Tésis of
Tésis of
Tésis of
Figura 1.1.1.4 Nota. El grafico representa una vista anterior del atlas. Tomado de
Anatomía Humana (p.29) por Q.G., 2013.
Continuando con las vértebras diferentes, tenemos la segunda.
Axis o eje; segunda vértebra cervical. Cuerpo del axis. En su cara superior
destaca una apófisis más o menos cilíndrica, llamada apófisis odontoides,
cuya base, relativamente ancha, se continúa hacia arriba por una porción más
estrecha o cuello, a la que sigue el cuerpo, que termina por una superficie
convexa y rugosa o vértice. En éste se insertan diversos ligamentos. Por
delante y por detrás, la apófisis odontoides lleva superficies articulares
convexas que se articulan con el arco anterior del atlas con el ligamento transverso
respectivamente. La cara inferior del cuerpo es cóncava, con un rebote
anterior, continuación de la cara del mismo lado, que se prolonga más debajo de
la cara inferior. De las caras laterales parten las apófisis articulares, saliendo
las superiores a cada lado de la base de la apófisis odontoidea. Ambas son un
poco convexas y vueltas hacia arriba y hacia fuera, en tanto que las inferiores están
colocadas por debajo y detrás de las apófisis transversas.
Apófisis transversas. Estas apófisis son cortas, su base se halla perforada por
el agujero transverso y cada una de sus ramas se confunde con la apófisis
articular correspondiente.
Agujero raquídeo. Tiene figura triangular, con la base hacia delante.
Apófisis espinosa. Es bastante ancha y presenta una cara superior y otra
inferior excavadas y rugosas, siendo la concavidad más profunda en la cara
inferior.
Pedículos. Se confunden con las láminas y, al igual que éstas, no ofrecen
ningún carácter especial.
(…)
En el cuerpo del axis se inserta el músculo largo del cuello. En su apófisis
espinosa, el oblicuo y el recto mayor posteriores de la cabeza, el transverso
espinoso y el interespinoso del cuello. Por último, en la apófisis transversa se
insertan el largo del cuello, el esplenio, el escaleno posterior y el angular del
omóplato.
Sería esta la segunda cervical importante y diferente a comparación de todas
las demás.
Figura 1.1.1.5 Nota. El grafico representa una vista posterior del axis. Tomado de
Anatomía Humana (p.29) por Q.G., 2013.
Figura 1.1.1.6 Nota. El grafico representa una vista anterior del axis. Tomado de
Anatomía Humana (p.30) por Q.G., 2013.
Continuando con las especificaciones de las vértebras cervicales, también las
últimas dos son diferentes.
6° vértebra cervical. No ofrece caracteres diferenciales de importancia.
Solamente el tubérculo anterior de su apófisis transversa es muy desarrollado
y se le llama tubérculo carotideo o de Chassaignac.
7° vértebra cervical o prominente. Es una vértebra de transición entre las
cervicales y las dorsales. Presenta en la parte inferolateral de su cuerpo una
pequeña faceta para articularse con la primera costilla. Su apófisis espinosa,
muy larga, de ahí su nombre de prominente, se inclina hacia abajo y atrás y
tiene un solo tubérculo en su vértice. La arteria vertebral no pasa por los
agujeros que existen en la base de la apófisis transversa, sino por el canal que
llevan éstas en su cara superior; además de dichas apófisis no están
bifurcadas en su vértice.
Cada una de las vértebras está hechas adecuadamente para embonar en
cada parte, con cada músculo, ligamento, nervio, etc.
Figura 1.1.1.7 Nota. El grafico representa un corte transversal superior de la séptima
vértebra. Tomado de Anatomía Humana (p.30) por Q.G., 2013.
Para finalizar con la anatomía, comenzamos ahora con la columna vertebral
en general.
La columna vertebral está constituida por la superposición de las vértebras,
extendiéndose desde el atlas hasta el cóccix. Se estudiarán sucesivamente
sus dimensiones, si dirección y su configuración anatómica.
La columna vertebral es más larga en el hombre adulto, en el cual mide
alrededor de 73 centímetros, que en la mujer adulta. Llega a alcanzar su
completo desarrollo hacia la edad de 25 años, disminuyendo de longitud en la
vejez a causa de la retracción que experimentan los meniscos vertebrales,
reducción que puede alcanzar hasta unos ocho centímetros. (Quiroz, 2013,
p.34-35)
Nos comenta Quiroz cómo es que va la columna por nuestra parte posterior
del cuerpo, en qué momento madura y se termina de desarrollar, cuánto es lo que
crece y desde dónde a dónde va. Impresionante la edad en la que termina de
madurar.
Describiendo un poco más a la columna en general, continuamos con las
vistas. Vista la columna vertebral por delante o por detrás, se observa que su
parte más ancha corresponde a la base del sacro, presentando otro
ensanchamiento secundario al nivel del atlas en relación con su función de sostén
de la cabeza. Vista lateralmente, es más ancha al nivel de la región lumbar,
desde donde disminuye paulatinamente su diámetro anteroposterior hacia
arriba y hacia abajo (Quiroz, 2013). Dependiendo de cómo la vemos es la
forma que se da, aunque habitualmente la vemos lateralmente es normal que se
nos haga raro cómo se ve frontal.
Figura 1.1.1.8 Nota. El grafico representa vistas de la columna vertebral. Tomado de
Anatomía Humana (p.35) por Q.G., 2013.
Sabiendo que la columna tiene curvaturas (lordosis y cifósis), dónde es donde
comienza todo esto.
La columna vertebral tiene diversas curvaturas tanto en sentido
anteroposterior como en sentido transversal. En el primer caso (…) muestra las
siguientes curvaturas: 1°, una convexidad en la región cervical; 2°, una concavidad
en la dorsal; 3° una convexidad en la lumbar; y 4° una concavidad en la región
sacro- coccígea. Esta última curvatura es inmóvil, en tanto que las tres primeras son
móviles, por lo cual pueden ser más o menos pronunciadas, según la posición
del individuo. (Quiroz, 2013, p.35)
Teniendo conocimiento de esta información, al momento de hacer nosotros
algún estudio respecto a postura, curvaturas, etc. Podemos guiarnos de este tipo de
estudios con algún médico para poder hacer un tratamiento en caso de ser
necesario.
Como lo que nos mantiene en la tierra es la gravedad, claramente la física
también tiene qué ver.
Las diversas curvaturas parece que aumentan la resistencia de la columna
vertebral en virtud del principio de física que dice: las columnas elásticas
soportarán tanta mayor presión vertical, cuanto mayor número de curvaturas
alternativas presenten. (…) Las curvaturas laterales son menos pronunciadas
que las anteroposteriores (…). (Quiroz, 2013, p.35)
Nos damos cuenta que mientras más movimiento presentemos, es mejor para
las personas que hacen actividad física diaria o por lo menos 3 veces a la semana,
pueden tener una columna dinámica que no dará problema alguno debido al
movimiento que se presenta en ella.
En esta parte, se explica, según segmentos entre cada cervical, lo que hace que
obtengamos movimiento.
Es posible observar tres niveles en el raquis cervical. En el primer nivel está el
segmento superior cervicocefálico, minuto de sostén y de movimientos de la
cabeza, el cual está compuesto por el atlas y axis, vértebras desprovista de
discos intervertebrales y que son el pivote cefálico. En el segundo nivel
encontramos el segmento medio formado por las vértebras de C3 a C5 y en el
tercero nivel se localiza un segmento inferior cervicodorsal constituido por las
dos últimas cervicales C6 y C7 con la transición de la región cervical para la
dorsal. (Oliveira et al., 2007, p.37)
En nuestras cervicales, encontramos dos segmentos, las 7 vértebras se
dividen en dos y cada segmento realiza funciones diferentes y lleva consigo
características diferentes donde los discos, músculos y ligamentos se unen para
crear movimientos.
Las vértebras cervicales, principalmente, llevan el sostén de la cabeza y es el
principio de toda la columna cervical. Oliveira et al. (2007) nos cuenta:
Las vértebras cervicales, cuando están en reposo en el curso de los
movimientos, constituyen un trípode para las vértebras supra yacentes, que
así dispuestas pueden desplazarse y asegurar la estabilidad de la cabeza. La
porción principal del sostén está constituida por la columna anterior de los
cuerpos vertebrales, reforzada por las dos columnitas de apófisis articulares.
