Cuadernos 2 - 2019
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CUADERNOS DE ANÁLISIS
Y DEBATE SOBRE
MÚSICAS
LATINOAMERICANAS
CONTEMPORÁNEAS
______________________________________________________________________
Instituto Nacional de Musicología “Carlos Vega”
Instituto de Investigación Musicológica “Carlos Vega” de la Facultad de Artes y
Ciencias Musicales de la Universidad Católica Argentina
Facultad de Artes y Diseño de la Universidad Nacional de Cuyo
ISSN 2618-4583
ISSN 2618-4583 1
Cuadernos de Análisis y Debate sobre Músicas Latinoamericanas Contemporáneas 2 – 2019
ISSN 2618-4583 2
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Año 2 – Número 2
ISSN 2618-4583 3
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Diciembre de 2019
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Director
Editores Asociados
Comité Científico
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SUMARIO
Federico Barabino
Pablo Araya
ISSN 2618-4583 6
Cuadernos de Análisis y Debate sobre Músicas Latinoamericanas Contemporáneas 2 – 2019
Mariantonia Palacios
Universidad Central de Venezuela, Caracas
RESUMEN
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Cuadernos de Análisis y Debate sobre Músicas Latinoamericanas Contemporáneas 2 – 2019
SUMMARY
Composers, promoters and musical critics agree in asserting that the academic music of the
Latin American creators of the new generations has little diffusion. This article allows to
determine how true this affirmation is for Venezuela, focusing on a case study: Caracas
between 1950 and 1970, period in which the Music Festivals of Caracas were held. We
analyzed how the production of the young composers of the moment, students of the
composition chair of the School "José Ángel Lamas" (School of Santa Capilla by its
location), was present in those festivals that, given its trajectory, the quality of the
participants and their profile, were considered a fundamental reference for Venezuela and
the Latin American continent in the field of contemporary music.
Keywords: 20th Century Latin American music, Venezuelan composers, Music Festivals of
Caracas, Vicente Emilio Sojo, School of Santa Capilla, Iannis Ioannidis.
Introducción
Esta cita del pianista y compositor peruano Édgar Valcárcel (1932-2010), tomada del
programa del IV Festival de Música realizado en Caracas en 1990, podría aplicarse en
general a la música de los creadores latinoamericanos de todas las épocas. Nos interesa
estudiar si, en el caso particular de los compositores venezolanos que trabajaron entre 1950 y
1970 específicamente en la ciudad de Caracas, esta premisa se cumple. Se examina para ello
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Este artículo forma parte de una investigación más extensa que midió el grado de presencia
de la obra musical de los compositores venezolanos en las tribunas de difusión en Caracas
hasta 2008 presentado como tesis de Maestría en Música en la Universidad Simón Bolívar
(Caracas): Difusión de la producción musical de los egresados de las cátedras de
composición en Caracas (1988-2008). (Restrepo, 2011).
1
Movimiento, estudiantil universitario de carácter académico surgido en 1928, que desató en el carnaval
caraqueño del 28 fuertes enfrentamientos con el régimen de Juan Vicente Gómez. Motivo este que llevó a
muchos de estos jóvenes a ser encarcelados en “la Rotunda”. Extraído el 28 de octubre de 2010, desde:
http://es.wikipedia.org/wiki/Generaci%C3%B3n_del_28.
2
Juan Vicente Gómez (1857-1935), general y hacendado que gobernó Venezuela de manera autoritaria desde
1908 hasta su muerte.
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El maestro Sojo había sido designado director de la Escuela de Música y Declamación “José
Ángel Lamas” en 1936, y realizó una serie de reformas en las clases de teoría,
específicamente en la de armonía, que convirtió en cátedra de composición. Los estudios en
esa disciplina conducían, una vez culminados, a la obtención del título de Maestro
Compositor. Anteriormente no existía ninguna opción formal de estudios de composición
con estas características en Venezuela. Aunada a esta reforma de los estudios en la escuela,
Sojo consolidó dos instituciones que se convertirían en el marco de lo que se conoció como
el “movimiento nacionalista” o “Escuela Nacionalista”3 de compositores: El Orfeón Lamas y
la Orquesta Sinfónica Venezuela4.
Le siguieron otras cohortes hasta 1966 integradas por los siguientes compositores:
1945: Antonio José Ramos Acuña (1890-1930)
1946: Inocente Carreño (1919-2016)
1947: Antonio Lauro (1917-1986), Carlos Figueredo (1909-1985), Gonzalo Castellanos
Yumar (1926)
1948: Manuel Ramos (1911-¿?), Blanca Estrella (1910-1985), José Clemente Laya (1913-
1981)
1950: Andrés Sandoval (1924-2004), Nazil Báez Finol
1960: Modesta Bor (1926-1998), José Luis Muñoz (1928-1982), Raimundo Pereira (1927-
1996), Leopoldo Billings (1932-2010), Nelly Mele Lara (1922-1993)
3
Se sugiere la lectura de García (2008), Sans (1998) y Palacios (2004) para detalles sobre esta tendencia
estética.
4
Para mayor referencia sobre estas dos instituciones se recomienda la revisión de Bernáez y Custodio (1994)
en el caso del Orfeón Lamas, y de Calzavara (1980) para conocer la historia de la Orquesta Sinfónica
Venezuela.
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Entre los años 50 y 60, periodo en el que Sojo es el personaje más influyente en el campo
musical del país, se suceden iniciativas de importante significación, tanto en la capital
venezolana como el interior del país. En todas ellas, los alumnos de la cátedra de
composición del maestro Sojo tienen una participación importante: la apertura de nuevas
instituciones de enseñanza musical, los beneficios gubernamentales para las instituciones
como la Orquesta Sinfónica Venezuela, la contratación de músicos profesionales europeos
para engrosar las filas de dicha orquesta, la venida de directores y solistas invitados y la
participación de la orquesta en los encuentros de compositores.
Sojo dejó un gran vacío al retirarse de la Escuela José Ángel Lamas en 1964. Toma su lugar
en la cátedra de composición Evencio Castellanos, pianista, compositor, asistente y discípulo
del maestro. Bajo su tutelaje obtienen el título de maestro compositor Rogerio A. Pereira y
Alba Quintanilla (1944) en 1966.
Durante treinta años, se inscribieron en la cátedra de Sojo ciento noventa y nueve alumnos, de
los cuales hasta el año 1964 solo diecinueve obtuvieron el grado de Compositor, mientras que
otros diez culminaron sus estudios después de esa fecha. (García, 2008: 55).
Las vanguardias
La llegada del griego Yannis Ioannidis5 al panorama musical de Caracas para finales de los
60 marcará el nuevo rumbo de la composición en Venezuela. Contratado como profesor de
Técnicas Modernas de Composición, Ioannidis desarrolla una intensa actividad como
docente en diferentes instituciones: el Instituto de Cultura y Bellas Artes (INCIBA), la
Escuela de Música “Juan Manuel Olivares” y la Universidad Metropolitana. Pero más que
dedicarse a la enseñanza, su labor se dirigió a la difusión de la música de vanguardia,
5
Yannis Ioannidis nace en Atenas en 1930, a edad temprana ingresa al conservatorio de Atenas donde
comienza sus estudios musicales. En 1955 viajó a Viena y allí estudió composición con Otto Siegl, dirección
con Hans Svarowsky, y órgano con Eta-Harrich-Schneider. Dentro de su labor artística se destaca su
participación en la Sociedad Internacional de Música Contemporánea en Grecia organizando los Festivales de
Música Contemporánea en 1966 y 68. (Tortolero, 1996:131). Su labor pedagógica en Venezuela ha sido
documentada por Roberto Chacón (1993).
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El paso de Ioannidis por Venezuela fue de apenas 8 años, pero dejó profunda huella en el
movimiento composicional en Venezuela. La resistencia que encontró a sus iniciativas en
algunas instituciones, hizo que abandonara el país y aceptara nuevas propuestas en su país de
origen. Del grupo de alumnos de Ioannidis podemos citar a los perteneciente a la cátedra de
Técnicas de Composición Moderna que impartía en la Escuela de Música “Juan Manuel
Olivares”: Alfredo Rugeles (1949), Emilio Mendoza (1953), Hildegard Holland, Jorge
Benzaquén (1949-1993), Orlando Gámez (1947) y Federico Ruiz (1948), como alumnos que
asistían; y los participantes Juan Carlos Núñez (1947), Carlos Duarte (1957-2003), Mabel
Mambretti Laya (1942) y Servio Tulio Marín (1947). En el grupo que asistió a los cursos de
extensión de la Universidad Metropolitana, encontramos a: Delfin Pérez, Carlos García,
Alfredo Marcano (1953), Emilio Mendoza, Ricardo Teruel (1956), Clara Marcano, Luis Zea
(1952), Juan Andrés Sans (1957-2005), Adina Izarra (1959) y Paul Dessen (1959).
Esporádicamente asistieron: Mercedes Otero (1953), Vinicio Ludovic (1949) y Tulio
Cremisini (Chacón, 1993: 93)
Durante los siete años en que enseñó en Venezuela, Yannis Ioannidis logró concretar parte de
sus ideas pedagógicas. Su actuación no tuvo el respaldo oficial, pues era una iniciativa
particular, aprovechada tan solo por un grupo de estudiantes que comprendieron la necesidad
de avanzar y modernizarse. Sin embargo, la presencia del compositor griego en Venezuela se
considera muy importante. De hecho, es reconocido como un gran pedagogo en el campo de la
composición, tanto que ocupa un sitial de honor al lado de Vicente Emilio Sojo, el gran
maestro de la Escuela de Santa Capilla. (García, 2008: 60).
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Se aprecia que la nueva generación de compositores busca conocer y crear obras de acuerdo
con las técnicas nacidas en otros países. A partir de los años sesenta, se produce un cambio,
una ruptura con las pautas estéticas trazadas por Sojo en el campo de la composición. (García,
2008: 61)
6
Inocente Palacios, empresario, urbanista, promotor cultural, mecenas y musicólogo. Desarrolló la
urbanización Colinas de Bello Monte, en cuyos terrenos se construyó la Concha Acústica, sede de los
Festivales de Música de Caracas. Fue el primer director de la Escuela de Arte de la Universidad Central.
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nuevo e inédito patrimonio sonoro, ver las nuevas técnicas compositivas y el imaginario
latinoamericano que se estaba gestando en el intercambio de ideas y compararlas con las de
otros creadores: Los Festivales de Música de Caracas, realizados en 1954, 1957 y 1966, los
cuales tendrán consecuencias visibles en el desarrollo del movimiento compositivo del
momento.
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…Tenemos una orquesta subvencionada, lista a empezar a trabajar en cuanto se quiera. […].
Pronto dispondremos de una “Concha Acústica” en las Colinas de Bello Monte, con capacidad
para millares de espectadores. El gasto de esos Festivales Caraqueños, -auténticos “Conciertos
del Ávila”- se reduciría, pues, a los de alojamiento y traslado de algunos compositores y
directores de orquesta. En muchos casos, ambas condiciones aparecen reunidas en una sola
persona... Nuestro continente va dejando de ser, en los dominios de la música, un mundo de
grandes presencias aisladas – de creadores solitarios. (Carpentier, 1987: 453-454)
7
La institución Musical “José Ángel Lamas” se constituye en Caracas en 1952, como organismo donde se
delinearon las bases del Concurso Latinoamericano de Música José Ángel Lamas, el cual sería el paso inicial
de la organización del primer Festival de Música de Caracas en 1954. (Ramos, 1998:587)
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Una de las actividades de los Festivales de Música de Caracas de gran importancia, fue la
organización de los concursos de composición, que buscaban estimular la creación e
intensificar la producción de la música Latinoamericana. En esta oportunidad se recibieron
un total de 110 partituras (Carpentier, 1987:460). Los ganadores de este primer concurso
fueron: Premio José Ángel Lamas a Juan José Castro por su obra Corales Criollos; segundo
8
“La Concha Acústica de Bello Monte, conocida en sus inicios como Anfiteatro José Ángel Lamas, fue
llamada así en honor al compositor colonial venezolano. Contruída por iniciativa del Dr. Inocente Palacios,
como sede artística de la Asociación Civil Orquesta Sinfónica de Venezuela… entre los años 1953 y 1954 [fue]
concebida como un espacio cultural de relevancia y sitio obligado para los mejores espectáculos…. Se inaugura
la Concha Acústica de Bello Monte, con la celebración de un concierto de música sacra venezolana y de
autores europeos. El maestro Vicente Emilio Sojo, director de la Orquesta Sinfónica Venezuela, dirigió la
primera parte del programa con obras de los músicos coloniales venezolanos Lamas y Caro de Boesi; y en la
segunda parte el maestro alemán Wilhelm Fürtwangler dirigió obras de Haendel, Strauss y Wagner…”.
Extraído el 24 de marzo de 2009 desde la página web: Alcaldía de Baruta
http://www.baruta.gov.ve/index2.php?option=com_content&do_pdf=1&id=823
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puesto o premio Caro de Boesi, a Carlos Chávez por su obra Sinfonía Nº 3; y tercer premio
Juan José Landaeta a Julián Orbón por su obra Tres versiones Sinfónicas.
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De los nueve compositores venezolanos presentes en este primer festival, seis egresaron de
la cátedra de composición del maestro Sojo: Estévez, Evencio y Gonzalo Castellanos,
Carreño, Figueredo y Sauce.
Juan Vicente Lecuna (1891-1954), se había formado como compositor en New York,
habiendo estudiado con A. Savine y Elisabeth Kuypers. Nunca estudió con el maestro Sojo
porque, en sus propias palabras:
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Por su parte, Luis Calcaño Díaz (1907-1978) fue violinista y violista de la Orquesta
Sinfónica Venezuela y realizó estudios de composición con Sojo y con Juan Bautista Plaza
(1898-1965). Este último se había formado como compositor en el Instituto Superior de
Música Sagrada en Roma y fue un asiduo colaborador del maestro Sojo en muchos
proyectos musicales a su regreso a Venezuela.
…ya no se trataba de conocer lo que se había hecho en el pasado, se trataba de conocer qué se
estaba produciendo y cómo había prendido la semilla del 1 Festival en la vena creadora de
nuestros compositores (Palacios, 1990: s/f)
Al igual que en el I Festival, se organizó el concurso de composición, que para esta ocasión
contó con una amplia participación. Más de 100 partituras (Ramos, 1998: 597), fueron
estudiadas por el grupo de jurados conformado por: Carlos Chávez por México; Alberto
Ginastera por Argentina; Juan Bautista Plaza por Venezuela; Domingo Santa Cruz por Chile;
y Aarón Copland por Norte América. En esta oportunidad se otorgaron 4 premios: Premio
José Ángel Lamas compartido entre Blas Galindo (México) por su obra Sinfónica y Mozart
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Camargo Guarnieri (Cuba) por su obra Choro para piano y orquesta, Premio Caro de Boesi:
a Roque Cordero por su obra Segunda Sinfonía, y el Premio Juan José Landaeta a Enrique
Iturriaga por su obra Suite No.1.
9
Para mayor información sobre este comité se recomienda revisar la Revista Clave. Abril de 1957:7-8
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Es importante resaltar que, de los nueve compositores representados en este Festival, siete
egresaron de la cátedra de composición del maestro Vicente Emilio Sojo: Evencio y Gonzalo
Castellanos, Blanca Estrella, José Clemente Laya, Antonio Lauro, Inocente Carreño y Carlos
Figueredo. Juan Bautista Plaza y José Antonio Calcaño (1900-1978) se formaron como
compositores en Europa y Estados Unidos, y junto al maestro Sojo constituyeron lo que se
llamó la Generación del 1910, importante movimiento a favor del fortalecimiento de la música
académica en el país.
Otra de las actividades importantes que contribuirían en esta etapa al crecimiento del
movimiento musical venezolano fue la visita y participación Marcel Cuvelier en el Festival
de Música de Caracas de 1957. Como fundador del movimiento conocido mundialmente
como Juventudes Musicales11, Cuvelier trae la propuesta de crear una asociación de carácter
civil en Venezuela siguiendo los parámetros de la ya nacida en Bélgica hacia 1940, que, sin
ánimo de lucro y enfocada en lo cultural, incentivara la participación de los jóvenes en
proceso de formación como su principal objetivo. Esta iniciativa atrae la atención de un
grupo importante de músicos y encargan al maestro Juan Bautista Plaza para esta encomiable
labor, a la cual se une con entusiasmo la Institución José Ángel Lamas. Es así como se da
inicio al capítulo Juventudes Musicales de Venezuela en 195712. Esta institución jugará un
papel relevante en la difusión de las obras de los jóvenes compositores venezolanos en la
década de los 90.
10
“En el siglo XX, hacia 1919, un grupo de jóvenes músicos, casi todos formados en la Escuela de Música y
Declamación para ese entonces, y otros con preparación musical adquirida en Europa y Estados Unidos,
constituyeron lo que se denominó la Generación del 19, iniciando así un importante movimiento a favor de la
música académica en el país.” Entre ellos estaban Vicente Emilio Sojo, Juan Bautista Plaza, Miguel Ángel
Calcaño, José Antonio Calcaño, Juan Vicente Lecuna y Moisés Moleiro. (García, 2008:54)
11
Juventudes Musicales (JJMM), organización mundial que nace en 1940 en Bélgica con el interés de difundir
entre los jóvenes aficionados la música culta.
12
Para mayores detalles ver los artículos Juan Francisco Sans (1990) “Historia de las Juventudes Musicales en
Venezuela”, y Mariantonia Palacios (1990) “Semblanza de Cristina Assai”.
