La Cuadricula
La Cuadricula
La Cuadricula
55
York de los Angeles, o que entre México y Buenos
Aires hay la misma distancia que entre Londres y
Nueva Delhi; o que el lago Titicaca, a 3.900 metros
de altitud, posee una extensión de 8.000 kilómetros
cuadrados.
Los conquistadores y colonizadores españoles se
enfrentan al llegar al continente americano con un
medio físico, en muchos casos, totalmente distinto
al que estaban acostumbrados a vivir. El relieve del
terreno desde los llanos del Orinoco hasta la
inmensa mole de la cordillera andina nada tienen
que ver con las tierras castellanas, extremeñas o
andaluzas de las que ellos procedían. La vegeta-
ción americana, desde las selvas lluviosas tropicales
hasta los áridos desiertos de las mesetas mexicanas
o la puna andina, eran paisajes desconocidos para
estos hombres que llegaron al Amazonas, a la costa
oriental de Sudamérica o a las heladas tierras de la
Patagonia. Pero no sólo el tamaño o la escala
diferente a la europea es lo que hace tan distinta a
las tierras americanas, sino la enorme variedad de
caracteres geográficos, que hacen de este continen-
te realmente un Nuevo Mundo para estos nuevos
pobladores (ver gráfico 2).
L r-r
3. Expansión española en América en el siglo XVI 4 . Ciudades fundadas por los españoles en el siglo XVI
El proceso urbanístico también había alcanzad o de la fundación que da existencia legal o ritual a l a
entonces la consolidación de un modelo urban o nueva comunidad .
muy específico y las nuevas ciudades fundadas En las ciudades planificadas, que Alexander (5)
(prácticamente a partir de mediados del siglo XVI ) llama "ciudades artificiales", la "idea" de la ciudad
se ajustaron en su gran mayoría a las caracterís- toma forma en un plan preparado antes de que e l
ticas urbanas definidas en él . lugar empiece a cambiar con los primeros resi-
dentes . Estas poblaciones, una vez iniciadas, se
construyen con la suficiente rapidez para que pue-
Las ciudades planificadas y los trazados regulares dan alcanzar una "masa crítica" dentro de un inter-
valo de tiempo que es crucial .
Este modelo urbano utilizado por los españoles Este proceso contrasta fuertemente con l a
en América se encuentra comprendido en lo que h a génesis y evolución de lo que Alexander llam a
dado en llamarse ciudades planificadas . Su creci- "ciudades naturales", que responden a lo que
miento responde a un plan previamente establecid o habitualmente se conoce como crecimiento "orgá-
y la gestión de su desarrollo temporal y espacia l nico", que hace referencia a una estructura física d e
está marcada por un carácter unitario . carácter irregular, que no se adapta a ningún tip o
Las ciudades planificadas suelen estar estructu- de configuración geométrica inicial y que surge po r
radas formalmente en base a criterios de trazado s la acumulación sucesiva, sin un plan previo, de una
geométricos en los que desde un principio qued a población y una estructura urbana a partir de un
claramente establecida la forma de las calles y la s
manzanas, teniendo una fecha de nacimiento cono- (5) CHRISTOPHER ALEXANDER : -A city IS riot a tree ".
cida, que puede ser desde el día de la designació n The Architectural Form . San Francisco. 1965 . Tra-
del lugar de asentamiento o del día del acto oficial ducción española : "Tres Aspectos de Matemática y
diseño". Barcelona, 1969 . -
57
pequeño núcleo que crece a lo largo de los años
mediante un proceso lento y a veces discontinuo o
de acciones inconexas.
Las ciudades planificadas, entre las que se
encontrarían las americanas de fundación españo-
la, no sólo están sujetas a transformaciones poste-
riores 'que deforman o desfiguran la idea inicial,
sino que evidentemente desde el mismo momento
de su materialización sobre un territorio concreto
pueden sufrir, y de hecho sucede a menudo, adap-
taciones cuyo resultado sea una forma física dife-
rente a la p1anificada;comoafirma Rojas Mix (6), es
la historia de la dialéctica entre PROGRAMA,
idea elemental a partir de la cual la ciudad va a
modelar su forma histórica, y MODELADO,
proceso por el cual la idea se transforma en
realidad física.
Este programa o modelo a partir del cual la
ciudad planificada va a desarrollarse, está general-
mente ligado en la historia del urbanismo a formas
urbanas que responden a trazados regulares. Exis-
te, por lo tanto, una relación entre morfología y
planificación de tal manera establecida que los
trazados de ciudades que tienen como base figuras
geométricas responden a ciudades cuyo estableci-
miento ha sido ajustado a una planificación previa.
