Escala de Ansiedad de Hamilton
Escala de Ansiedad de Hamilton
Escala de Ansiedad de Hamilton
La escala de ansiedad de Hamilton (Hamilton Anxiety Scale, HAS)1 fue diseñada en 1.959.
Inicialmente, constaba de 15 ítems, pero cuatro de ellos se refundieron en dos, quedando
reducida a 13. Posteriormente, en 1.969 dividió el ítem “síntomas somáticos generales" en dos
(“somáticos musculares” y “somáticos sensoriales”) quedando en 14. Esta versión2 es la más
ampliamente utilizada en la actualidad. Su objetivo era valorar el grado de ansiedad en
pacientes previamente diagnosticados y, según el autor, no debe emplearse para cuantificar la
ansiedad cuando coexisten otros trastornos mentales (específicamente desaconsejada en
situaciones de agitación, depresión, obsesiones, demencia, histeria y esquizofrenia).
Existe una versión española, realizada por Carrobles y cols3 en 1986, que es la que
presentamos. Así mismo, está disponible una para aplicación informática y otra para utilización
mediante sistema de video4.
Cada ítem se valora en una escala de 0 a 4 puntos. Hamilton reconoce que el valor máximo de
4 es principalmente un punto de referencia y que raramente debería alcanzarse en pacientes
no hospitalizados. Sólo algunas cuestiones hacen referencia a signos que pueden observarse
durante la entrevista, por lo que el paciente debe ser interrogado sobre su estado en los
últimos días. Se aconseja un mínimo de 3 días y un máximo de 3 semanas5. Bech y cols
recomiendan administrarla siempre a la misma hora del día, debido a las fluctuaciones del
estado de ánimo del paciente, proponiendo a modo de ejemplo entre las 8 y las 9 am.
INTERPRETACIÓN
Como los efectos de la medicación pueden tener diferente intensidad sobre los síntomas
psíquicos y somáticos, es aconsejable distinguir entre ambos a la hora de valorar los resultados
de la misma7, resultando útil la puntuación de las subescalas.
Aunque puede utilizarse sin entrenamiento previo, éste es muy recomendable. Caso de no
estar habituado en su manejo es importante que sea la misma persona la que lo aplique antes
y después del tratamiento, para evitar en lo posible interpretaciones subjetivas.
No existen puntos de corte para distinguir población con y sin ansiedad y el resultado debe
interpretarse como una cuantificación de la intensidad, resultando especialmente útil sus
variaciones a través del tiempo o tras recibir tratamiento 8-10. Se ha sugerido (Bech y cols)5
que el test no debería utilizarse en casos de ataques de pánico, pues no existen instrucciones
para distinguir entre éstos y estados de ansiedad generalizada o persistente. Proponen que
cuando se sospeche la presencia de ataques de pánico (puntuación ≥ 2 en el ítem 1 y ≥ 2 en al
menos 3 de los ítems 2, 8, 9, 10 y 13) esta escala puede cuantificar la severidad de los
mismos. El tiempo valorado en estos casos debe ser las 3 semanas anteriores la primera vez
que se administra y solamente la última semana cuando se utliza repetidamente.
Cuando no existen ataques de pánico o cuando no se han producido en los últimos 3 días la
escala puede utilizarse para valorar ansiedad generalizada, preguntado por los síntomas entre
los ataques. En estos casos se ha propuesto por Bech, de forma orientativa: 0 - 5 puntos (No
ansiedad), 6 - 14 (Ansiedad menor), 15 ó más (Ansiedad mayor). Kobak11 propone la
puntuación igual o mayor de 14 como indicativa de ansiedad clínicamente manifiesta.
En ensayos clínicos12, 13 se han utilizado como criterios de inclusión valores muy dispares,
oscilando entre 12 y 30 puntos. Beneke14 utilizó esta escala para valorar ansiedad en
pacientes con otras patologías concomitantes (depresión, psicosis, neurosis, desórdenes
orgánicos y psicosomáticos) obteniendo puntuaciones medias similares en todos ellos, con una
media, considerando todas las situaciones, de alrededor de 25 puntos.
A pesar de haberse utilizado en numerosos estudios clínicos como medida de ansiedad
generalizada, no se centra en los síntomas de ésta, tal y como se contemplan en el DSM-IV.
Los síntomas clave de los desórdenes de ansiedad generalizada reciben menos prominencia
que los síntomas fóbicos y los referentes a excitación del sistema autonómico, que durante
tiempo no han formado parte de la definición de ansiedad generalizada, están excesivamente
considerados.
PROPIEDADES PSICOMÉTRICAS
Fiailidad:
Muestra una buena consistencia interna7 (alfa de Cronbach de 0,79 a 0,86). Con un adecuado
entrenamiento en su utilización la concordancia entre distintos evaluadores es adecuada (r =
0,74 - 0,96). Posee excelentes valores test-retest tras un día y tras una semana (r = 0,96) y
aceptable estabilidad después de un año (r = 0,64).
Validez:
La puntuación total presenta una elevada validez concurrente con otras escalas que valoran
ansiedad, como The Global Rating of Anxiety by Covi18, 19 (r = 0,63 – 0,75) y con el Inventario
de Ansiedad de Beck20 (r = 0,56).
Distingue adecuadamente entre pacientes con ansiedad y controles sanos11 (puntuaciones
medias respectivas de 18,9 y 2,4). Posee un alto grado de correlación con la Escala de
Depresión de Hamilton21, 22 (r = 0,62 – 0,73).
Es sensible al cambio tras el tratamiento7.