Trabajo Tema IX Legislacion
Trabajo Tema IX Legislacion
Trabajo Tema IX Legislacion
Facilitador: Estudiantes:
Abg. Maite López. Katherine Hernández; Ci:26.936.518.
Sin embargo, la relación jurídica que une al empleado público con el Estado ha variado
profundamente a lo largo del tiempo. Es natural que así sea, pues responde
inevitablemente a la idea que en cada momento esta se asume del Estado y de la
Administración, de las funciones que se le atribuyan, de sus relaciones con la sociedad y,
en el fondo, de la misma evolución del sistema social, ya que el subsistema público
constituye una parte del todo.
Es decir, es natural que la relación jurídica entre los funcionarios públicos y el Estado
haya cambiado, porque el Estado, la Administración, sus funciones y sus relaciones con la
sociedad, evolucionan juntas como un todo.
El Art. 3 de la LEFP, dice que cualquier funcionario o funcionaria público será toda
persona natural que, en virtud de nombramiento expedido por la autoridad competente, se
desempeñe en el ejercicio de una función pública remunerada, con carácter permanente.
Esto quiere decir que un funcionario público es aquella persona que, en régimen de
trabajo por cuenta ajena (Un trabajador por cuenta ajena es una persona que,
voluntariamente, decide prestar sus servicios profesionales a una empresa u
organización, trabajando bajo el mandato de su empleador, quien además le proporciona
un salario fijo a cambio de su trabajo), presta sus servicios de forma permanente a la
Administración Pública.
Así, el funcionario público obtiene su retribución del Estado y se vincula mediante una
relación estatutaria, que supone que los derechos y deberes del funcionario se regulan
esencialmente por las leyes y reglamentos y no por contratos individuales o convenios
colectivos, y que el funcionario no tiene un derecho adquirido a mantener una
determinada regulación de sus condiciones de empleo.
Entonces, se puede acotar que un funcionario público es aquella persona que presta sus
servicios a la Administración Pública (la administración pública comprende el conjunto de
órganos del sector público conformados para realizar la tarea de administrar y gestionar,
es llevada a cabo por las entidades que conforman el poder ejecutivo tales como: los
ministerios, los gobiernos regionales y locales, como también los Organismos Públicos
Descentralizados, el Poder Legislativo, el Poder Judicial, etc.). Dado que el funcionario
público desempeña sus funciones para el Estado, este debe contribuir con una retribución
para el conjunto de empleados públicos que posee.
Se puede decir también que la función pública es un conjunto del cual forman parte todos
los funcionarios públicos (empleados públicos que ingresan a la Administración mediante
nombramiento de la autoridad competente o tras superar determinadas pruebas selectivas
más o menos rigurosas, y sus relaciones con la Administración se someten a un régimen
especial de Derecho Administrativo, distinto del que corresponde a los trabajadores).
Siguiendo el anterior orden de ideas, el artículo 19 del Estatuto clasifica a los funcionarios
públicos en dos categorías, a saber:
1) funcionarios de carrera y
(i) Funcionarios de carrera (artículo 19 LEFP): son aquellos que, habiendo ganado el
concurso público, superado el período de prueba y en virtud de nombramiento, prestan
servicios remunerados y con carácter permanente.
(ii) Funcionarios de libre nombramiento y remoción (artículo 19 LEFP): aquellos que son
nombrados y removidos libremente de sus cargos, sin otras limitaciones que las
establecidas en el Estatuto. Ellos, a su vez, se dividen en: Cargos de alto nivel (artículo 20
LEFP) o aquellos relacionados con la dirección política del país o con las tareas de los
más altos gobernantes:
Se deja claro los sujetos que se encuentran dentro del ámbito de aplicación de la LOTTT
(2012), exceptuando a los miembros de los cuerpos armados que integran la Fuerza
Armada Nacional Bolivariana, así como también a los servicios policiales quedando
también excluidos los funcionarios públicos por tener estos una relación estatutaria con la
administración publica sin embargo, se deja bajo la tutela de la LOTTT a los trabajadores
que presten servicio tanto en las Fundaciones como en las Empresas del Estado y así lo
recoge expresamente el artículo 6 de la referida Ley, al señalar que los trabajadores
contratados y las trabajadoras contratadas al servicio de la Administración Pública
Nacional, Estadal y Municipal, centralizada y descentralizada, se regirán por las normas
contenidas en la LOTTT; esto último, también tiene su fundamento en lo establecido en
los artículos 108 y 115 de la Ley Orgánica de la Administración Pública (2014), los cuales
por remisión señalan que los trabajadores que se desempeñen dentro de las Fundaciones
y Empresas del Estado se regirán por la legislación laboral ordinaria.
