Ayudas para El Estudio Bíblico
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EL ESTUDIO BÍBLICO
Ficha 9: Habiendo hablado Dios. Introducción al Antiguo Testamento. Stephen Kaung 124
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FICHA 1:
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1) La Biblia: una biblioteca dividida en dos partes.
En lugar de la palabra 'testamento' es más exacto 'alianza' o 'pacto'. Esas dos partes principales de la
Biblia toman el nombre de las dos Alianzas o Pactos principales que Dios ha hecho con su Pueblo:
El Antiguo Testamento tiene como base el Pacto/Alianza de Dios con Israel en el Sinaí, donde
Dios dio la Ley a Moisés, y fue sellado con sangre de animales (Éxodo 24:3-8; Hebreos 9:19-20).
El Nuevo Testamento vino por medio del Señor Jesús, realizado en la cruz del Calvario y sellado
con su propia sangre (Lucas 22:20; Hebreos 9:11-15). Es pues un Testamento o Pacto superior.
Los 66 libros de la Biblia fueron escritos en un período de aproximadamente 1.600 años, por medio de
alrededor de 40 escritores humanos:
El Antiguo Testamento fue escrito entre el 1.500 a.C. y el 400 a.C aproximadamente,
principalmente en lengua hebrea (con algunos pocos fragmentos en arameo).
Hubo un período sin ningún escrito de aproximadamente 400 años entre los dos testamentos.
El Nuevo Testamento fue escrito en griego entre el 40 d.C. y el 95 d.C. aproximadamente.
Aquí está uno de los milagros de la Biblia: esos escritores pertenecieron a las más variadas profesiones y
niveles sociales, vivieron y escribieron en países y épocas diferentes unos de otros, y sin embargo, sus
escritos forman una armonía perfecta. Esto prueba que Dios era el Autor principal de todos los libros de la
Biblia (2Timoteo 3:16-17).
La Biblia es un libro antiguo. Los libros antiguos tenían la forma de rollos fabricados a base de papiro o
pergamino. El papiro es una planta acuática que crece junto a los ríos y lagos en el Oriente. El pergamino
es de piel de animales curtida y pulida. Es un material mejor, y ya se usaba a principios de la era cristiana
(2Timoteo 4:13). La Biblia fue originalmente escrita en forma de rollo, siendo cada libro un rollo. La
invención del papel en el s. II fue un gran avance para poder unir los diversos libros en un sólo libro. Pero
no fue hasta la invención de la imprenta por el alemán Gutemberg en 1450, que se pudo editar la Biblia
del modo como la disfrutamos ahora.
La palabra 'biblia' viene del griego. Está derivada del nombre que los griegos daban a la hoja de papiro
preparada para la escritura: 'biblos'. Un rollo de papiro de tamaño pequeño era llamado 'biblion', y varios
de estos eran una 'biblia', significando entonces 'un conjunto de libros'.
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2) El orden original de los libros de la biblia
El orden original de la Biblia hebrea (nuestro Antiguo Testamento) tal como lo reconoció Jesús es el
conocido por las iniciales “Ta-na-k”:
Torah (la Ley o Instrucción),
Neviim (los Profetas),
y Ketuvim (los Escritos).
“Y les dijo: Estas son las palabras que os hablé, estando aún con vosotros:
que era necesario que se cumpliese todo lo que está escrito de mí en
la ley de Moisés, en los profetas y en los salmos” (Lc 24:44).
* El rollo que contenía los 'Escritos', que era encabezado por el libro de los salmos, se citaba diciendo
simplemente 'los salmos'. Para referirse a todo el AT se usa también la expresión 'La Ley y los Profetas', o
simplemente 'La Ley'.
Cuando Jesús dice contra los fariseos y doctores de la ley: “49 Por esto, también la sabiduría de DIOS
dijo: Enviaré a ellos profetas y apóstoles, y de entre ellos matarán y perseguirán, 50 para que la sangre
de todos los profetas, derramada desde la creación del mundo, sea demandada de esta generación; 51
desde la sangre de Abel hasta la sangre de Zacarías, que fue asesinado entre el altar y la Casa. En
verdad os digo, será demandada de esta generación” (Lc 11:49-51), está ratificando todo el conjunto de
libros del Antiguo Testamento según este orden, desde Génesis (Abel) hasta el final del segundo libro de
Crónicas (Zacarías, hijo del sacerdote Joiada, asesinado entre el altar y la Casa > 2Cr 24:20).
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3) La división de la Septuaginta (LXX) del Antiguo Testamento.
Cuando se hizo la traducción del Antiguo Testamento hebreo al idioma griego llamada 'Septuaginta'
(alrededor del 280 a.C.), los libros de la Biblia hebrea se dividieron de otra manera (ver siguiente cuadro),
resultando los 39 libros que manejamos ahora. Jesús y los apóstoles citaron esta traducción.
El Rey de Egipto Tolomeo Filadelfo, uno de los cuatro generales herederos del imperio de Alejandro
Magno, se interesó por apoyar la cultura y la literatura de los pueblos. Durante este período la ciudad de
Alejandría llegó a ser un centro de gran influencia judía. Por orden suya, se produjo la versión griega de
la Biblia hebrea (nuestro Antiguo Testamento) llamada Septuaginta, entre 280 y 150 a. C. El rey pidió al
sumo sacerdote Eleazar que le enviara a Alejandría setenta eruditos hebreos ('Los Setenta' o 'Septuaginta')
para realizar dicha obra. Esta traducción permitió que todo el mundo conocido en la época –que conocía
la lengua griega– leyera las Sagradas Escrituras.
Aunque el orden en que aparecen hoy en nuestra biblias sigue otro criterio, es bueno tener en cuenta este
orden original de referencia para situar y valorar mejor los libros en el conjunto de Las Escrituras.
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4) Los 'apócrifos' o 'deutero-canónicos' que el catolicismo incluye en el 'canon' el Antiguo
Testamento.
La palabra 'canon' significa una 'regla de medida'. Con referencia a la Biblia se utiliza para referirse a la
norma o criterio por el que un libro es incluido en la Biblia: su inspiración divina. El canon bíblico es el
conjunto de libros inspirado por Dios, y por tanto, con autoridad divina. 'Apócrifos' significa escondido u
oculto, y se usa para referirse a ciertos libros próximos a la Biblia pero que no forman parte de la Biblia.
Aunque un sector de la Cristiandad, principalmente el catolicismo, sí acepta algunos de ellos, y los llama
'deuterocanónicos', es decir, añadidos al canon más tarde.
Debido al interés de los judíos de la diáspora (exiliados), también se tradujeron del hebreo al griego
otros libros de la cultura hebrea estimados por ellos. Con el tiempo, algunos empezaron a considerarlos
como parte del Antiguo Testamento, hasta que la jerarquía católica declaró oficialmente en el Concilio de
Trento (1.546 d.C.) que incluía varios de esos libros en el Antiguo Testamento, y así aparece en las
versiones católicas: - Tobías, - Judit, - adiciones griegas a Ester, - Sabiduría, - Eclesiástico, - Baruc, -
Carta de Jeremías, - adiciones griegas a Daniel: la oración de Azarías; el himno de los tres jóvenes;
historia de Susana; historia de Bel y dragón, - y Libros I-II de Macabeos.
Aunque son libros devotos y cercanos a los libros bíblicos, y algunos no carecen de cierto valor histórico,
muchos cristianos no los incluimos en el canon de la Biblia por importantes razones:
a) Porque no forman parte de la biblia hebrea reconocida por Israel; esto es importante pues es a Israel a
quien le fue encomendada esa parte de las Escrituras (Romanos 3:1-2; 9:4-5). Josefo, el historiador judío
(100 d.C.), los omite, enumerando solo los libros que los judíos consideraban ser inspirado por Dios.
Filón, el Judío, el gran filósofo de Alejandría (20 a.C – 50 d.C.) citaba muy a menudo del AT pero nunca
mencionó los libros apócrifos;
c) Nunca fueron citados por Jesús ni por los apóstoles (los demás sí); ellos reconocieron como 'las
Escrituras' el canon hebreo del Antiguo Testamento y pusieron su sello sobre él, cubriéndolo íntegramente
desde Génesis hasta Crónicas, el último libro del canon hebreo (Mt 23:35). Los apócrifos se escribieron
después.
d) Los primeros escritores cristianos no los consideraban parte de la Biblia; no se hallaron en los
catálogos de libros canónicos durante los primeros 4 siglos; Jerónimo (400 d.C.) declara que el canon
hebreo consiste en los mismos 39 libros, los que incluyó en su traducción latina 'Vulgata'; más tarde
añadió los apócrifos como apéndice aclarando que no pertenecían al canon, pero esta aclaración
finalmente se perdió. La práctica general de la Iglesia occidental, hasta el momento de la Reforma, fue la
de seguir el juicio de Jerónimo al rechazar los apócrifos como Escritura inspirada. La Iglesia Católica
Romana no canonizó oficial e infaliblemente a los Apócrifos sino hasta el 1.546 en el Concilio de Trento.
e) No pasan la prueba profética. Geisler y MacKenzie resumen: Primero, ningún libro apócrifo afirma
haber sido escrito por un profeta. De hecho, como ya se ha mencionado, un libro apócrifo incluso niega
ser profético (1Macabeos 9:27). Segundo, no hay confirmación divina de ninguno de los escritores de
libros apócrifos, como lo hay para los profetas que escribieron libros canónicos (por ejemplo, Éxodo 4:1-
2). Tercero, no existe ni una sola profecía predictiva en los libros apócrifos como las que tenemos en los
libros canónicos (por ejemplo, Is 53; Dn 9; Miq 5:2) lo que constituye una clara indicación de su
autenticidad profética. Cuarto, no hay ninguna afirmación mesiánica nueva en los apócrifos. Por lo tanto,
no agrega nada a las verdades mesiánicas del Antiguo Testamento. Quinto, incluso la comunidad judía
reconoció que los dones proféticos habían cesado en Israel antes de que se escribieran los apócrifos. En
sexto lugar, los libros apócrifos nunca se incluyeron en la Biblia judía junto con los “Profetas” ni en
ninguna otra sección. Ningún libro profético, posterior a los apócrifos, los cita.
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f) Su calidad inferior cuando se los compara con los canónicos. Contienen muchos errores históricos,
geográficos y cronológicos; se contradicen a sí mismos, a la Biblia y a la historia profana.
(Para información más detallada ver: ¿SON LOS LIBROS APÓCRIFOS ESCRITURA INSPIRADA?, por Aaron
Brake.
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5) El orden de los libros en la mayoría de las biblias actuales.
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6) Con propósito pedagógico, recogemos también aquí un orden 'cronológico' de los libros tratando de
combinar en lo posible la historia del pueblo de Dios y el tiempo de su composición (ver ficha 8);
dejamos para el final los 'Escritos' poéticos y de sabiduría, aunque indicando entre paréntesis su lugar
cronológico:
Génesis (Job)
Éxodo
DE LOS ORÍGENES DEL PUEBLO DE DIOS Levítico
HASTA LA CONQUISTA Números
DE LA TIERRA PROMETIDA Deuteronomio
Josué
PERÍODO DE LOS JUECES Jueces
Rut
PERÍODO DE LA MONARQUÍA 1 y 2 de Samuel (Salmos de David)
1 y 2 de Reyes (Proverbios, Eclesiastés y Cantar de
los Cantares, de Salomón)
Abdías (?) / Jonás / Amós / Joel (?) / Oseas /
Isaías / Miqueas / Sofonías / Nahúm / Habacuc
CAÍDA DE JERUSALÉN ANTE BABILONIA Jeremías / Lamentaciones / Joel (?) / Abdías (?)
Y EXILIO Ezequiel
Daniel
PERÍODO POST-EXÍLICO 1 y 2 de Crónicas
(recapitulación del período monárquico para
conectarlo con el retorno del exilio
para la restauración)
Esdras
Ester
Hageo
Zacarías
Nehemías
Malaquías
ESCRITOS POÉTICOS Y DE SABIDURÍA Job
Salmos
Proverbios
Eclesiastés
Cantar de los Cantares
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7) La división por capítulos y versículos, los títulos y las abreviaturas.
Parece ser que fue Esteban Langton, arzobispo de Canterbury, Inglaterra, quien dividió toda la Biblia en
capítulos cerca del 1.220 d.C. Los versículos fueron probablemente divididos por Roberto Stephanus, de
Paris, en 1551.
Los capítulos y los versículos no forman parte del texto de la Biblia, fueron puestos para facilitar la
localización de un pasaje en la Escritura. Y es para eso y sólo para eso que debemos prestarles atención,
porque no siempre respetan el desarrollo natural de los parágrafos, es decir, ideas o unidades de sentido.
Es necesario prestar atención a cuando comienza un tema, su desarrollo y ver donde termina, para no
cortar un idea o narración de la Escritura.
Habitualmente los editores de las biblias también colocan títulos, como los titulares de los periódicos,
para recordar de un vistazo el contenido o tema de un pasaje. Son útiles, pero hay que saber que tampoco
forman parte del texto bíblico original.
Es también importante familiarizarse con las abreviaturas usadas para citar la biblia, normalmente con las
primeras letras o consonantes. Las hemos colocado en los cuadros anteriores entre paréntesis.
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FICHA 2:
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► Durante los primeros 2.500 años de la historia humana la revelación divina se transmitió
principalmente mediante tradición oral, aunque también se usaban tablillas de piedra grabadas. Este uso
antiquísimo de la escritura en tablillas ha sido confirmado por la arqueología.
Algunas palabras de la Biblia proceden del idioma más antiguo conocido: el acadio (en la Babilonia
antigua, actual Irak). Desde aproximadamente el 2.000 antes de Cristo, la escritura babilónica de la tribu
de Sem (semitas) sustituyó el acadio. Es probablemente el origen del arameo, que los judíos aprendieron
mientras estaban deportados en Babilonia; algunos fragmentos del Antiguo Testamento relacionados con
los babilonios están escritos en arameo (Jeremías 10:11, Daniel 2:4—7:28, Esdras 4:8—6:18 y 7:12-26 ),
y fue también la lengua cotidiana de Jesús con sus paisanos (Marcos 5:41: “Talita cumi”, y en Marcos
15:34: “Eloi, Eloi, ¿lama sabactani?”.
El hebreo se originó probablemente de la lengua que Abraham aprendió en Canaán después que
abandonó Ur de los Caldeos (Babilonia), es la lengua en que fue escrita casi todo el Antiguo Testamento y
en el que se leía en las sinagogas; Jesús también lo conocería.
En los tiempos de Jesús, bajo el imperio romano, la lengua franca del imperio era el griego popular
(koiné), que seguramente también aprendió Jesús por motivos laborales (cerca de Nazaret estaba Séforis,
una colonia romana que requería mucha mano de obra). La traducción griega del Antiguo Testamento
llamada 'Septuaginta' era citada comúnmente tanto por Jesús como por los apóstoles. Todo el Nuevo
Testamento fue escrito en este griego.
El Autor principal de la Biblia, conforme a su propio testimonio, es el Dios de Israel y Padre de nuestro
Señor Jesucristo -que es la Palabra viva de Dios- por medio de su Espíritu. Pero Él no envió la Biblia ya
escrita por medio de un ángel, sino que escogió determinados hombres como testigos de sus
manifestaciones, autorrevelaciones y comunicaciones, a los cuales movió por medio de su Espíritu para
que las pusieran por escrito, las conservaran, las actualizaran y las compilaran:
“Y hay que tener muy en cuenta, antes que nada, que ninguna profecía de la Escritura es de
interpretación privada; porque jamás fue traída la profecía por voluntad humana; al contrario, los
hombres hablaron de parte de Dios siendo inspirados por el Espíritu Santo” (2Pe 1:20-21).
“Dios, habiendo hablado en otro tiempo muchas veces y de muchas maneras a los padres por los
profetas, en estos últimos días nos ha hablado por el Hijo...” (Hb 1:1-2)
“En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios... Y el Verbo se hizo carne
y habitó entre nosotros... A Dios nadie le ha visto jamás; el Dios único que está en el seno del Padre,
él le ha dado a conocer” (Jn 1:1.14.18).
“Lo que era desde el principio, lo que hemos oído, lo que hemos visto con nuestros ojos, lo que
contemplamos y palparon nuestras manos tocante al Verbo de vida —la vida fue manifestada, y la
hemos visto; y os testificamos y anunciamos la vida eterna que estaba con el Padre y nos fue
manifestada—, lo que hemos visto y oído lo anunciamos también a vosotros...” (1Jn 1:1-3).
“En el primer relato escribí, oh Teófilo, acerca de todas las cosas que Jesús comenzó a hacer y a
enseñar, hasta el día en que fue recibido arriba, después de haber dado mandamientos por el
Espíritu Santo a los apóstoles que había escogido. A éstos también se presentó vivo, después de
haber padecido, con muchas pruebas convincentes. Durante cuarenta días se hacía visible a ellos y
les hablaba acerca del reino de Dios” (Hch 1:1-3).
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“...el Dios que no miente... a su debido tiempo manifestó su palabra en la predicación que se me ha
confiado por mandato de Dios nuestro Salvador” (Tit 1:3).
“Por esta razón, nosotros también damos gracias a Dios sin cesar; porque cuando recibisteis la
palabra de Dios que oísteis de parte nuestra, la aceptasteis, no como palabra de hombres, sino como
lo que es de veras, la palabra de Dios quien obra en vosotros los que creéis” (1Tes 2.13).
“Toda la Escritura es inspirada por Dios (o 'dada por el aliento de Dios')...” (2Tim 3:16).
Estos hombres inspirados son los co-autores humanos de la Biblia, entre los cuales había personas de
diferentes clases y orígenes: eruditos, personas religiosas, políticos, líderes militares, reyes, sacerdotes,
profetas, personas comunes y corrientes, pastores, pescadores y trabajadores del campo, unos con alta
educación y otros sin ella. Algunos fueron perseguidos y oprimidos, mientras que otros disfrutaron gloria
y honra. Algunos vivieron en Israel, mientras que otros vivieron en tierras extranjeras en cautiverio.
► Moisés ocupa un lugar crucial en el inicio de la puesta por escrito de la Revelación divina. Criado
providencialmente en el palacio del Faraón, en toda la cultura egipcia, era un líder político, militar y
religioso. Dios lo llamó para sacar a Su pueblo de la esclavitud de Egipto y se le reveló en el monte
Horeb, y especialmente en el monte Sinaí (1.496-95 a. C., ver ficha de la cronología bíblica), ordenándole
poner por escrito todas aquellas revelaciones (Ex 17:14; 24:4.12; 34:1.27); Dios mismo escribió
directamente las primeras tablas del testimonio (Ex 31:18; 32:16). Moisés terminó de escribir lo que
Dios le reveló y ordenó después de toda la peregrinación por el desierto a las puertas de la Tierra
prometida (Deut 30:9.24), y lo entregó a la custodia de los sacerdotes de la tribu de Leví, para ser puesta
en el Arca. Es el autor fundamental de los cinco primeros libros de la Biblia, la 'Torah' (Ley o
instrucción): Génesis, Éxodo, Levítico, Números y Deuteronomio, llamado también el 'Pentateuco'.
Jesucristo mismo atribuyó a Moisés la autoría de los 5 libros de la Ley.
Para la confección del libro de Génesis, incluyó materiales más antiguos que se remontan hasta el
mismo Adán tomados de la tradición oral, incluso tradición escrita (los 'libros de piedra' de los que da
cuenta la arqueología): dichos, cánticos, profecías, 'el libro de las batallas de Yhaveh' (Nm 21:14), o los
'toledot', término que incluye varios significados: orígenes, relaciones (de 'relato'), generaciones
(descendientes/ascendientes), historia:
Desde los tiempos de Moisés, Josué y el sumo sacerdote Eleazar, los sacerdotes recibieron la
responsabilidad de guardar, transmitir y actualizar 'el texto mosaico' (Dt 31: 9.24-26; 17:8-13), lo cual
hicieron hasta los tiempos del escriba Esdras, notable conservador y popularizador del canon del Antiguo
Testamento.
1 Aunque nuestra cronología (ver ficha 8) difiere un poco de la de la Biblia Textual IV edición, al final de esta ficha
insertamos su gráfico de la genealogía desde Adán hasta Jacob, comprobando que Jacob pudo haber escuchado del diluvio
de boca de un testigo (Sem); y del Edén, de tercera fuente (Adán > Lamec > Sem > Jacob). Y Jacob bajó a vivir a Egipto
con José, donde esa Tradición llegó a manos de Moisés.
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► Después de la muerte de Moisés, Josué y el profeta Samuel re-editaron la Torah haciendo
inspiradamente algunas adiciones y actualizaciones (Jos 8:32; 24:24-26; 1Sam 10:25), como la narración
de la muerte de Moisés al final de Deuteronomio. Ignorando este hecho, algunos creyeron ver
anacronismos que les llevaron a la suposición de que la composición del libro entero es muy posterior a
Moisés, por lo que pusieron en cuestión que Moisés fuera realmente el autor del Pentateuco. Es la famosa
‘hipótesis documentaria’ del erudito alemán Julius Wellhausen (1884-1918) y otros, que lamentablemente
aún predomina en el ámbito académico, a pesar de que ha sido refutada por la misma arqueología bíblica.
► El trabajo literario inspirado de los profetas Samuel, Natán y Gad pudo abarcar el período de la
historia de Israel hasta David y su contexto (1Cr 29:29-30), de modo que teniendo a la mano los escritos
inspirados propios de Moisés, y los de Josué, junto con otros documentos anteriores (el libro de Jaser -Jos
10:13; 2Sam 1:18-, las genealogías...), bien pudieron editar inspiradamente en forma actualizada los
escritos históricos de Moisés, Josué, el período de los Jueces y los inicios de la monarquía. Ellos,
especialmente Samuel, serían los responsables de la edición revisada y contextualizada del Pentateuco de
Moisés, del libro de Josué, el libro de jueces con Ruth, y el sustrato mismo de los libros de Samuel. Esta
obra histórica (los libros 'históricos' desde Génesis a Crónicas) sería continuada por los profetas de la
monarquía, resumida por Jeremías con Baruc, y editada finalmente en forma selectiva y conservada por
Esdras, y conservada por Nehemías, bajo la inspiración del Espíritu de Dios.
Ejemplo de esas actualizaciones aclaratorias y contextualizadoras son las frases en las que aparece la
fórmula “hasta hoy” (Gn 32:32; Dt 2:22b; 34:6b; Jos 4:9; 5:9b... Jue 1:21... 1Sam 5:5... 2Sam 4:2b-3...
2Re 13:23... 1Cr 4:40b-43... O actualizaciones del nombre de lugares y ciudades (Dt 3:9; Jos 14:15... Jue
1:11.23.26...). Etc...
► El rey David escribió la mayor parte de los salmos, siendo autores de los demás salmos el levita y
músico Asaf, Hemán, Etan, los hijos de Coré, Salomón y Moisés (el 90).
► El rey Salomón escribió los libros de Proverbios (en su mayor parte), Cantar de los Cantares y
Eclesiastés.
► Los libros proféticos fueron o bien editados recogiendo los oráculos del profeta, o bien escritos por el
profeta, con algunas notas contextualizadoras por los editores finales.
► La Recopilación Canónica se hizo pues por etapas, de las cuales tenemos indicios inspirados en las
mismas Escrituras:
Moisés sería el primer gran compilador, recogiendo el registro patriarcal desde Adán más la
revelación recibida por él mismo en diversas ocasiones.
Seguirían Josué, el sumo sacerdote Eleazar (hijo de Aarón) y los ancianos que sobrevivieron a
Josué (Jos 8:32-35; 24:25-31);
luego Samuel y los videntes cronistas (Natán, Gad...);
también desde David y Salomón, los reyes que apreciaron las Escrituras y quisieron restaurar el
culto y la obediencia a la Ley: Asa (2Cr 14:7 – 15:15), Josafat (2Cr 17:3.9; 19:9-11), Ezequías
(2Cr 29:1 – 31:21; Prv 25:1; 2Cr 29:34) y Josías (2Re 22:8);
Profetas como Isaías (29:18; 34:16), Jeremías (15:16; 36:32; 51:60), Ezequiel (24:1; 40:1) y
Daniel (9:1-2);
y el período del retorno del exilio con Esdras (Esd 7:6), que junto con la escuela de escribas
(abogados, maestros, jueces, escritores, copistas de las Escrituras) que él fundó llamada La Gran
Sinagoga, cerca del 400 a.C, cerraron la edición del Antiguo Testamento; y luego Nehemías, que
hizo la compilación definitiva del canon del Antiguo Testamento, como está atestiguado en el
segundo libro de los Macabeos (no canónico, pero de valor histórico): “Lo mismo se narraba
también en los archivos y en las Memorias del tiempo de Nehemías; y cómo éste, para fundar una
biblioteca, reunió los libros referentes a los reyes y a los profetas, los de David y las cartas de los
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reyes acerca de las ofrendas” (2:13). El principal ensamble y puesta al día inspirados y finales
pueden atribuirse a Esdras, y la compilación a Nehemías.
Para el tiempo de Nehemías estaría ya completo el Antiguo Testamento si se le añaden Ester (c. 478 a.C.)
y Malaquías (c. 400 a.C.), y para el período de los Macabeos (167-142 a.C.) se habría pasado ya la
primera gran prueba de fuego (la persecución de Antíoco V epífanes que intentó destruir la religión de
Israel). Lo que hicieron a finales del siglo I el historiador judío Josefo y el concilio de Yabné (Jamnia) fue
corroborar el hecho canónico dado.
En toda esta relación se hace suficientemente patente que los hechos relatados en el Antiguo Testamento
provienen de testigos contemporáneos, editados por los herederos cercanos, y transmitidos con fidelidad y
generalmente por personas ungidas por Dios. Aún la puesta al día de nombres de lugares, etc., y las
explicaciones a manera de paréntesis, se muestran inspiradas en relación a los propósitos
fundamentalmente espirituales del libro. El proceso editorial inspirado que viene desde los patriarcas,
pasando por manos de Moisés, Josué, Samuel, Natán , Gad, Jeremías e incluso Esdras, explica las
actualizaciones en el Texto, en lo cual han tropezado los críticos destructivos escépticos, quienes, en vez
de reconocer las actualizaciones editoriales inspiradas hechas sobre documentos más antiguos, debidas a
los cronistas sagrados, fecharon estos críticos los documentos sin reconocer sus raíces e ignorando la
evidencia arqueológica, en fechas muy posteriores, como si el documento viniera todo de la época de su
última actualización editorial (Gino Iafrancesco).
Fueron todos escritos a lo largo de la segunda mitad del s. I por los apóstoles de Jesús (testigos oculares)
o personas vinculadas directamente a ellos.
La formación de la colección de libros sagrados que forman el Nuevo Testamento fue progresiva:
► Cristo, durante su ministerio terrenal, fue acompañado por sus discípulos, testigos oculares de lo que
dijo e hizo; incluso después de su resurrección, antes de su ascensión, Él les instruyó acerca del Reino de
Dios y de la Iglesia.
► Luego los apóstoles transmitieron oralmente la Tradición recibida del Señor, la cual con la guía del
Espíritu prometida por el Señor Jesús fue fijada por escrito en los libros y cartas que llamamos el Nuevo
Testamento. ¡Esta es la verdadera y normativa Tradición Divina!... (en contraposición a la 'tradición
eclesiástica' elaborada a lo largo de la historia de la Cristiandad).
► Los primeros creyentes tuvieron la enseñanza directa de los apóstoles, y las Escrituras del Antiguo
Testamento. Las iglesias fundadas por los Apóstoles tuvieron la certeza de que aquellas obras eran iguales
en autoridad que las que formaban el Antiguo Testamento, reconocido siempre como Palabra de Dios
según la pauta que Cristo mismo trazara. Pedro mismo pone las cartas de Pablo junto a 'las otras
Escrituras' (2Pe 3:15-16).
► Los factores que determinaron la necesidad de establecer un 'canon' (regla o medida) de los libros
con la autoridad divina fueron principalmente:
a) Marción, (140 d.c.), que era un hereje (es decir, enseñaba diferente a la enseñanza apostólica),
desarrolló su propio canon anti-judío (eliminaba de las Escrituras todo lo que a él le parecía de origen
judío), y comenzó a propagarlo.
b) Muchas iglesias orientales estaban usando libros que eran decididamente espurios, no de origen
apostólico.
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c) El Edicto de Diocleciano (303 d.C.) en que se declaraba la destrucción de los libros sagrados de los
cristianos. ¿Quién deseaba morir por lo que era un simple libro religioso? Era necesario saberlo.
► Las pruebas a las que se sometía un libro para incluirlo en el canon del Nuevo Testamento eran:
4) Que fuera usado y aceptado por el Pueblo de Dios, por las iglesias fundadas por los apóstoles.
Algunos libros tardaron en ser reconocidos precisamente por lo exigentes que eran las iglesias para
aceptar un libro como Palabra de Dios.
El canon de los libros que forman el Nuevo Testamento fue confirmado por el Sínodo de Hipona (393
d.C.) y el Concilio de Cartago (397 d.C).
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Véase a continuación el cuadro de los autores humanos de cada libro de la Biblia
tratando combinar el orden cronológico histórico y de composición
(Aquí tomamos como base las notas de la Biblia Versión Recobro, con las correcciones resultantes de
nuestro propio estudio de la cronología bíblica – ver Ficha 8.
En algunos casos es difícil fechar y se proponen alternativas.
ANTIGUO TESTAMENTO
Job Autor: se desconoce qué autor inspirado recopiló y editó los discursos de los
diferentes actores en el libro.
Fecha en que fue escrito: Tomando en cuenta el estilo de vida nómada que tenía Job
(1:3), y la manera en que ofrecía el holocausto en beneficio de sus hijos, y que
habiendo tenido 7 hijos y 3 hijas, al final del libro se dice “Después de esto vivió Job
ciento cuarenta años…” (42:16), por lo que fácilmente rondaría los 200 años de edad,
Seguramente Job vivió en la época patriarcal post-diluviana anterior incluso a
Abraham, Isaac y Jacob (1:5; Gn. 22:13; 31:54), los tiempos de Reu y Serug,
probablemente entre el 2.200 y el 2.000 a.C. Pero se desconoce en qué fecha fue
escrito.
Lugar en que fue escrito: La tierra de Uz (1:1), una región asociada con Edom (Lm.
4:21), al oeste del desierto de Arabia.
Período abarcado: Las tribulaciones que padeció parece que ocurrieron en un corto
espacio de tiempo que no es posible determinar. Sólo sabemos que fue alrededor de
140 años (42:16) antes de su muerte, en algún momento entre el 2.200 y el 2.000 a.C
Génesis Autor: Moisés, el autor de los cinco libros de la Ley (Dt 31:9, 24; Lc 24:27.44; Jn
1:45; 5:46; Hch 28:23; 2Cor 3:15); tomando materiales anteriores, y con adiciones y
actualizaciones (nombres de lugares...) de Josué y el profeta Samuel.
Fecha en que fue escrito: probablemente durante los 2 primeros años desde el Éxodo
(1.496-1.495 a.C.).
Lugar en que fue escrito: en el desierto al este de Egipto.
Tiempo abarcado: desde el principio de la creación (1:1) hasta el año 1635 a. C.,
cuando murió José (50:26).
Éxodo Autor: Moisés (Mr. 12:26 y Lc. 20:37, que citan Éx. 3:6; Mr. 7:10, que cita Éx.
20:12).
Fecha en que fue escrito: durante los 2 primeros años desde el Éxodo (1.496-1.495
a.C.).
Lugar en que fue escrito: en el desierto y en el monte Sinaí (19:1-2; 34:27-29).
Período abarcado: desde el año 1706 a. C., cuando Jacob vino a Egipto (1:1), hasta
un año después del éxodo de Egipto (40:17) en el año 1495 a. C. La mayor parte del
libro abarca un período de unos 2 años (12:2; 19:1; 40:17).
Levítico Autor: Moisés (Mt. 8:4, que hace referencia a Lv. 14:10-32; Ro. 10:5, que cita Lv.
18:5).
Fecha en que fue escrito: en torno al 1.495 a.C.
Lugar en que fue escrito: en el desierto, cerca al monte Sinaí (1:1; Éx. 19:2).
Período abarcado: un mes, desde que el tabernáculo fue erigido el primer día del
primer mes del segundo año después del éxodo de Egipto (Éx. 40:17) hasta el primer
día del segundo mes del mismo año (Nm. 1:1), en el año 1495 a. C.
Números Autor: Moisés (33:2; Esd. 6:18, en referencia a Nm. 3:6-7).
Fecha en que fue escrito: alrededor del 1.456, poco antes de la entrada a Canaán.
Lugar en que fue escrito: en las llanuras de Moab, cerca del río Jordán, a la altura de
Jericó (36:13).
Período abarcado: cerca de treinta y nueve años, 1495-1456 a. C., a partir del
17
segundo mes del segundo año posterior al éxodo de Egipto (1:1) hasta el décimo mes
del cuadragésimo año (Dt. 1:3).
Deuteronomio Autor: Moisés (Ro. 10:19, que cita Dt. 32:21; Neh. 13:1, que hace referencia a Dt.
23:3; Lc. 20:28, que hace referencia a Dt. 25:5). El último capítulo fue escrito
seguramente por Josué y/o Samuel.
Fecha en que fue escrito: el año 1456 a. C., al final de los cuarenta años en que Israel
vagó por el desierto, justo antes de Israel entrar en Canaán (Nm. 32:13).
Lugar en que fue escrito: en las llanuras de Moab (34:1).
Período abarcado: los últimos dos meses del año 1456 a. C., el cuadragésimo año
después del éxodo de Egipto (1:3; 34:8).
Josué Autor: Josué (24:26). Editado probablemente por el profeta Samuel.
Fecha en que fue escrito: en los años siguientes al 1451 a. C.
Lugar de los hechos: las llanuras de Moab (cfr. Dt. 34:8-9) y Siquem en Canaán
(24:1, 25-26).
Período abarcado: entre el 1.455 a. C., el primer mes del cuadragésimo primer año
después del éxodo (4:19), y la muerte de Josué (24:29), antes del 1.439 a.C.
Jueces Autor: Probablemente Samuel.
Fecha en que fue escrito: siglo XI a. C., probablemente poco antes del 1.079 a.C.
Lugar de los hechos: Canaán.
Período abarcado: alrededor de 350 años, aproximadamente del año 1.439 al año
1.089 a. C., desde la muerte de Josué (1:1) hasta la muerte de Sansón y Abdón.
Rut Autor: Probablemente Samuel.
Fecha en que fue escrito: siglo XI a. C., probablemente poco antes del 1.079 a.C..
Lugar de los hechos: Moab (1:1) y Belén de Judá (1:22).
Período abarcado: no se puede precisar; dentro del período de los Jueces.
1 y 2 de Samuel Autor: Originalmente, 1 y 2 Samuel eran un solo libro en las Escrituras hebreas.
Samuel escribió 1Samuel 1—24 (1Cr. 29:29; 1S. 25:1). El resto de 1 Samuel y la
totalidad de 2 Samuel fueron escritos por Natán el profeta y por Gad el vidente (1Cr.
29:29).
Fecha en que fue escrito: siglo XI a. C., probablemente poco antes del 1.019 a.C.
Lugar en que fue escrito: Efraín y Judá.
Período abarcado: Alrededor de 140 años, aproximadamente 1.158-1.018 a. C.
1 y 2 Reyes Autor: originalmente, 1 y 2 Reyes eran un solo libro en las Escrituras hebreas.
Probablemente fue escrito por el profeta Jeremías con Baruc.
Fecha en que fue escrito: durante el cautiverio babilónico de Israel y después del año
560 a. C. (2 R. 25:27).
Lugar en que fue escrito: probablemente en Jerusalén.
Período abarcado: los dos libros abarcan un total de 465 años: 1.025 – 560 a.C. 1
Reyes abarca unos 128 años, aprox. del año 1.025 al año 897 a. C., esto es, desde los
últimos años de David (1 R. 2:10) hasta el reinado de Ocozías, hijo de Acab, rey de
Israel (1 R. 22:51); 2 Reyes abarca 336 años, del año 896 al año 560 a. C., esto es,
desde el reinado de Joram, hijo de Acab, rey de Israel (2 R. 3:1-3) hasta el cautiverio,
durante el reinado de Evil-merodac sobre Babilonia (2 R. 25:27).
Salmos Autores: David escribió setenta y tres salmos (3—9; 11—32; 34—41; 51—65; 68—
70; 86; 101; 103; 108—110; 122; 124; 131; 133; 138—145); los hijos de Coré, doce
(42—49; 84—85; 87—88); Asaf, doce (50; 73—83); Salomón, dos (72; 127); Etán,
uno (89); y Moisés, uno (90). Se desconoce quiénes sean los autores de los restantes
cuarenta y nueve salmos.
Fecha en que fue escrito: su escritura se inició en el siglo XI a. C., a partir del 1.079
aprox. (a excepción del salmo 90, escrito por Moisés en el siglo XV a. C.).
Lugar en que fue escrito: Principalmente Jerusalén.
18
Proverbios Autor: los principales escritores y recopiladores son Salomón (1:1; 10:1; 25:1; cfr. 1
R. 4:32; Ec. 12:9) y Ezequías (25:1), quien añadió algunos proverbios de los
antepasados en los caps. 25—29. El capítulo 30 es atribuido a Agur, y el capítulo 31,
al rey Lemuel; nada definido se conoce de ambos.
Fecha en que fue escrito: entre el 1.019 - 979 a. C. (la sección atribuida a Salomón:
caps. 1—24) y entre 727 - 696 a. C. (la sección atribuida a Ezequías: caps. 25—29).
Se desconocen las fechas en que se escribieron los caps. 30 y 31.
Lugar en que fue escrito: probablemente Jerusalén.
Eclesiastés Autor: Salomón (1:1, 12; 12:9; cfr. 1 R. 4:32).
Fecha en que fue escrito: en sus últimos años, después de su caída (1 R. 11:1-8); c.
979 a.C.
Lugar en que fue escrito: Jerusalén (1:1, 12).
Cantar de los Autor: Salomón (1:1).
Cantares Fecha en que fue escrito: probablemente en el primer período de su reinado, alrededor
del año 1.000 a.C.
Lugar en que fue escrito: Jerusalén.
Abdías Autor: Abdías (v. 1).
Período en que transcurre su ministerio: Es difícil determinar la fecha correcta.
Algunos ubican a Abdías en la época del rey Joram de Judá (893-885 a.C.), en cuyo
reinado los edomitas se rebelaron contra Judá (2.º Crónicas 21:8-10). Si este fuera el
caso, Abdías sería el primer profeta que escribe en la historia de Israel. Sin embargo,
otros investigadores piensan que Abdías vivió en el tiempo de la destrucción de
Jerusalén, alrededor del 586 a.C., profetizando contra Edom poco después, por la
posición perversa que tomó en el saqueo de Jerusalén, cebándose sobre las desgracias
de Jerusalén (vv. 10-14. Ver también Jr 49:14-16)..
Lugar en que desempeña su ministerio: el reino sureño de Judá.
Jonás Autor: básicamente Jonás (1:1), editado finalmente por otro escriba inspirado.
Período en que transcurre su ministerio: alrededor del año 862 a.C., en tiempos del
profeta Eliseo (896-839 a.C.).
Lugar en que desempeña su ministerio: Nínive, la capital de Asiria.
Destinatario de su ministerio: el pueblo de Nínive (1:2; 3:2). Por su predicación
Nínive se convirtió al monoteísmo en tiempos de Adad-Nirarí III (810-872).
Amós Autor: Amós (1:1a), editado finalmente por otro escriba inspirado..
Período en que transcurre su ministerio: en días de Uzías, rey de Judá, y en días de
Jeroboam ben Joás, rey de Israel, entre 823 - 782 a.C. (1:1b).
Lugar en que desempeña su ministerio: Bet-el, en el reino norteño de Israel (7:13).
Destinatario de su ministerio: el reino norteño de Israel.
Joel Autor: Joel (1:1).
Período en que transcurre su ministerio: algunos lo sitúan alrededor del año 800 a. C.,
probablemente después del profeta Eliseo. Otros lo sitúan por el tiempo de Jeremías,
en torno al 595 a.C.
Lugar en que desempeñó su ministerio: el reino sureño de Judá.
Destinatario de su ministerio: el reino sureño de Judá.
Oseas Autor: Oseas (1:1), editado finalmente por otro escriba inspirado.
Período en que transcurre su ministerio: un período entre reinado de Uzías
(Azarías), rey de Judá, y Jeroboam II de Israel, hastael reinado de Ezequías, rey de
Judá (1:1): aprox. 790-720 a.C.).
Lugar en que desempeñó su ministerio: el reino norteño de Israel.
Destinatario de su ministerio: el reino norteño de Israel.
Isaías Autor: Isaías (1:1; Mt. 3:3; Jn. 12:38-41; Ro. 15:12), ministro del rey e historiador (2
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Cr. 26:22; 32:32), editado finalmente por otro escriba inspirado.
Fecha en que fue escrito: a fines del siglo VIII , entre el 760 y el 700 a.C.
Lugar en que fue escrito: Jerusalén.
Período abarcado: alrededor de sesenta y cuatro años, aproximadamente desde el año
760 a. C., pocos años antes de la muerte del rey Uzías (Azarías), hasta el año 700 a.
C., pocos años después de la muerte de Ezequías (6:1; 1:1).
Miqueas Autor: Miqueas (1:1), editado finalmente por otro escriba inspirado.
Período en que transcurre su ministerio: alrededor del año 750-710 a.C., en tiempos
de Isaías y Oseas.
Lugar en que desempeña su ministerio: el reino sureño de Judá.
Destinatario de su ministerio: toda la nación de Israel, incluyendo a Judá.
Sofonías Autor: Sofonías (1:1), editado finalmente por otro escriba inspirado.
Período en que transcurre su ministerio: alrededor del año 630 a. C., en tiempos de
Josías, Habacuc y Jeremías, poco antes del cautiverio babilónico (606 a. C.).
Lugar en que desempeña su ministerio: Judá.
Destinatario de su ministerio: el territorio de Judá y Jerusalén, la capital de Judá.
Nahúm Autor: Nahúm (1:1), editado finalmente por otro escriba inspirado.
Período en que transcurre su ministerio: En algún momento entre la toma de No-amón
(o Tebas) entre 664/3 a.C. y la caída de Nínive en el 612 a.C.
Lugar en que desempeña su ministerio: el reino sureño de Judá.
Destinatario de su ministerio: Nínive, la capital de Asiria.
Habacuc Autor: Habacuc (1:1), editado finalmente por otro escriba inspirado.
Período en que transcurre su ministerio: alrededor del año 626 a.C., cerca del tiempo
en que ocurrió la invasión babilónica y el primer exilio a Babilonia (606 a.C.).
Lugar en que desempeña su ministerio: el reino sureño de Judá.
Destinatario de su ministerio: el reino sureño de Judá.
Jeremías Autor: Jeremías (1:1), sacerdote y profeta, editado finalmente por otro escriba
inspirado, probablemente Baruc.
Fecha en que fue escrito: se completaría cerca del 560 a.C.
Lugar en que fue escrito: Jerusalén y Egipto.
Período abarcado: este libro abarca un período de al menos cuarenta y un años, desde
el año 627 a. C., que es el decimotercer año del reinado de Josías (1:2), hasta algún
tiempo después del año 586 a. C., después que Gedalías, el gobernador de Judá, fue
asesinado (41:2) y Jeremías fue llevado a Egipto (43:6-8).
Lamentaciones Autor: Jeremías (según 1:1 en la Septuaginta; además cfr. 2Cr. 35:25).
Fecha en que fue escrito: poco después de la destrucción de Jerusalén en el año 586 a.
C. Lugar en que fue escrito: Jerusalén.
Ezequiel Autor: Ezequiel (1:3), sacerdote y profeta, en el exilio de Babilonia.
Fecha en que fue escrito: entre el 592 y el 560 a.C.
Lugar en que fue escrito: junto al río Quebar, en la aldea de Tel-abib (1:1; 3:15), no
lejos de la ciudad de Babilonia.
Período abarcado: un período de veinticuatro años, desde el año 592 a. C., que fue el
quinto año del cautiverio de Joaquín (1:2), al año 570 a.C. que fue el año vigésimo
séptimo (29:17).
Daniel Autor: Daniel; profeta, incluyendo cartas de Nabucodonosor y Darío de Persia,
Babilonia; editado finalmente por otro escriba inspirado.
Fecha en que fue escrito: el siglo VI a. C., entre el 603 y el 535 aprox.
Lugar en que fue escrito: en el exilio en Babilonia.
Período abarcado: un período de setenta y dos años, desde el año 605 a. C., que fue el
tercer año del reinado de Joacim (1:1), hasta el año 535 a. C., el tercer año del reinado
20
de Ciro (10:1).
1 Crónicas, 2 Autor: Nehemías. Originalmente, 1 y 2 Crónicas eran un solo libro en las Escrituras
Crónicas y Esdras hebreas.
Fecha en que fueron escritos: entre el 450 a.C. y el 438 a. C.
Lugar en que fue escrito: en Jerusalén.
Período abarcado por 1-2 Crónicas: Los dos libros abarcan 520 años: 1 Crónicas
abarca alrededor de cuarenta y un años (excluyendo la genealogía de los antepasados
en los caps. 1—9), desde el año 1.059 a. C. hasta el año 1.019 a. C., esto es, desde la
muerte de Saúl (cap. 10) hasta la muerte de David (29:28); 2 Crónicas abarca
alrededor de 479 años, desde el año 1.019 a. C. hasta el año 538 a. C., esto es, desde el
reinado de Salomón (1:1) hasta el primer año de Ciro, rey de Persia (36:22).
Período abarcado por Esdras: este libro abarca un período de alrededor de ochenta
años, del año 538 a. C. al año 463 a. C., esto es, desde el primer año de Ciro, rey de
Persia (1:1), hasta el primer día del primer mes después del séptimo año de Artajerjes,
rey de Persia (10:17; 7:7).
Ester Autor: básicamente Mardoqueo (9:20.23), primo de Ester, quien crió a Ester (2:5, 7);
editado finalmente por otro escriba inspirado, probablemente Esdras o Nehemías.
Fecha en que fue escrito: alrededor del año 478 a. C., en el duodécimo mes del
duodécimo año de Asuero (9:20, 18; 3:7).
Lugar en que fue escrito: Susa, la capital del Imperio persa (1:2).
Período abarcado: este libro abarca un período de por lo menos diez años, del año 484
a. C. al año 474 a. C., esto es, desde el tercer año de Asuero (Jerjes), rey de Persia
(1:3), hasta algún tiempo después del decimoquinto día del duodécimo mes del
duodécimo año de Asuero (9:18; 3:7).
Hageo Autor: Hageo (1:1), editado finalmente por otro escriba inspirado.
Período en que transcurre su ministerio: alrededor del año 525 a. C., segundo año del
reinado de Darío Histaspes (1:1; Esd. 4—6; no es el mismo Darío mencionado en Dn.
9:1; 11:1 ni tampoco el mencionado en Neh. 12:22), en tiempos de Zacarías (Esd. 5:1).
Lugar en que desempeña su ministerio: Jerusalén.
Destinatario de su ministerio: los cautivos que retornaron a Jerusalén (1:1).
Zacarías Autor: Zacarías (1:1), editado finalmente por otro escriba inspirado.
Período en que transcurre su ministerio: aproximadamente desde el año 525 a. C.,
segundo año del reinado de Darío Histaspes, hasta el año 521 a. C., cuando la Casa fue
terminada.
Lugar en que desempeña su ministerio: Jerusalén (7:2-4).
Destinatario de su ministerio: Los cautivos que retornaron a Jerusalén.
Nehemías Autor: Nehemías, quien fue copero de Artajerjes, rey de Persia y Babilonia (1:11), y
gobernador en Jerusalén; serían sus memorias.
Fecha en que fue escrito: alrededor del año 438 a. C.
Lugar en que fue escrito: Jerusalén.
Período abarcado: este libro abarca un período de por lo menos doce años, del año
450 a. C. al año 438 a. C., esto es, desde el año veinte (1:1) hasta algún tiempo
después del año treinta y dos de Artajerjes, rey de Persia y Babilonia (13:6-7).
Malaquías Autor: Malaquías (1:1), editado finalmente por otro escriba inspirado.
Período en que transcurre su ministerio: probablemente alrededor del año 401 a. C.
Lugar en que desempeña su ministerio: Jerusalén.
Destinatario de su ministerio: Los israelitas que habían retornado del cautiverio.
Por tanto, hubo por lo menos 32 autores del Antiguo Testamento, desde Moisés hasta Malaquías.
Todos, a excepción de Agur y Lemuel (en el Libro de Proverbios), cuyas tribus de origen se
21
desconocen, eran israelitas.
Dios usó al patriarca Enoc, al caudillo y profeta Moisés, el caudillo Josué, el caudillo y profeta
Samuel, el rey David, el rey Salomón, el rey Josafat, el rey Ezequías, el rey Josías, el profeta
Jeremías, el profeta Daniel, el escriba Esdras, el gobernador Nehemías y el líder militar Judas
Macabeo, para ser los principales compiladores del AT.
El principal editor final inspirado del Antiguo Testamento es el escriba Esdras, y el principal
compilador, Nehemías.
NUEVO TESTAMENTO
Santiago Autor: Jacobo, hermano carnal del Señor (Mt 13:55; Mc 6:3; Gal 1:19; 2:9);
(Jacobo) Fecha: año 49 d.C., antes de la decadencia de la iglesia, a la que nunca alude.
Lugar: probablemente en Jerusalén, de donde aparentemente nunca salió.
Destinatarios originales: las doce tribus que estaban en la dispersión (exilio).
Gálatas Autor: El apóstol Pablo (1:1)
Fecha: año 49 d.C. Durante su primer viaje misionero, después de pasar por Galacia y
llegar a Corinto (Hch 18:1.11).
Lugar: Antioquía de Siria
Destinatarios originales: las iglesias ubicadas en la provincia romana de Galacia
(1:2): Antioquía de Pisidia, Iconio, Listra y Derbe.
1y2 Autor: El apóstol Pablo junto con Silas (o Silvado) y Timoteo (1:1)
Tesalonicenses Fecha: año 51 d.C., durante su segundo viaje misionero,
Lugar: mientras estaba en Corinto (1:1; 3:6; Hch 18:1.5).
Destinatarios originales: la iglesia de los tesalonicenses, la iglesia de Tesalónica (1:1)
1 Corintios Autor: El apóstol Pablo (1:1; 9:1-2), 25 años después de ser llamado (Hch 9:3-6. 15-
16), y 14 años después de ser enviado a los gentiles (Hch 13:1-4.8)
Fecha: por el año 55 d.C., casi al final del período de 3 años que Pablo pasó en Éfeso
(Hch 20:31; 1Cor 16:8).
Lugar: Éfeso (Hch 19:21-22; 1Cor16:8).
Destinatarios originales: la Iglesia de Dios en Corinto y a todos los que en cualquier
lugar invocan el Nombre de nuestro Señor Jesucristo (1:2).
2 Corintios Autor: El apóstol Pablo, junto a su colaborador Timoteo (1:1)
Fecha: por el año 56 d.C.
Lugar: Macedonia (2:13; 7:5-6; 9:2.4), después de la estancia de Pablo en Éfeso
durante su tercer viaje (8:1; Hch 20:1).
Destinatarios originales: la Iglesia de Dios en Corinto y todos los santos en esa
provincia: Acaya (1:1)
Romanos Autor: El apóstol Pablo, un ex-celoso fariseo judío, con ciudadanía romana, bien
instruido.
Fecha: año 57 d.C.
Lugar: Corinto (Rm 15:25-32; Hch 19:21; 20:1-3)
Destinatarios originales: los santos que estaban en Roma (1:7)
Colosenses Autor: El apóstol Pablo y el hermano Timoteo (1:1)
Fecha: por el año 60 d.C, cuando la carta a Filemón fue escrita (4:9; Flm 10-12)
Lugar: Roma, donde Pablo estaba encarcelado (4:3.10.18)
Destinatarios originales: los santos en Colosas (1:2)
22
Filemón Autor: El apóstol Pablo junto con Timoteo (1:1)
Fecha: por el año 60 d.C., poco antes de que Pablo fuera liberado de su primer
encarcelamiento en Roma (1:9.12)
Lugar: una prisión de Roma
Destinatarios originales: Filemón, colaborador de Pablo, Apia, Arquipo y la iglesia
que estaba en su casa (1:2)
Efesios Autor: El apóstol Pablo (1:1)
Fecha: por el año 61 d.C.
Lugar: Roma, donde Pablo estaba encarcelado (3:1; 4:1; 6:20; Hch 28:30)
Destinatarios originales: probablemente una carta circular a las iglesias de Asia
Menor. Los manuscritos más antiguos omiten “en Éfeso” (1:1) y no hay saludos
personales.
Filipenses Autor: El apóstol Pablo junto con su colaborador Timoteo (1:1)
Fecha: por el año 62 d.C., quizá después de escribir a los efesios (1:25; 2:24)
Lugar: Roma, donde Pablo estaba encarcelado (1:13; Hch 28:30)
Destinatarios originales: los santos de Filipos, con los obispos y diáconos (1:1)
1 Timoteo Autor: El apóstol Pablo (1:1)
Fecha: por el año 62 d.C., después de su primer encarcelamiento en Roma
Lugar: probablemente Macedonia (1:3)
Destinatarios originales: Timoteo, colaborador de Pablo en el ministerio apostólico
(1:2), que se encuentra en Éfeso.
Hebreos Autor: No se indica el autor, para resaltar más la autoría del Espíritu Santo de acuerdo
a la intención del libro; muchos dicen que Pablo, por el contenido tan profundo,
elevado y rico; y por la mención de Timoteo y el tono de la comunión. Pero no hay
consenso, otros probables: Lucas, Bernabé, Apolo.
Fecha: 63?
Lugar: ?
Destinatarios originales: los creyentes hebreos, como indica el contenido del libro.
Tito Autor: El apóstol Pablo (1:1)
Fecha: por el año 66 d.C., después de su primer encarcelamiento en Roma, después de
pasar por Creta y llegar a Nicópolis (1:5; 3:12).
Lugar: Nicópolis
Destinatarios originales: Tito, colaborador del apóstol Pablo en el ministerio
apostólico (1:4), que está en Creta.
1 de Pedro Autor: El apóstol Pedro (1:1), ex-pescador de Galilea, poco instruido.
Fecha: año 67 d.C., antes del martirio de Pablo: Juan Marcos lo acompañaba mientras
escribía esta carta (5:13), más tarde Timoteo lo llevó a Pablo (2Tim 4:11).
Lugar: Babilonia junto al río Éufrates (no hay razones para pensar que usó el nombre
para referirse a Roma figuradamente).
Destinatarios originales: los creyentes judíos que peregrinaban por el mundo de los
gentiles (1:1).
2 Timoteo Autor: El apóstol Pablo (1:1)
Fecha: por el año 67 d.C., durante su segundo encarcelamiento, poco antes de su
martirio (4:6)
Lugar: una prisión en Roma (1:16-17)
Destinatarios originales: Timoteo (1:2), que está en Éfeso.
2 de Pedro Autor: El apóstol Pedro (1:1).
Fecha: año 67 d.C., después del martirio de Pablo (ver 3:15-16) y a antes de la
destrucción de Jerusalén en el año 70 d.C., como lo indican las alusiones a la
decadencia de la iglesia en el cap. 2; poco antes de su martirio (1:14).
23
Lugar: Posiblemente Roma, donde la historia de la iglesia tradicionalmente ubica el
martirio de Pedro.
Destinatarios originales: los creyentes judíos en la dispersión en el mundo gentil
(1:1).
Judas Autor: El apóstol Judas, por sobrenombre 'Tadeo', hermano de Jacobo y del Señor
(Jud 1;1; Mt 13:55; Mc 6:3).
Fecha: alrededor del año 69 d.C., antes de la destrucción de Jerusalén, por la misma
época que 2Pe, como lo indican las alusiones a la decadencia de la iglesia, parecidas a
las de 2Pe 2.
Lugar: ?
Destinatarios originales: los creyentes judíos, por el tono del libro.
Muy probablemente para antes del año 70 ya estaban escritos los evangelios sinópticos y Hechos
Mateo Autor: el apóstol Mateo, llamado también Leví, judío ex-recaudador de impuestos.
Además del testimonio de la iglesia primitiva, evidencias internas de su autoría son
que evita mencionarse como anfitrión de la fiesta (9:10, ver Mc 2:15 y Lc 5:29) y en
cambio se refiere a sí mismo como recaudador de impuesto, lo cual no era honorable.
Fecha: Posiblemente entre los años 37 al 40 d. C., poco después de la resurrección del
Señor (28:15) y antes de la destrucción del Templo a manos de los romanos (24:2),
que fue el 70 d.C. .
Lugar: escribió probablemente en Judea.
Destinatarios originales: los judíos en general, según se evidencia por la falta de
explicaciones acerca de las costumbres y las fiestas judías (15:2, ver Mr 7:2-3; Mt
26:17, ver Mr 14:12).
Marcos Autor: Marcos, también llamado Juan (Hch 12:25), hijo de una de las Marías que
acompañaban al Señor, y que conocía bien al apóstol Pedro en la iglesia de Jerusalén
(Hch 12:12); era primo de Bernabé (Col 4:10); acompañó a Bernabé y Pablo en
algunos de sus viajes (Hch 12:25); sirvió a Pablo en los últimos años del apóstol (Col
4:10; Flm 24), y le fue muy útil hasta su martirio (2Tim 4:11). También tenía una
estrecha relación con el apóstol Pedro, que le consideraba su hijo (1Pe 5:13). Desde
los primeros días de la iglesia, el Evangelio de Marcos se ha considerado la crónica de
la narración oral de Pedro (1Pe 5:13; 2Pe 1:15), aportando muchos detalles históricos.
Todo el evangelio está resumido en lo dicho por Pedro en Hch 10:36-42.
Fecha: lo dicho en 13:2 parece indicar que fue escrito antes de la destrucción del
Templo a manos de los romanos (70 d.C.). Posiblemente fue escrito entre los años 67
al 70 d. C., después de la muerte del apóstol Pablo.
Lugar: probablemente en Roma (véase 2 Timoteo 4:11).
Destinatarios originales: las frecuentes explicaciones de nombres, costumbres y
fiestas judías (3:17; 5:41; 7:3.11; 14:12; 15:42) indica que fue dirigido a los gentiles,
específicamente a los romanos.
Lucas Autor: Según el testimonio de la iglesia primitiva fue Lucas, médico gentil (Col
4:11.14), fiel compañero de viajes del apóstol Pablo hasta el final (Hch 16:10-17; 20:5
– 21:18; 27:1 – 28:15; Flm 24; 2Tim 4:11); se basó en testimonio de 'los testigos
oculares y servidores de la Palabra' (1:2), y escribió en orden cronológico.
Fecha: probablemente alrededor del año 60 d.C., antes de escribir el libro de Hechos.
Lugar: probablemente en Cesarea, durante el encarcelamiento de Pablo en esa ciudad
(Hch 23:33; 24:27: 27:1).
Destinatarios originales: un tal Teófilo (que significa 'amigo de Dios'), que
probablemente ocupaba algún cargo oficial del Imperio Romano.
Hechos Autor: Lucas; tanto el evangelio como Hechos tienen el mismo estilo.
de los Apóstoles Fecha: alrededor de los años 67-68 d.C., en que Pablo y Pedro fueron martirizados
por Nerón.
24
Lugar: posiblemente en Roma (Flm 24:2; 2Tim 4:11)
Destinatarios originales: el mismo que el de su evangelio: Teófilo
(Apocalipsis) Algunos eruditos los sitúan durante la persecución de Nerón, alrededor del año 67.
Juan Autor: El apóstol Juan (21:20.24), hijo de Zebedeo y Salomé, y hermano de Jacobo,
ex-pescador de Galilea, poco instruido (Mt 10:2; 27:56; Mc 15:40).
Fecha: alrededor del año 90 d.C.
Lugar: posiblemente en Éfeso
Destinatarios originales: todos los creyentes, según lo indican las traducciones de
algunos términos (1:38; 5:2; 19:13)
1 de Juan Autor: El apóstol Juan, como lo indica el parecido de estilo y tono con el evangelio.
Fecha: por los años 90-95 d.C.
Lugar: Éfeso, donde Juan ministro en sus últimos años, según la iglesia primitiva.
Destinatarios originales: los creyentes en general.
2 de Juan Autor: El apóstol, y anciano en Éfeso, Juan.
Fecha: por los años 90-95 d.C.
Lugar: Éfeso, donde Juan era anciano, según la historia de la Iglesia.
Destinatarios originales: “la señora elegida y sus hijos” (probablemente la iglesia)
3 de Juan Autor: El apóstol y anciano Juan
Fecha: por los años 90-95 d.C.
Lugar: Éfeso
Destinatarios originales: Gayo.
Apocalipsis Autor: El apóstol Juan (1:1)
Fecha: dos problables: (1ª) hacia el final o inmediatamente después del reinado de
Nerón (54-68 de.C.); (2ª) durante el reinado de Domiciano (81-96 d.C.).
Lugar: las revelaciones las recibió estando preso en la isla de Patmos.
Destinatarios originales: las 7 iglesias de Asia (1:4)
Bibliografía
- Gino Iafrancesco:
“Sílabo de Bibliología I”.
“Preliminares a una exégesis cosmogónica”.
“Aproximación a Crónicas”
“Al principio”
- “El Fundamento Apostólico”, José Grau.
- “Nueva evidencia de demanda veredicto”, Josh McDowell.
- Notas de la Biblia Versión Recobro.
- “De Nazaret a Patmos”, Frank Viola.
