Derecho Romano. Módulo Completo
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CONTENIDOS DE LA UNIDAD
IV. El Imperio: Principado: atribuciones del príncipe. Organización política y social del
Imperio – El Senado – Dominado: Reformas de Diocleciano y Constantino – La
división del Imperio – Caída del Imperio romano de Occidente.
EL REY:
El Rey es la autoridad máxima de la ciudad que en determinado momento se
coloca sobre la autoridad de los jefes de cada Gens unificando el poder,
posiblemente por delegación del mando militar, que paulatinamente se va
configurando en el Imperium.
Según Di Pietro el Imperium es tomado tradicionalmente como un poder
originario, unitario, absoluto y soberano.
Originario: La autoridad se tiene por sí y no porque sea recibida de otro
que la delega o confiere, ni siquiera el pueblo (aunque la investidura del
Imperium se realice en los Comicios como se verá).
Unitario: porque no es la suma de varias atribuciones, sino un único
principio del cual derivan distintas funciones y atribuciones.
Absoluto (ab-suelto): por no estar limitado ni ser responsable de los
actos que realiza ante otro.
Soberano (superanus) por ser supremo en lo interno e independiente en
lo externo de cualquier otro poder.
CARACTERES:
La monarquía romana se constituye como ABSOLUTA, VITALICIA, HEREDITARIA
y SAGRADA
Absoluta: conforme se ha mencionado al hablar del Imperium, el Rey no
tiene responsabilidad (no debe responder o dar cuentas) ante nadie por
sus actos.
Vitalicia porque se es Rey de por vida (el cargo se extingue con la
muerte).
DINASTÍA LATINO-SABINA
o Rómulo (753 a.C. a 717 a.C.): Primer Rey de Roma. Habría dividido
y estructurado la Civitas en tres tribus arcaicas o gentilicias y a
estas en curias conforme se verá luego. Aunque posiblemente
haya muerto asesinado, la tradición narra que al morir fue elevado
al cielo durante una tormenta en una carroza de fuego y
divinizado bajo el nombre de Quirino.
o Numa Pompilio (716 a.C. a 674 a.C.): Fue el organizador religioso
de Roma y creador del colegio sacerdotal de los Pontífices, del
cual fue él mismo Pontífice Máximo.
o Tulio Hostilio (673 a.C. a 642 a.C.): Recordado por ser quien
desarrolló ampliamente el ejército y haber declarado la guerra a
Alba Longa (ciudad de la cual provenía Roma) la cual fue destruida
tras su derrota trasladándose los habitantes a Roma.
Por la familiaridad de ambas ciudades la tradición recogida por
Tito Livio señala que, para evitar el derramamiento de sangre, la
batalla se redujo al enfrentamiento de tres soldados hermanos
representantes de Roma – los Horacios – contra tres hermanos
también soldados de Alba Longa – los Curiacios. De la batalla
sobrevivió sólo un Horacio que fue quien dio la victoria a Roma
consagrando su hegemonía.
DINASTÍA ETRUSCA
o Lucio Tarquino Prisco, conocido como Tarquino el Antiguo (616
a.C. a 578 a.C.): Indica el inicio del predominio etrusco y es
recordado entre otras cosas por haber construido el templo de
Júpiter sobre el Capitolio y la Cloaca Máxima.
o Servio Tulio (578 a.C. a 539 a.C.): Crea el censo, reorganiza el
ejército, expande las murallas de Roma e introduce una muy
importante reforma política en la organización de los comicios,
conforme lo veremos infra. De alguna manera este cambio marca
el inicio del proceso de transformación a la República.
o Tarquino el Soberbio (539 a.C. a 509 a.C.): El último rey etrusco que
expandió los límites de Roma en el marco de un gobierno
despótico. Según la leyenda, habría sido derrocado luego de
haber cometido (él o su hijo de igual nombre) un intento de abuso
sobre la casta Lucrecia, mujer patricia que fruto de ello se suicidó.
Esto provocó la indignación del pueblo que habría derrocado al
Rey jurando nunca más someterse a la voluntad de uno.
EL SENADO:
COMPOSICIÓN:
Se ha dicho que, conjuntamente con el Rey y los Comicios Curiados, el Senado
era un órgano político de la Civitas. Habría estado formado por ancianos (senex)
y la primera conformación hecha por Rómulo habría sido de cien miembros
conforme el siguiente criterio:
3 senadores por cada Curia (30 x 3) = 90
3 senadores más por cada Tribu (3 x 3) = 9
1 que preside elegido por Rómulo =1
Total = 100 miembros
ATRIBUCIONES:
El Senado era un cuerpo asesor del Rey, al cual éste consultaba en
cuestiones de gobierno.
Además, tenía como atribución aprobar las decisiones de los Comicios
que se consideraban incompletas o imperfectas hasta que el Senado las
validaba mediante la Auctoritas Patrum.
LOS COMICIOS
El cuadro institucional de los órganos de la Civitas se completa con la asamblea
popular, también de carácter patricio, integrada por los Comicios. Al respecto
distinguimos un primer momento en el cual los Comicios están organizados por
curias – Comitia Curiata – y otro en el cual, luego de una importante reforma de
Servio Tulio, están organizados por Centurias – Comitia Centuriata.
COMICIOS CURIADOS:
La palabra Curia provendría de co-viria, término formado por la partícula co:
conjunto, y viri: varones. Como se dijera anteriormente, esta reunión de varones
debía aportar 10 jinetes y 100 infantes para el ejército, pero además, sobre la
misma base participaba de la asamblea popular.
¿Qué funciones tenía y cuáles NO tenía el Comicio Curiado? Comencemos por
las que no tenía:
NO TENÍA funciones legislativas: Se ha sostenido que el Comicio Curiado
habría votado un primer cuerpo de leyes dadas por Rómulo en la fase de
organización de la Civitas, conocidas como Leges Regias. Ya hemos
señalado oportunamente que estas leyes no existieron y que la fuente
principal de Derecho de este período fue la costumbre.
NO TENÍA funciones judiciales: También se ha dicho que actuaba como
tribunal de apelación frente a la aplicación de la pena capital.
Lo anterior se basa en el relato legendario de la batalla de los Horacios
contra los Curiacios. Como se recordará, sólo sobrevive un Horacio que le
da la victoria a Roma, pero que advierte que su hermana lloraba la
muerte de uno de los adversarios (del cual era novia) por lo cual,
indignado, le da muerte. En función de ello fue condenado a pena
capital, pero siendo el héroe mayor de Roma antes de que la ejecución se
cumpliera se habría apelado a los Comicios para que le perdonaran la
vida. Pero todo esto es relato legendario y no ocurrió.
NO TENÍA funciones electivas: Conforme hemos dicho, el Rey saliente
propone al nuevo Rey heredero del trono. Sin embargo los Comicios
participan, conforme se verá seguidamente.
¿Cuáles eran entonces las funciones de los Comicios Curiados?
Lex Curiata de Imperio: Los Comicios Curiados proclamaban al nuevo Rey
reconociéndole el Imperium mediante la Lex Curiata de Imperio. Ya
veremos que todo lo que emana de los Comicios recibe el nombre de Lex
Del cuadro anterior surge claramente que si las dos primeras clases se ponen de
acuerdo ya tienen la decisión tomada dentro de la asamblea. Por ello se ha
afirmado (con razón) que la estructura de este nuevo modelo de comicios fue
de carácter “timocrático” o “plutocrático”, es decir, asignando poder a la riqueza.
Si bien los Comicios Curiados no desaparecieron, conservando las funciones
originales, fueron perdiendo importancia al ser sustituidos por los Centuriados
que tuvieron todas las atribuciones que los anteriores no tenían:
Origen
Al igual que se ha planteado con la misma fundación de Roma, existe en la
justificación del origen de la República, un relato legendario y datos
historiográficos no totalmente convergentes.
La leyenda dice que Tarquino el soberbio, tercer rey etrusco, se habría
conducido como un gobernante despótico y arbitrario, ganándose el rechazo
del patriciado. Los atropellos habrían llegado al colmo cuando su hijo Sexto
Tarquino, habría abusado supuestamente de la casta Lucrecia, mujer patricia
que al ser ultrajada, se quitó la vida para lavar su deshonra. Esto habría
indignado al pueblo que arremetió contra el monarca y lo expulsó de Roma el
24 de febrero del año 509 a.C., jurando nunca más someterse a la voluntad de
uno solo (juramento que los romanos quebrantarían varias veces a lo largo de
los siglos) en lo que se conoce como fiesta del regifugium o expulsión del rey, la
cual celebrada aún hoy en algunos lugares de Italia.
Sin embargo, los historiadores admiten que luego de las reformas que Servio
Tulio realizó en la estructura comicial, como así también del paulatino proceso
de delegación de competencias en otros funcionarios, fue natural la transición a
un modelo en el cual el Imperium no estaba ya en cabeza de uno sino que era
compartido por varios. Nacía la República.
Así como durante la Monarquía los órganos políticos fueron el rey el senado y
los comicios, en el período republicano el primero de estos órganos será
sustituido por las magistraturas.
FUNCIONES:
Cónsul: es la magistratura mayor. Al comienzo de la República se
nombran dos cónsules que tenían pleno imperio y todas las funciones
hasta que luego comienzan a separarse las mismas y atribuirse a las otras
magistraturas. Tenían a su cargo el gobierno de la ciudad y la totalidad
del mando militar.
A partir de la Lex Liciana del año 342 a.C. se estableció que al menos uno
de los cónsules debía ser plebeyo.
Pretor: En el año 367 a.C. se crea la pretura urbana. El pretor urbano era
encargado de administrar justicia entre los ciudadanos. Posteriormente, y
en virtud de la expansión de Roma y el crecimiento de las relaciones
comerciales (y los litigios) con extranjeros, se crea en el año 243 a.C. la
pretura peregrina, para entender en los litigios entre ciudadanos y
peregrinos.
La tarea del pretor consiste principalmente en intervenir en la formación
del juicio declarando el derecho aplicable y designando un juez para que
resuelva el litigio y dicte sentencia.
Como magistrado con Imperium goza del ius edicendi, es decir, el
derecho de publicar edictos y es mediante ellos que comienza a crear
nuevas normas que darán origen al Derecho Honorario, conforme se verá
infra en la siguiente unidad.
Censor: Tiene a su cargo la elaboración del Censo. Eran dos elegidos por
los Comicios Centuriados. Además estaban a cargo de elaborar la lectio
senatus (o lista del Senado) y el cuidado de las costumbres (cura morum).
Los censores se elegían cada cinco años pero duraban en el cargo
dieciocho meses (que era la duración del censo), lo cual constituye una
excepción a la regla de que las magistraturas duraban un año. Por lo
demás, como se ve, se trata de una función discontinua desde que hay
tres años y medio de inactividad censoria.
Las magistraturas:
Las magistraturas continuaron formalmente en funciones para sostener la
ficción de que continuaba vigente la República, pero en la realidad se
debilitaron paulatinamente hasta quedar minimizadas o abolidas.
Conforme se ha visto, la potestad tribunicia es asumida por Augusto
confiriéndole el ius intercessionis sobre todos los magistrados. La potestad
censoria había sido suprimida por el dictador Sila, pero luego es restablecida
por Augusto que la asume, adquiriendo mediante ella poder sobre el Senado.
Posteriormente se hizo nombrar colega de todos los magistrados y luego el
consulado fue asumido por el príncipe al igual que las otras magistraturas,
muchas de cuyas funciones se delegaron finalmente en los funcionarios
imperiales. La única magistratura que permaneció en el tiempo con su
conformación original fue la pretura que continuó encargada de la
Los Comicios:
Conforme hemos estudiado, los Comicios eran de tres tipos: Los Curiados,
creados en función del origen de los ciudadanos; los Centuriados, fundados en
la clase social a la cual pertenecían en función de su riqueza; los Tribados, con
base en el domicilio.
A esta altura de los acontecimientos los Comicios Curiados prácticamente han
desaparecido al igual que los Tribados. Los Comicios Centuriados, en cambio,
siguen vigentes para la época de Augusto y conservan la potestad legislativa, de
hecho, él mismo hace votar un número importante de leyes al comienzo de su
principado; pero al comenzar la dinastía de los Antoninos, el emperador Nerva
sustituye las leyes por Constituciones Imperiales. En relación con la función
electiva, la misma empezó a limitarse por el hecho de que los candidatos debían
se propuestos por el mismo Augusto, hasta que su sucesor, Tiberio, transfiere
esta función al Senado.
EL SENADO
El Senado constituye, durante el Principado, la otra “cabeza” de la diarquía
conjuntamente con el emperador, pero (conforme lo hemos mencionado) este
gobierno de dos fue aparente o, al menos, desequilibrado pues Augusto ejercía
un claro control e influencia sobre el cuerpo. No obstante, en sus comienzos el
Senado recuperó el número previo a Julio César (600 miembros) y siguió siendo
un órgano fundamental del gobierno.
Con excepción de la política exterior del Estado y el ejercicio de la diplomacia,
incluida la potestad de declarar la guerra y celebrar la paz que pasó a Augusto
al asumir la auctoritas, el Senado incrementó sus atribuciones en general. Así le
cupo:
Designar los altos mandos del ejército
Ejercer el gobierno sobre las provincias senatoriales
Asume la función electoral que tenían los comicios
A partir del emperador Nerva, ejerce la función legislativa que tenían
los Comicios Centuriados por medio de los senadoconsultos.
Con el paso de los años el peso del Senado en el gobierno imperial fue
decayendo y finalmente se transformó en un simple instrumento formal de las
decisiones del emperador con mayor perfil honorífico que peso político.
Conforme hemos anticipado, la dinastía de los Severos concluye con una fase
de decadencia económica, social y política que preparó el camino para que,
asesinado Alejandro Severo, último representante de las grandes dinastías del
principado, se produjera una gran crisis de poder. Esto deviene en un proceso
de luchas y anarquías que se extiende desde el 235 al 284 de nuestra era,
momento en el cual asume como emperador Diocleciano dando comienzo a un
nuevo período que se conoce como Dominado, o Bajo Imperio.
La palabra Dominado deriva de dominus et deus (amo y dios). Ahora el
emperador, por influencia de las monarquías heleno-orientales se volverá de
tipo absoluta y se abandona definitivamente el conjunto de premisas que
dieron sustento al principado, entre ellas, la del poder compartido. Debe
señalarse que durante el ciclo de crisis del principado, Roma dejó de ser el eje
cultural y político que se trasladó a Antioquía (Siria), Nicomedia (Asia menor) y
Constantinopla (actual Turquía). Esto comienza a marcar el paulatino
predominio de Oriente sobre Occidente que se reflejará luego en la división del
imperio y posteriormente en la caída previa del imperio de Occidente por casi
un milenio respecto del de Oriente.
Diocleciano (Augusto)
Nicomedia
Galerio (César)
Ilírico Danubio y Acaya
Maximiano (Augusto)
Milán
Constancio Cloro (César)
Galia España y Bretaña
CONSTANTINO
A pesar de las alianzas matrimoniales que había pergeñado Diocleciano, la
sucesión en el mando supremo no fue nada fácil y llevó a otro ciclo de luchas
civiles hasta que Constantino, hijo de Constancio Cloro, vence a Majencio, hijo
de Maximiano en el año 312 en la batalla del puente del río Milvio en las afueras
de Roma.
Es interesante esta batalla, pues Constantino estaba en inferioridad de
condiciones desde el punto de vista militar, pero esa noche tuvo una visión en
BIBLIOGRAFÍA
CONTENIDOS DE LA UNIDAD
Según Eduardo Gibbon, el lapso de mil años puede ser dividido en tres
períodos, cada uno de ellos de una duración aproximada de trecientos años
cada uno y siendo el criterio de clasificación el modo en que ejercieron su
actividad los jurisconsultos.
Segundo período ― Juventud del derecho romano: desde la ley de las XII
Tablas hasta el nacimiento de Cicerón.
Por su parte, Antonio Guarino, propone una división coincidente don la historia
institucional de Roma (seguido por algunos autores como Di Pietro, entre
nosotros), considerando la siguiente correspondencia:
IUS
FAS
El acto justo consiste en dar a cada uno lo suyo y la Justicia, fue definida por
Ulpiano como la constante y perpetua voluntad de dar a cada uno lo suyo.
De este modo fue caracterizada como una virtud (hábito bueno). Para merecer
la calificación de justo no basta serlo en un momento dado, se necesita
conformar su conducta al derecho sin rebeldía.
IURISPRUDENTIA
ÆQUITAS
DEFINICIÓN DE CELSO
Derechos privados:
Ius commercii: es el derecho a ser propietario conforme al derecho quiritario, y a
realizar todos los actos jurídicos que permiten la adquisición de la propiedad
civil (exclusivo de los ciudadanos).
Ius connubii: es el derecho a celebrar matrimonio legítimo (exclusivo de los
ciudadanos).
Ius testamenti factio: es el derecho a tener herederos.
Ius nomine: todos los ciudadanos romanos tienen derecho a la utilización de un
nombre compuesto de tres partes: el prenomen (nombre individual), nomen o
gentilium (indica la gens a que pertenece) y el cognomen (indica la estirpe o
familia de la que pertenece).
Cristianismo
chocaba totalmente con el cristianismo, que creía en una unión libre y por amor
bajo el amparo divino. Constantino intentó hacer un cambio en la legislación y
buscar que los móviles del matrimonio fueran el amor y la libertad, y no tanto el
interés por el dinero y el de llegar al poder como lo era con Augusto.
Se consideraba ideal que la mujer se mantuviera en el primer matrimonio como
un signo de fidelidad y amor.
Se prohibió el divorcio pero con algunas excepciones: cuando se descubría a la
mujer en adulterio, cuando el marido es homicida, si ejerce la magia o es
violador de sepulturas, si la mujer era adúltera, dada a los maleficios o
proxeneta. A pesar de todas estas legislaciones en contra del divorcio se
mantuvieron otras que seguían facilitándolo.
Patria potestad: cuando llegó el cristianismo a Roma, este constituyó una
amenaza para la patria potestad de los padres, que veían en él un elemento que
iba a revelar a los hijos y les iba a quitar poder a los padres. Por eso los padres
comenzaron a impedir que sus hijos se convirtieran al cristianismo y la familia se
empezó a dividir en dos: en el padre politeísta y en la madre y los hijos
cristianos que se oponían a sus abusos. Constantino tomó medidas en su
Estoicismo
La costumbre.
Se trató de la primera normativa del derecho romano. Eran los modos de vivir
de los grupos gentilicios que concurrieron a la formación de Roma.
Puede definirse como: La conducta positiva o negativa que es observada de
manera repetitiva de generación en generación por una determinada
comunidad que está convencida de su obligatoriedad.
Está compuesta por un elemento objetivo o material: la conducta repetida; y por
un elemento subjetivo: la certeza de su obligatoriedad.
Los romanos la denominaron mores maiorum (costumbres de los mayores, de
los antepasados) y fueron la primera y única fuente del arcaico Derecho
Romano, y conformaron la estructura de todo el derecho romano primitivo,
yendo a plasmar el máximo monumento legislativo de la antigüedad; la ley de
las Doce Tablas.
Las mores maiorum son producto de una verdadera relación entre el hombre y
los dioses. Relación ésta que reconoce como mediadores a los sacerdotes y que
va a ir produciendo una serie de normas que formaron el viejo derecho.
Los Pontífices interpretarán y orientarán estas costumbres, imponiendo algunas
y desechando otras.
Los proyectos de leyes son presentados por los magistrados que contaban con
la facultad para hacerlo 1 mediante la rogatio y dados a conocer por medio de
la promulgatio en la que se hacía constar el nombre del magistrado
proponente, la fecha de votación del comicio, la que debía ser al menos 24 días
después. Durante ese tiempo podía ser discutido en el seno de la asamblea.
1 Cónsules, pretores, dictadores, etc.
Llegado el día fijado en la convocatoria se abría la asamblea con el magistrado
presidente expresando su proposición e invitando al voto. La votación era por sí
o por no. El voto se expresaba en unas tablillas de madera en las cuales ponían
la inicial de lo que votaban: QR (quo rogas: como lo pides) y AQR (anti quo
rogas: contra lo que pides).
Luego del recuento el magistrado comunicaba el resultado de la votación y la
ley era enviada al Senado a efectos de que éste le otorgara la auctoritas patrum.
Partes de la ley
Se cree que las XII Tablas habrían desaparecido cuando los galos tomaron Roma
en el año 390 a. C.
Su texto habría sido reconstruido y publicado por indicación de Sexto Aelio
Peto a principios del siglo II a. C.
La ley de las XX Tablas se refería a todo el derecho civil, incluyendo los derechos
privados, reglas procesales, derecho público y administrativo, derecho penal y
las garantías a los ciudadanos.
Hemos dicho que los pretores (especialmente a partir de la creación del Pretor
Peregrino en el 243 a.C.) publicaban las reglas a las que se sometería su
mandato en el Edicto. Pero ¿en qué consistían estas reglas?
