BERDINI JAVIER A. Ciencias y Técnicas Historiográficas: Diplomática
BERDINI JAVIER A. Ciencias y Técnicas Historiográficas: Diplomática
BERDINI JAVIER A. Ciencias y Técnicas Historiográficas: Diplomática
I. Introducción
II. Diplomática
1
Miembro Correspondiente del Centro de Estudios Genealógicos y Heráldicos de Catamarca en Córdoba. Miembro de Número del
Centro de Estudios Genealógicos y Heráldicos de Córdoba. Egresado de la Diplomatura en Genealogía y Heráldica, Universidad de
San Pablo-Tucumán (USP-T). Correo electrónico: jberdini@gmail.com
El documento escrito es una de las fuentes de información más valiosas para el trabajo
del historiador y genealogista, no la única ni la exclusiva, pero sí una de capital importancia
como testimonio en la reconstrucción de los hechos. La rigurosa indagación en las fuentes
escritas garantizará presentar aportes sustanciales y significativos en el conocimiento de la
Historia y la Genealogía. Entre las fuentes escritas, cabría mencionar algunas que en forma
específica sirven a la Genealogía, como las partidas sacramentales o civiles, los testamentos y
codicilos, las escrituras de dote, los juicios sucesorios, los trámites de dispensa por parentesco
para contraer matrimonio, los mayorazgos y capellanías, etc. Pero el uso de la información
contenida en los documentos no puede utilizarse de manera pasiva y sin análisis previo de sus
caracteres internos y externos; por lo que abrevaremos en la Diplomática para ello.
II.1. Definición
2
Será, como vimos, con la obra de Jean Mabillon y a partir de los siglos XVII y XVIII que se consagre como ciencia y en los
tratadistas de la época encontramos ese significado para los monumentos documentales de la Edad Media (BERDINI, 2010).
Se acentuó durante esta época el recurso de los historiadores de buscar datos contenidos
en los diplomas, pero lo que faltó habitualmente en sus obras fue el análisis crítico del
documento (TANODI, TANODI, 2009: 99).
Esta definición obliga a reflexionar sobre un aspecto fundamental de la Diplomática, la
naturaleza del documento. ¿Qué se entiende por documento diplomático?
En sentido estrictamente diplomático, el término documento tiene un significado
preciso. Floriano Cumbreño (1946) define el documento diplomático como la «supervivencia
escrita que perpetúa hechos de naturaleza estrictamente jurídica y que formulada o redactada sin
intencionalidad histórica, sirve no obstante a la Historia como fuente diplomática primordial y
directa», definición a la que Núñez Contreras añade el hecho de que el documento diplomático
viene redactado con arreglo a un formulario preestablecido (NÚÑEZ CONTRERAS, 1974).
En vista de este concepto, volvamos ahora sobre lo anterior: que la Diplomática
etimológicamente considerada y en su sentido más amplio es la ciencia de los documentos.
Pero el documento puede ser estudiado en cuatro aspectos: filológico, paleográfico,
jurídico e histórico. Todos ellos interesan a la Diplomática, pero son los dos últimos, el histórico
y el jurídico, los que constituyen la razón de ser del documento. Por esto la Diplomática es una
disciplina histórica y jurídica. El documento es formalmente algo jurídico; de aquí el principio
elemental admitido en Diplomática: puede un documento resultar falso desde el punto de vista
histórico y ser verdadero diplomáticamente considerado. Pero, los documentos, igual que las
demás fuentes históricas, necesitan ser sometidos a un examen crítico.
