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2 - Nicol - Principios de La Ciencia - Las Cuatro Relaciones Del Conocimiento

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EDUARDONICOT

fuffiffi Wffiffiffiffiffiffiffi.ffi:Bffi
ffi ffi&ffiffiffiffiffiffi: ffi
Primera edición, 1965
Quinta reimPresión, 2001

INTRODUCCIÓN

Se prohíbc la reproducción total o parcial dr estf, ol'rf,


el diseño ripográfico y de porteda-'
-i.ctuiao
.";';;r,i fuere el medió, electrónico o mecánico'
sin el consentimiento Por escrito del edito¡'
mx
Comentarios y sugerencias: editor@fce'com
Conozca nuestro catálogo: ffl!ry'fce com'mx

D. R. @ 1965, FoNDo DE CuLruRA EcoNóivlloc


D. R. @ 2001, FoNDo DE CuLruRA' ECoNÓMICA
Picacho-Ajusco 227; t4200 México' D'
F'
ó;;;.;,;
ISBN 968-16-155+9
Impreso en México
LAs cu.arRo RELAcToNES DEL coNocrMrENTo 43

CAPfTULO SEGUNDO nhietos'vconlacualtratadefigurrarselainterdependenciade es


I.,ji'"ijiJt", v no sólo su mera presencia. El conocimiento
LA HISTORIA Y LA VERDAD. ;ñ;;r-i';;áráue las cosas mismas se relacionan unas con otras'
-
LAS cuArRo RELACToñesJsl'b6ñocrMrENro li;:"#;; il;J á" otras, o surgen unas de otras y constituyen'
\\;;'.-;;;. o.a"" aparente, süudiviaido en órdenes diversos o
l' u¡¡a vrz pranteada Ia situación de crisis ' ""
w;il;;;.iái., ¿é'áu5"tpé. En verdad, la simpte percepción
de manera p.eriminar, "i; '#í;ú';;;a1an s¿l,j lf mera presencia de unos objetos dis-
L :: ;l':, lu i-j
conceptuar y deI?
encuadrar J I: :
* t. a h o ra r d i á a" i,l
::l ilif":,sisterirat"rá""t"-;i
j."^ i
i;.i.i;:.",ii"rr[l
.
"' " ", " iuestos en perspectiva estática;-revela una presencia.y una en
toricidad, el cuar ha sido y. iáá"ilii?áá"
como er centro de don- ",,
¡, "d;i;. ñtá á.t".r"ina que eI conocimiento no se estacione incluso que
t"4;;.ü,^?iiá..io,es una fase puramente reprbductiva' Cabe recordar
f:"iT"S1T":"-p:"1.i.
hecho misrno no es nuevo: ra hiiioricú#;; de ra misis. Er ri; .¡
;; f^;" nt es máspsiáátogico.
qr" ,rru abstracción qlllo1a{a post9fo1111
.1'Ji HrH ,f;1 ;; ;;, el análisis En la efectividad de Ia vida, hasta I '
::,rjg""I?, j1.^.,:1.,1r.i""t.*""i";
en generat' E'sta no empezó ;;" constitutivo ¿¿
u ..r r,iitá.lJu;;'i* ;ii;.Ji""iÍ
.;ii,
ilr'r"á. i.i¿|á?j
"
p".i"*iiür' p ro du¡-e n -un a f orm a de p ens amiento,
l

"¡¿ .j1i q;; ;;á,'en la cr+al encontramos testimonio dei


Ili:::f:"j,:1"1i:1:l"r ryi ;p,*' i"^.,i"""rir"sorÍa, ni .o*o .,,,._,*,1 ñ.;;"áil;;t;.-á
cuencia de ra crisis aciuar a" rulli"u.*Éi;;i;';;";;"i.";"Lt;_ .ii un intento a" ,trpo.rá"-.-Z u-.""ttiár. del cómo y ?l.por-Wé:--
.o"r"iu qü^;;"; de la historicidad tos ,. -- Bi miJmo, pües, nunca- es para el sujeto .una mera
;:.:fi:T:.de .ciencia,
hombres ^:^A:1o,u q"l;;;; .:;^";;á;;; "üi"to
pr"r"".lr-- ñicñá a"'dtro modo: la presencia del. objeto es un
.,,,,u,, ;i.li::f¿:ir::"r?i $
r,áy sus discipruu, puiJi t+
la
il¿;;; que incluye a la vez elresuelia por la mera presencia:
ser-y relación' y por ello
ffil::3:,:l^jly:r:,:"?,"gi"
cutrares, sobre todo iir.ilu, v'"" ü'r"áriaiffi:i-i,?:"lJt: olantea una pregunta que no está
ir renovando as careg"rir.
r
.ru
iíi""ip;i* t l;r-li q"?*r1- l?ári.", il-;;;; ái.if¿á ""o diie de sí misma cuanto a
hay que averiguar l.r'
otra cosa' prese't9 l,
que antes se consideraban inmututl"r_ ;#;;;;;tI" t"ri.i""t"mente,-y remite
irt confliito-r" 'dé
ricidad de ?!T.""
:,9^T.^,"i1
rq I pátiüiiü;l;, ffi ;i ^i;;;; áI ,iJr"r,ru
i, ir.r._ á á"t""il, tin tu .,rui ,ro icaba captarse bien el ser de l' BIi-
y su cambio ,l9f- i
".o*
Iá ciencia v ei ;;ü;l;;il.rr
"Lr;;"r;;;i;i'.it;',iffi
a" verdad o"" ,11ih?- ;;;.-Áe;ár,-ét t". ie ofte.e como^dinámico.'. r

cionatmenre se asignaba a_ sus leyes maYarte de su ser mismo. Conocerlo es explicarse t1^:1T?t"'
resolverse anatizando rodas i;;;i".';'; Por isto, ya el pensamiento mítico es urr pensa*'-:"t"^ 1YT:1""'
-;drt;;^d;;"
: tUtiva del COnOCimientO. las --^---^^*üq!ü uE rd ..É;:ii
rclaclon C( q"" q"iét" deiir causal' No Ie basta tomar nota misrno de las cosas'
ellas. Su origen, Io que la
Ios orígenesTnismos de Ia ciencia, en
Ia fjlosofía pre_ sino oue aspira a aai-rázOi de
-^^?::9" i;;úJ;.f-á;; p"ááá" ejercer -r¡nas sobre otras' forma parte
¡"*:.^:.r:j:menre
:1"."?li:1 había
cientÍfico
aún desde ptaí¿i, ;i
o,eda¿o rormiimJiiJ ;;;;;t##r; ;gá;;;;" ^d" lá aerinición de las cosas, v ha de integrarse en
sobre orsX'"l t es esto?, que
Iaciones fundame'ntar"r y^.áÁfiá.ii"iu.iur, "rtu¡r"cicro
en cada una de ras :j nuestro conocimiento-áá ettas. La pregunia ¿qué
cuales se definía es una pregunta iuestióf del origen: ¿de
," "ll q: ro..rlpectoi'a9 rá
y ta ietación tógica.t ";.á;;: il;rr-""r# ii aOnáá p.or'í"r" "."""irf,-á"vuelve^lalo produjo?, y és1a es una pregunta
i"ly!: ,e.pistentotógi9a
La reracron eoistemorógica cs, evidcntemente ra causal.'Para dar"tt",-q"¿
razbn'de algó hay que averiguar su causa-'.Esta
:

ta que se esrábrece más primaria.


;; ;;; constante del pensamlento,Erl-que aparece ya en eI mr-to' I
!1 1era9ión
y .los obietos en seneral, de cuyoi "nti"-"r sujeto de conocimrento
i""pái"." después "ti lu fí.i*.u' la ciencia' Ia causa es un
.ur*t"r",
cos Iográ el suieío^te¡., ,"ti"iul;+rryt:. ontológicos , ;;;; inventa la noción de un "agen-
;;;;ñt;;p".o'lu rilostfá fisi¡lno
ción. No fue nécesario qrre surgieia ia-c,encia,en y por esá reta_ i"-r,.á¿u.ior": la rreáa y, precisamente' la conceptúa' Como
corno una moda- es mi-
l*á*q"" "l í.,ó*üi.lirii,ri".. ii;,,
Iidad especjat dct conocimiento] ,
h;"'"Hi;á;;üü;;¿uJti'bt, el primer determinismo
es racional' incluso
que er simpre darsc cuente ae ials .áror no.cs un saber cabar.,
Lr quLL¡r.rLU rduür es un pensar, es una,1a-a]ól
üógt;;, En esie t"liiJo, no sea todavía la tazón lógica- de la
todo conocimiento
el mito, aunque
sujeto sobre Ia base dé rr. áñri.rlones que-lleva arU" á-ritii*". No es "rti-liio"
,

PJ^11,^il',.qsaber'esun.penSar,eSunaacciónqueIIev¡2.á}r^
el .
la a"i*it'-""a razón-critica' que se'vigile.a sí
inmediatas "de los la realidad; pero. no-s9 li,1iti.,T*-
,., j"3:""il'"il'xr^il.:1,*"'T:"1,J¿."ffi1[,1::l]p:,," "r ",r,,,ro nu,",,l ii "i."*"'á¿.*at-¿"
;;;; ; ieflejarla pasivamente, como un esneio' Es ella mISma
"iáminar
univcrsaIa"l,.i"n.iá..aqui..;;ú#,j;ffi!.'it:¡Ij:,?:i:::#,.,i:.;i:: una realidad activa. toáu .urO, humana "t'roiE notlpxóE " la ra-
en tanro que ella es. en el trabajo .fectivá ;á
,*::.:-L comptementariá de
l:"::l::f ¿r:'j,.¿",1,;#;,, v q"i;";;;; li.u" pu.o .o,,,.p.",.ááfj; .-i:
zón pasiva es un contrasentido'
rl 2 De-terminismus und Indeterminismus in der modernen Pltysik' 1936;
42
L:
lll § J.-iiru¿. inglesa, YaIe, 1956)'
lj rl
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!1
44
LA FIISTORIA Y LA VERDAD
LAS C{JATI{O IIELACIONES DEL CONOCIMIENTO 45
(1.
vida que el nrito no es puramente irra"cional, sino un tipo espe-
cifico de fogos. ¿En qué estriba la diferencia entre estos dos
tipos? Hoy se propende a creer que la diferencia radicaba en
el carácter forrlal y norrnativo de la lógica. Sin descuidar este
carácter, hay que advertir que la primaria clistinción entre el
togos cientifico y el precientífico es epistemclógica, más que for-
mal. Es la iclea del método la que predominó en la mente de los
presocráticcs, El ntétodo es L!.nq nla¡lera de tratar con las cosas,
y sólo derivadamente requiere una manera de tratar con los
. Los prirncros elc:,o-:r¡ticos se pensamientos que formamos sobre las cosas. Para comprenderlo
percataron de quc el pensa_ bien, el concepto que hemos d-e tener presente es el de objetivi-
mentectetparecerlyu
:;,1;. :l; #ll*r
:dll'J ##:,1,' i J,{li'jgti""y?_,u.,áril#;'?irá,i**l:Hfi
d. ,, ; ; ;.;'riá! ai g. dad. Se ha superado Ia comunidad subjetiva, mística, de la mi-
, tología. En su lugar aparece la subjetividad de 7a doxa indivi-
IIegue a seri coherenrc,-Ja
¿oioio';.;;;:" la coherencia obietiva t", dual. Con los primeros atisbos de un pensamiento crítico o
de jas cosas. No asp-irn 'lil reflexivo, la uniformidad se pierde en la anarquía..I-a ciencia in-
:iq;;;"."r:i"verrricaaa, o sea .oiipu._
:i'3"ff : H:i'."; :
^'iil::::
r ;
::i ;' ;J *.J t.] o n u " ; t ,; "pill i 0,,
\' ll tenta restablecer la comunidad y Ia uniforr¡ridad del pensamiento
i\ carnbiando el punto de apoyo: fundándola por prirnera vez en el
:::i:.,, t ""..,,).i: rl:x;,'¿'l I i;.,l;i#, ; $ "*"J
ilobjeto: sólo en el objeto, y no en el sujeto. La objetividad no
},rH,:#li.i.j"",.,;i;;";;; 'iq,onsiste sino en Ia subordinación de la subjetividad. No se ob-
-.r,,'0,. ",,ii,1"3§';' 'á'J';r'Iq "r d""lá',';;; iii p.o-
;i,'liJ,'','.'.,."'"1t;'i:': 1:l tiene en Grecia, como se obtiene después en la filosofía moderna,
iia"¿Á'
". ifl,:lil,3"J'_.
iá' ;""- mecliante una técnica o artificio de reducción. La reducción meto-
/l a o, pro u.,i
cr cr r'[ a. á oñL"iffi '":] ",:": * Jn'., dológica de los griegos es una catarsis, es una actitud vital que
¡ganización intcrna " " " representa
" ,olo I T?;.r:J ix permite atender aI objeto y fundar sobre éste un pensamiento
icosas. La coherencia que tiene ,i,rsruamenre er mundo de ras qlre no esté perturbadopor la subjetiviclad particular. La objetivi-
ás*iá"¿" ,r, mundo nLrevo que
ut munáo' reat; v en ese dad, por tanto, como requerimiento de toda ciencia, es una pro-
;ilXáH; ñÍ;"'"r}"puesto munao piedad d.el pensamiento, no de la percepciórt. !3 percepción en
colectivo. ^ expresa es más bien un
sentimi"nto-ütal que se fundá el mito también es objetiva; lo"queno es objetivo es
La participo.i:,1 incluso unánime, en esa creencia el pensamiento mitológico. dsí, en la ciencia, el pensamiento ya no
era garantía suficiente -g:"",.al,
a. í".ááá.- no expresa la impresión (ue las cosas producen en ei sujeto colec-
de Ia vigencia cle c^ierta, opi"io"ü ür,u .o.u es er hecho sociar tivo, o en et iujeto individual, sino que expresa 19 Oue .Ias co-
o"r.,
opi.niones, con Ias .ouu, *i.*u;. -iioá;.parecer: la
de Ia crcencia expresa unas ", adecuación de esas
que eI contenido ^mito, de ese
sas mismas son, aparte parecer que es la doxtt mística y
modaliJa¿*, p.rol-uñdas de la vinculatoria en eI y que és la daxa arbitraria y disolvente
dición humana, aé lu con_ en el pensamiento individual.
crón en el mundo¡r^s,"rrr";r;;;;;:i i,.riui.-.o1iiul.ril
."la.ióri.; ü. cosas. pero estas mocla- pori_ La uniformidad y la comunidad ya no son entonces el feno
Iidades v esta posición .or, .u*úirrri.r. meno social de uni adhesión de los sujetos, reflexi,a o irrefle-
nace ra firosorÍá se esrá ¿ir"r"ürár .^y en verdad, cuando
ia uniro,.midacr xiva, a unas opiniones y creencias ya formuladas. Ha de ser, y
vitat de ta creencia. EI .;;;iá;;;r1;I y lá.elicacia el griego aspirá a que sea, resultado inevitable de una confron-
"
án i" I ; q";,::: taclón-clel pensamiénto con las cosas mismas. A condición, na-
99 """
i,?ii, lr:i,'.i?" ; xí;r
:q:11il;;;' ffi
il;:
j
o m ü !.',TH Hi
n i cr actr .r
t:]'Hff i *l
p., ; ;; iái i r turalmenteide q,e el pensamiento haya sido también_purificado,
como se purifiéó la á.ctitud del que piensa racio-nalmente. El
racioña r, r-,^""0
: ?x "rc
p".a i a u ., .-, ü o- íí ?, xi,""',,
". " " método es la "guía clel camino". Como derivada del método, la
. La cienciav r.jene a s.er -
cnlonceu ,.r, n,r"rra forma
l?i?J; a. g' ".1:1Tiia:
lógica viene a Jer después Ia técnica cle rectitud del logos'
de vincu]ación
l,n X ,f .Iru,i1".,.n ¿"-"nu" ürirrlor¿ dc pensami"riá rrr_ El error básico de F{usserl ha clerivado, corno veremos más
adelante en esta obra, de su mala interpretación de la doxa. se'
f¡ro",en qrri tipo clc razon? En
círcron tcgicn del logo.s solo pLrcde 7a razón ló.gica. Esta cualifi_
gún é1, y en rrerclad según la mayoría de los filósofos, la doxa es
parecer redundante si
s. oi todu fo.*u de conociniiento preóientífico, o sea carente de méto-
d.o. Fero la doxa, aunque nó tiene método, no es cot?oci¡niento
,í.i
rrÉ

4i
r;i
.1.ü
t:

*
LA HISTORIA Y LA VERI}AD
LAS cLrATRo RELACToNES DEL coNocrMrENTo 47
+i
;;i:^ !:#:#;:{':;i, fl l o * o
fu ":1'{1"?
de 1tener 1". .á.á.r"res ;: :',y i
de evidencia ,r"^tril]..:p.etación,
u:llctrca
en t
y ",
p.; u.i
pue-
soras, el síntoma rnás grave que ha amenazado a la ciencia, por-
ñrr" tá ataca en sus principlbs, y hasta en su raíz vocacional'
tuentra, como es
cuenrra, natural, en ro. que no se en. rji;
es nafrrr2f
et su.ieto se inrorucra u ,i"r-lr, *","r.5;,;r;;.;1,?H l::::"i*.
', Éáio U ciencia, trabajando-sin preocuparse de estas desviacio-
nes, o clamando contra ellas, se afirma siempre como Llna comu-
I: .,,^^.^^,^_vÍrsión, interesada que ni¿áa ¿" pensarniento, vinculada por ia metodoiogía y por la
ofi'ccá de ras loráJ-po. eso",lr_u';;'i;"J:::iil',,fpL^,3^r,i"i
sin logicismo; forrna sin formalismo.
"Los Lóeica
lóstca.
griégos advirlieron muy bien, 'en ei nacitniento de la
,3ll'oi:,í;1í,?:;JT1l1 ciencia 1y eñ esto consistió, precisamente, el nacimiento) qw el*
i,l"í'i::,;Un:ii'::{il11,:Y,Il'ffi
.n9u"ntra en é1, incluiive pensamiento no quedaba asegurado en su verdad discursiva
reetjrlq,j,ré
rea r i da d ae r^^^
ro J á u;.r .
^_, ;' ;; #;"".-' u "ji¡lrLur¿rrcs,
el iolamente con la primaria relación cognoscitiva' l,a presencia
..":T.f,? de opinión".."bj;rt,";.' " ;,,i.?,lrr,,, ;no
¿l metodo de Ia ciencá.,o.. Io,que
J".á;iJ^..1,1
r","cs rnal ;
i:rJrT; :l de las cosas es evidente. De ahí parte toda forma posible de
le perniite buscar evi- pensamiento. Parte de ahí quiere decir que ahí no se detiene,
dencjas prirnarias y apodícficas. gs"to
que permile eliminar las que el pensamiento no se limita a registrar y reproducir las
opiniones irracioniies' qil';;;;i"" presencias evidentes. El pensarniento es logos, es una razón sub-
.bu.é' r", áriá"r.i", p.i jetiva que trata de encontrar la razón de lo objetivo- A esta
Fi:'"}u
evid
il'" i ;"Í" r,?: H'
en ci a s co m oarr i br
.'

e.. p;;;;,; il*f


J"á",:
n^,T-ur g o o,ii

l?.;;,Tl3 rT,lr
"ii".a"
tlli,.l"*il
^ ",
i,, do'- iazón v:erdadera, a esta verdad que se definirá como adecuación
del pensamiento con la realidad pensada,s resulta qlre no le basta
comunid'a ponerse simplemente de acuerdo con la realidad. El pensamiento
i;9f,ri*5"r:;la' A...-'; en ta doxa-án?,qu;.u és una acciói, y aunque 1o promuevan unas evidencias positivas,
I
merodorósica.
q u c e s n- p o n
r-u' ;;#
t . im'áiJü."i',j
#:*1lfiÍ^:i:'""ndentJ áá.iá iJá,".i¿, no le basta reconocerlas o identificarlas: tiene que discurrir so-
bre ellas, y para esto requiere una conducta regular y uniforme
" :
!il' ; J io." i-;X eylis i : f ;.": ii,T: I " tT.il de1 discurso. Si no se regulan las relaciones del pensamiento
I ;:Íl¡j1::' :f ::'# ÍrtÍ ;;; ;; r á.", á "á',liJ3n c i a n i
t¡.::kfu[i,
orro error or", r*.giiá.- ,r,nüij,i,,ae
corcsigo mísmo, no hay garantía de lograr \a adectLación del Pan-,l
samiento con La realidad. La ciencia particular que es la lógica
vez_ en cuando, en
I
curso hisrórico rie lu
cspíriru meródico.,_d. .;é".iu,l;;i;; de un.dcsfa,ecimienro del
el nace, así, por la necesidad d6-una autovigilancia del pensamiento, il
pZ.áiio"¿ll.."nrido y es la forma metódica de esa introspección o reflexión que ya ii
L-os desfariecidos "nu de Ia objeriv.idad" inició la inteligencia crÍtica con la doxa no metódica.
pensadores que intenta" rr¿o,' .o[iJ rrio épccas sofÍsiicas, ]os
'an
des d.e pensámientg que iériiJr"rr'"riüroriu "n. hacia
ras moáariaa-
Al quedar instituida la 7égica com'o una cienciáI§in la cual la
ella misma vi ciencia misma en general no puede proceder con seguridad, el
co,r ci ben c o mo w pensamiento verdadero queda definido por una doble adecua-
c t t an * n o i i,n'
roglca gue la orececlió;
.o*or'ii,i,i;
§',- ;#, A ;T§.Í, ;. Xl*r":,:,f ción: la adecuación con lo real y la adecuación consigo mismo.
lu*fiiororio, en vez de ser Ia
Si se quiere utilizar la terminología académica, puede decirse
* ñ q Á aI - ¿ .... ¡
ii.:iTi,Y
ra ;;"¿'
confuncien
:';Hi,
con ro ¿r"r.
ixfl'"t ii :,1i.,, que er rniro. orros
-"i.-"ári.Jrr,rl:rrca
=
qr.le la verdacl tiene dos aspectos: un aspecto rnaterial (la refe-
rencia a las cosas), 5l uD aspecto foi-rnal (la coherencia interna).
personai - ael r;lJslro como mcra erpresión Pero ya hemos indicado que la ciencia lógica no es la pri-
q..;{ "X"i;";^-1",1t:o"l^
ii"#!?¿,'",:"'ll:';:, s u. s i r u a c i ó *
l; i, i .' r', i,. mera lógica que haya existido. Aparte de los datos históricos
iq:1:; X?,8:.,
que 1o confirman, no sería difÍcil cornprender a priori que el
H:l' ".'; "rlirÍi l,Elt" " ; p ero,o o,o.i.'.Xii, i ?X,;#Jlii,1t" ;5- fogos contiene esencialmente una lógica, alguna Iógica. El. lo
go.e no puede ser alógico. Puede ser ilógico por excepción, por
tJ?ft%j:
otorrEt j.l!r .u.rr. se_encuentra ra rirosofÍa
ra verdad' En en concli_
gu.r"nl]á;'r#;á: un caso, cl .¡,'"ü"r.'rr,l. 3 Heidegger indicó ciertos aspectos problemáticos en Ia relación mate-
á v rial de adecuación que constituye la verdad (a:laequatio intellectus ad rem),
Era, en efecto, necesario dilucidar el concepto de adecuación, que fue em-
i,r1í*r".Tji; Jüü,: *[il :: ]}" :l iij[xl:
pleado tradicionaimente con un significado mal definido. Pero, justamente,
[lEnffi+
los otros casos. la cnncordancia o adecuación del pensamiento con algo que es heterogé-
l?i,*H,H:i;:íi,,,XX.-,:ptJ"..?
r
j:r-;j.[?*:X:*Xf neo, o sea la cosa, no puede comprenderse nunca si no se advierte que la
verdad implica otro género de concordancia, la cual se establece entre tér-
! St:
a que sea, ha sicio srempre, clesde protá_ minos homogéneos o afines. Véase al respecto Metafísica de la expresiórt,
cap. rrr, y más adelante, ei § 4 del presente capítulo.
,,§

