Madera
Madera
Madera
UNIVERSIDAD NACIONAL DE
UCAYALI
Facultad de Ciencias Agropecuarias
Escuela Profesional de Ingeniería Agroindustrial
“PRESERVANTES DE LA MADERA”
CICLO : VIII
INTEGRANTES :
ARECHAGA CHUMBE, Paolo
CUSQUE HUANSI, Juan Diego
BENAVIDES BARTRA, Yordano
NACIMENTO RUIZ, Lester Saul
SEIJAS QUISPE, Julio Hannower
VELA SICANAISIVA, Luis Alberto
PUCALLPA – PERÚ
2019
INDICE
I. Conceptos y Definiciones.................................................................................................2
2.3.1 Clasificación......................................................................................................4
2.3.2 Formulación......................................................................................................4
2.3.3 Clasificación......................................................................................................5
Piretroides.................................................................................................................................6
Organofosforados.....................................................................................................................6
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PRESERVACION DE LA MADERA
I. Conceptos y Definiciones
La preservación de la madera con productos tóxicos data de varios siglos. A lo largo del
tiempo se han ido desarrollando numerosas formulaciones de éstos a fin de prevenir la
destrucción de la madera por los diversos agentes biológicos.
Existe una gran variedad de sustancias preservantes para la madera. Las más difundidas son
líquidos, sin embargo también existen preservadores gaseosos y por acción de radiaciones.
I.
II.
II.1 Requisitos de un Preservante Ideal
Para que una sustancia o producto, así como mezclas de dos o más puedan ser
considerados como agente eficaz en la protección de las maderas es necesario que cumpla con los
siguientes requisitos:
• Ser tóxico para los agentes destructores, ya sea en forma específica o universal.
• Su acción debe ser permanente, por lo menos durante el tiempo que se le asigne en obra al
material utilizado.
• De fácil penetración en las maderas corrientes.
• Ser químicamente estable y no descomponerse con el tiempo.
• Insoluble en agua, por lo menos en el grado de asegurar su permanencia en la madera, frente
al lavado por lluvia o humedad del suelo.
• No ser corrosivo para la madera y los metales comunes.
• Fácil de manejar, transportar, almacenar y usar.
• Inocuo para el hombre y los animales domésticos.
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• No aumentar la combustibilidad de la madera.
Como ningún producto preservador reúne todas las condiciones deseables, es aconsejable
elegir aquel que mejor se adapte al tipo de madera y destino de uso, juntamente con las
estimaciones de costo y disponibilidad de equipos.
Tantos los preservadores gaseosos y aquellos que actúan por acción de radiaciones son
biosidas empleados usualmente en el tratamiento en piezas de maderas atacadas por insectos.
Entre las moléculas más empleadas como preservantes gaseosos se mencionan al ácido
bromhídrico, el fosfuro de aluminio y el ácido cianhídrico.
Los rayos gamma provenientes de una fuente de cobalto sesenta constituyen las radiaciones
biosidas empleadas en la erradicación de insectos xilófagos ya instalados en la madera.
Estos dos tipos de preservantes deben ser manejados por personal capacitado debido a la
peligrosidad en su utilización. Los gases son productos muy versátiles permitiendo el tratamiento
en casas enteras empleando el método de encarpado.
Las radiaciones sólo se emplean en piezas de tamaño reducido aptas para ser acercadas a la
fuente de radiación.
Estos dos tipos de productos son solamente erradicantes, careciendo de recidualidad que
proteja a la madera en futuros ataques.
II.3.1 Clasificación
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• Insecticida
• Fungicida
• Insecticida y Funguicida
b) En función de su carácter
• Erradicativo
• Preventivo
• Erradicativo y Preventivo
b) En función de su residualidad
• Permanentes
• No Permanentes
II.3.2 Formulación
La totalidad de los preservantes para maderas poseen un mismo esquema general de formulación
que les es común.
II.3.3 Clasificación
Se utilizan exclusivamente productos en base acuosa. Los mismos pueden presentarse como
soluciones o emulsiones generalmente de acción funguicida o insecticida. Los ingredientes
activos más utilizados son:
• Tribromofenato de Sodio
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• Ortofenilfenato de Sodio
• TCMTB
• Quinolato de Cobre
En este campo se aplica una gran diversidad de productos, principalmente del tipo
oleosolubles y formulados en base a solventes orgánicos. Productos en base acuosa también
podemos encontrar pero de menor penetración en la madera y por lo tanto de menor protección y
de baja residualidad.
