Location via proxy:   [ UP ]  
[Report a bug]   [Manage cookies]                

Jóvenes Con Propósito

Descargar como docx, pdf o txt
Descargar como docx, pdf o txt
Está en la página 1de 3

Jóvenes con propósito

Proverbios 16: 1-3

Los propósitos del corazón son del hombre,


Pero la respuesta de la lengua es del SEÑOR.

Todos los caminos del hombre son limpios ante sus propios ojos,
Pero el SEÑOR sondea  los espíritus.
[a]


Encomienda  tus obras al SEÑOR,
[b]

Y tus propósitos se afianzarán. NBLA (nueva biblia de las Américas)

Propósito: Del latín propositum, el propósito es la intención o el ánimo de hacer o dejar de hacer algo. El propósito
también es un objetivo, algo que se quiere conseguir y que requiere de esfuerzo y de ciertos sacrificios.

¿Puedes imaginarte por un instante sin haber conocido a Cristo? ¿Qué hubiese pasado si tú amigo o amiga no te hubiese
invitado a la iglesia? ¿Cómo estuvieses ahora si no hubieses levantado tus manos en aquella reunión en la cual
declaraste a Jesús como tu único y real Salvador? Lo más probable es que no lo puedas imaginar, y si lo haces lo más
seguro es que en este instante le agradezcas a Dios por haberte rescatado y despertado del largo letargo en el que te
encontrabas.

Para poder llegar a ser un joven con propósito existen 4 elementos fundamentales que todo cristiano debe pasar. Estos
elementos son parte del filtro que Dios usa para diferenciar a los “tibios” de los “calientes”.

 La valentía
 La audacia
 El coraje
 La lealtad.

 VALENTÍA El latín. Esta es la lengua en la que podemos encontrar el origen etimológico de la palabra valentía. En
concreto, emana de la suma de las siguientes partes: el verbo “valere”, que es sinónimo de “permanecer con
fuerza y salud”; “ente”, que equivale a “agente”, y el sufijo “-ia”, que puede traducirse como “cualidad”.

Valentía es el aliento o vigor en la ejecución de una acción. La valentía está asociada al heroísmo, la gallardía y el valor.
Cuando una persona es valiente, logra vencer sus temores o dudas y actúa con decisión y firmeza. La valentía se
demuestra en los grandes actos, pero también en las pequeñas acciones cotidianas

Es posible entender a la valentía como una acción esforzada que parece superar a las fuerzas naturales. El valiente saca
fuerzas de donde la gente común no tiene y termina haciendo cosas extraordinarias.

Valentía: ¿Conoces la historia de David? Un joven que ha dejado huellas hasta nuestros días (hebreos 11:32-32). Este
joven creía más en la fuerza de Dios, que en la fuerza proveniente de un gigante aparentemente poderoso. La fe de
David fue tal que decidió vencerlo con tan solo una piedra lanzada con la ayuda de una honda. Instrumentos
aparentemente inofensivos para el impetuoso poder de un temeroso gigante. Quizás no tengas una piedra y una honda
para vencer tus gigantes, pero si tienes la Palabra, el ayuno y la oración. Armas aparentemente inofensivas para tus
gigantes, pero que, con la continua práctica, te darán las victorias de tus fuertes batallas y al final, de tu guerra de la
vida. (1 Samuel 17:49-50)

 AUDACIA Del latín audacĭa, la audacia es el atrevimiento o la osadía. El término puede referirse a realizar algo
arriesgado, atrevido. La audacia puede considerarse de manera positiva o negativa. En su aspecto positivo, la
audacia es una virtud que lleva a una persona al convencimiento de que, pese a las posibilidades y riesgos,
puede alcanzar una determinada meta.

Cómo fomentar la audacia

Hay personas que en ningún momento se consideran poseedores de audacia y que creen que es el momento de trabajar
a nivel personal para, por lo menos, conseguir ciertos matices de ella. Es así por lo que se establecen que para alcanzar
su objetivo deben llevar a cabo una serie de tareas o ejercicios como los siguientes:

Es importante que diariamente se consiga cumplir un reto o un pequeño propósito.


Es vital, de la misma manera, que la persona empiece a entender que no todo puede salir perfecto, que hay que
aceptar que puede existir un margen de error y que hay fallos que son tolerables y comprensibles.

En estos tiempos, la audacia para poder salir victorioso de tus batallas es esencial. Existe una historia en la Biblia que
demuestra la audacia en medio de la quietud. Es la historia de Jacob y Esaú. Ellos eran hermanos gemelos. Esaú era el
mayor y por esto tenía el privilegio de recibir la bendición de su padre. Sin embargo, la tomaba en poco. Sin embargo,
Jacob anhelaba recibir la bendición de su padre más que cualquier otra cosa, por ello decidió comprar la primogenitura
de su hermano mayor por un simple plato de lentejas (Gen 25: 27-34). Más adelante vemos como la audacia de Jacob y
de su madre Rebeca consiguió que Jacob fuese bendecido por encima de su hermano Esaú. (Gen 27: 1-40) ¿Qué hay de
ti? ¿Eres lo suficientemente audaz para elaborar un plan en contra de tus tentaciones? ¿Estás dispuesto a vender el
preciado regalo de tu salvación eterna por medio de Jesucristo por simples placeres terrenales?

