El Neoclasicismo
El Neoclasicismo
El Neoclasicismo
El Neoclasicismo
Movimiento espiritual, literario y cultural, que surge en Francia, en el s. XVII,
época de la Ilustración, basado en el Racionalismo, gusto por el antiguo
Clasicismo y rechazo al espíritu barroco del S. XVI.
LITERATURA NEOCLÁSICA
Comprende el s. XVIII, desde la muerte del rey Luis XIV (1715) hasta el
estallido de la revolución francesa (1789). Época de la Ilustración y del
Racionalismo.
NARRATIVA
NEOCLASICISMO
Se conoce con el nombre de Neoclasicismo a la parte final de la Etapa Clásica que
se extiende sobre todo a lo largo del siglo XVIII y alcanza el mayor grado de
difusión territorial de todos los movimientos estéticos desarrollados hasta
entonces en Europa.
1 Prof. Ramiro E. Martínez Malca
I.E. “San José” Comunicación 5° Año
Cuyumalca
Los orígenes del estilo neoclásico se hallan en la Francia de la segunda mitad del
siglo XVII y tienen estrecha relación con el ascenso de esta nación como potencia
hegemónica en el continente. De hecho, podríamos definir el Neoclasicismo, al
menos en sus orígenes, como la reinterpretación francesa de los fundamentos
estéticos del Renacimiento italiano. El punto de partida de este nuevo estilo sigue
siendo, como durante toda la Etapa Clásica, los modelos de la antigüedad
grecorromana pero a la altura de 1650 los cambios introducidos en los criterios de
valoración estética por los preceptistas y los creadores franceses ya no tienen que
ver con la aparición de nuevos textos o la revalorización de nuevos estilos, como
había sucedido en el Barroco, sino con la potenciación de determinados gustos
estandarizados en confrontación con los modelos inmediatamente anteriores.
En este sentido, el Neoclasicismo es, por supuesto, una reacción frente al Barroco
imperante en la primera mitad del siglo XVII, y, como sucede de forma cíclica en
la historia de la cultura europea, esa reacción tiene lugar en una región, Francia,
que se había incorporado de forma tardía y superficial a ese movimiento cultural
anterior pero que precisamente a partir de ese momento se va a imponer con
rapidez en el contexto político europeo a las potencias hegemónicas anteriores,
sobre todo España, y va a tener capacidad, por lo tanto, para crear y divulgar un
nuevo modelo estético.
Esta reacción francesa consiste en esencia en un regreso a los modelos teóricos
clásicos predominantes en el Renacimiento del siglo XVI, es decir, los artistas
romanos del siglo I a. C. Pero junto a esa retórica ya conocida y bien establecida,
cuyo mejor ejemplo es el recurso a Horacio como modelo lírico y preceptista, la
importancia de la cultura francesa de la época de Luis XIV consiste, sobre todo,
en proporcionar al resto de Europa un arsenal de modelos clásicos adaptados a los
gustos cultos de la época. Así, la arquitectura renacentista de estilo romano se
simplifica y amplía en los modelos gigantescos del palacio de Versalles, la pintura
clasicista se remansa en una amplia lista de modelos mitológicos para todos los
gustos o la propia lírica se demora en todo tipo de juegos retóricos sin llegar a
abandonar el fondo petrarquista de siglos anteriores. De este modo, el
[Neo]Clasicismo francés de la primera mitad del siglo XVIII se convierte en la
esencia destilada de lo que la intelectualidad europea podía considerar un
auténtico estilo “europeo” de origen clásico después de los esfuerzos creadores y
renovadores del Renacimiento y el Barroco. Y así fue recibido de forma
generalizada en una auténtica pasión por el gusto francés que puede constatarse
desde los gigantescos palacios rusos de San Petersburgo hasta los jardines
plantados con tiralíneas de la Granja de San Ildefonso en Segovia (España) o
desde la catedral de San Pablo de Londres hasta la decoración de Schönbrunn en
Viena.
2 Prof. Ramiro E. Martínez Malca
I.E. “San José” Comunicación 5° Año
Cuyumalca
vive. (Moliere)
EL TEATRO FRANCES: Es el primer género neoclásico que se introduce. Es la
adaptación de la preceptiva clásica a la tragedia. Tiene una doble función,
catártica (libera al público de sus pasiones) y didáctica.
En el teatro, surgió una nueva fórmula que retomó a las tres unidades clásicas,
insistió en la finalidad didáctica y moral y propuso la reducción del número de
personajes (en el teatro barroco había demasiado, para el gusto de los
neoclásicos).
Además, las obras de teatro debían lograr verosimilitud; es decir, la historia
representada debía ser creíble, para que los espectadores la recibieran como un
hecho posible de suceder. Leandro Fernández de Moratín fue el máximo creador
del teatro neoclásico español.
REPRESENTANTES
A) TRATADISTAS:
BOULEAU: Sátiras juveniles, Escritos polémicos. El Arte poético.
FENELON: Diálogo de los muertos, La educación de las niñas, Las aventuras
de Telémaco.
