Tema 1
Tema 1
Tema 1
TEMA 1
CONOCER QUÉ RECOGEN EXACTAMENTE LAS POLÍTICAS SOCIOLABORALES Y CUALES SON LOS
ENTES CON POSIBILIDAD DE ACTUAR EN ESTA MATERIA.
1. Introducción
Clasificación de los Derechos Humanos
Una de las clasificaciones más utilizada en función de su aparición histórica y evolución, es
la llamada generacional; concebida por primera vez por el profesor y miembro del Instituto
de Derechos Humanos de Estrasburgo, Karel Vasak, en 1979.
Este autor consideraba que en la evolución histórica de los Derechos Humanos pueden
distinguirse tres generaciones, asociadas cada una de ellas al desarrollo de los tres grandes
valores proclamados en la Revolución Francesa: libertad, igualdad y fraternidad. Siguiendo
este criterio la clasificación seria:
- Derechos de Primera Generación por ser los inicialmente reconocidos,
fundamentalmente son los derechos civiles y políticos, tales como el derecho a la vida, a
la integridad o a la libertad, entre otros. Están vinculados al principio de libertad y su
característica fundamental viene determinada porque exigen de los poderes públicos su
inhibición y no injerencia en la esfera privada de las personas.
Los Derechos Civiles y Políticos están destinados a la protección del ser humano
individualmente, contra cualquier agresión de algún órgano público. Se caracterizan
porque imponen al Estado el deber de abstenerse de interferir en el ejercicio y pleno goce
de estos derechos por parte del ser humano:
-Toda persona tiene los derechos y libertades fundamentales sin distinción
de raza, sexo, color, idioma, posición social o económica.
- Todo individuo tiene derecho a la vida, a la libertad y a la seguridad jurídica
- Etc.
El Estado debe limitarse a garantizar el libre goce de estos derechos, organizando la fuerza
pública y creando mecanismos judiciales que los protejan.
Los Derechos Civiles y Políticos pueden ser reclamados en todo momento y en cualquier
lugar, salvo en aquellas circunstancias de emergencia que permiten el establecimiento de
ciertas limitaciones de sólo algunas garantías.
e) Derecho a la intimidad
El artículo 18 de la Constitución garantiza tres derechos de la personalidad ligados a la
protección de la intimidad de las personas: el derecho al honor, a la intimidad personal y
a la propia imagen, la inviolabilidad del domicilio y la inviolabilidad de las comunicaciones.
a) Derecho al honor a la intimidad personal y familiar y a la propia imagen
El artículo 18.1 de la Constitución garantiza el derecho al honor, a la intimidad personal y
familiar y a la propia imagen. Estos derechos tienen un doble reconocimiento en la
Constitución, ya que el artículo 20.4 de la misma subraya que sirven de límite a
laslibertades de expresión y de información. También actúan como límite en el uso de la
informática, pues el artículo 18.4 establece que
"la ley limitará el uso de la informática para garantizar el honor y la intimidad personal y
familiar de los ciudadanos".
La Ley Orgánica 1/1982, de 5 de mayo, ha desarrollado estos derechos configurando como
"intromisión ilegítima" en el derecho al honor el emplazamiento de aparatos de escucha,
de filmación o de cualquier otro medio apto para grabar o reproducir la vida intima de las
personas, la divulgación de hechos relativos a su vida privada que afecten a su reputación
y buen nombre, el uso del nombre, voz o imagen de una persona con fines publicitarios y
la divulgación de expresiones o hechos concernientes a una persona cuando la difame o
haga desmerecer en la consideración ajena. Se admiten restricciones a la intimidad de las
personas que ejerzan cargos públicos o profesiones de notoriedad o proyección pública.
El artículo 18.4 de la Constitución ha sido desarrollado por la Ley Orgánica 15/1999, de 13
de diciembre, reguladora del tratamiento automatizado de datos de carácter personal.
Esta ley regula el tratamiento automatizado de datos de carácter personal, especialmente
de los datos denominados sensibles (ideología, religión, creencias, origen racial, salud, vida
sexual), regulando los derechos de los posibles afectados por esos datos.
b) Derecho a la inviolabilidad del domicilio
El domicilio es inviolable. Ninguna entrada o registro podrá hacerse en él sin
consentimiento del titular o resolución judicial, salvo en caso de flagrante delito (artículo
18.2).
La inviolabilidad del domicilio comporta una prohibición de entrada tanto frente a los
poderes públicos como frente a los particulares, y alcanza tanto al domicilio de las
personas físicas como de las jurídicas.
No mediando consentimiento del titular, ni existiendo flagrante delito, para entrar en un
domicilio es preciso autorización judicial, incluso cuando esa entrada es necesaria para
ejecutar un acto administrativo
La Ley reguladora de la Jurisdicción Contencioso Administrativa de 13 de julio de 1998
atribuye a los Juzgados de lo Contencioso Administrativo las autorizaciones para entrada
en domicilios y restantes lugares cuyo acceso requiera el consentimiento de su titular,
siempre que ello proceda para la ejecución forzosa de los actos de la Administración
Pública (articulo 8.5).
La Ley Orgánica 2/1984, de 26 de marzo, regula el ejercicio del derecho que se reconoce a
toda persona natural o jurídica de rectificar la información difundida por cualquier medio
de comunicación social, respecto a hechos que la aludan, que considere inexactos y cuya
divulgación pueda causarle perjuicio, siempre que el director de dicho medio no acceda a
publicar dicha rectificación de propio grado.
