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Masa Rocosa

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MASA ROCOSA

Traducción de la palabra griega pé·tra (género femenino), que designa una peña o masa rocosa
(Mt 7:24, 25; 27:51, 60; Lu 6:48; 8:6, 13; Rev 6:15, 16), y por lo tanto difiere de pé·tros (Pedro,
género masculino y empleado como nombre propio), que significa un “trozo de roca”. Esta
distinción deja claro que Jesús no estaba usando términos sinónimos cuando le dijo a Pedro: “Tú
eres Pedro, y sobre esta masa rocosa edificaré mi congregación”. (Mt 16:18.) Incluso en la versión
aramea (siriaca) se ve la distinción debido a la diferencia de género de la partícula que precede a la
palabra kiʼfaʼ, usada tanto para “Pedro” como para “roca”. “Pedro” está precedido por el
pronombre verbal masculino (hu), y “roca”, por el adjetivo demostrativo femenino (hadeʼ).

Es obvio que los apóstoles no entendieron que la declaración de Jesús significaba que Pedro era la
masa rocosa, pues más tarde disputaron en cuanto a quién parecía ser el mayor entre ellos. (Mr
9:33-35; Lu 22:24-26.) No habría habido base para tal discusión si a Pedro se le hubiese dado la
primacía como la masa rocosa sobre la que tenía que edificarse la congregación. Las Escrituras
muestran claramente que todos los apóstoles son igualmente piedras de fundamento. Todos ellos,
incluido Pedro, descansan sobre Cristo Jesús, la piedra angular de fundamento. (Ef 2:19-22; Rev
21:2, 9-14). Pedro mismo identificó a la masa rocosa (pé·tra) sobre la que se edifica la
congregación como Cristo Jesús. (1Pe 2:4-8.) De manera similar, el apóstol Pablo escribió: “Porque
bebían [los israelitas] de la masa rocosa espiritual que los seguía, y aquella masa rocosa significaba
el Cristo”. (1Co 10:4.) Por lo menos en dos ocasiones y en dos diferentes lugares, los israelitas
recibieron de manera milagrosa agua de una masa rocosa. (Éx 17:5-7; Nú 20:1-11.) Por lo tanto,
podría decirse que la masa rocosa, como fuente de agua, en realidad los siguió, y esa masa rocosa
fue un tipo o símbolo de Cristo Jesús, que en una ocasión dijo a los judíos: “Si alguien tiene sed,
venga a mí y beba”. (Jn 7:37.)

También es digno de mención que Agustín (354-430 E.C.), llamado generalmente “San Agustín”, en
un tiempo creía que Pedro era la masa rocosa, pero más tarde cambió de punto de vista. Escribió:
“No se deriva la piedra de Pedro, sino Pedro de la piedra, como Cristo no viene de cristiano, sino
cristiano de Cristo. Por eso dice el Señor: Sobre esta piedra edificaré mi Iglesia; porque Pedro
había dicho: Tú eres Cristo, Hijo de Dios vivo. Sobre esta piedra que él confesó, edificaré mi Iglesia.
La piedra era Cristo, y sobre ese fundamento estaba edificado también Pedro. Nadie puede poner
otro fundamento distinto del que está puesto, que es Cristo Jesús”. (Tratados sobre el Evangelio
de San Juan, 124, 5.)
El papa pide perdón en Canadá por los abusos sexuales y exige acciones
fuertes

EFEQuebec (Canadá )28 jul. 2022


Durante el rezo con obispos y religiosos en la catedral de Notre Dame de Quebec, el papa
Francisco pidió de nuevo este jueves perdón por el mal que perpetraron hombres de la Iglesia
católica en Canadá contra los indígenas y "por los casos de abusos sexuales", que —dijo— "son
crímenes que requieren acciones fuertes y una lucha irreversible".

"La Iglesia en Canadá, después de haber sido herida y desolada por el mal que perpetraron
algunos de sus hijos, ha comenzado un nuevo camino. Pienso en particular en los abusos sexuales
cometidos contra menores y personas vulnerables, crímenes que requieren acciones fuertes y una
lucha irreversible", expresó Francisco durante su quinto día de viaje en el país.

