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ENSAYO DEL LIBRO MALBA TAHAN

EL HOMBRE QUE CALCULBA

ESTUDIANTE:

LUISA KORAYMA AGUDELO MACHADO


1122172

DOCENTE:
ING. JORGE ENRIQUE VIVAS

UNIVERSDIDAD:
FRANCISCO DE PAULA SANTANDER
ALGEBRA LINEAL
2022

1
ENSAYO DEL LIBRO MALBA TAHAN
EL HOMBRE QUE CALCULBA

ESTUDIANTE:
LUISA KORAYMA AGUDELO MACHADO
1122172

DOCENTE:
ING. JORGE ENRIQUE VIVAS

UNIVERSDIDAD:
FRANCISCO DE PAULA SANTANDER

2
TABLA DE CONTENIDO

INTRODUCCIÓN ................................................................................................ 5
RESUMEN .......................................................................................................... 6
Capítulo I. ....................................................................................................... 6
Capitulo II. ...................................................................................................... 6
Capitulo III. ..................................................................................................... 7
Capitulo IV...................................................................................................... 7
Capítulo V....................................................................................................... 9
Capítulo VI...................................................................................................... 9
Capitulo VII................................................................................................... 10
Capitulo VIII.................................................................................................. 11
Capitulo IX.................................................................................................... 12
Capitulo X..................................................................................................... 12
Capitulo XI.................................................................................................... 13
Capitulo XII................................................................................................... 13
Capitulo XIII.................................................................................................. 14
Capitulo XIV. ................................................................................................ 14
Capitulo XV. ................................................................................................. 15
Capitulo XVI. ................................................................................................ 15
Capitulo XVII. ............................................................................................... 16
Capitulo XVIII. .............................................................................................. 17
Capitulo XIX. ................................................................................................ 17
Capitulo XX. ................................................................................................. 18
Capitulo XXI. ................................................................................................ 18
Capitulo XXII. ............................................................................................... 19
Capitulo XXIII. .............................................................................................. 19
Capitulo XXIV. .............................................................................................. 20
Capitulo XXV. ............................................................................................... 21
Capitulo XXVI. .............................................................................................. 21
Capitulo XXVII. ............................................................................................. 21
Capitulo XXVIII. ............................................................................................ 22
Capitulo XXIX. .............................................................................................. 23
Capitulo XXX. ............................................................................................... 24

3
Capitulo XXXI. .............................................................................................. 24
Capitulo XXXII. ............................................................................................. 24
Capitulo XXXIII. ............................................................................................ 25
Capitulo XXXIV. ........................................................................................... 25
CONCLUSIONES ............................................................................................. 26

4
INTRODUCCIÓN

Disciplinas abstractas como la matemática pueden resultar sumamente


complicadas de entender para los niños y adolescentes. Esto se debe a una serie
de factores, entre los cuales cabe mencionar la presencia de docentes que no
saben interactuar con los alumnos o métodos inadecuados de enseñanza.
Pensando en esto último, Julio César de Mello y Souza, más conocido en el
entorno literario por su seudónimo Malba Tahan, escribió el libro titulado El
hombre que calculaba, donde a través de una historia entretenida permite
familiarizarse con el uso de números, fórmulas y figuras geométricas.

Veremos los aspectos más importantes del libro del hombre que calculaba,
tendremos un resumen de cada capítulo que abarca lo más importante de cada
uno de ellos. También nos daremos cuenta de lo importante que pueden ser las
matemáticas en nuestro día a día, como podremos resolver grandes problemas
por medio de las matemáticas.

5
RESUMEN

Capítulo I.

La novela inicia narrando a un viajero que regresa de un viaje por Samarra en


un camello, cuando en su camino se encuentra con un hombre que está sentado
sobre una piedra, en modo pensativo y descansando aparentemente de un
fatigado viaje.

El viajero al aproximarse al hombre, éste se levantó abruptamente y comenzó a


gritar “un millón cuatrocientos veintitrés mil setecientos cuarenta y cinco” y así
gritó en diversas oportunidades, así que el viajero le pregunta de manera curiosa
que significaban todos los números. El hombre que calculaba mostró empatía
por la forma cautelosa en que el viajero lo abordó para preguntarle de dónde
venían los números por lo que convino a contarle el origen de éstos pero antes
decidió a contarle la historia completa de su vida.

Capitulo II.

El hombre que calculaba, se presentó con el nombre de Beremiz Samir, era


oriundo de Persia, cuando era niño se dedicaba al cuidado de ovejas, y para
evitar que se le perdieran durante el paseo se dedicaba a contarlas varias veces
durante el día. Se había vuelto tan habilidoso con los números que lograba
contarlas todas a la primera vez sin ninguna equivocación, de manera que al
darse cuenta de su habilidad se dedicó a contar abejas y hormigas.

Su jefe al enterarse de la gran habilidad numérica que tenía le propuso trabajo


en su negocio contando dátiles, lo que le hizo generar más ganancias a su jefe,
y por esto su jefe agradecido le dio 4 meses de vacaciones y se dirigía a Bagdad
a visitar a su familia. Y mientras iba en el viaje, continua ejercitando su habilidad
contando árboles. Haciendo gala de su habilidad matemática señalo con su dedo
una higuera que estaba cerca y dijo que tiene “doscientos ochenta y cuatro
ramas, si sabemos que cada rama tiene en promedio trescientos cuarenta y seis
hojas es sencillo inferir que ese árbol tiene un total de hojas de noventa y ocho
mil quinientos cuarenta y ocho”.