También reconoce el art. 20.1.d) el derecho a la cláusula de conciencia y al secreto
profesional, en cuyo desarrollo se ha dictado la Ley Orgánica 2/1997, de 19 de junio,
reguladora de la Cláusula de Conciencia de los Profesionales de la Información.
f) Libertad de reunión y manifestación
El artículo 21 reconoce el derecho de reunión pacifica y sin armas. El ejercicio de este
derecho no necesitará autorización previa. En los casos de reuniones en lugares de tránsito
público y manifestaciones se dará comunicación previa a la autoridad, que sólo podrá
prohibirlas cuando existan razones fundadas de alteración del orden público, con peligro
para personas o bienes.
En desarrollo de este precepto se ha promulgado la Ley Orgánica 9/1983, de 15 de julio,
que establece que las reuniones en lugares de tránsito público habrán de ser comunicadas
a la autoridad con, al menos, diez días de antelación, aunque este plazo pueda reducirse a
veinticuatro horas en caso de urgencia.
g) Libertad de asociación
El artículo 22 se refiere al derecho de asociación. Se reconoce, con carácter general, el
derecho de asociación. Prohibe las asociaciones secretas o de carácter paramilitar y
considera ilegales las asociaciones que persigan fines o utilicen medios tipificados como
delitos.
Este precepto se refiere al derecho de asociación con carácter general y finalidad no
lucrativa.
El contenido esencial de este derecho viene determinado en su faceta positiva por la
libertad de constituir asociaciones o de adherirse libremente a las ya existentes, y en su
faceta negativa, por la imposibilidad de ser obligado a formar parte de ninguna asociación.
El desarrollo legislativo de este derecho no ha tenido lugar hasta la Ley Orgánica 1/2002,
de 22 de marzo, reguladora del Derecho de Asociación. Con esta ley se pretende superar
la normativa preconstitucional, tomando corno criterios fundamentales la estructura
democrática de las asociaciones y su ausencia de fines lucrativos, así corno garantizar la
participación de las personas en estas y la participación misma de lasasociaciones en la
vida social y política, reconociendo, a su vez, la importancia de las funciones que cumplen
como agentes sociales de cambio y transformación social,
j)Derecho de sindicación
El artículo 7 de la Constitución establece el principio de libertad de creación y
funcionamiento de los sindicatos de trabajadores, sólo condicionada al respeto a la
Constitución, a la Ley y a que su estructura interna y su funcionamiento sean democráticos.
Y el artículo 28.1 reconoce el derecho general a sindicarse libremente, aunque también
establece que la ley podrá limitar o exceptuar el ejercicio de este derecho a las Fuerzas o
Institutos armados, a los demás Cuerpos sometidos a disciplina militar y regulará las
peculiaridades de su ejercicio para los funcionarios públicos.
La libertad sindical comprende el derecho a fundar sindicatos y a afiliarse al de su elección
así como el derecho de los sindicatos a formar confederaciones y a fundar organizaciones
sindicales internacionales o a afiliarse a las mismas. Comprende tambiénel derecho a no
afiliarse a ningún sindicato, por lo que está prohibida la afiliación obligatoria (artículo 28.1
in fine).
En la actualidad el derecho de sindicación se regula por la Ley Orgánica 11/1985, de 2 de
agosto, de Libertad Sindical.
k)Derecho de huelga
La Constitución, tras reconocer el derecho a la huelga de los trabajadores para la defensa
de sus intereses, añade que Ley que regula el ejercicio de este derecho establecerá las
garantías precisas para asegurar el mantenimiento de los servicios esenciales de la
comunidad (artículo 28.2) Sin embargo, aun no se ha promulgado esa ley prevista en la
Constitución. En la actualidad el derecho de huelga se rige por el Real Decreto-Ley
17/1977, de 4 de marzo, sobre Relaciones de Trabajo, que dio lugar a la importantísima
sentencia del Tribunal Constitucional de 8 de abril de 1981.
El contenido esencial del derecho de huelga consiste en la suspensión del trabajo y de la
percepción del salario, teniendo el empresario limitado su poder de cierre, así como
expresamente prohibida la sustitución de los huelguistas por otros trabajadores
contratados Y entre las facultades insitas al derecho de huelga hay que entender
comprendidas la convocatoria de las mismas, el establecimiento de las reivindicaciones
oportunas, la publicidad de estas, la posibilidad de negociación y la terminación de la
misma.
l)Derecho de petición
Todos los españoles tendrán el derecho de petición individual y colectiva, por escrito, en
la forma y con los efectos que determine la ley. Los miembros de las Fuerzas o Institutos
Armados o de los Cuerpos sometidos a disciplina militar podrán ejercer este derecho sólo
individualmente y con arreglo a lo dispuesto en su legislación específica (artículo 29).
El desarrollo de este precepto constitucional no ha tenido lugar hasta la Ley Orgánica
4/2001, de 12 de noviembre. Se concreta el derecho de petición con el derecho de
participación de los ciudadanos a todos los asuntos públicos y se reconoce a toda persona,
natural o jurídica, con independencia de su nacionalidad. Destinatarios del derecho de
petición pueden ser cualesquiera poderes públicos o autoridades y su objeto puede ser
muy amplio: puede incorporar una sugerencia, una iniciativa, una información, o expresar
una queja o súplica.
