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Cap 2 Círculos de Diálogo

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Serie

CÁPSULA #2

CÍRCULOS DE DIÁLOGO:
¡HACIENDO VALER LAS VOCES
DE TODAS Y TODOS!
CÍRCULOS DE
DIÁLOGO
¿Qué son los círculos de diálogo?
Los círculos de diálogo son espacios en los cuales las y los participantes se sientan a conversar en un círculo,
de forma que puedan verse cara a cara para facilitar una comunicación abierta y directa. Buscan facilitar la
reflexión personal y colectiva, a través de actividades que promueven la escucha y participación de quienes
constituyen el círculo, posibilitando diferentes formas de abordar un tema específico, así como la construcción
colectiva del conocimiento, significados, habilidades y actitudes. El fin último de los círculos de diálogo es que
las personas participantes puedan compartir y enriquecerse de los aportes de cada una y cada uno.

¿En qué se diferencian los círculos de diálogo de otros espacios de interacción?


Los primeros tienen características que los convierten en espacios seguros para el logro de una amplia variedad
de propósitos. Sus principales particularidades son:
» Las personas participantes se sientan en círculo.
» Existen normas de participación basadas en valores de respeto y colaboración.
» Hay una persona que guía la conversación formulando preguntas generadoras, retroalimentando la
conversación y velando porque se cumplan las normas de convivencia.
» Se dispone de un objeto para hablar o pieza de diálogo: quien lo tiene puede hablar y las demás personas
escuchan atentamente.
» La participación es voluntaria y debe ser motivada por la persona adulta que acompaña, de acuerdo con los
intereses y necesidades de las niñas y los niños.
» Se basan en los principios de igualdad, participación y confianza, que se explican a continuación.
¿Cuáles son sus pilares?

1 No existen jerarquías
“(...) la imagen del
Ocurren en un ambiente horizontal, es decir el diálogo círculo lleva implícita la idea
toma lugar a través de un intercambio recíproco, donde de que en él todas las personas son
las niñas, los niños y las personas adultas son donadores
iguales. Así como cada punto del círculo
y receptores, en diferentes momentos del aprendizaje.
Además, todas las personas son reconocidas como está exactamente a la misma distancia
sujetos de los mismos derechos y por tanto no se hacen del centro, ninguno está más adentro
diferencias entre las niñas, los niños y las personas ni afuera. El círculo tampoco sugiere
adultas que participen, sino que se les brinda un trato jerarquía no tiene arriba ni abajo. Cada
igualitario y respetuoso; reconociéndoles como agentes aspecto está conectado con el resto y es
activos en los procesos de enseñanza-aprendizaje. La inseparable del otro. Ninguna parte puede
persona adulta que acompaña no representa una figura
ser eliminada sin violentar su integridad
de autoridad totalitaria, sino que actúa como una guía
que facilita los espacios de desarrollo y aprendizaje.
(....)” (Pranis, s.f., p. 6).

2 Todas las voces son escuchadas


En los círculos de diálogo se asegura que todas las niñas y los niños tengan la oportunidad de hablar, compartir
sus experiencias, plantear preguntas y comunicar sus sentimientos y necesidades. Las diferencias individuales
son valoradas y visibilizadas como una expresión de la riqueza de la diversidad, existente en todo grupo humano.