Los cuerpos vertebrales están inclinados hacia adelante y las interlineas
articulares hacia atrás. Este el conjunto compone un sistema de distribución
de las presiones verticales y un sistema de engranaje para cualquiera que sea la
posición de la cabeza y el cuello. (p.37)
Es necesario tener conocimiento de cuál es la posición principal de las
cervicales debido a que tienen un por qué de esa posición.
Kapandji (2008) nos cuenta lo siguiente de las vértebras:
(…) sujeta la cabeza a la par que constituye el esqueleto del cuello. Es la parte
más móvil del raquis. Tiene como función orientar la cabeza en un sector del
espacio de aproximadamente 180°, tanto en sentido vertical como en sentido
transversal. Es necesario recalcar que esta movilidad se añade a la de los
globos oculares. De hecho, la cabeza como soporte de los principales
captores sensoriales como la visión, el oído y el olfato, debe poder localizar las
amenazas potenciales contra el individuo y también sus puntos de interés para su
subsistencia. (p.186)
Donde nos da a conocer cuál es la función que toma la cabeza, los sentidos, si
se mueve cierta parte cómo cambia la estructura del cuello, etc.
1.2. Fisiología:
1.2.1. Columna vertebral: cervicales:
Primero, qué es la columna vertebral, para poder irnos punto por punto.
La columna vertebral humana es una estructura rígida, que permite soportar
presiones, y a la vez flexible, lo que le da un gran rango de movilidad. Estos
dos conceptos son antagónicos en sus funciones pero a lo largo de la
evolución se han experimentado y el resultado es un equilibrio conveniente a
las necesidades motoras del ser humano. Este equilibrio, casi perfecto, se
logra mediante los sistemas que interactúan para la obtención del resultado de
estabilidad, protección, flexibilidad, elasticidad y gran movilidad de la columna
vertebral. (Oliveira, Navarro, Ruíz, Brito, 2007, p.35)
Y así nos damos cuenta de cómo es como nos mantenemos en una cierta
postura, cómo mantenemos el equilibrio, qué es lo que necesita la columna para
mantenerse en una posición.
Dándonos cuenta de cada componente que contiene la columna, podemos
averiguar por qué es un área muy importante en nuestro cuerpo.
El raquis, en general, tiene tres componentes principales: la columna vertebral
(huesos irregulares –vértebras-, articulaciones y discos intervertebrales);
elementos neurales (la médula espinal y los nervios espinales) y estructuras
de soporte y fijación (músculos y ligamentos).En el adulto tiene una longitud
de 70 a 73 cm y una cuarta parte de la misma está formada por los discos
intervertebrales, estructuras que separan y articulan entre sí las vértebras.”
(Ramírez, 2015, p.329)
El raquis de un bebé, un niño, un joven, un adulto y un adulto mayor son
diferentes, comienzan a cambiar sus estructuras desde el bebé, que se conforma
toda en cierto tiempo como al adulto mayor cuando comienza a haber problemas
estructurales en esta.
El área cervical es una parte de la columna que tiene dos estructuras
diferentes específicamente.
(…), el raquis cervical está constituido por dos partes anatómicas y
funcionalmente distintas:
El raquis cervical superior 1, también denominado raquis suboccipital, que
contiene la primera vértebra cervical o atlas, y la segunda vértebra cervical o
axis. Estas piezas esqueléticas están unidas entre sí además de con el hueso
occipital por una compleja cadena articular con tres ejes y tres grados de
libertad.
El raquis cervical inferior 2, que se extiende desde la meseta inferior del axis
hasta la meseta superior de la primera vértebra torácica. (Kapandji, 2008,
p.186)
Explicando
que se tienen dos
partes que se
dividen gracias a
esas dos estructuras
y a que cada
segmento
contiene
Revisando dónde se articula, nos damos cuenta de cómo trabaja, cómo es,
cómo se ve, qué tiene en la parte posterior y anterior, etc.
Quien toma un papel muy importante (sino el más importante) son los discos
intervertebrales. “También es necesario resaltar el papel de los discos
intervertebrales, que se encuentran en la columna vertebral, y que actúan
como sistema de amortiguación protegiendo el cerebro de golpes y sacudidas que
pueden ocasionar la denominada conmoción cerebral” (Ramírez, 2015, p.329).
Los discos son los que más problemas producen debido a que son los que
más amortiguación tienen, pero llega a ser contraproducente al momento de tener
un paciente que tenga un trabajo que sea físico por lo menos un 70%, a largo
plazo (que la mayoría de las personas tienen trabajos como cargadores y no
utilizan faja) en algún momento van a realizarse estudios por problemas en
columna y resulta que tienen hernias o una separación muy prolongada entre
disco y disco intervertebral.
El axis es la última vértebra que se encuentra en las vértebras cervicales.
El axis presenta un cuerpo vertebral cuya cara superior recibe en su centro la
apófisis odontoides, también denominada diente del axis, y que sirve de pivote
a la articulación atrantoaxial; esta cara superior también da soporte a dos
carillas articulares a modo de hombreras, que sobresalen lateralmente por
fuera del cuero vertebral y están orientadas hacia arriba y hacia fuera; son convexas
de adelante atrás y planas transversalmente. (Kapandji, 2008, p.190)
Siendo una articulación pivote y asumiendo su trabajo, se describe cómo son
las últimas vértebras.
Ambos extremos como la movilidad y la rigidez que contiene la columna
vertebral tienen un objetivo en el cuerpo.
La rigidez de las vértebras que aportan estabilidad de la postura esquelética,
soportan las presiones en las zonas vertebrales y actúan como estuche de
protección de la médula formando el canal medular. La estabilidad articular
está a cargo de los ligamentos que actúan como estabilizadores de primero grado
de las articulaciones, los músculos como estabilizadores de segundo grado y
en tercero grado las adaptaciones y junciones anatómicas de las carillas e
facetas articulares. La flexibilidad de las articulaciones permiten, por si solas o
en la suma del conjunto articular vertebral, un rango de movimiento con
variables amplitudes, posibilitando los movimiento de flexión, extensión, lateral
flexión derecha e izquierda, y rotación también hacia ambos lados, así como
los movimientos combinados de circunducción, flexión o extensión con rotación.
(Oliveira et al., 2007, p.35)
La importancia de ponerle al paciente una faja para cargar peso ayuda a
mantener esa rigidez de la que nos habla el texto de manera que pueda ser más
seguro y estable para la columna el poder mantenerse en la posición que quiera
adaptar al momento de trabajar.
Así como esta área necesita rigidez y una cierta postura, también es necesario
que se mueva dependiendo de lo dinámico que sea el paciente.
La elasticidad de las estructuras blandas que participan en la columna
vertebral, está a cargo de los discos intervertebrales y músculos. Los discos
amortiguan las presiones entre vértebras y en su forma anatómica son
responsables por las curvas fisiológicas de lordosis cervical, cifosis dorsal, y
lordosis lumbar. Los músculos proporcionan la capacidad motora de ejecución
de los movimientos y la función de estabilización y mantenimiento de las
posturas estáticas y dinámicas. En el pleno funcionamiento y manifestación de
estas cuatro cualidades que se reúnen en nuestro cuerpo, está el equilibrio
necesario para la preservación y mantenimiento de la columna vertebral,
proporcionando un aumento cronológico de sus capacidades funcionales. (Olivera et
al., 2007, p.35)
Así comprendemos que, a pesar que necesita mantenerse en alguna posición
para no lastimarla, es necesario mantener las curvas fisiológicas, tener cuidado con
los movimientos, con el ejercicio, con la higiene postural, sobre todo al momento de
mantener una postura o repetirla muchas veces.
Añadiendo la importancia de la higiene postural, se mencionan las
consecuencias al no tenerla. Cuando una o más de estas cuatro funciones
pierde o disminuye su aportación, producirá un desequilibrio que conlleva a
desarreglos biomecánicos en la columna, resultando en sobrecargas de
funciones sobre determinadas estructuras que, en situación de stress, sufren
una disminución de sus capacidades funcionales y consecuentemente de su
vida útil. En consecuencia de este desequilibrio podrá producirse diversos
tipos de lesiones y en diferentes grados de manifestación que resultan en las tan
frecuentes algías de la columna vertebral (Oliveira et al., 2007, p.35). Hay que
tomarnos momentos en los que descansemos, modifiquemos la postura, etc.
De manera que no se haga una costumbre para el cuerpo y se empiece a
adaptar.
