resulte efectiva, al tiempo que un cambio de custodia contra su voluntad sería altamente
perjudicial para todos los miembros de la familia. Por lo tanto, parece que lo más adecuado en
este punto, es esperar a que las menores tengan suficiente criterio propio, para tomar libremente
la decisión de volver a relacionarse con su madre.
190
COMUNICACIONES
191
LIBRO DE RESÚMENES. XIII CONGRESO (INTER)NACIONAL DE PSICOLOGÍA JURÍDICA YCOMUNICACIONES
FORENSE
Introducción
Las barras bravas “son el resultado de la evolución del hincha, considerado un seguidor
pasivo, espontáneo y entusiasta del equipo, hacia un fanático, apasionado y adicto, que salta de
una persona aislada a otra que tiene socialmente fidelidad” (Carrión, 2012, pág. 43). Dentro de
la visión mediática y negativa que se tiene sobre las barras bravas es que “tienden a convertirse
más en organizaciones con estructuras mafiosas, (…) todo lo cual provoca, más temprano que
tarde, asesinatos de rivales, posesión y uso perverso de armas de fuego y batallas campales
entre hinchadas” (Carrión, 2012, pág. 43). Otros autores discrepan del discurso hegemónico en
torno a considerar a las barras bravas con “una representación que borra o neutraliza su
reflexividad política, al punto que en muchos casos se les representaba como bárbaros,
desadaptados, lumpen, o lacras sociales” (Navarrete y Caro, 2020, pág. 40). Para ellos, “aquella
apoliticidad ha terminado por reventar en 2019 con su protagonismo en la protesta social de la
revuelta, pese a que hace varios años se había gestado una suerte de autorreflexión orgánica
que dotó de perspectiva política” (Navarrete y Caro, 2020, pág. 40). Estos trabajos teóricos se
sustentan en el enfoque cualitativo, haciendo una lectura simbólica de este fenómeno en base a
entrevistas a grupos reducidos de fanáticos, prescindiendo de estadística que considere datos
sociodemográficos. Al recurrir a la voz oficial del Gobierno de Chile en estas materias, el
programa “Estadio Seguro”, tampoco posee producción estadística, pero su visión teórica
atribuye a este tipo de violencia los siguientes factores causales (García, 2017):
Sobre características socio delictuales, algunos estudios sugieren que los miembros de
barras bravas son mayoritariamente “hombres, jóvenes, con una clase social baja, violentos que
buscan en el grupo como salida a la marginación social y formar parte de un grupo reconocido,
con una identidad social reconocida” (Manrique, 2018, pág. 82). Sin embargo, se reconoce
también que “hay de todo, desde chavales que a priori parecen completamente normales hasta
gente que tras un simple vistazo no incluirías en tu cuadrilla de amigos (…) aunque lo más común
son hombres de entre 20 a 40 años más o menos” (Manrique, 2018, pág. 82).
La falta de caracterización de trayectorias criminales es contradictoria con las políticas
públicas sobre la materia en Chile, siendo complejo advertir si existe una efectividad en la
disminución de la violencia, de ahí que cobra importancia entender si estamos ante un fenómeno
que requiere un tratamiento especial o general, tal como los plantean Valdivia-Devia et al. (2021,
pág. 47): Si la mayoría de los delincuentes que cometen delitos de violencia intrafamiliar también
participan en la ejecución de otros delitos, tanto violentos como no violentos, su trayectoria
delictiva será versátil y variada al responder a un impulso delictivo general y diverso, que iría en
contra de los fundamentos que se promueven en los programas especializados contra la
violencia intrafamiliar, por lo que resulta necesario terminar con las estrategias terapéuticas que
192
LIBRO DEXIII
LIBRO DE RESÚMENES. RESÚEMENES. XIII
CONGRESO CONGRESO (INTER)NACIONAL
(INTER)NACIONAL DE PSICOLOGÍA
DE PSICOLOGÍA JURÍDICAJURÍDICA Y FORENSE
Y FORENSE
Resultados
Se pretende analizar la trayectoria criminal de detenidos o denunciados en diferentes
hechos delictuosos en el marco de espectáculos de fútbol profesional con los registros de los
últimos 5 años en función de una base de datos proporcionada por la Dioscar. Se plantea la
hipótesis de que los detenidos o denunciados entre el 2017 y 2021 en acciones ilícitas en el
marco del fútbol profesional presentan una trayectoria criminal versátil.
Figura 2. Detenidos o denunciados por ilícitos asociados a actividades del fútbol profesional en
Chile
De los 27.768 individuos, 373 son extranjeros. Además, presentan una edad media de
29,8 años. En este universo hay 1.807 mujeres. Para robustecer el análisis, este conjunto de
detenciones y denuncias se agruparon en categorías delictuales, siendo esta su distribución:
Figura 3. Detenidos o denunciados por ilícitos asociados a actividades del fútbol profesional en
Chile
193
LIBRO DE RESÚMENES. XIII CONGRESO (INTER)NACIONAL DE PSICOLOGÍA JURÍDICA YCOMUNICACIONES
FORENSE
Ahora, si vemos la reincidencia cometida por estos 27.768 individuos, contamos con que
un 92% han sido detenidos o denunciados por algún otro ilícito penal en una o más
oportunidades.
Figura 4. Detenidos o denunciados por ilícitos asociados a actividades del fútbol profesional en
Chile y su reincidencia
Los sujetos reincidentes dieron lugar a 249.130 detenciones o denuncias por algún otro
hecho ilícito. Para analizar estos hechos se emplearon las categorías del estudio de Valdivia et
al. (2021, pág. 48).
Figura 5. Detenidos o denunciados por ilícitos asociados a actividades del fútbol profesional en
Chile y su reincidencia
Discusión
En la línea de autores que describen a las barras bravas como una amenaza a la
seguridad pública, la construcción estadística avala dichas afirmaciones por cuanto el repertorio
de delitos por los cuales fueron detenidos o denunciados como sus posteriores reincidencias
refieren a su participación en una multiplicidad de hechos delictuales, muchos de ellos violentos.
En perspectiva de autores que ven al fenómeno barras bravas como una fuerza viva que
estaría resignificando el empoderamiento de lo político, la evidencia estadística no puede afirmar
esos supuestos, dado que a nuestro juicio son afirmaciones interpretativas de la realidad social
de orden subjetivo, que tampoco sumaría mérito al actuar violento de sus integrantes. Con
relación a la voz oficial en esta materia desde el Gobierno, llama la atención la falta de
194
LIBRO DEXIII
LIBRO DE RESÚMENES. RESÚEMENES. XIII
CONGRESO CONGRESO (INTER)NACIONAL
(INTER)NACIONAL DE PSICOLOGÍA
DE PSICOLOGÍA JURÍDICAJURÍDICA Y FORENSE
Y FORENSE
conocimiento y estadística aplicada, de lo cual se deduce que el abordaje estaría más dado a
una prevención situacional de la violencia en el fútbol que a una prevención primaria o
secundaria. En vista de lo que pudiera ser una caracterización de los integrantes de barras
bravas, se coincide en que mayoritariamente son hombres jóvenes, sin embargo, dada la
inconsistencia de los datos estadísticos, no permiten afirmar lo que podría ser evidente, de que
provendrían de sectores vulnerables de la población. En sintonía con el estudio de las
trayectorias criminales, si bien, no se pudo aplicar la misma metodología por falta de capacidad
técnica, analógicamente se podrían llegar a las similares conclusiones en el sentido que la
versatilidad está presente en este tipo de crímenes y que ameritarían por consiguiente un
tratamiento enfocado a un impulso delictivo general y diverso frente a programas especializados.
Introducción
La Alienación Parental es un ejemplo prototípico de un desorden relacional en el que los
menores de edad son instrumentalizados por una de sus figuras parentales o cuidadores, es un
fenómeno que se ha ido abordando progresivamente en los estudios psicojurídicos y
criminológicos con mayor sentido crítico y rigor científico, ya que ha significado un problema
probatorio a nivel penal y forense principalmente en Latinoamérica. El feminismo como propuesta
crítica, cuestiona el abordaje sexista de fenómenos como la alienación parental, controvirtiendo
las prácticas de cuidado, los roles tradicionales y su representación cultural, aspectos que están
fuertemente vinculados a la función de cuidado que recae principalmente en la práctica social de
las mujeres, y que ampara la preferencia materna para la asignación de la custodia. Esta
propuesta teórica-reflexiva pretende responder la pregunta ¿Es la alienación parental una forma
de violencia de género? Para ello, se desarrolla la postura a partir de la cual se entiende que
este fenómeno tiene un impacto directo sobre el ejercicio de los derechos de los menores de
edad y las mujeres, dado que el uso incorrecto que han hecho del concepto los profesionales del
sistema de administración de justicia, a partir de roles sexistas y estereotipos de género,
sostienen, normalizan y legitiman la visión persistentemente tergiversada de la “madre” como la
“alienadora” y del “padre” como el “alienado”, “víctima” objeto de la “alienación”.
El pronunciamiento realizado por la Sala Civil de la Corte Suprema de Justicia a través
de la Sentencia STC-120852018 (2018) sobre la custodia compartida constituye un hito
normativo para Colombia, con ocasión de las numerosas disputas por el cuidado y custodia
personal de los hijos que se surten por parte de autoridades administrativas en las Comisarías
de Familia o el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar y autoridades judiciales de los
Juzgados de Familia. Pese al avance en la incorporación del enfoque de género en materia de
legislación, persiste arraigada la atribución cultural de que las labores de cuidado corresponden
a las mujeres, por considerarlas más idóneas para asumir dichas actividades, esto explica porque
la mayoría de custodia de los hijos de parejas separadas en el país, la asumen las mujeres.
La preferencia materna en la asignación del cuidado infantil se asocia a un tipo de familia
con una estructura jerarquizada, con roles sexistas, en el que se les carga a las mujeres el
cuidado de los menores de edad como si se tratase de una función inexorable por su género.
Existen también importantes pronunciamientos de la Corte Constitucional respecto a la
improcedencia de reproducir o imponer los roles que tienen lugar al interior de las familias por
parte de las autoridades judiciales, ya que este argumento es discriminatorio, y desconoce la
195
LIBRO DE RESÚMENES. XIII CONGRESO (INTER)NACIONAL DE PSICOLOGÍA JURÍDICA YCOMUNICACIONES
FORENSE
igualdad de trato que la norma superior ampara en todas las actuaciones judiciales sobre
custodia de menores de edad, toda vez que cualquier diferenciación que se haga con fundamento
en elementos propios a los sujetos (Ej. género) es inconstitucional, por cuanto menoscaba el
ejercicio y goce de derechos sobre la base de una desigualdad entre hombres y mujeres en esta
materia.
Planteamiento
Teniendo en cuenta lo anterior es importante precisar varios aspectos: La aplicación de
estereotipos en la asignación de custodia infantil no favorece a la mujer, como quisiese hacerse
ver en el marco de la atribución cultural que se hace a ésta del rol de cuidado, dicha perspectiva
tiene lugar en la dualidad “vencedor-vencido” y en la histórica discriminación y distribución
desigual del poder que se advierte sobre las mujeres en el marco de una cultura y estructura
social patriarcal. La feminización del cuidado genera que socialmente, la asignación de custodia
de los menores de edad a la mujer sea visto una “ventaja”, se encuentra normalizado que tras
una separación o divorcio contencioso sean las mujeres quienes asuman el cuidado de los hijos.
La división sexual del trabajo en virtud de la cual se atribuye a las mujeres el trabajo doméstico
y de cuidados, y a los hombres la provisión económica y el ejercicio de la autoridad, constituye
sin duda uno de los pilares fundamentales de la desigualdad de género. Partir del reconocimiento
de la existencia de la alienación parental, no implica necesariamente estar a favor de la idea de
“que las madres manipulan a sus hijos en contra de su padre” (También descrito por otros
autores como el “síndrome de la madre maliciosa”) si no, implica mostrarse a favor de reconocer
que en la práctica “existen padres y/o madres que manipulan a sus hijos en contra de otra figura
parental o de cuidado”, manipulación que se exacerba en escenarios de conflicto ante una
ruptura. Aquí radica la diferencia, entre la aplicabilidad del concepto con enfoque diferencial y
cientificidad, y del lado opuesto, su aplicación bajo sesgos de corte sexista, misógino y patriarcal,
lo que indudablemente constituiría una expresión de violencia contra las mujeres y los menores
de edad, ya que buscaría invalidar sus testimonios, y con ello descentralizar la atención sobre la
génesis de alguna denuncia. La discusión sobre la Alienación Parental deberá avanzar, de modo
que se traslade el debate del escenario de la “existencia o no del fenómeno” a su “correcta
utilización en la toma de decisiones judiciales y administrativas [a partir de evaluaciones
psicológicas forenses exhaustivas]” centradas teniendo preponderantemente como hilo
conductor el interés superior y prevalente de los derechos humanos de los menores de edad.