C.- Sección 28 se denomina "De los derechos y deberes de los ciudadanos"
I. Deberes constitucionales
En el constitucionalismo primitivo, las declaraciones de deberes se redactan en
paralelismo a las de derechos.
Las Constituciones posteriores van reduciendo dichas declaraciones hasta limitarse a las
dos clásicas: la militar, relativa a la obligación de servir al Estado con las armas, y la
pecuniaria, referente al deber de contribuir al sostenimiento de los gastos públicos a
través de los tributos.
Las Constituciones actuales de acuerdo con el creciente intervencionismo del Estado en la
vida económica han ampliado el cuadro de deberes con otros nuevos que reflejan la crisis
del Estado liberal e imponen nuevas obligaciones de marcado carácter social, a los
ciudadanos.
Nuestra Constitución se refiere en esta Sección a los deberes de defensa y a los tributarios.
a) Deberes de defensa
Proclama la Constitución que "los españoles tienen el derecho y el deber de defender a
España" (artículo 30.1).
En su consideración de derecho su reconocimiento constitucional impide que puedan
hacerse exclusiones por razón de sexo.
Desde el punto de vista del deber constitucional puede exigirse como deber militar o como
servicio civil.
a") Deberes militares. La Constitución dispone que:
"La Ley fijará las obligaciones militares de los españoles y regulará, con las debidas
garantías la objeción de conciencia, así como las demás causas de exención del servicio
militar obligatorio, pudiendo imponer, en su caso, una prestación social sustitutoria"
(artículo 30.2).
A propósito del servicio militar se ha planteado la cuestión de si según la Constitución,
este es un deber que se establece con carácter obligatorio, de no mediar alguna causa de
exclusión o de objeción de conciencia o si no seria inconstitucional un sistema de
reclutamiento que limitara la obligatoriedad a tiempos de guerra o amenaza de guerra y
que en circunstancias normales surtiera a los Ejércitos de voluntariado.
Esta última interpretación es la que ha prevalecido en la Disposición Adicional
Decimotercera de la Ley 17/1999, de 18 de mayo, de Régimen de Personal de las Fuerzas
Armadas, que determina que a partir del 31 de diciembre de 2001 queda suspendida la
prestación del servicio militar obligatorio.
Según dicha Ley los españoles que no presten servicio militar pasarán a la reserva, y
podrán ser llamados a incorporarse al Ejército cuando las necesidades de la defensa
nacional no puedan ser atendidas por los efectivos de militares profesionales.
b") Deber de servicio civil.
También dispone la Constitución que "podrá establecerse un servicio civil para el
cumplimiento de fines de interés general" (artículo 30.3).
Es una simple posibilidad de la que hasta ahora no se ha hecho uso. No dice la
Constitución cómo habría de establecerse ese servicio civil, pero es claro que debería
serlo por norma con rango de ley, puesto que el artículo 31.3 dispone con carácter general
que "sólo podrán establecerse prestaciones personales o patrimoniales de carácter
público con arreglo a la Ley".
c") Deberes en situaciones de riesgo, catástrofe o calamidad pública.
Mediante ley -dice la Constitución- podrán regularse los deberes de los ciudadanos en los
casos de grave riesgo, catástrofe o calamidad pública (articulo 30.4).
El mandato constitucional contenido en este precepto ha sido desarrollado por la Ley
2/1985, de 21 de enero, sobre protección civil, que concibe ésta como un auténtico
servicio público encomendado a la Administración del Estado. Se impone a todos los
ciudadanos el deber de colaborar en la protección civil, atendiendo a los requerimientos
que les dirijan las autoridades competentes, las cuales pueden imponer prestaciones
personales y acordar la ocupación temporal de todo tipo de bienes.
También la Ley Orgánica 4/1981, de 1 de junio, reguladora de los estados de alarma,
excepción y sitio, permite, cuando se declare el estado de alarma la imposición de
prestaciones personales a los ciudadanos y la requisa temporal de ciertos bienes.
b) Deberes tributarios
La Constitución establece los principios fundamentales que han de regir la actividad
financiera de las Administraciones Públicas al proclamar que:
"Todos contribuirán al sostenimiento de los gastos públicos de acuerdo con su capacidad
económica mediante un sistema tributario justo, inspirado en los principios de igualdad y
progresividad que en ningún caso tendrá alcance confiscatorio. El gasto público realizará
una asignación equitativa de los recursos públicos, y su programación y ejecución
responderán a los criterios de eficiencia y economía. Sólo podrán establecerse
prestaciones personales o patrimoniales de carácter público con arreglo a la ley"(artículo
31).
De este precepto y de algunos otros que se encuentran dispersos a lo largo del articulado
de la Constitución resultan los siguientes principios constitucionales del Derecho
Tributario.
1) Principios materiales. Son el de generalidad, de igualdad, de capacidad
económica, de progresividad, de no confiscación y de seguridad.
2) Principios formales. Son el de reserva de ley y el de exclusión de la
regulación por las leyes de Presupuestos; Su estudio corresponde a otro tema del
programa (Tema 20).
II) Derechos de los ciudadanos
En esta Sección 2' que estamos examinando se contienen los siguientes:
a) Derecho de matrimonio
El hombre y la mujer tienen derecho a contraer matrimonio con plena igualdad jurídica.
La Ley regulará las formas del matrimonio, la edad y capacidad para contraerlo, los
derechos y deberes de los cónyuges, las causas de separación y disolución y sus efectos
(artículo 32).
