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La Victima Diapo

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INTRODUCCIÓN

El derecho procesal penal se aplica cuando, de oficio o a pedido de un particular,


se inicia un proceso penal, siempre y cuando exista una presunta vulneracion de
un bien juridico protegido.

Por lo tanto el proceso penal en el Perú se aplica frente a las acciones u


omisiones dolosas o culposas contempladas en el Código Penal. Estas pueden
ser de dos tipos: falta y delito. Este ultimo es de mayor importancia ya que existe
una mayor gravedad del daño causado a la Víctima, quien en el Nuevo Codigo
Procesal Penal, en el Título IV, denominado VÍCTIMA, valga la redundancia se
denomina Victima al agraviado, actor civil o perjudicado y al querellante particular.

Por lo tanto la Victima o Tambien llamado agraviado en la mayoria de los casos


por el delito cometido, es considerado como el sujeto pasivo del proceso penal,
quien ha sufrido un agravio y vulneración de sus derechos, es por ende que a
traves del principio de la tutela jurisdictional efectiva, recurre a un organo
jurisdiccional para pedir protección de su derecho vulnerado.

Siendo asi se infiere que por la sola existencia de la Victima puede llevarse a
cabo un proceso penal, de alli radica la importancia que tiene la Victima dentro del
derecho penal y procesal penal, pues el individuo que resulte agraviado puede con
su denuncia y con la representacion del Ministerio Público iniciar un proceso penal
contra el imputado, por lo tanto tiene derechos dentro de este proceso y Tambien
debe cumplir con ciertos deberes para que exista un correcto funcionamiento del
proceso llevado a cabo.

Por lo mencionado en esta presente invesigación se tiene como objetivo principal:


Comprender los Derechos y Deberes de la Víctima contemplados en el Nuevo
Código Procesal Penal.

Y como objetivos especificos: Identificar las Victimas del delito y conocer la


intervencion que tiene la victima dentro del proceso penal.

Asi mismo este presente trabajo esta estructurado de la siguiente manera:


CAPÍTULO I

NOCIONES PREVIAS

1.1. LA VÍCTIMA
1.1.1. ETIMOLOGÍA

La palabra víctima proviene del latín victuma y más frecuente “victima”, estas
palabras se usaban en los primeros siglos de la lengua latina, donde se referían
como víctima a los seres humanos o animales vivos que habían sido elegidos para
morir en sacrificios ofrecidos a los dioses. Victimarius era el nombre del verdugo*
encargado de matar a esos hombres o animales, hoy en español, victimario.
(Soca, 2009)

1.1.2. CONCEPTUALIZACIÓN JURIDICA

Es importante para todos los juristas y estudiosos del derecho, tener un concepto
claro de lo que significa víctima, desde el punto de vista jurídico, de ahí que
algunos autores hayan escrito en cuanto al contenido de este concepto, por
ejemplo para “Israel Kraphin, la palabra “víctima” tiene dos significados distintos;
por una parte, se refiere al ser vivo sacrificado a una deidad en cumplimiento de
un mito religioso o dedicado como ofrenda a algún poder sobrenatural, por otra , la
misma palabra se relaciona con la persona que sufre o es lesionada por otra que
actúa movida por una gran variedad de motivos o circunstancias.” (Kraphin, 1989)

En este concepto nos interesa la segunda parte que se refiere a la persona que
sufre una lesión inferida por otra que tuvo alguna circunstancia que lo orilló a
cometer un acto que lesiona a otro individuo.

Así también tenemos el concepto que adoptó la Organización de las Naciones


Unidas en el VI Congreso (Caracas 1980) y el VII Congreso (Hilan 1985), donde
se planteó que el término “víctima”, puede indicar que la persona ha sufrido una
pérdida, daño o lesión, sea en su persona propiamente dicha, su propiedad o sus
derechos humanos, como resultado de una conducta que:

a) Constituya una violación a la legalización penal nacional.


b) Constituya un delito bajo el derecho internacional, que constituya una violación
a los principios sobre derechos humanos reconocidos internacionalmente.

c) Que alguna forma implique un abuso de poder por parte de personas que
ocupan posiciones de autoridad política o económica.

En el VII Congreso de las Naciones Unidas, se llegó a la conclusión de manejar a


las víctimas en dos grupos: las víctimas de delitos y los de abuso de poder.

A).- Víctimas de delitos (artículo 1º.), “Se entenderá por víctimas las personas que
individual o colectivamente hayan sufrido daños, incluidas lesiones físicas o
mentales, sufrimiento emocional, pérdida financiera o menoscabo sustancial de
sus derechos fundamentales, como consecuencia de acciones u omisiones que
violen la legislación penal vigente en los Estados miembros, incluida la que
prescribe el abuso del poder”.

