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Homilética 1 Antologia

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Bachillerato en Ministerio

Contextual

HOMILÉTICA
I. IDENTIFICACION DE LA ASIGNATURA

Nombre: Predicación Contemporánea

II. OBJETIVOS

1. Explicar la naturaleza de la predicación.


2. Desarrollar el proceso de invención del sermón.


3. Estructurar un sermón incluyendo el bosquejo final.

4. Diferenciar las principales clases de sermones.

III. PROGRAMA SINTETICO

1. Predicación contemporánea

IV. METODOLOGIA DE ENSEÑANZA‐APRENDIZAJE

Clase magistral., Exposiciones y discusiones, Asignación de lecturas y ejercicios


prácticos, Trabajos individuales y grupales

V. EVALUACION

Evaluación de desempeño, debate, ejercicios prácticas, análisis de casos.

VI. BIBLIOGRAFIA

Manual de predicación del Dr. Pablo Jiménez




Homilética
básica


Por


Pablo
A.
Jiménez




Tabla
de
contenido


Introducción

Lecciones:

1. Predicación
y
homilética

Ejercicio
#1:
Cuestionario
homilético

2. El
sermón
y
la
homilía

Ejercicio
#2:
¿Eres
tú?,
una
homilía
sobre
Mateo
11

3. La
predicación
bíblica

Ejercicio
#3:
Los
géneros
literarios

4. El
estudio
del
texto
bíblico
(Primera
parte)

Ejercicio
#4:
El
punto
de
contacto

5. El
estudio
del
texto
bíblico
(Segunda
parte)

Ejercicio
#5:
Los
tres
pasos

6. Los
rudimentos
de
la
predicación

Ejercicio
#6:
Identifique
los
rudimentos

7. El
bosquejo
del
sermón

Ejercicio
#7:
Escriba
un
bosquejo
sermonario
corto


8. Consejos
para
la
redacción
del
sermón

Ejercicio
#8:
Redacte
un
bosquejo
sermonario
completo

9. Los
cuatro
tipos
básicos
de
sermones

Ejercicio
#9:
Los
cuatro
tipos
de
sermones
básicos

10. Formas
avanzadas
de
predicación

Ejercicio
#10:
Preguntas
para
evaluar
el
contenido
del
sermón

11. La
presentación
del
sermón

Ejercicio
#11:
Preguntas
para
evaluar
la
presentación
del
sermón

12. Cómo
planear
nuestra
predicación

Ejercicio
#12:
Programa
de
predicación


Conclusión

Apéndices

1. Un
sermón
expositivo

2. Un
sermón
narrativo

3. Un
sermón
temático‐doctrinal

4. Un
sermón
de
ocasión

5. La
Hoja
de
trabajo
sermonario

6. La
Hoja
de
evaluación
sermonaria

Bibliografía
básica




Introducción



 El
evangelio
según
San
Juan
comienza
con
la
siguiente
afirmación:
«En
el

principio
era
el
Verbo,
el
Verbo
estaba
con
Dios
y
el
Verbo
era
Dios»
(Jn.
1:1).
El

vocablo
griego
que
se
traduce
como
«verbo»
es
el
término
«logos».
Este
vocablo

significa
«palabra»,
«discurso»
o
«estudio».
En
el
mundo
grecorromano
el
«logos»

era
considerado
como
una
entidad
divina;
una
realidad
espiritual
que
había
jugado

un
papel
clave
en
la
creación
del
universo.



 Juan
afirma
que
Jesús
es
el
«logos»,
la
palabra
divina
hecha
carne
(Jn.
1:14).

Esto
explica
porqué
la
palabra
ocupa
un
lugar
tan
importante
en
la
fe
cristiana.
De

hecho,
el
cristianismo
usa
el
término
«palabra»
para
referirse
a
tres
realidades

distintas,
pero
relacionadas
íntimamente.
Estas
son:

• Jesucristo
es
la
palabra
de
Dios
hecha
ser
humano.

• La
Biblia,
la
colección
de
documentos
fundamentales
de
nuestra
fe,
es
la

palabra
escrita
de
fe
porque
da
testimonio
de
Jesús.


• La
predicación
cristiana
es
palabra
de
Dios,
siempre
y
cuando
testifique
de

Jesucristo
de
manera
fiel
al
mensaje
bíblico.

La
predicación
cristiana
es
una
disciplina
pastoral
dedicada
al
servicio
de
la

palabra;
de
Jesús,
palabra
divina
hecha
carne,
y
de
la
Biblia,
testimonio
escrito
de
los

actos
portentosos
que
Dios
ha
manifestado
en
la
historia
de
Israel
y
en
la
de
Jesús
de

Nazaret.

La
predicación
también
está
al
servicio
de
la
palabra
en
otro
sentido.
La

predicación
cristiana
ocurre
en
medio
de
una
comunidad
de
fe,
compuesta
por

personas
creyentes
en
Dios
y
en
Jesucristo,
como
Señor
y
salvador.
Quien
predica

también
tiene
la
tarea
de
darle
voz
a
las
preguntas,
anhelos
y
necesidades
de
la

iglesia
que
le
comisiona
para
predicar.
Quien
predica
da
voz
tanto
a
la
palabra

divina,
proveniente
de
Dios
por
medio
de
las
Escrituras,
como
a
la
voz
del
pueblo,

que
espera
con
fe
la
manifestación
de
la
gracia
de
Dios.

Por
todas
estas
razones,
afirmo
que
la
predicación
es
una
disciplina
pastoral

cuyo
propósito
principal
es
servir
a
la
palabra,
en
todas
las
manifestaciones

explicadas
en
los
párrafos
anteriores.


El
propósito
y
la
organización
de
este
libro

Este
libro
ofrece
un
curso
básico
de
predicación.
Contiene
12
lecciones
cortas

sobre
los
temas
básicos
del
arte
cristiano
de
la
predicación.
También
incluye
12

ejercicios
que
conducen
a
practicar
la
teoría
expuesta
en
las
lecciones.

El
libro
también
contiene
dos
apéndices
útiles
para
la
enseñanza
de
la

predicación:
la
hoja
de
trabajo
sermonario
y
la
hoja
de
evaluación
sermonaria.
El

libro
termina
con
una
bibliografía
básica
que
el
estudiantado
podrá
usar
para

continuar
sus
estudios
homiléticos.



Cómo
usar
este
libro

Las
lecciones
de
este
libro
están
coordinadas
el
libro
Principios
de
predicación,

escrito
por
Pablo
A.
Jiménez.
Sin
embargo,
este
libro
también
puede
usarse
con
otros

textos
introductorios
al
arte
cristiano
de
la
predicación.
Por
esta
razón,
al
final
de

cada
lección
sugeriré
lecturas
de
algunos
de
los
libros
mencionados
a
continuación.

• Arrastía,
 Cecilio.
 Teoría
 y
 práctica
 de
 la
 predicación.
 Miami:
 Editorial
 Caribe,

1978.

• Braga,
 James.
 Cómo
 preparar
 mensajes
 bíblicos.
 Grand
 Rapids,
 Michigan:

Editorial
Portavoz,
1986.

• Broadus,
Juan
A.
Tratado
sobre
la
predicación.
El
Paso,
Texas:
Casa
Bautista
de

Publicaciones,
1925.

• Costas,
Orlando
E.
Comunicación
por
medio
de
la
predicación.
Miami:
Editorial

Caribe,
1973.

• Crane,
James
D.
El
sermón
eficaz.
El
Paso,
Texas:
Casa
Bautista
de
Publicaciones,

1961.

• Jiménez,
 Pablo
 A
 &
 Justo
 L.
 González.
 Manual
 de
 homilética
 hispana:
 Teoría
 y

práctica
desde
la
diáspora.
Terrassa
(Barcelona):
Libros
CLIE,


• Jiménez,
Pablo
A.
La
predicación
en
el
siglo
XXI:


• Jiménez,
Pablo
A.
Principios
de
predicación.
Nashville:
Abingdon
Press,
2003.

• Mottesi,
Osvaldo
L.
Predicación
y
misión:
Una
perspectiva
pastoral.
Miami:
Logoi,

1989.

• Vila,
Samuel.
Manual
de
homilética.
Terrassa
(Barcelona):
Libros
CLIE,
1978.

También
 puede
 encontrar
 materiales
 en
 el
 Internet
 para
 complementar
 este

libro.
Visite
www.drpablojimenez.com,
un
portal
electrónico
dedicado
al
arte
cristiano

de
la
predicación.



¡Adelante!


 Le
exhorto
a
estudiar
con
dedicación,
sabiendo
que
la
tarea
de
predicar
el

evangelio
es
ardua
y
difícil.
Oro
a
Dios
pidiendo
que
le
ayude,
le
ilumine
y,
sobre

todo,
le
use
con
poder
para
comunicar
su
palabra
al
pueblo
de
Dios.


Rev.
Dr.
Pablo
A.
Jiménez

2
de
octubre
de
2008




1

¿Qué
es
la
predicación?


Introducción


 La
predicación
es
uno
de
los
elementos
centrales
de
la
adoración
cristiana.

En
la
mayor
parte
de
nuestros
servicios
religiosos
hay
un
momento
en
el
cual
alguna

persona
se
coloca
frente
a
la
audiencia
para
explicar
el
significado
que
tiene
un
texto

bíblico
para
nosotros
hoy.
La
palabra
proclamada
puede
tener
un
gran
impacto
en
la

audiencia
que
la
escucha
con
fe.


 Esta
lección
ofrece
varias
definiciones
básicas
para
el
estudio
del
arte

cristiano
de
la
predicación.
Estudiaremos
el
significado
del
término
«predicación»,

«proclamación»
y
«homilética»,
entre
otros.
El
objetivo
principal
de
esta
lección
es

ayudar
al
estudiantado
a
comprender
las
diferencias
entre
estos
términos,
sentando

una
base
para
el
estudio
de
la
disciplina.


Conceptos

Podemos
definir
la
predicación
cristiana
como
la
proclamación
del
evangelio

de
Jesucristo
dentro
del
contexto
de
un
servicio
de
adoración.
El
objetivo
o

propósito
principal
de
la
predicación
es
ayudar
a
la
audiencia
a
interpretar
la
vida
a

la
luz
de
la
fe
cristiana.
La
iglesia
es
quien
escoge,
prepara
y
autoriza
a
las
personas

que
han
de
predicar.
Por
lo
regular,
quien
predica
es
un
pastor,
una
pastora
o
una

persona
que
se
ha
destacado
por
su
liderazgo
dentro
de
la
iglesia.

La
predicación
es
una
empresa
interdisciplinaria.
Los
predicadores
y
las

predicadoras
deben
emplear
ideas
y
técnicas
relacionadas
a
distintas
disciplinas,

tales
como
el
estudio
bíblico,
la
teología
cristiana,
la
historia,
el
consejo
pastoral,
la

oratoria
y
la
comunicación,
entre
otras.
Quien
predica
debe
unir
el
conocimiento

adquirido
por
medio
del
estudio
con
el
conocimiento
que
se
acumula
por
medio
de

la
experiencia.
Por
eso,
afirmamos
que
la
predicación
es
un
ejercicio
de
integración

pastoral.

El
término
«proclamación»
se
refiere
al
anuncio
del
evangelio
de
Jesucristo.

La
proclamación
puede
ser
tanto
verbal
como
no‐verbal.
Por
ejemplo,
la
predicación

es
una
forma
verbal
de
proclamación
cristiana
y
la
pantomima
es
una
forma
no‐
verbal.


 Otra
término
importante
para
comprender
el
significado
de
la
predicación
es

la
palabra
«kerigma».
La
misma
se
deriva
del
verbo
griego
«kerysso,»
que
significa

«proclamar»
o
«anunciar».
Por
lo
tanto,
el
«kerygma»
es
el
contenido
de
la

predicación.
En
la
teología
bíblica
es
un
término
técnico
que
se
refiere
al
mensaje

central
de
la
fe
cristiana.
Sin
embargo,
en
muchos
libros
se
usa
como
sinónimo
de

términos
tales
«proclamación»
y
«evangelio».

Existe
una
gran
diferencia
entre
los
términos
«homilética»
y
«predicación».

La
predicación
es
la
proclamación
del
evangelio
de
Jesucristo
en
el
contexto
del

culto
cristiano.
Por
su
parte,
la
homilética
es
la
disciplina
que
estudia
la
teoría
y
la

práctica
de
la
predicación
cristiana.
Es
decir,
la
homilética
es
la
ciencia
que
estudia

la
predicación.

La
homilética
abarca
todos
los
aspectos
relacionados
a
la
predicación

cristiana.
Primero,
estudia
los
principios
y
los
métodos
que
debemos
usar
para

interpretar
la
Biblia
y
exponer
su
mensaje
adecuadamente.
Segundo,
estudia
los

procesos
y
las
técnicas
necesarias
para
preparar
sermones
cristianos.
Tercero,

busca
las
maneras
más
efectivas
para
presentar
el
sermón
a
la
congregación.
Cuarto,

investiga
el
impacto
de
la
predicación
en
las
congregaciones
que
la
escuchan.

Finalmente,
examina
el
lugar
de
la
predicación
en
la
adoración
cristiana.


