Charles Chaplin Cine Mudo
Charles Chaplin Cine Mudo
Charles Chaplin Cine Mudo
Hay una explicación de este carácter, sostenida por muchos biógrafos, que tiene que ver
con el trauma que le supuso a Chaplin su tránsito penoso por la infancia.
Criado en el ambiente del music hall, su padre, Charles Spencer Chaplin Sr., fue actor y
cantante al igual que su madre, Hanna Chaplin, conocida como Lily Harley era una actriz
de poca monta, alcohólica, se hizo cargo de los dos hijos, Sydney y Chaplin. Charles
sustituyó a su madre en el teatro un día en que esta se puso afónica. Con la misma canción
que cantaba su madre, a los cinco años, Charles tuvo un éxito memorable. Desde ese día
actuó Charles y dejó de actuar su madre. Esto le permitió en pocos años hacerse con una
gran capacidad interpretativa para la comedia y la mímica. Cuando la madre se volvió loca
y fue el propio Chaplin quien condujo a su madre a un manicomio. Los hermanos Chaplin
pasaron temporadas entre orfelinatos y otras instituciones de caridad. Al morir su madre,
Sydney, su hermano mayor y él vivieron de la caridad pública y de trabajos ocasionales en
las calles y en el teatro. Su vida fue de extrema pobreza. El niño se ganaba la vida cantando
y haciendo mímica por las calles de Londres A partir de los 12 años Charles trabajó en
varias compañías teatrales.
Cuando Sydney, se unió al grupo teatral de Fred Karno, se llevó consigo a su hermano y
allí estuvieron hasta que, en una gira americana fueron contratados por Mack Sennett para
formar parte de la compañía Keystone y en 1897 Charles se unió a un grupo de actores
juveniles aficionados y en 1912 integró la compañía teatral de Fred Karno con quien
recorrió diversos países, convirtiéndose en un experto actor infantil.
Fue entonces, en el rodaje de la película Aventuras extraordinarias de Mabel, estrenada en
1914, cuando, de forma improvisada y apresurada, surgió el personaje de Charlot. Éste se
presentó al mundo del cine ataviado con la ropa que lo haría famoso y lo convertiría en una
estrella.
A partir de entonces, Charlot participó en docenas de películas que permitieron a Charles
Chaplin, de una forma sutil e inteligente, hacer una crítica de la desigualdad
social imperante en su tiempo. Esta crítica culminaría en 1936 con Tiempos
Modernos, película en la que Chaplin deleitaría al espectador con la última aparición de
Charlot en pantalla.
Se casó varias veces, y todos sus matrimonios siguieron un patrón fijo: sus parejas fueron
adolescentes, incluso cuando lo hizo por cuarta vez con Oona O'Neill; ella tenía 18 años, y
él 54. Esto, que también puede interpretarse a la manera freudiana -es decir, el intento de
recuperar la infancia y transformarla en una época feliz a través de la búsqueda de una
figura maternal joven-, también se puede interpretar siguiendo la pauta DiCaprio: a Chaplin
le gustaban las mujeres jóvenes y nada más, lo cual a posteriori ha servido para arrojar
sobre su vida la sombra de que fue un potencial abusador o un vicioso imperdonable.
Se divorció de sus tres primeras esposas, en algunos casos sin que hubiera transcurrido
apenas el primer año de relación, y tuvo hijos que murieron a los pocos meses del parto. En
total tuvo 11, de tres madres distintas.
El origen del cine mudo comienza en 1894 hasta 1929, siendo la época de los años 20 la
etapa más dorada de este género. Los hermanos Lumiere fueron los primeros en proyectar
este tipo de películas sin sonido, pero sí con música en directo.
Algunos teóricos consideran el “cine mudo” desde los inicios del cine hasta 1929. Otros lo
han establecido desde mediados de la década de 1910 hasta los años 30. Es considerado
independiente del cine primitivo, debido a que tiene una serie de características distintivas
que hacen de la época del cine mudo un periodo muy fructífero, lleno de innovaciones
artísticas y por lo tanto, muy importante en la historia del cine.