B).- Víctimas del abuso del poder: (artículo 18).- “Se entenderá por víctimas las
personas que, individual o colectivamente, hayan sufrido daños, incluidos lesiones,
físicas o mentales, sufrimiento emocional, pérdida financiera o menoscabo
sustancial de sus derechos fundamentales, como consecuencia de acciones u
omisiones que no lleguen a constituir violaciones del derecho penal nacional, pero
violan normas internacionalmente reconocidas relativas a los derechos humanos”.

CAPÍTULO II

2. LA VÍCTIMA EN EL DERECHO PROCESAL PENAL


2.1. LA VÍCTIMA EN EL PROCESO PENAL

La víctima, en el proceso penal es el sujeto pasivo del delito, es el titular del bien
o interés jurídico afectado, el cual puede ser efectivamente lesionado o solo
puesto en peligro. 

Un bien o interés pertenece a la persona (colectiva o individual), a la sociedad o al


Estado. Es así que el sujeto activo del delito puede ser:

 Una persona natural (delitos contra la vida, libertad, patrimonio, etc.)


 Una persona jurídica (delitos societarios, contra el patrimonio, etc.), incluido
el Estado (delitos contra la administración pública).

La trascendencia de determinar al sujeto pasivo del delito (Agraviado) se traduce


en las consecuencias que recaerán sobre el sujeto activo (Imputado). Es así que,
si el sujeto pasivo tenía una conexión de consanguinidad con el sujeto activo o si
se encontraba bajo los cuidados del sujeto activo, se agravará la responsabilidad
penal de este. (Instituto de Ciencias Hegel, 2021)

2.2. LA VÍCTIMA EN EL NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL

La víctima como uno de los sujetos más importantes en un proceso penal, se


encuentra regulado este apartado denominado VÍCTIMA, en el Título IV del Nuevo
Código Procesal Penal.

La víctima” contiene tres capítulos: “El agraviado”,” El actor civil”,” El


querellante particular”.

2.2.1. EL AGRAVIADO: según el articulo 21 del NCPP, considera agraviado


como:

1. a todo aquél que resulte directamente ofendido por el delito o perjudicado por
las consecuencias del mismo. Tratándose de incapaces, de personas jurídicas o
del Estado, su representación corresponde a quienes la Ley designe.

El jurista español Font Serra (Font Serra, 1991), menciona que «el agraviado es el
sujeto pasivo ofendido que ha sufrido daño criminal. por lo tanto, es el sujeto a
quien de manera directa se le ha violentado el derecho (personal o patrimonial)
como consecuencia de la conducta tipificada. Este puede o no ser titular de
derecho, sin embargo, su participación en el proceso penal será determinante para
acreditar la conducta típica y desvirtuar la presunción de inocencia del sujeto
activo.

2.2.2. EL ACTOR CIVIL O PERJUDICADO:

Velez, sostiene que el actor civil es el sujeto secundario y eventual de la relación


procesal, que deduce una pretensión de resarcimiento o indemnización,
basándose en la presunta existencia de un derecho resarcitoria que le dará
legitimidad para intervenir activamente en el proceso penal.

Cuando la condición de agraviado y actor civil conocido como perjudicado recae


en la misma persona, no generará mayor debate, sin embargo, cuando recae en
personas distintas se debe tomar en cuenta lo establecido en el artículo 98° del
Código Procesal Penal, en cual se establece que «la acción reparatoria en el
proceso penal sólo podrá ser ejercitada por quien resulte perjudicado por el
delito’’.

DIFERENCIAS ENTRE EL AGRAVIADO Y EL ACTOR CIVIL (perjudicado)

Un dato importante es que no siempre el sujeto que sufrió la lesión inmediata va a


ser el perjudicado, pues las normas sustantivas recogen tipos penales en las que
no siempre el agraviado va a ser el perjudicado. Un ejemplo claro es el hurto de un
teléfono celular de propiedad de A, que era usado momentáneamente por B, quien
sufre el hurto del teléfono cuando se disponía a realizar una llamada.

Como se evidencia en el ejemplo, el agraviado del acto delictivo es B, sin


embargo, el propietario del bien o sea el celular era A, por lo que el perjudicado en
términos económicos es A.

2.2.3. QUERELLANTE PARTICULAR

El querellante particular, a diferencia del agraviado y el actor civil que pueden


constituirse en delitos de persecución publica, este puede constituirse en delitos
de persecución privada, es decir en delitos de calumnia, injuria y difamación.
La acción de justicia la realiza mediante la querella, donde el querellante o
también conocido como el ofendido ejerce esta acción ante el órgano jurisdiccional
competente, con el fin de obtener una sanción penal y pago de la reparación civil
contra quien considere responsable del delito en su agravio.

2.3. Las víctimas de los delitos


2.3.1. Víctimas de violencia familiar en niños:

Se refiere a los niños golpeados, maltratados, generalmente por sus propios


padres. La victimización del niño por sus propios padres, ha sido un
comportamiento totalmente marginado por las ciencias médicas, psicológicas y
sociales.