Discusión
Se ha observado que el uso y aplicación indiscriminada de la Alienación Parental como
estrategia de defensa o acusación ha venido siendo utilizada equívocamente, pues de un lado,
se atribuye persistentemente a la mujer la calidad de “alienadora”, y al padre la de “alienado”. La
contrariedad e inconveniencia de la utilización del fenómeno como categoría nosológica y
fundamento legal se suscita cuando se presenta, por ejemplo, el siguiente escenario: El
padre/madre y su hijo/a menor de edad que en el marco de un proceso de custodia, separación
o divorcio interpone denuncia (o cualquier otra acción penal o administrativa) contra el
padre/madre dada la presunta comisión de hechos de violencia intrafamiliar o violencia sexual,
teniendo a éste último como sujeto activo del delito. Cuando se configuran los elementos del
delito [Tipicidad, Antijuricidad y Culpabilidad], como estrategia de defensa la parte
acusada/imputada recurre erradamente a la figura de la Alienación Parental para invalidar o
restar credibilidad al testimonio del niño, niña o adolescente y su figura parental custodia.
Así las cosas, la Alienación Parental como expresión de violencia de género no se
configura propiamente en su definición o naturaleza, sino en el uso equivocado que han hecho
de ésta los profesionales, a partir de roles sexistas y estereotipos de género, que sostienen,
normalizan y legitiman la visión parcializada casi que repetidamente de la “madre” (que excluye
a la otra figura parental también como posible fuente de conductas alienadoras) como
“alienadora” “vengativa” que instrumentaliza al hijo, y al “padre” como el “alienado”, “víctima”
196
LIBRO DEXIII
LIBRO DE RESÚMENES. RESÚEMENES. XIII
CONGRESO CONGRESO (INTER)NACIONAL
(INTER)NACIONAL DE PSICOLOGÍA
DE PSICOLOGÍA JURÍDICAJURÍDICA Y FORENSE
Y FORENSE
objeto de la “alienación”; cuando está claro que cualquiera de las figuras parentales puede ser
(No en el sentido estricto de “deber”, sino de posibilidad) quien ejerza la alienación.
En suma, la Alienación Parental puede ser ejercida tanto por hombres como mujeres, sin
embargo, en vista de que es habitual, dada la inequitativa división sexual del trabajo que sucede
en el ámbito familiar, que la custodia y cuidado de los hijos la ejerza la madre, se entiende
socialmente es quien tiene la mayor posibilidad de ejercer la alienación (por ser la persona con
la que habitualmente convive el menor de edad), por lo cual se visibiliza más al padre como el
alienado. Sin embargo, esto obedece a una conducta que se desarrolla sobre la base de las
diferencias que la sociedad asigna a hombres y mujeres, que sobrevaloran lo relacionado con lo
masculino (víctima de la alienación) y subvaloran lo relacionado con lo femenino (alienadora).
Palabras clave: alienación, familias problemáticas, niños víctimas, psicología forense, violencia
familiar
E-mail de contacto: ingrid.cruz-t@uniminuto.edu.co
Introducción
Se han descrito numerosas tipologías del psicópata, siendo la más difundida la de Hare,
(1991; adaptado por Torrubia, Poy, Moltó, Grayston y Corral, 2010) que los divide en
primarios/secundarios/disociales. En el contexto de familia, esta división no nos resulta útil, por
cuanto muchas veces no podemos analizar la personalidad directamente, sino que únicamente
podemos atenernos al examen de sus actos. El comportamiento psicopático muchas veces ha
venido precedido de la violencia de género en la relación de pareja. Sin embargo, no se
circunscribe a un género concreto, sino que puede hacerse extensivo tanto a los hombres, como
a las mujeres, las cuales también pueden llegar a utilizar el “juego sucio” sin ningún escrúpulo
moral. Es posible incluso encontrar personas que hasta la ruptura tenían un comportamiento
prosocial, pero en la percepción de la separación como una “guerra”, se obsesionan con su dolor
y su verdad, sin ser capaces de entender una perspectiva distinta a la suya, justificando y
ejecutando actos perversos. Por lo tanto, la característica que aúna a todos estos perfiles es la
falta de empatía, utilizando todos los recursos a su alcance para “ganar” el proceso judicial, sin
importar las consecuencias. Son personas que habitualmente pasan cualquier evaluación
psicológica, porque no son perturbados, ni tienen una patología concreta, sino que han decidido
que el fin, justifica los medios.
Método
Se emplea como método la revisión bibliográfica, pero sobre todo experiencia personal
de la autora como perito psicóloga en procesos de familia. Se trata de un trabajo de pura
especulación teórica/descriptiva.
Discusión
El comportamiento psicopático así definido se constituye en una serie de conductas
dirigidas a una finalidad. El sujeto tiene claros cuáles son sus objetivos y para conseguirlos
elabora una estrategia, más o menos elaborada o sofisticada según sus recursos personales y
económicos. Las estrategias más complicadas y destructivas serían aquellas que pueda poner
en práctica una persona inteligente, con buena base cultural, medios económicos y una gran
capacidad de perseverancia. La finalidad concreta del manipulador es sentirse ganador, ahora
bien, su ganancia no siempre se refleja en la sentencia judicial, ya que su objetivo no siempre es
tangible.
197
LIBRO DE RESÚMENES. XIII CONGRESO (INTER)NACIONAL DE PSICOLOGÍA JURÍDICA YCOMUNICACIONES
FORENSE
198
LIBRO DEXIII
LIBRO DE RESÚMENES. RESÚEMENES. XIII
CONGRESO CONGRESO (INTER)NACIONAL
(INTER)NACIONAL DE PSICOLOGÍA
DE PSICOLOGÍA JURÍDICAJURÍDICA Y FORENSE
Y FORENSE
común. Es una manera sutil, indetectable, eficaz y muy dolorosa, de conseguir sus objetivos. Se
les puede comprar con regalos, se puede jugar a darles pena, se les puede contar que el otro
progenitor fue infiel o les dejó abandonados. Si además hay un núcleo de verdad en estas
afirmaciones, tanto más creíbles y perversas resultan. Una fórmula muy eficaz cuando se
produce cuando el manipulador produce en sus hijos una mezcla de pena, culpa y miedo. El
miedo puede causar que una persona tome como suyas las razones de un agresor, siendo una
adaptación necesaria para garantizar la supervivencia. El magistrado Ortuño (2019) explica un
caso muy llamativo, en el cual al salir de la cárcel por intento de homicidio de un hombre, los
hijos rechazaron a la madre agredida para posicionarse a favor del padre agresor. Sin llegar a
estos extremos, rasgos similares explican algunas de las declaraciones judiciales de menores
en procesos de familia.
Discusión
No resulta fácil distinguir el “juego sucio” (entendido como las estrategias deliberadas
de destrucción del “enemigo”, con la finalidad de ganar) de la lucha inherente al litigio. Las
fronteras entre la distorsión cognitiva, es decir la visión de túnel que hace que una persona
confunda su verdad con los hechos objetivos y por lo tanto actúe en consecuencia, y la
destrucción calculada y consciente del “enemigo”, son difusas y sus fronteras demasiado
cercanas. En definitiva, aún existe mucha resistencia a aceptar el divorcio como un proceso
natural, sino que culturalmente pervive el sentimiento de traición, o fracaso, que legitima la
venganza por cualquier medio del progenitor que se siente ofendido o agraviado, lo cual es la
base del comportamiento psicopático en los procesos de familia.
Introducción
Los datos publicados en el Balance de Criminalidad del Ministerio de Interior destacan
que en el primer trimestre de 2021 han aumentado los delitos contra la libertad e indemnidad
sexual (+7,0%), de los cuales los delitos de agresión sexual con penetración lo han hecho en un
+11,2% y el resto de delitos contra la libertad e indemnidad sexual en un +6,4%. Según la
Macroencuesta contra la Mujer de 2019 del Ministerio de Igualdad, el 10,2% de las mujeres que
han sufrido violencia sexual buscaron ayuda psicológica para afrontar lo sucedido (21,8% en el
caso de las mujeres que han sufrido una violación). La agresión sexual es vivida por la víctima
no solo como un atentado contra su sexo, sino contra su integridad física y psicológica. Sabemos
que el daño que produce en la víctima afectará a varias áreas de su vida (psicológica, social,
sexual, laboral). Por eso, los y las profesionales que atendemos a víctimas de delitos violentos,
somos conscientes de la importancia de la rápida intervención y atención integral, ya que esta
repercutirá en su proceso de recuperación a corto y largo plazo.
199
LIBRO DE RESÚMENES. XIII CONGRESO (INTER)NACIONAL DE PSICOLOGÍA JURÍDICA YCOMUNICACIONES
FORENSE
del Departament de Justícia de la Generalitat de Catalunya. Las OAVD tienen como finalidad
ofrecer a las víctimas información y apoyo para que puedan ejercer los derechos que les
reconoce la legislación vigente, así como una atención integral para potenciar su recuperación
personal y reducir la victimización, ayudando a minimizar las secuelas y potenciando la
recuperación psicosocial. En 2020 se atendieron en las OAVD a 590 mujeres adultas víctimas
de delitos contra la libertad sexual y respecto al 2021 (enero-mayo) se han atendido hasta la
fecha 443 mujeres. En esta comunicación pretendemos centrarnos en un tipo de victimización
sexual: la que sufren mujeres adultas, en su mayoría por parte de hombres desconocidos o bien
con una relación incipiente y en muchas ocasiones en contextos de ocio. Hacemos esta
apreciación porque la violencia sexual está presente en múltiples esferas y dimensiones de
nuestra sociedad. Así pues, en este caso no nos centraremos en la violencia sexual sufrida por
niños y niñas, en su mayoría perpetrada por algún miembro de su propia familia o de su entorno
habitual.
Intervención psicológica
El objetivo de las intervenciones psicológicas es que las víctimas dejen de serlo y puedan
recuperarse psicológicamente. Para llevar a cabo este proceso, la figura del psicólogo o
psicóloga debe ser una figura de referencia, apoyo y moderación. Es esencial ayudar a las
víctimas a identificar y promover su potencial para que puedan desarrollar sus propios recursos.
Así, la relación de ayuda se establece a partir de un vínculo terapéutico que se construye a través
de mecanismos como la escucha, el respeto, la empatía, la comprensión y el fortalecimiento,
entre otros. La evolución de la víctima con el transcurso del tiempo no sigue siempre el mismo
proceso. La intensidad inicial de los síntomas a los pocos días de la agresión puede predecir la
gravedad y la cronificación de las secuelas psicológicas. En cambio, la reincorporación temprana
a la vida cotidiana y recuperación de los hábitos y sus relaciones sociales permiten predecir una
mejor y más rápida recuperación. Cuando una mujer denuncia que ha sido víctima de violencia
sexual, el procedimiento judicial que se pone en marcha tiene una singularidad y una
temporalidad que en la mayoría de casos no es acorde al proceso de recuperación de la víctima.
Cabe destacar que son agresiones que en muchas ocasiones no dejan ningún tipo de secuela
física, por lo que el peso del procedimiento judicial recae prácticamente en su totalidad en el
relato de la propia víctima. Esto implica que el discurso de la persona que ha sufrido la agresión
vaya a ser puesto en cuestión e incluso que se la someta a determinadas preguntas que no
contemplan los aspectos psicológicos i/o emocionales de tener que relatar situaciones de
contenido sexual ante desconocidos.
Por ello la atención que ofrecemos las psicólogas de la Oficina de Atención a la víctima
tiene por objeto no solo promover la recuperación de la persona de manera lo más temprana
posible sino también acompañar a lo largo del procedimiento judicial para paliar los efectos
propios del mismo que en muchas ocasiones resultan revictimizantes. La intervención se realiza
en sesiones terapéuticas presenciales, con una frecuencia semanal o quincenal, dependiendo
del estado en el que estemos de nuestra intervención y del proceso de recuperación de la
persona. Las fases serían las siguientes:
Fase de exploración y valoración de las necesidades de intervención
Establecer un plan de trabajo, acorde con las necesidades y el ritmo de la persona, con
unos objetivos a trabajar y diseñando unas estrategias terapéuticas que favorezcan la
recuperación de la persona.
Fase de cierre, se van a tener en cuenta los indicadores de expresen una mejora y donde
se van a reforzar los recursos personales y las estrategias de afrontamiento adquiridas.
