El Analisis y La Teoria Musical en Espan
El Analisis y La Teoria Musical en Espan
El Analisis y La Teoria Musical en Espan
Datos de la publicación:
Cristóbal L. García Gallardo. “El análisis y la teoría musical en España: problemas y
perspectivas”. En: El Análisis Musical Actual. Marco teórico e interdisciplinariedad. Julia Esther García
Manzano, Pedro Luengo, Francisco Martín-Quintero e Israel Sánchez López (coord.). [S.l.]: Libargo
editorial, 2021.
Resumen:
La disciplina del análisis y la teoría musical en España adolece de severas deficiencias que
dificultan su desarrollo a un nivel comparable con el de la mayoría de los países occidentales, lo que se
refleja en una enseñanza enormemente heterogénea y, en demasiados casos, de escasa calidad.
Partiendo de nuestra débil tradición en la disciplina, las causas de esta situación pueden
encontrarse en varios factores. En primer lugar, apenas existen espacios de encuentro en los que los
profesionales de la materia (especialmente los docentes) puedan expresarse, compartir experiencias e
intercambiar opiniones, como sociedades, revistas u otro tipo de publicaciones. En segundo lugar, la
investigación en esta área es exigua debido a que los profesionales, procedentes en su gran mayoría de los
conservatorios, apenas cuentan con los medios y alicientes que en la universidad son habituales. En tercer
lugar, la escasez de publicaciones en español y la dependencia, en el mejor de los casos, de traducciones
que resultan a menudo problemáticas, obstaculizan la estandarización de un vocabulario técnico básico
que aclare los conceptos esenciales y permita un diálogo fructífero. Y en cuarto lugar, la inexistencia de
una titulación específica para esta materia y su identificación en la normativa actual con la de
composición, que responde a objetivos bien diferentes, dificulta la adecuada formación de los futuros
profesionales.
En esta comunicación trataremos de explicar las mencionadas deficiencias, centrándonos en
algunos ejemplos concretos en los que éstas resultan especialmente obvias, proponiendo finalmente
algunas iniciativas concretas que puedan comenzar a desbloquear esta situación, en especial la
conveniencia de contar con una sociedad de análisis y teoría musical que sirva adecuadamente como
punto de encuentro y promotora de actividades útiles para el desarrollo de la disciplina.
Palabras clave: análisis musical, pedagogia de la teoría musical, España, Schönberg, escalas musicales.
Keywords: music analysis, music theory pedagogy, Spain, Schoenberg, music scales.
La elección de un tema para esta comunicación no ha sido fácil, pues son tan
escasos en nuestro país los congresos de análisis que se me ocurrían muchos asuntos
posibles que pudieran resultar interesantes. Sin embargo, el tema finalmente escogido
me parecía especialmente importante y urgente, aunque su planteamiento diera lugar
2
más a una reflexión informal como la presente que a una comunicación científica propia
de un congreso de estas características. Por otro lado, considero especialmente
conveniente abordar un asunto que conecta directamente con la mesa redonda sobre la
creación de una asociación española de análisis musical que tendrá lugar a la
finalización de esta sesión.
Entrando ya en materia, parece evidente que la disciplina del análisis y la teoría
musical en España presenta notables deficiencias al compararla con la mayoría de los
países occidentales. Esto se refleja en una enseñanza enormemente heterogénea y, a
menudo, de dudosa calidad pues, a pesar de que afortunadamente contamos con
numerosos profesionales muy buenos, el nivel medio no lo es tanto. En ello influye,
desde luego, el hecho de que los libros de texto disponibles en español, los métodos
utilizados habitualmente por tradición e incluso la terminología más común en este
campo, son claramente mejorables.