 No
es
necesario
ser
una
persona
experta
en
el
campo
de
la
homilética
para

predicar
adecuadamente.
Sin
embargo,
el
estudio
de
la
homilética—por
medio
de
la

lectura
de
libros
de
texto
sobre
la
disciplina
y
la
visita
a
portales
electrónicos
sobre

el
tema—puede
ayudarnos
a
mejorar
nuestro
entendimiento
de
la
predicación
y

nuestra
efectividad
en
el
púlpito.



Ejercicios


 A
continuación
encontrará
un
ejercicio
que
le
ayudará
a
examinar
su
propia

experiencia
en
el
campo
de
la
predicación.
El
ejercicio
tiene
el
propósito
de
ayudarle

a
detectar
sus
áreas
fuertes,
de
manera
que
pueda
cultivarlas,
desarrollando
así

mayor
efectividad.
Del
mismo
modo,
el
ejercicio
le
ayudará
a
identificar
sus
áreas

débiles,
que
requerirán
más
determinación,
esfuerzo
y
trabajo.


 Complemente
este
ejercicio
con
la
lectura
del
siguiente
material:

• Arrastía:
Capítulos
I
y
II

• Broadus:
Introducción

• Crane:
Capítulos
I
al
III

• Costas:
Capítulos
1
y
2

• Jiménez,
Principios:
Capítulo
1

• Mottesi:
Capítulos
I
y
II




Ejercicio
#1

Cuestionario
homilético


1.
Indique
cuanto
tiempo
lleva
asistiendo
a
la
Iglesia:

o 
Menos
de
5
años

o 
5
a
10
años

o 
10
a
20
años

o 
Más
de
20
años


2.
Marque
los
puestos
de
liderazgo
que
ha
ocupado
en
la
Iglesia
(anote
todos
los
que

apliquen):

o Pastor
o
pastora


o Presidencia
de
la
Mesa
Directiva,
Junta
de
Oficiales
o
de
Síndicos

o 
Anciano
o
anciana

o 
Diácono
o
diaconisa

o 
Presidencia
de
comités
o
ministerios

o 
Miembro
del
equipo
de
adoración

o 
Superintendente
de
la
escuela
bíblica
dominical

o 
Maestro
o
maestra
de
escuela
bíblica
dominical

o 
Miembro
de
grupos
musicales

o 
Otros:
________________________________________


3.
¿Cuánto
tiempo
que
lleva
predicando?:

o 
Nunca
he
predicado

o 
Menos
de
un
año

o 
2
a
5
años

o 
5
a
10
años

o 
10
a
20
años

o 
Más
de
20
años


4.
Indique
la
cantidad
aproximada
de
sermones
que
ha
predicado:

o 
Nunca
he
predicado

o 
1
a
10
veces

o 
11
a
25
veces

o 
26
a
50
veces

o 
 50
a
100
veces

o 
 Más
de
100
veces


5.
¿Cómo
describiría
el
estilo
principal
de
sus
sermones?:

o 
Textual
o
Expositivo

o 
Narrativo

o 
Temático
o
Doctrinal

o 
Sermones
de
Ocasiones
Especiales

o 
Otro:
________________________________________


6.
¿Cómo
describiría
el
énfasis
de
la
mayor
parte
de
sus
sermones?:

o 
Evangelización

o 
Cuidado
Pastoral

o 
Desafío
Profético

o 
Educación
Cristiana
o
Desarrollo
en
la
fe

o 
Otro:
________________________________________


7.
Usted
se
considera
como
un
predicador
o
una
predicadora:

o 
Efectivo/a

o 
Bueno/a

o 
Regular

o 
Poco
efectivo/a

o 
Pobre



9.
He
tomado
los
siguientes
de
cursos
de
predicación:

No he tomado curso alguno sobre Predicación
_________________________________________________________________________________________________
_________________________________________________________________________________________________
_________________________________________________________________________________________________


10.
Me
interesa
conocer
más
sobre
los
siguientes
aspectos
de
la
predicación:

Homiletica y todo lo referente a la Predicación
_________________________________________________________________________________________________
_________________________________________________________________________________________________
_________________________________________________________________________________________________




2

El
sermón


Introducción


 El
discurso
cristiano
que
presenta
un
pastor
o
una
pastora
ante
una

congregación
tiene
un
nombre
particular:
sermón.
Este
discurso
tiene
el
propósito

de
principal
proclamar
las
buenas
noticias
de
parte
de
Dios
a
la
humanidad;
la

noticia
de
que
Dios
se
ha
acercado
a
los
seres
humanos
para
salvarlos
del
mal,
del

pecado
y
de
la
muerte.



 El
objetivo
de
esta
lección
es
ayudar
al
estudiantado
a
continuar
aprendiendo

varios
términos
importantes
para
el
estudio
y
la
práctica
de
la
predicación
cristiana.

En
particular,
la
lección
define
los
términos
«sermón»
y
«homilía»,
contrastando
su

significado.
Estos
son
términos
básicos
que
aparecen
en
todos
los
manuales
y
libros

sobre
el
arte
cristiano
de
la
predicación.


Conceptos

Un
sermón
es
un
discurso
que
expone
o
proclama
el
mensaje
del
evangelio.
El

sermón
no
es
un
documento,
sino
un
evento
que
ocurre
cuando
alguien
presenta
el

mensaje
cristiano
ante
una
audiencia
en
el
contexto
de
la
adoración
cristiana.



 El
sermón
cristiano
se
desarrolló
en
diálogo
con
la
Biblia
y
con
la
retórica

griega.
Por
un
lado,
el
Nuevo
Testamento
recoge
fragmentos
de
sermones
de
la
era

apostólica.
En
el
libro
de
los
Hechos
de
los
Apóstoles
hay
varios
fragmentos
que

siguen
el
mismo
patrón:
comienzan
con
un
texto
del
Antiguo
Testamento;
afirman

que
dicho
texto
es
una
profecía
que
se
ha
cumplido
en
el
ministerio
de
Jesús
de

Nazaret;
presentan
a
los
apóstoles
como
testigos
de
tal
cumplimiento;
y
llaman
a
la

audiencia
al
arrepentimiento
y
la
conversión
(véase
Hechos
2:14‐41;
3:11‐26;
7:1‐
53;
20:
24‐43;
y
13:12‐52).
Del
mismo
modo,
1
Pedro
y
Hebreos
parecen
ser

sermones
sobre
el
Salmo
2
y
el
Salmo
110,
respectivamente.
Siguiendo
estos

modelos
bíblicos,
la
iglesia
cristiana
entendió
que
todo
sermón
debía
presentar
el

mensaje
de,
por
lo
menos,
una
porción
bíblica.


 Por
otro
lado,
la
retórica
griega
afirmaba
que
un
discurso
debía
tener
tres

secciones
básicas.
La
introducción,
cuyo
propósito
es
ganarse
la
confianza
de
la

audiencia
(en
griego
«ethos»);
el
cuerpo,
que
apelaba
a
la
razón
(en
griego
«logos»);

la
conclusión,
que
recurre
a
las
emociones
de
los
oyentes
(en
griego,
«pathos»).
La

homilética
se
apoyó
en
este
modelo
para
desarrollar
formas
sermonarias
tales
como

el
sermón
de
la
«triple
apelación».
Este
divide
el
sermón
en
tres
secciones
que

apelan
respectivamente
a
la
razón,
al
corazón
y
a
la
voluntad.
En
parte,
esto
explica

por
qué
se
dice
que
un
sermón
debe
tener
«tres
puntos».


La
palabra
«homilía»
proviene
del
griego,
donde
describe
una
plática
o

comunicación
religiosa
de
tipo
familiar.
En
este
sentido,
podemos
decir
que
la

homilía
es
un
sermón
corto
que
explica
una
porción
bíblica
versículo
por
versículo

en
menos
de
10
minutos.
Por
lo
regular,
una
homilía
tiene
tres
elementos
básicos.
El

primero
es
la
porción
bíblica
que
debe
comentar.
El
segundo
es
el
culto
cristiano,

donde
se
presenta
la
homilía.
El
tercero
es
la
comunidad,
a
la
cual
se
presenta
el

mensaje
bíblico.


Aunque
la
homilía
se
presenta
regularmente
ante
una
congregación
de

personas
que
ya
han
creído
en
el
mensaje
bíblico,
la
misma
tiene
propósitos
tanto

misioneros
como
pastorales.
Busca
que
las
personas
débiles
en
la
fe
reafirmen
su
fe

y
que
los
creyentes
fieles
crezcan
en
la
fe.
Del
mismo
modo,
la
homilía
se
presenta

regularmente
en
iglesias
que
celebran
la
Comunión
(también
llamada
«eucaristía»
o

«cena
del
Señor»
por
algunas
confesiones
cristianas)
todos
los
domingos.
Por
eso,
es

normal
que
la
conclusión
de
la
homilía
haga
referencia
a
la
celebración
de
este

sacramento
u
ordenanza.


La
homilía
es
la
forma
sermonaria
más
usada
en
las
tradiciones
católicas,

ortodoxas
y
anglicanas,
entre
otras.
Sin
embargo,
también
puede
ser
muy
útil
para

las
personas
que
predican
en
tradiciones
protestantes
y
evangélicas.



Ejercicios


 Lea
la
breve
homilía
que
aparece
en
el
ejercicio
#2.
Compare
la
misma
con

alguno
de
los
sermones
de
práctica
incluidos
en
el
apéndice
de
este
libro.


 Complemente
este
ejercicio
con
la
lectura
del
siguiente
material:

• Arrastía:
Capítulos
III
y
IV.

• Jiménez,
Principios:
Capítulo
2
y
3




Ejercicio
#2

¿Eres
tú?

Una
homilía
sobre
Mateo
11:

por
Pablo
A.
Jiménez



 La
 lectura
 del
 evangelio
 para
 este
 tercer
 domingo
 de
 adviento
 presenta
 un

momento
de
debilidad
y
duda
en
la
vida
de
un
gigante
de
la
fe:
Juan.
Juan
el
Bautista
se

encontraba
en
la
cárcel
sabiendo
que
iba
a
morir
pronto;
sabiendo
que
las
fuerzas
de
la

muerte
 llamarían
 su
 nombre.
 Y
 estando
 allí...estando
 allí,
 dudó:
 ¿Eres
 tú?
 ¿Eres
 tú,

Jesús?
¿Eres
tú
aquel
que
habría
de
venir?
o
¿Debemos
esperar
a
otro?
La
Biblia
nos

dice
 que
 Juan
 envió
 dos
 de
 sus
 discípulos
 a
 trasmitirle
 aquella
 pregunta
 al
 Galileo:

¿Eres
tú?
¿Eres
tú?


 Es
interesante
que
esta
pregunta
venga
de
labios
de
Juan,
de
Juan
el
Bautista,
de

aquel
 que
 al
 ver
 a
 Jesús
 en
 el
 Jordán
 le
 dijo:
 ¿Yo
 necesito
 ser
 bautizado
 por
 ti
 y
 tú

vienes
a
mí?
Pero
ha
pasado
el
tiempo
y
Juan
se
encuentra
ahora
encarcelado.
Por
su

parte,
 Jesús
 continua
 predicando
 un
 mensaje
 poco
 ortodoxo.
 Las
 personas

pertenecientes
al
judaísmo
normativo,
i.e.,
la
casta
sacerdotal,
los
familias
ilustres
y
los

líderes
 de
 los
 grupos
 fariseos
 dudan
 de
 él:
 Piensan
 que
 está
 endemoniado.
 Jesús
 no

guarda
 las
 leyes
 de
 la
 pureza,
 no
 se
 lava
 las
 manos
 antes
 de
 comer,
 no
 guarda
 las

tradiciones
 de
 los
 padres.
 Tampoco
 es
 un
 rabino,
 no
 tiene
 nombres
 ilustres
 en
 su

resumé,
 es
 un
 auto‐didacta.
 Y,
 sobre
 todo,
 es
 galileo...galileo,
 galileo.
 Y
 de
 Galilea

solamente
venían
rabinos
carismáticos
milagreros.



 Pero
ahora
la
vida
se
acaba;


 pero
ahora
la
muerte
se
acerca;


 pero
ahora
estoy
a
merced
de
mis
enemigos;


 y
dudo.


 ¿Eres
tú,
Señor?
¿Eres
tú?


 La
 pregunta
 de
 Juan
 el
 Bautista
 es
 sumamente
 importante.
 Es
 la
 misma

pregunta
que
usted
y
yo
hemos
hecho
en
distintos
momentos
de
la
vida:
¿Dónde
está

Dios
en
la
experiencia
humana?
¿Dónde
está
el
reino
que
tanto
predicamos?
¿Dónde

está
Jesús?



 En
medio
de
un
mundo
que
sufre
dolor
y
sufrimiento;


 en
medio
de
un
mundo
de
hambre
y
de
violencia;


 en
medio
de
un
mundo
de
crueldad;


 nos
debemos
preguntar,


 ¿Eres
tú,
Jesús?



 ¿Eres
tú
aquel
que
proclama
e
inaugura
un
reino
de
vida
y
de
justicia?


 Y
si
eres
tú,
¿dónde
estás?


 ¿Por
que
no
ha
llegado
el
reino?


 ¿Por
qué?


 En
cierto
sentido,
la
pregunta
del
Bautista
tiene
un
nivel
existencial
profundo.

