Cristoffanini La Representaciã N de Los Otros Como Estrategias de
Cristoffanini La Representaciã N de Los Otros Como Estrategias de
Cristoffanini La Representaciã N de Los Otros Como Estrategias de
Pablo R. Cristoffanini
I. Introducción
Un problema central en lo que concierne a la comunicación entre gente de diferentes culturas
son las representaciones de los otros diferentes a nosotros. Muchas de estas representaciones
tienen una larga historia, es decir, se nutren de figuras creadas en el encuentro de los
europeos con los no europeos - indígenas americanos, orientales, africanos - producto de la
expansión de las potencias europeas de turno - españoles, portugueses, ingleses, franceses -
en otros continentes. Esta historia abarca también el encuentro de los americanos
anglosajones con gente de otras ‘razas’ como los mexicanos en el suroeste de los EE.UU.
Cuando hablamos de “los otros diferentes a nosotros” no nos estamos refiriendo
exclusivamente a los otros “exóticos” sino en general a todos aquellos marcados por la
diferencia desde una perspectiva racial, sexual, social, nacional o étnica.
Algunas de las obras frecuentemente citadas en el campo de la comunicación intercultural en
ya que las descripciones van avaladas por cuadros, estadísticas y modelos computacionales.2
Sin embargo, se trata más bien de ultrasimplificaciones hechas a partir de los valores
culturales de investigadores anclados en una cultura noreuropea específica y sin un
distanciamiento metódico y crítico con respecto a ella. Los mexicanos, venezolanos y
chilenos, p.ej. , son representados como gente con gran distancia en relación al poder
(autoritarios), gran tendencia a evitar la incertidumbre (control y jerarquías) , colectivistas
sucesos y objetos; más aún - y esto es importante - hay una lucha por los significados.5 La
forma en que categorizamos al mundo, los significados que les otorgamos a las cosas tienen
importancia en nuestra conducta, por ello los que están interesados en influir en nuestro
comportamiento luchan por que sus significados se conviertan en los dominantes. La cultura
por eso no es sólo un asunto de ideas y conceptos sino también de sentimientos, lo que los
judíos bajo el nazismo pudieron experimentar después que los nazis tuvieron éxito en
conferirle un significado específico a la palabra “judío”.
La significación está también ligada con la identidad en el sentido de que las demarcaciones
hechas por la cultura a la que pertenecemos nos permiten distinguir entre los que están
‘dentro’ y los que están ‘fuera’. Las representaciones de la propia identidad y cultura nacional
actúan también en este sentido ya que podemos saber qué es ser danés, mexicano o español
sólo a través de las representaciones que se han hecho de la danesidad, mexicanidad o
españolidad.
4
Como he señalado, representamos con la ayuda de sistemas semióticos. Ellos están en lugar
de nuestros conceptos, ideas y sentimientos. Por ello, a la hora de estudiar la cuestión de la
mimesis o representación del Otro, la semiótica con su teoría, conceptos y métodos constituye
una disciplina principal.6 Otra aproximación central son las teorías del discurso. Entiendo el
discurso como una forma de hablar acerca de un tópico y las imágenes, ideas y prácticas
asociadas a ella.
III. De los estereotipos como necesarios e inevitables a los estereotipos como ideología y
fascinación.
III.a. Estereotipos y prejuicios
El estudio de la representación no agota, sin embargo, el problema que me ocupa. La relación
entre representaciones y conducta no es directa ni sencilla. Dos empresarios daneses, p. ej. ,
pueden compartir una representación similar de los musulmanes, pero uno a pesar de ello, y
por razones de ganancia, decide emplear trabajadores de este grupo étnico, mientras que el
otro, por los fuertes sentimientos de antipatía que su representación le provoca, no lo hace, a
pesar de posibles pérdidas. Por otro lado, es indudable que existe una graduación de menor a
mayor violencia en nuestra conducta hacía los Otros que son representados negativamente.
Esta graduación va desde hablar mal a (en el otro extremo) la tortura y el exterminio.