La columna contiene muchos elementos que se reparten en el cuerpo sólo en
esa área. Ramírez (2015) nos menciona:
Como parte del sistema esquelético, la columna vertebral también tiene
funciones biológicas, relacionadas con la participación en el metabolismo
mineral (los esqueletos axial - al que pertenece el raquis- y apendicular
constituyen un depósito vital de sales minerales: fósforo, calcio, hierro,
etcétera) y la función hematopoyética (producción de elementos celulares de la
sangre: leucocitos o glóbulos rojos, eritrocitos o glóbulos rojos y trombocitos o
plaquetas) a través de la médula ósea, un tejido especializado que se halla en
el interior de los huesos (entre ellos las vértebras). (p.329)
Hay demasiados elementos involucrados que pueden lastimarse, donde puede
haber algún problema, no necesariamente una lesión en alguna vértebra específica
sino en cada raíz nerviosa que sale o llega a la columna, cada músculo que pasa o
cada vaso sanguíneo habiente.
Nuestra columna soporta todo el peso del cuerpo al mantener una postura,
incluso al estar de pie, es ahí donde entra la importancia de la higiene postural.
(…) El conjunto de los agujeros vertebrales superpuestos constituye el
conducto raquídeo.
El cuerpo vertebral resiste muy bien las fuerzas de compresión a lo largo de su
eje vertical gracias a la disposición de sus tubérculas. (…) La porción anterior
del cuerpo vertebral es menos resistente que la posterior y en las lesiones por
hiperflexión se hunde en este punto. La resistencia media a la fractura por
compresión de los cuerpos vertebrales oscila entre los 600 y los 800 Kg. El
cuerpo vertebral se fractura antes que el disco. Esta resistencia disminuye con
los años, con la disminución de la masa ósea que al caer un 25% disminuye
su resistencia en 50%. La tasa de descenso del contenido mineral en el hueso es
igual entre hombres y mujeres, aunque la mujer siempre presenta una tasa
menor, siendo del 12% menos a la edad de 50 años.” (Oliveira et al., 2007,
p.35- 36)
Las estadísticas siempre van a ser diferentes dependiendo del sexo del
paciente, en ocasiones causa más problemas en una mujer, por hormonas, por
flexibilidad, por el tipo de envejecimiento, etc., incluso, depende los antecedentes
familiares para comenzar con una buena valoración para la persona y dar un
tratamiento adecuado para su patología.
La columna es un área muy delicada debido a esto siguiente:
(…) Todos los agujeros vertebrales reunidos en la espina dorsal articulada,
desde la región cervical hasta la región lumbosacra, constituyen el conducto
vertebral (también denominado conducto espinal o raquídeo) que contiene la
médula espinal y las raíces que forman los nervios espinales, membranas
meníngeas (duramadre, aracnoides y piamadre), vasos sanguíneos, tejido
adiposo y el ligamento longitudinal posterior. (…)
Otro componente de la columna vertebral lo constituyen las articulaciones, que
funcionan como puntos de apoyos (fulcros) para que las vértebras actúen
como palancas y se puedan realizar los diferentes movimientos de la espina dorsal
con ayuda de la fuerza muscular. (Ramírez, 2015, p.330-331)
Es encargada de muchos aspectos delicados y es por esa razón que una
lesión que sea grave, puede llegar a ser hasta mortal para la persona, dependiendo
del problema, desde alguna operación donde puede salir la anestesia mal hasta
alguna plejía.
Hablando individualmente de los cuerpos vertebrales que soportan todo el
peso de nuestro cuerpo y varían en formas y tamaños, Ramírez (2015) nos cuenta
que:
Se componen de una parte externa fibrosa o anillo fibroso, cuya elasticidad
disminuye durante el transcurso de la vida del ser humano y una masa
gelatinosa (gel) central llamada núcleo pulposo (la placa terminal es
considerada como continuación del núcleo) cuya sustancia fundamental, que
lo forma, está compuesta por mucopolisacáridos–proteoglucanos-16 y un 85-
90% de agua. Esta particularidad semilíquida es la principal causa de la
flexibilidad y elasticidad del disco intervertebral, y de la espina dorsal en
conjunto. (p.331)
Aquí nos damos cuenta por qué la columna vertebral es capaz de ayudarnos a
realizar cualquier actividad en la que nos movamos.
Los ligamentos son algo fundamental que ayudan a que, además de todo lo
que protege a los cuerpos vertebrales, sean resistentes y elásticos sin alguna
lesión. (…) Los elementos fibroligamentosos que unen a las vértebras
cervicales inferiores pueden detallarse en un corte en perspectiva
posteroizquierda (…). Por delante de los cuerpos vertebrales se extiende el
ligamento longitudinal anterior, por detrás el ligamento longitudinal posterior.
(…) Entre las láminas vertebrales se extienden, a cada lado, unos ligamentos
amarillos (…) Las apófisis espinosas están unidas entre sí por los ligamentos
interespinosos prolongados hacia atrás por un ligamento supraespinoso, muy
bien individualizado en el raquis cervical en un ligamento nucal: en sus dos
caras se insertan el músculo trapecio y el músculo esplenio. Las apófisis
transversas, con sus tubérculos anterior y posterior, están unidas entre sí por
los ligamentos intertransversos. Se puede observar en la apófisis transversa el
agujero vertebral o transverso y los agujeros de conjunción, limitados (…).
(Kapandji, 2008, p.212)
Son elementos fundamentales para evitar lesiones en estos y son los que más
problemas nos presentan al tener alguna patología.
Hablando de las funciones que tiene cada vértebra nos encontramos con que
qué es lo que pasa dentro de cada una y la razón por la que soportan cada kilogramo
que le agreguemos.
El disco normal tiene, entonces, una función hidrostática y actúa como un
amortiguador entre las vértebras, ahorrando energía y distribuyendo las
cargas. Las fuerzas verticales actúan sobre los discos deformándolos y con la
edad avanzada se hacen opacos y se endurecen (se deshidratan o se van
secando), lo cual facilita, en parte, las deformidades de la columna vertebral, por
la disminución de su elasticidad y su propiedad de almacenar energía y distribuir
fuerzas. (Ramírez, 2015, p.331)
Algo muy bueno de cada región en la columna es la distribución de las cargas,
y es notorio, por ejemplo, cuando una persona trabaja cargando cajas, etc., que su
trabajo es cargar cosas pesadas, sin una faja, la persona carga con sus lumbares,
pero, cuando le adaptas una faja para trabajar, comienza a hacer ésta un soporte y
distribuye las cargas para acostumbrarte y, en un futuro, que puedas hacerlo sin ella,
que sepas cómo está bien hacer las cosas desde cómo sentarte hasta cómo levantar
un papel del piso es importante para distribuir cargas en el cuerpo.
La columna tiene una composición especial para adaptarse a ciertas
posiciones, bien o mal. Los discos intervertebrales de las regiones cervical y
lumbar, en su parte anterior, son más gruesos. Esta particular morfología
provoca las curvaturas secundarias de la columna vertebral y es fundamental para
comprender, en parte, las alteraciones que pueden causar las posiciones
prolongadas e incorrectas (...) (Ramírez, 2015). Así, sabiendo las
características de cada posición, podemos averiguar cuando hay alguna
patología en la columna.
Continuando con la composición, nos adentramos a las consecuencias que
podemos encontrar al haber un problema en una vértebra.
Los huesos responden a las fuerzas aplicadas sobre su superficie siguiendo
un patrón característico. La primera fase es elástica y depende de la rigidez del
hueso. En esta fase, la deformación es temporal y se mantiene solo durante el
tiempo de aplicación de la fuerza tras lo cual, el hueso recupera su forma
original. Si la fuerza aumenta, se entra en una fase plástica y el hueso,
aunque se recupera parcialmente, queda deformado. Por último cuando la
fuerza aplicada es superior a la resistencia del tejido se produce la fractura.
(Oliveira et al., 2007, p.36)
Se puede decir que las vértebras es lo más delicado que tenemos en nuestro
cuerpo, principalmente por el paso de la médula ósea dentro de esta, lo más
recomendable es atenderse desde el primer instante cuando se sienta alguna
molestia para que el problema no se agrave y pueda ser irreversible.
Es importante recalcar que depende de la profesión de la persona el daño,
sobre todo el tiempo y los cuidados al momento de ejercer.