Henry Kempe (1979) expuso en sus observaciones sobre el niño maltratado,


señaló que en la etiología del abuso físico, los padres del niño no tenían
antecedentes de enfermedades mentales (psicóticas) o de antecedentes penales.
Kempe también descubrió que muchos de estos padres habían sufrido también
castigos violentos durante su infancia.

2.3.2. Víctimas de delitos sexuales

La conducta delictiva implica no solo la grave problemática sexual de la


personalidad del autor sino también una conducta de extrema agresividad,
crueldad y sadismo.

La víctima de delitos sexuales presenta mínima defensa y un enorme riesgo de


perder su vida, especialmente cuando son niños o personas discapacitadas o
ancianos. En muchas ocasiones la agresión sexual se inicia con una conducta de
engaño, en la cual la víctima confía y ante la situación de agresión esa confianza
inicial se convierte en una situación de stress que sorprende y paraliza a la víctima
para defenderse o intentar escapar.
Las circunstancias delictivas y la relación de conocimiento entre autor y víctima
son aspectos de enorme importancia para una valoración y comprensión
victimologica. Así también la edad de la víctima, el nivel mental aportan datos
significativos no solo referente a la peligrosidad del autor sino a las consecuencias
físicas y psicológicas que padecerá la víctima. La humillación que sufre la víctima
de un delito sexual, el riesgo de su vida física, moral, social, constituyen aspectos
todavía no comprendidos socialmente, especialmente por las instituciones
asistenciales y por la administración de justicia.

La violación es una conducta ampliamente silenciada porque las víctimas no se


atreven a realizar la denuncia y en muchos casos no se atreven a hablar nunca, ni
con sus familiares o amigas, de que han sido víctimas de un delito sexual.

El miedo, temor que siente la víctima de violación es similar al miedo de la víctima


secuestrada, se siente a merced del delincuente, teme de que la asesine. Teme
perder la vida.

2.3.3. Víctimas menores de edad de abuso sexual

Se trata de los niños víctimas de comportamientos sexuales realizados por


adultos. Comprende desde conductas de exhibicionismo, impudicias con menores,
violación, perversiones, explotación sexual.

Las consecuencias del abuso sexual a niños, son en todos los casos, de extrema
gravedad: daño físico, psicológico y social.

a) Daño físico, especialmente en zona genital.

b) Daño psicológico, por la situación traumática y de stress que pone en peligro su


vida. Las consecuencias se extenderán para toda la vida del niño. Abarcan sus
actividades escolares, familiares, sus relaciones con adultos y niños,
posteriormente incidirá en sus relaciones sexuales como adulto y en general en su
vida.
El daño será más extenso en los casos en que el niño haya sufrido la agresión
sexual de un familiar porque no podrá ser ayudado por su propia familia.

2.3.4. Victimas de robo

A la víctima le son sustraídos objetos de su propiedad. Este delito es el más


frecuente de los hechos cometidos contra la propiedad de las personas, figura
también con los índices más altos en las estadísticas de todos los países. Se
observan en la conducta de robo: víctima circunstancial, es la víctima a la que le
son sustraídas sus pertenencias de una manera “casual”, cualquier persona en su
lugar le hubiera sucedido el mismo hecho.

Existen múltiples tipos de víctimas “elegidas” por los objetos de su pertenencia,


por el lugar, por la edad de la víctima, por el sexo, actividad o profesión. En este
último caso hay profesiones que son mas victimizadas que otras por ejemplo, los
taxistas tienen un alto promedio de asaltos y robos.

La victima imprudente, que con su comportamiento ha facilitado el robo, es una


víctima frecuente. Casos de personas que dejan las llaves puestas en el auto, en
una ciudad o zona densamente poblada. Las circunstancias del robo, la violencia,
intimidación, uso de armas, utilizados por los autores pueden producir daños en la
personalidad de la víctima, cuyas consecuencias pueden alcanzar varios años y
cambios en su comportamiento y estabilidad emocional.

2.4. LA INTERVENCIÓN DE LA VÍCTIMA EN EL PROCESO PENAL

El reclamo de hoy es que la víctima del delito tenga en verdad un papel


protagónico en el proceso penal, se requiere su participación de manera efectiva ,
dejando de ostentar en el mismo un papel marginal para tomar un papel
protagónico junto al inculpado.

Así se pretende que la víctima adquiera un mayor y eficaz reconocimiento a sus


intereses y derechos. Como consecuencia del reclamo existente de que se
permita un mayor protagonismo a la víctima en el proceso penal es que se habla
de asistencia a la víctima, pues se pretende que para ello reciba apoyo en lo que
toca a su tutela dentro del propio proceso penal y por otro lado. Respecto a los
delitos de persecución privada, a la búsqueda del resarcimiento de las
consecuencias materiales y morales que le ha producido el delito.

