Campo Magnético
Campo Magnético
Campo Magnético
1. El magnetismo de la materia.
El término magnetismo tiene su origen en el nombre que en la época de los filósofos griegos recibía una
región del Asia Menor, entonces denominada Magnesia; en ella abundaba una piedra negra o piedra imán capaz
de atraer objetos de hierro y de comunicarles por contacto un poder similar.
El estudio del comportamiento de los imanes pone de manifiesto la existencia en cualquier imán de dos
zonas extremas o polos en donde la acción magnética es más intensa. Los polos magnéticos de un imán no son
equivalentes, como lo prueba el hecho de que enfrentando dos imanes idénticos se observen atracciones o
repulsiones mutuas según se aproxime el primero al segundo por uno o por otro polo.
Para distinguir los dos polos de un imán recto se les denomina polo norte y polo sur. Esta referencia
geográfica está relacionada con el hecho de que la Tierra se comporte como un gran imán. Las experiencias con
brújulas indican que los polos del imán terrestre se encuentran próximos a los polos Sur y Norte geográficos
respectivamente. Por tal motivo, el polo de la brújula que se orienta aproximadamente hacia el Norte terrestre
se denomina polo Norte y el opuesto constituye el polo Sur. Tal distinción entre polos magnéticos se puede
extender a cualquier tipo de imanes.
Las experiencias con imanes ponen de manifiesto que polos del mismo tipo (N-N y S-S) se repelen y
polos de distinto tipo (N-S y S-N) se atraen. Esta característica del magnetismo de los imanes fue explicada por
los antiguos como la consecuencia de una propiedad más general de la naturaleza consistente en lo que ellos
llamaron la « atracción de los opuestos ».
Otra propiedad característica del comportamiento de los imanes consiste en la imposibilidad de aislar
sus polos magnéticos. Así, si se corta un imán recto en dos mitades se reproducen otros dos imanes con sus
respectivos polos norte y sur. Y lo mismo sucederá si se repite el procedimiento nuevamente con cada uno de
ellos. No es posible, entonces, obtener un imán con un solo polo magnético semejante a un cuerpo cargado con
electricidad de un solo signo.
El hierro es el material magnético por excelencia, pues en contacto con un imán y, en general, cuando
es sometido a la acción de un campo magnético, adquiere propiedades magnéticas, esto es, se imana o
magnetiza. El tipo de materiales que como el hierro presentan un magnetismo fuerte reciben el nombre de
sustancias ferromagnéticas. Los materiales que poseen un magnetismo débil se denominan paramagnéticos o
diamagnéticos según su comportamiento.
En 1269 Pierre de Maricourt descubre las líneas de campo de un imán esférico y, al situar un imán
sobre una cubeta de madera en el agua descubre los polos a los que llamó norte y sur y la atracción de polos
distintos y repulsión de polos iguales.
Gilbert (1544-1603) descubrió que la Tierra se comporta como un enorme imán
Este experimento, considerado por algunos como fortuito y por otros como intencionado, constituyó la
primera demostración de la relación existente entre la electricidad y el magnetismo. Aunque las cargas
eléctricas en reposo carecen de efectos magnéticos, las corrientes eléctricas, es decir, las cargas en
movimiento, crean campos magnéticos y se comportan, por lo tanto, como imanes. Además de los imanes
naturales, existen otras sustancias como el hierro, el cobalto o el níquel, que pueden adquirir magnetismo de
una manera artificial.
Poco después Faraday observó el efecto contrario: aproximando o alejando un imán a un conductor, en
este aparece una corriente eléctrica. En ambos experimentos se llega a la misma conclusión: las cargas en
movimiento producen fuerzas magnéticas. A partir de estas experiencias Ampére asentó los fundamentos del
electromagnetismo que se resumen en los siguientes puntos.
• Las cargas en movimiento producen una interacción de tipo magnético además de la de tipo eléctrico.
• Un campo magnético actúa sobre las cargas cuando estas están en movimiento y cumplen unas
determinadas condiciones (lo que nos sirve para detectar la presencia de campos magnéticos).
Los fenómenos magnéticos permanecieron durante mucho tiempo en la historia de la ciencia como
independientes de los eléctricos. Pero el avance de la electricidad por un lado y del magnetismo por otro,
supuso la síntesis de ambas partes de la física en una sola, el electromagnetismo, que reúne las relaciones
mutuas existentes entre los campos magnéticos y las corrientes eléctricas. James Clark Maxwell fue el científico
que cerró ese sistema de relaciones al elaborar su teoría electromagnética.