Y es entonces cuando entra en juego el papel de la Diplomática en lugar paralelo a la
Paleografía, ejerciendo sobre el documento una crítica interna y externa, recurriendo para ello a
una serie de particularidades que vienen dadas en el mismo documento: materia escriptoria,
formulario diplomático, lenguaje de su redacción, datos cronológicos, onomástica, toponimia,
medios de validación, etc. (NÚÑEZ CONTRERAS, 1991)
La diplomática surgió, como señalamos en otro lugar (BERDINI, 2010: 262) en el siglo
XVII, con un papel decisivo en la crítica de los testimonios escritos de la Edad Media. Su
interés se concentró en los diplomas o privilegios solemnes. En base al estudio de las
características externas, es decir del material escriptorio, tinta, tipo de escritura, sellos,
disposición externa del texto, y en base a las características internas de la composición del texto
con sus fórmulas o cláusulas típicas, se establecieron distintas categorías y grupos de
documentos, mientras que mediante el método comparativo se determinaron los originales y las
falsificaciones, de tal manera que la diplomática establece, principalmente, la autenticidad en la
confección documental. Pero no sólo los documentos medievales son objeto de estudio de la
diplomática, ya que en el último medio siglo se ha propuesto que todo documento, antiguo o
moderno, sea analizado a través de su metodología. Y entre esos documentos se hallan los de la
Edad Moderna correspondientes a España y sus autoridades residentes y delegadas en América
durante la etapa histórica hispanoindiana3.
3
Según los aspectos y las clases de documentos que atienda la Diplomática han surgido una serie de divisiones de la disciplina:
Diplomática general y especial; medieval y moderna; real, pontificia, señorial, privada, notarial; según los documentos proceden de
la más alta autoridad civil, o eclesiástica, o de autoridades intermedias o, de personas e instituciones particulares. Con el auge de los
estudios americanistas el interés en los documentos producidos en España como en sus colonias originó una nueva rama, la
Diplomática Indiana (TANODI, TANODI, 2009, 101).
En síntesis, la Diplomática desempeña varias funciones: 1) crítica (discernimiento de
documentos auténticos, falsos y subrepticios; entre los falsos aquellos que son falsificaciones
materiales, formales o totales; para determinar en qué grado los documentos son fidedignos
como fuentes históricas o testimonios jurídicos); 2) jurídica (determinando las clases
documentales como instrumentos jurídicos, que comprueban los derechos o traten negocios
jurídicos); 3) clasificadora (estableciendo las clases o grupos documentales, en base a la entidad
productora y las estructuras externas e internas) facilitando una terminología adecuada y
uniforme. (TANODI, TANODI, 2009: 101-102)
II.3. Metodología
Podría pensarse que el método diplomático es más importante para los documentos
medievales que para los modernos por la gran cantidad de falsificaciones producidas en la época
de las catedrales ojivales4. Pero así como para los primeros tiene por fin establecer la
originalidad o falsedad documental en base a la comparación de documentos establecidos como
originales (con una determinada procedencia institucional y determinadas formas externas e
internas) para los de la modernidad, su finalidad es establecer las clases de documentos
emanados de determinados cuerpos productores en determinadas formas, reuniéndolos en series
y clases (TANODI, TANODI, 2009: 43) y determinando la tradición documental y los grados
de ingenuidad documental que no abordaremos aquí.
La crítica de las fuentes de información histórica comprende dos pasos; uno preliminar,
la crítica diplomática y el siguiente la crítica histórica. La primera investiga el tipo de escritura
para su descifrado, establece fecha y lugar de confección del documento y si es auténtico o
falsificado. Luego, la crítica histórica examina la veracidad de los hechos que contienen, es
decir, si los hechos que relata son verídicos y fidedignos. (TANODI, TANODI, 2009: 74)
En la crítica diplomática el primer problema es la autenticidad diplomática; si el
diploma o documento es auténtico o resulta ser falso. Auténtico es el documento que ha sido
redactado por la persona que lo intitula y en la fecha en que se expresa, independientemente de
que refleje hechos históricamente verdaderos o falsos, ya que son cosas bien distintas la
autenticidad diplomática y la autenticidad histórica. Lo contrario de la autenticidad diplomática
es la falsedad o falsificación diplomática, distinta también de la falsedad histórica. Un
documento es falso históricamente cuando su contenido no está conforme con la verdad. Puede
un documento ser históricamente falso y diplomáticamente verdadero. Por el contrario, un
documento es diplomáticamente falso cuando quiere parecer lo que no es, aunque contenga la
verdad histórica. La falsificación puede recaer sobre documentos originales o sobre copias, si
4
Para llevar a cabo su estudio, el diplomatista ha de poseer conocimientos de muy diversas materias: ha de estar familiarizado con
la historia del Derecho, con los usos cancillerescos, con la historia de la Administración; pero, sobre todo, ha de poseer sólidos
conocimientos paleográficos, a los que habrán de unirse otros no menos importantes: Cronología, Sigilografía, etc. En posesión de
estos instrumentos, el diplomatista ha de resolver un complejo de problemas que se polarizan en estos cuatro quehaceres:
determinación de la autenticidad de los diplomas, su procedencia, su cronología, y fijación de su texto.
bien existe un número mayor de falsificaciones en documentos que han llegado a nosotros en
copias (NÚÑEZ CONTRERAS, 1991).