La formulación constitucional del derecho al matrimonio tiene una triple virtualidad:
- En primer lugar implica otorgar al matrimonio un "status" del que carecen las uniones
de hecho. Así el Tribunal Constitucional se ha negado reiteradamente a deducir
directamente del principio de igualdad una equiparación entre matrimonio y uniones de
hecho. Y ello, con independencia de que, como después veremos, esa igualdad se
extienda a todos los hijos, hayan o no sido habidos dentro del matrimonio
- En segundo lugar, supone la consagración, con el máximo rango normativo, de la
igualdad entre los cónyuges.
- En tercer y último lugar, la remisión al legislador para que regule los principales aspectos
del régimen jurídico del matrimonio, alude expresamente a las causas de disolución. Ello
implica un mandato al legislador para que contemple la posibilidad de disolución del
matrimonio.
Por Ley 13/2005, de 1 de julio, se ha extendido el derecho a contraer matrimonio a
personas del mismo sexo, norma que ha originado variada polémica doctrinal y que ha
sido impugnada ante el Tribunal Constitucional.
b) Derecho a la propiedad privada
Se reconoce el derecho a la propiedad privada y a la herencia. La función social de estos
derechos delimitará su contenido, de acuerdo con las leyes. Nadie podrá ser privado de
sus bienes y derechos sino por causa justificada de utilidad pública o de interés social,
mediante la correspondiente indemnización y de conformidad con lo dispuesto en las
leyes (artículo 33).
El contenido de este derecho viene configurado por la función social que ha de cumplir, y
esta función depende del tipo de bien sobre que recaiga. Por ello, aunque el contenido
esencial de la propiedad sean las facultades de gozar y disponer del bien sobre el que se
ejerce, el estatuto jurídico de la propiedad sólo puede determinarse en atención a la
naturaleza de su objeto.
La expropiación forzosa no es el reverso del derecho de propiedad, sino su garantía
constitucional, porque se limita la privación forzosa de la propiedad a que exista una
causa justificada de utilidad pública o de interés social y a que se abone la
correspondiente indemnización.
c) Derecho de fundación
La Constitución reconoce el derecho de fundación para fines de interés general (artículo
34.1).
Este artículo de la Constitución se ha desarrollado por la Ley 50/2002 de 26 de diciembre,
de Fundaciones.
Las fundaciones deberán perseguir fines de interés general: asistencia social, cívicos,
educativos, culturales, científicos, deportivos, sanitarios, de cooperación para el
desarrollo, de defensa del medio ambiente o de fomento de la economía o de la
investigación, de promoción del voluntariado, o de cualesquiera otros de naturaleza
análoga.
d) Derecho al trabajo
Todos los españoles -proclama la Constitución tienen el deber de trabajar y el derecho al
trabajo, a la libre elección de profesión u oficio, a la promoción a través del trabajo y a
una remuneración suficiente para satisfacer sus necesidades y las de su familia, sin que
en ningún caso pueda hacerse discriminación por razón de sexo. La Ley regulará un
estatuto de los trabajadores (artículo 35.1)
Dentro del contenido del derecho al trabajo, alude también la Constitución a la promoción
profesional y a la remuneración suficiente.
La Constitución remite a una ley de regulación del estatuto de los trabajadores. Esta ley
es la Ley del Estatuto de los Trabajadores, aprobado por Real Decreto Legislativo 1/1995,
de 24 de marzo. Entre los derechos de los trabajadores que menciona podemos destacar
los siguientes: el derecho a la ocupación efectiva, a la formación profesional, a la
integridad física y a una política adecuada de seguridad e higiene en el trabajo, el respeto
a la intimidad y a la consideración debida a su persona y el derecho a la percepción
puntual de la remuneración convenida.
e) Los Colegios profesionales
El artículo 36 de la Constitución se refiere expresamente a los Colegios profesionales y al
ejercicio de las profesiones tituladas sin otra indicación que su regulación se hará por ley
y que la estructura interna y el funcionamiento de los Colegios serán democrático.
f) Derecho a la negociación colectiva El articulo 37.1 de la Constitución
establece que
"la ley garantizará el derecho a la negociación colectiva laboral entre los representantes
de los trabajadores y empresarios, así como la fuerza vinculante de los convenios".
La interpretación de este precepto suscita las siguientes cuestiones: la Titulares del
derecho.
La Constitución reconoce esa titularidad "a los representantes de los trabajadores y
empresarios", pero no concreta quiénes hayan de ser esos entes sociales que han de
negociar en nombre de los trabajadores y empresarios.
Concretamente, el Estatuto de los Trabajadores establece que los convenios de empresa
podrán ser negociados tanto por el Comité de Empresa o los Delegados de Personal, como
por las secciones sindicales que tengan la mayoría de los miembros del Comité. Sin
embargo, se reserva a los Sindicatos y a las asociaciones empresariales que cumplan
ciertos requisitos de representación la legitimación para negociar los convenios de ámbito
superior al de empresa, y a las organizaciones sindicales y empresariales más
representativas la legitimación para los llamados "acuerdos interprofesionales", que fijan
la estructura de la negociación colectiva en el ámbito nacional o de una Comunidad
Autónoma.
Contenido de la negociación colectiva.