1
En estos espacios se pone en práctica la escucha activa y empática, la cual se caracteriza por:
» Requerir de la presencia plena, lo cual implica total atención y escucha de las palabras, tono de voz, gestos
y actitudes de la persona que comunica, con la intención de conectar con sus pensamientos, emociones y
necesidades.
» Favorecer la comprensión de diversos puntos de vista, a través de la empatía.
» Fundamentarse en una total apertura y aceptación de las necesidades, sentimientos y gustos de quienes
participan de la conversación.
3 Se basan en el desarrollo de la confianza entre quienes participan del círculo
Estos espacios buscan crear la confianza necesaria en las niñas y los niños para la exploración del entorno,
interno y externo, que implica el aprendizaje. Cuando hay confianza en un grupo, se crea un ambiente social
en el que pueden arriesgarse a hablar sobre sí mismas/os, a ser personas auténticas, a no temerle al debate
respetuoso y a la expresión del afecto; en los círculos de diálogo se logra esto al:
» Brindar la oportunidad a todas las niñas y los niños de hablar y compartir, no obstante, de forma voluntaria.
» No imponer una única o una forma “correcta” de pensar o de sentir, ni buscar cambiar lo que la persona
que comunica siente o piensa. Es decir, validar los sentimientos y necesidades, así como respetar los
diferentes puntos de vista.
» Compartir la experiencia del diálogo con personas con quienes las niñas y los niños interactúan
regularmente y con quienes han desarrollado vínculos afectivos (sus pares y personas adultas conocidas,
como por ejemplo, la persona docente o algún/a familiar).
» Propiciar un diálogo basado en la empatía y en el reconocimiento de la capacidad de agencia de las niñas
y los niños y su aporte en la construcción del conocimiento.

¿Con qué propósitos y en qué momentos puede utilizarse?


Pueden utilizarse en diversos momentos y en diversos contextos. Por ejemplo, en un contexto educativo, puede
llevarse a cabo al inicio del día para saludarse y compartir cómo se sienten, al finalizar alguna actividad con el
objetivo de recibir retroalimentación o para reforzar los aprendizajes abarcados. En contextos familiares, puede
utilizarse para tomar decisiones en conjunto, para resolver alguna situación conflictiva que se haya presentado
o simplemente para disfrutar de un espacio divertido de interacción.

No existe un único objetivo para emplear los círculos de diálogo, sino que se pueden utilizar cuando la persona
adulta lo considere provechoso o cuando las niñas y los niños lo propongan. No obstante, se sugieren los
siguientes propósitos:
Compartir y conocerse: el propósito es incentivar las relaciones sociales entre las niñas y los niños al
compartir experiencias, por ejemplo, cómo se sienten en ese momento, eventos que les hayan sucedido
durante la semana o el fin de semana, conversar sobre lo que les gusta hacer o comer, entre otros aspectos
que permitan conocerse más profundamente.
Despertar la curiosidad: tiene como intención proponer a las niñas y los niños el conocer un tema nuevo,
indagar y/o crear nuevos conceptos o interrelacionar sus conocimientos sobre ciertos temas con otros
novedosos. La persona adulta que acompaña puede indagar sobre las inquietudes que tengan las niñas
y los niños o plantear nuevas interrogantes que les motiven a conocer del tema. En contextos familiares,
podría utilizarse para profundizar en aspectos que las niñas y los niños hayan mostrado particular interés o
situaciones que suceden en sus entornos, por ejemplo, cómo crecen las plantas en el jardín, el embarazo de
la mascota de la casa, entre otros.
Conectar y empatizar: en este círculo de diálogo se invita a las niñas y los niños a conversar sobre lo
que experimentan en su propio mundo interno (sentimientos, emociones, pensamientos, ideas, intereses,
entre otros), así como a empatizar con los sentimientos y necesidades de otras personas. Es un llamado a la
empatía hacia adentro y hacia afuera.
2
Reflexionar sobre nuestros derechos: este círculo promueve la reflexión sobre los derechos de las niñas
y los niños a partir de diversas situaciones que experimentan diariamente. Es un espacio de análisis, que
les convoca a tomar conciencia en cuanto a sus derechos humanos y las diferentes formas de hacerlos
efectivos en sus vidas cotidianas. En contextos educativos, las diversas temáticas que se incluyen en el
currículo pueden tomarse como referencia para problematización y reflexión sobre los derechos.
Decidir y proponer: convoca a las niñas y los niños a generar una posición crítica y propositiva sobre
diferentes temas que se discuten y analizan. Les concede su derecho a opinar, construir su propio
conocimiento y compartir propuestas, al generar una posición propia y/o colectiva.
Resolver y prevenir conflictos: el objetivo de este círculo de diálogo es crear un espacio seguro para
discutir situaciones o eventos que hayan creado conflicto en la clase o grupo familiar. Por ejemplo, que
no se esté respetando una regla a la hora de jugar en el patio o que necesitan un cambio de rutina en la
familia. La intención de este círculo es reflexionar sobre lo que está sucediendo y encontrar en conjunto
una solución que tome en cuenta las necesidades de todas las personas involucradas. Se espera llegar a
acuerdos que promuevan un sano ambiente grupal.