El pontífice quiso "pedir nuevamente perdón a todas las víctimas". "El dolor y la vergüenza que
experimentamos debe ser ocasión de conversión, ¡nunca más!", aseveró.

"Y, pensando en el camino de sanación y reconciliación con los hermanos y las hermanas
indígenas, que la comunidad cristiana no se deje contaminar nunca más por la idea de que existe
una cultura superior a otras y que es legítimo usar medios de coacción contra los demás", añadió.

En su primera etapa del viaje en Maskwacis, en Edmonton, el papa pidió "humildemente" perdón
por las responsabilidades de la Iglesia en aquellos internados, gestionados por instituciones
católicas, creados para los "procesos de asimilación" y en los que sufrieron todo tipo de abusos
cerca de 150.000 niños indígenas, miles de los cuales murieron por los maltratos y enfermedades.

El papa recordó la figura del obispo canadienses san François de Laval, que —explicó— "se
enfrentó contra todos los que degradaban a los indígenas induciéndolos a consumir bebidas para
engañarlos".

"No permitamos que ninguna ideología enajene y confunda los estilos y las formas de vida de
nuestros pueblos para intentar doblegarlos y dominarlos", añadió.

Destacó que para "acabar con esta cultura de la exclusión" deben empezar los religiosos y no
sentirse "superiores a los hermanos y a las hermanas del Pueblo de Dios" y trabajar "serenamente
en la inculturación, que valora a cada uno y a cada diversidad cultural y religiosa".

LAS PETICIONES DE LOS INDÍGENAS Y DE TRUDEAU

La petición de pedir perdón por los abusos sexuales, que sufrieron los niños en los internados, era
una de las solicitudes realizadas por la Comisión de la Verdad y la Reconciliación y que los pueblos
originarios habían echado en falta hasta ahora, aunque esta disculpa general podrá no satisfacer a
los representantes de los indígenas.

También los pueblos nativos de Canadá pidieron que el pontífice derogue como gesto de
reconciliación las bulas papales que en el siglo XV emanaron los papas para autorizar a los colonos
europeos en África y América a quedarse con las tierras de los lugares a los que llegaban y que son
conocidas como la "Doctrina del Descubrimiento".

Precisamente hoy un grupo de indígenas desplegó una pancarta durante la misa del papa en la
Iglesia de Santa Ana de Beaupré en Quebec con escrito "Retira la Doctrina".

Por su parte, el primer ministro canadiense, Justin Trudeau, informó hoy que durante su reunión
con Francisco este miércoles expresó la necesidad de que el Vaticano "tome medidas concretas"
para su reconciliación con los pueblos originarios.

En el comunicado se explicó que durante la reunión se habló "de la importancia de que la Iglesia
católica romana siga comprometiéndose de forma significativa con las primeras Naciones, los inuit
y los métis para avanzar en la curación y la reconciliación".

Y que la "Iglesia adopte medidas concretas para repatriar los objetos indígenas (algunos de ellos
conservados en los Museos Vaticanos), facilitar el acceso a los documentos de los internados,
abordar la Doctrina del Descubrimiento y garantizar la justicia para los supervivientes", se lee en la
nota.

También abordaron "el caso Rivoire", añade el comunicado, en referencia al sacerdote Johannes
Rivoire, para quien pesa una orden de arresto emitida en Canadá, por las denuncias sobre
agresiones sexuales supuestamente ocurridas hace unos 47 años contra niños inuit en el territorio
de Nunavut, a donde el papa viajará mañana.

Rivoire vive actualmente en Lyon, Francia y nunca fue juzgado por esos cargos en Canadá porque
regresó a Francia a principios de la década de 1990.