La respuesta de tejido óseo frente a las fuerzas que se aplican sobre su
superficie dependerá del tipo de fuerza, del tipo de hueso, así como de la
densidad, arquitectura y composición del tejido óseo. Las fuerzas que pueden
actuar sobre el tejido óseo son de tres tipos: tensión, compresión y torsión.
Además pueden ser aplicadas de forma perpendicular a la superficie ósea
(fuerza normal) o de forma oblicua (fuerza de cizallamiento). (Oliveira et al.,
2007, p.36)
La mayoría de las personas llegan a tener este problema debido a que no se
percatan del daño provocado a su cuerpo, que entran en una desesperación por
conseguir dinero a costa de todo sin pensar ni imaginarse el daño a la columna. La
prevención sigue siendo lo más importante en el mundo para ahorrarse gastos
médicos mayores y seguros de vida, incapacidades, etc. para los trabajadores en
empresas.
Adentrándonos en lo muscular y ligamentoso, Ramírez (2015) nos menciona
que:
Todos los cuerpos vertebrales y discos intervertebrales, en su parte
anterolateral, están fijados y conectados por el ligamento longitudinal anterior,
potente banda fibrosa que se extiende desde el tubérculo anterior de la
primera vértebra cervical (C1) y el hueso occipital (proximalmente) hasta la cara
anterior del hueso sacro (distalmente); limita la extensión del raquis y juega
papel importante en la estabilidad de las articulaciones intervertebrales. El ligamento
longitudinal posterior se inserta en la cara posterior de los discos
intervertebrales y cuerpos vertebrales. Desciende desde la segunda vértebra
cervical (C2) hasta el hueso sacro y se opone a la flexión excesiva de la
columna vertebral a la vez que fija los discos y cuerpos de las vértebras. (p.331)
Y cada elemento es el que nos ayuda a mantener todo en su lugar y donde
haya algo en exceso, va a haber algún problema.
Continuando con los ligamentos, cada uno tiene un nombre según con qué
está conectado.
Las articulaciones intervertebrales también se conectan mediante los llamados
ligamentos accesorios: amarillos, interespinosos, supraespinosos,
intertransversos y ligamento nucal, los cuales, junto con el ligamento
longitudinal posterior, limitan la flexión de la espina dorsal (Figura 1.2.1.10).
Todos los ligamentos y articulaciones están relacionados y unidos, de acuerdo
con la región respectiva, con la cabeza (articulaciones atlanto-occipitales), el
cuello (articulaciones atlanto-axiales) (…). (Ramírez, 2015, p.331)
Es importante saber qué ligamentos están en cierta región debido a que es
necesario al momento de dar alguna terapia para poder mejorar la función de este y
que pueda tener pronta recuperación.
1.3. Fisiopatología:
1.3.1. Lesiones en columna vertebral en área cervical:
Antes de comenzar a hablar sobre las lesiones dentro de esta área delicada,
necesitamos saber comparar los dolores o traumatismos para cada patología.
El término cervicalgia hace referencia a la presencia de dolor en la columna
cervical. En sí mismo constituye un síntoma y no un diagnóstico. Su uso como
tal obedece en muchos casos a la dificultad para determinar la causa del
mismo. Además, en ocasiones la cervicalgia tiene un origen multifactorial y
resulta complicado delimitar las responsabilidades sobre el mismo. Para
enfrentarnos al paciente afecto de dolor cervical es necesario establecer unas
correctas bases diagnósticas y esto se consigue mediante conocimientos
anatómicos y funcionales de la columna cervical y siendo capaces de llevar a
cabo una adecuada historia clínica y exploración física dirigidas. (Torrent,
Navarro, Ruíz, Brito, Jiménez, 2010, p.15)
Hablando de un dolor, es necesario saber signos y síntomas para poder dar el
tratamiento necesario para cada paciente.
Nos menciona Torrent et al (2010) sobre qué tanto incide la cervicalgia:
La cervicalgia constituye para algunos autores una causa frecuente de
consulta médica tanto en atención primaria como en atención especializada. Se
considera que más de la mitad de la población padecerá algún episodio de
dolor cervical en algún momento de su vida, y que más de un tercio consultan por
presentar síntomas de más de 6 meses de evolución o de carácter recidivante.
(…) El tiempo de duración de la cervicalgia permite otra clasificación en
cervicalgia aguda (menos de 6 semanas). cervicalgia subaguda (entre 6
semanas y tres meses) y cervicalgia crónica (más de 3 meses). Esta evolución
nos permitirá un mejor diagnóstico diferencial y un correcto plan terapéutico.
(p.15)
Muchos pacientes ignoran el dolor y dejan que pase, se auto medican en vez
de ir a alguna consulta con un doctor para comenzar a observar mediante estudios
cuál es el problema, vuelven después de 6 meses, cuando ya no soportan el dolor,
pero muchas veces este dolor ya se volvió crónico debido al tiempo que ha pasado
desde su presencia.
Teniendo en cuenta que es un artículo de hace varios años, cuenta con una
buena información sobre el porcentaje de la incidencia.
Es menos frecuente que el lumbar, pero sin embargo puede llegar a afectar a
alrededor del 28-35% de la población. Hay autores que cifran entre el 23-70%
el número de individuos que lo ha padecido o lo va a padecer. Después del
dolor lumbar, es la causa más frecuente de absentismo laboral. Puede aparecer a
cualquier edad y afecta a ambos sexos, si bien existen ciertas variaciones
relacionadas con el proceso que ocasiona el dolor cervical. Así, la aparición en
edades precoces orienta más a unas lesiones y la tardía a otras. (Torrent et
al., 2010, p.15)
En la actualidad, hay más problemas en la columna debido a las posturas
tomando en cuenta el trabajo o el tiempo que invertimos en la tecnología, en
videojuegos, celular e incluso en el trabajo.
Para poder identificar el dolor, cada tipo tiene características diferentes.
Debe considerarse el dolor mecánico y el dolor inflamatorio. La cervicalgia
mecánica se caracteriza por empeorar con la movilización y mejorar con el
reposo funcional. Suele permitir el descanso nocturno, ya que no interrumpe el
sueño. En muchas ocasiones puede identificarse una causa desencadenante
que puede ser una mala postura o un esfuerzo intenso. Es intermitente y suele
recidivar frente a estímulos parecidos y se relaciona con la actividad. En
muchos casos se atribuye a un proceso degenerativo (espondilosis cervical).
Pero conviene recordar que el dolor cervical por artrosis se da sólo cuando la
artropatía degenerativa es importante. Los cambios leves o moderados no
suelen producir síntomas y la causa más frecuente de cervicalgia mecánica se
debe a contracturas musculares. La cervicalgia inflamatoria o no mecánica es
mucho menos frecuente e incluye un diagnóstico diferencial más amplio. Por
lo general no cede con el reposo funcional de la columna y puede alterar el
descanso nocturno. Este tipo obliga a pensar en causas inflamatorias,
infecciosas o tumorales. (Torrent et al., 2010, p.15)
Es necesario saber las características de ciertas lesiones para poder dar un
tratamiento adecuado con lo que necesite cada situación de cada paciente.
Hablando de las lesiones, siendo un área llena de músculos y ligamentos para
estabilizar, encontramos una distribución del dolor al momento de una lesión.
Para varios autores de acuerdo con la localización y la distribución de la
cervicalgia y los síntomas asociados, pueden establecerse tres síndromes
cervicales distinguibles:
Cervicalgia posterior: dolor de localización cervical y hasta la fosa
supraclavicular o torácica alta y no está irradiado. Asocia factores mecánicos y
posturales con frecuencia. Incluye tortícolis espasmódico y la
espondiloartrosis. Esta cervicalgia posterior es lo que Maigne denomina
disturbio o trastorno vertebral menor.
Cervicocefalalgia: asociado a dolor en diferentes zonas de la cabeza y
acompañado muy frecuentemente por mareos, vértigos y acúfenos. Asocia
factores psicosociales. En este grupo se incluyen:
Síndrome Barré-Lieou: basado en la irritación del nervio simpático
posterior que acompaña a la arteria vertebral en el cuello.
Insuficiencia vértebra-basilar: clínicamente similar al anterior, pero
basado en placas de ateromas o malformaciones, y causantes de drop-
atacks. Puede ser senil o presenil.
Cefaleas cervicales: con franca influencia psicógena.
Cefalea occipito-supra-orbitaria.
Cefalea occipital (neuralgia de Arnold): irritación del ramo posterior de
C2.
Cefalea aurícula-temporal: obliga a un diagnóstico diferencial con la
neuralgia del trigémino.
