Location via proxy:   [ UP ]  
[Report a bug]   [Manage cookies]                

Salterio Extrabíblic

Descargar como doc, pdf o txt
Descargar como doc, pdf o txt
Está en la página 1de 113

Salterio Extrabblico Salmo del Docente Oh Dios!

, T eres mi Dios: Por Ti, sin desfallecer, aunque a veces motivos me sobran, mantengo mis manos ocupadas en la tarea de sembrar verdades, de construir personas, de formar conciencias; en propiciar bellezas fortaleciendo virtudes, en abrir caminos en la maraa de la vida. T eres el verdadero Maestro: tu leccin es vida, verdad y amor. Las reglas que enseas son para crear armona, para ser ms fraternos y solidarios, para servir al prjimo. T sabes que no es fcil ser docente que cuesta estar al frente de los dems; porque las crticas y las exigencias, nunca estn satisfechas, las expectativas y lo que realizamos, nunca coinciden; sabes que la tarea no es sencilla cuando los alumnos estn desmotivados, o dominados por la modorra y aplastados por la rutina;

cuando prefieren rerse antes que aprender; o no crear el ambiente adecuado; ellos estn en mil cosas y cuesta aterrizarlos para tomar el estudio con responsabilidad, para abordar un contenido. Me llamaste, y me pediste llevar esta tarea, sin mirar en mi incapacidad, y me has surtido de tu pedagoga liberadora para ser tu asistente, un instrumento contundente y dinamizador, para renovar, fortalecer y construir; para innovar y crecer con mis colegas. Para repartir a mis prjimos, los nios y jvenes, las lecciones que aprend a tus pies; a transferir la formacin que recib a tu sombra y ser modelo de virtud y sencillez; a traducir en mi vida tus valores y en mi alegra tu rostro oculto a tanta gente. Me envas a ensear en un mundo degradado donde las relaciones estn deshechas, los valores trastrocados, las esperanzas escasas, dbiles y derretidas por la magnitud de adversidades y la portentosa confusin que crece a da, y ausentes el arrojo y la audacia vitales para crecer y desarrollarse; 2

y no tengo otra herramienta ms que mi exinanida prctica y mi esculida experiencia. Me persuades abrir brecha con la verdad; Y a esperar los resultados imperceptibles y recibo ms que indiferencia sino, la abulia, de mis receptores Que tu presencia en mi vida, anime a mis discpulos a enfrentar la ardua vida de estudiantes y la desventajosa condicin de alumnos que est entremezclada de sinsabores y algunos logros an impalpables. La conviccin presentes en tus propuestas, la sencillez de tu modo de ser, la franqueza de tus palabras, abunden en m como manantial fresco, que predomine en mis propsitos y permee mis proyectos ulicos, para que quien llegue a Ti y te conozca gracias a la resonancia de mi voz, te reconozca en la medida de la magnificencia de tus obras, y te siga con el mismo entusiasmo que pusiste en tu tarea de salvarnos. Seor: que el rigor de mi ctedra sea atenuado por la alegra y el contexto cordial

que trato de estampar en mis horas de clase; y la severidad de mi magisterio sea mitigada por la observancia de tus decretos y aliviada por estas ganas que tengo de parecerme, indignamente, a T. Y dame fuerzas para actualizar mis recursos, mantenerme a la altura de las necesidades y curiosidades de mis queridos escolares. Y si no me gano su consideracin y respeto, por lo menos, dame el sosiego del laureado: la satisfaccin del deber cumplido. Que en mi accin didctica seas T el centro; y que las estrategias que selecciono estn impregnadas de tu amor, que provoca el cambio que fractura el conformismo, y que aniquila la torpeza. Y, que nunca sea!, si me aparto de tus planes permtame volver sobre mis errores y los asuma como nuevas oportunidades para reemprender mi marcha y restablecer mi alianza contigo y revestirme nuevamente de Ti. Te pido que me libres de las malas intenciones de los infiltrados en esta profesin y no tienen vocacin de docentes: 4

de los que estn por la paga, de los que deciden sin ms motivos que las propias inclinaciones y bajezas; y de los lobos arropados de corderos. Seor: T me llamaste y est en tus manos la continuidad y ejecucin de tus proyectos y mi permanencia en esta tarea. Aydame a honrar el magisterio, tu profesin! Salmo del Ciego Seor: T me conoces: cmo nac en este mundo, sin percibir jams la luz del sol ni la hermosura de los colores. Mis das y mis noches son iguales: tinieblas y oscuridades. Seor: me has permitido, a lo largo de mi vida, permanecer en este estado y, t sabes, cmo te busco. Ando a tientas, detrs de ti, por que s que me hars ver que dejars gozarme de la hermosura de tus obras y alabarte, bendecirte y glorificarte a travs de ellas. Retozar como un potro; cual ciervo brincar cuando la luz entre por mis ojos.

Cuando vea, ser como los dems que juegan, bailan y pululan de aqu para all. No me s guiar, ms que por un lazarillo; no s caminar slo porque tropiezo y caigo; cuando tropiezo, me duele, y cuando me levanto, s que de nuevo caer. Es intil levantarme, de nada me sirve que ande erguido. Mis pies son torpes y mi cuerpo entero es un fracaso. Atropello igual lo llano y lo escabroso, el charco, los espinos y los muros. Slo conozco la pequea geografa de mi casa, mi mundo se reduce al gusto, el olor, los sonidos y las sensaciones que mi piel siente. no tengo idea de la hora, siento el calor del sol, pero, no s si es dicha o no, paso sin percibir el color. Lo que ms anso en la vida es poder valerme y conducirme libremente: ser como el aire; como la brisa que has creado. Quisiera decidir por m y no depender ms del otro. Seor: no s cmo ha de ser la luz, No entiendo de colores ni sus matices; Solo lo negro me corteja 6

a donde voy, va conmigo la tristeza y me escolta la oscuridad. Te necesito a Ti; te busco a Ti. Salmo del drogadicto

1.

Seor, heme aqu a tus pies perdido. Soy lacra del mundo, el sedimento humano. Donde camino, por las calles de la ciudad, por todas partes, me miran de reojo con recelo; me siento rechazado, soy la maldicin para los de mi casa. No encuentro trabajo digno, por mi ineptitud para ganarme mi sustento. No tengo amigos juiciosos, centrados, con dignidad, Porque aquellos, huyen de m, se esconden. Entre los malvados que andamos perdidos nos reunimos para beber, fumar, drogar y despilfarrar el tiempo en ese afn. La muerte ronda a mi alrededor; me roza a cada instante; estoy en la cuerda floja; en la mira, soy el objetivo del brazo de la ley.

En las esquinas, con mis compinches, aprieto a los transentes desprevenidos. A los incautos, armas en mano, despojo de cuanto posee, y si se oponen, le infiero una herida o, sin piedad alguna, le arrebato la vida. No tengo los lmites que la gente guarda Seor, no puedo vivir sin mi dosis, me retumban los sesos, me someten los nervios; tirito, jadeo, me deprimo. Mi dependencia es tal que no puedo un instante para cavilar, examinar mi conducta y tratar de adecuarla a los intereses y expextativa general. Mi vida es un infierno: la desdicha corroe mis huesos, la pena taladra mi alma, el dolor domina mis das, el desatino maneja mi mente. Hoy, aqu deshecho ante ti, pronuncio estas palabras casi ya como de despido: Te necesito, quiero que me salves. Quiero que me restaures, que me rehagas. Seor, quiero ser una persona normal, si ser normal no es pecado; si no es vivir atado a un mal que aturde. 8

Pero, te pido que si me vuelvo a la normalidad, no sea yo quien mate, quien degrade, quien denigre. Casi no tengo ganas de ser normal, porque me desagrada ser como son los normales T me pides que vuelva a ti, pero, si volver a ti significa formar parte de los falsos, o estar en onda con los corruptos, e ir de la mano con la basura blanca, y disfrutar del fruto de las injusticias, callar el dolor de los desposedos, ensear una moral a mi medida y defender la hipocresa de una religin atea; si ser normal es permanecer en la torpeza de la rutina, si equivale a actuar a medias, a ensear sin planificar, a golgoriar con los impresentables, permtame seguir en la droga. Me parece que tanto dao te hace el falso profeta como el juez que se deja vender por un par de zapatillas; tanto asco te da el evangelizador proxeneta como el humilde siervo de las jeringas, el amador del polvo qumico. Si no es mucho pedir, destame de la droga,

pero no me pidas ser como los normales, que un drogadicto tambin tiene tica. Salmo del Secuestrado A Ceci Cubas.

2.

Seor Dios, ser que existes? Creador y Todopoderoso, dnde te escondiste? Escchame. Est tu odo atento a la voz de mi splica. Ests donde ests, me dirijo a Ti, Porque s que andas ah. El silencio me responde. Mrame adnde me han trado, con qu violencia me tratan, sin el menor motivo, estoy en manos de la impiedad, de la barbarie. Me pregunto, en cada doloroso instante que transcurre, por qu la delincuencia se ha fijado en m para estrujarme como su presa fcil. No entiendo lo que ocurre conmigo Jams cre que esto iba a merecer. Me alzaron como felinos me impiden todo, hasta hablar siquiera; me mandan obedecer todo y, yo no los veo la cara. La oscuridad terrible se ha apoderado de mi desde el momento en que ca a las manos de mis terribles e inhumanos captores. 10

Cunto valgo, Seor? Cul es la vil moneda que justifica mi vida? Cul es el nmero que logrado, me va a permitir seguir mi vida entre mis familiares? Ser que alguien pagar por m? Respndeme Seor, si tienes odo! Quin podr defenderme? Esta no es la mgica sentencia que atrae a Chapuln, sino la terrible pregunta que espero sea respondida. No existe ley en el mundo, ni juez que sea justo. Y en mi desesperacin, intento encontrarte, en mi desdicha hablo al silencio, para que la tortura me responda con aguijones y el tormento me taladre el alma. Para m en este momento, no tiene sentido la fe, ni la esperanza en este suplicio, porque la caridad no existe. Los valores que he intentado vivir son mofas, la vida que vivo, se va yendo a borbotones, y mi Dios en quien he credo, est en silencio! Mis amigos en quien he confiado, absolutamente no tienen participacin en esta gresca; la patria que cre honrar, no s si me guardar en sus entraas.

Te das cuenta, Seor, que estoy deshecho? Para qu orar ahora? Si lo que vale es el maldito maletn repleto del asqueroso verde, que nunca llega, que jams llena. De qu me sirven ahora, las obras pas? al final, si sonriera a los descorazonados, creeran que esta situacin me agrada. Si colaborara, argiran que temo a la muerte, y, perdn Seor, en este momento, al nico a quien menos temo es a la muerte porque ya aperit lo suficiente estos das. Quisiera comprender a mis captores, tener a la vista el mapa de sus valores, reconocer la geografa de sus pensamientos y, por qu no, perdonarlos puesto que apenas son esclavos de sus propios egosmos sirvientes de la muerte. Conocer a los patrones de estas patraas? No! Prefiero estar departe de la vida Y comprender las enseanzas de mi madre, su ternura; Su ofrenda por mi. Para qu? En medio de este absurdo que es pensar, Espero una respuesta verdadera: Que mi fe no sea vana, Porque estoy del lado de Dios, que nunca engaa. 12

T, Seor, me conoces bien, sabes qu persona soy. Espero ms en lo que tienes en tu maletn: que es vida, Antes que el que puedan traer los humanos.

3.

Salmo del Poltico

Seor, acudo a tu presencia para proclamar mi fe en Ti, nico poltico verdadero y operario inexpugnable de la verdad. Mrame, con piedad, porque escaso es mi valor, y, casi ausente, la fortaleza para encararte. Seor, por donde estoy, la gente al verme, hace una mueca burlona, percibo la no aceptacin de mi persona, por eso, reun la cara que pude, y me acerco a ti porque entiendo que ests a favor de los rechazados, porque me han dicho que ests con los olvidados. No puedo decir, por supuesto, que tengo las manos limpias, eso no, pero me interesa saber si tengo alguna posibilidad de aprender sobre los errores,

de tener alguna lejana ilusin de que ser tenido en cuenta por ti. No quiero que me des la espalda, tambin soy obra de tus manos, mi figura, igual ha salido de tu imaginacin. El hecho de que yo ande desvariado, que me haya levantado un muro frente a ti, no quiere decir que automticamente sea anatema, que no te merezco, que no sea digno de ti. Estoy junto a Ti porque o que, no s cundo, has sido capaz de proferir palabras de perdn a tu propio verdugo, eso me interes, y pens que era mi oportunidad. Seor, yo quiero aprender; no estoy completamente deshecho, quiero que me digas qu debo hacer, quizs a no robar, a no crear falsas expectativas, a no engaar con palabras vacas, a no vender ilusiones como baratijas a ser cumplidor, a honrar la generosidad de la gente que a ciegas me sigue, que sin dudar me responde. Quiero ser constructor de un mundo diferente, tengo la idea de que alguna vez, todos, nos habremos de abrazar como hermanos; 14

que lograremos disfrutar de los beneficios equitativamente, sin que nadie tenga nada que condenar, que nuestros das sern de paz y prosperidad. Seor, te pido, que pueda tener yo la valenta de, como est en mis manos la decisin, concretarlo. Que pueda presionar sanamente hacia implantacin de la justicia, la igualdad y la fraternidad. Seor, creo que acabo de hacer la actividad poltica ms relevante y significativa de toda mi trayectoria al presentarte mi contingencia y pedirte, humildemente, ahora sin doblez que me tengas en cuenta entre tus predilectos que te buscan con sinceridad que realizan sus promesas. Salmo del Encarcelado.