Conforme veremos en la Unidad 5, el Edicto es una colección de ―formulas‖
creadas por el pretor para resolver un litigio particular, pero que aplica a otros
casos similares cuando los conflictos se repiten y entonces esa fórmula se
transforma en un criterio general de solución que se publica en el Edicto.
Los medios que el pretor emplea para dar vida a ese nuevo complejo de
disposiciones serán:
En la práctica (lo veremos en la UNIDAD 5) las partes concurrían ante el pretor para que
este redactara una ―fórmula‖ que contenía el programa del proceso o juicio. Pero si de
la construcción de la fórmula iba a resultar una solución injusta, en algunos casos,
simplemente, no se presentaba (como si los dejara ―plantados‖) con lo cual, en la
práctica, negaba la acción al demandante.
Veremos en la UNIDAD 3 (que ya hemos comenzado a estudiar) que solo son titulares
de patrimonio las personas ―sui iuris‖ como el paterfamilias.
¿Qué ocurría si un filius provocaba un daño a un tercero? En principio el damnificado
debía demandarlo, pero esto sería inútil ya que no tiene patrimonio del cual cobrarse.
Para solucionar esta situación injusta, el pretor hacía que la acción se dirigiera contra el
responsable directo (en este caso el filius) pero la condena se aplicara contra quien era
responsable civilmente (en este caso el paterfamilias que era quien tenía patrimonio
para responder).
Todas las acciones anteriores (ficticias, con transposición de sujetos o útiles), constituían
innovaciones del pretor con base en acciones que ya existían en el Derecho Civil, a las
cuales hacía adaptaciones. A estas acciones las llamamos in ius conceptae (o concebidas
sobre el Derecho Civil).
Pero en otros casos había situaciones de hecho que no estaban contempladas en el
derecho preexistente, pero que en virtud de la equidad debió atender y proteger. En
estos casos (de verdadera creación jurídica) la acción se basa en el hecho mismo y se la
llama in factum conceptae o simplemente in factum.
Los Senadoconsultos
A partir del siglo II las leyes dejan de ser verdaderas fuentes de derecho ya que
los comicios – encargados de sancionarlas – sólo se reunirán para aclamar el
advenimiento del nuevo emperador y para ratificar las medidas tomadas por
ellos.
En su lugar encontraremos los Senadoconsultos o decisiones de los
emperadores.
Gayo los definió como lo que el Senado establece o autoriza.
En el Principado el Senado adquiere la facultad legislativa en materia privada, ya
sea por iniciativa propia o del emperador. Fue una fuente de gran importancia
Proculeyanos y Sabinianos
El Código
En el año 528 por medio de una Constitución designa una comisión con la
finalidad de que elabore un Código sobre la base de los Gregoriano,
Hermogeniano y Teodosiano y las constituciones imperiales posteriores.
En poco más de un año la obra fue finalizada pero quedó perimida y fue
necesario dictar uno nuevo que se lo sancionó en el año 534. El Código
contiene las constituciones imperiales desde la época de Adriano. Cada
Constitución lleva el nombre del Emperador que la dictó, la fecha, los nombres
de los cónsules y estaban ordenadas cronológicamente. Está integrado por doce
libros divididos en títulos.
No llegó hasta nuestros días ningún manuscrito de esta obra.
El Digesto
Es una compilación de la jurisprudencia contenida en las obras de los
principales jurisconsultos romanos, con predominio de textos procedentes de
Paulo y Ulpiano.
Consta de 50 libros divididos en títulos que se inician con una rúbrica. Cada
fragmento que se inserta en los mismos viene identificado por el nombre del
autor y la obra de donde se tomó. Su redacción se ordenó el 15 de diciembre
del 530 y el 16 de diciembre del 533 se publicó.
El Derecho de juristas recogido en el Digesto es el fruto de la aplicación
profesional, y por su propia naturaleza es fragmentaria, por lo que resulta
indudable el enorme esfuerzo que conllevó esta empresa, que además se
caracterizó por la tremenda riqueza por su contenido, que todavía resulta
actual.
Los 50 libros de que consta se encuentran divididos en títulos, dentro de los
cuales se incluyen los fragmentos, cada uno con la inscriptio que indica el
nombre del jurisconsulto, el número del libro y el título de la obra originaria de
Las Institutas
Etimológicamente significa instituciones. Contienen una síntesis de preceptos y
doctrina en cuatro libros de reducida extensión que abordan las siguientes
materias: el primero, de las personas; el segundo, de la división de las cosas, de
la propiedad, de los demás derechos reales y del testamento; el tercero, de la
sucesión intestada y de las obligaciones que proceden del contrato; y el cuarto,
de las obligaciones ex delicto y de las acciones.
La obra es fruto del encargo que Justiniano hizo a los juristas Triboniano, Teófilo
y Doroteo: realizar una obra de lenguaje accesible que pudiera sustituir a las
Instituciones de Gayo en las escuelas. Así fue promulgada el 21 de noviembre
de 533 dedicada a la juventud estudiosa y más tarde, el 30 de diciembre del
mismo año, adquirió fuerza de ley.
Las Novelas
Contienen las constituciones promulgadas por Justiniano después de publicar la
compilación integrada por las tres secciones ya descritas. A diferencia de las
partes anteriores, las Novelas no están recopiladas como unidad formal que
responda al designio de un soberano, sino que se conocen a través de
colecciones particulares.
El auténtico esplendor del trabajo de Justiniano se produjo unos seis siglos más
tarde de la publicación de estas obras, cuando la cultura europea adoptó su
legado como una referencia cargada de autoridad y muy útil para la formación
de los nuevos juristas en un Derecho común. El gran mérito de la obra de
Justiniano fue condensar el saber jurídico de Roma y actuar como el eslabón de
continuidad para que ese pensamiento pasara a la conciencia jurídica europea
suponiendo, sin duda, el segundo gran momento de expansión del Derecho
romano
CONTENIDOS DE LA UNIDAD
Derecho Romano
Status Libertatis
Esclavitud – Fuentes de la esclavitud
Condición jurídica del esclavo
Manumisiones: formas, efectos y restricciones
Situaciones afines con la esclavitud.
Conforme el status libertatis consideramos la situación de las personas en
relación con la libertad. Al respecto señala Gayo (Institutas 1.9): Omnes homines
aut liberi sunt aut servi (Ciertamente, la primera división del derecho de
personas es ésta: todos los hombres, o son libres o son esclavos.
Esto nos recuerda algo que ya hemos señalado ut supra, que en Roma
“persona” no es equivalente a “sujeto de derecho” sino a persona humana
(hombre o mujer).
Conforme veremos a lo largo de este tema, la clasificación de las personas en
función del status libertatis es la siguiente
ESCLAVOS CIUDADANOS
LIBRES DEDITICIOS
INGENUOS
Fuentes de la esclavitud
La regla es la libertad, motivo por el cual, para ser esclavo, es necesaria una
causa legal. Llamamos al conjunto de estas causas “fuentes de la esclavitud”, las
cuales pueden ser de dos tipos:
• DEL DERECHO DE GENTES: causas de
esclavitud comunes a todos los pueblos
FUENTES DE LA ESCLAVITUD
• DEL DERECHO CIVIL: Aquellas que fueron
causas de esclavitud exclusivas del Derecho
Romano
HOMBRES LIBRES
Conforme lo señalamos al iniciar el análisis del status libertatis todos los
hombres, o son libres o son esclavos (Gayo). Habiendo analizado la situación de
los esclavos, consideraremos la de los hombres libres que se clasifican del
siguiente modo:
INGENUOS
LIBERTOS DEDITICIOS
Ingenuos son los que nunca han sido esclavos para lo cual, obviamente, hay
que nacer libre (aunque fuera de un liberto) y mantener dicha condición durante
toda la vida. Todos los demás, son libertos.
Más allá de este principio general, los libertos pudieron acceder a la
ingenuidad mediante la natalium restitutio, un decreto del príncipe expedido
con el consentimiento del patrono (pues la relación de patronato se extinguía).
Otra forma de adquirir la condición de ingenuo fue por la concesión especial
(que hacía también el príncipe) del ius aureorum anulorum (el derecho de usar
el anillo de los caballeros) aunque en este caso subsiste el patronato.
Libertos ciudadanos romanos son los esclavos manumitidos solemnemente
(respetando las restricciones de la lex Aelia Sentia desde su sanción)
Por su condición de libertos no podían acceder a las magistraturas, pues
carecían del ius honorum. Gozaban del ius commercii, y también del ius
connubii por el cual podían contraer justas nupcias.
STATUS CIVITATIS
Estudiaremos ahora el status civitatis o la posición que ocupan las personas
(libres) en relación con la ciudadanía. En este contexto de análisis
consideraremos a los ciudadanos romanos, los latinos y los peregrinos:
CIUDADANOS ROMANOS
VETERES o PRISCOS
LATINI IUNIANI
ALICUIUS CIVITATIS
PEREGRINOS
DEDITICIOS (SINE CIVITATE)
CIUDADANOS ROMANOS
ADQUISICIÓN DE LA CIUDADANÍA
Se era ciudadano romano por nacimiento o por un hecho posterior. En el
caso del nacimiento, si mediaban iustae nuptiae (legítimo matrimonio), el
nacido seguía la condición del padre; en caso contrario, seguía la condición de
la madre.
La adquisición por un hecho posterior podía ser por manumisión solemne
(que no hubiera transgredido la lex Aelia Sentia), o por concesión especial del
pueblo, del senado o el emperador. Esto último se daba como premio por
servicios a Roma y podía beneficiar a un individuo o a un grupo. Dentro de esta
categoría debemos incluir a la ya nombrada Constitutio Antoniniana del año
212 por la cual se concedió la ciudadanía romana a todos los habitantes del
Imperio.
PÉRDIDA DE LA CIUDADANÍA
La ciudadanía se pierde por capitis deminutio maxima, es decir, por caer en
esclavitud, lo cual arrastra como consecuencia la pérdida de la ciudadanía.
También por condena política que acarreara el Interdictio aquae et ignis
(interdicción del agua y el fuego) que expulsaba de la civitas, condena que se
reemplazó en época del emperador Tiberio por la deportatio (deportación).
Finalmente también se extinguía por un acto voluntario del ciudadano conocido
como dicatio o abandono de la ciudadanía para aceptar una ciudadanía
extranjera.
La posesión de la ciudadanía romana importaba la adquisición de los
siguientes derechos y cargas.
• Derivados del Ius publicum:
– Ius honorum: El derecho de hacer el cursus honorum y acceder a
las magistraturas.
– Ius suffragii: El derecho de votar en los comicios
PEREGRINOS
Completa el cuadro del status civitatis la consideración de los extranjeros o
peregrinos, que eran respetados como tales y considerados hombres libres
dentro del mundo romano, pero cuyo tratamiento era muy diverso según se
tratara de:
• Peregrini alicuius civitatis (cum civitate): Pertenecientes a alguna ciudad
unida a Roma por un tratado de alianza y amistad, que se regían por el
ius gentium y a quienes Roma les había permitido el uso de su propia
legislación y mantenían sus autoridades locales.
• Peregrini dediticii (sine civitate): Los dediticios eran los pueblos que se
habían opuesto y resistido a la dominación romana para finalmente ser
sometidos mediante una rendición incondicional. En algún sentido eran
pueblos “castigados” y estaban privados de tener instituciones propias,
STATUS FAMILIAE
SUI IURIS
STATUS FAMILIAE
ALIENI IURIS
SUI IURIS
Sui iuris, conforme dijimos es el que no está sujeto a potestad de otro y,
consecuentemente, tiene plena capacidad. Solo un sui iuris puede ser titular de
patrimonio. Dentro de esta categoría encontramos en primer lugar al
paterfamilias, figura que iremos conociendo recurrentemente a lo largo de
nuestro curso, y que es el “cabeza de familia”, aunque no tenga hijos.
Conforme veremos más adelante, ser progenitor (padre de alguien en la familia) y
paterfamilias son cosas completamente distintas.
Dentro de una familia, el paterfamilias es el ciudadano romano varón que no tiene
otro ascendiente varón vivo, y ese es cabeza de su propia familia, aunque tenga solo un
año de edad (y obviamente no tenga hijos) si es que sus ascendientes varones han
muerto. Se puede tener hijos y no ser paterfamilias y se puede ser tal sin tener hijos.
A contrario sensu, un ciudadano varón puede tener hijos y nietos, y ser mayor de 50
años o más, pero si se tiene un ascendiente varón vivo, ese será el paterfamilias y estará
bajo su potestad.
ALIENI IURIS
Son alieni iuris, los filius o filii familias (descendientes del pater) y la uxor
(esposa) casada cum manu, es decir puesta bajo la potestad del marido o del
paterfamilias del marido, como así también aquellos cedidos o puestos bajo la
potestad del pater in causa mancipi (conforme se explicara ut supra al hablar de
las situaciones afines a la esclavitud). Ninguno de ellos tiene capacidad para
actuar por sí mismo y debe hacerlo a través del paterfamilias que es el único
titular de patrimonio.
No obstante, los filius pueden ser administradores de un peculio similar al del
esclavo. Volveremos sobre este punto al estudiar la familia en la Unidad 8.
Específicamente en el caso del status familiae, es posible que la modificación
del status por acción de la capitis deminutio minima, conlleve una disminución
de la capacidad, como en el caso de la adrogatio, pero también puede ser un
aumento como en el caso de la emancipación (o salida de la familia) con la cual
se extingue la patria potestad y el emancipado se transforma de alieni iuris en
sui iuris.
PERSONAS JURÍDICAS
Los romanos tenían muy en claro (tal vez más que en los tiempos que corren
actualmente) que el Derecho regula conducta humana y que el sujeto del
mismo es el hombre. Así surge claramente de la célebre máxima de
Hermogeniano recopilada en el Digesto (Cfr. D., I, 5, 2) “Hominum causa omne
ius constitutum est” (El hombre es, por encima de todas, la causa en que se
constituye el Derecho). Se sigue de ello que al principio resultaba difícil
considerar otros entes que pudieran actuar en Derecho.
No obstante, por razón de utilidad pública, a la par del ser humano, el
Derecho Romano reconoció la existencia de otros sujetos de derecho, en el
sentido de ser entes susceptibles de adquirir derechos y contraer obligaciones, a
los cuales llamamos hoy personas jurídicas o morales o personas de existencia
ideal (por oposición a las de existencia física). Sin embargo, los romanos no
UNIVERSITAS PERSONARUM
• El Estado Romano: Se designaba bajo el nombre de populus romanus al
conjunto de ciudadanos, que era el mayor ente colectivo imaginable en
el mundo romano. Tenía un patrimonio propio que era el erario público
(aerarium populi romani) que realizaba innumerables actos jurídicos,
propietario de esclavos e incluso, si los manumitía, ejercía el patronato
sobre los mismos.
• Municipia - Coloniae: Los municipios también constituían un colectivo
humano que tenían sus propios órganos (como cualquier persona
jurídica actual) contrataban mediante actos de derecho privado y podían
ser actores o demandados en juicios civiles. De manera análoga se
consideró la personalidad de las colonias.
• Corporaciones: No obstante los antecedentes anteriores, los entes
colectivos que perfilaron con mayor nitidez la idea de persona jurídica o
ente de existencia ideal fueron las corporaciones de carácter privado,
constituidas por ciudadanos miembros de las mismas y dentro de las
cuales se distinguen:
• La sodalitas: asociaciones constituidas con fines religiosos
• El collegium: como por ejemplo los colegios sacerdotales estudiados en
la Unidad 1.
• La diversitas y el corpus: comunidades de artesanos, oficios y gremios.
La existencia de grupos sociales reconoce antecedentes muy antiguos
(como el caso de los colegios sacerdotales) y aparecen referencias a los
estatutos sociales en la misma Ley de las XII tablas, exigiendo que los
mismos no fueran contrarios ni a la ley ni a mores.
Sin embargo, es recién a comienzos del Imperio, y a instancias de
Augusto, que se dicta una ley específica para regular a las corporaciones:
UNIVERSITAS RERUM
Si el concepto de corporación era difícil de asimilar al principio por el
Derecho Romano, mucho más difícil fue considerar el de las universitas rerum
que representaban un grado más alto de abstracción al no tener miembros
(personas físicas) que las integraran sino al estar constituidas por una masa de
bienes o un patrimonio afectado a un fin.
• Fundaciones: encontramos en primer lugar a las fundaciones, que
constituidas por el Estado o por un benefactor privado. Consistían en
afectar un patrimonio (muchas veces mediante el testamento) a la
realización de un fin elevado de bien público. Adoptaban muchas veces
la configuración de instituciones de beneficencia para ejecutar un fin
piadoso (pia causa) como lo fueron, por ejemplo, las célebres
instituciones alimentarias creadas por la dinastía de los Antoninos.
Estas instituciones de bien público fueron ampliamente promovidas
luego de la llegada del cristianismo y en virtud de ello era frecuente que
se confiara el patrimonio a una Iglesia para la creación de asilos,
hospitales, orfanatos, etc.
• Fiscus: El fisco era el patrimonio personal que pertenecía al emperador y
que se distingue del aerarium populi romani, al cual ya nos hemos
referido al hablar del Estado. Sin embargo, ambos se unificaron a partir
del Siglo III dando un nuevo sentido a la palabra fiscus que se constituyó
BIBLIOGRAFÍA
CONTENIDOS DE LA UNIDAD
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Derecho Romano – Unidad 4 Objeto y relación jurídica
LAS COSAS
El término res (cosa) se ha utilizado para indicar aquello que puede ser objeto de
derechos. Todo cuanto tenga entidad corporal o espiritual, natural o artificial, real o
abstracta y sea susceptible de apreciación económica es considerado cosa.
Los jurisconsultos romanos no dieron una definición sino que reservaron el término
para los objetos materiales (corpus) en oposición de los actos del hombre. Es decir,
quedó reservado el uso para la cosa corporal, físicamente delimitada y jurídicamente
independiente.
Clasificaciones
Una de las primeras clasificaciones que realizan los romanos es la que distingue las
cosas en res intra patrimonium y en res extra patrimonium, según que las mismas se
encontraran entre los bienes económicos de una persona o fuera de ellos.
Como puede advertirse, esta clasificación, por su mismo criterio, era mutable. Algo que
hoy podía estar en el patrimonio de una persona, en otro momento podía no estarlo.
Por ejemplo: si la persona propietaria de un determinado bien decidiera enajenarlo. Y,
precisamente por la imprecisión de esa clasificación, la misma es dejada rápidamente
de lado.
Las res in commercio son aquellas cosas que pueden ser objeto de negocios jurídicos
de carácter patrimonial.
Por ejemplo: una mesa o un esclavo pueden ser objeto del contrato de compraventa.
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Derecho Romano – Unidad 4 Objeto y relación jurídica
Las res extra commercium, son las que están excluidas de dicho tráfico por disposición
de la ley.
Así por ejemplo – y como veremos seguidamente – las cosas sagradas se encontraban
fuera del comercio y por lo tanto no podían ser objeto de ningún acto jurídico.
Res divini iuris: se trataba de cosas consagradas a los dioses. Se clasifican en:
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Derecho Romano – Unidad 4 Objeto y relación jurídica
c. Sanctae: Son las cosas que se colocaban bajo la protección de los dioses.
Se realizaba una ceremonia que se denominaba sanctio. Dentro de esta
categoría se encontraban las puertas y muros de Roma.
Res humani iuris: eran las cosas que se encontraban al servicio de los particulares. Gayo
las divide en privadas y públicas.
a. Las cosas privadas son las que hemos estudiado dentro de la categoría
de cosas in commercium.
i. Res nullius: eran las cosas que carecían de dueño. En esta
categoría se encontraban: los animales que se capturaban en la
tierra, en el mar y en el cielo, las cosas encontradas en la ribera
del mar (perlas o piedras) la isla nacida en el mar.
ii. Res hostiles: que eran las cosas del enemigo.
iii. Res derelictae: eran estas las cosas que habían sido abandonadas
por sus dueños.
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Derecho Romano – Unidad 4 Objeto y relación jurídica
ii. Res publicae: son las cosas que pertenecen al pueblo romano.
Por ejemplo: ríos, caminos, edificios destinados al uso público.
iii. Res universitatis: son las cosas pertenecientes a las ciudades del
Imperio.
Res mancipi: eran aquellas cuyo dominio solamente podía ser adquirido y/o transmitido
por intermedio de actos formales o solemnes de adquisición, como la mancipatio y la
in iure cesio. Dentro de esta categoría podemos encontrar: los fundos itálicos, los
esclavos, los útiles de labranza, los animales que se pueden domar por el cuello o por
el lomo – bueyes, mulas, asnos y caballos - y las servidumbres más antiguas.
Res nec mancipi: eran aquellas cuyo dominio podía ser adquirido mediante la simple
tradición. Dentro de esta clasificación quedaban comprendidas el resto de las cosas
que no se incluían en la clasificación anterior y que podían ser objeto de actos jurídicos.
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Derecho Romano – Unidad 4 Objeto y relación jurídica
COSAS MUEBLES E INMUEBLES:
Cosas muebles: eran aquellas que podían desplazarse de un lugar a otro, por sí solos o
movidos por otro. Por tal motivo, en esta categoría quedaban incluidos los seres vivos
que se movían por sí solos (semovientes), y las cosas inanimadas.