Juan
conocía
las
Escrituras
muy
bien.
Probablemente
sabía
que
en
el
Libro
de
Isaías,
en

lo
 que
 hoy
 conocemos
 como
 el
 capítulo
 61
 se
 indicaba
 que
 el
 Mesías
 liberaría
 a
 los

cautivos...
 Y
 Juan
 estaba
 cautivo.
 Si
 Jesús
 era
 el
 Mesías,
 quizás
 Juan
 no
 tendría
 que

morir,
 quizás,
 quizás.
 Juan
 podría
 volver
 al
 desierto,
 al
 Jordán,
 si
 Jesús
 es
 el
 Mesías,

quizás.



 No
debemos
juzgar
al
Bautista
con
dureza.
Ustedes
y
yo
nos
comportamos
en

forma
similar.
En
momentos
de
duda
y
de
necesidad,
cuando
es
nuestro
bienestar
lo

que
está
en
balanza,
preguntamos
con
sospecha:
¿Eres
tú,
Señor?
¿Eres
tú?


 Jesús
 comprendió
 la
 profundidad
 del
 dolor
 de
 la
 pregunta
 de
 Juan,
 lo

comprendió
 muy
 bien.
 Por
 eso
 Jesús
 procede
 a
 contestarle,
 en
 forma
 clara
 y
 directa,

diciendo:


 Id
 y
 haced
 saber
 a
 Juan
 las
 cosas
 oís
 y
 veis,
 los
 ciegos
 ven,
 los
 cojos

andan,
 los
 leprosos
 son
 limpiados,
 los
 sordos
 oyen,
 los
 muertos
 son

resucitados,
y
a
los
pobres
es
anunciado
el
evangelio;
y
bienaventurado

el
que
no
halle
tropiezo
en
mí.


 ¿Reconocen
 estas
 palabras?
 Han
 sido
 tomadas
 del
 capítulo
 35
 de
 Isaias,
 la

misma
 porción
 que
 leímos
 hace
 un
 rato.
 Jesús
 le
 contesto
 a
 Juan
 diciendo,
 quizá
 el

reino
 no
 ha
 venido
 con
 un
 estruendo;
 quizás
 el
 reino
 no
 ha
 venido
 en
 una
 forma

espectacular.
Sin
embargo,
está
aquí.
Esta
aquí,
y
las
señales
son
muy
claras.


 Jesús
le
responde
a
Juan
haciendo
un
recuento
de
sus
obras,
indicando
que
el

reino
puede
verse
en
su
práctica
de
la
fe.
En
nuestros
momentos
de
duda,
Jesús
nos
da

la
misma
respuesta:
el
reino
está
entre
nosotros,
y
sus
señales
son
claras
para
quien
lo

quiera
ver.
Se
ve
en
la
práctica
de
la
fe
del
pueblo
de
Dios,
está
encarnado
en
la
vida
del

pueblo.
 Cada
 día,
 en
 cada
 una
 de
 nuestras
 comunidades,
 Cristo
 continua
 obrando,

encarnado
en
el
pueblo,
presente
en
la
práctica
de
la
fe
del
de
personas
sencillas,
aun

cuando
nosotros
no
podamos
verlo.


 El
reino
tiene
señales
claras,
señales
como
Altagracia.
Altagracia
es
miembro
de

la
Iglesia
Cristiana
(Discípulos
de
Cristo)
en
Bonao,
República
Dominicana.
Recuerdo

que
 hace
 unos
 años
 su
 pastor
 y
 yo
 fuimos
 a
 visitar
 a
 Altagracia.
 De
 su
 pobreza

Altagracia
nos
dio
lo
mejor
que
tenía.
Tomo
una
de
las
gallinas
que
criaba
en
su
patio,

la
mató
e
hizo
un
sopa.
Mientras
esperabamos
que
la
comida
estuviese
lista,
entró
un

niño
 a
 la
 casa.
 Tendría
 3
 años
 y
 meses.
 Altagracia
 era
 una
 mujer
 mayor
 para
 ser
 la

madre
 del
 niño,
 por
 eso
 le
 pregunte:
 «¿El
 niño
 es
 suyo?»
 Al
 escuchar
 mi
 pregunta

Altagracia
comenzó
a
llorar
y,
abrazando
al
niño
muy
fuerte,
me
dijo:
«Es
mío,
el
Señor

me
lo
dio.»
Uno
de
sus
hermanos
había
tenido
hijos
con
muchas
mujeres.
Una
de
esas

mujeres,
a
su
vez,
había
tenido
hijos
de
muchos
hombres
y
tenía
una
niña
del
hermano

de
Altagracia.
Un
buen
día
Altagracia
recibió
la
noticia
de
que
la
mamá
de
su
sobrina,

padeciendo
de
un
alcoholismo
feroz,
había
decidido
regalar
a
todos
sus
hijos,
y
le
pidió

que
fuera
a
buscar
a
su
sobrina,
porque
sino
la
iba
a
regalar
a
la
primera
persona
que

encontrara.
Altagracia
viajó
desde
Bonao
hasta
Santiago,
encontrando
a
aquella
mujer

viviendo
en
la
miseria
con
ocho
niños.
Cuando
Altagracia
llegó,
la
madre
de
su
sobrina

le
 ordenó
 a
 su
 niño
 más
 pequeño
 que
 caminara
 a
 comprar
 algo
 de
 tomar.
 Cuando

Altagracia
vio
a
aquel
niño
tan
pequeño,
le
dijo:
«Yo
voy
con
él.»
La
tienda
estaba
a
50

minutos
 de
 la
 casa.
 Altagracia
 comprendió
 la
 crueldad
 en
 medio
 de
 la
 cual
 vivían

aquellos
niños,
y
de
camino
a
la
casa,
oró
a
Dios
diciendo:
«Señor,
yo
me
quiero
llevar
a

este
 niño
 también.»
 Al
 llegar
 a
 la
 casa,
 aquella
 mujer
 enferma
 había
 cambiado
 de

actitud
y
le
dijo
en
forma
hostil:
«Yo
no
quiero
verla
aquí.
Váyase;
llévese
a
su
sobrina.

Y
si
quiere,
llévese
a
ese
también.»
Altagracia
no
espero
que
aquella
mujer
volviera
a

cambiar
de
opinión.
Tomó
a
su
sobrina
y
a
aquel
niño
desconocido
y
se
los
llevo
a
su

casa.


 Para
darle
todo
el
amor
que
su
pobreza
le
permitía;


 Para
darle
todo
el
cariño
que
le
permitía
su
condición
económica,
precaria.


 Yo
conocí
a
aquel
niño
sólo
tres
meses
después
de
este
evento.
El
niño
se
veía

fuerte,
 saludable,
 contento.
 Sentado
 en
 la
 falda
 del
 Pastor,
 cantaba
 coritos
 y
 recitaba

textos
 bíblicos
 dos
 textos
 bíblicos
 que
 sabía
 de
 memoria.
 Y
 llamaba
 a
 Altagracia

«mamá».


 ¿Eres
tú,
Señor?


 ¿Eres
tú?






3

La
predicación
bíblica


Introducción


 La
predicación
cristiana
se
basa
en
las
Sagradas
Escrituras.
La
Biblia
es
el

texto
básico
para
toda
persona
interesada
en
el
arte
cristiano
de
la
predicación.
La

iglesia
entiende
que
Jesucristo
es
la
palabra
de
Dios
hecha
carne
(véase
Juan
1:1
y
1

Juan
1:1)
y
que
la
Biblia
es
la
palabra
de
Dios
escrita
por
personas
inspiradas
por
el

Espíritu
Santo.


 Esta
lección
introduce
un
concepto
que
puede
ser
nuevo
para
el

estudiantado:
la
predicación
bíblica.
El
objetivo
de
la
lección
de
definir
este

concepto
de
manera
detallada,
ofreciendo
criterios
que
permiten
determinar
si
un

sermón
es
verdaderamente
bíblico.
La
lección
busca
también
fomentar
el
estudio
y

la
práctica
de
la
predicación
bíblica
en
nuestras
congregaciones.


Conceptos

La
predicación
bíblica
es
aquella
que
toma
una
porción
de
las
Sagradas

escrituras
como
punto
de
partida
para
el
sermón.
Su
propósito
principal
es
interpretar

el
mensaje
del
texto
para
los
oyentes
de
hoy.
La
predicación
bíblica
ocurre
cuando
el

contenido,
la
función
y
la
forma
del
texto
moldean
el
contenido,
la
función
y
la
forma

del
sermón.
En
otras
palabras,
la
predicación
es
bíblica
cuando
el
sermón
está

diseñado
en
forma
coherente
con
el
pasaje
bíblico
que
le
sirve
de
base.

Un
sermón
es
bíblico
cuando
su
contenido
corresponde
al
contenido
del
texto

que
intenta
exponer.
Para
poder
interpretar
adecuadamente
el
contenido
de
un
pasaje

bíblico
es
necesario
prestar
atención
a
tres
elementos
importantes:

1. El
contexto
social
e
histórico:
¿En
qué
época
fue
escrito
el
texto?
¿Qué

comunidad
lo
produjo?
¿A
qué
comunidad
o
persona
en
específico
fue
dirigido?

¿Cuál
era
la
situación
social
e
histórica
de
estas
comunidades
religiosas?

2. El
mensaje:
¿Qué
dice
el
texto?
¿Cuál
es
su
argumento?
¿Cuáles
son
las
ideas
y

los
conceptos
teológicos
claves
del
pasaje?
¿Cómo
podemos
interpretar
esta

porción
en
forma
valida?
¿Cuál
es
el
mensaje
del
texto
para
nosotros
hoy?

3. El
estilo
literario:
¿Es
un
texto
narrativo,
poético
o
discursivo?
¿Qué
imágenes

literarias
usan?
¿Qué
elementos
del
texto
deben
interpretarse
en
manera

figurada?

Un
sermón
es
bíblico
cuando
su
función
corresponde
a
la
función
del
texto
que

le
sirve
de
base.
Es
decir,
un
sermón
bíblico
busca
crear
en
el
oyente
un
efecto
similar

al
del
texto.
Un
texto
puede
consolar,
exhortar,
desafiar,
edificar,
llamar
a
la
fe,
etc.
La

predicación
bíblica
trata
de
discernir
el
propósito
del
texto
y
se
esfuerza
para
que
el

sermón
tenga
un
propósito
similar.
Por
ejemplo,
el
libro
de
Apocalipsis
fue
escrito
para

consolar
a
los
cristianos
que
sufrían
la
opresión
del
Imperio
Romano.
El
propósito
del

texto
es
alentar
a
la
audiencia,
llamándolos
al
compromiso
con
el
Dios
amoroso
y

liberador
que
se
ha
revelado
en
Jesucristo.
Un
sermón
sobre
Apocalipsis
debe
tener,

pues,
el
propósito
de
alentar
y
consolar
a
la
Iglesia.
Un
sermón
basado
en
Apocalipsis

que
provoque
miedo
en
los
oyentes
traiciona
la
función
del
texto.

Un
sermón
es
bíblico
cuando
su
forma
corresponde
a
la
forma
del
texto.
Es

decir,
un
sermón
bíblico
toma
en
cuenta
la
estructura
literaria
del
pasaje
bíblico
que

intenta
exponer.
La
estructura
de
un
texto
bíblico
es
muy
importante,
ya
que
es

imposible
separar
la
forma
y
el
mensaje
de
una
porción
bíblica.
De
hecho,
por
regla

general,
la
forma
aclara
el
contenido.
Por
ejemplo,
si
casi
todas
las
parábolas
tienen
un

final
sorpresivo:
el
esposo
llega
cuando
menos
lo
esperan
(Mt.
25:10);
el
samaritano
se

compadece
del
judío
herido
(Lc.
10:33‐35);
y
el
publicano
es
justificado
(Lc.
18:14).

Todo
esto
habla
de
la
sorpresa
que
causa
la
revelación
de
Dios
en
Cristo.
En
el
Reino
de

Dios
todo
es
novedoso.
Aquí
vemos
claramente
como
la
forma
y
el
contenido
van
de
la

mano.
Un
sermón
sobre
una
parábola
que
tenga
un
final
sorpresivo
será
más

impactante
que
un
sermón
con
un
final
tradicional.

En
resumen,
la
predicación
es
verdaderamente
bíblica
cuando
el
sermón
es
un

reflejo
fiel
del
contenido,
la
función
y
la
forma
del
texto
que
le
sirve
de
base.
La
tarea,

pues,
de
la
persona
que
predica
es
dejar
que
Dios
hable
a
través
de
la
exposición
del

mensaje
bíblico.
Sólo
entonces
los
oyentes
tendremos
la
oportunidad
de
encontrarnos

con
el
Señor
de
la
vida
en
la
proclamación
de
la
Palabra
de
Dios.


Ejercicios


 El
ejercicio
#3
tiene
el
propósito
de
ayudar
al
estudiantado
a
contemplar
y

comprender
la
diversidad
de
los
géneros
literarios
contenidos
en
las
Sagradas

Escrituras.
De
ser
necesario,
consulte
un
diccionario
bíblico
que
le
pueda
ayudar
a

comprender
mejor
estas
formas
literarias.


 Complemente
este
ejercicio
con
la
lectura
del
siguiente
material:

• Arrastía:
Capítulo
V.