6
Capitulo III.

Rumbo a la ciudad de Bagdad, se encontraron con 3 hermanos, éstos estaban


sosteniendo una acalorada disputa y tenían cerca un total de 35 camellos.
Beremiz, preocupado por esta situación se aproximó y preguntó el motivo por
dicha disputa. El problema era que el padre de estos 3 hombres había muerto y
habían heredado de éste sus 35 camellos. Al hermano mayor le correspondía la
mitad, al hijo del medio la tercera parte y al hijo menor la novena parte.
Desafortunadamente, todas las divisiones no eran exactas y es por esto la razón
de la pelea entre ellos. Habilidosamente el hombre que calculaba, propuso una
solución a este problema a lo que los hermanos accedieron. El hombre que
calculaba agregó al animal de su amigo a los 35 camellos, al principio su amigo
no le gustó la idea pero Beremiz lo convenció de que confiará en él y en la
solución que estaba planteando, por lo que aprobó prestárselo y entonces
Beremiz comenzó la partición de los camellos como herencia. Ahora tenían 36
camellos, y volvieron a calcular. Al mayor inicialmente le tocaban 17 y algo más
pero ahora le correspondían 18 no debía quejarse; al hermano del medio, al
comienzo le tocaría 11 y algo y ahora recibiría 12 saliendo en ganancia y
tampoco se quejaría; al hermano menor le tocaban 3 y algo y ahora con el cálculo
de Beremiz le correspondían 4, así que tampoco se debía quejar.

Ahora bien, al sumar 18+12+4 daba un total de 34, sobrando un camello que
Beremiz decidió tomar ya que él había aportado la solución al problema de los
hermanos y le devolvería el camello que le tomó prestado a su amigo bagdadí y
así podrían continuar su viaje y cada uno en su camello propio.

Capitulo IV.

Días después de iniciado el largo viaje hacia Bagdad, se encontraron un señor


casi muerto con sus ropas harapientas y destrozadas, se llamaba Salem un
comerciante acaudalado que había sido asaltado por un grupo de hombres
persas, de su caravana, él fue el único que sobrevivió a ese ataque.

7
El comerciante les pidió algo de comida ya que llevaba muchos días varado en
el desierto y sin poder comer nada, Beremiz le contestó que tenía consigo 5
panes y el Bagdadí tenía 3 panes; Salem les prometió que si compartían los
panes que llevaban con ellos al llegar a Bagdad les pagaría 8 monedas de oro,
es decir, una moneda de oro por cada pan.

Una vez, llegaron a Bagdad, Salem empezó a cumplir la promesa realizada, y le


dio 5 monedas de oro a Beremiz y 3 monedas al Bagdadí, pero el hombre que
calculaba, dijo que no le parecía correcta la división ya que le dijo al comerciante
que a él le correspondía 7 monedas y a su amiga una sola moneda.

El negociante impresionado y sin palabras no entendía porque de esta


aseveración de Beremiz, y por qué quería recibir más monedas que la cantidad
de panes que había compartido. Beremiz procedió a explicar la manera justa de
la repartición “yo di 5 panes cada vez que nos daba hambre, yo sacaba un pan
de mi bolso y lo partía en tres partes por lo que yo di 15 pedazos, mientras que
mi amigo bagdadí dio 3 panes por lo tanto el dio 9 pedazos sumando en total 24
pedazos de pan.

De los 15 que yo puse me comí 8 por lo que realmente aporte 7 y mi amigo de


la misma manera se comió 8 pedazos de manera que aportó solo 1. Así que yo
aporte 7 y mi amigo 1 da en total 8 panes, es por esto que yo debería recibir 7
monedas de oro y mi amigo solo 1 moneda”.

Salem lo pensó un rato, procedió a felicitar a Beremiz y aceptó la explicación del


hombre que calculaba, dando la orden de pagarle 7 monedas de oro a Beremiz
y 1 moneda de oro al Bagdadí, sin embargo el hombre que calculaba se sintió
inconforme con la división, tomó las 8 monedas y las dividió a la mitad, tomando
él una y la otra se la dio a su amigo. Este gesto le pareció noble al comerciante
por lo que le ofreció a Beremiz trabajo como su secretario o ayudante personal.

8
Capítulo V.

Una vez llegaron a la ciudad Bagdad, los dos amigos fueron a una posada y se
encontraron nuevamente con otro problema que demandaba de la gran ayuda
del hombre que calculaba. El problema planteado era el siguiente.: un negociante
de joyas y prendas preciosas, convino con el propietario de la posada pagarle al
finalizar su estancia, pero estableció los siguientes precios; si lograba vender sus
joyas en 100 dracimas; le pagaría por el hospedaje unos 20 dracimas; pero si las
vendía a 200 dracimas, pagaría entonces 35 dracimas.

Al final el joyero vendió sus joyas y prendas en un monto de 140 dracimas, y por
lo que decía que debía de pagar solo 24 dracimas, mientras que el propietario
de la posada decía que debía pagarle 28 dracimas. De manera que, el hombre
calculaba se ofreció a plantarles una solución, entre 100 dracimas a 200
dracimas hay una diferencia de 100 dracimas, y entre 35 y 20 dracimas hay 15
dracimas, por lo a cada 40 dracimas le corresponde 6 dracimas, así que por 140
dracimas debería pagar la cantidad de 26 dracimas; el joyero y el propietario de
la posada quedaron conformes con los cálculos de Beremiz dando por culminado
su disputa, así que el joyero como una forma de agradecimiento al hombre que
calculaba le regaló un anillo como presente.

