Collar de La Paloma .15
Collar de La Paloma .15
Collar de La Paloma .15
D r .3 N a tiv id a d N e b o t C a l pe
1. INTRODUCCIÓN
Ibn Hazm de Córdoba, cuando la capital del Califato había sido saquea
da y medio derruida por los bereberes de Africa, después de sufrir cautiverio,
se retiró a Játiva (Valencia), ciudad floreciente y notable. Allí, probablemente
el año 1022, a instancias de un amigo, escribió este tratado. En el prólogo,
dirigiéndose a su fiel amigo, comenta:
ACTAS XXXVII (AEPE). Natividad NEBOT CALPE. «El collar de la paloma»: libro d e l...
H h Centro Virtual Cervantes
364 NATIVIDAD NEBOTCALPE
ACTAS XXXVII (AEPE). Natividad NEBOT CALPE. «El collar de la paloma»: libro d e l...
«*»
H h Centro Virtual Cervantes
EL COLLAR DE LA PALOMA: LIBRO DEL SIGLO XI SOBRE EL AMOR HISPANOÁRABE 365
ACTAS XXXVII (AEPE). Natividad NEBOT CALPE. «El collar de la paloma»: libro d e l...
H h Centro Virtual Cervantes
366 NATIVIDAD NEBOTCALPE
Presenta a la mujer como un ser más débil que el varón, más delicado y
menos resistente. Opina que las mujeres son como plantas olorosas que se
agostan si no se cuidan, o como fábricas que se desploman, de no entretener
las. Añade que ha habido quien ha afirmado que la apostura varonil es más
auténtica y de mayor excelencia, porque el hombre soporta el sol de medio
día, los vientos, el cambio de clima y la vida al aire libre, y de sufrirlos, no
más en parte, los rostros femeninos, experimentarían las mujeres los mayores
trastornos. En la sociedad musulmana hispánica del siglo XI, la mujer era
considerada como un ser inferior. Por ello son abundantes los ejemplos de
esclavitud femenina en esta obra.
Opina que la mujer no es casta si difunde el nombre del varón que la
ama y consiente que anden en lenguas tales amores.
Añade entre las cualidades femeninas la generosidad, que se da entre las
mujeres honestas, entradas en años y alejadas de los deseos varoniles. Suelen
ser éstas generosas con las jóvenes, se esfuerzan en casar a las huérfanas y en
prestar a las novias menesterosas sus propias ropas y alhajas.
ACTAS XXXVII (AEPE). Natividad NEBOT CALPE. «El collar de la paloma»: libro d e l...
H h Centro Virtual Cervantes
EL COLLAR DE LA PALOMA: LIBRO DELS1CLO XI SOBRE EL AMOR HISPANO ÁRABE 367
ACTAS XXXVII (AEPE). Natividad NEBOT CALPE. «El collar de la paloma»: libro d e l...
H h Centro Virtual Cervantes
368 NATIVIDAD NEBOTCALPE
Considera el autor que los ojos son puertas del alma que dejan ver sus
secretos interiores o íntimos. Por ello cree que la principal de todas las seña
les del amor es la insistencia en la mirada, y se caracteriza porque el amante
no pestañea y cambia o mueve la vista cuando el amado se muda de lugar en
su presencia.
ACTAS XXXVII (AEPE). Natividad NEBOT CALPE. «El collar de la paloma»: libro d e l...
H h Centro Virtual Cervantes
EL COLLAR DE LA PALOMA '. LIBRO DEL SIGLO XI SOBRE EL AMOR HISPANO-ÁRABE 369
ACTAS XXXVII (AEPE). Natividad NEBOT CALPE. «El collar de la paloma»: libro d e l...
H h Centro Virtual Cervantes
370 NATIVIDAD NEBOTCALPE
ACTAS XXXVII (AEPE). Natividad NEBOT CALPE. «El collar de la paloma»: libro d e l...
H h Centro Virtual Cervantes
EL COLLAR DELA PALOMA: LIBRO DEL SIGLO XI SOBRE EL AMOR HISPANOÁRABE 371
El amor, según Ibn Hazm, tiene siempre un motivo que le sirve de ori
gen. En este tratado, dedica cinco capítulos a hablar de ello.
ACTAS XXXVII (AEPE). Natividad NEBOT CALPE. «El collar de la paloma»: libro d e l...
H h Centro Virtual Cervantes
372 NATIVIDAD NEBOTCALPE
ACTAS XXXVII (AEPE). Natividad NEBOT CALPE. «El collar de la paloma»: libro d e l...