,f;:
ril

É
I
»,
48 y
LA FIISTORIA Litr \¡TRDAD L.{s cuArRo REL.,lcroNES DEL coNocrMIENTo 49

l1']i^13'"tlu
precepfo. La 99 -r" propio mecanisrno. De ahi ra necesidacl
iogica,--pl!.s, ouerirnientos del conocimiento positivo. Ningún sistema formal
no se subreponc al Íogos, como si tiene validez autónorna. (Validez significa aquí eficacia: utilidad
ra algo air.no a su frinc;on nalural.
Lá preceptive ernerge de cosnoscitiva.) Pero ha sido justamente el progreso en ese refi-
eii gi bili á a d 1'^,"ii:l,a-ñ;;;
ffi:liÍil,,*1.,
int d. ei di s cu rso-,
;,i,ilf r". r_a mis eie,ne naáiento formal interno io que ha promovido en nuestros días
en i a-s, i t,, o.'i'o*rr" rt ?.*¿t_ :frrL";:1 la noción cle una suficiencia de la lógica. La legitimida.d de las
u.';iil::li5,',,I1"'i;fl j¿Ii';i:'y investigaciones purarnente for-rnales del especialista perrnite ol-
v¡vLLrv¿¿riic,Le, ¡ina ,.:-fl:1.l:l¡.::#,.j:.ijr.;Ti:'ii
Fero la gramáticá, .o*o lógi.r"r#i vidar la subordinación de Ia Iógica respecto de la epistemología,
.,:, i"s-'¡, - q e ro s r:o¡ n brcs
y;;,t
cubran 2,,oi:,,:l¡J:,.";,
su existeicr^, ."
:.
:- i,ñ ;;;i';¿##TJ?ifif§',*
;üi;l;; I
u
ács- que es como Ia subordinación del símbolo respecto de Ia cosa
simbolizada. De ia autonomía científica se ha pasado entonces a
for:rrajizr.;",i Lrcj
¡-r ¡vr¡,¡L.r¡¿dL/urr i"i gr]t",icat.
grarnatical, una pretendida hegemonía, como si el formalismo simbólico
Í::p:.1, ll 1"".1,"
neciro
¡r el
et sistcmi
cistn_,I de
es e
cl n' i' ii fuese el úirico criterio de validez de 7a ciencia en general. La
.:1X";,-i, ro I:, ffi l'j:'
cl
ns''
c ;: i o
n i, J' I o-';11";;
i i i
" " situación real es la inversa: el valor del forrnalismo 1o determina
Fues bien: Ia invención filosófica "" es aigo
cle la jógica su utilidad cpistemológica. Sin la primera relación constitutiva
Ouo"il del conocimiento, que es la relación del sujeto cognoscente con
;:i*;:1":::j:lJT:,,1,;:;r;:j;,iir.l
il"r:T ?l::l ;;;[.i
re,s p e c r o. a¡ a . r
. 1n.
as r ó;'
a ro que rcprescnra t ra
:". *?." :. frT' ! I i,]"1,, j el objeto conocido, Ia segunda relación, o sea la relación lógica
IXX,ll"T i:u:1,?^:1.I:s f. a. ü,,,i_ri, J ri]X.ij,,,0",
c u b rinrien
;
del pensamiento ccnsigo mismo, sería un vano juego de puros
", símbolos sin contenido.
f á3:,,'#;":'¿'i¿:*:::"á:d{Tü;;t':i'-1ii:"I&'?'?á:TT'lfflr
.l Así se compmeba, examinando la historia de la ciencia, Ia
sen ti d o ffi ; ;, r'ñrñ
X"" J ffij : I f.",:: :
rx":i::j ;y.?:, y,, posibiiidad de múitiptes lógicas. Puede muy bien ocurrir, y de
seocupaá"$j!i;,".L',:..':",,L:;,?".:!":lL"rS:,":r:,7,nJ,H:lg
"q
hecho ha ocurrido, que en el curso histórico del pensamiento, el
la ciencia, corno Ia g.r*¿tilo'"J
h réyvr1 de ia eripresión verbal.
Por co,siguiente,*si .irrti"e"irros
conocimiento positivo de los objetos reales, y los requerirnientos
entre la iógióa natttral y 7a de ia constmcción teórica, obliguen a introducir cambios en el
Iógica norma-Íiva, oár", r;n-,o.ür"griár-q""-¡i
que Ia ciencia_ griega .irut.á pu.í ñir"i,J rog;.u, instrumento lógico que se emplea para ese conocimiento; o sea
iá.lft;; ;;.;;ña tarea, es
"ru gue ia primaria reiación epistemológica imponga alteraciones
tan indispcnsable cómo ,;;;;";; d.e modalídarl en la relación lógica. Con esto stirgen nuevas lógi-
cas, igualmentc científicas, o írtiles para el trabajo científico,
'i" '',"'' necesidad de qu"-rirr* para mantener canónica-
-e¡e artificio,
merte ;mpecabre ^..1r.ü.5"'l aunque contre.sten con la lógica tradicional de la no contradic-
l" per.samiento ción. De 1o cual se infiere que no es'tá justificado el absolutismo
-'' i' tan sólo inst-r-u¡n^ental, t ñ;l]io oe.iuada, cousigo mismo, cs
": -'""*I-a reración de nin6¡rn sistema lógico particular. Es común a todos los sis-
básica cs si"árpre secundiria, auxiliar.
que mantiene.el pensamiento Ia rcrnción cognoscitiva, o sea Ia temas formales la capacidad de tra,nsformarse internamente, me-
diante el cambio de sus axiomas, sin que dejen por ello de ser
no es necesaria una ciencia del áon las ,r;;ilir;;r. ari .o*, sistemáticos o ccngruentes. El caso más notorio es el de las geo'
que el sujeto, hunrano aispánga -ae .ser, lramraá--Áetáiíri.u, pu.o
;r;;;id;.iá-,r"r ser, y cre
r:, saber de los. cntcs quá re"pcrmiie'c;;;;;;,:".,f,.opin metrías no euclideanas. Pues bien, algunos años antes que Lo'
batchevski y que Riemann, He,aei introduce una reforma q.ue es,
tencia' de narecic.ro
-odo, t"miá.o e.a necesaria Ia institución
de una cicncia , i.,ü;."i¿qi;;t;." "*ir_ en el campo de la lógica, compa.rativamente más radical que Ia
gicarnente' La rógica snto áeouia, que et /ogo.s funcionara Iú innovación maternática representada por la geometría no eucli-
no*¡aliza y unifica esa fun- deana. Fues ia lógica no parúterticleana, llamada diaiéctica", no
ción, para los finés sólo implica la contradicción, en vez de rechazarLa, sino que, al
está subordinada por ".p;;;f;;-a;J,rna tarea cientÍfica, a ra cual
g¡t^ efectuar una especie cie alteración axiomática, vuehze a poner
," :üi-rücción. 1ü..áilil];,i
detimita el ámtjto' a" "rt"iár"rr""
O"iá."-á".iir"
originaria
q,_,", po. la lógica en ese íntirno contacto con el ser de1 que se había
o.
::,*ijl; l.?,8:. ra r ó¡ice. ;;;;i;;;" j ;, *,,;,ü,.,i,"..á ur"* * a" desprendiclo en sus ciesarrollos puramente formales.
Esto no significa que la lógica cle la no contradicción no pue-
IJrra cosa es el l-rrcho lógico nattLrct!,
da ni deba desarroiiarse internarnente, igra-l que la matemática,
é1

congruencia interna que e,contramos qlle es el hccho de Ia jt


cieniífica o rrc: otra cosl es cl sisten-lacn totra {or¡¡a simbórica, como una pura combinatoria abstracta. Cuanto más complejo
fornral. Estc sisrcm" t¡nrlic¿rlar. di. LrnÍt lógica i!1 y depura.do sea el esouema formal de Ia lógica, mejor podrá ser-
", f,;rr..rr,ül'r'l[It,rlución c[,pcrrde,;
r.ez, del llirlgr-c.jivo refinamiento-á.i' ]a vir pai^a el trabaio científico. Pero, iustamente, Ia medida de
.i*for"rajismo 1, de los re-
,-;l

)L
su titilidad la establece este servicio. Tampoco Ia rnatei¡ática es,
,l\
r:i
]l
ii:
.:r,

íi
50
LA I{ISTORIA Y LA VERDAD
en sí misma, otra co.sa LAS cuArRo RELAcToNES DEL coNocrMrENTo 51
ntTp nrc aa.--Lj----
dad. Parecia tan infalible, que llegó a darse por descontada,
hagan de ella tas^ciencias.re.ales. p;;;";" suyo; de suerte que todas las variantes
dra ocurrir que er r-:"*i-1""ü ,irgril-_;;"1ü po- como algo evidente de
i,áliiir de ro rear, en estas.,, r de doctrina que se descubren, comparando unos sistemas con
5il?f.i|;,i?.?;";:*,n9,.o pu."róat"*".,g,,u. en varidez,-pü un otros, de.jaban a salvo esta base común. La filosofía moderna
.i.ú
a"_i"ii*]ri"iJl al ,,,.¡ no alteró esta situación. El eiemento formal y eI elemento ma-
:

contrario. ro r¡¡r. -,ll3T*i:.1-gl" terial del conocirniento podían concebirse de una manera o de
,""Tli,T'"";'l"f x,""dx:*?:;;'+;;Jii-i,?"lilTT§'l?,;ti -i-"ffi otra; pero lo mismo en la metafísica idealista, a partir de Des-
tar ü áJ; ;' X[?'"'"-, #i,"r' ;; l[i{i :l " t.. p u.u
a¿ecua
cartes, que en el empirismo o en la metafÍsica crÍtica de Kant,
yv en ronces to"
efltonces
;
erimientos,;r*iil# S. Ia naruialeza;
io, ieoueri-;"rt^"-^.^^^.P.?-d-o
on lossre {u
"il "
aquellos dos elementos eran considerados unánimemente como
#. #""3,r"XTr,;?¿ constitutivos y como únicos.
,:lji li*'. r "-,-., 3i:.
,".::::i j
iló;;;; &1¿ilij:Tfffi:,:t
áa;;;#:;;;'
r;';",,'."#?!,.u a obii n dec - er.
ob ii gaci ón r
- sa ció rr p o
El hecho de Ia historicidad vino a desbaratar esta fórn-rula.
"'si En él se revelaba la existencia de una tercera relaciótt del pensa-
*ar
-",""1'f e c t o r ifl
gún sLil:? ae t,'"X: *"^.::",ll
Lá gi.,. es
"¿"""' J3
la
m rea ii¿a d sma miento. Pero esta nueva relación no podía sobreañadirse a las
por a111-aá;'9:i
decirlo asÍ, aI "esquema "iii:"
jOgicoáe "
i
la*no
tril1iÍ #
i

otras dos, e integrarse en ellas. Justamente, tra.stornaba aquella


."i-,i,,i# éi o.ooo,"r L,n esouemá Ia" "?i
contradicción,
au_ integración tradicional, hasta el punto de que la relación histo'
ffi,tj3,r,??:l,i:
lógicodif :l:*,*,t.r-."ió;'";¿:1,r""""Í;",ir.J^"::j":::3,fi
erente,;;;;^;;fi rica parecía incotnpatible con la relación epistemoló$i9" y .cofl.t,'...,,...,
E.t togos nunca se ña^ai,
il;;;;;r"::;; ," rosrca es una .forma *1 la relación lógica. Si la verdad depende de la situación ¿cómorl. .

puede en ella expresarse una pura adecuación del pensamientoi I

con su objeto? O inversamente: si la verdad se alcanza mediantei i1.


la doble adecuación material y formal ¿cómo puede seguir lasrl
51;i3ffi t{¡*;'Lt#¡""i'r,ftiÉ["ix*iili"+
dencia, ella no tier
---:"" sv YUE' tru et olslrute de esa indepen-
lu l¿á'.u'i""il';:t"^y^1"j. epistemológico propio. i" ,l;iillo a" mutaciones de la historia? Por otra parte, un sistema foi-mai pa-:i.q-' :'
rece que haya cle ser rnás independiente aún de esas rnutacio- i'§r':r';i'
a"m,?.-üu'"riliül*}"ff
ffi
de Ia ptatónica v aiisrorética] l,ü,:1ifi .".-;:l¿"..*..".''.?1,,*;
;";^;;;;"pció.n.det scr remporat,
nes: su valiclez depende de la evidencía a priori de sus axiomas. ,:,.
En suma: la r,erdacl no puede ser a la vez temporal e intem- li
ltora1 : si expresa io que el ser es, nc puecle mudar con el tiempo; I i,r
si cambia con el tiernpo, no expresa fieimente el ser. IJno de I I

-Al'i¡"ni:J,::%:T';";:niim,:¿t.lJ"r¡:rogiü,,",u,'iir,,,,,u
ginariameñte, en Farm¿ria"r,-pü?;1 :.sl1uo vinculada ori-
1t]: los elementos constitutivos del pensamiento interfiere en la efi-
.:,l:i,.jti: e,f :il"i:Fr1 cacia de los otros dos.
;i{ E' ;r,Tf,T.'¿'';"^i,á x1 xf#§su Sin embargo, la historicidad no era una hipótesis, o una sim-
ple invención teórica que pudiera desecharse críticamente. Las
ff l".T;Tf :¿';:t^"*ct.",";il;;J',"1i,?X'"iTsfi 1.," j-r,H
o filosofías historicistas que han surgido después de Ia hegeiiana
m en o a
trumen ro" un iversa Iry *
a m áii
i*"x [[??.8, :,"ro :cien pueden ser criticadas; pero la crítica sólo puede versar sobre Ia
t r

v u, i.o'J"i".;;;íi;;i"n ",*,ii*;",i.r,, ii l- manera como el hecho de la historicidad haya sido conceptua-


Lógica y episreinopqi^, r;""?;,.;IJ, rífi co ). do, e integrado con otros hechos en un ctlerpo de doctrina. Nin-
tero de Ia ciencia, un. mismo cuerpo en_
-frráro..rul,.con
una.sola unidaá guna crítica cie los historicismos puede negar el hecho de donde
que son comDlementarios; p.ro-iu dos urp""to, parten todos. Lo que el hecho revela es que la historia es L.n
.Jl*¡on Jógica, qr" dr_rru conlponente de la ciencia, no es un t'actor extrínsecr¡. Entonces,
] ]..i ü ¿ i i.,
rt gr exclusiva la ciencia tiene que exarriinarse a sí misma en tanto que prG.
[':'ffi','.:
gún "Tiüü#:L,i
sisterna r.lr*ál
_ ----- y*_
"*:immlrnil
parricular.
LLvutsL ,
)pclon =.,, de nin- _
.r.
ceso er,olutivo, y no ya como una pura relación intemporai del
pensamiento con Ia realiclad. Esto significa que, desde ahora, la
i
ciencia misma aparece como una realidad idónea, como un or-
2. T¡N¡l¿os puES que, princípio, el djscurso del den de fenómenos que es necesario analizar también científica-
puede ser adecuadi-3 ¡nreatioaá-freirr¿u pensamient. i
nente (y con unos instrumentos de trabaio que no proporciona,
". to adecuado a sí mismo,
13 congruéntá- _gllando. "Jpár.rili"r_ naturalmente, nin8una ciencia particular). Como consecuencia
Desde Grecia, con -una.continuidad consigo mismo. ,ri
de ello, la epistent.ología ha de ittcluir let historia. Dicho de otro
se ha veniclo r;11¡;?1y*niá"].,^ ciencia
desarrc¡rla"a.-ri"'riñlJ'esta fórmula.¿" 'i modo: ha clesaparecido la tradicional distinción entre Io oue se
ü-rr"r_ ,i,
ha llamado acádémicamente el "punto de vista histórico" y ei
ii
r/,
í
l,¡rl

:ii
ii

i!
i::
52 LA HISTORIA Y LA VERD,AD
LAS cuATRo RELACIoNES DEL coNocrMrENTo 53
"punfo de vista sisLeir:ático". Er ptrnto
de vista sistemático ab¡ (el. tiempo histórico) tiene
cuanto ,á p;;;; avizorat: desde .r p; de mutación. Si eI tiempo Tis.moque.-la reláción de la verdad
;:'#§;";::iffj;*"",e una estructsta, ya,á iub" decir
en la confr.rsión
Para ese anáIisis ci-entífico de los fenórnencs Iáí haya sumido irremisiblemente
hecho de Ia historicicrad de- lá*.:I".;í- n,r" ut u..u .;jl ,rUií.ári"¿^d'es subjetivas, las conveniencias vitales
#il "1""""1;;1; pri-
es
pr;r¡ráiiaá""i* cc arir*o ,ccesar.io precisar de las perspectivat,.g *1 azat de las ocurren-
el
.concepto cle situación. ^,,^,_:ñ, _^,- ::
;;J;;,1;;;iáción el
m icn ro á ; ó d; #
",, eias nersonales. Oe áornento, este peligro será soslayado:
"

"" r, J il'XÍ X H' ff ffi f.?Jil : f 1", : S ?;l:


";,
Ii,i,tJririrÁ",Gr ]áráui escépticas áel vitalismo, el perspecti-
j::"^,.?.",". ff , : : :,".fe {a¡¡ l ; i,,L Ji on e n ge n e r:a r, .i,
c s cr e cir, ii queda.claro que la relarividad
cóm o pue de d er errnina.,
;tJ;";- forirai;;;;" i,,^"'. ti,iiJt ¿ti "r?lri ;i'¿;;;;;;d;;"-;;;i;r'"""
á.i p.j".u*iento respecto del tiempo histórico es un hecho que
f :"Tf;,"
l; .it",icá com o ra ctoria i"r"í, u i"tegración del acto pánsar enpues, Lln proceso que tiene
":i:'-?, l,:ló 1,. 1 -a; .
un móvit, advertimos t raye cre,,:i de
iu .o"u""i""áii-
de referenciat histór.ico q"";;.;;;riiia .r""á?[;rli,tf;'::;H: ;;;;mai"rá racional. No es ne^cesario, cuando se defien-
proceso; algo parecido- ar referenciat ,ir,,". Ias [ases cte áquel invocar
[" lr""¡jLiiü¿á¿ ¿et conocimiento, es 1a relación tan sólo la prime-
espacíc y ja coordenada del. U"*p" q.i*ias t."r .oo.á"r.liá, au
rte constitutivas del sujeto
,ir"r," al físico ra de sui relaciones
-que
preseniar las sucesi'as posicione; ,uru. ñl
'riiáíli?" .án .f objeto-, para impedir que 1á ve¡dad qugqe circunscrita
sucesi'os momentos det iiernpo. S; ";e;.*i", i.f m, á"-"i-üá1, in'¿ivi¿uat.'Si "r iemporal que o histórica, la verdad
duce en un prano, Ia posiciái-u.t"ul^
ái",""ui*¡"rro i;.i." ;.p;;: tiioiJ^á d"eáa in"tuida en un proceso es. continuo'' y no
/ se representa seoméiricame¡:te tiár"na" á.t *ou, en el mome,to disiontinuó, y cuya estructura interna es tan objetiva.como pue-
res desde el punio o hacia Iu. ;;;.;;;riu* r"rraur^ plrpárrái""f^_ á;.*i*uffii"r""cosa" conocida. La tercera relación es tam-
de la ordenáda v la abscisa p"-r"riü;;cuadrar e.¡.. La inrersección bién fundamento c1e la objetividad'
móvil dentro der"referenciat. Éuei-ül"r,l-ru situación la posición del Conviene recordar a éste respecto que algunas filosofías'
Ia ciencia tienc oue ¿"t".*i"oir"" J.,l'rogu*.nle por histórica de desde ¡Iegel, han reproáucido en férminoi historicistas las posi-
ción .de dos coorc'en"d;;. L; o;;;;u;; ;"iá"" Ia intersec- ciones qúe tradicionalmente se habían formulado en
cial histórico, Ia rínea que corresponde a ser, en este rercren- términos dá subjeiivismo empírico. El- plimer relativism-o .mo-
"róépti.u,
anterior se ha desipnadó con t" ¡;;;;,;u ad;lo,:;,.*;;;,jo'
que en eI caníturo. ¿ei"o zue psicologista-, y según é1 la verdad era relativa al sujeto'
"r"
la abscisa equivatáría ]; ;;;i.áártu.i, iílti'"rt; en tanto que el Jujetá i"d,r." a la conciencia' -y ésta se con-
zontal. ^ estructur(¿ hori_ sidera aislada e irrcom,r.rlcada. For Io que se refiere a esta in-
Estas dos estructuras son reales, aunqLre su coáunlcaciór, et ,rr¡áio .le Coro.i*iento en el empirismo inglés
y deba servir, además, como concepto pueda no es sino la versión psicológica del cagito cartesiano: es el rnis-
instrumento metodológico para la
interpretación de ros fiecnái. ü-;i;;;;;t;';i;;;;r'';; *o ugi cogitans, sin'las idás innatas' En Descartes,conciencia
las -ideas
tructura en el-proceso histórico es Ia -me¡or defensa ffi; "r_ innatas eran como el puente que permite pasar de la
escepticismo. Ouiere. decirse que clL lá iáüti"iJ"J-rrirt¿Jü, contra er a otro ser que no sea'el d,e1 ágo misrno. sin esta mediación, el
e.s hecho, no se.infiere ,,"ó".oiá*ente una conclusión rela- q"" su-ieto rlgl empirismo no dispone de otra evidencia del ser que
.un
tivista. La primera impresión Lr-J.il,-ri la el iestim-o-nio á" ,,, própia concie'cia, y ésta se encuentra por lo
tiempo, cada siruac;¿n ren¿r¿ -." "piop;. verdad es relativa ar tanto más aislada uúr, qtr" la conciencia cartesiana'
haber entre una verdad cualquieáy-lr"a'r,gur"nrcsyJrd.;;, I El historici.*o pái"á" que va a resolver esta incomunicación
""''ptare
nrnguna
xión orgánica. cad,a verdad ^."ií-.i¿iiá" *rrelarivam"rit"r cone_ del sujeto. ru .orriiá""iu tluj.ti,u es- ahora una conciencia his-
para Ia situación que.ta prod,ce, y á, y tórica, v en eI1a .oütu-t"rl.e el hecho de la interdepenclencia
En unas circunsránc¡as 'direieni.l, .J";trra .i.;r;;;l;;
-'ü'r"..^ii-
iá,i.l*q"u" "r-,-"ll^. entre eí sujeto incliviclual *que ya n9 se considera como mera
inevitablemente criferenie tarnbién. I-as crrcunstancias .",. conciencia, sino comá p"rsoná, en su íntegra-realidacl- y el fac-
nen a _la. verdad, pero naclie s" ir,rporr. a las circun;;;;";;..-^se ir:iuo_
^ tor situacional cornrin) h{ás que la tempóralidad de la verdad'
. Podría. resultar, sin embargo, qr. el curso de
las el historicismo tenOáiia a revelar la comunidad d-ei ser de la
cias fuese ordenado, y revelasé un'á circunstan- verdad, glre es el hombre.
á. p.i".ipiá-lrr".ro
a Algr'rnas de ras l¡odaricracles ¡re
esta "rpe.ie
crepenclencia, e, IaJ cuares Pero aigunos pensadores, inclinadcs-hacia el relativismo' han
en\"uerto er orobremn de Ia c¡usaria"J-i,i.riri.r", está
se.cxanrinarán nás ecrc- creíclo encontrar en el hecho de la historicidad iustificantes
Iante, en el'capíturo c.a'to. ¿¡ora ie iir";r'.,".o.r..isa. paraesainclinación'I{anrecurri.copa-raelloalrnar¡ersiónpu-
soramcnrc Ias r,s_
tructuras ae ra tei:cera reiación constiit trra-'iel pe.samie,to,
relación histórica, y er probrema pr";i; d"';;'ir,"g.^.ro. o sea ia iamente psicologista o,,personalista't_del historicismc¡. Fara ex-
con las otras cros. pUcaifo ésquemZtica*"r-ri": la l'erclad seguiría ciepenciiendc c1e
I,A HISTORIA Y LA VERDAI)
LAS cuATRo RELACToNES DEL coNocltufrE¡'ITo 55
"oosiciones vitalesf' de indiviciuo o de generación, o en múIti-
oi", p".rp".tivas limitadas por los puntos de vista personales.
^ Ei tránsito cle Hegel al relativismo historicista es, pues, teó
ricamente análogo al tránsito de Descartes a Berkeley y a Hume'
Al término del uno y clel otro 1o que apunta es el solipsismo'
Este es ei resultado que se obtiene cuando el idealismo se
exprime hasta las últirnas consecuencias, contenidas en él implíci-
tamente. Y esto es Io que conviene coilp;:ender. Pr¡es en filoso-
fía no basta, para desautorizar una doctrina, aplicarle un no[i-
bre que la defina como contraria de ia propia; pero la definición
es indispensable para comprenderla. A pesar de su aparente
realisrno psicológico, y a pesar cle su vitalismo, el historicismo
Ia, cambiand" .;;-_;;".ruv pclrilflfiece el esquema de esa fórmu. subjetivista es una forma de idealismo, como 1o era la doctrina
de Protágoras. Un idealismo que, para ser consecuente, ha de
;i"*
I