Por otro lado, en análisis de la doctrina que hace referencia al empleo público ofrecido a
la Administración, se trae como referencia el concepto restringido que refiere Palomar
Olmeda (2003), donde se señala que el derecho de la Función o el empleo público, es el
conjunto de normas, que, constituyendo un todo armónico dentro del ordenamiento
jurídico, tienen por objeto regular la relación de servicio prestada para las
Administraciones Públicas; siendo que la antigüedad es una sola.
En ese mismo orden de ideas, es importante mencionar que el artículo 141 de la LOTTT
establece el régimen de prestaciones sociales, señalando el derecho que tienen todos los
trabajadores y trabajadoras a recibir las prestaciones sociales que les recompensen la
antigüedad en el servicio y los ampare en caso de cesantía. Asimismo, continúa
señalando la norma, que dicho régimen establece el pago de este derecho de forma
proporcional al tiempo de servicio, calculado con el último salario devengado por el
trabajador o trabajadora al finalizar la relación laboral; sustentando y garantizando tal
derecho a través de los principios de intangibilidad y progresividad de los derechos
laborales.
Dentro del mismo contexto, precisa el literal b, del artículo 142 de la LOTTT, que la
garantía y cálculo de prestaciones sociales se pagarán en función de que, adicionalmente
y después del primer año de servicio, el patrono o patrona depositará a cada trabajador o
trabajadora 2 días adicionales y acumulativos de salario por cada año de servicio y éstos
se causarán cumplido que fuere el segundo año de servicio, los cuales se continúan
causando en base al tiempo trabajado después del primer año, hasta un máximo de 30
días de salario por año laborado, de tal manera que por el segundo año de servicio el
trabajador acumula 2 días adicionales, por el tercer año de servicio el trabajador acumula
4 días, por el cuarto año de servicio el trabajador acumula 6 días más, por el quinto año
de servicio acumula 8 días adicionales y así, de manera, sucesiva y progresivamente se
va acumulando hasta garantizar, tal como lo señala la LOTTT, un máximo de 30 días
adicionales por año de servicios.
Ahora bien, como quiera que el contenido normativo contemplado en el último párrafo del
artículo 6 de la LOTTT posee un carácter amplio debido a la propia naturaleza jurídica de
la institución de donde proviene; sin embargo, haciendo una interpretación restrictiva de la
norma al establecer ésta claramente que el tiempo desempeñado dentro de la
administración será considerado para todos los efectos legales y contractuales como
tiempo de servicio efectivamente laborado, es así como, se desprende del artículo que
este tiempo acumulado será computado a la antigüedad del trabajador, en cuyo caso
puede ser considerado para la garantía y cálculo de prestaciones sociales, tomando en
consideración los dos (2) días adicionales establecidos en el artículo 142 de la LOTTT.
Es por ello que, finalmente, para aquellos trabajadores que ya venían acumulando días
adicionales, por la antigüedad obtenida con ocasión a la prestación del servicio a la
Administración Pública, esta acumulación deberá continuar en forma progresiva, es decir
que el cómputo de estos días adicionales no iniciaría desde cero, sino que, por el
contrario, en estricto apego al contenido gramatical y exegético de la norma establecido
en el último párrafo del artículo 6 de la LOTTT, y trayendo a colación una de las máximas
jurídicas utilizada por Tribunales del país la cual refiere que donde no distingue el
Legislador, no debe distinguir el Intérprete, se pudiera concluir que dicho tiempo
desempeñado en la Administración Pública Nacional, Estadal y Municipal, centralizada y/o
descentralizada, debe ser considerado para todos los efectos legales y contractuales
como tiempo de servicio efectivamente prestado y computado a la antigüedad, todo ello
en atención a los principios que resguardan y tutelan los derechos de los trabajadores
como lo son los principios de continuidad, intangibilidad y progresividad de los derechos
laborales.