• Broadus:
Parte
I


• Crane:
Capítulo
IV

• Jiménez,
Principios:
Capítulo
4

• Mottesi:
Capítulo
III




Ejercicio
#3

Los
géneros
literarios


En
la
literatura
bíblica
hay
varios
géneros
literarios,
tales
como
los:

1. Textos
narrativos:
Los
textos
narrativos
cuentan
la
historia
de
los
orígenes
del

mundo,
del
pueblo
de
Israel,
la
vida
de
Jesús,
y
el
desarrollo
de
la
Iglesia

primitiva.
Los
evangelios,
que
comúnmente
se
consideran
como
un
género

aparte,
contienen
gran
cantidad
de
material
narrativo.

2. Textos
legales:
Este
tipo
de
literatura
recoge
las
leyes
que
gobernaban
la
vida

comunitaria
y
el
culto
a
Dios
en
Israel.

3. Textos
poéticos:
La
Biblia
está
llena
de
fragmentos
y
composiciones
poéticas,

tales
como
proverbios,
salmos,
y
elegías,
entre
otras
formas.

4. Textos
en
forma
de
discursos:
Tanto
los
libros
proféticos
Antiguo
Testamento

como
las
epístolas
del
Nuevo
contienen
textos
discursivos.
Del
mismo
modo,
los

libros
históricos
incluyen
fragmentos
de
discursos
y
de
sermones.

5. Textos
apocalípticos:
Este
es
un
género
complejo
que
combina
la
historia,
la

poesía,
y
la
profecía.
Es
el
género
literario
más
difícil
de
interpretar
en
toda
la

Biblia.
Podemos
encontrar
porciones
apocalípticas
en
los
libros
proféticos,
en

los
evangelios
y
en
el
libro
de
Apocalipsis

Busque
en
su
Biblia
un
ejemplo
de
cada
uno
de
estos
géneros
literarios:

o Genesis
Narrativo:
______________________________

o Deutoronomio
Legal:
______________________________

o Salmos
Poético:
______________________________

o Isaias
Discursivo:
______________________________

o Apocalíptico:
______________________________

Apocalipsis


4

El
estudio
del
texto
bíblico
(Primera
parte)


Introducción


 El
estudio
del
texto
bíblico
que
ha
de
ser
explicado
o
expuesto
en
el
sermón
es

uno
de
los
elementos
centrales
de
la
predicación
cristiana.
Quienes
predican
de

manera
responsable
y
efectiva,
estudian
el
texto
bíblico
de
manera
profunda.



 Existen
diversos
métodos
y
técnicas
para
estudiar
la
Biblia.
En
este
manual

recomendamos
un
método
de
interpretación
bíblica
para
la
predicación
llamado
el

sistema
de
Los
tres
pasos.
Este
sistema
busca
conducir
al
estudiantado—por
medio
de

actividades
y
preguntas
específicas—a
una
interpretación
válida
del
texto.



 El
objetivo
de
esta
lección
es
promover
el
estudio
serio
y
profundo
del
texto

bíblico,
enmarcado
en
la
práctica
de
los
ejercicios
espirituales,
particularmente
de
la

oración
y
la
meditación.


Conceptos


 El
primer
paso
es
el
punto
de
contacto.
Este
es
el
espacio
donde
el
texto
nos

toca
personalmente.
Es
un
momento
devocional
donde
el
estudio
de
las
Escrituras
se

entrelaza
con
la
adoración.
El
punto
de
contacto
puede
establecerse
de
distintas

maneras.
Quizás
baste
con
un
rato
de
meditación.
Otra
alternativa
es
escribir
el
texto

en
el
centro
de
una
hoja
de
papel,
rodeándolo
con
nuestros
comentarios.
Sin
embargo,

la
metodología
más
efectiva
es
la
de
contestar
preguntas
guías.



 Aparte
cerca
de
30
minutos
para
su
encuentro
con
el
texto.
Comience
con
unos

momentos
de
oración.
Lea
el
pasaje
varias
veces,
por
lo
menos,
en
dos
versiones

distintas
de
la
Biblia.
Tome
nota
de
las
diferencias
significativas
entre
las
mismas.

Después,
lea
el
texto
en
voz
alta
con
entonación
y
sentimiento.
Entonces,
conteste
las

siguientes
preguntas:

1. ¿Qué
preguntas
surgen
de
la
lectura
del
texto?

2. ¿Qué
sentimientos
experimenta
al
leer
el
pasaje
bíblico?

3. ¿Qué
recuerdos
le
trae?

4. Imagine
que
está
en
el
mundo
que
propone
el
texto:
¿Qué
ve?
¿Qué
oye?
¿Qué

huele?
¿Qué
saborea?
¿Qué
toca?
En
resumen,
¿qué
siente
al
estar
en
el
mundo

que
propone
el
texto?

5. ¿Que
cambios
han
ocurrido
en
su
forma
de
entenderlo?

6. ¿Qué
temas
para
la
predicación
le
sugiere
este
pasaje
bíblico?

Tome
tiempo
para
familiarizarse
con
el
método.
Más
adelante
podrá
añadir

actividades
y
preguntas
que
respondan
a
su
propia
perspectiva
teológica
y
a
su

personalidad.

El
segundo
paso
es
la
explicación.
Este
es
el
momento
donde
el
intérprete
toma

distancia
del
texto.
Además,
es
donde
se
consultan
fuentes
secundarias,
tales
como
las

concordancias,
los
diccionarios
y
los
comentarios
bíblicos.
Podemos
dirigir
nuestro

estudio
por
medio
de
las
siguientes
preguntas
guías.


1. En
lo
posible,
identifique
el
contexto
histórico,
social,
político
y
religioso
del

texto.
¿Cuál
era
la
condición
social
de
la
comunidad
a
la
que
se
dirigió

originalmente?


2. ¿Cuál
es
el
género
literario
del
texto?
(narración,
poesía,
profecía,
texto
legal,

evangelio,
epístola
o
Apocalipsis)

3. ¿Cuál
es
su
forma?
(parábola,
historia
de
milagro,
discurso
profético
de
juicio
o

salvación,
código
legal,
exhortación,
exposición
doctrinal,
visión
apocalíptica,

etc.)
¿Qué
función
tiene
esta
forma?
¿Cuáles
son
las
características
literarias
de

este
texto?


4. ¿Qué
palabras
debe
buscar
en
el
diccionario
bíblico?
¿Cuáles
son
los
conceptos

teológicos
claves
del
pasaje?


5. ¿Qué
respuestas
ha
encontrado
a
sus
preguntas
sobre
el
texto?
¿Qué
elementos

importantes
ha
encontrado
en
su
investigación?

6. Finalmente,
resuma
el
mensaje
central
del
pasaje.


Ejercicios


 El
Punto
de
contacto
(ejercicio
#4)
es
uno
de
los
elementos
básicos
de

nuestro
sistema
de
preparación
sermonaria.
Lea
el
material
adjunto
y
haga
el

ejercicio
del
Punto
de
contacto
con
el
texto
bíblico
que
le
indique
el
profesor
o
la

profesora.


 Complemente
este
ejercicio
con
la
lectura
del
siguiente
material:

• Jiménez,
Principios:
Capítulo
4

• Jiménez,
Siglo
XXI:



Ejercicio
#4

Punto
de
contacto



 Escoja
el
texto
bíblico
de
su
preferencia
para
hacer
este
ejercicio,
que
le
tomará

aproximadamente
30
minutos.
Dedique
algunos
minutos
a
orar.
Lea
la
porción
bíblica

escogida,
por
lo
menos,
en
dos
versiones
distintas
de
la
Biblia.
Note
las
diferencias
que

hay
 entre
 las
 mismas.
 Ahora,
 lea
 el
 texto
 en
 bíblico
 en
 voz
 alta,
 con
 entonación
 y

sentimiento.
 Después
 de
 completar
 esta
 parte
 del
 proceso,
 conteste
 las
 siguientes

preguntas


1.

 ¿Qué
preguntas
surgen
de
su
lectura
del
texto?

2.
 ¿Qué
sentimientos
experimenta
al
leer
el
texto?

3.
 ¿Qué
recuerdos
le
trae
a
la
memoria
este
texto?

4.
 Imagine
que
está
en
el
mundo
que
propone
el
texto:
¿Qué
ve?
¿Qué
oye?
¿Qué

huele?
 ¿Qué
 saborea?
 ¿Qué
 toca?
 En
 resumen,
 ¿qué
 se
 siente
 al
 estar
 en
 el

mundo
que
propone
el
texto?

5.
 ¿Que
cambios
han
ocurrido
en
su
forma
de
entender
el
texto?

6.
 ¿Qué
temas
e
ideas
le
sugiere
el
texto?



5

La
interpretación
del
texto
(Segunda
parte)


Introducción


 Los
dos
pasos
estudiados
en
la
lección
anterior
son
muy
importantes,
dado

que
cada
uno
tiene
funciones
distintas
en
el
proceso
de
interpretación
bíblica.
El

punto
de
contacto
le
da
un
marco
espiritual
al
estudio
del
texto
bíblico,
entrelazando

la
exégesis
y
la
hermenéutica
con
la
oración
y
la
meditación.
La
interpretación
entra

en
los
detalles
del
texto,
sin
los
cuales
es
imposible
comprender
su
mensaje.


 Ahora
bien,
la
oración
y
la
explicación
no
son
suficientes.
Para
predicar,
es

necesario
llegar
a
comprender
el
mensaje
que
tiene
el
texto
bíblico
para
nosotros

hoy.
El
objetivo
de
esta
lección
es
recalcar
la
importancia
que
tiene
la
comprensión
y

la
contextualización
del
mensaje
de
la
Biblia.
Nos
invita
a
leer
la
Biblia
en
la
vida
y
la

vida
en
la
Biblia.


Conceptos


 El
tercer
paso
del
método
propuesto
para
es
la
interpretación.
Esta
es
una

relectura
informada
del
texto
que
toma
como
punto
de
partida
la
información
obtenida

en
la
explicación.
Esta
segunda
lectura
debe
ser
más
completa,
más
profunda
y
más

crítica
que
la
primera.


 Existe
una
gran
diferencia
entre
explicar
y
comprender.
La
comprensión
ocurre

cuando
se
escucha
el
reclamo
del
pasaje
bíblico.
Por
ejemplo,
después
de
analizar

críticamente
la
historia
de
la
pasión
y
muerte
de
Jesús
de
Nazaret,
explicando
los

puntos
principales
de
los
textos
evangélicos.
Ahora
bien,
sólo
comprenderemos
el

mensaje
de
la
pasión
cuando
experimentemos
la
presencia
del
Cristo
resucitado
en

nuestras
vidas.


 Del
mismo
modo,
hay
personas
que
pueden
explicar
en
detalle
un
texto
tan

complejo
como
la
Parábola
del
Buen
Samaritano.
Tienen
el
conocimiento
y
la

capacidad
para
analizar
la
conducta
del
sacerdote
y
del
levita
que
se
rehusaron
a

ayudar
al
hombre
que
estaba
herido
a
la
vera
del
camino.
Sin
embargo,
sólo

comprendemos
el
texto
cuando
sentimos
que
Jesucristo
nos
llama
a
ayudar
a
las

personas
heridas
que
podamos
encontrar
en
nuestro
caminar.


 Podemos
usar
las
siguientes
preguntas
guías
para
interpretar
el
texto
bíblico

1. Compare
el
contexto
social
e
histórico
del
texto
con
el
nuestro.
¿Qué
elementos

de
conflicto
presenta?
¿Qué
elementos
relacionados
a
la
salvación?
¿Qué

elementos
se
relacionan
al
juicio
de
Dios?
¿Hay
en
nuestro
mundo
elementos

parecidos
a
éstos?
¿Cuáles?
Al
contestar
estas
preguntas,
estaremos
usando
la

hermenéutica
de
analogía,
es
decir,
estaremos
haciendo
una
comparación
entre

nuestro
mundo
y
el
mundo
bíblico
para
determinar
la
pertinencia
del
texto.

2. ¿Acaso
la
forma
o
la
estructura
literaria
del
texto
sugieren
una
estructura

específica
para
su
sermón?


3. ¿Acaso
la
función
del
pasaje
sugiere
un
propósito
específico
para
su
sermón?


4. Para
escuchar
el
mensaje
de
este
texto
en
forma
apropiada,
¿con
qué
personaje

debemos
identificarnos?
Si
el
texto
es
narrativo,
podemos
identificarnos
con

alguno
de
los
personajes;
si
es
discursivo,
con
la
persona
que
escribe
o
con

quienes
reciben
la
enseñanza.
Recuerde
que
nunca
debemos
identificarnos
con

el
héroe
de
la
historia.


5. ¿Qué
pautas
sugiere
este
texto
para
la
práctica
de
la
fe
y
para
la
acción
pastoral?

A
la
hora
de
interpretar
el
texto
debemos
considerar
sus
implicaciones

prácticas;
debemos
preguntar
qué
cosas
el
texto
llama
a
hacer
aquí
y
ahora,

tanto
a
nivel
personal
como
comunitario.
Así
nuestra
predicación
será
pastoral

y
contextual.