4.

Es difcil desde mi situacin levantar la vista al cielo; si el Seor no me abre mis labios mi boca no podr referrsele. Sabes, Seor, por qu estoy aqu? No porque comet delito

Ni porque obr lo aborrecible, Sino porque mis semejantes me aprehendieron Aplicaron la fuerza y la ley conmigo Y me tiraron a esta pocilga. Es que somos injustos Si la ley y su fuerza cayeran sobre todos, No habra lugar en este infierno. Pero es que los hombres necesitamos de ejemplos, Tanto para admirar como para aborrecer. Me estoy desagraviando! Lo que no comprendo es por qu un ruin y vulgar corrupto Tiene la potestad de encerrar o liberarQuin controla a los controladores? Quin es el juez del rfere? A quin apelar? A una instancia todava peor? Quin defiende al pobre y al indigente? Quin levanta la voz a favor del indefenso? La estructura sobre la que se cimenta el orden est corroda; El puntal que sostiene la justicia es endeble. La iglesia tiene tan poca palabra al respecto Porque tampoco logra sanear sus propias inmundicias. Seor, aqu me arrojaron, O me arroj a mis mismo, no tanto para que aprenda, ni me rehaga 16

y sea til a mi familia y a la sociedad, sino para llenar las estadsticas, para justificar inoperancias y falsedades, para tapar la bullente olla del delito que est empotrado en las altas esferas que maneja la historia y los presupuestos que coloca gobernantes y se re de todos. El da en que pis este infierno, cre haber concluido mi existencia, y haber dado por terminada mi faena, ahora que las horas pesan toneladas y ausculto una leve esperanza lucho por ella para no morir para no ceder un milmetro a la barbarie; he aprendido a dejar de lado mis preferencias y a no hacer caso a mis apetencias. s del mundo lo que me dejan saber mientras los que siempre derrotan encuentran la salida abierta, el portn destrancado. Seor, no te pido que me des fortaleza para odiar a los que me juzgaron, ya que mi propia impiedad me ha sentenciado; slo que haya alguien que nos hable de justicia, que la verdad sea una persona, que esa persona sea insobornable, eterna; que, si esnsea, no tuerce, ni aliviane y que el camino a seguir nos conduzca a la vida, no a este miserable rincn de tres por cuatro.

5.

Salmo del Polica

Como guardin del orden y custodio de la justicia acudo a tu presencia, Seor, para manifestar mi realidad, mis penas y mis logros. He sido tomado de entre la gente para guardar la ley, me han dado la misin de proteger, estoy destinado a cuidar, a prever, a evitar las contiendas, los delitos y, si es necesario, reencausar la conducta de los que infringen las normas. Grande es mi cometido, enorme, y mi gestin bastante pobre, insuficiente. La patria demanda seguridad, los nacionales requieren un mnimo de quietud, pero, irremediablemente, la ola de delincuencia crece a borbotones, es incontenible la pasin por delinquir, insaciable la sed de matar, insatisfecho el hambre de violencia. Seor, qu puedo yo, un grano de arena, en este inmenso desierto donde la muerte acampa? Mi institucin, alguien ha afirmado, es endeble, mi jerarqua no me da oportunidad para remediar los males, 18

y los que pueden, permanecen impvidos ante el desastre, gustosos en engullir sus dietas, en recibir honores, en disimular impericias en poseer estrellas. Si alguien tuviera la mgica virtud Para rectificar los sucesos Todos, gozaramos de un ambiente deseado, Y no esta ecologa hostil, que nos deprime, nos devora Y a minutos, nos deshumaniza. Como brazo, quizs torcido, de la justicia, Te pido que me mantengas alerta frente a las ambiciones Y las colosales tentaciones que se nos presentan. que nos compran, nos vulgarizan, nos invierten convirtindonos en vulgares asesinos en inmisericordes protectores de ftidos sepulcros, o nos alientan a desviarnos de nuestra misin, a deambular los escabrosos senderos de la infraccin. A diario me enfrento a situaciones peligrosas, a veces, quiero temblar, pero disimulo. a veces, no tiemblo, pero huyo, enfundndome en el hbito del desentendido, siendo as, un peligroso cmplice del homicida.

Seor, he visto a tantos camaradas, dignos compaeros, desplomarse frente la tentacin del dinero fcil, sumirse al destello de las promesas venidas de inescrupulosos. y tambin, a bravos soldados perecer no en el fragor de batallas, sino en la inoperancia y la permisividad. Tanto a m como a ellos, Seor, te pido que protejas con tu paternal cuidado, porque ah, donde unos ponen verdad, otros ubican presencia; ah donde falta orden, el uniforme impone fuerzas. Salmo del Adltero

6.

Tengo prohibido, Seor, por la Santa Madre Iglesia ser tu fiel. Por ley, no tendra que estar aqu a tus pies Levantando mi dbil mirada hacia ti Y dirigindome a tus odos. No puedo recibir la eucarista, Ni ser padrino a ningn catecmeno. Si entro en tu templo ha de ser por la puerta lateral 20

Y si oigo misa, no puedo participar de ella plenamente, Slo a medias, slo en migajas. Reconozco y perfectamente soy consciente De que me he constituido en un antisigno para los fieles, Que s tienen todas las ventajas de que t le oigas De que t te apiades de ellos, Porque son de los tuyos, los rebaos de tu grey. Mira Seor, que an as, y con tantas trabas frente a mi, estoy dirigindote estas palabras, que por lo menos sern dichas, aunque luego nadie los tome en serio, ya es otra cosa. Mi peor pecado es haber faltado a mi compromiso matrimonial donde libre y voluntariamente he jurado fidelidad, respeto, amor total, y, de un codazo, los he arrojado al tacho. Y no me permiten acceder a Ti Porque creen que conversin es una farsa Porque vuelvo, impenitente, a mi estado de pecado; Como si el absuelto permaneciera inmculo Y ya no vuelve a cometer delito. Soy adltero, porque conviviendo con una,

cumplo con otra mi funcin. y, me pesa, no tanto porque he defraudado, sino por el hecho de no poder desandar mi historia, por la imposibilidad de poder creer en mi mismo por que no puedo, no se me es permitido, rehacer mi vida. todo eso, porque hemos interpretado tus palabras al pie. Me pregunto, y a lo mejor, esta pregunta es una ridiculez absoluta, si qu pasara cuando all t te desdigas, o que simplemente digas, atenuando las cosas, que no era tan as. Que entre los hombres no puede existir un lazo que ate definitivamente O un mal que dure cien aos. Qu pasar si, como al ladrn, instantes antes de la muerte restituyes la vida al adltero? Lo radical del gnero humano es el cambio, la transitoriedad de lo que ocurre. Nada es definitivo aqu en la tierra. Todo es absoluta e irremediablemente pasajero. Todo esto lo acepto. Toda esta teora nadie refuta. Pero, a la hora de mirar a un adltero, Se le considera lo peor. Es tan abominable, una mentira piadosa, o Una tozudez del prelado, como el ser adltero. 22

Si se permite oficiar a un homosexual o a un proxeneta, En qu le aventaja el adltero? Seor, yo no vivo ocultndome; jams estuve tras bambalinas, siempre en la claridad, por eso ca en la trampa de la vida, porque estoy en una constante bsqueda de mi identidad, y me duele, me aterra, que corruptos pblicos, pecadores reconocidos por toda la poblacin gocen del beneplcito eclesial. Un celebrante beodo, es lo mismo que un impresentable adltero. Aqul puede, este no. Es la terrible ingratitud que nos ensea tu iglesia. Aqul es santo, t eres pecador, es la terrible sentencia que nos hace or tu tres veces santa iglesia universal. Sin piedad casi. En pblico, a todas luces. Como yo soy, un adltero conocido. Gracias, Seor, por permitirme ser tu adltero, por que de esa manera te glorifico. Te bendigo, te alabo a toda hora porque estoy desechado por tu iglesia y condenado por tus representantes conspcuos, que me miran con desprecio, me estrujan la barba, me esquilan sin piedad.

Gracias, por que no me reno con los santos no formo parte del squito selecto que adula a los mitrados, sino que me mantengo lejos, all en la esquina del templo, golpendome el pecho por haberte hecho sufrir con la ignominia de mi adulterio. Si los hombres no hubisemos buscado la manera de separarnos mutuamente, an por motivos religiosos, viviramos todos hermanados solidariamente.

7.

Salmo del futbolista

Seor, T que eres genial atleta porque has coronado tu carrera con la gloria y con el honor no alcanzado por nadie, permtame que te dirija unas breves palabras que salen de mi interior, que hablan de mi me reflejan ante ti. T sabes lo que significa estar en buena forma Poseer la habilidad necesaria y el toque de virtud. Da a da, debo cuidar todo, mi alimentacin, mi descanso; controlar la fatiga muscular, y todo lo referente a estar bien. Debo repetir hasta el hartazgo las tcnicas, 24

adiestrarme en lo que se espera de mi. Y a veces, no salen las cosas, no porque uno no sepa, sino porque as es en este oficio. Y la gente no perdona, para eso pagan su entrada, para disfrutar, para recibir la satisfaccin que le da su equipo. Estoy metido en este competitivo mundo, yo no puedo estar enfermo, ni dolido por algn sentimiento. no puedo padecer, ni quejarme de absolutamente nada, porque detrs de m existen otros que estn empujando, atletas hechos que esperan su turno para demostrarse. Y estar en vez de mi. Que no soy definitivo en el puesto, Ni el nico. Este ambiente me ha hecho pensar en Ti, as pienso que deben ser los que te buscan, constantemente prestos a tirarse a la arena permanentemente listos para enfrentarse a la tarea; consciente de ser sustituible, prescindible. Me imagino que el que te sigue, como yo, no tiene que poder pensar en s, a no ser que para mejorar su gestin.

Cada semana estoy pendiente de lo que pueda decidir el director si me deja fuera del plantel, si no me hace figurar en su lista, vuelvo a casa pensativo, deshecho, renegado. Para qu tanta prctica, pues? pero si ocurre lo contrario, estoy feliz, sonriente aviso a mi familia a que se preparen para verme en la cancha. Seor, Ojal, mi nombre no est borrado de tu lista! Y, qu me dices del dinero que corre detrs de mi? Es mi paga, no cierto?; me dirs que mis esfuerzos estn recompensados. Y por qu otros se lucran con mis condiciones? Es la terrible pesadilla. Ser as tambin entre los que te siguen a Ti, Seor? Ser que igualmente entre ellos existen los aprovechadores, los negociadores, los representantes? Quisiera tener mi ficha en mano! para seguirte adonde quiera que vaya. Para demostrar a los expectadores mis condiciones, mis cualidades y caractersticas como atleta tuyo.

26

8.

Salmo del Analfabeto

Dios Altsimo, Seor de toda la gente, Aqu en este lugar tan bonito Donde veo que acude tanta gente: No s para qu, tal vez para eso que llaman orar; Y como todos estn en reverente silencio, Con sus rostros serios, expectrales, Tambin te hablo yo, con estas palabras sencillas. No tuve la suerte de aprenderme ninguna oracin, Lo poco que s, cuando recito, se me re la gente Porque pronuncio todo del revs, Me como algunas palabras De modo que, pocas son las palabras que te puedo dirigir. La gente veo que tiene hojas escritas en sus manos, A mi tambin me han dado al entrar en este lugar, La he mirado muchas veces, y solo noto que est llena de pequeas Rayas, curvas, crculos y puntos repetidos una y mil veces. No s que sern, No oigo lo que dice el papel. Y me da tanta bronca porque parece que a los otros les dice algo.