200
LIBRO DEXIII
LIBRO DE RESÚMENES. RESÚEMENES. XIII
CONGRESO CONGRESO (INTER)NACIONAL
(INTER)NACIONAL DE PSICOLOGÍA
DE PSICOLOGÍA JURÍDICAJURÍDICA Y FORENSE
Y FORENSE
Introducción
En los últimos años no parece haber un incremento en la delincuencia general en
menores, pero sí en dos tipos de agresiones: las conductas violentas dirigidas hacia los padres
(violencia filioparental, VPF) y el acoso escolar (Abadias, 2019; Carrascosa et al., 2018; Cuervo,
2018; Méndez, 2020; Noh-Moo et al., 2020; Pereira et al., 2017; Romero et al., 2019; UNESCO,
2019). Las últimas memorias publicadas por la Fiscalía General del Estado así lo muestran,
informando de un mayor número de denuncias de padres a sus hijos pasando de 2683 en 2017
a 5055 en 2019. De hecho, se estima que en países como Alemania, Canadá y España la
prevalencia oscila entre el 7 y el 40% (Beckmann, Bergmann, Fischer, y Moble, 2017). Aunque,
se calcula que hablamos del 10-15% del total de casos, como indican Calvete y Pereira (2019)
las denuncias constituyen tan sólo la punta de un iceberg más amplio, existiendo una cifra negra
no contabilizada con aquellos datos que no han sido recogidos en las estadísticas. Esto es así
porque, en muchas ocasiones, estos problemas permanecen dentro el ámbito familiar y no se
denuncian, manteniendo la problemática en secreto. Por otra parte, según los últimos datos
201
LIBRO DE RESÚMENES. XIII CONGRESO (INTER)NACIONAL DE PSICOLOGÍA JURÍDICA YCOMUNICACIONES
FORENSE
202
LIBRO DEXIII
LIBRO DE RESÚMENES. RESÚEMENES. XIII
CONGRESO CONGRESO (INTER)NACIONAL
(INTER)NACIONAL DE PSICOLOGÍA
DE PSICOLOGÍA JURÍDICAJURÍDICA Y FORENSE
Y FORENSE
Método
Participantes
Los participantes de este estudio fueron 39 menores del grupo de acoso escolar, 88 de
VFP Y 186 pertenecientes a otros tipos de infracciones.
Diseño y procedimiento
Los datos del presente estudio se obtienen a partir del análisis de los expedientes
registrados en el Juzgado de Menores de Castellón. Se ha recurrido a la información recopilada
por el Equipo Técnico del Juzgado de Menores donde consta toda la información relativa a las
variables objeto de estudio, obtenida a partir de las entrevistas psicosociales realizadas por los
profesionales del equipo, expedientes judiciales, informes de los servicios de protección, salud
mental o centro escolar.
Instrumentos de medida
El instrumento utilizado fue el YLS/CMI (Hoge y Andrews, 2003). Es un Inventario de
heteroevaluación que predice el nivel de riesgo de reincidencia. Los datos para cumplimentarlo
provienen de diferentes fuentes de información, como la entrevista con el menor y su familia o
expedientes de diferentes ámbitos. Este instrumento se caracteriza por evaluar el riesgo de
reincidencia mediante 42 ítems agrupados en 8 factores: Delitos y medidas judiciales; Pautas
educativas; Educación formal y empleo; Relación con el grupo de iguales; Consumo de
sustancias; Ocio y diversión; Personalidad/conducta; Actitudes, valores y creencias. A partir de
la suma de todos los ítems en los que puntúa cada menor, se obtiene el nivel de riesgo de
reincidencia. Las franjas de riesgo en las que se clasifica a los menores a partir de dicha
puntuación son las siguientes: a) Bajo, de 0 a 8 puntos; b) Moderado, de 9 a 22 puntos; c) Alto,
de 23 a 32 puntos y d) Muy alto, de 33 a 32 puntos.
Resultados
Los resultados de este estudio se obtienen a partir del análisis de los expedientes de los
menores que lo componen. Se accedió al Juzgado de Menores de Castellón, y se contabilizaron:
los tipos de delitos cometidos, la evaluación con las diferentes áreas del YLS/CMI (Hoge y
Andrews, 2003), así como otros datos demográficos recogidos por los trabajadores de los
equipos Técnicos.
Conclusiones
Los resultados muestran diferentes perfiles en función de las variables estudiadas,
aunque las evidencias encontradas apuntan a que los participantes del grupo de VFP presentan
un mayor riesgo individual (déficits emocionales, radicalismo actitudinal, locus de control externo,
baja autoestima) y familiar (conflictos de pareja, ausencia de figura paterna, padre maltratador,
trauma familiar significativo).
203
LIBRO DE RESÚMENES. XIII CONGRESO (INTER)NACIONAL DE PSICOLOGÍA JURÍDICA YCOMUNICACIONES
FORENSE
Nacional de Estadística, 2021). En gran número de estas disoluciones hay hijos e hijas en común.
En estas situaciones, el divorcio supone una reestructuración familiar, entrando en juego tres
conceptos importantes: (1) la guarda y custodia; (2) la patria potestad; y (3) el interés superior
del menor. Este último término se define desde una perspectiva psicológica teniendo en cuenta
las necesidades del menor, la capacidad de los progenitores y el ajuste entre ambos (Arce et al.,
2005), pero desde un punto de vista jurídico es un concepto indeterminado que da paso a
numerosos conflictos interparentales (Ramírez, 2016). A propósito de esto, numerosos autores
han señalado el conflicto interparental como un factor especialmente influyente en la adaptación
del niño o la niña (Arch, 2010; Capdevila et al., 2015; Grych, 2005; Kelly, 2003; Kelly y Emery,
2003; Lansford, 2009; Mahrer et al., 2018; Rogers, 2004; Sarrazin y Cyr, 2007; van Dijk et al.,
2020; Zimet y Jacob, 2001). No obstante, la reestructuración familiar, sumada a la propia ruptura
matrimonial, puede generar una acumulación de efectos negativos en dichos menores.
Método
Para conocer las repercusiones psicológicas, emocionales y conductuales del divorcio
en los hijos e hijas se realizó una meta-revisión de la literatura científica. Como criterios de
inclusión y exclusión se estableció que los estudios debían de ser metaanálisis, revisiones de la
literatura y revisiones sistemáticas, así como haber sido publicados entre 2000 y 2021. No se
utilizó ningún filtro de idioma. Para la búsqueda se utilizó la base de datos PsycINFO y se
introdujeron los términos “Divorce”, “Conflict divorce”, “Children impact” y “Children adjustment”.
Resultados
Los resultados de los 15 estudios seleccionados muestran que los niños y niñas de
familias divorciadas tienen más probabilidad de tener, y tienen, problemas de conductas
interiorizadas y exteriorizadas (Amato, 2000; Amato, 2001; Kelly, 2003; Kelly y Emery, 2003;
Lansford, 2009; Mahrer et al., 2018; Reifman et al., 2001; Rhoades, 2008; Rogers, 2004; Serrazin
y Cyr, 2007; Thadathil y Sriram, 2019), peor rendimiento escolar (Amato, 2000; Amato, 2001;
Kelly, 2003; Kelly y Emery, 2003; Lansford, 2009; Mahrer et al., 2018; Reifman et al., 2001;
Rogers, 2004; Thadathil y Sriram, 2019; van Dijk et al., 2020), baja autoestima y autoconcepto
(Amato, 2000; Amato, 2001; Reifman et al., 2001; van Dijk et al., 2020), peor ajuste tanto
psicológico, como de adaptación o bienestar (Amato, 2000; Amato, 2001; Reifman et al., 2001;
Rogers, 2004) y problemas en las relaciones sociales (Amato, 2000; Amato, 2001; Kelly, 2003;
Kelly y Emery, 2003; Lansford, 2009; Reifman et al., 2001; Thadathil y Sriram, 2019; van Dijk et
al., 2020) y con sus progenitores (Amato, 2001; Reifman et al., 2001).
Sin embargo, la literatura señala diversos factores que median y moderan las
consecuencias del divorcio en los y las menores. Los factores relativos a los progenitores son: la
calidad del funcionamiento parental (Amato, 2000), la crianza de los hijos e hijas (Amato, 2000;
Kelly, 2003; Kelly y Emery, 2003; Lansford, 2009; Mahrer et al., 2018; Rogers, 2004; Thadathil y
Sriram, 2019; van Dijk et al., 2020), el bienestar posterior de las figuras parentales (Amato, 2000;
Lansford, 2009; Rogers, 2004), el rol del progenitor no custodio (Amato, 2000), un contacto
continuado con los y las menores (Rogers, 2004), el apoyo emocional que les proporcionan a
estos (Rogers, 2004), la personalidad (Amato, 2000; Thadathil y Sriram, 2019), la hostilidad
interparental (Amato, 2000), el conflicto directo entre progenitores (Adamsons y Johnson, 2013;
Amato, 2000; Grych, 2005; Kelly, 2003; Kelly y Emery, 2003; Lansford, 2009; Mahrer et al., 2018;
Rhoades, 2008; Rogers, 2004; Serrazin y Cyr, 2007; Thadathil y Sriram, 2019; van Dijk et al.,
2020; Zimet y Jacob, 2001), discordias previas (Amato, 2000; Rogers, 2004) y falta de
cooperación entre progenitores (Amato, 2000). Los factores relacionados con los hijos e hijas
serían un contacto continuado con sus progenitores (Rogers, 2004), la utilización de habilidades
de afrontamiento activas (Amato, 2000), el acceso a intervenciones terapéuticas (Amato, 2000),
sentirse culpable o no (Amato, 2000; Thadathil y Sriram, 2019), la pérdida de relaciones
importantes (Kelly, 2003; Kelly y Emery, 2003; Rogers, 2004), la relación individual que
mantengan con cada uno de los progenitores (Rogers, 2004), la relación fraternal (Rogers, 2004),
el género (Amato, 2001; Kelly, 2003; Kelly y Emery, 2003; Lansford, 2009; Rogers, 2004;
204
LIBRO DEXIII
LIBRO DE RESÚMENES. RESÚEMENES. XIII
CONGRESO CONGRESO (INTER)NACIONAL
(INTER)NACIONAL DE PSICOLOGÍA
DE PSICOLOGÍA JURÍDICAJURÍDICA Y FORENSE
Y FORENSE
Thadathil y Sriram, 2019), la genética (Amato, 2001; Lansford, 2009) y la edad (Amato, 2001;
Lansford, 2009; Rogers, 2004; Thadathil y Sriram, 2019). Por último, y en relación al contexto se
señalan el lugar de residencia (Lansford, 2009), el periodo inicial que sigue a la separación (Kelly,
2003; Kelly y Emery, 2003), la situación económica (Amato, 2000; Kelly, 2003; Kelly y Emery,
2003; Lansford, 2009), el número de eventos negativos (Amato, 2000; Thadathil y Sriram, 2019),
establecimiento de rutinas diarias (Rogers, 2004), preservación del entorno (Rogers, 2004) y el
apoyo de la familia extensa y amistades (Rogers, 2004; Thadathil y Sriram, 2019).
Discusión
La literatura comparte coincidencias en cuanto a los factores mediadores y moderadores
asociados a los efectos del divorcio en los y las menores. Parece mostrar que los efectos podrían
variar dependiendo del contexto cultural o lo estigmatizado o no que esté el divorcio (Lansford,
2009), aunque no parece ser así en la India (Thadathil y Sriram, 2019). No obstante, variables
como el género o la edad no son concluyentes. No parece que haya diferencias de género en
los efectos del divorcio (Amato, 2001; Kelly, 2003; Kelly y Emery, 2003; Lansford, 2009; Mahrer,
2018; Reifman et al., 2001; Rhoades, 2008; Rogers, 2004; Sarracin y Cyr, 2007; Thadathil y
Sriram, 2019; Zimet y Jacob, 2001), aunque las respuestas ante situaciones de estrés como
puede ser ésta difieren (Rogers, 2004).
Además, aunque la afectación puede ser diferente según la etapa evolutiva, la literatura
muestra que los efectos son negativos y significativos independientemente de la edad (Amato,
2001; Kelly, 2003; Kelly y Emery, 2003; Lansford, 2009; Reifman et al., 2001; Rhoades, 2008;
Rogers, 2004; Sarrazin y Cyr, 2007; Thadathil y Sriram, 2019; Zimet y Jacob, 2001). Por otro
lado, como ya se adelantaba, conflicto interparental y crianza de los hijos son los dos factores
más importantes (Grych, 2005; Kelly, 2003; Kelly y Emery, 2003; Lansford, 2009; Mahrer et al.,
2018; Rogers, 2004; Sarrazin y Cyr, 2007; van Dijk et al., 2020; Zimet y Jacob, 2001),
considerándose el primero más influyente que el divorcio en sí (Sarrazin y Cyr, 2007). La
literatura indica que los peores resultados se obtienen cuando el conflicto interparental es más
frecuente, más intenso, con contenido relacionado con el niño o la niña y no resuelto (Zimet y
Jacob, 2001). La duración del conflicto y una explicación que culpabilice al niño o la niña también
pueden influir (Zimet y Jacob, 2001).