25
ANEXO
Reproducimos a continuación como anexo un interesante artículo de los editores de la Biblia Textual IV
Edición sobre la autoría de Génesis:
¿Quién escribió Génesis? Identificar al escritor del primer libro de la Biblia presenta un mayor desafío
que determinar la autoría de cualquier otro libro de la Escritura. Quienes reconocemos la inspiración
verbal y plenaria de la Biblia, aceptamos sin ambages a Génesis como el primer libro de Moisés, y que él
es su autor, tal como lo es el de Éxodo, Levítico, Números y Deuteronomio. Sin embargo, las
particularidades textuales de Génesis, motivan la siguiente reflexión: ¿Fue Moisés su escritor autógrafo?
¿O, inspiradamente, actuó como compilador del libro? Porque en verdad Génesis presenta características
textuales distintas en nomenclaturas, topónimos y símiles, así como repeticiones que indican fuentes
paralelas, presentando una variedad de estilos literarios con peculiaridades lingüísticas no comunes entre
uno y otro grupo. Tales diferencias permiten una revisión del concepto tradicional de una paternidad
única.
La tradición oral. Esta hipótesis constituye la tradicional y mayormente aceptada, y reconoce a Moisés
como autógrafo del Génesis, escribiendo bajo inspiración divina una extensa tradición oral que abarca
desde la creatio ex nihilo (Gn 1:1), la conformación del Cosmos y la creación del Hombre, hasta la
muerte de José en Egipto (Gn 50:26). Ahora bien, desde el punto de vista teológico, la tradición oral es
generalmente conceptuada como la revelación de una verdad dada por Dios al hombre con el propósito
de retransmitirla, conservarla y perpetuarla. Sin embargo, esta definición no siempre ha probado ser así,
pues las Sagradas Escrituras refieren la tradición oral como algo falible, tendiente a deformarse y
corromperse (Mt 23:15-18). Tal es la mención respecto a la tradición de los ancianos, que termina
invalidando la Palabra de Dios (Mt 15:6).
Por su parte, el registro escrito, preserva fielmente la verdad divina, y así lo muestra Jesús en la fórmula
introductoria ¿No leísteis...? (Mt 19:4-5), prefiriéndolo a la tradición oral: guías ciegos, que decís... (Mt
23:16), y exhortándonos a no sobrepasar lo que está escrito (1Cor 4:6), para que el fin de todo discurso
sea: escrito está. Pero lo anterior no invalida la verdad que califica a Génesis como uno de los cinco libros
de Moisés, pues en este caso él actuó como su inspirado editor deuteronómico. En no menos de 35
pasajes del Nuevo Pacto, el testimonio autoritativo del Señor Jesús y sus apóstoles confiere a Génesis
carácter sagrado, indicando que Moisés realizó su compilación inspirado divinamente, sin perjuicio de
que aquellos "profetas que fueron desde el principio del mundo, hablaron de parte de Dios siendo guiados
por el Espíritu Santo (Lc 1:70; 2Pe 1:21), y así lo escribieron.
La hipótesis de la preservación escrita. El descubrimiento arqueológico de las tablillas de Ebla ubica sus
hallazgos en el tercer milenio antes de Cristo, confirmando una narrativa cercana al diluvio, que no s ólo
corresponde con el contenido a dichas tablillas, sino que deriva de un registro de la misma época. Este
descubrimiento arqueológico es digno de consideración toda vez que es posible comprobar que el libro
del Génesis está conformado por una serie de testimonios particulares, con nomenclatura, puntos
explicativos y comentarios editoriales insertados posteriormente. La integración de Génesis a los restantes
libros del Pentateuco teniendo a Moisés como inspirado editor deuteronómico del primer libro, explica
por qué este libro debe ser reconocido y aceptado como el primer libro de Moisés, sin que este
necesariamente haya sido su autógrafo.
El examen minucioso de las tablillas de arcilla halladas en Ur, una de las ciudades más antiguas del país
de los caldeos (actual Irak), muestra algo sumamente interesante y revelador. Exhibe primeramente a dos
grupos de tablillas. Las más recientes se presentan como nuestros ensayos hoy día, con el título y el autor
en su parte superior. Las más antiguas muestran su diferencia en que, tanto el título como su autor están
en la parte inferior, tal como la firma de una carta actual, en la cual el material escrito precede al nombre
del autógrafo. Observando el texto de Génesis, se nota en diez oportunidades el uso de la palabra toldot,
26
la misma que podría considerarse como la firma de las tablillas más antiguas. Esta frase es a menudo
traducida como estas son las generaciones de o esta es la historia de (dependiendo de la versión). ¿Acaso
estas frases actúan como bisagras de cierre de las tablillas?
Los puntos de referencia donde la historia de Génesis se desenvuelve en dos sefer (escrituras) toldots
(genealogías) de los cielos y la tierra (Gn 2:4); y de la humanidad (Gn 5:1). Es necesario recordar que,
más tarde, durante la configuración y división del texto en capítulos y versículos, la frase estas son las
generaciones de se remitieron al principio del pasaje, cuando en realidad estaban al final de la tablilla. Tal
es la razón por la cual muchos versículos se subdividen en "a" y "b". Así, el registro de: Gn 5:1 Esta es la
escritura de las generaciones del hombre motiva la pregunta: ¿Podía Adam escribir? Si nos remitimos
expresamente a la evidencia interna, ¡definitivamente sí! El registro de la palabra hebrea sefer (libro,
escritura) en su línea de cierre (Gn 2:4; Gn 5:1) y las nueve menciones de toldot se acercan más a una
transmisión escrita que oral. Y si estos testimonios se relacionan con la rúbrica del autor, ¿quién,
entonces, escribió Gn 1:1-31; Gn 2:1-4 a? Porque el único testigo del prodigio de la creatio ex nihilo es
Dios mismo. Obviamente, el mismo que escribió los diez mandamientos en tablas de piedra. Sólo Él, sin
duda, es capaz de escribir respecto a su creatio ex nihilo y acerca de esos seis primeros días de la
reorganización del Universo (Heb 11:3 nota). Si el texto del Génesis está conformado por una serie de
testimonios escritos por los firmantes de cada tablilla, tenemos entonces una respuesta lógica para los
distintos estilos literarios, así como para otros nombres de la Deidad, y sobre todo, para un registro tan
detallado y exacto de diálogos y descripciones. La transmisión de las tablillas puede trazarse desde Adam
a Lamec (pues se conocieron) y de este a su hijo Noé. Es lógico suponer que Noé, al recibir las tablillas
para su custodia, escribiera la suya propia y sus hijos añadieran las suyas, haciéndolas llegar a Abraham a
quien conocieron. Como testigos de la historia, las tablillas permanecieron en manos de los patriarcas,
para terminar, o en la biblioteca real de Egipto por mano de Jacob (a través de José), o de los mismos
patriarcas que estaban en posesión de ellas. Obviamente, las tablillas, preservadas milagrosamente por
más de dos milenios, llegaron a manos de Moisés como príncipe de Egipto. De allí que cierta fraseología
egipcia resultara al copiar Moisés su texto en rollos (probablemente antes del Éxodo), siendo divinamente
inspirado para trasvasar y recopilar la preciosa información.
d. Coincide con los hallazgos arqueológicos de las primeras tablillas en Sumeria. Pero sobre todo,
e. justifica por qué Génesis es uno de los libros de Moisés. Él fue responsable de trasvasar y editar el texto
de las tablillas al papiro, y aunque es verdad que no sabemos si aún existen, es evidente que la edición fue
realizada con éxito. De esta forma, así como cualquier obra literaria puede incluir palabras de distintos
27
autores y permanece asociada a su editor, así lo es Moisés. Pero Génesis registra una autoría escrita
directa que trasciende al tiempo, que comienza con la creación del Universo: B’reshit baraj… (Al
principio creó)
28
FICHA 3:
CREDIBILIDAD Y CONFIABILIDAD
DE LA BIBLIA
29
INTRODUCCIÓN
"Cuando él venga (el Espíritu Santo), convencerá al mundo de pecado, de justicia y de juicio" (Juan
16:8).
"Por esto, la fe es por el oír, y el oír por la palabra de Cristo" (Romanos 10:17).
"...los que fueron una vez iluminados, que gustaron del don celestial, que llegaron a ser
participantes del Espíritu Santo..." (Hebreos 6:4).
Pero aunque las evidencias y pruebas externas no producen la fe, existen, y pueden despejar el camino a
la fe, y demuestran que la fe cristiana no es una fe ciega, no es una fe irracional, sino que es una fe en
hechos reales y testimonios fidedignos. Las evidencias están ahí también para mostrar que la
incredulidad se debe a que hay un problema en el corazón del hombre, no en la Biblia y su mensaje.
“Él [Dios] regula tanto el conocimiento de sí mismo que ha dado señales acerca de sí mismo visibles
para aquellos que le buscan y no para los que no le buscan. Hay suficiente oscuridad para aquellos
que tienen una disposición contraria” (Blas Pascal, físico y filósofo francés).
“Y sin fe es imposible agradar a Dios, porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que él
existe y que es galardonador de los que le buscan” (Hebreos 11:6).
Aquí sólo pretendemos mostrar en líneas generales algunas evidencias de esto que venimos diciendo: la
Biblia es digna de fe.
30
ÍNDICE
Introducción
A) La prueba bibliográfica
B) Evidencias internas
1) Su contenido
2) Su unidad y armonía de contenido a pesar de su largo proceso de elaboración y la diversidad de
los autores humanos
3) Su reclamo de autoría divina
4) La sobriedad en el relato de lo sublime
5) Su pretensión de historicidad
6) El cumplimiento de sus profecías
7) La honestidad con que retrata a sus protagonistas e incluye detalles embarazosos
8) Su elevada moralidad
9) La estructura heptadíctica de la Biblia: el sello numérico del 7
10) Las contradicciones internas son aparentes
C) Evidencias externas
1) Su exactitud y veracidad histótica y geográfica
2) Su armonía con los datos científicos
3) Su poder transformador
4) La singularidad de la Biblia por su antigüedad
5) La singularidad de la Biblia por su circulación
6) La singularidad de la Biblia por su supervivencia
7) La singularidad de la Biblia por su inmensa influencia en la literatura y en la civilización
Introducción
Conclusión
Para ver el este estudio completo, pincha aquí: Credibilidad y confiabilidad de la Biblia, o ve a:
- https://goo.gl/q0GL6t
- https://es.scribd.com/document/437709136/Credibilidad-y-confiabilidad-de-la-Biblia-pdf
31
FICHA 4:
LA AUTORIDAD DE LA BIBLIA
PARA EL DISCÍPULO DE JESÚS
32
1. NUESTROS CRITERIOS DE JUICIO.
A la hora de valorar y discernir asuntos y situaciones, y tomar decisiones en nuestra vida, ¿cuáles son
criterios de referencia con los que funcionamos de hecho? ¿a dónde miramos para guiarnos en nuestra
vida? ¿de dónde proceden esos criterios? ¿Cuál es la fuente de nuestros criterios de valoración, de juicio,
de discernimiento y decisión?.
Por lo que se refiere a un discípulo de Jesús, lo propio es reconocer como criterio supremo de juicio la
Autoridad de Dios manifestada en Jesucristo:
“49 Porque yo no hablé por mí mismo; sino que el Padre que me envió, él me ha dado mandamiento
de qué he de decir y de qué he de hablar. 50 Y sé que su mandamiento es vida eterna. Así que, lo que
yo hablo, lo hablo tal y como el Padre me ha hablado” (Jn 12:49-50).
Jesús afirmó venir del cielo, de Dios, en cuyo seno estaba como su unigénito Hijo, y por tanto el único
autorizado para revelar cabalmente a su Padre y la verdad del Padre acerca de todas las cosas (Juan 1:18).
Jesús mismo afirmó ser La Verdad (Juan 14:6).
Seguidor y discípulo de Jesús es aquel que recibe su testimonio porque le cree digno de confianza:
a) en primer lugar, digno de confianza como para recibir (creer) su testimonio acerca de quién es él: el
Cristo de Dios, el Hijo del Dios viviente.
b) y por eso también digno de confianza como para reconocerlo como Maestro autorizado por Dios
para enseñar la verdad. Por tanto, el discípulo de Jesús se caracteriza por creer y aprender todo lo que el
Maestro cree y enseña.
Por un lado, como hemos mencionado más arriba, hay evidencias sólidas más que suficientes para confiar
en la credibilidad y fiabilidad de los escritos bíblicos. Específicamente podemos confiar más que
razonablemente en que los escritos del Nuevo Testamento registran los hechos y enseñanzas de Jesús de
Nazaret.
Pues bien, una de las cosas que Jesús creía y enseñaba era que la Biblia hebrea (nuestro Antiguo
Testamento) era la Palabra de Dios a Israel por medio de Moisés y los profetas.
33
“44 Y les dijo: —Estas son las palabras que os hablé, estando aún con vosotros: que era necesario
que se cumpliesen todas estas cosas que están escritas de mí en la Ley de Moisés, en los Profetas y
en los Salmos. 45 Entonces les abrió el entendimiento para que comprendiesen las Escrituras” (Lc
24:44-45).
“34 Por tanto, mirad; yo os envío profetas, sabios y escribas; y de ellos, a unos mataréis y
crucificaréis, y a otros azotaréis en vuestras sinagogas y perseguiréis de ciudad en ciudad, 35 de
manera que venga sobre vosotros toda la sangre justa que se ha derramado sobre la tierra, desde la
sangre del justo Abel hasta la sangre de Zacarías hijo de Berequías, a quien matasteis entre el
santuario y el altar” (Mt 23:34-35).
Jesús menciona las tres partes en que se dividía la Biblia hebrea, como ya vimos. 'Los salmos' encabezaba
la tercera parte: Los Escritos. Por otra parte, al citar a Abel y a Zacarías hijo de Berequías, Jesús está
citando el primer y el último libro de la Biblia hebrea, pues del asesinato de Abel se habla en el libro de
Génesis (4:1-8), y del de Zacarías en el libro 2 de Crónicas (24:20-22), que era el último en el orden
original en los tiempos de Jesús.
2.2 Jesús reconocía que las Escrituras hebreas eran Palabra de Dios.
Las expresiones “la Escritura” o “las Escrituras” eran términos técnicos en Israel para referirse a los
escritos que registraban la Palabra que Dios dirigió a Israel por medio de Moisés y los profetas.
- Jesús las reconoció como “la Escritura” o “las Escrituras” dadas por Dios a Israel:
“Pero él respondió y dijo: Escrito está: No sólo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra que
sale de la boca de Dios” (Mt 4:4).
“Entonces Jesús les dijo: ¿No es por esto que erráis, porque no conocéis las Escrituras ni tampoco
el poder de Dios?” (Mc 12:24),
“35 Mientras estaba enseñando en el templo, Jesús respondiendo decía: —¿Cómo es que dicen los
escribas que el Cristo es hijo de David? 36 David mismo dijo mediante el Espíritu Santo: Dijo el
Señor a mi Señor: "Siéntate a mi diestra, hasta que ponga a tus enemigos debajo de tus pies” (Mc
12:35-36),
“34 Jesús les respondió: —¿No está escrito en vuestra ley, "Yo dije: Sois dioses"? 35 Si dijo
"dioses" a aquellos a quienes fue dirigida la palabra de Dios (y la Escritura no puede ser anulada)”
(Jn 10:35)
Como vimos, para referirse a todo el AT se usaba también la expresión 'La Ley y los Profetas', o
simplemente 'La Ley'. Aquí Jesús esta diciendo que la Biblia hebrea es la Palabra de Dios, la Escritura,
que no puede fallar por ser Palabra de Dios.
Esta era la fe de Jesucristo. Un discípulo de Jesús no sólo cree en Jesús, sino que hace suya la fe de
Jesús. ¿Podrá un discípulo suyo tener una fe diferente? Al contrario: motivados por la Fe de Jesucristo,
acatamos el Texto de las Sagradas Escrituras como inspiradas divinamente, como sopladas por el aliento
de Dios a través de hombres en nada anulados ni disminuidos, pero plenamente usados para consignar
por escrito, sin error, la Palabra de Dios.
2.3 Jesús enseñaba que todas las Escrituras hebreas apuntaban proféticamente hacia Él:
34
que las Escrituras daban testimonio de sí mismo (Juan 5:39),
que Moisés escribió de Él (Juan 5:46),
que todo el Antiguo Testamento hablaba de Él (Lucas 24: 25-27),
y que todo lo que estaba escrito sobre él, sobre su obra, sobre su Reino, se cumplía (Lucas 22:37).
2.4 Jesús escogió a doce de sus discípulos como sus apóstoles (enviados) para que fueran testigos
directos de su vida desde el inicio de su ministerio hasta su ascensión a los cielos, y aprendieran sus
enseñanzas, y comprobaran el cumplimiento de las profecías acerca de Él, especialmente su muerte
redentora y su resurrección de entre los muertos.
“13 Entonces subió al monte y llamó a sí a los que él quiso, y fueron a él. 14 Constituyó a doce, a
quienes nombró apóstoles, para que estuvieran con él, y para enviarlos a predicar...” (Mr 3:13-14)
“1 Puesto que muchos han intentado poner en orden un relato acerca de las cosas que han sido
ciertísimas entre nosotros, 2 así como nos las transmitieron los que desde el principio fueron
testigos oculares y ministros de la palabra, 3 me ha parecido bien también a mí, después de haberlo
investigado todo con diligencia desde el comienzo, escribírtelas en orden, oh excelentísimo Teófilo,
4 para que conozcas bien la verdad de las cosas en las cuales has sido instruido” (Lucas 1:1-4).
“1 En el primer relato escribí, oh Teófilo, acerca de todas las cosas que Jesús comenzó a hacer y a
enseñar, 2 hasta el día en que fue recibido arriba, después de haber dado mandamientos por el
Espíritu Santo a los apóstoles que había escogido. 3 A éstos también se presentó vivo, después de
haber padecido, con muchas pruebas convincentes. Durante cuarenta días se hacía visible a ellos y
les hablaba acerca del reino de Dios” (Hch 1:1-3).
“44 Y les dijo: —Estas son las palabras que os hablé, estando aún con vosotros: que era necesario
que se cumpliesen todas estas cosas que están escritas de mí en la Ley de Moisés, en los Profetas y
en los Salmos. 45 Entonces les abrió el entendimiento para que comprendiesen las Escrituras” (Lc
24:44-45).
“14 Pues como sé que dentro de poco tengo que dejar mi frágil morada, como me lo ha declarado
nuestro Señor Jesucristo, 15 también procuraré con empeño que, después de mi partida, vosotros
podáis tener memoria de estas cosas en todo momento. 16 Porque os hemos dado a conocer el
poder y la venida de nuestro Señor Jesucristo, no siguiendo fábulas artificiosas, sino porque fuimos
testigos oculares de su majestad. 17 Porque al recibir de parte de Dios Padre honra y gloria, desde
la grandiosa gloria le fue dirigida una voz: "Este es mi Hijo amado, en quien tengo complacencia.
18 Y nosotros oímos esta voz dirigida desde el cielo cuando estábamos con él en el monte santo”
(2Pe 1:14-18).
“1 Lo que era desde el principio, lo que hemos oído, lo que hemos visto con nuestros ojos, lo que
contemplamos y palparon nuestras manos tocante al Verbo de vida 2 -la vida fue manifestada, y la
hemos visto; y os testificamos y anunciamos la vida eterna que estaba con el Padre y nos fue
manifestada-, 3 lo que hemos visto y oído lo anunciamos también a vosotros, para que vosotros
también tengáis comunión con nosotros. Y nuestra comunión es con el Padre y con su Hijo
Jesucristo” (1Jn 1-3).
2.5 Jesús, después de transmitir a sus apóstoles la Palabra de Dios con hechos y palabras, los envió
a proclamarla con la asistencia especial del Espíritu Santo.
“26 Pero el Consolador, el Espíritu Santo, que el Padre enviará en mi nombre, él os enseñará todas
las cosas y os hará recordar todo lo que yo os he dicho” (Jn 14.26).
“13 Y cuando venga el Espíritu de verdad, él os guiará a toda la verdad; pues no hablará por sí
solo, sino que hablará todo lo que oiga y os hará saber las cosas que han de venir. 14 El me
35
glorificará, porque recibirá de lo mío y os lo hará saber. 15 Todo lo que tiene el Padre es mío. Por
esta razón dije que recibirá de lo mío y os lo hará saber” (Jn 16:13).
“4 Y estando juntos, les mandó que no se fuesen de Jerusalén, sino que esperasen el cumplimiento
de la promesa del Padre, "de la cual me oísteis hablar; porque Juan, a la verdad, bautizó en agua,
pero vosotros seréis bautizados en el Espíritu Santo después de no muchos días” (Hch 1:4-5)
“El que os recibe a vosotros a mí me recibe, y el que me recibe a mí recibe al que me envió” (Mt
10:40).
Un par de ejemplos de cómo el Espíritu del Jesús resucitado les hacía recordar y entender: Jn 2:13-22;
12:12-16.
2.6 El Nuevo Testamento es el registro escrito del testimonio y la enseñanza de los Apóstoles.
El Nuevo Testamento es lo que Jesús, de parte del Padre, enseñó a sus discípulos con hechos y palabras, y
por medio del Espíritu Santo. Eso es lo que ellos predicaban y enseñaban asistidos por el Espíritu Santo.
Ellos tenían conciencia de estar transmitiendo la Palabra de Dios (1Pe 1:23; Ap 1:9; 1Tes 2:13; …). El
apóstol Pedro considera Palabra de Dios las cartas de Pablo, poniéndolas al mismo nivel que 'las demás
Escrituras' (2Pe 3:15-16). El testimonio de los apóstoles llegó a ponerse por escrito bajo la inspiración del
mismo Espíritu de Dios que inspiró a los escritores del Antiguo Testamento, tal como les prometió Jesús.
Al principio daban testimonio por medio de su enseñanza oral, pero pronto también por medio de sus
cartas y escritos (evangelios). El testimonio interno de los escritos complementado con el de la iglesia
primitiva nos confirma que:
36
¿QUÉ ES LA BIBLIA?
Inspirada significa dada por el aliento de Dios, alentada, soplada o exhalada por el aliento de Dios. Es la
Palabra de Dios pronunciada, soplada, por medio de su Espíritu. El Autor último de la Biblia es Dios
mismo, de lo cual proviene su inerrancia (ausencia de errores), infalibilidad (no falla ni deja de cumplirse)
y su autoridad.
La Biblia afirma clara y abundantemente ser el libro verdaderamente dado por Dios. Reivindicaciones de
origen divino por frases como “así dice el Señor”, “la Palabra de Dios”, “dijo Dios”, “vino la Palabra del
Señor”, “habló el Señor”... aparecen más de 3.000 veces en la Biblia.
“19 También tenemos la palabra profética que es aun más firme. Hacéis bien en estar atentos a
ella, como a una antorcha que alumbra en lugar oscuro, hasta que aclare el día y el lucero de la
mañana se levante en vuestros corazones. 20 Y hay que tener muy en cuenta, antes que nada, que
ninguna profecía de la Escritura es de interpretación privada; 21 porque jamás fue traída la
profecía por voluntad humana; al contrario, los hombres hablaron de parte de Dios siendo
inspirados (movidos) por el Espíritu Santo” (2Pe 1:19-21).
“1 Estas son las últimas palabras de David: "Dijo David hijo de Isaí, dijo el hombre a quien Dios
levantó, el ungido del Dios de Jacob, el dulce salmista de Israel: 2 "El Espíritu del Señor ha
hablado por medio de mí, y su palabra ha estado en mi lengua” (2Sam 23:1-2). (Ver también Zac
7:7; Hch 3:18; 28:25; Rm 1:1-2; 1Pe 1:10-12; ).
Era Dios quien les mandaba escribir o hablar su Palabra: Ex 34:27: Jr 1:7; 30:2; Tit 1:3...
La Biblia es la palabra de Dios exhalada por su Espíritu a autores humanos a los que se les permitió
retener sus propias personalidades y rasgos de redacción al escribir. Cada pensamiento y palabra de la
Biblia, sin embargo, es de Dios como resultado de la inspiración de su Espíritu. Por ellos, los autores
humanos originales fueron inerrantes e infalibles.
La Biblia es el hablar de Dios a Israel por los profetas y por Su propio Hijo.
“1 Dios, habiendo hablado muchas veces y de muchas maneras en otro tiempo a los padres por los
profetas, 2 en estos postreros días nos ha hablado por el Hijo” (Hebreos 1:1-2a).
El Antiguo Testamento es el registro tanto de los hechos de Dios como de las palabras que Dios reveló a
Israel por medio de los profetas, desde Moisés hasta Malaquías.
37
Y en la plenitud de los tiempos, Dios el Padre envió al mundo a su Hijo Jesucristo, el cual es el Verbo de
Dios, es decir, la Palabra viviente de Dios, el cual estaba en el seno del Padre y vino como hombre para
revelarnos al Dios que nadie ha visto jamás:
“1 En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios (…) 14 Y el Verbo se
hizo carne y habitó entre nosotros, y contemplamos su gloria, como la gloria del unigénito del
Padre, lleno de gracia y de verdad (…) 18 A Dios nadie le ha visto jamás; el Dios unigénito que
está en el seno del Padre, él le ha dado a conocer” (Jn 1:1.18).
Por ello, no reconocemos ninguna otra autoridad fuera de Jesucristo para conocer a Dios y el punto de
vista de Dios acerca de todas las cosas.
El Nuevo Testamento es la Palabra de Dios que Jesucristo habló a sus apóstoles, y sus hechos
en presencia de ellos.
Ya hemos expuesto antes este punto. Así que aceptamos como cierto y fidedigno el testimonio de aquellos
'testigos oculares', que acompañaron a Jesús durante sus años públicos en la tierra, y fueron instruidos por
Él después de su resurrección, el cual abrió sus mentes para comprender las Escrituras, para comprender
cómo la totalidad de las cuales dan testimonio de Él, aquellos que testificaron 'de lo que habían visto y
oído, lo que palparon su manos', y que fue recogido en los escritos del Nuevo Testamento.
Reconociendo su debido lugar al conocimiento humano y científico, que cuando son auténticos no pueden
entrar en conflicto con la Palabra de Dios, aceptamos el juicio de Dios en la Escritura acerca de que los
recursos de nuestra mente natural son limitados y ambiguos, sujetos a autoengaño, cargados de intereses
creados, afectados por el Pecado, el cual es la decisión humana de vivir independientemente de Dios y su
Palabra.
__________________________________
Por todos estos motivos, como discípulos de Jesús reconocemos en las Sagradas Escrituras del Antiguo y
el Nuevo Testamento, el registro escrito, inspirado y válido de la Revelación de Dios, la norma acerca de
los que Dios nos ha manifestado acerca de sí mismo, de sus propósitos, del mundo, del ser humano, y del
Camino de la salvación:
'...desde la niñez has sabido las Sagradas Escrituras, las cuales te pueden dar la sabiduría que lleva
a la salvación mediante la fe en Cristo Jesús. Toda escritura es inspirada por Dios y útil para
enseñar, para reprender, para corregir, para instruir en justicia, fin de que el hombre de Dios sea
perfecto, equipado para toda buena obra' (Tim 3:16-17).
Creemos que el Espíritu del Dios vivo y verdadero ha guiado la experiencia del Pueblo de Dios y el
proceso de elaboración de la Escritura, y ha inspirado su fijación por escrito y la selección de sus libros
(el canon).
Creemos que es 'Palabra de Dios' viva y permanente, en el sentido real y fuerte, y por tanto, el registro
normativo para todos en todos los tiempos de la autorrevelación de Dios en Cristo.
Coherentemente con todo ello, reconocemos en la Biblia la Autoridad única y suficiente de Dios a
cuyo juicio someter humilde y obedientemente nuestro pensar, nuestro sentir, nuestro hacer,
nuestro vivir entero:
38
“Así que no dejamos de dar gracias a Dios, porque al oír vosotros la palabra de Dios que os
predicamos, la aceptasteis no como palabra humana sino como lo que realmente es, Palabra de
Dios, la cual actúa en vosotros los creyentes” (1Tes 2: 13).
La fe cristiana se basa, pues, en este testimonio apostólico, cuyo último fundamento es Jesús mismo. El
Testimonio de Dios que ha dado por medio de Su Hijo Jesús nos llega por medio del testimonio de sus
apóstoles enviados: este es el cimiento del cristianismo bíblico.
Un seguidor y discípulo de Jesús, por tanto, reconoce la autoridad divina de la Biblia y se sujeta a ella. No
tiene sentido que un verdadero discípulo de Jesús:
- se ponga por encima de la Palabra de Dios juzgándola conforme a sus propios criterios,
- o interpretando arbitrariamente según sus intereses sin atender a los criterios de la misma Biblia, como
si no hubiera nada objetivo en la interpretación y todo valiera. Más adelante estudiaremos ese punto: los
criterios para interpretar la Biblia.
Nota: esta ficha es la primera parte del estudio: “¿Cómo interpretar la Biblia?”
> https://goo.gl/It6eyC
> https://es.scribd.com/document/307114907/La-Interpretacion-de-La-Biblia
39
FICHA 5:
LA INTERPRETACIÓN DE LA BIBLIA
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“Él (Jesús) le dijo: ¿Qué está escrito en la ley? ¿Cómo lees?”
(Lc 10:26)
Dios ha revelado de una manera suficientemente clara lo esencial de su mensaje como para que cualquier
persona pueda entender (principio de perspicuidad: inteligibilidad, claridad). El mismo Espíritu que
inspiró las Escrituras abre su significado a quienes se acercan a ella con sencillez de corazón. Cualquier
persona analfabeta y sin estudios puede comprender sin problemas lo que la Biblia revela acerca del plan
de Dios para la salvación del hombre, y acerca de su orientación moral. Todo el mundo puede entender el
significado de Juan 3:16: “Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito,
para que todo aquel que en él cree no se pierda, mas tenga vida eterna”. Pero aún en estos casos, los
textos sólo son comprendidos en la plenitud de su significado cuando se analizan por medio de un
correcto trabajo de interpretación.
Son muchos los obstáculos que se presentan cuando se quiere interpretar atinadamente lo que fue escrito
hace miles de años en el seno de un pueblo con ideas, costumbres y lenguas muy diferentes de las
nuestras. Llegar a una comprensión correcta, profunda y cabal de la Escritura requiere hacer ese trabajo
de interpretación, la obra del Espíritu no nos exime de nuestra responsabilidad de interpretar
correctamente. La misma Biblia nos da ejemplos de esta necesidad:
- En los días cuando una parte del pueblo de Israel regresó del destierro en Babilonia para restaurar el
templo y la ciudad de Jerusalén, Esdras, que era un escriba entendido en las Escrituras, reunió al pueblo
para leer e interpretar la Torah:
“1 Entonces todo el pueblo se reunió como un solo hombre en la plaza que está frente a la puerta de
las Aguas. Y dijeron al escriba Esdras que trajese el libro de la Ley de Moisés, que el Señor había
dado a Israel. 2 El primer día del mes séptimo, el sacerdote Esdras trajo la Ley ante la
congregación de hombres y mujeres, y de todo el que era apto para entender lo que oía. 3 Y leyó el
libro desde el alba hasta el medio día, frente a la plaza que está ante la puerta de las Aguas, en
presencia de hombres, de mujeres y de cuantos podían entender. Y los oídos de todo el pueblo
estaban atentos al libro de la Ley (…) 8 Ellos leían en el libro de la Ley de Dios, explicando y
aclarando el sentido, de modo que entendiesen la lectura” (Neh 8:1-3.8).
- Jesús a menudo explicaba (interpretaba) las parábolas a sus discípulos en privado. Cuando explicaba la
parábola del sembrador, enseñaba la importancia de entender la Palabra de Dios:
“18 Vosotros, pues, oíd la parábola del sembrador. 19 Cuando alguien oye la palabra del reino y no
la entiende, viene el maligno y arrebata lo que fue sembrado en su corazón. Este es el que fue
sembrado junto al camino (…) 23 Pero el que fue sembrado en buena tierra, éste es el que oye la
palabra y la entiende, el que de veras lleva fruto y produce, uno a ciento, otro a sesenta, y otro a
treinta por uno” (Mt 13:18-19.23).
- Jesús también interpretaba el Antiguo Testamento para que entendiesen su significado y que se refería a
Él mismo:
41
“27 Y comenzando desde Moisés y todos los Profetas, les interpretaba en todas las Escrituras lo
que decían de él (…) 44 Y les dijo: Estas son las palabras que os hablé, estando aún con vosotros:
que era necesario que se cumpliesen todas estas cosas que están escritas de mí en la Ley de Moisés,
en los Profetas y en los Salmos. 45 Entonces les abrió el entendimiento para que comprendiesen
las Escrituras...” (Lc 24:27).
En la Escritura operan conjuntamente el elemento humano y el divino, por eso es necesario tener en
cuenta tanto los principios comunes de interpretación de la sana razón, como los principios de
interpretación que suministra Dios mismo en su Palabra. Dios mismo dice cómo debe interpretarse su
propia Palabra, y cuáles son las disposiciones correctas para poder entender bien.
1.1 Debemos comprender el origen y naturaleza de la Biblia para recibir sus palabras como lo que
verdaderamente son: Palabra de Dios, por tanto, con fe y obediencia:
"Por esta razón, nosotros también damos gracias a Dios sin cesar; porque cuando recibisteis la
palabra de Dios que oísteis de parte nuestra, la aceptasteis, no como palabra de hombres, sino
como lo que es de veras, la palabra de Dios quien obra en vosotros los que creéis" (1Tes 2:13).
Sólo la obediencia a la Palabra da un verdadero conocimiento de la misma (Stg 1:21-25; Jn 7:17; 1Jn 2:3-
6), no aprovecha sin una actitud de fe y obediencia (Mt 7:21-27; Mc 4:2-20; Hb 4:2). Es necesaria una
actitud de discípulo, es decir, con afán de recibir, de aprender, de ser enseñados por Dios, de acatamiento
y obediencia, aplicando la Palabra a nuestras vidas:
“Prosiguiendo ellos su camino, él entró en una aldea; y una mujer llamada Marta le recibió en su casa.
Esta tenía una hermana que se llamaba María, la cual se sentó a los pies del Señor y escuchaba su
palabra. Pero Marta estaba preocupada con muchos quehaceres, y acercándose dijo: —Señor, ¿no
te importa que mi hermana me haya dejado servir sola? Dile, pues, que me ayude. Pero
respondiendo el Señor le dijo: —Marta, Marta, te afanas y te preocupas por muchas cosas. Pero
una sola cosa es necesaria. Pues María ha escogido la buena parte, la cual no le será quitada” (Lc
10:38-42).
“Por tanto, Jesús les respondió y dijo: Mi doctrina no es mía, sino de aquel que me envió. Si alguien
quiere hacer su voluntad, conocerá si mi doctrina proviene de Dios o si yo hablo por mi propia cuenta”
(Jn 7:16-17).
“Respondió Jesús y le dijo: Si alguno me ama, mi palabra guardará (=atesorará para obedecer). Y mi
Padre lo amará, y vendremos a él y haremos nuestra morada con él” (Jn 14:23).
Cuando decimos “Amén” a la Palabra de Dios, todas las promesas de Dios se harán reales para nosotros
(2Cor 1:20), y el Señor nos suministra el Espíritu (Gal 3:2-5).
La Palabra de Dios se cierra ante los que dudan de ella, ante los que echan a correr tan pronto como
tropiezan con algo que no entienden sus orgullosas cabecitas, que trastorna sus esquemas, que denuncia su
comportamiento... Sólo a los que se humillan, a los que tienen la valentía de permanecer cara a cara ante
ella -aún cuando no entienden-, dejándose confrontar por ella, dispuestos a despojarse de sus propios juicios
y prejuicios y de sí mismos, dispuestos a obedecer... sólo a estos la Palabra de Dios entrega su verdad y sus
profundidades, sólo para estos es efectivamente Palabra de Vida. Ella tiene su dignidad, no se entrega a
cualquiera.
42
La Biblia tiene, pues, a Dios como su Autor principal, de donde proviene su inerrancia (ausencia de
errores), infalibilidad y autoridad. Las palabras de la Biblia son verdad (Jn 17:17) y son vida (Hch 5:20),
porque hablan de la Revelación de Dios y la Salvación de Dios.
1.2 Por tanto, hemos de acercarnos a la Biblia no con la mente curiosa de un espectador, o la fría de un
científico, mucho menos como sus jueces, sino con el espíritu de humildad y reverencia propio de
quien toca cosas sagradas:
“Entonces se le apareció el ángel de Yhaveh en una llama de fuego en medio de una zarza. El observó y
vio que la zarza ardía en el fuego, pero la zarza no se consumía. Entonces Moisés pensó: “Iré, pues, y
contemplaré esta gran visión; por qué la zarza no se consume.” Cuando Yhaveh vio que él se
acercaba para mirar, lo llamó desde en medio de la zarza diciéndole: —¡Moisés, Moisés! Y él
respondió: —Heme aquí. Dios le dijo: —No te acerques aquí. Quita las sandalias de tus pies,
porque el lugar donde tú estás tierra santa es. Yo soy el Dios de tus padres: el Dios de Abraham, el
Dios de Isaac y el Dios de Jacob. Entonces Moisés cubrió su cara, porque tuvo miedo de mirar a
Dios.” (Ex 3:2-6).
“Algunos hombres de los ancianos de Israel vinieron a mí (el profeta Ezequiel) y se sentaron delante de
mí. Entonces vino a mí la palabra de Yhaveh, diciendo: “Oh hijo de hombre, estos hombres han
erigido sus ídolos en sus corazones y han puesto delante de sus rostros aquello que les hace caer
en la iniquidad. ¿Habré yo de ser consultado por ellos? Por tanto, háblales y diles que así ha dicho
el Señor Yhaveh: ‘A cualquier hombre de la casa de Israel que haya erigido sus ídolos en su
corazón, que haya colocado delante de su rostro aquello que le hace caer en la iniquidad, y que
luego acuda al profeta, yo Yhaveh me dignaré responderle como merece la multitud de sus ídolos, a
fin de prender a la casa de Israel en su propio corazón. Porque todos ellos se han apartado de mí
por causa de sus ídolos.’ “Por tanto, di a la casa de Israel que así ha dicho el Señor Yhaveh:
‘Arrepentíos y volved de vuestros ídolos; apartad vuestro rostro de todas vuestras abominaciones.
Porque cualquiera de los de la casa de Israel, o de los extranjeros que residen en Israel, que se
haya apartado de en pos de mí, que haya erigido sus ídolos en su corazón, que haya colocado
delante de su rostro aquello que le hace caer en la iniquidad, y que luego acuda al profeta para
consultarle acerca de mí, yo, Yhaveh, le responderé por mí mismo. Fijaré mi rostro contra aquel
hombre, lo convertiré en señal y refrán, y lo eliminaré de entre mi pueblo. Y sabréis que yo soy
Yhaveh.” (Ez 14:1-8).
1.4 Toda la palabra escrita de Dios es digna de ser deseada apasionadamente, amada y estudiada,
porque da testimonio de la Palabra viva de Dios, que es Cristo mismo (Jn 1:1).
“Escudriñáis las Escrituras, porque os parece que en ellas tenéis vida eterna, y ellas son las que dan
testimonio de mí. Y vosotros no queréis venir a mí para que tengáis vida” (Jn 5:40).
“Cuando descubrí tus palabras las devoré; son mi gozo y la delicia de mi corazón, porque yo llevo
tu nombre, oh SEÑOR Dios de los Ejércitos Celestiales” (Jr 15:16).
“Abre mis ojos, para que vea las maravillas que hay en tu instrucción... Tus testimonios son mi
delicia, y también mis consejeros... He escogido el camino de la verdad; he puesto tus juicios
delante de mí... ¡Mi herencia eres tú, SEÑOR! Me he propuesto obedecer tus palabras. ¡Cuánto amo
tu Ley! Todo el día es ella mi meditación... ¡Cuán dulces son a mi paladar tus palabras! ¡Son más
dulces que la miel a mi boca!... Lámpara es a mis pies tu Palabra, y luz para mi camino... Yo soy tu
siervo; dame entendimiento, para que conozca tus testimonios... La exposición de tu palabra
alumbra; hace entender a los ingenuos... Afirma mis pasos con tu palabra; que ninguna iniquidad
se enseñoree de mí... Sumamente pura es tu palabra; tu siervo la ama..; Tu justicia es justicia
eterna, y tu Ley es la verdad... Justicia eterna son tus testimonios; dame entendimiento, para que
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viva... A TI CLAMO: ¡SÁLVAME PARA QUE PUEDA OBEDECER TUS LEYES!... La suma de tu
palabra es verdad; eternos son todos tus justos juicios... Yo me gozo en tu palabra, como el que
halla abundante botín... Mucha paz tienen los que aman tu instrucción, y no hay para ellos
tropiezo…" (Salmo 119: 8.24.57.97.103.105.125.133.140.144.146.160.162.165. Todo el salmo es un
himno a la Palabra de Dios)
Por tanto buscamos en ella no meros conocimientos mentales, sino a Cristo, tener contacto con Él para
tener 'vida', tocarlo por la fe con nuestro espíritu:
“Y una mujer, que padecía de hemorragia desde hacía doce años (la cual, aunque había gastado
todo su patrimonio en médicos, no pudo ser sanada por nadie), se le acercó por detrás y tocó el
borde del manto de Jesús. De inmediato se detuvo su hemorragia. Entonces dijo Jesús: —¿Quién es
el que me ha tocado? Y como todos negaban, Pedro le dijo: —Maestro, las multitudes te aprietan y
presionan. Jesús dijo: —Alguien me ha tocado, porque yo sé que ha salido poder de mí. Entonces,
cuando la mujer vio que no había pasado inadvertida, fue temblando; y postrándose delante de él,
declaró ante todo el pueblo por qué causa le había tocado, y cómo había sido sanada al instante. El
le dijo: —Hija, tu fe te ha salvado. Vete en paz. (Lc 8:43-48).
1.6 Con un corazón recto y bien dispuesto, si deseamos que la Palabra dé fruto: ver Mt 13:1-23.
2.1 Interpretar cada texto en su contexto, porque “texto sin con-texto es un pre-texto”.
Cada pensamiento es una parte de un texto dado que está conectada con las demás partes y pensamientos
del texto formando un todo coherente. El contexto ilumina el significado de cada una de sus partes. Si
sacamos una frase o pensamiento de su contexto, podemos cambiar el significado que le quiso dar el
autor.
Por ejemplo, podemos sacar de contexto la frase 'no hay Dios' y decir que la Biblia dice que no hay Dios.
Pero si respetamos el contexto vemos claramente que lo que la Biblia dice es “Dijo el necio en su
corazón: No hay Dios” (Sal 53:1). Cambia totalmente el significado de la frase.
Como consecuencia de este principio, y dada la unidad de la Biblia, no se debe fundar una doctrina en
uno o unos pocos versículos sueltos, sino atendiendo a todo lo que la Biblia dice sobre el asunto, y
poniéndolo en relación con el mensaje principal de la Biblia y con el resto de verdades bíblicas, sin
enfatizar desequilibradamente una verdad o un aspecto de la verdad. A esta relación orgánica de cada
verdad con el conjunto se la llama 'analogía de la fe'. Toda verdad bíblica ha de situarse e interpretarse en
el conjunto/contexto de toda la Escritura. La verdad bíblica está en la suma de toda ella (Sal 119:160), en
el plan íntegro de Dios (Hch 20:27), es un todo orgánico, y tiene un hilo central y transversal de toda la
Biblia, que tiene que ver con:
el Propósito o Plan eterno del Dios trino
de hacer al Hombre (Gn 1:26)
conforme a la imagen del Hijo (Rm 8:29),
dispensándose/administrándose/dándose a sí mismo a este Hombre, individual y corporativamente
(la Iglesia),
para ser contenido y expresado por él,
de modo que pueda gobernar en Su Nombre toda la Creación,
después de haberlo redimido y haber tratado con su enemigo.
44
Ninguna verdad debe aislarse del conjunto ni del centro del mensaje de la Biblia.
Es este el significado del principio: “la Escritura se interpreta a sí misma”: la Escritura debe ser
interpretada en su contexto, desde sus propios conceptos, con los criterios de interpretación que
proporciona ella misma, comparando la Escritura con la Escritura para permitir que ella misma
compruebe y confirme la interpretación que uno hace de ella.
No siempre ocurre esto entre los cristianos y las iglesias mismas. Cristianos, teólogos y autoridades
eclesiásticas, a menudo introducen instancias ajenas a la Escritura, por medio de las cuales esta es
interpretada: presupuestos filosóficos, prácticas establecidas, 'tradiciones de los hombres' (Marcos 7:5-
13).., de esta manera se rechaza de hecho la Palabra de Dios como criterio supremo.
La Reforma evangélica del s. XVI vino a restaurar este principio de la Palabra de Dios como criterio
supremo ('Sola Scriptura'), por encima de las tradiciones eclesiásticas y teológicas (aunque no siempre
se ha aplicado después...). Así como el principio del libre examen: cada discípulo tiene el derecho y la
responsabilidad de leer, estudiar e investigar libremente la Biblia por sí mismo, sin imposiciones
eclesiásticas. Lo cual no significa que cada uno puede interpretar como le plazca o convenga, sino
sometiéndose a la interpretación que la Palabra de Dios hace de sí misma de acuerdo a sus propios
principios, y de acuerdo a los principios racionales de interpretación.
Como escribe el hermano Gino Ianfrancesco, 'la misma Iglesia no tiene autoridad sobre las Escrituras
para cambiarlas, omitir alguna de sus partes, o hacerlas decir algo diferente de lo que por sí mismas
dicen; es el Espíritu Santo el que tiene Autoridad sobre la Iglesia y le impone las Sagradas Escrituras,
enseñándole con ellas, para que ella testifique al mundo. Y cuando la Iglesia obedece al Espíritu de Cristo
que enseña con la Escritura, es guiada a toda verdad. La autoridad de la Iglesia descansa, pues, en la
medida en que ella esté bajo la autoridad del Espíritu que le enseña con las Escrituras y las establece;
asimismo, la autoridad de la 'tradición' descansa en la medida en que tal tradición sea fiel al Espíritu que
enseña con las Escrituras y las establece. La Iglesia no tiene ninguna autoridad inherente en sí misma que
sea independiente del Espíritu y de las Escrituras'. Y si la Iglesia no tiene autoridad sobre la Escritura,
¡cuánto menos el creyente individualmente!.
2.2 Sujetarse al sentido gramático-histórico del texto: el significado del texto sobre la base de lo que
sus palabras expresan en su sentido llano y simple a la luz del contexto histórico en que fue escrito, de
acuerdo a las reglas semánticas y gramaticales comunes, en el marco de la situación del autor y los
lectores de su tiempo. No es correcto tratar de buscar primeramente algún significado oculto o diferente
del obvio.
Por estar la Palabra de Dios 'encarnada' en palabra humanas, nos interesa mucho conocer lo más
exactamente posible qué quisieron decir los autores humanos, para lo cual es muy provechoso:
● El análisis lingüístico:
- las lenguas originales con su estructura propia de expresión;
- el análisis gramatical;
- los modismos: expresiones particulares de una cultura que expresan ideas diferentes de lo que
literalmente indican las palabras (Lc 14:26); un caso frecuente son lo antropomorfismos, en los que Dios
es presentado con características y reacciones típicamente humanas ('el dedo de Dios', 'Dios lamentó
haber creado al hombre' - Gn 6:6-7, ...)
- los géneros literarios usados: narración histórica, enseñanza doctrinal, exhortación, leyes,
poesía...
- las figuras del lenguaje usadas, en las que se expresan ideas diferentes al sentido literal, por
ejemplo:
♦ lenguaje metafórico: una comparación, ya sea explícita (Sal 42:1), ya sea implícita (Jn 6:35);
♦ la hipérbole: una exageración evidente para aumentar el efecto de lo que se dice (Jn 21:25);
♦ la sinécdoque: la designación de un todo con el nombre de sus partes o viceversa (Hch 27:37)
♦ la ironía: por la que se da a entender lo contrario de lo que se declara (1Re 18:27)
45
♦ la paradoja: expresiones que envuelven una contradicción aparente (Mt 10:39)
♦ la personificación: atribuir características o acciones propias de personas a seres que no lo son
(Sal 114)
♦ la alegoría: una sucesión de metáforas, generalmente combinadas en forma de narración, de
cuyo significado literal se prescinde (Gal 4:21-31)
♦ la fábula: una composición literaria en la que por medio de una ficción se da una enseñanza
moral (Jue 9:1-21)
♦ el símbolo: un ser u objeto que representa un concepto abstracto, invisible, por alguna
semejanza o correspondencia. Por ejemplo, el fuego como símbolo de purificación (1Pe 1:7) o de juicio
(Is 66:24); el agua, símbolo de lavamiento espiritual Ef 5:26) o la vida abundante del Espíritu (Jn 7:38-
39); el número 7 como símbolo de perfección, simbología de los metales y piedras preciosos, de los
colores ...
♦ el tipo: es una clase específica de símbolo, propia de la Biblia, por la que determinados hechos,
personas o cosas históricas (tipos) del Antiguo Testamento representan realidades o personas históricas
del Nuevo Testamento. Entre unos y otros hay una correspondencia, una analogía; el tipo predice o
describe el antitipo. Es Dios mismo quien establece estas correspondencias, y han de estar avaladas por el
Nuevo Testamento. Los tipos del AT se refieren principalmente a Cristo, a obra salvífica, y a la
experiencia cristiana (ver una lista en el anexo 1).
● El contexto del pasaje dentro del libro y de toda la Biblia, y posibles pasajes paralelos.
Atribuimos pues al texto en primer lugar el significado más simple y llano, el significado manifiesto de
las palabras, identificando también las figuras del lenguaje para interpretarlas adecuadamente. Gracias a
Dios hoy disponemos de traducciones interlineales griego-español, diccionarios de hebreo y griego
bíblico, buenas traducciones de la Biblia al castellano, buenos diccionarios bíblicos, atlas bíblicos, el
legado de grandes maestros de la Biblia... Hay muchas y buenas herramientas para el estudio personal de
la Biblia.
2.3 Toda lectura alegórica, tipológica o simbólica debe basarse en el sentido gramático-histórico, y
siempre que la misma Escritura nos autorice a hacerlo porque dé alguna clase de indicación al
respecto.
Si la interpretación alegórica, simbólica o tipológica no está bien arraigada en el sentido llano del texto, se
le puede conferir al texto arbitrariamente cualquier significado fruto de la pura especulación, imaginación
o intereses del propio intérprete. Esto es muy propio del gnosticismo, imaginando significados en el texto
que en ningún modo están allí.
Por ejemplo, Col 2:16-17 dice que todas las prescripciones de la Ley de Moisés sobre alimentos, días de
fiesta y el sábado eran sólo sombra de Cristo. Cristo es 'el cuerpo', la realidad, de esas sombras. Por tanto
46
el Espíritu Santo nos autoriza por la misma Escritura a interpretar aquellas sombras como tipos o
símbolos de Cristo y las realidades espirituales que Él ha traído.
Por la voluntad de Dios y con su asistencia providente, la Escritura recoge y registra lo que Dios ha
revelado a la Humanidad por medio de hechos y palabras, para darse a conocer a Sí mismo y sus
propósitos y su salvación, de modo que el Hombre pueda alcanzar el propósito para el que fue creado.
Las Sagradas Escrituras nos pueden hacer sabios para la salvación por medio de la fe que es en Cristo
Jesús. Toda la Escritura es útil para la enseñanza, para la reprensión, para la corrección, para la
instrucción en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente capacitado para toda
buena obra (2Tim 3:15-17).
Por tanto, cuando nos acercamos a la Escritura nunca debemos perder de vista que su objetivo es
introducirnos más y más en la comunión con el Dios vivo. Es con este objetivo que la Escritura cuenta la
historia, o hace afirmaciones acerca de la creación física. La Biblia no es un libro de historia o de
ciencias al estilo moderno, aunque narra hechos reales y su cosmovisión está en armonía con los datos de
la verdadera ciencia, pues el mismo Dios que se revela en la Biblia es el que ha creado el universo y el
que ha dotado de razón a hombre.
Existe, pues, armonía y complementariedad entre la Palabra de Dios y la ciencia 'genuina', es decir, que
busca honestamente la verdad de las cosas ciñéndose rigurosamente al ámbito y método que le es propio,
sin manipular los datos que presenta la observación y experimentación de la realidad para que encajen
con creencias previas. La Biblia estimula la investigación de la realidad creada, como en tantos y tan
relevantes científicos creyentes se ha puesto de manifiesto, y la ciencia desentraña y exhibe al
entendimiento humano las maravillas del Creador, sus atributos reflejados en la armonía, complejidad,
diversidad y belleza tanto del macro-cosmos como del micro-cosmos.
El objeto de la Biblia no es sustituir los saberes humanos, pero una de sus funciones es marcar los límites
de la verdad de los saberes humanos, preservar a la razón, que es limitada y caída, de errores que afecten
a la salvación del hombre. Cuando una hipótesis científica pone en cuestión datos bíblicos que afectan a
la salvación del hombre o entran en colisión con la cosmovisión bíblica, el creyente puede empezar a
sospechar que ahí hay gato encerrado. Como ha ocurrido con la hipótesis evolucionista, sustentada por
pre-supuestos ideológicos que condicionan el trabajo científico, que propone afirmaciones que van más
allá de su ámbito propio, y que conforme al método científico ha sido 'falsada' por los datos de la
investigación, por más que un poderoso aparato propagandístico haya conseguido imponerla como un
'hecho científico'.
2.5 Es el Espíritu mismo de Cristo, que inspiró las Escrituras, el que las interpreta.
Los que la transmitieron y escribieron el Texto Sagrado lo hicieron en base a la inspiración del Espíritu de
Dios (2Tim 3:16; 2Pe 1, 19-21; Jn 14:16-18.26; 15:26; 16:13-15) y es bajo esa misma guía del Espíritu
que debe interpretarse (1Jn 2:20.27), no caben interpretaciones privadas, personales, por cuenta propia
(2Pe 1:20-21), porque es el propio Espíritu quien define los conceptos y significados de la Escritura que
Él mismo ha inspirado. Del mismo modo que el Señor explicaba las Escrituras a los discípulos y les abría
el entendimiento para que las comprendiesen (Lc 24:25-27.32.44-45), hoy sigue haciendo lo mismo por
medio de su Espíritu que mora en nosotros, individualmente y como el Cuerpo de Cristo, la Iglesia. Este
es el elemento esencial de la hermenéutica cristiana.
El Espíritu en nosotros y la Escritura fuera de nosotros operan, pues, conjunta e inseparablemente para
que podamos comprender la Palabra de Dios:
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a) el Espíritu Santo habita en los creyentes genuinos, como individuos y como Iglesia. Jesucristo,
muerto, resucitado y ascendido, derramó el Espíritu Santo sobre los creyentes, el cual mora en nosotros,
nos enseña interiormente acerca de todas las cosas (la Unción (1Jn 2:20.27), y nos guía a toda verdad (Jn
14:16-17.26).
b) y las Sagradas Escrituras inspiradas por el mismo Espíritu de Dios (la Biblia).
Un cristiano adecuado debe ser equilibrado respecto a estos dos lados. Si solamente tenemos el Espíritu
Santo que habita en nosotros, pero no tenemos la Escritura objetiva fuera de nosotros, fácilmente nos
equivocaremos. El Espíritu Santo nunca va a contradecir la Escritura que Él mismo inspiró; ni va a decir
cosas nuevas o diferentes a lo que dijo Cristo (Jn 16:13-15), sino explicitar todas las riquezas que están en
Cristo. Pero si solamente tenemos la Escritura objetiva, pero no atendemos al Espíritu Santo por dentro,
nos volveremos muertos, sin vitalidad. Las Sagradas Escrituras y el Espíritu que las inspiró, van juntos, y
concuerdan siempre, pues el Espíritu que enseña internamente a los creyentes, es el mismo que inspiró las
Escrituras, y es usando las Escrituras que nos enseña.
Para alcanzar este equilibrio, necesitamos tener un entendimiento entrenado e iluminado para
comprender la letra de la Biblia y un espíritu ejercitado para tocar su significado espiritual y
recibir la Vida que hay en la Palabra:
● El Señor desea que usemos toda nuestra mente (inteligencia, entendimiento, imaginación, memoria...)
para buscarle y conocerle:
“35 Uno de ellos, intérprete de la ley, preguntó para probarle: 36 -Maestro, ¿cuál es el gran
mandamiento de la ley? 37 Jesús le dijo: —Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón y con toda
tu alma y con toda tu mente. 38 Este es el grande y el primer mandamiento” (Mt 22:35-38).
Hemos de aplicar todas las potencias de nuestra mente para conocer y comprender los conceptos y
términos especiales que usa la Biblia en sus contextos, ayudarnos del trabajo de otros hermanos antes que
nosotros, y orar para que sean iluminados los ojos de nuestro entendimiento para poder comprender (Ef
1:18), porque nuestro espíritu difícilmente puede tocar el Espíritu y la Vida en la Palabra si no la
comprendemos con nuestra mente.
● Pero el conocimiento mental es insuficiente por sí solo, quedaría sin fruto, sin vida, sin poder de
transformación, pues sólo nuestro espíritu está capacitado para la comunicación con Dios, para
aprehender las realidades divinas y tener comunión con Él. El espíritu es la parte más interna de nuestro
ser; por medio de la fe en el Evangelio el pecador nace de nuevo, su espíritu, antes muerto en delitos y
pecados, ahora es regenerado y habitado por el Espíritu de Cristo. Ahora el creyente debe aprender a
prestar atención al Espíritu que mora en su espíritu, y que late en las Escrituras, acercándose a ellas en
actitud de oración, buscando al Señor. Ambas cosas: la mente y el espíritu, son necesarias y
complementarias en nuestra comunión con el Señor (1Cor 14:1-10).
Algunos, interpretando mal (sin atender al contexto) el pasaje de 2Cor 3:6 (“...la letra mata, pero el
Espíritu vivifica”), menosprecian la literalidad de la Escritura con el pretexto de no limitar la libertad del
Espíritu para expresarse. Pero ese pasaje no enseña eso. Si se presta atención al contexto, la 'letra' de la
que habla no se refiere a la letra de la Escritura, sino a la Ley de Dios (los 10 mandamientos -2Cor 3:3)
dada por Dios para poner en evidencia la pecaminosidad del hombre caído, y acusarlo por sus pecados y
demostrar que merece la muerte (Rm 3:20b; Rm 7; Col 2:14). Por eso es letra 'que mata'. Esa es su
función: un 'ministerio de de muerte', un 'ministerio de condenación' (3:4-11), para que el pecador
descubra la necesidad que tiene de Cristo y su salvación (Gal 3:19-25). Una función necesaria dispuesta
48
por Dios mismo, que no se puede rechazar.
Pero en cuanto que han sido inspiradas por el Espíritu de Dios, son el vehículo adecuado escogido por
Dios para transmitir su Revelación. Son palabras enseñadas por el mismo Espíritu para hablar
adecuadamente de las realidades espirituales reveladas por Dios, por eso debemos apreciarlas y
guardarlas con reverencia en nuestros corazones:
“De estas cosas estamos hablando, no con las palabras enseñadas por la sabiduría humana, sino
con las enseñadas por el Espíritu, interpretando lo espiritual por medios espirituales” (2Cor 2:13).
No obstante, también hemos de procurar no separar la letra de la Biblia del Espíritu que la inspiró, y la
vivifica, actualiza e interpreta, para no caer en un conocimiento de la Biblia meramente formal, vacío, sin
vida... Pues la Biblia está escrita para dirigirnos a Cristo, la Palabra viviente de Dios, para tener vida:
'Examináis las Escrituras porque pensáis que en ellas tenéis vida eterna; y ellas son las que dan
testimonio de mí. Y no queréis venir a mí para que podáis tener vida eterna' (Jn 5: 39-40).
2.6 Toda la Escritura apunta a Cristo (Jn 5:39), en toda la Escritura se habla de Él, y desde Él como
centro se interpreta.
El Antiguo Testamento promete, anuncia, prefigura y profetiza a Cristo (Lc 18:31; 24:27.44-46; Jn 1:45;
Hch 10;43; 28:23; Col 2:16-17; Hb).
El Antiguo Testamento se lee desde el Nuevo, pues aquel es figura y profecía de este, y el Nuevo es
cumplimiento y plenitud de aquel (Rm 15:4; 1Cor 10:6.11; Col 2:16-17; Hb 8:3-13; 9:1-10.23; o en los
evangelios la expresión 'para que se cumpliesen las Escrituras). Ambos se iluminan mutuamente, y existe
una complementariedad entre el testimonio de ambos: el testimonio profético, y el testimonio apostólico
(2Pe 1:16-21; 2Pe 3:1-2).
Jesucristo es el Alfa y la Omega, el primero y el último, el principio y el fin (Ap 22:13). 'Alfa' es la
primera letra del alfabeto, y 'omega' la última. Esto significa que Cristo es el Alfabeto, y a través de ese
Alfabeto Dios se expresa; entonces descubrimos que esas letras están en todas partes, es decir, Cristo está
en toda la Escritura. Cristo es la Palabra viviente de Dios (Jn 1:1-18), la Biblia es la Palabra escrita de
Dios.
Dios reúne todas las cosas entorno a Cristo como Cabeza (Ef 1:9-10). Así es también con Su Palabra,
Cristo es el centro de las Escrituras, y la clave para su interpretación (2Cor 3:14-16).
“Dios no nos ha presentado (en primera instancia) un conjunto de verdades, temas, asignaturas, aunque
la Biblia puede estar llena de todo eso. Él no nos ha presentado eso, sino a un Hombre. Toda verdad,
toda doctrina, cualquier tema, cualquier asignatura que no sea una revelación de Cristo, y una
ministración de Él, que no lo exalte y lo torne más admirado, pierde su propósito, se ha divorciado y
separado del propósito de Dios, y eso no es aprobado por Dios de ninguna manera. Todo lo que viene
Dios, de eternidad a eternidad, está inseparablemente ligado a un Hombre.