Empezaremos por poner algunos ejemplos concretos de las consecuencias de
estas deficiencias. No nos detendremos en explicar la gran cantidad de áreas novedosas
y muy interesantes para el análisis que son desconocidas para muchos profesores de
análisis en España, como los numerosos avances en la teoría de la forma musical que
han tenido lugar en las últimas décadas con los trabajos de investigadores como Willian
E. Caplin (1998 y 2009), James Hepokoski y Warren Darcy (2006), o los enfoques
alternativos como los esquemas (schemata) de Robert Gjerdingen (2006), o la topic
theory iniciada por Leonard G. Ratner (1980) (sobre la que, afortunadamente,
tendremos una serie de comunicaciones más adelante en este mismo congreso), por no
mencionar lo que podría denominarse nuestra eterna asignatura pendiente con las ya
antiguas metodologías del análisis schenkeriano y del sistema armónico funcional de
Hugo Riemann.
Tampoco examinaremos los escasos manuales de análisis o formas musicales
escritos en España. Nos bastará para hacernos una idea con la reseña que escribió Benet
Casablancas, estupendo analista y compositor, sobre tres de ellos, publicados a finales
del siglo XX pero todavía a menudo citados y utilizados, por Llácer Plá (1982),
Blanquer Ponsada (1989) y De Pedro (1993); en ella, Casablancas considera que estos
libros resultan de poco interés “al acogerse a supuestos conceptuales y metodológicos
considerablemente periclitados, exentos del necesario rigor”, y que
3
se mantienen a una distancia sideral con respecto a los materiales [...] que se publican
cada año en los principales centros musicales del mundo, y no llegan a suponer un
avance real con respecto a manuales ya clásicos como el Curso de Formas Musicales de
Zamacois (o incluso, en ciertos aspectos, el Tratado de la Forma Musical de Bas)
(Casablancas, 1996: 118).
1
“[...] he taught strictly within the confines of tonality, and made the principles of traditional
grammar live again by demonstrating their functional value for his pupils' work as for that of the great
Austrian and German composers, whom he constantly called to witness. [...] He was convinced that the
recent developments in his style, although reached intuitively, were a logical outcome of tradition, and
that, while taking no account of rules, they observed fundamental laws which would eventually prove
definable. Meanwhile the pupil who felt drawn to similar modes of expression must find his own intuitive
path with the aid of self-reliance learnt in better-charted territory, and the listener would need faith”.
Todas las traducciones son mías si no se indica lo contrario.
2
“[...] during the first five semesters in Mödling (1923-1926), Gerhard did not compose any
musical piece and just focused on technical exercises and on the analysis of a great number of tonal
masterworks”.
5
“Vaig seguir sota la direcció de Schoenberg totes les disciplines –harmonia, contrapunt, fuga,
3
Este tratado nos ofrece hoy la mejor aproximación a su teoría de las formas, que
sería luego desarrollada por otros teóricos y que cuenta hasta hoy con numerosos
seguidores. Erwin Ratz, alumno de Schönberg en Viena, amplió sus teorías en su
Einführung in die musikalische Formenlehre (1973), y en 1998 William Caplin,
basándose en ambos, publicó su Classical Form. A Theory of formal functions for the
instrumental music of Haydn, Mozart, and Beethoven, que, según Covach, “se ha
convertido en una lectura obligatoria para la mayoría de los estudiantes de posgrado en
teoría musical en América del Norte” (Covach, 2018: 161) y ha tenido un gran impacto
internacional en el análisis y la teoría musical.6
Por supuesto, todos ellos se detienen ampliamente en la distinción entre frase y
periodo, no sólo por ser los principales modelos que siguen los compositores clásicos
para estructurar sus temas simples, sino porque simbolizan dos tipos de construcción
musical esenciales en la teoría de las formas. Aunque no podemos detenernos aquí a
explicarlos, puede encontrarse una visión resumida basada en Ratz en el Tratado de la
forma musical de Kühn (1998), que afortunadamente ha sido traducido al español y
publicado. Sobre estos dos conceptos afirmó Anton Webern que “son el elemento
básico, la base de toda la estructura temática en los clásicos y de todo lo que ha
sucedido en la música hasta nuestros días” (citado en Conlon, 2009: 47).7 Como buen
alumno de Schönberg, Webern se dedicó intensamente a analizar a los clásicos y a
realizar muchísimos ejercicios técnicos tonales antes de convertirse en un maestro
consumado de la composición atonal y dodecafónica.