En relación a la crianza, la literatura señala que, aunque el tiempo que pasa el progenitor
no custodio con sus hijos e hijas es relevante, la calidad de esta crianza es más importante
(Mahrer et al., 2018). Señalar que, además de influir de forma directa sobre el bienestar de los y
las menores, conflicto interparental y crianza también tienen efectos indirectos interactuando
entre sí (Mahrer, 2018; van Dijk, 2020). Además, dos temas han sido motivo de discrepancias y
requieren mayor investigación. En primer lugar, saber cómo evoluciona longitudinalmente el
impacto negativo del divorcio en los niños y niñas (Amato, 2000; Kelly, 2003; Lansford, 2009;
Rogers, 2004; Thadathil y Sriram, 2019) y, en segundo lugar, estudiar si un mal ajuste de los y
las menores tras el divorcio se relaciona con problemas existentes antes del divorcio (Amato,
2000; Lansford, 2009; Zimet y Jacob, 2001).
Por último, el presente trabajo pone de manifiesto que, en ocasiones, los procesos de
divorcio pueden darse sin seguir rigurosamente el objetivo del interés superior del menor. Para
estos casos, se propone la mediación familiar y/o la coordinación de parentalidad como métodos
de gestión y resolución de conflictos que podrían resultar eficaces y efectivos para las familias
con hijos e hijas inmersas en estos procesos (Deutsch, 2018; Kelly, 2004; Romero, 2002;
Sullivan, 2005; Vázquez et al., 2018).
205
LIBRO DE RESÚMENES. XIII CONGRESO (INTER)NACIONAL DE PSICOLOGÍA JURÍDICA YCOMUNICACIONES
FORENSE
Introducción
Los últimos años, ha desarrollado las neurociencias promoviendo un gran avance en el
conocimiento del funcionamiento cerebral a través de diversas técnicas de registro como lo es la
neuroimagen y la electroencefalografía. Hay un especial interés en estudiar la neurobiología de
los trastornos de personalidad, haciendo énfasis en los comportamientos antisociales con el fin
de aportar información relevante para la disminución de la delincuencia juvenil. Sin duda, nuestra
sociedad asiste a una creciente alarma por los comportamientos disruptivos de los menores de
edad, comportamientos que se encuentran ya en el ámbito de la responsabilidad penal. Las
investigaciones en factores genéticos, neuroquímicos y neurofisiológicos de la conducta
antisocial permiten analizar las bases neurobiológicas de la misma y relacionarlos con posibles
alteraciones neuropsicológicas, como la impulsividad.
Como bien se sabe, existen diversos enfoques para abordar una problemática como lo
son los enfoques biológicos, sociales, aprendizaje, entre otros, por lo que conviene tener siempre
en consideración a los sujetos estudiados deberán pautar el marco teórico explicativo a seguir
en las intervenciones o considerar el peso factorial que puede explicar la teoría utilizada,
enfocándose a reunir información biopsicosocial que permita vislumbrar el área requiere ser
atendida prioritariamente.
Para efectos de este estudio, la revisión se centró en las variables neurológicas y
neuropsicológicas, específicamente al proceso de maduración del cerebro durante la
adolescencia, entre las cuales se encuentran las Funciones Ejecutivas. La ausencia o
deficiencias en éstas se manifiestan en conductas impulsivas y se relacionan íntimamente con
conductas de riesgo, ya que la impulsividad está relacionada con la búsqueda de sensaciones y
experiencias variadas e intensas (Andrews y Bonta, 2010).
El presente trabajo tiene como objetivo fundamental acercarse a una problemática
relevante desde el punto de vista social, y, por tanto, jurídico y legal, como lo es la influencia de
la impulsividad en las conductas antisociales y su correlato neurobiológico y neuropsicológico.
Para ello, se realiza un diagnóstico de la metodología y relevancia de la evaluación
neuropsicológica en un Centro Especializado en la Aplicación de Medidas para Adolescentes,
con la finalidad de proponer un programa neuropsicológico de entrenamiento en funciones
ejecutivas para el control de impulsos que contribuya a una adecuada reinserción social y a la
reducción de la reincidencia delictiva. Por último, se elaboró un formato de solicitud de
información de intervenciones psicológicas para padres y/o tutores de adolescentes inmersos en
un proceso judicial, cubriendo la normativa correspondiente. Protegiendo así la información y
atención brindada por el psicólogo y siendo de utilidad para el proceso jurídico.
Método
El objetivo general de este estudio consistió en identificar las necesidades y áreas de
oportunidad del centro, relacionadas con la metodología de valoración psicológica utilizada y el
uso de nuevas tecnologías en el tratamiento, para posteriormente diseñar un programa de
intervención neuropsicológica y los criterios de evaluación para el control de impulsos y
reducción de la impulsividad en adolescentes en conflicto con la ley.
Con el fin de realizar el diagnóstico de las áreas de oportunidad y contextualización de
la institución, se utilizaron como referencia los siguientes instrumentos: entrevista
semiestructurada a profesionales del área de psicología que trabajan directamente con los
adolescentes internos del centro y al magistrado de la sala única de justicia para adolescentes.
Posteriormente, se realizó la revisión total de expedientes de los adolescentes internos con la
finalidad de conocer los rasgos de personalidad relacionados con la impulsividad asignados por
206
LIBRO DEXIII
LIBRO DE RESÚMENES. RESÚEMENES. XIII
CONGRESO CONGRESO (INTER)NACIONAL
(INTER)NACIONAL DE PSICOLOGÍA
DE PSICOLOGÍA JURÍDICAJURÍDICA Y FORENSE
Y FORENSE
Resultados
Se encontró que en el centro se hace una evaluación en el desarrollo del adolescente
de manera parcial, mayormente solo tomando información al momento del delito o cercana a él.
No se explora si hay etiología de tipo biológica. Como área de oportunidad a desarrollar, existen
elementos de valoración de trastornos del neurodesarrollo con posibilidades biológicas
(prenatal, perinatal y postnatal) que no se evalúa, así como eventos circunstanciales que
generan daños que afectan al Sistema Nervioso Central y al Sistema Nervioso Periférico
(consumo de drogas, accidentes, golpes, intoxicación, etc.).
Con respecto a la revisión de expedientes, el total de los adolescentes presentaron
indicadores de impulsividad respecto a las pruebas y entrevistas realizadas por los profesionales
del área de psicología al momento de ingresar al centro, así como reportes de conductas
emitidos durante su tiempo en internamiento.
De igual forma, se encontró que es importante la capacitación de los profesionales del
centro respecto a la aplicación y valoración de las pruebas neuropsicológicas con las que ya
cuentan, pues en ocasiones no las utilizan por desconocer su aplicación y calificación, así como
de instrumentos específicos y novedosos que evalúen la impulsividad y que realicen
valoraciones neuropsicológicas abarcando diversas escalas en un menor rango de tiempo.
Característica que resulta importante para su aplicación en el centro penitenciario.
Finalmente, los profesionales entrevistados, consideran de gran importancia y
trascendencia la valoración de la impulsividad, pues mencionan que influye en gran medida en
la manera en la que se conducen los adolescentes y se vislumbra como un aspecto importante
a trabajar para la prevención de otras conductas de riesgo y contribuir a la reducción de la
reincidencia.
Atendiendo a dichas necesidades, se elaboró un protocolo de evaluación e intervención
neuropsicológica tomando como base los trastornos de las funciones ejecutivas expuestos por
Delgado-Mejía y Etchepareborda (2013). Este se divide en tres fases:
Pretest: Primera aplicación de pruebas psicométricas y electrofisiológicas para
determinar un perfil de inicio acerca de la impulsividad de los adolescentes
Intervención: Brindar herramientas psicológicas adecuadas para el control de
impulsos.
Postest: Aplicación de pruebas psicométricas, y electrofisiológicas para determinar un
perfil final de efectividad del programa de control de impulsos.
Discusión
La impulsividad es un constructo ampliamente estudiado y se ha caracterizado por la
falta de inhibición de respuestas y procesamiento rápido de la información (Barratt,1994), la
tendencia a vivir el momento sin tener en cuenta las consecuencias en el futuro, y actuar sin
pensar (Riaño- Hernández, Guillen-Riquelme y Buela-Casal, 2015).
Existen dificultades en el tratamiento de los trastornos de control de los impulsos, debido
a las complicaciones en esclarecer la etiopatogenia de las conductas impulsivas y la muy
frecuente existencia de comorbilidad. El avance en la investigación en neurociencias está
permitiendo conocer los distintos mecanismos implicados en estos trastornos.
El mejor conocimiento de las bases neurobiológicas de la impulsividad y sus trastornos
no debe tener como finalidad justificar, excusar y eximir de responsabilidad a estos individuos,
sino que debe ser orientado a una mejor comprensión y al más adecuado tratamiento. Es posible
que dentro de no mucho tiempo este conocimiento pueda ser también útil en pruebas periciales
en las que se pueda demostrar esta disfunción de lóbulosprefrontales o límbicos (Betancourt y
García, 2015).
Hoy se tiene la oportunidad, al avanzar la ciencia, para mejorar las intervenciones en el
ámbito penitenciario. Como se observó, entre las áreas de oportunidad del Centro de Aplicación
207
LIBRO DE RESÚMENES. XIII CONGRESO (INTER)NACIONAL DE PSICOLOGÍA JURÍDICA YCOMUNICACIONES
FORENSE
Introducción
La casuística trata de un agresor con antecedentes de larga evolución de consumo
combinado de sustancias tóxicas de cocaína y alcohol, quien perpetra el asesinato de una menor
de 13 años. La víctima fue asaltada mientras bajaba por las escaleras de la comunidad vecinal
y fue trasladada, contra su voluntad, al interior del domicilio del agresor. Fuera cual fuera el
motivo de la agresión, el perpetrador redujo a la víctima, la asfixió con una correa de perro y la
ahogó. Posteriormente, le propinó múltiples heridas punzantes postmortem con arma blanca,
siendo que una de ella se lo introduce gravemente por la oreja izquierda (rompiéndose el cuchillo
y permaneciendo el filo en el interior del aparato auditivo) y otra herida en el pecho izquierdo. En
la autopsia, también se apreció la introducción de un bolígrafo en la tráquea de la menor. El
agresor, quien fue evaluado directamente por quien suscribe el presente, vino a manifestar que,
aunque consciente de su conducta “porque se le dijeron a posteriori las consecuencias de sus
actos”; no obstante, siempre manifestaba que no presentaba recuerdo alguno con relación a los
presuntos hechos materializados. Asimismo, refería que se hallaba en un contexto de situación
psicosocial crítica y/o adversa debido a razón de la reciente defunción de su madre y que, debido
a ello, incremento el patrón de uso y abuso de sustancias tóxicas (cocaína y alcohol).
Método
Se practicó la anamnesis al autor confeso del asesinato, siendo aún interno preventivo
en sede del centro penitenciario donde estaba ubicado. También se procedió a la lectura de la
documentación clínica sanitaria de la condición psíquica del agresor, así como del Informe
Médico Forense y del Informe del Instituto Nacional de Toxicología Forense que obraban en la
causa. Se procedió, asimismo, a la administración de pruebas psicológicas a efectos de poder
valorar el alcance del estado psicológico y/o psicopatológico del informado con respecto a la
gravedad de la conducta patológica de naturaleza psíquica y por la que venía a referir en el
momento de perpetrarse los hechos criminológicos.
208
LIBRO DEXIII
LIBRO DE RESÚMENES. RESÚEMENES. XIII
CONGRESO CONGRESO (INTER)NACIONAL
(INTER)NACIONAL DE PSICOLOGÍA
DE PSICOLOGÍA JURÍDICAJURÍDICA Y FORENSE
Y FORENSE
Resultados
Al informado se le administró múltiples pruebas psicológicas, siendo las más destacables
(entre otras muchas más administradas): el MCMI-IV, el PAI, el 16PF-5, Escalas de Impulsividad
(Plutchick y BIS-11). También se le administró las pruebas que valoran el consumo de
sustancias: tales como el Cuestionario de Craving de Cocaína y la Escala Multidimensional de
Craving de Alcohol (EMCA).
Los resultados de algunas de las pruebas administradas son los siguientes:
Con relación al MCMI-IV, se ha de señalar la puntuación de 1 en “Invalidez (V)”, lo que
sugiere que el informado a ofrecido una respuesta correcta al ítem nº49 y por el que, sin
duda alguna, el informado apareció el año anterior al de la evaluación en portadas de varias
revistas y prensa, al tratarse de un caso de impacto social y mediático (y no invalida la
prueba). Asimismo, presenta una sinceridad estadísticamente significativa de TB=82 y una
inconsistencia con valor de W=9, lo que respondería a un perfil psicológico y/o
psicopatológico de toxicómano y que se tratan de colectivos por lo que, habitualmente,
suelen alterar la realidad para sus propios intereses. Dicho lo anterior, se ha de ser cauteloso
en la interpretación psicológico y psicopatológica de la gráfica resultante del MCMI-IV, dado
que se trata de un perfil de la naturaleza de un drogodependiente.
