El Mensaje A Sardis
El Mensaje A Sardis
El Mensaje A Sardis
(Apocalipsis 3:1-6)
La ciudad de Sardis
Más de seiscientos años antes de que se escribiera esta carta, Sardis había
sido la capital del reino de Lidia, siendo una de las mayores ciudades del
mundo antiguo. Además, la estratégica posición que ocupaba le había
convertido en una activa ciudad comercial. A lo que hay añadir las
enormes cantidades de oro que se extraían del cercano río Pactolos (es
un pequeño río cercano a la costa egea de Turquía. Nace en el monte
Tmolo, fluye atravesando las ruinas de la antigua ciudad de Sardes, y
desagua en el río Gediz, el antiguo Hermo, del que en la antig üedad era
un pequeño afluente por la derecha. Corr ía por el reino de Lidia y seg ún
varias leyendas griegas era aurífero,2 y discurría por el corazón del
territorio más fértil, región cuya riqueza en oro era proverbial, pero que
estaba sujeta a sacudidas sísmicas. En la actualidad no es más que un
torrente de poco caudal.) Turquia: es un país transcontinental, con la
mayor parte de su territorio situado en Asia Occidental y una menor (al
oeste del mar de Mármara) en Europa Oriental, que se extiende por toda
la península de Anatolia y Tracia Oriental en la zona de los Balcanes.
Limita al noreste con Georgia, al este con Armenia, Irán y Azerbaiyán, al
norte con las aguas territoriales ucranianas en el mar Negro, al noroeste
con Bulgaria y Grecia, al oeste con las islas griegas del mar Egeo, al sur
con las aguas chipriotas del mar Mediterráneo y con Siria, y al sureste con
Irak.
La riqueza de sardis era proverbial, y desde los tiempos de Creso su más
famoso y ultimo gobernante (Perteneciente a la Dinastía Mermnada
Llamada asi a la familia real de la antigua Lidia a partir del 680 a. C.) , se
había acuñado la frase "tan rico como Creso". Sin embargo, en el
momento de escribirse Apocalipsis, de aquella gloria del pasado sólo
quedaba el recuerdo, ya que el estancamiento y la decadencia se habían
apoderado de ella. El contraste entre lo que había sido y lo que era no
podía ser mayor. Pareciera que la facilidad con la que Sardis podía
enriquecerse era la razón de su debilidad.
Otro detalle interesante es que la ciudad estaba edificada sobre una colina
tan pendiente que sus defensas parecían inexpugnables, sin embargo, fue
capturada por Ciro el persa (549 a.C.) y por Antíoco (218 a.C.).
Curiosamente en ambas ocasiones esto fue posible porque sus pobladores
fueron sorprendidos por sus enemigos al estar excesivamente confiados en
la resistencia de su fortaleza. El hecho de que una ciudad que parecía tan
poderosa fuera conquistada tan fácilmente, la había convertido en objeto
de burla.
El remitente de la carta
(Ap 3:1) "Escribe al ángel de la iglesia en Sardis: El que tiene los
siete espíritus de Dios, y las siete estrellas, dice esto:"
A continuación nos dice que también tiene "las siete estrellas", que como
dice Ap 1:20, son los ángeles o mensajeros de las iglesias, ” El misterio de
las siete estrellas que has visto en mi diestra, y de los siete candeleros de
oro: las siete estrellas son los ángeles de las siete iglesias, y los siete
candeleros que has visto, son las siete iglesias. Ellos aparecen aquí bajo el
control de Cristo.
3. "Estás muerto"
Tener fama de estar vivo pero que el Señor diga: "¡Estás muerto!". La
iglesia en Sardis era lo que conocemos como "cristianos nominales" porque
son cristianos de nombre solamente. Y es triste decirlo, pero cada vez es
más fácil encontrarse en las iglesias con evangélicos nominales que rara
vez piensan en el Señor Jesucristo y que, sin embargo, suponen que están
en el camino al cielo. Como el mismo Señor advirtió: (Lc 6:26) "¡Ay de
vosotros, cuando todos los hombres hablen bien de vosotros! porque así
hacían sus padres con los falsos profetas."
Un llamamiento al arrepentimiento
(Ap 3:2-3) "Sé vigilante, y afirma las otras cosas que están para
morir; porque no he hallado tus obras perfectas delante de Dios.