Cosas inmuebles: eran los bienes raíces y sus construcciones, es decir aquellas cosas
que no pueden ser movidas ni trasladadas de un lugar a otro.
Cosas consumibles: eran aquellas cuyo primer uso adecuado a su naturaleza las
destruía. Las cosas pueden ser física o jurídicamente consumibles. Son físicamente
consumibles aquellas cosas que se destruyen con el primer uso adecuado que se hace
de ellas, por ejemplo los alimentos. Son jurídicamente consumibles cuando están
destinadas de un modo permanente a su enajenación, y su uso las hace salir del
patrimonio de quien las tenía. Un ejemplo típico es el dinero.
Cosas fungibles: son aquellas que se identifican por su género y cantidad, es decir,
aquellas que se pesan, cuentan, o miden.
Cosas no fungibles: son aquellas que se identifican por su individualidad, y por tanto,
no pueden ser cambiadas unas por otras.
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Derecho Romano – Unidad 4 Objeto y relación jurídica
COSAS DIVISIBLES E INDIVISIBLES.
Cosas divisibles: son aquellas cosas que podían separarse conservando un valor
proporcional al que tenía el todo. Es decir, aquellas que separadas sus partes conservan
la misma función económica – social que el todo.
Cosas indivisibles: son aquellas que por el solo hecho de dividirlas se destruyen o sufren
un deterioro en su valor o función.
Cosas genéricas: son aquellas que se identifican por su género, número, peso o medida.
Cosas accesorias: eran las cosas que auxiliaban la función a que estaba dirigido el todo,
o que aumentaban su valor.
Por ejemplo los adornos son accesorios respecto de los objetos en lo que se ponen.
Cosas corporales: eran aquellas que podían ser tocadas. Por ejemplo: fundos, caballos,
esclavos.
Cosas incorporales: eran aquellas que no podían ser tocadas y cuya existencia arrancaba
del derecho, por ejemplo un usufructo o una herencia.
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Derecho Romano – Unidad 4 Objeto y relación jurídica
EL PATRIMONIO
En la etapa clásica eran los componente del patrimonio las cosas materiales, los
derechos, acciones, todo lo valuado positivamente deducidas (descontadas) las cargas
o deudas. Nunca fue considerado atributo de la persona. Sólo poseían patrimonio los
Sui Iuris.
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Derecho Romano – Unidad 4 Objeto y relación jurídica
Evolución y concepción actual
Es así que, en la concepción del derecho propuesta por Aubry y Rau el patrimonio es
considerado un atributo de la persona humana (todo hombre es persona, en Roma no
era así). De este modo, todos los sujetos de derecho tienen un patrimonio, aún cuando
este pueda ser negativo (las deudas superiores a los bienes).
En síntesis:
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Derecho Romano – Unidad 4 Objeto y relación jurídica
NEGOCIO JURÍDICO
Los romanos no construyeron una teoría del negocio jurídico, sino que establecieron
una casuística muy elaborada y precisa, a partir de la cual quedaron establecidas las
bases para la construcción de una teoría general.
Podemos afirmar que un hecho es toda obra o acción del hombre o de la naturaleza
que podemos apreciar con nuestros sentidos.
Los hechos que no tienen la fuerza o capacidad para producir consecuencias jurídicas y
que por tanto no quedan bajo la órbita del derecho se denominan hechos simples.
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Derecho Romano – Unidad 4 Objeto y relación jurídica
Los hechos no voluntarios pueden ser simplemente naturales, por ejemplo el paso del
tiempo. Pero se incluyen también en esta categoría aquellos acontecimientos en los
que interviene el hombre como mero ser natural. Por ejemplo: el nacimiento o la
muerte de una persona que traen como consecuencias importantes efectos jurídicos.
Actos lícitos: son aquellos que tienen como finalidad procurar el nacimiento,
modificación o extinción de una situación o relación jurídica.
Clasificaciones
1. Actos inter vivos: son aquellos en los cuales los efectos del acto se
producen en vida de los sujetos otorgantes del mismo.
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Derecho Romano – Unidad 4 Objeto y relación jurídica
Por ejemplo: contrato de locación de servicios.
2. Actos mortis causa: son aquellos en los cuales los efectos del acto
dependen del fallecimiento del sujeto otorgante.
Por ejemplo: el testamento.
Elementos esenciales
Todos los actos jurídicos, para su existencia y validez como tales, requieren la presencia
de una serie de elementos sin los cuales no se concibe el acto jurídico. Son elementos
propios de su naturaleza, sino es nulo el acto.
o Manifestación de la voluntad.
o Contenido u objeto.
o Causa.
o Forma: en los actos solemnes o formales.
Manifestación de la voluntad del sujeto: La misma debe ser realizada por un sujeto con
capacidad para celebrar actos jurídicos (aquí nos remitimos a lo estudiado en la unidad
3).
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Derecho Romano – Unidad 4 Objeto y relación jurídica
la voluntad que se manifiesta por signos inequívocos, por ejemplo en una
compraventa si el vendedor señala el objeto vendido con la mano.
Tácita: se expresa por signos, gestos que hacen presumir que la persona ha
manifestado su voluntad. Ej. Heredero que comienza a administrar su herencia.
El objeto del negocio debe cumplir, para su validez, los siguientes requisitos:
1. como causa o fuente de las obligaciones, y así decían, por ejemplo, que los
contratos y los delitos eran causas civiles de obligaciones. Causa era entonces
entendida como sinónimo de un hecho generador de obligaciones o como
fuentes de obligaciones
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Derecho Romano – Unidad 4 Objeto y relación jurídica
2. como formalidad que debía agregarse a la convención para la perfección de
ciertos contratos, así por ejemplo, en la stipulatio, el deudor o promitente
quedaba obligado por haber contestado afirmativamente al acreedor usando el
verbo Spondere.
3. como motivo o finalidad jurídica que tiene en vista la persona que se obliga. La
causa se define como el motivo jurídico que induce al acto o contrato.
En tal sentido, en los contratos bilaterales la causa de la obligación contraída
por cada una de las partes, es la obligación recíproca que contrae la otra. En los
contratos reales, a su vez, la causa de la obligación del deudor radica en la
entrega de la cosa.
Al analizar los contratos, en las unidades siguientes, veremos el tema con mayor
detenimiento.
En el derecho romano primitivo, los negocios jurídicos eran abstractos, por lo
tanto no interesaba la explicitación o expresión de la causa. En cambio, en el
derecho posterior fue necesario diferenciar entre los negocios formales y los
negocios no formales.
En los formales, se continuará aplicando el principio general (de no importancia
de la causa siempre que se respete el cumplimiento de las formas exigidas por
la ley para la celebración del negocio) aunque el pretor – por razones de
equidad – irá otorgando acciones para los casos de actos donde la causa fuera
ilícita o ausente.
En los negocios no formales, se exigirá que la causa sea lícita. Para los casos en
que la causa no existiera o la misma fuera contraria al derecho, se admitió una
acción conocida con el nombre de condictio sine causa, la que podía acarrear la
nulidad del negocio.
Forma: este elemento sólo está presente en los negocios formales o solemnes. En el
primitivo derecho romano el principio general era la estricta solemnidad de las formas.
Por tal motivo la presencia de ritos verbales, gestos rituales y de testigos o de un
magistrado era habitual y aseguraba la publicidad y posterior prueba de los actos
celebrados.
Elementos naturales
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Derecho Romano – Unidad 4 Objeto y relación jurídica
autonomía de la voluntad y en función de no ser éstos indispensables para la validez
del acto, podían determinar su exclusión.
Vicios redhibitorios: Se llaman así a los defectos ocultos que posee la cosa, que no la
hacen propia para el destino asignado y que existían al tiempo de ser adquirida. Debe
tratarse de un vicio importante, a tal punto que si el comprador lo hubiera conocido no
hubiera adquirido la cosa o hubiera pagado por ella un precio menor.
Si una vez que se había celebrado el contrato, surgía algún defecto o vicio no
declarado, el comprador podía ejercitar – a su elección: la actio redhibitoria o la actio
quanti minoris.
Con la primera de las acciones mencionadas, que debía intentarse dentro de los seis
meses a partir de la manifestación del vicio, el comprador podía conseguir la rescisión
del contrato, obteniendo del vendedor la devolución del doble del precio pagado.
En cambio, la actio quanti minoris, debía ser intentada dentro del plazo de un año, y
con ella conseguiría una disminución del precio, por el menor valor de la cosa vendida,
atendiendo el vicio oculto.
Garantía de evicción: El vocablo evicción proviene del término evictio, que se forma a
partir de evincere (vencer, triunfar). Esta garantía – a favor del comprador – importaba
la obligación del vendedor de responder cuando el comprador hubiera sido vencido en
un juicio y despojado de la cosa por un tercero demandante, que alegue o ser
propietario de ella o titular de un derecho real que grave la misma.
Elementos accidentales.
la condición,
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Derecho Romano – Unidad 4 Objeto y relación jurídica
el plazo o término y
el modo o cargo.
Algunos autores sostiene que la condición apareció en los negocios mortis causa y
luego se fue incorporando a los negocios inter vivos.
Las condiciones se pueden agrupar en distintas clasificaciones, entre las que podemos
mencionar:
1) Suspensivas o resolutorias.
a) Suspensiva: es aquella que subordina el nacimiento de los efectos jurídicos del negocio
al acontecimiento futuro e incierto. Esto importa que hasta que no se produzca el
acontecimiento, los efectos del negocio se hallan pendientes o en suspenso.
Por ejemplo: te daré $100 si viene una nave de Asia.
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Derecho Romano – Unidad 4 Objeto y relación jurídica
Si la condición no se cumple: o si se supiera con certeza que no podrá
cumplirse, opera la extinción de la expectativa y todo sucede como si el
negocio no hubiera existido.
3) Posibles o imposibles
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Derecho Romano – Unidad 4 Objeto y relación jurídica
Por ejemplo: te daré $100 si quiero.
b) Causales: son aquellas que dependen de un hecho ajeno a la voluntad de las partes
contratantes.
Por ejemplo: te daré $200 si viene una nave de Asia.
c) Mixtas: aquellas que dependen en parte de un hecho voluntario de alguna de las
partes y en parte de un acontecimiento de la naturaleza o de un tercero.
Por ejemplo: te regalaré mi auto si te casas.
Las condiciones puramente potestativas, por ejemplo si dijera “Te daré $100 si tengo
ganas” – se consideran faltas de seriedad y por lo tanto son nulas.
5) Lícitas o ilícitas
a) Ilícitas: aquellas condiciones reprobadas por el derecho, la moral y las buenas
costumbres. La incorporación de estas condiciones traía aparejada la nulidad del
negocio jurídico.
Término o plazo: Es el elemento accidental del acto jurídico que se lo define como el
hecho futuro y cierto del cual depende el ejercicio o extinción de un derecho.
o Dies certus an certus quando: se sabe que llegará y cuándo llegará. Por ejemplo:
una fecha determinada del calendario. “Te daré $100 el 30 de noviembre de
2016”
o Dies certus an incertus quando: se sabe que llegará pero no se sabe cuándo. Por
ejemplo: el día de la muerte de una persona.
o Dies incertus an certus quando: no se sabe si llegará pero de llegar se sabe
cuándo. Por ejemplo el día que una persona cumpla determinada cantidad de
años.
o Dies incertus an incertus quando: no se sabe si llegará y de llegar no se sabe
cuándo. Por ejemplo el día que una persona se case o se reciba de abogado.
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Derecho Romano – Unidad 4 Objeto y relación jurídica
1. Plazo expreso o tácito.
El modo o cargo: Es el elemento accidental del acto jurídico que puede definirse como
un gravamen impuesto al beneficiario de una liberalidad. Por tal motivo es un elemento
que puede agregarse a los actos de liberalidad o beneficencia, o sea a título gratuito,
como legados, donaciones o la institución de herederos.
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Derecho Romano – Unidad 4 Objeto y relación jurídica
Por ejemplo: “Que sea Ticio sea mi heredero, pero en el fundo que recibirá levante un
monumento funerario en mi memoria”.
En el primitivo ius civile sólo se conoció el modo de interpretación objetivo. Esto es así
precisamente por las solemnidades y formalidades a las cuales estaba sometida la
celebración de los actos jurídicos.
Es importante resaltar que la diferencia o discordancia entre lo que una parte declara y
lo verdaderamente querido por ésta podría dar lugar a la simulación.
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Derecho Romano – Unidad 4 Objeto y relación jurídica
La simulación tiene lugar cuando las partes pueden querer aparentar la celebración de
un acto lícito pero con miras a defraudar a la ley. Podemos mencionar dos tipos:
Simulación absoluta: son los casos en los cuales las partes aparentan la celebración de
un negocio jurídico pero en realidad no están celebrando ninguno, y para el derecho es
nulo.
Simulación relativa: son los casos donde se ha declarado un negocio pero la intención
era hacer uno distinto. Por ejemplo: las partes acuerdan celebrar una compraventa pero
la real voluntad es hacer una donación (y como la legislación no se los permite
“saltean” este impedimento simulando otro acto jurídico).
Nulidad: donde el acto carece de algunos de los elementos esenciales y por lo tanto se
lo considera inexistente o inválido. La nulidad constituye la sanción por la omisión de
los requisitos establecidos para el valor de un acto jurídico según su naturaleza, el
estado, o calidad de las partes.
Anulabilidad: donde el acto existe, produce los efectos jurídicos propios pero las partes
pueden pedir su anulación o el juez puede decretarla fundada en la existencia de algún
vicio u obstáculo jurídico. El acto jurídico es anulable cuando teniendo existencia
jurídica, puede ser impugnado por una de las partes o por un tercero interesado que
tenga derecho a ello. Mientras el acto jurídico anulable no haya sido impugnado por
quien tenga derecho para ello, continúa subsistiendo, y así, por ejemplo, un acto
jurídico realizado por dolo o por violencia ajena no es nulo, sino que tiene existencia
jurídica mientras el engañado o el amenazado no ejerciten el derecho de exigir su
anulación.
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Derecho Romano – Unidad 4 Objeto y relación jurídica
Los actos del ius civile sólo podían ser nulos y no anulables. Esto es así ya que por su
condición de actos formales siempre tenían vigencia salvo que no se hubieran
cumplido las solemnidades establecidas, que el objeto sobre el cual recaía estuviera
prohibido por la ley o las buenas costumbres, o que las personas que los celebraran
fueran evidentemente incapaces.
Los actos del ius Gentium podían ser nulos – si carecían de alguno de los elementos
esenciales o anulados, si el pretor entendía que los mismos presentaban algún
obstáculo que justificara su declaración de invalidez.
VICIOS DE LA VOLUNTAD
ERROR
El error de hecho es definido como el falso conocimiento que se tiene sobre el negocio
que se está celebrando o sobre una parte esencial del mismo.
El error de derecho es ausencia o errado conocimiento que se tiene sobre las reglas
jurídicas aplicables al mismo. Este tipo de error no es excusable, esto quiere decir que
las partes no pueden alegar el desconocimiento del derecho aplicable. Sin embargo,
este principio reconoció como excepción los supuestos en los cuales era alegado por
mujeres, menores de 25 años y soldados.
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Derecho Romano – Unidad 4 Objeto y relación jurídica
2. Error en la persona: tenía lugar cuando una persona celebraba un acto con otra
persona distinta a aquella con la cual creía hacerlo. En este supuesto el error era
esencial, y el acto carecía de efectos, siempre que las cualidades o condiciones
de la persona hubieran sido determinantes para la celebración del acto.
Por ejemplo: una parte creía estar celebrando un contrato de locación de
servicios con un reconocido pintor y resultaba celebrarlo con alguien que no lo
era.
3. Error en el cuerpo: tenía lugar cuando el falso conocimiento recaía sobre la
identidad del objeto.
Por ejemplo: si una parte cree comprar el inmueble A pero se le vendió el B.
4. Error en la sustancia: es el que se producía cuando recaía sobre una cualidad o
característica esencial del objeto que influía en la economía del acto.
Por ejemplo si se compra vinagre por vino.
5. Error en la cantidad: es el que tiene lugar cuando una persona cree estar
comprando 10 esclavos y el vendedor le vende sólo siete.
EL DOLO
El dolo, como vicio de los actos jurídicos, fue definido como “la astucia, falacia,
maquinación empleada para sorprender, engañar o defraudar a otro”.
En el primitivo derecho civil, el dolo no producía la nulidad del acto ya que, como
hemos dicho anteriormente, sólo importaba para la validez del mismo el cumplimiento
de las formas establecidas por la ley. De este modo, si la declaración de voluntad de las
partes reunía los recaudos fijados, no importaba esencial del negocio
Dolo bueno: que eran las maniobras normales utilizadas en los negocios. Un
ejemplo sería la alabanza exagerada de un producto vendido de viva voz en una
feria.
Dolo malo: que era la astucia, engaño y manipulación utilizados para defraudar
a otro. En el primitivo derecho civil los actos celebrados con dolo eran válidos,
puesto que lo que prevalecía era el cumplimiento de las solemnidades exigidas.
Posteriormente, el pretor peregrino Aquilio Galo tipificó como delito otorgando
acción a aquel que padezca dolo. Era la acción de doli mali. Esta acción consistía
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Derecho Romano – Unidad 4 Objeto y relación jurídica
en anular el acto y la restitución de todo lo dado. También se le imponía la
tacha de infame al infractor.
Para que hubiera dolo, era necesario que se verificaran los siguientes elementos:
LA VIOLENCIA
o Violencia física, también llamada vis absoluta: tenía lugar cuando una parte
forzaba a otra a la realización de un acto o negocio jurídico. En estos casos, al
faltar uno de los elementos esenciales para la existencia del acto, como es la
voluntad del sujeto, se consideraba que el acto así celebrado era nulo o
inexistente.
o Violencia moral, conocida también como vis coactiva o violencia moral: tenía
lugar cuando una parte mediante intimidaciones y amenazas obligaba a la otra
a la realización de determinado acto jurídico.
Para poder alegar la existencia de violencia moral o coacción, los romanos exigieron
que se cumplieran los siguientes requisitos:
Durante el derecho civil el que realizaba un acto jurídico coaccionado no podía alegar
la existencia de ese vicio. Es a partir de Octaviano que se pudo ejercitar la actio quod
metus causa que tenía como finalidad obtener la restitución de lo entregado bajo
amenazas o, si esto no era posible, obtener una indemnización equivalente al
cuádruple del valor de la cosa.
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Derecho Romano – Unidad 4 Objeto y relación jurídica
EFECTOS DEL ACTO JURIDICO
El principio general establece que los actos jurídicos sólo producen sus efectos entre
las partes que los han celebrado. De este modo, no benefician ni perjudican a los
terceros.
Los denominados terceros interesados o relativos son las personas que están o estarán
en relación jurídica con las partes (alguna de ellas), ya sea por su propia voluntad o por
disposición de la ley. En esta categoría se encuentran los causahabientes o sucesores.
Los sucesores reciben el derecho de sus causantes en las mismas condiciones que su
antecesor, es decir, el derecho pasa con todas las cargas y ventajas que tiene.
LA REPRESENTACIÓN.
Representante es aquel que obra por cuenta de otro, y representado es aquel por cuya
cuenta otra persona celebra con un tercero un acto jurídico.
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Derecho Romano – Unidad 4 Objeto y relación jurídica
Por ejemplo: Pedro compra a Luis un campo en representación de Juan. Las
consecuencias de este contrato de compraventa recaen sobre Juan, quien se adquirirá
de este modo la propiedad del campo.
Por ejemplo: Luis compra a Pedro un campo a cuenta de José. La adquisición del
mismo es para Luis, quien deberá luego transmitirlo a José, teniendo este último las
correspondientes acciones para exigirle dicha transmisión.
Es decir que, para que el representado recibiera los efectos del acto jurídico, el
representante debía traspasarle los efectos del negocio a la persona de quien había
recibido el encargo, el cual debía liberar al mediador de toda obligación, conforme a la
relación jurídica existente entre ellos (normalmente un mandato o también podía darse
el caso de una agencia oficiosa o sea, una actuación por cuenta de otro sin mandato).
Esto puede explicarse atendiendo al carácter formal y solemne de los actos jurídicos
que requerían la intervención personal y directa del sujeto jurídico.
BIBLIGRAFÍA UTILIZADA
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Derecho Romano – Unidad 4 Objeto y relación jurídica
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Derecho Romano – Unidad 4 Objeto y relación jurídica
UNIDAD 5
Defensa de los derechos
CONTENIDOS DE LA UNIDAD
PROCESO
Es el conjunto de actos concatenados que tienen como fin la
obtención de un pronunciamiento judicial (la sentencia).
Estos actos son, por ejemplo, la demanda, la producción de prueba, los
alegatos, etc…
ACCIÓN
Es un derecho subjetivo, público y autónomo por el cual cual-
quier ciudadano puede promover un proceso ante el órgano
jurisdiccional a fin de que se le reconozca o realice un derecho.
Si bien la acción se ejerce para proteger otros derechos subjetivos, en sí
misma, constituye también un derecho subjetivo de los ciudadanos que
forma parte del derecho constitucional de peticionar ante las autoridades.
