Danzas de Guatemala
Danzas de Guatemala
Danzas de Guatemala
La danza del venado es interpretada por 26 bailarines y es dirigida por un sacerdote maya. La
música es provista por una única marimba. Un mes antes del baile, los participantes deben aislarse
para purificar sus cuerpos y sus espíritus, especialmente aquéllos que representan leones, tigres y
monos.
Este baile folklórico requiere de la utilización de un poste de 11 metros de altura que se coloca
frente a una iglesia. Una cuerda gruesa se amarra entre el poste y la iglesia, en la que el bailarín que
representa al mono debe mantener el equilibrio, mientras que abajo otros 23 bailarines completan la
danza. El acompañamiento musical está constituido por una marimba y una flauta llamada Ah Xul.
Está dedicada al patrono San Antonio del municipio de Sanahú, Alta Verapaz.
3. El Rabinal Achí
Este es un baile tradicional dramático prehispánico que cuenta la historia del conflicto entre los
pueblos Kíche’ y Rabinaleb. Participan 32 bailarines y los personajes principales son 2 príncipes, el
Rabinal Achí y el K’iche’ Achí. El baile termina con la captura del príncipe K’iche’ el cual es
juzgado por intentar robar niños Rabinaleb’, una grave violación de la ley maya.
El Rabinal Achí fue inscrito por la UNESCO como Patrimonio Cultural Intangible de la Humanidad
en 2008. Puedes disfrutar este baile en Rabinal, Baja Verapaz, en el día de San Pablo que se celebra
el 25 de enero.
Este baile folklórico tiene su origen en las Verapaces y es una danza tradicional K’iche’ que se
celebra en el municipio de Santa Cruz Verapaz.
5. El Baile de la Conquista
Como su nombre lo indica, la Danza de la Conquista tiene un origen colonial español. Está asociada
a la muerte del príncipe K’iche’ Tecún Umán, quien cayó durante la batalla de Olintepeque en 1524
tras ser atravesado por la lanza de Don Pedro de Alvarado. Los principales personajes de esta danza
son Tecún Umán y Pedro de Alvarado, y completan la escena otros 20 bailarines.
Al finalizar el baile, Tecún Umán muere y los indígenas son convertidos a la cristiandad,
representando la victoria de los españoles sobre los pueblos mesoamericanos. Esto permite que
tanto los indígenas como los conquistadores bailen juntos, olvidando las luchas representadas al
inicio del baile.
Los instrumentos que acompañan este baile son la chirimía, tambores de guerra españoles y
marimba. La danza se lleva a cabo durante las fiestas patronales de varios poblados del altiplano.
Esta danza folklórica tiene una duración de aproximadamente 3 horas y advierte acerca del precio a
pagar si una persona transgrede los mandamientos de Dios. En la escena participan 24 personajes,
20 de los cuales son diablos, y otros 4 personajes que son la Muerte, el Mono, el Ángel y el Alma.
La danza es acompañada con música de marimba y chirimiya.
Este baile folklórico, que puede durar hasta 10 horas durante 10 días consecutivos, cuenta la historia
de un capataz de una granja que prohíbe terminantemente a los vaqueros que lidien con un toro.
Pero los vaqueros emborrachan al capataz y luego cada uno se divierte toreando al animal. Al final,
el capataz termina muerto al ser corneado por el toro salvaje. En la danza participan entre 38 y 40
personajes.
10. El Palo Volador
La danza del Palo Volador conmemora una historia similar a la de la danza de los monos. Dos
bailarines se visten como monos que cuelgan de dos cuerdas atadas a un gran poste, y van dando
vueltas lentamente hasta llegar al suelo.
Puedes ver el Palo Volador durante las fiestas patronales de Chichicastenango (Chimaltenango)
entre el 17 y 23 de enero, en Cubulco (Baja Verapaz) el 25 de julio y en Joyabaj (Quiché) el entre el
8 y 15 de agosto.
Este baile folklórico representa el hecho de que la muerte y resurrección de Jesucristo expían los
pecados de los seres humanos. En el lugar donde se lleva a cabo la danza, se construye un arco
decorado con frutas y animales de peluche. Al final del baile, los bailarines se encaraman en el arco
y distribuyen las frutas entre la audiencia.
Al igual que el baile de los vaqueros, esta danza es una sátira que se burla de la vida de los
españoles en las plantaciones y granjas durante la era colonial. La música que acompaña la obra es
de marimba, saxofón y trompeta. Algunos de los personajes que participan son el dueño de la
hacienda, los vaqueros y los toros.