H h Centro Virtual Cervantes
EL COLLAR DE LA PALOMA: LIBRO DEL SIGLO XI SOBRE EL AMOR HISPANO-ÁRABE 373
nunca amó a una mujer alta. Añade, sin embargo, que no debe causar extra-
ñeza la existencia de personas amantes de lo feo y que, con el tiempo, cam
bien de gusto.
Por otra parte, existen personas que no son capaces de amar de verdad
sino después de un largo trato, de mucho verse y hablarse. Indica Ibn Hazm
que este tipo de amor es el que suele durar, porque el paso del tiempo no
logra alterarlo y, además, lo que se consigue con dificultad, no se olvida con
facilidad. El ha observado a gentes de tal condición, que al notar en su alma
un afecto naciente o determinada inclinación por una persona, recurren a la
huida para poner freno a sus sentimientos y que no crezcan. Ello evidencia
que el amor domina a estas personas en las mismas entrañas y que, cuando
se apodera de ellas, las esclaviza. Acerca de este tema presenta un bello
poema. Y a continuación, cuenta su propia experiencia: nunca amor alguno
prendió su llama en él sino después de mucho tiempo de haber convivido
con una persona. Añade que otro tanto le ocurre con el olvido y con el de
seo. Jamás ha logrado olvidar ningún afecto. Insiste, de nuevo, en las ideas
platónicas: el alma se halla en este mundo inferior, tapada por velos físicos,
envuelta en confusión y movida por atracciones terrenales y mundanas, que
encubren casi todas sus cualidades y, aun cuando no alteren su esencia, se
interponen entre ella y las demás almas. La unión verdadera no puede
alcanzarse hasta que no se llegue al conocimiento de aquello que con ella
coincide y se asemeja. Sólo entonces se producirá la auténtica unión.
E n tr e lo s m á s p e r e g rin o s o r íg e n e s d el a m o r, se h a lla e l q u e n a c e p o r
haber oído hablar de una persona, sin conocerla. Por este camino, se llega,
incluso, a que se crucen mensajes y cartas, a sufrir tristeza e insomnio. Igual
mente, puede impresionar a un hombre el oír una voz melodiosa de mujer,
detrás de un muro, y así enseñorearse de su espíritu. Ibn Hazm considera
muy mal cimentado este modo de amor, porque quien consume sus energías
en un amor dirigido a quien no ha visto, tiene por fuerza que configurar en
su alma una imagen ilusoria y, cuando llegue el día de ver al amado, pueden
ocurrir dos cosas: o el amor se consolida o todo se viene a bajo.
Añade otro motivo, menos frecuente, el enamorarse en sueños. Pone el
ejemplo de un amigo suyo a quien encontró pensativo y muy acongojado
porque había soñado con una esclava y, al despertarse, estaba enamorado
de ella. Este amigo continuó así durante mucho tiempo y nada le divertía.
Ibn Hazm le reprendió, diciéndole que la persona que está pendiente de algo
irreal, no tiene perdón de Dios. Según él, este caso es de sugestión anímica
ACTAS XXXVII (AEPE). Natividad NEBOT CALPE. «El collar de la paloma»: libro d e l...
H h Centro Virtual Cervantes
374 NATIVIDAD NEBOTCALPE
Comenta el autor que cuando deseamos una cosa, fuerza es que bus
quemos un medio que nos conduzca a ella. Expone con detalle cómo los
enamorados para declarar sus sentimientos a las personas que aman, utili
zan alusiones verbales de varios tipos: bien recitando un poema alusivo; bien
trayendo a colación un refrán oportuno o un verso enigmático; bien dejando
caer frases ambiguas o subrayando con doble intención las palabras. Los
enamorados usan de unos u otros ardides, según el alcance de su entendi
miento. De estas o de parecidas artes ha de servirse quien busca granjearse
el amor. Si al principio le va bien y siente buena acogida, sigue adelante.
Existen, además, otras formas de expresar dichas alusiones verbales, que
sólo usan los enamorados cuando están ya de acuerdo y sólo ellos las pueden
entender para comunicarse mutuamente, sin que las personas presentes las
capten y comprendan.
A ñ a d e q u e u n a v e z c o n s e g u id a la a c e p ta c ió n y el m u tu o c o n c ie rto en las
alusiones verbales, siguen las señales hechas con los ojos, porque con la mi
rada se aleja y se atrae, se promete o se amenaza, se reprende o se da aliento,
se ordena y se veda, se fulmina a los criados... Una mirada lánguida es prueba
de aceptación. La persistencia en la mirada es indicio de pesar y de tristeza.