Y a m, nada. Me pregunto, Ser que Dios no me quiere hablar a mi? Si ese papel tiene la palabra que uno puede decirle a Dios, Yo Seor, para no quedarme callado, de todos modos, Estoy diciendo estas palabras, casi estpidas. A lo mejor, te resultarn risibles, porque... No tiene la forma de una verdadera oracin. Si, por ah, te sobra un poco de tiempo y de humor Y diriges tu mirada hacia m, te pido que me permitas llevar a cabo lo que ms quiero en la vida: amar. Yo no quiero otra cosa, Sino que en casa pueda haber dicha y comprensin Y que entre todos podamos saludarnos con afecto sincero, qu distinto hubiera sido el mundo! Salmo del Fariseo

9.

Seor, T me conoces y me sondeas. Me conoces cuando me siento o me levanto; Todas mis das estn abiertas a ti, Tu presencia en mi vida me enaltece Vivo orgulloso de pertenecer a ti 28

De formar parte de tus elegidos. Me unges la cabeza con perfume Y mi copa reboza. Me llamas a permanecer en tu santuario, A escuchar da tras da, los misterios de tu amor. Qu grande eres conmigo! Me has seducido, Seor, y me deje seducir por ti. Te alabo desde antes de que salga el sol Y al ponerse, todava sigo arrodillado ante ti. No vivo ms que aqu, junto a tus pies. No me junto con los malditos, No como en la mesa de los pecadores, Jams me contamin con las inmundicias de la gente. Seor, gracias porque me has arrancado de en medio de la gente Y me has plantado a tus pies, A la falda de tu templo. Que los malvados se maten entre s, Que los muertos entierren a sus muertos. Yo me complazco contemplndote en tu santuario. No concibo la vida, si no respiro tu aliento. Estoy tan enamorado de tu presencia que no me interesa lo que pasa en mi familia, ni las necesidades de mi comunidad, ni me hace mella en el espritu las demandas

ni las carencias de la gente. Yo estoy contigo y esto me basta. No me detengo a pensar en las mediocridades no reparo en las falsedades de los dems; Me interesa estar bien contigo, crecer a la sombra de tu manto. Seor, qu bueno es estar aqu, hagamos tres chozas, una para ti, otra para Elas, otra para Moiss! Yo de hecho, ya vivo en la tuya. El da del juicio, nadie podr echarme la culpa de nada. a todos responder: " yo estaba con el Seor, absorto a sus pies, contemplndole incesantemente". Que construyan los constructores, que enseen los doctores, que sanen los mdicos, que consuelen los parclitos, que perdonen los presbteros, que tengan partos las encintas, que sueen los poetas e idealistas mientras yo, no arrojar a los puercos, el manjar celestial. Hipcritas los que se consumen por los dems! Falsos los que viven lejos de Dios!. No le har caso a aquel que me anda diciendo 30

que mi fe es pura teora, a m, no me vengan con cuentos, yo estoy con mi Dios, eso me basta. Salmo del Campesino sin tierra

10.

Me han puesto, en este pas, como objeto de burla, Soy el hazmerrer de mis compueblanos. Me tildan de holgazn, y no estn lejos, de plantador de marihuana, de deforestador, de oportunista cualquiera. Mientras me veo con las manos vacas, Sin techo, sin cultivos, sin futuro; Lo que ms me duele es, llegada la tarde, tener que reunirme con mi familia debajo de la carpa: Contemplo a los mos vidos de escuchar respuestas, y hallar la solucin a esta situacin infausta. Los clavos del dolor que me punzan no se los ofrezco ni deseo a nadie. Esta pena que derrite mi alma como la cera Ojal!, a nadie alcance. Mi hijo, de cuatro aos, Jos, casi no entiende nada; la mayor, Claudia, de diez, ya padece con nosotros

la falta de escuela, de mobiliario, de todo; mi esposa, Joaquina, por la noche tiene sobresaltos y pesadillas. Llora en sueos como en lo real, porque a Felipe, de meses, le acurruca sobre el tosco tronco que hace las veces de cama mientras paso en vela, turnndome en la guardia. Seor, esta vida es pasajera, entiendo pero Porqu unos cuantos tienen que hacer padecer a los otros, por codicia, ambicin, e injusticia? Me dicen: Por qu tengo que soliviantar una norma de vida preestablecida, bendecida por la iglesia? No tengo casi salida, vivo literalmente angustiado. Estoy ante dos peligros, uno de adentro y otro de afuera: Tener que permanecer bajo esta carpa y abrir picada en el monte virgen que se yergue delante. Mientras, los negociadores hace rato han perecido bajo la oferta de los latifundistas. Nuestros representantes compran sitios en Asuncin y pagan al contado sus estancias y guaridas. Y a Jos hace rato que se le gast la ropa, Y Claudia no tiene con qu taparse su pudor. Hace diez aos que no estreno ropa, (slo me pongo la de segunda mano), 32

Ni he disfrutado de los frutos de mi sudor. Da pena. Quien tenga compasin que grite conmigo, y se cumpla conmigo lo que prescribe La Ley: que cada ciudadano tiene derecho a tener su propio lugar donde morir enterrado. Seor, yo no exijo mucha tierra, Me contento con lo que me pueda servir para vivir Y educar mi familia. Si eso es delito, no s en qu mundo estoy. Si querer vivir y dar vida es afrenta, me parece que err de galaxia. Son ladinas las razones de los latifundistas. Ante la falta de polticas viables y eficientes, es necesaria la lucha y, aunque no parezca cierto, No luchar es morir. Por eso me tienes aqu Seor, a la vera de este latifundio dispuesto a morir, porque eso es lo ltimo que me falta. Te pido que derrames tu bendicin sobre quienes no deshonramos a la calidad de campesinos sin tierras, como nos llaman, porque, quirase o no, representamos genuinamente

a los actuales luchadores por la dignificacin del gnero humano. Muy a pesar de nuestros contrincantes, los terratenientes. Salmo del Desocupado

11.

En este pas somos miles, nos llaman de distintas maneras: desempleados, desocupados, ociosos, holgazanes, apticos, perezosos, znganos, haraganes, gandules, vagos, truhanes, indeseables, y, con eufemismo, poblacin econmicamente inactiva. Alguien me ha dicho que no encuentro trabajo por el simple hecho de ser una persona negativa. otro, que por falta de capacidad, que por falta de amigos que valen la pena... a veces, veo que el problema est en m, otras veces no, sino en el sistema, en la poltica. As paso el da pensando en las cosas que me han hecho caer en este pozo de donde no puedo salir, de donde quiero salir. Si soy el motivo de mi falta de empleo, a lo mejor, practicando a disimular, puede ser que logre zafarme. Si las causas estn en esferas sobre las que no puedo influir, 34

no s cmo ser maana. Seor, quiero lanzarte el reto de que me enves un trabajo, que me haga posible ganar mi propio pan, y termine con esta enferma dependencia que maltrata, humilla y desacredita y despus dice otra vez: gracias a mi, puedes; no hay nada peor que escuchar estas palabras no solo una vez por semana, sino constantemente. Yo s que t no eres patrn de nadie, pero, puedes con tu santa providencia mover a los patrones para ofrecer vacancias. Y, si llegara a trabajar, y luego, tuviera que tener a algn desocupado bajo mi proteccin, haz que no le haga beber de mi copa. sino que sepa dar con humildad, y que mi mano derecha no maneje lo que da mi izquierda. La falta de oportunidad de trabajo la carencia de satisfaccin de una de las bsicas necesidades, a veces empuja a uno a desconfiar, a dudar, a sufrir, a pensar cosas malas, a desesperarse, a no ver el futuro. He visto tantos desocupados que se autoaniquilan porque han perdido la esperanza

porque no encuentran algn resquicio de alivio a la tortura de tener que vivir pendiente de los que otros alcanzan con sacrificio. Te pido que alejes de m esa tentacin Como la de echarle la culpa a los dems de mi situacin. Y lbrame del mal. Amn Salmo del indeciso

12.

Seor, maana ser mi da, hoy, me aturrullo en este fango. Yo s que es grande tu amor, espero sentirlo vivamente. S de tu compasin perenne, que alienta y anima a quien lo vive, espero disfrutarla en un momento. Me estoy organizando para servirte siempre, mis fuerzas desfallecern por ti en pocos das disfrutar de tu compaa y no te dejar ms. no dar ms vueltas. Cada da es una nueva ocasin que tengo para buscarte mi soledad interior parece como que te quiera atrapar, la ternura de una sinceridad me dice que has estado ah; luego, yo no te siento, no te veo, no te oigo. 36

Ests siempre rondndome, me acerco cuando te has ido, me voy cuando an no has venido, por eso no puedo tenerte entre mis manos. Me he acostumbrado a hablar al silencio, a sentir tu ausencia a esperar, pierdo mi oportunidad, te me vas de la mano. A veces ya he tomado la determinacin Ya asum los compromisos, debo empezar noms ya Pero, me falta siempre ser oportuno, el ltimo puntn. Seor, no te escurras de mi, No me exijas que me adelante a los hechos. Djate alcanzar por m. No quieras que desate mis amarras Que rompa dificultades, que me lance. Yo slo espero mi momento. Salmo del Predicador

13.

Dios todopoderoso y eterno que has hecho de mi un instrumento para llevar a los confines tu mensaje a propagar la verdad de tu amor.

Me has puesto ideas en la mente y palabras certeras para pronunciar por ti. Me enseaste tu plan para decrselo a la gente. Y me he lanzado a cumplir mi misin explicando tus enseanzas a la gente que me escuchan con atencin; que siguen mis orientaciones. Con la luz de tus palabras y mis propias penas, persigo la maldad; busco desterrar la desgracia entre la gente la falta de piedad, y la ausencia de amor. Conjugo la excelencia de tu liberalidad con la miseria humana para elaborar mis conclusiones. Grito tu amor a los cuatro vientos, tu misericordia que llega de generacin en generacin. Es noble mi tarea. Te pido que me ds audacia, valenta y determinacin para vivir con sinceridad las palabras que me mandas proclamar. Porque lo que ms reprocho en la vida es precisamente la vaciedad de mis propuestas, la inconsistencia de mis prdicas. Si alguien se animara a enfrentarme: -por qu no vives lo que enseas?38

me quedara con las manos vacas y mi decepcin sera aterradora. Seor, ilumname para hablar en adelante con propiedad, a no mascullar bonitas frases, excelentes paradigmas, vacas de vivencias. Que primeramente pase por la forja de la experiencia para sealar con firmeza sus ventajas y bondades. Hgame sentir tu amor y dame fuerzas para realizar lo que deriva de l, que sea yo el primero en dar; que no espere recompensas que perdone y escuche. Que sea constructor de una sociedad nueva; que renovndome constantemente, mueve a la gente a renovarse desde lo ms profundo de su interioridad. Demasiado es notorio cuando el predicador pronuncia sus diatribas de boca para afuera; se rebusca con nfasis, grita, parafrasea expedientes, alardea con peroratas... Seor, que si me toca de nuevo predicar, hable slo de las cosas que me has enseado en la soledad de la oracin y de lo que me has hecho sentir viviendo en tu presencia.

Seor, aydame a perfeccionar mis estrategias, a confeccionar mis ideas y a urdir mis sentencias, siiendo sincero, coherente y autntico. Que mi vida familiar est al arbitrio de mis oyentes y que mi conducta personal inspire a escuchar. Que la gente valore mis acciones ms que mis palabras. y sobre todo, que no desaparezca de la vista de la gente despus de explicar tu Palabra; que no me avergence de mostrar mi vida familiar y privada a la gente, porque te soy fiel en todo momento.

14.

Salmo del Chofer.

Seor, t que eres tambin conductor, me ves cmo paso el da sentado junto al motor con el volante y la palanca de cambio en la mano, el acelerador y los frenos a mis pies. cobrando los pasajes, expidiendo boletas, fijndo quin hace parada, deteniendo la marcha, esperando que suba; 40

atendiendo el trfico de adelante, los costados y atrs, luchando con los que tienen prisa comprendiendo al que su vehculo no puede ms. Mi da es larga, excesvamente larga; presencio y soporto de todo, desde los que suben sin el pasaje justo pasando por los desubicados que no colaboran, se paran detrs de m y no se acercan a la puerta trasera, hasta el olor a sudor de los pasajeros; desde los que suben por atrs hasta los que piden viajar gratis. Todos quieren que est de buen humor, que maneje con cuidado, que no acelere tanto que me vaya rpido, que no levante tantos pasajeros como si todo fuera tan fcil. Algunos me gritan desde atrs, me agreden con oscenidades y esperan que yo modere mi lengua. No todos los das amanecemos como la flor, ni todas las maanas sonreimos. Y, nadie sabe que nosotros somos los peores pagados, aunque esto no sea excusa, somos los personales ms aplastados y vilipendiados nos tratan como a animales;

guardamos penas a montones, estamos obligados a facturar y, adems, nos vigilan como a presos. Cada semforo tenemos un fiscalizador, a cada paso, un inspector. Como si fuera la solucin. El sueldo que ms aprecio es la sonrisa tanto de la que espera una bocina, como de la que, al subir, acosa con su mirada. Y del galn que cede su asiento. Seor, mi trabajo me permite estar al contacto con la gente, yo conozco ms conciudadanos que cualquiera; y por eso te pido que me cuides, que est constantemente en tu mira, para no pasar peligro y permanecer, en cuanto el motor aguante, siguindote a ti por el itinerario de la vida, para lo que creo, mi colectivo es pequeo; Por eso te pido que no me falte trabajo; que siempre haya alguien para viajar conmigo. Pero, sobre todo, que lleguemos a destino para disfrutar de tu presencia, contar nuestras ancdotas, tomar nuestra bebida preferida, que es nuestra alianza, rernos de nosotros mismos y, as pasarlo eternamente, por los siglos de los siglos. Amn. 42

15.