La era de oro del cine mudo fue también muy importante desde el punto de vista técnico:
nuevas técnicas de iluminación, el primer plano, el paneo y el montaje invisible.
Aunque cada director marcaba sus propias características, existen ciertos elementos en
común dentro del cine mudo:
Música: en los cines se proyectaban estas películas con música en directo. Bien por
Expresión facial y corporal: los actores debían transmitir sus emociones a través
de su lenguaje personal.
La música en el cine mudo también era muy importante, ya que se tenía que expresar
los sentimientos y acciones de los personajes mediante sonidos. Para advertir del
peligro que puede contener la acción, metía sonidos estridentes y agudos, lo que realizaba
un momento de tensión. Uno de los ejemplos más claros son las geniales películas y cortos
del director y actor Charles Chaplin.
Pero no se puede hablar de cine mudo sin hacer referencia a los grandes intérpretes de esta
etapa. Con la llegada de los films sonoros algunos de ellos pasaron a un segundo plano en
el panorama cinematográfico de la época. No obstante, es innegable que gracias a su
enorme talento pasaron a formar parte de la historia y estos son:
Buster Keaton: Director, guionista, actor y cómico, destaca como una de las
figuras más relevantes a la hora de hablar de actores de cine mudo. Parte del éxito
de sus producciones se basaban en inolvidables gags de humor físico en los que su
rostro permanecía inexpresivo. De ahí que se ganase el apodo de “Cara de Piedra“.
Entre las películas de Buster Keaton hay que mencionar algunas como: El moderno
Sherlock Holmes (1924), El maquinista de La General (1926), El
Cameraman (1928) y El colegial (1927). Sin embargo son muchas las producciones
en las que Buster Keaton se reveló como uno de los grandes actores de cine mudo.
Charles Bowers: Mucho antes de que pudiéramos disfrutar de las películas de
Disney, figuras como la de Charley Bowers sorprendían al mundo con sus
producciones animadas. Hablamos de un actor de cine de mudo que, además, ejercía
como director, guionista, dibujante y animador.En sus obras combinaba
animación stop-motion con acción real, siendo él mismo quien protagonizaba
muchas de ellas. Destacan en su filmografía películas como Egged On (1926), Now
You Tell One (1926), It’s a Bird (1930) o la sorprendente Fatal Footsteps (1926).
Harold Lloyd: Fue otro de los grandes iconos del cine mudo. Pese a fallecer en
1971, a día de hoy sigue considerándose como uno de los actores cómicos más
influyentes de la historia, y al igual que ocurrió con Buster Keaton o Chaplin, su
carrera cinematográfica continuó tras la llegada del cine sonoro. Probablemente su
obra más destacada sea El hombre mosca (1923) gracias a esa inolvidable escena
del reloj. No obstante, participó también en varios largometrajes mudos entre los
que destacan Marinero de agua dulce (1921), El doctor Jack (1922) o El
hermanito (1927).
Charles Chaplin: Además de ejercer como cómico e intérprete, Chaplin
era director, guionista y compositor musical, ocupándose de varios departamentos a
la vez durante el desarrollo de sus producciones. Algunas menciones de sus
películas que pueden destacarse son El chico (1921), Luces de la
ciudad (1931), Tiempos modernos (1936), El gran dictador (1940) y, ya fuera del
cine mudo, Candilejas (1952), un autohomenaje a su carrera en la que llega a
compartir pantalla con el ya mencionado Buster Keaton.
Fatty Arbuckle: Roscoe Arbuckle (Fatty Arbuckle) fue una figura clave de esta
etapa del Séptimo Arte no solo por ser conocido como un gran actor cómico de
Estados Unidos, sino porque fue mentor de Chaplin y descubridor de actores del
cine mudo como, por ejemplo, Buster Keaton. Aunque hablamos de una figura que
siempre estuvo envuelto en varias polémicas (hablamos de escándalos sexuales e
incluso asesinatos), ofreció al mundo alguna piezas muy interesantes del cine mudo,
de las que destacaría El carnicero (1917), Hollywood (1923), Entre
bastidores (1919) o El Botones (1918).