7.Plano de las
ruinas de
Huanuco .
no puede considerarse como excluyente de las daron los españoles, que fueron México y el Cuzco
otras, más bien puede afirmarse Ia posibilidad d e (ver gráficos 5 y 6) .
que todas participan en la formación de una es- Por otro lado, aunque la plaza central tal y com o
tructura urbana singular. estaba concebida en las nuevas poblaciones ameri-
Así pues, aunque por los documentos existentes canas era prácticamente desconocida en Mesoamé-
resul-ta difícil concluir, por ejemplo, que alguna d e rica y los Andes, existen algunos núcleos en los que
las culturas precolombinas hubiese adoptado e l aparece una plaza central de características física s
modelo en malla reticular con plaza central, n o diferentes, pero con un esquema de funcionamiento
cabe duda de que los núcleos más importantes d e similar al que después tuvieron las plazas mayore s
estas culturas a la llegada de los españoles, Tecnoch- españolas en América (ver gráfico 7). La influenci a
titlán y Cuzco, influyeron decisivamente en I a precolombina no queda, pues, absolutamente des -
forma física de las ciudades que sobre ellas fun- cartada .
59
Por otra parte, los posibles orígenes europeos
medievales o renacentistas parecen tener su punto
de arranque en los trazados grecoromanos, cuya
tradición se transmite, bien sea por los códigos
militares, a través del medievo hasta las bastidas,
las pueblas de Mallorca, los trazados regulares del
levante español o la fundación de Santa Fe en
Granada (ver gráficos 8, 9, 10, 11, 12), o bien por la
recuperación que de ella hacen los tratadistas
italianos del Renacimiento y los escritores utopis-
tas de la ciudad ideal (ver gráficos 13 y 14).
Este planteamiento es sustentado por Benévolo
(8), que piensa que el modelo de dámero adopta-
do en América deriva o bien de una tradición
operativa, aún vital , o de un ideal cultural que en
Europa es aplicado sólo parcial y ocasionalmente
en el campo urbano.
También Borah (9), mantiene esta tesis al afirmar
que en Europa se llegó a un acuerdo sobre el tra-
zado de calles y edificios públicos en la ciudad ideal
mucho antes del descubrimiento de América. Este
territorio fue el campo propicio para la aplicación
de estos acuerdos en gran escala, no factible en
Europa porque la necesidad de construir nuevas Montnubnn (Tarn-et-Garonne)
ciudades fue menor.
Esta tradición "operativa", este "ideal cultural" o
estos "acuerdos urbanísticos" no están claramente 8. .Basiidas francesas
expresados en un modelo que se aplique a un
suficiente número de ciudades que permita pensar
que estaba ampliamente aceptado y difundido.
Cabe pensar, sin embargo, que el modelo de ciu-
dad hispanoamericana es el resultado de un con-
junto de componentes en las que intervienen con
mayor o menor intensidad todas las teorías sobre el
origen del trazado regular y, como expresa Hardoy
(lo), al ser traído a América fue gradualmente
adaptado a las necesidades prácticas de un acele-
rado proceso fundacional de vastos alcances, a las
instituciones desarrolladas para la vida colonial y al
interés de los líderes, conquistadores y coloniza-
dores, por fijar sus derechos sobre los nuevos
territorios, estableciendo con rapidez una nueva
ciudad, con todo lo que esto, legal y políticamen-
te implicaba.
Es indudable, afirma Ramón Gutiérrez (1 1), al
hablar del urbanismo en Argentina, que en forma
genérica nuestro urbanismo casi se desprende de las
tipologías habituales en España, para propiciar una
nueva estructura "a priori", que tomando sin duda
elementos propios del urbanismo español produce
una resultante diferente. Si en la arquitectura,
continúa Gutiérrez, se produce una síntesis unifi-
cadora, ésta se daba a través de un proceso de inte-
gración con persistencia de variantes, mientras que
en el plano urbanístico, la formulación es unifi- existencia de muy diversas alternativas en el campo
cadora y viene a partir de una decisión superior. La urbanístico reitera la perspectiva de un proceso
unitario, aunque no uniforme. El legado de España
adquirió facetas propias y generó una gran diversi-
(8) LEONARDO BENBVOLO : "Storia dell'architettura del Ri- dad de posibilidades.
nascimento". Bari, 1968. Traducción española, "Historia de la El modelo o "patrón" utilizado en América por
Arquitectura del Renacimiento". Madrid, 1972.
