Como Instalar Linux en Tu PC
Como Instalar Linux en Tu PC
Como Instalar Linux en Tu PC
Una falencia que encontré pero no es en todos los casos es que si el usuario no cuenta con
una conexión a internet, o desconoce algunas cuestiones propias del mantenimiento de PC´s
puede ser dificultosa la instalación de plugins, hardware u otras cosas.
Antes de empezar es necesario planificar bien la instalación y pensar qué queremos hacer.
Linux es un sistema completo preparado para ser ejecutado en Live CD o instalado en disco
duro, de manera que pueda comenzar inmediatamente a utilizar herramientas de
productividad como procesadores de texto, navegadores de Internet, retoque fotográfico,
etc. ya incluidas junto al propio sistema, por lo tanto es necesario disponer de un hardware
capaz de ejecutarlo.
Linux no es especialmente voraz con los recursos de la máquina, sin embargo, cuanto
mayores prestaciones posea nuestra instalación, más rápido y ágil se comportará el sistema.
Preparativos
Copias de seguridad
Una partición es una sección lógica, una división, una parcela acotada del disco. Para el
sistema operativo cada partición se comporta como si fuese un disco independiente, por ello
es posible tener varios sistemas instalados con tal que estén en particiones distintas.
Hay dos tipos de particiones: primarias y extendidas. Un disco duro puede ser dividido en
un máximo de cuatro particiones primarias. Si usted necesita más particiones deberá
entonces configurar una de las particiones primarias como extendida, que podrá ser divida a
su vez en particiones lógicas, también conocidas como unidades lógicas.
Esto significa que un disco duro puede estar dividido de cualquiera de las siguientes
formas:
* 1,2,3 y hasta 4 particiones primarias.
* 1 partición primaria y 1 extendida
* 2 particiones primarias y 1 extendida
* 3 particiones primarias y 1 extendida
Hacer distintas particiones en un disco duro es una buena práctica: el acceso a los datos es
más eficiente, se reduce la capacidad de infección de los virus, se aprovecha mejor el
espacio, etc. En todo caso si va a tener en su disco más de un sistema operativo entonces es
imprescindible hacer particiones.
Al proceso de ir creando las particiones se le suele llamar en la jerga y de modo poco
imaginativo "particionar". Pero además las particiones una vez creadas deben ser
"formateadas", es decir, se les debe crear un sistema de ficheros.
Imagine el aparcamiento en los sótanos de una gran superficie comercial. Si no estuviese
marcado,probablemente le resultaría imposible localizar su
automóvil. Algo parecido ocurre con el espacio en un disco duro. Es necesario delimitarlo
para aprovechar su capacidad al máximo y establecer unas pautas que permitan localizar de
manera ágil los archivos allí almacenados. Aproximadamente esta tarea es la que
realizamos al “formatear” y establecer un “sistema de ficheros”.
Un sistema de ficheros es, dicho sin mucho rigor, una forma particular de organizar la
información en el disco duro. En el mundo ideal habría una única forma de crear sistemas
de ficheros, la mejor. Pero como no vivimos aún en ese mundo puede encontrar una gran
variedad de formatos, no siempre compatibles entre sí, dependiendo del sistema operativo
del que estemos hablando. Probablemente usted conozca ya las habituales de los entornos
Windows:
● FAT: con sus dos variantes FAT16 y FAT32 es el formato presente en sistemas
MS_DOS™,
Windows95 y 98™, e incluso en WindowsXP™ Home Edition.
● NTFS: Propia de los sistemas Windows NT™, 2000, 2003 y XP™ Professional.
GNU/Linux soporta una gran variedad de formatos pero lo más frecuente es encontrar
particiones de tipo
EXT3 o EXT2, y un tipo de partición especial denominada "swap".
El tipo de partición EXT3 presenta indudables ventajas: es muy resistente a fallos, no
fragmenta el disco, gran rapidez de acceso a los datos, excelente recuperación de errores
una vez se han producido, etc.
Siempre hay quien pregunta por una herramienta de defragmentación para GNU/Linux
similar al "Defragmentador de discos" de Windows™. En GNU/Linux
no existe tal herramienta, porque no se necesita. Cuanto más se usa el disco duro menos se
fragmenta y en cualquier caso el porcentaje de fragmentación apenas llegará al uno por
ciento. Sobre este tema hay un interesante artículo publicado por el profesor universitario
Roberto Di Cosmo bajo el título Trampa en el Cyberespacio hace ya algún tiempo, pero que
no ha perdido vigencia.
