Marco Teórico
Marco Teórico
Marco Teórico
Siguiendo la teoría psicoanalítica freudiana, podemos analizar el caso tomando en cuenta los
siguientes conceptos. Identificación, que se trata de un proceso psicológico mediante el cual un
sujeto asimila, de modo parcial o total, los atributos del otro conformándose a sí mismo sobre ese
modelo. De este modo se construye la identidad. La identificación reúne una serie de conceptos
psicológicos como la imitación, el contagio mental, la proyección, etc. Tanto como el complejo de
Edipo, las identificaciones tienen efectos estructurales en la formación del psiquismo.
Freud explica también que las identificaciones en el Edipo forman una estructura compleja
en la medida en que el padre y la madre son a la vez objetos de amor y rivalidad.
La compulsión a la repetición (Más allá del principio del placer, 1920) se refiere al carácter
más conservador de las pulsiones, como factor autónomo e irreductible. Lo displacentero se repite
por ser placentero para otro sistema del aparato psíquico. La compulsión a la repetición se sitúa
más allá del principio del placer, al servicio de las pulsiones de muerte.
A finales de los 60 y principios de los años 70, las autoridades educativas empezaron a
mostrar preocupación por la violencia escolar y fue en Noruega donde comenzaron las primeras
investigaciones en torno a este problema. Dan Olweus uno de los pioneros en el estudio del acoso
escolar entre pares, realizó su primera investigación en Noruega en 1973, a raíz del aparecimiento
de suicidios de jóvenes víctimas de acoso escolar (Shephard, Ordónez, & Rodríguez, 2012).
Al acoso escolar o maltrato escolar, se le conoce también con el término Bullying en inglés, que se
deriva de bull que significa toro, vocablo británico que proviene del verbo ´´to bully´´ que quiere
decir en nuestro idioma intimidar, tiranizar, amedrentar y como sustantivo hace referencia a
valentón, matón, el bullying (acoso escolar) se produce en el ámbito escolar, tiene como actores y
víctimas a sus propios alumnos, mediante acciones que son reiteradas y que rompen la simetría
que debe existir en las relaciones entre iguales generando un proceso de victimización en quien es
sujeto de violencia interpersonal, los escolares se ven envueltos en problemas de maltrato, dado a
que asisten a las instituciones educativas estudiantes de diversos contextos sociales, Ortega 2000
y Smith, 2003 citado por (Valdez, 2008).
La violencia es una construcción social, aprendida, es decir un fenómeno psicosocial (Leva &
Fraire, s/f). El acoso entre escolares se produce en todas partes, pero particularmente dentro del
recinto escolar, siendo la diferencia de poder entre el agresor y la víctima que produce el acoso
escolar. Olweus (1993) citado por (Sullivan, Cleary, & Sullivan, 2005), concibe al acoso escolar
como un ``Conjunto de comportamientos físicos y verbales que una persona o grupo de personas
de forma hostil y abusando de un poder real o ficticio dirigida hacia un compañero/a con la
intención de causar daño´´. Y de forma repetitiva en un determinado tiempo (Sullivan, Cleary, &
Sullivan, 2005).
Al momento de hablar de conflictos o situaciones conflictivas, la mayoría de las veces nos viene a
la mente la idea de algo negativo y destructivo, olvidándonos que el conflicto forma parte de
nuestra vida diaria y de nuestra naturaleza humana. El conflicto no es bueno ni malo, sino que
simplemente existe, teniendo que demostrar nuestra capacidad y habilidad para saber enfrentarlo
y resolverlo de manera creativa y positiva. Es decir, que lo bueno o lo malo no es la existencia del
conflicto sino la forma en que se lo afronta.