El valor práctico es esto es que nunca comprenderemos el significado y el valor de los temas bíblicos,
aunque los estudiemos durante toda nuestra vida, si son tomados como asuntos en sí mismas. El único
dinámico y real sentido en cualquier verdad es el Cristo viviente.
Estoy alertando del peligro de disociar la enseñanza sobre Cristo de la Persona de Cristo.
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Nunca percibiremos todo el valor y significado de Cristo por mera comprensión mental u objetiva.
Solamente cuando lo probamos subjetivamente, cuando nos unimos a Él, somos introducidos en el
propósito divino.
La base del éxito de Dios (en el cumplimiento de su propósito) es la unión vital con Cristo, lo que a
veces hablamos como de la identificación con Cristo. El éxito de Dios depende totalmente del Cristo
interior, y por lo tanto, como hemos dicho antes, de la única cosa que Dios está detrás, y de la única
cosa que el diablo está en contra, y se opone por todos los medios que signifiquen sustitución,
imitación, falsificación, y así sucesivamente, es que Cristo more en el interior de los hombres. El
objetivo de Dios es alcanzado con relación a ese punto de partida, y todo es posible. La base del éxito de
Dios es Cristo en vosotros, la unión con Cristo, la identificación con Cristo de una manera interior. Así
se establece en la Palabra de Dios como el principio en el que Dios obra en esta dispensación de
principio a fin (‘La economía del misterio’, A. Sparks).
“Toda experiencia de valor para Dios tiene que haber sido alcanzada pro medio de un nuevo
descubrimiento del significado de la Persona y de la obra del Señor Jesús” (‘La vida cristiana normal’,
W. Nee).
2.7 La Escritura no puede contradecirse a sí misma. Los diferentes libros de la Biblia no pueden
contradecirse entre sí, pues los inspira el mismo Espíritu. La verdad puede tener aspectos o ángulos
diferentes, pero complementarios.
La Palabra de Dios no está sujeta a la transitoriedad, es permanente (Mt 5:17-19; 1Pe 1:23-25). Pero eso
no quiere decir que todo lo que registra las Escrituras está vigente para nosotros en su literalidad. Aquí es
preciso comprender la relación entre el Antiguo Pacto/Testamento y el Nuevo Pacto/Testamento, su
continuidad y su contraste, los principio permanentes y las disposiciones transitorias que han sido
abolidas por Cristo. (Vemos esto más despacio en la ficha 10: El valor del Antiguo Testamento).
2.9 Interpretar los pasajes oscuros desde los que están más claros, no al revés.
2.10 No debe alterarse la integridad de la Escritura (Dt 4,2; Mc 7, 9; Jn 10, 35; 2Cor 2, 17; 2Pe 3, 15-
18; Ap 22, 18); quien conoce a Dios sabe que de Él sólo procede el bien, por eso cuando tropezamos con
algo que hiere nuestra sensibilidad hemos de pensar que todavía no lo comprendemos bien, que los
caminos de Dios son más altos que nuestros caminos;
2.11 La Escritura fue dada al Pueblo de Dios, y es en el seno de la comunidad cristiana que encuentra el
contexto y clima adecuado para su interpretación; una comunidad cristiana que respete los criterios
anteriores; que se considere discípula, y no maestra de la Palabra. Es necesario 'comprender junto con
todos los santos', contando inclusivamente con el sentir de todos los santos a lo largo de todos los
tiempos:
“14 Por esta razón doblo mis rodillas ante el Padre, 15 de quien toma nombre toda familia en los
cielos y en la tierra, 16 a fin de que, conforme a las riquezas de su gloria, os conceda ser
fortalecidos con poder por su Espíritu en el hombre interior; 17 para que Cristo habite en
vuestros corazones por medio de la fe; de modo que, siendo arraigados y fundamentados en amor,
18 seáis plenamente capaces de comprender, junto con todos los santos, cuál es la anchura, la
longitud, la altura y la profundidad, 19 y de conocer el amor de Cristo que sobrepasa todo
conocimiento; para que así seáis llenos de toda la plenitud de Dios” (Ef 3:14-19).
Es necesario equilibrar el principio del libre examen con este otro. Aunque todo magisterio humano
debe examinarse a la luz de la Escritura, no podemos desechar el patrimonio de la Iglesia de todos los
tiempos como si la verdadera interpretación de la Biblia comenzara con nosotros.
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2.12 Usar bien la numeración de capítulos y versículos.
Los capítulos y los versículos no forman parte del texto de la Biblia, fueron puestos para facilitar la
localización de un pasaje en la Escritura. Y es para eso y sólo para eso que debemos prestarles atención,
porque no siempre respetan el desarrollo natural de los parágrafos, es decir, ideas o unidades de sentido.
Es necesario prestar atención a cuando comienza un tema, su desarrollo y ver donde termina, para no
cortar un idea o narración de la Escritura.
Habitualmente los editores de las biblias también colocan títulos, como los titulares de los periódicos,
para recordar de un vistazo el contenido o tema de un pasaje. Son útiles pero hay que saber que tampoco
forman parte del texto bíblico original.
Conclusión
De la fidelidad a estos criterios depende que cuando interpretamos la Biblia hagamos verdadera 'ex-
egesis', no 'eis-egesis'; es decir, que extraigamos el significado que contiene el texto, no que
introduzcamos en él nuestras propias opiniones.
Nota: esta ficha es la segunda parte del estudio: “¿Cómo interpretar la Biblia?”
> https://goo.gl/It6eyC
> https://es.scribd.com/document/307114907/La-Interpretacion-de-La-Biblia
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FICHA 6:
52
Las palabras de la Biblia:
son verdad (Jn 17:17; Sal 119:160; Ef 1:13; Col 1:5) porque son inspiradas por Dios, y por ellas
Dios se revela a Sí mismo y revela la realidad de todas las cosas;
son espíritu (Jn 6:63), porque son dadas por medio del Espíritu, enseñadas por el Espíritu (1Cor
2:13), portadoras de realidades espirituales, por ejemplo, vida:
son vida (Jn 6:63; Hch 5:20), porque por medio de ellas Dios se da a Sí mismo, en Cristo, como
Vida.
“La suma de tu palabra es verdad; eternos son todos tus justos juicios” (Sal 119:160).
“El Espíritu es el que da vida; la carne no aprovecha para nada. Las palabras que yo os he hablado
son espíritu y son vida” (Jn 6:63).
Por medio de la Biblia - la Palabra de Dios -, el Espíritu nos revela la verdad para que tengamos vida.
1) Dar testimonio del Señor Jesús y ponernos en contacto con Él para tener vida:
“39 Escudriñad las Escrituras, porque os parece que en ellas tenéis vida eterna, y ellas son las que
dan testimonio de mí. 40 Y vosotros no queréis venir a mí para que tengáis vida” (Jn 5:39).
El Señor Jesús es el tema y contenido de la Biblia. Él es la Palabra viviente de Dios, la Biblia es la Palabra
escrita de Dios. La Palabra escrita de Dios está para que entremos en contacto con la Palabra viviente de
Dios, quien es Vida y nos da Vida.
2) Producir la fe:
“Por esto, la fe es por el oír, y el oír por la palabra de Cristo” (Rm 10:17)
Ella despierta nuestra fe para que nos apropiemos de todos los dones de la gracia de Dios.
“(El Padre) por su propia voluntad, él nos hizo nacer por la palabra de verdad, para que fuéramos
como primicias de sus criaturas” (Stg 1:18).
“23 ...pues habéis nacido de nuevo, no de simiente corruptible sino de incorruptible, por medio de la
palabra de Dios que vive y permanece. 24 Porque: Toda carne es como la hierba, y toda su gloria es
como la flor de la hierba. La hierba se seca, y la flor se cae; 25 pero la palabra del Señor permanece
para siempre. Esta es la palabra del evangelio que os ha sido anunciada” (1Pe 1:23).
“...y que desde tu niñez has conocido las Sagradas Escrituras, las cuales te pueden hacer sabio para
la salvación por medio de la fe que es en Cristo Jesús” (2Tim 3:15).
Muestra cómo Dios salva a los hombres, y cómo caminar por el camino de la salvación por medio de la fe
en el Señor Jesús.
5) Ser la leche espiritual de los creyentes nuevos, y alimento sólido para avanzar a la madurez:
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“2 desead como niños recién nacidos la leche espiritual no adulterada, para que por ella crezcáis
para salvación; 3 puesto que habéis probado que el Señor es bondadoso” (1Pe 2:2-3).
“1 Y yo, hermanos, no pude hablaros como a espirituales, sino como a carnales, como a niñitos en
Cristo. 2 Os di a beber leche y no alimento sólido, porque todavía no podíais recibirlo, y ni aún ahora
podéis” (1Cor 3:1-2)
“12 Debiendo ser ya maestros por el tiempo transcurrido, de nuevo tenéis necesidad de que alguien os
instruya desde los primeros rudimentos de las palabras de Dios. Habéis llegado a tener necesidad de
leche y no de alimento sólido. 13 Pues todo el que se alimenta de leche no es capaz de entender la
palabra de la justicia, porque aún es niño. 14 Pero el alimento sólido es para los maduros, para los
que por la práctica tienen los sentidos entrenados para discernir entre el bien y el mal” (Hb 5:13-14).
“Pero él respondió y dijo: —Escrito está: No sólo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra que
sale de la boca de Dios” (Mt 4:4)
6) Instruir y capacitar:
“Pues lo que fue escrito anteriormente fue escrito para nuestra enseñanza, a fin de que por la
perseverancia y la exhortación de las Escrituras tengamos esperanza” (Rm 15:4).
“Estas cosas les acontecieron como ejemplos y están escritas para nuestra instrucción, para nosotros
sobre quienes ha llegado el fin de las edades” (1Cor 10:11).
“16 Toda la Escritura es inspirada por Dios y es útil para la enseñanza, para la reprensión, para la
corrección, para la instrucción en justicia, 17 a fin de que el hombre de Dios sea perfecto,
enteramente capacitado para toda buena obra” (2Tim 3:16-17).
8) Limpiar y santificar:
“1 Yo soy la vid verdadera y mi Padre es el viñador. 2 Todo pámpano que en Mí no produce fruto, lo
quita; y todo el que produce fruto, lo limpia para que produzca más fruto. 3 Ya vosotros estáis limpios
por la Palabra que os he hablado” (Jn 15:1-3).
“En mi corazón he guardado tus dichos para no pecar contra ti” (Sal 119:11).
“11 Vestíos de toda la armadura de Dios, para que podáis hacer frente a las intrigas del diablo (…) 17
Tomad también... la espada del Espíritu, que es la palabra de Dios...” (Ef 6:11.17),
“105 Lámpara es a mis pies tu palabra, y lumbrera a mi camino (…) 130 La exposición de tu palabra
alumbra; hace entender a los ingenuos” (Sal 119:105.130)
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“También tenemos la palabra profética que es aun más firme. Hacéis bien en estar atentos a ella,
como a una antorcha que alumbra en lugar oscuro, hasta que aclare el día y el lucero de la mañana se
levante en vuestros corazones” (2Pe 1:19).
***
Bibliografía
- “Silabo de Bibliología”, compilado por Gino Iafrancesco.
- “Vida en un plano más alto”, tomo III, Ruth Paxson.
55
FICHA 7:
56
EL TEMA DE LA BIBLIA puede ser expresado en cuatro frases:
- El Dios triuno se propuso un Plan y creó para llevarlo a cabo;
- Satanás se rebeló y corrompió la Creación;
- el Hombre cayó en la rebelión y se perdió para el Plan de Dios;
- y Cristo redimió al Hombre caído, edifica el Nuevo Hombre y llevará a término todo el Plan de Dios.
El tema del Antiguo Testamento es que Dios creó, Satanás corrompió, el hombre cayó y Dios prometió
la venida de Cristo para que efectuara la redención del viejo Hombre caído.
El tema del Nuevo Testamento es Cristo, quien vino para redimir a los pecadores y para edificar la
iglesia (el Nuevo Hombre) y traer a la tierra el Reino de los cielos conforme al Plan de Dios, el cual
llevará a su plena realización.
ANTIGUO PACTO/TESTAMENTO
Profetas:
Isaías,
Jeremías,
Lamentaciones,
Ezequiel
Oseas, Joel, la denuncia profética de esta situación, la esperanza de redención futura para Israel
Amós, Abdias, y para todas las naciones con la venida del Mesías;
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Jonás, que vendría una primera vez en humildad para efectuar la salvación del mundo,
Miqueas, y una segunda vez en poder para juzgar al mundo y establecer su reino eterno eterno.
Nahúm,
Habacuc,
Sofonías.
Daniel Frustrada la venida del Reino por el fracaso de Israel,
Dios establece 'el tiempo de los gentiles' (los imperios) hasta el regreso de Cristo.
Profecía sobre el destino de Israel hasta la primera y segunda venida del Mesías
Esdras, Ester, El llamamiento de un remanente para restaurar
Nehemías, la edificación del Reino de Dios, el Templo de Dios
Hageo, y la Ciudad de Dios en la Tierra, y para preparar la venida del Mesías.
Zacarías y El empeño del enemigo por abortar todo esto y aniquilar al pueblo de Dios
Malaquías. y la protección providencial de Dios (especialmente en Esdras y Ester)
Job Los tratos (disciplina) de Dios para derribar la orgullosa justicia propia
y elevar a sus siervos a nuevos grados de gloria.
Salmos La búsqueda de comunión con Dios
por medio de alabanzas, oraciones, cantos, meditaciones...
Proverbios El contacto con la Sabiduría (Cristo) para saber comportarse y forjar el carácter
Eclesiastés La vanidad de la vida humana bajo el sol cuando uno se aparta de Dios.
Cantar Cristo -el Cantar de los Cantares- como la satisfacción de la vida humana.
de los La experiencia espiritual individual del creyente de comunión con Cristo.
Cantares
Nuevo Testamento/Pacto
Los 4 Presentación del Salvador prometido en su primera venida, su vida, sus hechos, sus
evangelios: enseñanzas y su obra redentora, desde cuátro ángulos:
Mateo el Rey de Dios (la realeza de Cristo y el evangelio del Reino)
Marcos el Esclavo de Dios (el servicio del salvador y el evangelio de Dios)
Lucas el Hijo del Hombre (la humanidad de Cristo y el evangelio de la Redención)
Juan el Hijo de Dios (la divinidad de Cristo y el evangelio de la Vida)
Hechos El génesis de la Iglesia y las iglesias locales para extensión del Reino de Dios,
como fruto del sacrificio de Cristo y su exaltación a la diestra de Dios,
por la acción del Espíritu de Cristo y el servicio de los apóstoles.
Romanos Presentación sistemática del Evangelio de Dios: cómo un pecador bajo el juicio de
Dios llega a ser un miembro maduro y activo en la Iglesia
1ª Corintios Cristo y su cruz, la solución de todos los problemas que surgen en las iglesias locales
2ª Corintios El ministerio (servicio) del Nuevo Testamento y sus ministros
Gálatas Un aspecto central del Evangelio de Dios: la justificación por la fe (la 'regla').
Cristo contra el legalismo, la religión y la tradición.
Efesios La revelación del misterio de Cristo:
la Iglesia, Cuerpo de Cristo, como la plenitud de Cristo
Filipenses Experimentar a Cristo como nuestro vivir y nuestro todo
Colosenses La excelencia, preeminencia y gloria de Cristo
1ª Exhortación a la Iglesia para una vida santa, como es digno de Dios
Tesalonicenses
58
2ª Continúa exhortación a la Iglesia para una vida santa, como es digno de Dios
Tesalonicenses
1ª Timoteo Enseñanzas a un obrero apostólico para que sepa conducirse en la Casa de Dios,
centrado en el Plan (economía) de Dios
2ª Timoteo Enseñanzas a un obrero apostólico para que sepa conducirse en la Casa de Dios en
tiempos de decadencia
Tito Enseñanzas a un obrero apostólico acerca de poner orden en la Iglesia
y completar lo que falta
Filemón La igualdad entre los creyentes en el Nuevo Hombre
Hebreos La superioridad de Cristo, sumo sacerdote definitivo, y del Nuevo Pacto;
y el crecimiento en la vida cristiana (la carrera cristiana) hasta entrar en el reposo
Santiago Acerca de la perfección cristiana práctica a traves de la prueba
1ª Pedro Estar firmes en la verdadera gracia es una vida de obediencia a Cristo, siguiendo sus
pisadas, siendo edificados en la Iglesia
2ª Pedro Exhortación a crecer en la gracia y el conocimiento de Jesucristo firmes contra el
engaño de los malvados
1ª Juan El misterio de la comunión de la vida divina manifestada en la comunidad de los
creyentes
2ª Juan Exhortación a permanecer en la doctrina de Cristo frente al anticristo
3ª Juan Exhortación a ayudar a los que colaboran con la verdad (obreros cristianos)
Judas Exhortación a contender eficazmente por la fe dada una vez a los santos
Apocalipsis Profecía de la historia de la Iglesia.
El proceso por el cual el Padre somete todas las cosas a los pies de Cristo.
La culminación de todos los propósitos de Dios.
Nota
Esta breve panorámica está basada en estudios sobre los libros de la Biblia de Witness Lee, un hermano
con el que tenemos algunas graves discrepancias, pero en el que reconocemos mucho aporte útil para la
edificación.
59
FICHA 8:
CRONOLOGÍA BÍBLICA
DE LA HISTORIA SAGRADA
60
NOTA INTRODUCTORIA
“Y dijo ’Elohim: Haya lumbreras en la expansión de los cielos para diferenciar entre el día y la noche,
y sirvan para señales, y para las estaciones, y para días y años…” (Gn 1:14).
“Habló YHVH a Moisés y a Aarón en la tierra de Egipto, diciendo: Este mes es para vosotros principio
de meses.
Sea este para vosotros el primero de los meses del año” (Ex 12:1-2)
Fue Dios quien creó el Tiempo en el que se desarrolla la Historia Humana, y en ella, la Historia de la
Salvación y la Economía divina para el cumplimiento de Su eterno Propósito. Fue Dios el que nos
proveyó elementos para medir el paso del tiempo, y para “señalar” tiempos, festividades, profecías,
eventos y esperanzas. El Eterno está interesado en la cronología, en la Historia, y quiere que nosotros
también lo estemos. La prueba está en las mismas Escrituras, que ha ido marcando la Historia Sagrada de
principio a fin con abundantes referencias cronológicas. Referencias cronológicas que proclaman que el
contenido de la Biblia, la Revelación divina, no es ‘mitología’. La Revelación registrada en la Biblia está
esencialmente arraigada en la Historia y entrelazada con ella. Toda la Biblia está entretejida por
referencias a personajes históricos, líneas genealógicas, lugares geográficos reales, eventos históricos…
hasta culminar en la entrada del Eterno dentro del Tiempo, la encarnación del Dios Unigénito: “Y el
Logos se hizo carne, y tabernaculizó entre nosotros, y contemplamos su gloria, gloria como del Unigénito
del Padre, lleno de gracia y de verdad” (Jn 1:14).
“La cronología es a la historia lo que el esqueleto al cuerpo humano. Esta habitual analogía —incluso con
sus deficiencias— resulta adecuada para aclarar la conexión entre la estructura, las fechas y la secuencia
de acontecimientos pasados (la cronología) y la narración que los interpreta y les “da cuerpo” (la historia).
Sin los puntos de referencia cronológicos la historia quedaría reducida a una colección de episodios
incoherentes, cuya causa y efecto y verdadera relevancia resultarían irrecuperables o, en el mejor de los
casos, quedarían en peligro de ser gravemente malinterpretados” (“Cronología”, Diccionario del Antiguo
Testamento. T. Desmond Alexander y David W. Baker).
Así pues, el propósito de nuestra cronología no es hacer una interminable lista de fechas de escasa
utilidad para nuestra edificación, sino extraer de la misma Escritura el marco cronológico de la Historia
de la Salvación que nos ayude a contextualizar mejor los hechos y palabras de la divina Revelación, de la
Historia de Dios con los hombres, y expecialmente con Su pueblo, y aprender lecciones de ello. Hay
también un componente apologético en la cronología bíblica, pues Dios ha comprometido su Palabra con
profecías cuyo cumplimiento ha de ser verificado cronológicamente en la Historia.
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insuficiencia de datos bíblicos; y en otros, la misma Escritura apela a eventos de la cronología secular que
a menudo tampoco son fáciles de fechar con exactitud. De modo que, a la hora de elaborar una cronología
bíblica, parece que no se puede aspirar más que a proponer una ‘aproximación’, y explicitar y justificar
los presupuestos y criterios adoptados.
En ocasiones, para algunos tramos o eventos, parece que Dios no ha estado interesado en proporcionarnos
datos más claros y seguros, hay puntos críticos que admiten soluciones diversas, y no permiten una
certeza absoluta en toda la línea cronológica. Incluso en eso hay lecciones que aprender, y si no podemos
saber más sobre algo es porque no lo necesitamos. Así que, aunque a veces las fechas no pasen de ser
orientativas, será suficiente para secuenciar y contextualizar lo importante: los eventos, la auto-revelación
de Dios en la Historia, el avance de Su economía.
Así que, aunque me he apartado ligeramente de su cronología en algún punto (justificándolo en cada
caso), es la que básicamente he seguido. Recomiendo su trabajo, especialmente después de la revisión que
ha llevado a cabo recientemente3.
Al llegar al Nuevo Testamento, he incorporado también el esbozo del ministerio de Jesús basado en
“Estudios sobre el Nuevo Testamento”, de A.T. Roberston, y el relato cronológico del período apostólico
sintetizado por Frank Viola en “De Nazaret a Patmos”, siguiendo los resultados de la investigación de
F.F. Bruce y Donald Guthrie, que ofrecen evidencias de peso para sus conclusiones.
62
seleccionan los datos cronológicos entre los diversos Testigos Textuales (Masorético, Septuaginta,
Pentateuco Samaritano), para que finalmente resulten esas cifras redondas. Además, afirman poder inferir
que también hay un período de 2.000 años desde el primer advenimiento del Mesías hasta su segunda
venida. 6 milenios que desembocarías en el descanso del séptimo Milenio: los 1.000 años del Reino
Milenial.
- Comentario del Contexto Cultural de la Biblia (CCCB) – Walton/Keener.
- Notas de la Biblia Nueva Traducción Viviente.
- Gran Diccionario Enciclopédico de la Biblia (A. Ropero), Diccionario Bíblio Holman, y otros
diccionarios y
comentarios bíblicos.
● Gn 12:4: Abraham tiene 75 años a su salida de Harán // Hch 7:4: “Habiendo, pues, salido de tierra de
los caldeos, habitó en Harán; y de allí, luego de morir su padre, lo trasladó a esta tierra en la que
vosotros vivís ahora”.
Punto crítico: aparentemente Abraham nació cuando Taré tenía 70 años (Gn 11:26), el cual murió en
Harán con 205 años (Gn 11:32). Pero si Abraham nació cuando Taré tenía tenía 70 años, no podía tener 75
cuando murió su padre en Harán a los 205, sino 205 – 70 = 135.
● Gál 3:17 (De la Promesa a la Ley): “Y esto digo: La ley llegada cuatrocientos treinta años después,
no abroga un pacto previamente ratificado por DIOS para invalidar la promesa”.
Éxo 12:40
Y el tiempo que los hijos de Israel y sus antepasados habitaron en la tierra de Canaán y en la tierra de
Egipto fue de cuatrocientos treinta años. (según LXX y PS)
Éxo 12:40
El tiempo de la peregrinación de los hijos de Israel mientras habitaron en Egipto, fue cuatrocientos
treinta años. (según TM)
Gn 15:13-16
Y fue dicho a Abram: Sabe por cierto que tu simiente será forastera en tierra ajena cuatrocientos años,
y la esclavizarán y la maltratarán y la humillarán. 14 Pero Yo juzgaré a la nación a la cual servirán
como esclavos, y después de esto saldrán con gran riqueza. 15 Y tú te reunirás con tus padres en paz,
63
sepultado en buena vejez. 16 Y en la cuarta generación serán devueltos aquí, porque aún no se ha
colmado la iniquidad del amorreo.
Hch 7:6 Y habló así DIOS, que su descendencia sería extranjera en tierra ajena cuatrocientos años, y
la esclavizarían y maltratarían.
Jue 11:13.26
“13 Y contestó el rey de los hijos de Amón a los mensajeros de Jefté: Porque cuando subía de Egipto,
Israel se apoderó de mi territorio, desde el Arnón hasta el Jaboc y el Jordán. Ahora pues, devuélvelo en
paz (...) 26 Mientras Israel ha estado habitando por trescientos años en Hesbón y sus aldeas, en Aroer y
sus aldeas, y en todas las ciudades que están a orillas del Arnón, ¿por qué no las habéis reclamado en
ese tiempo?”
● 1Re 6:1 (Del éxodo al inicio de la construcción del Templo por Salomón)
“En el año cuatrocientos ochenta de la salida de los hijos de Israel de la tierra de Egipto, en el año
cuarto del reinado de Salomón sobre Israel, en el mes de Ziv, que es el mes segundo, aconteció que él
comenzó a edificar la Casa de YHVH”.
Punto crítico: La lectura minoritaria de la cronología de Pablo en Hch 13 concuerda aparentemente con
los datos de Éxodo a Jueces, pero a simple vista se ve que ambas cuentas difieren del dato de 1Re 6:1: 40
años en el desierto + 450 bajo los jueces + 40 el reinado de Saúl + 40 el reinado de David + los 3
primeros del reinado de Salomón hasta que comenzó a edificar el Templo, suman 573 años. 93 años de
diferencia con los 480 de 1Re 6:1.
● Ez 4:1-9 (Profecía de Ezequiel sobre los 390 años desde la división del reino hasta el sitio contra
Jerusalén)
“1 Y tú, hijo de hombre, tómate una tablilla, póntela delante, y graba en ella la ciudad de Jerusalén. 2 Y
pon contra ella sitio, y edifica contra ella torres de asedio, levanta terraplenes contra ella, pon tropas
contra ella, y arietes a su alrededor. 3 Tómate también una sartén de hierro y ponla como vallado de
hierro entre ti y la ciudad; dirige contra ella tu rostro: quedará sitiada y le apretarás el cerco. Es una
señal para la casa de Israel. 4 Y acuéstate tú mismo del lado izquierdo, y Yo echaré encima tuyo la
maldad de la casa de Israel, y los días que estés así acostado cargarás con su iniquidad. 5 Yo te señalo
en días los años de su iniquidad: trescientos noventa días, para que cargues con la iniquidad de la casa
de Israel. 6 Cumplidos estos, te acostarás del lado derecho y cargarás con la iniquidad de la casa de
Judá cuarenta días: un día por cada año te señalo. 7 Y dirigirás tu rostro hacia el asedio de Jerusalén, y
con tu brazo descubierto profetizarás contra ella. 8 Mira, te amarro con sogas para que no te vuelvas de
lado, hasta que hayas cumplido los días de tu apretura. 9 Recógete, pues, trigo y cebada, habas y
lentejas, maíz y avena, y échalo todo en una vasija y con ellos hazte de comer. Eso comerás trescientos
64
noventa días, todos los días que estés echado de ese lado”.
Jr 25:11: “Toda esta tierra será convertida en desolación y ruinas, y servirán estas naciones al rey de
Babilonia setenta años”.
Jr 29:10: “Porque así dice YHVH: Cuando se hayan cumplido setenta años para con Babilonia, Yo os
visitaré, y despertaré sobre vosotros mi buena palabra, para haceros volver a este lugar”.
Dn 9:2 “...en ese primer año de su reinado, yo, Daniel, entendí de los libros que, según la palabra de
YHVH dada al profeta Jeremías, el número de los años que habría de durar la desolación de Jerusalén
serían setenta años”.
● Dn 9:25-26 (Del edicto para reconstruir Jerusalén hasta la muerte del Mesías)
“25 Sabe, pues, y entiende, que desde la salida de la orden para restaurar y reedificar a Jerusalén hasta
el Mesías Príncipe, habrá siete semanas y sesenta y dos semanas (semanas de años: 483 años). Se
volverá a edificar la plaza y el muro en tiempos angustiosos. 26 Después de las sesenta y dos semanas se
quitará la vida al Mesías, mas no por sí”.
● Creemos en la inspiración divina verbal y plenaria de toda la Escritura (sus 66 libros), y que por tanto
no se equivoca ni se contradice. Las supuestas ‘contradicciones’ son meramente aparentes, debidas a
veces por las dificultades en la transmisión del Texto original, y no constituyen sino un desafío para
comprender mejor y más cabalmente dichas Escrituras.
● Entendemos que la cronología bíblica no puede iniciar estrictamente hablando sino a partir de la
creación de Adán. En primer lugar, por razones lingüísticas, contextuales y teológicas (que expondremos
en el comentario de Génesis) estimamos consistente con los datos de la Escritura la llamada “teoría de la
brecha”, según la cual existe un lapso indeterminado de tiempo entre Gn 1:1 y 1:2, de manera que los
siete días (‘heptaemeron’) que se narra a partir de 1:3 no tratan de la Creación original, sino de la
“restauración” (y creación adicional) de la Creación original después de un cataclismo: la rebelión
satánica y el juicio divino subsecuente, apuntados en otros pasajes de las Escrituras. En segundo lugar,
pensamos que también hay razones para interpretar que los “días” a partir del v. 3 no son necesariamente
días literales de 24 horas, sino períodos indefinidos de tiempo. En cualquier caso, esto no hace diferencia
para los hermanos que interpretan que de Gn 1:1 a la creación de Adán hay sólo 6 días, pues sólo tienen
que tomar el año de la creación de Adán como año de la Creación de todas las cosas.
● Siguiendo el parecer de importantes eruditos, creemos que en términos generales el Texto Masorético
(hebreo) tiene la cronología correcta, y le damos prioridad sobre la Septuaginta (LXX) y Pentateuco
Samaritano, en los cuales se aprecia fácilmente la tendencia a resolver dificultades cronológicas reales o
imaginarias en el TM, así como a acomodar los números según algún interés particular; lo cual no quita
que en algún punto particular puedan aportar información válida.
● En cuanto a la teoría de las lagunas u omisiones en las listas genealógicas, y que por tanto no
proveen continuidad para establecer una línea cronológica, ciertamente en algunas genealogías sabemos
que hay personajes de las líneas cronológicas que son omitidos, ¡pero es precisamente por la Escritura que
lo sabemos! Así, la Escritura misma nos deja ver la línea cronológica completa por un lado, y por otro
lado nos instruye con las razones teológicas para las omisiones o para cierta estructura numérica de una
genealogía. Por ejemplo, en la genealogía de Mateo se mencionan 42 generaciones en tres grupos de 14,
65
aunque por el registro de los libros de Reyes y Crónicas sabemos que hubo 45. Faltan 3 generaciones.
Cuando examinamos la Historia Sagrada al respecto, descubrimos las razones “teológicas” para estas
omisiones:
En la genealogía (Mt 1:8) consta que “Joram engendró a Uzías”. Sin embargo, 1Cr 3:11-12 dice:
“Joram su hijo, Ocozías su hijo, Joás su hijo, Amasías su hijo, Azarías su hijo” (el cual es Uzías, 2Re
15:1, 2Re 15:13). Tres generaciones —Ocozías, Joás y Amasías— fueron omitidas. Esto ha de haber
sido por el matrimonio maligno de Joram con la hija que tuvieron Acab y Jezabel, lo cual corrompió a
los descendientes de Joram (2Cr 21:5-6; 2Cr 22:1-4). Conforme al principio de Éx 20:5, tres
generaciones de los descendientes de Joram fueron cortadas de la genealogía de Cristo.
En la genealogía (Mt 1:11) consta que “Josías engendró a Jeconías”. Sin embargo, 1Cr 3:15-16 dice:
“los hijos de Josías…el segundo fue Joacim…El hijo de Joacim: Jeconías fue su hijo”. Una
generación —Joacim— fue omitida en la genealogía de Cristo. Esto debe de haber sido porque Joacim
fue hecho rey por el faraón de Egipto, para quien recaudaba impuestos (2Re 23:34-35).
Jeconías no fue contado como rey en la genealogía, porque nació durante el cautiverio y fue un cautivo
(2Cr 36:9-10; Joaquín es Jeconías). Según la profecía de Jer 22:28-30, ninguno de los descendientes de
Jeconías heredaría el trono de David. Si Cristo hubiera sido un descendiente directo de Jeconías, no
habría tenido derecho al trono de David. Aunque Jer 22:28-30 dice que todos los descendientes de
Jeconías están excluidos del trono de David, Jer 23:5 dice que Dios levantaría a David un Renuevo, un
Rey que reinaría y prosperaría. El Renuevo es Cristo. Esta profecía confirma que Cristo sería
descendiente de David, aunque no era descendiente directo de Jeconías, y que heredaría el trono de
David. En esta genealogía no se mencionan los hermanos de ninguno de los reyes. No obstante, aquí se
mencionan los hermanos de Jeconías, evidencia de que Jeconías no fue reconocido como rey en esta
genealogía de Cristo.
Restando, pues, de las 45 generaciones, las tres generaciones malditas y una generación impropia, y
luego añadiendo una, haciendo de David dos generaciones (una corresponde a la era anterior al
establecimiento del reino, y la otra, a la era del reino), las generaciones suman cuarenta y dos, y están
divididas en tres eras de catorce generaciones cada una (Notas de la Biblia Versión Recobro).
Así, la Escritura nos provee (a) las razones y lecciones espirituales de las omisiones (b) y la línea histórica
completa.
Pero en el caso de las genealogía de Gn 5 y 11 no tenemos motivo en la Escritura para pensar que haya
omisiones. Además, la fórmula estereotipada que se usa es demasiado ‘cerrada’. Sabemos que la
expresión "engendró a", o "hijo de", a menudo es usada en el sentido amplio de "descendiente". Pero la
fórmula de las genealogías de Gn 5 y 11 no permite fácilmente "presuponer" que puedan faltar eslabones:
"Fulanito era de x años cuando engendró a menganito. Y vivió fulanito después de engendrar a menganito
xx años". Si entre fulanito y menganito hay dos o más generaciones, la Palabra de Dios fallaría al decir
que Fulanito tenía tantos años cuando engendró a menganito, y al decir que vivió tantos otros años
después de engendrar a menganito. ¿Por qué el Espíritu Santo no usó una fórmula o expresión más
'abierta' como la mencionada? ¿por qué se expondría la Palabra de Dios a -cuanto menos- semejante
inexactitud (por no decir falsedad) usando expresiones tan específicas, tan 'cerradas'? ¿Cómo tendría que
expresarse el texto para dejar claro que se trata de una línea genealógica continua? Por todo ello, no
vemos razones para dudar de que en el caso específico de las listas genealógicas de Gn 5 y 11, estamos
ante una línea continua, sin omisiones (salvo la completada por Lc 3:36 citando la LXX, como
explicaremos en su lugar).
Suscribimos la postura al respecto manifestada por Leupold en “Exposition of Genesis”: “No hay razón
para dudar de la exactitud de la cronología presentada por el texto masorético hebreo. Esta es y pretende
ser una cronología completa, completa en lo que se refiere a marcar el lapso real de tiempo. Ninguna otra
nación tiene nada que comparar con ella. Sin embargo, es extraño que la única cronología fiable que
tenemos, que en realidad pretende ser una cronología adecuada que se remonta a la Creación, sea
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continuamente cuestionada, corregida, enmendada y condenada en favor de documentos falibles que
históricamente están mal atestiguados y marcados por muchas lagunas. La afirmación de que las
Escrituras no dan una cronología completa y precisa para todo el período del Antiguo Testamento que
cubren es totalmente errónea, peligrosa y maliciosa. A la menor objeción, los hombres están dispuestos a
desechar como inadecuada la única cronología adecuada que posee la humanidad”.
Así pues, esta cronología da por válida el origen y la antigüedad de la Humanidad que se desprende del
relato bíblico y su cronología, tomando literalmente las genealogías de Gn 5 y 11: en la zona
mesopotámica alrededor del Tigris y el Éufrates, hace unos 6.000 años. Esto, evidentemente, choca con el
relato de las hipótesis antropológicas/paleontológicas basadas en la teoría de la evolución. “Digámoslo de
una vez: Razón hay en no llamarle historia a la ‘prehistoria’. Esta última no es en efecto segura y
documentada historia. La historia comienza en Mesopotamia y su registro es perfectamente concordante
con la declaración fundamental de las Escrituras Sagradas judeo-cristianas. El Verbo de Dios, testigo y
vehículo de la creación, que se reveló a los hombres en carne, y resucitó históricamente citando así el
Génesis, creyó en la historicidad de toda la Escritura y la confirmó así. Yo creo también. Y pensar que la
geología tan vapuleada por el catastrofismo, la distorsión estratigráfica y el vulcanismo, es la incierta y
endeble base sobre la que descansa el círculo vicioso de interpretación paleontológica, que al fin y al cabo
es la única suposición considerada firme del evolucionismo, falso sustento del materialismo dialéctico”
(Cap. IV: “La Ilusión Evolucionista”, en “Perspectiva del Hombre. Un opúsculo antropológico”, de Gino
Iafranceso).
● Siguiendo a Robert Anderson, en “El Príncipe que había de venir”, el punto de contacto entre la
historia sagrada y la secular es el año 3º de Joacim rey de Judá. A partir de este punto se establece la
equivalencia entre la cronología bíblica que viene desde Adán: el 3.429 desde Adán (según nuestra
cronología bíblica), con la primera fecha cierta de la cronología secular en contacto con la bíblica: el año
605 a.C, según nuestro calendario gregoriano que usamos actualmente. Esta fecha del año 3º de Joacim
rey de Judá es el año en que Nabucodonosor, siendo todavía el príncipe heredero que dirige campañas
para su padre Nabopolasar, gana la Batalla de Cárquemis conquistando el último bastión del poder Asirio
y venciendo a Egipto (2Re 24:7). Y es durante esta campaña militar que Nabucodonosor sitia Jerusalén y
acontece la primera deportación, en la que se lleva cautivos a Babilonia jóvenes del linaje real y la
nobleza, entre ellos a Daniel y sus amigos (Daniel 1:1-6; 2Re 24:1-2; 2Cr 36:6-7). Al año siguiente, el
604 a.C., Nabucodonosor ascendió al trono de Babilonia.
Es de notar que, a partir de este tiempo, las fechas suministradas por el Texto Sagrado toman como
referencia la cronología de los reinados bajo los que estuvo Israel: Babilonia, Medo-Persia, Grecia y
Roma. Por lo tanto, la misma Escritura nos lleva a precisar esas fechas de la cronología secular para poder
establecer la bíblica.
***
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ESQUEMA DE LA CRONOLOGÍA
en líneas generales, redondeando fechas para recordar mejor
ca. Año 3.400 / ca. 600 a.C: Nabucodonosor destruye el Templo de Salomón. Destierro.
- ca. Año 3.500 / ca. 500 a.C: el Templo es restaurado (Esdras)
año 3.600 / 400 a.C.: inicio del período intertestamentario
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Para la primera parte de nuestra cronología, hasta la creación de Adán, citamos íntegramente al hermano
Gino Iafrancesco:
“Ya que nuestra aproximación, sin despreciar lo académico, intenta ser fundamentalmente espiritual, no
nos basta simplemente hacer mención de ciertas fechas, (...) deseamos penetrar otra realidad más
importante que se esconde tras los velos históricos en los que suele enredarse, y a veces bastarse, la
investigación meramente académica (…) Comenzamos con la primera parte de una cronología sacra
global. Repetimos: ‘sacra’, no necesariamente secular, aunque sí coherente con los datos de la
historiografía:
I - El Dios Eterno siempre presente
II – Cosmogonía (origen del universo)
III- Origen del mal
IV- Historia Natural
V - Historia sagrada del hombre en la línea central del plan divino.
Todo, claro está, simplemente bosquejado.
CRONOLOGÍA SACRA
Yahveh Elohím es Eterno (Gn 21:33; Neh 9:5). Su luz inaccesible (1Tim 6:16). Sus juicios insondables
(Rm 11:23; Job 33:13). Sus caminos inescrutables (Rm 11:33; Job 36:26).
El Verbo, Sabiduría Divina, engendrado inmanentemente desde la eternidad (Prv 8:23-25). Sin principio
(Heb 7:3). Es coexistente y coinherente con el Padre desde la eternidad (Jn 1:1-2; 17:5; 1Jn 1:2; Is 9:6).
El Espíritu Eterno es coexistente y coinherente con el Padre y el Hijo desde la eternidad (Hb 9:14)
Hay un solo Dios que es amor eterno (1Juan 4:8). Autosuficiente (Sal 50:12-13; Hch 17:25). Nadie con
Él, sólo el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo ante sí mismo (Dt 32:39).
En la eternidad, con relación a Su futura creación, acompañó a Dios: Su beneplácito (Ef 1:9); Su
propósito eterno (Ef 1:9; 3:11; Rm 8:28; 9:11); El designio de Su voluntad (Ef 1:11); Su presciencia (1Pe
1:2; Rm 8:29); Su elección (Ef.1:4); Su predestinación (Rm 8:29-30; Ef 1:5.11). El Cordero expiatorio fue
destinado desde antes de la fundación del mundo (1Pe 1:20). La gracia fue dada desde antes de los
tiempos de los siglos (2Tim 1:9). Su misericordia, desde la eternidad (Salmo 103:17; Is 54:8). La
preparación de antemano (Rm 9:23; Ef 2:10). La ordenación para vida eterna (Hch 13:48). El evangelio
eterno (Ap 14:6). El amor eterno por Su esposa (Jn 17:23). La ordenación de los pasos del hombre y el
destino de los impíos (Sal 37:23; Rm 9:22; Prv 16:4; 1Pedro 2:8).
_______________________
[Gn 1:1]
La creación de la nada, ex-nihilo, por Su Palabra (Ap 4:11; Sal 33:6.9; 148:6).
Creados en el principio los cielos y la tierra (Gn 1:1; Hb 11:3; Neh. 9:6). Y todo el ejército de los cielos
por las palabras de Su boca (Sal 33:6; Gn 2:1). Tronos, dominios, principados, potestades (Col 1:16).
Los primores de sus tamboriles y flautas estuvieron preparados para el día de la creación de Lucero, un
70
querubín grande y protector (Ez 28:13). El querubín grande y protector fue creado perfecto (Ez 28:13,15).
Era el sello de la perfección, lleno de sabiduría, y acabado de hermosura; su vestidura era de toda piedra
preciosa, de cornalina, topacio, jaspe, crisólito, berilio, ónice, zafiro, carbunclo, esmeralda y oro (Ez
28:12,13). Yahveh Elohim le puso en el santo monte de Dios (Ez 28:14). Y estuvo en el santo monte de
Dios, y en Edén, el huerto de Dios. Perfecto era en todos sus caminos y en medio de las piedras de fuego
se paseaba; era hermoso, sabio y esplendoroso (Ez 28:13-15; 10:1-2; Ex 24:10; Ap 4:6; 15:2; Ez 28:17).
Era el hijo de la mañana y su nombre Lucero (Is 14:12). Tenía a su cargo la adoración con el sonido de las
arpas, las flautas y los tamboriles; es decir, los instrumentos de cuerda, viento y percusión (Is 14:11; Ez
28:13). Como querubín grande y protector, y sacerdote adorador, era una potestad superior entre otras a
quien el mismo Miguel Arcángel respetaba (Ez 28:13,14; Judas 1:8,9). Tenía un principado y un trono
(Col 1:16; Ef 3:10; 6:12; Is 14:13; Jn 14:30). Como querubín era uno de los portadores de la gloria de
Dios (Sal 99:1; 18:10; Ez 10:2; Ex 25:19, 1Sam 4:4; Hb 9:5). Tenía ángeles bajo su gobierno (Ap 12:7,9).
Eran multitud sus contrataciones (Ez 28:16.18).
Lucero, entonces, de sí mismo, y por su propia cuenta, a causa de su hermosura se enalteció su corazón,
buscando su propia gloria, y dijo en su corazón: “Subiré al cielo, en lo alto, junto a las estrellas de Dios,
levantaré mi trono, y en el monte del testimonio me sentaré, a los lados del norte; sobre las alturas de las
nubes subiré, y seré semejante al Altísimo” (Jn 8:24; Ez 28:17; Jn 71:8; Is 14:13-14).
No permaneció en la Verdad. Se hizo engañador (Jn 8:44; Ap 12:9; 20:3). A causa de su esplendor
corrompió su sabiduría (Ez 28:17). De suyo habló mentira y llegó a ser padre de la mentira (Jn 8:44). Se
llenó de iniquidad e injusticia y pecó; se halló maldad en él (Ez 28:16,15). Hizo inicuas sus contrataciones
y multiplicó sus maldades; profanó su santuario (Ez 28:18).
Las huestes malignas se deslizaron de su anterior dignidad angélica (Judas 1:6). Yahveh Elohim sacó
entonces fuego de en medio del querubín caído y le consumió (Ez 28:18). Yahveh Elohim lo arrojó de
entre las piedras de fuego, y le echó del monte de Dios (Ez 28:16). Lucero es derribado (Is 14:15). Cae
del cielo (Is 14:12). Es cortado y arrojado por tierra (Ez 28:17; Is 14:12). Es puesto por escarmiento para
los reyes (Ez 28:17; Is 14:9). Puesto en ceniza sobre la tierra, destinado a arrastrarse y a comer polvo (Ez
28:18; Gn 3:14). Lucero es derribado hasta el Seol a los lados del abismo (Is 14:15). Desciende al Seol su
soberbia (Is 14:11). Desciende al Seol el sonido de sus arpas (Is 14:9). Es hecho espantoso (Is 14:9; Ez
18:19). Pero aún no es sellado en el abismo (Ap 20:2-3).
Se hace el emperador temporal de la muerte, pero es destruido por Cristo (Hb 2:14; Ap 1:18).
Tiene cierta medida de libertad antes de ser plenamente ejecutado todo el juicio al que está destinado (Job
1:7; 2:2; Lc 22:31; Mt 25:40; Mt 8:29; Ap 20:10). Desde entonces trata de consolidar el reino de las
tinieblas (Mt 12:25-26; Col 1:13), pero ya comenzó a sufrir el juicio de Dios (Job 40:9-13).
Dios sella las estrellas (Job 9:7). Dios hace que no haya luz en los cielos (Jer 4:23). Dios manda al sol que
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no salga y éste no sale (Job 9:7). Dios remueve la tierra de su lugar y hace temblar sus ejes quedando ésta
asolada y vacía (Jer 4:23). Asolamiento y vaciedad son resultados de juicios (Is 34:10; Jer 4:23). Tinieblas
son resultados de juicios (Ex 10:21,22; Ap 16:10).
[Gn 1:2ab]
La tierra llegó a ser desolación y vacío y las tinieblas estaban sobre la faz del abismo antes de completarse
los siete días de la composición y hechura, no creación, de la tierra y los cielos (Gn 1:2; Is 45:18; Gn 1:2;
Is 45:18; Gn 2:4). Dios había primero creado los cielos y la tierra de la nada por Su Palabra, (Gn 1:1; Sal
148:5), pero luego de la caída de Lucero a la tierra ésta llegó a estar desolada y vacía, en tinieblas,
entonces Dios la compone y a los cielos (Is 13:12; Ez 28:17; Gn 2:2; Job 9:6; Jer 4:23; Is 45:18; Gn 2:4).
Primero fue creación de la nada; después hechura y composición con material preexistente (Gn 1:1; Sal
148:5; Gn 1:2-31), y además creación adicional (Gn 1:21.27). La creación de la nada por la Palabra de
Dios es primero cielos, entonces tierra (Gn 1:1). La hechura y composición es primero tierra, entonces
cielos (Gn 2:4). Dios no había creado la tierra en vano, desolada y vacía, pues es un Dios de orden y no de
confusión (Is 45:18; 1Cor 14:33). Cuando Dios comenzó de nuevo a trabajar con la tierra, ya los hijos de
Dios, sus ángeles fieles, existían y se regocijaban (Job 38:4-7).
Antes de completarse el primer día en que Dios hizo la luz, ya la tierra que Dios había creado de la nada
existía en estado de asolamiento, y también las aguas o fluídos o plasma del universo, y su faz (Gn 1:2-
3.6-7; Sal 148:4). También existía, antes de completarse el día uno, el abismo y su faz, y el ángel del
abismo que ya habría caído (Ap 9:11; Is 14:15; Gn 1:2). ¿Pues, de quién debía el futuro hombre guardar
el Edén, sino de la serpiente antigua que es el diablo y Satanás? (Gn 2:15; Ap 12:9). Existían, pues, antes
de completarse el día uno, los restos de la creación original en la que Lucero se rebeló y comenzó a ser
juzgado (Gn 1:1-2; Is 14:13-14; Ez 28:16-19). También existía antes de completarse el día uno, el
remanente fiel de la creación original que fue testigo de la hechura y composición de la tierra (Job 38:4-
7).
La tierra ha sido, pues, creada, formada y compuesta (Is 45:18). Cuando la tierra creada de la nada por la
Palabra de Dios llegó a ser desolada y vacía, y las tinieblas cubrían la faz del abismo, el Espíritu de Dios
se movía sobre la faz de las aguas antes de completarse el día uno (Gn 1:2). Y Yahveh Elohim trazaba el
círculo sobre la faz del abismo (Prv 8:27), y ordenaba las medidas de la tierra trazando sobre ella cordel
(Job 38:5). Lo que ahora se llama Tierra después del tercer día de la composición, era antes diferente (Gn
1:2.10).
Dios entonces dijo que fuese la luz y ésta fue (Gn 1:3). A esta luz Dios la vio buena y la separó de las
tinieblas llamándola día, y a las tinieblas noche. (Gn 1:4-5). Este día nombrado por Dios es la luz creada
en el universo antes de la hechura y colocación de las lumbreras y estrellas (Gn 1:5.14-19). La luz es este
Día Cósmico relacionado al universo. Dios mismo llamó a la luz creada antes de la hechura y colocación
de las lumbreras y estrellas Día (Gn 1:5). Este día cósmico no es otra cosa sino la luz creada esparcida en
el universo, sin restringirse meramente al movimiento de rotación de nuestro plantea. Asimismo, Dios
llamó noche a las tinieblas y no a otra cosa (Gn 1:5). Trátase, pues, de la noche cósmica; la oscuridad de
la invisible materia negra de las estructuras primigenias del universo queda incluida en ese nombre.
Cuando Dios separó la luz de las tinieblas (Gn 1:4), entonces puso límite a la luz (Job 26:10; 38:20), y
puso límite a las tinieblas (Job 26:10; 38:20). Y el límite o fin de la luz y las tinieblas coinciden con el
límite de la superficie de las aguas, las cuales están también sobre los cielos (cual fluido y plasma del
universo) (Gn 1:4; Job 26:10; Sal 148:4). En hebreo cielo y aguas tienen una pronunciación similar;
Shamayim y Mayim respectivamente. Además Mayim o aguas se refiere también al estado fluido y
disperso anterior a la formación de los océanos que fueron llamados por Dios mares cuando las aguas de
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debajo de la expansión fueron reunidas; pero eran también aguas antes de la reunión oceánica, y aguas
también aquellas sobre la expansión de los cielos (Gn 1:2.6-10). Y puesto que hay límites para la luz y
para las tinieblas (Job 38:20), entonces la luz tiene su habitación (Job 38:19), y las tinieblas tienen su
lugar (Job 38:19).
La superficie de las aguas universales implica la existencia de la faz de las aguas (Job 26:10; Gn 1:2). El
abismo se relaciona a las aguas (Jonás 2:5; Ex 15:5). Y como ha habido faz de las aguas (Gn.1:2), ha
habido faz del abismo (Gn 1:2). La faz sobre la que estaban las tinieblas (Gn 1:2), y el límite de la luz
(Job 38:20), configuran el lugar de las tinieblas (Job 38:19). Y a éstas tinieblas fue a las que Dios llamó
noche (Gn 1:5). Y puesto que la luz y las tinieblas tienen límite, tienen también casa (Job 38:20). Y si la
luz tiene habitación y casa, a la vez que las tinieblas tienen casa y lugar, entonces la luz tiene también
camino y por ese camino se reparte (Job 38:19-20.24).
Separadas ya la luz y las tinieblas podía haber también tarde y mañana en sentido relativo al universo,
antes de la hechura y colocación de las lumbreras y estrellas (Gn 1:5). Y fue la tarde y la mañana un día
(Gn 1:5). Esta tarde y esta mañana del día uno lo fueron en relación al día y a la noche cósmicos y
universales y en relación a la materia y al espacio de los cielos, las aguas y la tierra antes de su
configuración actual (Gn 1:2).
Dios entonces hizo expansión entre las aguas y separó las aguas de las aguas, las que estaban sobre la
expansión y las que estaban bajo la expansión. A esta expansión Dios le llamó cielos (Gn 1:6-8). Existen
cielos de los cielos y aguas sobre los cielos (Salmo 148:4). A todos Dios les puso leyes inquebrantables
(Sal 148:6). Estas aguas sobre los cielos constituirían el fluido del plasma universal del cual se formarían
sistemas estelares por hechura de Dios. Aun la tierra proviene del agua y por el agua subsiste (Gn 1:9;
2Pedro 3:5). De la nada, por la Palabra de Dios, ha surgido toda materia, energía y orden en el universo
(Gn 1:1). Ahora, las aguas del fluido universal relacionadas a la luz cósmica y a los elementos anteriores
y en relación a los espacios de la expansión, se fueron ordenando configurando los cielos, por orden
divina (Sal 148:5; Gn 1:2-8). Dios extiende el norte sobre vacío y cuelga la tierra sobre nada (Job 26:7).
Esta configuración de los cielos y de la tierra era diferente a la que apareció un poco después de que los
elementos se condensaran en los astros (Gn 1:16-17). La primera etapa separó la luz de las tinieblas, y
cuando se completó fue el día uno (Gn 1:4,5). Dios hizo por Su Palabra que de las tinieblas
resplandeciese la luz (2Cor 4:6), y que lo que se ve fuese hecho por la Palabra de Dios de lo que no se
veía (Heb 11:3).
En el principio Dios creó los cielos y la tierra. Las combinaciones de materia, espacio, tiempo y luz,
73
siguiendo movimientos según su camino establecido por Dios cual leyes naturales, sirvieron para que la
gravitación colaborase en separar y ubicar los elementos en relación también con la temperatura, la
densidad y la velocidad, preparando la actual configuración del universo. Dios, pues, separó las aguas que
estaban sobre la expansión de las que estaban debajo de la expansión; es decir, acondicionó nuestro
planeta para la aparición de la vida. Y fue Dios quien llamó a la expansión “cielo” (Shamayim,
pronunciación semejante a Mayim, aguas) (Gn 1:3-8). Hubo, pues, un movimiento de separación y
expansión que sirvió para ir configurando el estado actual del universo. Cuando la categoría de expansión
se configuró definitivamente (categoría, no medida), entonces se completó el día segundo. La expansión
es cielos en plural, shamayim (Gn 1:6-8). Dios entonces juntó en un lugar las aguas bajo la expansión y a
la reunión de las aguas Dios mismo llamó mares (Gn 1:9,10). Antes de juntarse así las aguas oceánicas, el
peso de las aguas combinado con la gravitación no daban aún lugar para la formación de las placas
continentales; pero una vez reunidas las aguas en un lugar, lo seco se descubrió conforme a la Palabra de
Dios, y fue a esto seco a lo que llamó Dios Tierra (Gn 1:10).
A partir de esta definición divina la tierra llegó a significar algo diferente y actual, a diferencia de la
misma palabra aplicada a un período anterior (Gn 1:1-2.9-10). Antes de juntarse las aguas, obviamente
ellas estaban dispersas en otro estado; aquellas bajo la expansión en un estado pre-oceánico. Las aguas
sobre la expansión no fueron juntadas como aquellas bajo la expansión, de modo que podrían continuar
en un estado más disperso en el universo (Gn 1:7.9; Sal 148:4). Nótese que para las aguas debajo de la
expansión hubo un lugar donde fuesen reunidas, después de lo cual Dios las llamó mares (Gn.1:9): es
decir, antes de esto las aguas debajo de la expansión no eran aún mares, ni estaban reunidas en un lugar;
es decir, se hallaban en una dispersión pre-oceánica a nivel planetario (Gn 1:7,9). Existía, pues, un estado
de las aguas, cual fluidos primordiales, diferente a las aguas actuales que observamos en los mares y en la
tierra. El estado gaseoso y el llamado cuarto estado de la materia, el plasma, eran comunes (Gn 1:2.6-7).
Obviamente que esas aguas en ese estado anterior resultaron de la creación original ex-nihilo por la
palabra divina, y que resultaron luego en conjunción con las tinieblas del caos primordial afín al
comienzo del juicio sobre la anterior rebelión angélica, antes de la luz de tipo actual (Gn 1:1,2; Heb 1:3).
Sobre las aguas en aquel estado, diferente al actual, acontecieron tres eventos fundamentales aparte del
inicial creador, y aparte también del subsiguiente caótico. Estos tres eventos fueron: 1) el mover del
Espíritu Divino sobre la faz de aquellas aguas primordiales caóticas y en tinieblas; 2) La separación de las
aguas a este y otro lado de la expansión, y 3) la reunión de las aguas bajo la expansión en un lugar; no
aquellas sobre la expansión.
Estos eventos implican un estado pre-oceánico de las aguas en dispersión siendo controlado por el mover
en círculo del Espíritu, el cual trazaba el círculo sobre la faz del abismo (Gn 1-2.6-7.9-10; Sal 148:4; Prv
8:27). Ese movimiento en círculo fue ordenando poco a poco el caos universal creando órbitas,
gravedades, densidades, gradación de velocidades, etc. Hubo, pues, fuentes de las muchas aguas, fuentes
del abismo y abismo en plural (Prv 8:24.28). Y así como fueron afirmados los cielos arriba, también
fueron afirmadas las fuentes del abismo (Prv 8:28). Dios dio, pues, mandamiento a las aguas y puso al
mar estatuto. Estableció también los fundamentos de la tierra y al ordenar que se descubriese lo seco
formó los montes y collados de la tierra, ahora recién así llamada por Dios, y que proviene del agua y por
ella subiste (la tierra seca) (Prv 8:29; Gn 9-10; 2Pe 3:5). Hizo, pues, Dios, el principio del polvo del
mundo (Prv 8:26). Lo que antes de este día era llamado tierra se refería más bien a la materia del universo
que preexistía creada por Dios, antes del establecimiento de lo seco en nuestro planeta. Fue a esto seco a
lo que Dios llamó tierra, designando, como ya dije, con esta palabra, algo diferente a su significado
anterior. De la tierra Dios hizo también su parte habitable (Gn 1:1-2.10; Prv 8:31).
Ya en esta etapa, Dios mandó a la tierra producir hierbas verdes, sementeras que den semillas, árbol de
fruto que dé fruto según su género y que esté su semilla en él sobre la tierra. Y fue así, pues la tierra
produjo hierba verde que da semillas, semilla según su género y árbol que da fruto cuya semilla está en él
según su género. Dios hizo, pues, toda planta del campo antes de ser en la tierra y toda hierba del campo
antes de nacer. La tierra contiene desde entonces la orden divina de producir. Dios hizo, pues, que el reino
74
vegetal se desenvolviese en la tierra con vapor de agua y luz cósmica y no necesariamente con luz
meramente solar. Cuando la tierra comenzó a producir vida botánica primeramente, por la palabra de
Dios, se completó el tercer día. Tercer en relación a los períodos anteriores, y día en relación a la luz
cósmica universal, no todavía en relación al estado actual del sistema solar (Gn 1:11-19). En el reino
botánico también ha habido una progresión sobre la tierra, del tercer día al séptimo (Gn 1:11-12.19.30;
2:5). Luego, hubo también una degradación posterior a partir de la maldición que sujetó la creación a
vanidad (Gn 2:5-9; 3:18,19; Rm 8:20-21). De modo que ha habido posibilidades restringidas dentro del
reino vegetal para que ciertas formas de vida se produzcan en la tierra sin necesidad del estado actual del
sistema solar (Gn 1:12), pues el sol no es la única fuente de calor y luz en el universo; no es la única
fuente de luz ultravioleta necesaria a las plantas. Es más bien el plasma universal la mayor fuente de luz
ultravioleta, y es de sus nebulosas que se forman los astros. Tales nebulosas del plasma universal emiten
luz en forma de radiación ultravioleta. No existe ninguna evidencia científica que impida conscientemente
reconocer el establecimiento de la tierra con cierta pequeña anterioridad en relación con el estado actual
del sistema solar (Gn 1:2.14-19). De hecho, aunque los planetas tienen menos masa, sin embargo tienen
muchísimo más ímpetu angular. El momento angular del sol es muchísimo menor al de los planetas. En la
nebulosa de Hubble se presenta el caso de la estrella R. Monocerotis que al estar rodeada de nubes de
polvo estelar, sirve de ejemplo presente a una condición de sol “oscuro”, según lo examinaron Low y
Smith, y lo publicaron en su trabajo “Observaciones infrarrojas de un sistema planetario”. Observaciones
semejantes relacionadas a la hipótesis del sol oscuro han sido adelantadas por G. P. Kuyper. La biología
que intenta estudiar los tipos de vegetación más antigua halla que esta pudiera ser la producida en
condiciones de un sol oscuro. Para el desarrollo de vida más compleja era necesario el oxígeno liberado
por las plantas producidas a partir del tercer día. Desde este día Dios plasmó en el reino vegetal las leyes
de la genética, el código del ADN (Gn 1:11-12).