Para el análisis de los documentos o diplomas, se debe prestar atención a sus caracteres,
especialmente los referentes al uso de determinadas fórmulas, del sistema cronológico y a la
toponimia. Para determinar la fecha del diploma ha de estar en conocimiento de los diversos
usos cronológicos y aplicar las respectivas formas a cada caso concreto. En cuanto a las
fórmulas nombradas, ellas se agrupan en lo que se llama discurso diplomático, o sea, a las
distintas partes en que se divide el texto (protocolo inicial, texto o contexto y protocolo final o
escatocolo) y que siguen un modelo o formulario legislado o consuetudinario (NÚÑEZ
CONTRERAS, 1991)5.
5
Para una mejor comprensión de algunos temas esbozamos aquí, se insertarán en el Apéndice un modelo de formulario o estructura
documental; una cédula y provisión reales con su correspondiente análisis diplomático.
ya que alguna cláusula, firma, signo o aclaración pone en evidencia su tradición documental: y
para la reconstrucción del pasado de una familia o persona no es del mismo valor contar con el
documento original que con una copia.
Así como la llegada a Argentina de Aurelio Tanodi fue el puntapié inicial para la
Paleografía (PARRA GARZÓN, 2005), su llegada también hizo que los estudios diplomáticos
sentaran sus reales, aunque con dispar evolución. Su producción se centró en los documentos
más antiguos del período colonial de Córdoba y de Buenos Aires: encomienda de indios, reales
cédulas, actas de fundación, mercedes de tierras, protocolos notariales (poderes, testamentos); o
breve reseña histórica y diplomática sobre el notariado (escribanos reales del número y de
cabildo), los protocolos y guía de archivos (TANODI, 1954; 1955; 1958; 1962; 1968; 1973;
1974; 1975; 1982), sin dejar de lado que también realizó observaciones generales sobre los
estudios diplomáticos en Hispanoamérica y Argentina con especial mención a los emprendidos
en Córdoba después de la emancipación de Española (TANODI, 1966).
Varios egresados de la Escuela de Historia (Facultad de Filosofía y Humanidades,
Universidad Nacional de Córdoba) aplicaron la técnica diplomática en sus tesis de licenciatura,
investigando la institución notarial y su producción documental (CARUSO, 1968);
(NEGRITTO, 1968); (TANODI, 1971); (COURETOT, 1976); (GRASSO, 1978). Pero todos
ellos se basaron en la utilidad auxiliarista de la diplomática en función de estudios de historia o
de la confección de auxiliares o instrumentos de descripción.
Otros, realizaron la crítica de fuentes para caracterizar las cartas de compraventa de
esclavos (ASSADOURIAN, 1965); o estudios sobre la cédula de encomienda de indios de
Jerónimo Luis de Cabrera (CASTRO OLAÑETA, 2005). Ercilia Navamuel, egresada de la
Universidad Nacional de Salta, analizó las actas capitulares del cabildo de la ciudad de Salta
(NAVAMUEL, 2007) desde los modelos tradicionales de la diplomática.
Fuera del ámbito institucional de la Facultad de Filosofía y Humanidades y desde la
historia del derecho, encontramos a Mario C. Vivas: desde una postura clásica, basada en
Floriano Cumbreño, Real Díaz (REAL DÍAZ, 1970) y Aurelio Tanodi, analiza mercedes de
tierras y de aguas; contratos (compraventas); poderes (generales y especiales); testamentos;
dotes; cartas de concierto; autos de gobernador (VIVAS, 1990; 2000; 2002; 2003; 2004a;
2004b; 2005; 2009).