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El contacto con algunos invitados y participantes, como por ejemplo el compositor francés
Edgar Varèse13 y el pianista y compositor norteamericano Mell Powell14, pondrían de
manifiesto la necesidad de profundizar y crear las bases de un movimiento de música
electroacústica en el panorama de la composición en Venezuela15. Con base en estos hechos,
se consolidó un centro de experimentación que se conoció con el nombre de Estudio de
Fonología, siguiendo un poco el modelo del ya creado estudio en Milán por Luciano Berio,
Bruno Maderna y Luigi Nono entre 1965 y 1968. Se encargó al ingeniero de origen chileno
José Vicente Asuar (1933-2017) para que dirigiera el estudio, tal como lo señala Eduardo
Kusnir (1998:396) en su artículo “Composición de música electroacústica en Venezuela”.
Paralelamente a la organización del Estudio de Fonología en términos de infraestructura, se
daba también inicio a las actividades preparatorias del Tercer Festival de Música de Caracas
del cual hablaremos más adelante.
Para finales de la década de los 60, y después de la desaparición del Estudio de Fonología,
quien asume la responsabilidad del desarrollo de actividades relacionadas con la música
contemporánea y electroacústica en 1969 sería el Instituto Interamericano de Música
Experimental y Estudios Estéticos, INTERMÚSICA, institución adscrita al INCIBA. Allí se
13
Edgar Varèse, jurado del primer concurso convocado por la Institución “José Ángel Lamas” en el Primer
Festival de Música de Caracas en 1954.
14
Mell Powell. Pianista y compositor americano nacido en 1923. Sus inicios musicales fueron en el Jazz,
trabajando como pianista y arreglista en la orquesta de Benny Goodman. Más tarde ingresa al conservatorio de
Yale donde estudia composición con Paul Hindemith. Extraído el 4 de marzo de 2009 desde:
http://www.schirmer.com/default.aspx?TabId=2419&State_2872=2&ComposerId_2872=1243.
El compositor Alfredo del Mónaco que Powell habló sobre música electroacústica y transmitió una serie de
programas en la Radio Nacional de Venezuela, utilizando gran parte de su discoteca sobre música de
vanguardia.
15
El trabajo de Rodrigo Segnini (1994) Comprender la música electroacústica y su expresión en Venezuela,
profundiza sobre el desarrollo de este campo en el país.
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Casi una década después de la celebración del primer festival en 54, se realiza en Caracas el
tercer y último Festival de Música de Caracas del 6 al 18 de mayo de 1966, organizado por
el Instituto Nacional de Cultura y Bellas Artes Venezuela (INCIBA) y la Comisión de
Estudios Musicales presidida por el Dr. Inocente Palacios. Tendrá especial connotación
porque, a diferencia de los dos primeros de carácter latinoamericano el primero e
interamericano el segundo, el Tercer Festival tendrá un carácter mundial, y, pese a ese
enfoque, no deja de lado su principal contenido, la presencia de las obras de compositores
latinoamericanos y su inserción en el ámbito mundial.
La Caracas de esta década había dejado las dimensiones de villa, para presentarse frente al
continente como una metrópoli importante y consolidarse, pasados ya un cuarto de esta
segunda mitad del siglo XX, como un foco de aconteceres musicales dispuesta a recibir y
entender las nuevas tendencias de la música a nivel mundial.
Tal como en los anteriores festivales, era importante traer a consideración las nuevas
tendencias de la música contemporánea y su evolución en el panorama mundial. Por eso, de
manera permanente y durante las tres semanas de festival, en el marco del Primer Congreso
Internacional de Música de Caracas, se darían cita importantes compositores y musicólogos
que, sin tener en cuenta las fronteras, escuelas y tendencias, darían su opiniones en debates
profundos respecto de la problemática, estética y técnica de la música contemporánea, y la
exaltación de la música del continente, tal como se expresa en el preámbulo del programa de
mano de dicho festival.
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dispusieron también cinco conciertos conferencias, dictados por los propios compositores.
También se hicieron audiciones en sesiones especiales casi privadas de obras en medios
magnetofónicos. Muchas de las obras presentadas en los conciertos desconcertaron tanto a
los músicos como al público asistente. Los propios instrumentistas de la orquesta las
describieron como: “deshumanizadas, carentes de inspiración y hálito divino”. Ellos mismos
intuían que su calidad de intérpretes se ponía en duda al sentirse como “máquinas de hacer
ruidos” (Peñin, 1998: 586). Era quizás la primera vez que se exponía ante el público
caraqueño lo que algunos compositores de vanguardia estaban haciendo más allá de las
fronteras conocidas en términos musicales.
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De los nueve compositores venezolanos representados en este tercer festival, ocho egresaron
de la cátedra de composición del maestro Sojo: Evencio Castellanos egresado en 1940,
Inocente Carreño egresado en 1946, Carlos Figueredo y Antonio Lauro en 1947, José Luis
Muñoz, Leopoldo Billings y Nelly Mele Lara en 1960, y José Antonio Abreu en 1964. Por
su parte, Rhazés Hernández López estudió flauta en la Escuela “José Ángel Lamas”, pero no
composición con el maestro Sojo. De estos nueve compositores, sólo Rhazés Hernández se
manejaba en un lenguaje distinto al nacionalismo, lo cual fue un contraste con las tendencias
presentadas por los compositores invitados, sobre todo de Estados Unidos.
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Con estos 11 conciertos culminaron los Festivales de Música de Caracas 16. Como ha
quedado demostrado, estos Festivales sirvieron de vitrina para mostrar las obras de los
compositores que eran en ese momento la vanguardia del país, tanto aquellos que formaron
parte de la escuela de Santa Capilla, como aquellos que buscaron otras alternativas fuera del
seno de la cátedra de composición de la escuela. Sin duda el maestro Sojo influyó y propició,
desde su marcado liderazgo, la participación de estas primeras generaciones de
compositores, no solo con sus obras, sino también con la dirección de la orquesta anfitriona
de los Festivales de Caracas organizados por Inocente Palacios.
16
Para una información más completa sobre los Festivales de Música de Caracas se recomienda la lectura de
Astor (2008) y Restrepo (2011).
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Postludio
En los años 90, y por iniciativa del Ministro de Cultura de ese entonces, el maestro José
Antonio Abreu (discípulo de Sojo), conjuntamente con el maestro Alfredo Rugeles
(discípulo de Ioannidis), se dan a la tarea de instaurar los festivales nuevamente, conocidos
hoy día como Festivales Latinoamericanos de Música, los cuales celebraron en el 2018 su
vigésima edición17. En estos nuevos festivales son principalmente los alumnos de Ioannidis
quienes tendrán un papel protagónico.
La realización del Festival de Caracas en 1966, que puso en forma patente la situación de la
música contemporánea en el país, fue un paso más en un proceso de modernización de la
música en Venezuela. La siguiente etapa la llevaría a cabo Ioannidis quien intentaría su
proyecto pedagógico con una nueva generación “incontaminada” de nacionalismo. (Astor,
2008:334).
Ya no serían Sojo y sus alumnos de Santa Capilla quienes tomarían el liderazgo, sino un
grupo de inquietos estudiantes de música, también maestros venidos de otras latitudes, los
que trabajaron con Juan Carlos Núñez, Federico Ruiz, Ricardo Teruel, Emilio Mendoza,
Hildegart Holland, Alfredo Marcano-Adrianza, Servio Tulio Marín y Alfredo Rugeles.
Son muchas las iniciativas que se han desarrollado después de los festivales de Caracas,
pero, y a pesar de la gran cantidad de eventos realizados con el inmenso esfuerzo que ello
representa, aún hay fallas que no han podido solventarse para garantizar que la música de
nuestros creadores latinoamericanos tenga un sitial importante dentro del llamado
“repertorio universal”. Se deberían establecer políticas claras y unificadas para la difusión
del repertorio. El compositor mexicano Mario Lavista (1990), en exposición hecha con
17 https://festivallatinoamericanodemusica.net/festival_2018.
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Tanto en México como en América Latina, existe una especie de “festivalitis” y no lo digo en
un sentido peyorativo; la mayoría de los recursos se canalizan en encuentros, conciertos y otra
serie de actividades y descuidan, como política cultural, dos aspectos a mi juicio muy
importantes:
1. La edición de partituras, discos y libros, y
2. La educación.
Las escuelas de música reciben, por parte de las instituciones privadas o gubernamentales muy
poco dinero en relación a lo que se gasta en temporadas de conciertos, invitaciones a solistas,
organización de festivales-que no es que esté mal realizar festivales- quiero decir que debería
haber a mi juicio un equilibrio mayor en la distribución de estos recursos. La infraestructura
está deteriorada, los maestros están mal pagados, no existe una biblioteca a la altura y los
salones, están cada vez en perores condiciones y paradójicamente, hay grandes conciertos en
las salas, grandes solistas invitados y festivales maravillosos que se organizan todo el año.
Sería por tanto importante insistir en la creación de un centro dedicado a la curaduría de los
festivales que de manera sistemática pueda dejar un registro documental abierto al público y
a las instituciones encargadas de enseñanza musical. La carencia de material discográfico e
impreso disponible para la consulta no permite que los compositores, intérpretes y músicos
en general puedan tener una idea de cuál es el universo sonoro de otras latitudes y cuáles las
tendencias en boga. Como lo señala el compositor colombiano Andrés Posada:
Existe en América Latina un archivo sonoro alejado de las fronteras de la música de consumo.
Un mundo de sonidos insospechados, exuberantes y maravillosos pero poco conocidos. Una
aglomeración de formas musicales variadas que generan ritmos punzantes, enérgicos y de
contornos fuertes. Una música de grandes contrastes en el carácter, estilo y en las textura de las
obras, con cambios súbitos de color y de atmósfera. Un crisol sonoro en donde se mezclan
distintas tendencias e influencias y se unen elementos estilísticos diferentes y, a veces,
contrastantes.
Me refiero a la nueva música en Latinoamérica: música que viene desde las últimas décadas
del siglo pasado hasta lo poco que llevamos de éste… (Posada, 2005)
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Resumen.
Una primera reflexión que apunte en dirección a preguntarnos por nuestra escucha del
mundo, en tanto receptores y productores sonoros capacitados para desenvolvernos a
partir del sonido que llega a nuestros oídos (y que es producto de nuestro accionar
acústico-cultural), aspecto que significa asumir una actitud o posicionamiento frente a
este fenómeno, constituye una reflexión que bien podría permitirnos hacer un
preliminar, pero necesario sondeo, de cómo acercarnos a la presente pieza
electroacústica. En efecto, se presentarán los resultados obtenidos de este análisis luego
de aplicar el estudio de la espectromorfología planteada por Denis Smalley, así como
consideraciones principalmente de orden acústico y psicoacústico que se desprenden de
esta aplicación, trabajo que permitirá, a su vez, ofrecer una comprensión de la
naturaleza de los procesos de estructuración de los materiales sonoros estudiados, y su
articulación en los niveles macro, meso, y micro, como estrategia de organización en la
percepción.
Abstract
A first reflection that allows us, as receivers and sound producers trained to develop
from the sound that reaches our ears, and that is the product of the interaction with our
acoustic-cultural environment, (which causes us to assume an attitude or position
regarding this phenomenon), to ask ourselves about our ways of listening, is what could
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well allow us to make a preliminary, but necessary examination, of how to approach this
electroacoustic piece. Indeed, the results obtained from this analysis, in which the study
of the spectromorphology proposed by Denis Smalley was applied, will be presented, as
well as considerations mainly of acoustic and psychoacoustic order that emerge from
this application, which will as well offer an understanding of the nature of the
structuring processes of the sound materials studied, and their articulation at the macro,
meso, and micro levels, as an organizational strategy in sound perception.
Estas dos consideraciones resultan muy relevantes para ofrecer resultados de una
escucha mucho más complementaria, en la que se atienda a la cuestión de cuál puede ser
la relación que un escucha establece cuando detecta los comportamientos y evoluciones
1
Jorge Martínez Ulloa (n. 1953), es compositor, musicólogo, profesor titular de la Universidad de Chile,
y Director del Centro de Investigaciones Estéticas de América Latina (CIELA) de la Facultad de Artes de
la Universidad de Chile. Su trabajo está relacionado con compositores de la generación de la década del
sesenta en Chile, tales como Roberto Falabella, Gustavo Becerra, Celso Garrido-Lecca y Fernando
García. Para conocer más información acerca del trabajo creativo e investigativo de Jorge Martínez,
referente a publicaciones, piezas musicales, instalaciones, y discografía, el lector puede visitar el sitio
web del compositor: http://www.jorgemartinezulloa.com/438405055
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del sonido en un ambiente natural o urbano en el que habita, con la experiencia que le
suscita a este mismo auditor escuchar una pieza electroacústica. Partamos pues desde
esta última noción, con el objetivo de encontrar una aplicación de cómo afrontar desde
un enfoque de escucha ecológica nuestra interpretación de lo que nos presenta una pieza
electroacústica como Grappolo 4.
Luke Windsor propone que los sonidos sean entendidos con relación a los ambientes
dinámicos en los cuales éstos son producidos, ya sean sonidos creados naturalmente o
mediante alguna mediación cultural. Windsor (1996). En consecuencia, las dificultades
teóricas y analíticas que la música electroacústica posee requerirían soluciones basadas en
una conciencia dual del auditor sobre los aspectos naturales y culturales del sonido.
(Cádiz, 2003: 55).
Resulta bastante interesante entonces, para efectos de este análisis, detectar el influjo
que podría tener la experiencia de escucha de un ambiente natural al escuchar música
electroacústica y viceversa, es decir, lo planteado frente a cómo la escucha ecológica
encuentra una aplicación en la relación estética y cognitiva que el escucha construye en
su recepción de la música electroacústica, y como esta experiencia acumulada le
permite a su vez reconocer y, por qué no, descubrir, la potencialidad e influencia que el
sonido puede llegar a tener en su inmersión cotidiana de los entornos y ambientes
sonoros que acostumbra frecuentar.
2
En este artículo, el autor dedica un apartado para explicar el enfoque ecológico a partir del texto
Perception and signification in electroacoustic music, Windsor (1996).
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En otros términos, se trata de vincular la escucha semántica (aquello que por ejemplo
permite advertir que los sistemas simbólicos facilitan la mediación, el almacenamiento y
la comunicación de las percepciones) con la cual es posible realizar una escucha que
busca discriminar el evento sonoro y su transformación en el espacio-tiempo, desde un
punto de vista, si se quiere, ecológico, dado que proporciona el elemento informativo
desde donde se traza una relación de cómo el escucha debe responder a ese momento.
Partiendo del texto de la compositora canadiense Hildegard Westerkamp que lleva por
nombre: Bauhaus y estudios sobre el paisaje sonoro. Explorando conexiones y
diferencias, Westerkamp (2009), vale la pena citar lo que precisamente refiere en orden
a ilustrar el anterior planteamiento, cuando relata su experiencia de escucha en torno a
su visita a la ciudad de Brasilia, y de donde infiere situaciones que invitan a apropiar
una contemplación ecológica hacia el diseño acústico del entorno sonoro percibido:
Según esto, ¿Esta Westerkamp apropiando una escucha, digamos, electroacústica para
comprender el panorama sonoro-acústico de una región específica de la ciudad de
Brasilia? o, más bien, ¿quizás para ella no exista una barrera de tipo cultural, entre cómo
escuchar una pieza electroacústica y/o el ambiente acústico de una ciudad, ya que en
realidad cada experiencia retroalimenta y enriquece una u otra situación?
La segunda pregunta formulada anteriormente parece ser la que más encuentra eco en la
siguiente cita del ya referido texto de Rodrigo Cádiz, en la cual nos presenta una
distinción entre lo que sería una escucha tendiente a concentrarse en el fenómeno
espectromorfológico, y la escucha ecológica como indagación informativa del
comportamiento del medio:
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permanentes y cambiantes del ambiente que son importantes para un organismo. Este
enfoque es distinto de la psicoacústica tradicional en el sentido de que ésta última se ocupa
de identificar cambios en alturas, estructuras espectrales o duraciones, mientras que la
primera trata de identificar las transformaciones en las estructuras acústicas que informan al
auditor de cambios importantes en el medio ambiente. (Cádiz, 2003: 56).
En su relato, Westerkamp nos habla de querer identificar las cualidades acústicas del
lugar de Brasilia en el que se encuentra, para desde allí entender cómo la comunidad se
apropia y habita su medio. La clave que encuentra es el sonido de grillos, de los que
dice haber “una interminable variedad de ritmos y resonancias”, Westerkamp (2009),
superando el umbral de enmascaramiento producido por el ruido de los autos en las
avenidas, que en otro caso los ocultaría.
De acuerdo con lo anterior, podemos plantear que las estrategias de escucha tienden a
interconectarse y a renovarse según la complejidad del estímulo sonoro percibido. La
3
Relación que, si bien, en principio supone una tensión entre dos puntos de ubicación en el espacio
gracias a los cuales somos capaces de construir un sentido de ubicación respecto a la fuente, en términos
de su cercanía y/o lejanía; bien podríamos decir que no siempre esta relación mantiene esta
unidireccionalidad. Pensemos, por ejemplo, en la posibilidad de considerar a una fuente lejana no como
fondo, sino como superficie de un campo sonoro perceptivo, bajo la consideración de que, en realidad, las
categorías de fondo-superficie, son redefinibles en el contexto en el que acontecen, más allá de una
relación fuente-receptor que en muchos casos viene caracterizada, en primera instancia, desde el
parámetro de la intensidad. Lo interesante del caso de esta posibilidad de, si cabe la expresión, invertir los
roles fondo-superficie, radica precisamente en construir una escucha, un acontecimiento, y un espacio-
tiempo del comportamiento sonoro, a partir preponderantemente de la actividad de la textura y su
morfología, esto es, considerar que un fondo puede obedecer también a cadenas de elementos sonoros
reincidentes que tejen homogeneidad; y que, por oposición, una superficie puede emerger como una
cadena de eventos disímiles heterogéneos que rompen con un sentido de linealidad en el tiempo, y que
por esta razón van a demandar mayor atención por parte del oyente, en el propósito de desentrañar el
gesto figurativo que despliega.