6. La
pregunta
final
es,
¿cuál
es
el
mensaje
del
texto
para
hoy?
Es
decir,
¿cuáles

son
las
«buenas
nuevas»
del
pasaje?
Dado
que
la
palabra
«evangelio»
viene
del

vocablo
griego
que
significa
«buena
noticia»,
la
predicación
que
carece
de

buena
noticia
no
es
proclamación
cristiana.


Ejercicios


 Lea
las
preguntas
guías
que
conforman
el
sistema
de
los
Tres
Pasos.
Estudie

un
texto
utilizando
las
preguntas
incluidas
en
el
ejercicio
#5.


 Complemente
este
ejercicio
con
la
lectura
del
siguiente
material:

• Arrastía:
Capítulo
VI.

• Jiménez,
Principios:
Capítulo
4

• Jiménez,
Siglo
XXI:
Capítulo



Ejercicio
#5

Preguntas
guías
para
el
método
de

Los
Tres
Pasos



 Escoja
otro
texto
bíblico.
Comience
el
proceso
de
estudio
en
oración.

Recuerde
leer
el
texto
en,
por
lo
menos,
dos
versiones
de
la
Biblia
y
hacer
por
lo

menos
una
de
las
lecturas
en
voz
alta.
Ahora,
conteste
las
siguientes
preguntas.


A.
 Punto
de
contacto

1.

 ¿Qué
preguntas
surgen
de
su
lectura
del
texto?

2.
 ¿Qué
sentimientos
experimenta
al
leer
el
texto?

3.
 ¿Qué
recuerdos
le
trae
a
la
memoria
este
texto?

4.
 Imagine
que
está
en
el
mundo
que
propone
el
texto:
¿Qué
ve?
¿Qué
oye?
¿Qué

huele?
 ¿Qué
 saborea?
 ¿Qué
 toca?
 En
 resumen,
 ¿qué
 se
 siente
 al
 estar
 en
 el

mundo
que
propone
el
texto?

5.
 ¿Que
cambios
han
ocurrido
en
su
forma
de
entender
el
texto?

6.
 ¿Qué
temas
e
ideas
le
sugiere
el
texto?


B.
 Explicación

1.
 En
 lo
 posible,
 identifique
 el
 contexto
 histórico,
 social,
 político
 y
 religioso
 del

texto.
 ¿Cuál
 era
 la
 condición
 social
 de
 la
 comunidad
 a
 la
 que
 se
 dirigió

originalmente?

2.
 ¿Cuál
 es
 el
 género
 literario
 del
 texto?
 ¿Cuál
 es
 su
 forma?
 ¿Qué
 elementos
 la

caracterizan?
¿Qué
función
tiene
esta
forma?

3.
 ¿Cuáles
son
las
características
literarias
de
este
texto?

4.
 ¿Qué
palabras
difíciles
de
entender
contiene
el
texto?
¿Cuáles
son
los
conceptos

teológicos
claves
del
pasaje?
¿Qué
significado
tienen?

5.
 ¿Qué
respuestas
ha
encontrado
a
sus
preguntas
sobre
el
texto?
¿Qué
elementos

importantes
 para
 la
 interpretación
 del
 pasaje
 ha
 encontrado
 usted
 en
 su

investigación?

6.
 Resuma
el
mensaje
central
del
pasaje.
Exprese
sencilla
y
claramente
los
temas
e

ideas
de
este
texto
para
su
audiencia
original.


C.
 Interpretación

1.
 Haga
una
comparación
entre
nuestro
mundo
contemporáneo
y
el
mundo
que

propone
 el
 texto.
 ¿Cómo
 compara
 el
 contexto
 socio‐histórico
 del
 texto
 con
 el

nuestro?
 ¿Qué
 elementos
 de
 conflicto
 presenta
 el
 pasaje?
 ¿Qué
 elementos

salvíficos?
¿Hay
en
nuestro
mundo
elementos
parecidos
a
éstos?

2.
 ¿Acaso
 la
 forma
 o
 la
 estructura
 literaria
 del
 texto
 le
 sugiere
 una
 estructura

específica
para
su
sermón?

3.
 ¿Acaso
la
función
del
texto
le
sugiere
un
propósito
específico
para
su
sermón?

4.
 Para
escuchar
el
mensaje
de
este
texto
en
forma
apropiada,
¿con
qué
personaje

debemos
identificarnos?

5.
 ¿Qué
 pautas
 le
 sugiere
 este
 texto
 para
 la
 práctica
 de
 la
 fe
 y
 para
 la
 acción

pastoral?

6.
 ¿Cuál
 es
 el
 mensaje
 del
 texto
 para
 nosotros
 hoy?
 ¿Cuáles
 son
 las
 «buenas

nuevas»
del
pasaje?



6

Los
rudimentos
de
la
predicación


Introducción


 Toda
disciplina
tiene
rudimentos,
es
decir,
tiene
elementos
básicos
que
son

esenciales
para
su
estudio
y
su
práctica.
No
es
posible
dominar
una
disciplina
si
no

se
conocen
sus
rudimentos.

Cuando
usted
y
yo
comenzamos
nuestros
estudios
en
la
escuela
primaria,

aprendimos
los
rudimentos
del
lenguaje
(el
abecedario,
las
vocales
y
las
sílabas)
y

los
rudimentos
de
la
matemática
(los
números,
contar
y
agrupar),
entre
muchos

otros.

El
objetivo
de
esta
lección
es
presentar
los
rudimentos
de
la
predicación.

Estos
son
elementos
sin
los
cuales
no
es
posible
desarrollar
un
sermón
claro
y

efectivo.



Conceptos


 Los
«rudimentos»
de
la
predicación
son
los
elementos
básicos
que
debe
tener

todo
sermón,
no
importa
su
énfasis
o
su
diseño.
Estos
son
el
título,
el
texto,
el
tema,

el
propósito
y
el
área
del
sermón.

a. Título:
El
título
es
una
frase
que
da
a
conocer
el
tema
del
sermón.
Es
una
frase

corta
que
anuncia
el
tema
en
forma
parcial,
pero
llamativa.
Su
función
principal

es
provocar
el
interés
del
oyente,
de
manera
que
éste
se
anime
a
escuchar
el

sermón.
Un
buen
título
no
debe
tener
más
de
siete
palabras,
dado
que
los

títulos
largos
presagian
sermones
largos
y
aburridos.


b. Texto:
Es
el
pasaje
bíblico
que
sirve
de
base
a
nuestra
reflexión.
Esta
porción

bíblica
puede
consistir
de
un
versículo,
un
pasaje
bíblico,
uno
o
más
capítulos,

una
sección
o
un
libro
de
la
Biblia
en
su
totalidad.
Lo
importante
es
que
esta

porción
bíblica
le
ofrezca
unidad
y
sentido
de
dirección
al
sermón.
Un
sermón

debe
tener
sólo
un
texto
básico,
aunque
se
puedes
hacer
referencias
a
otros

pasajes
bíblicos
a
lo
largo
del
sermón.


c. Tema:
El
tema
es
una
oración
que
resume
el
contenido
del
mensaje
y
sugiere
la

forma
del
sermón.
Debe
ser
una
oración
gramaticalmente
completa,
con
sujeto

verbo
y
predicado.
El
tema
no
debe
ser
una
frase
suelta
(como
«el
amor
de

Dios»),
dado
que
una
frase
carece
de
verbo
y
de
predicado.
Escribir
el
tema
en

forma
de
oración
(como
«El
amor
de
Dios
nos
motiva
a
servir
a
los
demás»)
nos

ayuda
a
resumir
el
contenido
del
sermón,
predicando
así
con
mayor
claridad.

Otro
punto
importante
es
que
el
tema
debe
expresar
las
«buenas
nuevas»
del

mensaje
cristiano.
Si
su
sermón
no
transmite
«buenas
noticias»,
usted
no
está

predicando
el
evangelio
de
Jesucristo.

d. Área:
Se
refiere
al
propósito
general
del
sermón.
Antes
de
predicar,
debemos

identificar
el
área
de
la
experiencia
cristiana
que
el
sermón
desea
tocar.
En

nuestro
juicio,
las
cuatro
áreas
principales
son
la
evangelización,
la
educación

cristiana,
el
desafío
profético
y
el
consejo
pastoral.
Es
necesario
que
usted

escoja
una
de
estas
áreas.
Si
usted
traba
de
evangelizar,
educar,
educar
y

consolar
a
la
misma
vez,
su
sermón
será
ambiguo
y
hasta
confuso.


e. Propósito:
El
propósito
es
una
frase
o
oración
que
explica
por
qué
deseamos

hablar
sobre
este
tema.
Se
determina
haciendo
preguntas
tales
como:
¿Cuáles

son
las
necesidades
más
apremiantes
de
mi
congregación
y
de
mi
comunidad?

¿Qué
me
ha
motivado
a
escoger
este
texto?
¿Por
qué
deseo
hablar
de
este
tema?

En
resumen,
¿qué
efecto
quiero
que
tenga
este
sermón
en
la
audiencia?

Recuerde
que
su
sermón
nunca
debe
tener
un
propósito
mezquino,
como

regañar
a
la
audiencia
otro
ministerio.
Su
propósito
principal
debe
ser
glorificar

a
Dios
y
edificar
a
la
audiencia.

Es
importante
que
usted
se
acostumbre
a
escribir
los
rudimentos
de
cada
uno
de
sus

sermones.
Los
rudimentos
ayudan
a
quienes
predican
a
darle
claridad,
propósito
y

sentido
de
dirección
a
sus
sermones.



Ejercicios


 Prepare
los
rudimentos
para
un
sermón
basado
en
el
texto
estudiado
en
el

ejercicio
#5.
Llene
la
forma
que
aparece
en
el
ejercicio
#6,
empleando
los
principios

estudiados
en
este
capítulo.



 
Complemente
este
ejercicio
con
la
lectura
del
siguiente
material:

• Arrastía:
Capítulos
VII
al
X

• Braga:
Capítulos
4
al
13

• Broadus:
Parte
II

• Crane:
Capítulos
V
y
VI


• Costas:
Capítulos
3
al
6

• Jiménez,
Principios:
Capítulo
5

• Mottesi:
Capítulo
IV

• Vila:
Capítulos
I
y
VII
al
X



Ejercicio
#6

Los
rudimentos
de
la
predicación



 Tome
el
texto
estudiado
en
el
ejercicio
anterior
y
procesa
a
escribir
los

rudimentos
para
un
sermón.
Escriba
el
título
del
sermón,
indique
el
texto
que
va
a

servir
de
base
al
mismo,
redacte
su
tema
en
una
oración
gramaticalmente
completa,

seleccione
el
área
de
su
sermón
y
declare
el
propósito
del
mismo:


Título:
________________________________________________________________________________________

Texto:
_________________________________________________________________________________________

Tema:
_________________________________________________________________________________________

Área:


o Evangelización

o Educación
cristiana
(Desarrollo
espiritual)

o Desafío
profético


o Cuidado
pastoral

Propósito:







7

El
bosquejo
del
sermón


Introducción


 Un
sermón
debe
comenzar
afirmando
un
punto
teológico
importante
para
la

vida
cristiana
y
el
desarrollo
espiritual
de
la
audiencia.
Debe
desarrollar
ese
punto
y

debe
terminar
explicando
claramente
cuáles
son
las
implicaciones
que
las
personas

que
lo
escuchan.
En
resumen,
un
buen
sermón
debe
estar
bien
bosquejado.


La
inmensa
mayoría
de
los
sermones
inefectivos
comparten
el
mismo

defecto:
no
han
sido
bosquejados
debidamente.
La
ausencia
de
un
bosquejo
claro

crea
la
confusión
tanto
en
quien
predica
como
en
quien
escucha.

El
objetivo
de
esta
lección
es
enseñarle
al
estudiantado
a
bosquejar
sus

sermones,
promoviendo
así
la
efectividad
de
su
predicación.


Conceptos


 Un
sermón
debe
tener,
por
lo
menos,
tres
partes:
la
introducción,
el
cuerpo
o

desarrollo
y
la
conclusión.

La
introducción
es
la
parte
más
importante
del
sermón,
pues
en
ella
se
capta

o
se
pierde
la
atención
de
la
congregación.
Tiene
la
función
o
el
propósito
de

comenzar
a
presentar
el
tema
en
forma
llamativa.
Una
introducción
efectiva
debe

ser
breve,
clara
y
concisa.
Además,
debe
estar
unida
al
tema
central
del
sermón.

Dada
su
importancia,
debe
prepararse
con
sumo
cuidado.

El
cuerpo
o
desarrollo
del
sermón
es
la
sección
más
larga,
pues
en
ella
se

desarrollan
las
ideas
centrales
relacionadas
al
tema.
Por
lo
regular,
el
cuerpo
o

desarrollo
se
divide
en
varias
secciones.
Las
secciones
principales
se
llaman

«puntos».
Estos
«puntos»
tienen
el
propósito
de
ampliar,
explicar
y
desarrollar
el

tema.
A
su
vez,
los
«puntos»
se
dividen
en
partes
más
pequeñas
llamadas
«incisos».

Un
inciso
no
debe
tomar
más
de
dos
párrafos.
Un
punto
no
debe
tener
menos
de
dos

ni
más
de
siete
incisos.
Un
sermón
no
debe
tener
menos
de
dos
ni
más
de
cinco

puntos.