ffi iH
afi f q u e "j.,
rm a L *,ü iff?i
cs izu;j;
ra experiencia empÍrica.
;,;;. j; ;lr,,?,
L l.ol i,. J lfJ: Xf -J3J;
ii:";j:,
?::
;:::,,:t§,; iJ I:i,
;n
f t í;i l negar la posibilidad de una ontologia de io histórico ( como la
de Hegel, Lr otra cualquiera), de la misma El.anera que el empi-
Aunq;e';; \:: rismo rechazaba \a ontología de Descartes, o la c1e Leibniz. En
"' clla Iaii,;:'': l,l#,: "'' #' : :Y"" !ll;,;
I i';.ii. sentido preciso, la "situación", para ese historicisrao, es la situa-
*".,: 1 3 :'i
ténlic; c;;;,á;á',]i _tun
i.l:ti
: :' I
i i

cohcsión .uj.rir, ,i."In" ción subjetiva, no es la situación histórica. Pero sin canttLnidad
.;ffi .u- no hay auténtica historicidad. Es un falso histcricismo el de
¡ili# ?" fl
H i,X' i ;

tr;smá.',nrl*r;;: jI:'".
::I:,:: T, 1", : : il ."-"u; lfl Li rHi :i;, 'l*o."n-
i :I
;;;'
.1.i"
;

i; quienes afirman qLre la verdad será siempre una expresión de


quien la piense, será sólo un proclucto de su propia vida, y re-
sucede. EI ser depende J#r;T?,;li según lo qu. nre flejará primaria y directamente su situación vital. Refiéjará
pued e en á;i iu.;;*it ^píircCC, además las circunstancias, en tanto que ellas influyen en lá si-
aer; n¡t ivi r, ;á':;.*i.,Y: : tuación individual. Pero este reflejo o expresión no aTcanzará
".u 11. i.."i,r,
ri i;;;;;ii;;. f"I n ¿ti
lllil ¡" :i.¿::,.;,";iJ.
.
valor de objetividad, porque el sujeto es un "punto de vista,'
;:#: :"J*; # Jgfniá, d ivi_ irreductible. Del conjunto cle factores dominantei en la situacióir
a ra de prorágoras, ro semejanre histórica, el sujeto aislado sólo puede reflejar aquellos que en-
g5r;t3,5i¡#'ii"-r H:'':,"-:.1'v. tran en su limitada perspectiva y condicionan, justarnente, su
;; .,:
d r d;,
1;á; ; i,"'.iiT
cambia ét mismo I, T,.* e ,If,no...lu.;
::lld" ,ñir, j".;.ie
puede. captarlas parcialme.nt.,
La un,versalidad dei cambio V
,i"
l:T i;; ::,:iá ¿,: f ;:
y actemás" sóto
e^llas lo que lc par.ece.
i particular "manera de ver".
De este modo la ciencia es imposible. Forque Í.a ciencia es
transubietiva; es, como veremos, un negocio dé ir:tercomunica-
f,u,oI"ár¿| reforz¿da ahora por.
modatjdad nucva á""-1",Ii""::^:i_"1?oo.
ción. La ciencia es un hecho; y cuando una .doctriria, llelzada a
esa sus consecuencias últimas, se contrapone a los hechos, bastarian
1r.';;;r;;:;:[:",:: :J devenir histárico' Podrian comenrar. para desecharla las prescripciones formales clel método, aLtnque
'.
i"^i"f d:ñin'ffi };ii[l[:iliT:,"':ü8,'rHñsi*,'n
ción,. si por su ac-
no hubiera otras evidencias. En este caso, la evidencia decisiva
es la de una integración de la estructura horizontal con la es-
-queda áesconectacro intelecruattLol.:,'q;liaad tructura vertical, en la articulación interna del proceso histó-
frHi¿i f;l i;i e, conoce; É;;; i$
i# rico. Esto basta, de momento, para dejamos situaclos en ierreno
.ii";¡o ";l"i.j:iHilT.o!"1, n,i; transubjetivo.
n o e n
l;ii: :
re nd i ó, ?i :',;:,.;,,1i.,.,.."*,
1ff
La estructura vertical no bastaría, en efecto, por sí sola. In- i..,,..
f:,hol entendiclo qtre, si iiliilá:
¿""""ii.""r,i
hech.o Ía estructuri, ,.nri",,ir"iii'i"ril¡in
*ln::: ¿:
riecho, tatnbiétt c.c un
i:il
i:,{
tersubjetividad quiere deéir intercotnunicación a través del tient- ..
"f l'§
llo, y no sóla en r¿n ntisnto tiempo, en una rnisma situación ¡i
posibfe ln ciet¡cin. Cuancic, -es"ü ct'tva obictiviclad ltnce
í;;;;:;" histórica. Por el hecho de que yo viva en una situación determina- -"'''
il ly"nii:
de
et rcsuitado
utta cliscontirr,iá'a ". ur'¿"r"ri;.:;:1*.rurat no .sc roma
Ia paracloja
rbi
da lto puedo aislarla v consitlcrarla aparte, desgiosada del dis-
a"i tl*i.n-i't" §i"3I3:-o"!ien
.i rspersrón en curso histórico. El aislamiento de la situación trae las mismas
múltiplós i.i
consecuencias que el aislamielrto del sujeto indir¡iduai" Consi-

.I
.f;
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¡'!r
56
LA HTSTORIA Y LA VERDAD
deremos al suieto intesrnri^ a- r^ LAS CUATRO RELACIONES DEL CONOCIMIENTO 57
mos a la situatión ----"" en
sir,,o^ix'. .,^^tegrado s¡r la ^r-
¡¿ situación
srtu?cl^on hislórica; considere.
hisfórica.
Iot ?
nes vitarei."ü;;.;:"ro ta comunidad ^^-^:¡,,1
de i"; ñi;ñi";".?r:ii: vismos de viejo cuño que se han acogiclo al historicismo, y creen
g."ll t.". a e r a s i t uac,1ln uurulttt'

a",.iá * L"- #§ iir', ü,l,l'XJ "iJi:'ii,'jÍ encontrar en él confirmación de su tesis, ponen de relieve sobre
, distintivos
orstlntivos "^v' Dermltir-á -raqo^o todo los hechos que se encuadran en esa estructura vertical, sin
de iesra
",?,T"^","_Tfl,
.permitira establecer los
t";';;;;: articularla con la estructura horizontal, y como si en elia estu-
3,H.;L?;IiJijlii.jtrm*Xr,u,:'*::,,r.",,r"u1u{,tr viesen concentrados todos los aspectos de la historicidad. Aun-
urares, o mod.alidades-cle y p-resentaran ciertos
ri.-.: que el concepto de situación sea un concepto históric-o,_ no pa-
>
ciales, utcr'ros carac,eree
caracteres éo^^
comunes al pensami".,to espgi¡
-.,n"ifn.t,!1Tp-?l :.;il;:""'-'a' rtce entonces que pertenezca al orden de la temporalidad. La
{" clol1 a Ia politic, y r.-."lrlji'il
1Í:, económica ., ". t^-_r^^Ilr6¡ur¡udLr, a las formas
á y-JI ' situación se desprende de este orden, si cada situación particular
; ru;-f;Á";;":9'o' lormas de-organiza-
' ' '" constiruye lu T-I d.
vida en general. T.d;-;r; se define atómicamente por sus rasgos distintivos, de tal ma-
de ,a histori.,",rtp.tr.u nera que ia propia distinción rompa ia continuidad clel proceso,
.;"i,iá".LÍr'üi,1";
"".il.rr.'9 ;; deje un hiato. histórico entre una situación y las siguientes y
l3^:9" r" ru ^ yiü; "",l"'ilÍi;., :il,],Xy:,:,,t."
r a vi da, .,",,9j.1 i, Í,"f.,Íif lli?: ::,
ro:, ^,-,r:: anteriores.
Ilt*o.anterior, el ae rio.,'";:;-ij^""Rra es.tablecido el""]"iJ"y
hist oricismo ?r..#,rrpo empirist a. De, nilá' ."ñ,iJrir??
subietí- Es cierto que, en tanto que forutan una estructura vertical,
oe rues tro r¡ero r o;;- ;;;;.í.', Í,|' ", r',i;#'|§*"¿i: los rasgos comunes que permiten caracterizar una fase del desen-
lo cual
m uv s eñaradam á,' volvimiento histórico tienen una cierta permanencia, sin
p..I,]:: ;;;.;;i¿;' :=# rY,tr:' ",ll'l*t I ó,ff 1'"',i
", no podrían ser identificados como distintivos. I-a fase deci-
"
no consisrc cn ari'nar mos que tiene duración. Pero este concepto no solemos enten-
expresión del tenor vital
*,"rl;¡.:',historicismr-!1í"i""_
roi*u'iu,'vuna a;-lJ'¿*ill or" ;; derlo en el sentido de la temporaiidad, de la auténtica dura-
ción evolutiva, sino más bien en el sentido de la estabilidad. La
d"a;;ir;""iT,.:i"iilf |,ff fase dura porque en e1la per-duran los lasgos que la caracteri-
¿" l.l#i:+sriljyi_i,u#;l*ii*; zan. La situación no dura si éstos se alteran, y de esta manera
r"r'Jiiri"nlStu "'u--'l'"á;: ^rl* nueva
verdad, .r¿i-J. cr ,exo
parece que la situación haya paralizado transitoriamente eI curso
;;;":'i"'i",;'i,Lfl*X l"'?,.*-o:u v J^ii,L cn-
quc rc su-
sobre ]a articulacióri histórico.
porque et obffi?;;riiidfi i";;.;;,
Jr"Tutproceso, no Desde luego, la ma.rcha del tiempo se hace perceptible sobre
-continua a"
*_ .,tt"á"iJ";:,;;r.:.:^y1,
srruaciones diferenciaaas..si es una serie
disj todo cuando aparecen novedades, las cuales destruyen o alteran
hi;;¿;;; ;ááa"éñ#
-Jü po siruación jtrstamente la estabilid,ad de ]a esiructura vertical, o sea la or-
31""'" de" aq;3fi:i i."J'#"r "' :3,,T1 t'-q . " "on.,'
manera 1
a rc c e j u s- ganización interua cle la siiuación histórica. Pero esta organiza-

- ;§§[::r"É:H:'i'
:-\ ltinlivos, i
tuv uleá-á;;."::':::,por
\""iiÁtir'ui'-1atso
l;+fi:]i:i
n#*¿TEi,
#,:*iii:l
sus propios ca¡actcres ctis-
que no tt pu"d! hacer,.'y
á!^.ii.ri'dc ér para
cion contiene siempre un factor dihámico, una potencia gestora
de futuro. Lo que dura perdura, pero también cambia: 1o inmu-
table no tielle'duración. Cuandó se desdeña este factor, ios
mismos caractcres que atribuimos a la situación la paralizan, le
' ',,,atn
li;';;fil ii'lfii"3;,l.3li"t§,'^'"," "'uíaf dei'""'liá"i"r
iái;;.,;;H,l';,:l:,n,,
p,.iao" ]mponen una estabilidad que ella no tiene. Y entonces, al cam-
biar la situación, no podemos explicar cóilo surgió Ia novedad
"ut o.u',- cc,m caci ó,,
",
i" v uni ir que produce el cambio. El presente era estático, y no podía
: iT i:,,n ['-,1 : ij' T,'i''"*"J ^il:"';': i ;:"§i;; i;' X1"" i: l,; :U*
o
contener virtualmente el futuro: el por-ve:rir no estaba germi-
- 1r p;;r.;i;; Tj:il";,'f,lJ:;:,lli l::l:",'ñ. ij;'* ;, n, o .," nando en el presente, y asÍ Ia noi,cdaC aparece corno algc pura-
mente grartuito, inmotivaclo, ir¡acional, prodr,icido por genera-
d:t taclor rcnl que
futuro *n p*nti,""', '"" es.la gesra-
::il
presenta .o.n",rnu "lserie rlo el. dccurso lristó¡ico;"
;;-
ción espontánce.
de Ia historia ^:-:^o:i inconexos' Pcro t'l ¡c;rra En la nl-le\/a situación ¡.soi1 fluevos todos 1os factores, o es
,..,i,,?; r""r. "I^i?
i";!1lj; :;;:::'" la ]rersisienci¿r cle alguncs factorcs viejos, ir-rtegracios en los nue-
- r. o q, á' r, ",, y á,13 ;i *,',?." "l J ::,.:X r.'os, lc c,ue manttene la coniinuida.d? ¿.Ido es ia prr:sencia clel
if r,
"i
n i

es hisrórica ;:I^"'?Sión del "puni" d", i i;;;,i:''i;,':,:,.,


"l i
¡nis,rro
pasado, adernhs cie ia gestación c.lel Iuturo, u.no c1e ios rasgos
constitutivos de1 prcsenieT En suma: ¿no es la est;:uctu¡:a hori-
zoutal el complerrento necesario de la estruciura veriica.l, para
una comprensión de ia historiciclacl? Siendo así, q,-iedzri-ía iecisi-
i! ve,
yt,pues, lá esrrucrura l/crrj--l -i""#ir,"'r.11¡:lHx:iJ,
eitrucfu., u..tr*i. -^ -9'9
es Ia .situación constitu-
-i*a+ír:,ll,ii',::ix!!;#,#;:,=^!1",!;:,,1':,';:l-,"';;r:
pues, ra
i:?iill,T"
vamente elimir-iado el relativismo de cariz "personalist;r" y pers-
pectivista. La aitténtica pc;'spt:clit,a hi.stórica abarca el proceso,
., '-f-]"'.,.-+-.1-.*."._..._-,.i.
l
. (, j, ,,.
!

i..l'..,,., ^
',
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l'\ - .",.
r
i

-q8 LA HIST{,RIA Y LA
LAs cuATRo RELACToNES DEL coNocrMrENTo
VERDAD 59
no sóIo-.la situacíón.. Las limitacioncs ,,t ,
dc su sombra a la fi-
no n,, erren j,i,l^"jT:.t:t* ,. Pero el pesimismo vital, que sigue cornodesvanece
de. un filár;;;;;;spectrvista n.:
."iH'iI:: [,i;J3 a crireiü
á:,:T,1;:.:J :m:d fragme,tário,
*¿";; á"'liriáii"ismo ré .o*p."r'de .se
cuando ia
;:;:Fi i "¡ ili;r¿i"r;;i.ái"¿ár sentido en funció, de la uni-'
)

Ia acción hunrana I
dad horizontar. caoa'pr;á*;r-.;rp"cífico c.le ,

u r aco rd e : .:g
;ü' ; i,',::t,".{ JÍ..iá. ?Ji,"¿Í3i ft !!i ti.n. ," propia linca horizontal dc evolución.
eran
,Antaño se creia ,

."". _ T
4";?: i-"ii.itrá"n-te que estas dir¡ersas líneas independientes
i$[tf¿r|;Xe:entido.";;i;;;,.',co,r
;. tuacionar. ras olras notas, o ]os otr
ffi;;; át.ut. Lo conciencia del "hecho de histórico" ha revelado
--.,,,
-^:,,' ia ;"jili #"ónica o todos los productos
ü-i"tá.a"p"ndencia y unidad de se¡ticlo
.,, illgilt; ulu1'1fl1;:,,?.1.^ ::.:Í:,iñ
-,r-g
;;;";ililj, .jÍ,
::j,:riruven I;1:T"r"1il",:"&,,
qu" ru"r;t.ración r,¡,i¿.i"r] pi.o unti"i üúá¿t: Sin embárgo, esta concicncia sería -y
y si nos cliera cuenta nada
es-- rnuy de-
más de la
1: inmine"t.., lor-u.;;;"J Jjr. situac ili;t" perturbadoia,
,:., " \1"' .:" nes slre in ,rr,,1.r,1?yljades
tro d u ci rá", s á' ;,iri:,",ñ iri.gtr.ió.r'vertical, situacional o presente, de esas creaciones
: ;, _ i ;H X'." ""
r
;"1¿:"íi31, ioi3i":'LH" hrrriurrut en cada época. Con esto se rompería! las líneas- hori-
I. y#,unidad .,-,",oj#ld1d,"I^".5tp.arl Ia esrrucrura horizontat de ui zontales de continuidad. Estas líncas se consideraban indepen-
*Si: t¿O ?ni::il i:#"'; iJf; ::,iJ':1, vrla*".# dientes unas de otras porque no se les atribuía propiamente ca-
r fl :S, T4lurolllca
vr crusr, SttUaCiOnal. ÉL ; "' qLLTl.lÍ
Esto quiere " rácter histórico. Pero tampoco se les reconoce este carácter A:
9".i. ;;;-i;'lti,ro.i¿r, no puede cuando se consideran discoñtinuas. Si se ronlpe la continuidl¡l '"
, l ;?,f r?:lJr:::1'r*"'actuares' 'i;-t';;' cn cuenta los "u.u.t.rirut!i
porenciares, ho,rizontal de cada línea, trc se comprettde cóito ni por qué re-' :",.t'"
óroduc' ' "'' "
prese n tes' como
Éi'; il';;i:"":"á' lo.s,
..: h;.;i;; á;i'p;;il;: sulten coorclinados vertiLahnente, ei cada- siiuación,'los ^que
,; vca .á,ii,.,i;^;.;;o;lj¿:::: i"j ,.3i:1'-qr" v der il;;;;'",,"iu Lni¿,¿ tos que fornmban esas \íneas. Ñada tiene de extraño la, .'.'- ,

damen re, po rs u e n^ L^,, J^:^-r ,punto hay que insistir mar_


caclamenf". situación verticalidad del presente- produzca Ia vivencia , . ,

pensamiento"".1,r. i?_h;; o;j;;;'


_ri"*po ; J ::;?"?TrHi iir'á:ii. #Ti -iay se exprese en este tono, como ha hecho la filosofÍa .:.:-:.;,
del absurdo,
de nuestro liJ."tr-r",,o"u. sueltas gue inter_
tli,X?":I existencialista. Pero el sentido histórico no se manifiesta clicien-
l,:"a a r p res e n r "".1:,3:,111 1,;9i[; a',1' ?i n .¿ o com o esá referen_ do: "el presente no tiene valor, porque el futuro será distinto".
ci e. r

" "*r, "Lá,,üi.1,.1 il, r.Í.1r. ::"_.".T$ ;.J, Ji. ;:l:


ticat. Esta par.iá,,oro;^:.g,,1üil;';;;.;j"mpro
"n O diciendo lo contrario, que viene a ser io mismo: "sólo el pre-
en un pensador sente tiene valor, porque el futuro será distinto". En a.mbos
s roric is ta a r
hl,l5¡::,j:1",,{? j,:I:"::.^,1p "; e;;iüentjdo en una casos el presente pierde s,-r valor, si quiere tenerlo propio. Es
r, gi,;,; i; #;,,#¡.t,jü rirosoría
ru; i
i
se atomiza este proceso l,,:,.?jf una paradoja de la crisis que ciertgs historicismos (como cier-
1
y "H
ras ,nas de ias otras, quá le ."UAirlá" en situaciones, distintas
";;:.ii:i:"j,.:^9:l tos existencialismos ) produzcan esta peculiar contracción al
ro._u"
conexión ,trur .or, .,jr;;'"";:'::?:^-i",1'", ."ri"" p".o se¡ie discreta, sln presente, esta renuncia-al pasado, esta esterilidad ante el futuro'
srrma, sin duraciór 1'I1l: :1" principio itirerno ¿i tiiirir'¡r; Cuando se percibe la conexión funcional del presente con, el
una eslruc¿r.u frn.,."#¡u"crural ; pero Ia historii .r,_jiri.#""t", ", pasado, no solamente se evita la discontinuidad histórica, sino
crrancio se niepa' implÍcifa que adernás el presente recupera por esto mismo su sentido, vi-
o exprícitamente, esa conlinuidacl tal y filosófico i la vez; y en fin,-las líneas de evolución de lo.s
:::-ü'ix,l?
ser í*#:¿:.,áj,,:'
comprL'ncridó i::::: á.i:i,o, ¿
" .;i;
-.
i,il;;;,,. distintos productos culturales ya no aparecen desconectadas,
sino formándo un haz. Lo decisivo es el hecho de la evolución
unos cn relació,-, .or'*^'.-1:iualizados, pued'en
rorman una unidád ¿" r.,,i;liá.'"i;;;,!""t#*Jffi:,:l,:. r::i,: unifornrc, en estrlrctura horizontal, dc todas esas creaciones hu-
crente si no se artvierre manas que corresponden también unas con otras coetáneamente,
dad. por scr cerrada, resulfa
¿. á¿-Já";;;;"" y adónde van. La verticalmente: como en la partitura de un director de orquesta
carente d, uni-
e r o, áen r *.i.á',' están repl-escntados todos los sonidos en ia unidad de la cloble
Iin i r. iu i g
revela solamentc cn",la conrlr[TáI¿." ;;;,
i; p:;, r:,-"?:,*' ry" i:":?¿: :a estructura armónica, o vertical, y melódica y rítmica, u hori-
imagen: es inevitalri" -l,,l"Ii"JiIÍl rara expresarlo con una zontal. Por esto, y sólo por esto, tiene carácter histórico la si-
os'"1r":"¡.1ó;:':,#;i"" oJ§;""'#TLi:;: :j":,4 .91i, ;;i;o ; tuación, al1nqr1e, cle momento, ella parece consistir en Llna para-
rica''. pi erde con es to lr'ñ".ñi.ir,' ",, Iización del proceso, en Lln presente estático, en una suspensión
;,:"*;#r,i;l3l::r"ffl3-
rj .,l,, 5,..ión cr cr pa sa do co-
de ias mutaóiones, de las anticipaciones y de ia actividad crea-
iilll ;, X1X,TT¿1",,.,.j:,X **" iii i dora cle innovaciones.
estará presenre, y a"r .iili ',,;';;'J;"":";,!::,,JJ." en que ér va no Pero, con el esquema de esa doble estructura vertical y ho-
rizontal, el problema de 1a verdad no parece haberse resuelto,
ÜU
LA }{rsTORr.A Y LA
(;*,",... _ VERDAD
LAS CIJATRO RELACIONES DEL CONOCII,IIENTO OI
'u, uE toGO Io gue Se cla aquí ,- -'." ""rv urlren0erta del preSe
.
- :I f su propio nD ahora; dcpenderí,,3d:ñ§: cal. Si la situación teórica, en una fase cualquiera, es una cleri-