Rene Nuñez Yebra, nos menciona que “en la fase Procesal diferenciamos dos
etapas no muy distantes por las circunstancias y efectos provocados en las
mismas víctimas: la instrucción y el juicio, en estas etapas interviene el Ministerio
Publico, los Abogados de Oficio, los Jueces, los Magistrados, y el personal
administrativo, por lo que es necesario diferenciar dos momentos casi paralelos: el
primero que corresponde a la Imagen perceptiva de la victima por parte de los
Funcionarios y el segundo correspondiente a los actos, conductas y actitudes
efectuados por los mismos con su autoridad y con su preparación jurídico-
criminologica hacia la persona victimizada .

Las normas del procedimiento penal emanan del texto constitucional rodeándolo
así de una serie de garantías que se expanden y afectan a todos los actos del
proceso; esas garantías no están de casualidad ahí, exigen su observancia y
aplicación dentro del proceso.

Como ya se he señalado, acerca que la víctima ha sido relegada a un segundo


plano en el proceso penal, lo que no le ha permitido hacer valer sus derechos en
el proceso. Se le ha dejado tan solo con la posibilidad de formular querellas en
delitos contra el honor, además de formular denuncias y coadyuvar con el órgano
de acusación, lo que sin duda ocurre en forma limitada; al formular la denuncia ya
no puede sustraerse al procedimiento iniciado, se le considera como un testigo de
los hechos y por lo mismo se le niega un abogado.

En numerosas ocasiones ocurre que la víctima no es informada de la situación


que guarda la investigación en el proceso no recibe asesoría de ningún tipo que la
mantenga orientada de lo que sucede, es abandonada por el investigador que
olvida que la víctima tiene un papel preponderante en los hechos y no es llamada
a coadyuvar en el impulso de la investigación; se le limita.

Por lo tanto debe de entenderse que el Estado como garante de la paz y el orden
público no se agota al imponer castigo al delincuente, sino que debe de igual
forma incorporar la tutela y asistencia a la víctima del delito conforme al sistema
penal en su conjunto y sus finalidades. El papel de la víctima al denunciar el delito
es primordial, ya que sino existe queja, en los casos de querella necesaria, el
Ministerio Publico no puede proceder, aun cuando se haya enterado de los
hechos; la víctima es el principio en virtud de que a través de su denuncia o
querella se pone en acción el sistema de justicia penal.

Hay que entender que si la víctima no se siente bien acogida y a veces incluso
recibe maltrato por parte de las autoridades, se sufren una serie de contratiempos
que ahuyentan a la víctima y se impide que se prosiga con el conocimiento de la
causa obstruyéndose así el sistema de justicia penal.

Por otro lado, es necesario fortalecer la cultura de la denuncia, ya que la víctima,


como menciona Rodríguez Manzanera “es un importante agente informal del
control del crimen , no solamente en su decisión de denunciar, sino en su
persistencia para lograr que la denuncia siga su curso”. “La confianza que
deposita el sistema de Justicia Penal en la víctima es una poderosa herramienta
de negociación para quienes buscan un reconocimiento mas pleno de las
necesidades y los derechos de las víctimas”

Una vez que la víctima ha auxiliado a las autoridades policíacas en la


investigación de los hechos delictuosos y, en ocasiones en la captura del presunto
responsable se inicia el proceso; de acuerdo al Sistema Procesal, la víctima tiene
ciertas funciones dentro del proceso penal: a) Iniciar el proceso. b) Coadyuvar con
el Ministerio Publico. c) Ser testigo de cargo. d) Presentar Pruebas. e) Terminar el
proceso. En nuestro sistema penal, la víctima pasa a ser coadyuvante del
Ministerio Publico simplemente.
CAPÍTULO III

3. DERECHOS Y DEBERES DEL AGRAVIADO CONTEMPLADOS EN EL


NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL

3.1. DERECHOS DEL AGRAVIADO

Según el artículo 95 del Código Procesal Penal regula una lista de derechos que le


asiste al agraviado:

3.1.1. El agraviado tendrá los siguientes derechos:

a) A ser informado de los resultados de la actuación en que haya


intervenido, así como del resultado del procedimiento, aun cuando no haya
intervenido en él, siempre que lo solicite.

Una de las peticiones que puede solicitar el actor civil al fiscal del caso es saber la
concurrencia o no de la declaración del imputado, testigo, etc. Y por supuesto, la
declaración del propio agraviado a nivel policial o fiscal, en la que se ha
determinado una serie de actuaciones procesales para mejor investigación fiscal.

b) A ser escuchado antes de cada decisión que implique la extinción o


suspensión de la acción penal, siempre que lo solicite.