La
conclusión
presenta
las
implicaciones
prácticas
y
concretas
del
tema
para
la

vida
de
las
personas
que
escuchan
el
sermón.
Al
igual
que
la
introducción,
debe

elaborarse
cuidadosamente.
En
la
conclusión,
se
pueden
aplicar
las
enseñanzas
del

sermón,
afirmar
la
importancia
o
veracidad
del
tema
o
exhortar
a
la
audiencia
a

cumplir
con
una
tarea
específica
dentro
de
la
misión
de
la
Iglesia.


 El
sermón
básico
o
tradicional
se
caracteriza
por
anunciar
el
tema
central
o

«proposición»
del
sermón
al
final
de
la
introducción.
El
anuncio
del
tema
debe
ser

breve,
claro
y
directo.
Además,
debe
ser
positivo,
recalcando
las
buenas
nuevas
de

salvación.



 Como
el
anuncio
del
tema
interrumpe
el
buen
fluir
del
sermón,
es
necesario

hacer
una
transición
entre
el
anuncio
del
tema
y
el
cuerpo
o
desarrollo
del
sermón.

La
transición
puede
hacerse
por
medio
de
una
pregunta,
de
una
oración
que
resuma
lo

anterior
o
por
medio
de
la
presentación
de
un
dilema
o
selección.
La
transición
no

debe
tomar
más
de
un
párrafo.


 Por
lo
tanto,
el
sermón
tradicional
sigue
el
siguiente
bosquejo:

a. Introducción

b. Anuncio
del
tema

c. Transición

d. Cuerpo
o
desarrollo

1. Primer
punto

a. Inciso
#1

b. Inciso
#2

c. Inciso
#3

2. Segundo
Punto

a. Inciso
#1

b. Inciso
#2

c. Inciso
#3

3. Etc.

e. Conclusión


Ejercicios


 Proceda
a
bosquejar
el
sermón
que
está
desarrollando
sobre
el
texto

estudiado
en
el
ejercicio
#5,
empleando
los
rudimentos
escritos
en
el
ejercicio
#6.



 Complemente
este
ejercicio
con
la
lectura
del
siguiente
material:

• Mottesi:
Capítulo
IV

• Jiménez,
Principios:
Capítulo
6

• Vila:
Capítulo
IV



Ejercicio
#7

El
bosquejo
de
sermón



 Continúe
trabajando
con
el
texto
estudiado
y
comience
a
bosquejar
el
sermón

para
el
cual
ha
escrito
los
rudimentos.



Introducción

_________________________________________________________________________________________________
_________________________________________________________________________________________________
_________________________________________________________________________________________________
_________________________________________________________________________________________________
_________________________________________________________________________________________________
_________________________________________________________________________________________________
_________________________________________________________________________________________________
_________________________________________________________________________________________________
_________________________________________________________________________________________________
_________________________________________________________________________________________________


Cuerpo
o
desarrollo

_________________________________________________________________________________________________
_________________________________________________________________________________________________
_________________________________________________________________________________________________
_________________________________________________________________________________________________
_________________________________________________________________________________________________
_________________________________________________________________________________________________
_________________________________________________________________________________________________
_________________________________________________________________________________________________
_________________________________________________________________________________________________
_________________________________________________________________________________________________
_________________________________________________________________________________________________
_________________________________________________________________________________________________
_________________________________________________________________________________________________
_________________________________________________________________________________________________
_________________________________________________________________________________________________
_________________________________________________________________________________________________
_________________________________________________________________________________________________
_________________________________________________________________________________________________
_________________________________________________________________________________________________


Conclusión

_________________________________________________________________________________________________
_________________________________________________________________________________________________
_________________________________________________________________________________________________
_________________________________________________________________________________________________
_________________________________________________________________________________________________
_________________________________________________________________________________________________
_________________________________________________________________________________________________
_________________________________________________________________________________________________
_________________________________________________________________________________________________
_________________________________________________________________________________________________


8

Consejos
para
la
redacción
del
sermón


Introducción


 Una
de
las
preguntas
más
comunes
en
esta
etapa
del
estudio
de
la
homilética

es
como
desarrollar
un
bosquejo
de
sermón.
Algunos
estudiantes
pueden
discernir

los
puntos
principales
de
un
texto
y
medir
su
impacto
para
hoy,
pero
no
logran

desarrollar
sus
ideas
y
terminan
ofreciendo
sermones
tan
cortos
que
dejan

confundida
a
la
audiencia.


 En
esta
lección
ofrecemos
consejos
prácticos
sobre
la
elaboración
y
el

desarrollo
del
bosquejo
del
sermón.
El
objetivo
de
la
lección
es
ayudar
al

estudiantado
a
escribir
bosquejos
bien
elaborados,
donde
se
escriba
toda
la

introducción
y
toda
la
conclusión,
y
que
contengan
suficiente
información
para

poder
predicar
cada
punto
y
cada
inciso
con
precisión.


Conceptos

El
proceso
por
medio
del
cual
se
prepara
un
sermón
tiene
cinco
fases,

explicadas
a
continuación:

1. La
invención:
El
proceso
comienza
cuando
se
escoge
el
tema
que
a
tratar.


2. La
disposición:
Continúa
cuando
se
elabora
el
esqueleto
del
bosquejo
del

sermón.

3. La
elocución:
Se
determina
el
estilo
y
se
escogen
las
imágenes
que
han
de

usarse
para
desarrollar
el
sermón.

4. La
memoria:
La
persona
que
va
a
predicar
se
prepara
para
la
presentar
su

sermón,
terminando
el
bosquejo
o
escribiendo
el
manuscrito.
Además,
repasa

el
contenido
del
sermón
y
memoriza
sus
puntos
principales.

5. La
entrega
o
presentación
del
sermón:
El
proceso
termina
cuando
se

presenta
el
sermón
ante
una
congregación
en
el
contexto
del
culto
cristiano.

Puede
emplear
las
siguientes
técnicas
para
comenzar
su
sermón:

1. Cuente
una
corta
historia.
La
misma
puede
ser
tanto
una
anécdota
personal

como
un
episodio
histórico.

2. Explique
el
contexto
histórico
del
pasaje
que
va
a
predicar.

3. Comente
brevemente
los
textos
bíblicos
que
preceden
a
la
porción
bíblica

que
ha
de
exponer.

4. Haga
referencia
a
un
tema
o
un
suceso
de
actualidad.

5. Describa
una
escena
literaria,
de
una
película
conocida
o
de
un
programa
de

televisión.

El
cuerpo
o
desarrollo
del
sermón
debe
elaborarse
siguiendo
algunos
de
los

«procesos
retóricos»,
tales
como
la
narración,
la
interrogación,
la
ilustración,
la

aplicación,
la
argumentación,
la
exhortación,
la
definición,
la
interpretación,
la

descripción,
la
ejemplificación
o
la
comparación.

Puede
concluir
su
sermón
haciendo
una
de
las
siguientes
actividades:

1. Resuma
las
ideas
principales
que
ha
presentado
en
su
sermón.

2. Exhorte
a
los
oyentes
a
participar
activamente
en
algún
aspecto
de
la
misión

de
la
Iglesia.

3. Narre
una
historia
que
ilustre
algunas
de
las
ideas
principales
del
sermón.

4. Haga
preguntas
generadoras,
que
lleven
la
audiencia
a
pensar
sobre
las

implicaciones
del
tema.

5. Llame
la
audiencia
a
comenzar
o
a
renovar
su
compromiso
con
Dios.

Una
ilustración
es
una
historia
o
una
anécdota
que
apoya
o
desarrolla
una

idea.
También
incluye
el
uso
de
símiles,
metáforas,
analogías,
alegorías,
ejemplos,

poemas,
y
testimonios,
entre
otros
recursos.

Una
buena
ilustración
es
tan
clara
que
no
necesita
mayor
explicación.
Si
una

ilustración
es
muy
compleja,
no
tiene
utilidad
alguna.
No
emplee
ilustraciones
que

hablen
de
asuntos
técnicos,
tales
como
la
electricidad
o
la
medicina.
Una
buena

ilustración
debe
aclarar
una
idea;
una
mala
ilustración
confunde,
aburre
o
distrae.


Ejercicios


 El
ejercicio
#
8
le
pide
que
emplee
su
imaginación
para
escribir
una
historia
o

una
anécdota
que
pueda
ilustrar
su
sermón.


 Complemente
este
ejercicio
con
la
lectura
del
siguiente
material:

• Broadus:
Partes
III
y
IV


• Mottesi:
Capítulo
V
y
VI

• Vila:
Capítulo
XI
al
XIV



Ejercicio
#
8

La
ilustración
del
sermón



 Todo
sermón
debe
tener,
por
lo
menos,
una
anécdota
o
una
historia
que

ilustre,
aclare
o
ejemplifique
su
mensaje.
Es
común
encontrar
libros
que
recogen

cientos
de
ilustraciones
para
sermones.
En
términos
generales,
estos
libros
son
de

poca
utilidad,
pues
la
mayor
parte
de
nuestra
feligresía
ya
ha
escuchado

anteriormente
estas
historias,
citas
y
anécdotas.


En
el
pasado,
era
común
usar
escenas
de
la
literatura
universal
como

ilustraciones
para
sermones.
Sin
embargo,
es
difícil
hacerlo
en
la
actualidad
sin

darle
al
predicador
un
aire
de
superioridad,
pues
la
mayor
parte
de
la
gente
no

conoce
las
novelas
y
las
obras
de
teatro
a
las
cuales
se
hace
referencia.


Las
películas
de
cine
y
los
programas
de
televisión
son
una
nueva
fuente
de

ilustraciones
para
la
predicación.
Sin
embargo,
es
necesario
evitar
referencias
a

estos
productos
culturales
que
distraigan
a
la
audiencia.


Tomando
en
cuenta
estas
advertencias,
proceda
a
escribir
una
historia
o

anécdota
que
pueda
ilustrar
el
sermón
que
está
preparando
sobre
el
texto
estudiado

en
el
ejercicio
#5.


_________________________________________________________________________________________________
_________________________________________________________________________________________________
_________________________________________________________________________________________________
_________________________________________________________________________________________________
_________________________________________________________________________________________________
_________________________________________________________________________________________________
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_________________________________________________________________________________________________
_________________________________________________________________________________________________
_________________________________________________________________________________________________
_________________________________________________________________________________________________
_________________________________________________________________________________________________



9

Los
cuatro
tipos
básicos
de
sermones


Introducción


 La
mayor
parte
de
los
predicadores
siguen
el
mismo
formato
en
todos
sus

sermones.
Algunos
sólo
predican
sermones
narrativos,
mientras
otros
siempre

encuentran
tres
puntos
que
explorar
en
todo
texto
y
en
todo
tema.
La
dependencia

de
una
sola
forma
sermonaria
es
peligrosa,
ya
que
puede
llevarnos
a
la
monotonía,

mermando
así
el
interés
de
la
audiencia
en
la
proclamación
de
la
palabra
de
Dios.


 Esta
lección
introduce
al
lector
y
a
la
lectora
a
los
cuatro
tipos
de
sermones

que,
a
nuestro
juicio,
todo
predicador
debe
dominar.
El
objetivo
de
esta
lección
es

recalcar
la
importancia
de
la
variedad
en
la
predicación.
Deseamos
que
las
personas

que
predican
regularmente
puedan
conocer
y
utilizar
correctamente
estas
cuatro

formas
de
presentar
la
Palabra
de
Dios.


Conceptos

Los
sermones
se
pueden
clasificar
por
su
fuente,
a
su
propósito
o
a
su
diseño.

Si
los
dividimos
de
acuerdo
a
su
fuente,
podemos
identificar
cuatro
formas

sermonarias
básicas:
el
sermón
expositivo,
el
narrativo,
el
temático
o
doctrinal
y
el

sermón
de
ocasión.

El
sermón
expositivo
presenta
parte
del
mensaje
de
una
porción
bíblica,

presentando
su
mensaje
para
la
mundo
de
hoy.
La
porción
bíblica
puede
ser
tan

breve
como
un
versículo
tan
extenso
como
un
libro
de
la
Biblia.
La
función
de
este

tipo
de
sermón
es
darle
voz
al
texto
bíblico.
El
sermón
expositivo
busca
que
la

audiencia
experimente
a
plenitud
la
vivencia
que
describe
el
texto.
Es
decir,
el

propósito
del
sermón
expositivo
es
que
la
audiencia
experimente
la
realidad
y
la

potencia
del
mensaje.


 El
sermón
narrativo
es
presenta
un
aspecto
del
mensaje
de
una
unidad
de
la

Biblia,
por
medio
de
una
o
más
historias.
Es
decir,
este
tipo
de
sermón
comunica
el

mensaje
del
evangelio
por
medio
de
la
narración.
Este
tipo
de
sermón
organiza
sus

ideas
siguiendo
la
estructura
del
cuento
corto.
Es
decir,
comienza
indicando
el

marco
escénico,
pasa
a
describir
la
trama,
llega
a
un
punto
culminante
y
termina

indicando
el
desenlace
de
la
historia.
Un
sermón
narrativo
puede
basarse
tanto
en

textos
bíblicos
como
en
historias
seculares.
El
propósito
del
sermón
narrativo
es
que

la
audiencia
identifique
su
historia
personal
y
colectiva
con
la
historia
que
narramos.