Las Facetas de Grossman del MCMI-IV sugieren que el informado presenta inestabilidad
psicoemocional caracterizado por la presencia de rasgos de personalidad de base de tipo
paranoide y limite-dependiente y que, vendría a configurar, una frágil estructura de
personalidad con baja tolerancia a la frustración con agresividad manifiesta.
Con relación a las pruebas de impulsividad, la prueba de Plutchick arroja una puntuación de
25/45 y la prueba BIS 11 de Barrat, una puntación total de 76/120 (arrojando puntuaciones
significativas en las 3 subescalas: cognitivas, motora e impulsividad no planeada) lo que
sugiere la existencia de unos rasgos patológicos de personalidad de base de tipo impulsivo
y que, debido a razón de un incremento del consumo de tóxicos dichas puntuaciones pueden
presentar compatibilidad con una exacerbación clínico- sintomatológica.
Las escalas de Craving al Consumo de Cocaína (CCQ) y alcohol (EMCA), arrojan una
puntuación directa total de 342/630 y de 58/60, respectivamente, lo que sugiere
compatibilidad con dicho comportamiento impulsivo de búsqueda incesante de dichas
sustancias.
El Informe Médico Forense concluye que “De acuerdo con las entrevistas y hallazgos
analíticos, se puede afirmar que el reconocido ha presentado un consumo crónico de cocaína
y alcohol, que podríamos calificar de abuso, con buena funcionalidad cognitivo-ejecutiva,
laboral y social”. Asimismo, el informe añade una siguiente conclusión manifestando que los
Médicos Forenses “No podemos afirmar que en el momento de los hechos actuará “bajo los
efectos” de esta sustancia, todo y que era consumidor regular en aquellos momentos y que
el reconocido lo refiere, circunstancias éstas que se deben contraponer tanto a los hallazgos
en el lugar de los hechos, a los hallazgos de autopsia y a las valoraciones tanto policiales
como médicas (asistenciales y forenses) realizadas a raíz de los mismos, respectivamente”.
En la línea de lo anterior y en el mismo citado informe, los Médicos Forenses describen que
(…) “la posibilidad de un consumo de cocaína (con posibilidad a intoxicación aguda) en un
momento previo a los hechos y referida por el reconocido, aunque no es plenamente
rechazable, se debe contraponer tanto con las características toxicocinéticas de la sustancia
como con los hallazgos encontrados en la diligencia de levantamiento del cadáver (cuerpo
de una menor con correa de perro al cuello y cabeza en maleta frente al temor por la
presencia de un posible asaltante que pretendía introducirse en el domicilio)…”.
En el Informe del Servicio de Química y Drogas del Instituto Nacional de Toxicología y
Ciencias Forenses del Ministerio de Justicia, se desprende que el Instituto Nacional de
Toxicología y Ciencias Forenses recibió muestras de cabello y de orina del informado 4 días
después de los presuntos hechos de autos. De dicho citado informe se exponen los
209
LIBRO DE RESÚMENES. XIII CONGRESO (INTER)NACIONAL DE PSICOLOGÍA JURÍDICA YCOMUNICACIONES
FORENSE
Discusión
Aunque los resultados obtenidos de la evaluación psicométrica, psicológica y
psicopatológica del agresor arrojaban unas puntuaciones significativas que sugieren que el
mismo presentaba un consumo de sustancias tóxicas (en este caso, combinación de cocaína y
alcohol); más importante eran los resultados obtenidos (de la muestra obtenida 4 días después
de los presuntos hechos de autos) del análisis toxicológico de pelo del Instituto Nacional de
Toxicología y Ciencias Forenses que detectaba la presencia de cocaína, benzoilecgonina y
cocaetileno (CE).
Dichos resultados obtenidos sugieren que el agresor presentaba, hacia la fecha de la
perpetración de los hechos, una afectación psíquica de orden cognitivo y/o volitivo que alterase
el orden de la interpretación de la realidad.
Desde el punto de vista de la Psicología Forense, y aunque el Perito tenga a disposición
del uso de las técnicas y de los instrumentos de evaluación psicológica y/o psicopatológica que
le permite explorar los rasgos de personalidad de base, la alteración mental y, hasta el patrón
conductual de uso, abuso y consumo de sustancias; no obstante, nuestra metodología de
evaluación psicológica siempre adolecerá en cuanto a la fragilidad de la interpretación de las
mismas en comparación a las técnicas médicas (las cuales, y aunque también en términos de
probabilidad estadística, no dejan de ser menos precisas y la cuantificación concreta es mucho
más alta que en Psicología Forense).
Lo anteriormente expuesto, provoca que la opinión experta y profesional del Perito
Psicólogo Forense en la Sala de Justicia, sea más discutida y provoque más debate jurídico-
legal con los Operadores Jurídicos que forman cada una de las partes del litigio. En muchas
ocasiones, la celebración del acto del careo entre los Peritos Públicos y los Peritos Privados se
hace necesario, siendo un elemento clave y necesario para el esclarecimiento de los hechos.
Introducción
En casos de sujetos implicados en delitos de sangre, en ocasiones se presentan
singulares casuísticas en los que la presunta víctima ejerce el papel inverso de presunto agresor
o implicado como cómplice en la perpetración de la infracción. La casuística que se expone trata
de la evaluación psicológica de un sujeto de sexo femenino, implicada como co-autora de
presunto asesinato de su pareja afectivo-sentimental pero que, y en aras a su defensa, alegaba
miedo insuperable con respecto al otro presunto co-autor (de sexo masculino) e instaurándose
ella misma en su rol criminológico de presunta víctima. La tríada protagonista de dicho crimen
trabajaban en el sector de la Policía Municipal de un municipio de más de 1,5 millón de
habitantes. El miedo insuperable que alegaba la informada era motivado por la acción de
presunta amenaza que le profería el otro co-autor investigado en la causa y que le referenciaba
que iba a causarle daño a sus 2 hijas y a ella misma, si no accedía a las peticiones que le
210
LIBRO DEXIII
LIBRO DE RESÚMENES. RESÚEMENES. XIII
CONGRESO CONGRESO (INTER)NACIONAL
(INTER)NACIONAL DE PSICOLOGÍA
DE PSICOLOGÍA JURÍDICAJURÍDICA Y FORENSE
Y FORENSE
solicitaba y con relación a una reyerta que se ocasionó en el domicilio contra su pareja afectivo-
emocional (víctima de asesinato).
Según sentencia, la víctima falleció en el domicilio de la informada y, posteriormente, fue
depositado su cuerpo en el maletero de su vehículo siendo trasladado a una montaña cercana y
seguidamente, rociado de gasolina e incinerado. A los pocos días, la Policía localizó los restos
del vehículo incinerado y calcinado. Quedaron pocos restos biológicos de la víctima. No obstante,
se pudo identificar a la víctima gracias al código existente en un tornillo protésico por el que fue
intervenido quirúrgicamente de columna vertebral. Una vez se identifica dicho código, se
identificó el nombre y apellidos de la víctima y se inició la instrucción policial de la gente del
entorno de esta.
Método
Se practicó la entrevista clínica dirigida (o anamnesis) a la presunta co-autora quien fue
evaluado por quien suscribe el presente, la visualización de los videos de las declaraciones de
los presuntos co-autores del ilícito celebrados en sede judicial y la lectura de los Informes Médico-
Forenses de las evaluaciones psicológicas y/o psiquiátricas practicadas en las figuras de los dos
presuntos implicados. Se procedió, asimismo, a la administración de pruebas psicológicas a
efectos de poder valorar el alcance de la fenomenología clínico-sintomatológica del estado
psicoemocional de la informada con respecto a su presumible reacción traumática derivada de
las amenazas que refería recibir del otro encausado.
Resultados
A la informada se le administró la siguiente batería de pruebas psicológicas (las más
destacables entre otras muchas más administradas): el Inventario Clínico Multiaxial de Millon
(MCMI-IV, 2018) y Escala de Trauma (DTS) de Davidson (1997). Se ha de señalar que la
administración de las pruebas se celebró en sede del centro penitenciario donde permanecía
ingresada, entonces, en régimen de interna preventiva y en espera de ser enjuiciada por el
Tribunal de Jurado de la Audiencia Provincial. Los resultados de las pruebas son los siguientes:
Los índices de validez presentan puntuaciones en la normalidad estadística lo que
sugiere que el perfil psicológico y/o psicopatológico obtenido es genuino a la
personalidad de la explorada.
Con relación a las escalas pertenecientes al área de la ansiedad y/o trastorno por estrés
postraumático, las puntuaciones se hallan en la normalidad estadística.
Las Facetas de Grossman sugieren que la informada presenta rasgos de personalidad
de tipo paranoide, evitativo y compulsivo y que vendría a compatibilizarse con su estado
actual de prisión institucionalizada por la que se encuentra inmersa en el momento de
celebrarse la administración de las pruebas psicológicas (la prueba fue administrada en
octubre de 2018 y pasaron 17 meses desde que se perpetró el asesinato, en mayo de
2017).
Con relación a la prueba que valora la intensidad de trauma psicopatológico se
administró la Escala de Trauma de Davidson –DTS- siendo que los resultados son los
siguientes:
211
LIBRO DE RESÚMENES. XIII CONGRESO (INTER)NACIONAL DE PSICOLOGÍA JURÍDICA YCOMUNICACIONES
FORENSE
Discusión
Los resultados psicométricos obtenidos más cercanos a la fecha de cuando sucedieron
los hechos (DTS de Davidson) arrojan unas puntuaciones significativamente más compatibles
con los presuntos acontecimientos por los que refiere la informada actuó con “miedo
insuperable”; aunque hace constar por escrito una situación traumática de injusticia con respecto
a la acusación de asesinato por la que, entonces, se enfrentaba.
Los resultados psicométricos obtenidos a raíz de la administración del MCMI-IV, no
presentan relevancia clínica desde la esfera de la ansiedad o reacción psicoemocional
traumática. Sí presenta relevancia en rasgos de personalidad paranoide-evitativo y que viene a
contextualizarse en el marco de convivencia de proceso de institucionalización penitenciaria.
Con relación a la acreditación del “miedo insuperable” que vino a aducir la informada,
desde la Psicología Forense se hace difícil poderlo acreditar mediante la administración de
pruebas psicológicas. Dicha dificultad radica en la no existencia de pruebas psicológicas que
reúnan ítems con validez de contenido de calidad que puedan medir y/o explorar dicha condición
psíquica.
En la línea de lo anterior, y desde el punto de vista jurídico-legal, no se pudo acreditar
en el acto de plenario de la vista oral en sede de la Sala del Tribunal del Jurado de la Audiencia
Provincial, el extremo que alegaba como defensa de “miedo insuperable”.
Debido a ello, la informada fue finalmente condenada por delito de asesinato.
Desde la tesitura de todo lo anteriormente expuesto, y aunque la disciplina de la
Psicología Forense haya presentado importantes y grandes avances profesionales; no obstante,
adolece de pruebas altamente específicas que exploren áreas que el Sistema Jurídico sí
contempla, tal como en este caso, el concepto de “miedo insuperable”.
Palabras clave: miedo insuperable, cuerpo de policía, evaluación psicológica, asesinato, trauma
psicológico
E-mail de contacto: tiffon@psicologialegal.com
212
LIBRO DEXIII
LIBRO DE RESÚMENES. RESÚEMENES. XIII
CONGRESO CONGRESO (INTER)NACIONAL
(INTER)NACIONAL DE PSICOLOGÍA
DE PSICOLOGÍA JURÍDICAJURÍDICA Y FORENSE
Y FORENSE
En los últimos años, todos hemos tenido que adaptarnos a nuevas situaciones, a nuevas
formas de trabajo, a nuevas formas de comunicación y muchas otras circunstancias más. Hemos
tenido que reinventarnos y lo hemos tenido que hacer a marchas forzadas. Incluso la
administración de Justicia se ha visto afectada por estos cambios tan repentinos, encontrándose
con la necesidad de cambiar sus protocolos de actuación, teniendo que adaptar su normativa y
la práctica judicial a las tecnologías de vanguardia y a la situación mundial, dándose la situación
de requerir nuevas tipologías periciales. En este sentido, se ha oído hablar mucho de la
comunicación no verbal y de cómo la utilizamos en nuestras relaciones personales. Hace muchos
años que se escucha el concepto de lenguaje corporal, lenguaje no verbal, comunicación gestual,
detección de la mentira mediante los gestos, microexpresiones que delatan al mentiroso y
conceptos semejantes, pero en todo este tiempo se han ido adquiriendo unas creencias
infundadas basándose en estos conceptos que se suelen utilizar a diario por personas legas en
el tema. Estas creencias populares respecto a la comunicación no verbal pueden influir en la
percepción de las comunicaciones y de la toma de decisiones. (Masip, 2005). Por ello, hay que
asegurarse que el perito en comportamiento no verbal y valoración de la credibilidad tiene unos
conocimientos basados en estudios científicos que han sido publicados y contrastados por pares,
así como que se hayan realizado metaanálisis de las metodologías utilizadas en su protocolo
pericial. (Denault, 2020).