(9) WODROWBORAH:"Influencia cultural europea en la los españoles no es la suma de características
formación del primer plano para centros urbanos en Amtrica". comunes, sino una plantilla inicial que se realiza o
Berkeley, 1970. no plenamente y se modifica o no con el tiempo
(10) JORGEHARDOY. Ver (6) (12), como consecuencia de una relación dialéctica
(1 1) R A M ~GNU T I ~ R R: "La
E Z trasculturación en la arquitec-
tura Rioplatense". Revista "Hogar y Arquitectura" nQ 91.
Madrid, 1968. (12) ROJAS-MIX. Ver (6).
E
cc
C
cC
@
I
11. La ciudad de Santa Fe de Granada en el Siglo XVIII
s e g h un plano de Sontillán.
10. Planimetría esquematizadade "SaPoblal'enla islade Mallorca. 12. Plano de villare=l (CaFielldn) en el siglo XVI
entre dos niveles de decisión: uno lejano, repre- convierte en el ejecutor directo de la accibn colo-
sentado por la acción centralizadora de la Corona nizadora. '
española, con un permanente intento de mantener El modelo de ciudad hispanoamericana no es,
bajo su control la colonización; y otro próximo, pues, un modelo expresado claramente desde sus
representado por la acción del descubridor-con- comienzos, sino más bien la aplicación prhctica,
quistador-colonizador (13), de muy diversas proce- consecuencia de las influencias diversas, que lo va
dencias, conocimientos y nivel cultural, que se consolidando en el tiempo produciendo soluciones
diversas y, por lo tanto, variedad de tipos. Sejtrata,
pues, de un modelo que teniendo características
(13) R. SEGREy P. SALINAS: "La Habana". En Revista comunes a las ciudades grecorromanas, preoolom-
"Arquitectura" ='n 340. Cuba. Luego publicado con el titulo
"La Habana", en la colección Materiales de la ciudad. Barcelo- binas, medievales o renacentistas no responde a los
na, 1974. modelos planteados anteriormente y a la tipologia
Ciudad ideal (según Lorini)
13 y 14. Trazados
Ciudades Ideales
del Renacimiento
GRACIA
. . . .- . . .-
- ic
-- ic - 1 ir ir
- .Ic--:r: - Ir: iL
IlLT'IL - ' Ir- 3-
:1C-x: -. E :[
BERLIN TORINO MADRID BARI
I U U i i U L
1 0 0 0 0 c
1noirniC
i n n n n r
IUIIUIIA L
1 i u n n c
1iirirniC
innininr
FILADELFIA SANTIAGO DE CHILE ARANJUEZ
A U U U L
1000[
i r - l r- i r - i r - I n i Ir 'ir ir
15. Ciudades en
"cuodrículo"
ordenado
según sus
dgerentes
corocrerísricos.
64
algunas de ellas; Guadalajara, en México; Mendo-
za, Buenos Aires o Córdoba, en Argentina; Santia-
go, Osorno o La Serena, en Chile; Caracas o Bar-
quisimeto, en Venezuela, Lima o Huamanga, en
Perú; La Paz, en Bolivia; Bogotá, Pasto o Tunja, en
Colombia (ver gráficos 18 al 27).
Una variante de este tipo elemental sería el que
está formado por manzanas de formas rectangular
y que tuvo mucha menos difusión. Tal es el caso de
San Juan de Puerto Rico, Puebla en México, Tru-
jillo en el Perú, con un curioso trazado ajustado
dentro de una muralla poligonal, o la Plata (hoy
Sucre) en Bolivia (ver gráfico 28).
Estas mallas urbanas de trazado muy regular, ya
sea en base a cuadrados o a rectángulos, permiten
una distribución muy homogénea de los lotes
urbanos que se reparte entre los primeros pobla-
dores de manera igualitaria en cuanto al tamaño de
las parcelas asignadas a cada uno.
Caso aparte constituye la asignación de solares
para usos muy concretos: Iglesia Mayor, Casas
Reales, Cabildo, Cárcel o Audiencia en los lados de
la plaza mayor y Conventos y Hospitales de las
distintas órdenes religiosas en otras zonas de la
trama urbana, ocupando preferentemente manza-
nas completas.
En algunos planos de fundación, como los de
Talavera de Madrid o San Juan Bautista de la
Ribera, en Argentina, o Concepción, en México
(ver gráfico 29), puede apreciarse claramente este
reparto homogéneo efectuado sobre trazado regu-
lar en el que la asignación de solares se realiza
nominalmente a cada nuevo colono en el acta
fundacional de la ciudad.