Salmo del hombre Comn

Seor Dios, estn tus odos atentos a la voz de mi suplica, inclina tu odo hacia m. Mra a tu siervo, en qu esta reducido en este mundo, en que T me enviaste; donde tus manos me han puesto. Mira, Seor, que tu siervo est luchando frente a enemigos sin rostros; ante adversarios innombrados, ausentes, annimos y escurridizos; Seor, enfrento a todo un sistema, a toda una cultura Que est ausente de ti, que no tiene idea de ti; o que, en el peor del caso, tiene una idea deformada de ti. Son incontables, abundan como las arenas del desierto. El slo pensar en ellos infunde pnico, terror y sobresaltos. El slo meditar en sus acciones da asco, mete desalientos... Pero, Seor, t hiciste que te conociera y te amara, me has conducido hacia fuentes inagotables, y me diste de beber ciencia perenne, Me has revelado tu rostro, tu mensaje y tu plan Y me pusiste en medio

de esta tempestuosa realidad Me anclaste en esta agua turbulenta y tumultuosa. La luz que prendiste en mi vida, me pides que mantenga viva, y que transmita como pueda en la de los dems, mis prjimos. Seor, as como grande es tu amor que me demostraste, es inmensa la tarea que me mandas realizar, a desaprender antivalores, a rehacer personas corrompidas, a restablecer tejidos corrodos por tanta maldad, a enderezar la senda torcida de la gente, mis hermanos. No tengo la gracia para poder hacerlo ni la tcnica o el mtodo para llevarla a cabo prefiero esconderme en la tranquilidad de mi hogar y en el sociego que me das en cada encuentro contigo; mejor, me parece, callar y desentenderme de la congoja ajena, de la desdicha del que est a mi lado. De verdad, prefiero ser antes que nada, una buena persona; Poder valerme; poder desparasitarme primero: estar conforme conmigo. 44

Pero recuerdo tus instrucciones que destierran egoismos que orientan hacia el servicio y la fraternidad, que invita a acercarme lentamente y mostrar a travs de mi vida, lo que aprend de ti. Seor, no entiendo las cosas que ocurren junto a m, los poderosos, han renegado de los dbiles indefensos, los buenos, se han alejado de tus hijos; la clase opresora, los malditos que deciden la suerte de los dems, cada vez, hunden ms al pueblo, les parecen mugre la gente sencilla; los bautizados que firman las resoluciones que achacan al pobre los fervorosos que tienen las riendas de la educacin global; los piadosos que roban sin clemencia los miembros de ministerios que embaucan y engaan, los rezadores adlteros, antisignos cristianos, que siempre guardan en la manga algn beneficio; los benefactores que ahogan al indigente y actan descorazonadamente con el semejante. Hoy mismo estoy padeciendo en propia carne la impiedad humana, quizs por eso mi oracin est llena de dolor,

me tratan como la basura inmunda, me dispensan una relacin denigrante, indigna, inhumna, a pesar que me creo decente que merezco un trato mejor, y decoroso. Hoy tuve que viajar, muy temprano a mi trabajo, y me ofenden las reguladas de colectivos que nos hacen padecer los corruptos empresarios del transporte, que slo piensan en ellos, en sus ganancias, son antipatriotas, antipopulares, quieren alzar el pasaje y unilateralmente ante la mirada cmplice del "Defensor del Pueblo" y de los fiscales intiles, inservibles e incompetentes que en estos casos deberan operar de oficio, humillan a los usuarios al acarrearlos atascados y miles otros males ms. Me escarnece el Ministerio de Educacin que ha sometido a casi quince mil docentes a la humillante prueba nacional que fue, y es, un total malogro, slo una instancia donde se refleja el inmisericorde plurito de hacer padecer a la gente; y ese mismo Ministerio que no paga a los docentes que han ganado el concurso 46

que penosamente pudieron salir airosos de dicha contienda atroz y firmaron el contrato de condiciones de trabajo, y que hace meses estn enseando sin percibir un peso tambien ante la mirada impvida de fiscales y defensores populares. Me da asco los que suben los precios de la canasta familiar en proporciones desorbitantes. Nadie puede dar fin a esta ola de violencia econmica? quin defiende al pobre? Quin lanza una voz de protesta coherente? Dnde estn las promesas de los polticos miserables? Seor, no s qu hacer frente a la magnitud de estos eventos. Me apena que no podamos solucionar estos males, porque los pocos que nos oponemos, los nfimos que hacemos sentir y or nuestras voces, nadie no nos da piola, la mayora prefiere callar e ir padeciendo prefiere solucionar personal e individualmente estos problemas y se exponen a las coimas, a las amenazas de perder el puesto de trabajo,

y caen ante las diatribas del demonio. Seor, aydame a seguir tu camino y a perdurar en tu ley, no sea que te vuelva la espalda y me aleje de Ti que eres fuente de vida y de paz. Por lo menos con esto me conformo.

16.

Salmo del Catequizando

Seor Dios, como parte de una prctica de oracin que me dio mi catequista para hacerte, vengo a dirigirte estas sencillas palabras que no s cmo saldrn, pero intentar como pueda, ya que no tengo ms remedio porque la tarea ha sido dada a todos y no quiero ser yo el nico que no te haya orado. Muy pocas cosas an s de ti, casi solo lo imprescindible, lo que cualquier mortal domina, y me he inscripto a la catequesis porque los jvenes de mi edad lo hacen y me pareci "re onda" unirme a ellos, aunque no tengo muchas curiosidades en la clase, que me parecen reaburridas, porque te dicen de esto, 48

que tens que hacer de lo otro para salvarte no s qu, y para ms, me ha tocado una catequista que al parecer no posee los conocimientos necesarios para estar al frente porque slo est repitiendo lo que dice el libro que lee y que nos hace copiar, cmo me hubira gustado que mi catequista no tuviera ningn libro que slo hablara de la propia experiencia que me enseara a tener la capacidad tanto para buscarte como para encontrarte. No s si esto que estoy diciendo es tema de oracin, pero, me parece justamente al no tener la capacidad para hablarte slo me surgen estas palabras que no tienen sentido. Si de algo serio tengo que hablarte: me gustara seguir siendo una buena persona, porque de hecho, no me considero mala, ni he hecho cosas remalas todava y no las quisira hacer, por nada. Si me preguntaras qu es lo que ms deseo, te dira que en casa seamos todos "reonda", que se acaben los plageos, que terminen los castigos por cosas

que no tienen sentido; que todos podamos comunicarnos abiertamente sin miedos, sin temores, ni vergenzas. Si tienes algo que decirme, Seor, te pido que me hables yo quiero conocerte ms; quisira profundizar mi relacin contigo, quiero entender realmente lo que esperas de la gente, que, si tienes alguna forma de solucionar los problemas lo hagas, sobre todo aquellas que me tienen podridas; que yo pueda encontrar amistades sinceras y no como la otra vez, que una se me acerc por inters querindose aprovechar de m, y sobrepasarse conmigo. Me gustara, al mismo tiempo, poder encontrar un lugar seguro para disfrutar sanamente; personas sanas, y sencillas con quienes compartir y una forma decente de comunicarme con los dems. Y, si me preguntaras lo que menos quiero, te dira que no dejes que me junte con hipcritas, con personas que solo se fijan en la apariencia con aquellos que te quieren poseer para disfrutar ellos 50

y con los que constantemente repiten que los jovenes somos malos. No tengo idea de lo que pueda llegar a ser el da de maana, pero, de todos modos, me gustara no fracasar y no renegar de mi vida; tampoco quiero que transcurra los das vacos y en rutina, siempre espero encontrarme con algo nuevo, siempre deseo estar a la onda. Si por ah tens la forma de estar conmigo, bueno, no estara mal, pienso que no me vas a llevar por mal camino sino que, como dicen, vas a darme la felicidad. Bueno, la felicidad, para m no es algo que se deba buscar Sino, algo por construir momento a momento. Seor, no quiero que me engaes, y tampoco que me prometas muchas cosas imposibles, sobre todo la sinceridad y la docilidad, es decir, para que t, por lo menos t, me puedas comprender cmo soy, cules son mis preferencias, mis sueos; no quiero que nadie me elija para mi amistad, siempre me estn diciendo: con este no te juntes, con aquel no te metas, que esto y que lo otro. Me parece que yo tambin puedo decidir por m

y que habr de darme cuenta de las cosas que estn bien y de la conducta que no condice con uno. A m me aturde cuando me estn repitiendo cada da las reglas de vivir, todo el mundo sabe reglas, pero quin las cumple debidamente? Se me hace que si la gente viviera de acuerdo a las normas el mundo, la sociedad, el barrio, sera otro; lo que pasa es que los mayores quieren que nosotros los jvenes seamos los que ellos no pudieron ser y por eso, nos machacan con eso de que esto y lo otro. Vs, Seor, que no s orar? Te pido disculpas si, en lugar de oracin, he hecho un recuento de mis pensamientos o una exposicin de lo que siento, espero y deseo. Voy a preguntar a mi catequista cmo realmente debo orarte, pero, si no te hablara de mis cosas; de todo lo que te dije: de mis preocupaciones, sensaciones, ansias y esperanzas, no s realmente de qu te hablara; Si me dice que he errado, te prometo hacer uno bien, 52

que procurar en la prxima adecuarme a las normas de la oracin y no llenar este momento de palabras mas. Ah, Y t qu me vas a decir? Qu palabras me vas a dirigir? O me vas a responder con el silencio, O tengo que buscar tu palabra en mi interior, Dnde escuchar tu palabra? Cul es el sonido de tu voz? Seor, me da vergenza y a la vez tristeza mi oracin. Me parece tan pobre y, voy a esperar qu me dice catequista para estar seguro y confiado.

17.

Salmo del obrero

Seor, soy obrero a imagen y semejanza tuya, desde temprana hora del da me echo a mi tarea, estoy en la labranza desde los albores: cortando pequeos pedazos de tela, hierro, madera; juntando y arrinconando alimentos, operando cualquier mquina, realizando faenas mdicas soportando el humor y la ocurrencia de mi jefe, los comentarios de los compaeros,

cargado de esperanzas aplastadas, montado al devenir y respetando las leyes del destino. Lo que me alcanza de este desgarro: mi salario, comparto con mi familia y es el bocado de los mos; y veo pasar los das, las horas y el tiempo en su trajin incontenible, arrollador, ante la avalancha de la vorgine y el acoso intempestivo del devenir y sus secuaces. Mis quejas son mltiples y complejas, muchas de ellas dependen de m, las otras, de tu misericordiosa providencia, y el resto, de la ocurrencia de los que tienen las riendas del pas, de la historia, del mundo. Cuando llega la noche, no espero ms que el sosiego y la apacible calma familiar, y, al echarme a dormir, rodea mi mente mi realidad y el futuro aciago que me espera, pujando entre s, en la arena de mi alma, produciendo torceduras y escorias, dejando estragos y desventuras... Trabajo ms de 48 horas semanales por un sueldo bsico 54

Mi horario es de sis a sis, con medio de descanso; No tengo uniforme, ni protector Slo este andrajoso fieltro Que cubre mi torso dorado por el sol. Los callos de mis manos, no los admiro ni venero; Slo los luzco con honor, Como trofeo y paga, como muestra de mi condicin. Estoy en la calle soleada, como en el apestado rincn del desvencijado taller; o en la roosa fbrica como pen. El ruido ensordecedor del degastador de escorias, Es mi compaa diaria. En mis ratos de descanso, me detengo en rerme De mi mismo y de la vida que me toca. Cuento chistes de colores, Y uso mi jerga de obrero Para pasar el tiempo, pasar los malos ratos. Todos los das son absolutamente iguales, Tengo un ritmo aprendido, Y me acomodo a las circunstancias de la rutina Para permanecer impertrrito ante su acoso voraz. Seor, que siga siendo una imagen desfigurada tuya, Pero, imagen al fin.