Al concluirse el día uno ya había Dios separado la luz de las tinieblas y tal luz fue llamada por Dios día, y
tales tinieblas noche (Gn 1:3-5). En el universo la luz siempre ha tenido habitación y las tinieblas lugar
desde que Dios las hizo así (Job 38:19). De manera que el día y la noche cósmicos son permanentes y
simultáneos en relación a la totalidad del universo (Gn.1:5), pero ahora, a partir del tercer día, y en
relación exclusiva a nuestro planeta, se hacía necesario separar el día de la noche (Gn 1:14). En el primer
día fue separada la luz de la tinieblas universalmente,(Gn 1:4), pero tras el tercer día lo que fue separado
en relación a la tierra fue el día de la noche (Gn 1:14,18). Para hacer separación, y para señalar sobre la
tierra estaciones, días solares y años terrícolas, hizo Dios al sol y a la luna y los colocó en la expansión,
en relación con las medidas exactas adaptadas a las necesidades de la tierra (Gn 1:14-18; Job 38:5), para
la vida más compleja que Dios crearía sobre ella (Gn 1:20-21.25.27). También hizo las estrellas, las
configuró como son para nosotros actualmente (Gn 1:16). Todos estos astros fueron relacionados a la
tierra, en la que se llevaría a cabo el propósito del Creador (Gn 1:14-18; Is 45:18). La luz que señorearía
en la tierra durante el día de rotación planetaria sería de ahora en adelante el sol (Gn 1:16). Dios, pues, lo
hizo. No se usa aquí la palabra crear, pues ya su materia había sido creada en el principio por Dios; pero
se usa el verbo hacer porque ahora determinada materia y energía sería condensada a la manera actual
centralizando luz y calor en el sol con reflejo en la luna, en función de la rotación de nuestro planeta (Gn
1:1.16-17; 2:4). Tal condensación por la hechura de Dios, tan íntimamente relacionada por medidas
apropiadas en relación con la vida en la tierra, haría que en relación a ella, la luz que es el día cósmico
fuese separada mediante el sol para el día de rotación planetaria, sus meses, sus años, y sus estaciones (Gn
1:5,16-17; Job 38:5). Así fue, pues, separado el día de la noche plantarios. El día planetario apenas fue
separado por el sol a partir del día cuarto (Gn 1:18-19). Efectivamente, cuando el sol comenzó a señorear
en el día y la luna de noche, a la manera actual, entonces fue completado el día cuarto. De manera que el
cuarto día fue para nuestro planeta el primero en que la tierra se relacionó con el sol y la luna a la manera
de hoy (Gn 1:18,19). Todo lo anterior a este día tiene una cronología propia y distintiva en relación a
los días, meses, años y estaciones presentes, y en relación a la posición y disposición terrícola
intergaláctica, pues tales cosas comenzaron a funcionar según el estado actual a partir del cuarto
día (Gn 1:16-1). De manera que cuando se habla de “tarde y mañana” en períodos anteriores a la hechura
y colocación del sol, la luna y las estrellas actuales para alumbrar y servir a la tierra a partir del cuarto día,
75
se habla referido al lenguaje inspirado por un Dios eterno e intemporal que asevera el curso especial de la
tierra, y referido a un estado protosolar, protolunar y protoestelar (Gn 1:16-19; Ap 4:11; Neh 9:5,6). Y sin
embargo, cuando leemos de “tarde y mañana” debemos acatarlo así, puesto que el Dios del universo tiene
la relatividad en sus manos y aquellos fueron momentos especiales y extraordinarios de los cuales sólo Él
puede hablar con propiedad ya que ninguno de nosotros estaba allí cuando Él fundaba la tierra (Gn
1:5.8.13.19.23.31; Is 48:13; Job 38:4). Simplemente acatamos a la íntegra revelación con todas sus
implicaciones; aunque éstas pudiesen resultar en parte incomprensibles por nuestras limitaciones actuales.
Por eso escrito está también que el hombre no puede alcanzar la obra que ha hecho Dios desde el
principio hasta el fin (Ecl 3:11; 8:17). Dios, pues, ha puesto ordenanzas en los cielos, guiándolas como a
la Osa Mayor, y atando las ligaduras de las Pléyades y del Orión cual lo hace la ley de la gravitación
universal (Job 38:31-33.37). Es Él quien inclina los odres de los cielos (Job 38:37).
Quinto día
Completadas estas cosas en el día cuarto y siendo nuevos condicionantes sobre la tierra (Gn 1:18-19),
entonces pasó Dios a hacer seres vivientes acuáticos y marítimos. Dios, pues ordenó a las aguas que
éstas produjeran ciertos reptiles, seres vivientes y aves marinas. Esta orden no restringió la producción a
hacerlos fructificar y multiplicarse según su género, sino que su bendición dejaría quizás abierta las
puertas a la variación genética (Gn 1:20-22). Aunque claro está que las aguas produjeron los monstruos
marinos, los seres vivientes y las aves marinas que Dios creó según su género; es decir, que muchísimos
géneros diversos irrumpieron repentina y simultáneamente en los mares y en la expansión sobre la faz de
la tierra. Las aves marinas producidas por las aguas se multiplicarían sin embargo en la tierra (Gn 1:22), a
semejanza de las otras aves formadas por Dios de la tierra (Gn 2:19). Hay mayor variación genética en los
seres marítimos que en los terrestres según las órdenes de Dios (Gn 1:20-25).
Hay también, pues, aves de origen marino y aves de origen adámico (Gn 1:21; 2:19). De tal manera llegó
a completarse el día quinto (Gn 1:2.23).
Abreviaturas: d.= después; a.= antes; c.= del latín circa, ‘alrededor de’, abreviado como c. o ca., significa
«hacia» o «alrededor de». En negrita y subrayado la línea de antepasados del Mesías (ver Lc 3:23-38 y
Mt 1:1-16).
Gn 1:24 en adelante
“El Antiguo Testamento puede considerarse una versión detallada de la genealogía de Jesucristo” (Nota
BVR)
Cronología Equi-
bíblica valencia al
desde la calendario Eventos
creación de actual
Adán
Creó Dios al hombre que se había propuesto, a su imagen, conforme a su
semejanza, y le dio señorío sobre los peces del mar, las aves de los cielos, las bestias y
(En algún en todo animal que se arrastra sobre la tierra y que se mueve en ella, y sobre toda la
momento tierra para sojuzgarla (Gn 1:26-28), y le dio por comida toda planta que da semilla sobre
del la faz de la tierra, y todo árbol de fruto con semilla. Todo esto aún en pleno sexto día
Sexto ‘día’) (Gn 1:29-31). Formó, pues, Dios a Adán y haciéndole un ser viviente con espíritu, alma
y cuerpo (Gn 2:7; 1 Tes 5:23). Entonces lo colocó en el huerto del Edén al oriente frente
Año 1 4.034 a.C. al Árbol de Vida y le prohibió el árbol de la ciencia del bien y del mal, dándole todos
los demás para comer (Gn 2:9.16-17). Entonces Dios le trajo a Adán, para que los
dominase, a los animales vivientes, y él comenzó a nominarlos, pero sin encontrar en
76
ellos una compañía idónea (Gn 2:19-20). Dios, entonces, en el mismo día sexto, un
poco más tarde, formó de la costilla de Adán a Eva mientras éste dormía y se la
presentó como compañera (Gn 1:27.31; 2:21.22). Entonces los bendijo Dios y les
mandó fructificar, multiplicarse, llenar la tierra, sojuzgarla y señorear. El hombre debía
labrar y guardar el huerto (Gn 1:28; 2:15). Vivió Adán 930 años (Gn 5:5).
d. 1 d. 4.033 Así vivieron en Edén con inocencia por algún tiempo (Gn 2:25).
a. 100 a. 3.934 La serpiente antigua tienta a Eva (Gn 3:1), la engaña (1Tim 2:14), Eva incurre en
transgresión (1Tim 2:14), Eva da a Adán del fruto del Árbol de la Ciencia del Bien
y del Mal (Gn 3:13), y los ojos de ambos se abren conociendo su desnudez (Gn 3:6-7);
se cosen delantales de hojas de higuera y se esconden de Dios entre los árboles, pues
Dios se pasea al aire del día (Gn 3:8).
Dios llama a Adán y les interpela (Gn 3:9-13), maldice a la serpiente antigua (Gn 3:14),
profetiza enemistad entre esta y la mujer, y entre la simiente suya y su Simiente (Gn
3:15); profetiza la victoria de la simiente de la mujer sobre la serpiente y su simiente
(Gn 3:15). Castiga a la mujer con dolores y sometimiento (Gn 3:16), y al hombre con
maldición de la tierra, trabajos difíciles y vuelta al polvo (Gn 3:17-19). Adán domina a
Eva (Gn 3:20). Dios les viste con túnicas de pieles y les expulsa del Edén impidiéndoles
el acceso al Árbol de la Vida mediante querubines, hasta el tiempo de la victoria
mediante la Simiente prometida de la mujer (Gn 3:21-24; Ap 2:7; 22:2). La tierra
maldecida es sujeta, a la vez, a vanidad y a esperanza, con gran parte de la creación
excepto los ángeles escogidos y su medio (Gn 3:17; 5:29); Rm 8:20-22).
c. 100 c. 3.934 Ya fuera del Paraíso nace Caín (Gn 4:1); nace Abel (Gn 4:2); nacen otros hijos e hijas
de Adán (Gn 5:4); Abel llega a ser pastor de ovejas (Gn 4:2); Caín llega a ser labrador
de la tierra (Gn 4:2); ambos ofrecen diversas ofrendas a Dios (Gn 4:3-4).
a. 128 a. 3.906 “Por fe Abel presentó a DIOS una ofrenda mejor que Caín, por medio de la cual
recibió aprobación de que era justo, habiendo dado DIOS testimonio de sus ofrendas y,
muerto, aún habla por medio de ella”. Y Caín fue reprobado (Gn 4:4-5; Heb 11:4);
Caín se ensaña y es advertido por Dios, pero mata a Abel (Gn 4:5-8).
a. 130 a. 3.904 Caín es maldecido por Dios y se hace errante (Gn 4:11-16); Caín sale con su mujer al
oriente de Edén (Gn 4:16). Nace Enoc hijo de Caín (Gn 4:17). Caín edifica ciudad al
nombre de su hijo primogénito (Gn 4:17).
PERÍODO PATRIARCAL ANTEDILUVIANO
(el poder de la muerte es todavía incipiente, y las condiciones climáticas originarias muy favorables)
130 3.904 Adán tenía 130 años cuando le nace Set, que vivió 912 años (Gn 5:3-4.8)
(130 – 1.042 / 3.904 – 2.992 a.C.).
a. 235 a. 3.799 Nace Irad Cainita (Gn 4:18).
235 3.799 Set tenía 105 años cuando le nace Enós, que vivió 905 años (235 – 1.140 / 3.799 - 2.894
a.C.), y luego comienza la invocación a Yahvéh (Gn 4:26; 5:6).
a. 325 a. 3.709 Nace Mehujael Cainita (Gn.4:18).
325 3.709 Enós tenía 90 años cuando le nace Cainán, que vivió 910 años (Gn 5:9)
(325 – 1.235 / 3.709 – 2.799 a.C.).
a. 395 a. 3.639 Nace Metusael Cainita (Gn 4:18).
395 3.639 Cainán tenía 70 años cuando le nace Mahaleel, que vivió 895 años (Gn 5:12)
(395 – 1.290 / 3.639 – 2.744 a.C.).
a. 460 a. 3.574 Nace Lamec cainita (Gn 4:18).
460 3.574 Mahaleel tenía 65 años cuando le nace Jared, que vivió 962 años (Gn 5:15)
(460 – 1.422 / 3.574 – 2.612) a.C.).
a. 622 a. 3.412 Nace Jabal de Ada, mujer de Lamec cainita; ganadero (Gn 4:4,20).
c. 622 c. 3.412 Nace Jubal de Ada; músico (Gn 4:21).
d. 622 d. 3.412 Nacen Tubal-Caín, herrero, y después su hermana Naama, de Zila, mujer de Lamec
cainita (Gn 4:22). Lamec cainita profiere su dicho violento (Gn 4:23-24).
77
“1 Aconteció que cuando los hombres comenzaron a multiplicarse sobre la tierra, y les
nacieron hijas, 2 los hijos de Ha-Elohim (ángeles caídos > Job 1:6; Jud 1:6; 2Pe 2:4)
vieron que las hijas de los hombres estaban buenas, y tomaron para sí mujeres de entre
todas las que escogieron. (…) 4 En aquellos días, y aún después, los nefileos estaban en
la tierra, cuando los hijos de Ha-Elohim entraban a las hijas de los hombres y les
engendraban hijos como ellos mismos. Estos eran los gigantes de antaño, los hombres
de renombre. 5 Y vio Adonai Elohim que la maldad del hombre había sido multiplicada
en la tierra, y su corazón maquinaba de continuo sólo el mal” (Gn 6:1-5).
622 3.412 Jared tenía 162 años cuando le nace Enoc, que vivió 365 años (Gn 5:18).
(622 – 987 / 3.412 – 3.047 a.C.).
687 3.347 Enoc tenía 65 años cuando le nace un hijo a quien proféticamente pone por nombre
Matusalén (Gn 5:21), que significa: “cuando él muera, ello (el diluvio) será enviado”.
Vivió 969 años (el patriarca más longevo, testigo de la paciencia de Dios), del 687 al
1.656, año del diluvio (3.347 – 2.378 a.C.). La visión del juicio marcó la vida de Enoc:
“Y después de haber engendrado a Matusalén, Enoc caminó con Ha-Elohim
trescientos años…” (Gn 5:22), y profetizó sobre el juicio divino venidero (Gn 5:23-
24; Judas 1:14).
d. 687 d. 3.347 Ya ha comenzado el nomadismo pecuario, el arte musical de cuerda y viento (Gn 4:20-
22).
874 3.160 Matusalén tenía 187 años cuando le nace Lamec, que vivió 777 años (Gn 5:25)
(874 – 1.651 / 3.160 – 2.383 a.C.).
930 3.104 Muere Adán con 930 años (Gn 5:5). *** Lamec, padre de Noé,
tenía entonces 56 años.
987 3.047 Enoc hijo de Jared, habiendo agradado a Dios, es ‘trasladado’ por Dios y
desaparece (Gn 5:23-24; Heb 11:5).
1042 2.992 Muere Set (Gn 5:8).
1056 2.978 Lamec tenía 182 años cuando le nace Noé, que vivió 950 años (Gn 5:28)
(1.056-2.006 / 2.978 – 2.028 a.C.).
1.140 2.894 Muere Enós (Gn 5:11).
1.235 2.799 Muere Cainán (Gn 5:14).
1.290 2.744 Muere Mahalaleel (Gn 5:17).
1.422 2.612 Muere Jared (Gn 5:20).
1.536 2.498 Dios anuncia el Diluvio a Noé: “Aconteció que cuando los hombres comenzaron a
multiplicarse sobre la tierra, y les nacieron hijas, 2 los hijos de Ha-Elohim vieron que
las hijas de los hombres estaban buenas, y tomaron para sí mujeres de entre todas las
que escogieron. 3 Y dijo Adonai Elohim: No permanecerá mi Espíritu con estos
hombres para siempre porque son carne. Sus días serán ciento veinte años” (Gn 6:1-
3).
d. 1.536 d. 2.498 “Noé, habiendo sido advertido acerca de cosas que aún no se veían, movido de
reverente temor construyó un arca para salvación de su casa, y mediante esa fe
condenó al mundo, y fue heredero de la justicia que es según la fe” (Heb 11:7).
Pregonó justicia contra un mundo de impíos (2Pe 2:5).
c. 1.556 c. 2.478 “Y era Noé de quinientos años cuando engendró Noé a Sem, Cam y Jafet” (Gn 5:32).
Nota: aparentemente tenía Noé 502 años cuando nació Sem, pues en el segundo año
después del diluvio Sem tenía 100 años (Gn 11:10), por tanto tenía 98 el año del diluvio,
cuando Noé tenía 600 años (Gn 7:6).
Por otra parte, no está claro el orden de nacimiento de los hijos de Noé. Por un lado,
cuando son nombrados juntos, el orden es “Sem, Cam y Jafet” (Gn 5:32; 6:10; 7:13;
9:18; 10:1; 1Cr 1:4). Pero en Gn 9:24 se dice que Cam era el hijo menor de Noé, y en
10:21, que Sem era hermano mayor de Jafet, según lo cual aparentemente el orden sería:
Sem, Jafet y Cam. Ahora bien, puesto que según Gn 11:10, Sem (aparentemente el
mayor), no nació cuando Noé tenía 500 años, sino 502, ¿quién nació cuando Noé tenía
78
500 años, según Gn 5:32? La solución a este problema que me ha convencido es la
traducción contextual de Gn 11:10 que propone Rafael Carrascosa y que hace encajar
todos los datos. Literalmente dice el versículo: “Estas son las generaciones de Sem:
Sem cien años, y engendró a Arfaxad dos años después del diluvio”. A la luz de los
otros datos bíblicos, habría que entender contextualmente que la frase “Sem cien años”
se refiere al diluvio: “Estas son las generaciones de Sem: Sem cien años (en el diluvio),
y engendró a Arfaxad dos años después del diluvio”.
Por tanto, Sem, hijo mayor de Noé, nació cuando Noé tenía 500 años; tenía 100 años
cuando sucedió el diluvio, y 102 cuando engendró a Arfaxad 2 años después; vivió 500
años más después (Gn 11:11), es decir, un total de 602 años 1.556 – 2.158 / 2.478 –
1.876 a.C.).
1.651 2.383 Muere Lamec hijo de Matusalén (Gn 5:31). *** Cuando Lamec murió, Sem tenía
95 años
1.656 2.378 Muere Matusalén (Gn 5:27).
1.656 2.378
Día 10, Noé entra con su familia y animales al Arca (Gn 7:1.4).
2º mes
1.656 2.378 Cuando Noé tenía 600 años comenzó el Diluvio sobre la tierra (Gn 7:6.11-13).
Día 17
2º mes
1.656 2.378 Se completan cuarenta días continuos con sus noches de lluvias (Gn 7:12).
Día 27
tercer mes
1.656 Día 2.378 Se completan 150 días de estar toda la tierra bajo el agua (Gn 7:24).
17 7º mes
1.656 Día 2.378 El Arca reposa sobre los montes de Ararat (Gn 8:4).
27 8º mes
1.656 Día 1 2.378 Se descubren las cimas de los montes (Gn 8:5).
10º mes
1.656 Día 2.378 Noé abre la ventana del Arca (Gn 8:6).
10 11º mes
1.656 Día 2.378 Noé vuelve a enviar la paloma (Gn 8:10).
17 11º mes
1.656 Día 2.378 La paloma no vuelve más al Arca (Gn 8:12)
24
11º mes
1.657 Día 1 2.377 Las aguas se secan de sobre la tierra y Noé quita la cubierta del Arca (Gn 8:13).
primer mes
1657 Día 2.377 Noé sale del Arca sobre la tierra seca (Gn 8:14:16)
27 2º mes
d. 1657 2.377 Se inicia pequeña dispersión.
Después de la catástrofe diluviana, trastornadas las condiciones geoclimáticas,
se va reduciendo la esperanza de vida.
1.658 2.376 A los 100 años de Sem, dos después del diluvio, le nace Arfaxad, que vivió 438 años
(Gn 11:10) - (1.658 – 2.096 / 2.376 -1.938 a.C.).
Entre Arfaxad y Sala tenemos un punto crítico. Los datos son lo siguientes:
- Lc 3:36 menciona un segundo Cainán entre Arfaxad y Sala (siendo el primer Cainán el hijo de Enós), el cual no es
mencionado en el texto hebreo masorético. Este Cainán también es citado por la versión griega Septuaginta (LXX).
- Respecto de las edades de nacimiento de los patriarcas, LXX suele añadir 100 años respecto del texto hebreo
masorético (salvo en algunos casos). Lucas sólo cita el nombre, no confirma necesariamente la edad de Arfaxad al
nacer Cainán.
79
Solución que damos en esta cronología: aceptamos que Lucas completa la lista de Gn 11 al introducir este Cainán.
Mantenemos la edad que tenía Arfaxad al engendrar (35 años). Y usamos el registro de LXX sobre Cainán, restando
100 años a la edad que tenía Cainán cuando engendró a Sala: “Cainán vivió (ciento) treinta años y engendró a Sala.
Y después de haber engendrado a Sala vivió Cainán trescientos treinta años, engendró hijos e hijas y murió”
(Septuaginta – edición de Natalio Fernández Marcos, Ed. Sígueme). Esto supone añadir a partir de este punto 30
años más a la línea cronológica del Texto hebreo.
1.693 2.341 Arfaxad tenía 35 años cuando le nace Cainán 2º (Lc 3:36; Gn 11:12), que vivió 365
años (1.963 al 2.058 / 2.341 – 1.976 a.C.).
d. 1.693 d. 2.341 Comienza la Babel de Nimrod (primer tipo del Anticristo) y su torre, en desobediencia
al mandato de Dios de llenar la tierra, “para no ser esparcidos” (Gn 11:1-4). Es el
origen de Babilonia, tipo de la Babilonia espiritual, “madre de las rameras y de las
abominaciones de la tierra” (Ap 17:5).
1.723 2.311 Cainán 2º tenía 30 años cuando le nace Sala (Gn.11:12, LXX corregido en 100 años
conforme al texto masorético), que vivió 433 años (1.723 – 2.156 / 2.311 – 1.878 a.C.).
1.753 2.281 Sala tenía 30 años cuando le nace Heber (Gn 11:14), que vivió 464 años
(1.753 – 2.217 / 2.281 – 1.817 a.C.).
c. 1.787 c. 2.247 Juicio de Dios sobre Babel (Gn 11:5-9).
1.787 2.247 Heber tenía 34 años cuando le nace Peleg, en cuyos días la tierra fue ‘dividida’ o
‘resquebrajada’ (Pangea se rompe para formar los continentes), seguramente para
completar el juicio sobre Babel y obligar a la dispersión (Gn 10:25; 11:16). Vivió 239
años (1.787 – 2.026 / 2.247 – 2.008 a.C.).
1.817 2.217 Peleg tenía 30 años cuando le nace Reu (Gn 11:18), que vivió 239 años (1.817 – 2.056 /
2.217 – 1.978 a.C.).
1.849 2.185 Reu tenía 32 años cuando le nace Serug (Gn 11:20), que vivió 230 años (1.849 – 2.079 /
2.185 – 1.955 a.C.).
? ? Seguramente Job vivió por esta época, pues, habiendo tenido 7 hijos y 3 hijas, al final
del libro se dice “Después de esto vivió Job ciento cuarenta años…” (42:16). Se
desconoce quién recopiló los discursos y editó finalmente EL LIBRO DE JOB (1).
1.879 2.155 Serug tenía 30 años cuando le nace Nacor (Gn 11:22), que vivió 148 años (1.879 –
2.027 / 2.155 – 2.007 a.C.).
1.908 2.126 A los 29 años de Nacor le nace Taré (Gn 11:24), que vivió 205 años (1.908 – 2.113 /
2.126 -1.921 a.C.).
INICIO DE LA HISTORIA DEL PUEBLO DE DIOS
Punto crítico: edad de Taré y nacimiento de Abram.
Los datos bíblicos: “Y había vivido Taré setenta años cuando engendró a Abram, a Nacor y a Harán” (Gn 11:26).
“Y fueron los días de Taré doscientos cinco años, y murió Taré en Harán”. “...Y era Abram de setenta y cinco años
cuando salió de Harán” (Gn 12:4). “Habiendo, pues, salido (Abram) de tierra de los caldeos, habitó en Harán; y
de allí, luego de morir su padre, lo trasladó a esta tierra en la que vosotros vivís ahora” (Hch 7:4).
La aparente contradicción: considerando sólo los datos de Génesis, no hay conflicto ninguno. El problema lo
introduce la mención de Hch 7:4: Abrahám salió de Harán “luego de morir su padre”. Si Abraham nació cuando
Taré tenía tenía 70 años, no podía tener 75 cuando murió su padre en Harán a los 205, sino 205-70 = 135.
Posibles soluciones: (1) En este caso, Pentateuco Samaritano habría conservado la edad correcta a la que
murió Taré: 145 años, y así Abram pudo nacer cuando Taré tenía 70, y tendría efectivamente 75 cuando salió de
Harán luego de morir su padre a los 145. Siendo este documento un testigo textual del original hebreo muy anterior
al libro de Hechos, no puede ser un intento de acomodar el texto a la combinación de datos de Gn 12:4 y Hch 7:4, la
virtualidad y exactitud de este dato para armonizar con Hch 7:4 resulta sorprendente, “demasiada casualidad”.
Ahora bien, no es fácil explicar por qué el Texto Masorético y Septuaginta concordarían en un dato errado...
(2) No necesariamente Abram era el mayor, y podría haber nacido cuando Taré tenía 130 años, de manera que
efectivamente tendría 75 años al salir de Harán “después de morir su padre” Taré con 205 años (dato atestiguado
por el Texto Masorético, y también por la Septuaginta, aunque la edición crítica de Gotinga dice que vivió ¡200
años! - ver traducción de Natalio Fernández en ed. Sígueme). Por otra parte, Gn 11:27-29 apunta a que el hijo
mayor de Taré fue Harán: sugiere que Abram y Nacor se casaron después de que Harán se casó y tuvo tres hijos
80
(Lot, Milca e Isca) y murió prematuramente en Ur, llegando Milca a ser la esposa de Nacor. Al igual que Sem, Cam
y Jafet están mencionados por orden cronológico inverso, parece que también Abram, Nacor y Harán, por la
preeminencia de Sem y Abraham. Posible objeción: Abraham consideraba raro engendrar con 100 años (Gn 17:17);
y Taré habría tenido a su hija Sara con 140 años. Aunque este argumento no es concluyente: las genealogías de
Génesis mencionan la edad de los patriarcas al nacer su primogénito, pero no dicen nada de su edad al engendrar a
sus demás hijos; además, Abraham podría haberse referido a su situación particular por la esterilidad de Sara; de
hecho, aparentemente, después de la muerte de Sara (Gn 23:1-2, cuando Abrahám tenía 137 años), Abrahám se casó
con Cetura con la que tuvo 6 hijos más (Gn 25:1-2). (Decimos ‘aparentemente’ porque aquí el orden de la narración
puede que no sea el cronológico, pues Cetura era concubina (Gn 25:6; 1Cr 1:32), y pudo haberse casado con ella
mientras Sara aún vivía).
No es fácil escoger, porque ambas soluciones tienen peso y son plausibles, y la elección afecta notablemente a la
cronología general: la segunda opción retrasa el nacimiento de Abram, y la cronología subsiguiente, 60 años. En
esta cronología nos vamos a inclinar por esta segunda opción por dos razones: (a) mientras haya una explicación
plausible para el dato del Texto Masorético, le damos preferencia. (b) El Texto que Lucas tendría a la vista en Hch
7:4 no es probable que fuera el Pentateuco Samaritano, sino la Septuaginta, que registra 205 años (o 200 según otra
versión); es improbable que ignorara los números proporcionados por Génesis, y no le resultó problemático
introducir (inspiradamente) la citada cláusula “después de morir su padre”.
1.978 2.056 “Había vivido Taré setenta años cuando engendró a Abram, a Nacor y a Harán” (Gn
11:26).
2.006 2.028 Muere Noé.
2.026 2.008 Muere Peleg (Gn 11:19).
2.027 2.007 Muere Nacor hijo de Serug (Gn 11:25).
2.038 1.996 Cuando Taré tenía 130 años (75 años antes de su muerte) le nació Abraham (Gn 12:4;
Hch 7:4), que vivió 175 años (Gn 25:7) - (2.038 – 2.213 / 1.996 – 1.821 a.C.).
2.048 1.986 Nace Sarai, mujer de Abraham, que vivió 127 años (Gn 17:17; 23:1) - (2.048 – 2.175 /
1.986 – 1.859 a.C.). Abram y Sara eran medio hermanos: ambos hijos de Taré, pero de
distinta madre; por eso en dos ocasiones, ante Faraón (Gn 12:13) y ante Abimelec (Gn
26:7), temiendo que lo mataran, pidió a Sara que dijera que era su hermana, y no su
esposa, lo cual era ‘medio verdad’.
2.056 1.978 Muere Reu (Gn 11:21).
2.058 1.976 Muere Cainán 2º, hijo de Arfaxad (Gn 11:13 - LXX)
2.079 1.955 Muere Serug (Gn 11:23)
2.096 1.938 Muere Arfaxad (Gn 11:13).
2.108 1.926 Taré y sus hijos “servían a otros dioses” (Jos 24:2), pero“el Dios de la gloria apareció
a nuestro padre Abraham, estando en Mesopotamia”, y le dio LA PROMESA (Gn
12:1-3; Hch 7:2-3).
Nota: punto crítico del que depende la armonización de varios pasajes importantes de
cronología bíblica. Esta es una fecha clave, pues dice Gal 3:17: “Esto, pues, digo: El
pacto previamente ratificado por Dios para con Cristo, la ley que vino cuatrocientos
treinta años después, no lo abroga como para invalidar la promesa”. Dice Gn 12:1-3
según la BTX IV: “Ahora bien, Adonai había dicho a Abram: Sal de tu tierra y de tu
parentela y de la casa de tu padre, a la tierra que te muestre…”. La promesa le fue
dada estando en Ur de los Caldeos, no en Harán, como confirma Esteban en Hch
7:2-3: “El DIOS de la gloria apareció a nuestro padre Abraham, estando en
Mesopotamia, antes que viviera en Harán, 3 y le dijo: Sal de tu tierra y de tu parentela,
y ve a la tierra que Yo te muestre”.
Por otra parte, en Gn 15:13-16 (citado por Esteban en Hch 7:6), “fue dicho a Abram:
Sabe por cierto que tu simiente será forastera en tierra ajena cuatrocientos años, y la
esclavizarán y la maltratarán y la humillarán. 14 Pero Yo juzgaré a la nación a la cual
servirán como esclavos, y después de esto saldrán con gran riqueza. 15 Y tú te reunirás
con tus padres en paz, sepultado en buena vejez. 16 Y en la cuarta generación serán
devueltos aquí, porque aún no se ha colmado la iniquidad del amorreo”.
De modo que, según Pablo en Gal 3:17, hay 430 años entre la Promesa y la Ley (el
81
mismo año del Éxodo); y según la profecía dada a Abram en Gn 15:13-16 (citado por
Esteban en Hch 7:6), “la simiente de Abraham” sería forastera en tierra ajena 400 años,
y la esclavizarían… Los 430 años y los 400 terminan en el mismo punto: el año del
Éxodo. Los 400 años deben comenzar a contar desde Isaac, “la simiente de Abraham”;
por tanto, esos 30 años de diferencia son los años que median entre la Promesa y el
nacimiento de Isaac (el principio de la simiente de Abraham). Sabemos que Abram tenía
75 años cuando salió de Harán y llegó a Canaán, y que tenía 100 cuando nació Isaac;
por tanto la Promesa le fue dada 5 años antes de salir de Harán, cuando tenía 70 años,
estando en Ur de los Caldeos como confirma Esteban. Los 430 años hasta el Éxodo y
la Ley comienzan a contar desde la Promesa, a los 70 años de Abraham; los 400
años comienzan a contar desde Isaac, a los 100 años de Abraham. No significa,
pues, que esos 400 años fueran de esclavitud, sino que incluirían vivir como forasteros
en Canaán (Hch 7:5) y en Egipto, más los años de esclavitud en Egipto (Hch 7:5-6.
Así pues, de la Promesa a la entrada de Jacob en Egipto hay 220 años, y de la
entrada de Jacob en Egipto al Éxodo hay 210. Esto modifica ligeramente la conocida
datación del historiador Flavio Josefo: dos períodos simétricos de 215 años.
Por último tenemos el pasaje de Ex. 12:40-41 para conciliar con los anteriores. La
versión del Texto hebreo masorético dice: “El tiempo de la peregrinación de los hijos
de Israel mientras habitaron en Egipto, fue cuatrocientos treinta años”. Esto es
irreconciliable con los 430 años de la Promesa a la Ley según Gal 3:17. En cambio todo
encaja según la lectura de la Septuginta y del Pentateuco Samaritano, así como el
testimonio de Flavio Josefo: “Y el tiempo que los hijos de Israel y sus antepasados
habitaron en la tierra de Canaán y en la tierra de Egipto fue de cuatrocientos treinta
años” (por lo que el tiempo en Canaán cuenta también a partir de la Promesa).
El año del Éxodo y la Ley en Sinaí es, pues, 2.108 + 430: el 2.538 (1.496 a.C.)
2.113 1.921 Muere Taré en Harán a los 205 años (Gn 11:32), y entonces Abram, con 75 años, sale
de Harán y entra en Canaán (Gn 12:4: Hch 7:4-6).
Hay aquí una enseñanza: cuando Abram fue visitado por el Dios de la gloria en Ur de
los Caldeos, y le mandó “Sal de tu tierra y de tu parentela y de la casa de tu padre, a la
tierra que te muestre…”, él sólo obedeció “a medias”, pues no terminó de salir de su
parentela y de la casa de su padre, y se quedó a medio camino, en Harán. No fue hasta
la muerte de su padre (la muerte de sus afectos naturales), que “Dios lo trasladó” (Hch
7:4) a la Tierra de la Promesa, haciendo que Abrahám se levantara para completar la
obediencia a su llamada; aunque no la completó hasta que se separó de su sobrino Lot
(Gn 13); entonces Dios confirmó la Promesa con un Pacto (Gn 15).
a. 2.124 1.910 En el 14º año de la hegemonía de Quedorlaomer rey de Elam Se rebelan Bera de
Sodoma, Birsa de Gomorra, Sinab de Adma, Semeber de Zeboim y Bela de Zoar, contra
él y sus aliados (Gn 14:4). Kedorlaomer y sus aliados derrotan a los refaítas, a los
zuzitas, a los emitas, a los hornos, a los amalecitas, a los amorreos, a Sodoma y
Gomorra, y toman cautivo a Lot; entonces Abram con 318 criados lo rescata (Gn 14:5-
16).
Melquisedec, rey de Salem, sacerdote del Dios Altísimo, bendice y fortalece a Abram
(Gn 14:17-24).
Dios visita a Abram para fortalecerlo, y confirma la promesa con un Pacto (Gn 15).
2.124 1.910 A Abram le nace Ismael de Agar (Gn 16:16), que vivió 137 años
(2.124 – 2.261 / 1.910 -1.773 a.C.).
2.137 1.897 Abram, Ismael y los criados de Abram se circuncidan como señal del Pacto. Abram
tenía 99 años, e Ismael 13 años (Gn 17:1.25).
2.137 1.897 Destrucción de Sodoma y Gomorra (Gn 17:1; 18:10 y ss.; 21:1-5)
2.138 1.896 A los 100 años de Abraham le nace Isaac (Gn 21:5), que vivió 180 años
(2.138 - 2.318 / 1.896 – 1.716 a.C.).
2.156 1.878 Muere Sala (Gn 11:15).
2.158 1.876 Muere Sem (Gn 11:11). *** Cuando Sem murió Isaac tenía unos 20 años.
Isaac pudo haber escuchado de un testigo directo (Sem) acerca del diluvio, y del
Edén, de tercera fuente: Adán > Lamec > Sem > Isaac; y Jacob recibir de su
82
padre Isaac todo ese registro en aquellas tablillas de piedra y llevarlas a Egipto,
con José, donde Moisés las recibió de los ancianos del pueblo de Israel para
confeccionar la primera parte del libro de Génesis.
2.175 1.859 Muere Sara (Gn 23:1).
2.178 1.856 Isaac se casa con Rebeca a los 40 años (Gn 25:20).
2.198 1.836 A los 60 años de Isaac le nacen Jacob y Esaú (Gn 25:26). Jacob vivió 147 años
(2.198 – 2.345 / 1.836 – 1.689 a.C.).
2.213 1.821 Muere Abraham (Gn 25:7)
2.217 1.817 Muere Heber (Gn 11:17).
2.238 1.796 Con 40 años Esaú se casa con Judit y Basemat (Gn 26:34).
2.261 1.773 Muere Ismael (Gn 25:17).
2.275 1.759 14 años antes de nacer José, Jacob sale de su casa huyendo de Esaú, tiene la
experiencia de Betel, y llega a casa de Labán, donde trabaja 7 años para casarse con
Raquel (Gn 28 – 29:20).
2.282 c. 1.752 Jacob se desposa a Lea y Raquel, por la que deberá trabajar 7 años más (Gn 29:21-30),
y comienzan a nacer los hijos de Jacob:
● De Lea:
c. 2.282 c. 1.752 1º - Rubén
c. 2.283 c. 1.751 2º - Simeón
c. 2.284 c. 1.750 3º – Leví (de quien descenderá Moisés), que vivió 137 años ( Ex 6:16 -
c. 2.284 – c. 2.421 / 1.750 – 1.613 a. C.).
c. 2.285 c. 1.749 4º – Judá: “1 ...Rubén, primogénito de Israel (porque él era el primogénito, pero
habiendo profanado el lecho de su padre, su primogenitura fue dada a los hijos de José
hijo de Israel, y no fue registrado como primogénito; 2 y aunque la primogenitura
corresponde a José, Judá es superior entre sus hermanos, de él proviene el Líder)”
(1Cr 5:1-2).
c. 2.285 c. 1.749 ● De Bilha, sierva de Raquel:
c. 2.286 c. 1.748 5º - Dan
6º - Neftalí
c. 2.286 c. 1.748 ● De Zilpa, sierva de Lea:
c. 2.287 c. 1.747 7º - Gad
8º - Aser
c. 2.287 c. 1.747 ● De Lea:
c. 2.288 c. 1.746 9º – Isacar
c. 2.289 c. 1.745 10º – Zabulón
- Dina
2.289 1.745 ● De Raquel: José
2.289 1.745 A los 91 años de Jacob le nace José, que vivió 110 años (2.289-2.399 / 1.745-1.635
a.C.).
Nota: Como expone Rafael Rico, José tenía 30 años cuanto interpretó el sueño de
faraón y comenzó a reinar (Gn 41:46). Pasaron 7 años de abundancia y los 2 años de
sequía en Egipto, por lo que concluimos que José tenía 39 años cuando su padre y sus
hermanos entraron en Egipto (Gn 47:18). En ese momento Jacob tenía 130 años, por lo
cual podemos deducir que José nació cuando Jacob tenía 91 años (Gn 47:9). En Gn
50:26 se nos dice que José vivió 110 años, por lo que podemos obtener la fecha exacta
de su nacimiento y muerte, y otras fechas en torno a la vida y familia de José. Por
ejemplo: José nació al final del período de 7 años que Jacob trabajó por Raquel (Gn
30:22-24), antes del período de 6 años que Jacob trabajó por su ganado (30:25ss.;
31:41). Por lo que retrospectivamente podemos calcular aproximadamente las fechas de
nacimiento de los hijos de Jacob y el tiempo en que salió de su casa huyendo de Esaú.
2.295 1.739 6 años después de nacer José, Jacob huye de Labán (Gn 31:41), y tiene la experiencia
de Peniel (32:24ss).
a. 2.306 a. 1.728 Nace el 12º hijo de Jacob: Benjamín
83
a. 2.306 a. 1.728 Judá toma a Tamar, y nacen Fares y Zara (según traducción de BTX IV esto ya había
acontecido cuando José fue vendido: “Había ya acontecido en este tiempo...” (Gn
38:1).
2.306 1.728 José es vendido cuando tenía 17 años (Gn 37:2).
2.318 1.716 Muere Isaac (Gn 35:28).
2.319 1.715 José, con 30 años, es presentado a Faraón, interpreta sus sueños y comienza a reinar (Gn
41:46).
a. 2.326 a. 1.708 Antes de terminar los 7 años de abundancia, nacen Manasés y Efraím, hijos de José
(Gn 41:50).
2.326 1.708 Se cumplen los 7 años de vacas gordas y comienzan los 7 de hambre (Gn 41:53-54).
2.328 1.706 17 años antes de morir, cuando tenía 130 años, Jacob entra con 70 personas en Egipto
(Gn 47:9.28). José tenía entonces 39 años.
2.333 1.701 Se cumplen los 7 años de vacas flacas (Gn 41:54).
2.345 1.689 Muere Jacob (Gn 47:28).
2.399 1.635 Muere José (Gn 50:22.26).
PERÍODO ABARCADO EN EL LIBRO DE ÉXODO
Desde el año 1706 a. C., cuando Jacob vino a Egipto (1:1), hasta un año después del éxodo de Egipto (40:17)
en el año 1495 a. C. La mayor parte del libro abarca un período de unos dos años (12:2; 19:1; 40:17).
? ? Nace Coat, hijo de Leví (Ex 6:18), que vivió 133 años.
2.421 1.613 Muere Leví (Ex. 6:16).
? ? Nace Amram, hijo de Coat, casado con su tía Jocabed, y padre de Aarón, Miriam y
Moisés (Ex 6:20). Vivió 137 años
a. 2.455 a. 1.579 Nace Miriam (Ex 2:4).
2.455 1.579 Nace Aarón (Ex 7:7), que vivió 123 años (Nm 33:9) - (2.455-2.578 / 1.579-1.456
a.C.).
2.458 1.576 Nace Moisés ochenta años antes del Éxodo (Éx 7:7). Y vivió Moisés 120 años (Deut
34:7) – (2.458 – 2.578 / 1.576 – 1.456 a.C). Hubo, pues, alrededor de 60 años entre la
muerte de José y el nacimiento de Moisés.
2.498 1.536 Moisés tenía unos 40 años cuando mata a un egipcio y huye a Madián (Hch 7:23).
2.499 1.535 Nace Caleb. Tenía 40 años un año después de salir de Egipto, cuando fue enviado entre
los 12 espías a Canaán, en el 2.539 (Jos 14:7).
c. 2.537 c. 1.497 Yahveh Elohim aparece a Moisés en la zarza y lo envía a Faraón (Ex 7:7).
2.538 Día 1 1.496 El Éxodo: Israel sale de Egipto (Ex 12:40-41; Hch 7:6).
mes de
Abib
2.538 1.496
Día 15 Israel llega al desierto de Sin, y Dios da el Maná (Ex 16:1.23).
2º mes
COMIENZO DE LA DISPENSACIÓN DE LA LEY (que llega hasta Cristo)
2.538 Día 1 1.496 3 meses después de salir de Egipto, Israel llega al Sinaí, donde Dios les da la Ley (Ex
tercer mes 19:1). Allí estarían acampados alrededor de 1 año.
2.539 Día 1 1.495 1 año después de salir de Egipto, el Tabernáculo es erigido en el desierto y la Nube lo
mes 1º Abib cubre (Ex 40:1.17; Nm 9:15).
PERÍODO ABARCADO EN EL LIBRO DE LEVÍTICO
1 mes: desde que el tabernáculo fue erigido el primer día del primer mes del segundo año después del éxodo
de Egipto (Éx. 40:17) hasta el primer día del segundo mes del mismo año (Nm. 1:1), en el año 1495 a. C.
PERÍODO ABARCADO EN EL LIBRO DE NÚMEROS
84
Cerca de 39 años, 1495-1456 a. C., a partir del 2º mes del 2º año posterior al éxodo de Egipto (1:1)
hasta el décimo mes del cuadragésimo año (Dt. 1:3).
Moisés escribe el LIBRO DE GÉNESIS (2), el LIBRO DEL ÉXODO (3) y el LIBRO DE LEVÍTICO (4)
2.539 1.495 Celebran la Pascua en el desierto del Sinaí (Nm 9:1.3.5).
Día 14
mes de
Abib
2.539 Día 1 1.495 Dios ordena tomar el primer censo de Israel en Sinaí (Nm 1-2)
segundo
mes
2.539 Día 1.495 14 meses después de salir de Egipto, la Nube se alza del Tabernáculo camino de 3 días
20 segundo hacia el desierto de Parán (Nm 10:11.33). Había sólo una distancia de 11 jornadas del
mes monte Horeb (=Sinaí) hasta Cades-Barnea, en la frontera de Canaán: “2 Hay once
jornadas desde Horeb, por el camino del monte Seir, hasta Cades Barnea” (Deut 1:2).
En sólo 14 meses desde la salida de Egipto podían haber entrado en la Tierra Prometida.
2.539 Día 1.495 La nube se detiene en Tabera, y piden carne (Nm 10:33; 11:3).
23 segundo
mes
d. 2.539 1.495 Dios da codornices y les castiga en Kibrot-hataava (Nm 11:34). Entonces el pueblo
Día 23, parte a Hazerot (Nm 11:35); y luego al desierto de Parán tras la murmuración de
2̊ mes Myriam y Aarón (Nm 12:16); Moisés envía doce espías a Canaán (Nm 13:1.16.20).
Caleb tenía 40 años (Jos 14:7).
d. 2.539 1.495 Los espías regresan después de 40 días, y por el mal informe de 10 de ellos, el pueblo se
Día 3 rebela. Pudiendo haber entrado en Canaán a los 15 meses de salir de Egipto, Israel
4̊ mes no pudo entrar por su incredulidad, y vagó por el desierto hasta completar 40 años
(Nm 14:34); allí mueren los 10 espías; Israel es derrotado en Horma por los amalecitas
y cananeos; ocurre las rebelión de Coré: Dios señala a Aarón; ya ha dado otras leyes
(Nm 13:25; 14:34ss-20). Debido a la rebelión e incredulidad de Israel, su entrada en el
descanso se demoró 38 años y 8 meses más, vagando por el desierto (Heb 3:7 – 4:13).
2.540 Abib 1.494 Israel llega al desierto de Sin; muere Myriam (Nm 20:1). Edom rehúsa el paso a Israel
que entonces va de Cades a Hor (Nm 20:14-22).
2.578 1.456 Aarón muere en Hor, en el año 40 de la peregrinación por el desierto; Dios separa a los
Día 1, 5̊ levitas (Dt 10:8; Nm 20:23-29; 33:38-39).
mes
2.578 1.456 El pueblo termina el duelo por Aarón; vence a Arad Cananeo; rodea Edom; Moisés
6̊ mes levanta la serpiente de bronce; acampan sucesivamente en Obot, Ije.Abarim, Zered,
TransArnon, Beer, Matana, Nahahiel, Bamot y Pisga (Nm 20:29; Dt 2:14). Luego
derrotan a Sehón amorreo (Nm 21:4-20), a Og de Basán y acampan frente a Jericó antes
del Jordán (Nm 21:21 a 22:1). Balaam hace tropezar a Israel en Sitim y son diezmados
(Nm 25). Dios entonces ordena un segundo censo, ahora en Moab (Nm 26:1).
2.578 1.456 Moisés termina el LIBRO DE NÚMEROS (5); y recapitula la ley en Moab, y
Día 1, escribe el LIBRO DE DEUTERONOMIO (6) (Dt 1:3); luego compone el Cántico de
11̊ mes Moisés, instala a Josué, ve Canaán y muere en el año 40 de la peregrinación por el
desierto, poco antes de que Israel entrara en Canaán, la Tierra prometida (Dt 31:2 a
34:7).
En el período de 40 años entre 1.496 – 1.456 a.C. Moisés escribe inspiradamente los 5 libros del Pentateuco:
Génesis (incluyendo y editando documentos anteriores), Éxodo, Levítico, Números y Deuteronomio. Después
de la muerte de Moisés, Josué y el profeta Samuel re-editaron la Torah haciendo inspiradamente algunas
adiciones (Jos 8:32; 24:24-26; 1Sam 10:25), como la narración de la muerte de Moisés al final de
Deuteronomio, y actualizaciones, p.ej, nombres de lugares.
PERÍODO ABARCADO EN EL LIBRO DE JOSUÉ
Entre el 1.455 a. C., el primer mes del 41º año después del éxodo (4:19),
y la muerte de Josué (24:29), antes del 1.439 a.C..
85
2.579 1.455 Josué cruza el Jordán con el pueblo, luego se circuncidan en Gilgal (Jos 4:19).
Día 10, mes
de Abib
2.579 Día 1.455 Celebran la Pascua en los llanos de Jericó (Jos 5:10).
14, Abib
2.583 1.451 Cuando Josué repartió por sorteo la tierra, Caleb (que tenía 40 años el año siguiente al
Éxodo) recibió Hebrón a sus 85 años, (Jos 14:7.10). La conquista inicial de la Tierra
duró, pues, 5 años. Josué escribe el LIBRO DE JOSUÉ (7) (24:26), editado
probablemente por el profeta Samuel.
PERÍODO ABARCADO EN EL LIBRO DE LOS JUECES Y EL DE RUT
Alrededor de 350 años, aproximadamente del año 1.439 al año 1.089 a. C.,
desde la muerte de Josué (1:1) hasta la muerte de Sansón y Abdón.
Punto crítico
Es complicado fechar con precisión a los jueces, pues faltan algunos registros, y hay aquí varios datos que encajar:
- No hay registro del tiempo que gobernaron Josué y los ancianos después de él en Canaán, después de las primeras
conquistas (Jue 2:7-8), ni del tiempo que transcurrió hasta la primera dominación bajo Cusán Risataim (Jue 3:8).
- No hay registro del tiempo que juzgó Samgar (Jue 3:31). Probablemente fuera muy breve, y/o esté solapado con el
juez anterior Aod.
- Tampoco hay registro específico del tiempo que juzgó Samuel (1Sam 7:15).
- Durante el dominio de los amonitas sobre Israel (Jue 10:8), Jefté dice:“… 26 Israel ha estado habitando por
trescientos años en Hesbón y sus aldeas, en Aroer y sus aldeas, y en todas las ciudades que están a orillas del
Arnón, ¿por qué no las habéis reclamado en ese tiempo?” (11:13.26). Se entiende ‘desde la conquista en los
tiempos de Josué’.
- Como exponen Keil-Delitzsch, un primer cálculo superficial en base a los datos contenidos en el libro de Jueces
parece sencillo:
1. Opresión por Cusán-risataim (3:8): 8 años
Liberación y descanso por el juez Otoniel (3:11): 40 años
2. Opresión por Eglón, rey de Moab (3:14): 18 años
Liberación por el juez Aod y descanso (3:30): 80 años
3. Opresión por el rey cananeo Jabín (4:3): 20 años
Liberación por la juez Débora y Barac y descanso (5:31): 40 años
4. Opresión por los madianitas (6:1): 7 años
Liberación por Gedeón y descanso (8:28): 40 años
Reinado de Abimelec (9:22): 3 años
Juez Tola (10:2): 23 años
Juez Jair (10:3): 22 años
------ Hasta aquí tenemos un total de 301 años (ver Jue 11:26).
5. Opresión por los amonitas (10:8): 18 años
Liberación por el juez Jefté (12:7): 6 años
Juez Ibzán (12:9): 7 años
Juez Elón (12:11): 10 años
Juez Abdón (12:14): 8 años
6. Opresión por los filisteos (13:1): 40 años
Dentro de este período, Sansón juzgó a Israel durante veinte años (15:20; 16:31)
------ Hasta aquí tenemos un total de 390 años
------ Si a esto añadimos:
7. el tiempo de Josué y los ancianos, que no se menciona específicamente: 20 años;
8. y el tiempo durante el que el sacerdote Elí fue juez (1Sam 4:18): 40 años;
------ obtenemos un total de 450 años para el tiempo de los jueces, la cifra que da Hch 13:19-20.
------ Si a esto añadimos:
9. los tiempos combinados de Samuel y Saúl: 40 años
10. el reinado de David (2Sam 5:4; 1Re 2:11): 40 años
11. y el reinado de Salomón hasta el comienzo de la construcción del Templo (1Re 6:1): 3 años
------ Todo el tiempo que transcurrió desde la entrada de Israel en Canaán hasta la construcción del Templo
ascendería a 533 años.
86
------ Si añadimos los 40 años que anduvieron en el desierto, el tiempo que pasó entre el éxodo de Egipto hasta el
comienzo de la edificación del Templo fue de 573 años. Como hemos observado, 93 años más que los 480 de 1Re
6:1.
- Los datos cronológicos de Hch 13:18-21, un pasaje textualmente confuso. La nota 96 de BTX IV sintetiza bien el
dilema textual: “Los manuscritos D, E, P y ψ registran el inicio del período de los Jueces después de la división de
Canaán: “20 Después, como por cuatrocientos cincuenta años, dio jueces hasta Samuel profeta”. Al contrario, el
texto Alejandrino transfiere la cláusula temporal al final del v. 19, haciendo así que los cuatrocientos cincuenta años
cubran un período anterior a la institución de los jueces: “(19) y habiendo destruido siete naciones en la tierra de
Canaán, dio en herencia su territorio, como por cuatrocientos cincuenta años. (20) Y después dio jueces hasta el
profeta Samuel”. El cómputo cronológico envuelto en el registro de los primeros mss. concuerdan casi exactamente
con el de Josefo, y ambos difieren ampliamente de 1Re 6:1, donde se afirma que Salomón (quien vivió mucho
después del tiempo de los jueces) comenzó la construcción del Templo en el año 480 después del Éxodo. El
cómputo que respalda el texto Alejandrino ostenta un mejor respaldo textual: los manuscritos P 74, א, A, B y C. Por
tanto, textualmente está mejor respaldado que esos 450 años no se refieren al tiempo de los jueces, sino a un
período anterior que terminó con el reparto de la Tierra Prometida por Josué.
- 1Re 6:1 nos dice que Salomón comenzó a edificar el Templo 480 años después del Éxodo. A simple vista se
puede apreciar que si hubo 480 años entre el Éxodo y el 4º años del reinado de Salomón, el período de los jueces no
pudo durar 450 años, porque a poco que le sumemos dos datos que da Pablo: los 40 años en el desierto y los 40
años de Saúl, más los 40 de David, y los 3 primeros de Salomón, ya suman 573 años.
Sólo existen 2 alternativas:
1) Si se da por buena la lectura peor atestiguada de Hch 13:19-20, aceptando el dato de 450 años para el período de
los jueces, y un cálculo superficial de libro de Jueces, entonces el dato de los 480 años de 1Re 6:1 es incompatible y
hay que explicarlo de algún modo.
2) Si se acepta como exacto el dato de los 480 años de Éxodo al 4ª año de Salomón de 1Re 6:1, hay que dar por
buena la lectura mejor atestiguada de Hch 13:19-20, e interpretar el cómputo del libro de Jueces de otro modo.
Los que eligen la primera opción difícilmente pueden explicar el dato de 1Re 6:1. El único que aportó una
solución interesante fue Robert Anderson, en “El Príncipe que había de venir”. Hizo la sugerente observación de
que esos 93 son la suma de los cinco períodos en que Israel estuvo bajo dominio de sus enemigos: 8 años bajo
Cusán (3:8) + 18 años bajo Eglón (3:14) + 20 años bajo Javín (4:2-3) + 7 años bajo los madianitas (6:1) + 40 años
bajo los filisteos (13:1) = 93 años. De modo que en 1Re 6:1, Dios estaría descontando el tiempo en que su pueblo
estuvo bajo cautividad de otros señores. Espiritualmente no contaría para Dios el tiempo que no vivimos bajo su
señorío. Objeción: a aquellos 573 años le faltan bastantes años que hay entre el cruce del Jordán hasta la primera
dominación bajo Cusán Risataim (Jue 3:8), pasando por las primeras conquistas y el tiempo que gobernaron Josué
en Canaán y los ancianos que le sobrevivieron (Jue 2:7-8). No termina de salir la cuenta.
En esta cronología nos inclinamos por la segunda opción, siguiendo, con ligeros matices, la solución
propuesta por Keil-Delitzch en su Comentario al Texto Hebreo por parecernos más sólida y convincente. La
reproducimos aquí en síntesis. Keil muestra que en la secuencia expuesta se asumen muchas cosas que no tienen
fundamento en el texto. Sintetizando: el hecho mismo de que el dato de 480 años de 1Re 6:1 no coincide con la
suma total del registro del libro de Jueces es un argumento a favor de que es correcto; los períodos
registrados en Jueces, de opresiones y liberaciones, no son sucesivos, hay solapamientos. Keil demuestra en
base al texto que:
(1) las opresiones amonita y filistea comenzaron al mismo tiempo, sólo que la filistea duró más;
(2) Jefté y sus sucesores, Ibzán, Elón y Abdón no fueron jueces sobre todo Israel;
(3) la opresión filistea duró 40 años pero su final no se da en el libro de los Jueces, Sansón juzgó a Israel durante 20
años “dentro de ese período de opresión filistea” (Jue 15:20; por tanto no cuentan en la cronología del período de
Jueces), pero sólo comenzó a liberar a Israel del yugo filisteo (13:5), no la completó. En 1Sam 4 aún hallamos a los
filisteos luchando y venciendo a los israelitas, incluso perdiendo el Arca del Pacto;
(4) entonces, los 40 años durante los que Elí fue juez no pueden haber seguido a la opresión filistea y a los hechos
realizados por Sansón, y por tanto no deben contarse por separado. El mismo Elí no era juez en el sentido estricto
de la palabra. Después de la muerte de Elí, Israel continuó completamente postrado bajo el yugo de los filisteos por
más de 20 años. Fue durante ese período que Sansón hizo a los filisteos sentir el poder del Dios de Israel. Samuel se
esforzó al mismo tiempo, como el profeta del Señor, por promover la fuerza espiritual interna de Israel, y lo hizo
con tal éxito, que el pueblo vino a Mizpa ante su convocación, y allí apartó a los dioses ajenos que hasta entonces
habían adorado, y adoraron solo al Señor; después de lo cual, el Señor escuchó la oración de Samuel, y les dio una
87
victoria completa sobre los filisteos (1 de Sam. 7:2–11).
(5) En el Antiguo Testamento no se declara cuánto tiempo juzgó Samuel a Israel entre la victoria ganada en
Ebenezer (1 de Sam. 7) y la elección de Saúl como rey de Israel, ni siquiera la duración del reinado de Saúl, ya que
el texto de 1 de Sam. 13:1 está corrompido. Pero no estaremos muy lejos de la verdad si establecemos unos 40 años
como el tiempo cubierto combinadamente (solapándose) por la vida oficial de Samuel como juez después de ese
evento y el reinado de Saúl. Los 40 años que menciona Pablo en Hch 13:29-21 se referirían a este período
combinado.
De acuerdo con esto, la cronología del tiempo de los jueces puede distribuirse de la siguiente manera:
a) Desde la opresión de Cusán-risataim hasta la muerte del juez Jair: 301 años
b) Duración de la opresión filistea: 40 años
c) Tiempo de Samuel como juez y reinado de Saúl: 39 años
d) Reinado de David (7,5 + 33 años): 40 años
e) Reinado de Salomón hasta la edificación del templo: 3 años
Total: 423 años
a) El vagar por el desierto: 40 años
b) El tiempo transcurrido entre la entrada a Canaán y la división de la tierra: 7 años (nosotros contamos 5)
c) Desde la división de Canaán hasta la invasión de Cusán-risataim debió ser entonces de 10 años (nosotros
decimos 12)
Total: 480 años
Estos números están en tan completa armonía con 1 de Reyes 6:1, y también con la declaración hecha por Jefté en
sus negociaciones con el rey de los amonitas, que Israel habitó en Hesbón y las ciudades de la ribera del Arnón
durante trescientos años (Jue. 11:26), como sería posible esperar que fuera una declaración general en números
redondos.
Junto con Keil, aceptamos pues como correcto y literal el dato de los 480 años de 1Re 6:1 desde el éxodo hasta
la edificación del Templo; y en base a ese marco se armonizan los datos internos de ese período, siguiendo los
cálculos de Keil en su equivalencia a los años desde la creación de Adán (para más detalles, ver su Comentario -
Libro de Jueces).
a. 2.595 a. 1.439 a. Muere Josué de 110 años (Jos 24:29; Jue 2:8) y los ancianos que sobrevivieron a Josué
C. (Jos 24:31; Jue 2:7). Guerras de las tribus de Israel contra los cananeos.
2.595 1.439 Unos 12 años después del reparto de la tierra, Israel cae bajo la hegemonía de Cusan-
risataim rey de Mesopotamia durante 8 años (Jue 3:8) – (2.595-2.603 / 1.439-1.431
a.C.)
2.603 1.431 A los 8 años Israel es liberado por Otoniel, hermano menor de Caleb; 40 años de reposo
(Jue 3:9-11) – (2.603 – 2.643 / 1.431 – 1.391 a.C.).
2.643 1.391 Israel cae bajo el dominio de Eglón, rey de Moab, durante 18 años (Jue 3:14)
(2.643 – 2.661 / 1.391 – 1.373 a.C.).
2.661 1.373 Israel es liberado por Aod; 80 años de reposo (Jue 3-30)
(2.661 – 2.741 / 1.374 - 1.293 a.C.).
2.741 1.293 Victoria de Samgar sobre los filisteos (Jue 3:31). Israel es oprimido por el rey cananeo
Jabín durante 20 años (Jue 4:3) – (2.741 – 2.761 / 1.293 – 1.273 a.C).
2.761 1.273 Débora y Barak se levantan contra Jabín (Jue 4:2-3; 5:31); 40 años de reposo
(2.761 – 2.801 / 1.273 -1.233 a.C.).
2.801 1.233 Opresión bajo los madianitas durante 7 años (Jue 6:1) – (2.801-2.808 / 1.233-1.126
a.C.).
2.808 1.226 Liberación por Gedeón y reposo durante 40 años (Jue 8:28)
(2.808 – 2.848 / 1.226-1.186 a.C.).
2.848 1.186 Reinado de Abimelec durante 3 años (Jue 9:22) – (2.848 – 2.851 / 1.186 – 1.183 a.C.).
2.851 1.183 Tola juzga Israel durante 23 años (Jue 10:2) – (2.851 – 2.874 / 1.183 – 1.160 a.C.).
2.874 1.160 Jair gaaladita juzga a Israel durante 22 años (Jue 10:3) – (2.874-2.896 / 1.160-1.138
a.C)
88
PERÍODO ABARCADO EN LA ÚLTIMA PARTE DEL LIBRO DE JUECES
Y 1º Y 2º DE SAMUEL Y 1º CRÓNICAS desde cap. 10
Desde Elí (aprox. 1.158 a.C.) hasta los últimos días del rey David (a. 1.019 a.C.)