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idea de que en una pieza electroacústica podemos aprender en cierto modo a escuchar
de manera más consciente el medio ambiental o acústico en el que cotidianamente
transitamos, y, de modo contrario, cómo desde una perspectiva ecológica de audición
del ambiente es posible reconocer cadenas de procesos variables e invariables que
definen lógicas de organización macro-gestuales y sintaxis entre estos materiales, es una
idea a todas luces viable. En esa misma dirección apunta el preguntarse cómo desde una
escucha que vaya más allá de desentrañar el discurso que puede proyectar la pieza
electroacústica que escuchamos por los parlantes, pueda volcarse esta experiencia hacia
una escucha que se centre en capturar el elemento informativo que subyace a los
materiales sonoros percibidos, para luego poner en contexto esta información de lo que
se transforma a nuestros oídos, el cómo se trasforma y qué implicaciones tiene esto para
la percepción global y particular de los procesos.
Esto es pues una experiencia que, por ejemplo, proporcionaría un nuevo campo de
sensibilidad de percepción del ambiente acústico de los espacios físicos, y es probable
que conduzca al escucha a que se formule más preguntas sobre el espacio que habita la
próxima vez que, por ejemplo, reconozca ambientes más saturados que otros, o que
puedan enmascarar sonidos a los que debe prestar mayor atención si quiere
reconocerlos, o quizá, obligarle a desplazarse en el espacio hasta ellos si quiere
experimentar una relación espacial-sonora de cercanía o alejamiento diferente, etc.
Respecto a la idea del reconocimiento de ese espacio físico por parte del escucha, y su
repercusión en la definición de una imagen acústica del sonido, resulta bastante
pertinente considerar por un momento la relación de interdependencia que se genera
entre los estadios espacio-tiempo, momentos estructurantes en el que el acto perceptivo
tiene lugar. Para ello, resultan bastante pertinentes las reflexiones y el análisis que
Daniel Teruggi desarrolla al respecto. Precisemos entonces, a través de la siguiente cita
del texto Aprendiendo a oír, Teruggi (2005), lo relativo a esta tensión y red dialógica
que se produce, al instalar al sonido como fenómeno acústico –con todas las
implicaciones ya referidas anteriormente que esto tiene para la percepción, en términos
de un enfoque ecológico, espectromorfológico, semántico, etc.- en el marco del
complejo estructural espacio-tiempo:
La separación entre espacio y tiempo es una separación discursiva que, en términos
generales, puede realizarse sin grandes riesgos para la comprensión y el estudio del espacio
o de los fenómenos temporales. Pensamos en poder imaginar el sonido sin su componente
espacial, pero el origen espacial del sonido es indispensable a su reconocimiento; no
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reconocemos un sonido como tal, sino que reconstruimos las condiciones espacio-
temporales de su producción al oírlo y así podemos reconocerlo. Para el estudio de esta
problemática, ver el trabajo del filósofo Bernard Stiegler en su obra La technique et le
temps, París, Galilée, 1994, que explora pertinentemente éstos problemas. (Teruggi, 2005:
20).
Visto de este modo, la importancia del origen espacial del sonido supone, sin duda,
tanto para la experiencia perceptiva de la música electroacústica, o de los modos de
recepción de los entornos sonoros cotidianos en los que participamos, una
reconstrucción y reconocimiento del modo en que operan las condiciones espacio-
temporales que hacen posible la apreciación de un sinnúmero de variantes sonoras que
podría suponer, en efecto, la escucha de música acusmática, o una inmersión de
experiencia lúdica y activa de interacción con el sonido como lo puede ser la realización
de un paseo sonoro.
La revolución era más auditiva que musical. Esta música nueva, con sus sonidos nuevos,
era relativamente tradicional en su construcción (no en su percepción). La combinación de
sonidos extraños en situaciones inusitadas no permitía la complejidad extrema de la
escritura instrumental; las estructuras rítmicas eran o demasiado complejas o demasiado
simples, intentando no imitar la complejidad instrumental; la melodía era reemplazada por
la evolución interna de un sonido y los conceptos más desarrollados, como la armonía o la
polifonía en sus sentidos tradicionales, quedaban fuera del ámbito compositivo por falta de
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Este proceso en el que la percepción se estructura como fruto de la tensión entre nuevos
acontecimientos sonoros frente a aquellos que demandan una particular recepción por la
complejidad que revisten en sus características espectromorfológicas, es lo que permite
que el acto de escucha encuentre modos de vehiculizar, discriminar, contextualizar,
imaginar, originar, analizar, potenciar, y un largo etc., los ámbitos de nuestra audición;
cuestión que supone un marco auditivo, siempre creciente, para definir nuestra
experiencia viva de conocernos-reconocernos en el espacio-tiempo lúdico que supone la
escucha, el escuchar.
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Gráfico no. 1. Sectorización, identificación, y delimitación
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y Debate sobre procesos de estructuración
Latinoamericanas de la pieza2Grappolo
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partir de un espectrograma).
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Esta relación tripartita resulta ser muy significativa por el modo en que se desenvuelven
los componentes internos de cada seccionamiento. Como se observa en el anterior
gráfico, es posible adjudicar, para cada seccionamiento, la existencia de tres fases que
funcionalmente operan del mismo modo en A, B y A`. En la primera fase (salvo en A
por supuesto) se realiza la llegada a un nuevo material que, en el caso de B y A´, es la
consecuencia de un proceso modulatorio que sucede inter-seccionalmente, esto es, por
el paso de A hacia B (ver elipse 1), como de B hacia A` (ver círculo número 4). En la
fase 2 de cada sección, ocurre la reiteración de un meta-conjunto sonoro característico
por los elementos que lo conforman, y que más adelante explicaremos desde el punto de
vista de las cadenas sintagmáticas, como analepsia (por su repetición), así como por
prolepsia (por el contexto de lo que anticipa su llegada con relación a los materiales que
lo preceden y suceden). Por último tenemos la tercera fase, en la que, en todas las tres
secciones sin distinción, se produce el desarrollo del material expuesto en la primera
fase.
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4
Todo lo referente al estudio de las cuestiones aquí mencionadas se toman a partir de la
conceptualización realizada por Denis Smalley en el capítulo: Spectro-morphology and structuring
processes, del libro The Language of Electroacoustic Music, editado por Simon Emmerson, la cual parte
del trabajo de Pierre Schaeffer sobre el objeto sonoro, y teoriza sobre la aproximación a los espectros de
los sonidos y su moldeamiento en el tiempo.
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dinámico meso-formal, en donde la aparición de los objetos de color azul y verde claro,
resultan suficientes para asignar unas funciones claras del rol que cumple cada material
en la definición de toda la meta-conjunto sonora gestual. Por otra parte, realizando la
respectiva sectorización en un espectrograma, con las mismas convenciones del anterior
gráfico no. 3, se obtiene lo siguiente:
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Pasaremos a revisar la sección B y A`, partes que en la transición que intermedia entre
ambas, se produce una retrogradación meso-formal hacia el minuto 3:15, proceso que es
identificable tanto en el campo espectral como morfológico del material tónico, ya que
se realiza un proceso de modulación textural de notas con altura identificable a
glissandi, situación que recuerda el proceso ocurrido del minuto 1:20 al minuto 1:35,
pero a la inversa, de cambio transitivo de textura de glissandi al material de notas-nodo
con altura identificable, en el cambio de seccionamiento de A hacia B. De lo que
podemos concluir que este tipo de modulaciones en la textura y que son bastante
notorias en la morfología, pues hay un cambio del arquetipo de continuo graduado
(glissandi) al ataque con decaimiento cerrado (de la presencia de los elementos tónicos,
que es una mezcla entre nota y nodo), tienen lugar en los puntos donde hemos señalado
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cambios de seccionamiento (ver elipse no.1 y círculo no. 4, del gráfico no. 1), lo que los
convierte en realidad, en articuladores meso-formales de toda la pieza y , por ende, en
elementos unificadores de la percepción.
Algo que apoya la tesis anterior frente a la consideración de los puntos ya referidos para
ubicar los articuladores meso-formales, tiene que ver con la noción de aparición y
reaparición de un conjunto de objetos sonoros, acción que, desde una visión más
general, nos proyecta la idea de algo que se repite en la superficie pero donde ocurren
cambios relevantes para la percepción en la profundidad de estos estados. Tal es el caso
del meta-conjunto o, como denominaremos en lo sucesivo, módulo de objetos sonoros
construido por la alternancia simétrica (cada objeto con una duración de 10 segundos, lo
que equivale a 40 segundos de duración por cada módulo) de un total de cuatro efectos
tipo doppler que suenan continuos (ver la fase 2 de cada sección en el espectrograma
del gráfico no. 1), en el que sus características como arquetipos del tipo continuo
graduado y, espectralmente, contrastantes el uno con relación al otro (nota-nodo en
contraposición a nodo-ruido), terminan adquiriendo un peso importante en el
seccionamiento tri-modular y tripartito de la pieza.
Respecto a lo que sucede antes, durante y después de cada uno de estos módulos (en
total aparecen tres en toda la pieza, uno para cada sección planteada) encontramos un
patrón de comportamientos y desarrollos recurrentes que pueden ser explicados desde la
pertinente noción de conceptos como el de analepsia (repetición narrativa) y prolepsia
(anticipación narrativa), esto es, la estructura del comportamiento lineal del lenguaje
que hablamos y que se conoce como cadenas sintagmáticas. Al respecto, en el texto de
Cádiz ya citado, el autor explica que en el análisis narrativo de la música electroacústica
se aborda el estudio de la misma como si fuese la revisión de una obra literaria,
agregando que:
Este tipo de análisis permite el examen de los objetos analíticos desde distintos puntos de
vista, empezando por unidades pequeñas como los objetos o eventos sonoros para seguir
con cadenas sintagmáticas, estrategias compositivas y la segmentación de la estructura
formal de la pieza. Esta división estructural se basa en criterios tales como material,
comportamiento rítmico - dinámico, coherencia, morfología, tímbrica, densidad,
movimiento y tensión. (Cádiz, 2003: 62).
Estos dos conceptos nos pueden ser bastante útiles a la hora de pensar en la sintaxis
vinculada a los tres módulos tipo doppler presentados en las segundas fases, y de este
modo asignar significados y atar perceptualmente los eventos detectados. En las tres
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El punto dramático de esto tiene lugar pocos segundos antes de terminado el segundo
módulo (minuto 2:18), en donde el nuevo material expuesto (ataques con decaimiento
cerrado, tipo nodo-altura) es una síntesis de los dos materiales precedentes, tanto en su
espectromorfología como en su tipo de envolvente. El compositor, al presentarnos un
proceso modulatorio después de terminado el módulo número uno (segunda fase de la
sección A), luego de algunas escuchas de la pieza realizadas en ese sentido, la
percepción se centra en saber qué pasará la próxima vez que reaparezcan los siguientes
dos módulos, lo que convierte a estos tres módulos (analepsias) con apariciones casi
idénticas, en centros de atención para entender la razón de cómo los próximos
materiales (prolepsia) adquieren un cambio, preparación, desarrollo, o, como en el caso
de lo que acontece después del módulo tres, advertir la desaparición de estos eventos
como otra posibilidad de cambio encaminada a darle cierre a la pieza a través de la des-
acumulación de materiales.
Una vez explicado lo que ocurre a posteriori en los módulos tipo doppler, es decir, en
las fases número 3 de cada sección, detengámonos un momento en lo que sucede a
priori (fases número 1 de cada sección). Precisamente, los tres momentos de
seccionamiento macroformal de la pieza, que propone este análisis, están determinados
por reconocer esta funcionalidad anticipativa de los módulos tipo doppler también en lo
que se refiere a lo que pasa antes de. En términos generales, se puede argumentar que
aquello que ocurre antes de la aparición de cada módulo es un material diferente pero no
necesariamente inédito. Esto es, si bien el material que antecede la reaparición del
segundo módulo es expuesto por primera vez en ese momento en que tiene lugar
(minuto 1:34), no obstante su desarrollo (por prolepsis) inicia poco antes de que termine
este segundo módulo (minuto 2:18). Este espacio desarrollativo, que se produce en la
tercera fase de la sección B, es el momento de mayor temporalidad dedicado a la
consolidación de una textura y a presentar procesos modulatorios relativos al espectro,
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Gráfico no. 5. Perfil paramétrico de los arquetipos morfológicos y tipología espectral. El vector trazado de acuerdo con los colores asignados para los
objetos sonoros hallados, es el resultado de la movilidad espectromorfológica propiamente dicha. Tiempo: a partir del minuto 1:25 hasta el final de la pieza.
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-Respecto al objeto sonoro de color marrón en el gráfico no. 5, el cual tiene un alto
porcentaje de presencia en la pieza, si bien es el primer material que el compositor nos
muestra, su actividad homogénea, y el hecho de que en varias ocasiones es enmascarado
por objetos y meta-conjuntos de mayor frecuencia, intensidad, y actividad rítmica,
termina siendo relegado a un background que, en todo caso, en puntos específicos de la
pieza se vuelve a hacer notorio dándonos la sensación de elemento de profundidad
espacial en la pieza.
-Por otra parte, el material de espectro tipo altura, y de arquetipo continuo graduado,
representado en la parte superior del gráfico no. 5 con color rojo, constituye una textura
armónica continua que atraviesa todo el entramado de yuxtaposiciones, superposiciones
y enmascaramientos producto de la relación de los demás materiales, obteniendo de esta
manera, por su densidad sonora, homogeneidad tímbrica y acumulación de alturas,
mayor notoriedad textural con respecto al material de color marrón de frecuencias
graves, mucho menos perceptible.
Respecto a esta situación, vale la pena mencionar lo que Barry Truax plantea a
propósito de este tipo de materiales:
Barry Truax propone el término audición de fondo (background listening) para diferenciar
un nivel distinto de audición que ocurre cuando existen sonidos que permanecen en el
fondo de nuestra atención. Truax (2001)5. Esto sucede cuando un auditor no escucha un
sonido en particular que sin embargo está presente, debido a que ese sonido no tiene alguna
significación inmediata o relevante. Sin embargo, el auditor es consciente de él y si se le
pregunta si ha escuchado el sonido en cuestión probablemente responderá de forma
afirmativa. Los sonidos que son escuchados en el fondo ocurren frecuentemente y por lo
tanto son esperados y predecibles. Se les presta atención solamente si es necesario; de lo
contrario, no son siquiera notados. (Cádiz, 2003: 54).
4. Conclusiones
5
Esta referencia bibliográfica sobre Barry Truax a la que refiere Cádiz en su texto, es la del libro:
Acoustic Communication. Truax (2001).
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Este gesto macro-textural del espectro, atraviesa ciertos estados de este continuo nodo-
altura, produciendo en la unión de estos tres estados-materiales una modulación
espectral. Por supuesto, la disposición temporal de estos espectros se reduce a dos
unidades morfológicas, que tiene como resultado el siguiente gesto macroformal en el
tiempo: continuo graduado (textura lisa de la sección A), ataque con decaimiento
cerrado (iteraciones en B) y, nuevamente, continuo graduado (textura lisa en A`). Como
vemos, para ambos casos, en el espectro y en la morfología, la disposición macroformal
en retrogradación resulta clave para entender el enlace y el lugar de cada material en el
tiempo.
Las pesquisas a las que este análisis llegó, orientadas por la metodología empleada, son
numerosas y están en concordancia con la idea inicial planteada en los propósitos de
este texto: agrupar diversas estrategias de escucha conducentes a percibir, desde algunos
modos de apreciación, diferentes niveles de organización sonora, particulares y
generales de esta pieza. Con respecto a esta noción, resulta bastante pertinente lo que la
compositora e investigadora británica Katharine Norman menciona en su texto La
música del mundo real como audición compuesta, Norman (1996). Allí hace alusión a
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la manera en que el escucha puede, digamos, negociar entre la escucha referencial que
identifica fuentes sonoras culturalmente compartidas y la escucha reflexiva que tiende a
centrar más su atención en las propiedades sónicas de dicha fuente, con el fin de que un
tipo de percepción potencie y enriquezca las cualidades de la otra forma de percepción a
través de una situación que ella denomina como montaje auditivo interno:
Como vemos, Grappolo 4 es una pieza cuyo seccionamiento formal está marcado por la
unidad modular de los materiales según su naturaleza espectromorfológica y función
temporal y sintáctica (fases, seccionamientos, transiciones, modulaciones, desarrollos,
retrogradaciones, etc.) las diferencias y similitudes espectromorfológicas entre estos
materiales y entre sus comportamientos meso-formales, se convierten en herramientas
útiles para desentrañar perceptualmente (nivel estésico) las relaciones estructurales entre
los elementos comprometidos.
