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Resumen Instrumentos-2 3364

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UNIVERSIDA LATINA DE PANAMÁ

FACULTAD DE CIENCIAS DE LA EDUCACION


LICENCIATURA EN PSICOLOGIA

ELABORACION DE INSTRUMENTOS

RESUMEN
FUNDAMENTOS DE LA MEDICION PSICOLOGICA

YANETH RUIZ

PANAMA, 18 DE ENERO DE 2020


FUNDAMENTOS DE LA MEDICION PSICOLOGICAS

Perspectiva Histórica

En el libro tests psicológicos y evaluación, del autor Lewis R. Aiken se plantea


que, en todo el mundo, las pruebas han llegado a tener una gran influencia en la
vida y la carrera de las personas. Sin embargo, los instrumentos de evaluación
psicológica no se limitan apruebas publicadas. Se dispone de muchas pruebas
inéditas, además de cuestionarios, inventarios, escalas de medición y listas de
opción múltiple, tanto publicadas como inéditas. Siempre que se requiera de
información para tomar decisiones con respecto a la gente, o para ayudarla a
elegir el rumbo de sus actos relativos a una futura situación educativa o laboral,
posiblemente se use algún tipo de instrumento de evaluación.

Hace casi 2,500 años, Platón y Aristóteles escribieron acerca de las diferencias
individuales, e incluso ya tenían como antecesores de esta actividad a los antiguos
chinos, Este sistema, de acuerdo con el cual se examinaba a los funcionarios cada
tres años para evaluar su destreza en música, tiro con arco, equitación, escritura,
aritmética, así como en ritos y ceremonias públicas y privadas, fue continuado por
sucesivos gobernantes chinos, quienes incluyeron conocimientos de la ley civil,
asuntos militares, agricultura, rentas públicas, geografía, composición y poesía
(Green, 1991). Se trataba de exámenes orales, más que escritos, que evaluaban
no solamente lo que los examinados respondían, sino también el cómo lo decían.

Durante el siglo XIX, los gobiernos británicos, francés y alemán diseñaron sus
exámenes para el servicio civil tomando el antiguo sistema chino como patrón.
Durante la Edad Media era prácticamente inexistente cualquier preocupación por
la individualidad. No obstante, hacia el siglo XVI, se tornó más progresista, menos
doctrinaria y fue desarrollándose la idea de que las personas eran únicas y tenían
derecho a afirmar sus dones naturales y a mejorar su posición en la vida. no fue
sino hasta finales del siglo XIX cuando realmente se inició la evolución del estudio
científico de las diferencias individuales en cuanto a aptitudes y personalidad.
Medición mental en el siglo XIX

A principios del siglo XIX, los científicos solían considerar las diferencias en cuanto
a habilidades sensorio motrices y mentales sobre todo como un fastidio o una
fuente de error. Debido a que la búsqueda de leyes generales en la naturaleza es
difícil cuando las mediciones de fenómenos naturales son imprecisas y no
confiables, los físicos dirigieron su atención hacia la construcción de instrumentos
que fueran más precisos y consistentes que la sola observación humana.
Impulsado por los escritos de Charles Darwin sobre el origen de las especies y por
el surgimiento de la psicología científica, el interés por el estudio de las diferencias
individuales creció durante la última parte del siglo XIX. Fue entonces cuando
Gustav Fechner, Wilhelm Wundt, Hermann Ebbinghaus y otros psicólogos
experimentales demostraron que los fenómenos psicológicos podían ser descritos
en términos cuantitativos y racionales.

La investigación de psiquiatras y psicólogos franceses en temas históricos y


profesionales sobre perturbaciones mentales influyó en el desarrollo de técnicas
de evaluación y tests, y el aumento de la atención dedicada a los exámenes en las
escuelas estadounidenses dio como resultado el desarrollo de medidas
estandarizadas de los logros académicos. Muchas personas de varios países
desempeñaron papeles significativos en la fase pionera de la medición mental.
Francis Galton, J. McKeen Cattell y Alfred Binet. Francis Galton, primo del
naturalista Charles Darwin, fue un caballero inglés que se interesó en las bases
hereditarias de la inteligencia y en la medición de las habilidades humanas.