La función pública siempre ha estado regida por sus propias normas distintas del derecho
laboral. Tiene su propio estatuto donde se establecen tareas públicas asignadas a
funcionarios que éstos tienen el deber de cumplir, lo cual se diferencia de la relación
contractual que priva en el derecho laboral. Sin embargo, la función pública se ha ido
laboralizando con el paso del tiempo. En muchos casos esa liberalización ha derivado de
cambios legislativos, en otros han sido producto de los hechos, que, en materia laboral,
han sido históricamente canales naturales para avances y reivindicaciones. En el presente
ensayo se realizará un análisis del proceso de liberalización de la función pública en
Venezuela, tocando aspectos como el ingreso, estabilidad y el derecho colectivo del
trabajo en la función pública.
En la Constitución de 1947 se adopta con rango constitucional por primera vez el sistema
estatutario como sistema de regulación de las relaciones de empleo público, lo que
posteriormente se repite en la Constitución Nacional de 1961(artículo 122), que equivale
al actual artículo 144 de la Constitución de 1999. Ahora bien, la sanción de la Ley de
Carrera Administrativa en 1970, momento en el cual se regula mediante una ley especial
por primera vez la función pública, comienza a generarse debates por las iniciativas de
algunos sectores de la sociedad de extender algunos derechos de los trabajadores a los
funcionarios públicos. En el proyecto presentado por la Comisión de Administración
Pública del Congreso Nacional de aquellos años, se proponía la prohibición expresa de la
contratación colectiva y la huelga en la función pública. Sin embargo, luego de
discusiones al respecto, se llegó a la conclusión de que no era necesaria la prohibición
expresa de tales aspectos y luego mediante las vías de hecho, como es común en el
ámbito laboral, fueron produciéndose cambios que permitieron introducir elementos del
derecho laboral en el ámbito funcionarial, verbigracia las llamadas “Actas Convenio”, que
eran una manera de ir regulando las condiciones de trabajo de los funcionarios, y la
aceptación de la sindicalización en la función pública.
A partir de la entrada en vigencia de la Reforma Parcial de la Ley de Carrera
Administrativa de 1975, se introducen aspectos relevantes de naturaleza laboral en la
función pública, como lo son la aplicación a los funcionarios públicos el régimen general
de prestaciones sociales de la Ley del Trabajo y el derecho a la sindicalización, lo cual
condujo por la vía de los hechos a la suscripción de contratos colectivos en algunos
sectores de la administración pública y al uso de la huelga como mecanismo conflictivo de
lucha para exigir cumplimiento de acuerdos y reivindicaciones laborales.
El estado como conjunto orgánico que persigue unos fines superiores, sólo puede
considerarse existente en cuanto que es actual, y esta actualidad la alcanza cuando
actúa, es decir, cuanto de modo permanente e ininterrumpido realiza una serie de actos.
En el momento en que tales actos dejan de tener lugar cesan de ser una realidad
presente para convertir en pasado histórico (García-Pelayo, 2001).
Con carácter general la función pública es toda la actividad destinada a realizar los
intereses del colectivo. Lo cual es por antonomasia la ratio de la prestación del servicio
público llevada a cabo por la Administración Pública. Esa función pública en específico
está tanto delineada como regulada por el ordenamiento jurídico. Así, en particular ex lege
y reglamentariamente se estatuye las competencias y atribuciones que los agentes
públicos tienen, y así mismo, los fines que se persiguen con su ejercicio y sus límites, las
cuales, por principio, como se expresó, atienden a la realización del interés público, y en
tal sentido, como es obvio, excluyen absolutamente propósitos quebrantadores de la Ley,
o en general de los principios, derechos y garantías que soportan a un Estado de
Derecho.
Lo que en todo caso debe resaltarse es que la concepción estatutaria a ultranza, está
perdiendo espacio de forma evidente. Los funcionarios públicos están adquiriendo cada
vez un estatus frente al ente público, que implica el ejercicio de derechos considerados
como privativos en el mundo del trabajo regido por la Ley del Trabajo y esto supone un
cambio trascendental. Pareciera estarse abriendo paso a una concepción unitaria del
mundo del trabajo donde las diferencias entre Empleados- Administración, por un lado y
por el otro, trabajador-patrono van perdiendo perfiles; adecuando áreas comunes. (p.57)
Todo funcionario o empleado público está obligado a cumplir los requisitos establecidos
por la ley para el ejercicio de su cargo. Como ya mencionamos, la Ley de Carrera
Administrativa en 1970 es la que viene por primera vez a regular, mediante una ley
especial, la función pública atendiendo al mandato constitucional dispuesto en el citado
artículo 122, disposición ésta que fue asumida de manera similar por la vigente
Constitución de 1999 cuando en su artículo 144 establece: Artículo 144. La ley
establecerá el Estatuto de la función pública mediante normas sobre el ingreso, ascenso,
traslado, suspensión y retiro de los funcionarios o funcionarias de la Administración
Pública, y proveerá su incorporación a la seguridad social. La ley determinará las
funciones y requisitos que deben cumplir los funcionarios públicos y funcionarias públicas
para ejercer sus cargos. En acatamiento a esta disposición constitucional, en el año 2002,
es sancionada la vigente Ley del Estatuto de la Función Pública, en la que se regulan los
distintos aspectos de las relaciones de empleo público por mandato expreso de la
Constitución, consagrando entre otros aspectos, de manera expresa el derecho a la
contratación colectiva y el derecho a huelga, derogando prácticamente con el artículo 32
al artículo 8 de la Ley Orgánica del Trabajo e incluyendo aspectos del derecho laboral, a
la función pública (Caballero, 2006).