Cervicobraquialgia:
Neuralgia cérvicobraquial: distribución metamérica.
Cervicobraquialgias inespecíficas: sin causa irritativa primaria del
nervio.
Aquí se incluyen las pseudorradiculalgias como: síndrome miofascial o
sín-drome del desfiladero torácico. (Torrent et al., 2010, p.15)
Siendo así, una cierta clasificación de las cervicalgias y sus derivados
problemas y características que pueden ayudar identificando el tipo para poder
actuar lo más pronto posible.
Es muy importante saber de dónde proviene el dolor, la causa, y Torrent et al.
(2010) nos cuenta sobre la etiología de la cervicalgia.
Cuadros sistémicos: con focalidad cervical y extracervical.
Procesos inflamatorios:
Polimialgia reumática
Espondiloartropatías: espondilitis anquilosante idiopática, artritis
psoriásica, síndrome de Reiter y otras artritis reactivas, artritis asociada
a la enfermedad inflamatoria intestinal, espondiloartropatías
indiferenciadas y espondiloartropatías juveniles.
Artritis reumatoide
Artritis reumatoide juvenil
Arteritis de células gigantes
Procesos infecciosos:
Espondilitis infecciosa
Discitis infecciosa
Procesos tumorales:
Primarios: benignos (osteoma osteoide, hemangioma, neurofibroma,
meningioma) y malignos (mieloma múltiple). · Metastásicos: mama,
próstata, riñón, tiroides, melanoma.
Procesos metabólicos
Osteoporosis
Enfermedad de Paget
Procesos neurológicos: Síndrome Parsonage-Turner
Síndromes congénitos: síndrome de Klippei-Feil o sinostosis cervical
congénita (malformación de la charnela cráneo-cervical, fusión de varias
vértebras, alteraciones auditivas, cardiacas asociadas entre otras).
Otros: Síndrome miofascial y fibromialgia. Cuadros locales: con
manifestaciones exclusivamente cervicales
Procesos traumáticos:
Latigazo cervical
Fracturas cervicales
Luxaciones cervicales
Procesos degenerativos
Espondilosis
Espondilodiscartrosis
Anomalías congénitas: espondilolistesis congénita, hemivértebras
cervicales, fusiones/sinostosis vertebrales unilaterales, bilaterales,
múltiples. Síndrome desfiladero torácico.
Cuadros referidos: afectación de las cúpulas pleurales (tumor de Pancoast),
cardiopatía isquémica (Infarto agudo de miocardio, angina), disección del
cayado aórtico y grandes vasos, esofagitis, faringitis, tiroiditis, afectación gan-
glionar cervical, colecistitis por colelitiasis, etc. (p.15-16)
Proviniendo de todas estas causas una lesión, lo cual, necesitamos los
estudios y exámenes necesarios para saber el problema identificado para poder
actuar en cuanto a un protocolo de tratamiento e incluso alguna prevención.
Es importante, dentro de saber e informarse sobre la patología de la persona,
la historia clínica y una anamnesis.
Una correcta anamnesis aumenta la prevalencia de hallazgos positivos en la
exploración física, aunque no influye en la valoración global del paciente con
cervicalgia. Se considerará inicialmente la edad del paciente. (…) Incluiremos
los antecedentes personales y familiares del paciente. Dentro de estos
antecedentes podemos encontrar alguna clave diagnóstica. La historia clínica
nos permite analizar el dolor a través de los datos de su aparición,
localización, intensidad, características, irradiación, agravantes y atenuantes.
También habrá que considerar la repercusión del dolor en las actividades diarias
del paciente. El interrogatorio debe dirigirse a los aspectos más relevantes. La
forma de aparición del dolor, su localización y la zona de irradiación orientan el
diagnóstico. (…) Se interroga al paciente sobre la posible pérdida de destreza
manual y alteraciones sutiles del equilibrio o de la marcha, síntomas iniciales
de la mielopatía cervical. Otros síntomas neurológicos, como la pérdida de control
de esfínteres, resultan raros como forma de inicio e indican afectación grave.
Las dificultades de deglución o alteraciones en la voz orientan hacia procesos
neurológicos de mayor grave-dad. La clínica vegetativa, como cefalea,
náuseas, vómitos, cuadros vertiginosos y mareos, acompañan ocasionalmente al
latigazo cervical y en menor medida a cuadros de espondiloartrosis. (Torrent et
al., 2010, p.16)
Donde encontramos que depende de los signos y síntomas encontrar la
patología y probablemente es congénita, entre otras cosas, o si es traumática, etc.
pero para eso son necesaria una anamnesis y los antecedentes familiares del
paciente.
Hablando de algunos signos y síntomas, nos cuenta Torrent et al. (2010) que
hay unos que ayudan a medir el dolor:
Debe realizarse un interrogatorio sobre gestos habituales de la vida diaria y
actividad laboral y de ocio. La valoración de posturas mantenidas o
movimientos de repetición durante estas actividades orientan hacia una sobrecarga
facetaria o lesión muscular. Es útil medir la intensidad del dolor mediante una
escala analógica visual (EVA), tanto en la valoración inicial como en el
seguimiento clínico. Una visión más didáctica de los signos y síntomas que pueden
manifestarse en relación con patología de la columna cervical, sería:
Locales:
Dolor
Contractura muscular
Rigidez
Actitudes posturales
Irradiados:
Vía ascendente: (vascular y simpático) se incluye cefalea, mareos,
vértigo, náuseas, vómitos, diaforesis o hiperhidrosis, síncopes, drop-
atacks, diplopía, acúfenos, oculalgia.
Vía transversa: (radicular y vascular) irradiación metamérica del dolor,
de parestesias, debilidad, atrofia muscular en MMSS, Fenómeno de
Raynaud, ingurgitación venosa, alteración de los pulsos, claudicación
de los MMSS.
Vía descendente: (medular) debilidad y atrofia en MMSS e II, signo de
L~Hermitte, parestesias, alteraciones de los reflejos, alteración de la
marcha (ataxia), alteración de los esfínteres. (p.16)
Por esto y algunas razones más, el dolor es lo que más frustra a las personas
además que los imposibilita para hacer sus actividades diarias, la razón por la cual
se auto medica la mayoría es para no detenerse.
Después de la anamnesis, es importante comenzar el examen físico
inspeccionando al paciente para poder hacer una correcta valoración.
Incluye la observación y el análisis de la actitud cervical en reposo. Se
analizará la postura en cuanto a modificaciones recientes, si es antiálgica, si se
acompaña de cifosis dorsal. Si el paciente se mueve en bloque. Si hay
lateralización aislada o junto con rotación. Si hay alteraciones oculares
asociadas. (…) Se valoran la posible asimetría de los hombros, las cinturas
escapulares o articulaciones esternoclaviculares que reflejen la alteración del eje
del raquis. El análisis de la marcha puede evidenciar alteraciones relacionadas
con mielopatía cervical o enfermedades del sistema nervioso central. (Torrent et
al., 2010, p.16)
Es importante debido a que podemos observar ciertas situaciones que
probablemente puedan cambiar el tratamiento que teníamos planeado o pensado,
por eso, es importante primero inspeccionar cada parte y aspecto del paciente.
Para descubrir puntos dolorosos o algunos otros problemas fuera de la
patología a tratar, Torrent et al. (2010) nos cuenta que:
Se realiza la palpación de eminencias óseas en busca de puntos dolorosos:
apófisis espinosas, facetas, articulación acromioclavicular, esternoclavicular y
corredera bicipital. Se palpan las uniones interóseas, los ligamentos
interespinosos posteriores y los puntos gatillos (trigger points) en los cuadros
de dolor miofascial: inserción occipital de trapecio y paravertebrales, trapecio
superior, romboides, redondo menor y elevador de la escápula. También se
deben palpar las masas musculares en busca de puntos dolorosos o
contracturas. No hay que olvidar la exploración de cadenas ganglionares
cervicales en busca de masas o adenopatías que orienten hacia un proceso
tumoral o infeccioso. De la misma forma no sería excesivo una palpación
tiroidea. El consenso en el procedimiento de exploración, el
entrenamiento previo de los examinadores o el empleo de sujetos
asintomáticos no mejoran la fiabilidad de los procesos de palpación. En la
valoración metodológica de la palpación la ausencia de valores de referencia
aceptables condiciona resultados de baja validez y reproducibilidad, aunque es
importante destacar que la fiabilidad de la palpación está a la altura de la
auscultación pulmonar o cardiaca. (p.16-17)
Lo más común dentro de algún problema que involucre problemas en el
movimiento son las contracturas, siempre serán un problema y son las que
disminuyen los arcos de movimiento, así que será importante tratarlas en su
momento.