5
“Fundamentals was compiled after Schoenberg’s death and edited in large part by Gerald Strang,
Schoenberg’s teaching assistant during his short appointment at the University of Southern California in
the summer of 1935. The class notes from USC resulted in Fundamentals, basically a beginner manual on
form that uses hundreds of examples from musical masterworks to educate American students unfamiliar
with that literature”.
6
“Caplin’s Classical Form has become required reading for most graduate students in music
theory in North America”.
7
“[...] are the basic element, the basis of all thematic structure in the classics and everything
further that has occurred in music down to our time”.
7
8
Quizás para evitar esta confusión, a veces se traduce sentence como “sentencia”, como hace Igoa
en su brillante tesis doctoral (2014). En ocasiones también se encuentra en español el término alemán
satz.
8
(Lasuén, Prados, Alaminos y Beato, 2017) demuestran que la frecuente explicación del
modo menor mediante cuatro tipos de escalas, incluyendo la llamada escala dórica,
carece de una base mínimamente sólida en la tradición de la teoría de la música tonal y,
más aún, en la práctica musical tonal.
En el segundo, titulado “El modelo de los cuatro tipos de escalas para cada modo
como explicación básica del sistema tonal: cómo empeorar un recurso pedagógico
desacertado sacándolo de su contexto” y escrito por el autor de esta comunicación
(García Gallardo, 2018), se ofrece información adicional a la expuesta en el anterior,
analizando la explicación tanto del modo menor como del mayor mediante los cuatro
tipos de escala de cada uno en el libro que fue probablemente el origen de la misma: el
Tratado de armonía de la Sociedad Didáctico-Musical de 1928 (reeditado en varias
ocasiones, incluyendo la edición de 1972 que será la que citemos aquí), donde se ofrece
una justificación y un contexto a esa muy discutible innovación teórica.
El siguiente cuadro resume estas escalas y los acordes que se forman a partir de
ellas:
9
Fig. 1. Cuadro de escalas y acordes. Sociedad Didáctico-Musical (1972) [Pérez Casas, B.,
Campo, C. del y García de la Parra, B.]. Tratado de armonía. Madrid: Sociedad Didáctico-
Musical [1ª ed.: Madrid: Sociedad Didáctico-Musical, 1928], vol. I, p. 42.
Como puede verse, los tres primeros tipos de escalas menores son los
habitualmente utilizados para explicar la constitución del modo menor, como se refleja
en las denominaciones utilizadas en ese tratado: escalas “natural”, “normal armónica” y
“mixta-melódica” (Sociedad Didáctico-Musical, 1972: I, 36). Aunque la escala
melódica acostumbrada (cuya forma ascendente difiere de la descendente) no aparece,
puede entenderse como una mezcla de los tipos 1º y 3º, según se deduce de la siguiente
explicación de los propios autores:
10
Sin embargo, la inclusión de la escala dórica (tipo 4º) entre las correspondientes
al modo menor en esta explicación básica del sistema tonal resulta obviamente
novedosa. Más sorprendente todavía es la diversidad de escalas mayores, que
difícilmente encuentra precedentes en la tradición teórica anterior.
Los autores del tratado introducen estas novedades por razones muy concretas y
entendibles dentro del pensamiento de su época, que aclaran ya desde la introducción
del mismo:
Tal mitificación del canto popular como expresión genuina de una raza se
corresponde con el nacionalismo de aquella época; precisamente, la música culta
española de entonces buscaba en el canto popular las características más exóticas
respecto a la tonalidad clásica para crear un estilo propio español.