Galton realizó mediciones con más de nueve mil personas, cuyas edades iban de
los 5 a los 80 años. Entre sus contribuciones metodológicas figura la técnica de
co-relaciones, que sigue siendo un método popular para analizar calificaciones de
pruebas. Cattell intentó relacionar las calificaciones de las mediciones de tiempo
de reacción y discriminación sensorial con las calificaciones escolares. Clark
Wissler y otros investigadores descubrieron que las relaciones, o correlaciones,
entre el desempeño en las pruebas y el logro académico eran muy bajas. Tocó a
otro psicólogo francés, Alfred Binet, construir la primera prueba mental que
contribuyó en forma significativa a la predicción del aprovechamiento académico.

Las pruebas a principios del siglo xx

En 1904 Alfred Binet y a su socio, el doctor Théodore Simon, fueron comisionados


para que elaboraran un procedimiento de identificación de niños que al parecer
fueran incapaces de sacar el provecho suficiente en las aulas escolares normales.
Binet y Simon construyeron una prueba, para ser administrada individualmente,
que consistía en 30 problemas dispuestos en orden creciente de dificultad. Los
problemas de esta primera prueba de inteligencia práctica, que se publicó por
primera vez en 1905, pusieron énfasis en la habilidad para juzgar, comprender y
razonar. En 1908 se publicó esta prueba revisada, conteniendo entonces una gran
cantidad de subpruebas clasificadas por niveles de edad, de los 3 a los 13 años.
Al calificar la revisión de 1908 de la Escala de Inteligencia de Binet-Simon, se
introdujo el concepto de edad mental como una forma de cuantificar el desempeño
general de una persona en la prueba.

Otros pioneros en pruebas y evaluaciones psicológicas fueron Charles Spearman


en teoría de los tests, Edward Thorndike en pruebas de aprovechamiento, Lewis
Terman en pruebas de inteligencia, Robert Woodworth y Hermann Rorschach en
pruebas de personalidad, y E. K. Strong hijo en mediciones de interés. El trabajo
de Arthur Otis con pruebas de inteligencia administradas colectivamente condujo
directamente a la elaboración de los Exámenes Alfa y Beta del ejército por parte
de un comité de psicólogos durante la Primera Guerra Mundial.

LOS TESTS COMO UNA PROFESIÓN

El campo de aplicación de los tests psicológicos ha crecido rápidamente desde la


década de 1920 y en la actualidad se producen y distribuyen comercialmente
cientos de estas pruebas. Después de la Segunda Guerra Mundial, las pruebas
estandarizadas, en particular las orientadas a evaluar los aprovechamientos
académicos, se expandieron por todo el mundo.
Fuentes de información

La información concerniente a tests psicológicos y otros instrumentos de


evaluación puede encontrarse en páginas Web y en los catálogos de las empresas
que los distribuyen. Tal vez la forma más directa de obtener información sobre
pruebas de aplicación común sea consultar ERIC/AE Test Locator. Para encontrar
detalles sobre pruebas y escalas inéditas, también pueden consultarse: Directory
of Unpublished Experimental Mental Measures.