En algunos trazados se conserva la perpendicula-
ridad de las calles, pero no así el tamaño de las
manzanas, produciendo sobre el conjunto la falta
de regularidad arquetípica que tienen aquellos
18. Plano esquernárico de la ciudad de Guadalajara en México. otros formados por módulos de manzanas iguales
19. Plano defundacidn de la ciudad de Mendoza en Argentina. que se repiten en toda la estructura urbana. Véase
en este sentido los trazados de las ciudades de
Vecracruz, San Francisco de Campeche o la
antigua Panamá (gráficos 30, 3 1). Este nuevo tipo
tiene a su vez multitud de variaciones que básica-
mente afectan a la agrupación de varios módulos de
manzanas contiguas en uno solo.
En estos casos pueden apreciarse, por ejemplo,
en algunas de las manzanas de borde del trazado de
la Antigua Guatemala y también en el plano de
Valladolid de México (ver gráfico 32).
Las tipologías que se derivan de estos trazados
perfectamente regulares en los que permanecen
constantes los parámetros básicos (continuidad de
las calles, aunque no su ancho; forma cuadrangu-
lar de las manzanas, aunque no su cuadratura
perfecta), no suponen sino variantes formales que
en nada esencial hacen cambiar el valor urbanístico
del espacio público de la malla cuadrada.
En general, las deformaciones de la malla, su
falta de "regularidad", siempre que no exista una
desproporción o deformación de gran importancia,
tiene más influencia sobre el desarrollo interno de
las manzanas -parcelación y sistema edificado-
que sobre el espacio público que se define. La
exacta perpendicularidad de una esquina, el desi-
1 20. El trazado de Garaypara la ciudadde Buenos Aires en 1583. 23. Trazodo primitivo de lo ciudad de Limo.
LA PAZ
I
26 y 27. Trozado esquemático de las ciudades de Tunjay Pasto
en Colombia.
hay separación clara entre ciudad y campo. El La plaza mayor aparece en todas las fundaciones
entorno, como explica el arquitecto Ramón Gutié- españolas en América, ya sean pequeños núcleos de
rrez, se introduce dentro de los pueblos y el límite carácter rural o grandes centros administrativos.
se desdibuja sin marcar solución de continuidad. Alrededor de la plaza mayor se articulan todas las
Solamente mucho más tarde, cuando se hace funciones de la ciudad y en ella se desarrollan las
necesario defender las ciudades, sobre todo las actividades más sobresalientes, ya sean de carácter
costeras, de los ataques de los piratas y de otras militar, religioso, mercantil o político (ver gráfico
naciones que luchan por la hegemonía en el conti- 43).
nente americano, es cuando aparecen las fortifica- A su condición de centro de actividades se une la
ciones (cercas, murallas, baluartes, fortines, bate- de centro simbólico. En los lados de la plaza mayor
rías ...) que limitan el crecimiento de las ciudades. se sitúan los edificios públicos más representativos:
Este fue el caso de Cartagena de Indias, Veracruz, Casas Reales, Audiencia, Cárcel, Iglesia Mayor y
Panamá, La Habana o Lima (ver gráficos 39,40 y Cabildo, y la preeminencia social se mide en gran
41). medida por la proximidad a la plaza.
Pero, además, la plaza mayor es el elemento
generador de la forma de todo el conjunto urbano.
La primera parcela trazada para la ubicación de la
La plaza mayor ciudad era la plaza y a partir de ésta se organiza,
con el trazado a "regla y cordel", la malla que
Si la "cuadrícula", con sus múltiples posibilida- estructura el desarrollo y el crecimiento. ¿os
des de utilización, es el sistema formal estructu- solares se ocupan;progresivamente a partir de este
rante de la ciudad americana, un elemento urbano centro geográfico/ después de asignarse los que van
de características muy específicas ordena el conjun- a ser utilizados para los edificios públicos y la
to definido por ésta: la "plaza mayor", también densidad de edificación decrece al alejarse de la
llamada plaza de armas o sencillamente y con una plaza. Con lo cual la plaza mayor añade a su
simplificación muy significativa "la plaza" (ver condición de foco generador un nuevo valor de
gráfico 42). centralidad como polo de origen.
40. Panamá y sus fortijicaciones en el sido XVII.
1 t :~~a 1 nl ;~sf~~rla ,í
7
lar~î~
r
\ ~rr~ll
~
~,~1 it1ì 1r . i t~ìlla i,
It'dO .