Cristina Cabrejas
El Papa pide perdón por el papel de la Iglesia en los internados para comunidades indígenas de
Canadá: “Fue un error devastador”

“Pido perdón humildemente por el mal que tantos cristianos cometieron contra los pueblos
indígenas”, enfatiza Francisco en un encuentro con líderes autóctonos

El papa Francisco ha pedido este lunes perdón por la actuación de la Iglesia católica en los
internados para las comunidades indígenas de Canadá, donde los menores sufrieron abusos
sistemáticos al amparo de una política estatal conocida como “asimilación forzosa”. El pontífice,
que el domingo empezó un viaje al país norteamericano, reconoció que esa práctica supuso “un
error devastador incompatible con el Evangelio”. En un encuentro con representantes autóctonos
desde un antiguo centro en la provincia de Alberta, Francisco se ha disculpado por la “mentalidad
colonialista” de muchos cristianos y ha reclamado una investigación de los internados, además
solicitar más apoyo para los afectados y sus familiares.

“Quisiera repetir con vergüenza y claridad: pido perdón humildemente por el mal que tantos
cristianos cometieron contra los pueblos indígenas”, ha afirmado el Papa. Y, al pronunciarse
concretamente sobre estas escuelas, ha enfatizado el mismo mensaje: “Estoy dolido. Pido perdón,
en particular, por el modo en el que muchos miembros de la Iglesia y de las comunidades
religiosas cooperaron, también por medio de la indiferencia, en esos proyectos de destrucción
cultural y asimilación forzada de los Gobiernos de la época, que finalizaron en el sistema de las
escuelas residenciales”.

La visita de Francisco, largamente reclamada por las comunidades indígenas canadienses, tenía en
efecto como propósito central el de reiterar estas disculpas por los abusos cometidos en los
internados, cuya herida continúa abierta y sigue marcando a los pueblos de Canadá. El Papa ya
había declarado en Roma el pasado 17 de julio que se trataba de hacer “penitencia” para
“contribuir al camino de sanación y reconciliación ya emprendido”.

El viaje, de seis días de duración, es el cuarto realizado por un pontífice a Canadá.  Juan Pablo II
visitó el país norteamericano en 1984,  1987 y 2002. Además de las provincias de Alberta y Quebec,
se desplazará hasta el Territorio de Nunavut. Mantendrá reuniones con miembros del clero y
autoridades políticas (como el primer ministro, Justin Trudeau, y Mary Simon, gobernadora
general de Canadá). También oficiará misas en las ciudades de Edmonton y Quebec.

La agenda, no obstante, estará centrada principalmente en encuentros con líderes autóctonos y ex


alumnos de las llamadas escuelas residenciales. Como el de este lunes, durante una visita al
antiguo internado de Ermineskin (en Maskwacis, Alberta), o el de Iqaluit, la capital de Nunavut,
cuya población es mayoritariamente de origen inuit. Ghislain Picard, jefe de la Asamblea de
Primeras Naciones de Quebec y Labrador, declaró el pasado miércoles que, en cualquier caso,
corresponderá a los supervivientes de los internados juzgar si las palabras del Papa son o no
aceptables. “Las disculpas solo serán muy significativas en la medida en que produzcan acciones
que las respalden”, afirmó.
Entre finales del siglo XIX y finales del pasado, alrededor de unos 150.000 niños indígenas vivieron
en una red de 139 centros financiados por el Gobierno federal y administrados por órdenes
religiosas (en su mayoría, pertenecientes a la Iglesia católica). Las palizas, las agresiones sexuales,
el abandono, el racismo y el repudio cultural fueron algunas de las prácticas denunciadas en esos
internados. Trudeau ha sido especialmente tajante en su condena y hace un año afirmó que “ el
mayor error que ha cometido este país es la asimilación forzosa de los menores indígenas a través
de los internados”.

Según los cálculos de los expertos, más de 6.000 niños fallecieron en estos sitios. El hallazgo de
más de 1.400 tumbas sin marcar -desde mayo de 2021- en terrenos de estas antiguas instituciones
ha confirmado el horror del informe publicado en 2015 por la Comisión de la Verdad y la
Reconciliación.
Iglesia católica: los abusos y sus consecuencias

Los casos de abusos continúan incendiando la Iglesia católica. Tras Pensilvania, ahora sigue
Alemania. La Iglesia está ante un terremoto que podría tener resultados similares a la Reforma,
dice el Vaticano.