Se considerará a las estrategias como aquellas técnicas que implican un conjunto de objetivos y
fines que los profesores utilizan con el fin de controlar o mitigar las situaciones de maltrato entre
escolares al interior del establecimiento escolar. De este modo las estrategias educativas,
específicamente, son técnicas o procedimientos que los profesores implementan para controlar
situaciones de maltrato, acoso e intimidación entre escolares, con el objetivo claro y preciso de
concientizar a los alumnos de las consecuencias negativas y destructivas de su conducta (no sólo
para sí mismos y la víctima, sino también para toda la comunidad escolar), contribuyendo a una
reinterpretación de la situación.
Estas estrategias a través del diálogo favorecen la resolución pacífica de los conflictos, mejorando
el clima y la convivencia escolar. De esta manera, a partir de la implementación de estas
estrategias se esperan obtener resultados orientados al proceso de enseñanza-aprendizaje y a
revertir el círculo vicioso y previsivo de la violencia entre los diferentes actores del sistema escolar
implicados.
Ante una situación conflictiva, varios son los modos utilizados para su resolución, como el
esquema elaborado por Christopher Moore (1986 en Rozenblum, 2001) de gran utilidad en el área
educativa y que con fines prácticos para esta investigación se decidió realizar la siguiente
clasificación:
- Aquellos que involucran sólo a los participantes del conflicto. Entre ellos se encuentra: la
negociación informal a través de la cual dos o más partes en conflicto se comunican para lograr
una solución; y la negociación formal, que implica un proceso intencional y de mayor
estructuración, que busca una solución a través del diálogo luego de haberse asesorado para
negociar. Ambos implican decisiones privadas y propias de las partes involucradas en el conflicto.
- Aquel que involucra un tercero neutral. Siendo la mediación el modo de abordaje por excelencia,
es considerada un proceso privado, voluntario y confidencial, en el que las partes sustentan el
poder, siendo el mediador un tercero imparcial que intenta ayudar a las partes a resolver el
conflicto y acuerda no hacer uso de su poder ni tomar decisiones o imponer resultados a las partes
(Christopher Moore, 1986 en Rozenblum, 2001).
La mediación es un tema relativamente nuevo, que tuvo sus primeras manifestaciones frente a los
problemas en las relaciones de pareja, laborales y comunitarios, extendiéndose su aplicación al
sistema educativo.
Es considerada una forma positiva de orientar la conducción de disputas (Suares, 1996), siempre
que se evite considerarla como una alternativa capaz de resolver mágica o milagrosamente
cualquier situación conflictiva. En la realidad local aún son escasos los intentos por aplicar la
mediación en el contexto escolar como una alternativa de resolución de conflictos, sobre todo en
el área de enseñanza básica.
- Aquellos que involucran a un tercero responsable de las decisiones. Entre los que se encuentran:
la decisión administrativa que representa los intereses de la institución y las partes deben acatar
las decisiones que tome, y el arbitraje, donde el árbitro es imparcial, independiente y tiene poder
de decisión. Los profesores y administradores suelen intentar una combinación de mediación y
arbitraje, obteniendo mejores resultados y efectos más prolongados en el tiempo. Primero
emplean la mediación para tratar de llegar a un acuerdo y si fracasan imponen el arbitraje
(Johnson & Johnson, 2002).
Es necesario precisar, entonces, que la elección y por ende la posterior implementación de cada
uno de estos modos de resolver situaciones conflictivas, dependen de las características de la
situación, del desarrollo evolutivo de los implicados y del conocimiento y preparación de los
profesores al respecto.
Por otra parte, las estrategias no educativas, son técnicas cuyos objetivos y fines no están
orientados a mejorar la convivencia y el clima escolar, sino que se caracterizan por su tendencia a
aumentar las situaciones de violencia al interior del establecimiento escolar y por la no resolución
de los conflictos de manera pacífica. Constituyen técnicas que evitan el desarrollo de las
habilidades de autocontrol necesarias para afrontar eficazmente situaciones conflictivas.
Finalmente, tal como lo expresa Rozenblum (2001), en aquellos casos cuando el conflicto no es
resuelto puede conducir a una escalada del mismo, es decir una complejización de sus
características, participantes e intereses. Situación que puede desembocar en una respuesta
violenta como única forma de resolverlo.