'':
l- '
'. ., ,lculturares
;I
curturares v uJn ;:i'rl
á'?:*o' ,b.,-ü,r.üáofrttulo de otras manifcs¿aciánl
éÍ:*:',i"'fi.g:l"li:"i!:1" i::::'f:l,ltff: ,¡ación ctialéctica de sus antecedeutes, no se percibe de qué ma-
nera pueda esa teorÍa alcanzar la verdad de adecuación: la
. ,rfirosofía ü1 'o
y
;;:,:il}"?:,::
; t cn ., n', ;:'
a
I If coircordanrcs.
.'¿;,i.;ffi ;' ?,0,' ?,:?# i jl j "#. verctraá surgiría ctre sus antecedentes dialécticos, sin dejar de ser
expresiva; dependería detr pasado nqás que de una confronta-
¿euó r"nriáJ r:;: X."j::I::1 hi.ró'i¿;;:ál; cién actuai con las cosas mismas. Cuando ac1uella adecuación
pi ffi ;;, iir
i : tcsPondcr
+x#,l, i : n:
.: [# i :, se cumple, en la lelación cognocitiva, el resultado tiene que ser
independiente de cualquier mutación histórica, aunque esta nlu-
la politica, rrl.;-11',tui
...-,.... "t. n LT:
ia evolu.cjón á.i-..tI,
dadcs?, Cue hiciesc el tación sea estructurai y dialéctica. Fero ta.mbién tiene solución
lo |cnsrc.lor
',¡ralanoso de " ia aporía d-e la expresividad.
gg iJit"H,ir'.xílll'll
te ra vcrclad ro Jraya planreado
cie¡cja, v"'.. rrr-i"l,.del, pensamiento, o ta iristo.[;á;' n"";;
", iL l,
quien pretc;;;';.;i:]:19t 9u-' la sol-rción 3. Es ¡¿pc¡sAnro tomal: nota d.esde luego de que e1 problema,
r"tr-,,o'-o''rorL ", ñ;;;'i;;;."::
flo puede favorecer a
tro del campo ."rr tl'lt'-t "i posiciones en el momento actual, perma.nece el1 esa situación c1e aporía, y
ac ser expiorado lrr.-:' qt'" "' *ti'ii¡"r,gatearle cl hccho mismodenl habrá de seguir en ella foi'zosamente si no se altera el escluerna
*¡t"'";;*' ha' de su planteamiento. Ya es un paso decisivo haber logrado pre-
9.u§, al anadir lodav;ta,t" conilnes, sin temor á"
crdad, ésta acabe ,_,"1 9r.or..o-.p""1.'T".i sentar los términos que han foimaclo hasta ahora ese esql-1ema
:[i] ;i i ;,j,X.:X:o?^, Í;, en su total complejidad, sistemáticalxente. Pero esto no basta.
vc rciad j nh c r e
n r e,. i:,T ":] l-;lT t:.il:,*
[?f?i,,:X";",X'.,]-,1.,"1i,ü';";i.1;;§il:1"É:'X.Jl,:"1,^,;:l:l::i,,;;
:

Quiere clecirse que el problema de la verdad y de la ciencia, sus-


ra des, i,tjflJi¿ "- tár, p lll; "r".l. "l.t":,l;f [? ;flfl
cn \.cz o" ji citado por ei hecho de la historiciclad, no tiene solución mien-
tras se juzgue que son tres, nada más, las relaciones constituti-
ra r ía,r; ;"i#;;.
.
"r,
l:,*!l; ".í.".,,-
dojógicc) con cl-
Ii, i,ii.ii;f,,,i,ui ;#xI: i,="
cral cs el esqrre*r *áio- vas de1 pensarniento: ia relación epistemológica, 1a relación
compJeta. ' '"-t ha de llclal-sc a crrDo lrguclla
iia'iJ',,1,,1',Yi^tz?nrat,
crploración
lógica y la relación histórica (en su doble proyección vertical y
La tercera.relación consiitutiva horizontal). Si fueran éstas solamente, 1a integración de ia ter-
\\, ' relación ¡;sr¿rica,*c;;ir^'.",'l:'t:'j,-11.d"1 rJcl pc,rsamicnro,
^o,..^_:^- , o sea la
cera con las otras dos sería en definitiva imposible.

, i I"i;¡;--?: :;l:";:?""ff'::.:.,,1.Lij::n, , ulu e;;presión, y ra hace Pero hay una cuarta relación, y es justamenie la introducción
de esta última la que, en vez de compiicar más Ia situación, per-
' ir¡!:'l;'fi
ii {íerclad;o'":J,1"".1on
pi'ni"'ü,,,il:::::f
Xi," 'q en QUf r¡c e :Hil1i^,,''il,l'.* L": mite integrar por fin las otras tres. Esta cuarta reiación consti-
tt-ttiva es la relación dialógica.
lí "i,'J,'; " ?T ;:::,'"" iil El pensamiento es /ogos. Es logos en el sentido de razón,
r ía c r ra c o. r
oe nlanct'a fldcáigna
" "-1,,
:::lllj
ü,' ryiiü
rlo )'cprcscrrril,'Í¡ Ia rcalidad il:;l: y a la vez en el sentido de palabra. Estas dos acepciones clel
una modalidad personol, á ,,i".r.i"]¿1(r tan sólo ta versión término son complementarias o recíprocas, coino el anverso y el
..*gi r",;."[::¿v.T:?T,i, i*err,,^r,;-,jt|l-u
L] c, j I ct;n t ras I
c ¿",.11 rÍ!
de reverso de una moneda, y no debieron nunca desprenderse la
J'li,Í:': " r a r¡ r
una de ia otra. Toda palabra es racional, toda razón es simbry'
lica. La función analítica, sin la cual no puede haber filosofía,
il:tr;i,:^ ::,::;' il Xli,;rl,i,. gi::,:
f,"..f
¡, o q u L c..
a n u Ia do,
sur. cs ,,nr rera-
a veces ignora cuáles son sus límites, se desprende de la reaiiclad
;;?,1J';:lH'?: ':i?l::il"' L;;;i;;,ii'Y,''en"'' que era su objeto, y en su marcha desbordada producc lrons-
pe rs pec r i r i c, n o,,,,.,''] "." ;l lflj;!:;!;:"{, ii"
(lrl ci nt'escll[c. i';; l;:;:'J: ?":;
truos de abstracción que ya no corresponclen a cosa alguna.. Cada
no e:,!á rc5¡rc;,,J. é, '1 '"¿¡rrrr cl p.oLt"n.r, nuevo rnatiz que se descubre en abstracto parece justificar una
,los h,, ¡,¡"ir"-'.,,r".,,i,'n"lllclltlu Qltc cJ ¡niliisr.s fiios,,licc_hisIórico
^Pcr']o cate¡¡oría diferente, y las rnúltiples divisiones y subdivisiones
proccso dct L,;;,:.;;;o '¡u lcrias I¡s rrljcrrtacior:c: ¡;.1¿c¡¡cas'llci plausibles en apariencia, porque ias labrica el entendi-
¡ v.óase ra nota ;;;j::j"'":tredaría en p1e u*a antinomia raci-
-todas
miento- parcelan el objeto y acaban por disoiver su unidacl.
-.
timraciolcs,i.il,"il"li'l;oi \g
c',rr('§pó.d. a AIgo así ha ocurrido con el concepto de logos. Ya ¡:rarece que
:;1, [.;:: 1: i i +u: I
: i
l:, :. :] Í;ii ;,,,"", I I
f :] i:
I,, .i it#lt "t, ]il,,i:.
:.'¿.¡.i,tci¡,t.:,:;:,:,;.;,':¿il,¡li,,,i;,i,i.cr,.,'ín,,ii'.:)',;i,/",:1,,:,:h,,!',),,,:,{,,i;,i,!,,,1}
Ia psicología sea incapaz de darnos unas significaciones fijas,
unívocas y claras para los términos razón, er-rtendimiento, pen-
samiento. Entre ianto, parece también que exista un acuerdo
thcito en consiclerar cllle esas tres fttnciones rnentales (lo misrno
¡l LA HISTORIA Y LA
ii VERDAD :
I si.son tres, en efecto. orre ei LAS CUATRO RELACIONES DEL CONOCIMIENTO 63
mrsma función) tier'' que si son nacla más tres aspectos de ' diríase que el pensar lógico era-como una acción intransitiva. Si
son ope.ac;;;;l .ril^:oÉ,1fot.g o nacla qu,
p e n s a r si
pensar sjn e ci r,
n ddecir #. V'".".:
orlLrrurusas. v cs cierto gue J,ó"¡rui"i"nto se expresaba, l.a lógica cuidaba más bien de elimi-
Ji ni propiamente expresivos de este logos.
palabra ;l ,rr'liri'.i;.o"'9 o 11
"uAi-'-"."'
; nos induce a creer":iJ
^J'j"^i*: que el ""#:'; nui toaot los factores
" on
enteramente loios ié iuzsaAa, y se juzga todavÍa, que estos factores expresivos
f:,- ^ ñéhc-*.:^-
zon. distrnra g"t t^-^^'-?ám;
dct r,g,,
:,"".,,"i;;;;;";
mientos pueaep-s-er"'
v ;',:;tiffj:,Í,',i1,:.
c'L.rlqlmlellto. Según
lor" oa comprometen la puteza conceptual, indispensable en toda Jormu'
y arrastran consigo la ganga clel subjetivismo,
p, ir. .",,, ii,, ii,lo;:i1r"",.."".,,i; "tro", lación científica,
ll^ s:
acctdetl,s ---¡ iTvrrodr' r-a l3l_ lq "*p*.;ln,li
expresión
xpresión de la imprecisión, ta falta de método y de universalidad que son
.

:?u,,: ai pcnsamiento-
?!,pensamient- se añadi
a¡ladiría propios de 7a doxa u opinión precientifica.
rra r-tatltdo psicóloeor j'
*^ )rrr sln ernDargo,
embargo, que.han
^ Por esto ha resultado desconcertante que diciro factor expre-
cjónf sobre el ho^l-^ que han llan-rnr'r^
Ilamado Ia
"f ii".frá"q"r,
l at
sivo del logos, tan cuidadosamente eliminado en la segunda re-
iX¿' ilÍ ni j,: : r.LX?, í ?' iÍl tif,l, oi,1, ",,,
u rc n, e, ;;";-,
yu pirr
; lación constitutiva del pensamiento, reapareciese después en la
tercera, o sea la relación histórica', El -peso de 1a tradición im-
¡.o, es "fl una runcióñ ^_e.r.voüg, q;;;.;";,ros.recienr"., pone unos reflejos condicionados a los filósofos, y se comprende
-. s un
cs. u n,,"cli áloeo :i :¿ 1i:1J..
s; len cl;;;;.,'
J'Jii,[T:,:].: ".como J,l :" TlT,
cr i ár o so,ir
".,.'i::
designarse (on un sustanrivo, ;;;;1.:;#t:l 9.rsepensanriento- a,,Í,,,'io,, ásí la renuencia de muchos a aceptar, con todas sus consecuen-
.1j^?.':t1 r"S.-'"^.1 rio cias, el hecho de la historicidad, si la aceptación ha de poner en
srno con un verbo, compromiso el valor de la lógica, que estaba tan afianzado, tan
J,',1,); XX?."1:f;H'J: de.ra acción ;;;is;"e' por es¿e verbo tran'
orro suieto,i, p".uofti' cr or:iáio"pl-"5uQcla .;.;i:1". acreáitado por la milenaria tarea de la ciencia. Sin razón "pura"
comunicars",
comun ica rse. ió
mrnas cn que r"'o,"3oo' ^o- 31., á"i
r. pei #:*;Xl::.,^rI:Í
!¡¡ ELr¡EIatr ",a Qulell se comunlcu,
cste iif ar_loafior posibte,o puaa"
Sitt".á
¿cómo podría haber verdades que fuesen válidas objetivamente,
universal y necesariamente?
et pcnsatniento lo's tér-
"iie"ii¡- Pero el valor de Ia lógica no sufre mengua, sino al contrario,
"^*?. rsi. ;; í; ;:"'t¿ta la filosofja . "o,."r.ár\áii'á', cuando se restablece ese factor expresivo o dialógico del lagos-
a.dvierrcn ;r;;;""";"" 11:::'].d" rracticionatm"rt", -ni to
En efecto : el logos es expresión; pero eI carácter expresivo del
flTi:,, d.
rermrno
;:;;;
;.^
con er obiel¡,;.rr.
;' ;".':,J:::, ;i3i, j:ti,-9 :,á, ü..,' i, "ail logos sólo compromete la eficacia de su aspecto racional para
quien haya previamente disociado el uno del otro los dos aspec-
::._ip. diatógicor .i .r srgnificado -¡is:qTri.J.:r,úr;!,ii,Xi:LT':: iÍ tos, y crea que son incompatibles. La verdad no sufre por ser
", 13,,)ii,l:i:?:.".
srgnttrca. Dicho de ,.,o
Ia s cosas
. or.u .o,,.:^tt" t''l';;
-''-'" ;.#', ";
i'áÍ r"'. i"#,1:: r";
exprásiva, pórque el logos, como unidad de pensamiento y pala-
brá, presenta una doble estructura., Por depurado que sea for-
yrquv
-'¡ yl d u o,, qi¡rauamente;
Jr, á,,i Ji,.j|l:f :::-.,1T :i
i r,o j".¡ ü " ; ;i' };' ;,: científica-, o por expresivo que sea
-en la teoría
Sl sin coopéra.;¿" áá'io;;,.;l;;l"ro?: malmente
"::, .qL"
;:"H subjetivamente una confidencia íntima-, el logos implica
:'i#;'r';";.#'i:i'J,i:;
/ogos r;::yi::"ü",,*,o, de s,,er1e
es dialógico. r""* ra rus Lermlnos comunicativos. Todo
er siempre a Ia vez-en
una intención comunicativa y un contenido sig'
.om,.,ni.,.i ;;l'; ";, o nificativo.
i", JiT, :i::i:;;X
n
J:,"
para que pensar r",'ái"r""j:"i'::.:]t,,1oT.9. ".,fenómeno ue ra
"."iu.iá sociat, q
Por imposición de1 método, es necesario distinguir entre ex-
Apa.te del di,iroso inreriorl presión y significación. Pero la ventaja de claridad que procura
;;i.;:i, 9l:!*':r
atmu .onrigá ,,der
e1 métoáo sé perdería si creyésemos que estos dos aspectos de
a
ra,exisrenci
de,nn j]::"1]r::r,^1jllr:. dr
d€l pensamicnto. o't ;'tr
en segui qtre un mismo actb, que nosotros distinguimos para .comprenderlo
pensr. de posi bi liclad mejor, son dos acios diferentes, disociados, acaso incompatibles,
expresión. ", ?'i..il1'r;t":o,11'.ción
uJurLrLaI eL rcgos, y
todo logos es y en todo caso sucesivos. Hemos de reconocer que ésta ha sido y
Durante sislos ¡,
l;; ; ;' ;, I Fo" i, J".l :*j :',0.o i: 1", f. I lt, ru n c i ó n e x p rc s i v a es la opinión prevaleciente, y no sólo entre los lógicos. Parece
g.l a primera vistá que el logos, cuanto más,expresivo, menos fide-
i ; :,, ^
[1 se concibió conro sisrcma^;;;;;;::"1'c1. La lógióa rnrs-
oal, i? sino cumo resulr,l^""'i^l"il I sButa(lor Oe la
cxpreiión *
digno será como'representación-de lo reai; e inversamente, que
" p.u.g ".
r-a cxp resió'l' 1:'.
¿"1'iJr"- lf 'l"r; ti' sóio podrá ser puro y afecuado cuando se neutralice o deshuma'
;:, Y";?* ."" nice,'cuando etimine todo 1o que pued) ser residuo vital, perso-
srjbarfcrna, clcrivacla'^:' ?,'no .iinprrrc'ze pcrquc ""
era e\¿cr-¡ra v
er¡r le reracion ,r,",-,,
o.Sidentar ¡.'ri,l.i.i' naI, circunstancial. \
,i, r, r, * i
. ;, J J :; ::: Si Lau-rLtr¡¿:1t¿tll(J i,l';,: : :, j" i :,:1 Esta disociación de los dos componed¡es clel /ogos produce
i
",,
6 Solista,263a.
i

"r":l
f l::iX i.fl
o n,É" "
tntcriocuto¡. En sLlllta,
una correlativa oposición de actitudes, en §ada una de las cua-
les se muestra el empeño de reivinclica,r un{ c1e los clos aspectos
fi'ente al otro. EI pbnsamiento es puro, dfoen algunos, y sólo
64
LA HISTORIA Y LA VERDAD
LAS CUATRO RELACIONES DEL CONOCIMIENTO
con esta nu-r-¡t¡aliclad .,r
Ia exprcsividad esencial' Todo lo quc sig-
ti,,o y uii;,;,;:#;ll'nlil?ilil;,, i;'rX::i".?.ra pcdrá ser r Volviendo ahora a,
Fre,ie a ésros, ;i;:;;';".'i;-'jf "L.^'1, verdacr no cs
ducto dc i^ ,.,i"r.-.],-t.,:ija:, que cl Deusemrcnto esexpres: oiii','iii*i':l:,2'!,,?!"oí!o,iíiá.i',r::l;í'i",HT;":ffi :,,YlJ
*i:l: $5" I 3" ;;i T l; : :lt i ;; q*,. : : :; J "il';§¿.:i ';j i, un
H
r
j :l:T"J;;'i" ,i*"í,ir,ját1'o v-t*piesivo' Io menos conceptual
-.r-r*o"to nue t'ruccta ártta'" Por: ejernplo: cada utro dc ios stts
v
clos
¡ara nada a csa ficción
'; áu&]]
-
ctelr ""suiero
que es eI hombre re.ai y;il#'; #J ;l i, i: i,?9::?,X..::1X,A:::.:
cr e ,^,...:,';I":113}1e
s u j e r o en
.n
s",i..,J,i al otlo sobrc
concre[oi át ñmo.. cle carne
::iil;:i;rü;ci" ,i-ii-r, v hace óonfidcncias
Lo primei'o que tesarLa' ctt
priYadas'
:Xi:,1;:;;i;i"ñ';;;ies o-á" quc. Ios i,ti.rl ocu tores e enti cn dc n'
de SJ;#lll,j,:::j:.:p"¿^allá"
;? pensamien #ncra ínreg;-a, e,r suv h
to, porqli" .itá i..""rái"Ti:."1?;H";:iát;r.il :li^' :;l;;;;n'es e I t."tt.,
s

^ :i;.;;;;".u..nro l",uv'" sosie,ido poetas v filósolos sobrc Ia


[.#Í: L:",H
resrda. :r" ::'^,:tj::lt"
;'-i;';;,.. una ac riru d desin ii*i..*rurc intir,.iaua á;i'r;i;;; i."*lno, soúre la imposibilidad
Dc a¡i, cre esc..ernpcño viraJ,
;,rX;;tJ;"":ll:irl1ii: con ese centro recataclo i\''""
de comunicarse o de estableLer contacto
unrco valor, Ja únicr u.riliaai
el, logos
y1l' jii.J'r""rit1o qire puede rer det ser aieno, r,*.ito'lIi;;.; ü;;+;nicación existe; pues de""r '
como pcnsal¡icnto.T "r rre intimidad' ni habría con-
Tiencn razón lo nr¡smá unos ffi";";;;; tábtíu r'áuruttiq"iera un
que olros Lo que vale tant, ei hombre' con ia r¡oesia'
iü;r;i;;, ni trubiese-.-,*áo i¿" sub j c ti va'^ Y coi,'i,.,I"t"i'i-{
arte
;JXl^.'""?'"fl,1".j: j1 1i.,,",.;t ;;i,,,T' i,.o., ; pues ra vci-dad, verbal específ ico de . r"' áipit
r¡errlor 9.los crrores. sobrc lorlo áurn¿^" 1."^J1.r,. iu-rti.of,jeiu unas cienciai analíticas dcl yo -y
cl tu- cn s
L#flX t; : ir y:?i
ciprt^ por
Es cierto, "{",j
iñ ;; # i;'
,,_,^rr:^puede
.::? fi i: "& H,x: o, i #
disnutar cLnslgo
ccnsrgo mlsma.
misma.
; mái recóriditas Profundidades'
Los interlocutores^^Já-e"ii""a""' El grado y la
cualidXl^d*
^^- una ;"i;;,,:'^t1:t]r entendimiento a que ff.g""" en el diálog:o dependerán
de l'acto-
r",li:".i;##"1Tt$i*:t".*,L""tx::.1,:li*::l
no ofrccc las gara,f
- t ¡Ú'\¡¡rrv¡t uE verGao del pellsamienl
o
res accidentales, o ¿" iu?
;ú;;;";-.,i'lo,
limitaciones esenciaies
;;; ;i^i"; átras invalidan el irecho
de Ia-expresióu
de clue
",: I: ::;,'#=;
::S,samien
pen
1"" ii I l. :i,liL
ro cicn tíri co i.n.,pig ;;.' H :?,.'"?,
.
o
";
;:
] "y,,H;!
"*, Íl*t;"rr..#Lt;$ el diálogo produce
";;;Ji;i""to,
de que incluso el no haber
ptrro, razón pure o c[.,.,¡tttrrtcti. i
r"1".";
poi: oj.. ;.'hr.:-,:r.jT^tl]"i", entendidoessusceptibledeexpresión,yqueladiscrepanciatiene de qtte
to qgue
L, e es r e i,,".."-;.,.r.,
^ , trtc, t-'s igualmcrrfe cier- ü?;';;,i"",;';ñ;"i; iá"-áái¿'"'iá"básica en aquenoposibili-
".t"
pc,n sa m, -^
:.::: :;Sr, ;, ;; i ;:, ;' :l: r:;,.itJr, fr",X; ;;Jl se discrepa. pues ui.ni ü,a"ii; i" tt"¿iti¿"
básiCa de
l::l:. dc Ia accíun l.¡unra¡la. Sobre Io ur¡o r¡ Io r,^r__._-- L
^r-^ dad de ese entendi*i""i"-á"é es 1o que hace inteligible
para
em-
luego' ambos
cacla uno el mensa¡e-t".üiáát otro? b.esde
il ;¡;;#"ñ
serÍa runesro que,
pr'a con una idcn cic Ie' r-nzón 1iiri". fr:"i1é::ffi:ii;fil"".if .";?; plean un mismo i"ti;;;;lt áe-expresión' :l T]:i1-t^':::*^
qué depende la
¡ri:r¿ii.",-."'''.n'rtn¿i.." simbó1ico. Esro se d;;;;-d¡..ontadb; pero ¿de
i rr.'cru*; uno de los términos de
::H"rt l"?i:1?,9,r;I' Lon-ccri;LlcbJeouL' .,,ü1.,)u, or,t, y es a hisr oricidad eficacia de tal ,irt.riJib; á;; áada
pero
ese lenguaje tiene un significaao T4t . o menos
r
cs1íl conirrsióri .,;r""' pr"o" unívoco'
F" ;; ;;
-i;,á.;L
producirse en Jas -:;ff , ..ff j q;" el interlocutor efectúe' al es-
ffi
con una pecuiiar disnosicirin".1o",-^,in.-Se 1L "" ^.::,t: +. ü-' I; r J. bien
avtcne demasiado
oiiu. suficientemerrt" ¡,r".Tio";%;;
cucharlo, una instantáneá referencia mental al objeto significa-
á;-;;;^;i ;;; ;;;l r',;ü;;á. r't q'" está. hablando' por su parte'
p re-f i I o s óf i c r, a
r, ü1" r-r r',. r"# ;-ür.á-"t"r.io;
;:,: :,?-::: SX i prcnsa (.'11 cse *,rrrrrffiJt"; ;';il" Io designa en su cxpresión' I
panrca, y qre cs " el"
pcrso.;riismo. "
;;.;:"t.;H,."'; ill -J-á.
t o. d; ;, i, i" i'"r".,. u 1
E n r c n t r. .. p.". i, u á
i
.t,i,,ir"r"- Ü L", tál "";;
I

