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Responsabilidad Civil Por Incumplimiento

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Eje 2

2.4.La responsabilidad civil en el incumplimiento contractual


Introducción. Conceptos básicos de la responsabilidad civil. (estudiado en
D.Civil 2/Obligaciones)
Unificación de los sistemas de responsabilidad: En el Código de VS se
regulaban dos sistemas; el de la responsabilidad extracontractual o aquiliana
que era la que provenía del incumplimiento genérico de la obligación de no
dañar (el llamado alterum non laedere) y el de la responsabilidad contractual
que se generaba a partir de incumplimiento de las obligaciones establecidas en
los contratos.
Este doble régimen se hacía patente en cuestiones o aspectos prácticos, así en
la en la responsabilidad extracontractual la responsabilidad era solidaria y no lo
era en la responsabilidad contractual; el ejercicio de la acción en la
extracontractual prescribía a los 2 años y en la contractual a los 10 años, y en
la extensión del resarcimiento en el ámbito extracontractual era mayor (se
respondía por las consecuencias inmediatas y las mediatas previsibles), en
cambio en materia contractual el deudor respondía solo por las consecuencias
inmediatas y sólo si actuaba con dolo en el incumplimiento por las
consecuencias mediatas. Respecto de la Prescripción liberatoria, ahora se
establece en el plazo de 3 (tres) años, según lo normado en el Art. 2561 "El
reclamo de la indemnización de daños derivados de la responsabilidad civil
prescribe a los tres años"
El nuevo CCC en el art. 1716 unificó los dos subsistemas tomando el “ilícito”
como una unidad, así es tan ilícito violar el deber de no dañar como incumplir
una obligación; ambos ilícitos dan lugar a la reparación del daño que se cause.
El CCCN prevé la tutela resarcitoria del incumplimiento obligacional en el art.
730 inc. c que establece que la obligación da derecho al acreedor a obtener del
deudor las indemnizaciones correspondientes. Y en el art. 1716 que establece
que la violación del deber de no dañar a otro, o el incumplimiento de una
obligación, da lugar a la reparación del daño causado conforme a las
disposiciones de este Código”
Los presupuestos para que se configure la responsabilidad son los mismos,
sea contractual o extracontractual. Ellos son a) Antijuridicidad o conducta
antijurídica; b) Imputabilidad o atribuibilidad; sea que el factor de imputabilidad
sea objetivo, subjetivo (culpa o dolo) c) Daño: menoscabo en los derechos o en
la persona o en los bienes d) Relación de causalidad adecuada entre el hecho
antijurídico y el daño.

La responsabilidad civil en el incumplimiento contractual:


La responsabilidad civil es una de las consecuencias del incumplimiento de las
obligaciones nacidas del contrato. Sea que la parte cumplidora, acreedora
demande el cumplimiento o resuelva el contrato por el incumplimiento, podrá
reclamar los daños y perjuicios derivados de ese incumplimiento. Lo hará sobre
la base de los presupuestos y con el alcance que fijan las normas de la
responsabilidad civil.
Antijuridicidad: quien incumple un contrato actúa ilícitamente (art. 959 -fuerza
vinculante- , tanto como el que realiza conductas contrarias a la buena fe, la
moral, las buenas costumbres (art. 961), en cuanto importan un ejercicio
irregular del derecho subjetivo y configuran así un acto abusivo.
Se exime de responsabilidad si el acto antijurídico tiene una causa de
justificación. Son causas de justificación (art. 1718): la legítima defensa, el
estado de necesidad y el ejercicio regular de un derecho.
En materia contractual muchas veces una parte gana y la otra pierde; así en el
mercado quien tiene éxito aumenta su clientela, frecuentemente a expensas de
un competidor que la pierde; de tal modo que el derecho no puede reprochar
esas ventajas, en tanto no resulten de la violación de la ley o de una conducta
irregular. Por consiguiente el daño causado por el ejercicio regular de un
derecho está justificado y no da lugar a resarcimiento en favor de quien lo
sufre.
El incumplimiento contractual puede ser:
1.- Absoluto, la conducta obrada es contraria a la esperada.
2.- Relativo: cuando hay un defecto en cuanto a las circunstancias de modo,
tiempo o lugar de cumplimiento. El cumplimiento “defectuoso” es una especie
de incumplimiento y genera responsabilidad del deudor, porque éste sólo se
libera mediante su cumplimiento exacto (art. 867 y 866)
Eximentes: en general
a.- Imposibilidad de cumplimiento por caso fortuito o fuerza mayor del art. 1730
b.- El hecho de un 3ro por quien no se debe responder 1731
Eximentes en particular:
El caso fortuito o la fuerza mayor no son las únicas eximentes, con relación a
los contratos en particular la imposibilidad de cumplimiento (1732) es un
supuesto que expresamente prevé el CCCN.
Establece la norma que la imposibilidad de cumplimiento del deudor de una
obligación, lo exime de responsabilidad; esa imposibilidad debe: a) ser objetiva
b) absoluta c) no imputable al deudor. Esto nos lleva a distinguir:
* Imposibilidad material: La imposibilidad material: desaparición física del objeto
de la obligación de dar cosa cierta …Cabe destacar que la imposibilidad
material por desaparición física del objeto de la obligación de dar cosa cierta no
funciona cuando la obligación es de género. Por ejemplo, si el deudor se
comprometió a entregar trigo y pierde su cosecha, su obligación no se
extingue, ya que los productos agrícolas y el dinero son, por definición,
reemplazables.
* Imposibilidad legal (proviene de la Ley) La imposibilidad legal:En este
supuesto, la imposibilidad de cumplimiento se produce porque el objeto del
contrato deviene ilícito, como, por ejemplo, cuando el Estado prohíbe negociar
bebidas alcohólicas o cierto medicamento por haberse comprobado que es
nocivo, o en el supuesto que nos atañe, porque se prohíben determinadas
conductas en pro de la salud pública.
En estos casos el deudor tiene la posibilidad de cumplir, pero para cumplir
debería incurrir en una conducta ilícita o prohibida por el ordenamiento del foro
o, en el caso de contratos internacionales, por la ley aplicable al contrato.
c.- Imposibilidad personal: Esta imposibilidad de cumplimiento se produce tanto
en el contrato de trabajo que se extingue por muerte del empleado como en los
contratos intuitu personae que se extinguen por la muerte del obligado a la
prestación personal.
* La función preventiva de la responsabilidad civil contempla también con
relación a los contratos la posibilidad de “Suspensión de cumplimiento” del Art.
1031.- Suspensión del cumplimiento. En los contratos bilaterales, cuando las
partes deben cumplir simultáneamente, una de ellas puede suspender el
cumplimiento de la prestación, hasta que la otra cumpla u ofrezca cumplir. La
suspensión puede ser deducida judicialmente como acción o como excepción.
Si la prestación es a favor de varios interesados, puede suspenderse la parte
debida a cada uno hasta la ejecución completa de la contraprestación.
Art. 1032.- Tutela preventiva. Una parte puede suspender su propio
cumplimiento si sus derechos sufriesen una grave amenaza de daño porque la
otra parte ha sufrido un menoscabo significativo en su aptitud para cumplir, o
en su solvencia. La suspensión queda sin efecto cuando la otra parte cumple o
da seguridades suficientes de que el cumplimiento.
En el 1728: El deber evitar o de mitigar el daño, que rige en materia
contractual y extracontractual, exige al acreedor del resarcimiento la adopción
de todas aquellas medidas que, atendidas las circunstancias del caso, se
estimen razonables para evitar o paliar la propagación de las consecuencias
del daño causado. Comprende tanto las medidas tendientes a reducir o
aminorar los perjuicios ya producidos, como las destinadas a evitar o impedir
las consecuencias dañinas que aún no han ocurrido pero amenazan con
hacerlo.
*Frustración de la finalidad: Una alteración extraordinaria de las circunstancias
existentes al momento de la celebración del contrato que si produce la
frustración definitiva de su finalidad, habilita también a requerir su extinción, sin
responsabilidad, salvo un aspecto, que no es pacífico, y que es la
compensación para el contratante frustrado de los gastos efectuados (art.
1090, CCC). La frustración del fin del contrato también constituye una
excepción a la máxima: Los contratos se hacen para ser cumplidos y por ello
obligan a las partes como si fueran la ley misma. Aquélla se refiere a la
inutilidad del contrato para obtener la finalidad perseguida por las partes.
Funciona cuando la causa es común a ambas partes y la frustración es el
resultado de acontecimientos sobrevinientes.
*La imprevisión, o también llamada “Teoría de la imprevisión” exime de
responsabilidad en el incumplimiento de un contrato y podrá invocarse y
plantearse, aun extrajudicialmente, la resolución total o parcial del contrato o su
adecuación cuando se cumplan los requisitos del instituto establecidos en el
1091: Imprevisión. Si en un contrato conmutativo de ejecución diferida o
permanente, la prestación a cargo de una de las partes se torna
excesivamente onerosa, por una alteración extraordinaria de las circunstancias
existentes al tiempo de su celebración, sobrevenida por causas ajenas a las
partes y al riesgo asumido por la que es afectada, ésta tiene derecho a
plantear extrajudicialmente, o pedir ante un juez, por acción o como excepción,
la resolución total o parcial del contrato, o su adecuación. Igual regla se aplica
al tercero a quien le han sido conferidos derechos, o asignadas obligaciones,
resultantes del contrato; y al contrato aleatorio si la prestación se torna
excesivamente onerosa por causas extrañas a su álea propia
.[Una de las condiciones consustanciales a la resolución por excesiva onerosidad
sobreviniente es la imprevisibilidad, en el momento de contratar, de las circunstancias
sobrevenidas que impiden el cumplimiento, ya que, en caso de ser previsibles, las
partes deberían haberse precavido introduciendo en el contrato cláusulas de reparto o
asunción del riesgo previsible]