2.876 1.158 Elí, sumo sacerdote y juez durante 40 años (1Sam 4:18)
(2.876-2.916 / 1.158-1.118 a.C.). Vivió 98 años (1Sam 4:15-18).
En el oeste En el este
2.896 1.138 a.C Opresión por los filisteos 2.896 1.138 a.C. Opresión por los amonitas
durante 40 años (Jue 13:1) durante 18 años (Jue 10:8)
(2.896 – 2.936) / (1.138-1.098 (2.896 – 2.914 / 1.138-1.120 a.C.)
a.C.)
a. 2.916 a. 1.118 Llamamiento de Samuel; 2.914 1.120 Jefté juzgó 6 años (12:7)
2.916 1.118 El Arca de Dios cae en manos de (2.914 – 2.920)
los filisteos por 7 meses (1Sam (1.120 – 1.114 a.C.)
6:1); muerte de Elí. Luego
vuelve de los filisteos a Kiriat-
Jearim por 20 años (1Sam 7:2).
Samuel inicia su labor profética
2.920 1.114 Ibzán juzgó 7 años (12:9)
(2.920 – 2.927 / 1.114-1.107 a.C.)
Sansón juzga durante la opresión filistea 20 años
2.927 1.107 Elón juzgó 10 años (12:11)
(Jue 15:20) – (2.914 – 2.934)
(2.927 – 2.937 (1.107-1.097 a.C.)
(1.120 – 1.100 a.C.)
2.937 1.097 Abdón juzgó 8 años (12:14)
(2.937-2.945 / 1.097-1.089 a.C.)
2.936 1.098 Israel, liderado por Samuel, derrota a los filisteos (1Sam 7:2-11).
Samuel inicia su labor como juez alrededor de 19 años (2.936– 2.955 / 1.098 – 1.079
a.C).
Probablemente es Samuel quien escribe el LIBRO DE JUECES (8), parece que
formando un solo libro con el de Josué.
INICIO DEL PERÍODO DE LA MONARQUÍA EN ISRAEL
2.945 1.089 Nace David (2Sam 5:4), hijo de Isaí, nieto de Obed, bisnieto de Boaz y Rut .
2.955 1.079 Inicia el reinado de Saúl, que reinó alrededor de 20 años (2.955-2.975 / 1.079-1059
a.C.).
Saúl es desechado por Dios como rey (1Sam 15), y manda a Samuel a ungir a David
(1Sam 16). Saúl comienza a perseguir a muerte a David, quien vive huyendo.
Samuel escribe EL LIBRO DE RUT (9) y 1º SAMUEL 1-24 (10); muere durante el
reinado de Saúl (1Sam 25:1).
Por este tiempo comienza el ministerio del profeta Gad, que cubrirá todo el reinado de
David (1Sam 22:5; 2Sam 24:11; 1Cr 29:29).
2.975 1.059 Muere Saúl. David comienza a reinar con 30 años en Hebrón 7 años y medio (2Sam
5:4; 1Re 2:11) – (2.975 – 2.982 / 1.059 – 1.052 a.C.).
Abner proclama rey a Es-Baal (enía 40 años), hijo de Saúl, que reinó 2 años (2Sam 2:8-
10).
2.982 1.052 David reina en Jerusalén sobre todo Israel 33 años más (1Re 2:11) – (2.982 – 3.015 /
1.052 – 1.019) a.C.). Unos 40 años en total (2Sam 5:4-5). “Y estos son los nombres de
los que le nacieron en Jerusalem: (...) Natán (ascendiente de María, la madre del
Señor), Salomón (ascendiente de José, padre adoptivo del Señor)…” (2Sam 5:14).
Primeras noticias del ministerio del profeta Natán, que cubrió también el reinado de
Salomón (2Sam 7:2; 1Cr 29:29; 2Cr 9:29).
3.014 1.020 Nace Roboam, hijo de Salomón (1Re 14:21).
a. 3.015 a. 1.019 El resto de 1º SAMUEL (10) y 2º SAMUEL (11) fueron escritos por Natán el profeta y
por Gad el vidente (1Cr. 29:29).
89
PERÍODO ABARCADO EN 1º Y 2º DE REYES Y 2º CRÓNICAS
Los dos libros de Reyes abarcan un total de 465 años: 1 REYES abarca unos 128 años, aprox. del año 1.025 al año
897 a. C., esto es, desde los últimos años de David (1 R. 2:10) hasta el reinado de Ocozías, hijo de Acab, rey de
Israel (1 R. 22:51); 2 REYES abarca 336 años, del año 896 al año 560 a. C., esto es, desde el reinado de Joram, hijo
de Acab, rey de Israel (2 R. 3:1-3) hasta el cautiverio, durante el reinado de Evil-merodac sobre Babilonia (2 R.
25:27). 2º CRÓNICAS abarca desde el reinado de Salomón (1.019 a.C.) hasta la caída de Jerusalén (586 a.C.)
3.015 1.019 Muere el rey David y Salomón sube al trono (1Re 2:10-12) y reina por 40 años
(3.014 – 3.054 / 1.019 – 979 a.C.) - (1Re 11:42; 2Cr 9:39).
3.018 1016 480 años después del Éxodo, en el 4º año de su reinado, Salomón comienza a
Abril/Mayo edificar el templo (1Re 6:1).
3.026 1.009 En el año 11º, Salomón termina el templo y la gloria de Dios desciende (1Re 6:37-38).
Mes 8̊
3.039 996 Trece años después, Salomón termina su propia casa (1Re 7:1).
a. 3.054 a. 980 El profeta Ahías silonita profetiza la división del Reino a Jeroboam, esclavo de
Salomón, y que a él le daría 10 tribus, como castigo por la apostasía de Salomón.
Jeroboam se rebela contra Salomón, quien intenta matarlo, pero huye a Sisac, rey de
Egipto (1Re 11:26-40).
3.054/3.055 980-979 Muere Salomón y se divide el Reino (1Re 11:42).
(Nota: al ocurrir entre dos años, las fechas en varios casos se desfasan alrededor de 1 año; 2 o 3
para la secuencia de los reyes del norte. Hay alguna co-regencia).
Por este tiempo ya estarían escritos el LIBRO DE ECLESIASTÉS (12) y el LIBRO
DE CANTAR DE LOS CANTARES (13), y casi completos el LIBRO DE SALMOS
(14) y el LIBRO DE PROVERBIOS (15).
90
Omri reinó 12 años
(1Re 16:21-23)
3.102-3.114 / 932-920 a.C.
Jehú hijo de Hanani Micaías Acab reinó 22 años;
(2Cr 19:2; 20:34) (1Re 22:1-28; 2Cr 18:1-27) la reina era Jezabel
Josafat reinó 25 años (1Re 16:29).
(2Cr 20-31) Ministerio de ELÍAS 3.114-3.136 / 920-898 a.C.
3.116 – 3.141 (1Re 17:1 – 2Re:2)
Ocozías reinó 2 años
918 – 893 a.C. (Aprox.: 920-896 a.C)
(1Re 22:51)
3.136-3.138 / 898-896 a.C.
ELISEO sucede a Elías
Joram reinó 8 años, los Elías (2Cr 21:12) (2Re 2) Joram reina 12 años
dos primeros en Ministerio de Eliseo (2Re 3:1)
corregencia con su padre ¿ABDÍAS (16)? En el hasta los días de Joás 3.138-3.150 / 896-884 a.C.
Josafat reinado de Joram los (2Re 13:14.20) Ben-Adad, rey de Siria, es
(2Re 8:16-17; 2Cr 21:5-20) edomitas se rebelaron (Aprox. 896-839 a.C.) asesinado y sucedido por
3.141 – 2.149 contra Judá (2.º Crónicas Hazael
893 – 885 a.C. 21:8-10).
Ococías reinó 1 año
(2Re 8:25-26; 2Cr 22:2)
3.150 / 884 a.C. Jehú reina 28 años
(2Re 10:36)
Atalía reinó 6 años 3.150 – 3.178
(2Re 11:1-16; 884 – 856 a.C.
2Cr 22:10 – 23:15)
3.150-3.156 / 884-878 a.C.
Joás reinó 40 años Joacaz reina 17 años
(2Re 12:1; 2Cr 24:1) Ministerio de JONÁS (17) (2Re 13:1)
3.156-3.196 / 878-838 a.C. (2Re 14:25) 3.178-3.195 / 856-839 a.C.
Amasías reinó 29 años (c. 862 a.C.) Joás reina 16 años
(2Re 14:1-2; 2Cr 25:1) (2Re 13:10)
3.196-3.225 / 838-809 a.C. 3.195-3.211 / 839-823 a.C.
Ministerio de AMÓS (18) Jeroboam II reina 41 años
en los días de Uzías y (2Re 14:23)
Jeroboam II (Am 1:1) 3.211-3.252 / 823-782 a.C.
(823 - 782 a.C.)
Muere Jeroboam II.
11 años de interregno
¿JOEL (19)?
3.252-3.263 / 782-771 a.C.
Uzías o Azarías Zacarías reina 6 meses
reina 52 años (2Re 15:8)
(2Re 15:32-33; 2Cr 26:3) Ministerio de OSEAS (20) 3.263 / 771 a.C.
3.225 – 3.277 en los días de Uzías Salum reina 1 mes
809 – 757 a.C. hasta los de Ezequías (2Re 15:13)
(Os 1:1) 3.264 / 770 a.C.
(Aprox. 790-720 a.C.)
Menahem reina 10 años
Ministerio de ISAÍAS (21) (2Re 15:17)
en los días de Uzías 3.264-3.274 / 770-760 a.C.
hasta los de Ezequías Pekaía reinó 2 años
(Is 1:1) (2Re 15:23)
(aprox. 760-700 a.C.). 3.274-3.276 / 760-758 a.C.
Isaías ve al Señor y es
Jotam reinó 16 años enviado (Is 6:1) Peka reinó 20 años
(2Re 15:33; 2Cr 27:1) 3.271 / 763 a.C. (2Re 15:27)
3.277 – 3.293 3.276-3.296 / 758-738 a.C.
91
757 – 741 a.C. Tiglat-Pileser, rey de Asiria
Rezim rey de Siria y Peka deporta a Asiria a las dos
atacan sin éxito Jerusalén tribus y media que no
(Is 7:1) cruzaron el Jordán:
rubenitas, gaditas
y media de Manasés
Profeta Obed (2Re 15:29; 1Cr 5:26
en tiempo de Acaz
Peka es asesindo.
(2Cr 28:9)
Acaz reinó 16 años 8.5 años de interregno
(2Re 16:2; 2Cr 28:1) 3.296-3.305 / 738 -729 a.C.
Ministerio de
3.293 – 3.309
MIQUEAS (22) Oseas reinó 9 años
741 – 727 a.C.
en los días de Jotam (2Re 17:1)
hasta los de Ezequías 3.305-3.314 / 729-720 a.C.
(Miq 1:1) Salmanasar rey de Asiria
Ezequías reinó 29 años (aprox. 759 – 710 a.C.) asedia Samaria por 3 años
(2Re 18:2; 2Cr 29:1) Caída de Samaria
3.309 – 3.338 y fin del reino de Israel,
727 - 696 a.C. deportados a Asiria
Completó el LIBRO DE (2Re 17:5-6)
PROVERBIOS (15) 3.314 d.A. / 720 a.C.
3.323 711 Senaquerib, rey de Asiria, invade Judá (2Re 18:13).
Enfermedad y recuperación de Ezequías. La sombre retrocede 10 gradas (2Re 20:1-11).
c. 3.323 711 Merodac-Baladán de Babilonia envía embajada a Ezequías (2Re 20:12-13).
Isaías profetiza el saqueo de los tesoros reales y la deportación a Babilonia de
descendientes de Ezequías (2Re 20:14-18).
3.338 696 Manasés, hijo de Ezequías, reinó 55 años (2Re 21:1; 2Cr 33:1)
(3.338 – 3.393 / 696 – 641 a.C.).
3.393 641 Amón reinó 2 años (2Re 21:19: 2Cr 33:21) – (3.393 – 3.395 / 641 – 639 a.C.).
3.395 639 Josías reinó 31 años (2Re 22:1; 2Cr 34:1) – (3.395 – 3.426 / 639 – 608 a.C.).
Ministerio del profeta SOFONÍAS (23) durante los años del rey Josías (Sof 1:1).
Ministerio del profeta NAHÚM (24) contra Nínive.
3.407 627 En el 13º año de Josías comienza el ministerio del profeta Jeremías (627-586 a.C.),
hasta el fin del 11º año de Sedequías, es decir, hasta la caída y destrucción de Jerusalén
(Jr 1:2).
c. 3.408 c. 626 Ministerio del profeta HABACUC (25).
3.411 623 Nace el profeta Ezequiel (Se entiende que “el año 30” en Ez 1:1-2, se refiere a la edad
del profeta).
3.412 622 Es hallado el Libro del Pacto por Hilcías, y Josías realiza reformas (2Re 22:3ss).
c. 3.414 c. 620 Nace Daniel (calculando que cuando fue deportado por Nabucodonosor tendría unos 15
años – Dn 1:1-6). El año 3º de Ciro, cuando recibió las últimas visiones – Dn 10:1, y
probablemente terminó de escribir el libro, tendría unos 84 años).
3.422 612 Destrucción de Nínive, capital de Asiria, por Nabopolasar, rey de Babilonia,
padre de Nabucodonosor (profetizada por Nahum y Sofonías 2:13)
3.426 608 Muere el rey Josías a manos del faraón Necao en la batalla de Megido (2Re 23:29).
3.427 607 Johanán o Joacaz reinó 3 meses (2Re 23:31; 1Cr 3:15; 2Cr 36:2), fue llevado cautivo a
Egipto por el faraón Necao, quien puso a Joacím como gobernador.
3.427 607 Eliaquím o Joacím reinó 11 años (2Re 23:33-36; 2Cr 36:5)
(3.426 – 3.437 / 607 – 597 a.C.).
ISRAEL BAJO EL DOMINIO BABILÓNICO (605 – 538 a.C)
92
3.429 605 Batalla de Cárquemis: Nabucodonosor conquista el último bastión del poder Asirio y
vence a Egipto (2Re 24:7); es todavía el príncipe heredero que dirige campañas para su
padre Nabopolasar.
1ª deportación: en el año 3ª de Joacím, Nabucodonosor sitia Jerusalén y se lleva
cautivos a Babilonia jóvenes del linaje real y la nobleza, entre ellos a Daniel y sus
amigos (Daniel 1:1-6; 2Re 24:1-2; 2Cr 36:6-7). Comienza el período de “la
servidumbre” de Judá a Babilonia.
3.430 604 En el año 4ª de Joacím, Jeremías profetiza que el cautiverio durará 70 años (Jr
25:1.11-12).
Comienza Nabucodonosor a reinar en Babilonia (Jr 25:1; 2Re 24:12).
Joacim quema el rollo de las profecías de Jeremías; lo vuelve a escribir con Baruc -Jr 36
3.431 603 En el año 2º de su reinado, Nabucodonosor sueña el sueño de la estatua que le interpreta
el profeta Daniel (Dn 2:1).
(*Las profecías y visiones de Daniel no siempre aparecen en el libro en orden
cronológico).
3.432 602 Joacim se rebeló contra Nabucodonosor, y YHVH envió contra él cuadrillas de caldeos,
de sirios, de moabitas, y de amonitas (2Re 24:1-2).
Siglo VI a.C.
Joaquín (o Jeconías o Conías o Salum) reinó 3 meses (2Re 24:8; 2Cr 36:9).
2ª deportación: Nabucodonosor sitia a Jerusalén, saquea el Templo, deporta a
3.437 597
Babilonia a los habitantes de Jerusalén, la familia real (Joaquín) y la nobleza, los
artesanos y hombres de guerra, entre ellos el profeta Ezequiel; y coloca a Sedequías
como gobernador (2Re 24:10-17).
Sedequías o Matanías reinó 11 años (2Re 24:18; 2Cr 36:11)
(3.437 – 3.448 / 597 – 586 a.C.).
c. 3.437 c. 597 Carta de Jeremías a los deportados con mensaje de esperanza: “Cuando se hayan
cumplido setenta años para con Babilonia, Yo os visitaré, y despertaré sobre vosotros
mi buena palabra, para haceros volver a este lugar” (Jr 29:1ss).
c. 3.439 c. 595 Algunos autores colocan por este tiempo la profecía de ¿JOEL (19)?.
3.341 593 Profetiza el falso profeta Hananías de Gabaón, y muere el mismo año (Jer 28:1ss).
Sedequías, en viaje a Babilonia con Seraías, recibe profecía de Jeremías contra
Babilonia (Jer 51:59).
3.442 592 En el 5º año de la deportación del rey Joaquín, el profeta Ezequiel, de 30 años, estando
Día 5 en Babilonia junto al río Quebar, ve la gloria de Dios y es llamado (Ez 1:1ss. *Las
Mes 4º profecías de Ezequiel tampoco se registraron en orden cronológico).
Es hecho atalaya y profetiza otro sitio de Jerusalén (Ez 3:16. Día 12, Mes 4º).
3.443 591 En el 6º año de la deportación del rey Joaquín, Ezequiel tiene la visión de las
Día 5 abominaciones en el Templo y ve la muerte de los culpables y el abandono del Templo
Mes 6º por Dios (Ez 8:1ss).
3.444 590 En el 7º año de la deportación del rey Joaquín, Ezequiel profetiza acerca de la rebelión
Día 10 continua de Israel y el modo de actuar de Dios con Israel: disciplina y promesa de
Mes 5º restauración (Ez 20:1ss).
3.446 588 Nabucodonosor sitia Jerusalén en el 9º año de Sedequías (y de la deportación del rey
Día 10 Joaquín), 17º de Nabucodonosor (2Re 25:1-2; Ez 24:1-2; Jer 52:4); 40 años desde que
Mes 10º comenzó el ministerio de Jeremías tratando de librar a Judá del juicio definitivo
(15 Enero) por su rebeldía, y 390 años después de la división del reino y la historia del pecado
de Israel, lo cual parece ser el cumplimiento de la profecía de Ezequiel 4:1-9.
Ezequiel ve la parábola de la olla hirviente (Ez 24:1).
3.447 587 En el año 10º de Sedequías (y de la deportación del rey Joaquín), 18º de
Nabucodonosor, Jeremías estando preso compra la heredad de Hananael (Jer 32:11).
Ezequiel profetiza contra Egipto (Ezq 29:1).
93
“11 Sedequías (…) 12 hizo lo malo ante los ojos de YHVH su Elohim, no se humilló ante Jeremías, el profeta
que hablaba de parte de YHVH. 13 También se rebeló contra el rey Nabucodonosor, que le había hecho jurar
por Elohim; y endureció su cerviz y obstinó su corazón, para no volverse a YHVH, el Elohim de Israel. 14
Asimismo, todos los príncipes de los sacerdotes y el pueblo aumentaron la infidelidad, obrando según las
abominaciones de las naciones, y profanando la Casa de YHVH, que Él había santificado en Jerusalén. 15 Y
YHVH, el Elohim de sus padres, les enviaba palabra a través de sus mensajeros, continuamente les enviaba
palabra, porque Él se compadecía de su pueblo y de su morada. 16 Pero ellos se burlaron de los mensajeros
de Ha-Elohim y despreciaron las palabras de Él, y trataron despectivamente a sus profetas, hasta que la ira de
YHVH se encendió contra su pueblo hasta que no hubo remedio” (2Cr 36 11:16).
3.448 586 En el 11º año de Sedequías y de la deportación del rey Joaquín, el año 19º de
Día 7 Nabucodonosor, cae Jerusalén y es destruido el Templo y las murallas a manos de
Mes 5º Nabuzaradán, capitán de Nabucodonosor. 3ª deportación: “Judá fue sacada de su
(18 Julio) tierra y llevada en cautiverio (...) sólo son dejados los más pobres” ( );“20 Y a los que
habían escapado de la espada llevó cautivos a Babilonia, y fueron esclavos de él y de
sus hijos hasta que se impuso el reino de Persia, 21 para que se cumpliera la palabra
de YHVH por boca de Jeremías, para que la tierra disfrutara de todos sus días de
reposo. Reposó todos los días de su desolación hasta cumplirse setenta años” (2Cr
36:20-21).
Gedalías es nombrado gobernador,
el cual fue asesinado por Ismael hijo de Netanías, de la estirpe real. Huyen a Egipto
Mes 7º (2Re 25:3ss; 2Cr 36:17-21).
Ezequiel profetiza contra Tiro (Ez 26:1), contra Egipto (31:1ss) y sobre la caída de
Jerusalén (33:21ss). Y Jeremías deja de profetizar.
d. 3.448 d. 586 LAMENTACIONES DE JEREMÍAS (26) sobre la destrucción de Jerusalén.
d. 3.448 d. 586 Probablemente por estas fechas profetiza ¿ABDÍAS (16)? contra Edom por la
posición perversa que tomó en el saqueo de Jerusalén, cebándose sobre las desgracias
de Jerusalén (vv. 10-14. Ver también Jr 49:14-16).
3.449 585 En el 12º año de la deportación del rey Joaquín, Ezequiel recupera el habla cuando es
informado de la caída de Jerusalén (Ez 33:21-22), y profetiza endechas sobre el rey de
Egipto
3.462 572 En el año 25º de la deportación del rey Joaquín y de Ezequiel, 14 años después de de
que Jerusalén fuera conquistada, Ezequiel ve la visión del Templo (Ez 40:1ss).
3.464 570 En el año 27º de la deportación del rey Joaquín, Ezequiel vuelve a profetizar contra
Día 1 Mes Egipto (Ez 29:17).
1º
3.470 564 Ciro II sube al trono de Persia. (Reinó: 9 años en Persia, más 17 años después de fundar
el imperio Medo-Persa, más 3 años después que se anexionó Babilonia).
3.474 560 En el año 37º de su deportación, Joaquín rey de Judá es sacado de la cárcel y honrado
por Evil-Merocac, rey de Babilonia (2Re 25:27-30; Jr 52:31).
c. 3.474 c. 560 Por estas fechas estarían terminados el LIBRO DE JEREMÍAS (27); LIBRO DE 1º
REYES (28) y LIBRO DE 2º REYES (29, probablemente escritos por el profeta
Jeremías con Baruc; y el LIBRO DE EZEQUIEL (30)
3.479 555 Sube al trono el rey babilonio Nabonido, último rey de Babilonia (555-538 a.C.).
Trasladó durante 10 años su residencia a Tema en el desierto Siro-arábigo, y dejó como
regente de Babilonia a su hijo Belsasar, mencionado por Daniel (no por orden
cronológico en el texto masorético, sí en la Septuaginta: caps. 7, 8, 5). Su posición
como corregente (segundo del reino) queda patente en Dn 5:7.16.19.
Nota: Durante mucho tiempo Belsasar era desconocido fuera de la Biblia y de los
escritos judíos. El caso de Belsasar es uno de los más notables en los que la crítica hostil
a la Palabra de Dios mantenía que había aquí una contradicción con la historia, porque
no se había hallado el nombre de Belsasar en los registros externos a la Biblia, de forma
que todas las fuentes seculares que trataban del fin del Imperio babilónico señalaban a
Nabonido como el último rey. Pero ya en 1854, en Mugheir, la antigua Ur, el coronel
Rawlinson descubrió una inscripción en un monumento con mención de Belsasar, y
94
después se descubrieron más documentos acerca de él y de Nabonido. El hallazgo de
documentos cuneiformes contemporáneos ha permitido identificar a Belsasar como el
hijo mayor de Nabonido y que ya por el 560 a.C., 4 años antes de que su padre
ascendiera al trono, era un alto funcionario de la corte. Bien al contrario de lo que
pretendían los críticos, en este como en tantos otros incidentes, ha quedado vindicada la
precisión histórica de la Palabra de Dios, mostrándose la invalidez del argumento del
silencio: que no lo citen las fuentes seculares conocidas no significa que no exista. Lo
mismo está ocurriendo con el Darío mencionado por Daniel.
3.479 555 Ciro, rey de los persas, funda el imperio Medo-Persa, representado por Daniel 8:3.20
como un carnero con un cuerno más alto que el otro, significando el predominio del
lado persa.
c. 3.486 c. 548 En el año 1º de Belsasar (no hay datos seguros para precisar), Daniel sueña las visiones
de las cuatro bestias (Dn 7:1ss): Babilonia, Medo-Persia, Grecia y Roma.
c. 3.489 c. 545 En el año 3º de Belsasar, Daniel recibe la visión del carnero (los reyes de Media y
Persia) y el macho cabrío (el rey de Grecia) - (Dn 8:1ss).
3.496 538 Belsasar hace un gran banquete en el que profanó los vasos sagrados del templo de
Jerusalén, y fue advertido por Dios con la escritura en la pared: “Mene: Contó Dios tu
reino, y le ha puesto fin. 27 Tekel: Pesado has sido en balanza, y fuiste hallado falto de
peso. 28 Peres: Tu imperio ha sido roto, y dado a los Medos y a los Persas” (Dn 5:26-
28). Esa misma noche, la coalición medo-persa tomó Babilonia.
ISRAEL BAJO DOMINIO PERSA (538 – 334 a.C.)
3.496 538 Babilonia fue tomada por las fuerzas conjuntas de los persas y los medos: Ciro de
Persia (Ciro II, 559 – 535 a.C.), y su aliado Darío el Medo (no Darío I Histaspes, sino
otro Darío anterior mencionado por Daniel 5:31, no reconocido durante un tiempo por
la historiografía secular).
Punto crítico: la identidad del ‘Darío el medo’ mencionado por Daniel
Dn 5:30-31 registra que la noche que Babilonia fue entregada a medos y persas, “Darío, el medo, recibió (qabbél)
el reino, siendo de sesenta y dos años de edad”. Esto fue 11 años antes de que Darío I el Grande, llamado
Histaspes, subiera al trono de Medo-Persia, el cual era persa, y no medo. Dn 9:1 dice que “En el año primero de
Darío, hijo de Asuero, del linaje de los medos, que fue hecho rey sobre el reino de los caldeos…”.
“Por otra parte, según los datos históricos extrabíblicos, está fuera de duda que Ciro es el conquistador de
Babilonia e inmediato sucesor del imperio babilónico. La Crónica de Nabonido es el principal documento para
conocer la historia de la caída de Babilonia, según la cual los hechos se desarrollaron según el orden siguiente: el 14
de Tishri (septiembre-octubre), Ciro tomó Sippar sin resistencia. Nabonido huyó, siendo hecho prisionero unos días
después. El 16 de Tishri, Gubaru, general de las tropas de Ciro, entra en Babilonia sin resistencia. El 3 de
Marjeswan (octubre-noviembre), Ciro entra en Babilonia y declara terminada la guerra, enviando a Nabonido al
destierro a Carmama” (Gran Diccionario Bíblio, A. Ropero).
“En Daniel 9:1 se dice que Darío de Media “fue hecho” (homlak) rey sobre el reino de los caldeos. La redacción
del versículo indica que fue investido con la dignidad real por alguien de superior autoridad, lo cual coincide bien
con la suposición de que fue instalado como virrey en Babilonia por Ciro el Grande. De manera similar, en Daniel
5:31 se nos dice que Darío el medo "recibió" (qabbél) el reino (Biblia de Jerusalén) (…). La política de Ciro
permitía a gobernantes subordinados reinar bajo su autoridad con el título de rey. (…) Hay cada vez un mayor
cúmulo de evidencias que permiten identificarlo como un gobernador llamado Gubaru, a quien se refieren tanto los
relatos cuneiformes como los historiadores griegos, el cual jugó un papel clave en la captura de Babilonia y en su
subsiguiente administración (…). Los argumentos de eruditos críticos como H.H. Rowley han sido invalidados por
la obra de J.C. Whitcomb en su ‘Darius the Mede, 1959 (…): Estamos convencidos de que Gubaru, el gobernador
de Babilonia y de la región del otro lado del río, figura en el libro de Daniel como Darío de Media, el monarca que
se hizo cargo del reino caldeo inmediatamente después de la muerte de Belsasar, y que designó sátrapas y
presidentes (incluyendo Daniel – Dn 6:1-2) para que colaboraran con él en el gobierno de este extenso territorio de
tan numerosa población. Creemos que esta identificación es la única que satisfactoriamente armoniza las diversas
corrientes de evidencias que hallamos en el libro de Daniel y en los relatos cuneiformes contemporáneos. (…) Tal
como sugiere Albright, es muy posible que en el imperio medo-persa, el nombre Darío era el título de honor de la
misma manera que ‘César’ o ‘Augusto’ lo fue en el imperio romano” (ver exposición completa en “Reseña crítica
de una Introducción al Antiguo Testamento”, p. 422ss, Gleason L. Archer).
Así pues, en base a la Escritura y a estas investigaciones históricas, podemos concluir que Babilonia fue tomada
95
por las fuerzas conjuntas de los medos (el Darío medo de Daniel) y los persas (Ciro el persa) en el 538 a.C., siendo
este “el primer año” del reinado sobre Babilonia tanto de Darío de Media como de Ciro el Persa. Lo cual es
importante para fechar las visiones de Daniel durante sus reinados. Y a esta luz podemos entender Dn 6:28,
mencionando el reinado simultáneo sobre Babilonia tanto del virrey Darío el medo y del emperador Ciro.
1) “En el año 1º de Darío el Medo (…) yo, Daniel, entendí de los libros que, según la
palabra de YHVH dada al profeta Jeremías, el número de los años que habría de
durar la desolación de Jerusalén serían setenta años. 3 Entonces volví mi rostro
hacia YHVH Ha-Elohim, buscándole en oración y ruego, en ayuno, cilicio y ceniza”
(Dn 9:1-3 y ss).
2) Probablemente el episodio del cap. 6, en que Daniel es echado al foso de los leones,
se enmarca aquí, como un ataque de Satanás contra las oraciones de Daniel (recordemos
que los episodios y visiones de Daniel no aparecen en orden cronológico).
3) “...¡Sé propicio, oh YHVH! ¡Oh YHVH, presta oídos! ¡Oh YHVH, no te tardes!…”
(Dn 9:19). Proponemos que gracias a esta intercesión de Daniel en oración el período de
cautividad se acortó 3 años, y ese mismo año, Ciro, en ese su primer año de reinado
3.496 538 sobre Babilonia (17º como rey de Medo-Persia), dicta el decreto de reconstrucción
del Templo de Salomón poniendo fin a los 70 años de cautiverio profetizados por
Jeremías: “1 Y en el año primero de Ciro rey de Persia, para que se cumpliera la
palabra de YHVH por boca de Jeremías, YHVH despertó el espíritu de Ciro rey de
Persia, para que en todo el reino se proclamara por pregón y por escrito, diciendo: 2
Así dice Ciro rey de Persia: Todos los reinos de la tierra me han sido dados por YHVH,
Elohim de los cielos, y Él mismo me ha encomendado que le construya Casa en
Jerusalén, que está en Judá. 3 Quien de entre vosotros pertenezca a su pueblo, sea su
Elohim con él y suba a Jerusalén, que está en Judá, y construya la Casa de YHVH, el
Elohim de Israel, que es Ha-Elohim, el cual está en Jerusalén”
(Esdras 1:1-3. también 2Cr 36:22 y Esd 6:3).
Se cumple así también la profecía de Isaías acerca de que Ciro iniciaría la
reconstrucción de Jerusalén y el Templo (Is 44:28).
4) Como resultado inesperado de la oración de Daniel, le es dada por medio del ángel
Gabriel la crucial profecía acerca del futuro de Israel hasta el fin: la profecía de las 70
semanas, sobre la base de los 70 años de cautividad (Dn 9:20-27).
Nota sobre los 70 años de cautiverio profetizados por Jeremías
Hubo tres deportaciones a Babilonia: en el 605 (que incluía a Daniel), en el 597 (que incluía a Ezequiel), y la
deportación final tras la destrucción del Templo y de Jerusalén en el 586. Puesto que Esdras 1:1-3 declara
explícitamente que el decreto de Ciro cumplía el fin del período de 70 años de cautividad profetizado por
Jeremías, y de hecho el remanente regresó a Jerusalén para restaurar el Templo, ese es el punto que ha de ser
tomado como referencia para calcular retroactivamente el inicio de los 70 años de la profecía. Sin embargo, eso
nos lleva al 608, tres años antes de la primera deportación. Así pues, el período de cautividad habría durado de
hecho 67 años. Una posibilidad, que algunos sostienen, es que el decreto de Ciro fue el 535, lo que daría 70 años
justos desde la primera deportación (605) hasta esa fecha. Otra posibilidad que me parece muy sugerente es la
que ya hemos apuntado: que la oración de Daniel (Dn 9), pronunciada en este mismo año 538, adelantó y acortó
el cumplimiento de la profecía. Por un lado, 67 años es suficiente para ver que Dios iba en serio con esta
disciplina; por otra parte, es muy revelador como muestra del poder de la oración. Dejo la cuestión abierta...
Nota sobre la profecía de las 70 semanas de Daniel (Dn 9:24-27)
“24 Setenta semanas han sido determinadas sobre tu pueblo y sobre tu santa ciudad, para terminar la
transgresión y poner fin al pecado, y expiar la iniquidad, para traer la justicia perdurable, y sellar la visión
y la profecía, y ungir al Santo de los santos. 25 Sabe, pues, y entiende, que desde la salida de la orden para
restaurar y reedificar a Jerusalén hasta el Mesías Príncipe, habrá siete semanas y sesenta y dos semanas.
Se volverá a edificar la plaza y el muro en tiempos angustiosos. 26 Después de las sesenta y dos semanas se
quitará la vida al Mesías, mas no por sí. Y el pueblo de un príncipe que ha de venir destruirá la ciudad y el
santuario, pero su fin será como una inundación, y hasta el fin de la guerra han sido decretados
asolamientos.27 Y por una semana confirmará el pacto con muchos. A la mitad de la semana hará cesar el
sacrificio y la ofrenda. Después, con la muchedumbre de las abominaciones, vendrá el desolador, hasta que
venga la consumación, y lo que está determinado se derrame sobre el desolador”.
Estas “semanas” (heb.: ‘hebdómadas’) son “semanas de años”, períodos de 7 años. Por tanto, se trata de un período
de 70 x 7 = 490 años. El año 20º de su reinado, Artajerjes I Longimano autoriza a Nehemías la reconstrucción de las
96
murallas de Jerusalén (Neh 2:1ss). Las 69 semanas proféticas “hasta el Mesías príncipe” son 483 años; y están
divididas en dos períodos: 7 semanas (49) años, desde la orden de Artajerjes para restaurar y reedificar Jerusalén y
sus muros hasta que se completó esa obra; y 62 semanas (434 años) hasta el Mesías Príncipe y su muerte. Siguiendo
la cronología del hermano Rafael R. Carrascosa, el año del edicto de Artajerjes fue el 450 a.C.. Si le sumamos 483
años, llegamos al año 33 de.C., año en que muchos eruditos fechan la muerte de Jesús.
PERÍODO ABARCADO EN LOS LIBROS DE ESDRAS, últimas revelaciones de DANIEL, ESTER,
NEHEMÍAS, HAGEO, ZACARÍAS Y MALAQUÍAS
3.496 538 Tras el decreto de Ciro, “se levantaron los cabezas de familia de Judá y Benjamín, los
sacerdotes y los levitas, todos aquellos cuyo espíritu había despertado Ha-Elohim para
que subieran a reconstruir la Casa de YHVH que está en Jerusalén” (Esd 1:5). Un
remanente de Israel de unas 50.000 personas regresaron a Jerusalén y a Judá,
encabezados por Zorobabel [príncipe de Judá descendiente de David, hijo de Salatiel
(3:2) y nieto del rey Joaquín (1Cr 3:16-17); llamado por Ciro ‘Sesbasar’, a quien
entregó los utensilios del Templo que se llevó Nabucodonosor, nombrándolo
gobernador de Judea (1:7-11; 5:14)], y el sumo sacerdote Jesúa (o Josué) hijo de
Josadac (2:2; 3:2).
3.496 538 El remanente comienza la reconstrucción edificando el altar, volviendo a ofrecer
Mes 7º: Sept/Oct holocaustos, y celebraron la fiesta solemne de los Tabernáculos (Esd 3:1-7).
Tishri
3.496 538 En ese mismo año 1º de Darío el medo, un Varón celestial vestido de lino (en realidad
una Cristofanía – Dn 10:5-6), se puso a su lado para apoyarlo y fortalecerlo en la batalla
espiritual que estaba aconteciendo (Dn 11:1), lo cual le fue revelado a Daniel dos años
después, en el año 3º de Ciro (Dn 10:1).
3.498 536 En el año 2º del retorno, Zorobabel y Jesúa/Josué, con el remanente, echan los
Mes 2º: Abril/Mayo cimientos del Templo (Esd 3:1ss). Pero debido a la oposición de los adversarios
Iyar (gentes con las que Asnapar, rey de Asiria, repobló Samaria – Esd 4:10), la obra de
reconstrucción se paralizó hasta el año 2º de Darío I Histaspes (Esd 4:24; 6:14-15).
Esta oposición se prolongó y tuvo varias fases hasta el reinado de Artajertes I (Esd 4:4-
22 es un paréntesis anticipando todos esos períodos de oposición).
SECUENCIA DE LOS REYES PERSAS
(1) Ciro II El Grande (555-535 a.C.), correinando con él en Babilonia Darío el Medo (538 - ?).
Con el decreto de Ciro se inicia la reconstrucción del Templo, pero se paraliza por la oposición.
(2) Cambises II (535-527 a.C.).
Su trono fue usurpado durante los últimos 7 meses de su reinado por el mago Gaumata, el falso Esmerdis
(3) Darío I Histaspes (527-490 a.C), que ordenó reiniciar la reconstrucción del Templo en Jerusalén.
(4) Jerjes (490-470 a.C.), el Asuero del libro de Ester.
(5) Artajerjes I Longimano(470-429 a.C.),
quien dio la orden para reconstruir Jerusalén y sus muros en tiempo de Nehemías
( 6) Sogdiano (6 meses) // (7) Jerjes II (2 meses // (8) Darío II (428-409 a.C.).
(7) Artajerjes II (409-363 a.C.) // (8) Artajerjes III Oco (363-343 a.C.)
(9) Artajejes IV Arsés (341-338) // Darío III Codomano (338-332)
Nota sobre la historia de la oposición a la obra de restauración del remanente
Hay dos pasajes en Esdras que se prestan a confusión:
1) Cap. 4: la historia de la oposición de los adversarios a la obra de reconstrucción. En 4:5 dice: “y contrataron
consejeros contra ellos para frustrar sus propósitos, todos los días de Ciro rey de Persia, hasta el reinado de Darío
rey de Persia”. Aquí corta la narración e introduce un paréntesis contando la larga historia de oposición a la obra
del remanente hasta Artajerjes I: “6 Y durante el reinado de Asuero (el de Ester, que es Jerjes I), al principio de su
reinado, escribieron una acusación contra los moradores de Judá y de Jerusalén. 7 Y en días de Artajerjes (I),
escribieron Bislam, Mitrídates, Tabeel y los demás compañeros suyos, a Artajerjes rey de Persia (la carta estaba
escrita en arameo, y fue interpretada en arameo)… (y a hí cuenta todo ese episodio con Artajerjes hasta el v. 23).
Aquí cierra el paréntesis y retoma el hilo del v. 5: “24 Y cesó la obra de la Casa de DIOS que está en Jerusalén, y
fue interrumpida hasta el año segundo del reinado de Darío rey de Persia”.
2) Cap 6: la finalización de la reconstrucción del Templo: “14 Y los ancianos judíos construyeron y prosperaron,
conforme a la profecía del profeta Hageo y de Zacarías bar Iddo. Y terminaron la edificación conforme al mandato
del DIOS de Israel, y al edicto de Ciro, al de Darío, y al de Artajerjes rey de Persia”. Aquí pareciera que el templo
97
se terminó con Artajerjes, pero en realidad está haciendo como en el pasaje anterior: da una panorámica completa
anticipando un evento todavía por venir: el embellecimiento del templo por Esdras bajo Artajerjes (Esd 7).
Entonces, en el v. 15, vuelve al punto de la finalización de la reconstrucción del Templo en tiempo de Darío I
Histaspes: “15 Y la Casa fue terminada al tercer día del mes de Adar, que era el año sexto del reinado del rey
Darío”. Por tanto, Esdras y Nehemías actuaron bajo el reinado de Artajerjes I.
3.499 535 El año 3º de Ciro como rey de Babilonia, Daniel recibe la última revelación (Dn 10-
Mes 1º: 23 de Abril 12): vio a aquel Varón celestial vestido de lino (en realidad una Cristofanía – Dn 10:5-
Nissan 6), quien le reveló “palabra verdadera acerca de un gran conflicto” (Dn 10:1) “hasta
Día 24 el tiempo del fin” (Dn 12:8-9). Es terminado el LIBRO DE DANIEL (31).
3.499 535 Muere Ciro y sube al trono de Persia Cambises II.
3.507 527 Muere Cambises y usurpa el trono el mago Esmerdis.
3.507 527 Muere Esmerdis y sube al trono Darío I Histaspes el persa.
3.509 525 Entonces, en el año 2º de Darío, “1 los profetas Hageo y Zacarías hijo de Iddo
profetizaron a los judíos que estaban en Judá y en Jerusalén en nombre del DIOS de
Israel, quien estaba con ellos. 2 En ese tiempo se levantaron Zorobabel hijo de Salatiel
y Jesúa hijo de Josadac y comenzaron a reedificar la Casa de DIOS que estaba en
Jerusalén, y con ellos, los profetas de DIOS que los apoyaban” (Esd 5:1ss.).
Mes 6º Hageo profetiza exhortando a retomar la reedificación del Templo (Hag 1:1; Esd 5:1).
Mes 7º Hageo profetiza la gloria del nuevo templo (Hag 2:1).
Mes 8º Zacarías comienza su ministerio llamando a volver a Dios (Zac 1:1-6).
Mes 9º Hageo reprende la infidelidad del pueblo y hace promesas a Zorobabel (Hag 2:10).
Mes 11º
1ª visión de Zacarías: los caballos enviados por Yahvé a recorrer la tierra (1:7ss).
Los adversarios envían una carta a Darío “para verificar si por el rey Ciro fue dada
orden para reconstruir esta Casa de DIOS en Jerusalén, y se nos diga la voluntad del
rey sobre esto” (Esd 5). Darío lo verifica y promulga edicto para que la Casa de
Dios en Jerusalén fuera reconstruida en su lugar (Esd 6:1-12).
3.511 523 En el año 4º del rey Darío, Zacarías profetiza sobre el ayuno, la restauración, el castigo
de las ciudades vecinas, el Mesías y el futuro de Israel (Zac 7:1).
3.513 521 “Y la Casa fue terminada al tercer día del mes de Adar (Febrero/Marzo), que era el
año sexto del reinado del rey Darío” (Esd 6:15).
Están terminados el LIBRO DE HAGEO (32) Y EL LIBRO DE ZACARÍAS (33).
Siglo V a.C.
3.544 490 Darío, que deseaba conquistar Atenas, pierde contra los atenienses en la Batalla de
Maratón, que puso fin a la Primera Guerra Médica.
3.544 490 Muere Darío Histaspes y sube al trono Jerjes I, el Asuero de Ester.
3.547 487 En el tercer año de su reinado, Asuero (Jerjes I) destituye a la reina Vasti (Est. 1:3ss).
3.551 483 Interviene la divina Providencia para preparar la salvación de su pueblo: “16 Así pues,
ESTER fue llevada al rey Asuero, a su palacio real, en el mes décimo, que es el mes de
Tebet, en el año séptimo de su reinado. 17 Y amó el rey a Ester más que a todas las
mujeres, y logró ante él más gracia y favor que todas las vírgenes, tanto que él le puso
la corona real sobre la cabeza, y la proclamó reina en lugar de Vasti” (Est 2:16-17).
3.554 480 Asuero (Jerjes I) invade Grecia y libra la Batalla de las Termópilas durante la Segunda
Guerra Médica. Resistencia de los 300 espartanos de Leónidas. Incendio de Atenas. Es
derrotado en la Batalla de Salamina.
3.556 478 Por instigación de Satanás, para impedir que continuara la obra de restauración, “el rey
Asuero engrandeció a Amán, hijo de Hamedata, el agagueo...” (Est 3:1). [El rey agag
era descendiente de Amalec (1Sam 15:8), eterno adversario del pueblo de Dios (Ex
17:14-16); Saúl desobedeció la orden divina de exterminar a los agagueos (1Sam 15:1)].
“…como le habían declarado cuál era el pueblo de Mardoqueo, Amán procuró
exterminar a todos los judíos que había en todo el reino de Asuero, por ser el pueblo
de Mardoqueo”, y en el año 12º de Asuero, obtuvo la autorización del rey (Est 3:7ss.).
98
Pero en el último mes, el de Adar (Febrero/Marzo), fecha en que se iba a ejecutar el
exterminio de los judíos, por medio de la reina Ester Dios frustró el plan (9:1ss), Amán
fue ejecutado con sus hijos (9:25), Ester y Mardoqueo instituyeron la fiesta de Purim
(‘Pur’: suerte), y Mardoqueo fue ascendido como segundo del rey Asuero (Est 10:3).
LIBRO DE ESTER (34).
3.564 470 Muere Asuero (Jerjes I) y sube al trono Artajerjes.
3.571 463 En el 7º año de su reinado, Artajerjes autoriza al sacerdote Esdras a subir a Jerusalén,
con “algunos de los hijos de Israel, y de los sacerdotes y levitas, y de los cantores y
porteros, y de los netineos (…) para embellecer la Casa de YHVH que está en
Jerusalén” (Esd 7).
3.584 450 En el 20º años de Artajerjes, Nehemías ora y ayuna al recibir noticias de la situación
del remanente en Jerusalén y de los muros en ruinas. Pide al rey autorización para
reedificar Jerusalén y sus muros, y el rey se la concede (Neh 1 – 2:9) y es nombrado
gobernador de Judá (Neh 5:14). Así se cumple la parte de la profecía de las 70
semanas de Daniel en cuanto a su punto de inicio: “Sabe, pues, y entiende, que desde
la salida de la orden para restaurar y reedificar a Jerusalén hasta el Mesías Príncipe,
habrá siete semanas y sesenta y dos semanas. Se volverá a edificar la plaza y el muro
en tiempos angustiosos” (Dn 9:25). Desde este año, hasta la muerte del Mesías,
pasarán 69 septenarios: 483 años.
Nehemías escribe los libros de 1º CRÓNICAS (35) y 2º CRÓNICAS (36), ESDRAS
(37) y NEHEMÍAS (38).
d. 3.584 d. 450 Sanbalat, Tobías amonita y Gesem el árabe encabezan la oposición a la obra de
reedificación (Neh 2:10.19; 4:7; 6:1.12.14).
3.596 438 En el trigésimo segundo año de Artajerjes, estando este en Babilonia, Nehemías fue ante
el rey. Al cabo de algún tiempo pidió permiso al rey y regresó a Jerusalén (Neh 13:6-7).
Nehemías pacta con el pueblo la abolición de la usura (Neh 5:14).
3.633 401 En el 8º años de Artajerjes II, termina el primer período de 7 semanas (49 años) de la
profecía de las 70 semanas de Daniel, probablemente con la finalización de la
reconstrucción de Jerusalén: “...se volverá a edificar la plaza y el muro en tiempos
angustiosos”, y el ministerio del profeta MALAQUÍAS (39).
Comienza el PERÍODO INTERTESTAMENTARIO desde Malaquías hasta Juan el Bautista,
los llamados 400 años de silencio, pues dejó de oírse la voz profética.
Pero la soberanía y la providencia divinas siguen preparando el mundo para la venida del Mesías.
Siglo IV a.C.
3.678 356 Nace Alejandro Magno (356-324).
3.696 336 Alejandro sube al trono como Alejandro III de Macedonia.
ISRAEL BAJO DOMINIO GRIEGO (334 – 63 a. C.)
3.700 334 Batalla de Issos: el ejército macedonio de Alejandro Magno venció al persa de Darío
III Codomano. Darío huyó. Fue una victoria decisiva para los macedonios y marcó el
comienzo del fin para el poder persa.
3.702 332 Batalla de Gaugamela: Alejandro Magno vence a Darío III. Fin del Imperio Persa.
3.711 323 Muere Alejandro Magno. El imperio griego-macedonio se divide entre sus 4
generales, que lucharon entre sí haciéndose prominentes dos dinastías: Seléucida en
Siria y Ptolemaica en Egipto.
Siglo III a.C.
3.749 285 Ptolomeo II Filadelfo sucede a Ptolomeo Soter en Egipto (265-226). Durante su reinado
comienza la traducción de la Biblia hebrea al griego llamada “de los LXX” o
“Septuaginta”, que se prolongó hasta el s. I a.C.
Siglo II a.C.
3.859 175 Antíoco IV, de la dinastía Seleúcida, rey de Siria (175-164). Se identificó con el dios
Júpiter Olímpico, llamándose ‘epifanes’: ‘dios manifiesto’, representando un
99
cumplimiento típico del Anticristo final: el “cuerno pequeño” de la visión de Daniel
8:9.
3.864 170 Antíoco IV atacó Jerusalén y saqueó el Templo al regresar a Siria después de invadir
Egipto.
3.867 167 Antíoco IV, instigado por judíos apóstatas y helenizantes, envió a Apolonio con veinte
mil hombres para matar a los adoradores judíos fieles, e imponer la religión griega.
Suprimió los sacrificios del Templo, cambió las fiestas, persiguió a los judíos fieles y
profanó el Templo colocando sobre el altar el abominable ídolo de los invasores: “la
abominación desoladora” mencionada por Jesús en referencia al Anticristo final y el
inicio de la Gran Tribulación (Mt 24:15); Jesús relanzó así esta parte de la profecía de
Daniel hacia un cumplimiento futuro.
3.867 167 El sacerdote Matatías (nieto de Simeón el Asmoneo) y sus hijos inician las revueltas
macabeas contra el invasor Antíoco IV, narradas en los Libros de los Macabeos. Los
macabeos fundaron la dinastía real Asmonea que duró hasta el 30 a.C.
3.868 166 Muere Matatías y le sucede su hijo Judas ‘Macabeo’ (‘el martillador’, apodo de Judas
de donde proviene el nombre).
3.870 164 Muere Antíoco IV. Judas Macabeo logra la independencia judía en la Tierra de Israel
durante un siglo, desde el 164 hasta que el general romano Pompeyo tomó Jerusalén el
año 63 a.C. El segundo Templo de Jerusalén fue purificado. Nace la fiesta de la
Hanukhan para celebrarlo.
3.874 160 Jonatán sucede a su hermano Judas Macabeo.
3.888 146 Cartago es tomada por los romanos.
3.891 143 Simón Macabeo sumo sacerdote y etnarca (143-134).
3.900 134 Juan Hircano I sumo sacerdote y etnarca (134-104).
3.930 104 Aristóbulo I es el primero en la dinastía asmonea que toma el título de rey (104-103).
3.934 100 Nace Gayo Julio César (100-44).
ISRAEL BAJO DOMINIO ROMANO (63 a.C. - 135 d.C.)..
Siglo I a.C
3.971 63 Pompeyo (63-40) toma Jerusalén. “El final de la independencia judía llegó como
resultado de la lucha de aniquilación mutua entre dos hermanos asmoneos: Hircano II y
Aristóbulo II. Ambos recurrieron al general romano Pompeyo en busca de ayuda, pero
este respondió conquistando Jerusalén. Designó a Hircano II sumo sacerdote y
etnarca (título inferior a ‘rey’), y también instaló a un idumeo, Antípatro, como
gobernador militar. Antípatro designó posteriormente a su hijo Fasael gobernador de
Judea, y a su hijo Herodes (más tarde conocido como Herodes el Grande), gobernador
de Galilea” (E. P. Sanders).
3.990 44 Muere Julio César. Roma es gobernada 14 años por el segundo triunvirato de Marco
Aurelio, Octavio César y Lépido.
3.997 36 Según Flavio Josefo (Ant. Jud. Libro XIV, Cap XIV, párrafo 5), Marco Antonio puso a
Herodes por rey de Judea, y (siendo Idumeo) para legitimarse y ser aceptado por los
judíos, se casó con la hija de Hircano II.
4.001 33 Antígono, último gobernante de la dinastía asmonea, sucede a Hircano II tras su
segundo período de gobierno.
4.004 30 Octavio César vence a Marco Aurelio en la batalla del Actium. Comienza a reinar en
Roma Octavio César. Esta batalla, según Josefo (Ant. Jud. Libro XV, Cap V, Párrafo
1), ocurrió el año 7º del reinado de Herodes el Grande, durante la Olimpiada 187. Ese
mismo año ocurrió el Gran Terremoto de Judea (Párrafo 2). También dice Josefo (La
Guerra de los Judíos, I,33,8): “Entonces, después de haber sobrevivido al asesinato de
su hijo por cinco días, murió [Herodes] habiendo reinado durante 30 años después de
haber dado órdenes de matar a Antígono para conseguir el reino . Pero pasaron 37
100
años desde que él fue coronado rey por los romanos”.
Muere Antígono, último gobernante de la dinastía asmonea.
4.006 28 Octavio César se añade el título de ‘Augusto’.
4.017 17 Según Josefo (Ant. Jud. Libro XV, Cap. XI, párrafo 1), Herodes termina la construcción
del Templo en el año 19 de su reinado, 46 años antes de que Jesús purificara el Templo
(Jn 2:20).
4.030 4 a.C. En días de Herodes (el Grande), rey de Judea, el ángel Gabriel anuncia al sacerdote
Julio-Agosto Zacarías el nacimiento y ministerio de Juan. Su esposa Elisabet (que era estéril) queda
encinta de Juan el Bautista (Lc 1:5-25).
4.031 3 a.C. 6 meses después, el ángel Gabriel es enviado a una virgen de Nazaret de Galilea
Enero- llamada María hija de Elí, desposada con José hijo de Jacob, con un maravilloso
Febrero mensaje de parte de Dios: “31 He aquí quedarás encinta y darás a luz un hijo, y
llamarás su nombre JESÚS. 32 Este será grande, y será llamado Hijo del Altísimo, y el
Señor DIOS le dará el trono de David su padre; 33 y reinará sobre la casa de Jacob por
los siglos, y de su reino no habrá fin” (Lc 1:26-33).
María visita a su pariente Elisabet (Lc 1:39ss).
4.031 3 a.C. 3 meses después nace Juan, llamado el Bautista; y Zacarías profetiza sobre el
Abril/Mayo ministerio del niño (Lc 1:46ss).
Punto crítico: la fecha del nacimiento de Jesús
Existe discusión en torno al año del nacimiento de Cristo, que se mueve en una franja entre el 7 a.C. y el 1 d.C.
(recordando que no hay año 0: pasa del 1 a.C. al 1 d.C). Las fuentes históricas son confusas y es difícil precisar
fechas. Significativamente, la Escritura misma no pone atención a la fecha del nacimiento de Jesús como a la de su
muerte; por lo que estimamos que no es importante si la fecha se mueve dentro de esa franja. Por un lado,
generalmente se da por hecho que Herodes el Grande murió el 4 a.C, y que por tanto Jesús debió nacer algo antes;
sin embargo, muchos estudiosos han cuestionado este consenso. Aquí seguiremos la propuesta que fecha la muerte
de Herodes a primeros del año 1 a.C., entre un eclipse de luna y la Pascua (Flavio Josefo, Ant. Jud. Libro XVII,
Cap. VI, párrafo 4).
En cuanto al problema del censo de Cirenio, Robert Anderson dice: “Se puede aceptar como uno de los
hechos mejor establecidos de la historia que el primer censo de Cirenio se hizo antes de la muerte de
Herodes, y que mientras que este estaba en marcha Cristo nació en Belén. No hace muchos años esta
afirmación hubiera sido recibida con ridículo o con indignación. La mención por parte del evangelista de Cirenio
parecía ser un anacronismo imposible de reconciliar; y, según la indiscutida historia, el período de su gobierno y la
fecha de su «censo» tuvieron lugar nueve o diez años después de la natividad. (…) El pasaje ha sido vindicado y
explicado en años recientes con los trabajos del doctor Augustus Zumpt de Berlín. Por una extraña razón, hay una
discontinuidad en la historia de este período, por siete u ocho años empezando con el 4 a.C. Por ello, la lista de
gobernantes de Siria nos falla, y durante el mismo intervalo P. Sulpicio Quirino, el Cirenio de los griegos,
desaparece de la historia. Pero gracias a una serie de investigaciones y argumentos separados, todos ellos
independientes de las Escrituras, el doctor Zumpt ha establecido que Quirino fue gobernador de la provincia en dos
ocasiones, y que su primer período en el cargo tuvo su principio a últimos del año 4 a.C, cuando sucedió a Quintilio
Varo. La unanimidad con que se ha aceptado esta conclusión hace innecesario discutir aquí este asunto (…) «Una
luz notable ha sido arrojada acerca de este punto por la demostración, por lo que parece ser, de Augustus Zumpt en
su segundo volumen de Commentationes Epigra-phicae, de que Quirino (El Cirenio de Lucas 2) fue
primeramente gobernador de Siria a partir del final del año 750 A.U. (4 a.C), hasta el año 753 A.U. (1 a.C.)»,
dice Merivale en su historia de Roma”.
En nuestra cronología, el nacimiento de Jesús se calcula a partir del año de su muerte, que fechamos el 33 d.C., 3
años y medio después de iniciar su ministerio cuando tenía “como 30 años” (Lc 3:23. Ver año 33 d.C.), expresión
que permite una cierta flexibilidad a la hora de fechar el nacimiento de Jesús. Por otra parte, nos guiaremos por las
señales astronómicas que acompañaron a su nacimiento, tal como las expone el hermano José Hutter en una serie de
artículos en https://protestantedigital.com/author/875/jose_hutter.
Nota: La estrella del Mesías
“Lo veré, pero no ahora; lo contemplaré, pero no de cerca.
Surgirá una estrella de Jacob, y de Israel se levantará un cetro” (Nm 24:17).
Según esta profecía, la venida del Mesías (1) está relacionada con una estrella, (2) esa
estrella tiene que ver con Israel (“Jacob”), y (3) la estrella anuncia el nacimiento de un
rey en Israel (“cetro”).
101
Hay varias posibilidades para explicar este fenómeno astronómico (un cometa, un
meteorito, un fenómeno sobrenatural…), pero la descripción bíblica apunta a un
fenómeno que a primera vista no se entiende, a menos que uno tenga ciertos
conocimientos astronómicos: un fenómeno astronómico explicable y entendible para los
“astrónomos” entendidos de hace 2000 años. En esta dirección, no podemos pasar por
alto ciertos fenómenos astronómicos ‘extraordinarios’ que ocurrieron por estas fechas.
Por medio de Daniel, la profecía de la estrella de Jacob fue conocida por los “magoi”
de Babilonia y Persia (una tribu de los medos que hoy conocemos como “kurdos”),
especie de sacerdotes-científicos interesados en la observación de los cielos, sobre los
cuales Daniel fue puesto como jefe (Dn 2:48); luego pasaron a la corte persa. Hace dos
4.031 3 a.C. mil años, la ciudad de Saveh, que se encuentra hoy en Irán, a 130 kilómetros al suroeste
Mayo de Teherán, era el centro de los magoi, y desde allí se vieron varias conjunciones
planetarias: El 20 de mayo del 3 aC en Saveh, en el cielo nocturno, poco antes del
Junio amanecer, se ve (1) una conjunción de Mercurio y de Saturno. Nada extraordinario.
Julio Pero menos de un mes más tarde ocurre (2) la próxima conjunción en los cielos de
Agosto Persia, esta vez de Saturno y Venus. Y otro mes más tarde se observa (3) la tercera
conjunción, esta vez entre Júpiter y Venus. En la madrugada del 12 de agosto del mismo
año (3 aC) ambos planetas se acercan tanto que parecen una sola estrella. Esto ocurre
además en la constelación de León. León era conocido como símbolo de la tribu de
Judá. Júpiter en hebreo lleva el nombre de tsedeq, lo cual quiere decir: justicia. Venus
era conocido como estrella de la mañana, el planeta relacionado con el Mesías, según
las propias palabras de Jesucristo en Apocalipsis 22:16: “Yo soy (...) la Estrella
resplandeciente de la mañana”. Por eso en hebreo lleva el nombre de kojav nogah
(estrella brillante). El mensaje escrito y entendible para los magi era: “El Justo
Mesías (de la) tribu de Judá”. Muy probablemente es el fenómeno al que los magi se
refieren en Mateo 2:2: “Porque su estrella hemos visto en el oriente”.
Ellos se refieren al este del firmamento donde brillaban dos planetas, que parecían uno
solo, con una luz tan brillante que en una noche clara podría haber proyectado una
sombra. Pero no se acabó la cosa aquí: el 31 de agosto - solo 2 semanas más tarde -
ocurre (4) una cuarta conjunción, esta vez entre Mercurio y Venus. Cuatro conjunciones
planetarias en solo tres meses ocurren una vez cada 15.000 años. Y los magi sabían
suficiente para darse cuenta que estaban presenciando unas ‘señales’ (Hebreo:‘moedim’,
Gn 1:14) históricas.
Septiembre Observamos lo que pasa en los cielos de Jerusalén, solo dos semanas más tarde, el
11 de septiembre de 3aC.: al atardecer, entre las 18:15h. y las 19:45h. desaparece
lentamente la constelación de Virgo (betulah, virgen), en el horizonte de la ciudad.