1.2. Explicación del magnetismo de la materia
El hecho de que los campos magnéticos producidos por los imanes fueran semejantes a los producidos
por las corrientes eléctricas llevó a Ampère a explicar el magnetismo natural en términos de corrientes
eléctricas. Según este físico francés, en el interior de los materiales existirían unas corrientes eléctricas
microscópicas circulares de resistencia nula y, por tanto, de duración indefinida; cada una de estas corrientes
produciría un campo magnético elemental y la suma de todos ellos explicaría las propiedades magnéticas de los
materiales.
Así, en los imanes las orientaciones de esas corrientes circulares serían todas paralelas y el efecto
conjunto, sería máximo. En el resto, al estar tales corrientes orientadas al azar se compensarían mutuamente
sus efectos magnéticos y darían lugar a un campo resultante prácticamente nulo.
La imanación del hierro fue explicada por Ampère suponiendo que en este tipo
de materiales el campo magnético exterior orientaría las corrientes elementales
paralelamente al campo de modo que al desaparecer éste quedarían ordenadas como
en un imán. El tipo de materiales que como el hierro presentan un magnetismo fuerte
reciben el nombre de sustancias ferromagnéticas ejemplos: níquel y cobalto
De acuerdo con los conocimientos actuales sobre la composición de la materia, los electrones en los
átomos se comportan efectivamente como pequeños anillos de corriente. Junto a su movimiento orbital en
torno al núcleo, cada electrón efectúa una especie de rotación en torno a sí mismo denominada espín; ambos
pueden contribuir al magnetismo de cada átomo y todos los átomos al magnetismo del material. En la época de
Ampère se ignoraba la existencia del electrón; su hipótesis de las corrientes circulares se adelantó en tres
cuartos de siglo a la moderna teoría atómica, por lo que puede ser considerada como una genial anticipación
científica.
Siguiendo el modelo utilizado para los campos gravitatorio y eléctrico, podemos definir el campo
magnético como la zona de influencia alrededor de un imán
El campo magnético se representa mediante las líneas de campo, que coinciden con la orientación que
adquieren la limaduras de hierro y son líneas que convergen donde el campo es mayor y se separan donde es
más débil. Por ejemplo, en una barra imantada compacta o "dipolo", las líneas de campo se separan a partir de
un polo y convergen en el otro y la fuerza magnética es mayor cerca de los polos donde se reúnen. El
comportamiento de las líneas en el campo magnético terrestre es muy similar:
• Los polos no se pueden separar. Si rompemos un imán aparecen automáticamente otros dos de menor
tamaño.
El campo magnético se define mediante la inducción magnética B, que es equivalente a lo que sería la
intensidad de campo magnético.
El campo magnético creado por una corriente depende de la distancia y el resultado son circunferencias
concéntricas que se rigen por la “regla de la mano derecha”. Para ello hay que rodear el hilo con esta mano y
con el pulgar señalando el sentido de la intensidad. Los otros dedos indican la dirección y sentido del campo.
El vector campo eléctrico en un punto se definía como la fuerza eléctrica sobre una carga de prueba
situada en ese punto. De forma similar se puede definir el campo magnético como la fuerza magnética que se
realiza sobre una carga que se encuentra dentro del campo y que se nueve con una velocidad v.
2.1. - Acción de un campo magnético B sobre cargas en movimiento.
Se observa experimentalmente que cuando una carga tiene una velocidad v en la proximidad de un
imán o de un alambre por el que circula una corriente, existe una fuerza adicional sobre ella que depende del
valor y de la dirección de la velocidad. Podemos separar fácilmente estas dos fuerzas midiendo la fuerza que
actúa sobre la carga cuando está en reposo y sustrayendo esta fuerza eléctrica de la fuerza total que actúa
sobre la carga cuando ésta se mueve. Las experiencias realizadas con diversas cargas móviles a diferentes
velocidades en un punto del espacio nos llevan a deducir:
La fuerza es proporcional al seno del ángulo formado por v y B. Si v y B están en la misma dirección la
F es nula.
La fuerza sobre una carga negativa es de sentido opuesto a la ejercida sobre una positiva y de igual
velocidad.
Podemos resumir estos resultados experimentales diciendo que cuando una partícula cargada q se
mueve en un campo vectorial magnético B, la fuerza magnética que actúa sobre él es:
F = q (v x B)
Por razones históricas, el vector B se denomina normalmente vector de inducción magnética aunque
aquí podamos utilizar también la expresión campo magnético.