Las representaciones están ligadas con creencias y actitudes. Por eso, es razonable volver la
vista hacía la sicología social que, a través de estudios de los estereotipos y prejuicios, nos
ofrece algunas explicaciones del cómo y el porqué imágenes distorsionadas o generalizadas
de grupos y personas - y las actitudes y conductas ligadas a ellas - persisten y se resisten al
cambio.
Una de las formas de aclarar la cuestión de las representaciones y actitudes negativas es
desde el proceso cognitivo. Esta aproximación se ha basado en gran medida en las ideas de
Gordon W. Allport desarrolladas en su obra clásica, The Nature of Predujice (1954)
Las ideas de Allport tienen como contexto la experiencia recién vivida de la 2da. Guerra
Mundial y los esfuerzos consiguientes para impedir una catástrofe similar. Esfuerzos que se
vierten en investigaciones y estudios sobre cómo mejorar las relaciones humanas. Sí por un
lado las conquistas técnicas y científicas y el dominio sobre la naturaleza eran
impresionantes, constata Allport, en el plano de las relaciones humanas la situación era muy
diferente. Su descripción de las animosidades entre musulmanes y no musulmanes, de la
5
situación de los judíos y los refugiados que llegaban a países inhospitalarios, guarda
semejanzas inquietantes con la situación actual.
La experiencia de la II Guerra y la tragedia de los judíos lleva entonces a un intento de buscar
las raíces de los prejuicios, que son vistos como un obstáculo en las relaciones humanas y un
impedimento para el desarrollo de las facultades afiliativas de la persona humana. ¿Qué son
los prejuicios? Se pregunta Allport y entrega variadas definiciones: “Pensar mal de los otros y
sin suficiente justificación” comprendiendo el pensar mal tanto sentimientos de rechazo como
conductas hostiles. Allport distingue entre por un lado juicios previos con fundamento y por
el otro, prejuicios. Así la representación negativa y los sentimientos de rechazo de la gran
mayoría de la población norteamericana hacia la jefatura nazi, según él, no eran prejuicios ya
que tenían una sólida base en el conocimiento de la teoría y la práctica de los nazis aprobada
por estos líderes.
El prejuicio también es descrito como una actitud hostil y esquiva hacia una persona, por
pertenecer a un grupo con características criticables. En todas estas definiciones se enfatiza el
carácter “erróneo” e “inflexible” de las representaciones contenidas en el prejuicio. La
definición que entrega el Oxford Dictionary del Prejuicio, está cerca de constituir un buen
resumen de las diferentes definiciones entregadas por Aalport:
“Dislike or distrust of a person, group, custom, etc. that is based on fear or false information
rather than on reason or experience, and that influences one’s attitude and behaviour towards
them”. (Oxford: 909)
¿De dónde provienen los prejuicios? Según Allport de ciertas características de la mente y la
naturaleza humana como las tendencias a la generalización, la hostilidad, y al menor esfuerzo
que nos lleva a agruparnos con la gente de nuestra etnia. Fundamental para la formación de
prejuicios y estereotipos es el proceso de categorización; pensamos con la ayuda de categorías
y en este proceso: a) la mente forma grupos y clases para guiar nuestra acción diaria, b)
asimila tanto como puede dentro de cada grupo, c) las categorías nos permiten identificar
rápidamente un objeto d) las categorías puramente intelectuales las llamamos conceptos, pero
generalmente los conceptos llevan añadido un sentimiento. Ej. Escuela, me gusta la escuela,
e) las categorías pueden ser más o menos racionales, las primeras se desarrollan a partir de
un núcleo de verdad, los segundos no. Lo fundamental en la relación categoría-prejuicio,
6
desde la perspectiva de las consecuencias que ha tenido para la concepción acerca de estos
últimos, es la idea de Aallport de que la categorización conlleva una simplificación errónea:
“Man has a propensity to prejudice. This propensity lies en his normal and natural tendency to
form generalizations, concepts, categories, whose content represents an oversimplification of his
world of experience.” 7
La concepción de Allport sobre los estereotipos fue ambivalente. Influido por Adorno
distinguió en un principio entre categoría y estereotipo: “A stereotype is not identical with a
category; it is rather a fixed idea that accompanies the category”. Así por ejemplo a la categoría es
negro y el estereotipo las imágenes que cargan la categoría: musicales, buenos corredores,
bien dotados sexualmente, rítmicos, etc.
