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Vencer Al Mundo y Hallar Descanso

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Pasar el video descanso 1

Queridos hermanos ,,,, tenemos por delante muchísimas cosas maravillosas. En


los días venideros veremos las mayores manifestaciones del poder del Salvador
que el mundo jamás haya visto. Entre ahora y el momento en que regrese “con
poder y gran gloria”1, Él concederá innumerables bendiciones y milagros a los
fieles.

Para ustedes cuales son las maravillas de Dios hoy?

No obstante, en la actualidad vivimos en la que sin duda es una de las épocas


más complicadas de la historia del mundo. Los desafíos hacen que muchas
personas se sientan abrumadas y exhaustas.

Pedí para un hermano leer Mateo 11; 28-30

“Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar.


“Llevad mi yugo sobre vosotros y aprended de mí […], y hallaréis descanso para
vuestras almas.
“Porque mi yugo es fácil y ligera mi carga”.Mateo 11:28–30

Como pudemos venir a Cristo? ( Por médio de los convenios)

Pedí para algun hermano contar la história que ocurrió en programa de


puertas abiertas del Tiemplo de Washington D.C.

“¡Oh, qué bien! Aquí hay un lugar para que las personas descansen de su
trayecto por el templo”.

Porque hacer convenios?

Hacer convenios y guardarlos hace la vida más fácil! Cada persona que hace
convenios en las pilas bautismales y en los templos, y los guarda, tiene un
mayor acceso al poder de Jesucristo. ¡Reflexionen sobre esta asombrosa
verdad!

La recompensa por guardar los convenios con Dios es poder celestial, un


poder que nos fortalece para soportar mejor nuestras pruebas,
tentaciones y pesares. Ese poder nos facilita el camino. Quienes viven las
leyes mayores de Jesucristo tienen acceso a Su poder mayor. De ese
modo, quienes guardan los convenios tienen derecho a un tipo especial de
descanso que les llega mediante su relación por convenio con Dios.

Antes de que el Salvador se sometiera a la agonía de Getsemaní y del Calvario,


Él declaró a Sus apóstoles: “… En el mundo tendréis aflicción. Pero confiad; yo
he vencido al mundo”3. Posteriormente, Jesús nos rogó a cada uno de nosotros
que hiciéramos lo mismo cuando dijo: “… [E]s mi voluntad que venzáis al
mundo”4.

Gracias a que Jesucristo venció este mundo caído y expió por cada uno de
nosotros, ustedes también pueden vencer este mundo saturado de pecado,
egocéntrico y, a menudo, agotador.

Cuales son para ustedes las plagas espirituais y agotadores que


enfrentamos?

A pesar de las distracciones y distorsiones, pueden hallar verdadero descanso


—es decir, alivio y paz— incluso en medio de sus problemas más acuciantes.

Esta importante verdad suscita tres preguntas fundamentales:

Primero, ¿qué significa vencer al mundo?

Significa vencer la tentación de preocuparse más por las cosas de este


mundo que por las cosas de Dios. Significa confiar en la doctrina de Cristo
más que en las filosofías de los hombres. Significa deleitarse en la
verdad, denunciar el engaño y llegar a ser “humildes discípulos de
Cristo”6. Significa optar por abstenerse de todo lo que aleje al Espíritu.
Significa estar dispuestos a abandonar incluso nuestros pecados
favoritos7.

Vencer al mundo significa llegar a ser perfectos en esta vida?


Significa que sus problemas se esfumarán?
Significa que no seguirán cometiendo errores?
Sin embargo, vencer al mundo sí significa que la resistencia de ustedes
al pecado aumentará. Su corazón se ablandará a medida que su fe en
Jesucristo aumente8. Vencer al mundo significa llegar a amar a Dios y a
Su Hijo Amado más que a cualquier otra persona o cosa.

Segundo, ¿cómo lo logramos?

Pedir a un hermano leer: Mosiah 3:19

Cada vez que procuran las impresiones del Espíritu y las siguen, cada vez que
hacen algo bueno, cosas que “el hombre natural” no haría, están venciendo al
mundo.

Vencer al mundo no es un acontecimiento que ocurra en un día o dos; se


produce a lo largo de toda la vida, al aceptar repetidamente la doctrina de
Cristo.

Cultivamos la fe en Jesucristo al arrepentirnos diariamente y al guardar


los convenios que nos invisten de poder. Permanecemos en la senda de los
convenios y somos bendecidos con fortaleza espiritual, revelación personal, una
fe cada vez mayor y el ministerio de ángeles. Vivir la doctrina de Cristo puede
producir el ciclo virtuoso más poderoso, generando ímpetu espiritual en nuestra
vida10

A medida que nos esforzamos por vivir las leyes mayores de Jesucristo, nuestro
corazón y nuestra naturaleza misma comienzan a cambiar. A fin de elevarnos por
encima de la atracción de este mundo caído, el Salvador nos bendice con más
caridad, humildad, generosidad, bondad, autodisciplina, paz y descanso.

Ahora bien, deben estar pensando que esto suena más a un arduo trabajo
espiritual que a descanso, pero esta es la gran verdad: Aunque el mundo insista
en que el poder, las posesiones, la popularidad y los placeres de la carne brindan
felicidad, ¡no es así! ¡No pueden hacerlo! Lo que producen no es más que un
sustituto vacío del “bendito y feliz estado de aquellos que guardan los
mandamientos de Dios”11.
¡La verdad es que es mucho más agotador buscar la felicidad donde nunca
podrán hallarla! Sin embargo, cuando llevan el yugo con Jesucristo y hacen el
trabajo espiritual que se requiere para vencer al mundo, Él, y solo Él, tiene el
poder de elevarlos por encima de la influencia de este mundo.

Y tercero, ¿cómo bendice nuestra vida el hecho de vencer al mundo?

La respuesta es clara: Concertar una relación por convenio con Dios nos
une a Él de una manera que hace que todo en la vida sea más fácil. No
me malinterpreten: no he dicho que efectuar convenios haga que la vida sea
fácil. De hecho, esperen tener oposición, porque el adversario no quiere que
descubran el poder de Jesucristo, pero llevar el yugo con el Salvador significa
que tienen acceso a Su fortaleza y poder redentor.

Poner video de Pres, Benson

Estos privilegios incomparables siguen a quienes buscan el apoyo del cielo para
que los ayude a vencer a este mundo.

Los insté entonces —y se lo ruego a ustedes ahora— a hacerse cargo de su


propio testimonio de Jesucristo y Su evangelio. Trabajen para conseguirlo;
nútranlo de manera que crezca, aliméntenlo con la verdad. No lo mezclen con las
filosofías falsas de hombres y mujeres incrédulos. Al hacer del fortalecimiento
continuo de su testimonio de Jesucristo su prioridad mayor, observen cómo se
producen milagros en sus vidas13.

Mi ruego a ustedes esta mañana es que hallen descanso de la intensidad, la


incertidumbre y la angustia de este mundo venciendo al mundo por medio de
sus convenios con Dios. Háganle saber por medio de sus oraciones y sus actos
que se toman en serio lo de vencer al mundo. Pídanle a Él que les ilumine la
mente y les envíe la ayuda que necesitan. Cada día, anoten los pensamientos
que les surjan mientras oran, y luego, actúen diligentemente de conformidad con
ellos. Pasen más tiempo en el templo y busquen entender el modo en que el
templo les enseña a elevarse por encima de este mundo caído14.

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