¿Está la Iglesia Católica a punto de quebrarse por los escándalos de abuso? ¿O tratará de huir
hacia adelante? El Papa Francisco parece que quiere intentar esta última opción. Este miércoles
convocó por sorpresa a los líderes de todas las conferencias episcopales del mundo al Vaticano.
Del 21 al 24 de febrero, los obispos hablarán sobre las consecuencias  de los abusos sexuales en
todo el mundo. La Iglesia católica está realmente en llamas: Irlanda, Chile, Estados Unidos,
Alemania, Australia, filipinas, India, Brasil…  ningún continente se salva. Solo hay una cosa clara: el
silencio ha terminado y también el mirar hacia otro lado. Y no solamente por el estudio sobre los
abusos entre 1946 y 2014 encargado por la Conferencia Episcopal Alemana y publicado
parcialmente en las páginas de los semanarios  "Die Zeit” y "Spiegel”.

"Angustioso y vergonzoso"

"Somos conscientes de la magnitud de los casos de abuso, evidenciados en los resultados del
estudio. Para nosotros es angustioso y vergonzoso”, declaró el obispo de Tréveris, Stephan
Ackermann, responsable de los temas de abusos en la Conferencia Episcopal Alemana:
"Daremos la cara ante los resultados”.

Para Matthias Katsch, portavoz y presidente de la asociación de víctimas Mesa Angular, eso no es
suficiente: "El estudio muestra únicamente parte de la realidad”, aclara. Muchos expedientes
fueron destruidos y otros casos no fueron documentados. "Apelo a la política y la sociedad para
conseguir una base legal que permita convocar una comisión de investigación independiente y
profesional” continúa.

Entre los resultados del estudio de 350 páginas realizado por un equipo de investigación del
Instituto de Central de Salud Espiritual de Mannheim, destaca que el porcentaje dentro del grupo
de sacerdotes acusados (5%) es mayor que entre los diáconos (1%). Y que la cuarta parte de las
víctimas eran monaguillos. Dicho de otro modo,  mientras fuera de la Iglesia la mayoría de las
víctimas son mujeres, dentro de la Iglesia sucede totalmente lo contrario. En la Comisión para la
Protección de la Infancia del Vaticano y el Centro de Protección de la Infancia de la Pontificia
Universidad Gregoriana de Roma tienen identificados los componentes específicamente católicos
relacionados con el tema de los abusos. Entre ellos, el poder del clero, una sexualidad reprimida y
las estrictas jerarquías de la organización eclesiástica.

¿Formación? ¡No, gracias!

Desde su fundación en 2012, el centro impartió supuestamente 250 cursos de capacitación para
sacerdotes y obispos en todos los continentes. También creó un foro para las víctimas. Sin
embargo, según las experiencias de los protectores de la infancia, a muchos clérigos no les gustó
este tipo de formación.
Entretanto, por lo menos cuentan con el apoyo del Papa Francisco. El cardenal de Boston, Sean O
´Malley, director de la Comisión de Protección de la Infancia, también está en el consejo de
cardenales que asesora al Papa.  Un gremio que aseguró a Francisco su "solidaridad plena”.

Entre los activistas por la infancia, la avalancha se veía venir. Muchos trabajadores comparan las
todavía imprevisibles consecuencias del escándalo de abusos en todo el mundo con los efectos de
la reforma protestante hace 500 años. Francisco es el nuevo Lutero y la Iglesia cambiará, creen
algunos de los trabajadores de la comisión.

Desde el Vaticano se pronostica que controvertidos temas de discusión de las últimas décadas,
como el final del celibato o la ordenación sacerdotal para diáconos casados, podrían ser regulados
con inesperada rapidez. A más tardar en el Sínodo de la Amazonía de octubre de 2019 podrían ser
levantadas las restricciones, aseguran algunos hombres de confianza del Papa. 

Arrepentimiento y reformas

Pese a las declaraciones de arrepentimiento y las promesas de reformas, también ha comenzado


la utilización política de los escándalos de abuso en el seno de la Iglesia.  La línea del Papa
Francisco, asociada al despojo de poder del clero, enfrenta a resistencia dentro de muchos círculos
del Vaticano. "Muchos están interesados en desacreditar a este Papa”, explica Christiane Florin,
autora y gran conocedora de la Iglesia católica en un comentario para la emisora Deutschlandfunk.