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RESUMO
Este ensaio tem como objetivo realizar uma análise dos gestos instrumentais ao violão de uma
obra recente de Arthur Kampela, Micro Study 3, que elabora técnicas de abafamento e de
multifônicos ao violão. Almejando conduzir esta análise pelo domínio de sua expressão
dinâmica, abordamos seus aspectos geométricos e fisiológicos apenas sumariamente, nos
concentrando sobretudo em ferramentas de compreensão dinâmica oriundas da Eucinética,
ciência criada por Rudolf Laban, tais como os fatores do movimento, as ações básicas do
esforço e os conceitos de impulso e energia. Confrontamos tais noções com tipologias de
gestos instrumentais propostas por autores tais como Godøy e Delalande e procuramos
compreender a natureza da fluência sonora e cinética nos gestos majoritariamente secos e
percussivos da obra de Kampela. Para tanto, isolamos quatro passagens desta, nas quais os
encadeamentos gestuais são observados sob o ponto de vista da dinâmica do movimento.
ABSTRACT
This essay aims to do an analysis of the instrumental gestures on the guitar of a recent work
by Arthur Kampela, Micro Study 3, which works out damping and multifonic techniques on
the guitar. Aiming to focus this gestural analysis from the dynamic and expressive point of
vue, we approach its geometrical and physiological aspects only briefly, focusing mainly on
analytic tools borrowed from Rudolf Laban’s Eukinetic, such as the factors of movement, the
basic actions of effort. and the concepts of impulse and energy. We put these notions together
with some typologies of the instrumental gesture proposed by authors such as Godøy and
Delalande and seek to understand the nature of sound and kinetic fluency in the mostly dry
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and percussive gestures of Kampela's work. To this end, we isolate four passages from it, in
which the gestural threads are observed from the point of view of the dynamics of movement.
1. Introdução
1 Diga-se de passagem, os Percussion Studies de números 6, 7 e 8 encontram-se praticamente na mesma situação: tendo
eventualmente já sido tocados em público, estando parcialmente terminados, nenhum dos três foi registrado sob a forma
escrita (Kampela, 2019).
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a técnica do glissando; e Micro Study 3, sobre notas abafadas. Os dois primeiros ainda não
foram notados em forma escrita (Kampela, 2019).
Nas obras de Arthur Kampela, tão determinante quanto o som musical é o
gesto que o produz; em sua composição iminentemente gestual, o movimento do intérprete,
de seu corpo todo, acionado dos pés à cabeça, e sobretudo a gesticulação das mãos e braços
na empreitada de dominar o instrumento são considerados parte da composição - uma de suas
categorias (Kampela, 2017). O domínio do movimento, que o músico como o bailarino
possuem, é descrito por Silva como representando não apenas “um fato físico mas também
um complexo de variadas expressões” (Silva, 2006: 211). Acerca da atividade propriamente
instrumental, em que o gesto se vê codificado, este teria, para a autora, o poder de resgatar “o
indivíduo dos automatismos e da massificação” e de lhe atribuir uma “consciência de si
mesmo” (Silva, 2006: 212). De fato, as obras instrumentais de Kampela, ao atribuírem
sequências de movimentos extremamente coreográficos e, em sua velocidade e na
independência de cada membro, por vezes extremamente complexos, despertam no
instrumentista uma consciência corporal que, de praxe, o violonista não possui.
Rudolf von Laban, que foi quem criou, nas décadas de 1930 e 1940, a
primeira, e até hoje a maior referência como sistema gramatical do movimento, empreendeu
em seus estudos, diversas comparações entre a música e o movimento. Suas ideias, que serão
aplicadas ao longo deste artigo como ferramentas de análise dinâmica de Micro Study 3,
veiculam noções como a de ritmo e andamento de um movimento, e atribuem qualidades
expressivas, associadas a tipos de gestos, aos movimentos implicados na ação de tocar um
instrumento. Assim,
2 “Quand on examine le rythme d’un mouvement, on doit aussi considérer le tempo, c’est-à-dire les variations de
rapidité et de lenteur. En jouant d’un instrument de musique, nous sentons clairement la rapidité dans les mouvements
producteurs des sons tels que fouetter, frapper, tapoter et pincer et la lenteur dans les actions de tirer, glisser, flotter et
presser.
Certains signes et termes musicaux tels que sostenuto, presto, forte, piano, glissando, staccato, etc., indiquent le
caractère de ces actions dans le sens dynamosphérique, c’est-à-dire le type de tension corporelle avec laquelle
l’instrument doit être joué.”
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3 Choreosophia : do grego antigo choros, que significa ‘circulo’, e sophia, que significa sabedoria (Mommensohn;
Petrella, 2006: 44).
4 Para um estudo cinetográfico dos movimentos do músico, se referir a nosso artigo “Estudo do gesto instrumental sob
o prisma da Labanotation: o exemplo da Tapping technique em Percussion Study I para violão solo de Arthur Kampela”
(2018).
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Valendo-se das similaridades rítmicas entre a dança e a música, [Laban] observou que também
havia diferenças entre elas, pois embora muitos passos de dança possam ser contados, obedecendo
a um ritmo métrico, o mesmo não ocorre com os gestos. Com isso, Laban percebeu que as ações
do corpo, tanto as posturas como os gestos, se originam de impulsos internos (Mommensohn;
Petrella, 2006: 45).
As faces e as mãos dos seres humanos e as cabeças e patas dos animais são muitas vezes usadas
como indicativas da similaridade entre humanos e animais. As faces a as mãos dos adultos
humanos podem ser consideradas como tendo sido moldadas por seus hábitos de esforço. A forma
de seus corpos, incluindo a da cabeça e a das extremidades, significa talvez uma disposição natural
de esforço e pode ser vista como manifestações de esforço ‘congeladas’. As formas de natureza
constitucional, porém, são muito menos reveladoras do que os movimentos, principalmente
aqueles que se denominam movimentos de sombra. Estes são movimentos musculares minúsculos,
tais como o erguer de uma sobrancelha, uma sacudidela de mão ou um rápido pisotear do pé, os
quais apenas têm valor expressivo. São em geral executados inconscientemente e muitas vezes
acompanham, à maneira de uma sombra, os movimentos da ação com objetivo, daí a denominação
escolhida. (Laban; Ullmann, 1978: 34-35)
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Peso não tem a ver necessariamente com pesado ou leve […] Constatamos que o centro de leveza
(parte superior do corpo) realiza melhor a qualidade suave, enquanto o centro de gravidade (parte
inferior do corpo) realiza melhor o peso firme. » (Souza, 2014: 52)
5“Qualidades expressivas do movimento”, ou “qualificação dos fatores do movimento segundo seus dois extremos” são
maneiras equivalentes de se denominarem os mesmos quatro pares de qualidades de cada fator do movimento. Laban e
Ullmann (1978: 117) adotam ainda uma outra definição para descrever essas qualidades, explicando: “duas atitudes
mentais principais que envolvem, por um lado, uma função objetiva e, por outro, a sensação do movimento” (Laban;
Ullmann, 1978: 117).
6 A nomenclatura das qualidades/atitudes de cada fator do movimento varia segundo a tradução. Afim de facilitar a
compreensão desta imbricada classificação, pus entre parênteses, quando há diferença, a versão utilizada na tradução
brasileira da obra Dominio do Movimento (Laban; Ullmann, 1978:114). As denominações que não estão entre
parênteses, encontram-se nas versões de Lacava, Mommensohn e Petrella e Rengel (vide bibliografia abaixo).
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na tabela abaixo, nascem da combinação das qualidades extremas de três dos fatores do
movimento, excluindo o fator-fluência:
O soco é relativamente rápido. Se se modifica (quer dizer, retarda) a velocidade do soco, este se
transforma numa pressão. Quando a força do soco é diminuída, este torna-se um pontuar leve.
Soco sempre se dá em linha reta; quando assume uma curva gradual, o trajeto deste movimento vai
ser aos poucos conduzido para um talhar. » (Laban; Ullmann, 1978: 184).
As oito ações de base são representadas por gráficos com fins de análise.
Abaixo, suas representações gráficas respectivas, segundo a escrita do movimento proposta
por Laban.
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Ex. 1: As oito ações de base segundo a notação Laban (Challet-Haas, 2011, v.3: 183)
Em circunstâncias normais, nenhuma pessoa mentalmente sadia saltará de uma qualidade para a
que lhe é contrastante devido ao grande esforço nervoso e mental envolvido em mudança tão
radical. Se o indivíduo muda repentinamente de uma disposição de pressão […] para uma de
sacudir […], isto indica forte tensão ou excitação interior. Situações deste porte evidentemente
podem ocorrer, mas sempre sinalizam o perigo de alta tensão interna (Laban; Ullmann, 1978:
182-183).
As ideias e sentimentos são expressos pelo fluir do movimento e se tornam visíveis nos gestos, ou
audíveis na música e nas palavras. A arte do teatro é dinâmica, porque cada fase da representação
some quase que imediatamente após ter aparecido. Nada permanece estático e é impossível
realizar-se um exame demorado dos detalhes. Na música, um som sucede ao outro e o primeiro
morre antes que seja ouvido o seguinte (Laban; Ullmann, 1978: 29).
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altura, intensidade, textura e mesmo tensão. Por outro lado, esta natureza espacial do som se
alia a uma escuta ecológica, em que a energia é entendida como fonte do movimento e do
som, e em que apenas através dos sons tem-se uma percepção do ambiente em torno, e das
informações dadas pela própria fonte sonora, algo que o autor nomeia inteligência ecológica
na escuta - ecological knowledge in listening (Godøy, 2010: 106).
Para conceituar a maioria (se não todas) as características do som musical em relação a seu
potencial gestual, podemos pensar nessas características como formas de trajetória no tempo e no
espaço. O termo “espaço” é aqui usado não apenas no sentido usual do espaço euclidiano
tridimensional onde se movimenta o corpo, mas também em um sentido metafórico para denotar
diferentes instâncias qualitativas. Tal é o caso da ideia do espaço-altura-de-nota como um esquema
conceitual para ordenar as diferenças de altura, mas também como algo que pode ser mapeado no
espaço “real” do teclado do piano, com as teclas organizadas em um plano horizontal, da esquerda
para a direita, e do mais grave ao mais agudo. Em outras palavras, podemos encontrar aqui um uso
misto da noção de “espaço”, e uma discussão lúcida sobre a relação entre o sentido mais
diretamente físico de “espaço” e seu uso mais metafórico (e também culturalmente variável) pode
ser encontrado em (Eitan e Granot, 2006). Tal uso metafórico de conceitos espaciais pode ser
aplicado a várias outras características do som musical como intensidade (crescendo, decrescendo)
e tempo (acelerando, ritardando), textura (difusa, focalizada, grossa, fina), e assim por diante, ou
ainda a sensações mais gerais e complexas, como o aumento ou diminuição de tensão7 (Godøy,
2010: 113).
Marc Leman (2010: 141), por sua vez, entende o fenômeno musical enquanto
movimento no tempo e no espaço, afirmando que o “traço gestual [inscrito nessas duas
dimensões] é capaz de indicar o fluxo”.
7 “To conceptualize most (if not all) features of musical sound in relation to their gestural affordance, we can think of
these features as trajectory shapes in time and space. The term ‘space’ is here used not only in the usual sense of three-
dimensional Euclidian space for body movement, but also in a metaphorical sense to denote different feature
dimensions. Such is the case with the use of pitch-space as a conceptual scheme for ordering differences in pitch, but
also as something that may be mapped onto the ‘real’ space of the keyboard with the keys arranged on a horizontal
plane, left to right, from the lowest to the highest. In other words, we may encounter a mixed usage of the notion of
‘space’ here, and a lucid discussion of the relationship between the more directly physical sense of ‘space’ and the more
metaphorical (and this also culturally variable) use of the term, can be found in (Eitan and Granot 2006). Such
metaphorical use of spatial concepts can be applied to several other features of musical sound such as intensity
(crescendo, decrescendo) and tempo (accelerando, ritardando), texture (spread, focused, thick, thin), and so on, or to
more general and composite sensations such as increase or decrease of tension”.
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O uso da fluência livre propicia movimentos para fora, ao passo que o uso da fluência controlada
tende a propiciar movimentos para dentro…Em outras palavras: ora a tensão é liberada, ora é
contida, produzindo formas e qualidades diferentes no movimento. […] Quando nos expressamos
com fluência controlada (das extremidades do corpo para o centro), o tempo pode ser medido com
a mesma exatidão com que medimos o ritmo, o pulso. É a chamada musica métrica. A fluência
livre (movimentos do centro do corpo para as extremidades) nos remete à ametria, que implica a
presença do silêncio; da expectativa; da tensão; do ataque (Silva, 2006: 216).
8 “emotional intensity is reflected in the degree of openness (release) or contraction (tension) of the torso of the
performer. […]”.
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Uma vez que todos os nossos movimentos e, principalmente, a postura corporal são
influenciados pela lei física da gravidade, referir-nos-emos nesse sentido também ao
“centro de gravidade” que, no corpo humano, está situado na zona pélvica e, na modalidade
normal da postura, está situado acima do ponto de suporte” (Laban; Ullmann, 1978: 92).
O gesto instrumental em si é analisado a priori em pelo menos três níveis, que vão do puramente
funcional ao puramente simbólico. Primeiro o gesto efetor - esfregar, soprar, pressionar a tecla ... -
necessário para produzir mecanicamente o som. Em seguida, um gesto de acompanhamento que
envolve o corpo todo. O instrumentista associa, a movimentos estritamente indispensáveis, outros,
que são aparentemente menos indispensáveis: gesto do busto, ombros, mímica, a respiração para
um pianista, etc. Devemos ter cuidado para não nos precipitarmos em explicá-los em termos de
coordenação motora, pois é provável que esses gestos sejam tão úteis à imaginação quanto à
própria produção do som. O ouvinte de uma gravação se satisfaz a simplesmente identificar os
gestos feitos pelo instrumentista? Justamente, não. Ele percebe um gesto evocado: um balanço em
uma melodia - o que não supõe, por isso, que o pianista se tenha desequilibrado -, um apoio da
9 Segundo Laban, a cinesfera de um ator seria uma “esfera em torno de seu corpo”, delimitada pelos “movimentos de
braços e pernas em extensão máxima, tendo como centro, o centro do corpo” (Lacava, 2006: 168).
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frase que declina, um voo, todo um balé imaginário que constitui uma terceira dimensão do
movimento 10 (Delalande, 2019: 107-108).
10 “Le geste instrumental lui-même s’analyse a priori en au moins trois niveaux, qui vont du purement fonctionnel au
purement symbolique. D’abord le geste effecteur - frotter, souffler, appuyer sur la touche... – nécessaire pour produire
mécaniquement le son. Ensuite un geste accompagnateur qui engage le corps entier. L’instrumentiste associe aux
mouvements strictement indispensables d’autres qui le sont apparemment moins : geste du buste, des épaules,
mimiques, respiration pour un pianiste, etc. Il faut se garder de les expliquer trop hâtivement en termes de coordination
motrice ; il est probable que ces gestes sont aussi utiles à l’imagination qu’à la production effective du son. L’auditeur
de l’enregistrement se contente-t-il d’identifier les gestes qu’a effectués l’instrumentiste ? Justement non. Il perçoit un
geste évoqué : un balancement dans une mélodie – ce qui ne suppose pas que le pianiste se soit balancé -– un appui de
la phrase qui se pose, une envolée, tout un ballet imaginaire qui constitue une troisième dimension du mouvement.”
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de acompanhamento), não é a mesma que a minha, posto que considera que toda a parte
superior do corpo realiza movimentos efetores (Madeira, 2017 : 53).
Uma tal tipologia do gesto musical revela sua profunda semelhança com as
qualidades dos fatores do movimento explicadas por Laban, entre o fluxo interrompido
intermitentemente (fator-fluência) para os gestos iterativos, e o fator-tempo súbito ou
sustentado para gestos impulsivos ou sustentados. Ao constatar a eficiência em se
11“Iterative, meaning rapid repetition of small movements such as to fuse this into a single gesture […]
Impulsive, meaning discontinuous effort such as hitting, kicking, rapid stroking or bowing […]
Sustained, meaning continuous effort such as in continuous bowing or blowing […]”
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5. A Energia e a Dinâmica
12“orchestration affords an intrinsic choreography of sound-producing gestures, a choreography that in turn may be
appreciated by listeners as rich gestural affordances of the orchestral sound”.
13The basic idea behind his gesture is to let the physical system do the work, thus the drummer applies only a small
amount of energy to the system at the start of each stroke.
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O gesto impulsiona o som um pouco como se ele enviasse uma bola em uma direção precisa: ou ele
coloca nela toda a sua energia, e a bola, uma vez lançada, continua seu percurso sozinha (assim,
funcionam os sons ressonantes onde um único impulso basta para obter um gesto sonoro duradouro), ou
que acompanha a bola até seu destino (assim os sons ditos “mantidos” são reavivados de ponta a ponta
pelo gesto). É o caso, por um lado, de percussões rápidas, que exigem uma repetição do gesto, e por outro
lado, de sons contínuos como os de instrumentos de sopro ou de arco (fricção)15 (Renard, 1982: 85).
14 “Le son est signe de mouvement, il se manifeste comme une force, une énergie en déplacement. Sa forme est la
résultante d’une évolution dans le temps , qu’on appelle dynamique”.
15 “Le geste propulse le son un peu comme il enverrait une balle dans une direction précise: soit qu’il y mette toute son
énergie, et la balle une fois lancée poursuit sa course toute seule (ainsi fonctionnent les sons résonnants où un seul geste
suffit à donner une impulsion sonore durable), soit qu’il accompagne la balle jusqu’à sa destination (ainsi les sons dits
‘entretenus’ sont-ils animés de bout en bout par le geste).C’est le cas, d’une part des percussions brèves, qui nécessitent
une répétition du geste, d’autre part des sons continues comme ceux des instruments à vent (souffle) ou à archets
(frottement)”.
