Revolución Mexicana
Revolución Mexicana
Revolución Mexicana
La Revolución Mexicana fue un movimiento armado, encabezado por Francisco I. Madero en contra
de Porfirio Díaz quien permaneció en el poder más de 30 años.
Para las elecciones de 1910 el Partido Nacional Antirreleccionista, con Francisco I. Madero como
candidato, se enfrentó a Diaz.
Diaz al ver que Madero podía Ganar lo manda encarcelar para el triunfar en las elecciones.
Madero escapo de la cárcel y huyo a Estados Unidos u lanzó el Plan de San Luis en el que invitaba al
pueblo a levantarse en armas el 20 de Noviembre de 1910 en contra de los abusos del gobierno y de
la falta de democracia.
El Levantamiento de Madero tuvo mucho éxito y en Mayo de 1911 cayo Ciudad Juárez en mando de
los rebeldes por lo que Diaz renuncia.
1. Injusticia en el campo
2. Enormes desigualdades sociales
3. Ataque de la prensa
El 9 de febrero de 1913 militares porfiristas se rebelaron contra Madero, se atrincheraron en el edificio
conocido como la Ciudadela y durante diez días palearon contra las tropas leales a Madero.
El general Victoriano Huerta encargado de defender al gobierno, traiciona a Madero y a Pino Suarez,
los hace prisioneros y los asesina.
Quedándose como encargado de la presidencia a estos se les conoce como: La Decena Trágica
desencadenando consigo la segunda etapa de la Revolución Mexicana.
La Revolución Mexicana fue un conflicto armado que inició en 1910, como consecuencia del
descontento popular hacia la dictadura de Porfirio Díaz, y que derivaría en una guerra civil que
transformaría radicalmente las estructuras políticas y sociales del país.
La revolución comenzó con el levantamiento liderado por Francisco I. Madero, que se oponía a la
reelección del general Porfirio Díaz a la presidencia, dictador que había gobernado el país por más de
treinta años.
Principales causas de la Revolución Mexicana
No existía la libertad política. El pueblo no podía elegir a ningún representante dentro de los poderes
estatales ni federales. Estos eran impuestos por Porfirio Díaz, quien, pese a estar en contra de la
reelección, permaneció en el poder más de 30 años.
Despojo de tierras a los campesinos. Díaz hizo una serie de reformas a la legislación que facilitaban la
entrada a compañías extranjeras para que se adueñaran de “terrenos baldíos” los cuales pertenecían
a indígenas, campesinos o gente muy pobre que no tenía el dinero para trabajar sus tierras y eran
despojados de ellas.
Creación de latifundios. Las haciendas de gran extensión pertenecían a unos pocos propietarios
mientras la mayoría de los mexicanos moría de hambre.
No había libertad de expresión. La prensa tenía prohibido emitir cualquier tipo de opinión en contra del
gobierno y las huelgas estaban prohibidas para todos los sectores.
Represión y uso de la fuerza. Las condiciones laborales eran pésimas, sin embargo, cuando los
trabajadores y campesinos trataban de manifestar su inconformidad, fueron reprimidos brutalmente.
Un ejemplo es el asesinato de obreros durante la Huelga de Cananea (1906) y de Río Blanco (1907).
La Revolución Mexicana es una de las primeras revoluciones sociales del siglo XX y fue la
responsable de meter a México en el siglo XX. Entre sus logros y consecuencias podemos mencionar
los siguientes:
Reforma agraria
La Batalla de Puebla ocurrió el 5 de mayo de 1862, después de que Juárez proclamara la suspensión
del pago de la deuda externa.
En ese momento, los países adeudados (España, Inglaterra y Francia) declararon la guerra a México.
Después, Juárez llegó a un acuerdo con dos de las potencias pero Francia estaba decidida a invadir.
Contra toda expectativa, una victoria inesperada llenó de gloria y honor al pueblo mexicano. El
Ejército Mexicano pudo vencer a las tropas más poderosas de ese entonces: las francesas.