Continuando con los exámenes antes de comenzar con el tratamiento, es
necesario saber los rangos de movimiento que tiene nuestro paciente.
Consiste en la valoración de la movilidad activa, pasiva y segmentaría. Se
puede utilizar un inclinómetro o un goniómetro para ofrecer mayor
reproducibilidad y fiabilidad en las medidas. Sin embargo no son técnicas
habituales. Se valora también la aparición de parestesias, dolor o disestesias
en los miembros superiores en cada uno de los movimientos explorados:
flexión, extensión, rotaciones e inflexiones laterales. (…) Existe una baja
sensibilidad para la valoración visual del rango articular y un bajo valor predictivo
positivo, lo que indica que no es capaz de identificar áreas de rigidez articular. (…)
Balance muscular: consiste en la valoración de la fuerza muscular paravertebral
cervical y dorsal utilizando el conocimiento anatómico sobre localización, origen
e inserción muscular. Existe una disminución de fuerza en la muscula-tura
paravertebral en los pacientes con cervicalgia, Se valora la fuerza muscular
máxima en cada movimiento. La medición parece ser fiable y reproducible.
(Torrent et al., 2010, p.17)
Complementando, hay test que se le pondrán al paciente para saber qué es lo
que va a necesitar en el protocolo que vamos a implementar y poder trabajar juntos
en una terapia multidisciplinar.
Balance muscular de las extremidades: la valoración del balance muscular
debe extenderse a MMSS e II, de manera analítica si fuera necesario y
siempre de forma bilateral. La realización con dinamómetro ha demostrado
una aceptable fiabilidad, al igual que la manual y es recomendable en la
práctica clínica.
Sensibilidad: es el dato más subjetivo por las dificultades en el método de
evaluación y la interpretación personal de los pacientes. Debe ser comparativa
bilateralmente. Una hipoestesia franca en un territorio orienta hacia una
patología radicular. La alteración de la sensibilidad vibratoria y propioceptiva
aparece con frecuencia en la mielopatía crónica o grave.
Reflejos osteotendinosos y de irritación de la vía piramidal (Hoffmann, reflejo
cutáneo plantar). Todos deben valorarse de manera bilateral y comparada.
(…) Otros datos a incluir en caso de sospechas específicas: estudio del tono
muscu-lar, del equilibrio estático y dinámico, de la marcha, pares craneales,
funciones superiores, etc. (Torrent et al., 2010, p.17)
Hay que complementar muchísimo la valoración para encontrar la patología
debido a que muchas veces los pacientes sólo dicen que les duele y el lugar, pero
prestan atención a si realmente fue algo que hicieron mal, que lo provocaron, si fue
por algún incidente, si era congénito y se manifestó hasta ese momento, etc.
Hay varios signos a tomar en cuenta dentro de las patologías que se toman
alarmantes o graves. Torrent et al. (2010) nos cuenta que:
Signos orientativos hacia la patología neoplásica: Síndrome constitucional,
dolor de predominio nocturno, dolor progresivo a pesar del tratamiento físico,
adenopatías no asociadas a procesos infecciosos y síndrome de Horner por
afectación del vértice pulmonar.
Signos que orientan hacia patología del SNC: Cefalea de reciente comienzo o
que ha modificado sus características reciente-mente en relación con
insuficiencia vértebrobasilar, alteraciones de la marcha, pérdida del control de
esfínteres o hiperreflexia debido a mielopatía o afectación del SNC. La
amiotrofia generalizada o la pérdida de fuerza simétrica en las extremidades
superiores obliga a descartar polirradiculitis o enfermedades del SNC.
Signos de patología infecciosa: Dolor de predominio nocturno y dificultad para
la deglución que orienta hacia patología prevertebral ocupante de espacio.
Signos de patología inflamatoria: Dolor de predominio nocturno, mucho tiempo
de evolución episódica, sinovitis, artralgias o mialgias generalizadas. (p.17)
Si se descartan estos signos, podremos continuar con la terapia, sin embargo,
si se meten varios aspectos, será necesario implementar más integrantes al equipo
multidisciplinario para trabajar en conjunto.
Entrando al 100% con la fisiopatología, nos encontramos con algunas que son
las más comunes (si se puede decir) o que son provocadas y son altamente
conocidas desde su etiología y cuadro clínico para un buen tratamiento
fisioterapéutico.
LATIGAZO CERVICAL:
(…) es una aceleración-desaceleración con transferencia de energía a la
región cervical. Puede producirse por un accidente de tráfico. Se pueden
lesionar los tejidos blandos o hueso, y puede producir una gran variedad de
manifestaciones clínicas (síndrome asociado al latigazo cervical). Dada su
vinculación con los accidentes de tráfico, la repercusión socioeconómica que
presenta es muy alta.
Biomecánica:
Aproximadamente un tercio de los accidentes de tráfico son colisiones
posteriores, y este tipo de accidentes es el responsable de la mayoría de las
lesiones aso-ciadas al latigazo cervical. Accidentes de baja velocidad pueden
producir grandes fuerzas de aceleración-desaceleración en la columna
cervical. Tras el impacto el coche sufre una aceleración hacia adelante; 100 ms
después el tronco y los hombros del paciente sufren esta aceleración similar al
asiento del vehículo. La cabeza permanece estática en el espacio y resulta en
un movimiento de hiperextensión forzada. Después de la extensión, la fuerza de
inercia desplaza la cabeza hacia adelante, resultando en una hiperflexión. (…)
Fisiopatología:
El dolor producido por estas lesiones tiene una fisiopatología poco clara,
pudiendo tratarse de lesiones de los ganglios posteriores de C1-C2 o
compresión de las facetas articulares de vértebras inferiores. A la hora de su
valoración deben considerarse aspectos relacionados con ángulos de colisión,
velocidad y tamaño de los vehículos, condiciones de la carretera, posición de
la persona, del reposacabezas, uso del cinturón de seguridad.
(…)
Clínica:
Los síntomas asociados al latigazo cervical son:
Cervicalgia 62-100%
Cefalea 97%
Dolor de hombro 42%
Parestesias 40% (STC)
Mareos/inestabilidad 50%
Disfagia 18%
Hipoacusia 4%
Dolor en columna lumbar (42%) (…)
Clasificación:
(…)
Grado 0: no hay ni signos ni cervicalgia.
Grado I: puede haber cervicalgia o rigidez pero no hay signos clínicos
objetivables.
Grado II: cervicalgia con pérdida de recorrido articular o puntos dolorosos a la
palpación (actualmente se admite grado IIA sin limitación de recorrido articular
o IIB con limitación de recorrido articular).
Grado III: como el grado II más presencia de lesión neurológica. Afectación de
los reflejos osteotendinosos o alteraciones sensitivas-motoras.
Grado IV: presencia de fractura o luxación. (Torrent et al., 2010, p.20-21)
Y este es uno de las patologías más comunes en el mundo debido a la
tracción que se realiza, al movimiento de la cabeza y por varias etiologías es así de
común pero al igual, grave.
Siendo un problema sobre la compresión, comienza a ser grave.
SÍNDROME DEL ESTRECHO SUPERIOR:
(…) es el conjunto de signos y síntomas que se producen con la compresión
de las estructuras neurovasculares en su paso desde el tórax y el cuello, en el
intervalo costoclavicular, hacia la axila. La sintomatología puede incluir dolor,
parestesias, debilidad y síntomas afines, en la extremidad superior. El SDT
puede ser debido a muchas causas. Las estructuras que pueden sufrir una
compresión en orden de frecuencia descendente son el plexo braquial, la vena
subclavia y la arteria del mismo nombre. La compresión suele ser
consecuencia de alteraciones congénitas o adquiridas de las estructuras óseas
y fibromusculares de la vecindad. (…) En muchos casos se la diagnostica como
lesión de nervio periférico (sobre todo en jóvenes) y no se piensa en el SDT.
En ocasiones se lo vincula con el ámbito laboral dentro de los síndromes por
sobrecarga, con mayor controversia si cabe. (…)
Epidemiología:
El SDT se observa más en el sexo femenino en una relación 4:1; y con mayor
frecuencia entre la pubertad y la cuarta década de la vida. (…) Entre las
mujeres afectas hay mayor incidencia de sobrepeso y exceso del tamaño de las
mamas; los varones suelen ser gruesos y musculosos.