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acústico de uma certa quantidade de energia usada sob certas condições”16 (Lachenmann,
citado por Kaltenecker, 2002; 46).
Junto com o conceito de dinamosfera, Laban criou um esquema simplificado
de estudo das dinâmicas do movimento, encontrando relações entre direções no espaço dentro
da cinesfera (que chamou de direções dinâmicas e espaciais). A relação entre estas direções e
a expressão dinâmica constituiria, segundo o coreógrafo, um verdadeiro vocabulário onde, ao
ser acionada uma direção, sua expressão estaria convocada simultaneamente (LABAN, 2003:
105). Na seção 7 abaixo aplicarei como ferramentas de análise do gesto violonístico aquelas
extraídas do esquema simplificado de correlações entre dinâmicas e direções espaciais de
Laban.
Quando a gente toca o violão a gente coloca um dedo pra tocar uma nota, ou a gente puxa essa
nota com outro dedo ; mas a gente nunca coloca a falta de som que está implícita nesse puxar. O
que eu faço nesse MS é quase como se eu tornasse o gesto visível: a gestualidade da técnica
visível, e não só o resultante dela (Kampela, 2019).
16 “le son comme protocole acoustique d’une certaine quantité d’énergie employée sous certaines conditions”.
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17 Na notação tradicional para violão, indicam-se para a mão esquerda, dedos 1 a 4 para indicador, médio, anular e
auricular, e para a mão direita, dedos p, i, m, a, para polegar, indicador, médio e anular.
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dedos se potencializa com o fato de combinar as duas mãos tanto nas ações de abafamento
como de pinçamento ou ligado. Invenção que considera completamente original: “é uma das
peça mais difíceis que eu já escrevi por causa destes detalhes e dos entroncamentos de
dedos” (Kampela, 2019).
Aparecem também pinçamentos de mão esquerda sola (“+”, explicado no ex. 6
como sendo um pizzicato de mão esquerda), ligados ascendentes de mão esquerda sola ou
tappings de mão esquerda (“>”), glissando, voz que pronuncia um “S” em crescendo, o uso
de sons vocais estando presente já em peças anteriores (ex. 7). O gesto sonoro do “S”
acompanha o glissando de dedo da mão esquerda até o Fa sustenido abafado, ambos
realizando um movimento que, na nomenclatura de Laban, dir-se-ia sustentado e
simultaneamente, com relação ao seu peso, transitando do “firme” inicial ao “suave” final.
Estas qualidades caracterizariam, ademais, um fluência livre e centrífuga, se esvaindo
progressivamente rumo ao exterior, tanto no movimento como no som.
Ex. 5: Micro-Study 3, p.1, c.2: notas abafadas, pinçamento de mão esquerda, multifônico, voz.
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Ex. 6: Danças Percussivas (bula): pizzicato (ou pinçamento) de mão esquerda sola
Ex. 9: Exoskeleton (bula): nota distorcida pelo deslocamento da corda para fora de seu eixo.
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Ex. 10: Exoskeleton (bula): percussão de um dedo sobre as duas cordas mais graves na região sul tasto do violão
(efeito seco e metálico); golpe de polegar direito sobre o tampo superior do violão; golpe de dedos espalmados
da mão direita sobre o tampo inferior do violão; golpe de mão esquerda sobre o tampo inferior.
19 Apresentarei na seção 7 uma passagem em que este recurso é explorado de forma mais duradoura.
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Ex. 11: Micro-Study 3, p.2, c. 7-8: scratch, pizz Bartók, sons vocais, pressão de polegar em corda, rasgueado,
harmônicos artificiais.
O fim de Micro Study 3 (ex. 12) apresenta, além de uma grande quantidade
dos gestos expostos, algumas inovações. O último símbolo da primeira pauta (presente
igualmente no ex.11) representa um click tongue, estalo de língua, que Kampela havia
introduzido em seu Percussion Study 3 pela primeira vez, cuja partitura encontra-se
indisponível (Kampela, 2019). O acorde de cordas soltas representado com flechas e um sinal
de arpejo indica um gesto contínuo sobre todas as cordas atrás da pestana do violão (em
outros casos da partitura, o mesmo gesto é feito atrás de uma pestana de mão esquerda),
fazendo soarem notas multifônicas (Kampela, 2019). Aparece ainda um gesto de fricção, em
tremolo, da palma da mão sobre as cordas e, enfim, sons vocais desta vez aspirados.
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Ex. 12: Micro-Study 3, p. 3, c.19-21 (fim): percussão de unha no tampo, percussão metálica sobre cordas, click-
tongues, voz, rasgueado atrás de pestana, tremolo de palma de mão, percussão na madeira, multifônicos, sons
vocais aspirados.
Acrescento que Micro Study 3 pode nos fornecer material para extensas
análises gestuais. Os exemplos extraídos acima constituindo uma amostragem, eles deixam de
lado outros gestos instrumentais inovadores, introduzidos por Kampela com esta peça, e
outros, que já haviam sido “descobertos” em seus Percussion Studies. Como avant goût,
citamos um gesto apresentado no compasso 11, “hold strings with nails (p,i,m) light pressure
near bridge to resonate sub-harmonics” (KAMPELA, 2018). Em um tal gesto, de pressão
prolongada e intensa, adentramos possibilidades gestuais que se destacam do padrão gestual
do violonista, e oferecem energetica- e visualmente formas dinâmicas bastante
surpreendentes. Antes de partir para a última etapa de meu ensaio sobre a dinâmica nesta
obra, encorajo o leitor a acompanhar a reflexão que se apresenta da escuta e visualização das
performances dos Percussion Studies propostas nas referências bibliográficas.
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dispersar”20 (Laban; Ullmann, 1978: 48), sendo que o “recolher é um movimento mais
flexível que o de espalhar, o qual é uma ação mais direta” (Laban; Ullmann, 1978: 118) e que
o “corpo sente uma sensação de contração na ação de reunir, enquanto que o contrário, a ação
de dispersar, oferece uma sensação de abertura e expansão” ( Laban, 2003: 124 ), observo que
os gestos de mão esquerda no Ex. 2 são de espalhar, enquanto que o da mão direita é de
recolher, contido.
No Ex. 5, a mão direita inicia a frase com uma ação de “pressão”, que
permanece durante toda a primeira metade da frase, do polegar - que é um dedo pesado,
tendendo para baixo, favorável à gravidade. Ao mesmo tempo, os outros dedos da mão direita,
e um dedo da mão esquerda, realizam gracejos rápidos, em direção ao exterior (movimento de
extensão dos dedos21, como em rasgueado), “de espalhar”, com ímpeto mais vivo e peso
suave. Trata-se de uma oposição, onde os outros dedos se contrapõem à “pressão” do polegar
com ações reiteradas de “socar”. Há uma evidente diferença de peso entre os gestos; o gesto
firme inicial ainda sendo reiterado pela nota apoiada e acentuada ao final da frase.
A oposição entre as ações dos dedos da mão direita também acontece no
contato com as cordas. Sendo que o “contato propriamente dito pode ser efetuado: tocando -
a partir de qualquer direção; resvalando - ao longo de qualquer direção da superfície do
objeto; transferindo o peso - de cima do objeto; carregando - por debaixo do objeto que
descansa sobre alguma parte do corpo; ou segurando - em qualquer lado do objeto, rodeando-
o com várias partes do corpo” (Laban; Ullmann, 1978: 110), torna-se claro que, enquanto o
polegar transfere seu peso sobre a corda, os dedos indicador, médio e anular resvalam
energicamente ao longo da corda.
Na segunda parte do compasso, é a vez do anular da mão direita “pressionar” a
corda, abafando o som, “carregando-a por debaixo”, enquanto os outros dedos da mão direita,
e o dedo 1 da mão esquerda, “pontuam” e “sacodem”, com movimentos em direções opostas
(posto que o polegar move para baixo, e os dedos indicador e médio, para o centro da mão).
A mão esquerda, ao mesmo tempo, possui três “pontuações” nas cabeças de
gestos (ligados de mão esquerda sola) e um “deslizamento” no glissando final. Quanto à
20 Tais associações entre gestos, partes do corpo, relações espaciais, dinâmicas e suas expressões latentes foram
propostos por Laban em esquemas simplificados, sumariamente citados na seção 5 deste artigo (Laban, 2003: 105).
21Note-se que o movimento dos dedos feito por ambas as mãos do violonista, tanto para os gestos de excitação quanto
para os de seleção, é praticamente sempre calcado na flexão dos mesmos, em direção à palma da mão, enquanto que o
movimento contrário, dito de extensão, ocorre rara- e pontualmente em técnicas como a do rasgueado flamenco, e
eventualmente, em invenções de técnicas estendidas.
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resultante sonora, os gestos agudos e mais percutidos (flechas) da primeira parte dão lugar a
uma sonoridade abafada mais macia na segunda, que se suaviza ainda mais com o glissando,
o som vocal contínuo e a aparição de uma nota não abafada. A resultante cinético-sonora
inclui um desenvolvimento, que iria de uma a outra das ações:
22Como referido acima, segundo Laban, “quando nos movemos nessas direções, uma espécie de tendência secundária
aparece no corpo, incluindo uma qualidade dinâmica” (Laban 2003: 104).
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um gesto em que a mão esquerda (glissando ascendente, “gl. up”) permanece firme e
sustentada enquanto a direita (arpejos rápidos) passa a fazer movimentos suaves e iterativos
(segundo a classificação de gestos instrumentais de Godøy).
Nesta mesma frase (ex. 11), dois estalos de língua (click tongues) e ações
vocais (“ps”, “Tx”, “K”), juntamente com notas longas e agudas ou harmônicos artificiais
(fim dos compassos 8 e 9), caracterizam gestos sonoros e visuais leves, ora sustentados, ora
súbitos. Por fim, a leveza dos gestos vocais e instrumentais do fim do compasso 7, por seu
caráter staccato, fazem pensar à ideia de ressalto, e da consequente retroalimentação
energética.
No Ex. 12, o encadeamento de um gesto lento (o arpejo atrás da pestana,
significando “alongamento”), em que há uma abertura corporal e um afastamento do membro
superior esquerdo, significando uma “liberdade espacial” (LABAN 2003: 105), e gestos
rápidos, frenéticos e tensos (“scratch sound”, tremolo) representariam uma mudança de
direção (lentidão, para frente, tensão, para trás) na dinâmica do movimento (LABAN 2003:
105). A sequência e sobreposição de seus gestos vocais e instrumentais resultaria em algo
como:
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Ex. 16: Micro-Study 3, p. 3, c. 15-18: diferentes gestos de unhas das duas mãos, ora em movimento dos dedos
para fora, em , ora para dentro.
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8. Epílogo
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Cuadernos de Análisis y Debate sobre Músicas Latinoamericanas Contemporáneas 2 – 2019
Resumen
Este artículo aborda el cantable In Memoriam (1971) de Mario Kuri-Aldana a partir de la
teoría de la cultura musical enunciada por Gino Stefani (1997). Dicha noción semiótica
requiere que en un primer momento se diluciden las experiencias musicales del compositor
y luego estas sean conectadas con el corpus estudiado, mediante un examen minucioso de
los códigos recurrentes. En tal sentido, se reconstruye el paso del compositor por la
academia, su conexión con los estilos de la época, los nexos establecidos con músicos y
repertorios académicos y populares de Latinoamérica, así como el papel de la reflexión
estética del autor que determina sus presupuestos composicionales. Por otro lado, se
sistematizan las principales estrategias de construcción simbólica que conforman la esfera
semántica de la obra a partir de su relación con los códigos socioculturalmente construidos
que el autor aplica de manera creativa. De este modo se persigue triangular las experiencias
musicales de Kuri-Aldana y la exégesis de los códigos sistematizados en función de
determinar la cultura musical que caracteriza esta composición.
Abstract
This article approaches the cantabile In Memoriam (1971) by Mario Kuri-Aldana from the
theory of musical culture enunciated by Gino Stefani (1997). This semiotic notion requires
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that at first the musical experiences of the composer are elucidated and then these are
connected to the corpus studied, through a thorough examination of the recurrent codes. In
this sense, the composer's step is reconstructed by the academy, its connection with the
styles of his time, the established links with musicians and musical cultures of Latin
America, as well as the role of the author's aesthetic reflection that determines his
compositional budgets. On the other hand, the main strategies of symbolic construction that
make up the semantic sphere of the work are systematized from their relationship with the
socioculturally constructed codes that the author applies in a creative manner. In this way,
the aim is to triangulate the musical experiences of Kuri-Aldana, the exegesis of
systematized codes in order to determine the musical culture that characterizes this
composition.
1
Información biográfica sobre Mario Kuri-Aldana puede ser consultada en (Soto Millán, 1998); (Rodicio,
1999) y (Carredano, C., & Eli, V., Eds., 2015). Fue poseedor de una sólida formación académica,
fundamentalmente en composición y dirección de orquesta, que le permitió interactuar con agrupaciones
de renombre internacional y ser acreedor de importantes estímulos educativos como la beca del Instituto
Torcuato di Tella del Centro Latinoamericano de Altos Estudios Musicales en Argentina. Dirigió
formaciones orquestales en México, Brasil y Perú, así como también asumió, en México, la conducción
titular de la Banda de la Secretaría de Educación Pública, de la Orquesta de Cámara del Centro Libanés y
entre 1996 y 1999, de la Orquesta Sinfónica de la Universidad Autónoma de Tampico. En el ámbito
educativo, desde la juventud, se vinculó como docente a la Escuela Superior Normal, a la Escuela
Nacional de Música (ENM) de la UNAM, y a la Escuela Superior de Música del INBA. Realizó
investigaciones sobre sobre folclor musical, no solo mexicano, sino de Sudamérica, Estados Unidos e
Inglaterra, sobre los cuales dictó cátedra en varios centros docentes mexicanos y del extranjero. Fue
merecedor de varios lauros, entre estos los primeros lugares en el concurso de composición de la ENM de
la UNAM en 1958 y de la Sociedad de Autores y Compositores de México (SACM) en 1968. Así
también, constan el reconocimiento de la Unión de Cronistas de Teatro y Música, en 1992, el Premio
Nacional de Ciencias y Artes en 1994 y el nombramiento como miembro del Sistema Nacional de
Creadores del CNCA en 1995.
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Los textos biográficos y catalográficos estudiados (Soto Millán, 1998) & (Rodríguez V. E,
2000) concluyen con sendas relaciones del catálogo de Kuri-Aldana, en las cuales el
cantable, con algunas imprecisiones se haya consignado. En el caso del primer texto, In
Memoriam aparece en la sección Coro e instrumento(s) bajo el título In Memoriam,
compuesto en el año 1971, con 15 minutos de duración, para el formato de barítono, coro
mixto y banda. Se precisa que la letra es de Armando Kuri-Aldana, hermano del
compositor, aunque como se verá, es una ampliación del poema Yo tuve un hermano, que
Julio Cortázar escribiera poco después de la muerte del Che Guevara.
2
Los documentos empleados en esta investigación fueron localizados como parte de un periplo por
archivos tanto cubanos como mexicanos. En la Isla fue posible acceder a la copia manuscrita del cantable
In Memoriam, que se encuentra resguardada en el repositorio de partituras de la Banda Nacional de
Conciertos. Así también, gracias a la gentileza de la musicóloga María Elena Vinueza, vicepresidenta de la
Casa de las Américas, se consultó el acervo de partituras, publicaciones y otros legajos, atesorado en la
Dirección de Música de esta institución. En México se indagó en el catálogo de la obra de Kuri-Aldana,
realizado por el propio autor, que descansa en la sede de la Sociedad de Autores y Compositores de
México (SACM) y para la aproximación a los escritos sobre el compositor fueron levantadas varias
publicaciones periódicas salidas a la luz entre 1970 y 1995, halladas fundamentalmente en la Hemeroteca
Nacional de México. El trabajo de titulación de Mario Kuri-Aldana, que ha sido vital en el establecimiento
de sus primeros presupuestos composiciones, se encuentra en la biblioteca Cuicamatini de Facultad de
Música de la UNAM (FaM).
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Para un compositor académico son vitales las experiencias que adquiere como parte de sus
estudios escolarizados o de superación. En una entrevista (Delgado, 2001), cuenta el propio
Kuri-Aldana que aunque su familia es originaria de Tampico, Tamaulipas, a los tres años se
trasladan a El Oro, en el Estado de México y luego al entonces Distrito Federal, donde
comienza a la par de sus estudios de Derecho, en 1952, su carrera en la Escuela Nacional de
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Música.3 Durante un tiempo combina las leyes con la música hasta que se decide por la
segunda. Allí se encamina hacia la composición y a la dirección de orquesta de la mano de
Manuel Vázquez.
Tras diez años en esta institución se gradúa con la tesis Concepto mejicano de
nacionalismo, partiendo de las características indígenas sobrevivientes. Este trabajo
constituye un texto monográfico y apologético sobre el nacionalismo en México. Por una
parte se centra en determinar el sustento sociocultural e histórico de los recursos
nacionalistas, clasifica las principales orientaciones de los compositores apegados a esta
corriente y defiende el empleo de tales recursos en un momento en el que se cuestionaba la
oportunidad de continuar con esta tradición o asumir lenguajes más experimentales. De este
trabajo resultaría un concepto que años más tarde refleja en sus escritos y en su producción
musical, el de nacionalismo popular, cuya esencia radica en hacer dialogar el “arte indígena
puro y el arte mestizo en constante evolución”. (Kuri-Aldana, 1979)
En su lugar emplea la ubicación geográfica como plataforma para viajar por Suramérica y
conocer las músicas populares y académicas de la región. Así visita la Patagonia, va a
Montevideo y luego pasa por varias ciudades brasileñas, como São Pablo, Porto Alegre y
Rio de Janeiro, con cuyos carnavales confiesa queda favorablemente impresionado. Esta
oportunidad la aprovecha para estudiar concienzudamente la música popular brasileña, con
cuyos músicos e instrumentos de percusión pudo establecer cercanos vínculos (Kuri-
Aldana, 1962). Así también en su viaje de regreso a México pasa algún tiempo en Santiago
de Chile, en Perú, donde presenta algunas de sus obras, imparte conferencias y participa de
3
Había iniciado antes sus estudios de piano en el marco hogareño con su abuela, continuados en la
capitalina Academia Bach.