En concreto, Linux necesita como mínimo dos particiones: una con sistema de archivos
ext3 y otra de tipo swap (espacio de intercambio).
El swap es un espacio de disco de uso temporal que se utiliza como refuerzo a la memoria
RAM, por eso recibe también el nombre de memoria virtual. El tamaño de esta partición
debe ser el doble de la memoria RAM instalada en nuestro equipo, aunque dado el tamaño
de las memorias actuales bastaría con crear una partición de swap del mismo tamaño que la
RAM.
A no ser que quiera hacer un particionado manual del disco no deberá preocuparse por esto.
El instalador de Linux se ocupará automáticamente de crear las particiones necesarias, tanto
si lo instala en un disco duro vacío o en el espacio libre sin particionar.
Es conveniente realizar previamente una defragmentación completa del disco, sobre todo si
está usando ya su sistema Windows desde hace algún tiempo, para evitar que la dispersión
de los archivos ocupen un espacio innecesario.
Para hacer las modificaciones en el disco utilizaremos la aplicación Gparted. Con Linux
ejecutándose desde el CD vaya al menú “Sistema -> Administración -> Editor de
particiones de Gnome”.
La pantalla de Gparted nos muestra un esquema de la configuración de nuestro disco. En el
caso de disponer de más de un disco duro se activa un menú de selección situado en la parte
superior derecha de la ventana. La aplicación ofrece información sobre cada partición:
nombre, sistema de archivos utilizado, tamaño total, espacio ocupado, espacio libre, y las
distintas opciones aplicables a la partición. En caso de ser necesario maximice la ventana
de Gparted con el fin de visualizar completamente todas las herramientas de la aplicación.
Lo primero que debemos hacer es comprobar si tenemos espacio suficiente para Linux. Una
partición puede estar ocupando todo el disco y sin embargo no estar completamente llena.
Para editar una partición hay que seleccionarla en el gráfico o en en la lista. Una vez
elegida se activarán en la barra de botones las tareas que podemos realizar sobre ella.
Para redimensionar una partición siga estos pasos:
1. Haga clic con el botón izquierdo del ratón sobre la partición en el gráfico o en el listado.
2. Pulse el botón Redimensionar/Mover de la barra de botones.
3. En la ventana de diálogo Redimensionar establezca el nuevo tamaño para la partición.
Para ello vaya al campo "Tamaño nuevo", verá como después del indicador numérico existe
un pequeño cuadro con dos flechas: la flecha que apunta hacia arriba sirve para aumentar el
tamaño de la partición; la que apunta hacia abajo para disminuirlo. Haga clic en la fecha
que apunta hacia abajo y manténgala pulsada hasta que el indicador "Espacio libre a
continuación" marque al menos 3072 (ésto es 3Gb, según la fórmula 1 Gb=1024 Mb).
Cuando lo haya hecho pulse el botón "Redimensionar"
4. Gparted le mostrará cómo quedará el disco después de ejecutar la tarea pendiente. Si no
está seguro del resultado puede pulsar el botón "Deshacer", si desea efectuar los cambios
pulse el botón "Aplicar". Se le pedirá que confirme que desea ejecutar la tarea de
redimensionado.
5. Una vez haya terminado vaya al menú "Gparted-Salir" e inicie el proceso de instalación
tal como se explica a continuación.
Para ser instalado Linux necesita estar ejecutándose desde el CDRom, de modo que lo
primero que haremos será iniciar el sistema con el CD de Linux y esperar a que éste se
cargue completamente y nos encontremos en el escritorio. Repase el capítulo 1 si no
recuerda cómo hacer ésto.
Si su equipo dispone de una conexión mediante tarjeta de red a un router ADSL o una Red
Local, verifique que está realmente conectado.
Con Linux ejecutándose en Live-CD localizaremos el acceso directo situado en el escritorio
etiquetado como Install. Pulsando dos veces sobre él con el botón izquierdo lanzaremos el
asistente de instalación.
El proceso de instalación se realiza en 6 etapas o pasos. En las primeras 5 etapas se le
pedirá que conteste a algunas preguntas. Una vez recogida esta información el asistente
iniciará la 6 y última etapa que culminará con la instalación de Linux en su sistema.
Etapa 1. Bienvenido
En esta primera etapa se le pide que seleccione el idioma a utilizar durante el proceso de
instalación. Este idioma será también el predeterminado en el sistema una vez instalado.