La oportunidad del agraviado recae en plantear una solicitud previa antes del
pronunciamiento de la autoridad fiscal o judicial. Sería lógico que se actúe de
oficio, sin embargo, ello no sucede. Prácticamente el agraviado esta “metido” en
todo seguimiento, reclamo u otra acción de índole personal. En ocasiones, se ha
visto que algunos abogados en lugar de asesorar o patrocinar dejan en
indefensión jurídica al agraviado.

c) A recibir un trato digno y respetuoso por parte de las autoridades


competentes, y a la protección de su integridad, incluyendo la de su familia.
En los procesos por delitos contra la libertad sexual se preservará su
identidad, bajo responsabilidad de quien conduzca la investigación o el
proceso.

En principio, «a recibir un trato digno» está relacionado con la dignidad que le


asiste a toda persona, en especial al justiciable. Es decir, «… significa el respeto
irrestricto a la integridad moral, psíquica y física de la víctima, a su libre desarrollo
y bienestar, cuya obligación es de todo semejante, más aún de los funcionarios o
servidores públicos, quienes al atender y oír a las víctimas no le hacen favor
alguno. Con ello únicamente están cumpliendo su deber».

El respeto tiene que ver con la atención que reciba el agraviado en su declaración,
seguimiento del caso, etc., muchas veces, algunas autoridades hacen omiso que
deben tratar con respeto y calidad humana al agraviado.

Ahora bien, la protección de su integridad de la agraviada media frente a posibles


amenazas, coacciones u hostigamientos por parte del imputado, o familiares de
esta. En otras palabras, la declaración del agraviado es pieza fundamental en toda
investigación y, desde luego, los medios probatorios que pudiera presentar,
testigos o peritajes al caso.

Entonces, si es de otorgarse medidas de protección al agraviado, pues debe


realizarse en pro de salvaguardar toda investigación y, sobre todo, su integridad
personal y familiar.

d) A impugnar el sobreseimiento y la sentencia absolutoria.

Es un derecho constitucional que le asiste al agraviado, es decir, es el derecho a


la pluralidad de instancia. Entonces, impugnar el sobreseimiento y la sentencia
absolutoria es en pro de salvaguardar sus derechos y/o intereses personales. Por
lo que, la finalidad de impugnar una decisión resuelta es para mejor decisión o
pronunciamiento del órgano superior jerárquico.

3.1.2. El agraviado será informado sobre sus derechos cuando interponga la


denuncia, al declarar preventivamente o en su primera intervención en la
causa.

Los derechos que le asiste son varios, por ejemplo: concurrir a las instalaciones
policiales o fiscales para informarse de su avance, de la actuación realizada o por
realizarse, solicitar copias simpes o certificadas de las actuaciones procesales,
asistir a su declaración con su Abogado de libre elección, a ser notificado de las
acciones que realicen las autoridades, etc.

3.1.3. Si el agraviado fuera menor o incapaz tendrá derecho a que durante las
actuaciones en las que intervenga, sea acompañado por persona de su
confianza.

La persona de confianza radica principalmente en sus familiares cercanos,


ejemplo: el padre, la madre, el hermano u otro que se considere de su confianza.
No se descarta, la posibilidad que también asista su Abogado de libre elección.

3.2. Derechos de la Victima según la Declaración sobre los principios


fundamentales de justicia para las víctimas de delitos y del abuso de poder

En el marco de la evolución de los derechos de la víctima, en la actualidad se


puede señalar que son tres los derechos que se le reconocen básicamente y son
regulados por este instrumento internacional: (Defensoría del Pueblo, 2012).

3.2.1. Acceso a la justicia penal y trato justo.-

Ello implica que deben existir mecanismos judiciales y administrativos que


permitan a la víctima obtener reparación mediante procesos rápidos, justos, poco
costosos, y accesibles. Asimismo, se le debe brindar información necesaria sobre
su proceso. En dicho contexto se debe asegurar un trato digno considerando el
daño que ha sufrido que puede haber afectado su salud física, psicológica y
emocional, por lo que se le debe brindar una atención en todos estos niveles. El
daño será resarcido de la mejor manera posible, por lo que el proceso debe ser
idóneo para dicho objetivo.

3.2.2. Asistencia a las víctimas. -

Se debe brindar asistencia médica, material, psicológica y social a la víctima,


mediante:

• El acogimiento urgente e inmediato, que pretende escuchar a la víctima,


ayudarla a formular la denuncia, así como buscarle alojamiento, asistencia
médica y asistencia psicológica.
• El programa de asistencia a nivel afectivo y práctico durante el desarrollo
del proceso penal (mediante las Oficinas de Ayuda o Asistencia a la
Víctima).
3.2.3. Resarcimiento e indemnización.-

La reparación civil comprende tanto la devolución de bienes, como el pago de los


daños sufridos, el reembolso de los gastos realizados como consecuencia de la
victimización y del proceso, la prestación de servicios y la restitución de derechos.
El resarcimiento debe ser realizado de la manera más pronta y efectiva posible.
Los responsables del daño deben resarcir tanto a la víctima como a sus familiares
u otras personas que tengan relación con el daño causado.