ct
palabta dotadal lt'
5'X,1'";:io,li, l#|i.ji::*-xjt,{i1.",,. que sobr-e ro que ér
oe re Jrtosotía como pronunciamiento
al ntistnoobjetc, pr"riária" "", ;gi ;' "mpl"J J"
a".upl;";;"ttuñ;;i hech-o deil
o ionf"rl¿1.;;;;rr,y.,urr dc sierificación. La signiticációr', no
.,;, ' ' \(r ir'J: i*:'i'!r- :r': 'r-!e'"i1 ! t
r, p. .
" Iógicas
nes
¡ J,; i ;',,:1,; " :," li .;%,
"'Jül y rxero(t,otó$."i'J"1"
que son propias clci rrrba.jo
I:#: : : il:,
"ul?ii.,ia.u
.;"niiiü"
:,"1 ; :.1,X.,#;
., l. .oi.o.árir.iu, f qar" iá palabra sea exrlresiva'
En el caso a"
"lJ
ttnfidencia ílltilna' la expcriencia 'cornu-y
nicada poctrá pnr...r.ot" J'it^, i"ttansferible' irreproducible' que es
7 EI racio¡ralismo r, r'l por tanto lu *o.uar-;rterior c1él que se exlrresa decimos
s olitaria' ra dicahnen-
de Ia.primcrc ,.iitr,t. - iu¡tir isn:o son rlos isr¡¿o.s car:rcterísticos in aborclable, in uu Iti" a"ttlülemente
11 -los "q.rlüi., el scr profundo v auténtico del otro'
te extraña o ajcnr.'Ei-ii,
;l ii ¡ li, l;t.s ¿" lu soledad y la
qi: {'. r.';r I i?.1,. :
r t; [ir üii
de csta tiltinra, rr:ri,,. f,ri.üi:ir¡r,lii,r"i"..ijr;",;._q?Ll
*i i: i ri: "',:', ;ru1
fornrrs his¡j¡¡¡s¿5 sería cct ittcotttttt- i- ;;;;tc"' Lse lirismó
sea cual 'sea su
ltlcnt¿ dc Io litosolia /ri.;¡curtc«, passit¡t. 'talt'sttlo, ( irp. I\, incomunicación no 1i"," ¡uu" fenomenclógica'
v Et pro atraciivo poético, :"rr""aáü" 9;;ü; de á ningun rrestigio en

\
66
LA FIISIORIA Y I,A VERDAD
unar-teoría cjentÍfica;
porque LAS cuATRo REI-ACToNES DEL coNocrMrENTo 67
un hecho positivo. la comunir 'I
r Pero, sin llegar a
r.,i g_*'á"" i;,, ill??;l?l,á" :í#tn.J otra manera, ser denunciados y.corregidos?
r^r-
re ininretigibre íi i, "L?."ri;'i..".?1i::::i, sería ábsoi
m
fl-rl:qtre permiten ul - ¡1
e
clos
n in in r e i o i h
r

j'"_ :nv.olvrese unos signil q.t" ya es ttn.fenómeno diaiógico efectivo' el


#;;;;i¡i;róiór,que eslá pensando el objeLo real significado no
unos datos d. ",1"'#ll"^1::'" mediante éll^ Irl.to *i.-o
.
i:á** ; i!: : ñ
Iü: "'1:; un .,1.:.
"*^^-,Sl^er._la_escucha_refenrse, # ",ÍH-L
:.r ;, r&Hi#i':"{di,d.u:r*ti:n?:l*=,,H"
' 1'-*'"J-i.*.encuenÉra eco., rIe
Lx" : üü1
L atgo^Jefdaderamerit" rilá
iX' ;;h;^ entendeilo sino en función de r-tn símboio sl1e, por ser
inteligible,
:-.
es comunicable.
^^*--^- Uñ sienificado ininteligible, es una contradicción en los tér-
cornunidad.
'_ ,o que imporra en #;"* rninár. dntiéndase bien que, si no fuese comunicable, ese signi-
fidencial caprar et sentido .esra .itru";¿""áá.frril_ioua ii.a¿o no sería inteliglble ni siquiera para quien fo entpleara a
",
senfido ,;* d;-il"""üñl#I, ,"., sola.s, antes cle forntiÍarlo. La prueba decisiva, naturalmente,
Ia

.{ ñ "l, ii!,'
,I intelectuál co_sisnificarirzo _
",,jr31
i;,.:t i?, l;Ti.,,!t r,', * áí;;;
p
", " implica i n t e;
la .ei,
e r <
áfrece la comunicación, cuando liega a efectuarse: un mensaje
en el que se habla de algo que nadie puede entender no es un
' lf mentar un rosi8nificar
^ll_I_.:Ip.esiva
no es^otru mensaje significativo, y es expresivo sólo de la demencia, que
reconocert" "uiet-"'cu;ü;::;, es el grado-rnayor cle ioiedad o incomunicabiiidad a que puede
II á-" rlili""1TI;1J;* :1 :ÍT u olg verb at 0."""árá-
o;
"'l ilegaréI hombre. (E incluso aquí, el sentido vitai de la expresión
¿v't'aLt'7 v pnvadaxirl..,:t,ii,t1nT',13;'
l?i,Jfi1i,H1i;#'l{fi
cjón comuni"utiuál il?{}}?ffi del sujeto, ri"át"nátfu"i traé algún eco de significaciones inteligibles, como sabe muy,bien

;"r,:4i*"i ffi.;i::#i#;ffi"1¡:i*l:l,;lr%i
el psiquiatra; porque sin esta hermenéutica no sería posibie la
psiquiátría, Ia iuaf es, en medicina mental, lo mismo que es el
ienii¿o poético para la comprensión del lirismo de la soledad')

f;: H: ráFr"i§,+.,##.,1;
1Y_"durí1 rrust.aáa-.*'
exp...a
* tr'ron
L
^Pr i*ifum"ffir
sln si p'n^ificación.
do ei" " ;it;' .::.^t ", i n he ren t e in t e"¡
t* .*pí"rion
comunicativa' io
v
La intelección misma, pues, ya es dialógica en sí, aún antes
de que los significados definidos en ella se conviertan en mate-
ria o contenido de una exposición o expresión yerbal efectiva.
Por tanto, no es necesario ésperar a que el diáVgo se produzca,
cron arguna, si Io .;l',u i'"9-p;;;.ili;'"ton y analizar entonces la expresión, para corn r en ella, en
lft ?,'iil"*t":H:TH'?f,"d?J"'"T:h:::#tT,ri,,ruqi medio de las significacionLs "purai", la pregbncia irrechazable
del hombre conc-reto que ias pensó, con todo fo que esto implica'
RecÍprocam€flte: la c;_*:cj-- .,
* o',¿.: o'áffilT"á.' i"' r.u rampoco,r a- en c on rra- El factor expresiuo s[ encueitra ya en la mi$nru furución signifi'
i*Jr'["r?:i !r . r o comunicauili¿aá. " catit¡a, como condición necesaria de la inteligibilidad. I{o hay
noréue
¡3losuieto es rmposibl. urrrilrrlar o neutralizar y 1; conceptos sin palabras. Estas no se añaden a\las significaciones,
ese "lj*i'id'd
;;:;':- ;;;¿r'"t
humnr^' t"ui-! nor
nr completo como etiquetai a un producto ya elaborado. \Las palabras, los
hombre
-i#Tu¡o ur"ií;u'-*..€to' vital e histórito, q," át-!i
zon ¿¡¡s¡rJ:" símbolos én general, forman parte del proceso \isrno de la sig-

t
.ro¡¡
;di;ttl; "ri',:h:*,
:e:s párticutar.cuan¿t
sujeto
#;¿'x:,"':: ln.ll nificación u objetivación. \
Por esto, inteligibilidad y comunicabilidad qui\n-decir 1o
Yueda hacer
ta condición
§1i "iáI.i?X"^
;;;';;i
esta " "o L.l.*",ji-
función' Pue's,,en. mismo. Una signifi"cación es inteiigibte cuanclo el sÍm\lo que tra
ll -i ficado ru .P^t:Yi",
".
ef,ecto, cansiitttye es comprensible dialógicamente, o sea, cua\clo tlene
Ia virtr-rá de hacei patente de mánera efectiva al otro \eto la

i¡i " r;e¡ll t:** *i"fl :,,iif:f *#* **?f


r,I*Jti
realidad objetiva nientada por el sujeto que la Plgnsar\ qr*
la ex-pone én la expresión. -En fin: Ia "pure" significaciónlin
símbolo expresivo, iería puramente insignificante, ininteligib\
¿Por qué se rompería asi el nexo cotnunicativo, que es esenclal\
al logos? Porque se habría roto el nexo cc)gnü-scitivo entre etr su- ¡
jeto y el objéto: no existe ninguna realidad, conocida p9r un i i
sujeto, que no pueda ser expresada simLrólicameilte' La relación i '

simbólicá está formada conjuntamente por estos dos nexos. Si


alguien formulase la hipóteiis de una realidad privativa, exclu-
siva de un solo sujeto, no sabría córoo responder a- Ia pregunta
¿cuál es esa realidád? A esta pregunta sólo se puede responder
con palabras. Lo primero que revelan Ias palabras es el hecho
LA HISTORIA Y LA \.tsRDAD
' LAS cuATRo RELl¡ctroNES DEL coNocr§{rENTo 69

3;";::riilli realidad es cornparrida. Er conocimiento es- u


Puede verificarse .rrré écro fanos'¿Quéotro.Iasgopoclriacaracterizar.mejoresar¡ocación?
*;' ^r^-r- i'X
ro hírsorreda ae ta vJrclád, coir desclén hacia otros intercscs, d* es
exp re s i ón ;f ' :: #§, ntf, #,X,,",i,ül;:, ", j er p ro.br ema de :Í-"J;T:;*" áe-no¡leza vitai "la dei filósofo v -todo
de h.oT.Ptg
n i ve r m á raolcal
:i#;r: ;';;; ";i' fórmula de búsqueda de la verdad" tiene
hechos p;;;i&"i:;Jd§s raá
iitl,i,.:"^:l q, elr nivei.cn
i ca r que
" " "iiái, I " 1i,
qu9 :1":,.ol1rr9_
^. ." p.-"r;;ü;
..;r;""ilr _

ii}É"l""tiár-máral que exactitud teórica. En ella descubrirncs


o e una merme r aa¡ílica
!:_y,u aquetlos f ís ic a oi]i']'f
á""ii' "::,:-" li._I9'i:os,
*,.J:iii?:,. . sólo
sóro .o ni ár, ñliil,á.iárres "orietativas, ambas inadmisibies : primero,. que-
:3":rt" hechos, ".iiii¡;"'
á" iá, .rrl5."]^o'i
interpretar"st"adec da irnplícitamente supuesto que, entcs dc csa vocación
cientí-
:i: q" la firosofía, y de Ia .t"r.i"""J'*_j^"_jr: _basado Ias cr fi;r:r"ñ;;-á" .rLo,'el hombre eslu privado de veftlacies' 1' ni
il,";uli#,i;.,1",*i^ j::If .,{;,ü;;J,i,"oj::ffj,?.l,o,.lli" j":.S: ñ'Ü;á;i p"eae piocurárselas aunque las busque; y segunco'
sit-uado en Lll1a
l::';:TA#:Xi'j?'il"ii"-:I:di-,'Ji',"';1"i,J,J,?,"TJ"li
ur1 Perrsamrento.e Pero PrtrLslrslon de verdá
r?tt"p""á clule ra várdacl es algo utópico, o algo Para llegar a esta
mrento, y la revclacron es "l o"iliair-f¡4 lárii"lg"otá, reÍlota, difícilmente accesible'
::,Tl9i"gico
de s¡¡s rri,,a."." dcl pensa ioni iaaria que emprender, mu¡r bien equipados' unapero marcha
fi ,tJá,J'L'::fj::1"",11*r""ñ#"""T1:.1"JÍ?:;::,il":':f á1"-t"ii, mui ardr-,á, cuya meta periilanece incierta' que
no
.ondi.ión*,";J';""::i:: de una.verdad, consrirrrye i'"17 ;" iri.i"; pu.il. de r-rn punto en que ia verdad, clesde truego' se

"-_,.ÍI,j, más bien t¿ encuentra.


conocimienro,
c on o.imián rá^
ro j_ I lu. lr:r..ar m e.n te ."táiáei ;;,
miimJ,; i"¿ ull poco romántica cie ]a vocación científica y
lá r""r#,iiT.?li"1i:"¿:-J.* a?
ff
¿
Esta versión
:l de la verdad la fabiicaron los propios fiiósofos y la hanpueda here-
dado los científicos *oá"rro.. ia parte de exactitud que
4. La rxpn'sróN no ri contener se refiere sálamente a .tna c1e las moclalidades o nive-
Ies de la verdacl: ia várdarl científica. Pero es necesario que la
t.u,ioi .i,i .,erdacr. por er con. ciencia, para comprenclerse a sí misma, empíece.por reconocer
"iif.Jl?oi';:'3ffT¿:1",0*11:
pareier dogmaricas, o ,,r.x....;,,::g afirrnaciones q";f;y;i*s niveies y rnoclalidades cie-la verdad queiason más(" '''"'-''
fldi:Iu. ::lir ciencia
iornrrér, [unc]amentalás o primarios' -El c«mitto cLc cle la ver-' /r\!:'':
se ir*¡rránde destie ta vet^dáct ; o sea, ciesde un nivel
si,.gt¡t"*f+r+r___*.{:l;-:s*¡,*fi**ilií
enturbiar de verdad. Muchas';;;i;riá;;i''*"a", dad, para llegar a otiá nivel. É,, la a''tstncia completa
buscarlas' Éste es
de
eI
verda-
hecho ' r ''L
"

.u;:I¿=o si no se advierte des'no .e piorrrot"tiá afán de


cerlo- que".,,
er ,rnit"on ,. q"" "t que el hontbre se enaLentra siempre'
pilt iL' í::í;:,í r,:lr? -v "l'""-*ii" rr"- afirmar 'existir sin la verdad;
_ L?hay
que ::,,$: ?,;::,1,;,!i,i:,*,,;.,.
"o.-p.imlte
áesd.e tuigo, en la ri,-,':d"di ir"e no p-uecle
varios niv^eles.
cuales se realiza una
_{;"_X:,
a" .""á.i*iJr,.,o, uno de los
qr" .ñ Ár.rrlru, "r ."i á" ia ver¿áa, clefinible por el1a ontoló'
no se distinguen modali¿r¿ "r,Iacacla
de verdad. Cuando
"r,
gicamente.
,iu"lüI"'tá=.'#
"ü".iirca
*r perigro a" ur.i-ul,ri, y La verdad. es el reconocimiento del ser' Decimos el re-cono-
"rormistno ti"-pá, -J,".ro, cimiento, porque está-op"tación implica una reiterada aprehen'
ili53J,lr'3r:.Tf:*."' caracreres sue era t¡ii i"i'rá¡.snio obieto por et mismo -stLielo- (sin.1o cual no se
el del objeto no-queda
:^-"r_il;;;;iü:":J'L::1i,,*ü!:,_ryV1"::'.m;:;.,.,
renia conto rasgo p.rimrri" ;;1r".üJü,róou efectria la identific'a;ió;, , sca
fij;;;; .; *¡i*¡iáá
que
áu;.tiu")'; pero
ser
implica
nocrón se ha difung]9, a" la verdad,,. Esta :.oif:--l?9","no
, u.."o,rí#liu.sf a converrirse ap rehe n: s i órr de I m i s ¡tno rb ¡, t,
p or-- clo s u t,d1[
! ::' ^1:,, ^l'!:
*"',.f,flXl;f récaen pá" ig""áir.s cientÍricos en un Iu-
1
¡
" 1o
reconocjmjentoesdialógico,yenélconsisteladecisiveevlclencla
"-

;:"n:" y ros pro_ *poJi.ti.u del ser, it'rrin".utl" a locla crítice posterior' a toda
en.esta obra) se,rr rj:l:li* de la cuesrión
posible "duda metódica".
Extremando
-+o tr, .o.ut, para explicárnoslas mejor' pucliera
ü',i"il:iffilih:kiá"Hir*l1ux,x#;irrE[{,.-:,:"iifr,#,-,.iiig d".it;; áttu evidencia alu-lOgi"á del ser cornienza en Llna clcl
iase preJógica. el gesio inriicatÑo cs aquj :],i"]:Tg::te
fr iil1r¡fr:itfi ÉH,ffiT,**,i11id,,.*;i;1'ü',iff{".," ,;;;r';g;ifjcativo. §eñalar un ob.ieto con el dedo es hccello na'
j"¡!':*,,"*'n,:ii$i[iiril#l*:lL?t,;i]#lhr.t"trx;'3;]ff
(rL' eraborrrsc
t teñte a átg.ri.r, y esta rtidimentaria presentación constltuye pl:e-
por: ser
una
s1|
dológico, p;;;'it";;;.";ut
(ro oe ras er-idencias
lan s{;ro l"tá;d.i"a-ó¿i"ísis, la cual no es menos cfectiva presezle ante ios
rni,li,l,lf';ii'i.i¿,'.iiiáiu!,9#',,J"il'lil['¡il,'?,"Ti.'fi lOgica. El oújeto es re'conocic.lo, siquiera como
,Cos sujetos, allnque ninguno de ellos pueda significarlo y deno-
70 , ,,'t
LA HrsToRrA y La vERDAD
.*.r*^_ r ,f;i 7l
LAS CUATRO RELACIONES DEL CONOCIMIITN'IO

eviclencia apofánlica:
el objeto no es una mesa' pero su pl
l*¿'*"-t'xdi**;?:i¡:*Fi**l*xr.*H*j$ h
sencia real eS rnaf'unesta,
Sea él 1o q'-'e sea' El error d-el Sustan-
;ir;;"
t":g;1;todestruye la verdad del pronorrb::e'
qüe esta presencia es literalmente manifiesta' o ma-
lógica. es. compartida' o sea dia-
.,, ffi"H6ii*$qfrrii1*x,,,-"*h:üTit+ ürt il';ÉUi;ñ;á

-i;;" !ii".o'iu'*idencia
"irii'^á?l inciuso 1a
ffi;;, evidencia
á"t1is.,'''
ño
pre-lógica contiene en germen
La^apófánsis
intervergu
del gesto es igual-
ella el sistema sim-
lirri""áá5gi.u, u"oq"e otros ".r
simbolos, con los cuales
;;i;páiunru, inrervienen

llmmtmímm*ffi
ffiiffi una relació¡ de suerte que
ír"ü[i".á'loí áos sujetos ;;;; i;¿;áud'io -exoresiva: ram-
i;;;;;;;^;;¿" áár ád:"iá Ci"'tu*"nte, eI g-esLo 'o*'rnicación'
el pronombre
üd;;I-;;;t"-"t aiurogi.o. v.
el senticlo de que no
á.*oriráti"g carecen-de significación, ,endeterminado''
-' objeto la deter-
i*il§*i
. -zr .
i*i"r"r,tu, Lnívocamente ñingún
;zi::,?#:ijqri¿,,,r: ;i;;;tó; i; ááqri"t"tt situaciánalmente' Son símbolosconstante: y tienen'
*. ;:§r,z!!;:i: .'ñl iuf"r, ellós mismos una signi,ficación_precisa servir indistinta-
ir-i"ai.á.i¿i". O r"u que la indicáción puede se aplica a uno' 1o
;;;-p;-c.ralqui". buj"to; pero,. cuando
identifióa tan diiecta*"t t" como eI símbolo sustantivo' Lo in-
*f*¡U,t'ü'**,9:*k*l**,:l'.:,:rm* dicado se hace patente entonces pofque está co-presente ante el
üái;;d;; v á"té quien comprendé.Ia exp-resión indicativa'
La apóiansis ei una práse,ntación' Viene después la re-pre-
r,t:rntltffi *,::ir,ifr #;ntqi¿ffi sentación, mediante sig-
un simbolo conceptual, sustantivamente
nificativo. La representación conceptual,. claro está' tiene, que
*","iiir',"*u;ñ^;;;1ár;i"^' si ei símbolo no hace patente'\'':
atgá reát no ..r*pl" iu función propil,.no significa o repres:lll

+t*fir§*firs**¿***m
#t" r_
nida. Pero en lá representacióñ simbólica hay un. componenteIa
subjetivo que se soüreañade a \a mera presenta-ción' - Pues
repiesentaciién ya es pensamiento discúrsivo, y-el símbolo con
iH irT; *:ilri l,x." el'cual significimos y expresamos 1o representado ya no es una
mera indícación: ya'ná'áice solamerrtá que la cosa "t' ". ::11
.'in"it"ll:^ ro.