¿Qué beneficios podríamos obtener?

Vínculo emocional y sentido de comunidad: los círculos de diálogo promueven


el vínculo emocional al permitir a las personas participantes sentirse vistas, escuchadas y
cuidadas. Esto ocurre gracias a la escucha empática que prima y la oportunidad de compartir
experiencias, sentimientos, necesidades, gustos, opiniones e intereses, favoreciendo así,
un mayor conocimiento de cada una de las niñas y cada uno de los niños que participan.
El vínculo emocional a su vez facilita la cohesión grupal y sentido de comunidad. Las niñas
y los niños se sienten parte del grupo de clase o grupo familiar cuando se les toma en
cuenta, se les permite conocer a las demás personas, reflexionar y construir aprendizajes
individual y colectivamente; sintiéndose parte de un todo.

Autorregulación: durante los círculos de diálogo las niñas y los niños siguen una
serie de normas de respeto y convivencia (previamente establecidas), que promueven el
desarrollo de la autorregulación. Por ejemplo, esperar a tener la pieza de diálogo para
poder hablar, mantenerse dentro del círculo, escuchar con atención, respetar a las demás
personas (por ejemplo, no gritar o golpear), entre otras.

Autoestima y autoconfianza: el respeto y reconocimiento de los aportes individuales


a la construcción colectiva, la relación de horizontalidad característica de estos espacios,
y la aceptación de la singularidad de cada niña y niño, contribuyen al fortalecimiento de su
autoestima, autoconfianza y seguridad; atributos claves para el aprendizaje y desarrollo
infantil.

Participación e implicación de las niñas y los niños en el aprendizaje: dan


la oportunidad de escuchar todas las voces, incluyendo a las más calladas del grupo, que
suelen ser las niñas o los niños más tímidas/os o quienes se sienten inhibidos por las voces
más altas o frecuentes en los espacios grupales. Cuando los aportes de todas y todos son
escuchados y tomados en cuenta para la toma de decisiones, se incrementa la implicación
de las niñas y los niños en su aprendizaje y desarrollo. Y, en el contexto del hogar, se genera
sin duda un espacio de crianza democrática.

3
Habilidades de colaboración y comunicación: por ser experiencias compartidas,
las niñas y los niños practican diferentes habilidades de comunicación y colaboración
indispensables en la interacción social, tales como: escuchar a las demás personas sin
interrumpir, respetar los puntos de vistas de las otras personas, habilidades de resolución
de conflictos, trabajo colaborativo y comunicación empática.

Agencia ciudadana: a través de los círculos de diálogo, se promueve el ejercicio de una


ciudadanía activa, al dar la oportunidad a las niñas y los niños de exponer sus puntos de
vista, debatirlos en relación con los puntos de vista de las demás personas, ser partícipes en
la toma de decisiones de aspectos que les conciernen y velar por el respeto de sus derechos
tanto en ambientes educativos, como en el hogar.

Pensamiento crítico y sistémico: permiten a las niñas y los niños generar argumentos
sobre diversas situaciones y discutirlos de acuerdo con sus experiencias. Así como llegar
a acuerdos y construir hipótesis, tomando en cuenta los múltiples conocimientos y
perspectivas de quienes participan del círculo y el contexto asociado al tema que se discute.