La unidad en el SI para la inducción es la tesla T. Decimos que un campo tiene un valor de una tesla
cuando produce una fuerza de 1 N sobre una carga de 1 C que se mueve perpendicular al campo con una
velocidad de 1 m/s. La dirección y el sentido del campo magnético vienen dados por la regla de la mano
izquierda, tal y como aparece en la imagen siguiente:
3- Movimiento de una carga puntual en el interior de un campo magnético uniforme.
Supongamos que tenemos una carga que entra en un campo magnético con una cierta velocidad y de
tal forma que el campo magnético sea perpendicular a dicha velocidad. ¿Cómo se moverá en el seno de este
campo?.
Teniendo en cuenta la ley de Lorentz aparecerá una fuerza sobre la carga perpendicular en todo
momento a la velocidad de la misma. La carga estará sometida a una fuerza centrípeta y describirá una
circunferencia.
La fuerza magnética no realiza trabajo sobre la partícula al ser aquella perpendicular a la velocidad, por
lo que la energía cinética no se ve afectada por esta fuerza. Es decir, la fuerza magnética sólo modifica la
dirección de la velocidad.
Podemos por tanto igualar la fuerza centrípeta de este movimiento con la fuerza magnética y tener así
en el caso especial de que la velocidad sea perpendicular a un campo magnético uniforme, la partícula se
mueve siguiendo una trayectoria circular.
v2
q.v.B = m.
R
el radio de giro de una partícula cargada dependerá de su relación carga/masa.
m.v
R =
q.B
La fuerza magnética sobre una partícula cargada que se mueve en el interior de un B uniforme puede
equilibrarse por una F eléctrica si se escogen adecuadamente los valores y direcciones de los campos B y E.
Una disposición de campos perpendiculares como ésta se denomina campos cruzados. En el caso de
unos valores determinados de E y B, las fuerzas se equilibrarán sólo si las partículas tienen una velocidad dada
por v=E/B...
Una de las aplicaciones más importantes de las fuerzas eléctricas y magnéticas que actúan sobre
partículas, es la determinación de masas isotópicas de todos los elementos. En los espectrógrafos de masas
se aceleran los isótopos cargados con un campo eléctrico, hasta adquirir una determinada energía. Después se
introducen en un espacio en el que existe un campo magnético perpendicular a la velocidad de los iones y,
éstos se separan según sus masas. Midiendo los radios de las trayectorias descritas, podemos determinar su
masa (si conocemos su carga).
Otra aplicación es el ciclotrón, que es un acelerador de partículas que se basa en que el periodo de
rotación de una partícula cargada en el interior de un campo magnético uniforme es independiente del radio y
de la velocidad:
q.B
ωc =
m
de este modo las partículas cargadas se introducen en un dispositivo con forma de "D" y son aceleradas con un
voltaje alterno de frecuencia exactamente igual a ωc. A cada mitad de vuelta la "D" contraria cambia de
polaridad dando un nuevo "empujón" y comunicando a la partícula una energía q.ΔV. La velocidad de la
partícula crece de este modo adquiriendo un valor v = ω .r igual a:
q.B.r
v salida =
m
Vamos a estudiar el campo magnético producido por una carga móvil, una corriente eléctrica, una
espira y un solenoide.
Se calcula a partir del campo creado por un elemento diferencial de longitud dl e integrando
posteriormente a lo largo de toda la longitud del conductor.
Como parece lógico el campo en cada punto dependerá de la intensidad de la corriente, de la distancia
a la que se encuentre del conductor y de las características del medio a través del que se propaga la acción.
Con todo esto llegamos a una expresión de la forma:
μ I
B= ⋅
2π r
El resultado son circunferencias concéntricas que se rigen por la “regla de la mano derecha”. Para ello
hay que rodear el hilo con esta mano y con el pulgar señalando el sentido de la intensidad. Los otros dedos
indican la dirección y sentido del campo.
μ I
B= ⋅
2 r
Si observamos frontalmente una espira vemos como las líneas de campo salen por una cara y entran
por la otra. Se comporta exactamente igual que un imán con dos polos. La cara de la que salen las líneas será
una cara norte y la cara por las que entran será una cara sur
4.4- Campo creado en el interior de un solenoide.
N
B = μ ⋅I⋅
L
F=qvxB
Una corriente eléctrica es un flujo de electrones por un conductor a una determinada velocidad. De
acuerdo con la ley de Lorentz cada electrón estará sometido a una fuerza magnética si dicho conductor se
encuentra en el seno de un campo magnético.
