A Derogación NO Despenalización DE LA Difamación Y LA Calumnia EN EL Istrito Ederal
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LA DEROGACIÓN, NO DESPENALIZACIÓN,
DE LA DIFAMACIÓN Y LA CALUMNIA
EN EL DISTRITO FEDERAL
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[...] Así, por ejemplo, cabe recordar que en el voto concurrente razo-
nado del juez Sergio García Ramírez a la Sentencia de la Corte
Interamericana de Derechos Humanos en el Caso Herrera Ulloa vs.
Costa Rica, de 2 de julio de 2004, el jurista mexicano ha señalado que:
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los hechos son verdaderos y sin exigirse que exista prueba de mala
fe de dicho periodista, es violatorio del artículo 13.1 de la Conven-
ción [...].
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del honor y dignidad de las personas está protegida con diversas varian-
tes, por ejemplo: en el derecho argentino la calumnia e injurias están
regulados como delitos contra el honor en su código penal, en los artí-
culos 109 al 117; en el mismo sentido, en Chile los preceptos que se
ocupan de la calumnia y la injuria en su código penal son los artículos
264 y 412 al 431; en Venezuela lo establece el artículo 444 del código
penal del Solar de Simón Bolívar.
Los autores de la impugnada ley marcan con realce y subrayan la
reglamentación española, ocultando la legislación ibérica como modelo
calcado. Sobre el particular documentamos que en la península ibérica
en la Ley Orgánica 10/1995, del 23 de noviembre, del Código Penal
Español (BOE núm. 281, del 24 de noviembre de 1995) los artículos
197 al 216 de dicho ordenamiento regulan los delitos de la difamación
y la calumnia. Desde el aspecto civil, el artículo 1902 del Código Civil
Español regula la figura del daño moral, además, como ley derivada del
artículo 18 de la constitución española y de manera especial promulga-
ron en 1978 la Ley de Protección Civil del derecho al honor, a la intimidad
personal y familiar y a la propia imagen, como protección exclusiva de la
persona física; además, a la fecha no existe ninguna corriente doctrinal o
jurisprudencial, muchos menos legislativa por más irreflexiva que sea,
que propugne por derogar de manera general la difamación y la calum-
nia, dejando sin esta protección penal a los ciudadanos españoles
¿Por qué no están derogados los tipos penales aludidos en el dere-
cho ibérico? Porque la protección de la dignidad y el honor de las perso-
nas es un derecho humano que el Estado no puede extinguir sin asegurar
medios efectivos de protección y tutela judicial efectiva. Estos derechos
humanos fundamentales, no de ahora, sino desde Roma, fueron un im-
perativo legal y de justicia necesarios para la convivencia social de los
gobernados, por lo que es falso que se trate de una nota de modernidad
y de avance; más bien es un repliegue y oprobio en la protección de los
derechos de la personalidad de los habitantes del Distrito Federal.
Jamás he estado en contra de que se legisle a favor de la libertad de
expresión, de los derechos y obligaciones de los periodistas, al contrario,
ya se ha escrito hasta el cansancio y es repetitivo señalar que una demo-
cracia sin libertad de expresión no es tal y que es imperativo adoptar un
marco jurídico real, congruente, equitativo y de ninguna manera trasgresor
de los derechos humanos de los ciudadanos.
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condene al activo por causar daño moral que afecte el honor y la digni-
dad, y dentro de ese atropello se incluyó la derogación del artículo 1916
Bis; de un plumazo convirtieron el daño moral en una institución del
derecho civil capitalino. Confusa y contradictoriamente, suprimieron
elementos torales para demostrar su causación: la realidad del ataque e
ilicitud de la conducta como pruebas de la existencia del daño moral,
todo fuera de los casos en los que intervienen periodistas.
Artículo 39: La reparación del daño comprende la publicación o divulga-
ción de la sentencia condenatoria, a costa del demandado, en el medio y formato
donde fueron difundidos los hechos y/o opiniones que constituyeron la afectación
al patrimonio moral. Esta es una de las grandes equivocaciones de la repara-
ción del daño moral en esta ley. Existe un universo de conductas ilícitas que
afectan los derechos de la personalidad de la persona física y la persona
moral, que no tienen difusión ni fueron publicadas en ningún “medio”; de
forma retrógrada se quiere instituir este dislate monumental en la institu-
ción civil de daño moral del derecho mexicano, única y exclusivamente
como ataques a las personas en sus derechos fundamentales difundidos y
divulgados en los “medios”. Dónde quedan los daños morales de las senten-
cias, cosa juzgada del poder judicial federal que no fueron cometidos en
“[...] el medio y formato donde fueron difundidos los hechos y opiniones
que constituyeron la afectación al patrimonio moral [...]”.
Artículo 40: En ningún caso, las sanciones, derivadas del daño al patri-
monio moral serán privativas de la libertad de las personas. Desde 1917 el
artículo 17 de la Constitución de la República establece que nadie puede
ser privado de su libertad por asuntos de carácter civil.
El artículo 41 señala: Mientras no sea ejecutoriada la sentencia no se
tendrá por totalmente concluido el expediente. El juez podrá dictar las medi-
das de apremio que la ley le autorice para el debido cumplimiento de la
sanción. Este artículo es tan elemental que cuesta trabajo opinar. Un
expediente judicial sólo concluye cuando se ejecuta y se cumple en sus
términos la cosa juzgada; por eso digo que es primario: si una sentencia
condena a pagar y no se paga nunca, se tendrá por concluido. Como
nunca se señala ni la acción ni la controversia en esta ley especial civil,
está también incompleta la aplicación de medidas de apremio. El profe-
sor de derecho internacional de la Universidad del País Vasco, Francisco
Javier Quel López, escribe:
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