Cuando el daño es ocasionado por funcionarios o agentes públicos, es el Estado


el obligado a responder por ellos. Cuando ha sido insuficiente la indemnización del
responsable del delito, el Estado ha de procurar prestar la indemnización
económica correspondiente, especialmente en el caso de víctimas que hayan
sufrido graves daños corporales o menoscabo de su salud física o mental.
Asimismo, en el caso de los familiares, especialmente de las víctimas que hayan
muerto o quedado con discapacidad (física o mentalmente). Para ello se considera
la necesidad de fondos destinados a la indemnización de víctimas.

3.3. DEBERES DEL AGRAVIADO


Así como el agraviado tiene derechos y medidas de protección a su favor,
también tiene deberes que cumplir como tales:

3.3.1. Acudir a las diligencias a las que sea citado

Aquí el agraviado deberá a comparecer a todas las diligencias en que ha sido


citado, es decir que tiene el deber de acudir personalmente ante el órgano
jurisdiccional con el fin de que se lleve a cabo con el normal funcionamiento del
proceso.

Las víctimas, testigos, peritos, etc; podrán ser citados por medio de la policía o por
el personal oficial de la Fiscalía o del órgano jurisdiccional, según las directivas
que sobre el particular dicte el órgano respectivo. En caso de urgencia podrán ser
citados verbalmente, por teléfono, por correo electrónico de lo que se hará constar
en las resoluciones motivadas.

3.3.2. Declarar como testigo en las actuaciones de la investigación y


del juicio oral.

El agraviado no solo es víctima sino el principal testigo del proceso, ya que es


quien que por el daño físico o patrimonial que sufrió materializa la acción penal
con representación del Ministerio Público: la formalización de la denuncia penal,
en un primer momento, y luego con la acusación ante el Juzgado competente,
siendo así que al materializar la acción penal se lleva a cabo o se inicia el proceso,
pues sin agraviado no hay proceso.

siendo así el agraviado tiene el deber de testificar cuando el juez lo requiera, y


esto mayormente es cuando ya se lleva a cabo el juicio oral, aquí el juez o el fiscal
hasta el abogado defensor del imputado interroga a la víctima como preguntado:
¿cómo sucedieron los hechos?, ¿en qué lugar se llevó a cabo el delito?, etc.

3.3.3. Colaborar con el esclarecimiento del hecho delictivo y de la


intervención de los responsables.

Este deber hace que el agraviado está obligado a participar en cualquier diligencia
que se lleva acabo con el fin de esclarecerse el hecho punible, como, por ejemplo:
¿cómo se llevó a cabo el delito?, esclareciendo el modus operandi del imputado, si
ejerció violencia o algún arma letal, o si reconoció que a la persona que denuncio
es el verdadero culpable de su agravio.

3.4. MEDIDAS DE PROTECCIÓN PARA LA VÍCTIMA EN EL PROCESO


PENAL

Al hablar de derechos que poseen los agraviados, también es relevante abordar


las medidas de protección que se dictan en el proceso penal, las cuales están
destinadas a quienes en calidad de testigos, peritos, agraviados que conocen
información relevante para el proceso penal en el que intervienen y que, en razón
de este conocimiento, son expuestos a diversas amenazas en contra de su
integridad física o psicológica. (Valderrama Macera, 2021)

En caso de ser necesario y en atención a la gravedad del peligro, estas medidas


incluso se extienden hasta el cónyuge, conviviente, hijos y demás integrantes del
entorno familiar del beneficiado, hasta el cuarto grado de consanguinidad y
segundo de afinidad.

Las medidas de protección que pueden ordenarse se encuentran en el artículo


248 del CPP y son las siguientes:

Artículo 248.- Medidas de protección

a) Protección policial.

b) Cambio de residencia.

c) Ocultación de su paradero.

d) Reserva de su identidad y demás datos personales en las diligencias que se


practiquen, y cualquier otro dato que pueda servir para su identificación,
pudiéndose utilizar para ésta un número o cualquier otra clave.

e) Utilización de cualquier procedimiento que imposibilite su identificación visual


normal en las diligencias que se practiquen.
f) Fijación como domicilio, a efectos de citaciones y notificaciones, la sede de la
Fiscalía competente, a la cual se las hará llegar reservadamente a su destinatario.

g) Utilización de procedimientos tecnológicos, tales como videoconferencias u


otros adecuados, siempre que se cuenten con los recursos necesarios para su
implementación. Esta medida se adoptará para evitar que se ponga en peligro la
seguridad del protegido una vez desvelada su identidad y siempre que lo requiera
la preservación del derecho de defensa de las partes.

h) Siempre que exista grave e inminente riesgo para la vida, integridad física o
libertad del protegido o la de sus familiares y no pueda salvaguardarse estos
bienes jurídicos de otro modo, se podrá facilitar su salida del país con una calidad
migratoria que les permita residir temporalmente o realizar actividades laborales
en el extranjero.