Para calcular la fuerza total que se realiza sobre un conductor se haría el calculo para un elemento de
longitud dl e integraríamos posteriormente para la longitud total. Se puede calcular de forma sencilla:
Si suponemos que los electrones se mueven con una velocidad v y que la longitud del conductor situada
dentro del campo magnético es l, se cumplirá:
v = l/t; siendo t el tiempo que tarda la carga en recorrer la longitud l del conductor.
Una consecuencia de la ley Laplace es la fuerza de atracción o repulsión entre corrientes que se sitúan
en paralelo. Cada conductor genera a su alrededor un campo magnético que interaccionará con las cargas en
movimiento del otro conductor. Que se atraigan o se repelan dependerá únicamente del sentido de ambas
corrientes. Fue Ampére quién estudió la atracción o repulsión entre corrientes paralelas o antiparalelas.
Puede ahora calcularse con facilidad la acción entre conductores rectos teniendo en cuenta por un lado
el campo magnético creado por un hilo recto e indefinido y por otro el valor para la fuerza que ejerce ese
campo sobre un hilo conductor.
Tomando el primer hilo, con una corriente eléctrica I1 creará en un hilo conductor, situado
μ0 I
B= ⋅
2π d
y, claro está, este hilo segundo por el cual circula una corriente I2 experimentará una fuerza por estar
F = I2 .L . B
Ahora bien, como la longitud de ambos hilos es infinita, la fuerza total que sienten estos hilos también
es infinita, aunque eso sí, repartida por su longitud sin límite. Una magnitud útil es ver cuanta fuerza se siente
por unidad de longitud F/L, lo que equivale a decir que:
F μ I ⋅I
= I2 B = 0 ⋅ 1 2
L 2π d
Se define un amperio como la intensidad de una corriente que circulando por conductores paralelos
indefinidos separados una distancia de un metro en el vacío, produce una fuerza sobre cada conductor de
6- Definición de flujo.
Una superficie plana de área S puede representarse por su vector de superficie, que es un vector
perpendicular a la superficie y cuyo módulo coincide con el área de la misma. Si la superficie encierra una
región del espacio, el vector suele tomarse de dentro hacia fuera. Para superficies curvas dividiremos la misma
en elementos dS.
Si la superficie S se encuentra en el seno de un campo vectorial A = A (x, y, z), se define el flujo de ese
campo a través de la superficie como el producto escalar de ambas magnitudes:
Φ = A∙S = A∙S∙cos α
dΦ= A.dS
El flujo total a través de la superficie S es la suma de todos los dΦ que matemáticamente se expresa
por una integral de superficie del producto escalar del vector campo por el vector diferencial de superficie:
Φ = ∫S A∙dS = ∫S A∙dS∙cos α
Φ = ∫S A∙dS
Como cos α puede variar entre -1 y 1, el flujo puede ser positivo o negativo. Si es positivo las líneas de
campo salen hacia el exterior y si es negativo entran.
El concepto de flujo lo introdujo Gauss y fue aplicado por M. Faraday (siglo XIX) para estudiar el
electromagnetismo, explicando con ello los fenómenos de inducción a partir de los cambios que
experimentaban las líneas del campo magnético.
El flujo magnético se define como el producto escalar del vector campo magnético B por el vector
superficie, y representa el número neto de líneas de campo que atraviesan la superficie.
Matemáticamente: Φ = ∫S B∙dS = ∫S B∙dS∙cosα
Φ = B∙dS = B∙dS∙cosα
Conviene señalar que el flujo magnético en una superficie cerrada es nulo, puesto que las líneas de
campo que entran son iguales a las que salen.
M. Faraday en Inglaterra y J. Henry en EE.UU., independientemente uno del otro, observaron en 1831
la aparición de una corriente en un conductor cuando éste se desplazaba dentro de un campo magnético. Este
fenómeno llamado inducción electromagnética puede obtenerse de diversas formas.
• Este efecto perdura mientras el imán se mueve. Si el imán se detiene, la corriente inducida cesa.
• Si se aleja el imán se observa que el galvanómetro señala el paso de corriente en sentido contrario.
• Si en vez de mover el imán se acerca o se aleja la espira, se observan resultados idénticos.
• Si se repite la experiencia por el otro polo del imán frente a la espira, se observan resultados
semejantes, pero los signos de la corriente inducida se invierten.
Si en lugar de un imán se repiten las experiencias con un solenoide, los efectos observados son
idénticos pero más intensos.