Florin echa de menos a los sacerdotes y obispos dispuestos a asumir responsabilidades y


declararse culpables. "Sería adecuado utilizar la palabra 'Yo'. Yo asumo la responsabilidad. Yo fui el
autor. Yo fui el encubridor. Yo fui el que permitió que eliminasen los expedientes. Si un sacerdote
confesase algo así sería un shock. Y probablemente también sería curativo”, escribe.

Autor: Astrid Prange (JAG/ER)


La Iglesia católica tras la sombra de los escándalos

Desde hace muchas décadas atrás, la Iglesia católica se ha visto involucrada en innumerables
escándalos, desde el abuso a menores, hasta la homosexualidad y la corrupción, si, embargo,
muy poco ha sido el tratamiento que se le ha dado desde la máxima institución a las acciones
que están fuera de los estatutos.

Desde sus inicios, la Iglesia Católica ha sido un símbolo de santidad en el mundo. Sus dirigentes
son los encargados de guiar por un camino de gracia hacia Dios, a los más de mil 200 millones de
fieles a esta religión, que es la más numerosa, y se remonta a la época de Jesús y los 12 apóstoles.

El catolicismo se identifica como la Iglesia por la que murió el hijo de Dios en a los 33 años, y
según sus bases, tiene como principal misión vivir la espiritualidad por medio del amor recíproco y
la administración de los sacramentos, a través de los cuales Dios otorga su misericordia a los
creyentes y fieles servidores.

Desde hace muchas décadas, la Iglesia se ha visto involucrada en innumerables problemas, que
con poca frecuencia fueron denunciados. Sin embargo, desde la década de los 90, empezaron a
salir a la luz pública muchas irregularidades que en el marco del catolicismo se cometían, dando
pie, a escándalos a nivel mundial.

En medio de esta crisis, los dirigentes del Vaticano se han esforzado en los últimos años por hacer
frente a esta serie de cuestiones que han empañado la imagen del clero.

La pederastia

Durante la última década del siglo XX, el mundo empezó a conocer otra cara de la Iglesia católica,
cuando en Irlanda y Estados Unidos se registraron las primeras denuncias contra
sacerdotes por abuso a menores. Desde entonces, estalló una ola de acusaciones de este tipo,
pues quienes habían sido víctimas de la pederastia y guardaron silencio durante años, se
motivaron a confesar sus casos.

Con el paso de los años, se ha hecho común escuchar denuncias sobre pederastas miembros de la
Iglesia católica, que toman como víctimas a infantes desde los 3 años, y muestran preferencia por
los menores de entre 11 y 14 años de edad; además las prácticas más recurrentes son sexo anal y
penetración oral. Mientras que los lugares escogidos para cometer estos actos, son en su mayoría,
seminarios sacerdotales, escuelas y orfanatos donde niños y adolescentes estaban bajo el cuidado
del clero.

Así, las demandas por estos casos de abusos sexuales en el marco de la Iglesia, también han
incluido a la jerarquía católica, debido a que muchos de los afectados aseguran que en
ocasiones, obstaculizan las investigaciones, no reportan los crímenes o encubren a los
sacerdotes pederastas moviéndolos de Parroquias para evitar su detención y juicio.
De igual manera, diversas organizaciones de víctimas de pedofilia, han asegurado que los papas
Juan Pablo II y Benedicto XVI tuvieron cierta responsabilidad en el encubrimiento de abusos y en
la omisión de las denuncias.

Por su parte, Francisco, el actual dirigente de la Iglesia católica, fue el primer papa que rompió el
silencio sobre este tema y se pronunció en su contra en 2014, al tiempo que aseguró que “al igual
que Jesús, utilizaré el bastón contra los sacerdotes pederastas”.

El pontífice detalló que de los 414 mil prelados que se reconocían para el año 2012, cerca del 2 por
ciento de los sacerdotes católicos están vinculados a esta situación que empaña la buena imagen
de la Iglesia.