CAPÍTULO IV

LA INCLUSIÓN DE LA VÍCTIMA EN ACTUAL SISTEMA DE JUSTICIA PENAL

El Ministerio de Justicia y Derechos Humanos ha empezado a


desarrollar desde el año 2011 una agenda de inclusión social, como
parte de las políticas del nuevo sistema penal, para centrarse
fundamentalmente en el desarrollo de políticas de acceso a la justicia de las
personas excluidas, brindándoles defensa legal y atención jurídica gratuita.
Para abordar integralmente esta materia es imprescindible mejorar y ampliar
los servicios existentes (de asesoría legal), los cuales han sido recibidos en
estado crítico.

INSTITUCIONES QUE BRINDAN ATENCIÓN A LA VÍCTIMA EN EL PROCESO


PENAL

A raíz de lo mencionado anteriormente, también he considerado conveniente


mencionar y hablar brevemente de algunas instituciones que brindan atención a
las víctimas.
Programa Nacional de Asistencia a Víctimas

Como se ha señalado, uno de los derechos de toda víctima de un delito es ser


asistida y protegida. En tal sentido, resultaba lógico que la nueva norma procesal
penal estableciese disposiciones al respecto. En dicho contexto se entiende y
justifica la creación de un Programa Nacional de Asistencia a Víctimas y Testigos
del Ministerio Público, con ocasión de la entrada en vigencia del NCPP.

Para regular este Programa en el 2006 se elaboró el Reglamento del Programa de


Asistencia a Víctimas y Testigos que establece la creación de este Programa.

El Programa está dirigido a la víctima, entendida como aquella persona que


resulte directamente ofendida por el delito, perjudicado por sus consecuencias o
haya sufrido menoscabo a sus derechos fundamentales.

A fines de Septiembre de 2011 se modificó este Programa de Defensa de


Víctimas, con la finalidad de tomar acciones concretas en defensa de las
víctimas de delitos y teniendo como objetivo la inclusión social de todos los
ciudadanos, en esta modificación no solo el Ministerio Público se encargaba de la
defensa o asistencia de la víctima sino que se contratan a abogados que actuaban
ante un caso como defensores públicos que brindan asistencia legal al agraviado.

Durante este periodo de atenciones se pudo apreciar que, las víctimas que
acudían para la respectiva asesoría técnico - legal, provenían de los distintos
Distritos y Conos de la Capital de La República; personas de muy escasos
recursos económicos, con problemas no sólo legales, sino además por falta
de comunicación, falta de conocimientos, educación, económicos, entre
otros, siendo así el Programa de Defensa de Víctimas, empezó a proveer
de servicios profesionales para defensa técnico - legal en todo el país a un
sector muy vulnerable de la población que sufre una doble victimización (de
ser objeto de un delito y no tener quien los defienda), programa orientado
sobre todo a la defensa de las víctimas de los delitos de Trata de Personas, de
Abuso Sexual infantil, Trabajo Forzado, Minería Ilegal, Delitos Ambientales y
aquellos que atentan contra la seguridad ciudadana; para lo cual se convocó
a concurso público plazas para Defensores Públicos en lo Penal que se
avocarán exclusivamente al seguimiento de casos de víctimas de delitos.

Las medidas asistenciales que el equipo multidisciplinario puede brindar son las
siguientes:

• Asistencia legal: ofrecer información sobre los derechos que le asisten durante la
investigación y el proceso judicial, así como las medidas de protección que puede
recibir. También debe orientársele respecto a su participación en las diligencias y
proponer su derivación a la red legal asistencial si corresponde.

• Asistencia psicológica: se debe apoyar la labor del fiscal proporcionando a la


víctima y testigo el soporte adecuado para que pueda enfrentar.

adecuadamente las consecuencias del delito y las perturbaciones que puedan


generarse por las diligencias procesales en las que deba intervenir, de tal manera,
que se pueda dar un testimonio idóneo. • Asistencia social: apoyo de la labor del
fiscal, evaluando la situación familiar y socio-económica de la víctima y testigo.

Por ejemplo tenemos casos de delitos de minería ilegal, que se desarrollan en la


selva peruana y generan otros delitos conexos con aquel y nuevas
víctimas surgen en el camino, víctimas que no poseen recursos
económicos, que además se ven alejadas de sus hogares, de sus familias,
que no tienen educación, que están obligadas a trabajar laboral o sexualmente sin
recibir pago alguno, en lugares donde el Estado no ejerce realmente sus
derechos ni sus deberes.