De allí también su naturaleza pública.
El carácter autónomo de la acción hace referencia a que cualquier
ciudadano puede iniciar un proceso, aunque no le asista el derecho y
finalmente pierda el juicio. En este sentido la acción (o derecho de iniciar
un proceso) es autónoma del derecho de fondo.
Seguidamente veremos que este concepto moderno de acción es el
resultado de una larga evolución. Efectivamente, para los romanos el
derecho dependía de la acción. Por eso muchos romanistas, como
Riccobono, sostienen que el Derecho Romano, más que un sistema de
derechos subjetivos, era un sistema de acciones.
PROCEDIMIENTO
Llamaremos PROCEDIMIENTO al conjunto de formalidades
que se utilizan en el proceso.
En este sentido puede hablarse de procedimiento oral, o escrito, o
abreviado, etc.
Por el conjunto de características propias de cada época, designaremos a
algunas de ellas con el nombre genérico de procedimiento. Así hablaremos
del “procedimiento formulario” o “procedimiento extraordinario”
LEGIS
ACTIONIS
PROCEDIMIENTO
FORMULARIO
753 a.C.
Fundación de Roma
Honorarias: son las creadas por los magistrados (pretor y edil en general)
para completar, suplir y corregir el ius civile. Estas acciones han sido
desarrolladas en el punto IX de la Unidad 2 al cual remitimos.
Según la amplitud que tenía el juez para valorar los hechos y el derecho al
momento de dictar la sentencia distinguimos entre acciones STRICTI IURIS (o de
derecho estricto) y BONAE FIDEI (o de buena fe).
Stricti iuris: Generalmente derivadas del ius civile y para obligaciones
simples, son aquellas en las cuales el juez no puede apartarse de las
instrucciones que le imparte el magistrado.
Por ejemplo en los contratos formales o en algunos reales como el mutuo (o préstamo
de consumo) que más adelante estudiaremos.
Caracteres
El sistema de las legis actionis se desarrolla durante la vigencia del Derecho
Quiritario, motivo por el cual toma sus caracteres principales y agrega otros
específicos que seguidamente se detallan:
Ritual y solemne: Recordamos que durante este tiempo de confusión
entre el ius y el fas, las palabras y gestos en el Derecho tenían un
sentido mágico y los efectos jurídicos solo se lograban si se repetían
las palabras y los gestos elaborados por los Pontífices con absoluta
precisión (ya hemos estudiado el concepto de acto solemne en la
anterior Unidad 4).
Ámbito personal limitado: El sistema de las Legis Actionis era solo
aplicable a los ciudadanos romanos, los únicos considerados por el Ius
Civile.
Ámbito espacial limitado: Solo podían ejercerse acciones dentro de
Roma o hasta una milla de distancia de ella.
No se admite la representación: La participación en el proceso era
estrictamente personal o más técnicamente, personalísima y no era
admisible delegar la intervención en un representante. No obstante,
había cuatro excepciones a este principio general:
o Representación pro tutela: El impúber (y los incapaces de hecho, en
general) no puede actuar por sí en juicio, por lo cual es necesaria la
representación de su tutor o representante legal.
o Representación pro libertate: Cuando se discute acerca de la libertad
de un esclavo, éste no puede actuar en juicio con lo cual quedaría
indefensus, por lo cual otro hombre libre llamado adsertor libertatis
actúa en su nombre afirmando la libertad.
Ya hemos conocido al adsertor libertatis al referirnos a la manumisión per
vindicta, que no es otra cosa que un juicio simulado de libertad en el cual el
dominus guarda silencio frente la afirmación del adsertor y consecuente el
magistrado declara al esclavo como libre.
Hemos dicho que la presente es una acción declarativa, es decir que el objeto
de la misma es determinar quién tiene razón en una disputa jurídica y establecer
a quién le asiste el derecho.
Al parecer, la primera forma de resolver los litigios que tuvieron los romanos
fue realizar una apuesta. Posiblemente porque el cumplimiento de la misma se
aseguraba por juramento sagrado o porque el dinero se destinaba al culto de
los dioses mayores, es que la apuesta recibió el nombre de sacramentum.
En función de que la actio se dirigiera a hacer valer un derecho real o uno
personal es que se distinguía entre legis actio per sacramentum in rem y legis
actio per sacramentum in personam (conforme hemos visto en la clasificación
de acciones).
Legis actio per sacramentum in rem
En este caso partimos del supuesto de que existe una disputa sobre una cosa
(pondremos de ejemplo a un esclavo) y se pretende determinar a quién
pertenece. Para ello, ambos litigantes debían acudir in iure (delante del
magistrado) a pronunciar la actio, más o menos en estos términos:
– Afirmo que este esclavo me pertenece según el derecho de los
Quirites con todo lo que a él se relaciona. Así como lo afirmo ante
ti, coloco sobre él mi festuca –.
Inmediatamente la otra parte hacía una afirmación de propiedad idéntica.
Se realizaba la litis contestatio (que estudiaremos infra con más detalle) que era
el momento en que se cerraba la etapa in iure para pasar a la otra etapa que se
realizaría posteriormente, pero como todo el procedimiento era oral, a fin de
que los litigantes no alteraran los términos del litigio, se invitaba a los testigos
del acto a recordar todo lo ocurrido a fin de repetirlo ante el juez.
Se trata de una acción introducida en el sistema a mediados del año 250 a.C.
por la Lex Silia utilizada inicialmente para el reclamo de sumas de dinero (certa
pecunia), pero luego, por efecto de la Lex Calpurnia (presuntamente del año 200
a.C.) se utilizó también para el reclamo de cosas determinadas (certa res). Al
igual que la acción anterior no se hacía apuesta.
Luego de haber acudido ante el magistrado se suscitaba el siguiente diálogo:
Actor: Afirmo que estás obligado a darme diez mil sestercios. Te
demando lo confieses o lo niegues.
Demandado: Nego (niego)
Actor: Puesto que tú lo niegas, te requiero a que comparezcas dentro
de treinta días para que se nos dé un juez.
En la legis actio per condictionem no era necesario, como se ve, dar razones
de la deuda. Finalmente esta terminó transformándose en la acción más
genérica para el reclamo de acciones personales.
Durante los primeros tiempos los límites de esta acción estaban solo
contenidos por el control social (que por cierto era bastante estricto) y esto
evitaba las arbitrariedades, pero cuando Roma crece, comienza a regularse el
uso de esta dura acción tan terrible en sus consecuencias. Así la ley de las XII
Tablas impuso ciertas condiciones y restricciones:
Pero ocurrió que el pretor advirtió que los problemas se reiteraban con
frecuencia y que la venta que “A” había realizado a “B” (y que este no había
pagado), se reiteraba entre “C” y “D” o entre “E” y “F”; por lo cual decidió
publicar las fórmulas más frecuentes en el edicto, de manera que las partes
tuvieran facilitada su tarea pidiendo que se apliquen fórmulas preexistentes sin
necesidad de ponerse a redactar todo desde cero. Por ello la palabra fórmula
tiene para nosotros un doble significado:
Partes de la fórmula
Efecto creador o novatorio: Hemos dicho que la litis contestatio era vista
como una especie de contrato por el cual las partes se obligaban
recíprocamente a someterse a la decisión judicial. Esto daba lugar a
entender que la anterior relación que unía a las partes (contrato, reclamo
de daños, delito, etc…) había sido sustituida y extinguida por una nueva
relación fundada en el proceso: ¿por qué debe pagar ahora el deudor al
acreedor, por el contrato incumplido que dio origen al juicio? No…
porque el juez así lo indica y se obligaron a someterse a esa decisión.
Esta es la nueva causa.
CONTENIDOS DE LA UNIDAD
I.- Derechos reales: Concepto y diferencia con los derechos personales – Enumeración y
clasificación.
1
DERECHOS REALES
CONCEPTO
Son aquellos que crean entre la persona y la cosa una relación directa e inmediata y le
concede a su titular un poder que puede ejercer y hacer valer frente a terceros.
2
a una relación personal, existente entre ellos
sino a una relación entre
dichos sujetos y la cosa.
Acciones que otorgan Actio in rem (el objeto es Actio in personam (el
una cosa. Se ejercita frente objeto es una persona
a cualquiera que constituya determinada, una
un obstáculo entre el actor prestación y el derecho a
y la cosa objeto del exigirla. La acción personal
derecho real) se ejercita cuando se
pretende del demandado
el cumplimiento de un
deber jurídico.
3
ENUMERACIÓN Y CLASIFICACIÓN DE LOS DERECHOS REALES
LIMITADOS O
Urbanas.
Usufructo
Habitación
Op. servorum
Superficie
Enfiteusis
Prenda
Hipoteca
4
LA POSESIÓN
CONCEPTO
Para los romanos "possidere" significaba tener un poder de hecho sobre la cosa que
permitiera disponer de ella en la totalidad de sus relaciones con exclusión de las demás
personas y tener asimismo la intención de mantenerse en esa relación inmediata y
directa con la cosa.
Podemos afirmar entonces que la posesión es una relación de hecho que produce
consecuencias jurídicas y tiene lugar cuando un sujeto ejerce sobre una cosa un poder
físico y manifiesta o demuestra la intención de comportarse respecto de ella como si
fuera su propietario.
5
NATURALEZA JURÍDICA
Esta polémica ha dado lugar a varias opiniones entre las que podemos mencionar:
ELEMENTOS
Para que la posesión generara consecuencias jurídicas era necesaria la concurrencia del
corpus y el animus.
6
TEORÍAS DE SAVIGNY Y DE IHERING
Savigny fue un jurista alemán que expuso su teoría sobre la posesión en una obra
titulada “Tratado de la posesión” (1803). El sostiene que la posesión se integra por dos
elementos constitutivos: el corpus y el animus. El animus, según él, se presume
(presunción que admite prueba en contrario).
Si una persona tiene bajo su poder una cosa, con un título incompatible con la noción
de propiedad, no hay posesión sino tenencia o detentación. Esto es así ya que faltaría
el animus domini. Serían ejemplos de estas situaciones el depósito y el arrendamiento
o locación, donde precisamente quien posee no lo hace a título de dueño sino que
reconoce tal carácter en un tercero.
Von Ihering fue un jurista alemán que publicó en su libro “El fundamento de los
interdictos posesorios” (1867) su teoría sobre la posesión. Sostuvo que no corresponde
hacer distinción entre poseedores y detentadores o tenedores, ya que ambos tienen a
su criterio el animus tenendi. De esta manera, Ihering niega que la existencia de la
posesión requiera un animus calificado; y mucho menos un animus domini. Reconoce
que la posesión requiere un elemento intencional; pero afirma que ese elemento no es
específico de la posesión ya que la mera detentación también supone una voluntad sin
la cual sería un caso de simple yuxtaposición local, como cuando a una persona
dormida se le pone algo en la mano.
Así, según Ihering, para que exista posesión basta la relación física o material con la
cosa acompañada de la intención de querer mantener esa relación.
En consecuencia, por regla general, toda detentación es posesión y goza de protección
a través de los interdictos.
Sin embargo, excepcionalmente, el Derecho le niega dicha protección de acuerdo con
la causa possessionis, o sea, de acuerdo con la relación que media entre quien tiene la
cosa en su poder y la persona de quien la obtuvo. Así se niega la protección cuando
esa causa revela que la cosa es tenida en interés ajeno y no propio, o es de tal clase
que no puede considerarse como digna de protección directa.
PROPIEDAD POSESION
7
establecidos por la ley. cosa.
TENENCIA POSESION
CLASES DE POSESIÓN
La posesión civil, por el contrario, es la que tiene base en una causa justa y estaba
protegida por los interdictos y por una acción especial.
La posesión es justa cuando tiene como origen una fuente legítima de adquisición.
8
Violencia (vi). Poseía vi quien empleaba en la adquisición fuerza moral (coacción
o amenazas) o fuerza física.
Esta clasificación toma como criterio distintivo la convicción que tuviera el poseedor de
su condición de tal.
De esta manera, posee de buena fe aquel que creía tener un derecho legítimo sobre la
cosa poseída.
9
Se admitía la posesión por intermedio de representantes. Para esto se exigía que el
representante hubiera aprehendido y tuviera la intención de adquirir para el otro y no
para sí.
por desaparición simultánea del animus y del corpus. Ejemplos de este caso son
el abandono de la cosa por su poseedor, la pérdida de la cosa y la enajenación
que se haga seguida de la tradición (entrega) de la misma al nuevo poseedor.
PROTECCIÓN DE LA POSESIÓN
Utrubi: que protegían la posesión del que había poseído una cosa mueble
durante la mayor parte del año anterior a la emisión del interdicto.
10
Recuperandae possessiones: estaban dirigidos a restablecer la posesión perdida por
actos de otros. Dentro de esta categoría encontramos los interdictos de:
Cabe hacerse la siguiente pregunta: ¿por qué se protege la posesión aún en los
supuestos en que el poseedor no es propietario y aún asumiendo el riesgo de que
pudiera protegerse a un ladrón?
Las respuestas dadas por la doctrina han ido en los siguientes sentidos:
Para Savigny el fundamento sería mantener la paz social (paz pública). Con la finalidad
de evitar que los particulares hicieran justicia por mano propia, se concedían los
interdictos en procura del mantenimiento de determinado estado posesorio hasta que
eventualmente planteada la controversia de la legitimidad jurídica, el magistrado
reconociera al titular el dominio.
Si bien es cierto que los interdictos podían ser utilizados por quien no tiene derecho,
también es cierto que esos casos serían los menos frecuentes y de suceder, podían ser
resueltos con la interposición de una acción de reivindicación que estudiaremos más
adelante.
11
LA PROPIEDAD
CONCEPTO
En Roma de los primeros tiempos, la única propiedad conocida por los romanos era la
propiedad quiritaria que se le denominaba, dominium ex iure quiritium, por estar
sancionada por el derecho civil.
12
Podemos definir a la propiedad, como el señorío jurídico pleno y absoluto sobre una
cosa corporal. Veamos los términos empleados en el concepto:
Cosa corporal: porque para los romanos no era conocida la idea de propiedad
sobre bienes inmateriales tal como conocemos hoy en día.
CARACTERES
Era un derecho absoluto, no porque no pueda tener limitaciones, sino porque las
facultades del titular no están prohibidas o limitadas taxativamente, siendo por tanto
indeterminadas.
Propiedad quiritaria.
13
Para poder ser propietario quiritario era necesario cumplir con los siguientes requisitos:
debía tratarse de un ciudadano romano, el objeto debía ser una cosa romana (res
mancipi) y el modo de adquirir debía ser una mancipatio o in iure cessio.
Propiedad bonitaria
Propiedad provincial.
Se reserva este tipo de propiedad para las tierras ubicadas fuera de Italia y que
pertenecían a Roma por derecho de conquista.
Eran sólo susceptibles de posesión privada, ya que la propiedad era del Estado.
Aquellas personas que poseían fundos provinciales sólo podían transmitirlos a través
de la tradición o por causa de muerte. También se les permitió que percibieran los
frutos y productos que la cosa diera y finalmente, se les reconoció la posibilidad de que
pudieran adquirir la propiedad por la praescripto longissimi temporis.
14
LIMITACIONES AL DERECHO DE PROPIEDAD
Si bien uno de los caracteres del derecho de propiedad es su absolutez, lo cierto es que
existieron en Roma disposiciones que limitaban su ejercicio. Estas limitaciones podían
reconocer como fundamento cuestiones de bien común o de vecindad.
Quienes son propietarios de fundos que limitan con ríos navegables debían
permitir que en sus riberas se realizaran maniobras de navegación;
Derecho a recoger frutos de plantas propias que han caído sobre suelo ajeno.
Modos del derecho civil: son aquellos reservados de manera exclusiva para los
ciudadanos romanos.
15
ejemplo: cuando una persona adquiere la propiedad de un animal salvaje por haberlo
cazado.
Ocupación Usucapio
Accesión
ORIGINARIOS Especificación
Confusión
Mancipatio
In iure cessio
Listis aestimatio
OCUPACIÓN
Debe tratarse de cosas que no tienen dueño y que se encuentran intra commercium.
La falta de dueño podía obedecer a que: no lo tuvieron nunca, como los peces que
están en el mar (res nullius propiamente dicha); su dueño anterior las abandonó,
renunciando implícita o explícitamente a su propiedad (res derelictae); a que sus
poseedores son enemigos con quienes los romanos están en guerra (res hostiles).
16
La insula in mari nata (isla aflorada en el mar).
Las cosas encontradas en el litoral marítimo como las piedras, conchas, perlas,
etc.).
Las cosas abandonadas por su anterior dueño, res derelictae requieren para su
ocupación que el anterior propietarios haya de modo expreso o implícitamente,
revelado su voluntad inequívoca de abandonar la propiedad de la misma.
Vale aclarar que las cosas simplemente perdidas, no son susceptibles de apropiación
porque respecto de ellas no hay en su dueño la intención o voluntad de renunciar a su
derecho de propiedad.
Respecto al momento en que se opera la pérdida del derecho de propiedad por parte
de quien abandona el mismo, en el Derecho justinianeo se sostuvo que el dominio se
pierde por el dueño anterior en el momento mismo del abandono. Esta postura, que
era la de los sabinianos se opone a la opinión de los proculeyanos quienes sostuvieron
que hasta que alguien no se apoderase de la cosa, el dominio del anterior dueño no se
extinguía.
También podían ser objeto de ocupación las res hostiles. Dentro de esta categoría
podían encontrarse las cosas que se habían capturado en acciones de guerra y todas
las pertenecientes a extranjeros cuyo pueblo no está en relaciones de amistad con el
pueblo romano.
Si era hallado en un fundo ajeno o público, por azar, el tesoro se distribuía por
mitades entre el propietario del fundo y el descubridor.
17
ACCESIÓN
Un criterio general que sirva de pauta para señalar en cada caso cuál es la cosa
principal y cuál la accesoria, no fue formulado por los romanos. Parece, sin embargo,
que, al menos en el Derecho justinianeo, se consideraba como principal aquella cosa
que en máxima medida servía a la finalidad económico-social para la que era apto el
conjunto.
Insula in flumine nata. La isla que emergía en un río público se repartía también,
de modo análogo, entre los propietarios de los fundos ribereños situados frente
a ella.
Plantatio y satio (plantación y siembra): Lo mismo sucedía con las plantas, una
vez arraigadas, y con las semillas sembradas.
18
Accesión de cosas muebles a muebles.
ESPECIFICACIÓN
La especificación como modo de adquirir tiene lugar cuando alguien que no es dueño
de una cosa, ni obra de acuerdo con dicho dueño, realiza en ella una transformación
que la convierte en otro objeto de función distinta de la primitiva. Así por ejemplo, si
alguien con un trozo de mármol hiciera una estatua.
19
Habrá que determinar de quién será la propiedad del objeto nuevo, si el que realizó el
trabajo o el propietario de la materia trabajada.
Los proculeyanos otorgaron mayor importancia a la tarea del especificador y por tanto,
concedieron a él la propiedad.
CONFUSIÓN – CONMIXTIO
Existe confusión y conmixtio cuando se mezclan cosas del mismo género –y donde
ninguna de ellas es la principal por lo que no puede hablarse de accesión ni de ni
especificación porque no se forma un objeto nuevo. La primera de estas expresiones se
emplea cuando las cosas, al mezclarse, están líquidas, la segunda designa a las mezclas
que se hacen en estado sólido.
En tales hipótesis, los romanos consideraban a los propietarios de las cosas mezcladas
como copropietarios del todo, en proporción a la cantidad de materia de cada uno que
se mezcló, si las masas respectivas no eran fácilmente separables o si la mezcla se había
hecho voluntariamente.
Si las cosas eran fácilmente separables, cada propietario de las mismas lo seguía siendo
y conservaba la actio reivindicatoria para reclamarlas, previa la oportuna separación.
Como se ve, no puede hablarse de que la mezcla sea un modo de adquirir la
propiedad, en ninguna de las hipótesis mencionadas. Existe sólo un caso en el que la
commixtio presenta en las fuentes romanas este carácter: cuando lo que se mezcla son
monedas. El que recibía dinero de quien, por cualquier causa, debía entregármelo y
mezclaba las monedas con las suyas, adquiría la propiedad de las mismas, aun cuando
el que se las entregó no fuese su dueño. El que antes era su verdadero propietario no
puede, por tanto, reivindicarlas, y solamente podrá ejercitar contra quien hizo la
entrega las acciones personales y penales correspondientes.
20
ADQUISICIÓN DE LOS FRUTOS NATURALES
Los frutos son partes integrantes de la cosa fructífera, perteneciendo, por tanto, al
dueño de la misma.
Sin embargo, la cuestión se plantea cuando son separados de la cosa y son adquiridos
en algunas oportunidades por personas distintas del dueño de la cosa, las cuales tienen
derecho a ello.
La adquisición de los frutos puede tener lugar entonces en virtud de ciertos hechos
jurídicos, que varían según las indicadas situaciones, y que son:
la simple separatio (separación): los frutos son adquiridos por los enfiteutas y
los poseedores de buena fe.