El artículo 37.1 de la Constitución se refiere sólo a la negociación colectiva laboral. La
negociación ha de versar sobre materia laboral pero bajo este término se comprende un
contenido muy amplio que abarca todas las cuestiones que afectan a las relaciones
laborales y que sean disponibles para las partes. El convenio colectivo está sujeto al
principio de jerarquía normativa por lo que en ellos no se puede alterar lo dispuesto en
una ley con carácter imperativo.
El Estatuto de los Trabajadores establece que los convenios colectivos "podrán regular
materias de índole económico laboral, sindical y asistencial, y, en general, cuantas otras
afecten a las condiciones de empleo y al ámbito de las relaciones de los trabajadores y
sus organizaciones representativas con el empresario y las asociaciones empresariales
La negociación colectiva de los funcionarios.
En la actualidad, la Ley 9/1987, de 12 de junio, reconoce plenamente la vigencia de este
derecho. Sin embargo, se trata de un derecho que hay que compaginar con otras
prerrogativas constitucionales, así quedan excluidas de la negociación decisiones que
afecten a la organización de la Administración, y los acuerdos relativos a incrementos
retributivos permanecen subordinados a lo que en definitiva expresen las Cortes en la Ley
de Presupuestos.
Eficacia de los convenios Colectivos.
La Constitución garantiza la "fuerza vinculante de los convenios". El convenio, una vez
concertado, opera como ley y no sólo para los sujetos contratantes, sino para todas las
personas, empresarios y trabajadores, incluidos en su ámbito de aplicación.
El convenio colectivo completa su naturaleza con el carácter de norma de lo convenido.
Este carácter de norma se hace mucho más expresivo si tenemos en cuenta que el
convenio colectivo condiciona los contratos de trabajo individuales de quienes ni siquiera
han sido representados en la negociación, siempre que estén comprendidos en el ámbito
de su vigencia, como es el caso de los trabajadores que se incorporan al trabajo después
de concertado y vigente un convenio, o de los trabajadores no afiliados a ningún sindicato.
g) Derecho a la adopción de medidas de conflicto colectivo
El artículo 37.2 de la Constitución reconoce el derecho de los trabajadores y empresarios
a la adopción de medidas de conflicto colectivo y añade que la ley que regule el ejercicio
de este derecho, sin perjuicio de las limitaciones que pueda
establecer, incluirá las garantías precisas para asegurar el funcionamiento de los servicios
esenciales de la comunidad.
Conflicto colectivo es toda discusión o controversia manifestada entre uno o varios
empresarios con una pluralidad de trabajadores en cuanto a las condiciones de trabajo.
Se rige esta materia por el Real Decreto Ley de Relaciones de Trabajo de 4 de marzo de
1977, que permite que los representantes de los trabajadores o de los empresarios
reclamen la intervención de la autoridad administrativa para solucionar el conflicto. La
autoridad laboral tramitará la petición e intentará una avenencia entre las partes, e
incluso estas pueden designar uno o varios árbitros, cuyo laudo decida el conflicto.
Las formas más importantes de la expresión del conflicto colectivo son la huelga y el cierre
patronal.
Pero existen otras como:
1°. Los piquetes que, aunque suelen ser concebidos en función de una huelga pueden
existir desligados de ella.
El Real Decreto Ley de Relaciones de Trabajo considera lícitos los piquetes informativos
que tienen la misión de informar o persuadir de una decisión colectiva a quienes no
participan de ella.
2°. Los boicots de los trabajadores que pueden adoptar diversas formas, tendentes todas
a dificultar el trabajo mercantil de la empresa (por ejemplo: convencer a los trabajadores
para que no soliciten empleo en una empresa determinada, o que no adquieran sus
mercancías, o que nadie les proporcione las necesarias, etc.).
Regulado el derecho de huelga en la Sección la del Capítulo II del Título I de la
Constitución, el problema principal que plantea la interpretación del precepto que
examinamos es el de si se constitucionaliza en él el derecho al cierre patronal o "lock-
out". El Tribunal Constitucional en su sentencia de 8 de abril de 1981 dio una respuesta
en principio afirmativa, aunque contiene una delimitación del tiempo de cierre
empresarial constitucionalmente lícito muy restrictiva. Para el Tribunal Constitucional
sólo es admisible el cierre patronal defensivo, cuya finalidad es asegurar la integridad de
las personas y los bienes de la empresa si fueran amenazados por la acción de los
trabajadores.
h) Libertad de empresa
Según el artículo 38 de la Constitución:
"Se reconoce la libertad de empresa en el marco de la economía de mercado. Los poderes
públicos garantizan y protegen su ejercicio y la defensa de la productividad, de acuerdo
con las exigencias de la economía general y, en su caso, de la planificación".
La Constitución no delimita el contenido esencial de la libertad de empresa, El Tribunal
Constitucional lo ha ido diseñando en sentido más bien negativo que positivo, indicando
las limitaciones compatibles o incompatibles con él. De sus pronunciamientos cabe
destacar lo siguiente:
- La libertad de empresa exige a los poderes públicos un compromiso activo encaminado
a defender y asegurar el funcionamiento del mercado, En consecuencia, la legislación
para la defensa de la competencia o la legislación para la defensa de los consumidores no
restringen la libertad de empresa,
2. Los poderes públicos aseguran, asimismo, la protección integral de los hijos, iguales éstos
ante la ley con independencia de su filiación, y de las madres, cualquiera que sea su estado civil.
La ley posibilitará la investigación de la paternidad.