La selva peruana se viene desforestando cada vez más por causa de la


minería ilegal y la tala indiscriminada de árboles, sin que exista una política
criminal de Estado que ponga freno a estos hechos criminales que afectan
a muchas personas, a la sociedad y al Estado. Los Defensores Públicos
contratados que atienden y atenderán este tipo de casos, además de analizar
la parte técnico - legal, deberán gestionar con las autoridades de cada Distrito
Judicial donde se encuentren, para que las víctimas de estos delitos sean
real y efectivamente atendidas por el Estado, deberán velar porque se les
resarza el derecho que se les vulneró (en lo posible) y tratarán de generar
los mecanismos para evitar que se siga cometiendo estos hechos criminales.
Estos Defensores Públicos deberán realizar además acciones de investigación,
para poder encontrar las causas o el origen de estos hechos ilícitos que se
vienen cometiendo en el interior de nuestro país.

Y también he considerado conveniente compartir un dato importante, pues en


nuestra región de Tumbes , el Ministerio Publico, en el año 2021  implementó
nuevos ambientes para el funcionamiento de una cámara Gesell y la primera sala
transitoria de la Unidad de Asistencia a Víctimas y Testigos (Udavit), a fin de
garantizar la protección de las víctimas de violencia, trata de personas y sus
formas de explotación, y evitar la revictimización de las mismas.

La nueva infraestructura es producto del trabajo coordinado entre el Ministerio


Público, mediante la Fiscalía Especializada en Delitos de Trata de personas de
Tumbes, y CARE Perú, institución que promueve la dignidad y la defensa de los
derechos humanos, con el programa “Respuesta covid-19 en Perú”.

PROGRAMA NACIONAL PARA LA PREVENCIÓN Y ERRADICACIÓN DE LA


VIOLENCIA CONTRA LAS MUJERES E INTEGRANTES DEL GRUPO
FAMILIAR – AURORA

El Programa AURORA tiene como finalidad diseñar y ejecutar, a nivel nacional,


acciones y políticas de atención, prevención y apoyo a las personas involucradas
en hechos de violencia familiar y sexual, contribuyendo así a mejorar la calidad de
vida de la población. En ese sentido, en el departamento de Tumbes los servicios
que brinda este programa son:

1.1 Centro Emergencia Mujer – CEM: Servicio público especializado y gratuito, de


atención integral y multidisciplinaria, para víctimas de violencia contra la mujer
e integrantes del grupo familiar, en el cual se brinda orientación legal, defensa
judicial y consejería psicológica.

Respecto de las víctimas brindan:


• Atención psicológica.- Que busca el restablecimiento de la estabilidad emocional
y fortalecer los recursos personales de la persona afectada, desarrollando un
proceso mediante el cual se recupera su capacidad perdida para defenderse
frente a la violencia, valorarse como persona, tener confianza y disfrutar de la vida.
Para ello el CEM brinda un conjunto de atenciones que van desde la evaluación,
orientación, contención emocional, consejería, terapia breve y la inserción en un
servicio de rehabilitación disponible en el sistema de salud.

• Asistencia social.- Tiene por objetivo generar un soporte de protección social


para la persona afectada, para lo cual se realiza el diagnostico social (identificando
factores de riesgo y factores de protección), efectúa gestiones sociales,
derivaciones a servicios complementarios e integra a la persona afectada en una
red de apoyo y protección.

• Asistencia en el área legal.- Busca el acceso a la justicia para las personas


afectadas por violencia familiar y sexual sanción a los agresores y resarcimiento
del daño. Entre las principales acciones se encuentran: la asesoría u orientación
legal55, la formulación de denuncia o demanda56, medidas cautelares de
protección solicitadas57, participación en audiencias58, investigaciones tutelares
patrocinadas, retiro o separación de la persona agresora59, solicitudes de
detención60 y diligencias61. Asimismo los CEM realizan acciones preventivas
promocionales (difusión y capacitación) hacia la población a fin de evitar que la
violencia se extienda.

Para un mejor entendimiento sobre lo importante que son estos Centros de


Emergencia Mujer en nuestra Region de Tumbes, podemos visualizar un cuadro
donde se detalla con cifras los casos que han sido atendidos.

en el año 2021, hubieron 2 165 Casos atendidos por violencia y 64 678


Actividades en atención por violencia. A través de 1 215 acciones preventivas se
sensibilizó e informó a 21 255 personas.
Mientras que lo que va del año desde enero hasta Junio del 2022 se atendieron
998 Casos por violencia y 34 514 Actividades en atención por violencia, A través
de 633 acciones preventivas se sensibilizó e informó a 10 665 personas.

1.2. Línea 100: Servicio gratuito que atiende las 24 horas del día, especializado
en brindar información, orientación, consejería y soporte emocional a las personas
afectadas o involucradas en hechos de violencia familiar o sexual y a quienes
conozcan sobre algún caso de maltrato en su entorno mediante atención
telefónica a nivel nacional.

CAPÍTULO V

CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES

CONCLUSIONES
A raíz de lo expuesto en mi investigación he llegado a las siguientes conclusiones:

El rol de la victima dentro del proc

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