Clasificación de pruebas

Las pruebas se pueden clasificar según su contenido, la forma en que se


elaboraron, el parámetro para cuya medición se diseñaron, el propósito de su
aplicación, e incluso de acuerdo con la manera en que se administran, califican e
interpretan. Por lo general, las pruebas estandarizadas poseen normas; esto es, a
partir de las puntuaciones crudas obtenidas en la muestra de estandarización, se
calculan varios tipos de calificaciones transformadas. Las normas sirven como
base para interpretar los resultados de las personas que se someten a la prueba
después. Todavía más comunes que las pruebas estandarizadas publicadas son
los exámenes escolares no estandarizados, los que suelen elaborar los maestros
de manera informal. Las pruebas también se clasifican como individuales o
colectivas. Una prueba individual, como la Escala de Inteligencia de Wechsler para
Niños, se administra a un examinando en cada ocasión. Una prueba colectiva,
como la Prueba de Aptitudes Cognoscitivas, puede administrarse
simultáneamente a muchos examinandos. Mientras que la dicotomía de pruebas
individuales contra pruebas colectivas se refiere a la eficiencia de la
administración, la dicotomía de velocidad contra potencia corresponde al tiempo
límite que se da para resolver una prueba. Una prueba de velocidad simple consta
de muchos reactivos, pero los límites de tiempo son muy estrictos y casi nadie
termina en el lapso asignado. Los límites de tiempo en una prueba de potencia
son amplios para la mayoría de los examinandos, pero la prueba contiene
reactivos más difíciles que los de una prueba de velocidad.
Una tercera dicotomía se presenta en la clasificación: pruebas objetivas contra no
objetivas, y se refiere al método de calificar una prueba. Una prueba objetiva tiene
normas de calificación precisas ya establecidas y puede ser calificada por un
empleado. Por otra parte, calificar pruebas de ensayo y ciertos tipos de tests de
personalidad es muy subjetivo y los resultados pueden variar cuando una misma
prueba es calificada por personas distintas. La distinción entre pruebas verbales y
no verbales también se refiere a la forma de la respuesta requerida. Las pruebas
que exigen respuestas orales o escritas a menudo reciben el nombre de pruebas
verbales, mientras las que piden a los examinandos señalar las respuestas
correctas, construir algo o manipular materiales de prueba (armar rompecabezas,
introducir bloques en agujeros y similares) se denominan pruebas no verbales o
pruebas de ejecución.

Otra clasificación de pruebas amplia, según su contenido o proceso, es en


cognoscitivas contra afectivas. Las pruebas cognoscitivas intentan cuantificar los
procesos y productos de la actividad mental y pueden clasificarse como
mediciones de rendimiento y aprovechamiento. El de rendimiento evalúa el
conocimiento de algún tema u ocupación académica y el de aprovechamiento está
enfocada al comportamiento futuro. Las pruebas afectivas se diseñan para evaluar
intereses, actitudes, valores, motivos, rasgos de carácter y otras características de
personalidad no cognoscitivas.

Objetivos y usos de las pruebas

El objetivo principal de las pruebas psicológicas en la actualidad es el mismo que


el prevaleciente en todo el siglo XX: evaluar el comportamiento, las aptitudes
cognoscitivas, los rasgos de personalidad y otras características individuales y de
grupo, a fin de ayudar a formarse juicios, predicciones y decisiones sobre la gente.
De manera más específica, las pruebas se usan para:

1. Seleccionar aspirantes a empleos y programas educativos y de capacitación.

2. Clasificar y colocar a las personas en contextos educativos y laborales.


3. Asesorar y guiar a las personas con propósitos de asesoría educativa,
vocacional y personal.

4. Conservar o despedir, promover y rotar estudiantes o empleados en programas


educativos, de capacitación y en situaciones laborales.

5. Diagnosticar y prescribir tratamientos psicológicos y físicos en clínicas y


hospitales.

6. Evaluar cambios cognoscitivos, intra o interpersonales relativos a programas


educativos, sicoterapéuticos y otros de intervención en el comportamiento.

7. Supervisar la investigación sobre cambios en el comportamiento a lo largo del


tiempo y evaluar la eficacia de nuevos programas o nuevas técnicas.

Además de analizar y describir características individuales, las pruebas pueden


utilizarse para evaluar ambientes psicológicos, movimientos sociales y otros
acontecimientos psicosociales.

ÉTICAY NORMAS DE LOS TESTS

Una de las preocupaciones constantes de las organizaciones profesionales de


psicólogos y educadores es que las pruebas disponibles comercialmente deberían
medir efectivamente lo que declaran sus autores, editores y distribuidores que
contiene las normas recomendadas para la elaboración y aplicación de pruebas.
En ella se abordan con cierto detalle los criterios para evaluarlas, la práctica de su
aplicación y los efectos de su uso.

Preparación de los usuarios de pruebas

La preparación requerida para aplicar, evaluar e interpretar pruebas varía en cierta


medida de acuerdo con el tipo de prueba en particular. Las normas de preparación
para los usuarios son más estrictas en el caso de pruebas individuales que en
pruebas colectivas, y en pruebas de inteligencia y personalidad que en las de
rendimiento y aptitudes especiales. Los prestigiados editores comerciales de
pruebas solicitan que los compradores cumplan con ciertos requisitos,
dependiendo del carácter de la prueba y/o del grado de preparación necesario
para aplicarla.