3. Los padres deben prestar asistencia de todo orden a los hijos habidos dentro o fuera del
matrimonio, durante su minoría de edad y en los demás casos en que legalmente proceda.
4. Los niños gozarán de la protección prevista en los acuerdos internacionales que velan por
sus derechos.
Para la protección de los derechos de los niños la Constitución remite a los acuerdos
internacionales que velan por sus derechos; el principal de ellos es la Declaración de los Derechos
del Niño, aprobada en 1959 por la Asamblea General de las Naciones Unidas y ratificada por
España en 1990.
Artículo 40
1. Los poderes públicos promoverán las condiciones favorables para el progreso social y
económico y para una distribución de la renta regional y personal más equitativa, en el marco de
una política de estabilidad económica. De manera especial realizarán una política orientada al
pleno empleo. Progreso social
2. Asimismo, los poderes públicos fomentarán una política que garantice la formación y
readaptación profesionales; velarán por la seguridad e higiene en el trabajo y garantizarán el
descanso necesario, mediante la limitación de la jornada laboral, las vacaciones periódicas
retribuidas y la promoción de centros adecuados. Protección al trabajo
Los poderes públicos mantendrán un régimen público de Seguridad Social para todos los
ciudadanos, que garantice la asistencia y prestaciones sociales suficientes ante situaciones de
necesidad, especialmente en caso de desempleo. La asistencia y prestaciones complementarias
serán libres.
Artículo 42
El Estado velará especialmente por la salvaguardia de los derechos económicos y sociales de los
trabajadores españoles en el extranjero y orientará su política hacia su retorno.
2. Compete a los poderes públicos organizar y tutelar la salud pública a través de medidas
preventivas y de las prestaciones y servicios necesarios. La ley establecerá los derechos y deberes
de todos al respecto.
Proclama la Constitución que todos los españoles tienen el derecho a disfrutar de una vivienda
digna y adecuada y que los poderes públicos promoverán las condiciones necesarias y
establecerán las normas pertinentes para hacer efectivo este derecho, regulando la utilización del
suelo de acuerdo con el interés general para impedir la especulación.
Como sector social determinado, y en buena medida marginado, la juventud es objeto de especial
referencia en nuestra Constitución, al disponer que:
"Los poderes públicos promoverán las condiciones para la participación libre y eficaz de la
juventud en el desarrollo político, social, económico y cultural".
Los poderes públicos realizarán una política de previsión, tratamiento, rehabilitación e integración
de los disminuidos físicos, sensoriales y psíquicos, a los que prestarán la atención especializada
que requieran y los ampararán especialmente para el disfrute de los derechos que este Título
otorga a todos los ciudadanos.
Dispone la Constitución que la Ley regulará las organizaciones profesionales que contribuyan a la
defensa de los intereses económicos que les sean propios. Su estructura interna y funcionamiento
deberán ser democráticos.
3. Concepto y delimitación de las políticas sociolaborales
“Conjunto sistemático de programas y acciones emanadas de los poderes públicos para el logro
y satisfacción de derechos de carácter social vinculados directamente a los partícipes en el
sistema de relaciones laborales.
.1 Entes territoriales competentes para dictar políticas sociolaborales
- Supranacional
Organismos Internacionales con capacidad para influir en las políticas de los Estados, entre
otros:
Banco Mundial
Unión Europea:
Los Estados ceden parte de su soberanía a favor de la UE que asume una serie
de competencias exclusivas, compartidas y de coordinación. TFUE art. 4.2b)2
- Estatal
Poderes Centrales
Art. 149.1.7ª CE
Art. 149.1.17ª CE
- Autonómico
El art. 148 CE establece las competencias que pueden asumir las CCAA y en consecuencia
podrán elaborar políticas públicas.
Las Administraciones Locales también tienen capacidad, si bien reducida para dictar políticas
públicas de carácter sociolaboral. Por ejemplo, a través de la ejecución de programas
vinculados al fomento del empleo.
4. Tipos de Políticas Sociolaborales
1. Políticas de Empleo.
La crisis económica actual está reforzando el papel de las políticas de empleo, tomando en
consideración las altas tasas de crecimiento de desocupados tanto en España como en otros
países de nuestro entorno, de ahí que muchos de los esfuerzos de las políticas públicas y
también las laborales vayan encaminadas a fomentar la creación de puestos de trabajo. El
TFUE dedica el Título IX a esta materia, desarrollándola a través de una serie de
Recomendaciones y Directrices a los Estados miembros.
Por su parte, el Art. 40 y 41 CE establece el mandato a los poderes públicos de “realizar una
política orientada al pleno empleo”, siendo desarrollado dicho encargo fundamentalmente a
través del Texto Refundido de la Ley de Empleo RDLeg. 3/2015 de 23 de octubre que en su
Art. 1 define la política de empleo como “el conjunto de decisiones adoptadas por el Estado y
las comunidades autónomas que tienen por finalidad el desarrollo de programas y medidas
tendentes a la consecución del pleno empleo, así como la calidad en el empleo, a la adecuación
cuantitativa y cualitativa de la oferta y demanda de empleo, a la reducción y a la debida
protección de las situaciones de desempleo.”
2. Políticas de Igualdad
Otra de las materias que mayor atención ha recibido en las últimas décadas de las
instituciones comunitarias y españolas ha sido garantizar la igualdad de trato entre hombres
y mujeres y luchar contra las diferencias que en materia de retribución, acceso al empleo, la
promoción y formación profesional y las condiciones de trabajo todavía existen por razón de
género.