Entonces, Juárez tomó una decisión peligrosa y determinante, México suspendería los pagos para
poder reconstruirse. El hecho no le hizo ni pizca de gracia a las potencias europeas por lo que,
movilizaron a sus mejores tropas hacia nuestro país. Estando aquí, Juárez invitó a los representantes
de esas naciones a dialogar y llegar a un acuerdo.
Por medio del Tratado o Acuerdo de la “Soledad”, España e Inglaterra optaron por retirar a sus tropas.
Sin embargo, los franceses decidieron permanecer en el territorio y concretar la invasión.
¿Quién ganó la Batalla de Puebla? El inicio y el final de una guerra cruenta
La movilización fue comandada por el Conde de Lorencez y el 27 de abril de 1862, las tropas
francesas llegaron a Acultzingo, Veracruz, en dirección a la Ciudad de México.
La tensión y olor a derrota eran respirados por el pueblo mexicano y el gobierno de Juárez. El
presidente optó por hacer un llamado a sus contrarios, los conservadores, e invitarlos a unirse por la
libertad de la Patria. A esta petición respondieron muy pocos, entre ellos el general Miguel Negrete.
Las fuerzas del ejército mexicano se concentraron en las comandadas por los generales: Ignacio
Zaragoza, Miguel Negrete y Porfirio Díaz. Sin embargo, es importante señalar que las tropas
mexicanas estaban conformadas por voluntarios.
El Ejército Mexicano estaba conformado en ese momento por personas que nunca habían utilizado un
arma y sin instrucción militar alguna. Por otra parte, el ejército francés estaba conformado por
veteranos de guerra que habían luchado en guerras tan trascendentales como la de Crimea.
El Ejército Mexicano es subestimado
Era evidente que el Ejército Mexicano, de creación improvisada, con pocas municiones y artillería
vieja, no tenía oportunidad contra semejante enemigo. Sin embargo, el peor error de Lorencez, fue
dar por sentado que ganarían.
Cuando Lorencez y sus tropas llegaron a Puebla, a sabiendas de que Zaragoza había fortificado los
frentes de la Ciudad, decidió, por mera prepotencia, atacar de frente a las fuerzas mexicanas. Esta
fue la razón principal de la derrota francesa y de la victoria mexicana.
Y es que, el ardor, el coraje y el valor nacional llegó a tal punto que cuando los mexicanos se
quedaron sin balas, atacaron a machetazos, pedradas y con lo que tuvieran a la mano. Incluso, hubo
quiénes utilizaron las balas de cañón para derrotar a sus contrincantes.
Poco tiempo después, Ignacio Zaragoza murió y la guerra contra Francia continuó hasta 1867, de la
cual también salimos victoriosos.
Consecuencias de la Batalla de Puebla
Aunque la victoria de la Batalla de Puebla no marcó el fin de la guerra, ya que después, la Ciudad de
México fue invadida por los franceses.
Lo que sí logró, fue inspirar sobremanera a los mexicanos para seguir luchando. Gracias a esto, la
lucha continuó hasta que finalmente las tropas francesas decidieron retirarse.
El porfiriato
El Porfiriato fue una etapa en la que el general Porfirio Díaz se mantuvo en la presidencia de México.
Esto a pesar de que, en un inicio, estaba en contra de la reelección. Posteriormente, él mismo se
reeligió varias veces e impuso un gobierno autoritario que no soportaba la crítica o el cuestionamiento.
Dicha dictadura, aunada a la desigualdad social, nula libertad de expresión y otros factores, ocasionó
que se desataran revueltas armadas en su contra y que, después, culminara con el estallido de la
Revolución Mexicana. Cabe señalar que esta etapa duró 35 años (de 1876 a 1911).