Se aplica a los contratos bilaterales, sean conmutativos o aleatorios, y a los


unilaterales onerosos, siempre que sean de ejecución continuada o diferida.
En doctrina se sostiene que el nuevo CCCN ha disuelto el requisito de la
Antijuridicidad por cuanto establece en su Art. 1717 que "Cualquier acción u omisión
que causa un daño a otro es antijurídica si no está justificada".

De manera, se dice que puede afirmarse que la antijuridicidad, como fuera


entendida hasta el presente, sea formal o material, no constituye en rigor un
elemento de la responsabilidad. Lo que tiñe antijuricidad al hecho dañoso es su
falta de justificación, y como ésta - la justificación- se concreta en puntuales y
expresas excepciones, la regla es que todo daño es injusto, y por ende
antijurídico.
Daño: es el presupuesto central de la responsabilidad civil. Sin daño no hay
responsabilidad. Si bien hay distintas concepciones, podemos decir que el
daño es la lesión a un interés jurídico patrimonial o extrapatrimonial,
susceptible de ser reparado.
Daño resarcible: como principio general es resarcible el daño jurídico, es decir
aquel que el Derecho reconoce como tal, lo cual abraca tanto el menoscabo de
derechos subjetivos como el de intereses no contrarios a la ley. El Art. 1737
establece que hay daño cuando se lesiona un derecho o un interés no
reprobado por el ordenamiento jurídico, que tenga por objeto la persona, el
patrimonio o un derecho de incidencia colectiva.
La obligación de resarcir/indemnizar a causa de un incumplimiento contractual
puede ubicarse dentro de cualquiera de las especies de daño. Así, según los
casos, cabe el resarcimiento de: 1) el daño patrimonial, que incluye el daño
emergente y al lucro cesante (1738); 2) el daño extrapatrimonial o moral, y del
daño a la persona (1738, 1741)); 3) de la incapacidad (1738); 4) Del daño
directo o indirecto (1740); 5) del daño común y del daño propio; 6) del daño
moratorio y del daño compensatorio (1747).
Los requisitos para que proceda la indemnización están establecidos en el art.
1739. Sólo es resarcible el daño actual o futuro cierto; no lo es el daño futuro
incierto, conjetural o hipotético.
En cuanto a la prueba del daño: regla: quien lo invoca debe probarlo.
Excepción: que la ley lo impute o presuma (por ej.el daño moral, el daño que
proviene del incumplimiento de un acuerdo de alimentos a favor de un menor)
o que surja notorio de los propios hechos (por ej. La muerte de la persona)
La evaluación o liquidación del daño comprende una deuda de valor. Evaluar
significa cuantificar monetariamente, esto es, medir un valor en cierta moneda y
a cierta fecha, la cual resultará de un cálculo que incluirá los intereses conf. Art.
1748.
La REGLA es que la reparación del daño sea plena, tal como expresamente lo
establece el art. 1740. Plena significa que, se restituya la situación del
damnificado (víctima del daño) a la situación anterior a que se produzca el
hecho que lo dañó, sea por el pago en dinero o en especie. La norma le
concede a la víctima la opción de optar por el reintegro específico salvo que
sea total o parcialmente imposible, excesivamente oneroso o abusivo, en cuyo
caso se debe fijar en dinero.
Cláusulas de dispensa anticipada de responsabilidad: Son válidas en los
contratos paritarios, son nulas en los contratos por adhesión y de consumo.
Son inválidas cuando eximen o limitan la obligación de indemnizar cuando
afectan derechos indisponibles o irrenunciables (derechos contemplados en
leyes de orden público (ej. LDC) o normas indisponibles, ej. normas contratos
por adhesión).
Causa: Factores de atribución de responsabilidad.
En la responsabilidad contractual rige la regla del art. 1721 según la cual la
responsabilidad civil puede ser objetiva o subjetiva (la que requiere culpa o
dolo) En ausencia de normativa, el factor de atribución es la culpa.
Para que la responsabilidad sea objetiva debe surgir de la ley (1721 “…en
ausencia de normativa”). A su vez el artículo 1723 dispone que "Cuando de las
circunstancias de la obligación, o de lo convenido por las partes, surge que el
deudor debe obtener un resultado determinado, su responsabilidad es
objetiva.".
Esta norma opera en la responsabilidad contractual y cuando así surja de las
“circunstancias de la obligación” (según sean de medios o de resultados por ej)
o de lo “convenido por las partes” (cuando en un contrato se compromete un
determinado resultado). En estos casos el deudor solo se libera demostrando la
causa ajena 1722.