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Aunque de momento se desconocen los hechos exactos por cuales Kuri-Aldana crea esta
obra, se infiere que su orientación latinoamericanista propicia el empleo del poema que
Julio Cortázar escribiera poco después del deceso del Che en Bolivia, ocurrido el 8 de
octubre de 1967. Cuando se conoce de la muerte de Ernesto Guevara, a pedido de Roberto
Fernández Retamar, entonces presidente de la Casa de las Américas, Lisandro Otero, le
pide en un cable a Julio Cortázar, que se halla en Argel, ciento cincuenta palabas para Cuba
en honor del Che. Desde la Casa de las Américas el poema circula entonces por toda
América Latina y se constituye en una suerte de canto común a la figura del guerrillero
argentino. El poema completo es el siguiente:
Yo tuve un hermano
Lo quise a mi modo,
le tomé su voz
libre como el agua,
caminé de a ratos
cerca de su sombra.
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Así pues, una vez concluida la composición de la pieza en 1971, se produce el primer
acercamiento entre el compositor y personalidades de la institución cubana. Visita la Isla en
1972, y deposita una copia manuscrita del cantable en la Banda Nacional de Conciertos de
Cuba, a la atención expresa de Manuel Duchesne Cuzán, su director. Este hecho unido a los
datos que emanan de una carta enviada por el compositor a Mariano Rodríguez (Kuri-
Aldana, 1973) ─entonces al frente de la Dirección de Música de la Casa─ evidencia la
intención del compositor de que la obra fuera estrenada en Cuba.4
4
Tras su paso por la oriental ciudad de Santiago de Cuba, compone la Sonata en Do, que en 1973
orquestaría para flauta solista, orquesta de cuerdas y percusiones, con el título de Concierto de Santiago.
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Secciones A B A´
Introductoria Expositiva Conclusiva
Función
Expositiva Desarrollo Reexpositiva
a b
Períodos a b a b a´ a b a´
(b) (a´)
Do
Tonalidad Do lidio Do mayor Do mayor Fa menor Do mayor Do mayor Fa menor Do mayor
Mayor
Do lidio
limpia limpia
como el como el
agua, agua,
Texto
y él me y él me
pero no pero no
quiso al quiso al
importaba, importaba,
suyo suyo
caminé de a caminé de
ratos a ratos
cerca de su cerca de su
sombra. sombra
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su su
estrella
estrella elegida.
elegida.
La estructura del cantable In Memoriam evidencia la subordinación de sus partes a la naturaleza de los versos de Cortázar. Se
resaltan en amarillo los versos que fueron añadidos por Mario y su hermano Armando Kuri-Aldana.
• Medio sonoro
• Tematismo y armonía
• Metrorritmo
• Factura de tumbao
Medio sonoro
Llama la atención que el cantable In Memoriam fue escrito inicialmente para barítono, coro
y banda de concierto, un formato poco habitual en la música académica occidental, por
cuanto es más común que las composiciones vocal-instrumentales ─cercanas a la cantata6─
se escriban para orquesta, ya sea sinfónica de cámara o de cuerdas. Se considera que este
hecho se debe al desempeño de Kuri-Aldana como director de varias bandas de la Ciudad
de México, conjuntos que perfectamente pudieron haber estrenado la obra, dato no
documentado hasta el presente. A la vez, en la elección de este formato se encuentra una
5
Todos los ejemplos musicales, tanto las reducciones como los esquemas rítmicos fueron realizados por
este investigador, empleando el software Finale, en su versión 2012.
6
En las cartas cruzadas entre Kuri-Aldana y directivos de la Casa de las Américas se refiere a esta obra
como cantata In Memoriam.
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clave significante, pues por una parte, bandas existen en cualquier contexto ─lo cual habla
de su sentido democrático─ por otra, la propia sonoridad de este conjunto evoca lo marcial
y fúnebre, esfera estrechamente relacionada con el sentido de los versos de Cortázar. El
autor explota toda la gama de sonoridades de la banda7 y concentra su atención en la flauta,
el piccolo y los oboes ─que doblan al solista y al coro─, en la sección de los clarinetes
─que reproducen el coro y participan activamente en el ripieno armónico─ y el fliscorno,
al que se le confía la melodía introductoria. El barítono desarrolla su intervención en su
tesitura media, en estilo silábico, el cual es reproducido por el conjunto instrumental a la
octava, tercera y sexta. El coro por su parte, no está escrito a la manera académica de cuatro
voces, sino a la tradicional popular, donde la melodía es doblada a la tercera. Asimismo, la
línea principal, enunciada en la tesitura de las sopranos y contraltos, se indica sea ejecutada
una octava baja en el rango de los tenores y bajos. Todos estos recursos evidencian el guiño
por una parte y distanciamiento por otra, de los grandes géneros y estilos vocal-
instrumentales occidentales. En su lugar se denota la intención de lograr la conexión con las
técnicas compositivas de la música popular latinoamericana.
7
Sobre la banda de concierto, se refiere aquella que también puede incluir contrabajos.
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diseño de tumbao general, genera una franca sonoridad alusiva a lo sonero, conjunto de
géneros que justamente se identifican por emplear el contrabajo punteado, por lo que asume
así una marcada función rítmica, además de la armónica que define a este instrumento.
Tematismo y armonía
El presente apartado se centra en identificar los principales núcleos temáticos y su relación
con los códigos armónicos en el cantable In Memoriam. Se opta por vincular ambos rubros
pues funcionan de manera interdependiente y separarlos dificultaría la comprensión de los
procesos formales y dramatúrgicos en los que participan. Se recurre a la ejemplificación
mediante extractos de la partitura orquestal o reducciones de la misma en dependencia de la
factura del pasaje estudiado, de modo tal que en ambos casos puedan percibirse los
procesos temáticos y armónicos estudiados.
Según Lucía Rodríguez Esplugas (1995) el tematismo estudia “[…] el desarrollo temático
de la obra y su comportamiento dentro de la misma” y se basa en el análisis de sus
elementos constituyentes, el tema, el material temático y el material no temático (Rodríguez
Esplugas, 1995: 5). No obstante el presente epígrafe estudia el devenir del tema o los temas,
del material temático y su relación con otros aspectos, como la textura, pero especialmente
con los procesos armónicos. Por su parte la armonía ha sido definida como el medio
expresivo que se encarga de las reglas que rigen las relaciones verticales entre los sonidos
de una obra, pero algunos teóricos también conceden relevancia al estudio de las diacronía
de los procesos armónicos, pues las estructuras acordales solo significan coherentemente a
partir de su lugar en un proceso formal (García, 2012). Por tanto, no solo se estudia la
estructura propia de las formaciones acordales, sino también su funcionalidad diacrónica,
aspecto vital si se tiene en cuenta el semblante popular moderno de ambas obras.
El primer núcleo temático es enunciado por la trompeta, acompañado por el fagot, los
clarinetes y la flauta, cuya reducción queda reflejada en el siguiente ejemplo:
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Imagen 2. Reducción a cuatro voces y análisis armónico del primer núcleo temático,
correspondiente a la introducción del cantable In Memoriam, del compás 1 al 21.
El tema se halla comprendido en la escala menor natural de Mi, a diferencia del fondo que
expresa un ámbito tonal de Do mayor, cuya sonoridad está enriquecida por formaciones de
séptimas mayores, novenas y cuartas añadidas. Esta dualidad entre relieve en Mi menor y
acompañamiento en un Do mayor enriquecido, genera ambivalencia armónica que aunque
no puede tomarse como bitonalidad, produce en una sonoridad resultante de Do lidio. El
análisis acordal refleja la alusión a las técnicas compositivas típicas de la armonía popular
moderna, cercanas al jazz (Díaz González, 2003), género con el cual Kuri-Aldana se
identifica en varias entrevistas.
La sección B, que aparece en el compás 39, presenta el tema principal de la obra. Por
construirse sobre la tónica, la mediante y la dominante de la escala de Do mayor, que
guarda relación con la música popular, aspecto reforzado por la modificación tonal que se
produce entre sus tres periodos. En este sentido, desde el punto de vista armónico el primer
y último periodo ─es decir, a y a´─ se encuentran en Do mayor y el b en Fa menor (véase
tabla 1, supra). A efectos auditivos el cambio tonal más significativo es el menor-mayor,
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por cuanto la llegada de este último coincide con el regreso al tema que reza: yo tuve un
hermano. Tal procedimiento tonal −aunque si bien es cierto que es más común la relación
tonalidad menor-relativa mayor− se presenta en varios géneros populares, especialmente
cancionísticos. (Gómez García & Eli Rodríguez, 1995: 258, 261, 272).
Imagen 3. Reducción del primer período de la sección B del cantable In Memoriam. La melodía es
doblada a la tercera baja en la parte del coro. Nótese la recurrencia de la dominante (sol), que
genera un pedal sobre este sonido.
Metrorritmo
El metrorritmo es una unidad de análisis que integra los parámetros métricos (relativos al
compás) y los elementos propios del ritmo, así como los rasgos distintivos de las
construcciones rítmicas (patrones) y la combinación de estos (polirritmia). Si bien desde el
siglo XVII hasta finales del XIX el metrorritmo tiende a ser un medio expresivo estable
durante toda la pieza o movimiento, y por tanto no marcador −salvo en ciertos hitos del
Romanticismo− en la música del siglo XX muchas creaciones construyen su originalidad a
partir de la variedad en su manejo. El cantable In Memoriam no es ajeno a esta tendencia,
pues se suceden variaciones de compás y de los componentes rítmicos.
Imagen 5. Compases 21 y 22 del cantable In Memoriam. Motivo conector que enuncia el trombón
bajo. Nótese que conduce hacia el compás de 4/4.
De acuerdo con los criterios de Rolando Pérez (1986) se considera dicha orientación hacia
la binarización métrica como una estrategia para la significación de la sonoridad influida
por el factor afroamericano, pues la mayor parte de las músicas criollas con este
antecedente se construyen en compases de dos tiempos o en su lugar de cuatro. Este
contenido es reforzado por la adición del güiro, las claves y las maracas, que de conjunto
con las voces superiores −clarinetes y saxofones− y el acompañamiento −fagotes, bajos y
trombones− generan el siguiente diseño rítmico, correspondiente a los compases 33 y 34.
Imagen 7. Esquema rítmico del pasaje comprendido entre los compases 129 al 132 de la sección
A´. Nótese la complejización de la polirritmia así como le recurrencia de la síncopa isócrona del
segundo al tercer tiempo da cada compás, en la que convergen varios instrumentos.
El empleo recurrente de síncopas isócronas denota el conocimiento que posee el autor sobre
su importancia para significar las músicas caribeñas. En tal sentido, el investigador cubano
Danilo Orozco (2014), explica este componente de la música cubana y su área de influencia
como resultado de relaciones microgestuales de acentuación que se establecen entre los
patrones recíprocos,8 núcleos rítmico-entonativos de origen bantú-dahomeyano
combinables e intercambiables entre sí. En los ejemplos ofrecidos se puede comprobar que
las síncopas resultantes se construyen precisamente entre la última semicorchea del primer
tiempo y la primera del segundo tiempo. Se infiere que dicho comportamiento es deudor de
la segunda acentuación común en los patrones recíprocos.
Factura de tumbao
El tumbao es un recurso ampliamente utilizado o sugerido en múltiples músicas entre estas
la académica, dado su carácter significante de la sonoridad sonera, estrechamente vinculada
a los rasgos identitarios cubanos. Aunque en el caso del cantable In Memoriam, no es
posible considerar de una factura ortodoxa de tumbao, sí se reconoce su semblante en
varios momentos, de hecho es un factor directamente relacionado con el desarrollo de la
forma, ya que como se ha mencionado, los medios expresivos analizados tienden a
significar lo cubano–caribeño hacia sección la sección B, específicamente en su segundo
periodo, proceso que concluye en la re exposición de los materiales temáticos de las
sección A´.
8
Según Orozco, los patrones recíprocos son cinquillo, tresillo, anfíbraco/tanguillo y habaneroso, cuyas
representaciones respectivas son las siguientes:
(Orozco, 2014: 45).
Entre los dos últimos tiempos de los compases presentados en este ejemplo aparece el
patrón identificado como cinquillo por Orozco. Ello evidencia que es más que un recurso
armónico tradicional, está inspirado en la música caribeña.
El siguiente evidencia una factura de tumbao, aunque es menester acotar que las
tradicionales funciones armónicas estables, casi siempre las tres fundamentales, se hallan
conectadas con otros acordes significativos para la tonalidad de Fa menor.
Conclusiones
Con esta orientación estética llega Mario Kuri-Aldana a Cuba en 1972 y surge una estrecha
relación entre el compositor y Cuba, que se expresa en la obra estudiada, en la publicación
de tres artículos en el Boletín Música de la Casa de la Américas, en el epistolario cruzado
entre el compositor y directivos cubanos, así como en el envío desde México de materiales
para su inclusión en la sección noticiosa de la publicación. La conexión entre el compositor
y la Isla caribeña, mediada por la Casa de las Américas, irradia las particularidades
formales, técnicas, expresivas y semánticas de la obra estudiada.
de raigambre vernácula a los cuales se vincula como parte de sus viajes por Latinoamérica
y especialmente por Cuba.
• Hibridación entre comportamientos temáticos y armónicos cultos, populares y
jazzísticos, que dan como resultado esquemas formales que revelan cierta libertad
estructural. Aquí destacan procedimientos de elaboración temática marcadas por el
significado interno del fragmento de la obra, elementos melódico-armónicos relativos a
géneros caribeños y al jazz. Ello evidencia la flexibilidad del lenguaje del compositor
debido a su profundo conocimiento de las técnicas composicionales académicas y las
estructuras marcadoras de géneros de raigambre popular y jazzística.
• En cuanto a la métrica se identifica como comportamiento reiterativo el cambio de
compás, desde simples hasta compuestos, comportamiento habitual en las músicas
contemporáneas, que en el caso de la relación 3+3+2 se acerca a relaciones rítmicas de la
música cubano-caribeña, especialmente al patrón recíproco identificado por Orozco como
tresillo (2014).
• El ritmo suele emplear un gran arsenal de estructuras de cimiente popular, en
especial procedentes de géneros populares cubanos, conectables con los patrones recíprocos
identificados por Orozco. Se explota en ambas obras, así como en las versiones para piano,
la combinación simultánea de los patrones señalados, lo que genera resultados polirrítmicos
de gran riqueza.
• Alto empleo de la síncopa isócrona que tiende hacia su simultaneidad entre los
medios sonoros. Ello remite a comportamientos relacionados con las músicas de raigambre
mestiza en las que el componente africano es determinante (son y rumba), formas que
pasan al arsenal de Kuri-Aldana como parte de su periplo por la región y presumiblemente
debido a la cultura musical que le rodeó en su temprana edad, en la cual la música cubana
jugaba un papel primordial.
• Uso de patrones rítmico-armónico-melódicos interpretables como tumbaos, los
cuales por la incorporación de la síncopa isócrona se relacionan con recursos de sones
cubanos orientales, específicamente del changüí. La flexibilidad significante del tumbao
genera conexiones con otras músicas afromestizas.
De todo lo anterior se concluye que la cultura musical relacionada con la composición del
cantable In memoriam responde a un ideal estético latinoamericanista, que presenta un
lenguaje a mitad de camino entre lo experimental y lo tradicional, con alta relevancia de las
estrategias simbólicas que remiten a la música popular cubana, en las que el componente
africano y transcultural es central. La investigación presentada, además de proponer el
rescate de la pieza analizada, se orienta como un pequeño esfuerzo por recordar, desde su
obra, la figura de un compositor que como Mario Kuri-Aldana fue protagonista del
acontecer musical mexicano durante la segunda mitad del siglo XX.
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Resumen
Ataque, cuerpo y decay del Doble Cuarteto materializa en texto una serie de presentaciones
del grupo conformado por cuatro guitarras eléctricas y cuatro saxos en la escena
experimental de Bs. As. Nombres propios que supieron diluirse en acciones colecticas que
fluctuan entre la intervención site specific, la resonorización de material fílmico y la
performance. Modos de producción que establecieron continuidades y rupturas con una
comunidad oscilante desde un territorio latinoamericano situado.
Abstract
Ataque, cuerpo y decay del Doble Cuarteto materializes on text a series of presentations of
the Doble Cuarteto, a group which consisted of four electric guitars and four saxes, active
in the Buenos Aires experimental scene for several years. Individual names were diluted in
collective actions that fluctuated between performance, site specific interventions and the
resound of movies. The group set production strategies that established continuities and
ruptures with an oscillating community from a located Latin American territory.
Figura 1 Primera presentación del Doble Cuarteto - una.casa Bs. As. 2010
El Doble Cuarteto1 fue una formación completamente atípica que operó sobre la
escena experimental de Buenos Aires en el breve período que va del 2010 al 2012.