Porfirio Díaz gobernó al país durante casi 30 años, entre 1876 y 1911, en siete periodos
presidenciales distintos. Este controversial personaje, defendido por algunos por el desarrollo
económico e infraestructural que impulsó en el país, y condenado por otros por la falta de libertad
política y la desigualdad que provocó el modelo económico de su gobierno.
Un ejemplo de esto último son las fincas de henequén, en las que se practicaba el esclavismo sin
nombrarlo como tal, lo cual reporta el periodista norteamericano John Kenneth Turner en una serie de
artículos bajo el título de “México bárbaro” en 1909.
El Porfiriato
¡Conoce más sobre Porfirio Díaz, su historia y cómo llegó al poder, aquí!
En 1908, Díaz dio una entrevista al periodista norteamericano James Creelman, en la que declaró que
México estaba listo para la apertura política y que no se reelegiría. Muchos historiadores señalan este
punto como decisivo para el desarrollo político de los siguientes años.
Con la esperanza de participar en las elecciones de 1910, se consolidaron partidos de oposición,
como el Democrático, en el que participó Benito Juárez Mata, hijo del Benemérito de las Américas, el
Nacional Antirreeleccionista de Francisco I. Madero y el Liberal Mexicano de los magonistas.
Puede ser que las declaraciones de Porfirio Díaz ante la prensa extranjera fueron para dar una cara
distinta, democrática, ante el exterior, pero tal vez solo cambió de opinión al ver de cerca el momento
de dejar el poder.
Sea lo que haya sido, Díaz se postuló de nuevo a la presidencia, encarceló a Madero y ganó. La
gente estaba cansada y Díaz, además de las elecciones, se había ganado suficientes enemigos.
Porfirio Díaz: Presidente de México durante casi 30 años. Se le reconocen logros, sin embargo la
revolución comenzó por sus abusos de autoridad y la desigualdad económica de su régimen.
Se conoce como el porfiriato o porfirismo a un período en la historia política de México durante el cual
la nación estuvo bajo el control férreo y autoritario del militar oaxaqueño José de la Cruz Porfirio Díaz
Mori (1830-1915). Dicho período fue clave en el devenir histórico mexicano, especialmente como
preludio a la célebre Revolución Mexicana, y duró entre el 28 de noviembre de 1876 y el 25 de mayo
de 1911: fechas en que el caudillo Porfirio Díaz inició su primer mandato presidencial y en que
abandonó el poder huyendo hacia Francia, respectivamente.
El porfiriato fue una etapa particularmente difícil en la vida política mexicana, dado que un único jefe
político gobernó con puño de hierro la nación. Incluso cuando la presidencia de la nación fue ocupada
durante cuatro años por otro militar, el general Manuel González, fue Porfirio Díaz quien tiró de los
hilos del poder, retomando abiertamente el mandato enseguida.
Historia del porfiriato
La dictadura de Porfirio Díaz duró 31 años.
Porfirio Díaz había sido un destacado militar durante la Guerra de Reforma (1858-1861) y la Segunda
Intervención Francesa en México (1862-1867), especialmente en esta última, donde recibió honores
como héroe tras recuperar del dominio extranjero la Ciudad de México y Puebla. Gracias a ello tuvo
acceso a la política, compitiendo contra Benito Juárez en 1867 y 1871, derrotado en ambas
ocasiones, y posteriormente derrotado también por Sebastián Lerdo de Tejada, tras la muerte de
Juárez, contra quien se rebeló militarmente en un contexto de suma impopularidad. Gracias a este
golpe de Estado alcanzó la presidencia de la nación en 1876, y exceptuando los cinco años en que
gobernó nominalmente Manuel González, estuvo desde entonces a cargo del gobierno de México.