Sin embargo posteriormente subrayó la idea de que la categorización implicaba
generalización y distorsión y ésta era la base de los prejuicios y estereotipos. Esta última idea
impregnó a toda la sicología cognitiva que ha visto a la categorización como un proceso
cognitivo cardinal que nos permite estructurar y darle coherencia a nuestro conocimiento de
la realidad y el mundo social. En esta aproximación, de corte biologista, la categorización
conlleva distorsión y simplificación. Como los otros seres vivientes, el ser humano organiza el
mundo de los estímulos a través de esquemas comible/no comible, peligroso/no peligroso,
etc.
Este razonamiento anterior lleva a la conclusión de la necesidad del estereotipo. En efecto, si
la categorización es una función del pensamiento y si toda categorización implica
generalización, el estereotipo es un derivado inevitable del funcionamiento mismo del
pensamiento.
A esas conclusiones similares llega uno de los expertos en comunicación intercultural
escandinavo en ‘The Uses of Stereotypes in Intecultural Communication’. En este artículo Dahl
afirma que las predicciones que hacemos sobre los Otros (extranjeros) estarán
inexorablemente basadas en los estereotipos y que este es un proceso necesario e inevitable.
Aún más,
“We must recognize that we cannot communicate with people from our own or another culture
7
Por estas razones autores como Michael Billig han sugerido que en lugar de considerar el
proceso mismo del pensamiento a partir del modelo del burócrata (que utiliza la
categorización para hacer manejables y predecibles las cosas) es mucho más apropiado el ver
este proceso a partir de la metáfora del retórico, es decir la persona que argumenta, crítica y
persuade. Así, hasta los racistas y fascistas argumentan, muchas veces, de forma compleja
por sus puntos de vista. 10
Las conclusiones de autores como Dahl, descansan por un lado en la igualación de categoría
con estereotipo y por el otro el supuesto de que el proceso del pensamiento y la comunicación
se hace sólo en relación con las categorías. Pero como ya señalaba Allport, categoría y
estereotipo no son lo mismo. Las categorías son necesarias para aprehender la ‘realidad’, para
crear un orden, pero son flexibles y cambian, baste sólo recordar qué categorías se utilizaba
para dar cuenta de los grupos sociales en una sociedad determinada hoy, hace cincuenta y
hace trescientos años atrás. En cambio los estereotipos nos entregan aparentemente un
sentido de orden y seguridad, pero son inflexibles e intentan congelar una significación.
Cuando pensamos y cuando nos comunicamos no sólo utilizamos categorías, sino que
hacemos distinciones entre ellas, observamos generalidades y discutimos casos concretos,
vemos atributos colectivos y formas de ser individuales.11 Las categorías mismas son elásticas
Esto subraya que la clave del estereotipo como figura de representación no está en el mayor o
menor acercamiento a la ‘realidad’ de la imagen de la persona o grupo, sino en la justificación
de la aversión.
Representamos a los Otros utilizando el lenguaje o las imágenes y ellos nos dan la
oportunidad de representarlos de una manera generalizadora o particularizada, prejuiciada o
tolerante, rígida o flexible.
Si no estamos obligados por las duras leyes de la cognición a elegir la primera categoría de
estas oposiciones, surge la pregunta del por qué grupos más o menos considerables dentro
de una nación o grupo de naciones se adhiere a representaciones parciales, rígidas,
metonímicas de los Otros.
puede discernir, con cierta claridad, entre dos formas de ver la ideología. 15 A un lado se
sitúa la concepción no evaluativa representada entre otros, por Mannheim y Clifford Geertz.
Se trata de una concepción que entiende la ideología como creencias, ideas o como sistemas
simbólicos, sin que el contenido de estas creencias o ideas sea necesariamente negativo o
problemático.
Así, desde la perspectiva de la antropología, Clifford Geertz ha pensado la ideología como
esquemas culturales que pretenden entregarnos orientación ante realidades problemáticas.