18.

Salmo del Caminante

Seor, t que ests en m y en todas partes, escucha estas palabras que pronuncio en este mi trajn actual. Estoy caminando entre tanta gente que va para no se dnde. soy uno del montn, no difiero de nadie, luzco casi los mismos atuendos: zapatillas, ropas ligeras, sombrero, termo con agua, cualquiera me reconocera como un vulgar caminante y, justamente eso me hace pensar. S exactamente de dnde vengo y qu destino tengo: de ti y para ti, pero, mi apariencia, mi testimonio, es intrascendente vivo como si no fuera tu hijo mis das son como del errante: sin rumbo, sin determinacin. y esta inconsecuencia me aturde, me molesta mi falsedad, me repugna esta vida de pecado. Pero, gracias a Dios, sigo mi camino. no me detuve an 56

si me he resbalado hasta caer, me levant ( o al menos eso creo) los pasos que doy, aunque distan mucho de los tuyos, van hacia ti, de alguna manera. Y sigo este largo peregrinar Me parece que la gente, la mayora, no tiene en cuenta su condicin de caminante; la turba no se percata de su realidad pasajera. Y eso da lstima. No s para qu camino entre la gente, por una parte, no difiero de ella, pero por otra s. y se da el caso que ambos, ellos y yo, seguimos andando. claro, yo consciente de mi realidad, ellos, ciegos, automticos, manipulados; por qu ser, me pregunto: porque te llevo a ti dentro de mi, T me das la fuerza que necesito para marchar, T me guas, encauzas mis pasos hacia tu senda Y, aunque sea un pervertido, me encarrilas hacia ti. Con ello, me enseas tu amor y tu misericordia, Que son, justamente, lo que cuesta reconocer Cuando no hemos construido nuestra tienda junto al tuyo. Miro el horizonte donde se dibuja el camino

que an me resta y, cavilando mi encrucijada, te veo a ti, Seor, que me esperas, que quieres que te sirva, que te responda como amigo, y me da miedo mi realidad. Por eso, te pido, humildemente, que camines junto a m, que permitas que te siga, que asegures mi destino con tu bendicin y si me cansara, o me detuviera, empjame hacia ti, Seor, para que renovado, contine siguindote en la construccin de tu reino. T que vives y reinas en m. Amn.

19.

Salmo del Candidato

Seor, estamos en tiempo de elecciones Y, es la oportunidad que tengo para hacerme ver; Para ofrecerme a la gente: Para que opten por m, Para que me elijan Me seleccionen, Me voten. Salgo a la calle y me tengo que sonreir; Debo mostrarme jovial, con aire festivo, Como quien no tiene dificultades en la vida, 58

Como quien vive pleno de felicidad Y eso es mentira; Como mentira son casi todas las cosas que... Me mandan decir, pensar, farfullar, cavilar, ... La meta, el terrible objetivo, es lograr la victoria. pese a lo que sea a como d lugar, He tomado la decisin de postularme a un cargo electivo Porque me embarga la ansiedad de mostrarme, Que la gente me considere, me valore, Que pueda yo dar a la sociedad algo positivo. Y h ah la disyuntiva. El dilema est en servir a la sociedad Y en satisfacer la propia hambruna de poder, dignidad Y, sobre todo, en ser una persona decente. Todo el mundo tiene la idea de que cualquier candidato es una persona indecente, falso, mentiroso, ... Pocos los que verdaderamente confan o, los que estn convencidos de la pertinencia de la candidatura y lo que es ms: el candidato debe ser obstinado y obsecado con su objetivo que es un beneficio.

Y es que la sociedad es as. Cada pueblo tiene el gobernante que se merece. Permtame, Seor, manifestarte mis sentimientos y pareceres. Por qu no podemos romper esta tradicin? Cul es la maldita condena que pesa sobre nosotros para seguir pensando en que todos los candidatos son malos? Nesecitamos realmente que alguien d el primer paso hacia la decencia de cumplir sus palabras para rehacer esta historia? Ninguno de los que acceden a los cargos electivos tienen la valenta y el coraje cvico para ser coherentes y cumplir sus promesas? Tan fuerte son las aquellas, que siendo incumplidas, desvaratan no solo a la persona sino a toda una sociedad? Maana volver a la calle, Seguir solicitando adhesiones, (alguien, tal vez presionar por m) proseguir mi campaa, reunir a los convocados y les participar mis propuestas que, dicen, est viciada 60

de impracticabilidad, de insostenibilidad. Sea lo que fuere, impertrrito, continuar... No me afectan los comentarios, Mi equipo asesor posee otras conclusiones, Operamos sobre datos divergentes Pero, an as, contamos con la adhesin y el respaldo de los que cortan la torta, a quienes representamos con lealtad, y con quienes compartimos destino y voluntad. Seor, como te habrs dado cuenta, alea jacta est, No podemos hecharnos para atrs. El proyecto est en marcha. Y no entiendo por qu T no te unes a nosotros, No tenemos de qu entusiarmarte, No somos atractivo para nadie, ninguno. Pero, contamos contigo, conscientes de que, as como elegiste a david, que siendo el ms debil e insignificante, lo transformaste en el ms poderoso y grande rey. Si ests de nuestra parte, no tenemos adversario que nos pueda poner frente. No te precisamos slo para que nos elijas en el cuarto oscuro, Sino para que aparezcas en nuestra campaa Y seas nuestro ley motiv, Para que gracias a ti,

El electorado se vuelque hacia nosotros, Nos aclame en turba, Nos tenga como por salvador.

20.

Salmo del Renunciante.

Seor, estoy renunciante; me he apartado de la pastoral, harto de la gente que tiene a su cargo, que son incapaces de ofrecer testimonio. He renunciado a la posibilidad de ocupar cargos de suplantar a los responsables, que terminada la faena se lucen con lo que no han hecho, con lo que no han programado, con lo que no han movido un dedo . Me limitar, de ahora en ms, a permanecer entre la muchedumbre deseosa de conocerte ms a fondo. He dimitido a mis funciones de seudo-dirigente incapaz de hacer prevalecer ideas que tienden a mejorar; son demasiados poderosos y numerosos los que no comprenden ese lenguaje que es smbolo de crecimiento, de acercarse ms a tu voluntad. 62

Me siento llamado a hacer bien las cosas: la catequesis, la organizacin, la accin pastoral. no a actuar en forma fraudulenta, con dobles intenciones, ni con incoherencias entre lo que anuncio y lo que soy. Me dan aversin las frivolidades, verdades a medias, liviandades; soy enrgico y firme en los ideales que me has hecho disfrutar desde los das de mi juventud. No s ms que exigir franqueza, claridad, seriedad, nobleza y honestidad y por ello, soy rehusado, recusado, excludo; hacen un tremendo vaco a mis ideas, propsitos y sugerencias. Soy tambor que resuena intilmente. Pertenezco a una sociedad que premia las impericias, que se sonre a la falsedad y deshonestidad, que va de la mano con la mediocridad, que ve con buenos ojos el hurto, la rapacera y desoye la justicia y la rectitud. No distinguimos entre el que merece y el desprestigiado, entre el que vale y el run; el que permite crecer y el que lo traba; entre el que junta y desparrama.

Estamos confundidos, despistados, consternados Por la falta de conocimiento e intuicin de tu voluntad. S que no es la mejor actitud el renunciar, pero, espero haber elegido el mal menor, porque si continaba, si segua el juego, no tendra ya ganas de mirarle la cara a la gente, por la vergenza de compartir con los impresentables, de formar parte de los indeseables, y, caminar por las calles con la apariencia, el descrdito de hechos inocultables. An tengo vergenza. Los que la han perdido, son los moralmente deformados los que han igualado el bien con el mal y no encuentran diferencias entre servir y aprovecharse de la iglesia, de la buena voluntad. Los que no oponen, por que estn encegados, la rectitud y el acto pecaminoso ofenden la sana concienca de los saludables. Salmo del Amigo del Sacerdote

21.

Soy amigo del sacerdote no tengo por qu tener miedo a nada. 64

me respalda una amistad arrastrada de aos, que me he sabido mantener, gracias a recursos, gestiones y procederes muy propios de nosotros los obsequiosos, dice el ruin. Merezco la amistad del sacerdote porque me conoce de hace rato, es ms, tiene la misma idea sobre mi desde hace aares; que alimento de alguna manera para mantener y permanecer en su confianza absoluta, dice el patn Es cierto, hace tambin unos largos aos que he dejado de ser la persona digna, hoy estoy plagado de miserias, de inmundicias que me vuelven impresentable ante cualquiera. Pero soy perito en el arte de disimular, en la tarea de lograr que los dems piensen sobre m exactamente lo contrario a lo que soy. Gracias a esto logro perdurar en el cargo de dirigente capaz y digno, que es la idea que me he granjeado a lo largo de esta trayectoria. y se da el caso que mi amigo me escucha, y esto es mi mayor prestigio. Ciego, cumple mis rdenes subliminales,

Y sin retacear, sigue mis consejos, Y me convierto en el que gobierna Y en el que dirige la iglesia. Salmo ante un nio de la calle

22.

Qu haces ah, Seor, tumbado en el pavimento (que se ha vuelto tu lecho) a expensas de la suciedad de la calle, y el gritero de los transentes, de los colectivos que corren como locos de una y mil cosas que te pueden pasar? Qu cansancio te ha echado a ese lecho tan privativo? Tus piecitos tiernos mugrientos, como si hubieras estado viniendo de tu Galilea hasta esta esquina a parar y tu rostro, tendido en angelical trance, sobre el duro piso de cemento y piedras negras, sometido en tu sueo de nio, en tu afn de redimir. Qu haces ah? Mi impulso de compasivo padre me empuja a levantarte; mi corazn humano y cristiano 66

me presiona a compadecerme de ti, a sacudirte el polvo del rostro, a apretarte contra mis hombros a pronunciarte las mismas palabras tiernas que cariosamente acostumbro dar a mi hija y a llevarte a casa, donde yo mismo te prepare la leche, te remueva el paal y te cambie la sucia remerita que trata de cubrir tu humanidad endeble y tierno que te dio tu Encarnacin y que luego, lleno de fe me acercar a recibir en la Eucarista. El verte as, slo el verte, taladra dolorosamente mis fibras ms ntimas. Y siento que uno a uno se retuercen mis entraas y el dolor se propaga a lo largo de todo mi interior y unas gotas caprichosamente rodan sobre mis pupilas, y un enorme nudo me acogota y se me endurece el maxilar. Este piso es tu pesebre y me conmueve, dolorido y aterido por mi absurda ingratitud, que se propaga en miles, me inclino en reverencia para adorarte en la miseria porque ah te hemos arrojado hoy

Si te levantara me perseguiran tus padres que estn limpiando los parabrisas y me tendran por ladrn de nios y casi seguro, me castigarn, porque est prohibido adorarte en este tu trono de calles esmaltadas; es de run, segn los que tienen y pueden, albergarte, protegerte y tener presente tus derechos de ser redentor: de tus padres, de tu comunidad, de tu patria, de la des - humanidad Seor, divino nio, Lamento verte as y no poder ms que decirte i che jra anga; Y con ello arropar mi vergenza de ser parte de esta sociedad que crucifica, en la calle, a su propio redentor, un nio indefenso. Salmo del Padre de familia.

23.

Seor, apelo a tu condicin de Padre Para pronunciar estas pocas palabras Ante Ti. 68

Entre las actividades que realizamos, existen de diversos grados de cualidad e importancias: los que tienen que ensear a los dems tienen la tarea mayor, por que deben esmerarse y ser competentes. Los que tienen que dirigir, No pueden dormir por la importancia de su funcin; Los que tienen que santificar viven aturrullados por la magnitud de sus labores, porque el testimonio de sus vidas es el nico libro que tiene sentido leer Los que cumplen la funcin de custodios en la sociedad son imprescindibles porque un descuido suyo puede convertirse en un atajo que lleva a la destruccin. Los que realizan la tarea de alegrar y distraer de igual modo, son indispensables, porque cada da es ms difcil apuntar el dedo sobre lo que es realmente gracioso. Los que tienen que actuar de jueces en la sociedad, cumplen un rol primordial porque un desatino hace que crezca el desorden; un paso en falso, corroe la conciencia.