Capítulo VI.

Los dos amigos llegan a la casa del visir Maluf (comerciante acaudalado), que
habían ayudado anteriormente al compartir sus panes con él. Con éste se
encontraba el gran poeta Lezid, y éste era incrédulo de las habilidades
matemáticas que poseía Beremiz, por lo que le propuso una prueba. Lo pusieron
al frente de una ventana y lo invitaron a decir la cantidad exacta de camellos que
ahí se encontraban, éstos eran el obsequio para el padre de la novia el visir
Maluf.

9
Beremiz calculó 257 camellos haciendo que su resultado era el correcto, de
manera que los presentes se preguntaron como lo había hecho, a lo que el
hombre que calculaba respondió “fácil solo conté las patas y las orejas de los
camellos llegando a un total de 1541y al dividirlo entre 6 nos da 257”

El comerciante acaudalado impresionado le comenta que como hizo ya que


había un camello defectuoso, a éste le falta una oreja. Sin embargo, Beremiz le
pregunta cuál era la edad de su novia y lo que el visir Maluf le contestó 16 años,
y entonces el hombre que calculaba plantea otra brillante idea volviendo a
mostrar lo maravilloso de sus habilidades; y le propuso a Salem solo obsequiarle
256 camellos ya que esa cantidad corresponde exactamente el cuadrado de 16
y así se libraría de regalar el animal que le faltaba la oreja. Salem se sintió muy
contento por haberle ofrecido trabajo al hombre que calculaba como su
secretario.

Capitulo VII.

Beremiz y su compañero de viaje el bagdadí, salieron a pasear para conocer las


impresionantes calles de la ciudad Bagdad, cuando de repente, el hombre que
calculaba se consigue con un negocio de turbantes, observa con cuidado la
tienda y se percata de un turbante azul que le gusta, el cual costaba 4 dracimas,
según esta en un cartel en la tienda.

En este letrero decía textualmente “los cuatro cuatros”, y esta frase impresiono
a Beremiz, pues esa era una de las fascinaciones del cálculo y la aritmética, con
cuatro cuatros se puede crear cualquier número, si quieres el cero basta con a
poner el 44 – 44 = 0. Ahora bien si deseas crear el numero 1 calculas 44 / 44 =
1 y de esta forma fue enseñándole al encargado y a su compañero como se
obtiene cada número.

Mientras Beremiz explicaba al propietario de la tienda, éste le prestaba mucha


atención, y exclamó que Beremiz era un impresionante matemático ya que
resolvió un enigma, por lo que decidió obsequiarle el turbante azul si encontraba
la solución a un misterio que sucedido hace 2 años. Y así empezó a contar la
situación: hice un préstamo de 100 dinares, 50 dinares a un jeque de Medina y

10
los otros 50 a un judío. El jeque medinés canceló su deuda en 4 partes de la
siguiente manera, pago 20 dinares quedando un restante de 30; luego pago 15
dinares y le restaba 15; la tercera cuota pago 10 dinares y restaba 5 y, finalmente,
pago 5 dinares quedando cancelado en totalidad su deuda.

El judío también pago en 4 partes: el primer pago fue de 20 dinares restando 30


de la deuda; luego cancelo 18 dinares adeudando 12; en la tercera cuota pago
3 dinares restándole 9 y en la última cuota pago 9 cancelando toda su deuda.
Sin embargo al sumar lo cancelado y el restante daba en unos 50 dinares y en
el restante 51.

El dueño de la tienda no lograba explicar cómo era posible que con el primer
deudor diera en total 50 pero con el segundo daba 51 dinares. De manera tal
que Beremiz, procedió a la explicación, comenta que no hay relación entre
ambos saldos deudores con el total de la deuda y se lo ejemplifico de la siguiente
forma: Un préstamo de 50 dinares es pagada en 3 cuotas: la primera pago 10 y
resta 40; en la segunda cancela 5 dinares y queda debiendo 35 y en la tercera
cuota paga 35 dinares y resta 0 de la deuda. La suma de lo cancelado da 50
dinares mientras que lo restante da 75.

De esta manera el dueño del negocio de turbantes queda conforme con la


explicación y entendió el problema, y le entrego como regalo el turbante azul
para cumplir con su parte del trato.

Capitulo VIII.

Continuaban el paseo el Bagdadí y Beremiz y se consiguen con su amigo Salem,


este les comenta de otro problema y es que 3 Árabes recibirían como forma de
pago 7 jarrones llenos de vino, 7 jarrones llenos a la mitad con vino y 7 jarrones
vacíos, y debían repartirse de tal forma que les tocara la misma cantidad de vino
y de jarrones a los 3.

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El hombre que calculaba lo resolvió de la forma más sencilla y propone que fuera
repartido de esta manera: al primer árabe se le daría 3 jarrones llenos con vino,
1 jarrón lleno a la mitad y 3 jarrones vacíos; al segundo le corresponderían 2
jarrones llenos, 3 jarrones llenos a la mitad y 2 jarrones vacíos, finalmente al
tercero, le tocarían 2 jarrones llenos, 3 jarrones llenos a la mitad y 2 jarrones
vacíos.

Capitulo IX.