En efecto, Geertz afirma que:
10
conexión de las modernas mitologías con antiguos símbolos llenos de significación ayudan a
explicar la inversión psíquica y anímica en “epopeyas” como la Vuelta a Francia.
Otra visión de la ideología es la del semiótico y escritor italiano Umberto Eco. 19Para Eco la
ideología es una visión del mundo parcial e inconexa, que se caracteriza por ocultar - en la
elección de las palabras y en la argumentación - significaciones y relaciones alternativas, por
no dar cuenta de la complejidad y el carácter a veces contradictorio de los campos
semánticos. Eco entrega el ejemplo del adjetivo máximo en relación con un aparato mecánico
y los cálculos de /presión/ /caldeamiento/ y /producción/. Mientras que máximo tiene
connotaciones positivas en los cálculos 2 y 3, tiene una connotación negativa en 1 = peligro.
Un discurso ideológico en el que el caldeamiento y la producción son los valores supremos e
igualados con la felicidad general encubre la última significación y con ello la
incompatibilidad entre estos valores y la seguridad general.
Podemos denominar estos acercamientos a la ideología como críticos. Dentro de la misma
perspectiva, pero con un matiz claramente diferente se sitúa la aproximación de Thompson
que destaca las situaciones en que la ideología va unida al poder, delimitando el uso del
concepto a las ideas y creencias que establecen y sostienen el dominio. El dominio existe
cuando nos encontramos frente a una asimetría sistemática de grupos y personas en relación
con el poder:
“When particular agents are endowed with power in a durable way witch excludes, and to some
significant degree remains inaccessible to, other agents or groups of agents, irrespective of the
basis upon witch such exclusion is carried out” 20
de substituto de los mitos y las religiones que daban sentido a la organización social y a la
representada. 24
civilización naturaleza
progreso primitivismo
cristianismo paganismo
blancos (protestantes) pieles rojas y negros
luz sombra
bien mal
elaboración del anglosajonismo en los EEUU en los 1830 y los 1840. 26 Esta ideología surge de
los encuentros y conflictos de americanos y mexicanos en el suroeste americano, en torno a
la rebelión de Texas y en relación con la guerra americana- mexicana. A partir de los
primeros encuentros y conflictos quedó claro que los intereses de americanos y mexicanos no
eran los mismos y que la imposición de los intereses americanos llevaría consigo el
sufrimiento de los mexicanos. Los americanos buscaban además con ansia modelos
explicativos de su aparente éxito y del similar fracaso de la América hispanohablante. La
explicación del fracaso y la legitimación de los sufrimientos infligidos a los mexicanos se
logra mediante la creación de una serie de creencias acerca de la inferioridad racial de estos
últimos y de una mitología acerca de las virtudes de la ‘raza’ anglosajona. Atribuir los
sufrimientos y el despojo de los mexicanos a su inferioridad racial era más fácil de aceptar
que el que ellos podían ser el resultado de la búsqueda inmisericorde de poder y riqueza por
parte de los americanos.
En las descripciones de los mexicanos hechas por los americanos en los contextos más arriba
mencionados, uno de los factores más destacados como representativos de su inferioridad es
el carácter mestizo de la ‘raza’ mexicana, en ella se encuentran, según los comentaristas
americanos, todas las ‘venenosas’ combinaciones posibles de color y de sangre. Otro motivo
de crítica era el carácter heterogéneo de los mexicanos que ‘hablan más de veinte lenguas’. 27
Los mexicanos son bosquejados como gente que consecuentemente trata de hacer las cosas
con el menor esfuerzo físico y mental posible, como ‘semisalvajes’, que apenas están por
encima de la masa de bárbaros que les rodea. Se les asocia con adjetivos como los siguientes:
flojos, sucios, ignorantes, deshonestos, y crueles. Se contrapone, p. ej. la conducta humana de
hacer la guerra de los tejanos con la forma cruel e incivilizada de combatir de los mexicanos.