Del que tiene que atender los nmeros un desliz puede significar el hecatombe financiero o un sesgo de deshonestidad e insinceridad dar paso al sufrimiento y una serie de necesidades insatisfechas. Del que tiene que hablar, tanto a tiempo como a destiempo, utilizando el verbo para expresar ideas, acciones y estados a mejorar, a perfeccionar. El que tiene que callar porque eso es justo; o porque es el nico camino de la redencin familiar y personal. El del que tiene que reunir a las ovejas perdidas, y volver por el camino seguro dentro de una sociedad armnica, a los que rehusan convivir con delincuentes, y hacerle compaa a los indeseables. Pues, Seor, todas estas difciles tareas Has puesto sobre el hombro del pobre padre de familia. Y no es gracioso. 70

No existe una escuela donde nos enseen a ser padres. Nadie tiene la mgica varita para actuar correctamente en la educacin de los hijos, en el testimonio familiar, en la participacin ciudadana, en la responsabilidad civil sobre personas. No todo es cuestin slo, de sobriedad, de empeo, de buenas intenciones; sino tambin depende de lo que podamos aprender a los pies de nuestros padres. Y sobre todo de Ti que eres Padre Nuestro. Por eso Seor, ya que me veo en lo mismo que T, Te pido que, por lo menos, Tenga conciencia de que soy tu imagen, Que ests a mi lado y que no me vas abandonar. Por eso, pienso en aquellos paps que no tienen el pellejo de parecerse a ti, que slo son padres al modelo de aqu y funcionan de reproductores de la raza, de progenitores simplemente. Aquellos que detestan cumplir la paternidad por la simple y llana conciencia de que estn siendo fieles a una tradicin o,

a un proyecto que no tiene sentido. Seor, te pido que ests en las palabras que pronuncio a mis hijos, que mis hijos puedan encontrarte a ti por el simple hecho de verme a m. Y esto no es fcil, de nuevo, Porque irremediablemente me conduce A parecerme cada da ms a Ti. An cuando cada da me vea ms lejos de Ti. Te pido que me des un corazn como el tuyo para comprender las cosas que no puedo, y aceptar las decisiones de mis hijos por ms que hayan sido, slo para alejarse de mi, y de ti, que vives en mi, y despreciar mis exigencias, que, en el fondo, son las tuyas. Perdn, por haber usado palabras que me ponen cerca de ti; y gracias porque me diste palabras para usarlas y ponerme cerca de ti. Seor, aydame a ser padre como T eres Padre Nuestro que ests en el Cielo, santificado sea tu nombre, venga a nosotros tu reino, hgase tu voluntad 72

as en la tierra como en el cielo Salmo del Sacerdote Poltico

24.

No estoy asombrado, para nada; S que Moiss, digamos, hizo poltica Y condujo a la liberacin nacional a los judos. Elas, para enfrentar las atrocidades Del indeseable rey Ajab, manejado por su mujer: una idlatra, fue un poltico Y Rey David, tu servidor, los macabeos que lucharon a matar; o los sacerdotes que convocan a la gente no a realizar un sacramento que es su sustento sino a despotricar contra personas y poner en sus homilas el dedo en la llaga, y denunciar con todo el peso de las palabras lo mal que est la sociedad y qu mal actuamos los humanos en nuestra conducta social, familiar y personal. No me sorprende an cuando las mismas inquietudes est rumiando en las pocas horas libres en que me pongo a garabatear ni me es extrao que haya gente que se deja manipular por la poltica, sucia forma de engaar, y de crear falsas expectaciones

y hacer que perduren los sufrimientos que el hombre ha adquirido all en el edn cuando se ha puesto a la altura del desprestigio para s, de lo que nunca hubiera soado. Los delicuentes se reunen en corporaciones para luchar a favor de los dems, y han adquirido habilidades para transferir, convencer y lograr sus objetivos: mandar para bien, gobernar para s. Los indeseables ocupan los primeros escaos tanto en los congresos como en los templos y los que lo permiten, somos sus amigos o sus acreedores polticos o sus depositarios, sus receptores, o los que engullen sus migajas. No es el mejor, pero el ms creble y hay que seguir al mal menor, y, si es un obispo el que surge para engaar porque es tan grande la desconfianza el desaire, la decepcin, el desaliento, la frustracin, el despecho, el desencanto, el fracaso y la desilusin. Y no le cae bien, 74

hay que decirlo y decrselo sobre todo, los escombros con que se junta, y las palabras que entona, igual que a los que estamos habituados y empachados de escuchar: prometer un maana, un futuro, donde, supuestamente las reglas sean claras, se cumplan las leyes, distribuir los bienes equitativamente, y se conviva en armona. Nada novedoso; ese lenguaje desgastado y prcticamente no atractivo. La novedad, es la persona que pregona: su extraccin, origen, cuna, formacin y principio moral. Las propuestas, dicen que deben ser convincentes, el obispo, hasta hoy solo propugna expiar, no olvidar el error cometido, la maldad realizada; y, nuevamente, hay que decirlo y decrselo, no le cae bien. Est fuera de onda. El obispo a su obispado. Porque es el lugar desde donde le cae bien pergear, ensear, dirigir, gobernar; y porque desde otro lugar,

se exhibe al azar se expone a caer enlazado por lo que no debe, lo prohibido, lo indebido, y a actuar siguiendo proyectos esbozados por quienes le enfrentan y, mirando los cascotes que le rodean. Si tanto sigue la ilusin de intervenir, transformar, voltear, cambiar, convertir, no le queda otro camino que seguir los pasos de aquel de quien se va alejando; a quien poco a poco va vendiendo por cuntas monedas? Quizs, treinta, o ms Si quiere salvar al pas, no le queda otro camino que la de Roque Gonzlez, asumir los riesgos de su fe, no doblando la cerviz al rutilante poder que empobrece, que deshumaniza. Y repito, es sano dar al Csar lo suyo, y a Dios lo que le pertenece Los corruptos a quienes dice desafiar reciben la comunin de rodillas, y, llenan de ofrendas los santuarios, los tanques de los vehculos de los presbteros; Son destacados miembros de cofradas, hermandades, mutuales, refugios y de rdenes menores; laicos asociados o ramas seculares; 76

excelentes vecinos, y en el barrio se caracterizan por su generosidad, son filtropos, hospitalarios, altruistas y benevolentes. Lo que al obispo le toca es enfrentarse a tal fingimiento, simulacin, difraz y farsa, y, con las pginas de su vida, ensearles la lectoescritura de la honestidad, la franqueza y la coherencia, la virtud y la transparencia. Es un camino hostil y desfavorable, es tomar la cruz, negarse a s mismo y ya es hora de la praxis, no de la meditacin, de ora et labora, de ser contemplativos en la accin, de, orar a lo largo y lo ancho de la vida. El tiempo, la realidad, las circunstancias urgen; la iglesia es arremetida y abordada por una turba de irreligiosos, de religiosos a medias, de adlteros y de infieles, ateos. Y qu esperaban que ocurriera? Que el sacerdote no sea manipulado, ni por los sbditos corruptos,

ni por los santos, ni por los que sufren ni por los necesitados. Porque ese es el texto que queremos leer, no escuchar las prdicas vacas, que hacen sentir dolor momentaneo y no ganas de trasformacin; porque el maestro es incapaz de dar el primer paso hacia la decencia, hacia la verdad; porque el pastor rehuye el peligro de ir adelante. Y a nuestro pas le hace falta, valiente para imitar, cuerdo que ocupe cargo, sensato que sea cura, valeroso que ensee, juicioso que gobierne, coherente que hable, y, no obispo que se meta de candidato; porque para ser deslucido, no hace falta ser mitrado, ni para proponer redencin, hace falta ser pastor. la falta de fe ha llegado al punto de dar la sensacin de no tener en quin creer lo que ocurre es que se ha desatinado tanto que el verdadero rostro del creble 78

ha pasado desapercibido, ocultado, velado. Y nos arriesgamos afirmando que precisamos una persona creble lo que en realidad necesitamos es que sea ms familiar y cercano; hasta el lenguaje resulta escurridizo para designar a cabalidad el fenmeno; que otros lo nombran: un desatino Permtame, Seor, en este punto, no confiar en el obispo! Salmo del no-ordenado

25.

La gente siempre me pregunta por qu no te hiciste sacerdote? Siempre est exigiendo una respuesta como si todava no se la haya sido dada; como si tuviera realmente una crisis existencial a raiz de haber dado la espalda, o no haber odo el llamado. Muchas fueron las expectativas y, al parecer, as tambin los desencantos. Se nota desde pichaduras, despechos, y en cuanto a m, una impasible certeza que me llega de las lecturas que hago a la historia cotidiana de excompaeros; de los innumerables enredos que me he evitado

y, sobre todo, la falsedad existencial de la que sal ileso, airado. Soy radical, visceral, incisivo; sin dobles discursos ni medias verdades, ni literaturas amaadas a mi favor; las constituciones comprend en sus letras no conforme a mis intenciones; los votos formul convencido, no de lengua para afuera, o a los efectos de posar para las instantneas. Jams me vi anciano insatisfecho, ni maduro enredado y descontento. Nunca me complac con silogismos estereotipados, ni con absolutismos trasnochados. Y, tanto dolor me ha acarreado esto de querer ser libre, esto de vivir conforme a principios y, sobre todo, sin contradecir lo obvio y transparente. No me prepar para ensear lo que no vivo, ni para hablar de lo que no siento, ni a construir un mundo irreal, utpico. Slo entiendo lo que veo, lo que habla el lenguaje de la realidad, y no me rebuzco en subterfugios, 80

ni palabras homnimas para aparentar con mis expresiones ambiguas que no convencen que dan asco repelen. Estoy hecho de madera y moldeado con arcilla amasado con guijarros y arena de arroyo; no de especulaciones, metforas ni tramoyas, ni de lo poco que convencen las tristes figuras de los que fungen de apstoles y vicarios. Entiendo la pobreza tal como suena y no la tergiversada y disminuida en la conciencia del que la debe vivir por opcin; y no en la versin tcnica de los hijos de Perfectae Caritatis. No me veo formando asociaciones ilcitas, ni engaando a los pobres con la peregrina idea de enriquecerme. Intento vivir la castidad no como aversin hacia el sexo sino como una postura existencial frente a la vida y todo lo que supone ser humilde, un humilde servidor del desvalido.

Siempre ser la castidad la nia violada de los conventos por que son tantos los pensamientos y las ganas que atormentan a los que se azoran y por las noches son incapaces de contenerse. S, de con-tener-se. Para qu ser lo que no sueo? porqu hacer el teatro de figurar ante la gente con las manos juntas, y los tensorios y hbitos de cuchipandas y vinos? Nunca tuve el pellejo para consolarme con las migajas que me tiende el mal, la mentira y el descrdito. Jams olvidar la escena del da siguiente de mi dimisin cuando me vi con las manos vacas para sobrevivir y acud al que hasta entonces era mi superior para que me diera la mano, no como tal, sino como humano, y la respuesta fue un vil: no. En ese momento comprend con claridad meridiana lo perdido y podrido que andaba, y me asque de quienes me hermanaban 82

y no me cre desgraciado, como era la intencin, pues, me tendieron la mano los pocos sabios que en el mundo son, los que miran al otro con el corazn, los que no priorizan sus propios proyectos y pensamientos a las necesidades del otro. Jams olvidar el da en que por fn, estaba por caminar delante de los fieles, y la rastrera y despreciable opcin del cura ha postergado una opcin y una postura. Me ha arrinconado al olvido Y ha puesto al que responde a los zalameros. Si no voy a ser santo Siendo un ruinoso presbtero, Prefiero ser un seglar arruinado Que viva su fe, su esperanza y su opcin de ser cristiano as como lo entiende, desde lo ms profundo de su ignorancia con toda la fuerza de su pusilanimidad y no, cada vez que sale del templo, dejar colgado su hbito en la puerta, para licenciarse en conductas impropias a su estado o irse a robar criaturas. Realmente, me da asco el sacerdote

que galantea y el que corteja en la oscuridad. Salmo del ridiculizado

26.