Lezid concurre alterado buscando a el hombre que calculaba solicitando su


ayuda de manera imperiosa, ya que cuando nació su hija, se dirigió con un
astrónomo y éste le comentó que la niña moriría sino estudiaba matemáticas
antes de cumplir los 18 años y en ese momento tenía ya 17 años, y por ser su
única hija estaba devastado. Al oír esta historia, Beremiz aceptó inmediatamente
ayudarlo, pero Lezid le explica que hasta el momento ningún hombre ajeno a la
familia había visto a su hija y que ese momento no sería la excepción, de manera
que al impartirles las clases la joven estaría cubierta con un turbante en su rostro.

Capitulo X.

El bagdadí y Beremiz se fueron a la casa del poeta Lezid, y se encuentran con


este y su primo, el cual no estaba muy feliz con la presencia del hombre que
calculaba en la casa, de manera que solicita que le indicara el número de pájaros
que estaban dentro de una jaula. Beremiz se queda pensando y les hace un
requerimiento liberar 3 pájaros de la jaula y les dice que el resultado es 496
pájaros.

El primo del poeta de nombre Tara-Tir se mostró iracundo ya que el hombre que
calculaba le dijo la respuesta correcta, sin embargo el poeta pensativo le
pregunta por qué solicitó la liberación de 3 pájaros a lo que Beremiz respondió
el numero 496 es el numero perfecto, de manera que cada vez que dejas en
libertado a un animal en cautiverio ganas un lugar en los cielos y alcanzas la paz
contigo mismo, al oír estas palabras el poeta Lezid solicitó a sus sirvientes dejar
libres a todos los pájaros de la jaula.

12
Capitulo XI.

Al entrar en la habitación de la hija del poeta Lezid, notó lo que le había indicado
Lezid, observó una impresionante cortina de terciopelo roja que iba desde el
techo hasta el suelo y que no le permitía ver a Telassim, hija del poeta. Antes de
dar inicio a las clases, Beremiz realiza una oración y procede a hablar sobre el
gran filósofo griego Platón y de la vida prominente de otras personalidades de
las matemáticas. Además de explicar con detenimiento porque son importantes
éstas y como se relacionan a las demás ciencias, desde el álgebra, la aritmética,
la geometría, la mecánica y la astronomía. Al culminar la clase Beremiz, la hija
del poeta hace una oración.

Capitulo XII.

Al salir de la casa del poeta Lezid, Beremiz y el bagdadí se consiguen con unos
niños que estaban jugando a saltar la cuerda, el hombre que calculaba se mostró
impresionado ante la figura que hacia la cuerda, era una “curva”. Uno de los
niños que estaba jugando se llamaba Harim, este era uno de los 3 hermanos que
sostuvieron la disputa en el desierto por la herencia de los 35 camellos y que
Beremiz ayudó a solucionar, Harim lo lleva con uno de sus hermanos, de nombre
Hamed y le plantea el siguiente problema:

Harim tenía 30 melones y los colocó en el mercado para la venta en 3 melones


por 1 dinario, y Hamed también tenía 30 melones pero los colocó en el mercado
para la venta en 2 melones por 1 dinario. Ambos hermanos dejaron la mercancía
con el mismo vendedor, solo que si este vendedor comenzaba a vender los de
Harim debía de vender los de Hamed igual, por lo que el mercader prefirió vender
5 melones por 2 dinares y al finalizar la venta tendría 25 dinares.

Harim recibiría 10 dinares y Hamed debía recibir 15 dinares, pero el mercader


solo gano con la venta 24 dinares; y éste no sabía explicar por qué faltaba 1
dinario. El hombre que calculaba explico de manera sencilla que los melones de
Harim se acabaron primero que los de Hamed sin embargo, él continuo

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vendiéndolos de la misma manera y precio y fue ahí en donde se inició la perdida.
Al oír esta explicación los 3 hombres quedaron impresionados con la respuesta
de Beremiz.

Capitulo XIII.

Al pasar cuatro días, los amigos Beremiz y el bagdadí fueron invitados a la casa
del califa de nombre Abul-Abas-Abmed, emir de los creyentes musulmanes. Al
ingresar al castillo de éste, lo observaron sentado en un magnifico trono de marfil
color blanco. Beremiz apreció que en las paredes estaban inscritos poemas
dedicados a la amistad y al amor, el total de palabras de los poemas eran de 504
palabras, de éstas, 220 palabras estaban escritas en color negro y las restantes
284 en color rojo. Explica que dos números son números hermanos, amigos o
parientes y que los números que dividen a cada cifra si se suman dan como
respuesta el número amigo o pariente. El emir musulmán pensativo en lo
explicado por Beremiz manda a traer al escriba de ducho trabajo.

Capitulo XIV.

Luego de lo hablado por parte del emir musulmán, el califa manda a buscar a 2
sirvientes que son hermanas gemelas y las hace bailar para el hombre que
calculaba, el califa quería comprobar si era verdad que Beremiz calculaba con
tanta habilidad y lograba diferenciar entre las hermanas, el enigma fue muy fácil
para el calculista ya que contó las franjas de los olanes de las faldas de ambas
bailarinas. Una de ellas tenía 312 olanes mientras que la otra tenía 309 olanes.

De esta forma, logró diferenciar entre las gemelas y el emir impresionado envió
a un sirviente a contar también las franjas de los olanes de las faldas de ambas
mujeres y se percataron que era correcta la cuenta por lo que todos los presentes
aplaudieron al calculista por tan maravillosa habilidad.