USUCAPIO
Ulpiano (Tit. ex corp. 19, 8) y Modestino (D. 41, 3, 3) coinciden al afirmar que la
usucapión consiste en la adquisición de la propiedad por la posesión continuada de las
cosas durante el tiempo determinado en la ley. Además de ello, se exige que exista
buena fe por parte de quien inicia la posesión y un título justo.
Res habilis: la cosa debía ser susceptible de apropiación por usucapio. Fuera de
esta categoría quedaban las cosas que se encontraban fuera del comercio, las
cosas del fisco y de los emperadores, las cosas furtivas, entre otras.
Justo título
Tiempo: la ley de las XII Tablas estableció que el plazo de posesión exigido era
de dos años para los inmuebles y de un año para las cosas muebles.
Posteriormente, Justiniano lo amplió a tres años para las cosas muebles y para
los inmuebles diez años entre presentes y veinte entre los ausentes. A su vez,
Justiniano incorporó una prescripción de treinta años, conocida como
21
preaescriptio longissimi temporis. Este tipo de prescripción fue aplicable a los
inmuebles de las iglesias y de las fundaciones pías y del fisco pero en este caso
se exigía una posesión continuada de cuarenta años y el poseedor adquiría la
propiedad siempre que hubiese tenido buena fe en la toma de la posesión y no
era necesario el justo título.
MANCIPATIO
Dado que este modo de adquirir era propio del derecho civil, era necesario que las
partes – enajenante y adquirente - gozaran del ius commerci y solo se aplicaba a las
cosas res mancipi.
Con la desaparición de la distinción entre las cosas res mancipi y nec mancipi cae en
desuso esta forma de adquirir la propiedad.
La cosa que iba a ser transmitida en propiedad debía ser res mancipi.
22
Es un negocio jurídico, regido por formas sacramentales de ineludible
cumplimiento y seguido por la nuncupatio que eran las expresiones verbales
constitutivas del Derecho o de la obligación.
Como negocio jurídico, es una de las formas civiles para adquirir el dominio.
IN IURE CESSIO
Para su celebración era necesario que la cosa estuviera presente, si era mueble; y si se
trataba de un inmueble alcanzaba con que lo estuviera una parte o fragmento de ella.
Quien iba a resultar adquirente debía poner su mano sobre la cosa y afirmar ser
propietario de la misma según el Derecho Civil. A esta afirmación le seguía la pregunta
del magistrado formulada al enajenante sobre si tenía algún reparo que oponer, si éste
respondía negativamente, sancionaba la operación, concediendo la propiedad al
comprador.
TRADICIÓN
Puede definirse la tradición como el acto a través del cual se transmite la propiedad de
una cosa mediante la entrega de la misma del tradens (transmitente) al accipiens
(adquirente), existiendo una justa causa que fundamenta dicha transmisión.
Para que la tradición tenga efectos jurídicos es necesario que quien transmite sea
propietario de la cosa y pueda disponer de ella; y que el adquirente tenga la capacidad
suficiente para adquirir la propiedad de la cosa que se transmite.
Podemos mencionar:
Traditio longa manu es la que tiene lugar cuando la cosa, cuya propiedad se transmite,
no se pone físicamente a disposición del adquirente, sino que es indicada a distancia
por el transmitente. Ejemplo: quien transmite le muestra a quien adquiere, desde un
lugar lejano los límites del fundo cuya propiedad le está transmitiendo.
Traditio brevi manu en estos casos no se efectúa la consigna material de la cosa porque
el adquirente ya la tenía en su poder, no como propietario sino en base a otro título –
por ejemplo en virtud de un contrato de comodato o alquiler. Así, quien sólo es mero
tenedor de una cosa (por ejemplo, el comodatario a quien le ha sido prestada para que
la use gratuitamente), adquiere el dominio de la misma por acuerdo con el propietario
(por ejemplo, porque éste se la vende), sin necesidad del acto material de la entrega.
ADJUDICACIÓN
Este modo de adquisición, también del derecho civil, importaba la concesión del
derecho a través de un pronunciamiento judicial dado en aquellos juicios que tuvieran
por objeto obtener la división de la cosa común. Así, el juez atribuía – adjudicaba - a
cada una de las partes litigantes la parte del bien que le pertenecía.
24
La adjudicación se utilizaba en los procesos de partición de herencia y partición de la
cosa común.
Se aplicaba también con ocasión del ejercicio judicial de las siguientes acciones:
Actio familiae erciscundae, que es la acción que compete a los herederos para
obtener la partición de la herencia.
LITIS AESTIMATIO
LA DEFENSA DE LA PROPIEDAD
LA REINVINDICATIO
25
En el período clásico se amplió la acción, pudiendo ser ejercida contra el tenedor a
nombre de otro y Justiniano extendió la posibilidad contra el que dejó de poseer
dolosamente y contra el poseedor ficticio.
Sólo puede tener por objeto cosas susceptibles de propiedad privada, muebles o
inmuebles.
La cosa reivndicada debe ser restituida con todo lo que el actor hubiera tenido si le
hubiera sido devuelta en el momento de la Litis contestatio. Esto es: a) la cosa y sus
accesorios; b) los frutos percibidos desde la traba de la litis y los que por negligencia se
dejaron de percibir, c) los percibidos antes de la "Litis" si no han sido consumidos, d)
los percibidos o dejados de percibir antes si el poseedor es de mala fe; e) las
indemnizaciones por daños ocurridos desde la "Litis" por dolo o culpa del poseedor de
buena fe y, f) las indemnizaciones por daños anteriores a la "Litis" por dolo o culpa y
daños posteriores si el poseedor es de mala fe, este último caso incluye los daños por
caso fortuito.
LA ACCIÓN PUBLICIANA
Recibe esta denominación por haber sido creada por el pretor Publicius. La acción se
concede a quien ha perdido la posesión que está siendo usucapida para que pueda
recuperar dicha posesión.
Es una acción que se otorga a quien ha perdido la posesión de una cosa que estaba
por usucapir, con la finalidad de que pueda recuperar dicha posesión. A través de la
misma el pretor le indica al juez que haga de cuenta que el plazo ha transcurrido y que
sólo verifique el cumplimiento de la buena fe y del justo título.
El propietario bonitario que adquiere una res mancipi por tradición y que no ha
cumplido el plazo de usucapir. En este supuesto, la acción se ejerce contra
26
cualquier tercero poseedor o contra el mimo propietario quiritario que hubiese
mantenido la posesión de la cosa.
El propietario quiritario que la utiliza por ser la prueba a rendir menos exigente
que la necesaria para la reivindicatio.
ACCIÓN NEGATORIA.
Es la acción que tiene como finalidad determinar los límites que fueran confusos o
discutidos entre dos o más fundos rústicos.
Era la acción que se concedía para intimar a que se detuvieran las nuevas obras o
demoliciones, de acuerdo a las leyes edilicias.
27
ACTIO AQUAE PLUVIAE ARCENAE
Tiene como objetivo garantizar el normal régimen de desplazamiento del agua pluvial
cuando hubiera sido alterado con motivo de una obra realizada en un fundo vecino.
Se buscaba volver las cosas al estado anterior cuando alguien había efectuado obras –
en un fundo propio o ajeno - contra la prohibición o a escondidas de quien con base
en un derecho real o personal podría verse o considerare afectado por algún daño o
peligro.
CONDOMINIO
La comunidad cesa con la división de la cosa común que puede ser voluntaria o
judicial. La primera tiene lugar por el acuerdo de los condóminos,
adjudicándose respectivamente las partes materiales de la cosa,
correspondientes a sus cuotas ideales. Si no hay acuerdo, cualquiera de los
condóminos puede intentar la actio communi dividendo que da lugar a un
juicio divisorio, en el que el juez divide la cosa en partes proporcionales a las
cuotas de cada uno, adjudicándoselas (adiucatio).
28
IURA IN RE ALIENA
Son derechos que se ejercitan directamente sobre cosas cuya propiedad pertenece a
otra persona.
LAS SERVIDUMBRES
En síntesis: Las servidumbres son derechos reales establecidos sobre una cosa en
provecho de una persona o de un fundo perteneciente a un propietario distinto. De
esta definición surge que existen dos clases de servidumbre:
29
personal es una relación entre una persona y una cosa, que desde el punto de
vista activo: es el derecho que tiene una persona de retirar una utilidad de la
cosa de otro; y desde el punto de vista pasivo: es una carga impuesta a una
cosa de procurar utilidad a una persona distinta del propietario
Tanto las servidumbres personales como las reales, son derechos reales y por lo
tanto, no imponen a nadie la obligación de hacer sino simplemente la de sufrir
su ejercicio, de dejar de hacer; y son derechos absolutos que pueden ejercerse
contra. todos.
No pueden existir sino una cosa que pertenezca a otra persona, pues no se
puede tener una servidumbre sobre una cosa propia.
Las servidumbres rurales son cosas mancipi, en tanto que las servidumbres
urbanos son cosas nec mancipi.
30
Las servidumbres rurales se extinguen por el no uso. Las servidumbres urbanas
requieren, un hecho del propietario del fundo sirviente contrario a la
servidumbre, y luego el no uso.
SERVIDUMBRES PREDIALES
Caracteres
Posibles: para ello es necesario que los fundos sean vecinos o contiguos.
Clasificación
a) Derecho antiguo
31
Las servidumbres reales o prediales debían ser constituidas por ciudadanos romanos,
sobre fundos itálicos y por los medios establecidos (mancipatio e in iure cesio).
b) Derecho pretoriano
c) Derecho de Justiniano
Por el no uso. Según el derecho civil por dos años de no uso y según el
derecho de Justiniano por diez o veinte años de no uso. Es de observar que
de esta forma solo se extinguen las servidumbres rurales.
32
Protección de las servidumbres
Las servidumbres están protegidas por la acción confesoria, la acción negatoria y los
"interdictos".
SERVIDUMBRES PERSONALES
USUFRUCTO
Del usufructo, las fuentes nos dan una definición debida a Paulo: usus fructus est ius
alienis rebus utendi fruendi salva rerum substantia.
Es un derecho real que concede el uso y los frutos de una cosa ajena, dejando a salvo la
sustancia de la misma. El alcance de la expresión salva rerum substantia ha sido
discutido por los autores. Algunos afirman que se refería a que sólo podía haber
usufructo sobre aquellas cosas susceptibles de utilizarse repetidamente sin destruirse.
Según otros, indica un límite a la duración del usufructo, el cual sólo puede subsistir
mientras subsista la cosa.
Para otros, la frase refleja que en el concepto genuinamente romano el usufructo tiene
por objeto no la cosa en sí -por eso el usufructuario ni siquiera es un possessor-, sino
los frutos. Y, por último, se interpreta también dicha frase en el sentido de que la
obligación fundamental del usufructuario es la de conservar la cosa.
es el derecho real a percibir los frutos de una cosa ajean, debiendo conservar la
sustancia, es decir, con la obligación de no alterar ni la estructura ni el destino
económico de la cosa.
El usufructuario goza del derecho de usar y percibir los frutos de la cosa ajena, y tiene
el derecho de servirse de la cosa empleándola en el uso para el cual está destinada. El
usufructuario adquiere por tanto los frutos naturales y los frutos civiles que en forma
periódica produzca la cosa.
33
El usufructuario no puede vender ni donar su derecho a un tercero, pero lo que si
puede es ceder las ventajas del derecho, pero el derecho mismo no, porque este se
refiere a su persona y se extingue con su muerte.
El usufructo se extingue:
Capitis deminutio. Según el antiguo derecho civil toda capitis deminutio del
usufructuario extingue el usufructo.
Por el no uso, según el antiguo derecho civil el plazo para extinguir el usufructo
por no uso era de un año para que las cosas muebles y de dos años para las
cosas inmuebles, por ser este el plazo para la usucapión.
Por la llegada del término. Si el usufructo se estableció para durar hasta un día
determinado, al llegar ese día el usufructo se extingue.
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USO: Es la facultad de usar una cosa. No concedía el derecho a la totalidad de los
frutos, permitiendo sólo que el usuario obtuviera aquellos que fueran necesarios e
indispensables para la subsistencia de éste y de su familia.
Se aplican al uso las mismas reglas que se establecen para el usufructo en cuanto a su
constitución, duración y extinción.
El antecedente clásico es el ager vectigalis, derecho real concedido por el estado o los
municipios en forma permanente en la medida en que se para el canon establecido.
En síntesis, se trata de una concesión perpetua o a largo plazo de un fundo, con las
siguientes características:
35
El superficiario asume la obligación de pagar una renta o canon anual (solarium o
pensio).
Según el principio de derecho civil, la superficie accede al suelo (Gayo, 2.73), lo que
hacía imposible constituir un derecho de superficie independiente del suelo.
Son llamados así porque son constituidos a favor de un acreedor para reforzar el
cumplimiento de la obligación por parte del deudor, asegurándole su cumplimiento al
conceder al acreedor ciertas facultades sobre pertenencias del mismo deudor.
La Fiducia
Por virtud de esta operación, el acreedor se hace propietario de la cosa, que retendrá
hasta ser pagado, pudiendo reivindicarla aun contra el deudor; en el caso de no ser
pagado, puede venderla para recuperar su crédito y dar el excedente, si lo hay, al
deudor.
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La prenda.
La prenda es otro de los derechos reales de garantía que se contrae no sólo con la
entrega o tradición del objeto, sino también con la mera convención de las partes.
Con el producido de la venta el acreedor se cobra lo que le era debido y debía devolver
el excedente al deudor y al momento de recibir el importe de su crédito de manos del
deudor, debe restituir el objeto que recibió en prenda.
"Anticresis". pacto en virtud del cual el deudor autorizaba a que el acreedor se sirviera
del bien y los frutos obtenidos los aplicara al pago de los intereses y satisfechos éstos,
a la suerte principal.
La Hipoteca.
La hipoteca es un derecho real de garantía favorable tanto para el deudor como para
el acreedor. Esto es así, porque, en el caso del deudor no pasa al acreedor la posesión
del objeto, quedando éste en poder del deudor, quien podrá servirse de él y ofrecerlo
en garantía de ulteriores créditos. Para el acreedor es conveniente la hipoteca, porque
para la persecución (del objeto) se da al acreedor una acción real.
Constitución de la Hipoteca.
Pacto. El acuerdo entre las partes bastaba para crear el derecho real de
hipoteca.
Testamento.
Tácitas: son aquellas que la ley crea directamente. Por ejemplo: 1) El arrendador
de un fundo rural sobre los frutos y cosechas. 2) La hipoteca del arrendador de
una casa sobre todos los muebles y objetos introducidos a ella. 3) En el derecho
Justiniano, la hipoteca de los legatarios sobre los bienes de la sucesión. Tiene
una hipoteca tácita general: 1) El fisco, sobre los bienes sus administradores y
deudores. 2) Los pupilos y los menores de veinticinco años sobre los bienes de
sus tutores y curadores; esta hipoteca creada por Constantino, fue extendida
por Justiniano a los locos.
Extinción de la Hipoteca.
o Por las "praescriptio longi temporis" cuando el bien hipotecado está en manos
de un tercer adquirente de buena fe y con justo título con relación al acreedor
hipotecario, puede oponerle esta "praescriptio" a su acción hipotecaria.
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BIBLIOGRAFÍA PARA ESTUDIO Y CONSULTA
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UNIDAD 7 – (primera parte)
Derechos Personales
III. Contratos formales: Verbis: Stipulatio, dotis dictio, promissio iurata lierti – Litteris: la
nomina transcriptitia, los chirographa y los syngrapha.
Elementos
Reconocemos en las obligaciones los siguientes elementos:
Vínculo: Hemos dicho que el vínculo hace a la esencia de la obligación
(“obligatio est iuris vinculum…”) y ese vínculo, que nace en virtud de
las fuentes de las obligaciones (que estudiaremos seguidamente) da
fundamento a la actio en virtud de la cual el acreedor puede compeler
al deudor al cumplimiento.
Sujetos: Reconocemos en la obligación la presencia de, al menos, dos
sujetos
Sujeto activo o acreedor (creditor): es aquella persona para
quien la obligación es un crédito y tiene derecho, mediante una
actio, de exigir al deudor el cumplimiento de la prestación.
Sujeto pasivo o deudor (debitor): Es el obligado al cumplimiento
de la prestación, que (al igual que el sujeto activo) puede ser
persona física o jurídica, ser de naturaleza múltiple y estar
individualmente determinados o no al momento de iniciarse la
obligación (todo lo cual se explicará seguidamente al referirnos
a la clasificación de las obligaciones).
Objeto o prestación: es aquello que el deudor debe satisfacer en favor
del acreedor. Como veremos seguidamente, no debe confundirse
“objeto” con “cosa”, pues el objeto bien puede ser una conducta.
Consecuentemente el objeto por su contenido puede consistir en:
Dare: Entregar una cosa para transferir la propiedad u otro
derecho real sobre ella en favor del acreedor. Puede ser cosa
determinada, cantidades de cosas, sumas de dinero, etc…
V. gr. quien se obliga a pagar una suma de dinero por una
estipulatio, cumple la prestación debida (dare) al transferir la suma
de dinero al acreedor.
Facere (o non facere): Consiste en realizar un comportamiento en
favor del acreedor, como realizar un servicio o una obra
determinada (v. gr. construir una pared, enseñar música o brindar
servicio médico).
Aunque en la mayoría de los casos la prestación consiste en una
Fuentes
Entendemos por fuentes de las obligaciones a los hechos o actos jurídicos
que hacen nacer relaciones obligacionales; según la definición de Segovia, es “el
hecho, acto o relación jurídica que engendra y sirve de fundamento a la
obligación”. Consideraremos la visión (o las visiones) de Gayo, el aporte de
Modestino y la compilación final realizada por Justiniano.
Gayo fue el primero en ocuparse del análisis teórico de este tema y se
reconocen en él dos épocas:
Summa divisio (división suprema): Durante algún tiempo, Gayo
consideró que las obligaciones nacían solamente de dos
fuentes dando origen a una clasificación muy simple; todas las
Distinguimos aquí:
Obligaciones civiles: Son aquellas contempladas por el ius civile y
consecuentemente dotadas de una actio que las ampara.
Conforme hemos señalado, en la Unidad 5, la actio estaba estrechamente ligada al
derecho mismo, a punto tal que se sostiene que el Derecho Romano, más que un
sistema de derechos subjetivos, era un sistema de acciones.
Obligaciones honorarias: Las obligaciones honorarias (o pretorianas)
eran aquellas en las cuales la actio había sido creada por el pretor.
Cuando se unifica todo el derecho esta diferenciación carece de sentido y sobre
todo de interés práctico.
Distinguimos entre:
Obligaciones civiles: Son aquellas protegidas por una actio en virtud de
la cual en acreedor puede exigir al deudor el cumplimiento.
Lamentablemente los romanistas han utilizado la misma denominación para dos
clasificaciones distintas: “Obligaciones civiles” se usa en la clasificación anterior para
indicar que su origen es el ius civile; en este caso, se usa para indicar que están
dotadas de una actio que permite exigir su cumplimiento.
El Código Civil de Vélez Sarsfield había incorporado el concepto y los efectos de las
obligaciones naturales en el ARTÍCULO 515: “Las obligaciones son civiles o meramente
naturales. Civiles son aquellas que dan derecho a exigir su cumplimiento. Naturales
son las que, fundadas solo en el derecho natural y en la equidad, no confieren acción
para exigir su cumplimiento, pero que cumplidas por el deudor autorizan para
retener lo que se ha dado por razón de ellas” (sic). Como se ve, el concepto de Vélez
era totalmente coincidente con el Derecho Romano e incluso, tenía la feliz inclusión
del Derecho Natural y la equidad como fundamentos. El nuevo Código Civil y
Comercial (Ley 26.994) ha reemplazado el 515 por el nuevo ARTÍCULO 728: “Deber
moral. Lo entregado en cumplimiento de deberes morales o de conciencia es
irrepetible”. Como se ve, ha cambiado el nombre pero el principal efecto se
mantiene.
Las obligaciones de sujeto múltiple son aquellas en las cuales hay diversidad
de deudores y/o acreedores. Suele diferenciarse:
Pluralidad activa: cuando son varios acreedores y un deudor.
Pluralidad pasiva: si son varios los deudores frente a un solo acreedor.
Pluralidad mixta: si la obligación tiene a la vez pluralidad de deudores
y de acreedores.
No obstante la diferenciación precedente, la clasificación fundamental dentro
de esta categoría es la siguiente:
Obligaciones parciarias o a pro rata o pro parte: La obligación, si es
divisible, se fracciona en tantas obligaciones como partes hubiera y
cada acreedor solo puede exigir su parte en el crédito que se divide
pro parte o pro rata; y cada deudor solo es responsable de su parte en
la deuda. Cobrada por el acreedor o pagada por el deudor su parte en
la obligación, esta se extingue a su respecto.
V. gr.: A, B y C deben $ 30 a D, E y F. Cada deudor deberá sólo $10 y una vez que
paga queda liberado. Igualmente, si cualquiera de los acreedores cobra su parte a
cualquier deudor, no puede reclamar nada más por causa de esta obligación.