A nivel funguicida se emplean los siguientes ingredientes activos:
• Tribromofenol
• TCMTB
• TBTO
• IPBC
Piretroides
• Cipermetrina
• Deltametrina
• Cyflutin
Organofosforados
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• Clorpirifos
Los Piretroides son insecticidas de alta eficacia, especialmente por contacto, pero con bajas
residualidades. La residualidad de la Cipermetrina va de uno a dos años, mientras que la
Deltametrina tiene una residualidad que puede llegar a los 5 años. El Clorfirifós actúa con gran
eficacia por ingestión y tiene mayor residualidad, del orden de los 15 años.
Dentro de este grupo se encuentra la creosota, uno de los más antiguos y efectivos
preservadores de la madera.
Es un producto oleoso, derivado de la destilación del aquitrán de hulla. Es de consistencia
viscosa, color negro y fuerte olor a fenol.
El aceite de creosota es una mezcla sumamente compleja de sustancias entre las que
pueden mencionarse: los hidrocarburos aromáticos que componen el núcleo mayoritario (80-
90%) de sustancias como antraceno, naftaleno, benceno, xileno; la fracción ácida que es un 5%
de la creosota total, constituida por fenoles, cresoles, xilenoles y naftoles de alto poder fungicida
e insecticida; y finalmente la fracción básica, también el 5% de la creosota, constituida por
piridinas, quinolinas y acridinas.
Este preservador oleoso tiene la base de compuestos policíclicos. Posee varias
restricciones en su uso, por tal motivo no es indicado para proteger madera aserrada para la
construcción, teniendo como uso principal la preservación de postes y durmientes de ferrocarril.
CARACTERÍSTICAS DE LA CREOSOTA
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constata frecuentemente le exudación de la creosota, sobre todo durante el verano debido a
su compleja composición, es muy difícil trabajar con un producto homogéneo.
son preservantes de alta toxicidad para hongos e insectos a bajas concentraciones normalmente
tienen muy baja solubilidad en agua, lo que asegura gran permanencia dentro de la madera
de los tres grupos de sustancias preservadoras es el que posee mayor facilidad de penetración
en la madera
salvo excepciones, no alteran la apariencia general de la madera tratada
usando solventes adecuados, no confieren olor a la madera
la madera tratada con estas sustancias puede ser pintada una vez que el solvente se ha
volatilizado
no corroen los metales
• en relación a incendios, la madera recién tratada presenta un alto grado de inflamabilidad
debido a la presencia de solvente, la cual decrece a medida que este se va volatilizando.
CLORPIRIFÓS
PENTACLOROFENOL
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TBTO
Este grupo comprende una serie de sustancias o mezclas de sustancias químicas que se
emplean utilizando el agua como solvente o como medio emulsionante o suspensivo.
Las propiedades generales de este grupo son las siguientes:
Presentan menos viscosidad que los preservantes de los otros grupos generalmente
carecen de olor
Luego de la impregnación y después que la madera se ha secado puede ser pintada
sin dificultad
No son inflamables aunque algunos una vez que la madera ha entrado en
combustión, la favorecen hasta su destrucción total
Pueden ser transportados en forma sólida, abaratando el costo del flete algunos
preservantes de este grupo son altamente fijados en la madera siendo muy resistentes
a la lixiviación que se produce con el correr del tiempo; otros, por el contrario, no se
insolubilizan en el interior de la madera por lo que en la elección deberá tenerse en
cuenta el uso (interior o exterior) a darle a la madera preservada
Algunos preservadores hidrosolubles no son tóxicos para el hombre y animales
domésticos por lo que pueden ser usados en maderas utilizadas para la elaboración
de envases para transportar alimentos.
Es conveniente estacionar la madera después del tratamiento a fin de permitir la
máxima fijación del preservante antes de su puesta en servicio
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ambiental. Sin embargo, actualmente también se ha restringido el uso de productos de arsénico y
cromo.
El CCA presenta ciertas ventajas, como permitir un acabado perfecto en maderas
expuestas a la vista, por lo que es ampliamente utilizado en madera de construcción, es de
relativamente difícil lixiviación una vez fijado en la madera, con lo que disminuye el riesgo
ambiental de su utilización y es altamente tóxico para organismos taladradores y xilófagos en
general. Sin embargo estas cualidades no son absolutas.