14
Capitulo XV.

Después de esta situación, el sirviente que el califa había enviado a buscar al


escriba de los poemas de las paredes de su castillo, de nombre Nuredin, al llegar
a la casa del escriba se da cuenta que no estaba en ella pero había encontrado
una nota que decía que se había ido hace pocos días para la casa de Barsobia.

Nuredin entró a la casa del escriba y encontró un cuadro mágico con números y
un tablero de ajedrez, tomó al cuadro y al tablero y los llevó consigo hasta el
palacio del emir y le solicitó al calculista explicar por qué tenían cierto orden los
números. El hombre que calculaba explicó que al ordenar los números del 1 al 9
de una manera particular al sumarlos de los lados su resultado sería, mientras
que el tablero dividido en 64 casillas se trataba de un tablero de ajedrez y empezó
a narrar la historia del ajedrez.

Capitulo XVI.

El calculista inicia el relato sobre la historia del ajedrez de la siguiente manera:


en la India había un rey de nombre Cadova, quien sostuvo una fuerte guerra con
el príncipe Calina. Lamentablemente, durante el periodo de la guerra, muere el
hijo del rey, llamado Adjamir, esto puso al rey muy triste y lo llevo a niveles de
depresión altísimos. Debido a la triste y nostalgia del rey, no lograba olvidar las
estrategias militares empleadas por su ejército, se la pasaba horas y horas
repasándolas y trazándolas en una caja de arena y al culminarlas, las borraba y
volvía a empezar nuevamente. Para cada uno de los componentes de su ejército
tenía un signo distinto.

Uno de los brabam angustiado de observar en el estado depresivo que se


encontraba el rey decidió inventar algo para mantener entretenido al rey y lo
hiciera sobreponerse a la terrible tragedia que le había pasado a su hijo. Un día
se presentó ante el rey con un cuadrado seccionado en 64 casillas, intercalando

15
en este cuadrado una casilla de color negra y una de color blanco., y así
sucesivamente hasta llenar todo el cuadrado.

El joven brabam le explica las reglas del juego al rey y le indica el significado de
cada una de las piezas, el rey comienza a estudiar el maravilloso juego y en poco
tiempo logro entender el juego. En agradecimiento con el joven brabam, lo
nombra primer Visir.

Una vez el calculista termina de relatar la historia sobre el origen del ajedrez, el
emir muy impresionado con el relato da la orden de escribirlo en hojas de algodón
con letras de oro, toda la historia relatada con su amigo el hombre que calculaba.

Capitulo XVII.

Llego un momento en que el calculista se había hecho famoso en la ciudad y


muchas personas lo buscaban para que los ayudara a resolver situaciones o
problemas. Un día llegó un hombre de nombre Aziz, que estaba extremadamente
molesto porque de acuerdo a su versión su socio lo había estado engañando.
Beremiz lo escuchó detenidamente y le encontró solución a su situación y le hizo
ver en el error que estaba, Aziz estaba muy arrepentido por haber juzgado mal
a su estimado socio y en agradecimiento a Beremiz, lo invitó a éste y a su amigo
Bagdadí a un paseo por toda la ciudad.

Mientras realizaban el paseo se consiguieron con un café restaurant en donde


conocieron a un historiador llamado Sheick El – Medah, este hombre estaba
relatando unas interesantes historias que de cierta manera iban dirigidas al
hombre que calculaba. Inmediatamente, el historiador le expuso un problema al
calculista: en Damasco habitaba un campesino y sus tres hijas, a la hija mayor
le entregó 50 manzanas, a la hija del medio le dio 30 manzanas y a la menor les
dio 10 manzanas. A las tres hijas las mando a venderlas en el mercado, con la
única condición que las dos hijas menores debían vender las manzanas al mismo
precio de la hija mayor y deberían obtener la misma ganancia, y lograron obtener
la misma cantidad de dinero.

16
De esta manera, el calculista, le responde lo siguiente: la hija mayor vendió 7
manzanas por 1 dinario en total logró vender 49 manzanas restándole 1 sola, la
hija del medio vendió 28 manzanas y le sobraron 2 manzanas, finalmente la hija
menor vendió 7 manzanas y les quedaron 3. Posteriormente la hermana mayor,
vendió la manzana que le sobraba en 3 dinares, la del medio vendió sus 2
manzanas sobrantes en 3 dinares y la hermana menor vendió las suyas por 3
dinares. Al finalizar la venta las tres hijas, lograron obtener una ganancia de 10
dinares.

Una vez culminada la explicación del calculista todas las personas presentes en
el café se impresionaron con la habilidad y la manera de presentar la solución de
Beremiz.

Capitulo XVIII.

Al día siguiente, llego un sirviente de origen egipcio del poeta Lezid, éste traía
una carta que les solicitaba ir al castillo. Al llegar allí vieron junto a Lezid a un
extranjero, este era el príncipe Cluzir Sacha, éste quería que le explicaran como
es que los árboles habían contribuido con las matemáticas. Entonces, Beremiz
empezó a relatar las historias de importantes matemáticos como Pitágoras,
quien fue que descubrió que el área al cuadrado construido sobre la hipotenusa
es igual a la suma de las áreas de los catetos al cuadrado

Capitulo XIX.

Después de esta historia el príncipe Cluzir le expuso un problema al calculista.