Encuentro de cuatro saxos y cuatro guitarras eléctricas cuyas formas de abordar los
instrumentos oscilaba entre la intervención y la resignificación para instalarse en lo que se
denominan técnicas extendidas accionadas desde un borde disciplinar que no dilucida sus
límites. Indagando sobre las propiedades acústicas y electrónicas de los instrumentos desde
un dislocamiento con su forma industrial de producir sonoridades. Primordialmente a través
de la manipulación física sobre el cuerpo de los mismos; donde, saxos y guitarras,
extienden sus posibilidades sonoras más allá de los límites premoldeados convirtiéndose en
dispositivos que, sujetos a la inventiva de los intérpretes, promueven la construcción de un
lenguaje que sienten como propio. Los rasgos que definen la estética sonora del grupo son
justamente la aproximación heterodoxa a los instrumentos exponenciado por una formación
singular en octeto cuyos procesos de construcción colectiva son sustancia.
1
A modo de bitácora puede consultarse el blog donde imágenes, audios y textos registraron algunas de las
actividades del grupo con el agregado de las páginas individuales de sus integrantes:
http://doblecuarteto.blogspot.com/
Los integrantes iniciales del Doble Cuarteto fueron Luis Conde, Sergio Merce, Sam
Nacht y Dario Dolci en saxos, Fernando Perales, Guilherme Darisbo, Subh y Federico
Barabino en guitarras. Pasaron también por el mismo en diversas situaciones Ada Rave,
Lulo Vitale, Charly Zaragoza, Jorge Espinal y Guillermo Méndez. Conjunto de nombres
propios que supieron diluirse en acciones colectivas que excedían sus individualidades. Así
como no hay un arte en singular sino un Lenguaje de las Artes dentro de la pluralidad de los
mundos, de la misma manera no nos identificamos como genio y figura del artista creador
individual sino desde una trama compleja de relaciones, estructuras y prácticas colectivas
que lo potencien todo en el ardor de su andar.
Una de sus claves como grupo es la clara conciencia de que improvisación libre y
atonal no es sinónimo de libre albedrío; y que es, más bien, la búsqueda del control de una
creación dada en tiempo real frente a las corporeidades de los oyentes en situaciones
performáticas, donde los ocho músicos procuran un diálogo sonoro y un acuerdo sin
palabras previas, donde la improvisación se presenta como una forma de respetuosa
convivencia entre sujetos soberanos de su libertad creadora. En Breve excurso sobre “el
tiempista” Fernando Perales desarrolla la idea de aquel que espera el momento justo para
tocar desde una acción no pasiva, cuya decisión de hacerlo se basa en un aniquilamiento del
ego personal en función de algo más grande que edifica.
2
https://fernandoperales.wordpress.com/ensayos/breve-excurso-sobre-%E2%80%9Cel-
tiempista%E2%80%9D/
3
Si bien son numerosos los registros audiovisuales de las presentaciones del Doble Cuarteto, grabaron
exclusivamente un único disco de estudio a 48hs de su concierto fundacional.
https://soundcloud.com/doblecuarteto/01-doblecuarteto-25julio2010
narrativa en el ámbito de las artes y especialmente en el territorio que nos (pre)ocupa para
pensar variables y continuidades de una acción sostenida, donde cada grupo genera ictus en
el tiempo-espacio siempre inabarcable por una sola vida. Conjunto de momentos bisagras
de una comunidad oscilante.
Percutir, frotar, rozar, sopar, agitar, mover, acariciar, raspar, vaciar, llenar, estirar
desde su grado de imperceptibilidad hasta el umbral de resistencia física de los materiales,
indagando sobre el concepto de bajo materialismo de Bataille que reivindica lo que es por
sobre la mirada moral, que genera resistencia políticamente y el ruido en tanto mugre no
deseada son posibilidades latentes desde las cuales relacionarse con los instrumentos en
situaciones performáticas que supieron ser una constante en su abordaje grupal. Elogio de
Y para destruir la impresión favorable, haría falta nada menos que la visión fantástica e
imposible de las raíces que hormiguean bajo la superficie, repugnantes y desnudas como
lombrices.
En efecto, las raíces representan la contrapartida perfecta de las partes visibles de la planta.
Mientras que éstas se elevan noblemente, aquéllas, innobles y viscosas, se revuelcan en el
interior del suelo, enamoradas de la podredumbre como las hojas de la luz. (Bataille, 2003: 27)
4
https://revistacomadamus.wordpress.com/2017/04/25/apuntes-de-memoria-post-musicactualba-l-conde/
5
Lugar mítico de Buenos Aires donde ocurren buena parte de los eventos ligados a las músicas
experimentales con visitas de músicos de todas partes del mundo durante el año.
Las Musas deben su nombre a una raíz que se refiere al ardor, la tensión viva que se consume
en la impaciencia, el deseo o la ira y se abrasa por llegar a saber y hacer. En una versión
mitigada se dice: «los movimientos del espíritu» (mens es de la misma familia). La Musa
anima levanta excita, pone en marcha. Vela menos sobre la forma que sobre la fuerza. O, más
exactamente: vela con fuerza sobre la forma. (Nancy, 2008: 11)
Puede llamarse contemporáneo sólo aquel que no se deja cegar por las luces del siglo y es
capaz de distinguir en ellas la parte de la sombra, su íntima oscuridad. Con esto, sin embargo,
aún no hemos respondido a nuestra pregunta. ¿Por qué debería interesarnos poder percibir las
tinieblas que provienen de la época? ¿Acaso la oscuridad no es una experiencia anónima y por
definición impenetrable, algo que no está dirigido a nosotros y no puede, por lo tanto,
incumbimos? Por el contrario, contemporáneo es aquel que percibe la oscuridad de su tiempo
como algo que le incumbe y no cesa de interpelarlo, algo que, más que cualquier luz, se dirige
directa y singularmente a él. Contemporáneo es aquel que recibe en pleno rostro el haz de
tiniebla que proviene de su tiempo. (Agamben, 2011: 22)
El último evento del Doble Cuarteto fue en el Hospital Nacional Dr. Baldomero
Sommer, único leprosario que funciona actualmente en Argentina. Ubicado en General
Rodríguez, en la provincia de Buenos Aires, les da atención, techo y comida a los enfermos
que perdieron todo a causa de la lepra, enfermedad que creo estigma y aislamiento. Su
fundación en 1941 tiene como principal objetivo aislar a los enfermos de la sociedad,
encubierto con su tratamiento médico específico. En sus 270 hectáreas hay casas bajas,
calles asfaltadas, una Iglesia, un cementerio, garitas en donde paran los colectivos y un
teatro. Pueblo fundado como desplazado. Para llegar hay que atravesar un camino de varios
kilómetros que solo conducen a su interior internado. Tocamos y ya no fuimos los mismos.
[…] Las sensaciones, perceptos y afectos son seres que valen por sí mismos y exceden
cualquier vivencia. Están en la ausencia del hombre, cabe decir, porque el hombre, tal como ha
sido cogido por la piedra, sobre el lienzo o a lo largo de las palabras, es él mismo un
compuesto de perceptos y de afectos. La obra de arte es un ser de sensación, y nada más: existe
en sí. (Deleuze y Guattari, 2003: 164)
El origen del grupo parte de una convocatoria extranjera, sin embargo el texto es
pretensioso en sus citas ya que de alguna manera instala ejemplos no solo latinoamericanos,
sino la voz escrita de algunos de sus integrantes, el silencio de otros y un recorte de otros
grupos que no suelen ser citados públicamente. Dejando fuera a los grandes referentes, no
por no reconocer su impronta, sino para equiparar el diálogo con otros autores que también
pusieron su cuerpo y deseo para construir algo que siempre los excede. Y es ahí donde se
produce el entre-lugar del montaje y transformaciones entre la tradición europea y la
Deseo un texto que sea una cosa que está pensando, que proponga categorías
gestadas como propias y las lleve hasta el extremo para seguir activando líneas no-paralelas
de pensamiento. Me pregunto si es posible apropiarse de la palabra escrita para pensar
desde nuestro lugar de producción funciones que nos sean propias. Un lenguaje que se nos
salga de control donde sea posible experimentar el hueco de las palabras, pero no desde el
agujero de lo indecible, sino desde otro lugar. Siempre desde otra cosa. Gestamos eventos
de todo tipo hace muchos años, pero hay algo en esa vorágine que se nos escapa. Ya no.
2011
17 12 Hospital Nacional Dr. Baldomero Sommer.
13 11 Centro Nacional de la Música y la Danza.
11 09 Instantes Sonoros 2011.
12 03 Ciclo Nuevas Músicas para la Memoria - espacio ECuNHi (ex-ESMA).
2010
11 12 PULSO UNTreF Festival de Música, Arte y Medios Electrónicos.
1012 Radio-on de Chris Petit - resonorización de un oculto clásico del género road movie y
homenaje a su banda sonora original - una.casa. San Telmo, Bs. As.
09 10 Arquitecturas de la tragedia, presencia y no lugar. Resonorizacíon sobre tres cortos
de Jan Svankmajer y Conferencia de prensa histórica aeropuerto de Trelew (1972) -
una.casa. San Telmo, Bs. As.
28 08 Galpón de encomiendas y equipajes de la grieta. La Plata, Bs. As.
25 07 Grabación del único disco de estudio. Poteitos. Bs. As.
23 07 Primera presentación. una.casa. San Telmo, Bs. As.
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Investigaciones “María Saleme de Burnichón”, Facultad de Filosofía y
Humanidades, Universidad Nacional de Córdoba.
Fotografías
Abstract
In this text we present the need of developing a starting point that allows the appropriation
of new forms of musical writing in computers by contemporary music composers. For this
purpose we created a glossary, theoretically framed in western music tradition, and
concluded with a suggested bibliography –in case that there is the need for a wider
framework.
Keywords: Digital Scores, Musical Writing, Virtual Reality.
1 Introducción
La notación musical escrita es una herramienta que permite traducir sonidos en símbolos
visuales (o táctiles), que serán interpretados después. Las partituras convencionales indican
el gesto necesario para la producción de un sonido; existen en ella indicaciones gestuales
que muchas veces reflejan el sonido resultante. La notación permite a un músico interpretar
la música escrita, aunque jamás la haya oído y también conduce su análisis o enseñanza
musical. Más allá de la teorización o discusión acerca de objetos musicales específicos y
además de la información histórica sobre una pieza musical, las partituras moldean la
b. Factores externos a las ideas musicales en sí, que influyen tanto en la notación, como la
interpretación de ella.
Se escribe música desde hace por lo menos 4.000 años y, por alguna razón, desde hace
apenas 1.000 se la denomina partitura. La estandarización de la notación no ha tenido un
camino sencillo, por lo que estudiarla y analizarla requiere de terminología específica.
Más allá de los ataques que ha recibido, producto de su función autoritaria (indicaciones
unilaterales de interpretación) o totalitaria (la concreción de la escritura como obra
musical), su diseño ha ido modificándose, enmarcado en los cambios estéticos y
tecnológicos inaugurados por sus distintos escritores. Actualmente, la escritura musical, sea
el producto de un trazo moderado por una notación o rediseñado para un objetivo
específico, se ha vuelto cada vez más compleja y tiende a la aglomeración acumulada de
indicaciones gesticulares.
2 Justificación
¿Cuál es la necesidad de un glosario como este? Aun siendo que un género de composición
nuevo es razón suficiente, lo que definitivamente marca esta necesidad es la transformación
de la lectura que la notación musical ha sufrido con la introducción de las computadoras
para su generación. En concreto, todavía no existe una sistematización de la lectura que
responda a caracteres móviles. Hasta el día de hoy, las partituras (y casi toda la literatura,
salvo por ejemplo aquella destinada a la venta de productos o marketing) se leen de forma
estática, en un soporte fijo y, por cierto, normado por siglos de lenta configuración.
1
La denominación más común para estas partituras es “partituras animadas” [Animated Scores]. Pero
podríamos insistir en “musicografía dinámica” como lo propusimos antes, con el objetivo de integrar todas las
partituras que mueven su notación o el espacio donde está dispuesta.
2
Habría que reflexionar si estas herramientas tienen un destino normalizador, como el construido por
d’Arezzo o pudieren formar parte de las decisiones estéticas del escritor.
Para concluir, las partituras digitales dinámicas están destinadas a renovar las ortografías y
los modelos de lectura asociados a ellas. Es por esto que este glosario y otros productos
comenzarán a producirse con el tiempo y, si este tipo de partituras genera algún interés en
Latinoamérica, veremos más material de investigación relacionado a este.
3 Antecedentes
3
Entre las tantas dispersas, podemos encontrar este artículo que, aunque no hace hincapié en las partituras
por computadora, sí da un contexto filosófico para su creación. (http://www.sulponticello.com/la-partitura-
desbordada-otras-materialidades-de-la-notacion-musical/, 01-01-2016).
4 Criterio
El estilo de este glosario cumple una función meramente descriptiva. No está de más
aclarar que las entradas listadas, lejos de agotar el entendimiento de las mismas, reducen su
contenido con la intención de orientarlas hacia el eje principal del glosario.
Además del glosario incluiremos una serie de recopilaciones (realizadas antes del 01-01-
2018):
4
Ver, https://bit.ly/303vwRy (01-01-2018) https://bit.ly/2ZaKhoF (01-01-2018)
5
Como diría Santo Tomás, «ver para creer».
Glosario
analógico
Goodman (2010) dice que tanto lo analógico como lo digital son sistemas de medición. Si
medir es comparar, entonces nada se compara exactamente con lo analógico (esta
característica aproximativa es la que lo une a la “analogía”). Lo analógico sirve para medir
lo inconmensurable, aquello donde entre dos elementos siempre hay un tercero. Sirve para
medir la presión atmosférica o los años luz; para medir sonido o su escucha. El trazo
manuscrito es analógico, pero lo es tanto en un papel como en una pantalla táctil. Analógica
también es la lectura, sin importar dónde esté plasmada.
comportamiento
digital
Lo digital constituye la forma en la que se comenzó a medir: Con el cuerpo. Es decir, los
primeros científicos se acercaron a la medición con las manos y los dedos (los dígitos), pero
también con los codos, los brazos, los pulgares, etc. Lo digital está comúnmente asociado a
las computadoras y la razón de esto es la capacidad científica de aquellos aparatos. En las
partituras lo digital está asociado a los dígitos o a los dedos, cuestión que marca su cualidad
inicial de diseño; es decir, todas las partituras, como todas las escrituras, están hechas con
los dedos. Aún si se transcribe mi voz, el mecanismo que produce trazos y caracteres
legibles en una pantalla tienen un origen manual.
dinámica
MIDI
notación
Si la escritura nace a orillas del Nilo, entonces la notación surge en el mismo momento. El
dar constancia, de forma codificada, de que una información fue entendida, sirve para
ahorrar trazo. En música, en vez de pedirle a un guitarrista que apoye sus dos manos en el
instrumento y que apriete con una intensidad suficiente la tercera cuerda en el segundo
traste, etc. sólo ponemos un rombo entre dos líneas de un pentagrama, que simbolice un
“la”.
partitura
partitura digital
Una partitura digital, que puede muy bien denominarse “partitura computacional”, es
precisamente aquella que se realiza con el potencial de las nuevas tecnologías. Aquí
software como Finale, Sibelius, MuseScore o NoteAbilityPro son los encargados de
diseñarlas. Es preciso notar que el motivo inicial del software mencionado es imitar a las
partituras impresas, mejorar su punto, almacenarlas, etc. Esto es importante ya que, a pesar
de haber partituras experimentales realizadas en Lilypond u otro software, el aspecto
estático y su objetivo impreso, marcan sus limitantes.
El objetivo de este texto se centra en reiterar qué son estas partituras. Más allá de las
definiciones que se encuentran en la tesis del autor (Calatayud 2018), las Partituras
Digitales Dinámicas son escrituras que sólo pueden existir dentro de las computadoras. Tal
vez se podría hacer una “transcripción” a papel impreso flexible, pero esto nos queda por
delante. Las partituras de este tipo exhiben comportamiento y cambian su performatividad,
son formas de escribir que no cualquier músico quiere enfrentar por las razones ya descritas
partituras algorítmicas
partituras animadas
partituras cinemáticas
partituras circulares
6
3Cuestión que no pareciera ser un problema en el movimiento americano de la Indeterminación que
generara partituras que son recreadas y su lectura diseñada.
partituras generativas
partituras rizomáticas
Partituras que, partiendo de las ideas de Deleuze y Guattari (2004) sobre el “rizoma”, los
experimentos cartográficos de John Cage (Fontana mix, 1958) y otros compositores son
desarrolladas sobre una complejidad computacional, que se apoya sobre una complejidad
considerable, resultado de la expansión de la realidad virtual hacia la disposición rizomática
de la información musical.
partituras situacionales
Partituras enfocadas en la reacción con el entorno. También las podemos encontrar como
“locativas” o “relacionales”.
performatividad
fundamental ya que la misma ya no será un espacio privado, tanto del intérprete como del
director de la orquesta, sino que será proyectada hacia el público. Si esta proyección
significa un simple acompañamiento a la música o un mecanismo de evaluación, queda a la
casualidad.
score
trazo
Este sustantivo nos permite unificar los distintos estilos en los que se plasma información
en un soporte. Es decir, sin importar si es trazo manuscrito, mecanografiado, automatizado,
robotizado o sonificado (por nombrar algunos), lo que se mantiene es el trazo y por ende, el
trabajo manual de descarga y operación de información; que en nuestro caso es musical.
Sitios de Internet
http://www.blockmuseum.northwestern.edu/picturesofmusic/index2.html– Pictures of
Music
https://blog.zhdk.ch/ssmn/– Spatialization Symbolic Music Notation
http://www.centerforvisualmusic.org/– Center for Visual Music
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ACM.