Donde está el campo de estrellas que compone la constelación de Virgen se ve la
luna surgir a los pies de la constelación y el sol en la zona de su vientre: “Apareció
en el cielo una gran señal: una mujer vestida del sol, con la luna debajo de sus pies, y
sobre su cabeza una corona de doce estrellas. Y estando encinta, clamaba con dolores
de parto, en la angustia del alumbramiento” (Apocalipsis 12:1.2). Es un dato
astronómico curioso que encima de lo que forma la cabeza de la constelación de Virgen
hay una zona de estrellas que parece formar una corona. En la astronomía lleva el
nombre de “Coma Berenices” (el cabello de Berenice).
Volvemos a Saveh y a nuestros amigos, los magoi. Tres días después de los
acontecimientos en Belén, el 14 de septiembre del año 3aC se ve en los cielos de Persia
a las 3 de la madrugada lo siguiente: Régulus, la estrella real, y Júpiter, el planeta
real -cuyo nombre significa justicia en hebreo- están en conjunción en la constelación
de león. Era (5) la quinta conjunción en solo cuatro meses: El mensaje escrito en los
cielos en el lenguaje de los magoi era: Rey de Reyes, León de Judá.
Septiembre- 6 meses después de nacer Juan el Bautista, el año 4.031 desde Adán, el 751 desde la
Octubre fundación de Roma, el 2º año de la olimpiada 194, el 3 a.C., nace Jesús de Nazaret, el
102
Logos de Dios, el Dios unigénito, en Belén de Judá, en los días del rey Herodes, rey
de Judea (Mt 2:1; Jn 1:14-18). (Esta fecha concuerda también con la que da Eusebio de
Cesarea).
“1 En aquellos días aconteció que se promulgó un edicto de parte de César Augusto,
para que toda la tierra habitada fuera empadronada. 2 Este primer censo se realizó
siendo Cirenio gobernador de Siria. 3 E iban todos a registrarse, cada uno a su ciudad.
4 José subió, pues, de Galilea, de la ciudad de Nazaret, a Judea, a la ciudad de David,
que es llamada Bet-Léjem (por cuanto era de una casa y familia de David), 5 para ser
registrado junto con María, su prometida en matrimonio, la cual está encinta. 6 Y
sucedió que estando ellos allí, cumplidos los días de su alumbramiento, 7 dio a luz a su
hijo primogénito, y lo envolvió en pañales, y lo acostó en un pesebre, porque no había
sitio para ellos en la posada” (Lc 2:1-7).
Es circuncidado a los 8 días según la Ley (Lc 2:21).
4.031 3 a.C. Mínimo 40 días después de nacer, según la Ley de Moisés, Jesús fue presentado en el
Templo. Simeón y Ana alaban a Dios hablando sobre el niño (Lc 2:22-38).
4.032 2 a.C El 17 de febrero del año 2 aC - cinco meses más tarde - el planeta Júpiter, que se había
Febrero alejado en los últimos meses de la estrella Regulus daba vuelta atrás en el firmamento
para formar (6) la sexta conjunción celestial en 7 meses. Y alejándose de nuevo pocas
Mayo semanas después cambia de nuevo su trayecto en 180 grados y el 8 de mayo forma (7)
la séptima conjunción en menos de un año y la tercera entre Júpiter y Regulus en tan
solo 8 meses. Es como si Júpiter hubiese bailado alrededor de Regulus en tres
ocasiones. Los movimientos son perfectamente explicables por los movimientos de la
Tierra y Júpiter alrededor del sol y reproducibles en cualquier programa de astronomía
que valga su dinero. De todos modos se trataba de un acontecimiento
Junio extraordinariamente raro. Pero el espectáculo de los cielos aún no había acabado: el 17
de junio del año 2 aC hubo una nueva conjunción de Júpiter y Venus. Era (8) la
octava en 13 meses. Esto ocurre una vez cada 579.000 años. Están tan juntos que
parecen una estrella super brillante. Tal vez es en este momento en el que los sabios
astrónomos deben de haber tomado la decisión de ponerse en camino hacia
occidente. Les esperaba un camino de más de 2000 kilómetros.
Era demasiado claro lo que Dios había puesto en los cielos: primero la triple
conjunción de Júpiter y Regulus, seguida de otra conjunción tan espectacular que
Júpiter y Venus parecían una sola estrella. Nadie había visto jamás una conjunción así.
Pero no era simplemente el nacimiento de un rey judío lo que les facilitó la decisión
de viajar. Fue el hecho de que este Rey sería el “Mesías Príncipe” (Daniel 9:24).
Porque era la época del cuarto reino (Daniel 2:40.44). A los magi no se les habrá
escapado este detalle, anunciado en varias profecías de su gran maestro Daniel. Pero el
19 de agosto, antes de emprender el viaje, había otra sorpresa en los cielos: una
conjunción de Marte, Júpiter y Mercurio. Era (9) la novena conjunción en 15 meses. La
probabilidad de que esto ocurra en este corto espacio de tiempo es una vez cada
540.000.000 años. Parece que los cielos bailaban de alegría.
15 meses después de nacer Jesús, en la época de la fiesta de la dedicación del templo
(Hanukká), “...unos astrónomos del oriente llegaron a Jerusalén, diciendo: ¿Dónde
está el nacido Rey de los judíos? Porque vimos su estrella en el oriente y vinimos a
adorarlo” (Mt 2:1-2). Después de su encuentro con Herodes y la información profética
sobre el lugar de nacimiento del Mesías de parte de los escribas, los magi se dirigen
hacia Belén de madrugada. Justo en esta fecha había pasado algo interesante: a partir del
23 de diciembre (en medio del período festivo de Hanukka, el planeta Zedeq ( Júpiter)
se había parado en su movimiento lento hacia el sur oeste en una posición de 239 grados
y a unos 59 grados de altura sobre el horizonte. Durante unos días, el planeta Júpiter se
iba a mantener inamovible en el firmamento como si de una estrella se tratase, brillando
con una magnitud de -2.2, dominando así completamente los cielos de madrugada sobre
los montes de Judá.
Para llegar a Belén, de nuevo no les hizo falta la ayuda de ninguna estrella, porque la
ruta era conocida porque la distancia a Belén era escasa. Desde el palacio de Herodes a
Belén se podía andar a pie en dos horas, ya que la distancia era de menos de 10
kilómetros. El camino sigue al terreno y se dirige en una suave curva prolongada por
103
varios kilómetros hacia el oeste. Y esto causó otro efecto curioso: aunque Júpiter bajó
lentamente hacia el horizonte (por la rotación de la Tierra), Júpiter se adaptaba a la
larga curva del camino hacia Belén de tal manera que los magi siempre lo tenían
enfrente. A las 6:54 hora local, justo cuando salió el sol y después de un viaje de tal
vez apenas 2 horas, llegan a Belén. Zedeq, (Júpiter) está justo encima del
pueblecito. El lenguaje de Mateo es exacto cuando dice que la estrella estaba
encima (estathe epanoo) del lugar donde estaba el niño (ou en to paidion). No se
habla de la casa ni del establo. La referencia es a Belén.
No había un destello espectacular que iluminaba la casa donde estaba Jesucristo, ni
nada por el estilo. De haber sido así, los esbirros de Herodes ya se habrían encargado de
poner final a la historia. Era todo muy poco espectacular para la gente que no entendía
el mensaje que Dios había puesto en los cielos, pero quedaba absolutamente claro para
los magi. De una forma realmente espectacular se cumplió la palabra de salmo 2: “Se
levantarán los reyes de la tierra y príncipes consultarán unidos contra Jehová y contra
su Ungido… El que mora en los cielos se reirá; el Señor se burlará de ellos” (v. 2 y 4).
Y había otra curiosidad: a la hora de efectuar la parada en el cielo, Júpiter se
encontraba en la constelación de betulah, la Virgen. Al darse cuenta que
efectivamente, Júpiter jugaba ese papel indicador en más de un sentido, se alegraron
mucho (Mateo 2:9). Todo indica que los magi llegaron a Belén ya de día, temprano por
la mañana. Indudablemente, Herodes había dado órdenes de vigilancia y además habría
tomado medidas para que la caravana de Oriente dispusiera de un espacio suficiente
para sus camellos y para el descanso correspondiente de los magi y sus acompañantes.
Al fin y al cabo se trataba de visitas de estado.
El texto nos indica otro detalle que es muy importante: en este momento, José y María
están en una casa, no en un establo o en una cueva. Es lógico porque desde el
nacimiento de Jesucristo había pasado más de un año.
4.033 1 a.C José, avisado en sueños de que Herodes busca destruir al niño, huye a Egipto hasta la
muerte de Herodes (Mt 2:13). “7 Herodes, llamando en secreto a los magos, indagó
diligentemente de parte de ellos el tiempo de la aparición de la estrella. 16 Herodes, al
verse burlado por los magos, se enfureció sobremanera, y enviando soldados, mató a
todos los niños menores de dos años en Belén y en sus alrededores, conforme al tiempo
que particularmente había indagado de los magos” (Mt 2:7.16). Herodes ordena la
matanza de los inocentes (Mt 2:1-18).
Cuando Herodes finalmente controlaba de nuevo la situación, mediados de enero del
año 1aC, ya era tarde tanto para detener a Jesús y su familia y a los magi. Ambos habían
escapado en direcciones opuestas. Al rey le quedaba solo una opción: matar a todos los
niños “sospechosos” que habían nacido en un espacio de tiempo de unos dos años en
Belén para curarse en salud.
Según Josefo (Antigüedades XVII, 6, 4), Herodes el Grande murió entre un eclipse
lunar y la fiesta de la Pascua, dividiendo el reino entre sus hijos en cuatro
tetrarquías. Arquelao es hecho ‘etnarca’ de Judea, Samaria e Idumea (Mt 2:22);
Herodes Antipas, ‘tetrarca’ de Galilea y Perea; Felipe, tetrarca de Iturea y Traconite; y
Lisanias, tetrarca de Abilinia (Lc 3:1). “Un ángel del Señor se aparece en un sueño a
José en Egipto” para comunicárselo y decirle que vuelva a Israel. “21 Al levantarse,
pues, tomó al niño y a su madre y entró en tierra de Israel. “22 Pero cuando oyó que
Arquelao reinaba en Judea en lugar de su padre Herodes, tuvo temor de ir allá, y
siendo avisado por revelación en un sueño, se retiró a la región de Galilea. 23 Cuando
llegó allí, se estableció en una ciudad llamada Nazaret, para que fuera cumplido lo
dicho por los profetas: Será llamado nazareno” (Mt 2:19-23).
4.034 1 d.C. En el año 525 d.C, el monje Dionisio el Exiguo fechó el nacimiento de Cristo en este
año, marcando el punto de referencia de nuestro calendario desde entonces. Sus cálculos
habrían tenido un margen de error de 3 años.
Siglo I d.C.
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necesario estar en las cosas de mi Padre” (Lc 2:49). Aprende el oficio de su padre como
“tékton” (constructor, artesano, carpintero), que ejercerá durante unos 18 años.
12 César Augusto depone y destierra a Herodes Arquelao. Judea, Samaria e Idumea pasan a ser una
provincia romana gobernada por ‘prefectos’.
14 Muere el emperador romano Octavio César Augusto.
Asciende al trono de Roma el emperador Tiberio (14-37 d.C.).
c. 18 José Caifás, sumo sacerdote (c. 18-36). El sumo sacerdote, junto con su consejo (el Sanedrín),
gobernaban en lo cotidiano.
26 Poncio Pilato, prefecto de Judea (26-36).
c. 27 Herodes Antipas, casado con la hija de Aretas, se desposa con Herodías, muere de su hermano
Felipe.
29 Juan el Bautista inicia su ministerio: “1 En el año decimoquinto del imperio de Tiberio
César, siendo Poncio Pilato gobernador de Judea, y Herodes tetrarca de Galilea, y siendo su
hermano Filipo tetrarca de Iturea y de la provincia de Traconite, y Lisanias tetrarca de
Abilinia, 2 bajo el sumo sacerdocio de Anás y Caifás, vino Palabra de DIOS a Juan, hijo de
Zacarías, en el desierto” (Lc 3:1-2).
29 Jesucristo es bautizado por Juan (Lc 3:1-2.23). Es tentado en el desierto (Lc 4).
Principio de su ministerio público, entre Judea y Galilea (Jn 1-4):
- testimonio de Juan el Bautista acerca de Jesús y lo señala como el Cordero de Dios;
- primeros discípulos de Jesús.
Primavera - primera señal: transforma el agua en vino en boda de Caná de Galilea.
del año 30 > - purifica el Templo (1ª Pascua).
- realiza varios milagros y muchos creen en su Nombre;
- habla del nuevo nacimiento a Nicodemo
- sus discípulos bautizan en Judea a la vez que Juan
- Juan el Bautista testifica de Jesús el Mesías, el Novio, el Hijo
- Jesús se retira a Galilea al enterarse de la conspiración de los judíos. De camino habla a la
samaritana sobre el agua viva y a los discípulos sobre la cosecha y los segadores
- curación del hijo de un oficial del rey desde Caná de Galilea;
- Herodes Antipas, tetrarca de Galilea, puso a Juan Bautista en la cárcel, el cual denunciaba su
matrimonio con Herodías, mujer de su hermano Felipe, la cual más tarde instigó la decapitación
de Juan (Mt 14:3ss).
El gran ministerio de Jesús en Galilea, con base en Capernaúm:
Primavera
- Jesús sube a Jerusalén durante una fiesta (probable 2ª Pascua) y cura a uno paralítico
del año 31 >
durante 38 años, y proclama que es el Hijo de Dios, hablando sobre la resurrección y el juicio.
Los judíos procuran matarlo (Jn 5:1-47).
- Vuelve a Galilea donde proclama el Evangelio y enseña en la sinagogas (Lc 4:14-15 y par.)
- Predica en Nazaret donde es rechazado por los suyos (Lc 4:16-30).
- Jesús sitúa su base de operaciones en Capernaúm (Lc 4:31-32)
- Primera gira por Galilea (Lc 4:42-44 y par.).
- Los fariseos conspiran para matar a Jesús (Lc 6:11 y par.); rechazado por los judíos, se
concentra en la preparación de sus discípulos: elección de los Doce (Lc 6:12-16), Sermón del
Monte (Mt 5-7).
- Segunda gira de Jesús acompañado por sus discípulos y algunas mujeres (Lc 8:1-3).
- Las parábolas del Reino (Mt 13).
- Calma la tempestad del mar y libera dos endemoniados gerasenos (Lc 8:22-39).
- Es rechazado por segunda vez en Nazaret (Mt 13:54-58).
- Tercera gira del Señor por Galilea enseñando, predicando y sanando; el buen Pastor tiene
compasión, 'la mies es mucha y los obreros pocos'; el Señor envía a los Doce en misión (Mt
9:35 – 11:1).
- Herodes Antipas, instigado por Herodías, manda matar a Juan el Bautista; oye hablar de
Jesús y quiere verlo (Lc 9:7-9)
- Cerca de la Pascua, Jesús alimenta a la multitud con cinco panes y dos peces, y pronuncia el
discurso del Pan de Vida (Lc 9:12-17; Jn 6).
Primavera
- Jesús no sube a Jerusalén para la Pascua (la 3ª) por causa de la conspiración de los judíos para
105
del año 32 > matarlo (Jn 7:1). Parte entonces de Galilea a las regiones de Tiro y Sidón (Fenicia), y libera a la
hija de la mujer sirofenicia (Mt 15:21-28).
- Parte de allí por Sidón y Decápolis hasta Galilea (Mt 15:29)
- Simón confiesa que el Señor es el Cristo, el Hijo del Dios vivo; Jesús comienza a anunciar su
muerte y resurrección (Lc 9:18-26 y par.).
- Jesús se transfigura en el monte, tal vez el Hermón (Lc 9:27-36).
Otoño - sube secretamente a Jerusalén, cerca de la fiesta de los Tabernáculos (octubre); enseña en el
Templo y los judíos intentan prenderlo; declara ser la Luz del mundo, intentan apedrearle.
Regresa a Galilea (Jn 7:2 – 8:59);
El viaje final a Jerusalén: el camino de la cruz
- Sale por última vez de Galilea para el último viaje a Jerusalén, pasando por las fronteras de
Judea al otro lado del Jordán (Lc 9:51).
- Envía a 70 discípulos en misión (Lc 10:1-12).
- Visita a Betania: Marta y María y ‘la buena parte’ (Lc 10:38-42).
- Cura en sábado a un ciego de nacimiento (Jn 9:1-49)
- Jesús, el Buen Pastor (Jn 10:1-21)
- Jesús dice: “Yo y el Padre somos uno”; los judíos lo persiguen y se retira al otro lado del
Jordán (Perea) (Jn 10:22-42).
- Noticias de Betania sobre la enfermedad de Lázaro; va a Judea nuevamente, hacia Betania (Jn
11:1-16). Se lamenta sobre Jerusalén y profetiza su destrucción (Lc 13:34-35).
- Resucita a Lázaro en Betania. El sumo sacerdote y los fariseos se reúnen para matar a Jesús, y
Jesús se retira temporalmente a Efraím, ciudad de Judea (Jn 11:17-46).
- El sumo sacerdote y los fariseos piden al pueblo que delate a Jesús para prenderlo (Jn 11:55-
57).
Primavera LA ÚLTIMA SEMANA (4ª y última Pascua)
del a. 33 6 días antes de la Pascua, viernes 8 de Abib/Nissan
(el 4.066 desde Jesús llega a Betania. María lo unge. El sumo sacerdote planea matar a Lázaro (Jn 12:1-11).
Adán)
Al día siguiente (Jn 12:12-19), 5 días antes de la Pascua, sábado 9 de Abib/Nissán,
el año que se cumplian los 483 años de la profecía de Daniel
(“desde la salida de la orden para restaurar y reedificar a Jerusalén
hasta el Mesías Príncipe, habrá siete semanas y sesenta y dos semanas” - Dn 9:25),
Jesús, “el Mesías príncipe”, entra en Jerusalén montado sobre un pollino, cumpliendo la
profecía de Zacarías 9:9:
“Cuando el Señor empezó a predicar, no presentaba al Reino como un hecho ya cumplido en
Su venida, sino que era una esperanza, el cumplimiento de la cual, aunque a las puertas, tenía
todavía que cumplirse. Él tomó sobre sí el testimonio del Bautista: «el reino de los cielos se
ha acercado». Su ministerio fue de una preparación para el Reino, guiando hacia el tiempo
cuando, en cumplimiento de las Escrituras proféticas, Él se proclamaría a Sí mismo el Hijo de
David, el Rey de Israel, y reclamaría el homenaje de la nación. Fue la culpa de la nación que
la Cruz y no el trono fuera la culminación de Su vida en la tierra. La última visita del Señor a
Jerusalén fue no sólo de hecho, sino en su mismo propósito, la crisis de Su ministerio, la meta
hacia la cual aquella había estado preparada. Después de que habían aparecido las primeras
indicaciones de que la nación rechazaría Su proclamación mesiánica, Él rehuyó cualquier
reconocimiento público de tal cosa. Pero ahora Él había dado el doble testimonio de Sus
palabras y de Sus obras de una manera plena, y Su entrada en la Ciudad Santa era para
proclamar Su mesianismo y para recibir Su sentencia. Una y otra vez les había mandado a
Sus apóstoles que no le dieran a conocer. Pero ahora Él aceptaba las aclamaciones de «toda la
multitud de los discípulos», y silenció el reproche de los fariseos con la indignada respuesta:
«Os digo que si éstos callan, las piedras clamarán» (Lc 19:30-40). Mientras que los
discípulos prorrumpían en gritos: «¡Hosanna al Hijo de David! ¡Bendito el que viene en el
nombre del Señor! ¡Bendito el rey que viene en nombre del Señor!», Él miró hacia la Ciudad
Santa: «41 Y cuando llegó cerca y vio la ciudad, lloró por ella, 42 diciendo: ¡Oh si tú
también conocieras en este día lo conducente a la paz! Pero ahora fue ocultado de tus ojos.
43 Porque vendrán días sobre ti, cuando tus enemigos levantarán torres de asedio contra ti,
y te rodearán por todos lados, 44 y te arrasarán con tus hijos dentro de ti, y no dejarán en ti
piedra sobre piedra, por cuanto no conociste el tiempo señalado de tu visitación» (Lc 19:41-
44). El tiempo de la visitación de Jerusalén había venido, y ella no lo conoció. Mucho antes
106
la nación ya le había rechazado, pero éste era el día predestinado cuando la elección de ellos
se haría irrevocable aquel día tan claramente señalado en las Escrituras como el
cumplimiento de la profecía de Zacarías: «Alégrate mucho, hija de Sión; da voces de júbilo,
hija de Jerusalén; he aquí que tu rey viene a ti, justo y victorioso, humilde y cabalgando
sobre un asno, sobre un pollino, hijo de asna» (El Príncipe que había de venir, R. Anderson).
“Después de las sesenta y dos semanas se quitará la vida al Mesías…” (Dn 9:26).
- Vuelve a purificar el Templo expulsando a los vendedores (Lc 19:45-48).
Entre el 10 y el 13 de Abib/Nissan
(Domingo a Miércoles hasta puesta de sol)
- El Cordero es examinado y hallado sin defecto mientras enseña en el Templo (Ex 12:3-6).
Predice la destrucción del Templo, y profetiza acerca del fin de la era (el “Pequeño Apocalipsis
Sinóptico”: Mt 24 – 25:46; Mc 13:1-37; Lc 21:5-36).
- Los principales sacerdotes y ancianos conspiran para prender y matar a Jesús (Lc 22:1-2).
- Judas acuerda con los judíos la traición (Lc 22:3-6).
El 14 de Abib/Nissán (1 de Abril), día de la Pascua
(desde puesta de sol del Miércoles a la del Jueves )
“En el primer mes, al atardecer del día catorce del mes, pascua es de YHVH” (Lv 23:5).
- Jesús celebra la última Cena con sus discípulos. Lavamiento de los pies. Judas sale. Ültimas
enseñanzas de Jesús (Jn 13-17).
- Entrada la noche, salen hacia el Monte de los Olivos cantando un himno. Angustia y oración
de Jesús en Getsemaní (Lc 22:32-42).
- Judas lidera a los captores de Jesús; cura la oreja de Malco; todos los discípulos huyen (Jn
18:2-11). Llevado a la presencia de Anás para ser juzgado. Primera negación de Pedro (Jn
18:12-24). Juzgado por Caifás (Mt 26:59-66). Pedro niega al Señor otras dos veces, y canta el
gallo (Jn 18:25-27). Jesús es maltratado por los guardias (Lc 22:63-65).
- Entre el amanecer (6:00 pm) y las 9:00 pm, es condenado por el Sanedrían y llevado ante
Pilato (Lc 22:66 -23:1). Judas se ahorca (Mt 27:3-10). Los judíos presentan falsas acusaciones
(Lc 23:2-5). Llevado a Herodes Antipas y devuelto a Pilato (Lc 23:6-12). Los judíos
desprecian a Jesús y piden libertad de Barrabás (Lc 23:13-23). Pilatos condena al Señor Jesús y
libera a Barrabás (Lc 23:24-25). Jesús es azotado y blasfemado (Jn 19:1-3). Los judíos piden su
crucifixión y Pilato lo condena (Jn 19:4-16a).
- A la hora tercia (9:00 pm) Jesús, el Cordero de Dios, es crucificado entre dos malhechores
(Lc 23:33). Desde la hora sexta (12:00 pm) hasta la hora nona (3:00 pm), “hubo tiniebla sobre
toda la tierra hasta la hora novena. El sol se eclipsó...” (Lc 23:44-45a): “Jesús exclamó con
gran voz: … Dios mío, Dios mío, ¿por qué me desamparaste” (Mt 27:46).
- A la hora nona (3:00 pm) “luego que Jesús tomó el vinagre, dijo: Consumado está. Y
habiendo inclinado la cabeza, entregó el espíritu” (Jn 19:39a); “Y Jesús, clamando a gran voz,
dijo: ¡Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu! Y habiendo dicho esto, expiró” (Lc 23:46).
“Y he aquí el velo del santuario fue rasgado en dos, de arriba abajo, y la tierra fue sacudida, y
las rocas fueron partidas, y los sepulcros fueron abiertos, y muchos cuerpos de los santos que
habían dormido fueron resucitados...” (Mt 27:51-52).
El 15 de Abib/Nissán (2 de Abril), fiesta solemne, día de reposo
(desde puesta de sol del Jueves a la del Viernes)
“Y el día quince de ese mes es la fiesta solemne de los panes sin levadura para YHVH”
(Lv 23:6 – Día de reposo solemne en que no se trabaja por ser festivo > Jn 19:31)
“Porque como estuvo Jonás en el vientre del gran pez tres días y tres noches, así estará el Hijo
del Hombre en el corazón de la tierra tres días y tres noches” (Mt 12:40).
107
“Acuérdate del día Sábado para santificarlo” (Ex 20:8).
La guardia vigila la tumba. Segundo día en el sepulcro.
El 17 de Abib/Nissán (4 de Abril), primer día de la semana
Fiesta de las Primicias (Lv 23:10-11)
(desde puesta de sol del Sábado a la del Domingo)
- ¡¡“Al tercer día”, antes del amanecer (Jn 20:1), antes de llegar las mujeres para ungir el
cuerpo con especies aromáticas, JESÚS FUE RESUCITADO DE ENTRE LOS
MUERTOS!! ¡¡ALELUYA!! Hubo un gran terremoto; un ángel del cielo removió la piedra, los
guardias quedaron como muertos, y dio la noticia a las mujeres con el encargo de anunciarlo a
los discípulos (Mt 28:1-10). Pedro y Juan comprueban que el sepulcro está vacío (Jn 20:1-10).
- Unos de la guardia dieron aviso a los sumos sacerdotes, quienes acordaron decir que los
discípulos habían robado el cuerpo (Mt 29:11-15).
- Jesús resucitado se aparece María Magdalena (Jn 20:11-18); las mujeres encuentran al Señor
resucitado en el camino de vuelta (Mt 28:9-10); aparece a Pedro (1Cor 15:5) y a los discípulos
de Emaús (Cleofás) (Lc 24:13-35); aparece a diez apóstoles (sin Tomás) al atardecer del día de
la resurrección (Lc 24:36-49; Jn 20:19-25).
Primavera Durante los 40 días siguientes a su resurrección, aparece a los discípulos (Hch 1:3-8):
del a. 33 - 8 días después, el primer dia de la semana, aparece a los Once (con Tomás) (Jn 20:26-29).
- Aparece a 7 apóstoles en el mar de Galilea; pesca milagrosa y restauración de Pedro (Jn Jn
21:1-23).
- Aparece a los Once en Galilea; la Gran Comisión (Mt 28:16-20).
- Después apareció a más de quinientos hermanos a la vez, a Jacobo y a todos los apóstoles
(1Cor 15:6-7).
- Manda a los discípulos que permanezcan en Jerusalén hasta que sean investidos del poder de
lo Alto, aludiendo a la Promesa del Padre de enviar al Espíritu Santo (Lc 24:49)
- 40 días después de su resurrección, cerca de Betania, Jesús ascendió a los cielos (Lc 24:50-
53; Hch 1:9-11). Ante el Trono de Dios, Jesucristo, el Cordero inmolado, es entronizado a la
diestra de Dios como Cristo y Señor, y hallado digno de tomar el Libro y abrir sus sellos
para consumar el Propósito de Dios (Ap 4; Hch 2:36; ).
- Los discípulos regresan a Jerusalén y permanecen unánimes en oración esperando la promesa
del Padre: el derramamiento del Espíritu (Hch 1:12-14). Matías es escogido para sustituir a
Judas Iscariote entre los Doce (vv. 15-26)
LA ERA DE LA IGLESIA. Período apostólico.
Primavera 10 días después de su Ascensión, 50 después de su resurrección, en el día de la Fiesta de las
del a. 33 Semanas o Pentecostés (Lv 23:15-16), “exaltado a la diestra de DIOS, y habiendo recibido
del Padre la promesa del Espíritu Santo”, derramó el Espíritu Santo sobre los 120
discípulos (Hch 2), bautizándolos en el Espíritu en el Cuerpo de Cristo (1Cor 12:13), y dando
comienzo a la era de la Iglesia hasta que Cristo regrese para tomar el reino del mundo y
establecer el Reino milenial (1:10-11; Ap 11:15; 20:4).
Verano a. 33 Pedro y Juan sanan a un lisiado en el Templo. El Sanedrín, presidido aún por Caifás (c. 18-36),
les prohíbe predicar en el Nombre de Jesús. Son liberados y regresan con los hermanos. La
iglesia tiene una reunión de oración. El Espíritu Santo desciende con poder, dando a los
apóstoles osadía para continuar predicando a Cristo. La iglesia naciente practica la koinonía y el
testimonio apostólico es poderoso (Hch 4).
34 Ananías y Safira son disciplinados con la muerte por intentar engañar al Espíritu Santo.
Muchas señales y maravillas son hechas a manos de los apóstoles por toda la ciudad. Los
doce continúan predicando a Cristo en el pórtico de Salomón. La iglesia sigue su crecimiento
(Hch 6:1 – 7:16)
34-35 El Sanedrín arresta a los Doce. Un ángel los saca de la cárcel. Al salir, se dirigen al patio del
templo y comienzan a predicar a Cristo. Los doce son arrestados de nuevo y traídos ante el
Sanedrín. Los saduceos quieren matarlos. Gamaliel, un doctor de la ley, persuade a la corte que
los dejen ir. Gamaliel es el más importante maestro de la ley en aquel tiempo, siguiendo la
tradición de Hillel. Saúl o Saulo de Tarso es uno de sus alumnos. El Sanedrín les prohíbe
predicar en el nombre de Jesús. Después de ser puestos en libertad, los Doce se regocijan por
sufrir en el Nombre de Jesús. Continúan predicando a Cristo en la ciudad (Hch 5:17ss.).
108
35 La iglesia enfrenta su primer problema interno
los judíos helenísticos, es decir, de origen griego, protestan de los judíos de origen hebreo,
puesto que las viudas de origen griego son pasadas por alto en el momento de repartir la comida
diaria. Los Doce instruyen a la iglesia a escoger a siete hombres para “servir a las mesas”,
supervisar la distribución de la comida. Los hombres tienen que ser espirituales (llenos del
Espíritu) y prácticos (llenos de sabiduría). La iglesia selecciona a siete hombres que parecen ser
de origen griego: Esteban, Felipe, Prócoro, Nicanor, Timón, Pármenas y Nicolás. Los apóstoles
impusieron sus manos sobre los siete con una oración. La palabra de Dios proseguía su avance
y el número de discípulos crecía constantemente. Un gran número de sacerdotes judíos
obedecían a la fe (Hch 6:1-7).
Esteban, el primer mártir de Cristo
Esteban, uno de los siete, predicaba a Cristo en la ciudad. Él daba grandes señales que
confirmaban sus palabras. Esteban frecuentaba una de las 365 sinagogas de Jerusalén - la
sinagoga de los Libertos. Debatía con los judíos de origen griego que allí asistían. Esta sinagoga
era frecuentada por judíos de Cilicia. Es probable que Saúl de Tarso (Cilicia) frecuentara
regularmente esta sinagoga y escuchara a Esteban predicar a Jesucristo. Falsos testigos se
levantan para acusar a Esteban. Esteban es llevado ante el Sanedrín acusado de blasfemia.
Esteban presenta su defensa, no obstante, es apedreado y muerto.
Primavera Saulo de Tarso, consintiendo en su asesinato, es testigo del hecho. Saúl es un hombre joven,
nacido probablemente alrededor del año 5 D.C. Tiene ahora unos 30 años. Había nacido en
Cilicia, en la ciudad de Tarso. Su nombre judío es ‘Saúl’. Nació siendo ciudadano romano. Los
romanos tienen tres nombres: el nombre, el nombre de la familia, y el ‘cognomen’, nombre por
el que es conocido; en este caso ‘Pablo’. Nacido hebreo de la tribu de Benjamín, fue educado en
uno de los centros de la cultura helenística, la ciudad de Tarso, en el Asia Menor. Habla arameo,
hebreo y griego. Es un fariseo, estudiante bajo el maestro más grande de su tiempo: Gamaliel.
Saúl es llevado a Jerusalén cuando niño para recibir su enseñanza hebrea. Es un judío fanático.
Puede haberse casado, pero ahora no lo está. Se gana la vida arreglando tiendas, lo que
probablemente significa que es un trabajador del cuero. Todos los rabinos judíos trabajan para
ganarse la vida. Todos tienen que aprender una profesión (Hch 6:8 - 7).
Saulo comienza a perseguir a la Iglesia
Para escapar de su persecución, la iglesia de Jerusalén se dispersa por toda Judea, Samaria y
Galilea. Algunos llegan a escapar hasta Damasco, en Siria. Solamente los Doce se quedan en
Jerusalén. Aquellos creyentes que se dispersan comienzan a esparcir el evangelio en sus
nuevas ciudades. Como resultado, poco a poco van apareciendo iglesias por todo Israel. Los
Doce comienzan, desde Jerusalén, a visitar y establecer esas iglesias (Hch 8:1-4)
Felipe (el evangelista),
uno de los siete, predica a Cristo en Samaria. Manda llamar a Pedro y a Juan para que
establezcan los cimientos de la iglesia. Allí hay una confrontación con un mago llamado Simón
Mago. De acuerdo a los primeros padres de la iglesia, Simón fue el fundador de la herejía
gnóstica que plagó a la primera iglesia. Existen, así mismo, reportes de que se convirtió en un
fiero enemigo de Pedro. Felipe se dirige hacia el sur por el camino de Jerusalén a Gaza. En el
camino se encuentra a un eunuco etíope. Este eunuco era el tesorero de la reina Candace de
Etiopía. En su conversación, Felipe conduce al eunuco hacia el Señor. Después de esto, Felipe
es arrebatado por el Espíritu y llevado a Azoto, la antigua ciudad filistea de Asdod. Predica el
evangelio de ciudad en ciudad hasta llegar a Cesarea (Hch 8:5ss). Felipe residirá en esta ciudad
por los próximos 20 años. El eunuco etíope regresó a su casa con gran alegría. De acuerdo al
padre de la iglesia, Ireneo el eunuco trajo el evangelio a su propio pueblo.
Conversión de Saulo
De vuelta en Jerusalén, Saulo sigue persiguiendo a los cristianos y los busca en cualquier lugar
donde se encuentren dispersados. Recibe permiso del sumo sacerdote para ir a la sinagoga
de Damasco, en Siria, para arrestar a los creyentes. Damasco tenía una gran población judía.
Verano En el camino a Damasco, Jesucristo se le aparece a Saulo. Jesús instruye a Saulo a juntarse
con Ananias, un creyente en Damasco. Saulo es bautizado por Ananías, dándole el poder del
Espíritu, sanando su ceguera temporal y recibiendo su comisión apostólica. Se queda, por un
tiempo, en la iglesia de Damasco. Comienza a predicar a Cristo en las sinagogas de Damasco
(Hch 9:1-22).
35-37 Saulo desaparece en Arabia por un período de tres años. Más tarde regresa a Damasco y
comienza a predicar de nuevo. Los judíos planean matarlo (pasa de perseguidor a perseguido
109
por causa de Jesús). El gobernador bajo el Rey Aretas cierra las puertas de la ciudad para que no
escape. Cuando Saúl se entera de esto, durante la noche, los discípulos le meten en un cesto y,
por una ventana, le descienden de los muros de la ciudad. Logra escapar a Jerusalén (Gal 1:17;
Hch 9:23-25).
37 Bernabé lo presenta a Pedro y a Santiago, el hermano del Señor . Saúl se queda con Pedro
Verano quince días, quien sin duda le habló de la vida de Jesús en la tierra y lo que Él dijo (Hch 9:26-
28; Gal 1:18-19).
Con osadía, Saúl predica a Cristo en las sinagogas de Jerusalén. Los judíos helenísticos tratan
de matarle. Saúl visita el templo para orar y el Señor se le aparece en un trance. Se le dice que
abandone la ciudad, pues los judíos no recibirán su testimonio. El Señor lo envía a los gentiles
(Hch 22:17-21). Los hermanos en Jerusalén traen a Saúl a Cesárea, unos 100 kilómetros al norte
de Jerusalén. Le envían por mar a Siria y Cilicia. Saúl desaparece de escena por siete años.
Estando Saúl en Cilicia, tuvo una profunda experiencia espiritual, no estaba seguro si fue
sacado de su cuerpo o no. Todo lo que sabe es, que de alguna forma asciende al tercer cielo.
Escucha y ve cosas que no le es legítimo repetir (2Cor 12:2-4).
La persecución termina con la conversión de Saúl. Las iglesias en Judea, Galilea y Samaria
disfrutan de paz y prosperidad espiritual. Los doce continúan visitando y dando vigor a las
nuevas iglesias fundadas en Israel (Hch 9:31).
Pedro hace una visita general a las iglesias del oeste de Judea. Visita la iglesia de Lida y sana
a Eneas de su parálisis. Como resultado de este milagro, la iglesia de Lida crece. Después visita
Jope y resucita a Tabita (Dorcas) de su muerte. Como resultado, también la iglesia de Jope
crece. Pedro permanece en Jope por bastante tiempo. Vive con Simón el curtidor que habita en
una casa cerca del mar (Hch 9:32-43).
110
Antioquía. Un gran número de ellos creen. La iglesia de Antioquía rápidamente se convierte en
una iglesia llena de gentiles desconocedores de la ley de Moisés.
Bosquejo socio histórico: Antioquía, Siria, está situada en el río Orontes. Está a casi 500
kilómetros al norte de Jerusalén. De acuerdo a Josefo, es la tercera ciudad más grande del
imperio romano, siguiendo a Roma y Alejandría. La ciudad es conocida como ‘la reina del este’,
‘Antioquía la bella’ y ‘la tercera ciudad del imperio’. Es una gran ciudad comercial. Su
población es de unos 300.000 habitantes. La población judía se mantiene entre 20.000 y 50.000.
Recordemos que Nicolás, uno de los siete, era un judío converso de Antioquía. Esta Antioquía
sería la cuna del cristianismo gentil. De acuerdo con el padre de la iglesia, Crisóstomo, en el
siglo IV se estimaban en 100.000 la población cristiana de Antioquía. Después de la caída de
Jerusalén en el año 70 D.C., Antioquía se convirtió en el centro de la cristiandad en el Este. Fue
el lugar donde se celebraron los concilios durante el siglo IV.
La iglesia de Jerusalén se anima con las noticias provenientes de Antioquía. Así pues, deciden
enviar a Bernabé. Este cae bien dentro de la comunidad y comienza a asentar los cimientos de
Cristo entre ellos. El trabajo de Dios en Antioquía crece rápidamente. Bernabé ve la necesidad
de recibir ayuda… (Hch 11:19-24).
43 Bernabé se dirige a Tarso, la ciudad universitaria de influencia helénica, en busca de Saulo.
Verano Recuerda que Saulo habla el griego y que el Señor le ha enviado a los gentiles. Así, piensa
Bernabé, Saulo puede ser de gran ayuda a él en Antioquía. Lo trae a Antioquía de Siria, y
emplean un año en reforzar las bases de la iglesia local. Bernabé lleva a cabo la mayor parte del
ministerio, Saulo es un aprendiz. En Antioquía los creyentes son llamados cristianos por
primera vez (Hch 11:25-26).
Dos hombres en Antioquía surgirán como personajes famosos en nuestra historia: Lucas y Tito.
Tito llegará un día a convertirse en un trabajador apostólico, pero solo después que se haya
desarrollado espiritualmente en la iglesia.
44 Profetas itinerantes, provenientes de Jerusalén, visitan Antioquía. Agabo, uno de los profetas,
profetiza una plaga de hambre que se esparcirá por todo el imperio romano. Esta plaga azotó
el imperio bajo el reinado de Claudio. El historiador romano Dion Casio narra el hambre al
comienzo del reinado de Claudio en Roma y en otras partes del imperio durante los años 41-54.
Históricamente, Judea sufrió hambre entre los años 45-48. La iglesia de Jerusalén parece haber
sufrido pobreza crónica. Los hermanos de Antioquía comienzan a preparar una colecta
para ayudar a los hermanos de Judea (Hch 11:27-30). Al mismo tiempo el rey Herodes
Agripa, nieto de Herodes el Grande, gobierna en Judea. La iglesia de Jerusalén sigue creciendo.
Una vez más la autoridad judía se siente amenazada...
44 Durante los días de los panes ácimos, Herodes Agripa I persiguió a la Iglesia de Jerusalén y
mató a espada al apóstol Jacobo (Santiago), hermano de Juan; y metió en la cárcel a Pedro
para ejecutarlo después de la Pascua, siendo liberado por un ángel por intercesión de la iglesia
(Hch 12:1ss).
“21 Y un día señalado, Herodes, sentado en el tribunal y vestido de ropa regia, los arengaba.
22 Y el pueblo gritaba: ¡Voz de DIOS, y no de hombre! 23 Y al instante, por no dar la gloria a
DIOS, un ángel del Señor lo hirió y expiró comido por gusanos” (Hch 12:21-23).
44 A partir de la muerte de Agripa, Judea vuelve a regirse por procuradores romanos. Agripa II se
había criado en la corte del emperador Claudio, pero debido a que tenía solamente diecisiete
años cuando murió su padre, no le permitieron heredar su reino. Más tarde va recibiendo
territorios poco a poco y llega a ser rey titular de Judea. Su hermana era Berenice (ver Hch
25:13ss).
44 Saulo y Bernabé parten para Jerusalén llevando con ellos la colecta hecha por la iglesia de
Antioquía. Les acompaña Tito, un representante de los gentiles de la iglesia de Antioquía. A su
llegada, entregan su colecta a los ancianos de la iglesia de Jerusalén. Saulo, que ahora se le
conoce como ‘Pablo’, y Bernabé, tienen una reunión privada con Pedro, Santiago y Juan,
los pilares de la iglesia de Jerusalén. Ellos aprueban el apostolado de Pablo y le dan a él y a
Bernabé la diestra de compañerismo llegando a un acuerdo:prueban que el ministerio de Pablo
se dirija principalmente al área de los gentiles y Pedro se dedicaría al ministerio hacia el mundo
judío. Los tres apóstoles piden a Pablo y Bernabé que se acuerden de los hermanos pobres de
Jerusalén (Gal 2:1-10). Más tarde, Pablo hará una colecta en las iglesias de los gentiles que
servirá para aliviar la pobreza crónica de la iglesia de Jerusalén (2Cor 9).
111
Pablo, Bernabé y Tito parten de regreso para Antioquía llevando con ellos al joven primo de
Bernabé: Juan Marcos. Es el mismo Marcos que más tarde escribió el conocido Evangelio de
Marcos (Hch 12:25). También fue testigo de la resurrección.
47-49 Primer viaje apostólico de Bernabé y Pablo (Hch 13 – 14)
(leyendo Hch 13-15; Gál; 1ª-2ª Tes; 2ª Tim)
Kms viajados: Aproximadamente 2.000
Iglesias plantadas: Antioquía de Pisidia, Iconio, Listra y Derbe
En la iglesia de Antioquía el Señor había levantado profetas y maestros: Simeón, llamado el
Negro (es posible que el mismo que llevó la cruz de Jesús camino al Calvario); Lucio de Cirene;
Manaen, un aristócrata, probablemente el medio hermano de Herodes Antipas, el hijo más joven
de Herodes el Grande; Bernabé y Pablo. “2 Mientras ellos estaban sirviendo al Señor y
ayunando, dijo el Espíritu Santo: Apartadme a Bernabé y a Saulo para la obra a la que los he
llamado. 3 Y habiendo ayunado y orado, les impusieron las manos y los dejaron ir” (Hch 13:2-
3). Bernabé y Pablo salieron llevando a Juan Marcos como ayudante recorriendo Chipre, Perge
de Panfilia (donde Marcos se volvió a Jerusalén) y, cruzando las montañas Tauro, Galacia del
sur: Antioquía de Pisidia, Iconio, Listra y Derbe; fortalecieron a las iglesias mientras regresaban
a Antioquía, donde informaron a la iglesia.
49 Primer gran conflicto doctrinal de la Iglesia: los judaizantes (Hch 15; Gal 2)
Pedro visita la iglesia de Antioquia de Siria, comiendo sin problema con los gentiles. Cuando la
iglesia de Jerusalén se entera que Pedro está comiendo comida gentil con los gentiles, algunos
de los pertenecientes al grupo de la circuncisión marchan a Antioquia para hablar con Pedro,
con cartas de aprobación de Santiago, el hermano de Jesús. Estos hombres son legalistas,
judaizantes celosos de la ley de Moisés. Pablo aún no había regresado. Los judaizantes
persuaden a Pedro de que no comparta la mesa de hermandad con los gentiles. No queriendo
ofender a sus hermanos de Jerusalén, más débiles, Pedro comienza a comer exclusivamente con
los judíos. Bernabé hace lo mismo. Cuando Pablo regresa y se da cuenta de la situación se
enfrenta y confronta a Pedro por su hipocresía.
Pedro regresa a Jerusalén y comparte el incidente con algunos de los hermanos. Así mismo les
informa sobre las nuevas iglesias gentiles que Pablo y Bernabé han plantado en Galacia del Sur.
Cuando algunos de los judaizantes escuchan esto, parten inmediatamente para Galacia a visitar
las cuatro nuevas iglesias plantadas por Pablo. Al llegar se presentan como hermanos de la
iglesia de Jerusalén. Estos le dicen a los nuevos conversos lo siguiente: (1) Pablo no fue enviado
por los apóstoles de Jerusalén, ni tampoco proviene de la iglesia de Jerusalén, el centro de la
obra de Dios en el mundo. Por tanto, Pablo no es realmente un apóstol. (2) El evangelio de
Pablo es deficiente. A él le gusta agradar a los hombres que quiere omitir la práctica ordenada
por Dios de la circuncisión para su evangelio. Lo que justifica al hombre ante Dios es la fe en
Jesús y la obediencia a la Ley de Moisés. (3) Pablo abiertamente se enfrentó al mismísimo
apóstol Pedro en su misma cara. Esto prueba que Pablo es un tipo independiente que está
haciendo lo que bien le parece.
Cuando parten los judaizantes, los conversos de Galacia escriben a Pablo una carta
preguntándole por qué él no les había hablado de la totalidad del Evangelio (la necesidad de
obedecer la Ley de Moisés. Parece que algunos creyentes de Galacia han sido también
circuncidados. Entre tanto, en Antioquia de Siria, se abre el primer debate doctrinal de la
Iglesia entre los judaizantes de Jerusalén y la iglesia de Antioquia. Los judaizantes insisten
en que todos lo creyentes gentiles tienen que ser circuncidados y guardar la ley de Moisés para
ser salvos. Exigen que Tito sea circuncidado. Pablo y Bernabé se les enfrentan. Para resolver el
asunto, la iglesia de Antioquia envía a Pablo y Barnabás a Jerusalén con objeto de verificar si
esos judaizantes representan a los Doce apóstoles.
Pablo recibe la carta de las iglesias de Galacia estando en Antioquía de Siria y responde con
la CARTA A LOS GÁLATAS (1) para refutar los argumentos legalistas de los judaizantes y
afirmarlos en el gran principio de la vida cristiana: la justificación por la fe.
Llegados a Jerusalén, Pablo y Bernabé se reunen con la iglesia, los apóstoles y los ancianos.
Después de un intenso debate, el Espíritu Santo y la Iglesia dictaminan que tanto judíos como
gentiles son salvos mediante la gracia del Señor Jesús, y que no hay que poner a los gentiles
bajo el yugo de la Ley de Moisés, salvo algunas pocas cosas para que haya paz.
Se escribe una carta para las iglesias gentiles. Dos profetas de Jerusalén son enviados con
Pablo y Barnabás de regreso a Antioquia con objeto de dar autenticidad a la carta: Judas
112
Barsabas y Silas (Silvano). Pablo, Barnabás, Judas y Silas regresan a Antioquia de Siria para
hacer entrega de la carta a los gentiles conversos. La carta es leída para gran alegría de los
creyentes. Judas y Silas los alientan y apoyan a los santos en Antioquia y luego regresan a su
casa en Jerusalén. Pablo y Barnabás permanecen en Antioquia enseñando la Palabra de Dios,
ayudados por otros santos locales.
Tambien por este tiempo es escrita la CARTA DE JACOBO (Santiago) (2), el hermano del
Señor, anciano en la iglesia de Jerusalén.
49 Claudio decidió restablecer la antigua religión romana y expulsó a todos los judíos de Roma,
entre ellos estaban Aquila y Priscila, quienes se mudaron a Corinto, donde conocerían a Pablo
(ver Hch 18:1-3).
50-52 Segundo viaje apostólico de Pablo (Hch 16 – 18)
(Leyendo Hch 16-18; 1ª Cor; 2ª Cor)
Kilómetros viajados: 2.800
Iglesias plantadas: Filipos, Tesalónica, Berea y Corinto
50, Abril Pablo y Bernabé deciden visitar las iglesias de Galacia para ver su progreso. Discuten por causa
de si llevar a Juan Marcos con ellos o no. Finalmente, Bernabé y Marcos parten a la isla de
Chipre (lugar de nacimiento de Barnabás), y “Pablo, escogiendo a Silas, salió encomendado
por los hermanos a la gracia del Señor. Y pasaba por Siria y Cilicia fortaleciendo a las
iglesias” (Hch 15:36-40). Las iglesias de Galacia han sobrevivido; habían recibido la carta de
Pablo y la habían obedecido.
En Listra, Pablo se fija Timoteo, elogiado por los hermanos, para que le acompañe a la obra.
Su madre, Eunice, es judía y su padre, griego. Su madre, Eunice, y su abuela Lois, se hicieron
creyentes en el primer viaje de Pablo a Listra. Pablo circuncida a Timoteo para que los judíos le
escuchen. En su viaje por las ciudades de Siria, Cilicia y Galacia, leen en las iglesias la carta
escrita como consecuencia del concilio de Jerusalén.
Julio El Espíritu Santo los guía hacia el oeste, hacia Europa. En Troas se les une Lucas, el médico
de Antioquía de Siria (aquí Lucas usa la primera persona del plural en la narración de Hechos).
Lucas viaja con ellos hasta Macedonia, la zona que hoy día se conoce como la moderna Grecia.
Macedonia está al Norte y Acaya al Sur.
Agosto -Octubre Llegan a la colonia romana de Filipos. Pablo predica a Cristo a un grupo de mujeres
temerosas de Dios que se reúnen a orar en la orilla del río Gangites, y se convierte Lidia
bautizándose con su familia. Pablo expulsa un espíritu maligno y profético de una joven
esclava; sus dueños arrastran a Pablo y Silas ante el foro del pueblo, y son azotados y
encarcelados sin juicio. Un terremoto conmueve los cimientos de la cárcel y los hombres
quedan en libertad. Pablo encamina hacia Cristo a su carcelero y su familia. Al día siguiente
los hombres son dejados en libertad. Pablo, Silas y Timoteo salen de Filipos dejando a Lucas en
esta ciudad. Ahora hay una iglesia en Filipos, la mayor parte de sus miembros son mujeres
temerosas de Dios. Evodia y Síntique son, quizá, de las primeras conversas (Flp 4:2).
Noviembre Pablo, Silas y Timoteo llegan a la ciudad de Tesalónica, capital de Macedonia y la ciudad
- Enero 51 más grande del norte de Grecia. Visitan la sinagoga de los judíos por tres semanas, muchos de
los griegos temerosos de Dios creen y siguen a Pablo y Silas, incluyendo muchas mujeres
prominentes de la ciudad. Un judío llamado Jason se convierte y permite a los dos hombres
quedarse en su casa. Pablo comienza a trabajar arreglando carpas con objeto de cubrir sus
necesidades. Trabaja en la mañana y en las tardes. Pablo paga por todo incluyendo su comida
(1Tes 2:9). La iglesia de Filipos envía dos ofrendas de dinero para ayudar a Pablo (Flp 4:16.
Nunca aceptó dinero de una iglesia cuando está trabajando entre ellos, pero acepta ofrendas de
las iglesias cuando está de viaje ayudando otras iglesias). Pablo y Silas plantan la iglesia de
Tesalónica.
Los judíos de Tesalónica empiezan a difundir rumores contra Pablo y Silas, dicen que están
predicando acerca de otro Rey que no es el César. También hacen circular rumores de que son
criminales (probablemente oyeron de su encarcelamiento en Filipo). Los judíos instigan a un
grupo de maleantes a crear un disturbio. La muchedumbre se dirige a la casa de Jason en busca
de Pablo y Silas, pero al no encontrarlos arrastran a Jason y algunos de los nuevos conversos a
la asamblea pública acusándolos de dar cobijo a hombres que predican un emperador rival. Los
dirigentes interrogan a Jason y le dejan ir debido a la falta de evidencias, pero Jason debe dejar
una fianza. Los hermanos de Tesalónica sacan a Pablo y Silas de noche hacia Berea. Timoteo se
queda. Tres importantes conversos han quedado en Tesalónica: Aristrarco, Segundo y Demas.
113
Los tres se convertirían, más tarde, en ayudantes de Pablo.
Timoteo se reúne con Pablo y Silas en Berea. Los hombres marchan a la sinagoga a predicar a
Febrero Cristo. Los habitantes de Berea son de mente abierta y estudiosos de la Biblia. Ellos valúan el
mensaje de Pablo estudiándolo en el Antiguo Testamento y le hacen innumerables preguntas.
No hay ningún tipo de hostilidad. Muchos de los habitantes de Berea creen, incluyendo griegos
de alto nivel social. Sopater es un distinguido converso de Berea que más tarde se convertiría en
colaborador de Pablo. Los judíos de Tesalónica viajan a Berea y empiezan a instigar a los
habitantes contra Pablo. Algunos de los hermanos de Berea llevan a Pablo hasta la costa y le
envían a Atenas en Acaya, al Sur de Grecia. Silas y Timoteo quedan detrás fortaleciendo a los
nuevos conversos de la incipiente iglesia de Berea. Pablo llama a Silas y a Timoteo para que se
unan a él lo antes posible en Atenas.
Pablo llega a Atenas solo. Atenas es la cuna de la filosofía griega y la democracia. La ciudad
Marzo está llena de ídolos y templos paganos. Ante la presencia y en medio de un bosque de extraños
dioses, el espíritu de Pablo se acongoja. Visita la sinagoga y predica Cristo. También va al ágora
y predica Cristo allí. El ágora es un lugar del mercado, el cual es el centro de la vida y actividad
de la ciudad. Pablo mantiene debates diarios con los filósofos griegos. La mayoría son estoicos
y epicúreos. Los estoicos creen que el hombre debe estar libre de las pasiones, así pues
suprimen sus afecciones y aceptan todas las cosas como la voluntad de los dioses. Por otro lado
los epicúreos creen que el punto principal de esta vida es la constante búsqueda del placer y que
el dolor y el sufrimiento deben ser evitados.
Pablo es traído al aerópago para compartir con ellos sus puntos de vista. El aerópago es un
grupo aristocrático que toma decisiones en asuntos morales y religiosos. Pablo no es traído para
ser juzgado, sino para que comparta sus ideas con los atenienses acerca de esas nuevas
enseñanzas de las que es portador. Se burlan de Pablo y lo ridiculizan por su mensaje, su
enseñanza acerca de la resurrección es locura para ellos. Hay poco fruto en Antenas y ninguna
iglesia se planta en ella, solamente hace un pequeño grupo de conversos: Dionisio el aeropagita,
una mujer llamada Damaris y otros pocos más. Timoteo y Silas se unen con Pablo en Atenas.
De Atenas, Pablo envía a Silas a Filipos y a Timoteo a Tesalónica para dar aliento a las iglesias.
Pablo quiere regresar a Tesalónica, pero Satán se lo entorpece.
Pablo se dirige a la colonia romana de Corinto. Él está desalentado, abatido y lleno de
desasosiego. Llega temblando de miedo. Corinto, colonia romana, es la capital de Acaya una
ciudad grande y próspera, un gran centro comercial, con fama de inmoralidad. Es una ciudad
donde todo es competencia, siendo la primera ciudad griega que tiene peleas de gladiadores
romanos. Hay muchos judíos en esta ciudad, gran parte de ellos proceden de Roma de la que
fueron expulsados por decreto del emperador Claudio. Cuando Pablo llega a Corinto, se
encuentra con un matrimonio muy especial: un judío romano llamado Aquila y su esposa
Priscila (Prisca). Han sido expulsados de Roma. Al igual que Pablo arreglan y fabrican tiendas
de campaña. Pablo va a la sinagoga de Corinto todos los sábados y predica Cristo a judíos y
gentiles.
Silas y Timoteo se reúnen con Pablo en Corinto. La iglesia en Filipo de nuevo ha enviado una
Abril ayuda financiera a Pablo y Silas viene a traérsela. Este dinero permite a Pablo dedicarse
exclusivamente a plantar la iglesia. Timoteo trae noticias de Tesalónica, la iglesia está siendo
perseguida, pero ellos están firmes en el Señor. Timoteo también trae ciertas preguntas que
tienen que ver con el destino de los cristianos que han muerto. Pablo escribe la 1ª CARTA A
LOS TESALONICENSES (3) y la envía por medio de Timoteo y Silas. Durante el tiempo que
trabajaba en Corinto, llega a sus oídos la noticia de que los creyentes de Tesalónica no
entendieron claramente lo que él les escribió acerca del retorno del Señor. Muchos de la iglesia
creen en la inminente venida de Cristo y en preparación para su venida, han dejado sus trabajos.
Entonces Pablo escribe la 2ª CARTA A LOS TESALONICENSES (4).
En Corinto, Pablo conduce a Estéfanas y su familia al Señor, los primeros conversos de la
ciudad (1Cor 16:15); a Erasto, el tesorero de la ciudad (Rm 16:23); a un ciudadano romano de
nombre Ticio Justo, que vivía en una casa junto a la sinagoga; y a Crispo, el director de la
sinagoga, con toda su familia. El Señor se le aparece en una visión y le da aliento, y se quedó
en Corintio por 18 meses enseñándoles la Palabra. Los judíos llevaron a Pablo ante el
tribunal, ante Galión, procónsul de Acaya, pero desestimó los cargos. Entonces apalearon a
Sóstenes, el nuevo dirigente de la sinagoga (es probable que éste sea el mismo Sóstenes que
más tarde se convirtiera al cristianismo y ayudara a Pablo a escribir la 2ª Carta a los Corintios).
Pablo abandona Corinto y navega rumbo a Éfeso cruzando el mar Egeo. Con él se lleva a
114
52 Priscila y Aquila. En su camino, se detienen en una pequeña ciudad de nombre Cencrea. Allí
Septiembre Pablo se corta el pelo para cumplir una promesa temporal de nazareo. Los tres llegan a Éfeso en
el Asia Menor. Priscila y Aquila se preparan para comenzar su negocio de hacer y reparar
tiendas de campaña. Pablo se encamina a la sinagoga y brevemente predica a los judíos. Los
judíos le piden se quede un tiempo más, pero el no puede; no obstante les promete regresar.
Pablo se dirige a Cesarea y de allí visita la iglesia de Jerusalén. Luego regresa a descansar, a su
casa de Antioquía de Siria.
52 Antonio Félix, procurador romano en Judea (52-59). Se casa con Drusila, hermana de Agripa II
(ver Hch 24:24).
Invierno entre Pablo está en Antioquía de Siria, planeando tres cosas: (1) Decide comenzar un fondo de ayuda
el 52-53 para la iglesia de Jerusalén. Esta sería una campaña de recolección de fondos entre las iglesias
de los gentiles para aliviar la pobreza de los cristianos de Jerusalén. Esto podría enmendar un
poco la separación existente entre los gentiles y los judíos. (2) Pablo está acerándose a los 50
años. En su época, esa edad, es la de un viejo. Por esto decide preparar obreros en Éfeso de una
forma parecida a lo que hizo Cristo en Galilea. (3)Pablo ha decidido llevar el evangelio a Roma
y España. Intenta hacer esto en su cuarto viaje, una vez haya plantado la iglesia de Éfeso y
traído su colecta a la iglesia de Jerusalén.
53-57 Tercer viaje apostólico de Pablo (leyendo Hch 19 – 23)
Kilómetros viajados: 2.200
Iglesias plantadas: Pablo una en Éfeso, Epafras plantó las iglesias de Laodicea, Colosos y
Hierápolis; los otros colaboradores de Pablo plantaron iglesias por toda el Asia Menor
entre las que se encuentran Esmirna, Tiatira, Sardis, Filadelfia y Pérgamo.
53, verano
Pablo parte de Antioquía probablemente acompañado de Tito. Los dos se dirigen hacia las
montañas Tauro, al Sur de Galacia. Visitan y alientan las iglesias de Galacia y Pablo les informa
acerca del fondo de ayuda para Jerusalén. Desde Galacia del Sur, Pablo toma a Gayo en Derbe y
Timoteo en Listra, para que le acompañen a Éfeso.
Mientras, un judío helenístico llamado Apolo (de Alejandría -Egipto-, la segunda ciudad más
grande del imperio) llega a Éfeso. Apolo, que es un gran orador, predica a Cristo en la sinagoga
y allí es conocido por Aquila y Priscila. Lo toman aparte y le instruyen más exactamente en el
Camino, porque sólo conocía el bautismo de Juan. Apolo abandona Éfeso y visita la iglesia de
Corinto. Los corintios quedan impresionados con sus habilidades oratorias en el mejor estilo
greco-romano. Algunos comienzan a congregarse a su alrededor. En algún momento, parece que
Pedro y su esposa visitan Corinto también. Y otro grupo de cristianos corintios se agrupan
alrededor de ellos. Comienzan a desarrollarse partidos dentro de la iglesia de Corinto y esta
Septiembre comienza a fracturarse en grupos seguidores de sus obreros favoritos.