Branka M. Tanodi de Chiapero, sucesora de su padre en la cátedra, accedió desde los
postulados tradicionales a la documentación, extrayendo elementos para continuar con la
historia de los escribanos de Córdoba (TANODI, 1994b; 1996; 1997) y difundió la disciplina
que aquí glosamos con opúsculos didácticos (TANODI, 1988; 1992; 1993; 2003; 2005).
También incursionó en temas relativos a los orígenes de la disciplina (TANODI, 2008). Realizó
algunos trabajos de análisis de la estructura documental diplomática o discurso diplomático
(TANODI, 1994a; 1995).
Parra Garzón, de la escuela de Tanodi, pero desde una óptica renovada, incursionó en
estudios de cultura escrita, con su artículo “Un Papa, un Rey y la Universidad de Córdoba”
(PARRA GARZÓN, 1999); centra sus investigaciones en el Cabildo de Córdoba y su
producción documental (PARRA GARZÓN, 2001; 2005b; 2005d; 2008a; 2009), además de
participar en compilaciones de divulgación destinadas a los alumnos de la cátedra (PARRA
GARZÓN, 2005a; 2006; 2007; 2008b). En su tesis de licenciatura y otros opúsculos analiza las
actas capitulares y los escribanos de cabildo (PARRA GARZÓN, 2005b; 2005d). Desde una
visión clásica con un sesgo de modernización en los aspectos analíticos se refirió a los estudios
diplomático-paleográficos en Córdoba (PARRA GARZÓN, 2005c).
Otros miembros de la cátedra de Branka Tanodi han realizado aproximaciones a la
diplomática, la cultura escrita y algunas de las ciencias y técnicas historiográficas siendo sus
trabajos principalmente descriptivos (JUNCOS, 2006; 2008).
Desde la Cátedra de Paleografía y Diplomática de la Universidad Católica de Córdoba,
Silvano G. A. Benito Moya se ha acercado en nuestro país con el utillaje teórico moderno de la
cultura escrita, a la renovación europea de la diplomática; sus aportes, que pueden englobarse en
los estudios culturales, hacen referencia en primer lugar al universo de los graduados de la
Universidad de Córdoba del Tucumán en el siglo XVIII y XIX (BENITO MOYA, 2000b). En
ese ámbito estudia la relación de la comunidad universitaria con la cultura escrita, las prácticas
de la lectura y el mundo de la escritura, los espacios de producción, conservación y difusión del
conocimiento dominante como la apropiación de productos gráficos, buscando explicar
características de una elite académica y sus estrategias (BENITO MOYA, 2005b; 2007; 2010a;
2011a; 2011b). Analiza la cultura de las elites universitarias a través de la escritura y los objetos
gráficos que la vehiculizaron, tanto manuscritos como impresos, que facilitaron la dominación
simbólica; sin dejar de lado el estudio morfológico de esos testimonios (tractatus y
conclusiones), en sus aspectos paleográficos y codicológicos (BENITO MOYA, DE SANTIS,
2005) (BENITO MOYA, 2005b; 2010ª; 2012)
Fuera del ámbito universitario, se acerca a la cultura escrita eclesiástica a través del
estudio de los sermones coloniales y poscoloniales, describiendo materia, instrumentos,
escritura y estructura formal; para luego complejizar el papel de este elemento escrito de la
comunicación oral en su proceso de producción y de circulación (BENITO MOYA, 2008).
Analiza los aspectos socio-culturales de los diplomas de la Universidad de Córdoba del
Tucumán (segunda mitad del siglo XVIII) basado en un concienzudo análisis de sus elementos
tanto internos como externos, aplicando, entre otros, criterios sigilográficos a un trabajo
diplomático (BENITO MOYA, 2000a).
IV. Conclusiones
VI. Apéndices
Discurso diplomático o estructura diplomática del documento
Notificación (Notificatio) Es la parte del documento que sirve para anunciar el hecho jurídico
contenido en éste mediante distintas fórmulas. Es una llamada de atención. Ejemplo: “sepan
quantos vieren”.
Exposición (Expositio) Cúmulo de los motivos que han impulsado al autor del documento a
realizarlo. En ella se suele explicar los hechos y circunstancias de los que es consecuencia la
acción manifestada en el documento.