Distinguimos entre:
Obligaciones genéricas: son aquellas en que la prestación está
determinada en su género. V. gr. “un esclavo” o “un caballo”
Obligaciones específicas: son aquellas en las que la prestación está
determinada en su individualidad. V. gr. “el esclavo Stichus” o “el
caballo vencedor en los juegos”
Existe una gran diferencia en materia de efectos si es que la cosa objeto de la
prestación perece. En este caso, la pérdida de la cosa específica hacía que se
extinguiera la obligación.
En cambio en las obligaciones genéricas, si se extingue la cosa con la cual iba
a pagar el deudor, la obligación subsiste, pues puede reemplazarla con otra
cosa del mismo género por aplicación del principio genus nunquam perit (el
género nunca perece), salvo que se extingan todos los elementos del género o
que se trate de cosas muy raras y se demuestre la imposibilidad de
cumplimiento.
Distinguimos entre:
Obligaciones divisibles: son aquellas obligaciones en las cuales la
prestación se puede cumplir o ejecutar por fracciones o por partes sin
que por ello se altere su esencia o valor.
V. gr. la obligación de entregar una suma de dinero o cantidades de
cosas es divisible en partes o cuotas (téngase presente que el dinero
es el bien divisible por antonomasia).
En general las obligaciones de dar son divisibles, aun cuando la cosa
no lo sea: un caballo en cuanto cosa es indivisible (al dividirlo moriría),
pero el derecho de propiedad sobre el mismo es divisible, pues podría
vender la mitad a otra persona y constituir un condominio sobre él.
El carácter divisible de una obligación debe relacionarse con las
obligaciones parciarias, ya que, conforme se dijera ut supra, si la
obligación es divisible, la misma se fracciona entre los codeudores o
coacreedores y a cada uno le corresponde solo su parte.
Obligaciones indivisibles: son aquellas en que la prestación sólo se
puede prestar por entero.
En general las obligaciones de hacer son indivisibles: si contrato a un
artista para que haga una escultura y abandona a la mitad, no puede
pretender cobrar proporcionalmente ya que una parte no es la obra ni
tiene valor proporcional del todo. Sin embargo, si el hacer es
susceptible de cantidad, peso o medida, sí se puede considerar
divisible (por ejemplo el trabajo del jornalero, que puede pagarse por
día, o el herrero por cantidad de herraduras, etc…)
Son indivisibles las obligaciones que consisten en conceder uso y
goce, como es en el caso de la locación, pues o se concede, o no se
concede y si se perturba este derecho, es que no se ha concedido.
Distinguimos entre:
CONTRATO
Acuerdo de dos más personas con el fin de constituir una
relación obligatoria reconocida por la ley (Bonfante).
Contractus proviene etimológicamente de con (reunión, convergencia) y
tractus / trahere (acarrear, arrastrar, traer) y algunos autores entienden que
se refiere al hecho de que, por el contrato se “contraen” obligaciones.
La convención es condición necesaria pero no suficiente del contrato, pues
de la misma deben nacer obligaciones y estar reconocida por la ley.
PACTO
Es un simple acuerdo de voluntades que no engendra
obligaciones, pero que puede acompañar a un contrato y
modificar algunos de sus efectos o alcances.
Se distinguieron entre ellos los simples pactos o pactos aislados (que
coinciden con el concepto de convención) y los pactos agregados a un
contrato o pacta adiecta.
También se distinguen los pacta vestita (pactos vestidos), a los cuales se les
había dotados de una actio, y los nuda pacta (pactos desnudos) que
carecían de acción para exigir su cumplimiento.
Por el origen:
Del derecho civil (iuris civilis): Estaban contemplados en el ius civile y
solo podían celebrarse entre ciudadanos romanos. V. gr. la nomina
transcripticia.
Del derecho de gentes (iuris gentium): son incorporados especialmente
por la obra del pretor peregrino y en estos casos podían celebrarse
con extranjeros o entre ellos dentro de la jurisdicción de Roma. V. gr.
la compraventa.
En función del tipo de acción que los protegía los contratos pueden ser:
De derecho estricto (sticti iuris): son aquellos en los cuales el juez está
constreñido a atarse a la letra o las palabras del contrato sin poder
apartarse de ellas al momento de impartir justicia. En general los
contratos unilaterales y los iuris civilis tienen estas características y
ellos engendran acciones stricti iuris (conforme vimos en la
clasificación de acciones en la Unidad 5)
De buena fe (bonæ fidei): son aquellos en los cuales el juez goza de
mayor amplitud de criterio para interpretarlos pudiendo fallar según la
equidad y la buena fe contractual, es decir “atendiendo más que a las
palabras, a la voluntad presunta de las partes” (Papiniano). A este tipo
de contrato corresponden las acciones bonæ fidei.
Por las ventajas patrimoniales que generan a las partes, se clasifican en:
Onerosos: son aquellos que generan ventajas patrimoniales recíprocas.
V. gr. la compraventa, la locación, etc…
Gratuitos: son gratuitos aquellos contratos que producen una ventaja
o beneficio solo para alguna de las partes sin que se corresponda con
una ventaja equivalente para la otra. V. gr. el comodato, el mutuo o el
depósito, etc…
Por la determinación de las prestaciones al inicio del contrato:
Conmutativos: son aquellos en que la o las prestaciones son ciertas y
determinadas desde el comienzo del contrato. V. gr. la compraventa.
Aleatorios: son aquellos en los cuales la prestación de una de las
partes está sujeta a un hecho incierto o a suerte (alea). V. gr. los
contratos de juego y apuesta en Roma. Modernamente, la renta
vitalicia, el seguro, la lotería.
Aunque no hacemos una clasificación aparte, ya hemos dicho que los
contratos se dividen en nominados e innominados según tengan nombre o no.
Los contratos más antiguos del sistema contractual romano son el nexum y
la sponsio. Haremos una breve consideración sobre ellos antes de iniciar el
estudio del sistema contractual romano.
Ya nos hemos referido ut supra al nexum al analizar la evolución histórica de
las obligaciones, especialmente en lo atinente a unir la deuda y la
responsabilidad.
El nexum era un contrato del derecho arcaico. Su significado etimológico
deriva del término nectere que significa ligar, atar. Está asociado al proceso de
tensiones entre clases sociales pues los patricios adinerados comenzaron a
prestar dinero a los plebeyos carenciados utilizando el endeudamiento como
instrumento de dominación y control. A fin de garantizar el pago de la deuda, el
deudor (nexi) debía automanciparse y en caso de no pagar, se le aplicaban de
inmediato las consecuencias de la manus iniectio.
Las formalidades del nexum se correspondían con la mancipatio, es decir, por
la ceremonia del cobre y la balanza (per æs et libram) con presencia del
libripens, cinco testigos y el pronunciamiento de palabras solemnes
(nuncupatio).
Remitimos a lo ya estudiado en esta misma unidad al referirnos a la
evolución de las obligaciones, como así también lo visto en la Unidad 5 sobre la
manus iniectio.
Como hemos ya anticipado un hecho fundamental en el proceso de avance
de la plebe fue la sanción de la Lex Pœtelia Papiria del año 326 a.C. por la cual
se suprimió la venganza sobre la persona del deudor. A partir de allí, el nexum
quedó virtualmente derogado y ante el incumplimiento del deudor los
acreedores solo pudieron dirigirse contra el patrimonio.
El segundo contrato a considerar es la sponsio, un contrato verbal solemne,
consistente en una pregunta utilizando el verbo spondes, seguido de una
respuesta con el verbo spondeo. Para algunos es una derivación o simplificación
de la nuncupatio o palabras que se usaban en el nexum, para otros era una
especie de juramento religioso que se hacía ante el altar de Hércules. Sea cual
fuere el antecedente, lo cierto es que se trataba de un contrato restringido a los
ciudadanos romanos que al principio se utilizaba solo con funciones de
garantía. Fue paulatinamente desplazada por la stipulatio, introducida por el ius
gentium, que permitía adaptar los verbos a la naturaleza de la obligación y era
posible utilizarla con extranjeros.
STIPULATIO
REQUISITOS:
Debe celebrarse entre presentes.
No obstante, el derecho justinianeo admitió que ante la existencia de un documento
escrito suscripto por las partes en el que se reconociera la celebración del contrato, el
mismo debía tenerse por existente. Este documento comenzó a utilizarse durante la
república con carácter probatorio y fue conocido como instrumentum o cautio,
comenzando a desvirtuarse el carácter oral y solemne del contrato.
Se debe contar con aptitud para la forma oral: así los sordos o mudos no
podían utilizar esta forma.
Avanzado el Imperio este requisito tan rígido fue flexibilizado. En torno al año 472, una
constitución imperial dispuso que se tendría por válida una stipulatio aunque no se
hubieran empleado palabras solemnes, e incluso cualquiera fuera la forma de su
celebración con tal de que fuera clara la existencia de consentimiento.
Se debe realizar en un solo acto (unitas actus), es decir, la pregunta del
stipulator debe ser inmediatamente seguida de la respuesta del promisor
sin interrupciones.
Se requiere una respuesta congruente, es decir, que debe corresponderse
perfectamente con la pregunta.
Este requisito también fue flexibilizado admitiéndose como válida una respuesta que no
fuera congruente con la pregunta si el monto era menor, obligándose hasta esa
cantidad. V. gr ¿prometes darme mil sestercios? – a lo que el deudor respondía–
“prometo darte quinientos sestercios”.
En general la stipulatio fue utilizada para crear obligaciones de dar sumas
de dinero, pero también se utilizó para otro tipo de prestaciones como
dar cantidades de cosas (trigo o cereal en general), cosas ciertas e incluso
cosas inciertas.
Por su gran flexibilidad y adaptación la stipulatio permitió la participación de
otras personas además del stipulator y el promisor llamadas adstipulator y
adpromissor, dando origen a la adstipulatio y la adpromissio respectivamente.
La adstipulatio consistía en realizar a otra persona que acompañaba al
stipulator y era de su confianza llamada adstipulator, la misma promesa que se
había hecho a aquel. El adstipulator quedaba constituido en algo así como un
acreedor accesorio o adjunto, autorizado a cobrar la deuda e incluso condonarla
DOTIS DICTIO
NOMINA TRANSCRIPTICIA
Gayo sostiene que este contrato, más que para constituir obligaciones servía
para novarlas, es decir, para cambiar la persona del deudor o la causa, a través
de un juego de anotaciones ficticias.
El concepto de novación será estudiado detenidamente infra en esta misma Unidad
7. No obstante ya hemos anticipado (al referirnos al efecto novatorio de la littis
contestatio y al hablar de las obligaciones naturales) que la palabra novación
significa cambio de una obligación por otra, como quien debe pagar el precio de
un bien y para ello entrega un cheque de pago diferido (la obligación derivada del
contrato original se transformó en una obligación derivada de un título de crédito).
También se puede novar cambiando de sujeto, conforme se verá.
CHIROGRAPHA Y SYNGRAPHA
Mutuo
El mutuo es el contrato real por el cual una persona llamada
mutuante o prestamista, entrega en propiedad a otra
llamada mutuario o prestatario, una determinada cantidad
de cosas fungibles y consumibles, obligándose éste a
restituir otras tantas cosas del mismo género y calidad.
Depósito
El depósito es un contrato real por el cual un sujeto llamado
depositante entrega una cosa mueble a otro llamado
depositario, para que este la custodiase gratuitamente
y se la devolviese al primer requerimiento.
CONCEPTO
ELEMENTOS DE LA COMPRAVENTA:
Además de los elementos esenciales – estudiados en unidades anteriores – que
deben estar presentes en el acto jurídico, la compraventa presenta los
siguientes:
Consentimiento: puede ser manifestado de cualquier forma. Si las partes lo
ponen por escrito, éste les servirá como un medio de prueba, pero igualmente
hubo contrato desde que se llegó a acuerdo, por lo que ninguna de las partes
podrá arrepentirse unilateralmente del contrato y nacen todas las obligaciones
que de él derivan.
Objeto: podía tratarse de cosas corporales como incorporales, siempre que
estuvieran en el comercio.
En el supuesto de venta de una cosa ajena, la compraventa vale, y el vendedor
asumía el compromiso de obtenerla de otra persona. En el caso de no poder
obtenerla, debía responder ante el comprador por los daños y perjuicios.
No era indispensable que la cosa vendida existiera al momento de la
celebración del contrato, bastando con que se esperara que exista. De este
modo, se presentaban dos situaciones posibles:
Garantía de evicción
Es la obligación que tiene el vendedor de responder por la privación que sufre
el comprador respecto de la cosa comprada, por sentencia judicial derivada de
un vicio anterior a la venta.
Si el comprador es privado de la cosa por una acción reivindicatoria interpuesta
por un tercero, en este caso hablamos de evicción total; o cuando un tercero
obtiene por sentencia judicial que se le reconozca sobre la cosa un derecho real
distinto al dominio, hablamos de evicción parcial.
El vendedor sólo responde de la evicción cuando concurren los siguientes
requisitos:
el comprador es turbado en su posesión, la que puede tener lugar ya sea
por la privación de la cosa o porque se reconoció sobre ella un derecho
real distinto al dominio.
que la privación sea por sentencia judicial.
que el derecho invocado por el tercero sea anterior a la venta.
que el comprador haya notificado al vendedor para que lo defienda en el
juicio respectivo.
CONCEPTO
El vocablo mandato –mandatum - deriva de mandare que significa confiar una
cosa a otro, dar un encargo o una orden a otro.
El mandato era en el Derecho Romano un contrato consensual, sinalagmático
imperfecto, esencialmente gratuito y de buena fe, por el cual una persona
encargaba a otra que aceptaba, la realización gratuita de una o más
operaciones que tuvieran interés pecuniario para el mandante.
De esta definición se desprenden los caracteres de este contrato:
Consensual, sólo requiere para su perfección el consentimiento, que
puede ser tanto expreso como tácito.
De buena fe pues se fundaba en la confianza existente entre mandante y
mandatario.
Bilateral imperfecto, pues aunque normalmente sólo surgen obligaciones
para el mandatario, eventualmente podían también surgir para el
mandante.
CONCEPTO
En toda sociedad, para su existencia como tal, debían estar presentes los
elementos que se enuncian seguidamente:
A todos y cada uno de los socios compete la actio pro socio (acción para el
socio) para exigirse recíprocamente el cumplimiento de sus obligaciones, y para
pedir la disolución de la sociedad.
Locación de cosas
Es el contrato por el cual una persona, llamado locador, se obliga a entregar a
otra, llamada locatario, el uso y goce de una cosa determinada, a cambio de un
precio denominado alquiler o merces.
Son obligaciones del locador:
Proporcionar y garantizar al locatario el uso y el goce de la cosa durante
el tiempo del arrendamiento.
Locación de obra
Esta modalidad recibió el nombre de locatio conductio operarum y consistía en
el contrato por el cual las partes tenían en miras la prestación de una actividad
(obra) del locador, que se calculaba en espacios regulares de tiempo.
Un ejemplo de este contrato sería la locación de un pintor para que pintara una
propiedad, a tanto por día.
Esta modalidad contractual sólo tuvo relevancia en el derecho moderno ya que,
con anterioridad, al existir mano de obra esclava las necesidades se cubrían con
las tareas desempeñadas por los esclavos.
Aún cuando existieron algunos servicios calificados, como el caso de los
abogados o los médicos, lo cierto es que estas tareas no eran remuneradas y
sólo la costumbre estableció el deber moral de conceder un honorario. Este
deber se tornó exigible a fines de la época clásica.
CONTRATOS INNOMINADOS
LA PERMUTA O PERMUTATIO
Por intermedio de la permuta una de las partes entrega a otra la propiedad de
una cosa a cambio de una prestación similar a cargo de la parte contrario.
AESTIMATUM
Tiene lugar cuando una parte le entrega a otra una cosa estimada en un valor
determinado. Quien recibe la cosa puede venderla, incluso a un precio superior
al indicado. Ahora bien, si transcurrido cierto tiempo la venta no se realizó,
deberá devolver la cosa.
Si la cosa fue vendida, lo único que podrá exigir quien la entregó es el precio
estimado siendo el excedente de la otra parte.
PRECARIUM
El precario es un contrato por el que uno concede a otro el uso gratuito de una
cosa, con la facultad de revocárselo a su arbitrio. Este contrato tiene muy poca
importancia en el derecho justinianeo, en el que está sancionado por la actio
praescriptis verbis.
PACTOS
Son aquéllos que tenían por finalidad hacer nacer obligaciones a cargo de una
sola de las partes y provistos de eficacia procesal por las constituciones de los
emperadores. Aludiremos al Compromissum y al pacto de donación.
Compromissum
Consiste en un pacto de arbitraje, en virtud del cual dos o más personas se
obligan a someter la decisión de una controversia al juicio de un tercero, que se
llama árbitro. Semejante compromiso obliga a las partes a acatar la decisión del
árbitro designado, que tiene carácter definitivo. Se diferencia del receptum
arbitrii ya que el compromiso es una convención previa al arbitraje.
La institución de dote
Para prometer la dote era requisito realizar la dotis dictio que era un contrato
formal. En la época de Teodosio II y Valentiniano se determinó que la simple
promesa informal de dote otorgaba fuerza obligatoria a la misma,
Pacto de donación
Se trata de la convención adoptada entre dos partes, por la cual una de ellas
otorgaría a otra algo de modo gratuito.
BIBLIOGRAFÍA
FURTUM
RAPIÑA o VI BONA RAPTA
DAMNUM INIURIA DATUM
INIURIA
Más allá de lo señalado, la frontera entre lo público y lo privado se ha ido
desplazando a lo largo del tiempo y muchos delitos considerados inicialmente
privados se convirtieron luego en delitos públicos por entender que no solo
afectaban a un bien o interés particular, sino también a toda la comunidad.
V. gr. el furtum es un delito que lesiona el derecho de propiedad y en Roma era percibido como
una cuestión entre ladrón y víctima. Sin embargo el tiempo ha hecho comprender que además
de la lesión patrimonial de un particular, también se afecta el interés de la comunidad con
delitos de este tipo, y por eso, además de las cuestiones patrimoniales del afectado, el Estado
persigue el delito con una acción pública y aplica finalmente una pena pública al autor de hurto.
La Ley de las XII Tablas castigaba las lesiones distinguiendo entre lesiones
graves y leves. Para las primeras, que podían incluir la pérdida de un miembro
(membrum ruptum) se aplicaba la ley del talión, salvo que se arribara a una
composición voluntaria, que era lo más frecuente. En los casos de lesiones leves
(rotura de un hueso o heridas) se establecía la composición legal, que también
se usaba para vías de hecho menores (v. gr. como golpes sin heridas). Las
lesiones contra el honor solo se consideraban si habían sido acciones
difamatorias mediante libelos o ultrajes públicos y podían acarrear para el autor
la pena capital o la capitis deminutio.
El Derecho Honorario reguló los daños para cada caso concreto con una pena
pecuniaria que dependía de la magnitud de los hechos, mediante la actio
iniuriarum æstimatoria. Por otra parte, se extiende el concepto de lesión moral u
ofensa a todos los casos que afecten la reputación moral de una persona y su
honor: difamación verbal o escrita, sea pública o no, violación de domicilio, etc…
Por otra parte, el Derecho Honorario requirió el animus iniuriandi, es decir, la
intención de causar el daño (que no era requerida en el sistema de la Ley de las
XII Tablas) quedando excluidos los actos realizados con otra intención como la
broma (animus iocandi) el consejo (animus consulendi) y la moderada
corrección (animus corrigendi).
Las características de la actio iniuriarum son las siguientes:
Es una acción pretoriana.
Es una acción penal, pues su objeto consiste en la imposición de una
pena al autor de la lesión o la ofensa.
Es una acción infamante (acarrea la tacha de infamia sobre el ofensor).
Puede ser intentada por el ofendido o su pater si es alieni iuris.
Cuasidelitos
Actualmente la diferencia entre los delitos y los cuasidelitos radica en el
elemento subjetivo: los delitos son actos ilícitos ejecutados con dolo o intensión
de dañar, y los cuasidelitos son actos ilícitos realizados con culpa, es decir,
resultantes de un obrar negligente o fruto de la impericia.
En Roma, en cambio, este criterio no rige y ya hemos visto que hay delitos
que pueden ser culposos (v. gr. el damnum) como así también veremos que
puede haber cuasidelitos dolosos (como el juez que falla injustamente). ¿Cuál es
entonces la diferencia con los delitos?
Al parecer la distinción tiene una raíz puramente histórica. Los delitos son los
contemplados en el primitivo derecho (Ley de las XII Tablas) o derivados
directamente de él (como la rapiña que es una derivación del furtum) mediante
acciones pretorianas in ius conceptæ.
En cambio, los cuasidelitos corresponden a creaciones posteriores
considerando hechos no contemplados en la ley y que el pretor consideró
mediante acciones in factum conceptæ.
En la compilación justinianea se hace referencia a los siguientes casos:
Si iudex litem suam fecerit (el juez que hace suyo el pleito)
PAGO
Consiste en el modo normal de extinción de las obligaciones y es el
cumplimiento de la prestación debida, que puede consistir en un dar, hacer, no
hacer o prestar.