Pensamiento creativo: en los círculos de diálogo se pueden emplear diferentes


estrategias que promueven el pensamiento creativo. Una de estas es el uso de preguntas
abiertas que les permitan generar diferentes alternativas de solución a conflictos, por
ejemplo, en un contexto de familia, una pregunta podría ser “¿Qué sugerencias tenés para
que no discutamos en las mañanas sobre quién se baña primero?”.
Otra estrategia es, dar la oportunidad de elegir las actividades para explorar determinado
tema. Por ejemplo, preguntarles, “¿De qué maneras creen que podríamos organizarnos
mejor en casa?”. También es importante brindar flexibilidad para proponer proyectos
grupales en espacios familiares o escolares, desde la iniciativa de ellas y ellos y bajo el
acompañamiento de la persona adulta.

¿Cómo podemos ponerlo en práctica?

Antes del círculo de diálogo


Planificación: aunque puede ocurrir a partir de situaciones emergentes que sucedan en el aula o en el hogar
y por tanto realizarse de forma improvisada, se recomienda que sea una actividad planificada con anticipación.
Por lo tanto, planee con anticipación el objetivo del círculo de diálogo, el momento del día en que se realizará.y

Durante el círculo de diálogo


Formación del círculo: anuncie a las niñas y los niños, y a otras personas adultas que vayan a participar, que
se llevará a cabo un círculo de diálogo y solicíteles colaboración, ya sea para sentarse en círculo o para formar
un círculo con sillas.

4
Establecimiento o repaso de las normas del
espacio: la primera vez que se realice un círculo de diálogo Piezas de diálogo
es menester establecer una serie de normas de convivencia Son objetos que se utilizan para otorgarles a las
para su desarrollo. Guíe la construcción de estas normas,
personas el derecho de hablar y de ser escuchadas
promoviendo la participación de las niñas y los niños, es
decir procure que se definan en conjunto. Las normas se por las demás.
refieren a la descripción de aquellos comportamientos Utilice cualquier objeto que se pueda pasar
y actitudes que permitirán que el círculo sea un espacio fácilmente entre las personas. Por ejemplo:
seguro y respetuoso. Tome en cuenta que las normas no son objetos naturales como piedras, conchas o una
pautas rígidas, sino recordatorios de los comportamientos ramita; estatuillas de animales; una bola; un
y actitudes esperadas en estos espacios. Estas pueden peluche, entre otros.
variar de acuerdo con las características de cada grupo, sin Pueden existir diferentes piezas de diálogo, dando
embargo, una que se mantiene en todo círculo de diálogo
la oportunidad a quien habla de elegir cuál quiere
es que quien posee la pieza de diálogo, es quien tiene la
palabra y las demás personas escuchan. Una vez que se han usar. Como proyecto de aula o de familia se pueden
establecido las normas en el primer círculo de diálogo, en crear diferentes piezas de diálogo.
los siguientes, simplemente repásenlas o recuérdenlas.
Uso de preguntas generadoras: haga uso de preguntas generadoras para introducir y despertar interés
en el tema a trabajar. Formule las preguntas de forma cuidadosa, teniendo siempre en mente el objetivo o
propósito del círculo.
Ceremonia de apertura y de cierre: establezca alguna rutina que se repita en todos los círculos, esto para
marcar una transición entre la actividad anterior y este espacio especial. Igualmente, para el cierre propóngales
a las niñas y los niños y otras personas adultas, comentar sobre la experiencia que acaban de tener; esto puede
ser breve. Para concluir con el círculo utilice algún simbolismo como sonar una campana, hacer un gesto, entre
otros.