g63ffi
con Ia
anonimal ó d;i-;;;i: jer'Present presente, sino qtie dice lo que es'. Todo concepto es un Julcro
neurro. No es ;;;:_:y:. -susran
Í.T. ion.".rt.udo, cohprimido o'abreviado'- .Y por esto' toda repre-
se haga pot"ni"'.1-I¡a¡ ro^ d€cir sentación simbólica iuiiuntit'a es onto-lógica; es un /ogos sobre
el ser, en el cual se manifiesta la cLase de ser a 9]]9 pertenece
'.'-,-',.... yínculo a. .ni"ná,:,i!i-,T.]-!.',", to sigáificador mesa, árbol, hombre, número "i1:9'1:.::::::'
p.rruáo, .á .Ora o producto de un sujeto pen- J':'
;siijiT*Tffi#3ii¡iiiixjls",liá:,^._l=n: *:l;fi: fl
El cóncepto
.urt.. L, palabia .ánó"pto" 9t y" ¡ustantivg,i?'y:l? 9:-X:^,
"u
pi.ii;,piá ;;;;á;q; i;;i¿; et término :"ypti!'que
de cottcebir. Esta
l:^:"^'on
áttión humana' err la -!: ,cada cual
""á
""fs$6i*lá1d;1ffi l#+*"ii*' [t* I
rone also de su oarte"t . E\ logos presenta aquÍ bien claramente
represéntación objetiva y
#- d;=";"I"r^J i""-pit-""ia-rias: Iasigniticativo
,':
- . . , Srufl;'*.iTl3i:,'i'!i?L"l':31"-i,'-':
.,:
"iJ
"pi"¿T'"1*:: ", ,,u-','*1,,, seríá ra
:: l?T :t" "; ;i!:.,;"T::#_tlri:, :,,.fl : il,S¡:í
;; ;;,;,R;:p,,;i::;.;,f ,S;,,,#i:.i:i,,,,.
i i;"";;;;;;iJ;'u,
,i':1pE;--.;.#que
,1 comlrnicativa.
át
'o't"''ido
5' la interrción

entender bien cómo se produce el acto de la


.""u.pd,;, --"¡ qs srgnrfrcación ."pi"i*iu.'i¿ri ."".ápi"al' La expresión se etncuentra en la re-
,o A"5ñ,IJ
". presentació,, nr¡,ii''Ñá potltemos salir de cüfusiones mientras
t!
ir ¡n..., - ,
i
72

si eI pensamiento no sufriera cresviaciones irracionaies,


no rru-
biera sido necesario crear estos instrumentos cle rectificación
lT^::"_."1 T-:,rq.1"
y ra lógica, i;r;;;l"u dan ta norma del bien
pensar y permrten mantener..la objetividacl. por esto, -iepre-
senta una-crisis para ra ciencia ia icrea de que la exprésividaci
es esencial.; porque entonces sus efectos pu,"..r,
La expresión se convierte así en er concepto crave
lñpááur"r.
minismo subjetivo irracionai. por-"siá también, cle un deter,
en que Ja reivindicación cle ia obietiviáa.a cicnl#iü se ha insistido
,:;;.,;ilr,
l:.::q:.^1:l
su
jr:l hecfo a" iu á.,pié;i;i;;", pero sÍ ra regacion ,o
e,senüIl presencia en todo pensamiento. de
"E'r aptrente conflicto (una de cuyas incidencias es ra polémica
entre psicolo.gismo y logicismo) nó puede-
longa Ia discusión so¡.J ta resolverse ,i." p.o_
lógicas para deotrrar_el pensa-i"rio "r'i.^.iá 5 dcrneficacia de ras técnicas
esa-ganga ¡:sicológica
de Ia expresividad. Srru' .1"i.;.,;';;
Ilama ciencia. Hav qrre mostrcr eu ;" hecho, y et trecho se

,
'rssl'",*gm**gffi cieniífica es posihie ir.¿oÁCi.- p;';,;,';
., r^" j: g
I :ia polemica
^,;r,n
y otros convienen sobre
ir; g..
el "
,valor
en qlle Ia verclaá ."
cambio que la obietividad
Ia exprcsividaci es csen_
p rec i s a r r . o, Áf t á" Je e x p
re s i v i d a cr.
objetivo ciei pensamiento, unos
s9 expresa "r.r",rt.a "Ei;;";;J¿
en el juicio,
::: "l.ci-r.al nin.suna o fo.nula una opinion.
presentaría dificurtacr. Incruso'er dcter;lniráo".ru¡"- ""
-." trr"o consiciera imnlÍcitamente
felaci^,.-.- ,rtsrtr{'IlllllCrlo nh i^. _ "sal 5e ICDfcscnl
^ palabra "mesa,, designa
qr" ;i;;.epto es lnexpresivo: Ia
.oi.".i'u**,""át on.¡.,o
ij::üi:i,';:0,?,:?',,,1i:;:ii"",*:::Tffi ,:""i:'";l:".i:,?::[ lltg]" clcsignación ño inÍ.er'ic,r"n-pi,"i nada _eru, y en esta
; áü'
o^oi
trracionalcs ras motivaciones
1X?', *'" "j:i
; ::H ^ '¡ r;tl" slljs;
1
n
", :' ?,' o]i l,ili #
:, Ial"ipertená";;
..
.que fijarían ror .uállár'?.i p-nsu-iento discursivo,
t.J..fl''lllo común, o,,"-^-" er gé-n ":: ü a ::e. a m ba
o la iormación de opinioncs. pero cl irr.lr_.rto de
"'a"" rl**j:^ro. y Ios e ro m r"bi
I' li' ^, .c s dad es precisarnente Ia .or,..irti,r.;"r,io la objetivi_ il,i,
"Ü;,:"" la opinión; y la obje- ,

ji,,i-ü:Jff
"
liYl.iol porque es ya una operaci¿r, ¿lr.i.,i.iva y expresiva. No
:I""",.grqx!1ti;,i:1'át ,1'J*i::i"ii:j:l::""'' expresiva man'i[iesre pe.culiariclad del sujeto,
es

;i,'fi"":
-,,ifil,".^P_
h ec h o. ñ;
: J';d;::a ^op ei'a ci on ;;; n
j ", :1^ gu s,
i I
e srno porque es simbólica.
et símbolo (que no expresa
"ingun;
La ver?aJ".it^ ya en cl concepto, y
i i "ili?; lu: i g, í, ",\ i 1,, ", "
-

r
i",9 l
g
".,, ::_ ri o. ü1. jr
^
i, "
no es resultado solamente de .or."ptolsino que lo cunstit-uye)
" " "l ta relació, a"i-r"lát""r.rrrá"r"
m;*"¡:i_"-;.,X:'s,,í,.",fl,11'"f;i:É'lTXa'?,,13,;#ys#T ::i objqtg pensado. Ei
:i establece ae-lu"i.lu.iá" Ji"üiu.ál'",
que se entre aquel"e"o-
a"ri"i"l.#-qi,^"Il?:,11;á"..;,r".:,fJ:.n".ru.u*iJ-1,,,;?j:;X?_ gencrar, para ouien et s_ujeto pensa.rte y el otro suieto "r
en
-,;#"áJi:Ji:,"1t:{i,i;::T? j."jilT;::,9:0." tii'idad consisté en estasírnboro'h; á;;". irit.ligibl"l iá.t"ui"_
,?.::l:j^f que la reíación simbótici
primaria inierliuitiaacl común. o sea
lhj:á.:ii{ñfl^":r¡Jil:il§,r:+[:i,:,x#,I'ii{i:§}'x: te. La esencial v radical i,.o-.í',1.uüiliáaa ái¡"tilá,iii purqrru es comunican-
aet concepto
t, cxpresivo en é1. La expresión
p.r;.ltres o disposicionesesper_ io

_-.,-:'
VlOaCf
É
,
:T;': É.X§."
f ::tcalTAA-d, ;:, l; .-'"' ::1,131'
ninol¡r. oe,,
pUede .;'-l^. 16""o
*
:f lX'';;j:e
uü JaS COSaS,,. '-'v f/rr..¿'-lOnal
eS¿aS r.roq
- :, r§i
i-
s.nates fr-enre al objeio, q"" a" p"áJr;-;;r"J ú;.;j;;;:.i;!,o_
tta Ia formirlación cle'sut op;'lot.,"u p".so,rál.s,
p".o n[ r,J l;i.,T?i;";",fÍ,X fi]li!i;.? ", ,tgo
,m:mí¿: $*J:**i,ifi:i ,.,..*8,*.,jd.n,l c
¡r(rruL,ru prre Ca fcrrnar
que la más clisparatada de las o¡-rinioncs
cJLre rrn
obictivación tlc este objclo ,:;.hre un obieto .u"f lri"lr'll"rrp["?
-irr!,,, l,
; y qr" oir.o srrjeio podr.Ía
74 LA HISTORIA Y LA VERDAD LAS CUATRO RELACIONES DEL CONOCIMIENTO 75

clenunciar el. disparate si éste no tuviera aquel fondo de verdad o se olvida este factor dialógico o expresivo del Íagos, el sujeto
;;j;,tr. ;,All-i"tii" r.elidentificación del bu¡eto pot p:Il"^^g,t^l soio no pue<ie nunca reconstrr,.ir o i'epresentar un rrtundo ver
Óbjetivut
discrepanie. objeto es identificarlo' o sea poseerlo dadero. El mundo es común. Sin intersubjetividad no hay tran-
en común. Erta ;;;ái.ion pievla de toda posible disparidad
de subietividad.
opiniones, o de "actitudes pensadas", no es expresjva porque en Aunque no ha-van elabcrado temáticamente una teoría de ia
ella esté inválucrado el su3eto, sino porque la objetivación expresividad
es expresión, algunas direcciones de la filosofía historicista se ca-
simbólica v áiáüe*". No se ha advertid; qqe Ia- r¿icterizan por ei intento de introducir en el subjetir¡ismo el fac-
radicaba üiá.tá. "t.r.ialmente dialógico.del logos,-más tor transubjetivo, pero no el intersubjetivo. Lo subjetivo sería la
q,r. ., h p;;li.;i;i subjetivid-ad cle cada individuo que hacea
"" "u1g "manera de ver las cosas". Lo transubjetivo serÍa el condicionante
uso cle su /ogos. Por estó, es la intersubjetividad, inherente situacional, histórico, de esta visión. El simple ver se concibe ya
, ', -."" t]áa iunci¿n iirrrUóti.u, Ia que garantiza. la objetividad, aun antes como una "posición antepredicativa", Y cci-no la "manera de opi-
;;;;;';i-;rl;i; pueda entufuiarla, manifestá,dose a sí mis- ! nllr" es consecuencia de esa "manera de l,er", cle ahí resulta que
: ;;:;; ; áál*i- p"it""al. La expresiYidacl cs' ante todo' comuni- I las opiniones, las presuntas verdades que formulamos sobre las
, ,' _=.i. cación. pero lo comunicado primariarnente no es un
ii
pulo_ men- r rli cosas, no tienen otro sentido que el de expresar nuestra manera
.i,.: '..á1" p".ro"ul, ui"á-"n oUjetó' Ningún rnensaje es sea inteiigible si de estar entre ellas, nuestra relación vital con la circunstancia.
común' O que- ta ex' Y esto ocurriría no sólo en el pensamiento vulgar, sino en
no hace put""t" objeto de experiencia el
iliiii¡aáa es h fonia"" de wrq.retaci,ón simbólica intersubietiva pensamiento que pretende tener más alto rango y mayor clepura-
que tiene ,r*á-'a'o-r" o referencial contún los obietos significado.s. ción: en la filosofía. (Si ocurre también en las ciencias positivas,
Hacen, prlt,-ttut uso de un hecho compro-bado quienes afir- es una cuestión comprornetida que ei perspectivismo cleja cui-
tan
man la expresividad a costa de la objetivirlacl' Por esto es que daclosamente sin examen. De 1o q.ue se trata, ai parecer, es de
necesario insistir en que la co.nceptuación es ya.di.scursiva; negar el valor científico de ia filosofía, y de realzar su valor
ia expresión ?Úáj" .rÉ".ie de comunicabiliclad simbólica)exprese se en- personal en esta negación; pucs Ia ciencia, con sr-r rigurosa me-
cuentra ya en Ia opeñción objetivadora, aunque ella no todoiogía, impone demasiacias restriccicnes, impone una humii-
opinión, ni se juzgue que contenga ningun rasgo perso- dad arrte las cosas que es demasiado cafártica para la persona-
"i"g"""quiLn formula eI concepto; y-"después'
nal"de en fin' que estos cornponen- liclad subjetiva.) El filósofo expresaría a su modo 1o que él es,
iei subjetivo. q"" pueden etitrar y entran en efecto' hablando de lo que a)canza a ver, y no podría dar a su testimo-
'rii ' len Ia for-rnt-rtácibn á. .el "hecho
-t juicio, no tómprometen de nio de la circunstancia un signiíicado,más fidedigno y objetivo,
"; ",,i",ti; rJrá;d;;;;;;s""9 "t4",'rus. dos nivelei: en su nivel priraario' porque ningún punto de vista sería compartible.
iu u"."ááa ta simple apófansis' ,tI9" :Y,I*i"amisma en el Aparte de sus falsas premisas, esta conclusión no deja de
,,-.r,..,, , porque uq". "s
: , concepto; y ;; del juicio, pó1o"9 es la"realidad ser paradójica; pues sería justamente Ia expresión, que es esen-
,,*.,,..., á;l;";; "l-"ir.t la que- petmité la vcrificación' La efi-
yu-tr;¡etivada cialmente comunicante, aquello que rnantendría incomunicado al
.r'.,,-r'cacia depuro¿*u'o-.árt"tti'á tt"i *¿to¿o y^de la-lógica
no de- stijeto. El soliosismo idealista, que es Ia soledacl de Ia concien-
i- , -;^,*.^ oende dL unas condiciones intrínsecas
-posean;
y formales que estos cia, quecla transformado así en el nuevo solipsismo que es la
del servicio epistemológi.co que pres- soledad de la circunstancia. Ei nuevo solitario cree haber recu-
. .
"ái.t.Ár,
depende
a lo real, eI formalismo perado un mundo, más allá de su conciencia, pero no ha ganado
,-i ,t;,;l;j;;;;;iá.*rlismos. Sin esa apelación
lógico ., ,rrro; pero- entonces iambién carece de sentido' lógi-
que no
compañía. Y si este mundo iimitado es para él solo, en realiclad
co"y epistemotágico, la- contraposición de opiniones-.a las Sólo no lo ha ganado. ¿Qué sentido tend-ría la expresión del único
abona ,ru¿u *áE qú. tu pertinacia con que -se defieirden. tiene habitante de este mundo? Dicho de otra manera, sin recurrir a
en este .uro-á"-oáisión b rechazo de la realidad obietiva esta reducción al absurdo: ¿cómo es posible la expresión, si lo
ü- ;; il;áamento, irracional' Es la irracionalidad comunicado es une perspectiva que no puede compartirse? So-
qL" afirma ,,ésta es rni verdad,,- Fero la verdad que sea tan
á"t"*pr".l"idrd lcdad y exorcsión soñ jos términos .Jue no embonan.
sólo verdad"iu "putu mí" no es verdadera para nadie' Sili intcrsubietivid,ad no ltay obicrividad. La expresividad
,, ¡ Esto quiere dlcir que tocla verdad, incluso la verdad concen- del pensamiento es esencial; pero a su vez lo esencial de esta 1

I
, ,.ríu'?.i;;;;.;;", manitiesta una realiclad compartica dialógi- expresividacl no es ia modalidad subjetiva de la relación perso- i'I
1 ;;;;.i"- co, la simple afi r,ra'ción cgo cogito'. De.scartes resta- nal con los objetos, con lo transubjetivo, ni es la "manifesta- I

iri"." =i*¡ái.r, "f".iirr.mente, iametódjca. comunicación intersubjetiva ción del yo". Lo esencial es la intercomunicación, la- relación rl

p*"ii¿ .áiiuri" con la clu,la cuando se suprime tntersr-rbjetiva en general, en la cual consiste cualq,-rier función
á""
16 LA HISToRIA Y LA vERDAD LAS cLrATRo RELACToNES DEL coNocrMrENTo 77

silnbólica. El-[raber confundido esta expresividad esencial con ción del logos como razón simbólica. La expresividad es un
Ia expresividát circunstancial de urr rú¡"to determinado, que carácter constitutivo de la razón como tai; no es un compo-
formula su pensamiento en un acto concreto de comunicación, nente psicológico adventicio, y desglosable de la función noéti-
fue tro que determinó aquella falsa idea de la razón pura que ca. Con esta concepción puede evitarse que siga prosperando
pretendía neutralizar el sujeto, o deshumanizarlo, como condi- el contrasentido que se ha propalado durante tantos siglos, a
ción necesaria del pensamiento científico. Pero la .¿ocación de saber: la idea de que hay una forma expresiva del logos, y otra
objetividad, que es propia de la ciencia, no se propone sino que sería inexpresiva. Síntoma de la decadencia de esta idea es
depurar el pensamiento cle aquella parte de Ia subjetividad que el resultado que ella misma ha producido en nuestros días: ia
tradicionalmente se resume en la fórmula "interés individual". división de los filósofos en partidarios de 7a razón pura y er1
Ni siquiera es necesario, además de que no sería posible, eiiminar partidarios de la razón vital.
todos los r:asgos expresivos del sujeto que ejerce aquella voca- Pero algunos podrían empeñarse en afirmar que ia verdad
ción. E,sta se expresa ya en la misma elección vocacional de la queda rnás comprometida aún cuando se descubre que el /ogos
ciencia, y después en el estiio, en la preferencia por unos te- es expresivo de manera esencial, y no accidentai. Y en efecto,
mas, en la lucidez para descubrir ciertas verdades o explorar lo expresado es expresivo, aparte de la manera corfio se exprese,
ciertos sectores de Ia reaiidad, y en ia ceguera para otros. Pero Pero una rnetafÍsica de la expresión, o una crítica cle la razón
esto no significa, por otro 1ado, que Ia verdad sea verdadera simbóiica, obligan a cambiar la tradicional teoría del concepto.
porque la exprese un sujeto peculiarmente dotado para encon- Se ha comprobado que en el concepto es donde cuaia, por así
trarTa, o que sea verdadera sóIo para é1; ni que deje de ser decirlo, la objetivación: es Ia forma en que el logos define, iden-
veruladera la que encontró otro sujeto, que expresa con la búsque- tifica o manifiesta el ente. Por esto solía decirse que el con-
da y con el hallazgo unos caracteres personales diferentes. N¿¿es- cepto era la "representación intelectual del objeto". Sin em-
tr& v*idct no determina las verdaCes : sóla condiciona nlrestrq a? bargo, no es sólo una representación. Toda forma de pensamiento,
titud para encontrarlas. incluso el concepto, es una <lnóqovolg, y a la vez es una fioí1lorg; es
Podernos, pues, establecer como hecho principal que la expre- una representación del obieto y una creación del sujeto. Dicho
siyidttd clel pensarttientc es independiente de las modalidades de de otra maflera: la representación es una creación en la cual, a
la expresión persollaf qLre aparecetc inclctso etx las fornzas depu- pesar de ser un acto subjetivo, con todo lo que esto implica, se
radas d.e la ciencia. Lo mismo en el nivei científico que en el hace patente una reaiidad objetiva. Esta posesión común del
precientífico, ei pensamiento es en sí comunicativo. La objetivi- ser en la manifestación es posible porque el concepto es sim-
.i
i bólico, o sea comunicante. En tanto que la realidad queda re-
clad es dialógica. Lo cuai se entiencie mejor cuando la palabra
'Ii
u
sÍmboio se emplea con un significado vecino del que tuvo origi- presentada inteligiblemente, el símbolo que la representa contie-
nariamente en Grecia. La relación simbólica implica Ia afinidad ne una verdad. Esta representación podrá ser más o rnenos
de los térninos qLre entran en ella. Y auno,ue decimos clue las correcta. o adecuada; pero será verdadera, en un modo primario,
palabras simbolizan las cosas, con esto no precisamos sino un si cumple Ia intención comunicativa de Ia <inópavorg, al lograr
aspecto de la relación simbólica; pues ninguna palabra tiene que se haga comprensible su contenido significativo. Por su
per se afinidad o congruencia necesaria con la cosa que ella sim- parte, en tanto que ella tiene un carácter simbólico, esta repre-
boliza. El sujeto tampoco es congruente con el objeto. El objeto sentación objetiva es un producto de Ia acción humana; por
no es más que la base real para una operación mediadora: es un consiguiente, aparte del grado mayor o menor de adecuación
término inter-medio, es un referencial común para la relación que ella obtenga, será expresiva esencialmente, por ser dialógica
entre dos términos que sí son afines y congruentes, y éstos son (y lo será además por loi rasgos particulares que revele en cada
los dos sujetos dialogantes. Simbolizar no es dar nonrbre a las caso el sujeto que la formule en un acto concreto de relacitin
cosas; o mejor dicho, dar nombre a las cosas no es sino comu- comunicativa). ,

nicarse con alguien mediante esas cosas nombradas. f-o simbó- ^. Yacuanto
firmc
se percibe que, en general, una verdad será tanto-rnás, ,

lico es Ia comunicación, no el nombramiento. Sin el "otro", en más se acerque"a Ia e'r'idencia común de la dr'lQggl;]i
generai, la relación simbólica de la palabra con la cosa no queda primaria; ;r será más inestable 1, a1rs¡lurada cuando tengá*ha-l\
cumpiida; no tiene siquiera sentido. O sea que el símbolo es yor parte de roír1or<, es decir, cuando sea más tcorétjca. En i

significativo pcrque es expresivo. Si no expresa, no significa; si tanto qu.e la ciellcia es teoría, y no una simple consignación de
no significa, no expresa. hechos, ella es literalmente mái poética.' qui-ere decirie que sus
Esto es 1o relevante: ésta es la intención que lleva ia defini- conclusiones tienen val:r de hipótesis, son productos históricos

ar ! ej'.,' 1..
78 LA HISTORIA Y LA VERDAD LAS CUATRO RELACIONES DEL CONOCIMIENTn 79

que es necesario enmendar y renovar' -Por esto, la pureza de la expiicar la relación del símbolo con el objeto, y su eventual
razón que es necesario procurar en el trabajo científico, para comprensibilidad. Pero el concepto clave no es el de sujeto,
etiminai todas las arbitrariedades de 1a subjetividad, no ha de sino el de comuniclad, el c1e relación intersubjetiva. Por aquí
apoyarse precisamente en la cloctrina de la "razón pura", de la reaparece el factor expresivo, pero ya no como perturbador de la
t* eliminan las notas de expresividad e historicidad' Esta objetividad, sino justamente como fundamento de ella. Pues esl_,,.,,..^i
"rruÍ labor depuradora es una acción humana, es parte inte-
misma un hecho que la objetividad no se consigue en una relación gno- l. .._,
grante de la creáción teorética; y es expresiva,-antes que nada, seológica del sujeto con el objeto. La objetiv,ación trasciencte la ,- ' :

de Ia vocación de objetividad característica del crentrllco' esferá subietíva'iftdividuaÍ.: ob;.tirru. es inanifestar o hacer pa- -, .-':.
Tampoco es filosóficamente correcto, entonces, pretender que tente un ser, en su realidad propia, independiente de quien la,-..,,,:r .l
conoce, y ésta es una operación simbólica, que quiere decir lógi-i.:".
haya uria "razófl vital", expresiva o histórica, que pueda y detra
'

conttaponerse a la "razón-pura". La indispensable pureza de 1a co-dialógica. La verdad es objetiva porq,ue es intersubjetiva. ' r" r.;
cienciá la interpretó el racionalismo corno necesiciad de elimi- Yéstaes1aaparenteparadojaquepreSenta1acríticadela
nar lo expresivo del logos; por su lado, los vitalismos de la ra- razón simbólica, paradoja que puede explicar acaso la renuencia
zón reivindican la expresividacl, pero ia consideran como fracaso a aceptar sus conclusiones, o a reconocer los hechos en que se
flrnda. Pues, en efecto, resulta ahora que la expresividad, lejos
de la verdad objetivá; como }icencia para prescindir del método de crear un problema, se revela como el fundamento mismo de
y el sistema. Expresiva, hisiórica y vitaÍ lo es oualquierforma la verdad, y este fundamento peflnanece inafectado por la sub-
posible de la rqzón Ella no cambia su modo natural cle ser por- jetividad inherente a las expresiones concretas. Ha sido la pre-
que cambien los modos de emplearla arbitrados por cada par-
tensión de que el Lo'gos formase verdades como fogos puro, o sea
ticular sistema. Pero, si tra expresividad es un hecho, también aparte de la expresión (aparte de la relación intersubjetiva), 1o
es un hecho la verdad. La verdad y la expresión han podido que provocó la crisis de la verdad cuantas veces se pusieron de
presentarse como términos opuestos porque previamente se di-
manifiesto los hechos psicológicos en los que aparece la sub-
sociaron los dos componentes del /ogos que son ia expresión y jetividad expresiva. También vino de ahí el prejulcio co'nsigr-rien-¡
la representación. De ahí provienen todas las confusiones, y una te, que consiste en interpretar el concepto de comunidad de la[ !,,,
1

de las que tiene mayor importancia es la que ha llevado a con- tterd,q.d como una especie de consenso de las opiniones.lo Perol j''.
siderar implícitamente la verdad como un "acfo de afirmación". Ia verdad no es un-plebiscito*_Ella sólo pued'e depender deli i

Lo que debía considerarse entonces era si esta afirmación tenía consenso de los demás cuando previamente.se juzga que ha s'do \r'r$ir"rtl
i
un valor objetivo, o tenía solamente un valor subjetivo. La p.roducida por un sujeto soio y a solas, el-cual necesitaría efec-ao"..-'"
ri cuestión está mal planteada, porque la verdad, antes que una tIvamentedeunapoyoen.]acreenciaajerra.paraconvenCerSe,
1'r, rlti afirmación sobre un objeto, es una presentación del objeto. La
.