28
La deshumanización de los mexicanos hizo aceptable el despojo y el abuso a los que iban a
ser sometidos por parte de los americanos. Arrebatarles la tierra no era un crimen sino un
cumplimiento del mandato divino de hacerla fructificar. 29 El destino de los americanos era
poblar el continente con anglosajones industriosos, cultivarlo y expandir la civilización. Ante
el empuje anglosajón las otras razas que poblaban el continente se desvanecerían (eufemismo
por exterminio) como lo habían hecho los indios norteamericanos. Surge además una
narrativización de las virtudes de la raza anglosajona, caballeresca, amantes de la libertad y
16
“Another movement of the Anglo-Saxon spirit in the remotest east, against the barriers of semi-
barbarians and a half-civilized race, who have been stationary for twenty centuries or more”30
doblemente otra, exterior y extraña por su sexo y además (desde la perspectiva del hombre
blanco y occidental) por su raza. Los motivos tras el deseo de relación con la mujer exótica
son variados, pero uno de ellos en el pasado y en el presente ha sido el de dar sabor y color a
la vida considerada como aburrida e insípida en las sociedades occidentales. Así, el oficial de
la marina francesa Pierre Loti que publica en los 1870 libros mitad ficción mitad narración de
viajes, escribe: “He terminado por pensar que todo lo que me complace se puede hacer y es
bueno, y que siempre hay que sazonar lo mejor que se pueda la comida tan sosa de la vida”.
32 Y en la actualidad Bell Hooks afirma:
“The commodification of otherness has been so successful because it is offered as a new delight,
more intense, more satisfying than normal ways of doing and feeling. Within commodity culture,
ethnicity becomes spice, seasoning that can liven up the dull dish that is mainstream white
culture.” 33
En las obras de Loti se le atribuye a la mujer de raza negra la capacidad de entregar un goce
sexual inimaginado, producto de una sensualidad natural asociada con una cercanía a los
animales. En general, para representar a la gente de otras razas (negra, amarilla en el
por los mismos americanos, tales como Danzando con los Lobos.
Para algunos miembros de la cultura blanca y occidental hegemónica el cuerpo del Otro de
color sería, todavía, depositario del espíritu primitivo.
El anhelo actual por el Otro de color tiene entonces también que ver con la proyección sobre
él/ella de una plenitud, manuficiencia, corporeidad de la que se carece y al igual que en
antiguas ceremonias religiosas se comía al otro para apropiarse de sus virtudes y de su
espíritu, en la actualidad se desea poseer sexualmente al Otro no sólo por el placer del acto
mismo sino en la creencia que ello conllevará una transformación.36
Es indudable que la nostalgia por y el deseo del Otro diferente es comercializado, basta ver
como cigarrillos como Ducados hace del cuerpo redondo, suave, sensual, juvenil de mujeres
negras una metáfora del cigarrillo o cómo la nostalgia de romanticismo, el anhelo erótico y la
plasticidad corporal han sido usados para promover al grupo Buena Vista Social Club.37 La
comercialización es justamente criticado, porque que implica utilización, deshistorización y
despolitización y contribuye a mantener incuestionada la hegemonía racial y cultural blanca
y occidental. Por ejemplo toda la producción de objetos culturales relacionados con el
fenómeno Buena Vista Social Club (discos compactos, video, DVD, libro de fotos) ha traído al
público europeo el sabor de la música cubana, pero sin referencias a contextos sociales y
políticos: el de los músicos en su juventud y el de la música cubana en la actualidad. La
incorporación de estos contextos llevaría a una reflexión crítica que echaría a perder la
degustación del bocado cultural.
VII. Conclusiones
Los estereotipos y prejuicios como formas de representación de los Otros no son tan simples e
inocentes como las teorías en boga en el campo de la comunicación intercultural lo sugieren.
Las investigaciones de estudiosos como Michael Billig y Michael Pickering muestran la
necesidad de distinguir entre categorías (necesarias para aprehender y ordenar el mundo) y
los estereotipos como figuras de representación inadecuadas por su inflexibilidad, tendencia
a congelar una significación, dehistorización, ocultamiento de rasgos importantes de los
grupos estereotipados, etc.
Una de las causas de que estereotipos y prejuicios perduren a pesar de la mayor información
19
y de la aparente mejor formación de la gente es que son útiles en la construcción de una auto
imagen positiva en los grupos que miran con desdén a los Otros, a través de los estereotipos
y prejuicios.