Había tres marineros que habían logrado sobrevivir gracias a su valentía y
también lograron salvar a su barco. El capitán de la nave en forma de
recompensa por la valentía demostrada les obsequio una cierta cantidad de
dinero que fue mayor a 200 pero menor a 300. El capitán guardo las cantidades
en una caja para repartirlas al día siguiente.

17
En el transcurso de la noche, uno de los marineros se despertó y fue a
contabilizar las monedas y las dividió en 3 partes iguales observo que le sobraba
1 moneda y la lanzo al mar. Luego el segundo marinero hizo lo mismo que el
anterior y también le sobraba una moneda y el tiro al mar, finalmente el tercero
hizo lo mismo que sus dos primeros compañeros y también le sobrara una
moneda y la lanzo al mar. En la mañana, el capitán volvió a contabilizar todas
las monedas observo que le sobraba una y se la quedó para él.

El calculista llega a la siguiente solución: en total había 241 monedas de la


siguiente manera, el primer marinero tenía 80+23 = 103 monedas, el segundo
marinero 53+23 = 76 y el tercer marinero 35+23 = 58, finalmente el capital tenía
1 moneda y había que contar las 3 monedas arrojadas al mar por los 3 marineros
dando una cuenta total de 103+76+58+1+3= 241. El príncipe Cluzir impresionado
al oír de manera magistral la solución planteado por Beremiz le obsequio como
presente una medalla de plata.

Capitulo XX.

Al irse Beremiz y su amigo del castillo, se dirigió a la casa del poeta Lezid a
dictarle clases de matemáticas a su alumna Telassim, en esta lección en
particular le explico el origen de los números en Arabia, Roma y en otras
civilizaciones, la gran necesidad que tenía el hombre de poseer un sistema
contable, o dicho de una mejor manera de contar y para eso inventó los números,
el sentido de los números, las cifras, el sistema de numeración, la numeración
decimal y el número 0, para lograr saber el número de ovejas que poseía o hacer
cálculos más complejos. Al culminar la lección su estudiante volvió a hacer su
oración.

Capitulo XXI.

Al salir de la casa de Lezid, el calculista es llevado por dos guardias ante el visir
Maluf, éste tenía un nuevo inconveniente que necesita plantear al hombre que
calculaba. De este modo, el visir inició su relato: la noche anterior ocurrió un
incendio en la prisión y por la situación que sufrieron los reos, el rey ordeno que
redujeran las sentencias de todos a la mitad.

18
El problema complejo es que una de los reos fue puesto preso por contrabandista
y sentenciado por este hecho delictivo a cadena perpetua. La pregunta obvia es
¿Cómo calcular la mitad de la vida de este preso? El hombre que calculaba sólo
relató una muy corta historia que decía que en todas las paredes de las prisiones
había escritos y que ahí podrían conseguir la respuesta a esa pregunta. De este
modo, el visir Maluf lo convido a visitar la prisión en busca de esa respuesta

Capitulo XXII.

El hombre que calculaba se dirigió a la prisión en busca de la respuesta, y al


ingresar se consiguió con las peores condiciones sanitarias en las que eran
obligados y mantenidos a los reos mientras estaban pagando su condena, al
entrar a la celda del preso que tenía sentencia de cadena perpetua, empezó a
evaluar los escritos en las paredes de ésta y a realizar todos los cálculos
posibles. Y al finalizar regresó al castillo.

Ya en el castillo del califa, éste le preguntó al calculista cuál era esa respuesta
que logró conseguir, y Beremiz le contestó que la división que él solicitaba era
imposible, ya que no sé conocía con exactitud cuánto tiempo el reo viviría, de
manera tal que el hombre que calculaba sugirió que mejor lo liberarán pero en
vigilancia permanente a través de libertad condicional, así que el visir ordenó le
dieran libertad condicional de forma inmediata al reo.

Capitulo XXIII.

La mañana siguiente, los amigos, Beremiz y el bagdadí, recibieron una visita


imprevista del príncipe Cluzir Schaquer, éste fue a visitarlo para que el calculista
aceptará ser su secretario o director del observatorio, no obstante Beremiz, se
vio forzado a rechazar la propuesta de trabajo, ya que estaba comprometido a
darle clases de matemáticas a la hija de su apreciado amigo Lezid, Telassim.

Así que el príncipe, le solicitó ayuda para solventar el problema de las perlas. El
príncipe procedió a explicárselo: un hombre le heredó a sus hijas un número
determinado de perlas. La hija mayor le quedaría 1 y 1/7 perlas, la hija del medio

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2 y 1/7 perlas de las que quedasen, y la tercera hija 3 y 1/7 perlas de las que
quedasen y así sucesivamente. El planteamiento era ¿Cuantas hijas y cuantas
perlas había? La respuesta del hombre que calculaba fue: son 6 hermanas en
total y 36 perlas, de manera que a cada hermana le correspondería un total de 6
perlas a cada una.

Capitulo XXIV.

Un turco fue en busca de ayuda al hombre que calculaba, solicitándole le indicará


si su novia prometida era fea o bonita. El calculista le pidió las dimensiones de
la cara de su prometida. De manera que el turco envió a una mujer a averiguar
esta información con su prometida en secreto, y la mujer trajo las medidas del
rostro y se las entregó al calculista.

La manera de dividir el rostro corresponde a la forma agradable que se pueden


ver dos partes que son desiguales. De manera que se puede exclamar que para
que un todo que este dividido en dos partes desiguales y de la misma manera
parezca hermoso, debe tener una parte mayor y una menor y conservar la misma
relación entre ellas y entre el todo.