Acuérdate, pues, de lo que has recibido y oído; y guárdalo, y
arrepiéntete. Pues si no velas, vendré sobre ti como ladrón, y no
sabrás a qué hora vendré sobre ti."
1. "Se vigilante"
Ahora Cristo se dirige al remanente fiel de los verdaderos cristianos en
Sardis que estaban en grave peligro de extinción.
Y es verdad que el creyente está protegido por unas defensas mejores que
las que cualquier ciudad pueda levantar, pero esto no nos debe llevar a la
relajación o al descuido en nuestra vida espiritual, sino a estar prevenidos
constantemente, puesto que la tentación puede aparecer en cualquier
momento por donde menos la esperamos.
Parece que no todo estaba completamente perdido, aún había cosas que
"estaban para morir". Pero si las ascuas no eran pronto avivadas para que
surgiera nuevamente la llama, terminarían por apagarse.
Este versículo nos hace ver que Cristo espera algo concreto en la vida de
cada uno de sus hijos. Está buscando evidencias de nuestra lealtad y amor
hacia él.
Sin duda, el haber llegado a esta situación de dejadez espiritual era algo
de lo que se tenían que "arrepentir" urgentemente.
Una vez más tenemos una llamada del Señor a "velar", algo que como ya
hemos señalado, ellos entenderían muy bien después de lo que había
ocurrido en su historia, cuando sus enemigos habían venido literalmente
como ladrones en la noche y los habían sorprendido.
1. "Pero tienes unas pocas personas en Sardis que no han manchado sus
vestiduras"
Este remanente fiel eran los "que no han manchado sus vestiduras". En el
Antiguo Testamento, si alguien tocaba un cuerpo muerto, la persona
quedaba contaminada o manchada. Hay muchas formas de contaminarse
con los "muertos". Aquí debemos entenderlo como una figura para
expresar que se habían contaminado con el paganismo de su cultura y se
habían extraviado siguiendo doctrinas o prácticas que desagradaran al
Señor. No olvidemos que es fácil contaminarse espiritualmente cuando
entramos en comunión con el mundo, y esto no le agrada al Señor.
Este remanente fiel "andará con el Señor", lo que sugiere comunión íntima
y personal con él. Realmente este era el problema de esta iglesia: habían
dejado de andar con el Señor y esto es lo que nos mantiene con vida en
nuestro andar diario.
Luego añade que tendrán "vestiduras blancas, porque son dignas". Estas
vestiduras blancas sugieren la pureza y santidad que produce la
justificación de los pecados por medio de la obra de la Cruz. Estas
personas son aquellas a quienes el Cordero lavó de sus pecados con su
sangre (Ap 1:5) y de Jesucristo el testigo fiel, el primogénito de los
muertos, y el soberano de los reyes de la tierra. Al que nos amó, y nos
lavó de nuestros pecados con su sangre, (Ap 7:14) Yo le dije: Señor, tú lo
sabes. Y él me dijo: Estos son los que han salido de la gran tribulación, y
han lavado sus ropas, y las han emblanquecido en la sangre del Cordero.
Solo podemos obtener la santidad mediante Cristo, por nosotros mismos
es imposible.
Por otro lado, esta pureza es necesaria para poder estar en la presencia de
Dios. La necesitaremos para entrar en el cielo, porque los invitados a las
bodas del Cordero van vestidos de "lino fino, limpio y resplandeciente" (Ap
19:7-9). Son las vestiduras obligadas para entrar a la fiesta de bodas del
hijo del rey que contó el Señor en (Mt 22:1-14).
Y por último, una nueva promesa del Señor Jesucristo que garantizaba la
plena aceptación de este resto fiel delante del Padre y de sus ángeles.
Cristo se presenta aquí como un Abogado que intercede por los creyentes.
Un llamamiento a oír
La iglesia de Sardis es un ejemplo de las congregaciones que basicamente
han dejado de caminar con el Señor y defender su causa. Tenian Actitudes
externas piadosas pero a los ojos de Dios estan muertas. Habia un
remanente fiel, pero era hora de que la mayoria dormida espiritualmente
despertara y se arrepintiera. Si no enfrentarian las graves consecuencias
que el señor enviaria.
(Ap 3:6) "El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las
iglesias."