El Immunobio
El Immunobio
El Immunobio
Los síntomas más comunes del coronavirus definidos por la Organización Mundial de la
Salud (OMS) son la fiebre, la tos seca y el cansancio. Con todo, se reconocen otros
menos frecuentes como los dolores o el malestar, la congestión nasal, el dolor de cabeza,
el dolor de garganta, la falta de gusto o de olfato, conjuntivitis, diarrea, erupciones
cutáneas y ciertas alteraciones en la lengua, lo que se ha denominado Lengua Covid. Una
vez que aparecen esos síntomas, un médico puede pedir la realización de una PCR o de
un test de antígenos para confirmar o descartar el diagnóstico. Ahora, además, se
plantean en un horizonte cada vez más cercano las pruebas de saliva de
antígenos como otra vía para detectar la presencia del coronavirus en el organismo.
¿Qué es la PCR?
La PCR es una técnica molecular que permite detectar el genoma del virus, ya sea a
partir de su ARN (ácido ribonucleico) o de su ADN (ácido desoxirribonucléico). “En el caso
del coronavirus detectamos el ARN del virus. Es decir, cuando el virus infecta a una
persona se introduce en las células de la nasofaringe y se empieza a replicar. A partir de
una muestra de la zona de la mucosa nasofaríngea intentamos detectar el ARN del virus”,
explica a CuídatePlus Pilar Catalán, responsable de la Sección de Virología del Servicio
de Microbiología del Hospital Universitario Gregorio Marañón.
También se ha oído hablar en los últimos tiempos de la PCR de cadena larga. Se trata de
una prueba que habitualmente se ha utilizado en otros campos de la Medicina, como la
Genética o la Oncología, y que utilizan fragmentos muy largos de ADN. Según
explica Alberto Delgado-Iribarren, jefe del Servicio de Microbiología del Hospital
Clínico San Carlos, de Madrid, estas técnicas son más costosas y más complejas que las
PCR convencionales con las que se diagnostica el coronavirus, pero no implican una
mayor fiabilidad en el resultado. "El diagnóstico por PCR convencional es igual de fiable
porque se realiza a nivel de caracterización de la cepa".
¿Sirven las técnicas de PCR para detectar las variantes del coronavirus?
Los últimos en llegar al escenario del coronavirus en España han sido los test de
antígenos. ¿Qué son? Según Delgado-Iribarren, los test de antígenos sirven
para detectar “la presencia del virus de un modo muy sencillo y con dispositivos muy
rápidos, del tipo a los del test de embarazo, etc”.
Una de sus ventajas por encima de la PCR es que los resultados se obtienen en unos
15 minutos y no hace falta contar con un laboratorio especializado. La rapidez
permite adelantar la toma de decisiones en cuanto a confinamientos y al rastreo de
los contactos. Eso sí, Delgado-Iribarren recalca que los tests de antígenos no se
pueden hacer en casa, sino que la toma de muestras debe realizarla un profesional con
un exudado nasofaríngeo.
Aunque los test de antígenos son más baratos que las PCR no tienen tanta sensibilidad.
No obstante, permiten diagnosticar a personas con una carga viral alta. “Es una
estrategia que se está siguiendo mayoritariamente en muchos países porque nos interesa
mucho detectar a esos pacientes con gran cantidad de virus porque pueden ser grandes
contagiadores”, dice Delgado-Iribarren.
Aunque la mayoría de los test de antígenos se están realizando desde los centros de
salud, su gran capacidad diagnóstica hace que también se utilicen en los hospitales “nos
interesa que la sala de urgencias no tenga aglomeraciones. Su utilidad es muy grande”. De
hecho, trasladar a Atención Primaria la realización del test de antígenos ha permitido en
cierta manera descongestionar los laboratorios de los hospitales, volcados en gran medida
desde que comenzó la pandemia en la realización de PCR.
Según Carnevali, si al realizar una serología en sangre para detectar la presencia de los
anticuerpos sólo se hallan IgM es muy probable que la infección se encuentre en sus
fases iniciales. Esta inmunoglobulina va negativizándose en el curso de la enfermedad.
Sin embargo,si aparecen tanto la IgM como la IgG es posible que haya “pasado más
tiempo desde el inicio de la infección y que queden restos de la fase aguda. Cuando sólo
se observan anticuerpos IgG pensamos que la fase de replicación viral ha pasado”, dice
Carnevali.
¿Positivo o negativo?
Entonces ¿qué significan los positivos y los negativos? Pueden darse varias opciones:
Si la IgM y la IgG son positivas la persona está pasando una infección relativamente
reciente y está desarrollando anticuerpos.
Si la IgM es positiva y IgG negativa puede significar una infección muy reciente. En
este caso conviene repetir la analítica a los quince días para comprobar si la IgM se
vuelve negativa y la IgG positiva, lo que implicaría la aparición de anticuerpos.
Si la IgM es negativa y la IgG positiva muestra que la persona ha estado en
contacto con el virus y ha generado anticuerpos. “Es la situación ideal y en principio la
persona tiene protección frente a una nueva infección”, añade Catalán.
Si la IgM y la IgG son negativas la persona no ha estado en contacto con el virus y
no ha desarrollado anticuerpos.
Catalán advierte de que la IgM puede dar falsos positivos y lugar a confusiones y lo achaca
a una baja especificidad de la prueba. No obstante, el panorama aún puede cambiar
puesto que la tecnología que se utiliza para un virus tan nuevo es posible que avance en
los próximos tiempos.
Lo mismo ocurre con los test rápidos, que, aunque cómodos, son menos fiables que las
pruebas de laboratorio. Este tipo de pruebas “no identifican el ARN del virus sino que
detectan los también los anticuerpos producidos frente al virus en sangre, pero no los
cuantifica, sólo dice si están presentes o no”, afirma Carnevali.
Aunque ha habido en los últimos meses cierta confusión con qué son los test rápidos,
Delgado-Iribarren recuerda que estos muestran información sobre la generación de
anticuerpos y si la infección se ha producido en los 7-10-14 días previos. Se trata de
una prueba muy sencilla que se realiza pinchando el dedo del paciente y poniendo la
sangre en un dispositivo, de forma muy similar a cómo se realizan los controles de
glucemia en diabetes. "Los test rápidos no sirven para detectar infecciones activas. Son
muy útiles para estudios de seroprevalencia, aunque son menos menos sensibles que
cuando se analiza la presencia de anticuerpos con un análisis de sangre completo".
Inmunidad celular
Este tipo de prueba se basa en la citometría de flujo -una técnica presente en todos los
centros hospitalarios con laboratorios de diagnóstico clínico- y busca obtener
una información muy completa de la respuesta inmunológica frente al virus a partir de
una muestra de sangre. De esta forma, y con una fiabilidad del 99%, se detectan tres
tipos de anticuerpos (IgG, igA e IgG) y cuatro proteínas del SARS-CoV-2 (la proteína
Spike y su dominio RBD, ambas esenciales por ser el componente principal de las vacunas
actuales, y la proteína de la envoltura o nucleocápside (NP) y la proteasa responsable de la
replicación del virus (Mpro/3CLpro).
Desde el CSIC añaden que este dispositivo de momento se realiza con sangre dle paciente
pero se espera que en el futuro se valide también su uso en saliva.
por Taboola
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