Desde luego, los autores de este tratado no fueron los únicos en intentar teorizar
sobre los rasgos modales utilizados en numerosas obras modernas. Esto sería frecuente
en los libros dedicados a la armonía moderna en la primera mitad del siglo XX e incluso
en manuales de armonía tradicionales, que a veces añadían una sección sobre estos
recursos novedosos tras haberse ocupado de la armonía tradicional, como ocurre en el
conocido Traité de l'Harmonie de Koechlin (1927-1930) de esta misma época o en el
más tardío de Zamacois (1945-1948).
11
3. Problemas y soluciones
junto con simposios y revistas de teoría musical, han desempeñado un papel principal
en la creación y aceptación de una terminología musical común. Incluso cuando los
profesores deciden no usar un único libro de texto para sus clases, sus materiales
didácticos siguen reflejando el núcleo de conocimiento y la terminología compartidos
por esas publicaciones (Sandoval-Cisternas, 2018: 17-18).9
Más adelante trata de explicar, en un contexto más global, las razones por las
que “el campo de la teoría musical en Chile no ha llegado todavía a un punto en su
9
“Those textbooks, together with music theory symposiums and journals, have played a main role
in the creation and acceptance of a common music terminology. Even when instructors decide to do not
use a unique guidebook for their classes, their teaching materials still reflect the core of knowledge and
terminology shared by those publications”.
10
En efecto, la inhabitual fortuna de poder contar con la traducción del sólido manual de Piston
(1998) nos hace aún más conscientes de la tremenda escasez de textos solventes y actualizados en
español.
“On the other hand, the development of music theory publications in Spanish-speaking countries
has followed a different path because few music theory textbooks, books, and journals have been
published in the past decades in the original language. Many music programs have been using translations
of textbooks that were originally published in languages other than Spanish, such as English and German.
Emblematic is the case of Piston’s Harmony, an American textbook originally published in 1941, whose
fifth edition (1987) was translated to Spanish in 1991 and still appears in the bibliography used by many
Spanish-speaking instructors. The book, even though being an important contribution to the development
of the teaching of music theory, no longer represents updated material to be used in the classroom
because it does not align with current music theory curriculums”.
16
Cuatro factores principales han contribuido a esta situación: (1) No hay asociación
musical ni publicación periódica dedicada exclusivamente a la teoría musical en el país,
lo que resulta en una falta de colaboración académica entre los participantes de la
disciplina. (2) Hay una falta de publicaciones actualizadas que respalden las enseñanzas
de los profesores, tales como libros de texto u otros materiales que incluyan el
desarrollo más reciente de la disciplina. (3) El concepto de “teoría musical” [en español
en el original] se entiende en el país que abarca principalmente (a veces solamente) el
campo de las competencias prácticas (solfeo, notación, lectura y competencias
auditivas); por lo tanto, la armonía y el análisis se consideran parte de campos
diferentes, excluyendo una visión holística de la disciplina y de la formación de los
docentes. [...] Esta división puede dar como resultado profesores muy especializados en
detrimento de una disciplina más amplia e informada, perjudicando la colaboración
académica y confinando a los profesores en sus propias asignaturas. (4) El título de
teoría musical solo se ofrece a nivel de grado en el país, lo que muestra que los cursos
de nivel superior y la investigación todavía no han sido implementados en las
instituciones académicas (Sandoval-Cisternas, 2018: 65-66).12
11
“[...] the domain of music theory in Chile has not yet reached a point in its developments to be
regarded as a standalone discipline”.
12
“Four main factors have contributed to this state: (1) There is no music association nor
periodical dedicated exclusively to music theory in the country, resulting in a lack of academic
collaboration among the participants of the discipline. (2) There is a lack of updated publications
supporting the instructors’ teachings such as textbooks or other materials including the later development
of the discipline. (3) The concept of “teoría musical” (music theory) is seen in the country as covering
mainly (sometimes only) the area of practical skills (solfeggio, notation, reading, and aural skills);
therefore, harmony and analysis are regarded as part of different domains, excluding a holistic view of the
discipline and preparation of instructors. [...] This division may lead to very specialized instructors to the
detriment of a broader and knowledgeable discipline, impacting academic collaboration and isolating
instructors in their own subjects. (4) The music theory degree is only offered at undergraduate level in the
country, indicating that upper level courses and research have not yet been implemented in academic
institutions”.