B) FILÓSOFOS:
DESCARTES: Discurso del método, Meditaciones filosóficas. (“Pienso, luego
existo)
BLAS PASCAL: Pensamientos
C) PENSADORES:
LA ROCHEFOUCAULD: Máximas
LA BRUYERE: Caracteres o costumbres de este siglo
D) DRAMATURGOS:
CORNEILLE: El Cid, Horacio
RACINE: Andrómaca, Fedra
E) COMEDIANTES:
MOLIERE: El Avaro, El Tartufo
F) FABULISTAS:
LA FONTAINE: Fábulas (12 libros)
G) ORADORES:
BOSSUET: Discurso sobre la Historia Universal, Oraciones fúnebres.
CORNEILLE
Tito y Berenice (1670)
Psiqué (1671)
Pulquería (1672)
Surena (1674)
RACINE
⁂ Jean Racine nace en (La Ferté-Milán, Francia, 1639 - París, 1699) Dramaturgo
francés, en el seno de una familia perteneciente a la burguesía jansenista.
⁂ Huérfano desde muy joven, fue educado por sus abuelos en la tradición
jansenista.
⁂ Estudió en las escuelas de Port-Royal de 1655 a 1658, año en que inició sus
estudios de filosofía en el colegio D'Harcourt de París.
⁂ A medida que se alejó de la influencia de sus antiguos maestros se introdujo en
círculos de literatos y vividores y compuso, entre 1659 y 1660, una oda y dos
tragedias que se han perdido.
⁂ Permaneció hasta 1663 en Uzès, donde inició la carrera eclesiástica, tal como
deseaba su familia, pero acabó por abandonar los estudios y marchó a París
con la intención de dedicarse a la literatura.
⁂ Se dio a conocer en el teatro con su Tebaida, seguida posteriormente de
Alejandro y logra triunfar con Andrómaca.
⁂ Nadie a podido mejor que Racine los sentimientos humanos: el amor, sobre
todo, con todas sus facetas. Sus personajes son amantes sobrecogidos por un
apasionado sentimiento amoroso, empujados hacia un inexorable destino,
víctimas del amor.
⁂ Muere en 1699
OBRAS:
Sus inicios literarios
Finalmente, decidió consagrarse por completo a la literatura y llevó una vida
mundana en París entre 1664 y 1677. En 1662, recibió una pensión del rey gracias
a una obra basada en la convalecencia del rey Luis XIV, La fama de las Musas.
Consiguió que la compañía de Molière representara dos de sus obras, La
Tebaida en 1664, y Alejandro Magno en 1665. Sin embargo, al no quedar
satisfecho con el montaje de la segunda, Racine la encargó a una compañía teatral
rival de la de Molière, lo que enemistó a ambos.
Las grandes tragedias
El éxito que consiguió en 1667 con la tragedia Andrómaca le proporcionó una
gran reputación. Después de escribir una comedia, Los Litigantes en 1668, volvió
a consagrarse ya definitivamente a la tragedia y compuso
sucesivamente Británico (1669), Berenice (1670), Bayaceto (1672), Mitrídates (1
673), Ifigenia (1674) y Fedra (1677).
Las obras religiosas
Casado con una dama honesta que le dio siete hijos, Catherine de Romanet, y
miembro de la Academia francesa desde 1673, fue nombrado historiógrafo del
rey Luis XIV, lo que le hizo, junto al éxito de la que hoy se considera su mejor
obra, Fedra, renunciar al teatro para consagrarse por entero a sus funciones de
cronista. Sin embargo, a petición de Madame de Maintenon, aún escribió para las
alumnas del internado o Colegio de Saint-Cyr las tragedias bíblicas Esther (1689)
y Atalía (1691). A pesar de las persecuciones de las que fueron víctimas los
jansenistas, Racine se reconcilió con ellos, tras una época de disputas, y escribió
una Breve Historia de Port-Royal que se publicó en forma póstuma.
Características de su teatro
La fatalidad del amor
Frente a la dramaturgia de Corneille, que exalta el triunfo de la voluntad y el deber
sobre el sentimiento con argumentos preferiblemente tomados de la historia de
Roma, el teatro de Racine muestra el poder de la pasión sobre el alma humana
como una fuerza fatal que destruye al que la posee, y escoge principalmente
argumentos griegos para representarla; además sigue más estrechamente los
ideales de la tragedia clásica presentando una acción simple y clara, en la que las
peripecias nacen de las propias pasiones de los personajes.
Racine describe la pasión con una terrible violencia, especialmente si se trata de
celos, y con un extraordinario realismo psicológico; pero, a pesar de la intensidad
pasional y emocional, tan poco clásica, de sus personajes, sus obras se ajustan
mejor que las de Corneille a las reglas y puede considerarse un alto ejemplo de
clasicismo.
Las tragedias profanas (es decir, si excluimos Esther y Atalía) presentan a una
pareja de jóvenes inocentes, unidos y a la vez separados por un amor imposible,
porque la mujer está dominada por el rey (Andrómaca, británico, Bayaceto,
Mitrídates) o por pertenecer a un clan rival (Aricia en Fedra). Esta rivalidad se
complementa a menudo con una rivalidad política, sobre la que Racine apenas se
fija.
En este aristocrático cuadro que, a partir de Bayaceto se convierte en un lugar
común que sirve de pretexto para desencadenar una crisis, los personajes
descubren que el rey ha muerto o ha sido derrotado: este hecho hace que se
sientan liberados y desencadena sus pasiones. Sin embargo, la información se ve
pronto desmentida. El retorno del rey pone a todos los personajes ante sus propias