Este
tipo
de
predicación
proclama
una
«historia
compartida»
donde
se
entrelazan
la

historia
bíblica,
la
historia
de
la
iglesia,
la
historia
personal
de
quien
predica
y
la

historia
personal
de
cada
oyente.


 El
sermón
temático
o
doctrinal
presenta
un
análisis
cristiano
de
un
tema,

explicando
las
implicaciones
del
mismo
para
la
sociedad
actual.
El
tema
a
considerar

puede
ser
tanto
una
doctrina
cristiana
(como
la
salvación,
el
pecado
o
la
santidad)
o

un
asunto
de
actualidad
(como
el
aborto,
la
pena
de
muerte
o
la
violencia
contra
la

mujer).
La
función
del
sermón
temático
es
principalmente
didáctica
o
educativa.
Su

propósito
principal
es
que
la
audiencia
aprenda
más
sobre
un
tema,
moviéndose
a
la

acción
pastoral.


 El
«sermón
de
ocasión»
explora
o
celebra
un
evento
específico
en
la
vida
de
la

Iglesia.
Dicho
de
otra
manera,
este
sermón
interpreta
un
evento
en
particular
desde
un

punto
de
vista
teológico.
La
función
de
este
tipo
de
sermón
es
ofrecer
una
palabra

orientadora
desde
el
punto
de
vista
de
la
fe
cristiana,
ayudando
a
la
congregación
a

comprender
el
significado
teológico
y
pastoral
del
evento
que
se
celebra
o
de
la

ocasión
que
se
observa.
Se
pueden
predicar
sermones
de
ocasión
en
matrimonios,
en

funerales
o
en
días
de
fiesta
patria.


Como
indicamos
anteriormente,
los
sermones
también
pueden
ser

clasificados
de
acuerdo
al
área
de
la
experiencia
cristiana
que
desean
explorar.

Afirmamos
que
existen
cuatro
áreas
básicas:
la
evangelización,
la
educación

cristiana,
el
desafío
profético
y
el
consejo
pastoral.


Ejercicios


 Lea
los
sermones
incluidos
en
el
apéndice
de
este
libro.
Trate
de
establecer

las
diferencias
entre
los
mismos.
¿Qué
caracteriza
cada
una
de
las
formas

sermonarias?


 Complemente
este
ejercicio
con
la
lectura
del
siguiente
material:

• Braga:
Capítulos
1
al
3

• Costas:
Capítulo
7

• Jiménez,
Principios:
Capítulos
7
al
10,
Apéndices
A
al
D

• Vila:
Capítulos
II,
III
y
VI



Ejercicio
#
9

Los
cuatro
tipos
de
sermones
básicos


Trate
de
identificar,
en
sus
propias
palabras,
dos
características
de
cada
uno
de
los

tipos
de
sermones
básicos:


Sermón
expositivo:

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Sermón
narrativo:

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_________________________________________________________________________________________________


Sermón
temático
o
doctrinal:

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_________________________________________________________________________________________________
_________________________________________________________________________________________________
_________________________________________________________________________________________________
_________________________________________________________________________________________________
_________________________________________________________________________________________________
_________________________________________________________________________________________________


Sermón
de
ocasión

_________________________________________________________________________________________________
_________________________________________________________________________________________________
_________________________________________________________________________________________________
_________________________________________________________________________________________________
_________________________________________________________________________________________________
_________________________________________________________________________________________________
_________________________________________________________________________________________________
_________________________________________________________________________________________________
_________________________________________________________________________________________________
_________________________________________________________________________________________________



10

Formas
avanzadas
de
predicación


Introducción

Cuando
usted
repara
algo
en
su
casa,
utiliza
diversas
herramientas.
Cada

herramienta
tiene
su
propósito
y
su
utilidad.
Un
martillo
rara
vez
puede
ayudarnos

cuando
la
situación
requiere
el
uso
de
un
destornillador.
Por
eso,
las
personas

expertas
en
reparaciones
saben
cómo
manejar
distintas
herramientas.

Las
formas
sermonarias
son
precisamente
herramientas
útiles
para
la

predicación.
Aunque
la
mayor
parte
de
los
predicadores
y
las
predicadoras
que

conozco
apenas
dominan
dos
o
tres
tipos
de
sermones,
en
realidad
existe
una

inmensa
variedad
de
formas
sermonarias.


El
objetivo
de
esta
lección
es
invitar
al
estudiantado
a
explorar
los
distintos

tipos
de
sermones
que
deben
estudiar
y,
eventualmente,
añadir
a
su
repertorio.


Conceptos


 En
unión
al
sermón
tradicional,
existe
el
sermón
inductivo.
Este
tipo
de
sermón

presenta
su
tema
al
final
de
la
exposición,
ya
sea
al
final
del
cuerpo
o
en
la
conclusión.

Mientras
el
sermón
tradicional
parte
de
una
idea
que
presenta
como
verdadera,
el

sermón
inductivo
busca
llegar
a
una
conclusión
que
la
congregación
pueda
reconocer

como
verdadera.
En
cierto
modo,
podemos
decir
que
el
sermón
inductivo
parte
de
la

realidad,
no
de
las
ideas,
derivando
lo
abstracto
de
lo
concreto.


Además
de
la
predicación
inductiva,
existen
otros
tipos
adicionales
de

sermones,
de
los
cuales
aquí
solo
presentamos
diez.
Aclaramos
que
la
mayor
parte

de
estas
formas
sermonarias
son
avanzadas
y
que
las
personas
principiantes
deben

limitarse,
por
el
momento,
a
redactar
bosquejos
que
sigan
el
diseño
básico
del

sermón
tradicional.

a. El
sermón
de
la
«triple
apelación»:
Divide
el
cuerpo
del
sermón
en
tres
áreas,

la
primera
apela
a
la
razón,
la
segunda
al
corazón
y
la
tercera
a
la
voluntad.

Este
sermón
se
basa
en
la
homilética
de
la
Iglesia
antigua

b. El
sermón
textual:
Comenta
un
versículo
de
la
Biblia
palabra
por
palabra
o

frase
por
frase.


c. La
lectura
bíblica:
Este
sermón
comenta
una
porción
bíblica
versículo
por

versículo.


d. El
sermón
de
ley
y
evangelio:
Este
tipo
de
sermón,
proveniente
de
la

tradición
luterana,
divide
el
cuerpo
del
sermón
en
dos
partes.
La
primera

habla
presenta
la
exigencia
de
la
ley
divina
y
la
segunda
expone
la
gracia

salvadora
de
Dios
en
la
persona
de
Jesucristo.

e. El
sermón
dialéctico:
Divide
el
cuerpo
del
sermón
en
tres
partes:
tesis,

antítesis
y
tesis.
Se
le
conoce
también
como
el
sermón
«hegeliano».

f. El
sermón
interrogatorio:
Este
sermón
divide
el
cuerpo
del
sermón
en
varias

partes
que
contestan
de
dos
a
cinco
preguntas
tales
como
¿qué?
¿quién?

¿cómo?
¿cuándo?
¿por
qué?
y
¿para
qué?

g. El
sermón
de
resolución
de
problemas:
Este
tipo
de
sermón
también
divide
el

cuerpo
del
sermón
en
dos
partes.
La
primera
identifica
un
problema
y
la

segunda
presenta
posibles
soluciones
al
mismo.

h. El
sermón
analítico:
Organiza
sus
ideas
en
torno
a
tres
actividades,
a
saber,

ver,
pensar
y
actuar.

i. El
sermón
profético:
Estudia
una
profecía
e
identifica
cómo
se
ha
cumplido
la

misma.

j. El
sermón
retrospectivo:
Se
divide
en
tres
secciones.
La
primera
habla
del

presente,
la
segunda
trata
sobre
el
pasado
y
la
tercera
vuelve
al
presente.
La

exposición
bíblica
se
presenta
en
la
segunda
sección.

Estas
formas
sermonarias
pueden
ser
muy
útiles
para
momentos
específicos
en
la

vida
de
la
iglesia.
Por
ejemplo,
la
lectura
bíblica
puede
ayudarnos
a
analizar
textos

problemáticos,
cuya
interpretación
esté
causando
confusión
en
la
feligresía.


Ejercicios


 En
el
ejercicio
#10
tiene
el
propósito
de
ayudarle
a
desarrollar
criterios
para

evaluar
el
contenido
de
los
sermones.
Puede
usar
estos
elementos
para
evaluar

sermones
propios
o
de
otras
personas.




Ejercicio
#10

Preguntas
para
evaluar
el
contenido
del
sermón



 Puede
usar
estas
preguntas
para
evaluar
su
propio
sermón
(si
lo
ve
en
vídeo)
u

otros
sermones
predicados
en
clase
o
en
un
servicio
de
adoración
a
Dios.
Estas
son

preguntas
de
discusión
que
debe
contestar
con
un
párrafo
corto.


1.
Resuma
el
sermón
en
una
oración
sencilla,
clara
y
declarativa.
¿De
qué
trata
este

sermón?


_________________________________________________________________________________________________
_________________________________________________________________________________________________
_________________________________________________________________________________________________
_________________________________________________________________________________________________
_________________________________________________________________________________________________


2.
¿Escuchó
usted
el
Evangelio—las
«buenas
noticias»
sobre
Dios
en
Cristo—en
este

sermón?


_________________________________________________________________________________________________
_________________________________________________________________________________________________
_________________________________________________________________________________________________
_________________________________________________________________________________________________
_________________________________________________________________________________________________


3.
¿Qué
dice
este
sermón
sobre
Dios
y
sobre
su
relación
con
la
humanidad?

¿Respalda
usted
estas
ideas
y
estos
comentarios?


_________________________________________________________________________________________________
_________________________________________________________________________________________________
_________________________________________________________________________________________________
_________________________________________________________________________________________________
_________________________________________________________________________________________________


4.
¿Acaso
la
persona
que
predicó
manejó
el
texto
bíblico
de
manera
responsable?


_________________________________________________________________________________________________
_________________________________________________________________________________________________
_________________________________________________________________________________________________
_________________________________________________________________________________________________
_________________________________________________________________________________________________


5.
¿Cómo
contribuyó
el
sermón
al
desarrollo
del
servicio
de
adoración?


_________________________________________________________________________________________________
_________________________________________________________________________________________________
_________________________________________________________________________________________________
_________________________________________________________________________________________________
_________________________________________________________________________________________________


6.
¿Qué
cosas
recordará
usted
de
este
sermón?


_________________________________________________________________________________________________
_________________________________________________________________________________________________
_________________________________________________________________________________________________
_________________________________________________________________________________________________
_________________________________________________________________________________________________


7.
¿Qué
sugerencias
podría
usted
ofrecer
para
mejorar
este
sermón?


_________________________________________________________________________________________________
_________________________________________________________________________________________________
_________________________________________________________________________________________________
_________________________________________________________________________________________________
_________________________________________________________________________________________________



11

La
presentación
del
sermón


Introducción


 La
teoría
homilética
que
estudiamos
en
este
manual
tiene
un
propósito

práctico:
llevarnos
a
predicar
la
palabra
de
Dios
ante
una
audiencia.
Por
esta
razón,

no
debemos
limitarnos
a
estudiar
la
Biblia
y
de
las
diversas
formas
de
diseñar
un

sermón.
También
es
necesario
estudiar
cómo
podemos
presentar
el
sermón
de

manera
efectiva
ante
una
congregación.

La
predicación
es
un
oficio
que
se
perfecciona
en
la
práctica.
Por
eso,
es

necesario
ensayar
nuestros
sermones,
predicar
regularmente
y
grabar
nuestros

sermones
en
audio
o
vídeo,
de
manera
que
podamos
evaluarnos
a
nosotros
mismos.


Esta
lección
tiene
el
propósito
de
ayudar
al
estudiantado
a
presentar
sus

sermones
de
manera
efectiva,
siendo
así
más
eficaces
en
el
púlpito.



Conceptos

Un
sermón
no
cobra
vida
hasta
que
se
presenta
ante
una
congregación.
Hasta

ese
momento,
no
es
más
que
una
idea
o
una
serie
de
anotaciones
en
un
papel.
La

presentación
(también
llamada
«entrega»)
del
sermón
incluye
tanto
aspectos

verbales
como
no‐verbales.
A
continuación
ofrecemos
algunos
consejos
prácticos

para
la
presentación
eficaz
del
sermón.

1. Mantenga
una
actitud
positiva.
Crea
que
su
sermón
hará
una
diferencia
en
la

vida
de
las
personas
que
habrán
de
escucharlo.

2. Prepárese
bien
antes
de
ir
al
púlpito.
Termine
el
bosquejo
o
el
manuscrito
del

sermón
antes
de
comenzar
el
servicio
de
adoración.
Practique
su
sermón,

leyendo
el
bosquejo
o
manuscrito
en
voz
alta,
antes
de
llegar
a
la
iglesia.

3. Ore
constantemente,
desde
el
momento
que
escoja
el
texto
del
cual
va
predicar

hasta
el
momento
de
ir
al
púlpito.
Pídale
a
Dios
que
le
dirija
y
que
le
dé

sabiduría
para
predicar
de
manera
efectiva.
Pídale
que,
por
medio
de
su

Espíritu
Santo,
transforme
la
vida
y
los
corazones
de
las
personas
que
necesitan

tener
una
experiencia
de
fe.