REGLAS PARA LA MORA.


Dentro del ámbito contractual, una cuestión esencial para concretar la
responsabilidad del deudor o del acreedor, es la constitución en mora.
Fuera de la normativa central de la responsabilidad que venimos tratando
(arts.1708-1744); dentro del ámbito de las obligaciones en general, en sus Arts.
886 a 888, el Código nos trae las reglas imprescindibles para determinar la
responsabilidad por la mora, es decir, por el incumplimiento relativo..
En primer lugar establece expresamente como principio, la mora automática o
ex re: Art. 886: "Mora del deudor. Principio. Mora automática. Mora del
acreedor. La mora del deudor se produce por el solo transcurso del tiempo
fijado para el cumplimiento de la obligación".
Asimismo, en el mismo artículo se recepta la mora del acreedor, antes ausente
de manera expresa: "El acreedor incurre en mora si el deudor le efectúa una
oferta de pago de conformidad con el artículo 867 y se rehúsa
injustificadamente a recibirlo." A continuación, se enumeran las excepciones al
principio, en el Art. 887: "Excepciones al principio de la mora automática. La
regla de la mora automática no rige respecto de las obligaciones:
a) sujetas a plazo tácito; si el plazo no está expresamente determinado, pero
resulta tácitamente de la naturaleza y circunstancias de la obligación, en la
fecha que conforme a los usos y a la buena fe, debe cumplirse;
b) sujetas a plazo indeterminado propiamente dicho; si no hay plazo, el juez a
pedido de parte, lo debe fijar mediante el procedimiento más breve que prevea
la ley local, a menos que el acreedor opte por acumular las acciones de fijación
de plazo y de cumplimiento, en cuyo caso el deudor queda constituido en mora
en la fecha indicada por la sentencia para el cumplimiento de la obligación.
En caso de duda respecto a si el plazo es tácito o indeterminado propiamente
dicho, se considera que es tácito".
Como surge de la normativa, el principio de la mora automática regirá para las
obligaciones con plazo cierto e incierto (871 b.); para las de plazo tácito deberá
jugar la interpelación judicial o extrajudicial, y para las de plazo indeterminado
deberá ser solicitada judicialmente su determinación.
A lo que cabe agregar que en las obligaciones de exigibilidad inmediata el pago
debe realizarse en el momento de su nacimiento, a partir del cual el deudor - o
el acreedor - incumplientes estarán en mora (art. 871 inc.a).
Finalmente, en el Art. 888 establece la posibilidad de eximición de las
consecuencias de la mora, cuando el deudor pruebe que no le es imputable.
La regla de la previsibilidad contractual.
Establecida en el art. 1728 según la cual “En los contratos se responde por las
consecuencias que las partes previeron o pudieron haber previsto al momento
de su celebración. Cuando existe dolo del deudor, la responsabilidad se fija
tomando en cuenta estas consecuencias también al momento del
incumplimiento”. O sea que en el caso de dolo la responsabilidad se extiende a
daños que eventualmente no pudieron preverse al contratar.
Esta regla se aplica conjuntamente con las reglas referidas a la extensión del
resarcimiento establecidas en los art. 1726 “son reparables las consecuencias
dañosas que tienen nexo adecuado de causalidad con el hecho productor del
daño. Excepto disposición legal en contrario, se indemnizan las consecuencias
inmediatas y las mediatas previsibles” y el art. 1727 “que caracteriza cada tipo
de consecuencia.
De tal manera que la regla es que el deudor responde por las consecuencias
inmediatas y las mediatas previsibles. En materia contractual se pudo haber
previsto en el propio contenido del contrato las consecuencias que deberán ser
indemnizadas para el caso de incumplimiento. Así ocurre cuando se ha
pactado o incluido (cont. Por adhesión o de consumo) una cláusula penal o se
han determinado el pago de intereses punitorios. En este caso no hay que
probar el daño ni apreciar si se trata de consecuencias inmediatas o mediatas
previsibles pues debe estarse directamente a lo establecido en el contrato; sin
perjuicio de su eventual reducción si se demuestra que son abusivos.

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