Podrá observar que la lista de idiomas disponibles es inusualmente amplia. Esto responde al
compromiso del proyecto Linux que reconoce el derecho de todo usuario a disponer del
sistema en su propia lengua. De ahí el importante esfuerzo que se ha hecho en las
traducciones. Seleccione "Español" o busque y seleccione cualquier otro idioma de su
preferencia. Una vez hecho esto pulse "Forward" (Adelante).
Iniciar sesión
A diferencia de lo que ocurre cuando Linux se está ejecutando desde el CD ahora para
entrar en el sistema necesitará registrarse, es decir, facilitar su nombre de usuario y
contraseña. Esto permitirá que el sistema le identifique y le asigne los privilegios de acceso
conformes con su cuenta.
Se protege así la confidencialidad de los datos y la seguridad del propio sistema. De modo
que Linux le pedirá siempre que introduzca su nombre de usuario y su contraseña.
Cumplimentando ambos campos (tenga cuidado pues se distingue entre mayúsculas y
minúsculas) se cargará el entorno gráfico y accederemos a nuestra área de trabajo.
Como usuarios normales somos soberanos en nuestra área de trabajo, podemos hacer y
deshacer a nuestro antojo, pero fuera de ahí no podemos hacer absolutamente nada.
Olvídese de la promiscuidad de otros sistemas operativos que le permiten escribir o crear
directorios en cualquier sitio al azar.
Es posible configurar Linux para que no sea necesario el registro inicial. Sin embargo es
completamente desaconsejable porque supone una pérdida de funcionalidad y ningún
beneficio. Tiene en sus manos un sistema multiusuario seguro ¿por qué desperdiciar esa
potencialidad?. Aún cuando se usted el único usuario de su computadora es conveniente
que mantenga el registro en el sistema, al fin y al cabo ¿por qué exponer su información a
cualquier curioso?
Apagar el sistema
El sistema debe apagarse correctamente a fin de no causarle daños que pueden llegar a ser
importantes.
Para ello vaya al menú Sistema -> Salir. En la ventana de diálogo emergente se le ofrecerán
varias opciones.
● Terminar la sesión. Termina la sesión del usuario actual y vuelve a la pantalla de registro
inicial.
Desde aquí puede también apagar,reiniciar,hibernar o suspender la computadora. Para ello
vaya al menú Opciones situado en el borde inferior izquierdo de la pantalla.
● Boquear la pantalla. Bloquea la sesión del usuario actual. Cuando quiera reanudarla se le
pedirá la contraseña de usuario. Se protege así la confidencialidad de su trabajo.
● Cambiar de usuario. Vuelve a la pantalla de registro pero sin cerrar la sesión del usuario
actual. De este modo se permite que otro usuario inicie sesión. Más tarde podrá cambiar de
una a otra sesión utilizando la combinación de teclas Ctrl+Alt+F7 (para la primera sesión) y
Ctrl+Alt+F8 (para la segunda sesión). En general puede haber tantos usuarios registrados
simultáneamente como teclas de función desde F7 a F12.
● Reiniciar. Reinicia su computadora.
● Apagar. Apaga el sistema
Podría encontrar también "Hibernar" y/o "Suspender". Su presencia dependerá de si la bios
del ordenador soporta ACPI, y ha sido correctamente detectado por Linux. Suspender la
computadora consiste en algo así como mandarla "dormir". Seguirá estando activa pero
consumirá muy poca energía. Para despertarla basta con pulsar cualquier tecla.
La opción de Hibernar es sobre todo útil en ordenadores portátiles. La idea de la
hibernación es volcar el contenido de la memoria RAM en la partición swap. Como
sabemos la memoria RAM es volátil y por tanto, al apagar el ordenador se pierde la
información que estuviera allí, cosa que no ocurre con el disco. Cuando mandamos hibernar
la máquina se apagará y no consumirá por tanto energía. Sin embargo cuando volvamos a
encenderla Linux tardará menos en arrancar y podremos seguir trabajando en el mismo
punto en que lo dejamos cuando se inició la hibernación. Es decir, con los mismos
programas abiertos, en la misma posición, etc., todo como si no hubiéramos apagado.
De ahora en más usted podrá disfrutar de su sistema Linux, Para disfrutar del software libre
no hace falta saber casi nada de él.
Nos encontramos en un contexto en que se supone implícitamente que saber informática es
lo mismo que saber manejar ciertas aplicaciones propietarias, tales como MS Windows™ o
MS Office™. Pero existen otras muchas opciones y entre ellas destaca por sus ventajas la
del software libre.
Instalación del Sistema Operativo Linux
Paso 2: Instalación del Sistema Operativo Linux