Seor, acudo a Ti, como a la ltima instancia, ya se me han acabado los recursos, y agotado las posibilidades de enderezar y rectificar esta pena que se llama vida. Estoy hecho un ridculo, Un risible y burlesco bufn. la gente se enfila para mofarse de mi y para burlarse de mis ideas, de mi esculida competencia. Tanto es el desprecio que soporto que no doy ms. Figuro en primer plano en la revista de los personajes grotescos, y estoy a la cabeza de los risibles. Nadie tiene una pisca de respeto hacia mi persona; se ha propagado mi descrdito a travs de ondas incontrolables. Mi bajeza es tal que me he puesto a la altura de lo ruin; el miserable me supera en prestigio, y el rooso en presencia. La agudeza del tonto se destaca 84

sobre mi razonamiento y la picarda del necio prevalece sobre mi travesura. La sagacidad del mentecato descuella sobre mi impotencia y la sutileza del lerdo sobresale a mi cortedad. Tanta es la insistencia sobre mi sordidez que hasta me voy acostumbrando y se me forma una costra en mi conciencia que me autoriza a actuar en consecuencia sin que me moleste ni que me avergense. Poco a poco voy perdiendo la timidez para actuar de payaso y en el disimulo ser un consumado para gloria y honor de aquellos desprotegidos consocios. Son extremadamente superiores a mi los corruptos, los infectos que pululan por doquier. Son ms numerosos los repugnantes y los indecentes proliferan en donde menos se espera como mohos, como virus que envenenan la savia, como herpes que infectan y contagian y se multiplican en progresin geomtrica, a la velocidad de la luz. Son tantos los ineptos, en todas partes agarran,

y en sus puestos, actuan con la apariencia tal que dan la sensacin de que son grandes, impresionan como si realmente pueden como sin han estudiado, como si fueran tcnicos, como autnticos profesionales los que tienen la voz cantante pero, nada que ver. Y nosotros, trapos. Lo nico que nos resta pensar es que efectivamente somos torpes, que ciertamente no tenemos ms respaldo que la impericia de nuestras manos y el apocamiento de nuestras facultades. El que trabaja sin ningn mtodo el que aborda un texto sin el menor recaudo, el que opina sin tener la mnima idea, el que dirige una escuela sin ningun liderazgo democrtico, el que expone una idea sin sopesarla el que organiza el sistema sin ninguna conciencia Tiene cabida en cualquier lugar, nosotros los especialistas, no servimos para nada. En el pas de los ciegos, el tuerto es rey, en el pas de los podridos, el rancio gobierna, en la sociedad de los poetas muertos, el salmista orienta 86

Seor, en esta sociedad, no tiene cabida la persona cuyo norte es la legalidad, la fidelidad y la coherencia; los lugares son para los impresentables, para los hombres escombros, que ya no sirven ms que para relleno. Ojal, que esta sociedad no se refleje en el ms all; porque efectivamente, tu reino no es de este mundo. Salmo al nuevo vecino

27.

Seor, no hace mucho que eres mi vecino, que te has venido a quedarte en nuestro barrio y ser uno ms de nosotros. Nosotros te hemos levantado la capilla Y ahora, te tenemos aqu en el sagrario. Muchos no se dan cuenta, pasan por aqu como si t no estuvieras esperndonos; como si diese lo mismo, que estuvieras aqu o no; como si tu presencia fuera normal. Pero, a m me llama la atencin; Y vengo a visitarte, tal como a don Bentez, a don Villalba, y a los dems; sin el protocolo ni las excentricidades con que, muchos, superficialmente,

con el objeto de hacerse ver, suelen ocupar sus tiempos para estar contigo. No soy de los adoradores del Santsimo, cuyas hoja de vida, nos impiden comprender los gestos adoratorios en que se echan jactanciosos. Tampoco de los que se exceden publicitariamente para construirse una figura fingida para cubrirse la vergenza y taparse, como con las manos, sus iniquidades. Yo s que no te prestas a confabulaciones que no te arrastran los arrumacos, ni te deleitas en distracciones, sino que esperas que afrontemos nuestras vidas con tus criterios, tus ideales y principios. Ms adelante, all cuando ya lleves tu tiempo aqu, te dars cuenta del tipo de persona que soy; me conocers, como creo que desde los albores de la creacin tienes conciencia de toda mi historia y manejas mi individualidad. Sabrs cun ruin y calamitoso soy. Pero, eso a mi no me molesta. Hace rato que soy as, y ya me acostumbr. Casi no tengo idea de cmo sera si fuera diferente. 88

Rehuso con todas mis fuerzas cambiar y parecerme a ti. Pero no era eso el tema. Yo estoy aqu para dialogar Y sinceramente te propongo ser mi amigo, Me parece que juntos, formaremos un equipo respetable. Aqu son muchos los que no merecen la amistad Porque simplemente, no estn del lado de la coherencia, de la seriedad, de la eficiencia en el servicio; aqu hacemos las cosas a medias, no tenemos ningn plan de trabajo, no nos molesta meter la mano en tu bolsillo y casi, no nos inmuta tu presencia. Que ests en nuestra cuadra no es ninguna novedad. Es ms, hasta fcilmente evitaremos verte; o, sin escrpulos, seguiremos nuestro rumbo sin contar contigo. Eres casi, innecesario, para muchos. Y eso a m me molesta. Me molesta porque, aunque estoy empecatado, y no tengo derecho, conforme a mi conducta, a levantar los ojos hacia Ti, sin embargo, t conoces bien, no puedo vivir sin Ti. Me eres imprescindible. Y hablando mal y pronto

aqu, entre vecinos, nos tratamos psimamente; lastimosamente esa es la realidad y no tengo por qu ocultarte. Tarde o temprano te dars cuenta. No nos saludamos, si quiera; Y si lo hacemos, est lejos de nosotros el jolgorio del encuentro; O la alegra que nos debe dar el poder vernos y compartir. Cada cual es un mundo aparte; una isla inhspita. Cualquier empeo que hemos puesto con la idea de subsanar dicha falencia, ha caido en el descrdito prontamente y ha pasado a engrosar la larga lista de las buenas intenciones. Aqu estamos intentando hacernos nuestras vidas al margen de Ti. Seor, bienvenido a este barrio. Ojala que no te arrastremos a Ti, ni te volvamos uno de los nuestros; T vienes a acercarte y crear vnculos con nosotros, no a embarrarte en lo nuestro, ni a confabularte, ni a rebajarte. Aunque ya tanto te anonadaste al venir aqu, sin mirar tu condicin, y sin alardear, y gracias a eso, hoy somos dignos. Por fin, en nuestra cuadra, alguien realmente creble. Ojala, no te quedes en silencio, 90

Esperamos que nos hables. Que nos comuniques tus propsitos y metas. No te calles, y si te callaras, que se expresen las piedras. Sers el presidente de nuestra futura comisin vecinal, te sentars con nosotros a proyectar, estars en la ejecucin y bendecirs nuestros logros; nos hars ver nuestros desvos y encarrilars nuestras acciones para que todo tiendan hacia el cumplimiento de la voluntad de tu Padre. Todos los das cuando nos dirijamos a nuestros trabajos t, nos desears buenas suertes, y con ello seremos capaces de soportar todo el peso del calor del sol, el mal genio de nuestros jefes, la impertinencia de nuestro compaeros, las precariedades de nuestro local, la falta de materiales y encenders nuestros emprendimientos. Este involucramiento tuyo en nuestras vidas, Seor, har que se transforme y se sane este mundo tan corrompido y maloliente donde nos gusta a nosotros padecer T eres el nico capaz de renovar la faz de la tierra.

Sin ti somos basura. Salmo del que est en vela

28.

Seor, sugeriste en varias ocasiones que estuviramos en vela. Sobre todo para que no nos sorprendiera la muerte y para que pudiramos precavernos No quiero pecar de excesivo, pero entiendo que lo que realmente intentaste comunicarnos fue que no nos durmiramos desmesuradamente a tal punto en que nos gane el trajin de la vida. Y resulta que, fcilmente nos dejamos estar. El que duerme deja de percibir la hermosura de la noche. Y aunque sea contradictorio, la noche es buena. Sobre todo sta: en que t naces. Y no hay vuelta, el que duerme es incapaz de percibir que t ests entre nosotros, que eres parte de nuestras vidas y de ms est decir, el que no descubre tu presencia entre nosotros fcilmente puede caer en errores y desiluciones y hacer que su vida sea un infierno, 92

el antro de la muerte. Yo no s si estoy en vela Pero, he pasado literalmente pensando en Ti durante la jornada y estoy consternado de cmo desaprovechamos todo, no solo nuestras vidas, sino nuestras potencialidades. Est en vela, el docente que planifica sus actividades, el juez que se toma la molestia de confrontar lo que dice la letra de la ley con las innumerables prescripciones que dicta el sano juicio que deriva de la conciencia de ser imagen de Dios; y no los que se dejan torcer como los del Ykua Bolaos; el misionero que tolera y resiste todo tipo de incomodidades en el afn de dar a conocer una noticia positiva a sus semejantes; no como las Helders que embisten y embusten. Est en vela, la mujer que asume su corporeidad y lo dignifica a travs del respeto que exige para s y de japa, no expone su impudicia porque es hermoso reservar la femineidad.

No las que se exhiben y no ponen freno a la morbosa imaginacin que termina de desvestirlas poseyndolas. Est en vela una familia que guarda la cultura a la altura de responder con la vida si se quisiera mancillarla; ah est la indigena que estaba dispuesta a inmolarse en defensa de la pequea porcin de tierra que su ancestral familia utiliz para desvivirse. Esta en vela el vecindario cuando se saluda, se comparte, se respeta por que todos estn pendientes de los dems y los vnculos son fuertes; no como la nuestra, donde casi nadie habla y si saludas, haces el ridculo. Est en vela el pas cuando criteriosamente sus hijos reconocen a sus hermanos y confa en ellos por que no hay fraude ni farsa alguna; no la nuestra que husmea en la prelatura porque sus hijos son incapaces e indignos. (por lo menos, los que se lanzan) Est en vela la religin cuando evidencia vnculos ciertos con los criterios y proyectos de Dios y no se enreda en cuestiones efmeras; 94

no el cristianismo borroso y desdibujado de muchos que slo sacan fuerza de lo sensitivo; si no, cejan y arrugan su esqueltica fe. Y esta en vela el corazn humano cuando no pierde de vista su dignidad y lucha por su preeminencia, no como el mo, que capitula y se retrae por que no encuentra compaa, se siente slo y sin fuerzas No en balde se dice que el sueo es la hermana de la muerte.

29.

Salmo al amigo

El concepto amistad, hoy en da, Seor, padece una reduccin considerable de su sentido. Ya no habemos amigos. Cualquiera se considera amigo de cualquiera sin ningn prurito de ahondar relaciones o de estrechar vnculos o crear lazos de sinceridad y compartir; y la amistad as, se convierte en algo vulgar; la hemos desnaturalizado; le quitamos su elegancia y pocos lo viven plenamente, por que ha dejado de ser un valor humano.

Y esto es triste y terrible a la vez. Qu es lo que habremos de cultivar, pues? Considero que mis amistades no tienen la firmeza ni la conviccin de pertenencia suficiente, lo cual permite que nuestras relaciones sean fantasiosas, fatuas, sin solidez ni consistencia debidas, y da la sensacin que un pequeo revs, una palabra mal dicha, y todo se desplomar, como la torre de Babel; es ms, un malentendido y todo se acabar y desaparecer con el viento La hemos levantado sobre arenas y cualquier vendabal lo arrasa Ha dejado de ser algo gratuito y son tantas las condiciones que la impiden; Nadie ofrece la amistad como una oblacin U obsequio de su ntimo deseo de ofrendarse al otro por que el egosmo se enseorea de todos; y no da gusto ofrecerse, ponerse a disposicin desinteresadamente y te salgan con la idea de contratarte, o devolverte el servicio con simplicidades. Ha dejado de ser la fuerza que moviliza porque la mezquindad ha entorpecido al rollo. Ya nadie es capaz de tener la experiencia 96

de sentirse bien con la presencia y la cercana de su amigo Nuestras amistades se caracterizan por la precariedad y fragilidad de los hilos que las conforman y que las hacen inestables, fugaces, endebles. Hoy ya no hay tiempo. Ya no sobra espacio para dialogar, compartir, acompaar, escuchar; el ajetreo del devenir es arrollador y arrastra a las personas hasta volverlas inhumanas ya la amistad no tiene cabida en el pecho su lugar es el anhelo, el deseo, el sueo. Es fcil olvidar, y arrepentirse de no haber cultivado a pesar de que fueron gratos los momentos compartidos. Es fcil arrojar y dejar perecer la riqueza humana por un puado de moneda que se va a corroer y que perecer en su propio orn. Es triste la existencia hoy en da. A falta del cultivo de la amistad se ha preferido el monocultivo del egosmo, del personalismo, del aislamiento, de la ingratitud, del repudio del hacer el vaco

del pasar de largo del a mi, qu y lo ms doloroso: ver a quien se consideraba cercano alejarse por el anchuroso camino del olvido y revestido de la indiferencia, acorazado por la malquerencia excluirse del dilatado afecto que uno siente. Seor, no quiero ms este tipo de amistades, prefiero el tuyo, a todas luces, por que eres el nico que, viendo mi debilidad y mi pequeez, nunca has hecho una mueca de rechazo ni has enviado un mensaje capcioso para atormentar mi paz, sino, al contrario, me cuidas, y lo poco que yo puedo y colaboro, t lo multiplicas, y lo poco que yo doy de mi, t lo valoras y lo reproduces. Permtame que siga siendo tu amigo.
30.