CORAJE La noción de coraje deriva del francés corages. El concepto se emplea para denominar al valor, la bravura o la
valentía. Puede decirse que el coraje es necesario para dejar atrás el miedo, Si se es cobarde, en cambio, el temor lo
paralizará y le impedirá actuar.

La disposición a realizar hazañas inimaginables es lo que inicia la llama del coraje en una persona. En la Palabra
encontramos muchas historias que hablan de coraje, pero existe una en particular que es importante recalcar. Su
nombre Eleazar, hijo de Dodo. La historia de este guerrero del rey David es probablemente muy corta, pero una
poderosa hazaña hizo que fuese recordado hasta nuestros días (2 Samuel 23:9-10). Muchas veces necesitamos
enfocarnos en lograr una gran hazaña para Dios, solo una a la vez. Eleazar sabia esto, por eso supo que esa batalla que
libro era la batalla de su vida; peleo de tal manera que la espada quedo pegada a su mano. Peleo como si no hubiese un
mañana, como si no hubiese otro día para demostrar su lealtad a su rey. ¿Estamos dispuestos a pelear la batalla de la fe,
a pesar de que miles de enemigos se levanten contra nosotros? ¿Estamos dispuestos a demostrar nuestra lealtad a
nuestro Rey y Salvador hoy como si fuese el último de nuestros días?

LA LEALTAD La lealtad es el cumplimiento de aquello que exigen las leyes de la fidelidad y el honor. Es una virtud que se
desarrolla en la conciencia y que implica cumplir con un compromiso aun frente a circunstancias cambiantes o adversas.

Seguir firme, no desfallecer a pesar de lo inclemente de la situación. Aun cuando nuestra misma vida peligre con tal de
proteger aquello que amamos y que anhelamos con genuina pasión. Cuando hablamos de lealtad existe una historia y
una persona que es un vivo ejemplo: Daniel en la cueva de los Leones. Daniel fue un joven que toda su vida fue probada
por Dios. Desde su salida de Jerusalén a la extraña tierra de Babilonia, más adelante que su nombre y el de sus amigos
fuesen cambiados en un intento por destruir su identidad, luego que la fe que él tenía acerca de su Dios fuese llevada
hasta tal extremo de ponerlo en un horno de fuego. Quizás su prueba máxima fue relatada en el Libro de su mismo
nombre en el capítulo 6: 10. Podemos ver como Dios pone a prueba una vez más la fe de Daniel. El rey Darío lo pone a
merced de leones hambrientos gracias a personas que procuraban hacerle daño. Sin embargo, un ángel tapa la boca de
los leones y de esta manera Daniel sale bien librado de la fosa. Aquellos que procuraron hacerle daño pagaron con sus
vidas, y el rey Darío firmó un decreto donde habla de las maravillas de Dios de Daniel. El mismo Dios de Daniel es hoy tú
Dios y el de todo el universo. Él es el único capaz de librarte de aquel que anda como león rugiente buscando a quien
devorar (1 Pedro 5:8).

 Para ser jóvenes cristianos con Propósito debemos entender que la valentía, la audacia, el coraje y la lealtad son
pilares fundamentales para poder alcanzar los sueños que Dios tiene preparados para ti desde mucho antes de
que nacieras (Efesios 1:4).
 Todo lo hizo por amor y para ser jóvenes con propósito también debemos hacer las cosas para Él con amor. De
nada sirves que cantes, toques un instrumento, dances o sirvas si no lo haces con la intención de reflejar al
Cristo que vive en ti. Las artes en las iglesias fueron creadas entre otras cosas para demostrar que la multiforme
gracia de Dios está en cada cosa que sea dirigida hacia Él. Sin embargo, que estés en algún tipo de privilegio no
te hace un joven con propósito.
 Un joven con propósito es aquel que decide entregarle todo a un Dios que no ve naturalmente, pero que si lo
siente en una manera sobrenatural.
 Un joven con propósito es aquel que es lo suficientemente valiente como para reflejar a Cristo a sus compañeros
de colegio o Universidad; sin muchas palabras, sino más bien con acciones y la convicción de su fe.
 Un joven con propósito es tan audaz que ingeniosamente entra en la vida de alguien que necesita de Dios sin
que él/ella se entere.
 Un joven con propósito demuestra su coraje al darle un gran NO a aquello que sabe que no le agrada a su Padre
que está en los cielos.
 Un joven con propósito es capaz de demostrar su lealtad, aun en los momentos más difíciles.

Encontrar el propósito por el que Dios te creó es una búsqueda personal. Un dialogo intimo entre tú y Él. Puede que ya
estés cumpliendo el propósito por el cual fuiste creado, y que no te hayas dado por enterado. Lo único que debes saber
es que, si estás dispuesto a asumir el reto de querer parecerte más a Él, Dios mismo no permitirá que partas de esta
tierra hasta que hayas cumplido lo que el soñó sobre ti hace ya un tiempo atrás

También podría gustarte