Existe mucha divulgación popular dentro de este ámbito de la comunicación no verbal
que no ha sido contrastada ni cuestionada por lo que es fácil encontrar una persona que
considere que una respuesta emocional o una actitud especifica tengan un significado concreto
y eso lo incorpore en sus valoraciones e interacciones sociales sin pararse a pensar si su
razonamiento es certero. (Masip, 2005). Todos podemos caer en tomar por cierta y verdadera
una afirmación si esta es extendida y creída por la mayoría de la población y además lo hemos
leído en un libro aparentemente especializado, nos lo ha explicado un profesor supuestamente
experto o lo hemos visto en televisión de la mano de un profesional al que se le otorga gran
conocimiento por salir en los medios de comunicación, pero eso no significa que sea
categóricamente cierta esa afirmación, sino que podemos verificarla y buscar nuestras propias
referencias al respecto. El cuerpo comunica, eso es cierto, pero no todo lo que se divulga
respecto a los significados de los movimientos corporales es real.
Nos puede pasar a cualquiera creer en afirmaciones que han transmitido otras personas,
porque somos humanos y animales sociales por naturaleza, estamos programados para creer,
pero hay que tener muy presente que esto puede sesgar nuestra objetividad dentro de nuestro
ámbito profesional. Los conocimientos erróneos nos pueden llevar a prejuicios, condicionarnos
a la hora de valorar una testifical o prueba judicial. Los jueces y magistrados son conscientes de
que el cuerpo comunica, que existe una comunicación no verbal dentro de las declaraciones de
una persona. En la Sentencia 119/2019, de 6 de marzo, el tribunal supremo especifica los
factores a tener en cuenta para valorar las declaraciones de las víctimas, donde en el punto 4 se
comenta el “lenguaje gestual de convicción” (STS (sala 2ª de lo Penal), 2020). Por ello, saben
que es una herramienta más a tener en cuenta dentro de su valoración de la prueba, pero se
basan en sus propios conocimientos o en su propia intuición para descifrar el comportamiento
no verbal del declarante en vez de basarse en conceptos corroborados por expertos. Su
razonamiento no está basado en una formación que haya recibido el magistrado sobre
metodologías e investigaciones científicas contrastadas y publicadas que sirvan para valorar la
credibilidad de la declaración y del testigo.
Para cubrir esta carencia en el ámbito judicial y forense, en la actualidad, se ha aceptado
en los listados de peritos judiciales colaboradores con la Administración de Justicia Española, el
213
LIBRO DE RESÚMENES. XIII CONGRESO (INTER)NACIONAL DE PSICOLOGÍA JURÍDICA YCOMUNICACIONES
FORENSE
214
LIBRO DEXIII
LIBRO DE RESÚMENES. RESÚEMENES. XIII
CONGRESO CONGRESO (INTER)NACIONAL
(INTER)NACIONAL DE PSICOLOGÍA
DE PSICOLOGÍA JURÍDICAJURÍDICA Y FORENSE
Y FORENSE
Universitat de València
Introducción
Los hombres penados por violencia contra la mujer en las relaciones de pareja (o
maltratadores) parecen presentar una respuesta psicofisiológica (cardiorrespiratoria y
electrodérmica) al estrés agudo distinta a la de los hombres sin antecedentes de maltrato. En
este sentido, los estudios previos concluyeron que, en respuesta a estresores relacionados con
el maltrato, la respuesta psicofisiológica de los maltratadores se caracterizaba por una mayor
activación simpática una vez que había cesado el estresor (durante el periodo de recuperación).
Asimismo, otros estudios analizaron si la respuesta era similar en el caso de ser sometidos a un
estresor de laboratorio que no estuviera relacionado con el maltrato. Y, efectivamente, los
resultados mostraron que su respuesta psicofisiológica se caracterizó por una predominancia
simpática, especialmente, en el periodo de recuperación tras la tarea o una vez que había cesado
el estresor. Aun así, los factores que explicarían estos resultados no han sido estudios. Por lo
tanto, sería interesante analizar en qué medida esta respuesta psicofisiológica sería explicada
por la rumia de la ira o los pensamientos recurrentes de ira.
Método
El primer objetivo de este estudio fue evaluar si la respuesta cardiorrespiratoria
(frecuencia cardíaca, periodo pre-eyección y arritmia sinusal respiratoria) y electrodérmica (nivel
de conductancia de la piel) en un grupo de maltratadores (n=47) ante un estresor cognitivo de
laboratorio (desempeño en una batería de pruebas neuropsicológicas frente a un tribunal) fue
distinta a la de un grupo de hombres sin antecedentes penales por maltrato contra su pareja
(n=36) (grupo control). Del mismo modo, el segundo objetivo del estudio se centró en valorar si
la rumia de la ira (evaluada mediante la versión adaptada al español de la Anger Rumination
Scale) explicó la respuesta psicofisiológica diferencial al estrés agudo.
Resultados
El grupo de maltratadores, en comparación con el grupo control, mostró una menor
predominancia parasimpática (menor arritmia sinusal respiratoria) total. Sin embargo, no fueron
halladas diferencias entre los grupos en el resto de los indicadores psicofisiológicos. Esto es, en
la frecuencia cardíaca, el periodo pre-eyección o el nivel de conductancia de la piel. Por último,
el análisis de las relaciones entre las variables psicofisiológicas y la rumia de la ira reveló que en
grupo de maltratadores menores niveles de la arritmia sinusal respiratoria, tanto a nivel basal
como durante el periodo de recuperación, se relacionaron de forma inversa con la puntuación
total de la rumia de la ira. Esto significa que aquellos hombres con unos menores niveles de
arritmia sinusal respiratoria (o activación parasimpática) presentaron una mayor cantidad de
pensamientos recurrentes de ira. En la misma línea, cabe poner de manifiesto que aquellos
maltratadores que presentaron un cambio más acentuado en los niveles de la arritmia sinusal
respiratoria a lo largo de toda la tarea de laboratorio, fueron los que mostraron una mayor
puntuación en la escala de rumia de la ira.
Discusión
En este sentido, destacamos la importancia de la rumia de la ira y de cómo esta explicaría
la menor predominancia parasimpática (o mayor predominancia simpática) en los maltratadores
a la hora de afrontar el estrés. Este perfil psicofisiológico (mayor activación simpática una vez
215
LIBRO DE RESÚMENES. XIII CONGRESO (INTER)NACIONAL DE PSICOLOGÍA JURÍDICA YCOMUNICACIONES
FORENSE
que ha cesado el estrés) explicaría, al menos en parte, por el que algunos de estos hombres
estarían a alerta durante más tiempo y que esta mayor activación psicofisiológica se podría
traducir en que estos hombres pasan más tiempo refugiados en pensamientos de ira. Esto
provocaría que, al enfrentarse a algunas circunstancias ambiguas, reaccionaran con violencia.
Por todo ello, consideramos fundamental incorporar estas variables (p. ej. psicofisiológicas) a los
programas de intervención y, de ese modo, complementar los resultados aportados por los
cuestionarios autoinformados. De hecho, también podrían emplearse para valorar los cambios
en los maltratadores tras la aplicación de los programas de intervención. Todo esto permitiría
ofrecer una visión más amplia de un problema tan complejo y guiar a las investigaciones futuras.
Palabras clave estrés agudo, psicofisiología, sistema nervioso simpático, sistema nervioso
parasimpático, violencia doméstica
E-mail de contacto: Angel.Romero@uv.es
Universitat de València
Introducción
Existe un interés cada vez mayor por entender la personalidad o los rasgos de
personalidad característicos de los hombres penados por violencia contra la mujer en las
relaciones de pareja. De hecho, diversos estudios han destacado el papel desempeñado por los
rasgos antisociales, borderline y narcisistas en estos hombres. Sin embargo, existe un menor
conocimiento sobre la relación de estos rasgos con el funcionamiento emocional y empático en
estos hombres, ya que esto permitiría poder diseñar estrategias de intervención más específicas.
Método
Es por ello por lo que el objetivo principal de este estudio fue analizar si existe una
relación de los tres rasgos de personalidad anteriormente mencionados (evaluados con el
Inventario clínico multiaxial de Millon-III o MCMI-III) con la capacidad de reconocer las emociones
en las expresiones faciales (decodificación emocional evaluada mediante el eyes test), con la
empatía cognitiva (p. ej. toma de perspectiva) y la emocional (p. ej. malestar personal), evaluadas
ambas mediante el Interpersonal Reactivity Index. Del mismo modo, se estudiará el posible papel
moderador de la decodificación emocional en la relación entre los rasgos de personalidad y la
empatía (cognitiva o emocional). Todo ello será llevado a cabo en una muestra de 424 hombres
penados por violencia contra la mujer en las relaciones de pareja.
Resultados
Los análisis iniciales de correlación pusieron de manifiesto la existencia de una relación
inversa entre los rasgos antisociales y borderline con la decodificación emocional (r = -.125, p =
.010 y r = -.197, p < .001, respectivamente). Asimismo, estos rasgos de personalidad se
relacionaron de forma positiva con el malestar personal (r = .179, p < .001 y r = .344, p < .001,
respectivamente). Además, la decodificación emocional se relacionó de forma inversa con el
malestar personal (r = -.113, p = .020) y de forma positiva con la toma de perspectiva (r = .173,
p < .001). En último lugar, fueron llevados a cabo dos modelos estadísticos de moderación. En
el primero de ellos se evaluó si la decodificación emocional actuaba como moderador de los
rasgos antisociales con el malestar personal. Mientras que en el segundo se evaluó el papel de
la decodificación emocional entre los rasgos borderline con el malestar personal. A pesar de que
216
LIBRO DEXIII
LIBRO DE RESÚMENES. RESÚEMENES. XIII
CONGRESO CONGRESO (INTER)NACIONAL
(INTER)NACIONAL DE PSICOLOGÍA
DE PSICOLOGÍA JURÍDICAJURÍDICA Y FORENSE
Y FORENSE
ambos modelos fueran significativos y aumentaron la varianza explicada que las dos variables
por separado al predecir el malestar personal, la decodificación emocional no actuó como
moderador en ambos modelos.
Discusión
Con todo ello en mente, los resultados de esta investigación pusieron de manifiesto que
es importante considerar la decodificación emocional y las habilidades empáticas en los
programas de intervención diseñados para los hombres penados por violencia contra la mujer en
las relaciones de pareja. En este sentido, cabe señalar que las alteraciones en estos dominios
son más acusadas en aquellos hombres con rasgos antisociales y borderline. No obstante, no
parecen ser relevantes en relación con los rasgos narcisistas. Por lo tanto, la incorporación de
nuevos módulos de intervención redundaría en la mejora de los programas psicoterapéuticos
diseñados para estos hombres. Por ejemplo, pueden implementarse actividades en la que los
usuarios tengan que realizar análisis detallados en el procesamiento emocional de situaciones
emocionales o un análisis pormenorizado de las expresiones faciales, concretamente, de las
emociones. Del mismo modo que se realizan ejercicios para la gestión de las emociones. Esto
implicaría un mayor aprovechamiento del programa terapéutico principal lo que reduciría, en
cierta medida, el riesgo futuro de reincidencia. Aun así, es completamente necesario llevar a
cabo más estudios en los que se profundicen en las interrelaciones entre estas variables y de
qué forman afectan al comportamiento de estos hombres.
Universitat de València
Introducción
Existe un amplio consenso entre la comunidad científica al afirmar que el consumo de
drogas es una variable importancia en la perpetración de la violencia contra la mujer en las
relaciones de pareja, así como en la reincidencia tras los programas de intervención diseñados
para estos hombres. El consumo de estas sustancias afectaría a la forma que tienen estos
hombres de afrontar el estrés y a responder a este de forma desadaptativa. Sin embargo, existe
un menor conocimiento sobre los mecanismos psicobiológicos alterados por el consumo de estas
sustancias tóxicas. En este sentido, el sistema endocrino es uno de los principales sistemas
afectados por el consumo de drogas.
