Abecedario Latino
Abecedario Latino
Abecedario Latino
El alfabeto latino es el sistema de escritura alfabético más usado del mundo hoy en día, por más de 4500 millones
de personas.
El alfabeto latino se utiliza en la mayoría de los idiomas de la Unión Europea, América, el África subsahariana y las
islas del océano Pacífico.
Actualmente, la expresión alfabeto latino se utiliza para cualquier derivación directa del alfabeto usado por los
romanos. Estas variaciones pueden perder letras —como el italiano— o añadir letras —como es el caso del
español— con respecto al alfabeto romano clásico. Muchas letras, por otro lado, han cambiado a lo largo de los
siglos, como las minúsculas, forma desarrollada en la Edad Media que los romanos no habrían reconocido.
El abecedario latino internacional moderno tiene como base al romano, añadiendo J, U, W y sus correspondientes
formas minúsculas:
A, B, C, D, E, F, G, H, I, J, K, L, M, N, O, P, Q, R, S, T, U, V, W, X, Y, Z.
LAS VOCALES
El sistema vocálico latino está formado por 5 fonemas vocálicos propiamente: A, E, I, O, U, y uno más proveniente
del alfabeto griego: Y, que se pronunciaba como una “u” cerrada francesa.
Las letras griegas “ᶲ”, “X”, “Z”, “ Ῥ ” pasan al latín como “ph”, “ch”, “th”, “rh”, y su valor fonético es “f”, “k”, “t” y
“r”, respectivamente. En realidad no hay una certeza sobre cómo pronunciaban los romanos su lengua latina.
CONSONANTES DOBLES
En latín clásico no existe la j, que solo se usa en ediciones antiguas o eclesiásticas; la u y la v compartían la misma
grafía, aunque en las ediciones modernas suelen diferenciarse; la x y la z son consonantes dobles (x → /ks/; z →
/dz/).
PRONUNCIACION DEL LATIN USUAL
El alfabeto hacia el siglo I de nuestra era estaba formado por los 23 signos siguientes:
ABCDEFGHIKLMNOPQRSTVXYZ
Y se leían así: a, be, ce (sonido ke), de, e, ef, ge, ha, i, ka, el, em, en, o, pe, qu, er, es, te, u, ix, hy y zeta (sonido: dséta).
Algunas ediciones de los textos latinos utilizan la jota para distinguir el sonido vocálico de la i, del sonido
consonántico. Como la diferencia que hay entre imaginatio y ianua (similar a «yánua»).
LAS VOCALES
Las vocales latinas (a, e, i, o, u) se pronuncian como en castellano.
Los diptongos del latín son tres: ae, au, oe. Eso quiere decir que cuando nos encontremos con estos diptongos
debemos pronunciar juntas ambas vocales. Tenemos que decir Cáe-sar y no Ca-e-sar.
Además, alguna vez aparecen dos puntos (diéresis) sobre una vocal de un diptongo, lo cual quiere decir que se rompe
y se pronuncian las vocales separadas: aër es pronunciado a-ër.
LAS CONSONANTES
La mayoría de consonantes se pronuncian como en castellano, pero algunas presentan grandes diferencias.
La C siempre suena como una ka, sin importar la vocal que venga después. Es decir, se lee Caesar, cisalpinus, centum
y no *cisalpinus o *centum (con el sonido de la ce castellana ante las vocales e/i).
La H es una marca de aspiración, pero no se suele pronunciar. En cualquier caso es muy suave, como si echaseis el
vaho a un cristal. Halicarnassus. Nunca sonará como la jota española *Jalicarnassus.
La R suena suave. Por ejemplo: Roma, rarus, rusticus. Pero cuando aparece doble se pueden pronunciar a la
castellana como cu-rrus o haciendo una erre suave más larga cur-rus.
La I cuando está delante de una vocal, suena como la y griega del inglés en «yesterday», «yes». Es decir: ianua, Iesus,
peior…
En estos casos, es cuando algunos diccionarios y libros escriben la jota, para diferenciar este sonido del sonido de la
i como una simple vocal.
La V utiliza el signo de la uve para mayúscula y el signo de la u para la minúscula. Y delante de vocal suena como la
uve doble del inglés en «why» o «wise». Es decir: uideo, Virgilius, uacuus.
Por último, la X y la Z son sonidos dobles. Es decir, el primero representa la suma de c+s y el segundo el sonido de
d+s. Exercitus, Xerxes, Zoe, azoni.
GRAFÍAS DOBLES
Ahora ya sólo nos quedan algunas grafías dobles, la unión de dos letras que representan sonidos especiales.
La ch, ph y th se encuentran en palabras griegas y representaban la suma de un sonido sordo más un aspiración.
Nosotros pronunciamos estos sonidos como la ka, la efe y la te. Ejemplos: Chaos, philologus, theatrum.
Para acabar, mencionaré que las consonantes geminadas se pronuncian por separado. Puel-la, uil-la, an-nus, am-
moneo.
ITALIANO
VOCALES
En español existen 5 sonidos vocálicos, en italiano existen 7:
Pronunciación equivalente
Letra Ejemplo
en español
A "a" palla
[pal la]
(bola)
Perfetto (abierta)
I "i" ingegnere
[incheñere]
(ingeniero)
ACENTUACION
En latín no hay tilde, en el latín clásico no se escribe el acento; el acento es intensivo.
El latín poseía reglas fijas para determinar la posición del acento prosódico dentro de
la palabra. La cantidad era determinante para aplicar las reglas del acento prosódico:
a) Los monosílabos casi siempre se acentúan: nox, fac, ne, se, me. Se exceptúan los
enclíticos que van unidos a la palabra anterior: -que, -ve, como sucede con los
enclíticos castellanos me, te, se, le, la, lo. También se exceptúan los proclíticos: las
preposiciones in, ad, per, trans, de y las conjunciones et, vel, aut, tam, quam. En
cambio, sí se acentúan las interjecciones: heu!, proh!, vae!
b) Una sílaba final nunca se acentúa. Excepto en palabras que han perdido su última
vocal: illic’(e), illuc’(e).
c) Las palabras bisílabas llevan el acento en la primera sílaba: Rōma, rosa, mānus.
d) Ley de la penúltima o Ley de las tres sílabas: Las palabras polisílabas llevan el
acento prosódico en la penúltima sílaba si esta es larga por naturaleza (obscēnus),
diptongo (tragoedia) o larga por posición (vocal breve a la que siguen dos o más
consonantes: castellum – x = ks), y esdrújulas si la penúltima sílaba es breve (agravius,
comedo). Si la penúltima sílaba es breve, el acento recae en la antepenúltima sílaba:
parĕre (‘parir’), fēmina.
f) Las palabras enclíticas –que, -ne, -ve, atraen el acento a la sílaba que las precede,
aunque sea breve: ómnia > omniáque, ámat > amátne, it > itáque, hómines >
moninésque (‘y los hombres’), plúvia > pluviáque (‘y por la lluvia’). Excepto ílaque
(‘por lo tanto’), ítaque (‘de ahí’), útique (‘de todos modos’), úndique (‘de todas partes’)
que forman una sola palabra y se acentúan siguien la regla general de acentuación.
El acento latino jamás recae en la última sílaba ni puede remontarse más allá de la
antepenúltima sílaba. Toda palabra bisílaba será necesariamente grave y toda
polisílaba, grave o esdrújula. No hay agudas ni sobreesdrújulas. Las bisílabas son
siempre llanas: béne, rósae, ámor.