Hasta ahora EE.UU. es uno de los países donde se ha registrado el mayor número de denuncias de
este tipo y donde algunas diócesis han tenido que pagar cuantiosas sumas en indemnizaciones a
las víctimas. En este sentido, la Junta Nacional de Revisión de ese país (National Review Board),
reveló en un informe que un total de cuatro mil 392 sacerdotes fueron acusados de abusar
sexualmente de 10 mil 667 menores entre 1950 y 2002. De esta cifra, aproximadamente seis mil
700 casos presentaron suficientes pruebas, otros tres mil 300 no fueron investigados porque los
sacerdotes ya habían fallecido y otros mil no presentaron pruebas fiables para justificar una
investigación.

En los últimos años la Santa Sede ha puesto en marcha políticas y procedimientos diseñados
especialmente para tratar de eliminar esos abusos y para colaborar con las autoridades estatales
en la lucha contra la pederastia. No obstante, el Comité de las Naciones Unidas sobre los Derechos
del Niño, cree que esas políticas no son suficientes y que el Vaticano aún no ha adoptado medidas
importantes para evitar que se repitan los casos de pederastia.
Homosexualidad en la Iglesia

El papa francisco ha roto los precedentes de la Iglesia católica, y así como se ha atrevido a hablar
de la pederastia, ha tocado varias veces durante sus discursos, el tema de la homosexualidad, a
pesar de que el catolicismo no la admite.

A principios de 2013 se filtraron en la prensa italiana varios documentos privados del Vaticano, en
los cuales se ponía al descubierto varios casos de corrupción e intentos de chantaje contra
sacerdotes homosexuales en la institución eclesiástica.

El papa Francisco reconoció la existencia de un “lobby gay” dentro del clero y la señaló como una
situación difícil, a la cual se le debe buscar una solución y destacó que “la reforma de la Curia
romana es algo que pedimos casi todos los cardenales en las congregaciones previas al Cónclave”.

El pasado mes de abril, un hombre denunció que varios sacerdotes italianos mantienen una
"intensa vida sexual", tanto entre clérigos como con homosexuales laicos, y además presentó
ante el Vaticano varios videos de orgías sexuales y otras supuestas pruebas.

Según informó el diario italiano Il Corriere del Mezzogiorno, el escándalo se desató en la ciudad de
Tarento (norte de Italia), cuando un hombre denunció ante el Tribunal Eclesiástico de la región de
Puglia que había mantenido relaciones sexuales con un sacerdote local. Denunció además orgías
sexuales entre sacerdotes, y presentó un conjunto de pruebas, incluyendo videos de orgías
grabados por cámaras web, fotografías y conversaciones en Facebook y Skype, que revelan
también casos de prostitución, así como el intercambio de fotos íntimas y de direcciones de
sacerdotes homosexuales.

El denunciante afirmó haber conocido a través de facebook a un sacerdote de 50 años que luego
se convirtió en su pareja sexual. Relató también que el sacerdote le confesó que había tenido una
"vida sexual intensa", casi siempre con sacerdotes, aunque no solo con ellos, ya que también le
confesó que mantuvo relaciones sexuales con un joven de la Guardia Suiza Pontificia del Vaticano.

Posterior a esto, se conoció que el arzobispo de Taranto, monseñor Filippo Santoro, expulsó al
sacerdote sospechoso (sin revelar su nombre) y sancionó a otros clérigos supuestamente
involucrados.

A pesar de que en diferentes oportunidades el sumo pontífice ha defendido a las personas


homosexuales en todo el mundo, es algo ilógico e inaceptable que quienes dirigen la Iglesia
globalmente, una institución que repudia la homosexualidad, mantengan relaciones
sexuales (algo que de por sí ya les es prohibido por sus votos de castidad) con personas del mismo
sexo.

Vatileaks
Vatileaks fue el nombre que se le dio al escándalo que se registró en el Vaticano tras el  robo y
filtración de documentos reservados del papa, en el año 2012 y por el cual, Paolo Gabriele,
mayordomo de Benedicto XVI fue condenado a 18 meses de prisión.