El pago, para producir efectos cancelatorios debía reunir una serie de
requisitos que tenían que ver con qué se deba en pago, a quién y cuándo.
Veremos seguidamente cada uno de ellos.
NOVACIÓN
Afirma Ulpiano (D. 46, 2, 1 pr.) que la Novatio est prioris debiti in alinam
obligationem transfusio atque translatio. En otras palabras, es la transformación
de una obligación en otra nueva, de manera que la primera queda extinguida y
se la sustituye por una nueva.
Para que tuviera lugar era necesario que se presentaran los siguientes
elementos.
Existencia de una obligación precedente, pues obviamente nada
podríamos extinguir si no existía nada. Esta obligación podía tener como
fuente un delito o un contrato, ser civil o natural.
Una obligación nueva que haya nacido mediante un contrato formal,
normalmente una estipulación.
Efectos de la novación
Respecto de la obligación anterior: se produce su extinción de pleno derecho,
salvo que se hubiera acordado la vigencia de la misma en la nueva obligación.
En cuanto a la obligación nueva, ésta comienza a producir los efectos
acordados por las partes.
MUTUO DISENSO
Las obligaciones que eran contraídas por el solo consentimiento de las
partes, podían extinguirse por un consentimiento en contrario.
CONFUSIÓN
Es el modo de extinción que tiene lugar cuando en la misma persona se
reúne la calidad de deudor y acreedor de la misma obligación.
Por ejemplo: cuando una persona hereda a otra de la cual era deudora o
acreedora.
COMPENSACIÓN
La compensación según Modestino (D. 16, 2, 1) es el balance de un crédito y
una deuda entre sí. Tiene lugar cuando un deudor opone a su acreedor un
crédito que tiene contra éste y, de esta forma los créditos y las deudas se
contribuyen entre sí.
En el derecho clásico, la compensación era una vía procesal que el pretor
concedió al demandado por un crédito no extender la acción que se dirigía
REMISIÓN DE LA DEUDA
Tiene lugar cuando el acreedor, a través de un pacto de no reclamar (pacto
de non petendo) se comprometía a no exigirle el cumplimiento de la obligación
al deudor.
En la época de Justiniano se distinguieron:
Pacto de non petendo in personam: en los casos en que el perdonado
sólo es el deudor.
Pacto de non petendo in rem: en los casos en que el perdonado es el
deudor, sus herederos, fiadores, etc.
TRANSACCIÓN
Tiene lugar cuando las partes deciden poner fin a obligaciones dudosas o
litigiosas a través de concesiones y renuncias recíprocas.
Este modo se utilizó mayormente para poner fin a obligaciones judiciales,
donde el actor renunciaba a la actio a cambio de una contraprestación a cargo
del demandado.
PRESCRIPCIÓN LIBERATORIA
Es el modo de extinción de las acciones por el transcurso del tiempo sin
haberse ejercitado las mismas.
Por caso fortuito o fuerza mayor (casus, vis maior, factum, fatalitas, vis divina,
damnum fatale, en la terminología romana) se señala un hecho imprevisible o
inevitable que determina la imposibilidad de cumplir la obligación.
Se entiende que hay caso fortuito o fuerza mayor cuando ocurre un
acontecimiento no previsto por el deudor; o que habiendo sido previsto, no ha
podido ser evitado.
Por ejemplo:
En estos casos, el deudor queda liberado de la responsabilidad siempre que
no haya sido por su falta que se produjo la pérdida o extinción de la cosa.
CULPA
DOLO
ACCIÓN PAULIANA
Esta acción tiene por finalidad la revocación de todos los actos realizados por
el deudor de manera fraudulenta y en perjuicio de los acreedores.
Para que funcionase era necesario:
Que se hubiera celebrado un acto jurídico de resultas del cual quedaba
empobrecido el deudor. La acción pauliana puede ejercitarse cualquiera
que sea la naturaleza del acto: una enajenación, una donación, una
obligación, la remisión de una deuda, etcétera. Dichos actos podían ser
positivos o negativos, a título gratuito u oneroso, lo importante era que
implicaran una efectiva disminución patrimonial.
Que el empobrecimiento, o sea, los actos y omisiones del deudor,
perjudiquen a los acreedores. Los acreedores podían probar ese daño
acreditando que los bienes que quedaban en la cabeza del deudor eran
insuficientes para cubrir el crédito.
Que el acto atacado ha sido hecho en fraude de los acreedores
(fraudationis causa.) El fraude comprende dos elementos: el primero, el
elemento material, el perjuicio (eventus damni) por producir o agravar el
estado de insolvencia del obligado. El segundo es el elemento
intencional o consilium fraudis.
Que el tercero a cuyo favor se otorgó el acto hubiera sido cómplice en el
fraude (conscius fraudis), es decir, que hubiese obrado de mala fe. Para
probar que el tercero era cómplice se usaba estas resoluciones: si se trata
de un adquirente a título oneroso, de un comprador, por ejemplo,
solamente sucumbe si ha sido conscius fraudis. Si es de buena fe, triunfa
porque tiene la ventaja de la posesión. Si se trata de un adquirente a
título gratuito o de un donatario, sucumbe aunque sea de buena fe. Sin
embargo, si es de buena fe, sólo debe cuenta de su enriquecimiento.
La acción puede ser ejercitada por los acreedores anteriores al acto que
les haya causado un perjuicio.
Efectos.
El principal efecto de la Acción Pauliana es la restitución al patrimonio del
deudor de los bienes fraudulentamente cedidos o enajenados. O sea que por
declaración del juez orden al demandado que se restablezcan las cosas en el
estado en que estaban antes del acto contra el cual iba dirigida la acción
pauliana.
Cessio bonorum
El deudor insolvente pero de buena fe podía evitar el proceso infamante de
la bonorum venditio abandonando voluntariamente todo su patrimonio a los
acreedores.
Bonorum sectio
Consistía en la venta pública realizada por el estado de bienes conseguidos
en una guerra o como confiscación en procesos criminales.
Podía ser efectuada en forma universal o personal, adquiriendo el comprador
la propiedad inmediatamente después de realizado el pago.
FAMILIA GENTILICIA
Familia gentilicia es el conjunto de hombres libres que
pertenecen la misma gens.
En este punto recordamos que ya hemos tratado el concepto de gens
como institución previa a la formación del Estado romano definiéndola
como “un grupo humano primordial, de unidad política, comunidad
económica, religiosa y jurídica y con fuertes lazos de solidaridad social”
(sic). Remitimos a dicho punto.
Mancipium: Potestad que ejerce sobre las personas que están in causa
mancipi, es decir addictos, filius vendidos por otros paterfamilias, filius
entregados en noxa.
Hemos considerado estos casos al referirnos a las “Situaciones afines con la
esclavitud” en la Unidad 3. Remitimos a lo dicho en ese capítulo.
Patria potestad
La patria potestad es el poder o autoridad que ejerce el paterfamilias
sobre sus descendientes y sobre los extraños admitidos en la familia
por adopción, adrogación o legitimación.
La patria potestad, actualmente llamada por nuestro derecho
“responsabilidad parental”, es una institución de derecho natural relacionada
con la procreación y educación de los hijos, pero existen sendas diferencias
entre la concepción romana y la actual regulación.
Actualmente la institución es regulada por el Código Civil y Comercial en los
siguientes términos:
ARTÍCULO 638.- Responsabilidad parental. Concepto. La
responsabilidad parental es el conjunto de deberes y derechos que
corresponden a los progenitores sobre la persona y bienes del hijo,
para su protección, desarrollo y formación integral mientras sea
menor de edad y no se haya emancipado.
Su antecedente, el ARTÍCULO 264 del Código Civil de Vélez Sarsfield, tenía una
redacción similar salvo por el nombre de la institución que aún era “patria
potestad”, hablaba de padres y no de progenitores y también agregaba que se
ejercía desde la concepción. Creo que era mejor la redacción anterior.
De lo dicho en este punto (y los precedentes) en comparación con la
regulación actual, surgen las siguientes diferencias:
FILIACIÓN
ADROGACIÓN Y ADOPCIÓN
ADROGACIÓN:
Llamamos adrogatio (adrogación) al acto por el cual un paterfamilias,
llamado adrogado, se pone bajo la potestad de otro paterfamilias
llamado adrogante.
La adrogación es un modo de incorporar extraños a la familia. Practicada
desde muy antiguo, su nombre deriva de rogatio que significa interrogación o
pedido (al igual que en las partes de la ley – Unidad 2). Fue una manera de
proveerse de descendencia para el adrogante que no la tenía y también de
obtener prosapia, posición y herencia en el caso del adrogado.
El procedimiento primitivo era el siguiente:
CONVENTIO IN MANU
Otra forma de ingresar a la familia era mediante la manus maritalis que nacía
cuando un matrimonio se celebraba con conventio in manu o se adquiría la
manus maritalis durante la vida del matrimonio. De lo dicho se sigue que hay
dos tipos de matrimonio:
Sine manu: La esposa (uxor) está casada y existe iustæ nuptiæ
(legítimo matrimonio) con su marido, pero ella sigue perteneciendo a
su familia de origen bajo la potestad de su pater o siendo una mujer
sui iuris.
Cum manu: La uxor pasa a estar bajo la potestad del marido o del
pater del marido como si fuera una hija o nieta (loco filiæ, loco
nepotis) respectivamente.
Por la conventio in manus se produce una capitis deminutio minima por
cambiar de potestad o por tratarse de una mujer sui iuris que pasará a ser alieni
iuris al colocarse bajo la potestad del marido a quien pasarán, en consecuencia
todos sus bienes.
Existen tres modos de adquirir la manus maritalis a saber:
Confarreatio: Es una ceremonia religiosa patricia celebrada por los
contrayentes en presencia del Flamen Dialis y diez testigos, delante de
los cuales debían comer un panis farreus (pan de cebada) de donde
derivaría el nombre de la ceremonia.
Se dice que el panis farreus es el antecedente histórico de las modernas tortas de
casamiento acompañada del rito en el cual novio y novia la cortan conjuntamente.
Con el paso del tiempo la manus maritalis así concebida irá desapareciendo y
será la regla que la mujer permanezca como pariente de su familia de origen. La
cœmptio ya era mal vista durante el siglo I a.C., el usus fue abolido por Augusto
y los efectos civiles de la confarreatio fueron suprimidos por Tiberio.
EMANCIPACIÓN
Peculios
Como se sabe, la situación jurídica del filius en materia patrimonial no es
sustancialmente diferente de la del esclavo. El filius no puede ser titular de
patrimonio ni de bien alguno, pues todo pertenece al pater. No puede obligarlo
y solo puede beneficiarlo. Es un instrumento de adquisición para el pater.
No obstante, al igual que el esclavo (y con más derecho que éste) el filius
pudo realizar negocios y fue incapaz de derecho pero, paradójicamente, capaz
de hecho.
Esta incapacidad para poseer un patrimonio propio fue lentamente
compensada o atenuada por el régimen de los peculios. Mediante este régimen
se fue reconociendo paulatinamente titularidad de bienes al filius. Estudiaremos
los distintos tipos.
Peculio profecticio
Augusto creó un tipo de peculio que se integraba con todo aquello que el
filius adquiría en ejercicio de una función militar (sueldo, botín de guerra, etc…)
como así también el formado por ciertas donaciones o herencias o legados de
compañeros de armas.
Respecto de este peculio, el filius se comporta como si fuera sui iuris
pudiendo disponer de esos bienes por actos entre vivos o por testamento e
incluso, si manumite esclavos, a él le corresponde el derecho de patronato.
No obstante, esta masa de bienes no pierde su naturaleza de peculio y si el
filius muere antes que el pater, los bienes pasan a este por derecho de peculio
(iure peculii)
Constantino asimila al peculio castrense los bienes que los filius adquirían en
virtud de sueldos percibidos por la función pública al servicio del imperio.
También se asimiló por este peculio el ingreso proveniente de profesiones
liberales, al igual que las donaciones recibidas del emperador o su esposa.
El régimen de este peculio es exactamente igual que el del anterior.
Peculio adventicio
Matrimonio:
Concepto, elementos, requisitos e impedimentos
Concepto
Contrariamente, en nuestro
derecho, se le asigna una función
fundamental al “acto inicial” de
celebración del matrimonio, es
decir, la “declaración del consen-
timiento matrimonial” a partir del
cual nace el matrimonio y subsis-
te aunque ya los cónyuges no
vivan juntos ni tengan intención
de ser marido y mujer hasta
tanto se divorcien.
Elementos
Requisitos
Impedimentos
Deber de fidelidad, que era más severo respecto de la mujer que del
varón.
El matrimonio debe mantener la convivencia.
Los cónyuges se deben recíprocamente reverencia, lo cual implica que
ninguno puede demandar al otro por algo que pueda acarrear infamia.
Crea el vínculo de afinidad entre los cónyuges y entre cada uno y los
cognados del otro.
La esposa adquiere el nombre del marido y lo continúa llevando aún
viuda.
Surge el derecho de alimentos recíprocamente, que comprendía
alimentación, vestimenta, techo, etc…
Nace el derecho hereditario recíprocamente.
Les cabe a los cónyuges el beneficio de competencia (estudiado en la
Unidad 7)
Se prohíbe a los cónyuges hacerse donaciones recíprocas y a la mujer
ser fiadora de su marido.
Matrimonio peregrino
Hay matrimonio peregrino cuando el mismo está constituido por peregrinos
entre sí, o entre un peregrino u una ciudadana romana.
Concubinato
Paralelamente al matrimonio, en Roma existió el concubinato como simple
unión del varón y la mujer sin voluntad de tratarse recíprocamente como
marido y mujer. Dicho en otros términos, el concubinato es una relación
coincide con el matrimonio en el elemento material (cohabitación o
convivencia) pero no tiene el elemento anímico o affectio maritalis, motivo por
el cual la mujer carece del honor matrimonii del marido y ocupa, en
consecuencia, una posición social distinta.
Puesto que no se trata de iustæ nuptiæ los hijos nacidos de esa unión no son
iustis y siguen la condición jurídica de la madre.
Augusto procuró favorecer el matrimonio, penando el adulterio por medio de
la Lex Iulia de Adulteriis y la Lex Iulia et Papia Poppæa, castigando las uniones
extramatrimoniales; pero esta prohibición no se aplicaba a las esclavas, libertas,
actrices, adúlteras con condena y prostitutas. Esto hacía que se pudieran
constituir uniones estables con estas mujeres sin que tuvieran consecuencias
jurídicas.
Esponsales
Los esponsales constituyen una promesa de futuro matrimonio, análogo al
“compromiso” que aún suele celebrarse en nuestros tiempos. En el Digesto se
define a los esponsales según una sentencia atribuida a Florentino en los
siguientes términos:
Hasta mediados del siglo I a.C. es probable que el efecto de los esponsales
haya sido el de reclamar el cumplimiento (matrimonio) o una indemnización
pecuniaria por el incumplimiento, pero sobre comienzos del Imperio se
revalorizó la libertad en el consentimiento matrimonial de los cónyuges y se
prohibió esta consecuencia. Por tal motivo, los esponsales constituyeron
principalmente una obligación de tipo moral o social, no obstante lo cual se
reconocieron algunos efectos jurídicos a los esponsales:
Leyes caducarias
Se conoce con este nombre a la legislación matrimonial de Augusto que fue
sancionada durante la transición de la República al Imperio. Se trata de dos
leyes por las que Augusto intentó favorecer el matrimonio y la familia, en virtud
del grave problema demográfico que estaba experimentando Roma con una
baja tasa de matrimonios y natalidad propiamente romana. Estas leyes son la
Por su parte, además de imponer castigos, estas leyes tuvieron también una
política de premios a quienes cumplían sus disposiciones.
Si la mujer pasa a potestad del marido o el pater de éste, siendo alieni iuris,
no se producen grandes cambios, pues ella no poseía patrimonio ya que todos
los bienes pertenecían al pater de su familia de origen.
Si la mujer era alieni iuris, todos los bienes que adquiriera durante el
matrimonio pertenecían a su pater (de quien era instrumento de adquisición).
Pero si se trata de una mujer sui iuris que no pasa a potestad de su marido,
los bienes que integran su patrimonio le siguen perteneciendo a ella. No
obstante, se acostumbraba que la mujer pusiera sus bienes bajo la
administración del marido, como así también que el marido la mantuviera y
atendiera sus necesidades. Estos bienes propios de la mujer reciben el nombre
de “bienes parafernales”
Dote
La dote (dos) es una masa de bienes determinados que la mujer, su
pater o un tercero, entregan al marido para cooperar en el
sostenimiento de la vida matrimonial (onera matrimonii).
La dote constituye una costumbre ancestral del matrimonio romano que se
trasladó a Occidente y tuvo plena vigencia en casi toda Europa, especialmente
La dote pasa en propiedad al marido pero con una causa específica, por lo
cual si el matrimonio no se celebra o se disuelve debe restituirla. Por otra parte,
fue avanzando la idea de que si bien el marido aparecía jurídicamente como
propietario, en realidad los bienes eran de la mujer, por lo cual se dispuso cierta
protección para ellos de modo que no pudieran ser enajenados indebidamente.
Así se creó la Lex Iulia de fundo dotali (otra de las leyes matrimoniales de
Augusto) por la cual se prohibió la venta de fundos itálicos (y más tarde
también los provinciales) sin el debido consentimiento de la mujer. Bajo
Justiniano la dote será considerada como en “usufructo” del marido aunque
formalmente se transfiera la propiedad a éste.
Donaciones matrimoniales
Se entiende donación matrimonial aquella que realiza un cónyuge en favor
del otro. La regla general en materia de donaciones matrimoniales es la
prohibición, para evitar que a través de ellas se afecte el régimen de bienes del
matrimonio, como así también evitar la compensación económica del amor
entre los esposos.
La tutela se ejerce sobre los impúberes y sobre la mujer sin importar la edad
que tenga. Estudiaremos cada una en particular.
ESPECIES DE TUTELA
Tutela dativa: era fruto de la datio del magistrado que designaba tutor
a quien carecía de ella. Fue creada en el año 186 a.C. por la Lex Atilia
que puso a cargo del pretor urbano la designación de tutor; esta
función pasó luego a los cónsules y sobre fines del Siglo II a.C. se creó
una magistratura específica: el prætor tutelaris.
La tutela dativa era considerada una carga pública y en consecuencia
no podía ser rechazada sin causa justificada (como lo fueron tener la
residencia fuera del lugar del pupilo, enfermedad o vejez, tener otros
pupilos o muchos hijos, ejercer función militar, etc…)
Este tipo de tutela (por su carácter de carga pública) marcó una nueva
tendencia al control estatal sobre la gestión de los tutores por medio
de los magistrados.
Instituida por la Ley de las XII Tablas se establecía sobre el furiosus, es decir,
el afectado por locura, o demencia y el mentecaptus o débil mental (según
terminología de la época) eran sometidos inmediatamente a curatela que podía
ser legítima o dativa en los mismos términos que la tutela. Su modo de
actuación era siempre la gestio y con muy amplias facultades de administración.
También introducido por la Ley de las XII Tablas se inhabilitó para administrar
su propio patrimonio a aquel que hubiera malgastado o dilapidado los bienes
que integraban la herencia paterna. La cura prodigi se declaraba por orden del
magistrado en interés de sus herederos, pero posteriormente se admitió que se
sometiera a curatela en el propio interés de quien dilapidaba sus bienes a fin de
que no quedara en la indigencia. Como curadores se designaban a los agnados
o los gentiles.
En virtud de ello se dictó la Lex Plaetoria en el año 192 a.C. por la cual se
castigó a quienes se aprovecharan de los minores viginti quinque annis
(menores de 25 años) concediendo una actio legis plaetoriæ contra quienes
hubieran abusado negocialmente de impúberes inexpertos y luego una exceptio
legis plaetoriæ en favor de los menores para rechazar una acción contra ellos.
También comenzó el pretor a ejercer la in integrum restitutio en favor de
aquellos menores que hubieran hecho un negocio desventajoso. La
consecuencia de tanta protección sobre los menores finalmente concluyo en
que nadie quería contratar con ellos que, en los hechos, vieron muy restringida
su actuación comercial y negocial.
Curator ventris
BIBLIOGRAFÍA
CONTENIDOS
1
Derecho Romano – Unidad 9 Sucesiones
SUCESIÓN
CONCEPTO
Sucesión del latín successio, es la acción y efecto de suceder (proceder, provenir, entrar
en lugar de alguien).
El Derecho Sucesorio fue conocido desde la más remota antigüedad, legislado muy
detalladamente por las leyes romanas, que concedían al principio al testador las más
amplias atribuciones sobre sus bienes, para luego evolucionar hacia el sistema de la
legítima de los herederos forzosos, y estableciendo además supletoriamente una
sucesión ab intestato para los casos en que no hubiera testamento, o este fuese nulo.
En Roma la sucesión no solo tenía un interés particular, sino familiar y social, ya que el
sucesor no solo sucedía al causante en sus bienes sino como pater, convirtiéndose en
jefe del núcleo familiar, dueño del patrimonio y del culto de esa familia.