I presentación es condición de posibilidad de toda afirmación y


comoelegocartesiano,dequeSuSpensamientoSnoSo.nun
sueño coherente. El concepto de comunidad de Ia verdad Do re-l i .:'- -
de toda negación. En este nivel radical y primario, es verdadera presenta sino el hecho radical de una coparticipación simbólica,;i"
toda proposición (incluso es verdadero el simple concepto) que de una común aprehensión o posesión dei ser mediante el logos.
resulta inteligible, en el sentido de hacer patente o manifiesto La verdad es común porque es comunicable.
un objeto real cualquiera. I-a co,ncordancia o discrepancia que
pueda surgir respecto de lo afirmado o negado en tal proposi- -Cuando restaurambs su significacio dual de pensamiento y
palabra, reconocemos que el lógot .s co.mún o dialógico, y que
ción viene después, y sólo puede establecerse sobre Ia base de la srempre entraña alguna forma de verdad, en tanto que préseita {\
concordancia previa en qLre consiste ia simple inteligibilidad de eL ser. Sólo estaría privada de
Io expresaclo. verdad la expresión que fus5g-L
Per se ininteligible. O sea que la verdacl es apófántica porque es
La última dificultad pendiente es ia de esclarecer de qué
manera puede el símbolo representar o hacer patente los objetos l9é.tj..u, activá o expresiva. La prueba de iá-¡cfááá'se llama
ve-rificación,
reales en general. Pero ia dificultad desaparece en este esquema
y verificare es facerá o hacer verdad: la verdad es
un hacer contordaite, y la primera prueba a que ella se somete,
de la razón simbólica que hemos diseñado; es una herencia del la decisiva, es la de su misma producción, la'de su efectiva co-
esquema tradicional que se trata de superar. Más que difícil, municabilidad.
era imposible mantener la objetividad, con la consiguiente pre-
tensión de verdad del pensamiento, y a \a vez radicar en la sola ,^"'lP" este. defectuoso entendimiento se dieron algunos ejemplos entre
subjetividad la función objetivadora. En el sujeto solo no se i;lfrr:fitil'rtHrs: ta Metafísica de ta expresión Dé ahí la"neóesidad de
puede fundar la objetividad; ni se puede, basándose sólo en é1,
80 LA r-{rsroRrA Y LA vERDAI) LAS CUATRO RELACIONES DEL CONOCIMIENTO 81

i i Cabe decir así que ia verclad es tanto más poética cuanto" más estéticos, aunque son discutibles, no pierden por ello su virtud
" \ | rigurosa o científica. Ciertamente, este "poeta cle la verdad" apofántica: no dejan de ser reveladores cle una evidencia, por
el hecho de que la valora.ción de lo evidente no sea evidenie ella
'' q,t" es el sujeto humano traspasa a menudo la frontera que de-
marca el equilibrio entre Ia representación objetiva y la manifes- misma. Los comentarios críticos de una escultura podrán ser
tación personal; pues esta frontera puede quedar bien delimitada divergentes, pero Ia escultura es un objeto de experiencia co-
conceptualmente, pero en la vida real es indecisa, y mante- mún, y por ello es base a la vez del juicio favorable y del juicio
nerla, aunque con inseguridades, requiere vigilancia constante advcrso.
y cuidadosá: la guía racional del camino, o sea la metodología. De esta manera se ve ciara la estructura triangular del co-.-- .,1.
Ño sólo es poétióa la poesía, o Ia fantasía irreal, o la arbitrarie- nocimiento: sujeto-objeto-sujeto. Pues no es la relación perso-.* ,..
t' , dad insolidária ciel ináividuo. Pero la cieircia no es poesía por- nal de los sujetos, el uno con el otro, lo que mantiene firme la'" '' . ^
I i que sea subjetiva, como esas otras formas de expresión, sino comuniclad. dél couocer y el pensar, áirro ia previa sumisión ar"]i.".'1.
'6r" ![porque es objetivadora: porque es una creación en ia modalidad arnbos a las cosas. Aunque la atención .esté puesta en el-objeto, ;:_
\1 ae Ia estricta expresión representativa. y no en el eventual parecer de los demás sujetos, la verificación -^_
,--
--"
lr o acción de producir verdades es una acción concordante en sa'- " ',':
gestación; y lo es además porque toda verdad de representación '
,

5. La conruNlor» estír implicada en el aclo, en apariencia solÍta- contiene esencialurente la posibilidad de examinar de nuevo, y
rio, cle pensár significativamente lo real. Esta comunidad básica de que otros examinen, esa misma realidad común que ella dejó
representada, y que coustituye su contcnido significativo. La co- " .; '"
,

no depénde de 1á concorclancia de otros sujetos- con un sujeto


pensante, ni puecle quedar comprometida por.l-a discrepancia' munidad de la t¡erdad depende de lo comunidad del ser. La '.1'''',.
-discrepáncia diversidad de las subjetívidades no disuelve la unidad de lo real.i§'..'=
I

iin efecto, la es posible, en el sentido de epistemo-


-1,, , Iógicamente legítimá, cuanclo se trata de opiniones. En este Pero el ser, evidentemente, no se hace común en la percepción,=-.,'.--.,,
, t ":l -caio, los pensámientos clivergentes parten todos de una base que es individual, sino en el lagos. ai ¡-"r:,.
" cómún. Esta comunidad de una evidencia básica, cons- La verdad de opinión es una forma más compleja en la es-
!.-..,
' ,u.,{ "-i" objetiva
tit;ida por "aquello de que se está hablando", es condición de cala de niveles de la verdad. En la representación, la verdad es
posibitiáad no sólo de la opinión que resulte ve.daclera, sino eminentemente apofántica: el ser representado es presentado,
ri inclusive de Ia que resulte falsa. aunque la presentación, cuando es un concepto, implique una
.o*'j"I ';s En el primef nivel de Ia verdad encontramos, pues, aquellas acción productora. En la verdad de opinión, por el contrario, lo
" 6. -' '-'¡simples áanifestaciones de 1o real cuya forma más clepurada predominante es esta acción productora. Sin dejar de ser apo-
s'¡i'i¡rq?*y piecisa es el concepto. Como el proceso de conceptuación cs fántica (pues de otro modo no se entendería), la opinión es
i*' *-=tr áiicursiro, no está gárantizada de ántemano la verdad concep- más "poética". Aquí el sujeto empieza a ocupar una posición
tual. La corrección -del posible error se efectúa apelando a la de primer plano, porque la opinión expresa justamente la posi-
ción que se toma frente al objeto, cuando se trata de explicarlo.
realiclad, tratando de clefinir mejor el obieto conceptuaclo. De
sllerte que este error de hecho tampoco compromete la comu- Entramos ya en el reino de las disputas. Aquello sobre lo cual
, nidad, pbrque la verificación mantiene el referencial común: se se opina debe ser, desde luego, identificado en la opinión ex-
clesarrolla iin perder de vista el objeto mismo cuyo concepto presa; pero es sobre todo el sujeto quien se identifica a sí mis-
necesita ser corregido. El concepto pertenece a las "r,erclades mo, se da a conocer a sí mismo (aunque no hable de sí mismo,
de hecho". Tarnbién son los hechos, en la ciencia, los que per- aunque no sea el yo el contenido significativo de su intención
miten cleciclir sobre la verdad o el error de ¡,rna opinión, o sea comunicativa: nuestras opiniones zos definen o caracterizan).
de una explicación cle los hechos, dc una tesis de teoría' La En este género de comunióación, la representación objetiva sirve
ciencia no tiene otro fundamento inás Se8rro: conlo veremos, tan sólo de base para una relación dialógica en la cual cada uno
incluso los principios son verclades de hecho. Naturalmente, ha1' de ios interlocutdres se ex-pone a sí misino al pro-poner su opi-
materias opinables, o cuestiones disputadas, que no siempre pue-
nión. Por esto opinar es cosa expuesta.
den resolvérse mediante nna referencia directa a los hechos. Las Es expuesto porque implica una responsabilidad. Hay que
vaioraciones son cl. cjernplo n'iás claro. Pero los objetos co-rres- responder de las opiniones propias ante las opiniones ajenas.
ponclientes tarnpoco ion^materia dc un oensamiento científico; uomo ellas son creaciones personales, nos representan. Pero hay
que responder de ellas también, y sobre todo, ante las cosas
iin embargo, el pensamiento valorativo no deja por eilojuicios clc te-
mrsmas expuestas, de las cuales no puede desprenderse el que
ner su lógña'p.op;o, y los juicios mismos, por ejemplo Ios
82 LA HISTORIA Y LA VERDAD LAS cuATRo RELAcToNES DEL coNocrMrENTo g3
toma frente a ellas una posición, y Ia forrnula con ese logos de se consolidara de manera efectiva, universal y necesaria, la co
la doxa que es a la Yez un representante personal Y Y.na repre- munidad del _pensar. Es.to no podía lograrse por el lado subje.
sentacióri de la realidad. Por esto la opinión es mudadiza, co no tivo, porque la nueva "libertad de pensamiento", alcanzada por
ya advertía Aristóteles (Só[o ril3éporov), aunque la cosa misma : el hombre al acentuarse su indjvidualidad óntica, promovÍa úna
siga siendo lo que es, o'se *uriágu firme e-n su ser: el muda' i variedad de opiniones discordantes. Era mayor la autonomía
diTo es el opinairte. De ahí que la institución de la ciencia, colno del "yo", que es condición existencial del pensamiento; pero,
siitema u9
>lbL§lIId de verdades
vgl u4uvr ¡rr-u¡qlqv¡vu, no ¿represente
in-mutables, ¡¡v vI/¡ vvv ambición per-
la --_T-_-_-; F--.- ' ii l como consecuencia de ello, era más irreductible el ,.yo opino,, t

sona1deunos,sujetosquepretendierantenerverdadesmásfir. de cada cual. La comunidad tenía que buscarse, prés, por ef I


*"t q"" los dpm"ás, sino lá ambición de dar a las verdades en ri;;; lado objetivo, apelando a las cosas mismas, para^ que tresen ]l^,'
1

gene.ál la misma firun€,za ontológica que- tienen las cosas; o sea,


'
g.llas las que decidiesen de la verdad o el error^de caáu opinión. r
ior". al fogos en correspondencla-cori el ontos. Esto es la onto- 'ri: Esta eliminación de todo lo que implican el subjetivismb y el ¡.."-.
logía: toda ciencia es literal ontología' l
personalismo naturale.s o espontáneoi de los hombies (a los Lua-
ilj.t"
En la opinión decimos que el sq$eto -empieza a ocupar el ' les la sofística tratará de dar carta de naturaleza filoiófica), es *.--.-.--
primár plario; pero esto no ocurre tán sólo porque,el hombre ' la .que instituye_ para siempre la distinción entre la d.oxa I U .--
á*t¿]ááu¿o b deformado de tal manera que no pueda moderar episteme, entre la opinión rrrlgar precientífica y el conocimiénto
su intromisión en el orden objetivo', o porque se afane siempre I cientÍfico. La ciencia se propone dar a s¿ts opiniones una estruc-
en dominar a los demás, aunqúe sea a Costá de una sumisión de tura en que se restablezca lo más posible la primacía jerárquica
de la ¿póf¿nsis sobre la póiesis. La verdad tiene que r". -*or--..,'_1
i
las cosas a su interéa,'d".iru visión incorrecta de su orden'
i*áf. Áá""tla predominancia se explica más bien, o sea más ra' i trativa o demostrativa (apofántica o apodíctica), o sea que aebe
dicalmeirte, pórque las cosas misñas que él conoce primaria- r' "'', ,.
To.stl?r. el ser, representarlo tal como es, y no representar sólo*¿.*,i,
;;;;ñ;i¿En ui rr"*É."-ii*iá;;" ; refle¡artas. El coñocimien- ,
al individuo que Ib piensa.
t. primaiio ya es una acción. Pero este conocimiento invitaquea Esta comunidad de la verdad, lograda mediante la con-cor- (-:í-,;-
i L.!.. .,., reniontarse hacia una fase secundaria, más elevada, en Ia danci.a del pensamiento objetivo, asplra a producir también una J- r- .-
'i.,-- .',,puedan responderse ciertas preguntas que-son.vitales, y que la con-ciiiación, una atenuación de labelicosidad inherente al ,,vo\ró.:c(-c,^
i-,' rr:.:.;,rr!€ra presencia de las cosas no resuelve. EI-qué, el cómo, el Por opino" insolidario. Aunque la ventaja sea ética, y se sobrea6uiu r;.,-rr-,..,
qué y el pa¡a qu9 son materiade-opilión. Las cosas ahí están; a Ia puramente epistemológica, .rd incidentál o clerivativa . t.
su presencra réal está comprobada. Pero esto no es más que Para el griego "r
así debiera ser para.todos- ese aspecto ético '.T'' .
el iñicio del conocimiento, lá materia prima de que se nutre la -y de la vocación cientÍfica. por
fgl.nq pártJesential est'o ta expie-;t ¡'.i.i,
ingénita vocación humana de saber.' Todo saber contiene una ¡
sión "polémica científica" carece de sentido, es una contraiic-",.''ro':'""
, inóógnita, con la cual se revela su insuficiencia; y también DU€§: los-términos. Episteme se divorció d,e pólemos desde
Tales"lde Miteto. Las únióas polémicas posiblei rá" ful p".iá""- J^*.,.
'
i,^",!
¡,i,1,,,.,,., ",;;;-i-Ñiíciéncia, a la que tratamos de colmar avanzando mási
'-.-. :-.- en el camino del conocimiento. Este avance es la opinión, y con l
1... Lur verdades no pueden pelear; .á*o ,"pr"sentaciones de
-;" ella procuramos explicarnos las cosas previamente reconocidas, la ¡ealidad, son indiferentes respecto de los iniereser
i"U;rti""r.
identificadas Y rePresentadas. ulsputar sobre conceptos es iniringir el ethos de la ciericia, es
regresar al nivel de Iá mera opinión.
i"' .-- Por esto la verdad de opinión es más expresiva que la verdad
áu ,"pr"r"rrtación. El ser-queda mejor poseído en la opitión;, _ 9iL embargo, se llamó y ie sigue llamand.o filosofía a una
moda-lidad
"
'l p..o iu posesión es más insegura, porque es más "poética":-ep de opiniones que no son científicas, pero tampoco
son vulgares. Opinar hemos dicho que es tomar posición
,-. ,., ,.irnu de creación personál. -9flabrá alguna maneJa,de !1r i a Ia realidad. Queramos que no, ai vivir entre ias cosasfrente
"utá a esa posesién? Paraddjicamente,
i tseguridad la seguridad s-e ot¡ esta-
en la comuiridad: la posesión compartida es la más finqe', mos empeñados vitalmente, íntegramente, en todas nuestras
,ri"iitie"ne re-
' \\" a"ruá".u, ,rr.t mientras cada cual prétenda tener la fórmula ' i:t]o|... con ellas, inclusive en Iá que parece más neutral, o sea
i 'iri.o de poslsión, eI ser se escurre en rnedio de la confusión de ta*relación cognoscitiva. La posición que
' adoptamos, si es me-
opiniones disPares' illil1 merece un crédito v tiene una virtud de ejemplaridad.
La ciencia representa eI primer intento -eI único en verdad* 'rr exprcsió¡ puede ser esa forma de phitosophie qie se clesigna
q"" fru t á"ho ei tromUre dé implantar una comunidad racional
lo que hicie- :::^:t nombreello de sophía o sapiencia. Esta es una filosofía fer-
áel conocimiento. Explicado en-términos actuales, :,::i1,.y -por uo puede aquilatarse objetivamente, comá Ia
;;; i;;;ñ'oi frr" büscar una fórmula de la verdad ta cu,a1 'uruirQ de epistertrc, apelando a las cosas mismas. Lo manifes-
,. , \' '"'''1
¡n
.,,'',.,'.,
-\ , '- ¡r l'(+vi-: P)"¡: -i.' a\a \r" i
, l.'. 1 a,,..,- , ...-,i4r:- ,r: ':::.,1r :j, ,!.r.

it,1,,,,,..
t ,-,ti -,,,.r I.,,_.,.'i,, Ir,r , I
B4 LA HISTORIA Y LA VERDAD LAS CUATRO RELACIONES DEL CONOCIMIENTO 85

tado en ella es la actitud, la relación vital de un individuo con pasado es lo que se llama experiencia; es una fortuna vital que
las cosas, y no es por tanto el método, sino un arte de sutileza ningún individuo puede acumular por sí solo, y ninguna co-
munidad puede perder sin grave riesgo. (: r')': . ' a-¡"r' !'l
I
como la cordura, la ecrianimidad y el buen sentido, io que per- i''i"i'
mite concederle o rehusarle autoridad; arte de Io razonable, más For esio, el liombre de iiencia y-el hombre comírn, eue en
-iI que ciencia puramente racional. nuestros dias suelen mostrar gran desdén y hostilidad por la
A veces, esta forma de la doxa que es la sapiencia se articula fiiosofía, incurren con ello en una doble falta. De una parte,
internamente, abarca más cosas, comprende mayor número de ignoran el hecho de esa identidad de la estructura deL conoci-
relaciones vitales, y entonces su complejidacl forma un tejido miento científico en todas sus formas, estructura que trataremos
de teoría. Esto crea un peligro, que ya se advirtió en Grecia, de describir enseguida. De otra parte, ignoran eI valor espec$
y que nunca puede suprimirse por completo, porque está e-n la fico de Ia filosofía no científica. Ni la sapiencia es una ciencia
nafuraleza misma de lás cosas, de las cosas humanas. Es el pe' frustrada, ni la ciencia puede serlo auténticamente sin sapiencia.
ligro de confundir esta índo1e de teorías con las teorías de la Aunque la palabra filosofía no designase diversas formas de
ef,isteme filosófica. De hecho, en nuestros días, los hombres de pensamiento, y no pudiese ella misma ser otra cosa que sophía
ciencia consideran que la episterlxe está concentrada toda ella o sabiduría, habria que reivindicarla siempre, y ahora más que ,,
en el recinto de las ciencias particulares; creen implícitamente nunca; porque las ciencias particulares (las naturales, y sobre- ll
que la filosofía no es otra cosa, no puede ser otra cosa, que.aque' todo la física) se van haciendo cadavez más pragmáticas y uti- j1,-
lia d,oxa incierta, más o menos dotada de sapiencia. También Io litarias, en detrimento de esa peculiar modalidad de la sophí-a, l\'"
que se alcanza con el conocimiento desinteresado de la realidad. 1 |
creen así algunos filósofos. Fundada en esta confusión, la acti-
tud de los óientíficos ante la filosofía -que es la madre de la Si, además de esta pérdida, se invalida la sophía filosófica ¿qué
ciencia, y ciencia ella misma- viene a ser equivalente-a la ac- otros apoyos éticos y vitales puede proporcionarle al hombre
su razón, para su existencia indil,idual y para la existencia de su
titud quá los primeros filósofos tomaban frente a la doxa v:ul' comunidad?
gar, frente a la opinión personal.
La confusión se desvanece en cuanto se examina la estructura Pero la modalidad originaria y la más eminente de la filoso-
del conocimiento científico y se comprueba que ella es idéntica fia es justamente la científica. La ciencia de filosofía y las cien-
cias particulares tienen la misma estructura interna. Fara en-
en la teoría de ciencia filosofica y en la teoría de ciencia posi- tenderlo bien, esta estructura pudiera representarse gráficamente
tiva. A diferencia de la teoría no científica que es Ia opinión con una pirámide dividida en varios niveles sucesivos, desde la
sapiente, la teoría científica se caracteriza por buscar la sapien- base hasta la cúspide. En el nivel básiio estarían las evidencias
i-r. i, ¿( ciá en la apófansis, en la representación adecuada y desintere- primarias, o Ios principios, que son el tema central de esta obra.
'+.',¿.. i sada de las cosas mismas, o sea en la verdad. Pero ¿es que no El trabajo científico se monta sobre esta base. El movimiento
tiene verdad la sapiencia no científica? Sí la tiene, pero es ver- ascensional no parte, pues, de una situación de vacío del conoci-
dad de comprensión, y no es susceptible de comprobación em- miento, o de una crisis total de los conocimientos precientíficos,
pírica o fenómenológiCa. La prueba es de otra índole, y consiste sino que Io promueve esa pregunta que sugieren las cosas mis-
en la eficacia vital ó moral; eficacia que se revela en la persis- mas ya conocidas, cuando adquirimos la capacidad de no darlas
tencia de su ejemplaridad, en su integración en la continuidad por descontadas. Las cosas están dadas, o sea que son datos i.-
de una tradición de cultura que logra modelar la existencia de para la ciencia; incluso la posibilidad de responder a esa pre. :'::1"
los hombres y mantener la cohesión de su comunidad esp-iritual' gunta que ellas sugieren está dada en la forma de su mera pre" á."1*:
Ésta es una prueba pragmática, no teorética, par:ecida a la sencia ante nosotros. Quiere decirse que la ciencia no va €rl ,'-":
que exhibe la ciéncia naturál cuando apoya la verdad -en la efi- busca dei s";, ;¿i;;"ede partir de su evidencia. Esta evidencia "'io'rri
iacia de sus aplicaciones técnicas. Pero, en el caso de.la sophía, no se torna dudosa; lo que se pone en duda es la opinión vulgar
esa prueba nó es un recurso que delate la deficiencia teórica, que se ha formado sobre el qué, el cómo, y el por qué de los
porq,re su finalidad natural es justamente de orden p-ráctico' entes. Digamos que los entes, las cosas todas, a "primera üsta"
hqri tu praxis es ética, no es utilitaria; ésta es la diferencia no presentan ningún problema.ll La ciencia es una "segunda
eséncial. En todo caso, el logos de la sapiencia es aquél en que
aparece más clara y externamente el carácter dialógico de la ver-
aáa. U ejemplaridad que el diá- ,ore11primilivo,
En verdad, presentan un problema desde iuego, incluso para el hom-
-sosiienen de la sapiencia añeja no es más s-abio-s de a pesÍrr de las evidencias primarias. Tamlrién el primitivo
logo que los hombres de hogaño con los trata de explicar'las cosas, o dar razón de ellas, alrnque su razón no sea
todavÍa racional. La cienóia elimi¡a estos intentos de expiicación subje-
an*tanó, por encirna del tiempo. Esta forma de actualidad del
86 LA HISTORIA Y LA VERDAD LAS CUATRO RELACIONES DEL CONOCIMIENTO 87