74
75
Desde luego no se trata de una normativa nueva
aparecida ese año, sino de un compendio ordenado
de un conjunto de disposiciones anteriores de la
Corona ampliado con una serie de conocimientos,
criterios culturales y políticos de sus redactores y
asesores provenientes en su mayor parte del Conse-
jo de Indias.
Estas Ordenanzas incluyen, a veces con la misma
redacción, textos de normativas anteriores como:
las cartas de Nicolás de Ovando, dadas por
Fernando V en 1501; las "Instrucciones" a Diego
Colón de 1509, también por el rey Fernando; las
"Instrucciones" dadas en Valladolid en 1513, que
usaría Pedrarias Dávila y luego Francisco de
Garay; las dadas a Diego Velázquez en 1516; la
"Cédula General para fundación de ciudades en
Indias", dada por Carlos 1 en 1521; "Instrucciones"
a Cortés en 1523; la "Provisión Imperial", dada en
Granada en 1526; las "Instrucciones y reglas para
poblar" en 1529; las "Leyes Nuevas" de 1542; la
"Cédula" de Felipe 11 al Virrey del Perú Francisco
de Toledo, o la "Instrucción" al Obispo de México
Fray Juan de Zumárraga en 1543.
Estas "Ordenanzas", por su contenido y por su
alcance, superan con mucho el significado de la
palabra que las define. Su carácter es muy amplio y
realmente pueden considerarse como una auténtica
Ley sobre ordenación territorial y construcción de
la ciudad.
En los conceptos que se contienen en esta ley
urbanística se reflejan influencias desde el "Crestiá",
del monje Eiximenic (1340-1409), el "Libro de las
Siete Partidas", de Alfonso X el Sabio, Santo
Tomás de Aquino y sus principios contenidos en
"De regine principium" hasta la influencia de "Los
Diez Libros de Arquitectura", de Vitrubio; las doc-
trinas de la ciudad ideal de Alberti o la "Utopía" de
Tomás Moro y una larga serie de autores sobre la
ciudad ideal cuyo auge se acrecienta muy especial-
mente dentro de la corriente renacentista y huma-
nista que entonces invadía Europa.
Esta Ley que es, por lo tanto, la unión de las
D1
nnnr
nociones teóricas de la cultura de su tiempo y del
balance de una experiencia ya consolidada, descri-
be, como opina Benévolo, un modelo útil en el
terreno operacional que fue extensamente aplicado
en el proceso de urbanización de la América
española. La legislación apoyó este proceso, no se
adelantó a él ( 18). Madrid, Septiembre 1981
47. Algunas plazas mayores de ciudades americanas de fundación
NOTA: Las escalas gráficas que aparecen en los planos esque-
española. máticos de ,las ciudades están dimensionados en metros.
(17) Las "Ordenanzas de Descubrimiento, Nueva Población
y Pacificación" se conservan en el Archivo General de Indias en
normativa diversa que va concretándose a lo largo su sección Indiferente General, legajo 427, Libro XXIX, y
del siglo XVI, contrastada con la experiencia fueron incluidas a continuación de las descripciones en el mismo
adquirida en las nuevas fundaciones y con la Libro denominado de Oficio y ocupan los folios 63 a 93. Años
aportación de ciertas corrientes culturales y cientí- más tarde, Diego de Encinas las incluyó en el Cuarto Tomo de
su "Cedulario", títulos 1 a VII, reeditado en su Colección de
ficas europeas surgidas del nuevo renacimiento y de incunables americanos por el Instituto de Cultura Hispánica.
las que España toma parte activa. Están publicadas también en 1887, en la colección d e Documen-
Todo ello da cuerpo a una teoría urbanística que tos Inéditos de Indias, dirigida por Torres de Mendoza, en su
Volumen V111, que utiliza una copia de la Biblioteca Nacional
se concreta en una serie de disposiciones legales de Madrid. En fecha más reciente, las Ordenanzas forman parte
cuyo contenido más amplio y más específico se del libro de Rafael Altamira, "Ensayo sobre Felipe 11, hombre
encuentra expresado en las " ~ r d e n a n z a ~ dDescu-
e de Estado". México, 1950. El Ministerio de la Vivienda ha
brimiento, Nueva Población y Pacificación" dadas realizado una publicación c o n ' una transcripción a cargo
de José Ibáñez Cerda, Director de la Biblioteca Hispánica del
por Felipe 11 en el Bosque de Segovia el 13 de julio Centro de Cooperación Iberoamericano. Año, 1973.
de 1573 (17). (18) JORGEHARDOY.