Estando Apolos en Corinto, Pablo, Tito, Gayo y Timoteo llegan a Éfeso, la mayor ciudad en
el Asia Menor, la primera en comercio, riqueza, política y religión. Es un centro neurálgico que
conecta los mundos del Este con los del Oeste. Es verdaderamente una ciudad lujosa. Allí está
una de las siete maravillas del mundo está considerado el templo de Artemisa (Diana, la diosa
de la fertilidad). Tomó 220 años su construcción. Era, en su época, el mayor edificio construido
del mundo que se haya conocido, tenía 100 metros de largo por 55 de ancho, todo en mármol
blanco. En su interior residía la estatua de Diana, la cual, los efesios creían había caído de los
cielos. Éfeso también era el centro de las artes mágicas y prácticas ocultas del siglo primero.
Cuando llegaron, se encontraron con tres hermanos a los que Pablo había mandado buscar:
Sopater de Berea, Aristaco y Segundo de Tesalónica (Hch 20:4). Pablo preparará a esos seis
hermanos en Éfeso para el trabajo apostólico de plantar iglesias: Tito de Antioquía, Timoteo de
Listra, Gayo de Derbe, Sopáter de Berea y Aristaco y Segundo de Tesalónica. Estos hombres
también servirán de delegados de sus iglesias para llevar el fondo de ayuda a la iglesia de
Jerusalén.
El ministerio de Pablo en Éfeso
Pablo suple las deficiencias en los rudimentos de la fe de doce dicípulos que sólo conocían el
bautismo de Juan. Ellos, además de Priscila, Aquila y Epéneto (Rm 16:4-5), forman el núcleo de
la iglesia de Éfeso. Otros dos griegos se convierten y también forman parte de la iglesia. Estos
dos también se agregan a la lista de seis hombres que Pablo está preparando como obreros
haciendo un total de ocho. Estos dos hombres son: Tíquico y Trófimo (Hch 20:4). Entrando
entonces en la sinagoga, hablaba osadamente durante tres meses, discutiendo y persuadiendo
115
acerca del reino de DIOS. “9 Pero como algunos eran endurecidos y desobedecían,
maldiciendo el Camino delante de la multitud, Pablo se apartó de ellos y separó a los
discípulos, razonando cada día en la escuela de Tirano. 10 Y esto sucedió por dos años, de
manera que todos los que habitaban en Asia, tanto judíos como griegos, oyeron la Palabra del
Señor” (Hch 19:9-10). Con sus propias manos Pablo gana el sustento para él y los ocho
hombres que está preparando.
Los cristianos de Éfeso se reúnen de casa en casa mientras Pablo conduce su trabajo en el
Salón de Tirano. Para la reuniones generales, la iglesia de Éfeso se reúne en la casa de Priscila y
Aquila.
Filemón, un acaudalado hombre procedente de la rica ciudad de Colosas, llega a Éfeso. Él es
dueño de un esclavo llamado Onésimo. Pablo lleva a Filemón a Cristo. Filemón se convierte
en un ayudante de Pablo.
Casi al mismo tiempo, otro hombre llamado Epafras, visita Éfeso. Epafras también viene de
la pequeña ciudad de Colosas. También es convertido por Pablo. Epafras probablemente se
queda en Éfeso por un tiempo aprendiendo de Pablo. Filemón y Onésimo regresan a su casa.
Epafras más tarde regresa a su casa de Colosas. Él plantará iglesias en el valle de Licus: una en
Colosas, una en Laodicea y una en Hierápolis.
54 Nerón sucede a Claudio como emperador (54-67).
54 Continúa el ministerio de Pablo en Éfeso
Octubre Trasplantando una iglesia a Roma
Muerto el emperador Claudio, ahora los judíos tienen libertad para regresar a Roma. Cuando
Pablo oye esto, envía a Roma a Priscila y Aquila. Encuentran una casa en el distrito Aventino,
una parte muy bella de la ciudad. Pablo quiere tener una iglesia gentil en ‘la ciudad eterna’,
y la quiere antes que los judíos comiencen a regresar a la ciudad. Pablo envía la noticia a sus
iglesias gentiles y pide a algunos de los creyentes gentiles que se muden a Roma. La iglesia de
Roma será tan cosmopolita como lo es la ciudad. En su mayoría será gentil. Algunos de los que
Pablo envía a Roma son: Aquíla y Priscila de Éfeso; Epaneto de Éfeso; Febe de Cencrea; Rufo
de Atioquía de Siria; Andrónico y Junias de Jerusalén; Urbano de Macedonia; Apeles de Asia
Menor (ver Romanos 16).
Mientras tanto, en Éfeso Pablo lleva a cabo milagros extraordinarios. Como resultado un
gran número de magos se convierten, queman sus libros mágicos y abandonan sus secretos. Los
siete hijos de Esceva, el jefe judío tratan, sin logro alguno, exhorcitar un demonio invocando el
nombre de Jesús. Al igual que un arma inexpertamente manejada, explota en sus manos y los
demonios los golpean brutalmente.
El ministerio de Pablo en Éfeso es muy fructífero. Durante los tres años que habita en
Éfeso, la totalidad del Asia Menor oye la Palabra de Dios. Esto se debe a que Pablo envía a
sus hermanos (aprendices), por toda la región. En las ciudades próximas a Éfeso estos hombres
plantan nuevas ciudades, algunas de ellas se mencionan en el libro de la Apocalipsis capítulos 2
y 3.
No obstante es en Éfeso donde Pablo sufre una grave crisis por la terrible oposición que allí
sufre: “...la tribulación que nos ocurrió en Asia, donde fuimos abrumados mucho más allá de
nuestras fuerzas, hasta el punto que perdimos aun la esperanza de sobrevivir. Pero tuvimos en
nosotros mismos la sentencia de la muerte En cierta forma, Priscila y Aquila arriesgaron sus
vidas por él en este tiempo” (2Cor 1:8-9).
Apolos regresa a Éfeso procedente de Corinto. Se encuentra con Pablo y le informa acerca de
los problemas que la iglesia está teniendo. Algunos de los miembros de la iglesia han caído en la
55 fornicación, la idolatría y el robo. Entonces Pablo escribe una primera carta a los corintios
que se perdió. Como consecuencia del reporte entregado por Apolos, Pablo urge a los corintios
a no estar en la iglesia en compañía de fornicarios, idólatras y ladrones (1Cor 5:9-13). También
les explica su deseo de llevar a Jerusalén un fondo de ayuda. La carta es mal entendida y
probablemente destruida.
Algún tiempo después, llegan unos cristianos que trabajan en el negocio que tiene en Asia una
mujer llamada Cloé. Después de visitar la iglesia de Corintio, llegan a Éfeso, probablemente en
negocios. Le informan a Pablo acerca del horror de la asamblea en Corinto. Le hablan de
divisiones, un caso de incesto, demandas judiciales, abusos en la cena del Señor y las reuniones
caóticas que ocurrían en la iglesia. A la vez, tres hermanos principales de la iglesia de Corinto
visitan a Pablo. Estefanas, Fortunato y Acaico; traen una carta de Corinto que está llena de
116
preguntas para el apóstol. Le preguntan acerca de si deben asociarse con fornicarios,
matrimonio y celibato, la visita a los mercados paganos, la comida de carnes ofrecidas a los
ídolos, el derecho de tomar dinero por parte de los obreros (de la obra de Dios), la resurrección
de los muertos, etc. Pablo envía a Timoteo a Corinto para verificar de primera mano la
situación de la iglesia y confirmar y reforzar los cimientos; le pide a Apolo que vaya con él,
Verano pero éste declina la oferta (1Cor 16:10-12). Entonces Pablo escribe nuestra 1ª CARTA A LOS
CORINTIOS (5): En los capítulos 1-6, Pablo se concentra en los reportes recibidos por la gente
de Cloe. En los capítulos 7-16, contesta sus preguntas. En la carta, Pablo les habla de sus planes
de ministerio, que más tarde tendrá que cambiar. En el último capítulo, exhorta a los corintios,
en tiempos de crisis, a sostenerse al lado de Estéfanas y obreros como él.
Timoteo regresa diciendo que su carta ha sido rechazada. Evidentemente hay un hermano en
la asamblea de Corinto que desafía la apostólica autoridad de Pablo. El apóstol decide hacer
una visita urgente a la iglesia de Corinto, en extremo dolorosa. Uno de los miembros desafía
la autoridad de Pablo; los demás, en medio de las acusaciones, no le defienden. También es
acusado de ser infiel a su palabra puesto que cambió de idea acerca de sus planes ministeriales.
Pablo abandona Corinto molesto y humillado. Después de regresar malhumorado, Pablo
compone una punzante y severa carta para los corintios, que también se perdió. Les escribe
en una pura agonía y bañado en llanto. En la carta, Pablo le pide a la iglesia que pruebe su amor
por él, disciplinando a aquel que desafió su autoridad. Envía la carta por mano de Tito. No
obstante tan pronto como Tito parte, Pablo se arrepiente de haberla escrito; tiene miedo de que
el tono severo de la carta empeore la situación. Pablo se siente con el corazón destrozado por la
iglesia de Corinto (2Cor 1:23 – 2:11).
Oposición de los orfebres de Éfeso
Pablo envía a Erasto y Timoteo delante de él hacia Macedonia, con objeto de recibir, de aquellas
iglesias, el fondo de ayuda para la iglesia de Jerusalén. La influencia de Pablo en Éfeso hace
que muchos de los habitantes de la ciudad abandonen sus ídolos. Como resultado, los orfebres
que fabrican la miniaturas de la estatua de Diana están perdiendo clientes y negocio. Demetrio,
uno de ellos, encabeza un grupo que marcha a protestar a Pablo. La protesta se lleva a cabo en
el anfiteatro de Éfeso. El teatro da cabida a 25.000 personas. Llenos de ira, la muchedumbre
apresa a Aristarco y Gayo. Después de varias horas de alboroto, la autoridad dispersa la
multitud (Hch 19:23-41).
56, Mayo De Éfeso a Troas
Pablo da palabras de aliento a los hermanos de Éfeso. Los abraza y se despide de ellos,
partiendo hacia Macedonia. Pablo viene a Troas donde encuentra una puerta abierta para
predicar el evangelio. Pero su mente aún no está tranquila acerca de la iglesia de Corinto. Está
desesperado por ver a Tito y saber como los corintios recibieron su severa carta. Pablo busca a
Tito, pero no le encuentra. Está tan preocupado por la iglesia de Corinto que abandona Troas a
pesar de la oportunidad que se le estaba brindando. Tenía que encontrar a Tito. No obstante, a
pesar de su pronta partida, parece ser que una iglesia fue plantada en el corto espacio de tiempo
que allí estuvo (Hch 20:1; 2Cor 2:12-13).
En su viaje a Macedonia, Pablo lucha contra los temores que abriga su corazón sobre la iglesia
de Corinto. Al llegar, da aliento a las iglesias locales. Estas iglesias son las de Filipo, Tesalónica
y Berea. Hacía más de cinco años que no las visitaba.
Finalmente Tito se reúne con Pablo en Macedonia; le trae buenas nuevas de Corinto. ¡La
severa carta de Pablo fue bien recibida! De tal manera, que la iglesia utilizó una disciplina
extrema contra aquel que se opuso a la autoridad del apóstol. Entonces Pablo, desde Macedonia,
escribe nuestra 2ª CARTA A LOS CORINTIOS CAPÍTULOS 1-9 (6): alienta a la iglesia a
perdonar al hombre que se le enfrentó. También les explica por qué cambió sus planes
ministeriales. Después trata el tema de los agitadores judaizantes y su mensaje. En los dos
últimos capítulos de la carta (8 y 9), Pablo exhorta a la iglesia a contribuir con el fondo de
ayuda a Jerusalén. Les dice que está enviando a Tito con dos hermanos, por él muy apreciados
para hacer la colecta.
Cuando esta carta llega, la iglesia de Corinto es visitada por los judíos “super- apóstoles” que
menoscaban la autoridad de Pablo. Tratan de apoderarse de la iglesia. Dicen a los corintios que
Pablo les está explotando al pedirles dinero para un fondo de ayuda. Les dicen que Pablo es
muy fuerte en sus cartas pero muy débil en persona, que no es realmente un apóstol porque no
acepta dinero para él mismo, que no tiene experiencias sobrenaturales como ellos las han tenido
y que tampoco procede de un puro linaje israelita como ellos. Tito regresa y explica a Pablo lo
117
que está sucediendo en Corinto. Entonces Pablo escribe nuestra 2ª CARTA A LOS
CORINTIOS CAPÍTULOS 10-13 (6). Probablemente Pablo lleva el evangelio tan lejos como
Iliricum. Es decir, al noroeste de Macedonia en la costa oeste del mar Adriático, también
conocido por Dalmacia.
56 Pablo visita Corinto y se queda por espacio de los tres meses de invierno en la iglesia local. Se
Noviembre queda en la casa de Gayo Tito Justo. Pablo está en contacto con Priscila y Aquila y se pone al
corriente de los problemas que experimenta la iglesia de Roma. Los ocho ayudantes de Pablo se
unen a él en Corinto y permanecen con él en Corinto (Hch 20:2).
56-57, Invierno Desde Corinto, Pablo escriba la CARTA A LOS ROMANOS (7). En los capítulos 1 - 8,
magistralmente Pablo presenta el Evangelio de Jesucristo. En los capítulos 9 - 11, explica el
papel de Israel en el propósito de Dios. Del 12 al 16 trata los problemas que los gentiles
creyentes están teniendo con los judíos creyentes. Luego comparte su deseo de llevar el
evangelio al país más occidental del imperio romano: España. En su camino, espera visitar a los
creyentes de Roma. Pero antes de hacerlo, él tiene la intención de viajar a Jerusalén para hacer
entrega del fondo de ayuda. Pide a los creyentes de Roma oren por él, pues sabe que allí se
enfrentará a peligros desconocidos. La carta la lleva Febe, diaconisa de la iglesia de Cencrea.
57 Estando aún en Corinto, los judíos preparan un complot para matarlo. Enterado el apóstol parte
Febrero - hacia el norte dirigiéndose a Filipo en Macedonia. Una vez allí, recoge a Lucas y se dirige a
Abril Troas donde se reúne con ocho de sus colaboradores. La iglesia de Troas tiene un año de haber
sido plantada. Pablo y sus compañeros se quedan una semana con esa iglesia. El domingo por la
tarde, la iglesia de Troas se reúne para partir el pan. Pablo les predica hasta la media noche. Un
joven llamado Eutico está sentado en el borde de la ventana, se queda dormido en medio de la
prédica y cae a la calle desde el tercer piso. Le recogen muerto, Pablo le resucita y continúa
predicando hasta el amanecer (Hch 20:3-12).
57 Lucas y los ocho hermanos parten navegando a Asón, antes que Pablo. Pablo se les une allí.
Abril-Mayo Desde Assos navegan y llegan a Mileto. Esta es una ciudad situada a unos 50 kilómetros al Sur
de Éfeso. Esto le da a Pablo la oportunidad de ver a los hermanos de Éfeso por un corto espacio
de tiempo. Pablo está urgido de llegar a Jerusalén antes de Pentecostés. Durante su estancia en
Mileto manda llamar a los ancianos de Éfeso a quienes da una emotiva exhortación y
despedida (Hch 20:13-38). Pablo y sus acompañantes navegan cruzando el Mediterráneo hacia
Tiro. Los hombres se reúnen en la iglesia de Tiro por una semana. Esta iglesia fue fundada por
los cristianos en la dispersión después del martirio de Esteban. Los hermanos de Tiro profetizan
que la tribulación está aguardando a Pablo en Jerusalén (Hch 21:1-6).
Los hombres se dirigen al sur llelgando a Tolemaida. Se quedan un día con la iglesia local.
Luego se dirigen a Cesarea, la ciudad natal de Felipe el evangelista. Pablo y sus acompañantes
se quedan con Felipe y sus cuatro hijas solteras, que son profetisas. Según Eusebio de
Cesarea, Felipe y al menos tres de sus hijas, emigraron a Hierápolis, en el Asia Menor, donde
terminaron sus días. Al menos una hija se casó.
Estando en Cesarea, les visita el profeta Ágabo desde Jerusalén, que profetiza
dramáticamente que los Judíos de Jerusalén apresarán a Pablo y lo entregarán a los gentiles.
Después de oír esto, todos los reunidos sollozan y ruegan a Pablo que no vaya. Pero Pablo no
puede ser disuadido de ir a Jerusalén. La iglesia acepta su decisión como la voluntad de Dios.
Pablo, Lucas y los ocho colaboradores parten para Jerusalén con el fondo de ayuda (Hch 21:7-
14).
57 Pablo y sus acompañantes llegan a Jerusalén. La iglesia los recibe con alegría. Al día
Mayo-Junio siguiente se presentan ante los ancianos de Jerusalén. Pablo da testimonio de la obra de Dios
entre los gentiles y les entrega la colecta. Los ancianos se regocijan y dan gloria a Dios. Los
ancianos de Jerusalén informan a Pablo que los judíos en la ciudad creen equivocadamente que
él enseña contra la ley de Moisés. Por tanto, su vida corre peligro. Sugieren que tome el voto
Nazareo con otros cuatro hermanos judíos, para demostrarles que él no está contra la ley de
Moisés. Los judíos de Éfeso ven a Pablo en el templo con los cuatro hombres.
Equivocadamente concluyen que uno de ellos es Trófimo, un gentil (es una ofensa capital que
un gentil entre en el templo, ya que estos no pueden ir más allá del patio de los gentiles), y
Pablo fue arrestado injustamente en Jerusalén. Se le otorgó protección y la oportunidad para
explicar y defender sus convicciones cristianas ante la muchedumbre de los judíos y ante el
sumo sacerdote Ananías y el Sanedrín. Para librarlo de un complot de los judíos, es trasladado
a Cesarea, la sede principal romana de Judea, donde estuvo encarcelado y donde comparecería
118
ante el procurador romano Félix (Hch 21:17 - 23).
Junio del 57 a En Cesarea, ante Félix, los judíos acusaron a Pablo de promover sediciones, pero el apóstol lo
Agosto negó formalmente. Más tarde, Pablo pudo dar testimonio abiertamente a Félix y a su esposa
del 59 Drusila, una de las hijas de Herodes Agripa I. Félix mantenía contacto frecuente con Pablo y
esperaba que este lo sobornara a fin de ser liberado (Hch 24).
59 Porcio Festo reemplaza a Félix como procurador romano (59-61). Pablo fue llamado a
Agosto defender su fe de nuevo ante Festo, cuando los cargos formales por parte de los judíos en su
contra fueron renovados (Hch. 25:1-7). Pablo rechazó comparecer ante un tribunal amañado en
Jerusalén y ejerció su derecho como ciudadano romano apelando su caso a Nerón César. Más
tarde, Pablo repitió su defensa ante Herodes Agripa II y su hermana Berenice, que fueron a
visitar a Festo. Festo y Agripa determinaron que Pablo podría haber sido puesto en libertad si no
hubiera apelado formalmente a César (Hch 24-26). El dominio de Agripa en aquel entonces
incluía partes de Galilea y Perea y las antiguas tetrarquías de Filipo y Lisanias.
Pablo es enviado a Roma en un barco cargado de cereales con otros 276 pasajeros. Él y otros
prisioneros que le acompañan son custodiados por soldados romanos. Lucas y Aristarco
acompañan a Pablo en el viaje, probablemente se han hecho pasar por sirvientes de Pablo. En su
travesía hacia Roma, el barco naufraga. Durante todo el viaje, Pablo es utilizado por Dios. Los
pasajeros casi llegan a perder la vida, pero todos se salvan sin daño alguno. El barco queda
totalmente destruido.
59 La tripulación llega salva a la orilla de una isla llamada Malta. Están todos mojados, helados de
Octubre frío, hambrientos y enfermos. Los nativos son hospitalarios y hacen una hoguera para que los
náufragos se calienten. Pablo se hace útil buscando ramas y arbustos para mantener vivo el
fuego. En este proceso, surge una serpiente venenosa y le muerde la mano. Al ver los nativos
que nada le sucede, concluyen que es un dios. Publio, el jefe de la isla lleva a Pablo, Lucas y
Aristarco a su casa donde permanecen por espacio de tres días. El padre de Publio está enfermo
con disentería. Pablo impone sus manos sobre él y le sana. La noticia se esparce por toda la isla
y otros enfermos vienen a ver a Pablo en busca de cura. Toda la tripulación pasa los tres meses
de invierno en la isla de Malta. Cuando la navegación ya no es un peligro, zarpan para Roma
(Hch 28:1-10).
Febrero del 60 La tripulación finalmente llega a Italia. Hacen su entrada por la Via Apia, la gran carretera
a Marzo del 62 romana. Al llegar al lugar denominado las Tres Tavernas, a unos 50 kilómetros de Roma, los
hermanos de la iglesia de Roma dan la bienvenida a Pablo, Lucas y Aristarco. Recordemos que
Pablo les había escrito tres años antes indicando su deseo de visitarlos, aunque nunca llegó a
pensar que lo haría como prisionero.
Cuando Pablo llega a Roma, es colocado en arresto domiciliario, encadenado por la muñeca a
un guardia romano. Los guardias son relevados cada cuatro horas aproximadamente y
pertenecen a la guardia pretoriana, es decir, la guardia personal del emperador. Entre ellos, el
apóstol Pablo se convertiría en centro de conversación. Pablo tiene que pagar la renta por el
apartamento que ocupa. Al tercer día de su llegada y debido a que no puede salir para ir a la
sinagoga, Pablo invita a los judíos principales a visitarle. Se presenta a ellos y les explica los
sucesos que le han traído a Roma. Los líderes judíos nunca habían oído hablar de él; pero están
conscientes de los cristianos, de los que se habla mal en todas partes. Un día determinado, los
líderes judíos vienen a escuchar la presentación que Pablo hace del evangelio. Es una sesión
maratónica, desde la mañana hasta la tarde. El resultado es que algunos de ellos creen, pero la
mayoría rechazan el mensaje. Pablo entonces les anuncia que predicará su mensaje a los
gentiles ya que ellos han endurecido su corazón ante la verdad. “Y permaneció dos años enteros
en su propia casa alquilada , y recibía con gozo a todos los que acudían a él, proclamando el
reino de DIOS y enseñando lo concerniente al Señor JESUCRISTO, con toda libertad, sin
impedimento” (Hch 28:11ss). Pablo no había violado ningún decreto civil romano, por lo que
obviamente fue absuelto y puesto en libertad, aunque no está registrado en el Nuevo
Testamento.
Lucas y Aristarco aún se encuentran con Pablo, atendiendo sus necesidades. Pablo ahora
tiene unos 57 años. También visitan a Pablo, en Roma, las siguientes personas: Tíquico del Asia
Menor; Juan Marcos, probablemente viniendo de Chipre, se convierte en una gran ayuda de
Pablo; Demas de Tesalónica; Jesús llamado el Justo; Timoteo de Listra, quien sirve a Pablo
como amanuense.
Cartas de Pablo desde su arresto en Roma
119
La iglesia de Colosas está teniendo problemas. Han venido visitantes y están pervirtiendo el
evangelio. Están introduciendo una extraña mezcla de legalismo judío con misticismo gnóstico
(falsa espiritualidad). Epafras, el fundador de la iglesia de Colosas, está muy preocupado con
este asalto espiritual. Toma un barco y va a Roma a consultar a Pablo. Al mismo tiempo,
Onésimo, el esclavo de Filemón, se escapa. Roba dinero de Filemón y sigue a Epafras a Roma
a ver a Pablo. Onésimo no es creyente, pero recuerda que Pablo es un hombre amable. Cuando
Onésimo llega, Pablo le conduce a Cristo. Onésimo llega a ser un buen sirviente de Pablo y éste
se acostumbra a depender de él. Epafras da un completo inforome a Pablo de la tragedia que
está ocurriendo a la iglesia de Colosas.Pablo ahora escribe tres cartas, dictadas a Timoteo:
● LA CARTA A LOS COLOSENSES (8). Pablo toca el punto del falso evangelio que los
judíos místicos y legalistas han introducido. El tema de la epístola es Jesucristo la Cabeza. Es
una revelación inigualable del Cristo cósmico. En una palabra, Pablo combate la herejía
declarando la plenitud de Cristo. La carta ha de ser leída en la iglesia de Laodicea que se reúne
en la casa de Ninfa. Y la carta de Laodicea ha de leerse, a su vez, en Colosos. La carta dirigida a
la iglesia de Laodicea (Col 4:16) no llegó a nosotros, no obstante, algunos eruditos piensan que
esta carta es la que conocemos bajo el nombre de Efesios.
● LA CARTA A FILEMÓN (9). Pablo informa a Filemón que Onésimo es ahora un hermano
en el Señor. Insinúa a Filemon que debe liberar a Onésimo y devolverle a Pablo para que le
ayude en su trabajo. Pablo promete pagarle el dinero que Onésimo le debe. El está seguro que
pronto será liberado de su prisión, solicita a Filemón se prepare para su visita.
● LA CARTA A LOS EFESIOS (10). Las iglesias del Asia Menor fueron plantadas hacía unos
8 años. Muchos eruditos piensan que esta carta fue una circular dirigida a todas las iglesias del
Asia Menor. Los manuscritos más antiguos omiten la palabra ‘en Efeso’ y no hay saludos
personales en toda la carta. Si en Colosenses el tema es Cristo la Cabeza, en Efesios es Cristo el
Cuerpo. Es una presentación incomparable del eterno propósito de Dios en Cristo. Pablo
probablemente escribió pensando anclar a las iglesias en la verdad de la intención
divinapreviendo que pronto vendrían falsos maestros a tratar de destruir los cimientos.
Pablo envía estas tres cartas por mano de Tíquico. Le pide que de aliento a las iglesias y les
informe de su situación en prisiones. Onésimo regresa a Colosos con Tíquico y la carta a
Filemón. De acuerdo a la tradición, Onésimo llegó a ser un anciano en la iglesia de Éfeso. De
acuerdo a esto, sin lugar a dudas, Filemón le puso en libertad, de lo contrario esta carta no
hubiera llegado a nosotros.
La iglesia de Filipos envía a Epafrodito a Roma para ayudar a Pablo. De igual manera le
envían una pequeña fortuna como una ofrenda de amor hacia el apóstol. Esta es, al menos, la
cuarta vez que Filipos ha ayudado a Pablo financieramente. Probablemente debido a que él está
viajando con una gran suma de dinero, Epafrodito es probablemente acompañado por otro
hermano de la iglesia. En su camino hacia Roma, Epafrodito contrae una enfermedad mortal;
pero insiste en llegar a Roma en honor al Señor. El otro hermano regresa a Colosas y cuenta a
los hermanos acerca de la enfermedad de Epafrodito. La iglesia envía una carta a Pablo
pidiendo informes acerca de la situación de Epafrodito. Cuando Epafrodito llega a Roma y
entrega a Pablo la ayuda económica que trae consigo, le informa acerca de los problemas
existentes en la iglesia de Filipos. Existen siempre disputas, principalmente enraizadas en el
orgullo y la falta de deseo de llevar la cruz. Dos hermanas Evodia y Sintique no se hablan. Los
filipenses están sufriendo persecución por sus vecinos paganos quienes son conocidos por ser
bastante libertinos en su forma de vivir. También son molestados por misioneros judíos que
quieren circuncidarlos. Hasta algunos predicadores se mofan de Pablo por estar en prisión.
Llega a Pablo la carta enviada por los filipenses. Cuando Epafrodito oye que sus hermanos de
Filipos están preocupados por su salud, le dan ganas de regresar. Pablo ya tiene suficiente ayuda
en Roma, así pues decide enviar a Epafrodito de vuelta con sus hermanos de Filipos. Y Pablo
escribe la CARTA A LOS FILIPENSES (11). Les hace saber cómo se encuentra en Roma.
También les informa sobre Epafrodito y les dice por qué quiere que regrese. Pablo alienta a la
iglesia a hacerse fuertes ante la oposición. Se dirige a sus disputas y peleas presentando a
Cristo: Su humildad y Su auto-renuncia. Les pone en guardia contra los judaizantes (el partido
de la mutilación) y en contra del libertinaje de los paganos. Les dice que espera enviar a
Timoteo y también que él mismo quiere ir a verlos tan pronto sea liberado. Finalmente, Pablo
les da las gracias por su ayuda financiera.
Epafrodito se recupera y Pablo le envía de vuelta con la carta. Filipenses es la última carta de
Pablo dirigida a una iglesia.
120
62 De acuerdo a la tradición, Pablo es puesto en libertad después de haber estado con arresto
Primavera domiciliario, durante dos años, en Roma. Entre tanto, en Jerusalén, Santiago, el medio
hermano del Señor, llamado ‘el Justo’, es apedreado y muerto por una turba instigada por el
sumo sacerdote Anás. Pedro llega a Roma para unirse a Juan Marcos.
62 al 67 El cuarto y último viaje apostólico de Pablo
(Leyendo I Timoteo 1; Tito 1 y 3; II Timoteo; II Timoteo 1 y 4)
Pablo viaja al Este y se queda un tiempo en el Asia Menor. Deja a Timoteo en Éfeso para ayudar
a la iglesia local. Es posible que en este tiempo hiciera su tan esperado viaje a España. Luego
regresa a Macedonia.
(Las fechas del resto de escritos del N.T. son inseguras)
Otoño del 62 Pablo escribe la 1ª CARTA A TIMOTEO (12) desde Macedonia, estando Timoteo en Éfeso.
En esta carta, Pablo alienta a Timoteo a ser fiel en su ministerio. Le enseña cómo combatir las
falsas doctrinas y le da instrucciones prácticas para el establecimiento de la iglesia. Lucas está
con Pablo y probablemente le sirve de amanuense. Este hecho debe ser la razón por la
diferencia que encontramos en las epístolas a Timoteo y Tito en cuanto a dicción, vocabulario y
estilo.
63 (?) Autor desconocido escribe la CARTA A LOS HEBREOS (13) (muchos apuntan a Lucas).
Fue dirigida primariamente a los creyentes judíos helenísticos (de origen griego) de Roma.
Algunos de los judíos cristianos continuaban asistiendo a la sinagoga con objeto de evitar
persecución. Ellos estaban convertidos a Cristo pero eran incapaces de ‘quemar sus barcos’ e
identificarse total e irrevocablemente con Jesús. El argumento del autor es que no se puede tener
un pie en un campo y el otro en el otro campo, por lo que el autor exhorta: “¡Salgamos a Él
fuera del campamento, cargando Su vituperio!”. El libro contiene al menos cinco advertencias
contra la apostasía.
64 Incendio de Roma. Nerón culpó a los cristianos en un esfuerzo de desviar la sospecha
generalizada de sí mismo. Él usó el pretexto de que los cristianos creían en una futura
destrucción del mundo por fuego, y que el incendio de Roma era parte de su agenda. Nerón
instigó la primera persecución imperial de los cristianos causando la detención y la muerte
violenta de miles de personas (incluyendo a Pablo y a Pedro según la tradición). Las
persecuciones contra los cristianos durarían hasta el año 68 D.C., cuando Nerón desaparece de
Roma y muere.
65 Pablo se dirige al sur y pasa el verano en la isla de Creta. Los cretenses son conocidos por ser
mentirosos, vagos y glotones. Tito le acompaña en este viaje. Pablo deja a Tito en Creta
esperando reforzar la iglesia de aquel lugar (Tito 1:5). Pablo marcha al Asia Menor. Envía a
Tíquico y a un hombre de nombre Artemas a remplazar a Tito en Creta de manera que éste
pueda acompañarle a Nicópolis, Grecia (Tito 3:12).
66 Pablo escribe la CARTA A TITO (14) desde Asia Menor estanto Tito en Creta. Pablo alienta a
Verano Tito a restaurar las cosas que aún quedan en la iglesia de Creta. También le da instrucciones
prácticas para establecer y reforzar la iglesia. Pablo envía esta carta con Apolo y Zenas.
Pablo permanece el invierno en Nicópolis, Grecia. Entonces se dirige a Mileto, con Trófimo.
Este se enferma y Pablo le deja para continuar su viaje. Pablo llega a Troas y deja sus trajes de
invierno allí con algunos rollos de pergamino (2Tim 4:13). De ahí parte para Macedonia y
Grecia.
66 En los últimos años del reinado de Nerón, la Gran Revuelta Judía contra los romanos estalló
Septiembre en Judea (66-73 d.C.). El general romano Vespasiano sitió la ciudad de Jerusalén con el fin de
suprimir la revuelta. Esto pone punto final a la misión de los judaizantes en Jerusalén; es
dispersada la iglesia de Jerusalén. Muchos de los judíos cristianos ahora están forzados a
sentarse a la mesa y comer con los hermanos gentiles -impuros-. Mientras esto ocurría, hubo
otra revuelta en Roma. Nerón fue destituido y asesinado (aunque es más probable que se
suicidase) y la guerra civil estalló, resultando en una rápida sucesión de emperadores
asesinados.
67 Pedro escribe la 1ª CARTA DE PEDRO (15) desde Roma (tal vez desde Jerusalén) a los judíos
cristianos dispersados entre las iglesias gentiles. Alienta a sus hermanos judíos a ser fuertes ante
la persecución de Nerón. Marcos está con Pedro. La carta es probablemente dictada a Silas,
quien también estaba con Pedro.
121
67 Continúa la persecución de Nerón. Pablo es arrestado y hecho prisionero durante la
persecución. Esta vez Pablo no está disfrutando del arresto domiciliario anterior, sino que está
en las mazmorras conocidas como ‘Mamertina’, en espera de juicio. Aunque recibe visitas, no
es fácil localizarlo. Un cristiano de Éfeso llamado Onesíforo va en busca de Pablo a Roma.
Finalmente le encuentra y le pone al corriente. Lucas también le encuentra. Pablo envía a
Tíquico a Éfeso. En algún momento, Priscila y Aquila han regresado a Éfeso. Pero hay un gran
número de personas que está en contra del ministerio de Pablo en el Asia Menor. Hasta Demas
le abandona, regresando a Tesalónica. Tito está en Dalmacia (Iliricum) (ver 2Tim 4:9ss).
67 Pablo, preso en Roma, escribe la 2ª CARTA A TIMOTEO (16), que se encuentra en Éfeso.
Alienta a Timoteo como obrero. Le da consejos prácticos para dirigir la obra y hace un perfil de
los peligros y obligaciones de su ministerio. Pablo le pide que venga a visitarlo, pues se
encuentra solo. Le pide que traiga a Marcos con él. Le pide el abrigo de invierno que dejó en
Troas, dando a entender el frío que sufre en el calabozo. También le pide los manuscritos del
Antiguo Testamento que dejó en el mismo lugar. Pablo le dice que ha corrido la carrera del
cristiano y que está listo para ofrecer su vida al Señor. Poco después, según la tradición, Pablo
es decapitado.
67 Pedro escribe la 2ª CARTA DE PEDRO (17) desde Roma a los judíos cristianos que se
encuentran dispersos entre las iglesias de los gentiles. Alienta a los esparcidos creyentes a
cultivar su vida espiritual y les previene contra los falsos maestros y sus doctrinas. El contenido
es muy parecido a la epístola de Judas. La tradición también mantiene que el apóstol Pedro
murió también por este tiempo, crucificado con la cabeza hacia abajo, ya que no se sentía
digno de morir igual que su Señor.
Probablemente por este mismo tiempo, el apóstol Judas Tadeo Lebeo (junto con Jacobo,
medio hermano del Señor), escribe la CARTA DE JUDAS (18).
Muy probablemente, para antes del año 70 ya estaban escritos el EVANGELIO DE MATEO
(19), el EVANGELIO DE MARCOS (20), el EVANGELIO DE LUCAS (21) y HECHOS
DE LOS APÓSTOLES (22). Algunos eruditos sitúan el LIBRO DE APOCALIPSIS (23), de
Juan, durante la persecución de Nerón.
67 Se suceden los breves reinados de los emperadores Galba, suicidio de Nerón, Otón y Vitelio.
68 El ejército de Vespasiano mató a Vitelio y nombró al general Vespasiano emperador del
Imperio romano (69-79). Cuando Vespasiano salió de Jerusalén, su hijo Tito continuaba el
asedio y finalmente destruyó la ciudad y el Templo en el año 70 d.C. La revuelta judía terminó
en al año 73 d.C. con la conquista definitiva de Masada, la fortaleza construida sobre una
montaña cerca del mar Muerto.
70 El general romano Tito sitia Jerusalén y la destruye junto con el Templo de Jerusalén en el
año 2º del imperio de su padre Vespasiano. Se cumple la profecía de Jesús: “1 Y saliendo Él del
templo, le dice uno de sus discípulos: Maestro, ¡mira qué piedras y qué edificaciones! 2 Y
JESÚS le dijo: ¿Ves estas grandes edificaciones? De ningún modo será dejada aquí piedra
sobre piedra que no sea derribada” (Mc 13:1-2).
Inicio de la dispersión de los judíos entre las naciones.
79 Tito Flavio sucede a Vespasiano (79-81).
81 Domiciano sucede a Tito (81-96).
c. 94 Inicio de la persecución de los cristianos por Domiciano.
Otros eruditos creen que es por este tiempo que Juan, último apóstol vivo, es exiliado a la isla
de Patmos por el emperador Domiciano en esta segunda persecución imperial importante (Ap.
1:9), y escribe el LIBRO DE APOCALIPSIS (23). También por este tiempo, Juan escribe el
EVANGELIO DE JUAN (24), y LAS TRES CARTAS DE JUAN (25-26-27) desde Éfeso.
96 Nerva sucede a Domiciano (96-98).
98 Trajano sucede a Nerva (98-117).
117 Adriano sucede a Trajano (117-138).
130 Adriano proyecta reconstruir Jerusalén (renombrada como ‘Aelia Capitolina’) y el Templo para
dedicarlo a Júpiter.
122
132 Segunda rebelión judía liderada por Simón bar Kojba (132-135).
135 El ejército de Adriano derrotó a los ejércitos judíos y la independencia judía se perdió. La
mayoría de la población judía fue asesinada, esclavizada o exiliada, y la religión judía
prohibida. Se prohibió a los judíos regresar a Jerusalén. Judea y Samaria pasó a llamarse Siria
Palestina.
123
FICHA 9:
INTRODUCCIÓN
AL ANTIGUO TESTAMENTO 4
4 Cap. 1 del Volumen I de la serie de comentarios del hermano Stephen Kaung sobre los libros de la Biblia
“Habiendo hablado Dios” (AT) y “Viendo a Cristo en el Nuevo Testamento). Lo he traducido de la versión en
portugués.
124
“1 Habiendo hablado Dios inicialmente en muchas partes y de muchas formas a los padres por los
profetas, 2 al final de estos días nos habló en la persona del Hijo...” (Traducción de Darby).
“39 Escudriñáis las Escrituras porque os parece que en ellas tenéis vida eterna, y ellas son las que
dan testimonio de Mí, 40 ¡y no queréis venir a Mí para tener vida!” (Jn 5:39-40).
“25 Entonces Él les dijo: ¡Oh insensatos y tardos de corazón para creer en todo lo que dijeron los
profetas! 26 ¿No le era necesario al CRISTO padecer estas cosas y entrar en su gloria? 27 Y
comenzando desde Moisés, y siguiendo por todos los profetas, les explicó en todas las Escrituras las
cosas referentes a Él mismo” (Lc 24:25-27).
“44 y les dijo: Estas son mis palabras, que os hablé estando aún con vosotros: que tenían que ser
cumplidas todas las cosas escritas acerca de Mí en la ley de Moisés, y en los profetas, y en los salmos.
45 Entonces les abrió la mente para que entendieran las Escrituras…” (Lc 24:44-45).
Oremos. Amado Padre celestial, te adoramos y agradecemos porque nos diste tu preciosa Palabra. Te
rogamos, Señor, en este momento en que abrimos tu palabra en tu presencia, que tu Espíritu Santo venga
a avivar nuestro entendimiento de modo que podamos comprender aquello que deseas decir. Señor,
rogamos que tu Palabra pueda ser espíritu y vida para nosotros, y que todo sea para tu gloria. Pedimos
esto en el nombre preciosos de nuestro Señor Jesús. Amén.
“1 Habiendo hablado Dios inicialmente en muchas partes y de muchas formas a los padres por los
profetas, 2 al final de estos días nos habló en la persona del Hijo...” (Traducción de Darby). Esta porción
que contiene un versículo y medio coloca juntos el Antiguo y el Nuevo Testamento. En el Antiguo
Testamento tenemos: “Habiendo hablado Dios inicialmente”. En el Nuevo Testamento tenemos: “Dios
nos habló al final de estos días”. En el primero Dios habló a nuestros padres, en el segundo Dios nos
habló a nosotros. En el primero Dios habló por medio de los profetas, pero ahora Dios ha hablado en su
amado Hijo. Inicialmente Dios habló de muchas maneras y en muchas partes, pero en estos últimos días
Él nos habló en su Hijo, el cuál es pleno y completo.
Agradecemos a Dios porque Él es un Dios que habla. ¿Qué ocurriría si Dios no hablase? Sabemos que
Dios es un misterio y que si Él no se revela a Sí mismo, nadie podrá jamás conocerlo. El hablar es el
modo más directo, más claro y más fácil para revelar a alguien. Si mantenemos nuestras bocas cerradas
nadie sabrá quién somos. Por esa razón tenemos en Proverbios 17:28 la siguiente expresión: “Aun el
necio, cuando calla, es tenido por sabio…”. Tan pronto abres tu boca, te expones. Todo lo que está en tu
mente, todo lo que está pasando en tu interior, tu hablar lo revela de forma muy directa y fácilmente
reconocible. Recuerdas lo que dijo el Señor en Mt 12: “34 ... Porque de la abundancia del corazón habla
la boca. 35 El hombre bueno, del tesoro bueno saca cosas buenas; y el hombre malo, del tesoro malo
saca cosas malas (...) 37 porque por tus palabras serás justificado y por tus palabras serás condenado”.
Si Pedro hubiera mantenido su boca cerrada durante el tiempo en que el Señor Jesús estaba siendo
juzgado, ellos nunca lo habrían reconocido como uno de los seguidores de nuestro Señor.
Lamentablemente Pedro hablaba bastante, y las personas reconocieron que él era galileo porque su hablar
lo reveló.
Damos gracias a Dios, pues Él es un Dios que habla. Él siempre habla. Él ha hablado desde la creación
del hombre y por medio de Su hablar se revela a Sí mismo. Hoy nadie puede decir que Dios no ha
hablado y que no hay manera de conocerlo, pues Él ha hablado. Él habló en el pasado, está hablando en el
presente, y está siempre hablando y revelándose a nosotros. Nadie puede disculparse diciendo que Dios
no habló y por eso no puede conocerlo. Nuestra actitud debe ser como la de Samuel: “Habla, Señor,
125
porque tu siervo escucha” (1Sam 3:9). “Quien tenga oídos, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias”
(Ap 2:7). Necesitamos tener nuestro corazón y nuestros oídos abiertos para oír lo que Dios está hablando.
El hablar de Dios es puro. Dios nunca dice palabras vanas ni habla de modo descuidado. Sus palabras son
puras: “Las palabras de YHVH son palabras puras, como plata refinada en un crisol en la tierra,
purificada siete veces” (Sal 12:6). “Tu Palabra es en extremo pura, y tu esclavo la ama” (Sal 119:140).
La Palabra de Dios es purísima. En ella no hay ningún desperdicio, ninguna palabra vana. Cada palabra es
medida, llena de valor y refinada. Podemos confiar en Su Palabra. Ella es pura no sólo en el sentido de
que en ella no hay palabra inútiles o vanas, sino también por el hecho de ser singular, concentrada, llena
de propósito (igual que el mirar franco, la mente sin duplicidad, el corazón sincero). Eso quiere decir que
independientemente de lo que Dios esté hablando, del momento en que Él esté hablando o de los asuntos
de los cuales esté hablando, siempre hay un único tema por detrás de todo el hablar de Dios. Eso es
pureza. En otras palabras, Dios habló en el pasado a nuestros padres y ha hablado con nosotros hoy en el
Hijo. Y cuando colocas junto todo el hablar de Dios, notas que Él habla de una sola cosa; o para ser más
precisos: de una sola Persona. El hablar de Dios viene de su propio corazón, y nosotros podemos ver el
corazón de Dios hoy por medio de aquello que Él está hablando.
Si visitas una casa donde nació un bebé vas a notar que toda la conversación de los padres está centrada
en el bebé, pues él está en el corazón de los padres. Lo mismo ocurre con nuestro Dios. En el corazón de
Dios hay una sola Persona, y esta es su amado Hijo, nuestro Señor Jesús. Como eso constituye el propio
corazón de Dios, siempre que Dios habla su asunto no es otra cosa que Su amado Hijo. Este es el único
asunto del cual él habla. Él puede abordar muchos temas, pero todas esas cosas están relacionadas con Su
Hijo. De lo contrario, Él no hablará, no tendrá nada que decir. Eso es muy importante para nuestro
entendimiento de la Palabra de Dios, pues si sabemos lo que Dios está hablando, la Biblia entera estará
abierta para nosotros.
Frecuentemente abordamos la Biblia intentando encontrar alguna cosa específica. Algunos encuentran en
ella la ley, los mandamientos, mientras otros buscan promesas. Algunos irán en busca de las profecías en
la Biblia, mientras otros irán a buscar en ella algunos métodos. Las personas estudian las Escrituras de
diversas formas, intentando encontrar cosas diferentes. Algunos incluso intentan encontrar astronomía y
geología en la Biblia, y ciertamente pueden encontrar en ella hasta zoología. Tú puedes encontrar eso en
el mismo libro de Génesis. Dios habla sobre todas las cosas que puedas imaginar, pero si no sabes lo que
Él realmente está hablando, lo perderás todo.
En los días del Señor Jesús, los fariseos examinaban y memorizaban las Escrituras. Ellos conocían las
Escrituras muy bien, y creo que las conocían mucho mejor que nosotros. Imagina si estuviéramos en los
días en que el Señor Jesús nació y el rey Herodes nos reuniese para preguntar dónde habría de nacer el rey
de los judíos. ¿Seríamos capaces de responder rápidamente, citando uno de los profetas menores, que Él
nacería en Belén? Probablemente diríamos: ‘Espera un minuto, vamos a la biblioteca por una
concordancia e intentaremos hallar la respuesta”. Sin embargo, los fariseos no actuaban así. Ellos
estudiaban y examinaban las Escrituras, que para ellos consistía en el Antiguo Testamento. Y ellos lo
conocían de memoria tan bien que podían responder rápidamente: ‘Eso está escrito en Miqueas. El Cristo
nacerá en Belén’. Sin embargo, ellos no fueron a ver al Rey que había nacido.
Cuando abrimos la Biblia, debemos siempre recordar lo siguiente: todas las veces en que Dios abre su
boca y habla, Él tiene sólo un tema, un único asunto en su mente, y ese tema es Su amado Hijo. ¿Pero a
quién le habla? En el pasado, Él habló a nuestros padres y ahora nos habla a nosotros. En otras palabras,
Dios habla al Hombre. El hombre fue creado a imagen de Dios. Ninguna otra criatura fue creada a Su
imagen, ni siquiera los ángeles. La Biblia nunca dice que Dios creó a los ángeles a Su imagen, eso se dice
126
sólo respecto del Hombre. La razón de eso es que Dios tiene algo muy especial reservado para el hombre.
Estoy diciendo que Dios tiene algo muy especial reservado para Su Hijo en el hombre. Dios creó al
Hombre a Su propia imagen. De entre todas las criaturas, el hombre fue creado de una forma muy
especial, pues la voluntad de Dios es que Su amado Hijo tenga una compañera para siempre, un pueblo,
una nación, un sacerdocio, una ciudad, una novia.
En Génesis 2 encontramos el uso de la tipología. Cuando Dios miró a Adán a quien había creado, dijo:
“No es bueno que el hombre esté solo. Hagámosle una ayuda a su medida”. Eso nos sugiere que Dios
miró a su amado Hijo y dijo: “No es bueno que mi Hijo esté solo. Quiero darle al Hombre. Quiero darle
una criatura que sea creada a Nuestra imagen, que pueda unirse a mi amado Hijo y acompañarlo por toda
la vida”. Fue por causa de ese propósito que Dios creó al Hombre. Por tanto, cuando Dios habla, Él se
dirige al Hombre para hablar de Su Hijo. No hay otro asunto sobre el cual Él pueda hablar con nosotros.
¿Por que Dios habla con nosotros sobre su Hijo? ¿Será porque desea que recibamos alguna información
sobre Él? Ciertamente no se trata de eso. Él nos habla sobre su Hijo para que seamos atraídos a Él, para
que seamos transformados, para que experimentemos unión con Él. Dios no habla al Hombre meramente
para darle información, sino para transformación. Dios no habla meramente para nuestro conocimiento
intelectual o para que acumulemos verdades, Él habla para que haya un proceso de transformación de
vida, de modo que seamos conformados a la imagen de su amado Hijo, volviéndonos su complemento,
una parte de su Cuerpo del cual Él es la Cabeza. Esta es la razón por la cual Dios habla y por la cual
tenemos la Biblia.
“16 Toda la Escritura es inspirada por DIOS, y es útil para la enseñanza, para la refutación del error,
para la corrección, para la instrucción en la justicia, 17 a fin de que el hombre de DIOS esté
capacitado, completamente equipado para toda buena obra” (2Tim 3:16-17).
Estos versículos nos muestran que la Biblia es divinamente inspirada. Está inspirada por Dios, siendo Su
hablar, el cual es útil y provechoso. La Biblia nos enseña, nos convence, nos corrige y nos educa de modo
que el hombre de Dios sea perfecto, totalmente preparado para todas las buenas obras de Dios. De ese
modo, podemos ser los compañeros del Señor Jesús por toda la vida. Por tanto, este es el propósito por
detrás de todo lo que Dios habla.
Cuando lees el Antiguo y el Nuevo Testamento notas que hay diferencias. Sin embargo, ambos
testamentos son orgánicamente uno solo. Sea en el Antiguo o en el Nuevo, es Dios quien está hablando,
no vas a encontrar allí dos personas hablando. Se trata de la misma Persona: Dios, que habla tanto en el
Antiguo como en el Nuevo Testamento. El tema del cual habla en estas dos partes de la Biblia es el
mismo: Cristo, su amado Hijo. Por tanto, hay una unidad orgánica entre el Antiguo y el Nuevo
Testamento.
No obstante, existen diferencias entre el Antiguo y el Nuevo Testamento. Según Hebreos 1:1, el Antiguo
Testamento es definido de la siguiente forma: “Habiendo DIOS hablado en el tiempo antiguo a los
padres…”. Ese hablar ocurrió de muchas maneras y en muchas partes. En aquella época, Dios habló por
medio de los profetas, que eran los hombres santos de Dios. Ellos hablaron según el poder del Espíritu
Santo, pero eran hombre, por tanto limitados y débiles. Por medio de ellos Dios no podría hablar en
plenitud o de forma completa, sino en muchas partes, fragmentos, parcelas, una parte aquí, otra parte allí.
Dios habló por medio de los profetas y todos ellos profirieron la Palabra de Dios, sin embargo esa palabra
vino en partes y fragmentos. Necesitamos juntar esas partes de modo que podamos ver mejor.
127
La promesa del Mesías
Veamos como ejemplo el asunto de Cristo, el Mesías prometido, en el Antiguo Testamento. Notaremos
que ese asunto está esparcido por todo el Antiguo Testamento. En Génesis 3:15, inmediatamente después
de la Caída, Dios prometió al Hombre que la descendencia de la mujer vendría y aplastaría la cabeza de la
serpiente, que es Satanás. En Génesis 22:18 Dios habló a Abraham diciéndole que todas las naciones
serían bendecidas en su descendiente/simiente (singular, no plural), y nosotros sabemos por la carta a los
Gálatas que ese descendiente/simiente es Cristo. En 2Sam 7, Dios habló a David que su hijo (el Hijo de
David) un día habría de sentarse en el trono de David, y su reino no tendría fin. En Isaías 9:6, aquel que
viene es presentado con el Hijo de Dios: “Porque un Niño nos es nacido, Hijo nos es dado”. En Daniel
7:13 este mismo Hijo de Dios es presentado como el ‘Hijo del Hombre’, pues en esa visión Daniel vio
“uno como Hijo de hombre” que vino a recibir todos los dominios y poderes de las manos del Anciano de
Días. El último libro del Antiguo Testamento es Malaquías. En 3:1 aquel que viene es presentado como el
Ángel del Pacto (o Alianza). He destacado sólo algunos fragmentos para mostrar que aquí todo está en
fragmentos, una parte aquí y otra allá; y cuando reúnes esas partes comienzas a ver el cuadro completo.
Dios es un Dios de Alianzas. A Él le gusta firmar contratos y aprecia colocarse bajo obligaciones legales.
Evidentemente Dios no necesita hacer eso, pues Él es el Amén, el Testigo fiel y verdadero. Cuando Dios
habla algo, eso queda establecido. Dios no necesita colocarse bajo un contrato legal, pero para animar
nuestra fe Dios tiene placer en hacer esas cosas. Si repasas toda la Biblia, vas a notar cómo Dios hace
pacto tras pacto. Ellos están todos en fragmentos, en parte, una parte aquí, otra allí.
Dios hizo una alianza con Adán, dándole dominio sobre las aves del cielo, sobre los animales de la tierra
y sobre los peces del mar. Pero Adán también tenía algunas responsabilidades: debía obedecer a Dios y no
comer del fruto prohibido; tenía que guardar el jardín y cultivarlo. Como Adán falló en sus
responsabilidades, la Alianza Adámica fue abolida. Hoy en día no tenemos dominio sobre las aves de los
cielos, los peces del mar y los animales terrestres. De nada te sirve ordenar al león: ‘ven aquí, te quiero
aquí cerca’. Por el contrario, es el león el que te dirá a ti: ‘yo soy el que te quiero cerca’. Perdimos el
dominio que fue dado a Adán en el principio.
En Génesis 9 Dios hizo una alianza con Noé. Gracias a Dios esa alianza aún permanece. Se trata de una
alianza con la humanidad y todas las criaturas. Hoy en día, las cuatro estaciones continúan sucediéndose y
siempre que llueve muy fuerte puedes ver que el arcoíris aparece al final. Eso nos habla de que en el
juicio hay misericordia. Se derramará la sangre de quien derrame sangre. Esa es la Alianza Noética, que
continúa vigente.
Más adelante, Dios hizo otra alianza con Abraham (Gn 15-22). Dios dijo que su simiente sería como las
estrellas del cielo y como la arena del mar. También dice que habría muchas naciones y que todas las
naciones serían bendecidas por aquella única simiente. Esta es la Alianza Abrahámica.
Cuando llegamos al libro de Éxodo, vemos que Dios hace una Alianza de la Ley con los hijos de Israel
(19-20). En el cap. 29 de Deuteronomio, Dios hizo otra alianza con la nueva generación que salió de
Egipto, de modo que ellos pudiesen entrar en la tierra prometida. Después, en Jeremías 31, encuentras la
Nueva Alianza.
En la época del Antiguo Testamento Dios habló por medio de sus profetas en muchas partes y de muchas
maneras. Tú necesitas reunir esas partes para poder ver todo el cuadro. Dios habló a los padres y ahora
nos habla a nosotros. En Génesis Dios habló por medio de biografías: se trata principalmente de las
biografías de ocho personas; en Éxodo Él nos habló por medio de la historia; en Levítico Dios nos habló
por medio de mandamientos; evidentemente en los profetas como Daniel y los demás, Dios nos habló por
128
medio de profecías. Él habló con nosotros en tipos, en tipología, en parábolas, algunas veces en palabras
directas, otras veces en enigmas. Dios habló por medio de los profetas de formas muy diferentes en la
época del Antiguo Testamento. A pesar de esas diferencias, este era el hablar de Dios. En el Nuevo
Testamento es diferente: Dios habla con nosotros en su Hijo, y en Él no hay ningún límite o restricción.
Cuando el Hijo habla es el Padre quien habla. Todo lo que el Hijo habla es pleno, completo y final. Por
tanto, cuando colocas juntos el Antiguo y el Nuevo Testamento, descubrirás lo que Dios está hablando.
Nosotros estamos más familiarizados con el Nuevo Testamento que con el Antiguo, y creo que no existen
excepciones a esta regla. Algunas veces somos negligentes con el Antiguo Testamento porque no vemos
en él el valor que percibimos en el Nuevo. Algunas personas llegan a pensar que el Antiguo Testamento es
cosa del pasado. En el medio cristiano, encontramos los así llamados ‘dispensacionalistas’ y los ‘ultra-
dispensacionalistas’. Ellos creen que el Antiguo Testamento no tiene nada que ver con ellos, y llegan al
punto de decir que tampoco los evangelios y el libro de Hechos tiene nada que ver con ellos. Lo que tiene
valor para ellos son las cartas de Pablo. Cuando tomas ese tipo de actitud vas a perder mucha cosa y vas a
cometer muchos errores, pues la Palabra de Dios es una sola. Si quitas parte de la Palabra, no podrás
entender lo que Dios está hablando. Necesitas oír todo lo que Él dice. Necesitamos conocer “todo el
consejo/plan de Dios”.
El pueblo judío posee el Antiguo Testamento, pero ellos no creen en el Nuevo. Por eso hoy en día aún
están ‘suspendidos en el aire’. Ellos aún están esperando la venida del Mesías. Eso me hace recordar la
siguiente historia:
Hubo una época en que ciertas personas viajaban visitando casas para vender Biblias o porciones del
Nuevo Testamento. Un día, una de esas personas llegó a una casa mientras el marido estaba fuera, y
esta persona convenció a la esposa a comprar un volumen que contenía el evangelio de Lucas. Al
atardecer, el marido volvió a casa y descubrió que su esposa había gastado dinero para comprar el
libro. Eso lo dejó furioso: ‘tú gastaste ese dinero sin mi permiso’, dijo el marido. La esposa
respondió: ‘yo también trabajo y tengo mi parte en el dinero, ¿por qué no puedo hacer eso?’.
Irritado, el marido tomó el evangelio de Lucas y lo rasgó por la mitad, dando una parte a su esposa y
guardándose la otra, diciendo: ‘muy bien: tú te quedas con una parte del libro y yo con la otra’.
Al día siguiente él fue a trabajar. Durante el horario del almuerzo él no tenía nada que hacer.
Notando que tenía aquella mitad del evangelio de Lucas en su bolso, comenzó a leerlo. El texto
comenzaba hablando del hijo pródigo que volvía a casa y era recibido por su padre. La historia le
pareció muy interesante y se quedó imaginando qué habría ocurrido antes.
Mientras tanto, la mujer estaba en casa leyendo la primera parte del evangelio de Lucas. Cuando
llegó al punto que el el hijo pródigo decidió volver a casa, ella se quedó pensando: ‘¿qué será lo que
ocurrió cuando él volvió a casa?’
Tanto el marido como la mujer estaban muy deseosos de saber lo que había acontecido antes y lo
que había acontecido después. Sin embargo, como ninguno de los dos quería dar el brazo a torcer,
sería difícil que uno de ellos introdujese el asunto. Por la noche, cuando comían juntos, ambos
querían preguntar algo sobre la historia, pero no se atrevían a hacerlo. Finalmente, el marido no
pudo aguantar más y dijo: ‘Bien, ¿qué me dices de aquel hijo pródigo?’.
La conclusión es la siguiente: si quitas una parte de la Palabra de Dios, no podrás entender lo que Dios
está diciendo.
En el Nuevo Testamento, el Señor Jesús conversó con aquellos dos hombres que estaban yendo de
Jerusalén a Emaús. Los dos hombres estaban tristes porque Aquel en quien ellos creían había sido
crucificado. Algunas mujeres habían dicho que Él resucitó, pero ellos no lo creyeron. Entonces el Señor
Jesús afirmó: “Entonces Él les dijo: ¡Oh insensatos y tardos de corazón para creer en todo lo que dijeron
los profetas! ¿No le era necesario al CRISTO padecer estas cosas y entrar en su gloria? Y comenzando
129
desde Moisés, y siguiendo por todos los profetas, les explicó en todas las Escrituras las cosas referentes a
Él mismo”. Mientras aquellos dos hombre oían lo que el Señor les decía, sus corazones ardían (ver Lc
24:25-32).
En aquella misma noche, probablemente cerca de la media noche, el Señor Jesús se apareció
repentinamente a los discípulos en la sala donde estaban. Ellos no creían y el Señor pasó entonces a abrir
su entendimiento y revelarles lo que estaba escrito en Moisés, en los Profetas y en los Salmos respecto de
Sí mismo. En otras palabras, el Antiguo Testamento habla de Cristo, prepara el camino a Cristo. Si
entendemos el Antiguo Testamento, él nos conducirá a Cristo, pues en Gálatas nos es dicho que la Ley (el
AT) es como un tutor que nos conduce a Cristo. En Hebreos está escrito que la Ley es la representación,
el tipo, la sombra de la realidad que viene, que prepara el camino para Aquel que vendrá. Y cuando Cristo
viene, entonces entendemos todo. De ese modo, el Antiguo Testamento es de tremendo valor para
nosotros.
El Nuevo Testamento es como la palabra, y el Antiguo Testamento es como la figura. Los niños pequeños
comienzan a aprender las palabras mirando una figura. Si la palabra es ‘vaca’, entonces es mostrada la
figura de una vaca. Si tú presentas la palabra a un niño sin la figura, todo queda muy abstracto. En
realidad, una palabra es una identificación, pero si nova junta a una impresión visual, no habrá nada con
lo que la palabra se identifique. Para que se pueda obtener el verdadero entendimiento de la palabra es
necesaria la figura. Cuando lees la figura y entonces lees la palabra, aquella palabra adquiere significado,
pues una impresión fue dejada y tú sabes lo que ella significa realmente. Ya no es un pensamiento
abstracto, sino algo concreto, real. Por tanto, frecuentemente decimos que el Antiguo Testamento es como
un cuadro. En él Dios está dibujando figuras, y este es el modo por el cual nos enseña. Primero Él dibuja
las figuras, y después, en el Nuevo Testamento, comienza a decirnos cuáles son las palabras. Por tanto,
cuando lees la palabra y la asocias con la figura, la palabra se vuelve mucho mas rica y llena de
significado. La verdad es que nosotros conocemos el Nuevo Testamento, o sea, conocemos las palabras.