17
13
“The lack of associations and specialized music theory publications in the country [...] has
impacted the development of the field as a stand-alone discipline in the country. This lack has also
contributed negatively to the creation of instances of academic collaboration among the participants of the
discipline that, if implemented, would bring benefits such as (1) the alignment of the materials taught to
students, undergraduate and graduate, with competitive standards at the international level, and (2) the
establishment of a more standardized terminology, creating a coherent vocabulary among the participants
of the disciple, both instructors and students alike”.
14
“The American system has created many academic instances for the development of music
theorists and musicologists. Regional and national symposiums, as well as journals, have been promoted
and established. Not only Classical music is covered but also folk, rock, and popular, a practice of
crossing borders that has enriched the discipline. Therefore, the goal of this research in comparing the
American experience with the Chilean is no other than to highlight the strength of a discipline that has
reached a high status of academic rigor as a stand-alone disciple. The hope is to motivate Chilean
instructors to adopt the best of other experiences, contribute to the publishing of pedagogical music
theory materials, as well as to strive for academic collaboration in the country. [...] its goal is to promote a
healthy discussion and evaluation of the discipline of music theory among its participants, especially
instructors, to enrich their teaching experience. It advocates for academic collaboration, creation of all
kinds of music theory publications in Spanish (books, textbooks, reviews, and articles), and the
establishment of a coherent terminology in the teaching of essential undergraduate materials pertaining to
notation, harmony, and analysis”.
18
Creo que, según hemos visto a lo largo de esta comunicación, no hace falta decir
que tan loables objetivos son tan imperiosos en España como en Chile. Precisamente,
resulta sorprendente comprobar, al leer el trabajo de Sandoval-Cisneros, lo parecidos
que son ambos casos. Si para Chile la situación descrita puede calificarse como
lamentable, lo es aún más en el caso de España, con una población de más del doble que
aquél y un producto interior bruto anual que casi lo quintuplica, teniendo en cuenta
además que Chile ofrece al menos estudios de grado en teoría musical en dos
universidades del país, algo desconocido en España hasta la fecha.
A pesar de las numerosas deficiencias que presenta hoy la disciplina del análisis
y la teoría musical en España, estoy convencido de que la situación está mejorando. El
número de profesores de análisis y disciplinas relacionadas ha aumentado sensiblemente
en las últimas décadas (al menos en los conservatorios), a la vez que la presencia de
asignaturas centradas en este campo se ha cuadruplicado en los actuales planes de
estudio (sumando los grados medio y superior) con respecto a la exigua asignatura de
“Formas musicales” que constituyó la única formación en la materia para varias
generaciones de músicos instruidos en el llamado plan del 66 y anteriores. Y son cada
vez más los profesionales que tienen una sólida formación en el análisis y su pedagogía,
a menudo adquirida fuera de nuestro país o apoyada con la lectura de textos en otros
idiomas. El éxito de este mismo congreso es una prueba más del interés que nuestro
campo despierta en la actualidad.
Por eso mismo, parece que este es el momento ideal para dar un paso más,
abriendo vías de comunicación y colaboración entre esos profesionales y potenciando
que su trabajo trascienda y contribuya a mejorar sensiblemente el estado de la
disciplina.
Seguramente, la medida más fructífera y factible sería la creación de una
sociedad de análisis y teoría musical de ámbito nacional, que sirva como punto de
encuentro y promueva actividades útiles, a la vez que pueda ejercer como portavoz del
punto de vista de estos profesionales en su interés por concienciar a la administración y
a la comunidad educativa de la necesidad de mejorar la infraestructura en este campo.
Sobre ello seguiremos hablando en la mesa redonda que tendrá lugar al final de esta
sesión.
Epílogo
19
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
15
La página web de la Sociedad es www.satmus.org.
20
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21