Códigos de ética

El uso ético de pruebas puede controlarse en cierta medida mediante un código de


ética al que se suscriben los profesionales en aplicación de pruebas y los editores.
La Asociación Americana de Psicología (APA), la Asociación Americana de
Personal y Asesoría (APGA) y el Consejo Nacional de Medición en Educación
(NCME) tienen códigos de ética correspondientes a la aplicación de pruebas y a la
prestación de otros servicios psicológicos. Los códigos de ética de la APA, la
APGA y el NCME abarcan muchos de los temas de la aplicación, normalización,
confiabilidad y validez de las pruebas que se incluyen en los Standards for
Educational and Psychological Testing (AERA, APA y NCME, 1999). Los tres
códigos destacan la importancia de considerar el bienestar del examinando o
cliente y de protegerlo del mal uso de los instrumentos de evaluación.

Con respecto a la evaluación y el diagnóstico, en “Ethical Principles of


Psychologists and Code of Conduct” se subraya que la evaluación y el diagnóstico
deberían ser realizados sólo en un contexto profesional y por parte de
especialistas capacitados y competentes en las pruebas adecuadas. También se
pone énfasis en la aplicación de procedimientos científicos para diseñar y
seleccionar pruebas y técnicas que sean apropiadas para poblaciones específicas;
la interpretación juiciosa de los resultados de las pruebas; el uso cuidadoso de las
calificaciones de las pruebas y los servicios de interpretación, y (4) explicaciones
claras pero cuidadosas de los hallazgos de la evaluación. La simple existencia de
pruebas de alta calidad y de un conjunto de normas y principios para sus editores,
distribuidores y consumidores no garantiza que éstas se apliquen e interpreten de
manera adecuada. Los encargados de aplicar e interpretar las pruebas son
responsables directos de su uso apropiado, como lo reconocen cada vez más los
psicólogos profesionales.

Consentimiento informado y confidencialidad


El uso creciente de las computadoras y de los bancos de datos relacionados ha
incrementado la necesidad de vigilancia para garantizar que los resultados de las
pruebas conservadas en archivos electrónicos en particular sean protegidos
adecuadamente contra la revelación impropia. A menos que la ley exija otra cosa,
se necesita el consentimiento informado de quienes se someten a una prueba o
de sus representantes legales antes de entregar los resultados identificados con el
nombre del examinando a cualquier persona o institución. El consentimiento
informado implica que una persona acepta se entregue información privada
porque sabe en qué consiste ésta y con quién será compartida. antes de que
cualquier prueba u otros procedimientos psicológicos se administren, debe
comunicarse al examinando el carácter y los objetivos de la evaluación, por qué se
está aplicando, quién tendrá acceso a la información y cómo se usará ésta.
Además de los derechos de consentimiento informado y confidencialidad, deberá
adjudicarse la “etiqueta menos estigmatizante” al informar sobre la presencia de
ciertos síntomas, trastornos y otros problemas psicológicos. Desde un punto de
vista legal, los datos provenientes de pruebas psicológicas son comunicaciones
privilegiadas que pueden compartirse con personas ajenas únicamente en casos
de absoluta necesidad. En el momento de la administración de la prueba debe
avisarse a los examinandos por qué están siendo sometidos a ella, quién tendrá
acceso a la información y cómo se utilizará ésta. Después de las pruebas, los
examinandos también tienen el derecho de conocer sus resultados y lo que
significan. Excepto en circunstancias excepcionales, como cuando una persona es
peligrosa para sí misma o para otros, la información de las pruebas es confidencial
y no debe revelarse sin el consentimiento informado necesario. Incluso con
consentimiento informado, los datos pueden ser privilegiados. Las personas
legalmente responsables no sólo tienen derecho al acceso a los descubrimientos
que los informes de sus propias pruebas ofrezcan, también pueden disponer que
se transmitan sus resultados a organismos educativos, clínicos o de asesoría para
su uso apropiado. Asimismo, debe hacerse el máximo esfuerzo por mantener la
confidencialidad de los resultados de las pruebas y de cualquier información
personal.

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