Pero como no conocemos el Antiguo Testamento, la impresión que recibimos no es muy profunda ni muy
rica. No conseguimos ver el cuadro completo. Conseguimos pensar un poco sobre la Palabra, pero no
alcanzamos sus riquezas. Por causa de eso no debemos desear ser sólo un pueblo del Nuevo Testamento,
sino también un pueblo del Antiguo Testamento. En otras palabras, debemos ser un pueblo de toda la
Palabra de Dios.
El Antiguo Testamento está divido en tres partes. No nos interesa cómo lo dividen los rabinos judíos, sino
cómo lo dividió el propio Señor Jesús. En Lucas 24 vemos que el Señor, comenzando con la Ley de
Moisés y pasando por los Profetas y por los Salmos, interpretaba a los discípulos las cosas que se referían
a Él. Por tanto, el Señor Jesús dividió el Antiguo Testamento en tres partes: la Ley de Moisés, los Profetas
y los Salmos. Mi impresión es que esta no es sólo la mejor manera de dividir el Antiguo Testamento, sino
también la más simple.
1. La Ley
La primera división es la Ley de Moisés, o sea, el Pentateuco. Esos libros de Moisés son de hecho un
libro sólo y no cinco. Por eso esta parte se llama en griego ‘Pentateuco’. Contiene cinco volúmenes, pero
en realidad es un solo libro: la Ley de Moisés. Esta Ley de Moisés muestra y revela a Cristo para
nosotros.
En el primer capítulo del evangelio de Juan, vemos que el Señor Jesús encontró a Felipe, que en seguida
fue al encuentro de Natanael (Bartolomé). Al encontrarlo, Felipe dice: “Hemos hallado a aquél de quien
escribió Moisés en la ley y los profetas: a JESÚS, hijo de José, el de Nazaret”. Moisés había escrito sobre
Cristo, los Profetas habían escrito sobre Cristo, y Felipe encontró a Cristo en aquellas palabras. Ahora,
según sus palabras, ellos habían encontrado a la persona: Jesús.
130
2. Los Profetas
La segunda división del Antiguo Testamento está compuesta por los profetas. Esta parte contiene dos
grupos: el primero contiene lo que llamamos los ‘libros históricos’, y el segundo comprende los libros
proféticos. Por ejemplo: Josué, Jueces, Samuel, Reyes, Crónicas, Esdras, Nehemías y Ester son libros
históricos. Sin embargo, esos libros históricos fueron colocados junto con los profetas. Luego encuentras
los libros proféticos, desde Isaías hasta Malaquías.
¿Por qué razón los libros históricos y los libros proféticos están colocados en las sección de los Profetas?
Hay un motivo para eso. ¿Qué es profecía? Casi siempre concebimos la profecía como la predicción de lo
que está en la mente de Dios, y de hecho consiste en eso. Sin embargo, profecía es más que predicción.
Profecía es la expresión de lo que está en la mente de Dios. La predicción se refiere al futuro, y
usualmente consideramos la profecía de esa manera: tu profetizas algo que va a acontecer en un futuro
distante. Sin embargo, la profecía no se limita a predecir el futuro, sino que también expresa lo que está
en la mente de Dios en relación a las situaciones del presente. Por tanto, la profecía es la declaración de lo
que está en la mente de Dios. Expresa lo que está en su mente para su pueblo, tocando sus conciencias.
Como consecuencia de eso, los libros históricos de la Biblia son profecías, no sólo historias. Si los lees
sólo como historias, habrás perdido todo lo que tienen que decir. Es verdad que esos libros nos
suministran relatos históricos, pero Dios no está interesado en darnos sólo eso. La razón por la cual estas
historias nos son dadas es porque Dios desea expresar lo que está en su mente para nosotros. Por medio
de las historias, Dios nos quiere decir algo. Desea tocar nuestras conciencias. Quiere que veamos a Cristo.
Eso es más que historia: es profecía. Por tanto, esos libros poseen el mismo sentimiento de los libros
proféticos. Cuando lees los libros proféticos, lo haces procurando identificar lo que Dios está intentando
decirnos allí. Cuando lees los libros históricos, debes tener la misma actitud: ¿qué está intentando
decirnos Dios? Por eso los libros históricos también son considerados libros proféticos.
3. Los Salmos
Los Salmos constituyen la tercera división, que incluye no sólo los 150 salmos, sino también los libros de
Job, Proverbios, Eclesiastés y Cantar de los Cantares. Todos esos libros son llamados ‘Salmos’ porque en
ellos encontramos el latir del corazón del pueblo de Dios, que revela o refleja el latir del corazón del
Mesías.
Por tanto, al leer el Antiguo Testamento, notas que está dividido en estas tres partes. El Nuevo Testamento
también está dividido de esa forma. Tenemos los evangelios y el libro de Hechos, los cuales pueden ser
denominados ‘historia’. Tenemos también las cartas y el libro de Apocalipsis. En el Antiguo Testamento,
el Pentateuco (los cinco libros de Moisés) establecen el fundamento, del mismo modo que los evangelios
y el libro de Hechos lo hacen en el Nuevo Testamento. Los profetas de la Antigua Alianza edifican sobre
el fundamento antes establecido, y eso es lo que hacen las cartas del Nuevo Testamento. Finalmente los
Salmos coronan todo el edificio, y eso es los que hace el libro de Apocalipsis en el Nuevo Testamento. La
Ley revela el propósito de Dios y esto tiene su cumplimiento en los evangelios y en el libro de Hechos. El
propósito de Dios es Cristo y su Iglesia. Cristo con su pueblo. Después de eso, tenemos los profetas, que
explican y amplían el propósito de Dios, y eso corresponde con las cartas. Ellas nos explican a Cristo y su
Iglesia. Por fin, los Salmos coronan todo como ocurre con el libro de Apocalipsis.
En ocasión anterior, ya cubrimos todo el Nuevo Testamento libro por libro (“Viendo a Cristo en el Nuevo
Testamento”). En esta oportunidad, deseamos volver al Antiguo Testamento y repasarlo libro por libro, tal
como hicimos con el Nuevo Testamento. Primeramente daremos alguna información básica sobre el
contexto de cada libro para enseguida intentar oír lo que Dios nos está hablando en cada uno de ellos.
Confiamos en el Señor de modo que por medio del Espíritu Santo Él pueda revelarnos a Cristo, pueda
transformarnos y conducirnos a estar en Cristo.
131
Oremos. Querido Padre celestial, te alabamos y agradecemos porque Tú eres un Dios que habla. ¿Qué
sería de nosotros si permanecieses callado? Estaríamos totalmente perdidos. Pero te alabamos y
agradecemos porque hablas, y estás hablando hasta hoy por medio de tu Palabra, por medio de tu Espíritu.
Por tanto, Señor, pedimos que nos des un corazón atento y la oreja perforada del esclavo, para que
podamos oír lo que el Espíritu dice a la Iglesia y podamos responder a Ti. Habla, Señor, pues tus esclavos
oyen. Que esa sea nuestra actitud cando nos acercamos a tu Palabra. Te lo rogamos en el nombre de
nuestro Señor Jesús. Amén.
132
FICHA 10:
133
1) Lo que hay de ruptura entre el Antiguo y el Nuevo Testamento.
Los dos Testamentos son los dos pactos que Dios hizo con el hombre, los cuales establecen los dos
regímenes sobre los que el hombre puede tener una relación con Él. El Nuevo testamento es una
continuación del pacto que Dios hizo con Abraham. En Gn 12:1-3 Dios dio una promesa a Abraham, y
más tarde también le hizo un juramento (Gn. 22:16). Por tanto, la promesa vino a ser un pacto hecho por
Dios con Abraham (Gál. 3:15-17). Dos mil años más tarde, Dios envió a Su Hijo Jesucristo al mundo, y
Él derramó Su sangre en la cruz y promulgó el nuevo pacto (Lc. 22:20). En ese momento, el nuevo pacto
fue establecido; además, éste se convirtió en un testamento debido a la muerte del Señor.
El Antiguo Pacto, el cual vino 430 años después que Dios hiciera el pacto con Abraham, fue
promulgado en el monte Sinaí, donde Dios dio la ley a los hijos de Israel. Hablando con propiedad, el
antiguo pacto no abarca todo el período del Antiguo Testamento, desde Génesis hasta Malaquías; de
hecho, comenzó a partir de Éxodo 19 y continuó hasta la época de Juan el Bautista (Mt. 11:12-13). El
período que transcurrió desde el tiempo de Juan el Bautista hasta antes de la muerte y resurrección del
Señor Jesús, fue un período de transición entre los dos Testamentos. Dios se relacionó con el hombre en el
Antiguo Testamento según el Antiguo Pacto: conforme a La Ley, mientras que en el Nuevo Testamento Él
se relaciona con el hombre conforme al Nuevo Pacto: conforme a la gracia que Cristo trajo con su muerte
y resurrección: “La ley fue dada por medio de Moisés, pero la gracia y la verdad nos han llegado por
medio de Jesucristo” (Jn 1:17).
a) un pacto que fue añadido y abolido. No figuraba en la intención original de Dios, ni tampoco era lo
que había ordenado originalmente al hombre. Fue introducido más tarde (Rm 5:20; Gal 3:17) en la
pedagogía de Dios por varias razones:
- la ley expresa la justicia y la santidad de Dios ante el hombre caído y corrupto (Lv 20:26);
- le señala y hace manifiestas sus transgresiones, sus pecados (Rm 3:20; 7:7-13)
- hace evidente su condición caída y corrupta, incapaz de obedecer a Dios y vivir en justicia y santidad
(Rm 7; 8:7-8)
- guardó al pueblo de Dios como un tutor hasta la venida de Cristo y la revelación de la justificación por
la fe (Gal 3:23-24)
- conduce al hombre a creer en Cristo y recibirle como gracia, para que por medio de Él la justa exigencia
de la ley pudiese cumplirse en nosotros.
Puesto que el antiguo pacto fue algo añadido y no era la intención original que Dios tenía para el hombre,
dicho pacto no podía permanecer; más bien, envejeció, caducó y desapareció (Heb 8:13).
b) Fue ordenado por medio de ángeles en mano de un mediador: Moisés (Gal 3:19).
c) Dedicado con la sangre de toros y machos cabríos (Heb 9:18-29; Ex 24:6-8). No era posible
establecer el pacto sin resolver el problema de los pecados, que crean separación entre Dios y el hombre.
El pecador debe morir, porque la paga del pecado es la muerte (Rm 6:23), por tanto, para poder perdonar
los pecados sin menoscabar la justicia de Dios, es necesario el derramamiento de sangre (Heb 9:22). En el
Antiguo Pacto, era la sangre de animales sacrificado en lugar del pecador.
d) Dios trata con el hombre conforme al régimen de la Ley: para alcanzar la bendición, la justicia y la
vida, es necesario el cumplimiento de toda la ley (Gal 3:12); de no ser así, la Ley juzga, maldice y
condena (Dt 6:1-3; Gal 3:10; Stg 2:10). Pero a causa de la condición caída del hombre, la Ley no puede
dar vida, ni dar poder al hombre para cumplirla, solo juzgarlo y condenarlo (Rm 7:7-25; Gal 3:21). Fue
dada sólo para dar conocimiento del pecado (Rm 3:20).
134
e) Estuvo vigente sólo en la era del Antiguo Testamento, de Moisés a Juan Bautista (Jr 31:31-34; Heb
7:18; 8:13; Lc 16:16).
a) Es un Pacto mejor (Heb 8:6) y eterno (Heb 13:20), constituido según el poder de una vida
indestructible (Hb 7:16);
d) Basado en la gracia, la cual da vida y poder para vivir según Dios (Rm 6:14; 3:21-26; 8:1-4), por
medio de la fe (Rm 11:6; Jn 3:15);
Resumamos qué elementos del viejo Pacto fueron abolidos por Cristo y su muerte en la cruz:
el régimen de la Ley, es decir, el cumplimiento de toda las obras de la Ley en su totalidad para
poder tener bendición, para poder ser justo ante Dios, para poder tener vida. Ya no estamos bajo el
régimen de la Ley, sino bajo el de la gracia;
El Templo de Jerusalén como el lugar para el culto y la adoración de Dios (Jn 4:21-24; Heb 9:1-
11);
Todo el sistema cultual y sacrificial, junto con la clase sacerdotal y levítica (Heb 7 – 10:22);
La obligación de guardar los sábados y las fiestas (Col 2:16-17; Rm 14:5-6);
Las prescripciones dietéticas e higiénicas (Hch 10:9-16; Heb 9:10; Col 2:16-17; Mc 7:1-23);
Todo el sistema veterotestamentario entorno al Templo, con todas sus leyes y ceremonias rituales, sólo
contenía “figuras de las cosas celestiales y del verdadero Santuario” (Hb 9:23-24), ahora ha sido abolido
al llegar la realidad del Cuerpo de Cristo y su sacrificio en la cruz (Jn 2:19:21; 1Cor 9:12-14; Ef 2:20-22;
1Cor 6:19; 2Cor 6:16; Flp 2:17; Hb 3:5-6; 9:1-10.23-24). Ahora los creyentes somos “edificados como
piedras vivas en casa espiritual para ser un sacerdocio santo, a fin de ofrecer sacrificios espirituales,
agradables a Dios por medio de Jesucristo” (1Pe 2:4-5). Pero aquellas figuras nos ayudan a entender
estas realidades.
El hecho de que el cristiano ya no esté bajo el viejo régimen de la Ley, sino bajo el régimen de la
gracia, no significa que esté sin ley, sino bajo “la Ley de Cristo” (1Cor 9:21).
Cristo dijo: "No penséis que he venido para abrogar la Ley o los Profetas. No he venido para abrogar,
sino para cumplir. De cierto os digo que hasta que pasen el cielo y la tierra, ni siquiera una jota ni una
tilde pasará de la ley hasta que todo haya sido cumplido” (Mt 5:17-18).
Por un lado, Jesucristo perfeccionó la Ley llevándola hasta las intenciones del corazón (Mt 5-7).
Conforme al principio de la Revelación progresiva, algunos mandamientos morales del Antiguo
Testamento se debían a la deplorable condición del hombre, pero no expresaban el propósito original de
Dios, por ejemplo la ley del divorcio (Mt 19:3-9), leyes sobre la esclavitud... Por tanto, a la luz de la
plena revelación neotestamentaria, debemos distinguir qué prescripciones morales eran transitorias.
135
Por otro lado, Él fue el único que cumplió toda la Ley, el único que nunca cometió pecado, de modo
que“ahora, aparte de la ley, se ha manifestado la justicia de Dios atestiguada por la Ley y los
Profetas. Esta es la justicia de Dios por medio de la fe (fidelidad, obediencia) de Jesucristo para todos
los que creen...” (Rm 3:21-22); “Porque Dios hizo lo que era imposible para la ley, por cuanto ella era
débil por la carne: habiendo enviado a su propio Hijo en semejanza de carne de pecado y a causa del
pecado, condenó al pecado en la carne; para que la justa exigencia de la ley fuese cumplida en
nosotros que no andamos conforme a la carne, sino conforme al Espíritu” (Rm 8:3-4). “Porque el fin
(la finalidad, el cumplimiento) de la ley es Cristo, para justicia a todo aquel que cree” (Rm 10:4).
Ya no nos regimos por la Ley de Moisés, sino por Cristo, el Justo, que mora por el Espíritu en nosotros,
y nos capacita con su Vida para cumplir toda la justicia de Dios, para obedecer sus mandamientos, y
vivir como Él vivió (1Jn 2:3-6), dejándonos guiar por Su Espíritu (Rm 8:4). Por medio de la fe en
Cristo, y no por cumplir las obras de la Ley, es que recibimos el don de la justicia. Lo cual no significa
que ya no hay lugar para las obras de justicia; significa que no somos salvos por las obras de la Ley,
somos salvos por gracia, mediante la fe, “para buenas obras”: “Porque somos hechura de Dios, creados
en Cristo Jesús para hacer las buenas obras que Dios preparó de antemano para que anduviésemos en
ellas” (Ef 2:10). Las obras no son condición para la salvación, sino su resultado, su manifestación,
la evidencia de haber recibido el don de la justicia (Stg 2:14-26).
Cristo confirmó el núcleo ético del Antiguo Testamento: al amor a Dios sobre todas las cosas, y el amor
al prójimo como a uno mismo (Mt 22:35-40; 7:12).
Aquellos elementos del Antiguo Testamento que han sido abolidos, han sido abolidos porque han
alcanzado su cumplimiento en Cristo: eran promesa de Cristo, figura de Cristo, sombra de las
realidades que ha traído Cristo, tipos de Cristo y su obra salvadora. Por tanto, una vez venido Cristo,
tenemos todo eso cumplido. Si tenemos a Cristo, tenemos cumplidos también todos esos aspectos del
viejo Pacto:
el sábado, porque Cristo es el verdadero sábado, el verdadero día de reposo (Col 2:16-17), que nos
libra del yugo de la Ley, de la necesidad de hacer obras para alcanzar la justicia (Mt 11:28-30), es
Él en nosotros quien cumple las exigencias de la Ley. De manera que los que entramos en Su
reposo, por medio del creer en Él, aparte de las obras de la Ley, entramos con Él por fe en el
reposo de Dios con el cual Él reposó el séptimo día (Hb 3:7-13);
las diferentes fiestas (Lv 23), porque se cumplen en Cristo (Col 2:16-17; 1Cor 5:7-8);
los antiguos sacrificios (Lv 1-5) también eran figura de los diferentes aspectos del sacrificio de
Cristo, ya cumplido (Heb 9:11 – 10:22)
el templo, que era figura del Cuerpo de Cristo, la Iglesia.
También el Señor enseñó por medio del apóstol acerca del uso legítimo del Antiguo Testamento:
“25 y que desde tu niñez has conocido las Sagradas Escrituras, las cuales te pueden hacer sabio
para la salvación por medio de la fe que es en Cristo Jesús. 16 Toda la Escritura es inspirada por
Dios y es útil para la enseñanza, para la reprensión, para la corrección, para la instrucción en
justicia, 17 a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente capacitado para toda buena
obra” (2Tim 3:15-17). Porque las historias del Antiguo Testamento acontecieron como ejemplos
para enseñarnos a nosotros (1Cor 10:1-11; Rm 15:4). Siempre, por debajo de lo transitorio del
Antiguo Testamento, subyacen principios espirituales y enseñanzas permanentes para nosotros.
“8 Sabemos, sin embargo, que la ley es buena, si uno la usa legítimamente. 9 Y conocemos esto: que
la ley no ha sido puesta para el justo, sino para los rebeldes e insubordinados, para los impíos y
pecadores, para los irreverentes y profanos, para los parricidas y matricidas, para los homicidas,
10 para los fornicarios, para los homosexuales, para los secuestradores, para los mentirosos, para
136
los perjuros, y para cuanto haya contrario a la sana doctrina, 11 según el evangelio de la gloria del
Dios bendito, que me ha sido encomendado (…) 20 Porque por las obras de la ley nadie será
justificado delante de él; pues por medio de la ley viene el reconocimiento del pecado” (1Tim 1:8-
11; Rm 3:20).
Para terminar este apartado referente a la continuidad entre el Antiguo Pacto y el Nuevo, vale la pena
leer esta cita de J.M. Martínez5:
“El concepto de la Gracia… representa todas las operaciones de Dios, al solo impulso de su
amor, sin mérito de parte del hombre, que obran para la redención de los hombre y para sacar a la lu la
Nueva Creación donde morará la justicia y el amor (2Pe 3:13; 1Cor 13:13)...
La Gracia en el Antiguo Testamento. Es evidente, aún por una lectura rápida de las Escrituras,
que Dios se revela a los hombres de distintas maneras a través de las épocas de la Historia, y de ahí nace
el concepto de «dispensaciones» o de «administraciones» (gr.: “oikonomía”), cada una de las cuales lleva
su característico sello, Pensemos en la época prediluviana, en la que media entre el Diluvio y el
llamamiento de Abraham, en los cambios introducidos por este momento crucial, en la época legal, en la
monarquía davídica, en el advenimiento de Cristo. Pero se trata de la variada «administración» de una
sola gracia, según la definición que ya adelantamos, y los factores fundamentales de las relaciones entre
Dios y el hombre - la operación de su gracia y las reacciones de los hombres frente a ella - son constantes
a través de los siglos. Lo que da consistencia al plan de Dios y hace posible la proclamación del
Evangelio en todos los tiempos es el hecho de la Cruz considerado como un propósito de la gracia de
Dios, determinado antes de los tiempos de los siglos, y manifestado históricamente por la muerte
expiatoria de Cristo en el Gólgota en la consumación de los siglos (Hb 9:26). En este sentido «el Cordero
fue inmolado. desde el principia del mundo» (Ap. 13:8 cp. 1 Pe 1:18-21) y Dios pudo «pasar por alto en
su paciencia los pecados pasados» aunque la justa base de su gracia no fuese manifestada hasta
consumarse la Obra de la Cruz en el marco histórico (Rm 3:25-26). Abel, Enoc, Noé, Abraham y David
son ejemplos destacados de muchísimos hombres sumisos de corazón, hombres de fe, que hallaron
perdón, vida y justificación a pesar de ser pecadores. La base fue la propiciación ya determinada. Los
medios son el arrepentimiento y la fe, como en todas las épocas.
Pablo halla una manifestación típica de la gracia en las promesas que Dios dio a Abraham,
confirmadas por el pacto que se describe en Génesis capítulo 15. El pacto fue otorgado por Dios, siendo
unilateral e incondicional. Por lo tanto, razona Pablo, no puede ser abrogado por el pacto posterior de la
Ley, y su aplicación depende sólo de la actitud del corazón de Abraham y de sus descendientes. La
sumisión y la fe de ellos no constituyen obligaciones y entregas que corresponden a lo que Dios aporta,
sino sólo la actitud de corazón que renuncia a todo esfuerzo propio para recibir lo que la gracia de Dios
provee, que es la totalidad de la obra. De eso depende el desarrollo de todo el argumento de Pablo, tanto
en Romanos como en Gálatas 3 (véase especialmente Gálatas 3:6-26).
El Salmo 32, cuyos versículos 1 y 2 cita Pablo en Romanos 4:7-8, es típico de la actitud del
israelita piadoso que confiesa el pecado por el cual ha infringido la Ley, hallándose bajo su condenación,
pero todavía tiene la seguridad de que su transgresión ha sido perdonada y cubierto su pecado. ¿Cómo
podía ser eso bajo régimen legal? La verdad es que las disciplinas de la Ley no abrogaron las promesas
hechas al hombre de fe, y que la Cruz, el hecho central de la Redención, se revelaba en medio de Israel,
simbólicamente, por el sistema de los sacrificios, de modo que el justo siempre vivía por su fe (Hab. 2:4,
citado en Rm 1:17; Gál 3:14; Heb 10:38). Por eso Pablo declaró que la justificación es «aparte de la Ley
(de Sinaí)» y a la vez «testificada por la Ley (Pentatetuco) y por los profetas» (Rm 3:21). Los piadosos
del Antiguo Testamento no se salvaban por una obediencia parcial de la Ley de Sinaí, pues bastaba un
solo pecado para colocarles bajo la maldición de ella (Gál 3:10-12; Stg 2:10-11), sino por su actitud de
sumisión y de fe frente a la revelación que habían recibido. La gracia divina fue aprovechada por quienes
esperaban en Jehová, andando en humildad de espíritu (véase la hermosa declaración de Is 57:15). Fue
desechada por los contenciosos que despreciaban «las manos extendidas» de Dios (Is. 65:1-3).
Las declaraciones de los profetas consisten en gran parte de invitaciones al arrepentimiento
como condición previa para recibir las abundantes bendiciones que Dios, en su gracia, quería derramar
sobre el pueblo…”.
5 “Escogidos en Cristo”, J.M. Martínez, pags. 38-40. Centro Evangélico de Formación Bíblica.
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Bibliografía:
- “Sílabo de Bibliología I”, Gino Iafrancesco.
- “El Manual del Cristiano lleno del Espíritu”, caps 14-16, Derek Prince.
La interpretación tipológica del Antiguo Testamento no debe ser arbitraria, sino basada en los principios
establecidos por el mismo Nuevo Testamento.
La serpiente que engañó a Eva Satanás (el adversario), la serpiente antigua, el diablo Gn 3:1; Ap 12:9; 20:2;
(acusador)
La simiente (descendencia) de Cristo, nacido de una virgen sin participación de varón, Gn 3:15; Mt 1:18-23;
la mujer que vencería a la que derrotó a Satanás con su propia muerte Lc 1:34-35; Heb 2:14
serpiente (Satanás) aunque
fuera herido por esta
138
El animal que fue sacrificado Cristo, el cordero sacrificado para perdón de los pecados Gn 3:21; Hb 9:22;
para vestir la desnudez de 1Cor 15:3
Adán y Eva
La ofrenda (la mejor oveja) de Cristo sacrificado como ofrenda agradable a Dios Gn 4:4; Ef 5:2;
Abel, agradable a Dios
El arca por la que Noé y su Cristo, el Arca que nos salva de las aguas del justo juicio Gn 6-7; 1Pe 3:18-21;
familia fueron salvados de Dios
del diluvio
Babel (Babilonia), alentada por Babilonia la grande, madre de todas las rameras, la Gn 11:1-9; Is 14;
Satanás en su dinámica de antítesis de la Ciudad (civilización) que Dios quiere Ap 17-18;
usurpar el Trono de Dios, edificar: la Nueva Jerusalén
y construida por Nimrod,
primera figura del Anticristo
El sacerdote Melquisedec (rey Cristo, sumo sacerdote y rey de justicia y paz Gn 14:18-19; Hb 7:1-3
de justicia), rey de salem (paz)
Agar (Ismael, hijo de la carne) Los dos Pactos o Testamentos: el del Sinaí (la Ley) y el Gn 16; 21:9-21;
y Sara de la Cruz (la gracia), sobre la que se edifica la Nueva Gal 4:1-21
(Isaac, hijo de la promesa) Jerusalén, la libre, nuestra madre.
Las múltiples apariciones de La manifestación del Hijo de Dios, antes de su Jn 8:58; Miqueas 5:2
El Ángel de Yhaveh encarnación
Abraham entrega a su hijo Dios no perdonó a su propio Hijo, lo entregó para Gn 22; Rm 8:32
Isaac al sacrificio salvación del mundo
Isaac, heredero de todas las Cristo, heredero de todas las riquezas del Padre y de Gn 24:36; Mt 11:27;
riquezas de su padre Abraham todas las cosas Hb 1:2;
Abraham envía a su siervo Dios Padre envía al Espíritu Santo a prepara esposa (la Gn 24; Mt 22:2;
Eliezer a buscar esposa Iglesia) a su Hijo
(Rebeca) para su hijo Isaac
La piedra sobre la que durmió Cristo, la Primera Piedra o Fundamento de la Iglesia, Gn 28: 10-19;
Jacob en Betel (Casa de Dios) Casa de Dios 1Cor 3:10;
La escalera hasta el cielo Cristo, que comunica el cielo con la tierra Gn 28:12; Jn 1:51
que soñó Jacob
Las tretas y luchas de Jacob La disciplina del Espíritu Santo en las circunstancias Gn 27ss; 1Cor 2:14;
con los hombres y con Dios para tratar nuestro 'hombre natural' ('anímico', no Hb 12
espiritual) y quebrantarlo para que se rinda
a la voluntad de Dios
José, vendido por sus hermanos Cristo, crucificado por sus hermanos, Gn 37-50;
y encarcelado, pero exaltado descendió hasta el Hades, Hch 2:22-33;
como virrey de Egipto para dar pero exaltado a la diestra de Dios imparte vida a muchos.
vida a muchos
El 'Siloh' (Aquel a quien le Cristo, ante cuyo nombre se doblará toda Gn 49:10; Mt 28:18;
pertenece la autoridad)
profetizado por Jacob
Libro de Éxodo
El Cordero de la Pascua en Cristo, el Cordero de Dios por cuya sangre somos Ex 12:1-7; 1Cor 5:6-8
Éxodo librados
La nube y la columna de fuego El Espíritu de Cristo, Ex 13:21; Hch;
que guiaba a los israelitas que guía a la Iglesia en su peregrinación; Rm 8:14;
y en el cual son bautizados (sumergidos) los creyentes 1Cor 2:10; 12:13;
139
Las aguas del Mar Rojo que Las aguas del bautismo: identificación con Cristo muerto Ex 14; 1Cor 2:10;
les libraron de Egipto y resucitado, que nos separa del mundo Rm 6:3;
El madero echado en las aguas Cristo crucificado incluido en nuestros problemas, Ex 15:22-26; 1Pe 2:24;
amargas que las volvió dulces que los hace llevaderos Flp 3:10
El maná con el que el Señor Cristo, el verdadero Pan del cielo Ex 16; Jn 6;
alimentó al pueblo
en su peregrinación
La roca herida en Horeb y Cristo crucificado, del que mana las aguas vivas del Ex 17 y 20; Jn 7:37-39;
Meribá de la que manaron Espíritu Santo
las aguas
Amalec, con el que el pueblo La 'carne' (naturaleza caída), en perpetua guerra con el Ex 17:8-16;
tendrá guerra siempre Espíritu Gal 5:16-25;
Rm 8:5-14
Las leyes y prescripciones de Cristo, la realidad a la que apuntaba todo aquello Col 2:16-17
la Torah
El sábado como día de reposo; Cristo, el verdadero reposo Ex 20:8-11; 31:12-18;
el año sabático; el jubileo 25; Hb 3-4;
El Tabernáculo/Santuario que Cristo y su Cuerpo (la Iglesia), el Templo de Dios Ex 25-28 y 35-40;
Dios ordenó construir Jn 2:19-21; 1Cor 3:16-
en el desierto 17; 6:19; 2Cor 6:16;
Ef 2:19-22;
El Arca de la Alianza/Pacto Cristo, Testimonio de Dios, el lugar donde Dios se Ex 25:10-22;
manifiesta Jn 1:14.18;
El propiciatorio sobre el Arca El sacrificio de Cristo en propiciación (expiación) Ex 25:17-22; 1Jn 2:2
donde es rociada la sangre, por nuestros pecados, Heb 12:24
el lugar desde donde Dios se desde donde Dios habla y se manifiesta al hombre
manifiesta y habla al hombre
Los panes de la proposición Las iglesias cristianas como 'proposición' de Dios Ex25:23-30; Mt 5:13-
al mundo 16
El candelero de oro alimentado La Iglesia alimentada por el Espíritu de Cristo para Ex 25:31-40; Ap 1:20;
por aceite iluminar el mundo Mt 5:14;
El sumo sacerdote Aarón Cristo, el Sumo Sacerdote, y los creyente como Ex 28-29; Hb;
y sus hijos sacerdotes del Altísimo 1Pe 2:5.9; Ap 1:6
La fidelidad de Moisés a Dios La fidelidad de Cristo a Dios en la Casa de Dios: Hb 33:2-6
respecto de la Casa de Dios la Iglesia
(Israel)
Libro de Levítico
Los sacrificios y ofrendas del El sacrificio de Cristo en sus diferentes aspectos: Lv 1-5;
Santuario: 1) satisfacción de la justicia, la santidad y la gloria Hb 9:14; Flp 2:8; Jn
1) el holocausto divinas 18:11
2) la ofrenda vegetal 2) la perfecta vida humana de Jesús ofrecida como olor Hb 4:15; 5:8-9
3) el sacrifico de paz fragante al Padre Rm 5:1.10-11
4) el sacrificio por el pecado 3) la paz y reconciliación con Dios fruto de su muerte Rm 6; 2Cor 5:21
5) el sacrificio por la culpa expiatoria 1Pe 2:24
4) la liberación del Pecado, de la vieja naturaleza caída
5) el perdón de los pecados
Purificaciones y limpieza de la La limpieza del pecado en virtud de la sangre de Cristo Lv 11ss; 1Jn 1:7;
lepra; el día de la Expiación, el
macho cabrío enviado al
desierto cargando los pecados
140
Las fiesta solemnes anuales: Diversos aspectos de Cristo: Lv 23;
1) la Pascua 1) Cristo crucificado 1Cor 5:6-8
2) los Ázimos 2) Cristo comulgado
3) las Primicias 3) Cristo resucitado
4) Pentecostés 4) Cristo glorificado
5) las Trompetas 5) Cristo anunciado
6) Día de la Expiación 6) Cristo abogado
(Yom Kippur) 7) Cristo esperado
7) los Tabernáculos
Libro de Números
La organización del pueblo La edificación de la Iglesia entorno a Cristo Nm 1-4; Ef 4:10-16;
(guerreros, obreros y
adoradores) entorno al Arca
Las jornadas de peregrinación Etapas en el andar de las iglesias cristianas Ex. a Deut. (Nm 33:1-
por el desierto 19)
La vaca roja para la La sangre de Cristo que purifica los pecados confesados Nm 19; 1Jn 1:5-10;
purificación de los inmundos de los creyentes
La serpiente de bronce sobre el Cristo, juzgando a Satanás, al ser levantado en la cruz Nm 21:7-9; Jn 3:14;
asta
Libro de Deuteronomio
El profeta como Moisés Cristo, el que ve al Padre cara a cara y le da a conocer Dt 18:15-22; Jn 1:18;
prometido
La Tierra prometida (Canaán) La plenitud de Cristo en todas sus riquezas; la vida de Ef 3:8.16-19;
resurrección Col 2:2-3;
Hb 3:7 – 4:12
Libro de Josué
Josué, el líder que introdujo al Cristo, que introduce a su pueblo en el descanso Hb 3-4;
pueblo en la Tierra
El cruce del río Jordán para La crucifixión de la carne para andar en el Espíritu Jos 3-5; Gal 5:16-25;
entrar en la Tierra y la Rm 8:5-14
circuncisión
La conquista de Canaán La guerra espiritual para ganar la propia alma y la Tierra Jos; Ef 6:10-18;
para Dios
El Jefe del ejército de Yhaveh Cristo Jos 5:14; Ap 19:11-16;
al que adoró Josué
Libro de Rut
Noemí, Rut y Booz Israel, la Iglesia (inclusión de los gentiles) y Cristo. La Rut; Rm 9-11;
Iglesia es redimida y desposada con Cristo; Israel
también será restaurada con ella.
Libros de Samuel, Reyes y Crónicas
El rey David, en sus Cristo, en sus sufrimientos hasta ser exaltado a la diestra 1-2Sam;
sufrimientos y luchas hasta de Dios Evangelios-Hch 2;
llegar al trono (incluyendo los
salmos)
Jerusalén/Sión La Iglesia (La nueva Jerusalén es la Iglesia gloriosa) Hb 12:22; Gal 4:26;
Ap 21:2;
Salomón (rey de paz) Cristo, el rey de paz, edificando la Iglesia 1Re 1-10; Mt 16-18;
en su primera etapa
edificando el Templo
141
División y decadencia del Caída de la cristiandad en la esclavitud babilónica 1-2 Re y 1-2 Cr;
Reino de Israel hasta la (catolicismo) Ap 2-3;
deportación a Babilonia
El remanente que regresa de El remanente salido del catolicismo, y del Esd; Neh; Hag; Zac;
Babilonia para restaurar el protestantismo anquilosado, Malaquías
Templo y la Ciudad para restaurar la iglesia neotestamentaria
El intento genocida de Aman La guerra mortal de 'la carne' por destruir al creyente Ester; Rm 8:12-13;
(Amalec) contra el pueblo
de Dios
La 'sabiduría' en el libro de Cristo, Sabiduría de Dios Prv 8-9; Mt 12:42;
Proverbios 1Cor 1:24.30
La amada y el amado en Aprendizaje y maduración del amor del creyente a Ef 5:22-32; Ap 19:7;
Cantar de los Cantares Cristo
El 'Emanuel' de Isaías Cristo, 'Dios con nosotros' Is 7:14; Mt 1:23;
El mesías prometido en Isaías Cristo Mt 4:13:16;
9:1-7
El retoño y raíz de Isaí (padre Cristo, de la descendencia de David, lleno del Espíritu Mt 1:5-6; Rm 15:12;
del rey David) de Isaías 11
El rey de Babilonia Satanás, su pecado Isaías 14:12-14
en Isaías 14:12-14
(Lucero, hijo de la mañana)
Un rey que reinará según la Cristo en la era del Reino Is 32:1-5;
justicia
Derramamiento del Espíritu Derramamiento del Espíritu en Pentecostés Is 32:15-20; Hch 2;
de lo alto
La venida redentora y con Las dos venidas de Cristo, para redimir y en poder para 2Pe 1:16;
poder de Yhaveh Dios reinar
en Is 40:1-11
El Siervo de Yhaveh en Isaías La 1ª venida de Cristo en humildad para morir Hch 8:30-35; 1Pe 2:24;
42:1-7, 49:1-6, 50:4-9, por los pecadores Lc 4:16:21;
52:13 – 53, 61:1-3.
El que viene de Bosra (Edom) Cristo, después de la guerra de Armagedón Is 63:1; Ap 19:13;
con la ropa ensangrentada
El retoño justo de David, Cristo, hijo de David, hecho nuestra justificación Mt 1:1; 1Cor 1:30;
rey llamado 'Justicia nuestra'
en Jr 23
La promesa del Nuevo Pacto El Nuevo Pacto en la sangre de Cristo Jr 31:31-34; Lc 22:20;
Hb 12:24
Uno 'semejante a hombre' en el Cristo, el Hijo de Dios, el resplandor de su gloria Ez 1:26; Hb 1:3;
trono de Dios
El rey de Tiro en Ezequiel Satanás, su caída y juicio
28:11-19
Yhaveh como pastor de su Cristo, el Buen Pastor Ez 34:11-31; Jn 10:11;
pueblo
El Templo de Ezequiel El Cuerpo de Cristo: la Iglesia Jn 2:19-21; 1Cor 3:16-17;
(40 y ss.) 6:19; 2Cor 6:16;
Ef 2:19-22;
La Piedra desprendida sin Cristo, que destruirá los reinos del mundo Ap 11:15;
intervención humana
Dn 2: 31-45
142
El 'hijo del Hombre' de Daniel Cristo en su exaltación como Cristo y Señor recibiendo Hch 2:36; Mt 28:18;
7: 9-14 toda autoridad Ap 5;
El Mesías Príncipe que 'será Cristo crucificado por los romanos Crucifixión de Cristo
quitado', en Daniel 9:22-27 en los Evangelios
El 'Día del Señor' (múltiples La segunda venida de Cristo en poder para juzgar al 2Pe 3:8ss.
menciones) mundo
El juez de Israel herido Cristo golpeado en el juicio ante el sumo sacerdote Anás Miq 5:1; Jn 18:22;
en la mejilla
Profecía acerca del lugar de Belén, lugar del nacimiento de Cristo, el Hijo de Dios Miq 5:2; Mt 2:1-6;
nacimiento del Mesías Lc 2:1ss
de origen eterno
El justo vivirá por su fe La justificación por la fe, no por las obras de la ley Hab 1:16; Rm 3:28;
Gal 2:16;
El futuro reinado del Señor El futuro reinado de Cristo cuando regrese Sof 3:14-20;
desde Sión
La restauración del Tempo La restauración de la Iglesia neotestamentaria por el Hageo
después de la cautividad remanente
babilónica
Venida del Mesías La entrada triunfal de Cristo en Jerusalén Zac 9:9
sobre un asno
Restauración de Israel Conversión de Israel en los últimos tiempos, para el Zac 12-13; Rm 11
en los últimos tiempos regreso del Señor
Venida del Señor Segunda venida de Cristo con todos sus santos Zac 14; 1Tes 3:13;
con todos sus santos 4:15-17
Venida del ángel de Pacto Segunda venida de Cristo para juzgar a los suyos Zac 3:1-4; 2Cor 5:10;
como fuego purificador
El Sol de Justicia en aquel día Segunda venida de Cristo Zac 4:1-3;
ardiente como un horno
Venida de Elías Ministerio de Juan Bautista como precursor del Mesías Zac 4:5-6; Mt 11:7-15;
antes del día del Señor y de algún otro precursor en el espíritu de Elías Ap 11:1-14
antes de su segunda venida
143
FICHA 11:
DESCORRIENDO EL VELO
DEL DRAMA DE LA REDENCIÓN
144
Cristo: suma y substancia de la Revelación Bíblica
Cristo es el punto focal de toda la historia, de toda profecía y de todos los tipos encontrados en la Biblia.
La Revelación divina converge hacia Él en el Antiguo Testamento, y emerge de Él en el Nuevo
Testamento. Las dos partes de la Revelación se encuentran en Él, la primera parte como preparación y la
segunda como realización. Desde ese punto de vista, todas las partes de la Biblia, de libros a versículos,
constituyen una revelación divina progresiva del amor redentor: Dios y el hombre se encuentran en Aquel
que es el Dios-Hombre.
De modo que encontramos el propósito de la Redención permeando toda la Escritura, lo que convierte a
la Biblia en el descorrer el velo del Drama de la Redención. En ese Drama, todos los detalles se encajan
en cada estadio de ese descorrimiento del velo, de forma que cada porción de la Biblia – sea historia,
literatura, tipología, profecía, ley o gracia – es parte del proyecto de Dios para reconciliar consigo mismo,
por medio del sacrificio de Sí mismo, una raza caída y rebelde. Las historias forman parte de una única
historia, y las partes forman un gran todo.
El término ‘drama’ no lo usamos en el sentido de una simple diversión teatral, sino en el sentido de una
historia real que envuelve acción. La Biblia registra el cumplimiento progresivo de un designio divino
que se extiende “de eternidad a eternidad”. La tierra es el escenario donde ese Drama de la Redención se
desarrolla; el hombre y las naciones son los personajes del Drama, y - con toda reverencia – Cristo es el
Héroe. De esa forma, encontramos la trama en desarrollo, la revelación de un objetivo, apenas discernible
al principio: “10 Los profetas que profetizaron acerca de la gracia para vosotros, inquirieron y
escudriñaron diligentemente acerca de esa salvación, 11 indagando a quién y qué tiempo indicaba el
Espíritu de CRISTO que estaba en ellos, el cual predecía los padecimientos de CRISTO, y las glorias que
vendrían tras ellos” (1Pe 1:10-11).
145
PRIMER ESBOZO
El desarrollo de ese propósito es revelado en dos actos, con un interludio entre ellos:
- El primer acto es presentado de Génesis 11:10 a Malaquías.
- El interludio son los acontecimientos que ocurren entre los dos actos.
- El segundo acto es presentado desde Mateo hasta Judas.
Los dos actos, que junto con el interludio forman el desarrollo del propósito de la Redención, representan
dos alianzas, llamadas en la Biblia ‘Antigua Alianza ’ y ‘Nueva Alianza (o Pacto)’. Como en cualquier
drama, esos actos están íntimamente relacionados uno con el otro. El segundo es un avance respecto al
primero, y conduce adelante el desarrollo de la trama hasta su completa realización.
Para comparar y contrastar esas dos alianzas, es de suprema importancia guardar en mente sus
características más prominentes:
146
ALIANZA DE LA LEY ALIANZA DE LA GRACIA
Asociada al monte Sinaí Asociada al monte Calvario
Representada por Moisés Representada por Cristo
Centrada en la Ley Centrada en la Gracia
Caracterizada por la prohibición: “no harás” Caracterizada por la promesa: “Yo haré”
(Ex 20:1-17; Jr 31:31-34; Heb 8:6-13)
Mandamiento: Mandamiento:
“¡Quítate las sandalias de tus pies, “ponedle… sandalias en los pies”
porque el lugar que pisas es tierra santa!” (Lc 15:22)
(Ex 3:5)
En su inauguración murieron tres mil personas En su inauguración fueron salvas tres mil personas
(Ex 32:28) (Hech 2:41)
Dios trata con un sola nación Dios trata con individuos de todas las naciones
Bajo la Ley la justificación es por medio de las Bajo la Gracia, la justificación es por medio de la fe,
obras (Dt 6:25), y así son salvas multitudes
y de esa forma nadie era justificado (Rm 3:20-26; 4; 5:1; Gal 2:16)
Las ideas predominantes del Drama son Ley y Gracia; la Ley domina el primer acto, y la Gracia el
segundo. Ley y Gracia representan dos dispensaciones distintas, y no distinguirlas resulta en mucha
confusión, tanto para el pensamiento como para la experiencia.
El primer acto posibilitó la existencia del segundo, y condujo a él (Gal 3:24-25), y posibilitó que Pablo
afirmase: “Vosotros no estáis bajo la Ley, sino bajo la Gracia” (Rm 6:14).
Interludio
Entre los dos actos hay un interludio de cerca de 400 años. Esa pausa en los registros inspirados no
significa que hubo una pausa en la actividad divina. Dios estaba tan presente en la historia como lo estuvo
antes y lo estaría después. Nadie puede estudiar los eventos mundiales de ese período sin percibir que
fueron una transición de la Antigua hacia la nueva Economía (administración divina); que el judaísmo y
el paganismo en la historia y en la literatura estaban formando un largo camino para la venida del Mesías.
En ese período Grecia se levantó a la gloria, e hizo que el mundo pensara de una nueva manera acerca de
la belleza, de la conciencia, de la retribución, del alma y la inmortalidad. En ese período las Escrituras
hebreas fueron traducidas a la lengua griega (Septuaginta – LXX), haciéndose disponibles para muchas
personas que, de otra manera, no las podrían leer. En ese período los judíos fueron ampliamente
esparcidos alrededor del mundo (diáspora), y de esa manera prepararon el camino para la evangelización
del mundo en la era del Evangelio. En ese período Roma se volvió el poder mundial en Oriente Medio y
en el Occidente, y por medio de su sistema político y las carreteras que construyó por todas partes, sin
querer volvió posibles las grandes iniciativas misioneras de la dispensación cristiana. El propósito divino,
aunque parezca lento, era develado sólidamente era tras era.
“Habiendo DIOS hablado en el tiempo antiguo “...en estos postreros días habló
muchas veces y de muchas maneras...” de manera plena y final en el Hijo” (Heb 1:1-2)
Abarca desde el Prólogo al final del Interludio Abarca desde el final del interludio hasta el Epílogo
Las palabras de la primera parte están reunidas y completadas en las palabras de la segunda parte
147
SEGUNDO ESBOZO
Aquí podemos discernir los siguientes tres períodos distintos, indicados por el hecho de que cada uno
termina en fracaso humano:
De la Creación a la Caída (Gn 1:1 a Gn 3:24)
De la Caída al Diluvio (Gn 4:1 a Gn 8:14)
Del Diluvio a Babel (Gn 8:15 a Gn 11:9)
Esos períodos abarcan un largo período de tiempo, y cada uno tiene sus características propias, pero en
todos hay dos cosas predominantes: el pecado del hombre y la gracia de Dios. Las palabras ‘Caída’,
‘Diluvio’ y ‘Babel’ hablan de una parte de la historia, y el hecho de tuvieran lugar el segundo período y el
tercero hablan de otra parte de esa misma historia: de no ser por el Propósito divino de redimir a la raza
humana, nuestros primeros padres habrían perecido a las puertas del Jardín de Edén.
El pecado del hombre señaló la necesidad de la Redención, y la gracia de Dios indicó el camino para ella.
Primer Acto: el desarrollo del Propósito de la Redención – La Preparación (Gn 11:10 a Malaquías)
Como en cada acto hay diferentes escenas, es de gran importancia examinar claramente las escenas de
cada uno de los actos que componen este Drama. En el Primer Acto hay tres escenas:
La familia hebrea (Gn 11:10 a Gn 50:26)
La nación israelita (Éx 1:2 a 2Re 25:30)
El remanente judío (Esdras, Nehemías, los profetas post-exílicos)
La historia de la familia hebrea se extiende de Abraham a José. La nación israelita, de Josué a Zorobabel.
Finalmente, el remanente judío se extiende de Zorobabel a Nehemías.
Las designaciones ‘hebreos’, ‘israelitas’ y ‘judíos’ no son sinónimas. Primero vino “Abraham, el hebreo”
(Gn 14:13). De su hijo Isaac nació Jacob, cuyo nombre fue cambiado a Israel, cuyos descendientes son
los ‘israelitas’. Uno de sus hijos fue Judá, de quien según la promesa vendría el Mesías, cuyos
descendientes son ‘los judíos’. La familia hebrea (de los patriarcas Abraham, Isaac y Jacob y sus doce
hijos) llegó a convertirse la nación israelita al salir de Egipto, en el Sinaí, con Moisés; y la nación israelita
7 El autor dice “la iglesia judaica”. El traductor estima más ajustado decir “el remanente judío”.
148
llegó a reducirse al remanente judío después del exilio en Babilonia, constituido por el resto que quedó de
la tribu de Judá y Benjamín, en tiempos de Zorobabel, Esdras y Nehemías.
Segundo Acto: el desarrollo del Propósito de la Redención – La Realización (de Mateo a Juan)
Para comprender todo el significado del Cristianismo necesitamos volvernos a Cristo. El judaísmo no era
cristianismo. Aunque fuese una preparación para este. El Cristianismo tiene su origen en Cristo, no antes.
Cristo fue el Omega de la primera Alianza y el Alfa de la segunda. En Él se cierra una dispensación e
inicia otra. Él es tanto el Consumador como el Autor; tanto una Meta final como un Punto de Partida.
Los cuatro evangelios son el registro de esa introducción del Cristianismo en el mundo, y marcan la
transición del Antiguo al Nuevo Pacto; de lo que era nacional a lo universal; del reino israelita a la Iglesia
cristiana.
En la segunda escena de este acto, el Cristianismo crece y se esparce de forma que, antes del final de s.I
de esta era, alcanzó la capital del Imperio Romano.
Un poder se adentró en la historia humana, que tiene como objetivo conceder a esa historia su último
significado y traerla a su verdadera meta.
El registro de ese maravilloso movimiento se encuentra en el libro de Hechos (un escrito histórico que
registra el desarrollo del cristianismo) y en las cartas, que son el producto y la prueba de ese desarrollo.
8 El autor delimita la segunda visión entre Ap 4 y 19:10; y la tercera, entre 19:11 y 22:21). El traductor estima que 19:11 al
20 encaja mejor en la segunda visión, pues todavía trata de juicio.
149
En el libro de Apocalipis el descorrer el velo del Drama alcanza su final. Y ese final es registrado en tres
sublimes visiones: una Visión de Gracia (Ap 1-3), donde Cristo es visto como Señor de la Iglesia; una
Visión de Gobierno (Ap 4-20), en la cual Él es visto como Juez del mundo; y una Visión de Gloria (Ap
21-22), donde Él es visto como Rey del Universo.
En el Epílogo se cumple el Propósito que fue presentado en el Prólogo. La Historia alcanzó su verdadero
final en la voluntad de Dios. Los reinos de este mundo se volvieron “el Reino de nuestro Dios y de Su
Cristo”. La corona fue alcanzada por medio de la cruz. La tragedia dio lugar al triunfo.
A B C
La revelación del Consumación del
Propósito de la Desarrollo del Propósito de la Redención Propósito de la
Redención Redención
Prólogo Primer Acto Interludio Segundo Acto Epílogo
Gn 1:1 a 11:9 Gn 11:10 a Malaquías Entre Mlq y Mt De Mateo a Juan Apocalipsis
1
Una Alianza divina de Una Alianza divina de
Ley, Gracia, Una Visión de
incorporada en la incorporada en la Gracia
historia y la literatura historia y la literatura Cristo, el Señor de
de la raza semítica de la Iglesia cristiana la Iglesia
1 1-3
De la Creación
a la Caída Entre
Escena 1 Escena 1
Génesis 1-3 Malaquías y Mateo,
2
La familia hebrea Introducción del
de Sem a José la Providencia Cristianismo en el Una Visión de
Gn 11:10 a 50:26 divina usa el mundo por Jesús, el Gobierno
Judaísmo y el Mesías Cristo, Juez del
Paganismo para mundo
preparar el mundo de Mateo a Juan 4-20
para la venida del
Mesías
Escena 2
2
La nación israelitas
De la Caída al de José a Zorobabel
Éxodo a Esdras
Diluvio
3
Génesis 4:1 – 8:14
Una Visión de
Gloria
Escena 3 Escena 2 Cristo, el Rey del
Desarrollo del Universo
3 El remanente judío Cristianismo en el 21-22
de Zorobabel a mundo hasta el final
Nehamías del s.I
Del Diluvio
a Babel libros de Esdras, Ester, De Hechos a Judas
Génesis 8:15 – 11:9 Nehmías , Hageo,
Zacarías y Malaquías
150
FICHA 12:
9 Sin ánimo de ser exhaustivos. La riqueza de Génesis es desbordante, aquí sólo pretendemos dejar una
impresión de esta relación entre Génesis y Apocalipsis en el lector, y dar una pista para el estudio personal
presentando algunas verdades principales.
151
En Génesis se siembran las semillas de la Revelación divina;
en los 64 libros intermedios se desarrollan;
y en Apocalipsis tenemos la cosecha.
152
Dios Justo Juez El Padre ha encomendado todo el El juicio final
(Gn 1:2a) juicio al Hijo (Jn 5:22-27) (Ap 20:10-15)
El Dios trino Restaurador ▪ Visión valle huesos secos (Ez 37) “Y el que está sentado en el trono
(Gn 1:2b – 2:4) ▪ Nacer de nuevo (Jn 3) dijo: He aquí que hago nuevas
El Espíritu sobre el abismo (1:2b) ▪ Nueva Creación en Cristo todas las cosas”
La Palabra creadora y restauradora (2Cor 5:17) (Ap 21:5)
(Gn 1:3.6.9.11.14.20.24.26)
153
Profundización y extensión del
Pecado hasta volver al hombre
“carnal” (Gn 4:3-24; 6:1-7).
Victoria de la Serpiente
sobre el Hombre
(Gn 3) ▪ Victoria del Hijo del Hombre
sobre Satanás en la Cruz
Promesa de la victoria de la (Jn 12:31) Victoria final de Cristo sobre “el
Simiente de la Mujer sobre ▪ “Y el DIOS de paz aplastará en gran dragón, la serpiente antigua,
Satanás (Gn 3:15) breve a Satanás debajo el llamado Diablo y Satanás”
de vuestros pies” (Rm 16:20) (Ap 20:7-10)
(Cristología) ▪ Victoria de los vencedores de la
Iglesia sobre Satanás (Ap 12:11)
Redención por el sacrificio Jesús, el Cordero de Dios que lleva El Cordero entronizado con las
de un cordero a cabo la Redención del Hombre marcas de su muerte redentora
(Gn 3:15.21) en la Cruz (Jn 1:29) (Ap 5:6)
(Cristología/soteriología)
▪ La tiniebla no pudo extinguir la
Luz (Jn 1:5)
Guerra espiritual ▪ Hijos de Dios y de la luz, Destino final del linaje de la
Dos simientes en conflicto e hijos del Diablo y de la tiniebla tiniebla: el Lago de Fuego
(Gn 3:15) (Jn 8:44; 1Jn 3:10; 1Tes 5:5;
Linaje y civilización cainita 2Cor 6:14; Ef 5:8) Destino final del linaje de la Luz:
(Gn 4:1-24) ▪ Contra los principados y la Nueva Jerusalén
Linaje de Dios (Gn 4:25 - 5) potestades de Satanás (Ef 6:10-18)
▪ Jesús vence y humilla en la cruz
a principados y potestades
(Col 2:15)
Maldición, dolor, tristeza “La paga del pecado es muerte” No más maldición (Ap 22:3),
y muerte (Rm 6:23a) ni dolor, tristeza y muerte(21:4)
(Gn 2:17; 3:16-19) La Muerte sorbida por la victoria sino bendiciones eternas (22:3-5)
(Is 25:6-8; 1Cor 15:51-57)
El Paraíso perdido (Gn 3:22-24) Jesús inaugura un camino nuevo El paraíso recuperado
y vivo al lugar santísimo y glorificado
Es decir, el acceso a la Presencia, (la presencia de Dios, el Paraíso) (Ap 21:3-4; 22:1-5)
la comunión con Dios y la a través del velo (es decir, su carne
participación de Su Vida eterna. rasgada en la cruz), por su sangre
derramada (Heb 10:190-20).
Verdadera y falsa
adoración/religión
(Gn 4) Sólo por la sangre de Jesús “...el trono de DIOS y del
somos limpios para entrar Corderito estará en ella (la Nueva
▪ Abel: a la manera de Dios: la en la presencia de Dios y servirlo Jerusalén), y sus esclavos le
ofrenda del cordero sacrificado (Heb 9:14; 10:19) servirán…”
(Ap 22:3)
▪ Caín: a la manera del hombre:
las buenas obras del hombre caído
“...cualquiera que os elimine, La Babilonia religiosa ebria de la
Carácter asesino de la falsa piense que ofrece un servicio a sangre de los santos
religión (Gn 4) Dios” (Jn 16:2) (Ap 17:6)
154
Arrebatamiento de la Iglesia y El arrebatamiento de la Iglesia en
venida del Señor con sus santos la segunda venida del Señor
a juzgar la Tierra (1Tes 4:17)
155
FICHA 8:
UN VISLUMBRE DEL
ETERNO PROPÓSITO DE DIOS
“DE ETERNIDAD A ETERNIDAD” (SAL 90:2)
A TRAVÉS DE GÉNESIS Y APOCALIPSIS
Simetría en espejo
156
Si nosotros visitamos una ciudad y no queremos perdernos entre sus calles, necesitamos un plano de la
ciudad. El plano nos da un visión panorámica de la estructura de la ciudad y sus puntos de referencia.
Entonces podremos conocer sus rincones sin perdernos.
La Biblia tiene 66 libros, y trata innumerables asuntos. Si no queremos perdernos en los detalles, necesitamos una
visión general, así como su núcleo o hilo conductor que unifica todas las partes.
En estos últimos días, Dios está llamando a Su pueblo a descubrir Su propósito, abrazarlo y cumplirlo.
Solamente entonces podrá el corazón de Dios sentirse satisfecho.
El propósito eterno de Dios es Su meta. Es a lo que Él apunta, Su intención, Su objetivo, Su visión, Su supremo
interés y Su pensamiento pleno. En otras palabras, el pensamiento central del eterno propósito de Dios está en la
creación y en la redención. Dios ha estado trabajando en ello desde el comienzo de los tiempos. Y continuará
haciéndolo hasta que se haya logrado. De hecho, el propósito eterno gobierna todas las actividades divinas –
todo Su movimiento y energías se dirigen hacia ese fin. Desgraciadamente, pocos lo han visto. Y de aquellos
que lo han visto, pocos están dispuestos a pagar el precio para ayudar a realizarlo. Dios, sin embargo, señaliza y
dirige a Su pueblo a descubrir y cumplir Su intención última 10».
EL PROPÓSITO DE DIOS
“De eternidad… ...a eternidad”
el tiempo
Génesis Apocalipsis
El Hombre (varón y varona) La humanidad redimida y glorificada transparentando la
a imagen y semejanza de Dios gloria de Dios
(1:26-28) (21)
Un jardín Una ciudad jardín: la Nueva Jerusalén
(2:8) (21 – 22:1-5)
Dos árboles: el árbol de la Vida Un árbol:
y el árbol del conocimiento (2:9) el árbol de la Vida (22:2)
El río del Edén (2:10-14) El río de agua de Vida (22:1)
Oro, bedelio y ónice en el río Oro, piedras preciosas y perlas
(2:11-12) en la Nueva Jerusalén (21:18-21)
Desposorios de Adán y su mujer Desposorios del Cordero y la Iglesia glorificada: la
(2:18-25) Nueva Jerusalén
(21)
“Todos los elementos que constituyen la Nueva Jerusalén se encuentran en los dos primeros capítulos de
Génesis: en Génesis 2 se ve el árbol de la vida. Junto al árbol hay un río. Adonde llega el río hay oro: “Y el
oro de aquella tierra es bueno”. Hay bedelio, una perla producida por la vida vegetal, y ónice. Después de
esto se puede ver, al final del capítulo, una novia para Adán (2:21-23).
En Apocalipsis 21 y 22 se encuentra la novia, una ciudad edificada de oro, perlas y piedras preciosas.
Dentro de la ciudad hay un río, y en el río, el árbol de la vida. En los primeros dos capítulos de Génesis se
encuentran estas seis cosas: la novia, el oro, las perlas, las piedras preciosas, el árbol de la vida y el río. En
esto vemos la diferencia: en Génesis la ciudad aún no se había edificado. Los tres materiales estaban allí
157
pero no habían sido edificados como ciudad. En la consumación del propósito de Dios, por medio de la
obra de edificación de Dios, todos los materiales están edificados como ciudad”.
***
En los dos primeros capítulos del libro de Génesis tenemos la revelación germinal del Plan de Dios con relación
al Hombre (la Humanidad):
En Gn 3-50:
El Propósito eterno de Dios fue frustrado temporalmente por la caída del Hombre (el Pecado)
el Dios de Gracia promete un Salvador: la simiente de la mujer (Cristo), que vencerá a 'la serpiente',
origen de la rebelión.
La Humanidad se degrada sin remedio cayendo en esclavitud al pecado, la carne y el mundo rebelde contra
Dios.
Dios se centra en la creación de un pueblo propio (elección) separado de las demás naciones (el linaje
abrahámico), para seguir avanzando sus propósitos, y traer por su medio la bendición a todas las familias
de la Tierra.
158
“¡Oh profundidad de las riquezas, de la sabiduría y del conocimiento de DIOS!
¡Cuán insondables son sus juicios e inescrutables sus caminos!
Pues: ¿Quién entendió la mente del Señor?
¿O quién fue su consejero?
¿O quién le dio a Él primero, para que le sea recompensado?
Porque de Él, por Él y para Él, son todas las cosas.
¡A Él sea la gloria por siempre! Amén”.
(Rm 11:33-36)
159