Otro factor quizá más importante en la representación negativa de los Otros es el que ella ha
ido o va ligada a ideologías y como parte de estas últimas las representaciones de los Otros
pueden ser vistas como estrategias de construcción simbólicas que comparte el estilo retórico
de las ideologías y que al representar a los Otros utilizan figuras como la metonimia, la
metáfora, la hipérbole, el eufemismo, el desplazamiento, etc. Las ideologías legitiman el
dominio de un grupo sobre otro, hacen aceptable la discriminación, la desigualdad y, horror
en estos tiempos postmodernos, la explotación. Innumerables casos en las relaciones entre
hombres y mujeres, grupos étnicos y aún entre naciones pueden ilustrar esta afirmación sobre
el rol de las ideologías. En este artículo he intentado mostrar como la ideología del
anglosajonismo y las representaciones negativas de los mexicanos ligados a ella justificaron e
hicieron aceptable la apropiación por parte de los Estados Unidos de la mitad del territorio
mexicano y de los sufrimientos de los mexicanos derivados de acto de expansión. Las
representaciones de los mexicanos y por ende de los latinoamericanos en general (los autores
estudiados sostienen que los americanos tienden a ver a los latinoamericanos a partir de la
imagen que tienen de los mexicanos) que surgen de este período han perdurado, lo cual no es
difícil constatar en las innumerables películas en que el cine americano ha representado a los
latinoamericanos: Ignorantes, sucios, corruptos, violentos, supersticiosos, ineficientes, crueles,
etc. Habría que examinar cómo estas representaciones han sido utilizadas para sancionar las
intervenciones americanas con el objeto de instaurar regímenes que aseguraran el dominio
económico y geopolítico de los Estados Unidos en la región.
En el otro extremo se encuentran las representaciones, aparentemente, marcadamente
positivas de los Otros. En ellas la cultura o el cuerpo de los Otros serían los depositarios de
aquello que “nosotros” carecemos o a lo que nosotros aspiramos. En este último caso los
Otros han sido o son instrumentalizados con fines utópicos: entre ellos no existe la propiedad
privada, las jerarquías sociales ni las restricciones sexuales o en tiempos más recientes los
Otros son representados como el paradigma de la armonía con la naturaleza. Sin embargo, el
cómo estos Otros exóticos viven, piensan, sienten, anhelan, sus instituciones e historia ‘real’
no tiene mayor importancia.
La necesidad de dar color y sabor a la vida en sociedades programadas, desencantadas y
20
NOTAS:
1 Pienso aquí en obras como la Geert Hofstede (1984). Cultures Consequences: International
Differences in Work-Related Values”. Sage, Bever Hills, California y la de Erik Kærgaard
Kristensen (1993). Kulturforskelle og den internationale markedsføring. Samfundslitteratur.
4 Øyvind Dahl (1995). “The Use of Stereotypes in Intercultural Comunication”. En: “Essays
on Culture and Communication (edited by Torben Vestergaard). Language and Culture Contact
10. Alborg University: Aalborg.
5 Piénsese p. ej. en la controversia acerca de cómo calificar a los chechenos que combaten
contra la invasión rusa. ¿Terroristas o combatientes de la resistencia?. De la categorización se
derivan una serie de serias consecuencias políticas y jurídicas.
6 Ejemplos de utilización de la semiótica son trabajos como los de Jan Gustafsson y Stuart
Hall
9 Lo que ha sido señalado entre otros por Cassier, Susanne Langer y Clifford Geerz. Ernst
Cassier (1982). Las ciencias de la cultura. Fondo de Cultura Económica: México. Del mismo
autor (1989) Esencia y efecto del concepto de símbolo. Fondo de Cultura Económica: México.
Susanne K. Langer (1969). Menneske og symbol. Gyldendals Uglebøger: Haslev. Clifford Geertz
(1990) La Interpretación de las culturas. Editorial Gedisa: Barcelona.
11 Ver Michael Pickering (2001). Stereotyping. The Politics of Representation, pp. 28-29.
Palgrave: New York.
13 Ver Billig, op. cit, p. ver Billig p. 86. También , “Arguing about categories”, en Billig (1996).
Arguing and thinking. A retorical approach to social psychology, pp. 176-182.