La Ley del Estatuto de la Función Pública establece en su artículo 30 que “los funcionarios
o funcionarias públicos de carrera que ocupen cargos de carrera gozarán de estabilidad
en el desempeño de sus cargos. En consecuencia, sólo podrán ser retirados del servicio
por las causales contempladas en la presente Ley”. La referida disposición, nos impone
destacar cuáles son esas causales contempladas en la Ley para poder retirar de su
servicio a un funcionario de carrera. De acuerdo a lo establecido por el artículo 78 de Ley
del Estatuto de la Función Pública son:
7. Por cualquier otra causa prevista en la presente Ley. Como cualquier situación
administrativa, y en este caso cualquier acto no ingresó por concurso, no es funcionario
de carrera y por tanto las inspectorías son competentes para conocer de las solicitudes de
reenganche. Es este pues, otro aspecto más que se suma a la tendencia laboralizadora
que ha surgido en los últimos años.
la siguiente,
La presente Ley regula los derechos y deberes de los funcionarios públicos en sus
relaciones con la Administración Pública Nacional mediante el establecimiento de un
sistema de administración de personal que permita estructurar técnicamente y sobre la
base de méritos, todas las normas y procedimientos relativos a las diversas situaciones
jurídicas y administrativas de los funcionarios públicos, con exclusión de toda
discriminación fundada en motivos de carácter político, social, religioso o de cualquier otra
índole.
A los efectos de la presente Ley las expresiones funcionario público, empleado público y
servidor público tendrán un mismo y único significado. Los funcionarios públicos pueden
ser de carrera o de libre nombramiento y remoción.
Los funcionarios de carrera son aquellos que, en virtud de nombramiento, han ingresado a
la carrera administrativa conforme se determina en los artículos 34 y siguientes, y
desempeñan servicios de carácter permanente.
1. El Presidente de la República;
2. Los Ministros del Despacho; y
3. Las máximas autoridades directivas y administrativas de los organismos
autónomos de la Administración Pública Nacional.
Los miembros del Directorio de la Oficina Central de Personal y sus suplentes, deberán
reunir los siguientes requisitos:
Su principal función:
En cada organismo a cuyos funcionarios se aplique la presente Ley existirá una Junta de
Avenimiento integrada por dos miembros designados así: un representante de la máxima
autoridad administrativa del organismo; y un representante de los empleados a su
servicio, postulado por la organización gremial que agrupe en su seno a la mayoría de
ellos. El Jefe de la respectiva Oficina de Personal, actuará como Coordinador de la Junta.
DE LOS DERECHOS, DEBERES E INCOMPATIBILIDADES DE
LOS FUNCIONARIOS PUBLICOS
De los Derechos
Derecho a:
Estabilidad cargo
Ser informado por su superior inmediato acerca del cargo al que se incorpore.
Ascenso
Vacación anual
Bonificación de fin de año (cumpliendo 3 meses en el cargo)
Jubilación por limite de edad y años de servicios.
Organizarse sindicalmente.
Remuneraciones correspondientes al cargo que desempeñe
Régimen de los permisos remunerados y no remunerados.
Indemnización al renunciar
Créditos que pueda otorgar el instituto nacional de vivienda.
De los Deberes
Sin perjuicio de los deberes que impongan las leyes y reglamentos especiales, los
funcionarios públicos están obligados a:
De las Incompatibilidades
De la Calificación de Servicios
Los funcionarios que estén en situación de servicio activo tienen todos los derechos,
prerrogativas, deberes y responsabilidades inherentes a su condición.