Hasta la fecha no se ha logrado descifrar la razón de porqué de esta rara belleza.


Los matemáticos y pensadores que estudian esto y realizan observaciones,
presentan muchas ilustraciones para el principio de esa división que los romanos
llamaban divina proporción o división aurea. El hombre que calculaba, después
de evaluarlas y estudiarlas, le contestó al turco que su prometida era hermosa
de manera que este hombre no dudo por un momento en contraer matrimonio
con ella.

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Capitulo XXV.

Al llegar a la casa del visir, un escribo que trabajada para el califa se encargó de
llevar al bagdadí y Beremiz a un salón en donde se encontraban reunidos 7
importantes sabios de los alrededores de la ciudad, los mismos venían a aplicarle
una prueba a Beremiz. Cuando estaban a punto de dar inicio a la prueba, Lezid
se acercó para entregarle el anillo que se había perdido dentro de la casa.

Cuando el hombre que calculaba abrió la caja para ver el anillo, no solo se
consiguió con éste sino también estaba dentro de la caja una alfombra de color
azul que había sido tejida por Telassim, y en ésta decía que amaba a Beremiz y
además tenía una pequeña carta, tenía escrito “animo arriba, confía en Dios, yo
rezo por ti”. Beremiz se impresionó por lo que leyó en la carta. De tal forma que
si salía airoso de esta prueba con los 7 sabios seria el hombre más afortunado
de toda la ciudad.

Capitulo XXVI.

Se da inicio al primer desafío y el primero de los sabios le hace una pregunta al


calculista que dijera 15 referencias o menciones numéricas notables y exactas
que estén en el Corán, pero el hombre que calculaba respondió sin equivocarse
16 referencias. El sabio Mohadebe, confirma cada una de las referencias dadas
por el hombre que calculaba hasta dijo el número de letras del libro de Alah, y
expresó que fue dicho por el calculista sin la menor equivocación. De esta
manera, había alcanzado superar la primera prueba.

Capitulo XXVII.

En esta oportunidad la segunda prueba quedó a cargo de un sabio historiador,


éste le preguntó al hombre que calculaba “¿Qué celebre geómetra se suicidó al
no poder ver el cielo?”. Beremiz ni titubear ni pensarlo contestó: fue Eratóstenes,

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matemático originario de Cirenaica, donde estudió en un comienzo en Alejandría
y posteriormente en la escuela de Atenas, donde aprendió las doctrinas de
Platón.

Y continuando su respuesta prosiguió: Eratóstenes fue elegido para dirigir la


biblioteca de la Universidad de Alejandría, puesto que ostentó hasta los últimos
días de su vida. Además de tener inmensurable conocimiento científico y literario,
lo que lo hizo sobresalir entre los mayores pensadores de su tiempo; fue
Eratóstenes, poeta, orador, filósofo y deportista consagrado.

Fue Eratóstenes el gran sabio que se suicidó al adquirir una fatal enfermedad
que lo dejó ciego y por lo cual estuvo incapacitado para continuar apreciando el
hermoso e infinito firmamento ya que dentro de su habilidad también está la
astronomía. Con esta maravillosa respuesta, el calculista había alcanzado pasar
con éxito la segunda prueba.

Capitulo XXVIII.

El tercer desafío le correspondía a un astrónomo, el cual preguntó ¿es posible


extraer en matemática una regla falsa de una propiedad verdadera? A lo que el
calculista, meditándolo un buen rato, respondió: imaginemos que un algebrista
desea determinar la raíz cuadrada de un número de cuatro cifras. Sabiendo que
la raíz cuadrada de un número es otro número que, multiplicado por su mismo,
da como resultado el número dado.

Prosiguió: tomemos los números 2025, 3025 y 9801. Iniciemos con el 2025, la
raíz cuadrada es 45. De hecho 45 por 45 es 2025. Ahora bien, como se puede
verificar, 45 es la suma de 20 + 25, que son parte del número 2025,
descomponiéndolo por medio de un punto 20.25.Lo mismo seria para el número
3025, cuya raíz cuadrada es 55 y la suma de 30 + 25 es 55, partes del número
30.25.

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Al ver estos casos, el confiado algebrista podría crear la siguiente norma: “para
calcular la raíz cuadrada de un numero de cuatro cifras se divide ese número por
un punto, en dos grupos de dos cifras, sumándose los grupos formados”. La
suma obtenida será la raíz cuadrado del número dado.

El astrónomo Abulhasan, se mostró maravillado con la respuesta del calculista,


y exclamó que nunca había oído sobre la importancia de la falsa inducción
matemática con una explicación tan interesante pero sencilla. Beremiz había
alcanzado también responder maravillosamente a la tercera prueba.

Capitulo XXIX.

Era el turno del cuarto desafío, la pregunta fue realizada por un filósofo, el cual
dio inicio a la prueba relatando una historia. Un rey, le da 2 dinares a tres sabios
y les dio 3 salas y les indicó que con la austera cantidad otorgada debían llenar
los salones. El primer sabio, invirtió los 2 dinares comprando heno y así lleno
todo el salón de heno. El segundo, tomó medio dinario y compró una vela y de
esta manera el salón quedo completamente lleno de luz.