Preceptiva
De la Corona
De no exención tributaria
Reservativa: las que se introducen por el término salvo;
introducen una excepción
Cláusulas De contenido
Derogatoria: anulan un precepto o mandato
De corroboración: corroboran lo establecido en el
finales o documento. Ejemplo: “la fise escribir”.
De confirmación
de garantía Inhibitoria
Prohibitiva
Penales (pecuniarias, espirituales y corporales)
Tipológicas De emplazamiento
De cumplimiento
De devolución
Protocolo Final o Escatocolo
Corresponden a los elementos y formulas validatorias, lo que le da al documento fuerza de
prueba o probatoria.
Real Cédula6
6
1564, mayo, 17. El Escorial. Real Cédula de Felipe II contestando a dudas sobre la sucesión de encomiendas a la Real Audiencia
de Lima. Archivo Nacional de Bolivia.
Intitulación
Dirección
Texto o Cuerpo;
Exposición
Disposición
Sanción (cláusula preceptiva)
Escatocolo;
Datación
Validación
Real Provisión7
La Provisión es una carta real de formas solemnes, como veremos en esta que
analizaremos, y sus características son las comunes a las provisiones reales. La estructura
diplomática de la Real Provisión es la siguiente:
Protocolo;
Invocación
Intitulación
Cuerpo o Texto
Exposición (con Dirección embebida)
Disposición (con Cláusula inserta)
Cláusulas prohibitiva y penal.
Escatocolo
Datación y Validación.
7
1615, diciembre, 30. Madrid. Real Provisión de nombramiento otorgada por Felipe III a favor de Francisco Enríquez como
escribano real.
Occidentales Islas y Tierra Firme del Mar Occeano
Señor de Vizcaya y de Molina etcetera El Texto o Cuerpo, está formado por la
Exposición con la Dirección embebida (la
Salutación no se encuentra); la Disposición con
cláusula preceptiva inserta; la Sanción con
cláusulas prohibitiva y penal.
El nombramiento que contiene la
provisión es a iniciativa del Rey, por lo que la
por hacer bien y merced a vos Exposición se contrae a la fórmula "Para hacer
bien e merced a vos", acompañada de la
explicación del motivo o razón de la merced, ya
sea la competencia del elegido ("acatando ...
vuestra suficiencia y habilidad") o por los servicios
prestados por el designado ("y los servicios que
nos aueis fecho y esperamos que nos hareis"). La
Exposición presenta la Dirección individualizada
embebida; "a vos ... vecino de ...", (ésta última la
he subrayado para su mejor visualización);
«Para hacer bien y merced a vos
Francisco Enrriquez vecino de Madrid acatando Francisco Enríquez vecino de Madrid acatando
vuestra suficiençia y habilidad y los servicios que vuestra suficiençia y habilidad y los servicios que
nos aueis fecho y esperamos que nos hareis nos aueis fecho y esperamos que nos hareis»,
La Disposición comienza con la
declaración de la voluntad real de que el interesado
ejerza el oficio para el que se le nombra (escribano
y notario), expresando su carácter vitalicio ("para
en toda vuestra vida") y su alcance y categoría
(escribano y notario público en la nuestra Corte y
en todos los nuestros reynos y señorios);
«nuestra merced y voluntad es …»
nuestra merced y voluntad es que aora y de En la Cláusula preceptiva se encarga y
adelante para en toda vuestra vida seais nuestro manda a las autoridades (enumeradas in extenso)
escribano y notario publico en la nuestra corte y en reciban al nombrado para el ejercicio del cargo tal
todos los nuestros reynos y señorios y por esta escribano; «y por esta nuestra carta o por signado
nuestra carta o por signado de escribano publico de escribano publico encargamos al Serenisimo
encargamos al Serenisimo Principe Don Phelipe Principe Don Phelipe nuestro muy caro y muy
nuestro muy caro y muy amado hijo y mandamos a amado hijo y mandamos a los Infantes Duques
los Ynfantes Duques Prelados Marqueses Condes Prelados Marqueses Condes …»
y Ricoshombres Maestres de las Hordenes Priores
Comendadores y Subcomendadores y a los del
nuestro Consejo Presidentes y Oidores de las
