Hongos
Hongos
Hongos
La mayoría de los hongos son pequeños, generalmente microscópicos, con apariencia filamentosa,
ramificados, se reproducen por medio de esporas, las que se forman por mecanismos sexuales o
asexuales y carecen de clorofila. Sus paredes celulares contienen quitinas y glucanos como
componentes esqueléticos, los cuales están embebidos en una matriz de polisacáridos y
glicoproteínas.
Los hongos forman micelio, que son pequeñas proyecciones en forma de hilo que surgen de las
esporas. El micelio, al expandirse y crecer, formará una masa algodonosa blanca llamada micelio,
que dará lugar a estructuras reproductivas.
Los hongos están formados por hifas, mientras que los cuerpos fructíferos son estructuras visibles
a simple vista en el medio ambiente. Su función principal es producir esporas que se dispersan en
el entorno. Los cuerpos fructíferos son estacionales y de corta duración, a diferencia del micelio,
que puede persistir en el medio durante cientos de años.
Para obtener el micelio, se lleva a cabo un proceso de fermentación líquido-sólido, en el que el
micelio se coloca en un sustrato y crece hasta alcanzar una cepa productiva, y se retiene el agua
en parte del sustrato o se homogeneiza en el medio.
Ciclo de reproducción de los hongos
Reproducción sexual: La reproducción sexual reúne rasgos de los dos padres. Esto aumenta la
diversidad genética de la especie. En las plantas y los animales, la reproducción sexual se produce
cuando el esperma y el óvulo de dos padres se unen para hacer un nuevo individuo. En los hongos,
sin embargo, dos hifas haploides se reúnen y fusionan sus núcleos. En lugar de llamarlos hifas
macho o hembra, tienen diferentes tipos de apareamientos, tales como (+) y (-)