Método
Es por ello por lo que el principal objetivo de este estudio fue analizar la relación de la
respuesta hormonal (niveles en saliva de testosterona [Tsal], cortisol]Csal] y oxitocina[Oxsal]) a
un estresor agudo de laboratorio con el consumo actual de alcohol, cannabis y cocaína. Todo
ello será llevado a cabo con un grupo de hombres penados por violencia contra la mujer en las
relaciones de pareja (maltratadores) (n=19) y otro grupo de hombres sin antecedentes penales
por este tipo de violencia (n=16). En relación con los niveles hormonales, fueron recogidas un
total de cuatro muestras de saliva (niveles basales, respuesta anticipatoria, post-estrés y +10 min
post-estrés) para cada una de las hormonas (Tsal, Csal y Oxsal) en respuesta a un estresor,
217
LIBRO DE RESÚMENES. XIII CONGRESO (INTER)NACIONAL DE PSICOLOGÍA JURÍDICA YCOMUNICACIONES
FORENSE
previamente validado, de laboratorio. Además, para este estudio se calculó el área bajo la curva
para cada una de las hormonas. Mientras que la cantidad de cada una de las drogas fue
registrada en una entrevista previa a la tarea de laboratorio, en la que también se registraron
otras variables socio-demográficas. En este sentido, se registró la cantidad de alcohol, porros y/o
cocaína consumida por semana para cada uno de los participantes, así como la presencia de un
trastorno por uso de sustancias.
Resultados
Los análisis de correlación para toda la muestra pusieron de manifiesto que un menor
cambio en los niveles de Tsal en respuesta al estrés agudo de laboratorio se relacionó con una
mayor cantidad de gramos de cocaína consumidos por semana. No obstante, no fueron halladas
relaciones significativas entre el resto de hormonas (Csal y OXsal) con el consumo de drogas
(alcohol, cannabis y cocaína). Del mismo modo, tampoco fueron halladas relaciones
significativas de la Tsal con el resto de las drogas evaluadas. Posteriormente fueron calculadas
las correlaciones entre las variables anteriormente mencionadas para cada uno de los grupos
por separado. En este sentido, solo fue hallada una relación significativa e inversa entre los
cambios en los niveles de testosterona al estrés agudo y la cantidad de cocaína consumida por
semana en el grupo de maltratadores.
Discusión
Por lo tanto, los resultados obtenidos en este estudio destacaron el efecto del consumo
de drogas, en concreto de la cocaína, sobre el sistema endrocrino en respuesta al estrés agudo
de los maltratadores. A pesar de las limitaciones metodológicas del estudio, los resultados son
lo suficientemente interesantes como para considerarlos en estudios futuros. Tanto es así que
este estudio aporta nueva información sobre los posibles mecanismos biológicos que explicarían
las alteraciones expuestas en investigaciones previas en el sistema endocrino de los
maltratadores en respuesta al estrés. Esto, a su vez, ofrecería nuevos conocimientos sobre las
posibles vías que facilitarían la perpetración de la violencia en los maltratadores, teniendo en
cuenta la forma desadaptativa en la que afrontan el estrés agudo. Por todo ello, consideramos
importante incluir los indicadores biológicos en el estudio de esta población violenta.
Palabras clave: alcohol, cannabis, cocaína, drogas, estrés agudo, hormonas, violencia
doméstica
E-mail de contacto: Angel.Romero@uv.es
218
LIBRO DEXIII
LIBRO DE RESÚMENES. RESÚEMENES. XIII
CONGRESO CONGRESO (INTER)NACIONAL
(INTER)NACIONAL DE PSICOLOGÍA
DE PSICOLOGÍA JURÍDICAJURÍDICA Y FORENSE
Y FORENSE
importante. En este contexto, de mejor interés para la infancia y la adolescencia, surge a finales
del siglo en Canadá y EEUU la coordinación parental, con la intención de realizar una labor de
acompañamiento integral e interdisciplinar para familias separadas. El punto de partida para
realizar el acompañamiento es una formación altamente cualificada para profesionales de las
ciencias jurídicas, ciencias de la conducta, ciencias sociales y ciencias sanitarias, con dilatada
experiencia en familia.
En este contexto se impartió el I Diplomado en Coordinación Parental (CP) para América
Latina en 2020. Esta formación teórica, organizada por la Asociación Colombiana de
Criminología (ACC) y la editorial Manual Moderno Colombia, fue concebida como el broche de
oro al libro con el mismo nombre, Coordinación parental: una respuesta a los divorcios
conflictivos (Manual Moderno, 2019). Durante 120 horas, distribuidas en 12 módulos, 14
profesores han transmitido experiencias orientadas a la coordinación parental y a la alta
conflictividad en las familias. Han enfatizado, a partir del marco normativo internacional y
diferentes preceptos legislativos nacionales, cómo la separación hostil de los progenitores
repercute muy negativamente en la salud psicoemocional de las niñas, niños y adolescentes. Lo
han hecho conforme a los preceptos generales que, sobre coordinación parental, establecen las
directrices de la Association of Families and Conciliation Courts (AFCC) y la American
Psychological Association (APA). Pero, fundamentalmente, lo han hecho a partir del modelo de
la figura de la coordinación parental implementado en la provincia canadiense de Quebec. Pero
ahora, los conocimientos teóricos adquiridos por los 44 alumnos y alumnas del I Diplomado en
CP necesitan ser puestos en práctica a través de estudios piloto. Se trata adaptar el protocolo
de Quebec, y otros, a cada tribunal latinoamericano. La aplicación de este traje a medida exige
práctica. Y práctica supervisada en cada uno de los 8 países de América Latina para dotar de
validez ecológica los conocimientos sobre el manejo y acompañamiento a familias en situaciones
de alta conflictividad.
La primera experiencia piloto está programada con el Poder Judicial de Ciudad de
México. Mientras otros estados mexicanos, como Puebla, Quintana Roo y Sonora también se
interesan por la formación teórica en coordinación parental, ha comenzado, en julio de 2021, el
II Diplomado en Coordinación Parental (CP) para América Latina. En esta segunda cohorte, el
PANI (Patronato Nacional de la Infancia) de Costa Rica –un país con un marco normativo muy
garantista para niños, niñas y adolescentes-, como institución rectora de las políticas de la niñez
y la adolescencia, ha asumido un rol decisivo para la puesta en práctica del segundo estudio
piloto para Latinoamérica.
La conducta del/la profesional de la psicología debe cumplir con unas reglas éticas y
deontológicas en el ejercicio profesional. El Código Deontológico regula de forma amplia la
actividad profesional, estableciendo estándares convenidos de obligado cumplimiento que, de
ser o parecer vulnerados, pueden suponer quejas a la persona colegiado, así como llevar
sanciones asociadas. Por otra parte, además de ejercer una función punitiva en esos términos,
las diferentes Comisiones Deontológicas deben orientar buenas prácticas profesionales y
establecer acciones preventivas para promoverlas, así como para generar mayor seguridad a los
y las profesionales y evitarles, en lo posible, quejas fundamentadas.
219
LIBRO DE RESÚMENES. XIII CONGRESO (INTER)NACIONAL DE PSICOLOGÍA JURÍDICA YCOMUNICACIONES
FORENSE
Las luchas más importantes de la modernidad son luchas por reconocimiento en diversos
aspectos; estas consisten en una disputa o negociación intersubjetiva que los sujetos establecen
entre sí de cara a lograr que sean consideradas las reivindicaciones de su identidad (Honneth,
2009). Los conflictos de distribución referidos a la desigualdad social y económica son
comprendidos de manera más razonable y adecuada como luchas de reconocimiento -que están
ancladas en la noción de vida satisfactoria- y a través de una diferenciación de las formas de
daño moral -pensado en tanto que menosprecio social o cultural- se desprenden, por oposición,
diferentes formas de reconocimiento (Honneth, 2010). Desde la Psicología Social nos basamos
en la teoría honnethiana del reconocimiento para crear un instrumento de medición cuantitativa
capaz de reflejarla.
Tras la elaboración de la escala, se comprueban su validez y fiabilidad con una muestra
de 150 sujetos. Se incluyen, asimismo, otras variables: satisfacción vital, autoestima, bienestar
social y creencias en un mundo justo. Se hacen comparaciones entre presos, estudiantes
universitarios y personas involucradas en el activismo social.
Se expondrá la validación de la escala de reconocimiento construida, además de los
análisis descriptivos y multivariantes. Se discutirán los hallazgos del estudio en relación con la
teoría del reconocimiento de Axel Honneth.
Palabras clave: crimen, teoría del reconocimiento, metodología cuantitativa, psicología social
crítica, teoría social
E-mail de contacto: clarissapepe@uma.es
220
LIBRO DEXIII
LIBRO DE RESÚMENES. RESÚEMENES. XIII
CONGRESO CONGRESO (INTER)NACIONAL
(INTER)NACIONAL DE PSICOLOGÍA
DE PSICOLOGÍA JURÍDICAJURÍDICA Y FORENSE
Y FORENSE
Los medios nos inundan de noticias sobre abusos y agresiones y, pese a la lucha por
conseguir una mayor igualdad entre sexos, la tasa de estos delitos sigue siendo muy elevada.
Muchos autores se han centrado en determinar la existencia de un posible perfil, cuyos factores
de riesgo, puedan dar lugar a futuros abusadores. Conforme los datos más actuales del Instituto
Nacional de Estadística en 2017 se registraron 103 condenados por agresiones sexuales y 107
por abusos sexuales. En ambos delitos la totalidad de condenados eran hombres. Se considera
que el origen y el mantenimiento de la violencia sexual contra la mujer está asociado a factores
personales, sociales y culturales. Por ello que el estudio de las características de los abusadores
sexuales es de gran importancia para determinar un “perfil”. Por lo que respecta a los aspectos
sociales y culturales no cabe duda de que, en nuestra sociedad, pese al reciente auge de la lucha
contra la desigualdad de género, sigue existiendo una diferente vara de medir y valorar la
sexualidad humana dependiendo del sexo de la persona. Desafortunadamente, sigue estando
arraigada la creencia de que el hombre es poseedor de ciertos privilegios por encima de la mujer.
El objetivo principal del presente estudio es encontrar la relación existente entre actitudes
favorables hacia la violación y los rasgos de la Tríada Oscura de la Personalidad. Por ello, se
hipotetizó que los hombres y mujeres con actitudes favorables hacia la violación se caracterizará
por algunos rasgos de la denominada Tríada Oscura de la Personalidad, también se determinó
la posible existencia de una relación entre una elevada actitud favorable a la violación y sentir
aversión hacia su propio cuerpo. Por último, se quiso comprobar si la orientación sexual de las
personas podía tener un factor importante a la hora de determinar si una persona presenta
actitudes favorables o no hacia la violación. Para este estudio se utiliza un diseño correlacional,
transversal y multivariante con una muestra conformada por 350 personas de distintas
nacionalidades y con edades comprendidas entre 18 y 35. La batería fue creada mediante la
plataforma Qualtrix e incluyó además de las preguntas pertinentes para la recogida de
información socidemográfica, tres escalas distintas. El inventario de la conducta hipersexual para
estudiar las dimensiones básicas de la hipersexualidad, la escala de actitudes favorables a la
violación la cual tiene como. Objetivo diferenciar aquellos hombres y mujeres que presentan
actitudes positivas hacia actos relacionados con las violaciones y, por último, el short dark triad
la cual tiene como función medir los rasgos característicos de los tres constructos pertenecientes
a la tríada oscura.
La difusión de la batería de evaluación fue realizada usando un enlace proporcionado
por la plataforma Qualtrics, el cual se envió por las redes sociales para que mediante el método
de “bola de nieve”, fuera contestado por los participantes. Nuestro primer objetivo era determinar
las aquellas personas con actitudes favorables a la violación presentarían puntuaciones elevadas
en alguno de los constructos de la tríada oscura. Mediante la correlación de Pearson se encontró
que sí que existían correlaciones positivas entre estas variables. En segundo lugar, se hipotetizó
que los hombres presentarían actitudes más favorables hacia la violación que las mujeres. En
este caso se empleó una t de Student y se determinó que la hipótesis se veía aceptada. Por otro
lado, se quiso comprobar si aquellas personas con actitudes más favorables hacia la violación
sentirían algún tipo de aversión hacia su cuerpo, sus genitales, la masturbación y las relaciones
sexuales. Mediante la correlación de Pearson se vio que las actitudes hacia la violación
correlacionaban significativamente con cada una de las posibles aversiones. A su vez se planteó
la posibilidad de una diferencia de puntuaciones en la hipersexualidad según la orientación
sexual de los sujetos, por ello, para comprobar si esto ocurría empleó una t de Student, con la
cual se determinó que las personas con sexualidad heterosexual presentan actitudes similares a
las de personas no heterosexuales. Por último, siguiendo con esta línea de investigación se
hipotetizó la posibilidad de una variación en las actitudes hacia la violación dependiendo, de
221
LIBRO DE RESÚMENES. XIII CONGRESO (INTER)NACIONAL DE PSICOLOGÍA JURÍDICA YCOMUNICACIONES
FORENSE
nuevo, de la orientación sexual. En este caso se pudo observar que las personas heterosexuales
presentaban actitudes más favorables que aquellos con una orientación sexual diferente.