Pablo Araya
Resumen
Abstract
The writing presented here has attempted to reach an understanding regarding certain
current musical objects (works by Julio Estrada and Pablo Araya primarily); that is, to
understand its ontological nature. The conclusion reached is that they have a multi-
component structure and scales in addition to a highly irregular and unstable dynamic
behavior (non-linearity). Such a thing gives great timbral complexity. However, this has
repercussions on the ways in which composers think and reason their music, an issue that
entails a semiotic and cognitive problem.
Resulta claro que la sustancia de cualquier obra musical es el sonido. Sin embargo,
¿Qué es el sonido? La respuesta a este interrogante exige, según se entiende en este trabajo,
un abordaje científico (física): la física acústica clásica nos dice que el sonido es energía
(onda mecánica) que se propaga a través de la materia.2 Mientras que desde el punto de
vista de la física cuántica, el sustrato real y último de la materia es la energía.3 Así, entre
ambos andamiajes (que miran la realidad a diferentes escalas) se observa una suerte de
contradicción: en lo primero tanto el sonido como la materia están separados; en lo
segundo, y lo mismo sucede en la física relativista,4 materia y energía deberían entenderse
como equivalentes (al menos así lo sugieren algunos físicos teóricos). Por lo tanto, si se
1
“Muchos problemas clásicos de la filosofía son problemas ontológicos […] Pero tenemos al menos dos
cuestiones importantes para el proyecto total de la ontología: primero, decir qué hay, o qué cosa existe, y de
qué sustancia está hecha la cosa en sí; y segundo, explicar cuáles son las relaciones y características generales
de las cosas.” (Hofweber, 2014).
2
“El movimiento de la onda es la propagación de un estado de perturbación de la materia y no la propagación
de la materia misma […] el asunto esencialmente nuevo aquí es que por primera vez estamos considerando el
movimiento de algo que no es materia, sino energía que se propaga a través de la materia […] toda teoría que
se vale del concepto de onda puede en general considerarse como una teoría mecánica” (Einstein e Infeld,
1993: 80-81).
3
“La materia ha sido y será siempre uno de los principales objetos de la ciencia […] En esta etapa del
desarrollo de los conceptos generales de la física nos encontramos con la vieja cuestión de si existe o no un
límite a la divisibilidad de la materia, o, en otras palabras, si la materia es continua o discontinua […]
Teniendo en cuenta la existencia de todas estas transmutaciones, ¿qué es lo que queda de las viejas ideas de
materia y de sustancia? La respuesta es: energía. Esta es la auténtica sustancia, la que se conserva; solamente
cambia la forma en que se manifiesta” (Pauli, 1996: 28, 31-32).
4
“Otra consecuencia de la teoría (especial) de la relatividad es la relación entre masa y energía. La masa es
energía y la energía tiene masa. Los dos principios de conservación de masa y energía son combinados por la
teoría de la relatividad en un solo principio, el de conservación de la masa-energía” (Einstein e Infeld, 1993,
op. cit.: 197-198).
adopta el enfoque de la física cuántica, pues entonces el sonido, que es energía, podría ser
comprendido, al menos tentativamente, como materia. Desde luego este es un problema de
difícil solución ya que también debería desarrollarse el concepto de materia.5 Sin embargo,
lo recién expresado es un problema referido a la física y no a la música.
5
En tal dirección, el físico teórico Paul Davies (2010: 1-3) nos aporta: “Durante siglos, la idea de Isaac
Newton de que la materia consistía en “partículas sólidas, macizas, duras, impenetrables y móviles”, reinó
[…] Los sistemas complejos como los organismos vivos, las sociedades y las personas podrían, en última
instancia, explicarse en términos de componentes materiales y sus interacciones químicas […] Sin embargo,
la aparición de la termodinámica alrededor de 1850 ya comenzó a poner en duda el alcance universal del
determinismo […] ¿Qué pasó, entonces, con la noción de materia o de lo material? En una primera fase, el
término “materia” perdió gradualmente su uso en la ciencia para ser reemplazado por conceptos más robustos
y mensurables como el de masa (inercial, gravitacional, etc.) […] El primer golpe provino de las teorías de la
relatividad especial y general de Einstein (1905 y 1915). Al establecer el principio de una equivalencia de
masa y energía, el carácter de campo de la materia cobró importancia, y los filósofos de la ciencia
comenzaron a discutir hasta qué punto la teoría de la relatividad implicaba una “desmaterialización” del
concepto de materia. Sin embargo […] a pesar de que las partículas y sus interacciones comenzaron a verse
como manifestaciones parciales de campos subyacentes de masa y energía, en la teoría de la relatividad
todavía se las consideraba como una especie de entidades espacio-temporales. El segundo golpe al
materialismo clásico y el mecanicismo vino con la teoría cuántica que describe un nivel fundamental de la
realidad, y, por lo tanto, se le debe otorgar un estatus primario cuando se discute la naturaleza científica y
filosófica actual de la materia […] Paul Davies, Seth Lloyd y Henry Pierce Stapp desafían algunas
suposiciones ampliamente aceptadas sobre la realidad física. Davies se pregunta ¿qué sucede si no asumimos
que las relaciones matemáticas de las llamadas leyes de la naturaleza son el nivel básico de descripción, y en
cambio optamos por tomar a la información como el fundamento sobre el que se construye la realidad física?”
Las obras a las que se hace referencia (obras de Julio Estrada y Pablo Araya) poseen
una estructura de tipo multidimensional (o de múltiples componentes) y multiescala.6 Así
pues:
ver con el nivel micro. Lo mismo se aplica, por ejemplo, a los efectos o color sobre
el instrumento: sul ponticello, ordinario y sul tasto accionan en el nivel medio, y
extremo sul ponticello, molto sul ponticello, poco sul ponticello, etc. se desarrollan
en el nivel micro.
- ¼ de tonos.
- ¾ de tonos.
IZQUIERDA: (armónicos).
Poco vibrato.
Molto vibrato.
7
“La teoría de los sistemas dinámicos concierne con los cambios del sistema en el tiempo" (Von Bertalanffy,
1972: 417).
a las interacciones no-lineales entre los diferentes componentes y escalas. Asimismo ¿Cuál
es el significado de lo no-lineal? Este es un término propio de la matemática y la física
actuales:
[…] la mayoría de los sistemas no-lineales son imposibles de resolver analíticamente. ¿Por qué
será que los sistemas no-lineales son mucho más difíciles de analizar que los lineales? La
diferencia esencial es que los sistemas lineales pueden descomponerse en partes. En
consecuencia, cada parte puede ser resuelta separadamente para finalmente volver a ser
recombinada y así encontrar la respuesta. Esta idea permite una fantástica simplificación de
problemas muy complejos […] En este sentido, un sistema lineal es igual a la suma de sus
partes. No obstante, muchas cosas en la naturaleza no funcionan de esta manera. Cuando las
partes de un sistema se interfieren, o cooperan, o compiten, esto quiere decir que hay
interacciones no-lineales en juego. La mayoría de lo que sucede en la vida es no-lineal […] la
no-linealidad es vital en las operaciones de un láser, la formación de turbulencias en un fluido
[…]. (Strogatz, 1994: 8-9).
También otro especialista apunta:
de Julio Estrada y Pablo Araya). Por lo tanto, para el caso de las obras (u entidades) de los
dos compositores recién mencionados, puede decirse que estas poseen una estructura
multidimensional (numerosos componentes y escalas) con un comportamiento dinámico
(en el tiempo) tendiente a la inestabilidad, la turbulencia y la irregularidad (tales cualidades
se han visto reflejadas en el modelo gráfico desarrollado en la sección precedente que
puede entenderse como una clarificación de la notación; a su vez, téngase en cuenta que la
notación no es más que una representación de lo que acontece en el plano físico-acústico).
Entonces, hasta acá parece bastante claro que clases de entidades musicales se estuvo
observando.
Ahora bien, lo que resulta extraño en toda esta descripción o caracterización que se
ha realizado desde el inicio, es que en ella se apela a términos y conceptos provenientes de
la ciencia moderna (física y matemática), a saber: inestabilidad, turbulencia, no-linealidad,
multidimensionalidad, multiescala, etc. Esto genera una contradicción con una de las
premisas y metas principales de este escrito: se buscaba echar luz sobre cuestiones
vinculadas a la música y no respecto a la física; es decir, dijimos que hablaríamos de
música y no de ciencia. Pero recurrir a un lenguaje no musical no es un hecho fortuito
(especialmente para el tipo de objetos musicales como los que mostramos más arriba): la
razón de esto es que numerosos términos y conceptos provenientes de la tradición musical
occidental pasada (melodía, contrapunto, armonía, motivo, etc.), ya no sirven para describir
ni explicar a lo que sucede con las experimentaciones sonoro-musicales más recientes8 y,
según nuestra perspectiva, tal cosa representa un problema de índole semiótico y cognitivo
a la vez. Lo explicamos a continuación.
8
Esto es algo que ya habían notado importantes compositores del siglo XX como Edgar Varèse (1966: 11, 14-
15): “Ya no estará vigente la vieja concepción de melodía o la interacción de melodías […] o usar la vieja
palabra ‘contrapuntísticamente’ […] Ritmo y Forma son, aún, los más importantes problemas y los dos
elementos generalmente menos entendidos”. Y también James Tenney (1988: 4, 23) apuntará lo siguiente: “El
tiempo nos ha dado algún grado de familiaridad con algunos de los logros musicales más avanzados de
principios del siglo XX y, todavía, nuestras descripciones o aproximaciones analíticas están elaboradas con
expresiones negativas -‘atonal’, ‘atemático’, etc.-, que nos dicen lo que la música no es, más que lo que
realmente es. Esta estrechez de los conceptos musicales tradicionales se manifiesta claramente en este
negativismo; y también se observa que muchas piezas musicales significativas de este período reciente
comúnmente son entendidas como ‘excepciones’, ‘desviaciones’ o ‘experimentos interesantes’. Y la
disparidad entre los conceptos tradicionales y el actual ‘objeto musical’ se vuelve mayor con los avances más
recientes (no-instrumentales) de la música electrónica […] [Entonces] no se trata de una falta de familiaridad
con las experiencias musicales actuales, sino de un completo hiato entre la teoría y la práctica musical […] y
está claro que la estructura conceptual está necesitando ser expandida […] Palabras tales como ‘frase’, ‘tema’,
‘acorde’ y ‘progresión armónica’, e incluso ‘melodía’ y ‘armonía’, tendrían que ser reinterpretadas […]”.
Para entender de qué estamos hablando cuando hacemos referencia a una disciplina
como la semiótica, conviene repasar brevemente el proceso de semiosis tríadico de C.S.
Peirce:
Interpretante
Paso seguido, obsérvese lo que los especialistas dicen respecto a cada uno de los
elementos o componentes de la tríada:
Según este esquema, la semiosis se desarrolla cuando un Representamen (tal como Peirce
llamaba al signo) representa un Objeto (valga decir, un estado o una cosa del mundo) ante
alguien (un intérprete o lector) en cuya mente se crea un Interpretante, es decir, una idea, la
idea de la cosa representada. (Fraenza, 2001: 343)
Interpretante
(comunidad de especialistas que interpretan y razonan sobre la música)
9
“La música está formada por tonos compuestos, cada uno de los cuales consiste de una superposición de
tonos puros, los cuales, debido a sus relaciones de frecuencia, aparecen como un único ente perceptual […]
Esta es la llamada frecuencia fundamental […] Obsérvese […] que la frecuencia de cualquier otra vibración
posible es un múltiplo entero de la frecuencia fundamental. Estos son los llamados armónicos superiores de f1
[…] Los armónicos superiores son llamados también tonos parciales” (Roederer, 1997: 120, 122-123).
compositor posee una formación musical que de alguna manera lo determina. Por ende,
cuando se enfrenta con sonoridades desconocidas, es decir, cuando se enfrenta con un
objeto extraño o anómalo, sus modos de representación (notación) y de interpretación
conceptual entran en crisis. Claro está, y como convenientemente fue explicado en trabajos
anteriores (Araya, 2018), los compositores buscaron alternativas en los modos de
representación (innovaciones en la notación). Y lo mismo sucedió en el plano de la
conceptualización musical (son destacables los razonamientos metafórico-analógicos de
Varèse, Xenakis y Estrada, por ejemplo). No obstante, y más allá de estos aportes, cuando
algún compositor en el siglo XX y XXI recurre a una metáfora o una analogía para
describir algún aspecto o cualidad de su música, lo que se está observando es una falencia
en el lenguaje o forma de conceptualizar de la tradición musical del pasado. Es decir, si el
compositor tiene que echar mano a una metáfora o una analogía, esto es un indicador de
que existe algún sector o porción de la realidad sonoro-musical que no está pudiendo ser
caracterizada con claridad o certeza. Por lo tanto, el lenguaje y la conceptualización de la
música de la tradición, al momento de tener que lidiar con las músicas de la actualidad, se
torna insuficiente e inadecuada. Así pues, y ya fue señalado anteriormente, tal cosa
generaría una suerte de tensión y falta de coordinación entre la materia acústica -sonido-, la
conceptualización musical y las formas de representación -notación- de las dos anteriores -
al menos esto es lo que puede creerse en lo inmediato-.
De todas formas, si se escudriña más fondo en la tríada de Peirce, y si además se
acepta que la metáfora y la analogía están sugiriendo que existen entidades o fenómenos
sonoro-musicales distintos a los que había en la tradición (que ciertamente exigen
mecanismos cognitivos distintos para su caracterización o comprensión), terminaremos
dándonos cuenta que en realidad no hay tal funcionamiento tenso o confuso entre los tres
factores ya citados (materia acústica, conceptualización musical y representación). Más
bien, lo que podría decirse es que se tiene un funcionamiento mucho más complejo (aunque
este que resulta imposible de abordarse en este texto).
10
Resulta imposible realizar una descripción acabada de los sistemas complejos en el campo de las ciencias
exactas, pero algunos de sus rasgos más importantes son la no-linealidad, la inestabilidad dinámica, a veces el
caos, etc. (Prigogine y Stengers, 1990, 1994; Cilliers, 1998, 2001).
Como científico cognitivo y lingüista, uno se pregunta: ¿Cuáles son las leyes generales que
gobiernan las expresiones lingüísticas referidas clásicamente como metáforas poéticas?
Cuando esta pregunta es respondida rigurosamente, la teoría clásica termina siendo falsa. Las
leyes generales que gobiernan las expresiones metafóricas en la poesía no están en el lenguaje,
sino que en el pensamiento: son mapeos conceptuales que cruzan diferentes dominios […] En
definitiva, el lugar de la metáfora no está del todo en el lenguaje, más bien se encuentra en la
manera en que conceptualizamos un dominio mental del pensamiento, en términos de otro […]
Reddy ha mostrado […] que el lugar de la metáfora es el pensamiento, no el lenguaje; y que la
metáfora es una parte indispensable de nuestra ordinaria y convencional manera de
conceptualizar el mundo […]. (Lakoff, 1993: 202-204)
Y en relación a la analogía:
Una analogía es una comparación entre dos objetos, o dos sistemas de objetos, que destaca los
aspectos que se piensan que son similares entre ambos. Asimismo, el razonamiento analógico
es cualquier tipo de pensamiento que se basa en una analogía […] El razonamiento analógico
resulta fundamental para el pensamiento de los seres humanos […] el razonamiento analógico
ha jugado un importante rol en un amplia gama y variedad de problemas. El uso explícito de
los argumentos analógicos, desde la antigüedad hasta hoy, ha sido una característica distintiva
del razonamiento científico, filosófico y legal. (Bartha, 2013: 1)
[…] las analogías consisten en juntar o acercar dos sistemas abstractos, en el que uno que ya es
bien conocido, nos sirve y ayuda para entender y formular mejor al otro que es poco conocido.
En esto no hay nada que pueda sorprender o molestar a los lógicos más rigurosos […]
Consideremos el siguiente ejemplo: cuando Christiaan Hyugens (1629-1695) propuso su teoría
de la luz, lo hizo en base a una analogía con la teoría ondulatoria del sonido: las relaciones
entre los varios atributos y características de la luz, son similares a aquellos formulados en la
teoría acústica [...] Entendido así, la analogía se vuelve un instrumento legítimo para conocer y
explorar aspectos de un dominio sobre la base de otro. (Gelfert, 2016: 6).
4. Conclusiones
11
“La musicología cognitiva es una subdisciplina de la musicología que sugiere abrevar en disciplinas que se
encuentran fuera de la musicología [tradicional] para estudiar y explicar los fenómenos musicales […] En la
Musicología Cognitiva la teoría principal es que la música puede ser entendida como un tipo de información
que los humanos procesamos. Para estudiar cómo es que los humanos procesamos cualquier información del
mundo en el que vivimos, las Ciencias Cognitivas combinan teorías y métodos de investigación de las
humanidades y las ciencias naturales tales como la psicología, la semiótica, la computación y las
neurociencias. La Musicología Cognitiva busca responder preguntas referidas a entender cómo es que la
música es procesada […] De acuerdo con Huron, la Musicología Cognitiva entiende que la información
musical son representaciones mentales que provienen de las impresiones sensibles del sonido y los procesos
del pensamiento […] Personalmente sugiero que la Musicología Cognitiva busca responder a […] preguntas
generales que tienen que ver con las representaciones mentales de la música [entre otras]: […] ¿Cómo es que
los músicos y los compositores ejecutan e imaginan la música? […]” (Haumann, 2015: 11, 13-14).
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Silvia Restrepo
Mariantonia Palacios
Ledice Fernandes
Federico Barabino
Patricio Calatayud