El tercer sabio, no gastó el dinero dado sino que tomó una pequeña cantidad de
heno y lo encendió con la vela y así su salón quedo completamente lleno de
humo. La prueba para Beremiz era que contará una historia de una multiplicación
con un solo factor. Luego de pensarlo muy bien por un largo rato, que solo existía
una multiplicación con un solo factor y fue la multiplicación de los panes realizada
por Jesús. En esa multiplicación exclamó solo figura un factor: el poder milagroso
de la voluntad de Dios. El quinto sabio se levantó de su silla y le solicitó al
calculista que narrará una historia de una división de 3 por 3 y una de 3 por 2
pero que den resultados exactos. Beremiz se quedó pensativo, era necesario
tener la memoria para recordar, una historia que encerrase dos divisiones
numéricas. Después de algún momento de incansable rememorar el calculista
inicia su narración.

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Capitulo XXX.

Beremiz, el hombre que calculaba narra la siguiente historia, se trata de un tigre,


un león y un chacal, los tres se encontraban con hambre y ascendieron por una
montaña desde donde podría observar todo a su alrededor, entonces
visualizaron a la distancia una oveja, un cerdo y un conejo. El león le dice al tigre
ya que el poseía una gran inteligencia que dividiera los tres animales de manera
justa para cada uno. El tigre le explica que como es el rey de la selva se quedaría
con la oveja, el tigre se quedaría con el cerdo y el chacal le tocaría el conejo. El
león enfurecido mata al tigre. Luego se aproximó al chacal y le comenta que
como él es más inteligente que él realice la partición justa entre los 2. El chacal
contestó que él se merecía los tres animales y se comería lo que sobrará de lo
que dejase el león.

Satisfecho con esta respuesta aceptó pero a la semana siguiente se comió al


chacal, todos quedaron maravillados con la historia. Con esto ha logrado superar
con éxito al quinto sabio.

Capitulo XXXI.

El sexto sabio se levantó y narró la siguiente fabula. Una hermosa princesa tenía
tres pretendientes y debía elegir el más inteligente de los tres. Les realizó varias
pruebas y los tres aprobaron todas, de manera que para desempatar hizo una
última prueba, la cual constaba de 5 discos, 3 discos de color blanco y 2 de color
negro, colocados sobre la espalda de cada uno. El tercer pretendiente logró
adivinar el color del disco que tenía en la espalda y logró casarse con la princesa.
El hombre que calculaba dijo la respuesta correctamente por sexta vez
consecutiva y alcanzó pasar al último sabio.

Capitulo XXXII.

El ultimo y séptimo sabio pregunta al hombre que calculaba, el simbolismo del


número cuarenta, que iniciará con Ali Baba. Beremiz respondió de la siguiente
manera: el numero cuarenta se consigue en todos lados, es conocido que con

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los números 1, 3, 9 y 27 se puede obtener todos los números que van desde el
1 al 40 y señaló que el cuarenta se consigue hasta en los más importantes libros
de los judíos, como en el diluvio que tuvo una duración de 40 días y 40 noches,
40 años les tomo a los judíos encontrar la tierra prometida, además Jesús estuvo
40 días en el desierto.

Capitulo XXXIII.

El sultán le dice al hombre que calculaba que se ha hecho merecedor de un


premio y lo hace decidir qué es lo que quiere de premio entre las joyas, o algún
palacio, o ser visir o ser gobernador, no obstante, el calculista solo solicita poder
casarse con Telassim. Así que el poeta Lezid le pregunta a su hija y ésta acepta.
Sin embargo, para poder llevar a cabo el sagrado matrimonio debería hacer una
última prueba. Beremiz debía adivinar el color de ojos de 5 sirvientas solo con
observar el color de sus ojos.

Dos de las sirvientas tenían ojos negros y estaban diciendo la verdad, mientras
que 3 de ellas tenían los ojos color azul ellas estaban mintiendo. Solo tenían la
oportunidad de hacer 3 preguntas y el desafío era descubrir el color de ojos de
cada una de las sirvientas sin equivocarse ninguna vez. El hombre que calculaba
logra pasar la prueba y finalmente casarse con Telassim, su estudiante de
matemáticas.

Capitulo XXXIV.

La ciudad de Bagdad fue sacudida por un ataque e invasión de los mongoles, el


poeta Lezid y el califa murieron defendiendo a su patria, pero en el caso de los
amigos el bagdadí y Beremiz con su amada esposa Telassim logran huir a
Constantinopla.

La hija de Lezid, Telassim era cristiana y convenció de convertirse al


cristianismo al calculista y de esta manera lo que mucho le estaba costando al
maravilloso calculista conseguir la felicidad la logro obtener sin muchos números
y así fue como termina la impresionante historia de nuestro hombre que
calculaba, Beremiz.

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CONCLUSIONES

1. Lo podemos considerar al mismo tiempo como una novela y como un libro


de problemas matemáticos. El propio autor reconoció que uno de sus
objetivos al escribirlo fue el de contribuir a popularizar las matemáticas,
presentándolas para ello integradas en los acontecimientos y atravesadas
por muchos otros aspectos, como cuestiones morales y de historia.

2. Tiene una buena demostración del teorema de Pitágoras mediante un


sistema de cuadrados sobre los lados de un triángulo rectángulo.

3. En todo momento la religión musulmana y la cultura árabe. La contribución


de los árabes al progreso de la Matemática ha sido notable debido a las
traducciones y divulgación de las obras de Euclides, de Menelao, de
Apolunio, etc., además de las renovaciones metodológicas en el cálculo
numérico y une matemáticas con ficción e historia.

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