De estas experiencias se deduce que la inducción electromagnética es el proceso mediante el cual se
genera una corriente eléctrica mediante la variación de un campo magnético.
En la experiencia realizada en un circuito con una espira y un galvanómetro al que acercábamos o
alejábamos un imán, el movimiento relativo campo magnético y la espira se traduce en una variación en el
número de líneas de fuerza que atraviesan la espira y, por tanto, en una variación del flujo magnético que pasa
por ella.
Los fenómenos de inducción no se producen solo porque exista un campo magnético que actúa en una
región del espacio en la que existe un circuito eléctrico, ya que, como se ha comprobado experimentalmente, si
no existe variación de flujo magnético en el circuito eléctrico, no aparecen corrientes inducidas.
A partir de los hechos experimentales anteriores se puede afirmar que siempre que varíe con el tiempo
el flujo magnético que atraviesa un circuito, aparecerán en él corrientes inducidas, esta afirmación se conoce
con el nombre de ley de Faraday-Henry.
Una corriente eléctrica se origina cuando hay una diferencia de potencial (d.d.p.) entre los extremos de
un conductor. El dispositivo capaz de generar una d.d.p., y como consecuencia de ello una corriente eléctrica
recibe el nombre de generador, y la d.d.p. entre los polos recibe el nombre de fuerza electromotriz, (f.e.m.)
que se representa por la letra ε. ¿Cuál es el generador de la ε en las experiencias de Faraday?
A partir de las experiencias anteriores podemos concluir que se asocia una fuerza electromotriz
inducida con un cambio del flujo magnético a través del circuito. Además se comprobó que la desviación del
galvanómetro era mayor cuanto mayor era también la rapidez del movimiento relativo del imán , espira o
solenoide. Con todo ello podemos escribir:
1 s
w e
e g
b u
e n
r d
1
v
o
l
t
i
o
dΦ
1
ε =− =
Ley de Faraday-Lenz
dt
Esta expresión se llama ley de Faraday-Lenz o simplemente ley de Faraday de la inducción
electromagnética e indica que: «la fuerza electromotriz inducida que aparece en un circuito es igual a menos la
variación (derivada) del flujo magnético en la unidad de tiempo. Si tenemos N espiras, la ley de Faraday-Lenz
se transforma en esta otra:
dΦ
ε = −N ⋅
dt
Se comprueba que es independiente de la forma en que cambia el flujo:
• Variación del módulo del campo magnético (B).
• Variación de la superficie (S).
• Variación del ángulo (α).
Con lo que el valor de la f.e.m. inducida es mayor y directamente proporcional al número de espiras del
circuito.
El signo negativo de es la aportación de H. Lenz a esta ley, e indica que el sentido de la f.e.m. inducida
es tal que tiende a oponerse a la variación del flujo magnético que la ha originado. En efecto, se ha visto que
acercando el polo norte de un imán al conductor se produce en él una corriente inducida cuyo sentido hará que
esta cara del circuito sea otro polo norte que rechazará al imán oponiéndose así a su acercamiento, ya que
ésta es la causa de la corriente inducida.
En cambio, también se ha visto que si se aleja el polo norte del imán, la corriente que se induce en él
dará origen ahora a un polo sur que atrayendo al norte del imán se opone a su alejamiento.
8- La corriente alterna
Entendemos por corriente eléctrica el movimiento ordenado de cargas a través de un conductor, siendo
la intensidad de la corriente la cantidad de carga que atraviesa la sección transversal del conductor en la unidad
de tiempo.
Los generadores industriales de corriente emplean bobinas que giran dentro de un campo magnético.
Conforme giran, el flujo a través de dichas bobinas cambia, y se origina en ellas una corriente eléctrica. El
alternador de un automóvil y la dinamo de una bicicleta constituyen ejemplos de generadores sencillos: una
bobina de hilo de cobre gira a gran velocidad entre los polos de un imán.
En su forma más simple, un generador de corriente alterna consta de una espira que gira por algún
medio externo en un campo magnético. Tanto el campo como el área de la espira permanecen constantes. A
medida que la espira gira, el flujo magnético a través de ella cambia con el tiempo, induciéndose una f.e.m., y
si existe un circuito externo, circulará una corriente. Los extremos de la espira están conectados a unos anillos
colectores que giran con ella.
Supongamos que la espira gira con una velocidad angular constante ω. Si α es el ángulo que forma el
campo magnético con la normal al plano de la espira en cualquier instante, según la Ley de Faraday, la f.e.m.
inducida en la espira será:
dΦ
ε =−
dt
9- La energía eléctrica: