El Maltrato en La Infancia
El Maltrato en La Infancia
El Maltrato en La Infancia
Material y Método
Se ha evaluado la bibliografía de los últimos años referente al tema del maltrato y
manejo de la conducta de los niños víctimas de este fenómeno en el área dental y
psiquiátrica.
Ojetivos
Informar sobre la importancia que tiene conocer el perfil psicológico del paciente
en el momento de aplicar una técnica de manejo de conducta en los pacientes
víctimas del maltrato infantil.
Describir las técnicas más adecuadas para el manejo y tratamiento de este tipo de
niño de acuerdo al tipo de estrés post traumático que presente.
Discusión
Los primeros años de vida son períodos críticos que comprometen el desarrollo
del niño. Desde la infancia hasta la adolescencia, el niño progresa a través de una
sucesión de etapas del desarrollo.
La etapa que comprende el 1er año de vida es crítica para el apego y el vínculo
entre el niño y su cuidador. La autonomía y la autorregulación se vuelven objetivos
durante el 2do y 3er año de vida, contribuyendo a la independencia en cuanto al
lenguaje, el aseo y la comida. El inicio de la actividad escolar, que conforma
también el inicio de las primeras relaciones, posibilitará que el niño desarrolle sus
habilidades interpersonales necesarias para establecer relaciones sanas y
satisfactorias durante la adolescencia.
En niños que han sufrido abuso o negligencia existe normalmente un retraso, o a
veces peor, una detención de su proceso normal de desarrollo3,
Abuso físico: Cualquier lesión corporal que un padre, cuidador o cualquier otro
miembro de la familia cause a un niño intencionalmente. Puede ser el resultado de
un episodio único o un patrón de comportamiento repetido.
Por desgracia, al contrario del maltrato físico, el abuso sexual no tiene signos tan
evidentes; y solo el observador sutil y preparado sabría reconocerlos.
Por ejemplo, el comportamiento del niño puede ser un claro indicador, siempre y
cuando sepa interpretarse.
El dentista no está obligado ni conviene que comience sus tareas con quitarle la
ropa al paciente. La exploración de la cabeza, el cuello y las extremidades debe
bastar para confirmar cualquier sospecha de abuso4.
Los malos tratos son una experiencia traumática que produce una gran variedad
de respuestas cognitivas, conductuales, emocionales, psicológicas e
interpersonales. Dutton clasifica esta respuesta en tres tipos y señala que todas
ellas deben ser consideradas como consecuencias de la exposición a los malos
tratos:
Indicadores de malestar o trastornos psicológicos.
Cambios en el esquema cognitivo.
Trastornos relacionales.
En la literatura aparecen una serie de trastornos psicológicos como consecuencia
de esta situación. Síntomas de intrusión, ansiedad, trastornos del sueño, miedo,
temor, dificultades para concentrarse, depresión, suicidio, baja autoestima, falta de
asertividad, conductas adictivas, problemas de salud, etc.
No se incluye sólo como factor traumático aquel que actúa de manera brusca y
repentina, sino también aquel que se produce de manera brusca pero prolongada
y repetitiva, provocando un malestar anticipatorio6.
El trastorno será más grave y duradero cuando el agente estresante sea un ser
humano y el efecto será mayor o menor según la intensidad y cercanía de la
víctima a ese agente estresante7.
A este trastorno que se desarrolla después del abuso sexual y del maltrato físico
se le conoce con el nombre de estrés post traumático.
Su evolución a largo plazo es incierta, pero existen una serie de factores que
pueden tanto predisponer al niño como protegerlo, entre los que podemos
mencionar:
La presencia de condiciones psiquiátricas preexistentes.
El grado de desarrollo congnitivo y madurez del niño.
El grado y duración del acontecimiento traumático.
La naturaleza del trauma.
La presencia o ausencia de soporte familiar8.
Según las características del factor estresante se clasifica el trastorno de estrés
post traumático en la infancia.
TRAUMA TIPO I
Es el tipo de trauma que definió Anna Freud.
TRAUMA TIPO II
El niño víctima de un evento brusco, prolongado y repetitivo desarrolla una serie
de operaciones defensivas como son:
La negación masiva.
La disociación.
Embotamiento psíquico o anestesia emocional.
Ansiedad anticipatoria.
La negación masiva suele ser, junto con el aislamiento emocional, un signo de
fallas en el apego y en el organización de la personalidad:
La clasificación del estrés post traumático nos muestra como en nuestra consulta
podemos encontrarnos con dos conductas a modelar en el caso del maltrato físico:
Técnica de control de la voz: se debe utilizar un tono amable con estos pacientes
en todo momento y éste debe ser modulado en el momento oportuno ya que sus
resultados son más efectivos si se aplica al detectar los primeros síntomas de mal
comportamiento2.
Cabe destacar que el odontólogo que desea utilizar esta técnica debe tener un
entrenamiento especial como experiencia en este campo de manera de manejar
los riesgos que puedan presentarse. Estas técnicas permiten relajar al paciente e
incrementar su cooperación y debe ser utilizada junto a otras técnicas como decir-
mostrar-hacer y control de la voz. Actualmente la más popularizada por su
efectividad es la técnica del óxido nitroso2.
Anestesia general: la literatura refiere que esta técnica es siempre eficaz en todos
aquellos pacientes que podemos clasificar como poco colaboradores. Además de
ser costosa, requiere una serie de medidas que deben ser tomadas en cuenta a la
hora de reducir los riesgos que se conocen de esta técnica. Una historia clínica
completa y detallada del estado de salud general del paciente, un examen
radiográfico, la visita correspondiente al anestesiólogo, exámenes
complementarios y la interconsulta con el pediatra tratante son siempre soporte a
este tipo de técnica, que por su envergadura requiere también una explicación al
niño maltratado sobre el procedimiento que se efectuará para reducir su miedo a
lo desconocido.
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