La mirada de refilón es signo de alegría. El entornar los ojos indica amenaza.
El autor continúa enumerando y describiendo otros modos de mirar. Indica
que los ojos actúan a menudo de mensajeros y que la vista es el sentido más
fino y el de más eficaces resultados para el sentimiento amoroso.
Si las cosas van bien y los amantes continúan sus relaciones, además de
todo lo mencionado, se escriben cartas para así expresar su amor. Comenta
Ibn Hazm que ha visto enamorados que se daban prisa en romper a pedazos
las cartas, una vez leídas, o en desleír la tinta con agua, o en borrar su escri
tura porque con frecuencia lo que dicen compromete y origina desgracias. A
tal fin, escribe un poema. Trata también sobre el placer que siente el amante
al saber que la carta le ha llegado al amado, y sobre el gozo cuando recibe
una respuesta, que suple al encuentro entre ambos. Por ello, el enamorado
suele ponerse la carta entre los ojos o sobre el corazón y la estrecha
ACTAS XXXVII (AEPE). Natividad NEBOT CALPE. «El collar de la paloma»: libro d e l...
H h Centro Virtual Cervantes
EL COLLAR DE LA PALOMA'. L1BRO DEL SIGLO XI SOBRE EL AMOR HISPANO-ARABE 375
ACTAS XXXVII (AEPE). Natividad NEBOT CALPE. «El collar de la paloma»: libro d e l...
H h Centro Virtual Cervantes
376 NATIVIDAD NEBOTCALPE
Indica lbn Hazm que también suelen ser elegidas como mensajeras las
personas que tienen parentesco con aquellas a quienes son enviadas. Por últi
mo, comenta que ciertos amantes, conocidos suyos, utilizan como mensajera
a una paloma amaestrada, y añade un poema relativo al tema.
Entre las personas beneficiosas para el amor, se encuentra el amigo fa
vorable, buen consejero e inteligente, guardador de los secretos, que presta
ayuda en los momentos difíciles y críticos. Le dedica un capítulo entero y
pone de manifiesto las excelentes cualidades de la mujer para guardar cual
quier secreto, porque si lo divulgara sería aborrecida de los demás. Expone
abundantes ejemplos.
Por el contrario, el autor califica como perjudiciales para el amor a las
personas que hallan faltas en los enamorados o los critican. Opina, no obs
tante, que a veces la censura de un amigo vale más que muchas ayudas,
porque puede llegar a ser un freno y reflexión para el buen comportamien
to. Pero, por otro lado, existen personas que no se cansan de censurar, y ello
no deja de ser sumamente molesto y negativo para el amor. Refiere varios
casos.
Entre las personas infaustas para el amor está el espía, al que compa
ra con una fiebre oculta o con una pleuresía crónica. El espía se hace pe
sado por permanecer en el lugar donde el varón se reúne con el ser que
ama. lbn Hazm presenta algunos ejemplos: como el del espía que tenía la
pretensión de cerciorarse de la veracidad de sus suposiciones y para ello
menudeaba las visitas, prolongaba estancias, etcétera. Añade otro: el espía,
mandado para custodiar al amado. Estos tipos equivalen a los actuales de
tectives privados. El autor cuenta el caso de quien se dio tal maña para
congraciarse con el espía, que éste en vez de espiar en su contra, espiaba
en su favor; se hacía el desentendido cuando tenía que hacérselo, alejaba
todo peligro del amante y se esforzaba por su bienestar. Presenta una poe
sía alusiva al asunto.
Por último, habla de otro nefasto personaje, responsable de las desven
turas que sobrevienen al amor. Se trata del inventor de calumnias. Distingue
tres clases: el calumniador que no desea otra cosa que enemistar y separar a
los amantes; el que pretende también separarlos, con la torcida intención de
dejar solo al amado y tomarlo para sí; el que pone enjuego a los dos enamo
rados al mismo tiempo para descubrir sus secretos. Y, como es habitual, el
autor nos deleita con algunas historias y ejemplos.
ACTAS XXXVII (AEPE). Natividad NEBOT CALPE. «El collar de la paloma»: libro d e l...
H h Centro Virtual Cervantes
EL COLLAR DELA PALOMA-, LIBRO DEL SIGLO XI SOBRE EL AMOR HISPANOÁRABE 377
8. CONCLUSIÓN
ACTAS XXXVII (AEPE). Natividad NEBOT CALPE. «El collar de la paloma»: libro d e l...
H h Centro Virtual Cervantes