En este sentido, el TFUE establece que “en todas sus acciones, la Unión se fijará el objetivo de
eliminar las desigualdades entre el hombre y la mujer y promover su igualdad” y en su artículo
157 viene a ordenar los objetivos principales de tal política. Posteriormente desarrollada por
un importante número de Directivas destinadas a alcanzar tales fines.
El referente básico es el artículo 14 CE, encargado de consagrar la igualdad de trato sin que
pueda prevalecer la discriminación alguna por razón, entre otros factores, de sexo. Desde el
punto de vista laboral, el artículo 35 CE ordena que “todos los españoles tienen el deber de
trabajar y el derecho al trabajo y a una remuneración suficiente para satisfacer sus
necesidades y las de su familia, sin que en ningún caso pueda hacerse discriminación por razón
de sexo”.
El TFUE ordena en sus políticas y acciones tratar de luchar contra toda discriminación por
razón de discapacidad.
Su protección ha sido incluida en la CE dentro del Capítulo III del Título II, dedicado a los
principios rectores de la política social y económica, y en concreto en los arts. 40 y 50, que
hacen merecedores a los trabajadores de edad avanzada de una atención privilegiada, a
efectos de empleo y de protección social.
Desde la perspectiva laboral, dichos objetivos se consiguen por medio del compromiso que
los poderes públicos adquieren a través de políticas de empleo que favorezcan el
mantenimiento del empleo, a través de medidas preventivas de la expulsión del mercado de
trabajo y actuando sobre los trabajadores que ya han perdido su empleo, adoptando medidas
que propicien su reinserción laboral; medidas que pueden denominarse “reparadoras”,
dejando fuera actuaciones meramente sociales como la cultura, la sanidad o la vivienda.
Encuentra su reconocimiento en el Art. 39.1 de la CE. Dicha política queda configurada por
aquellas medidas sociales que tienen como objetivo la protección de la familia como
fenómeno social. De ningún modo estamos ante medidas de tutela a la familia como tal, sino
en razón del trabajo de alguno de sus miembros.
Dentro de dichas medidas a favor de la familia se encuentran las normas laborales que
contemplan la protección de la institución a través de la conciliación de la vida familiar y laboral.
Dicha política quede delimitada especialmente por acciones que persiguen el incremento de la
empleabilidad de los excluidos y el fomento de su contratación o permanencia en el empleo, como
una de las formas más eficaces de luchar contra las situaciones de pobreza en grupos de población
con especiales dificultades para acceder a una ocupación y cuya situación les lleva a la
marginación más absoluta como pueden ser quienes pertenezcan a determinadas etnias,
drogodependientes, reclusos, etc.
Los flujos migratorios se han convertido en un problema de importante calado para los países
europeos, en especial a la hora de ordenar de manera regular la entrada de quienes pretenden
mejorar sus condiciones vitales en estos Estados.
Así, el artículo 79 TFUE la “Unión desarrollará una política común de inmigración destinada a
garantizar, en todo momento, una gestión eficaz de los flujos migratorios, un trato equitativo de
los nacionales de terceros países que residan legalmente en los Estados miembros, así como una
prevención de la inmigración ilegal y de la trata de seres humanos y una lucha reforzada contra
ambas”.
En España, el artículo 13.1 CE establece que los extranjeros “gozarán en España de las libertades
públicas que garantiza el presente Título en los términos que establezcan los tratados y la ley”,
siendo la Ley Orgánica 4/2000, de 11 de enero, sobre derechos y libertades de los extranjeros en
España y su integración social, la encargada de ordenar los principios básicos que han de guiar la
política de las diferentes Administraciones Públicas en esta materia.
La Unión Europea se basa en el Estado de Derecho. Esto significa que todas las acciones que
emprende se basan en los tratados, que han sido aprobados voluntaria y democráticamente por
todos sus países miembros. Algunos son vinculantes y otros no. Algunos se aplican a todos los
países de la UE y otros sólo a unos pocos.
El objetivo principal de la política social de la Unión Europea es el fomento del empleo a tal fin se
creó el Fondo Social Europeo. Todo ello es consecuencia de la libre circulación de trabajadores.
También es importante su labor armonizadora de las diferentes legislaciones nacionales en
materia de Seguridad Social y en materia laboral.
Principales Instituciones Comunitarias3
El Tribunal de Cuentas es el órgano encargado de auditar las finanzas de la UE e informar del uso
dado a los fondos públicos.
Agenda
El Consejo Europeo marca la dirección política general de la UE, pero no tiene poder para aprobar
leyes. Se reúne al menos dos veces cada semestre durante dos o tres días, con su presidente a la
cabeza, y está compuesto por los Jefes de Estado o de Gobierno nacionales, además del
presidente de la Comisión.
Legislación
- El Parlamento Europeo
- La Comisión Europea,
Juntas, las tres instituciones elaboran, mediante el "procedimiento legislativo ordinario" (antes
denominado "codecisión") las políticas y leyes que se aplican en toda la UE. En principio, la
Comisión propone nuevas leyes, y el Parlamento y el Consejo las adoptan. A continuación, la
Comisión y los Estados miembros aplican esta legislación y la Comisión vela por que las leyes se
cumplan correctamente.