nuestras Audiencias Alcaldes Alguaciles de
nuestra Casa y Corte y Chançillerias Alcaydes de
los Castillos Cassas Fuertes y llanos y a todos los
Corregidores Asistente Gobernadores Alcaldes
Mayores y Hordinarios y otros jueces e justicias
qualesquier de todas las ciudades villas y lugares
de los nuestros Reynos y señorios asi los que aora
son como los que seran de aqui adelante e vos
ayan tengan y resciban por nuestro escribano y
notario publico de la dicha nuestra Corte Reynos y
Señorios y Vos guarden y hagan guardar todas las
honrras gracias mercedes franqueças y libertades
exsemptorias preminencias prerrogatibas é
ymmunidades y todas las otras cossas que son y
deben ser guardadas a cada uno de los otros
nuestros escribanos y notarios publicos de la dicha
nuestra Corte y de los dichos nuestros Reynos y
Señorios y que en ello ni en parte dello enbargo ni
contrario alguno vos no pongan ni consientan
poner i vos recudan y hagan recudir con todos los
derechos al dicho oficio anejos y perteneçientes
segun que mejor y mas cumplidamente recudieron
y debieron recudir a cada uno de los otros nuestros
escribanos y notarios publicos de la dicha nuestra Continúa la Disposición con el
Corte Reynos y Señorios de todo bien y mandamiento real referente a las obligaciones del
cumplidamente en guisa a que vos non menguen nuevo notario, el dibujo del signo que debía
de cosa alguna y es nuestra merced y voluntad y emplear; «y es nuestra merced y voluntad y
mandamos que todas las escripturas contratos mandamos que todas las escrituras contratos
poderes ventas compromisos çensos testamentos poderes ventas compromisos çensos testamentos
cobdecilios obligaciones y otras qualesquier cobdecilios obligaciones y …»
escripturas i autos judiçiales y estrajudiciales que
ante vos passaren y se otorgaren a que fueredes
presente y en que fuere puesto el dia mes y año i
lugar donde se otorgaren y los testigos que a ello
fueren pressentes i vuestro signo a tal como este
[signo] que Nos vos damos de que mandamos
usseis valgan y hagan fe ansi en juycio como fuera
del como cartas i escrituras i autos signados i
firmado de mano de nuestro escribano i notario
publico de la dicha nuestra Corte i de los dichos
nuestros Reynos i Señorios i por euitar los
perjurios fraudes costas i daños que de los
contratos fechos con juramento i de las sumisiones La Disposición y el Texto se cierran con
que se hacen cautelosamente se siguen mandamos la Sanción, y una serie de cláusulas: penal y
que no signeis contrato alguno fecho con prohibitiva. La cláusula penal contiene la amenaza
juramento ni en que se obliga a buena fe sin mal de castigo ante el mal uso del cargo o
engaño ni por donde lego alguno se someta a la contravención al mandato del Rey; «so pena que si
jurisdicion eclesiastica so pena que si lo signaredes lo signaredes …»
por el mismo fecho no seais mas nuestro escribano A esta cláusula sigue una de tipo
ni uséis mas el dicho signo i si adelante ussaredes prohibitiva (o conminatoria) que amplía las
seais habido por falsario sin otra sentencia ni acciones vedadas de las explícitas en el documento
declaración alguna y no fagades ende al a otras no expresas, con la frase «y no fagades
so pena de la nuestra merced y de diez mil ende al» (y no hagas por tanto otra cosa) con la
maravedis para la nuestra Camara. pena pecuniaria o material, «so pena de la nuestra
merced…»8
El Escatocolo está formado por la
Datación que comienza con la expresión «Dada
Dada en Madrid a treynta dias del mes de en» con la indicación toponímica, «Madrid»; y
dyziembre de mil y seiscientos y quinse años cronológica (con día, mes y año por el estilo de la
Circuncisión). Luego la validación comprende las
suscripciones del Rey otorgante (firma autógrafa),
Yo El Rey [rubricado] «Yo el Rey»; y del Secretario (trunca).
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