Existen determinadas combinaciones de factores ambientales que pueden determinar
lixiviados severos y consecuentes contaminaciones riesgosas en el ambiente. Además, los metales
pesados son altamente cancerígenos y mutagénicos a nivel de trazas. También en los últimos
tiempos, se han encontrado especies fúngicas resistentes a este producto, o al menos a los
contenidos mínimos estandarizados para su protección, con lo cual el grado de protección
garantizado por el producto puede ser relativo.
Existen dos alternativas de formulación del producto CCA: como sales o como óxidos.
Las proporciones relativas de los elementos constituyentes cromo, cobre y arsénico, se mantienen
iguales en ambas formas, según el tipo de CCA comercial (tipos A, B o C). Es decir que, por
ejemplo, la composición 47,5% de óxido de cromo, 18,5% de óxido de cobre y 34% de arseniato,
se mantendrá en el CCA tipo C, independientemente de su formulación como sal u óxido. Si bien
ambas clases exhiben un desempeño similar, a la formulación salina se le critica la presencia de
sulfato de sodio.
Se ha argumentado que la presencia de esta sal podría facilitar el lixiviado del arsénico, el
saltado de pinturas superficiales o aún, podría facilitar resquebrajamientos al enfrentarse su
carácter altamente hidrófilo con el carácter hidrófobo de los ácidos crómicos, no existe suficiente
evidencia al respecto.
También se ha sugerido que la formulación salina favorece la corrosividad ante metales a
la vez que aumenta la conductividad eléctrica y afecta la capacidad de cementación en tableros.
Según se refleja en los estándares internacionales, no parecería existir una diferencia significativa
y demostrable en la práctica por la cual una formulación pueda ser preferida en particular.
Los componentes activos del CCB combinan la acción funguicida del cobre con la insecticida
del boro y el poder de fijación del cromo para evitar la lixiviación.
Los componentes activos son el óxido cúprico (10.8%), el óxido crómico (26.4%) y el
ácido bórico (25.5%). Posee un factor óxido inferior al CCA, por lo que para lograr la misma
acción protectora que éste, se debe incorporar a la madera mayor cantidad de CCB.
En el tratamiento de la madera con CCB se recomienda usar una concentración no menor
del 5% en agua. No es recomendable su uso al exterior y menos en contacto con el suelo debido a
que con presencia de humedad el producto lixivia en pequeñas cantidades, lo que no ocurre con el
CCA.
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Este producto se fija más lentamente en la madera que el CCA, por lo que se recomienda
que el material tratado se deje secar por un período de 6 a 8 semanas antes de ponerlo en servicio.
Tanto el bórax (borato de sodio) como el ácido bórico, separadamente presentan deficiencias,
como la baja solubilidad en agua y la acción corrosiva. Fueron empleados inicialmente como
productos retardadores de la acción del fuego, pero posteriormente se comprobó que tenían
acción efectiva contra algunos insectos de la madera, como los Líctidos.
La mezcla de ambos forma una solución más eficiente, que puede ser utilizada en el tratamiento
de madera verde por el método de difusión, como también para impregnar madera seca en
autoclave.
La mezcla resulta tóxica a un gran número de organismos xilófagos, pero presenta el
inconveniente que es bastante lixiviable por lo que no se recomienda su uso en maderas al
exterior en contacto con el suelo o agua.
La proporción más recomendada es 40% de ácido bórico y 60% de borax, es decir 1 parte de
ácido bórico y 1.5 partes de borax. Se prepara en una concentración del 2 al 3% en agua.
Estos compuestos no tiñen la madera, siendo una ventaja sobre el CCA que le da un leve
tono verdoso, son tóxicos para los hongos e insectos, pero inocuos para el hombre y los animales
domésticos, por lo que se recomienda su uso en la construcción (interior de viviendas), muebles y
artesanías.
SULFATO DE COBRE
Tiempo atrás era uno de los preservantes más empleados por su toxicidad y bajo costo.
Actualmente en razón del lento proceso de fijación y por ser corrosivo para los metales, su
empleo está limitado a tratamientos por difusión y desplazamiento de savia, confiriendo al
material tratado una coloración verdosa.
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