El hecho de encontrar correlaciones positivas entre aquellas personas con Actitudes
Favorables hacia la Violación y cualquiera de los tres rasgos de la Tríada Oscura se considera
explicado por las tendencias insensibles, egoístas y malévolas que caracterizan a estos sujetos,
además de su incapacidad para reprimir impulsos. Además, que los hombres obtengan
puntuaciones más favorables hacia la violación puede estar determinado por la sociedad en la
que vivimos, ya que, aunque se esté educando cada vez más en la igualdad entre sexos, siguen
existiendo actos y conductas que vienen condicionadas por una mentalidad patriarcal en la que
el hombre cree poseer un poder legítimo sobre la mujer. Por lo que respecta a la tercera de las
hipótesis y las correlaciones positivas entre actitudes favorables hacia la violación y sentir
aversión hacia su cuerpo, genitales e incluso el mantenimiento de relaciones sexuales esto
podría deberse a la correlación existente entre la baja autoestima y la posibilidad existente de
cometer una violación. Del presente resultado se abre un abanico a la investigación para conocer
de manera más concreta el motivo por el cual aquellas personas con aversión hacia estas
variables podrían presentar actitudes favorables a la violación. A su vez, se comprobó que la
orientación sexual de la muestra no era un factor que influye en las puntuaciones de
hipersexualidad.
En este caso, el presente resultado puede verse explicado a consecuencia de las causas
del trastorno hipersexual, ya que viene condicionado por una serie de enfermedades
subyacentes, por tanto, estas actitudes hipersexuales no están condicionadas por la sexualidad
de las personas. Por último, siguiendo la línea de la orientación sexual se vio que aquellas
personas heterosexuales presentaban actitudes más favorables hacia la violación sexual lo cual
podría tener su explicación en la presencia de un pensamiento más conservador en donde, de
nuevo, el hombre tiene poder sobre la mujer. Se quiere indicar como limitación de este estudio
el no haber podido recoger una mayor muestra que habría dado mayor potencia estadística a los
análisis realizados. Además, la extensa duración del cuestionario llevó al abandono de este por
una serie de sujetos, haciendo esto que se perdiera muestra. Pero a su vez, el presente estudio
demuestra la importancia de iniciar la educación en la igualdad desde niños para, de este modo,
identificar a aquellos adolescentes que presentan factores de riesgo para poder intervenir con
ellos de manera precoz.
Introducción
En relación al sentido rehabilitador atribuido por el artículo 25.2 de la Constitución
Española a las penas privativas de libertad, el Gobierno español decidió implantar la
monitorización electrónica como una medida de tratamiento, potenciando con ello, según sus
artífices, una alternativa a la cárcel, o mejor dicho, una forma de “abrir” la cárcel. Esta modalidad
de tratamiento está siendo puesta en práctica como una modalidad del 3º grado penitenciario,
régimen abierto o de semilibertad, según refiere el art. 86.4 del vigente R. Penitenciario. El
régimen abierto se configura como un espacio amplio con distintos objetivos y finalidades,
caracterizado por la diversidad de ofertas y alternativas, su ubicación en una unidad
arquitectónica específica, distintas modalidades de vida y distintos programas de intervención y
tratamiento. Tal diversidad debe permitir alcanzar aquí, más que en ningún otro momento, la
óptima adecuación entre la efectividad de la ejecución penal y el logro de la progresiva y plena
222
LIBRO DEXIII
LIBRO DE RESÚMENES. RESÚEMENES. XIII
CONGRESO CONGRESO (INTER)NACIONAL
(INTER)NACIONAL DE PSICOLOGÍA
DE PSICOLOGÍA JURÍDICAJURÍDICA Y FORENSE
Y FORENSE
reinserción del penado en la sociedad. Desde esta perspectiva, el punto 4 del artículo 86 del
vigente Reglamento Penitenciario llega a posibilitar una forma específica de cumplir la condena
en régimen abierto: el interno no residirá en un CIS, Sección Abierta, Unidad Dependiente o
Institución específica extrapenitenciaria, a los que debería acudir con la periodicidad y duración
fijados en su programa de tratamiento, sino que se encuentra plenamente inmerso en su contexto
familiar o comunitario y sujeto por los dispositivos telemáticos u otros mecanismos adecuados
de control que establezca la Administración Penitenciaria y siempre que acepte aquellos de forma
voluntaria. Esta modalidad de vida supone la potenciación de los principios inspiradores del
régimen abierto recogidos en el art. 83.2 del citado Reglamento Penitenciario: atenuación de
medidas de control, autorresponsabilidad del penado, normalización e integración social,
evitación de la desestructuración familiar y coordinación con las instancias comunitarias de
reinserción. Si, por un lado, la pulsera electrónica trae, implícitamente, un mensaje esperanzador,
una evolución fruto del progreso, una solución a los problemas del encarcelamiento, una
alternativa a la prisión, por otro lado, se cuestiona si supone realmente una evolución o si significa
una conformación con las nuevas formas de contención, extendiendo finalmente las formas de
control más allá de los muros de los centros. Este artículo se propone desentrañar cómo se está
formando el discurso sobre los nuevos avances tecnológicos -que están siendo introducidos
paulatinamente en el sistema penitenciario-, y sus efectos en la regulación social. Para ello, se
cuenta con el testimonio de varios internos de un centro penitenciario, usuarios del dispositivo, a
los que la autora ha entrevistado.
La aplicación del régimen de vida previsto en el art. 86.4 del Reglamento viene justificada
por la existencia de circunstancias específicas de índole personal, familiar, sanitaria, laboral, de
tratamiento u otras análogas que, para su debida atención, requieren del interno una mayor
dedicación diaria que la permitida con carácter general en el medio abierto.
“Cuando ya llevaba un mes de trabajo, que ya se ve que tenía una estabilidad, cumplía
con los horarios, que ya te conocen los funcionarios y tal, pues entonces, solicitas el artículo de
la pulsera. Lo solicité a la Junta del centro, me lo dio, y me la pusieron y desde entonces pues
estoy con la pulsera.” (Entrevistado 1). En todo caso, el régimen específico de vida en estudio,
como potenciación de los principios inspiradores del régimen abierto, persigue consolidar la
situación de inserción comunitaria en aquellos supuestos en los que el penado ha demostrado
su capacidad para ello, especialmente, en el ámbito laboral, teniendo en cuenta la importancia
que para los internos tiene la incorporación al mundo del trabajo libre.
Según esto, la monitorización electrónica materializa algo ya previo, una forma de
entender el tratamiento penitenciario, es decir, el interno tras adquirir determinadas habilidades
durante su permanencia en segundo grado, estaría preparado para beneficiarse de la pulsera.
Por este motivo se discute si realmente las pulseras electrónicas puede ser una alternativa a la
cárcel o si es una forma más estricta de vigilar fuera de la prisión, al entenderse las mismas como
una opción dentro de régimen abierto. Muchos internos contemplan el dispositivo telemático
como una manera de vaciar las cárceles. En ese sentido su discurso lo convierte en una
alternativa a la cárcel.
“El que tenga una pulsera y estés con tu familia, esto no es prisión, yo encantado de la
vida, ahí me quedo dos años, yo estos dos años que no me den condicional y que me den una
pulsera, y me voy a mi casa ¿sabes?” (E. 2). El relato trasluce lo difícil que es la vida en prisión,
en la que uno no está con su familia. Para ellos, la prisión está asociada al castigo. Así, la pulsera
puede ser una alternativa al sufrimiento.
“Entonces, el tema de la pulsera es para que tú sigas, para que tú sepas que todavía no
eres autónomo completamente, no eres completamente libre, por eso el tema de la pulsera es
un poquito como de control ¿me entiendes?” (E. 2). El entrevistado vuelve a enfatizar el aspecto
de la falta de control. En ese sentido, la pulsera estaría ejerciendo sobre el individuo la misma
función que los propios muros de la cárcel, cuando ésta a través de la observación intenta
incorporar hábitos en los internos. Para el entrevistado la reinserción consistiría en inducir la
asimilación de este autocontrol. “Por eso pienso, que el tema de la pulsera, a la persona que
nunca ha entrado en prisión, se le cae el mundo encima, pero no pasa realmente lo que pasa en
223
LIBRO DE RESÚMENES. XIII CONGRESO (INTER)NACIONAL DE PSICOLOGÍA JURÍDICA YCOMUNICACIONES
FORENSE
prisión. Yo entiendo, que la pulsera a una persona que nunca ha estado en la cárcel no funciona.
Para mí no funciona.” (E. 2). La entrega del dispositivo proporciona algunos elementos de
discusión: La Administración Penitenciaria te concede la pulsera sólo si tienes un consolidado
vínculo familiar, y presentas una situación económica estable. Es lo primero que se investiga, y
con ello, el dispositivo no implica un soporte para que no se vuelva a cometer un delito. Te
colocan la pulsera para evitar la ruptura con la estabilidad que ya se tenía. El discurso del interno
se resume en que, como esta persona no va a sufrir como una persona que ya estuvo en la
cárcel no va a saberse valorarla y por lo tanto no funcionará. Desde esta perspectiva la cárcel
mantiene la función de inculcar miedo y así inhibir posibles delitos.
224
LIBRO DEXIII
LIBRO DE RESÚMENES. RESÚEMENES. XIII
CONGRESO CONGRESO (INTER)NACIONAL
(INTER)NACIONAL DE PSICOLOGÍA
DE PSICOLOGÍA JURÍDICAJURÍDICA Y FORENSE
Y FORENSE
Índice de autores
225
LIBRO DE RESÚMENES. XIII CONGRESO (INTER)NACIONAL DE PSICOLOGÍA JURÍDICA ÍNDICE
Y FORENSE
DE AUTORES
López, Ever José, 156, 158, 160, 162, 164, Puig, Sara, 104
166 Querol, Nuria, 14
López, Juan José, 31, 67 Recoder, Silvia, 89
Lores, Rafael, 180 Rey, César Armando, 25
Lovelle, Inés, 184 Rey, Romina, 188
Lozano, María Dolores, 124 Rincón, Mónica, 47
Marín, Maribel, 101 Rivas, Emilie, 47, 49
Martín, Ana M., 15, 19, 21 Rodríguez, Fernando José, 45
Martínez, Angie Katherin, 160 Rodríguez, Ingrid Carolina, 218
Martínez, Jorge Arturo, 30 Rodríguez, María Alejandra, 156
Martínez, Nazaret, 152 Rodríguez-Díaz, F. Javier, 19, 22, 24
Martínez, Paula, 104 Rodríguez-Franco, Luis, 24
Martos, Carla, 89 Rojas, Angie Tatiana, 156
Medina, Karime Esther, 206 Romero-Martínez, Ángel, 215, 216, 217
Méndez-Valdivia, Mayte, 55 Rosales, Manuel, 55, 56
Merten, Thomas, 170, 175, 186 Rufilanchas, Marta, 97
Mora, Sergio, 184 Ruiz, José Antonio, 170
Morala, Jose Antonio, 181 Ruiz, Sandra Milena, 166
Morales, Anayet, 203 Ruíz, Sandra Milena, 162, 164
Morell, Martina, 197 Saavedra, María José, 156
Moya-Albiol, Luis, 215, 216, 217 Sánchez, Juan Manuel, 63
Muñoz, Jose Manuel, 94 Santos, Lina María, 160
Muñoz, José Manuel, 17, 32, 187 Serrate-Costa, Carolina, 215, 216, 217
Muñoz, Lydia Mª, 88 Silguero, Ana Belén, 61
Nafria, Ana, 199 Solá, Sara, 140
Nagore, Amaya, 101 Solé, Judith, 92
Negredo, Laura, 71 Soria, Miguel Ángel, 11
O’Callaghan, Carlota, 126 Tejedor, Asunción, 150, 151
Orozco, Mauricio, 112 Terlera, Ana Belén, 80
Paíno, Susana G., 26 Terrats, Gloria, 150
Palomares-Rodríguez, José María, 184 Terreros, Elena, 39
Pastor, Mar, 70 Tiffon, Bernat-N., 208, 210
Peña, Juliana, 222 Torres-Vallejos, Javier, 28
Pereda, Noemí, 47 Tortosa, Francisco, 104, 106
Pérez, Ismael, 218 Tortosa, Macarena, 106
Pérez, Mª Ángeles, 31, 35, 58, 59 Trigo, Eva, 93
Pérez, Natalia, 136 Useche, Sergio, 109, 112
Perilla, Sofía, 162 Van Hoey, Julie, 132
Pina, David, 170, 174, 186 Varela, Carmen, 99
Pina, Rocío, 184 Vargas, Viviana, 40
Pineda, David, 85 Vázquez, Nuria, 128, 151
Prieto, María, 88 Villani, Bryan Felipe, 166
Puente, Esteban, 170, 175, 186 Viñas, Dolores, 91
226
XIII
CONGRESO INTERNACIONAL DE
PSICOLOGÍA JURÍDICA Y FORENSE
VIGO, 28, 29 Y 30 DE OCTUBRE DE 2021
ORGANIZAN
COLABORAN