2
Derecho Romano – Unidad 9 Sucesiones
El ordenamiento romano estableció, entonces, dos regímenes:
el de la sucesión testamentaria y
el de la sucesión intestada.
Ambos regímenes eran incompatibles entre sí. Esto significa que si existía un
testamento válidamente celebrado, sólo las partes instituidas como herederas podían
recibir los bienes que se determinen en el testamento y en la forma y proporción que
allí se consignen aun cuando no se cubriera la totalidad de los bienes que integraban el
patrimonio del causante.
Los bienes no incluidos no son objeto de sucesión intestada (tal como sería en nuestro
ordenamiento jurídico) sino que acrecentaban (incrementaban) las porciones de los
herederos testamentarios.
De esta manera quedaba sentado el principio por el cual nadie podía morir en parte
testado y en parte intestado.
CLASES DE SUCESIONES
Bonorum venditio
Adrogación:
Convenio in manu:
3
Derecho Romano – Unidad 9 Sucesiones
posesión de bienes (bonorum possessio) que estuvo regulada por el derecho
honorario.
ANTECEDENTES
Con relación a la sucesión mortis causa, en los tiempos antiguos y hasta la sanción de
la Ley de las XII Tablas, la sucesión tenía como finalidad la continuidad del heredero de
4
Derecho Romano – Unidad 9 Sucesiones
la persona del causante en la jefatura de la familia y no centrada en la propiedad de los
bienes que habían sido propiedad del difunto.
Con el paso del tiempo, la designación de heredero se vinculó más estrechamente con
la titularidad de los bienes que conformaban el patrimonio del causante. La absoluta
libertad que tenía el causante para disponer de sus bienes, aparejó la comisión de
abusos que fueron remediados por la intervención del pretor.
HEREDITAS
La hereditas comprendía los pasivos patrimoniales pudiendo suceder que las deudas
fuesen mayores que al activo. Se trataba en estos casos de una hereditas damnosa
(perjudicial).
La hereditas le otorgaba a su titular una acción civil para hacer valer los derechos que le
correspondieran para su llamamiento a la sucesión.
5
Derecho Romano – Unidad 9 Sucesiones
Este instituto está reglamentado por el derecho civil a través de la ley de las XII Tablas,
Senadoconsultos y Constituciones imperiales y ha sido también muy importante la
tarea de interpretación realizada por los jurisprudentes.
Por último, es necesario destacar que aquella persona que estaba investida de la
calidad de heredero, no podía dejar de serlo. Sin embargo es necesario distinguir entre
los herederos necesarios – que adquirían la herencia sólo con la muerte del causante,
de los herederos legítimos o voluntarios que adquirían la herencia en el momento en
que aceptaban la misma.
BONORUM POSSESSIO
En estos casos, el pretor ponía a una persona en posesión del patrimonio del difunto.
Estas personas no siempre eran herederos de acuerdo a las normas del derecho civil
por ello, a diferencia del heredero, sucesor del difunto a título universal, el bonorum
possesor, sólo se considera poseedor de los bienes hereditarios. De modo tal que no
adquiere el dominio sino la posesión tutelada por la acción publiciana y los interdictos
(quorum bonorum y quorum legatorum).
Tampoco se obtenía la posesión de pleno derecho sino que debía ser solicitada por el
interesado.
6
Derecho Romano – Unidad 9 Sucesiones
BONORUM POSSESSIO SINE TABULIS O AB INTESTATO: en los supuestos en
que no existe testamento el pretor tiene en cuenta el parentesco de sangre o
cognaticio que prevalece sobre el agnaticio.
BONORUM POSSESSIO CONTRA TABULAS: o contra el testamento. Se daba en
favor de los hijos emancipados que no hubiesen sido contemplados, si
desheredados en el testamento.
CLASES DE HEREDEROS
a.- Herederos Suyos y Necesarios: son tales los descendientes del pater que se
encontraban o se hubieran encontrado sometidos a su patria potestad.
Se los llama suyos porque heredaban, en cierto modo, a sí mismo, en razón del
derecho de copropiedad que le pertenecía, en vida del pater, sobre los bienes de su
sucesión; y necesarios, porque no podían repudiar la sucesión.
Estos herederos adquirían la herencia en forma automática con la muerte del causante.
El pretor les concedió el ius abstinendi, que podía ser ejercido por los herederos que
recibieran una herencia muy cargada de deudas para que pudieran evitarla.
7
Derecho Romano – Unidad 9 Sucesiones
2.- Herederos necesarios: son los esclavos de los testadores que son instituidos
herederos por éstos en el mismo momento en que le otorgaban la manumisión.
3.- Herederos Extraños o Voluntarios: Eran los que no tenían carácter ni de herederos
necesarios ni de herederos suyos. No es posible definirlos en otra forma, sino
negativamente y por vía de exclusión.
ADQUISICIÓN DE LA HERENCIA
a.- Adquisición por los herederos necesarios: tenía lugar de pleno derecho,
inmediatamente de sucedida la muerte del causante.
b.- Adquisición por los herederos voluntarios: no lo hacían de pleno derecho sino por
intermedio de un acto de aceptación que recibía el nombre de aditio hereditatis.
Para que la herencia pudiera ser adquirida era necesario que hubiera sido deferida es
decir abierta al heredero y que sea aceptada por el heredero (adición).
La aceptación de la herencia podía ser expresa o tácita. Era expresa cuando tenía lugar
mediante una declaración formal y tácita cuando el heredero sin hacer ninguna
declaración realiza actos que permiten suponer claramente que ha aceptado la
herencia.
Justiniano deja sin uso la cretio y se comienza a utilizar la aditio hereditatis (aceptación
de la herencia) que consistía en una declaración expresa pero no solemne.
8
Derecho Romano – Unidad 9 Sucesiones
Renuncia a la herencia
Esto podría producir efectos perjudiciales para el heredero como para los acreedores
del causante.
9
Derecho Romano – Unidad 9 Sucesiones
Separatio bonorum: se estableció en beneficio de los acreedores del causante
que podían cobrarse con los bienes de la herencia los créditos que tuvieran
contra el difunto. Si existía un remanente de bienes, luego de satisfechos los
créditos, se cedía para el cobro de los acreedores que tuviera el heredero.
PLURALIDAD DE HEREDEROS
Comunidad hereditaria
En los supuestos en que existieran varios herederos, entre ellos se formaba una
comunidad de bienes sobre la que cada uno tenía la copropiedad (derecho a una parte
proporcional o cuota parte).
A partir de la ley de las XII Tablas, cada uno de los coherederos podía solicitar la
división de ese condominio por medio de la actio familia erciscundae.
En el caso de que fuera necesario, incluso, el juez podía determinar la venta mediante
subasta de los bienes de la herencia y distribuir entre los coherederos el precio de la
misma.
Acrecimiento
Los romanos también conocieron el acrecimiento de una porción hereditaria que tenía
lugar cuando uno de los coherederos no quería o por algún motivo no podía alcanzar
tal condición. En estos casos los bienes que le hubieran correspondido se integraban a
la parte de los coherederos en proporción de la cuota hereditaria de cada uno.
Colación de bienes
10
Derecho Romano – Unidad 9 Sucesiones
Adquisición de la herencia por terceros
In iure cessio hereditatis: era la forma por medio de la cual los agnados
llamados a la sucesión intestada y los gentiles podían ceder sus derechos a la
herencia.
HERENCIA YACENTE
Se decía que una herencia era yacente mientras el heredero voluntario no realizaba la
adición a esa herencia.
Al principio, en ese lapso de tiempo que mediaba entre el fallecimiento del causante y
la aceptación de la herencia, se decía que las cosas que integraban la herencia era res
nullius.
Dado que el heredero era un continuador de la persona del causante, estaba activa y
pasivamente legitimado para el ejercicio de todas las acciones del fallecido y que
tuvieran relación con las relaciones transmisibles.
11
Derecho Romano – Unidad 9 Sucesiones
a.- Actio petitio hereditatis: cuando el heredero, de acuerdo al derecho civil, ve
desconocida su situación de tal, puede ejercer la acción contra aquel que pretende
ocupar su lugar en los bienes hereditarios.
La acción busca lograr la declaración de que él es el heredero y por tanto que le sea
atribuida la herencia sucesor universal.
Quien está poseyendo cosas hereditarias sin alegar ningún título y esperando
producir la usucapio.
El que hubiera simulado que estaba poseyendo cosas de la herencia.
El que hubiera cesado dolosamente en la posesión de las cosas de la herencia
por haberlas vendido.
Quien afirma ser heredero.
b.- Interdictum quórum bonorum: este interdicto era concedido a quien la correspondía
la bonorum possessio para poder entrar en la posesión efectiva de la herencia.
Este interdicto era oponible contra el que poseía pretendiendo ser heredero, contra el
que se opusiera a la restitución.
12
Derecho Romano – Unidad 9 Sucesiones
SUCESIÓN TESTAMENTARIA
Testamento
Modestino, por su parte, nos dice que el testamento es la justa expresión de nuestra
voluntad respecto de lo que se quiere que se haga después de nuestra muerte.
13
Derecho Romano – Unidad 9 Sucesiones
En síntesis, podemos definir al testamento como el acto jurídico del derecho civil,
mortis causa, personalísimo, unilateral, revocable y solemne que contiene la institución
de heredero y en el cual se pueden incluir otras disposiciones para que tengan efecto
una vez producida la muerte del causante.
Formas de testamento
1.- Iure civile: En el primitivo derecho romano, se conocieron dos formas de testamento.
14
Derecho Romano – Unidad 9 Sucesiones
Dichas limitaciones seguramente fueron los motivos por los cuales ambos
testamentos fueron dejándose de lado y, hacia el final de la República comenzó
a utilizarse el testamento mancipatorio o per aes at libram.
15
Derecho Romano – Unidad 9 Sucesiones
Una constitución imperial posterior, permitió en los casos en que el testamento había
sido escrito de puño y letra del causante, la omisión de la presencia de testigos. Sin
embargo, Justiniano no receptó tal modalidad.
Testamentum tripertitum
Esta modalidad fue instaurada por Justiniano y su nombre obedece a haberse tomado
lo dispuesto por tres derechos distintos.
En tal sentido, se tomó del derecho civil la unidad de acto, del derecho honorario la
exigencia de la participación de siete testigos y de las constituciones imperiales, las
firmas del testador y de los testigos.
a.- Testamentum militum: era el testamento que realizaban los soldados que,
como afirmaba Gayo, podían hacerlo “como quieran o como puedan”. De esta
manera no era exigido el cumplimiento de formas especiales. Sólo se establecía
como requisito la institución clara del heredero.
La testamenti factio activa se refiere al testador y, por regla general, la posee aquellos
que tienen plenamente la capacidad jurídica y la capacidad de obrar. Por tal motivo, el
testador debe ser:
libre,
ciudadano romano y
paterfamilias.
Se hace excepción con el esclavo del Estado que puede disponer por testamento de la
mitad de su peculio, y con el filiusfamilias, que puede hacerlo también respecto del
peculium castrense y quasi castrense.
Los impúberes
Los furiosos: salvo que tuvieran algún intervalo lúcido.
Los pródigos
El mudo y el sordo son incapaces, al principio, pero en el Derecho justinianeo la
capacidad de testar se limita a los sordomudos de nacimiento.
La testamenti factio activa debe existir desde el momento de otorgar testamento hasta
aquel en que sucede la muerte.
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b. Las mujeres, en el derecho anterior a Justiniano, eran incapaces, según la ley
Voconia, de ser instituidas herederas por ciudadanos de primera clase. Esta ley
fue cayendo en desuso y abolida en el derecho justinianeo.
INSTITUCIÓN DE HEREDERO
El lugar que debía ocupar la institución de heredero era en la cabeza ( caput), al inicio
del testamento y se utilizaba una fórmula imperativa. Posteriormente se admitió que,
con anterioridad a la institución, podían incluirse las desheredaciones y los
nombramientos de tutores testamentarios y, finalmente el derecho justinianeo
estableció que lo que se requiere es que en el testamento exista la institución de
heredero, en cualquier lugar en que se hiciere.
Sustitución de herederos
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Sustitución vulgar: tiene lugar cuando se instituye heredero para el supuesto en
que el instituido haya premuerto al causante o haya repudiado la herencia.
Por ejemplo: Que Servio sea mi heredero. Si no llega serlo, que lo sea Ticio.
Los testamentos podían sufrir causas de invalidez iniciales y por tanto eran inválidos
desde el inicio; o bien ser causas que se presentaban posteriormente al otorgamiento, y
en este caso eran anulables.
b. Testamentun inutile, o nullius momento, cuando los heredes sui son preteridos.
Varias denominaciones reciben los testamentos que, siendo inicialmente válidos, son
anulados después:
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Derecho Romano – Unidad 9 Sucesiones
REVOCACIÓN DEL TESTAMENTO
Se aprobó, mediante la Lex Iulia vicesimaria un impuesto del 5% sobre las herencias.
Hemos visto que, en principio, el testador goza de una amplia libertad para la
designación de herederos. Sin embargo, esta libertad podía violentar los intereses de
aquellos familiares que estaban llamados a heredar al causante.
La sucesión contra el testamento tiene lugar cuando la ley dispone algo distinto a la
voluntad del testador, en cuanto a sus herederos. De este modo se da preferencia a los
herederos o descendientes legítimos, aunque esta no sea precisamente la voluntad del
testador.
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El primitivo derecho civil establecía que el testador gozaba de libertad testamentaria
conforme a las reglas que se establecían en esa época. Además, el testador no podía
preterir herederos, es decir, no podía silenciarlos no nombrándolos en el testamento.
Si se pretería un heredero suus, el testamento era nulo. Con el tiempo, y por obra del
tribunal de los centunviros se aceptó que la nulidad sucediera sólo si se trataba de un
hijo. En cambio, si los preteridos fueran una hija o un nieto se entendía que a la
persona omitida se debía tenerla como inscripta y por tanto participaba junto con los
restantes herederos.
El hijo nacido después de otorgado el testamento por el pater familias, debía ser
expresamente desheredado. Si era omitido, aún cuando fuera mujer o nieto/a y si había
sido concebido en vida del testador, esta omisión provocaba la invalidez del
testamento.
Vemos que, si bien el derecho civil estableció esta serie de restricciones al poder
absoluto del testador, lo cierto es que quedaban aún algunas personas – como el caso
de los hijos emancipados – que no estaban alcanzados por esta protección.
En tal sentido, por el derecho pretoriano, los hijos varones emancipados debían ser
desheredados o instituidos de manera nominativa. En el supuesto que se omitiera, el
testamento era válido pero el hijo emancipado omitido podía atacarlo de nulidad y
consecuentemente caía la institución de heredero y el pretor concedía al emancipado la
bonorum possessio contra tabulas.
Las hijas emancipadas también tenían que ser desheredadas o instituidas, por ello si
eran preteridas el pretor podía concederles la bonorum possessio y caía de este modo
la institución de heredero.
DERECHO DE LEGÍTIMAS
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Esta idea llego a la práctica judicial entrando así en los tribunales de la época,
declarando, como inoficioso a todo aquel testamento que no favoreciera a los
parientes más cercanos. Surgió querella inofficiosi testamenti, acción que podrían
ejercer los parientes a quienes hubieren desheredado sin causa justificada, es decir,
injustamente.
Quienes podían ejercer esta figura para impugnar el testamento, serían los
descendientes, ascendientes, y los hermanos y hermanas, sólo si se les había dejado
menos que una cuarta parte de la herencia.
Podía ser ejercitada por los hijos del causante que se hubieran podido presentar
a la herencia ab intestato e incluía a los ascendientes y a los hermanos.
Justiniano, desde el inicio introdujo cambios, que modificarían la legítima, uno de los
cambios más importantes fue, establecer que las desheredaciones se hicieran
individualmente, e incrementar la cuota a un tercio de la porción intestada, solo si los
herederos forzosos no pasaban de cuatro, y se incrementaría la mitad, si los herederos
eran más. En cuanto a la porción que se le dejaba al patrono, esta se redujo, es decir,
paso de ser la mitad de la herencia, a solo un tercio de ella. A su vez, hizo varias
reformas no menos importantes, como lo son:
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Suprimió el sistema formal de pretericiones, estableciendo que los
descendientes y ascendientes que tuvieran derecho a la sucesión intestada no
podían quedar excluidos.
LOS CODICILOS
Son actos de última voluntad que no estaban sometidos a ninguna de las formalidades
del testamento, pudiéndose dejar varios escritos en tablillas separadas.
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SUCESIÓN AB INTESTATO
Si muere intestado y no hay heredes sui, que el patrimonio lo tenga para sí el agnado
más próximo; si no hay agnado que lo tengan los gentiles.
1.- Heredes sui: que son aquellos que se encontraban bajo la inmediata potestad del
pater (quedaban incluidos los póstumos):
Hijos y nietos cuyo padre – hijo del causante – hubiera premuerto o sido
emancipado.
Adrogados o adoptados como hijos y sus descendientes – en el caso de
premuerte.
Mujer considerada en condición de hija y las nueras casadas con hijos
premuertos mediante la conventio in manu.
Todos los sui sucedían en igual grado de parentesco. La proporción en la que sucedían
los hijos era por cabeza y los descendientes de ellos sucedían por estirpe o rama.
2.- Agnados: no existiendo herederos sui, sucede el agnado más próximo. Entre los
agnados, el próximo excluye al remoto; y si concurren varios de igual grado, la herencia
se divide por cabezas.
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de morir testado, se prefiere ver quién es el más próximo en el momento de saberse
ciertamente que no hay ningún heredero por el testamento otorgado.
3.- Gentiles: A falta del agnado más próximo son llamados los gentiles, es decir, los
pertenecientes a la misma gens del difunto.
El derecho civil no conoce la delación sucesiva entre los varios órdenes –successio
ordinum. Esto significa que si el llamado a heredar en uno de los órdenes deja de
entrar en la herencia, no se difiere ésta al orden subsiguiente, sino que queda vacante.
Adviértase, en fin, que las mujeres en cuanto incapacitadas para ser cabezas de familia
y para ejercer el atributo de la patria potestas, no pueden tener heredes sui. La herencia
de la madre que muere intestada corresponde al agnado más próximo o a los gentiles.
El Edicto Perpetuo, presenta cuatro categorías de personas a las que se les confiere la
bonorum possessio. Son llamados en el orden que seguidamente se establece, y se
admite la sucesión de órdenes, esto implica que si no se presentan los de la primera
categoría quedaba abierta la posibilidad para que se presentaran los de la segunda, y
así sucesivamente.
a. Unde Liberi. está constituida por los sui del derecho civil, y, además, por
emancipados y sus descendientes. Quedan fuera de llamamiento los hijos dados
en adopción que no hayan sido emancipados por el padre que los adoptó, los
hijos adoptivos emancipados y la uxor o la nurus remancipada.
La manera de suceder era per capita para el primer grado de parentesco y por
estirpes y con representación para los siguientes.
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c. Unde Cognati. Comprende los parientes consanguíneos del difunto por línea
masculina o femenina, hasta el sexto grado, y del séptimo los hijos de primos
segundos del causante.
Collatio bonorum:
Como ya hemos visto, el derecho civil no llamaba a los hijos emancipados del causante,
a la herencia de éste, por no encontrarse bajo la patria potestad al momento del
fallecimiento del causante. El pretor incorporó a los hijos emancipados a la herencia de
padre, confiriéndoles la bonorum possessio contra tabulas, en el supuesto de que
hubieren sido omitidos o no incluidos en el testamento de su padre; o bien les acordó
la bonorum possessio unde liberi, para el caso de que el causante hubiere fallecido ab-
intestato. En estos casos, se les señaló a los hijos emancipados la obligación en que se
encontraban de concurrir a la herencia, con parte de los bienes que hubieren adquirido
en el lapso comprendido desde la emancipación hasta la muerte del causante.
Collatio dotis:
El pretor estableció que la hija o nieta que concurriere a la sucesión, debía llevar a
colación la dote profecticia, ya que el causante, al constituir dote a favor de su hija,
había desprendido parte del patrimonio hereditario en beneficio de aquélla.
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La sucesión intestada en el Derecho Imperial
Siguiendo el camino trazado por el derecho pretoriano, el Derecho imperial otorga una
mayor consideración a los vínculos de la sangre.
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Ascendientes, hermanos o hermanas carnales y sus hijos: Si el causante no dejó
descendientes, pero viven su padre y madre y otros ascendientes, éstos son
preferidos a los cognados colaterales.
Cuando sólo había ascendientes, heredaban los de grado más próximo. Si
concurren padre y madre, la herencia se dividía por mitades. Si éstos hubieran
fallecido, y quedaran abuelos maternos y paternos, la sucesión correspondía por
mitad a una y otra línea, y dentro de ella la división se hacía por cabezas.
Si concurren ascendientes con hermanos, todos suceden per capita. Si
concurren descendientes de hermanos pre muertos, lo hacen por estirpe
(dividiéndose la cuota que les hubiera correspondido a aquellos).
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En el derecho justinianeo, se introducen las siguientes modificaciones:
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