Anatomía y fisiopatología:
Los espacios en los cuales puede ocurrir compresión de las estructuras
neurovasculares son tres: a) el triángulo interescalénico; b) el espacio
costoclavicular y e) el espacio por debajo del pectoral menor. Las alteraciones
congénitas fibromusculares u óseas en estos tres espacios o desfiladeros son
un factor de riesgo para sufrir un SDT después de un traumatismo, inflamación
u otros factores, como la sobrecarga dinámica o funcional de la extremidad
superior, la cintura escapular o la región del cuello en determinadas
alteraciones posturales.
Etiología:
La etiología del SDT se puede dividir en: De origen óseo: 30% del total; costilla
cervical (…), alteración de la primera costilla, hipertrofia de la apófisis
transversa de C7, alteraciones de la clavícula. Alteraciones de partes blandas:
músculos escalenos (anterior, medio, mini-mus y bandas fibromusculares),
músculo subclavio, complejo ligamentoso costoclavicular, músculo pectoral
menor. A todos estos factores puede añadirse un traumatismo u otros factores
mecánicos o de sobrecarga.
Clínica:
La sintomatología referida es: síntomas neurológicos en el 90% de los casos,
bien periféricos (dolor, parestesias, debilidad, pérdida de fuerza, atrofia -poco
frecuente-) o bien simpáticos (Fenómeno de Raynaud, dolor, cambios de
coloración y temperatura, isquemia, alteraciones tróficas); y síntomas
vasculares (10%) por un lado provocados por compresión sobre la arteria
subclavica (los citados anteriormente como simpáticos, además de
disminución del pulso, trombosis, émbolos distales, necrosis) y por otro sobre la
vena subclavia (dolor, edema, distensión venosa, cianosis, circulación colateral,
síndrome de Paget-Schroetter). En general, la sintomatología más frecuente
en el SDT es el dolor, las parestesias y disestesias, la pérdida de fuerza, la
sensibilidad al frío con cambios de coloración de la extremidad, de forma
similar a un síndrome de Raynaud. En el caso de costillas cervicales y bandas
fibrosas asociadas, los síntomas se alivian mediante la elevación de la
extremidad y se agrava en los movimientos de aducción de la misma. Al contrario,
en el caso de una disminución del tamaño del triángulo de los escalenos, los
síntomas se agravan en la abducción de la extremidad. El Síndrome de Paget-
Schroetter es la presencia de trombosis de esfuerzo de la vena subclavica
derecha que cursa con dolor, edema en toda la extremidad superior, distensión
venosa y cianosis.
Diagnóstico:
El diagnóstico del SDT es principalmente clínico. Los síntomas y signos varían
dependiendo de qué estructuras sean las comprimidas. Los síntomas son
predominantemente nocturnos y empeoran en general con la elevación de las
extremidades inferiores. (Torrent et al., 2010, p.21-22)
Sinceramente, esta patología nunca la había escuchado, sin embargo, los
problemas que se desarrollan en base a la sintomatología, sí, así que nosotros, como
fisioterapeutas, eso será lo que trataremos.
Dentro de la cervicalgia, existen más situaciones en las que se observa la
inflamación o algún problema. Torrent et al. (2010) nos cuenta lo siguiente:
CERVICALGIA INFLAMATORIA:
Algunas de las articulaciones cervicales (…) son articulaciones sinoviales y
por tanto dianas potenciales en los reumatismos en los que el tejido sinovial es el
lugar donde se asienta el proceso y perpetúa el proceso inflamatorio. Además,
la riqueza en entesis (tejido de transición entre cápsulas, tendones, ligamentos
y fascias y el periostio) de la columna cervical justifica su casi constante
afectación en el curso de las espondiloartrítides. La estrecha vecindad de las
estructuras articulares con las neurales: tronco cerebral, médula espinal y
raíces nerviosas, y vasculares explica los variados síndromes y combinaciones
de los mismos que podemos observar en algunos pacientes. (22)
Cuando hay una lesión donde se involucra el sistema nervioso hay un
problema aún más grave, es una zona donde se necesita inmovilizar inmediatamente
ocurra algún traumatismo o alguna enfermedad enfocada en esa zona.
Dentro de la cervicalgia inflamatoria, hay varios aspectos que son importantes
para tomar en cuenta a la hora del tratamiento.
Polimialgia reumática:
Síndrome frecuente, caracterizado por dolor y rigidez de cinturas. Más
frecuente en las mujeres y suele aparecer después de los 50 años. Cuadro
clínico: dolor de ritmo inflamatorio y rigidez prolongada, permanente a veces del
cuello y cinturas escapulares y pelvianas de más de un mes de evolución.
Simétrica y de inicio brusco o insidioso.
Espondiloatropatias:
Conjunto de enfermedades reumáticas con características clínicas,
patogénicas y radiológicas comunes. Se incluye a la EA artritis psoriásica,
síndrome de Reiter y otras reactivas, artritis de la enfermedad inflamatoria
intestinal, espondiloartropatías indiferenciadas y juveniles. La más frecuente
es la EA. Es 10 veces más frecuente en varones, (…) Los síntomas iniciales
suelen localizarse en esqueleto axial, sobre todo a nivel lumbosacro. La
afectación cervical suele ser tardía, ocasionando limitación de la movilidad cervical
y cifosis de la misma. Se añade al dolor cervical, un síndrome sacroilíaco, artritis
periférica y dolor torácico. Suelen afectar fundamentalmente al raquis medio-
inferior y menos al superior.
Artritis reumatoide:
(…) es una enfermedad inflamatoria crónica poliarticular que puede afectar a
cualquier articulación sinovial. A nivel cervical se suela afectar principalmente
el segmento superior del raquis cervical, por ser estas articulaciones (occipucio-
C1 y C1-C2) puramente sinoviales y por tanto "dianas" de la inflamación. La
AR puede ocasionar los siguientes tipos de afectación del raquis cervical:
Subluxación atloideo-axoidea: anterior como resultado de la laxitud ligamen-
tosa que se produce por la sinovitis, rotura del ligamento transverso o por
erosión o fractura de la apófisis odontoides. Posterior menos frecuente y se
produce por fractura de la apófisis odontoides o por destrucción del Axis.
Lateral.
Subluxación vertical por un daño de las articulaciones atloido-occipitales y
atloaxoideas. Suele ir precedida de una subluxación anterior y tiene peor pro-
nóstico.
Subluxación subaxial: por inflamación de las articulaciones de Lushcka y/o por
afectación de las articulaciones interapofisarias.
El cuadro clínico es de dolor cervicooccipital, retroorbital o temporal, en hasta
el 80% de los pacientes, que no responde al tratamiento habitual. (…)
La afección y gravedad de la enfermedad cervical discurre paralela a la
afectación periférica y es más frecuente en los pacientes con erosiones. Los
síntomas neurológicos, a menudo, no se correlacionan con la radiología y
pueden estar relacionados con variaciones individuales del diámetro del canal
cervical. Cuando hay signos de compresión medular, la mielopatía progresa
rápidamente. En los pacientes AR subsidiarios de cirugía habrá que
considerar la eventualidad de patología cervical con vistas a la intubación
orotraqueal. En la exploración física destaca una pérdida de la lordosis cervical,
con resistencia a la movilización pasiva del cuello y profusión anormal del arco
axial. Además hay que valorar signos de radiculopatía, alteración de la marcha,
debilidad muscular, amiotrofia, espasticidad, hiperreflexia, RCP, etc.
Artritis reumatoide juvenil: entidad que representa a diferentes subgrupos
clínicos caracterizados por sinovitis y afectación multisistémica. La
presentación más frecuente es la poliarticular y sistémica. En su afectación
cervical el hallazgo más frecuente es la rigidez cervical. (…) (Torret et al., 2010,
p.22-23)
Es importante saber el cuadro clínico del dolor debido a que necesitamos
identificar qué causa la misma cervicalgia o la misma inflamación, por si está tocando
otra área y se esté perjudicando más de lo que la lesión lo está haciendo.