Corresponde al Ministerio Público intentar las acciones a que hubiere lugar para hacer
efectiva la responsabilidad civil, penal, administrativa o disciplinaria en que hubieren
incurrido los funcionarios públicos con motivo del ejercicio de sus funciones. Sin embargo,
ello no menoscaba el ejercicio de los derechos y acciones que correspondan a los
particulares o a otros funcionarios, de conformidad con las leyes.
DISPOSICIONES TRANSITORIAS
Con el objeto de determinar si los funcionarios públicos que actualmente prestan sus
servicios en la Administración Pública Nacional lo hacen en forma satisfactoria y si reúnen
los requisitos mínimos previstos en el sistema de clasificación de cargos se practicarán
los exámenes correspondientes.
A los funcionarios públicos que conforme a los exámenes realizados estén prestando
servicio satisfactoriamente, reúnan los requisitos mínimos del cargo y los previstos en el
artículo 34 de la presente Ley, y tengan más de un año en el desempeño del cargo, la
Oficina Central de Personal les expedirá un certificado en el cual se les declarará
funcionarios de carrera.
Si practicado el examen el empleado resultare reprobado, tendrá derecho a que se le
practique un nuevo examen, el cual deberá realizarse en un plazo no mayor de un año, ni
menor de tres (3) meses. El funcionario podrá optar además a que se traslade a otro
cargo para el cual sí reúna los requisitos exigidos, en cuyo caso y previa aprobación de
los exámenes correspondientes, se le declarará funcionario de carrera.
DISPOSICIONES FINALES
A la muerte del funcionario de carrera, sus herederos tendrán derecho a percibir el pago
de las prestaciones sociales a que hace referencia el artículo 26 de esta Ley.
Sin perjuicio de los derechos que la presente Ley otorga a los empleados públicos, el
presidente de la República, mediante Decretos, aplicará en forma progresiva las
disposiciones de la misma relativas a sistemas y procedimientos.
Dado en Caracas, a los trece días del mes de mayo de mil novecientos setenta y cinco. -
Año 166° de la Independencia y 117° de la Federación.
(L.S.)
CARLOS ANDRES PEREZ
REFORMA PARCIAL DEL REGLAMENTO GENERAL DE LA LEY DE CARRERA
ADMINISTRATIVA
Dado en Caracas, a los siete días del mes de enero de mil novecientos noventa y nueve.
Año 188 de la Independencia y 139 de la Federación.
(L.S)
RAFAEL CALDERA
Alcance.
En la a ley orgánica de patrimonio público se tiene como rango de alcance los recursos y
personal que estén relacionados con el patrimonio público nacional, pues la corrupción en
las instituciones del estado son un flagelo que disminuyen el nivel de acción de estas
instituciones; por eso esta ley sanciona las conductas y actividades dentro de las
instituciones públicas para de esa manera poder tener una mejor distribución de las
riquezas de la nación y que estas vallan a los lugares asignados en el momento que lo
necesiten.
Vigencia
Decreto Nº 1.410, mediante el cual se dicta el Decreto con Rango, Valor y Fuerza de Ley
de Reforma de la Ley Contra la Corrupción. Decreto Nº 1.412, mediante el cual se dicta el
Decreto con Rango, Valor y Fuerza de Ley de Reforma de la Ley Orgánica de
Identificación.
Fecha de promulgación.
Objeto y fines.
Objeto
La siguiente ley tiene por objeto promover los valores éticos y morales que vallan en
contra de los actos de corrupción en la administración pública, por medio de
establecimiento de normas que lleven a cumplir el objetivo de atacar la corrección por
medio de la información y la acción jurídica del estado.
Fines
El fin de esta ley es proteger el patrimonio público y garantizar su confiable utilización con
respecto a los recursos que llegan a distintas instituciones del estado, esto mediante el
principio de honestidad, probidad, participación, transparencia, eficiencia, legalidad y
rendimiento de cuentas.
Estructura.
Este capítulo cuenta con 2 artículos en los cuales también tratan los delitos activos y
pasivos, pero ahora en el ámbito transnacional.
Este capítulo cuenta con 14 artículos, los cuales se enfocan en el en los temas de Acción
civil para resarcir daños, exacciones, procedencia de las acciones, concordancia legal,
obligación de los bancos entre otros aspectos a tomar en cuenta en este capítulo.