La dictadura de Díaz duró 31 años. En sus últimos tiempos reiteró que el país ya estaba listo para la
democracia, pero nunca hizo ningún intento real por abandonar el poder. Cuando en 1910, con 80
años de edad, presentó nuevamente su candidatura a la presidencia, el descontento de dichas
acciones desató la rebelión de Francisco I. Madero del 20 de noviembre de ese año, encendiendo así
la mecha de la Revolución Mexicana venidera. Habiendo sido derrotado militarmente y en el terreno
político, Porfirio Díaz renunció a la presidencia al año siguiente y abandonó el país para siempre,
poniendo así fin al período del porfirato.
Características del porfiriato
El porfirato fue una dictadura, y como tal, centralizó el poder en la figura de Porfirio Díaz, cuya
voluntad suplantó las garantías establecidas en la Constitución de la época, convirtiéndose en el
motor y el volante del país entero. Esto fue posible porque era sumamente popular entre la clase
militar, así que reformó a su antojo al ejército y subordinó a ellos a la policía federal y a una policía
rural con las cuales mantuvo el orden en todo el país. Esto no impidió que hubiera rebeliones,
levantamientos, protestas y conflictos, pero ninguno logró hacer tambalear el gobierno.
La continuidad del porfiriato se tradujo en un auge material, fruto de avances considerables en el
terreno de lo económico, fruto de la apertura a la inversión extranjera y de la liquidación de los
terrenos ociosos, vendidos al mejor postor, generalmente a quien menos las necesitaba. Los cultivos
(café, azúcar, algodón) aumentaron considerablemente, aunque no tanto como la actividad minera
(hierro, cobre, plomo) y la explotación petrolera. Al mismo tiempo, el gobierno insistió en la
modernización del país, invirtiendo en obra pública y en la expansión de la red ferroviaria, por
ejemplo, cuyas dimensiones alcanzaron los 23.000 km (en comparación con los 617 km que había en
1876).
Causas del porfiriato
El régimen de Porfirio Díaz tuvo como principal causante la Rebelión de Tuxtepec de 1876, en la cual
el caudillo se opuso a la reelección de Sebastián Lerdo de Tejada, motivada en parte por las
frustraciones acumuladas por Díaz en sus sucesivas derrotas electorales, así como por la
impopularidad reinante del presidente Lerdo, derivada del acaparamiento del poder por parte de
Juárez y sus seguidores durante la reinstauración de la República.
Durante el porfiriato en México rigió una filosofía positivista, que estimuló el estudio de la historia, en
parte como un discurso que permitiera la unión nacional. Díaz y González invirtieron enormemente en
la educación nacional, en términos muy modernos: laica, gratuita y obligatoria, tal y como la establecía
la Ley Reglamentaria de Educación promulgada en 1891. También se presentó la ley para crear la
Universidad Nacional de México, alejándose de la influencia de la Iglesia Católica y de la Real y
Pontificia Universidad de México, considerada símbolo virreinal. Muchos de estos cambios fueron en
realidad profundizaciones de la gestión previa de Benito Juárez.
Política durante el porfiriato
Como hemos dicho, la política durante el porfiriato fue un tema complicado, centralizado en la
voluntad del dictador y en su alianza con los militares. A pesar de que su llegada al poder se había
dado en el marco de un alzamiento contra la reelección de Lerdo, en 1890 el gobierno de Díaz
suprimió toda limitación a la reelección indefinida, lo cual no fue bien recibido por los sectores que lo
adversaban.
La represión fue un arma común del Estado en esos días, especialmente en el período que va de
1890 a 1908, en el que se acentuaron su centralismo, su paternalismo y su autoritarismo, todo en pro
de la pacificación forzosa del país.
La política exterior del porfiriato buscó siempre el reconocimiento de las instancias foráneas, siendo la
última en admitir su mandato Gran Bretaña (1884), ya que México había roto relaciones diplomáticas
con muchas de ellas durante la firma de la Convención de Londres, causante de la guerra de
intervención. Curiosamente, los capitales británicos y estadounidenses fueron los más abundantes de
la inversión extranjera durante el porfiriato.