Después del círculo de diálogo


Seguimiento y evaluación: realice una reflexión y evaluación de la experiencia que le permita identificar
intereses, preferencias, habilidades por fortalecer en las niñas y los niños, así como oportunidades de mejora
para el desarrollo de estos espacios. En contextos educativos, realice esta reflexión además para promover
cambios y mejoras al proceso formativo e identificar el seguimiento pertinente a las temáticas abordadas y a
los emergentes de cada sesión.

Rol de la persona adulta que acompaña


» Asiste al grupo en crear y mantener un » Guía e invita al diálogo a partir de preguntas
espacio colectivo, en el que las niñas y los generadoras.
niños se sientan seguras/os de hablar honesta » Maneja el tiempo destinado para el círculo de
y abiertamente, sin irrespetar a las demás diálogo, esto puede implicar limitar la longitud
personas. de las respuestas de las niñas y los niños, evitar
» Vela porque se cumplan las normas establecidas desvíos del tema o divagaciones.
para la convivencia y por el bienestar de cada » Modela los comportamientos y actitudes
niña y niño que participa del círculo. positivas en el círculo (escucha empática,
» Se incluye en el círculo para señalar que son paciencia, respeto por las demás personas,
personas guías y participantes y no figuras de comunicación asertiva).
autoridad.
5
» Repase las normas de convivencia.
En síntesis:
» Desarrolle el objetivo del círculo a partir del
» Cree el espacio para el diálogo.
uso de preguntas generadoras.
» Realice una ceremonia de apertura.
» Realice una ceremonia de cierre.

Créditos
Fundación Paniamor, Coopeservidores, Aflatoun Internacional, Alianza Empresarial para el Desarrollo, Ministerio de
Educación Pública.
Primera Edición, 2021.
San José, Costa Rica
SERIE NIÑEZ CIUDADANA. CÁPSULA #2 CÍRCULOS DE DIÁLOGO: ¡HACIENDO VALER LOS VOCES DE TODAS Y TODOS!
Diseño Metodológico:
Marcela González Coto y Nayuribe Sáenz Cubillo.
Diseño Pedagógico:
Valeria Ortiz Villalobos.
Coordinación y Edición Técnica:
Marcela González Coto y Nayuribe Sáenz Cubillo.
Guisselle Alpízar Elizondo, Johanna Coto Jiménez y Gabriela Gamboa Naranjo, Ministerio de Educación Pública.
Diseño Gráfico y Diagramación:
El Domo Comunicación
Este documento forma parte de una serie de cápsulas llamada Niñez Ciudadana. El objetivo de esta serie es brindar al
personal docente, familias y personas cuidadoras de niñas y niños en primera infancia, estrategias basadas en evidencia
científica, que fortalecen el vínculo seguro y promueven el desarrollo de habilidades para la vida.

Referencias
Bridge. (2016). Restorative practice through dialogue circles. https://www.bridge.org.za/wp-content/uploads/2016/11/
Restorative-Practice-through-Dialogue-Circles-2-1.pdf
Clifford, M. A. (2015). Teaching restorative practices with classroom circles. Center for Restorative Process.
https://www.healthiersf.org/RestorativePractices/Resources/documents/RP%20Curriculum%20and%20Scripts
%20and%20PowePoints/Classroom%20Curriculum/Teaching%20Restorative%20Practices%20in%20the%20Classroom
%207%20lesson%20Curriculum.pdf
Isolica, S. & Nalini, C. (04 enero, 2018). Dialogue Circles: A collaborative Classroom Routine to Promote Active Learning.
Association of American Schools in South America. http://www.aassa.net/blog/?p=2683
Monge, M. A. (2012). El círculo de conversación como estrategia didáctica: Una experiencia para reflexionar y aplicar en
educación superior. Revista Electrónica Educare, 16(2), 9-24.
Pranis, K., Stuart, B., & Wedge, M. (2003). Peacemaking Circles: From Crime to Community. Living Justice Press.
Pranis, J. (sin fecha). Manual para facilitadores de Círculos. https://www.conamaj.go.cr/images/libros/pdf/011.pdf

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