i i,.4"Comprobar
vista" que se pone sobre ellas cuando produce asombro (Qaí¡ro) quisa :nás o menos definida. Cuando se llega a formular una
,"!."n que la claridad de su simple presencia envuelve una léy, ésta debe ser comprobada, y la verificación experimental, o
' ti¡:r'¡'¡r', oscuridad. Esta es una mirada interrogante, a partir de la cual dé otro tipo, obliga a regresar al nivel primario de los datos, del
¡:¡.,:r¿';. se organiza una observación metódica. Así trata la ciencia de
cual se partió. fncluso es necesario regresar a los hechos desde
, { reducir el misterio a problema racional. El misterio queda rele-
(¿enaltecido?) a ese borde de la existencia en que tienen
el ápice de la pirámide, o sea el nivel superior de la ciencia, en
l,_-'....guAo 'sentido propio, y donde tratan de é1, sin pretender desvanecerlo, que se encuentran las teorías. EI movimiento de abajo hacia
arriba, y de arriba hacia abajo, es incesante.
r\' la mística, Ia poesía. Es la zona de las últimas preguntas. La Establecido, pues, el hecho de Ia intercornunicación de los
-I ' ciencia sólo aspira a resolver las penúltimas. niveles, conviene ahora advertir que el trabajo de la ciencia no
En este segundo nivel de la pirámide, que es el de Ia obser-
vación, la ciencia recoge y critica los hechos de experiencia co-
mún, y busca otros, desarrollando una tarea que no termina ni
terminará jamás. Es una tarea de recolección y de corrección
I.¡ r incesante; y aunque hoy se designa con un nombre que ha ad-
.,".^,i ,i;-, quirido gran solemnidad, y es el de "investigación cientifica",
r i , I €s manifiesto que corresponde a un nivei que para la ciencia es toda ciencia. ._
-,Ahorabien: para comprender el hecho de la historicidad de ;,,1'iil.i,'
toda ciencia, el esquema de la pirámide puede servirnos, porque
con él se ponen de manifiesto los rasgos estructurales del pen-
samiento científico. Advertimos desde luego que, a medida que
nos remontamos en la escala de niveles, aumenta el factor crea-
' de datos, el examen de las cosas y de sus relaciones, estuvo guia-
,"' rJ-i,
da solamente por el afán de averiguar las leyes internas de esas
'--""1". cosas y esas ieiaciones, Ias unifo-rmidades y las reguiaridades
funcionales. Las leyes son también hechos comprobados, y su
valor o vigencia depende de una verificación fáctica; pero esa
comprobación no atañe a la presencia de la cosa, que es el ob-
jeto de experiencia común, sino a su razón propia. Esta razón
de Ia cosa misma ha de ser investigada metódicamente, y por ,li
esto no la alcanzó 7a doxa o pensamiento vulgar.
Esta caracterización de los niveles es esqueilrática, y auirque
el trabajo científico produce deformaciones en el estancamiento pre ha creído que las más grandes verdades, en eI sentido de i -,-
se. :

de la especialización, ya se comprende que los niveles del tra- tas más seguras o definitivas, eran las verdades culrninantes de ii
bajo no corresponden literalmente a una subdivisión gremial de teoría. Por el contrario, es evidente que Ias culminantes sonli ,_i
los científicos, a una clasificación en departamentos aislados. precisamente las más precarias, mieniras que las más segu-
Il-l '^-"
Y esto es así, aparte de la variedad en las capacidades individua- ras son Ias elementales,^ las modestas verdades de hecho. pe-ro1[-.'t ".
les, porque los propios niveles no están separados unos de otros eslas son las más seguras justo porque son las menos significa-
l"l
^
por la barrera de sus caracterizaciones respectivas, sino que es- Ellas no "otra
:lit observaciónsigniiican
qe_Ia óo.a'que un perfeccionalniento ]1.]
,.r tán intercomunicados. Es frecuente que un mismo cie'ntífico éomún precientífica; pero nó constituyen prG .rsL,?:r.(rr.
{",r,;:.','.i transite de un nivel a otro; si él no lo hace, tienen que hacerlo ciencia: no son sino el materiál que emplea lá ciencia
!1u*.rrt"
para su i-..,u ,,,.
otros, porque es la misma organización del cuerpo cle la ciencia
" -- II Ia qrre impone ese tránsito. - El mero acopio de los datos se construcción. a1!:, r !.
-,^.,L3:i".tgia es construcción, y empieza propiamente en el .ri-,,,.,,1"-", 1
i efectú¡., o debe efectuarse, obedeciendo a una intención de pes- tas leyes. Estas poseen sin duda alguna Ia misma fuerza \.;
::':,.
aporán{ica _-o casi " ''
^.
tiva (en .los que puede haber una sapiencia vital), porque ha descubierto L ^ r Ia misma- que
ra ¡l¡rJllr4- Yuu tuvo
Luvu ia observación
I4 vuJu! v4ulull uE los 5e
de lvo -".,
el método, o sea e1 instrumento fiel de Ia representación objetiva y de Ia il:t1,":. comprenclidos en ellas. Pero Ia formulación de una lcy
t]:",T*,*tot teórica. va obliga a discurrir. Por esto, en Ia meclida en que la ley es
" ,

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88 LA HISTORIA Y I,]T VERDAD LAS CUATRO RELACIONES DEL CONOCIMIE¡'ITO 89

una obra, :una póiesis, está sometida a variación histórica, como el estilo, la participación creadora del pensador. Pero nunca, en
todas las obras humanas (y no sólo por los avances externos filosofía, estaría permitido, como está permitido en física, aven-
de la observación, sino por las mutaciones internas del pensa- turar una hipótesis teórica en espera de que unos hechos no
miento). La verdad de la ley es verdadera y es histórica a la conocidos aún lleguen a confirmarla, u obliguen a desecharla.
vez: histórica como creación, verdadera como representación La teoría filosófica resultará o no fundada, según Ia interpreta-
objetiva. ción que dé a los hechos, o la manera como consiga integrarlos
La teoría es, respecto de la ley, lo mismo que ésta respecto sisternáticamente; pero habrá tenido que inclinarse de antemano
de la observación. La teoría define categorías, integra leyes, pre- ante la exigencia metodológica de partir de esos hechos. , n

senta esquemas sisternáticos en los que se resumen los resulta-


dos del trabajo científico efectuado en los niveles inferiores, y l'';,:"-,.- :l*t:;l:'li:,1";'t'=ar;':;-
en que se establecen al mismo tiempo las guías para la prose- 6. EN nssutdpN: el problema cle la integrácion dei las tres prime-
'!"-+v,"-,, cución metódica de ese trabajo. Pero las teorias, que obligan a ras relaciones constitutivas del pensamiento, o sea la relación
discurrir más aún que las leyes, tienen un significado o valor epistemológica, la lógica y la histórica, hemos visto que sólo
de hipótesis, aunque se presenten formalmente como conclusio. podía resolverse introduciendo una cuarta relación, igualmente
nes. Son más históricas aún que las leyes. Y con esto queda originaria, que es la relación dialógica. Analizando las estructu'
confirmado que, cuanto más rigurosa y elevadamente científica ras de esta-relación dialógica se ha revelado que no tiene fun-
sea una verdad, tanto rnás precaria será también, porque será damento real la antimonia verdad-historicidad que ha sido la
inevitablemente más "poética" que apofántica, más obra del pen- causa promotora de la crisis.
samiento activo que representación casi pasiva de los puros Se comprobó, en efecto, que toda forma de pensamiento es
hechos. simbólica y dialógica, y por ello mismo expresiva, "poética" o
De manera incidental, puede anotarse ahora que ese carácter histórica. Con esto no fracasa la intención de verdad del pensa=
de aventura del pensamiento que tiene la síntesis de teoría es miento. Hay diversos, sucesivos niveles de verdad, desde la pri'
más notorio aún en la fisica que en la metafísica. Una teoría maria aprehensión del ser como algo presente y patente, hasta
metafísica que aspire actualmeRte e poseer algún valor y utili- Ias complejas, totalizadoras verdades de teoría. La verdad es
dad tiene que ser fenomenológica; esta exigencia del método no expresiva. Pero no lo es tan sólo su formulación actual, en Ia
le permite remontarse en un l,r:elo de teoría tan libre como el que se manifiestan indudabiemente ciertos rasgos caracterológi-
de la teoría física. Y esto Io comprobamos, no sólo en las decla- cos y situacionales del sujeto que Ia comunica. La verdad es
raciones de los propios fisicos teóricos, sino en el examen epis- congénita, esencialmente expresiva, porque 'se produce con el
temológico de sus hipótesis. No suele hablarse mucho de las fogos: con la razón simbólióa. Esta producción del logos, esta
hipótesis teóricas que hubieron de ser desechadas porque el obra de pensamiento y de expresión verbal, presenta a la vez
análisis de los fenómenos no logró confirmarlas. La ciencia na- una intención comunicativa y un contenido significativo. Un
tural sigue su camino, y su historia desdeña mencionar los ca- contenido significativo es una apófansis: logra efectivamente
minos cerrados que quedaron al margen. Pero, incluso las hipó hacer patente una realidad. Si un pensarniento es auténtica-
tesis que sí obtuvieron esa confirmación, fueron formuladas mente significativo, o sea inteligible, es verdadero en tanto que
muchas veces aventuradamente, es decir, no como síntesis de un apotántico. Pero tan sólo las verdades primarias, de simple indi-
cuerpo de leyes ya establecido, sino como hipótesis en el sen- cación, pueden ser meramente apofánticas. Por encima de esta
base, etr-pensarniento es el /ogos'de una apófansis sobre la cual
tido usual de Ia palabra: como una anticipación que postula una se torma una póiesis,' lo que quiere decir que toda verdad dis-
verificación.
cuf?_rva es una pretutsión de verdad, es algo más que una mera
I-as teorÍas fenomenológicas en filosofía pueden parecer más exhibición dei ier.
"poéticas" que las físicas, no porqlle lo sean constitutivamente,
por su estructlrra, sino porque 1o es su expresión. La formu- I-a pretensión resultará más o menos cumplida según que el
pensamiento sea más o menos adecuado; según que el pensador
lación de una teorÍa física está obligada a concisión por el sis-
terna simbólico en que se expresa, que es el matemático. El ]ce.lque más a rnenos su obra "poética" al nivel básico de la
apófansis.
sistema simbólico de la metafísica, en cambio, es el lenguaje Cuando esto se lográ, parece que se desr¡anezca
ta aportación personal del pensador, porque es la apelación a
común, y la misma necesidad de precisar los términos, con un las cosas, tal como ellas son en sí mismas, lo que permite veri-
rigor que ellos no alcanzan en el uso habitual, permite y casi rrcar o hacer verdadero su discurso. Pero en la ciencia, inevita-
fuerza a esa mayor amplitud expresiva donde se manifiesta, con
90 LA HISTORIA Y LA VERDAD LAS CUATRO RELACIONES DEL CONOCIMIENTO 91

i,il
I:lemente, la verdad deviene más histórica o ,,poética,, cuantoriii metidaaquellava|idez;además,elexamendelarruevasitua-
más elevado es su nivel. De los hechos a las ieorías, pasandóiii1 ;; p."b];ática que se había creado invitaba a descartar Ia
constitutivarnen-
por Ias leyes, la verdad asciende sin perder su inherenté virtud.ü *áiufiri.u: ésta parécía estar indisolublemente,
apafántica_; pero ella implica, cuanto más alto es su rango 5¡,,;i ;;il;;i;d" a 1a'modalidad ahistórica de la epistemologÍa' Como
rnás ampiio su alcance, una mayor contribución de la activfdaA ..i ;i.;;í; á; la ciencia", la metafísica misma estaba en crisis' Aun-
creadora. La verdad más aita no queda por esto empañada cle li q;;^;; n,rui.t" descartado a la ontología, como"pura" la metafísica
arbitrariedad, de subjetividad y relátividaá. La creacibn teórica.¡i á"-fá"t, era incluso esta forma de epistemología la que
se efectuó de acuerdo con unos preceptos lógicos y metodolóÉ', frátiu f.á.urado: el sujeto trascendenial tenía que ser
sr-istituido
gicos q_ue son comunes, y con la alención puesla siempre en las l, por el suieto histórico; que es el hombre real'
¿,-., ,..-.cosas, las cuales constituy_en asimismo uná realidad iomún. La '--Si .ro'." limitaba a ^ser ,rnu simple metodología de alguna
.i.".ii particular, la filosofía tenía que centrar sus investiga-
r

.. .,-l cornunidad ontoJógica,. del ser y de la razón, es la que impide.i


i ',ala ciencia ser arbltraiia. Por lu verdad de la ciencia es dia.,, .iorr", á aquel sujeto histórico, real y. concreto' Así ha ocu-
t. ' Jógica, o sea expresiva e histórica, "rto sin ser por ello reducible .ar,i rrido, en efócto; pero esa concentración puede -interpretarse
Ios rasgos y. Ias intenciones de la expresividacl subjetiva que des:,i .o*o ,.ru retracció-n, corno una evasión ante el problema teórico
icubrlmos srempre cuando un individuo determinado Ia comur ,i originario, que era el problema de los principios de .la ciencia
,ica. Siempre es un individuo concreto, en un aqtrÍ y un ahora y d'.1 .oro.imiento en general. Han protriferado de esta manera
deterrninados, quien pronuncia Ia verdad. Esta es "una situa- ,;l ios estudios antropolóÉicos; pero, aunque sean.-legrtimos'" es
ción cie hecho. Pero él d.erecho de Ia verdad es indepándiente falsa la impresión lue Éan próducido de que la filosofía se. for-
de Ia situación, y.se funda en el efectivo cumpiimiento de su tificaba en^la antropología óo*o un último reducto, ante el
inherente pretensión de representar adecuada*"irt" el ser. avance de las ciencias. "Paradójicamente, "t. la intensificación del
Por otra parte, la rrrisma historicidad tiene su propia es- interés por lo fr.rmano hizo quá se olvidara que en el estudio
tructura: no se expresa con ella solamente eI hecho trivial de r! del homire podía y á.tiá enéontrarse Ia clave para res.olver la
que en una época los pensamientos son distintos de los de otra cuestión de las .onái.iátr.t de posibilidad y legitimidad de
época anterior, sino el hecho de que esta diversidad constituye Ia ciencia.
una iínea continua y orgánica de evolución, refleja una mutacién En todo caso, las nuevas formas de Ia antropología eran
que se efectúa de acuerdo con un principio inte"rno. La historia nllevamente metafísicas, y esto ya representaba una ganancia'
-manera
de la ciencia todo cambió que^se produce en el uni-,:
,
No se percibe, en efecto, de qué podía- la filosofía, des-
verso- ha de -como
ser pensada categorialmente, ha de ser concebida pués de los úistoricismos, considerar al hombre como sujeto
como fenómeno q-ue obedece a una ley. Los conceptos de es-
,

r
i'eal, sin regresar a la metafísica, es decir, sin desarrollar una
tructura horizontal y estructura vertical son universáles v nece- ontología clé lo humano. Faltaba solamente que- en esta onto-
sarios. Esto significa que representan formas reales y p"r*u- logÍa se integrase la nueva epistemología:. la cual tenía que ser
nentes del-proceso; que sin eilos el proceso no se entiencie, y la ontología del conocimiento: bntología del hombre en tanto que
tercera relación del conocimiento crea entonces un probléma li ser def conocimiento y procluctor histórico de la ciencia' Onto-
de la verdad, en vez de aclarar su sentido; y en fin,*que esos.; logÍa y epistemología ápárecían, pues, tan vinculadas ahora corno
conceptos sirven aI mismo tiempo como instrumentos n;todoló anles; si cabe, Ia crisis ha scÑido, después del episodio.kan-
gicos para. la. investigación positiva de todas las facetas de aquel
,
tiano, para reíelár más claramente aún aquella vinculación'le
El ietorná u iá era incvitable para superar la cri-
'
proceso histórico.
Tiene que haber, por tanto, una ciencia de la ciencia, ahora sis; o sea o.r" piát "r"irrisica
lema general cle la criiis sólo podía resol-
como antaño, o más airn. Tradicionalmente se llamó teoría del 1: Es inncg:tble"fel mórilo <lc El sert el tiernpo de Heidegger,,como in-
conocimiento, y como tal era y es una par:te de la metafísica. lenlo de ,'nu'.on".pt,,".i¿n, tirminos ontolófricos, -d.c. esa realidad, his-
De manera básica, la epistemología planteaba la cuestión de la "" dc concel¡ír la hisforicidad
tórica q'1¡ cs ci honrhre: o sea. co.'no caráCter
posibilidad y legitimidad de una ciencia en general, en los térmi-
constitutivo c'lcl ser huáano. Pero, sea cual sea la opinión técnica quc
-intenio,
se fo¡n.ie ae ese mr"lfiesto qlle Heidegger no prosiguió el
plan de l'rabaio ouc con il eidehí¡ lniciarsc, v que dchió com¡letarse csle-
nos de la relación cognoscitiva entre el sujelo y el objeto. Esta
relación estaba situada fuera del tiempo "tristórico. sá conside- blccienclo cuíics ion ias condicion es de principio que hacen .legítima le
cicncia en gc,,ciet,- a tcsar clc scr elle un p'oáucto del ser hislórico' E!
raLra que Ia
-eventual validez de un coñocimiento debía ser por
corupÍeto independiente
Ser ¡t al tiántno cs tol,wía anlropología, aunque sea ya rrna anLro,pologíe
onlológica. ¿i n."¡1"-u dc ios principios de la ciencia en general ni si'
de cualquier mutación histórica. Coá el
despertar de la conciencia histórica, no sólo quedó compro- qurera sc rbo¡da en clla.
93
LAS CUATRO RELACIONES DEL CONOCIMIENTO
LA HISTORIA Y LA VERDAD
92 de la palabra' Es ttn scr
oue él mismo es sinúólico, en el scntido qlcp^o
lu' metafísica que le perrnl- tornp"nto en la acción mediante Jas t tncu-
verse mediante una renovación {q ru, óuya itstdiciencia ontoto'áíia-i"
i

epiitemología ha áiiot'ttt" entre él \ su contplettrcnlo an'


tiese, a ella, superat ;;;;;;i;"ttitit'er ""áva
de Iá ciencia es un
laciones que la relacto""áíáiú"i Áii' ét carácter si¡nbólico c1e esLc scr cs
totógico, que es eI tu e¡r*gán"á'ir'
rre nartir de ra evide"riiíá!--,r"L factum simbólico' o sea de la efi-
ia áasa los fenómenos
de ta condición cle posrortrdá;^,;;';";;-'tiitcma de les formas
lacium histórico' i#;t-á1i;to: tu' en su evolución' cacia vinculatoria de J;ü"i;
lo .Jr"l"ig,
forma ,1i.^hisroricidad
hisror.itu-o'é to*u Ja tem¡oralid:rd
históricos constrturoá'poi t# ;;;' diversas.cGncias
liiái *it*os' sometidos a trata- simbólicas ., .oor".tl""]á'áá clc un principio dinámico
Estos fenóm".,o' r''l en el ser que las .."u. Ét,i"iol-i'"1..."i:.rrcio¡a
o nart ser Io qtte el es:
intcrno cn el ser qr. fru J" á.tuu.,
sea.erpresar'
científ ico, v,
miento clenrl'cu, t#"
q"""i;J g=l il"li
C;;; ta historia 'i:if
"i*, f de, la".?":.T
ciencra
de slr ser' Expre'
oara complerar (con cr'"irli'ir''if!,i.ü-ticio-o.i"inaiia Véase 'La vocación
critlco' toly-1,L-':'.::';";;";
i

tico-histórico, no só}o ;;:riü;.- otra realidad' eleI oro-


J .rn, poro scr', cs Io qt'" tá"ií''le.l'r.vocacion.¡'i*on''
'r"r", y Meta¡í.sira tte,ti expresiór;, caps' v ss- El
también es un o'4"']iü;T';;"1"'átq"i"t ciencia establece Ia ne- hu,tana,,,Exprcsar po,.u plantearse como un prot'lema
srama de trabajo d;'JÍt^';ü;ti'
á"^l.a nroblema de Ia ciencia ;"";.;"'.^i';;'lqefc definido por el análisis
de aquel orden' las nuramcrrtc epistemológ¡JJ: ti;;';;;i;"'ai¡
Eesidad cle investig'; l;';;;tiuta-it'terna los #ffi;li; iáir;i"i iá'*'a"4"' ser clc1^aiáo
o la expresión'
leyes que regulan "'itá?iu-n''""ü
lu ro'*'óion y evotución d'e aE
las ciencias particulares'
diversos sistemas t'*ü;ñ;;;^^i"".1"1,
Pero esta crltico-rristotitá ii""" que serh'Yf'un''
además
es creación
c,ntolósica. l-o .i.n.'iiE'h;tió'*ñoiq''"
"pi,t"*orá!?u
d9 posibilidad
siendo esto asi ¿t':ái* r''tt"áitió¡ gll"áli'it' "iiái"nt?
a cuvo término podemos
clel acto de conocinie'iáz pr"go.rtu, i"úá t"tu"t primordial-
encontrar ,rru ,"rprrálio ^ Átu o'É'cedor de verdades' so
mente sobre el ti""ti^ parte de la
"";;; pái"rr.io l-"
":"ii'iiiiiluáot:' es
bre el artífice o.'Li-¿o'"á"'ti""ti'' que-el hombre
vocación humana, -orrioiági.u
rristoriJa' Pero -esto quiere
realiza o actualiza Ji #':"fi;;;i; Y por tanto
trist¿¡co -tl :u ser mismo'
decir que eI hombrJ^es"5'^'i"ü^t"""i"r
el anáÍisis ontológiIo ha áe ser' recíprocamente'
Ñ"";i^';;te ia'epistemología: tampoco
un análisis históricl] del tiempo"'
la ontología puede ilutltit-;'f"era ptor"láá en el cuadro de la
Que esto outiga'fü-i"":":i'" bien: si la nueva
metafísica traclicionll,-"t-*3"ifi"*9,^lnotu e nrctafísica de la e/"
metafísica puede riiá*"-f"gítimamentse trate de constituir una
arcsión,no es tan ;áil"ü;q;"";;-"I" de lI ffiiesión"; sino'corno ade'
bntología a"t tromüi"" J*ó "'"' puede ya sti considerada'
más, porqu" lu "*it""ti¿í""t t"'"?"iá*"no humano' inde'
descle Grec;o
'" 'IJ"táltrátt'áá' pot
nendicnte ¿"t .onoJi"]i".,L v "t p"-"u'iiá"tá'la expre:i:ljt *
"l 't'oit;tutio'
Ll análisis f"no*"rliáLii', fr', ."í"lua" áue de conocimiento
toao- utt-"
constitutivo, ," ruill-'l"';;t;;;"i-; iÁao tipo o nivel de
que depare e,,i¿""Ji"t ápááitiitu'' t:;
p e ns ami e nt o, p o r ; ;" d";;;'dt,?:1 '^."; !:L%'
^t ?#Hl:L"f;
ii;;,'xÍ:^'h:{{rr,::{1"*i^}liul"3.ü,iitT"ái*:*,:hli'"1#?
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