15 Sobre las diferentes formas de concebir la ideología, veáse, Poul Ricoeur (1999). Ideología y
Utopía. Gedisa editorial: Barcelona..También John B. Thompson (1990). Ideology and Modern
Culture. Polity Press: Oxford
16 Clifford Geertz (1990) “La ideología como sistema cultural”, p. 189. En (del mismo autor)
La interpretación de las culturas. Gedisa: Barcelona.
23
17 Barthes Roland, 1999. Mitologías. Siglo Veintiuno: Madrid (Primera edición en español,
1980).
Del mismo autor (1971) Elementos de semiología. Comunicación : Madrid . Ver también la
Introducción de Paul Cobley (1996) a The Communication Theory Reader. Routledge, London
and New York, y M.,Gottdiener (1995) Postmodern Semiotics. Material Culture and the Forms of
Postmodern Life. Basil Blackwell: Oxford.
18 Ver Marcel Danesi y Poul Perron (1999). Analyzing Cultures. An Introduction and Hanbook, p.
259. Indiana University Press: Bloomington, Indiana.
20 Ver John B. Thompson (1990) Ideology and Modern Culture. Critical Social Theory in the Era of
Mass Comunication, p. 59. Polity Press: Oxford.
21 Idea ya señalada también por otros autores como Goddenier, y Barthes en las obras ya
mencionadas.
24 Ver Robert Ferguson (1998). Representing ‘Race’. Ideology, identity and the media, p. 53.
Arnold: London.
25 Estas afirmaciones sobre el carácter de los colonos ingleses en América y sobre los
estereotipos y prejuicios de los americanos con respecto a indios, afroamericanos, mexicanos
y hispanoamericanos en general se basan en el libro del historiador norteamericano Fredrick
B. Pike (1992). The United States and Latin America. Myths and Stereotypes of Civilization and
24
27 Las expresiones son del senador de Missisippi Robert J. Walker, que se convirtió en líder
del Partido Demócrata en la mitad de los 1840, ver Race and Manifest Destinity, pp. 215-216.
28 Ibid, p. 213
29 México perdió la mitad de su territorio en beneficio de los Estados Unidos. Ver Tulio
Halperin Donghi (1977). Historia Contemporánea de América Latina, p. 180. Alianza Editorial :
Madrid.
31 TODOROV Tzvetan (1991) . NOSOTROS Y LOS OTROS. Reflexión sobre la diversidad humana.
Siglo XXI: México, p. 308.
32 Ibid., p. 352
33 Bell Hooks (1992). Black Looks. Race and Representation. South End Press: Boston, MA, p.21.
34 En los libros de Loti ya se observa una forma de representar a los japoneses que ha
perdurado: “En el momento de la partida no encuentro en mí mismo más que una sonrisa de
ligera burla hacia el hormigueo de este pequeño pueblo de reverencias, laborioso,
industrioso, ávido de ganancias, mancillado por amaneramientos constitucionales, de
pacotilla hereditaria y de incurable espíritu imitador”. Citado por Todorov en NOSOTROS Y
LOS OTROS, pp. 355-56.
25
35 También se puede dar una forma de exotismo supermoderno: la fascinación que ejerce el
Japón actual o los Estados Unidos considerados como técnologicamente más avanzados por
los europeos occidentales.
36 Bell Hooks cuenta que mientras enseñaba en Yale, los estudiantes blancos hablaban de
“their plans to fuck as many girls form other racial/ethnic groups as they could ‘catch before
graduation”. En: Black Looks. Race and Representation, p. 23
37 Sobre esto existe un artículo de Fernando Valerio-Holguín. Buena Vista Social Club:
Canibalismo cultural y nostalgia imperialista”. Retos para un nuevo milenio: Lengua, cultura
y sociedad. Actas del Coloquio Internacional de la Asociación Europea de Profesores de
Español, Ed. Sara Zas. Fort Collins, Colorado: Colorado State University.2000. 79-86. El
artículo se puede bajar de Internet:
http://lamar.colostate.edu/fvalerio/buenavista.htm
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