No en todos los casos, puede haber una patología por algún trauma o
congénita, sino que también, las infecciones causan problemas. Torret et al. (2010)
nos habla de lo siguiente:
ESPONDILÓSIS INFECCIOSA:
(…) El agente etiológico más frecuente es el stafilo-coco aureus. En pacientes
predispuestos el germen puede variar. Existen factores predisponentes como
la diabetes, alcoholismo, toxicomanía, drepanocitosis, pacientes en tratamiento
con inmunosupresores, corticoides o diálisis renal. Las infecciones se produce
vía hematógena o linfógena a partir de un foco a distancia, o bien por
contaminación directa a partir de una herida o de un proceso invasivo local.
Clínicamente se manifiesta por dolores intensos de predominio nocturno,
fiebre y rigidez, que permiten un diagnóstico precoz. El riesgo de complicaciones
neurológicas es alto. La radiografía es normal al inicio. (…) (p.23)
Donde un vector causa algún problema y empieza a atacar los sistemas,
dependiendo de la gravedad es la velocidad con la que se propaga en el cuerpo
humano.
Lo más común, los tumores, son graves la mayoría, sin embargo, depende
mucho del tamaño y la agresividad del tumor para hacer un protocolo y dar
tratamiento multidisciplinar al paciente.
TUMORES CERVICALES:
Hablando de los tumores en el área cervical, encontramos algunos procesos
diferentes:
Tumores benignos
Son excepcionales, pero comprenden todos los tipos. En la mayoría de los
casos su sintomatología es escasa y consiste en dolores indeterminados,
posición antiálgica y ausencia de masa clínicamente palpable. El riesgo
inherente al tipo de localización está vinculado a las compresiones
radículomedulares y las fracturas con aplastamiento vertebral. Se incluyen
hemangiomas, osteoma osteoide, meningiomas y neurofibromas como los
más frecuentes.
Tumores malignos
Están representados principalmente por las metástasis y el mieloma, aunque
pueden encontrarse todo tipo de tumores malignos.
Tumores metastásicos
De pronóstico grave debido a las pptenciales complicaciones neurológicas que
pueden producir dependiendo de su evolución. Clínicamente se manifiestan
como cervicalgias asociadas a neuralgias de Arnold que adquieren un carácter
tenaz y nocturno rebelde a los tratamientos más frecuentes.
Excepcionalmente puede presentarse como una neuralgia cervicobraquial
progresiva e intensa y bilateral, o como una compresión medular con déficit
motor progresivo, tras-tornos sensitivos y síndrome piramidal. En esta
localización son menos frecuentes que a nivel dorsal o lumbar. Las metástasis
más frecuentes proceden de la mama, próstata, riñón, pulmón y tiroides.
Radiográficamente se muestran como lesiones líticas localizadas en el cuerpo
vertebral o arco posterior, o como lesiones condensantes o lesiones mixtas.
(…)
Mieloma
(…) Clínicamente se manifiesta como cervicalgia o bien se descubre durante
un examen sistemático de extensión de la enfermedad. Radiográficamente
suele objetivarse como osteopenia simple o lesión lacunar que puede
evolucionar hacia un aplastamiento que amenaza la médula espinal. (…)
(Torrent et al.,2010, p.23)
A pesar de tratarse con radioterapia, con quimioterapia, e incluso con cirugía,
los pacientes necesitan terapia física debido a los síntomas o incluso, para después
de la cirugía. Es necesario que los pacientes tengan sesiones de rehabilitación antes
y después de las cirugías.
Otra situación, son las artrosis, que afectan las articulaciones y como se actúa
es de manera inflamatoria.
ARTÓSIS CERVICAL:
Es una enfermedad común de comienzo insidioso, que afecta
aproximadamente al 75% de la población mayor de 40 años. La frecuencia
aumenta con la edad. Es un proceso generalizado que se localiza
preferiblemente en el raquis cervical inferior, debido a su mayor movilidad. Se
caracteriza por la disminución del espacio discal que se acompaña de
osteoesclerosis de los platillos adyacentes y formación de osteofitos que
pueden estenosar el conducto raquídeo. (…)
E n la mayoría de los casos la artrosis es totalmente asintomática y cuando
pro-duce clínica, ésta presenta una forma de cervicalgia crónica más intensa a
primera hora de la mañana y que se localiza a nivel cervical medio o inferior,
pudiendo irradiarse hacia los hombros, trapecios, región occipital, región
interescapular y zona superior del dorso. Ocasionalmente tras determinadas
sobrecargas mecánicas se producen agudizaciones que suelen durar pocos
días, pero que pueden dar lugar a una neuralgia cérvicobraquial.
En la exploración física destaca una limitación del recorrido articular activo y
pasivo que afecta fundamentalmente a la extensión, rotaciones e inclinaciones
laterales, asociada a una contractura de los músculos paravertebrales y
trapecios. Ocasionalmente el examen neurológico puede revelar signos de
radiculopatía en MMSS o signos de mielopatía cervical que es preciso
descartar. (Torrent et al., 2010, p.23)
La artrosis es una situación que afecta a mucha población, en otras partes,
pero al ser un hueso con hueso, todo nuestro esqueleto tiene complementos donde
se involucra una artrosis, siendo una articulación, va a tener este problema.
El tema es de las cervicales, y cada disco contiene ciertos elementos que
pueden ser involucrados en la lesión y pueden llegar a ser irreversibles.
NEURALGIA CERVICOBRAQUIAL:
Puede ser secundaria a una afectación discal por fisura del anillo y prolusión
del núcleo pulposo o la compresión radicular por un nódulo disco-osteofitario a
nivel del agujero de conjunción. Clínicamente se caracteriza por dolores, a
mendo de comienzo progresivo aunque también puede ser de inicio súbito,
que afecta en primer lugar al cuello y posteriormente irradian hacia el miembro
superior. El dolor es de intensidad variable, suele acompañarse de parestesias
más o menos marcadas o trastornos sensitivos objetivos. La maniobra de
Valsalva puede acentuar el dolor aunque con menor intensidad que en la
lumbociática. A la exploración física el cuello presenta una posición antiálgica
con rigidez. La movilización cervical reagudiza el dolor en el miembro superior,
lo mismo que la realización de la maniobra de spurling. Es imprescindible
realizar una exploración neurológica minuciosa para identificar la raíz afectada
y descartar la presencia de una compresión medular o signos reveladores de
otras causas. (Torrent et al., 2010, p.23-24)
Es por eso, la importancia de, cuando hay algún trauma o se siente molestias
en esa parte del cuerpo, se acuda inmediatamente al médico para que la lesión no
llegue a ser irreversible. La lesión, si se puede decir, menos grave en el área de las
cervicales, sería la tortícolis, la cual, ocurre por cosas muy simples (en ocasiones).
TORCICOLIS CONGÉNITA:
El nombre de tortícolis (tortus collum: cuello torcido en latín) significa
inclinación o actitud viciosa de la cabeza y el cuello por diferentes causas. La
tortícolis muscular congénita es aquella deformidad del cuello relativamente
frecuente que se presenta en el recién nacido o que se manifiesta durante los
dos primeros meses de vida y que se asocia a un acortamiento del músculo
esternocleidomastoideo (ECM). (…) La etiología de la tortícolis congénita se
puede clasificar según sean óseas (disfunción occipitocervical y disfunción
vertebral cervical donde se incluye el Síndrome de Klippei-Feil, la escoliosis
congénita o las hemivértebras), no óseas (tortícolus muscular congénita y
síndro-me de Sandifer) o neurogénicas (tumores del SNC, malformación de
Arnold-Chiari, tortícolis ocular o tortícolis paroxística benigna). En su origen se
valoran diferentes aspectos: por un lado se establece una relación con
posturas intrauterinas de la cabeza, también se valora una alteración vas-cular
intrínseca del músculo y por otro lado la posibilidad de un traumatismo
obstétrico. Los datos clínicos incluyen la presencia de varias formas: una
inflamación palpa-ble o pseudotumor del ECM, engrosamiento de este
músculo o una tortícolis clínica sin engrosamiento o tumor. En todos los casos
se produce una inclinación cervical hacia el lado afecto y una rotación de la
cabeza en sentido contrario. Puede palpar-se la presencia de un pseudotumor
cervical a modo de oliva desde las pocas semanas de vida hasta su
desaparición a los 3 meses. Además hay una disminución de la movilidad
cervical. (Torrent et al., 2010, p.24)
Pero, aunque parezca una lesión de lo más común o menos grave, es
necesario que la persona acuda al médico debido a que la lesión se puede agravar y
el paciente podría presentar una lesión que no le va a permitir continuar con sus
actividades de la vida diaria.