4. Adore
a
Dios
durante
el
culto.
No
se
distraiga
leyendo
o
repasando
sus
notas.

Tampoco
abuse
de
su
voz,
cantando
a
gritos.

5. Mantenga
un
volumen
de
voz
adecuado.
No
grite.
Use
pausas
y
silencios
para

dar
énfasis.
Varíe
el
volumen
y
la
entonación
de
su
voz.

6. Limite
el
uso
de
las
muletillas.
No
repita
palabras
tales
como
«Amén»,

«¿verdad?»
o
«¿comprenden?»
cada
dos
o
tres
frases.
No
tome
el
nombre
de

Dios
en
vano
diciendo
«Aleluya»
o
«gloria
a
Dios»
por
nerviosismo,
no
porque

verdaderamente
desea
alabar
a
Dios.

7. Mire
directamente
a
la
audiencia.
Mire
en
varias
direcciones,
sin
olvidar
a
las

personas
que
están
sentadas
en
la
parte
de
atrás
del
templo.

8. ¡Predique!
No
se
limite
a
leer
sus
notas.
Si
escribe
un
manuscrito
completo
del

sermón,
debe
tratar
de
leerlo
como
si
estuviera
hablando.

9. Mantenga
una
buena
postura
en
el
púlpito.
Colóquese
de
frente
a
la

congregación.
Nunca
le
dé
la
espalda
a
la
audiencia.
No
se
incline
ni
se
recueste

del
púlpito.
Para
evitar
movimientos
involuntarios,
coloque
un
pie
un
tanto
al

frente
del
otro.
Las
personas
que
se
paran
con
un
pie
al
lado
del
otro
tienden
a

balancearse
de
lado
a
lado.

10. Dedique
tiempo
a
la
congregación
después
de
que
el
servicio
de
adoración
haya

terminado.
No
se
despida
rápidamente.
Reciba
con
gratitud
y
humildad
los

comentarios
de
la
feligresía.
No
preste
mayor
atención
a
los
comentarios,
que

sean
demasiado
positivos
o
negativos.

Finalmente,
trate
de
que
su
postura,
sus
gestos
y
su
expresión
facial
concuerden
con
el

tono
y
el
contenido
de
su
mensaje.
De
otro
modo,
su
lenguaje
corporal
le
transmitirá
a

la
congregación
que
algo
anda
mal.
Los
gestos
de
su
cara
y
el
tono
de
su
voz
gritarán

sin
palabras
que
usted
no
cree
lo
que
está
diciendo
con
su
voz.


Ejercicios


 En
el
ejercicio
#10
tiene
el
propósito
de
ayudarle
a
desarrollar
criterios
para

evaluar
la
presentación
de
los
sermones.
Puede
usar
estos
elementos
para
evaluar

sermones
propios
o
de
otras
personas.


 Complemente
este
ejercicio
con
la
lectura
del
siguiente
material:

• Broadus:
Parte
IV


• Crane:
Capítulo
VII

• Costas:
Capítulos
8
al
10

• Jiménez,
Principios:
Capítulo
11

• Mottesi:
Capítulo
VII

• Vila:
Capítulos
XV
y
XVI



Ejercicio
#11

Preguntas
para
evaluar
la
presentación
del
sermón



 Puede
usar
estas
preguntas
para
evaluar
su
propio
sermón
(si
lo
ve
en
vídeo)
u

otros
sermones
predicados
en
clase
o
en
un
servicio
de
adoración
a
Dios.
Estas
son

preguntas
que
puede
contestar
con
un
«sí»
o
un
«no».


_____
Se
escuchaba
bien?


_____
Mostró
bastante
variedad
en
el
volumen
y
tono
de
su
voz?


_____
Mantuvo
buen
contacto
visual?


_____
Tuvo
buena
postura?


_____
Hizo
bastantes
gestos
con
sus
manos
y
su
cuerpo?


_____
Coordinó
sus
gestos
con
el
tono
y
el
contenido
del
sermón?


_____
Mantuvo
una
expresión
facial
vivaz?


_____
Mostró
entusiasmo
y
convicción?


_____
Transmitió
una
actitud
positiva?





Sugiera
estrategias
para
mejorar
la
presentación
de
este
sermón.



_________________________________________________________________________________________________
_________________________________________________________________________________________________
_________________________________________________________________________________________________
_________________________________________________________________________________________________




12

Como
planear
la
predicación


Introducción

En
la
mayor
parte
de
las
congregaciones
protestantes
de
tradición
libre
y
en
las

iglesias
 pentecostales
 de
 habla
 hispana
 quienes
 predican
 escogen
 los
 textos
 y
 los

temas
 de
 sus
 sermones
 tomando
 en
 cuenta
 principalmente
 las
 necesidades
 de
 la

iglesia
 local.
 En
 esta
 lección
 consideramos
 algunos
 elementos
 que
 se
 deben

considerar
a
la
hora
de
programar
localmente
la
predicación.

El
objetivo
de
esta
lección
es
fomentar
la
diversidad
en
nuestra
predicación.

Deseamos
que
el
estudiantado
combine
distintos
tipos
de
sermones,
que
toquen

textos
bíblicos
diversos
y
que
respondan
a
las
muchas
necesidades
que
tienen
los

feligreses
que
asisten
a
nuestras
iglesias.
La
diversidad
de
enfoques
y
acercamientos

a
la
predicación
aumenta
el
impacto
y
la
eficacia
de
nuestra
predicación.



Conceptos


 A
la
hora
de
hacer
un
plan
de
predicación,
es
necesario
tomar
en
cuenta
los

siguientes
elementos:

1.
El
Año
Cristiano:
Todas
las
iglesias
y
las
denominaciones
cristianas
celebran

algunas
de
las
distintas
temporadas
del
Año
Cristiano.
Por
ejemplo,
todas
celebran

Navidad
 y
 Semana
 Santa.
 Además,
 todas
 observan
 los
 días
 más
 significativos
 del

Calendario
Cristiano,
días
tales
como
el
Viernes
Santo
o
el
día
de
Pentecostés.
Por
lo

tanto,
es
necesario
tener
en
cuenta
estas
temporadas
y
días
especiales.

2.
Días
y
ocasiones
especiales:
Muchas
iglesias
observan
fechas
tales
como
el
día

de
la
Reforma,
el
día
de
las
madres
y
la
Semana
de
la
familia
forman
parte
de
la
vida

de
la
Iglesia.


3.
El
plan
general
de
trabajo
de
la
iglesia:
Cada
iglesia
local
debe
tener
un
plan

general
de
trabajo
anual.
En
este
plan,
se
deben
trazar
las
metas,
los
objetivos
y
las

estrategias
de
trabajo
que
la
iglesia
ha
de
seguir
durante
ese
año.
La
predicación
es

una
de
las
estrategias
más
útiles
con
las
cuales
cuenta
una
congregación
para
lograr

sus
metas
y
sus
objetivos.

4.
 La
 diversidad
 de
 la
 Escritura:
 Algunos
 predicadores
 sólo
 emplean
 algunos

libros
de
la
Biblia.
Esto
es
un
grave
error.
El
uso
limitado
de
las
Escrituras
no
le
hace

justicia
a
la
diversidad
de
temas
y
de
géneros
literarios
que
contiene
la
Biblia.


5.
Variedad
en
la
predicación:
La
predicación
puede
ser
una
disciplina
excitante

y
renovadora
si
usamos
diversas
formas
y
diversos
énfasis
en
nuestra
predicación.

En
vez
de
limitarnos
a
predicar
un
solo
tipo
de
sermón,
podemos
emplear
diversos

tipos
de
sermones
y
aun
experimentar
con
algunas
formas
sermonarias
avanzadas.

Un
 buen
 programa
 de
 predicación
 incluirá
 sermones
 expositivos,
 narrativos,

temáticos,
 de
 ocasión,
 deductivos,
 inductivos,
 dialogados
 y
 de
 consejo
 pastoral,

entre
otros.
También
debemos
variar
los
temas
de
nuestra
predicación.

6.
 Flexibilidad:
 Todo
 programa
 de
 predicación
 debe
 ser
 flexible,
 pues
 es

necesario
responder
a
las
situaciones
imprevistas
que
ocurren
ocasionalmente
en
la

iglesia
 local
 y
 en
 la
 comunidad.
 Algunas
 de
 estas
 situaciones
 nos
 forzarán
 a
 hacer

cambios
de
última
hora
en
el
programa.


Una
de
las
formas
más
efectivas
de
organizar
nuestra
predicación
es
mediante

el
 uso
 de
 series
 de
 sermones.
 Una
 serie
 es
 la
 presentación
 sistemática
 de

predicaciones
 sobre
 un
 tema
 en
 particular.
 La
 serie
 busca
 tratar
 en
 forma

responsable
 un
 tema
 que
 no
 puede
 presentarse
 en
 un
 solo
 sermón.
 También
 se

puede
 usar
 la
 serie
 para
 respaldar
 los
 distintos
 énfasis
 del
 programa
 de
 la
 iglesia.

Aunque
podríamos
señalar
diversas
variantes,
hay
dos
tipos
básicos
de
series:

1.
 La
 serie
 bíblica:
 Esta
 presentan
 sermones
 que
 provienen
 de
 un
 mismo
 libro

de
la
Biblia
o
que
están
unidas
porque
tocan
un
tema
particular
de
la
teología
bíblica

(como
la
fe).

2.
 La
 serie
 temática:
 Esta
 presenta
 sermones
 que
 exploran
 alguna
 doctrina

(como
la
salvación)
o
algún
problema
social
relevante
para
la
fe
(como
la
familia).


Ejercicios


 La
predicación
pastoral
es
distinta
a
la
evangelística.
Mientras
un
predicador

ocasional
o
visitante
puede
repetir
algunos
bosquejos,
los
pastores
y
las
pastoras

tienen
que
desarrollar
sermones
nuevos
para
cada
domingo.
El
ejercicio
#12,
el

último
del
libro,
tiene
el
propósito
de
ayudarle
a
crear
conciencia
sobre
los
desafíos

que
presenta
la
predicación
pastoral.



 Complemente
este
ejercicio
con
la
lectura
del
siguiente
material:

• Arrastía:
Capítulo
XI

• Crane:
Capítulo
VIII

• Costas:
Apéndice
A



Ejercicio
#12

Programa
de
predicación




Escriba
un
programa
de
predicación
para
una
Iglesia
local.
El
mismo
debe
abarcar

un
mes
de
trabajo.
Indique
el
título,
el
texto
que
usará
de
base,
el
tema
y
el
área
de

énfasis
de
cada
sermón.


Primer
domingo:

Título:_________________________________________________________________________________________

Texto:_________________________________________________________________________________________

Tema:_________________________________________________________________________________________
_________________________________________________________________________________________________

Área:_________________________________________________________________________________________



Segundo
domingo:

Título:_________________________________________________________________________________________

Texto:_________________________________________________________________________________________

Tema:_________________________________________________________________________________________
_________________________________________________________________________________________________

Área:_________________________________________________________________________________________



Tercer
domingo:

Título:_________________________________________________________________________________________

Texto:_________________________________________________________________________________________

Tema:_________________________________________________________________________________________
_________________________________________________________________________________________________

Área:_________________________________________________________________________________________



Cuarto
domingo:

Título:_________________________________________________________________________________________

Texto:_________________________________________________________________________________________

Tema:_________________________________________________________________________________________
_________________________________________________________________________________________________

Área:_________________________________________________________________________________________



Quinto
domingo:

Título:_________________________________________________________________________________________

Texto:_________________________________________________________________________________________

Tema:_________________________________________________________________________________________
_________________________________________________________________________________________________

Área:_________________________________________________________________________________________






Bibliografía



Autor/a
 Título
 Editorial
 Ciudad
 Año
 Area


Arrastía,
Cecilio
 A
pesar
de
todo…
Dios
sigue
siendo
 Caribe
 Miami
 1994
 Sermones



amor


Arrastía,
Cecilio
 Itinerario
de
la
pasión:
Meditaciones
 CBP
 El
Paso
 1978
 Sermones



para
la
Semana
Santa


Arrastía,
Cecilio
 Jesucristo,
Señor
del
Pánico:
Antología
 UNILIT
 Miami
 1985
 Sermones



de
Predicaciones


Arrastía,
Cecilio
 La
predicación,
el
predicador
y
la
 CELEP
 San
José
 1983
 Ensayos



iglesia


Barth,
Karl
 Al
servicio
de
la
palabra
 Sígueme
 Salamanca
 1985
 Sermones


Barth,
Karl
 La
proclamación
del
evangelio
 Sígueme
 Salamanca
 1969
 Teología


Blackwood,
A.W.
 La
preparación
de
sermones
bíblicos
 CBP
 El
Paso
 1953
 Predicación



bíblica


Boff,
Leonardo
 Teología
desde
el
lugar
del
pobre
 Sal
Terrae
 Santander
 1986
 Teología


Broadus,
John
A
 Historia
de
la
predicación:
Discursos
 CBP
 El
Paso
 Sin
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 Historia



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 Sermón



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 En
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Teoría
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 Introducción



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 Introducción
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 Anécdotas
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 Ilustraciones



(Barcelona)


Zenses,
Christophe
 Siervo
de
la
palabra:
Manual
de
 ISEDET
 Buenos
 1997
 Introducción



predicación
 Aires


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