En enero de 2012, la televisión italiana La 7, publicó unas cartas enviadas al entonces papa
Benedicto XVI por parte del nuncio de EE.UU. y ex secretario general del Gobierno de la Ciudad del
Vaticano, Carlo Maria Viganó, donde denunciaba la “corrupción, prevaricación y mala gestión” en
la administración vaticana.

En estas misivas, Viganó expresaba su preocupación debido a que los banqueros del Comité de
Finanzas y Gestión del pontificio, se enfocaban más en sus intereses propios que en los generales
de la Iglesia católica. Además destacó su inquietud por la desaparición de unos 2,5 millones de
dólares a través de una operación financiera en 2009.

Asimismo, otra de las cartas revela que la Fábrica de San Pedro, que se encarga del mantenimiento
de los edificios vaticanos, presentó una cuenta “astronómica”, de 550 mil euros, por la
construcción del Portal de Belén, que se colocó en la plaza de San Pedro en 2009.

Luego de este escándalo, diferentes medios de comunicación añadieron leña al fuego, con la
denuncia de la presunta existencia de un complot para asesinar al papa, cuyo documento fue
entregado en el Vaticano por el cardenal colombiano Darío Castillón. Información que fue
confirmada por el portavoz del Vaticano, Federico Lombardi, quien además afirmó que era
evidente “que se trata de un disparate”.

Lombardi denunció la existencia de “una especie de Wikileaks para desacreditar a la Iglesia”y de


allí, surgió el nombre de “Vatileaks”.

 Luego de tener toda esta documentación en sus manos, Benedicto XVI creó una comisión
cardenalicia, presidida por el español Julián Herranz, que interrogó a unas 30 personas, con la
finalidad de esclarecer las filtraciones.

El escándalo se incrementó el 19 de mayo de 2012, cuando salió a la venta “Sua Santita”, un libro
de Gianluigi Nuzzi, donde recoge más de un centenar de documentos desvelaban tramas e
intrigas de poder en el Vaticano. En este contexto, el mayordomo del Pontífice fue detenido el 23
de mayo, luego de que la Gendarmería italiana encontrara en su residencia, miles de documentos
fotocopiados y originales enviados al papa, algunos de ellos, estaban publicados en el libro de
Nuzzi.

Dos días después, el informático que trabaja en la Secretaría de Estado, Claudio Sciarpelletti, de 48
años, también fue detenido, debido a que la policía encontró en su escritorio un sobre con
documentos que supuestamente le había dado Gabriele.

El 29 de septiembre, se dio inicio al juicio más mediático en el marco de la Iglesia católica. El


mayordomo fue juzgado por robo con agravante y fue condenado a 18 meses de cárcel, mientras
que el informático se enfrentó a la justicia por encubrimiento y recibió dos meses de cárcel.
Lavado de dinero

Los varios documentos oficiales de la Santa Sede que se han filtrado en los medios, han dejado al
descubierto también que el Instituto para las Obras de Religión (IOR), más conocido como banco
del Vaticano, pudo haber sido usado para lavar dinero.

Algunas investigaciones han revelado que en el IOR existían cuentas de laicos, es decir que no
todos los clientes eran congregaciones religiosas o miembros del clero, si no que se autorizó la
apertura de cuentas a personas que no pertenecen a la institución eclesiástica. Entre las pesquisas,
se determinó que en el año 2010 a través de 13 operaciones se movieron 23 millones de desde el
banco del Vaticano hacia el organismo de crédito italiano “Credito Artigiano”.

El pasado mes de julio, el departamento financiero de la Santa Sede publicó un comunicado en el


que informa que el ministro de Economía del Estado romano, George Pell, reveló que el Vaticano
ha tenido más de mil millones de euros no declarados en el balance general, antes de que
entraran en vigor las nuevas normas contables el año pasado.

Pell, no sugiere ningún delito, sin embargo, sostiene que los departamentos tuvieron durante
mucho tiempo "casi carta blanca" con sus finanzas, lo que responde a patrones establecidos
anteriormente, en gestiones celosas en sus asuntos propios.

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