Vacancias para ensear

Escuch, de una manera imprevista, algunas ideas que mencionaba una persona acerca de la necesidades que tiene la sociedad de educarse. 98

Eran expresiones tan difanas y enunciadas finamente que sin querer incomodan porque pulsan las fibras ms ntimas o porque las ideas representan tan decorosamente la realidad. La sociedad necesita de maestros en la ctedra de la verdad: los que estn enseando actualmente no la viven, no la sienten. Hablan de ella como si fuera un problema filosfico; o como si fuera algo a dirimir en discusiones. La verdad no es ya una persona, sino apenas, unas vagas ideas que al pronunciar resultan inentendibles, ausentes, escurridizas. La sociedad necesita maestros en virtudes humanas: es decir, personas que enseen las estrategias y las habilidades para asimilar en la integridad los recursos que ennoblecen al ser humano, las destrezas que adornan que enaltecen, que son deseadas en todo ser humano. Estamos viviendo momentos en que los catedrticos de esta disciplina necesitan innovarse, y mejorar sus propias metodologas. No todos los docentes brillan en la capacidad de escuchar,

en la virtud de la humildad, la sinceridad, el trabajo tesonero, la constancia las vacancias en estos campos necesitan cubrirse y es toda la carrera de formar personas la que necesita de operarios. Sobre todo el que ha de llevar la asignatura troncal que es la del amor a los dems. En esta disciplina, por falta de buenos docentes, toda la carrera se desploma; lanza la institucin a la vida egresados sin capacidad de amar; y lo que es peor, con la idea adulterada y desfigurada del amor. Necesitamos docentes para la ctedra del amor; personas que vivan profundamente que experimenten serenamente lo vivencien y asimilen y lo transmitan conscientemente, slo con la idea de dar amor. Y, me dirn, qu Universidad prepara personas? S, pero, tenemos a mano todo para autoformarnos, Sobre todo, el texto fundamental Que son palabras, tan eficientes, hasta que se ha hecho hombre, Y ha habitado entre nosostros 100

Lastimosamente esas palabras, son tendenciosas, y se orientan hacia un objetivo que es: justamente, hacer que el hombre sea ms hombre; los que no tienen esa ideologa, la de hacer crecer, lamentablemente, no lo tendrn en cuenta, los que se bastan a s mismos, los que persiguen metas efmeras y temporales renunciarn siempre a la idea retrgrada de salvar personas. Enseante de Sagradas Escrituras

31.

Seor, estoy consternado. Tengo una disputa no declarada, encubierta, con una persona que se ha autoerigido en la ctedra de las Sagradas Escrituras. No. Estoy hablando en serio. Sin que haya tenido los mnimos recaudos y sin la autoridad que brindan las academias, esta persona se precia y alardea de unos conocimientos inciertos, incertificados y con toda desvergenza se erige en catedrtico y, en cuanto que se le abre la puerta est adentro docenteando. No es malo ensear. Es ms, es noble y sobre todo necesario,

si alguien quiere y puede. Pero, a mi me molesta cuando lo enseado est desfigurando el contenido; cuando estn a medias, cuando se lo condimenta con apreciaciones an no constatadas y cientificadas. Es vergonzoso escuchar las opiniones que se intentan arropar con fundamentos bblicos; a mi me molestan y no los soporto. Yo escogera escuchar y seguir a los que tienen el respaldo de aos en el estudio y el anlisis. Sobre todo a los que con entusiasmo intentan proyectar en hechos los conocimientos y la lgica que poseen. No a habladores verborrgicos que tuercen el sentido y las letras; y peor, posibilitan a otros crecer arrugados. Estamos atestados de los seudos: catequistas, maestros, filntropos, humanistas, defensores de los derechos humanos, de los representantes, y, por qu no, de los falsos enseantes de Escrituras.

102

32.

Salmo maternal

Seor, te molesto por algo importante, quiero que me escuches por que te hablar de algo primario: y, es mi madre. Hace bastante tiempo estoy alejado de ella, parace como que doy la sensacin de ser muy rebelde, distanciado, desunido. Como que no me pesara la lejana, como que estuviera tranquilo en mis cosas, adentrado en mis responsabilidades, que me impiden y paralizan para demostrarme y manifestarme. y, ser como los dems: un afectuoso de la madre. Y jstamente es lo que a mi madre le gusta: que sus hijos estn cerca, que ella vea que se interesa por su persona, que note la preocupacin, que colabore con ella, que le pase la mano. Y esto es me parece es muy poco pedir. Yo s que a mi madre le encanta recibir un regalo, sentir un abrazo, abrigar la presencia de su hijo,

contar sus cosas, que se la escuche, que se la tenga en cuenta. Ella se contenta con insignificancias. Y me duele en el alma, con dolores insoportables, que se los est negando; que no me esfuerce por romper estas ataduras y, darle las minucias que espera de mi. A mi me falta ser valiente como ella. No imito su herosmo ni copio su arrojo; me arrugo, ms bien, en mi fango y en mi recelo. Por eso, Seor, te pido hoy por ella: para que, intuya mi impotencia y comprenda qu hijo ha dado al mundo. y a m dame, no s qu para aceptar esta realidad cruda. No quiero seducirla con palabras, ni sugestionarla con arrumacos, slo quiero que me valore por ser su hijo no por que me exceda en obsequios, como veo algunos consiguen bendicin. Mi bendicin espero sea sincera. Una cosa es hecharse al olvido, desentenderse, 104

y desatender. Otra cosa diferente, el querer y no poder, porque las condiciones no se prestan, y el escenario no es propicio. Cundo podr, entonces? El dia en que ya no est? Entonces ser puro llanto! El verdadero escenario es este: de insensatez, de limitaciones, de incomprensiones, de sueos que no terminan. Y en este enredo, quiero decirle a mi madre: Que yo tambin la quiero; no vaya a hacerse la idea que soy ingrato, o, que soy desagradecido. Lo que pasa es que la forma de expresarme, mi lenguaje, es rudo, desabrido, adusto; por que el golgorio que brinda la inmediatez, el estar siempre al da, el proponerse romper el cascarn, el apartar siempre un recurso para prever, son cosas que, no forman parte de nuestra realidad. Por eso, Seor, hoy te hablo de mi relacin con mi madre. A quin, desde luego, le va a interesar estas cosas?

33.

DEL QUE VUELVE

Con la cabeza gacha, con una vergenza inconfesa, sintiendo un miedo mortal de que sea rechazado; pero decidido vuelvo. No s si estoy haciendo lo correcto; o si efectivamente, este es el proceder que condice con lo que he hecho; o, estoy volviendo como siempre: para de nuevo retirarme por mi mismo sin la menor lgica ante el menor desaire. Cuntas veces he intentado y no pude; cuntas han sido las ideas que he gastado con el afn de construirme una vuelta acorde! Cunto desgaste en el intento! Y slo pude dar unos pasos para retroceder el doble y hundirme ms en mi constante perdicin. Y mi rostro est ardiendo mi corazn late por milagro porque era mejor que se atascara y todo el misterio de esta inmundicia parece no tener fin. 106

Cuntas veces he pensado volver a Ti, Seor y slo me he quedado en el intento! Ahora, hoy, he dado el paso de retorno y todos me dicen: hasta cundo; hoy estoy empezando a desandar mi miseria y quiero empezar a construir mi vida sobre tu roca. Comprendo las liviandades; me he saciado de tanta vanidad; tanta mediocridad y flojedad me saturan y colman. Ya basta: Basta de todo ello; alguna vez, tena que dar un corte a esto por que esto es deprimente; esto es la muerte. Sin ti, no hay el menor suspiro; lejos de tu presencia es como acumular tesoro que el orin va a terminar; es como alimentar ilusiones que jams, ni por milagro, sern. La impaciencia de vivir a tus plantas y la agitacin de estar a tu lado y la conmocin de tener que respirar tus aires delatan, a lo mejor, que estoy dudando; que me faltan confianza y firmeza

en tu palabra, en tu amor, Seor. SALMO DEL SEMBRADOR

34.

Seor, a imitacin tuya, estoy desarrollando esta tarea de sembrador. Siembro en este tiempo difcil, cuando todos prefieren cosechar; siembro semillas de matas perdurables, simientes sanas y eficaces cuando todos buscan lo superfluo y pasajero. Veo que cualquiera siembra; que sembrar no necesita mucha capacitacin; y muchos se ejercitan en esa tarea sin ganas sin conviccin, sin fervor, sin entusiasmo. Se mengua as su carcter sagrado y se vuelve raqutica su nobleza. Muchos siembran sin haber preparado siquiera ni el terreno, ni la simiente. y otros alardean sembrar an el grano desconocido: de costumbres paganas, excntricas; de historias fabulosas y nefastas. Otros, siembran violentando la conciencia del desprevenido y 108

la tranquilidad del descuidado. Seor: t quieres que siembre y me das como semilla los valores de tu reino, me preparas y me adiestras para sembrarlos en el corazn de mis semejantes, deseosos de eternidad, ansiosos de valores perennes. Yo te pido que, plantes tu amor infinito en los lmites escasos de mi dbil corazn y que me des coraje y audacia para hacerlo germinar y fructificar. y que, sobre todo, jams intente abandonar esta humilde tarea, que me identifica un poco a ti, y me permite compartir tu misin. Seor: como a operario de tu reino, dame fuerzas en este da en que empiezo a realizar mi jornada.

35.

SALMO DEL ORANTE

Seor: De repente, me veo delante de ti y no tengo otra salida ms que orarte. Como soy padre de seis hijos Y suelo tener esta experiencia

De apenarme, de sentirme molesto, Profundamente herido y triste Cuando, por ejemplo, a la maana Mi hijo se levanta Se asea, se prepara y sale Sin haberme dirigido una sola palabra Ni de cortesa, ni de saludo, An cuando note que yo est rondando Aun cuando se percate que estoy ya levantado. Me suelo quedar triste, acongojado, incmodo. Y pienso en mi interior: No le pasa lo mismo a Dios? Cuando yo, tu hijo, An habiendo notado tu presencia, An sabiendo y conociendo tu existencia, Que vives y me miras constantemente, Me paso la vida sin orarte. Me construyo mi existencia Fuera de tu contexto, Sin tu amparo, Sin haberte hecho saber. Me formo mis proyectos, Planeo mi existencia, Mi futuro a la sombra de mi pasado; Pero sin ningn rastro tuyo. Lejos de tu rostro. Y me miras apenado por m. Me he molestado como padre 110

Cuando mis hijos han decidido Cosas sin hacerme saber, sin consultarme Y esas decisiones tienen que ver con su dignidad, Con su personalidad, Con la estructura de su conciencia, Pero me call y no dije nada ante sus fracasos. Cunto T, Seor mo, te habrs molestado Y te habrs sentido peor, cuando me veas Decidir y disponer de mi vida, Y de mi salud Sin el mnimo criterio Sin el mnimo rastro de tu enseanza! Cuntas veces te habrs condolido De mis derrotas funestas y de mis dolorosas cadas: Y sin embargo, te mantuviste callado! Cuntas veces me viste levantar Corriendo para realizar mis actividades, Esforzndome al mximo para cumplir mis responsabilidades, Talvez, haciendo algunas cosas buenas Y ticamente aceptables, Pero, sin contar contigo. Por eso, en reparacin, Seor de tanta desatencin, de tanto desprecio, y tanta humillacin, te pido perdn. En serio, perdn Seor. Y aydame a ser ms despierto y a no caer ms en lo mismo.

Indice.

Pg

1. Salmo del Docente 2. Salmo del Ciego 3. Salmo del Drogadicto 4. Salmo del Secuestrado 5. Salmo del Poltico 6. Salmo del Encarcelado 7. Salmo del Polica 8. Salmo del Adltero 9. Salmo del Futbolista 10. Salmo del Analfabeto 11. Salmo del Fariseo 12. Salmo del Campesino sin tierra 13. Salmo del Desocupado 14. Salmo del Indeciso 15. Salmo del Predicador 16. Salmo del Chofer 17. Salmo del Hombre Comn 18. Salmo del Catequizando 19. Salmo del Obrero 20. Salmo del Caminante 21. Salmo del Candidato 22. Salmo del Renunciante 23. Salmo del Amigo del Sacerdote 24. Salmo ante un nio de la calle 25. Salmo del Padre de Familia 26. Salmo del Sacerdote Poltico 27. Salmo del no-ordenado 28. Salmo del Ridiculizado 29. Salmo al Nuevo Vecino 112

30. Salmo del que est en vela 31. Salmo al amigo 32. Vacancias para ensear 33. Enseante de escrituras 34. Salmo maternal 35. Del que vuelve 36. Salmo del Sembrador 37. Salmo del Orante

También podría gustarte