6. El Derecho de la UE4
Todas las acciones que emprende la UE se basan en los Tratados. Estos acuerdos vinculantes entre
los Estados miembros establecen los objetivos de la UE, las normas aplicables a sus instituciones,
la manera en que se toman las decisiones y la relación entre la Unión y sus integrantes.
La legislación de la UE tiene su origen en los Tratados, que reciben por ello la denominación de
"Derecho primario".
El corpus legislativo que emana de los principios y objetivos de los Tratados se conoce como
"Derecho derivado" y está integrado por reglamentos, directivas, decisiones, recomendaciones y
dictámenes. Algunos se aplican a todos los países de la UE y otros sólo a unos pocos:5
Tratados de la UE
Los Tratados establecen los objetivos de la Unión Europea, las normas que deben seguir sus
instituciones, los procedimientos para la toma de decisiones y la relación entre la UE y los Estados
miembros. Los Tratados se han ido modificando con el tiempo para reformar las instituciones de
la UE, ampliando sus ámbitos competenciales, o para permitir la adhesión de nuevos países.
Todos los Estados miembros de la UE negocian y aprueban los Tratados, que después se someten
a la ratificación de los parlamentos nacionales, en su caso previo referéndum.
Reglamentos
Los reglamentos son actos legislativos vinculantes. Deben aplicarse en su integridad en toda la
UE. Por ejemplo el Reglamento Europeo de Protección de Datos - Reglamento (UE) 2016/6796 –
que entró en vigor el 25 de mayo de 2016 con efectos 25 de mayo de 2018 provocó el
"desplazamiento normativo" de nuestra LOPD Ley Orgánica 15/1999, de Protección de Datos de
Carácter Personal (LOPD), de 13 de diciembre, aprobada por la trasposición de la Directiva
95/46/CE del Parlamento Europeo, derogada.
Directivas
Las directivas son actos legislativos en los cuales se establecen objetivos que todos los países de
la UE deben cumplir. Sin embargo, corresponde a cada país elaborar sus propias leyes sobre cómo
alcanzar esos objetivos.
El derecho fundamental de las personas físicas a la protección de datos personales, amparado por
el artículo 18.4 de la Constitución, se ejercerá con arreglo a lo establecido en el Reglamento (UE)
2016/679 y en esta ley orgánica.
Decisiones
Las decisiones son vinculantes para aquellos a quienes se dirigen (un país de la UE o una empresa
concreta) y son directamente aplicables. Por ejemplo, la Comisión publicó una Decisión sobre la
participación de la UE en la labor de diferentes organismos de lucha contra el terrorismo. La
Decisión se refería únicamente a estas organizaciones.
Recomendaciones
Los dictámenes son instrumentos que permiten a las instituciones hacer declaraciones de manera
no vinculante, es decir, sin imponer obligaciones legales a quienes se dirigen. Los dictámenes no
son vinculantes. Pueden emitirlos las principales instituciones de la UE (Comisión, Consejo y
Parlamento), el Comité de las Regiones y el Comité Económico y Social Europeo. Mientras se
elabora la legislación, los comités emiten dictámenes desde su propio punto de vista, regional o
económico y social.
La sociedad europea está evolucionando debido a factores tales como los avances tecnológicos,
la globalización del comercio y el envejecimiento de la población. Fundamentalmente, le afectó
mucho la crisis económica y financiera de 2008 y sus consecuencias.
12 Dinamarca: 9. Alemania: 24. Estonia 7 Grecia: 12. España 21. Francia: 24. Irlanda: 9. Italia: 24.
Chipre 6 Letonia 7 Lituania 9 Luxemburgo, 6. Hungría 12 Malta 5
Paises Bajos: 12. Austria: 12. Polonia 21 Portugal: 12. Esloveniii 7 Eslovaquia 9 Finlandia: 9. Suecia:
12. Reino Unida: 24. Bélgica: 12
Los miembros del Comité no estarán vinculados por ningún mandato imperativo. Ejercerán sus
funciones con plena independencia, en interés general de la Comunidad.
El Consejo establecerá, por mayoría cualificada, las dietas de los miembros del Comité.
Las secciones especializadas no podrán ser consultadas con independencia del Comité.
Por otra parte, podrán establecerse, dentro del Comité, subcomités encargados de elaborar
proyectos de dictámenes sobre cuestiones o materias determinadas, que someterán a la
deliberación del Comité.
El Comité será preceptivamente consultado por el Consejo o por la Comisión, en los casos
previstos en el presente Tratado. Estas instituciones podrán consultarle en todos aquellos casos
en que lo consideren oportuno. Podrá tomar la iniciativa de emitir un dictamen cuando lo juzgue
oportuno.
Para finalizar:
Se crea un comité de carácter consultivo compuesto por representantes de los entes regionales y
locales, denominado en lo sucesivo "COMITÉ DE LAS REGIONES". El Comité de las Regiones será
consultado por el Consejo o por la Comisión, en los casos previstos en el presente Tratado y en
cualesquiera otros en que una de dichas instituciones lo estime oportuno.
Cuando el Comité Económico y Social sea consultado en aplicación del artículo 198, el Consejo o
la Comisión informarán al Comité de las Regiones de esta solicitud de dictamen. El Comité de las
Regiones podrá emitir un dictamen al respecto cuando estime que hay intereses regionales
específicos en juego. Podrá emitir un dictamen por propia iniciativa cuando lo considere
conveniente. El dictamen del Comité será remitido al Consejo y a la Comisión, junto con el acta
de las deliberaciones.